DE ZARAGOZA ON — AÑO Il. == MArzo. — NÚm. 5 SUMARIO Astronomía.—Determinación de la hora en el al- micantarat del polo, por G. Galán. Historia natural —Catálogo de semillas del Jar- dín botánico de Zaragoza, por C. Arévalo. Matemaática.—Aplicación de las coordenadas pro- yectivas al problema general de la fototopografía, por J. M. Torroja.—Normales á las superficies de : segundo orden, por G. Silván. Ñ ae Meteorología.— Observaciones del primer tri- mestre, por /. A. Izquierdo. * Bísica.—Conexiones etéreo-eléctricas. IL Genera- dores electrostáticos, por D. Espurz. NORD DDD D> LO DD DAA "> Crónica —Bibliografía.— Publicaciones recibidas. — Cuestiones propuestas. — Cuestiones resueltas. . Química.—Tres reacciones nuevas para la anilina, por /. B. Pesset.—Sobre la reacción de los pirofos- fatos con el cloruro lúteo=cobáltico, por M. Sesé. 4n | España.» . . laño S pesetas. sub scripción. | Extranjero. i íd. 10 francos.» LON NN 'raspondencia á los Sres. Director ó Secretario, Facuitad de Ciencias, paseo de Pamplona, | ASA ZARAGOZA ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE EMILIO CASAÑAL, COSO, 100 190s Anales de la Facultad de Ciencia DIRECTOR D. PAULINO SAVIRÓN, Decano de la Facultad. SECRETARIO DE REDACCIÓN D. JOSÉ RIUS Y CASAS, Secretario de la Facultad. SEÑORES PROFESORES. DE A FACULTAD DE CIENCIAS DE ZARAGOZA ( ALVAREZ Y UDE (JosÉ GABRIEL).—Catedrático de Geometría descriptiva y Geo tría de la posición. e ARÉVALO Y CARRETERO (CELSO).—Auxiliar de Historia Natural. BOZAL Y OBEJERO (EDUARDO).—Auxiliar de Física. CALAMITA Y ALVAREZ (GONZALO).—Catedrático de Química orgánica. ERRANDO Y MÁS (PEDRO).—Catedrático de Historia natural. GALÁN Y RUIZ (GABRIEL).—Catedrático de Astronomía y Cosmografía. G. DE GALDEANO (ZOEL).—Catedrático de Cálculo infinitesimal. GREGORIO Y ROCASOLANO (ANTONIO DE).—Catedrático de Química general. IZQUIERDO Y GÓMEZ (J. AN'TONIO).—Catedrático de Física y Cristalografía. LOBO Y GÓMEZ (RUPERTO).—Auxiliar de Química. MARCO Y MONTÓN (JuAN).—Auxiliar de Mecánica y Astronomía. RIUS Y CASAS (JosÉ).—Catedrático de Análisis matemático, 1.9 y 2.9 curso. RUIZ TAPIADOR.—Auxiliar de Análisis matemático y Catedrático del Instituto. SAVIRÓN Y CARAVANTES (PAULINO). —Catedrático de Química inórgánica y Análi- sis químico. SILVÁN Y GONZÁLEZ (GRACIANO).—Catedrático de Geometría analítica y Geome- tría métrica. E - YOLDI Y BEREAU (FRANCISCO).—Auxiliar de Química. : goza, con la valiosa cooperación de distinguidos comprofesores espa- holes y extranjeros, nos proponíamos continuar la tradición de la Escuela zaragozana, que en la labor de propagación de la ciencia tiene muy honrosos antecedentes. Terminado el primer año de nuestra labor, con la publicación de un tomo de 298 páginas, en las que se desarrollan temas de Mate- mática, Física, Ouémica, Historia Natural, Astronomía y Meteorolo- gía, de cuya variedad é interés puede dar alguna cuenta el índice adjunto, nos dirigimos de nuevo á los amantes del saber y á los que laboran en la ciencia, para ofrecerles una vez más nuestra Revista y pedirles su colaboración en la obra que llevamos. Esperamos confiadamente en que tampoco ha de faltarnos en el . año segundo de nuestra publicación, cuyos números aumentarán cada día en interés y en doctrina, para constituir un tomo digno de figurar al lado de otras revistas extranjeras que nos honran con el : cambio de sus publicaciones. ; ó Cada uno de los cuadernos correspondientes ú los trimestres que terminan en Marzo, Junio, Septiembre y Diciembre, constarán de 64 (4.80 páginas del presente tamaño, en las que, además de trabajos doctrinales, de vulgarización ó de aplicaciones técnicas, se conten- drán noticias interesantes de ciencia, críticas bibliográficas y los su- marios de publicaciones recibidas. : Con esto creemos resultarán para V. los ANALES siempre intere- -santes é instructivos, y esperamos que no habrá de negarnos la ayuda que de V. espera gustosa y reconocida : ; Lia Redacción PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN | España, 8 pesetas al año. A Extranjero, 10 francos al año. . Pueden hacerse las suscripciones en la Administración, Fa- cultad de Ciencias, Paseo de Pamplona, 1, Ó en las Iribrería de D. Julián Sanz. — Don Alfonso I, 20 > de D. Gecilio Gasca. — Goso, 35 » de D. Agustín Allué. — Don Jaime I, 10 —> ZARAGOZA === ANALES DELA FACULTAD DE CIENCIAS DE ZARAGOZA : se suscribe á la antedicha revista durante el año corriente. de de 1908 (Firma) NOTA. Los suscriptores del Año 1, que no hayan satisfecho la suscripción, harán el favor de envíar suimporte á cualquiera de los sitios arribaindicados. SUMARIO DEL AÑO 1.—(1907) Indice alfabético, por autores PÁGINAS Alasia de Ouesada (C.) —Relaciones entre la teoría de los números y la de los grupos de operaciones. . lo] Alvarez Ude (José G.) —Sobre el hiperbolóide alabeado de revolución . . . 160 Correa (Francisco). Not Si dels iEalases irracio- MAME a O MO O Espurs (Demetrio). Conexiones etéreo-eléctricas. . . 22 Fernández Benedid (S.) —Nota acerca de la influencia del. yeso en el cemento . . . 187 Ferrando Más (Pedro). nes del Mises de Eta natural de la Facultad de Ciencias de Zaragoza . . 129 Galán (Gabriel). — Determinación de la hora media y la latitud de Zaragoza . . . 39 — Determinación de la ora en El id al POLO pe O yl — Paso de Meronra por ana dal So A 277 Gregorio Rocasolano (Antonio). — Estudio de la ación del anhidrido sulfuroso, sobre una raza del «Sacharo- myces ellipsoideus» . ... 23 — Influencia de la forma de ls masas das ame has mentan, en la cantidad de alcohol producido, y en la duración del fenómeno . . A A LO Galdeano (Zoel G. de). A eccianca A 226 Hatsidakís (N. J.)—Algunas observaciones sobre la teo- ría de centros de gravedad . . . . 74 Jequierdo (Juan Antonio). —Nota sobre una a de do ción sistema Thorp . . . 178 — Observaciones e aie ion en E MaEOnS. 55, SH A Sl a Redacción —Nuestros propósitos . . . 1 Lobo Gómez (Ruperto).—Los sulfatos de callen: y oa en la fabricación del ácido tartárico . ... . . . . 18l ÍNDICE — PÁGINAS — Navás (R. P. Longinos).—Ornitología de Aragón, 31,122y 255 Pescí (Giuseppe) —Sobre el cuadrilátero plano, inscripti- ble y circunscriptible á un círculo... . 3 A: Peset (V.)—Los medios fáciles, para deca la ana bilidad de las aguas . . . a LO Pompeu (C.) Sobre dos lees de imiass ia 71 Rafael Verhulst (Enrique de). —Sobre el devanado del inducido en los dinamos . . . 175 Rey Pastor (J.) Algunas consecuencias de la fórmula de Lali 162 Ríns y Casas (1) Sobre la aida - ebeiratción com- Pitadas e OS — Sobre los sistemas Completos de estos o o — Sobre los caracteres de dibisibilidad . . . . . . 229 Ryves (Percy). —El cometa «Danieb . . . . 198 — Observaciones referentes á la estrella var ¡able Mita a CES : 201 Savirón (Paulino). a eos leraiasa > sacarosa en la orina de un diabético. . . 27 — Nota sobre el ensayo de detras ón. en Eo de los cementos . . . 84. — Nota acerca de a fensa del ESO € en la cemento. 187 Silván (Graciano). — Estudio o del clima de Zaragoza. . . do Sa — Nota acerca de las osados á las curvas de segun- dotordens od ; : 234 Stuyvaert (M.) —Punto aoale asociado á un pena de una cónica . . 69 Terradas (Esteban). Sos aleumos nomenas de ada ZAC oo rol MOE MA 719 TVE ARA A A O IS US 2 o e Crónica... O O LANAS O Cuadro de one? O AS Ebo EDO (ESTO NESPRO PUESTOS a A SS VOS CMASIITES ROSITA o OS Sa o OS UOC CIONES HECLOVN IAAO OR 52 figuras. — 6 láminas Tip. E, Casnñal-Coso. 100. di ALE UFO DE E DE ZARAGOZA AÑO Il MARZO DE 1908 NÚM. 5 Aplicación de las Coordenadas Proyectivas al problema general de la Fototopografia El problema general de la Fototopografía se reduce, como el de la Perspectiva, á un cambio de centro y plano de proyección, es decir, á la determinación de la proyección de un punto sobre un plano y desde un centro dados, cuando se conocen las proyec- ciones del mismo sobre otros dos planos y desde centros respecti- vos dados: problema que resolvió Monge para el caso en que las proyecciones son ortogonales y los dos últimos planos citados son perpendiculares, y que en el caso general fué estudiado primera- mente por el ilustre general y académico, D. Antonio Terrero (1862), jefe de estudios y profesor de Astronomía y Geodesia que fué de la Escuela de Estado Mayor del Ejército Español, más tar- de (1883) por el sabio profesor Dr. Guido Hauck, de la Escuela Técnica Superior de Berlín-Carlottenburgo, y posteriormente por multitud de autores que han seguido el camino indicado por aquéllos. - Los procedimientos ordinarios de la Geometría descriptiva y - de la Analítica para resolver este problema en el caso general, son por demás laboriosos y de díficil aplicación en la práctica, á menos que se trate del caso más sencillo, cual es aquel en que los centros de proyección son los puntos del infinito de las aristas «del triedro formado por los tres planos de proyección correspon- dientes. Si tal sucede, y representamos por r . y Ue Al JAI) AS) Y las coordenadas de las proyecciones ” " m, nm, m O de un Po cualquiera M7 sobre los planos vea vOS y a -YZ, ZE XY. 5 “sabemos que a y= AS x' e e =.8 y por tanto, dadas las tres coordenadas NAS ES de dos ES Las PES my a tenemos inmediatamente. dE su O sin necesidad de cálculo ni las satcstón alguna. 4 Inmediatamente se ocurre la idea de generalizar esta propie- - dad, aplicándola al caso de mayor dificultad, en que los centros - O, O' y O” son puntos propios cuya posición se nos fija arbitraria- mente respecto del triedro formado por los tres planos de pr ys ción S, S' y S”. Representemos por P, 9, P', 9”, p”, q” las trazas de los lados. del triángulo 00'0” con las caras este triedro, puntos que llama-. remos principales de los planos que los contienen. Dos proyeccio- nes e my m!, por io de un punto M están C los. Sy S' según dos sedas qm y p'm' (Fig. 1.%). Estas rectas nen común el punto e”, traza del mismo con la arista e” del dro SS'S”, recta que llamaremos eje de los dos planos que 1 tienen. Esto equivale á decir que los dos haces de rectas de los planos S y S', proyecciones de uno mismo MY, son rspectivos, siendo su eje perspectivo el eje e”. Análoga observación puede hacerse respecto de los haces de ces q! y Pp” que proyectan las figuras contenidas en los planos y S”, y lo mismo acontece á los haces que proyectan las figu- ras de los planos S” y: S, respectivamente, desde los' puntos prin- -cipales 9” y Pp. Estas consideraciones nos permiten determinar una de las proyecciones, la S”, por ejemplo, de una figura cualquiera, dadas las otras dos S y S'. Basta, para ello, unir la proyección m de cada punto con el punto principal p y la m' del mismo con el pun- to q';los rayos de los haces q” y p” homólogos, respectivamente, delos rayos pm y q'n1, nos darán, por su intersección, la proyec- - ción buscada m”. Dedúcese de aquí que para construir una tercera proyección de una figura cualquiera, dadas otras dos, basta definir la proyec- tividad entre cada par de haces de vértices y Py P",0 y Pp que llamaremos pares de puntos principales contrarios. Ya en un Trabajo anterior (1) estudiamos algunos de los modos de definir esta relación proyectiva, geométrica y analíticamente: vamos ahora á desarrollar una nueva solución de este problema que allí indicamos ya, y. consiste en tomar como homólogos en cada par de haces de vértices contrarios, los rayos situados en cada uno de los infinitos planos que contienen el lado del triángulo 00'0" que pasa por aquéllos vértices. Esto equivale á la aplica- ción del sistema de coordenadas que en Geometría Analítica se conoce con el nombre de coordenadas proyectivas. Tomaremos como tetraedro de referencia el que tiene por vér- tices los tres centros O, O' y O” y el vértice V del triedro formado por los tres planos S, S' y S”, y como punto fijo uno cnalquiera Y, cuyas tres proyecciones 21, 4” y 4” son cónocidas y distintas. Para determinar un punto cualquiera 11, bastará dar los valores de las tres razones dobles 00". (VOMU)=y; 0"0.(VOMU)= yl, 00'(VO'MU)=yw" pues con ellas podemos inmediatamente conocer los planos 0'0'M, -0"0M, 00' 34 que, por su intersección, nos dan el punto buscado MY. La proyección del punto M4 desde el centro O sobre el plano S está en la recta OY, de intersección de los planos00'M y 00'M; la proyección desde O' sobre S' está en la recta O'M, común á los 0) Fundamento teórico de la Fototopografía. (Publicado en la «Revista de la Real Academia de Ciencias de Madrid» —Tomo VI, núms. 5, 6, 7 y 8.—NOy. y Dic. 1907 - y Enero y Febrero 1908). PO planos O'0M y 0'0'M, y la proyección desde O” sobre S”, en la recta O'M en que se cortan los planos 0"0M y 0"0'M. De aquí deducimos que las proyecciones Mm y m' están ambas en el plano 00'M,las m' y m' en el 00M y las m' y men el 0"'0M, como nos habíamos propuesto para relacionar proyectivamente cada par de haces contrarios. , Podemos determinar los puntos /2 del plano S, en coordenadas proyectivas, refiriéndolos al V/pg como triángulo de referencia y como punto fijo ó unidad al , proyección del UY que antes elegi= mos. Cada una de las coordenadas de 12 será la razón doble de uno de los haces de rectas de vértices q y PD, secciones respectiva- mente, de los haces de planos de aristas 00' y OO”. Haciendo una cosa análoga en los planos S' y S”, podemos observar que, lla- mando vy £, € y í”, £” y” estas coordenadas, las correspondientes á cada par de puntos principales contrarios 9y P",0 y P",9 y Pp son iguales como razones dobles del mismo haz de planos de aristas 00',0'0" y 00, respectivamente; es decir, que v=v", "4, € =£. Dados, pues, los valores », É =Y/, £ de las razones dobles de los haces que determinan, en cordenadas tiíangulares, los puntos m y mM, proyecciones de uno mismo M4“ sobre los planos S y S' desde los centros O y O”, tenemos igualmente determinados los haces p".Va'm'u” y q” .Vp'"m'u", cuyos rayos p'm”"” y qm" nos dan el punto buscado 11”, proyección del mismo /M/ desde el cen- tro O” sobre el plano S”. La dificultad queda reducida á poder hallar cómodamente los valores de estas razones dobles. Para hallar, por ejemplo, el valor de la razón doble del haz p. Vgmu, cuyos tres rayos pr, pg y Pu son fijos para todos los pun- tos m, podemos cortar este haz por una recta 7 paralela á un rayo, el pu por ejemplo, (Fig. 2.*) con lo que la razón doble de (el . Y . que tratamos se reduce á una sencilla E de la que basta medir uno de los términos, puesto que la diferencia $ — a es constante como independiente de la posición del punto 77. cilmente se comprende que puede hacerse otro tanto en el . Vp'm'u” y tendremos, con esto, por ser iguales á los ante- es conocidos, los valores de las razones dobles 9” . Vp'm"u” y Vg"m'u”, en cada uno de cuyos haces conocemos tres rayos y remos determinar el cuarto de cada.haz 911" y p'm”, construí- por un procedimiento análogo al empleado para los haces de 11 CASOS PARTICULARES ADAPTACIÓN DEL MÉTODO GENERAL AL CASO DE La FoToTOPO- —GRAFÍA EN QUE SE DAN LAS FOTOGRAFÍAS SOBRE DOS PLACAS VERTI CALES, Y SE PIDE LA DETERMINACIÓN DE LA PLANIMETRÍA DEL TERRE- NO FOTOGRAFÍADO. En este caso el plano S” del dibujo es perpendicular á los S y S' - de las placas: el centro de proyección O” correspondiente al plano - topográfico es el punto del infinito de las verticales, los puntos Fig. 3.* principales p y q' se confunden con éste, y los q” y p” son las pro- yecciones ortogonales de los centros O y O' sobre el plano S”. El _tetraedro de referencia tiene por aristas los lados del triángulo OVO' y tres rectas verticales que pasan por los vértices de éste (Fig. 3.2). ; Vamos á ver los cambios que en este caso hay que introducir en las construcciones que más arriba hemos explicado E Las razones dobles de los haces de rectas paralelas se miden sobre las secciones que en cada uno de ellos determina una recta- cualquiera, que podrá ser la traza de la placa respectiva Vq, 6 Vp,' con el plano S”,ó una paralela á ella. Las razones dobles de los ha= ces de vértices 9” y p”, que queremos determinar, son iguales res- pectivamente, á las de las secciones que producen Vg, en el haz. py Vp, en el 9”. Para simplificar estas razones dobles de puntos podemos tomar como punto (U) de referencia uno cualquiera de la recta de intersección de los plauos que pasan respectivamente por los centros O y O' y son paralelos, el primero al plano S y el segundo al S': en efecto, las proyecciones (2) y (44) de un punto así elegido son puntos del infinito y podremos escribir mV. (Uy). V mV. 0 pa e e a aa ME (UA A . 1 re Mmipy. (UJb MP, y hallados los valores de estas razones tendremos los de sus iguales q -Vpm/ (0). = mV AS 3 AD, m,V mq' Pp". Vo m¡ (a) = q” ; Vqm,(u,) E Notemos, en primer lugar, que el conocimiento de cada una de estas fracciones exige la medida de una sola longitud, por ser constantes las distancias Vq, y Vp,/. Así, por ejemplo, la primera ¡puede ponerse bajo la forma mV mq+4c_ 1 C MIG, ALO m,q/ en la que c = q,W es una magnitud conocida que se mide de una vez para todas. = El punto (U) no está representado en ninguna de las dos foto- grafías, pero se ha elegido porque su empleo facilita notablemente las construcciones. Pudiéramos igualmente haber tomado un pun- to de la vertical que corta al plano S” en el punto de intersección de las rectas que unen q y P” respectivamente, con los puntos medios de los segmentos G,V y Vp/, en cuyo caso las razónes 1) La deca son iguales á la unidad negativa y las razones (1,39, (ae, PI dobles del caso general se reducen á sencillas. ADAPTACIÓN DEL MÉTODO GENERAL AL CASO DE LA FOTOTOPO- GRAFÍA EN PLACAS VERTICALES CUANDO SE QUIERE DETERMINAR LA ALTIMETRÍA DEL TERRENO REPRESENTADO EN ÉSTAS. El problema de la determinación de cotas de puntos del terreno, se reduce á ha- qui era, que, para mayor sencillez, podemos suponer que la recta de intersección de los planos de las placas que as dos vistas fotográficas dadas. Lo. por ejemplo, para substituir al vértice Y. El centro de n O” correspondiente al plano altimétrico, es el punto del n to. en dirección perpendicular al plano S”: los puntos princi- pales son todos propios, situados cada dos sobre rectas que cortan á la arista común en un mismo punto. El triedro de referencia tie- ne por aristas los lados del triángulo OV,,O” y las paralelas á la - dirección de O,,”, que pasan por los vértices de este triángulo. y Consecuencia de estas posiciones particulares de los diferen- - tes datos del problema, son las modificaciones del método gene- Tal, que exponemos á continuación. Las razones dobles de los haces de vértices p y q' (Fig. 4.*) pueden determinarse cortando el haz p por una recta paralela á Fig. 4% la pV, , y el q' por otra paralela á la misma, que á su vez lo esá la q” va y ambas á los bordes verticales de lAs fotografías S y S'. Igualmente, en ei plano en que vamos á construir la figura o da, cortaremos los haces de vértices q” y p” por verticales cua- lesquiera, que serán paralelas á los rayos q” V.,, y p” V,, de estos smos haces. _ Tendr emos así las razones dobles Da vada MEGAS vp! mu= p" Vo mu" pS reducidas, por ser del infinito el punto V, á las razones sencillas ma" A e y mu A Mau, Ca mp! 11, q my mg. mp mp. en que CAS, pu. APLICACIÓN DEL MÉTODO GENERAL AL CASO DE LA PERSPECTIVA EN QUE SE DAN LA PLANTA Y UN ALZADO DE UN OBJETO CUALQUIERA Y SE PIDE UNA PROYECCIÓN CÓNICA DEL MISMO. Al adaptar las construcciones generales ya explicadas á este caso, que representamos en la figura 3.*, notaremos que los pla- nos S' y S' son perpendiculares entre. sí; los centros O' y O”, que Fig. 5 á éstos corresponden, son las direcciones perpendiculares á ellos: estos mismos puntos son los principales q'., y P”.., que determinan una orientación perpendicular á la línea de tierra dada e. Elegiremos como punto unidad el del infinito de la recta e” de intersección del plano del alzado S' con el de la perspectiva S que buscamos: el haz p. Vgmu,, puede cortarse por una paralela á e”, reduciéndose así su razón doble á la sencilla. mM, v Va, Cc == = 1 == il == Mm, o m,, me mg,” que nos da el valor de la razón doble del haz gq” . Vp"m"0u”.,, cor- tado por una paralela á e". OS dados “como les dos vértices son puntos impropios y ecciones correspondientes 4”, y 2, del punto unidad, OS igualmente impropios, uno de los rayos de cada az cta del infinito (la de su plano respectivo), y las razones e.estos haces se reducen á las sencillas Pp CL AA EVE RE : El 0 A mo. DA Da. Ne Mm, Pr Ue q; Mm, Y MM, UN =1 LL - Nora. Hemos cortado cada par de haces de vértices contrarios por otras tantas rectas paralelas á la de intersección de los planos -que los contienen; porque estas rectas están, en general, fuera de las vistas y á gran distancia de ellas. Si en algún caso particular “esto no sucediera, sería ventajoso emplear cada una de las aristas - del triedro S5S'S” para cortar cada par de haces de vértices con- “trarios, pues las secciones que en éstos producirían, serían igua- les, y en lugar de tener que hallar los valores de las razones sen- .cillas que hemos substituído á las dobles, bastará medir para cada punto de los buscados dos distancias en vez de las cuatro que aquéllas exigían. José£ María TORROJA, Doctor en Ciencias Exactas. AS Normales á las superficies de 2.” orden 1. Deun modo análogo á como en el número anterior de los ANALES estudiamos algunas propiedades de las normales trazadas desde un punto á las cónicas, se pueden exponer varias propieda- des de las normales á una cuádrica, propiedades en cuyo estudio se distinguieron los geómetras allí citados, y que sirvieron otras de ellas como tema en los concursos de examen. Las relaciones homográficas de dos radiaciones, bien conoci- das por los estudiantes de nuestras Facultades de Ciencias, con- ducen en los primeros párrafos que siguen, á las propiedades fundamentales, de las que, por sencillas relaciones analíticas, resultan todas las demás que nos proponemos estudiar, combinan- do de ese modo las Geometrías analítica y sintética, que de por sí, independientemente, conducirian á los mismos resultados. Las consideraciones puramente sintéticas facilitan casi siem- pre la labor, y al disminuir los artificios analíticos, tan molestos cuando carecen de significación geométrica, simplifican la expo- sición de las propiedades, dándoles mayor claridad y elegancia. 2. Sidesde un punto P, trazamos las perpendiculares ú los planos tangentes de una superficie de 2." orden, la radiación P que resulta es homográfica con la radiación O de los diámetros de la cuádrica, conjugados con dichos planos tangentes. En efecto, dichas dos radiaciones son respectivamente correla= tivas con una radiación de planos paralelos á dichos planos tan- gentes, y por lo tanto serán homográficas entre sí. Si P no está situado en ningún eje de la cuádrica, esas radia- ciones no tienen ninguna recta doble, pues la recta OP común tiene por homóloga en la radiación P, la perpendicular al plano diametral conjugado con el diámetro OP, y en la radiación O el diámetro conjugado con el plano perpendicular á OP. Y si P no está en ningún plano principal, tampoco tendrán dichas radiacio- nes ningún plano doble. E En el caso de estar P en un eje ó plano diametral de la cuádri- ca, ese eje ó plano son dobles en las radiaciones antedichas. 3. En los puntos O y P, vértices de las dos radiaciones ho- mográficas, se cortan rayos correspondientes de las mismas. En = 1 = Cada uno de los planos que pasan por OP existe un haz de rectas dela radiación O, cuyo correspondiente en la P es el haz conteni- do en el plano trazado por P perpendicularmente al diámetro conjugado con aquel plano. El rayo del haz P común á ambos planos, y su correspondiente del haz O nos determinarán un punto... En cada uno de los planos que pasan por OP, hay pues, ade- más de los puntos O y P, un punto de intersección de dos rayos homólogos de las radiaciones consideradas. Unicamente los pla- nos determinados por OP y sus correspondientes en cada una de las radiaciones, no contienen más puntos de intersección de rayos homólogos que los O y P. Los dichos puntos comunes constituyen una cúbica alabeada, pues si la intersección fuese una cónica, las radiaciones, que se- rían homológicas, tendrían elementos dobles. Tampoco puede haber un punto A fuera de la cúbica, porque el plano POA corta- ría á dicha cúbica en otro punto 5, y al plano O4B, determinado por dos rayos de la radiación O, le correspondería el mismo pla- no PAB, definido por los rayos homólogos de la radiación P. Proyectada esa cúbica desde los puntos O y P, obtendremos «dos superficies cónicas de segundo orden, bases de dos haces de rectas radiados de segundo orden proyectivos. Estas dos superfi- cies cónicas, se cortan á lo largo de la generatriz común OP, ÍS> además de efectuarlo según la cúbica antedicha que pasa por O y P. , Los planos determinados por OP y sus rayos correspondientes en ambas radiaciones, son tangentes á la cúbica en O y en P res- pectivamente, y también lo son á las dichas superficies cónicas á lo largo de OP. Dichos rayos homólogos de OP son las tangentes á la cúbica en O y P, respectivamente. 4. Si consideramos los rayos P correspondientes á tres direc- ciones principales, los homólogos de O son paralelos á ellos, y - por consiguiente la curva considerada es una h2pérbola cúbica, - Cuyas asíntotas son tres direcciones principales de la cuádrica considerada. Esta hipérbola cúbica determina, por su intersección con la cuádrica, los pies en esta superficie de las seis normales reales Ó imaginarias que pueden trazarse á ella desde el punto P. Lue- go: los pies de las seis mormales trazadas desde un punto á uma cuádrica, están en una hipérbola cúbica, que pasa por el z punto dado, por el centro de la cuádrica, y tiene para asíntolas tres direcciones principales de esta superficie. En los paraboloides, esa cúbica alabeada pasa por el punto del infinito de los mismos, y por tanto las normales propiamente tales, solo son cinco, pudiéndose tomar el diámetro que pasa A a por P como sexta normal, cuyo pie en la superficie es su punto del infinito. La generación de la cúbica alabeada, como intersección de los conos de segundo orden de vértices O y P, nos dice que: las nor- males trazadas desde un punto á una cuádrica, son generatrices de un cono de segundo orden cuyo vértice es ese punto. (Teo- rema de Chasles). Esa superficie cónica contiene además, al diámetro PO que pasa por P, á la perpendicular trazada desde este punto á su pla- no polar (recta correspondiente á la OP de la radiación O), y á las tres rectas trazadas por dicho punto P según las direcciones principales de la cuádrica. 5. De las propiedades de la hipérbola cúbica, que pasa por los pies de las normales, ó de las del cono de segundo orden, que las contiene en unión de las rectas antedichas, pueden deducirse de un modo inmediato algunas de las propiedades de esas nor- males. Así, por ejemplo: tres de las normales no están en un plano y tampoco lo están dos normales y el diámetro que concurre con ellas. Los pies de las normales no están de cuatro en cuatro en un plano. Las relaciones anharmónicas de los planos que proyectan cuatro de las normales desde las otras dos-son iguales, é iguales también á las de los cuatro planos que proyectan dichas normales desde cualquiera de las generatrices del cono que las contiene. Si 4, B,C, D, E, F, son los pies de las seis normales en la cuádrica, como los haces de rectas radiados de segundo orden que proyectan los puntos de una cúbica alabeada desde otros dos son proyectivos, y también lo son entre sí y con los anteriores los haces de planos de primer orden que proyectan los mismos puntos de la cúbica desde sus cuerdas ó tangentes (*), se verifica- rá que: las proyecciones ortogonales de los pies A, B,C,D, E, F de las seis nHormales á una cuádrica, sobre los ejes ó planos prin- cipales de la misma, constituyen figuras proyectivas. De esta propiedad de los pies de las normales á una cuádrica, análoga á la que enunciamos para las normales de una cónica, podrían deducirse varios lugares geométricos, según las condi- ciones á que sometiésemos á dichas figuras proyectivas. 6. Como las superficies de un haz de cuádricas homotéticas y concéntricas tienen común la radiación de diámetros y planos diametrales conjugados, las dos radiaciones homográficas gene- ratrices de la hipérbola cúbica que contiene los pies de las nor- males son las mismas, y por tanto: (*) Teoría geometrica de las lineas alabeadas y de las superficies desarrollables, por don Eduardo Torroja, Madrid, 1901, p. 19. pe [e a Sí por un punto se trazan las normales á las superficies de un haz de cuádricas homoléticas y concéntricas, sus pies están sobre una hipérbola cúbica, que pasa por aquel punto, por el centro de las cuádricas y por los puntos del infinito de sus ejes. Todas esas normales están en un mismo cono de segundo orden cuyo vértice es el punto considerado. 7. Las superficies cilíndricas proyectantes de la cúbica ala- beada que contiene los pies de las normales, sobre los planos principales, son hiperbólicas y dan para proyección de esa cúbica en cada plano dicho, la hipérbola de Apollonio de la sección prin- cipal, correspondiente á la proyección del punto P, según resulta de modo inmediato. Las superficies de segundo orden que pasan por los pies de las seis normales trazadas desde P á la cuádrica considerada, por tener seis puntos comunes, constituyen un complejo de cuádricas, del que forman parte la cuádrica antedicha, los cilindros proyec- tantes de la hipérbola cúbica, el cono de vértice P que proyeta esta curva, y los pares de planos que contienen tres á tres los pies de las normales. Ese complejo podemos considerarlo definido por la cuádrica á que se han trazado las normales y por los tres cilindros proyec- tántes de la hipérbola cúbica. Los ejes de aquélla determinan evidentemente sobre estas cuatro superficies, tres á tres, puntos de una involución, luego determinarán involuciones proyectivas por su intersección con todas las superficies del complejo consi- derado (+). 8. Si consideramos la superficie con centro a? y En) TAR ara LOS 1] y el punto P(X, Y, Z), las dos radiaciones P y O generadoras de la cúbica alabeada, tendrán por definición para ecuaciones res- pectivas y g ASADA II e AD l E 7 7 , de donde eliminando /, m2, 2, se obtienen para ecuaciones de los tres cilindros proyectantes de la cúbica las ecuaciones, S, = y (X— x)=-bx(Y—y)=0 Sy =bPE (Y =y) = y (Z= 2)=07. 2] S =C0x(Z= 2) —ate(X—x)=0 l (*) VEGAS. M.—Tratado de Geometría analítica, t. 11, p. 373.—Madrid, 1907. a A La del cono de segundo orden de vértice P, que contiene las seis normales y las otras cinco rectas dichas (4), resulta tam- bién sin más que expresar que pasa por estas últimas, y será por tanto, a (Ye—=Zy) +0 Y —= 1 Za —Xe) + Z—8) (Xy — Ya) =0. [8] La ecuación del complejo que contiene los pies de las seis nor- males, es pues SS SS 0) [4] Si los planos que pasan por los pies de tres normales, y por los de las otras tres, tienen por ecuaciones, 2% P por constituir una superficie del complejo, los ejes determinarán en ellos puntos conjugados de las involuciones que determinan por su intersección con todas las superficies de la serie, y tendre- mos por consiguiente pp ==a%, q0 E DEE ZBÚ ACA 6] a E a E 9. Si llamamos con Laguerre centro del plano al punto de coordenadas P, q, 7, que viene á ser, el ¿nverso del polo de ese plano respecto de la esfera imaginaria x? + y? + e? +1=0, te- niendo en cuenta que si (z, 6, y) es el polo del primero de los pla- nos [5] respecto de la cuádrica [1] serán ea E! e8 a 0? (EA P q 7 : tendremos [7] O RS y por tanto: el polo del plano determinado por los pies de tres de las normales d una cuádrica, respecto de esta superficie, es el centro, con relación á los ejes de la misma, del plano que pasa por los pies de las otras tres normales (+). Si el polo del otro plano es (a, 6, y”), estas coordenadas serán iguales á Pp, q, Y, y por consiguiente, las relaciones [6] pueden escribirse y =P, E 8) y las de los dos planos [5] serán ON NS A O es = — 0% 9 ar se pr (e o a A b? E e 1 Ú [9] (*) Laguerre, Annales Nouvelles de Mathématiques, 1878, estudia muchas propiedades de los centros de esos planos. ciones sobre los ejes, del punto simétrico del polo del otro. Si identificamos los planos [9] con el complejo [4], teniendo je las relaciones [8] obtenemos las tres ecuaciones bio? + añ6? Y a+ ay TE copo q? EE (A y 00% a E C Z ar— p? nOs dp E A li 6 [10] a TR GD a SEE af Y E 2 = Ch Y A A SAO Esas tres ecuaciones, nos expresan las E da á que deben ONE satisfacer las coordenadas del polo del plano = == e E + E —1=0, para que en la sección plana que nada este en la cuádrica existan tres puntos cuyas normales sean concurrentes. Dichas condiciones son en general incompatibles, porque el determinante r 7 ; EE de las incógnitas rs nulo, luego no es posible, en gene- ral, encontrar sobre una on plana de una cuádrica tres pun- tos cuyas normales sean concurrentes. Para que se realice esto último es precisvu que las ecuaciones anteriores sean indetermina- das, ó que se tenga 64006 (a? ar) + == = ar ca <= Te ae a (0% 11 Cuando el polo (x, 6, y) del plano considerado esté en esta su- - perficie de cuarto orden, llamada por Desboves normo-polar, las ecuaciones [10], en las que X, Y, Z se consideren como coordena- das generales, representan una recta. Si desde cualquier punto de esta recta, se trazan las normales á la superficie de segundo orden dada, los puntos de incidencia de tres de ellas están en el plano dicho, y los de las otras tres en el otro plano de polo a? p? e? AL AN / AE MEE al = a NS a ; Y 11. Las relaciones [6] se prestan aún á otra nueva consecuen- cia, pues en virtud de ellas tendremos z a? b? a AS Ta (IA 1= 0, PP E E AA delas normales y el que pasa por los olros tres, som conjugados Jn NE respecto de otra superficie de segundo orden de los mismos ejes. Si la cuádrica [1] fuese un elipsoide dichos dos planos serían conjugados respecto de los tres hiperboloides ordinarios de los mismos ejes y vértices; si aquella fuese un hiperboloide alabeado, los planos serían conjugados respecto del elipsoide imaginario, Ó de los otros dos hiperlolvides alabeados de iguales ejes y vértices. Finalmente, si la cuádrica considerada fuese un hiperboloide ordi- nario, serían conjugados los planos respecto del elipsoide ó de los otros dos hiperboloides ordinarios de iguales ejes. 12. Si tres de los normales PA, PB, PC constituyen un trie- dro trirectángulo, el polo (a, 6, y) del plano ABC Y E A A) Sl está en la esfera ortóptica ó de Monge, lugar de los vértices de los triedros trirectángulós circunscritos al elipsoide, y por tanto será eya e, Ó por virtud de las relaciones [7] pPErnsrn=apr+e a ía luego: sí tres normales son perpendiculares dos á dos, el plano que contiene los pies de las otras tres determina en los ejes del elipsoide, las arístas de un paralelepípedo rectángulo de diazo- nal constantemente ¿gual á Va2 + b? + e. Como además el segundo plano dicho DEF x y E A A e tiene para polo, según las relaciones [7], el punto (p, q, +), si desig- namos en general por (1, y, e) este punto y tomamos en conside- ración las relaciones [6] y [12], obtendremos at p Ct a S 3 ra Ap e ]13] IO y” ES para ecuación de la superficie lugar del polo del plano que pasa por los pies de las tres normales no perpendiculares. 13. En el caso particulat de estar el punto P en un plano principal, por ejemplo en el xy, los cilindros [2] tienen para ecuaciones ay (X= xx) — bx (Y —= y) = 0 gc) y.=0*Y]=0 ( 2. [(a—c)x-= ax]=0 ] [14] » o y pez y el cono [3] que contiene las normales se reduce á los dos pla- nos e = 0, y VELA = 15) MEA SADA === 0) 115] Por consiguiente, la cúbica que pasa por los pies de las normales, se convierte en la hipérbola de Apollonio del punto (X, Y) res- pecto de la sección normal contenida en este plano, y en la recta perpendicular á él definida por las ecuaciones Aquella hipérbola nos da cuatro normales situadas en el pla- no xy, y esta recta las otras dos, contenidas en el plano [15], que es perpendicular á la polar del punto (X, Y) respecto de la cónica focal correspondiente situada en el plano 2 = 0. Estas dos norma- les, cuyos pies están en la recta [12], son evidentemente simétri- cas respecto del plano < =0, é iguales. Si consideramos la serie de cuádricas homofocales con la [1] se ve que los planos [15] y + = 0, que contienen las normales traza- das desde P á todas esas cuádricas, son los mismos. Fácil será determinar, en cada uno de esos planos el lugar de los pies de las normales, que son respectivamente una circunferencia y la cúbi- ca nodal conocida con el nombre de focal de Quetelet (+). Finalmente, situado el punto P en uno de los ejes de la cuádri- ca, el Z por ejemplo, este eje será rayo doble de las dos radiaciones O y P, y además son también dobles los dos planos yv = 0, = =0, en los cuales están contenidas las normales á la cuádrica. G. SiLVÁN. ErraTa. —Entre otras de menor importancia se deslizó una en 2 T la línea 18 de la página 237 del núm. 4. Dice: «+ Pl el de su L y conjugada de la que contiene dichos centros es perpendicular ú...> » 7 conjugada respecto de la curva considerada — luego: la recta b z Debe leerse: «+ 2 xy el de su conjugada respecto de la cut- luego: la recta conjugada de la que contiene NE y dichos centros es ¿isogonal de...» La última línea de la página 240 debe comenzar con minúscula, como continuación de párrafo. va considerada (*) J. KOEHLER.—£xercices de Géometrie analytique. 2. partie.—París, 1888. A sos CONEXIONES ETÉREO-ELÉCTRICAS TI Generadores electrostáticos . Vamos á fijarnos en un generador de esta clase que podamos mirar como típico; sea, p. ej., la máquina de Ramsden. Sabido es que en las máquinas de frotamiento existen uno ó varios órganos frotantes (almohadillas, generalmente) y uno ó varios órganos frotados (discos ó tambores, de materia aisladora), y frente á éstos, y á la mayor distancia de aquéllos, sistemas de puntas (peines) en relación metálica con grandes conductores ó - con baterías de condensadores. : Las cantidades de electricidad que suministran estas máqui- nas, se ha encontrado que varían, entre ciertos límites, propor- cionalmente á la velocidad de giro del órgano frotado, y al núme- ro de órganos frotantes idénticos; ó más brevemente, á la exten- sión frotada por las almohadillas, en la unidad de tiempo. Por otra parte, las almohadillas no influyen precisamente en el desarrollo de electricidad por el grado de presión que ejercen, sino que, más bien, lo necesario es que se adhieran al disco ó tam- bor, de modo semejante á como deben adherirse las cerdas del arco del violín sobre las cuerdas que excitan. Para hacer eficaz esta adherencia conviene desecar cuidadosamente la superficie del órgano frotado, y recubrir la del frotante de una sustancia, como el oro musivo, la amalgama de zinc, etc., que haga igual papel que la resina en el arco de violín. Lograda esa adherencia, los aumentos de presión son de todo punto innecesarios, ó perjudicia- les: basta un suave contacto entre las superficies que se desplazan relativamente. La separación tangencial de dos superficies adherentes, la una fácilmente deformable y la otra de cierta dureza y mala conduc- tibilidad, es la mejor combinación para obtener la electrización de ambas superficies. Por regla general, es sabido que el estado eléctrico resinoso ó negativo lo adquiere el cuerpo que más se calienta y se deforma, ó sea en este caso el órgano frotante, y el positivo el menos deformable y que menos se recalienta. O - Pero, el desplazamiento tangencial del disco ó tambor, respec- to de las almohadillas adheridas y fijas, debe ocasionar, á su vez, un desplazamiento tangencial de las moléculas de aquel órgano, en el acto de romperse sus lazos de adhesión con la almohadilla; - así pues, la superficie frotada sale vibrando tangencialmente, en conjunto, á medida que abandona la almohadilla, vibración finísi- ma que parece acusarse por un cierto rumor característico de las máquinas eléctricas cebadas. Sin embargo, la vibración funda- mental debe ser mucho más fina que las acústicas. Además, esta vibración sólo debe afectar á un delgado estra- to superficial, semejando en esto al oleaje que provocan los vien- tos en los mares, oleaje que decrece con la profundidad hasta des- aparecer completamente á pocos metros de la superficie. Considerando, pues, una fila de moléculas, normal al estrato agitado y limitada por las caras de éste, dicha fila debe realizar una vibración cónica, muy probablemente abierta. Las vibraciones caloríficas que simultáneamente afectan á las moléculas de la fila considerada, tendrán, en general, direcciones cualesquiera, pero su pequeñez, relativamente á las eléctricas, apenas debe modificar aquella forma de vibración. El estrato agitado debe portarse para el éter ambiente como un conjunto de pequeñísimos ventiladores que lanzan ese éter desde el interior del estrato al exterior, tomándole, cuando falte, del que empapa las masas subyacentes ó contiguas no agitadas eléctricamente. Si esto es cierto, los actos de frotamiento, en general, deben originar la expulsión por la superficie frotada de finísimos chorros de éter, organizados en torbellino. Pero estos chorros deben cesar momentáneamente cuando la vibración pendular alcance los pun- tos muertos ó de inversión; y dada la lentitud de los movimientos pendulares en las inmediaciones de esos puntos, tales supuestos chorros deberán ofrecer estrangulaciones ó nodos, correspondien- tes á esos puntos. El chorro etéreo expulsado normalmente, consta pues, casi seguramente, de concameraciones, cada una de las cuales se por- taría como un ion de De Heen, el chorro sería, pues, una cadena iónica. En el acto de electrización que estamos examinando no encon- tramos otros mecánicos en que apoyarnos; parece que bastan para explicar lo que luego sucede. Desde el momento en que el cuerpo se ha electrizado, lo tene- mos convertido en un foco de fuerza y de potencial, fuerza y po- tencial que se difunden en el espacio en todos sentidos, propa- - —gándose, muy probablemente, con igual mecanismo. —%0-— Lo más natural es ver en esos supuestos chorros etéreos, en esas cadenas iónicas, la linea de fuerza ó de acción, y á la vez, la linea difusora del potencial. Pero dejemos este último punto para otra ocasión. Los chorros etéreos se propagan por el aire con relativa faci- lidad, si bien parecen ser caminos mejores las superficies metáli- cas, sobre todo cuando la entrada en éstas se verifica por un sis- tema de puntas. En efecto, la experiencia dice que las puntas metálicas son excelentes medios para hacer salir ó entrar un flujo de fuerza, desde un conductor al aire ó al revés. Los peines de las máquinas eléctricas son los medios, feliz- mente dispuestos, para absorber ó lanzar fécilmente densos flujos de fuerza. En general, las masas metálicas abordadas por flujos electros- táticos se portan como los cuerpos resonantes de la Acústica, los cuales no solamente se excitan por el flujo presente sino que tien- den además á absorber toda su energía, La que absorben los peines de la máquina constituye la mayor parte de la que emite la región acabada de frotar, en forma de líneas de fuerza (los chorros etéreos), energía que conviene ago- tar por completo, para lo cual la acción del peine debe sostenerse algún tiempo. De aquí el alejar los peines de las almohadillas, relacionando por otra parte éstas con tierra y asegurando de este modo una excelente y fácil provisión etérea al sistema generador, y en fin, el dificultar la dispersión de los chorros envolviendo con cuadrantes de tafetán las regiones cargadas del disco, cuadrantes que, por su color y espesor, impidan en lo posible la acción disi- padora de los rayos violados y ultra-violados. La energía absorbida por las puntas, se extiende, sin perder su carácter de oleaje superficial, por los conductores de la máqui- na, oleaje que se acrece á medida que se junta á ella la que siguen absorbiendo los peines. Este oleaje sufre reflexiones en los reco- dos y extremidades del conductor, y, para evitar las salpicaduras eléctricas (chispas, efluvios) convendrá dulcificar las reflexiones en tales sitios, disponiendo al efecto superficies convexas de sufi- ciente radio, de tal manera que, de una á otra, los ángulos de acuerdo sean obtusos. Pero, aun habiendo evitado en el conductor de la máquina las aristas vivas y las puntas, nos quedan sin embargo las del peine ligado á él, peine en el cual tienen lugar muy pronto fenómenos antagónicos, á saber: el de seguir absorbiendo la energía de los chorros creados, y el de disipar en forma de fuertes efluvios parte de la energía que viene al peine, rechazada desde los extremos del conductor, energía que, concentrada en las angosturas del peine, o - adquiere fuertes tensiones que dificultarán el fenómeno de absor- ción, y también reducirán el poder retentivo del conductor. Pronto habrá de llegarse, pues, á un régimen, en que la energía disipada por todo el conductor sea igual á la absorbida por los peines. La disipación del conductor, obedecerá á una triple causa: 1.*, la emisión de fuerza y potencial, simultáneamente, en el espa- cio, merced á una función exclusivamente etérea; 2.*%, á la intensa lonización renovada incesantemente, de la masa de aire envolven- te, consistiendo cada ion en una pequeña organización molecular y aun corpúscular, en torbellino, cuya relativa estabilidad explica la relativa estabilidad de aquél; y 3.*, á la pérdida lenta y traba josa, imposible de evitar, por los soportes aisladores. Surge, pues, la conveniencia de reducir en lo posible la exten- sión del conductor de la máquina, sin mengua de su poder alma- cenante. Esta ventaja se logra mediante la adopción de baterías de condensadores, escalonados en cascada. Cierto es que, á su vez éstos ofrecen un embotamiento residual de energía, no siempre conveniente, además de cierta penetrabilidad lenta á través de las hojas dieléctricas. + + k Respecto de las máquinas llamadas de influencia, el acto eléc- trico inicial, parece consistir, en provocar en un sentido arbitra- rio, sobre uno ó varios conductores diametrales delgados, situados frente á los discos giratorios, un pequeño flujo, cosa muy fácil si los estados eléctricos son distintos frente á los extremos puntia- gudos de esos conductores. Provocado ese flujo inicial, es cues- tión de mantener y reforzar la causa que lo ha determinado, va- liéndose de los flujos que absorben ó derraman los peines. En estas máquinas, y también en las de rozamiento, la carga de los conductores guarda semejanza con el acto de provocar vibraciones violentas por la reiteración, con ritmo fijo, de vibra- ciones de pequeña amplitud. DeEmMETRIO ESPURZ. Oviedo 31 marzo de 1908. A Tres reacciones nuevas para la anilina Numerosa es la literatura existente acerca de las reacciones coloreadas que la anilina proporciona en presencia de las mez- clas oxidantes. Tanto afán experimental se explica fácilmente pensando en la grande importancia que ha adquirido este alcaloi- de, cuya industria, iniciada á mediados del siglo anterior, aparece cada vez más floreciente, y su empleo en los laboratorios se acre- cienta de día en día, según acreditan la pesquisa del furfurol, el procedimiento alcohométrico de Duboux y Dutoit y hasta la conveniencia de que intervenga para descubrir á ciertos bacilos. Unos autores han aplicado tales reacciones al reconocimiento de algunas materias de dicha clase y otros al de la anilina mis- ma. Entre los primeros, han hecho aplicación al ácido nítrico Braun, Hoffmann, Longi y Schmidt; al.ácido nitroso Deniges, al ácido clórico Vitali y Bottger, al cloro Villiers-Fayolb y á los persulfatos Caso, pudiendo ampliarse pata los percarbonatos, los perboratos y la propia agua oxigenada. Entre los que han aplica- do dichas reacciones de oxidación á la anilina misma, es decir, para el reconocimiento de este curioso alcaloide de la industria, podemos citar á Runge, Rosentich, Hoffmann, Jacquemin, Ludwig, Letheby y Duflos, entre otros. : Con motivo de los minuciosos trabajos analíticos que estamos realizando el presente semestre en el laboratorio del Dr. Frese- nius, de Wiesbaden, hemos tenido la fortuna de recoger bastantes detalles originales que muy pronto serán publicados en la conoci- da revista Zeztschr. f. analyt. Chem. Por lo respectivo al nutrido cuanto dificultoso grupo de los alcaloides, hemos hecho también el estudio de las reacciones que otorga la anilina en presencia de diferentes oxidantes, haciendo uso del ácido nítrico en vez de los ácidos clorhídrico y sulfúrico empleados hasta aquí, alcanzando resultados que consideramos dignos de mención. Además nos he- mos servido como oxidante del permanganato potásico propuesto por Beckut para los alcaloides, del peróxido de sodio que indicó el ilustre Profesor Piñerua (Chem. Ztg., 1906. 450; Annal. Chem. analyt. appl., 1907. 9) para diferentes combinaciones orgánicas y DA del peróxido de bario recomendado por Riegler, en 1903, para descubrir el indicán y el iodo en la orina. He aquí algunas de nuestras observaciones: Añadiendo á una gota de anilina 0,5 c. €. próximamente de ácido nítrico concentrado (1,4 D.) y una ó dos gotas de solución concentrada de permanganato potásico, se produce una colora- ción roja que pasa paulatinamente á verde, el cual se obscurece luego hasta hacerse negro; pero al poco tiempo vuelve á aclarat- “se y pasando nuevamente por el matiz verde, acaba en azul inten- so. Sise calienta el líquido toma el color del vino de Málaga. La solución no se enturbia por el agua y amarillea un poco por el amoniaco. Todos estos diversos colores, tan vistosos, son arras- trados por el alcohol amílico, que se tiñe muy bien aun en los ca- sos en que la disolución ya no lo hace por estar demasiado diluída; con lo cual resulta más sensible esta curiosa reacción. El espectro de absorción que ofrece el líquido verde consiste en la desapari- ción de la parte izquierda del color rojo, que vuelve á aparecer cuando se trata por el amoníaco. Si á una gota de anilina se agregan Í c. c. de la solución acuo- sa de ácido acético y 0,2 á 0,3 gramo de peróxido de sodio, no se produce reacción visible alguna, pero hirviendo la solución apa= rece un fuerte color amarillo de canario. Este color es separable también por el alcohol amílico, con grande ventaja para la sensi- bilidad de la reacción. Como carácter espectroscópico hemos en- contrado que desaparece siempre la parte violeta. En ciertas ocasiones, sea por excesiva concentración del ácido acético ó por la presencia de cobre en la oxilita (lo que es frecuen- te por su obtención electrolítica), el color amarillo puede pardear hasta hacerse marrón obscuro, siempre separable por el alcohol amílico, apareciendo entonces, antes de calentar. En las mismas condiciones señaladas para la reacción ante- “rior, si en vez del peróxido de sodio se emplea el de bario, obtié- nese un vivo color rojo-pardo amarillento soluble, como los men- cionados anteriormente, en el alcohol amílico y en cuyo singular espectro de absorción desaparece toda la parte derecha, incluso algo del verde. Ambas reacciones últimamente citadas son sencillas en extre- mo, pudiendo apreciarse con toda claridad cuando se opera sólo con 1/1600 de gota de anilina; lo cual, unido á la circunstancia de ser muy fácil reproducirlas, les concede grande importancia ana- lítica y presumimos que podrán ser aceptadas para la práctica diaria. Otra reacción curiosa de este género llevamos entre manos, en la que intervienen los nítritos, pero sería aun prematuro mani- y le festarla. Indudablemente, la tan explorada anilina ofrece todavía mucho campo inexplorado. Conste nada más, aunque ello se habrá supuesto ya, que hemos trabajado con anilina pura ó exenta de toluidinas y de otras ma- terias que suelen acompañarla en el comercio. Y si acaso las mo- destas experiencias apuntadas careciesen de toda importancia, porque al fin la anilina es madre de todo un vasto arco-iris indus- trial, como se sabe, conste también que sólo nos permitimos dar á luz tales primicias de investigación para que desde este órgano, tan acreditado de la prensa científica, suene en la querida patria el eco de nuestros entusiasmos, ya que tan benévolos se prestan á ello sus redactores. - Dr. Juan B. PESET. Wiesbaden—II, 1908, PE =Soure la reacción de los pirofosfatos con el cloruro Iuteocováltco Uno de los reactivos de los pirofosfatos, es el cloruro luteoco- báltico, cuerpo de composición compleja y no muy corriente en nuestros Laboratorios. En verdad, en muy pocos libros de Análisis hemos visto citada esta reacción y esta circunstancia nos llamó la atención, hacién- donos creer que quizá fuera poco.conocida y menos estudiada, por lo que nos dimos á recoger noticias sobre ella, siendo excasas é inconexas las que pudimos hallar. Como por otra parte, hubimos de ensayarla y nos resultó de tan bellas apariencias, nos propusimos hacer un estudio lo más detallado que nos fuera posible de esta reacción, ó sea del preci- pitado obtenido y de sus condiciones de precipitación. Cuando se mezclan en frío, una disolución de pirofosfato sódico y algunas gotas de una disolución al 5 por 100, de cloruro luteo- cobáltico (1), se observa un precipitado más ó menos abundante en pajitas sedosas amarillo-r0j7as que semejan pequeñas pajitas un poco obscuras que caen al fondo del tubo de ensayo. Si la dilución de los líquidos es otra y el precipitado tarda en formarse, siendo menos abundante, las pajitas ó agujillas perma- nentes algún tiempo en el seno del líquido incoloro, mezcla de los dos que reaccionan y mirado al trasluz hace el efecto de un boni- to glaseado, que no dudamos considerar como característico de esta reacción. Propusímonos determinar micrográficamente si la forma del precipitado obtenido, tendría algo de característica, pero observa- do el precipitado con diferentes aumentos mediante el microsco- pio, no observamos nada de particular sino agujas finas, largas y estrechas con puntas afiladas que á veces se aSrupan en forma de estrellas de muchas puntas. Si las preparaciones se observan algún tiempo después de pre- (1) Tanto uno como otro producto empleados,son de la casa E. Merck de Darms- tadt. El cloruro lúteocobáltico lo encargamos exprofeso para estos estudios. Tam- bién son de esta casa la mayor parte de los productos utilizados en estas experien- clas. e paradas, se ven á veces, diseminados en la masa, unos cristales «grandes, amarillos, cuya forma no hemos determinado por haber comprobado por estudios comparativos que son del reactivo pues- to en exceso y que tarda algún tiempo en cristalizar. En las pre- paraciones hechas sin exceso de reactivo, estos cristales no se presentan. Ninguna indicación hemos encontrado sobre la solubilidad ó insolubilidad de este precipitado en diversas condiciones y en di- ferentes reactivos, por lo que hemos tratado de averiguar nos- otros estas propiedades y los resultados obtenidos, operando re-. petidas veces, unas sobre el precipitado en el seno mismo del líquido en que se formó y otras sobre el precipitado recogido sobre un filtro y lavado con agua destilada (que también en esta forma tiene un hermoso aspecto), son los siguientes: Dicho precipitado es ¿msoluble, tanto en exceso de reactivo como de solución de pirofosfato, tampoco se disuelve calentando el líquido eu que se formó ni añadiéndole más agua é hirviendo; es insoluble en los ácidos nítrico y clorhídrico, en el amoniaco, asícomo en la lejía potásica en frío, en el alcohol y en el éter; pero se disuelve en el ácido sulfúrico y en el acético y en la lejía só- dica ya en frío y en la potásica en caliente. Cuando el precipitado “se disuelve en los reactivos indicados se obtienen disoluciones más ó menos coloreadas, pero siempre la coloración es semejante á la del reactivo más ó menos debilitada por la dilución. Tras ésto nos hemos propuesto determinar la sensibilidad de _la:reacción para caracterizar los pirofosfatos, operando por su- cesivas diluciones, aunque siempre sobre el mismo volumen del líquido problema. El líquido tipo lo preparamos de riqueza conocida y después de considerar las ventajas que una ú otra concentración ofrecería para las determinaciones y cálculos que posteriormente hubiéra- mos de hacer, determinamos operar sobre una disolución de piro= fosfato sódico cuya riqueza correspondiera á un gramo de ácido pirofosfórico Ph,0,A, en 100 c. c. de disolución. El cálculo nos indicó 2,507 gramos de P»,0,Va, + 104,0 y con estos datos pre-= paramos la disolución tipo que en adelante llamaremos £ y de la que cada c. c. corresponde á 0,01 gramos de P»,0,4,. El reactivo, que llamaremos *? fué la disolución de cloruro luteocobáltico al 5 por 100 que antes hemos citado. Se añade siem- pre por gotas, mediante una misma pipeta (hecha estirando un tubo de vídrio) y cargando siempre á la misma altura. Por si alguna precipitación se hacía esperar y tardaba algo en producirse fijamos el tiempo de espera para la sensibilidad del reactivo en cinco minutos y nos dispusimos á determinar meno- Pe INN Pa dl Zo res intervalos con un cronómetro que apreciaba quintos de segun- do, aunque no hubo necesidad de tanta precisión. Los ensayos se llevaron en la forma siguiente: A. ENSAYOS POR DILUCIÓN DEL LÍQUIDO PROBLEMA 1.2 Sobre 1 c. c. de líquido L, exactamente medido; se vertie- ron tres gotas del reactivo /X?, é inmediatamente y desde la prime- ra gota se formó precipitado. 2.2 1 e. e. del líquido £ se diluyó en agua destilada hasta completar 10 c. c. Se tomó 1 c. c. de este líquido y se añadieron otras tres gotas del reactivo /? y no hubo precipitado, aunque se esperaron cinco minutos agitando el líquido de cuando en cuando. La sensibilidad del reactivo estaba, pues, comprendida entre 0,01 y 0,001 gramos de P/,0,/H, por c. c. lo que decidimos aumen- tar sucesivamente la concentración del líquido á partir de la últi- ma riqueza citada. 3.0 2c€.c. del líquido £ se diluyen hasta completar 10 c. c. y se toma 1 c. e. que se hace reaccionar con otras tres gotas del mismo reactivo P?, no precipitando en los cinco minutos que se aguardó agitando como antes frecuentemente. 4.2 3c.c. de £ diluídos hasta 10 c. c. Se toma 1 c. e.; con tres gotas de XP no precipita en cinco mintos. 5.2 4e.c. de £ diluídos hasta 10 c. c. Se toma 1 c. c. y se tra- ta por otras tres gotas de /?, precipitando inmediatamente desde la adición de la primera gota. Tenemos así el límite comprendido entre el 4.? y 5.” ensayo, esto es: entre 0,003 y 0,004 gramos de P,0,H, por Cc. C. Para obtener mayor aproximación, todavía preparamos más líquidos de riqueza intermedia. 6.2 3,5 c.c. de £ fueron diluídos á 10 c.c.; 1 e. e. de este líqui- do, con otras tres gotas del reactivo /? al 5 por 100, precipitó inme- diatamente. Todavía diluímos más. 7.2 Se diluyeron 3,4 de L á10c.c., y tomando 1 c. c. se trató por otras tres gotas de R, precipitando inmeditamente. 8.2 3,3 c.c. de £ fueron diluídos á 10 c. c. Al tratar 1 c. ec. de este líquido por las consabidas tres gotas del reactivo cobáltico al 5 por 100, ya no precipitó aunque aguardamos otros cinco mi- nutos también agitando frecuentemente. Teníamos la sensibilidad de la reacción comprendida entre más estrechos límites, 0,0033 y 0,0034 gramos por c. c. Tomando la media, resulta 0,00335 gramos de P»,0,4, por c. c. como sensi- bilidad de la reacción y resumiendo los ensayos indicados: | 52 | * PuoJa -01d ]3p Pepyueo ción del problema lE 0.4 £ 0.39 L£ 0.34 L 0.33 £ 0.3 £ 0.2 L£ 0.1 £ == GA Y YA Y Y O 9) Concentra- ada dal zs da A RESULTADO Gimp da a E 0,01 TIT gotas|5p.?/,| Precipitado inmediatamente 0,004 » » > 0,0035 > > > 0,0034 > > > 0,0033 > > No precipita al cabo de 5 minutos 0,003 > > S 0,002 > > > | 0,001 > > > sl B. ENSAYOS POR DILUCIÓN DEL REACTIVO Conformándonos con la aproximación obtenida en los anterio- la segunda parte de esta serie de trabajos tuvo por objeto determinar la dilución mínima del reactivo necesaria para dar el resultado anteriormente obtenido. Para ello los ensa- yos que á continuación se describen, se practicaron con el líquido menos concentrado que anteriormente precipitó, es decir: con el liquido que contenía por c. Cc. 0.0034 gramos de P»,0,H, al cual res ensayos, llamaremos L£* reactivo, de esta manera. limitándonos ya á variar la concentración del E 1 9.2 1c.c.de L'se trató por tres gotas del reactivo diluído al 5 (6 sea al 1 por 100), no dando precipitado en los cinco minutos que se aguardó operando como antes. 10. 1c.c. de £' volvió á tratarse por otras tres gotas del cinco minutos. 3 11. 1c.c. de £' con tres gotas del reactivo diluido á los 5 MO precipitó tampoco en los cinco minutos. 12. 1c.c. de £' con otras tres gotas del reactivo diluído á los 4 : : 5 (ó sea al 4 por 100), sí que precipitó y lo hizo inmediatamente. = — —— _— — 8 Cantidad y 291 22 33 Concentra= 66 Cantidad 25 SE > o ON E | cióndel |Ph307H, | del o A RESULTADO | fu) = a SN o | problema reactivo o a | S Gramos : S E | 1 McRC OSA NE 0,0034 TI gotas 5 Ri p.%/o No precipita al cabo de 5 minulos 2 o » » > > = R 2p- > | 3 0 | > > » » 5 R Sp: 1 > > > » > » 5 R|4p.2/0| Precipita inmediatamento » » > >» R 15 p. e » Y no buscando mayor aproximación resulta: que la concentra- tración mínima del reactivo necesaria para alcanzar la sensibili- dad antes determinada, es de 4 por 100. C. JFENSAYOS VARIANDO LA CANTIDAD DE REACTIVO Observando que en los casos anteriores en que la precipitación se obtuvo, lo fué inmediatamente y desde que se añadió la prime- ra gota del reactivo, tratamos de averiguar si cuando en vez de tres gotas antes empleadas no se añadía más que una ó dos, se obtendría también la precipitación aun con las diluciones límites antes empleadas. Se hicieron otros dos ensayos con el líquido Z' y el reactivo al 4 por 100 (A) que detallamos á continuación: e : 2) Ey EN Cantidad a E | ss Concentra- de Cantidad] 25 = | ES ao Ñ i : a ción del | Ph207H, del as E E RESULTADO 2 pe : Sos 7 problema reactivo 3% a 3 Gramos SS a 15. 1c.c.| 0,34 £ [0,0034 [Il gotas | A” [4p.9/,| Precipita inmediatamente 14. > > 1 » > > | Resultando en definitiva que: una gota de solución de cloruro luteocobáltico al 4 por 100, puede demostrar la presencia de una cantidad mínima de 0,00335 gramos de Ph,O,H, combinado, en 1 c.c. de líguido. e Es Por último, y sospechando que la reacción que hemos estudiado no fuera del todo característica de los pirofosfatos; es decir: que otras substancias pudieran dar una precipitación semejante, em- prendimos otra serie de experiencias, que versaron principalmen- te sobre sales sódicas, en cuanto nos fué posible tenerlas á nuestra disposición, y cuyos resultados fueron los siguientes: La solución de cloruro luteocobáltico con el nitrito sódico, no precipita ni aun con exceso de reactivo. Con-el nitrato sódico, da precipitado parecido al del pirofos- fato. Con el metafosfato sódico, si la solución está preparada en caliente precipita como con pirofosfato, pero si la disolución está preparada en frío el líquido se pone lechoso y luego da un precí- pitado rojo pulverulento. Con el pirofosfato sódico, da la reacción estudiada. Con el ortofosfato sódico, no precipita ni en frio ni en caliente. Con el arsenito sódico, no precipita. Con el arseniato potásico, tampoco precipita. Con el piro antimoniato potásico ácido, da precipitado pareci- do al del pirofosfato. Con el bórax no precipita. Resulta, pues, que además del pirofosfato, precipitaron el ní- trato, el metafosfato y el piroantimoniato. Esta última precipita=- ción no debe extrañar, pues la constitución del piroantimoniato debe ser semejante á la del pirofosfato. La del metafosfato no es difícil explicárnosla, aunque el precipitado obtenido con la disolu- ción preparada en frío, se diferencia por comparación, á simple vista, del precipitado obtenido con el pirofosfato. La precipitación que más nos extraña es la del nitrato. ' Salamanca, Marzo 1908. M. SesÉ, Joaquín Nó HERNÁNDEZ, Profesor de Análisis Químico en Doctor no graduado en Ciencias Fisico-Quími- la Facultad de Ciencias cas y encargado de cursos prácticos en la Fa- de Salamanca. cultad de Ciencias de Sálamanca. ——R—— En] Ea Determinación de la hora en el almicantarat del polo (CONTINUACIÓN) 11. Aplicación de lo anterior á un ejemplo.—Para hacer apli- cación de las fórmulas ya deducidas, y para ensayarnos en el manejo del Abaco 1, (véase el núm. 4 de los ANALES), ponemos el siguiente ejemplo: El día 1." de Mayo de 1908,se tomo la hora cronométrica, en el momento de pasar el Sol, por las proximidades del almican- tarat del polo (Zaragoza), y se desea conocer la hora media local, ó estado del cronómetro. La latitud, referente al Observatotio de la Facultad de Cien- cias es v = 410 38' 50”, 76; el promedio de las horas cronométricas observadas para los pa- sos de ambos bordes superior € inferior, por el hilo horizontal, es a 310 34D; la temperatura 6 = 12%, y la presión p = 747"”. Como el valor aproximado de la refracción, que es la corec- ción de mayor importancia, es 7 = 50”, amordazamos el círculo en la altura h = + + 7 = 419 39 40”. : Con este valor calcularemos el ángulo horario del Sol verda- dero, é introduciremos después en él, la corrección debida á los pequeños errores que produzcan el cálculo exacto de la refracción y la corrección de paralaje. La fórmula 1 cosi =tg +tg-7P, da para el ángulo horario /, operando con la declinación meridia- na que es => II e el valor en arco Pa ARO ó en tiempo Y = oie - Calculando la declinación con este valor aproximado del ángu- — 32 — A lo horario se tiene » = + 15% 4' 33”, 60, y repitiendo con ella el cálculo se tiene finalmente, para valor exacto de dicho ángulo, =P 27,20 Ó p= 30 Y, llo E Corrección en el ángulo horario, debída á la corrección en altura, empleando el Abaco 1. Según lo dicho, se tiene para cal- cular la corrección de altura, Altura instrumental . . .. 41% 39' 40" Refracción corregida . . . . — 1” 3”, 05 Parala eso Als 6”, 60 Altura verdadera . . . . . 41% 38' 43”, 59 ora doo... .. .. o po. 41% 38' 50", 76 Corrección de altura . . . . aa == 2 y por ser menor la altura observada, que la del polo, la corrección del ángulo horario deberá restarse del ángulo horario calculado. El 4baco /, da para dh = 7”, 21 y para el conocido valor de la distancia polar del Sol, la corrección al = 08, 75 El ángulo horario, correspondiente al paso del Sol, por el almí- cantarat es pues, ¿=3"8" 9, 48— (0, 67) SS Ahora, la ecuación de tiempo, para medio día verdadero vale == 2 DT y para el anterior o horario, se calcula por interpolación, = 2 DU), 8% la hora media de la observación, es pues, M =3* 5" 10*, 08, y como la cronométrica fué d=3 139 nuestro cronómetro, marcha do Au = 3” 34, 38. GABRIEL GALÁN. (Contínuard). AO O AS Catálogo de semillas del Jardín Botánico de Zaragoza A continuación presentamos ordenadas por familias, la lista de semi- llas de este Jardín Botánico, que aunque modesto, llena bien las exigen- cias de la enseñanza de la Botánica en esta Facultad de Ciencias en donde tiene solamente un carácter elemental. Con objeto de hacer más asequible este Catálogo, aunque no es costumbre en trabajos de este género, agregamos á los nombres cientí- ficos los más conocidos nombres vulgares castellanos. Coniferas Abies pyramidalis L. (Abeto). Cupressus expansa Hort. » funebris Endl. (Ciprés). > horizontalis Mill. > pendula Thumb. > piramidalis Targ-Tozi. > thujoides L. -Juniperus sinensis L. Pinus alepensis Mill. > . pinea L. (Pino piñonero). Taxodium sempervirens Lamb. Taxus baccata L. (Tejo). Thuja orientalis L. Gramíneas Agrostis capillaris L. (Hierba fina) > elegans Thorei. > verticillata Vill. Avena fatua L, (Avena loca). » orientalis Schreb. » sativa L. (Avena). Briza geniculata Thunb. Coix lacrima L. (Lágrimas de Job) Dactylis glomerata L. Gynereum argenteum Nees. (Ca- rrizo de las Pampas). Eragrostis elegans Nees. Holcus lanatus L. Hordeum Murinum L. (Cebada de ratón), >» vulgare L. (Cebada ladilla) Lagurus ovatus L. Lolium perenne L. (Césped inglés, Ray-grass). » — temulentum Huds. Panicum capillare L. (Mijo). Phalaris bulbosa Cav. (Triguera caballuna). > Canariensis L. (Alpiste). > paradoxa L. Piptatherum paradoxum P. E. > Thomassii Kunth. Poa tenuis Vill Selerochloa rigida Lk. Secale cereale L. (Centeno). Sorghum Nanchinense H. Bon. > sacharatum P. (Sorgo azucarado). Triticum aestivum L. > cereale Schrak. > durum Desf. (Trigo mo- cho). > sylvaticum Moenchs. Zea Mays L. (Maíz). Aráceas Arum maculatum L. (Aro). > litalicum Mill. (Rejalgar). Richardia ethiopica Kunth. Alismáceas Alisma plantago L. (Llanten de agua). Esmiláceas Asparagus officinalis L (Wsparra- guera), Convalaria latifolia Jacq. Ruscus aculeatus L. (Brusco. Ace- bo pequeño). > Hippoglossum L. (Hierba de San Bonifacio). Liliáceas + Allium cepa L. (Cebolla) » porrum L. (Puerro. Ajo porro). » roseumL. (Ajo de culebra). Asphodelus fistulosus L. > ramosus L. Lilium candidum L (Azucena). Ornithogalum umbellatum L. (Le- che de Gallina). Tulipa Gesneriana L. (Tulipán). Yucca aloifolia L. > gloriosa L. Cannáceas Canna indica L. (Caña de Indias. Hierba del rosario). Irídeas Gladiolus communis L. (Hierba es- estoque). Iris germánica L. (Lirio). » Susiana M. Xyphion foetidissimun Parl. (Lirio fétido). Ae al Platanáceas “Platanus orientalis L. (Plátano de sombra ó de Levante). Ulmáceas Ulmus campestris L. (Olmo. Ala- mo negro). Urticáceas Urtica pilulifera L.(Ortiga romana) Parietaria erecta M. K. (Parietaria) Cannabináceas Humulus lupulus L. (Lúpulo). Moráceas Broussonetia papyrifera Vent.(Mo- rera de papel ó del Japón). Quenopodiáceas Beta vulgaris L. (Remolacha). Chenopodium ambrosioides L. (Te de España. Hierba hormiguera) > Botrys L. » Bonus-Henricus L. (Anserina). > Chilense Schrad. » vulvaria L. (Hierba sardinera. Meape- rros). Salsola Kali L. (Barrilla pinchosa). Spinacia oleracea L. (Espinaca). Amarantáseas Amarantus. lividus L. > melancholicus L. > silvestris Desf. Gomphrena globosa L. (Perpétua. Amarantina). Phytolacáceas Phytholacca decandra L. (Hierba carmín. Uvas de América). Nictagíneas Bouganvillea spectabilis W. Mirabilis Jalapa L. (Don Diego de noche. Jalapa falsa). Poligonáceas Poligonum aviculare L. (Sangui- naria mayor. Hierba de las calenturas). > Convolvulus L. > orientale L. Paroniquíaceas Paronychia argentea L. (Sangui- naria menor). Seleranthus annuus L. Eleagnáceas Eleagnus angustifolia L. > argentea L. (Cinamomo. Arbol del paraíso). Timeleáceas Daphne Mexereum L. (Olivereta. Leño gentil). Betuláceas Betula verrucosa Ehrb. (Abedul. Aliso blanco). Cupuliferas Castanea vulgaris L. (Castaño). Corylus avellana L. (Avellano). Fagus sylvatica L. (Haya). Quercus coccifera L. (Matarrubia. : Maraña). > Tlex EL. (Chaparra. Enci- na. Carrasca). > pedunculata Ehrh. (Car- ballo. Roble albar ó fres- nal). » tinctorea Mich. Yuglandáceas Jugians regia L, (Nogal). Ficoídeas Aizoon Hispanicum L. Messembrianthemun crystallinum L. (Hierba escarcha). > acinaciforme L. Aristoloquiáceas Aristolochia Longa Clus. Ampelidáceas Vitis vinífera L. (Vid). Ramnáceas Paliurus australis R. et S. (Espina de Cristo). Rhamus Alaternus L. (Alaterno). > cathartica L. (Espino cer- val). » infectoria L. Celastráceas Evonymus japonicus Thun. (Evo- nimo). Violáceas Viola canina L. (Violeta perruna). >» tricolor L. (Pensamiento). >» odorata L. (Violeta común). Euforbiáceas Euphorbia Characias L. (Catapucia menor). > Lathyris L. > serrata L. Mercurialis annua L. (Mercurial). > tomentosa L. Ricinus communis L. (Ricino. Hi- guera infernal. Palma christi). Buxáceas Buxus sempervirens L Boj. Malváceas Abutilon venosum L. Paxt. Althea cannabina L, O a Althea officinalis L. (Malvavisco). » rosea L. (Malva real). Hibiscus Syriacus L. > Trionum L. Lavatera arborea L. (Malva arbó- rea). > Lusitánica L. > trimestris L. Malva Alcea L. > parviflora L. > vulgaris Pr. Tiliáceas Tilia platyphylla Scop. (Tilo). > sylvestris Desf. Auranciáceas Citrus aurantium Risso. (Naranjo dulce). > Limonum Risso. (Limón). Hipericáceas Hipericum perforatum L. (Hierba de San Juan). > quadrangulum L. Pasifloráceas Passiflora coerulea L. (Pasionaria) Resedáceas Reseda alba L. >» Aragonensis Loscos et Pardo. > odorata L. (Reseda común) >» Phytheuma L. Cruciferas Alyssum saxatile L. (Cestillo de Oro). Alliaria officinalis Andr. (Hierba. del ajo). Arabis Alpina L. Barbarea praecox R. Br. Biscutella lyrata L. Brassica Napus L. Brassica nigra Koch. (Mostaza ne- gra). Brassica oleracea L. (Berza sil vestre). E Braya pinnatifida Koch. Bunias orientalis L. Cakile marítima L. Capsella bursa pastoris Moench. Cardamine impatiens L. Cheiranthus cheiri L. (Alheli ama- rillo). Clypeola Jothlaspi L. Cochlearia officinalis L. (Hierba de las cucharas). Crambe cordifola Stev. marítima L. Diplotaxis viminea D. €. Draba aizoides L. > contorta Ehrh. Eruca sativa Lam. (Roqueta). Hesperis matronalis L. Iberis Lagascana N. C. » —linifolia L. E > umbellata L. (Carraspique). Isatis tinctoria L. (Hierba pastel). Lepidium affine Ledeb > campestre L. > hirtum D. €. > latifolium L. Lunaria biennis Moench. (Hierba de la plata. Pesetas). Mathiola incana R. Br. (Alheli en- carnado). Malcómia marítima R. Br. (Maho- nesa). Nasturtium officinale R. Br. (Be- rros). Raphanus sativus L. (Rábano). Seneviera coronopus Poir. (Cerbe- llina). Sinapis alba L. (Mostaza blanca). » ¿jJuncea L. Sisymbrium columnae Jaq. Thlaspi arvense L. Vesicaria sinuata Poir. Papaveráceas Argemone intermedia H. M. Chelidonium majus L. (Hierba de las golondrinas). Eschscholtzia Californica Cham. Glaucium corniculatum Curt. Meconopsis cambrica Vig. Papaver album Crantz. > dubium L. > Roeas L (Amapola. Aba- bol). > somniíferum L. (Adormi- dera). Fumariáceas Corydalis capnoides Pers. - Fumaria capreolata L. > Officinalis L. (Sangre de Cristo). » parviflora L. Hypecoum pendulum L. Litráceas Eythrum Salicaria L. (Salicaria). Crasuláceas Sedum acre L. (Uvas de gato). Coriariáceas Coriaria myrtifolia L. (Emborra- cha cabras). Rutáceas —Dictamnus albus L. (Dictamo blanco). Ruta graveolens L. (Ruda). Simarubáceas Cneorum tricoccom L. (Olivilla). Mimosáceas Acacia Julibrissin W. Mimosa púdica L. (Sensitiva). TAS Cesalpiniáceas Cercis Siliquastrum L. (Arbol del amor). Poinciana Giliesii Hook. Papilionáceas Arachis hipogea L. (Cacahuet). Cicer arietinum L. Colutea arborescens L. » orientalis Lam. Coronilla cretica L. » glauca L. (Coletuy). > scorpioides L. (Alacra- nera). > Valentina L. Cytissus sessilifolius L. Ervum Etrvilia L. Faba vulgaris Mich (Haba). Galega officinalis L. (Ruda ca- bruna). Genista tinctoria L. (Retama de tintes). Glyeyrrhiza glabra L. (Palo dulce Regalíz). Hedysarum coronarium L. (Sulla). Hippocrepis glauca Ten. » multisilicuosa L. Lathyrus Aphaca L. > latifolius L. E > odoratus L. (Guisante de olor). > tuberosus L. Lens esculenta Moech. (Lenteja). Lotus corniculatus L. Lupinus albus L. Medicago arborea L. > ciliaris W. > media Pers. > orbicularis All, > sativa L. (Mielga. Al- falfa). Melilotus altissima Sois. > officinalis L. Onobrychis sativa Lam. (Espar- ceta). Phaseolus Caracalla L. (Caracol real). > Caucasicus. > compresus D. C. Pisum sativum L. (Guisante). Robinia Pseudoacacia L. (Acacia falsa). Seorpiurus sulcata L. > vermiculata L. (Lengua de oveja). Sophora Japónica L. (Acacia del Japón). Spartium junceum L. Tetragonolobus purpureus Moench > siliquosus Roth. Trifolium elegans Savi. > glomeratum L. » pratense L. (Trébol de los prados). Trigonella Foenum - graecum L. (Alholva). > spinsa L. Vicia aegypcia L. » —lutea L. (Arvejón). > Minima Riv. - Sapindáceas Cardiospermun Halicacabum L. (Carita de monja). Koelreuteria paniculata Lam. (Ja- bonero de China). Hipocastanáceas Aesculus Hipocastanum L. (Casta- ño de Indias). Tropeoláceas Tropeolum majus L. (Capuchina). Balsamináceas Balsamina hortensis Desp.(Nicara- gua). Impatiens Nolitangere L. (Hierba de Santa Catalina). AS Aceráceas Acer Pseudo-platanus L. (Falso plátano). Terebintáceas Rhus Coriaria L. > Toxicodendron L. (Zumaque venenoso). > Typhyna L. (Zumaque de Virginia). Meliáceas Melia Azederach L. (Cinamomo0). Oxalidáceas Oxalis corniculata L. > purpurea Jacq. Lináceas Linum grandiflorum Desf. > Narbonense L.(Lino bravo) > strictum L. > ussitatissimun L. (Lino). Geraniáceas Erodium cicutarium L, Herit. (Al- fileres). > moschatum L, Herit. (Az- mizcleña). Geranium Robertianum L. (Hierba de San Roberto). » rotundifolium L. > sanguineum L. Pelargonium zonale W. (Geranio de hierro. Hierba sar- dinera). Zigofiláceas Tribulus terrestris L. (Abrojos). Zygophyllum Fabago L. Cariofiláceas Agrosthema coronaria L. Arenaria rubra L. Cerastum vulgatum L. Cueubalus bacciferus L. Dianthus barbatus L. (Minutisa). » Caryophyllus L. (Clavel). > chinensis L. Loeflingia Hispanica L. Lychnis Chalcedonica L. (Cruz de Malta). : Policarpon tetraphyllum L. Queria Hispanica Loefl. Sagina procumbens L. Saponaria officinalis L. (Hierba ja- bonera). > Vaccaria L. Silene conica L. > inflata L. » — Muscipula L. » Otites Sm. » pendula L. > tridentata Desf. >» viridiflora L. Velezia rigida L. - Viscaria celi-rosa Desv. Portulacáceas Portulaca pilosa L. > rostellata Bring. Lauráceas Laurus nobilis L. (Laurel). Magnoliáceas Tllicium anisatum L. (Anís estre- llado). Liriodendron tulipífera L. (Tulipe- ro de Virginia). Magnolia grandifloraL.(Magnolia) Berberidáceas Berberis vulgaris L. (Agracejo). Ranunculáceas Adonis flamea Jacq. Aconitum Lycoctonum L, > Napellus L. (Acónito). Anemone hortensis L. OA Anemone narcissifiora L. Aquilegia alpina L. > formosa Fisch. lutea D. C. nivea Baumg. Pyrenaica D. C. vulgaris L. (Clérigos. Pajarilla). Clematis integrifolia L. > vitalba L. Cyprianthe asiática Freyn. (Fran- cesilla. Marimoña). Delphinium Ajacis L. (Espuela de Yuy y caballero). > cardiopetalum D. C. consolida L. (Consuel- da Real). » Staphisagría L (Hier- piojera). Helleborus niger L. (Rosa de navi- dad. Heleboso negro). Nigella Damascena L. (Arañuela). >» Hispanica L. Ranunculus aconitifolius L. > acris L. (Botón de oro. Hierba bélida). » Aleae Wk. » arvensis L. Rosáceas Agrímonia Eupatoria L. (Hierba de San Guillermo). Fragaria vesca L. (Fresa). Geum urbanum L. (Hierba de San Benito). Potentilla argentea L. > atrosanguinea Don. > canescens Bess. > grandiflora L. > hirta L. » reptans L. Rosa canina L. (Rosal silvestre. Zarza rosa). Rubus Idaeus L. (Frambuesa). E () 0% Sanguisorba officinalis L. (Pimpi- nela mayor). Spiraea Filipendula L. (Filipéndu- la. Saxifraga roja). Pomáceas Crataegus Azarolus L. (Acerolo). > monogyna Jack. > Oxycantha L. (Mojuelo). Cydonia japonica P. Erobotrya japonica Lindl. (Nispe- ro del Japón). Mespilus germanica L. (Nispero). Sorbus aucuparia L. (Serval de los cazadores). Amigdaláceas Amigdalus communis L. (Almen- dro. - Armeniaca vulgaris Lamk. (Alba- ricoquero). Cerassus avium Moench. (Cerezo silvestre). » Caproniana D. C. (Guin- do garrafal). > Lauro - Cerassus Loiss. (Laurel cerezo). > Lusitánica L.(Laurel de Portugal). > Padus D. C. (Arbol de la rabia). Persica vulgaris Mill. (Melocotone- ro. Pavía). Prunus domestica L. (Ciruelo). > spinosa L. (Endrino). Umbeliferas Ammi majus L. (Ameo bastardo). Angelica archangelica L. Apium crispum Mill. » petroselinum L. > vulgare Mill. Archangelica officinalis Hoffm. Bupleurum fructicosum L. (Bu- pleuro. Adelfilla). Carum carvi L. (Comino de prado. Alcarabea). Conium maculatum L. (Cicuta ma- y Or). Coriandrum sativum L. (Cilantro). Cuminnm cyminum L. (Comino). Daucus carotta L. (Zanahoria). Foeniculum vulgare Goertn. (Hi- nojo). Levisticum officinale Koch. (Apio de montaña). Libanotis vulgaris D. C. Meum athamanticum Jacq. (Meo). Oenanthe Phellandrium Lamk., (Felandrio acuático). > pimpinelloides L. Pastinaca sativa L. (Chiribía). Peucedanum verticillare Koch. Pimpinella Anisum L. > magna 'L. (Pimpinella mayor). Sanicula europea L..(Hierba de San Lorenzo). E Scandix Pecten-Veneris L. (Peine de Venus. Aguja de Pastor). Torilis infesta Hoffm. Araliáceas Aralia papirifera. » Spinosa L. Hedera Helix L. (Hiedra). Cornáceas Cornus sanguínea L. (Cornejo hembra. Sanguiñuela). Grosulariáceas Ribes Grosularia L. espinoso). » — nigrum L. (Grosellero Mirtáceas Eucalyptus Globulus Lavill. (Eu- calipto). Myrtus communis L. (Mirto). Enoteráceas Epilobium hirsutum L. (Hierba de San Antonio). > palustre L. Oenothera biennis L. (Hierba del asno). > crassipes Link. > odorata Jack. Oleáceas Olea europaea L. (Olivo). Fraxináceas Fraxinus excelsior L. (Fresno ele- vado). Jasmináceas Jasminum fructicans L. (Jazmín amarillo). > officinale L. (Jazmín blanco). Asquepladiáceas Asclepias adoratísima L. > curassavica L. > fructicosa L. Apocináceas Nerium Oleander L. (Adelfa). Convolvuláceas Calystegia Lepium R. Br. (Corre- gúela mayor). Convolvulus farinosus L. > sepium L. > tricolor L. (Maravilla Don Diego de noche). Ipomaea coccinea L. Borragináceas Anchusa angustifolia L. > officinalis L. (Buglosa). Borrago officinalis L (Borrago). Cynoglossum furcatum Wallich. > linfolium L. O y li Cynoglossum officinalis L. (Cino- glosa. Viniebla). Heliotropium europeum L. (Hierba verruguera). Lithospermun arvense L. (Mijo de sol agreste). > fructicosum L. (Hier- ba de las siete san- grías. Asperones). > officinale L. (Mijo de sol). Myosotis hispida Schlecht. Nonnea alba D. C. >» lutea Rehb. >» nigricans D. C. Pulmonaria officinalis L. (Pulmo- naria manchada). Solanáceas Atropa Belladona L. (Belladona. Solano furioso). Datura fastuosa L. (Túnica de Cristo). » Stramonium L. (Estramó- nio). > Tatula L. Hyosciamus niger L. (Beleño ne- gro). Lycopersicum cerasiforme Dun. > esculentum Mill. (Tomatera). Mandragora officinarum Vis. (Man- dragora macho). Nicotiana glauca Grahm. (Tabaco MOruno). > elutinosa L. > Tabacum L. (Tabaco). Petunia hibrida Hort. > nyctalginflora Juss. Physalis Alkekengi L. (Alqueque- rije. Vejiga de perro). Solanum Dulcamara L. (Dulca- mara). > MelongenaL.(Berengena) 4 Solanum Pseudo-capsicum L. (Pi- mienta de Cayena). >» tuberosum L. (Patata). Verbascáceas Verbascum pyramidatum Bieb. » Thapsus L. (Gordolobo) Escrofulariáceas Antirrhinum latifolium Mill. > majus L. (Boca de dragón. Hierba be- cerra). > Orontium L. Digitalis lutea L. » obscura L.(Digital negra) > purpurea L (Digital). Linaria minor Desf. >» simplex D.C. > spuria Mill. > — vulgaris Mill. - Serophularia aquatica L. > canina L. > Pyrenaica Benth. Veronica hederaefolia L. > officinalis L. (Te de Eu- ropa). » spicata L. Bignoniáceas Catalpa bignonia Walt. Acantáceas Acanthus latifolium L. > spinosus L. > mollis L. (Acanto. Hier- - ba carnera). Labiadas Ajuga Chamaepytis Schreb. (Hier- ba de junturas). Ballota nigra L. (Marrubio fétido. Hortiga muerta). Betonica officinalis L. Calamintha -Clinopodium Benth. (Albahaca silvestre). > officinalis Moench. (Ca- laminta de montaña). Hyssopus officinalis L. (Hisopo). Lamim album L. (Ortiga blanca). Lavandula latifolia Will. Leonurus Cardiaca L. Marrubium Alysson L. Melissa officinalis L (Melisa to- rongil). Mentha aquatica L. (Sándalo de - — Jandín). > arvensis L. > Piperita L (Menta). > Pulegium L. (Poleo). > rotundifolia L.(Mastranzo) > viridis L. (Hierba buena romana). Molucella levis L. Nepeta Cataria L. > grandiflora Biebrst. Ocimun Basilicum L. Origanum Majorana L. (Mejorana). Phlomis Herba-venti L. (Agua vientos). > Lychnitis L. (Oreja de lie- bre San Juanes). Salvia austriaca L. > canariensis L. > coccinea L. > Horminum L. > Napifolia Jacq. > officinalis L (Salvia real). > pinnata L. » sclarea L. (Salvia romana). » vervenaca L. > viscosa Jacq. Satureja hortensis L. (Ajedrea de Jardín). > Majorana L. Scutellaria altissima L. > macrantha Fisch. Stachys persica Gmel. Stachys recta L. (Hierba de la per- lesía). Thymus capitatus Hoffm. Verbenáceas Verbena chamaedryfolia J. (Ver- bena melindres). » officinalis L. Vitex Agnus castus L. (Agracasto Saurgatillo). Plantagináceas Plantag'o albicansL (Llanten blan- quecino) > amplexicaulis Cay. > Coronopus L. (Estrella de mar). > major L. (Llanten ma- yor). — > psillium L. (Zaraga- tona). Plumbagináceas Plumbago europaeaL.(Hierba ble- sa. Mala hierba). Statice oestivua L. Hidrofiláceas Nemopbhila insignis Benth. S Primuláceas Anagallis arvensis L. (Murajes). Androsace maxima L. (Cantarillos. Pica cuellos). Cyelamen europeum L. (Pampor- cinos). Primula officinalis L. (Primavera). Samolus Valerandi L. (Pamplina de agua). Gencianáceas Gentiana cruciata L. > luiea L. (Genciana ama- rilla). — 4 Sisamáceas Sesamun Indicum D. C. Orobancáceas Orobanche gracilis Sm. Globularláceas Globularia vulgaris L. Ericáceas Arctostaphylos Uva-ursi Spr. Arbutus Unedo L.. (Madroñero). Campanuláceas Campanula specularioides Coss. » rapunculoides L. Vacsiniáceas Vaccinium Myrtillus L. (Ráspano). Cucurbitáceas Bryonia dioica Jacq. (Brionia). Citrullus vulgaris Schrad. Cueumis colocynthis L. (Coloquin- tidro). » Mela L. (Melón). Cucurbita aurantiaca W. > verrucosa L. Ecballium Elatherium Rich. (Pepi- nillo del diablo). Lagenaria vulgaris Ser. (Calabaza _vinatera). Momordica charantia L. Rubiáceas Crucianella angustifolia L. > stylosa Trin. Galium verum L. (Cuajaleche). Rubia tinctorum L. (Rubia). Vaillantia hispida L. Caprifoliáceas Lonicera Caprifolium L (Madresel- va. Escuernacabras). > Etrusca Santi. MOS AO Lonicera Xylosteum L. Sambucus nigra L. (Sauco). Symphoricarpus racemosus Michx. (Bolitas de nieve). Viburnum Tinus L. (Durillo). Valerianáceas Centranthus macrosiphon Boiss. » ruber D. C. (Valeria- na roja). Fedia Cornucopiae Goertn. Valeriana officinalis L. (Valeriana menor. Hierba de los gatos). Dipsacáceas Dipsacus fullonum Mill. (Carda de cardadores). Scabiosa arvensis L. > atropurpurea L. (Viudas) > prolifera L, > stellata DL. Compuestas Achillea Millefolium L. (Milen- rama). Anthemis arvensis L. (Manzanilla de los campos). > nobilis L. (Manzanilla romana). Arnica montana L. (Árnica. Taba- co de montaña). Artemisia Abrotanum L.(Abrotano macho). > Absinthium L. (Ajenjo mayor). > Mutellina Vill. > vulgaris L. (Artemisia). Aster Drumondii Lindl. > Novi-Belgii L. (Cielo estre- lado). Asteriscus spinosus Gr. Godr. > alternifolius. Barkhausia faetida D. C. Bellis perennis L. (Margarita). Calendula officinalis L. (Maravilla. Flor de muerto). Celestina coerulea Cass. Centaurea Cyanus L. (Azulejo). > Scabiosa L. (Centaura mayor). Chrysanthemun grandiflorum Willd. Cichorium endivia L. > Intybus L. Cnicus benedictus L. (Cardo santo) Calliopsis tinctorea D. C. Cotula aurea L— (Manzanilla fina). Cynara Cardunculus L. (Cardo. Alcamil silvestre). Dahlia variabilis Desf. (Dalia). Eupatorium cannabinum L. Helianthus annuus L. (Girasol). Hieracium sabandum L. Jurinea alata Cass. > ambigua D. C.. Koelpinia liniaris Padl. Lactuca saligna L. > sativa L. (Lechuga). Lappa major Goertn. (Lamparo). Microlonchus Clusii Spach. (Esco= billa). Pyrethrum Corimbosum W. Rhagadiolus stellatus D. 9. Senecio Doria L. » maritimus L. fil. Silybum Marianum Goertn. (Cardo de María). Sonchus oleracens L. (Cerraja). Tagetes erecta L. > patula L. * Tanacetum Balsamita L.(Hierba de Sta. María. Mente ro- mana). > vulgare L.(Hierba lom- briguera). Taraxacum Dens-leonis Desf. (Diente de león). Xeranthemun inapertum W. Zinnia elegans Jacq. (Rascamoño). Celso Arévalo. s *BIAN][[ 9D 00] = um] “ETA n]] 9p en3e la saror1ados so] A 'mx001 = wmu1 “OJU9TA TIP OUINTP OPILIODAL [9 UBJUISIAADL SILONMOJUT SOSINIZ SOZBII SOT “Gl A 96 SO] Y “PEepuie]ideo op Sepidadd00 Á ¿0 Y SAUOISILA SP] 9JUSVIBAII9ASIL UB UISILASI SOJUNA SP Á SBUATI[ STALMNO SO I—'Y LON sil SEL $52 0£ E) 03 Ss ol Ss 63 si 05 s 0) $ O£ s3 05 5) ( $ OZ=S3VIN Ou3Yg=33 ON les OYLINQN3NY “OSLINQIANIA “OYLINOYVE 3d1S3NIWJL 43INlWd “130 SINOIOVAY3SSO Sv1 30 SVOl3V4D a ESTACIÓN ME Observaciones verificadas duraz ENERO FEE) =p p= z Ñ MPERAT e TE RATURA anio DREocóN TENER MÁXIMA mínima | RELATIVA | DEL VIENTO MÁXIMA míNIMA | Sol Sombra | Cubierto | Reflector [A las 9* [A las 15] A las 91 [A las 15h Sol Sombra | Cubierto | Reñector Vacio| Aire Vacío | Aire 1|35.0/17.9/112.0| 4.2| 3.7] 95 | 9% | SE | SE ||47.3/17 3 12.1 | —0.5|— 9/35.1/10.6! 8.0|-0.2/-—2.4] 94 | 92 1 SE | SE |(41-3/11.3 9.7 a 3|38.2)13.4110.7| 48] 2.9| 87 | 9 | NO | NO [153.7/ 13.6 83 |-—2.5 419.8] 9.61 9.6] 3.11 2.6] 92 | 9 | NO | NO [[48.0/12.5/ 7.4 | —9.0 5191.41 15.9/11.0| 4.21 3.8] 9% | 93 | NO | NO ||[44.5| 13.7| 5.0 |—3.0 6|38.914.1110.2| 3 9| 3.5] 97 | 98 | SE SE ||46.0/ 21.51 9.0 |—4.5|. 7136.1113 6112.11 4.71 4.4 95 | 9 | SE SE |45.4/ 20.9 9.0 |=3.0 8|22.2 15.1110.4| 4.2) 38] 98 | % | SE | SE [1465/20 0' 10.0 | —3.0 9|30.6/12.9111.6| 23| 20] 95 | 93 | SE | SE ||46.5/19.0| 11.2 | —2.0 10|26.8|12.8/12.8] 4 2] 3.7] 89 | 9 |ONO | NO ||47.2| 17.8| 11.6 | 0.0 11/392.8/15.6114.1| 4.9] 3.7] 93 | 9 | NO | NO ||44 0/16.2 11.7 | —2.0 192196.2 12.4/12.4| 6 11 4.9] 93 | 9 | NO | NO |42.6 17.6 11.4] 5.5 18/22.9/11.0111 0| 6.8| 5.8] 95 | 9% | NO | NO |[46.0/105| 9.4 6.51 14|22.1/10 2/10.2| 4.7| 4.3] 98 | 93 |JONO | NO [|34.0/14.6 12.1 | - 6.5 15/20.1/10.1110.1| 3.8| 3.5] 98 | 98 | NO | NO |[49.2 20.5| 14.7 | 4.7 16|98.8/11.1111.1| 4.6| 4.31 97 | 98 | SE | SE ||[49.5/20.8/ 15.2 | 29.0; 17|22.2| 8.01 8.0| 0.1|—1.6| 97 | 97 | ESE | SE (53.2 97.9 16.2 | 4.5 18|21.0/10.4110.4| 3.6| 3.2] 92 | 9% | SE SE |149.0/ 19 0| 13.7 | 4.2 19|2>.2| 10.1110.0| 4.01 3.2] 95 | 9 | NO | NO |[48.5/20. 6| 13 2 | —0.5|- 90|19.9/ 10.01 9.5| 3.1|-2.7| 97 | 98 | NO | NO |48.5/22.0| 16.2 | 3.5 91|16.8 11.010 8| 30| 1.91 97 | 95 | ONO | NO (153.51 23.51 18.4 | 7.5 92116.11 8.4] 8.0] 1.71—0.6| 97 | 97 | NO | NO [150.0/ 22.0 17.1 | 3.0 93|98.2 10 4| 7.4] 1.51 1.01 92 | 9 | NO | NO [150.5| 24.0 18 5 6.0 94135.4 10.51 8.8] 3.01 1.2] 88 | 9 | NNO| NO [150.5/22.7| 13.7 | 9.0 905|383.2 11 2 8.0] 3.8, 1.2) ss | 9 | NNO| NO 151.5/ 16.0 120 | 4.0 96189.0 11.51 7.8] 4.6. 14| 97 | 97 | NNO | NO ||48.5| 16.5| 11.7 60 27|40.0,12 9 9.4] 48| 2.4] 76 | “7 | NO | NO (152.0|20.8| 16 2 5.6 98143.4113.7| 8.0] 36| 2.8] 73 | s1 | NO | NO [153.0/24.0 153 | 8.5 99|45.8/15.8| 7.8] 40| 3 7| 77 | “4 | NO | NO [145.0¡14.5' 10.6 5.0 30143.5113.2) 7.1] 1.0/—1.5] 67 | 58 | NO | NNO 31145.51 17.5] 9.7|—0.5/—3 01 79 | 55 | NO | NNO [ez RELATIVA MARZO DAD [DIRECCION A HUMEDAD [DIRECCION DEL VIENTO MÁXIMA MÍNIMA RELATIVA DEL VIENTO las 151] A las 91 | A las 151 Sol Sombra | Cubierto | Reflector | A las 9 |Alas155] A las 9! | A las 15h Vacio | Aire NO NO |44.5| 18.5/11.2 0.5/— 1.2] 49 56 | ONO | NO NNO NO |[151.5| 23.0/10.2 0.0/— 1.2] 64 52 NO ONO NO NO |[[48.5/19.5/10.6|— 1.0|— 2.5] 70 38 NNO | NNO NO | NNO [|[53.5| 530 0/13 2/— 2.0; — 4.3] 71 48 E ESE NNO | NNO ¡¡58.5|30.5/15.7 0.0/— 0 91 61 89 E ESE N NO [136.5| 11.8/10.8 05 0.0] 68 716 E 0) N NO [[48.0/18.5/11.5 4.5 1.4] 74 61 ONO NO NO NO [151.7| 22.8,17.8 8.51 52] 6 52 NO NO NNO | NO |[[54.7|33.6/18.8 2.5 1.01 “2 al NE NE NNO (0) 51.2 20.6/14.5 6.5 3.21 57 40 NO NO ESE SE [151.9/19.5/13.8 5.4 2.11 76 48 NO NO SE SE [153.522 0/13.9 4.5 2.3] 67 55 NO |NNO SE E 20.0| 17.2/12.6 5.01 - 2.91 60 46 NNO | NNO NO NNO [153.9| 28.0/14.8 1056) 0.5] 59 56 NO NNE _NO NNO [134.01 13.5] 7.0 3.5 2.8] 92 97 ONO | ONO ONO | NO [[46.5/15.3| 9.4 SS TS 47 |NNO | NO SE NNO ||49.0| 16.5/11.8 1.5, 0.0] 65 55 NO NO NNO | NNO || 48.5] 25.0/14.2 105 0.9] 60 Bj) NO ENE NO NNO [138.01 18.5] 7.4 4.01 2.6] 87 sl ENE | NO NO NNO ||50.3|25.5/12.2 0.51— 0.5] 86 56 NE NNE NO NNO [150.0/22.5/13.5 15 0.2] 69 40 ONO | NO ONO | NO |[|(40.5| 16.0/12.5 4.5] 3.2] “(2 95 E SE NNO | NO [|[49.9/17.0/12 4 502.215 71 48 NO | NNO NO NO [153.0/22 5/14 5 4.2 1.5] 68 46 NO NO NO NNO [155.0| 22.5/14.8 2.5 0.1] 65 Dí NO NNO NNO | NNO || 44.5| 25.0/11.5 30 18] 70 61 NO ENE ONO | NNO |[[59.4| 28.6/15.8 5.01 2.8] 81 58 NO SO NO NO [153.51 34 5/19.5 6.4 3.1] 86 46 ENE | ONO NO NO ||48.0| 22.5/15.8 6.0 4.2] 77 61 ENE NE 53.2] 31.3/18 8 8.5 4.3) 74 43 NO NO 53.21 27.5/20 9 8.6 5.2] 62 44 NO NO TERMÓMETRO ENERO FEBRERO MARZO “ E q] 1 El me |] > (] | ERE] *¿NOTA.—Las líneas continuas representan respectivamente las temperaturas del termómetro seco á las 15% y á las 9h. Las de puntos y líneas y puntos las temperaturas de termómetro húmedo á las mismas horas. Los signos intercalados indican los principales fenómenos meteorológicos según el convenio internacional. E ERKRONICA Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales de Madrid.— Cor- curso de premios para el año 1909.—Según costumbre, anuncia la Academia, un concurso de trabajos, cuya admisión terminará en 31 de Diciembre de 1909. Los temas son tres, referentes á las Ciencias exactas, á las físicas y á las naturales. Para cada tema, podrán ser adjudicados: premio, consistente en diploma, medalla, impresión de la obra, con regalo de 100 ejemplares al autor, y 1.500 pesetas; accésit, con las mismas condiciones del premio, excepción de las 1,500 pe- setas; y mención honorífica, consignada en diploma especial. El enunciado de cada tema, es como sigue: 1.2 Exposición clara y sencilla del cálculo de probabilidades. —Desea la Academia una obra de carácter elemental, redactada con escasos recursos de Cálculo analítico, y de utilidad para el «jurisconsulto, el médico, el anticuario, el historiador, el político y el estadista». Sin embargo, las fórmulas de Análisis superior, podrán quedar relegadas á un apéndice, colocado al final de la obra. 2.2 Estudio de los electromotores de corriente alterna, mo- nofásicos y polifásicos.—Deberá comprender la teoría, la com- paración de los sistemas de motores y los trabajos y resultados originales del autor. 3,2 Enumeración sistemática de los hongos parásitos de plantas cultivadas, observadas en una comarca española. —En apoyo del texto, deberá acompañar el autor, las muestras de plantas atacadas por los hongos. De desear sería, que la intelectualidad científica se manifestase más pujante que de ordinario en estos certámenes, ó que la Aca- demia discurriese sobre las causas que motivan la escasa concu- rrencia observada en años anteriores. "(Para más pormenores, puede consultarse la Gaceta de 8 de Enero de 1908). —— Asociación española para el progreso de las Ciencias.—Nuestros lecto- res tendrán seguramente noticia de la fundación de esta Sociedad, 5 cuyos fines van encaminados: A fomentar la cultura n cional en sus manifestaciones científicas principalmente, organizando con- _“gresos, conferencias y concursos; procurando la fundación de ins- tituciones de enseñanza; favoreciendo la comunicación intelectual entre el país y las clases asociadas; y auxiliando en la medida que sus recursos lo permitan, los trabajos y estudios de investigación. El comité ejecutivo lo forman los señores siguientes: Presíden- te, Excmo. Sr. D. Segismundo Moret. Vocales, Sr. D. Eduardo Mier; Ilmo. Sr. D. José R. Carracido; Sr. D. Luis Simarro; Exce- lentísimo Sr. D. Leopoldo Cano; Sr. D. Gumersindo Azcárate; Ecxmos. Sres. D, Víctor María Concas, D. Angel Pulido; Señores D. Ignacio Bolivar, D. Perfecto María Clemencín, D. Enrique Fort; é Ilmo. Sr. D. Manuel Zabala. Secretarzos, Sres. D. Ricardo García Mercet y D. Vicente Vera. Tesorero, D. Constantino Ro- dríguez. Una de las primeras manifestaciones de la Asociación, será celebrar un Congreso científico en Zaragoza, en los primeros días de octubre próximo, estando encargado del discurso inaugural en la sección de Ciencias aplicadas, el Sr. Saavedra, ó en su defecto, el Sr. Arrillaga. - La Sección de Ciencias matemáticas de dicho Congreso, ha dirigido al Comité ejecutivo una proposición que por su impor- tancia reproducimos íntegra. Dice así: 2. Hasta el momento de la adjudicación del premio, se utilizarán los intereses de ese capital en favor de las ciencias ma- temáticas. La enseñanza técnica en las Universidades.—Siguiendo la corriente de los tiempos actuales, muchas Universidades extranjeras, han organizado estudios diversos de carácter técnico, confiriendo va- rios títulos de la ingeniería. Las Universidades francesas poseen casi todas, estudios de esa naturaleza, y han visto con ellos aumentar considerablemente el número de sus alumnos. Recien- temente la Universidad de Grenoble, dotada ya de un /nstituto electrotécnico, ha creado como anejas á éste las enseñanzas ne- cesarias para el establecimiento y dirección de la industria pape- lera. En la Universidad de Cincinnati, se han organizado última- mente cursos cooperativos, en los que los estudiantes trabajan alternativamente una semana en los talleres de Cincinnati y otra semana en la sección del Arte del ingeniero en la Universidad. La enseñanza tiene como fin la creación de ingenieros mecánicos, químicos y electricistas, y la duración de los estudios es de seis años. Los candidatos comienzan sus trabajos en Junio en la fá- brica, para ingresar en Septiembre en la Universidad, y cobran al principio un jornal de 0'50 pesetas por hora, que en el último semestre asciende por aumentos progresivos á 1 peseta hora. En nuestras Universidades, sin vida propia, y demasiado rígi- 0 Os das dentro de los moldes generales de la organización actual, es muy difícil por no decir imposible, establecer nada análogo, sien- do muy de lamentar que el Estado, al ir organizando las enseñan- zas técnicas, no se haya acordado del provecho que podría haber obtenido de las Facultades de Ciencias, donde fácilmente se ha- brían organizado excelentes enseñanzas de carácter técnico, sin menoscabo de las puramente especulativas hoy día existentes. —+— Concursos y premios científicos. — La Academia de Gottinga ha abierto un concurso con el premio de 1.000 mks, sobre el tema: Determinación de la carga de los electrones, su variación con la velocidad; crítica de las observaciones y teorías precedentes. Termina en 1.? de Febrero de 1909. El R. Instituto Lombardo anuncia otro concurso con dos pre- mios: uno de 864 liras al tema, Acción fisiológica y terapéutica de las corrientes de alta frecuencia; y otro de 2.500 liras y medalla de oro de 500, al tema: Estado actual de los estudios metalográfi- cos, en relación á las propiedades físicas de los metales. Termina el 1. de Abril de 1911. La Academia de Viena ofrece un premio de 2.000 coronas, al tema: Experiencias que intentan llenar el intervalo entre el ex- tremo ultrarojo y las ondas hertz¿anas más breves. Termina el 3 de Diciembre de 1909. La fundación Knust, pullica un concurso sobre el tema: De- terminación de las moléculas en las soluciones á temperaturas muy altas y muy bajas. Informaciones al prof. Beckmann, Lipsia. Termina el 24 de Junio de 1910. ñ La Academia de Ciencias de Copenaghen, ofrece medalla de oro á la mejor memoria que trate de la acción de la luz sobre la actividad química del cloro. Muertos ilustres. — Además del sabio astrónomo francés J. Janssen, y del eminente fisico Lord Kelvin (Sir William Thomson), fallecidos en Diciembre del año último, y á los cuales dedican los ANALeEs especial homenaje, han fallecido otros muy ilustres sabios, de los que nuestra Revista hace en estas líneas una mención de muy especial recuerdo. El Dr. Asaph Hall, nacido en Goshen, Conneticut en 1829, pro- fesor de Astronomía matemática en la Universidad de Harvard, y descubridor de los satélites de Marte y otros fenómenos astronó- micos, falleció el 22 de Noviembre último. El también ilustre profesor de Astronomía C. A. Young, de la Universidad de Princeton; el profesor de Física en la Universidad O pa de Montpellier. P. Crova,autor de varios instrumentos; el Dr. Kerr, “conocido por el importante fenómeno que lleva su nombre; el ilustre químico W. H. Perkin, cuyos clásicos trabajos sobre los colores y acerca de los ácidos aromáticos, produjeron una verda- dera revolución en las industrias químicas; y otros no menos sa- bios profesores cuya lista se alargaría mucho, han pagado el obligado tributo á la muerte, dejándonos el recuerdo de sus obras y el ejemplo de su vida. Varia. — Mr. Connercy ha dejado á la Universidad de París, cuatro millones de francos para su mayor desarrollo científico, y para instituir Bolsas de estudio á favor-de los jóvenes que em- prendan carreras científicas. —Franklin había inventado el pararrayos, según los estudios de Rotdh, antes de la conocida observación de la cometa. —La ciudad de Faenza, Italia, en donde nació 7orrícell?, quie- re conmemorar el tercer centenario de su nacimiento, publicando sus obras completas. El profesor J. Vassura, del Liceo real de For- li, ha sido encargado de la publicación. —El Almirantazgo inglés ha ordenado á todos los comandan- tes de navíos provistos de aparatos radio-telegráficos, transmitir á todas las estaciones con las que puedan comunicar, los datos meteorológicos más importantes. —Durante el año 1906 han continuado las observaciones sobre la variación de la latitud en Bayswater (Australia) y Oncativo (Rep. Argentina), además de los Observatorios de Leida, Pulko- wa y Tokyo. A primeros del año corriente se habrán comenzado también análogas observaciones en el Observatorio de Johannes- burg on el África del Sur. —De las observaciones realizadas con el telescopio pirhelió- metro en Meudon, Chamonnix, y Mont-Blanc, los profesores Mi- llochan y Fery deducen que el centro del disco solar tiene una temperatura de 5660%, los que, teniendo en cuenta la probable absorción de la atmósfera solar, dan unos 6130 para el interior del Sol. Mr. Jules Janssen.—La Astronomía ha perdido uno de sus sabios; su fama, que nadie puso en duda, llegó á ser universal. No fué un sabio rígido y concentrado á lo Leverrier, Su espí- ritu tuvo expansiones de artista, y como Urania fué amante de sus hermanas la Poesía, la Música y la Pintura, Janssen hizo que fructificara en su alma compleja, la semilla depositada por Henner Barrias y Gounod. OU Como Herschell, en su día abandonó la música, para mirar al cielo, Janssen á los 28 años de edad, cambió la pintura, que fué profesión de su juventud para penetrar de lleno en los dominios de la ciencia. Nació en París en 1824, y murió en Meudon en 1907, en el Observatorio que él mismo había fundado, con la protección del gobierno, para cuyo fin obtuvo la cesión del histórico castillo. Dedicado muchos años al estudio y enseñanza de la Física, vislumbró cuánto podía obtenerse de su aplicación á la Astrono- mía, llegando á ser el verdadero fundador del Análisis espectral astronómico, y de la fotografía celeste. NA | Ii 1 Ma El mn Al " AL pe: ale gl ¿dl al Ue E mL Mr. Jules Janssen La reseña de sus trabajos sería extensísima; baste citar: La expedición al Perú, con los hermanos Grandidier, para la deter- minación del ecuador magnético; la instalación de su Observato- rio particular de Astrofísica; la observación del eclipse de Sol de 1868 en las Indias, que le sugirió su procedimiento para obser- var las protuberancias solares, fuera de los eclipses; los pasos de Venus de 1874 y 1882 observados desde el Japón y las Corolinas; y la fundación del Observatorio del Mont-Blanc, en cuya empre- sa fué secundado por el príncipe Roland Bonaparte..... Perteneció á la Academia de Ciencias de París y al Bureau des Longítudes; y ála muerte de Faye, 1902, fué nombrado Presi- dente de honor de la Sociedad astronómica de Francia. Es Janssen, una noble figura que desaparece del campo de la Astronomía; un espíritu audaz, acostumbrado á poner la mirada en las más altas regiones. A su iniciativa se debe la celebración de la «Fiesta del Sol» que el día del solsticio de verano se conmemora en la cúspide de la torre Eiffel, desde la cual, hoy, las ondas hertzianas lanzan no- ticias á través de los mares. Un día del año 1870, los prusianos habían estrechado el cerco de París. Con asombro de todos, un globo se cernía hacia las alturas y en dirección meridional. No era una estratagema, un ardid de guerra. Era Janssen, que tranquilamente se dirigía á Argelia..... á observar un eclipse de Sol. —b— William Thomson. (Lord Kelvin). — Febrero.—Sobre la densidad, índice de refracción, tensión super- 3 ficial y viscosidad de varias mezclas de agua y glicerina, á la tem- peratura de 18%, P. Martínez Strong. —Determinación del hidrógeno en en el grisú. (Tercera nota). E. Hauser.—La misteriosa luz del va- lle de Carriedo (Santander) J. Carballo.— El Mapa de la radiactividad mineral é hidromineral de España en 31 de Diciembre de 1907. J. Mu- ñoz del Castillo.—Sobre el isopropanol triclorado 1.1. 1. ó tricloro A 1.1.1. propanol 2 C C1, — CH (0H) —CH,. E. Vitoria S. J.—Con- tribución de la radiactividad al análisis químico. F. Diaz de Rada..— Consideraciones sobre la teoría de Gibbs. F. Cebrián.—Notas alema- nas de Física y de Química. W. Mecklenbury. Marzo.—Observación espectroscópica del paso de Mercurio sobre el disco del Sol en el Observatorio de Madrid. F. Iniguez.—Notas para el estudio é instalación de los espectroheliógrafos. V, Fernández Ascarza.—Radioscomia y radiogea: sobre la actividad de los lodos del fondo de una laguma de Bañolas. J. Muñoz del Castillo.—Sobre el isopropanol 1.1. 1. propanol 2 C Cl, — CH (0H) — CH, (continua- ció). E. Vitoria S. J.—Notas alemanas de Física y de Química. VW. Mecklenbury. Anales del Museo nacional de El Salvador. Tomo 3.”. Núm. 20. San Salvador, 1907. Concordancia entre los calendarios nahualt y romano. F. F. del Castillo.—La enseñanza agrícola en Chile. M. Jería.—Por la ense- ñanza pública S. 4. Padilla.—Una lección de Geología centro-ameri- cana. J. Guzmán.—La mancha de hierro del cafeto. L. R.— Biblio-= grafía. Annals of Mathematics. 2.* serie. Vol. 9. N.2 2. January, 1908. Cambridge, Mass, U. $. A. On the Classification of Plane Algebraic Curves Possessing Four- fold Simmetry with respect to a Point. R. D. Carmichael.—A Second Inverse Problem of the Calculus of variations. C. E. Stromquist.— The Continuous Plane Motion of á Liquid Bounded by Two Right Lines. H. C. Wolff.—A Problem in Chance. J. K. Whittemore.—The Expre- ssión of Constant and of Alternating Continued Fractions in Hyper= bolic Functions. 4. E. Kennelly. Annaes Scientificos do Academia Polytechnica do Porto. Volume TIT... Coimbra, 1908. N.* 1.—Surfaces nautiloides. 4. de la Goupilliére.—Mollusques terrestres du Portugal. 4. Nobre. Archives du Musee Teyler. Série IL, vol. XI Deuxiéme partie. Haarlem, 1908. Les vecteurs dans la géométrie differentielle, par J. de Vries.— Sur le transport des liquides par le courant électrique. H. von der Ven. Boletín Tecnológico de la Asociación de Peritos industiales. Año IV, 1908. Enero. —Guillermo Thomson, Lord Kelvin. J. Just.—Los nuevos as condendensadores Westinghouse Leblanc. E. Canales Fausto.—Ge- neralidades sobre Telefonía. C. Pérez Burguete.—Revistas extranje- ras. C. Ferrero.—Reglas normales decretadas por la Asociación de Electricistas alemanes para la comparación y ensayo de máquinas y transformadores eléctricos. —Bibliografía. —Notas industriales. Febrero.—Las señales eléctricas y el movimiento de los cambios de vía en los Ferrocarriles. J. Rodríguez Benito.—Un nuevo contador de amperes-hora. A. López Alvarez.—Revistas extranjeras. (. Ferre- ro.—Reglas normales, etc. (continuación) —Bibliografía. Notas indus- triales. Marzo.—Clasificación de las locomotoras, según la naturaleza de las líneas donde han de prestar servicio. 1M/. Fernández Rothenflue.— Estudio de un generador de vapor á tubos de humo. C. Reig Aznar. —La tracción eléctrica á recuperación. J. de Selyas.—Reglas norma- les, ete. (continuación).—Revista de Revistas. €. Ferrero.—Conferen- cias científicas. J. Moro.—Bibliografía. Notas industriales. Boletín de la R. Sociedad española de Historia Natwral. Tomo VIII. Madrid, 1908. Enero.—Notas de la Sociedad. —Excursiones por el W. de Cara- vaca. D. Jiménez de Cisneros.—Algunos organismos dudosos de la época silúrica, y estudio de las especies de algas y huellas de gusa- nos arenícolas del silúrico inferior de Alcuescar (Cáceres). E. Her- nández.—Dos nuevas especies de «Hololampra» de Marruecos. Z. Bo- livar. Febrero.—Un nuevo yacimiento de auricalcita en Ondárroa (Viz- caya). J. Calafat León.— Bert. 4. Casares Gil.—Contribución á la histogénesis del cerebelo en el hombre. C. Calleja y Borja-Tarrius.=Datos cristalo- ; gráficos de la Auricalcita. L. Fernández Navarro. —Sobre un elemen- $ : to paleolítico de Fuenlabrada (Madrid). L. Fernández Navarro.—Nue- ne va variedad del «Crioceris macilenta». J. M. de la Lafuente. E Marzo.—El. Rdo. D. Bernardo Zapater. Nota necrológica. L. Na- do, vás.—Sobre los loris, y en especial sobre la forma filipina. 4. Cabre- ra.—La Espeleología en España. J. Carballo.—Algunas noticias sobre el platino y los metales platínicos. F. Diaz.—Otra <«Linaria supina> monstruosa. J. Esteva.—Polimorfismo foliar de la 7) i cui S, tangenti si tagliano a due a due Scorza. G.—Sopra alcune recenti obiezoni alla teoria dei numeri trasfiniti. Vivanti. GE. - Sulla determinazione degli elementi intrinse- ci, fondamentali, della superficie terrestre mediante misure locali. Viterbi. A.—Sur un théoreme de M. Hadamard dans la théorie des fontions entiéres. Lindelóf. E.—On the Well-Ordered Subrets of the continuum. Veblem. O. —Eine notwendigue und hinreichen de Kon- vergenzbedingung. Anopp. X.—Allgemeine Lósung des Problems kleiner, stationárer Bewegungen in reibenden Fliissigkeiten. Korn A. L Revista de la R. Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. — Tomo VI. Madrid 1907 y 1908. Noviembre.—Elementos de la teoría de la elasticidad (conferencia duodécima). J. Echegaray.—Estudio químico-geognóstico de algunos materiales volcánicos del golfo de Nápoles. R. Llord y Gamboa —Nue- va teoria para el desarrollo de las ecuaciones finales. (7. M. Seco.— Fundamento teórico de la fototopografía. J. M. Torroja. Diciembre.—Elementos de la teoría de la elasticidad (conferencias decimotercia y decimocuarta). J. Echegaray.—Estudio experimental de algunas propiedades del grisú. E. Hauser.—Sobre una transfor- mación geométrica. J. J. Durán-Lóriga.— Fundamento teórico de la fototopografía. /. M. Torroja. Enero.—Elementos de la teoría de la elasticidad. /. Echegaray.— de 2 —Mareómetros y mareógrafos de sifón. E. Mier y Miwra.— Estudio ex- ERA PEE perimental de algunas propiedades del grisú. E. Hauser.—Funda- mento de la fototopografía. /. M. Torroja. Febrero.—Elementos de la teoría de la elasticidad. /. Echegaray. —Mareómetros y mareógrafos de sifón. E. Mier y Miura.—Funda- mento de la fototopografía (conclusión). /. M. Torroja.—Análisis de aguas minerales. G. de la Puerta. —Estudio comparativo de los ins- trumentos más usados en sismología. M4. M. Navarro. 8. J. Revista Politécnica. Año VII. Buenos-Aires 1907. Enero-Abril.—Teoría de la elasticidad. Arco con dos articulacio- nes. /. Duclout.—Apuntes sobre turbinas hidráulicas. E. Latzina.— La desmaterialización de los átomos. G. le Bon. —La evolución de la física moderna. L. Poincareé.—Un descubrimiento geométrico. F. Vi- llarreal.—Higiene de la vivienda. M. Bertrán.—Una nueva reacción de la solanina. /. 4. Sánchez.—La termodinámica en la Astronomía. L. Canalda.—Necrología. E Mayo- Junio.—La enseñanza de la Ingeniería. O. Krause —Algu- nas consideraciones de carácter práctico sobre la fabricación del acero y la laminación. 4. F'. Taiwna. —Sobre la reducción de las ecua- ciones de quinto grado. E. Rebuelto. —Fisico-química. Pozzi Escot. Julio-Septiembre.—Sobre el cálculo rápido de los perfiles simples : y compuestos de hierros laminados comerciales para vigas sometidas á esfuerzos de flexión M. Durrien.—Cálculo rápido de vigas de hie- rro I sometidas á la flexión simple. /. R. Castineiras.—Teoría de la olasticidad. Arco con dos articulaciones. /. Duclout.—Sobre un pro- blema geométrico. R. Guimaraes. Revue d' Electrochemie et d' Electrometallurgie. París 1907 y 1908. Tomes 1, 11. Decembre 1907.—Sur le protoxide de silicium. P. W. Koller.—Le four electrique au laboratoire et dans 1' industrie. 4. Minet.—Infor- matións, Revue des Publications. Janvier 1908. — TL” electrometallurgie du fer el de 1' acier.—Les propriétés des electrons. S. Sheldon.—Poids atomiques pour 1908.— Revue des Publication. Informations. Février-Mars 1908. —La fabrication electrique du verre. E. Zam- pini.—Sur un nouveau four á arc. Ad. Minet.—Sociétés savantes.— Revue des Publications. Informations. La Revue de l' Enseignement des Sciences. París 1907 y 1908. Octubre.—La notion de lieu geometrique acquise par la construc- tion graphyque. 4. Pagés.—I' enseignement des sciences physiques eE en Ecosse. XXX. —Sur l' enseignement de la botanique en 5eme, - A. Joxe.—Les questions de cours aux examens. M. H. Bourgin. Novembre.— Notre enquéte sur l' enseignement de la géométrie. La Revue —La géometrie enseignée par la méthode Méray. A. Varetl. —Sur le méthode de M. Méray pour 1 enseignement de la géométrie. C. A. Laisant. —Opinions sur la méthode Méray. Diversos.—Une de- monstration simple de la régle de 1 Hospital. L. Cornet.—L' optique geometrique et les ondes lumineuses. G. Delvalez, M. Brillouin.— Deux appareils simples pour les experiences de mécanique. 4.— L' enseignement á la station zoologique de Wimereux. M. Caullery. Décembre.—Sur l equilibre du corps solide. P. Montel, A. Thy- baut.—Les «Nouveaux Eléments de Géométrie» de M. Ch. Méray. F. Marotte.—Une demonstratión simple du théoréme de Stewart. J. Lemaire.—Une lecon sur la photographie. P. Morin.—Exercices pratiques sur les lois de Joule. /. MW/amy —Sur 1' examen des roches au microscope polarisant E Brucker. Janvier.—La quadrature du cercle. 4. Saimte-Lagie.—A propos du principe de l' homogéneité. A. Tresse.—Notre enquéte sur l' enseig- nement de la géométrie. La Revue. L' experience en géométrie. A Mauygey.—Remarques sur la théorie de la balance. /. Perriín.—In- fluence du monvement de la source ou de l' auditeur sur la hauteur du son pergu. S. Bloch. —Travaux pratiques etexpériences. /. Mamy. —L” enseignement pratique de la botanique. P. Chauve?. Fébrier. —L' enseignement de la geometrie aux débutants. G. Petit. —Construction graphyque des racines d' une equatione du second degré. A Marijon —Rapport sur l' enseignement des sciences physi- ques et naturelles. /. Fatvre- Dupaigre.—Un exposé simple de l' atrac- yl tion universelle et du calcul des masses dans le systéme solaire. pS J. Lemoine. po Rivista di Fisicu, Matematica e Scienze naturali. Anno 9, Vol. XVII. Pavía 1908. Gennaio.—Contributo allo studio della Cleistogamia. 4. Frances- AN chin¿.—Il catalogo astrofotografico della zona di Catania. F. Faccin. 2 —Sopra una particolare modificazione delle glandole duodenali del coniglio dopo 1' allacciatura del condotto di Wirsung. A. Marrassini. —Di Ambrogio Soldani. La veritá sul luogo e sul la deta della sua nascita G. Canestrelli.—Il passagio di Mercurio davanti al Sole del 14 Novembre 1907. F. Faccin. - Lord Kelvin (William Thomson). C. Vegro.—Sulla dipendenza lineare di n funzioni ad » variabili indi- pendenti. G, Pasta. — Leonardo Eubero (II bicentenario della sua nas- cita). C Alasia.—Rassezna di Fisica. C. Negro. Cronache é Riviste. Febraio. —Contributo alla interpretazione elastica dei fenomeni sismici e bradisismici. G. Costanzi.—La paralasse delle stelle e la 61.2 A del Cigno. P. Mezzetti. —Contributo allo studio della Cleistogamia. A. Franceschini.—Per la determinazione del tempo con uno strumen- to portatile. C. Alasia.—1. Pensieri in argomento di Mutazioni. 2. 11 caso dell” Oxalis cernua. G. E. Mattei.—A proposito di ricerche chi- miche e bactteriologiche sulle aque del Fiume Morto. Neri e Grherardi. —Cronache e Riviste. Marzo.—Sur les congruences (mod. 2”) relatives au nombre des classes des formes quadratiques binaires aux coeficients entiers. M. Plancherel.—Contributo alla interpretazione elastica dei fenomeni sismici e bradisismici. G. Costanzi.—Per la preparazione dei candi- dati all” insegnamento delle scienze fisico-matematiche e naturali. C. Alasia.—Il caso della Tulipe arvensi. G. E. Mattei.—Cronache é Riviste. CUESTIONES PROPUESTAS. 8. Siendo Sl =P RP (m— D?, demostrar que : a O NO: ; 2 12 P Pp P P p=2 Ed Pp=1 (p=3 pp=14 E) 1 n >) C, E Cta e a Cai ES 1 E Se apa DA p 2 1 Et 2n en > 2 E O ads a A : CO p=3 2 1 n TOR 0 0 nz % ss aa yn? Ele 0 0 0 (E ES 2 Ey , - 2 ¿ O 0) e UE ce Laisant. 9. Se da un círculo de centro O y un punto P en su plano. Por el punto Pse trazan dos cuerdas rectangulares variables 4B, CD. El lugar del centro de las cónicas que pasan por los puntos 4, B, -C,D,0 es otra cónica T. Cuando el punto P se mueve sobre un diámetro fijo del círculo O, la envolvente de la cónica T' es una séxtica. E. WN. Baristén. 10. Hallar el lugar geométrico de las proyecciones de un pun- to dado, [sobre las generatrices de un hiperboloide de una hoja. - Casos particulares (*). Y H. Brocard. (*) Cuestión 29 propuesta en El Progreso Matemático, 1, 1891, p. 294. Ben 74 - Le 11 Se consideran las cantidades E 27 + a $ Sn n 7) a Cos , n conan las demás. Destenzado por s el mayor entero conte a la suma de Lodos estos productos es a bo Hp, cos a + pa cos 2a + Ec en donde DD DD SOM no ientes de a. Pa J. Olivero. E 1. Demostrar la convergencia de la serie doble [o] o.) £L. Orlando. Se sabe que la serie doble cuyo término general es 11m n>? es convergente. Basta, pues, para demostrar la convergencia de la serie V, demostrar que para valores bastante grandes de 1, 22, el término general de la serie propuesta es menor que el de esto- tra serie. ; ; Consideremos, para ello, la razón de los términos generales de ambas series : (mm +2)! my mi O lo Si logramos probar que A tiende á cero cuando los dos núme- ros m, n, crecen, simultánea é independientemente, más allá de de todo límite; y que lo mismo sucede cuando uno solo de ellos crece indefinidamente, aunque el otro permanezca infinito; habre- mos conseguido con creces nuestro propósito. - El número positivo 4, puesto bajo la forma 1 A n—113m"n” a A min m>+n man) (m +ny se ve que no excede al número n—3 1 po a (mayo porque B puede obtenerse de 4, suprimiendo en éste algunos de sus — 1 primeros factores, todos menores que la unidad, y subs- tituyendo los restantes por otros respectivamente mayores que ellos. Ahora bien, sim < mA el número B tiende á cero, cuando nx crece indefinidamente, por ser el recíproco de una exponencial multiplicado por una potencia de x que no le impide tender hacia cero. Si al contrario m > 7% 3 9 Z , entonces BL no excede al número LA mi? que tiende á cero al crecer mm indefinidamente. Tanto en uno como en otro de estos casos (los únicos posibles), la expresión A tenderá á cero al crecer mó nó ambos, infinita- mente, lo que demuestra, según hemos dicho, la convergencia de lo serie V. L. Orlando. 4. La tangente en un punto variable M de una elipse cuyo centro es O, corta á los ejes en P y O, y las paralelas á los ejes trazados por P y O se cortan en S. Siendo además C el centro de curvatura en el punto 1/ de la elipse, hallar el punto de intersec- ción de las rectas MS y OC. E. N. Barisien. La tangente á la elipse beta? + ay = a?b? (1) en el punto M (x” . y'), tiene por ecuación b'x'x + ayy = a?b?; 2 2 a las coordenadas de S, son por tanto: 0 7 las del centro de cur- vatura de la elipse, en M4, dit a 4 Las ecuaciones de las rectas OC y SM, que determinen el pun- to cuyo lugar se pide, son por consiguiente: A O Dan ol ANA IES RG) == ME E 0) (8) Eliminando entre éstas y la (1) las coordenadas x*, y' del pun- to variable M, se tendrá la ecuación del lugar pedido. Esta eliminación, puede hacerse sencillamente sacando de (1) y (2) los valores de x”, y” en función de x, y, substituyéndolos en (3). «y substituyendo, resulta la ecuación del lugar: 1 2 EE poe ends 3,3) > S +, E >) (4 o =xa* +y 22 AN fal El pd a (3 —=,3 >) (5 + 3)=0 EA (4) *y Desde luego se ve, que (0, 0), (0, + 5), (+a, 0), satisfacen á la ecuación; la curva pasa, pues, por los vértices y centro de la elipse. - De la naturaleza de los exponentes de x é y se deduce que la curva tiene los mismos ejes que la elipse, y por tanto, el mismo centro. Pasando á coordenadas polares, x= 0 C0S w, Y = ¿SEN w, y po- niendo tg w = f, la ecuación se transforma en a Las 3 «ly Tia Jere - Observando que, para valores finitos de £, + adquiere valores y Sa . . T 2 también finitos, y que al ser v = + 1 = b?, se deduce que la curva no tiene ningún punto en el infinito. Y - a , Para . =0, lim $ =limí/= + e Hay, pues, en el origen dos tangentes dobles, cuyos coeficientes angulares son éstos. Derivando la ecuación cartesiana de la curva, resulta: 1 1 T O | 2 425 3 ql 1 7 aL 2 5 ses —6ya* — 6yx” - ma yx = ae) : d : Haciendo y = 0, x = + a, resulta ss 0 aciendo 0 y = z d, crece indefinidamente. Las tangentes en los puntos que tiene comunes con la elipse, son por consiguiente lós ejes. Se ve que estos puntos son de retroceso de primera especie, notando que las dos ramas en esos puntos, son simétricas respec- to de la tangente común. No parece breve la determinación de los puntos de inflexión que evidentemente existen entre el centro y estos puntos. Para construir gráficamente la curva, lo más sencillo parece hacer variar el parámetro í, tomando las abscisas ó radios vecto- res dados por las expresiones 2 2 a) o z di Para el cálculo logarítmico, puede hacerse, por ejemplo, Ea tgFo y la (5) se transforme en cos 2a COS w costa. po = V Nota. Según una propiedad muy conocida de la elipse, 12 > a— a? al b?— E bp? (AS y? aq? e 7 SAO E = 3, y por tanto, a US 4) ye 2 (0 eds a a=—x ya 19 la ecuación (3) de la recta SM, puede, según esto, escribirse que comparada con la (2) demuestra la propiedad también cono- -cida de ser perpendiculares las dos rectas OC y SM (*). - Se podría, pues, enunciar la cuestión, sin mencionar el centro de curvatura. Haciéndolo así, es también aplicable á la circunfe- rencia, en la cual según esto, se verifica que: el lugar de las pro- yecciones del centro sobre todas las rectas 5M obtenidas como antes, es la curva de ecuación. 2.02 2 2 o Asa E Se E AY) Ay 4) ax y L Sh ) =0. Claro está que en este caso, corresponderá una curva á cada uno de los infinitos sistemas de ejes de la circunferencia. J. Rey Pastor. 5. Recurriendo al método de eliminación de Euler, demostrar las condiciones necesarias para que las dos cúbicas v(x)=ax*+bxi+ex+d=0 dla) =a +0? cat adi=0, tengan dos raíces comunes. Pantón. Para que esto se verifique, es preciso y basta, que existan dos factores lineales mx + 1, mx + n”, tales que multiplicados res- _pectivamente por las dos formas dadas, den resultados idénticos. Esto es: am — am! = 0) bm+an—bw —anw =0 cm + bn — cm! — bn! =0 (1). El dm +cn — dm —cn! =0 du —d0w=0 "Para que este sistema de ecuaciones lineales y homogéneas en m,m!', 2, 1, sea compatible, bastará que lo sean los formados por tres de ellas y cada una de las otras dos. Como para cada uno de estos sistemas de cuatro ecuaciones, la condición es que el de- terminante de los coeficientes sea nulo, igualando á cero dos cua- lesquiera de los cinco que se pueden formar, se tendrán las condi- ciones á que deben satisfacer los coeficientes de las dos formas para que tengan dos raíces comunes. Se puede, pues, dar diez pares equivalentes de condiciones. (*) Geometrie analytique á deux dimensions.—M. G. de Longchamps, 1884. París, pág. 109. - Entre estas, las más simples son las'que resultan de haber hecho intervenir las primera y última ecuaciones (1), en los dos sistemas citados. Así por ejemplo, resultan estas dos: ba OE 1b a IE) ao A TA AE de = 10) b' a Na a A EA e ad CO — ad E = ad 6 y paa L b = No ofrece dificultad el generalizar la cuestión, hallando las condiciones para que dos ecuaciones de grados m y nx tenga H raíces comunes. Esto supone la compatibilidad de un sistema de m + n=— bp +1 ecuaciones, con m + nm — 2p + 2 incógnitas, ex- presándose tales condiciones, igualando á cero p determinantes de orden m +m — 2p + 2. En el caso particular de ser p = 1, se obtiene la resultante euleriana. Haciendo p = 1,(m>> nm), se obtendrán las 1 condiciones á que han de satisfacer las coeficientes, para que el primer polinomio sea divisible por el segundo. J. Rey Pastor. Establecimiento tipográfico de Emilio Casañal, Coso, 100.—Zaragoza. ly Notas de la Redacción y Administración Los ANALES DE La FACULTAD DE Ciencias publicarán, además de los sumarios de las revistas y publicaciones recibidas á cambio, una nota bibliográfica de todas las obras de ciencias, de las cuales se en= vien dos ejemplares á esta Redacción. También tendrá mucho gusto la Redacción de los ANALES, en pu= blicar los trabajos científicos con que la honren los hombres de cien- , 'cia nacionales ó extranjeros, cuya colaboración admitiremos con ver- dadera complacencia haciendo tirada aparte si así lo desean mani- fiestamente, avisándolo al enviar el original. ca Por conveniencias de la Administración se ha trasladado ésta á la Facultad, Paseo de Pamplona, 1, á donde rogamos se dirija toda la correspondencia de los AwaLes. Los señores subscriptores que no estén al corriente en el pago, se servirán remitir cuanto antes el im- porte de la subscripción en libranza dela. Prensa. También rogamos á los que no hayan recibido alguno de los nú= meros publicados, se sirvan avisarnos para remaitirselos á la mayor brevedad. El tomo 1 de los AvaLes se vende encuadernado en holandesa al precio de 10 pesetas, franco de porte. Para los señores subseriptores su precio es el mismo de la subscripción. ¿ > A SN