PNACOMP. 001 AUTORES VARIOS Abre y cierra Andy K, con unas llaves llenas de encantamiento, las puertas de este singular compilado de piezas electronicas experimentales, cada una de perfil muy personal. Aparece desde la lejania, tranquilo, alcanzando nuestros sentimientos. En la mano, "Resonate", suave e hipnotico al infinito.
Seguidamente, Elektrobi despierta los automatas, quienes, contra viento y marea de las abundantes interferencias atmosfericas, y, ya, casi imperceptible el fondo del camino por donde nos introdujimos en estos nuevos espacios sonoros, se aplican en decir unas palabras de presentacion al ritmo de la marcha de paso moderado, pero de pisadas robustas y decididas, que es "Evry".
Matvey, en "Filler", se hace guardian de la noche, vigila la vida nocturna, esta incluso atento a ecos etnicos que llegan de otros continentes (en la oscuridad podemos esuchar como atraviesan los oceanos), todo desplegado sobre un fondo borroso y envuelto en ruidismo.
Mientras, el primer acto de Biggiesmartypants, a su llegada, es encender la lampara de la gran sala, por medio de esa maquina tan particular, el "Orgasmatron", y hacer que todo lo alli presente reluzca con brillantez, se produzcan reflejos multiples, lucecitas deslumbradoras en replicas de corte variado, mas grave, mas estridente, mas hueco.
Nos vamos enderezando, y Melack, a traves de su "Didgparisdoo", nos ensena una respiracion profunda, al tiempo que van surgiendo poco a poco nuevas incorporaciones sonoras en un ambiente mayormente de misterio y de mucho silencio ahora.
La rugosidad que surge a continuacion tiene visos de salir adelante musicalmente. Ylem le tiende la mano con timidas melodias sucesivas que van haciendose cada vez mas concurrentes y juegos ritmicos a base de impulsos ruidistas. Acaban haciendo sitio, efectivamente, a un agradecido canto noble y envolvente. "Cckbtr".
Ezequiel Fernandez retoma el misterio pero trazando facciones texturales mucho mas ligeras, apenas sobrecargadas, y anchos ecos que hacen que desaparezca "Invid" en el viento con tanta discrecion como ha aparecido.
Aunque llega Golden Jackal, de golpe y porrazo, y pasa a convertirlo en algo, ya no timido y delicado, y disfrutable como tal, sino mucho mas asustadizo, que toca por el miedo y el temor, ejerciendo desde el cielo mucha presion sobre nosotros. "More words for music" es como un momento muy preocupante en la oscuridad de una calle desnuda, de un barrio solitario de la capital.
Y todas las conexiones se vuelven de pronto inestables, a pesar de que Nacl Escape echa toda la carne en el asador, en su "Carne grampeada na areia", para restablecer un sistema coherente de corriente.
Interviene en seguida Elektrobi con esa cantarina "Q64", feliz, avanzando esta vez a paso ligero por el mundo, mirando con movimiento staccato a un lado y al otro, no andando simplemente sino pegando saltitos y ampliando los horizontes, y de ahí­, multiplicando las sensaciones.
Melack contesta con discrecion a esas emociones. Una serie de ruidos en ecos indeterminados acaba por engullirnos en un espacio de inquietante calma, pero muy bella, y, a medida que descubrimos sus detalles se vuelve mas emocionante, y empieza un intenso dialogo con el autor. Acabamos buenos amigos y nos ensena, "Piruleta" en boca, todos los recovecos de su estancia.
Despues, Nacl Escape, en "O Claudicante", nos lleva de nuevo a un espacio-tiempo inestable, que no consigue fijar definitivamente sus coordenadas, interviniendo momentaneamente toneladas de ruido procedentes de conexiones chirriantes.
Ylem lo reconecta todo en "Cocaine and Killing Dogs" para ponernos a cada cual en un puesto de imparable movimiento, con la intencion de que, en todos sus ambitos, el mundo siga trabajando siempre a pleno pulmon y en incesante actividad, no pudiendo atrancarse ninguno de sus engranajes, en pro del correcto funcionamiento del pulso de la vida.
Pero tenia que llegar, indudablemente, en algun momento, que cada uno tuviera que seguir echandole brasa al mundo por una senda solitaria apartada de los demas hasta el proximo cruce de caminos. Para la despedida, Andy K ha preparado "HIA", y aunque tenga un clima sombrio y meditativo, son grandes las esperanzas y deseos que nacen de volver a encontrarse pronto. Nos separamos con ilusiones renovadas. sarah vacher

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