O in e iaa Do 6 DL se Snes A e "np ey A: 0 ¿ EA > Ñ au « , ES EN 7) TENEN OTTO | eee A LA tr YT ? : AE di Abe 42, A ANO A ATL Pala LS coa DÍ) par II Da 1 po IU PAL A! A a probar rd rro Mr nl a S 3 La p k $ 1 "Y pjs É " E A: > Í , Lal A o e cnn MaRp ¡ee l] hen > ” ANTI De po rr 08) ; orah NE des 4 ers : A SUSAN 48 y Hi, Mas im A day y 1291 A ñ Pan e q NA a Ps 52 Mas AAA a A, Pura >» 173 »!, PANA A eroolrrrrpo rr os Bñaaa ca A pas Y A “BA z y >. r e y ATA ASA A AENA <, A nn EA A | TAN as PRE PAC ti nena mai 4 hi e] ] l $ - PA A : p er “MA, ñá AT ma 1 o plis ALSO" NN AP FIA) A A, Mn ON AA or Vga MESES ER po Prey AA Le AAA NN : OA AA O AT A All CAS ny AAA PA ' l] nace Í TA A E EE e E BA d SS Y a 158 : LIA da TR e VO re Y EN e Y . mo | : ANNDIdeS A HI ul Lisa Mp pro Vegas q... so A de AICA rl ¡A : > e po a, Pd yr yal Mu? 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Ud) JA y ) LOU HE | so 2 Na ¿An + as .. == Aa 2) MES Al TU A ¿ es e + SPA A» 222 A RA 4 en E A 0 - < y 21 be 47 Passo y Mita á ¿as A O RATE jar ul "| osaRMA Ra MAS AAA TINTA TA A. pra De yn ae aa ¿> 88, Mm A PLL TP MUGUna, es E > A > A A A an . A . 2 S > , q 4% da 4 a ayan da: da ao MIN AAA mn EN Ñ AY SS e a Y 3 E a aa” z == 5 A as 25, LS IE le 4 S E A NA Sa » e 20 al: A qa? A SALES A o ADA - ERA par rr nt ARA TI des a anjas mA Alaior h 3 E DS E Tos An a E hi y SAA 2d? + a E E PN A a AS PRADA a - 2 orion: ” aí en EN ¿e pa ye $ : LE ct A. OS A: AAA AUR A e RA a A EN paatiBt y : As j ss A MA y 3 her N 9941 Mali iO CIA Y ma Paria hal UE + US dao Me a 00 ” S aro AS . ATA A a Aa Í ia a A lr dl rn a FO, Ya ano" », | an A A AS A ”. A uba 19, A SÉ e ¿A Sado sl Ae yn] AA : : AE a, palas: RRA: a 6 AREA h ES haras” sa 1 AS TT hr dalla á AS ad din mm AA ¿pa o pt ON ( pS a TN e AGR ARA Ad | AN Aa AA ee inan: AAA, AN IA SANS a JM SA rro 0 y | 7 A o Pa TT na . ms pre A a e INS ION ANT A Ad AAA RA mas Ar, 80 ¿RRA e CÁUAA. 00 dl O RYU Ye XA ada, ria Eo ¿raDenras nl AA Udo RA LLia | had p. za 6 UA : Ep la: aña in An?" EN o EAS 44 j Lala Ny ANS EA a HS AA , AA A ml Iba pr a PA : AT a ES: ñ . > ,? Mo ¡A ARMA os AA aude y NA 4 Da Era! Ea E >. o a SIE TT ER A Prot 20nOs ES mo: AAN ES el pa! b A EE a pe A TIEN] z » ” Ñ 5 ds | a) e da po Pe. E ER Ma - e AAA Sala J a ViFLL ESSE AS Ae ( A Wal PA IR a rs rra ARAS $ " DA 5 Acad AA RON rt AÑ COIN IIS ñ Ne) y Ml me EA 5 ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA: ARGENTINA e > yl yo rl $ bs 0675 1827 en aromas muss ANALES DE LA AS SOLIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA SARA RÁ COMISION REDACTORA Presidente. ..:.. Der CárLOS M. MORALES. SOORCELORLO a Señor ANGEL GALLARDO. Ingeniero MANUEL B. BaAHIA. Dr ATANASIO QUIROGA. Vocales. a os : Ingeniero JORGE DUcLOUT. TOMO XXXII Segundo semestre de 41891 BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 6080 13891 SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ———S E COMISION REDACTORA INES IUente. c..». De" CÁrLOS M. MORALES. E Secretario o Señor ANGEL GALLARDO. e ( Ingeniero MANUEL B. BAHIA. Vocales. ER D%*” ATANASIO QUIROGA. Ingeniero JORGE DUCLOUT. (La Comision Redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p. m.) UEIO DE 1801. ENTREGA L — TOMO XXXI UN ST 7 VOS y" PUNTOS Y PRECIOS DE suscmcio COTS 1927 LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES DIFRERÍAN e? Por mes, en la Ciudadern.......... BoA 1 >» Un semestre.. ..oooocoocoroooosoa A » 5» EA amO oca aelola e ojala a/ela te tajsleleistolola » 10 » Por mes, fuera de la Ciudaad.. » 1.50 porentrega La suscricion se paga anticipada - _— —_A LH BUENOS AIRES ho IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 1894 Presidentes. .on.. Do CárLOS M. MORALES. a Vice-Presidente 1* Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. 1d. 2% Ingeniero Juan F. SARHY. NCCRCLATTO boe Señor ANGEL GALLARDO. 24 MOS ONERO Aci e Capitan SALVADOR VELASCO LUGONES. JUNTA DI RECTIVA h Señor MIGUEL ITURBE. ¿ Ingeniero BENITO J. MALLOL. | Señor CÁRLOS WAUTERS. Señor Tomás A. CHUECA. Señor MARCIAL R. CANDIOTI. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA I. —DYCOPHUS ANTHOPHAGUS. Un nuevo grillo uruguayo cavernícola, por e Dr. Cárlos Berg. REA: PIEDRA DESAN RAFAEL, (Provincia de Mendoza), por el WHr. Juan E J. J. Kyle. z III. — CURVAS UNICURSALES, por Eugenio Marin. IV.—LA SIERRA DE LA VENTANA, por Eduardo Aguirre. V. — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA q “Ja (Continuacion), por Marcial KR. Candioti. Ea VI. — MISCELANEA. VII. — MOVIMIENTO SOCIAL. A LOS SÓCIOS Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secreta= ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, etc., y cualquier irregularidad en el reparto de los A ds cobro de la cuota. Le Se ruega tambien á los que tengan en su poder obras E prestadas pertenecientes á la Biblioteca de la Sociedad, se sirvan devolverlas á la brevedad posible, á fin de ánotar= | las en el catálogo. 2 Ned > DYSCOPHUS ONTHOPHAGUS UN NUEVO GRILLO URUGUAYO CAVERNÍCOLA POR EL D" CARLOS BERG Miembro honorario de la Sociedad Cientifica Argentina - Hace algún tiempo, mi amigo el Sr. D. JosÉ ARECHAVALETA Me habló de la existencia de un grillo particular en la Gruta de Are- quita, del Departamento de Minas. Hicimos una excursión á Minas en la primera mitad del mes de Febrero de este año, con el objeto de estudiar su fauna y flora, y no nos descuidábamos en observar también los habitantes de la gruta mencionada. Según el resultado de una breve investigación, los íncolas de la Gruta de Arequita se componían sólo de dos especies: de un mur- ciélago, que se refugia allí durante el día, y de un grillo, que es habitante permanente de la gruta. El primero es ya conocido y pertenece á la especie Vesperus velatus (Geoffr.) Ptrs.; el segundo es nuevo, corresponde al género Dyscophus Sauss. y ofrece mucho interés por su modo de alimentarse y ciertos caracteres morfológi- cos del macho hasta ahora no estudiados. La Gruta de Arequita, cuya entrada es muy estrecha, pero el lumen de grandes dimensiones, tiene la mayor parte del piso esca- broso más ó menos revestido de excremento de murciélagos. El guano formado por él tal vez durante siglos, debe alcanzar mucho espesor; se le ve elevándose á manera de montículos ó formando pantanos, según lo determine el piso firme ó las grietas y hondos con agua infiltrada. Por allí se pasea el grillo en numerosos indi- viduos en todos estados de desarrollo. El hecho de carecer la caverna completamente obscura de toda clase de vegetación, hizo suponer que el grillo se alimentara del excremento de los murciélagos; lo mismo parecía indicar su canal Intestinal obscuro transluciente al través de las paredes amarillentas 6 ¿ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ó blanquizcas del abdomen, cuyo contenido era semilíquido y de color fusco obscuro, casi negro. La investigación microscópica del contenido intestinal, hecha más tarde en Montevideo, confirmó lo anteriormente supuesto. El grillo se alimenta en efecto del excre- mento de murciélagos, como lo demuestran las partículas quitino- sas procedentes de insectos y abundantes en su contenido estoma- cal é intestinal. Es sabido que los murciélagos se nutren de insectos, cuyas partes quitinosas no digieren ó sólo en mínima cantidad ; comiendo el grillo estiércol de murciélago, forzosamente, toma también las partículas quitinosas despedidas por el último y éstas demuestra con facilidad la investigación microscópica. De este modo hemos observado en el intestino del grillo partículas de esqueleto cutáneo de coleópteros y escamas y pelos de mariposas. Es verisímil que todos ó la mayor parte de especies de grillos cavernicolas sean ontófagos ó coprófagos, y que el Troglophilus cavicola Koll., de la Gruta de Kraus en Steiermark, se alimente también de excremento de murciélagos, y no de arañas, como lo opina el señor F. Kraus de Viena (1). El nuevo grillo del género Dyscophus (2) se hizo oir muy rara vez. Su canto es débil y se compone de dos notas prolongadas y media- namente trémulas. He aquí la descripcion de la especie: Dyscophus onihkophagus BErG, DM. sp. Mas et fem.: Robusti, subeylindrica, testacer, sordade rufescentes aut ferruginer (in vivas sordide albida), dense et breviter (1) Véase: Verh. d. k. k. zool.-boot. Gres. Wien. XXXII. Sitzungsber. p. 15 (1884). (2) El nombre Dyscophus ha sido empleado tres veces : 1? por GRANDID1ER, en el año 1872, para la denominación de un género de reptiles; 2 por SAUSSURE, en 1874, para el de un Ortóptero á que pertenece nuestra especie en cuestión ; y 3 por BurmeElsTER, en 1878, para un género de Lepidópteros. No participo del uso actualmente tan común, de cambiar nombres repetidos de géneros, lo que he manifestado ya en el año 1875 /Actas de la Acad. Nac. de Córdoba, 1, p.76, y Bull. de la Soc. Imp. des Natur. de Moscou, XLIX, 2, p. 209. 1875). No hay necesidad de tales cambios, siro en el caso de encontrarse el nombre repetido en el mismo orden ó clase. Al indicar el nombre genérico, ya se sabrá por otras cuestiones si se trata de un reptil, de un grillo ó de una mari- posa, de modo que nunca se establecerá una confusión perjudicial para la clasifi- cación, la cual más bien ocurre á causa de continuos cambios de nombres. BERG: DYSCOPHUS ONTHOPHAGUS 7 aureo-pubescentes; caprie thoraceque rufescenitbus, hoc medio impresso et 1bidem generaliter infuscato, allo inter- dum lineis duabus obsoletissimis fuscis ornato; abdomine masimam ad partem fuscescenti; palpais pedrbusque testa- ceis vel laete ferruginers; ocello medio vis conspicuo, lateralibus magnas 1n fossulis antennarum sitis; tympano tibiarum anteriorum esxtus obsoletissimo, fere puncti- forma. Mas : Elytris corners, subovatis, abbreviatis, seygmentum tertium abdominis vis tegentibus, margine externo deflexo basin versus satis ampliato; alís nullis ; lamina supraanali apice sat longe rotundata, subgenitald convexa, prope apicem trangulariter sulcata. Femina: Nullo modo alata; ovipositore gracila, fere recto, tenw, basi nonnihal incrassato, femoribus postaicis multo breviore ; lamina supraanal? longe rotundata, subgeniiala apice tmangulariter excisa. ONO ACORPOTES aa as SÍ 16.0-19.0 Q 18.0-22.0 mm. ON PROMO. ao YO AS Y, iS TORA E AO OS SO Long celu trorum Da 0.017.030 CO UA 0 O E Ong. [emor. ant. 0... O A (o Long [emor. post... .. » 13.0-14.5 » 12.0-14.0 » Long. tibrae post...... » 13.5-16.0 » 13.5-46.0 » Long. oviposttoris..... »— — » 8.0-9.0 » Patria: Respublica Uruguayensis (ruta de Arequita; Departa- mento de Minas). A Dysc. saltatore Sauss. vario. modo diversus: mayor, sine lineis rufis etflavis capitis, lateribus pronotihaud fuscis nec pedibus annu- latis, ovipositore breviore, etc. Caput breviusculum, rotundatum, pronoto fere aequilatum, parte antica thoracis nonnihil latius, ru- fum; vertice convexo; fronte subverticali, rostro parum producto, apice leniterimpresso; oculis ovalibus, nigris; ocellis inter se valde remotis, lateralibus in fossulis antennarum sitis, amplis sed paullo elevatis, ovalibus, nitidis, anteriore in foveola rostri vix conspicuo ; antennis corpore duplolongioribus, luters, angustealbido-annulatis; palpis testaceis, maxillaribus longis, articulis tertio et quarto ae- ro] ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA quilongis, quinto quarto tertia (in mare) aut quarta parte (in femina) longiore, leviter reflexo, apicem versus modice incrassato, apice 1pso subsecuriformi el excavato. Pronotum latius quam longius, modice convexum, antice posticeque levissime sinuatum, medio suleo lon- gitudinali brevissimo aspero et depressione transversali generaliter nitida et utrimque valde angustata, figuram longe triangularem fingente, instructum; margivibus lateralibus deflexis late rotun-=- datis, antice quasi angulum obtusissimum formantibus, margine 1pso leniter reflexo. Pedes longi et graciles; tibiis anticis iympano obsoletissimo, extus subpunctiformi, instructis; femoribus posti- : cis basin versus admodum incrassatis; tibiis posticis femoribus paullo longioribus, marginibus tantum apicem versus spinulosis, spinis sex (2 + 2 + 2) dimidii apicalis calcaribusque terminali- bus sat validis, apice vix infuscatis; articulo basali tarsorum posteriorum pone medium biseriatim nigro-spinuloso. Abdomen crassum, apicem versus modice attenuatum. Cerci in utroque sexu femoribus posticis multo breviores, longe sed tenue pilosi. Lamina supraanalis apice longe rotundata. Mas : Femina paullo minor; elytris corneis, sub- ovatis, segmentum tertium abdominis vix tegen- tibus, distributione venarum utio figura adjuncta, margine laterali deflexo basin versus fortiter di- latato; alis nullis; lamina subgenitali valde con- vexa, prope apicem triangulariter sulcata. Femina: Aptera; ovipositore gracili, fere recto, basi apiceque nonnibil incrassato, femoribus posticis almodum breviore; lamina subgenitali apice triangulariter excisa. Montevideo. 14. VI 1891. APUNTES SOBRE LA EXISTENGIA DEL VANADIO EN EL CARBON DE PIEDRA DE SAN RAFAEL (PROVINCIA DE MENDOZA) Artículo segundo En el mes de Marzo del corriente año, he publicado en los Anales de la Sociedad Cientifica Argentina (Tomo XXXL, pág. 174), los primeros apuntes referentes al análisis inmediato y elemental de una muestra de carbon fosil procedente de las inmediaciones de San Rafael, Provincia de Mendoza. El mineral se caracteriza por la relativa abundancia del azufre (4.23 %/,) y la cantidad insig- nificante de cenizas (0.63 %/.,) y más especialmente por el hecho de ser estas vanadiferas; habiendo su análisis cualitativo demostrado la existencia de un compuesto de vanadio, y habiendo motivos para sospechar que este se hallará en dósis considerable. A más de los verdaderos minerales de vanadio, como la vanadita, la descloizita y otros descritos en las obras de mineralogía, ricos en vanadio pero poco abundantes, era ya conocida la existencia de ese elemento en varias rocas basálticas, en algunos minerales de hierro, en varias arcillas y hasta en ciertas aguas naturales, pero en dichos casos la proporcion del compuesto vanádico que contie- nen es muy insignificante. Nada de sorprendente tendría pues el hallazgo de rastros de vanadio en el carbon fósil; bien pudieran estos derivarse de los terrenos en los que vivían y crecian los vegetales que por su fosilizacion formaron el depósito carbonífero ; pero, sin embargo, no he podido hallar referencia alguna á la existencia del vanadio en la ceniza de la hulla ó de las otras variedades del carbon 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA NE . fósil. Su simple presencia, aún en cantidad mínima en el carbon de San Rafael, hubiera merecido apuntarse como una novedad científica, pero en el caso actual me parecía que la ceniza vanadi- fera pudiera tener hasta una importancia industrial, puesto que el compuesto de vanadio se hallaba en cantidad suficiente como para afectar el color de la ceniza y para dificultar las operaciones usuales que suelen practicarse durante el análisis cualitativo. Fué esto el motivo que me indujo á hacer un estudio más completo del mineral y á practicar el análisis cuantitativo de su ceniza, á fin de determinar la proporcion del elemento raro, y bajo cual fobia de combinacion este se halla presente. A pesar de mis diligencias á fin de conseguir una cantidad considerable de ceniza del carbon de San Rafael, estas no tuvieron éxito favorable al principio, y me vela precisado á incinerar la mayor parte de la lignita que hubiera deseado conservar en mi coleccion. Pude reunir apenas dos gramos de su ceniza, por incineración incompleta de pequeñas porciones en una cápsula de platino. Era este el material disponible para el análisis, y teniendo motivo para creer que el compuesto vanádico se hallara en proporcion conside" rable era menester que eligiera un procedimiento análitico que fuera comprehensivo de todos los elementos contenidos en la ma= teria y que fuera al mismo tiempo económico, en vista de la redu- cida cantidad de esta que poseía. Recordando las investigaciones del Dr. Adolfo Doering scbre los minerales vanadíferos de las Sierras de Córdoba y San Luis, consulté las memorias publicadas por dicho químico (1), y encontré varias indicaciones que me eran muy útiles. Puede decirse que el método siguiente está basado sobre los de Doering, habiendo tenido que hacer algunas modifica- ciones exigidas por circunstancias especiales y para controlar los resultados. Omitiendo muchos detalles sin importancia especial, paso á referir las operaciones practicadas. Un gramo de la ceniza fué tratado en caliente por el ácido nítrico diluido; la parte insoluble despues de repetir el tratamiento con ácido mientras este disolvía algo, fué recogida sobre un filtro pesado, luego desecada á 120” y pesada. El filtro con el resíduo fué incinerado, y este reservado para su análisis, prévia fusion con carbonato alcalino. (1) Véase: Boletin de la Academia de Ciencias de Córdoba, tomo V, pá= MAA VANADIO EN EL CARBON DE PIEDRA DE SAN RAFAEL 11 La solucion nítrica fué neutralizada por el carbonato sódico con adicion de acetato sódico y calentada para precipitar los fosfatos y vanadatos de hierro y aluminio. El precipitado fué disuelto en ácido nítrico, agregándose un poco de fosfato sódico. Volvió á precipitarse con acetato en caliente, cuando el ácido vanádico ante- riormente en combinacion quedaba en la solucion. Se recogieron los fosfatos, anotándose su peso, luego se dosó el hrerro, prévia= mente convertido en sulfuro y este en peróxido. En la solucion tártrica de la cual se había precipitado el hierro como sulfuro, se determinó el ácido fosfórico, cuyo peso más el del óxido férrico fué restado del peso total de los fosfatos mixtos, calculando la dife- rencia como alúmina. El filtrado conteniendo ácido vanádico y exceso de fosfato sódico fué precipitado por nitrato de magnesio y amoníaco ; el precipitado era de color amarillo y evidentemente contenía vanadio; era nece- sario redisolverlo en ácido nítrico y precipitar de nuevo, repi- tiéndose estas operaciones hasta quedar blanco el precipitado de fosfato magnésico amoniacal. Los filtrados amoniacales conte- niendo ácido vanádico se neutralizaron por ácido acético y el ácido vanádico fué convertido en vanadato mercurioso por precipitacion por n'trato mercurioso. El vanadato bien lavado con agua caliente fué recogido y calcinado, al principio á un calor moderado y luego hasta fusion: el peso del pentóxido vanádico (V?* 0%) = gra- mo 0.032. El filtrado de la precipitación de los fosfatos y vanadatos de hie- rro y aluminio y el que contenía la parte principal del ácido vaná- dico fué casi neutralizado por carbonato sódico, y en el líquido ca- liente fué precipitado el ácido vanádico por nitrato mercurioso. El precipitado tratado del modo ya descrito dió gramo 0.250 de pentó- xido algo impuro, este fué fundido en el erisol con carbonato sódico y el producto digerido en agua caliente; quedando insoluble un residuo que pesaba gramo 0.008; luego gramo 0.250 — gramo 0.008 = 0.242. (Gramo 0.034 < 0.242 = gramo 0.276 = 27.6 o/, de V” 0? es la ceniza impura). Habiéndose separado el exceso de mercurio por el ácido sulfí- drico, el filtrado del vanadato mercurioso, fué neutralizado por amoníaco, apareció una col>racion oscura, formándose despues de algunas horas un ligero precipitado, era este debido á rastros de sulfuro de vanadio y de sulfuro de manganeso, los que no se deler- minaron por ser insignificantes; el filtrado fué tratado en seguida 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA por oxalato de amonio y la cal fué dosada como es de práctica? despreciándose rastros de magnesia que contenía el filtrado. Convencido ahora de que el vanadio en su mayor parte no existe en combinacion con el hierro y el aluminio, sinó con los metales alcalinos ó en el estado de pentóxido libre, traté una nueva porcion (gramo 0.250) de la ceniza por una disolucion amoniacal en caliente, continuando las digestiones hasta agotar la ceniza de todo el vanadio en estado soluble. Evaporóse el extracto amoniacal en una cápsula préviamente pesada, quedándose un residuo compuesto de vanadatos de amonio y de los metales alcalinos y algo de sulfato cálcico. La parte de la ceniza insoluble en el amoníaco fué recogida sobre un filtro tarado, y prévia desecacion á 120? fué pesado. En seguida fué incinerado y el resíduo libre ahora de carbon fué pesado de nuevo, de esta manera fué controlada la determinacion anterior del carbon que había retenido la ceniza. El resíduo fijo fué digerido en ácido nítrico, y la disolucion se empleó para dosar el úcido fosfórico por molidato de amonio, La mezcla de vanadatos alcalinos y de sulfato de calcio que resul- taba por la evaporacion del extracto amoniacal, se trató por agua caliente, esta disolvió todo, menos una parte del sulfato. En la solucion el ácido vanádico fué precipitado por el acetato de plomo; el vanadato plúmbico recogido sobre un filtro fué lavado con agua caliente adicionada de algunas gotas de acetato de amonio para asegurar la eliminacion de rastros de sulfato plúmbico. El vana- dato fué desecado á 100? y pesado, en seguida fué disuelto en ácido nítrico, dosándose el plomo en el líquido bajo la forma de sulfato. Restándose el plomo del vanadato, la diferencia represen- taba el pentóxido de vanadio. Esta determinacion por diferencia fué controlada por un ensayo volumétrico con permanganato potá- sico prévia reduccion por ácido sulfuroso. Habiéndose separado del filtrado del vanadato plúmbice el exceso de plomo y la cal, el líquido fué evaporado, y el resíduo fué calcinado para expulsar sales amoniacales, mojado con ácido sulfúrico y otra vez caleimado para eliminar el ácido; se pesaron los sulfatos alcalinos, y siendo estos completamente solubles en el agua, se dosó el ácido sulfúrico que contenían, resultando su cantidad ser equivalente á la del residuo calculado como sulfato potásico. El sodro que en el análi- sis cualitativo se había observado por medio del espectroscopio existía pues como rastros inapreciables. VANADIO EN EL CARBON DE PIEDRA DE SAN RAFAEL 13 Solo quedaba para analizar el resíduo insoluble en el ácido nítrico : este fué fundido con cuatro partes de una mezcla de car- bonatos de potasio y de sodio, y tratado como de costumbre para dosar el anhidrido silícico y las bases, no habiendo más que rastros de vanadio en esta parte de la ceniza. En el cuadro siguiente se registra la composicion de la ceniza, deduccion hecha del carbon retenido á causa de la combustion imperfecta : Pentóxido de vanadio (V? 0%)......... 38.22 Anhidrido fosfórico..... o ar 0.71 le cental Amhidrido SulfÚTicO. eii a 12.06 O Slico OxidomdercalclO estatal oo 5.14 : OXxIdO ferrco aaa a od 4.98 AU no ea ateo dde Oxidonde-potasIO aer. cota vato ratajalos a oe 173 ESTO CIO oa o ento a daa alot 13.70 Insoluble en el OXIOLÍERLICOS 00 iio: 9.42 ácido nítrico LA A E e 5.26 COLO mao os ponce 0.83 Rastros no determinados de cloro, manganeso, magne- SONY PEL ti e o ias DIO Eo a 132 100.00 El dosage del ácido vanádico en el extracto amoniacal de la ceniza, ha demostrado que 80 %/, de la cantidad total que contiene se halla bajo la forma, ya sea de un vanadato soluble, sea de anhi- drido libre y que solamente 20 %/, está en combinacion con los óÓx1- dos de hierro y aluminio. El hecho me parece digno de apuntarse, He examinado la ceniza bajo el microscopio; encontrando particulas de color oro mate y otras de aspecto opalino, habiendo algunas casi negras con brillo metálico. Calentando la ceniza á la tempera- tura más alta de la llama del soplete, funde y adquiere un color rojizo con brillo metálico. Cuando se trata la ceniza por agua hirviente, se obtiene una solucion amarilla, debido este color probablemente á la transfor- macion del meta-vanadato de potasio en tetra-vanadato, pero la mayor parte del ácido vanádico queda sin disolverse en el agua pura, á pesar de su fácil solubilidad en agua amoniacal. Parece indudable, pues, que la ceniza contiene el vanadio prin- cipalmente bajo la forma de pentóxido libre, habiendo, sin embar- go en proporcion menor, vanadato potásico y vanadatos de hierro y aluminio. 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De lo que antecede es evidente que el carbon fósil de San Rafael es un mineral muy interesante; ya se le considere como combus- tible, ya como fuente de vanadio; puesto que á pesar de ser muy quebradizo, y algo sulfuroso, arde muy bien y deja poca ceniza. Pero es precisamente esta ceniza que constituye el mérito especial del carbon de San Rafael. Se ve que este carbon contiene por mil kilógramos 2407 gramos del pentóxido de vanadio ó sea 1351 gramos de vanadio metálico y que mil kilos de la ceniza contiene 382 kilos del pentóxido. En una palabra la ceniza de este combus- tible es tal vez la materia prima para la elaboracion de los vanada- tos más rica en vanadio que actualmente se conoce. : Si á esta circunstancia agregamos otra de no poca importancia bajo un punto de vista tecnológico; que 80 “/, del pentóxido de vanadio puede extraerse por simple digestion en una disolución alcalina, dando una preparacion que podría emplearse sin más tratamiento en teñir con la sal de anilina, se comprenderá que la explotacion de este mineral vanadiífero bien merece ocupar la aten- cion de los industriales. En otro artículo espero comunicar nuevos datos referentes á los depósitos carboníferos y vanadíferos de Mendoza, para cuyo estu- dio voy reuniendo abundantes materiales que me ha suministrado su propietario el Dr. José A. Salas, á quien me es gralo espresar mi agradecimiento. Juan J. J. Kyle. CURVAS UNICURSALES T. Definición. — Dícese que una curva es untcursal cuando las coordenadas de un punto de la curva son funciones racionales de un mismo parámetro. Es gracias á sus aplicaciones al cálculo integral, al que ofrecen indiscutibles ventajas, que las curvas unicursales presentan un marcado interés. Trataremos en la exposición siguiente, de deter- minar las propiedades primordiales de que gozan dichas curvas. 11. Propiedades. — Sea la integral, $ [ (ey) de, en la cual y está ligada á % por una ecuación puramente algebrái- ca, como ser, F (ay) =0. Si esta ecuación es la de una curva unicursal, resultará que vw é y pueden expresarse en función racio- nal de un parámetro (; la integral propuesta se convierte pues en la de una función racional. La línea reeta es evidentemente unicursal ; lo mismo pasa con las curvas de segundo grado. En efecto, tomamos el orígen de las coordenadas en un punto de la curva, su ecuación será : A+ 2Bxy + ly +2D0+2Ey=0 Una secante trazada por el origen, teniendo por ecuación y = tx encuentra la curva en un punto otro que el orígen, y cuyas coor- denadas están dadas por las dos ecuaciones : 2D+21íE E RA O DB MOB EE 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estas ecuaciones, tomadas simultáneamente, representan Ja curva de la cual se obtendrán todos los puntos haciendo variar t desde (— >>) hasta (+ >9). Si el orígen está en el infinito, tendremos la curva bajo la forma unicursal cortándola por paralelas á una de las asímptotas. Una curva de tercer grado que tiene un punto doble es unicur= sal ; generalmente, una curva de grado m que tiene un punto múltiplo de orden (m — 1) es unicursal. Consideremos las ecuaciones simultáneas, O) O) AO siendo las funciones f (t) y f, (t) polinomios del grado m: y o (t) de grado igual ó menor: estas ecuaciones representan una curva unicursal del grado m. En efecto, hallemos en cuantos puntos la curva es cortada por una recta Aw +By+C€=o. Los valores de £ que convienen en los puntos de intersección son dados por la ecuación, AT()+BA(0+02(0=0; siendo esta ecuación del grado m, la curva es bien del grado m. En ciertos casos, los polinomios no son todos del grado m, ó bien los quebrados que representan w é y no son irreductibles, pero sólo consideraremos siempre el caso más general, para no entrar en mayores pormenores. Sean t y £' los valores de ¿ que convienen á dos puntos de la curya; busquemos la ecuación de la recta que los une; sea Ac+By+C=0 la ecuación de esta recta; tendremos : AO +BL(OECI(O=0, A) + BA (0) +Co()=0. la ecuación que buscamos será pues: | 48 Y 1 | F() fi (6) o (t) |=0. A O CURVAS UNICURSALES — 17 La ecuación de la tangente en un punto definido por t será: ale Y 4 PO O O EA A O Asímismo los valores de t que convienen á los puntos de infle- xión serán dados por la ecuación A AUS O E O Al A A A Para que un punto sea doble, es necesario que dos valores dife- rentes de t den á w é y los mismos valores ; sean £ y t' dos de es- tos valores, deberemos tener, PE a AO NESEO. (0. OT Tenemos así dos ecuaciones en t y t' que se resuelven tomando -como incógnitas auxiliares £ + t” y tt” despues de haber elimina- do entre ambas ecuaciones el factor (t — t”); para cada sistema de valores de (t + £”) y de (£”, corresponde un punto doble. Busquemos las asímptotas. Habrá asímptotas paralelas á los ejes si para un valor real ó infinito de €, w es infinito ó real; es fácil colocar la curva. Sea, por ejemplo, las ecuaciones, o P e E? A o Para (1, y es infinito y 2=> Demos á t el valor (1 — e), tendremos : A 2 a O a AMO A e “CA a ia 3TIFFED a la curva tiene la forma. ANAL. SOC, CIENT. ARG. T. XXXII 2 18 : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tendremos una asimptota oblícua para un valor de que anula o (t), suponiendo los quebrados irreductibles. Sea /, uno de estos valores ; el coeficiente angular de la asímp- tota será dado por la relación : La ordenada en el orígen será dada por : 0) 910 _ ji LOLA E F(4) (0) d=lim (y = cx) =lim para ¿= Í,; el valor d será pues, f' (00M), e (t) . o (4) Para colocar la curva, tracemos una recta que corte la cúrva, que sea paralela á la asimptota infinitamente vecina; sea, por ejemplo, la curva teniendo por ecuaciones para CURVAS UNICURSALES 19 2 (1 — £) — 2 — 2 o E f— 1 ESF t+H1 3 , 3 > Tomemos ¿=41 — e. Y ==30= Tendremos: Aa 0) A (02. 2ACTFEF 1) 6 CO a lo la a o Serena A NN RS N por otra parte para ¿= 1 —£, 2 é y son negativos; tendremos pues la forma. Buenos Aires, Junio 9 de 1891. EuGEnIo MARIN. LA SIERRA DE LA VENTANA La Sierra de la Ventana ha tenido una fortana poco comun en nuestros anales geográficos. Su nombreno ha sido nunca mal- tratado, ni confundido, ni enmendado. > ¿Quién fué el primero que le dió este nombre ? Sin duda alguna, lo fué el primero que pasó por el Abra, cru- zando la sierra, y vió desde ese punto La Ventana, como un frag- ; mento de cielo claro, destacado en el coloroscuro de la sombra pro- pia del cerro. Para el habitante de las llanuras poco habituado á distinguir los cerros, que parecen todos iguales desde léjos, este ha sido siempre un distintivo precioso, y el cerro se llamó de la Ventana, y este á su vez caracterizó á toda la sierra, por ser uno de los picos más altos de la cadena, que es la más alta de todas las que se levantan en la lla- nura de la Pampa. Este signo característico le ha evitado la suerte de sus congéne- res. Podri a citar como ejemplos, la Sierra Baya, convertida en Sier- ra Baja (1). La Sierra del Vulcan (que dicen significa Puerta en arau- cano) transformada en Sierra del Volcan, como si existiera alguno de estos y nuestros nombres más conocidos desfigurados como: R. Chuelo y M. Video (2) ó Bahia Blanco (3) en honor del General Blanco. Por escepcion, Darwin dice (4) que á la Sierra de la Ventana se le (1) BurmeIsTER, Description physique, t. Ll, pág. 241. (2) Darwin. Geological Observations second edition. London, 1876, p. 369 y 317. £ (3) The South America Pilot. 1874, p. 252. Compilacion hecha por el coman - > dante James Penn. Fitz-Roy en su Narrative of the Voyages of H. M. S. ADVEN-= = TURE and BracLE, tomo Il, solo dice Bahia Blanco. Lo del General le corresponde á Penn. A (4) Darwin, Voyage d'un naturaliste, trad. de Ed. Barbier, París, 1875, p. 115. > Lo mismo en la edicion alemana anterior y en lavinglesa. A LA SIERRA DE LA VENTANA 91 da el nombre de Monte hurtado, que.traduce mal por arslado, cuyo nombre no ha sido indicado por ningun otro viajero. Al considerarestas citas pierdo totalmente la fé en la exactitud de nuestras etimologías de palabras indígenas. ¿Si Darwin y Fitz- Roy hacen esto con voces españolas, qué no haremos nosotros con las de orígen araucano ? Estas montañas han sido poco visitadas por geógrafos ó natura- listas. El jesuita Falkner, á mediados del siglo pasado, estuvo largo tiempo entre los indios y da algunas observaciones traseritas en la coleccion de Angelis, tomo I y por Fitz-Roy, tomo II, página 109. Segun él, los Puelches llamaban á la Sierra de la Ventana Casú- hati, de:Casú montaña y hat alta, y los Moluches Uutyalel que significa monton grueso, que Filz-Roy escribe Vuta-calel. El Sauce Chico tenía el nombre de Hueyque-leubú ó rio pequeño de los sau- ces y ya enlónces sus orillas tenían sauces colorados (Salix Hum- boldtiana). El piloto Pablo Zizur (1) en su viaje á Patagones en 1781, las vi- sitó y las denominó Pequeño Andes, señaló los nacimientos de los rios Sauce €hico y Sauce Grande y vió probablemente La Ven- tana. La esploracion más importante es la del Avudante Mayor de arti- llería é ingenieros D. José M* de los Reyes, el cual por órden del Coronel Pedro Andrés García hizo un viaje en 1822 (2), en que lle- só hasta los mismos valles de las sierras. Sus datos geográficos son de gran valor, en particular los quese refieren á los nombres indí- genas, pues él estuvo en los grandes establecimientos de los indios dentro de la sierras, donde existía una poblacion numerosa y rela- -tivamente adelantada. Segun lo que puede deducirse de su diario, Reyes no vió La Ven- (1) Citado por Reyes, Diario de la Espedicion de la Sierra de la Ventana, Coleccion de Angelis, t. IV, p. 120. No he podido encontrar la relacion de este viaje, que no 'se encuentra en An— gelis, Coleccion de obras y documentos ni en Calvo Tratados de la América latina, no encontrándose tampoco en la lista de documentos inéditos que trae el último autor (t. X), existentes en el Britisth Museum, Archivo de Indias, de Se- villa, ete. (2) AneeELis. Coleccion de obras y documentos, etc., 1836, t. IV. 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tana, pues se encontró detenidd por los indios. Siguió el curso del arroyo Quetroeique ó cortado que desagua de las sierras en diree= cion al NO., perdiéndose en bañados. Segun la latitud y longitud, este arroyo debe ser el señalado en el Registro Gráfico como Que= trohuinco ó Sauce rabon, que corre paralelo al Sauce Corto, y más al SE. (1). Reyes no visitó las nacientes de los rios Sauces, y señala á estas solo por referencias de los indios. Dice (p. 121) que el rio Sauce Chico nace de las Sierras de Curumualá (2), lo que es exacto por= que este nombre lo recibe un pequeño afluente que nace en el £u- ramalan, como lo hace ver el plano de la obra del doctor Holmberg. El principal afluente del arroyo Sauce Chico, es sin embargo el arroyo de la Ventana que desciende desde el Abra de la Ventana si- tuada al SE. del cerro de la misma y que se junta primero con los arroyos de San Pablo y de San Juan y despues con el arroyo Sauce Chico á 6 kilómetros al N. de la Estacion Tornquist. Reyes midió trigonométricamente la altura de un cerro que da como el de la Ventana y lo encontró de 2500 pies sobre el terreno, equivalente á 7235 metros, —!los que agregados á la altura del terreno que debe ser aproximadamente igual á la de la Estacion Pigué, ósea 287 metros, da una altura sobre el mar de 1012 metros. No creo que este pico sea el Cerro de la Ventana, porque Reyes dice (3) «queel cerro es acce- sible hasta 150 varas y que más arriba forma despeñaderos, eleván- dose perpendicularmente hasta completar su altura, y formando algunos mogotes en su misma cima; pero de menor altura que el superior, el cual es perpendicular sobre su base, formada sobre la cúspide de los inferiores ». «Antes de arribar á la parte inaccesible se forma una gran meseta de más de 190” de circurferencia con aguadas de las lluvias, queforma un depósito en un pequeño pozo. En toda la superficie del cerro no se encuentra pasto, sinó piedra pedernal y comun, y algunos minerales». Por lo que dice más ade- lante que á */, de legua encontró el arroyo «Inglés-mahuida » (4) y (1) Reyes, p. 135, da lat. 37950” y long. 16"10” O. de Ruenos Aires. Supongo que hay un error de imprenta y esta última es 3216'10”, poco diferente de la ver— dadera; aunque este error se repite en la pág. 138. (2) Dr. E. L. HormBere, La Sierra de Curá-malal, Buenos Aires, 1884. Otros autores escriben Carrumalan ó Curramalan. El F. C. Sud, aunque no es autori- dad en lenguística, ha hecho aceptar Curamalan. - (3) Página 122. (4) Traduce mal por « Arrayo del Inglés » porque mahuida significa cerro, LA SIERRA DE LA VENTANA 23 á*/, delegua otro arroyo que se encuentra ú cerca de2 leguas al E. del encadenamiento de Curumuald, y que estos dos corren como el Que- troeique, creo que el cerro que midió es el que ahora se conoce con el nombre de Curamalan Grande. La descripcion anterior corres- - ponde en parte ála sierra Chaco, que bordea el Sauce Chico y que parece en peligro de desplomarse sobre el transeunte que sigue el camino á lolargo del arroyo. Su altura es muy grande, creyéndola su- perior á 500 metros sobre el arroyo, y su falda del lado E. es casi á pico, siendo por este carácter fácil de distinguirse de las demás. Solo despues de levantar un plano perfecto de estos parajes po= dría afirmarse cuál fué el pico medido por Reyes. Se puede asegu- rar sí, que no fué el de la Ventana, porque la latitud de este es ma- yor de 37250", y porque este es accesible del lado del N.E., aún ú caballo, hasta 200 metros de la cima, y porque está cubierto de pasto hasta pocos metros de la misma ventana. Por otra parte, como Reyes no describe las operaciones que hizo, en particular, el modo cómo señaló el vértice cuya altura midió, debe tomarse este dato solo como una aproximacion. - Un dato interesante encontrado por Reyes es la variacion de la brújula que llegaba en la Sierra á 18230” y 4 */, leguas al ENE. á 18255 '25*,—lo que no era debido á la vecindad de los cerros; pues le dió la misma separado de las sierras. En su viaje determinó esta variacion en muchos puntos y la halló muy variable y sin relacion con la latitud; pues era menor al S. y al N. Darwin visitó el estremo SE. de la cadena de sierras y describe en su viaje y en sus Observaciones Geológicas (1) solo la sierra de Guetru-gueyu, que debe ser la de Pillahuinco, grupo que corre paralelo á la de la Ventana por su falda del NE. con picos poco ele- vados de 150 metros sobre la llanura y compuestos de gneiss muy feldespático y con poca mica. Darwin da la distancia hasta la sierra de Tapalquen (Olavarría ó Azul actualmente) como de 60 millas, siendo en realidad, demás de 90. En la parte superior del gneiss encontró una pizarra ó esquisto arcilloso, de color oscuro (purpú- reo), con una clivaje de OSO. á ESE., casi exactamente paralelo á la direccion de las sierras. Augusto Bravard publicó en 1857 un Mapa Geológico y Topográ- fico de los alrededores de Bahia Blanca, del cual existe un ejemplar con los colores convencionales, dedicado al Doctor Burmeister. en el (1) Darwin. Geol, Obs., p. 434. 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Museo Público (1). En este mapa indica la seccion desde el Cerro de la Ventana hasta el mar, siguiendo el curso del Napostá. La altura del pico del NE. la da segun Fitz-Roy de 1062 metros, y la inclina= cion de los estratos de la sierra la da como de 45? al SO. El doctor Doering visitó en la espedicion al rio Negro el estremo: de las sierras de Curamalan y Puan (2), dando en su informe da= tos muy interesantes sobre su constitucion geológica (3). Lo mismo puedo decir de la obra ya citada del doctor Holmberg, que trae además un buen plano de la sierra de Curamalan. Heusser y Claraz (4) dan algunas indicaciones tomadas de Fitz- Roy, y citan la altura mayor de 1170 metros, medida por los ofi- ciales del Beagle. Martin de Moussy (5) hace la descripcion por la obra de Fitz-Roy; pero agrega algunos nombres, cuyo orígen no he podido averiguar. Segun la plancha XXI del Atlas, los principales picos son : el pico de Solis (1144 metros), el Pastor (1027 metros), que en la plan- chia TX toma el nombre de Castor, el Diente de Solis (960 metros), la Verruga de Solis (970 metros) y el Bonete (1047 metros). Los picos de Solis deben ser los conocidos actualmente por el nombre de Los Tres Picos, y el Bonete el Curamalan Grande. Dá por error la altura de Pillahuinco como de 1045, cuando segun Darwin, no debe pasar de 700 metros. El pico principal de La Ventana lo sitúa á 38211" latitud S, y 64216” longitud O. Greenwich (segun Fitz-Roy) y su altura 1020 metros, en el tomo Í, página 237. En el Censo General de la Promncia de 1881, escribí los datos que poseía sobre la constitucion geológica de estas sierras, seña- lando las dos rocas principales: la cuarzita del Curamalan y un , esquisto arcilloso y micáceo, traido del extremo SE. de la cadena. Con el deseo de obtener mejores datos envié á principios de este año al conservador del Museo de la Universidad Don J. Kos- (1) El ejemplar de la Biblioteca Pública no tiene colores y es difícil comprender por él, las secciones que ha querido representar el autor. (2) Estas sierras las denomina Reyes y Cizor como de Guaminí, y Valker, Hua= miní. (3) Informe Oficial de la Comision Científica agregada al Estado Mayor Ge— neral en la Espedicion al Rio Negro. Buenos Aires, 1882, (4) Essais powr servir ú4 une description physique et géographique de la pro- vince argentine de Buénos—Ayres, 2 partie, p. 17. 15) Description géographique et statistique de la Confédération Argen tine, 2 édition. — Paris, 1873. LA SIERRA DE LA VENTANA 25 lowsky (1), el cual trajo numerosas muestras de rocas, y el exá- men de estas me decidió á emprender una escursion en que visité las partes cercanas á las estaciones del F. €. del S.; dejando para la época en quese abra la línea Tres Arroyos y Bahía Blanca, el visi- tar la paste cercana á Pringles (Pillahuinco), y el estremo SE. de la Ventana. - CONSTITUCION GEOLÓGICA Por los datos recojidos personalmente y los de los autores que he citado, deduzco que la constitucion de la sierra de la Ventana ofrece un conjunto bastante homogéneo. La roca que predomina en el conjunto de la sierra y que consti- tuye esclusivamente su parte superior, es la cuarzita descrita por el Doctor Doering en su informe y por mi en el capítuto HI del Censo. Debajo de esta roca yen estratificación concordante con ella se encuentran los esquistos que he descrito del estremo SE. y que fueron los que vió Darwio en Quetru-gueyu (Pillahuinco) encima del enelss. Este gneiss es así la base de toda la sierra. La estratificacion de estas rocas es en general paralela á la direc- cion de la cadena, es decir de SE. á NO. 6 de NNO. á SSE. La ineli- nacion de los estratos es al SO., y en general de 45? y la esquistosi- dad de las pizarras es concordante. La capa superior de cuarzita desaparece bajo el manto de calcá- reo arcilloso (tosca) que se estiende hasta Bahia Blanca con pen- diente uniforme. Este calcáreo puede observarse muy bien en los campos de Cepeda, cerca de Tornquist, donde la denudacion muestra las capas inclinadas hácia el S. Es difícil asegurar que esta formacion sea idéntica al loess de la Pampa, porque aquí aparece estratificado y no sigue las ondulaciones del suelo. No he podido observar ningun fósil. Estos son los términos generales, pero he observado bastante variacion en algunos puntos, no solo en la composicion. sinó tam- bien en la direccion é inclinacion. Así cerca de Tornquist, algunos cerros tienen estratificación inclinados hácia el NO. de 45? y en al- gunos hay plegaduras visibles, como en el Curamalan y en la Sierra del Chaco. (1) Anales de la Sociedad Científica Argentina, tomo XXXI, pagina 88. Ene- ro 1891. 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA. CUARZITA La cuarzita es la que forma la parte superior y la falda del SO. de la Sierra,—los cerros del Chaco, de la Ventana, del Aguila (donde nace el Napostá) y en general todos los que están al SO. de la cumbre orográfica y hasta la mitad ó más de las faldas del NE. Esta cuarzita es compacta y cristalina en casi todas partes, pero cerca de la Estacion Pigúé, en los cerros donde nace el arroyo Cu- rumalan Chico, se encuentra una roca cuarzosa con granos finos, cimentada con elementos silíceos, que debe más bien clasificarse como arenisca, y que es una buena piedra de construccion por la facilidad de tallarla. En este punto, lo mismo que en el cerro más cercano á la Estacion Tornquist, la cuarzita tiene algunas inclu= siones de esquisto filádico, que forma una verdadera pizarra arci- llosa, untuosa al tacto. Esta roca sería un excelente material para pizarras de techo, pero no se ha encontrado en capas bastante es- tensas para permitir hacer: una esplotacion. Tambien se hallan puntos en que la arenisca ha sido atacada y los granos se desa- eregan, produciendo una arena buena para las construeciones. Fuera de estas variedades, la roca es en general muy compacta y apta para utilizarse como material de empedrados, de vereda, etc., aunque enel primer caso, ofrece el inconveniente de todas las cuarzitas, —que es su poca resistencia al choque. En algunos puntos, como en la falda N. del Cerro de ia Ventana, se encuentran capas de conglomerados con cimento silíceo ferrugi- noso, y con fragmentos hasta de 5 centímetros de grueso. Estos fragmentos son sin embargo de cuarzita y en ellos no he podido descubrir otros minerales. Solo en la Sierra del Chaco y en los cer= ros frente á la Ventana se encuentran algunas partes de cuarzita ferruginosa y esquistosa, hasta con 20 %/, de hierro, y en unos frag- mentos moldes de eristales de pirita y algunos cristales de esta especie. He buscado, aunque inútilmente, otros minerales, hala- gado por la analogía que ofrecían estas rocas con los esquisios oli- gistos y la tapanhoacanga del Brasil, que son los yacimientos fre- cuentes del oro. -Se encuentra tambien cerca-de las pizarras, en Tornquist, una tierra suelta, blanca, que puede considerarse como esteatita pura desagregada ó mezclada con arcilla y cuarzo. El análisis da un si- licato magnésico y alumínico, pero no he caracterizado aún la es- LA SIERRA DE LA VENTANA 97 pecie mineralógica. Parece que dá un buen material refractario por la cOCCION. ESQUISTOS Los esquitos imicáceos y en parte arcillosos tienen una compo- sicion muy variable, apareciendo en la falda NE. de la Sierra. Su estruclura es á veces muy esquistosa, como en el nacimiento del Sauce Grande, y otras solo muestra estratificación como en la estan- cia de García al NE. del Cerro de la Ventana. No dudo que entre estos esquistos se han de encontrar buenas pi- -zarras para techo, á juzgar por los fragmentos que se encuentran en el lecho del Sauce Grande, en su nacimiento y por las muestras traidas por Koslowsky, de la falda NE. de los Tres Picos. Estos mismos esquistos arcillosos, de grano grueso y poco esquistosos, iguales á los que observé en la falda NE. (1) de la Ventana y en el Sauce Grande, se encuentra mucho más al SE., casi en el estre- mo de las Sierras, é indudablemente son los que vió Darwin en -—Pillahuinco. El suelo entre esta última y el estremo de la Ventana, debe estar compuesto por este esquisto, recubierto de humus ve- getal. GNEISS- GRANITO Hace escepcion á la uniformidad general una masa de gneiss- granito que se encuentra en Aguas Blancas, cerca de Alfalfa. Es de color blanco, con mica potásica y feldespato con poco hierro, de modo que adquiere á la intemperie un color muy poco rojizo. El granite de Alfalfa es apropiado para cualquier uso en afirma- dos, etc., no pudiendo indicar nada del Pillahuinco, pues solo he tenido una muestra, que en nada coincide con la descripcion de Darwin, que dice ser muy feldespático y con poca mica. Podría agregar algunos datos más sobre la composicion petro- gráfica de la parte que he visitado; pero prefiero publicarlos junto con el estudio de las secciones microscópicas de las rocas, que están en preparacion. (1) He recibido muestras de la estancia del senor Gonzalez, en el Paso del Sauce Grande. 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA OROGRAFÍA El aspecto de estas sieras es siempre grandioso, aunque algo monótono. Tomado en su conjunto, no es tan desolado como la describe Darwin, aplicando á toda la Sierra lo que vió en un solo punto y asegurando que no existen árboles ni arbustos en todas sus faldas. He observado por el contrario, que en los alrededores de Tornquist, en la falda del SO., predominan los arbustos y árboles de la flora patagónica, que se encuentran así limitados hácia el N. por la sierra. He anotado el Chañar (Gourltae decorticans) algo más chico que de ordinario, el Piquillin-(Condatría lineata), el Matorro blanco, descrito por Lorentz y Niederlein con el nombre de Múmnosa Rocae (la Mímosa más austral de todas), la Barba de chivato, la Al- garrobilla (Prosopis sp.), la Sombra de toro (Jodina rombijolra), el. Molle (Duvaua sp.), la Brusquilla (1) (Colleira sp.) y varios otros ar= bustos. Se me ha asegurado que hace algunos años las faldas NE. del Cerro de la Ventana tenía muchos árboles de algarrobo (Proso- pisos) y Reyes señala en la falda O. de la Sierra algunos montes de- Chañar, mixtos y algarroba que proveían de fruta á los indios. La parte más pintoresca de la sierra y los valles más fértiles y estensos son los que se encuentran en el arroyo de la Ventana. Saliendo de la Estacion Tornquist, se va hasta cerca del punto de confluencia del arroyo Sauce Chico con el de la Ventana, siguién- dose despues á lo largo de este en direccion próximamente al E. Poco más adelante del Molino, donde el valle se estrecha y existe un puente destruido, aparece un valle estenso, sumamente fértil, que se ensancha al N. á lo largo del arroyo San Juan, afluente del de la Ventana, y hácia el S. hasta cerca de los cerros que se llaman del Napostá Grande, donde nace el rio. Sobre el arroyo de la Ventana, está una estancia que tiene una represa para el riego de sus grandes sementeras de alfalfa, y este arroyo recibe las aguas de otro pequeño afluente : el arroyo San Pablo. Remontando el arroyo San Juan hácia el N. se llega á una pequeña elevacion, de donde nace el arroyo Barril con curso hácia el N. y despues al 0.. hasta encontrar el Sauce Chico. (1) La suba del oro ha hecho nacer una industria vinícola sin viñas, haciéndose vino con la raiz de la brusquilla, que supongo es rica en tanino y materias colo- rantes. - LA SIERRA DE LA VENTANA 29 Si los viajeros Reyes, Darwin, Holmberg ó Doering, hubieran vi- sitado estos parages, seguramente no habrían dado una opinion tan poco halagúeña sobre el aspecto de estas sierras. En Europa y en Estados Unidos los turistas acuden á millones á parages que no son más pintorescos que los de la Sierra de la Venta- na. No podría compararle en belleza con las montañas de la Suiza, por la falta de lagos, pero sí con los de la Suiza Sajona ó Wiessbaden ó las Montañas Rocallosas. Las ascensiones del Righi-culm y del Pi- latus (1), que son comunes por los F. €. 'de cremallera, no ofrecen tantoatractivo como la de los pices de la Ventana, porque son escasos los momentos en que aquellas cumbres están libres de bruma, mientras en la Ventana el horizonte casi siempre es claro y puede distinguirse la llanura hasta largas distancias. Falta solo que los progresos de la cultura del suelo cubran con poblaciones y arboledas las faldas de estos cerros, para tener un paisaje animado y pintoresco; pero desde ya los cuadros de los trigales con matices variados, que aparecen en perspectiva como colgados de los cerros y los filetes de agua que descienden, bor- deados de sauces y de cortaderas producen una impresion estética de las más agradables. Poco más arriba de San Pablo el valle del Arroyo de la Ventana se estrecha y al subir unas pequeñas lomadas se divisa la Ventana, pequeño agujero hecho en un pico de la Sierra. Se vé al través el cielo, como un punto muy blanco cuando la faz de la roca está en sombra, lo que es muy frecuente por su orientacion. La altura del Abra es de 470 metros, siendo la altura de Tornquist de 284.72 sobre el mar y la de los cerros del Napostá 528 metros (2). Desde este punto está tomada la fotografía, cuya reproduccion foto- típica apenas dá una idea de la belleza del paisage y de la nitidez con que se observa la Ventana. Está aquella cerca de la cima del sexto pico pequeño á la derecha (Este) á contar del estremo izquierdo de la lámina. Por un cambio en los tintes, la reproduccion fototípica hace aparecer demasiado grande la pequeña elevación situada de- (1) De 1800 y 2070 metros respectivamente. (2) La altura de las Estaciones de Tornquist y Pigié 'las he tomado de las ofi- cinas del Ferro-carril del Sud y para las demás he usado un barómetro holostérico de bolsillo, cuya marcha he comprobado en el Gabinete de Física. Sin embargo, estas alturas no las doy sinó como una aproximacion. Creo que las alturas que in- dico han de ser un poco menores que las verdaderas, por la pereza de estos baró- - Metros y espero que el error no ha de llegar á 20 metros. 30 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA A lante del Cerro de la Ventana, que aparece en la lámina más pe= queña que de visu. El camino sigue subiendo hasta llegar á las nacientes del arroyo y La Ventana es visible por largo trecho. Como el valle se estrecha, se hace imposible practicar el tránsito con rodados; precisándose para esto hacer volar algunas pequeñas rocas. Cuando termina el arroyo se sube un pequeño repecho, y se llega al punto más alto de este valle transversal, al divortía aquorum, de donde se derraman las aguas, por un lado en el arroyo de la Ventana y por lo tanto en el Sauce Chico que llega á Bahia Blanca, y por el otro en el Sauce Grande, que desemboca directamente en el mar. La altura de este. punto es de 612 metros. El Sauce Grande nace aquí con un caudal muy pequeño y des-- ciende con mucha pendiente, apareciendo á poco andar los esquis- tos micáceos, grises, que se distinguen de leios de los mantos de cuarzita blancos ó rojizos. El camino descrito anteriormente es el del Abra de la Ventana, que es muy frecuentado por los que atravisan las sierras. Aunque su direccion general es de E. 40., puede llegarse al Abra ante- rior viniendo del lado de Bahia Blanca siguiendo el Napostá, ó del lado de Pigúé ó Alfalfa por el Abra del Chaco, á cuyo lado corre el Sauce Chico. El Abra de la Ventana es así el punto de convergen-- cia para cruzar las sierras y si el camino se hiciera practicable para carros, pronto se vería frecuentado con gran tráfico. Como se vé, esta es el Abra de la Ventana y no la descrita por Reyes (1), que me parece ser la de la Sierra del Chaco, ni la que se- ñala el Dr. Darwin, que es un valle que separa dos sierras. Para hacer la ascension hasta la misma Ventana, puede llegarse. en carruaje hasta el punto de donde se ha tomado la vista, que dista de la Estacion Tornquist 30 kilómetros, y desde allí subir á pié pa- sando primero una elevacion que se encuentra entre el camino y el cerro. La subida es sin embargo muy larga y difícil en su últi- ma parte, porque de este lado el cerro tiene una gran pendiente y paredes á pico difíciles de franquear sin mucha práctica. Más fácil: (1) Los indios impidieron á Reyes seguir adelante y lo detuvieron, cerca del Curumalan, probablemente para impedirle ver este gran valle, que es el más es= . tenso y abrigado de todos, y que seguramente estaba más poblado que los que visitó Reyes, donde encontró una poblacion : numerosa y con viviendas fijas, ga= nados y aún cultivos. A . id sr Its: E AS as £ yd h> KRAFT, CUYO 1124, ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, FOTOTIPIA 6. LA VENTANA, LADO EXTERNO, FRENTE AL $. E, '0'N TY NONOOEHIO NA “Y8gY 180 OLSIA YN Y INTA YT O YY YNIINIO4V VOMILNATO AYAHIDOS VIAO SH IYNY LA SIERRA DE LA VENTANA 31 es seguirá caballo por el Abra de la Ventana y al salir de este desfi- ladero seguir á lo largo de las sierras, para subir del lado del N.O. Por esta falda se puede llegar en caballos habituados á la sierra hasta 233 metros de la Ventana, aunque en algunos puntos hay dificultad para andar, pues no existe ningun camino ni senda. Desde allí se sube fácilmente á pié, presentándose la falda cu- bierta de yerba y solo en parte con la roca cuarzíticaá descu- _bierto. Es una ascension fácil, que no dura dos horas, desde la estancia de García ó desde las nacientes del Sauce Grande y aún podría regresarse á Tornquist en el dia. He subido por este punto y reputo á esta escursion sin dificultad alguna para personas que puedan sostenerse montadas en los pasos algo difíciles. Se deben tener caballos muy acostumbrados á las sierras; pues de otro modo se correría un gran peligro y se lasti- marían los caballos. En Europa se hacen casi todas las ascensiones á pié y en caso de usarse caballos ó mulas, vá siempre un conduc- tor á pié llevándolos del cabestro; pues no es posible manejarlos con la rienda. He subido así al Montanvert en Chamonix, á los dos ventisqueros de Grindelwald y en toda parte accesible del Vesuvio y en todas partes he echado de menos á nuestros caballos serra- nos, dóciles y resistentes, con los cuales se podría subir hasta puntos á las que en Europa consideran imposible llegar si no es á pié, es decir, fatigado y sin poder observar nada, niaún admirar la naturaleza. : La altura del piso dela Ventana, medida con barómetro holos- térico, me ha dado 1215 metros sobre el mar, existiendo muchos puntos algo más elevados en las cercanías. Segun el Comandante Howard, que publicó en un diario una medicion del Pico de la Ven— tana, esta altura es de 1235 metros, pero ella puede referirse á al- gun pico cercano, que son algo más altos ó bien á los Tres Picos que existen al S. del Abra, y que segun parece á simple vista, son algo más elevados. De todas maneras, estas alturas (que en cuanto á las mias es un mínimo), muestran que son bajas las medidas de los oficiales del Beagle, que dieron 3340 pies, equivalentesá1018,70 metros, la de Bravard que da 1062 metros ó la de Reyes de 2500 piés sobre la llanura, es decir 1012 metros aproximadamente. El pico más alto debe tener una altura algo mayor de 1250 metros. ES . 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA LA VENTANA La Ventana es una gran abertura en el cerro de cuarzita,que tiene aquí un color blanco algo rojizo. Sus dimensiones son de 3 metros deancho por 8 á 10 de alto, siendo su piso inclinado hácia afuera (al SE.), en una estension de algo más de 15 metros. La abertura da fren- te al SE., algo al S. (1) y asomándose á este balcon se ve cercana el Abra con su camino bordeando el arroyo, y no lejos los Tres Pi- cos, los cerros del Napostá y los del Aguila, cortados estos últimos por el rio Napostá. La estratificación de la cuarzita es de SO. á NE., es decir, perpendicular al frente de la abertura y su inclinacion de 45 poco más ó menos; pero las paredes laterales de la abertura son casi verticales. Del lado de afuera el cerro es á pico por muchos metros y una piedra lanzada en esa direccion tarda algunos se- gundos en golpear en los flancos. Con dificultad se puede sostener de pié en este flanco sobre algunas rocas y es un prodigio de equilibrio el realizado por el alpinista Voltz para tomar la fotografía adjunta. Toda la forma de la Ventana, muestra su orígen. Es un puente formado por las aguas que en período lejano se han derramado desde lacima hácia el SE. cayendo desde esta abertura en forma de cascada. Esta garganta corre paralelamente á los estratos y solo ha modificado la inclinacion de las paredes, que son casi verticales. Tal vez la masa de agua que ha pasado por allí no haya sido nunca considerable, sinó un pequeño torrente, que me imagino como el de Muhlenbrúek, cerca de Grindelwald en Suiza. La época en que es-- to ha sucedido es, sin embargo, muy lejana, pues la degradacion posterior de la montaña en su flanco N. ha sido tan grande, que hoy desciende hácia el N. desde 20 metros de la abertura, de modo que no puede pasar ninguna agua recojida en la falda del N. al traves de esta garganta. El puente arriba de la Ventana tiene algo más de 7 metros de ancho y la altura desde su parte superior al piso de la Ventana es de más de 12 metros. Las paredes y el piso de esta especie de canaleta de desagúe que termina en La Ventana son bastante pulidas y talvez haya habido: allí una accion glacial, habiendo sido ocupado por el hielo. Sin embargo, no se explicaría por la accion del hielo únicamente la (1) Siendo tan grande la variacion de la brújula, no es posible dar rumbos exac-- tos, á menos de operar con teodolito. LA SIERRA DE LA VENTANA. * 0 33 pendiente á pico del lado esterior de la Ventana, que muestra más bien la accion de una caida de agua poco considerable, pero que ha durado largo tiempo. Esta debe haber sido análoga á la que cae en el valle de la Ven- tana desde la falda S. más adelante del arroyo San Pablo, 6 á la que formó la depresion que se encuentra en la lámina entre el tercer y cuarto pico á contar de la izquierda. La Ventana, por sí sola, no puede compararse con la Predra Mo- vediza del Tandil ni con el Dique de San Luis, en cuanto al interés que puede despertar en un viagero científico ó en un simple turis- ta. Pero el panorama de que se goza desde la cumbre paga la es- eursion. El clima casi siempre despejado permite dominar desde allí, el conjunto de las sierras, pudiéndose seguir con la vista el curso de casi todos los rios, que se separan á uno y otro lado para perderse á lo léjos en la llanura. LL De todas maneras, dada la escasez de paisages interesantes que rompan la monotomía de nuestras formaciones geológicas, esta lo- calidad merece ser conservada de propiedad pública, como las Re- servas Ó Parques Nacionales de los Estados Unidos. Allí podrían acudir en el futuro los que quieran desentumecer sus miembros, trepando en las montañas, ó los que huyan del bullicio de los grandes centros. Para entónces se han de haber inventado algunas aguas, que con sus curas maravillosas aumenten la concurrencia á esta region en los veranos. EDUARDO AGUIRRE. ANAL. SOC, CIENT. ARG. T, XXXII 3 REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI (Continuacion) «Respecto á la situacion de las máquinas, cocinas, lavaderos, etc., no cree que sea criticable, pues la cuestion no está resuelta, y en nuestra cárcel su posicion parece buena respecto á las celdas. « Los talleres eran pequeños, teniendo que trabajar muchos presos en sus celdas. «El sistema de letrinas empleado no debía ser reemplazado con sillas adecuadas ; pues es la última palabra de la ciencia en la ma- teria y además ofrece la mayor seguridad para los presos. Si algo hay criticable al respecto, en el establecimiento, es la inhabilidad de los que manipulan los aparatos, á lo cual se deben los derrames y malos olores que se toman en los pabellones y que desaparece- rán mejorando la administracion. «El sistema de letrinas de la Cárcel Nueva es el mismo adoptado en varias cárceles europeas de nueva construccion. «Respecto á la ventilacion no cree que fuese deficiente en la nueva cárcel; pues hay un caño de absorcion suficiente para ven- tilar todas las celdas, siendo bueno su tirage, como se comprobaba fácilmente por medio de un fósforo arrimado á la boca. « Pero si todo esto era cierto no lo era menos que en la cárcel se habían invertido injustificadamente fuertes sumas en artículos de lujo. « Así, por ejemplo, la reja exterior á la muralla cuesta un millon de pesos. ¿Qué objeto tiene? no se le conoce otro, si no es evitar que algun transeunte haga rayitas en la muralla. « La posicion de la capilla en el centro de los pabellones es de lo mejor en la materia : sin embargo, no hay allí bastante aisla- miento. « Los presos no deben verse en la misa. Para conseguirlo se usa en otras partes un sistema de asiento en que unos no ven á los otros y son conducidos hasta ellos con una máscara. « Por último, estando situado los pabellones de Este á Oeste tienen sol á todas one « Con relacion al Hospital San Roque, opinaba como el señor REVISTA DEL ARCHIVO 3) Burgos que aquello era algo raro y fuera de las reglas á que debe responder un establecimiento para el objeto á que era dedicado. « Creía que si se reparasen las ruinas en que actualmente se hallaba aquel edificio, se haría más mal que bien al Estado. «El nuevo hospital recientemente proyectado y en vía de ejecu- cion, le parecía altamente deficiente y defectuoso; pero no estaba de acuerdo con el señor Burgos respecto á la ineficacia de los pa- bellones de altos, porque si bien han sido criticados por algunos higienistas, no han dejado por eso de ser adoptados en los hospita- les de Paris y de Estados-Unidos, con muy buenos resultados, por- que para cierta clase de enfermos conviene mucho las piezas de altos.» El señor Burgos, contestando al señor Buttner, dijo: «Que respecto á la Cárcel Nueva no era tan sencilla ni fácil, como se había dicho, la reparacion de las goteras en los techos de pizarra, pues para cada reparacion hay que deshacer una superficie regular de aquel, de suerte que si hubiese veinte goteras en un mismo pabellon ha- bría que deshacer para tomarla sinó todo el techo, una gran parte del mismo. «Por otra parte, la bóveda no evita todos los perjuicios de las goteras. La humedad que á ellas se introduce, convirtiéndose luego en vapor de agua, satura de humedad la atmósfera del interior. « Dijo que aquí había la costumbre de nombrar comisiones de abogados y otras personas de ninguna competencia especial, para ocuparse de estas obras públicas, resultando así la aprobacion de planos deficientes en que se olvidaban las conquistas de la ciencia. « Así, aquí se adoptó el sistema de pabellones largos y convergen- tes, de difícil ventilacion y en que no es posible consultar bien las corrientes atmosféricas; mientras que la última palabra de la cien- cia ha consagrado los pabellones paralelos como los más recomen- dables, segun resulta de la resolucion de la Comision de Inge- nieros que ha aprobado los planos para la Cárcel de Nanterre. » Con algunas explicaciones más entre los dos miembros presentes en la Asamblea se cerró la conversacion sobre el tema de arqui— tectura, siguiendo en otra Asamblea por el señor Aberg, sobre el tema de «La Casa en Pompeya y la de Buenos Aires ». 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA S X1V Año 1S7S (Libro III del archivo) El número de los expedientes de este año, que forman parte del tercer volúmen, alcanza á sesenta en la siguiente forma: N? 1. Bases y Reglamento de la Sociedad Cientifica Argentina. (Foja 280). — La discusion consta en las actas de las Asambleas de fines del año anterior y principios de 1878; fué la segunda modifi- cación á los primitivos estatutos de 1872. Se publicó en un folleto de veinticuatro páginas. Imprenta de Pablo Coni, Buenos Atres, 1878. N' 2. Comunicaciones del señor J. Palmer Smythres sobre asuntos de administracion. (Fojas 281-282). N? 3. Cartas del señor Ramon Lista al Presidente de la Sociedad, sobre sus esploraciones 4 Patagonia y Rio Negro. (Fojas 283-287). — Son tres comunicaciones dirijidas una al Dr. E. S. Zeballos y las otras al Presidente, Ingeniero White; están fechadas en Rio Negro, Santa Cruz y Buenos Aires respectivamente. N* 4. Sobre arreglo de los labros de contabiludad de la Sociedad. Comunicacion «del Tesorero. (Foja 288). N05. El Dr. Francisco P. Moreno, miembro de la comision redac- tora de los Anales. (Foja 290). N? 6. El señor arquitecto Juan M. Burgos, Director del Museo. de la Sociedad Cientifica Argentina. (Foja 290). N" 7. Efectos de un rayo. Comunicacion dirijida ú la Sociedad por Gervasio Sueldo. (Fojas 291-297). — El espediente contiene en primer lugar una carta del señor (+. Sueldo, dirijida al Presidente White y en la que ofrece para el Museo de la Sociedad un fragmen- to de un espejo destrozado por un rayo en 1863. Aceptado el ofrecimiento, aquel objeto fué remitido con una des- cripcion que se conserva inédita desde 1863. N*8. Tres comunicaciones del Sr. Luis €. Maglioni sobre asuntos. de administracion (Fojas 298-301). N' 9. Reglamentacion de los edificios de la ciudad de Buenos - REVISTA DEL ARCHIVO nl Awres. Espedrente de la comision de la Sociedad Cientifica Argenta- na. (Fojas 302-309). — La Comision que nombró la Sociedad para presentar este proyecto estaba compuesta de los señores Angel Silva, Enrique Aberg y Alfredo Huergo. El informe y resoluciones que constan en el espediente, fueron publicados en el tomo Y de los Anales (página 225 y siguientes), por lo que no se reproducen aquí. N* 10. El Sr. Florentino Ameghino sobre devolucion de una co- leccion antropológica presentada 4 la Sociedad Cientifica Argentina. (Foja 310). N* 11. Comunicaciones con la Comision del centenario del (Ge- neral San Martín. (Fojas 311-312). N* 12. Observaciones meteorológicas remitidas desde Villa Ocer- dental (Chaco) á la Sociedad Cientifica Argentina por Luis Jorge Fontana. (Foja 313). — Se publicaron en los Anales, tomo Y, pági- na 329. N* 13. El ingeniero Carlos Olwera á propósito de una conferen— cia sobre el régimen de los rios Mendoza y San Juan. (Foja 314). — Esta conferencia espuesta bajo la forma de conversacion cientifica, tuvo lugar en la Asamblea del 1% de Mayo de 1878. Está publicada en el acta de la sesion respectiva: tomo V de los 4nales, página 284 y siguientes. N' 14. El Sr. Lucio V. Lopez, sobre honores ú lá memoria de D. Juan M. Gutrerrez. (Foja 315). N* 45. La Oficina de Patentes de Invencion pidiendo el retiro de planos pertenecientes ú la Sociedad. (Foja 316). ' N' 46. El Solímetro. Aparato ofrecido á la Sociedad Cientifica Argentina por su inventor Don A. Pugno. Descripcion del 1ms- trumento. Informes del Comisionado nombrado por la Sociedad. (Fojas 317-324). — El aparato que remitió el señor Pugno y que algo deteriorado ya, se conserva en el Museo, venía acompañado de una esquela dirijida al señor Huergo y de la siguiente comunica- cion al Presidente de la Sociedad : « Buenos Aires, Abril 15 de 1878. —A/l Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina. — En el mes de Diciembre próximo pasado inventé un instrumento meteorológico al cual puse el nom- bre de Solimetro. 39 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA , «Este instrumento tan sencillo como útil sirve para notar las va- riaciones buenas ó malas del tiempo; así es que haciendo por ejemplo la observacion á medio dia, se sabe cómo estará el tiempo en las veinte y cuatro horas siguientes, es decir qué hora más ó hora menos se podría saber cómo estará el tiempo de veinte y cua- tro en veinte y cuatro horas á contar desde la observacion. : «Habiendo construido dos de estos instrumentos me permito ofrecer uno de ellos á la honorable Sociedad que Vd. dignamente preside, con el fin de que quiera esperimentarlo y emitir sus Opl- niones. : « Las observaciones que yo he hecho desde Diciembre hasta hoy, siempre me han dado un buen resultado; lo que me da moti- vos para creer que igual cosa esperimentará la honorable So- ciedad. « Aquí van, pues, los detalles del instrumento y las circunstan- cias que acompañan á las observaciones : | « Construccion del anstrumento. — Este consta de un termómetro de 0.27 metros de largo y 0.45 de ancho (esta dimension puede ser modificada). En el centro tiene dos ejes, uno á cada lado, los cua- les entrando uno á cada una de las dos columnitas que están fijas verticalmente en un plano horizontal (que es el plano mismo de la caja), hacen que dicho termómetro quede en suspension. « Detrás de este instrumento está otro pequeño, que por medio de un sencillo mecanismo se coloca en una posicion paralela al grande y á una distancia del mismo de 0.08 metros. « En la estremidad inferior del termómetro grande está fijo un peso por efecto del cual dejando libres los dos termómetros mon- tados como queda dicho más arriba, toman una inclinacion de un cuarto de hemisferio, es decir, toman la posicion inclinada de la línea que es equidistante de la perpendicular á la horizontal. « He aquí, pues, esplicada la sencilla construccion del aparalo. « Para hacer las observaciones es necesario proveerse de un hi- grómetro sistema Saussure, el cual no es necesario llevarlo junto al solímetro, siendo suficiente dejarlo colgado en una de las pare- des de la casa, en la situacion de costumbre, aunque se quiera ha-= cer la observación en un punto más ó menos alejado de la casa misma. «Punto ó situación propia para hacer las observaciones.— La si- tuacion donde se quiere hacer la observacion debe ser abierta, ven- REVISTA DEL ARCHIVO 39 tilada, para que no haya obstáculos á las corrientes de aire, desde cualquier punto que aquellas lleguen. Estas situaciones son, por ejemplo, las playas, los anchos jardines y corralones que no estén rodeados de altas paredes y las azoteas que no tienen paredes más altas al lado, las plazas, y en fin, todas las situaciones que, como queda dicho, no ponen ningun obstáculo á las corrientes del aire desde cualquier punto que ellas lleguen. «Modo de hacer la observacion.—Para hacer la observacion con el instrumento ya descrito, se coloca sobre una mesita ú otro sos- ten horizontal á la altura de una vara más ó menos sobre el piso (si se coloca sobre el piso no marca con la debida precision). Ende- rezando las columnitas del instrumento los dos termómetros toman la posicion inclinada que les pertenece, entónces se vuelve el frente del instrumento en línea recta hácia el sol y se deja en esa posi- cion no menos de veinte minutos, á más se toma nota de los gra- dos centígrados de calor que marca el termómetro grande, que es el que recibe los rayos del sol; luego se observa los grados centí- grados de calor que marca el termómetro menor, que está detrás del grande y á la sombra, se restan dichas cifras. A los grados de calor que restan y que son centígrados se reduce á milígrados ; se mira en seguida los grados de humedad que marca el higrómetro Saussure en aquel tiempo ó tambien en un cuarto de hora antes ó despues de la observacion, y se resta el mayor del menor entre estos números aunque los grados de humedad sean centígrados y los de calor solar milígrados. Aquí vemos los detalles de la gradua- cion del buen ó mal tiempo: A. E Egg a Cuando el resto de los grados de calor Cuando el resto de los grados de calor solar es superior á los grados del higrómetro de: | solar es inferior álos grados del higrómetro de : IíáAI ——__——— o — _—_— za —— ——nñk 45 á3l 30 á 16 15á40 0415 16 á 80 33445 muy buen ¡buen tiempo tiempo algo | descomposi-! Lluvia más ¡Gran lluvia ó tiempo ' bueno cion ó menos [tormenta (2) : sencilla (1) | abundante (1) Es decir que el tiempo ya no está bueno ó no es todavía bueno, segun los casos. La descomposicion sencilla, generalmente, se caracteriza por viento más 6 menos fuerte, ó por un cielo másó menos nublado, y en la cuarta parte de los ca - sos cae la lluvia que es del resto de poca cantidad. (2) De la variacion que resulta en el resíduo de los grados del sol, se compren- de que los dos termómetros suben y bajan con desproporciom cuando el tierepo pasa de bueno á malo y vice-versa. 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «Si en el tiempo en que se hace la observacion, soplase viento re- gular, entónces se debería añadir un grado centígrado á los que habría marcado el termómetro espuesto á los rayos del sol; pero si el viento soplase fuerte, se deberían añadir dos grados. Cuando el aire está tranquilo, ó bien que no sopla viento regular, no habría variacion. E «Cuando la observacion anunc:a, porejemplo, lluvia ó tormenta, se entiende que esto debe tener lugar dentro de las 24 ó 28 horas cuando la observacion anuncia tiempo bueno se entiende que se- rá así hasta la observacion del dia siguiente, es decir, por 24, 28 ho- ras; y la observacion del dia siguiente permitirá saber si continua- rá el mismo tiempo bueno por 24 horas más ó menos, % bien si habrá cambiado. « Cuando se hace la observacion, el ciélo, desde el lado en que se ve el sol debe ser bien despejado durante todo el tiempo que du- re la imsolacion del instrumento. - «Las horas en que se debe hacer la observacion son desde me- dio dia hasta las 3p.m. en verano, y desde medio dia hasta las 2 p.m. en invierno; esto para las dos zonas templadas; para la zona tórrida es desde medio dia hasta las 4 p.m. durante todo el año. « Señor Presidente: Con la buena oportunidad que el señor inge- niero D. Luis A. Huergo, miembro de dicha Sociedad, me honra con suamistad, me permito encomendar á dicho señor, hacer por mí la entrega del instrumento á la Sociedad misma. Oiré, pues, con mucho gusto las opiniones que la honorable Sociedad emitirá relativamente á la importancia de dicho instrumento. De Vd. S. $. — A. Pugno. » Sigue despues un artículo deseriptivo del aparato, publicado en los diarios de la capital y en seguida la resolucion de la Comision Directiva, pasando el espediente á informe del ingeniero D. Emi- lio Rosetti, quien se espidió así : «Señor Presidente, etc. — Contesto su apreciabie nota fecha 10 de Mayo próximo pasado, con la cual se me encargaba de referir sobre un instrumento meteorológico llamado solímetro, presenta- do á la Sociedad que Vd. preside por el Sr. Pugno. Dicho instru- mento es muy sencillo y consta de dos termómetros centígrados or- dinarios de mercurio, aemados sobre dos planchetas rectangula= res de madera y de modo que se puedan colocar paralelamente á REVISTA DEL ARCHIVO 41 sí mismo uno debajo del otroá una distancia entre sí de 10 centí- metros, é inclinados al horizonte como de 45%. Están cerrados en una cajita de bolsillo y deben llevar aparte un higrómetro de ca- bello, sistema Saussure, el cual se debe observar contemporánea- mente á los dos termómetros. « Este instrumento segun su inventor sería esencialmente previ- sor del trempo, y no sé por qué lo ha llamado con palabra equivo- -cada Solímetro, tal vez quería decir heliómetro, pero por otra parte nada tiene que se parezca á este último instrumento conocido en la física. Se le debe usar segun el señor Pugno en el siguiente modo: «Esponer por unos veinte minutos en un lugar abierto y bien ventilado los dos termómetros, á una vara más ó menos desde el suelo y de modo que el termómetro superior mire al sol y sombree completamente con su tablita al inferior. «Cuidar que la observacion se haga con cielo completamente despejado porel lado del sol durante todo el tiempo de la esposi- cion ; tiempo que se puede escojer para las zonas templadas entre medio dia y las 3 p. m. en verano, y desde medio dia hasta las 2 p. m. en invierno, mientras que en la. zona tórrida es bueno en todo el año desde las 12 hasta las 4 p.m. «En el mismo tiempo en que se observan los dos térmómetros ó con pocas diferencias, se debe observar el higrómetro de Saussure, el cual puede ser colocado en otro lugar, porejemplo, el de las observaciones meteorológicas ordinarias. «Una vezanotada la temperatura de los dos termómetros y las 1n- dicaciones del higrómetro, se restan de los grados centígrados del termómetro espuesto al sol, los grados centígrados del termómetro á la sombra, y la diferencia se multiplica por diez: en fin, de este producto se sustraen los grados centígrados del higrómetro, y la diferencia que resulta, positiva ó negativa, indicaría (segun el señor Pugno) la variacion del tiempo que tendría lugar dentro de las 24 6 28 horas sucesivas (es decir, entre una observacion y la del dia siguiente) segun demuestra el cuadro adjunto: Diferencia positiva de 45 á 31 pronosticada tiempo muy bueno == == >304 16 — — bueno = = =34104á 0 — = regular Diferencia negativa de 0415 — .— algo descompuesto = — —l5á30 — lluvia más ó menos abundante > SO AS — eran lluvia ó tormenta 49 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «No dice nada el señor Pugno sobre el modo cómo se ha sacado este cuadro, si por consideraciones teóricas ó puramente por ob- servaciones prácticas, y esto habría sido de la mayor importancia, pues todos los instrumentos previsores del tiempo hasta ahora propuestos pecan precisamente por el lado científico de la cues- tion. E «Como se sabe, el problema de la prevision del ttempo es uno de los más viejos y al mismo tiempo uno de los más complicados de la meteorología, y que hasta ahora ha inutilizado todos los esfuerzos de los que se han dedicado á resolverlo; depende de una multitud de circunstancias que no se han podido analizaraún por completo. La presion barométrica, la radiacion solar, el grado de transpa- rencia y el estado higrométrico del aire, la direccion, fuerza y cons- tancia de los vientos, el estado eléctrico de la atmóstera, el mag- netismo terrestre, etc., entran todos como otros tantos factores en los cambios atmosféricos. «Los fenómenos que ellos originan tienen, es verdad, por causa principal la accion del sol, pero son totalmente complejos, total- mente entrelazados unos con otros, que es muy difícil, para no decir imposible, entreveer las leyes que los rijen. «Ahora, por la descripcion hecha, se ve que el instrumento del señor Pugno tiene en cuenta solamente una de las causas predi- chas, es más bien un radiómetro que otra cosa, es un instrumento para avaluar la fuerza del sol. Es muy análogo al heltotermómetro que Saussure usó en 1774 y con el cual este EE físico no pre- tendió adivinar el tiempo. «Los actinómetros y los prreliómetros de los observatorios me- teorológicos modernos tienen el mismo objeto y si difieren del ins- trumento del señor Pugno, es especialmente por la exactitud de sus observaciones, siendo mucho mejor preparados para observar los rayos solares sin dar lugar á reflexion ó difusion de los mismos. «El higrómetro de Saussure que el señor Pugno añade á su aparato, puede servir á la determinacion de la cantidad de vapor de agua que existe en la atmósfera aunque de una manera incom- pleta, pues se sabe que este instrumento ha sido sustituido con otros mucho mejores. : «La union del higrómetro con el radiómetro podría, servir por ejemplo, para determinar la relacion que existe entre la radiacion solar y el estado higrométrico del aire y comprobar asi los célebres esperimentos de Tyndall, los cuales demuestran cómo el vapor de REVISTA DEL ARCHIVO 43 agua sumamente transparente para los rayos luminosos lo sea muy poco para los rayos de color oscuro, pero no creo por ahora pueda servir á otro objeto. «Habría ciertamente entre los fenómenos de mayor ó menor transparencia ó diatermania del aire y los cambios atmosféricos una relacion, pero esta no será en todo caso la sencilla indicada por el señor Pugno. «Estamos aquí en un caso muy análogo al del barómetro; todos sabemos que una variacion de presion anuncia un cambio atmos- férico, pero nadie pretende que este cambio sea precisamente aquel indicado en la mayor parte de los barómetros ordinarios, sino cuando las variaciones de presion sean acompañadas de una mul- titud de otras circunstancias especiales que el barómetro solo no puede indicar. «Son esos, señor Presidente, los apuntes que he creido conve- niente hacer al instrumento presentado por el señor Pugno. «Concluiré el informe con la nota de las observaciones que yo he hecho en todo el tiempo en que he poseido dicho instrumento. Hace más de treinta dias que observo y entre estos no he encon- trado sinó 8 6 9 hábiles para la observacion, los datos recogidos me han dado todos una diferencia negativa y esta casi siempre superior á la máxima de 43 indicada en el cuadro del señor Pug- no, lo quese podía preveer, vista la mucha niebla y humedad, que ha reinado durante este tiempo. Pero esas diferencias negatr- vas mamas indican segun el señor Pugno grande lluvia ó tormen- ta, mientras que en el tiempo indicado no hemos tenido sinó un dia solo de grande lluvía 6 tormenta (si así se quiere llamar) he- mos tenido además otros cuatro dias de lluvia insignificante, pero todo eso fuera del periodo señalado en el cuadro predicho. «Saluda á Vd. con toda consideracion. «Emailro Rosetta». No“ 17 y 18. El señor Lorenzo B. Trant sobre asuntos de adma- nistración. (Fojas 325-327). N' 49. Observaciones meteorológicas verificadas en el Colegro Nacional de Buenos Avres por M. Invernizz1. (Foja 328). N* 20. F. J. Morphy sobre su nombramiento de sócio activo. (Fo- jas 328-330). 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA N* 24. Renuncia del secretario de la Sociedad Dr. Estamslao S. Zeballos. (Foja 331). No se le acepta. : N* 22. Proyectos sancionados en la asamblea del 18 de Agosto de de 1878. (Fojas 332-333). N* 23. Estado de los fondos sociales al 16 de Mayo de 1878. (Fo- ja 334). N* 24, Observaciones meteorológicas en Villa Occidental (Chaco) remitidas d la Sociedad por Lu:ws Jorge Fontana. (Fojas 335-336. N* 25. Proyectos y resoluciones de la Junta Redactora de los Ana- les. (Foja 337). N* 26. La Capirtania Central de Puertos ofreciendo sus servicios á la Socredad. (Foja 338). _N* 27. Incorporacion de la Sociedad de Ayróímensores 4 la So- ciedad Cientifica Argentina. (Fojas 339-343). — 1. Bases convenidas por los Presidentes de las Sociedades: Científica Argentina y de Agrimensores, Luis A. Huergo y Guillermo White. 2. Comunicación del Presidente de la Sociedad de Agrimen- - SOres. | : 3. Inventario de las existencias: Biblioteca, Planos, Mobiliario y útiles. Nómina de sócios de la Sociedad de Agrimensores. Esta Sociedad se incorporó á la Científica en Julio de 1878; su existencia solo había durado un año. N” 28. El Ministerio de Gobierno de la Provincia comumecando la supresión de la subvención á la Sociedad. (Foja 344). N* 29. El Sr. 1. Rellerki. Conferencia sobre la navegabilidad del Bermejo, técnica y comercialmente considerada. (Foja 345). — Esta conferencia se publicó en los Anales, lomo 6”, página 76 y siguien- les. (Continuard). MISCELÁNEA Fotografía de los colores. — Uno de los físicos franceses más distin- guidos, el senor Gabriel Lippmann, ha conseguido realizar la fotografía de los colores del espectro solar. En la sesion de la Académie des Sciences, celebrada el 2 de Febrero del cor- riente año, Lippmann presentó á sus colegas diversos clichés fotográficos del es- pectro solar, en los cuales están fijados todos los colores con su brillo y tintas propias. Para obtener tan notable resultado, no emplea ninguna sustancia quí- mica particular susceptible de conservar ó reproducir el color de los objetos; re- curre simplemente á procedimientos físicos, basados sobre consideraciones teóri- cas ingeniosísimas y del órden más elevado. Prepara sí de una manera especial la placa sensibilizada, pues es necesario que su capa sensible sea muy delgada y transparente, que no tenga ninguna discontinuidad y que no presente granos como sucede en las emulsiones de bromuro de plata del comercio. La capa sensible debe ser simplemente opales- cente y no cremosa. Aunque la naturaleza química de la capa sensible puede ser cualquiera, se ha observado que el ioduro y bromuro de plata dán buenos re- sultados. El aparato usado por Lippmann es una especie de caja paralelipipédica, una de cuyas paredes es formada por la placa sensible y cuyo interior se llena de mer- curio. El fondo y las dos paredes laterales de la caja, están formadas por una es- pecie de U de cautchuc, sobre la cual se sujetan por medio de pinzas la placa sensible y un vidrio comun, que forman las caras anterior y posterior del reci- piente. : Así preparado el sistema, se proyecta una imágen del espectro solar, sobre la superficie exterior de la placa, y despues de una larga exposicion, que varía de 30 minutos á dos horas, está terminada la impresion. La revelacion y fijacion se operan por los procedimientos ordinarios y terminado el cliché da el espectro so— lar con sus siete colores. Visto por trasparencia es negativo, pues cada color es reemplazado por su complementario : el verde por el rojo, etc. Lippmann encuentra la teoría de su'método en el principio de las interferencias y en el hecho de la coloracion de las láminas delgadas. El mercurio, que forma espejo, tiene por objeto hacer volver sobre sí mismos á los rayos luminosos, con lo que se produce interferencia entre el rayo incidente db ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ABGENTINA — y el rayo reflejado. De esto resulta en el interior de la capa sensible una série de franjas de interferencia, es decir, de máximos luminosos y de mínimos Oscuros, Solo los máximos impresionan la capa y su sitio queda marcado por un depósito de plata. Resulta pues, de las operaciones fotográficas, que la capa sensible queda sub= dividida por el depósito de plata en una série de láminas delgadas, que tienen precisamente el espesor necesario para producir por reflexion el color que les dió nacimiento. Los colores producidos son pues de la misma naturaleza que los de los de las láminas delgadas, por ejemplo, las burbujas de jabon. El número de es-- tas láminas delgadas varía segun la naturaleza del rayo luminoso. Admitiendo que la película sensible tenga un espesor de 1/20 de milímetro, la luz amarilla formará en ella 200 láminas, la violeta 250, la roja solo 156 y los co- lores intermedios darán un número de láminas comprendido entre 250 y 156. El esquema adjunto, en el cual se ha amplificado considerablemente el espesor de la película sensible, indica el fenómeno con claridad. OZ 4 === ñ 1] U ===>2==55====J] 1 ' ! ' => 71 »> =r) . licula sensible y= Ú 1 == - t ' EEE ESPE 1 ' ] , m 1 Z yo oz o Inmediatamente al lado del mercurio, en la primera capa o de la película ¿hay destruccion del movimiento vibratorio ú oscuridad; más lejos, por el contrario, en 1, se suman los movimientos y hay máximo de luz; más adelante nueva oscu- ridad en o”; en 1” un nuevo máximo y así de seguida. En definitiva la vibracion luminosa marca fotográficamente su paso al través de la película, donde queda inscrito, y puede ser reproducido posteriormente como pasa con la vibracion so— nora en el fonógrafo. Se ve que en estos primeros experimentos solo se ha tratado de reproducir el espectro, pero es de esperar que las consecuencias de este importante descubri- miento permitirán reproducir toda clase de figuras coloreadas, con lo que se au— mentará aun más el vasto campo de las interesantes aplicaciones fotográficas. (Extractado de La Nature, N* 924; artículo de G. TISSANDIER). Ejemplos de oxidacion en los puentes de fierro. — Tomamos de una noticia publicada por M. Baldy, en la entrega de Febrero del corriente año, de los Annales de Ponts et chaussées, los siguientes ejemplos de oxidación rápida constatados en el departamento de Héraut (Francia). Uno de ellos es suministrado por el puente de Palavas, construido en 1851, por MISCELÁNEA Ai un concesionario sobre el canal del Grau du Lez, á una pequena distancia de la desembocadura de este canal en el Mediterráneo. La obra está formada por dos vigas en arco de 18 metros de luz. Los arcos tie- nen en seccion transversal, la forma de un cajon compuesto de dos plantillas de palastro de 6 milímetros de espesor, reunidas por cuatro fierros de ángulo á dos almas verticales del mismo espesor. Esta obra cuya construccion apenas tiene 40 años de ejecutada, ha sido oxidada tan profundamente que fué necesario apuntalar los arcos para evitar una caida segura. Se le puede pues considerar como un ejemplo de puente destruido por la 0x1 dacion. Los palastros de 6 milímetros de espesor están completamente perforados en longitudes de un metro y más, tanto en las almas verticales como en las planti- llas horizontales. Y esta profunda oxidacion no solo se observa en los nacimien— tos del arco que son mojados por las aguas altas, sinó tambien cerca de la llave más arriba del nivel de las «crecientes. Es indudable que la proximidad del mar y la consiguiente composicion del aire ambiente han influido en tan rápido ataque. Débese indicar sin embargo, que la oxidacion es tan completa en la viga situada aguas arriba como en la que se halla aguas abajo y está expuesta más di- rectamente al viento del mar. Segun los datos recogidos la obra ha sido entre— tenida con alquitran. El segundo ejemplo es prestado por el puente giratorio de Frontignan, cons- truido en 1860, sobre el canal de los Etangs. La obra está compuesta de vigas rectas en forma de doble T, de una longitud total de 16,50 metros. Fué reconstruida para ensanchar el pasage en 1888, es de-- cir, 28 años despues de su establecimiento, y entónces se constató que el alma vertical, cuyo espesor era de 6 milímetros, estaba completamente perforada en muchos puntos por la oxidacion. Esta construccion situada como la precedente, á poca distancia del mar, estaba tambien pintada con alquitran. MOVIMIENTO SOCIA L Ha ingresado como sócio activo el senor Fernando Segovia. Se ha recibido una publicacion titulada Transactioms of the 22% meeting of ihe Kansas Academy of Sciences. Las siguientes obras han sido donadas á la biblioteca social : Teoría Matemática de la Inducción Eléctrica, tésis presentada para optar al título de Doctor en Ciencias Físico-Matemáticas por el ingeniero Marcial R. Can- dioti, Buenos Aires. Notas sobre la Paleontología de la República Argentina. Sinopsis de la Fa- mila de los Astrapotheride por Alcides Mercerat, La Plata. The Species of Epilobrum ocwrring North of Mexico por Williams Trelease. Estudios Mineros en la Provincia de Mendoza por G. Avé-Lallemant, Buenos Aires. La linfa de Koch en Dermatología por el doctor Juan Azua, Madrid. Hemoria del Departamento de Obras Públicas de la Nacion, 3 tomos y un atlas, Buenos Aires. De acuerdo con la autorizacion conferida por la Asamblea, la Junta Directiva procedió á enagenar las 49500 cédulas hipotecarias provinciales, série O, que po= seía la Sociedad. La venta se efectuó en la forma siguiente : 28.000 cédulas á 38,40 */,, 20.000 á 398,10 %/, y 1500 á 37,50 */, obteniéndose la suma líquida total, de 18910,84 $ m5. Solo se ha presentado una memoria al concurso de 1891, titulada Círculo tan= gente d tres círculos dados y cuyo lema dice textualmente Sine labor nihal. La Junta Directiva procedió á nombrar el Jurado respectivo que debe resolver si el trabajo es ó no acreedor á la Placa de Oro, fijada como premio, resultando electos los señores Dr. Valentin Balbin, Dr. Ildefonso P. Ramos Mejías é In- geniero Jorge Duclout. El Jurado debe presentar su veredicto antes del próximo 15 de Julío. La Comision Directiva Argentina de la Exposicion Universal de París de 1889, ha resuelto encargar á la Sociedad Científica Argentina de la entrega de los pre— mios acordados en dicho certámen á los trabajos científicos presentados por la República Argentina. Próximamente resolverá la Junta Directiva la forma en que tendrá lugar esta entrega. y LISTA DE LOS SOCIOS HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr.R, A. Philippi.—Dr. Guillermo Rawson+ Dr. Cárlos Berg. CORRESPONSALES Arteaga Rodolfo de......... Montevideo. Ave-Lallemant, German..... Mendoza. Brackebusch, Luis........ .. Cordoba. Carvalho, José Cárlos de Albarracin, Cárlos. Ameghino, Florentino. Antonini, Santiago. Arroyo, Rufino. Alvarez, Teodoro. Battilana, Máximo. Berretta, Sebastian. Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. Cerdeña, Fernando. Colombres, Justo Y. Delgado, Agustin. Diaz, Adriano: Aberg, Enrique. Acuña, Demetrio G. Agote, Cárlos. Aguirre, Eduardo. Aguirre, Pedro. Agrelo, Emilio €. Albert, Francisco. -Albertolli, Giocondo. Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas $. Almada Luis E. Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. Anasagasti, Federico. Anasagasti, Ireneo. Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. Arechavala, Francisco. Arjas, Bonifacio N. Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. Ayerza, Rómulo. Babuglia, Antonio. Badell, Federico Y. Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. Bancalari, Enrique. Bancalari, Juan. Balbin, Valentin. sá Netto, Ladislao Paterno, Manuel........ Reid, Walter F...... Stróbel, Pellegrino -- Moncalieri (Italia) +. Lisboa. LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerty, Lucas. Ramorino, Florentino Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico. Basarte, Rómulo E. Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Baudrix, Manuel C. Bazan, Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. | Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Bernardo, Daniel R. Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon € Blot, Pablo. Brian, Santiago Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. Bugni Félix. Bunge, Cárlos. Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Cadrés, Jorge. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Campo, Leopoldo del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Carbone, Augustin P. Caride, Estéban $. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel R. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro, Viceute. Castelhun, Ernesto. Cejas, Agustin. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chenú, José. Chueca, Tomás A. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto, Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Rio Janeiro. Palermo(Ht.). Lóndres. Parma (Ital.). Romers, Julian. Sal, Benjamin. Seguí, Francisco. Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco, Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio GC. Correas, Waldino. Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Courtois, Ú. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Crohare, Pablo J. Cuadros, Carlos S. Cuenca, Felipe. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiane, Juan. Dellepiane, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto G, Doncel, Juan A. Dubourcg, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Dufaur, Estevan F, Echagúe, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo V. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro. Ezquer, Octavio A. Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, €. Fernandez, €. Alberto Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Figueroa, Julio B. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frugone, José V. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. Ghigliazza, Sebastian. Giardelli, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José 1. Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guglielmi, Cayetano. Ginther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. Hainard, Jorge. Herrera. Vegas, Rafuel. Herrera, Victor M. Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Huergo, Luis A. (hijo). Hughes, Miguel. Huidobro, Luis. Igoa, Juan M. Imperiale, Luis. Inurrigarro, T. M. José Irigoyen, Guillermo. Isnardi, Daniel. lsnardi, Vicente. Iturbe, Miguel. lturbe, Atanasio. Iturbe, Octavio. Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. Jasidakis, Juan. Jauregui, Emiliano. Jauregui, Nicolás. Jaureguiberry Enrique Keravenant, Adolfo. Koslowsky, Julio. Krause, Otto. Krause, Eduardo. Krause, Do 4 Kyle, Juan J. J. ¿ Labarthe, Julio. Lafferriere, Arturo. Lagos, Bismark. Lagos, José M. Langdon, Juan £. Languasco, Domingo. Lanús, Juan. €. Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. Limendoux, Emilio. Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, P. Loudet, Osvaldo. Elosa. Alejandro. Lucero, Apolinario. Lugones. Arturo. Lugones Velasco, Sdor, Luro, Rufino. Ludwig, Cárlos: Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga. Y. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Mandino, Oscar. Manterola, Luis €. Mané, Carlos. Marini, A. Mariño, José. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. — Massini, Cárlos. Massini, Estevan. Matienzo, Emilio. Mattos, Manuel F. de. Maupas, Ernesto. Maza, Fidol. Maza, Benedicto. Medina y Santurio, B. Mendez, Teófilo F. Mendoza, Juan A. Meyer, Bernardo. Meza, Dionisio €. Mezquita, Salvador. Mohorade, Pedro. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molina y Vedia Julio. Molinari, José. Molino Torres, A. Molner, Antonio. Mon, Josué R. Moneta, José. Montes, Juan A. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos Maria. | Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Navarro, Guillermo. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F. Ocampo, Manuel S. Ochoa, Arturo. Ochoa, Juan M. O'Donell, Alberto €. Ojeda, José T. o DE SOCIOS (Continuación) E Olive, Emilio R. Olivera, Cárlos €. Olmos, Miguel. Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Oyuela, Wenceslao. Padilla, Emilio H. de Palacios, Alberto. Palacio, Emilio. Páquet, Cárlos. Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. Philip, Adrian. Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio S. Pico, Pedro P. Pidelaserra, Jaime. Pirovano, Ignacio. ' Pirovano, Juan. Posadas, Vicente Pons, Miguel B. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. M. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. Kamallo, Carlos. | Ramirez, Fernando F. Ramos Mejia, Ildefso P. Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Ratto, Leopoldo. Rebora, Juan. Recalde, Felipe. Renaud, Eugenio. Repetto, José. Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P Rocamora, Jaime. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo S. Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis C. od Martin. odriguez, Miguel. Rodriguez, Oscar J. Rojas, Estanislao R. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Romero, Alfredo. Romero, Armando. Romero, Cárlos L. Romero, Emilio. Romero, Luis C. Rosetti, Emilio. Rospide, Juan. Ruiz de los Llanos R. Ruiz, Manuel. Saccone, Enrique. Sagastume, Demetri». Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Salas, Estanislao. Salas, Julio S. - Schwartz, Felipe. ES | Selstrang, Arturo. Salvá, J- M. Sanchez, Emilio de Sanchez, Matias. OS Sanglas, Rodolfo. San Roman, Iberio.. ze Senillosa, Juan A. Señorans, Arturo - 0. S Saralegui, Luis. . Sarhy. José. V. AnS. Sarhy, Jar PS Scarpa, José. Schickendantz, Emilio. Schróder, Enrique. Schwartz, Mauricio. Segovia, Fernando. Selva, Domingo 1. Serna, Gerónimo de la Seurot, Alfredo. Schaw, Arturo E, Schaw, Cárlos E. Silva, Angel. Silveira, Luis. Simonazzi, Guillermo. Sivi, Juan MM. Sirven, Joaquin. > Soldaui, Juan A. EE Soria, David E. Sota, Alberto de la. Soto, José María. Spika, Augusto. Stavelius, Federico. Stegman, Cárlos, Súnico, Víctor. Taboada, Miguel A, Taurel, Luis. * Tedin, Virgilio. Tessi, Sebastian T. Thedy, Héctor. Thompson, Valentin. Torino, Desiderio. Tornú, Elias. Treglia, Horacio. Trifoglio, Ricardo. Tressens, José A. Tzaut, Constante. Ey Unanue, Ignacio. Urraco, Leodoro G. Vacarezza, Juan E. Valerga, Oronte A. Valle, Pastor del. Varela Rufino (hijo) Vedoya, Joaquin J. Vernaudon, Eugenio. Victorica y Soneira, J.. Victorica y Urquiza Es Videla, Baldomero. Viglione, Luis A. Vislione, Marcelino. Viñas, Urquiza Justo. Villanueva, Guillermo. Villegas, Belisario. Vinent, Arturo. Vinent, Pedro Wauters, Cárlos. Wauters, Enrique. Wheeler, Guillermo White, Guillermo. Williams, Orlando E. Zambrano, Pedro. Zamudio, Eugenio. Zavalia, Salustiano. Zeballos, Estanislao $. Zunino, Enrique. Bo CANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA E ARGENTINA. 5 E ——— OA OAKÁáÁ COMISION REDACTORA Presidente...... Der CáÁrLOS M. MORALEs. EN DLORELA TÍO dae. Senor ANGEL GALLARDO. Ingeniero MANUEL B. BaHIa. MOCa testi aa D* ATANASIO QUIROGA. Ingeniero JORGE DucLour. (La Comision Redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p. m.) AGOSTO DE. 1891. — ENTREGA II. — TOMO XXXII sE PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS. Por mes, en la Ciudad............ Bom 1 » de Un semestre; o losencnooccondaees » 53 » SOMA INSTA LOPE OO ASE » 10 » ENS TN Por mes, fuera de la Ciudad.. » 1.50 porent; ega > z , A , 7 DA La suscricion se paga anticipada OCTS 1927 A : v 0 A, sets y éá————_—_—_— —e—o_<—A— - SONAL MUSA -—_BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 1891 JUNTA DIRECTIVA Presidente........ Do CárLOS M. MORALES. ;E Vice-Presidente 1* Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. - O Id. 22 Ingeniero JuAN F. SARHY. a DCCreLario ato: Señor ANGEL GALLARDO. O TFESORCLÓ + e ans Capitan SALVADOR VELASCO LUGONES. pS : [Doctor MARCIAL R. CANDIOTI. Señor MIGUEL ITURBE. A Vocales oca Ingeniero BENITO J. MALLOL. E | Señor CÁRLOS WAUTERS. sa Señor Tomás A. CHUECA. INDICE DB LA PRESENTE ENTREGA, L — MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, correspondiente al XIX” período (1890-91). e AORES II. — NUEVOS DATOS DATOS SOBRE LA FORMACION CARBONÍFERA EN LA REPÚBLICA ARGENTINA, por el Dr. Cárlos Berg. HI. — LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DEL El as ESPACIO, por Jorge Duclout. (Continuacion). e IV. — DIPTEROLOGÍA ARGENTINA (SYRPHIDA), por Emrique Lymeh Arribalzaga. E: V. — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA - E :EN (Continuacion), por Marcial R. Candioti. AE A LOS SÓCIOS | 3 Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secreta-= ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, ete., Ed eS y Cualquier irregularidad en el reparto de los e 05 ON cobro de la cuota. Se ruega tambien á los que tengan en su poder. -Obras prestadas pertenecientes á la Biblioteca de la Sociedad, se -sirvan devolverlas á la o A á fin de anotar— eS las en el catálogo. : MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (CORRESPONDIENTE AL XIX” PERÍODO 1890-91) Señores sócios, Nuevamente y cumpliendo un precepto reglamentario, vengo á daros cuenta del estado y la marcha de la Sociedad durante el período que empezó el 15 de Julio de 1890 y que termina hoy. Sócios. — La Sociedad cuenta actualmente 452sócios activos, 4 honorarios y 10 corresponsales. El número de sócios activos el 15 de Julio de 1890 era de 419, el de honorarios 4 y el de corresponsa- - les 9. El número de estos últimos ha aumentado á 10 por el nom- -bramiento del señor Luciano Cordeiro, Secretario perpétuo de la Sociedad de Geografía de Lisboa. Han ingresado durante el actual período 48 sócios y han salido por diversas causas 15. El exceso pues de los entrados sobre los salidos es de 33. De los últimos, 8 han renunciado, 5 han fallecido, 1 ha pasado á la seccion La Plata y otro ha sido nombrado sócio honorario. Hé aquí la nómina de los sócios aceptados : Benjamin García Aparicio, Agustin P. Carbone, Augusto G. Domínico, Arturo Je Guwki Sy Medina, Cárlos Ludwig, Agustín Cejas, Miguel Hughes, Juan Ban- EA .calari, Juan B. Figueroa, Demetrio G. Acuña, Cárlos Páquet, feimo 0CT5 1927 Pidelaserra, Enrique Bancalari, Estevan Massini, Adolfo Keravenant, A “Pedro Bazan, Benedicto Maza, Victor M. Herrera, Emilio R. OMA TI a muse” Alberto Fernandez Cueva, Manuel Ruiz, Luis A. Huergo (hijo), Oscar J. Rodriguez, Antonio Molner, Juan M. Igoa, Leopoldo F. Ratto, Guillermo Navarro, Juan M. Sirí, Juan E. Vacarezza, Arturo Ochoa, 'Manuel C. Baudrix, David E. Soria, Juan A. Soldani, Iberio San Roman, Benito Mamberto, Pedro Mohorade, Bernardo Meyer, Luis ANAL. SOC, CIENT. ARG. T XXXII 4 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Imperiale, José Chenú, PabloJ. Croare, Daniel R. Bernardo, Emilio Jauregui, Julio Molina y Vedia, Estanislao R. Rojas, Fernando Segovia, Samuel de Madrid y Juan Rébora (reincorporado). Asambleas y conferencias. — La Sociedad ha celebrado 10 asam- bleas generales, en las cuales se ha dado cuenta de la marcha de la Sociedad y de las resoluciones tomadas por la Junta Directiva, pasándose luego á tratar los asuntos á la órden del dia. En la asamblea del 19 de Diciembre último se resolvió por una— nimidad dar carácter permanente á la resolucion tomada en la del 2 de Diciembre de 1889 por la que se aumentó la cuota mensual á dos pesos para los estudiantes y á cuatro para los demás sócios. Al efecto se ha solicitado del Gobierno Nacional la aprobacion del artículo modificado; habiendo pasado la solicitud á informe del procurador general, este pidió cópia del acta de la sesion en que se aprobó la modificacion citada; ya se ha adjuntado esa cópia y en breve se dictará la aprobacion solicitada. Cón íntima satisfaccion, señores, debo hacer constar que esta medida no solo no ha despertado resistencias, sinó que ha sido bien recibida por todos, por el convencimiento que se produjo de que era indispensable para la marcha futura de la Sociedad. Durante el período se han dado cuatro conferencias, he aquí su - nómina. Jorge Duclout: « Fundamentos de la Geometría y el conocimiento del espacio» ; Jorge Duclout: «Teoría de la medicion »; Federico G. A. Haft: «Una nueva ley de la resistencia del aire » ; Federico G.A. Haft: «El fenómeno de la condensacion ». Junta Directiva. — En la asamblea del 14 de Agosto del año próximo pasado la Junta Directiva quedó constituida en la forma siguiente : : Cárlos María Morales, Presidente; Eduardo Aguirre, Vice-Presi- dente 1”; Juan F. Sarhy, Vice-Presidente 2; Angel Gallardo, Secre- tario; Salvador Velasco Lugones, Tesorero; y Alejanáro Molino “Torres, Marcial R. de Candioti, Miguel Iturbe, Benito Mallol y Cárlos Wauters, Vocales. Habiendo renunciado el señor Molino Torres, por tener que au sentarse para Europa, fué reemplazado en la Asamblea del 20 de Febrero del corriente año por el señor Tomás A. Chueca. MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 51 Así constituida la Junta Directiva ha funcionado hasta la fecha habiendo celebrado 39 reuniones, en las que se han adoptadoentre otras las siguientes resoluciones. Existiendo en caja la suma de cien pesos moneda nacional, dona- dos por una persona para premiar el mejor trabajo que se presente al concurso anual entre los estudiantes de la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas, la Junta Directiva resolvió que la Sociedad contribuyese con igual suma á fin de adquirir un premio, é invitar á un concurso á los alumnos de la Facultad expresada, bajo bases que se repartieron impresas. Habiéndose presentado un trabajo, la Junta Directiva nombró á los señores doctores Valentin Balbin é lidefonso P. Ramos Mejía é ingeniero Jorge Duclout que debían juzgar si era ó no acreedor á la a de oro que se resolvió acordar como premio. Estos señores han presentado el fallo que va á leerse, y si bien no se considera el trabajo acreedor á la placa de oro, hay una palabra de aliento para el autor que debe perseverar hasta obtener el triunfo que seguramente alcanzará. De desear es que en el concurso del año entrante se presente mayor número de trabajos. Preocupada la Junta Directiva de aminorar en lo posible los perjuicios que la mala situacion económica del pais podía producir á la Sociedad, resolvió convocar á la asamblea para consultarla acerca de las medidas que debían tomarse con las cédulas provin— ciales que poseía la Sociedad. Reunida la Asamblea el 13 de Mayo, resolvió despues de un dete- nido cambio de ideas, que se hiciese una nueva convocatoria enca- -reciendo á los señores sóciossu asistencia á fin de conocer la opinion del mayor número posible. En la nueva reunion que tuvo lugar el 30 del mismo mes se resolvió autorizará la Junta Directiva para. efectuar la venta de las cédulas en el momento que creyese oportu— no. Dicha venta se efectuó á los precios siguientes: 20.090 á 38.40 2/,, 20.000 á 38.10>/, y 1.500 4 37.50 */,; deduciendo la comision del corredor se obtuvo por la venta d1ez y ocho mil nue- vecientos diez pesos ochenta y cuatro centavos moneda nacional, (18.910,84 pesos moneda nacional). Habiendo enviado la Intendencia Municipal un proyecto de reformas á la ordenanza general de construcciones, para que la Sociedad informase sobre las reformas en él introducidas, la Junta Directiva resolvió nombrará los señores ingenieros Eduardo - Aguirre, Cárlos Bunge y arquitecto Joaquin M. Belgrano para que en comision estudiasen esas reformas. Dichos señores pre- 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «sentaron un informe que fué pasado á la Asamblea, la que el 5 de Diciembre del año próximo pasado resolvió que la Junta Direeti- va asesorada por varios miembros que debía designar la presi- dencia estudiase y sancionase definitivamente el proyecto. Tratadas las modificaciones se envió el informe one á la a dencia. Habiendo el señor Guillermo de Almeida Magalhaes presentado á informe de la Sociedad un nuevo sistema de cloacas domiciliarias denominadas « Liquefactoras », la Junta Directiva designó á los se- ñores arquitecto Juan A. Buschiazzo, ingeniero Cárlos Echagúe y doctor Atanasio Quiroga para presentar dicho informe. Los señores citados lo presentaron, y aprobado por la Junta Directiva, se entregó copia al interesado. Habiéndose presentado el señor Florencio Múner ea un informe sobre un « Motor sin combustible » del que es inventor, la Junta Directiva designó al ingeniero Otto Krause como miembro informante ; del informe que presentó dicho señor se entrego Se ! al ada: Se ha pasado notas á las facultades y universidad de la capital facultad de ingeniería de Córdoba, facultad de agronomía y veleri-. naria de la provincia de Buenos Aires, y Universidad de Montevideo, solicitando el envío de las tésis que han sido publicadas; y á las imprentas editoras de los señores Igon, Biedma, Joly, Jacobsen, Nolte y Peuser pidiendoles una coleccion de las obras editadas en sus establecimientos. : ] Han accedido al pedido enviando sus publicaciones la Pauli de derecho y ciencias sociales, facultad de ingeniería de Córdoba, facultad de agronomía y veterinaria de Buenos Aires, Universidad de Montevideo y el señor Martin Biedma. Habiéndose presentado el señor Antolín Teuly solicitando un informe sobre una máquina de aire comprimido de'su invencion, la Junta Directiva resolvió no acceder al pedido en vista de la defi- ciencia de los datos presentados. : Igual resolucion recayó en la solicitud del señor Juan Cabot pidiendo informe sobre una máquina de movimiento contínuo por él inventada. Habiendo enviado el señor German Avé Lallemant un Abad : para los Anales títulado el « Paramillo de Uspallata » la Junta Di- rectiva resolvió pasarlo á la Comision Redactora, y esta que se im- primiese en un folleto; ya ha sido terminada la impresion y las MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 39 láminas lo serán en breve. El folleto será repartido entre los sócios, En vista de la notable rebaja en los alquileres de las casas, la Junta Directiva resolvió pedir rebaja al señor Silveyra del alquiler del local que ocupa la Sociedad, habiéndose obtenido la disminución hasta 160 pesos de 230 pesos que se pagaba antes, cediendo al señor Silveyra las dos piezas que ocupaba la Sociedad de ingenieros civi- les que desde hace unaño no abona los alquileres correspondientes. Habiendo la Comision Directiva de la Exposicion de Paris, encar- gado á la Sociedad para que haga la distribucion de los premios á los expositores de trabajos científicos en aquel torneo, la Junta Directiva ha resuelto hacer esa distribucion en la fiesta que debe celebrar la Sociedad el 28 del corriente. La Junta Directiva ha resuelto organizar excursiones prácticas de levantamiento de planos, determinaciones de latitud, etc., bajo la direccion de ingenieros é invitar á ellas á los alumnos de la facultad de ciencias físico-matemáticas. Pequeñas dificultades han impedi- do que esto se haya llevado á efecto, pero tengo la creencia de que antes del 1* del corriente se empiecen esas excursiones que creo han de ser de gran utilidad para los estudiantes. Nuestro consócio ingeniero José S. Corti que aunque léjos de esta capital sigue con interés la marcha de nuestra Sociedad y coopera ——contodas sus fuerzastá su adelanto, ha manifestado.que habiéndose fundado en San Juan un centro científico desearían que funcionase como seccion de nuestra Sociedad. Se le ha enviado un reglamento de las secciones aceptando desde ya su indicacion. Memorias é informes. — Se han presentado en éste período 22 me- morias é informes, las cuales han sido tomadas en consideracion por la Junta Redactora, algunas de ellas han sido publicadas en los Anales y otras se hallan en vía de publicacion. Las memorias presentadas son lassiguientes: «Juan A. Buschiazzo y Telemáco Susini, «Hospital de la Bolsa ». Pedro N, Arata, «Observaciones heliométricas durante los años 1888 y 1889». Jorge Duclout, «Los fundamentos de la geometría y el conoci- miento del espacio ». Eduardo Berlingieri, «Nuevo principio científico para compensar la aguja magnética á bordo de los buques de hierro ». M. T. Podestá y Eduardo E. Clerice, «Proyecto de hospital de la Bolsa». 54. ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA: -. P. Vedel, «Apuntes sobre los revestimientos de muelles ».-. Eduardo E. Clerice, Cárlos Bunge y Cárlos D. Duncan, «Informe sobre el dock sud de la Capital». ue A Eduardo Aguirre, Joaquin M. Belgrano y Cárlos Bunge, «Into sobre las reformas introducidas en el reglamento general de cons- trucciones ». Cárlos Berg, «Sobre la Carpocapsa saltitans Westew. y la Grapho-= lita motrix, Berg., n. sp.». | Juan J. J. Kyle, «Apuntes sobre la existencia del vanadio en el carbon de piedra de San Rafael (P. de Mendoza) ». Eduardo Aguirre, «Pozos artesianos y provision de agua en el puerto de Bahía Blanca ». Federico Schickendantz, «Alumbre ferroso ». Cárlos Berg, «Formación carbonífera de la República Argentina». Atanasio Quiroga, Juan A. Buschiazzo y Cárlos Echagúe, « Infor- me sobre la cloaca liquefactora ». Pastor del Valle, « Informe sobre el establecimiento de fundicion El Cármen ». Marcial R. de Candioti y Miguel Iturbe, «Informe sobre la fábri- ca nacional de sombreros La Actualidad». : Juan J. J. Kyle, «Informe sobre la obra de los señores Zalazar y Newman, títulada Exámen quimico y bacterrológico de las aguas PO tables ». : Pablo Blot, « Proyecto sobre modificacion á las leyes y ordena NDZAas sobre construccion de afirmados ». Cárlos Berg, « Dyscophus onthophagus ». Eduardo Nada « La Sierra de la Ventana ». Cárlos Berg, «Nuevos datos sobre la formacion carbonífera de la República Argentina ». Eugenio Marin, «Curvas unicursales ». Excursiones y visitas. — En el período anterior se inició una série de visitas que han continuado en el actual con éxito creciente, siendo cada vez mayor el número de sócios que á ellas ha asistido. Decía en mi anterior memoria que con esas visitas de nuestra So- ciedad llevábamos una palabra de aliento á los que luchando con todo género de dificultades y venciendo toda clase de obstáculos tratan de levantar la industria en la República, y tan es así en efecto que muchas de las visitas efectuadas en este período lo han sido á pedido de los dueños de los establecimientos visitados. MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 55. Se ha nombrado en cada visita una comision encargada de pre- sentar un informe dando cuenta del resultado de la misma ; algunas de esas comisiones ya se han expedido y los informes han sido pu- blicados en los Anales, otros serán en breve presentados. He aquí la nómina de las visitas efeciuadas en el actual período. Julio 20 de 1890. — Visita á la tenería de los señores Duhart hermanos y C?. Agosto 29 de 1890. — Visita á las obras del puerto de la Capital. Setiembre 10 de 1890. — Excursion á bordo de la Maipú á fin de presenciar los experimentos que se hicieron con el objeto de de- mostrar el nuevo principio científico para compensar la aguja mag- nética á bordo de los buques de hierro. Octubre 19 de 1890. — Visita al Dock Sud de la Capital. Febrero 28 de 1891. — Visita al establecimiento de fundicion «El Cármen » de los señores Cadret y C2. Marzo 9 de 1891 .— Visita al gran tanque de las aguas corrientes. Marzo 25 de 1891. — Visita á las obras del sifon del Riachuelo. Abril 12 de 1891. —Visita á la fábrica nacional de sombreros del señor Dellachá. Mayo 7 de 1891. — Visita al establecimiento Recoleta de las obras de salubridad. Mayo 17 de 1891. —Visita á la cervecería «La Argentina » esta= blecida en Quilmes. En ese mismo dia debía visitarse la fábrica de carnes conservadas de los señores Highland, Scott y (C?, pero por una lamentable desinteligencia no pudo visitarse á pesar de tener la Sociedad autorizacion escrita para llevar á cabo dicha vi- sita. Mayo 31 de 1891. — Visita á la fábrica nacional de calzado. La Sociedad tiene invitaciones para efectuar otras visitas. Biblioteca. —A principios de este período quedó terminada la impresion del catálogo confeccionado durante el anterior, y fué repartido á los sócios. Ese catálogo es algo deficiente, pero no obs= tante vino á llenar una necesidad sentida; se ha seguido anotando y catalogando las nuevas obras que han ingresado á la biblioteca, de manera que en el momento que la Junta Directiva lo juzgue conveniente se podrá proceder á una reimpresion. Durante el actual período han sido donados á la biblioteca 370 volúmenes entre los que figuran una coleccion de tésis enviadas por las siguientes facultades: 56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Facultad de derecho de la Capital. Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Provincia de Buenos Aires. Universidad de Montevideo... Facultad de ingeniería de Córdoba, y varias tésis enviadas por sus autores. ES Una coleccion de obras, en su mayoría documentos oficiales, en- viados por el señor Martin Biedma (editadas en su estableci- miento). : Una coleccion de las Dali hechas con motivo de la ex- posicion de Paris, donadas por la comision argentina de aquella exposicion. Un ejemplar de la Memoria del Departamento de Obras Públi- cas de la Nacion años 1885-88 en tres volúmenes y un atlas (cn cuadernados). Un ejemplar de la obra Exámen de las aguas potables por Sa- lazar y Newman, donado por sus autores (encuadernado). Un ejemplar de la obra Trarté d'électricilé et magnetisme por A. Vachy, donado por los editores, y otras que sería largo enume-= rar y que puede consultarse en los libros correspRtie nas En vista de la insuficiencia de los estantes de la biblioteca para la colocación de las obras, se ha aumentado su número, Se han encuadernado 398 volúmenes. Anales. — Durante todo el período han estado al día los Anales apareciendo en los primeros dias de cada mes. Se ha conseguido para ellos un material variado manteniéndolos á la altura que á una publicacion de su importancia le corresponde. Desde el 1? de Enero la Comision Redactora quedó constituida en la forma siguiente: Presidente, Cárlos María Morales; secretario, Angel Gallar- do; vocales, Manuel B. Bahía, Atanasio Quiroga y Jorge Du- clout. El número de suscritores ha aumentado de 4. El tiraje de 700 ejemplares cuesta actualmente 175 pesos eo sin incluir las lá- minas. Han contribuido á la publicacion de los Anales los siguientes se- ñores: Juan Llerena, Marcial R. de Candioti, Juan A. Buschiazz o y Telémaco Susini, Pedro N. Arata, Jorge Duclout, Cárlos Berg, Eduardo Berlingieri, M. T. Podestá y Eduardo E. Clerice, P. Ve- MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA- SOCIEDAD 57 del, Cárlos D. Duncan y Cárlos Bunge, Juan J.J. Kyle, Eduardo Aguirre, Federico Schickendantz, Atanasio Quiroga, Cárlos Echa- gúe, Pastor del Valle, Miguel Iturbe, Pablo Blot y Eugenio Ma- rin. Se ha establecido canges nuevos con las siguientes publicacio- nes: : | La reforma de la escuela elemental (Coatepec). Bulletin de la Societé de Géographie (Havre) . -—Mithernlungen des Geographischen Gesselschaft (Hamburgo). Bulletin de la Société de Géographie (Finlande). Bulletino della Socretá Entomologica Italiana (Firenze). Revista clínica de los hospitales (Madrid). Atti della R. Academia der fisiocritica (Siena). Boletin de la Sociedad Geográfica rumana (Bukarest). Annals della Socretá degli Ingegnera e degli Architetta (Roma). Anales de la Asistencia Pública (Buenos Aires). El Estudio (Méjico). Revista del Paraguay (Buenos Aires). Revista argentina de historia natural (Buenos Aires). Boletín de sanidad militar (Buenos Aires). Revista tecnológico industrial (Barcelona). Bulletin de la Société d'étude des serences naturell»s (Reims). Jornal das secrencias médicas (Lisboa). The journal of comparative Neurology (Cincinnati). Abhandlungen und molnatliche mitlheínlungen naturimsenschaf- ¿en (Berlin). Societatum Literace Verzeichniss der in dem Publikationen der akademien und Veremer alle Lánder (Berlin). Bulletin de la Société de Geogravhte (Marsetlle). Bulletin of the Minesotta academy of natural sciences (Minne- sota). Transactions Kansas academy of scrences (Kansas). Bulletin of the Agriculturial experiment station of Nebraska (Ne- braska). Se reciben en cange actualmente 242 publicaciones de las cuales son : argentinas 36, alemanas 20, belgas 3, brasileras 6, chilenas k, cubanas 2, colombianas 2, costarriqueñas 4, españolas 10, norte-americanas 32, finlandesas 1, francesas 34, guatemalteca l, holandesas 3, inglesas 11, italianas 28, mejicanas 10, peruanas 3, 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA - portuguesas 9, rusas 10, suizas 4, rumanas l, suecas y norue- gas 2, salvadoreñas 2, uruguayas 3, venezolanas 1. Archivo.— En breve debe encuadernarse el tomo 8* (año 1890) del archivo y el tomo 31 de los Anales correspondientes al mis- mo, hallándose ya los 30 primeros tomos encuadernados en per- gamino. Secretaria. — Ha sido desempeñada durante todo el período por el señor Angel Gallardo. La secrelaría ha mantenido correspondencia con las de otras so- ciedades del país y del estrangero, y ha contraido relaciones con varias otras entre las que se cuentan la Sociedad de Geografía del Havre, la Sociedad de Geografía de Finlandia, la Sociedad Entomo-=. lógica Italiana, la Sociedad Geográfica rumana de Bukarest, la So- ciedad de los ingenieros y arquitectos de Roma, la Sociedad de Geo- grafía de Marsella. Durante el período actual han salido por la secretaría 293 no- tas. Los libros de actas de la Junta Directiva y asambleas. copiado- res de notas y demás libros auxiliares de Secretaría han sido lle- vados en forma. Hago aquí constar la contraccion con que el señor Gallardo ha desempeñado el puesto de Secretario, dedicándole todo el tiem- po que ha requerido la tarea que sobre el mismo ha pesado, con- tribuyendo eficazmente al progreso de nuestra Sociedad. Tesoreria. — Ha sido desempeñada por el capitan Velasco Lugo- nes, y dá idea del órden y contracción conque ha llenado sus funciones, el anexo correspondionte que se agrega á esta memo-= ria. Gerencia. — Ha seguido á cargo del Sr. Juan V. Botto, el que ha desempeñado su puesto con contraceion digna de encomio, secun- dando eficazmente al Secretario y Tesorero. Edificio social. — La situacion porque atraviesa el país, ha ve- nido á aplazar por el momento la construccion de nuestro edificio social. Ha sido mi mayor anhelo el empezar ya que no terminar esa. construccion, desgraciadamente se han presentado obstáculos que MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 99 no se han podido vencer, y en vista de esto la Junta Directiva ha resuelto arrendar el terreno para obtener alguna utilidad de ese capital improductivo. Hasta la fecha no se ha presentado interesado alguno. Seccion La Plata. — Despues de instalada la Junta Directiva de la seecion La Plata en el período anterior, nose ha recibido de esta comunicacion alguna, ni fué renovada la junta como lo dispone el reglamento. Es de desear que el 1* del entrante se proceda á la eleccion de los que han de componer la nueva Junta Directiva á fin de que la sec- cion entre en un período de labor y de reorganizacion. Señores sócIos : Con lo espuesto creo que os habreis dado cuenta del estado de nuestra Sociedad y de lo hecho durante el período que ha termina- do. Ella cuenta con elementos propios para continuar desempeñan- do su mision civilizadora, pues debo haceros notar que desde el 1 de Enero del corriente año quedó suprimida la subveneion que le había acordado el Superior gobierno. Al dejar este puesto que he ocupado durante dos años, debido á vuestra benevolencia, debo significaros mi profunda gratitud por el honorque se me dispensó y por las innumerables pruebas de dis- tincion de que se me ha hecho objeto. Buenos Aires, Julio 15 de 1891. Cárlos M. Morales. 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Balance general de la Caja de la Sociedad Científica Argentina ENTRADAS TOTAL GENTRAL 300 a Ardeduecrr sabtidaso a A is ¿ Existencia en Caja en 15 de Julio de 1891. SALIDAS 1890 Julio 16 Ud $ ma ADOS e pliss AN O AS: Buenos Aires, Julio 15 de 1891. VS 5*BO ANGEL GALLARDO CÁrLos M. MORALES Secretario Presidente durante el XIX periodo administrativo de 1590-1591. 300» 993 40 ADT NS SO q [un] >» > Y Oo == O) SO -1 == 0 QUO d E 19) — > QU 941 » 14.815 12 S.E.ú0 S. VELASCO LUGONES E Tesorero MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 61 Balance de Cuotas Mensuales durante el XIX período administrativo de 1590-1S591 1890 Recibos firmados, segun libro de planillas en : Agosto den 18 IO e oa $ mA 988 >» SOME oe tela cda ve 9892 » AA A OS 4.004 >» A 988 » DA A 1.018 » : 1891 O a O 1.026 » A O 992 » MO A a ad RO 1.024 >» o 1.048 » a 1.066 » A o SAS 1.062 » AO EEN a e A O 1.082 » DOTAL a $ mA 12.290 » Ade duciE cobrados a 5102. Ma $ m4 2.568 » A cobrar en 46 de Julio de 1890......... 2.208 » E $ m/s 4.176 » Inutilizados por diferentes causas..... ... A cobrar en 15 de Julio de 1891... $ m4 4.116 >» 1890 Recibos cobrados, segun libro de Caja, en: : Julio 16 al 31 de 1890.......... $ MA 300 » IA O ASAS 900 » NN E Ec IO 997 » A 945 » Noviembre anio do elena aba. 800. » Were mbrera o e lolo als Ladies 662 » 1891 Ad rie ea pOr ol E 708 » ODER cria o ias caes o ese, 746 MATO A, da a cod AOS E» A AiO 852. » Mayo 300000000 D000o0000 Dados dao oalO 920 -» Junio LÓDOO Oo ao O OA OA AORO 852 » O A RA O LOTA edo eos $ ma 9192» VoRBo S. E. 40. ANGEL GALLARDO - CÁrLOS M. MORALES S. VELAscO LUGONES Secretario Presidente Tesorero 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA .Balance de recibos de Anales durante el XIX período administrativo de 1590-1891 1890 Recibos firmados, segun libro de planillas, en : Aresto de Soo e es $ má 20» Delem brea. a os o 10 » Octubre OS 10 > Novembre. 2 o SEO Diciembre e ds Ue e 10 > .1891 A SÓ 26 80 A ara 18 » MARZO O IA 10 » AD A o RS A 14 50 A oe Eso 10 >» TU a ro e 20 » A E RR Tome io $ m4 159 30 A deducir: cobrados: eS 141 95 o: A cobrar en 16 de Julio de 1890......... 132 30 A cobrar en 15 de Julio de 1891... $ my 149 65 1890 Recibos cobrado segun libro de Caja, en: Julio 16 al 31 de 1890 .......... $ mM» » od Agosto ..... E A II 23 40 Setiembre cio on AS AR » O» E A O A 5 » Noviembre oi Sa Maio 9 » Diciembre us 2h A e OO 432) 1891 Enero aaa aa e EE 15 80 O O AC E NE 43 25 MATZO 0 LS Ae AS al LIS » o» A O A do Se 4 50 E e ele 31» AA O PA e AS E 9 » Julio alo a dia eo » » ADT Dt lao bma 1444195 sosa por venta de números sueltos... 96 50 TOTAL GENERAL .... $ a 238 45 A yo. B* e SB O. ÁNGEL (GALLARDO CÁrLos M. MORALES S. VeLasco LUGONES Secretario Presidente | Tesorero - MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 63 Balance general del libro mayor en 15 de Julio de 1894 a L CUENTAS SALDOS > CUENTAS (E A [=s DEBE HABER DEBE HABER aeMuebles y. útiles ooo 2.937 59 » 2.937 59 > 6 | Gobierno Nacional............... 186 > » 186 » » 7 | Balance de entrada.............. 81.764 40 81.764 40 » » 9 MUS O 289 54 » 289 54 » 11 | Suscritores á los Anales......... 435 13 238 45 196 68 » 13 p Contribuciones mensuales ....... » 14.402 » » 14.402 » 14 | Acciones Edificio Social......... 660 >| 6.420 » » 5.7160 » 1 aNecIones 4 CONIL o o 790» » 790» » 16 | Edificio Social......... NA ...| 50.247 38 600 »|| 49.647 38 > IA Apia Ta » 42.059 33| > 42.059 33 18 | Nicho en la Recoleta ............ 219 07 » 219 07 » 21 | Seccion «La Plata»..... 0.00... 5.886» » 5.886 >» »D 22 | Conferencia 28 de Julio de 1890.. 220 » » 220 » » 23 | Concurso para estudiantes de 1891 19: » 100 » » 88 » 2 AMDONACIONES: aa ide ado > 1.160 > > 1.160» 31 | Ganancias y pérdidas ........... 156 25 > 156 25 > 34 | Cédulas Hipotecarias N., série D..| 1.800 >| 38.585 07 » 36.785 07 35 | Cédulas Hipotecarias P., série 0..| 34.935 61| 18.910 84| 16.024 77 » 36 | Sociedad de Ingenieros civiles... 750 » > 7150 > » IN ere ses alot iaa > 2.870 05 » 2.870 05 39 | Anales de la Sociedad........... 3.941 06| 1.494 25| 2.446 81 » A A eE AO 34.468 56| 14.815 72 | 19.652 84 » 43 | Gastos generales................ 4.598 02 150 3.848 02 » AA BID OEA. aa da iaa 22.612 30 >» 22.612 30 » 45 | Subvencion del Gobierno Nacional > 600 » > 600 >» A Pi 14.498 »| 9.722 »ll 4.776 > » 47 | Ascciacion Médica Bonaerense...| 6.514 36 » 6.511 36 » 48 | «El Paramillo de Uspallata »..... 478 » » 478 >» » 49 | Banco Nacional, Caja de Ahorros.| 1.531 95 » 1.531 95 » 50 |. Banco Hipotecario Nacional...... 600 »| 36.831 11 > 36.231 11 51 | Banco Hipotecario Provincial..... IS » 192» » TOTAL GENERAL........ 271.323 22/211.323 22 1139.955 56/|139.955 56 Buenos Aires, Julio 15 de 1891. Yo Bo S. E. ú0. ANGEL (GALLARDO CÁrLOS M. MoRALES S. VELASCO LUGONES Secretario Presidente Tesorero 64 ¿ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA - Movimiento general de la Caja de la Sociedad Científica Argentina durante el XIX período administrativo de 1890-1591 Entradas $ m/4n 31.549 34 CUOTAS MENSUALES ¡o ¡oo Re Salidas $ m4» ANALES Suseritores Números sueltos 141 95 | 00 pan al SS e] 1) SUBVENCIÓN DEL GOBIERNO NACIONAL -2033 65 ¡NTERESES (Varios) | GASTOS GENERALES. (Sueldos, Alquileres, Gas, Gastos menores) MUEBLES Y ÚTILES BIBLIOTECA Julio 31, 1890 Setiembre... Octubre...... Noviembre... Diciembre... Enero, 1891. Febrero Sumas.... [4598 02 Buenos Aires, Julio 15 de 1891. ANGEL GALLARDO Secretario — (28: de Julio: de 1890) ASOCIACIÓN MÉDICA BONAERENSE ANALES (Impresiones, Mustraciones,, Gastos menores) 220 » |1352 99 Vo Bo CÁrLOS 'M.+*MORALES Presidente CÉDULAS HIPOTECARIAS, SERIE D (Nacionales) | | | | | PARA ESTUDIANTES, 1890 PARAMILLO DE USPALLATA, 478 S. VELAsco LUGONES (Folleto Lallemant) » CÉDULAS HIPOTECARIAS, >) : 18910 84 GANANCIAS Y PÉRDIDAS 156 25 Tesorero » 18910 84 BANCO NACIONAL (Caja de Ahorros) SÉRIE 0 (Provinciales) MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 65 Movimiento de Sócios durante el XFX período administrativo de 1590-1891 Número de sócios activos en 15 de Julio de 1890... 419 Han ingresado durante el XIX período............ 48 LOTA eat 4617 Han salido por diferentes Causas. ................ 15 Quedan en 15 de Julio de 1891.......0.......... 452 A deducir, ausentes que no pagan cuota........... 15 SOCIOS que pasado ote lo ao ; 317 Pagan 2.5 Mpio clean 213 A elos 164 LOTA 317 Sócios de la Seccion «La Plata»....... ERES 48 SOCIOS CONLOSPONSALES. aaa area loa a oa 10 SOCIOS MONOLALOS qa ata O ala Ae 4 En este período fué nombrado Sócio corresponsal, en Portugal, el señor Luciano Gordeiro, Secretario perpétuo de la Sociedad de Geografía de Lisboa. Acciones del Edificio Social, donadas durante el XEX período administrativo de 1890-1894 Acciones $ n/a LS E a ra e IA 10 100 » AnccliMachado: 2 20 » CarlostO liver no aa e a 2 20 » Pasaporte 20 200 » Enrique Wanted sala, 2 20 » Otto KTAUSE SS a. ad 10 100 >» MA o 10 100» Eduardo Qlérce E 10 100 > MOTA BES o ada 66 660 » ANAL, SOC. CIENT. ARG. T XXXI! 0) 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estado de la Sociedad Científica Argentina, durante el XIX periodo administrativo de 1890-1891 ACTIVO Cajon elecilivo so cueca a eee e $ mA 19.652 84 Muebles y MIES: teo o O oe aa A ES 2.937 59 Bibloteca ca a roo IS Le Mn O 22.612 30 Gobierno Nacional a NO 186 >» O e E e Sl e 289 54 Suscritores á los Anales, recibos á cobrar....... E an 196 68 SOCIOSTREOTIDOS A COPLA. a eS 4.116 >» INCCIONES IA CONEA a E e NoE 790 » Terreno social.......... A O A o RO » » Nichosen:la Recoleta in. a ee a UN NS 219 07 Acciones: donadas” a dt du atada cdo dica iaa 4,110 » Materiales, existentes en el terreno de la Sociedad.......... 13005 90 Colecciones de los Anales, existentes en el archivo, esti- madasicada una a 100 MOON 5.060 » Sociedad de Ingenieros Civiles, el importe de los alquileres que adeuda por los meses de Enero de 1890 á Marzo de 1891, á razonde 505 mensuales oa NS IEA 750» 300 ejemplares del Mapa de la Cordillera, construido por el Sr. G. Avé-Lallemant, estimado cada uno en 3 $ my ..... 900 » 60 ejemplares de la obra del Sr. Llerena, titulada Fisiografia y Meteorología de los Mares del Globo, estimada cada uno IN A a O A SR Oo A a Ss in ls 300» Banco Hipotecario de la Provincia, un certificado á cobrar, cuyo mmponteres de. os lei aio E 192.» Asociacion Médica Bonaerense, el importe de alquileres de años atrasaños querdeuda e eta e 6.514 36 Seccion cLa Plata»: cuotas mensuales e 5.886 » Tora en $ mA 771.412 38 . MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD PASIVO Acciones del Edificio Social, emitidas............ mo 91300 Concursospara estudiantes, de 19 oe 88 » Hipoteca del terreno social, en cédulas naciona- ES. SOMO ID $ m/r, 40.000 » A deducir la amortización de 3 semestres, al 1 %/, 600 » 36.400 » Cuentas á pagar, incluso la amortización é intereses de las 40.000 cédulas série D, que se adeudan al Banco Hipoteca- rio Nacional, correspondientes al 4% semestre, Octubre de ON E O a 684» a SIDA o $ m4 46.902 » VESBo ANGEL GALLARDO CárLOs M. MoraLEs S. VELASCO LUGUNES Secretario Presidente Tesorero 67 NUEVOS DATOS FORMACIÓN CARBONÍFERA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Hace tres meses dí cuenta á la Sociedad Científica Argentina del descubrimiento de la formación carbonífera en la República Argentina (1). ? Hoy vengo con nuevos datos, que confirman y amplian el hecho y determinan con precisión el sitio de la mina hullera y las prime- ras noticias sobre el hallazgo de los restos vegetales fósiles. No habiendo aún aparecido el trabajo del Dr. SzasnocHa, á causa de la reorganización del Museo á su cargo y la ejecución de las lá— minas explicativas de los fósiles, este señor me escribe de nuevo, dándome cuenta sobre mi envío ulteriormente hecho, Dice en su carta : «Los restos de vegetales últimamente remitidos, han confir- mado de nuevo mi anterior determinación de su edad. En todo (de ambos envíos) he podido determinar cinco especies pertenecientes al carbón inferior (Kulm inferior), que son: Archaeocalamites ra- diatus Brognt. (muy abundante y en varios ejemplares de diferente edad), Lepidodendron del grupo del L. nothum Unger, Lepidoden— dron Pedroanum Carruthers (3 piezas), una Rhaeopteris dudosa conf. Machanestri Stur, y Cordartes borassifolius Brognt. (2 pie- zas)». «Las dos piezas de la trías superior, —no terciarias como lo opina el Sr. Merster, — de La Huerta de Mareyes, ofrecen impresiones de (1) Véase : Anales de la Sociedad Cientifica Argentina. Tomo XXXI, entrega IV, páginas 209-212. — Abril de 1891. FORMACIÓN CARBONÍFERA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 69 la Thinnfeldía odontopterordes Morris y restos mal conservados del Pterophyllum longifolium. Estos restos vegetales supratriásicos ya se hallan mencionados en mi trabajo sobre las plantas de Cacheuta; y también STELZNER y GEiNITz conocían la localidad La Huerta de _Mareyes». «El trabajo sobre las plantas de Retamito, bajo el título «Sobre algunos restos fósiles hulleros de la República Argentina », ya lo he terminado, y lo presentaré, según el permiso que tengo de Vd., á la Academia de Ciencias de Viena. A fines de Mayo lo tendremos IMpreso ». Al mismo tiempe me comunica el Prof. SzasnocHa, que ha tenido ocasión de dar noticias sobre el hallazgo de Retamito al Dr. BrackE- Busca. Catedrático de Mineralogía y Geología de la Universidad de Córdoba, y quien actualmente se encuentra en Alemania. El Dr. BrackepuscH ha contestado que él considera ese yacimiento car- bonífero como mistificación, y que los restos vegetales fósiles hubie- sen podido ser llevados artificialmente al escorial de aquel paraje. Á causa de la opinión algo rara del Dr. BrackeBUSscH, tenía que extrañarme la reclamación de la prioridad del descubrimiento para él, que hace en la Revista Argentina de Historia Natural (1) el Dr. Feperico Kurtz, Catedrático de Botánica de la Universidad de Cór— doba, al tratar de mi publicación arriba citada. Dice el Dr. Kurtz, después de una introducción, lo que sigue: «En vista de lo expuesto, véome obligado á dar sobre este asunto algunos otros datos, que prueban que, con anterioridad á la comu- nicación manuscrita del Dr. Szasvocha y á las publicaciones del Dr. Bere, ya se había descubierto en la República la existencia de la verdadera formación carbonífera ». «En 1888 el Dr. Lurs BrackeBuscHn visitaba las minas de carbón del rio del Pedernal, cerca de Retamito, punto situado en los alre- dedores de San Juan, después que se habían hecho trabajos mine- ros para buscar carbón de piedra en aquel lugar. Dice el Dr. Bra- CKEBUSCH en la nota que acompañaba su colección de plantas fósi- les: «Se había cabado unos seis metros en una especie de socabón y se había encontrado un carbón de piedra bastante ferroso. Las formaciones que constituyen el terreno se componen de areniscas de color gris y pizarras, descansando indirectamente sobre la cal (1) Véase: Revista Argentina de Historia Natural, por FLORENTINO ÁMEGHINO. Tomo I, página 195, 1” de Junio de 1891. 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA silúrica que forma la sierra del Pedernal. Datos más detallados de. este hallazgo interesantísimo, que por primera vez nos documenta la existencia del terreno carbonífero productivo en la República Argentina, daré en mi obra sobre la geología de la República Argen- tina, próxima á aparecer». : «Véome pues en la necesidad de atribuir al Dr. BrAckEBUSCH la prioridad en el descubrimiento del carbón de piedra en la Repúbli- ca Argentina ». «Por mi parte, agregaré ahora que entre los fósiles de Retamito he podido determinar : Archaeocalamites radialus (BRGT.) StUR, Lepidodendron sp. (del grupo del L. Volkmanntanum Ste6.), y un lindo helecho de un tipo muy particular, representando una nueva sección de Cardiopteris, ó un género especial (Cardiop:eris, sect. Botrychiwopsiss Wersiana mihi). Estas plantas se publicarán en breve (con láminas) en el Boletín de la Academia Nacional de Cien cras exactas en Córdoba, conjuntamente con dos colecciones de plantas llamadas réticas, una de Cacheuta (provincia de Mendoza), y la otra del Bajo de Vellis (provincia de San Luis). » Á pesar de la comunicación al parecer bien negativa del Dr. BraAckEBUSCH al Prof. SzasxocHa, y del hecho de no decir el primero palabra alguna sobre el descubrimiento de la formación hullera en la conferencia sobre sus viajes en la Cordillera, dada el 3 de Enero de 1891 en la Sociedad Geográfica de Berlín (1), no se puede dudar que Brackemusca haya traído los vegetales fósiles. El Dr. Kurtz los ha recibido de él y su competencia en juzgar las muestras no debe ponerse en duda. Para esclarecer el asunto y determinar la prioridad del descubri" miento, me dirigí al Padre MerstEr, Director del Seminario Conciliar de San Juan de Cuyo, de quien yo había obtenido las muestras de fósiles y los datos que sirvieron de base para las publicaciones. El Sr. MersTeR me comunica lo siguiente: « La mina del Departamento de Retamito, entre Devisadero y Los Berros, no pertenece al districto de las minas de los Sres. CABALLI y C?, sino al Sr. D. JosÉ Maasen, de Mendoza, que posee importantes hornos de cal en Puntilla (Departamento de Cieneguitas), 3 leguas y medio al oeste de la Estación de Retamito. Desde muchos años mi (1) Prof. Dr. Lupwic BRACKEBUSCH, Reisen in den Cordilleren der Argentinischen Republik. Vostrag gehalten in der Gesellschaft fir Erdkunde zu Berlin am 3. Januar 1891. —Aus den Verhandlungen der Gesellschaft fir Erdkunde zu Berlin. 189). N* 1, p. 53-19. FORMACIÓN CARBONÍFERA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 7 amigo, el Sr. Maasen me regaló en 1887 algunas muestras de plantas fósiles y pidió mi opinión sobre ellas. Con ayuda de las obras de CREDNER, CONTEJEAN, VÉLAIN y ALMERA, pude llegar al con- vencimiento de que se trataba de fósiles de la formación carbonifera. Pedí del Sr. Maasen nuevas muestras y le aconsejé hacer inspeccio- nar su mina por algún hombre científico é imparcial. El Sr. Maasen se encontró un día con el Dr. BrackeBuscH en un hotel de Mendoza, y lo invitó para una excursión á La Puntilla, de donde se dirigieron á las minas de carbón. El Dr. BrackeBuscH, quien se ha explicado en sentido enigmático, me hizo poco tiempo después una visita en el Seminario, pidiendo que le prestara, bajo la garantía de devolu- ción, una magnífica impresión vegetal, sobre la cual pensaba escribir un amigo suyo. No me dijo que había estado con el Sr. MAASEN, M1 tampoco que éste le hubiera comun'cado mi opinión sobre la formación carbonífera ». - «Poco tiempo después (Diciembre de 1887 6 Enero de 1888), yo mismo visité al Sr. MAASsEN, yen mi presencia, en breve tiempo, fueron azadonados del carbón pizarreño muchos restos de vegeta- les». « Por consiguiente no es el Dr. BrackeBUscH el descubridor de la mina, sino el Sr. Maasen. Tampoco ha hecho la primera declara- ción carbonífera el Dr. BrackeBuscH, sino yo. En vista de mi indicación él ha sido invitado á la excursión por-el Sr. MAASEN, y este último le ha dado muestras de vegetales fósiles á él como también á varios señores ingleses. La primera noticia publicada se relaciona también conmigo, pues, la «Unión» de San Juan dijo un día: Hoy regresó el Rector del Seminario Conciliar de una excursión á Retamito, en donde ha encontrado una mina de verdadero car- bón ». : «Si después de lo expuesto puedan reclamar la prioridad del descubrimiento los Drs. Kurtz y BrackeBUscH, lo dejo á su juicio». La publicación de los datos precedentes destruye la opinión dada por BrACkEBUSCH á SZAJNOCHA y esclarece de manera determinante la cuestión relacionada con la prioridad del descubrimiento de la formación carbonífera en la República Argentina. Montevideo, Museo de Historia Natural, el 20 de Junio de 1891. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DEL ESPACIO POR JORGE DUCLOUT Ingeniero civil, etc.* (Continuacion) Segmento formado por dos puntos y ángulo formado por dos ree-. tas. — Las dos figuras más elementales en que se puedan estudiar propiedades de simetría son: la que forman dos puntos, y la que forman dos rectas; la primera se llama un par de puntos y la se- gunda un par de rectas. Tratándose de la distancia de los elementos que forman estos pares, se dice que dos puntos determinan un segmento y dos rectas un ángulo. El seymento puede considerarse como descrito por un punto mó- vil que sale de una posicion llamada origen, y se traslada sobre una recta, en una cierta direccion ó sentado de traslacion, hasta lle- gar á otra posicion que se llama extremidad del segmento. El orígen y la extremidad son precisamente los dos puntos (el par de puntos) que determinan el segmento. Si se invierte el ór- den de estos puntos, tomando la extremidad como orígen, y re- ciprocamente, se obtiene el mismo segmento que antes, pero con- tado en sentado opuesto. Se ve, pues, que dos puntos determinan en realidad dos cosas distintas: dos segmentos iguales pero de sentidos, ó direcciones, opuestos. Así mismo, el ángulo puede considerarse como descrito por una recta móvil, que sale de una cierta posicion llamada origen, y gira al rededor de un punto en una cierta direccion, ó sentado de rota- cion, hasta llegar á otra posicion que puede llamarse extremidad LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA TS del ángulo. El orígen y la extremidad son las dos rectas (el par de rectas) que determinan el ángulo. Invirtiendo el órden de estas rectas, tomando la extremidad como orígen, y recíprocamente, se obtiene el mismo ángulo que antes, pero contado en sentado opues- to. Dos rectas determinan, pues, dos cosas distintas: dos ángulos iguales pero de sentidos ó direcciones opuestos. De lo que precede resulta que la nocion de segmento es recípro- ca de la de ángulo; y en efecto, se puede pasar de la una á la otra formando su figura polar recíproca. A los dos puntos extre- mos de un segmento corresponden sus polares, que forman los dos costados de un ángulo, y recíprocamente. A la série contínua de puntos que forman aquel segmento corresponde la série contínua de rectas que forman el ángulo: el segmento es parte de la série de puntos que forman la recta que lo contiene, y el ángulo es parte de la série de rectas que forman el haz plano que lo contiene; el vértice del ángulo es el sosten de este haz, y es el polo de la recta que comprende el segmento considerado. Puntos conjugados en una recta y rectas conjugadas en un haz.— vuntos E ; yl E determina además del La figura formada por un par de 5 P P l rectas ) ¡segmento) t ángulo y ¡traslacion del punto) , en que se encuentran, otro par que se llama l rotacion de la recta Y poa conjugado del primero, y que se obtiene como sigue (fig. 51 y 52). que forman, y de las dos direcciones ó sentidos de (fig. 51) Sean A y B dos puntos de la recta p: las polares a y b, de A y B res- pectivamente, se encuentran en el polo P de p; los puntos ap y bp, que designaremos con A” y B”, se llaman conjugados de A y B. El segmento A“B* es el conjuga- do de AB, y se ve inmediatamente que: 1" "AA =BB'= 1 cuadrante; 2 Mientras el punto A describe el segmento AB, el A' describirá el “segmento A'”B” y, siendo constante la distancia AA” el segmento AB=A'"B'; (fig. 52) Sean a y b dos rectas por el punto P: los polos A y B, de a y b respec- tivamente, se encuentran en la polar p de P; las rectas AP y BP, que de— signaremos con a” y b”, son las rec— tas llamadas conjugadas de a y b. El ángulo a'b” es el conjugado de ab, y se ve inmediatamente que: le aa” =bb* =1 cuadrante; 22 Mientras la recta a describe el ángulo ab, la a” describirá el ángulo a'b” y, siendo constante el ángulo aa”, el ángulo ab = a'b”: 714 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3” La recta PA, ó sea a”, es la po—- lar del punto A”, y la PB ó b”, es la polar de B”; 4” De la proposicion anterior re- sulta que el conjugado de A” es A, y el de B” es B; es decir que los pun- tos de una recta y sus conjugados en esta recta forman dos sistemas en in— volucion; 5% Los triángulos AA'P y BB'P son dos triángulos auto-polares, pues cada uno de sus tres lados tiene por longitud un cuadrante. 3” El punto pa ó sea A”, es el polo de la recta a”, y el pb ó B”, es el po- lo de b”; 4" Dela proposicion anterior re- sulta que la conjugada de a” es a, y la de b” esb; es decir que las rectas de un haz plano y sus conjugadas en este haz forman dos sistemas en in- volucion:; 5 Los triláteros aa*p y bb'p son dos triláteros auto-polares, pues cáda uno de sus tres ángulos son ángulos rectos. Involucion haperbólica. — Si la recta p es real (fig. 51), es decir, si corta el círculo en el infinito en dos puntos, U, y U;, estos puntos son conjugados de sí mismo, pues hemos visto que la polar de U,, por ejemplo, es la tangente u, al círculo en el infinito en este punto, y esta polar corta p en el conjugado de U,. que es U, mismo. Cuando un punto de una involución es su propio conjugado, se lo llama punto doble; se ve que: Un polo exterior á una cónica Y (imágen del círculo en el infinito), determina sobre su polar con relacion á esta cómica, dos séries de puntos conjugados en anvolucion, cuya involucion tiene dos puntos dobles reales, que son los de in- terseccion de la polar con la cónica *, y los de contacto de las tan- gentes del polo á la misma. Estos puntos son las imágenes de los puntos en el infinito de la recta p. Tal involución con dos puntos dobles, se llama ¿nvolucion ha- perbólca. Uniendo el polo P con los puntos de la polar p se obtiene un haz con sosten en P; los rayos conjugados a',b* y a, b, forman dos séries de rayos conjugados en involución, cuyos rayos dobles son las tangentes del polo á la cónica 2, u, y 4», imágenes de las rectas isótropas por el polo P. Esta involución de rayos, con dos rayos dobles, se llama tambien involución iperbólica, tratándose ahora de dos radiaciones en in- volucion al rededor del mismo sosten P, mientras que antes se trataba de dos puntuales en involucion sobre el mismo sos= ten p. La puntual p (A, B... A”. B'...), es la seccion de la radiacion P (a*, b*... a, b...), por la polar p de P. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 15 Involucion eliptica. — Cuando al contrario el polo Pes interior á la cónica Y (fig. 52), su polar p no la corta ya, y los puntos U,, U, así como las rectas u,, 42, desaparecen. Sin embargo, las dos pun- tuales A, B... y A”, B'... así como las dos radiaciones a”, b”... y a, b... quedan siempre en involucion, pero dicha involucion no tiene ya ni puntos ni rayos dobles. Se llama 2nvolucion elíptica. Elementos dobles reales ó imaginarios de una involución. — La diferencia fundamental que existe entre esta involucion y la hiper- bólica, resulta de la simple comparacion delas figuras 51 y 52; en ¡puntos B y B' : (AdeA%) _. 27, y ño separan mientras que t rayos byb'- la elíptica, los ideas en la hiperbólica sucede lo contrario. : ó pS AGA' En la involucion elíptica se puede llegar de lo E a pasando por Bó por B' indistintamente, pero siempre hay que pasar por uno - solo de estos puntos; en la hiperbólica, al contrario, para llegar de AáA' se pasa por B y por B”, ó por ninguno de los dos; en efecto, : : B' 3 por ejemplo, ; » seencontrará ¡puntos U, y Uz) l rayos U, y uz $ GB (A y U, si ,,,(se encuentra entre j ,* 11 la” yu, AS (. En la involucion hiperbólica los entre o 007 E) z unto E A) : tras- determinan con un [PY%'9 cualquiera AS dos sentidos de | z l rayo ) Na) l ro- lación) ,... ; z : | distintos; recíprocamente á cada uno de los dos sentidos tacion: itraslacion) ¡A la puntual p | en que se puede recorrer desde dez 1 p : ta” la radiacion P? e E eL rotacion $ ¡puntos U,, Uy, U rayos uu; Us $ Supongamos que de alguna manera se haga coincidir la recta ja, o) D p de la figura 52, con la misma recta p de la figura 51,en cuyo caso los polos P coincidirán igualmente; la involución elíptica de la 2 figura 52 se trasformará en la hiperbólica de la figura 51, y los ele- lo) y responde uno de los (U,, Us : ue : mentos dobles E El reaparecerán. Esta coincidencia solo puede Uy, Uz S , producirse trasformando la recta imaginaria p (fig. 52), en la rec- ta real p (fig. 51), es decir, trasformando lo real en imaginario, y y puntual , reciprocamente; y como la superposición de una y. radiacion! 76 - (ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA á una imaginaria, ó recíprocamente, no altera la forma de estas figuras, en virtud del aroma fundamental del movimento (*), de= bemos admitir que los elementos imaginarios que aparecen ahora existían potencialmente, antes de la trasformacion, aunque ro eran tangibles ni concebibles directamente. Por esta razon se dice que: en una recta ) ia tiene dos elementos do= en una radiacion La involución eliptica bles 1maginarios. Pero hay que fijarse muchísimo en el sentido de esta proposi= cion: «tiene dos elementos dobles imaginarios» quiere decir, «puede tenerlos», 6 «llega á tenerlos cuando se trasforma lo real en “magimario, y recíprocamente»: esta es la condicion para que lleguen á ser tangibles. El concepto que corresponde al de elementos dobles imaginarios, en una involucion elíptica tal, es que estos elementos son «poten- ciales », si puedo espresarme así; no tienen existencia objetiva inmediata, sino simplemente una existencia subjetiva, que de- pende de cierta operacion á efectuarse. Más adelante veremos cómo se efectúa esta operacion, y cómo se construyen los puntos ima— ginarios dobles de dos puntuales en iuvolucion elíptica. La pala— bra ¿1magimaria proviene de que nos suponemos situados en la parte del plano que contiene el sosten de la involucion conside- rada; entónces es esta la parte real, desde nuestro punto de vista sub- Jetiwo; al trasladar este sosten á la otra parte del plano, situada más allá del círculo en el infinito, á la parte del plano de que estamos separados por 2, hacemos precisamente la operacion que nos sir- vió para definir lo imaginario al comenzar este capítulo: pasamos más allá del infinito : atravesamos Y. | Método de von Sraubt para »epresentar elementos imaginarios por elementos reales. — No solo podemos hablar de dos elementos do- bles imaginarios, en el sentido expuesto, sinó que podemos dis— tinguir estos dos elementos uno de otro. En efecto, hemos visto que en la involucion hiperbólica, á cada traslación sobre la recta : un- E, "PY responde uno de los JP sentido de . ' rotacion al rededor de P - Ta- (1) Véase capítulo II. Análisis de los principios de la Geometría de Euclides, Anales de la Sociedad Científica Argentina, tomo XXX, página 311. PLOUT. | LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA ,ETC. por Joro: DUCLOUT. ' / f ES / H , / | PS 4 a ¿ - , ' / A e a” 1 7 A 7 El e Al 2% eZ el ! / y pes a AA LS A y AS 1 LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 77 tos U E E EArO . . UN ¿ . a +08 e ; por consiguiente, si designamos con a por ejemplo, el al » el otro, 0 corresponderá al que corresponde al sentido edo 2 : BA, < lo sentido lo al Si trasformamos una involución hiperbólica en otra elíptica, al sentado AB del segmento determinado por los puntos A y Ben la primera, corresponderá en la segunda el mismo sentido AB; y al sentido BA en la primera, el sentido BA en la segunda. Para abre- viar el discurso podemos decir que el punto doble, imaginario, U,, -esel que corresponde al sentido AB, en la involucion elíptica conside- rada, y que el punto doble, imaginario, Uz, corresponde, en la mis- ma, al sentido BA. Esto significa que convenimos en designar con U, el punto doble, real, que se encuentra en el sentido AB en la in- volucion hiperbólica obtenida por la trasformacion de la recta p, (fig. 52), con su involucion elíptica, en la otra recta p (fig. 51). La misma esplicacion vale para la involucion elíptica en el haz P (fig. 52), y los elementos dobles, imaginarios, de esta Invo- lucion: cada uno de ellos corresponde á un sentido de rotacion alrededor de P. En resúmen: Una involución elíptica determina dos elementos dobles imaginarios, y á cada sentado en la imvolucion corresponde uno de dichos elementos. Estos elementos se vuelven tangibles al trasladarse la involucion de lo real á lo 1maginaro. En esta propiedad consiste el método clásico, empleado en geo- metría moderna, para representar elementos imaginarios en una recta ó en un haz, mediante una involucion elíptica, cuyos elemen- tos dobles son los imaginarios que se quieren representar; este método, debido al preclaro geómetra von StauDT (*), es uno de sus descubrimientos más brillantes, y pensamos haber esclarecido un tanto aquí, lo que podía quedar oscuro en los fundamentos mis- mo, en el mecanismo, de esta representacion. (2) VON STAUDT espuso esta teoría por primera vez en su obra Contribuciones d la Geometría de Posicion (Bertrage zur Geometrie der Lage) Nurenberg 1856-60 ; pero recien en estos últimos años, sobre todo desde 1870 á la fecha, se le ha dado por los geómetras la atencion debida y el rango que le corresponde en geometría moderna, en la que permitió la introduccion de lo imaginario, abstrac— cion hecha de toda consideracion algebráica. 18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Involucion parabólica. — Como transicion entre la involución hiperbólica y la elíptica, tenemos el caso de que la recta p sea tan- gente á la cónica 2, es decir, que sea una recta isótropa. En este caso, el polo P es el punto de contacto de dicha tangente. Si ele- jimos un punto A, sobre la recta isótropa p, la polar a de A pa- sará por P, por consiguiente A' se confundirá con P; el conju= gado B”, de otro punto B de p, se encuentra en la interseccion de b con p, y como b pasa por P, resulta que B” se confunde tambien con P. Las polares de A”, B”, etc., coinciden pues, todas con p. A U,, Uz E , Además, los dos elementos dobles |” * se coinciden igualmente 1, Uz puntuales A, B... y A',B'...) radiaciones a,b"... y a,b...) mentos dobles unidos; todo conjugado de un elemento de la série considerada se confunde con el mismo elemento doble. Esta clase de involución se llama 2nvolucion parabólica, y forma la transi- cion, el contacto, entre la hiperbólica y la elíptica. - La distancia AA' =BB” = un cuadrante es, en este caso, la distancia entre cualquier elemento de la série y los elementos do- bles unidos (*). Pp Es con o . Las dos tienen dos ele U UE) ) Los elementos dobles L se encuentran tanto en el == U= A BON BAN : sentido a pS “omo en el sentido » a)' nose puede decir que un par de elementos conjugados, como B y B' = P, separa otro como AyA' =P, ó que no lo separe; en efecto, A y P se encuentran entre B y B” si se considera P como movido infinitamente poco há- cia B en el segmento B'B, mientras que, si se considera P como situado infinitamente poco hácia fuera de este segmento, los pa- res Á y P, B y B' se separan. La determinacion de sentido es indeterminada, instable, en el caso de esta involucion límite. | Lo propio sucede con la involución parabólica en la radiacion; si el sosten P de esta radiacion se encuentra sobre el círculo en el infinito 2, los dos rayos dobies u, y uz coinciden con la polar p de P, que es la tangente á 2 en P. El conjugado, a” de cualquier (1) Véase en este mismo capítulo Polo de la tangente duna cónica, etc., y Algunas propiedades de las rectas isóbropas, en donde se encuentra expuesta, de otro punto de vista, la indeterminacion del cuadrante en una recta isó— tropa. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 719 rayo a del haz se confunde tambien con p. La distancia de dos ele- mentos conjugados cualesquiera, que es un cuadrante, un ángulo recto, es la distancia de cualquier rayo del haz P á la tangente p; en otras palabras : todas las rectas (rectas paralelas) que pasan por un mismo punto en el infinito (punto de 2), son normales á la tangente del círculo en el infinito (2) en este punto; es el mis- mo teorema que establecimos al comenzar este capítulo, de que toda recta del plano corta normalmente el círculo en el in- finito (?). A medida que adelantamos en este estudio, hemos de ver com- probarse con la misma evidencia los teoremas que sirven de base ¿la geometría moderna; cada vez más han de aclararse las con- secuencias más singulares, y sofísticas en apariencia, de las no- ciones del infinito y del ¿maginario, á la luz de las verdades in— coneusas que encierran los nueve primeros axiomas de Eu- clides. Duplicación de un segmento ó de un ángulo. — Las propiedades de simetría de un par de elementos que forman un segmento ó un ángulo, conducen primeramente al estudio de la duplicación de dicho par. Desarrollaremos esta teoría dualísticamente, tra- tando de un lado las propiedades de los pares de puntos, y del otro sus figuras recíprocas, que son los pares de rec- tas. (2) Véase en este mismo capítulo: Distancia entre puntos del cérculo en el ím- finito, el resúmen de este párrafo. Anales, tomo XXXI, páginas 169 á 265. Nor- males duna recta isótropa. DIPTEROLOGÍA ARGENTINA (SYRPHIDAE) POR FÉLIX LYNCH ARRIBALZAGA El presente trabajo, limitado al estudio de nuestros Syrphidae, no es, hasta cierto punto, sinó la continuacion del que, con el mismo título, he entregado á las prensas del Museo de La Plata, pero cuya aparicion habrá forzosamente de demorarse en razon de que las planchas que acompañan la primera parte no podrán estar listas en breve plazo, por requerirlo así su más cuidadosa elaboracion. Consecuente con las ideas que más de una vez he manifestado, no me reduzco en esta Obra á la mera enumeración de las espe- cies citadas, sinó que doy, de cada una de ellas, una descripcion completa cuando las he tenido á mano, ó, en su defecto, he tomado de los autores la mejor característica que haya encontrado pu- blicada; otro tanto he hecho con los géneros, teniendo siempre por objetivo principal, que mi obra pueda utilizarse como un - manual dipterológico por todos aquellos que aborden el estudio de la entomología de la República, sin poseer el caudal de obras especiales que tales investigaciones demandan en un país so- bre cuya fauna, casi todo cuanto se ha escrito, hállase diseminado en sin número de libros, folletos y recopilaciones, á las veces de costosa cuando no imposible adquisicion. En este trabajo han colaborado de una ú otra manera buen número de aficionados á las ciencias naturales 4 naturalistas de nota, cuyos nombres se hallarán en los lugares oportunos, contribuyendo los unos con sus colecciones, Ó los otros con útiles observaciones; mas entre todos cuantos han facilitado mi tarea debo hacer especial men- cion de mi colega y amigo el Dr. Epuarno L. HoLmBERG, CUyas ri- DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 81 cas colecciones me han servido de base principalisima para mis estudios, sin contar las variadas observaciones que el mismo na- inralista me ha comunicado sobre las especies recogidas por él en distintas partes de la República. Una vez terminada la impre- sion de este trabajo, los tipos de que me he servido, y que perte- necen á mi coleccion, serán depositados en el Museo Nacional de Buenos Ayres, que tan dignamente dirige el venerable Dr. GERMAN BurmersTEr, á fin de que puedan ser consultados allí por los estu- diosos actuales ó del porvenir. : Buenos Ayres, Junio 15 de 1891. SYRPHIDAE, Lareries. Syrphiae, Larr. Hist. nat. d. Crust, et d. Ins., XIV, 351 (1804). — Ejusd. Gen. Crust. et ins., IV, 319 (1159), (1809). Syrphici, MricEN, Syst. Beschr. d. bek. europ. zweifl. Ins. MI, 155 (1822). — Wark. List of Dipt. 537 (1849) et Ins. Saunders. I. 216 (1856). Syrphidae, LaTr. in Cuv. Régne anim. V, 490 (1829). — Macor. Hist. d. Dipt. 468 (1831). — Ejusd. Dipt. exot. II, 2, 5 (1842). — Ronpant, Dipt. exot. 3 (1863). — Scuin. Novara Exp. IL, 339 (1868). — JAENNICKE, Exot. Dipteren, 87 (1868). — OsTEN-SackEN. Western Dipt. 321 (1877). — V. pD. Wunrr. Tijds. voor Entom. XXV, 122 (1882). — WiLListoN. Proc. Am. philosoph. Soc. XX, 299 (1882). ¿ Syrphica, PuiL. Aufzahl. chil. Dipt. 139 (1865). Syrphidiae, WieDM. Aussereurop. zweifl. Ins., II, 78 (1830). Syrphii (SYRPHIENS), BLANCH. Hist. d. ins. IL, 475 (1845). Syrphinae, Ronb. in Baubi et Truqur, Studi entom. 64 (1848). Syrphidi et Ceridi, Bicor 'olim) et Syrphidi, Ann. Soc. entom. Fr. 230 (1883). En la dilatada série de los Dípteros aparecen los Sírfidos como un lazo de union entre los Ortorafos y los Ciclorafos y es debido quizá á este papel intermediario, que no obstante conservar una fisonomía peculiar, ofrecen al naturalista gran variedad de for- mas genéricas que parecen oriundas de otras tribus, y á la ma- nera que los Marsupiales, eslabon dislocado en la cadena de los - mamíferos, no concuerdan entre sí sinó en poseer un carácter comun y fijo, los huesos suplementarios de la pelvis, y en cuanto á lo demás, encierran tipos afines de los Cánidos, Mustélidos, Roedo- dores, etc., en lo pertinente á factes y costumbres, así los Sírfidos ANAL, SOC, CIENT. ARG. T XXXII! 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nos ofrecen uno, que á veces falla ó es poco visible, un nér- vulo auxiliar ó suplementario de las alas, que recorre á lo largo la primera celda basal y parte de la primera vosterior. Mas, aún cuando en la tribu falte la uniformidad de tipos y que, hasta pa- rezca que cada uno de los grupos en que ella se puede descom- poner, vaya modificando sus caracteres hasta ligarse con la agru- pacion inmediata, puédese, sin embargo, caracterizarla, con rela- tiva certidumbre, coordinando los principales detalles orgánicos más fijos y constantes de los variados miembros de la tribu. Tienen la cabeza semi-esférica, plana por detrás, más ó menos convexa en lo anterior, y casi enteramente ocupada por los ojos; antenas de tres articulaciones, de las que la tercera generalmente es lenticular y provista de una cerda situada en la arista su- perior y cerca de la base, siendo en estos casos muy cortos los artejos basales; pero tambien los hay con el primer artículo largo y delgado, y los dos últimos casi confundidos en una masa oblon- ga munida de una cerda basal ó de un esfilete terminal; trompa comunmente alargada, pero pocas veces saliente, de consistencia membranosa, acodada cerca de la base, dirigida hácia adelante, terminada por dos labios carnosos y oblongos, oculta en el re- poso dentro de una cavidad lineal, oblonga ó casi redonda, en- cerrando en un pliegue de su dorso las cerdas del chupador, de las que la más notable es el labro, pieza córnea bastante ancha y escotada en el medio de la punta, carácter que tienen de comun con los Stratiomyidae ; tres ojuelos lisos se asientan en el vértice de la cabeza, agrupados en triángulo; de miembros motores, sírvenles patas generalmente cortas y gruesecitas, con tibias des- provistas de espolines terminales; alas lanceoladas ú ovales con las celdas marginal y sub-marginal “unas veces cerradas, otras abiertas y ofreciendo con frecuencia ésta última una figura pe- diforme, nervadura sub-marginal nunca bifurcada en su extremi- dad, primera celda basilar larga y sobrepasando la base de la discoidal, primera célula posterior siempre cerrada vor un nér- vulo ondulado, anguloso ó más ó menos redondeado, tercera cel- da basilar prolongada ella misma hasta el borde posterior del ala ó alcanzándolo por un apéndice que arranca de su extremo, una nervadura suplementaria, que naciendo las más veces desde la mediastina, cerca del pedúnculo comun de las nervaduras margi- nal y sub-marginal, cruza á lo largo la primera celda basilar y parte de la primera posterior, DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 83 El cuerpo es de figura muy variada, pues en unos es corto y re- cogido (Enstalis, Volucella, Microdon, etc.), en otros, largo, angosto, deprimido y casi paralelo (Ocyptamus, Mesogramma y muchos Syrphus), no faltan los de cuerpo flaco y abdómen pedunculado (Baccha, Sphegina, Maogaster) ó de formas más robustas, pero con el abdómen claviforme (Cerza), fuertemente estrangulado en el medio (Senogaster) ó ancho en la base, pero brusca y uniformemente estrechado en lo posterior (Imatisma, Ubristes). Despues dela forma del cuerpo, los órganos más sujetos á modificaciones, son la cabeza y las patas; la frente, en casi todos, es más ó menos avanzada en forma de cono obtuso, pero en algunos alcanza su máximo desarro- llo y se prolonga en un largo cuerno cilíndrico en cuyo vértice se insertan las antenas (Cerra); la cara ligeramente convexa en los afines del género Microdon, aparece fuertemente excavada debajo de las antenas en muchos, avanzada como un hocico (Volucella, Phalacromy1a, etc.), y tuberculosa ó callosa en el medio (Syrphus, Eristalas); el epístoma, comunmente poco saliente, adquiere en las Rhingiía un crecimiento inusitado, pues se adelanta á manera de pico horizontal acanalado por debajo. Las patas son, en los más, sencillas y sin nada de notable, pero, en otros, los fémures posterio- res son hinchados en forma de huso y armados por debajo con espi- nas ó con pelos espinosos (Sphegina, Eumerus, Xilota etc.), ó con grandes dentelladuras (Senogaster, Tropidia, Merodon, Stilbosoma, : las ancas suelen tener una espina por el lado interno (Sterphus) y áun las tibias posteriores, más ó menos arqueadas ó claviformes, en muchos, á veces son escotadas antes de su extremidad y hasta esta misma se halla prolongada en un diente agudo (Merodon). Menores son las modificaciones que se notan en las patas, segun los sexos: ellas se reducen á la mayor ó menor anchura de los tarsos y alguna vez se observa que las tibias anteriores de los machos tienen por defuera una ringlera de cerdas fuertes, arqueadas de un modo particular (Melanostoma). Los ojos son velludos ó desnudos, y en ellos suele notarse la singularidad de que el tamaño de los ojuelos componentes del ojo varíe segun las regiones que ocupan en el mismo. Los Sírfidos, á pesar de sus afinidades con otras tribus, se diferencian de ellas por el conjunto de sus caracteres, pues cuando tienen alguno perteneciente á otra division, fáltales el principal ó vice- versa. - Su nervadurasubmarginal nunca ahorquillada en la extremidad los distingue inmediatamente de los Asilidae, Bombylidae, There- 84 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vidae, Leptidae y Scenopinidae. Sus antenas desprovistas de anillos en el último artejo los separan de los Tabanidae, Stratiomyidae y Xilophagidae, sin contar con sus alas desprovistas de célula discoi- dal en el medio de ellas. De los Cyri2dae, Empidae, Hybotidae, Dola- chopodrtae, Lonchopteridae y Muscidae se diferencian por su célula anal prolongada hasta cerca del borde posterior de las alas, y la primera celda posterior, siempre cerrada, los aparta de los Papuneu- lidae y Platrpezidae; finalmente, son distintos de todos por la nerva- dura suplementaria de sus alas, que falta ó es poco visible única- mente en rarísimos casos, mas aún cuando ella'no existiera bastaría para reconocer los Sírfidos con la exposicion de sus caracteres diferenciales, que anteriormente quedan señalados, y que el docto ScHINER ha magistralmente desarrollado en sus muy meritorias obras sobre este grupo. No muy numerosos, ni tampoco muy detallados, son los datos que hasta ahora se poseen de la anatomía interna de estos Dípteros; mas, como quiera que su organizacion no es demasiadamente com- plicada, y es fácil deducir, con ayuda de los estudios anatómicos que sobre este y otros grupos se han llevado á cabo, su verdadera con- formacion interna, salvo algun detalle de menor cuantía, procuraré dar una idea de ella, sirviéndome en parte de mis estudios perso- nales y en parte de lo que subre este tópico han publicado Durour y otros autores de bien acreditada competencia. Como en todos los animales que siguen un régimen vegetal, el tubo digestivo es muy largo, pero tan simple como en los más de los Dípteros, y en el con- junto general se asemeja bastante al de los Muscidae, tribu de laque difiere principalmente por no tener sinó dos vasos de Malpighi, sésiles, en vez de cuatro reunidos por pares, sobre dos canales colé- docos como acontece en los Muscidae. El esófago sencillo y tubuloso es bastante corto; á cada lado de su abertura se insertan dos glán- dulas salivares no muy largas, semi-transparentes y bursiformes, y del espacio intermedio entre ellas arranca un largo tubo muy delgado dirigido hacia atrás, que continuando paralelo al estómago va á terminar hácia el medio del abdómen donde concluye en una dilatacion en figura de bolsa bilobada y bastante grande; esta dila- tacion es la vesícula aspiratoria, Saugmagen, Saugblasse 6 buche modificado; el tubillo en cuyo vértice se encuentra es muy trans- parente, pero la vesícula suele ser más ó menos amarillenta; algu- DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 85 nas veces se la encuentra distendida por gases y presenta un color blanquecino, pero comunmente contiene gránulos de pólen, á lo menos así lo he visto en los Syrphus y los Eriwstalis. El estómago, largo, tubular y arrugadito al través, hállase tres veces replegado sobre sí mismo ó es cuadriventricular en los Syrphus segun Durour. Una pequeña hinchazon situada en el extremo posterior del estó- mago indica la region pilórica, donde se insertan dos larguísimos (hasta cuatro veces el largo del cuerpo en Eristalas) y delgados vasos urino-biltares, cilíndricos, sésiles, con la extremidad libre cerrada en punta obtusa; son de color violado con la base amare llenta, su superficie exterior parece, en casi toda su longitud, amllada á distancias regulares de glandulillas hemisféricas ó de tuberculillos muy pequeños (Eristalis), pero la region vecina al píloro es lisa. El intestino delgado es casi tan grueso como el estó- mago, la region cecal es musculosa al través, piriforme, y en ella no se observan las válvulas espirales de los Culvcrdae, ni los cuatro fuertes órganos conoidales que cierran esta parte del intestino en los Musciídae. El intestino grueso nada presenta de notable. La respiracion se efectúa como de ordinario por los estigmas torácicos y abdominales, y el sistema respiratorio, compuesto en su mayor parte de tráqueas tubulosas y provistas de hilo espiral, hállase auxiliado por dos grandes sacos aeríferos sin hilo interno, situados en la base del abdómen y por algunas vesículas diseminadas en el trayecto de los tráqueas torácicas. Los órganos genitales de los machos constan, como en casi todos los Dipteros, de dos testículos -con canales deferentes, dos vesículas espermáticas, un canal eya- culador, pene y piezas prehensoras externas. Los testículos son unicapsulares, piriformes, ysus canales deferentes se insertan sobre un tubo comun (Mesogramma); en la base del tubo comun de estos testículos se muestran dos reservatorios espermáticos, blancos, intestiniformes, contorneados en espiral; en los Eristalis nótase un depósito globuloso, de color leonado, en cuya base se insertan dos testículos piriformes y pardirojos con el canal deferente teñido del mismo color y los reservatorios espermáticos son como-en Meso- -gramma y Syrphus ; en la coloración de los testículos se asemejan los Sírfidos á los Dolicopódidos que los tienen de color violeta ó carmin, pero de forma muy diferente, asícomo á los Asilidae, cuyos testículos de tinte acarminado difieren por su considerable longi- tud y su disposicion en forma de resorte de reloj 6 de innumera-= bles espirales. 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La forma de los testículos de los Syrpivdae difiere mucho de la de los Conopiídae que los tienen filiformes y enrollados, tambien los canales deferentes son nulos en los Conopídae mientras que son muy aparentes en los Syrphidae. El canal eyaculador es cilindrói= de y con una expansion vesiculosa en Volucella y otros Syrphidae, carácter que segun parece los aleja de los demás grupos; el pene, que termina en dos ganchos agudos en Volucella, concluye en boton en los Stratiomyidae. Los ovarios tienen la forma de un saco oblongo con muchas vai- nas ovígeras, cortas y triloculares en casi todos, pero en las Sphae- rophoria se observan hasta cinco ó seis lóculos; en esta tribu los ovarios tienen grande parecido con los de los Dolichopodidae y Therevidae y difieren mucho de la organizacion de las hembras de Conops, cuyos ovarios constan de doce vainas ovígeras multilocula- res, reunidas en un sacofusiforme sustentado por una larga trompa. Si delos caracteres anatómicos pudiera deducirse algo acerca de. la verdadera posicion sistemática de esta tribu, creo que únicamen- te el sistema nervioso y el digestivo son capaces de proporcionar algunas indicaciones; en efecto, su sistema nervioso los aproxima mucho á los Muscidae, vecindad aún más afirmada por el aspecto externo de muchos Sírfidos y la manera de efectuarse sus metamór- fosis, pero sus vasos de Malpighi son dos, uno de cada lado, en vez- de cuatro, montados por pares, sobre canales colédocos, como se observa en los Muscidae, y además, faltan en los Sírfidos las cua=. tro válvulas conoidales que separan el intestino delgado del recto en los Museidae, en todo lo cual se parecen á los Asilidae y otros gru= pos. A lo sumo, dado lo que por ahora se sabe de su anatomía interna comparada con la de otrás tribus, este exámen no serviría sino para comprobar el rol intermediario que tienen los Syrphi- dae en el órden de los Dípteros. -Los huevos nada de singular ofrecen, y son siempre depuestos en el lugar donde la larva se va á desarrollar, sin que apelen á la as- tucia de algunos dípteros que los ponen sobre las presas que otros - insectos trnasportan á sus nidos ó sobre el cuerpo de los mismos insectos vivos, ni tampoco esponen á sus larvas á sufrir las extra- ñas peripecias por que tienen que pasar las de los Meloe (Cóleoptera, Cantharididae). Aquellos cuyas larvas deben vivir en los pantanos ó en las DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 87 aguas putrefactas depositan sus huevos en la vecindad de estos pa- rajes y en ocasionesse hallan masas de huevosen los árboles car— comidos cuyos huecos conservan agua de lluvia, otros los deponen sobre las hojas de las plantas, en la cárie de los árboles ó en los nidos de los Bombus, avispas ú hormigas. Las larvas lienen casi siempre el aspecto degusanos blandos, pero su consistencia es bastante só- lida: son blanquecinas, sin patas aparentes ó hasta con siete pares de falsas patas en forma de conos carnosos; la cabeza como en los Cyclorapha no está bien deslindada del resto del cuerpo; poseen dos anténulas carnosas de uno ó dos artejos; sus órganos bucales son muy rudimentarios en algunas (Eristalis, Helophalus, Voluce- lla, Xilota); pero en otras la boca está armada de dos á cuatro gan- chillos córneos ó de un dardo puntiagudo (Syrphus, Baccha, Mero- don); cuatro estigmas les sirven para respirar, dos colocados en- tre el segundo y el tercersegmento y los otros, mucho mayores, en lo posterior del cuerpo, situados en la extremidad de tubillos más ó menos alargados, dobles ó sencillos, ó encerrados en una espe- cié de bolsa carnosa, pero en varias los estigmas posteriores se ha- lan en elextremo de un largo tubo, á veces sumamente extensible, compuesto de una ó dos porciones que se invaginan una en otra como en Helophilus y Eristalis, lo que hace aparecer á dichas larvas, como provistas de una cola más ó menos larga, aspecto que tam-= bien presentan las de Mallota, Spilomyza, Cerra, Chilosia y Eume- rus; otras larvas son tan semejantes á pequeños moluscos desnu— dos, que han sido descritas como tales por algunos autores, — per tenecen al género mirmecófilo de Microdon; en algunas la parte posterior del cuerpo se halla provista de espinas dispuestas en for- ma de radios (Volucella). Dos tipos diferentes se marcan en las larvas de los Syrphidae: compónese el uno, segun WILLISTON, de larvas con aparato bucal rudimentario ó casi nulo (Enstalinae) ó provisto de ganchillos bien desarrollados (Syrphvnae); aun cuan- do esta division corresponda á caracteres diferenciales que se ha- llan en los adultos, parece prematuro intentar la division de los Syrphidae en grupos naturales por los caracteres suministrados por sus larvas, como lo ha pensado Brauer, á lo cual objeta W1- LLISTON, con razon sobrada, que el insecto perfecto, de estructura más compleja que la larva, ofrece mayor número de caracteres di- versos apropiados para la clasificacion que no en sus primeros es- tados. : 88 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA - Tocante al habitat de las larvas de Syrphidae, puédense distin= guir dos grupos principales: las que viven de presa viva y las que aparentemente sólo se alimentan de resíduos vegetales ó animales en descomposicion. Componen la primera division: los Syrphus, Baccha, Sphaero— phoria, Pipiza, Paragus, que viven á expensas de los pulgones dañinos á las plantas (Aphas, Coccus), las Volucella que destruyen las larvas de los Bombus y quizá los Microdon, cuya residencia en los hormigueros induce á sospecharlos como de hábitos carniceros : en el segundo grupo, mucho más numeroso, figuran las consu- midoras de madera ó de savia putrefacta (Mallota, Spulomyia, Xt- lota, Myolepta, Chrysotoxum, Platychirus, Siritta y otros), las que viven en los estiércoles (Rhingia), las que moran en líquidos co- rrompidos y cargados de residuos (Eristalis, Helophailus), las Chrlosia que devoran los hongos del género Boletusó abren galerías en los tallos de Matricaria, Sonchus y Scrophularia, cuyas hojas hacen marchitar, y en fin los Merodon cuyas larvas ocasionan grandes perjuicios devorando los bulbos de los Liliáceas y contra las que han resultado impotentes los diversos medios aconsejados para destruirlas. : Cuando las larvas han alcanzado todo su desarrollo y están á punto de pasar al estado de ninfa, las que son acuáticas abando- nan el medio en que han vivido durante su primer estado, para irá enterrarse en el polvo (Ervstalas); las que viven sobre las plantas se ocultan en el pliegue de alguna hoja (Syrphus); aquellas que se asi- lan dentro de los tejidos vegetales se aproximan á la superficie pa- ra tener cómoda salida, operacion análoga á la que efectúan las larvas de Microdon que, próximas á la ninfosis, se avecindan á la entrada del hormiguero en que residen. La transformacion en pupa tiene lugar de una manera casi igual á la de los Muscidae; los teji- dos se vuelven coriáceos, se contraen, y la piel endurecida de la larva, oculta, en su interior, á la manera de un capullo, á la verda- dera ninfa; esta última lleva casi siempre en su cara dorsal y hacia adelante, de dos á cuatro tubitos, que son los conductos aeríferos de la ninfa; este carácter solamente se halla en algunas familias de los Ortorafos, tales como los Culicidae y Tipulidae, y en muy po- cos Ciclorafos. Finalmente, el insecto rompe su cárcel con la ca- beza, pero sin el auxilio de una vesícula frontal apropiada para el caso, la que se halla en los Muscidae, hasta algun tiempo despues de haber llegado á su estado perfecto. La abertura por la cual es- E DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 89 capa el Sirfido, esirregularmente tri-partida á la altura de los cuer- necitos aeríferos cuando existen, y no completamente circular co- -mosucede en los Muscidae, cuya pupa oblonga y sin tubos dorsales se abre haciendo saltar de su polo anterior un casquete de forma hemisférica. | Todos estos detalles demuestran que los Sírfidos no son Ortora= fos ni Ciclorafos en el sentido estricto de la palabra, pues si bien es cierto que la formacion de la pupa se efectúa, segun parece, no por muda de piel como en los Ortorafós, sinó por desecacion de ella como en los Ciclorafos, no lo es menos que la posicion de los tubos aeríferos y su manera de romper las cubiertas ninfales, se parecen más á los del primer grupo que á los del segundo, hechos que de- muestran el lugar intermedio que ocupan entre las dos grandes divisiones de los Dipteros. En el estado adulto, la vida de los Syrphidae ofrece escaso in- terés, pues, con ligeras variantes, casi todos siguen el mismo ré- - gimen; son comunes sobre las flores 4 donde acuden á buscar el jugo de los nectareos ó el pólen, el cual absorven en tan grandes -— Cantidades, que á veces las especies que tienen el vientre blanque- cino ó transparente parecen como si lo tuvieran teñido de amari- llo. No obstante, demuestran preferencias, ya por ciertas plantas ó ya por los sitios que eligen para posarse; así ciertos géneros (Chriorina, Sericomyia, Mallota) gustan de las Rosáceas y de las Salicíneas, segun ScHiver; otros buscan el disco multiflor de las -Compostta (Emstalis); las especies de Ceria, Doros y Brachyopa, se reunen sobre los troncos de árboles enfermizos ó estropeados, para chupar la sávia que corre de sus grietas ó desolladuras; los Helophalus vagan entre las cañas Ó juncos próximos á los panta— nos; los Paragus y Eumerus se ciernen sobre los tallos secos ó los prados abrasados por el sol, mientras que los Microdon buscan entre las altas yerbas los hormigueros donde van á depositar sus - huevos, y las Volucella cruzan zumbando el aire en direccion al nido de alguna colonia de Bombus (Hymenoptera) ó de avispas. Muchedumbre de pequeños Syrphidae voltegea en los dias sere- nos del verano, deseando algunos, como los Syrphus, el hallazgo de una planta bien provista de pulgones (4phis, Hemiptera), donde depositar sus huevos, asegurando así la subsistencia de sus larvas entre aquel rebaño de insectillos pacíficos y estúpidos. 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No desdeñan tampoco las basúras, no pocas veces frecuentadas por los Eristalas y Helophilus, mi los estiércoles, los que son muy buscados por las Rhinghra de prolongado hocico. La mayor parte aman la luz y el calor del sol, y, cuando se de- tienen sobre las flores, permanecen bastante tiempo sobre ellas, como lo hacen los Syrphus, que sólo de vez en cuando levantan el vuelo, se ciernen algunos momentos y vuelven á posarse; los Enstalis, por el contrario, se detienen poco sobre cada corola y apenas han examinado ó gustado los nectareos, parten con vuelo impetuoso en busca de otra flor; las Baccha casi nunca se posan, como muy bien lo observa WiLLisroN. Estos dípleros celebran sus nupcias en el aire ó sobre las flores y la cópula parece que dura poco tiempo en casi todos, con excepcion de los Microdon, los que pasan varias horas entregados á la obra de la generacion, segun lo ha visto Gazacnaire en el M. devius. Su instinto genital suele engañarlos y celebran uniones contra natura ó «mariages adulté- rins », como las llama LaTrEILLE, quien refiere este hecho singu- lar, observado antes por M. LEPELLETIER DE SAINT-FARGEAU, MAS sin que este último pudiese averiguar el resultado de tales ayunta- mientos. En los Sírfidos no existe sociabilidad propiamente dicha, pero en ocasiones suelen encontrarse reunidos en gran número, como sucede con los Microdon, de los que dice Scminer que es frecuente encontrar muchos juntos, debajo de las hojas y las yerbas; á ve- ces los Sírfidos aparecen en considerable cantidad en una comar- ca, atraidos por alguna circunstancia favorable á su desarrollo, como lo observó Waker en la isla de Wight (Entom. Monthl. Mag. I, 139, 1864) donde ocurrió una invasion de centenares de miles de Syrphus pyrastri, arcuatus y balteatus, á mediados de Agosto de 1864, extraordinaria irrupcion que Waker explica, atribuyén- dolá la presencia, en la isla, de grandes masas de hemípteros del género Aphis, insectillos que, como se sabe, sirven de alimen- to á las larvas de Syrphus. La uniformidad de vida y régimen pre- dominante entre los Sírfidos ha sugerido á MACQUART algunas con= sideraciones que merecen ser transcriptas. «Aunque los Sírfidos exóticos, dice el sábio dipterólogo, sean en el número de los Dípteros los que han sido más buscados á causa de su brillo metálico, con frecuencia realzado por adornos ama- rillos ó leonados; aunque esta tribu vive sobre las plantas y que las vegetaciones tan diversas de las diferentes partes del globo, DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 91 parece debieran alimentar animales tan desemejantes entre sí como ellas, el tipo de esta tribu no presenta grandes modificacio- nes extrañas á la Europa, sino que la mayor parte de las que han sido señaladas se encuentran tambien en los Sírfidos exóticos. Frecuentemente no existen sinó muy ligeras diferencias entre las unas y las otras. Quizá se debe a la causa de este hecho en la consideracion siguiente: «Como los Sirfidos se alimentan generalmente del jugo de las flores y que vemos á los de Europa hacer su botin bastante indi- - ferentemente sobre todas, podemos concluir que este jugo varía poco de naturaleza, cualquiera que sea la diversidad de las plan; tas que lo secretan, y que las vegetaciones de Europa, del Brasil, del Cabo y de la Nueva Holanda, tan diferentes entre sí, no arras- tran para los Sírfidos la necesidad de modificaciones orgánicas apropiadas á cada vegetal, como lo vemos en todos los insectos que viven exclusivamente de uno solo ». «Lo que acabamos de decir de estos Dipteros, considerados en el estado adulto, puede igualmente aplicarse á las larvas. Aun- que en este estado tengan por lo general pocas relaciones con las plantas y que formen varios grupos de costumbres, mucho más diferentes que en el estado alado, tienen en cada grupo necesida- des propias á un gran número de especies; las unas se desarro- llan en el estiércol, otras en los detritos de la madera; otras en las aguas cacao de sustancias animales ó vegetales en descom- posicion ; las hen cuyas madres colocan su cuna en los bulbos de las Liliáceas ó en medio de las hordas de los pulgones, cuya mul- tiplicacion parecen destinados á restringir. En fin, varias vienen á la vida en los nidos de los Bombus (Bourdons) ó en los avisperos y hacen grandes estragos entre las larvas de estos himenópteros; pero estos instintos de larvas, aunque reducidos á cada grupo, no parecen tener nada de especial ». Estas observaciones, pertinentes á la poca diversidad de tipos que se nota entre los europeos y los de otras comarcas, pueden tambien explicar la facilidad con que ciertos Sírfidos tienden á hacerse cosmopolitas, tales como algunos Syrphus y Eristalis, en- tre ellos el E. tenaxw, cuya notable propagacion en Norte-América, ha estudiado en los últimos años el señor Baron de OsTEN-SAC= KEN. 00% ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La distribucion geográfica de los géneros de Sírfidos en toda la superficie del globo es materia de particular interés; puédense considerar los Sírtidos en dos Secciones diferentes: aquellos cuya estirpe figura en todas las faunas y los que se hallan reducidos á un continente ó solamente á comarcas determinadas. La gran mayoría de los géneros hállase distribuida en todas las regiones habitables para el hombre, pero no obstante, cada una de ellas tiene un tipo propio, si nó varios, que le pertenecen exclusivamen- te; así las Mesogramma son comunes á ambas Américas y no se hallan fuera de ellas, al igual del género Pterallastes ; las Asar- kina no exceden los límites del Africa; las Graptomyza no aban- donan las cercanías de Java y de Nicobar, y solamente el Asia y Europa no tienen un tipo especial que no se encuentre en otra: parte del mundo, con excepcion quizá del de Eumerus. Si se com- paran los géneros peculiares á la América del Norte y á la del Sur, nótase que ciertos grupos, exclusivamente americanos, tales. como Pterallastes, Mesogramma, Salpindogaster y otros más, los tienen en comun, pero que los Copestylum, Nausigaster, Neoascia y Senogaster pertenecen únicamente á la América del Norte y no 4 la del Sur, al paso que ésta cuenta con los Stulbosoma y Sterphus que fallan en aquella. Obsérvase no tan sólo en la fauna diptero- lógica, sinó aún en todo cuanto á insectos se refiere, notable di- ferencia entre la region oriental y occidental del continente ame- ricano, como si las altas cimas de la gran cadena montañosa que recorre las Américas en toda su longitud, desde los confines de la - fria Alaska hasta las no menos glaciales comarcas fueguinas, Opusieran casi insuperable obstáculo á la propagacion de cier tos géneros ó especies, y que sólo algunas pudieran dilatar su habrtat á la region opuesta, ya por los valles transversales, que en partes separan la riscosa cadena, ya por los senos ó estrechos abiertos por el mar en los macizos de las altas cumbres ó ya trans- portadas inconscientemente por el hombre en sus continuadas ex- cursiones á través delas montañas. Esta diferencia entre la re- gion del Pacífico y la del Atlántico se acentúa notablemente en los Sírfidos, sobre los que WiLLisrox observa que ciertos géneros abundantes en especies en el Oeste de los Estados Unidos son ra- ros en el Este, entre otros el género Chrlosia, y por nuestra parte vemos que especies de ultracordillera, tales como el Helophilus cha- lensis que se halla en la Tierra del Fuego y en Santa Cruz y es co- mun en Santiago de Chile, á pesar de ser esta ciudad más vecina DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 93 en latitud de la de Buenos Ayres, que no de las regiones austra- les que he citado, este Helophilus no alcanza aún á los límites de la Provincia de Buenos Ayres; otro tanto puede decirse de varias especies que se encuentran en el mismo caso. La observacion curiosa de WILLISTON es la que establece que en las costas del Pa— cífico predominan más los tipos europeos que en las del Atlán- tico, hecho que afirmaría, aún más, la idea de algunos relativa á: la antigua union de los dos continentes por intermedio del Asia y reforzaría los datos que se poseen sobre la comunicacion activa y frecuentísima entre ambas comarcas, en muy remotas épocas, cuyos: secretos guardan las ruinas colosales que aún restan de antiquí- simas y extinguidas civilizaciones. Los terrenos fosilíferos del período terciario ocultan aún buena parte de géneros y especies de esta tribu que, segun parece, era más abundante en esa edad de nuestro planeta que las de otros Cyclorapha. Aix-la-Chapelle, Solenhofen, las orillas del Rhin, (Eningen, Radoboj, Ratt y Sinigaglia en Europa, así como Utah y Wyoming en la América del Norte, nos demuestran la antigua prosapia de los Syrphidae con las impresiones grabadas en las duras rocas, de sus Microdon, Rhingia, Prpiza, Chilosra, Syrphus, Volucella, Criorhina, Eristalis, Milesta, Helophailus, Merodon, Sphegina, Chrysogaster y algunos géneros semejantes á nuestras actuales Ascia y Xilota. De estos datos, que vienen en ayuda de la Geología, puédese in- ferir que, durante el período terciario, las condiciones climatéri- cas de la tierra no diferían mucho de las de la época actual. La historia de la clasificacion de los Sírfidos es la de todos aquellos grandes grupos, en que los primeros naturalistas sistemáticos se vieron forzados á dividir las formas animadas que á su vistase pre- - sentaban, al parecer sin órden ni concierto, pero que, por una 1ne- cesidad inherente al espíritu humano hubieron de distribuir en secciones caracterizadas con más ó menos naturalidad ó artificio. Ensayo, y no de otro modo se puede calificar el género Musca de LiyxaeUs, en el cual se comprendían los actuales Sírfidos, ensayo 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA timido de una clasificacion más vasta, pero que fué la primera sub- division intentada por el gran naturalista sueco del órden tan nu- meroso de los Dípteros. Mas, despues de él vinieron los que, estu— diando más profundamente no tan sólo la organizacion íntima de estos insectos en su edad adulta, sinó tambien sus hábitos y pri- meros estados, establecieron los cimientos de una clasificacion tan ordenada y natural como los hechos nos la presentan, por más que - en ella falten encadenamientos, lazos de union entre las diversas agrupaciones, perdidos ha millares de años en los aún poco averi- guados estratos de la tierra. Desgraciadamente el celo excesivo de muchos estudiosos no se ha detenido, en los últimos tiempos, ante las dificultades que necesariamente atraerá una exagerada subdi- vision de los grupos, sinó que muchos van aún en camino de anular toda clasificacion, fundando géneros á propósito de meros caracteres específicos, lo que, como es de suponer, nos puede con- ducir á ocuparnos solamente de especies aisladas, cor nombre y apellido, 6 á restablecer para todos el nombre primitivo de cada agrupacion. : Bastará echar una ojeada sobre las sinonimias de cada género de Sírfidos que describo, no sólo para convencerse de cuanto dejo dicho, sinó aún de la inconsistencia de opiniones de algunos autores que, á cada nuevo escrito, proponen una modificacion ó un nuevo género, para mañana abandonarlos, sin más norma para ello que el error ó el capricho momentáneo. Hállase en SCHINER (Fauna Austr. 1m Verhandl. zool.-bot. (Gesselsc. Wien. VIL. 1857) - y aún más completamente, en la muy notable obra de WiLLis- TON, Synopsis of North American Syrphidae, una detallada exposi=. cion histórica de la fundacion y subdivisiones de que ha sido objeto la tríbu de los Sírfidos y ellos van á servirme de guía en lo que, salvo algunos detalles, es una repeticion de la parte histórica de esta tríbu ya tratada por tan competentes maestros, pero cuya repe-- ticion no carece de importancia para aquellos que en lo sucesivo se ocupen de nuestra fauna dipterológica. Liwxeo comprendía lodos los Sirfidos en su gran género Musca, del cual ScoroL1 separó, en 1763, los Conops, y de éstos el género Riingva cuyo tipo actual esla Rhingra rostrata. FaBricrus denominó Syrphus, á la mayor parle, en su Systema entomologiae (1775) y agregó despues en su Entomologra systematica (1794) el género Cería, conservando el de Rhingia, pero el nombre de Volucella pro- puesto por Georrroy en 1762 ó 1764 para un género de Syrphidae, DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 95- lo utilizó para las actuales Usia (Bombiliaridae). En 1803, el verda- dero fundador de la Dipterología sistemática, JoHANN WILHELM MeiceEN, adoptó los tres géneros de FaBRICIUS y SCOPOLI y agregó muchos más á la nomenclatura: los Helrophilus, Eumerus, Doros, Merodon, Elophalus, Sericomyta, Chrysogaster, Mierodon, Chrysoto- um, Spilomyra y Pterocera, pero este último género no vuelve á ser nombrado por el mismo MercEnN al igual que el de Sprlomyia en sus obras posteriores. Larreitte, en 1804, (Host. nat. d. Crust. et d. Ins. XIV) no acepta los géneros Sericomyia,-Helvophilus, Spilomyia, Elophilus, Doros, Eumerus, Chrysogaster y Pterocera de MkrGEN, pero funda los de Eristalis, Psarus, Paragus, y Mulesra, restablece en su propio lugar á las Volucella de GeorrroY y propone el género Aphritas sinónimo de Microdon, cuya prioridad incontestable pretenden disputarle á MercEnN los autores franceses. En 1805, Fasricius (Systema Anthatorum) no reconoce como váli- - dos sinó los géneros Cera, Psarus, Milesra, Merodon, Rhangria, Syrphus y Emstalis, agrega el género Baccha y casí anula sus Syr- phus fundando el género Scaeva. Hoy una parte de estos géneros corresponde á familias bien definidas. -——LATREILLE reune en 1809 (Genera Crustaceorum el Insectorum, IV) las Milesia con los Merodon, pero reconoce los géneros Sericomyra Elophilus y Chrysotowum de MurcEN y el de Calltcera, propuesto por Panzer en 1806 (Faun. insectorum (Grermantae). Desde 1810 á 1822 sólo dos géneros nuevos se añaden á los Sir- fidos, el de Prpiza fandado por FaLieN en 1816 (Diptera Suecica) y el de Graptomyza señalado de Java porel eminente WIEDEMANN. Pero despues de este largo espacio de tiempo, durante el cual la Dipterología permanece como estacionaria, aparece en 1822 la obra capital de MrrceN (Systematische Beschrerbung der bekannten euro- paeischen zwerflúgeligen Insecten) en la que describe y figura con fidelidad y método notables los géneros y especies de Dipteros de Europa; en ella la familia de los Sírfidos se encuentra notablemen- te aumentada en divisiones genéricas, pues, á las que describió en 1803, con excepcion de Sprlomyra, Pterocera y Helvophilus, agrega las de Ascia, Sphegina, Xilota, Psilota, Brachyopa, Cherlosia, Pele- cocera, Tropidia y Mallota, tan bien caracterizadas, que hasta ahora se conservan con escasa alteracion. A partir de la publicacion dela obra de MerceN empieza en la Dipterología el período que con pro- piedad puede llamarse de WienEmANN y MAcQUART, pues hasta 1850 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sus obras son casi las únicas que pueden consultarse con fruto en - punto á novedades genéricas ó específicas; pero tambien se obser- va que es en ese período en que principian á escudriñarse los mínimos caracteres y en el que empieza el trabajo de disgregación de los antiguos géneros, las divisiones se resienten de poca preri- sion y los sinónimos comienzan á inundar la nomenclatura. De dos géneros de Syrphidae creados por WirnemaNn, el de Ceratophyia y Platynochaetus sólo el último resulta válido, pues el primero es idéntico con Microdon ; Sarnr-FARGEAU y SERVILLE son más felices, porque de los varios géneros que proponen en 1825 (Encyclopédre méthodique X) sólo el de Ornidría se identifica con Volucella. Sobre los 26 géneros de Syrphidae descritos por Macquarrt en sus tan extensos cuanto apreciables trabajos, solamente unos ocho ó nueve óson sinónimos de otros ó deben perder su nombre por haberlo usado otros naturalistas; menos afortunado NewmaANN, de los dos géneros que funda, Myolepta y Dimeraspas, sólo queda el primero, pues el segundo no es otra cosa que los antiguos Microdon de MEIGEN y menos aún lo son Wesrwoob con sus Micraptoma y ZETTER- sTEDT CON sus Coprina. RONDAN1, en sus muy numerosos trabajos, ha descrito muchos géneros, pero de este autor, aficionado con exceso á llevar las divisiones hasta el último límite, fundándolas sobre nímios caracteres, puede decirse que en gran parte ha contribuido á recargar considerablemente la ya embrollada sinonimia de los Syrphidae, y sólo un corto número de sus géneros ha merecido el favor de los entomólogcs. WaLkEr ha propuesto algunos géneros que me parecen aceptables, tales como el de Ubristes y algun otro, pero la excesiva concision de sus diagnosis no permite en muchos ca3os. reconocer la division de que se ocupa. En nuestra época, Low, con sus descripciones sobrias en detalles pero siempre muy precisas, el concienzudo ScHrxer, los metódicos y exactos WILLISTON y OSTEN SackeN y el laborioso Bigor han adelantado en gran manera los estudios referentes á la clasificacion de los Syrphidae, aun cuando al último autor puedan censurársele sin injusticia tendencias aná- logas á las de Roxban1. En el estado actual de la ciencia, 108 géneros con cerca de 2.000 especies se reparten sobre todos los continentes, siendo digno de notarse que esta tribu aparece predominante y casi equilibrada en América y Europa, al paso que el Asia y el África juntas no reunen tanto número de especies como la sola Europa, y que la Australia es la más pobre en representantes de esta tribu, pues apenas posee la mitad que los del África. Es indudable que A PA Ad Eco A A pre A A YA ss AIR LAR IN ARA E O A TIN a SL E á FRE A in di Rd e io DIPTEROLOCÍA ARGENTINA 97 esta desigualdad no podrá subsistir largo tiempo, debiéndosela atribuir, más que á pobreza del grupo en las comarcas menciona- das, á lo muy poco exploradas que estas lo han sido bajo el punto de vista dipterológico. La posicion sistemática de los Syrphidae ha ocupado no poco á ¡ilustres naturalistas, como luego se verá. LATREILLE, en sus Famailles Naturelles, los coloca entre los Stratr0- mydae y Conopidae, y en efecto, ciertos géneros de Microdontinos tienen marcada facies de Stratiomydae, y otros como Ceria se pa- recen á los Conops. Pero este autor cambia de parecer en su último trabajo sobre los insectos (Regne anímal, V. 1829), y cree que de- ben figurar entre los Sargitae, eslabon de los Stratiomydae y los Estridae de innegable parentesco con los Muscudae. MuIGEN (System. Beschre1b., etc., IM), dispónelos en 1822 entre sus Siratiomydae y Platypezidae, opinion que, como se vé, parti- cipa de la de LarrErLLE, la que tambien profesa WaLker en su Last of Diptera. Macquart, alejándolos de los Stratiomydae á los que los autores precedentes habían ligado los Syrphidae, va á buscar su colocacion natural entre los Dolichopodidae y los Scenopinidae, parecer al cual obedecen en breve ZErTERSTEDT, BLANCHARD y WEsTWwOOD. WIEDEMANN más influenciado por lasideas de MEIGEN y LATREILLE, piensa que su verdadero sítio se encuentra entre los Stratiomydae y Dolichopodidae, mientras que Ronbaxt no los cree bien colocados sinó entre los Conopadae y. (Estridae, y Brcor, no hallaudo buen aco- modo á los variados elementos de que el grupo se compone, los divide en dos partes, los Ceridi que coloca entre Conopidae y Pla- typezidae, y los Syrphida cuyo lugar lo sitúa entre los Dolichopoda- dae y (Estridae, mas no sostiene sinó algunos años tan singular distribucion, yen 1883 reune á sus Syrphidi el grupo de los Cer»- dee que antes separó, haciendo notar su parecido con los Muscidae Tachinariae. Warxer, que en 1849 fijaba los Syrphídae entre los Stratromydae y Platypezadae, cambia de idea en 1856 y les asigna su puesto entre los Pipunculidae y Conopidae. ScHrver, por su parte, opina, en su Diptera austriaca, como LaTrEILLE en sus Familles naturelles, y dis- pone á los Syrphidae entre Stnatiomydae y Conopidae, sosteniendo que, si se empieza la série porel género Microdon, se va natural- pa / ANAL. SOC, CIENT. ARG. T XXXII 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente por el de Cerza á los Conops ; pero tal opinion no resiste al tiempo y á estudios ulteriores, y algunos años despues coloca los Syrphidae entre los (Estridae y los Conopidae á la manera de Ron- DANI. WiLLISTON y Brauer al disponer los Sórfidos á la cabeza de los Cyclorapha, haciéndolos seguir de los Papunculidae parece adop- tan en algun modo las ideas de MACQUART, ZETTERSTEDT, BLANCHARD y Wesrwoob, mas como no precisan aquellos dos autores la rama de - Ortorafos á la cual se ligan estos Ciclorafos, no me es posible pro- nunciarme sobre á cual de los sistemas antecitados debo referir el de WiLListoN y Braurr, en cuanto á la posicion sistemática que es- tos dípteros deben ocupar. Entre tantos autorizados pareceres, confieso que me es difícil la opcion, pues la razon acompaña á casi todos; más, se me figura que no es factible unir con entera correc- cion un cabo ú otro de la tribu de los Sírfidos con otros adyacen- tes, sobre todo si ella se considera en série lineal, pues hallamos - que los Eristalis y Volucella son marcadamente parecidos á los Muscidae, que los Microdon se inclinan á los Stratiomydae, que los Ocyptamus tiran hácia los Pipunculidae y que las Cerva tienen no re- mota afinidad con los Conopidae, y en suma, que los tipos compo- nentes de los Syrphidae no representan, en verdad, sinó grupos pa- ralelos á los de otras tribus, diversas entre sí. Y, para desarrollar mejor mi idea, doy el siguiente cuadro, bien que recu do á lo más esencial, y que representa las afinidades respectivas : MCrO OM dc A Stratiomys Ucypla mus todo aa Le Pipunculus ERAS te A O . . Muscidae Tachinariae Holuccllazos Os lala od Muscidae Creophaga Conta aa MAA le cl Conops Con todo y aun cuando halle muy atendibles razones para fijar el lugar sistemático de esta tribu entre los Stratiómydae y Conop- dae, opino que, antes que las semejanzas exteriores, priman las ana- tómicas y de metamórfosis, y que en consecuencia, el lugar que le corresponde se encuentra entre los cla y Conopadas como lo pensó WALKER. No pequeña parte de los Syrphidae debe ser considerada como perjudicial á la vegetacion, ya porque algunos atacan los bulbos DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 99 de ciertas especies, como los Meródon, ya porque sus larvas ligní- voras apresuran la muerte de los árboles próximos al límite de su vida ó porque abren galerías en el interior de los tallos herbáceos. Otros, por el contrario, son protectores de los vegetales, llevando la destruccion al seno de las colonias de Aphtdae (Hemiptera), ó de Vespidae (Hymenoptera); los hay tambien que pueden mirarse co- mo benéficos, porque consumen, bajo la forma de larva, los detri- tos putrescibles de los pantanos ó de la tierra. Siel calificativo de dañino ó benéfico lo aplicamos á estos insec— tosen sus relaciones con el hombre y sus industrias, mejor les cabe el segundo que el primero, pues no atacan sinó excepcional- mente á las plantas que sirven de sustento ó recreo á nuestra raza, no perjudican directamente al hombre, y sólo por rara casualidad habitan en sus intestinos. (Continuard). REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI (Continuacion) N* 30. Informe sobre las obras del Riachuelo, presentado 4 la So- ciedad Cientifica Argentina por Pedro Pico y A. Carvalho. (Fojas 346- 353). — Es un manuscrito original de trece páginas, que no lo pu- blicamos aquí, por estarlo ya en el tomo 6*, páginas 52 y siguien- tes. Este informe tuvo por orígen la visita que en Junio de aquel año efectuó la Sociedad á las obras que se construían para formar un puerto de abrigo y desembarque para Buenos Aires. Es un do- cumento deimportancia. N* 34. Renuncia del socio Dr. O. Sehnyder. (Foja 354). N* 32. El Dr. Domingo Parodi sobre una conferencia pública en la Sociedad. (Foja 355). N* 33. Estado general de los fondos sociales 4 15 de Julro de 1878. (Foja 356-359). - N* 34. El Sr. D. Luis A. Viglione dona una coleccion de figuras geométricas y un articulo sobrelos polvedros regulares. (Foja 360). N* 35. Comunicacion del Juzgado de Paz en el asunto Cornell- Lacroze. (Foja 361). S XV (Libro UI del Archivo) N* 36. Congreso cientifico sud-americano. Mocion del Dr. Esta- mslao S. Zeballos. (Fojas 362-390). REVISTA DEL ARCHIVO 104 Documentos : 1* Proyecto de un concurso científico sud-americano, presenta- do y fundado por el Dr. Estanislao S. Zeballos ; 22 Comunicacion del Sr. Pedro Pico; 3 Comunicacion del Sr. Francisco P. Moreno; 42 Carta del Dr. Ladislao Netto al Dr. Zeballos (Rio Janeiro); 5 Carta del Sr. Ramon Lista; 6 Proyecto de resolucion; o Carta del Sr. H. Uriarte (Asuncion); 8 Comunicacion del Sr. Benjamin Vicuña Mackenna; 9* Programa y reglamento general para un congreso sud-ame- ricano de arqueología y antropología, por los señores Estanislao $. Zeballos, Pedro Pico y Francisco P. Moreno. Resoluciones; 10% Nota del Dr. Juan J. J. Kyle; 11? Carta del Dr. Miguel Puiggari; 122 Carta del Dr. Cárlos Berg; 13% Solicitud firmada por varios sócios pidiendo reconsideración sobre el programa del Congreso; 14 Nota de adhesion del Instituto Geográfico Argentino: 15% Nota de la Sociedad Nacional de Farmacia; 16% Nota del Colegio de Abogados; 17" Reglamento general del Congreso Internacional de Ciencias; 18% Seis actas del Comité de organizacion del Congreso Interna- cional de Ciencias y no menos de veinte y cinco comunicaciones salidas por Secretaría, de las que se conserva cópia. El Dr. Zeballos presentó en Julio de 1878 á la Comision Directiva de la Sociedad Científica Argentina un proyecto de Congreso Cienti- fico Internacional Sud-Americano ; él tendría lugar en 1880 cele- brando el tercer centenario de la fundacion de la ciudad de Buenos Aires. La idea en un principio fué aplazada por creerse de realiza- cion dificil ; dos meses más tardu el Dr. Zeballos insistió en su pro- yecto, contando ya con el ofrecimiento de personas eminentes del Brasil, Chile, Paraguay y otras naciones de Sud-America. He aquí el proyecto: « Art. 1%. —La Sociedad Cientifica Argentina procurará organizar un Congreso Cientifico Internacional Sud-Americano, que deberá reunirse en Buenos Aires é instalarse el dia del tercer centenario de esta capital en 1880. « Art. 2%. — El Congreso se ocupará del Origen del hombre Ame- MCAnO. E] 409 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «Art. 3%. —Nómbrase una comision especial que á la mayor bre- vedad redacte el Reglamento del Congreso, el cual será presentado á la Asamblea del 1? de Noviembre. A «Art. 4%. — La Sociedad buscar á la cooperacion de los Poderes Públicos en la forma que se crea conveniente por la Junta Di- rectiva. «Buenos Aires, 2 de Setiembre de 1878. «Estanislao S. Zeballos. » Los siguientes documentos que existen originales en el Archivo, darán conocimiento del éxito obtenido por esta idea en el estran-. gero: «Museo Nacional de Rio Janeiro. «Directorio General, 30 de Julio de 1878. «Ilmo. Sr. Dr. D. Estanislao S. Zeballos. «Muy ilustrado y apreciado amigo : « Acabo de recibir en este momento su muy preciosa carta cuya respuesta no pudo por esa razon alcanzar el vapor de ayer. « Me parece excelente su idea de fundar ó de celebrar por influjo de nuestra Sociedad Crentifica Argentina un Congreso Internacional Científico Sud-Americano para solemnizar la fundacion de Buenos Aires; y al espresarme así dejo virtualmente expuesta mi adhesion á este útil proyecto. « ¿Qué le podré decir en el momento y tan á prisa sobre lo que pienso relativamente á los asuntos principales de que debe tratar el Congreso? « Solamente autorizado por su indulgencia podré decirle que en su lugar, ó en el lugar de los que deben redactar los programas para el referido Congreso, tomaría en primera consideracion el estudio sobre el hombre americano y consiguientemente el arte de ese hombre ; en seguida consagraría mucha atencion á las transfor- maciones en el reino vegetal ó en el reino animal. Es evidente que siendo las leyes de adaptacion y de hereditariedad al lado de las de REVISTA DEL ARCHIVO 103 la seleccion natural, las principales bases de la teoría evolutiva, ninguna Fauna, ninguna Flora se prestan mejor al esclarecimiento de tan elevados asuntos como la- fauna y la flora de la América: meridional. La paleontología, en que tanto -se ha distinguido la República Argentina, tendrá una gran parte de gloria y de trabajo útil; y espero que la Geología de las regiones adyacentes al Plata arrojará sobre ese Congreso vastos resplandores de luz científica. «No le he escrito en estos últimos meses por haber ido al Norte del Imperio durante los dos primeros meses de este año. He subido el gran rio de San Francisco hasta cerca del Salto (Cachoetra) de Paulo Alfonso, donde estuve espuesto á la fata: seca de aquella region del Brasil. | « He estado ocupadísimo con memorias, y especialmente con los Archivos del Museo que van á aparecer ahora todos en 6 fascículos, comprendidos en el 2 volúmen: la mitad del 3% volúmen de los Archivos. «A su tiempo le remitiré los números que le pertenecen. « Le pido mil disculpas por la forma de esta carta que le escribo oyendo hablar á muchas personas al mismo tiempo. «De Vd. con la mayor consideracion y respeto. «Ladislao Netto. » « Santiago (Chile), 12 de Agosto de 1879. Sr. Dr. D. Estanislao S. Zeballos. «Señor : « Me es grato asociarme al noble y americano pensamiento que Vd. se digna manifestarme en la carta de Vd. que contesto. « Siempre consideraré un deber cooperar con mis débiles fuerzas á todo lo que tienda á acercar entre sí y á reconciliar á los pueblos americanos. «En esta virtud sírvase Vd. aceptar mis felicitaciones y simpa- tías por haberse puesto á la cabeza de tan noble pensamiento. «Saluda á Vd. su afectísimo servidor. « Benjamin Vicuña Mackenna. » 104 ANALES DE LA SOCIEDAD. CIENTÍFICA ARGENTINA. « Asuncion, 8 de Agosto de 1878. «Sr. Dr. D. Estanislao S.Zeballos. «Muy señor mio: « En respuesta á su apreciable carta de 21 de Julio pasado me complazco en dirijirle mis cordiales felicitaciones por el feliz pensa- miento de organizar un Congreso Internacional Científico Sud- Americano, que debido á la iniciativa de Vd. se trata de celebrar en esa ciudad en 1880. « De todo corazon me adhiero en principio á esa idea, cuyos re- sultados provechosos y fecundos pueden desde luego vaticinarse ; y solo espero la remision del programa, para espresarle mi adhes:ion especial despues de estudiar sus cláusulas. « Con este motivo me es grato saludarle con protestas de verda- dera consideracion. «Su afmo. y atento $. S. o «Haigunmo Uriarte. » « Montevideo, 30 de Julio de 1878. «Sr. Dr. D. Estanislao S. Zeballos. « El pensamiento del Congreso Científico Sud-Americano ha sido recibido con verdadero entusiasmo. « Los Dres. Vizca (miembro honorario de la Sociedad Científica) y los Dres. Espinosa y Aramburú se adhieren á la idea y coopera- cIOnN. « Habrá aquí numerosas adhesiones. «Su afmo. amigo. : «Ramon Lasta. » Corroborando la carta anterior hé aquí otra de nuestro socio ho- norario el Dr. Vizca. « Montevideo, 31 de Agosto de 1878. «Sr. De D. Estanislao S. Zeballos. «Bien inspirada fué la carta del digno Secretario de la «Socie- dad Científica Argentina» que comunica que esta corporacion se REVISTA DEL ARCHIVO 105 ocupa del pensamiento de organizar un Congreso internacional Sud-Americano de ciencias, que tendrá lugar en Buenos Aires en 1880 en conmemoracior del tercer centenario de la fundacion de esa capital. « Me es agradable comunicarle que ese pensamiento halla aquí acojida simpática en los pocos elementos científicos con que cuenta la República; pues en seguida de haber impuesto de su carta á algunos de mis amigos, cuya cooperacion creía eficaz y muy parti- cularmente la del ingeniero civil D. Cárlos Honoré, presidente de la «Sociedad de Ciencias y Artes» me ha convencido de que nosolo encontrarían apoyo moral los trabajos preparatorios en el sentido indicado, sinó tambien resuelta cooperacion. «Aceptando, pues, con entusiasmo la feliz idea de mis consocios argentinos, veré gustoso los resultados de una iniciativa decidida. «Con este motivo me es grato saludar á Vd. con las seguridades de mi consideracion más distinguida. «De Vd. A. y $. S. «J.R. Vizca. » El proyecto del Dr. Zeballos fué discutido en asambleas poste- riores hasta quedar definitivamente así : = «Art. 19.— La Sociedad Científica Argentina organizará un «Con- greso Cientifico Internacional Sud-Americano de Antropología y Arqueología » en celebracion del tercer centenario de la fundacion de Buenos Aires. «Art. 22. —Se nombrará una comision que á la brevedad po- sible redacte el reglamento del Congreso. Y «Art. 32. —La Junta Directiva buscará la cooperacion de los po- deres públicos y se pondrá de acuerdo con los organizadores de la exposicion proyectada para la misma fecha, con el objeto de re- lacionar la celebracion de ambos actos. » El reglamento encargado á una comision compuesta de los se- ñores Zeballos, Pico y Moreno y sancionado por la asamblea del 15 de Noviembre fué este : «Art. 1%. —El Congreso Sud-Americano de Arqueología y An- tropología, abrirá sus sesiones en Buenos Aires el 11 de Junio de 1880, tercer centenario de la fundacion de esta ciudad. «Art. 22.— Las sesiones durarán 8 dias. «Art. 3. — Los miembros del Congreso serán : 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «Los delegados del Gobierno de la Nacion y de las Provincias de la República. Los concurrentes particulares que hayan solicitado pertenecer á él y satisfecho una cuota de cinco pesos oro. Los que sin estar en las condiciones precedentes, hubiesen sido nombrados por la Sociedad en el Comité de organizacion. «Art. 4% —El Gobierno Nacional y el de cada provincia, solo podrá nombrar un delegado. «Art. 5%. —El Comité de organizacion se compondrá de los si- guientes funcionarios: un Presidente, que lo será el de la Socie= dad Científica Argentina, dos Vice-Presidentes, un secretario, uN tesorero, veinte vocales de los cuales ocho serán de la ale y los otros doce del estrangero. «Art. 6".—El Comité recibirá las adhesiones al Conaca entre- gará los diplomasá los miembros y presidirá su instalacion. «Art. 77. —El Comité de organizacion del Congreso se encár- gará de publicar y de distribuir con anticipacion el programa de las sesiones para las cuales se fijan como temas oficiales las si- guientes cuestiones : «1? ¿A qué tiempo se remontan los vestigios del hombre en Sud- América. «2* ¿Cuáles son los caracteres anatómicos y étnicos del mismo ? «3? ¿Revelan esos vestigios un hombre autóctono ? «4% ¿Cuáles son las evoluciones de la Edad de la Piedra en Sud- América ? «3% ¿Cuál es la distribucion geográfica de los signos pintados y grabados en las rocas, y estudios sobre su significacion en Sud- América ? 3 «6% ¿Qué hombres habitaban la República Argentina hasta la lle- gada de los conquistadores europeos ? «T" La Antropología por sí sola ó en combinacion con la Filolo- gía ¿puede descubrirnos el orígen de las civilizaciones sud-ameri- canas anteriores á la conquista ? «Art. 8%. —Una vez instalado el Congreso procederá á nombrar el Comité definitivo con el siguiente personal : un Presidente, cua- tro Vice-presidentes, un secretario general y dos secretarios su- plentes, un tesorero y seis vocales. «Art. 9%. — En su segunda sesion el Congreso nombrará una co- mision de publicaciones que será compuesta de miembros nacio- nales para dirijir la impresion y distribucion del diario de sesio- nes del Congreso. REVISTA DEL ARCHIVO 107 «Art. 10%. — Los objetos regalados al Congreso, las memorias y correspondencias serán incorporadas al museo arqueológico y an- tropológico de la Provincia de Buenos Aires. «Art. 119,—El comité de organizacion podrá nombrar los miem- bros auxiliares que crea conveniente. » En la asamblea del 19 de Noviembre quedó constituido el co- mité de organizacion del siguiente modo : Presidente: Ingeniero Luis A. Huergo. Vice-Presidente 1%: D. Francisco P. Moreno. Vice-Presidente 2: D. Pedro Pico. Secretario: D. Cárlos Encina. Tesorero: Ingeniero Cárlos Stegman. Vocales: D. Cárlos Berg. — Dr Ignacio Pirovano. — Dr Miguel Puiggari. = Dr" Juan J. J. Kyle. —= Ingeniero Guillermo White. — Ingeniero Clemente L. Frageiro. -- Ingeniero Francisco Lavalle. — D. Ramon Lista. — D. Clemente Fregueiro. Por renuncia de los señores Kyle, Berg y Puiggari se nombra-= ron para reemplazarles á los señores Pedro Roberts, Pablo M. San- tillan y Santiago Brian. Existen originales varias notas de diversos centros científicos, que fueron invitados á la realizacion de la idea y pertenecen al Instituto Geográfico Argentino que envió como delegados á los se- ñores Dr. Faustino Jorge, ingeniero Emilio Rosetti y señor Clemen- te L. Fregeiro; á la Sociedad Nacional de Farmacia y al Colegio de Abogados. Las diversas resoluciones adoptadas por el Comité de organiza- cion y el resultado negativo que se obtuvo más tarde están con- signados en las actas del mismo que se conservan inéditas y que publicamos aquí. 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA. ACTAS DEL COMITÉ DE ORGANIZACION DEL CONGRESO INTERNA CIONAL DE CIENCIAS 1? Sesion del 18 de Febrero de 1879 ES E Reunidos á las nueve de la noche los José M. Lagos : 4: o ; . Raíaol Herrera Vegas miembros del Comité de organizacion, cu- Guillermo Villanueva yos nombres se leen en el márgen, se O acordó nombrar Presidente y Secretario Bartolomé Novaro Eo Seba mos provisorio, recayenao los nombramientos en la persona del Dr. Rafael Herrera Ve- gas el primero y Dr. Estanislao S. Zeballos el segundo. El señor D. Luis A. Huergo fué nombrado Vice-Presidente. Acordóse proceder á invitará las demás sociedades científicas para la obra del Congreso (véase la nota del copiador de cartas, folio 1 á 5). Acordóse dirijir esta invitacion á las sociedades de «Farmacia Argentina », «Instituto Geográfico Argentino » y «Colegio de Abo- gados». Despues de cambiar algunas ideas quedó acordado que no serían invitadas sociedades de estudiantes. Además fueron adoptadas las siguientes resoluciones : Autorizar 2parrt vasiicar los gastos preparatorios, gira ndo so- bre la «Sociedad Científica Argentina», cuya autorizacion sería oportunamente recabada. Que á su tiempo aquella Sociedad pa- saría su cuenta de gastos á las demás, debiendo pagarlas por par- tes iguales. Que se invitara á las comisiones de todas las socieda- des unidas para una reunion general que tendrá lugar el 5 de Marzo á las 8 de la noche. No habiendo otros asuntos de que tratar se dió por terminado el acto á las 10 y 10 minutos de la noche. RAFAEL HERRERA VEGAS, Presidente. Estanislao $. Zeballos, Secretario. REVISTA DEL ARCHIVO 109 22 Sesion del 5 de Mayo de 1879 Presidencia del Dr. Herrera Vegas aerEora EE Abierta la sesion á las 9 de la noche Huergo o E o Zeballos bajo la presidencia del Dr. Herrera Ve- Villanueva gas, seleyó y aprobó el acta de la anterior, a Se procedió á dar lectura de los asun- Lagos tos entrados en este órden: 142 Una comunicacion del «Instituto Geográfico Nacional », adhiriéndose al pensamiento de la celebra- cion del Congreso, á cuyo efecto nombra como delegados suyos al comité á los señores Dr, D. Faustino J. Jorge, ingeniero D. Emilio Rosetti y D. Clemente L. Fregeiro. 22 Una nota del Presidente de la «Sociedad de Farmacia », co- municando que aún no puede responder definitivamente á la in- vitacion á concurrir al Congreso, por no haber podido aún reunir la asamblea de la Sociedad. El Secretario pidió que se le autorizara para nombrar un em- pleado de Secretaría para el Congreso, y fué aprobado. Se acordó en seguida proceder á constituir el comité general de organizacion que dirijirá el Congreso en sus preparativos y desde su instalacion hasta su clausura. Presidente: Dr. Guillermo Rawson, con 3 votos. Vice-presidente 1%: Ingeniero Luis A. Huergo, con 4 votos. Vice-presidente 2%: Dr. Rafael Herrera Vegas, con 4 votos. Secretario General : Dr. Estanislao S. Zeballos. Secretarios adjuntos : Bartolomé Novaro, Clemente L. Fregeiro, Ingeniero Guillermo Villanueva. Tesorero : Dr. Pedro F. Roberts. Vocales: Ingeniero Emilio Rossetti, Dr. Faustino J. Jorge y los delezados de las demás Sociedades que concurran. Bajo el patronato de la Ciudad de Buenos Aires. Bajo el protectorado del Presidente de la República. Presidente de honor: Dr. German Burmeister. Vice-presidente de honor 1”: Benjamin A. Gould. Vice-presidente (te honor 2: Ladislao Mello é Netto. 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No habiendo más asunto de que tratar se levantó la sesion siendo las diez de la noche. RAFAEL HERRERA VEGAS. Presidente. Estamislao S. Zeballos. Secretario. Nota : Erróse la fecha debiendo ser el 5 de Marzo. Zeballos. 3? Sesion del 10 de Marzo de 1879 Presidencia del Sr. Huergo H O 3 o 6 Pc Se abrió la sesion siendo las 9 de la no- Lagos che con asistencia de los Señores anotados MOraro al márgen bajo la Presidencia del Sr. Vice- Jorge : o Presidente 1*. Leida el acta de la sesion anterior fué observada donde dice que al Comité de organizacion corresponde la direccion del Congreso desde su instalacion hasta su clausura; pero se acordó dejar la con- sideracion de esta observacion para la próxima reunion. En seguida se resolvió pasar una nota á las demás sociedades, indicándoles la necesidad de que cada cual nombre su Comité de Seccion para que á la brevedad posible formule su respectivo regla- mento remitiéndolo á este Comité General. Uno de los miembros hizo presente la conveniencia de hole á esas Sociedades que al propio tiempo de la celebracion del Congre- so se verificaría una Exposicion. De aquí se produjo una larga discusion sobre la conveniencia de - la celebracion de la Exposicion, que puesta á votacion fué sancio- nada por 3 votos contra 1. En seguida se hizo mocion para que se nombrara una Comision que presente al Comité un proyecto de Reglamento General del Congreso, Comision que debía componerse de un delegado de cada una de las Sociedades que habían concurrido. Aprobada esta mocion se procedió al nombramiento de dicha Comision, resultando electos los siguientes señores : REVISTA DEL ARCHIVO 411 Dr. Estanislao S. Zeballos, D. Clemente L. Fregeiro, Dr. Bartolomé Novaro. Se fijóel termino de 15 dias para que se espidiera. Sin más asunto de que tratar se levantó la sesion siendo las 11 de la noche. G. RAwsoN. Presidente. Estanislao S. Zeballos. Secretario General. 4* Sesion del 28 de Abril de 1879. Presidencia del Dr. Rawson Guillermo Rawson Reunidos en el dia de la fecha los dele= Bartolomé Novaro Estanco Se Zeballos gados de las Sociedades « Científica Argen- Joaquin María Cullen tina» «Médica Bonaerense » « Colegio de Wenceslao Escalante E - CCA Abogados » És Instituto Geografico Argen- lero villanueva tino», con asistencia del Sr. Presidente José M. Lagos Dr. Rawson, y Secretario General del Co- Lvis A. Huergo ar A . z no ore mité se abrió la sesion á las ocho de la no- Pedro Roberts che y se dió lectura de la acta de la ante- rior que fué aprobada en todas sus partes. En seguida se pasó á 4 la órden del dia la siguiente cuestion : «Nombre y carácter definitivo del Congreso Científico ». El Dr. Rawson tomó la palabra y dijo que á su arribo al pais ha- bia sido agradablemente sorprendido por el movimiento científico que en él tomaba vuelo, pero al mismo tiempo reconocía que dicho movimiento era todavia inicial, y reducido á formas modestas. En presencia de esta observacion juzgaba que el título de Con- greso Cientifico, dado á la fiesta que se trataba de organizar era criticable, pues, nos esponía á que los hechos no correspondieran al nombre. Aparte, decia, de que nuestro movimiento científico es embrio- nario, los hechos tampoco corresponderán al título por lo que se refiereá la Europa y América, de cuya concurrencia dudaba y hasta se creía ilusoria. Enumeró en apoyo de esta opinion las grandes dificultades de 112 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA conduccion, á través de mares y de distancias considerables ; obs- táculos que solamente se arrostran ó se vencen, cuando hay una atraccion poderosísima, que hablando sin modestia exajerada, no podían ofrecerla ni la ciencia nisus cultivadores en la República. Por eso mismo considera que es prematuro organizar un Congre- so Internacional de Ciencias y se opone á la idea; declarando no obstante que coneurrirá á su realizacion si una mayoría del Comité resuelve perseverancia en ella. En presencia de aquella objecion se pensaba que la idea debía ser circunscrita á un límite dado. En efecto, no recordaba que hubiera existido nunca un Congreso Internaciónal de Ciencias, pues siendo la Ciencia muy vasta, este hecho pondría á contribucion á todas las capacidades científicas del mundo. El hecho seria originalísimo y considera que no esta- mos en condiciones de iniciar y apuntar tan trascendentales re- formas. ¿Convendría circunscribir al Congreso á la Ciencia ? Eso mismo sería materia de discusion en cuanto á sus resultados. ¿Se celebraría un Congreso antropológico como se pensó al prin- cipio ? Creía que era más practicable, más posible por los estudios que sobre el asunto pueden hacerse en el escenario nuevo de Sud América ; pero siendo esta rama de la ciencia poco cultivada a aún, era natural que el atractivo sería escaso. Declaró que por estas consideraciones concurría desanimado á la obra del Congreso. Recordó la existencia de sociedades consagradas en Europa y en Norte América al fomento de las ciencias, conato noble y fecundísi- mo para ayudar al progreso de aquella con la colaboracion unida de numerosos investigadores. El resultado de ellas, decía, ha sido increible, admirable, por «el número de trabajos originales é interesantísimos que á ellos con curren en Francia y Estados Unidos. (Continuard). LISTA DE LOS SOCIOS , : ; HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr.R., A. Philippi.—Dr. Guillermo Rawson7 Dr. Cárlos Berg. - CORRESPONSALES Arteaga Rodolfo “de......... Montevideo. Netto, Ladisla0......... .... Rio Janeiro.- Ave-Lallemant, German..... Mendoza. Paterno, Manuel........ .... Palermo(It.). Brackebusch, Luis......... +. Cordoba. Reid, Walter Fl..o....... ..«. Lóndres: Carvalho, José Cárlos de..... Rio Janeiro. ) Stróbel, Pellegrino..... ..... Parma (Ital.). Albarracia, Cárlos. Ameghino, Florentino. - Antonini, Santiago. Arroyo, Rufino. Alvarez, Teodoro. : 'Battilana, Máximo. - Berretta, Sebastian. Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. Cerdeña, Fernando. - Colombres, Justo V. Delgado, Agustin. - Diaz, Adriano. y -Aberg, Enrique. Acuña, Demetrio G. - Agote, Cárlos. Aguirre, Eduardo. - Aguirre, Pedro. iS - Arechavala, Francisco. Agsrelo, Emilio €. Albert, Francisco. 'Albertolli, Giocondo. Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas S. Almada Luis E. Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. Anasagasti, Federico. Anasagasti, lreneo. Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. Arjas, Bonifacio N. Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de. Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. Ayerza, Rómulo. Babuglia, Antonio. - Badell, Federico V. Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. Bancalari, Enrique. Bancalari, Juan. Balbin, Valentin. Denza Ec A -- Moncalieri (Italia) . - Lisboa. LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. - Maqueda, Joaquin. Martinez. Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerly, Lucas. Ramorino, Florentino Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL . Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico. Basarte, Rómulo E. Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Baudrix, Manuel C. Bazan, Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Roque F.. Benoit, Pedro. - Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Bernardo, Daniel R. Beron de Astrada, E. Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon € Blot, Pablo. Brian, Santiago. Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. Bugni Félix. Bunge, Cárlos. Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, Jusé L. Cadrés, Jorge. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Campo, Leopoldo del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Carbone, Augustin P. Caride, Estéban $. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel KR. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Rumon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cejas, Agustin. Cerri, César. * Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, Cárlos. Chenú, José. Chueca, Tomás A. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coghland, Juan. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Romerc, Julian. . - Sal, Benjamin. Seguí, Francisco. Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco. Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio C. Correas, Waldino. Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Courtois, U. Cremona, Andrés V. Cremona, Victor. Crohare, Pablo J. Cuadros, Carlos S. Cuenca, Felipe. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiane, Juan. Dellepiane, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto G, Doncel, Juan A. Dubourcq, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Dufaur, Estevan F. Echagiie, Cárlos. Fizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo Y. Espinosa, Adrian. 1D Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. - Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. - Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, €. Fernandez, C. Alberto . Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Figueroa, Julio B. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José I. Frugone, José Y. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio. Gastaldi, Juan F. . Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. Ghigliazza, Sebastian. Giardelli, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José 1. Girondo, Juan. - Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guglielmi, Cayetano. Giinther, Guillermo. - Gutierrez, José Maria. Hainard, Jorge. Herrera Vegas, Rafael. Herrera, Victor M. Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Huergo, Luis A. (hijo). Hughes, Miguel. Huidobro, Luis. Igoa, Juan M. Imperiale, Luis. Inurrigarro, T. M. José Irigoyen, Guillermo. Isnardi, Daniel, Isnardi, Vicente. lturbe, Miguel. - Iturbe, Atanasio. Iturbe, Octavio. Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. Jasidakis, Juan. Jauregui, Emiliano. Jauregui, Nicolás. Jaureguiberry Enrique Keravenant, Adolfo. - Koslowsky, Julio. Krause, Otto. Krause, Eduardo. Ocampo, Manuel S. Krause, Domingo. Kyle, Juan JJ. Labarthe, Julio. - Lafferriere, Arturo. Lasos, Bismark. Lagos, José M. Langdon, Juan 4. Languasco, Domingo. Lanús, Juan. C. Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. | Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. Limendoux, Emilio. Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, P. Loudet, Osvaldo. Llosa. Alejandro. Lucero, Apolinario, Lugones, Arturo. Lugones Velasco, Sdor, Luro, Rufino: Ludwig, Cárlos. Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga. F.' Machado, Angel. Madrid, Enrique de Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Mandino, Oscar. Manterola, Luis (. Mañé, Cárlos. Marini, A. Marino, José. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. Massini, Cárlos. Massini, Estevan. Matienzo, Emilio. Mattos, Manuel F. de. Maupas, Ernesto. Maza, Fidol. Maza, Benedicto. Medina y Santurio, B Mendez, Teófilo E. Mendoza, Juan A. Meyer, Bernardo. Meza, Dionisio €. Mezquita, Salvador. Mohorade, Pedro. Molina Civit, Juan. Molina Salas, Cárlos. Molina y Vedia Julio. Molinari, José. - Molino Torres, A. Molner, Antonio. Mon, Josué R. Moneta, José. Montes, Juan A. Moores, Guillermo. Morales, Cárlos Maria. Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Navarro, Guillermo. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F. Ochoa, Arturo. Ochoa, Juan M. 0"Donell, Alberto C. Ojeda, José T. 7] | Olivé, Emilio R-- Olivera, Cárlos C. ps a, JM. | Sanchez, E lio Olmos, Miguel. — Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi. Juan B. Oyuela, Wenceslao. Padilla, Emilio H. de Palacios, Alberto. Palacio, Emilio. Paquet, Cárlos. Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. : Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. ''Schickendantz, Emilio -Salvá, J -Sarhy, Juan F.- Scarpa, José. Schróder, Enrique. Schwartz, Felipe. Schwartz, Maurici Segovia, Fernando. Selstrang, Arturo. Selva, Domingo Í.. Serna, Gerónimo de Philip, Adrian, Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio $. Pico, Pedro P. Pidelaserra, Jaime. Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Posadas, Vicente. Pons, Miguel B. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Gruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. M.! Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. Kamallo, Carlos. Ramirez, Fernando E, Ramos Mejia, lldefso P, Rams, Estevan. Rapelli, Luis. _Ralto, Leopoldo. Rebora, Juan. Recalde, Felipe. Renaud, Eugenio. Repelto, José. Riglos, Martiniano. Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rocamora, Jaime. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo $. Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rodriguez, Oscar J. Rojas, Estanislao R. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Romero, Alfredo. Romero, Armando. Romero, Cárlos L.. Romero, Emilio. Romero, Luis €. Rosetti, Emilio. Rospide, Juan. : Ruiz de los Llanos R. Ruiz, Manuel. Saccone, Enrique. Sagastume, Demetri».. Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Salas, Estanislao.” Zamudio, Eug: Seurot, Alfredo. Szhaw, Arturo E, Schaw, Cárlos E. Silva, Angel. Silveira, Luis. Simonazzi, Guill Siri, Juan M.+ Sirven, Joaquin. Soldani, Juan A. - ef Soria, David E. E Sota, Alberio de la. Soto, José María. Spika, Augusto. Stavelius, Federico. Stegman, Cárlos, Súnico, Víctor. Taboada, Miguel Ae Taurel, Luis. 2 Tedin, Virgilio, FA Tessi, Sebastian T. > Thedy, Héctor. >: Thompson, Valentin, Torino, Desiderio Tornú, Elias. Treglia, Horacio. Trifoglio, Ricardo. - Tressens, José A. Tzaut, Constante. Unanue, Ignacio. Urraco, Leodoro G. Vacarezza, Juan E. Valerga, Oronte A. Valle, Pastor del. Varela Rufino (hijo) - se Vedoya, Joaquin J. Vernaudon, Eugenio. Victorica y Soneira, J, Victorica y Urquiza E. Videla, Baldomero. - Vigliore, Luis A. Viglione, Marcelino EN Viñas, Urquiza Justo. Villanueva, Guillermo. Villegas, Belisario. Vinent, Arturo. Vinent, Pedro Wauters, Cárlos. Wauters, Enrique. - Wheeler, Guillermo White, Guillermo. Williams, Orlando E Zambrano, Pedro. Zavalia, Salustiar Zeballos, Estanisl; ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA AE —— —_—_—— COMISION REDACTORA Prestdente...... Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. SOCRCLaiO os Ingeniero Luis J. DELLEPIANE. Ingeniero MANUEL B. Bara. VOCES D*” ATANASIO QUIROGA. Ingeniero JORGE DucLour. SETIEMBRE DE 1891. —ENTREGA !I. — TOMO XXXII PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Por mes, en la Ciudad............ Boal » Un semestre... ....ooocoocoooooonsncoo D»D 5 » WAPO as ao olaa falar o lalola radio ida » 10 » Por mes, fuera de la Ciudaad.. » 1.50 porentrega e : ASUMEN Ol La suscricion se aga anticipada.y'"” GN p g p 7 GS Ey A BUENOS AIRES o N IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS 680 — CALLE PERÚ — 680 1438941 JUNTA DIRECTIVA _Presidente........ Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. Vice-Presidente 1? Doctor Juan J). J. KYLE. 1d; 22 Ingeniero JORGE DuUCLOUT NECRELATTO panas .. Ingeniero Lvis J. DELLEPIANE. BEeSOreRO= o Ed. e Ingeniero ENRIQUE DE MADRID. Ingeniero Juan F. SARHY. Capitan SALVADOR VELASCO LUGONES VMOCOTeS nora Señor JuAN ROSPIDE. [señor JOSÉ J. GIRADO. Señor SEBASTIAN GHIGLIAZZA. ES INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA I. —XIX ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA. II. — DIPTEROLOGÍA ARGENTINA (SYRPHIDA), por Emríque Lynch Arribalzaga (Continuacion). HI. — LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA Y EL CONOCIMIENTO DEL ESPACIO, por Jorge Duelout (Continuacion). IV. — REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Continuacion), por Marcial R. Candioti. V. — MISCELÁNEA. A LOS SÓCIOS Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secreta— ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, etc., y cualquier irregularidad en el reparto de los Anales Ó cobro de la cuota. ; Se ruega tambien á los que tengan en su-poder obras prestadas pertenecientes á la Biblioteca de la Sociedad, se sirvan devolverlas á la brevedad posible, á fin de anotar— las en el catálogo. XIX ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DB LA SOCIEDAD Tuvo lugar el 28 de Julio próximo pasado, en el Teatro Nacio- nal, la velada científico-musical con que la Sociedad Cientifica ce- lebró el XIX aniversario de su instalacion. Numerosa y selecta concurrencia llenaba el coliseo de la calle de la Florida, dando realce con su presencia á esa fiesta por más de un concepto interesante. Una vez que la orquesta hizo escuchar sus acordes, ejecutando una brillante sinfonía, el Dr. Cárlos M. Morales, Presidente de la Sociedad, inauguró el acto con el discurso que reproducimos á continuacion y que fué merecidamente aplaudido. «Señoras, señores : La Sociedad Científica Argentina, celebra hoy el XIX aniversario de su instalacion. Diecinueve años de cons- tante labor, de todo género de obstáculos vencidos con inquebran- table energía, y de lucha incesante en pró del adelanto de las cien- cias, son los títulos que la hacen acreedora á la consideracion de los que siguen con interés el movimiento intelectual en la Re- pública. «Ha sido ingrata hasta la fecha la tarea de la Sociedad Científica, pues en países en que se marcha con bruscas transiciones á la es- tabilidad definitiva, en que las épocas de progreso vertiginoso 6 las perturbaciones políticas preocupan los espíritus, se carece por lo general de la tranquilidad necesaria para entrar de lleno en el campo de las altas especulaciones científicas. Por eso los resulta- dos obtenidos no han correspondido á la enorme suma de trabajo empleado; pero así como en toda empresa humana se requiere tiempo y energía para obtener el resultado que se anhela, así tam- bien nuestra labor ha preparado el terreno para que pueda efec- tuarse ámpliamente el desenvolvimiento científico que en estado embrionario ha permanecido hasta la fecha. ANAL. SOC, CIENT. ARG. T XXXII ; 8 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA. «No debemos pretender hallarnos al nivel á que otras naciones han llegado despues de siglos de profundos sacudimientos, degran= des caidas y de luchas sangrientas en las que se han debatido des- de los campos de batalla hasta las lides de la inteligencia los gran- es problemas de la humanidad. « Felizmente hemos alcanzado otros tiempos, en los que no tene- mos la perspectiva de horribles luchas homicidas, sinó de torneos del espíritu humano sostenido por las armas del saber y del estudio. « Es en este terreno que la Sociedad Científica Argentina, viene luchando desde su fundacion : ha organizado exploraciones, ha ase- sorado á los poderes públicos, ha estudiado el suelo y sus produe- ciones, ha explorado los mundos siderales de nuestro cielo, publi- cando los resultados de esas investigaciones en sus Anales, y reuniendo todos esos esfuerzos en una sola resultante, ha dado impulso al movimiento intelectual en estos últimos años. «Pero no debemos contentarnos con esto; ese impulso inicial se perdería si no continuásemos como hasta aquí, luchando con el mismo empeño, con la misma energía, en pró de las ideas que nos han guiado, y que han de dar por resultado la realizacion del bello ideal que perseguimos. « Ese dia llegará, el amor al estudio alcanzará su completo desar- rollo, la industria nacional alcanzará el puesto que de derecho le corresponde, la escuela tendrá su asiento desde los grandes cen- tros de poblacion hasta los últimos confines del territorio, y.en— tónces, con íntima satisfaccion, podremos contemplar el camino recorrido y dirijir nuestra vista á la senda que se nos presentará libre de obstáculos, como alentándonos para terminar la jornada. «Y habrá contribuido eficazmente á la realizacion de este ensueño la educacion, factor indispensable para la felicidad de los pueblos y que adquirimos desde los bancos humildes de la escuela prima- ria hasta las asambleas de nuestras asociaciones científicas. En esta tarea desempeña un papel importantísimo el modesto maestro de escuela que hace penetrar las primeras luces del saber en el cere- bro de los futuros ciudadanos. «Pero no debemos olvidar que antes que todo esto, otro ser graba en lo íntimo de nuestros corazones algo que no desaparece á pesar - de las berrascas de la existencia : creencias íntimas, recuerdos del hogar, imágenes, en fin, de la noble compañera del hombre, de la que guía sus primeros pasos en la tierra, le inculca las primeras EL XIX ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE LA SOCIEDAD 115 nociones del deber, y sostiene con heróica abnegación su o desfallecido en las luchas de la vida. «Señoras y señores : En nombre de la Junta Directiva de ha So- ciedad Científica Argentina tengo. el honor de declarar abierto este acto ». Terminado su discurso el Dr. Morales, presentó al público como conferenciante de la velada, al ingeniero D. Manuel B. Bahía, profe- sor de Física Superior en la Universidad de la Capital. El Sr. Bahía con palabra fácil y adecuada, disertó sobre el tema Ciencia amena, efectuando numerosos esperimentos de electricidad seleccionados entre los más curiosos y modernos, granjeándose por completo las simpatías del numeroso auditorio que lo aplaudió repelidas veces en el curso de sus demostraciones. Valiéndose al efecto, de cierto número de acumuladores y de dos máquinas eléctricas una de Gramme y otra de Gérard, esplicó en lo que consistía la reversibilidad, realizando los esperimentos clá- -sicos sobre trasmision eléctrica de la fuerza. Dió algunas ideas so- bre los ferro-carriles eléctricos y el telpherage, ó sea el transporte de carros por cables aéreos. Hizo producir, en su forma más simple, el arco voltáico y para demostrar la alta temperatura que desarrolla, fundió en fun regu- lador Jaspard, un cuchillo de acero, que al proyectar numerosas partículas incandescentes, produjo un bonito efecto. Demostró la diferencia de conductibilidad de los metales, reali- zando el esperimento de Childem. Realizó la esperiencia fundamental de la electro-metalurgia, cu- briendo de cobre por electrólisis una barra de carbon é indicó cómo se obtiene el dorado, plateado, nikelado, etc. Valiéndose del gran carrete de Rumkorff, que posee la Univer- sidad, ejecutó algunas esperiencias sobre el rayo, haciendo ver el inconveniente de los para-rayos mal instalados, sirviéndose de la casa del rayo, cuyo techo hizo volar por dos veces consecutivas, determinando la esplosion con una mezcla de hidrógeno y oxígeno. Demostró la accion protectora de las envolturas metálicas, ful- minando con enormes chispas una jaula de mallas bastante ám- plias que contenía un conejo. Terminó su interesante conferencia el Sr. Bahía, produciendo la fuente luminosa. En esta esperiencia, un gran chorro de agua iluminado interiormente, parecía de metal incandescente. PO CAES O da O 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La parte musical, desempeñada por los señores A. de Chapeau- rouge y S. de Madrid, fué tambien muy aplaudida. En la primera parte, ejecutaron en el piano y violin respectiva- mente, el 9” Concierto de Berrot y en la segunda, la Legende de Wiendawsky. El señor de Chapeaurouge tocó además el Etude sur le Fraschútz de Heller. Gi En la segunda parte de la velada, el señor Presidente dió lectu- ra de los nombres de las personas que han merecido premios por obras científicas en la Exposicion de Paris de 1889. La nómina de los premiados va á continuacion : Gran premo. —Consejo Nacional de Educacion, Departamento Nacional de Minas y Geología. Medalla de oro. —Dr. Benjamin Zorrilla, Dr. Florentino Ame- ghino, Dr. German Burmeister, Dr. Francisco Latzina y Universi- dad de Buenos Aires. Medalla de plata. — Centro Union Normalista, Renata Pedagó- gica, Dr. Amancio Alcorta, Banco Nacional, H. Congreso Nacional, Dr. Em'lio R. Coni, Dr. Antonio F. Crespo, Consejo Nacional de Hi- giene, Facultad de Ciencias de Buenos Aires, Facultad de Medicina, Dr. Francisco Latziva, Municipalidad de la Capital, coronel Jorge Rohde, Sociedad Científica Argentina, Asociacion de la Prensa, Pedro Agote, Dr. Mariano Paz Soldan, Arsenal Nacional de Guerra y Parque Nacional de Artillería. Medallas de bronce. — Revista de la Enseñanza, Pedro Agote, Dr. F. Amoretti y Cárlos M. Morales, Sr. Nicolás A. Calvo, Comisaría General de Inmigracion, Suprema Corte de Justicia Nacional, Wenceslao Escalante, Sr. Estanislao F. Frias, Sr. Diego G. de la Fuente, Sr. Antonio Galarce, Dr. Manuel R. Garcia, Sr. Andrés La- mas, Sr. Cárlos Lemée, Dr. Baldomero Llerena, Dr. Juan J. Montes de Oca, Dr. Vicente G. Quesada, Sr. Ezequiel N. Paz, Dr. Julio P. Rodriguez, Juan M. Ifernet, Sr. Luis A. Viglione. Menciones honoríficas. — Doctores Isaac P. Areco, Cárlos Berg, Cesáreo Chacaltana, Emilio Daireaux, Arturo L. Dávalos, Luis M. Drago, Cárlos N. Gonzalez, José J. Hall, Gabriel Lársen del Cas- taño, José F. Lopez, Eduardo Losson, Godofredo Lozano, Pedro Mallo, señores Alfredo Viraben, Jorge Cuadrés, Angel R. Cartavio Manuel €. Chueco, Máximo M. Gonzalez, Rufino Varela, Departa- mento de Policía de la Capital, Direccion de Correos y Telégrafos, XIX ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE LA SOCIEDAD 117 doctores Francisco Medina, Enrique Navarro Viola, Manuel Obar- rio, Arturo Orzabal, José Pena, Eugenio Perez, Manuel Porcel de Peralta, N. Reynal O'Connor, Adolfo Saldías, Cárlos D. Sarmiento, Sociedad de Beneficencia, señor José M. Torres, doctor Manuel R. Trelles, doctor Luis V. Varela, doctor José Antonio Wilde, señor Juan Lársen, La Tribuna Nacional, señores Gárlos Beyer, Antonio Galarce, Leon Walls, Julian L. Aguirre, Ramon Lista, doctor Ge- rónimo Cortés, Rufino Varela. Total: 2 grandes premios, 5 de oro, 19 de plata, 20 de bronce y kk menciones honoríficas, ó sean 9! premios. DIPTEROLOGÍA ARGENTINA (SYRPHIDAE) POR FÉLIX LYNCH ARRIBÁLZAGA (Continuacion) DE SYRPHIDUM CHARACTERE NATURALI. Imaco. Facies haud sulcata. Antennae porrectae vel modice de- cumbentes, 3-articulatae haud annulatae, articulo tertio chaeta dorso-basali vel stylo apicali instructo. A/ae saepe divaricatae, plus minusve lanceolatae, vena submarginali apice haud fur- cata, cellula prima postica semper clausa, marginal alis clausa, aliis aperta, basali prima discoidalis clausae basin superante, vena auxiliari cellulam basalem primam et discoidalem longi- irorsum percurrente, praeditae; cellula anali marginem posti- cam attingente. Tibrae saepius muticae. Proboscis brevis, car- nosa, basi geniculata; palpiss cum maxillis setosis occultis; labro corneo apice emarginalo. : Larva in pupam mutans, oblonga vel hirudiniformis, sae-- pius tardigrada, dorso antrorsum plus minusve, interdum haud conspicue, corniculata; capite haud distincto munita; ore intus saepe corneo bi- vel 4-hammulato; labio apice bifido laciniis autem ad apicem fissis, retractilibus, tentaculos obtusos duos simulantibus. Oculi nulli. Pedes quandoque nulli saepe mammilli- formes, biseriatim dispositi. Stigmata postica saepius cauda elongata cylindrica terminantia, interdum sessilia vel breviter crasseque bipedicellata. STE PAS DIPTEROLOGÍA ARGENTINA - 119 Pura ovalis vel oblonga, coriacea, saepius antice bi-cornicu- lata, postice ecaudata at saepissime caudala intus nympham veram occultans, ad palos putrescentes, folias deciduas etc. for- titer adherens vel sub terra recondita. TABULA TRIBUUM. A. Antennae articulo tertio stylo apicali instructo: articulis apicalibus duobus subconnexis clavam ellypticam ex- trorsum divergentem formantibus. — Antennae articulo tertio chaeta dorso=basali vel sub=basali instructo. Z, Antennae porrectae capite longiores, articulo primo saepissi- me elongato-lineari. -— Antennae plus minusve decumbentes vel parum porrectae ca- pite breviores, articulo primo brevissimo. 3. Abdomen superne visum 3- rarius 4-annulatum, segmento tertio magno scutiforme. Antennae articulo 2* brevissi— mo cum 3? elongato fere connexo his ambobus clavam oblongam formantibus : alarum cellula 1* postica intror— sum appendiculata vel in duas partes divissa. — Abdomen superne visum 5- vel 6-annulatum, segmento 3” _haud distircte majore. Antennae articulo 2 interdum elongato 1” vel 3”flongiore vel breviore a 3” tamen [sem- per bene disjuncto vel articulo 3” praecedentibus 2 lon- - giore. Alarum cellula 1* postica introrsum neque appen- diculata neque in duas partes divissa. “4. Alarum nervulus transversus medius ante medium cellulae discoidalis situs vel insertus. Femora postica saeplus simplicia. : — Alarum nervulus transversus medias in medio ipso vel ultra eumdem cellulae discoidalis situs vel insertus. Femora postica saepe incrassata vel dentata. 5. Antennarum articulus tertius breve subporrectus chaeta ba= sali nuda auctus. Cellula marginalis saepius aperta. — Antennarum articulus tertius elonyatus, decumbens, chaeta basali longe plumosa auctus, Cellula marginalis saepius clausa. 6. Abdomen pedunculatum. — Abdomen haud pedunculatum. CERINI. » uo MICRODONTINI. PSARINI. VOLUCELLINI1. BACCHINI. SYRPHINI. 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 'Z. Alarum cellula prima postica plus minusve pediformis. Ss. -— Alarum cellula prima postica haud pediformis. : - XILOTINI. S. Alarum cellula marginalis clausa. ; ERISTALINI. — Alarum cellula marginalis aperta. HELOPHILINI. Tribus L MICRODONTINI. Este grupo se caracteriza fácilmente por sus antenas más lar- cas que la cabeza y provistas de una cerda desnuda en la base del tercer artejo; el primer artículo es siempre tan largo como los dos últimos juntos, delgado y cilíndrico; el segundo cortísimo y obcdó- nico, parece casi soldado á la base del tercero, el cual es alargado, gruesecito, elíptico, y junto con el segundo simula una maza alar- gada, acodada hácia afuera. La cara es poco convexa, cubierta de vello sedoso y carece de callosidades y tubérculos. Las alas tienen las células marginal y submarginal abiertas en el extremo, y la primera posterior, siempre más larga que la discoidal, se halla dividida en dos fracciones, total ó parcialmente, por medio de un nérvulo medio que, partiendo de la nervadura submarginal, se di- rije, más ó menos oblícuamente, á la discoidal; con frecuencia el nérvulo auxiliar es poco visible ó nulo. Además, el abdómen tiene su tercer segmento dorsal muy grande y por sí solo ocupa casi toda la region dorso-abdominal. Un vello fino, sedoso y aplanchado, como raso, cubre las patas y constituye los dibujos del cuerpo en los más. WiLLisroN incluye en sus Microdonin: al género Chrysoto- asum, lo que considero un error, error de que el mismo WILLISTON parece convencido, pues dice de sus Microdonina: « This group as here distinguaished 1s artificial y más sdelani agrega: Chrysotoxum is more aberrant, and 1s a disturbing element in the arrangement of the genera». En mi opinion, solamente los géneros Microdon, Ubristes, Mixoyaster y Holmbergía deben figurar en este grupo, uno de los más notables de la familia de los Syr- phidae. He aquí las diferencias principales ea los géneros citados. GENERUM TABULA 1. Pedes postici valde pilosi. Abdomen basi latum, deindé an : gustius, haud clavatum. UBRISTES. — Pedes postici modice sericeo-villosi. 2. 0 —DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 121 2. Abdomen ovatum, convexum. Corpus amplum. Scutellum bi-denticulatum vel emarginatum. MICRODON. — Abdomen magis minusve pedunculatum vel coarctatum. Corpus angustum. Scutellum muticum. 3. 3. Abdomen apice clavatum basi angustum sive pedunculatum. MIXOGASTER. — Abdomenapice clavatum basi amplum, medio coarctatum. HOLMBERGIA. En nuestra fauna no figuran hasta ahora sinó los géneros Micro- don y Holmbergra. I. Mierodon, MEIGEN. Microdon, Me1c., lllig. Magazin, 11,275 (1803). —FaLteN, Syrphi, 4 (1817). — Melc., Syst. Beschreib., III, 162, tab 26, fig. 27-35 (1822). — Cunris, Brit. Entomol., 11,70 (1825). — WieDm., Aussereurop. zweifl. Ins., II, 82 (1830). WaArLK., List, 538 (1849). — WaLk., Ins. Saundersiana, I, 216 (1856). — Schin., Verhand. zool.-bot Gessells., VII, 291 (1857). — Esusp , Novara Exp., IL, 339 (1868). — Bicor, Ann. Soc. entom. Fr. 233 (1883). — WiL- LISTON, Proc. Am. philosoph. Soc., XX, 301 (1882). — WiLLISTON, Synopsis North Am. Syrphidae, 3 (1886.. Aphritis, Larr., Hist. nat. d. Crust. et d. ins., XIV, 358 (1804). — Larr., Gen. Crust. et Insector., IV, 329 (1809) et Consid. géner. 443 (1810). Esusp. in Cuvier, Régne anim., V. 496 (1829). — Macor., Hist. d. Dipt., I, 486, pl. 11, fig. 4 (1834). — Esusp., Dipt. exot., IL, 2, 10, 3 (1842). — BLANcH., Hist. nat. d. ins., IL, 476, 4 (1845). — BLaNcH. ¿n Gay, Historia física y pol. de Chile, Zoo!., VII, 404 (1852). — PhiL., Aufzáhl. chil. Dipt., 139 et Verhandl. zool.-bot. Gessells. Wien, 732 (1865). Ceratophyia, WieDM., Op. c., II, 79 (1830). — Macor., Hist. d. Dipt., L, 488, 5 (1834). —Bicor, Ann. Soc. entom. France, 234 (1883). Dimeraspis, NEwMANN, Entomological Mag., V, 372 /1838.. Chymophila? Macor., Hist. d. ins , I, 485 (1834). — Dipt. exot., II, 2, 10, tab, 1, fig. 2 (1843). Mesophila, Wark., List., 1157 (1849). Ubristes? WaALx., Ins. Saunders., 1, 217 (1856. Caput hemisphaericum postice planum, thoracis lalitudine, antice leviter sonvexum baud callosum at dense tenuiter villo- sum, fronte in utroque sexu lata, vertice ocellis tribus instructo. Proboscis brevis, carnosa, apice biloba, subocculta. Ocwli ovati, nudi. Antennae porrectae capite longiores, articulo primo elon- gato, cylindrico, subnudo, sequentibus duobus simul sumtis fere aequelongo, 2*, 3? que fortiter connexis, pruinosis, clavam oblon- gam extrorsum divergentem vel infrorsum oblique directam for- 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mantibus, articulo 2% breviter obconico, 3 ad basin latitudine secundi, elongato, apice acutiusculo, seta basali dorsali nuda instructo. Thoraw subquadrangulus, modice convexus, tenuiter reclinato-villosus, angulis posticis late oblique truncatis. Scute- llum a thoracis tergo e sutura profunda bene separatum, subse- micirculare, postice in medio emarginatum vel dentibus duobus obtusis interdum nullis, saepe sub vellere sericeo obtectis, prae- ditum. A/ae oblongae, tenuiter villosulae, incumbentes, paralle- lae, nervulo spuriosaepe subnullo, cellulis marginali et submar- ginali appertis, vena submarginali in cellula prima postica medium versus el retrorsum appendiculata, appendiculo cellulam primam posticam in duas partes saepe dividente, cellula prima postica limbo externo medio sinuato vel extrorsum producto, cel- lula basilari prima cellulae discoidalis dimidium haud attingente s. nervulo lransverso primo pone medium cellulae discoidalis situs. Calyptra minuta; halteres detecti. Pedes crassiusculi, pu= bescentes, tibiarum apice haud calcarato tarsorum articulo primo crassiusculo elongato conico 2* duplo vel plus duplo longiore, 1m- terdum fortiler dilatato, 3-4 brevissimis, ultimo bi-ungulato, et infrá bi-pulvilloso. Abdomen ovatum, in femina ad apicem acumi- natum, satamplum, modice convexum, ad partem, thorace latius, 4-annulatum, dense tenuiterque punctulatum vel sericeo-villo- sum, segmento tertio scutiforme magno. Compónese de especies de talla grande ó mediana, generalmente verdes ó violetas con reflejos metálicos ó sedosos, en ocasiones son pardas con manchas ó bandas de vello fino y lustroso como raso ó tienen el abdómen más ó menos variado de rojo. Frecuentan las altas cañas de las Gramineas ó las flores de las Compuestas; son algo tardos para levantar el vuelo, y aunque lo efectúan casi siem- _pre oportunamente para evitar el peligro, están lejos de igualar la viveza de movimientos de los Syrphus óú de los Eristalis. Su fas- tuoso vestido atrae desde luego la atencion del entomólogo, cuya mirada ejercitada suelen engañar con el finjido aspecto de Ceratina, Augochlora ó Stilbum (Hymenoptera) que alguna vez ofrecen al po- sarse sobre las flores. Parecen raros casi en todas partes, debido á sus costumbres sedentarias, pero, segun Scuiver (Fauna Austriaca) se les halla con frecuencia reunidos en gran número cerca de la DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 193 tierra, entre las hojas y las yerbas. Sus larvas, de la figura de un grano de café, comparacion acertada de M. Pousabe, habitan los hormigueros, pero todavía se ignora qué papel desempeñan en ellos. Scuiner (Verhandl. zool.-bot. Gessells. Wien., VIL, 1857), dice de las larvas de Microdon, quese hallan bajo las cortezas de los sau- ces en compañía de Formica fusca y que Von HeYDEN y Seix las creyeron moluscos; pero no las describe ni trae mayores datos acerca de sus metamórfosis. Larvas iguales á las mencionadas por ScHiNerR eran conocidas por M. LABOULBENE, quien no se había pronunciado abiertamente sobre su filiacion genérica, conten- tándose con atribuirlas á dípteros de la tribu de los Syrphidae. Débese á M. Pousane (Ann. Soc. entom. Fr., 23, 1883), un buen estu- dio sobre las larvas de Microdon, acompañado de magnificas figu- ras (op. cit., pl. 1, fig. 1-11) y voy á seguirlo en cuanto se refiere á sus observaciones acerca del Microdon mutabilis LINN., observacio= ciones que indudablemente, salvo la especie de que este Microdon es huésped ó parásito, deben ser aplicables á todos los demás repre- sentantes del género. M. PousaDe halló bajo las cortezas de algunos árboles secos v derribados y en compañía de un Formicidae (Lasvus niger) unas larvas cuyo aspecto compara en color y tamaño á un grano de café; estaban inmóviles y su inercia contrastaba con la actividad que desplegaban las hormigas; recogió estas larvas y de ellas obtuvo, al cabo de un mes, ejemplares de Microdon mutabrlas. Estas larvas son ovaladas, recogidas, muy convexas y semejantes en figura á los hemípteros del género Coccus, pero sin suturas transversales aparentes, las que sólo se manifiestan despues de al- -gun tiempo de permanencia en el alcohol, en cuyo caso aparecen divididas en ocho segmentos; son parduzcas en el dorso, cuya su- perficie es reticulada, con los intérvalos que separan los retículos finamente carenados y no lisos por arribacomo los de M. devrus, todo el contorno exterior estriado y con una orla de pelillos; en la parte posterior, cerca del borde, se observan dos estigmas subcallo- sos que forman una prominencia ovalada; por debajo, el cuerpo es liso, acanalado ligeramente á lo largo y en lo anterior se abre una pequeña boca munida de dos apéndices aguditos, que PouJaDE supone ser antenas; carecen de ojos y de piés, marchan lentísima- mente y de costado, y el punto en que se detienen lo dejan hume- decido por un líquido claro que les corre de la boca. Endurécense poco á poco los tejidos externos de la larva, quédase ésta fuerte- mente adherida al plano que ocupa, por medio de un glúten espe- 124 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cial y se transforma en ninfa, la que sólo difiere de la larva por la mayor solidez de los tegumentos y por la presencia de dos tubillos aeríferos en lo anterior del dorso; rómpese á pocos dias la envol= tura, porel lado de los cuernecillos aeríferos, y aparece el insecto perfecto que no tarda en desecar su cuerpo y comenzar su vida errante. Mas, antes de cumplir su penúltima metamórfosis, cuida el Microdon de trasladarse, si vive en los nidos de hormigas arbo- rícolas, hasta debajo de la corteza del árbol, ó si sus primeros esta- dos se efectúan en las guaridas de hormigas subterráneas, á la vecindad del agujero de salida, debajo de los troncos ó de las pie— dras, á fin de no encontrar estorbo alguno para el abandono defi- nitivo de las obscuras galerías que gustosamente ha frecuentado con rastrero paso, como larva, pero que ya no cuadrarán al insecto alado cuyo dominio y solaz lo van á constituir los campos y las flores. M. GAZAGNAIRE (Ann. Soc. entom. Er, Bull. CXXI, 1887) ha obser- vado y descrito la cópula del Mierodon devas; halló una pareja po- sada sobre las hojas de un sauce, trepado el macho, como sucede casi siempre, sobre la hembra; esta última tenía las alas ligeramente entreabiertas mientras que el macho, que abrazaba estrechamente con sus patas el abdómen de la hembra, las tenía cerradas normal- mente; la cópula duró desde las 3*/,á las 5 */,, pero volvieron de nuevo á ayuntarse á las 5 y media; esta segunda cópula duró hasta las 7 horas 20 minutos del mismo dia; total : cuatro horas más ó menos de casi contínuo sacrificio á la diosa de los amores. El ob- —servador no dice lo que fué del macho despues de su segundo ayuntamiento, mas es de presumir que su vida terminó poco des- pues en el agotamiento producido por su última y prolongada ha- zaña erótica. WiLLISTON, en su muy notable obra sobre los Sírfidos Norte-ame- ricanos, incluye implícitamente el género Chymophtla entre los Ma- crodon y con más claridad agrega á estos últimos los Ubmstes de WALKER; sin embargo, segun la figura de MACQUART, parece que sus Chymophala ofrecen caracteres no despreciables en la trompa y que las antenas tienen estilo terminal y no basal como los Microdon, fuera de que el segundo artejo es muy poco más corto que el ter- * cero; en cuanto á Ubristes tiene, segun la plancha de WaLker, el abdómen de una figura particular, grueso en la base y despues poco menos ancho y de aspecto cilindroide, casi como en Imatisma posticata, además de piés muy velludos. Por estas razones considero DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 195 como dudosa la sinonimia que Mr. WiLListoN establece para estos dos géneros. Los Microdon son de remotísimo orígen, pues sus impresiones han sido señaladas en los terrenos fosiliferos del terciario de Aix. TABULA SPECIER UM. - 1, Abdomen rubrum. 2. — Abdomen fuscum, cyaneum vel viride. 3. 2. Thorax nigro-aeneus, cupreo—bilineolatus. Alae infumatae. Scutellum semi-circulare cyaneo-viride, dentibus apica— libus duobus flavidis armatum. M. bidens. — Thorax niger dense subaurato-sericeo vestitus. Alae dilute infuscatae, venae fusco-marginatae. Scutellum triangu— lare e pube subaurato-sericea dense tectum apice fissum videtur. M. rubriventris. 3. Abdomen cyaneum chalybeum vel viride. Alae plus minus- ve grisescentes vel infuscatae. Ho — Abdomen fuscum e pube aurata variegatum. Alae fuscae luteo bi-vittatae. M. bonartensts. %. Abdomen maculis vel lineolis aureo-sericeis destitutum. Dd. — Abdomen aureo-sericeo maculatum vel lineolatum. Lie 5. Cellula prima postiza extrorsum breviter appendiculata. Cor- pus violaceum vel chalvbeum. Scutellum haud bi-spi- nosum sed muticum postice medio emarginatum. M. violaceus. — Cellula prima postica extrorsum haud breviter appendiculata. Corpus viride vel chalybeum. Scutellum bi-spinosum. 6. 6. Alae ubique dilute infuscatae. Antennae nigrae. Corpus vi- ride vel violaceo—viride. M. crassilarsts, — Alae apice parce infuscatae. Antennae suprá nigrae viride micantes infrá testaceae. Corpus violaceum. M. Macquarti. 1. Alarum venae flavido-marginatae. Abdomen longitudinali- ter extrorsum et introrsum oblique aureo-sericeo lineo- latum. M. histrio. — Alae infumatae. Abdomen haud lineolatam, aureo-sericeo autem maculatum. M. instabilis. 1426 ANAEES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (1) 1. Mierodon crassitarsis, MACQUART. Aphritis crassitarsís, MAcqr., Dipt. exot., Suppl. 3,198, 9, tab. 4, £. 2. (1846. Viridis (antennts, alis tarsisque exceptis) secundum lucem vro- laceo-micans. Antenmas nigris, articulo primo sequentibus 2 fere aequelongo. Facre albo-tomentosa. Capitas vertice ad cyaneum vel violaceum vergente. Alis leviter infuscatis, nervulo spurio conspicuo, cellula prima postica angulatim rotundata ex- tus haud appendaiculata. Tarsis nigris, posticais dilatatis, articulo 12 elongato triangulare, crasso, reliquis, latitudine decre- scentibus transversim triangularibus. Long. $ millim. Hab. observ. : Rio Negro 1m Republica Uruguayensi (Macor.) No conozco esta especie, la que muy probable y casi seguramente se debe hallar en la Provincia de Entre Rios. Macquarrt, al desig- nar el habitat de su Microdon, dice únicamente: «Du Rio Negro, M. FAIRMAIRE », dato muy poco ilustrativo sobre la patria de la especie, si se atiende al buen número de Rios negros que figuran en los mapas; mas, felizmente describe, á continuacion de esta, otra especie «De Minas, M. FarrmarrE », con cuya indicación ya podemos no solamente suponer sinó asegurar que lanto éste como el Microdon siguiente, pertenecen á la vecina República del Uruguay, en la cual se hallan un Rio Negro y. un Departamento de Minas, y con tanta más certeza cuanto que ambos Microdon figuran en la colec= cion de M. Farrmarre. Esta especie podría confundirse por la talla y el color con el M. vrolaceus, pero se diferencia por la nervadura que cierra por de fuera la primera célula posterior desprovista de apéndice exterior, y la nervadura submarginal que, en el punto de arranque del nérvulo interno y oblícuo de la célula posterior es muy sinuosa, no siéndolo ó apenas en Microdon violaceus, Hay ejempla- res que tienen gran parte de las patas de color testáceo, segun ob= serva MACQUART. (2) 2, Mierodon Maecquartii, mihi. Aphritis angustus Maco. Dipt. exot. Suppl. 3, 198, 10. (1846); nec Macor, op. cit., Suppl. 1. 122, 8 (1846). Angustus, violaceus. Antennas supra nigris viride micantibus sub- DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 197 tus testaceis, articulo 1% sequentibus 2 simul sumptis aeque- longo. Facie cyaneo-mcante albido-pilosulla. Fronte viride. Thorace abdommneque punctulatis, hoc rlloque subtus viridibus. Scutello dentabus aprcalibus albo-mlosis. Alis apicem versus modace imfuscatis, nervulis ommino ut am praecedenti. Halte- ribus flavis. Pedibus viride micantibus; tarsis naigris, articulo primo modice tunidulo deorsum parum arcuato. Long. $ millón. Hab. obser. : Minas in Republica Uruguayensi (Macor.). Me es desconocido; probablemente se hallará más tarde en los mismos parajes que señalo para el anterior. Su característica la he tomado, así como en parte la del precedente, de las respectivas descripciones de MacouarT. En cuanto al nombre específico, he de- bido cambiarlo, pues, por una inadvertencia, fácii de comprender, Macquart ha descrito dos especies diversas bajo igual denomina- cion y como quiera que ésta es posterior á la otra, mudo su cali- ficativo en Macquartá en vez de angustus, corrigiendo el error y honrando al mismo tiempo la memoria del docto descriptor de la especie. No confío grandemente en la independencia específica de este Mecrodon, que es posible sea idéntico al anterior, pero, como no lo he visto, conténtome con citarlo sin mayores comentarios. (3) 3. Mierodon histrio, WIEDEMANN. Microdon histrio, WiEDEM., Auss. zweifl. Ins., II, 83, 3, tab. IX, £ 6 (1830). Antenmas nigras. Facie chalybea albido-pubescente. Vertice capitis aeneo, flavido-hirto. Thorace flavicante-aeneo, flavido hirtulo. Alarum nervulis flavido-marginatis. Femoribus albo-, tabrs flavido-villosulis. Abdonmine ovato, latvusculo, ehalybeo, se- gmento secundo macula magna triangulari viridaurea, albo- hirta supra el utrinque ornato, reliquias vitiulis dorsalibus lon- gitudinalibus 2 bene disjunctis cum alús binis lateralibus ulrinque antrorsum introrsumque oblique directis conjunctis vi- ridaurers albo-heirtis signatis. Long. 13 millón. Hab. observ.: Republica Uruguayensi 4n Montevideo (W1kEDEM). No lo he visto aún ; es muy verosímil que se le encuentre en las islas del Paraná ó en Entre Rios y áun quizá en Buenos Ayres. FRA 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (4) 4. Microdon bidens (FaBricius) WI1EDM. Mulio bidens, FaBR. Syst. Antl., 185, 6 (1805.. : Microdon bidens, WiEDEM. Auss. zweifl. Ins. 1, 84, 6 (1830'. — Burm. Reise d. d. La Plata St. Bd. I (1861). Antenms mgro-fuscis. Facie flavida breviter albo-vtllosula medio nigro-utttata, vertice et occipite capis nigro-cyanescentibus. Thorace nigro-aeneo subtiliter cupreo-brlineolato. Scutello cyaneo-viride, dentibus apicalibus brevibus margineque postica flavidis. Alis infumatas. Pedabus anticis obscure rufis, posticis rubidas at femorum tibiarumque apice fuscis, omnibus albido- sericante pilosulis. Abdomine rubido brevissume parceque albr- do-sericeo-villosulo, segmento primo plus mimnusve nigricante. Long. 10 */¿millum. Hab. observ.: Am. merid. (ubi?) (Wrenem). — Resp. Arg. mn Mendoza (Burm.), et 1m San Lurs (J. GONZALEZ ACHA). Un Microdon muy mutilado que procede de la Provincia de San Luis, y que me parece corresponder á esta especie, es el único que be visto, aunque tambien puede ser mi M. rubriventras. (5) 5 Microdon rubriventris, ». sp. Niger, dense aureo-sericeo-tomentosus ; abdomine rubro, nitado, subtiliter albido-sericeo-pubescente, apree mgro-fusco ; antennas pedibusque nigro-picewss, his dense albido-pubescentibus : alis dilute fuscis, nervulis fusco-marginatas, cellula 1* postica inter- dum é nervulo medio transverso in duas partes fere divisa. Long. 8-9 millim. Caput nigrum postice albo-villosum, facie albo-grisea sericeo-to- mentosa vitta media nitidissima nudaque praedita, fronte nigra ni- tida utrinque albo-villosula. Antennae nigro-fuscae, cinereo prui- nosae. Ocul fusci. Thorax niger, supra dense subaurato-sericeo-to- mentosus, utrinque dense flavido-sericeo-villosus et tomentosus. Scutellum triangulare densius subauralo-sericeo-vestitum, denti- bus apicalibus obsoletis. A/ae dilute infuscatae antrorsum obscu- DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 199 riores; venae fusco marginatae, cellula prima postica limbo externo haud appendiculato, nervulo interno transverso extrorsum obliquo, saepius breve, interdum in duas partes fere divisa; cellula basi- laris prima, discoidalis tertiam partem basalem attingens; nervu- lus spurius nullus. Pedes fusco-picei, dense albido-sericeo-pilosu- li; geniculis tarsorumque apice saepe rufescentibus. Abdomen rubrum, nitidum, apice nigro-piceum, interdum segmento secundo apice vittaque media antrorsum optime abbreviata nigro-fuscis signato ; tenuiter sat dense albo-flavicante sericeoque micante pu- bescens. Hab. observ.: Prov. Buenos Ayres in Chacabuco. Abunda en la Primavera sobre las Composita de las llanuras de Chacabuco ; es afine del M. bidens FaBr., pero sin reflejos azules en la cabeza ni en el escudete, desprovisto de rayas cobreñas en el tó- rax y con las nervaduras de las alas notablemente orladas de pardo sobre el fondo parduzco y mas lavado de ellas, en vez de ser uni- formemente ahumadas. Es probable que el Microdon bidens men- cionado de Mendoza por el Dr. BURMEISTER No sea otro que el que acabo de describir. (6) 6. Microdon violaceus (MAcQuART), mihs. Aphritis violaceus, MacoT., Dipt. exot., II, 2, 18, 6, pl., 1, f. 3 (1842). — Gar, Hist. fis. y pol. Chile, VII, 404 (1852). — Phiz., Aufzáhl. chil. Dipt., 139 et Verhandl. zool.—bot. Gessels. Wien, XV, 733 (1865). Capite coeruleo, nigro-prlosulo, facie parce albo-pilosa. Antennis migris articulo primo modice elongato, secundo brevissimo. Thorace suprá obscure, coeruleo-virade et vrolaceo-fulgente migro pulosulo ; scutello transverso medvwo subemarginato, spinulas nu- llas, metallice chalybeo, pleuris fuscis violaceo-micantibus. Alis leviter fuscano-grisews, nervulis fuscis, cellula prima postica nervulo externo prope tertro supero extrorsum breviter appen- .diculato at nervulo medio interiore transverso fortiter obliquo elongatoque, vena spuria conspicua, cellula basilari prima di- seordalis medium hawd attingente. Pedibus fuscis femoribus cya- nes, tibias tarsisqueextus dense albido-subsericeo-, intus ferru- yMneo-tomentosis. Abdomine suprá crebre subtilissime punctula- ANAL. SOC, CIENT. ARG. T. XXXII 9 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA to, violaceo vel chalybeo fulgente, htc 1llic secundum lucem coeruleo-nitente, breviter sat dense nigro piloso, anfrá chalybeo cyaneo virideque vergente. Long. 8-42 millun. Hab. observ.: Chile (Macor. — Gay — PniL.). — Resp. Argen- tina ¡n Prov. San Luis (E, AGUIRRE. — Y. GONZALEZ ÁCHA). Dos ejemplares, que se hallan en mi coleccion, concuerdan casi en todo con la descripcion de MacquarT, menos en la talla, que es mucho mayor (12 milímetros) en los indivíduos que poseo que en los que examinó Macquart (4 lin.), pero como los que deseribe este autor eran Y y los mios son hembras, no debe atribuirse la diferencia de tamaño sinó á carácter sexual. Mis dos ejemplares fueron cazados en Diciembre, uno en 1879 y otro en 1881, por los amigos que menciono mas arriba. En mi coleccion se halla otro ejemplar de color negro brillante de antracita, con vello blanco en la cara, y que parece haber estado sumergido en algun líquido que ha alterado sus colores primitivos. (7) 2%. Múerodon instabilis, WIiEDEMANN. Microdon instabilis, WieD., Aussereurop. zweifl. Ins.. Il. 83. 4 /1830' Aphritis instabilis, Rob. in Baupr et Truqui, Studi entomol., 1. 72. 17 (1848), Metallice viridis, flavido-sericeo-vrlloso-maculalus, ano flavo-te- staceo opaco. Caprte aeneo-viride postice supráque nitadissimo, facie fronteque utrinque dense albido-flavido sericeo-pilosts. Oculis nudis fusco-picerss. Antenmas nigro-fuscis, articulo primo tertio paulo at distincte longrore, 22 tertir quintam vel sextam partem longitudine aequante, articulis ultimas duobus cinereo- prumos1s; chaeta mgro-fusca. Thorace antrorsum aureo-, retror- sum-cyaneo-viride-mtente flavido-prlosulo medro dorso vitta lon- gitudinala purpureo micante ornato. Seutello transverso viride nitido trapezordale subnudo apice trunca?o at spinulis minutas acutis nigrisque armato. Alis obscure cinereis vel infumatis, fusco-venosts cellula prima postica extrorsum medio sinuata el ante medium appendiculata, cellula discordala externe parum sinuata haud tamen appendiculata, ad angulum posticum ro- tundata, nervulo spurio sive auxilhiari conspicuo. Calyptris albidas. Halteribus flavis. Pedibus anticis el medris nigro-fuscis DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 131 at femoribus aeneo-viridibus albido-pilosulis, tibris tarsisque flavido sericeo-pilosis, geniculis rufescentibus, trochanteribus medias inferne fulvo-tomentosis; femoribus tibrisque posticis aeneo-viridibus ad partim chalybescentibus fulvo-sericeo-villo- sis, tarsis posticis nigro-fusers supra breviter modice dense infra longius densrusque fulvo-sericeo-prlosis, articulo primo elongato triangulari modice dilatato. Abdomine aeneo-viride secundum lucem aureo-, vel chalybeo-fulgente, supra maculis male deter- minatais e pube sericea albida constitutis signato, organa copu- latoría et segmento quarto flavis opacis tenuiter flavido-villosis. Long. 10-12 millum. Hab. observ. : Brasilia (WizbEmaNN.— RONDAM1.) Resp. Argentina in San Luis (J. GONZALEZ ACHA). El Mecrodon que acabo de describir me parece que no es otro que el ¿nstabilas de WIEDEMANN, no obstante poseer una raya longitudi- nal de color purpúreo metálico en el dorso del tórax y que WrkEDE- MANN nO mencione las placas borroneadas de vello fino y blanquizco en lo superior del abdómen, mas en un género como éste, en el que las especies son tan variables, aventurado sería fundar una nueva sobre un solo ejemplar, cuyos caracteres diferenciales tan poco lo apartan de los tipos de WikbEMANN y RoNDAxt, que por ello conservo al Merodon hallado por el Sr. GowzaLez Acha en la provincia de San Luis con la denominacion de ¿nstabalas hasta que me sea dado comprobar no sólo si lo he clasificado correctamente, sinó tambien si corresponde mejor con los Aphritas dives RoNDANI, Microdon ful- gens WIEDEMANN y áun con Microdon splendens WIEDEMANN, especies que, por otra parte, bien prodrían resultar sinónimas las unas de las otras. . (Continuard ). ” LOS FUNDAMENTOS DE Y EL LA GEOMETRÍA CONOCIMIENTO DEL ESPACIO POR JORGE DUCLOUT Ingeniero civil, (Continuaci Dado un segmento o. 1 en una puntual cuyo sosten es la recta p, el polo P de p, y el círculo en el infi- nito representado por una cónica 2 (fig. 54 y 55); determinado el seg- mento, o'”.1”, conjugado de 0.1, “obtenemos las rectas Po y PA que son las polares de o” y 1”, y las Po' y PA” que son las polares de o y 1. Se trata de encontrar en la pun- tual p, un punto 2. tal que o. 1=A a con la condicion, además, de que es— tos dos segmentos tengan el mismo sentido. sobre una re Duplicacion ) mento) que tiene gulo y / ambos lados Supondremos primeramente que las dos extremidades del segmento o.1 sean reales (fig. 54), es decir que ambos puntos o y 1 estén en el in— terior de E. Entónces las rectas Po y PA, normales á p, cortan el cír- talrededor de un vértice imaginario ambas extremidades) etc; on) Dado un ángulo o./ en una ra- diacion, cuyo sosten es un punto P, la polar p, de P, y el círculo en el infinito representado por una cónica 2 (fig. 54 y 55); determinado el án- gulo, 0”.1”, conjugado de 0.1, obte- nemos los puntos p.o y p./ que son los polos de o” y 1”, y los p.o' y p.1” que son los polos de o y 7. Se trata de encontrar en la radia— cion P, un rayo 2, tal que con la condicion, además, de que es- tos dos ángulos tengan el mismo sen_ o á la vez reales ó 1maginaros. cta real seg- án— Supondremos primeramente que los dos lados del ángulo 0.7 sean ima- ginarios (fig. 54), es decir que am- bas rectas o y 1 estén al esterior de 3, Entónces los puntos .0 y p-/, distantes un cuadrante de P, des— LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 133 culo enel infinito, puntos E, en dos Vo Us. y V,, U,. Designaremos con V los puntos de 2 que se encuentran á un cierto lado de P, arbitrariamen— te elegido, sobre el segmento for- mado por P con o, A etc., y con U, los puntos que se encuentran sobre 2 del lado de P opuesto al de los Y. La recta p=0.1, interior al cír— culo en el infinito E, lo corta (2) en dos puntos Up, y Up, que son los puntos de contacto de las dos tan- gentes que el polo P de p despide há- cia Y. Los puntos Vo, y Us determinan con A dos rectas, y cada una de es— tas rectas corta * en otro punto más, la primera en U, y la segunda en y El cuadrángulo V, V, U, U,, ins- cripto en la cónica *, tiene por cen- tros P, A y 1/, y sus tres ejes son P.1, 1." =p, yP.1/. piden hácia el círculo en el infinito, Z, dos tangentes Vo, Uo Y V,, Uu,. Designaremos con v las tangentes que se encuentran con 2 (1), á un cierto lado de p, arbitrariamente elegido, en el ángulo de p con 0.1, etc., y con uw las tangentes que se encuentran con * del lado de p opuesto al de los u. El punto P=o0.1, exterior al cír- culo en el infinito E, le despide (2) dos tangentes up., y Up... que son las tan- gentes en los dos puntos en que la polar p de P encuentra 2. Las rectas Vo y Uo determinan con 1 dos puntos, y cada uno de estos puntos despide hácia * otra tangente más, el primero la u, y el segundo la Ds. El cuadrilátero vo V, U, Uo, Cir— cunscrito á la cónica Y, tiene por ejes p, 1 y 1”, y sus tres centros son Pad A =P A En la figura 54 hay dos figuras superpuestas, de manera que 2 sea una sola cónica y que la recta p y su polo P sean los mis- mos en ambas construcciones; además hemos elegido las polares de los puntos O y 1, como rectas o y 1. Esta eleccion no quita nada á la generalidad de la construccion; ella prueba que las operacio— nes que efectuamos sobre el segmento y el ángulo son idénticas en el fondo, y que es indiferente construir con el segmento 0.1 ó (1) Empleamos aquí la palabra « encontrarse » en el sentido de «chocarse », «encontrarse juntos » en lugar de «tocarse » pues, dualísticamente, las dos palabras son equivalentes. (2) La oracion «una recta corta una curva » tiene por recíproca «un punto despide tangentes á una curva »; el punto despide los rayos de la radiacion á que sirve de sosten, como una estrella despide rayos de luz en el espacio que la circunde; asímismo la curva despide tangentes, y la parte comun, segun la cual la radiacion del punto «corta » la de la curva, está formada por las tangentes que este punto despide hácia, ó d, aquella curva. La naturaleza misma nos da mil ejemplos de esta dualidad : el rayo de luz está engendrado por las ondulaciones de las partículas sucesivas del éter, como una recta está formada de los puntos su— cesivos de una puntual; la estrella es la sensacion que nos produce el conjunto de todos los rayos de luz que despide el astro, como una radiacion el conjunto de to- das las rectas que despide un punto. 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA con el ángulo formado por las polares, o y 1, de sus extremida- des. El cuadrilátero U, V, Ve Ve circunscrito, y el cuadrángulo u, o, u¿v, Inscrito á la cónica 2, tienen los mismos centros y ejes, que forman el triángulo y trilátero autopolar P.1 3 '"=p.1 1”. Tomando como centro de perspectiva uno de los puntos 1 y 1”, y para eje su respectivo polar 4 y 1” obtendremos una perspectiva involutiva, ó sea una simetría con relacion á aquellos ejes y cen- (la recta U, V.) tros. En ambas perspectivas MAD (el punto u, v, ) tiene por imágen ¡la recta Uz Va) nen ¿ tel punto u UN y esta imágen determina N 2 en su intersección con la recta por su union con el punto P, p, un punto 2 simétrico de O una recta 2 simétrica de o con con relacion á A y /, y simé- relacion á 1 y 1, y simétrica trico tambien de O con rela- tambien de o con relacion á cion ál ' y 1/. AN Me La simetría obtenida es, á la vez, axial con relacion á los dos ejes 1 y 1”, y central, con relacion á ambos centros 1 y 4”. Si convenimos en indicar con el signo + un segmento que ten- 14 ga la misma direccion ó sentido que 01, ó un ángulo que tenga OS el mismo sentido de rotación que 04, y con el signo — los segmen- tos ó ángulos de sentido contrario, tendremos las relaciones si- guientes : +o XL a 1.2 : od +o0.1=-—2.1 LN y además Fo A=fo0 +1 241.2 O O e a 0 +o.=40 "1'=-2 1 '=-2.1 EY PLL PE (segmento) Hemos obtenido de esta manera la duplicacion de un ; , ( ángulo ) ¡sosten) 4 eS con extremidades reales Ó imaginarias, cuyo E a al nario segmento : , Llamaremos | 2 umtario el | ángulo + segmento) ángulo $ que sirve de orl- NA ORIO ; segmento 0.1 gen á la duplicación, como, por ejemplo, antes el ? ángulo o 1 LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 1325 En la misma figura se ve inmediatamente que : Si, en una puntual engen- Si, en una radiacion despe- drada sobre una recta real, se dida por un punto imaginario, elige un segmento unitario cu- se elige un ángulo unitario cu- yas extremidades sean ambas yos lados sean ambos reales, reales, ó ambas imaginarias, ó ambos imaginarios, y si se y sise abate este segmento so- abate este segmento en la ra- bre la recta considerada alre- diacion considerada alrededor dedor de una de sus extremi- de uno de sus lados supuesto dades, supuesta fija, la extre— fijo, el lado móvil se abatirá midad móvil se abatirá siem- siempre sobre una recta de pre scbre un punto de misma misma naturaleza (es decir naturaleza (es decir, real ó real ó imaginaria), que el lado imaginario) que el punto mó- móvil. viL | De ahí resulta evidentemente que por abatimiento de un ele- mento real ó Imaginario alrededor de otro elemento (punto ó rec- ta) de misma naturaleza, el primero no cambia nunca de natura- leza: no puede transformarse en elemento real si es imaginario, ni recíprocamente. Centros y ejes, ó puntos medios y bisectrices, de un segmento ó de un ángulo. — Los puntos 1, 1' y las rectas 4,1”, son centros y segmentos 0.2 y 0' 2' cal por ) y sellaman por ejes de simetría para los N RS : ; segmentos abreviación centros y ejes de dichos J, qe ángulos 1' se llaman especialmente los puntos medrwos de dichos segmen- tos, y las rectas 1 y 1' las bisectraces de aquellos ángulos. La misma figura 54 nos enseña un método para dividir en dos segmento cuyas dos extremidades E ángulo cuyos dos lados (0 Ces « Los puntos 1 y partes iguales un ma naturaleza, real ó imaginaria. Dado el segmento O 2, y su Dado el ángulo o 2, y su con- conjugado 0' 2”', se juntan es- jugado 0' 2', estas rectas se tos puntos con el polo P de la cortan con la polar p del pun- recta pque los une, por dos rec- to P en que se encuentran, en tas Po y P2, que cortan 2 (hay dos puntos p.o y p.2 que des- siempre dos de los cuatro pun- piden hácia * (hay siempre 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tos, 0,1,0'1', los dos reales, que satisfacen á esta condi- cion) en puntos V,, U, y Va, Uz; se juntan V, Us y V2U,, V, U, y V,U:, cuyas rectas se cortan dos ádos sobre la polar p en los centros (puntos medios) bus- cados, 1 y1'. Las rectas PA y PA” son los ejes del mismo segmento. cuatro de las rectas 0,1,0',4”, las dos imaginarias, que satis- facen á esta condicion) tangen- tes 0,, U, Y Uz¿Uz. Se obtienen así los puntos W, Uz Y V2U,, V¿Uo y Va 42, CUYOS puntos están ali- neados dos á dos con el polo P sobre los ejes (bisectrices) buscados, 1 y 1”. Los puntos p.1 y p.1' son los centros del mismo ángulo. Duplicación y division en dos del segmento sobre una recta vma- ginaria, y del ángulo con vértice real. —Si la recta que une las dos extremidades del segmento fuera imaginaria, ó real el punto en que se cortan los dos costados del ángulo dado, la duplicación se haría como antes. .Proyectando los puntos O, 1 (fig. 55), desde el polo P obtendría- mos los puntos U,, V,, Us, V,, con los' que se efectuaría la cons- trucción; asímismo se trazaría un cuadrilátero u, 0%, Uz Va CIFCUNS- crito á %, cuyos lados ue y v, se cortarían en el punto buscado 2”. Pero además del cuadrilátero u, v, uv. Obtendríamos otro u,' v.” u,' vz" determinado por las dus tangentes u,' yv,” trazados por O á *, y sus intersecciones con la normal PA á p, pues en este caso los puntos O, 4 y 0”, 1 ',se encuentran los cuatro al exterior de 2, y se pueden trazar tangentes á * por cada uno de los puntos O y 0'. Por la misma razon, además del cuadrángulo U, V, Uz V. se obtendría otro, U,' V,' U;z' V.”, determinándose los puntos U,' y V,' por las intersecciones de Po” con 2. La division en dos de los segmentos situados sobre rectas ¡ma-— ginarias, ó de ángulos con vértices reales, resulta tambien de la figura, y se efectúa de la misma manera que en el caso estudiado primero, con la sola diferencia de que ambas construcciones, la del cuadrángulo U, V, Uz Ve, y la del cuadrilátero u, v, ue va, se apli- can indistintamente para cada par de elementos, ó para sus con- jugados. Duplicacion del segmento con una estremidad real y la otra uma- ginaria, y reciproca. —Nos falta estudiar cómo se duplica un seg- mento con una extremidad real y la otra imaginaria, y un ángulo LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 137 con un lado real y el otro imaginario (fig. 54). La recta que une las dos extremidades O y 41 ', de un segmento tal, es evidentemente real, pues tiene un punto interior á 2; y el ángulo recíproco, for- mado por las rectas 0 y 4', tiene evidentemente su vértice ¡magi- nario, pues o es imaginario ó sea enteramente exterior á *. Ahora bien, hemos visto que el segmento real, 0.2, tiene dos centros, 1 y 1 ', y dos ejes 1 y 1”; de suerte que si suponemos que A ' sea precisamente la extremidad imaginaria de nuestro segmen- to, y hacemos girar 01 ' alrededor de 1” como centro hasta abatir O sobre la recta 01”, este punto móvil vendrá á situarse en 2, tal que 1'2=01'. La construccion es sencilla: se determina la po- lar 1 de 1”, ella corta la recta 01 ' =pen 1. Se juntan U,4A y V,1 que cortan 2 en V, y Us, y se obtiene el punto 2 como intersección de P.U;, V, con p. Se tiene: A _—______ > > o.1'=0.1 + 1.4'=0.1 +1 cuadrante Ep 1.2= 1.2 + 1 cuadrante hay que fijarse en el sentado de estos dos segmentos. Si O está se- parado de 4” porel punto U,,, 4 * estará separado de 2 por Us: La construcción sería la misma si se quisiera duplicar el seg- mento O '1, siendo 0” imaginario y 4 real; haciendo girar el seg- mento O '1 alrededor del eje PA, el polo 4 * de este eje queda fijo, y se obtiene como abatimiento de O* su perspectiva involutiva para 1” como eje y 4 * como centro de perspectiva. Puede usarse para esta construccion el cuadrángulo inscrito ó el cuadrilátero circunscrito, á la cónica >. Como abatimiento de O' se obtiene el punto 2'; el segmento O'1 se compone del cuadrante A '41, más el segmento 0'1 ', y se tiene evidentemente : o'1 = 1 cuadrante + o'1'= 1 cuadrante + 412! =A 0 UR 10.2 Como en el caso anterior, hay que notar que si el segmento O '1 comprende el punto U,,, el 12" comprenderá el punto U,». 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La recíproca en el caso del ángulo es demasiado evidente para alrazarnos en su exámen. Consideraciones generales sobre la duplicación y division en dos de un segmento y de un ángulo. — La construccion de la duplica- cion de un segmento ó de un ángulo es completamente general, y no sufre excepcion alguna: un elemento no puede pasar por du- plicacion de lo real á lo imaginario, cualquiera que sea el eje y centro de simetría empleados. Una consecuencia muy notable de esto es, que no podemos divi- diren dos un par de elementos que no tengan la misma natura- leza, pues de lo contrario podríamos, por abatimiento, alrededor del elemento medio, trasformar un elemento real en otro imagl- nario; por lo menos si exaste un elemento medro para un par de elementos tales, este no gozará de la propredad de que, por abati- miento al rededor de dicho medio como eje supuesto fijo, pueda ha- cerse comcaidar uno de los elementos con el otro. Esto se esplica fácilmente recordando que hemos definido el seg- mento y el ángulo como engendrados por movimento del elemento original, mientras que sabemos que ningun movimento puede con- ducirnos á fuera del infinito, es decir, de lo real á lo imaginario, y recíprocamente. Un par de dos elementos, el uno real é imaginario el otro, no es, pues, propiamente lo que hemos llamado segmento ó ángulo, y es lógico que una forma geométrica tál no se pueda dividir en dos: no tiene eje de simetría, ó por lo menos, un movi- miento de abatimiento no puede hacer coincidir uno de sus ele- mentos con el otro. Será útil que el lector compare las figuras 54 y 55 que nos han servido para esta esposicion con las 42 y 43 que ilustran las pro- inserito circunscrito 1 piedades del cuadrángulo y cuadrilátero | á una có- Ñ nica. Encontrará con facilidad que las construcciones efectuadas en ambos casos son idénticas en el fondo, y que las primeras figu- ras dan la division en dos del cuadrante sobre una recta imagi- naria. Por comparacion, y por simetría, podrá deducir una cantidad de propiedades de simetría dle las figuras 54 y 55, pues no hay recta ni punto en ellas que no tenga su simétrico, y todos los pares de elementos simétricos dan lugar á teoremas fundados en la propie- dad de que gozan elementos tales, de encontrarse alineados con un LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 139. polo, ó de cortarse sobre un eje. Las recíprocas dan lugar á otra série de teoremas análogos. Por interesante que serían estos desarrollos, debemos evitarlos aquí, para perseguir directamente el objeto de este estudio, aun- que más adelante tengamos alguna vez que volver sobre nuestros pasos para establecer varias de aquellas propiedades, cuyas con- secuencias abarcan casi todo el campo de la geometría y del ál- gebra. Duplicación y division en dos de un seymenlo sobre una recta 1s6- tropa, y recíproca. — Como transicion entre la duplicación de un segmento sobre una recta imaginaria, y la misma operacion sobre una recta real, tenemos que considerar el caso en que la recta, sos- ten de la puntual que se estudia, sea isótropa; entónces (fig. 56) el polo P se encuentra sobre p. Dados los puntos O' y 1”, sus po- lares 0' y 4” pasan por el punto de contacto, P, de la tangenté o'1' =p, con la cónica 2, y por los puntos de contacto, U,, Us, de las otras dos tangentes, u, y u,, que dichos puntos despiden hácia YE. Los conjugados de 0' y 1' se confunden con P (1), y las tan- gentes, 0, y v,, commciden con p; las polares'o, 4 de O y 1 se con— funden tambien con esta recta. Si, por la interseccion, S,, de 1' con u, trazamos otra tangente á Y, tendremos la u,, y esta tangente cortará p en el punto 2”, cu- ya polar 2' pasa por P y por el punto de contacto de uz con 2. Es evidente que /' es un eje de simetría del ángulo 0'.2”, y del segmento 0 '.2'; el punto 1' es un centro de simetría de los mis- mos pares de elementos; esto resulta directamente por abati- miento de la figura al rededor de 4” como eje, y tambien de que uz es perspectiva involutiva de u, para 1 ' como centro y 4* como eje de perspectiva. El otro centro 1 se confunde con P, pues se encuentra en la in- terseccion de 4' con p; y el otro eje / se confunde con p, cuya rec- ta une 1 ' con P. Las analogías con las propiedades especiales de la involución (1) Es muy provechoso seguir esta demostracion sobre las figuras 54 y 50, considerando el caso actual como caso límite, en que hay incidencia del polo P con su polar p. Es quizá conveniente recordar aquí que el que quiera estudiar geometria tiene que hacer él mismo las figuras 4 medida que vaya leyendo el texto. 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA parabólica, y con las de las rectas isótropas, saltan á la vista: basta enunciar los teoremas siguientes : El punto medio de cualquier La bisectriz de cualquier án- segmento sobre una recta isó- gulo con vértice en el círculo tropa tiene por conjugado el en el infinito tiene por conju- punto en el infinito de esta gada la recta isótropa"que pasa recta. por aquel vértice. La primera de estas proposiciones corresponde á la siguiente que se establece en geometría euclideana: en esta el segmento tiene dos puntos medios: 1” el punto medio en el sentido ordinario de la palabra, y 2 el punto en el infinito de la recta. La segunda pro- posicion es idéntica á la siguiente en geometría euclideana: dos paralelas tienen una sola bisectriz (eje de simetría), á menos que se tenga en cuenta la recta en el infinito, que es normal ó ambas pa- ralelas y al eje anterior, en su punto de encuentro, formando así la bisectriz de su ángulo exterior. Série ciclica en una recta ó en una radiacion. -- Resuelto com- pletamente el problema de la duplicacion de un segmento ó de un ángulo, podemos dar un paso adelante. Si del segmento o 1 (fig. 57), deducimos el 1 2 que le es igual, de este podemos á su vez deducir un nuevo segmento 23, igual al 1 2, y de mismo sen- tido; del 2 3 deduciremos el 34 = 2 3, y siguiendo de esta ma- nera obtendremos finalmente sobre la recta pen que operamos, una série ilimitada de puntos O, 1, 2, 3, 4,... n—1, n, tal que la distancia de dos puntos consecutivos de la série sea siempre igual al segmento 01, y que la distancia entre dos elementos cuales- quiera de índices K y m sea K m =(m — K) 0.1 Estos puntos representarán la série de todos los números ente- ros positivos, y sus índices indicarán su distancia al orígen O, me- dida con la unidad o 1. | El elemento o es el origen, y el elemento / el elemento unitario de la série. Ambos juntos determinan el segmento unitario, si se trata de una série de puntos en una recta, y el ángulo unstario, si se trata de una série de rectas en un haz. Ambos elementos se lla- LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 141 man tambien elementos fundamentales de la série. Si estos ele- mentos fundamentales son á la vezambos reales, ó ambos imagi- narios, todos los demás puntos de la série serán Ge la misma na- turaleza, pues por duplicacion no podemos nunca cambiarla; quiere decir que en este caso podremos encontrar el punto medio, k + 3, entre cualquier punto k y el siguiente k + 1, y tambien > el medio k + da entre k y cualquier otro punto m de la sé- rie; en seguida podemos dividir en dos el segmento k, k + 3» obteniendo así el punto k + 3: dividiendo en dos el segmento k,k + 4, obtendremos el punto k + 5, y podremos continuar esta division sin más límite que la posibilidad de encontrar un punto entre dos otros. Si admitimos, pues, que la recta sea conti- nua, que un segmento sea divisible al infinito, y que por peque- ñas que sean las partes en que se divida este segmento, no pierdan nunca sus propiedades de recta, podremos encerrar cualquier pun- to de la recta considerada entre dos puntos consecutivos tan próxi- mos uno de otro como querramos, y asignar á la distancia de este punto al orígen un cierto valor numérico, con un error menor que cualquier número dado, por exceso ó por defecto. La série cíclica nos servirá, pues, para representar todos los nú- meros: enteros, fraccionarios é anconmensurables, siempre que estos últimos se puedan espresar por fracciones cuyos denominadores sean potencias cualesquiera de 2. Al estudiar la generacion de la recta, hemos admitido implicita- mente que el espacio es contínuo, aún en lo 1mfimtamente pequeño, y no es oportuno discutir aquí esta hipótesis, que forma la base de la aplicacion del cálculo infinitesimal á la geometría ; tampoco podemos entrar á examinar si todos los números se dejan espresar como límite de fracciones que tengan por denominadores potencias de 2; pero deberemos entender, al hablar de la representacion de la série de los números positivos sobre una recta, que dicha re- presentacion incluye forzosamente la aceptacion de aquellos dos principios (1). (1; Estos principios se encuentran discutidos por el profesor P. du Bois-Rey- mond, en su teoría general de las funciones (Die Allgemerme Functionen Theorie, Tubingen, 1882. La demostracion de que todo número inconmensurable p, se deja encerrar entre dos fracciones de la forma ap, ¿ae > A 2 442 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Procediendo en el sentido opuesto, hubieramos podido duplicar el segmento unitario O 1 al rededor de o como centro; en este caso hubiéramos obtenido un segmento 0 1* igual y de sentido opuesto 40 1; este segmento 0 1* es igual y de sentido contrario al 4%0, el que á su vez, es igual y de mismo sentido ido que 041; dy como se tiene 01*+4*0=0, resulta 01F=-—TPo=-— 01; quiere decir que, si 01 es la oa positiva, 0 1* será la unidad negativa; sigamos duplicando esta unidad negativa: obtendre- mos un nuevo segmento 42% otro 2*3* etc., ad iguales á oA*, y la série de los puntos 1*, 2%, 3%... (m-—1)", n*... esoo toda la série de los números enteros negativos. Esta série será sI- métrica de la 0,1,2,... n—1, nm, con relacion al punto O, y tam- bien con relacion á su conjugado 0”; por subdivision en dos de la distancia entre dos cualesquiera de sus puntos, obtendremos los NA 152) , en que k,m, nson puntos cuyo índice tendrá la forma ( tres números enteros cualesquiera ; quiere decir que obtendremos, con las mismas restricciones de antes, la série completa de los nú- meros negativos. Vemos, por consiguiente, que: Los puntos de una série cielica cualquiera se estrenden de ambos lados del origen, y representan la série completa de los números positivos y negativos. El ¿indice de cualquier punto de la série, es el número que espresa su distancia al origen, medida con el segmento unitario. ¡ La recíproca evidente del teorema anterior es que: Los rayos de una série ciclica cualquiera se estienden de ambos lados del origen, y representan la série completa de los números positivos y negativos. El indice de cualquier rayo de la série, es el número que espresa su ángulo con el origen, medida con el ángulo unttario. Una série cíclica en el haz se obtiene inmediatamente como ra- diacion ds otra descrita por un punto sobre la polar del sosten (6 vértice) del haz considerado. Además como una série cíclica se compone de puros elementos se encuentra en la Geometría de Clebsch /Vorlesungen Ueber Geometrie...) tomo IT, parte 1*, 3* division, Geometría proyectiva y métrica, página 446 (Leipzig 1891). Allí mismo se encuentran perfectamente resumidos los principios que pone en juego la representacion de la série de los números por los puntos de una recta. «¿Siá cada número responde un punto? » y ¿Si á cada punto responde un número ? » Esta segunda pregunta es probablemente irresoluble. Por lo me- nos es la opinion de los primeros matemáticos contemporáneos. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 143 equidistantes cada uno del que lo precede y del que lo sigue, es evidente que en una série tal: Cualquier par de elementos puede servir de elementos fundamen- tales; la distancia de estos dos elementos que forma el segmento unitario cambiará, pero el conjunto de los elementos «le la série quedará el mismo; podrá tambien cambiarse el sentido de dicha série, sustituyendo los elementos positivos á los negativos, y recí- procamente ; este equivaldrá al cambio del orígen por el elemento unitario, y recíprocamente, pero tampoco modificará el conjunto ni el órden de los elementos que componen la série. Por consi- guiente dos séries cíclicas que tienen dos elementos correspondien- tes comunes deben considerarse como cosas Idénticas, sus con- eruentes ; y dos séries cíclicas con el mismo sosten, ó con distintos sostenes, son iguales si tienen dos pares de elementos correspon- dientes equidistantes. Elementos homogéneos y elementos heterogéneos. —Condicion ne- cesaria y suficiente para la CONTINUIDAD de una série de elementos. — Si ambos elementos fundamentales son de misma naturaleza, si son homogéneos, podemos pasar de cualquier elemento de una sé- rie cíclica á otro por una série de transformaciones infinitesimales, pasando sucesivamente del elemento considerado á cada uno de los que se encuentran entre este y aquel otro. No sucede lo propio cuando la unidad tiene una estremidad real y la otra ¡maginaria, es decir cuando ambos elementos fundamentales son heterogéneos; entónces del punto O real (fig. 58), pasamos al A imaginario, de este al 2 real, al 3 imaginario, etc.; no podemos subdividir el segmento 0 1, ni el 13, ni ningun segmento formado por dos ele- mentos con índices cuya diferencia sea ¿mpar. La série obtenida es discontinua, es una série discreta de elementos, con oposicion á la série concreta que obteníamos antes. Pero en esta série discreta O, 1, 2,... n podemos tomar el medio de 01”, pues si 1 es heterogéneo con O, 1” será homogéneo con este mismo elemento (1); designemos con (5)' este centro de o y /' y con 3 su conjugado. Si hacemos girar o 3 al rededor de 3, su- puesto fijo, como centro, o vendrá á abatirse sobre 1”, que desig- (1) En efecto, si o es real y / imaginario, 1” conjugado absoluto de 4 será real; y recíprocamente si o es imaginario y 4 real, /” será imaginario ; en ambos casos, pues, siendo heterogéneos los elementos fundamentales o y / resulta que o y 1” son homogéneos. 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA naremos con 3: luego duplicando el segmento 3. >, obtendremos el punto Sl que es el centro de 1 y 2 ; siguiendo de la misma ma- nera obtendremos la série 0, 3, 3,2, 33:0+* 3, 73». y todos los pun- tos cuyo índice tiene un numerador par serán de misma natura- leza, así como serán homogéneos entre sí los de índice con nume- rador ¿mpar. En la nueva série tendremos pues del lado par los puntos de la série anterior 2 = 5)... 2n=3..., es decir todos los puntos pares de aquella série: por el contrario, ninguno de los puntos impares de la primer série podrá coincidir con punto al- guno de la nueva, pues los índices impares de la forma 2n + 1 2(2n+1) de la primer série, tendrán en la nueva el número PA quiere decir que serán pares, y por consiguiente el punto que lleva este índice es heterogéneo con el (22 + 1), que es su conjugado abso- luto, que no hace parte de la nueva série, y no puede coincidir con ninguno de sus elementos. Tomando ahora el centro 3 de 0” y 3, podemos, con 0 y 7 como elementos fundamentales heterogéneos, determinar una tercera sé- rie cíclica. Los puntos tendrán como índices fracciones cuyos de- nominadores serán 2 =4; los numeradores de los puntos homo- géneos con o serán todos pares, mientras que los heterogéneos ten- drán todos índices con numerador impar. Todos los puntos pares de las séries anteriores se encontrarán pues en esta tercer série, pero ninguno de los impares: su lugar estará desocupado. Siguiendo ilimitadamente el mismo procedimiento, obtendremos una k“"* série cíclica; los índices de los elementos serán fraccio- nes con denominador 2*=*; todos los elementos de índice con nu- merador par serán no aos con o, y los con numerador impar corresponderán á puntos heterogéneos con 0. PS 2n , : Los índices pares, 573» comprenderán todas las fracciones pa= 2m j : : res de la forma 775» en que f< k, pues si k =f+a, 2%*7*= (IO 5 1 29%, y esto prueba que los puntos pares de la k*“*"”* série comprenderán todos los puntos pares de las séries anteriores; pero ninguno de los puntos impares de aquellas séries se encontrará en esta última, , S / AA ——_ 1 pea Aa2= 420,12 = do, Y, >» Ye pe eo q Or Nr 234 ee UN Y a A (o) ¡ e; a Za Ce los aesocupiados 57 AAA A er vr fia dos O > 7 K. rg 90. LOS FUNDAMENTOS DE LA GEOMETRÍA 145 , 2m->+1 : L porque las fracciones de la forma an no son reductibles á un al menor denominador. Si al contrario consideramos el punto con- jugado con un punto impar de la série f****, cuyo índice es por 0) m>+1 2m ejemplo, sara Su conjugado armónico será el centro de 271 A A cu de pe e áestos puntos, en la serie k*'"*, corresponden los Y" Ñ EE Y .2m 2«(2mM.+ 2). Eos Índices => o su centro tendrá pues el índice él Aa Da aM+2m+2 2. (29m + 4). = . — o A TAS Que 9 gr=1 el numerador de este índice siendo un número par, resulta que el punto considerado hace parte de la série k*'"* y es homogéneo con o. En otros términos : Los índices de la série **** cuyos numeradores son pares, cor- responden á un grupo de puntos que comprenden todos los ho- mogéneos con o de las séries anteriores, y los conjugados de los heterogéneos con o en aquellas séries. Los puntos con índice de numerador impar son puntos nuevos, y no pueden coincidir con ninguno de los puntos de misma naturaleza en las séries ante— riores. La figura 58 demuestra esquiemáticamente esta disposicion de los puntos en una sucesion tal de séries cíclicas con elementos fundamentales heterogéneos. Con este procedimiento, se obtendrá evidentemente que el seg- NS 01 e mento |o. ES ad =>7=3> y este segmento tendrá por límite 9 k=1 cero cuando K vaya creciendo más allá de todo límite; por consi- l gRk-—1 Al guiente la distancia |o. | ó sea la unidad, tendrá por limite un cuadrante. La série considerada se compondrá entónces de un lado, del elemento O y de todos los elementos pares: pero entre dos cuales- quiera de estos elementos debemos siempre admitir que hay un lugar desocupado: es el del punto medio de estos dos, cuyo conju- gado existe en la série de los elementos impares. Esta série aun- que compuesta de elementos muy próximos unos de otros no me- rece, pues, el nombre de contínua, porque no se puede pasar de ANAL. SOC, CIENT. ARG. T. XXXII! 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un elemento al más próximo sin salir de la série. Luego tenemos del lado de O una séme discontinua de elementos pares. Del lado de 1, tendremos igualmente una série discontinua de elementos v1m- pares, pues ninguno de los puntos de las séries anteriores hará parte de la série límite: entre dos elementos de esta parte de la sé- rie hay tambien siempre uno, por lo menos, que no hace parte de ella: su lugar está desocupado : es una série de puntos continua- mente discontinua como la anterior. La geometría nos presenta aquí un ejemplo, muy sencillo, de fun- ciones que forman una de las dificultades de la teoría de las fun- ciones, y nos prueba á la vez que: no es suficiente para probar la continuidad de una forma el hacer ver que tiene elementos tan cer- canos uno de otro como se quiere, sinó que además es menester de- mostrar que se puede pasar directamente de un elemento d otro, 1- finttamente próxvmo, por una TRASFORMACION INFINITESIMAL COMpa- table con la generacion misma de la forma considerada. (Continuará). REVISTA DEL ARCHIVO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por MARCIAL R. CANDIOTI /Continuacion) En Inglaterra, donde existe la más ilustre de estas asociaciones, agregaba, se ha admitido una modificacion utilísima, la de instituir conferencias públicas, en que tomaban parte las notabilidades del Reino en el cultivo de las Ciencias. Dijo que no quería desalentar á los iniciadores del Congreso, sinó invitarlos á organizar más bien una asociacion para el progreso de la Ciencia en la República, de- terminándose reuniones anuales en diferentes ciudades, por el estímulo que infunde á los estudiosos de la localidad en que realiza las sesiones. Terminó pidiendo el juicio de sus colegas sobre esta idea, de- clarando una vez más, que presidiría el Congreso, si de Congreso se tratara en definitiva, pero que lo haría sin entusiasmo, porque ría en contra de sus convicciones. El Dr. Jorge dijo que las ideas que acababa de emitir el Dr. Raw- son no estaban en oposicion con el propósito que á todos nos con- gregaba á fin de celebrar una fiesta científica argentina. Que el Dr. Rawson proponía simplemente una bandera más modesta, sin incluir por ello á las sociedades de carácter especial, que no tendría inconveniente en reunirse desde 1880 en épocas da- das para presentar el fruto de sus labores. No habiendo incompatibilidad entre este pensamiento y el que se trabajara por el fomento de todos los ramos de la ciencia, creía que tampoco había esclusion de la concurrencia de otras naciones de Europa y América, aunque el nombre no llevara la palabra [n- ternaciónal siendo posible á su juicio, que el atractivo de las gran- 148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA des fiestas del centenario de Buenos Aires trajese á la solemnidad científica alguna concurrencia estrangera. Pensaba que la asociacion podía dividirse en secciones y acep- taba las ideas del señor Presidente con toda decision. El señor Huergo manifestó su perfecta conformidad con la so- lucion proyectada por el señor Rawson, pues creía que el título de Congreso Internacional de Ciencias abarcaba demasiado. Consideraba más fundamental y más permanente la idea del Dr. Rawson, pues, se habría logrado con ello reunir todos los esfuer- zos que en la República Argentina concurren al progreso cientí - fico. Siendo pues, esta idea de mayor importancia que un simple Congreso le acordaba desde luego su voto. El Dr. Rawson, corroborando su observacion anterior sobre las dificultades de contar con una numerosa concurrencia estrangera, recordó un incidente de su viaje á los Estados Unidos. Dijo que había concurrido al Congreso Médico de Filadelfia, adonde el inmenso atractivo de la exposicion atraía curiosos de toda la tierra. De 460 miembros del Congreso, 420 eran de los Estados Unidos y los demás de Canadá, con escepcion de 12 de la Europa. De Sud- Arrérica, Centro América y Méjico no había representantes, escep- tuando él, que lo era de la República Argentina. Esto, que no puede atribuirse á falta de atractivos, debe impu- tarse, agregaba, á las distancias, porque no es lo mismo hacer largos viajes de mar, que acudir á los Congresos europeos, es- tando como está la Europa envuelta por una red de ferro-carri- les. Su pensamiento era de carácter nacional sin apartar por esto la concurrencia estrangera. Insistió en la importancia de las asociaciones para el fomento de las ciencias recordando ligeramente algunos trabajos de forma universal, presentados en Europa á las instituciones. Dijo que organizándose el comité en mérito de las facultades que tiene, se distribuirían circulares en el país y en Sud-América, á las personas que se creyeran aplas para la realizacion del plan. Terminó diciendo, que una vez instalada la asociacion se divi- diría en secciones con arreglo á los ramos de la ciencia que se acordara fomentar. REVISTA DEL ARCHIVO 149 El señor Zeballos adhirió al nuevo pensamiento prestigiado por el Dr. Rawson, declarando que como iniciador del Congreso Científico en Buenos Aires, consideraba quesu pensamiento era mejor consultado por la forma que el señor Presidente aconse- jaba dar á la festividad cientifica en honor del tercer centenario de la fundacion de Buenos Aires. Dijo que su pensamiento era constituir un Congreso permanente que celebrara sesiones periódicas y que lo mismo se lograba acep- tando las ideas del Dr. Rawson, presentándose tambien en el esce- nario científico bajo una forma más modesta y por lo mismo más simpática. Pensaba que para llegar á un resultado práctico en esta reunion debía resolverse lo siguiente : Nombrar una comision que presentara en la reunion próxima, un proyecto de reglamento general del pensamiento debatido. El Dr. Novaro, como iniciador del Congreso Médico, se adhirió tambien al pensamiento del señor Presidente. El Dr. Escalante dijo que no había duda acerca de la conve- niencia de la idea del Dr. Rawson, pues, habiendo asociaciones científicas sería civilizador centralizar por medio del nuevo órgano el movimiento general, surgiendo de ahí el estímulo y el intercam- bio de ideas que generalizara los conocimientos de todos. Dijo que adhería al nuevo proyecto pensando que debía dársele el carácter de una sociedad permanente, dividida en secciones, ocupándose cada seccion de su ramo, y pudiendo celebrar sesiones generales hasta con asistencia del extranjero. Los señores Lagos, Cullen y Villanueva piensan que no están autorizados por las diferentes sociedades para llegar á este resul- tado, aunque lo aceptan individualmente. Se promovió un cambio de ideas al respecto sosteniendo aque— llos señores su pensamiento, mientras los señores Escalante, Ze- ballos y Huergo, opinaban que todos estaban debidamente auto- rizados para adoptar las resoluciones propuestas por el Dr. Rawson. Uniformadas las opiniones en el debate, se acordó formularlas en las siguientes resoluciones que adoptó el Comité: 12 Fundar una institucion que se le llamará Asociacion Argentina para el adelanto de las Ciencias ; 2 Nombrar una comision que redacte el proyecto de reglamento; 3 Comunicarlo por intermedio de los delegados á las respectivas 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sociedades debiendo remitírseles el Reglamento oportunamente. En seguida el Sr. Presidente autorizó al Sr. Secretario para nom- brar la comision y este designó á los siguientes señores : Dr. Esca- lante, Ingeniero Villanueva, Dr. Roberts. El Sr. Rawson recordó que al comunicarse la nueva resolucion á las respectivas asociaciones, debía cuidarse de hacerles presente que á ellas correspondía el honor de haber sido el orígen en nuestro pais de una institucion tan gloriosa y fecunda como la que se trata de cimentar. En seguida se acordó convocar al Comité para el Lunes 5 de Mayo á las 7*/¿ de la noche con el objeto de tomar en consideracion el proyecto de Reglamento. Se levantó la sesion siendo las 10 y */, de la noche. G. RAWSON, Presidente. Estanislao S. Zeballos, Secretario general. 5* Sesion del 5 de Mayo de 1879 Presidencia del Dr. Rawson Dr. Rawson. ; : alos 300 Alas 8 de la noche fue abierta la sesion Cullen. con la asistencia de los señores cuyos Zeballos. nombres se léen al márgen, habiendo sido de dd leid obada el acta de la sesion an EE eida y aprobada el acta de l: | = Roberts. terior. 1505: El Dr. Escalante presentó el proyecto de Reglamento General del Congreso encomendado á la comision especial y lo fundó en un breve discurso. Entróse á discutirlo y fué sancionado en general. En particular fueron sancionados con modificaciones los artícu- los que en la forma definitiva son estos. Objeto de la Sociedad 1% Establécese una « Asociacion Argentina para el adelanto de las Ciencias» en la República. La Asociacion celebrará sus sesiones en las épocas y ciudades REVISTA DEL ARCHIVO 151 en que ella ó el Comité General, en su defecto, determine, debiendo tener lugar la primera sesion el 11 de Junio de 1880, fecha del 3* centenario de la fundacion de Buenos Aires. 3" Las sesiones tendrán por objeto la presentacion y considera- cion de los trabajos, que sobre cualquier ramo de las ciencias pre- senten los socios. Organizacion 4% El Comité Central instalará la primera sesion y la Asociacion procederá á nombrar un Presidente, un Vice-Presidente y dos Se- cretarios para dirijir sus trabajos. 5% La asociacion nombrará el Comité Central permanente que correrá con todo lo relativo al órden administrativo de la misma. 6” El Comité Central establecerá secciones correspondientes á los distintos ramos de las ciencias, sobre que versarán los trabajos de la Asociacion. Los concurrentes á cada seccion, nombrarán su Presidente y Secretario para las reuniones que celebre. 1% Todos los nombramientos que haga la asociacion ó sus secelo- nes serán á mayoría de votos. De los Socios 8” Serán socios todos los que profesando aficion á las ciencias pidan su aceptacion del Comité Central. 9” El Comité Central fijará la contribucion que los socios oblarán para cada reunion ordinaria. 107 Los socios tienen el derecho de presentar trabajos científicos y de recibir los Anales y cualquiera otras publicaciones de la Aso- ciación. Del Comité Central 11 El Comité Central se compondrá de un Presidente, un vice- Presidente, dos Secretarios, un Tesorero y diez Vocales residentes en la capital de la República y puede funcionar con la tercera parte de sus miembros. Corresponde al Comité Central : 1% Convocar á las sesiones de la Asociacion; 22 Organizar todo lo necesario á la celebracion de las mismas en la época que se lo determina, de acuerdo con el artículo 2%; 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3% Estimular la preparacion de trabajos científicos para las se- siones; 42 Invitar á los socios á adherirse á las secciones en cuyos tra- bajos desean tomar parte; 5% Correr con todo lo concerniente al órden administrativo de la sociedad, de conformidad con las resoluciones de esta. En seguida se levantó la sesion siendo las diez de la noche y acordándose citar al comité para el Sábado á las 8 p. m. G. RAWwsoN. Presidente. Estamislao S. Zeballos. Secretario General. 6* Sesion del 10 de Mayo de 1879 Rawson. A las 8 de la noche se abrió la sesion cal con asistencia de los señores cuyos nom- agos. z or osas. bres se leen al márgen. Escalante. Fué leida y aprobada el acta de la se- Novaro. sion anterior, continuándose la discusion Zeballos. > del Reglamento general. Fué aprobado hasta el último artículo el proyecto de la comision modificado. En su forma definitiva dice así : Objeto de la Sociedad Art. 1%. — Establécese una « Asociacion Argentina » para el ade- lanto de las ciencias en la República. Art. 2%. — La asociacion celebrará sus sesiones en las épocas ó ciudades en que ella ó el comité de organizacion en su defecto de- termine, debiendo tener lugar la primera sesion el 11 de Junio de 1880, fecha del tercer centenario de la fundacion de Buenos Ai- res. Art. 3”. — Las sesiones tendrán por objeto la presentacion y consideracion de los trabajos que sobre cualquier ramo de las cien- cias presenten los socios. REVISTA DEL ARCHIVO 153 Organizacion Art. 4% — El comité de organizacion instalará la primera se- sion y la asociacion procederá á nombrar un presidente, un vice- presidente y dos secretarios para dirigir sus trabajos. Art. 5% —La asociación nombrará el comité de organizacion per- manente que correrá con todo lorelativo al órden administrativo de la misma. Art. 6%. — El comité de organizacion establecerá secciones cor- respondientes á los distintos ramos de la ciencia sobre que versa- ran los trabajos de la asociacion. Los concurrentes á cada seccion nombrarán un presidente y se- cretario para las reuniones que celebren. Art. 7%. —Todos los nombramientos que haga la asociación ó las secciones serán á mayoría de votos. De los socios Art. 8% — Serán socios todos los que profesando aficion á la ciencia pidansu aceptacion al comité de organizacion. Art. 9% — El comité de organizacion fijará la contribucion que los socios oblarán para cada reunion ordinaria. Art. 10. — Los socios tienen el derecho de presentar trabajos científicos y de recibir los Anales y cualesquiera otras publicacio- nes de la asociacion. | Del Comité de Organizacion Art. 11. —El comité de organizacion se compondrá de un Presi- dente, un Vice Presidente, dos Secretarios y un Tesorero y diez vo- cales residentes en la capital de la República y pudiendo funcionar con la tercera parte de sus miembros. Corresponde al comité de organizacion : 1? Convocar á las sesiones de la asociacion; 2 Organizar todo lo necesario á la celebracion de las mismas en las épocas que lo determine, de acuerdo con el artículo 2"; 3% Estimular la preparacion de trabajos científicos paralas sesio- nes; ko Invitar á los socios á adherirse á las sesiones en cuyos traba- jos deseen tomar parte; 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA » 3% Correr con todo lo concerniente al órden administrativo de la Sociedad, de conformidad con las resoluciones de esta. En seguida el Dr. Herrera Vegas emitió algunas ideas sobre la realizacion de los designios del comité, ideas de las cuales se desprendió que el Dr. Herrera Vegas deseaba una reunion de todas. las sociedades científicas existentes para consagrarse al fomento de las ciencias. Juzgada importante esta idea y radicalmente contraria á la que había dado orígen á la «Asociacion Argentina » para el fomento de las ciencias, se acordó discutirla en una reunion especial; se levan- tó la sesion siendo las diez de la noche. Hasta aquí los documentos que sobre este asunto existen en el - archivo. N* 37. El Sr. Juan M. Cagnon: aceptando el puesto de secreta- mo. (Foja 391). N* 38. El Sr. Luis A. Viglione aceptando el puesto de tesorero. (Foja 392). N* 39. Informe del Dr. Pedro N. Arata sobre un barniz del Sr. Cocuchr. (Foja 393). N* 40. Comunicacion del Ateneo del Uruguay sobre el nombra- miento de su representante en la Argentina, D. Cárlos César Granero. (Foja 394-395). N* 41. La Fábrica Nacional de Papel remitiendo ú exámen muestras de sus productos. (Foja 396). N* 42. El Sr. Luis Cerrano remite muestras de los productos de su fábrica de cal. (Foja 397). — La Sociedad efectuó una visita á aquel establecimiento, encargándose el sócio ingeniero D. Eduardo Aguirre de presentar un informe sobre la instalacion y resultados de la fábrica; este interesante informe se publicó en el tomo VI de los Anales, páginas 209 y siguientes. N* 43. Nota del Ministerio de Gobierno sobre pagos de subvencion á la Sociedad. (Foja 398). No 44. El Sr. Luis Jorge Fontana envía desde Villa Occidental REVISTA DEL ARCHIVO 155 (Chaco) una brújula con los polos invertidos por efecto de un rayo. (Foja 399). Esta brújula es uno de los objetos que se han conserva— do del antiguo museo dela sociedad. N* 45. Comunicaciones del Sr. E. Marcela propietario de una fá- brica de negro animal. Resoluciones. (Foja 400-401). — La Socie- dad efectuó una escursion científica al establecimiento del Sr. Marceli. El informe presentado por el Sr. Eduardo E. Clerici está publicado en el tomo VI de los Anales. | N* 46. El Sr. Francisco D. Anzó reelamando la entrega de una co- leccion numismática para completarla. (Foja 402). N* 47. El Sr. Juan Mediondo solicitando dar una conferencia en los salones de la Sociedad. (Foja 403). N” 48. La Sociedad Rural Argentina sobre asuntos del alquiler del local. (Foja 404). N* 49. La Direccion general de Correos y Telégrafos. (Foja 405). Comunicacion sobre servicio. N* 50. Sobre el proyecto de una exposicion unwversal, industrial y agricola en Buenos Atres. Resolucion. (Foja 406). N* 51. Una ratificación del Sr. German Avé Lallemant. (Foja 407). N* 52. Movimiento de la caja de la Sociedad Crentifica Argen- tina del 15 de Julio al 341 de Julio de 1878. (Foja 408). N* 53. El Sr. Alfredo Seurot solicitando se nombre una comision examinadora de su aparato denominado aerafilto. (Foja 409). N* 54. El Sr. D. Francisco Quesada ofreciendo sus servicios. (Foja 410). -N” 55. Renuncia del socio D. Ernesto Bunge. (Foja 411). N* 56. Critica de los cañones de 9 centimetros 53 del sistema Va- vasseur, y los prusianos de 8 centimetros por E. Selstrom. (Foja 411- 457). Manuscrito original de 45 páginas, inédito. 456 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA N* 57. Il Reale Istituto d'incoraggramento de Nápoles. Co- municación sobre cambio de publicaciones. (Foja 458). No 58. Nombramiento del director del observatorio astronómico de Toulon, como socio corresponsal. (Fojas 459-460). — Fué acepta- do en tal carácter el 29 de Noviembre de 1878. N* 59. Socios actiwos, solicitudes de ingreso en 1878. (Foja 461- 484). Las solicitudes y presentaciones corresponden á los señores: Cristóbal Giagnoni, Julian Romero, Dr. Ignacio Pirovano, Juan R. Silveyra, Fernando Morphy, Luis M. Gonnet, Lucio Vicente Lopez, Enrique Nelson, Eduardo Camaño, Clemente Fregeiro, Aureliano Parkinson, Roberto Cano, Cárlos Gilde, Guillermo Gúnther, Emilio Meyer, Dr. Pablo M. Santillan, Federico Cajaravilla, Augusto Alsi- na, Luis Rapelli, Dr. Antonio Bermejo, Dr. Joaquin Carrillo, Ramon B. Castro, Guillermo Mores, Dr. Francisco Quesada, Enrique Linch. ] El movimiento social del año 1878 arroja estos resultados : SOCIOS ACHNOS cri AS 183 Asambleas E RIOS DAA 18 Conferencias... dado 7 Sesiones de la Junta Directiva... 22 Comunicaciones por secretaría.. 149 (Continuara). MISCELÁNEA El p etróleo como futuro combustible. —Sin duda alguna, no dejará de causar estrañeza, de que los ferro-carriles de la Oroya, y el de Mollen— do, Arequipa y Puno, en el Perú, se hayan decidido 'á usar aceite-combustible, en lugar de carbon de piedra. Hoy dia, varias locomotoras se encuentran en ser— vicio en el ferro-carril de la Oroya, mientras la línea del sud, ha empezado á mo- dificar las suyas. Desde el mes de Marzo de 1890, cuidadosos esperimentos habían tenido lugar en la línea de la Oroya, con el objeto de estudiar la eficacia compara— tiva del aceite y del carbon de piedra en las locomotoras. Las autoridades ferro— carrileras dudaban mucho al principio, de que el aceite pudiese rendir en las antiguas locomotoras, un trabajo tan satisfactorio como lo había hecho en la Oroya. Pero desde que el éxito del resultado fué conocido, la opinion pública, si- guiendo su habitual costumbre, se ocupó de esparcir el hecho por todas partes, y en la actualidad no hay persona en el Perú, que no esté convencida de que el petróleo es el «combustible ideal », el « combustible del futuro ». Despues de seis meses de cuidadosos esperimentos, la empresa de la Oroya, decidió que el aceite-combustible, era bajo todos puntos de vista, superior al carbon, y contrató con la « London and Pacific Petroleum Company », de Palara, el abastecimiento por varios años. La línea de Mollendo, pronto siguió el mismo camino. El señor Herbert Tweddle, Jun; administrador de la « London and Pacific Pe- troleum Company », encontrándose en Lima, en Marzo de 1890, inauguró sus en- sayos, modificando la primer locomotora para que pudiese quemar faceite-com- bustible. Debemos mencionar aquí. que el «aceite-combustible », no es el petróleo «crudo », sinó un resíduo aceitoso que se obtiene por la destilacion á una tem— peratura de 148*8 centígrados. El 30 de Abril de 1890, el primer tren regular de pasajeros, cuya locomotora tenía un hogar de aceite, fué transportado hasta Verrugas, Y5800 piés sobre el nivel del mar, llegando en el tiempo que se había prescrito préviamente. Desde esta época hasta Setiembre, cuando el nuevo combustible fué definitivamente aproba— do, se practicaron ensayos entre dos locomotoras, N” 1 y 15, sirviéndose de car— bon de piedra la primera, y la segunda con el hogar de aceite. Ambas locomoto- ras eran exactamente iguales en sus demás detalles, de la casa americana de Ro— gers, tipo Mogul, con ruedas acopladas de 47 pulgadas, y cilindros de 18 pulgadas, con un peso total de 38 toneladas. El tender pesaba 28 toneladas. Peso total del 158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tren 118 toneladas. Ocho ó diez wagones eran tomados algunas veces en Chosica, donde principian las pendientes de 3 y 4 por ciento. El punto en que debe terminar el ferro—carril de la Oroya, es Chicla, 12.218 piés sobre el nivel del mar, y distando del Callao 86 millas. Desde Chicla, hasta el pa- raje en que se encuentra el túnel, hay como 20 millas. El túnel está situado á 15.720 piés. Es el más alto ferro—carril de montaña que existe en el mundo y pa- rece que permanecerá siéndolo siempre. Las pendientes y distancias hasta Verru— gas, son Como sigue : Distancia Alturaen piés, Promedio Estaciones del Callao sobre el nivel de las en millas del mar pendientes Clos er abla 0 — — DiMae ed Ss 448 1 por 100 Saa la e IS 1312 1 por 60 Chosican ce 33 */, 2832 1 por 53 San Bartolomé......... 47 4919 l por 34 Puente de Verrugas.... 5840 ] por 27 Entre las pendientes fuertes que se encuentran hasta Verrugas, merecen ser mencionadas: entre Chosica y San Bartolomé de 4,2 %/,, otra de 4 %, combinada con una curva de 274 metros de radio : y tres kilómetros antes de San Bartolomé, una de 3,92%, combinada con una curva de 113 metros de radio. Veamos ahora cómo se conducía la N*15 en estas diversas pendientes. El manómetro siempre registraba de 135 libras á 140 libras de presion: nunca menos de 135 libras. Por regla general, la aguja seencontraba inmóvil en las 140 libras y la válvula de seguridad, tuvo que dar salidajal vapor á las 142 libras ; tan admirable era el calor que se desarrollaba. En las pendientes arriba de 3%, ningun humo se mostraba en la chimenea. En las de 4 /, se veía de tiempo en tiempo una lijera neblina. Este favorable resultado se puede obtener en las máquinas con hogar de aceite, graduando convenientemente las cantidades de aire y de aceite que deben quema»- se, no pudiéndose proceder de la misma manera con las que consumen carbon de piedra, en las que siempre se espelen porla chimenea productos que no han al- canzado una combustion completa. El término medio del consumo del carbon fué de 79.30 libras por tren—milla. El término medio del consumo de aceite-combustible fué de 38.55 libra Ó sea un poco menos del 50 */, del carbon usado. No existe tampoco comparacion entre la alimentacion con el aceite combustible y la irregular y destructora del carbon. En los túneles, las máquinas con hogar de aceite son más benéficas para los pa— sajeros que pueden conservar las ventanas del wagon abiertas, sin ningun peligro por las chispas ó pedazos de carbon candentes. En las instalaciones usadas en Oroya, no se introduce egubl alteracion en las cajas de fuego, sinó en el cenicero, donde se efectúan unas'pocas adiciones. El gobierno del Perú y la Compañia sud americana de navegacion han comu— nicado á la « London and Pacific Petroleum Company », que van á enviar los bu- ques Santa Rosa y Limari á fin/de que se les introduzcan las modificacio— nes adecuadas para emplear el aceite-combustible. MISCELÁNEA 159 Hace solo dos años que esta companía de petróleo inició sus trabajos en Pa— lera, paraje antes inhabitado, situado á unas 40 millas al norte de Payta. Du— rante el tiempo transcurrido, los trabajos iniciados activamente por el adminis— trador, han hecho que la « London and Pacific Petroleum Company » se encuentre en avanzadas condiciones de prosperidad, hallándose listas numerosas instala— ciones, un gran tanque para 100000 barriles, y casas para cientos de obreros. Los manantiales están situados en Negritos, 6 millas al sud de la refinería. Una tubería une los dos lugares. Los manantiales parecen ser duraderos. La com— pañía posée sobre la costa del Pacíflco unas 40 millas, por 20630 de profundi— dad; en todo unas 1000 millas cuadradas, en el paraje en que el petróleo surje más abundantemente. Parece probable, que el petróleo proporcionará al Perú, mayor fuente de riquezas que sus afamadas minas de oro y plata. El Engineering, de que estractamos estos datos. hace la hipótesis de que quizás el Sol de los Incas, fuese de petróleo y no de oro. En la citada revista se en— cuentra además dibujado el hogar Tweddle. En la Revue Scientifique del 18 de Julio del corriente año, se hace constar que la « Great Eastern Railway Company », cuyo consumo anual de carbon as— ciende á 350000 toneladas, ha tratado de buscar el medio más económico para la produccion del vapor en sus locomotoras, y al efectofha adoptado la combinacion del empleo del carbon con el de un combustible líquido que interviene como au— xiliar y del que se usa á voluntad por medio del inyector inventado por Mr. Hol— din, director del servicio de las locomotoras. Se puede así obtener por medio de una simple llave esfuerzos más considerables, segun las necesidades de la trac— cion, manteniendo al fuego de carbon una intensidad media durante el viaje. La « Great Eastern Railway Company » aplica á este uso una mezcla de aceites alquitranados con cuyo empleo se disminuyen bastante los gastos, consiguién— dose á más la gran ventaja de tener en el combustible líquido un regulador «exacto de la potencia de produccion del hogar. Tenemos noticia de que, entre nosotros, la empresa del Gran Oeste Argentino, ha contratado con la « Compañía mendocina de petróleo », una cierta cantidad de este combustible, que indudablemente aplicará al servicio de que nos ocupamos La compañía referida posée unos pozos de petróleo, en Cacheuta, de donde parte una canería á una de las estaciones próximas á la ciudad de Mendoza. La catástrofe de Moenchenstein. — El 14 de Junio del presente año ha tenido lugar cerca de Basilea una horrorosa catástrofe que ha conmovido profundamente la atencion general, no solo por el número de víctimas que ha causado, sinó tambien por su trascendencia, hoy que las construcciones de fierro han tomado tan gran desarrollo, principalmente para puentes de ferro-carriles. En el dia citado, partió de Basilea á las 2 y 15 minutos p. m., un tren de pa— sageros formado por dos locomotoras, un coche de primera, uno de segunda, un furgón postal, uno ordinario y siete coches de tercera clase. Al llegar al puente de Moenchenstein y cuando la primera locomotora llegaba casi á su estremidad, se derrumbó toda la construccion, cayendo gran parte del tren en el rio Birse. Inútil es decir que los vehícuios fueron completamente des- menuzados al caer conjuntamente con los fragmentos del puente, pereciendo más de 110 personas y quedando 150 heridas. 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ¿Cuál ha sido la causa de tan terrible accidente ? Se comprende el vital interés que este problema encierra. Numerosas han sido las hipótesis. se acusó á la compañía Jura-Simplón de haber construido una línea barata, á lo cual ha contestado demostrando que los cálculos de resistencia son satisfacto= rios, habiendo sido aprobados por el departamento federal de ferro-carriles y que la conservacion de la obra ha sido sumamente prolija. Otros pretendían que el puente se había fatigado por efecto del pasage de tre— nes expresos con una velocidad de 72 kilómetros por hora, siendo así que la lí- nea fué construida para trenes locales cuya velocidad no escediese de 30 kilóme— tros por hora. Pero debe notarse que toda la obra había sido cuidadosamente reforzada el año pasado á fin de apropiarla á su nuevo servicio. Gracias al informe provisorio presentado por los señores Ritter y Tetmajer, de— signados especialmente por el consejo federal para dictaminar sobre la cuestion, se ha llegado á las siguientes conclusiones: 1* la catástrofe no es debida á la ca— lidad del material ni á defectos ó errores de construccion; 2* el descarrilamiento de una de las locomotoras es la causa más probable del accidente. No se admite la hipótesis de la fatiga, porque la obra se hallaba en condiciones de soportar esfuerzos repetidos, de acuerdo con los conocidos trabajos de Wóhler, Weyrauch, Tetmajer, etc. El hecho de que la vía se hallase en curva en una parte del puente, producién— dose la identificacion con la recta sobre el puente mismo, así como tambien la disminucion de velocidad del tren por aproximarse á una estacion y otros datos recogidos en el citado informe, inducen á creer por ahora que ha sido el descar— rilamiento el que ha provocado la ruptura del puente. Es de desear que los competentes peritos que estudian el punto consigan de- terminar con exactitud la causa originaria de la catástrofe, para que sea posible evitar su repeticion en lo futuro, devolviendo así la tranquilidad á los espíritus, respecto á la solidez de las construcciones metálicas modernas. LISTA DE ¿LOS SOCIOS HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr.R. A. Philippi.—Dr. Guillermo Rawson Dr. Cárlos Berg. CORRESPONSALES Albarracin, Carlos. Ameghino, Florentino. Antonini, Santiago. Arroyo, Rufino. Alvarez, Teodoro. Battilana, Máximo. Berretta, Sebastian. Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. - Cerdeña, Fernando. Colombres, Justo V. Delgado, Agustin. Diaz, Adriano. Aberg, Enrique. - Acuña, Demetrio G. Agote, Cárlos. Aguirre, Eduardo. Aguirre, Pedro. Agrelo, Emilio G. Albert, Francisco. Albertolli, Giocondo. Aldao, Cárlos A. Alegre, Leonidas $. Almada Luis E. Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. Anasagasti, Federico. Anasagasti, Ireneo. Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Araujo, Gregorio L. Arechavala, Francisco, Arjas, Bonifacio N. Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. Ayerza, Rómulo. Babuglia, Antonio. Badell, Federico Y. Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. Bancalari, Enrique. Bancalari, Juan. Balbin, Valentin. Cordeiro, Luciano,.... Arteaga Rodolfo de......... Montevideo. Netto, Ladisla0......... .... Rio Janeiro. Ave-Lallemant, German..... Mendoza. Paterno, Manuel........ .... Palermo(1t.). Brackebusch, Luis......... +. Cordoba. Reid, Walter F.............. Lóndres. Carvalho, José Cárlos de..... Rio Janeiro. | Stróbel, Pellegrino..... ..... Parma(Ital.). e A aaa ball Moncalieri (Italia) . . Lisboa. LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. ¡Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerty, Lucas. Ramorino, Florentino Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico. Basarte, Rómulo E. Basterrechea, José. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Baudrix, Manuel C. Bazan, Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Roque F. Benoit, Pedro. Bergadá, Héctor. Bergallo, Arsenio. Bernardo, Daniel R. Beron de Astrada, E. . Besio, Silvio. Biraben, Federico. Blanco, Ramon € Blot, Pablo. Brian, Santiago Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. Bugni Félix. Bunge, Cárlos. Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos. Buschiazzo, Cárlos. Buschiazzo, Francisco. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Cadrés, Jorge, Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Campo, Leopoldo del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Carbone, Augustin P. Caride, Estéban S. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel R. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza,Alberto Casal Carranza, Roque. Cascallar, Joaquin: Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castilla, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cejas, Agustin. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, €. de. Chenú, José. Chueca, Tomás A. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Coni, Pedro. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Coronel, Policarpo. Correas, Waldino. Romerc, Julian. Sal, Benjamin. Seguí, Francisco. Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco. Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio € 57 Correas, Alberto. Corti, José S. Costas, Rodolfo. Courtois, Ú. Cremona, Andrés Y. Cremona, Victor. Crohare, Pablo J. Cuadros, Carlos S, Cuenca, Felipe. Darquier, Juan A. Dawney, Carlos. Dellepiane, Juan. Dellepiane, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Diaz, Victorino. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto (G. Doncel, Juan A. Dubourcq, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Duffy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Dufaur, Estevan F. Echagiie, Cárlos. Eizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto. Elordi, Martin. Escobar, Justo V. Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Estrella, Guillermo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, €. Fernandez, C. Alberto Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. Fierro, Eduardo. Figueroa, Julio B. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José I, Frugone, José Y. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio. Gastaldi, Juan F. Gayangos, Julio E. de Gentilini, Pascual. Ghisliazza, Sebastian. Giardelli, José. Gilardon, Luis. Gimenez, Joaquin. Gioachini, Arriodante. Girado, José 1. Girondo, Juan. Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Gonzalez, Daniel M. Gramondo, Ernesto. Guerrico, José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guelielmi, Cayetano. Gúnther, Guillermo. Gutierrez, José Maria. Hainard, Jorge. Herrera Vegas, Rafael. Herrera, Victor M.' Holmberg, Eduardo L. Huergo, Luis A. Huergo, Luis A. (hijo). Hughes, Miguel. Huidobro, Luis: Igoa, Juan M. Imperiale, Luis. Inurrigarro, T. M. José Irigoyen, Guillermo. Isnardi, Daniel. lsnardi, Vicente. Iturbe, Miguel. Iturbe, Atanasio. Iturbe, Octavio. Jacques, Nicolás. Jaeschke, Victor J. Jasidakis, Juan. Jauregui, Emiliano. Jauregui, Nicolás. Jaureguiberry Enrique Keravenant, Adolfo. Koslowsky, Julio. Krause, Otto. Krause, Eduardo. LISTA DE SOCIOS ( Continuacion) Krause, Domingo: Kyle, Juan J. J. Labarthe, Julio. a a Lagos, Bismark. Lagos, José M. Langdon, Juan A. Languasco, Domingo. Lanús, Juan. C. Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. Limendoux, Emilio, Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, P. Loudet, Osvaldo. Llosa. Alejandro. Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Lugones Velasco, Sdor, Luro, Rufino. Ludwig, Cárlos. Lynch, Enrique. Lynch Arribálzaga, F. Machado, Angel. Madrid, Enrique de Madrid, Samuel de. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Mandino, Oscar. Manterola, Luis G. Mañé, Cárlos. Marini, A. Mariño, José. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. Massini, Cárlos. Massini, Estevan. Matienzo, Emilio. Mattos, Manuel E. de. Maupas, Ernesto. Maza, Fidol. Maza, Benedicto. Medina y Santurio, B. Mendez, Teófilo F. Mendoza, Juan A. Meyer, Bernardo. Meza, Dionisio C. Mezquita, Salvador. Mohorade, Pedro. Molina Civit, Juan: Molina Salas, Cárlos. Molina y Vedia Julio. Molinari, José. Molino Torres, A. Molner, Antonio. Mon, Josué R. Moneta, José. Montes, Juan A. Moores, Guillermo, Morales, Cárlos Maria. Mors, Adolfo. Moyano, Cárlos M. Murzi, Eduardo. Navarro, Guillermo. Nocetti, Domingo. Nocetti, Gregorio. Nougues, Luis F. Ocampo, Manuel 5. Ochoa, Arturo. Ochoa, Juan M. 0”Donell, Alberto C. Ojeda, José T. Olivé, Emilio pe Olivera, Cárlos €. Olmos, Miguel. Oribe, Francisco. Orzabal, Arturo. "Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Oyuela, Wenceslao. Padilla, Emilio H. de Palacios, Alberto. Palacio, Emilio. Páquet, Cárlos. Pawlowsky, Aaron. Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. Philip, Adrian. Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio S. Pico, Pedro P. Pidelaserra, Jaime. Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Posadas, Vicente. Pons, Miguel B. Pozzo, Segundo. Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quintana, Mariano. Quiroga, Atanasio. M. Ramallo, Carlos. Ramirez, Fernando F, Ramos Mejia, Ildefso P, Rams, Estevan. Rapelli, Luis. Ralto, Leopoldo. Rebora, Juan. Recalde, Felipe. Renaud, Eugenio. Repetto, José. Riglos, Martiniano, Rigoli, Leopoldo. Robin Rafael, P. Rocamora, Jaime. Rodriguez, Fermin. Rodriguez, Eduardo $. Rodriguez, Andrés E. Rodriguez, Luis C. Rodriguez, Martin. Rodriguez, Miguel. Rodriguez, Oscar J. Rojas, Estanislao R. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Romero, Alfredo. Romero, Armando. Romero, Cárlos L. Romero, Emilio. Romero, Luis €. Rosetti, Emilio. Rospide, Juan. Ruiz de los Llanos (. Ruiz, Manuel. Saccone, Enrique. Sagastume, Demetri». Sagastume, José. M. Saguier, Pedro. Salas, Estanislao. Vernaudon, Eugenio. Salas, Julio S. Salvá, J. M. Sanchez, Emilio J. Sanchez, Matias. de Sanglas,. Rodolfo. San Roman, Iberia! e Senillosa, Juan A. Señorans, Arturo 0, Saralegui, Luis. Sarhy, José. V. Sarhy, Juan F. as Scarpa, José. Schickendantz, Emilio. Schróder, Enrique. Schwartz, Felipe. Schwartz, Mauricio. Segovia, Fernando. Selstrang, Arturo. Selva, Domingo T. CI Serna, Gerónimo dela Seurot, Alfredo. 7 SchaW, Arturo E, Schaw, Cárlos E. Silva, Angel. Silveira, Luis. Simonazzi, Guillermo. Siri, Juan M. Sirven, Joaquin. Soldani, Juan A. . Soria, David E. A Sota, Alberto de la. Soto, José María. Spika, Augusto. Stavelius, Federico. Stegman, Cárlos, Súnico, Víctor. Taboada, Miguel A. Taurel, Luis. Tedin, Virgilio. Tessi, Sebastian T. Thedy, Héctor. Thompson, Valentin, Torino, Desiderio. Tornú, Elias. j Treglia, Horacio. Trifoglio, Ricardo. Tressens, José A. Tzaut, Constante. Unanue, lenacio. Urraco, Leodoro G. Vacarezza, Juan E. a Valerga, Oronte A. pd Valle; Pastordel q Varela Rufino (hijo) Mires: Vedoya, Joaquin J. ns i Victorica y Soneira, J. Victorica y Urquiza E. Videla, Baldomero. Vigliore, Luis A. - Viglione, Marcelino. Viñas, Urquiza Justo. Villanueva, Guillermo. Villegas, Belisario. Vinent, Arturo. Vinent, Pedro. Wauters, Cárlos. ; Wauters, Enrique. CIN Wheeler, Guillermo EIA White, Guillermo. y Williams, Orlando E. Zambrano, Pedro. Zamudio, Eugenio. : Zavalía, Salustiano. fe e Zeballos, Estanislao S. Zunino, Enrique. » PORO E . E : ¿38% , ps ES > ES o y qa O : : : , E ? e e RES : DE “LA A nl e 4 EDAD, al ñ ARGENTINA o o E COMISIÓN: REDACTORA' E CEsidente. .... Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. MA DECTELATIO. e Ingeniero Luis J. DELLEPIANE. a 5 l Ingeniero MANUEL B. BaHila. E. Vocales .cco.: D* ATANASIO QUIROGA. a Ingeniero JORGE DUCLOUT. > OCTUBRE DE 1891. —ENTREGA IV. — TOMO XXXII SS Fo PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION: o LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1402 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS: Por mes, en la Capital, Interior y Exterior, “y la LOCLuUso porter sos idspe nas o one econtalcae NA $4 1.50 A Por ano, en la Capital, Interior y Exterior p TOECETUSOpOCt5S moja ala atajo slalaejsiaeao ela etica » 12,00 Mt La suscricion se paga anticipada z A E oa s : » Mo IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PA e 680 — CALLE PERÚ — 680 sos > LE A + e 7 o, » : ; » ES A NT IST) GN . $e ¿ Es ES , ds ; 4 ps BUENOS AIRES UA 1927 RA o EXBNAL us Pa ey > oe A) INES UOente. soe Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. — _Vice-Presidente 1% Doctor Juan J. J. KxYLE. NO; 2 Ingeniero JORGE DUCLOUT SCCrTeLario sia Ingeniero Luis J. DELLEPIANE. MESONCNO do aa Ingeniero ENRIQUE DE MADRID. - VII. — LUIS A. VIGLIONE (Necrología). JUNTA DIRECTIVA e / Ingeniero JuAN F. SARHY. | Capitan SALVADOR VELASCO LUGONES WMOCAMES ie ¿Señor Juan ROSPIDE. : | Señor JosÉ J. GIRADO. Señor SEBASTIAN GHIGLIAZZA. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA I. — NUEVOS OBJETOS EN EL MUSEO da el Dr. German — Burmeister. Ne Il. — NOVA HENIPTERA FAUNARUM ARGENTINA ET URUGUAYENSIS, por Cárlos Berg. Més III. — AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES, 2 el Dr. Eduardo Holmberg. ú IV. — DIPTEROLOGÍA ARGENTINA (SYRPHIDA), por Emrique Lymeh Arribalzaga (Continuacion). : V. — DETERMINACION DE LA LATITUD DE UN LUGAR Y DEL AZIMUT DE DE UNA LÍNEA SIN USAR MAS INSTRUMENTO QUE DA CÍRCULO. AZIMUTAL, por José S. Corti. VI. — MISCELÁNEA. Ventilacion de las galerías en el ferro-carril Trasandino. % S VIII. MOVIMIENTO SOCIAL. | O A LOS SÓCIOS Se ruega á los señores sócios comuniquen á la Secreta- ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, elos : y cualquier irregularidad en el reparto de los Analesó . cobro de la cuota. pe Se ruega tambien á los que tengan en su poder obras prestadas pertenecientes á la Biblioteca de la Sociedad, SETAS sirvan devolverlas á la brevedad posible, áfin de ano las en el catálogo. NUEVOS OBJETOS EN EL MUSEO NACIONAL El objeto más valioso que el Museo Nacional ha recibido desde mi última relación sobre sus progresos, es sin duda un cráneo, no del todo completo, pero suficientemente bien conservado para conocer su afinidad con otros mamíferos marinos, que ha regalado generosamente el Sr. Dr. ArTEMIO CARRERAS, encontrado en el depó- sito marino de su establecimiento llamado «Las Curtiembres », en Entre Rios, sacándolo de la barranca del rio con suma precaución el 29 de Junio del año próximo pasado. El valor de este objeto es tanto más estimable, cuanto que aumenta y rectifica en algo la descripción de dos partes de la mandíbula inferior del mismo animal, publicada por mí en 1871 en los Annals and Magazme of Natural History, tomo VIL, página 51 de la cuarta serie de esta Revista, publicada en Londres, que fueron ofrecidas para la colec- ción del Museo por el Dr. D. MaxueL Montes DE Oca, cuando este mi distinguido amigo vió el gran placer que experimenté al aper- cibirme de dichos objetos en su rica colección de fósiles del país, recogidos en la misma barranca del Paraná por uno de sus clientes enfermos, como regalo personal. Atribuí dichos pedazos de la mandíbula inferior á un animal del grupo de los Zeuglodontes llamándole Saurocetes Argentinus. No teniendo en esa época (1871) otros libros á mi disposición que los de mi biblioteca particular, no supe que el conocido sabio, profesor D. L. Acassiz, ya había descrito antes con el mismo nombre un diente de un animal de Norte América, dedicándolo al otro sabio del país como Saurocetes (ribbesii en los Proceedings Acad. Natural Science of Philadelphia del año 1848, página k, y describiéndole después en la página 57 del mismo tomo, del modo que lo transcribo en castellano ! : * Estas noticias las debo á mi célebre colega y amigo el profesor JosePH LElDY, de Filadelfia, al cual me había dirigido sobre este asunto, recibiendo de él la contestación en carta de fecha 14 de Julio de 1884, lo que digo en el texto. ANAL, SOC, CIENT. ARG. T. XXXII 16 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «El diente único, aunque no del todo perfecto, tiene mucho interés, porque indica un nuevo género de los Celáceos Sauroides, en contacto con el Megalosaurus por la figúra de sus dientes, pero diferente por las raices. Me permito llamarle Saurocetes 1bbest%. Se distingue bien, por la figura de su corona, del Dorudon, á causa de su poca altura y de su margen denticulada como serrucho. La figura de dicho diente, que es anterior, prueba una diferencia genérica de Zeuglodon y Dorudon, digna de mencionar, porque aquel tipo lo tiene obtuso y corto, mientras que el de Dorudon es agudo y afilado en las márgenes ». Aun si hubiese conocido antes esta descripción corta, no me hubiese sido posible saber si mi nuevo animal era idéntico ó dife- rente del llamado por Acassiz, con el mismo nombre que llamé el mío, porque la porción de la mandíbula inferior que tuve á la vista, fué la posterior con los últimos dientes de la fila dental, que son siempre un poco más gruesos y de figura más ó menos diferente de los anteriores. Tampoco tienen los dientes del animal de la formación terciaria argentina los márgenes crenulados como sierra, sino simples y una raíz muy gruesa al principio y comprimida en la extremidad, más ancha y dividida en dos cortas prolongaciones cónicas, correspondientes á los de Zeuglodon, pero no con tubéreu- los laterales en la corona, que es cónica y poco elevada, musho más corta que la raíz. Esta diferencia pronunciada me obliga á confesar que el animal en cuestión de la República Argentina es diferente del descrito ya antes por Acassiz, con el mismo nombre; y por esla razón pro- pongo retirar el nombre igual dado por mí, llamándole para lo futuro: Saurodelphis Argentimas. Me resuelvo á este cambio tanto más, cuanto que el cráneo casi perfecto regalado por el Sr. D. Artemio CARRERAS, me prueba que el animal ha sido, por su configuración, más cercano al tipo de los verdaderos Delfines que á los Zeuglodontes, acercándose á éstos por alguna similitud de la figura de las raíces de sus dientes, que por la configuración general del cráneo, lo cual es del todo igual al tipo de los Delfines. Ocupado en la composición de una descripción científica deta- llada para la nueva entrega (XVII) de los Anales del Museo Nacio— nal, no entro por el momento más en la explicación de los caracte- res sistemáticos del animal, reservándola para mi próxima obra indicada. NUEVOS OBJETOS EN EL MUSEO NACIONAL 163 El segundo objeto raro, pero menos valioso, es una urna sepul- eral de indios de tiempos anteriores á la conquista, traida del Brasi] por mi hijo mayor CarLos, antiguo empleado del Museo Nacional, encontrada en la estancia «Descalvados», del Sr. D. Jarme Cimirs Bu- xarEo, en donde recibió, en su última excursión, generoso aloja- miento y asistencia durante los últimos meses, de Enero hasta Abril. La urna tiene una altura de 0,70 cm. y un diámetro de 0,60, con circunferencia en su porción externa basal de 1,80 cm. Esta porción inferior más ancha, casi esférica, es de 0,50 cm. de altura, y la porción superior más angosta cilíndrica de 0,25 cm. Tiene una entrada circular de 0,25 cm. de diámetro que está cubierta con una tapa en forma de fuente de 0,35 cm. de diámetro y 0,15 de hondura; todo trabajado en tierra cocida, de una á hasta dos centímetros de grueso. El exterior no tiene adornos m dibujos de colores, sino que muestra el barro seco oscuro rojo- negruzco; y aunque ha sido rota en pedazos la porción superior durante la exhumación que dirigió el administrador del estableci- miento D. Acustíx VILÁ Y Cont, con sumo arte y precaución, ha sido posible componer el objeto perfectamente con los pedazos cuidadosamente conservados y traídos en un gran cajón, lleno de aserrín, con pleno éxito, hasta Buenos Aires. En el vacío interno se encontraron los restos del esqueleto de un niño de 5 4 6 años, de los cuales la pelvis, algunas vértebras y huesos de las piernas y pies se han consevado. Cuatro muelas igualmente recogidas entre los otros pedazos, vrueban la edad de un niño antes del cambio de la dentadura juvenil. Dr. GERMÁN BURMEISTER . (Artículo publicado en La Prensa del 26 de Junio de 1891.) NOVA HEMIPTERA FAUNARUM ARGENTINAE ET URUGUAYENSIS POR EL Dr CARLOS BERG Director del Museo de Historia Natural de Montevideo, Miembro honorario de la Sociedad Científica Argentina, etc. Desde la publicación de mi « Hemiptera Argentina»* y la «Ad- denda el Emendanda ad Hemiptera Argentina » * han transcurrido varios años. Durante éstos he tenido ocasión de reunir nuevo ma- terial, revisar una que otra colección y hacer numerosas obser- vaciones, en vista de lo cual puedo hoy continuar la publicación de mis estudios hemipterolóyicos. Mi actual trabajo da á conocer numerosas especies, y entre ellas muchas nuevas, del territorio de las Misiones argentinas. Las debo en su mayor parte á la amabilidad del señor D. CarLos BACKHAU- SEN, agregado á la Comisión Argentina de Límites, y recogidas á fines del año 1886 y á principios de 1887. Hago también contribuciones á la fauna hemipterológica cas1 1 Hemiptera Argentina. — Ensayo de una monografía de los hemípteros he- terópteros y homópteros de la República Argentina. — Anal. Soc. Cient. Argent. V, p. 231 y 297 (1878) ; VI, p. 23, 82, 129, 179,:223:y 261 (18789/5 VIE p. 41,86; 225 y 262 (1879); VIH, p. 19, 71, 135, 178, 209 y 241 (1879), y IX, p. 5 y 58 (1880). -—- Y aparte bajo el título: Hemiptera Argentina enumeravit speciesque novas descripsit CaroLus BerG. — Bonariae et Hamburgo, 1879, gr. 8”, pag. 316. * Addenda et Emendanda ad Hemiptera Argentina. — Anal. Soc. Cient. Ar— gent. XV, p. 193 y 241 (1883); XVI, p. 5, 73, 105, 180, 231 y 285 (1883), y XVII, p. 20, 97 y 166 (1884). — Aparte: Addenda et Emendanda ad Hemiptera Argentina. Auctore CaroLO BerG. — Bonariae et Hamburgo, 1884, gr. 8, pag. 213. BERG: NOVA HEMIPTERA ARGENTINAE ET URUGUAYENSIS 165 desconocida de las provincias argentinas septentrionales Salta y Tucumán, agradeciendo el material al Sr. ingeniero D. ALBERTO SCHNEIDEWIND, y doy nuevos datos sobre los hemípteros de Córdo- ba, recogidos por los doctores FRENZEL y STEMPELMANN. Los directores de los Museos de Buenos Aires y La Plata me pro— porcionaron para el estudio el material no clasificado de sus colec- ciones, y varios particulares pusieron á mi disposición las suyas, obsequio que agradezco aquí vivamente y menciono al tratar de las especies obtenidas. De la fauna de la República Oriental del Uruguay he obtenido algunas especies de los señores D. José ARECHAVALETA, D. RODOLFO AmarGós y D. ErNesto Seno, y he tomado en cuenta algunas que posee el Museo actualmente á mi cargo, y las que he coleccionado durante varios años. Menciono algunas especies paraguayas y brasileras, pero sólo cuando también son representantes de las faunas uruguaya y ar— gentina y su alución tenga algún significado para la morfología y la distribución geográfica. Me reservo la publicación de especies nuevas brasileras y paraguayas, que debo al celo de los natura- listas y médicos doctores H. v. JuerinG y Juan J. Purccari, y al via- jero D. Ricarno RonDE. Para la conformidad de mis trabajos hemipterológicos, sigo el sistema anteriormente por mí adoptado, permitiéndome sólo algu- nas modificaciones de poca consideración. Montevideo, Museo de Historia Natural, 30 de Agosto de 1891. CARLOS BERG. 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA HEMIPTERA HETEROPTERA. Fam. SCUTELLERIDAE. Subf. SCUTELLERINA. Gen. PacHycoris BuRrm. 1 (21). Paehyeoris torridus (Scop.) Srár. Varios ejemplares originarios de Tucumán y del Paraguay, re- presentan las variedades denominadas Pach. Schousboer, KlugW y Aguila. Además del color, la especie varía también en el tamaño, en el lustre y la puntuación del cuerpo. Gen. ASCANIUS StTÁL. Enum. Hem. [, p. 8 (1870). 2. Aseanius hirtipes (H.-S.) Sráz. Pachycoris hirtipes H.-S., Wanz. II, p. 97, fig. 322 (1835). e Germ., Zeitschr. 1, 1, p. 97. 31 (1839). — Dall., List. I, p. 35. 13 (1851). Pachycoris piperita Westw. in Hope, Cat. of Hem. 1, p. 13 (1837). Ascanius hirtipes Sta, Ofv. Vet.-Acad. Fórh. 1867, p. 429 et Enum. Hem. I, p. 8. 1 (1870). Patria: Brasilia. — Tucuman et Territorium Missionum.— Respublica Paraguayensis. Tengo varios ejemplares á la vista, que fueron coleccionados en Tucumán, en Misiones y en el Paraguay. Unos tienen dos callosi- dades laterobasilares del escudillo bien pronunciadas, amarillas y casi sin puntos hundidos y pardos; otros las tienen apenas ele- vadas, de la coloración general y con muchos puntos obscuros. Por lo general son de 9 milímetros de largo y de 5,5 á 6 de an— cho. BERG: NOVA HEMIPTERA ARGENTINAE ET URUGUAYENSIS 161 Gen. ORSILOCHUS StÁL. Enum. Hem. I, p. 9 (1870). 3. Orsilochus variabilis (H.-S.) SráL. Pachycoris variabilis H.-S., Wanz. IV, p. 9et 10, fig. 353 et 354 (1839). Germ., Zeitschr. 1, 1, p. 88. 11 (1839). Dall., List. 1, p. 32. 6 (1851). Pachycoris punciatissimus Dall., List. L, p. 32. 7 (1851); excel. syn. Pachycoris complicatus Uhl., Proc. Ent. Soc, Philad. II, p. 361 (1863). Orsilochus variabilis Sta, Ofv. Vet.-Acad. Fórh. 1867, Tr. 493 et Enum. Hem. 1, p. 9. 2 (1870). Patria: Mexico. — Columbia. — Respublicae Argentina et Uruguayensis. E Varios ejemplares que posee el Museo de Historia Natural de Montevideo, procedentes de la República Oriental del Uruguay, y otros que tengo de Tucumán y de Misiones, los considero pertene- cientes á la especie en cuestión. Los de Misiones son en la parte superior de un rojo de lacre ó ladrillo, con manchas, infuscacio- nes ó puntos negros en todos los órganos, y fajas longitudinales poco definidas en el pronoto ; los demás son de color amarillento impuro, á veces rojizo, teniendo puntos, líneas y manchas seme- jantes á los de los anteriores. Inferiormente, son amarillentos, punteados ó manchados de fusco obscuro, y los fémures y tibias provistos de un anillo negro, los primeros tienen también cerca de la base una mancha ó semi-anillo negro. Gen. DEMOLEUS SrtÁL. Ofv. Vet.-Acad. Fórh. p. 493 (1867). Enum. Hem. L, p. 10 (1870). 4. Demoleus oblengus HaAcL. Demoleus oblongus Hagl., Stett. Ent. Zeit. XXIX, p. 150. 1 (1868). — Stal, Enum. Hem. I, p. 10. 1 (1870). Patria: Brasilia. — Respublicae Argentina et Paraguayen- SIS. Un ejemplar de Goya (Corrientes), recogido por el Sr. D. Juan 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA AMBROSETTI, tiene la carena media del pronoto muy desvanecida, pero bastante marcada en el escudillo. Lo mismo se observa en los ejemplares procedentes de Misiones y del Paraguay, que va- rían mucho en tamaño, siendo de 9,54 13 milímetros de largo y de 5 47,5 de ancho. Gen. DroLcus MAYr. MaYr, Verh. zool.-bot. Ges. Wien. XIV, p. 904 (1864) et Nov. Hem. p. 13, 16 et 26 (1866). SráL, Ofv. Vet.-Acad. Fórh. 1867, p. 493 et Enum. Hem. 1, p. 10 (1870). o 5. Dioleus pusillus BERG, n. sp. Supra luridus vel luteus, dense fusco-punctatus et maculis numerosas parvis mgris adspersus, parte antica pronoti utrimque parteque libera dorsi ab- dominas isabellinis et concoloriter punctatis ; in- fra testaceus, ventre acervatim roseo-punctato, spinulis marginalibus migris; antennarum arta- culo primo apicem capitas attimgente ; tylo antror- sum sensúm angustato. Mas segmento ultimo producto, genttalia tegente. — Long. 6; lat. 4 mm. A Dial. irrorato (E.) Mayr statura minore, colore picturaque ex parte, tylo antrorsum angustato, antennarum articulo basali longiore, ostio odori- fero ad coxas valde propinquo et cetera diversus. Caput sat nutans, nigro punctaltum, ante oculos levissime sinuatum ; tylo inter oculos sat lato, api- cem versus admodum angustato, apice ipso promi- nulo; antennis articulo basali apicem capitis attin- gente, segundo et tertio aequilongis, ultimo om- nium longiore. Pronotum antrorsum declive, utrim- que leniter impressum et ibidem isabellinum vel fulvescens, ceteroqui luridum, fusco-punctatum et maculeolis nigris conspersum, his maculis par- vis quasi lineis longitudinalibus irregularibus for- mantibus, medio obsoletissime carinatum; mar- BERG: NOVA HEMJPTERA ARGENTINAE ET URUGUAYENSIS 169 gimibus lateralibus anticis rectis, nigro-adspersis, quam posticis quarta parte longioribus. Sutellum colore partis posticae pronoti et pariter sculptura- tum et pictum, sed maculis nigris fere lineis dia- gonalibus retrorsum convergentibus formantibus, medio carina pallida obsoleta instructhm, apice angulato-rotundatum. Subtus cum pedibus testa- ceus, ex parte roseo-tinctus; pectore grosse et ventre acervatim roseo-punctatis; tibiis extus bi- sulcatis, ruga media percurrente lata, carinis lateralibus nigro-maculatis vel quasi nigro-subtu- berculatis. Patria: Respublica Uruguayensis. Un solo ejemplar en mi colección, que fué encontrado por la señorita M. PaLmer, en Carmelo, y remitido por el Sr. D. RonoLro Amarcós, bajo el número de 21. Gen. AUGOoCcokIs BURM. 6 (27). Augoceris sexpunetatus (F.) Mayr. Los individuos de esta especie recogidos en Tucumán y en el Pa- raguay, son más pequeños, y de color fundamental amarillo ro- -—Jizo, sin ofrecer otros caracteres que podrían motivar su separa= ción especifica. Subf. THYREOCORINA. Len. THYREOCORIS SCHRANK, HAHN. 71. Thyreocoris maculipennis (GERM,) SráL. Odontoscelis maculipennis Germ., Zeitschr. 1, 1, p. 4. 9(1839).— H.-S , Wanz. V, p. 34 e1 35, fig. 485 (1839). Thyreocoris maculipennis Sta, Enum. Hem. V, p. 24. 19 (1876). Patria: Brasilia. —Nova Granada. —Respublica Argentina (Buenos Aires, Córdoba, Misiones). He examinado varios individuos de esta especie conformes á las descripciones de los autores y recogidos en Córdoba (Dr. SrEM- 170 , ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PELMANN), Buenos Aires (Sr. Gúntuer, el 24 de Noviembre de 1884) y en el Territorio de Misiones (Sr. BAckHAUSEN). Conservo dos en mi colección. : 8. Thyreoeoris maeculosus BERG, N. sp. Procerulus, nitidus, sat dense et grosse punctatus, nigro-fuscus, captte ad marginem anteriorem, pronoto pone medium et apud marginem latera—- lem, scutello ante et pone medium elytrisque masximam ad partem flavidas vel flavido-macu- latis ; pedibus obscure castanets, tibris extus fla- vidis, castaneo-spinulosís. — Long. corp. 4; lat. 2,9 MM. Thyr. maculapenni (Germ.) Stal valde similis, sed tamen vario modo diversus. Caput sat trian- gulare, distincte punctatum, prope marginem anteriorem flavidum, margine ipso fusco, tenuis- sime reflexo; tylo ante medium humili, subrugoso; ocellis inter se quam ab oculis plus quam triplo - longius remotis ; antennis rostroque rufis, hoc ad coxas posticas extenso, 11lis pubescentibus, articulo primo tertio longiore. Pronotum antrorsum sensim declive, antice subtililer praetera sal grosse pun- ctatum, prope marginem posteriorem rufum, fu- sco-punctatum, macula vel facia postmedia incom- pleta lineaque laterali supramarginali albido-flavi- dis, marginibus lateralibus late rotundatis, angulis posticis tumidis. Scutellum abdomine brevius ad la- 4 tera ante basin leniter sinuatum, ubique distincte fusco-punctatum, laete fuscum, masculis duabus obliquis ante medium fasciaque obsoleta post- media flavidis ornatum et hic illic albido-irroratum. Hemelytra albida, fusco-punctata -et maculata, parte coriacea ultra latera scutelli prominula, ubique fere aequilata; membrana subhyalina, lutescenti-adspersa. Subtus (abdomen deest) nigro- piceus, subtilissime punctatus; pedibus, tibiis supra exceplis, castaneis. Patria: Territorium Missionum. BERG: NOVA HEMIPTERA ARGENTINAE ET URUGUAYENSIS 474 El único ejemplar que poseo de esta nueva especie, fué recogido por el Sr. D. CarLos BACKHAUSEN, en el Territorio de Misiones, cer- ca de la frontera del Brasil. 9 (18). Thyreocoris xanthopus BERG. Algunos individuos de esta especie, procedentes de Corrientes y del Gran Chaco, tienen las patas más obscuras, casi de color de pez; por lo demás no se distinguen del apio típico originario - de Concepción del Uruguay. Fam. PENTATOMIDAE. Subf. CYDNINA. Gen. AeTHUS DALL., SIGN. 10 (358. 5). Aethus (Tominotus) Signoreti (MuLs. et Rey) SiGN. Cydnus Signoretí Muls. et Rey, Pun. de Fr. Pent. p. 29. 5 (1866). Cyrtomenus constrictus Berg, Anal. Soc. Cient. Argent. IX, p..5 et Hem. Argent. p. 277. 358 (1879) et Stett. Ent. Zeit. XLII, p. 41. 18 (1891). Tominotus constrictus Sign., Ann. Mus. Civ. Genova. XVI, p. 639 (1881). Aethus (Tominotus) constrictus Sign., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 6. I, p. 427. 4, pl. 12, fig. 56 et Cydn. p. 73. 4, pl. 8, fig. 56 (1881). — Berg, Anal. Soc. Cient. Argent. XV, p. 197. 5 (1883) et Add. et Emend. ad Hem. Argent. p. 13. 5 (1884). Aethus (Tominotus) Signoreti Sign., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 6. I, p. 428. 5 et Cydn. p. 74. 5 (1881). Aethus constrictus Horv., Wien. Ent. Zeit. IIL, p. 112 (1884). Según las observaciones del Dr. v. HorvAtH, resulta que el Cyd- nus Signoreti Muls. et Rey, descrito como hemíptero europeo, es idéntico al 4Aethus constrictus (Berg) Sign. Ya lo opinaba Si6No- REr, suponiendo que la indicación Mont. en el rótulo de procedencia debiera significar Montevideo y no Montpellier. Esta especie la he obtenido últimamente también de Córdoba, recogida por el Dr. STEMPELMANN. 179 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Gen. PANGAEUS SrÁL. 11. Pangaeus serripes (WeEsTW.) SIGN. Cydnus serripes Westw. in Hope, Cat. of Hem. I, p. 19 (1831). — Stal, Enum. Hem. V, p. 26, 19 (1876). - Aethus castaneus Dall., List. I, p. 115. 8 (1851). Pangaeus serripes Sign., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 6. II, p. 247. 3, pl. 8, fig. 106 et Cydn. p. 133. 3, pl. 13. fig. 106 (1882). Patria: Americae centralis et meridionalis. — Provincia Salta Reipublicae Argentinae. De esta especie recibí dos ejemplares de Salta, donde fueron co- leccionados cerca del Río de las Piedras, por el Sr. D. Penro Se- RENSEN. Subf. ASOPINA. Gen. STIRETRUS Lar. Subg. STICTONOTUS StTÁL. 12 (29). Stiretrus (Stietonotus) septemgutiatus GERM. El Rev. Padre MerstER recogió un ejemplar en Belgrano (cerca de Buenos Aires), que tiene el pronoto, los hemélitros y el escudi- llo rojos, con excepción de los puntos obscuros y de dos manchas angostas y encorvadas en la parte anterior del pronoto. Los demás órganos son de un azul obscuro, salvo la parte marginal del abdo- men roja. Subg. STIRETRUS StrAL. 13. Stiretrus (Stiretrus) atricapillus WesTw. Stiretrus atricapillus Westw. in Hope, Cat. of Hem. 1, p. 18 (1837). — Germ., Zeitschr. 1, 1, p. 18. 16 (1839!. — H.-S., Wanz., V, p. 4, fig. 456 (1839). — Dall., List. 1, p. 81. 14 (1851). — Stal, Rio Jan. Hem. I, p. 10. 2 (1858) et Enum. Hem. I, p. 23 (1870). Patria : Brasilia. — Respublicae Argentina et Uruguayen- sis. BERG: NOVA HEMIPTERA ARGENTINAE ET URUGUAYENSIS 173 De esta especie he llegado á conocer últimamente ejemplares re- cogidos en Montevideo y en Tucumán. Los de la última procedencia son más pequeños y de color rojo testáceo bastante claro. 14. Stiretrus (Stiretrus) decemguttatus (ST. FARG. et SERV.) LAr. Scutellera decemguttata St. Farg. et Serv., Enc. méth. X, p. 410. 2 (11825). Stiretrus decemguttatus Lap., Ess. Hém. pl. 55, fig. 8(1882).—Germ., Zeitschr. 1, 1, p. 17.15 (1839). —H.-S., Wanz. V, p. 3, fig. 455 (1839). Am. et Serv., Hist. des Hém. p. 76. 3 (1843). — Stáx,, Enum. Hem. I, p. 23. 7 (1870). Stiretrus rubro-maculatus Westw. in Hope, Cat. of Hem. L, p. 18 (1837). Germ., Zeitschr. I, 1, p. 17 (1839). — Dall., List. I, p. 81. 12 (1851). Patria : Brasilia. — Respublica Uruguayensis. Un ejemplar perteneciente al Museo de Montevideo, tiene la parte superior de color castaño rojizo uniforme, con excepción de las manchas amarillas. La parte inferior del cuerpo es de un azul obscuro, excepto las manchas laterales y la espina basilar del vien- tre, que son amarillas, y las patas rojas. Utro ejemplar que he exa- minado, es de un negro rojizo, teniendo las patas de un rojo claro. 15 (16). Stiretrus (Stiretrus) decacelis BERG. Ejemplares procedentes de Córdoba y del Brasil, tienen las man— “chas del pronoto, del escudillo y de los hemélitros de un rojo vivo, en lugar de amarillo, y la cabeza negra, con excepción de una pe- queña mancha occipital roja. 16. Stiretrus (Stiretrus) Iyihrodes GERM. Stiretrus lythrodes Germ., Zeitschr. L, 1, p. 14. 8 (1839). — H.-S., Wanz. V, p. 4, fig. 457 (1839). — Dall., List. I, p. 79. 5 (1851). — Sta, Enum. Hem. 1, p. 23. 8 :1870). Patria : Brasilia. — Respublica Argentina. Recibí un ejemplar de Tucumán, que es de un verde azulado muy brillante, con la cabeza y las patas de color de lacre vivo. 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 17. Stiretrus (Stiretrus) splendidus BERG, n. sp. Nitidissimus, omnino obscure viridi-coeruleus aut- violaceo et coeruleo-viridas, solum apice 1pso parteque superiore spinae basalis ventras flave- scentibus exceptas ; caprte sat concavo ; pronoto sparsim grosse punctato; scutello dimidro basalt sat grosse sparseque punctato, rugis nonnullis obsoletis transversis et medio depressione longitu— dinala subtila praedito, apicem versus tenue pun- ctato ; hemelytris violacets vel aeners, excocorio ad- modum punctato. Mas et femina long. corp. 9-10; lat pron. 5,5-6 mm. , Stir. caeruleo Dall. valde proximus, sed pronoto haud cumulsto-punctato, scutello apice haud cari- nato, capite subtus spinaque basali ventris tota fere obscure coerulea admodum diversus. Caput punctatum, concavum; tylo apice libero; jugis tylo paullo longioribus, sat latis, reflexis, apice rotun- datis. Pronotum vix duplo latius quam longius, sparse punctatum, antice, praecipue callis duobus obsoletis, sublaeve, ante medium vix transverse ¡m- pressum, marginibus lateralibus anticis mox pone medium levissime sinuatis, anguste reflexis, an- gulis lateralibus admodum prominulis, rotundatis. Scutellum apicem abdominis fere attingens, medio subtiliter impressum el rugulosum, basin versus distincte sed sparsim et ad apicem subtilissime punctatum. Hemelytra violacea, exocorio punctato, membrana aeneo-fusca. Subtus cum pedibus ob- scure aeneus, pectore grosse el sparse, ventre utrimque sal convexo tantum ad latera sparsissime punctatis, hoc spina basali valida ultra coxas me- dias extensa; tibiis anticis ad apicem sat dilatatis. Patria : Provinciae Tucumán et Salta. Los dos ejemplares que poseo de esta nueva especie, los debo al Sr. ingeniero D. ALBERTO SCHNEIDEWIND, quien los trajo de Tucu- mán y Salta. BERG: NOVA HEMIPTERA ARGENTINAE ET URUGUAYENSIS 18. Stiretrus (Stiretrus) uniformis BERG, n. Sp. Cyaneo-viridas, nitidus, antennis tibirsque subeya- neis, scutello basi cortoque medio prope marginem intertorem cuprescentibus, spina ventris aprce _flavida,; pronoto disperse sed distincte. scutello captteyue subtiliter et corro obsoletissime puncta- tis; membrana fuliginea ; tibiis anticis apicem versus fortiter dilatatas. Mas long. corp. 7,5; lat. 5,5 mm. Species praecedenti valde proxima, sed minor, pronoto fortius punctato, marginibus lateralibus anticis pronoti pone medium magis sinuatis et tibiis anticis fortius dilatatis. Caput concaviuscu- lum ; tylo medio impresso et apice valde acumina- to, jugis sat latis nonnibil breviore. Antennae validae, articulo primo apicem capitis attingente, secundo tertio multo longiore. Pronotum duplo —latius quam longius, medio et postice distincte sparseque punctatum, antice utrimque laeviuscu- lam, intra marginem anticum punctis nonnullis erossis praeditum, marginibus lateralibus anticis pone medium sat sinuatis, angulis lateralibus pa- rum prominulis. Scutellum basi grosse, apicem versus subtiliter punctatum, carina obsoleta im- structum, abdomine admodum brevius. Subtus ex parte subaeneus, pectore grosse el sparse punctalo, abdomine utrimque subconvexo subtilissime pun- ctato et cicatriculato, impressionibus atro-cya- nels. Patria : Provincia Bonaérensis ? (Continuard). 175 Un ejemplar conservado en el Museo de La Plata, cuya indica- ción de procedencia parece ser errónea, provendrá tal vez de una de las Provincias septentrionales, (Corrientes ó Misiones), en vista de las analogías que tiene con otros congéneres pertenecientes á zonas más cálidas. AVES LTB RES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES. El terreno en que se encuentra el nuevo Jardin Zoológico cambia sensiblemente de aspecto. Lo he conocido siempre como un campo casi pelado, especie de Pampa ribereña, baja, y con fisonomía de bañado, como que en algunas de sus depresiones asoman todavía muchas de las especies de plantas que caracterizan tales terrenos; — por la demás, uno que otro árbol aislado. En él pastaban en otro tiempo las caballadas de Rozas, y cuando éstas cambiaron de dueño, el campo fué invadido, y lo ha sido, hasta hace poco, por todos los animales sueltos de la vecindad. En la parte mayor de su extension se diseñan ahora lagos y ca— minos abovedados, y canteros de diversas formas y proporciones. Los edificios del nuevo Jardin, habitados en gran parte por los animales de la rica coleccion, podrian quedar terminados en breve, si no soplaran tan malos vientos sobre la fortuna pública ; — pero ello vendrá. : Para no extenderme demasiado, diré, en pocas palabras, que na- die reconocería lo que fué por lo que es. No es ya la obra un humilde boceto — esalgo más que no tiene nombre; pero lo tendrá. : En sus canteros empiezan á dibujarse los macizos de árboles, algunos de los cuales ofrecerán su grata sombra á los paseantes en el próximo Verano, y en sus ramas levantarán á todas horas del dia su himno de vida los pájaros libres, alegría perpétua de los jardines. Dentro de pocos años la metamórfosis habrá sido radical. No puede un campo desnudo transformarse en bosque sin que so- brevenga un cambio tambien en el número y variedad de sus habi- tantes animales. Antes que este fenómeno natural se opere, me siento solicitado A AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 477 por la necesidad de conservar en estas páginas una nota del pre- sente, para cuando se cambie en lejano pasado, y quiera algun curioso comparar los elementos de uno y de otro tiempo. Entónces, pues, cuando las recientes plantaciones se hayan de- senvuelto debidamente, numerosas especies de Aves vendrán á ani- dar ó á cantar en las arboledas; otras se detendrán en ellas en su paso migratorio ó en busca de sustento, y así se-Operará, sin vio- lencia, un fenómeno que, en sí, no tiene nada de maravilloso. Entre tanto, paso de lleno á la cuestion. El título de este lijero trabajo no promete mucho, ni ofrezco en él otra cosa que una pá- gina arrancada de cierto cuaderno que algun dia se presentará con más tono y arrogancia que su centinela de avanzada. Las Aves libres en el Jardin Zoológico representan los habitantes indígenas, más ó menos permanentes ó accidentales que, en distin- tas ocasiones, he podido observar en el terreno, y el título! signifi- caría algo más que el de « localidad » si se tratara de publicar una coleccion valiosa, como expresion de una Fauna ornitológica limi- tada. Corociendo las costumbres de los animales que aquí señalo, será fácil reconocer lo que de ellos se ha observado y lo que con los representantes de sus especies sucederá más tarde. Algunos, como los Trupiales ó Pechi-rojos, quizá no vuelvan á verse allí, porque, prefiriendo la llanura herbosa y tranquila, mal podrían hallarse á su gusto entre céspedes ó canteros limitados por cami- nos que, ya hoy, recorren millares de personas en un dia; las Per- dices no lo visitarán más; en cambio, bandadas de Palomitas se verán por todas partes y anidarán en las ramas de los Eucaliptos, de los Pinos y de las Acacias, los Benteveos de la vecindad se reuni- rán allí en compañía de los Churrinches y Tijeretas, así como mu- chos que no figuran todavía en su recinto. No tiene ésto las proporciones de una Fauna local. Si así fuera, si incluyera todas las especies que un cazador podría haber adqui- rido bajando á tiros aves de paso. figurarían aquí casi todas las especies de Buenos Ayres. Por esto no se incluyen en la lista ni los Cisnes de cuello negro, ni los diversos Patos que, en bandadas á veces numerosas, lo han cruzado por la altura, ni muchísimas otras especies que han sido observadas en los alrededores. Pero más que cualesquiera explicaciones dirá su objeto la si- guiente enumeracion. ANAL. SOC, CIENT. ARG. T. XXXII 12 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA TI. RAPACES. DIURNOS. Il. Halconcito. Tinnuneculus cinnamominus, SwAlNs. He visto algunas veces este animal posado en los Ombúes del Jardin y me consta que ha anidado á poca distancia. NOCTURNOS. 2. Lechuza de las vizcacheras, Mochuelo. Speotyto cunicularia (Moz.) B.-Sh. Todavía suele encontrarse, posándose en las construcciones, y revoloteando de un lugar á otro, á la tarde. 3. Lechuzon de iglesia. Strix flammea, L. - Habita lo» elificios inmediatos altos, tales como los pabellones de la Sociedad Rural, pero suele hacer incursiones nocturnas al Jar- din. Los guardianes, no hace mucho, lo observaron atacando á un Patito que se había dejado suelto en el lago. 4. Lechuzon de campo. Asio hbrachyotus (ForsrT.) A mediados de Julio se instaló en el Jardin un ejemplar de esta especie, cazadora diurna, y permaneció allí varios días, persiguien- do ratones y sin duda otros animalejos. Ultimamente (Agosto 16) ha reaparecido en pareja y seha cazado la hembra. AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 179 IT. TREPADORAS. Cuculidos. - 5. Urraca, Pirincha. Guira piririgua (VIEILL.) Aunque no emigra en totalidad, no la he visto ni sentido durante este Invierno, sinó hasta principios de este mes. Abunda en el terreno, al cual viene á buscar insectos y áun vertebrados peque- ños. En el Verano pasado anidó en el Jardin, en un Ombú. HI. PÁJAROS SINDÁCTILOS. Halcedinidos. 6. Martin pescador (menor). Ghloroceryle americana (Gm.) Reich. Desde fines de Junio se ha visto un ejemplar posado junto al lago, 6 haciendo su presa de renacuajos ó pecesillos. (De éstos, eché en el lago, en Enero le este año, algunos Tetragonópteros ó Mojarras y varios Curimatinos ó Sábalos chicos. En Noviembre del anterior, un ciento de Girardinos que se reprodujeron ; se descargó en él tambien el caudal de una zanja antigua que tenía Anguilas— [Simbrancos| —; en este año, un empleado trajo del Rio algu- nos Bagres amarillos pequeños, que echó al lago tambien. En el próximo Verano se procurará poblarlo de especies apropiadas.) DEODÁCTILOS. Troquilidos 6 Picaflores. 7. Picaflor pico rojizo. Chlorostilbon splendidus (ViEILL.) El más comun de nuestros Picaflores, con pico rojizo, que suele verse hasta en Invierno en los alrededores de Buenos Ayres. Lo he 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA observado en el Jardin libando en flores de Petuniía 6 de Nicotiana glauca ó entre bandadas de mosquitos, una de sus víctimas predi- lectas. > Dentirostros 8. Benteveo. Saurophagus sulphuratus (L.) Bonar. Muy comun durante todo el año. Es probable que en esta Prima- vera anide en el Jardin. (Véase lo que de él digo al tratar del Go- rrion, n*. 37.) 9; Tyereta. Tvrannus violentus, ViEILL, Comun en Verano. 10. Benteveo chico (con mechon rojo anaranjado). Machaetornis rixosa (LaFrR.) GRAY. Se ha observado varias veces estacionado en el terreno. Se obtuvo un ejemplar vivo para la coleccion, y lo pasó bien en cautividad. 11. Benteveo chico. Lo mismo que el anterior. No he podido fijar la especie. (Es comun entre los muchachos y los pajareros dar el nombre genérico de Benteveo, con algun adjetivo, á todos estos Tiránidos próximos al verdadero, y que se le asemejan por lo azufrado del plumaje inferior ó por algunos otros caracteres.) 12. Churrinche. Pyrocephalus rubineus (Bonp.) No escasea en Verano. 13. Viudita (Boyero en Tucuman y Salta). Toenioptera moesta, Lichr. Blanca, con remeras negras. Doy su sinónimo del Norte del país, AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 181 y el tipo general de su plumage, porque muchos llaman tambien «Viudita» al Pico de Plata. La he observado pocas veces. En general es rara en Buenos Ay- res. En ninguna parte la he visto en mayor abundancia que en el Valle de Lerma. 14. (¿Nombre vulgar ?). Elainea modesta, TscH. He visto una sola, posada en un Tala. Más tarde, asociada á las Serpófagas y otros Tiránidos pequeños, anidará en los árboles del Jardin. 15. Piojito. Serpophaga suberistata (VieiLL.) CAB. La he observado en Talas (Celtis). En el mes de Agosto (11) ya he visto los primeros ejemplares en los Pinos recien plantados. 16. Pico de Plata (« Viudita » — raro). Lichenops perspicillatus (GmEL.) BoNapP. El nombre vulgar se aplica al macho, negro, remeras blancas. La hembra, completamente distinta por sus colores, no es vulgarmente reconocida. En Verano se observan los machos con frecuencia. Anabátidos. 17. Hornero. Fuernarius rufus (GumEL.) D'OrB. Muy comun durante todo el año. En el edificio en construccion para los Gamos europeos, una pareja de Horneros ha establecido su casilla de barro dentre de un trebol gótico. Es menester que el público ayude un poco á los empleados del Jardin para evitar, entre otras cosas, travesuras estúpidas de los muchachos, que tiran municiones, á los pajaritos libres, con honda de goma. Está absolutamente prohibido, y más tarde se castigará con mayor energía que lo que lo ha sido hasta ahora. 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El Hornero en nuestro país es un ser familiar, que merece toda nuestra proteccion, ya que tan confiadamente nos la pide. 18. Caminera, Zanjeadora. Geositta cunicularia (ViemL.) Bonar. Muy rara en el Jardin. 19. Ratona de las pajas (Anumbí rojo de Azara). Phacellodomus ruber (ViemL.) Burm. La he visto algunas veces en matorrales silvestres del Jardin. En este año, la he oido por vez primera el dia 19 de Agosto. 20. Leñatero (« Carpintero » — á veces.) Anumbius acuticaudatus (Less.) Bonar. Se le vé en el Jardin durante todo el año, y fabrica en los árboles su nido grande de palitos. En los Plátanos de la Avenida los hace tambien, pero los muchachos los destruyen sin objeto. 21. Cbiclí (de Azara). Synallaxis ruficapilla, Vi£iLL. No le conozco nombre vulgar. La he visto en Verano en Talas (Celtis). ( Subulirostros. 22. Cachila ó Cachirla. Anthus correndera, VIEILL. Es comun en el Jardin. 23. Zorzal. Turdus rufiventris, VIEILL. Viene alguna que otra vez de la vecindad, donde anida. AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 183 2%. Zorzal de vientre agrisado. Turdus leucomelas, VIEILL. Lo mismo que el anterior. 25. Ratona, Ratoncita, Tacuara, Tacuarita. iorlodytes furvus (Gm.) Es comun y ha anidado en varios puntos del Jardin, particular- mente en los agujeros de las paredes. Fistrostros. Hirundinidos ó Golondrinas. No es difícil comprender que un campo lleno de yerbas, y de in- sectos que las visitan, sea cruzado contínuamente por numerosas Golondrinas de todas las que se encuentran en Buenos Ayres. Sin embargo, yo no he podido reconocer sinó las siguientes : 26. Progne domestica, GRAY. 27. Cotyle tapera (L.) Bonap. 28, Cotyle leucorrhcea (ViEmLL.) Burm. 29. Atticora cyanoleuca (ViELL.) Cab. Caprimúlgidos (Chotacabras de los Españoles). 30. Dormilon. No sé con seguridad qué especie es esta. En mis viajes he cazado varias del grupo, pero nunca he obtenido la de aquí. Quizá la haya conseguido y determinado sin oirle el canto préviamente, y como algunos de estos animales se parecen tanto, prefiero señalarla con su solo nombre vulgar. A veces he visto muchos ejemplares, más de cien, revoloteando en el aire crepuscular, en el rigor del Verano y áun de dia posada en alguna rama. No anida propiamente. Depo- sita los huevos blanquísimos y un poco más anchos que los de la Palomita torcaz (n* 47) en el suelo desnudo y allí los incuba. (Me 484 "ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA refiero á observaciones de la infancia, en la antigua quinta pa- terna, situada á pocas cuadras del sítio que me ocupa.) No recuerdo haber oido su canto ni en las Provincias del Interior ó del Norte, ni en las del Litoral (con excepcion, naturalmente, de Buenos Ayres), ni en el Chaco ó Misiones, ni en Patagonia ó en el Sur de la provincia de Buenos Ayres. : Ese canto fuerte, que podría traducirse por las sílabas ch1-o-i-chú- chú-chú-chú, rápidamente emitidas y unidas, y que el animal deja oir á veces desde la entrada hasta la salida del sol (y áun de dia), parece aflautado-agargarado (discúlpeseme la palabra). Lo he vuelto á oir con placer, despues de muchos años, en las noches del último Verano, en el Jardin, y he visto algunas veces el animal revoloteando ó posado en algun palo del mismo. Es muy posible que sea un Antrostomus, y tiene el tamaño del parvulus; — á no ser que sea el Heleothrephus anomalus (Gould). Dentro de poco, trataré de obtener uno para fijar la especie. Controstros. Tanagrinos. 31. Siele cuchillos, Siete colores. Tanagra striata, GMEL. Este lindo pájaro suele verse posado en algun árbol, durante el Verano. En el antiguo jardin han sido cazados algunos que pare- cian empeñados en entrará la pajarera donde estaban sus sími- les. 32. Verdon (ó Siete colores azulado). Tanagra sayaca, Pr. WIED. Lo mismo que el anterior. Pytilinos. 33. Cardenal. Paroaria cucullata (LaTh.) BoNar. Como los dos anteriores. El Cardenal libre, en Buenos Ayres, es AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 185 raro, y en general casi todos los que así se encuentran, son esca- pados. Me aseguran que un caballero soltó unos 200 en Palermo, hace algunos años, y los que no perecieron á manos de los mucha- chos, fueron entrampados por los vecinos. En el Verano pasado se asentó uno por varios dias en el Jardin nuevo. Probablemente lo ahuyentaron los muchachos. 34. Chiloé, Quientevístió, Chibichio. Poospiza nigrorufa (Lark.! CAB. - Alguna que otra vezen los matorrales. El segundo nombre, el más onomatópico de los tres, debe ser rápidamente emitido, con tendencia á silbido. Geospizinos 33. Manimbé. Coturniculus manimbé (VikEILL.) BONap. Lo he visto en el Jardin. Es tan exacto lo que de él dice Azara, que no hay posibilidad de confusion con algunas hembras de Jilguerito á las que tanto se parece á primera vista y á cierta distancia. Por lo demás lo he cazado en Salta y en Buenos Ayres. 36. Chingolo, Chingolito. Zonotrichia matutina (LicnT.?) BoNar. Casi ya no se ven Chingolos en Buenos Ayres. Desterrados por el intruso Gorrion, por una parte, y perseguidos á muerte para ador- nar la polenta, por otra, sus cuerpecillos desplumados se venden á millares en los mercados. En el terreno del Jardin se vé siempre uno que otro y en más de un caso he encontrado sus nidos. 37. Gorrion (Europeo). Passer vulgaris, L. Aunque exótico, pero ya naturalizado, el Gorrion debe figurar en esta lista. Hace algunos años, pasando cerca de la Recoleta, oí cantos de avecillas que no conocía, y noté que en los Eucaliptos en 186 : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que se posaban las había en abundancia. Causóme sorpresa el hecho, y no fué menor cuando reconocí en la calle, muy familiar, al Gorrion, del que había visto buenos retratos. Mas tarde me dijeron que el floricultor Peluffo había traido de Europa algunas docenas de ellos y los había soltado. Los Gorriones fueron ampliando poco á poco el área de su dis- persion invasora. En las calles de Buenos Ayres se ven por todas partes, metiéndo- se hasta por debajo de los carruages, y con un desenfado tal que parecen antiguos señores del campo. Anidan sin temor entre los acantos y volutas de los capiteles corintios que tanto abundan en nuestra arquitectura urbana; en Palermo, los Eucaliptos se llenan de sus nidos; los he visto en Belgrano, en Flores y en San Fernan- do, y me aseguran que ya se extienden hasta algunas leguas de Buenos Ayres por el lado del Sur. Por lo pronto, destierran al Chingolo, el pájaro criollo por exce- lencia. Vamos ahora á una cuestion importante, que uE tratarse aqui, aunque no sea estrictamente de la indole de este trabajo. ¿Conviene el Gorrion en Buenos Aires ? Hace algunos años se dictó en Hungría una ley de exterminio contra el Gorrion, por el daño que hacía, devorando una cantidad enorme de granos, y fué tan eficaz la ley, que al cabo de algun tiempo no quedó uno. Al año siguiente los insectos devoraron la cosecha; al otro lo mismo. Repitiéndose estas pérdidas, fueron consultados algunos naturalistas, y ellos declararon que se debía á la supresion de los gorriones. En efecto, los gorriones, que son granivoros, son muy voraces; pero, en la época de la cría, destru- yen una cantidad enorme de insectos. Suprimido el Gorrion, tomó incremento el desarrollo de los insectos destructores de los granos, y ellos dieron cuenta de las cosechas. Se anuló la ley; volvieron los pajarracos protegidos por los premios ofrecidos á los introduc- tores y al año siguiente se obtuvo una buena cosecha. Ultimamente el Sr. ALBERTO DE SAINT-HiLAIRE, Director del Jardin - Zoológico de aclimatacion del Bosque de Bolonia en Paris, ha orde- nado el exterminio de los gorriones, porque no dejan grano en las faisaneras y otros departamentos de cría. Recuerdo siempre una anécdota que leí hace años en un libro escrito por gentes de buen humor. Un buen cura, cuyo granero estaba repleto de trigo, vió cierto AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 187 dia con disgusto que los gorriones le mermaban su haber de un modo desastroso, y despues de golpearse la frente con la punta del indice tuvo una idea: tomó un leviton viejo, lo armó sobre una escoba, coronó la obra con un sombrero, y, despues de fabricado aquel espantajo en medio del granero, se retiró satisfecho, con la seguridad de que los ladrones no volverían. Algunos dias despues tornó á visitar su trigo. El desastre era indecible, y los gorriones desvergonzados habían llevado su audacia hasta fabricar sus ni- dos en los bolsillos del viejo leviton. Ahora que los conozco, los creo capaces de anidar áun en la ta- baquera del buen cura. Los gorriones son pájaros de mucha resistencia. Véase donde buscan su alimento, en las calles. Menos escrupulosos que el pro- feta Ezequiel, hacen su banquete con lo que el profeta no quería. ; las plumas negras de su garganta les dan un aire de fuertes y bar- budos; pero, en realidad, su verdadera fuerza está en su astucia y viveza. He visto en el jardin al encargado de las aves, el más hábil cazador que conozco, desesperarse con los gorriones. — « Los mix- tos y chingolos caen en la red por cientos » — me decía: — « los go- rri0Nes necquaquam.» | Nuestro clima les conviene admirablemente, y el alimento lo encuentran en abundancia. : Prolíficos en extremo, hacen, á lo menos, dos crías al año, y he visto á un Gorrion, en menos de media hora, cubrir á la hembra catorce veces. Por eso será que los alemanes dicen: «Er ist verliebt wie em Sperling» — (enamorado como un gorrion). Hoy los tenemos por millones; ¿qué sería sien tal número hu- biesen sido importados ? | El Gorrion no es animal de campo abierto; así como los atorran- tes buscan las ciudades, busca él las arboledas, y éstas, en la for- macion fitogeográfica de la Pampa, sólo existen cerca de las habi- ciones humanas. Total: el Gorrion se aclimata fácilmente, y se ha naturalizado ya aquí; encuentra su alimento en cualquier parte; no emigra; es muy resistente y prolífico, y en Hungría se le deben cosechas por él sal- vadas; es animal de arboledas ó de ciudad y nos sirve Ó no nos sirve. Véamos algo más. Un ave granívora es siempre dañina. Pero un ave que, á lo me- nos en cierta época del año, es insectívora, es útil á medias, y digo á medias, porque la mitad, por lo menos, de los insectos que con— 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sume, son útiles, y la otra mitad se compone de especies dañinas, muchas de las cuales sólo dañan á las plantas incómodas, á los yu- yos. De este modo, su utilidad disminuye mucho. Pero es que existen diversos tipos de insectos muy dañinos, que quizá destruye el Gorrion. En Buenos Ayres, los que lo son en mayor grado, son : Los Taladros (Cerambicidos) porque forman galerías en los tron- cos de los árboles. El Gorrion no los ataca. Los Bichos de cesto (Orketicus), jamás los toca. En cambio el Benteveo los consume por centenares. Las Hormigas, como si no existieran para él. La Langosta! — jamás he visto un Gorrion atacar á una sola — y eso que en el último Verano, cuando la invasion, algunos miles de ellas visitaron el jardin. : Hace unos tres años, la cosecha de Lino fué perdida á causa de un desarrollo inaudito de orugas de cierta mariposa de alas anaran- jadas (Colras Lesbra). -Hé ahí el problema ! Pero tales plantaciones, en grande escala, son de campo abierto, y el Gorrion no ama sinó las arboledas y las ciudades. ¿Qué insectos puede atacar? Las Vaquitas de San José (Coccine- lla) que destruyen los Pulgones (Aphas) de las plantas ? Los Crisomélidos, que jamás han hecho daño de importancia en nuestros cultives ? En cambio consumen muchas Arañas tejedoras (Epeiras, Teri- dios, etc.) en cuyas redes caen los Mosquitos y Moscas, incómodos, fastidiosos, á veces desesperantes. Por este lado, por cualquier perspectiva que busque su utilidad . en tal sentido, no la encuentro. Si su canto fuera agradable, si tuviesen una sola nota que per- mitiera, por amor al arte, perdonarles los daños que hacen, esta- ría bien; pero no vale un centavo; lo único que hacen es alborotar - en muchedumbre, y son entónces tan incómodos como las campa- nas cuando uno tiene jaqueca ó necesita reposo y silencio para el trabajo — y en otros casos. ¡ Cuánto más vale el Chingolo con su flautita de la tierruca cuando despide al Sol poniente! Nos amenaza la perspectiva de un ladron de los graneros, una vez que haya tomado toda su confianza con nosotros. Dentro de poco vendrá la época de l. cría. Prometo para entónces inventarios del contenido del estómago de los pichones. AVES LIBRES £N EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 189 Los pichones, he dicho ? Me aseguró cierto dia un francés meri- dional que en su tierra eran considerados como gran golosina. No los he probado. Otros me han asegurado que el Gorrion adulto tiene en la carne un sabor sus generis, y que puede pasar como bocado superior. Guerra, pues, al Gorrion! —á la sarten los pichones |! Abajo los intrusos inútiles é hipócritas, que hacen sus nidos hasta en los faldones del viejo leviton del buen cura ! -Esporofilinos. 38. Corbatita, Gargantilla. Sporophila ornata (Licur.), Cab. Se vé alguno que otro ejemplar en Verano; durante el último anidó en el Jardin. Eringilinos. 39. Misto, Chipiú. Sycalis luteola (SPARRM.) ScL. (S. luterventris) En Verano, cuando maduran las semillas de las Gramíneas, par- ticularmente del Lolvum perenne (y áun en Otoño) vienen al Jardin en grandes bandadas de cientos y áun de miles. 40. Jilguerito, Jilguero amarillo. Sycalis Pelzelni, Sct. Frecuente en el Jardin, donde anida. 41. Jilguero ó Jilguerito de cabeza negra; Cabecila negra. Chrysomitris ieterica (LicHT.) SHARPE. De vez en cuando un ejemplar aislado. Esta especie puede con- siderarse ya desterrada de los alrededores de Buenos Ayres. 490 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Magnrrostros. 42. Pecho rojo (tapadas negras) Trupialis defilippii, Bonar. Especie rara en el Jardin; la he observado, sin embargo, en va- rias Ocasiones. E 43. Pecho rojo (pico corto) Leistes superciliaris, BONaP. Durante el Verano he observado siempre esta especie de hábitos solitarios, posada en alguna ramita aislada, y traicionando su pre=. sencia, á la vista, por el vivo encarnado de su pecho, y, al oido, por su alegre canto. 4. Teil. Agelaius thilius (MoL.) Bonap. Es raro aquí. A principios del último Otoño fueron vistos dos ejemplares, uno de los cuales se obtuvo vivo para la pajarera de su tipo. : 435. Boyerito (negro, cobijas de canela). Xanthornus pyrrhopterus (VIEInLL.) Burm. A veces, á fines de Invierno, en pequeñas bandadas, y áun du- rante la Primavera y el Verano. 46. Tordo negro, Renegrido. Molobrus bonariensis (GMEL.) BONAP. Muy comun, aislado ó en bandadas, durante todo el año. En las ramas de los árboles, en los alambrados ó dentro de los corrales, ó revoloteando en torno de la pajarera de los Magnirostros, donde están sus semejantes. Hallé á fines del año pasado un nido de Chingolo con un huevo de esta especie. AVES LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 191 IV. PALOMAS. 47. Torcacita, Palomita torcaz. Columbula picui (Temm.) Gray. Por todas partes anda este interesante animalito. A veces llega hasta el pié de las jaulas movibles á comer los granos que dejan caer las aves de la coleccion, sin aparentar temor á la gente pró- xima. 48. Paloma casera. Columba Lvyvbia, L. Aunque exótica tambien, como el Gorrion, la incluyo aquí por- que abunda libre, en el nuevo Jardin, donde aún no existen palo- mares, los que permanecen todavía en el viejo. ; V. GALLINACEAS. E 49. Perdiz comun. Nothura maculosa (Temm.) Burn. Algunas veces he observado la Perdiz en el Jardin, antes de dar comienzo á las construcciones desparramadas. Noes probable que vuelva. : Aunque alejada ya de Buenos Ayres, por la persecución de que es objeto, suele verse de tarde en tarde uno que otro ejemplar en sus alrededores, en terrenos privados de árboles. - VI. ZANCUDAS. 50. Terutero. Vanellus cayennensis (GMEL.) Pasa casi siempre. Alguna vez se posan los ejemplares en los charcos que quedan despues de una lluvia, en la parte no traba- jada. 199% - (ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 51. Agachona, Becacina de collar. Rhynch:ea semicollaris (ViEIL.) Un ejemplar se obtuvo últimamente en la playa de un lago. 52. Batitú. Actiturus bartramius (WiLs.) Durante la época de su inmigracion es frecuente ver esta especie en el jardin. 533. Garza blanca, Mirasol. Ardea egretta, GmEL. No es raro algun ejemplar que se detiene en los lagos. 54. Garza blanca (chica), Mirasol, Garceta. Garzetta candidissima (GueL.) BONAP. Lo mismo que la anterior. 59. Bruja. Butorides grisea (BoDD.j Casi todas las tardes pasan por el jardin, y alguna que otra vez bajan á los lagos. 36. Bandurria, Cuervo de la cañada. Falcinellus guarauna (L.)... Frecuente en los charcos. 57. Ibis afeitado (de AZARA) Phimosus infuscatus (Licur.)... En el último Verano se obtuvo un ejemplar en uno de los lagos. pios LIBRES EN EL JARDIN ZOOLÓGICO DE BUENOS AYRES 193 a 58. Espátula, Flamenco espátula. Platalea ajaja, L. En Enero de este año vi un ejemplar de esta especie que vino en distintas ocasiones al jardin. VII. PALMÍPEDAS 59. Gaviota. Larus maculipennis, Licht. Se posa alguna vez en los charcos ó en los lagos. 60. Gaviota Larus cirrhocephalus, VIEILL. Como la anterior. La lista que precede podría ser un poco mas extensa si se hubie- ran incluido algunos patos observados á hora no propicia para el exámen ó reconocimiento de las especies. Mas, como las observaciones se consignan, cada vez que haya alguna novedad se señalará en forma. Entretanto, puede darse esta obra por terminada. Buenos Ayres, Setiembre 22 de 1891. EDuArRDO L. HOLMBERG. ANAL, SOC, CIENT. ARG. T. XXXII 13 DIPTEROLOGÍA ARGENTINA (SYRPHIDAE) POR FÉLIX LYNCH ARRIBÁLZAGA. (Continuacion) (8) S. Mierodon bonariensis, 2. sp. Fuscus, facie pronoto scutelloque aureo-sericeo-prlosis, subtaliter denseque punctulatas. [Pleuris antenms genieculisque picers. Scutello semi-circulari flavido-bispinoso. Alas fusers vittas lon- gitudinalibus duabus, una costali alteraque media abbreviata basique testácers ornatis. Abdomine segmento 2% postice aureo- sericeo-marginato 3% plus diumidio postico aureo-sericeo sed. utrinque pone medium macula obliqua fusca et apicem versus lineola media longitudinala ejusdem coloris in fundo aureo- sericeo signato. — Long. 8 millim. Caput latitudine thoracis, fusco-piceum, facie sat longe, fronte verticeque breviter aureo-sericeo-pilosum, fronte super antenna- rum insertionem verticeque utrinque picels, OCCipite griseo-sericeo- piloso. Oculi nudi piceo-fusci. Antennae fusco-piceae, articulo primo rufescente, ultimo 1? vix breviore griseo-pruinoso. Thoraxw supra fuscus, crebre tenuiterque punctatus, breviter et paulo dense aureo- sericeo-pilosus, utrinque piceus, nitidulus, albo-griseo-villosus. Scutellum semicirculare omnino ut thoracis disco supero punctu— latum et pilosum at postice spinulis duabus flavidis acutis arma- tum. Alae fuscae, basi, costa vittaque media abbreviata longitu- dinali, flavido-testaceis, cellula prima postica extrorsum haud appendiculata sed rotundato-angulata, secunda postica extrorsum inappendiculata et reliquo ut prima, nervulo spurio subnullo. Halteres flavi. Pedes fusci griseo-sericeo-villosi, geniculis piceo- DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 195 testaceis. Abdomen superne fuscum, segmento 2” posterius aureo— sericeo-fimbriato, 3% plus dimidio postico aureo-sericeo-vestito at in fundo aureo-villoso, utrinque macula obliqua et lineola me- dia longitudinali fuscis signato, inferne piceun. Hab. observ.: Prov. Buenos Ayres, Baradero. Hace algunos años cacé en el Baradero, cerca del Paraná de las Palmas, un ejemplar (P) de este Microdon y despues no he visto otro. Por sus caracteres de grupo se asemeja al M. anthinus, MEr- GEN; pero lodo lo que en éste es gris ó ceniciento, en el mio es do- rado, sus alas no son uniformemente parduzcas y el tinte general del cuerpo es pardo terroso. Su aspecto es el de una pequeña abeja Ó aún mejor el de un Vxybelus (Crabronidae). Las nerva- duras de las alas son muy parecidas á las de M. tristis, Lorw. pero más á las de las del M. fuscrpennis, Macquarr, pues el nérvulo auxiliar, muy aparente en el M. trastis, falta Ó es poco visible en los Microdon fuscipennis y bonartensis, pero si sus nervaduras lo acer- can al M. fuscipennas, difiere notablemente de él por la forma del - escudete, de los tarsos posteriores y de las antenas. ll. Holmbergia, nov. gen. Caput transversum, thorace vix lalius, postice anticeque con- vexiusculum, fronte ad antennarum insertionem leviter produ- eta, facie leviter lumidula haud callosa dense sericeo-villosa, fere ut in Microdonte, epistoma medio leviter impressum apice pa- rum emarginatum. Proboscis brevis, subrecondita, carnosa. Ocu- lí nudi, ovati, frontem versus bene disjuncti, margine frontali intus oblique truncatulo. Ocelli 3 in verticis tuberculo minuto parum elevato siti. Antennae capite plus duplo longiores, basi subapproximatae, articulo primo elongato, cylindrico, nudo, se- quentibus duobus simul sumptis prope sesqui breviore, secundo tertioque arcte connexis clayvam elongatam, oblongam, extrorsum divergentem, formantibus, clava articulo primo sesqui longiore, pruinosa, apice acuminata, utrinque subcompressa, articulo se- cundo minuto obconico, 3? elongato, basi rectiusculo et seta basali nuda aucto, apice acutiusculo. Thorazx breviter ovatus, antice po- 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sliceque truncatus, modice convexus, angulis rotundalis, posticis obsolete oblique truncatis. Scutellum breve subsemicirculare. Alae parallelae, lanceolatae, abdomine paulo breviores, cellu- lis marginali et submarginali apertis, vena submarginali vix sinuosa, subrecta, cellula basali prima secunda paulo longiore, cellula prima postica tertium basalem haud superante, cellula prima postica extus ad angulum posticum late rotundata et in- tus medium versus breviter oblique appendiculata, cellulae dis- coidalis angulo postico rotundato, vena spurea s. auxiliari sat conspicua cellulam discoidalem longitudine ejusdem haud exce- dente. Pedes sat breves, postici longiores, crassiusculi. mutici, tenuiter pubescentes, tarsi antici in femina dilatati, femora postica leviter incrassata, t2br0W posticae modice subclavatae el arcuatae, tarsi postici articulo primo crassiusculo sequentibus conjunctis fere aequelongo, reliquis sensim decrescentibus obtriangulari- bus; pulvilli omnes sat magni; ungues breves, simplices. Abdo- men basi subdeppressum, late rotundato-dilatatum, medio forti- ter coarctatum, deinde clavatum, articulo primo breve, satlato, se- micirculare, cum secundo arcte connexo e sulculo arcuato fortiter- impresso a secundo separalo videtur; secundo cordiformi, ma- gno, amplo, antice profunde emarginato, utrinque rotundato, po- stice tubuloso, tertio scutato, convexo, fortiter clavato, antice breviter tubuloso, postice rotundato, reliquis parum conspicuis sub tertio a supra visis perconditis, Al primer golpe de vista parece un Trapoxylon (Hymenoptera Crabronidae) por el conjunto de sus caracteres engañosos, pero con la base del abdómen muy ensanchada. Es próximo de los Ma- aogyaster de Macouarr, pero el abdómen no es pedunculado desde la base, sinó fuertemente estrangulado en el medio, las nervadu- ras parecen algo diferentes y la clave antenaria es más larga. Por la forma del abdómen se acerca á Senogaster (Macor. Dipt. exot. IL, 2, 72, 1842) del que desde luego se distingue por caracteres - de grupo tan decisivos como los de las alas y antenas, y por sus muslos posteriores sin dientes ni espinas. De los Salpindogaster (Schin., Novara Exp., IT, 344, 1868) se aparta no sólo por sus ante- nas, sinó tambien por las nervaduras, parecidas á las de Eristalis en Salpindogaster, y casi iguales á Microdon en mi género. Tiene DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 197 algunas relaciones con Ubristes (WaLk. Dipt. Saund., IL, 217, 1856), pero sólo se reducen á las antenas y á las alas, pues el abdómen es diverso. El lugar sistemático que el género Holmbergía debe ocupar, pa- rece ser al fin de la série de los satélites de Microdon. Este género singular, que hasta hoy no cuenta sinó con un solo representante en nuestra Fauna, dedícolo á mi ilustrado colega y amigo el Dr. Epuarvo L. HoLmseErRG, al que soy deudor de considerable material para este y otros trabajos y tambien de valiosas observaciones per- sonales recogidas en sus expediciones á diversos puntos de la Re- pública, siendo seguro que si me hubiera faltado su eficacísimo concurso, los estudios dipterológicos que hoy publico estarían le- jos de tener el relativo interés que por ahora pueden merecer. Siendo los Merodon parásitos de los Formicidae, no sería extraño que este género lo fuese de otros Himenópteros y singularmente de los Tripoxylon con los que tienen tan notable parecido, pues á favor de su disfraz pueden impunemente deponer sus huevos en los nidos de dichos Crabromdae, ya que, como se tiene observado, los parásitos se asemejan en su facies externa á sus víctimas. (9) 4. Holmbergia Guntherii, n. sp. Mgro-fusca, opaca, subtiliter crebreque punctata, lenuiter albi- do-sericeo-villosa. Antennae articulo primo nitidulo, basi rufo-piceo, apice nigro-piceo, reliquis duobus nigro-fuscis, Opacis, griseo-prul- nosis, chaeta nigra. Alae hyalinae, iridescentes, dimidio antico longitrorsum fusco, cellula basali secunda disco vix infuscata at -Obscurius fuscano-limbata. Pedes antic1 et medii castanel s. fu— scano-ferruginel, tarsi autem fusco-picer ubique albido-sericeo-vi- llosi, femora postica picea basi apiceque ferruginea, tibiae posticae basi late diluteque flavidae apice fusco-piceae, tarsí postici fusci infrá flavido-rufesco-tomentosi. Abdomen suprá nigro-fuscum, den- sius (praesertim ad apicem) flavido-sericeo-villosum, segmento tertic basi antrorsum tubulosa utrinque obsolete ferruginea, se- gmentis apicalibus obtectis ventreque piceis. — Long. 12 millim. Hab. observ.: Resp. Argentina prope Buenos Ayres, (G. GúN- THER). Hace algunos años que, en los alrededores de Buenos Ayres, descubrió esta especie el Sr. GuiLLER“MO GúntuEr, laborioso y pa- 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ciente coleccionista á quien la Entomología es deudora de no esca- sos cuanto interesantes hallazgos ; el ejemplar por él obtenido lo regaló á mi hermano, de cuya coleccion pasó á la mia. Parece raro, pues aquí no he visto otro fuera del cazado por el Sr. GúNTHER. Tribus ll. PSARINI. Antenas distintamente más largas que la cabeza, derechas ó poco divergentes en el ápice, avanzadas horizontalmente y en casi todos con los dos primeros artejos reunidos tan largos como el tercero y este último que sólo excepcionalmente es mucho más largo que los dos basales juntos provisto en el dorso y cerca de la base de una cerda desnuda; con frecuencia el segundo artejo es de mucha ma= - yor longitud que el primero y el último, otras veces todos los arlejos son casi iguales entre sí y rara vez e! primero es tan alargado como en los Microdontini. Las alas tienen las celdas marginal y submar- ginal abiertas en el ápice, la primera celda posterior no pediforme ni dividida en dos por un nérvulo transversal, el cual no existe ni aún como rudimento, es aguda en el extremo y las más veces apendi- culada en el ángulo posterior. La nervadura submarginal más 6 menos ondulada en casi todos, es recta en algunos. El escudete es semi-circular y sin espinas. Las patas medianamente gruesecitas y cortas son casi siempre múticas, rara vez los muslos son denta- dos. El abdómen oblongo á veces casi paralelo y por excepcion cortísimo, consta de 5 á 6 segmentos, y en el reposo se arquea un poco hácia abajo. Y, á mayor abundamiento, la cara, casi plana ó poco excavada y pubescente, carece casi siempre de callos y tubér- culos, pero en algunos casos es carenada á lo largo. Este grupo comprende gran parte de los Chrysotowitae de BLANCHARD, casi lo= dos los Chrlosina de WiLListoN y los Psaridae de Bicor con excepcion de los de la estirpe de Microdon que él incluye en su grupo y el agregado del género Lepidomyia que Bicor anexa á sus Helophili- dae. Sólo dos géneros de esta tribu figuran hasta ahora en nuestra Fauna. > 1. Antennae articulo primo elongato, eylindrico, sequentibus duobus simul sumptis fere longiore. Femora postica mutica. Abdomen elongatum, angustum. -— ARGENTINOMYI1A. — Antennae articulo ultimo praecedentibus duobus simul sum- ptis duplo longiore. Femora postica subtus spinulosa. Abdomen breve, latum. LEPIDOMYIA. DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 499 [II. Argentinomyia, nov. genus. Corpus angustum, elongatum, caput thorace paulo latius, pe- des breves, antennae porrectae elongatae, alae fere omnino ut Pipizae. Caput thorace paulo latius, subhemisphaericum, postice pone oculos leviter tumidulum, medio supero vix emarginatum, antice leviter convexum, facie longitrorsum parum obtuse carinu- lata a latere visa subperpendiculare, infrá leviter tumidula vel rotundata, fronte verticeque latis modice convexiusculis, antice el postice ampliatis. Oculi sat magni, nudi. Ocella 3 medio frontis sii. Antennae porrectae, capite longiores, articulo primo elon- gato, eylindrico, breviter pubescente, sequentibus duovbus con- junctis fere longiore, secundo obeonico, minuto, tertio oblongo praecedente quasi triplo longiore, basi seta dorsali nuda crassiu- scula instructo. Thorax suboblongus basi apiceque truncatus, modice convexus. Scutellum subtriangulare apice rotundatum. Alae parallelae, lanceolatae, tenuissime villosae, cellulis margi- nali el submarginali late apertis, vena submarginali recta, vena spurea sat conspicua, nervulo transverso medio prope cellu- lae d:scoidalis basin sito, cellula prima postica extus parum si- nuosa. Pedes breviusculi, pubescentes, mutici, normales. Caly- ptra minuta. Halteres detecti. Abdomen thorace duplo fere longius, angustum, oblongum; basi thorace paulo angustius, apicem ver- sus modice infrorsum arcuatum, 3-annulatum, depressum. Se parece, por las antenas, á Chrysotoxum, pero el segundo ar- tículo es muy corto y la nervadura submarginal es recta; algo se acerca á Psarus y Paragus, mas el primer artejo es notablemente alargado, casi como en Microdon, pero este carácter es el único que tiene de comun con el último género. El porte del cuerpo es de - Paragus y las alas casi como Papiza, pero diverso por sus antenas. (10) 41. Argentinomyia testaceipes, n. sp. Nigro-aenea, tenuiter albido-pubescens : antenmis nigro-fuscis basi testaceis ; alis hyalinis, nervuris antertoribus basin versus rufo- 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA testacers, cellula subcostali ad apicem flavida; pedibus flavo-te- staceis. — Long. 7 millim. Caput nigro-cyaneum, nitidum, tenuiler albido-villosum, facie parce albo-pubescente, carina media nigra, nitida. Antennae Ca- pite vix perspicue longiores, rectae, nigro-fuscae, articulis duobus primis testaceo-piceis, articulo primo 2” plus duplo longiore. Ocu- lí fusci, nudi videtur, haud distincte pilosuli. Thoras nigro-aeneus obsoletissime punctulatus, nitidus, tenuiter albo-griseo-pilosulus; scutellum ante apicem leviter transversim arcuatimque impressum, Alae hyalinae, iridescentes, subtilissime villosulae, radice nervu- risque basin versus lestaceis, cellula subcostali apice flavida, opaca. Halteres dilute testacei. Pedes flavo-testacei, subtiliter flavido=pi- losuli. Abdomen suprá nigrum, nitidum, tenuissime parceque albi- do-villosum, infrá obscure piceum, segmentis anterioribus postice dilutioribus. Hab. observ. : Prov. Buenos Ayres 1m Chacabuco. A primera vista parece un Paragus, género del que difiere por sus ojos sin fajas de vello al través, y sus antenas, cuyo primer at- tículo es alargado y cilíndrico como en los Microdon. Un solo ejemplar $ es el único que he visto y cazado sobre las Gramíneas en el Partido de Chacabuco. — IV. Lepidomyia, Lorw. Lepidomyia, Low (non Bicor), Dipt. Am. septentr. indigena, Centuria V, in Berl. entom. Zeit.. VIII, 69 nota (1864). — Bicor, Ann. Soc. entom. France, 239 (1883). — V. per WurLr, Tijds. voor Entom., XXXI, 374 (1888). : : Lepidostola, Mick, Wien. entom. Zeitg., 278 (1836). Lepromyia, WiLLisToN, Synopsis North Am. Dipt., 31 (1886). — Mick, Wie- ner entom. Zeitg., 264 (1887). «Corpus breviusculum etlatiusculum, nudum, squamulis minu- tis adspersum. Facies in medio tuberculata. Antennae (longitu- dine) faciei acquales, articulo tertio (elongato ovaloide) duobus praecedentibus simul sumtis duplo longiori aequali seta basal tenuissima nuda. Femora omnia valde incrassata et infrá (bise- DIPTEROLOGÍA ARGENTINA 201 riatim) spinosa, tibiae posticae (subclavatae et leviter arcuatae) et tarso crassi. Cellula alarum marginalis aperta, venula trans- versa media subnormalis, margo apicalis cellulae posterioris primae in medio sinuatus, angulo postico rotundato, antico acuto et prope ad marginem alae ducto.» (Abdomen breve, latum). (Lor w). En los términos que preceden, caracteriza Lorw este curioso gé- nero, á cuya descripcion he agregado algunos detalles que figuran entre paréntesis. El tipo del género es la L. ralopus, Low, 1n- sectillo de Cuba, negro, con pocas escamillas blanquecinas sem- bradas por el cuerpo, alas manchadas de negro, y patas con tibias y tarsos blancos. El nombre de Lepadomyra4 fué usado por BicotT en 1857 para designar una sección de las Hemerodromy1a (Empi- dae) desprovistas de célula discoidal en las alas, pero esta deno- minación ha quedado sin valor alguno, hasta el punto de que el mismo autor así- lo ha reconocido, adoptando (V. op. cit.,l. c.), para los Syrphidae el homónimo de su antigua division del género Hemerodromyía, de manera que Loew ha podido utilizar de nue- vo el calificativo de Lepidomy¿ia para sus Syrphaidae, como de un nombre nulo ó caido en desuso. No obstante Micx en 1886, fundado en razones de prioridad ó eufonía cambia este nombre en Leprdostola, casi al propio tiempo que WiLLisrox hace lo mismo, llamando Lepromyta á los Lepido- myia de Low y posteriormente Mick, en 1887, subordina sus Lep1- dostola á las Lepromyva de WiLLisroN. En este punto, soy de la opinion del concienzudo Dr. Berrkau (Wiegmann's Archiv, 95, 1888) y pienso, como él, que el nombre genérico dado por Low no necesita ser corregido, y aún más, pienso que tales cambios, más serán perjudiciales que provechosos para los progresos de la Ento- mología. No conozco aún éste género, el cual tiene un represen- tante en nuestro país, la L. ortalina V. ber WuLr, sinó es por las descripciones y figuras que de él se han publicado. (11) 4. Lepidomyia ortalina, VAN DER WuLr. Lepidomyia ortalina, V. D. WuLr, Tijds. voor Entom., XXXI, 374, 14, pl. 10, fig. 2-5 (1888)... Nigra nítida, thorace postice flavo-squamulato, alis flavido-fu- 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA secano tinctis, apice obscurioribus nubecula fuscana subcostala si- gnatis. Antennis, femoribus posticis basa, anterioribus basi apr- ceque, rufis. — Long. 5 millam. Hab. observ. Resp. Argentina 2n Cordova (V. D. WuLr). Compárala Van Der WuLr con la L. calopus Lorw, haciendo no- tar la carencia de la nervadura espúrea que ordinariamente reco- rre en los Sirfidos la primera célula basal y parte de la primera posterior. Tribus II. BACCHINI. Antenas cortas medianamente inclinadas hácia abajo, con los dos primeros artejos juntos más cortos que el tercero y este último oval, comprimido lateralmente y con una cerda dorso-basal des- nuda. Alas con el nérvulo medio transversal situado antes del medio de la célula discoidal, célula marginal abierta en el ápice, submarginal pediforme ó nó. Patas delgadas, cortas y múticas en muchos, pero á veces con muslos dentados. Escudete inerme, re- dondeado. Abdómen largamente pediculado. Este grupo corres- ponde casi por completo al de los Bacchidae de Bricor, con excepcion de los Ocyptamus, 4. Alae ceJlula submarginalis fortiter pediformis. Femora po- stica breviter spinulosa. SALPINDOGASTER. — Alae cellula submarginalis haud pediformis. Femora postica mutica. BACCHA + (Continuard). DETERMINACIÓN DE LA LATITUD DE UN LUGAR Y DEL AZIMUT DE UNA LÍNEA SIN USAR MAS INSTRUMENTO QUE UN CÍRCULO AZIMUTAL En el curso litografiado de Astronomía y Geodesia de la Escuela Politécnica de Francia, correspondiente al año escolar 1865-1866, se lee lo siguiente, en la página 299: «... M. Babinet ha pro puesto emplear los azimutes de dos estrellas que se encuentren próximamente al mismo tiempo en su digresion, una al Este y otra al Oeste del Meridiano. « Llamando entónces A y A” los dos azimutes, se podrá observar AHF A'; pero se tiene, siendo 3 y 3” las distancias polares de las estrellas, y % la colatitud del lugar, sen3=sen1senA', sen23' =senAsenA!', y por lo tanto, de donde a JE LS SS ena 4) 276 300 APA) ION 07| 07 + « De aquí se saca A— A” y por consiguiente, A y A”, y des- PUES Es en este principio que se funda el método que el año próximo pasado he comunicado á la Sociedad Cientifica Argentina, y que vió la luz pública bajo el mismo título que este artículo, en la entre- ga de los Anales correspondiente al mes de Julio de ese año, y como hasta hoy ignoraba que el método por mi indicado fuera ya cono- cido, me apresuro en hacer constar este hecho, á fin de que no se me achaque el haber querido atribuirme la prioridad de un método de que no tenía conocimiento. San Juan, Setiembre 16 de 1891. JosÉ S. CORTI, Ingeniero Civil. MISCELÁNEA Ventilacion de las galerías en el ferro-carril Trasan- dino. — Una aplicacion bella y útil de la teoría física del movimiento de los fluidos aeriformes, es la efectuada por el Ingeniero Candellero, para resolver una árdua cuestion presentada por la Sociedad Clark y (*, de Londres, constructora del ferro-carril de Buenos Aires á Valparaiso. Esta línea importantísima, pondrá en comunicacion la República Argentina con Chile, atravesando la cordillera de los Andes: numerosas galerías, actualmente en vías de perforacion, harán altamente interesante esta línea, que unirá en la América del Sud, las costas del Atlántico con las del Pacífico. La Sociedad constructora, preocupada de la aereacion de estas galerías, y €s- pecialmente de una de ellas que es bastante larga y de fuerte pendiente, la cual debe vencerse con el sistema Ab(, preguntó á sus dos ingenieros-gefes, sobre el sistema más oportuno que debía adoptarse á fin de asegurar un régimen de ven-- tilacion suficiente en el interior de la galería. Habiendo sido contradictorios los pareceres, la Sociedad recurrió al Ingeniero Candellero, ya favorablemente conocido, por su memoria sobre la ventilacion de las grandes galerías, presentada al Congreso ferro-carrilero que tuvo lugar en París durante la última exposicion universal, y éste emitió el parecer de que se debía adoptar la ventilacion artificial, por lo menos en ciertos momentos, exclu- yendo absolutamente de que pudiese bastar la ventilacion natural, como opinaba uno de los ingenieros directores de la línea. Para pasar de la vertiente chilena á la vertiente argentina, hay que atrayesar dos galerías que se suceden inmediatamente una á la otra: la de Calavera de una longitud de 3750 metros con un desnivel entre sus frentes de 300 metros y pendiente de 80 por mil; y la de Cumbre de 5065 metros con pendiente de 80 por mil para 1880 metros y 2,66 por mil para 3235 metros y con un desnivel entre sus frentes de 138 metros. Esta galería á una altitud de más de 3000 me- tros, hizo nacer la preocupacion ya justificada, de si sería prudente entregarla al servicio, sin haberla provisto de un sistema eficaz de ventilacion. Seguramente el estado relativo de la atmósfera en los dos frentes, y la diferencia de nivel entre sus estremidades, son factores esenciales para la produccion de una corriente de aire en la galería, tanto más cuánto que á estos factores, se une una diferencia sensible entre la temperatura media externa y la temperatura media interna de la galería, diferencia que es lícito suponer que se fijará al rededor de los 14% cen= ligrados hacía el centro de la galería Cumbre, cuando. se haya establecido el / / MISCELÁNEA 205 equilibrio térmico en las rocas perforadas, puestas en contacto con el aire de la galería. Pero la práctica de la ejecucion de las galerías más importantes, enseña que la “ventilacion es efecto principalmente de las perturbaciones barométricas de la atmósfera exterior. : Ahora, ¿es prudente tener confianza en esta causa, no regulada aún por leyes bien conocidas y que pudiera hacer la ventilacion en las largas galerías, ó exce= sivamente activa, ó extremadamente débil, 6 en fin, en ciertas cirennstancias, anularse completamente ? El Ingeniero Candellero recurre al análisis, á fin de tener los elementos nece- sarios para corregir con una ventilacion artificial los efectos de la instabilidad de las corrientes naturales. Considera una galería como un tubo de seccion cons- tante abierto en las extremidades y sumerjido en la atmósfera. El fluido interno es supuesto entónces bajo la accion del peso propio, de la diferencia de presion en los extremos, y de la diferencia entre la temperatura media en el interior del tubo y la del ambiente externo. La cuestion simplificada así, sin descuidar los elementos importantes que la constituyen, se presta fácilmente al estudio analítico. Aplicando el principio conocido sobre la equivalencia entre el trabajo y la fuerza viva, se encuentra que la velocidad de régimen del aire en el interior de la galería tendrá siempre un valor real positivo, negativo ó nulo. Ahora. es me--: nester estudiar el modo de evitar que este valor sea próximo, positiva Ó negati- vamente de cero, ó que sea igual á cero. El cálculo demuestra que, aún en el caso que el régimen térmico sea el más favorable para la ventilacion “natural, puede la corriente de aire de la galería, anularse (1), y en esta eventualidad es indispensable proveer á las condiciones de respirabilidad adoptando una ventilacion artificial, especialmente en el caso que el tráfico de la línea sea muy grande. El autor calenla la cantidad de combustible que se debe quemar en un solo dia, - dada la naturaleza del tráfico, como asi mismo el volúmen de los productos de la combustion y la cantidad de aire que se debe introducir en la galeria para hacer inócuo á la respiracion el ácido carbónico desarrollado. - Conociendo el volúmen de aire á introducirse y la seccion de la galería, queda determinada la velocidad de la corriente, la cual no debe nunca des- cender de 2 metros, en las horas de mayor tráfico, si se quiere obtener una ventilacion eficaz. Tal velocidad no puede ser en ningun caso dada por la simple diferencia de temperaturas entre el ambiente interior de la galería y el aire esterior; y como no siempre se puede contar con la accion del desequilibrio barométrico ó sea con la diferencia de presion en las dos extremidades de la galería, la única capaz de: producir una ventilacion suficiente, nace la necesidad de adoptar un sistema de ventilacion artificial. (1) De las observaciones hechas en la Administracion del tunel del Gottardo durante 6 años, sobre la presion y la temperatura en diversos puntos de la galería, resulta que ni un solo dia ha habido ausencia absoluta de corriente de aire. Esto contradice aparente- mente la teoría, porque en la práctica una corriente debilísima, equivale á la ausencia absoluta de corriente. 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Donde las circunstancias lo hagan posible parece que.el autor se inclina á adoptar un sistema consistente en la implantacion de un gran ventilador aspi- rante ; pero, con el mismo objeto han sido sujeridos varios sistemas, algunos de los cuales han sido experimentados en líneas importantes. e En Setiembre de 1889, fué propuesto al Congreso de Ingenieros que tuvo lugar en Paris, la siguiente cuestion: « Condiciones para una buena ventilacion na- tural. — Ventilacion artificial. — (Medios de obtenerla : gastos que origina). — Ventilacion completa de las galerías. — Ventilacion completa de las cámaras de seguridad y de los nichos. — Aparatos móviles para proveer de aire á los viaje- ros y al personal de vigilancia de las galerías.» : El trabajo del Ingeniero Candellero, que cosechó el aplauso unánime de los congresistas, no fué el único que trató sobre la importante cuestion. Se pro- puso construir un camino en la extremidad más alta de la galería, en el interior del cual se debía encender un hogar para activar el tiraje del aire viciado; este sistema debía funcionar procediendo á la clausura del frente de la galería próxi- mo al camino de llamada. Este sistema no es práctico, puesto que se necesita escluir absolutamente todo lo que signifique interrupción, aunque sea tempora= ria de la continuidad de la línea, E Es más racional y más práctico el s'stema que consisie en abrir un conducto paralelo á la galería, en la extremidad del cual un ventilador produce la aspira- cion: varias bocas ponen en comunicacion el conducto con la galería. Este es el. sistema adoptado para la galería abierta bajo el Severn en Bristol y bajo el Mer- sey en Liverpool. Se ha propuesto establecer una ventilacion mandando el aire por medio de tu- bos fijados en el interior de la galería. Este sistema tiene el defecto de no poder dar sino un volúmen limitado de aire, sea por lá pequeña seccion del tubo, sea por la inevitable pérdida de fuerza viva, cuando se trata del movimiento que tiene lugar en tubos de seccion pequeña. La única ventaja es la de poder crear espe- cies de oasis de aire puro; lugares de seguridad en que el personal del servicio puede refugiarse en un momento de necesidad. Sobre la línea Paris-Lyon-Mediterráneo, se había adoptado un aparato mó- vil, inventado por el señor Galibert, compuesto de recipientes de aire puro, colocados sobre la máquina : pero este medio parece que no obtuvo resultado, pues los maquinistas y foguistas lo encontraban sumamente incómodo. En la galería de la línea de Alais á la Bastide, los trenes son siempre remolcados en doble traccion con una máquina en cada una de las estre- midades. La máquina de cola es dispuesta con el tender adelante de modo que el maquinista es preservado de la accion de los productos de la combustion. El problema de la ventilacion de las galerías, en verdad no nuevo pero lleno de dificultades, ha hecho un notable camino hácia su solucion gracias á los es- tudios del Ingeniero Candellero, pero creemos con los Ingenieros Nordmann y Colomb directores de los caminos de hierro de la Suiza occidental y del Sempio- ne, que es menester adoptar la máxima de que en los trazados de las galerías es necesario evitar las fuertes pendientes, las cuales exijiendo un gran esfuerzo de traccion son causa del desarrollo de un gran volúmen de gas irrespirable. (De los Amnali della Societá degli Ingegneri e degli architetti italianas). LUIS A. VIGLIONE La Sociedad Científica Argentina acaba de experimentar una sensible pérdida. El ingeniero Luis A. Viglione, antiguo presidente de la misma falleció el 5 de Setiembre último. Dotado el ingeniero Viglione de las más delicadas cualidades del espíritu y del sentimiento, poseido del más noble entusiasmo por el bien y la verdad, ha dedi- cado todas sus fuerzas, durante su corta y fecunda vida, al progresointelectual del pals. Nacido en la República Oriental del Uruguay, y patriota de corazón, ha actuado principalmente en esta tierra hermana, su segunda patria. La figura de Viglione como catedrático en la Facultad de Ciencias Físico-Mate- máticas, deja simpáticos recuerdos en los que fueron sus alumnos, en quienes siempre procuró suscitar y estimular el amor profundo y desinteresado que expe- rimentaba por la ciencia. Elevado á la presidencia de la Sociedad Científica Argentina, cuyo engrandeci- miento ha sido una de sus más constantes preocupaciones, desarrolló en esté elevado cargo todas las condiciones de laboriosidad y empeño que lo caracteriza— ban, impulsando de una manera decidida y enérgica el progreso de la Institu—- cion. Deja varias obras científicas y literarias, cuya lista incompleta es la siguiente : Lecciones de Geometría Analítica d dos y tres dimensiones, profesadas en la Facultad de Matemáticas de Buenos Aires. Estudio sobre los Tramways en la ciudad da Buenos Atres. Las tasaciones de Inmuebles. El Mercado Modelo de Buenos Atres. El Proyecto « Lavalleja ». Cartas de Nápoles, Alejandría y Cairo de Egipto. Escribió además numerosos artículos y discursos. En el ejercicio de su profesion construyó importantes edificios públicos y priva- dos tanto en la Plata como en esta Capital, ocupándose tambien de otras obras de interés general. La Sociedad Científica, cumpliendo un deber para con el hombre que tanto se había afanado por ella acompañó en corporacion sus restos, que fueron conduci- dos á pulso hasta el cementerio del Norte. En el acto de la inhumacion, nuestro distinguido consócio, el doctor Cárlos M. Morales, pronunció, con voz conmovida, las más sentidas y justicieras palabras, enalteciendo los méritos que adornaban al malogrado ingeniero Viglione. Luego hizo uso de la palabra el señor Dario del Pino, á nombre del Club Orien- tal, del cual formaba parte el extinto, La Sociedad Científica Argentina honrará siempre la memoría de su ex-Presi- dente é incansable obrero. con lo que tambien se honrará á sí misma. Sia, MOVIMIENTO SOCIAL Han sido donadas para la Sociedad, las siguientes acciones de las emitidas para la ereccion del edificio social : Ingeniero Juan Pirovano, 9 acciones. Sr. Ramon Paz, 10 acciones. Dr. Juan J. J. Kyle, 20 acciones. E Han sido aceptados como sócios activos los señores: Victoriano Diaz, Ernesto E. Padilla, Enrique Rostagno, Evaristo Etchecopar y Juan Betbeze. Se ha establecido cange con El Progreso matemático de Zaragoza. Se han recibido en calidad de donacion para la Biblioteca las siguientes publi- caciones : Estudio sobre la Taquimetria, por Eduardo Aguirre. Constitucion Geológica de la Provincia de Buenos Átres, por el misrio autor. Se ha resuelto que á partir del 1? de Octubre próximo, permanezca abierto el local de la Sociedad de 7 y media á 11 y media p. m., y se cierre durante el dia. Como se había anunciado, el 7 de Setiembre tuvo lugar la interesante confe— rencia del Dr. Federico G. A. Haft, sobre El Sistema musical de 53 Gradas, sien= do muy aplaudido al terminar la disertacion. El Gobierno Nacional ha prestado su aprobacion á la modificacion introducida en el artículo 10 del Reglamento. El 4 de Octubre próximo, efectuará la Sociedad una visita al Museo y al Obser- vatorio de la ciudad de la Plata, á cuyo'efecto se dispondrá de dos coches del F.-C. á la Ensenada, cedidos gratuita y galantemente por la Empresa. Se ha resuelto uniformar el precio de los Anales á contar del mes de Octubre, debiendo valer en adelante $ 1.50 m4, en la Capital é igualmente para el interior - y exteriorincluso el porte, no admitiéndose suscricion por trimestre ó semestre, pero sí por año que costará 12 ¿ m4. Se ha resuelto igualmente suspender el envío de los Anales y demás publica ciones y no prestar libros de la Biblioteca á los sócios que dejen de satisfacer sus cuotas durante tres meses. A Se han declarado cesantes 31 sócios por hallarse comprendidos en el artículo del Reglamento. LISTA DE LOS SOCIOS HONORARIOS Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr.R, A. Philippi.—Dr. Guillermo Rawson+ Dr. Cárlos Berg. CORRESPONSALES Arteaga Rodolfo de.. Ave=-Lallemant, German Brackebusch, Luis. Carvalho, José Cárlos de Albarracín, Cárlos. Ameghino, Florentino, Antonini, Santiago. Arroyo, Rufino. Aivarez, Teodoro. Battilana, Máximo. Berretta, Sebastian. Beuf, Francisco. Calvo, Edelmiro. Cerdeña, Fernando. Colombres, Justo V. Delgado, Agustin. Diaz, Adriano. - Aberg, Enrique. - Acuña, Demetrio G. Agote, Gárlos. Aguirre, Eduardo. Aguirre, Pedro. Agrelo, Emilio C. Albert, Francisco. Albertolli, Giocondo. Aldao, Cárlos A. Almada Luis E. Alrich, Francisco. Alsina, Augusto. Amespil, Lorenzo. Amoretti, Félix. Anasagasti, Federico. Anasagasti, lreneo. Andrieux, Julio. Arata, Pedro N. Arjas, Bonifacio N. Arigós, Máximo. Arnaldi, Juan B. Arteaga, Alberto de Aubone, Cárlos. Avenatti, Bruno. Avila, Delfin. Ayerza, Rómulo. Badell, Federico Y. Bacciarini, Euranio. Bahia, Manuel B. Bancalari, Enrique. Bancalari, Juan. Balbin, Valentin. Barabino, Santiago E. Barberan, Abelardo. Barra, Cárlos de la. Barzi, Federico, Montevideo. Mendoza. Cordoba. Rio Janeiro. Netto, Ladislao.... Paterno, Manuel........ dodo Reid, Walter F...... Stróbel, Pellegrino Moncalieri (Italia) Lisboa. LA PLATA Diaz, Ernesto. Dillon, Alberto. Gianelli, José P. Glade, Cárlos. Guastavino, Ramon. Guido Lavalle, R. Lagos, José A. Landois, Emilio. Lanusse, Juan José. Maqueda, Joaquin. Martinez, Roberto. Maso, Juan. Meyer, Ernesto. Monteverde, Luis. Moreno, Francisco P. Palacio, Osvaldo. Pando, Pedro J. Pascalli, Justo. Perdomo, Eduardo. Perdomo, Domingo. Pita, José. Preiswerty, Lucas. Ramorino, Florentino Renon, Domingo. Rivera, Juan B. CAPITAL Basarte, Rómulo E. Bastianini, Egidio. Battilana Pedro. Baudrix, Manvel C. Bazan, Pedro. Becker, Eduardo. Belgrano, Joaquin M. Benavidez, Roque EF. Benoit, Pedro. Bergallo, Arsenio, Bernardo, Daniel R. Betbeze, Juan. Biraben, Federico. Blanco, Ramon € Blot, Pablo. Brian, Santiago Bosque y Reyes, F. Booth, Luis A. Bugni Félix. Bunge, Cárlos - Burgos, Juan M. Burmeister, Carlos. Buschiazzo, Cárlos. ¿le Caride, Estéban $. Carmona, Enrique. Carreras José M. de las Cartavio, Angel R. Carvalho, Antonio J. Casal Carranza, Alberto Casal Carranza, Roque. Castellanos, Cárlos T. Castex, Eduardo. Castro, Ramon B. Castro, Vicente. Castelhun, Ernesto. Cejas, Agustin. Cerri, César. Chanourdie, Enrique. Chapeaurouge, C. de. Chueca, Tomás A. Claypole, Alejandro G. Clérici, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cobos, Norberto. Cominges, Juan de. Coronell, J. M. Buschiazzo, Francisco, Goronel, Policarpo. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, José M. Cagnoni, Juan M. Campo, Cristobal del Campo, Leopoldo del Canale, Julio. Candiani, Emilio. Candioti, MarcialR. de Cano, Roberto. Carbone, Augustin P. bo Correas, Waldino. Correas, Alberto. Corti, José $S. Costas, Rodolfo. Courtois, U. Cremona, Andrés Y. Cremona, Victor. Crohare, Pablo J. Cuadros, Carlos S, * Darquier, Juan A. ,. Dawney, Carlos. Dellepiane, Juan. mb Rio Janeiro. Palermo (1t.). Lóndres. Parma (Ital.). Romerc, Julian. Sal, Benjamin. Seguí, Francisco. - Sienra y Carranza, L. Spegazzini, Cárlos. Spotti, César. Tapia, Francisco. Tapia, Pastor. Trachia, Adolfo. Villamonte, Isaac. Weigel, Emilio C Dellepiane, Luis J. Diana, Pablo. Diaz, Abel. Diaz, Adolfo M. Diaz, Victorino. Dillon, Alejandro. Dillon Justo R. Dominguez, Enrique Domínico, Augusto G. Doncel, Juan A. Duboureg, Herman. Duclout, Jorge. Durrieu, Mauricio. Duhart, Martin. Dufíy, Ricardo. Duncan, Cárlos D. Dufaur, Esteyan F. 3 Echagúe, Cárlos. Fizaguirre, Ignacio. Elguera, Eduardo. Elordi, Alberto.. Elordi, Martin: Escobar, Justo V. | Espinosa, Adrian. Esquivel, José. Etchecopar, Evaristo. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro Ezquer, Octavio A. Y Fernandez, Daniel. Fernandez, Honorato. Fernandez, Ladislao M. Fernandez. Pastor. Fernandez Blanco, C. Ferrari, Rómulo. Ferrari, Santiago. Ferrer, Jorge F. - Fierro, Eduardo. Figueroa, Julio B.. Fleming, Santiago. Forgues, Eduardo. Frogone, José l. Frugone, José Y. Fuente, Juan de la. Funes, Lindoro. Gainza, Alberto de. Gallardo. Angel. Gallardo, José L. Garcia, Aparicio B. Garcia, Eusebio. a Juan ayangos, Julio E. de ds DE Pascual. Ghi a, Sebastian. Gi ll A José. Gilardon, Lui Gimenez, Joa Gioachini, Arrio ve Girado, dosé 18 Girondo, Juan. 4 Gomez, Fortunato. Gonzalez, Arturo. Gonzalez, Agustin. Grantendo, Ernesto. Guerricos José P. de Guevara, Ramon. Guevara, Roberto. Guelielggi Cayetano; Gúnth$r, mo... Gutightez, José Maria Haina Moe. Has, Rafael. Herraka, Victor M. Holmw ', Ed Huergo, Luis e A Pa » > MES, » - pl a. Ñ 10d Krause ES Kyle, e E ES Julio. , La ES Uri y Lagí Lag _Mandino, Oscar. : «Moneta, José. LISTA DE SOC Languasco, Domingo. Lanús, Juan. C. Larguía, Carlos. Lavalle, Francisco. Lavalle, José F. Lazo, Anselmo. Leconte, Ricardo. Lecureux, Gaston. Leon, Rafael. -Limendoux, Emilio. Lizarralde, Ramon. Lopez Saubidet, P. Loudet, Osvaldo. Llosa. Alejandro. Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Luro, Rufino. Ludwig, Cárlos. Lynch, Enrique. f achado, Angel. Madrid, Enrique de Madrid, Samuel de. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Manterol), Luis Gs Mané, Cárlos, Marini, A. Martinez, Carlos. E. Maschwitz, Cárlos. "Massin1, Cárlos. lassini, Están. Matienzo, Emilio, Mattos, Mavutl E. d Máfipas, Ernesto. — Maza, Fiídol. Maza, “Blnedicto. - | Medina y Sangario, B. | Ratto, Leopoldo. : Mendez, Teo! o Pa “Rebora, Juan. Meyér, Berna: he | Reénlde, Felipe. s Meza, "Dionisio €, Befraud, Eugenio. guita, Salvador. etto, José. a dra | Ritos, "Martiniano. n. Pi Cia lolina Proa C Laa edía J [oli José. “Molino Porres, Molner, Antonio. Mon, Josué hos Montes, “Juan Moores, Guille Morales, Cárlos Lugones Velasco, Sdor, nch Arribálzaga. F. Va 1OS ( Continuacion) Olmos, Miguel. Orzabal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Padilla, Emilio H. de Padilla, Ernesto E. Palacios, Alberto.. Palacio, Emilio. Páquet, Cárlos. Pawlowsky, Aaron. - Pelizza, José. Pereyra, Horacio. Pereyra, Manuel. Petit de Murat Czar. Philip, Adrian. Piana, Juan. Piaggio, Pedro. Pico, Octavio S. Pico, Pedro P. Pidelaserra, Jaime. Pirovano, Ignacio. Pirovano, Juan. Posadas, Vicente Pozzo, Segundo. "Puig, Juan de la Cruz. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel. Quadri, Juan B. Quesnel, Pascual. Quijarro, José A. Quiroga, Atanasio. al M. Kkamallo, Carlos. E Ramirez, Fernando F. Ramos Mejia, Ildef*o Pp. Rams, Eslgvan. Ago, Leopoldo. “Robin Rafael, P. Rocamora, Jaime. Fbtiriguez, Eduardo S. Rodriguez, Andrés E. e drisuez, Luis C. driguez, Miguel. padrigues Oscar J. , Estanislao R. s, Estéban C. jas, Félix. Mors, AdoMo la Armando. Moyano, Cárlos M mera Cárlos L. Murzi, E mero, Emilio. 'Do a eb ho E -Rosgiti. Emilio. Y Ros de, Juan. j Rosta8no, Enríque. “** Ruiz dedos Llanos (€. “| Ruiz, Manuel. * Y, (as z AS guien Ped EN Estanislap. | Sirven, Joaquin. Sanchez, Emilio J: Sanchez, Matias. Sanglas, Rodolfo. San Roma Iberio. Senillosa, Juan A. Señorans, Arturo 07 Saralegui, Luis. Sarhy, . José. V. Sarhy, Juan F. Scarpa, José. ; Schickendantz, Emilio. EN Schróder, Enrique. : Schwartz, Felipe. Segovia, Fernando. Selstrang, Arturo. Selva, Domingo Í. Serna, Gerónimo dela Schaw, Arturo E, Schaw, Cárlos E. Silva, Angel. Silveira, Luis: ] Simonazzi, Guillermo. : Siri, Juan M. e 37 Soldani, Juan A. 224 Soria, David E. E Sota, "Alberto de la. Soto, José Maria. f Spika, Augusto. E: Stavelius, Federico. Y, Stegman, Cárlos, * Súnico, Victor. Y Taboada, Miguel A. Taurel Luis. * Tessi, Sebastian T. Thedy, Héctor. Thompson, Valentin. Torivo, Desiderio. Tornú, Elias. Treglia, Horacio. Trifoglio, Ricardo. Tressens, José A. A Tzaut, Constante. Unanue, Ignacio. - Urraco, Leodoro G. Vacarezza, Juan E. Valerga, Oronte A. Valle, Pastor del. Varela Rufino (hijo) Vedoya, Joaquin J. A Vernaudon, Eugenio. Victorica y Soneira, J. Victorica y Urquiza A Viúela, Baldomero. Viglione, Marcelino. e Viñas, Urquiza Justo. . Villanueva, Guillermo. - Villegas, Belisario. Vinent, Arturo. Vinent, Pedro Wauters, Cárlos. Wauters, Enrique. Wheeler, Guillermo. White, Guillermo. Williams, Orlando E. Zamudio, Eugenio. Zavalia, Salustiano. “Emili ¿Julia Sa Zebailos, Estanislao S. ce > , Cárlos O. alvá, J- M. Zunino, Enrique. $ » 0 7 a E ; Lo E k $ a Ñ 5 | ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA —_ e COMISION REDACTORA. Presidente...... Ingeniero EDUARDO -AGUIRRE. Secretari0...... Ingeniero Luis J. DELLEPIANE. a Ingeniero MANUEL B. BaAHia. -Vocales........; DY ATANASIO QUIROGA. Señor FÉLIx LYNcH ARRIBÁLZAGA. E NOVIEMBRE DE 1891. — ENTREGA V. — TOMO XXXII e e PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2 piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS Es Por mes, en la Capital, Interior y Exterior, incluso porte...oooosomom.omooos»» OOO OOO gra 1.50 Por ano, en la Capital, Interior y Exterior incluso POLLO oa ajo ocsiaro ajalo erola ole olaa oli veia » 12,00 La suscricion se paga anticio Mn NET E A E E e : Y —— OA OA Ml Ea * 0675 1927 2) O BUENOS AIRES TOA: OS | E IMPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS -680 — CALLE PERÚ — 680 1891 JUNTA DIRECTIVA Presidente........ Ingeniero EDUARDO AGUIRRE. eS Vice-Presidente 1% Doctor Juan J. J. KyLE. = Ld. 22 Ingeniero JorGE DucLouT ER SOCrelario.... Ingeniero Luis J. DELLEPIANE. eS Tesorero.......... Ingeniero ENRIQUE DE MADRID. E ' Ingeniero EmMILIO PALacios. S E y Capitan SALVADOR VELASCO LUGONES. Vocales... Señor JuAN ROSPIDE. Señor JosÉ J. GIRADO. ¡Señor SEBASTIAN GHIGLIAZZA. INDICE DE LA PRESENTE ENTREGA I.— EL POZO ARTESIANO DE «BALDE». Historia de una perforacion hasta EN 600 metros, por Rafael Leon. ; ES $ E e 1. — NOVA HEMIPTERA FAUNARUM ARGENTINA ET URUGUAYENSIS, por E Cárleos Berg (Continuacion). : ES ER III. — INFORME SOBRE EL ENSAYO DE PETRÓLEO COMO PE EE EN EL ESTABLECIMIENTO « RECOLETA >. (Pasado por la empresa E Constructora de las obras de Salubridad). Y y S PE Sl IV. — DIPTEROLOGÍA ARGENTINA (SYRPHIDA), por Félix us SS Arribalzaga (Continuacion). : | E - A-LOS SÓCIOS.... AS Se ruega á los señores sócios comuniquen á E res q ría de la Sociedad su ausencia, cambio de domicilio, etc., A y cualquier irregularidad en el reparto de los Anas os POS cobro de la cuota. 5 q z "Se ruega tambien á los que tengan en su poder obras A prestadas pertenecientes á la Biblioteca de la Sociedad, se E 3 sirvan devolverlas á la brevedad posible, á fin de anotar— las en el catálogo. A EL POZO ARTESIANO DE «BALDE » HISTORIA DE UNA PERFORACION HASTA 600 METROS «Balde » es una pequeña poblacion de la provincia de San Luis, distante 29 kilómetros de la Capital y estacion del Ferro-Carril Andino, hoy Gran Oeste Argentino. Este punto, situado entre las prolongaciones de la sierra de San Luis y la del Gigante, ofrece condiciones favorables para intentar una perforacion artesiana, segun se desprendía de un informe del ingeniero Sr. Eduardo Aguirre; debiendo agregarse además, la misma necesidad de dotar al Ferro-Carril Nacional Andino, en esta - region, de aguas en condiciones á propósito para la alimentacion de sus locomotoras. - No es nuestro ánimo hacer un estudio geológico de esta localidad, llevado á efecto ya por diferentes ingenieros, parcial ó totalmente, sinó referir únicamente la historia de la perforacion del pozo arte- siano que hemos tenido el honor y la satisfaccion de dirijir, por- que en ella se han de encontrar datos que pueden servir de experiencia para ulteriores perforaciones. Las maquinarias, herramientas y todos los útiles empleados en este trabajo, han sido contratados con la conocida casa de Leon Dru, de Paris, y el sistema por este empleado, es el generalmente adoptado, con lijeras modificaciones de detalle. El dia 23 de Noviembre de 1883, se dió comienzo á la instalacion de la maquinaria para una perforacion de 700 metros, maquinaria que consiste en lo siguiente : Un guinche de cadena, para la perforacion, propiamente di- cha. ANAL. SOC, CIENT. ARG. T. XXXII 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Un guinche de cable de acero, para la limpieza de los productos perforados. : . Una báscula ó balanza, para golpear el trépano.. Una bomba alimentadora. Un generador á vapor, con hogar movible. Una bomba tubular de 008. Todas las trasmisiones y accesorios correspondientes al funcio- namiento de estas máquinas. A esta maquinaria hay que agregar la cabria de 16 metros de altura, con un forro exterior y techo de hierro galvanizado y el . galpon respectivo, entrando en todo ello cuarenta toneladas de madera de pino tea y mal metros cuadrados de hierro. El mismo dia 23 de Noviembre de 1883, á la vez que se princi- piaba la instalacion del galpon, cabria y maquinarias, se daba comienzo á abrir el antepozo, consistente en un cuadrado de 3*40 de lado y 3"40 de profundidad, á este siguió el pozo de maniobras de 2”40 de luz que con el revestimiento de albañilería, quedó re= ducido á 180 de diámetro por 225 de profundidad. Hasta el dia 21 de Marzo de 1884, en que se comenzaron los tra- bajos de zondaje propiamente dicho, se invirtió el tiempo, en las obras de instalacion indicadas. El primer tubo colocado tiene un diámetro de 066 y la primera capa de terreno atravesada fué de 638, de arena y ripio. Con objeto de establecer su comparacion con más facilidad, hemos condensado en cuadros anexos las diferentes datos suminis- trados por el trabajo. El cuadro n” 1 espresa las capas de terreno atravesadas, su pro- fundidad, espesor y clasificacion. El cuadro n* 2 indica el número de jornales invertidos, las horas de trabajo ejecutado, tanto en pertoracion como en acciden- tes y limpieza y el adelanto de aquellas, así como los diferentes niveles del agua en cada mes, término medio de las fluctuaciones diarias. El cuadro n? 3, los ánalisis del agua, tomada á diversas profun- didades, verificados por el Dr. Pedro N. Arata. Como en general, el terreno atravesado en su casi totalidad, ha sido eminentemente blando y deleznable, han ocurrido frecuentes desprendimientos que entorpecían y atrazaban la marcha de la perforacion, á la vez que muy á menudo inutilizaban la bajada de la columna de tubos con que se maniobraba, obligando á cambiar EL POZO ARTESIANO DE «BALDE» 241 el diámetro de la columna, por el inmediato inferior, antes de haber bajado la anterior lo que debiera, caso que ha ocurrido, especialmente, hasta el diámetro de 0728. Este contratiempo no ha dejado de ser perjudicial, pues ha obligado á llegar á la mayor profundidad, con diámetros suma- mente pequeños, lo que dificulta la maniobra. En el mes de Noviembre de 1885, ante la imposibilidad de se- guir bajando la columna de 0"24,con la que entónces se manio- braba, teniendo en cuenta que la profundidad del pozo era de 280 metros, y que si se colocaba otra colomna de menor diámetro, solo quedaban tres diámetros disponibles (0,20, 0,16 y 0,12), y la perspectiva de 420 inetros si había de aprovecharse la instalacion, cosa que hubiera sido imposible en tales circunstancias, se decidió sacar la columna de 024, desarmarla, sacar la de 028 desarmarla tambien y alargar ambas, haciendo que la segunda bájase todo lo posible para ganar en diámetro, á mayor profundidad, lo que pudiera perderse en tiempo invertido en esta operacion. Asi se hizo; pero á costa de grandes trabajos, se consiguió le- vantar la columna de 0,24 al nivel del suelo el dia 13 de Febrero de 1886, y se la desaermó. Se prosiguió inmediatamente con la de 028: ésta presentaba más dificultad aún que la anterior para la subida; se construyeron herramientas á propósito, no tan solo de las indicadas por varios autores para estos casos, sinó de las que sugirió la experiencia y fuesen adaptables á la localidad: se arma- ron cuatro gatos para unir su esfuerzo á los de la maquinaria, con- siguiendo un esfuerzo total de 70.000 kilógramos. El dia 14 de Marzo, la columra se hallaba felizmente fuera de la boca del pozo : se la aumentó hasta 10917 en vez de los 7263 que antes tenía y se comenzó á bajar de nuevo hasta la profun- didad de 315%32, punto en que ya no fué posible hacerla bajar más. Armada la nueva columna de 024 con una longitud de 96793, descendió hasta los 378 metros. Con la operacion hecha, se había ganado 98 metros en profun- didad y á más dos diámetros en los tubos. La columna inmediata de 0”20 tiene una longitud de 150761 y su pié bajó hasta los 48703 en que fué imposible hacerla descen- der más, armándose la de 016 con 148"16 quedando el pié de este columna en 58584, Armada la última columna, cuyo diámetro es de 0"12, con una 919 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA longitud de 14091, se tenía la intencion de llegar con ella hasta la profundidad mayor posible, aproximándose hasta los 700 metros, término indicado de la perforacion y al que podía esa con el aparato montado y los útiles disponibles. En la actualidad se encuentra el pié de esta columna á los 390937. En el trascurso de la perforacion, se han encontrado diferentes capas de agua, todas saladas como lo han demostrado los dife= rentes E heunes. La primera capa ó vertiente apareció á los 29"39, tomando inmediatamente un nivel de 28"87 que fué ascendiendo con cam-- biantes diversas hasta llegar á los 160 meiros de profundidad, á tomar el nivel de 15"50, nivel que ha permanecido invariable durante el tiempo invertido en llegar á los 27360; á este profun— didad, una nueva vertiente descubierta, hizo subir el nivel á 14"80 quedando estacionaria. A los 549"80 cambió el nivel á 14 metros y siguió subiendo 13290, 13760, 13240, 13725, 12%95, 12%40, 12%29, 1192 a los 5361 metros estacionándose hasta los 591"81 que volvió á subir á 40075 Permaneció este nivel de 10”75 hasta que á los 59414 atra— vesando una capa de arcilla rosada arenosa, muy compacta, pri- mera de esta calidad que se encontraba, de 0%50 de espesor, subió rápidamente el agua, alcanzando un nivel de 4”60 el 18 de Octu- bre de 1887. Pero, desgraciadamente, volvió á descender este nivel hasta al- canzar el de 11 metros á los 59522 de profundidad y atravesando una capa de arena fina amarillenta, impregnada de agua. Desde esta profundidad no permaneció el nivel fijo, fluctuando - entre 11 metros, 8 metros, 6 metros, hasta 270, algunas veces volviendo á bajar, con alternativas inesplicables. En estas condiciones, es decir, con una profundidad de 5931029 y un nivel de agua de 270 como miínimun, no dando abasto el personal ni el tiempo, para limpiar el pozo de las arenas que se depositaban en su fondo, subió rápidamente una cantidad de are- na que alcanzó la altura de 84 metros, descendiendo el nivel del agua á 1459. Esto sucedía el 18 de Noviembre de 1887, y desde este momento, se trabajó con más ahinco para limpiar el pozo de las arenas, pues este percance hizo cobrar esperanzas fundadas de encontrar EL POZO ARTESIANO DE «BALDE » 913 _próximamente el tan deseado final, coronado de buen éxito, de hallar las anheladas aguas surgentes una vez libre el pozo de este inmenso obstáculo de 84 metros de arena. Efectivamente, el 20 de Febrero de 1888, las arenas dejaron de subir y dieron paso á un buen caudal de agua que venciendo todos los obstáculos que se le oponían, llegó á la superficie, lle- nando el pozo de maniobras, el antepozo ; y derramándose por el piso del galpon, corrieron al exterior por un pequeño canal que se había preparado de antemano. Desde esta fecha, se han sucedido intermitencias notables, alter- nando la subida de arenas en más ó menos metros y la bajada del nivel de las aguas. o Cuando las herramientas lo permitían y se podía conseguir lim- piar el pozo hasta su fondo, las aguas volvían á surgir como suce- dió el 5 de Diciembre de 1888, que subieron aquellas con más fuerza que anteriormente y en mayor cantidad para volver á des- cender el dia 11, pues la arena subía con gran violencia y á gran- des alturas. Es difícil formar un juicio exacto sobre la mayor ó menor can- tidad de agua que puede dar este pozo, así como de su fuerza ascensional. : : La vertiente surgente no está libre todavía de las arenas que con eran fuerza solicitan subir, arrastradas por las aguas mismas y que, es indudable, obstruyen su paso. La fuerza ascensional está debilitada en gran parte : 12 Por las mismas arenas que son arrastradas por el agua, como se indica anteriormente; 22 Por la resistencia que oponen las diferentas secciones de tubos, con diámetros que van aumentando del fondo á la super— ficie ; 3 Por la pérdida notable del líquido, no tan solo por las unio— nes de un tubo á otro, que son hechas con remaches, sinó tambien, y esto es grande, por las diferentes columnas de aquellas, que en- trando unas dentro de otras, pero dejando entre sí un espacio de tres y cuatro centímetros, tiene imprescindiblemente el agua que asciende, que irá perderse por estas aberturas, y esto se ha com- probado por el aumento que han sufrido en su caudal de agua, los dos ó tres pozos de balde que existen en las proximidades de la perforacion, siendo alimentadas ahora por el pozo las vertien- tes que antes alimentaban á este. A a € A Pi 914 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Todas estas circunstancias quedarán anuladas, una vez colocada la columna guía, cuyo trabajo de colocacion se principia en la actualidad. Esta columna guía, es de tubos de acero de 0%10 de diámetro y 488 de longitud cada una, con rosca en sus dos cabeceras, de manera que puede formarse una columna de 620 metros perfecta- mente atornillada, sin temor á quedar ningun intersticio por el que pueda escaparse el agua y perder su fuerza ascensional. Además, Jlevará un revestimiento exterior de cemento Portland. Como esta columna central es de un solo diámetro y su longitud permitirá salvar el pozo de maniobras y el antepozo, las aguas, guiadas por ella saltarán á una altura mayor ó menor, pero segu— ramente sobre la superficie del suelo, permitiendo puedan condu- cirse á donde sea más conveniente. En el trascurso de la perforacion han ocurrido diversos acci- dentes, naturales en esta clase de trabajos, pero felizmente han podido salvarse. Los más considerables han 'sucedido en los últimos meses, hechos explicables, por el gran desgaste de los útiles con que se ha trabajado, especialmente de las barras que han servido para toda la perforacion. En general, han consistido, en un principio, en dificultades para bajar las columnas de tubos, en desprendimientos de terreno, algunas veces en gran cantidad, en desperfectos de las máquinas y caldera: esta última, teniendo que alimentarse con una agua que lleva en disolucion hasta 643 partes en mil de cloruro de sodio, necesitaba desarmarse muy á menudo para limpiarla interiormente de la capa petrificada que se adhería á sus paredes y tubos; por efecto de la evaporacion, se depositan estas capas de una dureza tal, que se hace necesario sacarlas á golpes de martillo y cortafierro alcan— zando en pocos dias á tener un espesor de dos y tres centímetros. Algunas veces, se han desprendido las barras, trépanos ó cucha- ras, que han sido despues pescadas con más ó menos trabajo. El 22 de Noviembre de 1886, se rompió el cable de acero que sostiene la cuchara de limpieza, quedando dentro del pozo esta y 80 metros de cable ; á los cuatro dias, pudo extraerse la cuchara, enredada completamente en el cable. El 20 de Enero de 1887, se notó que la cabeza de la columna de 0724 estaba en mal estado, teniendo que componerla con bastante dificultad. EL POZO ARTESIANO DE «BALDE » 915 En esa misma época comenzaron á sucederse con frecuencia, los desprendimientos de barras, en más ó menos cantidad. Este ha sido uno de los accidentes que con más insistencia ha entorpecido la marcha regular del trabajo, motivado por encon- trarse desgastados los hilos ó pases de las tornillos y tuercas de las cabezas de las barras; este desgaste natural por el uso contínuo y diario durante cuatro años, hacía que, solicitadas las barras por el peso propio de la columna que formaban, más el trépano, no pudieran resistir los tornillos y resbalándose caían al fondo del pozo en mayor ó menor longitud. Se hizo necesario el cambio de los tornillos y tuercas, encargán- dose al efecto á la casa proveedora de Paris, doscientas piezas de una y otra clase. El 22 de Octubre de 1887, se queda una cuchara en el pozo, la que fué imposible extraer, no obstante haberse construido diversas herramientas al afecto. | El 20 de Agosto de 1888 se rompe el cable de acero y queda en el fondo la cuchara, con 6 metros de cable: armadas las barras y colocada una herramienta especial, se agarra la cuchara que sube hasta 34 metros del fondo, y á esta altura se rompe una barra y quedan dentro del pozo 334 metros de barras. Estos accidentes son los más trabajosos para salvar, pues como el fondo del pozo es arena que aumenta en espesor, al caer una herra- mienta desde cierta altura se incrusta en esta arena, mayormente si va acompañada, como iba en el caso precedente, de una co- lumna de barras de tal longitud que supone un peso considerable. Todos los meses de Setiembre, Octubre y Noviembre, hasta el dia 30, se han invertido en procurar sacar las barras y «boca de lobo», que junta con la cuchara iban quedando en el pozo. El dia 31 de Octubre, no quedaban más que una barra, un gan- cho y la cuchara. El dia 30 de Noviembre pudo por fin verse el pozo libre de toda herramienta. El dia 6 de Febrero de 1889, vuelve á romperse la tuerca de una barra y quedan en la perforacion, la cuchara con 18 barras de 6 metros cada una, ó sea 108 metros de barras. Se intenta sacar la cuchara, pescando la cabeza de la primera barra, que se encuentra dentro del pozo, con un macho de acero que se confecciona ex profeso, pero aquella se encuentra incrustada en la arena y presenta dificultades para subir; sin embargo, des- 216 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pues de muchas tentativas, sube la cuchara 3"22, pero valía do safarse otra rosca y vuelvan á quedar en el pozo 16 barras más. De nuevo se intenta subir la cuchara; con gran paciencia y no menor esfuerzo, se consigue suba hasta 404, volviendo á rom- perse la columna de barras, quedando otra vez en el pozo, la cu= chara con 18 barras. Nuevo intento; se rompe, entónces, la cadena, cuyos eslabones, no obstante su espesor, se encuentran tambien gastados ; se com-= pone este y, cuatro dias despues, se verifica que la cuchara, por sí sola, ha bajado todavía 2 metros más. Estos accidentes continuados, obligan á no intentar más hacer esfuerzos para subir la columna de barras y cuchara, hasta tener la seguridad de que las barras resistirán el empuje. Como se dice anteriormente, los pasos de la rosca en las cabezas de la barras, se encuentran desgastadas y no agarrando bien, ceden al menor esfuerzo, máxime teniendo que soportar un peso tan enorme, como el que representa 590 metros de barras de hierro de 0035 de lado, aumentado con el de la cuchara y con el que supone la resistencia de esta al encontrarse incrustada en las arenas. Es imprescindible esperar la llegada de las cabezas de barras, encargadas á Europa, para renovar las que exisien tan desgastadas. En espera de aquellas y de la columna guía igualmente encar— gada á la casa Leon Dru, el personal se ocupó del desarme de to- das las máquinas y caldera, en su limpieza general, en el arreglo de todo lo concerniente á la continuacion posterior del traba- jo, etc., etc. Despues de todo esto, volvió á insistirse, en subir la cuchara, pues que esto era difícil por el momento, sinó por lo menos en te- nerla agarrada, como se consiguió, tomando con bastante trabajo la cabeza de las barras que existian dentro del pozo; se armó toda - la columna de estas hasta la superficie, y se dejó en condiciones de subirla. Con esta fecha coincidió la crisis general que da en todos los servicios del Estado, y la imprescindible necesidad de econo- mías, obligó á suspender: en Febrero de 1890, los trabajos del pOzO artesiano. Pero era sensible tener que abandonar la perforacion, o se había conseguido llegar casi hasta la meta, cuando de la exis- tencia del agua y cuando se tenían hechos los major y principa- les gastos. EL POZO ARTESIANO DE «BALDE » 217 Así lo comprendió el Departamento de Ingenieros, y aprovechan- do la llegada de los tubos, tuercas, tornillos y demás herramien- tas pedidas á Europa, se resolvió continuar la obra comenzada, con la mayor economía posible, y en Junio último, comenzaron de nuevo los trabajos. Al efecto, se dió principió por soldar las nuevas cabeceras de las barras, operacion que aún cuando larga y difícil, se terminó con buen éxito el dia 6 del pasado Setiembre ; inmediatamente se pro- cedió á formar la nueva columna de barras, con sus roscas en per- fecto estado y ya en la seguridad del triunfo, se empezó á maniobrar para sacar del pozo los obtáculos que tenía. Apenas fuera de este las barras y cuchara que hacía cerca de dos años se encontraban en él, el dia 12 de Setiembre á las 6 de la tarde volvió á subir el agua con fuerza, llenando el antepozo y derramándose por la superficie. Con esta agua subió gran cantidad de arena y reconocido el fondo de la perforacion, se encontró estar á 584 metros, teniendo, por consiguiente, un tapon de arena y fango de 14 metros que es el que en la actualidad se está limpiando. El nivel del agua fluctuó entre 5 y 11 metros, en el momento. Resta, por consiguiente, hacer la limpieza hasta llegar al plano primitivo de 598 metros ; perforar con sumo cuidado, uno ó dos metros más y una vez completamente al descubierto la vertiente 6 capa surgente, colocar la columna guía, la que, como se indica an- teriormente, conducirá el agua á la superficie del suelo, agua en buenas condiciones de potabilidad y que será de gran adelanto para la pequeña poblacion de «Balde». El personal empleado en la perforacion ha sido el siguiente, como Mmáximunm : Un ingeniero director. Un gefe sondador. Un ayudante (este empleo no existe actualmente). Tres capataces (ahora solo hay uno). Un foguista. Un herrero. Quince peones (ahora hay cinco). Casi siempre se ha trabajo de dia y de noche, alternando las cuadrillas cada ocho horas, con un capataz correspondiente. Des- pues de surgir el agua, solo se trabajó de dia. A primera vista parece excesivo el tiempo empleado en el trabajo 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA efectuado, pero no lo es en realidad, si se tiene en cuenta las di- versas circunstancias de esta perforacion y muy especialmente la clase de terrenós atravesados, todos blandos, deleznables, ocur- riendo frecuentes desprendimientos que era necesario hacer desa- parecer y que dificultaban la bajada de los tubos. : Apenas si se ha encontrado tres capas de tosca y á excepcion de la última, las otras dos eran muy blandas ; la primera de 2 metros de espesor á la profundidad de 91*30; la segunda de 3"20 á los 203"20 y la última de 040 á los 27320. Los demás terrenos han sido arcillosos 6 arenosos en demasía. Hubiera sido más rápido el trabajo si en vez de estas arenas arcillosas, el terreno hubiera es— tado compuesto de roca ; pues las herramientas de que disponía el pozo eran más adecuadas para este clase de trabajo. El pozo artesiano de Balde es el primero que de su importancia se perfora en Sud América : ha sido preciso crear el personal á pro- pósito, habiéndose conseguido formar un grupo de trabajadores, tanto capataces como peones, aptos para esta clase de trabajos, to= dos argentinos, pues ha habido especial empeño en que todos los trabajadores fueran hijos del país, á quienes en un principio les eran completamente desconocidas las múltiples y diversas herra- mientas é inmensos materiales empleados en la perforacion. Es digna de notarse la circunstancia de que actualmente existen el pozo, los mismos individuos que principiaron el trabajo, pues no obstante la suspension de aquel, volvieron inmediatamente que se comenzó de nuevo la obra. Con todo lo espuesto, creemos haber hecho la historia de la per- foracion « Balde ». : Terminada completamente esta, que, á nuestro juicio, lo será en pocos meses más, nos proponemos escribir algun otro artículo, haciendo un estudio detallado y comparativo de los diferentes ter- renos atravesados durante el curso del sondaje, así como indicare- mos de una manera definitiva el caudal de agua del pozo, su fuerza ascensional y otros datos que hoy es imposible indicar. Tenemos la satisfaccion de haber puesto al servicio de esta ¿m- portante obra nuestros escasos conocimientos, pero nuestra más decidida buena voluntad, en pró de un trabajo cuyos resultados serán benéficos á esta parte de la Provincia de San Luis. RAFAEL LEON. San Luis, Octubre de 1891. EL POZO ARTESIANO DE «BALDE » 219 Extractamos de una carta del señor Ingeniero Leon, de Octubre 9 de 1891, lo siguiente: En este momento recibo un telegrama del Gefe sondador, en el que me avisa que vuelve á correr el agua desde las 4 a. m. El éxito del pozo está ya asegurado; iremos con la cautela necesaria para no echarle á perder; si ocurre algo de nuevo, tendré mucho gusto en comunicárselo. —(N. de la C. R.). ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ANEXO 1 E Relacion de las capas de terreno atravesadas PROFUNDIDAD ESPESOR NATURALEZA DEL TERRENO DE LAS CAPAS | DE LA CAPA E PO000-A1D0O0%>0NR- Eh 10) 0 Rh Pe 0) NON Ah 0/00 -lODca sm SN NN 0 NN WN WWW O) Or Ha ww =) 0 Y WC UNO Y Pp 0 WNFOO0 Jo) O (a metros metros 0.00 6 38 | Arena, tierra vegetal y ripio. ; 6.38 1.56 | Arena, cantos rodados y algo de arcilla. 17 3.13 | Arcilla amarillenta arenosa. 13.08 1.91 | Arena amarillenta arcillosa. 15.08 2.00 | Arena suelta y guijarros. 20.24 10.16 | Arcilla margosa amarillo—rojiza. S% 28.87 | - 3.63 | Arena arcillosa amarillenta. El 33.20 4.33 | Greda gruesa. 39.20 2.00 | Arena con ripio. 36.98 1.78 | Arena gris fina. 39.47 2.49 | Tosca blanda, poco compacta. S 45.68 6.21 | Arena bastante fluida. : 56.35 10.67 | Arena verdosa con arcilla. 38.00 1.65 | Arena gris, más ó menos gruesa, alternando. 61.10 3.10 | Arcilla arenosa, rojiza. 63.20 2.10 | Arena gris. 54.15 0.95 | Arcilla arenosa, rojiza. 69.00 4.85 | Arena gris arcillosa. 69.65 0.65 | Arcilla arena rojiza. 77.40 7.75 | Arena gris. 71.95 0.55 | Arcilla arenosa. 89.30 11.35 | Arena arcillosa. 91.30 2.00 |- Tosca. 92.85 1.55 | Arcilla rojiza un poco arenosa. 97.30 4.45 | Arena con capas de arcilla. 104.35 7.05 | Arcilla rojiza arenosa. 119.40 15.05 | Arcilla gris y rojiza mezclada y pequeñas are- niscas. 124.55 5.15 | Tosca arcillosa. 130.00 6.55 | Arenisca blanda. > 13105 1.25 | Arcilla rojiza arenosa. y 135.08 3.83 | Arena rojiza. 138.50 3.42 | Arena gris, un poco arcillosa. 139.68 1.18 | Arena suelta algo arcillosa. 147.80 8.12 | Arcilla rojiza arenosa. : 149.10 1.30 | Arena arcillosa rojiza muy suelta. E EL POZO ARTESIANO DE « BALDE » As Relacion de las capas de terreno atravesadas (Continuacion) NÚMERO PROFUNDIDAD ESPESOR DE CAPAS | DE LAS CAPAS | DE LA CAPA NATURALEZA DEL TERRENO melros metros 96 167.25 Arena arcillosa. 31 170.00 . 79 | Arenisca blanda, muy arenosa. - 38 170.85 ; Arcilla arenosa rojiza. 39 175.00 . Arcilla arenosa suelta. 40 187.00 , Arenisca blanda. 41 188.55 A Arcilla rojiza arenosa. 42 190.00 : Arena arcillosa. - 193.00 a Se encuentran pedacitos de travertinas silíceos. 200.00 ; Arcilla algo areniza y muy suelta, 203.20 de Tosca, no muy dura. 205. ? Arcilla rojiza arenosa. Ao ; Arcilla rojiza. A las 219"20 han sido encontra- dos pequeños pedazos de huesos, triturados con el trépano. Arena gruesa, rojiza, algo arcillosa. Tosca dura. Arcilla rojiza, poco arenosa y pequeños guija= rros entremezclados. Arcilla arenosa, poco compacta, con pequeños guijarros. Arcilla arenosa, menos compacta. Arcilla rojiza granulosa y greda. Arcilla rojiza granulosa sin nada de greda. Arcilla rojiza arenosa. A esta profundidad se encuentran varias capas de arena con agua, mezcladas en el terreno arcilloso rojizo, cu- yas capas de muy poco espesor, es imposi-- ble anotar, coincidiendo con esto la subida del nivel de agua. Arena muy compacta. Arcilla rosada arenosa y marga blanca. Arcilla rosada. Arcilla rosada arenosa. Arcilla rosada arenosa muy compacta. Arena amarillenta muy fluida y sumamente fina la que se presenta hasta los 597 metros, fondo del pozo. San Luis, Octubre de 1891. S ya S 5 2 p oy AR Z eS » pe t y a pos“gt |06'ee6 Jocior 91” [CE "EL | 6% Le 8Tt 8€ orr llos 623 ESOO ler +JOS"ST 02808 ¡(080 JOT'O oro < 1196 GLT P OT 9968 166 O « 2 JOG"ST [09808 [96"1% |9%*ST |01'3T (19€ 6vI sol 9TL 80r 969 vEE E O S A 0S"£T |99"08T [IL FP |
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