Érase una vez dos erizos,
Vivian libres y despreocupados con otros animales.
La libertad para ellos era caminar por el bosque
y cuando encontraban un cruce elegían conscientemente
cual camino iban a seguir.
Una vez adultos estaban obligados
a seguir un camino que no querían.
En seguida se negaron y tuvieron que encerrarse en una jaula.
Con la ayuda del resto de los animales que les ayudaron, se liberaron.
Colorín colorado,
este cuento se ha acabado.
Sobre la realidad...
Abriendo los ojos...
Mirando alrededor...
La sensación, de que la conciencia anda por
caminos más libres, se hace cada vez más fuerte.
Creación colectiva-autogestionada
ALFALFA PRODUCCIONES
2009
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