~ eee a a eens ee ares cckiemeces SOS ites ee see® Pr rat 2 — om “th pape . y feomertrtoond oh, bayoMiat Toy eee ASS : ee ee om WTF t eoeiprae iy, te Sweet abe eaters 7 hus genta: ms y Ce Pehle ion, then. 3 - ~ : “ , ss , - ee EIS ORTNS Setene einen tn 5 a es : : mn i Cn ete Teaghanerity ANALES DE HISTORIA NATURAL 4 i a c ais Ke (a (ho i ok vind % teat "Sn ¥v -_ ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL EONEO Qu LN TO MADRID DON S. DE UHAGON, TESORERO CALLE DE JOVELLANOS, 7, TERCERO 1876 w FT! Articulo 27 del Reglamento. Las opiniones emitidas en las Memorias publicadas en los ANALEs son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. IMP. DE T. FORTANET, LIBERTAD, 29 MEMORIAS DE HISTORIA NATURAL. S.O1nB WE LAS ROCAS ERUPTIVAS DE LA PROVINCIA DE CADIZ Y DE SU SEMEJANZA CON LAS OFITAS DEL PIRINEO, POR . DON .d 2 SMA] CP Ht Eh Ss: ON (Sesion del 5 de Enero de 1876.) 4.° De sus caractéres exteriores. Al ocuparme de los terrenos yesosos de la provincia de Cadiz, indiqué brevemente algunos de los principales caractéres que distinguen 4 la roca eruptiva que acompana a esta formacion con tan extremada abundancia. En aquella ocasion, casi puede decirse que solo estudié aque- llas rocas bajo el punto de vista de sus caractéres exteriores; pero desde entdnces he tenido occasion de someterlas 4 un examen mas detenido, especialmente estudiando sus caractéres al mi- croscopio, con cuya ayuda he conseguido tener una idea mas precisa acerca de su composicion y estructura; y me parece puede tener algun interés indicar algunos de los resultados a que he llegado en el estudio de tan interesante grupo de rocas. Como ya he tenido ocasion de indicar, aparece esta roca sdlo en pequenos manchones, de forma generalmente circular, que constituyen cerros redondeados y cubiertos , desde la base a la cima, de fragmentos poliédricos de la misma roca, que es de notar 6 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) sélo se encuentra en la formacion yesosa, aunque todos los ter- renos, hasta el terciario inclusive, parecen haber sido afectados al efectuarse su intrusion. Estas rocas, petrologicamente consideradas, constituyen, cuando se las estudia sdélo por sus caractéres exteriores, tres grandes grupos, formados por las variedades compactas, por las cristalinas de color oscuro y las igualmente cristalinas, pero que varian en su color entre varios matices de verde. Sin em- bargo, puede decirse que esta division es sdlo relativa, pues suele suceder que parte de un mismo apuntamiento posee la estructura compacta, mientras otra parte afecta la cristalina. Cuando estas rocas son de estructura compacta presentan una masa homogénea de color negro, en donde solo se distingue alguno que otro pequenito cristal de feldespato 6 piroxeno, y, a juzgar por su facies solamente, podrian tomarse por ba- saltos. La densidad de estas variedades es considerable, pues oscila entre 2,95 y 3, y se funden al soplete con bastante facilidad, for- mando un vidrio negro. Son en extremo magnéticas, y siguen al iman, aun en trozos de consideracion. Las variedades cristalinas y semicristalinas puede decirse forman la parte mas importante de las rocas eruptivas de la comarca, variando su estructura, desde los ejemplares perfec- tamente cristalinos, como son, por ejemplo, los que se encuen- tran 4 un par de kildmetros al Sudoeste de Alcala de los Gazu- les, el de la aldea de Benamahoma y el del Castillo de Tempul, a los semi-compactos, como el que se encuentra a corta distan- cia al SO. de Torre Estrella. Los ejemplares perfectamente cristalinos estan formados por un magma algo confuso, en que se distinguen, sin embargo, numerosos cristales de feldespato, unas veces blanco y otras veces verdoso, intimamente unidos 4 otras sustancias de color oscuro, entre las que se destaca un mineral que presenta un crucero dominante que brilla con lustre metalico muy marcado, y de color negro pardusco. La densidad de estas variedades es igualmente superior 4 2,9 y tambien siguen al iman, aun en grandes trozos. El tercer grupo de rocas esta constituido por variedades que, aunque de estructura cristalina, tienen un color verde sucio, (3) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 7 cuya densidad desciende 4 2,8 y que son escasamente magné- ticas. Estas variedades son relativamente las que con ménos ‘fre- cuencia se observan en esta Provincia; y el apuntamiento que mejor las caracteriza es el que se encuentra a orillas del Maja- ceite, en el sitio llamado Pasada de la Plata, cerca de Algar. Todas estas rocas varian en extremo en la manera de ser ata- cadas por los acidos, pues mientras la roca de Algar pierde el 15 por 100 de su peso, en las variedades cristalinas escasamente llega, en algunos ejemplares, al 5 por 100: Ademas de las rocas que constituyen estos tres grupos, en- cuéntranse algunos yacimientos aislados, que difieren algun tanto de las ya descritas ; unos por hallarse en un estado mas 6 ménos avanzado de descomposicion, y otros por su estructura, que (como sucede en la roca mencionada en el Bosguejo Geold- gico de la Provincia de Cadiz, y que se encuentra entre Zahara y el Gastor) presenta una notable estructura porfiroidea. Cerca del Berrueco he observado un manchon, donde en vez de presentar la descomposicion normal que estas rocas expe- rimentan de reducirse 4 una menuda arena, ostenta una especie de. serpentinizacion sumamente notable; pero haciendo abstrac- cion de estos casos, que pueden considerarse como accidentales, se presentan todas las rocas de esta comarca formando un gran grupo muy constante, tanto en la manera de manifestarse en la superficie, como en su apariencia y estructura. 2.° De su estudio al microscopio. Cuando se estudian estas rocas reducidas a delgadas laminas con el microscopio, sucede, 4 semejanza de cuando se las reco- noce sdlo por sus caractéres exteriores, que tambien se dividen en tres grandes variedades, observandose igualmente transitos tan graduales de unas a otras, que hacen imposible su separa- cion, y constituyen una série perfectamente homogénea. A. ESTUDIO DE LAS VARIEDADES COMPACTAS. Si se someten al examen microscdpico secciones de las varie- dades compactas, se las ve formar un grupo sumamente intere- saute, 8 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) De todos los apuntamientos en que domina la estructura com- pacta que hasta el presente he estudiado, ningunos representan mejor este tipo (que puede considerarse como el primer térmi- no de la série) que el yacimiento del Puerto de los Yesos, en la vereda que conduce desde Alcala de los Gazules 4 Medina Sidonia, y el que sale a luz en los Barrancos de Puerto Real, cerca del Cerro de las Tinajas. Todas las secciones que he cbservado de estas variedades eminentemente compactas, presentan, cuando se las observa con aumentos de 60 @ 80 diadmetros, una base en extremo con- fusa, en que solo se distinguen algunos pequenos fragmentos de hierro magnético y gran cantidad de diminutos individuos claros y diafanos de feldespato, que se destacan en esa masa oscura é indefinida. Ademas, porfiriticamente empastados en la misma, se obser- van largos prismas de feldespato triclinico; cuyos cristales tien- den 4 agruparse y a formar bellos grupos estelares. Estos cristales alcanzan 4 veces uno 6 dos milimetros en su longitud maxima, siendo por lo comun excesivamente turbios; pero otras véces son claros y diafanos, presentando entdénces bellas fajas polisintéticas vistas con la luz polarizada. Con frecuencia sucede, aun en aquellos individuos que mayor diafanidad ostentan, que su transparencia se extiende sdlo 4 una parte del cristal, estando el resto formado por una sustancia en extremo turbia, que cuando se la observa con la luz polarizada, se ve no esta constituida por una materia homogénea con ma- yor 6 menor numero de impurezas, como con frecuencia se observa en el feldespato, sino que lo que produce la turbiedad de estos cristales consiste en innumerable cantidad de’ pequenas hojuelas y ramillas, que brillan sobremanera a la luz pola- rizada. Estos pequenitos fragmentos, a lo ménos en parte, parecen ser restos de la sustancia piroxénica, que como mas adelante se vera, forma una de las partes constituyentes de estas rocas encerradas en la masa feldespatica, cual si no hubiera ésta podido desembarazarse de esa sustancia al cristalizar, como se observa en los cristales que han llegado asu perfecto desarrollo. Adosados generalmente 4 estos grandes cristales de feldes- pato, se observan fragmentos de un mineral piroxénico, que algunas veces podria por su facies confundirse con el peri- (5) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 9 doto, pero que, aun despues de estar sometido durante seis u ocho dias 4 la accion de los acidos, se demuestra ser perfecta- mente inatacable por estos agentes. Este mineral es por lo comun de contorno irregular; pero no es raro ver alguno que otro fragmento en que se reconocen los delineamientos de una 6 mas aristas regulares del cristal. Su color es amarillo muy claro, siendo hialino y diafano. Po- lariza la luz con viveza suma, y no es extrafo observar en algunos de sus fragmentos bellas fajas polisintéticas. Obsérvase tambien con frecuencia, que muchos de estos fragmentos presentan indicios de transformacion en una sus- tancia verde, probablemente algun mineral semejante 4 la clo- rita 6 viridita; transformacion que alcanza 4 veces 4 gran parte de la materia piroxénica de la roca. Cuando se observan secciones de estas variedades compactas, especialmente las procedentes del apuntamiento del Puerto de los Yesos, en un estado de suficiente tenuidad con mayor au- mento, y sobre todo al emplear el objetivo de imersion num. 9, de Verick, con el ocular num. 3, con cuya combinacion se pue- den obtener aumentos de 950 diametros, se resuelve esta con- fusa masa en un magma sumamente interesante. Distinguese entdnces lo que puede llamarse una menuda arena, formada de fragmentos de piroxeno amarillo claro, em- pastados en una base vitrea, en la que se desarrollan innume- rables pequenios cristales de feldespato, tan numerosos en algu- nos sitios, que casi llega la base vitrea a desaparecer, formando dichos cristales, en union con los fragmentos del piroxeno, un tejido sumamente bello. Ks tambien fendmeno digno de lamar la atencion el efecto que al cristalizar el feldespato produce sobre los pequenos frag- mentos de piroxeno, pues vierte alguna luz sobre la estructura y forma que el mineral piroxénico posee en las variedades cris- talinas, cuyos contornos, como mas adelante se vera, parece ser el resultado de la manera como han cristalizado los grandes individuos de feldespato de esas rocas. Al individualizarse esta sustancia en el magma de las varie- dades compactas, invariablemente sucede que arrolla hacia sus bordes los menudos fragmentos de piroxeno, los que se aglo- meran, tomando toda clase de formas entre los nuevamente formados cristales de feldespato. 10 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) Las dimensiones de estos fragmentos de piroxeno alcanzan a veces hasta 0,06 de milimetro en su dimension maxima, mien- tras otras veces descienden 4 dimensiones increibles. Su color es amarillo claro, algun tanto mas subido que el de los grandes fragmentos porfiriticamente empastados en la roca, y a pesar de sus exiguas dimensiones, se distingue que son en extremo claros y diafanos. Tanto estos pequenos fragmentos como los porfiriticamente empastados, son escasos en inclusiones; pues como regla ge- neral, sdlo se distinguen aprisionados en su masa algunos pe- quenos fragmentos de hierro magnético y tal cual otra pequena particula de un mineral castafio rojizo, que tambien suele verse diseminado por la masa de la roca, pero cuya naturaleza no me ha sido posible determinar con fijeza. En la luz polarizada se distinguen estos pequenos fragmentos de piroxeno por la viveza relativa de sus colores, que los hace destacar de entre la oscura masa vitrea y la débil luz azulada de los pequenios cristales de feldespato. Estos pequefios cristales tienen, por término medio, de 0,1 4 0,05 de milimetro en su dimension maxima, 'y solo de 0,01 a 0,02 en la minima, y son, por regla general, claros y dia- fanos. La base vitrea es tambien incolora y hialina, y puede decirse que, sin formar grandes aglomeraciones, impregna, digamoslo asi, toda la masa de la roca. Cuando se la observa con los nicholes cruzados, y se la hace girar en el plano horizontal, suele presentar, aun en sitios en que al parecer esta libre de individualizacion, manchas lumi- nosas, que parecen ser otros tantos cristales abortados de fel- despato. Esta base es pobre en inclusiones, pues salvo los pequenos fragmentos de piroxeno y magnetita que empasta, raras son las otras impurezas que encierra. Ademas de la magnetita, encuéntranse diseminados por la masa de la roca algunos fragmentos evidentemente de hierro titanifero, pues una parte de los fragmentos opacos resisten la accion de los acidos, 4un despues de haber estado sometidos durante algunos dias a su infiuencia. Estos fragmentos opacos alcanzan algunas veces una peque- hez extraordinaria, observandose con frecuencia fragmentos de (7) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. ll ménos de un milésimo de milimetro, mientras otras veces for- man agrupaciones que alcanzan en sus dimensiones maximas de 0,1 4 0,2 de milimetro. En algunas secciones he observado un fendmeno, semejante a lo que dice Zirkel se nota en ciertos basaltos, encontrandose en algunos de ellos, espacios de contornos regulares que re- cuerdan la forma cristalina del piroxeno, rellenos por diferen- tes sustancias. El interior de estos contornos encuéntrase ocupado unas ve- ces por sustancia vitrea relativamente libre de fragmentos de piroxeno y magnetita, asi como de tendencia a individualizarse en cristales de feldespato, mostrandose sdlo la tendencia 4 cris- talizar en algunas hebras y venillas que atraviesan su masa en todas direcciones y que brillan sobremanera en la luz polarizada. Otras veces obsérvase que la materia que rellena estos espa- cios esta cristalizada, y mas 6 ménos impregnada por una sus- tancia fibrosa de un amarillo verdoso, que se extiende en bellas ramificaciones 4 través de la masa cristalina. Tambien en uno de estos espacios rellenos por sustancia vi- trea he observado agujas semejantes, formando delicados haces, y que tienden 4 agruparse en formas estelares en extremo bellas, pero cuya naturaleza ignoro. Suele tambien suceder que la sustancia vitrea en algunas de estas aglomeraciones deja de ser perfectamente incolora, y ad- quiere entonces una ligera coloracion verde-mar. B. ESTUDIO DE LAS VARIEDADES CRISTALINAS. Si de estas rocas eminentemente compactas se pasa a estu- diar las variedades que poseen una estructura francamente cristalina , se las ve presentar una estructura completamente distinta & la que acabo de describir. Las rocas de este tipo , como ya he tenido ocasion de indicar, son las que con mas abundancia se encuentran, y son las que pueden considerarse como preponderantes en la comarca. Los manchones que mejor las representan son el que se levanta a orillas del rio Barbate, al Sudoeste de Alcala de los Gazules ; el agudo cerro sobre el cual esta edificado el Castillo de Tempul, y el que penetra los depdsitos secundarios en la al- dea de Benamahoma. ie ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) Todas estas rocas en seccion transparente presentan una masa perfectamente cristalina, sin traza alguna de materia vi- trea; formada de largos cristales de feldespato triclinico, bien definidos, y entre los cuales se encuentran grandes fragmentos de un mineral piroxénico, semejante a la dialaga. Este mineral se ve siempre en un estado més 6 ménos avan- zado de transformacion, por lo general en anfibol y otros pro- ductos intermedios de descomposicion, encontrandose ademas diseminadas por la masa de la roca numerosas aglomeraciones de diversos tamafios de hierro magnético y titanifero. Los cristales de feldespato son con frecuencia hialinos, y en este caso presentan a la luz polarizada bellas fajas polisintéti- cas, contandose en algunos de sus individuos hasta mas de cuarenta alternancias de colores. Otras veces sucede que el feldespato de estas variedades esta eminentemente turbio; por ejemplo, en los ejemplares del manchon sobre el cual se halla edificado el Castillo de Alcala, asi como en los del apuntamiento que sale a luz un par de ki- lometros al Oeste del Castillo de Tempul, tan turbio esta, que sdlo por excepcion se presentan algunos individuos en que pue- den observarse las mencionadas fajas. El feldespato de estas rocas es inatacable por los acidos, presentando aun despues de haber sido tratado en caliente por estos agentes, la idéntica viveza de colores en la luz polarizada que antes de haber sido sometido a este tratamiento, lo que in- dica ser este mineral oligoclasa. Esta sustancia varia en extremo en la cantidad de las inclu- siones que encierra. Por lo general predominan pequenos frag- mentos y hebras de anfibol, sustancia verde, probablemente viridita, hierro magnético y otras impurezas; pero tambien se observan numerosos esporos , unos que por el grueso del anillo oscuro de refraccion parecen ser de gases, y otros que por. la tenuidad de este anillo parecen ser de sdlidos y aun quizas de liquidos. Tambien he observado alguna que otra cavidad con burbuja movible, y especialmente en una seccion procedente del apun- tamiento al SO. de Alcala de los Gazules existe en un cris- tal de feldespato una inclusion con burbuja movible muy no- table. Esta cavidad (lam. 11, fig. 4) es de contorno hexagonal, y mide (9) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 13 unas cinco milésimas de milimetro en su diagonal maxima. El movimiento de la burbuja es regularmente rapido, y parece esta interesante cavidad ser el molde negativo de la forma crista- lina del feldespato. Ademas he observado algunas cavidades con burbuja fija, que tal vez sean restos de la primitiva masa vitrea. El mineral piroxénico no sdlo no se presenta en cristales de- finidos, pero ni aun siquiera en fragmentos de contorno irregu- lar. Su forma depende no solo de la de los cristales de feldes- pato, sino de su posicion y manera de estar agrupados entre si, lo que da origen 4 contornos sumamente caprichosos. La figura 7 de la lamina 11 presenta el contorno de uno de estos fragmentos, procedente de una seccion del ya mencionado apuntamiento, al Sudoeste de Alcala de los Gazules. El color de este mineral es amarillo claro, con un ligero tinte sonrosado, y cuando no presenta trazas de transformacion en anfibol, es sumamente claro y diafano. Este mineral posee en alto grado la doble refraccion, polari- zando por consiguiente la luz con viveza suma. Como ya he indicado, tiene gran semejanza con la dialaga, pues aunque carece de las caracteristicas inclusiones que esta sustancia presenta, especialmente en los gabbros, muestra sin embargo un crucero en extremo preponderante, y en cuya cara, aun a la simple vista, se distingue un lustre nacarado muy marcado. Ademas, con ayuda del microscopio, 4un cuando se empleen grandes aumentos , se observa que a semejanza de la dialaga, esta longitudinalmente estriado en la mayoria de sus fragmentos. Este mineral dialagico, en los sitios que estan libres por completo de transformacion, es relativamente pobre en inclu- siones, Por lo general se reducen 4 algunos pequefios fragmentos de hierro magnético, asi como alguna diminuta particula del mi- neral castafo rojizo que ya he dicho se encuentra en las varie- dades compactas, y repartido con idéntica escasez. Es perfectamente inatacable por los acidos, pues aun des- pues de haber estado sometido durante ocho dias 4 su accion, queda perfectamente incdlume, y la Unica variacion que se nota es haberse disuelto parte de la materia verde que con fre- cuencia lo enturbia. 14 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) La transformacion de este mineral, por lo comun, se inicia en los bordes, y desde alli penetra hacia el interior de la sus- tancia, siguiendo con preferencia la direccion de la estria. Es sumamente curioso seguir paso 4 paso la gradual transforma- cion de este interesante mineral en anfibol, y observar frag- mentos en todos los estados de su transformacion. Por regla general, el producto final de esta transformacion es anfibol de color unas veces verde botella, y otras castafio os- curo; pero suele con frecuencia suceder que forma gran parte de la materia resultante de esta transformacion un mineral verde amarillento sucio, 4 veces fibroso, y otras turbio é inde- finido en sus contornos. Este mineral se disuelve en gran parte en los acidos. En su solucion se encuentra, & mas de algun hierro, gran cantidad de magnesia, y parece, & lo ménos en parte, ser sustancia verde 0 viridita. El anfibol es, por lo comun, fibroso, y a veces forma algu- nos haces caprichosamente entrelazados y extremadamente bellos. El dicroismo de este mineral es sumamente marcado en el mayor numero de sus fragmentos , y contrasta visiblemente con el mineral piroxénico y los demas productos de su transforma- — cion, que son escasamente dicrdicos. En ninguna seccion he observado al anfibol en cristales bien definidos, pues cuando no se encuentra incrustado en los frag- mentos del mineral piroxénico, forma, 6 grandes trozos de contorno irregular, que recuerdan en un todo al mineral dia- lagico no descompuesto, 6 se encuentra diseminado por la masa de la roca en fragmentos de dimensiones varias. - Algunas veces sucede que son tan pequefias las particulas que enturbian el feldespato, que sdlo empleando grandes pode- res pueden resolverse los diminutos fragmentos de anfibol y sustancia verde que lo enturbian. En algunos trozos del mineral piroxénico que se encuentran en un estado avanzado de descomposicion, se observan indicios de una especie de serpentinizacion, y se distingue esa especial malla, formada de venillas y ramificaciones, que caracteriza a las serpentinas. En otros apuntamientos , como por ejemplo sucede en el que forma el cerro sobre el cual esta edificado el Castillo de Alcala, (11) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 15 el mineral piroxénico esta en un estado de tan profunda trans- formacion , que el anfibol y el resto de productos de su descom- posicion supera bastante 4 la masa del mineral piroxénico. Esta preponderancia del anfibol sobre el piroxeno se observa en gran ntiimero de apuntamientos, y especialmente en el que se encuentra al Este de Torre Estrella, cerca de Medina Sidonia, desaparece casi por completo el piroxeno, y es reemplazado entre los turbios cristales de feldespato por anfibol y otros pro- ductos de su descomposicion. Es tan completa la desaparicion del mineral dialagico, que cuando se emplean poderes solamente de 60 diametros, puede decirse que casi ni aun indicios de él se descubren ; pero cuan- do se emplean poderes superiores , distinguense algunas dimi- nutas particulas de un rosa violado en la parte central de al- gunos de los fragmentos de anfibol, pasando entdénces la roca a la diorita. En una seccion procedente del apuntamiento que sale a luz en la base de la Pefia Arpada, entre Alcala de los Gazules y Medina, he observado un trozo de cristal de piroxeno, de color castano oscuro, perfectamente distinto del mineral constitu- yente de estas rocas, y que parece ser un producto de forma- cion posterior al piroxeno, que constituye una de las partes esenciales de estas rocas. Forma el nucleo de este cristal un fragmento de hierro mag- nético, sobre el cual se ha desarrollado la materia piroxénica de color castafio en zonas concéntricas, como indica la figu- ra 6 de la lam. 11; cuéntanse gran numero de estas zonas, de mayor 6 menor intensidad de color, y terminado por una franja verde claro. Este es el unico caso en que he observado tal fendmeno, pues invariablemente el piroxeno presenta la idéntica facies ya des- crita en todos los ejemplares que hasta el presente he estudia- do, y se puede considerar este cristal como producto perfecta- mente accidental. Hl hierro magnético y titanifero forma por lo general en los ejemplares cristalinos aglomeraciones de gran tamafio. Alcan- zan algunas de ellas de uno 4 dos milimetros en su longitud maxima, y forman a veces agrupaciones sumamente bellas. Co- mo ejemplo de lo caprichoso de las formas qué toman estas agru- paciones, véanse las figs. 1 y 3 dela lam. 11, procedentes de una 16 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) seccion del apuntamiento al Sudoeste de Alcala de los Gazules. Es tambien digno de llamar la atencion el que asi como en las variedades compactas parece sobrepujar la cantidad de magnetita al hierro titanifero, en las variedades cristalinas existe una preponderancia del hierro titanifero sobre el magné- tico, pues la parte mas considerable de estas aglomeraciones queda sin disolver, aun despues de haber sido tratada en ca- liente por los acidos. In varias secciones he distinguido algunas pequefas particu- las de cuarzo, por lo general de contorno irregular, asi como aleunos pequefitos fragmentos de hematita roja que se encuen- tran diseminados por la masa de la roca, aunque con escasez suma. C. ESTUDIO DE LAS VARIEDADES INTERMEDIAS. Como se ve, las rocas del tipo cristalino poseen una estructura extremadamente distinta de la que tienen las variedades com- pactas. Sino fuera por la presencia del mineral piroxénico en las variedades compactas, que alguna semejanza tiene (especial- mente los fragmentos porfiriticamente empastados) con el que tan preponderante papel desempefia en las variedades cristali- nas, escasamente podria sospecharse la mas remota correlacion entre ambas clases de rocas. Sin embargo, si se estudian los ejemplares que no poseen des- arrollada tan por completo la estructura cristalina, como lo esta en éstas, ni su estructura es tan eminentemente compacta, ob- sérvanse transitos tan graduales que hacen completamente im- posible poder separar estas rocas petroldgicamente. De estos tipos intermedios ninguno muestra este transito de una manera mas marcada que el apuntamiento que sale 4 luz a orillas del arroyo del Almendron, entre Chiclana y Medina, y el que se encuentra algun tanto al Sudoeste de Torre Estrella, formando, puede decirse, las rocas procedentes de estas loca- lidades, el lazo de union entre estos dos términos extremos de la série. Por ejemplo, las secciones del apuntamiento del arroyo del Almendron, observadas con aumentos de sdlo 60 4 80 diame- tros, escasamente se distinguen de las variedades compactas. La unica diferencia que se nota en las secciones de este apun- (13) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 17 tamiento es el mayor tamano de todos sus elementos constitu- yentes, tanto de las sustancias porfiriticamente empastadas, como de los pequenos fragmentos de piroxeno y cristales de feldespato que forman la base. Tambien se distinguen por el mayor estado de descomposi- cion en que los fragmentos de piroxeno se hallan, asi como por encontrarse diseminados por la masa de la roca, 4 mas del hierro magnetico, gran cantidad de cristalitos largos y opacos de color negro pardusco, solubles en los acidos, pero cuya naturaleza ignoro. Esta sustancia se encuentra tambien en algunas de las varie- dades cristalinas, y parece ser un constante compafiero de los ejemplares cuyo piroxeno se encuentra en un estado avan- zado de descomposicion. Cuando se aumenta el poder del microscopio, obsérvase una estructura semejante 4 la de las variedades compactas, distin- guiéndose idénticos diminutos fragmentos de piroxeno, aun- que de mayores dimensiones, que presentan ya la facies dia- lagica en muchos de sus fragmentos, no siendo extraiio verlos transformados en sustancia verde y anfibol. Los cristales de feldespato han aumentado tambien, tanto en cantidad como en sus dimensiones, mostrandose algunos de ellos claros y diafanos, reconociéndose entdnces las fajas po- lisintéticas, pero presentando otros esa estructura extrafia, de- bida a la sustancia que enturbia el feldespato, de las variedades compactas. A pesar de esta semejanza con las variedades compactas, la sustancia vitrea ha disminuido considerablemente, y sdlo se la distingue cual ténue hiatus entre el compacto tejido que forman los cristales de feldespato y los fragmentos de piro- xeno. Si de esta roca se pasa 4 estudiarla del manchon situado al Sudoeste de Torre Estrella, entre Alcala de los Gazules y Medi- na, se reconoce, aunque sdlo se observen sus secciones con aumento de 60 diametros, que su estructura se asemeja ya gran- demente a la de las variedades cristalinas, pero sin perder por eso la facies de las compactas; pero cuando se aumenta el poder del microscopio, se observan sitios en que seria dificil poder di- ferenciarlas de las variedades cristalinas, cuando se las observa con aumento relativamente menor. ANALES DE HIST. NAT.—V. Ww 18 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) Distinguese el mismo mineral piroxénico sdlo de menores dimensiones, pero que presenta la facies de la dialaga en la ma- yoria de sus fragmentos, y se distingue idéntica tendencia a tomar la forma que le imprimen los adyacentes cristales de fel- despato. Las dimensiones de los cristales de este mineral, que consti- tuyen, puede decirse, la base, son ya considerablemente mayo- res, y es a veces dificil tarea él querer separarlos de los gran- des cristales porfiriticamente empastados. El feldespato , en la gran mayoria de sus grandes individuos, se presenta ahora claro y diafano en el mayor numero de sus individuos, habiendo perdido esa extranha estructura que carac- teriza a gran cantidad de los grandes cristales de las variedades compactas, estando ya, si acaso, turbio por efecto de su des- composicion (como se observa en las variedades cristalinas), pero no por esa cantidad de cuerpos extranos aprisionados que indican un estado cristalino que no ha llegado a su completo desarrollo. El hierro magnético tiende tambien 4 aumentar en las dimen- siones de sus fragmentos, y sin formar todavia esas grandes y bellas aglomeraciones que forma en las variedades cristalinas, alcanza dimensiones mucho mas considerables que las que po- see en las variedades compactas. El anfibol y demas productos intermedios de descomposicion desempefan en los ejemplares de este manchon un papel muy importante, mientras que la sustancia vitrea ha desaparecido por completo, no habiéndome sido posible descubrir la mas leve traza de esta sustancia en ninguna de las secciones que hasta el presente he examinado. Por lo tanto, se ve ya que los ejemplares de esta procedencia poseen una estructura que se relaciona intimamente con la de las variedades perfectamente cristalinas ; y si se comparan, por ejemplo, con los ejemplares de pequenos cristales de feldespato y piroxeno, como son los procedentes del manchon de la base del Berroquejo, dificil sera echar la linea divisoria entre ambas clases de rocas. Inutil seria repetir ejemplos de esta clase, pues innumerables serian los que podrian citarse donde se observa este gradual transito de unas variedades a otras. Con los citados basta para demostrar la intima union que existe entre los dos términos ex- (15) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 19 tremos de la série, union que hace imposible poderlos separar, pues constituyea un grupo de rocas perfectamente homogeneo, sin solucion alguna de continuidad. J). ESTUDIO DE LAS VARIEDADES CRISTALINAS DE COLOR VERDE CLARO. Estudiadas estas variedades, que forman, puede decirse, la parte mas importante del total de rocas eruptivas de la provin- cia de Cadiz, sdlo tienen importancia las variedades de menor densidad y color verde claro, semejantes 4 la roca de Algar, que constituyen un grupo sumamente interesante. Si se estudian secciones de estas rocas con el microscopio, se observa una masa felsitica blanca y turbia, que 4 la luz polari- zada se resuelve en grandes cristales de feldespato, pero entre los que sdlo por rareza se distinguen las fajas polisintéticas; tal es la cantidad de impurezas que los enturbia. Entre estos cristales de feldespato, y 4 semejanza del mineral piroxénico de las variedades cristalinas, que esta limitado en sus contornos por la forma del feldespato, se observa gran can- tidad de una sustancia, en general fibrosa, de diversos matices de verde, y que se divide en dos partes, una soluble en los acidos, y otra insoluble, encontrandose en la solucion de la parte soluble gran cantidad de magnesia, lo que hace inferir sea esta sustancia un mineral magnésico. La parte insoluble es dicrdica, con bastante intensidad, aun despues de haber sido tratada por los acidos, variando sus tin- tas, desde el verde amarillento al verde azulado, y pareciendo, por lo tanto, ser anfibol, mientras que la parte soluble puede considerarse como diversos productos de su descomposicion. Ademas, encuéntranse diseminados por la masa de la roca, é intimamente unidos 4 la materia anfibélica, gran cantidad de granos y fragmentos redondeados de epidoto verde pistacho. La union del epidoto con la materia anfibdlica es tan intima, que cuando los acidos han disuelto la parte soluble, raro es el residuo que queda de anfibol que no esté mas 6 ménos unido 4 mayor 6 menor cantidad de epidoto, observandose ese intere- sante fendmeno del transito del anfibol al epidoto de una ma- nera sumamente marcada. Ademas, encuéntrase diseminado por la masa de la roca gran 20 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) cantidad de hierro magnético, que presenta numerosas seccio- nes triangulares, y que parecen formas hemiédricas de esta sustancia. Estos tetraedrosforman con frecuencia grandes barras, adosados los vértices & las bases, como indican las figuras 2y 5de la lam. 11, y tomando formas sumamente bellas. Distinguense ademas numerosos cristalitos negros y opacos, solubles en los acidos, y en un todo idénticos a los que ya he dicho se observan en algunas de las variedades , tanto compac- tas como cristalinas. Suélense tambien observar algunos peque- fos fragmentos de hematita roja, que con frecuencia se les dis- tingue estar en intima union con el hierro magnético, y parece ser un producto de la oxidacion de este mineral. Esta roca, por su paso a la diorita, es de sumo interés; pues aunque presenta alguna diferencia del resto de sus congéneres, puede decirse que la principal diferencia consiste en la desapa- ricion del mineral piroxénico, hecho que casi podia sospecharse a priori tenia que suceder como resultado final de la transfor- macion del mineral dialagico. Ademas, si se compara esta roca con las que son ricas en an- fibol y otros productos de descomposicion, se observa una seme- janza muy marcada, especialmente con las variedades pobres en mineral piroxénico, como son las del Berroquejo, Cerro de Alcala, Torre Estrella, etc. No he tenido ocasion de examinar ningun ejemplar de las variedades porfiroideas de grandes cristales de feldespato que se encuentran entre Zahara y el Gastor; pero si lo he hecho de ejemplares procedentes de un manchon cerca de Ante- quera, en la provincia de Malaga, que posee idéntica es- tructura. En seccion transparente al microscopio presentan la misma estructura que el tipo comun de las variedades cristalinas , ob- servandose el mismo mineral piroxénico empastado en una masa felsitica sumamente turbia. Este mineral, 4 semejanza de las variedades cristalinas, se encuentra tambien parcialmente transformado en anfibol y otros productos intermedios. Distin- guense ademas algunos pequefios fragmentos de epidoto, é idénticas aglomeraciones de hierro magnético. Como ya he tenido ocasion de indicar en un apuntamiento cer- cano al Berrueco, obsérvase esta roca profundamente serpen- tinizada, impregnando la sustancia serpentinosa toda su masa. (17) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 21 Kste es el unico manchon en que he observado este fend- meno, constituyendo, por lo tanto, un hecho aislado que posee escasa importancia en el conjunto de estas rocas que, como se ve, forman un grupo perfectamente bien definido, y que por una gradual transicion pasa desde las rocas eminentemente au- giticas de las variedades compactas 4 la diorita, formando un todo homogéneo imposible de separar petrologicamente. 3.° Dificultades que presentan estas rocas para su clasificacion. Al mismo tiempo que existe esta afinidad entre los diversos términos de la série, se dificulta sobremanera el poder clasifi- carlas en su conjunto en cualquiera de los grandes grupos que la petrografia reconoce. Es evidente que las variedades compactas, por su gran den- sidad de cerca de 3, por su facies, asi como por su estructura intima, especialmente en las variedades en que tan importante papel representa la materia vitrea, parecen estar intimamente relacionadas con los basaltos, en cuyo caso las variedades cris- talinas y semicompactas podrian ocupar el lugar de las doleri- tas y anamesitas; pero la presencia de la sustancia verde, a ve- ces en tan considerable abundancia, mas bien tenderia 4 esta- blecer cierta afinidad con los melafidos y aun con las palatinitas, si se tiene en cuenta la presencia del mineral dialagico. Sin embargo, la gran densidad de estas rocas, su distinta fa- cies, su manera de manifestarse en la superficie, la preponde- rancia de la hornblenda en casi todos sus ejemplares, asi como la carencia, que parece absoluta, de olivino en todas las sec- ciones que hasta el presente he estudiado , excluye por completo la posibilidad de clasificarlas , ni en el gran grupo de los mela- fidos, ni en el de los basaltos. Se hace tambien imposible relacionarlas con las diabasas , a pesar de la semejanza que muchos de sus ejemplares cristalinos poseen, especialmente aquellos cuyo piroxeno esta mas 6 mé- nos transformado en viridita, tanto por la distinta facies del fel- despato, como por la presencia de la sustancia vitrea y el im- portante papel que representa el anfibol. Queda solo entre los grandes grupos que tienen cierta rela- 22 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) cion con las rocas que se acaban de estudiar, el de las dioritas. Aunque evidentemente los Ultimos términos de esta série, tanto por la facies del feldespato, como por la preponderancia casi absoluta del anfibol, podrian considerarse como tales, ofrece sin embargo sérias dificultades el transito de los ejemplares evidentemente dioriticos 4 aquellos en que el mineral piroxé- nico domina casi en absoluto, para poder considerar al total de estas rocas como dioritas. 4.° Dela semejanza de estas rocas con las ofitas del Pirineo. Esta interesante série de rocas, por lo tanto, encuéntrase fuera de toda clasificacion , sin poderse agregar en absoluto a nin- g@uno de esos grandes grupos que la petrografia reconoce. Sin embargo, existe una série de rocas que ha estado constante- mente fuera del concierto de toda clasificacion, y con las que tienen mas de un punto de contacto, en gran numero de sus ejemplares; rocas que no sdlo se asemejan por sus elementos constituyentes, sino por la identidad de la manera como se manifiestan en la superficie y las condiciones de los terrenos que las acompafian en sus yacimientos. Estas rocas son las célebres ofitas de los Pirineos, del Abate Palassou, sobre las que tanto se ha discutido, que de tan di- versa manera se las ha considerado, y que han estado condena- das hasta reciente época a pasar constantemente de un grupo de rocas a otro. En los ultimos diez afios, sin embargo, se han adquirido da- tos que han vertido abundante luz sobre su composicion y es- tructura, y especialmente F. Zirkel, en su interesante trabajo sobre el Pirineo, se extiende largamente, tanto sobre la intima composicion y estructura de estas rocas, como sobre su manera de manifestarse en la superficie y las condiciones de los terre- nos que invariablemente las acompanan. Kste ilustre geognosta se decide, en union de Leymerie y otros, a considerar la ofita como constituyendo un grupo de rocas aparte , tanto para significar la facies especial que caracteriza a estas rocas bajo el punto de vista geologico como petroldégico. Estas rocas, por lo general, forman un transito de la diorita (19) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 23 a la anfibolita; pero muchos de sus ejemplares poseen una intima relacion con las rocas de la provincia de Cadiz. Zirkel, en la pag. 123 de su trabajo sobre el Pirineo, se ex- presa de la siguiente manera acerca de algunos yacimientos que, como se vera, presentan una intima correlacion con el tipo co- mun de las rocas de que nos ocupamos: « En algunas ofitas del Pirineo, especialmente en aquellas que .ménos hornblenda poseen y mas ricas son en feldesdato triclini- co, se distingue un mineral augitico muy semejante a la dialaga. »La ofita de Lacourt, en el valle de Salat, es una roca de un gris verdoso, algo esponjosa y de grano fino, y tapizadas las erietecillas que penetran hasta el interior por epidoto. »En esta roca se ven especialmente, despues de haber sido tra- tada por los acidos, pequenios cristales como de un milimetro de largo, que poseen una ancha cara de crucero con algun brillo metalico. »Este mineral es inatacable por los acidos, y se funde con facilidad en la llama del soplete. »En las lucientes caras de crucero se distinguen algunos pun- tos mates que el microscopio comprueba ser particulas de horn- blenda, que tan intimamente unido se encuentraen los gabbros con la dialaga. »Tambien en las ofitas de Saint Pé, como en las de Saint Beat, en el Garonne, he encontrado este mineral dialagico; pero sus individuos son demasiado pequefios y se encuentran demasiado embutidos en la masa de la roca para permitir proceder a su analisis. » Una seccion trasparente de la ofita de Lacourt muestra al microscopio la siguiente estructura: »1.° Una masa turbia y blancuzca, aparentemente homogé- nea, pero que 4 la luz polarizada se resuelve en un agregado de cristales de feldespato, en muchos de los cuales se observan fajas polisintéticas. »2.° Diferentes particulas de diversos matices de verde y de contorno irregular, que son, sin duda alguna, de anfibol en di- versos estados de descomposicion. »3.° El mineral dialagico, en seccion bastante transparente, aparece perfectamente incoloro, muy bien conservado, y atra- vesado por numerosas grietas. »En su masa se encuentran particulas de hornblenda, que 24 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) envueltas por esta sustancia de dificil descomposicion, han re- sistido mejor que los adyacentes fragmentos de anfibol disemi- nados por la masa de la roca. »4.° Una bella sustancia verde que forma en la masa feldes- patica venillas de sdlo 0,001 de milimetro de espesor y pequenas agrupaciones en formas estelares, evidentemente de epidoto, que se destacan sobremanera en la luz polarizada, estando cada agcuja coloreada de distinta manera. »5.° Fragmentos negros y opacos probablemente de hierro magnético.» Por lo que se desprende de esta descripcion, no puede existir una semejanza mas perfecta entre la ofita que Zirkel describe del valle de Salat, y gran niimero de las que salen a luz en di- versos sitios de la provinciade Cadiz, especialmente con aquellos ejemplares procedentes del Berroquejo, del Castillo de Alcala y otros yacimentos, que presentan, tanto al mineral dialagico como al feldespato, en un estado mas 6 ménos avanzado de transfor- macion. Pero aun he visto esta correspondencia mas acentuada al com- parar directamente las ofitas del Pirineo en seccion transparente con las rocas eruptivas de la provincia de Cadiz. Por ejemplo, entre unos veinte ejemplares procedentes de dis- tintas localidades del Pirineo que he tenido ocasion de investi- gar, las dos terceras partes poseen una marcadisima semejanza con las de esta localidad , mientras que la otra tercera parte pre- senta una facies que se asemeja mas al tipo de la diorita comun. Entre los ejemplares que se asemejan 4a las rocas de la provin- cia de Cadiz, he observado dos que presentan una estructura perfectamente idéntica 4 las variedades cristalinas de esta co- marca. Un ejemplar especialmente , procedente de Chalets Saint Ne- rée, presenta, 4 mas de la identidad de los elementos que en- tran en su composicion , una facies tan igual 4 algunos ejem- plares cristalinos de la provincia de Cadiz, que seria dificil dis- tinguir sus secciones de algunas del Berroquejo y otros sitios. Distinguese en la masa de esta roca el mismo mineral diala- gico, transformado siempre de una manera mas 6 ménos pro- funda en anfibol y otros productos ; ademas se distinguen nu- merosos cristales claros y didfanos de feldespato triclinico y numerosas aglomeraciones de hierro magnético, perfectamente (21) Macpherson. — ROCAS ERUPTIVAS DE CADIZ. 25 idénticas 4 las que se observan en las de la provincia de Cadiz. La tinica diferencia que distingue algun tanto a esta roca, es la mayor abundancia del mineral piroxénico, que forma una parte mucho mas considerable del total de la roca, que lo que sucede en sus semejantes de la mencionada provincia. Del resto de rocas de composicion y facies semejante a las de esta comarca, cuatro presentan una estructura muy parecida a las variedades cristalinas de color verde claro y de menor peso especifico, semejantes 4 la roca de Algar; piedras en las que el piroxeno ha desaparecido por completo, y pasan a formar ver- daderas dioritas mas 6 ménos cargadas de epidoto; mientras que en cinco ejemplares se observan transitos intermedios en los que el mineral piroxénico sin descomponer se encuentra siempre en mayor 6 menor abundancia, el feldespato se halla por lo ge- neral excesivamente turbio. Ademas he observado tres ejemplares que estan constituidos casi exclusivamente por feldespato en extremo turbio y epi- doto, rocas que pueden considerarse como el producto final de las variedades semejantes a la roca de Algar. Como se ve, la semejanza entre estas dos séries de rocas no se cifie solamente a su manera de manifestarse en la superficie, y a la identidad de los terrenos que las acompanan en sus yaci- mientos , sino que ademas presentan una marcadisima afinidad en su composicion y estructura; afinidad fundada no solamente en la comunidad de los elementos constituyentes y en la iden- tidad de su facies en muchos de sus ejemplares, sino tambien en el gradual transito 4 la diorita que se observa en ambas séries. | La tinica diferencia que puede decirse existe entre ambas, con- siste en que mientras en las ofitas de la provincia de Cadiz pre- dominan las variedades compactas y cristalinas eminentemente augiticas , siendo el transito a la diorita mas bien la excepcion que la regla, en las variedades del Pirineo forma este transito la regla general, pudiéndose considerar en esta localidad las variedades perfectamente augiticas como excepcionales. Por lo tanto, aun prescindiendo de la identidad de los terre- nos que acompanan 4 estas rocas en sus yacimientos, bien se los considere como un solo terreno de sedimento perteneciente a la época triasica, 6 como recientemente ha indicado M. H. Mag- nan, como un proceso de sedimentacion recurrente en distintos 26 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) periodos geolégicos, 6 como un fendmeno de metamorfismo que acompafié 4 la intrusion de estas rocas, 6 tal vez como resul- tado de ambos, es evidente que las ofitas del Pirineo y las de la provincia de Cadiz forman dos séries paralelas perfectamente comparables entre si. La unica diferencia que las distingue consiste en que mien- tras las ofitas de esta ultima comarca, en donde dominan tanto las variedades cristalinas, como las compactas, han sufrido sdlo parcialmente los efectos de la transformacion del piroxeno, las del Pirineo, comunmenie cristalinas, han experimentado esta transformacion hasta su mas alto grado, dando como resultado, por consiguiente, el predominio de las variedades dioriticas y epidotiferas en las numerosas salidas de estas rocas en esa lo- calidad. EL EOZOON CANADENSE, POR EL MARQUES DE LA RIBERA. (Sesion del 1.° de Diciembre de 1875.) Creo que no se ha publicado nada hasta ahora en Espana, sobre el Hozoon Canadense, que explique lo que pudo ser el pre- tendido fésil que tanto ha llamado la atencion del mundo cien- tifico, y lo que son los restos que de su organismo han creido encontrar los gedlogos ingleses que lo descubrieron. Para sub- sanar esa falta, si la hubiese, con alguna probabilidad de acierto y estimular 4 las personas doctas y competentes en la materia, 4 que manifiesten su opinion, en asunto tan contro- vertido, procuraré darlo 4 conocer tal cual lo describen los dis- tinguidos naturalistas que han estudiado su configuracion y las rocas en que yace, reuniendo en este articulo una porcion de datos sacados de las interesantes Memorias de los sefores Sir William Logan, que descubrié el Hozoon siendo Director de la Inspeccion Geologica del Canada en 1858; del Dr J. W. Daw- son, Rector de la Universidad M.¢ Gill de Montreal, y del Doctor W. B. Carpenter, Registrador de la Universidad de Londres, publicadas en 1865, por la Sociedad Geoldgica de esta ciudad. Algo extenso parecera este trabajo para lo que permite el tamano de los ANALES; pero deseando presentar a la SOCIEDAD la historia de un descubrimiento nuevo con los progresos que ha hecho hasta el dia, he debido extenderme un poco en los pormenores que mas ilustran el asunto, limitandome, sin em- bargo, para conservarles el caracter de autoridad que les im- prime el acreditado nombre de las personas de quienes pro- ceden, a extractar y traducir, aunque tomandolos salteados de 28 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) diferentes capitulos, algunos parrafos de las citadas Memorias, que vienen bien 4 mi propdosito. La lectura de esas publicaciones excité el mayor interés entre los naturalistas de ambos continentes, como no podia ménos de suceder tratandose de un descubrimiento, que de con- firmarse, haria remontar la vida organica en la tierra 4 una época quizas mas distante del periodo silurico que éste lo esta del periodo en que vivimos, pues hay gedlogo que calcula que la formacion laurentina, contando probablemente con la huro- niana, tiene sobre 90.000 piés de espesor!! La imaginacion se pierde al considerar, aun suponiendo muy exagerado el calculo, la inmensidad de tiempo trascurrido durante la aglomeracion de esa inmensa mole, y nos maravilla el portento de que los restos de esos séres primordiales, e/ albor de la vida, como in- dica el nombre que les did Mr. Dawson, tan pequenos, tan de- licados de estructura y descompuestos por las metamorfésis que sufrieron las rocas despues de sepultados, hayan llegado hasta nosotros en condiciones de poder dar fé de su existencia, del elemento en que vivieron y de la especie animal a que perte- necian. Las montafias laurentinas del Canada, que encierran el Ho- zoon, toman su nombre del gran rio San Lorenzo, y son, segun Sir William Logan, las mas antiguas de la América del Norte. « Se componen principalmente, de rocas cuarzosas, aluminosas »y arcillosas, semejantes 4 las rocas de sedimento de épocas » posteriores. » Los gedlogos que las han reconocido las dividen en dos grupos, el laurentino inferior y el superior, descansando éste sobre aquél sin conservar entre si érden regular ninguno. Sir William Logan calcula que estos dos grupos reunidos tienen mas de 30.000 piés de espesor en el Canada; y la formacion lan- rentina del Oeste de Escocia, asi como la del gneis fundamental de Bohemia y Baviera, comprendidos por Sir Roderick Mur- chison en la misma formacion, alcanzan tambien un volimen sumamente considerable. Hay un tercer grupo Canadense llamado Huroniano, al cual atribuye Mr. Murray «unos 18.000 piés de espesor, y esta com- » puesto de cuarzitas, conglomerados, dioritas y calizas. Este » terreno es, segun el mismo autor, de formacion mas reciente »que el laurentino, pero todavia no se han visto en contacto » uno de otro,» (3) Ribera. — EL EOZOON CANADENSE. 29 El estudio hecho de estas rocas, por los expresados natura- listas, ha dado 4 conocer su remota antigtiedad; probando al mismo tiempo, una vez mas, que la naturaleza ha empleado siempre los mismos procedimientos para la descomposicion y reconstruccion de la superficie del globo. Asi es, que en los conglomerados de la série huroniana se encuentran embutidos, segun Sir William Logan, «cantos y guijarros procedentes de » la série laurentina, de los cuales se infiere que la roca madre » estaba ya alterada y presentaba el caracter cristalino que hoy »tiene, antes de que se depositase la formacion posterior, » mientras que en las rocas calizas laurentinas, alternan capas »de conglomerados, cuyos guijos son fragmentos rodados de »una roca arenisca estratificada mas antigua todavia que » aquellas. » « La zona de piedra caliza de Grenville, descrita por Sir Wi- » liam Logan, tiene en algunos puntos hasta 1.500 piés de es- »pesor, y parece estar dividida en dos 6 tres partes, por unas »grandes fajas de gneis. Una de ellas, que podra tener de 100 » a 200 piés de volimen, se halla situada hacia la parte inferior » de la roca caliza, y en la base de esta Ultima se encuentran »los restos del Hozoon. » « Esta parte de la zona, se compone, segun el mismo autor, »de pequenas y grandes masas irregulares, de piroxeno blanco » cristalino, colocadas confusamente unas sobre otras, con » muchas oquedades y asperezas, gastadas y medio cilindricas, »algunas de ellas bastante profundas. El piroxeno, aunque pa- »rece compacto, presenta multitud de pequefios espacios de » carbonato de cal, en muchos de los que se advierten ciertas »estructuras diminutas parecidas a las del fdsil. Estas masas »de piroxeno tendran unos 200 piés de espesor, y los inter- »medios se hallan ocupados por una mezcla de serpentina y » carbonato de cal. Una capa de serpentina, verde-oscura, cubre » generalmente una por una las masas del piroxeno, variando »el grueso de aquéllas desde una diez y seis-ava parte de pul- »gada, hasta varias pulgadas, excediendo rara vez de medio » pié. La roca se presenta en diferentes sitios formando capas 6 » laminas paralelas y ondulosas de carbonato de cal y de ser- »pentina, que alternan sin regularidad alguna, y que van »siendo gradualmente mas estrechas a medida que se apartan » del piroxeno. Estos trozos de la roca encierran el fdsil entero, 30 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) »el cual se extiende 4 veces sobre una area de un pié cuadrado » 6 algo mas. » « El caracter general de la roca, combinado con el fésil, hace » pensar que tenemos a la vista un arrecife foraminifero, en el » que las masas de piroxeno representan la parte mas antigua »de la formacion, la cual terminada que fué, y habiéndose »luego desgrastado y corroido por la accion del tiempo, sirvid » mas tarde de base & una nueva generacion foraminifera, re- » presentada por la serpentina calcifera. » . Al publicar Sir William Logan su descubrimiento, manifestdé en apoyo de su opinion, « que si se considerara como resultado »de una construccion mineralégica natural y casual, la que » tienen los cantos procedentes de localidades tan diversas como »son las de Petite Nation, Grenville, Burgess y el Gran Calu- » met, seria cosa Sumamente extrafha, que formas tan idénticas » derivasen de minerales de tan distinta composicion, pues hay » que advertir que aunque los cantos de Burgess presentan for- »mas semejantes a las del Gran Calumet, estan formados de »capas de un silicato de magnesia, verde-oscuro, loganita, » y los intermedios rellenos de dolomia cristalizada, en la que » desaparece la estructura de los otros cantos,» sin duda por haber sido mas sensible la trasformacion que sufrid esta roca. Hace observar Sir William Logan, «que cualesquiera restos » organicos que hubiesen quedado sepultados en las calizas lau- » rentinas, conservando su caracter calcéreo, habrian sido des- » truidos al cristalizar la roca (1), y que solamente podrian con- »servar su forma cuando el carbonato de cal original hubiese » sido reemplazado con otra substancia mineral, 6 por la infil- »tracion de ésta en los poros y huecos interiores y exteriores » del fésil, » que es lo que se supone acontecid al Hozoon. La dificultad de obtener ejemplares genuinos de la caliza- serpentino-laurentina, en que mejor se distinguen esos restos organicos, y la de encontrar 4 mano buenos lapidarios que la corten en secciones delgadas para poder examinarlas con el microscopio, ha impedido 4 muchos naturalistas extranjeros repetir las observaciones que son indispensables para darse (1) Sin embargo, los Sres. Savi y Meneghini han encontrado en el marmol de Carrara fosiles perfectamente determinables del terreno jurasico. (5) Ribera. — EL EOZOON CANADENSE. 31 bien cuenta de la roca y poder decidir sin prevencion de nin- gun género, si existid 6 nd el Hozoon en la remotisima época de la vida de nuestro globo, en que lo ven los Sres. Logan, Dawson, Sterry-Hunt, Carpenter, y otros no ménos distinguidos paleontdélogos. Nada tiene de extrafio, por otra parte, que haciendo apenas diez y siete ailios que se descubriéd el Hozoon Canadense, aun haya dudas respecto al origen y naturaleza de la estructura peculiar de la roca laurentina que lo contiene, y que sean to- davia muy pocas las personas, relativamente hablando, que lo hayan visto con el microscopio. Los naturalistas que niegan la existencia del fésil pretenden, ademas de las consideraciones que en contra les sugiere la naturaleza de la misma roca, que el supuesto organismo animal envuelto en ella, no es mas que un curioso producto mineralogico parecido a las dendritas y 4 las concreciones y cristalizaciones mas 6 ménos extensas, mas 6 ménos caprichosas de forma, que con frecuencia se observan en algunos minerales, y que proceden unas veces de la infiltra- cion de sustancias extranas, otras de la descomposicion de la misma roca, otras de ambas causas, y con respecto 4 la serpen- tina, de la peculiar y frecuente estructura celulosa y asbesti- forme que la caracteriza. Hay que notar, sin embargo, que esas supuestas mineralizaciones son siempre microscdpicas, y que ni un solo caso se ha presentado hasta ahora que no tenga esta condicion particular. Los eozoonistas sostienen que no es una ilusion fantastica ese organismo, que existe realmente, y que en el campo del microscopio se presenta tan claro, sobre todo en los ejemplares | de Petite Nation Seigneurie, de Grenville, Burgess, y del Gran Calumet, en el Canada, que los Sres. Dawson y Carpenter han podido determinar la especie de animal a que el Hozoon pertenece, fundandose no sdlo en la constante estructura de la roca, en la parte que contiene los restos organicos, sino tam- bien y principalmente, en la semejanza de éstos con la estruc- tura de séres afines de épocas posteriores, y con la de los de igual especie que viven hoy en nuestros mares, y que han ser- vido de punto de comparacion para estudiarlos y clasificarlos; habiendo sido de muy eficaz auxilio 4 Mr. Dawson, en este tra- bajo paleontologico, segun é]1 mismo asegura en su citada Me- moria, la magnifica obra del Dr. W. B. Carpenter: Zntroduc- 32 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) tion to the study of the Foraminifera, premiada y publicada en Londres en 1862, por la Ray Society. Mr. Dawson confirma en su escrito antes citado, todas las apreciaciones de Sir William Logan, y manifiesta: «que ha- » biendo examinado con el microscopio las secciones talladas » de piedra caliza laurentina, que al efecto le envié dicho senor, » encontraba que se componian de carbonato de cal y serpentina, » 6 de carbonato de cal y piroxeno mas 6 ménos oscuro, recor- »dando su aspecto el de los corales siltiricos del género Si7o- » matopora (1). Kn el microscopio la semejanza es general sola- »mente, pues no se ven trazas de las celdas radiantes caracte- »risticas de aquel género. Las capas de serpentina y piroxeno » ninguna estructura organica presentan, y el segundo de esos »minerales es sumamente cristalino. Las capas de carbonato de »cal conservan, por el contrario, sefales muy claras de una »estructura que no puede ser de caracter concrecionario. »Forman divisiones de variado espesor, paralelas 6 concén- » tricas, y encerrando unos espacios deprimidos 6 celdas, fre- »cuentemente cruzadas por laminas 6 tabiques trasversales, » tan numerosos en algunos puntos que les dé una apariencia » vesicular, y otras veces presentandose a raros intervalos. »( Véase la fig. 1.*, lam. m1). Algunas de esas capas se hallan »socavadas por los lados formando hoyos circulares, y hay »sitios en que se ve que estan atravesadas por canales, 6 que » contienen celdas secundarias, al parecer aisladas. Se advierte »ademas, que donde la sustancia de las capas esta mejor con- »servada, la estructura es granosa, y que la atraviesan nume- »rosos grupos de pequefos tubitos, colocados en forma de » haces divergentes 6 perpendiculares, de gran complicacion y » belleza (fig. 2.*, lam. m1). Examinando las secciones trasver- »sales con un objetivo de fuerte aumento, se observa que estos » tubitos son circulares y que su contorno esta muy bien de- »finido (fig. 3.*, lam. mr) (2). En las secciones longitudinales »suelen tener el aspecto nudoso 4 manera de rosario. » (1) Segun otros naturalistas, la Stromatopora y los Receptaculites no estén todavia bien clasificados, por tener, dicen, afinidades con los foraminiferos, con las esponjas y con los corales. (2) En este ejemplar se observan tambien tubos cuadrangulares y deprimidos, ade- mas de los circulares. (7) ' Ribera. — EL EOZOON CANADENSE. 33 La serpentina y el piroxeno que rellenan las cavidades de la parte caliza, no tienen, segun Mr. Dawson, «apariencia de » estructura concrecionada, pero sila de una sustancia infil- »trada que ocupa los huecos que ya existian en la roca; es » decir, que la materia caliza no ha sido amoldada sobre las » formas de la serpentina y de la augita, sino que estas sus- » tancias han rellenado las celdas vacias existentes en una masa »dura caliza; por lo tanto, si suponemos que la sarcoda 6 » cuerpo gelatinoso de un rizépodo , ocupaba los espacios com- »prendidos entre las capas calizas, los canales y los tubitos » que atraviesan aquella masa, desde luego se nos ocurrira la » idea de compararlos con formas recientes de la misma especie. » La diferencia que existe entre el Hozoon y los demas rizépodos del érden foraminifero, esta, segun Mr. Dawson, «en el gran » tamafio del fosil canadense; pero no hay razon para sostener »que los foraminiferos han de ser precisamente pequenos, » puesto que ya se conocen en el terreno silurio inferior, formas »de dimensiones colosales que se atribuyen a este tipo. El pro- »fesor Hall ha descubierto ejemplares de Meeceptaculites, de 12 » pulgadas inglesas de diametro, y los fésiles de la formacion »caliza de Labrador, que Mr. Billings coloca en el género » Archeéocyathus, suministran un caso de protozoos cuyo es- » queleto cretaceo presenta un sistema de desarrollo nada infe- » rior en solidez al que se observa en las formas del Hozoon.» Despues de examinar Mr. Dawson los grandes ejemplares pulimentados de la roca serpentino-caliza-laurentina que posee el Museo de la Inspeccion Geoldgica del Canada, dedujo: «Que » estos cuerpos estaban adheridos por una ancha base y crecian »mediante la adicion 6 superposicion de capas sucesivas, se- » parados por otras calizas, pero comunicandose unos con otros » por medio de distintos canales 6 aberturas, diseminadas y re- » partidas irregularmente. Asi es, que muchos ejemplares pe- » Quenos tienen el aspecto del género moderno Carpenteria y » Polytrema.» «Hs de suponer, afade Mr. Dawson, que estos organismos »crecieron en grupos y concluyeron uniéndose y formando » grandes masas penetradas por canales profundos é irregulares; »pero al observar los ejemplares de la roca es preciso no con- » fundir las variadas y notables apariencias microscépicas que » presentan y que provienen de la accion cristalografica y con- ANALES DE HIST. NAT.—V. 3 34 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) » erecionada, con la verdadera estructura organica del fosil..» E 1Dr. W.‘B. Carpenter, a quien Sir Willian Logan envid tam - bien varias secciones cortadas de un canto procedente de Petite Nation Seigneurie, manifiesta en una carta al expresado natu- ralista, publicada, como ya se ha dicho anteriormente, por la Sociedad Geolégica de Londres, que confirmaba plenamente la opinion de Mr. Dawson, respecto a los caractéres rizopddicos y afinidades foraminiferas de los organismos contenidos en las rocas laurentinas, y afiade: «Hn el examen de estos ejemplares » he tenido la ventaja de poseer una série de secciones del fdsil, » superior 4 las que se remitieron al Dr. Dawson, y ademas » una porcion de ellas en que de intento fué destruida la parte » caliza, de los cuales Mr. Dawson sélo vid algunos despues de » escrita su Memoria. Estos ejemplares son sumamente instruc- » tivos porque 4 consecuencia de la total infiltracion de una sus- » tancia mineral insoluble en acido nitrico diluido, en las celdas. »y canales originariamente ocupados por el cuerpo gelatinoso »del animal, la remocion de la concha caliza deja al descu- » bierto, no sdélo la forma 6 molde interior de las celdas, sino »tambien los moldes del interior del sistema de canalizacion » del esqueleto 6 armazon intermedio adicional, igualmente que » los moldes internos de los finisimos tubitos que paralelamente » atraviesan las paredes propias de las celdas. Segun he indi- » cado, afiade, en mi obra /ntroduction to the study of the Fora- »minifera, pag. 10, estos moldes son una representacion mucho » mas exacta de la configuracion del cuerpo del animal y de la » conexion de sus diferentes partes, que los que podriamos ob- » tener de especies vivas, disolviendo las conchas con un acido. » Sus diversos detalles estan dispuestos de tal manera, que » cuando pierden el apoyo del esqueleto calizo se amontonan y » forman como una masa. » Opina el Dr. Carpenter que el plan general de crecimiento que Mr. Dawson describe en su Memoria y representa en sus fotografias de las secciones verticales del fésil, es bien el tipico del Hozoon; pero encuentra, como lo indica tambien aquel na- turalista, «que el modo de crecimiento de la Acervulina le »reemplaza con frecuencia en la parte mas superficial, en la » que las celdas, que en los sitios laminosos estan colocadas en »pisos (fig. 1.°, lam. Iv), se hallan acumuladas una sobre » otra sin ninguna regularidad, como se ve perfectamente en (9) Ribera. — EL EOZOON CANADENSE. 35 » varios ejemplares que yo mismo he preparado disolviendo con yun acido la parte caliza que contenian (fig. 2.°, lam. Iv). » No veo sefiales de que esta desviacion del tipo normal de es- » tructura proceda de lesion, porque desde el modo regular de » desarrollo al irregular, la transicion no parece repentina, sino »gradual; nilo considero tampoco como una monstruosidad, » porque hay otros muchos foraminiferos cuyo modo de creci- »miento, determinado en su origen, motiva U ocasiona en un » periodo posterior, la acumulacion 6 amontonamiento de celdas » parecido al de la Acervulina.» « Respecto 4 la forma y relaciones de las celdas, poco tengo » que anadir, dice el autor, 4 la descripcion de Mr. Dawson. La » evidencia que presentan sus moldes internos (fig. 3.°, lam. Iv), » concurre con la de las secciones 4 demostrar que los segmen- » tos del cuerpo gelatinoso del animal, de cuya agregacion se » formaron todas las capas 6 lechos sucesivos, estaban divididos » por separaciones calizas incompletas; exactamente como acon- » tece en las celdillas secundarias de la Carpenteria, sin em- »bargo de que he visto algunos ejemplares en que la sepa- »racion de las celdas era tan perfecta como lo es generalmente »en los foraminiferos; mas en estos casos la comunicacion entre »ellas se hallaba establecida por unos pasadizos estrechos » (fig. 4.°, lam. Iv), que corresponden en un todo con los que »he descrito y figurado en el Cycloclypeus, pag. 294 de mi » citada obra. » Refiriendo luégo cémo se originaba cada capa sucesiva de la precedente, dice: «Aunque no se advierte un sistema regu- »lar de aberturas para el paso de los estolones que producen » nuevos segmentos, como los que se encuentran en los Polita- » lamios foraminiferos ordinarios, ya sea su tipo de crecimiento »rectilineo, espiral 6 cicldideo, tengo por cierto que cuando » una capa esta separada de otra solamente por las paredes pro- » pias de las celdas, 4 las cuales atraviesan una infinidad de tu- » bitos finisimos , que daban salida 4 los seudopodios, la union » de éstos en la superficie exterior bastaria para establecer la » base de una nueva capa 6 lecho de sarcoda. Pero cuando se ha » depositado entre dos capas sucesivas un esqueleto 6 armazon » intermedio adicional, formado de una capa gruesa de concha » sdlida caliza, es claro que el cuerpo del animal que se hallaba » en la capa inferior de las celdas tenia que quedar completa- 36 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) »mente incomunicado con las capas superiores, a no ser que » existiese un medio especial de comunicacion reciproca. Esta » comunicacion la facilitaba, a mi entender, la prolongacion de » la sarcoda, en fajas, desde la hilera de celdas inferior hasta la » superior, por los canales que se encuentran en el esqueleto in- » termedio. » ( Fig. 5.’*, lamina iv.) Dice tambien Mr. Carpenter que los ejemplares que ha tenido 4 su disposicion le han permitido determinar satisfactoriamente « que las paredes propias de las celdas presentan por todas partes » la finisima forma tubular de la Concha Numulina (fig. 3.*, la- » mina, y fig. 5.’, lam. rv), lo cual es un hecho de la mayor im- » portancia para precisar las afinidades del Hozoon. Esta forma tu- » bular, aunque no se distingue con la claridad que en los ejem- » plares del tipo de la Numulina reciente, se reconoce mejor que »en la mayoria de los Numilites fosiles, en los cuales la ma- » teria caliza se ha infiltrado en los tubitos hasta rellenarlos, » haciendo que la sustancia de la concha aparezca casi homo- »génea. En el Hozoon los tubitos se hallan rellenos, como ante- »riormente se ha dicho, de un mineral distinto del que com- » pone la concha; por consiguiente, la estructura tubular se » distingue con mas claridad. En los ejemplares en que ha des- » aparecido la parte caliza, se nota que en las margenes de las » celdas aparecen los bordes con una franja blanca, reluciente, » que examinada con un objetivo de bastante aumento, deja ver » que se compone de una multitud de diminutos y delicados ha- »cecillos, colocados unos al lado de otros, como las fibras del »asbesto (fig. 3.°, lam. 1m). Estos hacecillos son, indudable- »mente, los moldes interiores de los tubitos que directamente » atravesaban las paredes propias de las celdas desde la super- » ficie interior 4 la exterior.» En las secciones trasparentes de Numulites de Neuchatel y del Pefion de Gibraltar, que acomparian a este articulo, se ve con- firmado lo que refiere el Dr. Carpenter, respecto 4 que no se distinguen claramente los tubitos de la concha caliza del ani- mal, porque habiéndose infiltrado en ellos otra nueva caliza, se confunden ambas; mas empleando un objetivo de regular au- mento, y dirigiendo convenientemente los rayos de luz a través de la seccion que se examina, 6 el aparato de polarizar, se des- cubre bastante bien el sistema tubular, tanto longitudinal como trasversalmente. Hn los ejemplares opacos de Numulites de Vi- (11) Ribera. — EL EOZOON CANADENSE. 37 llefranche, cerca de Bayona de Francia (fig. 6.*, lamina rv), y en otro foraminifero del Oberer Quadermergel, de las inmediacio- nes de Quedlimburgo, en Prusia, que se acompajian igual- mente, sdlo se nota a la luz refleja el sistema longitudinal, pero en términos de poder compararlo con el que se le supone al Hozoon. Hace observar el autor « que cuando existe un esqueleto 6 ar- »mazon intermedio, se distingue al instante por su homoge- » neidad, de la concha tubular que cubre inmediatamente los » segmentos de la sarcoda, y en él se encuentra el sistema de »canalizacion destinado 4 servir de conducto para su nutricion » y desarrollo. Conocemos mejor, dice Mr. Carpenter, este sis— » tema de canalizacion, que tanta variedad ofrece en tamaiio y » ramificaciones, por los moldes que presentan los ejemplares que » perdieron la parte caliza, que por las secciones trasparentes, »pues éstas sdlo exhiben la parte que por casualidad cruza el » plano en observacion.» (Fig. 1.*, lam. v. ) «Me parece, afiade, que el sistema de canalizacion no procede » directamente de la cavidad de las celdas, sino que nace, como »en la Calcarina, en ciertos puntos, situados en la parte ex- » terna de las paredes propias de las celdas, sobre los cuales te- » nian su salida al exterior los tubitos que atravesaban aquellas » paredes; y que la extension del cuerpo gelatinoso del animal »que los ocupaba, se formd de la union 6 enlace de los seu- » dopodios que se prolongaban por aquellos tubitos; siendo de »advertir que el referido sistema de canalizacion , siempre que »se descubre en las secciones trasparentes, se distingue por su » colorido amarillento-pardusco, muy semejante al que se ob- » serva en los foraminiferos recientes, tales como la Polysto- » mella y la Calcarina, y por ultimo, que el Hozoon tiene su » puesto natural en la série de los foraminiferos , con cuyos » grandes tipos concuerda: 1.° En la estructura de la concha que » forma la pared de las celdas, en lo cual coincide exactamente »con la Numulina y sus afines. 2.° En la presencia de un es- »queleto 6 armazon intermedio, y en un curioso y compli- »cado sistema de canales, cuya disposicion nos recuerda el »de la Calcarina. 3.° En el medio de comunicacion de unas »celdas con otras, cuando estan enteramente separadas, que »es idéntico al del Cycloclypeus. Y 4.° En la comun caren- » cia de perfecta separacion entre las celdas, en lo cual con- 38 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) » viene con la parte mas caracteristica de la Carpenteria.» Se comprenderan mejor las explicaciones que preceden, exa- minando el adjunto disefo (fig. 2.*, lam. v), que es en todo conforme con el que publicé el Dr. Carpenter en su citada Me- moria, para ilustrar la estructura del Hozoon. En otro escrito que did a luz en la Revista trimestral de la So- ciedad Geoldégica de Londres el aio de 1866, confirma con nue- vos datos todas las deducciones que, tanto Sir Willian Logan, como Mr. Dawson y él mismo habian hecho en sus primeras pu- blicaciones, relativamente a la estructura y afinidades foramini- feras del Hozoon Canadense, ¢ insiste en la validez de sus demos- traciones respecto 4 la pared propia de las celdas, 6 sea la ver- dadera concha del animal, y a la distribucion arborescente del sistema de canalizacion que se observa en el esqueleto 6 arma- zon caliza intermedia que tan extraordinaria semejanza tiene con el de la Calcarina, descrito por el mismo autor en el Lstu- dio de los foramintferos (Lam. xiv, figuras 4, 8 y 9). Las repetidas observaciones que hizo el Dr. Carpenter con los — varios ejemplares de la roca laurentina que tuvo 4 su disposi- cion , han confirmado el hecho de « que la pared propia de las » celdas, cuando esta bien conservada, presenta la finisima es- » tructura tubular de las Numulinas foraminiferas, lo mismo en » las secciones trasparentes que en las privadas de la parte ca- » liza, pues dejan ver que los moldes siliceos del interior de las » celdas estan cubiertos de una capa delgada asbestiforme, com- » puesta de fibras haciculares erizadas, y por lo general para- »lelas unas a otras. Estas fibras me parece que son moldes in- » ternos de los tubitos de la concha, que originariamente estu- » vieron ocupados por los seudopodios que provenian del cuerpo » gelatinoso del animal. Justifica mi opinion la circunstancia de »que un molde reciente de Amphistegina, que me: regald »M. W. K. Parker, y a la que se le quito la parte caliza, ofrece » una representacion perfecta de esta capa asbestiforme, con la » sola diferencia de que las fibras son mayores y estan mas sepa- » radas, segun el caracter tubular propio de ese género de con- »cha. Este molde constituye, en un silicato verde, Glauco- » nita, la forma perfecta de los lédbulos del cuerpo, la del sis- » tema de canalizacion y la de los tubitos de la pared de la con- »cha; y como la concha, en cuyo interior se formod ese molde, »la sacéd Mr. Jukes del fondo del mar con otras muchas de su (13) Ribera. — EL EOZOON CANADENSE. 39 » especie, en sus pesquerias de la costa de Australia, es evidente » que la total sustitucion de los segmentos del cuerpo del animal »y la de sus prolongaciones filiformes, por un depdsito siliceo » en las cavidades y en los tubos que aquéllos ocupaban, se » efectud por un procedimiento analogo al que esta ahora en ac- » tividad en el fondo de aquel mar. Cualquiera que sea la causa »a que atribuyamos esta operacion, siempre resultara que te- » nemos un modelo incuestionable, de un foraminifero reciente, » idéntico al modelo del cuerpo animal del Hozoon, obtenido por » la remocion de su esqueleto calizo. Y debo decir aqui que este »ejemplar de Amphistegina fué el que me sugirid la idea de » buscar en el Eozoon, destruyendo la parte caliza, la estructura » correspondiente a la que posee aquella conchita.» « La diferencia de espesor de las capas calizas del Hozoon, en »la hipotesis de su origen organico, depende del tanto de au- » mento superficial que hayan tenido en forma de esqueleto in- » termedio 6 adicional las paredes propias de las celdas, cuyas » cavidades estan representadas por las capas siliceas; y donde » quiera que la distancia entre dos de estas capas sea mas ancha » de lo ordinario, es casi seguro que el sistema de canalizacion »se presentara tambien con un desarrollo inusitado. Esta cons- » tante relacion entre el desarrollo del « esqueleto intermedio, » »y el del «sistema’de canalizacion, » esta en tan perfecta con- »formidad con lo que constantemente he observado en los fora- »miniferos, que lo considero como una nueva prueba que acu- » mular 4 la suma de evidencia que llevamos reunida. » «Los estratos de piedra caliza que se encuentran en la forma- » cion laurentina, hacen presumir desde luego que ya existia la » vida animal en los mares de aquella época, asi como la pre- » sencia del grafito, que tanto abunda en sus rocas, puede muy » bien aceptarse como indicio de la vegetacion anterior exis- »tente. Esta presuncion, que nada pierde por la naturaleza » cristalina dominante de aquellas rocas, adquiere mayor peso » por la circunstancia de haber observado Sir William Logan, »que cuando se golpean algunos de los marmoles laurentinos, » producen el desagradable olor del hidrégeno carbonado que »despiden muchas calizas carboniferas, cuyo origen esta fuera »de duda. » Con posterioridad 4 las mencionadas publicaciones ha dado & luz el Dr. Carpenter otros articulos sobre el mismo asunto, en 40 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) varias Revistas cientificas de Inglaterra. Al que aparecié en Ju- nio del afio préximo pasado en los Anales de Historia Natural, acompafia un excelente disefio que representa la seccion verti- cal de una lamina caliza trasparente, del Hozoon, que tuvo la fortuna de encontrar en la roca laurentina, y que, segun la Re- vista microscépica de Londres del mes de Setiembre del mismo afio, prueba patentemente la existencia del fOsil canadense. (Fig. 3.*, lam. v.) Mr. Carpenter aprovecha tan feliz hallazgo para demostrar a los Sres. King, Rowney y Carter, que han sido los mayores an- tagonistas del Hozoon, que la capa tubular, 6 sea la pared nu- mulinag del supuesto fésil, «no es como aquellos naturalistas »han creido, una capa de Chrysotilo hacicular, sino una la- » mina caliza, perforada por tubos diminutos, rellenos de ser- »pentina, y generalmente situados paralela y perpendicular- » mente; pero que & veces estan mas 6 menos encorvados y si » guen el curso sinuoso de los tubos de las estructuras organi- » cas, presentando ademas en cierto punto aa (fig. 3.*, lam. v), » que probablemente es un plano de interrupcion de crecimiento » las marcadas corvaduras que el profesor Owen sefialé en los » tubitos de la dentina. » En este interesante ejemplar, cuyo diseno presento a la Socie- dad con el beneplacito del autor, asi como la copia de las figuras publicadas en su Memoria, muchos de los tubitos de la pared de la concha quedaron vacios al infiltrarse la serpentina; por lo tanto, segun dice Mr. Carpenter, la diferente refraccion que existe entre la sustancia caliza de la concha y el silicato, hace que se distingan aquéllos perfectamente con cualquier objetivo que se emplee, siempre que el espesor del cristal que cubre la lamina, permita su aplicacion. El origen que desde un principio atribuy6 el Dr. Carpenter al sistema de canalizacion del esqueleto intermedio, se confirma tambien en la seccion trasparente de que me ocupo. Nace, al parecer, de la union de los filamentos de sarcoda, en la parte exterior de los tubitos de la pared propia de la concha, como se ve claramente en el expresado disefio. (Fig. 3.°, 0d, lam. v.) Aunque no he visto la nueva seccion original del H’ozoon, que se nos ofrece ahora como prueba concluyente de su existencia, me inclino creer en la realidad del fésil, porque el Sr. Carpen- ter tuvo la bondad de ensefiarme en Londres el afio pasado, en (15) Ribera. — EL EOZOON CANADENSE. 41 su magnifico microscopio, diferentes secciones de la caliza ser- pentino-laurentina, preparadas por él; y despues de un dete- nido examen de aquellos ejemplares y de las instructivas expli- caciones que me did para que comprendiese bien lo que por primera vez veia en el campo del microscopio, me convenci de que la curiosa estructura que presentan dichas rocas no pro- cede de una mineralizacion caprichosa y casual. En efecto; pa- rece imposible que sea este su origen; y si bien no puedo decir que se ve el Hozoon en aquellas secciones tan claro como todos vemos los Numulites en la caliza que lleva este nombre, com- parando los pretendidos restos de aquel fésil con los mismos Numulites y con algunos de los foraminiferos que tan habil- mente describe el autor en su obra sobre esta especie de rizé- podos, y muy particularmente con la Amphistegina que antes cité, y con otra conchita en que se descubre de un modo admi- rable el sistema de canalizacion arborescente, no queda duda de que el verdadero origen de dichos restos es organico, asi como es idéntica la semejanza de caractéres que presentan , con los que ofrecen los foraminiferos 4 cuyo grupo agrega el Hozoon aquel distinguido naturalista. Antes de concluir, permitaseme manifestar lo muy agrade- cido que estoy 4 Mr. Carpenter por el favor que me dispensé y porque, ademas de la suma paciencia con que me enseiiéd sus interesantes secciones, me regaldé las dos cuyos dibujos acom- panan 4 este articulo, en las cuales se distinguen satisfacto- riamente , 4 mi entender, los tubitos de las paredes propias de la concha del animal; las ramificaciones del sistema de canali- zacion del esqueleto intermedio; los estolones 6 pasadizos que servian de comunicacion de un piso 6 hilera de celdas 4 otro, y los moldes del cuerpo gelatinoso 6 sarcoda del animal. Aprove- cho, pues, esta oportunidad para darle las gracias por su obse- quio, y por haberme permitido copiar en este articulo las figuras de sus laminas, y para darselas tambien 4 miamigo el profesor J. Tennant, del King’s College, por otras dos secciones y varios impresos sobre el Hozoon que me procuro. Habria sido muy satisfactorio para mi poder presentar a la Sociedad algun ejemplar de serpentina 6 de caliza serpentinica de Espafia, que encerrase los restos de ese fosil 6 estructuras parecidas a 61; pero hasta el presente no se ha encontrado, que yo sepa, ninguna que los contenga ni que se asemeje siquiera 12 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) en el aspecto exterior a la roca laurentina. Es de esperar, sin embargo, que alguno de nuestros celosos y entendidos consé- cios, de los que tantas pruebas han dado ya de su infatigable espiritu de investigacion en los terrenos primitivo y paleozdico, lograra un dia encontrar en la Peninsula alguna roca que cor- responda a la formacion laurentina y que contenga esos restos organicos. Lo creo tanto mas probable, cuanto que ya se han hallado en otras partes trazas de ellos en estratos de carbonato de cal sin ninguna serpentina. Explicacion de las laminas. LAMINA III. Fig. 1.2. Aspecto de la roca laurentina en la parte en que yacen los restos del Hozoon: aa, capas onduladas de carbonato de cal; y 00, de serpentina verdosa-amarillenta. Seccion origi- nal. Tamano natural. Fig. 2.2. Grupo de tubos divergentes y perpendiculares del sistema de canalizacion del esqueleto intermedio. Seccion ori- ginal trasparente de la misma roca. Aumento, 30 diametros. Fig. 3.°. Parte de la seccion anterior, en que se ven: aa, los tubos del sistema de canalizacion; 00, las paredes propias de las celdas cc de cada lecho; y dd, los tubitos numuliticos de la concha. Aumento, 30 diametros. LAMINA IV. Fig. 1.2. Seccion vertical de una lamina estratificada, que pre- senta la continuidad de enlace ordinaria de las celdas de cada lecho. Copiada de las Memorias del Dr. Carpenter. Aumento, 10 diametros. Fig. 2.°. Lamina opaca de la misma roca, publicada por el Dr. Carpenter, que deja ver, despues de destruida la parte cali- za, la estructura acervulina del fésil y la irregular coherencia de sus segmentos. Aumento, 10 diametros. Fig. 3." - Lamina opaca publicada por el Dr. Carpenter, en la que despues de destruida la parte caliza, se observa, en la hi- (17) Ribera.— EL EOZOON CANADENSE. 43 lera de celdas a la vista, la continuidad de enlace de sus segmen- tos. Aumento, 10 diametros. Fig. 4.*. Modo casual de comunicacion entre dos celdas de la misma série. Aumento, 40 diametros. Publicada por el Dr. Car- penter en sus Memorias. Fig. 5." Parte de dos celdas de diferentes pisos 6 lechos, en las que se observan: en ada, las paredes propias de las celdas; en bb, el esqueleto intermedio; en cc, un estolon 6 pasadizo de co- municacion de una hilera de celdas 4 otra. Aumento, 25 diame- tros. Copiada de la Memoria del Dr. Carpenter. Fig. 6.*. Copia de un Numulites fosil, de Villefranche, en el que se ve, 4 la luz refleja, una série de tubitos aa de la pared de la concha. Aumento, 30 diametros. LAMINA V. Fig. 1." Seccion original opaca de la misma roca, en la que despues de destruida la parte caliza, quedé aislado y visible en el vacio resultante un grupo de tubos de canalizacion del esque- leto intermedio. Aumento, 30 diametros. Fig. 2.°. Diagrama publicado por el Dr. Carpenter en su Memoria, para ilustrar la estructura del Eozoon. AAA. Tres celdas de un lecho, que se comunican directamente una con otra en @, y por tres pasadizos que atraviesan la-concha en 0. A’A’A’. Tres celdas de una capa 6 lecho superior. BBB. Pare- des propias de las celdas, compuestas de una sustancia caliza tubular de finisimos tubitos. CCC. Armazon 6 esqueleto inter- medio adicional, atravesado por un estolon DD, por el que se comunican dos celdas de diferentes lechos, y por ##, sistema de canalizacion que nace en el espacio 6 punto F. Fig. 3.° Disefo publicado por el Dr. Carpenter en la Revista Microscopica de Londres , de Setiembre de 1874. Seccion vertical de una de las laminas calcareas del Hozoon Canadense, en la que se observa: aad, la capa tubular numulina; cc, el esqueleto intermedio y la conexion de origen de los canales 00, con los tubitos de la capa numulina, cuyas corvaduras 6 junturas se ven en la linea aa’. Tiene 100 diametros de aumento, ee ht Para ae : era heaved teen iptv oy wi ivahd) is bit he necethaness b ag dey? Te a pisiuntti his ‘aie ners ) iesi3 6 rail i ofa shine si tid any fe ret a asi oi WG 3 vay 4D oe ehh Binet ne r! ; vis COLEOPTEROS DE BADAJOZ, POR ® O:N.eS) BR ALE LN} DBs U Eb A. GON. (Sesion del 9 de Febrere de 1876.) PRIMERA PARTE. Bajo este titulo me propongo dar 4 conocer 4 mis consocios el resultado de las excursiones que he hecho en los alrededores de Badajoz, estudiando su fauna entomoldgica. Esta parte de nuestra Peninsula, poco conocida aun por los que se dedican 4 la ciencia de los insectos, ofrece, sin duda al- guna, ancho campo para nuevas investigaciones. Proxima al vecino reino de Portugal, su fauna posee muchas de las especies que alli se encuentran, participando al mismo tiempo de la de Andalucia, en donde tantos y tan curiosos descubrimientos se han hecho en estos ultimos tiempos. Los naturalistas extranje- ros, en sus repetidas excursiones por nuestro territorio, no la han visitado con detencion, dirigiéndose, en su mayor parte, hacia las montafiosas y agrestes regiones del Guadarrama, de la cordillera cantabrica 6 de las sierras del Mediodia que lla-~ maban su atencion con preferencia. Apenas si alguno que otro entomdlogo ha recogido, 4 su paso para Portugal, un corto nu” mero de especies, entre las cuales varias han resultado ser nue- vas para la ciencia, como prueba evidente de su riqueza. La zona por mi explorada comprende una extension de ter- reno que riegan el caudaloso Guadiana en primer término, y otros dos tributarios de ménos importancia, el Gébora y el Ca- ya, formando este ultimo el limite de la frontera portuguesa. El suelo pertenece 4 la formacion terciaria superior, y su aspecto uniforme se halla apenas interrumpido por algunas colinas de escasa elevacion, estando las mas importantes proximas 4 Elvas 46 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) y en direccion de Olivenza. El principal cultivo consiste en ce- reales y olivos, entremezclados de dehesas de pasto con nume- rosas encinas (Quercus ballota Desf.) (1) y de trozos casi incul- tos, en donde crecen con profusion los Cistus dadaniferus L. y Monspeliensis L., la Genista hirsuta Vahl., la Lavandula ste- chas L.,el Daphne gnidium L., la Pistacia terebinthus L., con matas de Quercus coccifera L., retamas y algunas otras clases de arbustos. En las orillas de los rios 6 7¢deras, como las llaman los extremenos, ostenta la tierra mas lozana vegetacion y pai- saje mas ameno, en el que los alamos y los fresnos ocupan un lugar de preferencia alternando con algunos espinos, con grupos de la Colmeiroa buxifolia Reut., y adornandolas tambien con sus vistosas flores, multitud de adelfas (Meriwm oleander L.), que bafian sus raices en la corriente. No faltan tampoco en las dehesas de pasto algunos arroyuelos de aspecto pantanoso, cuya mansa corriente se desliza entre juncales espesos, comunicando 4a las orillas su humedad y ha- ciendo por tanto que crezca alli la yerba mas lozana y abun- dante. En el tiempo de que he podido disponer no he recorrido se- guramente toda las localidades que existen en los alrededores de Badajoz, y mucho queda atin por visitar de sus contornos. Solo he explorado los terrenos préximos 4 la carretera de Se- villa, a cuyo lado corre el arroyo de Las Ribillas, formando aqui y alli charcos cenagosos que, en el mes de Abril, se halla- ban cubiertos de plantas acuaticas en flor. Pasando luégo en direccion al Norte, he visitado la dehesa de La Liviana, llegando en varias ocasiones hasta las orillas del Gébora 6 Ribera de Botoa, por cuyo nombre son aquellas mas conocidas. Trasladéme luégo 4 las cercanias de Elvas, poblacion sita ya en tierra extranjera, pero a distancia tan corta de Badajoz, que por su proximidad considero, bajo el punto de vista de la cien- cia, como debiendo ofrecer analogas producciones. Recorri (1) Debo 4 la amabilidad de nuestro consocio y eminente botdnico el Sr. D. Miguel Colmeiro, el poder citar los nombres de algunas de las plantas mas frecuentes en los alrededores de Badajoz, habiendo sometido 4 su eximen ejemplares de las que recogi en mi primera excursion. (3) Uhagon. — COLEOPTEROS DE BADAJOZ. 47 aquellas principalmente 4 lo largo de la carretera de Lisboa, en direccion de la llamada Ribera de Varge, estrecho vallecillo en cuyas faldas existen varias quintas con jardines poblados en su mayor parte de naranjos, reuniendo asi lo util a lo agradable: la humedad que proporciona un arroyuelo contribuye a desar- rollar alli una vegetacion frondosa, constituyendo un paisaje bastante pintoresco. De regreso 4 Badajoz me dirigi hacia Olivenza, estacionando algunos dias en la dehesa de La Vifia de los Matos, y visitando, sin Negar 4 dicha poblacion, las de Doha Maria, Monte Blanco, las de Malpica de Espana y Malpica de Portugal, corriéndome hasta las orillas del Guadiana. Entre las dos ultimas fincas corre, impetuosa a veces, la llamada Ribera de Olivenza, flanqueando su cauce por ambos lados al desaguar en el rio citado, colinas incultas con abundancia de piedras: en esta localidad he en- contrado insectos muy notables, por lo que debo considerarla como una de las mejores que he visitado. Sobre una de aquellas colinas, 4 la derecha del sendero que conduce 4 la casa de la- branza, algunas piedras enormes dispuestas en forma de circulo, con otras que indudablemente sirvieron de tejado y ya- cen hoy fuera de su primitivo lugar, sefalan la presencia de un dolmen, en el que es probable hallasen algo de curioso los afi- cionados a estudios prehistdricos. Las orillas de la Ribera de Olivenza, en épocas de sequia sobre todo, son tambien ricas de explotar y ofrecen, por la humedad alli entdnces concentrada, yerba bastante abundante, en donde mucho y bueno pueden en- contrar los amantes de la ciencia. Termino aqui esta ligera resefia descriptiva que he conside- rado util para el mejor conocimiento de las localidades que he explorado, restandome ahora decir que no pretendo en este tra- bajo dar por terminada la lista de las especies que alli se en- cuentran. Si, como espero, ésta se aumentase con el resultado de mis futuras excursiones, lo daré 4 conocer en forma de suple- mento. En cuanto al plan de mi trabajo, debo indicar que me ha ser- vido de modelo la importante obra publicada en 1856 por el Sr. D. W. G. Rosenhauer, con el titulo de Die Thiere Andalusiens, obra utilisima y necesaria para cuantos se dedican en Espajfia al estudio de la entomologia. Réstame tambien suplicar a mis consocios que lean con bené- 48 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) vola indulgencia estos renglones, y disculpen los errores que han de encontrar en ellos, hijos del corto tiempo que mis ocupacio- nes me permiten dedicar al estudio de la entomologia, de la es- casez de medios que tenemos para clasificar con certeza, y mas que todo, de mi propia insuficiencia. Cicindélidos. Cicindela Maroccana F.—En los caminos y sitios arenosos y so- leados; no muy frecuente; Abril, Mayo. — Maura L.—En las orillas arenosas de los arroyos; fre- cuente; Mayo. Carabidos. Notiophilus geminatus De}.—En sitios himedos generalmente, debajo de la broza y de las piedras; frecuente; Abril, Mayo. — punctulatus Wesm.—En sitios himedos general- mente, debajo de la brozay las piedras; poco frecuente; Abril. Carabus heliuo Dej. var. Castillianus Dej.—Solo dos ejemplares he encontrado de esta especie debajo de las piedras, cerca de Olivenza. Ofrecen el protérax muy rugoso y poco estre- chado posteriormente, los élitros con las tres lineas de puntos oblongos muy sefialadas, y los intervalos cubiertos de séries de pequefos tubérculos dirigidos hacia atras, en vez de las lineas elevadas 6 interrumpidas que se obser- van en los ejemplares normales. -- rugosus Fab. var. Celtibericus Germ.—Debajo de las piedras; Abril. De esta especie sdlo he recogido restos, pero en estado de conservacion suficiente para juzgar que pertenecen 4 un individuo de la misma. — melancholicus F.—Debajo de las piedras; rara; Mayo. Drypta emarginata F.—Debajo de las piedras, en sitios algo humedos; poco frecuente; Abril. Zuphium olens Rossi. — Debajo de las piedras; rara; Abril. (5) Uhagon. — COLEOPTEROS DE BADAJOZ. 49 Brachinus psophia Dej.—Debajo de las piedras; un ejemplar; Setiembre. — sclopeta F.— Debajo de las piedras y de la broza, en sitios humedos; frecuente; Abril, Mayo. —_ bellicosus Dufour. — Debajo de las piedras , general- mente en sitios aridos, colinas de Malpica; bastante frecuente; Abril, Mayo. Demetrias atricapillus L.—Debajo de las piedras, en sitios hu- . médos; poco frecuente; Abril, Mayo. Dromius linearis Ol. —Debajo de las piedras y sobre los arbus- tos, en sitios algo himedos; frecuente; Abril, Mayo. Blechrus glabratus Duft.— Debajo de las piedras y de la broza; frecuente; Abril, Mayo. Metabletus obscuroguttatus Duft.— Debajo de la broza y de las piedras; poco frecuente; Abril. — scapularis Dej.—Debajo de las piedras, principal- mente despues de las lluvias; rara; Abril. — foveola Gyll. — Debajo de las piedras; poco frecuente; Abril, Mayo. Poseo un ejemplar que tiene tres fositas en cada élitro , perfectamente senaladas. — foveolatus Dej.—Debajo de las piedras; rara; Abril. Lionychus albonotatus Dej. — En las orillas de los arroyos, cor- riendo al sol entre laarena; no muy frecuente; Mayo. Masoreus Wetterhalli Gyll. —En las orillas de los arroyos, de- bajo de la broza 6 detritus que deja la cor- riente; rara; Abril, Mayo. Perigona jfimicola Wol\}.—FEn la sesion del 1.° de Diciembre de 1875 tuve la honra de anticipar 4 la Socie- dad la noticia del descubrimiento de esta es" pecie, que figura por primera vez entre las de la fauna europea. Fué descrita por Wollaston con el nombre de 7vechus fimicola, y el mismo autor la refirid despues al género Zvrechi- cus Lec.; pero nuestro ilustrado consocio belga, el Sr. D. Julio Putzeys, me asegura que perte- nece al género Perigona Cast. En la isla de Madera, en donde ha sido tan sdlo hallada ANALES DE HIST. NAT.—V. 4 50 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) hasta ahora, vive en las bonigas secas, y en iguales condiciones he encontrado cuatro ejem- plares en Setiembre, en la dehesa La Livia- na, a legua y media de Badajoz. Aristus spherocephalus Ol.—Debajo de las piedras; frecuente; Abril, Mayo. Ditomus fulvipes Dej.—Debajo de las piedras ; poco frecuente; Abril. — gracilis Ramb.—Debajo de las piedras; poco frecuente; Abril. Apotomus rufus Ol. — Debajo de las piedras y de la broza, en si- tios himedos; frecuente despues de haber lo- vido y rara en otras circunstancias; Abril. Dyschirius fulvipes De}. —Orillas de los arroyos; rara. -— Hispanus Putz. — Orillas de las charcas, principal- mente en las hendiduras del barro; bastante frecuente; Abril, Mayo. Mis ejemplares de ambas especies han sido examinados por nuestro consocio el Sr. D. Julio Putzeys. Chlenius velutinus Duft.— Cerca del agua, debajo de las pie- dras; bastante frecuente; Abril, Mayo. — agrorum Ol. — Cerca del agua, debajo de las piedras; bastante frecuente; Abril, Mayo. — vestitus Payk.—Cerca del agua, debajo de las pie- dras; bastante frecuente; Abril, Mayo. — chrysocephalus Rossi.—Debajo de las piedras; rara; Abril. Oodes Hispanicus Dej.— He encontrado un solo ejemplar de esta especie flotando sobre el agua, en la Ribera de Botoa; Mayo. Acinopus tenebrioides Duft. —Debajo de las piedras; no muy fre- cuente; Abril, Mayo. Anisodactylus binotatus F.—Debajo de las piedras; Abril, Mayo; no muy frecuente. Dichirotrichus pallidus Dej.—Cinco ejemplares cazados al vuelo en el crepusculo de la noche; Mayo. Bradycellus, sp? — En las orillas de la Ribera de Botoa he encon- trado un insecto que pertenece sin duda a este género, si bien su estado de trasformacion re- (7) Uhagon. — COLEGPTEROS DE BADAJOZ. 51 ciente es causa de que nada pueda decir, sin temor de equivocarme, sobre la especie a que debe referirsele. Su tamano es de 3™",5; Mayo. Harpalus rotundicollis Fairm.—Sobre las gramineas, en los prados; rara; Mayo. — femoralis Coq.—Un ejemplar muerto y algo deterio- rado; Setiembre. En la descripcion del Sr. Coquerel (Ann. de la Société Entom. de France, 1858, pag. 756), se dice hablando del protérax: cowvert en entier dune ponctuation trés-forte; y luégo, refirién- dose 4 los élitros: intervalles plans , remplis de points enfoncés trés-fins. Si bien en mi ejemplar los puntos del protérax son mas fuer- tes que los de los élitros, la diferencia entre unos y otros no parece ser tan considerable como lo indica la descripcion; aparte de este caracter, todos los demas le convienen per- fectamente. Su aspecto general es tambien analogo al del H. oblongiusculus Dej., que pertenece al género Scydalicus Schaum in litt. (Gemminger et Harold, Catal. Coleopt., T. 1, pag. 269), lo mismo que el ZH. femoralis Coq. — rufibarbis F. — Debajo de las piedras; poco frecuente; Abril. — hirsutulus Dej.— Debajo de las piedras; poco fre- cuente; Abril. — planicollis Dej. var.— Dehesa de Dofia Maria, debajo de las piedras, despues de las lluvias; no es rara; Abril. Kl Sr. Putzeys me anuncia que esta variedad es parecida al H. fallax Peyron. — punctatostriatus De}.—Debajo de las piedras; poco frecuente; Abril, Mayo. — pygmeus Dej.—Debajo de las piedras, en las colinas aridas y soleadas; Abril, frecuente; ménos fre- cuente en Mayo. Stenolophus Teutonus Schrank.— Debajo de las piedras, en si- tios humedos; frecuente; Abril, Mayo. 52 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) Stenolophus discophorus Fisch. —Debajo de las piedras, cerca del agua; rara; Mayo. -~ marginatus Dej.—Debajo de las piedras, cerca del agua; poco frecuente; Abril, Mayo. _ elegans Dej.— Debajo de las piedras, cerca.del agua; no muy frecuente; a veces tambien en los pra- dos, despues de haber llovido; Abril, Mayo. Acupalpus dorsalis F.— A orillas de los arroyos, debajo de la broza y de las piedras; bastante frecuente; Abril, Mayo.. — brunnipes St.—Orillas de los arroyos, debajo de la broza y de las piedras; bastante frecuente; Abril, Mayo. — suturalis Dej.— Orillas de los arroyos, deta de la broza y de las piedras; poco frecuente; Abril, Mayo. Amblystomus Mauritanicus Dej. —Debajo de las piedras, en Si- tios humedos; poco frecuente; Abril, Mayo. _- metallescens De}. —Debajo de las piedras, en si- tios humedos; mas frecuente; Abril, Mayo. —. Fscorialensis Gaut.— Debajo de las piedras, en sitos himedos; muy rara; Abril. Astigis Salzmanni Germ. — Debajo de las piedras, en sitios hu- medos; frecuente; Abril, Mayo. Feronia (Pecilus) recticollis Putz. (in litt.).— Debajo de las pie- dras; no es rara, principalmente en Abril Hasta estos Ultimos tiempos hemos conside- rado una de las especies de Pacilus que se encuentra con frecuencia en el Escorial y otras localidades de la vecina sierra de Guadarrama, como la Feronia cuprea Fab.; pero el se- fior Putzeys opina que deben referirse 4 una ° especie nueva, 4 la que da el nombre de P. recticollis. Los ejemplares de Badajoz en nada difieren de los del centro de nuestra Pe- _ ninsula, — = — crenulata Dej.—Debajo de las piedras ; no es rara en Abril. = — infuscata Dej.—Debajo de las piedras; ménos frecuente; Abril. (9) Uhagon. — COLEGPTEROS DE BADAJOZ. 58 Feronia (Lyperus) nigerrima Dej.— Debajo de las piedras; poco frecuente; Abril, Mayo. — (Omaseus) nigrita F.—Debajo de las piedras;‘ no muy frecuente; Abril, Mayo. — (Steropus) globosa F. —Debajo de las piedras; bastante frecuente; Abril, Mayo. — (Percus) polita Dej.— Solo la he encontrado en la de- hesa de Dofia Maria, debajo de las piedras; no muy frecuente; Abril. Zabrus piger Dej.— Debajo de las piedras, en sitios algo hume- dos; no muy frecuente; Abril, Mayo. Amara trivialis Gyll.—Debajo de las piedras, en sitios algo hu- medos; no muy frecuente; Abril. ~~ (Celia) fervida Coq.—Debajo de la broza, a orillas de los arroyos; Abril. En mi segunda excursion realizada en Mayo, la encontré en abundancia cavando al pié de las paredes del cauce de los arroyos. Era épo- ca de gran sequia y se hallaban A alguna pro- fundidad dentro de la tierra, encerrada cada “una en su pequenacelda, en donde, probable- mente, habia tenido lugar la transformacion. Encontré del mismo modo algunos otros co- ledpteros: Chlenius , Bembidium , Haliplus y Oxy telus. — (Liocnemis) affinis Dej. var. —A esta especie refiero, despues de un estudio detenido y de haber comunicado ejemplares 4 nuestro consocio el Sr. D. Julio Putzeys, de Bruselas, una Amara que encontré primero en los alrededores de Elvas, y luégo en las colinas de la dehesa de - Malpica de Espafia, cerca del Guadiana. Crei al principio que se trataba de una espe- cie nueva, pero el examen de los ejempla- res que hallé en mi segunda excursion, y su comparacion con otros que, procedentes de Aranjuez, el Escorial, Granada y Madrid, tie- ne sin nombre en su coleccion mi amigo el Sr: Perez Arcas, me han confirmado en la opi- nion de que tanto éstos como los de Bada- od ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) joz no son sino variedades de la Amara afi- nis De}. Amara (Liocnemis) brevis De}. var. — Debajo de las piedras, cer- canias de Elvas; muy rara; Abril. Pristonychus inequalis Panz. var. Reichenbachi Schf.— En lu- gares subterraneos y oscuros; Abril. Calathus Granatensis Vuill.—Debajo de las piedras; poco fre- cuente; Abril. — micropterus Duft.—Debajo de las piedras; frecuente; Abril, Mayo. Anchomenus albipes F. —En sitios humedos, debajo de las pie- dras; frecuente; Abril, Mayo. — (Agonum) parumpunctatus F.— Debajo de las pie- dras , en sitios himedos; poco frecuente; Abril, Mayo. —_ — modestus St.—En sitios himedos, debajo de las piedras; poco frecuente; Abril, Mayo. o — unen por sutura como en los demas ortdpteros, sino que se abrazan mutuamente, por lo que cuando esta contraido el abdo- men aparece imbricado 4 los lados (Lam. vi, fig. 7a). Los anillos segundo y tercero -suelen HMevar un tubérculo 6 pliegue 4 cada lado, muy perceptible en la Yorficula auricularia L.: el ultimo anillo sostiene las pinzas, prolongaciones analogas 4 los apéndices abdominales, pero dé forma especial en los dermapte- ros. Los estigmas del abdémen no se hallan de ordinario al des- enbierto, por abrirse en la membrana que une unos anillos a los © otros, y estan -ocultos por la porcion coriacea del anterior; asi es que para examinarlos hay gue distender considerablemente el abdémen (Lam. v1, fig. 7 0). ; Las hembras depositan los huevos bajo las piedras 6 en las hendiduras de los arboles, siempre en sitio humedo, trasladan- dolos de unos parajes 4 otros mas a proposito; 4 veces se las halla cubriéndolos con su cuerpo. Viven sobre muchos vegeta- les, y se encuentran tambien debajo de las cortezas y de las piedras. GENEROS. a. Antenas con mas de 15 artejos. b. Alas y élitros bien desarrollados... Lapipura Leach. bb. Alas y élitros rudimentarios 6nulos. c. Segundo y tercer anillo dorsal del abdémen sin vestigios de pheoues. latersles.’ fag). <5,3. FoRCINELLA Dohrn. cc. Con pliegues mas 6 ménos per- ceptibles en los anillos. segun- do y tercero del abddmen.... Bracuytasis Dohrn. aa. Antenas de 10 4 15 artejos. d. Antenas de 10 a 12 artejos; el se- (21). Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 99 GENEROS. gundo artejo de los tarsos sen- Enon ye COM pPriniido.|/qctwe seis LasiA Leach. dd. Antenas de 11 4 15 artejos; el se- gundo artejo de los tarsos dila- tado y bifido. e. “litros bien desarrollados, cua- drangulares, a veces soldados en lasutura, sin escudete.... Forricuua L. ee. Klitros pequefios, poco desarro- llados, triangulares; escudete semi-orbiculars <)e). Jeti: CHELIDURA Latr. Labidura Leach. SINoNIMIA. Labidura, Leach, Zool. Misc. ut, 1817. — Dohrn, Mon. der Dermapt. C4, Forficesila Zat7., Fam. nat. 1825. Me Forficula Fischer, Orthop. eur. sec. A a. Antenas de 174 30 artejos. Elitros rectangulares, perfecta- mente desarrollados, lo mismo gue las alas; porcion coridcea de éstas al descubierto. Sin escudete. Segundo artejo de los tarsos sencillo y muy pequefio. Abdémen un poco mas ancho poste- riormente, con el ultimo segmento dorsal grande y el pentltimo ventral, triangular y saliente en el medio hasta ocultar el borde del ultimo. Pinzas separadas en la base en los machos, apro- ximadas en las hembras. ESPECIES. Anténas,de:27. & 30: artejosy iii een Lect en L. RIPARIA Pallas. PROMEM ASME OI Cokin darnt a ghe te te 4 alse + L. pauures Duf. L. riparia Pall.—(Lam. vi, fig. 8 @.0 ¢ d). Siy. Forficula riparia, Pallas, Reise durch verschied. Prov. Viral — vigantea, Fabricius, Ent. Syst. diem. pe ik, numero 2. ¢. Labidura riparia, Dohrn, Stett. entom. Zeitung, t. 24, pagina 313. 100 ANALES DE HISTORA NATURAL. (22) Amarillenta, &4 veces muy oscura. Antenas de 27 4 30 artejos (con frecuencia incompletas). Pronoto recto por delante, ancho por detras, con una impresion longitudinal y otra trasversa en el medio. Elitros casi dos veces tan largos como el protérax, pardos, con los bordes laterales amarillentos. Abdomen mas oscuro superiormente, & veces todo él muy oscuro, excepto el ultimo segmento dorsal que es de color mas claro; éste es grande, mas ancho posteriormente en el o (fig. 8 @) y mas estrecho en la 2 (fig. 8c); en el primero presenta dos pequefias puntas en el medio del borde posterior y un tubérculo a cada lado sobre la quilla interna de las pinzas, y otro ménos manifiesto sobre la externa. Pinzas del macho (fig. 8 a) casi de la longitud del abdémen 6 apenas mas cortas, ligeramente encorvadas hacia el extremo y con un diente interno un poco antes de los dos ter- cios; las de la hembra (fig. 8 ¢) son mas cortas, cruzadas en el apice, aproximadas en la base y crenuladas en todo el borde in- terno. Pentltimo segmento ventral del ~ prolongado hasta tocar el borde del ultimo (fig. 8 0); en la Q el penultimo cubre por completo al siguiente (fig. 8 d). Longitud del cuerpo, 16""-20™"; del protérax, 3™™-3™",5; de las pinzas, ¢° 11™™; 9 6™. Locatiwap. Andalucia (Rambur), Malaga (Rosenhauer), Ebro (Fischer Fr.), provincias de Levante y Mediodia (Perez Arcas), Aveiro (Heyden), Portugal (Oliveira), Menorca (Cardona !), Va- lencia (Bosca !), Ferrol (Lopez Seoane !), Irun !, Madrid !. OBSERVACIONES. Ofrece esta especie distintas variedades por su coloracion, pero la forma de los érganos es constante, por lo que no me detengo a enumerarlas. Los ejemplares procedentes de América, India y Filipinas, varian algun tanto, segun el Sr. Dohrn, por el ultimo segmento que es redondeado, lo que ha sido causa de que se hayan considerado y descrito como es- pecies diferentes. Kin los alrededores de Madrid se encuentra con frecuencia esta especie enterrada 6 escondida en la arena a orillas del Manza- nares; en iguales condiciones se encuentra, segun Rambur, en Andalucia en las orillas del mar y de los rios. 2. L. pallipes Duf. (Lam. vr, fig. 9 @ 0). Stn. Forficula pallipes, Dufour, Ann. gén. des Sc. phys. Bruxelles, 1820, pag. 316, pl. 96, fig. 7. (23) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 101 Forficesila meridionalis, Serville, Hist. n. des Orth., pa- gina 26. Forficula meridionalis, Fischer, Orthopt. eur., pag. 67. Por encima negruzca con pubescencia amarilla; mas palida por debajo. Boca y palpos rojizos; antenas de 17 a 21 artejos, del 4.° al '7.° muy cortos, sub-globosos, los siguientes casi céni- cos. Pronoto mas angosto que los élitros, con dos elevacio- nes planas anteriormente y una media posterior; por detras redondeado; margenes laterales y posterior algo levantadas. Esternon y piés rojo-amarillentos. Fémures y tibias exterior- mente y en el apice mas oscuras. Elitros y escama de las alas ferruginosos y ligeramente granulosos. Abdémen pubescente, con los segmentos dorsales oscuros y el borde posterior rojizo; los ventrales pardo-rojizos con tres séries longitudinales de man- chas parduscas, apenas visibles; segmento ultimo dorsal del ~ deprimido hacia la margen posterior, con dos tubérculos; el de la Q con un ligero y corto surco en el medio. Pinzas del ma- cho (fig. 9 @) separadas en la base, ligeramente encorvadas, convergentes hacia el extremo, unidentadas interiormente hacia el medio; las de la hembra (fig. 9 0) aproximadas y apenas crenuladas interiormente en la base, poco encorvadas, y cruza- das en el apice. Long. del cuerpo, 15™; de las pinzas, % 7™; 9 5™. Loc. Cataluna (Dufour), Malaga (Rambur). Oss. Segun Rambur, esta especie se encuentra en los campos humedos, especialmente en los que se cultiva el maiz, y durante el dia permanece oculta bajo la tierra. No conociendo esta espe- cie, me he limitado 4 trascribir sus caractéres de la obra de Fischer. Forcinella Dohrn. Sin. Forcinella Dohrn, Ent. Zeit. Stettin, t. 25. Forficesila (ex parte, auct.) Antenas con mas de 15 artejos. Sin élitros ni alas, 6 con solo los primeros, pero rudimentarios (en la tnica especie euro- pea nulos). Segundo artejo de los tarsos sencillo. Abdémen dilatado en el medio, sin vestigios de pliegues sobre el segundo y tercer segmento dorsal. Pinzas cortas y gruesas, ligeramente encorvadas y aproximadas en la base en ambos sexos. 102 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24) Ons. El caracter mas notable de este género esta en la falta completa de pliegues sobre los segmentos dorsales del abd6- men; pero como en algunas especies del género siguiente, es- pecialmente en las hembras, estos pliegues son apenas percep- tibles, no debe atenderse 4 este solo caracter, pudiendo en todo caso recurrirse 4 los caractéres especificos. Una sola especie se encuentra en Huropa, siendo exoticas las restantes. 1. F. annulipes Lucas. —(Lam. v1, fig. 10 @ 0). Sin. Forficesila annulipes, Zwcas, Ann. de la Soc. entom. de France, 1847, Bull., pag. LxxxIv. Forficula annulipes, Jischer, Orth. europ. pag. 69, tab. vi, fig. 6 @ a. Forcinella annulipes, Dorhn, Ent. Zeitt. Stt., 25, pag. 290. De color de pez 6 negra, lampina y brillante. Antenas de 16 artejos, el primero 6 los tres primeros rojo-testaceos, los de- mas oscuros, excepto el 13.° y & veces tambien el 12.°, que son palidos. Pronoto oblongo-cuadrado, posteriormente redon- deado, acanalado en el medio, con las margenes laterales le- vantadas y testaceas. Pecho y patas amarillentas; fémures mas gruesos en el medio, con un anillo pardusco; base de las tibias de este mismo color. Abdomen débilmente punteado, por de- bajo con largos pelos, aunque escasos; ultimo segmento dor- sal % Q grande, acanalado en el medio y con gruesos puntos posteriormente. Pinzas del ~ (fig. 10 a) casi dos veces tan largas como el ultimo segmento dorsal, triquetras, apenas en- corvadas y cruzadas en el apice, sin diente interno. Segmento ultimo ventral del ~ (fig. 10 a@) ovalado y con gruesos pun- tos como en la cara inferior de las pinzas; las de la Q (fig. 10 0) casi como las del (7, pero més pequefas, ménos cruzadas y apenas crenuladas en el borde interno, y el Ultimo segmento ventral (fig. 10 0) redondeado posteriormente y algo estrechado a cada lado. Long. del cuerpo, 15™"; de las pinzas, 4™™-5™". Loc. Sevilla (Heer, Fischer Fr.). (25) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 103 Brachylabis Dohrn. Sin. Brachylabis Dohrn, Ent. Zeitt. Stettin, t. 25. Forficesila (ex parte, auct. ). Antenas de 18 4 20 artejos. Elitros rudimentarios 6 nulos, sin alas. Segundo artejo de los tarsos sencillo. Abdémen un poco mas ancho posteriormente, con pliegues sobre el segundo y tercer segmento, 4 veces apenas visibles, y con el ultimo dor- sal mas grande, ancho posteriormente en el macho y estrecho en la hembra. Pinzas un poco separadas en la base en e] ma- cho, aproximadas en la hembra; las del primero ganchudas, las de la segunda encorvadas tan sdlo en el apice. Comprende este género tres especies europeas, de las que sélo una se ha encontrado hasta ahora en la Peninsula, y es la siguiente: — 1. Br. mesta Géné (Lam. v1, fig. 11 @ 0b). Sin. Forficula meesta, Servil/e, Hist. n. des Orth., pag. 28. -- maritima, Rambur, Faune de PAnd, u, pa- gina 8. hispanica, Herr. Schaif’., Nomencl. entom. pag. 30. eat Brachylabis meesta, Dohrn, Ent. Zeit. Stettin, t. 25, pa- gina 296. De color de pez 6 negruzca, lampifia, brillante y punteada. Antenas pardo-rojizas, de 18 artejos. Pronoto casi cuadrado, algo mas estrecho anteriormente; margenes laterales algo ro- jizas; disco con una linea hundida a lo largo; mesonoto con ru- dimentos de élitros, 4 veces un poco mas largos que el seg- mento que los lleva; metanoto escotado en arco de circulo. Abdémen con pliegues sobre el segundo, tercero y a veces cuarto segmento; Ultimo dorsal del ~ (fig. 11 @) con sus bor- des casi paralelos, con una linea hundida en el medio y el borde posterior fuertemente punteado; los laterales pliciformes; el de la Q es bastante mas estrecho posteriormente (fig. 11 6). Pinzas del ¥ (fig. 11 a) triquetras y un poco separadas en la base, apenas de la longitud del ultimo segmento 6 poco mas lar- gas; ganchudas en el apice; las dela hembra (fig. 11 0) son 104 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) casi rectas y sdlo encorvadas en el apice. Abdémen por debajo algo rojizo y con largos pelos esparcidos. Long. del cuerpo, 12™-16™; de las pinzas 4%, 2™™-2™",9; dela Q, 2™5=3™. Loc. Malaga (Rambur), Sierra-Morena (Heyden), Valencia ! (Bosca! ), Madrid! Esta especie es algo frecuente en Madrid bajo las piedras y en los montones de hojas y detritus vegetales. Oss. Rambur confundid esta especie con el Sr. maritima. Géné, de la que se distingue con facilidad por los rudimentos de élitros que lleva 4 los lados del mesonoto, y que faltan en aquella. Labia Leach. Sin. Labia Leach, Zool. Miscellany. Copiscelis Fieber, Synop. der Kur. Orth. Forficula (ex parte, auct.). Antenas de 10 4 12 artejos, 4.°-7.° oblongo-cénicos y los restantes mas bien cilindricos. Elitros y alas perfectamente desarrollados. Segundo artejo de los tarsos sencillo. Abdémen algo mas ancho posteriormente, con los pliegues del segun- do y tercer segmento visibles, y el Ultimo dorsal grande en el macho, con dos tubérculos poco elevados, que faltan en la hembra; el ultimo ventral del primero sostiene una prolonga- cion 6 apéndice comprimido, que se extiende entre las pinzas. Pinzas del macho separadas en la base, encorvadas y conver- gentes hacia el extremo; las de la hembra aproximadas, cortas y casi rectas. Oss. El género Zabia Leach, es quiza uno de los mejor caracterizados entre los de esta familia. Las especies son de pequeno tamano, 4 pesar de lo cual su semejanza 4 primera vista con las del género Zabidura es muy notable. Encierra una sola especie europea, que es la 1. L. minor Linn. (Lam. 1, fig. 12 @ 0). Sin. Forficula minor, Zinneo, Syst. nat. p. 686; Hischer, Or- thop. Eur. pag. 70. Amarillento-rojiza 6 pardusca. Antenas rojizas con los dos ultimos artejos mas claros. Pronoto mas estrecho que la cabeza (27) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 105 y mucho mas que los élitros, truncado por delante y redondeado por detras. Elitros pubescentes, casi dos veces tan largos como el protérax, acanalados en la sutura y truncados posterior- mente. Ultimo segmento dorsal del abdémen en el ¢ de colo- racion mas clara, con sus lados paralelos y dos pequefios tu- bérculos sobre el borde posterior; el ventral lleva en el medio un tubérculo saliente y comprimido. Pinzas del ~ (fig. 12 a), de la longitud del abddmen proximamente, arqueadas, circuns- cribiendo un espacio oval; borde interno ligeramente dentado; las de la Q (fig. 12 6) son cortas, rectas y apenas encorvadas en lap unta. Longitud del cuerpo, 5"™-6™"; de las pinzas, g 2™-2™",9; Asal p= 2 Loc. Granada (Rambur), Vergara (Larrinua! ). Ops. Parece ser muy abundante en esta ultima localidad, donde se encuentra al anochecer, volando. Forficula JL. Sin. Forficula (ex parte, auct.) /ischer, Orth. Eur. (sec. B ad). Antenas de 11 4 15 artejos. Elitros perfectamente degarrolla- dos, cuadrangulares, libres 6 casi unidos por la sutura, que es tan larga, prdximamente, como el borde externo. Sin escu- dete. Artejo segundo de los tarsos dilatado y bifido. Abdémen paralelo 6 apenas mas ancho posteriormente , con pliegues la- terales sobre el segundo y tercer artejo. Pinzas generalmente aproximadas en la base en ambos sexos. ESPECIES. a. Elitros libres, alas perfectamente des- arrolladas. 6. Con una mancha amarillenta 6 ro- jiaahem cada: Gliivols; 35 4 Ai3124). F. RUFICOLLIS F. bb. Elitros de coloracion uniforme.... F. AURICULARIA L. aa. Hlitros unidos & veces por la sutura; alas rudimentarias 6 nulas. c. Elitros notablemente mas largos que el Promotion Ls eis. n(ss Ne Se F. DECIPIENS Géné. cc. Klitros de igual longitud que el PRONGTOI A Asha ee F. PUBESCENS Géné. 106 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) No conociendo la /. analis Ramb. sino tan solo por la incom- pleta descripcion del autor, no he podido incluirla en el cuadro sindptico, deduciendo wnicamente que corresponde a la sec- cion ada. 1. F. ruficollis Fab.—(Lam. v1, fig. 13 a 6c). ‘Sin. Forficula ruficollis, Yabricius, Ent. syst. suppl. 185, 11-12.— Fischer, Orth. Eur., pag. 73. _ — beetica, Rambur, Faune.del’And., 1, pag. 6, . pl. 1, figs: 6, 7 y 8. De color negro-ferruginoso 6 castaio muy oscuro. Antenas del testaceas, las de la 9 negruzcas y sdlo ferruginosas en la base. Pronoto casi cuadrado, redondeado posteriormente , rojo 6 amarillento. Elitros parduscos, ligeramente rugosos , algo escotados en su borde posterior y con una mancha oblonga y rojiza en el medio. Alas poco salientes. Abdémen mas ancho en el medio, algo rugoso 4 causa de la puntuacion irregular que le cubre; pliegues laterales del tercer segmento mayores que los del segundo; el ultimo dorsal con el borde posterior un poco elevado en el % y con dos pequenos tubérculos, separados por una ligera depresion sobre el mismo borde. Pinzas del ~ (fig. 13 @ 6) mas oscuras en la punta, gruesas, arqueadas, muy dilatadas en la base; las de la @ (fig. 13 c) cortas, trique- tras, ligeramente arqueadas hacia el Apice y contiguas 6 un poco cruzadas en él. Longitud del cuerpo, 14™-16™; pinzas del <7, 5™-8™™"; de lat wamee iis) Loc. Portugal (Fischer Fr.), Granada (Rambur). Segun Rambur, se encuentra esta especie bajo la. corteza seca de los sauces, en las orillas del Genil. 2. F. auricularia L.—(Lam. v1, fig. 14 a 0c). Sin. Forficula auricularia, Linneo, Syst. nat. p. 686; Fischer, Orth. Eur., pag. 74. De color ferruginoso oscuro. Antenas de 15 artejos, con el primero rojizo. Pronoto casi tan largo como ancho, con el borde anterior recto y el posterior redondeado, amarillento a los lados. Hlitros més anchos que el protérax y un poco esco- tados posteriormente, amarillentos, 4 veces muy oscuros. Parte visible de las alas, oscura, con una mancha amarilla. Pliegues (29) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 107 del segundo y tercer seemento del abdémen, muy manifiestos; el ultimo dorsal del & (fig. 14 @ ¢) con un gran pliegue en cada lado y dos tubérculos en el borde posterior. Pinzas del & (fig. 14 @c) ensanchadas en la base y con dientes en el borde interno de la porcion ensanchada, de los que el ultimo es ma- yor. Las dela 9 (fig. 14 4) son cortas, casi rectas y triquetras al principio, ligeramente encorvadas en la base y algo cruzadas en el apice. Longitud del cuerpo, 12™-18"™"; pinzas del <7, 4™"-7"™; de lo, ga . Loc. Andalucia (Rambur), Sierra-Morena (Heyden), Coim- bra (Oliveira), Ferrol (Lopez Seoane!), Valencia (Bosca!), Madrid !, Alhama de Aragon!, Albacete!, Piedrahita!, Avila!, Valladolid !, Sare! (Pirineos). Oss. Presenta esta especie algunas variedades cuyas dife- rencias radican principalmente en la forma de las pinzas del <’, que pueden ser largas y poco encorvadas, var. macrolabia 6 cortas, circunscribiendo un espacio circular, var. cyclolabia. 3. F. decipiens Géné.—( Lam. v1, fig. 15 @ D). Sin. Forficula decipiens, Géné, Saggio, pag. 11; Pischer, Orth. Eur. p. 76. — brevis?, Rambur, Faun. de lVAnd. pag. 9, @. De color ferruginoso oscuro. Antenas de 13 artejos, amarillen- tas. Pronoto casi cuadrado, algo curvo posteriormente. Elitros mas anchos que el protorax, casi unidos por la sutura, truncados oblicuamente por detras, amarillentos como el pronoto, y con el angulo interno redondeado. Pliegues laterales del abdémen vi- sibles; ultimo segmento dorsal del (fig. 15 a) con dos pliegues laterales y dos tubérculos pequefnos en el borde posterior; el de la 9 (fig. 15 4) lo mismo, pero con los tubérculos y pliegues mé- nos salientes. Pinzas del so” muy ensanchadas en la base y cre- nuladas en el borde interno de la porcion ensanchada, 6 con pe- quenos dientes, encorvadas despues en forma de media luna y separadas en el apice. Las de la 9 casi triquetras, apenas sinuo- sas exteriormente, algo escotadas por dentro en la base y lige- ramente encorvadas hacia adentro en el extremo. Longitud del cuerpo, 12™™—15™; pinzas del o%, 4,75; de la 9 ,-3,7™b-4™. Loc. Sierra-Nevada (Rambur). 108 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30) Se encuentra en Sierra-Nevada, bajo las piedras (/’. brevis Rb.). Orns. Los ejemplares que poseo provienen de Dalmacia y de Italia. 4. F. pubescens Serv.—(Lam. vi, fig. 16 @ 0). Sin. Forficula pubescens, Serville, Hist. nat. des Orth. p. 46. Amarillenta-rojiza, pubescente. Antenas parduscas con el primer artejo grande y amarillento. Pronoto casi cuadrado, redondeado posteriormente, bordes laterales elevados y de color mas claro. Elitros de la longitud del protérax, casi unidos por la sutura y truncados oblicuamente por detras. Abdomen con larga pubescencia; pliegues del segundo y tercer artejo visi- bles; ultimo segmento dorsal del < hundido en el medio y con pliegue lateral. Pinzas del ~ (fig. 16 a) casi de la longitud del abdémen, ensanchadas hasta la mitad 6 mas de su longi- tud, y dentadas en el borde interno de la porcion ensanchada, encorvadas despues y convergentes hacia el apice; las de la 9 (fig. 16 0) mas cortas, casi rectas, mas anchas en la base, poco encorvadas en el apice. Longitud del cuerpo, 7"™-9™; de las pinzas del o%, 2™™,5-3""; dela Qye2""5: Loc. Galicia (Lopez Seoane!), Mahon (Cardona !). 5. F. analis Ramb. Sin. Forficula analis, Rambur, Faun. de /’And., t. u, pag. 10. Esta especie es mas pequefia que la F. auricularia L., y de color negro, mas 6 ménos rojizo. Cabeza de color ferruginoso oscuro. Prdnoto cuadrado, algo redondeado posteriormente, apenas rugoso, de color rojo-oscuro, con las margenes de color mas claro. Elitros del mismo color, asi como el esternon y las patas; el 4ngulo postero-interno de los primeros un poco ensan- chado. Abdémen negro-rojizo, mas estrecho en la base que en la extremidad, algo ensanchado en el medio; el ultimo anillo dorsal del % es deprimido posteriormente en el medio, y abultado 4 los lados, los cuales se ensanchan formando un an- gulo posterior obtuso; el penultimo ventral, cubre casi ente- ramente al ultimo, éste profundamente escotado. Pinzas, unas veces prolongadas y encorvadas desde la base, que esta lige- ramente ensanchada, con un tubérculo puntiagudo por encima y unaespina por dentro; otras, muy cortas, mas gruesas y 6 (31) Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 109 encorvadas en toda su extension; placa anal prolongada, gruesa, estrechada en la base y encorvada en el medio, formando dos angulos latero-posteriores salientes. La extremidad posterior de la 9 es casi lisa, y las pinzas son conniventes, cortas, encor- vadas y cruzadas en el apice. Esta Q se parece mucho 4 la F. brevis Ramb. (decipiens Géné), pero es mas estrecha y mas larga. (Rambur). Loc. Sierra-Nevada (Rambur). Ors. El caracter distintivo mas notable de esta especie pa- rece ser la forma particular de la lamina supra-anal. Se encuentra 4 ultimos de Agosto en Sierra-Nevada, bajo las piedras. Chelidura Latreilie. Stn. Chelidura Zatreil/e, Familles naturelles. Forficula Fischer, Orthop. europ. (sec. B ¢). Antenas de 10 4 15 artejos. Elitros rudimentarios, en ge- neral mas cortos que el pronoto , unidos 6 casi unidos entre si por el borde sutural, que es mas corto que el externo. Escu- dete visible, pero estrecho 6 semilunar. Segundo artejo de los tarsos deprimido y ensanchado. Abdémen con pliegues late- rales sobre el segundo y tercer segmento dorsal, mas ancho posteriormente. Pinzas de los machos, en general, separadas y distantes en la base. Oss. Dos especies encierra este género, de las que sdlo uname es conocida, por lo que prescindo del cuadro sindptico, toda vez que no puedo observar los caractéres necesarios para estable- cerlo, y que las descripciones que conozco de estas especies no son muy detalladas; 4 pesar de esto, si el numero de artejos de las antenas fuese constante, pudieran distinguirse del modo siguiente : Con 13 artejos en lasantenas......... Ch. aptera Charp. SOLOnCO Mente i raat tte tel ehe osteo teas Ch. sinuata Germ. 1. Ch. aptera Charp.—(Lam. vr, fig. 17 a 0). Sty. Forficula aptera, Charpentier, Hore entom., pag. 69. — dilatata , Burmeister, Handb. der Entom., ti, ‘75d. — alpina, Géné, Saggio, pag. 13, 110 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32) Forficula simplex, Germar, Faun. ins..Kur., fase. x1, tab. 17; te hgtiares Pardo-rojiza, con la cabeza , patas y lados del pronoto amari- llentos, Antenas de 13 artejos. Escudete estrecho, semicir- cular. Hlitros cortos, con el borde posterior muy oblicuo. Abdémen punteado, con mas intensidad hacia la parte pos- terior, ensanchado desde el medio hacia atras; borde poste- rior del ultimo segmento dorsal, doble de ancho que el anterior del pronoto; tubérculos del segundo y tercer segmento salien- tes; ultimo segmento dorsal del ¢ (fig. 17 @) con una depresion en el medio y dos tubérculos 4 los lados, y con el angulo poste- ro-externo comprimido a manera de pliegue; en la @ (fig. 17 d) este ultimo segmento es de forma ordinaria y casi de la misma anchura que el protdrax. Pinzas del © dilatadas en la base, muy distantes, arqueadas casi en semicirculo, con un tubérculo, no muy saliente, situado en el borde interno y antes del medio (dilatata Burm.), 6 semicirculares, poco dilatadas en la base y con un pequeno tubérculo en ella por encima (alpina Géné), 6 finalmente, arqueadas, sin diente alguno interno, con una tu-- mefaccion 6 tubérculo sobre la base (s¢mplez Germ.); las de la son cortas, sin dientes internos, encorvadas, y algo cruzadas cerca de la punta. . Longitud del cuerpo, 12""-14""; de las pinzas, (7 9"; 9 4™". Loc. Pirineos (Lafresnaye, Serville). Oss. Comparando con detencion las descripciones de las tres especies indicadas en la sinonimia de la que me ocupa, se ob- serva que las diferencias mas notables que entre ellas existen, radican principalmente en la forma y disposicion de las pinzas del macho. Como semejantes diferencias se presentan en otras especies, sin que por esto se consideren como distintas, no parece existir razon alguna para que en este punto rija dife- rente criterio; tanto més, cuanto que ya el Sr. Dohrn, en el Entomol. Zeitung de Stettin, correspondiente al aio 1859, y posteriormente en el de 1867, manifiesta que ha podido obser- var ejemplares que establecen el transito entre estas pretendi- das especies, habiendo logrado reunir una série de individuos de los Pirineos , Saboya y Piamonte, en los cuales pueden ob- servarse todas las gradaciones necesarias para que insensible- mente pueda pasarse de unos tipos a otros. Para la descripcion que antecede, me he servido de ejemplares (33) Bolivar. — oRTOPTEBOS DE ESPANA Y PORTUGAL. lll recogidos en Italia, de los que soy deudor 4 mi consecuente amigo el Sr. Durieu de Génova, segun el cual, convienen exactamente con los tipos de la /. alpina Géné, que ha podido examinar en el Museo de Turin. En estos ejemplares (fig. 17 a 0), las pinzas del &% son sinuosas, casi tan largas como el abdomen, y el tubérculo de la base es bastante perceptible. 2. Ch. sinuata Germ. Sin. Forficula sinuata,. Germar, Fauna insect. Eur., fasc. xr, | tab. 16, f. a; 0, p. 82. — Dufourii, Serville, Hist. nat. aes Orth., p. 49, le Lier Cs Pardusca. Cabeza mas oscura, boca y antenas palidas; éstas de 12 artejos. litros cortos, de color de pez, truncados obli- cuamente. Abdédmen plano, ensanchado, apenas punteado, con el borde posterior del ultimo segmento dorsal mas claro; tubérculos del segundo y tercer segmento perceptibles. Pin- zas del ~ arqueadas, sinuosas, con un tubérculo sobre la base y un diente en el borde interno; las de la Q son rectas , apenas encorvadas en la punta, que es aguda, y sin dientes. Longitud del cuerpo, 10™"; de las pinzas, ¢ 3,"™ 5; Q Qn, Loc. Pirineos (Serville). Oss. No he visto ningun ejemplar de esta especie, por lo que me limito 4 reproducir ordenadamente los caractéres que Audinet Serville asigna 4 las dos especies que reuno, siguiendo la opinion de Fieber (Synop. der Huropiisch. Orthopt. p. 72). El Sr. Fieber enumera en su Sindpsis una 2. setulosa, que no es posible reconocer por la brevisima descripcion que hace de ella, ni siquiera deducir el género en que debe incluirse; creo, sin embargo, debe corresponder al Chelidura, porque la coloca 4 continuacion de las especies de este género. Hé aqui la descripcion: 3 F. setulosa Fieb.—Parda. Lados del occipucio, boca, pal- pos y mandibulas, amarillos. Pronoto apenas mas largo que ancho, con los bordes palidos. Elitros aovado-cuadrangulares, posteriormente oblicuos, finamente punteados. Patas amarillas, cubiertas hacia el vientre de una vellosidad larga y cerdosa (Borstenhaaren). 2534 Lin. Ultimo anillo trapeziforme y en- corvado, escotado en el borde posterior y con cuatro ligeras 112 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34) fositas y cuatro rasgos en la base. Pinzas delgadas, de color amarillento, ligeramente acanaladas por fuera y crenuladas in- teriormente. Portugal (Fieber). SEGUNDO SUB-ORDEN. ORTOPTEROS PROPIAMENTE TALES. Sin. Orthoptera Oliv. (excl. Forficulariis). Cuerpo de forma variable. Cabeza perpendicular u horizon- tal, al descubierto. Antenas rara vez filiformes, por lo general setaceas, otras veces prismaticas, plumosas 6 claviformes. Elitros bien desarrollados en unos, rudimentarios y 4un nulos en otros, con nerviaciones mas 6 ménos perceptibles; alas por lo general mas cortas que los élitros (excep. Phaneroptera, Tet- tix), plegadas tan sdlo 4 lo largo. Anillos del abdémen, no imbricados lateralmente; sin pinzas. 9.” FAMILIA. — Blatidos. Sin. Blattarie Latr. Serv. Brunn. Dyctioptera Leach. (Hdim. Hncyclop., 1818). Cuerpo deprimido y ovalado: cabeza cordiforme, oculta por el pronoto, que se extiende anteriormente, dejando a veces vi- sible el vértice, aplicada bajo el pecho; antenas setaceas y lar- gas; alas y élitros horizontales, 4 veces rudimentarios y aun nulos; patas proximamente iguales, comprimidas; caderas muy anchas; tibias espinosas; tarsos de cinco artejos; apéndi- ces abdominales articulados. Los insectos comprendidos en esta familia tienen la cabeza cordiforme y muy inclinada, escondida bajo el pronoto; los ojos grandes, reniformes; las antenas insertas en una cavidad limitada por los ojos, y los estemmas representados sdlo. por manchas de color mas claro, situadas delante de la insercion de cada antena. El pronoto es muy grande, orbicular y algo convexo. Los (35) Bolivar. —orTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 113 élitros pueden ser cOrneos, coriaceos 6 membranosos; en unos se cruzan en parte , de modo-que el izquierdo cubre al derecho; y en otros, aunque rara vez, se unen en linea recta, como en los coleépteros (Aphlebia); & veces faltan 6 se hallan represen- tados por unas pequefias escamas que se observan 4 los lados del mesonoto (Lodoptera) (Lam. v1, fig. 18). La vena radial ex- terior (mediastina 6 marginal de Brunn.), es la primera que se separa del tronco comun para alcanzar el borde anterior en su mitad basilar; la radial media (escapular de Brunn.) se ex- tiende hasta la punta del élitro, dividiéndole en dos partes des- iguales; la radial posterior 6 interna (media de Brunn.) es mé- nos saliente que la radial media, y de ambas proceden todas las ramificaciones secundarias que ocupan el area discoidal: la anal nace del punto de insercion del élitro y se termina en el borde sutural ; éstaes muy encorvada y la ultima que desapa- rece, pues aunque no se perciban las demas nerviaciones, la anal suele ser visible. En las alas existe & veces un espacio triangular, area triangular, formado por la vena anal (vena dividiens), que en vez de dirigirse en linea recta hacia el borde apical, se encorva en su extremidad en la direccion de la radial posterior, circunscribiendo un espacio triangular entre la vena anal y la primera de las venas axilares , que se extienden 4 ma- nera de radios por el campo anal. Las caderas son muy anchas y ocultan los segmentos.en que se insertan; los fémures llevan un trocanter grande en la base; las tibias son espinosas en su borde interno, y los cuatro primeros artejos de los tarsos son comprimidos, terminandose el quinto por dos ufias, entre las que a veces existe el arolio. El abdémen se compone de ocho 6 nueve segmentos dor- sales, en los dos sexos, y de seis 4 siete ventrales; en las hembras, siempre son seis estos Ultimos; unos y otros llevan & los lados los estigmas; superiormente tienen ademas, la placa infra-anal, diferente en cuanto a la forma, segun los sexos, y los apéndices abdominales, que en los blatidos son articu- lados. La placa infra-anal sdlo existe en los machos, y se dis- tingue de los segmentos ventrales por carecer de estigmas, siendo errénea la opinion de los que han considerado el ul- timo segmento ventral de las hembras como placa infra-anal. Sdlo en los periplanetinos existe dicha placa, hallandose re- presentada por dos valvulas reunidas, formando una quilla. ANALES DE HIST. NAT.— V. 8 V4 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36) Es comun encontrar entre los insectos, especies que depositen sus huevos en paquetes protegidos por una envoltura comun; pero estos paquetes los forman colocando los huevos, a medida que van saliendo del abdémen, unos al lado de otros; en los blatidos, por el contrario, los paquetes salen ya formados del cuerpo de la hembra, y estan constituidos por una cubierta re- sistente que protege los huevos (ooteca), los cuales se hallan dis- puestos en dos séries y en numero de diez 4 veinte en cada una. En algunos, la sutura superior de la ooteca (Lam. v1, fig. 19), correspondiente 4 la pared de separacion de ambas séries, se eleva formando una cresta festoneada; pero en otros esta tan solo indicada por una quilla apenas saliente. Segun el Sr. Brun- ner, ambas formas de la ooteca corresponden a la diferente po- sicion que ésta tiene en el vientre de la hembra; las de cresta elevada, salen del abdémen con esta en la parte superior, y los huevos se hallan colocados verticalmente; las otras, por el contrario, salen con la sutura a un lado, y en ellas los hue- vos se encuentran dispuestos horizontalmente. La hembra tarda muchos dias en verificar la puesta, y es frecuente encontrarla con la ooteca fija en la parte posterior del abdémen y proéxima a desprenderse. Una vez depositada, el animal no se ocupa mas de la ooteca; las larvas nacen al poco tiempo, y tardan mucho en llegar al estado adulto. La distincion entre la larva, la ninfa y el insecto perfecto en las especies apteras, puede de- cirse que es arbitraria, pues en realidad, apenas se observa diferencia alguna; pudiendo decirse con verdad que dichas espe- cies carecen de metamorfosis. En las especies aladas, el desarrollo de los érganos del vuelo caracteriza estos diversos estados, porque los érganos genitales aparecen al poco tiempo de salir del huevo, 4un cuando su desarrollo continua hasta el ultimo estado. Son omnivoras, y muchas viven en lo interior de las casas. (37) ’ Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 115 TRIBUS. a. Fémures espinosos. b. Ultimo segmento ventral de las hem- bras, grande, plano, desprovisto de placa sub-anal y de valvulas que la representen; estilos nulos 6 ru- dimentarios. c. Placa supra-anal (o y @) trasversa y muy estrecha; alas con area UEVADOOUT I ae, 2s sts o's ated ee ke ECTOBINOS, cc. Placa supra-anal (o y 2) saliente, triangular, entera 6 poco esco- tada; sin area triangular en las TIEN lot Sys erm NLA lian I a oe FILODROMINOS. bb. Ultimo segmento ventral de las hem- bras provisto de dos valvulas , que representan la placa infra-anal de los machos; estilos muy largos... PERIPLANETINOs. aa. Fémures desprovistos de espinas. d. Protorax sin pestahas en sus bordes: area anal de las alas, cuando exis- ten, plegada en forma de abanico. e. Angulos posteriores de los segmentos del abdomen, agudos y salientes; placa supra-anal de la hembra, Cuadradar sive: ele eal ols aire PANCLORINOS. ee. Angulos posteriores de los segmen- tos dorsales del abdémen, obtusos; placa supra-anal de la hembra, redondeadar 2/213. boas eau UR Le PERISFERINOS. dd. Protérax pestafoso; area anal de las alas, cuando existen, no plegada; placa supra-anal de la hembra, cua- drada y escotada en el medio..... HETEROGAMINOS. Eetobinos. Elitros cérneos 6 coridceos, & veces lobiformes; alas bien des arrolladas 6 nulas; vena anal encorvada, dejando una area trian 116 ; ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38) cular, formada por una membrana trasparente; placa infra- anal de los machos, triangular, muy saliente y desprovista de estilos por lo comun. Oss. Las especies de esta tribu presentan gran analogia entre si, 4 pesar de lo cual han permanecido durante mucho tiempo confundidas con otras y diseminadas en géneros diversos, de- biéndose al Sr. Brunner el haber puesto en claro sus analogias naturales, entre las que se cuenta, como mas importante, la existencia del campo triangular de las alas, que falta en las especies de la tribu siguiente. Solo comprende dos géneros europeos, y ambos tienen repre- sentantes en la Peninsula. Su separacion, facil por demas, puede conseguirse del modo siguiente: GENEROS. Elitros coriaceos, con las nerviaciones sa- lientes; alas perfectamente desar- POWUAGAS 5. Sota eee auch ane .. Ecropia Westw. Elitros cérneos, de la longitud del abdémen | cuando mas, sin nerviaciones; alas rudimentarias 6 nulas..........:. APHLEBIA Brunn. Ectobia Wesiw. Campo triangular de las alas pequefio. Escudete visible. Vena radial media de los élitros, unida en la base 4 la radial interna, procediendo de ellas varios ramos que se dirigen hacia el borde sutural. Patas delgadas; fémures con pocas espinas. Placa supra-anal en ambos sexos trasversa, muy estrecha; la infra-anal del % desprovista de estilos; Ultimo segmento ven- tral de la 9 muy grande. El cuerpo en todas las especies es es- trecho en el macho y ensanchado en la hembra. Oss. Los insectos comprendidos en este género son todos de pequeno tamano: se encuentran en los bosques, al pié de los ar- boles, entre el humus y detritus vegetales; algunos viven en lo interior de las casas. (39) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. lly ESPECIES. a. Cuerpo negro. b. Ramos externos de la vena ra- dial media en numero de Pomel Then los fhe s Ve Ect. LAPPONICA L. bd. Ramos externos de la vena ra- dial media en numero de 12413 enloso.......... Ect. HacKeim mihi. aa. Cuerpo palido. c. Abdémen con tres fajas negras por encinias wen. fa4ae: Ect. VITTIVENTRIS Costa. cc. Abdomen sin fajas negras..... Ecr. trvipa F. 1. Ect. lapponica L. Sin. Blatta lapponica, Zimneo, Fauna Suec., p. 235; Serville Hist. Nat. des Orth., p. 110. — hemiptera, Serville, Hist. Nat. des Orth., p. 111, (fem. ). Ectobia lapponica, Brunner, N. Systeme des Blatt., p. 53. Cuerpo negro 6 rojo oscuro. Cabeza oculta bajo el pronoto, vértice rojizo, ojos negros, antenas negras y mas largas que el cuerpo. Pronoto semiorbicular en el &%, mas grande y tras- versal en la 9: disco negro 6 rojizo, con los bordes laterales amarillos y trasparentes , siendo tambien amarillo el borde an- terior y una estrecha faja 6 linea del posterior. Elitros del o puntiagudos, testaceos, traslucientes, con los espacios que de- jan entre si las nerviaciones negruzcos; vena radial media, si- nuosa y negra en la base, procediendo de ella quince 6 diez y siete ramos que se dirigen hacia el borde anterior, y cuatro 6 cinco hacia el sutural; la radial interna, unida a la precedente hasta la mitad del élitro, da otros cinco ramos hacia el borde su- tural; la vena anal alcanza el borde posterior proximamente en el primer tercio. Los élitros de la Q cubren sdlo dos tercios del abdomen, y en ellos la vena radial media sdlo emite diez ramos hacia el borde anterior: alas bien desarrolladas en el ¢’, rudimentarias en la 2. Patas del primero, largas, negras, con la punta de las caderas, la base de los fémures y el primer ar- tejo de los tarsos, palidos; espinas rojizas: las de la 9 son testa~ ceas, con las articulaciones parduscas. AbdOmen negro con los ultimos segmentos amarillentos en el (’; el de la 2 negro en el 118 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40) medio, con el borde posterior de todos los segmentos dorsales amarillento; por debajo es amarillo sucio, con manchas pardas & los lados. Longitud del cuerpo, 8""- 11"; de los élitros en el oh, 8™- 11™ sen 18/9),'o"" -6™". Loc. Espana? Oss. En la coleccion del sefior Mieg existe un ejemplar de esta especie sin indicacion alguna de localidad; como casi todos los ortépteros de esta coleccion son de la Peninsula, me parece probable que éste tambien lo sea; tanto mas, cuanto que esta es- pecie es comun en toda Europa desde Laponia, en donde, se- gun Linneo, vive dentro de las casas, hasta la Dalmacia, Tos- cana y Sicilia. 2. Ect. Heckelii mihi. oJ Nigra, nitida, oculis flavis, antennis corpore longiorrbus, Susco-nigris. Pronoto anticé lateribusque favo-marginato, ad apicem punctis sex nigris, ad medium striga brevi longitudi- nali rufa: elytris lanceolatis griseis, interstitiis fuscis ; vend radiali mediad versus marginem anticam duodecim vel tredecim vyadios via obliteratos emittente; tarsorum articulo primo basi flavescente. Longitud del cuerpo, 7™"; del prot. 2"; del primer art. de los tar. post. 1™"; de los restantes reunidos, 1", 5. Cuerpo negro, brillante. Cabeza oculta bajo el protérax, toda negra, excepto los ojos; manchas oceliformes y bordes del labro y mandibulas, que son amarillentos; antenas pardo-negruzcas y mas largas que el cuerpo. Pronoto semi-orbicular, brillante, con las margenes laterales y la anterior, anchas y amarillas; esta ul- tima lleva seis gruesos puntos negros dispuestos en arco, con la convexidad dirigida hacia atras; ocupa el disco una gran man- cha negra, truncada anteriormente, y con una linea roja longi- tudinal en el medio, que empezando en el borde anterior llega hasta la mitad préximamente : base del pronoto cubierta de man- chas irregulares parduscas. Elitros lanceolados, amarillentos, con los espacios que dejan entre si las nerviaciones, negruzcos; vena radial anterior recta y saliente, la radial media apenas si- nuosa, saliendo de ella doce 6 trece radios hacia el borde ante- rior algo confusos. Tronco comun de la radial media y poste- rior negro, asi como tambien la vena anal; el estrecho espacio (41) Bolivar.— ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 119 que dejan entre si, en la base, la radial posterior y la anal, amarillo: radios del area discoidal en numero de ocho, de los que tres proceden de la radial posterior y cinco de la radial me- dia. Patas negro-rojizas, con las espinas rojas y la base del pri- mer artejo de los tarsos amarillenta. Loc. Ferrol (Lopez Seoane !). Dedico esta especie al eminente profesor de la universidad de Jena, H. Ernst Hickel, 4 quien soy deudor de varias de sus publicaciones, como débil muestra de mi admiracion hacia sus importantes trabajos. Oss. Esta especie es parecida a la anterior; pero se distingue facilmente por su menor tamafo y por la coloracion de la ca- beza y del pronoto. Ademas, la vena anal de los élitros no va acompanada de otra como en la F£ct. lapponica L., y sale separada de la radial posterior desde la base, al paso que en la especie an- terior salen unidas y se separan 4 bastante distancia del borde posterior del pronoto. Sdlo poseo un ejemplar, que debo 4 la amabilidad del conocido naturalista espanol, Sr. D. Victor Lopez Seoane, quien la ha re- cogido en una de sus posesiones del Ferrol. 3. Ect. vittiventris Costa. Sw. Blatta vittiventris, A. Costa, Ann. dell’ Acad. degli asp. Nat., u Ser., 1847, vol. 1. Ort., p. 31; Fischer, Orth. europ., p. 109. Kctobia vittiventris, Brunner, Nouv. Syst.des Blatt., p. 57. Amarillenta. Cabeza algo visible por encima; frente con doce 6 diez y seis puntos 6 manchas ferruginosas, 4 veces poco marcadas. Antenas dos veces tan largas como el cuerpo, ama- rillentas en la base y pardas en la extremidad. Pronoto redon- deado, trasparente, amarillento en el medio, con algunas pe- quefias manchas de color mas oscuro 6 rojizo. Elitros traspa- rentes, de color de paja, 4 veces adornados con puntos ferrugi- nosos. Alas hialinas. Abdémen amarillento, con tres fajas ne- gras longitudinales sobre el dorso, y otras dos del mismo color en el vientre. Longitud del cuerpo, 8""; del pron. 2™",5. Loc. Portugal ( Fieber). 120 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42) 4. Ect. livida F. Sin. Blatta livida, Fabricius, Ent. Syst., p. 10; Fischer, Orth. europ., p. 107. Ketobia livida, Brunner, N. Syst. des Blatt., p. 59. Amarillenta. Cabeza oculta bajo el protdrax, con el vértice mas claro y dos séries de puntos 6 manchas oscuras, 4 veces poco marcadas; antenas mas largas que el cuerpo en los o, ape- nas mas cortas en la Q. Pronoto trasversal, eliptico 4 veces, con puntos oscuros sobre el disco. Elitros puntiagudos, ama- rillos; la venal radial media emite quince radios hacia el borde anterior y diez hacia el posterior , en union de la radial media. Abdomen palido, sin fajas ni manchas negras en el o‘; ne- gro brillante en el dorso , con un borde posterior estrecho y otro lateral ancho, amarillo, en cada segmento, en la 9, en la que los ultimos segmentos son palidos, los ventrales oscuros con estrechas lineas amarillas 6 palidas, y dos manchas laterales oscuras. Loc. Valencia! (Bosca!), Barcelona (Cuni!), Vergara (Lar- rinua!), Rioja ( Viar! ), Menorca (Cardona! ). Oss. El Sr. D. Francisco Cardona y Orfila ha encontrado esta especie en abundancia, con la particularidad de que todos los ejemplares que ha tenido la bondad de remitirme correspon- den 4 la variedad drevipennis Brunn., que tiene los élitros mas cortos que el abdémen, aun en los machos, variedad que el au- tor del VV. Syst. des Blatt. describid por dos hembras proceden- tes de Spalato. Aphlebia Brunn. Sin. Blatta auct. Aphlebia Brunner, N. Syst. des Blatt. Elitros cérneos, sin venas, de la longitud del abdémen 6 mas cortos, a veces lobiformes; alas rudimentarias 6 nulas. Ex- tremidades delgadas; fémures con pocas espinas. Placa supra- anal en ambos sexos trasversa, estrecha: la infra-anal del ma- cho sin prolongaciones 6 estilos. Oss. El principal caracter de este género radica en la estruc- tura de los élitros, que son cérneos y se tocan por el borde sutu- ral, sin cruzarse, cuando estan bien desarrollados; & veces son lobiformes , muy cortos, y dejan toda la parte media del meso- (48) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 121 noto al descubierto; las nerviaciones no son perceptibles. Vi- ven como las especies del género anterior, en el campo, entre las hojas caidas y tambien sobre los arboles, pero no en lo in- terior de las casas. Comprende nueve especies europeas, que el Sr. Brunner di- vide en dos grupos, segun tengan los élitros perfectamente des- arrollados y alcancen al medio del abdémen, 6 por el contrario, laterales y lobiformes. Las especies espafiolas corresponden to- das a este segundo grupo, y pueden dividirse del modo si- guiente: ESPECIES. a. Con fajas negras longitudinales sobre Ol; ONS OcacsieheaihG carts lo lete esvieiy's A. TRIVITTATA Serv. aa. Sin fajas negras 4 lo largo. 6. Abdémen negro, con lineas tras- WEESAS. PAalidag.ccigicsijews siae's A. CARPETANA Bol. bb. Abdémen gris, manchado de pardo. A. sSuBAPTERA Ramb. 1. Aphl. trivittata Serv. Sin. Blatta trivittata, Serville, Hist. n. des Orth., p. 106; Pis- cher, Orthopt. europ., p. 103. Aphlebia trivittata, Brunner, N. Syst. des Blatt., p. 73. Amarillenta y brillante, con tres fajas negras longitudinales, que se extienden desde el pronoto hasta el extremo del abdo- men, y de las cuales la del medio 4 veces desaparece sobre los anillos toracicos 6 es poco perceptible , al paso que las laterales son muy anchas y convergen hacia la parte anterior ; borde pos- terior del mesonoto, entre las fajas, tambien negro, asi como el del metanoto; en éste las fajas longitudinales faltan. Cabeza amarilla con dos lineas trasversas negruzcas, una entre las an- tenas y otra entre los ojos; antenas amarillentas. Elitros mas cortos que la mitad del abdémen, truncados y ligeramente es- cotados en el extremo. Sin alas. Patas amarillentas; apéndices abdominales pardos, con un ancho anillo palido. Longitud, 9™™. Loc. La Granja! Oss. El Sr. Serville describid esta especie por un ejemplar 9, procedente de Cerdeha, y segun parece no ha vuelto a4 ser ob- servado hasta ahora. Yo he recogido en la Granja, sacudiendo 122 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44) algunos arbustos, varios ejemplares, todos en estado de larva 6 ninfa, que con toda seguridad pueden referirse 4 esta especie, opinion que.es tambien la del senor Brunner. Como no estan del todo desarrollados, no puedo detallar mas la descripcion del senor Serville, sino tan sdlo en lo referente a la coloracion su- perior del cuerpo, como lo he hecho. 2. Aphl. carpetana Bol. Sin. Blatta carpetana, Bolivar, Ort. nuev. 6 poco con.; en los An. de la Soc. esp. de Hist. nat., t. m1, p. 214. Negra, brillante, margenes del protdrax , de las coxas, del meso y metanoto, y de todos los anillos del abdémen amarillas; vértice de este mismo color; antenas mas largas que el cuerpo, oscuras, con la base mas clara. Pronoto redondeado anterior- mente, casi truncado por detras, pero con los angulos redon- deados; trasluciente 4 los lados. Elitros lobiformes, algo mas largos que el mesonoto, muy distantes en la base y oblicua- mente truncados por detras , amarillos, con puntos hundidos ne- gruzcos; metanoto anchamente escotado posteriormente. Ul- timos segmentos dorsales, pliciformes en medio. Patas ne- gras, algo rojizas, con las espinas rojas y los tarsos amarillos en la base y parduscos en el apice. Borde lateral amarillo de los segmentos del abdémen muy estrecho, casi imperceptible. Ultimo segmento ventral de la hembra no escotado. Longitud, 5"; del prot., 1"",5; tarsos post., 1™,5. Loc. Villalba! (Larrinua! ), Escorial (Mazarredo!), Madrid! Oss. Con posterioridad a la publicacion de esta especie he recogido en Madrid un ejemplar que constituye una variedad muy notable, pues sin dejar de presentar los caractéres de la es- pecie, tiene el abdémen algo mas claro, las fajas amarillas tras- versas, apenas perceptibles , y tres séries de puntos que forman fajas longitudinales, dispuestas como en la especie anterior. Ya indiqué al describrir esta especie por primera vez, que pre- sentaba grande analogia con la Aphl. brevipennis Fischer Fr., segun se deducia de la brevisima descripcion de este autor: pos- teriormente he comparado los ejemplares que poseo con la des- cripcion que de esta especie hace el sefor Brunner en la obra citada, deduciendo que las diferencias mas notables son las si- guientes: Tamanho menor, antenas mas largas que el cuerpo, faja ama- (45) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 133 rilla del pronoto mas ancha 4 los lados, y muy estrecha ante- rior y posteriormente ; angulos del pronoto redondeados; élitros sin la mancha grande y negra del borde sutural que caracteriza ala Aphl. brevipennis Fisch.; faja lateral amarilla de los segmen- tos del abdémen sumamente estrecha; borde posterior de los anillos ventrales amarillo, y ultimo segmento ventral de la Q no escotado. 3. Aphl. subaptera Ramb. Sin. Blatta subaptera, Rambur, Faune de VAnd. 11, p. 14. Polyzosteria subaptera, Fischer, Orth. europ., p. 94. Aphlebia subaptera, Brunner, N. Syst. des Blatt., p. 73. © Amarillenta. Cabeza negra con el vértice blanquecino; an- tenas mas cortas que el cuerpo y testaceas. Pronoto mucho mas ancho que largo, truncado anterior y posteriormente , an- cha y completamente rodeado por una margen blanca y muy trasparente , el disco casi orbicular, manchado de pardo. Eli- tros rudimentarios, hialinos. Patas palidas casi trasparentes; fémures poco espinosos, con los bordes superior é inferior es- trechamente marginados de negro; las tibias tienen un punto negro en la base de cada espina; extremidad de todos los arte- jos de los tarsos negra. Abdémen gris manchado de pardo superiormente. Placa supra-anal de la © trasversal y muy pequena. Segmentos ventrales pardos y palidos hacia el borde lateral. Ultimo segmento redondeado, negro, marginado de amarillo; apéndices abdominales pequefios, testaceos, y par- dos en la base y en la extremidad. Long. 2, 6™; del pronoto, 2™; de los élitros, 1"™. Loc. Granada (Rambur ), Malaga (Fischer Fr.). Oss. No poseyendo esta especie, me he limitado a traducir la descripcion del sefior Brunner (loco cit.). Dicho sefor posée - ejemplares de Cércega y de Dalmacia. Filodrominos. Elitros coridceos, 4 veces lobiformes. Alas bien desarrolladas en unos, faltando en otros por completo, sin area triangular. Placa infra-anal del macho triangular, 4 veces con prolonga- ciones 6 estilos. 124 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46) Ons. En las especies aladas de esta tribu los ramos proce- dentes de la vena ulnaria anterior de los élitros caminan casi paralelamente 4 dicha vena, 6 por lo ménos forman un angulo muy agudo con ella, y la vena anal esté poco encorvada. De las cien especies que encierra préximamente esta tribu, sdlo tres se encuentran en Europa, pudiendo considerarse una de ellas (Phyllodromia germanica L.), como cosmopolita. GENEROS. Elitros rudimentarios, lobiformes; sin alas. LozopTera Brunn. Hlitros y alas perfectamente desarrollados. PHyLLopRomia Serv. Loboptera Brunn. Sin. Polyzosteria Wischer, Orth. europ. Pentltimo artejo de los palpos maxilares de igual longitud que el ultimo. Fémures con muchas espinas. Tibias compri- midas; tarsos muy delgados, de igual longitud que las tibias, y con el primer artejo tan largo como los dos siguientes reunidos. Placa sub-anal de los machos triangular, obtusa y terminada por un borde membranoso, sin estilos. Las especies del género Polyzosteria (Burm.) Brunner, son todas extrafias 4 Europa, y se diferencian de las del Loboptera Brunn. por los caractéres de la tribu periplanetina 4 que aquel género pertenece. El cuerpo en las especies de este género es ancho y oval, tanto en el % como en la 9; todas son de pequeno tamaino, y se en- cuentran con las anteriores. ESPECIES. Cuerpo Mampinio ga niecetekke ee 1. L. decipiens Germ. Cuerpo pubescentesc.6s nieuw Seige oe 2. L. limbata Charp. 1. L. decipiens Germ. (Lam. v1, fig. 18). Sm. Blatta decipiens, Germar, Reise n. Dalmat., pag. 249. Polyzosteria decipiens, Fischer, Orth. europ., pag. 92, tab. vu, fig. 1. Loboptera decipiens, Brunner, N. syst. des Blatt., p. 80. (47) Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. ‘125 Negra, brillante, marginada de blanco 6 amarillento, lam- pifia; lados del cuerpo algun tanto paralelos. Elitros no mas largos que el mesonoto, muy estrechos, negros, con el borde externo adornado con la misma faja blanca que rodea todo el cuerpo; patas algo rojizas, con las caderas estrechamente mar- ginadas de blanco; placa sub-anal del ¢ con el borde membra- noso redondeado. od long. del cuerpo, 8"™"; del protérax, 2™",5; anch. de éste, 4™". 5 — —- iW”; a oes — Ann 2. Las larvas son. de coloracion uniforme, con las patas mas claras. Loc. Almeria (Fischer Fr.), Madrid!, Escorial! (Mazarredo !), Guadalajara (Carvajal !), Valencia (Bosca !), Logrofio (Viar !), Menorca (Cardona !), Coimbra (Oliveira !). 2. L. limbata Charp. Sin. Blatta limbata, Charpentier, Hore entom., p. "1. Polyzosteria ait Fischer, Orth. europ., p. 93, tab. vu, figura, 2. Loboptera limbata, Brunner, N. Syst. des Blatt., p. 81. Pardo-negruzca 6 negra, marginada como la anterior, pu- bescente; élitros muy cortos, de la longitud del mesonoto, con el borde externo blanco; abdémen mas ancho en el medio; por- cion membranosa de la placa sub-anal del pa con una escotadura profunda. Oss. El tamanio de esta especie es el mismo de la anterior, de la que en realidad sdélo se distingue por la corta pubescencia que cubre todo el cuerpo, y por la escotadura de la placa sub- anal de los machos, por lo que el sefor Brunner la acepta con duda. Loc. Portugal (Charpentier), Madrid! Phyllodromia Serv. SIN. Blatta (sec. B. b.) Mischer Fr., Orth. eur. Vena anal larga, poco arqueada, la radial media no da ramos hacia la parte posterior, y los de la radial posterior se dirigen casi paralelamente 4 ella. Patas delgadas, muy largas y espi- nosas; abdémen estrecho y prolongado en los machos, mas an- 126 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48) cho en las hembras; apéndices abdominales muy largos, de 12 artejos; placa sub-anal de los machos redondeada y provista ge- neralmente de un rudimento de estilo, y 4 veces de dos estilos rudimentarios. Ultimo segmento abdominal de las hembras ancho, triangular, obtuso, pero no escotado. Ops. Las nerviaciones tan caracteristicas de las alas y élitros distinguen suficientemente las especies contenidas en este gé- nero de las comprendidas en el Hctobia y Aphlebia, confundi- das todas por Fischer en su género Blatta. Cerca de cuarenta especies comprende este género, reparti- das por toda la superficie del globo, y de las que sdlo una habita en Europa, y es la siguiente: 1. Ph. germanica Linn. Sin. Blatta germanica, Linneo, Syst. Nat., p. 688; Fischer, Orth. europ., p. 112, t. vu, figu- ra 21. Phyllodromia germanica, Brunner, N. Syst. des Blatt., pag. 90. Cabeza grande, apenas cubierta por el protdrax, palida en el vértice; antenas mucho mas largas que el cuerpo y oscuras; pronoto del macho alargado, el de la hembra trasversal, amari- llo-rojizo como todo el cuerpo, con dos fajas longitudinales que dejan entre si un espacio mas ancho que una de estas fajas; alas oscuras, amarillentas anteriormente. Abdémen negruzco de nueve segmentos dorsales y ocho ventrales en el ¢'; la placa sub-anal con una sola prolongacion rudimentaria. of Long. del cuerpo, 13""; del pronoto, 3™; de los élitros, 11™",5. g — — Lee — ones — Li. Oss. En las larvas, las dos fajas oscuras del protonoto se ex- tienden tambien sobre el meso y metanoto. Es curiosa la falta de simetria que se observa en esta especie con respecto a la existencia de un solo estilo 6 prolongacion de la placa infra-anal; el estilo que falta es el del lado derecho, y suele estar reemplazado por una pequefia escotadura. Loc. Barcelona (Cuni !). Parece falta en Andalucia, no habiéndose encontrado tam- poco en Portugal ni en Madrid. . (49) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 127 Periplanetinos. Antenas pubescentes y cubiertas por dos clases de pelos, unos cortos y fuertes, y los otros largos y sedosos; alas y élitros per- fectamente desarrollados, rudimentarios 6 nulos; fémures espi- nosos; placa sub-anal de los machos con estilos 6 prolongacio- nes bien desarrolladas; tiltimo segmento ventral de las hembras continuado por una lamina formada por dos valvas que se reunen en la linea media, originando una quilla longitudinal. Las dos valvas en que termina el ultimo segmento ventral de la hembra representan en cierto modo la placa infra-anal de los machos, y caracterizan por si solas esta tribu. Sdlo un género de ella tiene representantes en Europa, y es el Periplaneta Burm. Sin. Kakerlac Zaér. Serv. Stylopyga Fischer de W., Orth. ross. Elitros y alas bien desarrolladas, excepto en algunas hembras; los primeros coriaceos, no dejando visible el escudete en el re- poso; vena anal dirigida hacia el medio del borde sutural; ra- ramificaciones de la radial media bifurcadas; alas de longitud igual a la de los élitros 6 mas cortas, 4 veces faltan por com- pleto; fémures y tibias muy espinosos; apéndices abdominales mucho mas largos que la placa supra-anal; ésta escotada, cua- drada 6 lobada. ESPECIES. Elitros mas cortos que el abdémen.......... P. orientalis L Elitros mas largos que el abdémen........... P. americana L. P. (Stylopyga) orientalis L. Sin. Blatta orientalis, Linneo, Faun. suec., p. 234. Periplaneta orientalis, /ischer, Orth. europ., p. 114, t. v1, figuras 22-26; Brunner, N. syst. des Blatt., p. 226. Negra 6 negro-rojiza; élitros del macho poco mas cortos que el abdémen, apenas mas largos que el mesonoto en las hem- 128 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50) bras; alas de los primeros bien desarrolladas, pero no tan lar- gas como los élitros; en las hembras faltan; placa supra-anal trasversa en el o, con el borde posterior membranoso; com- primida y angulosamente escotada en la 9. & Long: epoi:20°" 23°"; pron. b= eelit. 12 — 13s — — Jgm-2375 — 6m-67™,5; — 4mmb-5™. Ons. Esta especie vive en lo interior de las casas, es omni- vora, y las larvas sufren siete mudas hasta alcanzar todo su des- arrollo, en lo que invierten por lo comun cuatro afios; su biolo- gia y metamorfésis han sido minuciosamente descritas por el sefior Cornelius (1). 2. P. americana L. Sin. Blatta americana, Linneo, Syst. nat., pag. 687. Periplaneta americana, Fischer, Orth. europ., pag. 116. Rojiza; élitros y alas, en ambos sexos, una tercera parte mas largos que el abdémen; caderas y abdémen de coloracion mas clara; pronoto plano con dos impresiones laterales y una faja circular de color mas claro, separada de los bordes por otra mas oscura muy ancha posteriormente; placa supra-anal en ambos sexos, larga, escotada en el medio, con los lébulos triangulares. Loc. Puertos de Andalucia (Rambur), Ferrol (L. Seoane !). Otra especie muy afine 4 la anterior y correspondiente al mismo sub-género es la P. Australasie F.; se distingue, no obstante, de ella por la coloracion mas oscura, el pronoto negro, algo convexo, sin impresiones laterales, con una faja amarilla infra-marginal y el Area marginal de los élitros de este ultimo color. Esta especie se ha encontrado en Suecia y en Bélgica, y como pudiera tambien hallarse en algun puerto de la Peninsula, he creido deber senalar los caractéres que la distinguen de la anterior para que no se confunda con ella. Panclorinos. Fémures no espinosos; tarsos con prolongaciones inter-articu- — lares; parte anterior de las alas redondeada, sin area apical; (1) Beitrage zur nfiheren Kenntniss von Periplaneta orientalis. Elberfeld, 1853. (51) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 129 pronoto lampifio; campo anal de las alas plegado como un aba- nico; placa supra-anal de la 9 cuadrada, entera 6 escotada; an- gulos posteriores de los segmentos dorsales del abdémen sa- lientes. Oss. Aun cuando todas las especies de esta tribu son ex6ti- cas, algunas suelen encontrarse sin embargo en los arsenales y puertos, y tambien en las estufas de los jardines donde se culti- van plantas de otras regiones. Panchlora Burm. Elitros y alas perfectamente desarrollados en ambos sexos; vena mediastina de los primeros recta; pronoto redondeado an- teriormente y anguloso por detras, extendiéndose un poco sobre el escudete; abdémen muy deprimido; placa infra-anal ~ y@ grande, cuadrada; en algunas hembras es triangular; apéndi- ces abdominales cortos y comprimidos, apenas pubescentes. 1. P. (Leucophexa) Madere Fab. Sin. Blatta Madere, Yadricius, Ent. syst. u, p. 6.— Serville, Hist. nat., p. 87. Panchlora Madere, Burmeister, Handb. der Ent. 1, p. 507. Pardusca; pronoto redondeado en su mitad anterior, y con cinco angulos en la posterior; de éstos los tres Ultimos son muy obtusos, y el del medio se extiende, aunque poco, sobre el escu- dete; su disco cubierto de manchas negras desiguales; élitros amarillentos con una mancha parda muy oscura en el medio, desvanecida hacia el apice; vena radial media en la base, y toda la anal, tambien negruzcas. o Long’. del cuerpo, 34""-37""; pronoto, 8"",5; élitros, 33™"-35™". Q — — 39"; SS Oem Some =. CSSR Loc. Arsenal del Ferrol (Lopez Seoane !). Oss. Esta especie no ha sido hasta ahora citada del conti- nente, aunque si de Londres, segun el senor Fischer Fr. Tambien he visto y tengo en mi coleccion ejemplares recogidos en Cana- rias por el senor Calderon. Otra especie encontrada en Kuropa, y segun parece con abun- dancia, en las estufas del Jardin de plantas de Paris, es la P. (Leu- ANALES DE HIST. NAT.—YV. 9 1380 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52) cophea) surinamensis L., bien distinta de la anterior por su me- nor tamafo, 14™" 4 18""; por su pronoto negro, brillante, con el borde anterior amarillo y por otros varios caractéres. Las dos ultimas tribus citadas, 6 sean las de los perisferinos y heterogaminos, no encierran ninguna especie que haya sido in- dicada hasta ahora como de la Peninsula. No obstante, como al- gunas son de las costas del Mediterraneo, y pudieran ser descu- biertas en la Peninsula 6 islas proximas, pongo 4 continuacion las diagndsis de los géneros Perispheria Serv. y Heterogamia Brunn., que trascribo de la obra del Sr. Brunner de Wattenwyl ya citada. Perispheeria Serv. Machosalados, hembras apteras. Cabeza oculta. Pronoto de los machos lenticular; borde anterior semi- circular, algo elevado encima de la cabeza; margen posterior redondeada; el de las hembras semi-orbicular, mas 6 ménos alargado y truncado posteriormente. Elitros de los machos li- neares, con el area mediastina ensanchada. Patas gruesas; pri- mer artejo de los tarsos poco mas largo que los dos siguientes. Abdémen oval; borde posterior de los segmentos dorsales trun- cado; angulos obtusos; placa supra-anal de los machos trasversa, la de las hembras redondeada, integra; apéndices abdominales de los machos lanceolados, deprimidos, apenas mas largos que la placa supra-anal; los de la hembra coriaceos muy cortos, no articulados. _Heterogamia Burm. Machos y hembras apenas desemejan- tes: en los primeros el pronoto es pestafioso, oval, trasverso, re- dondeado por delante y truncado por detras. Elitros y alas per- fectamente desarrollados; el campo anal de estas no plegado en abanico. Patas muy largas; ufias pequefias, con arolio. Abdémen deprimido; placa supra-anal trasversa, muy corta; apéndices abdominales poco mas largos que dicha placa. En las hembras el pronoto es semi-orbicular, con los 4ngulos posteriores agu- dos; los élitros y las alas faltan, las patas son mas fuertes, las unas mayores, el arolio no existe y el abdémen es muy ancho y convexo, con la placa supra-anal cuadrada, escotada, y los apéndices abdodiinales muy cortos. De las varias especies que encierra, la H. egypliaca L. se en- cuentra en todo el litoral del Mediterrano, y la H. algerica Brunn. es de Argelia. ENUMERATIO PISGIUM GUBENSIUM POR QUIN: BU EY Tied > ee ©. By. (Sesion del 5 de Abril de 1876.) PARTE SEGUNDA ")- 24. — Echeneidi. Echeneis remora. — Pega. — Num. 714. Echeneis Remora Linné, Amcen. Acad. 1, p. 320; Syst. N. p. 446. — jacobeeus Lowe, Proc. Zool. Soc. 1839, p. 80 ( fide Gthr.). — pallida Zowe, |. c. nec Schlegel (fide Gthr). — remoroides Bleeker, Batoe 11, p. 70 (fide Gthr. ). — parva Gronow, ed. Gray, p. 92. — postica Poey, Mem. n1, p. 255. — remora Poey, Synopsis, p. 376. Se encuentra tambien en el Mediterraneo, en diversos puntos de las Indias orientales y en el Japon. Rhombochirus tetrapturorum. — Pega. — Num. 130. Kcheneis osteochir Cuvier, Regne anim. p. 348. — tetrapturorum Poey, Mem. 11, p. 256, tab. 18, f. 2; Sy- nopsis, p. 377. No he aceptado el nombre especifico de Cuvier, porque in- duce 4 creer que los radios pectorales no son articulados ni ra- mosos. Segun A. Duméril no son blandos, sino dseos; si fuera asi, mi especie seria diferente. He disecado y representado esta aleta en mis Memorias. (1) Véase el tomo rv (1875) de estos ANALES, p. 75-161. 132 ANALES DE HISTORIA NATURAL.. (90) Leptecheneis Naucrates. — Pega. —Num. 125. Echeneis Naucrates Zinné, Syst. Nat. ed. 10; ed. 12, p. 446. — albicauda Mitchill, Am. Month. Mag. 11, p. 224 ( fide Gthr.). _ lunata Bancroft, Proc. Comm. Zool. Soc. 1, p. 134 (fide Gthr.). — vittata Zowe, Proc. Zool. Soc. 1839, p. 89 (fide Gthr. ). — furca Gronow, ed. Gray, p. 92. _- lineata (nec Wenzies) Holbrook, Sud Carolina, p. 101, ta, lai. — Holbrookii Ginther, Catal. p. 382. —- Guaican Poey, Mem. i, p. 248. — verticalis Poey, Mem. u, p. 253. Leptecheneis naucrates Gi/7, Proceed. Philad. 1864, p. 57, et sequentes. — Naucrates Poey, Synopsis, p. 378. Se encuentra tambien en Madera, Canarias, Tejas, Brasil, Australia, Molucas, China, Japon y California. Leptecheneis metallica. — Pega. — Num. 584. Echeneis metallica Poey, Mem. 1, p. 252. Leptecheneis metallica Poey, Synopsis, p. 378. Phtheirichthys lineatus. — Pega. — Num. 600. Kcheneis lineata J/enzies, Trans. Linn. Soc. 1. 1791, p. 187, tab. 17, f. 1 (fide Gthr.). — tropica Huphrasen, Nya Handl. xn, 1791, p. 317 (fide Gthr.). —~ apicalis Poey, Mem. u, p. 254. Phtheirichthys lineatus Gi//, Proc. Philad. 1862, p. 239; Poey, Synopsis, p. 379. Se encuentra en el Atlantico y en el Pacifico. Phtheirichthys sphyrenarum. — Pega. —Num. 603. Kcheneis sphyreenarum Poey, Mem. uy, p. 255. Phtheirichtys sphyreenarum Poey, Synopsis, p. 379. (91) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 133 25. — Nomeidi. Nomeus oxyurus. — Num. 492. Nomeus oxyurus Poey, Mem. 11, p. 236; Syn. p. 376. 26.—_Grammicolepidide. Grammicolepis brachiusculus. — Num. 614. Grammicolepis brachiusculus Poey, in An. de la Soc. Esp. de Hist. Nat. 1, p. 403, tab. 12. 27. — Coryphenidee. Coryphena hippurus. — Dorado. — Num. 139. Corypheena hippurus Zinné, Syst. Nat. p. 446. a — chrysurus Lacépéde, 11, tab. 18, f. 2. hippurus Valenciennes, in C. et V. 1x, p. 278, tab. 266. Dorado Valenciennes, 1. c. p. 303. Dolpfyn Valenciennes, |. c. p. 305. Marcgravii Valenciennes, |. c. p. 301. virgata Valenciennes, |. c. p. 308. argyrurus Valenciennes, |. c. p. 314. Vlamingii Valenciennes, 1. c. p. 315. japonica Schlegel, Fauna Japon. p. 220, tab. 64 (fide Gthr.). hippurus Poey, Synopsis, p. 356. El macho se distingue de la hembra por la cabeza mas ele- vada, algo mas alta que larga, perfil cayendo con rapidez, y abriéndose en triangulo, visto de frente. Es mas corto, por lo mismo que es mas alto. Por no haber conocido esta diferencia, Valenciennes ha dado demasiada importancia 4 la forma de la cabeza; razon por que ha multiplicado sin acierto las especies. Ademas de las pequefias manchas que cubren el cuerpo de am- bos sexos, la hembra presenta otras en una série 4 lo largo del lomo, 4 distancias iguales, ordinariamente en numero de quin- 134 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (92) ce, redondas, algo palidas, de un diametro igual 4 la sexta parte del ojo. El Dr. Giinther ha puesto en las especies dudosas el Guaraca- pema de Maregrave, de que Valenciennes ha hecho su C. Mare- gravit. En este caso se le puede agregar el C. eqguisetis L., el C. globiceps Dekay y el C. Sueri Val. Todos cortos, de cabeza alta y de perfil un poco céncavo, senales del macho. El C. hippurus descrito por Valenciennes, el C. Dorado y el C. Dolphyn son probablemente hembras. Bloch ha tomado su C. hippurus en un dibujo de Plumier, he- cho en la Martinica; y por esta figura hace Valenciennes su C. virgata: lo que inspira poca confianza. La misma confusion, por las mismas causas, se halla en las especies de la India oriental. Se encuentra en el Atlantico y en las Indias orientales. Coryphena....... — Dorado.—Num. 214. Es la especie que lleva en mi Synopsis, p. 357, el numero 214. Un pié de largo, probablemente macho. Cuerpo salpicado de azul, boca pequefia, ventrales cortas; la base de la anal no tiene punta. D. 52, A. 25. Coryphena guttata. — Dorado. — Num. 495. Coryphena guttata Poey, Mem. 11, p. 245; Syn. p. 357. Coryphena concolor, Poey. — Dorado. — Num. 455. Coryphena immaculata Poey, Mem. n, p. 245; Syn. p. 357. Mudo el primer nombre que he dado 4 esta especie por la ra- zon de que no estoy seguro de que el género Lampugus haya de quedar; puesto que el Dr. Giinther considera las especies de este género como Corifenas jovenes. Habia ya un ZL. immacula- tus de Agassiz y un Sarda immaculata de Gronow, edicion Gray, que el Dr. Giinther cita con duda en la sinonimia del L. punctulatus de Valenciennes. Lampugus punctatus. — Num. 467. Lampugus punctatus Poey, Mem. u, p. 419; Syn. p. 357. {93) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 135 28.— Bramide. Brama Agassizi. — Catalufa de lo alto. — Num. 488. Brama Agassizi Poey, Mem. 11, p. 204, tab. 13, f. 15, 16; Syn. p. 358. He dicho en mis Memorias en qué difiere esta especie del Br. Rai: la figura de Lunel se aparta atin mas de la mia, por el ojo menor, las ventrales mas cortas, la anal mas adelantada. Brama Brevoorti. — Catalufa de lo alto. —Num. 262. Brama Brevoorti Poey, Mem. 11, p. 206, tab. 13, f. 17; Synop- Sis, p. 458. Brama Saussuri. — Catalufa de lo alto. — Num. 277. Brama Saussuri Lunel, Révision du genre Castagnole, en Mem. de la Societé de Phys. et d’Hist. nat. de Généve, t. xvm, p. 21 du tirage a part, pl. 1. No he visto esta especie: fué llevada de la Habana 4 Ginebra por el distinguido naturalista D. Enrique de Saussure. 29. — Lamprididce. Lampris guttata. — J/ariposa. — Num. 292. Zeus guttatus Briinnich, in Danske Selsk. Skr. Ny. Udg. 1788, ul, p. 308, tab. A (fide auctorum). Zeus Luna Gmelin, p. 1225. Zeus regius Bonnaterre, Enc. meth. p. 72, f. 155. Lampris guttatus Retzius, in Nya Handl. 1799, pt. m1, p. 91 (fide auctorum ). Zeus guttatus Bloch, Syst. p. 96. Scomber Gunueri Bloch, Syst. p. 38. Zeus imperialis Shaw, Nat. Misc. tv, tab. 140; Zool. p. 289, tab. 42 (fide Gthr.). Lampris lauta Zowe, Trans. Zool. Soc. 1, p. 180; 11, p. 6; Proc. Zool. Soc. 1839, p. 80; Fish. of Mad. p. 97, tab. 5 (do- cente Gthr.). Lampris guttatus Cuvier et Valenciennes, Poiss. x, p. 39, t. 282. 136 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (94) Lampris luna Ginther , Catal. 11, p. 416. — guttatus Poey, Synopsis, p. 357. Especie muy rara en la isla de Cuba; siendo su patria ordina- ria las regiones septentrionales del Atlantico, y en el Mediter- raneo: tambien se la ha visto en los Estados-Unidos. 30. — Kurtidi. Pempheris Muelleri. — Num. 415. Pempheris Miilleri Poey, Mem. 11, p. 203; Syn. p. 358. 31.— Lepturidi. Evoxymetopon teniatum. — 77vante. — Num. 707. Evoxymetopon teniatus Poey, in Proc. Acad. Philad. 1863, p. 228; Syn. p. 358; Anales de la Soc. Esp. de Hist. nat. ap: 775 ;tabe db, Nealotus ophidianus. — Num. 408. Gempylus ophidianus Poey, Mem. 11, p. 246, tab. 18, f. 1. Prometheus ophidianus Poey, Synopsis, p. 364. Lepturus lepturus. — Sable. — Num. 74. Trichiurus lepturus Zinné, Syst. Nat. ed. 12, p. 429. — argenteus Shaw, Zool. iv, p. 90, tab. 12 (fide Gthr.). Lepturus lepturus Poey, Synopsis, p. 358. El género Lepturus fué establecido en 1738 por Artedi, Spec. p. lu, teniendo por tipo la especie que Linneo, en su Syst. Nat. Nama Z77ichiurus lepturus. Probable es que Linneo haya mudado el nombre genérico, porque habia hecho en 1735 el género Lep- tura entre los Coledpteros ; pero estos dos nombres se distinguen bastantemente. El nombre de Zrichiurus, aceptado por todos los naturalistas, no debe prevalecer, porque anteriormente existia el género Hachelyopus , de Klein , cuya primera especie es la que sirve de tipo a Artedi y 4 Linneo, y el género Gymnogaster, de Gronovio, establecido por el mismo tipo. Se encuentra tambien en el Senegal, Brasil, Cayena, Ja- maica, Puerto-Rico, San Bartolomé y Santo Domingo. (95) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 137 32. — Trachypteridi. Trachypterus trachyurus. — Num. 547. Trachypterus trachyurus Poey, Mem. 11, p. 420; Syn. p. 359. 33. —Malacanthidi. Malacanthus Plumieri. — Matejuelo blanco. — Num. 261. Coryphena Plumieri Bloch, Ichth. tab. 175. Malacanthus Plumieri Valenciennes, in Cuv. et Val. xii, p. 319, tab. 380; Poey, Synopsis, p. 330. Se encuentra tambien en el Brasil, Jamaica , Santo Domingo, Santa Cruz y otras Antillas. Caulolatilus cyanops. — Zumba.— Num. 412. Caulolatilus cyanops Poey, Repert. 1, p. 318; Syn., p. 330. 34. — Sphyreenidee. Sphyrena Picuda. — Picuda. — Num. 33. Sphyreena Picuda Bloch, Syst. p. 110, tab. 29, fig. superior (ex Parra). Esox Barracuda Shaw, Zool. v, p. 103 (ex Catesby, fide Gthr.). Sphyreena Barracuda Cuvier, in Cuv. et Val. 111, p. 343, tab. 66. Sphyrena Picuda Giinther, Catal. 1, p. 336; Poey, Mem. u, p. 164; Proc. Acad. Philad. 1863, p. 187; Repert. 1, p. 275; 1, p. 11; Synopsis, p. 359. Ksta especie crece mucho. Las ventrales empiezan debajo del segundo tercio de las pectorales, y la primera dorsal algo mas atras, pero no tanto que llegue a la punta de la pectoral. Tiene manchas negras en todas las edades. En casos raros enferma y adquiere cualidades venenosas. Se encuentra tambien en el Brasil, Puerto-Rico, Santo Do- mingo, Puerto-Cabello, Panama y San Martin. Sphyrena Guaguanche. — Guaguanche. — Num. 22. 138 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (96) Sphyrena Guaguancho Cuvier, in C. et V. m1, p. 342. _— Guaguanche Poey, Synopsis, p. 359. Crece poco: difiere de la Picuda por un cuerpo mas corto, fu- siforme ; faja verdosa encima de la linea lateral. Por culpa de Cuvier ha puesto el Dr. Giinther esta especie en la sinonimia del Sphyrena vulgaris. Sphyrena Picudilla. — Picudilla. — Num. 361. Sphyreena Picudilla Poey, Mem. 11, p. 162; Syn. p. 359. Esta especie es tambien adelgazada por ambos extremos; pero ménos gruesa y fusiforme que la anterior, de la cual difiere mu- cho por la posicion de las aletas. La primera dorsal y las ventra- les estan opuestas, separadas de la punta de las pectorales una distancia igual a las tres cuartas partes de estas ultimas. Ade- mas, se nota en un individuo de 17 pulgadas: altura del cuerpo contenida nueve veces y media en la longitud total; altura de la cabeza, sobre el ojo, trece veces en su longitud; ojo entrando cerca de seis veces en la longitud de la cabeza; boca pequefia, no alcanzando el maxilar a la vertical que bajadel ojo; D. 5—1, 9; A. 1, 9. Dos fajas de pardo dorado a lo largo del cuerpo. No crece mucho. El Sphyrena vulgaris de Cuvier (Hsoxz Sphyreéna L., Sphyreéne Spet de Lacépede) no debe estudiarse en las malas figuras de los autores (Bloch, d’Orbigny, Cloquet, Valenciennes ni Cuvier, Régne an. illustré), sino en el texto minucioso de Cuvier, ter- cer tomo de su grande Historia de los Peces, donde toma su descripcion del natural. Conforme a este estimable autor, asigno al Syet del Mediterraneo los caractéres siguientes: diametro del ojo, algo mas de un octavo de la longitud de la cabeza; borde posterior del maxilar, acabando debajo del ojo; primera dorsal opuesta 4 las ventrales, situadas estas aletas mas atras de la punta de las pectorales, 4 una distancia igual a la longitud de estas Ultimas. Color de plomo sobre el dorso, plateado en los costados y bajo del vientre; marmoreado de pardo oscuro en la primera edad. La formula radial es, p. 333, D. 5—1, 8; A. 1, 8; pero por lo dicho en p. 344, debe ser D. 5—1, 9; A. 1, 9. El in- dividuo descrito es probablemente de 18 pulgadas. El Zsoxv Sphyrena de Bloch, lamina 389, presenta la primera dorsal y las ventrales demasiado adelantadas ; de tal suerte, dice Cuvier, que pudiéramos dudar que el pintor haya tenido a la (97) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 139 vista la verdadera Esfirena de Linneo; tanto mas, digo yo, que el autor le d& por patria el Mediterraneo y las Antillas. El ca- racter de las aletas y la cortedad de la boca lo aproximan mas bien 4 la Picudilla de Cuba. Esto no quita que el Dr. Giinther lo haya dejado en la sinonimia del Sp. vulgaris, lo mismo que al Sph. viridensis de Cuvier y al Sph. borealis de Dekay. El Sph. borealis Dekay, Fishes of N. Y. p. 39, f. 196, tiene seis pulgadas de largo. La dorsal, dice el texto , empieza a igual distancia, entre la punta de la pectoral y el origen de la ven- tral; pero en la figura es opuesta, 6 un poco mas atrasada que la ventral; ambas distantes de la punta de las pectorales. Los colores son diferentes. En un ejemplar de 110 milimetros, remi- tido por el Sr. Gill, la primera dorsal esta opuesta a las ventra- les (apenas un poco mas adelantada), y distante de la punta de las pectorales un espacio igual a la mitad de estas ultimas. El Sphyrena becuna de Lacépéde, v, p. 9, f. 3, tal como el autor lo figura, lleva manchas 4 lo largo del cuerpo, y presenta la dorsal y las ventrales opuestas, a una larga distancia de la punta de las pectorales: lo que basta para decir con Cuvier, m1, p- 140, que no hay mas diferencia entre esta especie y el Set, 6 Ksfirena del Mediterraneo, que las manchas que conserva hasta una edad mas adelantada. Por lo que 4 mi toca, como quiera que , segun Cuvier, la figura de Lacépéde fué sacada de Au- briet, que la sacd de Plumier, el cual representa un pez lla- mado Becwna en la Martinica, no me atreveré a decir que sea la especie del Mediterraneo: me hace falta el manuscrito del Padre Plumier para medir el grado de alteracion que una copia de co- pia puede haber sufrido al pasar por las manos de autores y ar- tistas poco escrupulosos. Y como no podemos referirla 4 ningun pez de las Antillas, creo que el Sphyrena becuna de Lacépéede es una especie que debemos suprimir completamente, 6 dejar con duda en la sinonimia del Sph. vulgaris. — El modo con que Cuvier se explica, deja el convencimiento de que juzga por las figuras; y en su sinonimia confunde el pez con su Barracuda, que es la Picuda de Parra y de Bloch. Para el Dr. Giinther, ca- talogo, 11, p. 334, la Becuna de Lacépéde es lo mismo que la vul- gar de Cuvier. 140 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (98) 35. — Polynematida. Polynemus quinquarius. — Bardudo. —Num. 521. Polynemus quinquarius Zinné, Syst. Nat. p. 521. - Artedii Bennet, Proc. Zool. Soc. 1, p. 146. — macronemus Pel, Bydrage tot de dierk. 1851, p. 9. Pentanemus quinquarius Giinther, Catal. 1, p. 331. No habiendo visto nunca esta especie la he tomado del Doctor Giinther, que la dice de Cuba. Se encuentra tambien en Africa, por el rio Niger. Trichidion Plumieri. — Barbudo. — Num. 220. Polynemus paradiseus Bloch (nec L.), Ichth. tab. 402. Polydactylus Plumieri Zacépéde, v. p. 419, tab. 14, f. 3. Polynemus americanus Cuvier, in C. et V. m, p. 393. Trichidion Plumieri Poey, Synopsis, p. 387. Me es imposible saber si los individuos de Cuba pertenecen al Tr. Plumieri mas bien que al 77. oligodon de Giinther, Catal. 11, p. 322, aceptado por Gill en Proc. Philad. 1861, p. 278; porque el principal caracter que dan estos autores se funda en la me- nor anchura que presenta la faja de dientes vomerinos, palati- nos y pterigoideos, caracter relativo de que no puedo juzgar, por no tener las dos especies a la vista. Las manchas negras de las aletas son muy variables. En cuanto 4 la sinonimia del 77. oli- godon, es dudosa, segun lo manifiesta el profesor Gill en el ex- celente articulo 4 que me refiero; y alli remito al lector, donde vera citado el Polynemus virginicus de Linneo, y las razones por qué este nombre no ha prevalecido. 36. — Mugilidi. Mugil Lebranchus. — Ziza.— Num. 193. Mugil Lebranchus Poey, Mem. m1, p. 260, tab. 18, f. 3; Synop- sis, p. 388. Esta especie crece mucho; no tiene escamas en la membrana de la segunda dorsal y de la anal. Difiere del M. Liza de Valen- ciennes, en C. et V. 1, p. 83, bajo de muchos aspectos , princi- (99) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 141 palmente por el preopérculo muy echado hacia atras (lamina vir, fig. 3), por 40 escamas en una linea longitudinal y por el ma- xilar no cubierto por el preorbitario. Se llama vulgarmente Ga- lambote cuando es joven, y Lebrancho cuando esta en su ma- yor crecimiento. En cuanto al YM. Liza se encuentra en Buenos-Aires, Cayena, Maracaibo, Antillas menores y Puerto-Rico. Mugil brasiliensis. — Plateado. — Num. 52. Mugil brasiliensis Agassiz, in Spix, Pisc. Bras. p. 234, tab. 72. — incilis Hancock, in Lond. Quart. Journ. Sc. 1830 (fide Gthr.). — Gaimardinus (Desm. nec typus) Poey, Syn. p. 388. — brasiliensis Poey, in Ann. of the Lyc. of Nat. Hist. of New-York, x1, p. 61, tab. 7. Las aletas verticales medianas de esta especie y de las que si- guen, estan cubiertas de pequefas escamas. La lengua es lisa, muy echada atras, formando un caballete y precedida de un frenillo muy adelantado. Véase en los Anales de New-York la razon por qué no he querido citar aqui el JZ. Curema de Valen- ciennes ni su J. petrosus. En cuanto al Curema de Marcgrave, lo creo mas bien igual al JZ. Liza, porque el autor dice que su tamanio es de dos piés. Mugil Gaimardinus. — Plateado. — Num. 529. Mugil Gaimardinus Desmarest, Dict. class. tab. 109; Poey, in Ann. of the Lyc. of Nat. Hist. of N. Y. p. 64, tab. 7, f. 1-3. Frrata. — En los Anales citados, p. 65, linea 10, se lee: sa ligne d’aplomd ; léase: la ligne d@aplomd de la premiére dorsale; y linea 17, selee: la base de la dorsale; \éase: la base de la pec- torale. Mugil trichodon. — Plateado. — Num. 611. Mugil trichodon Poey, in Ann. of the Lyc. of Nat. Hist. of New- York, x1, p. 66, tab. 8, f. 4-8. Joturus Pichardi. — /oturo. — Num. 518. Joturus Pichardi Poey, Mem. 11, p. 263, tab. 18, f. 4, 5; Synop- sis, p. 330. 142 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (100) Agonostomus monticola. — Dajao. — Num. 421. Mugil monticola (Bancroft) Grigiih, Anim. Kingd. Fishes, p. 367, tab. 36 (fide Val.). Dajaus monticola Valenciennes, in C. et V. x1, p. 164, tab. 316. Mugil irretitus Gosse, Nat. Se]. Jamaica, p. 84. Agonostoma monticola Giinther, Catal. m1, p. 464. Dajaus monticola Poey, Synopsis, p. 389. Se encuentra tambien en Jamaica, Guadalupe, Veracruz, Puerto-Rico y Méjico. Agonostomuse i. Sti — Dajao. — Num. 599. Difiere por los dientes y por otras particularidades, entre otras, por el prolongamiento del cuerpo ; lo que tal vez es debido 4 su estado de maceracion , pues se le nota grande elasticidad. 37. — Atherinide. Atherina laticeps. — Cabezote. — Num. 522. Atherina laticeps Poey, Mem. 11, p. 265; Syn. p. 390. Atherina microps. — Cabezote. —Num. 252. Atherina microps Poey, Mem. 11, p. 266; Syn. p. 390. 38. — Chromidee. Acara fuscomaculata. — Via‘aca. —Num. 81. Centrarchus tetracanthus Valenciennes, in C. et V. vit, p. 460. © Chromis fusco-maculata Guichenot, in Sagra, Hist. Cuba, ed. hisp. p. 185, tab. 2, f. 3. Acara fusco-maculata Giinther , Catal. Iv, p. 282. Naudopsis tetracanthus Poey, Synopsis, p. 325. El error del género, en Valenciennes, le hace perder la prio- ridad especifica. 39. — Pomacentridi. Pomacentrus otophorus.— Num. 454. Pomacentrus otophorus Poey, Mem. 11, p. 188; Syn. p. 326. (101) Poey.— ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 143 El nombre vulgar Chopa, dado poralgunos 4 los peces de esta familia, no les conviene, por ser propio de los Pimelépteros. Pomacentrus obscuratus, Poey. — Num. 586. Esta especie se aproxima mucho 4 la anterior, por la forma alta del cuerpo, y esta indicada como especie dudosa en mi Sy- nopsis, p. 327. Individuo descrito, 90 milimetros. La altura del cuerpo entra dos veces y media en la longitud total. Los subor- bitarios, salvo en algunos jévenes, son finamente denticulados, lo mismo que el preopérculo; apenas se distinguen las espinas operculares. Como en todos los Pomacentros, la caudal es bi- furcada, lébulo inferior mas corto; hay 12 espinas en la dorsal, 2 en la anal, ambas escamosas. El color general es pardo, algo violado, con lineas mas ennegrecidas, verticales , formadas por el refiejo del borde de las escamas. Tiene un punto negro, in- mediato a la axila, en la base superior de la pectoral, cuyo co- lor es uniforme en lo demas de su extension, y carece de la mancha negra escapular, lo mismo que del punto blanco sobre la base del ultimo radio anal. Algunos puntos de azul celeste se presentan encima de la cabeza y en la base de la anal. — Los mas jovenes suelen tener una mancha negra ocular en la parte blanda de la dorsal. — Otro individuo, de 100 milimetros, tiene la caudal pardo-amarillosa, lo mismo que la pectoral y la ven- tral y la punta de la anal. Este individuo parece una transicion a la especie que sigue. Pomacentrus xanthurus. — Num. 481. Pomacentrus xanthurus Poey, Mem. 11, p. 190; Syn. p. 326. El bello color anaranjado de una parte del cuerpo y de las aletas, lo distinguen de la especie anterior, a la cual se apro- xima por la altura del tronco. Pomacentrus atrocyaneus. — Num. 392. Pomacentrus atrocyaneus Poey, Mem. u, p. 190; Syn. p. 327. El cuerpo es prolongado, entrando su altura tres veces en la longitud total; ademas del punto negro pectoral tiene un punto SCAT blanco en el angulo posterior de la aleta anal, sobre la bas YeO8 He Pomacentrus analis. — Num. 587. ° 5 Pomacentrus analis Poey , Synopsis, p. 327. 144 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (102) Kista especie es tal vez una variedad de la anterior, de la cual se distingue por los numerosos punticos de azul celeste que lo adornan. Ademas se va poniendo el color general mas claro amarilloso por la parte inferior y posterior del cuerpo, y sobre la aleta caudal. Los jévenes tienen en la parte blanda dorsal una mancha negra bordada de azul celeste, y en una edad mas tierna muestran dos lineas azules longitudinales interorbitarias. El punto blanco, junto a la base del ultimo radio dorsal, existe siempre. Pomacentrus caudalis. — Num. 546. Pomacentrus caudalis Poey , Synopsis, p. 328. Los he visto solamente de 30 a 48 centimetros. Se distingue de los jévenes de la especie anterior por una mancha ocular im- par sobre el pediculo caudal. Frrata. in el Synopsis, p. 318, 1. 17, se dice: « un par sobre el tronco caudal; » léase: «impar sobre el tronco caudal. » Pomacentrus.......— Num. 548. Pequeiia especie dudosa, citada en mi Synopsis, p. 328. Mi dibujo trae la caudal profundamente bifurcada: caracter que de- seo confirmar. Pomacentrus dorsopunicans. — Num. 496. Pomacentrus dorsopunicans Poey , Synopsis , p. 328. Pomacentrus partitus. — Num. 702. Pomacentrus partitus Poey, Synopsis, p. 327. Pomacentrus niveatus, Poey. — Num. 9. Individuo descrito, 42 milimetros. Altura contenida dos veces y media en la longitud total; la cabeza, tres y tres cuartas; el ojo, en la cabeza, tres y tres cuartas. Maxilar acabando en la vertical que baja del borde anterior orbitario. Suborbitarios y preopérculo no denticulados. Los dientes y las escamas son como en las otras especies del mismo género. Doce espinas en la dor- sal, dos en la anal. La caudal tenia la extremidad de los radios trunca; pero por su longitud y su aspecto me parecié redon- deada, caracter anormal en este grupo, y por lo tanto dudo- so. Su color bien negro y uniforme, y los puntos que lo ador- (108) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 145 nan lo distinguen satisfactoriamente. Estos puntos son grandes, del tamafio de una escama, azul-celestes, orillas deflecadas, re- cordando los copos de nieve: estan regularmente repartidos en corto numero, unos 20 de cada lado sobre el cuerpo, algunos en las aletas medianas.— Visto una sola vez. Microspathodon chrysurus. -— Cuv.— Num. 391. Glyphisodon chrysurus Cuvier, in Cuv. et Val. v, p. 496. Pomacentrus denegatus Poey, Mem. 11, p. 190. Microspathodon denegatus Poey, Synopsis, p. 329. Se encuentra tambien en el mar Caribe, Santhomas, Santa Cruz y Barbada. Glyphidodon saxatilis. — Pintano.— Num. 370. Cheetodon saxatilis Linné, Syst. Nat. p. 466. — marginatus Bloch, Ichth. tab. 207. — Manritii Bloch, Ichth. tab. 213 (pessima ). Glyphisodon saxatilis Cuvier, in C. et V. v, p. 446. Glyphidodon saxatilis Poey , Synopsis, p. 329. Se encuentra tambien en el Brasil, Puerto-Cabello, Barbada, Martinica, Guadalupe, Santo Domingo, San Martin, Santa Cruz, Nueva Providencia, Bermudas y Cabo Verde. Glyphidodon rudis. — Pintano.— Num. 425. Glyphidodon rudis Poey, Mem. u. p. 191; Syn. p. 329. usta especie se distingue bien de la anterior, por un hocico mas prolongado, las escamas mucho mas grandes, el numero y disposicion de las fajas verticales, y el color mas oscuro; la punta de los lébulos caudales es redondeada, y por diez radios blandos en la anal. Prescindiendo del pediculo caudal, el cuerpo lleva 5 fajas, en vez de 4: éstas son anchas y los intersticios an- gostos. Los sefiores Miiller y Troschel, in Schomburgk, Barbadoes, numero 73, dan del Glyphisodon taurus una descripcion dema- siado breve , comparandolo con el sazatilis: dan a entender que la disposicion de las fajas es la misma, lo que el Sr. Peters con- firma en una carta: sefalan 12 espinas dorsales en lugar de 13. Por lo demas, el Sr. Peters ha tenido la bondad de escribirme que el ejemplar original, depositado en el Museo de Berlin, tiene las escamas grandes, como los individuos de Cuba descritos por mi. ANALES DE HIST. NAT.—V. 10 146 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (104) Furcaria puncta. — Num. 209. Furcaria puncta Poey, Mem. 11, p. 195; Syn. p. 329. Heliastes multilineatus (ex Guichenot) Giinther, Catal. m1, “p. 64. El género Furcaria se distingue por Br. 7, caudal profunda- mente bifurcada, y por los dientes: éstos son en una sola fila, los primeros grandes y robustos; por la parte interior se notan solamente algunas granulaciones. Furcaria cyanea. — Num. 460. Heliases multilineata Guicheno!, in Sagra, ed. hisp. p. 184, tay. 25 bods Furcaria cyanea Poey, Mem.u, p. 196; tab. 14, f. 4; tab. 13, f. 21,'22; Repert: 1;.p.161;Syni psd. Heliastes cyaneus Ginther, Catal. iv, p. 64. La figura de Sagra, Album ms., tab. 50, me parece corres- ponder mejor a esta especie que a la anterior, a la cual en otro tiempo hice referencia. El nombre especifico del sefor Guichenot no puede conservar la prioridad , porque encierra un error. Estudiando el texto y la figura de este autor, se notan algunas inexactitudes y una con- fusion de dos géneros distintos: séase el Pimelepterus y el He- liases. El seior Guichenot creyé que los tres individuos figura- dos bajo el nombre vulgar de Chopa, en el Album ms. de Sa- gra, pertenecian a una misma especie: los individuos mutilados conservados en el aguardiente, no pudieron sacarlo de su error. La verdad es que Sagra representé, lamina 50, el Furcaria cya- nea; lamina 60, el Pimelepterus flavolineatus, y lamina 61, el Pimelepterus Boscit. En el texto leemos que la altura del cuerpo iguala apenas su longitud , lo que es falso en los dos géneros; que la espina ven- tral es mitad mas larga que el primer radio blando, lo que es al revés; que la frente es ligeramente convexa encima de los ojos, lo que conviene al Pimeléptero, lo mismo que los dientes velu- tinos; pero los exteriores fuertes, cOnicos, obtusos, pertenecen al Heliases. Los colores del cuerpo son tomados de la lamina 61 de Sagra, que los exagera bastante; lo mismo que la caudal, que debiera estar, segun el texto, profundamente bifurcada. Los dientes, en la figura, en nada corresponden 4 los del He- liases. La linea lateral, como esta figurada, no pertenece a nin- (105) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 147 gzuno de los dos géneros. Los radios espinosos de la dorsal y de la anal son de Heliases. 40. — Labridi. Bodianus rufus. — Perro colorado. — Num. 162. Labrus rufus Linné, Syst. Nat. p. 475. Bodianus Bodianus Bloch, Ichth. tab. 223. Lutjanus Verves Bloch, Ichth. tab. 225. Sparus falcatus Bloch , Ichth. tab. 258. Labrus semiruber Lacépéde, 1, p. 428. Harpe ceruleo-aureus Lacépede, tv, pp. 426, 427, tab. 8, f. 2. Cossyphus Bodianus Valenciennes , in C. et V. xu, p. 103. Se encuentra tambien en el Brasil, Santa Helena, Santhomas, Santo Domingo, Puerto-Rico, Jamaica y Santa Cruz. Bodianus pulchellus. — Num. 419. Cossyphus pulchellus Poey , Mem. 11, p. 208. Bodianus pulchellus Poey, Synopsis, pp. 232, 459. Boaranus hye AS. — Num. 658. Longitud, 2 4 pulgadas; demasiado jéven para nombrar la especie. Noto 9 espinas dorsales , caudal redondeada, linea late- ral interrumpida. Bodianus?...... — Num. 610. Longitud , una pulgada; tal vez individuo mas joven de la es- pecie que precede. Bodianus?...... — Num. 159. Longitud, una pulgada. Verdoso, con una faja amarilla lon- gitudinal; mancha oscura al final de la aleta dorsal. El género de esta especie es muy dudoso. Lachnolemus suillus. — Pero. — Num. 91. Lachnolaimus suillus Cuvier, Regne anim. p. 257. = caninus Cuvier, loco citato. Lachnolaimus aigula Valenciennes, in Cuv. et Val. xm, p. 277, tab. 378. 148 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (106) Lachnolaimus dux Valenciennes, 1. c. p. 285. — psittacus Valenciennes, 1. c. p. 291. —_ falcatus Giinther (nec L.), Catal. iv, p. 87. Lachnolemus caninus Poey, Synopsis, p. 330. Valenciennes es el primero que ha tenido la idea de colocar entre los Lachnolemos el Ladbrus falcatus de Linneo, Syst. Nat. p. 475. El Dr. Gtinther ha aceptado esta interpretacion. Hé aqui los términos en que Linneo describe del natural un in- dividuo conservado en el Museo de De Geer: « Labrus falcatus. —L. pinna dorsali analique radiis quinque primis inermibus falcata. D..-, P. 17, V.5, A. =, C. 20 (lege D. 7, 20; A. 3, 17). Habitat in America. Mus. De Geer. —Corpus latitudine Brame, argenteum. Radii 5 primi e mollibus dorsalis analisque elongati, sequentibus eequalibus, unde he pinne falcatee. Den- tes acuti sunt. Pinne ventrales parvee.» Valenciennes, in Cuv. et Val. Poiss. x11, p. 276, afirma que lo que acabo de transcribir conviene perfectamente 4 los Lachno- lemos: lo que, 4 mi parecer, esta léjos de poderse admitir. No hay mas semejanza que el prolongamiento falciforme de las puntas medianas, lo que conviene a otros géneros de peces de la misma familia, particularmente 4 los Bodianos (Cossyphus Val.). El caracter principal del género Lachnolemo no esta ex- presado; y es el de la prolongacion en tiras flexibles de los pri- meros radios dorsales. Parece imposible que Linneo hubiese ol- vidado este caracter. Por otra parte, la formula radial es gran- demente distinta, 4 saber: D. 7, 20; A. 3, 17, en vez de D. 14,11; A. 3, 11. Notese ademas que Catesby no es citado por Linneo. Se debe al Dr. Giinther la reunion de las cinco especies conoci- das de Lachnolemos en una sola; y creo que en esto tiene ra- zon. El nombre que se presenta en primer lugar es el de swi- lus, citado por Cuvier, Reino animal, tomado de Catesby, y que conviene 4 la fisonomia del pez. El macho tiene el hocico mucho mas adelantado, y la boca mucho mayor. Crece mucho. Se encuentra tambien en Jamaica, Puerto Cabello, Méjico, Martinica, San Bartholomé, Santhomas, Santo Domingo, Puerto- Rico, Santa Cruz y Nueva Providencia. Hrrata. — He cometido un error en mi Synopsis, p. 331, 1. 7, diciendo que Linneo sefiala como filamentosos los cinco prime- ros radios dorsales. Valenciennes ha cometido otro error, p. 281, (107) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 149 dando la formula D. 15, 11, cuyos cinco primeros dice ser fila- mentosos; pues en la p. 280 nombra solamente tres. Clepticus genizara. — Rabirubia Genizara.—Num. 156. Clepticus genizara Cuvier, Régne anim. p. 261. —~ genizarra Valenciennes, in C. et V. xii, p. 267, t. 377. — genizara Poey, Synopsis, p. 332. Se encuentra tambien en la Martinica, Jamaica y Santa Cruz. Decodon puellaris. — Num. 385. Cossyphus puellaris Poey, Mem. i, p. 210. Decodon puellaris Poey, Synopsis, p. 332. Se encuentra tambien en la Barbada. Julis bifasciatus. — Doncella. — Num. 445. Labrus bifasciatus Bloch, Ichth. tab. 283. — ornatus Gronow, Catal. of Fish, p. 83. Julis Gillianus Poey, Mem. 11, p. 214; Syn. p. 332. El Julis detersor Val. tiene la porcion espinosa de la dorsal escamosa ; carece de faja blanca vertical; A. 3, 11. —Se parece mucho al Labrus bifasciatus de Bloch: el autor se habra equi- vocado sefialando por patria las Indias orientales, y ha tripli- cado la longitud total: Valenciennes lo cita en la sinonimia del Julis hebraicus de la isla de Francia; pero el Dr. Giinther, con guien me conformo, lo senala como una especie de’ Jamaica. Se encuentra tambien en Jamaica. Dulisy LAL. — Doncella. — Num. 464. _ Julis, num. 464, Poey, Synopsis, p. 333. Pudiera ser un individuo joven de la especie anterior. Aaa I: — Doncelia.— Num. 662. El individuo es jéven, y no puede referirse a4 las especies que preceden: ignoro el numero de radios espinosos dorsales. Cherojulis cyanostigma. — Doncella. —Num. 11. Labrus brasiliensis Bloch , Ichth. tab. 280. Julis cyanostigma Valenciennes , in C. et V. xm, p. 391. — patatus Valenciennes, \. c. p. 398. — principis Valenciennes , 1. c. p. 402. 15) ANALES DE HISTORIA NATURAL. (108) RE Oeene cyanostigma Ginther, Catal. iv, p. 161. — Principis Giinther, Catal. 1v, p. 164, ex Val. Bloch, dice Valenciennes, ha alterado de tal suerte la figura del principe Mauricio, para componer su Ladbrus brasiliensis, que ha hecho de ella un sér fantastico NESE lo que no le he con- servado la prioridad. Los cuatro individuos descritos por Valenciennes, bajo el nombre de /Julis patatus, me parecen pertenecer 4 la misma especie. El Dr. Giinther los distribuye como sigue: el 1.° de 15 pulgadas, es llamado Plat. patatus ? en parte, y lo pone en la sinonimia del Julis ruptus Poey; los otros son el Pl. cyanostig- ma; el 4.° esta en las especies dudosas. Se encuentra tambien en el Brasil, Jamaica, Martinica y Santa Cruz. Cherojulis internasalis. — Doncel/a. —Num. 208. Julis internasalis Poey, Mem. 11, p. 421; Syn. p. 334. - Cherojulis cinctus. — Doncella. — Num. 338. Julis Garnoti Valenciennes, nec typus, Guichenot in Sagra, ed. hisp. p. 218. Julis cinctus Poey, Mem. 11, p. 211, tab. 13, £19; Syn. p. 334. Julis ruptus Poey, Mem. ir, p. 212, tab. 13, f. 20; Syn. p. 334. Cheerojulis, num. 585, Poey, Synopsis, p. 334. Fuera de la faja ancha vertical, la especie varia mucho por los colores , tanto del cuerpo.como de las aletas. Se encuentra tambien en Santa Cruz. Cherojulis humeralis. — Doncella. — Num. 397. Julis humeralis Poey, Mem. 11, p. 212; Syn. p. 335. Cherojulis bivittatus. — Doncella. — Num. 442. Labrus bivittatus Bloch, Ichth. tab. 286. — psittaculus Lacépéde , 11, p. 522; Valenciennes, in C. et Vi. pvaey: Cheerojulis bivittatus Poey, Synopsis, p. 335. Se encuentra tambien en la Martinica, San Martin, Jamaica y Puerto Cabello. (109) Poey.—ENUMERAT1O PISCIUM CUBENSILUM. 151 Cherojulis crotaphus. — Doncella. — Num. 267. Julis crotaphus Cuvier, Regne anim. p. 258; Valenciennes , in C. et. V. xi, p. 395, tab. 395. Cheerojulis crotaphus ? Poey, Syn. p. 335. Se encuentra tambien en el Brasil, Jamaica y Santa Cruz. Cherojulis Arangoi, Poey. — Doncella. — Num. 631. LAMINA VII. FIG. l. Individuo descrito, 107 milimetros. Eran cuatro del mismo tamaiio, dados por el ardoroso amante de la Historia natural, D. Rafael Arango y Molina. La forma se declara en la lamina citada. Los colores son como sigue: — Lomo verdoso, lados amarillosos, vientre blanco , ca- chetes rosados. Las fajas longitudinales aparecen interrumpidas, & consecuencia de la escotadura causada por las séries de esca- mas paralelas: la del medio es morado-negruzca, bastante in- tenso; la inferior es del mismo color, ménos intenso; la supe- rior es la que menor intensidad tiene, y participa del color ver- doso del lomo. La faja negra, que va al ojo y sigue hasta la punta del hocico, esta inferiormente bordada de rojo, y mas abajo de amarillo palido: tambien hay rojo en la parte inferior de los opérculos: la mancha clara que termina el opérculo es de ama- rillo pajizo. El fondo del tronco tiene un viso rosado en la region pectoral. La dorsal, la anal y parte media de la caudal, son de color carmin; puntas de la caudal blancas, terminando en azul. La base de la dorsal tiene algunos rasgos azulosos. D. 9, 10; A. 3, 11. La mandibula superior tiene un canino notable en el Angulo de la comisura. He visto la caudal con sus colores bien frescos, distintos de los que presenta el Ch. bivitiatus, que es la especie mas cercana. Cherojulis maculipinnis. — Doncelia, — Num. 659. Julis maculipinna Miiller et Troschel, in Schomb. Barbadoes, p. 674. Cheerojulis maculipinnis Poey , Synopsis, p. 336. Se encuentra tambien en la Barbada. Cherojulis pictus. — Doncelia. — Num. 483. 152 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (110) Julis pictus Poey, Mem. 11, p. 214. Cheerojulis pictus Poey, Syn. p. 336. Cherojulis caudalis. — Doncella. —Num. 276. Julis caudalis Poey, Mem. ir, p. 213. Cheerojulis caudalis Poey, Synopsis, p. 334. Xyrichthys vermiculatus. — Num. 154. Xyrichthys vermiculatus Poey, Mem. 11, p. 215; Repert. 1, p. 238; Synopsis, p. 336. Kyrichthys.'u 24).28 — Num. 165. El individuo es demasiado jéven para establecer una especie; cuatro pulgadas de largo. No tiene mancha lateral; las Hneas del cachete son poco numerosas; anal sin fajas verticales. Xyrichthys modestus.— Num. 690. Xyrichthys modestus Poey, Mem. 11, p. 2388; Syn. p. 336. | “yriehthyss26%.22%, — Num. 689. Xyrichthys, num. 689, Poey, Synopsis, p. 336. He perdido los ejemplares, sin haber tomado el dibujo. El tronco mostraba solamente una mancha blanca peritoneal; lle- vaba lineas en la cabeza y un rasgo sobre cada escama. Xyrichthys venustus. — Poey.— Num. 738. Xyrichthys lineatus Valenciennes (nec L.), in C. et V. xiv, p. 50. Valenciennes y Gunther refieren con duda esta especie al Coryphena lineata L., Syst. Nat. m1, p. 224. Creo que estos dos eminentes autores se equivocan, porque el nombre de Linneo alude 4 las lineas verticales de la cabeza, conforme a la diagno- sis, y no al adorno tan notable del vientre, del cual no habla este autor: su especie vendria a ser mi XY. vermiculatus, si es- tuviera expresada la mancha sanguinea de la region pectoral. 41. — Scaridi. Scarus Catesbyi. — Zoro. — Num. 482. Scarus viridis Bonnaterre, Enc. méth. p. 96, f. 193. (111) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 153 Scarus Catesbeei Lacépéde, 1v, p. 16; Valenciennes, in Cuv. et Val. xiv, p. 183. Callyodon psittacus Gronow, ed. Gray, p. 84. Nec Linné. Scarus Catesbyi Ginther, Catal. rv, p. 210. — Catesbei Poey, Repert. 1, p. 372; Syn. p. 336. Los autores que precedieron al Dr. Ginther no han conocido este pez, sino por la mala figura de Catesby , reproducida por Bonnaterre, cuyo nombre especifico pierde la prioridad, porque encierra un error. Se encuentra tambien en Santo Domingo, y probablemente en la Barbada. Scarus miniofrenatus. — Vieja. —Num. 365. Scarus aurofrenatus Valenciennes, in C. et V. xiv, p. 191. — miniofrenatus Poey, Mem. 11, pp. 279, 393; Repert. 1, p. 374; 11, p. 164; Syn. p. 337. . Valenciennes ha tenido 4 la vista muchos individuos de esta bella especie, uno de ellos de 10 pulgadas. Extrafo que no haya descrito la mancha constante colocada encima de la aleta pec- toral: esto, unido 4 que dice que la caudal es escotada, inclina- ria 4 creer que los individuos de Cuba pertenecen a otra espe- cie. Sea lo que fuere, razon he tenido para mudar el nombre es- pecifico , puesto que contiene un error. Se encuentra tambien en Santo Domingo, Jamaica, Trinidad, Santa Cruz y San Martin. Scarus Abildgaardii. — Vieja. — Num. 427. Sparus Abildgaardii Bloch, Ichth. tab. 259. Scarus coccineus Bloch, Syst. p. 289. Sparus aureo-rubens Lacépéde, 11, tab. 33, f. 3; 1v, pp. 55, 163. Scarus Abildgaardii Valenciennes, in C. et V. xiv, p. 175; Poey, Repert. 1, p. 371; 0, p. 160; Synopsis, p. 337. En los dos tomos del Repertorio por mi citados, digo que la figura 3 de la lamina 28 de Parra (Sparus coccineus de Bloch) no pertenece 4 mi ntimero 427, en lo que me he equivocado. Tambien digo que el Sc. Abildgaardii es un Pseudoscaro, lo que es otra equivocacion , debida a que el ejemplar depositado en el Museo de Madrid me fué sefalado por el senor Graells, como teniendo los primeros radios dorsales flexibles; pero he 154 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (112) sabido despues por el sefior Perez Arcas que dichos radios son punzantes, bien que flexibles. Se encuentra tambien en el Brasil , Santhomas, Puerto Cabe- llo, San Martin y Santa Cruz. : Scarus lateralis. — Vieja. —Num. 462. Scarus chrysopterus Bloch , Syst. p. 286, tab. 57. — Chloris Bloch , Syst. p. 289. — lateralis Poey, Mem. 1, p. 219; Repert 1, pp. 373, 375; Ir, p. 162; Synopsis, p. 337. La figura del Sc. chrysopterus , dada por Bloch, es demasiado mala para permitir el conocimiento de la especie; tanto mas que Valenciennes, que describe del natural, dice que es muy buena: no le ha parecido asi al Dr. Giinther. El perfil agudo y el cuerpo, que va en rapida disminucion hacia la cola, le da un aspecto de lagarto mas bien que de Scarus ; las aletas estan pin- tadas de amarillo; la mancha negra del tronco braquial ha des- aparecido completamente, lo mismo que el espacio azul del cos- tado. Por otra parte, no se puede aceptar aquel nombre especi- fico, porque encierra un error. Nétese que para el senor Cope el Sc. chrysopterus es diferente del Chloris. ; El Scarus Chloris de Bloch no es mas que la figura 3 de la la- mina 28 de Parra, la cual no basta a darnos a conocer esta espe- cie , porque el autor nada dice de la mancha braquial ni de la del costado, sino que omite el caracter tan notable de las pun- tas que erizan la mandibula superior. Solamente despues de ha- ber recibido de Madrid los informes pedidos 4 los senores Graells y Perez Arcas, pude referir el Chloris 4 mi lateralis, por lo que creo que Bloch ha perdido la prioridad, por descripcion insu- ficiente. No he puesto el Pseudoscarus Chloris del Dr. Giinther en mi sinonimia, porque mi especie no es un Pseudoescaro. El autor cita el Scarus quadrispinosus de Valenciennes, y con duda el Scarus virens del mismo, como igualmente mi Scarus squali- dus. No da los caractéres de las mandibulas, del brazo, del cos- tado ni de la caudal , tales como los presenta el lateralis. El Scarus virens de Valenciennes, que el autor refiere al Sc. Chloris, no puede ser el mismo, puesto que la mandibula supe- rior es lisa y la caudal trunca. En el Sc. guadrispinosus , un individuo de 13 pulgadas, los (113) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 155 angulos de la caudal son muy poco salientes: se echan de mé- nos los otros caractéres. Se encuentra tambien en la América del Sud, Jamaica, Mar- tinica, Santhomas, Nueva Providencia, Santa Cruz y San Kitts. Savage? ala) eas — Vieja. — Num. 680. Scarus, num. 680, Poey, Synopsis, p. 342. Longitud total, cerca de 4 pulgadas; tal vez individuo joven del Se. lateralis. Caudal trunca, ennegrecida en su parte media. Scarus humeralis. — Vieja. — Num. 222. Scarus humeralis Poey, Mem. 11, p. 422; Syn. p. 342. Scarus lacrimosus. — Vieja. — Num. 682. Scarus lacrimosus Poey, Mem. 11, p. 422; Syn. p. 343. Las escamas de la linea lateral tienen un tallo prolongado, del cual parten ramos divididos. Scarus brachialis. — Vieja. — Num. 607. Scarus brachialis Poey, Mem. 11, p. 345; Synopsis, p. 337 (dra-. guialis, errore typographico). Seartis... 20. ".>: — Vieja. — Num. 302. Scarus brachialis Poey, Repert. p. 337, nec typus. Difiere del anterior por una pequefia eminencia frontal; boca mayor; mandibula superior completamente lisa, sin puntas; una faja amarilla, poco visible, en la parte inferior de los cos- tados, sin puntos salientes en la cabeza; tronco braquial sin rojo en la parte inferior. SCanys Wienke: — Vieja. — Num. 735. Proximo a las dos especies anteriores. Sin puntas en la man- dibula superior; color general azuloso, mas claro en el vientre; boca bordada de azul, labio interno rojo; mancha azul intenso en la parte superior del tronco braquial; pectoral de un rojo anaranjado en la base, morado claro en el borde posterior, pardo en el superior y en la parte media; ventral amarillosa. Scarus flavescens. — Vieja mugre. — Num. 463. Scarus flavescens Bloch, Syst. p. 290; ex Parra, tab. 28, fig. 4, 156 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (114) Callyodon flavescens Valenciennes, in Cuv. et Val. xiv, p. 289, Scarus squalidus Poey, Mem. 11, p. 218; Syn. p. 338. scarus, 4.02504 — Vieja. —Num. 654. Longitud, 90 milimetros; tal vez jéven, de la especie ante- rior. Carece de mancha negra braquial; las escamas, vistas con lente, tienen puntos blancos. Scarus truncatus. — Vieja. — Num. 393. Scarus truncatus Poey, Synopsis, p. 339. Scarus circumnotatus. — Veja. — Num. 279. Scarus circumnotatus Poey, Mem. 11, p. 423; Syn. p. 340. Se parece al Sc. rubripinnis Val. in C. et V. xiv, p. 199, por los ramitos de la linea lateral, la caudal trunca, el color gene- ral de las aletas, la carencia de mancha braquial. Difiere por ménos alto, comparando dos individuos de 10 pulgadas, frente sin convexidad encima del ojo, sin puntos salientes sobre la cabe- za. Kl autor no trata de las vénulas suborbitarias, de las manchas rojas debajo de la cabeza, de los puntos palidos de la ventral. Scarus emarginatus. — Vieja. — Num. 657. Scarus emarginatus Poey, Synopsis, p. 340. Se parece ak Sc. rudripinnis, del mismo modo que el circum- notatus, y ademas por los puntos salientes de la cabeza. Difiere de la misma manera, y ademas por algunas séries de puntos blancos en la pectoral. Las vénulas suborbitarias son ménos no- tables, y el preopérculo es entrante en su rama ascendente. Scarus distinctus.— Vzeja. —Num. 333. Scarus distinctus Poey, Mem. 11, p. 423; Repert. 11, p. 163; Sy- nopsis, p. 341. Scarus frondosus (Val.) Giinther, Catal. 1v, p. 210. An typus? La descripcion del Sc. frondosus de Valenciennes, en Cuv. y Val. xrv, p. 204, es insuficiente para conocer la especie: la piel seca no le ha permitido distinguir los colores. La nota de Cho- ris, tomada del pez fresco, da colores diferentes de los mios. Razon tuvo el Dr. Giinther para citar en su frondosus , con dos puntos de duda, el pez de Valenciennes: el de Giinther parece igual al mio. (115) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 157 La comparacion se hara facilmente, siguiendo la descripcion que doy aqui de la especie cubana. Longitud, 8 pulgadas. El hocico es agudo, la linea frontal baja delante del ojo ; la man- dibula superior es lisa y lleva una 6 dos puntas; la inferior tiene el grano grueso; la caudal es trunca, pero sus angulos se pro- longan un poco; el tallo de la linea lateral es visible y envia dos ramos algo divididos. Color general verdoso, lavado de azul. Tres fajas longitudinales recorren el cuerpo: la primera es dor- sal, la segunda tiene su punto de partida un poco mas alto que la extremidad del opérculo, la tercera se extiende por el costado; el vientre es rosado: estas fajas se muestran irrezularmente in- terrumpidas. El tronco de la pectoral es rosado, en parte negro, lo mismo que la axila. La parte inferior del hocico lleva dos manchas sanguineas; mas atras la parte inferior de la cabeza es amarilla, lo mismo que el Angulo de la boca. Hay una mancha blanquecina impar sobre el pediculo caudal, inmediatamente despues de la aleta dorsal. Iris vinoso. Pectoral amarillosa , con algunos puntos en la base; las otras aletas son rojas; ventral ménos intensa: todas tienen rasgos 6 fajitas rosadas. El Dr. Giinther sospecha que el Sc. rubripinnis de Valencien- nes en Cuv. y Val. xiv, p. 199, sea la edad adulta del frondosus; pero esto no es probable. Valenciennes, describiendo un indivi- duo de 10 pulgadas francesas, dice que la caudal es trunca, mientras que la dice un poco semilunar en sus /rondosus, de 7 48 pulgadas: por otra parte, los colores del cuerpo son dife- rentes. Se encuentra tambien en Jamaica. Sears; ee — Vieja. — Num. 670. Scarus, num. 670, Poey, Synopsis, p. 344. Longitud, 82 milimetros; tal vez jéven, del S. Pe Scarus oxybrachius. — Vieja. — Num. 708. —LAM. VII. FIG. 2. Scarus oxybrachius Poey, Synopsis, p. 342. Scarus atomarius. — Vieja. —Num. 201. Scarus atomarius Poey, Mem. 11, p. 423; Syn. p. 343. Calliodon dentiens. — Vieja.— Num. 278. Scarus dentiens Poey, Mem. 11, p. 422; Syn. p. 344. 158 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (116) Calliodon retractus. — Vieja. — Num. 558. Calliodon retractus Poey, Synopsis, p. 345. Calliodon....... — Vieja.— Num. 594. Calliodon, num. 594, Poey, Synopsis, p. 345. Erratas. En la descripcion que de esta especie se da en el Synopsis, se dice en la linea 32 y 23 de la p. 345: «La aleta ventral es alta»; léase: «La aleta pectoral es alta». Pseudoscarus superbus, — Zoro. — Num. 168. Scarus superbus Poey, Mem. 11, p. 218. Pseudoscarus superbus Poey, Synopsis, p. 346. Pseudoscarus psittacus. — Vieja. — Num. 268. Corypheena psittacus Linné, Syst. Nat. p. 448. Scarus vetula Bloch, Syst. p. 289. Pseudoscarus psittacus Gunther, Catal. iv, p. 225; Poey, Synop- sis, p. 347. Suprimase en el Synopsis la cita de « Parra, tab. 28, f. 1.» Se encuentra tambien en la América del Sud, Jamaica, San- thomas, San Martin y Santa Cruz. Pseudoscarus diadema. — Vieja. — Num. 58. Scarus diadema Valenciennes, in Cuv. et Val. xiv, p. 195. Pseudoscarus diadema Poey, Synopsis, p. 347. Se encuentra tambien en Trinidad , Martinica, San Martin y Santa Cruz. Pseudoscarus teniopterus. — Vieva. — Num. 234. Scarus teeniopterus Desmarest, Dec. Ichth. et Dict. classique, xv, p. 244, tab. 12; Valenciennes, in Cuv. et Val. xiv, p. 195; Poey, Repert. 1, p. 374; Syn. p. 349. El Dr. Giinther refiere con duda a esta especie de Desmarest el Sc. diadema de Valenciennes. Probable es que el ejemplar de Desmarest, conservado en aguardiente, no haya dejado ver los colores dela cabeza y de la caudal, en cuyo caso se aproximaria al diadema; pero Valenciennes lo compara con el vetula (psitla- cus L.), de quien conserva el espacio amarillo de la region pec- toral. Este ultimo rasgo, y la autoridad del Sr. Cope, que admite (117) Poey.—ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 159 dos especies, me obliga 4 conservarlo aqui con duda, no ha- biendo visto el pez. . Pseudoscarus ceruleus. — Zoro. — Num. 426. Coryphena ceerulea Bloch, Ichth. tab. 176. Scarus Loro Bloch, Syst. p. 288. — trilobatus Lacépéde, iv, p. 21. Pseudoscarus ceruleus Giinther, Catal. Iv, p. 227; er y, Reper- torio 1, p. 373; Syn. p. 348. Se encuentra tambien en Puerto-Rico y Santhomas. Pseudoscarus nuchalis. — Zovo. — Num. 259. Scarus nuchalis Poey, Mem. 11, p. 220; Synopsis, p. 348. La forma de la eminencia gelatinosa que termina el hocico, me inclina a creer que es el jéven del Ps. ceruleus; pero los co- lores son diferentes , no solamente sobre la cabeza y nuca, pero tambien en las aletas. Pseudoscarus obtusus. — Loro. — Num. 114. Scarus obtusus Poey, Mem. 11, p. 217. Pseudoscarus obtusus Poey, Syn. p. 349. Puesto con duda por el Dr. Giinther en la sinonimia del Ps. Chloris. Véase en Sc. lateralis. La eminencia gelatinosa que termina el hocico es coénico-ob- tusa ; lo que lo distingue de la especie anterior. La boca, muy inferior, no permite considerarlo como el joven del Ps. ceruleus. Pseudoscarus Guacamaia. — Guacamaya.— Num. 265. Scarus Guacamaia Cuvier, Regne anim. p. 265. Pseudoscarus Guacamaia Giinther, Catal. iv, p. 233; Poey, Syn. pp. 348, 463. Vide quoque, Repert. 11, p. 421. He dicho en mis Memorias, 11, p. 393, que el Scarus Guaca- maia de Valenciennes, enviado por Pley, no es el de Parra, y aun le puse otro nombre: Sc. Pleianus, lege Pleyanus. Compa- rando su individuo de Santhomas, largo de 32 pulgadas, con el mio de 21, hallo que la altura del primero esta contenida cua- tro veces en la longitud total, y la del segundo algo mas de tres; debiendo ser al revés, atendiendo a la edad de los peces: bien que es posible que la piel haya sido mal preparada. Valen- ciennes indica tres puntas de un lado en la mandibula superior, 160 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (118) cinco a seis del otro lado: yo no tengo ninguna. Nada dice el autor del ribete azul de las aletas verticales y del borde ante- rior de la ventral: probablemente este caracter habra desapa- recido en la piel seca. Es la especie que mas crece. Se encuentra tambien en el Brasil, Puerto-Cabello, Jamaica, Santhomas, San Martin y Santa Cruz. Pseudoscarus celestinus.— Zovo.—Num. 245. Scarus ceelestinus Valenciennes, in C. et. V. xiv, p. 180. Pseudoscarus ceelestinus Poey, Synopsis, p. 349. Se encuentra tambien en Santhomas. Pseudoscarus simplex. — Zoro.—Num. 465. Pseudoscarus simplex Poey, Repert. 1, p. 185; Syn. p. 349. Kste pez crece tanto como el anterior. Es de sentir que el Ps. aracanga de Giinther, Catal. v, p. 227, haya sido nombrado por un individuo de siete pulgadas, lo que no permite juzgar bien de la especie. Difiere del Ps. cwlestinus por los tubos no arborizados de la linea lateral; por mayor desarrollo de las aletas verticales y de la aleta pectoral: no tiene puntas en la mandibula superior. Un Ps. celestinus de 730 milimetros de largo tiene la pectoral de 155 milimetros, contando el tronco; otro de 690 la tiene de 130; mientras que un simplex de 680 milimetros la tiene de 135 mi- limetros, y otro de 564 milimetros, de 74. En proporcion, la pectoral del s¢mplez debiera dar 144 y 106 milimetros; es, pues, mas corta. Pseudoscarus rostratus. — Zoro. — Num. 591. Scarus rostratus Poey, Mem. 1, p. 221; Rep. p. 163. Pseudoscarus rostratus Poey, Synopsis, p. 349. Pseudoscarus turchesius. — Zovo. —Num. 260. Scarus turchesius Valenciennes, in C. et V. xiv, p. 181. Pseudoscarus turchesius Poey, Repert. 1, p. 317; Syn. p. 348. Se encuentra tambien en Puerto-Rico. Pseudoscarus acutus. — BulJ/on. —Num. 373. Scarus acutus Poey, Mem. 0, p. 216. Pseudocarus acutus Poey, Synopsis, p. 350. (119) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 161 El corte posterior, en Angulo recto, de las manditbulas de los Bullones de Cuba, llamara la atencion de los naturalistas, asi como el aspecto general, tal vez por su prolongacion, ha lla- mado la atencion de los pescadores. Pseudoscarus gnathodus. — Bul/on.— Num. 608. Scarus gnathodus Poey, Repert. 11, p. 240. Pseudoscarus gnatodus Poey, Synopsis, p. 350. He comparado dos hembras de 10 4 11] pulgadas. El acutus tiene las mandibulas sin puntas, las cabezuelas de los dientes son muy menudas, el borde sin crenulaciones. El gnathodus tiene fuertes puntas en la mandibula superior y el borde fuer- temente escotado. El borde posterior de la caudal es fiexuoso, lo que parece ser una anomalia; tal vez describa el Dr. Giinther esta especie bajo el nombre de Ps. acutus. Pudiera suceder que ambas especies no fueran mas que una; la disposicion de los colores es la misma. Pseudoscarus Sancte-crucis, — Bu/lon. —Num. 283. Scarus Croicensis Bloch, Ichth. tab. 221. — Sancte-crucis Bloch, Syst. p. 285. — alternans Valenciennes, in C. et V. xiv, p. 200. Pseudoscarus Sancte-Crucis Poey, Synopsis, p. 350. Se encuentra tambien en Puerto-Cabello, Jamaica, Trinidad, Martinica y Santa Cruz. _ Pseudoscarus lineolatus. — Bu//on. —Num. 282. Scarus alternans, varietas, Valenciennes, in. C. et V. xiv, p. 201. Pseudoscarus lineolatus Poey, Repert. 11, p. 239; Syn. p. 350. Hsta especie es tan comun como la anterior: difiere por las li- neas blancas longitudinales del vientre, las cuales no presentan transiciones. Se encuentra tambien en la Martinica. 42.—Scombresocidi. Belone maculata.— Agujon. —Num. 414. Belone maculata Poey, Mem. u, p. 290; Repert. u, p. 155; Sy- nopsis, p. 381. Se encuentra tambien en Saint-Kitts. Cw GOS By 4 gy ANALES DE HIST. NAT.—YV. 11 ly SG Oe 162 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (120) Belone altipinna. — Agujon. —Num. 359. Belone altipinna Poey, Mem. 1, p. 293; Syn. p. 381. Belone crassa. — Agujon. — Num. 435. Belone crassa Poey, Mem. u, p. 291; Repert. 11, p. 165; Syn. p. 381. — Kl Dr. Giinther, Catal. vr, p. 249, pone esta especie en la si- nonimia del B. raphidoma de Ranzani, Nov. Comm. Acad. Sc. Inst. Bonon. v, 1842, p. 359, tab. 37, f. 1, la cual conoce so-. lamente por lo que dice este autor. Lo que mas distingue la es- pecie cubana de la del Brasil, descrita por Ranzani, es el grueso y redondez del cuerpo, caracter notable no expresado en la des- cripcion, como tampoco la longitud y la altura del pez, el fila- mento que termina la dorsal, la menor extension de la anal, las esculturas del craneo. La cabeza es algo mas larga en el raphi- doma, los dientes de mediana longitud, los lados de la cola (en Gtinther) sin carina. No he visto la figura de Ranzani, pero las diferencias que acabo de sefialar son’suficientes para dudar de la identidad propuesta por el Dr. Giinther. Belone latimana.— Agujon. — Num. 353. Belone latimana Poey, Mem. 1, p. 292; Repert. u, p. 166; Sy- nopsis, p. 382. Belone melanochira. — Agujon. — Num. 541. Belone melanochira Poey, Mem. 11, p. 294; Syn. p. 382. Belone notata. — Agujon. — Num. 415. Belone notata Poey, Mem. 11, p. 293; Repert. u, p. 166; Synop- sis, p. 382. Belone depressa. — Agujon. — Num. 332. Belone depressa Poey, Mem. 1, p. 296; Repert. u, p. 167; Sy- nopsis, p. 382. . La especie, comun 4 ambos hemisferios, descrita por el Doc- tor Giinther, y a la cual refiere la de Cuba, no es probablemente la misma. Belone subtruncata. — Agujon.—Num. 327. Belone subtruncata Poey, Mem. ul, p. 295; Syn. p. 382. (121) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 163 Hemirhamphus filamentosus. — /scridano. —Num. 50. Hemirhamphus filamentosus Poey, Mem. u, p. 297; Syn. p. 382. Hemirhamphus macrochirus. — Fscribano. — Num. 199. Hemiramphus macrochirus Poey, Mem. 1, p. 299; Syn. p. 383. Hemirhamphus Poeyi. — Yscribano. — Num. 194. Hemirhamphus fasciatus Poey, Mem. u, p. 299; Repert. m1, pa- gina 167; Syn. p. 383. — . Poeyi Giinther, Catal. vi, p. 262. El Dr. Giinther describe esta especie por lo que sabe de Poey; y ha mudado el nombre porque habia sido ya aplicado a otra especie por el Dr. Bleeker. Euleptorhamphus velox. — /scribano. — Num. 722. Euleptorhamphus velox Poev, Synopsis, p. 383 (1868). Valenciennes nos ensena que el Hemirhamphus longirostris, descrito por él en Cuv. y Val. xix, p. 52, procedente de Pondi- chery, es el mismo que ha figurado en el R. an. ilustrado, la- mina 92; y que el nombre especifico fué dado por Cuvier en el R. anim. p. 286, con referencia 4 Russel, Corom. Fish. p. 62, tab. 178. Segun Putnam, in Proc. of the Boston Soc. of. Nat. Hist. xm, p. 236, el Hul. longirosivis se ha encontrado en las costas de Massachusset y en la Oceania; y tendria por sindnimo el Hul. Brewortii de Gill. — Existe otra especie, de pico largo, que parece distinto, y que Valenciennes ha nombrado Hem. ma- crorhamphus, hallado en las Indias orientales, y que Putnam ha creido conocer en una remesa de Cayena. Mi Hui. velox seria para este autor una forma intermedia entre las otras dos; lo que le inclina 4 creer que no hay mas que una sola especie. El texto y la figura de Valenciennes no estan muy de acuerdo. Exoceetus bahiensis. — Volador. — Num. 113. Exocetus bahiensis Ranzani, Nov. Comm. Acad. Sc. Inst. Bonon. v, 1822, p. 362, tab. 38 (fide Gthr.). — spinolopterus Bleeker, Ned. Tydschr. Diesk. m1, pa- gina 113 (fide Giinther.) — vermiculatus Poey, Mem. u, p. 300 (1860); Syn. p. 384. Guiado por la descripcion del Dr. Giinther, me he puesto en la sinonimia del #. bahiensis, cuya obra no ha llegado a mis 164 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (122) manos. Estos autores nada dicen de las esculturas del craneo ni de la mancha negra de las aletas ventrales. Se encuentra tambien en el Brasil y en Sumatra. Exocetus Parre. — Volador. — Num. 35. Exoceetus Parree Poey, Synopsis, p. 385. Errata. —Poey, Synopsis, p. 385, lin. 15, antes de Spilopus anddase « mesogaster Val., pues dice que es mas larga que en él.» Exoceetus mesogaster. — Volador.—Num. 674. ? Exocetus mesogaster Bloch , Ichth. tab. 399. Exoccetus mesogaster Valenciennes, in Cuv. et Val. xx, p. 100; Poey, Synopsis, p. 384. Kl #. mesogaster de Val. es muy diferente del de Bloch; pero la figura de este ultimo se dice falsificada, por lo que debe quedar nula. El Dr. Giinther pone el mesogaster de Bl. en la si- nonimia del EL. Hillianus, y el de Valenciennes en las especies dudosas. No he visto esta especie. Valenciennes la ha recibido de Santiago de Cuba. Exocetus Hillianus. — Volador.— Num. 6. Exoccetus Hillianus Gosse, Nat. Sej. Jam. p. 11, tab.1, f. 1. — — Poey, Mem. u, p. 301; Syn. p. 384. Se encuentra tambien en Jamaica y en San Martin. Cypselurus: <9.) — Num. 706. — Volador. Tiene de largo 60 milimetros. Tiene fajas verticales en el cuerpo y una en la aleta pectoral. Kl Dr. Giinther cree que los peces de este género son indivi- duos jévenes, que pierden las barbillas con la edad. Suspendo el juicio hasta saber de cierto si estos Organos son prolongacio- nes cutaneas del labio inferior, 6 si estan formados por una mo- dificacion de los huesos pre-articulares del aparato hioideo. Cypselurus....... — Volador. —Num. 681. Longitud, 60 milimetros. Carece de fajas negras. Cypselurus.*..'.7 2.5 — Volador. —Num. 198. Longitud, 42 milimetros. Blanquecino, aletas rubias. Cuerpo muy delgado; barbillas alcanzando hasta la anal. (123) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 165 43. Solenostomidi. Aulostoma maculatum. — 7rompetero. —Num. 538. Aulostoma maculatum Valenciennes, in Cuv. R. an. ill. tab. 92, folio 2. — coloratum Miller et Troschel, in Schomburghk, Bar- badoes, num. 62 (1848); Poey, Synopsis, p. 386, nn. 538 et 116. El Dr. Giinther pone el A. maculatum de Val. en la sinoni- mia del coloratum de M. et Tr.; pero esto parece posterior, puesto que Valenciennes in Cuv. et Val. xix, p. 54, cita en 1846 la la- mina 98 del Cuvier ilustrado. Linneo y varios autores que han venido despues, confunden esta especie con el Fistularia chinensis. Se encuentra tambien en Santo Domingo, Santa Cruz y Barbada. Aulostoma cinereum. — 77vompetero. —Num. 325. Aulostoma cinereum Poey, Synopsis, p. 386. Frratas.—Poey, Synopsis, p. 387, lin. 4, «la mitad del tronco,» anadase «6 pediculo caudal.»—Idem lin. 8, «11 (10),» «léase 10.» Solenostomus tabacarius. — 7rompetero. — Num. 115. Fistularia tabacaria Zinné, Mus. Ad. Fr.1, p. 80, tab. 26, f. 2; Syst. Nat. p. 515. Se encuentra tambien en el Brasil y en Panama. Solenostomus serratus. — Trompetero. — Num. 104. Fistularia serrata Cuvier, R. anim. p. 267. Los autores dan esta especie como perteneciente a las Indias orientales. Véase la sinonimia en el Catal. del Dr. Giinther, 1m, p- 553. El individuo hallado por mi una sola vez en la Habana tiene de largo 465 milimetros, hasta la bifurcacion caudal; tiene un fino serrucho 4a los lados superiores del hocico; la linea lateral aspera, principalmente en la parte posterior del cuerpo, que ademas lleva una série de espinas en el borde superior y en el inferior. El cuerpo esta adornado con fajas anchas verticales, alternativamente pardas y blancas. 166 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (124) 44, — Gobiidi. Callionymus pauciradiatus. — Num. 66]. Callionymus pauciradiatus Gi//, in Ann. of Lyceum of Nat. Hist. of New-York, vir, p. 148. Sicyases rupestris. —Num. 456. Gobiesox rupestris Poey, Mem. 11, p. 283, tab. 18, f. 6. Sicyases rupestris Poey, Synopsis, p. 391. Se distingue de todos los que siguen por su cuerpo delgado y la poca anchura de su cabeza. Sicyases rubiginosus. — Num. 4. Sicyases rubiginosus Poey, Synopsis, p. 391. Sicyases punctulatus. — Poey. —Num. 263. Longitud, 38 milimetros. Cuerpo chato, cabeza muy ancha (diam. 12 34 mil.), ojos superiores, disco ventral muy ancho, boca terminal; D. 9; A. 6. Color pardo, cubierto de punticos ne- eros; tres fajas anchas negras, trasversas, ninguna en la cabeza. SiGyases: 0). watscek: — Num. 664. Difiere del anterior por el color uniforme amarilloso. D. 11; A.6. Sicyases carneus. — Num. 676. Sicyases carneus Poey, Synopsis, p. 392. Los individuos son de 20 milimetros de largo. Cabeza redonda , vista por encima, ojos muy grandes, cuerpo angosto. Sicydium Siragus. — Sirajo. — Num. 574. Sicydium Siragus Poey, Mem. u, p. 278; Syn. p. 395. Gobius soporator. — Mapo. — Num. 495. Gobius soporator Valenciennes, in Cuv. et Val. xu, p. 56. — Mapo Poey, Mem. u, p. 277; Syn. p. 392. Fl Dr. Giinther pone en la sinonimia de esta especie el G. bzs- hopi de Miiller et Troschel, in Schomb. Barbadoes, p. 672. He dibujado el craneo, lam. vu. fig. 4. Se encuentra tambien , segun el Dr. Giinther, en el Mediter- (125) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 167 raneo y en Panama. Se encuentra en la Martinica y en Jamaica. Lrrata.— Poey , Synopsis, p. 392, lin. 26: «la ventral, » léase «la anal. » Gobius brunneus. — Mapo. — Num. 650. Gobius brunneus Poey, Synopsis, p. 393. Lrrata. — Poey, Synopsis, p. 393, lin. 4, « la ventral, » léase «la anal.» Gobius lacertus. — Mapo. —Num. 583. Gobius lacertus Poey, Mem.u, p. 278; Rep. 11, p. 167; Syn. p. 392. Gobiuss' 2 0ts.% — Num. 741. — Mapo. Algo mas de tres pulgadas de largo. Las manchas negras re- corren las séries de escamas; y forman, alternando, un tablero de damas. Aletas sin pintas. Gobius lineatus. — Mapo.— Num. 519. © Gobius lineatus Poey, Mem. 1, p. 424; Syn. 393. Lophogobius cyprinoides. — MZapo. —Num. 57. Gobius cyprinoides Pallas, Spicileg. zool. vit, p. 17, tab. 1, f. 56 (docente Gthr.). — crista-galli Valenciennes, in C. et V. xit, p. 130. — cyprinoides Poey, Rep. 1, p. 335; Syn. p. 393. Muchos individuos tienen una mancha anaranjada sobre la. primera dorsal. | : Se encuentra tambien en Santo Domingo y en Jamaica. Rhinogobius bucculentus. — Guavina hoyera.—Num. 441. Chonophorus bucculentus Poey, Mem. 1, p. 275. Rhinogobius bucculentus Poey, Synopsis, p. 394. Rhinogobius contractus. — Guavina hoyera. — Num. 471. Rhinogobius contractus Poey, Mem. u, p. 424; Ann. of the Lyc. Of NOH 70b Ne Ys ret pi a22. Frrata.— Poey, Mem. ur, p. 424, lin. 15, «3 milimetros,» léase « 38 milimetros. » Gobioides Barreto. — /smeralda de rio. —Num. 294. Gobioides Barreto Poey, Mem. u, p. 282; Repert. 1, p. 335; Syn. p. 394. 168 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (126) Gobionellus lanceolatus. — Hsmeralda. — Num. 196. Gobius lanceolatus Bloch, Ichth. tab. 38, f. 1; Poey, Synopsis, p. 393. Valenciennes nos dice que Gronovio cuenta bien 14 radios en la segunda dorsal, bien que su figura representa 21: sobre esta indicacion fund6 Pallas su Godius oceanicus, que por otra parte pierde la prioridad , porque encierra un error. Se encuentra tambien en la Martinica, Barbada, Brasil y Su- rinam. Gobionellus bacalaus. — #smeralda. — Num. 344. Gobius bacalaus Valenciennes, in C. et. V. xm, p. 119. Gobionellus bacalaus Poey, Repert. 1, p. 334; Syn. p. 394. Se encuentra tambien en el Brasil y en Surinam. Gobionellus....... — Esmeralda. — Num. 683. No parece diferir del dacalaus sino por la mandibula inferior mas adelantada. Gobionellus smaragdus. — Hsmeralda. — Num. 27. Gobius smaragdus Valenciennes, in C. et V. xm, p. 120. Smaragdus Valenciennensi Poey, Mem. 1, p. 280. Gobionellus smaragdus Poey, Synopsis, p. 394. Siendo anterior el género Godionellus de Girard a mi género Smaragdus, he tenido que renunciar 4 mi nombre especifico. Gobionellus Costalesi. — /smeralda. —Num. 613. Smaragdus Costalesi Poey, Mem. 1, p. 280; Syn. p. 394. Gobionellus stigmaticus. — Hsmeralda. — Num. 289. Smaragdus stigmaticus Poey, Mem, 11, p. 281. Gobionellus stigmaticus Poey, Synopsis, .p. 394. Genus Microgobius. — Cuerpo prolongado. Lengua libre, no llevando en gu base los tubérculos brillantes que se notan en el e@énero Gobionellus, con el cual tiene la mayor afinidad. Boca subvertical, mandibula inferior adelantada. Dientes uniseriales, finos, apartados; en la mandibula inferior, por delante, se ven algunos mas larguitos y mas numerosos, como cardosos. La primera dorsal, bien vista, tiene 7 radios en lugar de 6, que (127) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 169 distinguen el género anterior , 4 cuya familia pertenece por las ventrales unidas. Las escamas son muy pequefnas. Microgobius signatus. — Poey. —Num. 513. LAMINA VIII, FIG. 3. He visto muchos individuos de esta especie, y siempre del mismo tamazio; esto es, de 35 4 40 milimetros de largo: lo que me hace creer que no crece mas. D. 7— 19; A. 21. Pectoral y caudal agudas. Color amarilloso palido, tres lineas de un ama- rillo puro y medio apagado 4 los lados de la cabeza. 1] indivi- duo representado en esta obra parece ser el macho, distinguién- dose de la hembra por una corta faja de azul brufiido, bien vi- sible, vertical, debajo del segundo radio dorsal. 45. — Eleotridi. Erotelis Valenciennesi. — Hsmeralda negra. — Num. 203. Eleotris Smaragdus Valenciennes, in C. et V. xu, p. 231. Erotelis Valenciennesi Poey, Mem. 1, p. 273; Syn. p. 396. Valenciennes dice que de mi ha recibido esta especie, proce- dente de la isla de Cuba. He dado, sin embargo, 4 la segunda dorsal un numero diferente de radios, 4 saber: 1,16 en lugar de 1,10. A esto se agrega que el nombre especifico consagra un error vulgar, porque la lengua no tiene los caractéres que se notan en el género Godionellus, que encierra las verdaderas Ks- meraldas. Por estas razones he mudado el nombre. Eleotris Guavina. — Guasabaco. — Num. 101. Eleotris Guavina Valenciennes, in C. et V. xu, p. 223; Poey, Repert. p. 337; Syn. p. 395. Erréneamente refiere Valenciennes & esta especie el nombre de Parra, y su fig. 1 de la lamina 39. Se encuentra tambien en la Martinica, Surinam y Demérara. Eleotris gyrinus. — Num. 437. ‘ Eleotris gyrinus Valenciennes, in C. et V. x11, p. 220, tab. 356; Poey, Repert. 1, p. 336; Syn. p. 395. Se encuentra tambien en la Martinica, Méjico y Surinam, 170 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (128) Dormitator omocyaneus. — Guavina-mapo. — Num. 298. Hleotris omocyaneus Poey, Mem. u, p. 271 (9); Repert. u, p. 168. Dormitator omocyaneus Poey, Synopsis, p. 396. El Sciena maculata de Bloch, que tambien es el Hleotris mu- giloides de Valenciennes y el #. latifrons de Richardson, di- fiere en muchos puntos, principalmenté en la mandibula infe- rior ménos adelantada. Dormitator somnolentus. — Guavina-mapo. — Num. 703. Eleotris sumnulentus Girard, in Proc. Acad. Philad. 1858, p. 160, et Mex. Bound. Survey. p. 28, tab. 12, f. 1-3. . Eleotris omocyaneus (%) Poey, Mem. 1, p. 271. Dormitator somnolentus Poey, Rep. u, p. 168; Syn. p. 396. Se encuentra tambien en Rio Bravo, Cordova y Demérara. Dormitator Gundlachi. — Guavina-mapo. — Num. 553. Eleotris Gundlachi Poey, Mem. 11, p. 272. Dormitator Gundlachi Poey, Synopsis, p. 396. Philypnus dormitator. — Guavina. — Num. 407. Le gobiomore dormeur Lacépéde, 1, p. 599 (1800). Platycephalus dormitator Bloch, Syst. p. 62, tab. 12 (1801). Hleotris dormitatrix Cuvier, R. anim. p. 246. Philypnus dormitator Valenciennes, in C. et V. xu, p. 255, t. 358. Esta es la Guavina de Parra, tab. 39, f. 1, que Valenciennes cita en su Gobius soporator. El vulgo suele Namarla Guavina de ley, para distinguirla de la Guavina hoyera y de la Guavina mapo. Muy esparcida en toda la isla; es la Unica que alcanza grandes dimensiones. Parra le concede dos ventrales separadas, y he sabido por D. Laureano Perez Arcas , catedratico en la Uni- versidad central de Madrid, que el ejemplar tipo depositado en el Museo de aquella capital tiene dientes en el vomer. Se encuentra tambien en Méjico, Rio Grande, Santo Domingo, Martinica y Jamaica. Philypnus..... — Num. 243, 627, 679 et 330. Son especies dudosas, por jévenes y otras particularidades, (129) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 171 46. — Blenniidi. Labrosomus nuchipinnis. — Num. 346. Clinus nuchipinnis Quoy et Gaimard, in Voy. Uranie, Zool. p. 285. — pectinifer Valenciennes, in C. et V. x1, p. 374. — capillatus Valenciennes, loco citato, p. 477. Labrisomus pectinifer Swainson, Nat. Hist. u, p. 277. — capillatus Swainson, loco citato, p. 277. Lepisoma cirrhosum Dekay , N. Y. Fishes, f. 94. Clinus fasciatus Castelnau, An. nouv. p. 26. Labrosomus nuchipinnis Poey, Rep. 1, p. 333; Syn. p. 398. Los autores han dado al macho el nombre especifico de capi- llatus, y 41a hembra el de pectinifer. El Dr. Giinther, sin cono- cer los sexos, ha tenido el acierto de reunir las dos formas. E] macho se distingue por una mancha negra, bordada de blanco, sobre el opérculo, y tiene el pecho enrojecido ; la pectoral de la hembra esta punteada de negro. Se encuentra tambien en la Florida, Trinidad , Santhomas, Jamaica, Barbada, San Martin, Brasil y Gorea. Labrosomus bucciferus. — Num. 663. Labrosomus bucciferus Poey, Synopsis, p. 399. Individuo de 2 pulgadas de largo: tiene la cabeza gruesa, y los cachetes hinchados. El primer radio de la dorsal es mas alto que los que siguen. Blennius microstomus. — Num. 458. Blennius microstomus Poey, Mem. u, p. 288; Syn. p. 397. BICUDIUS. - 2.5. 34s —Num 146. Hs tal vez una variedad de la especie anterior, de la cual di- fiere principalmente por una mancha negra bordada de blanco, que ocupa el primer intersticio de la dorsal. Blennius cinctus. — Num. 616. Blennius cinctus Poey, Rep. 11, p. 243; Syn. p. 397, 172 ANALES D- HISTORIA NATURAL. (130) Blennius truncatus. — Num. 618. Blennius truncatus Poey, Mem.1, p. 243; Syn. p. 397. Blennius marmoreus. — Poey. — Num. 744. Longitud, 50 milimetros. La mayor altura es en la nuca, en- trando 5 veces en la longitud total; la cabeza entra 4 %. Ojo si- tuado muy alto, aproximado al opuesto , separado de la punta del opérculo cerca de 2 veces su diametro, y de la vertical, que pasa por la extremidad del hocico, cerca de medio diametro. La parte frontal que corresponde al ojo, es redondeada; de alli cae el perfil rapidamente, no tanto como en el Bl. truncatus. Las aberturas posteriores nasales son notables por un tubo membra- noso, blanco, muy abierto y desarrollado; las anteriores son orificios redondos. Tiene un tentaculo superciliar divido en tres ramos; no hay cilios encima ni 4 los lados de la nuca. D. 12, 20; A. 16; P. 13. La ventral muestra dos radios unidos en la base, bien separados en su extremo; pero es probable que la piel que cubre la base oculte un pequefio radio. Pectoral y cau- dal redondeadas, bien que un poco agudas en la punta. La aleta dorsal empieza sobre la base del opérculo. No tiene sus radios muy altos: los primeros, no articulados, se elevan en el centro y bajan en los dos extremos; los articulados son un poco mas altos, que los primeros; la diferencia de altura, en los dos tra- mos, es poca. El color es pardo-amarilloso, mas intenso en la mitad superior del cuerpo, mas claro en la mitad inferior. Visto con el lente aparece uniformemente cubierto de manchas nume- rosas, pequefas y aproximadas; aletas amarillosas, palidas. Los demas caracteres son comunes al género Blennius. Difiere del microstomus por lo esbelto del tronco , cabeza mé- nos abultada, los cilios de la cabeza , lo marmoreado del cuerpo, los cilios nucales, el tubo de las narices. Debo este ejemplar 4 D. Rafael Arango. Blennins 2). ss — Num. 404. No me atrevo 4 dar nombre a este individuo, que solo tiene 20 milimetros de largo, y no me es posible contar los radios de sus aletas. Cabeza gruesa, cuerpo muy prolongado, aletas ba- jas, caudal aguda. Color verde, una mancha rosada debajo del ojo, pectoral y caudal cubiertas de puntos pardos, (131) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 173 Myxodes macropus. — Num. 285. Myxodes macropus Poey , Synopsis, p. 399. Myxodes versicolor, Poey. — Num. 595. LAMINA VIII, FIG. 1. Longitud, 53 milimetros. Cuerpo comprimido, cabeza poco voluminosa, hocico prolongado; altura, entrando cerca de cinco veces y media en la longitud total, y la cabeza cerca de cuatro y media; pectoral cinco, y seisla ventral. Ojo grande, contenido tres veces y media en lacabeza, distante un diametro de la extremi- dad del hocico, y uno y medio de la punta del opérculo. Nari- ces sin tubo. Boca chica, no alcanzando el maxilar a la vertical que baja del borde anterior de la 6rbita. Dientes firmes, unise- riales, los de la mandibula superior algo mas largos y un poco encorvados hacia dentro: hay 12 arriba y 9 abajo, de cada lado. No veo tentaculos superciliares ni papila anal; hay un peine filiforme de cada lado de la nuca. Cuerpo escamoso, salvo la cabeza que es desnuda. Linea lateral corta. D. 18, 12; A. 20; V. 1, 32 La dorsal forma dos tramos convexos; el primer radio es mas alto que los cuatro que siguen. La pectoral se extiende mas alla del ano. La ventral presenta al primer aspecto dos ra- dios; por debajo de la membrana que envuelve la base se distin- gue con lente un pequeno radio anterior, tal vez otro posterior: no alcanza al ano. El borde de la anal tiene escotaduras inter- radiales. Color pardo amarilloso; cabeza, tronco y aletas varia- das de fajas anchas verticales y puntos gruesos pardos; ventral amarillosa. Los otros caractéres son propios del género. Myxodes lugubris, Poey. — Num. 727. Longitud , 55 milimetros. Difiere al primer aspecto de la es- pecie anterior por el color pardo-oscuro, fajas verticales negras, puntos gruesos esparcidos por la cabeza y el tronco. Una man- cha bien negra ocupa la base de los tres intersticios dorsales. La aleta dorsal forma un arco en que el primer radio tiene mode- rada altura; el tramo ocupado por la aleta blanda es corto y muy elevado. D. 18, 9; A. 20. La ventral tiene dos radios (1, 2?), mucho mas larga y toda blanca: se extiende mas alla del ano. Hay un tentaculo superciliar y un apéndice filiforme en cada lado de la nuca. \ 174 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (132) Myxodes varius. — Poey. —Num. 726. LAMINA VIII. FIG. 2. Longitud, 52 milimetros. La altura entra cinco veces en la longitud total; la cabeza cuatro, la pectoral cinco y media. El ojo esté contenido tres veces y dos tercios su diametro en la lon- gitud de la cabeza; separado un diametro de la extremidad del hocico. Boca pequefia,. aleanzando el maxilar a la vertical que baja del borde orbitario; perfil prolongado, narices impercepti- bles y sin tubo. Dientes firmes , uniseriales, punta aguda y en- corvada. Un tentaculo superciliar, ninguno en la nuca. Tronco escamoso , cabeza desnuda. Linea lateral corta. D. 20, 12; A. 18; P, 14; V. 2? La dorsal empieza sobre la mitad del opérculo ; la parte espinosa formando una curva sinuosa; radios firmes, el primero es mas alto que los cuatro que siguen; los ultimos son bajos, el penultimo mas que el ultimo: la porcion blanda es mas alta que la espinosa. Los radios ventrales parecen dos; pero como estan unidos en la base, puede ser que sean tres. Color amarilloso claro; tronco manchado de negro, con apariencia de mancha ocular al fin de la dorsal espinosa: las aletas ver- ticales llevan ademas todos sus radios punteados de negro; pec- toral palida, sin puntos. Debo esta especie al favor de D. Rafael Arango. Salarias margaritaceus.— Num. 615. Entomacrodus margaritaceus Poey, Mem. 11, p. 289; Syn. p. 397. Entomacrodus decoratus. — Num. 459. Entomacrodus decoratus Poey, Synopsis, p. 398. Opisthognathus macrognathus. —Num 494. Opisthognathus macrognathus Poey, Mem. u, p. 284, tab. 18, f. 7; Syn. p. 400. — megastoma Giinther, Catal. 1, p. 255. Tengo la prioridad sobre el Dr. Giinther, porque mi entrega salié 4 luz en Julio de 1860, y su libro en Setiembre del mismo ano; 4 pesar de que el sefor Gray firmé su Prologo en Junio. Los autores han descrito una especie de las Indias orientales, cuyo nombre y sinonimia es como sigue: (183) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 175 Opisthognathus Sonneratii Cuvier, R. anim. p. 240. =— nigromarginatus Rippel, Atl. Fische, p. 114, tab. 28, f. 4 (docente Gthr.). . — Sonneratii Valenciennes, in C. et V. x1, p. 498. ° — Cuvieri Valenciennes, in Cuvier, R. anim. ill. tab. ‘78, f. 3 (nec in Cuv. et Val. ). Si no fuera por la diferencia de patria y por la autoridad res- petable del Dr. Giinther, me hubiera puesto en la sinonimia del 0. Sonneratii. | Gnathypops maxillosus. — Num. 293. Opisthognatus maxillosus Poey, Mem. 11, p. 286. Gnathypops maxillosus Poey, Synopsis, p. 400. _ Estudiando el sistema de coloracion en un individuo induda- blemente del sexo femenino, he quedado intimamente persua- dido de que el Gn. maxillosus es la hembra del Opisth. macrog- nathus. Conservo el numero hasta que pueda adquirir una conviccion completa. Gnathypops macrops.—Num. 485. -? Opisthognathus Cuvieri Valenciennes, in C. et V. x1, p. 506, tab. 343 (nec in Cuv. R. an. ill.). — macrops Poey, Mem. 1, p. 287. - Gnathypops macrops Poey, Synopsis, p. 400. Pudiéramos creer que esta especie no es mas que una varie- dad de la anterior. Las diferencias mas notables se fundan en el tamafio del ojo y en la longitud del maxilar. Es asi, que com- parando dos individuos del mazillosus, uno del macrops, otro dudoso mas joven y el Cuvieri figurado por Valenciennes, tengo por resultado que en el 1.°, largo de 121 milimetros, el maxilar entra cinco veces en la longitud total; y el ojo, en el espacio que lo separa de la punta del opérculo, dos veces y media. En el 2.°, de 129 milimetros, el maxilar cinco y cuarto, el ojo dos y media. En el 3.°, de 130 milimetros, el maxilar cinco y un quinto, el ojo una vez y tres cuartos. En el 4.°, de 75 milimetros, el maxilar cuatro y media, el ojo una vez y tres cuartos. En el 5.°, de 132 mil., el maxilar seis veces y media, el ojo una vez y tres cuartos. Luego hé lugar 4 mucha duda.— El Op. Cuvieri se encuentra en el Brasil. 176 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (184) Lonchopisthus micrognatus. — Num. 357. Lonchopisthus micrognathus Poey, Mem. 11, p. 287; Syn. p. 400. Dactyloscopus tridigitatus. — Num. 272. Dactyloscopus tridigitatus Gal, in Proc. Acad. Nat. Sc. of Philad. 1859, p. 132; 1862, p. 234; Poey, Synopsis, p. 400. Dactyloscopus Poeyi. — Num. 2. Dactyloscopus Poeyi Gill, in Proc. Philad. 1861, p. 266; Poey, Synopsis, p. 401. Chenopsis ocellatus. — Num. 686. Cheenopsis ocellatus Poey, in Ann. of the Lyceum of Nat. Hist. of New-York, vi, p. 143, tab. 3, f. 3; Syn. p. 401. 47. Antennariidi. Antennarius histrio. — Pescador. — Num. 384. Lophius histrio Zimné, Syst. Nat. p. 493; Bloch, Ichth. tab. m1. Chironectes scaber Cuvier, Mem. Mus. 11, p. 425, t. 16, f. 2. _ histrio Poey, Mem. 1, p. 217. Antennarius histrio Poey, Synopsis, p. 404. Lo conozco solamente por un dibujo remitido de Cienfuegos, costa del Sud. Linneo confundié todos los Antenarios bajo el nombre especifico de histrio; pero Bloch, que vino despues, fijo su verdadera significacion. Se encuentra tambien en Trinidad y Martinica. Antennarius tigris. — Pescador. — Num. 207. Chironectes tigris Poey, Mem. 1, p. 217, tab. 11, f. 2. Antennarius tigris Poey, Synopsis, p. 405. El fondo es amarillo naranjado; hay otros pardos. Antennarius ocellatus. — Pescador. — Num. 93. Pescador Parra, p.1, tab. 1. Lophius vespertilio, var. d. ocellatus Bloch, Syst. p. 142. Chironectes ocellatus Valenciennes, in C. et V. xi, p. 419; Poey, Mem. 1, p. 219. Antennarius ocellatus Poey, Synopsis, p. 405. Anales de: la Soc. espanola de Mist. nat. Tomo Vi lam. 1. Bolivar et Poujade pt Debray sc. | z Sunius Martinexii Uhagon. 3 et 4. Myrmedonta Perexté WUhavgon. 2. Lithocaris trapextcollis Uh. bd. Hemisphera wifima Pandellé. t imp Lamoureux. Paris Anales de la Soc. espanola de Hist. nat. Tomo V. Lam. wn oe - — —— | | | | | | | | ? | | | | | | | | | | 120 D r 3 ae C is | ) | | | SS x a 120 D 120 D 800 D fe 6 - — { | wv | es 220 LD mete et x are: = 60 L T 38 Pana dae fla NM. 26. Try O Lit? Fernandez P? 5" Micolas Lyd Anales de la Soe. espanola de Hist. nai Tomo V. Lam. Jif. Iit.de M Fernandez. P* de § Mieolas. 7; ya. PS iz 7 (ta die RUT A teeta Fee ee V. Lam. IV. Tome Anales de la Soc. espahola de Hist. nat. lit.de M Fernandez Pde S Nicolis.7 yd. me Lit.de M Fernandez. P? de 5 Nicolas. 7 v9 Tomo V. Lam. V. la de Hist. nat. ane. Anales de la Soc. esp eG, Anales de la Soe. espanola de Hist. nat. Tome V Lam. V7/. Mugel Lebranchus. hoeryults Arangot. Gobius soperator. Scarus oxybrachiuas. —t Poey del. Rodriquez 9? Lit. P? S'Nicolas, Jy 9 ft 4 Anales de la Soe. espattola de Hist. nat. Tonvo Vi Lame. Vi — = ml \ Milf L Myxodes versicolor. 2 Myxodes varius. & Mecrogobius signatis. 4 kwulus cylindraceus, Poey del. E Rodriquez, g Tit. P? S" Nicolas 7 y we ste, (135) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 177 Antennarius multiocellatus. — Pescador. — Num. 493. Chironectes multiocellatus Valenciennes, in C. et V. x11, p. 420; Poey, Mem. 1, p. 220. Antennarius multiocellatus Poey, Synopsis, p. 405. El Dr. Giinther describe cuatro variedades de esta especie, entre las cuales figuran las siguientes: Lophius pictus Shaw, Nat. Misc..tab. 176, f. 1; Zool. 1, p. 386, tab. 165. Antennarius leucosoma Bleeker, Floris, p. 328. Chironectes leprosus Hydouw et Souleyet, Voy. Bonite, Zool. 1, p. 187; Poiss. tab. 5, £. 3. Notese que da la prioridad 4 Valenciennes. Se encuentra tambien en el mar Caribe, y por las variedades indicadas, en las Indias orientales. Antennarius corallinus. — Pescador. — Num. 301. Antennarius corallinus Poey, Repert.1, p. 188; Syn. p. 405. Pterophryne levigatus. — Pescador. —Num. 536. Chironectes leevigatus Cuvier, Mem. Mus. m1, p. 413, tab. 16, f. 1 (fide Val.). Pterophryne variegatus (lege variegata) Poey, Syn. p. 405. Es liso, bien que cubierto de flecos cutaneos; pectorales muy desarrolladas; primer radio dorsal corto, claviforme. Si fuera a construir integra la columna sinonimica, se verian en ella mas de cuarenta citas de autores; remito para la ma- yor parte de ellas al Dr. Giinther, que ha preferido el nom- bre especifico de marmoratus de Bloch. Si ha querido observar la ley de prioridad, advierto que el Lophius tumidus de Linneo, Mus. Ad. F7., es anterior, citado por el mismo Giinther. Por esta razon, y porque este pez es mas generalmente conocido con el nombre de Antennarius levigatus, lo he aceptado de Cuvier, y tambien el Prof. Gill, con tanta mas razon, cuanto que los dos renglones de Bloch no bastan a dar a conocer la especie. Los nombres especificos que en la sinonimia se leen, son: ¢umidus, sinensis, marmoratus , arcticus, raninus , nitidus, geographicus, pictus, vittatus, nesogallicus, levigatus, gibbus. Tengo noticias del Lophius variegatus de Rafinesque, Précis des découvertes somniologiques, 1814, el cual pudiera referirse & esta especie. El Dr. Giinther cita un Chironectes variegatus ANALES DE HIST. NAT.—V. 12 f* i ) 1%8 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (136) de Cuvier, como sindnimo del Lophius chironectes de Lacépéde. Se encuentra flotante en medio de las algas del Océano, por lo que no causa maravilla que se encuentre en todos los mares in- tertropicales. 48. — Maltheidi. Malthe vespertilio. — Diablo. —Num. 92. Lophius vespertilio Zinné, Systema Nature, p. 402. Malthe vespertilio Ginther, Catal. mr, p. 200; Poey, Synopsis, p. 406. Véase la sinonimia en el Dr. Giinther: alli aparecen los nom- bres especificos rostvatus, longicornis , nasuta, notata, augusta, truncata, Guacucuja. Varia mucho en la longitud del hocico y en el color del vien- tre, que es rosado, rojo 6 blanco. Se encuentra tambien en el Brasil y en el mar Caribe. Halieutichthys reticulatus. — Num. 687. ‘ Halieutichthys reticulatus Poey, in Proc. of the Ac. of Sc. of New-York, 1863, p. 91; Syn. p. 406. 49.— Batrachidi. Batrachus tau. — Sapo.— Num. 44. Gadus tau Linné, Systema Nature, p. 440. Véase en Valenciennes, Storer, Giinther, los sindnimos du/fo vermullas, variegatus , celatus. Se encuentra tambien en los Estados-Unidos. 50. — Gadidi. Phyciculus Kaupi.— Num. 728. Phyciculus Kaupi Poey, Repert. 1, p. 156, tab. 4, f. 1; Syn. p. 401. (137) Poey.— ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 179 51. — Ophidiida. Brotula barbata. — Brotula. — Num. 61. Enchelyopus barbatus Bloch, Ichth. tab. 31. Brotula barbata Cuvier, R. anim. p. 335; Poey, Mem. u, p. 102, t. 9, f.2; Syn. p. 401. Lucifuga subterraneus. — Pez ciego.—Num. 62]. Lucifuga subterraneus Poey, Mem. 11, p. 96, tab. 10, f. 1-4, 6-8; t. 11, f. 1-5, 12-14, 18; Repert. 1, p. 169; Syn. p. 403. Stygicola dentatus. — Pez ciego. — Num. 255. Lucifuga dentatus Poey, Mem. 11, p. 102, tab. 9, f. 1; tab. 10, f. 5, 6,9; tab. 11, £°6-8, 12-15, 17;,Repert. 1, .p. 113. Stygicola dentatus Poey, Synopsis, p. 401. Ophidium Graellsi. — Num. 480. Ophidium Graellsi Poey, Mem. 1, p. 425; Syn. p. 402. Fierasfer affinis. — Num. 612. Fierasfer affinis Giinther, Catal. iv, p. 381. Carapus, species dubia, Poey, Synopsis, p. 402. Queda alguna duda acerca de la determinacion de esta espe- cie. El Dr. Giinther dice que los dientes son cardiformes, pre- sentando la mandibula superior un par de ellos por delante. Tal vez su individuo. de ocho pulgadas inelcsas, mas largo que el mio de dos pulgadas, los tendria bien visibles. La patria e! Giinther es desconocida. Los dientes de mi individuo son cardosos, los de la mandibu- la inferior algo mas largos y separados que los de la superior. En ésta no se ve anteriormente ningun diente que merezca el nombre de canino; cuando mas se puede decir, que hay de cada lado uno 6 dos mas largos, pero tan finos como los otros. Hay dientes palatinos; los del vémer, en una fila longitudinal, en numero de tres 6 cuatro, son grandes y robustos. Hallado en el cuerpo de una Holothuria. 180 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ~ (138) 52. —Leptocephalidi. Esunculus: . 2. 240. — Num. 672. Esunculus, num. 672, Poey, Synopsis, p. 403. Mientras no sepa de cierto si este género ha deser suprimido, - por representar la primera edad de ciertos peces, no daré la descripcion de esta especie. 53. — Pleuronectidi. Hemirhombus fuscus. — Zenguado.— Num. 227. Hemirhombus fuscus Poey, Synopsis, p. 406. Hemirhombus ocellatus. — Lenguado. — Num. 515. Hippoglossus ocellatus Poey, Mem. 1, p. 314. Hemirhombus ocellatus Poey, Synopsis, p. 407. Hemirhombus Aramaca. — Lenguado.— Num. 10. ? Pleuronectes macrolepidotus Bloch, Ichth. tab. 190. — aramaca Cuvier, R. anim. Hemirhombus aramaca Ginther, Catal. 1v, p. 422; Poey, Synop- sis, p. 408. No conozco esta especie: el Dr. Giinther la hallo en la colec-" cion de la Soc. Zool. de Londres, procedente de Cuba y proba- blemente remitida por mi. Se encuentra tambien en el Brasil. Hemirhombus 2007... — Lenguado.— Num. 734. El individuo tiene de largo 78 milimetros, demasiado joven para darle nombre. Difiere del H. oce//atus por ser nas corto y de otros colores. Pardo, cubierto de manchas redondas, blanqueci- nas, numerosas y pequefias; dos manchas sobre la linea lateral, la anterior negra, la posterior blanca, bordada anteriormente de negro; una mancha negra en la dorsal, dos en la anal y una en la caudal. Rhomboidichthys lunulatus. — Lenguado. — Num. 249. * (139) Poey.— ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 181 Pleuronectes lunulatus Zinné, Systema Nature, p. 459. — Argus Bloch, Ichth. tab. 48. Rhomboidichthys Argus Poey , Synopsis, p. 408. Se encuentra tambien en Jamaica. Rhomboidichthys ellipticus.— Zenguado.— Num. 378. Pleuronectes ellipticus Poey, Mem. 11, p. 315. Rhomboidichthys ellipticus Poey, Synopsis, p. 408. Rhomboidichthys maculiferus. — Lenguado. — Num. 628, Pleuronectes maculiferus Poey, Mem. u, p. 316. Rhomboidichthys maculiferus Poey, Syn. p. 408. Rhomboidichthys....... — Lenguado.— Num. 174. Acaso hembra del #. ellipticus. Es mas prolongado; carece de tubérculos espinosos ante-oculares. Longitud, 3 }y pulgadas. Rhomboidichthys ocellatus. — Lenguado.— Num. 256. Rhombus ocellatus Agassiz, in Spix, Pisc. Bras. p. 85, tab. 4. Rhombus bahianus Castelnau, An. nouv. tab. 41, f. 1. Rhomboidichthys ocellatus Poey, Synopsis, p. 408. Se encuentra tambien en el Brasil. Rhomboidichthys spinosus. — Zenguado. —Num. 669. Rhomboidichthys spinosus Poey, Synopsis, p. 409. Monochir maculipinnis. — Zenguado. — Num. 20. Monochir maculipinnis Agassiz, in Spix, Pisc. Bras. p. 88, tab. 49. Monochir lineatus Quoy et Gaimard, Voy. Uranie, p. 238; Gu- chenot, in Sagra, ed. hisp. p. 235. Solea maculipinnis Giinther, Catal. 1v, p. 473. Monochir maculipinnis Poey, Synopsis, p. 409. No le falta razon al Dr. Giinther para poner el género. Mono- chir en el género Solea. Se encuentra tambien en Jamaica y en el Brasil. Monochir reticulatus. — Zenguado. — Num. 550. Monochir reticulatus Poey, Mem. 1, p. 317; Syn. p. 409. 182 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (140) Aphoristia ornata. — Acedia. — Num. 17. Achirus ornatus Lacépéde, iv, p. 659, 663. Plagusia ornata Cuvier, R. anim. — brasiliensis Agassiz, in Spix, Pisc. Bras. p. 89, tab. 50. — tessellata Quoy et Gaimard, Voy. Uranie, Zool. p. 240. Aphoristia ornata Aauwp, in Wiegm. Arch. 1858 (fide Gthr.); Poey, Synopsis, p. 409. Se encuentra tambien en Santo Domingo y enel Brasil. 54. — Gyprinodontidi. Trifarcius Riverendi. — Guajacon. — Num. 486. Trifarcius Riverendi Poey, Mem. 1, p. 306; Syn. p. 411. Trifarcius Felicianus. — Guajacon. — Num. 719. Trifarcius Felicianus Poey, Synopsis, p. 412. TritarGuus. go f-si-.-. ah — Guajacon. — Num. 557, 732. Las diferencias sexuales, y aun individuales, que presentan las especies del género Cyprinodon, en Girard, Mex. Boundary Survey, tab. 37 y 38, me obligan 4 suspender hasta mejor opor- tunidad la denominacion especifica de estas dos especies. Rivulus cylindraceus. — Guajacon.— Num. 366. LAMINA VIII, ric. 4. Rivulus cylindraceus Poey, Mem. 11, p. 308; Syn. p. 412. Gambusia punctata. — Guajacon.— Num. 505. Gambusia punctata Poey, Mem.1, p. 384, tab. 32, f. 5-9; Synop- sis, p. 410. Gambusias) 13 2708. +" — Num. 746. — Guajacon. Préximo a G. punctata. Gambusia puncticulata. — Guajacon.— Num. 510. Gambusia puncticulata Poey, Mem. u, p. 386, tab. 31, f. 6, 7: Synopsis, p. 410. Gambusia....... — Guajacon.— Num. 700. Proximo a G. puncticulata. (141) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 183 Gambusia....... — Num. 466. Proximo 4 G. puncticulata. Gambusia picturata. — Guajacon. — Num. 692. Gambusia picturata Poey, Synopsis, p. 410. Limia cubensis. — Guajacon. —Num. 347. Limia cubensis Poey, Mem. 1, p. 388, tab. 31, f. 12, 13; tab. 32, f. 10, 11; Repert. u, p. 169; Syn. p. 411. Poeecilia cubensis Giinther, Catal. vi, p. 340. Bloch es el autor del género Pecilia; pero Valenciennes tiene el mérito de haberlo caracterizado. Ambos nos dejan ignorar si el tipo (P. vivipara Bl. Surinamensis Val.) tiene en el macho la aleta anal convertida en érgano intromitente. Cuando sepa 4 qué atenerme sobre este particular, sabré si he de considerar el gé- nero Zimia como sindnimo del género Pecilia. Ch. Girard, en Mex. Bound. Survey, pp. 69, '70, establece diferencias entre ellos. Limia vittata. — Guajacon. — Num. 508. Peecilia vittata Guichenot, in Sagra, ed. hisp. p. 224, t. 5, f. 1. Limia vittata Poey, Mem. 1, p. 389, tab. 30, f. 14-16; Repert. u, p. 169; Syn. p. 411. Si aleun dia se averigua que el P. vittata de Guich. es el mismo que mi Lima cubensis, no seria justo hacerme pasar por el yugo de la sinonimia, porque seria la culpa de Guichenot, que ha pintado el pez todo negro con una faja plateada notable. Creo desde luégo que las dos especies son distintas: la diferen- cia esta principalmente en el tamano y posicion del ojo. Lo pon- dré de manifiesto graficamente , senalando el ojo en medio, la parte anterior de la cabeza a la derecha, la posterior a la izquierda, con relacion al diametro del ojo: visto del lado de- recho. En Limia cubensis: 1 % . 1. % En Limia vittata...c 1% .1. 1. 00) lei ee — Guajacon.— Num. 647. Especie dudosa de la isla de Pinos. Wiad sis) hel hare — Guajacon.— Num. 116. Se distingue por una ancha faja parda longitudinal 184 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (142) No lo describo por haberlo remitido 4 Agassiz: esperaré hasta que encuentre otro. | Limia pavonina, Poey. — Guajacon. — Num. 149. Individuo de 40 milimetros , Q al parecer. Color pardo-verdoso, como otras Limias, distinto de todas por una mancha ocular en la caudal: esta situada cerca de la base, ocupando la mitad inferior de la aleta; centro negro, iris claro, algo rojizo. Algunos tienen manchitas pardas en el cuerpo. Girardinus metallicus. — Guajacon. — Num. 506. Girardinus metallicus Poey, Mem. 1, p. 387, tab. 31, f. 8-11 (pinna pect. omissa in f. 8); Synopsis, p. 411. Girardinus uninotatus. — Guajacon. — Num. 522. Girardinus uninotatus Poey, Mem. 11, p. 309; Syn. p. 411. Girardinus..... :-.0- 2% —Guajacon.—Num. 401, 520, 644, 461. Son cuatro especies dudosas, por no haber hallado los dos Sexos. 55. — Alepidosauridi. Caulopus altivelis. — Conejo. — Num. 337. Alepisaurus altivelis Poey, Mem. u, p. 302. Caulopus Poeyi Gil/, in Proc. Acad. of Nat. Sc. of Philad. 1862, p. 131 (varietas) . — altivelis Poey, Synopsis, p. 413. — Poeyi Poey, Synopsis, p. 413. La especie descrita por el Prof. Gill parece al primer aspecto diferente de la mia, y la he aceptado como tal en mi Synopsis. Pero habiendo tenido 4 la vista un tercer individuo, que sirve de transicion entre los dos primeros, he creido necesario reunir- los : son variedades notables. 56. — Paralepididi. Paralepis intermedius. — Num. 710. Paralepis intermedius Poey, Synopsis, p. 416. (143) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 185 597. — Synodontidi. Synodus intermedius. — Zagarto. —Num. 31. Saurus intermedius Agassiz, in Spix, Pisc. Bras. p. 81, tab. 44. Saurus, species dubia, Poey, Synopsis, p. 415. El Dr. Giinther pone en la sinonimia.del S. intermedius el Saurus anolis de Val. in C. et V. xxu, p. 483. En la figura de Spix, la extension de la dorsal entra 7 veces en la longitud total; la anal, 8 veces; la pectoral, 9; la ven- tral, 7 */,. La insercion de la dorsal cae encima de la punta de la pectoral; y la de la ventral, mas adelante, al primer tercio pos- terior de la pectoral. Los primeros radios.de la anal son bajos, ménos de la mitad del cuerpo encima de ellos. El cuerpo lleva lineas longitudinales amarillas y fajas verticales pardo-oscuras; hay de estas fajas sobre la caudal. La dorsal tiene sus radios punteados de negro: falta la mancha negra escapular. En el individuo de Cuba, la extension de la dorsal, de la pec- toral y de la ventral es algo mayor, lo mismo que la altura de la anal; pero podemos sospechar que hay inexactitud en Spix. D. 12; A. 11; V..8. El cuerpo es redondeado; pero forma una quilla 4 lo largo de la linea lateral. Corresponde 4 la lam. 18. f. 2 de Parra. Se encuentra tambien en Jamaica y en el Brasil. Synodus: «2.0.2.0... — Lagarto. — Num. 68. / Se aproxima mucho a la especie anterior; pero la insercion de la dorsal esta separada de la punta de la pectoral un cuarto de la longitud de esta aleta. La mancha escapular existe: hay ade- mas fajas oscuras sobre la pectoral y rasgos claros sobre la ven- tral. No hay fajas pardas verticales. D. 12; A. 11: V. 8. Synoduss. i}. cieklars — Lagarto.— Num. 620. Especie dudosa. Synodus cubanus, Poey. — Zagarto.— Num. 195. Longitud total , 375 milimetros; altura, 50. El hocico se pro- longa ante los ojos un diametro y medio de este érgano. La boca entra 7 }y veces en la longitud total; la cabeza 4 y mas de \; 186 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (144) la dorsal 6 4, siendo su altura menor que su longitud; anal7 %, teniendo de altura mas de la mitad del cuerpo encima de ella, y disminuyendo poco hacia atras; ventral 5 34; pectoral ménos de 11. La dorsal esta separada de la punta de la pectoral una distancia igual 4 la mitad de la longitud de esta aleta. La ven- tral empieza debajo de la punta. El cuerpo lleva lineas longitu- dinales amarillas y fajas verticales pardas. Los radios de la dor- sal estan punteados de negro. La caudal tiene fajas oscuras. Tiene la mancha negra escapular. D. 13; A. 12; V. 8. Synodus....... —Lagarto.— Num. 705. Proximo 4 la especie que precede; pero las ventrales corres- ponden al tercio posterior de las pectorales. La mancha negra supra-opercular no existe: hay una sombra negra en el opérculo, siguiendo el contorno del preopérculo, y otra encima de la base de la pectoral. No hay puntos negros en la dorsal, ni fajas en la caudal. D. 12; A. 11. Synodus Spixianus. — Lagarto. —Num. 588. Saurus Spixianus Poey, Mem. 1, p. 304; Syn. p. 413. El Dr. Gtinther aproxima con duda esta especie al Saurus fetens. La especie mas proxima es Saur. longirostris de Agassiz, y Spix, que el Dr. Giinther pone en la sinonimia del S. fwtens de Linneo. Es del Brasil, y difiere por la boca mas pequenia, las ventrales mas adelantadas, la anal mucho mas corta y mucho mas baja, casi de igual altura en toda su longitud, mientras que en el Spivianus dicha anal es escotada, los tiltimos radios mitad mas cortos que los primeros, los cuales (el 2.°) tienen la altura del cuerpo encima de ellos, y finalmente, por las lineas amarillas longitudinales. D. 11; A. 12. Trachinocephalus brevirostris. — Lagarto.— Num. 448. Saurus brevirostris Poey, Mem. u, p. 305. Trachinocephalus brevirostris Poey, Synopsis , p. 415. Trachinocephalus. .... 23. ° — Lagarto. — Num. 733. Trachinocephalus myops Poey, Synopsis, p. 415, nec typus. No es ciertamente el S. myops de Valenciennes ; pero pudiera ser el del Dr. Giinther. Se aproxima al brevirostris por los nu- meros y los colores; pero difiere por la dorsal ménos larga que (115) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 187 alta, la ventral mas larga, alcanzando casi alano, y la anal mé- nos extensa. Saurida.’)s 9) 0 04. — Num. 745. Todas las especies conocidas de este género pertenecen a las Indias orientales. La de Cuba no corresponde a ninguna de las que han sido descritas por los senores Valenciennes y Giinther; pero este Ultimo autor pone entre las especies dudosas al Sau- rus &@ galon rouge de Liénard, Dix. Rapp. Soc. Hist. Nat. Mau- rit. 1839, p. 41, cuya descripcion deseo ver antes de dar un nom- bre especifico 4 mi numero 745, que presenta en la parte infe- rior del abdémen una cinta roja, la cual se extiende de las ven- trales al ano, producida probablemente por el color del peri- toneo. 58. —Stomiatidee. Astronestes Richardsoni.—Num. 41. Astronestes Richardsoni Poey, Mem. 1, p. 176, tab. 10, f. 2; Re- pert. 11, p. 169; Syn. p. 416. 59. — Scopelidi. Myctophum nocturnum.— Num. 297. Myctophum nocturnum Poey, Mem. 11, p. 426; Syn. p. 416. 60.— Albulidee. Albula conorhynchus.— Vacabi.—Num. 528. Albula conorhynchus Bloch, Systema, p. 432. — Plumieri Bloch, Systema, tab. 86. Clupea macrocephala Lacépede, V, tab. 14, f. 1. Albula macrocephala Valenciennes, in Cuv. et Val. xix, p. 324. — Parre Valenciennes, \. c. p. 339. — conorhynchus Giinther, Catal. vm, p. 468. Conorhynchus Plumieri Poey, Synopsis, p. 423. Para completar la extensa sinonimia de esta especie, remito 188 ANALES DE HISTORIA NATURAL. — (146) al Catalogo del Dr. Giinther, que ha reunido en una sola todas las que se han dado a conocer en ambas Indias. He aceptado provisionalmente el nombre especifico elegido por el Dr. Giinther, reservandome discutir en mi Ichthyologia cubana ms. si ha de tener la prioridad Linneo (Lsoxv vulpes) 6 Forskal (Argentina glossodonta). Se encuentra tambien en el Brasil, Méjico, Martinica, Santo Domingo, Jamaica, Puerto-Cabello, Cabo-Verde; y probable- mente en el Océano Indico, Mar Rojo, islas de la Sonda. 61. — Elopidi. Elops saurus.— Matejuelo real.— Num. 82. Elops saurus Linné, Syst. Nat. p. 518; Poey, Synopsis, p. 423. Remito, para la extensa sinonimia de esta especie, al doctor Giinther, Catal. vn, p. 470. Se encuentra tambien en el Brasil, Antillas, Senegal, Océano Indico, Molucas y China. Megalops atlanticus.—Saba/o.—Num. 158. Megalops atlanticus Valenciennes, in C. et V. x1x, p. 398; Poey, Synopsis, p. 4238. El Dr. Giinther, Catal. vu, p. 472, nombra esta especie Mega- lops thrissoides , aludiendo al Clupea cyprinoides de Bloch, mu- dado posteriormente en Cl. thrissoides; pero esta sinonimia cor- responde mas bien 4 otra especie de la India oriental, que tiene la aleta ventral atrasada y fué primitivamente llamada Cl. cy- prinoides por Broussonnet. Dejo el Cl. Apalika de Lacépéde en la misma sinonimia, bien que haya confundido dos especies; y por la misma razon, indicada por Valenciennes, no hago caso del Cl. gigantea de Shaw, hasta que pueda adquirir una copia de su descripcion. Puede verse en el Dr. Giinther el nombre de diez especies nominales pertenecientes a la India oriental. Se encuentra tambien en Jamaica, Trinidad, Demerara, Mar-: tinica, Puerto-Rico, Santo Domingo y Méjico. (147) » Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 189 62. —~ Clupeide. Harengula Sardina.— Sardina de ley.— Num. 40. Harengula Sardina Poey, Mem. 11, p. 318; Syn. p. 418. ’ Es probable que sea la misma especie que Cuvier, R. a. p. 318, nombré Clupea humeralis, descrita por Valenciennes in C. et V. Xx, p. 293, con el nombre de Harengula humeralis. El doctor Giinther me pone en la sinonimia del Clupea macrophthalma de Ranzani; pero su especie difiere por longitud del hocico igual 4 la longitud del ojo, escamas firmes y adherentes, aleta dorsal unicolor. El H. humeratis se encuentra en el Brasil y en las Antillas. Harengula clupeola?— Sardina escamuda.—Num. 377. Harengula, nim. 377, Poey, Synopsis, p. 418. Es probable que sea la misma especie que Cuvier, R. a. p. 318, nombré Clupea clupeola, descrita por Valenciennes in C. et _ V. xx, p. 292, con el nombre de Harengula clupeola. El Dr. Giin- ther hace una sola especie de las clupeas humeralis y clupeola de Cuvier; pero si, como es probable, mis nimeros 40 y 377 cor- responden & estos dos nombres, es cierto que son dos especies bien distintas: entre otras diferencias notables, la primera tiene el ojo mayor, las escamas delgadas y caducas; la mancha ana- ‘ranjada que viene tras del opérculo, es mas notable én la se- gunda especie. El H. clupeola se encuentra en las Antillas menores. Harengula Jaguana.— Sardina.— Num. 580. Harengula Jaguana Poey, Repert. 1, p. 189; Syn."p. 418, La he recibido de la costa del Sud, bahia de Jagua. Tiene los ojos grandes como la Sardina de ley, y las escamas firmes de la Sardina escamuda; es mucho mas corta que las dos, y la pecto- ral, bastante larga, alcanza casi 4 la ventral. Harengula. .. . .— Sardina.— Num. 626. Es de mediana edad, caudal amarilla bordada de negro: espe- cie dudosa, 190 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ‘ (148) Sardinia pseudo-hispanica.— Sardina de Hspaia.—Num. 34. Sardinia pseudo-hispanica Poey, Mem. 11, p. 311; Syn. p. 419. Sardinia? 3... 42. — Sardina.— Num. 624, 625, 623, 564. Especies dudosas, probablemente variedades de colores y edades. Pellona Bleekeriana.— Anchoa pelada.— Num. 537. Pellona Bleekeriana Poey, Repert. 11, p. 242; Syn. p. 419. Opisthonemus thrissa.— Machuelo.— Num. 29. Clupea thrissa Zinné, Systema Nature, p. 524. Meletta thrissa Valenciennes, in C. et V. xx, p. 380. Opisthonema thrissa Gz//, Proc. Ac. Philad. 1861, p. 37; Poey. Synopsis, p. 419. Para completar y discutir los sindnimos que aqui faltan, con- stultese 4 Valenciennes y al Dr. Giinther. Se encuentra tambien en New-York, Jamaica, Brasil y varias islas comprendidas en las Antillas menores. Cetengraulis brevis.— Bocon.— Num. 716. Engraulis brevis Poey, Repert. 1, p. 379; Syn. p. 422. En el Cetengraulis edentulus, la pectoral alcanza casi la ven- tral: en el C. brevis, la punta dista mucho. La ventral empieza a igual distancia entre la punta del hocico y la base de la cau- dal; la dorsal empieza un poco mas atras. El principio de la anal cae bajo de los cuatro quintos posteriores de la dorsal. Gracias 4 una nota del Dr. Gtinther, puedo corregir aqui al gunos errores por micometidos. Repert., p. 379, lin. 24, «altura contenida cuatro veces y algo mas en la longitud total, » léase: «algo ménos de cuatro veces.» Id., lin. 26, «lobulos caudales con escamas bien pronunciadas,» léase: «escamas tendidas a lo largo de cada lébulo.» Pag. 180, lin. 6, «D. 2, 25; A. 1, 14,» léase: «D. 16, A. 25.» En cuanto al maxilar denticulado, que el doctor Giinther traduce con dientles pequenos, creo que las dos expre- siones no tienen la misma significacion: he querido decir maai- Llariwm serratum. Centengraulis. .... — Bocon.—Num. 668. Las diferencias dependen probablemente de la juventud del pez; pues tiene solamente de largo 87 milimetros, (149) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 191 Engraulis productus.— Zocon , Hachudo.— Num. 36. Kngraulis productus Poey, Repert. 1, p. 380; Syn. p. 422. Las mismas correcciones que se han hecho en la especie ante- rior en cuanto @ la altura y 4 las escamas, se haran en la pa- gina 380 del Repert., lin. 25 y 28. Se encuentra tambien en Jamaica. Engraulis Brownii.— Manjua.—Num. 66. Atherina Brownii Gmelin, n. 1397. Engraulis Brownil. Poey, Synopsis, p. 419. Esta especie se funda primitivamente en la Menidia 1.* de Browne, Jamaica, p. 441, tab. 45, f. 3. Valenciennes y Cantor han confundido bajo el nombre de Gmelin varias especies de ambas Indias. Nétese que la faja plateada asciende en su extre- midad anterior, disminuyendo al mismo tiempo en latitud. Me he equivocado en el Repert., p. 460, diciendo que es la Manjua que mas crece: lo que corresponde al /. per/asciatus. Se encuentra tambien en Jamaica y en Santo Domingo. Engraulis perfasciatus.— Manjua.— Num. 422. Engraulis perfasciatus Poey, Mem. 11, p. 312; Syn. p. 422; Re- pertorio, 11, p. 460. Se encuentra tambien en Santo Domingo. Engraulis cubanus.— Manjiia.— Num. 23. Engraulis cubanus Poey, Synopsis, p. 420; Rep. 1, p. 460. Ks notable por lo largo y agudo del maxilar: la faja plateada conserva su latitud en su extremidad anterior. 63. — Symbranchidi. Symbranchus marmoratus.— Maporro.— Num. 533. Symbranchus marmoratus Bloch, Ichth. tab. 418; Giinther, Ca- tal. ‘vit, 1,15: Symbranchus, species dubia, Poey, Synopsis, p. 403. Se encuentra tambien en el Brasil, Surinam, Guatemala, Veracruz, Trinidad y Santa Lucia. Symbranchus..... — Maporro.— Nums. 112, 345. Estos dos numeros corresponden probablemente 4 la especie 192 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (150) anterior, que, segun el Dr. Giinther, varia mucho en formas y color. Elnum. 112 es inmaculado; y el num. 345, sacado de aguas subterraneas, tiene en la cabeza poros y ependices filiformes a manera de pelos cortos. 64.—Mureenidee. Murena cubana.— Anguila.— Num. 80. Anguilla cubana Aaup, Apod. p. 44. Murzena cubana Poey, Synopsis, p. 424. : No me encuentro en disposicion de poder determinar con con- fianza esta especie, que el Dr. Giinther, Catal. vir, p. 31, pone — en la sinonimia del Anguilla bostoniensis de Lessueur y que ha recibido alli mismo ocho nombres especificos, correspondientes a los Estados-Unidos, menos uno que corresponde 4 la China y al Japon. He aceptado el nombre indicado de Kaup, porque su ejemplar es de Cuba. Las Anguilas, segun el Dr. Giinther, varian considerablemente en la forma del hocico, el tamafio de los ojos y la magnitud de los espacios dentarios; porlo que no es de ex- trafiar que la Anguila comun de Linneo haya recibido veinte nombres especificos distintos. Los individuos de la Isla de Cuba varian grandemente en la forma de la cabeza, magnitud de los. ojos, colores, etc. Son generalmente de hocico agudo, ojo regu-_ lar, contenido 11-13 veces en la longitud de la cabeza, dos dia- metros distante de la‘punta del hocico, comisura bucal debajo del centro de la pupila. Lo que el vulgo llama hoy Anguitas debe inscribirse, conforme & Bloch, Lacépede y el Dr. Bleeker, en el género Murena-de Ar- tedi, cuya primera especie es la Anguila comun. Linneo poste- riormente tomé por primera especie la Morena de los romanos, que carece de aleta pectoral (JZorenas del vulgo) y pertenece al género Gymnothoraz de Bloch: se han conformado con esta in- dicacion Thunberg, Cuvier, Kaup, Richardson, Giinther y Gill. La primera opinion me parece mejor fundada. Murena..... —Anguila.—Nums. 747, 748, 749. Probablemente variedades de la especie anterior. Mi numeé- ro 749 es el que mas se aparta del 80: cuerpo mas ancho, casi redondo; ojo pequefio entrando 18 veces en la cabeza, 4 3 dia- metros de la punta del hocico, el cual es poco agudo. (151) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 193 65. Congridi. Conger esculentus.— Cong7i0.— Num. 581. Conger esculentus Poey, Mem. 11, p. 346; Repert. u, p. 246; Sy- nopsis, p. 424. Al ver que los doctores Bleeker y Giinther asignan por patria al Conger vulgaris de Cuvier (Murena Conger L.) el Mediterra- neo, las costas de Europa, los Estados-Unidos, la isla de Santa Elena, la América del Sud, el archipiélago de las Molucas, los mares de la China y del Japon, me inclino a creer que el indivi- duo por mi descrito pertenece a la misma especie, salvo algunas variedades. El Dr. Giinther pone en la sinonimia de la especie linneana los Congrios niger de Risso, leuwcopheus de Richardson, communis de Costa, occidentalis de Dekay, Verreauxi de Kaup: y como especies dudosas el rudbescens de Ranzani y el Orbignya- nus de Valenciennes: tambien duda de mi esculentus; y llama su atencion la longitud de la boca, que digo alcanzar casi al borde posterior de la érbita. Esto lo he dicho contando, no de la comisura interna, sino del angulo posterior de los labios, que exactamente alcanza en el individuo tipo a la vertical que baja del borde posterior de la pupila. Longitud total, 1025 milimetros. Genger.( 2) <7... — Congrio.— Num. 619. Longitud, 786 milimetros. La boca se extiende mas alla del borde posterior de la érbita, entrando dos veces no mas en la longitud de la cabeza: en otro individuo algo mas joven, es un poco mas corta, entrando dos veces y media. La dorsal empieza un poco mas atras de la punta de la pectoral, la cual es parda con el borde inferior enrojecido. Las aletas verticales nada tie- nen de notable en su color. Conger..5.. >. — Congrio.— Num. 622. Longitud, 960 milimetros. Pudiera ser el Conger multidens de Castelnau. La dorsal empieza detras de la punta de la pectoral, a una distancia igual 4 los dos tercios de esta aleta, que es unico- lor. Las aletas verticales son azulosas con el borde negro. Véase en el Dr. Giinther la sinonimia del mu/tidens. ANALES DE HIST. NAT.—™Y. 13 194 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (152) Conger caudilimbatus.— Num. 176. Echelus caudilimbatus Poey, Repert. u, p. 249, ee 2, f. 8; Sy- nopsis, p. 424 (genere omisso). Conger macrops Giinther, Catal. vut, p. 40. De los mismos caractéres asignados por mi a esta especie, de- duce el Dr. Giinther, que es un Conger y no un Lchelus. Y puesto que no lo he inducido 4 error, la equivocacion del género no basta para hacerme perder la prioridad. Se encuentra tambien en Bahama y en Madera. Congromurena impressa.— Num. 135. Conger impressus Poey, Mem. 1, p. 318. Ophisoma impressa Poey, Repert. 1, p. 248, tab. 3, f. 2; Synop- sis, p. 424. El Dr. Giinther, Catal. vi, p. 41, me ha puesto en la sinoni- mia del Congrom. balearica de De la Roche, especie mediterra- — nea, esparcida por las costas intertropicales del Atlantico: alli se puede leer una larga sinonimia, 4 la cual pudiera agregarse el Ophisoma acuta de Swainson. Dos razones me impiden acep- tar el juicio del Dr. Giinther: 1.°, porque dice que la boca ter- mina debajo del borde anterior de los ojos, siendo en mi especie debajo del borde anterior de la pupila; 2.", porque Kaup dice- que el cuerpo es punteado de negro. El género Ophisoma de Swainson es anterior al Congermurena de Kaup; pero insuficientemente caracterizado, y dando por pri- mera especie el O. obfusa, que por la posicion de la dorsal no puede quedar al lado del 0. acuta. Congromurena analis.... .— Num. 334. Conger analis Poey, Mem. 11, p. 318. Ophisoma analis Poey, Repert. 11, p. 248, tab. 3, f. 3; Synopsis, p. 424. El Dr. Giinther sospecha que sea una variedad del C. cmpressa. Murenesox Savanua.— Num. 19. Murzena savanna Cuvier, R. an. Conger savanna Bennet, Proc. Comm. Zool. Soc. 1831, p. 135. Mureenesox savanna Giinther, Catal. vu, p. 47. Complétese la sinonimia en vista del catalogo del Dr. Giinther. Se encuentra tambien en Jamaica y otros puntos del Atlantico (153) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 195 intertropical; y parece haberse encontrado una vez en el Medi- terraneo y en las Indias orientales: visto una sola vez en Cuba. Neoconger perlongus.— Num. 639. Neoconger perlongus Poey, in Ann. of the Lic. of Nat. Hist. of New-York, xi, p. 67, tab. 9, f. 3, 4. Myrophis microstimius.— Num. 653. Myrophis microstimius Poey, Repert. 0, p. 250, tab. 3, f. 4; Sy- nopsis, p. 425. Ks probable, como lo ha indicado el Dr. Giinther, Catal. vi, p. 51, que sea el M/yrophis punctatus de Lutken; lo que sabré de cierto cuando logre una copia de su descripcion. Véase en Giin- ther la sinonimia de esta ultima especie, que se ha encontrado en el Africa occidental, en el Atlantico americano y en Panama. Chilorhinus Suensonii.— Num. 651. Chilorhinus Suensonii Zutken, Vid. Meddel. natur. Foren. Kji- benh:185); nt: Se encuentra tambien en Santa Cruz (Antillas). 66. Ophichthidi. Crotalopsis mordax.— Sa/io.— Num. 339. Conger mordax Poey, Mem. 11, p. 319 (1860). Crotalopsis punctifer Kaup, Abhandl. Naturwiss. Verein. Ham- burgo Iv, 2, 1860, p. 12, tab. 1, f. 3. Macrodonophis mordax Poey, Repert. 11, p. 252, tab. 2, f. 9; Sy- nopsis, p. 425. Mi descripcion salié 4 luz en Julio de 1860: ignoro en qué mes salid la del Dr. Kaup, el cual ha inscrito en su cubierta 1859, fecha probable de la presentacion del manuscrito. Se encuentra tambien en Puerto Cabello. Pisodontophis latimaculatus.— Num. 606. Ophisurus latemaculatus Poey, Repert. p. 352, tab. 3, f. 1; Sy- nopsis, p. 425. El Dr. Giinther, Catal. vir, p. 82, refiere mi especie al Opji- surus pardalis de Valenciennes y al Pisoodonophis oculatus de 196 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (154) Kaup. Segun la descripcion de Giinther, el pardalis tiene la - abertura de la boca contenida cuatro veces en la longitud de la cabeza (tres veces en mi especie), y Valenciennes no menciona el centro blanquecino de las manchas parduscas. En cuanto al P. oculatus, la pectoral es mitad ménos larga que en mi ejem- plar, el cual es de la misma longitud que el suyo. Se encuentra tambien en la isla de San Martin. Pisodontophis guttulatus.— Num. 197. Pisoodonophis guttulatus Aaup, Apod. p. 21, fig. 10. Murna acuminata Gronow, Catal. ed. Gray, p. 21, Syn. excl. Se encuentra tambien en la Martinica y Barbada. Pisodontophis longus.— Num. 180. Ophisurus longus Poey, Repert. 1, p. 254; Syn. p. 425. El Dr. Giinther pone esta especie en la sinonimia de la ante- rior. En miejemplar del guttulatus, las manchas amarillas son muy grandes, desprendiéndose del fondo sin borde oscuro; en el Zongus, las manchas amarillas son pequenas, desprendiéndose del fondo mediante un cerco aceitunado claro. Ophichthys chrysops.— Safio.— Num. 604. Ophisurus chrysops Poey, Mem. 11, p. 321; Repert. 11, p. 255. Ophicthys chrysops Poey, Synopsis, p. 425. El Dr. Gtinther, Catal. vi, p. 60, cree que esta especie es la misma que el Ophisurus Gomesi de Castelnau. No lo creo asi, sin haber consultado 4 este autor, porque Kaup refiere que su color es verde con numerosos puntos negros; y porque Gitinther da 4 entender que la relacion de longitud entre el cuerpo y la cola es casi de 1: 2; mientras que yo tengo 1: 1}¥. La pectoral tiene un borde negro, dice Kaup: en miejemplar es toda negra, salvo la base que es mas clara. Ophichthys pauciporus.— Safio.— Num. 343. Ophichthys pauciporus Poey, Repert. 11, p. 255, tab. 3, f. 5; Sy- nopsis, p. 425. Ophichthys macrurus.—Sa/io.— Num. 136. Ophichthys macrurus Poey, Repert. 11, p. 256; Syn. p. 425. Kl Dr. Giinther me pone en la sinonimia del Ophisurus parilis (155) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 197 de Richardson, 6 Scytalopsis parilis de Kaup. Pero el Dr. Giin- ther dice que la longitud de la cabeza es la mitad de la distan- cia que hay entre la abertura branquial y el ano; mientras que en mi ejemplar es el tercio: el ojo del primero es mas pequenio. Kaup indica el cuerpo contenido tres veces en la cola; yo tengo uno y medio: sefiala la dorsal bordada de negro. Ophichthys brachyurus.— Safio.— Num. 257. Ophichthys brachyurus Poey, Synopsis, p. 426. Uranichthys havanensis.— Sa/fio.— Num. 231. Mureena havanensis Bloch, Syst. p. 491. Herpetoichthys sulcatus Xaup, Apod. p. 8, tab. 2, f. 5. Uranichthys havanensis Poey, Repert. 11, p. 257, tab. 2, f. 6; Sy- nopsis, p. 426. Uranichthys brachycephalus.— Safio.— Num. 266. Uranichthys brachycephalus Poey, Repert. 11, p. 257; Synopsis, p. 426. El Dr. Giinther cree que es la misma especie que la anterior. Puede ser que tenga razon: hay, sin embargo, la diferencia que sigue. En el Aavanensis, largo de 945 milimetros, la cabeza en- tra en la longitud del cuerpo tres veces y dos tercios; en el otro, largo de 603 milimetros, entra algo mas de cuatro veces. 67. Gymnothoracidi. Gymnothorax afer.— Morena verde.— Num. 398. Mureena infernalis Poey, Mem. u, p. 347, 354, 416. Gymnothorax infernalis Poey, Repert. 11, p. 258; Syn. p. 426. Mureena afra Ginther, Catal. vin, p. 123. Véase en el Dr. Giinther, la larga sinonimia que corresponde a esta especie. Se encuentra tambien en el Atlantico intertropical de Africa y América, en el Océano Indico y en Australia. Gymnothorax Erebus.— Morena verde.—Num. 641. Murzena Erebus Poey, Mem. u, p. 426. Gymnothorax Erebus Poey, Repert. 11, p, 258; Syn. p. 427, 198 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (156) Despues que el Dr. Giinther nos ha revelado las variaciones que experimentan los dientes en este género, segun la edad, debo creer que mi G. Hrebus corresponde 4 la especie anterior. En tanto que esto quede bien averiguado, sefialo aqui la diferen- cia comparando un G. infernalis de 1430 milimetros con un Hre- bus de 837. En el primero la meseta nasal presenta todos sus dientes grandes, 12 al rededor y 3 en la linea media; los vo- merinos estan en dos séries; los palatinos en una, y son cortos bien que robustos. En el segundo, la meseta nasal tiene al re- dedor pocos dientes grandes, alternando con muchos pequeiios; los vomerinos estén en una sola série; los palatinos presentan una série externa de dientes pequefios, y muchos grandes y agu- dos en série interna. El dibujo que adorna la piel consiste en lineas longitudinales negras, muy finas, poco perceptibles, aproximadas de manera a poder contar una docena de ellas en un espacio igual al que ocupa el ojo. Gymnothorax..... — Morena verde.—Num. 731. Se distingue de la especie anterior por el borde negro de las aletas, y por un caracter particular de los ojos: el iris es amari- llo de yema, no limitado por la piel anterior ni posteriormente, sino por un grande espacio azuloso de la cérnea. El interior de la boca es negro. Gymnothorax virescens, Poey.— Morena.—Num. 132. LAMINA IX, FIG. 1. Individuo descrito, 790 milimetros (cuerpo 367, cola 423. Rela- cion 1 : 1,15). La altura entra 13 veces y */, en la longitud total; la cabeza entra 3 veces en el tronco; la hendidura de la boca no alcanza completamente a la mitad de la cabeza. El ojo es peque- fio, entrando su diimetro 2 veces y ?/, en la longitud del hocico, de cuya extremidad esta algo mas apartado que de la comisura bucal. La abertura branquial es algo mayor que el ojo. La dorsal empieza en el occipucio: se alza mucho al principio; luégo baja y alcanza su mediana altura encima del ano, donde supera un poco la tercera parte de la altura del cuerpo debajo de ella; la altura anal es cuando mas la mitad de la dorsal. La mandibula inferior es atrasada. La meseta nasal lleva en su borde 8 a 10 (157) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 199 dientes largos y agudos; hay 3 notables en la linea del medio: los vomerinos son uniseriales. Color pardo-verdoso: tronco y cola cubiertos de punticos oscu- ros, aproximados, mas visibles al rededor de la abertura bran- quial. El hocico es morado: iris amarillo, realzado por un cerco oscuro formado por el parpado. Interior de la boca, morado arri- ba, negro abajo. Vientre un poco palido. Aleta dorsal jaspeada de pardo y amarilloso; aleta anal con un ribete amarillo. El ca- chete y la garganta llevan lineas longitudinales negras: otras lineas oblicuas y paralelas recorren las aletas verticales. El original fué enviado 4 Agassiz (Cambridge, Mass. ). Difiere del G. afer por lo punteado del cuerpo, el borde ama- rillo, de la aleta anal y los dientes uniseriales del vomer. Gymnothorax versipunctatus, Poey.— Morena.— Num. 363. LAMINA X. Individuo descrito, 1015 milimetros (cuerpo 476, cola 539. Re- lacion 1: 1,13). Altura contenida 14 veces y 7/, en la longitud total; cabeza 2 veces y algo ménos de '/, en la longitud del tronco. La hendidura de la boca entra 2 veces y */, en la ca- beza. El ojo, 2 1/, en el hocico, situado 4 igual distancia entre la extremidad del hocico y el angulo bucal. La abertura bran- quial es del tamajfio del ojo. La dorsal empieza en la region occi- pital, y va alzandose insensiblemente hasta alcanzar su mayor altura encima del ano, donde iguala los*/, de la altura del cuer- po debajo de ella: la anal es en altura la mitad de la dorsal. Mandibulas iguales. La meseta nasal tiene en el borde, de cada lado, 4 6 5 dientes agudos de mediano tamafio, y 3 en la linea media: los vomerinos son uniseriales. El color es tan dificil de expresar como de representar: resulta de innumerables manchas pardas redondeadas, entrando como 6 en un campo igual al de la pupila, separadas por intersticios vermiformes de un amarillo palido: la figura @ representa un trozo aumentado de dicho adorno medianamente ejecutado. El color es igual en todo el cuerpo y en las aletas, apagandose en el hocico. Las aletas van ennegreciéndose insensiblemente ha- cia sus bordes: la dorsal lleva lineas oblicuas paralelas; varias lineas negras recorren el cachete. Al rededor del iris hay un cerco azuloso, 200 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (158) La descripcion del Murenophis vicina de Castelnau, dada por el Dr. Giinther, parece convenir a esta especie; pero se distin~ gue por el borde blanco de las aletas. Gymnothorax flavoscriptus, Poey.—Morena.— Num. 368, LAMINA IX, FIG. 2. Individuo descrito, 622 milimetros (cuerpo 241, cola 380. Re- lacion 1 : 1,53). Altura contenida 11'/, en la longitud total. Ca- beza 2°/,, en la longitud del tronco. Boca 2 '/, en la cabeza. Ojo 4 21/, didmetros de la extremidad del hocico, mas aproximado a éste que al angulo de la boca. Abertura branquial del ta- majfio del ojo. La dorsal, occipital en su origen, se va alzando insensiblemente hasta presentar su mayor altura encima del ano, donde alcanza la altura del cuerpo debajo de ella: la anal es en altura el ’/, de la dorsal. Mandibula inferior atrasada. La meseta nasal presenta en la linea media una sola série de dien- tes agudos; los otros estan en el borde. El color es pardo-oscuro, rasgos amarillos por todo el cuerpo y las aletas: son lineares, angulosos, 4 veces punctiferos, me- dianamente aproximados, variando en dimension de 1 4 8 mili- metros; los mayores en la cabeza; véase fig. 2.° los del tronco. Gymnothorax..... — Morena pintada.— Num. 229. Gymnothorax rostratus (Agassiz) Poey, Synopsis, p. 427. He creido mucho tiempo que esta especie era el G. rostrvalus; pero hallo ahora que los individuos de Cuba difieren de los que describen los Sres. Agassiz, Richardson y Giinther en tener la cabeza mucho mas corta, 6 bien el tronco mucho mas largo. En la especie del Brasil, que dicen los autores encontrarse en Santa Helena, Antillas menores, Jamaica y Méjico, la cabeza entra en la parte anterior del cuerpo 3 veces 6 3,10; y en la de Cuba 3,63. Antes de darle un nombre especifico necesito procurarme una copia del Murenophis curvilineata de Castelnau. Gymnothorax polygonius.—Movena.—Num. 602. Gymnothorax polygonius Poey, in Ann. of the Lye. of N. H. of New-York, x1, p. 68, tab. 10. Gymnothorax umbrosus.— Morena. — Num. 403. (159) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 201 Gymnothorax umbrosus Poey, in Ann. of the Lic. of N. H. of New-York, x1, p. 67, tab. 9, f. 1, 2. Gymnothorax obscuratus. — Morvena.—Num. 736. Gymnothorax obscuratus Poey, in Ann. of the Lyc. of N. H. of New-York, rx, p. 320. Gymnothorax conspersus.— Morena.— Num. 326. Gymnothorax conspersus Poey, Repert. 11, p. 259; Syn. p. 427. Gymnothorax miliaris.— Morena.— Num. 729. Mureenophis punctata Castelnau, An. Am. Sud, Poiss. p. 82, tab. 42, f. 3 (docente Gthr.). Thyrsoidea miliaris Aaup, Apod. p. 90. Gymnothorax scriptus Poey, Repert. 1, p. 259; Syn. p. 427. El nombre de Castelnau habia sido aplicado con anterioridad a otra especie. Se encuentra tambien en la Martinica. Gymnothorax multiocellatus.— Morena.—Num. 1. Mureena multiocellata Poey, Mem. 11, p. 324. Gymnothorax multiocellata Poey, Repert. 11, p. 260; Syn. p. 427. El Dr. Giinther pone esta especie entre las dudosas. Puede, en efecto, por los colores confundirse con otras; pero éstas son del eénero Prionodontophis. Gymnothorax elaboratus.— Morena.— Num. 5d9. Mureena elaborata Poey, Mem. 11, p. 323 ( 1860). Gymnothorax elaborata Poey, Repert. 11, p. 262; Syn. p. 427. Gymnothorax..... — Morena.— Num. 630. — Difiere por el color uniforme, igual al que la especie anterior ostenta en medio del cuerpo. Prionodonthophis ocellatus.— Morena.—Num. 478. Gymnothorax ocellatus Agassiz, in Spix, Pisc. Bras. pag. 91, tab. 50>; Poey, Repert. 1, p. 262; Syn. p. 427. Ignoro si los sinédnimos de Jenyns, Castelnau y Kner, citados por el Dr. Giinther, pertenecen verdaderamente & esta especie 2 ANALES DE HISTORIA NATURAL. | (160) 6 4 la que sigue: el Neomurena nigromarginata de Girard no parece corresponderle. Se encuentra tambien en el Brasil. Prionodontophis..... — Morena. —Num. 720. Murena meleagris Quoy et Gaimard, Voy. Freyc. Zool. p. 245, tab. 52, f. 2 ec Shaw). Gymnothorax meleagris Poey, Repert. 11, p. 262; Syn. p. 428. Esta especie es distinta de la anterior, bien que proxima. An- tes que me aventure 4 darle nombre, deseo ver el Murenophis variegata de Castelnau. Echidna catenata.— J/orena.— Num. 232. Gymnothorax catenatus Bloch, Ichth. tab. 415. Echidna fuscomaculata Poey, Repert. 11, p. 263; Syn. p. 428. — flavofasciata Poey, Repert. 11, p. 264; Syn. p. 428. Mureena catenata Ginther, Catal. vin, p. 130. Véase la sinonimia del Dr. Giinther. Se encuentra tambien en Puerto-Cabello, Surinam, Barbada, Trinidad, Dominica y Santa Cruz. Pythonichthys sanguineus.— J/orena.—Num. 655. Pythonichthys sanguineus Poey, Repert. 11, p. 265, tab. 2, f. 7; Syn. p. 428. Channomurena vittata.— Morena.—Num. 230. Ichthyophis vittatus Richardson, Voy. Sulphur, Fish. p. 114, p: 535 £47, 9: Channomureena cubensis Poey, Repert. 1, p. 266; Syn. p. 428. Las diferencias indicadas en el Repertorio entre las dos espe- cies nombradas, pueden depender de una mala figura del autor inglés, tomada de una piel seca. Se encuentra tambien en la India oriental, 68. Triacanthidi. Hollardia Hollardi.— Num. 79. Hollardia Hollardi Poey, Mem, 11, p. 348; Syn. p. 433. (161) Poey. — ENUMERATIO PISC1UM CUBENSIUM. 208 69. Balistidi. Balistes vetula.— Cochino.— Num. 94. Balistes vetula Linné, Systema Nature, p. 406. — equestris Grono, ed. Gray, p. 31. — vetula Poey, Synopsis, p. 434. Se encuentra tambien en Santa Cruz, San Martin, San Kitts, Jamaica, Brasil, Cabo, Madagascar y Amboina. Balistes Sobaco.— Sobaco.— Num. 95. Balistes Sobaco Poey, Mem. 11, p. 324; Syn. p. 434. Hl Dr. Giinther, Catal. vi, p. 113, en la larga sinonimia del B. maculatus, confunde, 4 mientender, muchas especies de am- bas Indias: alli incluye mis dos especies sodaco y macrops, dis- tintas entre si y distintas tambien de las otras que ha citado. Desde luégo puedo decir que el autor reune las especies de re- gion caudal aspera 6 lisa, de aletas altas 6 bajas, de color uni- forme 6 manchado de blanco. En vista de esto, me parece que pudo sin mayor escandalo haber refundido en su sinonimia la que da, p. 217, del B. capriscus, que Cuvier sospechaba corres- ponder a la misma especie. Sea todo dicho con la desconfianza que inspira la autoridad tan sdlidamente acreditada del ictid- logo britanico. Refiriéndome tinicamente a las descripciones del Dr. Giinther, digo que mi B. Sobaco no es el maculatus, porque tiene el adulto, lo mismo que el jéven, un tubérculo espinoso en las escamas de la region caudal. No he reparado si tiene escamas mayores en la region axilar. Tampoco es el capriscus, que no tiene espinas en la cola. Si me refiero al 2. maculatus tipo, que es el de Bloch, tab. 151, hallo en éste el cuerpo cubierto de manchas grandes redondas blancas, la primera espina dorsal con espinitas por delante, y la cola sin tubérculos espinosos. Si me refiero al B. capriscus tipo, que es el de Gmelin, mejor dicho el de Gronovius, Zooph. n. 187, hallo que éste tiene el pri- mer radio dorsal antrorsum serrato; y, segun la cita que hace de Seba, sguamis undique aculeatis. Por otra parte, como Gro- novio nada dice de las escamas de la cola ni de la region axilar, 204 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (162) no sabemos si se ha de considerar su capriscus como igual al maculatus 6 & alguna de las especies cubanas. Los caractéres distintivos del B. Sobaco, en mi individuo de 380 milimetros, son: Primera espina dorsal robusta, la anchura en su mitad entra 6 veces en su longitud, la altura 8 veces en la longitud total, escabrosa por delante. El ojo pequefio conte- nido 23 veces en la longitud del pez. Las escamas finamente cranulosas, las de la region caudal llevando en su base un pe- queno tubérculo espinoso. Las aletas dorsal y anal no dejan de ser altas, pues entra su altura anterior 3 veces y ?/, en la longi- tud total; punta aguda, decreciendo rapidamente, de tal suerte que los radios del medio son el */, del % anterior, y los ulti- mos */,. El color es uniformemente pardo. No he tomado nota de las escamas axilares. Balistes macrops. — Sobaco. — Num. 228. Sobaco Parra, p. 17, tab. 10. Balistes macrops Poey, Mem. 11, p. 326; Syn. p. 434. Refiriéndome 4 la descripcion del Dr. Giinther, el B. macrops no es el maculatus, porque no tiene escamas mayores en la re- gion axilar; tampoco, por la misma razon, es el capriscus. Los caractéres distintivos del B. macrops, en un individuo de 400 milimetros, son: La anchura del primer radio dorsal, en su mitad entra 8 veces en su longitud; la altura 7 veces en la longitud total, escabrosa por delante. El ojo grande, contenido 19 veces en la longitud del pez. Las escamas finamente granu- losas por todo el cuerpo, sin asperidades en la region caudal; no tiene escamas mayores en la region axilar. Las aletas dorsal y anal muy altas, pues entra su altura anterior 3 veces y ‘/, en la longitud total; punta aguda, decreciendo rapidamente como en la especie que precede. Color uniformemente pardo. Siento no tener 4 la vista, del natural, un individuo del B. fu- liginosus de Dekay, para saber’a qué especie corresponde. Balistes teniopterus.—Num. 491. Balistes teeniopterus Poey, Mem. 1, p. 326; Syn. p. 435. Balistes nebulosus.— Num. 489. Balistes nebulosus Poey, Mem. 11, p. 328; Syn. p. 485. (163) Poey. — ENUMERA1IO PISCIUM CUBENSIUM. 205 Balisteser7 =1v: — Num. 342. Longitud 27 milimetros, todo anaranjado, con algunos rasg‘os pardos. Todo el cuerpo erizado de espinitas; frente muy ancha, pediculo caudal sin particularidad notable. La primera espina dorsal con doble série delantera de espinitas, y una lateral. Melichthys piceus. -- Galafate.— Num. 96. Balistes ringens Bloch, Ichth. tab. 152, f. 2 (nec L.). Le Sillonné Lacépéde, 11, p. 370, tab. 18, f. 1 (Mec Daubenton). Balistes piceus Poey, Proc. Ac. Nat. Sc. Philad. 1863, p. 180; Re- pert. 1, p. 170; Syn. p. 435. Balistes buniva Giinther, Catal. vit, p. 227 (nec Lacépéde). Todos los autores, extraviados por la lamina de Bloch (salvo Daubenton y el Dr. Giinther), han referido esta especie al B. ringens de Linneo; y como no es el B. buniva de Lacépéde, vale el nombre especifico impuesto por mi en la Academia de Cien- cias de Filadelfia. El B. Buniva, que en la edicion de Lacépéede por Desmarest. hallo en el tomo Iv, pags. 61, 69, tab. 32, f. 2, y que el Dr. Giin- ther cita obra primitiva, v, p. 669, tab. 21, f. 1, es un pez del Mediterraneo de que Lacépéde recibié una descripcion y un di- bujo de parte del Sr. Giorna, académico de Turin, por el con- ducto de su colega el Sr. Buniva. La descripcion con la cual Lacépéde nos lo da 4 conocer, se reduce & la férmula radial en que supone 2 ventrales de 7 radios cada una, no habiendo en este género por toda ventral mas que un apéndice dseo; y cuenta en la anal 14 radios en lugar de 30. Por lo demas, agrega que las dos mandibulas adelantan igualmente, lo que es comun a muchas especies; y que la caudal es rectilinea, lo que es falso, aun en los jovenes de 6 pulgadas, y no conforme con su misma lamina. Esta, por otro lado, carece de la linea azul celeste 4 lo largo de la base de las aletas medianas, la cual caracteriza tan distintamente la especie actual; ni tampoco tiene las séries lon- gitudinales de tubérculos espinosos 4 lo largo de la region cau- dal. Por ultimo, mi nimero 96 no deja de estar en Lacépéde, fi- gurado en la lamina citada en la sinonimia. Basta lo dicho para no aceptar en la determinacion de mi especie el Buniva de La- cépéde; que 4 mi entender debe mas bien referirse al Balistes maculatus y al capriscus, como Cuvier lo ha insinuado en el Rei- no animal, p. 372. 206 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (164) Se encuentra tambien en Jamaica, Santa Cruz, Santa Helena: tambien en el Océano Indico y en el Pacifico, segun los docto- res Bleeker y Giinther: bien que pudiera el J/. vingens de Blee- ker, Atl. Ichth. Balistes, v1, f. 2, no ser la misma especie, por la falta de armadura en la cola y por los colores de la caudal. Xanthichthys ringens.— Cocvyo.— Num. 97. Balistes ringens Zinné, Systema Nature, p. 407. Gronovius, Zooph. n. 190, 196. Le Sillonné Daubenton, Enc. meth. B. ringens. Balistes curassavicus Gmelin, p. 1472. — notatus Gronow, ed. Gray, p. 36. — nitidus Gronowm, |. c. junior. — lineo-punctatus Hollard, Ann. Mus. Series tv, vol. 1, Pp. 20. — cicatricosus Poey, Mem. p. 327; Proc. Acad. Sc. Philad. 1863, p. 181; Repert. 1, p. 171; Synopsis, p. 435. A la sagacidad del Dr. Giinther se debe el haber descubierto que el B. vingens de L., que los autores refieren a la especie an- terior, es el cvrassavicus dé Gmelin, 4 pesar del error cometido por Linneo, en conceder tres radios espinosos 4 la primera dor- sal en vez de dos; pero el caracter de lateribus capitis triplica- tis, unido alacita de Gronovio, Zooph. n. 195, es suficiente para conocer la especie: el Dr. Giinther agrega con razon al Zooph. el 05190. Queda alguna dudacon respecto al valor del nombre especi- fico que he dado a esta especie en mis Memorias. En tiempo de Cuvier y Valenciennes, bastaba la diferencia de patria para dis- tinguir dos especies. Hoy nos hemos echado en el extremo opuesto: las diferencias que se encuentran en ambas Indias pa- san por variedades. Hay en el cicatricosus de Cuba un caracter notable, y es el color de las aletas verticales; parece un término medio entre el B. ringens y el B. auromarginatus de Bennet, que es el calolepis de Hollard: hay una faja rojiza que recorre la base de la segunda dorsal y de la anal, el pediculo caudal y los bordes superior é inferior de la caudal. Ademas, el borde pos- terior de esta Ultima es Aampliamente rojizo; y el borde externo de las aletas medianas, amarillo. Monacanthus stratus. — Lija colorada.— Num. 629. (165) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. Pr Monacanthus stratus Poey, Mem. 11, p. 329; Repert. m1, p. 17]: Synopsis, p. 436. El Dr. Giinther, Catal. v1, p. 230, reune bajo el nombre de Monacanthus pardalis catorce nombres especificos de ambas Indias, inclusas mis seis primeras especies: unas con espinas caudales, otras sin elias; una de color uniforme, otras con man- chas redondas y lineas longitudinales: no puedo admitir que pertenezcan 4 una misma especie. Mi individuo es o, largo de 440 milimetros; tiene tres pares de espinas cortas, robustas, ganchosas 4 los lados del pediculo caudal; linea frontal oblicua sin concavidad; el angulo inferior de la hendidura branquial cae debajo del borde posterior de la pupiia; las mandibulas estan igualmente adelantadas. El colores pardo-naranjado, mas vivo en la cola. Entre las dos aletas dor- sales principia un espacio ancho, rojizo algo claro, bordado de azul, que baja hasta medio cuerpo. El pediculo caudal es tomen- toso, como en todos los machos de este género. Una mancha na- ranjada al pié del tronco braquial. -Monacanthus..... —Lija colorada.—Num. 161. Monacanthus, spec. dubia, Poey, Synopsis, p. 436, n. 346. Es o&. Longitud 434 milimetros. Cuatro garfios caudales. Frente poco concava. Mandibula inferior adelantada. El] angulo inferior de la hendidura branquial cae entre el ojo y el orificio posterior de la nariz. Color de canela: la mancha dorsal es pardo- oscura sin borde azul. Una mancha negra al pié del tronco bra- -quial. Aletas naranjadas, salvo la caudal, que es negra.—No le daré nombre hasta que conozca los dos sexos en esta especie y en la que sigue. -Monacanthus Parraianus.— Lija colorada.—Num. 565. Monacanthus Parraianus Poey, in Proc. Ac. Sc. Philad. 1863, p. 185; Repert. m1, p. 171; Synopsis, p. 437. Es Q. Longitud 390 milimetros. Cuatro garfios caudales. Fren- te muy concava. Mandibula inferior adelantada. El angulo in- ferior de la hendidura branquial cae debajo del borde posterior ocular. Color pardo uniforme. -Monacanthus macrocerus.—Lija colorada.—Num. 108. Monacanthus macrocerus Hol/ard, in Ann. Sc. Nat. Séries vi, p. 327, tab. 12, f. 1; Poey, Synopsis, p. 437. 508 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (166) Ks Q. Longitud 355 milimetros. Cuatro garfios caudales. Fren- te muy coéncava. Mandibula inferior adelantada. El angulo in- ferior de la hendidura branquial cae debajo de la parte poste- rior del ojo. Color pardo; manchas grandes redondeadas blan- cas por todo el cuerpo. Monacanthus irroratus.— Zija.— Num. 184. Monacanthus irroratus Poey, Mem. 11, p. 330; Syn. p. 437. Si dispuesto 4 seguir el ejemplo del Dr. Gtinther, hubiera con- fundido mis 4 primeras especies en una sola, no sucediera lo mismo con la presente y las dos que vienen a continuacion; las cuales he visto en gran numero, no pasando de 200 milimetros de largo: ninguna presenta a los lados de la cola el menor indi- cio de espinas gruesas encorvadas. Las dos mandibulas son iguales. Individuo ¢ de 200 milimetros. La espina dorsal es granulosa anteriormente, sin espinitas posteriores. Entra 4 veces y }s en la longitud total. Pardo con fajas negras , anchas, longitudina- les; tronco y cola cubiertos de manchas redondas pequenas ro- jizas mas claras que el fondo; lineas longitudinales en la cabe- za. Caudal parda, centro claro. Monacanthus punctatus.—Zija.—Num. 310. Monacanthus punctatus Poey, Synopsis, p. 437. Individuo ( de 175 milimetros. Muy préximo 4 la especie an- terior, de la cual difiere solamente por las manchas del cuerpo, mas intensas que el fondo. Espina dorsal con espinitas anteriores. Monacanthus oppositus. — Lija.— Num. 451. Monacanthus oppositus Poey, Mem. u, p. 331; Syn. p. 437. oO de 140 milimetros. Otro de 130. Ojo bastante adelantado con respecto 4 la espina dorsal, que es pequefia, entrando 7 veces y ¥ en la longitud total, y lleva 2 séries de espinitas posterio- res. Anal casi opuesta 4 la dorsal. Pardo con rasgos longitudi- nales mas oscuros. El ejemplar menor tiene en los cachetes y garganta punticos claros naranjados, que desaparecen facilmen- te. Véase el Stephanolepis setifer. Monacanthus occidentalis.— Zija.—Num. 499. Monacanthus occidentalis Giinther, Catal. vi, p. 237. (167) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 209 Monacanthus tomentosus Poey, Synopsis, p. 4388, nec L. Es mucho lo que se dilata en esta especie la expansion ven- tral. Los mayores que he visto son de 80 milimetros. Se encuentra tambien en Puerto-Cabello. Monacanthus..... —Lija.—Nums. 635, 634, 636, 48. Son demasiado jévenes para establecer con ellos distintas es- pecies: parecen todos diferentes entre si. Stephanolepis setifer.— Z7ja.—Num. 374. Monacanthus setifer Bennet, Proc. Comm. Zool. Soc. 1830, pa- gina 112 (docente Gthr.); Poey, Syn. p. 437. El M. setifer de Bennet, filamentosus Val., signifer Storer, llevan en la dorsal un filamento; mientras que el massachusse- ttensis de Storer y Dekay no llevan ninguno. Los Sres. Gtinther y Gill reunen estas dos especies, atribuyendo el Dr. Giinther el filamento al adulto, y Hollard al-macho. Ninguna de estas dos opiniones tiene aplicacion completa a mi seéifer ni 4 mi Mona- canthus oppositus, privado de filamento; porque mi sedzfer (138 milimetros ) es mas jéven que mi oppositus, y los dos son ma- chos. Si mi seézfer no fuese el mismo que el de los autores, sera menester dar otro nombre 4 los individuos de Cuba. El filamen- to parte del segundo radio; la anal no esta opuesta 4 la dorsal, falta mucho. Hasta que no se aclare bien la diferencia que existe entre esta especie y las que en los Estados-Unidos han recibido los nom- bres de.setifer y massachussettensis , conservo el nombre gené- rico dado por el profesor Gill, cuya opinion ha sido siempre para mi de gran peso. El verdadero setifer se encuentra tambien en Trinidad, Ja- maica, Madera, Cabo-Verde, Zanzibar, China y Japon. AG\ CA i>. Hl de la Habana se encuentra en la costa del Sud. kK “D8 Oe Alutera scripta.— Zija trompa.— Num. 106. fe Balistes scriptus Osdeck, Iter, p. 144 (docente Gthr.). - — levis Bloch, Ichth. tab. 415. Lija trompa Parra, p. 46, tab. 22, f. 1. a Alutera picturata Poey, in Proc. Ac. Sc. Philad. 1863, p. 183: . Synopsis, p. 438. El Dr. Giinther agrega ademas las especies nombradas por otros ornatus, parevd, proboscideus , venosus. ANALES DE HIST, NAT.— V. l4 210 . ANALES DE HISTORIA NATURAL. (168) El angulo pelviano, demasiado saliente en la figura de Parra, ha sido causa de que Hollard y Guichenot lo hayan tomado por un Monacanthus: el mismo Parra, al tratar de la Lija colorada, dice que el vientre de la Lija trompa no forma un angulo saliente. Los trabajos de los Sres. Bleeker, Richardson, Schlegel, Giin- ther y otros, nos van cada dia convenciendo de que la ley de Buffon sobre la distribucion de los animales en la tierra, sufre numerosas excepciones en los peces. Tal vez algunos miraran como variedades locales ciertas diferencias, que siendo constan- tes, tendran para otros valor especifico. El Balistes levis de Bloch, descrito por Hollard, tiene la dorsal y la anal disminu- yendo notablemente en su mitad posterior; la espina dorsal es cortisima: no asi en los individuos de Cuba ni en el Aluteres scriptus figurado por el Dr. Bleeker. Se encuentra tambien en Jamaica, Cabo-Verde, Zanzibar, Am- boina y Siam. Alutera monoceros.— Lija barbuda.— Num. 107. Balistes monoceros Osdeck, Iter, p. 110 (docente Gthr.); Linneé, Systema Nature, p. 404. Alutera Giintheriana Poey, in Proc. Ac. Nat. Sc. Philad. 1863, -p. 184; Synopsis, 438. Respetando la opinion del Dr. Giinther, me pongo en la sino- nimia del monoceros de Osbeck; pero es de notar que el indivi- duo de Cuba no conviene con el caracter linneano de dos séries - de espinitas posteriores en la espina dorsal; caracter paneeiy tambien en Bloch. El Dr. Giinther agrega los nombres especificos siguientes: Klenii, serraticornis, Berardi, cinereus, unicornu, macrocanthus, Amphacanthoides, obliteratus, linguatula, anginosus. Se encuentra tambien en otras partes tropicales del Atlantico americano, en Amboina, Pinang, China y Japon. Alutera punctata.— Z7ja.— Num. 718. Alutera punctata (Cuv. ms.) Agassiz, in Spix, Pisc. Bras. p. 137, tab. '72. Alutera, species dubia, Poey, Se alabia: p. 438. Se encuentra tambien en el Brasil. Alutera..... — Lija.— Num. 449. Ks demasiado jéven para darle nombre. (169) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 211 70. Tetrodontidi. Paradiodon hystrix.— #7izo.—Num. 105. Diodon hystrix Zinné, Systema Nature, p. 413. — Atinga Bloch, Ichth. tab. 125 (nec L.). — hystrix Bloch, Ichth. tab. 126. — Plumieri Lacépéde. . — brachiatus Bloch, Syst. p. 513 (ex Parra). — punctatus Cuvier, R. an. p. 367. Paradiodon hystrix Bleeker, Atl. Gymnod. p. 56, tab. 3, f. 2; Poey, Synopsis, p. 430. Espinas largas, movibles, dos raices; manchas en la cabeza y en todo el cuerpo, las laterales mayores. Cuerpo y aletas cubier- tos de manchas pardas, pequefias. Una faja oscura, ancha tras- versa debajo de la cabeza, obliterandose en la piel seca. Bonnaterre, creido equivocadamente que el Atinga de Marc- grave es el hystrix de L., ha trocado los nombres, atribuyendo el error al copista de L. ed. 12. Lo mismo ha hecho Gmelin; pero los Sres. Bleeker y Gtinther han conservado la significacion linneana. Se encuentra tambien en Jamaica, Cabo, Fernando Pd, Océano Indico, Mar Rojo, Molucas y Polinesia. Paradiodon.... . — #rizo.—Num. 212. Especie dudosa que no puedo referir al maculifer ni a mi nu- mero 311. Longitud 230 milimetros. Cuerpo con manchas negras pequefias y algunas grandes cerca de la pectoral y del lomo. Tal vez sea un joven del hystviz. Synopsis, p. 431. Paradiodon maculifer.— #77z0.—Num. 751. Diodon maculifer Kaup, Wiegm. Arch. 1855, p. 229 (doc. Gthr.). Admito esta especie por ser de Cuba, segun el testimonio del Dr. Giinther. No conozco en Cuba ningun Paradiodon de espi- nas notablemente anchas y comprimidas, como lo indica el doc- tor Giinther, que pone este pez en la division de los que tienen espinas movibles, provistas de dos raices. Se encuentra tambien en el Cabo de Buena-Esperanza. Paradiodon..... — G uandbana.— Num. 311. 212 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (170 Guanabana Parra, tab. 29, f. 3. Longitud 2 4 3 pulgadas. Forma orbicular, cola cortisima. Espinas del vientre mas robustas que las del dorso, cubiertas hasta la punta por una piel resistente. Color pardo-verdoso, vientre blanco, varias manchas grandes y negras, variables en tamafio y posicion: sin manchas en las aletas. No le doy nombre especifico, temiendo que sean jovenes. Chilomycterus reticulatus.— #7izo.— Num. 476. Willoughby, Hist. Pisc. p. 155, tab. J, 7. Artedi Genera, p. 159, n. 14; Syn. p. 86, n. 19. Diodon reticulatus Zinné, Systema Nature, ed. 10, p. 334 (fide Gthr.); ed. 12, p. 413, var. B. ? Diodon orbicularis Bloch, Ichth. tab. 127. El verdadero Atinga de Linneo es el Ostracion n. 14 de Ar- tedi, arriba indicado, no citado por el Dr. Giinther; ademas de la forma esférica, tiene las espinas bastante largas; y lo refiero al Diodon orbicularis de Bleeker, citado por el Dr. Ginther en el Chilomycterus orbdicularis juntamente con el de Bloch, que parece distinto por sus espinas cortas. Ignoro si lo restante de la sinonimia esta bien aplicado. En cuanto a su CAzl. reticula- tus, de Santa Elena y de Bermuda, acepto su sinonimia, sus- pendiendo mi juicio acerca de Kaup, que no conozco; pero la descripcion dadaen el Catalogo de los Peces del Museo Britanico no conviene con el individuo de Cuba, largo de 410 milimetros. Por no haber observado atentamente los apéndices nasales, queda para mi dudoso si la especie actual es un Diodon 6 un Chi- lomycterus: pudiera decir otro tanto de las especies que siguen, provistas igualmente de espinas triradicales y no movibles. Se encuentra tambien en San Martin, Nueva-Providencia y Tortugas. Chilomycterus..... — Hrizo.—Num. 737. Bs de la costa del Sud, pintado por un aficionado, largo de 110 milimetros, con las tres manchas negras (pectoral, lomo y base de la dorsal); varios puntos negros por todo el cuerpo y pediculo caudal. . Chilomycterus..... — #Hrizo.—Num. 504. Largo de 170 milimetros. No tiene manchas en el cuerpo ni en (171) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 213 las aletas. Una espina aislada en medio de la frente, una en cada angulo orbitario; mas atras cuatro en una linea transversa.— Como sacado aprisa de una piel seca, lo dejo sin nombre espe- cifico, Synopsis, especie dudosa, p. 430. Chilomycterus orbitosus.— Z7'izo.— Num. 109. Chilomycterus, species dubia, Poey, Synopsis, p. 429. Chilomycterus orbitosus Poey, in Ann. of the Lic. of N. Y. x1, p. 69. No le corresponde la descripcion del Holocanthus areolatus de Gronow, ed. Gray, p. 27, que el Dr. Giinther pone con el Ch. geometricus, que tampoco, si no me engano, le corresponde. Chilomycterus geometricus.— #7izo.—Num. 405. Guamaiacu-Atinga Margrave, Hist. Pisc. p. 168. Diodon geometricus Bloch, Syst. p. 513, tab. 96. — maculo-striatus Miichill, Trans. Litt. and Phil. Soc. New York, 1, p. 470, tab. 6, f. 3 (docente Gtlir.). — rivulatus Cuvier, Mem. Mus. 1v, p. 129, tab. 6 (fide Gthr.). — fuliginosus DeAay, Fauna of N. Y. p. 324, f. 181. Cyclichthys cornutus Kaup, Wiegm. Arch. 1855, p. 231 (fide Gthr.). Chilomycterus geometricus Poey, Synopsis, p. 430. Se encuentra tambien en los Estados-Unidos, Trinidad y Brasil. Tetrodon levigatus.— Z7amdor.— Num. 306. Tetrodon levigatus Linné, Systema Nature, p. 411. _ mathematicus Mitchill, Litt. et Phil. Trans. New- York, 1, p. 474, tab. 6, f. 6 (fide Gthr.). —: pachycephalus Ranzani, Nov. Comm. Ac. Sc. Bonon. Iv, 1840, p. 73, tab. 10,f. 2 (fide Gthr.). Holocanthus melanothos Gronow, Syst. ed. Gray, p. 24. Tetrodon levigatus Poey, Synopsis, p. 481. Lo tengo de 28 pulgadas francesas de largo. Me queda alguna duda acerca de su determinacion, por lo que leo en el Dr. Giin- ther, Catal. vii, p. 274. La linea lateral forma una sutura ele- vada que se extiende arriba y debajo del ojo; igual sutura trans- versal une sobre la nuca las lineas laterales opuestas; hay 4 cada lado otra en las sienes que une la linea del ojo con la de la nuca. No tiene vestigios de los pliegues laterales de la parte inferior de 214 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (172) la cola, los cuales da el Dr. Giinther como un caracter esencial. Se encuentra tambien en la Florida y Méjico. Tetrodon lineolatus.— 7amdor.—Num. 439. Tetrodon lineolatus Poey, Synopsis, p. 432. Tiene un caracter del 7’. Jagocephalus , de las Indias orienta- les; y es que la longitud de la cabeza es menor que su distancia 4 la dorsal. La caudal es escotada. El ojo grande es propio de un joven. Tiene de largo 285 milimetros, y se distingue del /@- vigatus adulto por las fajitas de la cabeza. PELLOOOM: 0 y's —Tambor.— Num. 544. Tiene cerca de un decimetro de largo; la forma y dimensiones son las del 7’. /evigatus ; pero si es el jéven de esta especie, se extraiia que tenga la caudal escotada con dos puntas bien mar- cadas. Hay manchas nebulosas por el lomo, aletas verdosas, puntas caudales blancas. Tetrodon testudineus.— Zambor.—Num. 295. Tetrodon testudineus Zinné, Systema Nature, p. 410. — geometricus Bloch, Syst. p. 508. — ammocryptus Gosse, Jam. p. 287. Holocanthus leionothos Gronow, Syst. ed. Gray, p. 24. Tetrodon punctatus Poey, Synopsis, p. 482. He nombrado esta especie sin conocer el 7. punctatus de Bloch, especie dudosa. Dos cosas leo en la descripcion del Dr. Giinther, que no estan de acuerdo con mis individuos: la primera es que el ojo esta mas cerca de la base de la pectoral que de la extremidad del hocico; la segunda es que delante de la dorsal tiene manchas concén- tricas. Sospecho que cuando grande, 250 milimetros, no se ve mas que puntos negros por todo el cuerpo, no lineas dividiendo un fondo oscuro; el cuerpo se vuelve mas prolongado. Se encuentra tambien en Jamaica, Dominica, Puerto-Cabello, Guayana y Brasil. Tetrodon turgidus.— Zambor.—Num. 169. Tetrodon turgidus Mitchill, in Trans. Litt. and Phil. Soc. of New-York, p. 473, tab. 6, f. 5 (docente Storer); Poey, Synopsis, p. 482. (173) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 215 Mi ejemplar de. 124 milimetros es pardo, vientre blanco, lomo con algunos rasgos oscuros. En la linea que pasa por debajo de la pectoral hay una docena de manchas negras, no redondas, sino prolongadas verticalmente. EH] ojo esta situado mucho mas cerca de la pectoral que de la extremidad del hocico. Se encuentra tambien en New-York y Tejas. Tetrodon Spenglieri.— Zamdor.— Num. 375. Tetrodon Spenglieri Bloch, Ichth. tab. 144. El Dr. Giinther pone en la sinonimia de esta especie al 7’. Plu- miert de Lacépéde y al marmoratus de Ranzani. No he visto el pez; pero lo cita el Dr. Giinther, procedente de Cuba, conservado en la coleccion de la Sociedad Zooldgica de Londres. Difiere principalmente de la especie anterior por los flecos 6 filamentos que lleva 4 los lados del cuerpo. Se encuentra tambien en las islas de Madera y Canarias, Cabo- Verde, Santa Cruz, San Martin, Tortugas y Nueva Providencia. Tetrodon. 0... — Tambor.—Num. 312. Longitud 76 milimetros. Pardo algo verdoso, vientre blanco. Los puntos longitudinales laterales son redondos. Carece de anal, probablemente por anomalia. Dos fajas verticales negras en la aleta caudal: una en la base, otra en la extremidad. Tetrodon caudacinctus.— Zaméor.— Num. 299. Prilonotus vel Anchisomus caudacinctus Richardson , Voy. He- rald, p. 162, tab. 30, f. 1, 3 (fide Gthr.). Tetrodon ornatus Poey, Synopsis, p. 433. Canthogaster caudicinctus Cope, Ichth. 1. Ant. p. 479. Se encuentra tambien en San Martin. 71. Orthagoriscidi. Orthagoriscus Mola.—-Pez-mola.—Num. 531. Tetrodon Mola Linné, Systema Nature, p. 412. Orthagoriscus mola Bloch, Syst. p. 510. Cephalus Mola Poey, Synopsis, p. 433. El profesor Gill, en su Catalogo de los Peces de los Estados- Unidos, nombra esta especie Mola rotunda Cuvier. 216 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ; (174) La sinonimia es demasiado larga para incluirla en este lugar: remito al Catalogo de los Peces del Museo Britanico por el doc- tor Giinther. Lo he visto de 7 piés de largo. En un individuo de 730 milime- tros, la piel es simplemente rugosa. Se encuentra tambien en los mares de Europa y en los Esta- dos-Unidos de América. 72. Ostracionida. Acanthostracion quadricorne.—7Zo70.— Num. 131. Willoughby, tab. J, 14. Ostracion quadricornis Linné, Systema Nature, p. 409. Ostracion, species dubia, Poey, Synopsis, p. 439. El verdadero tipo, dado por Linneo, es el de Willoughby arriba citado: los colores son dudosos, y pueden confundirse con los de mi numero 167; pero se da 4 conocer por la aleta caudal mucho mas larga que lacola. Hay alguna vez chapas caudales. Refiero a esta especie el O. guadricornis de Bloch y el macu- latus de Hollard. Longitud 220 milimetros. La altura entra 3 veces en la longi- tud total; y lo ancho de la base, que es convexa, 4 y 2tercios. La cola (tronco desnudo caudal) forma en longitud los */, de la cau- dal, que es subtrunca: ordinariamente no tiene chapas endure- cidas. El carapacho es finamente granulado: las fajas negras que lo recorren en diferentes direcciones, siguen una direccion independiente de los escudos hexagonales; las del cachete son longitudinales, no anastomosadas; la faja principal es inferior, empezando en el hocico y acabando en la espina de la base. El pedunculo caudal tiene puntos negros; caudal con manchas 6 sin ellas. Armadura preopercular corta. Vejiga natatoria muy escotada en su extremidad mas ancha, y sin brazos. Ks probable que se encuentre tambien en otras Antillas y en el Brasil. Acanthostracion..... —Toro.—Num. 143. Ostracion, spec. dubia, Poey, Synopsis, p. 440. Longitud 375 milimetros. Difiere del anterior por una base angosta y cOncava, entrando cerca de seis veces en la longitud (175) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 217 total. La caudal subrotunda no es tan larga. La vejiga en su ex- tremidad ensanchada recta, con un rudimento de prolongacion en cada angulo. La cola tiene una chapa superior y otra infe- rior, Caudal con puntos negros. Acanthostracion..... — Toro.—Num. 649. Ostracion, species dubia, Poey, Synopsis, p. 440. Longitud 470 milimetros. El sistema de coloracion es el mismo que en las dos especies anteriores; salvo que las fajas son de un color azul claro. Caudal escotada, sin manchas, mas larga que la cola, que tiene muchas chapas no simétricas. Vejiga ovoideo- conica. Acanthostracion polygonius, Poey.—7Zov0.—Num. 167. Toro Parra, tab..17, f..2. Ostracion quadricorne Poey, Sypnosis, p. 439 (nec Lin.). Esta especie pudo haber sido confundida mas de una vez con el Ac. quadricorne, del cual se distingue por caractéres constantes. Individuo descrito, 335 milimetros. La altura entra cerca de 3 veces en la longitud total; y lo ancho de la base, 4 y 3 cuartos. La cola es un poco mas corta que la caudal, que es trunca en su extremidad: no tiene chapas. El carapacho es de fondo amarilloso, adornado con fajas pardas: las del cachete son circulares; las del tronco estan inscritas en cada escudo poligo- nal, paralelas 4 los lados y enviando algunas prolongaciones hacia el centro. La gran faja inferior, que distingue el guadri- corne, no existe. Cola y caudal sin manchas. Acanthostracion..... — Toro.— Num. 394. Mucho se parece al polygonius: los cuernos son mas largos, la anchura del cuerpo mucho menor, la caudal mas corta que la cola. Vejiga sin escotadura ni brazos. Acanthostracion..... — Toro.— Num. 308. Longitud 50 milimetros. Demasiado jéven para darle nombre. Lactophrys trigonus.— Chapin.—Num. 69. Willoughby, tab. J, 16. Artedi, Gen. p. 56, n. 7; Syn. p. 85, n. 11. Ostracion trigonus Linné, Systema Nature, p. 408. <)> 6 Parra, tab. 17, f. 1, 3. Sree ff 218 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (176) Lactophrys, spec. dubia, Poey, Proced. Acad. of Sc. Philad. pa- gina 183; Synopsis, p. 441. El O. Yalei de Storer no expresa las manchas negras axilares, sin las cuales no se puede admitir que sea la misma especie. La cola es mucho mas larga que la aleta caudal. Alcanza 400 milimetros de longitud total. Con la edad, el cuerpo disminuye de altura, y el cuerpo se presenta muy prolongado; al paso que la caudal adquiere escotadura y dos puntos bien senalados. La vejiga natatoria tiene dos brazos largos longitudinales. El Dr. Giinther pone en la sinonimia el Lactophrys oviceps de Kaup, Wiegm. Arch. 1855, p. 218. Se encuentra tambien en Santa Cruz, Jamaica y San Martin. Lactophrys undulatus.— Chapin.— Num. 704. Lactophrys undulatus Poey, Synopsis, p. 441. Carece de manchas axilares, lo que lo aproxima del O. Yalei de Storer; pero este autor tampoco ha representado las ondula- ciones de las fajas, y tiene encima de la cola una chapa endure- cida, caracter propio del L. trigonus. Lactophrys bicaudalis.— Chapin.— Num. 18. Willoughby, tab. J, 17. Artedi, Gen. p. 57, n. 8; Syn. p. 85, n. 15. Ostracion bicaudalis Zinné, Systema Naturee, p. 408. Lactophrys bicaudalis Poey, Synopsis, p. 442. Se encuentra tambien en Belize, Jamaica, San Martin, isla de Ascension. Lactophrys..... — Chapin.—Num. 652. Demasiado joven para darle nombre. Ostracion triquetrum..... — Chapin. — Num. 305. Willoughby, tab. J, 18. Ostracion triqueter Linué, Systema Nature, p. 407. Ostracion triquetrum , Poey, Synopsis, p. 442. Caracter constante omitido por los autores, es el espacio late- ral central desprovisto de puntos blancos. Se encuentra tambien en Veracruz, Cayena, Brasil, Trinidad, Jamaica, Santa Cruz y San Martin. OFITA DE PANDO (SANTANDER), POR DON FRANCISCO QUIROGA Y RODRIGUEZ. (Sesion del 1.° de Marzo de 1876.) A la generosidad de mi amigo y companero D. Ignacio Boli- var debo un ejemplar de esta curiosa roca, cogido afios ha, con otros varios de la misma naturaleza, por nuestro consocio el Sr. Conde de Moriana. Recientemente en el tomo primero del Boletin de la Comision del Mapa geoldgico de Hspana, el ingeniero de Minas D. Mar- cial Olavarria, ha publicado un interesante articulo que titula: Datos geoldgico-mineros, recogidos en la provincia de Santan- der, en el que, entre otras cosas, describe la masa eruptiva de Pando, no dada 4 conocer por el Sr. Maestre, ni figurada en el mapa de Verneuil y Collomb, 4 causa, sin duda alguna, como oportunamente dice el autor de aquellos «Datos,» de lo muy separada que se halla de toda comunicacion, oculta en las mon- tafas que forman la parte Sur central de la provincia de San- tander, y considera la roca que la constituye como una diorita. En grupo mas importante esta incluido , 4 no dudarlo, el ma- terial que nos ocupa, pues exactamente le convienen los carac- téres, asi exteriores como micrograficos, que Zirkel asigna 4 las ofitas (1); rocas que tan magistralmente han sido estudiadas en la provincia de Cadiz, por nuestro consocio el Sr. D. José Mac- pherson (2). Los ejemplares que hemos podido examinar, pertenecientes (1) Beitrage zur geologischen Kenntniss der Pyrenaen, v. F. Zirkel—Zeitschr. d, Deutschen geologischen Gessellschaft. Jarbh., 1867. (2) Bosquejo geologico dela provincia de Cadiz. — Cadiz, 1872,— paginas 10] 4 129 inclusive. — Sobre las rocas eruptivas de la provincia de Cadiz, etc., por D. J. Macpherson. — An. de la Soc. Esp. de Hist. Nat., t. v. 220 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) alos sefores Bolivar y Calderon, que con su acostumbrada amabilidad los han puesto 4 nuestro servicio, y al que esto sus- cribe, son masas irregularmente esféricas, 6 mas bien poliédri- cas en algunos ejemplares,—formas gue se consideran privati- vas de las ofitas,—cuyo diametro se halla comprendido en- tre 0",04 y 0",08, cubiertas en mayor 6 menor cantidad, segun los ejemplares, de una capa de arcilla pardo-rojiza oscura, fuerte- mente magnéticas, sobre todo sino estan descompuestas, densas, tenaces, y que cuando se parten lo hacen en pequefios casquetes de esfera, siendo por lo tanto su fractura concdidea; la raya que en ellas produce una punta de acero, es blanca; las superficies recientes tienen un color verdoso, gris-oscuro sucio, uniforme, color que segun Zirkel poseen las ofitas muy ricas en feldes- pato, y por el contrario, pardo-rojizo cuando estan descom- puestas; su estructura esen general granuda, y sdlo en alguno que otro ejemplar se observan, en su fractura reciente, los si- guientes elementos: granos perfectamente cristalizados, de co- lor verde muy oscuro, casi negro, que colocados en ciertas po- siciones con respecto 4 la luz y al observador, brillan con bastante intensidad sus planos de exfoliacion, pertenecientes indudablemente 4 la hornblenda; algunos otros de un color verde claro, que al observarlos, y sobre todo con una lente, se los halla finamente estriados, y que son indudablemente de feldespato, tenido de verde por el mismo anfibol 6 la epidota, y ademas puntitos, no escasos en algunos ejemplares, de pirita amarilla, discernibles 4 simple vista, que 4 veces constituye venillas estrechas y de escasa longitud. No se distingue en los de Pando que he observado ninguno de los minerales, tales como el hierro oligisto micaceo, la desmina, la mica como producto de transformacion de la hornblenda, las zeolitas, etc., etc., que Zirkelcita como formando parte de algunas ofitas de los Pirineos. Las de Pando, que hemos sometido 4 la accion de los acidos, no han producido efervescencia alguna por muy descompuestas que estén, lo cual demuestra la ausencia de calcita que se halla & veces en las de los Pirineos; atacables en parte , aunque muy pequefia, por el CIH, 5H,0 hirviendo se encuentra en la disolu- cion, ademas de silice, alumina y mucho hierro, magnesia en bastante cantidad. ! Si en cértes delgados se las examina con el microscopio, se reconoce mejor su semejanza con las of{tas tanto de Cadiz como (3) . Quiroga. — OFITA DE PANDO. 221 de los Pirineos, especialmente con las del punto citado prime- ramente. En general todas ellas estan constituidas por: 1.° Prismas entrecruzados, estriados finamente, trasparentes 6émas 6 ménos opacos, adosados unos a otros, en muchos casos, segun lo verifican los de los feldespatos triclinicos, y que entre los nicoles cruzados se determina con mas claridad, especial- mente en los que son trasparentes, la compenetracion triclinica por pequefias fajas 6 bandas paralelas al eje del prisma dife- rentemente coloreadas, puesto que cada una de las laminas de estos cristales polisintéticos presenta un color diferente del de las préximas. Esta sustancia es por lo tanto un feldespato t- clinico. Si a estos caractéres dépticos unimosla perfecta insolubi- lidad de tales prismas en los acidos y agua régia 4un hirviendo, nos convencemos de que el feldespato, base de estas rocas, es es el Oligoclasa. Por excepcion son trasparentes en su totalidad algunos de los cristales de esta sustancia de las rocas de Pando, pues mas comunmente sucede que son opacos en toda su masa, viéndose algunos cuyo centro lo es completamente, y en los bordes, por el contrario, trasparentes y de perfecta limpieza, y aun @ veces bandas paralelas al eje perfectamente trasparentes, en el interior de prismas completamente opacos. Se observa por comparacion que este feldespato es mucho mas turbio, mas opaco que el de una gran parte de las ofitas de Cadiz y los Pi- rineos. Las sustancias que le dan opacidad son unas veces fibri- llas delicadas, de materias verdosas, que luégo describiré, que -han penetrado en el interior del cristal, generalmente por los planos de juntura de las laminas que lo forman sintéticamente; otras poros, 4 veces irresolubles 4un con grandes poderes, y enténces aparecen como pequenisimos puntos negros, pero que cuando son mdyores se ve que son verdaderas inclusiones de materias sdlidas, liquidas y aun gaseosas, & juzgar por su ani- llo de refraccion, formado al aproximar y alejar el objetivo, que contienen 4 veces puntos negros en su interior ya perfecta- mente fijos ya & veces algo movibles, y que seran de gases. A estas dos causas de opacidad de los cristales, ya aisladas, ya casi siempre reunidas, hay que afiadir las finas estrias peculia- res de estos feldespatos, que 4 veces se agrupan en tal numero que contribuyen no poco 4 privarles de su diafanidad. El esta- do de descomposicion mayor 6 menor de la roca puede tener in- fluencia en la opacidad del feldespato. No todo él se halla en 222 ANALES DE HISTORIA NATURAL. . (4) cristales bien determinables, sino que 4 veces se obServan masas feldespaticas mas 6 ménos turbias, en las que con la luz ordi- naria no se descubre apenas indicio de cristalizacion que la po- larizada, sin embargo, pone en relieve, si bien no aparecen los prismas tan caracterizados por sus fajas coloreadas como cuando se hallan libres. 2.° Una sustancia vitrea que rellena los huecos que dejan entre si los cristales de oligoclasa, y que por lo tanto su forma es completamente arbitraria, perfectamente trasparente é inco- loraen algunas ocasiones, mas 6 ménos turbia, estriada y de color amarillento, parduzco-claro en otras; resquebrajada en todos sentidos, de polarizacion cromatica tan brillante, que en algunos casos casi puede compararse 4 la del cuarzo, y perfecta insolubilidad en el acido clorhidrico y agua régia hirviendo, en los que permanece alin cuarenta y ocho horas, sin que en lo mas minimo se redondeen sus bordes libres angulosos, ni ad- quiera la menor opacidad. Si 4 estas propiedades unimos la del brillo argentino que presentan con la luz refieja las superfi- cies de esfoliacion, tenemos perfectamente caracterizado el mi- neral augitico-dialagico que Zirkel y Macpherson han encon- trado en las ofitas pirenaicas y gaditanas, y que abundan en aquellas en que dominando el feldespato no es muy frecuente la hornblenda, hecho que se realiza en las de Pando (1). Algu- nas porciones de este mineral tienen inmensa analogia con la dialaga, pues presentan las estrias finas, paralelas y longitu- dinales que ella. El paso del mineral trasparente al estriado se (1) Estudiando este mineral augitico-dialdgico he podido notar el brillante dicroismo que posée variante del rojo al verde, ambos muy intensos, cuando se observa con la luz tomada directamente del cielo despejado y el analizador; al paso que si, por el contrario, la luz que ilumina el espejo del microscopio procede de nubes 6 es artificial, tal fendmeno no se presenta. Igualmente le he visto y en las mismas circunstancias en el diopsido, peridoto, cuarzo,’piedra de las Amazonas, sanidino y algunos otros mi- nerales. La causa de tal hecho reside, para mi, en lo muy polarizada que naturalmente y en ciertas direcciones esté la luz azul que viene 4 hacer, iluminando en ese estado la preparacion , el papel de un prisma polarizador incompleto, que con el analizador colocado sobre el ocular constituye un aparato de polarizacion, si no perfecto, porque no se extingue en él completamente la luz, ni mucho ménos, lo suficiente para que se presente la polarizacion cromatica en aquellos cristales que la tienen fuerte. Esta ob- servacion , sobre hacer patente una vez mds la anormalidad de una parte de luz azul celeste, advierte que se ha de usar siempre para decidir del dicroismo de una sustan- cia el prisma polarizador, y esto es importante , porque de tal cardcter se usa con buen resultado y frecuentemente en microlitologia para distinguir unas especies de mine- rales de otras. ; (5) Quiroga. — OFITA DE PANDO. 223 ve, bajo el microscopio, como se ha realizado en una porcion de individuos que estando perfectamente limpios en un punto de su masa’, van apareciendo en otro pequeiias y finas estrias, muy claras al principio, que aumentando en longitud y nu- mero, y apretandose mas y mas, llegan 4 dar 4 esta porcion del individuo un aspecto enteramente dialagico; esta evolucion es insensible y extremadamente gradual. Suele contener incluidos pequeiios granulos de magnetita. Algunos individuos de los estriados se hallan intimamente unidos con otros verdes, que luégo describiremos; el paso del mineral dialagico al verde es tambien insensible, y he visto algun trocito de este ultimo, que siendo ya ademas dicrdéico, conserva todavia el estriado fino. Al lado de algunas particulas de augita-dialaga acompafadas de materias verdes, se observan manchas ferruginosas, perfec- tamente solubles en los acidos, originadas por la alteracion de alguno de los [productos posteriores de la evolucion del mi- neral que nos ocupa. 3.°. Escasas particulas irregulares’, de bordes rara vez deter- minados con claridad, sino por el contrario, confusos, por lo tanto no bien diferenciadas unas de otras; de color verde, pero con variedad de tintas que oscilan entre el verde-azulado y el amarillento claro 6 rojizo 4 veces; algunas presentan las veni- llas y trama caracteristica de la serpentina: otras una estruc- tura radiada muy fina, sdlo estriada en ocasiones, como recor- dando su origen; algunas de estas particulas se hallan cargadas de granitos muy menudos de hierro magnético; unas son dicrdi- cas, otras no. Esta variedad en sus caractéres nos demuestra que hay en las off{tas de Pando varios minerales de color verde, que podemos separar unos de otros por la accion de los acidos, puesto que: a) Los mas son solubles en el CIH, 5H,0 hirviendo, dejando despues de estar en su contacto veinticuatro horas unos copos gelatinosos, solubles en la NaHO, que son de si- lice, al paso que en la disolucion acida se encuentra la magnesia en abundancia; son los que carecen de di- croismo 6 es excesivamente débil; tienen color amarillo- verdoso, mas 6 ménos rojizo 4 veces, estructura algo serpentinica en algunas ocasiones, que se hace mas vi- sible entre los nicoles cruzados y no estan llenos ni ro- 224 ANALES DE HISTORIA NATURAL. deados de granitos de magnetita. En general se hallan en intima relacion con alguna de las sustancias tambien verdes que inmediatamente describiremos, y de la que Zirkel los considera derivados por epigénesis, 6 mas bien descomposicion. Esta sustancia es, pues, la mate- ria verde 6 viridita que se encuentra en las ofitas de las demas localidades. A veces aparece slo como manchas 6 impregnando los demas cuerpos, y es la sustancia que tiene formas ménos definidas. Algunos trozos pue- den pasar por verdadera serpentina. 6) Los otros son insolubles y se pueden estudiar mejor cuan- do la preparacion se ha sometido 4 la accion de los acidos que ha disuelto la materia verde que los im- pregna, y entonces se ve por su dicroismo y demas ca- ractéres que: ba’) Los mas son de horndlenda, verde azulada generalmente, con su caracteristico dicroismo, estructura & veces fi- broso-radiada, y otras solamente estriada. No he visto ningun individuo de esta sustancia con su forma pecu- liar, sino que en general tienen la del piroxeno, de donde se derivan, rellenando los espacios que dejan entre si los cristales de feldespato. Sus bordes son muy borrosos 4 consecuencia de la viridita que la acompafia, y en que generalmente se encuentra trasformada en las rocas de Pando, que son muy escasas en hornblenda, bien caracterizada y pura. Algunos trozos suelen estar cubiertos materialmente de magnetita. En estrecha union con el anfibol se halla el mineral que sigue: bb’) Los otros de epidota, de un color verde-claro, con su dicroismo tambien caracteristico, fibroso-radiada co- munmente; estructura que se hace sensible con mas brillantez entre los nicoles cruzados. Algunos indivi- duos de este mineral se hallan dentro de las masas fel- siticas que dije al hablar del feldespato, que wnica- mente la luz polarizada resolvia en imperfectos pris- mas; otros estan intimamente unidos 4 la hornblenda, de la que parecen proceder, no faltando puntos en que se ve con toda claridad el transito del mineral augitico- dialagico 4 la hornblenda, y de ésta 4 la epidota, por hallarse las tres sustancias intimamente unidas. (7) Quiroga. — OFITA DE PANDO. 225 4.° Granulos negros, perfectamente opacos, un tanto irre- cvulares en sumayoria, pero que en casi todos ellos se ve alguno de los 4ngulos del octaédro 6 del tetraédro, formas que en otros estan con mas claridad determinadas, especialmente la primera; en su gran parte solubles en el C1H, 5H,0; son pues de magne- tita. A pesar de haber estado las preparaciones en el acido 4 ve- ces por espacio de treinta 6 cuarenta horas, quedan algunos granillos , que por lo tanto seran mas bien de hierro titanado. Hay dos séries de tamafios en este mineral de las ofitas; uno, el de los granos gruesos, que pocas veces tienen una forma regu- lar y completa, se agrupan alguna formando masas de contornos irregulares que no se ajustan a tipo determinado préviamente; alguno he visto rodeado de pequefas laminillas de contorno hexagonal, de hermoso color rojo vivo por refraccion, que contrastaba con el negro y la opacidad del hierro magnético, con quien estaban intimamente asociados, y al que pasaban insensiblemente siendo perfectamente solubles tambien en el C1H, 5H,O, y por estos caractéres, hzer70 oligisto micaceo, pro- ducto indudablemente de la oxidacion completa del magnético adyacente; el otro grupo de tamanio lo forman pequefisimos gra- nitos diseminados con parquedad por toda la masa, excepto sobre los individuos de hornbienda, donde abundan en extremo, y que algunas veces se asocian dando pequefias barras 6 columni- tas de bordes dentellados; las agrupaciones de este drden que he observado, debian hallarse formadas por tetraédros, puesto que las dentelladuras estaban todas dirigidas en un sentido. Y por ultimo: 5.° En casi todas las preparaciones que he investigado de las ofitas de Pando, se observan, usando algun aumento, espacios pequenos llenos de un medio isdtropo, y que es, sin duda al- guna el vidio que el sefior Macpherson ha encontrado en las de Cadiz. En las que constituyen el objeto de la nota presente, esta sustancia escasea bastante, y sdlo se halla entre los prismas no bien delineados de las masas felsiticas, de que ligeramente hice mencion al describir el feldespato, rellenando tales huecos como residuo acaso del primer material, en donde posterior- mente se diferenciaron los minerales que habian de constituir la ofita. Vidrio perfecto, es decir, que extinga completamente la luz en todas las posiciones que se den a la preparacion, ha- ciéndola girar sobre la platina alrededor del eje del microsco- ANALES DE HIST, NAT.—V, 15 226 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) pio y estando los prismas de Nicol cruzados, hay poco, pues la mayor parte de la sustancia que aparece completamente isd- tropa, cuando se hace girar la preparacion alrededor del eje in- dicado , Wega en algunas posiciciones a percibirse en ella una débil luz azulada, de contornos desvanecidos en la oscuridad del medio contiguo, caracteristica del feldespato, que demuestra el comienzo 6 los albores de la diferenciacion de algun indivi- duo de este silicato, que fué detenido por causas de que no es fa- cil darse cuenta & primera vista, en este su proceso de génesis, verificandose un verdadero aborto del mineral. En estos vidrios y semividrios se puede seguir muy bien paso a paso el desar- rollo de los cristales de oligoclasa, porque se presentan ejem- plos de todas sus fases. Al observar esta sustancia con la luz polarizada, que es donde, como es natural, Unicamente se echan de ver estos curiosos fendmenos, se recuerdan sin que- rer, porque el aspecto es muy analogo, los de la misma indole que se ven en los felsitofidos cuando se para la atencion en el modo de originarse los individuos de ortoclasa. Los vidrios y semividrios de la ofita de Pando estan llenos de pequefios troci- tos, visibles sdlo con grandes poderes del piroxeno descrito en el num. 2, perfectamente hialinos y con su brillante polariza- cion cromatica; estos trocitos parecen desprenderse de algunas masas bacilares 6 fibrosas del mismo mineral, que se ven en el interior de las sustancias felsiticas que nos ocupan. Cuanto mas rico es el vidrio en individuos del feldespato, mas escasea el pi- roxeno en su interior, hallandose, por el contrario, en los bor- des y espacios que dejan entre si los prismas de oligoclasa, lo que demuestra que aqui se verifica tambien el mismo fend- meno que el Sr. Macpherson noto en las de Cadiz, de que el feldespato al individualizarse «arrolla hacia sus bordes los me- »nudos fragmentos de piroxeno, los que se aglomeran toman- »do toda clase de formas entre los nuevamente formados cris- »tales de feldespato.» Tal fendmeno, que se verifica 4 la vista del observador, y demuestra palmariamente la preexistencia del piroxeno con respecto al feldespato, viene 4 engrosar el nu- mero de los casos en que aparecen desarrollados en el seno de los magmas primitivos, y con anterioridad 4 ningun otro mi- neral, los pertenecientes al grupo piroxénico, como sucede en los basaltos con la augita y en los mismos felsitofidos, antes ci- tados, con la mica, que al fin y al cabo en muchas ocasiones no , (9) Quiroga. — OFITA DE PANDO. 27 es mas que una de las fases ultimas de jevolucion del piroxeno. La presion desarrollada durante el movimiento molecular que originé el feldespato, fué bastante, en mi sentir, para dar per- fecta trasparenciay homogeneidad al aglomerado de trocitos pi- roxénicos. Dentro de una de estas masas felsiticas he observado unas hebras ligeramente arqueadas, terminando en punta fina, que arrancan de la misma altura en las proximidades de una masa bacilar del piroxeno y siguen unas paralelas, otras cruzan- dose bajo angulos muy agudos, hasta alcanzar alguna de ellasla considerable longitud de 0"",01, aproximandose su grueso en el punto en que es mayor 4 0"",001; extinguen completamente la luz entre los nicoles, y nada puedo decir acerca de su na- turaleza, como tampoco respecto de la de unas delicadas agu- jas, ya aisladas, ya formando estrellas que tambien se suelen encontrar. Mas inclusiones y de mayor tamafio se observan en las sustancias que estamos describiendo que en el feldespato; las hay de gases sdlo, de liquidos y gases, y aun de sdlidos y gases, que no dejan de presentar por su color cierta analogia con las de traquilita, que encierran una burbuja gaseosa, que tan frecuentemente se ven en una porcion de materiales volca- nicos , especialmente, sobre todo, en la leucita de la Somma, por ejemplo. Estas cavidades nunca las he visto de gran ta- mafio , pues por excepcion he medido una, por cierto de liquido y gas, & juzgar por la movilidad de éste, que contaba 0"",009 de longitud, porque lo general es que sdélo lleguen 4 0"",002; su forma comunmente es la elipsoidal, y la mas curiosa que con respecto 4 esto he visto, fué la mayor cuya longitud di en uno de los anteriores préximos renglones, que tenia la de un tubo ensanchado por uno de sus extremos, y encorvados éstos en dos angulos obtusos, dirigidos en sentido contrario. Estas inclusio- nes no se hallan apelotonadas 6 en rosarios como las del cuarzo, topacio, etc., sino que estan esparcidas sin érden alguno. Esto es todo lo mas notable observado en los vidrios. Por la descripcion micromorfologica que antecede, se vé que los ejemplares de las ofitas de Pando hasta ahora examinados, pertenecen al grupo de las piroxénicas, y en consecuencia po- bres en hornblenda, que es precisamente el tipo del mayor nu- mero de las de la provincia de Cadiz. El transito, pues, de estos materiales 4 la diorita no esta tan marcado como en una gran parte de las de los Pirineos sucede. 228 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) De todos los ejemplares que de Pando he observado, los que tiene mi compafiero y buen amigo el Sr. Calderon son los que estan mas alterados, hasta el punto de que en la fractura presentan el aspecto y color de algunos hierros pardos; y si bien no poséen todavia el apegamiento a la lengua, dejan per- cibir con toda claridad el olor 4 tierra mojada, tan caracteris- tico de las sustancias arcillosas cuando se las humedece con el aliento. Observada con el microscopio en secciones delgadas, desaparece la primera idea que acerca de la alteracion del fel-. despato pudiera tenerse, al notar que permanece con todos sus caractéres, y que tinicamente las particulas mas grandes de aquellas que en el numero 3 referimos 4 productos de descom- posicion de la hornblenda se hallan muy rojas, dan muy poco paso a la luz, siendo algunas completamente opacas y estando, en una palabra, convertidas la mayor parte en una arcilla muy roja, muy cargada de dxido férrico. Este es el tinico elemento mineralégico de la roca que se vé alterado; los demas se hallan con los mismos caractéres que en los ejemplares mejor conser- vados. Tal descomposicion choca tanto mas, cuanto que lo ge- neral en toda roca feldespatica es que la alteracion comience por el feldespato y sdélo en casos muy avanzados llega 4 los otros minerales: ademas, esto es lo que siempre ha observado Zirkel en las ofitas de los Pirineos. Asi como hemos visto que el estudio de la roca en si misma nos ha llevado a considerarla como una ofita, veremos que a idéntica conclusion nos lleva la observacion de su modo de pre- sentarse en la superficie del terreno y los caractéres de éste. Es el cueto de Pando, segun el Sr. Olavarria, un cer7ito conico —forma caracteristica de las erupciones ofiticas—de base ova- lada, que se eleva hasta 549 metros sobre el nivel del mar, y en cuyo vértice se halla constituido por masas angulosas de ofita, al paso que en la base lo esta por cantos redondeados 6 polié- dricos, que probablemente deben haberse desprendido de lo alto en virtud del proceso de descomposicion tan caracteristico de estos materiales. La roca que los constituye es conocida en el pais con el nombre de Femiza 6 Herriza, aludiendo indudable- mente al color que toma cuando se altera. La erupcion que nos ocupa parece ser de mucha importancia y extension, pues segun el mismo Sr. Olavarria ya citado y de quien tomamos estos datos, se extiende «por el NO. hasta el (11) Quiroga. — oriTA DE PANDO. 229 »mismo pié de la fabrica de Portolin, y por el extremo opuesto »alcanza hasta muy cerca del campo Leon, esto es, en una »longitud total de 2.500 metros proximamente de NO. 4 SE., y »con un ancho medio de 1.800 metros. » Fundado en la opinion del Sr. Maestre y en su misma obser- vacion, Califica el Sr. Olavarria de trias el terreno a través del que hizo su aparicion la masa de Pando, y dice que en su con- tacto se hallan «las areniscas micdceas y pizarrosas del trias »(que llaman en el pais cayuela), de color de higado por lo ge- »neral, aunque tambien las hay de otros colores.» Y mas ade- lante sigue: «En la parte S. del cueto es donde se presentan las » areniscas inclinadas, pero nunca hemos observado inclinacion »superior 4 30°, siendo el buzamiento al SE.; es decir, que en »este sitio puede admitirse que la posicion de las areniscas fué »alterada por la erupcion dioritica. » Este ultimo cambio, y el color, presencia de la mica y estruc- tura pizarrosa de los materiales que le han sufrido, demuestra bien a las claras que fueron metamorfizados, adquiriendo carac- téres especiales, por la aparicion de las offtas: materiales que, por otra parte, esta en litigio que pertenezcan al piso inferior del terreno triasico, despues de los fésiles y observaciones recogidas porel Sr. Linares (1).—Por lo demas, los caractéres de estos materiales son los mismos que tan exactamente ha descrito el Sr. Macpherson en su Memoria geoldgica de la provincia de Cadiz, y que asimismo convienen a una gran parte de los ter- renos que hasta ahora se han clasificado como trias, sin tener, es probable, muy en cuenta las idénticas epigénesis que la apa- ricion de las ofitas y de las demas sustancias que con ella se dan en intima relacion, acaso de dependencia, produjeran en depositos que, si bien pertenecientes a distintas épocas geo- logicas, no se diferencian mucho en cuanto 4 su naturaleza quimica, condicion indispensable para que sometidos 4 las mismas influencias dieran resultados en perfecto acuerdo entre si. La importancia del apuntamiento ofitico de Pando es grande, porque sefiala acaso el limite extremo de esa série de fené- menos eruptivos que terminando por ahora en Pando, hacen su aparicion indudablemente en algunos otros puntos de los ter- (1) Véase Anales de la Soc. Esp. de Hist. Nat., t. v.— Actas. Sesion del 9 de Febrero de 1876, pdginas 23 4 28. 230 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) renos meso y cenozoicos de la provincia de Santander; se en- cuentran luégo en la de Alava en Salinillas y otras localidades, asi como tambien en lade Burgos y Logrofio, segun ha demos- trado nuestro consocio y buen amigo D. Salvador Calderon (1), erupciones 4 las que muy acertadamente atribuye dicho sefior la presencia de la sal y yeso y dolomizacion de la caliza en aquella zona; aparecen ademas, segun todas las probabilidades, en algunos otros puntos de las provincias Vascas, encontran- dose luégo a todo lo largo y de uno y otro lado de la cordillera Pirenaica, en cuyas faldas francesas han sido estudiados desde fines del pasado siglo y principios del actual por el Abate Pa- lassou, Charpentier, Leymerie, y muy especialmente y de una manera clasica, como todo lo que sale de la pluma de tan emi- nente profesor, por F. Zirkel en su trabajo geoldgico acerca de los Pirineos, citado al pié de una de las primeras paginas de esta nota, en el que da 4 conocer la presencia de las ofitas en los valles de Gistain y Cinca de la provincia de Huesca, y observa- ciones y aun dibujos referentes 4 diversas rocas de la misma, cuya descripcion geoldgica ha sido ultimamente tan bien es- crita por nuestro consocio el distinguido ingeniero Sr. D. Lucas Mallada, y en la que describe una porcion de apariciones de al- gunas rocas, tales como las del Lachar de Aguas Tuertas y Pico de la Anayet en el trias, asi como de algunas dioritas tambien en el mismo terreno, que por sus caractéres, sustancias que las acompafan—sal comun, yeso, dolomias cavernosas —y proceso de epigénesis que han determinado en los materiales adyacen- tes, deben probablemente, dado tambien el precedente qrie res- pecto a la naturaleza de las que, idénticas 4 éstas, asoman del otro lado del Pirineo, ser consideradas sin gran temor de equivo- carse como ofitas. En Gerri, faldas del Montsec y otros diversos puntos de la provincia de Lérida han sido indicadas muy recien- temente por el Sr. Vidal en su interesante reseha geoldgica de esta provincia (2), asi como anteriormente lo habian sido en el valle de Gistan por el Sr. Maestre (3). No se concreta la aparicion de estas rocas a las estribaciones de las cordilleras Cantabrica y (1) Hstudios geologicos de Espana. — Parte 1.4 Resefia geologica de la provincia de. Alava, paginas 21 y 25. (2) Bol. dela C. del M. geol.de Esp., 11, cuaderno 3.° (3) Maestre. Descrip. geol. y min. del distrito de Cat. y Ar.—An. de Minas, t. 6 (13) Quiroga. — OFITA DE PANDO. 231 Pirenaica, sino que corriéndose por las provincias de Levante, la vemos con todos sus caractéres en San Felipe de Jativa (Valencia) (1), Orihuela (Alicante) (2) y en otros muchos puntos indudablemente, pues al grupo ofitico deberan referirse una gran parte acaso de las erupciones dioriticas que se han des- crito como aflorando en el trias; y por ultimo, llegan 4 las del Sur de la Peninsula, donde, especialmente en la de Cadiz, apa- recen con toda claridad acompafiadas de minerales con ellas sincronicos, y tales como la sal comun, yeso, aragonito, jacintos ‘de Compostela, azufre, etc., etc., y dé los muy notables efectos de metamorfismo, que con ellas han coincidido, ejercido sobre los elementos estratigraficos de diversos terrenos de los periodos ceno y mesozdicos, a todos los que, a pesar de su distinto origen, imprimieron la misma facies, los mismos caractéres. Por la breve é incompleta enumeracion de las localidades donde hasta ahora se han hallado las ofitas, se demuestra que deSempefnaron un importante papel en el desenvolvimiento de algunos terrenos de los mas curiosos de nuestra Peninsula. Para terminar esta ya pesada nota, trascribiremos un parrafo de la citada «Resefia geoldgica de la provincia de Alava» del Sr. Calderon, que dice asi: « Prueba el examen de esta region (se refiere al terreno mio- (1) A la amabilidad del distinguido naturalista y profesor D. Ed. Bosed, debo un ejemplar de esta curiosa roca, que pertenece mas bien al tipo de las ofitas pire- ndicas por abundar en hornblenda, muy caracterizada por cierto, pues algunos indi- viduos tienen hasta su forma prismatoidea peculiar; el piroxeno de esta roca es en ge- neral mas trasparente, ménos dialagico, y sus formas mas regulares é independientes de las de los espacios inter-feldespaticos, por estar no formando masas de aglomeracion, sino individuos aislados; la epidota escasea mucho; el feldespato en general es bas- tante mas trasparente , sobre todo los grandes individuos que suelen serio en totalidad. (2) De tal punto procede un ejemplar que se halla en el Museo de Ciencias Natu- rales sin clasificacion alguna, y que al estudiarlo he visto que es una ofita de los ail- timos términos de la série, es decir, de aquellos en que el piroxeno se ha trasformado completamente en hornblenda irregularmente contorneada y abundante y muy bien caracterizada epidota, cuyos individuos llegan 4 hacerse visibles en ia roca 4 simple vista; su micro-estructura tiene mucha analogia con la de las diabasas; el feldespato esta confusa é irregularmente diferenciado, y la magnetita falta. De entre Murcia y Orihuela procede otra roca que existe tambien en el mismo establecimiento, que es una ofita eminentemente anfibdlico-epidotifera, que careciendo completamente de piroxeno tiene algunas particulas de cuarzo diseminadas por la masa, y el feldespato es muy turbio por las numerosas inclusiones de granillos de epidota que contiene. A estas sus- tancias acompanan algunas pequenas y escasas particulas de vidrio. E) transito de la hornblenda a la epidota es tan insensible en muchos de los individuos de esta roca, que es dificil decir donde concluye la hornblenda y comienza la epidota. 232 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) ~ ceno, en el que se halla enclavada la eruptivo-ofitica de Sali- nilla) cuan prudente ha de ser el expedicionario para la clasi- ficacion de los terrenos en tanto que no halle restos fdsiles determinables, pues aquise encuentra todo el aparato de un ter- reno triasico con arcillas saliferas que llevan yeso, con una dolomia comparable al muschelkalk y, debajo de ella, una are- nisca 6 conglomerado que, con un poco de imaginacion, podria confundirse en varios sitios con el Bunter-Sanstein. » LA STERRA DE LA JUMA (PROVINCIA DE MALAGA), POR HON. LOSE AREWAL On V- BAA (Sesion del 3 de Noviembre de 1875.) _— En la sesion celebrada el dia 28 de Agosto ultimo por la So- ciedad malaguefia de Ciencias fisicas y naturales, a la que me honro pertenecer, di cuenta de una excursion que llevé 4 cabo en el mismo mes por varios puntos de la provincia de Malaga; y como quiera que uno de los mas interesantes es la Sierra llamada de la Juma, de la cual, aunque incompetente, he tenido la fortuna de ser el primer explorador, por lo ménos en la parte que especialmente recibe aquel nombre, y teniendo en cuenta que algunos detalles y noticias, 4 mi modo de ver de utilidad, no pudieron tener cabida en la breve resena a que me refiero, me he atrevido a darlos 4 conocer, abusando de vuestra aten- cion, aunque confiando, al mismo tiempo, en vuestra benevo- lencia. Al intentar la descripcion de esta localidad, procuraré, con la claridad posible, ocuparme, en primer término, de la natu- raleza del terreno, y en segundo de sus producciones , compren- diendo en aquélla snus caractéres mineralogicos, estratigraficos y paleontolégicos, y en las ultimas, algunas noticias acerca de su fauna y flora y condiciones agricolas. El rio Guadalhorce, que tanto cerca de su desembocadura en el mar, como en las fértiles llanuras de Cartama y La Pizarra, no encuentra obstaculo alguno en su marcha, extendiendo por 234 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) ellas ampliamente su lecho, va estrechandose progresivamente desde que nos remontamos por el hermoso valle de Abdalagis, sobre todo hacia el norte de la villa de Alora, viéndose obligado a caminar trabajosamente por entre rocas abruptas y 4 precipi- tarse por angostas cortaduras en el sitio conocido por los Tajos del Gaitan, que pueden considerarse como los gigantescos contrafuertes de la alta Sierra de la Juma, la cual se eleva imponente sobre ellos en la margen izquierda del rio, quedando éste encajado entre ellos y las altas cumbres del lado opuesto. Examinando con alguna detencion la naturaleza y disposi- cion de las rocas que constituyen dichos fajos, y comparandolas con las de la sierra, se ve claramente su intima relacion. La roca dominante es una caliza compacta gris 6 rosada, la cual aparece como eje de levantamiento, tanto en estas alturas, como en otras de la comarca, habiendo trastornado el terreno de un modo notable, con la que alternan, aunque en muy corta proporcion, como se observa en varias escarpas de la sierra, algunas capas de una arenisca pizarrosa parda, poco coherente, y que disgregandose por la accion de los agentes naturales, da origen & desprendimientos continuos de fragmentos mas 6 ménos voluminosos de las capas calizas que sobre ella descan- san, y 4 una tierra vegetal que se deposita en las hendiduras y depresiones del terreno; siendo digno de notarse las profundas estrias y el pulimento causados por los materiales arrastrados en épocas lluviosas, en las capas calizas situadas en los parajes donde afluyen las aguas. Asimismo ocupando los puntos mas bajos 6 las profundas erietas del suelo, y cerca de una gran falla perpendicular a la direccion de la sierra, vense calizas y arcillas margosas blancas y grises, algunas de aquellas con nddulos de pedernal, calizas pisoliticas amarillentas en lechos trastornados, y ultimamente una caliza sacaroidea de color blanco sucio formando un con- glomerado de dimas, debida tal vez 4 la accion ignea que deter- miné el levantamiento. La disposicion de estas rocas es sumamente notable, contras- tando la fuerte inclinacion de las capas que forman los Gaita- nes, que en algunos puntos salen fuera de la vertical, con la escasa (20° al N. O.) de las que ocupan la parte superior de la sierra, donde dan origen 4 una extensa y admirable meseta que corre 4 todo lo largo de aquélla en la direccion E. O., y mas aun (3) Arévalo. — LA SIERRA DE LA JUMA. con la de las que componen las montafias situadas en la margen derecha del rio llamadas mesas de Villa verde, que es proxima- mente horizontal. La direccion é inclinacion de las rocas en union de la compo- sicion mineralégica, produce escarpas altisimas y asperos der- rumbaderos escalonados, que imprimen 4 la comarca un aspecto salvaje 6 imponente, pero que en su mismo trastorno da una idea bastante clara de la manera con que debieron ejercer su influjo las causas que le motivaron, siendo una consecuencia necesaria de ellas la disposicion que adoptaron los materiales. Aunque es dificil sefialar con exactitud la roca eruptiva que determiné el devantamiento, parece probable que fuese la ser- pentina, si se tiene en cuenta la época geolégica 4 que perte- necen las formaciones, la circunstancia de hallarse dicha roca en varios puntos no muy distantes, y los datos que he podido adquirir. Los fdsiles que pude recoger son los siguientes, no permi- tiendo el estado en que se encontraban determinar con exac- titud algunas especies: Ammonites aquilles. Ammonites perarmatus. Aptychus ? Nautilus. Lima. Teniendo en cuenta los caractéres mineralédgicos y estrati- graficos indicados, asi como los datos suministrados por los restos organicos, pueden considerarse, en mi concepto, las formaciones de esta sierra y sus derivaciones como jurasicas, debiendo esperarse, para marcar exactamente el piso 6 pisos a que pertenezcan, que nuevos datos aclaren este asunto, 4 la verdad uno de los mas complicados de la geologia. La localidad que nos ocupa puede decirse que constituye en la provincia de Malaga la region clasica de las grandes rapaces y otras-aves de alto vuelo, y vida solitaria; y tengo la satisfac- cion de haber podido reunir en las diferentes épocas que la he visitado, datos, 4 mi modo de ver, curiosos y de algun interés para la provincia. | Las cavernas inaccesibles que presentan las altas escarpas de los Gaitanes y demas derivaciones de la sierra de la Juma, 236 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) ofrecen habitaciones adecuadas 4 numerosas especies, las cua- les constituyen una de las principales bellezas de aquella agreste comarca, y eS sensible que sean objeto de una perse- cucion tan encarnizada por parte de aquellos pobres labradores. Sin contar las especies domésticas y algunas otras mas co- munes que no faltan en casi ninguna region, se encuentran las siguientes: RAPACKS. Vultur fulvus (Briss.), vulgarmente Buztre. Hs sedentaria, aunque se ven pocas parejas. Segun los datos que he adquirido, confirmadosrecientemente por mi ilustradc amigo D. Juan Paulino Garcia Marquez, ve- cino de la villa de Alora, muchos individuos de esta especie trasladan anualmente su residencia en el verano 4 una laguna sulfurosa situada 4 una legua de dicha villa, en la sierra de Aguas, hecho notable que puede explicarse teniendo en cuenta la alimentacion especial y costumbres de estas aves. Vultur cinereus (Gmelin). Hsta especie, que no se habia observado en la localidad, pude reconocerla perfectamente en mi ultima excursion viendo una pareja sobre las mesas de Villaverde. Neophron percnopterus (Savig.). Llamado en la sierra Quebrantahuesos chico y Grajillo blanco, es bastante abundante en primavera, y anidaen las cavernas. Gypaetus barbatus (Temm.), Quebrantahuesos grande. Se ven casi siempre dos 6 tres parejas, y anidan todos los anos. En el Jardin zoologico de Londres se conserva vivo un indi- viduo procedente de esta localidad, donde fué cazado en 1871 en union de otro, ambos jovenes, con su madre, la cual se pre- paré con destino al Gabinete del Instituto de Malaga. Es digno de mencion el hecho referido por los cazadores y labradores del pais (muchos de los cuales me merecen entero crédito), de haber desaparecido por algunos dias el macho, des- pues de haber perdido 4 la hembra y a sus hijos, volviendo con otra hembra mas jéven, siendo posible que fuese 4 buscarla a Sierra-Nevada, donde es mas abundante la especie Aquila fulva (Savig.), Aguila real. Ks bastante comun y anida. Aquila fasciata (Vieill.), Aguila perdicera. (5) Arévalo. — LA SIFRRA DE LA JUMA. 237 Ks sedentaria, viéndose comunmente dos parejas, aunque en invierno bajan a los sitios pantanosos. Circaetus gallicus (Vieill.), Medion. Ks tambien propia de esta sierra, donde la confunden con la especie anterior. PAJAROS. Pyrrhocorax graculus (Temm.), Graja. Ks sedentaria y muy abundante. Anida en las grietas de las escarpas orientales y septentrionales de los Gaitanes. Pyrrhocorax alpinus (Vieill.), Graja y Grajiila. Se halia en los mismos parajes que la anterior, aunque en menor abundancia. Sturnus unicolor (de la Marm.). Ks sedentaria. ne Passer petronia (Degland), Gor77on monies. Ks tambien sedentaria. Cocothraustes vulgaris (Vieill.), Cascanueces. Cria todos los afios en la sierra. Cannabina linota (G. R. Gray), Camacho. Es bastante abundante y sedentaria. Emberiza cia (L.), Ivilero y Hscribano. Es sedentaria en regular abundancia. Ruticilla tithys (Brehm), Colivojo y Cagarope. Sedentaria y bastante abundante. Petrocincla cyanea (Key. y Blas.), Solitario. Anida en los sitios mas escarpados. Saxicola stapazina (Temm.), Ruzblanco. Se presenta en regular abundancia y cria en los ¢ajos. Saxicola cachinnans (Temm.), Culidblanco. Como la anterior. Saxicola aurita(Temm.), Ruzblanco. Ménos abundante que las especies anteriores, pero tambien anida. Accentor alpinus (Bechst.), Serrano. Es abundante, pero no cria en la sierra. Troglodites parvulus (Koch), Raila. Es sedentaria, y anida entre las plantas bajas que crecen en las hendiduras de las rocas. Hirundo urbica (L.), Vencejo. 298 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) Es abundante y cria en la ancha concavidad de los tajos del Gaitan, llamada nicho,de San Cristébal, donde se pueden ob- servar centenares de nidos. Esta especie tampoco estaba consi- derada como de la localidad. Hirundo riparia (L.). Es escasa, pero suelen verse algunos individuos. Hirundo rupestris (Scopoli), Vencejillo y Pajarito del agua. Es sedentaria y abundante. Cypselus alpinus (Temm.), Avion real. Tambien se halla en la localidad y cria. PALOMAS. Columba livia (Briss.), Paloma zurita. Es muy abundante, y anida en la falla situada entre los tu- neles 6.° y 7.° de la via férrea. GALLINAS. Perdix rubra (Briss.). Se encuentra en la sierra en regular abundancia. La composicion mineralogica del terreno y la accion violenta de los agentes naturales, impiden necesariamente el desarrollo de las plantas; y si 4 esto se afiade la disposicion escalonada 6 escarpada de la sierra, erizada de grandes fragmentos angu- losos 6 de otros mas pequefios de forma analoga, acumulados principalmente en las angostas depresiones del suelo, donde constituyen inmensos cascajares, no sera extrafio que la vege- tacion espontanea se vea reducida 4 palmitos, cardos, aulagas, tomillos, salvias, algunas preciosas cariofileas y otras especies de pequenia talla, que aprovechando los escasos detritus depo- sitados en las hendiduras de las rocas, resisten las fuertes ven- tiscas y las lluvias torrenciales que- se producen en aquellas alturas. Unicamente en el angosto valle llamado de Flandes, limitado superiormente por las vertientes de la sierra é inferiormente por las crestas de los Gaitanes, que afectan en aquel punto la forma de altisimas murallas, hallan los productos de la des- composicion de los materiales del suelo, condiciones favorables para constituir una tierra vegetal de regular profundidad que conserva la humedad conveniente y se dedica por lo general al (7) Arévalo.— LA SIERRA DE LA JUMA. 239 cultivo de cereales, destinandose al pastoreo los parajes in- cultos, donde las vacas y cabras manifiestan, en toda su pureza, los caractéres mas sobresalientes de las razas propias de lasaltas montanas. Por los escasos € incoherentes datos que anteceden, puede colegirse la importancia de la comarca y el campo extenso que ofrece a la observacion; asi es que, aun teniendo que luchar con mis débiles fuerzas, me sera muy satisfactorio poder am- pliarlos en otras ocasiones, disipando al mismo tiempo las muchas dudas que hoy se me presentan, 6 deshacer los errores que indudablemente habré padecido. pig u ail Hh Lalas win eanaisa ae a ae gare ah =e Rr as de ae. :§ Aathse 4 19 hanya. ait DH : Hite Biot ‘ wa . wT Dalia roe, OM fie be 1g % ATER ras aes Peace 7 Reg Ft - 4 Mine et WEA Airis ehh ey he Lige “p rokadernaay, £ 1 ace ASD af " ou hy sian ase ‘ ‘G , ‘ Ent Ome Vent FE. DHT. § out nia menos a ieee ie cae a sahta } fae ° c : oe ” oe * : em a a « - = I bolt ba oa * - ee i a o = re rs £< a ' - a > “a ¥ = i, &+> ; 4 % a, 7 - “¥ & “a - a cf a “* ee - . act uJ aA 7. y . ‘ ae kit > 7 . » ? «#7 tr; _ “a ' * - ’ ¥ c t S he ‘. ~ - = ‘ tin — ‘ _ - E , . 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Ofreci este catalogo 4 la Sociedad de Amigos del Pais de Santa Cruz de Tenerife, y lo aceptd gustosa; pero el encargado de la publicacion lo tuvo casi todo el aio de 1873 sin que llegara a publicarse, pretextando que tenia nombres muy dificiles y de distintos idiomas y que la letra no era completamente clara. Despues siguid olvidado, sin que pensara en publicarlo, hasta que las indicaciones de un amigo me hicieron variar de opinion. Situada la isla de Tenerife en el centro del Archipiélago Ca- nario, tiene a la vista frente a la costa del S. la Gran Canaria, frente a la costa N. la de la Palma, y al O. la de la Gomera; y sin embargo de la proximidad de estas islas, hay varias espe- cies de aves que no pueden vivir indistintamente en todas ellas. La graja, por ejemplo, vive en la isla de la Palma, y no se ha podido conseguir aclimatarla en Tenerife. La Perdix petrosa Lath. es propia de Tenerife, y no se encuentra 6 es muy rara segun los distintos pareceres de los naturales del pais: no encontrandose en la Gran Canaria, en la que esta representado ANALES DE HIST NAT.—VY. 16 212 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) el género por la Perdix rubra L. La Alauda brachydactila Leisler, es sedentaria en la Gran Canaria y de paso en Tenerife. Aun cuando las aves sedentarias no sean en gran numero, hay algunas especies que tienen pocos individuos, y éstos muy desconfiados, de modo que rara vez se dejan acercar 4 tiro. Las aves de paso, por el escaso numero en que se presentan algunas, por ser muy corta la estancia en otras, como sucede en algunas de las que habitan los lagos, de los que no queda mas que el nombre de una ciudad, no encuentran faciles medios de subsis- tencia, ni seguridad; teniendo las mas necesidad de ausentarse en cuanto calman los temporales del S., que acompaiiados de lluvias torrenciales las arrojan a esta isla. Para formar el catalog de las avesde Tenerife hemos recorrido esta isla 4 lo largo de las costas S. y N. @ distintas alturas, atravesando por varios puntos la altisima cumbre que corre a lo largo de la isla, y en la que es casi nula la vegetacion, mucho antes de la linea divisoria, hasta llegar al Teide que forma el pico mas elevado de la isla. No hemos podido utilizar mas que el propio trabajo, pues que en el Gabinete del Instituto de Segunda Ensefanza, no habia ni siquiera un ejemplar de aves, ni tampoco hemos tenido oca- sion de ver las indicaciones referentes & Tenerife, hechas por los autores que se han ocupado de las Islas Canarias. (1) ORDEN Rapaces. ENERO Milvus G. Cuv. M. regalis Briss. MILANO, COLA DE ABADEJO; V. y C. AGUILA. Anida en los grandes arboles y alguna vez en las rocas. (1) Pongo en primer lugar ei nombre castellano, pero cuando el islefio difiere va subrayado. Tambien se indica cuando el nombre valenciano es de Ja capital 6 de la provincia. ‘V. Valenciano. V.* Valencia. ABREVIATURAG. oceieoe el en amelie ee ++, Catalan. (Fr. Francés. + Util. (3) Mompo. — CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 243 Pone de tres 4 cuatro huevos de un gris rosaceo, con mguchas rojizas. Muy comun y sedentario. Genero Astur Lacép. A. palumbarius Beschst. ex L. Atcon; V. y C. Farcé; Fr. AUTOUR ORDINAIRE. Anida en los grandes arboles. Pone cuatro huevos gris-azula- dos y sin manchas. Hs bastante comun. -++ GuNnERO Falco L. F. tinnunculus L. CrRNicaLo; V. y C. ESPARVER. Anida en los agujeros de las rocas, en las iglesias, en los edificios abandonados y alguna vez en los arboles. Pone cuatro 6 cinco huevos de cojior amarillento con manchas moreno-rojizas. El dano que produce cogiendo pollos se neutraliza por las sabandijas que destruye. Hs muy comun y sedentario. ThNERO Aquila Briss. A. nevia Briss. AGuititia; V. y C. AcuILA; Fr. AIGLE TACHETE. Anida en los agujeros de las rocas mas escarpadas. Pone dos huevos manchados de puntos rojizos. Es perjudicial por la vola- teria que arrebata en el campo. Bastante comun. GENERO Neophron Savigny. N. percnopterus L. GurrrE, AuimocuE; V. y C. AGUILA; Fr. NEOPHRON PERCNOPTERE. Anida en las rocas inaccesibles y forma su nido con pequenos palitos cubiertos con yerbas. Pone uno, dos y rara vez tres hue- vos dsperos, amarillentos, cubiertos de manchas largas y moreno-rojizas. Es comun, encontrandose con mas frecuencia en los paises montafiosos. -+ 244 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) GENERO Otus G. Cuv. 0. brachyotus Boie. Corusa; BUHO DE OREJAS CoRTAS; V. Mu- SOLMAN, CapGros; Fr. Hinov BRACHYOTE. Anida sobre cualquier prominencia, en los agujeros de las rocas 6 en el nido de los alcénes. Pone cuatro huevos blancos. Es muy util y muy comun, encontrandosele durante el dia en las palmeras. GENERO Strix L. S.flammea L. Lecnuza; V. y C. Oniva; Fr. EFFRAYE COM- MUNE. Anida en las bovedas de las iglesias y en los agujeros de las rocas. Pone de tres a cinco huevos de color blanco puro; es considerada como ave de mal agiiero; sin embargo, es una de las aves mas utiles, por limpiar el campo de ratones y otros roe- dores perjudiciales 4 la agricultura. ++ S. otus L. MocuurEto; V. y C. Musot. Anida en los troncos. de los arboles y en los agujeros de las rocas. Pone dos huevos blancos. Colocado el mochuelo en una caha ensanchada en sn extremidad y situando unas varas recu- biertas de liga, que salgan por encima de la copa de los arbo- les, se cogen los pajaritos que acuden 4 molestarle con sus gri- tos, y aun con sus picadas, como los alcaudones. -+}- ORDEN Pajaros. GENERO Gorvus L. C. corax L. Currvo; V. y C. Corp; Fr. CoRBEAU ORDINAIRE. Es muy perjudicial, destroza las mazorcas del millo, come los huevos de las gallinas y perdices, y el trigo de siembra cuando no lo cubren inmediatamente. Los pobres campesinos tienen que distraer los brazos que les hacen falta para el cultivo, des- tinando algun muchacho para que esté todos los dias de centi- nela con el objeto de ahuyentar los cuervos y disminuir de ese * ° ’ (5) Mompo.—CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 245 modo los grandes danos que les causan. Debia ponerse 4 precio su cabeza, pues con una pequena cantidad que se abonase por cada uno disminuirian mucho. Es muy comun en toda laisla, y en particular en el Sur y en las cazadas que forman la base del Teide, donde el ganado cabrio se encuentra semi-salvaje, puesto que pasan dos y tres dias sin que los pastores lo reunan para ordefiarlo y tienen oca- sion los cuervos de comerse los Jazfos (cabritos recien nacidos). Se encuentran todo el aio, si bien en otofio es cuando se ven mayores bandos. Anida en las rocas mas escarpadas y en los grandes arboles. Pone de tres a4 seis huevos oblongos, de un verde sticio con manchas pequefas de color moreno. GENERO Coracias L. C. garrula L. GALGuULO, CARLANCO 6 CARRANCO. Es ave de paso bastante rara. Durante la primavera se la ve alguna vez en los bosques que hay en el hermoso valle de la Orotava. Anida en los agujeros de los arboles, de las rocas y en los que hace él mismo, como algunas golondrinas, en los e@randes cortes de terrenos arenosos. Los huevos que coloca en dichos sitios son globulosos y muy lustrosos. + ; GENERO Lanius L. L. meridionalis Temm. ALCAIRON, (ALCIDRAN REAL; V. Bo- cui; Fr. PrE-GRIECHE MERIDIONALE. Anida en los arboles, formando el nido de palitos en el exte- rior y pelos y plumas en el interior. Pone cinco 6 seis huevos de color gris sucio con numerosas manchitas morenas. Se en- cuentra todo el afio, y prefiere los terrenos aridos de la costa. Muy util por el gran numero de insectos que destruye. Hl nom- bre valenciano significa verdugo, y se le da por la costumbre que tiene de clavar los insectos en las espinas de algunos arbustos. GENERO Oriolus L. 0. galbula L. Oroprnpoxa; V. PapaFicos; C. OrioL; Fr. Lo- RIOT JAUNE. . 246 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) Anida en los chopos y otros grandes arboles; construye artis- ticamente sus nidos en forma de copa, y los suspende del en- cuentro de pequenas ramas. Pone cuatro 6 cinco huevos de color blanco puro con puntos moreno-negruzcos. Es ave de paso y se la ha visto en la isla en Febrero. Es poco comun. =- GENERO Turdus L. T. merula L. Mrrvo; V. ESMERLA; C. MERLA; Fr. MERLENOIRE. Anida en los arbustos 6 en el suelo: su nido construido con mucho arte esta formado de raices y musgo, teniendo la forma de una escudilla honda. Pone de cuatro a seis huevos verdosos 6 azulados con manchas rojizas U olivaceas. Muy comun, seden- tario y util por los insectos y moluscos que destruye. T. musicus L. Zorzau; V. Tort Gavacu; C. Tort; Fr. MERLE GRIVE. Anida en los arboles, construyendo artisticamente su nido con yerba, musgo y tierra. Pone de cuatro 4 seis huevos azulado- verdosos, con la parte mas gruesa llena de puntos moreno- verduzcos. Es tan util como la anterior. En verano vive en los bosques, y en invierno baja a los terrenos cultivados. En la Peninsula Espaiiola verifica grandes emigraciones de Norte a Sur en otofio, y viceversa en primavera. No es tan comun como el anterior. GENERO Motacilla L. M. alba L. CavupArrREMULA, Pastorcita, LAVANDERA, AGUZA- NIEVES, ANDALUZ, PEpita; V. Curra, Piuta; C. Pasroreta. Fr. HOCHEQUEUE GRISE. Anida en las inmediaciones de las aguas, en las rocas y entre las raices descubiertas de los arboles de ribera. Pone cuatro 6 cinco huevos de color gris punteados de moreno-rojizo. Es ave de paso en invierno. Poco comun y util. M. sulfurea Bechst. Prrpa, AGUZA-NIEVES AMARILLA; V. CUETA, Piuta; ©. Pastorrra ; Fr. HOCHEQUEUE BOARULE. Anida como la anterior 4 orillas de los riachuelos, en donde (7) Mompo. — CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 247 se la encuentra en parejas durante el invierno, lo mismo que en la época de la cria, 4 diferencia de la especie anterior, que se reune en gran numero durante la estacion mas fria en los cam- pos recien arados, donde busca su alimento. Pone cuatro 6 cinco huevos de un blanco sucio 6 rosaceo, con muchas man- chas y estrias amarillentas y rosaceas. Muy comun durante todo el ano. -- GENERO Rubecula Brehm. R. familiaris Blyth. Prrtt-royo; V. y C. Reyer; Fr. Rouce- GORGE FAMILIER. Anida en las yerbas y entre las raices descubiertas. Pone de cuatro 4 siete huevos blanco-amarillentos, punteados de rojo. Se encuentra en verano en los bosques, descendiendo algo en invierno, sin separarse mucho de ellos. Tiene el canto agra- dable , y sin embargo, no acostumbran tenerlo enjaulado. +- GENERO Sylvia Wolff et Meyer. S. atricapilla Scop. ex L. CaprrorE, PINZOLETA; V. CHENA DEL CAP NEGRE; Fr. FAUVETTE A TETE NOIRE. Anida en los arbustos, construyendo su nido con mucho arte. Pone de cuatro & seis huevos, de color gris, rojizo 6 amari- llento, con puntos y manchas morenas. Util y agradable por su melodioso canto. Comun todo el ano. Representa en Tenerife al ruisenor. ++ GENERO Hypolais Brehm. H. polyglotta Gerbe ex Vieill. V. HUITET. Construye su nido hecho con arte en las vinas y en otros pe- quefios arbustos. Pone de cuatro 4 seis huevos rosado-viola- ceos, con grandes y pequefios puntos negruzcos. Muy util, pues se acerca 4 nuestras habitaciones acechando a los lepi- dopteros que han de depositar los huevecillos, que originan la polilla que destruye nuestros vestidos. Es sedentaria y muy comun. ++ 248 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) GrnERO Anthus Bechst. A. pratensis Bechst. ex L. ALFALFERO; V. Tivir y Tiret; C. Tr- tiv; Fr. Pier DE pris. El nombre valenciano, catalan y francés, esta tomado del canto que produce al emprender el vuelo. El primer nombre valenciano se usa en el valle de Albaida; el se- gundo en los alrededores de Valencia. Anida en el suelo. Pone de cinco a seis huevecillos gris-ver- dosos, con pequefos puntos 6 estrias negruzcas. Es bastante comun en invierno. Se encuentra en las tierras bajas, prefi- riendo los prados naturales y artificiales. +- GENERO Hirundo L. H. rustica L. GoLonpRINA; V.* ORONETA, OLLERIA, ORAN- DELLA; C. AURINETA; Fr. HIRONDELLE RUSTIQUE. Forma su nido con barro, que mezcla con saliva y lo coloca en los techos de las casas. Pone de cuatro 4 seis huevos blanco- rosados y punteados de rojo 4 violeta. Muy util, y de paso en primavera y otono. (ENERO Ghelidon Boie. C. urbicaL. GOLONDRINA DE CIUDAD; V. Horonet; C. RoQuE- ROL; Fr. CHELIDON DE FENETRE. Construye el nido como la anterior, y lo coloca en las cor- nisas de los grandes edificios, depositando en él cuatro 6 seis huevos blancos 6 con manchas poco aparentes. Muy util, pues se alimenta sdlo de insectos como la anterior. De paso en pri- mavera y otofo. Mas rara que la anterior. GENERO Gypselus Iilig. C. apus L. ANDORINA, VENCEJO; V. FAusiA; C. FALsiLa; Fr. MARTINET NOIR. Anida en las hendiduras de las rocas, en los agujeros de las 9) Mompo. — CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 249 casas. Pone tres 6 cuatro huevos oblongos y blancos sin manchas. Muy util; la he visto en Enero, y en Febrero se en- cuentran ya muchas en las costas. Emigra al finalizar el ve~ rano. Muy comun. -~- GENERO Alauda L. A. arvensisL. ALonpra; V. TeRREROLA; C. ALoSA; Fr. ALOUET- TE DES CHAMPS. Anida en el suelo. Pone de cuatro acinco huevos de color gris, punteados de moreno. Ave de paso en invierno, y poco comun. ++ A. brachydactila Leisler. CALANDRIA, ALONDRA PEQUENA; V." TERREROLI. Fuente la Higuera, CALANDRIGUETA ; C. CALAN- DR10; Fr. ALOUETTE CALANDRELLE. Anida en el suelo. Pone de cuatro aseis huevos grises y con manchas poco aparentes. En la Gran Canaria se encuentra todo el ano, y aprecian mucho su canto. En Tenerife se la ve desde el mes de Enero hasta fin de verano. Vive en los campos cultivados. Es bastante comun. ++ A. pispoletta Pall. Caminero; Fr. ALOUETTE PISPOLETTE. Anida en el suelo. Pone de cuatro a seis huevos de un blanco sucio, con pequenas manchas y puntos cenicientos en gran numero. Vive todo el afio en esta isla. Muy comun, y aun en el invierno se las encuentra en parejas. Prefiere los terrenos aridos. -+ GbiNERO Parus L. P. ceruleus L. Paro; Fr. MESANGE BLEUE. Anida en lo interior del tronco de los arboles y en los agujeros de las paredes. Pone ocho 4 diez huevos cortos, blancos, con puntos y manchas de color moreno. Muy comun todo el afio: en invierno entra en los pueblos. ++ GENERO Miliaria Brehm. — M. europea Swains. TricurRo. En Valencia le llaman Escia- 250 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) ripor. En el valle de Albaida y otros puntos CroIsIpELL; C. Crol- SIDE; Fr. PROYER D’ EUROPE. Forma su nido en el suelo y en los ribazos, y coloca en él de cuatro 4 seis huevos de un gris ceniciento, rojizo 6 violaceo. Muy comun durante todo el afio, reuniéndose en verano en bandadas innumerables. Es dafino, pues causa destrozos eri los campos en que se adelanta mas la maduracion del trigo. GENERO Fringilla L. F. petronia L. Pronres, PAJAROS RISQUEROS; V. TEULAT DE SERRA; C. PARDAL ROQUE; Fr. MOINEAU SOULCIE. Los nombres castellanos expresan el canto y habitacion. El valenciano y catalan indican el parecido que tiene con el gor- rion, y su estacion. En Tenerife representa al gorrion, y ocupa como éste los pueblos, ermitas y casas de campo, a diferencia de la Peninsula, donde sdlo se le ve en las sierras y en los gran- des cortes de los rios. Pone cinco 6 seis huevos blanquizcos con manchas largas de color moreno. Es dafioso por la misma causa que el anterior. Es muy comun y sedentario. F. spodiogena Bp. PINTILLON; Fr. PINSON SPODIOGENE. Anida en los bosques en que vive, y rara vez se le ve en las tierras bajas. Es especie propia de estas islas y del Norte de Africa, la cual no he visto en la Peninsula. Representa al pin- zon. Es bastante comun en las inmediaciones de los bosques y sedentario. + F. carduelis L. PAsaro pinto, GILGUERO; V. CAGARNERA; C. CARDEROLA; Fr. CHARDONNERET ELEGANT. Anida en los arboles , construyendo con mucho arte su nido. Muy comun y sedentario. +- F. linaria L. MILLERO LINACERO, PARDILLO; V. PEISERELL; C. PASARELL. Anida en los arbustos. Pone de cuatro a cinco huevos blanco- azulados con pequemas manchas de color amarillo-rojizo. Es muy comun y sedentario. + (11) Momp6. -— CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 251 F. chloris L. VERDERON; V. y C. VERDEROL; Fr. VERDIER ORDINAIRE. Anida en los pinares, y pone cuatro 6 cinco huevos blanco- amarillentos con pequenos puntos morenos. Ave de paso y muy rara, pues solo la he visto una vez durante cuatro anos, en cuya ocasion maté dos individuos. E] mes de Enero de 1873 me sor- prendié agradablemente el encuentro de esta especie, descono- cida hasta de los mismos del pais. ++ F.spinus L. Lugano; V.yC. Gavacuer; V. LLEviret; Fr. Ta- RIN ORDINAIRE. Anida como el anterior en los pinares, y pone igual numero de huevos blanco-grisaceos con manchitas rojizas. Es ave de paso muy rara, y el unico individuo que he visto, cogido en Enero de 1873, presentaba los caractéres de macho joven. -}- F. canaria L. CaNaRIO DE MONTE; V. y C. CANARI. Anida en los arboles, y pone de cuatro 4 cinco huevos mancha- dos. Es muy comun y apreciado por su canto. Ha dado origen al canario doméstico, del que se diferencia por su color, que es verdoso en el cuerpo y amarillo en el pecho y parte anterior de la cabeza. La hembra presenta los colores mas apagados. Tam- bien se diferencia algo en el canto. Es ave propia de estas islas, y prefiere el Norte y los puntos elevados del Sur; abundando bastante. ++ GENERO Sturnus L. S. vulgaris L. Torpno pr Arnica, Torpo serRANO; V. y C. Es- TORNELL ; Fr, ETOURNEAU VULGAIRE. Anida en los agujeros de las casas y en los palomares. Pone de cuatro a cinco huevos azul-verdosos sin manchas. De paso en invierno. Kn Tenerife es itil, pero no lo es en la Peninsula, donde se juntan en grandes bandos y comen las aceitunas, y al retirarse se llevan una en el pico y a veces tambien en las patas. En la Peninsula emprende largos viajes para buscar la comida, retirandose de noche a los grandes arboles, y en Valencia 4 los canares de la Albufera. 202 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) GENERO Upupa L. U. epops L. Tasozso, ABUBILLA; V. y C. But-BuT; Fr. HupPE VULGAIRE. Kl nombre valenciano y catalan procede de su canto. Anida en los troncos de los algarrobos junto al suelo y en las paredes de piedra seca. Pone de cuatro 4 seis huevos cenicientos, roji- zos 6 verdosos y sin manchas. Llega en Febrero y se va en otono. + OrDEN Palomas. GENERO Columba L. C. palumbus L. Patoma Torcaz; V. CoLom TuRCAS; C. SISE- LLA; Fr. COLOMBE RAMIER. Anida en los pinares, castanares y robledales. Pone uno 6 dos huevos blancos y sin manchas. Llega en primavera y desapa- rece en otono. + C. livia Briss. PALOMA SALVAJE y SILVESTRE; V. COLOM DE SERRA, COLOM FRESTIC; Fr. COLOMBE BISET. Anida en las rocas inaccesibles de las orillas del mar. Pone dos huevos blancos y sin manchas. Es Util por las semillas de yerbas perjudiciales que destruye, y por su carne. Es comun y sedentaria. C. turtur L. Tortota; V. y C. Ip.; Fr. TOoURTERELLE. Anida en los arboles, y particularmente en los pinos, y forma su nido con palitos entrecruzados, en ntimero tan escaso, que desde el suelo hemos tenido ocasion de observar lcs huevos al través del nido, en numero de dos, blancos y sin manchas. Se la ve desde Enero hasta el otofo. Hs bastante comun. + GENERO Perdix Briss. P. petrosa Lath. PkErp1z, PERDIZ AFRICANA; Fr. PERDRIX DE ROCHE, (13) Mompo. — CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 253 Escava un hoyo en el suelo alabrigo de los cardones y de las matas. Pone de doce a diez y seis huevos, y algunas veces me- nor numero, sobre todo cuando se le ha destruido la primera nidada. Los huevos son de un gris amarillento 6 rojizo, con manchas y puntos de moreno palido. El dafio que hace en la co- chinilla, en las uvas y en el maiz recien sembrado se compensa con su sabrosa carne. Es comun y sedentaria. Tiene canto fuerte para llamar de léjos, y canto bajo para acariciar cuando estan cerca las compafieras. A esto llaman en el pais acarearse. El macho enjaulado produce un canto analogo a la silaba coc cuando ve otra perdiz 6 alguna ave de rapifia: en el primer caso, el canto es fuerte y no repetido mas que cuando vuelve & cantar la hembra, pues su objeto es indicar su presencia y hacerla callar; en el segundo, se repite cuatro 6 cinco ve- ces en tono muy bajo y agachandose la perdiz. En Tenerife es creencia general que los machos, cuando consiguen encontrar el nido, se comen los huevos; por lo cual la hembra para entrar en el nido procura ocultarse entre las matas. A dos amigos mios, que me merecen entero crédito, les ha pasado lo mismo con perdices que tenian encerradas con el objeto de hacerlas criar, desapareciendo los huevos 4 medida que los ponian, hasta que separaron el macho, en cuyo caso ya no falté ninguno. En el Sur de la isla tienen las perdices los huesos colorados, debido a la cochinilla que comen en mucha abundancia. Tengo que hacer notar que ha sido sorprendida la buena fé del distinguido na- turalista, mi apreciable amigo, D. Angel Guirao, al afirmar que esta perdiz no tiene canto, segun dicen los campesinos de las tierras de Cartagena. Genero Goturnix Moehring. C. communis Bonnaterre. Coporniz; V. GuUALA; C. GUALLA; Fr. CAILLE COMMUNE. Anida en el suelo dentro de los trigos. Pone de ocho a quince huevos blanquizcos y manchados de moreno, formando su nido en un hoyo que recubre con yerbas. Llegan a tiltimos de Febrero y primeros de Marzo, cuando ya tienen cria las que quedaron en el pais, y se marchan en otoio, quedando algunas parejas que se retiran a los montes y 4 las tuneras. El Sr. Degland 254 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) dice en su Ornitologia europea, que nunca salen juntas las co- dornices cuando todavia van con su madre, sino que lo verifican de una en una. No puede afirmarse esto en absoluto, pues don Fernando Momp6é ha muerto cinco de un tiro al levantarse la nidada, y por experiencia propia las hemos visto muchas veces volar todas 4 un tiempo. Tambien se encuentran en Tenerife en el monte bajo durante el invierno, a pesar de que el sefior De- gland afirma lo contrario. Se pueden considerar como utiles por el sabroso manjar que proporcionan, y porque aun cuando coman algun trigo, consumen muchas semillas de malas yerbas. Son muy abundantes en la Laguna despues de la siega hasta media- dos de Setiembre, y se deben 4 la cria del pais, pues las que nacen en la costa crian en los altos. OrRDEN Zancudas. Grnero Gidicnemus Temm. (E. crepitans Temm. PEpROLUIS, ALCARAVAN; V. CHORLIT, ALCARAVA; C. SaBARLIC; Fr. CADICNEME CRIARD. Forma un hoyo en el suelo, y coloca en él cuatro huevos de color gris-amarillento, manchados de moreno. Es muy comun y sedentario. + GENERO Charadrius L. C. hiaticula L. Anpario; V. Potiteta p’aiaua;: C. Prva; Fr. PLUVIER A COLLIER. Construye su nido 4 orillas de los riachuelos, y pone tres 6 cuatro huevos gris-amarillentos, con manchas angulosas ne- gruzcas. Se encuentra a orillas del mar; no es muy comun. + GENERO Ardea L. A. cinereaL. Garza, lo mismo que en valenciano; Fr. Hiron CENDRE. Anida en los cafiares y en los arboles elevados. Pone tres 6 (15) Mompo. —CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 255 cuatro huevos azulado-verdosos y sin manchas. Se la ve en in- vierno con frecuencia. Grnrro Vanellus L. V. cristatus Meyer et Wolf. Averria: Fraitecico; V. Cnu- pia; C. CULLA MARINA. Hs ave de paso en invierno: se la ve en los odeos cerca de la Laguna; no es muy comun. Anida en las praderas, pone tres 6 cuatro huevos olivaceos con manchas negras y morenas. + GumNnERO Scolopax L. S. rusticula L. GALLINUELA, CHOCHAPERDIZ, SorDA; V.* BECA FRASESA; Valle de Albaida Potta PARDA. C. BECADA; Fr. BECASSE ORDINAIRE. Anida en los bosques, formando un hoyo al abrig‘o de la ma- leza. Pone de tres 4 cuatro huevos de color amarillo stcio con manchas cenicientas y moreno-rojizas. Su carne, que es de las mas sabrosas y su alimentacion de anélidos y larvas, la hace tambien util: Es de paso en la Peninsula; pero sedentaria en Tenerife, y se encuentra en lo mas espeso de los bosques. No abunda mucho. GENERO Gallinago Leach. G. scolopacinus Bp.. AGAcHona; VY." Bequerupa. En la ma- rina BUIDAFRASEOS. Anida tambien en el suelo y pone cuatro 6 cinco huevos mo- reno-rojizos, con manchas y puntos de color moreno oscuro. Es ave de paso en invierno; bastante comun. Su carne es muy apreciada. +- GrNERO Totanus Cuv. T. griseus Bechst. CuirLe; Fr. CHEVALIER GRIS. Esta ave anida en las orillas de las lagunas, y pone de tres 256 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16) 4 cinco huevos amarillo-rojizos, manchados de moreno. Llega durante el invierno y no se prolonga su estancia. Su carne es agradable. Es bastante comun. ++ GENERO Rallus L. R. crex L. GUION DELAS CODORNICES: V. GUALA MARESA. Anida en las praderas, y pone de siete 4 ocho huevos de un gris verdoso 6 amarillento. Es ave de paso bastante rara, pues en mas de tres afios no hemos tenido ocasion de ver mas que un individuo. ++ R. aquaticus I. Ponta PALUSTRE; V. RASELO. Anida entre los juncos. Pone de seis a ocho huevos blanco- amarvillentos 6 verdosos con puntos y manchas de color gris violado. De paso en invierno y muy raro. + GENERO Numenius Mehr. N. arcuatus Lath. ex L. Zarapiro REAL: V. SrruoT; Fr. COURLIS CENDRE. ; Anida en los terrenos pantanosos. Pone tres 6 cuatro huevos de coloramarillo sucio 6 amarillo verdoso con manchas negruz- cas. Es ave rara y de paso. GENERO Gallinula Briss. G. chloropus L. Potts pe aGua; V. Potts p’alaua: Fr. PouLE D’EAU. Anida en los cafiaverales. Pone de seis 4 ocho huevos blanco- amarillentos y punteados de moreno. Llega en el invierno con los vientos del Sur. Es rara. ++ GiNERO Porphyrio Barrere. P. cesius Barrere. CaLAMON: V. GALL DE CANAR. 17) Mompo. —CATALOGO DE LAS AVES DE TENERIFE. 257 Anida cerca de las aguas. Pone de dos 4 cuatro huevos ama- rillo-ocraceos, con manchas moreno-rojizas. Son raros, y los sue- len coger los magos (campesinos) 4 mano, persiguiéndolos en los temporales del Sur, en que el agua y el viento los hacen es- conder en algun agujero, por faltarles el abrigo de los estan- ques. Por su hermoso plumaje suelen conservarlos vivos. GENERO Fulica L. F: atra L., Foss; VY y C: Focus. Anida 4 la orilla de los lagos y de las marismas en medio de los juncos. Pone ocho, diez y hasta catorce huevos de color de café con leche, manchados de puntos negros. Poco comun, pues lo mismo que la anterior, sdlo hemos tenido ocasion de ver un individuo en cuatro anos. Llega en invierno, forzada sin duda por los temporales del Sur, pues fuera de esos dias no se encuentra. -+ OrpDEN Palmipedas. Genero Anas L. A. boschas L. Awnaps, Pato; V.* Conivert. En la provincia ANET; C. Pato; Fr. CANARD SAUVAGE. Anida en los canares. Pone de ocho a catorce huevos de un gris verdoso-claro. Ave de paso en invierno en numero muy escaso. +- A. crecca L. Crrcreta; V. Sarset; Fr. PETITE SARCELLE. Anida en los almarjales. Pone de diez 4 doce huevos de un blanco sticio; llega en invierno en corto ntimero. -4- A. clypeata L. Anapr cucHARETA; V. BraGAT, CULLERETA; Fr. SouCHET COMMUN. Anida en la orilla de los lagos. Pone de doce a catorce huevos oblongos de un gris-verdoso. Es ave de paso en invierno, y muy rara. ++ ANALES DE HIST. NAT.— VY. ~7 258 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) A. angustirostris Bp. ex Mernit.; Fr. SARCELLE ANGUSTI- ROSTRE. Anida a orillas de las aguas estancadas. Pone los huevos de color blanco, rosaceo 6 verdoso. Es de paso en invierno y muy rara, -+ GeENERO Larus L. L. argentatus Briinn. Gaviora; V. Gavina; Fr. GorLAND ARGENTE. Anida en las rocas. Pone dos 6 tres huevos de color olivaceo con manchas negruzcas. Se encuentra a orillas del mar, y alguna vez se interna. + L. gelastes Lichst. Fr. GOELAND RAILLEUR. Anida sobre la arena. Pone los huevos de color blanco-lechoso con manchas grises y morenas. Se alimenta de peces y desper- dicios de los buqnes. ++ GrENERO Sterna L. S. hirundo L. GoLONDRINA DE MAR. Anida en las playas y sitios pantanosos, poniendo los huevos de color amarillo 6 verde-claro con manchas negras. -++ GrNERO Hydrochelidon Boie. H. fissipes L. GoLONDRINA DE MAR NEGRA; V. FUMARELL NEGRET, Horonera; Fr. HIRONDELLE DE MER NOIRE. Anida en terrenos pantanosos, y algunas veces en las grandes hojas flotantes de nenufar (Vymphea alba). Pone tres 6 cuatro huevos moreno-rojizos cubiertos de numerosas manchas negras y grises. Se la ve en verano a orillas del mar. Se la coge facilmente con lazos, colocando en ellos insectos del género Libellula, que constituyen su alimentacion favorita. -+ SINOPSIS DE LOS ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL, POR HON MGA CLO. BOL i WAR: (Sesion del 1.° de Marzo de 1876.) SEGUNDA PARTE. 3." FAMILIA. — Mantidos. Stn. Mantodea Burm. (Handbd. der. Ent.) Mantides Lat. Serv. Sauss. _ Cuerpo estrecho y prolongado; cabeza libre; patas anteriores dispuestas para coger, y muy robustas; antenas setaceas, 6 casi filiformes; & veces plumosas; alas y élitros bien desarrollados 6 rudimentarios; tarsos de cinco artejos; apéndices abdomina- les articulados. _ En los insectos de esta familia la cabeza es triangular, por lo comun, deprimida y libre, 6 no aplicada bajo el pecho; la frente es plana 6 convexa, y esta armada 4 veces de tubérculos céni- cos: los ojos son grandes, redondeados 6 cOnicos, y terminados . en algunos por una espinita; los estemmas siempre existen; las antenas son muy delgadas, casi filiformes en las hembras; mas gruesas y setaceas en los machos; en el género Hmpusa Illig, y en algunos exoticos proximos, las antenas de los machos son plumosas. El protérax es el mayor de los tres segmentos toracicos; mu- _ cho mas largo que ancho, por lo comun, y lleva superiormente - dilataciones laterales, mas 6 ménos perceptibles, que corres- ‘ponden por punto general a la insercion de las caderas del pri- 260 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (54) mer par. Los élitros, cuando estan bien desarrollados, son ova- les 6 lanceolados y opacos en el borde anterior; 4 veces son rudimentarios, lo que es mas frecuente en las hembras. Las alas son generalmente un poco mas largas que los élitros, hia- linas unas veces, diversamente coloreadas otras. Las extremi- dades anteriores estan dispuestas para la prension, pudiendo replegarse las tibias sobre los fémures; su forma es muy distinta de la que afectan las ultimas patas. Las caderas se hallan inser- tas muy cerca del borde anterior del protérax, y son tan lar- gas, prdximamente, como los fémures; éstos son muy robustos, ensanchados en el medio y armados de gruesas y largas espi- nas sobre las quillas inferiores; las tibias son tambien espino- sas, y se terminan por una ufa sumamente gruesa y larga, que puede alojarse, asi como toda la tibia, en el canal que ofrece el femur en su cara inferior. Los tarsos son de cinco artejos. Las patas del segundo y tercer par son delgadas, cilindraceas, de forma ordinaria, y lisas. El] abdémen es deprimido; general- mente fusiforme en las hembras, y con sus bordes parale- los en los machos. Los apéndices abdominales son articulados, y las placas anales siempre existen, si bien su forma es va- riable. Los mantidos depositan los huevos envolviéndolos en una sustancia viscosa que los aglutina, formando una masa gene- ralmente ovoidea, que fijan 4 las plantas, y tambien 4 los tron- cos y piedras. Dentro de esta ooteca especial, que a veces llega a tener mas de 50 milimetros de longitud, se encuentran los huevos, dispuestos en capas trasversas, separadas entre si por tabiques de la misma sustancia, que al secarse toma la consis- tencia del pergamino, hailandose toda la masa protegida a cada lado por otra porcion hojosa de igual naturaleza. Son animales insectivoros que, gracias 4 los movimientos rapidos de sus patas anteriores, pueden apoderarse de insectos tan agiles como las moscas y otros, los que les sirven de ali- mento, devorandolos por completo y en cantidad considerable. TRIBUS. lixtremidades desprovistas de lobulos, 6 espansio- nes foliaceas; vértice nunca prolongado en forma de cono; antenas setaceas 6 casi filiformes en ambos Se€x0S........+..-++s+ MANTINOS. 55 Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 26) TRIBUS. Extremidades con espansiones foliaceas, vértice con frecuencia prolongado en forma de cono, bifido en el extremo; antenas de los machos plumosas; las de las hembras se- taceas y sumamente cortas...... Pitah ie . EMPUSINOS VWiantimos. Cabeza triangular, sencilla, con el vértice plano 6 ligera- mente convexo y aun céncavo, pero nunca saliente ni prolon- gado formando un cono 6 grueso tubérculo cénico. Antenas setaceas en los dos sexos, mas largas en los machos. Protérax mas 6 ménos ensanchado encima de la insercion de las caderas anteriores, generalmente corto y de igual longitud prédxima- mente que los fémures del primer par: todos los fémures des- provistos de prolongaciones membranosas y foliaceas. El Sr. Saussure establece dos legiones con los insectos com- prendidos en esta tribu, teniendo en cuenta ia forma de la placa supra-anal, que puede ser trasversa 6 ligeramente tri- gona (Mantites ), 6 prolongada, trigona 6 ianceolada (Thespites). De los varios géneros que la constituyen, sdlo cuatro tienen re- presentantes en Europa, y pueden distinguirse del modo si- guiente: GENEROS. a. Placa supra-anal trasversa 6 ligera- mente triangular: alas y éli- tros bien desarrollados en am- bos sexos, y mas largos que el abdémen; las primeras siem- pre hialinas. b. Area marginal de los élitros, ancha, pero muy adelgazada hacia el extremo en las hembras; dila- tada en la base en los machos; élitros con un estigma blanco GPACOY we ts esac e0 ido.) HIERODULA Burn, bb. Area marginal regular, sin dilata- cion local ni estrechamiento brusco; estigma del color del élitro: 2... APA ebro cies s boy Sd oe 262 ANALES DIi HISTORIA NATURAL. - (56) GENEROS. aa. Placa supra-anal prolongada 6 trian- gular; alas y élitros bien des- arrollados en unos, rudimen- tarios 6 muy cortos en otros; las primeras frecuentemente con grandes manchas negras 6 azuladas. c. Primer artejo de los tarsos poste- riores apenas mas largo que el segundo: alas y élitros rudi- mentarios en algunos.. .. AMELES Burm. cc. Primer artejo de los tarsos abate riores bastante mas largo que el segundo; 4 veces tan largo como todos los restantes reuni- dos: alas y élitros bien desar- POL ad Os? Kis. (rik. alsbat dels MEER Iris Sauss. Hierodula Burm. Sin. Hierodula Burm. Saussure. Rhombodera Buy. Cabeza muy grande, gruesa, triangular; frente formando casi angulo recto con el vértice: antenas muy finas. Pronoto aquillado con los bordes a veces crenulados en las hembras, unas veces gradualmente ensanchado desde la base hasta el surco supra-coxal, otras veces con dilatacion eliptica, estrechada desde el medio; a veces tambien ensanchado en toda su exten- sion, Alas y élitros bien desarrollados; las primeras hialinas, los segundos con un estigma blanco (rara vez verde), y con el area marginal dilatada tan solo en la base en los machos, mas ancha en las hembras, pero muy estrecnada hacia el extremo. Placa supra-anal trasversal, muy corta. 1. H. bioculata Burm. Sin. M. (Hierodula) bioculata, Burmeister, Handb. der Ent. WU, 537. | Mantis simulacrum, Serville, Hist. nat. des Orth. 184. Hierodula bioculata, Saussure, Mantides, 1870, pa- gina 219. (57) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 268 Verde, & veces parduzca, con manchas de color gris, cuando seca. Escudete facial tan largo como ancho, con dos 6 cuatro qui- llas longitudinales, y con el borde superior arqueado. Protérax bastante ensanchado anteriormente; bordes provistos de peque- fios dientecillos en la Q, inermes en el .¥. Elitros de las prime- ras con el triangulo anal membranoso; en los segundos tan sélo es membranosa la mitad posterior del area discoidal. El estigma es blanco y ovalado. Alas hialinas un poco verdosas en el ex- tremo. Patas anteriores gruesas y fuertes, con el borde interno provisto de gran numero de espinas muy aproximadas y des- iguales. Long. del cuerpo, 62""-77""; del pron. 21""-26""; de los eli- tros, 41™"-65"". Loc. Malaga (Brunner). Mantis Z. Cabeza pequena, triangular, comprimida; frente vertical 6 poco inclinada; antenas setaceas y de diferente longitud segun los sexos. Pronoto aquillado longitudinalmente en el medio, y con un surco trasverso en el tercio anterior; espansion lateral del mismo, pequena y ligeramente angulosa. Alas y élitros bien desarrollados en ambos sexos. Los ultimos suelen ser traspa- rentes en su tercio posterior, y las primeras son hialinas, ex- cepto en el borde anterior, que es del color general del cuerpo. Patas anteriores muy robustas, con las caderas espinosas; fému- res muy gruesos y mas dilatados en el medio, con las espinas muy gruesas. Las otras patas son lisas, cilindraceas por en- cima, muy delgadas y largas. Primer artejo de los tarsos, tanto 6 mas largo que los otros cuatro reunidos. Placa supra-anal trasversa en las hembras, y algo triangular 6 ligeramente re- dondeada en los machos. 1. M. religiosa L.—(Lam. v1, fig. 23.) Six. Mantis religiosa, Linneo, Syst. Nat. 690: Servelle, Hist. Nat. de Orth., p. 193. Verde, amarillenta 6 pardusca, a veces muy oscura. Occipu- cio algo aquillado y redondeado. Antenas del o& mas largas que el protédrax y setaceas, las de la Q mas cortas y casi filiformes. 264. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (58) Bordes del pronoto, sobre todo en la region ensanchada, fina- mente denticulados. Alas un poco mas largas que los élitros, con el borde anterior y el Apice verdosos. Caderas anteriores cubiertas en su cara interna de pequefios tubérculos blanquecinos y con una gran mancha de color negro azulado en la base; a veces esta mancha lleva otra blanca en el medio; espinas internas de los fémures, por lo comun negras 6 azuladas. Longitud del cuerpo, 40""-70""; del pron., 12™"-20""; de los élitr., 30-50". Loc. Zaragoza (Asso), Malaga y Granada (Rambur y Rosen- hauer), Trujillo (Perez Arcas!), Santiago, Cabanas, Ferrol ( Lo- pez Seoane!), Valencia! (Bosca!), Albarracin (Zapater!), Calella (Cuni!), Ciudad-Rodrigo (Sanz de Diego!), Linares (Rey!), Esco- rial (Gogorza!), Logrono (Toron!), Portugal (Paulino d’Oliveira!), Madrid! Oss. Los machos son constantemente mas pequenos que las hembras, y se distinguen con facilidad por la longitud de las antenas y por la forma de la placa supra-anal, que es algo trian- cwular como ya he indicado en la diagnosis del género. El color de esta especie es muy variable: los ejemplares de Valencia que he podido examinar son de un verde muy claro, y carecen de la pupila blanca en el medio de la gran mancha negra que hay en la base de las caderas anteriores, que sdlo he visto en un ejem- plar recogido en Ciudad-Rodrigo por el Sr. Sanz de Diego. Este ejemplar corresponde por tanto al JZ. sancta Fab. Los ejempla- res de Albarracin son de un color pardusco muy oscuro, y los encontrados por mi en las cercanias de Madrid son amarillentos 6 blanquecinos. ' Es la especie mas comun y abundante de la tribu. Ameles Bum. Sin. Ameles Burmeister, Handb. der Ent., Saussure, Mantides (1870). Perlamantis Guerin Meneville. Yersinia, Parameles Saussure. Mantis (ex parte) ischer Fr. Cabeza pequeiia, triangular, comprimida; ojos redondeados 6 conicos y terminados 4 veces por una espinita. Antenas setaceas (59) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 20 y muy finas. Protorax corto, poco ensanchado, sin quilla media, Alas y élitros rudimentarios en las hembras y 4 veces tambien en los machos, en general bien desarrollados en estos ultimos y mas largos que el abdomen. Primer artejo de los tarsos anterio- res muy largo, el de los restantes apenas mas largo 6 igual que el segundo. Abdémen delgado en los machos, & veces muy en- sanchado en las hembras. Placa supra-anal bastante larga. ESPECIES, a. Ojos redondeados 6 cénicos , pero no terminados por una espina. ». Fémures anteriores un poco mas largos que el pro- noto ymuy ensanchados en el medio; abdémen muy dilatado en la hem- lia eOns iaiho dbs aiid « AM. SPALLANZANIA Rossi. bb. Fémures anteriores de igual longitud que el pronoto, poco ensanchados; abd6- men con sus bordes pa- ralelos 6 poco mas sepa- rados hacia el medio en las hembras. c. Ojos redcndeados; los élitros y alas de la hembra lle- gan hasta la mitad del primer anillo del abdo- CIs, Sees a eae AM. DECOLOR Charp. ce. Ojos cénicos; los élitros y y alas de la hembra no pasan del borde poste- rior del metanoto...... Am. Asso1 Bol. aa. Ojos terminados por una espinita. Am. PicrEtr Sauss. 1. Am. Spallanzania Ross?.—(Lam. v1, fig. 20 9.) Sin. Mantis Spallanzania, Hossi, Mant. Insect. 102, 226; ta- bula v, fig. 8Q; Fischer, Orth, Eur. 124, tab. vm, figura4,4ao¢, 59. 266 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (60) Mantis brevis, Rambur, Faun. de l’And. u, 21, pl. 1, fig. 4 0%, 59. — soror, Serville, Hist. Nat. des Orth., p. 200. oO Verde-amarillenta 6 pardusca cuando seca. Ojos redon- deados 6 algo cénicos; vértice excavado. Pronoto dilatado en el medio, un poco mas corto que los fémures del primer par. Eli- tros bien desarrollados y algo mas largos que las alas, hialinos, con el borde anterior verdoso y mas oscuro hacia la base. Alas trasparentes y verdosas anteriormente. Abdémen casi para- lelo; placa supra-anal saliente y redondeada en el apice, con los apéndices abdominales un poco mas cortos que la placa infra-anal. @ Mas robusta, con la cabeza mas ancha y las antenas mas cortas. Pronoto muy dilatado anteriormente, vez y media tan largo como ancho. Los élitros no pasan del borde posterior del metanoto, y son subcoriaceos y no trasparentes; alas de la lon- gitud de los élitros 6 mas cortas, amarillas, con una mancha dis- coidal negro-violacea. o& Long. del cuerpo, 25°"; del pronoto, 5""; delos élitros, 20°". Q ~~ 2052s. T= TOT Bae: — bE: Loc. Portugal (Charpentier), Granada (Rambur), Coimbra (Paulino d’Oliveira! ). . Oss. Segun el Sr. Rambur, se encuentra esta especie en Gra- nada (M. brevis) durante el otoiio, sobre las encinas. Los ejem- plares de mi coleccion proceden de Dalmacia y los debo a la generosidad del Sr. Brunner. 2. Am. de color Charp. —( Lam. v1, fig. 21.) Sin. Mantis decolor, Charpentier, Hore ent. 90 %, Fischer Fy. Orth. Eur. 125, tab. vit. fig. 6 o. o Verde amarillenta 6 pardusca; ojos redondeados; vértice excavado anteriormente. Antenas que pasan con mucho de la mitad del cuerpo. Pronoto algo dilatado anteriormente, con una linea parda, longitudinal en el medio, tan largo proximamente como los fémures anteriores. Elitros bien desarrollados y un poco mas cortos que las alas, con una margen blanca, muy es- trecha anteriormente, seguida de una estria mas oscura. Alas trasparentes, a veces parduscas como los élitros. Abdémen con una linea pardusca 4 lo largo, apéndices abdominales un poco mas largos que la placa infra-anal. 2 Mas robusta, con la cabeza, torax y abdémen mas anchos. (61) Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 267 -Elitros rudimentarios, pero pasando del borde posterior del me- tanoto y llegando hasta la mitad del primer anillo del abdémen; éste proximamente paralelo. Alas un poco mas cortas, amarillas, con la mitad interna de color negro-azulado. o& Long. del cpo., 21™"; del pron.,.4",5-5""; de los élit., 15™". ee = 24s} = yeti: — GR; _ Loc. - Barcelona ( Himmighofen, Fischer Fr.), Malaga (Ram- bur), Valencia ( Bosca!). 3..Am. Assoi Bol.— (Lam. vr, figr. 22 Q.) Sin. Mantis Assoi, Bolivar, Ortdépteros nuevos 6 poco cono- cidos, en los An. de la Soc. Esp. de Hist. Nat., t. 11, p. 214. co Verde-amarillenta, cuando seca pardusca; ojos cénicos, vértice poco excavado. Antenas de la longitud de todo el torax 6 apenas mas largas. Pronoto proéximamente tan largo como los fémures anteriores. Hlitros anchos, paralelos, redondeados en el -extremo, trasparentes, con el borde anterior verdoso y parte del area marginal rojiza. Alas trasparentes, con el borde anterior igualmente coloreado que el de los élitros. Abddmen pardusco, apéndices abdominales comprimidos y mas largos que la placa infra-anal. Q Amarillenta-rojiza con manchas numerosas parduscas. Ca- beza mucho mas robusta; antenas de la longitud de la cabeza y protorax reunidos, 6 poco mas largas. Pronoto dos veces mas largo que ancho. Hlitros rudimentarios, que apenas alcanzan al borde posterior del metanoto, de color pardo, con las estrias muy salientes, sobre todo las del Area marginal y con una linea blanca en el borde externo. Alas apenas mas cortas que los éli- tros, amarillas, con la mitad interna negro-azulada. Abdomen ovalado, regularmente ensanchado en el medio y con una linea blanca a lo largo; apéndices abdominales deprimidos, pelosos y _ casi tan largos como la placa infra-anal. of Long. del cpo., 25"";. del pronoto, 5™; de los élit., 16". an© — 26°20"; = Gr — onus Loc. Madrid! (Rementeria!), Toledo (Lopez Seoane!). Oss. Esta especie es afine ala anterior, de la que puede dis- tinguirse facilmente por la forma de los ojos, que terminan su- periormente en una punta, aunque no prolongada en espina como en la especie siguiente. Su tamano es mayor y la forma 268 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (62) del protorax muy diferente. Es muy notable la desproporcion que hay entre la anchura de la cabeza del ~ y la de la 9. El unico s% que poseo de esta especie lo recogi 4 principios de Julio, en el monte prdximo del Pardo. En el mismo punto hallé tambien una ooteca que desde luégo supuse corresponde- ria & esta especie por su forma especial, viniendo 4 confirmarme en ello la salida de Jas larvas, que se verificd al poco tiempo. Esta ooteca es ovalada, plana por debajo, truncada por uno de los extremos y algo comprimida por el opuesto; las termina- ciones superiores de los tabiques estan dirigidas tedas hacia la parte truncada, constituyendo las ultimas una punta aguda y saliente. Toda la ooteca esta recorrida a lo largo, superiormente por una cresta elevada, que es por donde se verifiva la salida de las larvas; éstas para efectuarla, levantan un opérculo circular que permanece unido por uno de sus lados mediante una pre- longacion membranosa. Sdlo veintiocho larvas han conseguido abandonar la ooteca; sin embargo, calculo que su numero se elevara hasta treinta, habiendo sido las restantes’ victimas de una larva de Chalcis, que termino su evolucion corto tiempo antes de que aparecieran las larvas. Estas llaman la atencion desde luégo por el tamano conside- rable y desproporcionado de la cabeza, formada casi exclusiva- mente por los ojos, que presentan ya la facies caracteristica en esta especie. Era por demas curioso ver estas pequenas larvas, que apenas podian sostenerse sobre sus patas, como seguian con la vista una larva de Anthrenus, y como se preparaban para la defensa cuando pasaba cerca de ellas, encogiendo las patas an- teriores, prontas 4 lanzarlas sobre la larva del coledptero. En la coleccion del Sr. D. Victor Lopez Sooane existe otro de esta misma especie, recogido en Toledo. 4. Am. Picteti Sauss. Nn. Parameles Picteti, Saussure, Mitt. der Schw. 1, 1869, p. 72¢ Q. Harpax nana, Zucas, Expl. de VAlg., art. m1, 1849, p. 10. Ameles Picteti, Saussure, Mélanges, Mantides, p. 251. oS Verde, vértice dirigido hacia adelante formando un arco céncavo, semi-cortante, interrumpido por los cuatro débiles sur- cos frontales que se prolongan sobre el occipucio. Ojos muy oR (63) Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 269 prolongados superiormente, en forma de cono y terminados por una espinita como soldada. Pronoto corto, liso, entero en sus bordes. Elitros estrechos, membranosos, con el area marginal verde y el resto hializo. Alas hialinas, alcanzando la extremidad del abdémen, con el area marginal verdosa, semi-opaca, y el apice estrechamente redondeado; la vena discoidal bifurcada cerca de la extremidad. Patas delgadas, con el primer ar- tejo de los tarsos de las intermedias y posteriores apenas mas largo que el siguiente. Abdédmen delgado, placa supra-anal bastante alargada en forma de ojiva. Placa infra-anal un poco sinuosa en los bordes laterales. Apéndices abdominales largos; estilos grandes. 2 Alas y élitros rudimentarios, espinas de los ojos mas cortas. & Long. del cpo., 27"; del pron., 5"™,3™; de los élit., 18™. Q aut 32m, am. a4 om, Loc. @Q Malaga, Granada (Pictet, Saussure ). Ons. Aunque no conozco esta especie, me parece sin embargo que el caracter tomado de la presencia de unaespina en los ojos puede bastar para distinguirla de las anteriores, y que solo per- mitiria confundirla con el A meles (Yersinia) brevipennis Yersin, de Francia meridional, y que tambien pudiera encontrarse en Espana; pero en esta especie, tanto el ~ como la @ tienen las alas rudimentarias. Iris Sauss. Sin. Iris Saussure, Mélange. Mantides. Iris, Fischeria, Saussure, Mitt. der Schw. Mantis (ex parte), Auct. Cabeza pequefia, gruesa, de forma triangular; antenas muy delgadas y cortas. Pronoto liso 6 aquillado longitudinalmente, inerme 6 dentado. Alas y élitros mas cortos en las hembras y como truncados; los segundos son opacos, anteriormente tan sdlo en los machos, y en toda su extension en las hembras: las alas presentan grandes manchas de color negro-azulado muy oscuro. Patas variables y muy delgadas, con el primer artejo de los tar- sos intermedios y posteriores, tanto 6 mas largo que los otrces cuatro reunidos. Abdémen algo fusiforme en las hembras, y en forma de cinta en los machos, 270 ANALES DE HISTORIA NATURAL. one (64) - ESPECIES. | Protérax no aquillado superiormente, ni . denticnlado. Helse IR. ORATORIA L. Protorax aquillado superiormente, y denti- - culado en sus bordes......... Ir. B&TICA Ramb.. 1. Ir. oratoria L. Sin. Mantis oratoria, Zinneo, Mus. Lud. Ulr. 115; Serville, Hist. nat. des Orth., p. 195. aif Iris oratoria, Saussure, Mitt. der Schw., p. 64. De color verde muy claro. Ojos poco salientes, globulosos. Pronoto estrecho, no aquillado superiormente, con sus bordes lisos 6 apenas denticulados en la Q. Hlitros del ¥{ cuatro veces. mas largos que anchos, verdosos anteriormente; los de la Q ape- nas tres veces mas largos que anchos. Alas mas cortas que los élitros, con el borde anterior y el apice verdosos, el area margi- nal rojiza y con una gran-mancha negro-azulada en el, disco, cortada interiormente por zonas concéntricas, desiguales y ama- rillentas. Abdémen algo dilatado posteriormente, sobre todo en las Q, y casi aquillado. of Long. del cpo., 36™"; del pron., 11°";:de los elit.;7 265), Q — 40™™; — ea — bares Loc. Malaga (Rambur), Murcia (Larrinua!), Aranjuez, Gra- nada, Cordoba, Sevilla y Lisboa (Lopez Seoane!), Coimbra’ (Pa tha d’Oliveira!), Madrid! ‘ Oss. Esta especie no es tan frecuente como el IV. religiosa L.; en Madrid se encuentra hacia el mes de Agosto, sobre los ar-_ bustos y plantas bajas. 2. Ir. (Fischeria) betica Ramb. Stn. Mantis betica, Ramdbur, Faun. deVAnd, u, p. 19, pl. 1., fig. 1Y', 2 Q., Fischer Fr. Orth. Eur., -p. 128, . tab. vil, fig. 2, 3, o &- — Pallasii, Fieber, Synops. der Eur. Orth., p. 95. Iris (Fischeria) beetica, Sausure, Méiang. Mantes, pagina 256. De color gris 6 pardusco. Ojos casi esféricos. Pronoto dene lado en sus bordes, 6 mas bien espinoso, con una quilla longi- tudinal en el medio. Elitros del « poco mas cortos que el.abdo- men, grises, con el borde anterior manchado de blanco y negro, (65) Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 271 y con dos rasgos parduscos trasversales en el area discoidal, que dejan entre si un espacio ocupado por una gran mancha del mismo color, separada de dichos rasgos 4 cada lado por una faja blanca; los de la 9 son mucho mas cortos, casi truncados en el extremo, y entre los rasgos trasversales sdlo ofrecen unas estrias pardas y longitudinales. Alas pardo-rojizas, con una gran mancha de color negro-azulado, situada cerca del apice; esta mancha tiene una pupila blanca en el <’, y es blanca exteriormente en la ©. Abdédmen con una série de manchas pardo-rojizas, que en la © suelen formar fajas longitudinales. eulonesepo., 5477-597": del prons,x1o7"; de-los elit; 33""-37"". Q _ 54™"-66™; 157”-19"";, ==». 127-217", Loc. Malaga (Rambur), Godella ( Valencia) (Bosca!), Alme- ria (Ribera! ). Empusinos. Cabeza triangular, con el vértice inerme (especies ame- ricanas), 6 prolongado en un grueso tubérculo conico, sen- cillo 6 bifido en el extremo; frente a veces armada de tubércu- los (Lam. vi, fig. 24 a, 0); antenas plumosas en los machos por lo comun, a veces aserradas; cortas y setaceas en las hem- bras. Protorax ensanchado encima de la insercion de las cade- ras anteriores. Patas del segundo y tercer par, & veces con qui- llas multiples longitudinales. Con prolongaciones 6 espansiones foliaceas sobre los fémures 6 sobre los diferentes érganos del cuerpo. Oss. Hsta tribu puede facilmente definirse, si se atiende a que en las especies que no tienen las antenas plumosas nunca faltan las quillas de las patas del segundo y tercer par; de modo que ambos caractéres combinados, pueden servir para no confundir las especies de esta tribu con las de los mantinos. -Sdlo comprende un género europeo, que es el siguiente:. ‘Empusa ///ig. Sin. Empusa Jlliger, Serville, Burmeister. Vértice prolongado entre los ojos, bajo la forma de un tubérculo cénico, grueso, aplanado en el extremo y bifido; frente tam- 272 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (66) bien tuberculosa; antenas plumosas en los machos (fig. 24 @), setaceas y muy cortas en las hembras. Pronoto no membranoso en sus bordes, mas largo que los fémures anteriores, los cua- les no llegan & la base de las caderas intermedias. Alas y élitros bien desarrollados, verdes 6 hialinos. Patas largas y del- gwadas, con los fémures casi filiformes en la base, y ensanchados despues en el medio; los del segundo y tercer par llevan en el extremo una pequena prolongacion foliacea. Segmentos ven- trales del abdémen con proiongaciones andlogas; angulos de los seementos algo foliaceos. 1. Em. egena Charp (Lam. vi, fig. 24 a, 0). Sry. Mantis pauperata, Ross?, Faun. Etr. 1, 258-635. Empusa egena, Charpentier, Germar. Zeitschr, m, 1841. 297, 298 (1). Amarillenta 6 algo rojiza. Tubérculo del vértice foliaceo en el extremo y bifido, mas pequefio en el ©. Antenas de éste algo mas cortas que el protérax, y plumosas; las de la Q setaceas, y de la longitud préximamente del tubérculo del vértice, 6 mas cortas. Pronoto aserrado 6 dentado en sus bordes anterior- mente. Elitros mas largos que el abdémen y un poco mas cor- tos que las alas, verdosos, con el borde anterior casi coriaceo y opaco; alas hialinas, con algunas lineas pardas en el apice. Pa- tas con fajas verdosas 6 parduscas. & Long. del cpo., 50™"-55™"; del pron., 21™"; de los élit., 33™. Q — 55™"-60™; — Damme D5 te: Lo Rares Loc. Malaga, Granada (Rosenhauer), Logrofio (Viar!), Coim- bra (Paulino d’Oliveira!), Madrid! Ops. La larva se encuentra desde los primeros dias de la pri- mavera, y no tarda en aparecer el insecto perfecto. Vive sobre los arbustos, siendo frecuente hallar los dos sexos reunidos. (1) El nombre de pawperata debe proscribirse, segun el Sr. Saussure, por haber sido aplicado 4 diferentes especies, y en Su origen 4 una especie de la India; el de fasciata Brullé tendria derecho 4 la prioridad si resultase bien comprobada la identidad de am- bas especies. (67) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 73 4," FAMILIA.—Fasmidos. Cuerpo muy estrecho y prolongado; cabeza libre y casi dere- cha; patas anteriores no dispuestas para coger, y andlogas 4 las posteriores; alas y élitros muchas veces abortivos y aun nulos; tarsos de cinco artejos; apéndices abdominales no articulados. Los fasmidos, reunidos por muchos autores a la familia ante- rior, se distinguen suficientemente por los caractéres indicados en su diagnosis, 4 los que pueden ahadirse los siguientes: Cabeza generalmente ovalada, gruesa, derecha 6 inclinada; prolongada en un pequenio cuello visible: estemmas en numero de tres, situados entre los ojos; antenas insertas en medio de la frente, sobre la boca y delante de los ojos, compuestas de nueve 4 treinta artejos; variables segun las especies, y a veces tambien segun los sexos; cortas en unos, y mas largas que el cuerps en otros. Protérax mucho mas corto que los restantes anillos, toracicos: a veces mas corto que la cabeza. Elitros muy ¢ortos 6 nulos. Alas bien desarrolladas; 4 veces mucho mayores que los élitros 6 nulas. (En las especies euro- peas faltan por completo) (1). Patas generalmente delgadas y escotadas en la base, & veces con expansiones foliaceas de forma muy variable; las anteriores no dispuestas para coger; tarsos de cinco artejos, de los que el primero es muy largo; ab- domen por lo comun cilindrico, de la longitud del torax 6 mas largo; & veces deprimido, foliaceo (Phyllium), compuesto siempre de nueve artejos superiormente. Apéndices abdomina- les no articulados. Oss. Los insectos que constituyen esta familia son herbivo- ros, y extrafios 4 la fauna europea en su mayor parte, hallan- dose representados tan sdlo por dos especies del género Bacillus Latr. (1) Sdlo en el género Phyllium legan los élitros 4 cubrir el abdémen; pero este gé- nero es exotico. ANALES DE HIST. NAT.—V. 18 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (63) nm ~I = Bacillus Lair. Sin. Bacillus Zaér. (Fam. nat. du régne anim., 1825). Phasma Fabricius, Rossi, Charpentier. Cuerpo muy largo y estrecho, casi cilindrico, inerme. Cabeza mas larga que el pronoto, rectangular y horizontal; sin estem- mas; antenas mas cortas que la cabeza y el pronoto reunidos en las hembras; de la longitud del mesonoto proximamente en los machos, con el primer artejo grande y algo deprimido. Pro- torax muy corto, casi cuadrado; mesotérax apenas mas largo que el metatorax. Sin élitros nialas. Patas proximamente igua- les 6 analogas, con las caderas muy cortas y los fémures algo deprimidos; los anteriores escotados en la base interiormente, siendo recibida la cabeza en esta escotadura cuando se dirigen hacia adelante: tibias muy delgadas;: arolio grande; abdémen casi cilindrico. 1. B. gallicus Charp. Lam. x1, fig. 1. Sin. Phasma gallicum, Charpentier, Hor. ent., p. 94. Bacillus gallicus, Burmeister, Handb. der Ent., t. 0, p. 961. — granulatus, Brullé, Exp. sc. de Morée Ins., p. 84, t. 29, fig. 6. — Rossius, Rambur, Faun. de l’And., t. 0, p. 24. o (Ninfa) amarillento, con dos lineas verdosas 6 pardas que empiezan inmediatamente detras de los ojos, y se extienden una a cada lado del cuerpo hasta el ultimo anillo abdominal. Cabeza casi dos veces mas larga que el pronoto, con una linea parda longitudinal, que 4 veces se extiende sobre los anillos toracicos; antenas vellosas, de diez y siete artejos, de los que el primero es muy grande y deprimido, el segundo pequefio, pero bien distinto de los otros, y los restantes muy desiguales, alter- nando generalmente uno grande con otro mas pequefio. Me- sonoto y metanoto apenas granulosos. Patas muy largas y del- gadas, aquilladas; fémures ligeramente espinosos por debajo, y con tres 6 cuatro espinas algo mayores cerca de su articulacion (69) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 975 con la tibia. Placa supra-anal aquillada y escotada; apéndices abdominales encorvados y cruzados, vellosos. Q Amarillenta, verdosa 6 pardusca. Antenas de doce artejos, 4 veces de trece, casi de la longitud de la cabeza, con los dos prime- ros artejos semejantes 4 los de los o, y el tercero y el sétimo algo mas grandes que los restantes. Mesonoto y metanoto aqui- llados en el medio, cubiertos de pequefios tubérculos muy juntos; bordes laterales tambien tuberculosos. Patas mas cortas que en el 6’, aquilladas; quillas inferiores de los fémures intermedios y posteriores con un diente espiniforme a4 cada lado cerca de su articulacion con la tibia. Abddmen lampino, con una quilla ele- vada en el medio; placa supra-anal redondeada; apéndices abdo- minales cortos. Longitud del cuerpo, & 45"; Q 75™". Loc. Granada (Rambur), Portugal (Charpentier), Valencia (Bosca!), Vergara (Larrinua!), Logrofio (Viar!), Calella (Cuni!), Neda (Lopez Seoane! ), Escorial! Madrid! Oss. Esta especie es muy afine al B. Rossi F., y realmente la diagnosis diferencial sdélo se ha establecido entre las hembras, toda vez que el del B. gallicus Chp. no ha sido todavia descri- to. Los ejemplares que con algunaabundancia he recogido en el Escorial en el mes de Julio ultimo, no me parece que han al- canzado todo su desarrollo; de uno de ellos me he valido para la descripcion que antecede; y si la disposicion de las antenas fuese constante, ella sola bastaria para distinguir los machos de ambas especies, pues en el del B. Rossii F. las antenas constan de diez y nueve artejos, y son tres veces mas largas que la cabeza, no llegando 4 dos veces en el B. gallicus Chp. Las Q del B. Rossi F. tienen el mismo numero de artejos en las antenas que los o’, y en ellas el mesonoto y metanoto apenas son gra- nulosos. En la Faune del Andalousie, el Sr. Rambur cita el B. Rossi F. como una de las especies que se encuentran en el Mediodia de Espafia; pero es sin duda 4 consecuencia de considerar los nom- bres de las dos especies como sindnimos. Segun el Sr. Brunner, el B. Rossi es propio de Italia y Dalmacia. E1 Sr. Cunfy Martorell me ha remitido un ejemplar ¢ recogido en Calella, al que conviene perfectamente la descripcion del B. Rossii F.; pero como existe tal incertidumbre con respecto al & del B. gallicus, no me decido 4 considerarle como tal, 276 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (70) hasta poder observar mayor numero de ejemplares 6 individuos del otro sexo, procedentes del mismo punto. Tambien es digna de notarse la diferencia que en cuanto 4 la forma de la placa supra-anal, ofrecen las 2 del B. gallicus Chp. que he podido examinar; el ejemplar de Vergara conviene exactamente con la descripcion y la figura de Fischer, y tiene dicha placa re- dondeada, al paso que en el de Logrono y en los de Madrid y el Escorial, dicha placa se prolonga en el medio, formando una punta aguda y muy saliente, segun se representa en la figurat, de la lamina x1. Esta diferencia, sobre la que llamo la atencion, es muy importante, y convendria saber si dicha placa puede 6 né variar en la ultima muda, pues si los ejemplares en que se pre- senta esta diferencia, fuesen del todo adultos, corresponderian indudablemente 4 una especie distinta. 5.° FAMILIA. — Acrididos. Sin. Acridiodea Burmeister, Handb. der Ent. Acridites, Zatreiile, Serville. Cuerpo comprimido por lo comun; estemmas en numero de tres, situados sobre la frente; antenas mas cortas que la mitad del cuerpo, con los artejos bien distintos, filiformes, prismati- cas, triquetras 6 en maza; patas posteriores muy robustas, mu- cho mas grandes que las otras y dispuestas para saltar; tarsos de tres artejos, generalmente con arolio (excep. Tettiz); oviscap- to formado por cuatro piezas cortas, gruesas y divergentes, no ensiforme. La cabeza es de forma muy variada en los insectos de esta fainilia, & veces es cénica y muy prolongada; las sienes, que de ordinario son verticales, llegan 4 hacerse horizontales en algu- nos, rodeando el vértice anteriormente (Pyrgomorpha); la qui- lla media de la frente, siempre mas 6 ménos elevada, es con- vexa 6 plana unas veces en toda su extension, 6 por el contrario, concava 6 tan sdlo ligeramente deprimida al nivel del estemma central; 4 los lados del vértice existen casi siempre las fositas laterales, cuya presencia y forma son caractéres de que se hace frecuente uso para la distincion de los géneros y especies en esta (71) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 277 familia ; la forma de las antenas es tambien variable, como se deja indicado, y su longitud rara vez excede 4 la del torax, no Negando con frecuencia al borde del primer anillo de dicha re- gion; los estemmas existen siempre en numero de tres. El pronoto ofrece generalmente un dorso horizontal, bien se- parado de los lébulos laterales por quillas, que pueden ser rectas 6 curvas, integras 6 sinuosas, visibles en toda su extension 6 solo en parte, 6 indicadas tan solo anterior 6 posteriormente por tumefacciones mas 6 ménos manifiestas ; otras veces existe sdlo la quilla media, y el pronoto presenta entédnces forma de ca- ballete 6 de tejado (Porthetis); y otras, finalmente, el pro- noto es cilindraceo y sin quillas. Anteriormente es truncado por lo comun 6 apenas anguloso, y por detras suele ser redondeado 6 anguloso, mas 6 ménos avanzado sobre el siguiente artejo y a veces sobre todo el abdémen , hasta cuya extremidad se pro- longa, y aun suele excederle (Tettiz). Los élitros y las alas estan bien desarrollados por lo general, pero en algunos son aborti- vos 6 rudimentarios, faltando rara vez ( Pezottetix salamandra y pyrenea ): la vena mediastina nunca forma el borde anterior del élitro, sino que divide en dos porciones el area marginal, existiendo por tanto un area anterior que es la mediastina, y otra posterior llamada area escapular, cuya forma y longitud es muy importante para la determinacion de las especies en algu- nos géneros. Constantemente son mas cortas las alas que los élitros, exeepto en el Zeftiz, que tiene los élitros lobifor- mes y las alas muy extensas. El prosternon es corto, plano 6 convexo unas veces, provisto otras de elevaciones y tubérculos, cuya forma y disposicion es caracteristica en las distintas espe-' cies. El mesoternon y metasternon constituyen una placa de forma tambien variable, y en la que ofrecen distinta posicion y proporciones los surcos 6 suturas que en ella se observan y que limitan las diferentes piezas que concurren 4 su formacion, ca- racter que no ha sido empleado, que yo sepa, en la distincion de los grupos, y que 4 mi parecer pudiera utilizarse, como lo he hecho en diferentes ocasiones, dando el nombre de /ddulos me- sosternales &las dos porciones 6 piezas que hay a cada lado en la parte anterior ; espacio initer-lobular anterior al que dejan los primeros entre si, y designando con nombres analogos a los posteriores que corresponden al metasternon. Las extremidades anteriores son generalmente cortas con las tibias espinosas, y 278 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (72) las posteriores son grandes y dispuestas para saltar, sin trocan- ter, con los fémures muy robustos y recorridos a lo largo exte- riormente por cuatro quillas elevadas, dos internas y dos exter- nas, formando estas ultimas los bordes, superior é inferior de los mismos, al paso que las internas limitan un espacio 6 area femoral en la que se observan, mas 6 ménos distintamente mar- cadas, unas estrias trasversas y oblicuas, dispuestas en dos séries y 4 lo largo de una linea media longitudinal: las tibias de estas extremidades son gruesas y estan armadas de dos filas de espinas implantadas sobre las quillas posteriores. Los tarsos son de tres artejos, de los que el primero presenta por debajo, especial- mente en los posteriores, un surco trasverso bastante marcado: el arolio casi siempre existe. El abdémen es comprimido superiormente y a veces aquillado y tambien dentado; en la base presenta a cada lado una cavi- dad grande obturada por una membrana tensa: es el timpano abdominal. La placa supra-anal de los machos generalmente es pequena y triangular; los apéndices abdominales no son articu- lados, excepto en el Tettiz que los tiene formados de dos arte- jos, y la placa infra-anal suele ser cénica, saliente y despro- vista de estilos. La supra-anal de las hembras es semejante a lade los machos; y sus apéndices son cénicos y muy cortos. El oviscapto consta de cuatro piezas gruesas y encorvadas, dos superiores y dos inferiores , con el apice dirigido hacia la parte superior en las primeras y hacia la inferior en las segundas. Estos ortépteros, 4 diferencia de lo que sucede en las familias anteriores, tienen la facultad de producir sonidos haciendo pa- sar rapidamente las tibias posteriores sobre los élitros; el canto que de este modo se origina, varia por el timbre y modulaciones particulares en las diferentes especies (1), hasta el punto de que pudieran reconocerse éstas por dicho caracter, sobre todo en el género Stenobothrus. A la familia de los acrididos pertenecen los insectos que, for- mando inmensas legiones, devastan los campos y destruyen las cosechas, constituyendo una verdadera plaga, temida con so- brado motivo por los agricultores. Esta plaga es conocida desde —____.— (1) Véase Yersin.—Mémoire sur quelques faits relatifs a la stridulation des orth. (Bull. de la Soc. Vaudoise des Sc. nat.) \y Scudder, |Notes on the |stridulation of some New England Orthoptera (Proceedings of the Boston Soc. of Nat. Hist. 1868.) (73) Bolivar. — ORTOPTEAOS DE ESPANA Y PORTUGAL. 279 la mas remota antigiiedad, y puede decirse que no hay pais al- guno que se encuentre libre de ella. Las emigraciones de estos acrididos no son periddicas y re- gculares como las de las aves, y dependen de causas no bien co- nocidas, entre las que debe contarse el desarrollo anormal y extraordinario de individuos, favorecido por determinadas cir- cunstancias, y la desproporcion consiguiente en la cantidad de alimento. El resultado es que abandonan los paises en que las especies se encuentran confinadas de ordinario, é invaden otras regiones, abarcando 4 veces en sus emigraciones un area muy considerable. Las especies realmente emigrantes no suelen in- vadir la Peninsula, al ménos no hay dato alguno para asegu- rarlo; estas especies son el Pachytylus migratorius L. y el Acri- dium peregrinum Ol. La primera, que se supone originaria de Tartaria , extiende sus destrozos por gran parte de Europa, ha- biendo llegado 4 localizarse en algunas regiones del continente; la segunda tiene un area de emigracion mucho mayor, puesto que abarca desde las fronteras de la China, por toda la India, Pérsia, Arabia y gran parte del Africa hasta el Senegal; esta especie atraviesa 4 veces el Mediterraneo, habiéndose encon- trado, si bien accidentalmente, en Corft y en las islas Baleares. Fuera de estas especies emigrantes hay otras que pudieran lla- marse endémicas, indigenas de los distintos paises en que se encuentran confinadas, y cuya presencia pasa generalmente desapercibida para los habitantes del pais hasta que un desarro- llo extraordinario llega a hacerlas temibles; son éstas, entre otras, el Pachylylus cinerascens F. y el nigrofasciatus De Geer., . el Caloptenus italicus L. y el Stauronotus maroccanus Thunb. (cruciatus Charp.). Todas estas.especies se encuentran en la Peninsula, donde se las conoce con el nombre algo impropio de langostas, si bien la que en estos Ultimos afios ha invadido las provincias del Centro y Mediodia es tan sdlo la-tiltima de las cis tadas, 6 sea el Stauronotus maroccanus Thunb., segun resulta de las investigaciones del digno catedratico de la Escuela de agri- cultura Sr. D. Casildo de Azcarate, ponente que ha sido de la comision nombrada por la Diputacion provincial de Madrid, el cual, por razon del cargo que desempenaba, ha tenido ocasion de recoger numerosos ejemplares en las diferentes localidades infestadas, ejemplares que corresponden todos a la especie in- dicada , asi como los que he recibido de diferentes puntos de la 280 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (74) Peninsula. Tan sdlo en Aranjuez se encontraba esta especie acompafiada de otra de mayor tamafo, y cuyas hembras apte- ras tienen una facies especial y caracteristica: esta especie es la Cuculligera Perezii Bol. Los insectos de esta familia hacen su aparicion en la prima- vera 6 a principios del verano, segun las especies; mudan de piel diferentes veces, apareciendo desde las primeras mudas con alas y élitros, si bien rudimentarios, y se alimentan de sustan- cias vegetales. Las hembras depositan los huevos en la tierra en un agujero que practican valiéndose del abdémen, en cuyo extremo se encuentra el oviscapto, que como ya se ha dicho, es muy corto en estos insectos y no tiene la forma de espada tan caracteristica de las hembras de la familia siguiente, estando formado por cuatro piezas divergentes, pero muy robustas; por medio de estas piezas separan la tierra, y el abdémen va intre- dueiéndose 4 medida que el agujero va siendo mas profundo; cuando todo él ha quedado oculto 6 introducido hasta la base ' misma, es cuando verifican la puesta, dejando caer los huevos en el fondo del hoyo y depositando al mismo tiempo un liquido espumoso que aglutina la tierra de las paredes del hoyo, siendo esto causa de que puedan sacarse los huevos todos, rodeados 6 envueltos por una costra de tierra, constituyendo lo que se llama el canuto; los huevos se encuentran colocados horizontal 6 perpendicularmente, segun las especies. El des- ove se verifica por lo comun en el otono. TRIBUS, a. Quilla superior de los fémures posteriores, no escotada profundamente cerca de la rodilla; con arolio; pronoto truncado, redondeado 6 anguloso posteriormen- te, pero nunca prolongado hasta cu- brir el abdémen. b. Vértice rodeado anteriormente por las sie- nes, que son horizontales y forman la parte mas prominente de la cabeza, hallandose separadas la una de la otra por una fisura muy estrecha que se continua con un surco longitudinal que existe en la quilla media de la frente; cara externa de los fémures posteriores con arrugas oblicuas y paraielags: Heute sce see wt ee aud Metai bb. Vértice no rodeado antericrmente por las sienes, que nunca son horizontales; parte prominente de la cabeza formada exclusivamente por el vértice; cara externa de los fémures con arrugas irregulares 6 sin ellas, y con mas fre- cuencia con estrias dispuestas 4 ma- | nera de pluma. c. Prosternon con un grueso tubérculo de forma variable y tan alto por lo mé- nos como las caderas del primer par. d. Tubérculo del prosternon plano 6 algo concavo por delante; vértice escotado anteriormente 6 hendido, continuan- dose la hendidura con el surco lon- gitudinal que existe en la quilla me- dia dela Trenton. Rhy sane sete sy atte dd. Tubérculo del prosternon cilindrico 6 conico; vértice no hendido anterior- mente; quilla media de la frente pla- na, convexa 6 ligeramente concava.. ec. Prosternon sin tubérculo, 6 cuande mas con una ligera tumefaccion en el me- dio 6 un pequenio diente en el borde anterior. é. Frente siempre mas 6 ménos oblicua; vértice nunca escotado 6 hendido an- teriormente; ojos por lo comun mas largos que la sutura infra-ocular de las mejillas, rara vez mas cortos 6de igual longitud , pero en este caso la frente es muy oblicua; angulo del borde posterior del pronoto general- mente obtuso; quilla media del pro- noto apenas elevada, pero siempre visible como una linea saliente....... Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL.» 281 TRIBUS. — FIMATINOS. PANFAGINOS. ACRIDINOS. TRUXALINOS, 282 ANALES DE HISTORIA NATURAL (76) TRIBUS. ee. Frente perpendicular 6 apenas oblicua; vértice 4 veces escotado 6 hendido an- teriormente; ojos pequenos, rara vez un poco mas largos que la sutura in- fra-ocular de las megillas; angulo del borde posterior del pronoto agudo, casi recto 0 recto; quilla media del protoérax 4 veces apenas visible, pero generalmente elevada en la totalidad 6 en parte de su extension, formando una cresta bastante saliente 6 cor- TARE HG ise oe A Rear oF. ide EDIPODINOS. aa. Quilla superior ids los ere sonbadiones es- cotada profundamente cerca de la ro- dilla; sin arolio; pronoto prolongado posteriormente, hasta el extremo del abdomen por loomémos:. . 2.10.00): .. TETIGINOS. Fimatinos. Vértice horizontal, rodeado anteriormente por las sienes, que presentan una porcion plana y horizontal, separada del vértice por una quilla poco elevada; por delante las sienes no llegan a unirse , permaneciendo separadas por una fisura muy estrecha que se contintia con el surco que existe a4 lo largo de la quilla media de la frente; este surco es muy estrecho, y sus bordes son mas salientes al nivel de la insercion de las antenas y un poco mas separados 4 la altura del estemma central; frente muy in- clinada. Antenas triquetras. Disco del pronoto casi plano, con la quilla media visible en toda su extension. Borde posterior re- dondeado y apenas prolongado. Quilla superior de los fémures posteriores no escotada cerca de la rodilla y con la cara externa cubierta de arrugas oblicuas y paralelas. Con arolio. Oss. Comprende esta tribu un solo género galSecl siendo exoticos los restantes. (77) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA ¥ PORTUGAL. 288 Pyrgomorpha Se7'v. Sin. Truxalis, swdgen. Pyrgomorpha, Serville, Hist. nat. des Orth. Pyrgomorpha, Fischer, /r. Orth. Eur. Frente muy inclinada, con la quilla media un poco mas ancha al nivel del estemma central y mas elevada entre las antenas; éstas con el artejo primero subcilindrico en la base, el segundo mas corto, y el tercero y siguientes hasta el octavo mas 6 mé- nos triquetros. Pronoto punteado y rugoso, sin tubérculos 6 ca- llosidades , mas estrecho anteriormente, con la quilla media sa- liente y las laterales visibles, pero interrumpidas y sinuosas; borde inferior de los lobulos laterales muy oblicuo, el posterior del pronoto redondeado y prolongado hasta cubrir el mesonoto y la base de los élitros. Alas y élitros perfectamente desarrolla- dos , éstos estrechos, casi paralelos y desprovistos de séries de tubérculos. Fémures anteriores proximamente de la longitud del borde inferior de los lobulos laterales del pronoto, los interme- dios apenas mas largos y los posteriores de la longitud del abdé- men 6 poco ménos: éste comprimido. 1. Pyrg. rosea Charp. Lam. x1, fig. 2, 3. Stn. Truxalis rosea, Charpentier, Hor. ent., pag. 128, t. 1, figura 8, 9. Truxalis (Pyrgomorpha ) rosea, Serville, Hist. nat. des Ort., p. 584, % Q. Pyrgomorpha discrepans, /7eber, Synop. in Lotos, p. 8. — rosea, fischer, F7. Orth. Eur., pag. 304, tome iis 15, 10% Amarillenta, verde 6 gris. Partes de la boca, sienes, bordes inferiores de los ldbulos laterales del pronoto y una faja que desde los ojos corre hasta el borde anterior del mismo , de color blanquecino. Parte superior de la cabeza con ligeras arrugas trasversas. Hlitros estrechos y mas largos que el abdémen, con el borde posterior casi recto, verdosos unas veces, amari- llos 6 de color gris con puntos y manchas negras é irregulares otras. Alas un poco mas cortas, estrechas, con la porcion ante- 284 ANALES DIi HISTORIA NATURAL. (78) rior verdosa 6 pardusca, y el resto de color carmin muy claro. Dorso del abdémen negro con el borde posterior de todos los anillos del color del cuerpo. Long. del cuerpo (4 15""-17"™"; Q 22™"-24™". Loc. Granada (Rambur), Portugal (Charpentier), Madrid (Perez Arcas!), Logrofio ( Viar!), Valencia (Bosca!), Ali- cante (Rico !), Escorial !, Valladolid !, Paniaginos. Vértice no rodeado anteriormente por las sienes , que nunca son horizontales; parte prominente de la cabeza formada sélo por el vértice que esta estrechamente hendido 6 escotado anterior- mente, continudndose esta hendidura con el surco de la frente. Pronoto en forma de tejado, desprovisto de quillas laterales, con la quilla media generalmente elevada, no prolongado sobre el abdémen. Alas y élitros por lo comun representados tan sdlo por pequenios lébulos; en los machos de algunas especies, bien des- arrollados (Porthetis (Serv.) Staal). Prosternon con un grueso tubérculo plano 6 algo céncavo anteriormente. Abdomen com- primido, aquillado por encima y mas 6 ménos aserrado. Patas cortas y robustas; fémures posteriores muy anchos, con la quilla superior no escotada profundamente cerca de la rodilla. Con arolio. GENEROS. Frente continuada insensiblemente con el vér- fice *antenas Ciindricass. wee .m wen 2 « PORTHETIS Serv. Frente separada del vértice por un surco tras- verso 6 una impresion horizontal; an- tenas comprimidas, triquetras 6 cilin- drives. teres bic eatin i eto fc bes ACOCERA Serv. Porthetis Sev. Porthetis , Serville, Revue meth. Vértice continuandose casi insensiblemente con la frente. An- tenas insertas en una cavidad, filiformes , con los dos primeros (79) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 985 artejos cilindricos, los restantes un poco deprimidos, y el ultimo ‘casi filiforme y mucho mas largo que los anteriores. Pronoto grande, rugoso, avanzado anteriormente sobre la cabeza, trun- cado posteriormente. Ons. De las especies espaniolas que encierra este género sdlo poseo una en mi coleccion, no conociendo las otras sino por las descripciones de Fischer y Fieber; y como las de este ultimo son muy incompletas, y el primero solo describe una de ellas, no hay posibilidad de establecer un cuadro sindptico, como se hace para los demas géneros. Las dos especies bien conocidas, que son las primeras que se exponen a continuacion, se dis- tinguiran sin embargo con facilidad comparando ambas descrip- ciones. 1. P. canonicus Fisch. Fr. Lam. x1, fig. 6, 6 a. Sin. Porthetis canonicus, Fischer Fr., Orth. Eur., pag. 386, tomvy fe Ie 2asb). Gris pardusco 6 amarillento, tuberculoso-granuloso. Cabeza bastante convexa superiormente; vértice ligeramente cOncavo y declive ; antenas cortas llegando apenas al extremo del labro; sus artejos anchos y algo deprimidos.-Pronoto cubierto de tubér- culos y granulaciones muy desiguales, algunas espinosas; borde posterior dentado 6 tuberculoso, un poco saliente en el punto en que se insertan los élitros. Quilla superior algo curva, en- tera 6 apenas escotada al nivel del surco posterior. Elitros muy cortos , rudimentarios, de la longitud del primer anillo del ab- domen, 6 mas cortos. Patas parduscas, pelosas, arolio grande; quillas superior é inferior de los fémures posteriores ensancha- das y ondeadas; la inferior por dentro negro-azulada, siendo del mismo color una mancha que hay en la rodilla y la cara in- terna de las tibias. Borde anterior del prosternon elevado en 1a- mina delgada, céncava por delante y terminada por dos peque- nas puntas. Placa que forman el meso y metasternon , apenas mas larga que ancha y truncada por delante. Abdémen compri- mido, aquillado por encima y aserrado. Longe. del cuerpo, ’, 16™; 9, 36™. Loc. Valencia ( Bosca ! ). . Oss. Esta especie no se habia indicado de Espafia. Fischer de Friburgo la cita de Sicilia. 286 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (80) 2 P. terrulenta? Serv. Sin. ? Porthetis terrulenta, Serville, Hist. nat. des Orth., pagina 610. — — Fischer Fr., Orth. Eur., p. 385. Corto, grueso; patas y boca pelosas; o& gris manchado de pardo; 9 de color uniforme. Vértice plano algo inclinado, lige- ramente aquillado. Pronoto rugoso-tuberculoso, algo saliente por delante, no sinuoso por detras, con la quilla media poco ele- vada, casi entera y el borde posterior todo cubierto de tubércu- los 6 dientes; tubérculo del prosternon bifido en el extremo; éli- tros oy 9 casi ovales, mas anchos en la base, ferruginosos 6 par- duscos, marginados de blanco superiormente y con una linea ne- gra en el medio. Tibias posteriores violaceas por arriba; espinas alargadas. Abdémen aquillado, con los primeros segmentos den- tados ( Fischer Fr. ). Long. del cuerpo co’, 24™; 2, 30-35". Loc. Malaga, Sevilla ( Fischer Fr.). Ops. Las principales diferencias consisten en no tener el pronoto anguloso en el punto correspondiente 4 la insercion de los élitros, siendo éstos anchos en la base y con una linea ne- era en el medio y en la forma del tubérculo prosternal. De la siguiente especie, que corresponde segun el Sr. Brun- ner a este género, no conozco mas que la descripcion del senor Fischer, que trascribo. 3. P. tibialis Fieb. Sin. Pamphagus tibialis, Fieber, Synop. der Europ. Orth., pagina 26. Gris amarillento, verde 6 pardusco, con manchas y rayas. Elitros rudimentarios, reticulados de pardo. Quilla superior de los muslos posteriores dentada; cara interna de los mis- mos negro-azulada; tibias rojas, sus bordes con manchas negras. ( Schienbein roth. Rand der Leibschienen schwarz gefleckt.) ov Amarillento sticio con manchas pardas.—Long. 16 }y Lin. 2 Gris blanquecina con manchas verdes. Long. 26 Lin. Loc. Portugal, Algeciras (Fieber ). Hsta especie, tan vagamente caracterizada, corresponde, se- 81) Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 287 gun el autor, 4 la division @ (1). Caracterizada por tener los fé- mures posteriores delgados, con las quillas poco elevadas y los élitros rudimentarios, en forma de espaétula, y 4 la seccion* que tiene el tubérculo del prosternon trapeciforme, alargado y truncado. Otra especie del mismo autor, y que no es posible decidir si pertenece 4 este género 6 al siguiente, es el PAMPHAGUS AFFINIS, /eber, Synop. der Eur. Orth., pag 26. Finamente rugoso. Pronoto con la quilla media apenas ar- queada y el borde posterior muy obtuso y truncado superior- mente. Quilla superior de los fémures posteriores entera, las posteriores de las tibias negras por dentro. Espafia ( Fieber ). Ozs. Tambien corresponde esta especie 4 la division @ ya ci- tada del mismo autor, pero 4 la seccion ** por tener el tubérculo del prosternon puntiagudo. Acocera Serv. Akicera, Serville, Rev. méth. Acocera (Serv.), Brunner, in litt. Vértice separado de la frente por un surco trasverso 6 una impresion horizontal. Antenas cilindraceas, triquetras 6 depri- midas, con ei primer artejo generalmente mas grande y cilin- drico. Abdémen aquillado constantemente; pero en unos estan provistos los anillos de dientes 6 tubérculos que le hacen pare- cer como aserrado, al paso que en otros la quilla es casi entera. ESPECIES. a. Primer segmento dorsal del abdo- men desprovisto del tubércu- lo grueso, caracteristico de la division siguiente; quillas de los fémures posteriores no en- sanchadas ni ondeadas. 6. Quilla superior del abdémen ape- nas aserrada; bordes del pronoto casi paralelos...... AC. HESPERICA Rb. (1) Véase Fieber, Zoc. cit., pag. 26. 28 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8: ESPECIES. bb. Quilla superior del abdomen aser- rada; pronoto bastante mas ancho posteriormente....... AC. MONTICOLA? Rb. aa. Primer segmento dorsal del abdémen con un gran tubérculo sepa- rado del borde posterior; fé- mures posteriores con las qui- llas ensanchas y ondeadas... Ac. BRUNNERII sp. n. 1. Ac. hesperica Ramb. Lam. x1, fig. 5,5 a. Stn. Acinipe hesperica, Rambur, Faun, deVAnd., t. 11, p. 69, PIG Ane lert Porthetis hesperica, Fischer, /’r. Orth. Eur., p. 384. Gris con manchas negras y amarillentas. Vértice declive, quilla media visible posteriormente; quillas laterales de la frente elevadas, divergentes hacia la parte inferior; antenas deprimi- das, tan largas como la cabeza y el pronoto reunidos. Este es- trecho, rugoso, paralelo, algo avanzado anteriormente, y trun- cado por detras, con la quilla media interrumpida por el surco posterior, y un poco mas baja en su ultima porcion; bordes en- teros. Elitros estrechos, llegando casial borde posterior del pri- mer anillo delabdémen. Tubérculo del prosternon casi cuadrado, no escotado, formado por el borde anterior que se eleva en el medio y por una tumefaccion que le sigue; ésta lleva a veces dos pequeiias puntas. Placa del meso y metasternon estrecha, vez y media 6 dos veces mas larga que ancha. Fémures posteriores estrechos, quillas enteras, lisas: tibias de las mismas patas casi rectas, de color negro azulado por encima y por dentro, y con una mancha roja cerca del apice, en su cara interna. Long. del cuerpo o, 32""; 9, 40-52". Loc. Malaga (Rambur), Sierra-Nevada (Rosenhauer), Sevi- lla (Fischer Fr.), Valencia (Bosca! ), Albarracin (Zapater!). 2. Ac. monticola? Ramb. Lam. x1, fig. 4, 4a. Sin. Acinipe monticola? Rambur, Faun. de VAnd., t. u, p. 71, Pl.6, figu'3;4. (Srco). Gris amarillento 6 rojizo, con manchas negras; gra- noso y casi rugeso. Vértice estrecho, con los bordes bastante elevados; quilla media visible sélo posteriormente; surco fron- (83) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 289 tal muy estrecho, sus quillas mas salientes entre las antenas; las laterales de la frente tambien elevadas; antenas deprimidas que no alcanzan al borde posterior del protérax, con los artejos algo mas largos que anchos. Pronoto mas ancho por detras, con la quilla media regularmente elevada, recta en el medio, y solo encorvada anterior y posteriormente, ligeramente inter- rumpida por el surco posterior, pero no deprimida en la ultima porcion; todos los surcos laterales, visibles; borde anterior, algo avanzado sobre la cabeza; el posterior es desigual, grueso, con algunos tubérculos, y un poco anguloso en el punto corres- pondiente a la base de los élitros; éstos son ovales, fina- mente reticulados, pardos, con el borde superior blanquecino, y apenas pasan del borde posterior del primer segmento del ab- domen. Tubérculo del prosternon grueso, formado por el borde anterior que esta escotado en el medio, y por una tumefaccion que hay detras, la cual presenta dos tuberculitos, lo que es causa de que aparezca como formado por cuatro tubérculos. Placa del meso y metasternon casi tan larga como ancha, y mas estrecha y redondeada anteriormente, cubierta por gruesos puntos. Patas brevemente pubescentes; fémures posteriores cortos, con las quillas externas no ensanchadas ni ondeadas, y con varios puntos negros 4 lo largo de las quillas medias, y una mancha del mismo color en la cara interna sobre la rodilla; tibias del mismo par casi rectas; espinas negras en la punta. Abdémen bastante comprimido, con la quilla superior cortante y dentada. Placa supra-anal, con una fosita larga y estrecha, por arriba; valvulas cortas, gruesas, con las quillas y puntas negras. Long. del cuerpo, co 25™"; 9 40™". Loc. Aranjuez (Lopez Seoane!). Oss. Segun el Sr. Brunner de Wattenwyll, que ha exami- nado esta especie, dif’. a Porth. terrulento Serv. fronte impress, prosterno sub-quatro-ltuberculato, elytris basi angustatis. Pu- diera ser esta especie la Ac. monticola Ramb., segun me in- dica con duda el mismo senior, de la que sdlo se conoce una im- perfecta descripcion, y la figura publicada por Rambur; pero como en ésta no se hallan expresados los caractéres esenciales, no es facil asegurarse de ello, si bien tampoco hay razon para negarlo definitivamente. El A cinipe monticola Ramb., se encuen- tra en Sierra-Nevada, en los sitios elevados, durante el mes de ANALES DE HIST. NAT.—Y. 19 290 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (84) Agosto. Admitiendo, pues, aunque con duda, y hasta que el exa- men de nuevos datos permita 6 no dar validez 4 esta opinion, la identidad ‘de los ejemplares cogidos por el Sr. Lopez Seoane y los de Rambur, hay que afadir que, segun este ultimo natu- ralista, el ¥ es bastante mas pequefio que la Q, teniendo la cara interna de las tibias posteriores de color negro-azulado, y los arolios muy grandes, al paso que en la Q las tibias son negro-violaceas por dentro, y los arolios mas pequefos. 3. Ac. Brunnerii, sp. nv. Lam. x1, fig. 7, 7a. Q Magna; fulvo-grisea; rugosa; vertice vix concavo, declivi; pronoto antice prominulo, postice subemarginato; crista medida elevatd via interrupta, margine posticd prope elytris subpro- ducta; his lobiformibus, ad basim angustatis; prosterni tuberculo amplo, integro, abdominis segmento primo supra tuberculo com- presso, elevato; carinis femorum posticorum expansis, undula- tis; libiis posticis curvatis; spinis apice nigris. Grande, muy rugoso y granoso, (seco) amarillento. Vértice declive , casi tan ancho como largo, con las quillas encorvadas y desiguales, ligeramente coéncavo; quilla frontal muy estre- chada en el medio, poco elevada en su segunda mitad y con los bordes divergentes hacia el epistoma; quillas laterales ape- nas visibles: antenas...? Pronoto mas ancho posteriormente, con la quilla media poco elevada, casi recta, sub-integra; borde an- terior algo uvanzado sobre la cabeza, y el posterior anchamente escotado en el medio y ligeramente anguloso al nivel de los éli- tros, muy desigual, cubierto de dientes irregulares y de tu- bérculos blanquecinos como toda la superficie del pronoto: surcos trasversos casi indistintos. Elitros en dvalo prolongado, muy estrechos en la base y llegando hasta el borde del primer segmento abdominal; la superficie es rugosa y desigual. Tubér- culo del prosternon ancho, espatuliforme. Placa del meso y me- tasternon tan ancha como larga 6 casi mas ancha, truncada an- teriormente y mas ancha al nivel de las caderas intermedias. Patas gruesas, rugosas y de mediana longitud, las posterio- res sumamente fuertes, con las quillas de sus fémures muy en- sanchadas y los bordes festonados y casi dentados, y con las ti- bias muy robustas y encorvadas; espinas fuertes, negras en el apice. Abdémen por encima poco comprimido, presentando en el medio casi todos los anillos un diente 6 tubérculo triangular, (85) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 291 separado del borde posterior y prolongado en una quilla lateral paralela 4 dicho borde, la que desaparece 4 corta distancia: el diente del primer segmento es mucho mas grande y el del se- gundo esta muy aproximado al borde posterior del mismo; las quillas que limitan la fosita superior de la placa infra-anal son flexuosas, y las valvulas son negras en el apice. Oss. Sdlo poseo un ejemplar Q de esta notable especie que dedico al Sr. Brunner de Wattenwyl, que tanto ha contribuido con sus amistosos consejos a hacer posible la redaccion de esta sindpsis. Long. del cuerpo 9, 59™”. Loc. Manzanares ( Ciudad- Real) (Mufioz y Pinés ! ). Aeridimos. Vértice mas 6 ménos saliente , apenas inclinado, no rodeado anteriormente por las sienes, plano, algo convexo 6 ligeramente coéncavo, con una quilla longitudinal bien perceptible por lo comun. Frente ligeramente inclinada, rara vez muy inclinada (Tropidopola Staal), con la quilla media algo convexa 6 pla- na, muy .pocas veces concava 6 mas bien algo deprimida en el medio, cerca del estemma central y por debajo de éste. Pro- noto redondeado 6 anguloso por detras, pero poco prolongado. Prosternon con un grueso tubérculo en el medio, cilfndrico 6 cuneiforme, tan alto por lo ménos como la cara interna de las caderas anteriores, 6 con una larga espima conica. Cara ex- terna de los fémures posteriores con estrias muy marcadas, dis- puestas 4 manera de pluma; quilla superior de los mismos no interrumpida cerca de la sutura. Con arolio. GENEROS. a. Eje mayor de los ojos casi perpen- dicular; frente poco incli- nada; fémures posterio- res, de la longitud del abdémen 6 bastante mas largos. 292 ANALES DE HISTORIA NATURAL. bd. Borde interno de los ldbulos del mesosternon recto al prin- cipio y anguloso despues; porcion interlobular casi tan ancha como uno de los ldbulos; angulo posterior del pronoto casi recto; quilla media bastante ele- vada é interrumpida por tres surcos trasversos; las laterales faltan.......... bb. Borde interno de los ldbulos del mesosternon mas 6 ménos redondeado y a ve- ces anguloso, pero la por- cion interlobular es bas- tante mas estrecha que uno de dichos Ilédbulos; pronoto generalmente re- dondeado 6 apenas angu- loso y aun escotado poste- riormente, a veces angu- loso, pero enténces la quilla media es poco ele- vada y las laterales son muy salientes. c. Klitros sin vena intercalar; quilla superior de los fé- mures posteriores, ligera- ramente aserrada; pronoto auguloso por detras , con las quillas laterales salien- tes en toda su extension.. cc. Elitros, cuando estan bien desarrollados , con vena intercalar; quilla superior de los fémures posteriores integra; pronoto redon- deado por detras 6 esco- GENEROS. ACRIDIUM Serv. CALOPTENUS Burm, (86) (87) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 293 GENEROS, tado 6 truncado, rara vez anguloso, pero entdnces las quillas laterales faltan. d. Primer artejo de los tarsos posteriores, casi tan largo como los otros dos reuni- dos; élitros bien desarro- lladosecss: ssid retinas EKUPREPOCNEMIS Fieb. dd. Primer artejo de los tarsos posteriores tan largo como el ultimo 6 poco mas lar- go; élitros, rudimentarios casi siempre. . Tubérculo del prosternon cuneiforme y comprimi- do; ojos mucho mas lar- gos que la porcion infra- ocular de las mejillas..... PLatypHyma Fisch. Fr. ee. Tubérculo del proster- non, cdnico; ojos mas cor- tos 6 poco mas largos que la porcion infra-ocular de Jas - mepillas sa ccimcitens .% PEZOTETTIX Burm. aa. Eje mayor de los ojos muy obli- cuo; frente muy inclina- da; fémures posteriores bastante mas cortos que el abdomen). 2. sur.ene. ¢ TROPIDOPOLA Staal. iss) Acridium Se7v. Sin. Acridium, Serville, Hist. nat. des Orth. — Staal, Recens. Orth. Frente poco inclinada', con la quilla media algo mas ancha y elevada entre las antenas , convexa en la parte superior y con- cava en lo restante de su extension, desde el estemma central hasta el borde del epistoma. Vértice sin fositas laterales. Pro- noto desprovisto de quillas laterales, pero con la quilla media 294 Fai ANALES DE HISTORIA NATURAL. (88) elevada, formando una cresta interrumpida por tres surcos trasversos que se continuan sobre los lobulos laterales; borde posterior en angulo casi recto. Lébulos del mesosternon con su borde interno recto al principio y anguloso despues, dejando entre ambos un espacio casi tan ancho como uno de ellos y un - poquito mas estrecho posteriormente. Alas y élitros bien desar- rollados; fémures posteriores prodximamente tan largos como el abdémen. Oss. A este género corresponden las especies de mayor ta- -mafio entre los acrididos europeos, y de las que una tan solo es propia de la Peninsula, si bien accidentalmente se ha encon- - trado en ella otra procedente del Norte de Africa. Las dos espe- cies a que hago referencia son las siguientes: ESPECIES. Alas con una mancha oscura en eldisco. AcR. AGYPTIUM L. Alas incoloras 6 ligeramente amarillen- tas en ‘la-base. so: Fi ERLE ae ACR. PEREGRINUM Ol. 1. Acr. egyptium L. Lam. x1, fig. 8, 8a. Sin. Gryllus ( Locusta) egyptius, fintise Mus. L. Ulr., BE: gina 138 (1764). ‘ — cristatus, Asso, 1784. Introduct. in or. et zool. Arag., pag. 111. — lineola, Fabricius, Ent. syst. 11, p. 54. Acridium lineola, Serville, Hist. nat. des Orth., p. 656. — tartaricum, Serville, id., pag. 657, nota.— Fischer Fr., Orth. Eur., p. 388, toxv, fig 27027 a: — egyptium , Staal, Recens., 1.* part., p. 63. . De color ferruginoso 6 pardusco. Occipucio amarillento; qui- lla media de la frente punteada; ojos rojizos con lineas longitu- dinales negras. Quilla media del pronoto con tres escotaduras bastante profundas que corresponden a los surcos trasversos , y de las que la ultima esta colocada préximamente hacia el cee del disco; superficie rugosa y cubierta de manchas amarillas dispuestas con regularidad cerca del borde posterior. Tubérculo del prosternon muy grueso. Alas y élitros mucho mas lar- gos que el abdémen, éstos con numerosas manchas pardus- cas; area discoidal de las alas con una mancha oscura, desvane- (39) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 295 cida y algo arqueada. Fémures posteriores con las quillas externas negras y con tres grandes manchas oscuras sobre la cara superior; espinas blanquecinas con el apice negro. Long. del cuerpo , 50""- 60™; de los élitros, 60™; de los fé- mures posteriores , 30™. Loc. Epila (Asso), Malaga (Rambur), Cadiz (Rosenhauer ), Cascante (Perez Arcas), Valencia ! ( Bosca !), Madrid ! ( Perez Arcas ), Aranjuez !. Oss. Esta especie se encuentra con alguna frecuencia , pero siempre aisladamente. Se detiene por lo comun en los arboles, y cuando vuela produce el mismo ruido que un pajaro de pe- queno tamafio, lo que no es de extrafar, puesto que de punta a punta de las alas mide cerca de decimetro y medio. 2. Acr. (Schistocerca) peregrinum Ol. Sin. Gryllus migratorius var. ¢, Zhunberg, Mém. Ac. Pét. 5, pagina 243 (1815) (Staal). Acridium flaviventre, Burmeister, Handb. der. Ent. 2, pagina 631. — peregrinum , Serville, Hist. nat. des Orth., pagina 666. Cuerpo lampifio, a veces de color amarillo muy vivo, otras rojizo. Quillas frontales obtusas. Pronoto punteado, sobre todo posteriormente; quilla media poco elevada; surcos trasversos bien distintos. Elitros mas largos que el abdémen, bastante es- trechos, redondeados en el apice, opacos y amarillos en la base y en el borde anterior, trasparentes é incoloros en el resto, y cubiertos en toda su extension de manchas cuadradas , negruz- cas y esparcidas, las anteriores opacas y las restantes con pun- tos claros por estar formadas por nerviaciones negruzcas que se destacan sobre un fondo claro; en el extremo del élitro estas manchas suelen formar fajas oblicuas 6 irregulares. Alas an- chas, tan largas como los élitros, trasparentes , incoloras, bri- llantes, con las nerviaciones, la base y la margen anterior amarillas. Patas tambien amarillas con las espinas de las tibias negras en la punta. Long. del cuerpo, 52"". Esta especie tiene un habitat muy extenso, y sus emigra- ciones abarcan un area considerable, puesto que se extien- den por toda la India, Pérsia, Arabia, Mesopotamia, Egipto y 296 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (90) gran parte del Africa, desde el gran desierto de Sahara y el Se- negal hasta la costa del Mediterraneo, pudiéndose encontrar accidentalmente en Espafia y habiéndose encontrado realmente enlas Baleares, como indica el Sr. Lallemant (Selys Longchamps, Add. et correct. au Cat. rais. des Orth. de Belgique). Segun el Sr. Brunner (Selys, doco cit.), la variedad del Norte de Africa es siempre de color amarillo de limon, mientras que la que procede del Senegal, del Sennaar y de la India es de un rojo sanguineo. Caloptenus Surm. Six. Caloptenus, Burmeister, Handb. der Ent. — Fischer Fr., Orth. Eur. Calliptamus, Serville , Hist. nat. des Orth. Calliptenus, S/aa/, Recens. Orth. Frente poco inclinada, con la quilla media casi paralela 6 ape- nas sinuosa 4 los lados, convexa en toda su extension y a veces algo deprimida junto al estemma central. Vértice ligeramente céncavo, sin fositas laterales. Pronoto con las quillas salientes, y la del medio bien perceptible; dorso plano; surcos tras- versos poco profundos; borde posterior anguloso. Lébulos del mesosternon trasversos , dejando entre ambos un espacio mu- cho mas pequefno que uno de ellos, pero un poco mas ancho posteriormente. Alas y élitros, de la longitud del abdémen 6 mas largos. 1 GC. italicus L. LAm. x1, fig. 9, 94a. Sin. Gryllus (Locusta ) italicus , Zinneo, Syst. nat. pg. 701. Calliptamus italicus, Serville, Hist. nat. des Orth., pa- gina 693, pl. 14, fig. 14, abdom. <7. — marginellus, Serville, ibd., pag. 694. Caloptenus italicus , Burmeister, Handb., 11, p. 639. Pardusco, rojizo, gris 6 amarillento, con frecuencia cubierto de manchas parduscas; ligeramente peloso, en especial sobre el pecho y elabdémen. Vértice un poco mas ancho en la 9 y algo convexo; quilla frontal punteada y un poco deprimida al nivel del estemma central; ojos muy grandes y salientes, easi tres veces mas largos que la sutura infra-ocular de las mejillas en el 7; apenas dos veces 6 sdlo vez y media en la 9; antenas de 91) Bolivar. —- ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 297 la longitud del protérax 6 poco mas largas. Dorso del pronote vez y media mas largo que ancho, anteriormente casi truncado y en Angulo obtuso por detras; con las tres quillas visibles y las laterales algo curvas y mas separadas posteriormente: tubérculo del prosternon grueso, recto y mas alto que las coxas del pri- mer par. flitros mas largos que el abdémen, redondeados en el extremo; alas mas cortas, trasparentes en el borde anterior y en el apice, de color de rosa en el resto. Fémures posteriores muy anchos en la base, con cuatro grandes manchas neg'ras por encima, la ultima sobre la rodilla, y todas las quillas cu- biertas de puntos tambien negros; la cara interna es rojiza en la base y ofrece generalmente tres grandes manchas negras. Tibias del mismo par rojas con un anillo blanco en la base y las puntas de las espinas negras; en el ¥ el ultimo segmento dorsal del abdémen es grande y convexo, la placa supra-anal es trigona y prolongada y los apéndices abdominales muy gran- des y encorvados, cilindricos en la base y mas anchos y depri- midos en el apice, y la placa infra-anal es pequefia y conica; las valvulas de la Q son puntiagudas, escotadas por dentro cerca del apice las superiores y dentadas las inferiores. Longitud del cuerpo o&, 167™-18™; 9, 25™™ - 28™". Loc. Aragon (Asso), Andalucia (Rambur ), Madrid ! (Perez Arcas), Albarracin ( Zapater !), Valencia ( Bosca !), Barcelona (Cuni !), Galicia (Lopez Seoane ! ), Islas Baleares (Cardona !), Coimbra (Oliveira !), Oviedo y Vitoria (Gonzalo y Goya !), Lo- groio (Toron ! Viar !), Alhama de Aragon, Cascante (Perez Arcas !), Valladolid !, La Granja !, Aranjuez !. Oss. Las variedades que presenta esta especie son muy nu- merosas, y relativas al tamafo, a la forma y direccion de las quillas del pronoto y 4 la coloracion. La variedad mas frecuente es la de color oscuro uniforme con las margenes del pronoto y vena anal de los élitros amarillentas (C. marginellus Serv.). Los & son constantemente de tamaio inferior al de las Q. Esta especie es abundantisima en toda Espafia; se encuentra de preferencia en los terrenos aridos y secos, en los montes y en las tierras de labor. Aunque se presenta casi siempre en cre- cido numero, no llega, sin embargo, 4 constituir una verda- dera plaga como el Pachytylus migratorius L. y el Stauronotus maroccanus Thunb. 298 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (92) La siguiente especie sdlo con duda puede admitirse, y segun el Sr. Fischer Fr., debe considerarse como variedad de la an- terior. 2. G. ictericus Serv. ?. Sin. Calliptamus ictericus, Serville, Hist. nat. des Orth., pa- gina 689. Caloptenus ictericus, Fischer Fr., Orth. Eur., pag. 380. Corto, amarillo; disco del pronoto unas veces de color uni- forme, otras ocraceo con un reborde estrecho de color pardo; las tres quillas perceptibles, siendo la del medio mas alta y las la- terales flexuosas hacia fuera; lébulos laterales con una faja blanca y oblicua, limitada por otra negra; 4 veces de color uniforme. Elitros amarillentos con una faja mas clara, longi- tudinal en el borde interno, seguida junto 4 la base de otra negra muy corta; cubiertos de manchas oscuras (de color de castafia ) que a veces forman fajas oblicuas. Alas incoloras (Ser- ville) 6 con el disco sonrosado ? (Fischer Fr.). Cara interna de los fémures posteriores con manchas negras; tibias amarillen- tas 9 (ch ign.) (Fischer Fr.). Long. , 257": Loc. Cadiz (Serville ). Euprepocnemis feo. Sin. Eyprepocnemis, Yieber, Synop. Caloptenus, Fischer Fr., ( ex parte ). Frente inclinada con la quilla media casi paralela 6 ensanchada hacia el epistoma, convexa en toda su extension. Vértice plano 6 ligeramente cdncavo, casi horizontal 6 poco inclinado. Quillas laterales del pronoto, salientes en toda su extension 6 solo en la mitad anterior y casi obliteradas en la posterior, la del medio siempre visible; dorso plano; surcos trasversos muy percepti- bles; borde posterior muy obtuso, casi redondeado. Lobulos del mesosternon cuadrados, dejando entre ellos un espacio mucho mas estrecho que uno de ellos. Alas y élitros mas largos que el abdémen. Primer artejo de los tarsos posteriores casi tan largo como los otros dos reunidos y con dos surcos trasversos en su cara inferior. (93) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 299 Ops. Las dos especies de la Peninsula que comprende este género son notables por su tamafio y por lo elegante de su co- loracion ; ambas son propias de las provincias del Mediodia y pueden distinguirse del modo siguiente: ESPECIES. _ Mancha ferruginosa del dorso del pro- noto, bastante mas ancha en el medio y estrechada hacia los dos bordes anterior y posterior..... EK. PLORANS Charp. Mancha ferruginosa del dorso paralela 6 apenas mas ancha cerca del bor- GE POSTELIOL > as tah cele a HK. LITTORALIS Ramb. 1. E. plorans Charp. Lam. x1, fig. 10, 10 a. Sin. Gryllus plorans, Charpentier, Hor. ent., p. 134. Acridium plorans, Serville, Hist. nat. des Orth., pa- gina 683. Caloptenus plorans, Fischer Fr., Orth. Eur., p. 683. — Bolivar, Ortopt. n. 6 poco con., en los An. de la Soc. esp. de Hist. nat., t. 1, p. 231, lam. rx, fig. 7. Grande, de color rojo claro 6 testaceo. Quilla media de la frente ensanchada hacia el epistoma y obliterada un poco antes de llegar 4 61; ojos con rayas verticales parduscas; porcion in- fra-ocular de las mejillas con un rasg’c negro. Quillas laterales del pronoto obliteradas en la mitad posterior; mancha ferrugi- nosa del disco perfectamente cortada 4 los lados, ensanchada un poco hacia el medio y estrechada despues hasta el borde pos- terior. Hlitros con el area discoidal muy oscura y con una faja longitudinal y amarilla que nace de la base y llega prdéxima- mente hasta la mitad del élitro, siendo tambien de este color algunas de las nerviaciones secundarias de las areas anal y dis- coidal. Fémures posteriores con una estria negra longitudinal en el medio del area externa, una mancha tambien negra en las rodillas y las tibias posteriores azules en la base, con anillos amarillentos y rojos en el extremo; espinas blancas con la punta negra. Long. del cuerpo, 25""-40™"; de los élitr., 27™"- 37°"; de los fem. post., lo" = 27". Loc. Cadiz, Gibraltar y Malaga (Rambur), Valencia ! ( Bosca ! ). 300 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (94) Oss. Es bastante comun en la dehesa de la Albufera , donde se halla en union de la especie siguiente, en los sitios arenosos y mas expuestos 4 los rayos del sol. . 2. E. littoralis Ramb. Lam. x1, fig. 11, 11 a. Srn. Gryllus littoralis, Rambur, Faun. de VAnd., t. 1, pa- gina 78, pl. 7, fig. 1, 2, J Q: Caloptenus littoralis, Bolivar, Ort. n. 6 poco con., en los An. de la Soc. esp. de Hist. nat., t. u, p. 282, lamina 1x, fig. 8. Eyprepocnemis littoralis, /ieber, Synop. der Eur. Orth., pagina 9. Pezotettix (Euprepocnemis ) Charpentieri, Staal, Re- censio, part. 1, pag. 75. Amarillento, algo rojizo. Quilla media de la frente paralela, un poco mas ancha al nivel de ja insercion de las antenas y obli- terada antes del epistoma; ojos con rayas verticales parduscas; porcion infra-ocular de las mejillas con un rasgo pardo, mas estrecho, mas largo y ménos perceptible que en la especie an- terior. Quillas laterales del pronoto visibles casi hasta el borde posterior y con una raya del mismo color que el centro del disco, éste recorrido por una ancha faja ferruginosa que empieza en el vértice y continua ensanchando hasta el borde posterior del pronoto; en todo el disco los bordes de esta faja permanecen casi paralelos. Elitros amarillentos con manchas irregulares, parduscas, que en la mitad posterior forman fajas desiguales. Cara externa de los fémures posteriores con cuatro manchas ne- gras, una de ellas sobre la rodilla; tibias amarillentas en la base con dos manchas tambien negras, y sanguineas en el ex- tremo y por debajo. Long. del cuerpo , 24™™- 35" ; de los élitr., 23""- 33""; de los fém. post., 17" - 25". Loc. Malaga (Rambur), Espana y Portugal ( Fieber), Va- lencia ( Bosca ! ). Platyphyma /sch. Fr. Sin. Platyphyma /ischer Fr., Orth. Kur. Acridium (Podisma) , Serville, Hist. nat. des Orth. (95) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 301 Frente inclinada, con la quilla media paralela; ojos mas lar- gos que la porcion infra-ocular de las mejillas. Vértice plano y casi horizontal con las fositas laterales marcadas, pero no céncavas. Quillas laterales del pronoto perceptibles en casi toda su extension, 6 por lo ménos anteriormente; pero poco sa- lientes, y casi paralelas 6 divergentes en la mitad posterior; quilla media sélo interrumpida por los surcos trasversos; pro- noto ligeramente redondeado anterior y posteriormente , con el dorso casi plano. Borde interno de los lébulos del mesosternon redondeado; espacio intermedio mas estrecho que uno de dichos ldbulos. Tubérculo del prosternon comprimido y cuneiforme. Elitros rudimentarios, lobiformes. Alas abortivas muy peque- has. Primer artejo de los tarsos posteriores , casi igual en longi- tud al tercero; arolio muy grande. 1. Pl. Giorne, Rossi. Lam. x1, fig. 12. Sin. Gryllus Giorne, Rossi, Faun. Etrusc. Mantiss m1, p. 104. Acridium (Podisma) Giorne, Serville, Hist. nat. des Orth., p. 680. Platyphyma Giorne, Mischer Fr., Orth. Kur., p. 374, tab. xv, fig. 24, 24a. Amarillento, & veces rojizo, con manchas y puntos negruzcos, esparcidos. Cabeza cubierta de gruesos puntos; quilla media frontal ligeramente convexa; ojos casi tres veces tan largos con la porcion infra-ocular de las mejillas. Pronoto con una faja ne- gruzca longitudinal 4 cada lado, por debajo de la quilla lateral, y que se continua a veces sobre los élitros y el abdémen. Eli- tros muy cortos, lobiformes, que apenas alcanzan al borde pos- terior del primer segmento abdominal. Alas rudimentarias, mucho mas pequefias que los élitros. Fémures con puntos ne- gros, dispuestos generalmente en séries. Abdémen aquillado a lo largo superiormente. Long. del cpo., 12™"-16""; de los élit., 2"",5; fém. post., 7™"-8"™. Loc. Malaga (Rambur), Valencia (Bosca!), Escorial (Ma- zarredo! ). Oss. Ofrece esta especie numerosas variedades de coloracion; pero como los restantes caractéres son permanentes, no me de- tengo & enumerarlas. 302 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (96) Pezotettix Burm. Sin. Pezotettix Burmeister, Fischer Fr. Cara perpendicular 6 algo inclinada; ojos mas cortos 6 poco mas largos que la porcion infra-ocular de las mejillas; vértice céncavo; fositas laterales nulas. Pronoto casi cilindrico por en- cima, sin quillas laterales, 6 tan sdlo indicadas posteriormente; dorso 4 veces ligeramente plano; quilla media integra unas ve- ces, interrumpida y apenas visible otras; borde posterior re- dondeado i obtusamente anguloso, en algunas especies con una pequena escotadura en el medio; surcos trasversos bas- tante profundos. Tubérculo del prosternon cénico. Elitros ge- neralmente abortivos y 4un nulos, lo mismo que las alas. Pri- mer artejo de los tarsos posteriores tan largo como el ultimo, 6 poco mas largo; arolio con frecuencia grande. Oss. Las especies de este género habitan, por lo comun, en las montanas elevadas de la Europa central; las enumeradas a continuacion, se encuentran en los Pirineos. Pronoto redondeado posteriormente y dividido en tres porciones por los surcos trasversos, de las que la ultima es mucho mayor; alas y élitros rudimentarios....... P. PEDESTRIS L. Pronoto truncado posteriormente y divi- dido en tres porciones casi iguales; sin alas ni élitros.... P. pyren#a. Fisch Fr. 1. P. pedestris L. Sin. Gryllus pedestris, Zinneo, Syst. nat., pag. 703. Pezotettix pedestris, Mischer Fr., Orth. Eur., p. 369, toxv, fies 17g: fie: 17", 18, Tse: Ligeramente peloso, amarillento-pardusco, 4 veces rojizo. Quilla media de la frente asurcada por debajo del estemma cen- tral; vértice negro asi como dos lineas curvas que recorren el occipucio, y dos anchas fajas que hay detras de los ojos. Pronoto estrechado anteriormente; borde anterior truncado 6 débilmente escotado en el medio; el posterior anchamente redondeado, ape- (97) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 303 nas ruguloso-punteado; quilla media visible, pero interrum- pida; surco trasverso posterior, colocado préximamente en el medio; quillas laterales indicadas sdlo por una tumefac- cion en la segunda mitad del pronoto; lébulos laterales con una faja negra longitudinal en la parte superior, que es conti- nuacion de la que procede de los ojos. Elitros cortos lobiformes, de forma particular, que pudiera decirse ovalado-falciforme. Sin alas. Rara vez con alas y élitros bien desarrollados, y mas largos que el abdédmen; fémures anteriores amarillentos, mas gruesos en los go’; los posteriores, rojizos por debajo y con dos fajas negruzcas, 4 veces poco manifiestas, por encima. Long. del cuerpo, 1 18°"; Q 26™". Loc. Pirineos (L. Dufour). 2. P. pyrenea, Fischer Fr. Stn. Pezotettix pyrenea, Mischer Fr., Orth. Kur., pag. 373, tabs axV, tis 22", 22° G. Peloso, amarillo-rojizo con manchas negras; vértice muy.in- clinado, concavo; quilla media de la frente, estrecha, pun- teada y con una ligera depresion por debajo del estemma cen- tral; antenas mas cortas que la cabeza y pronoto reunidos; ojos pequenos, casi truncados por delante y muy convexos por de- tras, mas cortos que la sutura infra-ocular de las mejillas. Pronoto mas estrecho anteriormente, con los angulos hume- rales un poco elevados, cubierto de gruesos puntos hundidos, de los que algunos son confluentes y le hacen aparecer como rugoso 6 varioloso, con la quilla media visible tan sdlo cerca del borde posterior y reemplazada anteriormente por un surco muy estrecho; mesonoto, metanoto y anillos del abdémen aquillados en el medio. Sin rudimentos de alas ni de élitros. Patas amari- llentas con las rodillas de las posteriores negruzcas. Long. del cuerpo, 2 20". Loc. Pirineos (Colecc. Mieg..). Oss. Hl P. pyrenea es realmente distinto del salamandra Fisch. Fr., segun he podido asegurarme comparando un ejemplar que existe en la coleccion del Sr. Mieg, en la que lleva el nom- bre de Acridium pedestre: como este senior lo recibiria probable- mente de L. Dufour, se me ocurre pensar si el P. pedestris que este ultimo naturalista cita de los Pirineos, no seria otra cosa mas que el P. pyrenea? 304 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (98) Tropidopola Siaai/. Sin. Tropidopola, Séaa/ Recensio, parte I. Opomala, Mischer Fr., Orth. Eur. (ex parte). Cabeza conica, frente muy inclinada, quilla media frontal es- trechada hacia el vértice, éste casi plano, triangular y muy sa- liente. Eje mayor de los ojos muy oblicuo; porcion infra-ocular de las mejillas mucho mas corta que dicho eje. Pronoto cilin- draceo y algo comprimido, apenas prolongado posteriormente y redondeado; borde inferior de los l6bulos laterales, recto, no escotado. Fémures posteriores bastante mas cortos que el abdd- men. Alas y élitros bien desarrollados; los ultimos muy estre- chos, casi paralelos. l. Tr. cylindrica, Marsch. Lam. x1, fig. 13. Sin. Gryllus cylindricus, Marschall, Ann. d. Wien. Mus. 1, p. 210, tab: xvi, fie. 2, 9: Opsomala fasciculata, Charpentier, Orth. desc. et dep. tab? xiv} Ge. Verde, amarillenta 6 rojiza. Vértice medianamente saliente, agudo, con pequefias fositas triangulares 4 los lados; antenas filiformes, algo deprimidas y poco mas largas que la cabeza; ojos muy oblicuos y mucho mas largos que la porcion infra- orbitaria de las mejillas. Pronoto punteado, cilindraceo por encima, sin quillas, casi truncado por delante y redon- deado por detras; élitros muy estrechos, casi paralelos; alas un poco mas cortas; tubérculo del prosternon grueso, y tan alto como las caderas anteriores; placa del meso y metas- ternon muy estrecha y algo saliente por delante. Patas anterio- res é intermedias cortas y gruesas; fémures posteriores mas cortos que el abdOémen y muy estrechos, con la cara interna rojiza, y una ancha faja negra longitudinal en el medio de dicha cara; tibias del ultimo par muy delgadas, de color azul ante- riormente, amarillentas por dentro; espinas negras excepto en la base; tarsos largos y delgados; arolio grande. eee del cuerpo, Q 37™". Loc. Menorca (Cardona y Orfila!). . Tomo V. Lam. VI Bolivar del on : ; Ortop teros de Espana “ :, ole Anales de la Soc. apanola de lst. nat. Tanw V LamIX. cymnothorax virescens. Tome V. lam. A. Anales de la Joc. espanola de Hist. nat. Lit P? S*Micola “IQDPIUNM LID evsoyjzoumhg sly 4. Analtes de la Soe. espanola de Hist.nal. Tome V Lam XT Bolvar del. hi = (99) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 305 Truxalimos. (1) Vértice mas 6 ménos saliente , nunca escotado 6 hendido por delante, y no rodeado por las sienes, plano, convexo 6 ligera- mente céncavo; ojos por locomun mas largos que la porcion infra-ocular de las mejillas, rara vez mucho mas cortos, pero entdénces la cabeza es conica y la frente muy oblicua. Antenas ensiformes en unos y claviformes en otros, pero mas comun- mente filiformes 6 de igual grueso en toda su extension. Quillas laterales del pronoto generalmente visibles, paralelas 6 diver- gentes hacia la parte posterior, 6 angulosas en el medio; la qui- lla media nunca elevada en cresta cortante; angulo del borde posterior generalmente obtuso. Elitros y alas bien desarrollados por lo comun. Prosternon sin tubérculo, 6 cuando mas con una tumefaccion poco elevada en ¢l medio 6 con un pequenio diente en el borde anterior. Quilla superior de los fémures posteriores no escotada cerca de la. rodilla; cara externa de los mismos pinnada. Con arolio. (1) Despues de publicado todo lo que precede, he recibido el folleto Odservations orthoptérologiques , por C. Stal, que su autor, el sabio director del Museo de Esto- kolmo, ha tenido la bondad de remitirme. Dicho fclleto contiene cuatro partes, y de ellas la primera, que se titula Zes genres des acridiodées de la faune européenne , es la que nos interesa mas directamente por relacionarse con esta Sindpsis. En este importante trabajo, notable sobre todo bajo el punto de vista sistematico, se introducen algunas modificaciones en la clasificacion de los acrididos, modificaciones 4 las que he procu- rado ajustarme en las siguientes paginas, aunque para ello he tenido que rehacer algu- nos cuadros, de las dos tribus Truxalinos y Edipodinos, que el autor considera tan solo como sub-tribus. Tambien se altera el Orden de las tribus colocando los Panfaginos y Fimatinos entre los Edipodinos y Tetiginos. Las modificaciones que en la parte ya publicada de esta Sindpsis han de introducirse por razon del nuevo trabajo con que el Sr. Stal ha enriquecido la literatura cientifica, se reducen 4 separar de la sino- nimia del Huprepocnemis littoralis Rb., el Hupr. Charpentieri Stal, que el autor deter- mina con nuevos caractéres, y 4 sustituir los nombres de Acocera y Porthetis, que se relegan para especies exdticas, porel de Pamphagus Thunb., género tnico de la tribu; pero dividido en tres sub-géneros, Nocarodes Fisch. W., Pamphagus Thunb. y BLunapius Stal. Se describen ademas dos especies nuevas de nuestra fauna correspon- dientes 4 este Ultimo sub-género, y son el HZ. Bolivarii Stal y el rugulosus Stal, ambas de Malaga, (Coll. Brunner.) ANALES DE HIST. NAT.— VY. 20 (100) ANALES DE HISTORIA NATURAL. ‘Iq ‘YOSly VNANIOVUVG ‘RIG VIGTTIMHOO ") VOIUOV *SOUTNAD “*QULIOUI UOUIESOIg *a _. ‘“uejteseider sv] onb oreo syut 1ojoo op sefey 9 * goqrsta sougur Q SPU SoTeIo}LT.sey]INb woo osed ‘oxeauod 9 oueyd oyouorg “p “SBONIPUT]IO 9 Sepvapuopas sous SigUI se] woo £ ‘OUlaI}xXe [9 Ue SLYOUL SRI SeUEde O SeYOUR SyUM OU sadolJejsod serqry, “99 spetecerensescessnccecsrenscess -OBDBITINDE SBUICSA SB] DONETs0S ond sau -OSIBUI SBT WOO ‘OUIeI} x9 [Oo BIOBT SEPBIULSUO opTEUME[GIStAS Salolejsod seiqry, ‘ayueul -10]19}UB sOndT{qo £ sosojn.sue ‘ojouoid Jap soje1ayR] SOTNGO] SOT ep SatoTleyut Soplod ‘soore] syuA g UsMOpge Jo oub pnysuo] jensr ep sosorseysod soinmeg “gq ee cece en ‘ojouoaid Jap SO[B1O} RI SO[NGO] SOT Op SatolejUl Sapsoq ‘uswOpge Jo onb soji09 sy sa1olse}sod seinmeg -g ‘"BZBUI Ud 9 SOUIIOJITY ‘aseq BI Op OID SepRYOURsUO OU [eIOUS oT Jod ‘seue}uR fouIsTUT [@P 1O11e}Ue8 epi0q ye sowrxoid nur sofo {o,ouoad Jo onb wore] sgut seuede 9 [ens ‘ej100 seul ezeqeg ‘vp reeseecreessrececreseress-oged BI Op BOI90 SepRyoURsua. 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(102) Acrida JZ. Stn. Gryllus (Acrida) Zinneo, Syst. nat. Truxalis Fab., Latr. Tryxalis Brullé (ex parte), Fischer Fr. Cabeza muy saliente, cénica, mas larga que el pronoto, di- rigida hacia arriba; vértice redondeado anteriormente, algo céneavo y con sus bordes laterales casi paralelos ; ojos muy dis- tantes del pronoto, mucho mas cortos que la porcion infra- ocular de las mejillas; antenas insertas debajo del vértice y de- lante de los ojos, ensiformes, con el primer artejo cilindrico, el segundo muy pequenio y los restantes deprimidos. Pronoto plano 6 algo convexo por encima, mas elevado en su Ultima mitad, con las quillas visibles y el borde posterior en Angulo casi recto; los bordes inferiores de los ldbulos laterales apenas oblicuos. Klitros mas largos que el abdémen, puntiagudos; alas un poco mas cortas que los élitros. Fémures posteriores muy delgados, con el area externa lisa 6 con ligeras estrias. Oss. Este curioso género se halla representado en Espafia por las dos especies que se indican 4 continuacion; ambas se en- cuentran en los terrenos incultos, y principalmente en las de- hesas. En los alrededores de Madrid reciben el nombre vulgar de cerbatanas. Segun el Sr. D. Salvador Calderon, el mismo nombre les dan en Canarias. ESPECIES. (QJuillas laterales del pronoto paralelas, 6 ape- BE nas divergentes en su mitad poste- rior; alas hialinas 6 verdosas....... ACR. TURRITA L. Quillas laterales del pronoto muy divergentes posteriormente; alas sonrosadas 6 ro- jizas en la base, con las nerviaciones traSVeTSaS, PATGUSCAS. 2.02% 6: s.ee es ACR. NASUTA L. 1 Acr. turrita L. (Lam. x1, fig. 14 0, 15 9). Stn. Gryllus (Acrida) turritus, Linneo, S. N. ed X. 1, pag. 427. Q -— — nasutus,°Zinneo, Mus. Lud. Ulr., pa- gina 118; Stdi, Recensio 1, pag. 96. (103) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 309 Sin. Tryxalis nasuta, Fischer Fr., Orth. Hur., pag. 299, ta- bula xv, fig. 1, 2. Verde, amarillento, rojizo 6 pardusco. Vértice ancho, cénca- vo, con sus bordes paralelos 6 algo separados anteriormente. Pronoto estrecho, con las quillas laterales casi paralelas, 6 un poco divergentes en la mitad posterior, que es apenas mas ele- vada que la anterior. Elitros del color del cuerpo con manchas longitudinales mas oscuras, & veces parduscas, y con una linea blanguecina 4 lo largo, interrumpida varias veces; area mar- ginal conformada de igual manera en ambos sexos. Alas muy estrechas, hialinas 6 ligeramente verdosas, con las nerviaciones amarillentas 6 rojizas. Ufias pequefias; arolio bastante desarro- llado. Placa infra-anal del ¥ cénica, saliente y encorvada hacia arriba. o& Long. del cuerpo, 40™; de la cabeza, 9™™; de las ante- nas, 12"; del pronoto, 6™"; de los élitros, 33™". Q Long. del cuerpo, 58™; de la cabeza, 12™; de las ante- nas, 18""; del pronoto, 9""; de los élitros, 50™. Loc. Cascante (Perez Arcas!), Valencia! (Bosca!), Alicante (Rico!), Calella (Cuni y Martorell! ). | Oss. Esta especie no se habia observado en Espafia, 4 pesar de ser bastante comun en la ultima de las localidades citadas, segun nos comunica el Sr. D. Miguel Cuni y Martorell. La longitud de la cabeza esta tomada desde el borde anterior del pronoto hasta el extremo del vértice. 2. Acr. nasuta L. (Lam. x1, fig. 16 9). Sin. Gryllus (Acrida) nasutus, Linneo, Syst. nat. ed X. 1, pag. 427; S¢di Recensio Orth. 1, pag. 99. Truxalis unguiculata, Rambur, Faun. de lAnd., t. 0, pag. 72. | Verde , amarillento , rojizo, blanquecino 6 pardusco ; unas ve- ces de coloracion uniforme, otras con manchas por lo comun lineales y mas oscuras. Vértice algo mas estrecho anteriormente, convexo en el medio, pero con los bordes laterales bastante ele- vados. Pronoto mas ancho posteriormente y bastante mas alto en su mitad posterior; quillas laterales rectas y paralelas hasta el medio, despues muy divergentes y encorvadas. Elitros del color del cuerpo, & veces con una linea blanca ondeada supe- 310 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (104) riormente; area marginal del ~ muy ancha y trasparente. Alas de color de carmin 6 sonrosadas en la base, con las ner- viaciones longitudinales del area discoidal y las de la anal del mismo color, y las trasversas de estas dos areas en medio de una manchita 6 rasgo pardusco. Uhas muy grandes; arolio muy pequefio. Placa infra-anal del ~% céniea, muy corta y un poco levantada en el apice. ‘ of Long. del cpo., 45"; de la cab., 10"; de las ant., 16""; del pron., 7,5; de los élit., 42™". © Long. del cpo., 65"; de la cab. 18°",5; de las ant., 21™; del pron., 10"; de los élit., 55™". Loc. Andalucia (Rambur), Malaga (Rosenhauer), Beja (Por- tugal) (Paulino d’Oliveira!), Canarias (Calderon!), Badajoz (Uhagon!), Linares (Rey!), Valencia (Bosca!), Getafe (Chicote!), Madrid!. El género Ochrilidia Stal no tiene representantes en Es- - paiia; pertenece, sin embargo, 4 la fauna mediterranea, y pudiera encontrarse especialmente en las Baleares. La Ochrili- dia tryxalicera Fisch. Fr. se halla descrita en la obra de Fis- cher Fr., Orth. Eur., pag. 305, tab. xv, fig. 8, 9. Para los carac- téres del género véase el cuadro sindéptico de la tribu y tambien el Recensio Orthoplerorum y las Observations orthoptéerolo- giques del Sr. Stal. Paracinema Fischer FY. Sin. Paracinema /ischer F7., Orth. Eur. Oedipoda Serville, Charpentier. Cabeza mas corta que el pronoto; frente inclinada; ojos un poco mas largos que la porcion infra-ocular de las mejillas, se- parados del borde anterior del pronoto por un espacio no mas ancho que ellos; antenas filiformes, adelgazadas hacia la punta; vértice triangular , sin fositas laterales. Pronoto casi plano su- periormente, con la quilla media visible en toda su extension y las laterales mas proximas y algo salientes al principio, redon- deadas despues é interrumpidas; lobulos laterales casi tan an- chos como largos; borde posterior anguloso, pero obtuso. Alas y élitros mas largos que el abdomen. Placa esternal con dos fositas aproximadas colocadas al nivel de las caderas del Ultimo par. (105) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 311 Fémures anteriores de igual longitud proximamente que la qui- lla frontal. Tibias del mismo par un poco mas cortas. Ultimo ar- tejo de los cuatro tarsos anteriores igual 4 los otros dos reuni- dos; tibias posteriores ensanchadas hacia el extremo, con las quillas que sostienen las espinas, elevadas; primer artejo de los tarsos tanto 6 mas largo que el ultimo. Oss. La falta completa de fositas laterales, firma del pronoto y disposicion de los tarsos, caracterizan perfectamente a este e@énero. Comprende dos especies: P. tricolor y sylvestre Thunb., de las que sélo la primera ha sido observada en Europa, siendo comun en Espafia; la sinonimia de la segunda especie, no ci- tada por el Sr. Fischer, es la siguiente, segun el Sr. Stal. P. SYLVESTRE Thunb. —Gryllus sylvestris, Thunb., Mém. Ac. Pét. 5, pag. 255 (1815): Wdipoda virescens, Luc. Expl. Alg. in- sectes, pag. 37-62, Orth., pl. 4, fig. 4. 1 P. tricolor Thunb. (Lam. x1, fig. 17). SIN. Gryllus tricolor, Thunberg , Mém. Ac. Pét. 5, pag. 245 (1815); Ibd. 9, p. 419 (1824). — bisignatus, Charpentier, Hort. ent., pag. 133. Paracinema bisignatum, Jischer L’7., Orth. Eur., pa- ! gina 313 tab. xvr, fig: 5, 5a, 0. — tricolor, Sédéi Rec. Orth., p..1, pag. 103. Verde-olivacea. Vértice ligeramente csimiCit Antenas verdes en la base, parduscas en lo restante de su extension, tanto 6 mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos, en el ¢‘; mas cortas en la hembra. Quilla media del pronoto interrumpida en el medio por el ultimo surco trasverso; las laterales visibles al prin- cipio y convergentes hacia el medio, con un rasgo negro a cada lado, interrumpidas despues y muy redondeadas cerca del borde posterior. Area anal de las alas amarillenta por lo comun, limi- tada exteriormente por una estria negruzca. Tibias posteriores _rojizas con las espinas blancas en la base y negras en el apice. of Long. del epo.; 27°"; de: los! élit.; 22"". Q _ 38"; — 340", Loc. Portugal (Charpentier), Malaga, Cadiz (Rambur), Cas- cante (Perez Arcas!), Valencia (Bosca!), Galicia, Cabanas, Santa Marta de Ortigueira (Lopez Seoane!), Valladolid (Larrinua!), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Santander (Sanz de Diego!, Go- gorza!), Madrid!. 312 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (106) Oss. Muy comun en los alrededores de Madrid, en las pra- deras himedas y cubiertas de yerba. Oxycoryphus Fischer Fr. Cabeza mas corta que el pronoto; frente muy oblicua, con la quilla media muy estrecha por arriba y las fositas del vértice pe- quefas, trigonas, encorvadas y convergentes hacia adelante; antenas ensiformes, con los dos primeros artejos cilindraceos y los restantes deprimidos y ensanchados. Pronoto truncado ante- riormente y anguloso por detras, con la quilla media elevada en toda su extension y las laterales solo visibles anteriormente 6 casi borradas en la mitad posterior , muy divergentes por de- lante; borde inferior de los lébulos laterales anguloso. Alas y élitros bien desarrollados y mas largos que el abdémen en am- bos sexos. Fémures posteriores de igual longitud que el abdé- men 6 mas largos; tibias apenas ensanchadas en el extremo, cilindraceas. 1. Oxyc. compressicornis Latr. (Lam. x11, fig. 21). Sin. Acridium compressicorne, Latreille, Hist. nat. des Ins., pag. 155. Gryllus dubius, Ramobur, Faun. de l’And., t. 11, p. 90, phi, died sb Qe: Oxycoryphus compressicornis, /zscher F7., Orth. Eur., pag. 311, tab. xvi, fig. 4, 4 a, D. Velloso; amarillento, verde, rojizo 6 pardusco. Quilla frontal asurcada enel < y punteada; antenas amarillentas y mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos, en el mismo; mas cortas en la Q; ojos rojizos. Pronoto verde 6 ceniciento con una faja ama- rilla 4 cada lado y una mancha negruzca en el medio de los 1é6- bulos laterales. Hlitros muy estrechos, con el area marginal en- sanchada cerca de la base y las dos radiales internas aproximadas en toda su extension; verdes, con el campo anal, 6 cuando mé- nos con la venaanal, amarillenta, y una faja negruzca 4lo largo del area discoidal, interrumpida exteriormente por una série de puntos blancos. Alas un poco mAs cortas que los élitros, verdo- Sas anteriormente, apenas sonrosadas en el medio. Fémures posteriores del color del cuerpo. (107) Bolivar. —ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 313 Long. del.ewerpo) ¥,, 127" = 14273495) 188" -20™. Loc. Malaga (Rambur), Alhama de Aragon ( Perez Arcas !), Jativa (Bosca!), Valladolid (Larrinua!), Santander (Gorgoza !), San Sebastian (Chicote !), Madrid !. Oss. Segun Fischer Fr., en algunos ejemplares existe una faja oscura discoidal en las alas. Gomphocerus Thunb. Sin. Gomphocerus 7hunberg. Stenobothrus Fischer Fr. Cabeza mas corta que el pronoto, rara vez un poco mAs larga; quilla frontal convexa y mas 6 ménos saliente entre las antenas; mas ancha inferiormente, 4 veces asurcada en parte de su ex- tension 6 con una depresion pequefia al nivel del estemma cen- tral; fositas del vértice rectangulares, convergentes anterior- mente, por lo comun bien determinadas, pocas veces rellenas 6 apenas perceptibles; antenas filiformes, 4 veces algo depri- midas, y en algunas especies ensanchadas en el apice, y en maza. Pronoto plano 6 ligeramente convexo por encima, trun- cado por delante, redondeado 6 en angulo obtuso por detras, con las quillas elevadas, la del medio recta y cortada por el surco trasverso posterior, y las laterales unas veces rectas, otras sinuosas 6 angulosas y aproximadas antes del medio. Alas y élitros bien desarrollados en unos, rudimentarios en otros. Pros- ternon liso, sin tubérculos ni tumefacciones. Fémures posterio- res de la longitud del abdémen 6 mas largos; tibias del mismo par apenas mas anchas en el extremo y con sus bordes redon- deados. Oss. Aunque Fischer de Friburgo creara el género Steno- bothrus, reuniendo elementos dispersos, que figuraban en los géneros Gdipoda, Acridium, Gomphocerus y otros, no tuvo ver- daderamente razon para imponer 4 dicho género un nombre nuevo, toda vez que ya era conocido el Ultimo indicado, y que si bien, etimoldgicamente considerado, no comprende la ma- yoria de las especies, que tienen las antenas filiformes, no por eso deja de corresponderle la prioridad, unica condicion a que debe atenderse para la eleccion de los nombres en historia na- 31d ANALES DE HISTORIA. NATURAL. (108) tural, por esto he cambiado la denominacion de este género, conformandome al propio tiempo con el parecer del Sr. Stal, si bien creo puede admitirse el nombre de Stenobothrus para las especies que no tienen las antenas en maza, las que A mi juicio pueden constituir un subgénero distinto de los Gomphocerus propiamente dichos, que las tienen mas abultadas en el extremo, caracter este ultimo tan excepcional entre los ortopteros que solo en este género se observa. Este género, el mas numeroso en especies, comprende sdlo en Europa unas treinta bien determinadas, de las cuales veintidos se encuentran en Espafia, y de ellas sdlo diez se ha- llan citadas por los autores. La clasificacion de estas especies es por demas dificil, 4 con- secuencia de que los caractéres mas fijos se toman de la pro- porcion de las areas de los élitros y de la direccion de las ner- viaciones; esta dificultad disminuye mucho si se aumentan los medios de estudio, preparando préviamente un élitro de cada especie y colocandolo sobre una tira de cartulina por medio de un poco de goma; sobre el papel blanco se destacan admirable- mente las nerviaciones, y pueden observarse mejor las propor- ciones de las areas. Aunque estudiados y descritos magistralmente los Goninee cerus por el Sr. Fischer de Friburgo, es dificil, sin embargo, llegar 4 la determinacion de las especies valiéndose de su obra, por la falta de un cuadro sindptico; pues aunque establece va- rias secciones, éstas se encuentran fundadas en la direccion de las quillas del pronoto, que no es muy constante. El Sr. Stal, que tanto se ha ocupado, y con tan feliz éxito, en la investiga-. cion de las relaciones naturales de las formas, ha venido 4 fa- cilitar el estudio de este género tan dificil, estableciendo una separacion de los Sfenobothrus por tener en cuenta que en unos las venas ulnarias son divergentes desde la base, y en otros son confluentes 6 sdlo se percibe una. No habiendo proseguido este ilustre ortopterdlogo sus estudios, me he visto precisado 4 establecer el cuadro sindédptico que se expone 4 continuacion, en el que he tomado.como base la division indieada, echando mano para una division ulterior de otro caracter que creo de impor- tancia, y es la expansion casi lobuliforme que tiene el area me- diastina en algunas especies, y valiéndome despues de otros caractéres secundarios. He tenido presente al establecer este (109) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. ald cuadro no sélo las especies que se incluyen en él, sino todas las europeas que conozco; y aunque he alterado completamente el érden en que las coloca el Sr. Fischer Fr., creo se encuentran de esta manera mejor relacionadas y que es mas natural su dis- tribucion: = ee SS ea a ee ea ee ee a ee ee ee a a i ee ee ee > cf bal - ss = = ‘Zq SQLVANIT "Ho ‘cette terres ese *-BSONUIS OJUSMIOJION BVIPOU [VIPBI BUA 6H SBT Ki ue pnysuoy] jens op £ / soy ue usmopgR jo onb soSiey seut soayyg A sepy “f (110) OI}? TOP peyiu eT op opuesed A ow1}x9 Jo VIORY VpezeVsclope ‘ UOISUd}Xe NS BPO} Ud BANYOUR [ENS op IseVd SVOSNIG UOLOBJE[IP UIS ‘BCUB] VUTSBIPEU volY *vd “HOIOG OP SQUAIGONVIAN “OQ corres sees ees OITA [OP PRPUI BI op SoJUR OSOpURUIUIEY A sWAOJIQOT Isvo ‘epeyouRsue ojustMBOSNIG ‘e100 ANU VUTSBIPEU Boy “A ‘sepeurxoide Anut £ sejeyered O oseq ev] ep BIoUR}SIp eood B SepIpunjuod osed ojyso Ue Oded ‘sop 0D O BIIVU[N BUGA BIOS BUN WON “py ‘snwyj0qgouary “uwas-qng “soya -BUl SOT Us ad1de Jo UO SBpRIURSUS OJTOTIVIOSI] ZOA BIBI ‘SOTILOJI[Y sevusjuy “vv “SUG SINNUdIAGUA 9) Bey raat Mie eee ga MENS eae see eS eet ie Pee eg” ae Oe Oa eA De soijtj9 £ sely 0/17) ‘] SMOIUIGIS “H +1 °°" OIUTD [OP PR} Bl Op soq uy BUN Ud SYPIPUNJUOD selIvUlN seUaA “79 ANALES DE HISTORIA NATURAL. HON SaLV IAG V RL Ey, NFS Se am ses “*'**SoqUO.dOAIP OJUOMETGISUeS ‘seperedas SvIIVU[N SeUdA “9 "SOpR][OLIesep UsIq sorjt[9 A selY “¢g "Sna0yauo0y “UIS-qug “SsBIquUIaT] SB] ud 9d01de [a Ud SepRTOURSUO OJUIUIBII.cI] SOUT OpURND O ‘ezBUI Ue sBUe}JUY ‘D 316 “Sa1I0g dso 317 Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. (111) ‘au ‘ds ‘uunig IltuvAITog “9 ‘dyg sYIVdIoH¥yONaH “4 ‘QY SQOILVINDILS “4 ‘aou ‘ds UNODVHY) “4D Sieur © inifei ev) ovalelele wine sleuejontre.s)iele 9 a siwceieie so )she.e See SO nol OIpeul [9 Wa Sepeledes SEU VIPS [VIPeI £ euyserpoul seueaA “wu seeeesereesesegerapered Iso BIPU [elped A VUTySeIPeUl SBUOA “WH ‘re[ndeose Bl Ou0D BYU UL} ISVO VUTSVIPOM vaTR Jo TOD BIQULET] {retndeosa vl OWL0D OIPaUL Ja Wo VYOUR UL} [Svd IOLLO}UL [RIPRLIOPUT Bory To WOO OTIC | ‘QIMOUIIOTIOJUL SepeiVdos ojTISRG SoTRIO}V] SETTING “Y ‘gymoutIor10}s0d A IOTIO}UB S9}W.G1IAIP ajuomejunsip £ cides Tso seso[n.cue ojouosd yap soperozey sepMg *L/ *+*-JOTIOJUB PB}IUL NS Ua ( $e}U9.510ATP seuode zo Vivi) sepotesed isvo £ ayuetMLO0T1e}sod so}Ue.S10ATp osod ojouoad yop sopetozey seyMg “f ‘soja00 Knut sojad Woo sedaA F SBIQT} £ VII91jS9 BUT|SeIPOU Bay ‘uw be seeeeeseseeeseeereeesssgorgd SOFIB] WO SOLOIOJUB SVIGI} + 10110} -UB8 [eIPeIIO}UT Bl oNb WoIsue}Xo NS BPO} Vo BYOUR SYUT BUTSBIpPoUt voly *2 “UNTOD OT Lod OIjTTP [OP PIU Bl Op BITe SHUT BISeT] VPIPUI}X9 & eyo ap Roded 9 aseq BI Us BosnAq UosUBdxe IS ‘ Bjayered Isvo vUTjsBIpeul Bory “Y ‘LOTIOJUB OTN10} [9 US 9 OIpouUl ja vo sepeulxoide ‘sesojnsue 9 sesonuls oyouoid Jop seBsezVy sBTTINO “B ‘9suq Bl Opsep SoyTeFIOAIp sulVUTN SBUeA “PP ANALES DE HISTORIA NATURAL. (112) 318 ~- “J sataLrrapia *5 ‘4107, SHdldnU “5 ‘TJ SNTnaIUtIA *4 ‘S10K IGNONWAVY “5 “SHIDNdSa ~ SS ee *souenb -od sofe £ ezaqeo { 10l10jue eB] onb zoAeUI OSV O [eNSI eIpeul el[Inb vy op z01103s0d uoroi0d £osojnsue ojouoid jap 1011eysod epiog “J "SBSO[N.SuRB-osonxey seytinty *d ‘ojueuso1zejsod A 10119}0e sejuesi0atp A ‘sesonuts An oO seso[n.sue ojouold Joep seyeseze] seT{INt) *o ‘aSBq VB] OP VIL) OUIIOJI[NGOT ISBo BOSNIG WOIsUBdxXO TOD ‘OUIeI}X9 JO BIOBY Vpeyoosse Anu {YP soy Ue O1}1]9 [OP OLpeUl Top o}USM[eI0U0.0 Opuesed ou ‘v}100 VUSeIPOM BaLy “YY Treeeeerecrcecees O SOT UO OIPOU JOP SOJUG SPBUINIIE} BUlY -seIpom vt A epeyouesus oood [vue very [oe WOO ‘solse1}se SOI} “WU vreeeseees**sOIMOUl [OP BITB SBU BISBY VpRscuOOId vUTyseIp -ou vy A 6,9 [eo uo ojUoW[eTOEdse ‘sepeyoURsUE oJURISeq ‘Jeu Bl VSNTOUL ‘SvoIB SB] SBpO} WOOD ‘sOpel[BAO d}USTAR[NSGed som “w ‘seajep 10d seperedes Anu £ ojuejop Jod soyus.s10AIp 0.0/8 ‘10T10}UB OP10g [op eo190 Ant sepeurxoide ‘sesonuts oyouodd op SalVseze] seT[INy “vy *Iejndeose ve onb Byoedjse SBUL OJUBISB VUISRIPIM BIB JO 10d BVIQMOY ‘BI[V0I}Se ANUIIOIIOJUB [VIPBILO}UI VITRO U0D OY] *77 ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL, 819 Bolivar. (118) ‘Iq ‘YOST saannoar “4 “dy SOOINYdSIH ‘f) *StIQ SQAITOAC *4) ‘dyg sNvoala "5 ‘qaIq WONOLVUd ‘4 “OS “H{ SITVOIdV “4 "*******TOISUO}XO NS BPO} Ud SOJUASIOAIP OTR A SvjIeI OWSTU [OP SoTB19zRT ser]INb fosoynSue ojuswVjUYstp oJouoId Jap Aole}sod opsog ‘44 “get RP eRe s sh ses Res eRe ae EET A OSE Fo Ue SepEsdrUes Gale “$s “* Sisforsip ee a. #8 >on ee oes SOMDeul fe Ue WOTOROINJTG urs £ UOTSUd}Xe NS BPO} Ud VIPS BUDA RI OP OJUISIOAIP SvUede BVUIOJUL [eIPBl BUDA *97 rrescerecercocesseepngoingiq A Bjepeied ound 9jse epsep ‘o1}1]9 JOP PRIIW VI VISVY VIPUL VUGA LI OP OJUISIOAIP RUOJUI [eIPRl BUAA *7 ‘soquoredsel} sey “s ‘SB1}O OIPOU [9 WO SBPBA -1009 OJUIMILIST] ‘S9O9A SvtIN sejoyeied A SBJOOI OUISTUL Top SeTRIO}R] seijinb fosojnsue seuode 9 opeapuopad ised oyouoid yep aotse}ysod opaog “4 ‘ajuouIOTI9}sod sajuesd -I9AIp O sejoTered ‘sepearooud seuode O sejdar OJoUOAd Jop SeTetezRy Sern’) "47 "Se ip les ee Se ee ieee oe les ees oe Ok [9 BIOBY sepeullxoide oood un A seat seo 9 sepvanbav seuode ojouold [op sayeRiez Ry sey[IN() ‘00 tiie lie thes Rael leaden ed Calle cool tind ae tC 010194} [9 Ue ‘dyg saivionia ‘4 ) sepemrxoide £ ‘sesojnsue ou o1od ‘sesonxoy 9 sepearooua sein’) ‘dd ‘ol SNVYOVA “5 ****sopunis sofo £ ezaqeo { a0oXem O5]8 so 10}10jU8 BT OND sey ep ‘seuorosi0od sop ue ossoAsea} OOINS JO 10d BpIprArp oulstur eprod “D2 aes . went we> LU ievcrus «> MO [OP ASCTOgwod Spaocgy -g +TOTA@mI1T1ikT 320 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (114) 1. Gomphocerus maculatus Thunb. (Lam. xm, fig. 1). Sin. Gomphocerus maculatus, Thunberg, Mém. Acad. Pét. 5, pag. 221 (1815) (Stal). Stenobothrus biguttatus, Fischer Fr., Orth. Eur., p. 346, tab. xvir, fig. 10. Verde, gris, rojizo 6 pardusco, con manchas amarillentas 6 blanquecinas, y tambien parduscas. Quilla media frontal pun- teada superiormente , deprimida por debajo del estemma cen- tral: antenas en los & bastante mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos, y terminadas por una maza deprimida; las de las Q apenas pasan del borde posterior del pronoto, y la maza es poco perceptible, ofreciendo tan sdlo un ligero ensancha- miento en el extremo: fositas del vértice rectangulares. Quillas del pronoto aproximadas en el tercio anterior, muy angulosas: élitros y alas bien desarrollados, y mas largos que el abdémen, con una faja longitudinal, en el area discoidal, formada de manchas negras, interrumpidas por otras blancas, de las que la ultima de éstas es mas grande; venas ulnarias, divergentes desde la base, la posterior paralela 4 la anal 6 ligeramente aproximada en el extremo: area mediastina, muy estrecha y sin dilatacion brusca; venas radial interna y ulnaria anterior, reunidas en el medio por ramos laterales. Alas hialinas, con el apice negruzco. Patas ligeramente pelosas, con manchas negras, que en los fémures posteriores suelen formar una 6 dos fajas trasversas. Abdémen pardusco por encima. Long. del cuerpo, & 11"°-12""; Q 13""-14""; de las ante- nas; o 593,057 -6™: Loc. Logrono (Viar!). Ops. Esta especie, que no habia sido hasta ahora encontrada en Espaiia, sdlo pudiera confundirse con el G. antennatus Fieb.; pero en éste la quilla frontal esta surcada longitudinal- mente. 2. Gomphocerus sibiricus L. (Lam. xu, fig. 2, 3). Sin. Gryllus (Locusta) sibiricus, Linneo, Syst. nat., p. 701. Stenobothrus (Gomphocerus) sibiricus, Jischer Fr., Orth. Eur., p. 350, t. xv, fig..8, 8a. Amarillento 6 rojizo, con manchas negras. Quilla media fron- tal surcada en el o’, y apenas deprimida al nivel del estemma central en la 9. Antenas en maza deprimida en el co’, ligera- (115) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 321 mente engrosadas en el apice en la Q; fositas del vértice poco profundas. Pronoto mas 6 ménos jiboso, con las quillas laterales muy arqueadas, casi angulosas y aproximadas en el medio, y con grandes manchas negras. Elitros mas largos que el abdé- men, con las venas ulnarias confundidas en una antes del me- dio, el area mediastina bruscamente dilatada, casi lobiforme y terminada tambien antes del medio, y la escapular ensanchada. Alas casi hialinas, algo mas oscuras anteriormente. Tibias an- teriores de los & extraordinariamente hinchadas, vesiculosas; fémures posteriores con fajas 6 manchas negras, asi como el abdémen por encima, al ménos en la base de los segmentos. Long. del cuerpo, & 177-19"; 2 20™"-23™. Loc. Navacerrada! (Perez Arcas), Sierra de Penalara (Brunner). Oss. Es verdaderamente curiosa la distribucion geografica de esta especie, que se encuentra confinada 4 los picos mas altos de las cordilleras; habita en los montes Urales, en los Alpes, en otros varios puntos de Europa, y finalmente en el Guadarrama; la presencia de esta especie en dicho sitio me fué anunciada por el Sr. D. Laureano Perez Arcas, antes de que yo la recogiera, y posteriormente por el Sr. Brunner de Watenwyl. En Navacerrada se encuentra @. sibiricus L. en el puerto mis- mo, 4 ambos lados del camino y en un espacio al parecer muy reducido. A principios del verano aparece ya esta especie en estado perfecto. 3. Gomphocerus brevipennis Bris. Stn. Acridium brevipenne, Brisout de Barneville, Ann. de la Soc. ent. de Fr. 1848. IV trim. Bull., pag. LXXXIII. Pardo, negruzco, verde 6 rojizo. Antenas del ¢ en maza; las de la 2 poco engrosadas en el extremo. Quillas laterales del pronoto casi rectas. Elitros parduscos en ambos sexos, mas cortos que el abdémen; alas abortivas, apenas tan largas como ja mitad de los élitros en el & , 6 como un tercio de los mismos en la Q. Fémures posteriores gruesos, pardos 6 pardo-rojizos, con manchas negras; por debajo rojizos; rodillas negras. Long. del cuerpo, o 15™,5; Q 20™. Oss. Aun cuando esta especie no ha sido encontrada en ter- ritorio espafiol, debe, no obstante, considerarse como de la ANALES DE HIST. NAT.—V. 21 322 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (116) fauna iberica, por habitar en los Pirineos. Sabido es que las divisiones politicas no pueden tomarse generalmente como representacion de los limites naturales de las faunas. Brisout la cita del «Pic du Midi de Bagnéres de Bigorre,» y probable- mente se extendera por las ramificaciones del Pirineo. 4. G. (Stenobothrus) melanopterus de Borck. (Lam. xn, fig. 4). Stn. Gomphocerus melanopterus, de Borck, Ratv. ins., pa- gina 120, tab. 4, fig. 7. o%. Stenobothrus melanopterus, Fischer Fr., Orth. Eur., pag. 340, tab. xvn, fig. 4, 4a. Olivaceo, pardusco 6 rojizo por encima. Quilla media frontal excavada desde el estemma central; fositas del vértice rectan- gulares, poco profundas; antenas casi filiformes, algo de- primidas y mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos. Pronoto dividido en dos porciones casi iguales por el surco tras- verso posterior, con las quillas laterales angulosas, aproxima- das en el tercio anterior y cortadas por una linea negra longi- tudinal que parte desde los ojos. Elitros bien desarrollados y mas largos que el abdémen, muy ensanchados en el o& y mas estrechos en la Q, con el area mediastina muy corta, brusca- mente dilatada y casi lobuliforme; la escapular muy ensan- chada en el medio del élitro y con fuertes nerviaciones tras- versas, lo mismo que el resto del area discoidal. Vena ulnaria posterior apenas visible, confundiéndose con la anterior a muy corta distancia de su origen. Alas casi tan largas como los élitros, negruzcas en el extremo. Rodillas de los fémures posteriores negras. Long’. del cuerpo, & 20™-22™; 9 22™™.25™, Loc. Portugal (Charpentier), La Granja!. Oss. Sdlo una vez he observado viva esta especie, y en con- diciones tales, que no pude observar particularidad alguna re- ferente 4 sus costumbres, canto, etc. 5. G. (Stenobothrus) lineatus Pz. (Lam. xu, fig. 8). Sin. Gryllus lineatus, Panzer, Faun. Ins. Germ. fasc. 38, tab. 9. Q. Stenobothrus lineatus, Wischer, Fr. Orth. Eur., pag. 325, tab. xvn, fig. 1, 1 @ (ex parte). (117) Bolivar. —- ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 323 Verde 6 violaceo, con manchas negras y una blanca semilu- nar, muy notable, en el tercio posterior de cada élitro. Quilla ~ media de la frente, convexa, deprimida al nivel del estemma central, & veces muy poco en la Q; fositas del vértice rectangu- lares; antenas filiformes y mas largas que la cabeza y pronoto reunidos ¢, 6 algo mas cortas Q. Pronoto dividido por el surco trasverso en dos mitades, de las que la posterior es un poco mas pequefia, con las quillas laterales gruesas, ligeramente angulosas 6 simplemente curvas y algo aproximadas en el ter- cio anterior; amarillentas y cortadas por una faja negra longi- tudinal; élitros mas largos que el abdémen en el & y de su longitud en laQ, con el area anal verdosa, la discoidal negruzca y la escapular blanca, y casi sin nerviaciones en la Q. Area mediastina sin dilatacion brusca y continuandose casi paralela hasta mas alla de la mitad del élitro; vena radial media muy sinuosa y en curva entrante en el medio, y las ulnarias reuni- das en una, casi desde la base. Fémures posteriores con algunas manchas y las rodillas negras. Long’. del cuerpo, o 16™-17™; QO 20™™-26™". Loc. Sierra Nevada (Rambur), Logrofio (Viar!), Navarre- donda (Avila!). Ons. El o& de esta especie se distingue 4 primera vista de la Q por su tamafio mucho menor, por la forma de los élitros, que en la 9 son mas paralelos, y por el menor ensanchamiento de las areas; es una especie muy notable por el tamafio, que es superior al de los restantes Gomphocerus, y que se distingue facilmente del G. rujfipes Zett., con el que al pronto pudiera confundirse, por las quillas laterales del pronoto, que casi no son angulosas en la especie de que se trata, y por la existencia de una sola vena ulnaria. Los ejemplares de Espajia apenas se diferencian de los del Tirol y de los Vosgos: esta especie no ofrece grandes variaciones. 6. G. (Stenobothrus) nigro-maculatus Herrich-Schiffer. (Lam. xu, fig. 5, 6, 7.) Sin. Acridium nigro-maculatum, Herrich-Schiffer, No- mencl. ent., pag. 10, 11; Brunner, in litt. Amarillento 6 verdoso, con manchas negras y blancas. Quilla media frontal convexa 6 ligeramente deprimida al nivel del es- temma central; fositas del vértice rectangulares y estrechas; an- 324 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (118 tenas deprimidas y mas largas que la cabeza y pronoto reunidos en el ,/; mas cortas 6 apenas mas largas en la Q. Pronoto muy corto, 4: veces mas corto que la cabeza, dividido en dos porciones por el surco trasverso posterior, de las que la Ultima es mas corta; quillas laterales gruesas, sinuosas y aproximadas en el tercio anterior, amarillas y cortadas por una faja negra longitudinal; borde posterior redondeado 6 apenas anguloso. Hlitros de igual longitud que el abdémen en el &; mas cortos en la 9, con una série de manchas negras y cuadradas 4 lo largo del area discoi- dal, y una mancha blanca, mas notable que las restantes, cerca del apice: drea marginal no dilatada bruscamente y continuada: hasta mas alla de la mitad del élitro; la radial media apenas sinuosa, convexa, y las venas ulnarias muy aproximadas y con- fundidas en una antes del medio del élitro. Fémures posterio- res con una faja negra longitudinal, siendo del mismo color las rodillas. Long’. del cuerpo, co 16™; 9 19™™-21™". Loc. Madrid! Oss. Fischer de Friburgo confunde esta especie con la ante- rior, de la que se distingue, no tan sdlo por la menor longitud de los élitros y alas, sino tambien por la diferente forma de los primeros, que tienen sus areas mucho ménos ensanchadas en los o”, y la vena radial media diversamente encorvada, y por la coloracion, segun he podido comprobar en los ejemplares que he recogido en Madrid, que convienen con los que de Viena me ha remitido el Sr. Brunner, opinion que ya me habia sido indi- cada por dicho ilustre ortopterdlogo. 7. G.(Stenobothrus) Uhagonii sp. nov. (Lam. x11, fig. 12). So Rufo-testaceus, fusco-maculatus, pilosus; antennis pro- noto longioribus, apice depresso. Pronoto carinis lateralibus si- nuato-angulatis , anticé et posticé divergentibus , vittam atram secantibus. Hlytris abdomine non longioribus, campo mediastino ampliato, subparallelo; vend mediastind fere usque ad apicem ducta; venis ulnaribus a basi divergentibus. Alis elytrisque sub- brevioribus, apice infuscatis. Tibiis anticis pilis longis obsitis. Femoribus posticis concoloribus , geniculis nigris. Q amase. differt: corpore longiore et crassiore; elytris di- midio abdominis longitudinis ; alis his brevioribus. Rojo amarillento con manchas negruzcas, peloso. Quilla me- (119) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 325 dia de la frente asurcada; fositas del vértice rectangulares y convergentes; antenas mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos, deprimidas en el apice. Quillas laterales del pronoto casi angulosas, aproximadas en el tercio anterior y divergen- tes anterior y posteriormente, cortadas por una linea negra lon- gitudinal, que es externa en la mitad anterior é interna en la posterior. Elitros de igual longitud 6 algo mas cortos que el abdémen, elipticos, con el area mediastina muy ancha y casi paralela en gran parte de su extension, y la vena del mismo nombre mas fuerte que la primera radial y continuada casi hasta el 4pice; venas ulnarias divergentes desde la base. Alas un poco mas cortas y oscuras en el apice. En la Q los élitros sdlo llegan 4 la mitad del abdémen y las alas son casi lobifor- mes. Fémures y tibias anteriores cubiertas de largos pelos dis- ticos y rigidos; fémures posteriores vellosos, con vestigios de manchas negras; rodillas negruzcas; tibias del mismo par con un anillo negro en la base y algunas manchas del mismo color cerca del apice. Long. del cuerpo o, 11™"; de los élitros, 6™,5. — — Ogee ae — oq Loc. Cascante (Perez Arcas!), Navarredonda (Avila! ). Oss. Esta curiosisima especie, que dedico 4 mi buen amigo D. Serafin de Uhagon, tan conocido por sus estudios sobre los coledpteros de la Peninsula, y 4 quien soy deudor de muchos de los datos que aparecen en este trabajo, es del tamafio de la que 4 continuacion se enumera, y se distingue facilmente de todas por la disposicion extraordinaria del d4rea marginal y por la forma de las antenas, que son ensanchadas en el extremo, como en las 9 de algunas especies del anterior subgénero. 8. G. (Stenobothrus) stigmaticus Rb. (Lam. xu, fig. 9). Sin. Gryllus stigmaticus, Rambur, Faun. de l’And., t. 1, fig. 93. Stenobothrus stigmaticus, Fischer Fr., Orth. Eur., pa- gina 327, tab. xvn, fig. 2, 2 a. Amarillo, verde 6 rojizo, algo peloso. Quilla media deprimida al nivel del estemma central; fositas del vértice rectangulares, a veces poco profundas; antenas deprimidas y algo ensancha- das en el Ultimo tercio. Dorso del pronoto muy estrecho, con las quillas laterales casi paralelas en la mitad anterior y un poco 326 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (120) divergentes en la posterior; 4 veces son tambien divergentes, aunque poco, cerca de la cabeza. Elitros estrechos, apenas mas largos que el abdémen en el ¢‘ y mascortos en la 9, con el area mediastina muy estrecha, casi paralela en toda su extension; las venas radiales encorvadas, no sinuosas, y las ulnarias di- vergentes desde la base; el area discoidal ofrece una faja negra longitudinal interrumpida por manchas blancas, y la escapu- lar es blanca 6 amarillenta casi siempre en la Q. Los fémures posteriores presentan & veces una faja negra frecuentemente interrumpida, 4 lo largo de su cara externa, y otra en la interna. Los segmentos del abdémen llevan 4 cada lado una mancha tambien negra que no llega al borde posterior. Placa infra-anal del (7 corta, conica y erecta; valvulas de laQ@ con un diente- cillo en la base. Long. del cuerpo 5”, 10™"-12™; Q, 13™"-16™. Loc. Sierra-Nevada (Rambur), Pefialara (Brunner), Coim- bra (Paulino d’Oliveira!), Sierra de Gredos !, Madrid !. Ons. Es la especie mas pequefia de los Stenobothrus de la Peninsula. Su coloracion es muy variable , especialmenie la del pronoto, que en unos individuos es completamente verde, ex- cepto las quillas laterales, que siempre son amarillentas, en otros es rojizo, con una mancha negra 4 cada lado de dichas quillas y cerca del borde posterior; 4 veces existe a lo largo de cada una de las quillas laterales una faja negra que es externa en la parte anterior é interna en la posterior. Los élitros tambien varian, presentando 4 veces el area marginal amarillenta y la discoidal y anal verdosas y sin manchas negras. Por la poca longitud de los élitros sdlo pudiera confundirse esta especie con la siguiente , pero la disposicion de las quillas del pronoto permite distinguirlas con facilidad. En los alrededores de Madrid se recoge esta especie en los meses de Junio, Julio, Agosto y Setiembre, encontrandose en abundancia en las praderas que se extienden entre el canal y el Manzanares. Su canto pudiera representarse de este modo: trrrrr. 9. G. (Stenobothrus) hemorrhoidalis Charp. Sin. Gryllus hemorrhoidalis, Charpentier, Hor. ent., p. 165. Stenobothrus hemorrhoidalis, /2scher Fr., Orth. Eur., pag. 334, tab. xvi, fig. 17, 17 a. Verde, amarillento 6 rojizo. Quilla media de la frente algo (121) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 327 convexa por lo.comun, a veces ligeramente asurcada por de- bajo del estemma central en el ~”; fositas del vértice rectangula- res y convergentes por delante; antenas algo deprimidas, pero no ensanchadas en el apice; occipucio con una linea amarillenta en el medio, que a veces se prolonga sobre el pronoto. Quillas laterales de éste angulosas en el tercio anterior, y divergentes anterior y posteriormente, cortadas casi siempre por una linea negra longitudinal. Elitros poco mas largos que el abdémen en el «7, mas cortos en la 9, con la vena mediastina muy fuerte, apenas sinuosa y casi paralela 4 la radial anterior. Area me- diastina continuada hasta mas alla del medio del élitro, un poco mas estrecha que la escapular y sin expansion brusca en la base; area interradial anterior casi tan ancha hacia el medio como la escapular, un poco mas estrecha en la 9. Area escapular 4 veces blanquecina, la discoidal con una faja negra interrumpida y con una mancha blanca en la base del tercio posterior. Alas os- curas en el apice. Fémures posteriores con una faja negra en la cara interna; rodillas y base de las tibias tambien negras, estas ultimas rojizas. Abdémen negro en la base, por encimaen el <’, a los lados en la Q, rojizo en el extremo superiormente. Lone dehcuerpor’, Ll =157 On 1688-19": Loc. Malaga (Brunner), Navacerrada !, Sierra de Gredos !, Madrid !. 10. G. (Stenobothrus) Bolivarii Brunner, sp. nov. (La- ; mina x11, fig. 10). Sin. Stenobothrus Bolivarii, Brunner, in litt. Q@ Fusco-testaceus, abdomine supra, nec non tibiis posticis sanguineis. Pronoto carinis lateralibus antice et postice diver- gentibus, vitlé nigra appositd. Hlytris apicem versus angustatis, margine antico (campo mediastino Fischer), nullo modo basi dilatato, venis ulnaribus (Stal) @ basi divergentibus. Alis in- JSuscatis, venis ad marginem anticum positis crassioribus. Fe- moribus posticis extus flavis wnicoloribus, intus basi vita fused obsoletissimd ornaiis, geniculis infuscatis. Statura St. binotati Charp., difert ab hac specie: pronoto bre- viore, elytris apicem versus distincté angustatis, campo medias- tino non producto, femoribus unicoloribus. (Brunner v. Wattenwyll.) JS aQ difert staturd minore, elytris abdomine longioribus, 328 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (122) campo mediastino breviore, ared scapulari et interradiali an- ticd in medio ampliatis. Pardo, amarillento 6 rojizo. Quilla frontal mas 6 ménos asur- cada; fositas del vértice rectangulares y convergentes por de- lante. Antenas mas largas que la cabeza y el pronoto reuni- dos, deprimidas y un poco ensanchadas en el apice; occi- pucio con una linea amarillenta en el medio. Quillas laterales del pronoto flexuosas, casi angulosas, aproximadas en el tercio anterior y divergentes anterior y posteriormente, cortadas por una ancha faja negra, longitudinal. Elitros apenas mas largos que el abdomen 6 de su longitud en la Q, mas largos en elo’, estrechados hacia la punta, con el area mediastina casi tan an- cha como la escapular, terminada hacia el medio del élitro en elo’ y mas larga en la Q, sin expansion brusca en la base; Areas escapular é interradial del .7 muy ensanchadas en el me- dio y con nerviaciones trasversas muy fuertes y negras; en la 2 el Area interradial es muy estrecha, estando las venas radiales casi confundidas hasta cerca de la mitad del élitro, y el area es- capular es casi paralela, amarillenta y con las nerviaciones trasversas apenas perceptibles; venas ulnarias divergentes. Fé- mures posteriores amarillentos por fuera, con vestigios de tres manchas negras y con una faja poco marcada en su Cara in- terna. Abdémen rojizo por encima. Long. del cuerpo ,%, 18™™-19""; 9 20" -24™. Loc. Guadarrama (Brunner), Albarracin (Zapater!), Sierra de Gredos ! , Madrid !. Oss. Los machos de esta especie se distinguen 4 primera vista de los de la especie anterior por la diferente conformacion de las areas escapular é interradial anterior; pero entre las hem- bras no es tan facil esta separacion, si bien pueden distinguirse por el mayor tamaiio de la especie de que se trata, por los éli- tros estrechados hacia el extremo y por la coloracion en ge- neral. 11. G. (Stenobothrus) Raymondi Yersin. Sin. Stenobothrus Raymondi, Yersin, Description de deux Orth. nouy. d’Eur. Ann. de la Soc. ent. de Fr., 4° ser., t. 3°, pag. 284, pl. 7, Le, 5 10 5d Ce Pardusco, poco velloso. Fositas laterales del vértice arquea- (128) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 329 das; quilla frontal muy estrecha entre las antenas. Pronotocorto, con las quillas laterales formando un angulo entrante en el ter- cio anterior. Elitros del c” un poco mas largos que el abdémen, estrechos, con la vena mediastina arqueada, no sinuosa, al- canzando casi la extremidad del area escapular, ésta poco en- sanchada en el co”, ménos atin en la 9; venas radiales anterior y media casi rectas, muy aproximadas; venas radial posterior y ulnaria anterior paralelas. Fémures pcsteriores palidos en sus caras inferior é interna, y con sus tibias de color rojizo sucio. Extremidad del abdémen rojiza por encima en el ,; placa in- fra-anal de éste cénico-obtusa. Abdémen de la 9 negruzco, val- vulas del oviscapto medianas, palidas,; con las puntas muy en- corvadas y negruzcas. Long. del cuerpo <7, 138"; 9, 20™™- 22™" (Yersin). Loc. Malaga ? (Pictet y Meyer Diir, ex Yersin). Oss. Por la descripcion lata de esta especie , asi como por la figura del autor, se deduce que corresponde al sitio que la he designado; debe ser muy afine 4 las dos anteriores, pero se dis- tingue de ellas principalmente por los caractéres expresados en el cuadro sindptico. La indico de Espafia con duda por la aseveracion de Yersin, que dice haber examinado un solo ejem- plar 2 procedente de Espaiia, y que difiere del tipo por sus éli- tros mas anchos, mas oscuros, y por el area comprendida entre la vena radial posterior y la ulnaria anterior que va ensanchando mucho mas hacia el medio del élitro. Como quiera que sea, esta especie puede muy bien considerarse como de la fauna ibérica, toda vez que el Sr. Brisout de Barneville, en nota al trabajo del Sr. Yersin, loco cit., pag. 291, dice haber recogido ejemplares en Tolon y en Argel. 12. G. (Stenobothrus) viridulus L. Sin. Gryllus (Locusta ) viridulus, Linneo, Faun. suec., pa- gina 238. Stenobothrus viridulus, Fischer Fr., Orth. Eur., p. 329, tab. xvi, fig. 15, 15 a. Pardo amarillento 6 rojizo o”, 6 verdoso Q. Quilla media fron- tal algo céncava cerca del estemma central; fositas del vértice rectangulares , 4 veces punteadas y poco visibles. Antenas algo deprimidas, sobre todo en el extremo, mucho mas largas que la cabeza y pronoto reunidos en el o”, mas cortas en la Q. Qui- 330 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (124) llas laterales del pronoto aproximadas en el tercio anterior, poco divergentes anteriormente, pero muy separadas al llegar al borde posterior, amarillentas y cortadas por una faja negra lon- gitudinal. El dorso del pronoto es verdoso, asi como el area anal de los élitros, especialmente en la 9. Hlitros regularmente elip- ticos con el borde anterior convexo en toda su extension, y el area marginal prolongada hasta mds alla del medio y sin en- sanchamiento brusco; la escapular en el ,/ es casi paralela 6 de igual anchura en el tercio medio del élitro; las interradiales son bastante anchas desde cerca dela base, y la anal esta muy en- sanchada en la 9; generalmente toda el area marginal es ama- rillenta y con las nerviaciones trasversas ménos perceptibles; éstas en el ,7 son parduzcas y fuertes; en ambos sexos la extre- midad de los élitros es negruzca y lleva una mancha blanque- cina en el tercio posterior. Alas mas cortas que éstos, con las nerviaciones anteriores negruzcas y con un espacio oscuro cerca del extremo y junto al borde anterior, que recuerda el teros- tigma de las alas de los libelilidos. Patas amarillento-rojizas 6 verdosas; fémures posteriores casi siempre, con una faja negra interna; rodillas y punta de las espinas, negras. AbdOmen, por encima y 4 los lados, negruzco. Longitud del cuerpo <7, 11™-13™); 9, 18"™-20™. Loc. Zaragoza (Asso). Oss. Es tan breve la frase especifica con que Linneo caracte- rizO esta especie, que por ella no puede distinguirse de la siguiente, con la que por su aspecto pudiera confundirse; por esto creo que la existencia del G. viridulus L., en Aragon, me- receria confirmarse. 13. G. (Stenobothrus) rufipes Zett. (Lam. xu, fig. 11). Stn. Gryllus rufipes, Zettersted, Orth. suec., pag. 90. - Stenobothrus rufipes, Fischer Fr., Orth. Eur., p. 331, tabs xvi, fig? 16) 16:7. Pardo-rojizo 6 verdoso. Quilla media frontal asurcada, mas profundamente en el ©”. Fositas del vértice rectangulares ; an- tenas mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos, en el <7, mas cortas en la Q. Quillas laterales del pronoto aproximadas en el primer tercio, poco divergentes anteriormente, pero muy separadas al llegar al borde posterior, amarillentas y cortadas por una faja negra longitudinal. Hlitros estrechos, con el area (125) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 331 mediastina muy estrecha y terminada antes del medio 6 en el medio del élitro en el «”, un poco mas anchay larga en la Q; la escapular en el primero ofrece un ensanchamiento hacia el medio que no se observa en la Q; las interradiales son estrechas, espe- cialmente en laQ, lo mismo que la anal; el area anal es verdosa en la 9 algunas veces, la discoidal ofrece manchas parduscas y _ un estigma blanco cerca del apice, y la vena ulnaria posterior y la anal suelen ser amarillentas. Alas negruzcas en el apice. Fé- mures posteriores rojizos 6 verdosos, con la rodilla y una mancha 6 faja interna negruzcas; espinas con frecuencia negras en toda su extension. Abdémen negro en la base, rojo en el apice por encima, amarillento por debajo. Long’. del cuerpo oo”, 12"; 2, 18-19™. Loc. Vitoria (Gonzalo y Goya!), Cabafias, Cuntis ( Lopez Seoane ! ), Santander (Gogorza !), Coimbra y Bussaco (Paulino d’ Oliveira! ). 14, G. (Stenobothrus) biguttulus L. Sin. Gryllus (Locusta) biguttulus, Zinneo, Syst. nat., p. 702. Stenobothrus variabilis, ischer F7., Orth. Eur., p. 342, tab. xvit, fig. 7, 7:4 ,, 0,.¢, d: Pardo-rojizo, gris 6 verdoso. Quilla media de la frente asur- cada por debajo del estemma central; vértice agudo; cabeza por lo comun bastante mas corta que el pronoto; antenas algo de- primidas y mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos en el &; ojos pequefios. Quillas laterales del pronoto angulosas y aproximadas en el tercio anterior, y bastante mas separadas posterior que anteriormente , cortadas por una linea negra lon- gitudinal. Alas y élitros mas largos que el abdémen 6 de igual longitud @. Elitros del o% con el area mediastina muy corta, no pasando del tercio basilar; la escapular y la interradial anterior muy ensanchadas, ofreciendo su mayor extension hacia el me- dio del élitro, y con las venas trasversales oblicuas en la primera, y rectas en la segunda; en la 9 la mediastina se prolonga, aun- que muy adelgazada, hasta mas alla de la mitad del élitro, y pre- senta una expansion lobuliforme en el tercio basilar, y la curva del borde anterior es mas regular que en el ;”. Patas anteriores vellosas, con una faja oblicua y negra en la cara interna; tibias rojizas 6 amarillentas; abdémen negro en la base por encima, rojizo en el extremo en el o. ‘ 332 ANALES DE HISTORIA NATURAL. : ee ) Longitud del cuerpo o7, 14™- 15"; Q, 17-21. Loc. Andalucia (Fischer Fr.), Sierra-Nevada (Rambur), Al- hama de Aragon (Perez Arcas!), Logrofio (Toron! y Viar! ), Albarracin (Zapater !), Calella (Cuni y Martorell!), San Sebas- tian (Chicote!), Jativa (Boscé!), Santander (Gogorza!), Sierra de Gredos !, Madrid !. . Oss. Las variedades de esta especie son tantas, que justifica- rian el nombre de variabilis que la did Fieber si no fuera ante- rior el de Linneo. La mas notable es la v. bicolor, con la que generalmente se constituye otra especie, y que presenta una faja amarillenta que empieza en el vértice y se continua por encima del pronoto y del area anal de los élitros; éstos tienen tambien del mismo color el area escapular, y una mancha 4 los tres cuartos de la base; esta ultima se encuentra en muchas de las varie- dades. - Ala. bicolor Charp. corresponden los ejemplares de Alhama y de Albarracin. Entre los ejemplares que poseo de San Sebas- tian, hay uno completamente negro por encima, y los restantes ofrecen, como los de los Vosgos y los de Viena, una série de manchas negras 4 lo largo del area discoidal. 15. G. (Stenobothrus) vagans Fieb. Sin. OKdipoda vagans, Fieber, Eversmann, Additam. Stenobothrus vagans, Fischer Fr., Orth. Eur., p. 328, tab. xvi, fig. 14, 14 a. Pardo-rojizo, poco peloso. Cabeza muy abultada , 4 veces mas larga que el pronoto. Quilla media de la frente, poco excavada cerca del estemma central; fositas del vértice muy estrechas; ojos muy grandes; antenas algo gruesas, mas largas que la ca- beza y el pronoto reunidos en el ,”, de igual longitud prdéxi- mamente en la 9. Pronoto corto, casi redondeado posterior- mente 6 apenas anguloso, con la quilla media dividida en dos mitades por el surco trasverso posterior, de las cuales la poste= rior es algo mas pequefia, y las laterales aproximadas en el tercio anterior, angulosas y divergentes y un poco mas separa- das posteriormente. Elitros mas largos que el abdémen, con el drea mediastina ensanchada en la base, muy corta en el 0’, prolongada, aunque muy estrechamente, hasta mas alla de la mitad del élitro en la 9; en el primero, el élitro es mas ancho (127) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 333 hacia el medio y estrechado despues; en la segunda es oblongo- lanceolado. Alas poco mas cortas que los élitros, trasparentes, con el extremo algo oscuro. Patas rojizas con numerosas man- chas negras 6 parduscas ; fémures posteriores con una faja lon- gitudinal negruzca en su cara interna. Abdémen pardusco por encima y 4 los lados, en la base. Longitud del-cuerpo o’, 13™-14™; 9, 16-19". Loc. Jativa ( Bosca ! ). Oss. Sdlo poseo tres ejemplares procedentes de Jativa. Es la primera vez que se indica de Espafia. 16. G. (Stenobothrus) binotatus Charp. Sin. Gryllus binotatus, Charpentier, Hor. ent., pag. 158. Cabeza verde, con manchas amarillas delante y junto a los ojos; antenas parduscas, comprimidas y rojizas en la base. Pro- noto plano por encima, redondeado anterior y posteriormente, con la quilla media recta y las laterales muy sinuosas y aproxi- madas ( pero no dobladas en angulo agudo); verdoso con man- chas amarillas; dorso mas oscuro. Elitros de la longitud del ab- démen, de color gris (cornet coloris); nerviaciones ferruginosas, con una pequefia mancha blanquecina cerca del apice. Patas anteriores verdosas, con manchas pardas. Fémures posteriores amarillentos por debajo y con dos manchas negras en forma de fajas por encima; rodillas del mismo color; tibias posteriores ligeramente sanguineas; espinas negras en el apice; en la base y 4 cada lado tienen un pequeiio rasgo amarillo. Abdomen ver- doso por encima, en medio rojizo. Loc. Portugal (Charpentier), Sierra de Pefialara (Brunner), _ Bilbao (Brunner ). Ons. Sdlo conozco esta especie por la descripcion de Char- pentier, que he transcrito suprimiendo ciertas particularidades comunes @ todas las especies. Segun el Sr. Brunner, que posee ejemplares de Pefalara y de Bilbao, corresponde esta especie 4 la seccion en que la hemos colocado. 17. G. (Stenobothrus) apicalis H. Sch. (Lam. xm, fi- guras 13 y 14). Sin. Acridium apicale, Herr. Scheffer, Nomencl. ent., pa- ginas 10, 16. 334 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (128) Sin. Stenobothrus apicalis, Fischer Fr., Orth. Eur., p. 333, tab. xvil, fig..5, 5a, 0. — hyalinus, Yersin?, Descript. de deux Orth. nouv. d’Eur. — Ann. de la Soc. ént. de Fr., ‘4° ser, t:'3°, 1863, p28) pl. 7, fie 6a 8 64) a. Verdoso, rojizo, pardusco 6 gris. Quilla media de la frente algo concava por debajo del estemma central; antenas deprimi- das en el apice, sobre todo en los ~7, mas largas que la cabeza y el pronoto reunidos en éstos, algo mas cortas en las 9. Fosi- tas del vértice rectangulares, estrechas, rectas 6 ligeramente encorvadas. Quillas laterales del pronoto sinuosas, encorvadas y aproximadas en el tercio anterior, mas divergentes anterior que posteriormente, cortadas con frecuencia por una faja negra longitudinal que es externa en la parte anterior é interna en la posterior. Elitros mas largos que el abdémen en los c y de su longitud en las 9, con el area mediastina corta y estrecha en los primeros, no pasando de la mitad del élitro, un poco mas larga en la 2, y 4 veces prolongada en ésta hasta mas alla del medio; la escapular muy dilatada en el 57 con la vena medias- tina flexuosa; en la 9 es ménos ensanchada y la vena medias- tina apenas es flexuosa, sino simplemente convexa; area inter- radial anterior ensanchada en la mitad apical; venas radial pos- terior y ulnaria anterior casi paralelas hasta el medio del élitro, Inégo bifurcadas; area escapular de la © con frecuencia sin venas trasversas y amarillentas, la discoidal a veces con man- chas negruzcas y con una blanquecina antes del apice. Fémures posteriores de un solo color, verdes 6 rojizos, a veces con man- chas negras exteriormente; cara interna con una faja negra_ medio obliterada en algunos ejemplares. Tibias del mismo par amarillas 6 rojizas, con una mancha negra en la base y otra en el apice; de este mismo color son las puntas de las espinas. Ab- domen pardusco a los lados, amarillento por debajo. Longitud del cuerpo ¢7, 18™"-19™; 9, 2am™=25™. Loc. Andalucia ( Waltl y Brunner), Alhama de Aragon (Pe- rez Arcas !), Galicia, Braga (Lopez Seoane !), Navarredonda !, Osuna ( Rico !), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Madrid !. Oss. Las variedades.de esta especie se refieren tan sdlo a la coloracion ; con frecuencia se encuentran individuos en los que faltan las fajas negras del pronoto, ofreciendo los élitros una (129) Bolivar. —- ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 335 coloracion olivacea en la @, al paso que en el ( son trasparen- tes; esta variedad, que es la que mas se separa del tipo, es 4 mi parecer 4 la que se refiere la descripcion y figura del St. hya- linus de Yersin. Este distinguido ortopterdlogo no pudo exami- nar mas que cuatro individuos recogidos en Espana por los se- flores Pictet y Meyer Diir; y como por otra parte no conocia el St. apicalis, segun manifiesta, no es extrafio que considerara como especie distinta esta variedad. Las diferencias que indica como capitales entre ambas especies son las siguientes: fositas del vértice estrechas y no contiguas en el borde anterior ; ner- viaciones longitudinales de los élitros casi rectas y mucho mé- nos arqueadas que en la figura de Fischer Fr.; venas externo- media y subexterno-media (radial media y posterior) contiguas en su base y separadas como en la mayor parte de los Stenobo- thrus; y en fin, como caracter ménos importante el color de las patas posteriores y de la extremidad del abdodmen. Como he examinado mas de cien ejemplares procedentes de Madrid y Navarredonda (Avila), entre los que hay muchos que presentan exactamente estas diferencias, relacionandose, sin embargo, con los restantes por gradaciones insensibles , me he decidido 4 reunir ambas especies. 18. G. (Stenobothrus) pratorum, Fieb. (Lam. xn, fi- guras 15 y 16). Sin. Chorthippus pratorum, /7eder, Kelch. Prog., p. 2. Stenobothrus pratorum (ex parte) , Mischer Fr., Orth. Eur., pag’. 322, tab. xv, fig. 13, 13 a, d. Verde, a veces rojizo. Quilla media de la frente asurcada por debajo del estemma central en los «”, con una ligera depresion en la Q. Vértice bastante saliente; fositas de éste muy estrechas; antenas gruesas en el .” y bastante mas largas que la cabeza y pronoto reunidos; mas cortas en la 9. Pronoto casi redondeado posteriormente, con las quillas laterales apenas encorvadas hacia adentro, algo aproximadas en el medio; 4 veces en los . me - “ween =wsry 8 ~ Ts ' ¢ Se oe en 5 oe ftp eee, eee nell, Sl pep aa o yg ANALES DE HIST. NAT.=V. 354 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (148) Psophus /%ed. Stn. Psophus /%e0., Synop. in «Lotos» (Sub gen. Okdi- poda). Pachytylus Fischer Fr., Orth. Eur. OEdipoda Serville, Hist. nat. des Orth. Quilla media de la frente mas ancha al nivel de las antenas, continuandose insensiblemente con el vértice; éste no rugoso, cortante 4 los lados, sin fositas laterales. Sienes muy estrechas, separadas distintamente de la frente, pero confundidas con el vértice; estemmas poco separados del borde anterior de los ojos. Pronoto sin quillas laterales 6 con sélo tumefacciones que las re- presentan cerca del borde posterior; la quilla media elevada, cortante, no interrumpida por los surcos trasversos; disco del mismo con una fosita 4 cada lado de dicha quilla. Elitros mas largos que el abdémen, redondeados en el apice; mas cortos y como abortivos en la hembra. Abdémen aquillado, pero no aserrado superiormente. l. Ps. stridulus L. Sin. Gryllus (Locusta) stridulus, Zinneo, Syst. nat., pag. 701. Pachytylus stridulus, Fischer Fr., Orth. Eur., pag. 399, tab. xvull, fig. 15. o. Psophus stridulus, Std/, Recens. Orth., pag. 121. Pardo-negruzco 6 negro-rojizo; vértice punteado, no excava- do, ancho. Pronoto con una fosita 4 cada lado de la quilla me- dia, detras del surco posterior, rugoso, algo estrechado ante- riormente en el o”. Elitros y alas mas largos que el abdémen en el o”, mas cortos en la 2; los primeros rugosos 6 pardos con manchas mas oscuras, las segundas algo mas cortas, de color de bermellon con el apice negruzco. Tibias posteriores negras, con un anillo amarillento cerca de la base. Long. del cpo., 21""-30""; del pron., 6™",5-8""; de los élitr. en eli? els een lal, i Loc. Pirineos (Serville), Epila (Asso), Calella (Cunf y Mar- torell!). (149) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 355 Pachytylus fed. Sin. Pachytylus /ieder (Kelch, Orthop. Oberschl.) Synops. OEdipoda Serv., Burm. (ex parte ). Quilla media de la frente mas ancha al nivel de las antenas, continuandose insensiblemente con el vértice; éste liso, apenas redondeado 6 cortante a los lados, sin fositas laterales; estem- mas contiguos al borde anterior de los ojos. Pronoto sin quillas laterales , pero con los angulos humerales elevados; la quilla media visible desde el borde anterior al posterior , ligeramente interrumpida en el medio por el surco trasverso posterior, 6 en- tera. Elitros y alas mucho mas largos que el abdémen en am- bos sexos, las ultimas incoloras 6 ligeramente verdosas. Vena intercalar de los primeros 4 igual distancia proximamente de la ulnaria anterior que de la radial posterior. Venillas trasversas del tercio medio del élitro rectas y formando angulos tambien rectos con las venas de que proceden; a veces mas proximas que las del tercio apical, pero nunca reticuladas. Abdomen no aserrado. Oss. A este género pertenece el Acridium migratoriumL., al que se achacan todas las devastaciones que las diferentes espe- cies de esta tribu y de la anterior causan en los sembrados. Esta especie, de tamafio considerable, puesto que alcanza mas de 50™ de longitud, es originaria de Tartaria, de donde en épocas de- terminadas se ha extendido por Europa, no existiendo dato al- guno para que con certeza pueda afirmarse su presencia en la Peninsula, debiendo referirse las citas que se encuentran en las obras que tratan de nuestra fauna a la especie siguiente, con- fundida por mucho tiempo con laanterior, aunque bien distinta de ella. 1. P. cinerascens Fab. (Lam. v1, fig. 2). Stn. Gryllus cinerascens, Yabricio, Ent. Syst., pag. 59. OKdipoda migratoria, Serville, Hist. nat. des Orth., pa- gina 737. Pachytylus cinerascens, Fischer Fr., Orth. Eur., pa- gina 395, tab. xvu, fig. 13, 13 a, 0. Verde 6 rojizo; vértice liso, con la quilla media perceptible; mandibulas de color negro azulado; ojos rojizos; espacio post- 356 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (150) ocular hasta el borde anterior del pronoto recorrido por tres fajas paralelas, negras las externas y blanca la del medio; qui- la frontal con sus bordes casi paralelos y negruzcos, punteada. Quilla media del pronoto elevada, cortante; dorso con un rasgo negro 4 cada lado; lébulos laterales rugosos, con una mancha pardo-rojiza en el medio; borde anterior del pronoto obtuso, el posterior casi recto. Elitros y alas amarillentos en la base, ios primeros con grandes manchas parduscas que casi forman fajas trasversas; las segundas trasparentes , con. las principales ner- viaciones negras. Cara interna de los fémures posteriores con - una gran mancha negra en la base, otra cerca del apice, y otra sobre la rodilla, del mismo color. Long. del cpo., 35""-43""; del pron., 8""-10"; de los éli- tros, 39""-51™". Loc. Andalucia (Gryll. migratorius) (Rambur), Malaga (Fischer Fr.), Valencia (Bosca !), Osuna ( Rico!), Calella (Cu- ni!), Huelva (Martinez!), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Ca- narias (Calderon!), Santander (Gogorza!), Galicia ( Lopez Seoane!), Madrid!. Ons. La coloracion de esta especie es muy variable, domi- nando en unos ejemplares un color verde-claro, y en otros el pardo-rojizo y aun casi negro, como se observa en algunos que acaba de remitirme el distinguido entomdlogo de Barcelona, D. Miguel Cuni y Martorell. 2. P. (Gdaleus) nigro-fasciatus De Geer. Sin. Acrydium nigro-fasciatum, De Geer, Mém. 3, pag. 493, : pl. 4s dies}: OEdipoda flava, Serville, Hist. nat. des Orth., pag. 121. Pachytylus nigro-fasciatus, Fischer F7., Orth. Eur., pa- gina 397, tab. xvi, fig. 14, 14 a. Verdoso, amarillento y aun rojizo; quilla frontal punteada y surcada; pronoto anguloso anterior y posteriormente; el an- gulo anterior obtuso, el posterior casi recto; quilla media elevada, no escotada; quillas laterales amarillentas y angu- losas.en el medio, formando las de un lado con las del otro el signo X. Elitros y alas mas largos que el abdémen en ambos sexos, los primeros con dos fajas negruzcas y trasversas antes del medio y con otras varias desiguales en su mitad apical; alas amarillentas en la base, con una ancha faja negra, ar- (151) . Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 357 queada, que empezando en la mitad del borde pac termina en el borde externo del area anal. Long. del cpo., 30-35"; del pron., 6™- 8": de los éli- tros, 29™ - 35™". Loc. Malaga (Rambur), Albarracin (Zapater!), Calella (Cuni!), Santander (Gogorza!), Aranjuez!, Madrid!. Oss. El género Pyrgodera Fischer W. sdlo comprende- una especie, Pyrg. armata Fischer W., que no corresponde 4 la fauna espanola. ; Ctyphippus Fies., Stal. SIN. Ctyphippus Fieb., Stal., Obs. Orth. 2 Od Os CEdipoda S7d/, olim. _ Quilla media de la frente estrechada por debajo del estemma central y al unirse con el vértice ; éste rugoso, casi plano, poco inclinado; estemmas laterales casi contiguos al borde anterior de los ojos. Prenoto rugoso por encima, algo saliente sobre la cabeza y en angulo recto 6 casi agudo por detras, con la quilla media elevada y visible en toda su extension , interrumpida por el surco trasverso posterior , pero entera en su mitad anterior. Alas con Jas nerviaciones trasversas del area anal poco numero- sas y formando con las longitudinales areolas mas largas que anchas 6 casi cuadradas. Quilla superior de los fémures poste- riores a veces deprimida en su mitad apical. Abdomen no aser- rado superiormente. Pronoto no estrechado en el medio; quilla superior de los fémures poste- riores, de igual altura en toda su extension; alas rojizas 6 azu- ladas pero sin ila negra ar- QUCRCM ere vase cust Lae nele ot. Cr. VARIABILIS Pall. Pronoto estrechado en el medio; quilla superior de los fémures posterio- res mas baja en su segunda mi- tad; alas azuladas 6 rojizas y. con una faja arqueada. de color HMESUUACU crea tem eg ec 3 sige CT. CG:RULESCENS L. 308 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (152) 1. Ct. variabilis Pall. Sin. Gryllus variabilis, Pallas, Iter. app. 1, pag. 467. (Edipoda variabilis, Fisch. F7., Orth. Eur., pag. 410, tab. xvii1, fig. 8. 0. Y Pardo-rojiza 6 pardo-amarillenta , lampifia: vértice ancho, plano, poco inclinado; quilla frontal un poco mas ancha por debajo del punto correspondiente a la insercion de las antenas y algo deprimida al nivel del estemma central. Pronoto ancho, con sus bordes casi paralelos, truncado anteriormente y angu- loso por detras, con la quilla media elevada en toda su exten- sion, y las laterales sdlo visibles en la mitad posterior del pro- noto, cuya superficie esta cubierta de arrugas irregulares, dispuestas 4 lo largo 6 un poco oblicuamente. Alas y élitros de la longitud del abdémen 6 mas largos, estos ultimos amarillen- tos, con manchas parduscas que casi forman fajas trasversas, y las primeras con el borde anterior, y el apice del area discoidal negruzcos y el resto de color rojizo 6 azulado. Quilla superior de los fémures posteriores, entera; cara interna de los mismos negra con dos fajas trasversas amarillas; tibias posteriores, negras por dentro, con un rasgo amarillento cerca de la base. Long. del cuerpo, 26™". Loc. Portugal (Charpentier). Oss. A esta especie se refieren, segun Fischer. Fr., el Gryllus rhodoptilus y subceruleipennis de Charpentier, que constituyen dos variedades, la primera con las alas rojizas, y la segunda con ellas azuladas. Para la descripcion me he servido de ejemplares procedentes del Asia menor. 2. Ct. corulescens L. Sin. Gryllus (Locusta) coerulescens, Linneo, Syst. nat., p. 700. (Edipoda fasciata, Siebold, Fisch. Fr., Orth. Eur., pa- gina 411, tab. xvi, fig.9, 10 y ll. &%. ~ (Ctypohippus) ceerulescens, zeber, Synop., pag. 23. Cenicienta, rojiza, pardusca 6 casi negra. Quilla media de la frente un poco ensanchada al nivel de las antenas y ligeramente excavada por debajo del estemma central; vértice casi plano, algo inclinado. Pronoto rugoso, tuberculoso y a veces casi liso, estrechado en el medio, algo avanzado anteriormente sobre la cabeza y en angulo recto 6 casi recto por detras; con las quillas (153) Bolivar. —ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 359 laterales visibles tan sdlo en la ultima mitad, y la del medio, elevada y cortante. Elitros rojizos 6 negruzcos con dos anchas fajas blanquecinas y trasversas, mas 6 ménos perceptibles. Alas un poco mas cortas que los élitros, azuladas en el medio y con una faja negra y arqueada que, partiendo de la margen anterior va 4 terminar en la posterior, dando un ramo 6 rafaga entrante a corta distancia de su origen; apice de las alas trasparente. Fémures posteriores con la quilla superior mas baja en su se- gunda mitad y la cara interna negra y con un anillo blancuzco cerca de la rodilla; tibias del mismo par azuladas con la base amarillenta y dos anillos negruzcos, situados, uno antes del medio y el otro en el apice; espinas negras en la mitad apical. Long. del cuerpo, o 18"™"-21™; Q 24™-27™. Loc. Malaga (Rambur), Pico Borregueiros (Portugal) (Von Heyden), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Madrid! (Perez Arcas), Valencia, Jativa (Bosca!), Vitoria, Oviedo (Gonzalo y Goya!), Albarracin (Zapater!), Badajoz (Uhagon!), Huelva (Martinez y Saez!), Cabanas, Breamo (Lopez Seoane!), Santander (Gogorza!), Logronio (Viar!, Toron!), Valladolid (Larrinua!), Alicante (Rico!), Almeria (Ribera!) , Alhama de Aragon, Cascante (Perez Arcas!), San Sebastian (Chicote!), Escorial!, Aranjuez!, Albacete!, Sierra de Gredos!, Burgos!, Sare! (Pirineos). Ons. Esta especie es muy abundante en toda la Peninsula, y sus variedades son tambien muy numerosas; pero como los caractéres indicados en el cuadro sindptico permanecen cons- tantes, no puede confundirse con la anterior. La @d. germanica, segun el Sr. Fischer Fr., debe conside- rarse como una variedad de la anterior; de la que se distingue por tener las alas de color rojizo. Esta variedad no la he obser- vado en Espafia. El Gryllus cyanopterus Rambur, Faune de l’ And, debe colo- carse en la sinonimia de esta especie, y no corresponde en ma- nera alguna al Sphinctonotus cyanopterus Charp. Sphinctonotus /%ed., Fisch. Fr. ‘Sry. Sphinctonotus Fied., Fisch. Fr., Stal, Obs, Orth. 2, 1876. OEdipoda ex part., Auct. Quilla media de la frente estrechada al unirse con el vértice: 360 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (154) éste casi redondeado; estemmas laterales contiguos al borde an- terior de los ojos. Pronoto casi truncado anteriormente, angu- loso por detras, dividido por el surco trasverso posterior en dos porciones, de las cuales la posterior es casi dos veces mas larga que la anterior; quilla media interrumpida por dicho surco y casi borrada y cortada por los surcos trasversos en la porcion anterior: borde posterior anguloso y con los lados rectos. Venas trasversas del area anal de las alas formando con las longitudi- nales areolas cuadradas 6 mas largas que anchas. Quilla supe- rior de los fémures posteriores entera. Abddmen no aserrado superiormente. Alas posteriores sin faja......... -... SPH. COERULANS L. Alas posteriores con una faja negra ar- qicadar ee ea eee SPH. AZURESCENS. Rb. 1. Sph. cerulans L. Sin. Gryllus (Locusta) cerulans, Linneo, Syst. nat., pag. 701. OEdipoda ceerulans, Seville, Hist. n. des Orth., p. 736. OEdipoda (Sphingonotus ) cerulans, F7ed., Synop. der Eur., pag. 25. Pardo-rojizo, ceniciento 6 pardusvo. Quilla media de la frente un poco mas ancha por encima del estemma central; occipucio poco mas alto que la porcion anterior del pronoto, éste casi plano y liso en su segunda mitad, mas estrecho anteriormente y un poco saliente en el medio del borde anterior; borde inferior de los lébulos laterales oblicuo y sdlo anguloso cerca del borde posterior. Elitros mas largos que los fémures posteriores, opacos en la base, traslucientes en el apice y con manchas que forman a veces fajas trasversas mal definidas é irregulares. Alas un poco mas cortas, hialinas 6 con un ligero tinte azulado. Fému- res posteriores negros por dentro, con una faja blancuzca cerca de la rodilla y con dos fajas pardas 6 negruzcas y trasversas en la cara externa; tibias del mismo par azuladas, con la base ne- gra, y cerca de ella un anillo blanco. Long. del cuerpo o”, 15™™-18™; 9, 227" -26™". Loc. Malaga (Rambur), Portugal (Charpentier!), Cascante (Perez Arcas!), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Vitoria (Gon- zalo y Goya! ), Jativa (Bosca!) , Valladolid (Larrinua!), Albar- racin (Zapater!), Brunete!, Madrid!. (155) Bolivar. — OR16PTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 361 Oss. Esta especie y la siguiente se encuentra de preferencia en los sitios incultos y arenosos. Es comun en los alrededores de Madrid, 2. Sph. azurescens Ramb. Stn. Okdipoda azurescens, Rambur, Faun. de l’And., t. u, pag. 83, pl. 7, fig. 3. 0”. Amarillenta, rojiza 6 blancuzca. Quilla media de la frente si- nuosa y un poco mas ancha por encima del estemma central; occipucio bastante mas elevado que la porcion anterior del pro- noto; ojos muy prominentes y mas altos que el vértice. Pronoto muy estrechado anteriormente, con la quilla media visible sdlo en la mitad posterior. Elitros mas largos que los fémures poste- riores, cortados por dos fajas trasversas blanquecinas, a veces poco visibles, con la vena intercalar muy corta y apreximada en su extremo 4 la radia! posterior. Alas azuladas, con una faja negra, arqueada, que empieza en la margen anterior y sigue por la posterior, pero sin tocarla. Fémures posteriores con una mancha negra en la base de su cara interna; tibias amarillen- tas, con dos manchas negruzcas 6 azuladas, la una apical y la otra mas arriba del medio. ione: del/cuerps: co ,/19""=21e";. O°. 23" = 31". Loc. Malaga (Rambur), Cartagena (Fischer Fr.) , Chiclana, Toledo, La Granja (Brunner!), Cascante (Perez Arcas!), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Albarracin (Zapater!), Vallado- lid (Larrinua!), Brunete!, Madrid!. Oss. La coloracion de esta especie es muy variable; con fre- cuencia es blanquecina 6 de color de ladrillo, con numerosas manchas parduscas. Acrotylus fied. Sin. Acrotylus Fied., Stal. OEdipoda ex part., Auct. Quilla media de la frente estrechada al unirse con el vértice. éste algo inclinado y comunmente concavo, con fositas irregu- lares 4 los lados; estemmas laterales contiguos al borde ante- rior de los ojos. Pronoto casi truncado anteriormente y redon- deado por detras 6 ligeramente anguloso, pero con los lados 362 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (156) algo encorvados; porcion del disco posterior al surco trasverso igual 6 apenas mas larga que la anterior; quilla media inter- rumpida por dichos surcos. Venas trasversas del area anal de las alas formando con las longitudinales areolas cuadradas 6 mas largas que anchas. Quillas de los fémures posteriores en- teras. Abddmen no aserrado superiormente. Borde posterior del pronoto casi an- guloso pero con los lados en- corvados; alas y élitros, ape- nas una cuarta parte mas largos que los fémures pos- PATIORCSy 5 (6m 035. cepraieaats. cckcrcaate ACR. INSUBRICUS Scop. Borde posterior del pronoto redondea- do; alas y élitros una tercera parte mas largos que los fé- mures posteriores, llegando muchas veces casi hasta la extremidad de las ultimas ti- bias, cuando éstas se encuen- tranvex tendidas. ssic0 ses dee ACR. PATRUELIS Sturm. 1 Acr. insubricus Scop. Stn. Gryllus insubricus, Scopoli, Delic. flor. et faun. insubr. Ps. 1, pag. 64, tab. 24, fig. e. (Edipoda insubrica, Serville, Hist. nat. des Orth., pag. 731. 7 Amarillento, rojizo 6 pardusco con manchas negras; peloso. Quilla media frontal, estrechada al unirse con el vértice, algo concava y continuada casi hasta el epistoma; vértice concavo y bastante saliente entre los ojos que son muy abultados; occipu- cio algo mas alto que el pronoto. Quilla media del pronoto visi- ble, las laterales, indicadas en la mitad posterior y 4 veces tam- bien en la anterior aunque muy ligeramente; borde posterior casi anguloso, pero con los lados encorvados y con una série de puntos negros sobre el mismo borde. Elitros en é6valo prolon- gwado, redondeados en el extremo, y prolongados hasta mas alla de las rodillas posteriores, pero sin que sobresalgan de ellas mas de una cuarta parte de su longitud; opacos y negrruzcos en la base y trasparentes en el resto de su extension, pero cubiertos . (157) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 363 de manchas irregulares parduscas y con una mancha amarilla en el borde anterior y Antes del medio; alas un poco mas cortas, sonrosadas en la base y trasparentes en el resto, con el borde anterior, el 4pice y una mancha aislada y a veces interrumpida en forma de media luna, de color pardusco. Fémures posterio- res con cuatro manchas pardas triangulares sobre la cara supe- rior y un anillo amarillento antes de la rodilla. Parte inferior del cuerpo totalmente negra, 6 con solo dos 6 cuatro manchas negras sobre el pecho, 6 completamente amarilla. Long. del cuerpo o”, 15™; 9, 17; de los élitr. o’, 14™5 9, 17. Loc. Malaga (Rambur), Cadiz (Rosenhauer), Calella (Cuni!), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Escorial (Mazarredo!), Alicante (Rico !), Madrid !. 2. Acr. patruelis Sturm. Sin. Gryllus patruelis, Sturm, Herrich Scheffer, in Pan- zer, Faun. ins. Germ. cont., fasc. 157, tab. 18. &%. Acrotylus patruelis Brunner, in litt. Amarillento 6 rojizo con manchas parduscas 6 negras; peloso. Quilla media de la frente poco ensanchada al nivel de la inser- cion de las antenas, éstas negruzcas en la mitad apical: occipucio bastante mas alto que el pronoto. Quilla media de éste visible en toda su extension, aunque interrumpida por los sur- cos trasversos, las laterales sélo indicadas en la segunda mitad; borde posterior, redondeado. Elitros largos y estrechos, con sus bordes casi paralelos, prolongados 4 veces hasta cerca de la terminacion de las tibias posteriores cuando estén extendidas, 6 cuando ménos sobresaliendo una tercera parte de las rodillas posteriores, con el area anal y parte de la discoidal amarillentas y la marginal con manchas parduscas que en la mitad anterior forman dos anchas fajas trasversas, separadas por otra amarilla. Alas rojizas en la base y porcion interna del disco y trasparen- tes en el resto, con el borde anterior y una mancha aislada, algo arqueada y no interrumpida, de color pardusco. Fémures posteriores con manchas triangulares parduscas sobre la cara superior y la interna. Parte inferior amarillenta 6 rojiza. Long. del cpo. 07, 147; 9, 15™"-22™; de los élitr. o”, 16"; Q, 23". Loc. Badajoz ( Uhagon!), Calella (Cuni!), Brunete!. Oss. Esta especie se distingue con facilidad de la anterior, 364 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (158) con la que Fischer Fr. la reune, por ser mas delgada y pro- longada, por la forma de! borde posterior del pronoto, y demas caractéres indicados: es bastante frecuente en los alrededores de Madrid, donde tambien abunda la anterior. Los géneros Hugnatius Stal, Observ. Orthop. 2, 1876, pag. 25; Edipoda Latr., Stal, 1. c. (Ctyphippus Stai, olim.) y Trinchus Fischer W., Stal, Obs. Orth., no encierran ninguna especie de la Peninsula. Eremobia Serville, Stal. Sin. Eremobia Se7v., Sté/, Obs. Orth. Thrinchus Lusch. W., Fisch. Fr. Vértice inclinado, irregular y con varias fositas desiguales a los lados; quilla media de la frente con sus bordes muy sinuo- sos, algo céncava y con una elevacion trasversal colocada in- mediatamente encima del estemma medio; los laterales separa- dos un poco del borde anterior del ojo. Pronoto muy desigual, rugoso y cubierto de elevaciones irregulares, con la quilla me- dia elevada en forma de cresta comprimida, mas alta en la mi- tad anterior, escotada profundamente en el medio y mas baja despues; borde anterior un poco avanzado sobre la cabeza, el posterior saliente, anguloso 6 levemente redondeado. Alas y élitros bien desarrollados. Quillas de los femures posteriores en- sanchadas, ondeadas 6 casi aserradas, la superior mas baja en la mitad apical. Abdémen aquillado. 1. Er. cisti Fab. Sin. Gryllus cisti, Fabricius, Ent. syst. 11, pag. 55. Thrinchus cisti, /vscher Fr., Orth. Eur., pag. 416, ta- _ bula xv, fig. 14, 144, 6. Gris amarillento. Cabeza y pronoto cubiertos de tubérculos y granos. Quilla media del pronoto dividida en dos porciones por una escotadura profunda, y rebajada en su segunda mitad; la primera 6 anterior esta 4 su vez dividida en tres lébulos, de los que el tercero es muy pequeno; la quilla en la mitad posterior va elevandose hacia el angulo posterior del pronoto ofreciendo, ya cerca de él, una gibosidad. Elitros mas largos que el abdomen, (159) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 365 grises y opacos en la base con manchas parduscas; alas semi- trasparentes, con la porcion interna del disco sonrosada y con una faja arqueada de manchas negras en la parte externa; fé- mures posteriores negros por dentro en la base, rojizos en el apice, pelosos, con la quilla superior dentada; tibias del mismo par amarillas, por dentro rojizas. (ischer Fr.) Long. o%, 237-25"; O, 32""-38"". Loc. Espana (Oliv. Latr. Fischer Fr.). Cuculligera Fisch. Fv. Vértice inclinado y rodeado de fositas irregulares, sobre todo anteriormente; quilla media de la frente asurcada, con una pe- quefia quilla trasversa en el medio inmediatamente encima del estemma central; estemmas separados del borde anterior de los ojos por un pequefio espacio igual 6 superior al diametro de las antenas. Pronoto en forma de tejado, un poco avanzado en el medio sobre la cabeza y en angulo recto 6 agudo posteriormente; rara vez un poco truncado 6 apenas redondeado en el apice, con la quilla media muy elevada, cortante, interrumpida en el me- dio, pero de igual altura en toda su extension, sin quillas late- rales. Alas bien desarrolladas en los co de algunas especies, pero por lo comun abortivas 6 lobuliformes. Quillas de los fémures posteriores muy ensanchadas, las superiores espinosas. Abdo- men aserrado por encima. Oss. Dos especies comprende este género, de las que solo una se encuentra en Espana. La C. Aysiryx Germ., propia de Dalmacia, Cerdefia, etc., se distingue de la siguiente por su mayor tamainio (alcanza 4 veces hasta 50" de longitud), y por- que tanto las alas como los élitros son rudimentarios. 1. C. Perezii Bol. (Lam. xn, fig. 22, 23, 24, 25). Sry. Thrinchus Perezii, Bolivar, Ortopt. n. 6 poco con. en los An. de la Soc. Esp. de Hist. nat., t. 11, pag. 234, lam: ix, f. 9. 2? Eremobia flexuosa, Serville, Hist. nat., pag. 709. Cuculligera Perezii, Brunner, in litt. Pardusca, con manchas amarillas y blanquecinas. Antenas un poco deprimidas y de la longitud de la quilla media del pro- 366 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (160) noto proéximamente, un poco mas cortas en la 9. Pronoto muy rugoso, prolongado posteriormente en angulo agudo en el co’, recto, y & veces un poco redondeado, en la 9; cubierto de tu- bérculos, amarillentos en el dorso y blanquecinos 4 los lados, con una faja blancuzca cerca del borde posterior, pero divergente con dicho borde y 4 veces apenas visible 6 nula. Alas y élitros bien desarrollados y mas largos que el abdomen en el o’, rudi- mentarios en la 9; los elitros en el o“ sonanchos, redondeados en el apice, amarillentos y cubiertos de manchas oscuras, con las nerviaciones amarillas y cortadas por numerosos puntos negros; las alas, un poco mas cortas que los élitros, ofrecen dos escota- duras en el borde posterior, y son negruzcas anteriormente y con el area anal algo amarillenta; las dos nerviaciones medias de la discoidal son flexuosas, la posterior mas que la anterior, y deja entre ella y la anal un pequefio espacio hialino y sin ner- viaciones; los élitros abortivos de la 2 tienen el area anal ceni- cienta. El pecho y el abdémen por debajo son amarillos y sin vestigio de manchas negras; los fémures posteriores tienen las quillas ensanchadas y la superior algo espinosa, con tres fajas parduscas por fuera y una gran mancha negra en la cara inter- na; las tibias del mismo par son azuladas 6 rojizas por dentro; el abdémen es aquillado por encima, y cada anillo se prolonga posteriormente en una espina 6 punta aguzada. Long. del cpo. co”, 28°" = 30; 9, 324" =360™. Loc. Guadarrama (Brunner), Gredos!, Aranjuez (Azcara- te !), Madrid (Larrinua !), Albarracin (Zapater !), Brunete !. Tetiginos. Pronoto prolongado posteriormente sobre el abdomen, al que cubre por completo. Quilla superior de los fémures posteriores escotada cerca de la rodilla. Tarsos sin arolio, con el artejo basi- lar de los posteriores comprimido por debajo, plano 6 asurcado por encima, y los apicales muy delgados ; ufias dentadas infe- riormente cerca de la base. Oss. Las especies de esta tribu difieren notablemente de las anteriores, no sdlo por los caractéres enumerados, sino por su pequefio tamafio y por sus costumbres; viven siempre en las in- mediaciones de los arroyos 6 pantanos, en los sitios himedos, y (161) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 367 aun algunas especies son realmente acuaticas y se sumergen con frecuencia, permaneciendo algun tiempo debajo del agua, tal sucede con los Scellimene crocodilus y alligator Sauss. de Java y Ceylan. Tettix Charp. Sin. Tettix Charp., (Germar, Zeitsch ). Tetrix Zatr., Serv., Charp. (Hor. ent.). Cuerpo granoso. Cabeza muy pequefia; occipucio con una quilla longitudinal que se extiende hasta el extremo del vértice; quilla media de la frente asurcada sdlo en la mitad superior, desde el estemma central hasta el vértice, y representada en la mitad inferior por una simple linea elevada que se divide en dos cerca del epistoma. Antenas compuestas de ménos de quince artejos. Pronoto con la quilla media visible en toda su extension, a veces elevada, formando una cresta, y las laterales paralelas y muy aproximadas anteriormente, interrumpidas 4 corta dis- tancia de su origen, divergentes despues hasta el nivel de los élitros, y por ultimo, convergentes hacia el apice; lobulos la- terales angulosos anteriormente, pero con una quilla encorvada por encima del angulo, que los hace parecer como redondeados, y escotados posteriormente. Elitros lobiformes, ovalados; alas bien desarrolladas. ESPECIES. a. Quilla media del pronoto mas 6 mé- nos elevada en toda su ex- tension, no mas baja subita- mente en su segunda mitad. 6. Prolongacion del pronoto pasando de las rodillas posteriores. c. Prolongacion del pronoto bas- tante mas saliente que las rodillas posteriores; alas pro- ximamente de igual longi- tud que dicha prolongacion; quilla media del vértice poco ; Plevyaderns, tes gohan a T, SUBULATA L. 368 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (162) ESPECIES. cc. Prolongacion del pronoto poco mas saliente que las rodi- llas posteriores; alas bas- tante mas largas que dicha prolongacion; quilla media del vertice saliente........ T. MERIDIONALIS Rb. bb. Prolongacion posterior del pro- noto no mas larga que los fémures posteriores; alas de igual longitud 6 mas cor- tas que dicha prolonga- GION abace < pales pu hleveisgysiam cate T. BIPUNCTATA L. aa. Quilla media del pronoto elevada "i en cresta hasta el medio en donde esta escotada, y mas baja en su segunda mitad.. T. DEpPRESSA Bris. 1. T. subulata L. Sin. Gryllus (Bulla) subulatus, Zinneo, Syst. nat., pag. 693. Tettix subulata, Fvscher F7., Orth. Kur., pag. 421, ta- bula xvi, figs A, 19*,19**, 1944? ge Quilla media frontal estrechada hacia el vértice, con el que forma angulo casi recto, sencilla por debajo del estemma cen- tral; vértice algo cOncavo, con la quilla media visible, pero no muy saliente, anteriormente obtusangulo y més avanzado que los ojos. Pronoto casi deprimido por encima, con todas las qui- llas poco elevadas y la del medio sin escotadura y decreciendo insensiblemente hacia atras; las laterales paralelas anteriormen- te, interrumpidas despues entre los surcos trasversos, salientes otra vez desde el surco posterior y divergentes hasta los angu- los humerales, y desde este punto convergentes hasta el extre- . mo; prolongacion posterior mucho mas larga que los fémures posteriores. Borde posterior de los lobulos laterales del pronoto con dos grandes escotaduras. Elitros ovalados y dos veces mas largos que anchos; alas hialinas con el borde anterior coriaceo y tan largas como la prolongacion del pronoto; quilla superior de los fémures posteriores algo desigual y escotada cerca de la rodilla. Longitud del cuerpo <7 2, 9""-10™; del pronoto, 13""-14"™. (163) Bolivar. — ORTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 369 Loc. Braganza y Villonga, Portugal (Paulino d’Oliveira !), Calella (Cuni!), Madrid!. Oss. Ademas de los ejemplares de Madrid y Calella he visto otro procedente de Portugal, y que me fué remitido en consulta por mi digno amigo el Sr. D. Manuel Paulino d’Oliveira, profesor de la Universidad de Coimbra: Segun el Sr. Lopez Seoane, esta especie se encuentra en varios puntos de Espana. 2. T. meridionalis Rb. (Lam. xm, fig. 26. ) Sin. Tetrix meridionalis, Rambus, Faune de |’ Andalousie, tf. 11, pags 65: Tettix subulata (ex parte), v. meridionalis, Fischer F’., Orth. Eur., pag. 421 , 422, tab. xvi, figura 18.18": Quilla media de la frente asurcada en la mitad superior, con sus bordes convergentes hacia el vértice, muy estrecha y redu- cida 4 una linea elevada en la mitad inferior; vértice apenas mas saliente que los ojos, aquillado longitudinalmente; ojos he- misféricos. Pronoto truncado por delante, apenas convexo ante- riormente, algo deprimido 4 cada lado, en el medio, y prolon- gado posteriormente sobre el abdémen hasta mas alla de las ro- dillas posteriores: esta prolongacion es muy estrecha; quilla media visible en toda su extension, poco elevada y ligeramente ondeada ; las laterales paralelas y muy préximas entre si junto al borde anterior, interrumpidas despues y salientes otra vez desde el surco trasverso posterior, desde cuyo punto son diver- gentes hacia atras hasta los angulos humerales; desde éstos ‘convergen rapidamente formando casi curva entrante hasta el apice de la prolongacion; ldbulos laterales del pronoto con el surco inferior cblicuo y el posterior con dos profundas es- cotaduras , de las cuales la superior recibe la base del élitro; éstos son ovalados, lobuliformes, dos veces mas largos que an- chos y de igual longitud que las tibias del segundo par. Alas mas largas que la prolongacion posterior del pronoto, hialinas, con el apice mas oscuro. Quilla superior de los fémures poste- riores algo ondeada y escotada cerca de la rodilla; tibias del mismo par negruzcas con dos anillos blanquecinos.: Long. del cpo. 9%, 6™"; del pron., ‘7,5; fém. post., 4™",5. —_— = Q,, Bare — Y ae _ o™",5. ANALES DE HIST. NAT.—V. 24 370 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (164) Loc. Malaga (Rambur), Chiclana (Brunner), Madrid !. Ops. Hsta especie es bastante afine al 7. subulata L.; peroen el meridionalis Rb. el vértice apenas sobresale de los ojos por delante y es muy estrecho, y la prolongacion posterior del pro- noto es poco mas larga que los fémures posteriores , caractéres todos contrarios 4lo que se observa en el subulata L. La coloracion de esta especie es muy variable, si bien con frecuencia es de color terroso 6 agrisado y con dos manchas ne- gras sobre el dorso del pronoto, situadas 4 corta distancia de los angulos humerales y junto 4 las quillas laterales; estas manchas casi pudieran considerarse como caracter genérico, puesto que se observan en todas las especies. En los alrededores de Madrid se encuentra & veces una variedad muy notable, que presenta toda la parte superior del pronoto de color blanco de cal. 3. T. bipunctata L. (Lam. xu, fig. 27.) Sin. Gryllus (Bulla) bipunctatus, Zinneo, Syst. nat., pag. 693. Tettix bipunctata, Fischer Fr., Orth. Eur., pag. 425, tab. xvi, fig. 21, 21 a, 0b. Tettix Schrankii, Mieb., Fischer Fr., Orth. Eur., pa- gina 427, tab. xvi, fig. 22, 22 @ (larva). Tettix Linnei, /zeber, Synop., pag. 32. Quilla media de la frente sencilla y muy estrecha hasta el es- temma central, doble y convergente desde éste hasta el vértice, continuandose con la quilla del occipucio, que es elevada; vértice con sus bordes laterales algo levantados y casi lobifor- mes por delante. Pronoto un poco avanzado anteriormente sobre la cabeza y prolongado por detras hasta la extremidad del abdémen 6 un poco mas, pero sin pasar nunca de las rodillas posteriores; quilla media bastante elevada, no escotada ni re- bajada en su segunda mitad; las laterales aproximadas y para- lelas junto al borde anterior, interrumpidas entre los surcos trasversos, luégo divergentes hasta los 4ngulos humerales, y por ultimo convergentes hacia el extremo, pero en linea recta - 6 ligeramente encorvada hacia fuera; borde posterior de los 1é- bulos laterales del pronoto con dos escotaduras ; élitros lobifor- mes, en dvalo prolongado y dos veces y media 6 casi tres mas largos que anchos; alas tan largas como el pronoto en el co’, mas cortas en la 9. Fémures posteriores con las quillas superiores granosas y escotadas cerca de la rodilla. (165) Bolivar. — oRTOPTEROS DE ESPANA Y PORTUGAL. 371 Long. del'tpo.7, 7",5; del pron.; 7°"; delos élit., 1°™,5. Se eI 88 bi SRT See 1™™ 5-1" 8, Loc. Huesca (Asso), Cartagena (Fischer Fr.) (Coll. Heyden, TL. Schrankit), Coimbra (Paulino d’Oliveira!), Vitoria (Gon- zalo y Goya!), Madrid !. Oss. Diez y nueveson las variedades que enumera Fieb. l. c., correspondientes a su Zedtiz Schrankii, que noes otra cosa, se- gun la opinion del Sr. Brunner, sino la larva del dipwnctata L.; y veintiuna las que de esta ultima especie conocid y denomind; su distincion puede verse 1. c., pags. 29 4 34. 4. T. depressa Bris. Sin. Tetrix depressa, Brisout de Barneville, Ann. de la Soc. ent. de France, 1848, v1, 4.° Trim., pag. 424. Tettix depressa, /ischer Fr., Orth. Hur., pag. 424, ta- bula xvut, fig. 20, 20*, 20a. . (uilla frontal doble por encima del estemma central, sencilla por debajo; vértice ancho, aquillado; ojos pequefos, poco sa- lientes. Pronoto un poco avanzado anteriormente sobre la cabeza, y prolongado posteriormente sobre el abdémen hasta el extremo 6 hasta las rodillas posteriores, con la quilla media elevada en cresta en la mitad anterior, mas baja en la posterior y casi es- cotada en el medio, y las laterales muy aproximadas entre si junto al borde anterior, no siendo paralelas en este punto como en las especies anteriores; se interrumpen despues entre los surcos trasversos y aparecen desde el surco posterior, siendo divergentes hasta los angulos humerales, y convergentes desde este punto hasta el extremo; el dorso es bastante ancho entre los angulos humerales, deprimido entre las quillas, despues de éstos, y rugoso en toda su extension ; borde posterior de los 1é- bulos laterales con dos escotaduras ; élitros ovalados y dos veces tan largos como anchos, cuando mas. Alas casi hialinas, con la margen anterior ligeramente coriacea y amarillenta y de lon- gitud variable, 4 veces mas largas que el pronoto. Fémures pos- teriores con las quillas ondulosas y la superior escotada sobre la rodilla. Long. del cpo. (7, 7°"; del pron., 6"",5; de los élit., 1™,2. —- —~) 8, 8™; ee — eee Loc. Granada (Brunner), Vitoria (Gonzalo y Goya!). Oss. Esta especie no habia sido observada en Espafia. 372 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (166) Ademas de las cuatro especies indicadas y comprendidas en el cuadro sindptico del género, hay todavia otra descrita por Fieber en su Synopsis der Furopdischen Orthopteren pag. 29, nim, 1, conel nombre de Zetliz nodulosa, y cuyos caractéres brevemente apuntados por el autor son los siguientes: , «T. NopuLosa, M. Ber. Gris negruzco, granoso. Quilla media del pronoto poco arqueada, la inferior de los fémures anteriores y medios ondeada. Tibias del segundo par con dos festones en la parte externa. Cara externa de los fémures posteriores con algunos tubérculos y su quilla inferior con dos dientes sobre la rodilla. 9 4 % lin. Portugal (M. Ber.).» Como esta especie corresponde 4 la primera division de las que estableceé el autor, caracterizada por presentar los lébulos laterales del pronoto con el angulo posterior lingtiiforme y los érganos del vuelo rudimentarios, caractéres que son comunes al Tettix Schrankii Fieb,, que con la anterior constituye esta di- vision, y del que ya se*ha-dicho que debe considerarse como larva del 7. dipunctata, cabe sospechar, en mi sentir, si tam- bien el 7. nodulosa podra ser alguna de las fases transitorias de cualquiera otra de las especies de este curioso género. ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM POR DON FELIPE POEY, (Sesion del 8 de Noviembre de 1876.) PARTE TERCERA (1). 73. Syngnathidi. Syngnathus elucens. —Num. 269. Syngnathus elucens Poey; Synopsis, p. 443. Longitud total, 168 milim. Cabeza, 22; tronco, 50; cola, 96. El hocico es igual a lo restante de la cabeza. Altura, 8 milim. Segmentos, 16 + 33; 4 veces 17 + 34. D., 25; ocupando dos seementos dorsales y cuatro caudales, & veces uno y medio mas cuatro y medio. Color pardo-aceitunado: una faja ancha pla- teada en cada segmento, medio apagada en la region superior; la membrana interarticular es redonda y clara. D. con fajas negras oblicuas (2). Aubiera puesto esta especie en la sinonimia del S. pelagicus, & no ser los 29— 31 radios dorsales que el Dr. Giinther le asigna; los he contado en muchos individuos, y he hallado siempre 25, tal vez 24. Syngnathus..... — Num. 694. Es comun, mas que la especie anterior, de la cual pudiera ser una variedad: difiere por la faja plateada mas angosta en la region inferior del tronco; la membrana interarticular es oblonga y no luciente. (1) Véase para la PARTE PRIMERA el tomo 1v (1875) de estos ANALES, pags. 75-161, y para la sEGUNDA tomo V (1876), paginas 131-218. (2) Las descripciones en las familias 73 y 74 se han sacado de individuos secos. 374 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (178) Syngnathus..... —Num. 730. Es probablemente una variedad de la especie que precede: di- fiere en que la membrana interarticular es levantada y gruesa posteriormente, luciendo casi sola en los segmentos abdominales. Syngnathus flavirostris, Poey.—Num. 527. Longitud, 163 milimetros ; cabeza, 22; tronco, 48; cola, 93. Altura, 6. El hocico es igual 4 lo restante de la cabeza, mas la mitad del primer segmento del tronco. Segmentos, 17 + 33. D. 25, ocupando un segmento y medio dorsales, y cuatro y me- dio caudales. El color es como en la especie 694, salvo que la cabeza es amarillenta sin manchas negras: tiene fajas en la dor- sal. La arista lateral, como en todas las especies cubanas, menos dos que indicaré, es interrumpida. Ks °. Syngnathus picturatus, Poey. — Num. 743. Longitud, 119 milim. 2. Cabeza, 16; tronco, 33; cola, 70. Altura, 4. El hocico es igual 4 lo restante de la cabeza, mas la mitad del primer segmento. La cresta nasal que va a parar al borde orbitario superior, se prolonga hacia atras de un modo bien visible; el opérculo, como en las demas especies, se parece por la escultura 4 la concha de un M/ytilus. El color es negro; lo que da realce 4 una faja vertical en cada anillo, la cual conserva su anchura hasta abajo, y Ince dorada: el hocico tiene fajas alternativas de negro y amarillo. La dorsal tiene lineas negras: sus radios son dificiles de contar. Visto un solo individuo. Syngnathus linea, Poey. —Num. 517. Longitud, 155 mil.; cabeza, 21; tronco, 44; cola, 90. Altu- ra, 6. Hocico igual 4 lo restante de la cabeza. Segmentos, 16-++33. D. 25, con lineas negras oblicuas ocupando un segmento y me- dio dorsales y cuatro y medio caudales. Color pardo-amarillento con reflejos indistintos. Lo que luce bien, viso dorado, es una linea formada por el engruesamiento del borde posterior de la membrana interarticular. Cabeza con manchas oscuras y claras. La altura del tronco es, como se ve, menor que en las tres pri- meras especies. He visto dos individuos de sexo dudoso. Syngnathus marmoreus, Poey. — Num. 695. Longitud, 126 milim. Cabeza, 17; tronco, 38; cola, 71. Al- (179) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 375 tura, 5 4%. Hocico igual (muy poco mas) 4 lo restante de la cabeza. Cresta post-orbitaria nula. Segmentos, 16 + 33. D. 24, unicolor, ocupando medio segmento dorsal y cuatro caudales. Color ceniza: lucen mas claro en medio de cada segmento dos manchas redondas,'una superior, otra inferior. El hocico alterna de blanco y cenizo. El o’ no difiere en colores. Syngnathus tenuis. — Num. 530. Syngnathus tenuis Poey, Synopsis, p. 444. Enviado hace tiempo al Museo de Cambridge (Mass. ); por lo que nada puedo aqui anadir. Syngnatus ascendens, Poey. — Num. 569. Longitud, 126 milim.; cabeza, 18; tronco, 36; cola, 72. Es <%. Hocico igual a lo restante de la cabeza, quilla lateral y superior post-orbitaria, nula. Altura del tronco, 4. Segmentos, 16 -+ 33. D. ?, unicolor; ocupando un segmento y medio dorsales y cuatro caudales. Se nota en esta especie que la arista lateral, no inter- rumpida, asciende 4 continuarse con la arista superior cau- dal. Color pardo-amarillento, una faja vertical poco lustrosa en cada anillo, muy ancha y conservando su altura en toda su longitud, mas visible en la parte inferior. Hay fajitas mas claras en el hocico. Un solo ejemplar. Syngnathus brachycephalus. — Num. 685. Syngnathus brachycephalus Poey, Synopsis, p. 444. Cabeza, 9 milim.; tronco, 30; cola, ?. Mi ejemplar esta trun- cado en la cola, que conserva 27 segmentos; los del tronco son 17. La cabeza es alta, y tambien todo el cuerpo, cuya altura es de 6 milim. Hocico muy corto, igual 4 la distancia que hay entre el borde anterior orbitario y la raiz de la pectoral. La D. ocupa uno y medio segmentos dorsales y tres caudales. Véase lo demas en el Repertorio, donde en lugar de radicales debe leerse verticales. Syngnathus..... — Num. 645. Enviado 4 Agassiz sin haber tomado el dibujo ni la descrip- cion, fuera de que se distingue bien del S. elucens por sus es- pinas y esculturas. x GiGA, ss % 376 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (180) Syngnathus. ... .— Num. 684. Esta en el mismo caso que la especie anterior. Una nota dice que tiene los dos 4ngulos de la caudal de color naranjado, en lo que se distingue del S. e/ucens. Doryichthys lineatus. — Num. 128. Syngnatus lineatus Valenciennes, Mss. ex Kaup. Typhlus lineatus Bibron, Mss. ex Kaup. Doryichthys lineatus Xaup, Lophobr., p. 61. Las paredes inferiores del abdémen se abren totalmente en dos valvas para formar en el macho el saco de incubacion. La arista lateral, arqueada posteriormente, baja hasta confundirse tras del arco con la arista inferior caudal. El individuo que describo es 0’, largo de 136 milim. Cabeza, 27; tronco, 52; cola, 56. Altura, 8. Hocico tan largo como lo restante de la ca- beza, mas la longitud del primer segmento, que lleva la aleta pectoral. El opérculo tiene algunas lineas de relieve. Segmen- tos, 19 + 24. La D. ocupa tres segmentos y medio sobre el tronco y cinco sobre la cola. No he podido contar los radios, porque la polilla los habia comido; pero las cabezas de articula- cion revelan que son muy numerosos. La region caudal es bas- tante reducida en ambos diametros. Color pardusco, con visos claros y oscuros dificiles de describir. Las articulaciones seg- mentales son blanquecinas. El hocico lleva inferiormente man- chas negras. Se encuentra tambien en el Brasil, Antillas menores, Mar Caribe, Méjico y costas occidentales de Africa. 74. Hippocampidi (1). Hippocampus punctulatus. — Caballito de la mar. —N. 340. Hippocampus punctulatus Guichenot, in Sagra; ed. hisp., p. 239, tab. 5, f. 2; Poey, Synopsis, p. 445. (1) Todas las especies de la isia de Cuba tienen la dorsal ocupando dos segmentos dorsales y uno y medio caudales. Fuera de la primera especie, las otras se distinguen por el tronco poco alto y por la falta de punticos blancos; difieren entre si por el color general de la piel y algunas otras circunstancias que pueden ser efecto de la edad, por lo que he preferido dejarlos por ahora sin nombre especifico. Sin ver otros muchos, no quisiera correr el riesgo de aumentar las especies nominales. Segmentos, 11 + 36. (181) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 377 Hippocampus. .... — Caballito. —Num. 646. Longitud, 112 milim. Es todo negro; espinas muy cortas. El hocico es igual & lo restante de la cabeza. Altura del tron- eo) 122,93 Hippocampus. .... — Caballito. —Num. 423. Longitud, 88 milim. Es pardo, espinas bien marcadas, igua- jes en todo el tronco, cuya altura es de 11 milim. Hocico menor que lo restante de la cabeza. 9. Hippocampus. .... — Caballito. —Num. 319. Longitud, 78 milim. Es pardo, espinas mayores y menores en la cola y en el tronco, cuya altura es 8 milim. Hocico menor que lo restante de la cabeza. 9. Hippocampus. .... — Caballito. — Num. 752. Longitud, 80 milim. Es pardo, espinas mayores y menores en la cola y en el tronco, cuya altura es 8 milim. A pesar de ser mas largo que el anterior, la cabeza mucho mas pequefia; hocico igual a lo restante de la cabeza. °. Hippocampus. .... — Caballito. —Num. 754. Longitud, 120 milim. Es cenizo claro, espinas romas. Al- tura, 14 milim. Hocico mucho mas largo que lo restante de la cabeza. Q. Hippocampus. .... — Caballito. —Num., 753. Un o de 150 milim., 9 de 105, 2 de 80; espinas muy cortas, salvo en el de 80 milim. Altura del 0”, 16; de los otros, 12 y 10. Hocico igual 4 lo restante del cuerpo. Es notable por su color amarillento. 75. Lepidosteidi. Atractosteus tristeechus. — anjuar’.— Num. 155. Manjuari Parra, p. 111, tab. 40, f. 2. Esox Tristoechus Bloch, Syst. p. 395. Lepidosteus Manjuari Poey, Mem. 1, paginas 273, 438, 442, tab. 28-30, 31, ff. 1-4; m, p. 68, 415; Ann. Lyc. Nat. Hist. N. York, 1854, vi, p. 133. 378 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (182) Atractosteus tristceechus Poey, Synopsis, p. 445. El Dr. Giinther, Catal. vir, p. 329, da otros sinédnimos que no han sido aceptados por A. Duméril. Pone esta especie en la sinonimia del Hsoz viridis de Gmelin, p. 1389, con referencia a Catesby, 1, tab. 30; pero el caracter del maxilar inferior, mas prolongado que el superior, no se aplica al Manjuari. Frrata.— En el articulo impreso en los Anales del Liceo de New York, he puesto dos veces ¢wdercles en lugar de pillars: hagase la correccion. 76. Chimeeride. Chimera monstrosa. — Num. 72. Chimera monstrosa Zinné, Syst. Nat. pag. 401; Poey, Repert. 1, pag. 242; 11, pag. 445. LAMINA XIII. Estudiando las tres 6 cuatro especies de Chimera descritas por los autores, he visto que la que mas se aproxima 4 los in- dividuos de Cuba es el Ch. monstrosa, de que se puede leer la larga sinonimia en el Catalogo del Dr. Gtinther, vir, p. 349. En el afio de 1865 tuve macho y hembra pescados en Matanzas; y en 1876 volvi 4 tener el macho, que he dibujado cuidadosa- mente: antes habia sacado el dibujo de la hembra y anotado los apéndices que distinguen el otro sexo. Estos dos dibujos no con- cuerdan en todo, tal vez por inexactitud de mi parte. Si asi fuera, advierto que merece mas confianza mi estudio de 1876. Senalaré las diferencias, ignorando si son sexuales 6 debidas solamente 4 mi inadvertencia. El individuo que describo y figuro en la actualidad es macho, habido en 1876: longitud total, 875 milimetros, y sin la caudal, 625. La lamina lo presenta reducido a los */, de su magnitud natural. El cnerpo, abultado por delante, se comprime mucho hacia atras; el hocico no deja de ser comprimido. Orificios nasa- les aproximados encima del labio superior. Aberturas branquia- les muy hendidas, dejando entre ellas un istmo corto, por lo que hube de equivocarme en mi Synopsis cuando escribi que la (183) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 379 abertura externa branquial es tinica. De cada angulo de la boca se desprende un apéndice labial. La primera dorsal se une a la segunda en un punto sumamente bajo, el cual corresponde al tercio posterior de la aleta pectoral. La segunda dorsal va aumen- tando de altura hasta alcanzar 18 milimetros; bajando despues para formar una escotadura que sefiala el principio del lébulo superior caudal, al que otros llaman dorsal tercera: no se puede decir que hay ondulaciones, pues apenas se nota una ligera de- presion en el centro. La aleta que esta encima del lébulo supe- rior caudal es mas corta y ménos alta que la inferior, que em- pieza un poco mas adelante que la citada escotadura. El fila~ mento caudal, roto en mi ejemplar, alcanza en la hembra la longitud de 140 milimetros. Separadamente, y un poco mas ade- lante de la aleta inferior caudal, asoma otro lébulo, que unos toman por el ldbulo inferior de la caudal y otros por la aleta anal, lo que me parece mas acertado, porque parece continuar anteriormente entre las carnes. Préximamente los radios de la primera dorsal son 10; los de la segunda, 500; los de la pecto- ral, 200; los de la ventral, 80. Puede decirse que los verdaderos radios pectorales y ventrales son poco numerosos y ocupan la base de estas aletas; siendo los otros unos filamentos cartilagi- nosos, inarticulados y no ramosos, lo mismo que los que se no- tan en las aletas verticales. La espina dorsal es dura, hueca, subtriangular, con filo agudo por delante, y dos séries poste- riores de espinas semejantes 4 las que arman lateralmente el aguijon de las Rayas: su longitud es igual 4 la distancia que la separa de la extremidad del hocico, si se mide en el eje longitu- dinal. El apéndice cefalico , espinoso por debajo, es propio del macho. La linea lateral esté formada por una sutura 6 elevacion de la piel, y se divide por los dos lados de la cabeza, donde fre~ cuentemente se convierte en poros bastante grandes: un ramo nucal establece la comunicacion con el lado opuesto. La epidér- mis es muy fina y facil de desprenderse. No hay escamas vi- sibles. Los apéndices genitales posteriores del macho tienen la lon- witud del hocico: forman de cada lado un tronco que se divide en tres ramos, cubiertos mas 6 ménos de una membrana espi- nosa. Delante de cada ventral hay una lamina huesosa provista de espinas, alojada en un repliegue de la piel, pudiendo el ma~ cho hacer uso de ella a su arbitrio. 380° ANALES DE HISTORIA NATURAL. (184) Las piezas dentarias son cuatro, como en los Tetrodones, cor- tantes y estriadas , con menor numero de estrias en las superio- res; tras de estos ultimos, interiormente, hay de cada lado otra -pieza menor cortante , destinada al parecer a un acto de masti- cacion. La lengua es lisa. Color ceniciento con viso plateado, menos en los labios. Ale- tas aceitunadas, ennegreciendo en los bordes. El esqueleto es cartilaginoso, formando para el craneo una caja continua. El dentario, igualmente cartilaginoso, es una sola pieza, que recibe los dos dientes inferiores. La hembra dibujada en 1865 presenta la pectoral mas desarro- llada, aleanzando su punta el origen posterior de las ventrales. Las dos dorsales muy separadas, empezando la segunda sobre la punta de las pectorales. Este pez rarisimo no tiene nombre vulgar en la Habana: en Matanzas lo llaman Conejo de lo alto. Por lo que aqui doy a co- nocer juzgaran los lectores si es el verdadero Chimera mons- trosa de Linneo, - Explicacion de la lamina x11.—1, drganos genitales posterio- res, vistos por dentro, del tamano natural. 2, espinitas de dichos érganos, dirigidas hacia adelante, con aumento. 3, drgano geni- tal anterior, del tamano natural. 4, diente superior. 5, diente _ superior interno. 6, diente inferior.—Los dientes estan reducidos | en la misma proporcion que todo el cuerpo. — En el modo -de representar las dos caras, externa é interna, de los érganos ge- nitales no estoy seguro sise ha tomado una por otra, pues el tronco de éstos es una lamina torcida sobre si misma, por lo que es posible que al arbitrio del animal, la cara exterior que en mi dibujo representa las espinas, pueda volverse interna. 77. CGetorhinidi. Cetorhinus maximus. — Ylefante.— Num. 470. Squalus maximus Linné, Syst. Nat. p. 400. — Selache maxima Cuvier, Regne animal. No he visto este pez; pero sospecho que es el mismo que los pescadores han visto mas de una vez en las aguas de la Habana y de Matanzas; bien que nunca lo han traido a tierra ni lo han intentado, por el terror que les ha inspirado su desmesurada (185) Poey. — ENUMERATIO PISCJUM CUBENSIUM. 381 magnitud, que puede llegar 4 36 piés, exagerada 4 los ojos de la imaginacion. Los autores lo describen de color pardo unifor- me; pero alguno afirma que es manchado de blanco y negro como un juego de damas: yo creo que tendria mas prisa en al- canzar la tierra que en hacerse cargo de sus colores. Se encuentra ordinariamente en los mares articos; acciden- talmente en New Jersey. 78. Lamnidee. Oxyrhina Spallanzani? — Dentudo. —Num. 314. LAMINA XIV, FIG. 1. El individuo que describo es macho, y tiene de longitud to- tal 2585 milimetros. He sacado en mi casa un dibujo con la ca- beza y las aletas compradas en la pescaderia, y con las medidas alli tomadas. El hocico es conico y muy agudo, ligeramente te- traédrico. Quijada inferior mucho mas atrasada que la superior. 13 - 13 13 - 13? dia. El 1.° y 2.° de arriba son muy grandes; el 3.° pequeiio, para estorbar al 2.° de abajo; del 4.° al 8.° son grandes; del 9.° al ultimo van disminuyendo rapidamente. Los dos primeros de abajo son grandes, principalmente el 2.°, que se aloja entre el 2.° y el 4.°; los otros van disminuyendo por grados. Oio grande, pupila abierta. Espiraculo al nivel de la comisura bucal. Espa- cio preoral , medido en el eje del cuerpo, menor que la longitud de la mandibula inferior, igual 4 los 7/, de su diametro trasver- so. Narices sin lobulo, 6 con lobulo muy corto y obtuso, situa- das 4 la 3.* parte, y aun ménos, del espacio preoral, aproxi- mandose 4 la boca. Aberturas branquiales delante de la pecto- ral. Esta falciforme, alcanzando al medio del ojo; su ancho entra una vez y tres cuartas en la longitud de su borde ante- rior. Primera dorsal de mediana magnitud, ménos ancha que alta, contando el ldbulo, que es corto. El origen anterior de la base situado entre la extremidad del hocico y la 2.* dorsal, ca- yendo verticalmente sobre el lobulo de la pectoral, un poco mas atras que la base. Segunda dorsal y anal muy pequeiias y escota- das; no sé sison opuestas. Ventral con borde posterior escotado. Dientes con un espacio desocupado en la linea interme- 382 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (186) Apéndices masculinos muy desarrollados, alojados en una ra- nura interior, abriéndose en su extremidad como una espatula, y echando fuera una espina robusta, que puede verse en la la- mina xIv, fig. 1. L6bulo inferior caudal muy largo. La cola remata en una ranura superior y otra inferior; cresta lateral muy des- arrollada; tiene un movimiento giratorio. La escama es apenas visible con lente. Dejando aparte el Zamna cornubica, que por sus dientes forma propiamente con sus sindnimos el género Lamna, iré recor- riendo las especies que con los nombres genéricos de Ozyrhina é Isuropsis pueden ser comparadas con la cubana. Los autores nada dicen de la espina que he indicado en el macho: claro esta que si no existiera en alguna especie, no puede ser la misma que describo. . El Oxyrhina Spallanzanit de Bonaparte y Duméril, Zamna Spallanzanii de Ginther, tiene el espacio preoral mas largo. El Oxyrhina gomphodon de Miiller et Henle puede quedar donde le han puesto los Sres. Duméril y Giinther, en la sinoni- mia del Spallanzanit. El Lamna punctata de Storer (nec Mitchill) tiene la pectoral muy corta y las ventrales muy atrasadas: se comprende que su figura es inexacta. El Dr. Giinther lo refiere al Spallanzanit. El Zswropsis Dekayi del Prof. Gill es el mismo que el Lamna punctata de Storer. Ha conservado este nombre a una figura fotografiada por el Sr. Baird en la Coleccion que publica la Co- mision de Pescas de los Estados-Unidos, la cual difiere de la mia por el espacio preoral mas largo, la 1.* dorsal mas ancha y me- nos aguda, el lobulo inferior caudal mas corto; la pectoral no parece tan falciforme. El Lamna punctata de Dekay (fig. 206) nec Mitchill, es indu- dablemente una figura inexacta, por la pectoral extremada- mente adelantada: la 1.* dorsal queda muy separada, bien que en su posicion normal. Por lo que el Dr. Gtinther, en su buen criterio, lo deja en la sinonimia del Spallanzanit. El Oxyrhina glauca de Miller et Henle no es de Java, sino del Japon, como lo prueba Duméril en su Icht. gen. 1, p. 409. La dorsal muy retirada basta para pronunciar que no corresponde 4 mi numero 314: tiene ademas la pectoral mas corta, lo mismo que el lébulo inferior caudal. (187) Poey.— ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 383 Suplemento.— En una nota que recae sobre un individuo visto en la pescaderia de la Habana, consta que la primera dorsal esté mas atrasada que el ldbulo de la pectoral. ¢ Acaso existe en estos mares el Ovyrhina glauca, ademas de la an- terior ? Kl O. Spallanzanii se encuentra en el Mediterraneo y en otros puntos del Atlantico. 79. Alopeciidi. i rage os (ea = Alopias vulpes. — Pez-Zorro. —Num. 500. fas Loi Squalus vulpes Gmelin, Syst. Nat. p. 1496. \ ? — alopecias Gronow, Syst. ed. Gray, p. 7. es Alopecias vulpes Giimther, Catal. vir, p. 393. ae Alopias vulpes Poey, Synopsis, p. 446. Véase la sinonimia completa en el Dr. Giinther. Dice el Dr. Giinther que el diente tercero, en ambas quijadas, es mucho mas corto que los otros: no sucede asi en mis ejem- plares. Un feto sacado del vientre de una hembra de 4410 milimetros de longitud total, media 1550 milimetros. ° Se encuentra tambien en Europa, Africa occidental y Estados- Unidos. 80. Cestraciontidi. Cestracion zygena.— Cornuda.— Num. 117. Cestracion, sp. n.1, Klein, Miss. m1, p. 13. Squalus Zygena Linné, Syst. Nat. p. 399. Zygena malleus Valenciennes, in. An. Mus. 1x, p. 223, tab. 11, f. 1 (docente Gthr. ). Cestracion Zygena Gi//, Ann. Lyc. N. H. New-York, vir, pa- gina 403; Poey, Synopsis, p. 447. Véase una larga sinonimia en el Dr. Giinther. Queda dudoso si se ha de incluir en ella el Zyg@na tudes de Cuvier. Acepto con los Sres. Gill y Duméril el género Cestracion de Klein (non Cuvier), porque tiene la prioridad sobre Sphyrna y Zygend. Por destituido que haya sido Klein de luz natural en sus Clasificaciones, piden las reglas de nomenclatura que se res- 384 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (188) peten sus géneros cuando son buenos. El género Sphyrna de Rafinesque peca ademas por mal compuesto. El género Zy- g@na de Cuvier es mas moderno; y por haber el autor usur- pado el nombre especifico de Linneo merece ser destituido: su costumbre, en casos semejantes, equivalia 4 enterrar segunda vez al padre de la ciencia cincuenta afos despues de su muerte. Alcanza mas de 4 metros de longitud. Se encuentra tambien en el Mediterraneo , Estados-Unidos, Guayana, Zanzibar, Mar Rojo, Pinang, Molucas, Japon y Polinesia. Reniceps tiburo. — Cornuda de corona. — Num. 563. Squalus tiburo Linné, Syst. Nat. p. 309. Reniceps tiburo Gz//, Squali; Poey , Synopsis, p. 447. Se encuentra tambien en Nueva-Orleans, Honduras, Brasil y China. 81. Galeorhinidi. Eulamia Lamia. —- Ziduron. —Num. 123. Carcharias (Prionodon) Lamia, Risso, Eur. merid. 1, p. 119. (fide Gthr.); Willer et Henle, Plag. p37, tab. 12. Squalus longimanus Poey, Mem. u, p. 338, tab. 19, f. 9, 10. EKulamia longimana Poey, Repert. 11, p. 448; Syn. p. 448. El numero de dientes y la forma de las aletas suelen variar en esta especie, por lo que, a pesar de mis discusiones, acepto el lugar donde me ha puesto el Dr. Giinther, esto es, en la sino- nimia del /. Lamia. Entre el Carcharias (Prionodon) Lamia arriba citado y el Carcharodon Rondeletiit de M. et H., gcual es el verdadero Re- quin de los franceses , que Lacépede describe con un estilo digno de Buffon? No lo podré decir; pueden haberse confundido dos desmesuradas especies, desde. Linneo, cuyo Sgualus Carcha- rias no veo citado en Duméril ni en Giinther. Esta duda me obliga & prescindir de la prioridad linneana y a seguir las huellas de los dos autores que acabo de nombrar. La especie de Cuba debe ser de las que mas crecen, puesto que el individuo macho que he descrito, largo de 1640 milime- tros, es muy joven, si se atiende a los apéndices masculinos, que no van mas alla del borde interno de las ventrales. (189) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 385 Se encuentra tambien en el Mediterraneo y en otros puntos del Atlantico. Eulamia obtusa. — 77duron.— Num. 575. Squalus obtusus Poey, Mem. 11, p. 337, tab. 19, f. 7, 8. — platypodon Poey, 1. c. p. 336, tab. 19, f. 5, 6. EKulamia obtusa Poey, Synopsis, p. 447. He visto un numero considerable de ejemplares, por ser, des- pues del Galeocerdo maculatus , el que mas abunda en nuestros mares, todos de 12 piés de largo mas 6 ménos, y uno jéven du- doso. La distancia preoral, medida oblicuamente, es la mitad de la anchura de la boca, y el tercio, si se mide en el eje. Las narices, con un ldbulo obtuso, mas prdximas 4 la extremidad del hocico que 4 la boca; diametro del ojo mas pequefio que la longitud de las narices. Pectoral larga, falciforme, punta no redondeada: su ancho esta contenido 3 veces y */, en su propia longitud. Primera dorsal empezando encima de la vertical que cae sobre el primer tercio del ldbulo posterior de la pectoral, y ter- minando superiormente en un angulo un poco agudo. La se- gunda dorsal y la anal son bastante grandes, la anal mas atra- sada y muy escotada. El lébulo inferior caudal entra algo mas de dos veces en la longitud del superior. Estas son las dimen- siones del macho: la hembra es de cuerpo mas corto, por causa de la aproximacion de las dorsales. Dientes ae denticula- dos en sus bordes, bastante grandes; la raiz con agujero nutri- tivo, pero sin canal: los superiores forman un triangulo isdsce- les poco oblicuo; el borde interno casi completamente conti- nuado con la base; el extremo formando un seno pcco profundo que apenas merece el nombre de escotadura: los inferiores rec- tos, con dos bases iguales, sobre las cuales se levanta la pira- mide. El] diente intermedio superior es denticulado y con doble base; el inferior conico, no denticulado. Las escamas Asperas son propias del género. Hl Squalus obscurus de Lesueur, Journ. Acad. Nat. Sc. Philad. 1, pagina 223, tab. 9, reproducido por Dekay, Faun. N.-York, folio 201, no pertenece al género Hulamia, como lo declara la primera dorsal atrasada y el Angulo muy entrante de los dien- tes superiores. El hocico, dice Lesueur, es aplastado y redon- deado: la primera circunstancia supone cierta longitud que no se aviene con mi especie. En la figura de Lesueur esta el hocico ANALES DE HIST. NAT.— V- 25 386 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (190) bastante prolongado. Difiere tambien por la anal opuesta 4 la segunda dorsal. Ultimamente, yo pregunto si la figura. de Le- sueur es errdnea 6 no es errdnea. Si no lo es, no corresponde & la Hu. obtusa; si lo es, no me puede quitar la prioridad: Des- criptio erronea sub jugum synonymie mittenda. El Prof. Gill, en las fotografias sacadas por el Prof. Baird de érden de la Comision de Pescas, da el nombre de Hulamia obs- cura ex Lesueur, & un pez de apariencia muy distinta del Saualus figurado por este ultimo autor. Difiere de mi especie por la prolongacion del hocico y la pec- toral no falciforme. El Dr. Giinther pone en la sinonimia del Squalus obscurus de Lesueur el Carcharias falcipinnis de Lowe, que Duméril con- sidera como una especie dudosa é incompletamente descrita, y el Prionodon obvelatus de Valenciennes, de que Duméril hace otra especie de distancia preoral igual en longitud a la hendi- dura bucal. Con el nombre de Carcharias obscurus de Storer, puede haber mas de una especie, como se infiere de una nota del Prof. Gill en Proc. Acad. Phil. 1864, p. 260, que pone en el género Car- charodon, la que Storer describe en Boston Journal Nat. Hist. 11, pagina 558: la sola consideracion de que la primera dorsal es © de un pié de largo y la segunda de una pulgada, basta para alejarla de la especie cubana. Esta cita, juntamente con la de Report. p. 184, se encuentra en el texto de Storer en Mem. Amer. Acad. 1x, 1867, p. 219, ilustrada con la lam. 36, f. 2: esta figura no esta conforme con el texto de Boston Journal en la magnitud de la segunda dorsal y de la anal, apro- ximandose al género Platypodon, lo mismo que la figura de Lesueur, por la posicion retirada de la primera dorsal y el hocico prolongado. Mi #. obtusa esta léjos de tener, como dice Storer, los dientes cortos, triangulares, en ambas man- dibulas. El Dr. Giinther tiene el Prionodon Milberti Val. in. M. et H. (Hulamia Milberti Gill) entre las especies dudosas; no sin razon, porque cuando un escualo crece 2 4 3 metros, mal se pueden to- mar sus caractéres especificos en un individuo de 620 milime- tros, como el que describen los Sres. Miiller et Henle. En mis grandes ejemplares la distancia preoral es la tercera parte de la anchura de la boca; en un jéven, unico que he podido conse- (191) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 387 guir, la distancia preoral es 4 la hendidura bucal como 33 es & 62; en M. et H. es de*2 4 2 '/,. El Dr. Giinther, Catal. vn1, p. 363, reune bajo una misma especie dudosa el Sgualus ceruleus Mitch., Carcharias ceru- leus Dek., Lamna caudata Dek., Prionodon Milberti M. et H. Como este ultimo fué remitido de los Estados-Unidos por Mil- bert, no es extrafio que se encuentre en compajia de los otros. El Prof. Gill los habia ya reunido de antemano en Proc. Acad. Phil. 1864, f. 262, bajo el nombre de Hulamia Milberti.—No ha llegado & mis manos la descripcion del Sgualus ceruleus Mitch. Trans. Lit. and Phil. Soc. N. Y.1, p. 487.— El Carcharias ceri- leus Dekay, N. Y. Faun. p. 349, f. 200, hembra de 25 pulgadas de largo, puede, por su hocico 4 un tiempo obtuso y prolongado, ser el mismo que el Pronodon Milberti; pero por lo mismo no es mi #. obtusa, sobre todo si se considera. que la pectoral es muy corta, entrando siete veces en la longitud total, y de ancho los dos tercios de su misma longitud; difiere tambien por la anal adelantada. Todos convienen en que el Lamna caudata Dek. 1. c. p. 354, f. 205, es el mismo que el Carcharias ceruleus del mismo au- tor, a pesar de las diferencias debidas 4 ciertas inexactitudes de la figura, 4 consecuencia de haberse presentado el ejemplar de- masiado lastimado para determinar la especie. Tenia de largo 7 piés 4 pulgadas. Quedan dos #ulamias de la India Oriental , de hocico corto, y son los Prionodon leucas y Pr. gangeticus de M. et H.; pero que basta estudiar en el autor y en Duméril para comprender que no pertenecen a4 mi especie. Eulamia..... — Tiburon. —Num. 351. Difiere del anterior por las narices sin lébulo. Eulamia..... — Tiburon. — Num. 383, Especie dudosa bajo varios aspectos. Platypodon falciformis. — Cazon de playa. — Num. 60. Carcharias (Prionodon) falciformis Bibron, Mss. in Will. et Hen., Plag. p. 47; Guichenot, in Sagra, Cuba, ed. hisp. p. 248, tab. 5, f. 3. Squalus Tiburo Poey , Mem. 11, p. 331, tab. 19, f. 1. 388 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (192) Platypodon falciformis Poey, Repert. 1, p. 172, 448, 464, tab. 4, f. 18; Synopsis, p. 449. Carcharias (Prionodon) falciformis Duméril, Elasm. 1, p. 374. Mi Platypodon Tiburo, adulto 6 de mediana edad, se distin- gue por un hocico medianamente prolongado y agudo; narices completamente desprovistas de ldbulo; primera dorsal bastante atrasada; segunda dorsal y anal opuestas y de mediana magni- tud ; dientes superiores con angulo entrante notable en el borde externo; los dos puntos perforados en la nuca bien marcados; el color azul renegrido, mas intenso que en ninguna otra especie. Alcanza la longitud total de nueve piés. A falta de caractéres suficientes para reconocer los Carcharias ooscurus de Lesueur y de Storer, diré que el primero difiere por el l6bulo de las narices, que se aproximan mas a la extremidad del hocico, y la mayor magnitud de la segunda dorsal y de la anal. El segundo trae consigo demasiada confusion en el texto para juzgar de la bondad de la lamina. A consecuencia de un detenido estudio comparativo de mi Pl. Tiburo con el Pr. falciformis, he adquirido la conviccion de que los dos pertenecen 4 la misma especie. No existe mas que un solo ejemplar del Pr. falciformis, levado de Cuba a Paris por D. Ramon de la Sagra; descripcion hecha por Miiller y Henle, reproducida por Guichenot. Posteriormente fué reconocido y descrito de nuevo por A. Duméril. Tambien tengo un bellisimo dibujo de la cabeza y del segundo par de dientes, sacado por el Sr.-Huet, habil pintor del Jardin de Plantas de Paris. En el Atlas inédito de mi Ictiologia manuscrita de la isla de Cuba he figurado el Pl. Ziduro de todos tamafios, entre ellos tres jéve- nes, verdaderos fetos: uno de 580 milimetros, macho; otro de 585, hembra; otro de 637, hembra. El falczformis no puede de- jar de ser feto; es hembra, largo de 520 milimetros, representa do por Guichenot. Kl término medio de mis fetos presenta la porcion preoral un poco mas larga que el diametro trasverso de la boca; la por- cion preocular mucho mas corta que la distancia que existe en- tre los dos ojos; las narices visiblemente mas cerca de la boca que de la extremidad del hocico, midiendo sobre el eje longitu- dinal, y mucho mas pequefias que el didmetro del ojo, como acontece en los jévenes. La pectoral es encorvada y escotada posteriormente , caracter ordinario del estado fetal; su longitud (193) Poey. —— ENUMERATIO PISCIUM, CUBENS1UM. 389 alcanza al medio del ojo, 4 veces mas alla. Segunda dorsal y anal opuestas; la caudal contenida 3 veces y % 4 3 '/, en la longitud total. Los dientes superiores oblicuos, denticulados en su borde externo, y mas fuertemente en la base: los inferio- res con piramide estrecha, con denticulaciones nulas 6 casi nu- 14-1. 14 las. La formula dentaria es ;—~—, tos es woe y aun oe La descripcion de Miiller et Henle, harto breve, conviene con la mia, salvo los dientes inferiores, que dice ser anchos en la base de la piramide, lo que es verdad de un lado y no del otro, y que las mandibulas carecen de diente intermedio; esto prueba el poco valor que tienen los caractéres de la dentadura observa- dos sin diseccion en los fetos, y lo aventurado que es el estable- cimiento de una especie estudiada en el estado fetal. La descripcion de Duméril conviene generalmente: la distan- cia preoral mas larga, bien que esto varia en cortos limites. La porcion preocular iguala la distancia que existe entre los dos ojos; pero esto no es posible, porque constituiria un hocico ex- tremadamente prolongado, desmentido por el dibujo de Huet, hecho bajo la direccion del mismo Duméril, y que presenta esa porcion igual 4 los dos tercios de la distancia interocular. Las narices proximamente 4 igual distancia de la boca que de la ex- tremidad del hocico; pero la expresion francesa @ peu prés, deja la posicion indecisa. La caudal entra préximamente 3 veces en la longitud total, pero 3 '/, en Guichenot. La cabeza dibujada por el pintor Huet es posteriormente mas ancha, hocico algo mas corto y un poco mas agudo: suele ha- ber en esto alguna variedad. Los dientes difieren tambien, pero su caracter esta desmentido por la descripcion de M. et H. y por Dumeéril. En Huet, el borde externo de los dientes superiores forma dos arcos separados por un angulo entrante, y no hay en ellos asomo de denticulaciones; la piramide de los dientes infe- riores descansa en una base por grados bien ensanchada. Con- viene conmigo en la nariz sin lébulo. , mientras que en los adul- Platypodon acronotus.— 77buron. —Num. 555. Platypodon acronotus Poey, Mem. 1, p. 335, tab. 19, f. 3, 4; Synopsis, p. 450. Difiere del anterior por un lébulo agudo en las narices; la 390 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (194) primera dorsal mas adelantada, la segunda dorsal y la anal ma- yores, los poros nasales poco visibles y el color pardo amarillento claro. No crece arriba de cuatro piés; en aquella estatura mues- tra los apéndices masculinos bien desarrollados. Los dientes su- periores tienen el borde externo convexo, con una sinuosidad que hace la punta mas aguda; los inferiores tienen la raiz rec- ta, sus dos lados paralelos, agujero nutritivo y canal notables; borde externo de la piramide formando un Angulo recto con la base. Acerca del Carcharias obscurus de Lesueur, véase lo dicho en la especie que precede. Platypodon..... — Tiburon. —Num. 656. No tengo mas que los dientes de un individuo de 4 piés, que al primer aspecto habia calificado de Pl. acronotus; pero vi des- pues que eran diferentes. Platypodon Perezii Poey. — Ziburon.— Num. 570. LAMINA XIV, FIGURAS 2 Y 3. En el Atlas inédito de mi Ictiologia cubana ms., he dibujado cinco individuos de esta especie, 4 saber: una hembra de 1300. milimetros de largo, otra de 977, otra de 860, un macho de 800 y otro de 780. He dibujado ademas la cabeza de un individuo hembra, de longitud total 2 metros. Con estos materiales 4 la vista, daré mi descripcion, indicando aleunas diferencias individuales. El hocico es en todas las edades redondeado en la punta; en el individuo de 2 metros ha perdido el aspecto ovalado, y se presenta casi semicircular; la distancia preoral, medida en el eje, es en este caso algo ménos de los ?/, dela anchura de la boca (123 milimetros por 194), igual proximamente 4 la longitud de la misma boca. Segun vamos bajando 4 los mas jévenes, la distan- cia preoral iguala los */,, °/,, 7/, de la hendidura bucal, y es equivalente 4 1 '/,,1 '/, de la longitud de la boca. — Condu- ciendo una linea trasversa por el angulo interno de las narices, y midiendo en la linea media, estan aquéllas mucho mas cerca de la boca que de la extremidad del hocico; tienen un pequeno ldbulo agudo que se hace notar por su posicion aproximada al (195) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 391 Angulo interno.—Los ojos vienen 4 ser del mismo didmetro que las narices, y estan al nivel de la boca: en los individuos de 977 y 780 milimetros se situan mas adelante. La formula dentaria es 13+ 1+ 18 : ; Drie: Véanse en la lam. x1Vv, figs. 2, 3, pertenecientes al in- dividuo de 2 metros, sin diferencia notable con los que presen- tan lus jovenes. Los superiores, tomados en la quinta série , son oblicuos, el borde interno ligeramente céncavo en su union con la base; el borde externo con angulo entrante bien marcado; los bordes con denticulaciones, que son mas fuertes en la base; los de la 1." y 2." série son rectos. Los dientes inferiores son angos- tos, finamente denticulados, alzandose sobre una base igual de ambos lados y no denticulada. Los intermedios son pequeiios, los de abajo de punta mas aguda, sin denticulaciones; los de arriba alternan, por lo que al primer aspecto parece que son dos. La canal que conduce al agujero nutritivo es poco notable en la raiz, considerada en ambas mandibulas. —Las escamas dan poca aspereza a la piel. — Los agujeros nucales existen, bien que no tan visibles como en el Pl. falciformis. — La pec- toral es falciforme y bastante larga; su ancho entra 2 veces en la longitud del borde anterior, que iguala la distancia de su origen a la abertura nasal. La primera dorsal es aguda; la parte anterior de su base corresponde verticalmente al final del ldbulo de la pectoral, y esta situada proximamente 4 igual! distancia de la extremidad del hocico que de la segunda dorsal. La distancia de esta segunda dorsal al origen de las ventrales es igual en las hembras 4 la que hay entre este punto y la mitad de la base de la primera dorsal; en los machos las ventrales estan un poco mas atras. Debo decir, sin embargo, que la lamina en que he representado el individuo de 1300 milimetros, presenta las ven- trales mas adelantadas. La anal esta opuesta 4 la segunda dor- sal 6 muy poco mas atrasada; esta muy escotada en su borde posterior , no la segunda dorsal, cuya base, excluido el lébulo, es la mitad de la base de la dorsal primera. El Idbulo inferior de la caudal entra 2 veces y algo mas en la longitud del lobulo su- perior, que entra 3 '/, veces, y hasta cerca de 4, en la longitud total. El color del cuerpo es pardo por encima, no intenso; por de- bajo es blanco; por los costados se suele ver una faja ancha in- decisa, pardusca, poco pronunciada. Las aletas son pardas, mas 392 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (196) oscuras por grados en el lobulo inferior caudal y en la punta de las otras; la pectoral, por la parte inferior, suele ser mas clara, con la punta negra. Los ojos varian de verdosos, cenizos 6 azu- losos, con un cerco azul. Hay otros caractéres que son del género: membrana nictitan- te, pupila hendida verticalmente, etc. El animal debe crecer mucho, pues asi lo da 4 entender la cortedad de los apéndices genitales en los machos que tengo 4 la vista; el individuo de 780 milimetros conserva todavia la ci- catriz del ombligo. La forma de los dientes superiores, la posicion de la primera dorsal y la suavidad de la escama no permiten sospechar que esta especie aqui descrita represente la primera edad del Fula- mia obtusa. Dedico esta especie al catedratico de la Universidad de Madrid, D. Laureano Perez Arcas, estimado compafero y amigo, cuya obra, Elementos de Zoologia, al nivel de los conocimientos mo- dernos, sirve de texto en la Universidad de la Habana. Platypodon..... — Tiburon. —Num. 271. . : : ; 12. 1% Especie dudosa, proxima 4 la anterior. Dientes = Lats J.T. 1g? 108 intermedios de arriba alternando. Platypodon..... — Tiburon. — Num. 395. No tengo mas que los dientes: los inferiores tienen la punt mas angosta en la base que las dos especies anteriores. Platypodon::.. — Tiburon. —Num. 318. LAMINA XIV, FIGURAS 4 Y 5. Isogomphodon, species dubia, Poey, Synopsis, p. 451. Los dientes estan figurados en el Repertorio 11, tab. 4, f. 3, 4; y la escama, fig. 17; pero esta escama, vista bajo otra luz, aparece como la figuro en mi Hnumeratio, lam. xiv, f. 5; doy tambien en la misma lamina, f. 4, el grupo de dientes interme- dios de la mandibula superior. Advierto que en laf. 4 del Re- pertorio, el 4ngulo que separa la punta de la base debiera estar mas proxima 4 la raiz. Formula dentaria 2 ae : hay en este ejemplar una anomalia en el numero de dientes in- (197) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 393 feriores. Narices sin lébulo. Mancha negra en la punta del 16- bulo inferior caudal. La escama es pequena, poco aspera, lus- trosa; las costillas poco notables, salvo la del medio, que es an- cha y refleja laluz como si fuera en una superficie plana, Platypodon? maculipinnis. — Tidwron. — Num. 572. LAMINA XIV, FIGURA 6. Isogomphodon maculipinnis Poey, Repert. 1, p. 191, tab. 4, f. 2, 3; 11, p. 245, tab. 2, f. 2, 3; Synops. p. 450. El Prof. Theodore Gill, Squali, in Ann. Lyc. Nat. Hist. N.Y. vim, ha tenido 4 bien establecer varias divisiones genéricas en la sub- familia Galeorhinine, grupo Cynocephali, fundado principal- mente en la posicion de la primera dorsal, no ménos que en la forma y denticulaciones de los dientes en ambas mandibulas. Todas las combinaciones no estan agotadas; una de ellas es la que presenta la especie actual, 4 saber: Primera dorsal inter- media entre las pectorales y las ventrales, mas prdximas 4 las primeras; dientes comprimidos, disimilares y denticulados en la mandibula superior solamente; los superiores de punta me- dianamente angosta, descansando sobre una base de cada lado bien marcada; los inferiores de punta muy angosta, sinuosa y poco oblicua. No me encuentro autorizado para establecer un nuevo género, y esperaré que lo haga, si le place, mi digno compafiero y maestro el Prof. Gill; entre tanto, dejo esta espe- cie y la que sigue en el género Platypodon , que es el mas cer- cano; difiere por la punta mas angosta de los dientes superio- res, y por los inferiores enteros. Tengo 4 la vista los dibujos de una hembra de 1715 milime- tros, una cabeza de un individuo de igual tamafio y un macho de 674 milimetros. La férmula dentaria y los dientes estan descritos y figurados en el tomo 1 del Repertorio ; alli describo los poros de la cabeza y el color, incluso las manchas negras de las aletas. El hocico “es agudo; la distancia preoral, en los individuos grandes, es igual al diametro trasversal de la boca; en el joven es igual a1 '/,. La primera dorsal tiene su origen en la vertical, que cae un poco mas atras del lébulo de la pectoral; la segunda dorsal y la anal son bastante grandes y opuestas. Véase la escama, la- mina xiv, f. 6. 394 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (198) Errata. — En el Repert. 1, p. 192, lin. 9, «mas y mas, » léase «mas angosta y mas. » Comparacion. — El Dr. Giinther, Catal. vi, p. 373, me pone en la sinonimia del Prionodon limbatus de M. et H. Mi especie difiere por los dientes disimilares en las mandibulas, los supe- riores ménos claviformes, losinferiores no denticulados; la pri- mera dorsal es algo mas adelantada. Observacion. — El Dr. Gtinther tiene un Carcharias maculi- pinnis desde 1860; pero él mismo se puso en 1870 en la sinoni- mia del Prionodon limbatus; por lo que vale mi nombre especi- fico, expresando maculipinnis Poey (nec Gthr..). Platypodon?..... — Tiburon. —Num. 191. Individuo macho, de 1500 milimetros, enviado al Prof. Agas- siz. Apéndices masculinos bastante desarrollados. Los dientes son proporcionalmente mayores que los de la especie que prece- de, pero el hocico es mucho mas corto, 4 pesar de la menor edad que representa, siendo la distancia preoral igual a los °/, de la anchura de la boca. Los poros de la cabeza no debieron ser vi- sibles, porque mi dibujo no los trae. Las aletas no tienen man- chas. A lo largo del vientre se ven con dificultad dos rasgos in- decisos de pardo-oscuro. Hehopnidn brevirostris. — Ziduron. — Num. 554. Hypoprion brevirostris Poey, Repert. m1, p. 451, tab. 4, ff..5, 6, 20. Kl Dr. Gtinther conserva esta esPeeee y la describe por mi texto. Hypoprion..... — Tiburon. —Num. 573. Solamente poseo los dientes, que difieren de los que pertene- cen 4 la especie anterior, por ser la punts de los deg mas angosta en la base. Hypoprion longirostris Poey. — Tiduron.— Num. 438.. LAMINA XIV, FIGURAS 8 Y 9. Individuo macho de 2266 milimetros de largo. El hocico es prolongado y agudo; el espacio preoral iguala una vez y */, la anchura de la boca; ojos mas adelantados que la linea bucal, y (199) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 395 mayores que las narices, las cuales, midiendo por el angulo in- terno, estan 4 los ?/, de la distancia que separa la boca de la extremidad del hocico , y tienen un pequefio lobulo agudo pro- ximo al angulo interno. Una linea longitudinal de poros bien abiertos acompania la comisura bucal; otra circular da vuelta al ojo por debajo; otras dos lineas se ven. por encima en las sienes. —La longitud de la pectoral alcanza 4 las narices; su ancho en- tra una vez y */, en la longitud del borde anterior. Es aguda, y no muestra mas tendencia falciforme que una pequefia curva in- -mediata al lobulo. La primera dorsal es medianamente aguda; esta una cuarta parte de su base mas atras del lobulo de la pec- toral. Los apéndices masculinos superan grandemente la longi- tud total de las ventrales. Segunda dorsal opuesta 4 la anal; la primera de estas aleticas tiene el borde posterior recto, la se- cvunda es escotada; ambas no alcanzan en longitud total la mitad de la base de la primera dorsal. El lobulo inferior caudal entra mas de 2 veces en la longitud del l6bulo superior, el cual esta contenido cuatro veces en la longitud total del pez. Los dientes estan representados en la lamina xiv, ff. 8, 9. La 15+ 1+ 15 : ; ips 171g LOS dientes superiores tienen la base denticulada, siendo la denticulacion que toca al angulo no- table por su tamafio; el borde interno oblicuo, formando en la punta una ligera sinuosidad que la hace mas aguda, y cierto adelgazamiento que lo hace de ese modo mas cortante; el borde externo forma angulo entrante. Los inferiores son enteros, de punta angosta y sinuosa, base ancha. La raiz de todos los dien- tes presenta un surco bien abierto, conduciendo al agujero nu- tritivo. Si esta descripcion se compara con el Hypoprion Macloti M. et H., saltaran 4 la vista las diferencias. formula dentaria es Hypoprion signatus. — 7zburon. —Num. 567. Hypoprion signatus Poey, Repert. 11, p. 462, tab. 4, ff. 7, 8. He descrito esta especie solamente por los dientes, que he com- parado con los del H. Macloti de la Nueva Guinea, y los he ha- llado diferentes; no me he guiado unicamente por la diferencia de patria. Los dientes superiores no presentan en el borde in- terno de la punta la sinuosidad y adelgazamiento que he indi- cadoen el H. longirostris ; en lo demas son casi iguales, y tie- nen la ranura profunda nutritiva, caracter constante en los peces 396 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (200) de esta familia , omitido hasta ahora por los autores. Digo en el Repertorio que la punta de los dientes inferiores se inclina hacia atras; entiéndase hacia adentro. Posteriormente he visto en la pescaderia una hembra de 2270 milimetros de largo, y al primer aspecto no lo he juzgado dife- rente del H. longirostris , tanto por la cabeza como por la forma y posicion de las aletas; pero habiendo obtenido los dientes, co- noci que no podian pertenecer 4 la misma especie; es probable que sean de un H. signatus. No he eee la quijada de este ultimo, pero en una nota va plus he asentado ,—7— 7-7" Aprionodon isodon ? — 7iburon. — Num. 356. Aprionodon, species dubia, Poey, Repert. 11, p. 452, tab. 4, fig. 9,10 y 11. Tengo de esta especie los dientes y la aleta caudal. Por infor- mes del aficionado que me trajo esas muestras, supe que el indi- viduo es macho con apéndices masculinos prolongados; hocico redondeado ti obtuso; las narices con lébulo. La aleta caudal tiene el ldbulo inferior bien agudo, contenido dos veces en la longitud del superior; y como en el Carcharias punctatus de Mitchill la relacion es de 1 43, noes posible referir mi numero 356 a esta especie, en cuya sinonimia ponen los Sres. Gill y Giinther el Aprion. isodon Val. in M. et H. Plag. p. 32. Duméril separa las dos especies, pero no da la relacion , ni tampoco M. et H., entre la longitud de los dos l6bulos.— La caudal del individuo cubano termina por un lébulo bastante largo, pues su longitud desde la punta 4 la escotadura entra 2 veces y °/, en la del lébulo total superior. Scoliodon porosus. — Cazon de playa. —Num. 410. Scoliodon porosus Poey, Mem. 11, p. 339, tab. 19, f. 11, 12; Sy- nopsis, p. 452. Los Sres. Duméril y Giinther han puesto esta especie entre las dudosas; esto me obliga 4 ampliar mi descripcion. He dibujado una hembra de 990 milimetros, un macho de 805, una hembra de 550 y un feto macho de 326. La distancia preoral es igual a la anchura de la boca en el in- dividuo segundo y en el tercero; es igual 4 los **/,, en el pri- mero, é iguala 1 '/, en el cuarto. La longitud de la boca es en el (201) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 397 individuo tercero las */, partes de la anchura, ?/, en el segundo y los */, en el primero. Hay en la parte externa de la comisura una larga incision que forma una especie de lébulo, y otra muy pequena en la parte interna. La longitud de la-pectoral alcanza hasta el centro del ojo. La punta de la primera dorsal cae en una vertical distante del origen de las ventrales un espacio igual a la longitud del lébulo de aquélla. El borde posterior de la anal solamente se presenta escotado en el primer individuo. No es el Sc. Lalandii, de que tengo dibujos mss. hechos por el Sr. Huet. El Sc. acutus M. H. se aproxima, pero es distinto: segun Duméril, tiene la boca tan larga como ancha, y la pri- mera dorsal esta muy aproximadaal origen de las ventrales; se- gun el Dr. Giinther, la incision bucal es muy corta y no se ex- tiende 4 la mandibula superior, y el hocico es muy largo, puesto que la distancia preoral iguala la que separa el ojo de la primera abertura branquial: es de los mares de la China y del Japon. Galeocerdo maculatus. — A lecrin.— Num. 556. LAMINA XIV, FIGURA 7. Galeus maculatus Ranzani, in Comm. Acad. Bon. iv, p. 68, ta- bula 8. Galeocerde tigrinus Willer et Henle, Plag. p. 59, tab. 23. ~ maculatus Poey, Repert. p. 453, tab. 4, f. 15. 10+ 1+ 10 : eb Dientes |>—;—7); el intermedio superior tiene la forma de los demas; inferiores similares, el intermedio recto. Véase un diente superior dibujado de tamafno natural en la lamina xv, f. 7. Los jovenes tienen la aleta caudal muy larga. El ojo es negro, la pupila redonda. Es comun, y alcanza proximamente la longitud de 15 piés. Un individuo hembra pesaba 30 arrobas, y su higado 5 arrobas y 10 libras. Se encuentra tambien en el Brasil, Pondichery y Japon. Mustelus canis. — Bocadulce. — Num. 121. Squalus canis Witchill, L. et Ph. trans. N. Y.1, p. 486 (doc. Gthr.). Mustelus canis Poey, Synopsis, p. 452. Esta es la especie llamada /@vis por Risso, M. et H., Dumé- ril y Giinther, distinto del vwlgaris de los autores: Mitchill tiene 398 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (202) la prioridad. El Dr. Gitinther trae aun por sindnimos: IZ. punc- tulatus Risso , eguestris Bonap., megalopterus Smith. El nombre de Squalus mustelus de Linneo no ha sido aceptado, probable- mente porque el autor confunde dos especies. Esta representado en las fotografias del Dr. Baird. El WM. canis de Dekay, por la distancia preoral y lo adelan- tado de la primera dorsal, parece corresponder al M. vulgaris. Me pesa no haber observado los dientes posteriores, que han de tener una escotadura caracteristica. Un embrion de 3 pulgadas estaba atado, por medio de un cor- don umbilical de una pulgada, 4 un huevo de 100 milimetros de largo por 55 de ancho, lleno de una sustancia amarilla, cubierto todo por una membrana cornea trasparente; las dos extremida- des prolongadas y retorcidas. Se encuentra tambien en Lisboa, Lanzarote, Madera y New- York. 82. Notidanidi. Hexanchus griseus. — Cafzabota.—Num. 122. Squalus griseus Gmelin, Syst. Nat. p. 1495. Hexanchus griseus Rafinesque, Caratt. p. 14 (doc. Dum.). Notidanus griseus Cuvier, R. anim. Hexanchus griseus Poey, Synopsis, p. 464. El género Hexanchus de Rafinesque es anterior al Votidanus de Cuvier. No por eso he nombrado la familia Hexanchidi, por- que la significacion de esta palabra no se extiende a todos los géneros de la misma familia. Se encuentra tambien en el Mediterraneo, en los Estados- Unidos y otros puntos del Atlantico. 83. Spinacidi. Acanthias Acanthias. — Galludo.— Num. 118. Squalus Acanthias Zimné, Syst. Nat. p. 397. Spinax Acanthias Cuvier, R. anim. Acanthias vulgaris Risso, Kur. merid. 111, p. 131 (fide Gthr.). Squalus, spec. dubia, Poey, Synopsis, p. 454. Artedi, en Genera, cita por primera especie del género Sgua- (203) Poey. — ENUMERATIO PISC1IUM CUBENSIUM. 399 lus al pez Serra y Pristis de los antiguos. Remite 4 Species donde la especie descrita es el Acanthias; pero es la Unica que alli des- cribe: remite tambien al Synonyma donde la primera especie es el Pristis. Duméril, Elasm. 1, p. 699, dice que el caballero Bleeker acepta Sgualus en lugar de Pristis: el Prof. Gill lo con- serva para el Acanthias. —El Acanthias de Risso es una subdi- vision de Spinaxz de Cuvier. Y como la primera especie de Cu- ' vier esel Sgualus Acanthias L., parece que vale aqui el género Spinaz; pero Cuvier estaba obligado a tomar por género Acan- thias con preferencia a Spinaz , que es la te.cera especie de Lin- neo. Por todas estas razones estoy por Acanthias, con los sefio- res Duméril y Gtinther, y no haré alteracion al género Pristis. Refiero en mi sinonimia, no sin alguna duda, la especie cu- bana al vulgaris de los autores, y no al Ac. americanus de Sto- rer in Mem. Acad. 1x, p. 232, tab. 38, f. 1, que presenta una distancia considerable entre la segunda dorsal y la caudal. El Squalus americanus fotografiado per el Dr. Baird, difiere del de Storer por lo muy retirado de la aleta dorsal. Véase ‘la larga sinonimia puesta en el Catalogo del Dr. Giin- ther; en ella se hallara no sdlo el Ac. americanus, sino tambien el Fernandinus de Molina, Fernandezianus de Guichenot , Suc- Alii de Girard. Se encuentra tambien en las islas Britanicas, Cabo, isla de Borbon y Australia. Spinax spinax. —Num. 617. Squalus spinax Linné, Syst. Nat. p. 398. — Gunneri Reinhardt, Dansk. Selsk. Forh. m, p. 16 ( Gthr.). Spinax niger Bonaparte, Faun. Ital. ( Gthr.). — Hillianus Poey, Mem. 1, p. 240, tab. 19, ff. 13, 14; Sy- nopsis, p. 454. . Mi ejemplar tiene de largo 255 milimetros, y 4 pesar de tener los ojos bien grandes no parece jéven, pues no tiene vestigios de la cicatriz umbilical. : Véase en los autores una larga sinonimia. Es de notar que Clo- quet, Dict. des Sc. nat., es anterior 4 Bonaparte en cuanto al nombre especifico (Dumérill). Duméril pone el Acanthidium pusillum de Lowe en la sinoni- mia del Sp. niger. Kl Dr. Giinther lo separa por el caracter de 400 _ANALES DE HISTORIA NATURAL. (204) la escama, que presenta un peqnefio tubérculo sin espina; esta mal puesto alli mi Sp. Hillianus en la sinonimia del pusidlus. Se encuentra tambien en el Mediterraneo y en el Jutland. 84. Ginglymostomatida. Ginglymostoma fulvum.— Gata. — Num. 341. Ginglymostoma fulvum Poey, Mem. 11, p. 342, tab. 19, f. 15; Repert. 1, p. 455, tab. 4, f. 12,13, 14. Alcanza 9 piés de longitud. Se encuentra tambien en San Martin y en el Brasil. Ginglymostoma cirratum. — Gata. —Num. 119. Gata, Parra, tab. 24, f. 2. Squalus cirratus Gmelin, Syst. Nat. p. 1492. Ginglymostoma cirratum Miller et Henle, Plag. p. 23. Squalus punctatus. Bloch, Syst. p. 134. — argus Bancroft, Zool. Journ. v, p. 82 (fide Gthr.). El Dr. Giinther agrega con duda el G. caboverdianus de Ca- pello. Los Sres. Dumérii y Giinther creen que las manchas son pro- pias de los jOvenes; pero yo los he visto de 16 pulgadas de largo uno sin mauchas, otro con ellas. No es tampoco distincion se- xual. Pudiera ser variedad de la edad primera; no he encon- trado esas manchas en los grandes individuos. El Sr. Cope admite las dos especies. Se encuentra tambien en Santa Cruz. 85. Pristidi. Pristis pectinatus. — Pez-Sierra. — Num. 320. Pez-Sierra, Parra, tab. 33. Pristis pectinatus Zatham, in Trans. Lin. Soc. Lond. 0, p. 278, tab. 26, f. 2 (fide Dum.); Poey, Synopsis, p. 456. El Dr. Giinther da una larga sinonimia, en la que puede verse que refiere 4 esta especie las que Duméril denomina megalodon, acutirostris, occa, leptodon y brevirostris. (205) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 401 Véase, en cuanto al género, lo dicho en el Acanthias. El arma es angosta en ambos sexos y sus dientes numerosos. Se encuentra tambien en Méjico, Cabo, Mar Rojo y Calcuta. Pristis antiquorum. — Pez-Sierra. —Num. 124. Pristis antiquorum Latham, |. c. p. 277, tab. 26, f. 1 (fide D.). — species dubia, Poey, Synopsis, p. 456. Probablemente es el Squalus Pristis de Linneo, y se le conser- varia la prioridad si el autor hubiera distinguido bien la especie. Tengo el arma, que esancha y de pocos dientes; no tengo la seguridad de que sea de la isla de Cuba. 86. Myliobatidee. Aétobatis Narinari. — Odispo.— Num. ‘70. Raja Narinari #uphrasen, Vet. Ak. mya Handl. x1, p. 217 (f. G.) Aétobatis Narinari Poey, Synopsis, p. 458. Véanse en los autores numerosos sindnimos. Duméril y Giin- ther convienen en &. guttata Shaw, R. quingue-aculeata Q. et G., Myl. Heltenkee Riipp., Goniob. macroptera Mc. Clell. Duméril tiene como especies distintas &. flagellum Bl., Aét. latirostris Dum., Aé?. laticeps Gill., que el Dr. Giinther agrega 4 su si- nonimia, no habiendo para él mas que una sola especie. Dumé- ril agrega R. aqguila Lac. y Aét. indica Swains. Parece que el color varia, 6 bien tenemos mas de una espe- cie. Lo he visto todo cubierto de manchas redondas claras sobre un fondo azuloso; otro con manchas variadas, ya redondas, ya oculares y semi-oculares, ya rectas. Se encuentra tambien en Jamaica, Brasil, Barbada, Seyche- lles, Pinang, Sumatra y Panama. 87. Rajidee ?. Rajat wey. — Lebisa.— Num. 316. Se pesca en las aguas de la isla de Cuba, y no debe ser raro porque se vende su cuero, que es granuloso, y se estima como piel de lija para pulimentar la madera. Nunca he visto el ani- mal, ni sé 4 qué género pertenece. ANALES DE HIST. NAT.—V. 26 402 ANALES DE HSTORIA NATURAL. (206) 88. Trygonide. Trygon. ey: — Raya.—Num. 53. Trygon Sayi ( Les.) Poey, Synopsis, p. 456. An typus ? Individuo de 920 milimetros de ancho. El dorso lleva tres sé- ries longitudinales de espinas, de las cuales las laterales son cortas. El disco liso, mucho mas ancho que largo, y sin man- chas. Cola aspera, proximamente mitad mas larga que el disco. Pliegue cutaneo, 6 aleta inferior, mucho mas alto que el tronco caudal; el superior no existe 6 es dificil de distinguir. La rela- cion entre el espacio interocular y el hocico es de 1 41 '/,. En dos ejemplares jévenes el disco es totalmente liso. Esta especie es comun, y tal vez deba referirse al 77. Sayi (Raja Sayi Le- sueur) separado por Duméril del 77. pastinaca, y reunido por el Dr. Giinther. Teyqons..4 jit. — Raya.—Num. 389. Este individuo, de un pié de ancho, solamente difiere de los anteriores por tener el disco cubierto de manchas redondas cla ras azuladas, piel lisa. Synopsis, p. 457. Trygon. .... —Raya.—Num. 543. Visto y anotado de memoria. Disco de un pié de largo; en la linea media cinco espinas. Cola 2 6 3 veces la longitud del disco. Pudiera ser el Raja sabina de Lesueur, que el Dr. Giinther pone en la sinonimia del T7igon tuberculatus de Lacépede.—Syn. p. 457. TEV GON. 95) cere — Raya.— Num. 525. Sdlo tengo lacola, que por sus fuertes tubérculos y espinas pa- rece pertenecer al 7%. hystriz M. et H. Tiene un pliegue inferior. 89. Torpedinidee. Tetronarce occidentalis. — Raya.— Num. 532. Torpedo occidentalis Storer , in Sillim. Journ. xiv, p. 165, t. 3. Tetronarce occidentalis Poey, Synopsis, p. 458. Se encuentra tambien en los Estados-Unidos. (207) Poey. — ENUMERATIO PISCIUM CUBENSIUM. 493 Narcine brasiliensis. — Num. 264. Torpedo brasiliensis Ol/ers, Torp. p. 19, tab. 2, f. 4. Narcine brasiliensis JZ. e¢ H., p. 31, f. 1, 2. No le he visto, pero el Dr. Giinther, en su Catalogo, lo cita como de Cuba, Mar Caribe y Brasil. Véanse los otros sindnimos. Urolophus torpedinus. — Zem)ladera. —Num. 551. Trigonobatus torpedinus Desmarest, Dec. Ichth. p. 6, tab. 1. Raja jamaicensis Cuvier, Regne animal, 1817. Urolophustorpedinus //. e¢ H., Plag. p. 173; Poey, Synopsis, p. 457. El Dr. Giinther agrega el U. Halleri de Cooper y el Uroirygon mundus de Gill, ambos del Pacifico, costas accidentales de la América central. ; El género Zrigonobalus es anterior 4 Urolophus; pero habia sido usado con anterioridad por Blainville para otros animales. Se encuentra tambien en Jamaica. 90. Gephalopteride. Cephaloptera Olfersii. — Wanta. —Num. 152. Cephaloptera Olfersii Miller, Abhandl. Ak. Wiss. Berl. 1834 (doc. Giinth.); Poey, Synopsis, p. 458. Giinther agrega con duda el Cephalopterus hypostomus Branc. Se encuentra tambien en el Brasil. Cephaloptera vampyrus. — Janta. — Num. 133. Cephalopterus vampyrus Mitchill, Ann. Lyc. N. H. New York, I, Dp. co, tap. 2, /£..) (doc. Gunther). Cephaloptera manta Brancoft, Zool. Journ. iv, p. 444 (d. G). — diabolus Valenciennes, in Cuvier, R. an. ill. t. 119. — Johnii Aiiller e¢ Henle, Plag. p. 660, tab. 50. Diabolichthys Elliotti Zolwes, Proc. Elliot. Soc. N. T. Charlest. 1856, p. 39 (doct. Giinther). Ceratoptera vampyrus Poey, Synopsis, p. 459. Se encuentra tambien en Jamaica y New York. 404 141 151 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (208 ) ADDENDA ET CORRIGENDA. 25 28 14 TOMO IV. Dice. Léase. Symbrachiani Sympodes Choribrachiani Choripodes Lamprididi Lampride Chromidi Chromidee Gobidi Gobiidi Blennidi Blenniidi Ostraciontidi Ostracionidi Raiaide... Raia Rajide... Raja Anadase despues: Chilodipterus affinis Poey, Ann. of. he Lyc. N. H. New York, 1x, p. 58. cauna canna Fornieri Fournieri Anadase despues: Corvina subequalis Poey, Ann. Lyc. N. H. of New York, 1x, p. 59. Por inadvertencia se compara en los Anales del Liceo de New York esta especie con el Diapterus Lefroyi, que debe compararse con el Hucinostomus productus. Por inadvertencia se ha puesto en los Anales del Liceo de New York en el articulo de la Corvina subequalis, la comparacion que se hace con el Diapterus Lefroyi, la cual corresponde 4 la especie presente. otros estos Probablemente no ha publicado Mitchill figura de esta especie. TOMO V. Naudopsis Nandopsis Eleotridi Eleotride Segun noticias ultimamente adquiridas, el Zophius ta- riegatus Raf. es especie distinta del Pterophryne levi- gatus Cuv. APUNTES SOBRE DOS ESPECIES NUEVAN DE LA FLORA CATALANA, DOONAN TON LOGCLPRLAN O.1C OSTA. (Sesion del 8 de Noviembre de 1876.) La extension que debera tener nuestra Ampliacion al catalogo de plantas de Cataluia empezado a publicar en estos ANALES (to- mos I y 111), mayor sin duda de lo que en un principio llegamos a figurarnos, hace inasequible uno de los principales fines 4 que debidé responder aquella publicacion, cual es dar & conocer sin demasiada lentitud los nuevos datos y descubrimientos que se han ido realizando desde 1864, merced principalmente al tra- bajo perseverante de algunos jévenes y beneméritos natura- listas catalanes, cuyos nombres se consignaron ya 6 se consig- naran oportunamente. En la necesidad, pues, de evitar que tales adelantos conti- nuaran en gran parte ignorados, mientras no alcanzaban cabida en los fragmentos de la Ampliacion que sucesivamente se publi- caran en los ANALES, resolvimos darlos de una vez por medio de un suplemento, de tamano é impresion apropiados para aiiadirse al libro de 1864. Con ser este trabajo un suplemento de catalogo, dicho se esta que no podia tener mayor desarrollo que su principal, por lo que debimos prescindir asimismo en él de la sinonimia y demas detalles referentes & especies 6 formas vegetales que no fueran verdaderamente criticas 6 nuevas, reservando para la A mplia- cion (que D. m. nos proponemos continuar), aquellas aclara- ciones y deslindes que las variantes de nuestras estirpes com- paradas con los tipos sancionados por la ciencia puedan exigir, si es que sabemos y podemos desentranarlos. 406 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) Impresos ya tres pliegos de dicho suplemento, y mientras se dispone la impresion de los restantes, nos ha parecido deber explicar el motivo de la interrupcion de la série de articulos que sobre la Flora Catalana habian empezado 4 insertar los ANALES, supliendo entre tanto ese vacio con la descripcion mas extensa y razonada de las especies nuevas que resulten del estudio y se hayan estampado en el Suplemento. Entre los géneros que aparecen en éste mas adicionados é ilustrados, descuella el género Rosa. En el Prodromus Flore Hispaniceé de los Sres. Willkomm y Lange, viene escrita la mo- nografia de este dificil! grupo por el distinguido botanico belga Sr. Crepin, a quien tuvimos el gusto de proporcionar, propios 6 por comision, casi todos los materiales pertenecientes 4 Cata- lufia, y no pocos de Aragon, Castilla, provincias vascas, etc., a que se refiere el Prodromus. Con arreglo al trabajo del Sr. Crepin, aparece en nuestro Suplemento el conjunto de especies y formas observadas hasta ahora en nuestra region, si bien un tanto ampliado en las citas y con algunas adiciones, entre las cuales la mas notable es la de la especie siguiente, que no figura en la obra alemana: Rosa Catalaunica Costa, Supl. Catal., p. 22. R. caulibus sepe crassis, aculeis mediocribus falcatis vel rec- tiusculis; foliolis quingue septem parvis glabris subtus eglan- dulosis viz ad costam nervosque glandulosis, ovatis vel ovato- subrotundis acutis sepe acuminatis rarius obtusiusculis dupli- cato-serratis, serraturis minoribus apice glandulosis, petiolis sepe pubescentibus vel glabris hispido-glandulosis et aculeolatis; stipulis sat longis superioribus dilatatis; floribus binato-quinis corymbosis vel solitariis; pedicellis floriferis brevibus glabris eglandulosis rarius glandulosis , bracteas latas margine ciliato- glandulosas vix equantibus vel vis brevioribus; receptaculo flo- rifero parvo elliptico non elongato eglanduloso glaberrimo; sepa- lis ad anthesin refractis, ints albo-tomentosis extus eglandu- losis vel parce glandulosis, exterioribus pinnatisectis longé cuspidato-lanceolatis , pinnulis margine viz ciliato-glandulosis; corolla sat magna candidissima; disco convexo démum conico; stylis villosis; fructibus ovato-globosis rubro-lucidis , non co- TOnatis. (3) Costa.— DOS ESPECIES NUEVAS DE LA FLORA CATALANA. 407 Stirps @ R. canina typica aliena aculeis minoribus neque incrassatis; floribus non solitariis; toro elliptico, haud ovato- subgloboso minimé spherico, umguam glanduloso-hispido; co- rolla maxima candida; fructibus subglobosis; foliolis recté duplicato-serratis. A R. innocua Rip., cui proxima censetur, caulibus firmiori- bus, corymbis plurifloris pedicellis longioribus, fructibus haud elongatis, foliolis ad nervos secundarios intérdum glandulosis, corolla numquam rosea... differt. A R. Pouzini Zrait. longius recedit caule crassiore, foliis stipulisque majoribus, floribus rarissimé solitariis, pediceilis eglandulosis bracteas non excedentibus; necnon magnitudine et colore corolle stylisque villasis , fructibus apice non contractis duplo majoribus , etc. frutez elegans in collibus Catalaunie littoralis , et centralis sepes gquandoque inextricabiles formans. Habitat precipue in collo Monjuich, versus Badalona et Mon- talegre, in promontorio Moncada, etc., et in ditione Prioraio. Datur etiam in regione submontana inde & Granollers usque ad Vich, Torellé et ulira.—Floret Aprili-Julio. Fruget Sep- tembri. Llamamos a esta especie ca/alaunica por parecerse & primera vista a otros tipos esparcidos por Kuropa y frecuentes en Hspaiia, singularmente al Canina , siendo asi que no se encuentra, segun nuestras noticias, en las regiones afines. Ademas de las Caninas, asemeja nuestra planta alas Montanas por sus hojuelas siem- pre biserradas; pero se aparta de ellas fundamentalmente por sus sépalos no ascendentes (cuanto ménos aproximados ni con- niventes); antes bien, enteramente revueltos y ademas caducos. Estos caractéres, unidos al de dientes de las hojas compuestos, colocan nuestra planta entre las del grupo Canine biserrate, del cuadro metddico de las Rosas europeas trazado por el nombrado Sr. Crepin (1). Ella, pues, aunque no pertenezca a la especie Linneana tal cual la concibié su autor, ni a la de otros botani- cos posteriores, inclusos los autores de la Flore de France, entra, si, en una de las séries del tipo Canina elevado & seccion por dicho monégrafo, quien hace valer el caracter de hojuelas (1) Primitiz Monographie Rosarum. Gand, 1869.—I. fase. 408 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) biserradas como base de agrupacion distinta, aunque embebida en la especie matriz, cuya descripcion estampada en la obra de los Sres. Willkomm y Lange (Prodromus Flore Hispanice, m1, p- 211), reasume todos los caractéres que aparecen diseminados entre diversas especies consideradas tales por varios autores, y ‘que el Sr. Crepin apellida secundarias. Hs verdad que de ese vasto ramillete de rosas que en numero de ciento y tantas cons- tituyen las séries de su cuadro, ha desprendido su autor la R. Pouzini é hispanica Boiss. et Reut., la R. Crepini Mieg., la R. coriifolia Fr., la R. alba, y no sé sialguna mas, devueltas @ su estado de especies independientes; pero 4 la #. canina de la Flora espafiola le asigna él mismo en el Prodromus hasta nueve variedades. De éstas, cuatro tienen los foliolos doblemente aser- rados, circunstancia que por si sola basta 4 la lore de France para deslindar un grupo numeroso, en el cual no figura por cierto la R. canina, & la que atribuye por el contrario hojas simplemente aserradas, 4 la manera de otros tratados. Pues bien: la Rosa catalaunica no pertenece 4 ninguna de esas nueve variedades. Se da un aire 4 la R. dumalis, que es la forma tal vez mas extendida en nuestra region, y si se quiere asaz variable, tal cual la comprende el Sr. Crepin, pero que se distingue de nuestra planta por el contorno no redondeado, sino oval eliptico de las hojuelas, aserraduras simples y armadas de un denticulo mas bien que compuestas. Es verdad que pueden darse ejemplares que ofrezcan dudas, y si se quiere, semejanzas acerca de este ultimo particular, mas no asi respecto de los demas caractéres relativos 4 la forma de los foliolos, del recep- taculo y del fruto, al numero y magnitud de las flores y al color de las corolas.que, tratandose del género Rosa, no deja de tener cierta importancia. | Por todas estas razones entendemos, pues, que la planta cata- lana merece ser propuesta como especie propia; y 4 decir verdad, el Sr. Crepin, 4 quien debemos interesantes observaciones acerca de las Rosas espafiolas consultadas ya, dice que esta forma (Rosa catalaunica Costa, num. 23), esta bastante bien caracterizada, aunque, consecuente con su aludida clasificacion , debera consi- derarla como formando parte de la série Biserrate de su seccion Canine. Me atrevo, no obstante, 4 suponer que no ha de califi- carla! de simple variedad de la 2. canina, y quizds le toque la suerte que & otras que fueron elevadas 4 mayor jerarquia. (5) Costa. —DOS ESPECIES NUEVAS DE LA FLORA CATALANA. — 409 Otra forma en extremo curiosa crece en la comarca de Torelld, de la que no hemos visto ejemplares en flor, ni tampoco con frutos bien maduros; pero que 4 primera vista se recomienda por sus tallos delgados y tortuosos, armados de aguijones pe- quenos y casi enteramente rectos y adelgazados, foliolos peque- hos pubescentes en los nervios, siéndolo mas aun los peciolos, frutos (en su estado de imperfecta madurez) subglobulosos des- nudos y sépalos persistentes. Aunque viniendo mezclada con formas de la R. catalaunica, me parecid en un principio, a falta de suficiente examen, que pertenecia a la misma; luégo mejor vista notéla en mi herbario con el nombre de Rosa reclispina. El Sr. Crepin opina que, 6 pertenece 4 la série de sus Pudescen- tes, 6 se acerca a ciertas formas de la R. tomentella Lem., 6 de la var. pubescens de la R. Pouzini. Segun se ve, vale la pena de estudiar mejor semejante estirpe, en cuanto dispongamos de ejemplares en flor y en fruto qne trataremos de procurarnos. Otra de las familias que aparecen mas adicionadas en nuestro Suplemento, ademas de las Leguminosas, Compuestas, etc. (en lo que va publicado), es la de las Umbeliferas, cuya série com- prende la especie siguiente: Reutera albiflora Costa, Supl. Catal., p. 30; R. gracilis var. catalaunica Costa, Catal., p. 103. q R. caule erecto quinque decempedali vel ultra, tereti léviter striato toto glabro basi simplici ad medium alternatim ramoso, superné ramosissimo, ramis patulo-erectis superioribus gractli- bus; foliis radicalibus florendi tempore virentibus demum emar- cidis, longissimé petiolatis pinnatisectis , caulinis mediis pin- natisectis , segmentis petiolatis plerumque trilobis, alvis cordatis ceteris cuneato-ovatis elongatis inciso-dentatis vel grossé dentato- cuspidatis, superioribus sensim minoribus, denique lineari-tri- sectis, umquam ad vaginan aphyllam reductis, omnibus utringue glabris. Umbelle longé petiolate tri, quinque rarits sex-radiate radiis pedicellisque fructi duplo quintuplo longioribus inequa- libus; involucro involucellisque di, tri rarissimée pentaphyllis; 410 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) floribus minutis, petalis albis equalibus emarginato-bifidis haud radiantibus ; stylopodio conico basi discoideo, pulvinato; styli reflext, eo brevioribus. Fructus subgloboso-cordati a latere com— pressi rubro-virides; mericarpia intus constricta jugis quinque prominulis (marginalibus minus relevatis) percursa; vallecule semel vel bivittate; commissura utrinqgue bivittata, vittis lon- gis; carpophoro feré usque ad basin diviso, mericarpia inter digitos expressa grate odora. Herba elatior, ramosissima, sordidé virens, superné obscwré rubra, in solo saltem subhumido crescens. Habitat in montosis regionis inferioris et media, ut videtur, rara. Secus torrentem Riera de San Bartomeu dictum, inter Vall- vidrera et Valldoreix , Costa, Pujol!, R. Bolds! e¢ czrca San Joan las-Fonts, Vayreda! hucusqué observata. Hé aqui una especie que, juzgando por el habito y caractéres visibles de la primera planta que tuvimos ocasion de examinar, debid parecernos una variedad notable de la Reutera gracilis Boiss.; mas ahora que, gracias a las repetidas visitas que los Sres. Pujol y Bolés han verificado a la citada localidad, hemos podido estudiar mejor los caractéres de la flor y del fruto que entonces no existian , debemos considerarla enteramente distinta de aquella estirpe, confirmandonos en la sospecha expresada ya en el lugar citado del Catdlogo de 1864, de que es una especie nueva. Pero aun hay mas: esta planta viene 4 alterar radical- mente los fundamentos del género creado por el sabio botanico Sr. Boissier si, como creemos, pertenece a este grupo. En primer lugar, no puede decirse que corresponda al género Pimpinella, porque tiene los pétalos iguales, no radiantes y lampifios, porque sus estilos son sumamente cortos y recios; estilopodio nunca esférico, sino en cono de base mas 6 ménos ancha; umbelas pauciradiadas y desiguales, provistas ademas de invdlucro é involucrillos; fruto, mas bien que aovado, re- dondo acorazonado , canales resiniferos pocos 6 solitarios, etc. Se aparta, es verdad, del género Aeutera, tal como lo esta- bleciéd su autor, en carecer del caracter fundamental pétalos amarillos y enteros; de manera, que si en el Orden de la natu- raleza fueran estos realmente los rasgos distintivos de este grupo natural, la estirpe catalana no tendria parentesco con la grana- dina, y debiéramos pensar que se trata de un género hasta ahora desconocido. Mas viendo por una parte que el porte de nuestra (7) Costa.—DOS ESPECIES NUEVAS DE LA FLORA CATALANA,. 11 planta la asemeja mucho 4 las Reuteras, y que los caractéres del fruto no la separan; considerando, ademas, que la R. pude- vula Loscos Pard., ya no ofrece fiores decididamente amarillas, y que la integridad de los pétalos con apice incurvo se da & veces la mano con la escotadura remellada de los mismos, cabe en lo posible que el diagndéstico del género concebido por el Sr. Boissier deba extenderse & mayor numero de caractéres, siquiera los haya entre ellos que no tengan una importancia de primer érden. En cuanto al color de los pétalos, sabido es que el género Pimpinelia, tal como lo, admiten los botanicos desde Linneo, su fundador, varia entre el blanco, el rosado y el amarillo; por lo que es dudoso que tenga valor taxonomico para constituir espe- cie; y, Si a juicio de los hombres de la ciencia 4 quienes some- temos nuestras modestas refiexiones resultara la especie de que se trata ser realmente una Reutera, entdnces ni aun para carac- ter de seccion serviria la coloracion de la corola. En tal caso los caractéres mas constantes y relativamente mas importantes, consistirian en la igualdad reciproca de los pétalos y su falta de radiacion, lo mismo que su desnudez; luego la cortedad notable de los estilos (en nuestra planta no exceden la mitad de la altura del estilopodio); ademas la presencia frecuente de invdélucro é involucrillos, siquiera se hallen reducidos 4 la menor expresion (en la especie catalana constantes y formadas de varias piezas); la forma del diaquenio mas ensanchada al través; comisura bivitada de cada lado, etc. Si los naturalistas mondgrafos de la familia de las Umbeladas no admitieran esta modificacion del género Reutera, seria por- que dudaran de que la planta descubierta en nuestra flora per- tenezca a este grupo; y en tal caso, como no creemos racional ampliar el Pzmpined/a hasta absorber tantos matices y discor- dancias, fuerza seria crear un nuevo género afine del Reutera y del Petroselinum, 6 mejor del Ridolfia, con el cual se enlaza tambien nuestra planta mediante la escotadura de los pétalos, la cortedad de los estilos, vesiculas resiniferas de los vallecitos casi solitarias, dobles en cada superficie comisural y en la pre- sencia constante de invélucro é involucrillos. Es verdad que difiere, aparte del habito asaz lejano, por el tamaiio mayor y forma mas convexa del fruto hacia el dorso de los mericarpios y complanado en el sentido contrario, estilopodio no deprimido, 412 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) sino elevado encono, costillas mucho mas finas y vallecitos mas ensanchados, involucrillos no mas poblados que el invdlucro, y por fin, flores nunca amarillas; de manera que tampoco se trata de una Ridolfia. Al definir nuestra planta como una nueva especie de Reutera, hemos prescindido de apuntar las diferencias que la separan de las R. procumbens y puberula de la flora espafiola, pues harto evidentes aparecen de la minuciosa descripcion que antecede. Dela R&. gracilis, 4 la cual se aproxima mas, aparte de los ca- ractéres de la flor 6 invélucros ya mentados, la separan la pre- sencia de hojas hasta las ultimas ramificaciones, los segmentos de éstas lampifos, puntiagudos y arrejonados, umbelas larga- mente pedunculadas, estilos todavia mas cortos, costillas del fruto mas prominentes; época de floracion que se adelanta de un mes, en razon 4 crecer a un nivel inferior (entre 200 y 600 metros), siendo asi que la R. gracilis de Sierra Nevada habita en la region subalpina, y la procumbens en la alpina de la misma cordillera (1). Damos fin 4 estos apuntes, esperando que los inteligentes los juzgaran sin severidad, como debidos que son a una persona que ha dejado de pertenecer hace tiempo a la milicia activa de la ciencia. é (1) Los observadores citados han recogido el nimero de ejemplares que la no abun- dancia de piés ha permitido, y seguirdn recogiendo mas para distribuir esta curiosa especie entre varios corresponsales. ENUMERACION DE LOS VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA, POR DON SALVADOR GALDERON. (Sesion del 2 de Agosto de 1876.) INTRODUCCION. La importancia atribuida en el extranjero al estudio de la Pa- leontologia de los vertebrados, y el precioso recurso que en la caracteristica de los terrenos proporcionan — superior acaso al de los otros vestigios animales — son razones para prestarle una atencion mas preferente que la que hasta aqui en nuestra patria ha merecido. No habran dejado, sin duda, de tener parte en esta desatencion la dificultad de la determinacion de estos restos y la de consultar las obras que para aquel objeto se han publicado. A poco que se piense en que las formas animales extinguidas tienen, como las actuales, su geografia zoologica — mas carac- terizada & medida que la diferenciacion de la vida del astro se fué pronunciando de un modo mas distinto —se comprende que es ya una necesidad, 4 la par que un deber nuestro, proporcio- nar reunidos los materiales que — dispersos en muy varios tra- bajos y publicaciones de distinta indole— puedan contribuir al esclarecimiento de estas cuestiones en el conjunto de las inda- gaciones europeas. No es dudoso, por otra parte, que los restos que de los séres superiores descubre el cientifico en el seno de los estratos 6 en el fondo de las cavernas, son fuente inagotable de datos para la induccion de las vicisitudes por que ha pasado una comarca, y en primer término por tanto para la historia de su climatologia; la retirada del reno y de algunos otros anima- 414 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2) les con él hacia las regiones polares, no puede reconocer por causa sino un cambio de clima. Hs consideracion de no ménos importancia la de que la Pa- leontologia de Espafia ofrece un interés peculiar por varios mo- tivos, entre los que resalta el de las relaciones geograficas que, en época relativamente reciente, mantenia con el continente africano—lo que explica el hallazgo de la Hyena brunnea, es- pecie que actualmente vive en él, el leopardo, el serval, el lince y el ciervo de Berberia en una caverna de Gibraltar, asi como una de caballo encontrada en San Isidro, igual, en sentir del profesor Bayle, 4 otra que conocia de Argelia que no tiene atin nombre especifico. Probablemente han contribuido igual- mente, para la especialidad & que hacemos referencia, las difi- cultades que desde tiempos muy antiguos ha debido oponer la orografia de nuestro suelo a las emigraciones de los cuadrupe- dos, que en gran parte de Europa explican el hallazgo de los res- tos de ciertas especies en extensiones considerables. Sirva de ejemplo de la importancia de estos estudios en la Peninsula el descubrimiento de restos de Sivatherium en su centro y de Hyenarcios en Alcoy, cuando se creia que tales mamiferos no pertenecian 4 la fauna terciaria de Europa. Con igual propdsito notaremos que ha proporcionado ya nuestra patria bastantes es- pecies — en atencion al numero de las citadas — que, con ma- yor 6 menor fundamento, se han descrito como nuevas; tales son: el Rhinoceros Matritensis, de M. Lartet; el Paleotheriwm Hzquerreé, de Herman de Mayer— aunque ésta no ha sido ge- neralmente adoptada;—el Bos Concudensis, el Chiropotamus Matritensis y el Cervus Matritensis, del Sr. Ezquerra; un Cro- codilus , especie nueva en concepto de M. Sharpe; un Zestudo, nuevo segun el Sr. Orueta, y la Clupea Gervaisi, la Seriola Beaumonti y el Ramphognatus Verneuilli del Sr. Botella. El problema de la desaparicion de especies — compafieras muchas de ellas del hombre durante la época de su prehistoria, que Lubbok llama paleolitica, caracterizada precisamente por haber vivido con séres ya extinguidos—reclama tambien, hoy mas que nunca, el concurso de los obreros de la ciencia espa- fola. No es de poca importancia hacer constar, para el esclare- cimiento de tal cuestion, que de las siete principales especies de dicha época, desaparecidas de Europa, se ha mencionado el ha- llazgo en nuestro suelo de cuatro: Ursus speleus, Hyena spe- (3) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 415 lea, Hlephas primigenius y Rhinoceros tichorhinus. Por lo que toca 4 estas dos ultimas, la indicacion es de un gran interés para el apoyo de ciertas conclusiones generales, y por ello in- sistimos en que ha sido descubierto el mammouth en toda Ks- pafia, desde las cavernas situadas en las vertientes del Pirineo, en el centro, en Madrid, y por el M. cerca de la costa del Mediterraneo, mas abajo por tanto del paralelo de Roma, donde se pone habitualmente el limite actual del hallazgo de huesos del elefante en cuestion, por el desconocimiento corriente de nuestra literatura cientifica; otro tanto decimos del rinoceronte antes mencionado, del que han aparecido huesos con toda se- guridad en dos localidades del N. de la Peninsula. Tambien te- nemos datos para saber que se ha conservado en ella hasta época muy reciente el uro (Bos primigenius) —cuyos restos han sido hallados en su centro, al N. y al S. —y en testimonio de su du- racion hasta el tiempo de los romanos por lo ménos, tuvimos ocasion de citar en nuestra Resena geoldgica de la provincia de Guadalajara el nombre de Mons-uri, que lleva un cerrito si- tuado en el término de Alocen, 4 la margen del Tajo. Pero la importancia del estudio de los vertebrados fdsiles no se reduce solo al interés geoldgico y paleontologico, sino que trasciende, como es facil pensar, a la génesis y cientifica inda- gacion de la actual geografia zooldgica del tipo. En cualquier sentido que se resuelva la teoriade los centros especificos en que las organizaciones individuales hubieran 6 no precisado su punto de partida, sera siempre cuestion de estudio hallar en toda loca- lidad los predecesores de su fauna actual; para servirnos de la . comparacion de Lyell, la conexion entre la distribucion de las formas presentes y las fésiles, particularmente en los mamife- ros, es la misma que la que tienen en cada pais los dialectos, que han derivado de una primitiva lengua que en él se hablaba. No es licito hoy desconocer que un crecido numero de animales terrestres que pueblan nuestros continentes existen en ellos desde el comienzo del terreno cuaternario, apareciendo en tran- sicion casi insensible desde la fauna de éste al actual, hasta el extremo de que seria punto ménos que imposible caracterizar pa- leontologicamente uno y otro periodo. Semejante consideracion no ha escapado 4 la sagacidad del gran Owen, que la explana ampliamente en su obra sobre los mamiferos y aves inglesas (British Mammals and Birds). Bajo tal concepto, nada tan ade- 416 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) cuado y que reclame detenida investigacion como los ricos osa- rios de Castilla la Vieja, abundantes por extremo en especies - actuales, 6 acaso progenitoras proximas de las actuales, en tan crecida cantidad de individuos, que pasaran hoy de ochenta mil las arrobas de huesos que — fdsiles unos, recientes otros — han sido extraidos de ellos con miras mercantiles. Con aquéllos se han encontrado tambien restos arqueoldgicos que corresponden & muy diversos tiempos de la civilizacion, desde cuchillos de pedernal hasta objetos de la Edad-media. Este gran deposito ocupa una extension de unas cuarenta leguas cuadradas en el encuentro de las provincias de Palencia, Leon y Valladolid, y ofrece surcos y accidentes orograficos que favorecen una explo- racion, de cuya importancia no podra dudar la persona ménos versada en este género de estudios. Los descubrimientos paleontolégicos referentes a los verte- brados de Espafia no contradicen, como podia desde luégo pen- sarse, el principio del proceso del perfeccionamiento organico continuo que han sentado como general eminentes naturalistas; notan éstos que comenzando a aparecer los peces y luégo los ba- tracios y labirintodontes, siguen los reptiles y las aves hasta la llegada de los mamiferos marsupiales y ordinarios. En cuanto 4 los mamiferos , Owen —4 quien no cabe tachar de progresio- nista sistematico — halla una perfecta correspondencia entre el grado de superioridad de las cuatro clases en que los distribuye y el érden cronolégico de su aparicion, y bueno es hagamos constar que ninguna noticia de las consignadas en el catalogo que motiva estas consideraciones es contraria a las inducciones de tan eminente paleontdlogo. Para dar cuenta sumaria del resultado que las exploraciones patrias han proporcionado hasta aqui en punto a los vertebrados fosiles, debemos indicarlas en globo en su relacion con los ter- renos en que yacen, ya que la enumeracion ha de subordinarse al punto de vista paleontoldgico. Es sensible que la fauna de estos animales no aparezca representada, en lo que hasta ahora conocemos, hasta el carbonifero; no se han hallado peces en el silirico ni en el devonico, tan rico en ellos en diversas localida- des. Pero del carbonifero de Leon, en la Cuesta de la Torre 4 Brafuelas, trajo el profesor de Santiago, D. Augusto G. Lina- res, pizarras con impresiones de caparazones, aletas y colas de peces heterocercos, de que poseemos ejemplares ; 4 éstas acom- (5) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 417 paiaban otras huellas de plantas caracteristicas de aquel terreno que han sido determinadas por el Sr. Areitio; entre ellas la An- nularia longifolia Brongn., el Pecopleris penneformis Brongn. y la Stigmaria minuta Lesq. Esta es la inica indicacion que se hace de restos del primer tipo en el terreno carbonifero patrio, y la relativa a tiempos mas alejados de nosotros. EH] terreno triasico —~ que es casi infecundo en nuestro pais en toda clase de restos fésiles — y el pérmico— que es dudoso se haya depositado en é1— no han enriquecido la lista de nuestras noticias en el asunto que nos ocupa con un solo resto. Del jura- sico es tambien muy corto el numero de indicaciones hechas, y de aqui que los datos que en totalidad tenemos relativos 4 la mas interesante parte del periodo secundario, sean excesivamente carentes todavia. Conviene notar que, en general, el conoci- miento de los depdsitos lacustres perteneciente 4 las primeras épocas del periodo en cuestion , es extremadamente defectuoso en todas las regiones del globo exploradas. Igual insuficiencia lamentamos en lo que se refiere 4 nuestra fauna ictioldgica del cretaceo— no obstante haber sido buscados los objetos que 4 ella se refieren en la época en que Agassiz preparaba su gran obra sobre peces fosiles —y, relativamente, la herpetoldgica se ha mostrado mas rica. Los terrenos terciarios —suficientemente caracterizados por sus mamiferos, merced a la autonomia de las formas genéricas y especificas con que se muestran — estan bastante bien repre- sentados en el mioceno espanol, principalmente por sus paqui- dermos, rumiantes y proboscideos, en tanto que de los otros terrenos de esta série tenemos que lamentar una excesiva defi- ciencia de datos. Tampoco se han descubierto en ella objetos que — como los silex tallados recogidos por el abate Burgeois— hagan sospechar en nuestro suelo la existencia del hombre ter- ciario. La exploracion de las cavernas ha empezado entre nosotros modernamente; puede decirse que el inolvidable D. Casiano de Prado did la voz de alerta sobre este particular en su Memoria geoldgica de la provincia de Madrid, lamando la atencion hacia aquéllas en un apéndice consagrado 4 enumerar todas las de Espana de que tenia noticia. Relativamente al tiempo en que ha comenzado esta tarea y al numero de investigaciones llevadas 4 cabo, cabe esperar mucho de semejante estudio en la Peninsula, ANALES DE HIST. NAT.— V. 27 418 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6) y puede ya afirmarse que entre las conocidas las hay que se re- montan a épocas bastante diversas del periodo cuaternario. Re- cientemente ha sido descubierta la de Aitzquirri, en la provin- cia de Guiptizcoa, que desde luégo proporciono hasta ocho cra- neos del Ursus spel@us, y mas tarde otros muchos restos de la misma especie — que forman parte de las colecciones del Ateneo propagador de las ciencias naturales y del Museo de Historia Natural de Madrid —asi como otros de Hyena spel@a, descu- biertos por los Sres. Larrinua y Mazarredo; explorado con ma- yor detenimiento el Boqgueron de Ailzquirri, sera sin duda fe- cundo en otros buenos hallazgos. De todos modos, sabemos ya que los principales rasgos caracteristicos de la singular fauna cuaternaria del M. de Europa se muestran bien representados en nuestro suelo por la presencia de restos del oso y hiena de las cavernas, del uro, del caballo y de grandes antilopes, y no dudamos apareceran especies que con sorpresa echamos aun de ménos como habitantes de la Peninsula en aquellas épocas. En este ultimo caso se halla el reno (Cervus tarandus), tan fre- cuente en las cavernas de Europa, y que hasta ahora no se ha encontrado en ninguna al M. de los Pirineos, lo cual no puede ménos de llamar la atencion habiendo sido descubiertos otros animales que se han considerado como sus compaferos insepa- rables. Pero saltara 4 la vista de quien examine el catalogo que vaa continuacion, y confirmaraé nuestra confianza en esperar ha- llazgos como el indicado, la desproporcion que ofrecen en cuanto a la cantidad de restos citados las regiones patrias que han sido objeto de indagaciones mas detenidas, con respecto 4 las ménos exploradas; conviene tambien notar que por el caracter de esta tarea no podemos garantizar el haber incurrido en omisiones involuntarias , que podran ser notadas mejor mediante la me- téddica disposicion en que apareceran las referencias y la indica- cion bibliografica que acompana a cada una, precisamentes para facilitar la comprobacion y la adicion de las noticias que puedan habérsenos pasado desapercibidas 6 que afiadan trabajos poste- riores. Ademas, la Comision del Mapa geoldgico de Espafia po- see otros ejemplares, de que dara cuenta en el Boletin con que enriquece nuestra literatura cientifica, y esperamos tambien de ella un trabajo de la mayor importancia para sentar las bases del estudio que nos preocupa, cual es el de un espurgo y com- (7) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 419 probacion de las determinaciones hasta ahora hechas, con fre- cuencia sin todos los elementos que exige tan dificil obra. Algunos descubrimientos osteoldgicos — como el trozo de hu- mero encontrado por el Sr. Vilanova en San Isidro, los hallaz- gos de la Cueva ciega de Atapuerca, de los que hay un trozo de craneo en el Museo de Historia Natural; el craneo procedente de una caverna de Gibraltar, que estaba asociado al Rhinoceros leptorhinus, y otros que seran enumerados —nos autorizan para afirmar la existencia del hombre en Espafia durante el pe- riodo cuaternario, 4 mas de los muchos relativos a su industria que han sido objeto de comunicaciones en distintas publicacio- nes y revistas, y que, precisamente por ello, no hemos creido oportuno reproducir en un trabajo tan sumario como este; pero referimos & quien desee enterarse de estas cuestiones princi- palmente , 4 los trabajos del Sr. Vilanova. Nos limitamos sdélo & mencionar las grutas de la Sierra Cebollera, exploradas por los senores Lartet y Zubia, que asi como otras situadas en Anda- lucia, han mostrado diferentes pisos separados por capas de ca- liza incrustante, en cada uno de los cuales se encerraban restos de diferente época de laindustria humana, debiendo remontarse los inferiores 4 muy remotos tiempos. Se han ofrecido tambien algunos materiales para el esclareci- miento de la cuestion palpitante, que atafe 4 los primeros ani- males domésticos en Europa durante las edades de piedra, como la asociacion de restos de perro a los de caballo y ciervo en la estacion de Argecilla, en la provincia de Guadalajara. En gene- ral, los ciervos cuaternarios hallados en nuestra patria corres- ponden 4 especies de extremada corpulencia. Tambien se en- cuentra con ellos el uro, que parece era capturado por el hom- bre de aquella época, ya que no domesticado, aunque esto tambien se ha supuesto. El resultado obtenido en el estudio de los vertebrados fosiles de Espana acusa un total de unos sesenta géneros y mas de ochenta especies —si se incluyen las no determinadas, de las que solo se indica por tanto el género — de que dara cuenta en forma sencilla el adjunto cuadro: 420 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8) : CUATER- CaRBON!- TERCIA- || NARIO Y FERO. ||SURASICO.||CRETACEO!! “p19. ||MopERNO. ee te ee ert et te 0 ee Gé- |Espe-|| Gé- |Espe-|| Gé- |Espe-|} Gé- |Espe-|| Gé- | Espe- neros. | cies. || neros. | cies. |] neros. | cies. ||meros. | cies.||neros. | cies. Bimanos. ...... » » » » » » » » 1 1 Cuadrumanos.. | » » » » » » » » 1?| 1? Carniceros..... » » » » » » 2 2 5 6 Mamiferos.. ¢ Roedores....... » » » » » » » » 1 2 Paquidermos... | » » » » » Syeda Wy aber li 53 4 Rumiantes..... » » » » » » 6 10 |] 5 7 Cetaceos....... | » » » » » » 1 1 » » AVOS ostecicrssselorerersitictetes bodaa5C » » > » » » » » 1 1 : Quelonios...... » » > » » » 2 2 » » Beare { Saurioss........ || » » 2 2 3 4 » » » » Batraciogsieeencsclicem siete seire Si 3 » » » » » 1 1 » » PECOSS i oirontela-c elalacrvortere te ioets iets 1 dL 2 2 3 4 || 13 14 » » 1 1 4 4 6 Sali Sd: ol ATA eee Para exponer el catalogo metddico, sdlo nos resta hacer dos salvedades 4 guisa de advertencia: una, que para evitar su com- plicacion hemos suprimido las sinonimias, aun a trueque de caer en repeticiones de que, sin embargo, hemos procurado huir; otra, que no garantizamos noticia alguna cuya bibliogra- fia lleva la indicacion de su autor, Unico responsable. (9) * Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 421 CATALOGS DE LOS VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. CLASE I. MAMIFEROS. No aparece representada en nuestro pais mas que la sub-clase de los monodelfos, que en lo esencial se hallaban distribuidos como hoy; siendo de los herbivoros de los que se encuentra mas crecido numero de individuos, sefialadamente en los depdsitos fosiliferos de importancia, como el de Castilla la Vieja mencio- nado. La mayor riqueza de la fauna mastolégica de la serunda etapa de la época terciaria y de la diluviana con relacion 4 las anteriores, da por resultado que predominen en nuestro suelo los géneros vivos sobre los extinguidos. OrpEN Bimanos. Homo sapiens L. Se han hallado restos humanos antehisté- ricos en los puntos siguientes: Concud (en Teruel) segun Feijéo (Teatro critico, t. vu, p. 29); Bowles (Introd. a la Hist. nat. y a la Geogr. fis. de Espana); Torrubia (Aparato para la Hist. nat. de Espaia); Asso (Intro- ductio in oryctogr. et zoolog. Aragonia); Cuvier (Recherch. sur les ossem. foss., t. Iv). —Maestre (Descrip. geogn. y min. del distrito de Aragon y Cataluia; An. de Min., t. 111) hace notar que no ha podido confirmar estas indicaciones. Término de Onis ( Asturias), en una mina se descubrieron tres craneos, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid); uno de ellos se conserva en la Escuela de Minas, y parece tiene mucha mayor importancia antropologica de la que 422 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10) se supuso al principio, debida sobre todo 4 un notable braqui- cefalismo, segun Vilanova (Lo prehist. en Hspana; Anales de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11). Gibraltar, en una caverna con restos de Rhinoceros leptorhi- nus; un craneo, segun Lyell (L’antiquité de L’ Homme ). Término de Totana, en Murcia; dos craneos en una urna fu- neraria de la Edad del bronce, y frontales de nino, asi como dientes y muelas con corona plana, segun Inchaurrandieta (#s- tudios prehist.; Bol.-Rev. de la Univ. de Madrid, t. 1). Término de Atapuerca, cerca de Burgos; varios cadaveres de la Edad de piedra, segun Perez Arcas (Hlementos de Zoologia). San Isidro, en Madrid; ‘un pedazo de humero, segun Vila- nova (Lo prehist. en Hspana; Anales de la Soc. espan. de Hist. Nat.; t. 11). Cueva de las Xarcas, en Cabra, segun Vilanova (Jd. ). Caverna de Avellanera, en el término de Catadau, segun Vi- lanova (Jd. ). Cueva de Roca, cerca de Orihuela, segun Vilanova (Jd. /. Délmen de la Olleria, en Valencia, segun Vilanova (Jd.). Cueva de la mujer, en Alhama de Granada; un craneo, un frontal, un maxilar inferior, tres fémures y una tibia, regala- dos por Mac-Pherson al Museo de Historia Natural de Madrid. Cueva de los Murciélagos, en Albufiol, en Granada, segun Géngora (Antig. prehist. de Andalucia ). Montefrio, en Granada, segun Géongora (Jd.). Cueva de los Letreros, en Almeria; ofrecid varios craneos prognatos, de los cuales uno tiene analogia con el célebre de Borreby , de Dinamarca, segun Gdngora (Jd.). Caverna de Muriel, en Guadalajara; un maxilar superior, se- gun Castel (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11.—Actas ). Alhama de Aragon; una mandibula inferior humana, muy prognata, perteneciente a las colecciones del Ateneo propaga- dor, fésil, segun Calderon (Jd.). OrDEN Guadrumanos. Son muy pocas las indicaciones hechas en Europa relativas a monos fdsiles, y referentes sdlo & yacimientos determinados; y (11) Calderon: — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 423 por lo que toca & nuestro pais, puede decirse que carecemos de ellas; no obstante, Imrie, hacia el fin del siglo pasado, en su descripcion del Pefion de Gibraltar, habla de haberse encontrado en él dos craneos pertenecientes 4 animales de este érden. Es muy poco probable fueran fésiles, y es mas prudente referirlos al Inuus silvanus L., que actualmente vive alli. OrvEN Queirdépteros. De este érden tampoco existen indicaciones patrias, lo cual no es de extranar, dada la poca antigiiedad de los séres en él comprendidos y la dificultad de la conservacion de sus restos. OrpEN Garniceros. Ursus L. Un canino en la Pena de Muda ( Palencia), segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid); restos en una ca- verna de Gibraltar, segun Falconer y Busk (Quart. Journ., tomo Xx!). U. speleus Blum. Inmediaciones de Cabra, segun Vilanova (Lo prehist. en Espaia; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., tomo 11); caverna de Aitzquirri, en Guiptizcoa, segun Vilanova (Id.), y Larrintia (Resitmen de los trad. en que se ha ocupado el Aten. prop. de las Cienc. nat., 1872, y An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. u.— Actas). Hyeenarctos Cautl. et Falc. Género mioceno, indicado por vez primera de Espana, en Al- coy, por Paul Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, 2" ser., tom. x). 424 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12) Meles L. M. taxus Pallas. Gibraltar, en la caverna mencionada, se- gun Falconer y Busk (Quart. Journ., t. XXI). Canis L. Una pequefia especie en Argecilla (Guadalajara), segun Vi- lanova (Lo prehist. en Lspana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11); otra en los depdsitos huesosos de Castilla la Vieja, segun Gil Maestre (Bol. de la Com. det Mapa geol., t. 11). Hyezena Storr. Entre los huesos de Concud, segun Maestre (Descrip. geogn. y min. del dist. de Arag. y Catal.; An. de min., t. 11), aunque se ha dudado de la exactitud en la determinacion de estos res- tos; coprolitos en la caverna de Congostrina, en Guadalajara, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid) ; mola- res en la de Aitzquirri, en Guiptizcoa, segun Larrinia (Resum. de los trad. en que se ha ocup. el Aten. prop. de las Cienc. nat., 1872, y An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. u.— Actas). H. spelea Goldf. Caverna de Pedraza, en Segovia, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid ). H. brunnea Humb. Caverna de Gibraltar, segun Busk y Falconer (Quart. Jowrn., t. Xx). Hyeenictis Gaudry. H. greca Gaudry. Concud (?), segun Vilanova (Husayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel). (13) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 425 Felis L. F. leopardus L. Caverna Genista de Gibraltar, segun Busk y Falconer (Quart Journ., t. XX1). F. lynx L. Caverna Genista de Gibraltar, segun Busk y Fal- coner (Jd.). Machairodus Kaup. Puente de Toledo (?), en Madrid, segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid ). OrpEN Roedores. Restos indeterminables, en la caverna de Parpalld, en el tér- mino de Gandia (Valencia), segun Vilanova (Lo prehist. en Hs- pana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1); en los depo- sitos huesosos de Castilla la Vieja, segun Gil Maestre (Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 11), y el terciario de los Tejares de Mala- ga, segun Orueta (Actas de la Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). Lepus L. Numerosos restos de este género en la caverna de Avellanera, en el término de Gandia, segun Vilanova (Lo prehist. en Hspa- na; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11); dos especies en las cavernas de Gibraltar, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid). Orpen Paquidermos. Elephas L. En todos tiempos se han hallado en las naciones de la Europa meridional osamentas de elefante y mastodonte, que han dado 426 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14) lugar en épocas antiguas 4 absurdas preocupaciones sobre gi- gantes; pero Espaiia es el pais modelo en este punto, pues desde las indicaciones del P. Feijoo, que escribiéd ya la Gigantologia espanola en su célebre Teatro critico, no han cesado analogas noticias, hasta encaminadas 4 fines piadosos, como el preten- dido diente de San Cristébal, de que habla Luis Vives (Civ. div. August., lib. xv, cap. 1x), en la iglesia de este nombre en Va- lencia — donde creo que atin se conserva — que, segun las pa- labras del escritor, tiene el grosor de una pulgada. En general, conviene mirar con circunspeccion las indicaciones vagas rela- tivas al hallazgo de restos de elefante en nuestra patria, cuyo espurgo fué ya iniciado por Cuvier, que dice: «Una noticia mas segura es la de que hay en el Gabinete de Historia Natural de Madrid el colmillo y huesos de elefante encontrados en el firme del puente de Manzanares. M. Proust me lo ha manifestado asi en una carta dirigida & Lamétherie, inserta en el Journal de Physique, de Marzo de 1806. M. Duméril ha visto en el mismo Gabinete muchos fragmentos de defensa de dos piés de largo, porciones de fémures y de otros huesos hallados cerca del puente de Toledo. Pero Espafia es uno de los paises en que los cartagi- neses han debido conducir muchos elefantes...» (Cuvier, Recher. sur les oss. foss., t. 1). Las indicaciones patrias hechas de huesos de estos grandes animales, desde que se inicié el estudio de la Paleontologia, parten, despues de las mencionadas por Cuvier, de Buckland, quien cita defensas de Tarifa, en la provincia de Cadiz (Reliquie diluviane, Londres, 1825); se hallan tambien en el litoral de la provincia de Almeria, segun Ezquerra (su traduccion de los ELlementos de geol., por Lyell); en Gibraltar y Santander, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid), cuya se- gunda indicacion ha sido comprobada por Olavarria (Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 1), que cita el descubrimiento de una mandibula, fosilizada por la zinconisa, en la Mina cartesiana; & una legua de Valladolid aparecieron tambien restos, segun Pastor (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1.— Actas ). E. Armeniacus Falc. En Monasterio ( Burgos) y Almodévar del Rio (Cérdoba), segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid), y Vilanova (Lo prehist. en Espana; An. de la Soc. espan. de Hist, Nat., t. 11); en las minas de Udias (Santan- (15) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 427 der), segun Maestre (Mem. sobre los terrenos zinciniferos de la prov. de Santander) (1). E. primigenius Blum. En Espafia, segun Cuvier (Disc. sur les revolutions de la surf. du globe); en Madrid, Vicdalvaro y Cuevas de Vera (Almeria), segun Ezquerra (Hnsayo de una descrip. geol. de la estruct. del terreno en la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t.1, parte 3.*) (2); en la caverna de San Bartolomé de Udias (Santander), segun Sullivan y O’Reilly (Notes on the geol. and min. of the Spain provin. of Sant. and Madrid ). Mastodon Cuv. Sus restos han aparecido diferentes veces en los alrededores de Madrid mezclados con los de elefante, pero ha reinado aleuna divergencia en cuanto 4 su clasificacion; sin embargo, Blainvi- lle, en su Osteografia, ha copiado un diente procedente de esta localidad. Otra de las primeras indicaciones precisas es la de D. Ignacio Gomez de Salazar (Rev. min., t. 1), que cita este gé- nero de la orilla del Hsla, en Leon, cuyo dato debié motivar el articulo que, con el epigrafe Sobre restos fosiles de grandes pa- _ quidermos en Castilla, aparecié mas tarde (Rev. min., t. 1). Se hallan mastodontes en Espafia, tambien en opinion de Herman de Meyer y Kaup (Neues Jahrb., 1844), y huesos y molares tuberculosos de igual género en Concud, segun Maestre ( Des- cripcion geogn. y min. del distr. de Arag. y Catal.; An. de Mi- nas, t. IIT). M. angustidens Cuv. En Espana, segun Paul Gervais (Bull. de ia Soc. géol. de France, t. x, 27° ser.); en Madrid, Vallado- lid, Leon , Zamora y Alicante, segun Prado (Descrip. jis. y geol. dela prov. de Madrid), y Ezquerra (Hnsayo de una descrip. del (1) Aunque este gedlogo crey6 debia referir al 2. Africanus el esqueleto 4 que alude la indicaciOn, estudios posteriores han probado debe considerarse como del H. Armeniacus. (2) Es extrano que con posterioridad 4 estas indicaciones escribiese el Sr. Prado: « Hasta ahora, por lo ménos, va resultando que el Hlephas primigenius falta en Espa- ha.» (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid , pag. 185.) 498 ANALES DE HISTORIA NATURAL. © (16) terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t.1, par- te 3."); San Foles (Zamora), segun Vilanova (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t.11.— Actas ). M. longirostris Kaup. Cerro de San Isidro, en Madrid, se- gun Ezquerra (Hnsayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.", y Neues Jahro., 1840), y P. Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. X, 2™ sér.). M. Aureliense Cuv. Alrededores de Madrid, segun Ezquerra (An. de min., t. 11). M. giganteus Cuv. Cerro de San Isidro y Teruel, segun Ez- querra (2nsayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Ciene., t. 1, parte 3.’). M. tapiroides Cuv. Puente de Toledo, en Madrid, segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid ). Sus L. Son escasas las indicaciones hechas relativas 4 hallazgos de restos de este género en Espaiia, lo cual noes de lamentar dada la confusion actual que reina en la caracteristica de sus espe- cies, que pasan de doce en Europa. Ha sido citado de la Penin- sula por Herman y Kaup (Neues Jahrb., 1844), y por P. Ger- vais, que menciona de ella una especie indeterminada de la talla del S. major y S. antiquus (Bull. de la Soc. géol. de France, tom. x, 3" sér.); de una caverna de Gibraltar, por Prado (Des- crincion fis. y geol. de la prov. de Madrid) ; restos entre Cabra y Priego, segun Vilanova (Lo prehist. en Espana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11). S. paleocherus Kaup. En Espaiia, segun Laurillard y P. Ger- vais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 2° sér.); en Alcoy y Madrid, segun Ezquerra (Lnsayo de wna descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.’; An. de Min., t. u, y Neues Jahrb., 1840), y Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid). (17) _ Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 429 S. Lockarti Pomel. Puente de Toledo (?), en Madrid, segun -Prado ( Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid ). S. scropha L. Depdsitos huesosos de Castilla la Vieja, segun Vilanova (Lo prehist. en Espaia; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11), y Gil Maestre (Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 11). Rhinoceros L. La primera indicacion de restos fésiles de este género en Ks- pamia es lade P. Gervais, que los menciona de Alcoy (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 3"° sér.). Tambien se han recogido dientes procedentes de Muda ( Palencia), que se conservan en las colecciones de la Comision del Mapa; en Brihuega y en Madrid, segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Ma- drid); en Briviesca (Burgos), un craneo entre las margas, se- gun Aranzazu (Rev. min., t. x1); enlas minas de Udias (Santan- der), segun Linares (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. u. — Actas); en el término de Quintana (Leon), segun Fernandez Soba (Rev. min., t. xv1); en Olias (Toledo) han aparecido tam- bien huesos, que se hallan en el Gabinete del Instituto, segun me ha participado el ex-profesor Linares, antes citado. R. tichorhinus Cuv. En Cerecinos (Leon), segun Ezquerra (Ensayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*) (1); Valle de Udias (Santan- der), segun Naranjo (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. tv. — Actas) (2). R. etruscus Falc. En Gibraltar, segun Prado (Descrip. jis. y geol. dela prov. de Madrid); en Malaga, segun Ansted (Sobre la geol. de Malagu y parte merid. de Andal.; Rev. min., t. X1). R. leptorhinus Cuv. En Cerecinos (Leon), segun Ezquerra (Ensayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la (1) Posteriormente han surgido dudas sobre la clasificacion del resto citado. (2) El Sr. Linares me ha indicado posee un craneo completo de esta especie y de la misma localidad. 430 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18) R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3."); al SO. de Gibraltar, segun Buckland ( Trans. of the R. Societ. of Hdimburg , t. 1). R. incisivus Cuv. En Teruel, segun Ezquerra (Husayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t.1, parte 3.*); Zamora (?), segun Vilanova (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1.— Actas). R. Matritensis Lart. Terciario de Madrid , segun Prado ( Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid). R. megarhinus Cuv. Tejares de Malaga, segun Orueta (Ac- tas de la Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). R. Merkii Kaup. Caverna de Muda, en Palencia, segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid). Palzeotherium Cuv. P. Aureliense Cuv. Madrid, segun Ezquerra (Hnsayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*), y Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid ). P. Ezquerre H. v. Meyer (1). Madrid, segun Herman von’ Meyer (Neues Jahrb., 1840). Choeropotamus Cuv. Ch. Matritensis Ezq. San Isidro, en Madrid, segun Ez- querra (Newes Jahrb., 1840) (2). (1) Esta especie no ha sido admitida por los paleontdlogos modernos, que la consi- deran sindnima del P. (6 Anchitherium) Aureliense Cuv. (2) M. P. Gervais pone en tela de juicio el fundamento con que haya podido caracte- rizar esta nueva especie. (19) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 431 Anoplotherium Cuv. A. glaciale Cuv. Alcoy, segun Ezquerra (2nsayo de wna descrip. del terreno de la Penins.; Mem. dela R. Acad. de Cienc., t..1, parte:3."). A. murinum Cuy. San Isidro, en Madrid, segun Ezquerra (Neues Jahrb., 1840) (1). | Cainotherium Brav. et Blainv. Se han hallado dientes y huesos de este género en el terreno terciario de las provincias de Madrid, Toledo y Guadalajara, en Brihuega, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Ma- arid), y P. Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 2° série ). Equus L. Se han mencionado hallazgos de huesos de caballo en Concud por Maestre (Descrip. geogn. y min. del distrito de Arag. y Cat.; An. de Min., t. 111); de dos molares en San Isidro, en los alre- dedores de Madrid, por Prado ( Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid), y Bayle (Bull. de la Soc. géol. de France, 1854); de dientes en una caverna de Gibraltar, por el mismo Prado ( Odra citada); en la caverna de Parpallé, en Valencia, y en la de la Roca, en el término de Orihuela, segun Vilanova (Lo prehist. en H'spana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1); una ca- beza fosilizada por la zinconisa blanca, que existe en la Comi- sion del Mapa geoldgico, encontrada en la mina de San Barto- lomé de Udias (Santander), segun Naranjo ( Paleont. é hist. del trabajo subter.; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11); dien- tes en un aluvion antiguo del Henares, segun Calderon (Reseia geol. de la prov. de Guadalajara); huesos que deben referirse a (1) M. P. Gervais supone se ha confundido con restos de Cainotherium. 432 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20) restos prehistéricos, en los depdsitos huesosos de Castilla la Vieja, segun Gil Maestre (Bol. de la Com. del Mapa geol. de Espana, t. 1). E. pimigenius Cuv. En Concud, segun Ezquerra (Jnd. geogn. sobre las form. ter. del centro de Espana; An. de Min., t. m1); cerca de Cabra, segun Vilanova (Lo prehist. en Lspana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1). E. fossilis Cuv. En Argecilla (Guadalajara), y caverna de Coba Negra en Jativa , segun Vilanova (Lo prehist. en Espana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11); cercanias de Vito- ria, segun L. de Velasco (Disc. inaug. del Aten. de Vitoria en el curso de 1870 @ 71); Tejares de Malaga, segun Orueta (Actas de la Soc. malag. de Cenc. fis., 1874 ). Hippotherium Kaup. H. glacile Kaup. En Concud (Teruel) y Alcoy, segun Ez-’ querra (Fnsayo de una descrip. del terren. de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*). Hipparion Christ. En San Isidro y Valdelaguna (Madrid) y Concud (Teruel), segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid), y P. Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 2™ sér.). H. glacile Kaup. Tarancon (Cuenca), segun Cortazar (Des- cripcion geogn. de la prov. de Cuenca; Mem. de la Com. del Mapa geol., 1875). H. prostylum P. Gervais. En Concud, segun Prado (Des- cripcion fis. y geol. dela provincia de Madrid), y Vilanova (Hn- sayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel) (1); (1) En nuestro humilde sentir, es probable que algunos de los restos que aparecen en las laminas 1.8 y 2.4 de la Memoria citada, deban referirse al H. glacile. (21) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 433 cercanias de Vitoria, segun L. de Velasco (Disc. inaug. del Ate- neo de Vitoria en el curso de 1870 @ 71). OrpeEN Rumiantes. Sivatherium Cautl. et Falc. Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid) da cuenta del hallazgo de un astragalo en el terreno mioceno de la cuenca del Duero, perteneciente, en sentir del Dr. Falconer, a este gé- nero, que no se habia antes descubierto en ningun otro punto fuera de la India. Cervus L. Los restos de ciervo son muy frecuentes en los depdsitos cua- ternarios de Espafia, y sobre todo en los modernos de Castilla la Vieja; sin embargo, no faltan en el terreno terciario, como por primera vez ha indicado Paul Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 2" sér.\. Vilanova (Lo prehist.en Espaia; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11) los cita de Argecilia (Guadalajara) y de las cavernas de Valencia, de la Roca de Parpallé, de San Nicolas, en el término de la Olleria, y de la Avellanera, en el de Catadau; Castel (An. de la Soc. espai. de Hist. Nat., t. 1.— Actas) menciona el descubrimiento de dos mandibulas en la caverna de Muriel (Guadalajara); Calderon (Res. geol. de la prov. de Guad.), dientes en el aluvion antiguo del Henares, y Gil Maestre (Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 11), restos en los depdsitos de Castilla la Vieja, dudando si deben 6 no considerarse como prehistdricos. C. elaphus L. San Isidro, en Madrid, segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid). C. Barbarus L. Caverna Genista, en Gibraltar, segun Busk y Falconer (Quart. Journ., t. xx1), y Lesson (Nouv. tabl. du Régn. animat ). ANALES DE HIST. NAT.— ¥Y- 28 434 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22) C. dama Robert. Caverna Genista, en Gibraltar, segun Busk y Falconer (Quart. Journ., t. XX1). C. capreolus L. Cueva de Los Letreros, en Almeria, segun Géngora (Ant. prehist. de Andal.). C. Matritensis Ezq. San Isidro, Madrid, segun Ezquerra (An. de Min., t. 11). C. cuzamus C. et J. Concud (Teruel), segun Vilanova (#n- sayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel). C. dicrocerus Lart. Concud (Teruel), segun Vilanova (#2- sayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel). Tragocerus Belon. T. Amaltheus Pikerm. Concud (?) (Teruel), segun Vilanova (Ensayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel). Paleomerix v. Meyer. En Espafia, segun Hermann y Kaup (Neuwes Jahrb., 1844), y P. Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 2™° sér.). En el puente de Toledo de Madrid se hallaron tres molares, de los que uno acaso perteneciera al P. Bojant, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid ). P. Scheuchzerii v. Meyer. Madrid y Alcoy, segun Ez- querra (Hnsayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. dela R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.’). Antilope L. Los dientes y defensas de antilope son, como los de ciervo, muy frecuentes en nuestra Peninsula, sobre todo en las brechas huesosas, como lo indicé Pictet (Zrazt. élément. de paléont., t. 1). (23) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 435 No escasean en sus depdsitos terciarios , segun notan P. Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 2™° sér.), y Vilanova, que los cita de Concud ( Husayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel). En una brecha de la provincia de Santander, segun Calderon (An. de la Soc. espai. de Hist. Nat., t. u.— Actas ), y en una caverna de Pedraza, segun Areitio y Quiroga (Eacurs. geol. por la prov. de Segovia; An. dela Soc. espan. de Hist. Nat., t. 11). A. sansanensis P. Gerv. Concud, segun Vilanova (Hasayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel ). A. Boodon P. Gerv. Alcoy, segun P. Gervais (Bull. de la Soc. géol. de France, t. x, 2™° sér.); Concud, segun Vilanova (Ensayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel ). Ovis L. Restos de especie actual en los depositos huesosos de Castilla la Vieja, segun Gil Maestre (Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 11). Capra L. Restos en los depdsitos huesosos de Castilla la Vieja, segun Gil Maestre (Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 1). C. ibex L. Cavernas de Gibraltar, segun Prado (Descrip. jis. y geol. de la prov. de Madrid); Tejares de Malaga (?), segun Orueta (Actas de la Soc. malag. de Crenc. fis., 1874). Bos L. Huesos en Concud (Teruel), segun Maestre ( Descrip. geogn. y min. del distr. de Aragon y Catal.; An. de Min., t. 11); dien- tes en la caverna de Parpallé, de Gandia, segun Vilanova (Zo prehist. en Espaia; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1); en el aluvion antiguo del Henares, segun Calderon ( Resena 436 ANALES DE HISTORIA NATURAL. 24) geol. de la prov. de Guadal.); en los depdsitos huesosos de Cas- tilla una especie de enorme testuz (1), segun Gil Maestre (Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 11). B. Concudensis Ezq. Concud, segun Ezquerra (Indic. geogn. sobre las form. terc. del centro de Espana; An. de min., t. m1). B. primigenius Boj. Colle (Leon), Lora del Rio (Sevilla) y Madrid, segun Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Ma- drid); Sanlicar de Barrameda (Cadiz), segun Lujan (#stud. y observ. geol.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*); Ar- gecilla (Guadalajara), segun Vilanova (Lo prehist. en Espana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1); en Guadalajara, se- gun Calderon ( Resevia geol. de la prov. de Guad.). OrpEN Getaceos. Ansted (Sobre la geol. de Malaga y part. merid. de And.; Rev. min., t. x1) dice han sido encontrados restos de un cetaceo, que fueron destruidos por los obreros que los descubrieron en los Tejares de Malaga. Dinotherium Kaup. D. giganteum Kaup. Espaiia, segun Ezquerra (/Lnsayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*). CLASE Il. AVES. Ks lamentable la falta de indicaciones relativas 4 séres de esta clase que se advierte aun en nuestra fauna fésil; no solo care- cemos de descubrimientos de plumas U otras partes duras—ha- (1) gSeraé el B. longifrons Owen, que es la especie més comun en las estaciones lacustres de Suiza, y 4 la;que conviene este caracter ? (25) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 437 lladas tantas veces en la Auvernia y Monte-Bolca — 6 huevos— que en otros paises han aparecido en los sedimentos recientes, —sino que se echan de ménos los de sus partes neuro-esquelé- ticas. Verdad es que los restos de aves escasean en general, por cuanto son animales que escapan 4 las causas destructoras me- jor que los terrestres, y no pueden, con tanta frecuencia como los de éstos, colocarse en circunstancias de ser preservados de la descomposicion por las inundacicnes U otros agentes repen- tinos. Las aves, ademas, son relativamente modernas, pues hacen su primera aparicion conocida, en numero bien exiguo, con el Arche@opteryz del terreno jurasico de Solenhofen. Falco L. F. nisus L. Gibraltar, por la parte N., segun Buckland (Trans. of the R. Soc. of Hdimb., t. 1v). CLASE II. REPTILES. Relativamente al numero de especies conocidas en Europa, no es mas rico el total en Espana de las de esta clase que el de la anterior, en cuya deficiencia no habra dejado de tener parte la desatencion que hasta aqui han merecido entre nosotros los co- prolitos, que son los restos mas abundantes de los vertebrados, y sobre todo de los reptiles. Por fortuna, sin embargo, las refe- rencias que vamos a reproducir bastan para asignar 4 nuestra fauna herpetologica los caractéres de las del resto de Europa. OrpEN Quelonios. La primera indicacion atendible hecha sobre restos de formas de este Orden se debe & Ezquerra (en su traduccion de los #/e- mentos de Geologia, de Lyell), que consigna haber visto copro- litos de tortugas marinas en el terreno cretaceo de Vera (Na- 438 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26) varra). El mismo senor (Husayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*) ha- bla de huesos de tortugas hallados en el terreno jurasico de Ablanque (Guadalajara ). Prado (Descrip. fis. y geol. de la prov. de Madrid) indica haber encontrado un fragmento que supo- nia perteneciente 4 una tortuga terrestre en el terciario de Ma- drid; en el mismo terreno, en la Casa de Campo, Bosca, Boli- var, Lezcano, Larrinua y el que suscribe, pudimos comprobar este dato descubriendo, no ya restos, sino tortugas enteras de una longitud que pasa de un metro (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. u.—Actas y resum. de los trab. del Aten. prop. de las Cienc. nat.; curso de 1873 @ 74). El Dr. Falconer (Z'rans. of the Geol. Societ., sér. 2.°, t. v1) habla de restos de quelonios aparecidos en la exploracion de las ricas cavernas huesosas de Gibraltar, y Vilanova (Zo prehist. en Espana; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1) de dos huesos de una pequefia espe- cie terrestre en la de Coba Negra, en Valencia. Existen, pues, indicaciones de descubrimientos realizados en Espana de séres del érden en cuestion, en los terrenos jurasico, cretaceo, terciario y cuaternario. Testudo Brongn. Una especie afine 4 la 7. antigua Brongn. — pero nov. sp.— en el terreno terciario de los Tejares de Malaga, segun Orueta (Actas de la Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). Trionyx Goldf. T. Maunior Bourd. Tudela (?), segun Ezquerra (Husayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.°). OrpDEN Saurios. Crocodilus Laur. C. nov. sp. Sharp. ‘Terreno cretaceo de Congostrina (Guada- (27) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 439 lajara), segun Ezquerra (Hnsayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Memoria de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3."). C. Rollineti Brongn. San Zoles (?) (Zamora), segun Vilanova (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. u.— Actas). Megalosaurus Buckl. Un diente en el lias de Ruedes ( Asturias), segun Egozcue (1) (An. de la Soc. espa. de Hist. Nat., t. u.— Actas). Ignanodon Mantel. Dos huesos de las extremidades anteriores en el lignito cre- taceo de Utrillas (Teruel), segun Vilanova (An. de la Soc. es- pahola de Hist. Nat., t. 1. — Actas ). Ichthyosaurus Kenig. Coprolitos en el cretaceo de Vera, en los Pirineos de Navarra, segun Ezquerra (Hnsayo de una descrip. del terreno de la Pe- ninsula ; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*). Plesiosaurus Conyb. Parte del esqueleto y aletas entre el Puntal y Tazones de Vi- llaviciosa, segun Schulz (Deserzp. geol. de Asturias ). CLASE IV. BATRACIOS. Restos en las arcillas y margas azules terciarias de la Serrata de Lorca, segun Botella (Descrip. geol.-min. de las prov. de Murcia y Albacete). (1) Indica que fué mencionado equivocadamente como de un Squalus por Schulz ( Descrip. geol. de Asturias). ; 440 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) CLASE V. PECES. Aunque los restos de séres de esta clase han sido buscados con algun interés en la época en que Agassiz preparaba su gran obra sobre ellos— para la que pididé el concurso de los gedlogos es- panoles—han aparecido en una cantidad muy exigua hasta ahora. Recientemente el Sr. Cardona, que exploraba asidua- mente la isla de Menorca, particip6 haber recogido en ella abundantes ejemplares, que reclaman pronto estudio para el enriquecimiento de nuestra fauna ictioldgica fdésil, excesiva- mente pobre aun. Los términos extremos cronolégicamente de los hallazgos de peces en Espana son el de impresiones en las pizarras carboni- feras de Brafiuelas (Leon), de que se ha dado cuenta en la in- troduccion & este trabajo, y el de los restos muy vagamente mencionados por Falconer (Zrans. of the Geol. Soc., sér. 2, tomo v1), como procedentes de las muy ricas cavernas hueso- sas de Gibraltar. El exiguo numero de géneros de esta clase -citados, nos evita el distribuirlos en érdenes, toda vez que éstos, en su mayoria, no aparecerian siquiera representados. _ Sphyrzena Bloch. En la Serrata de Lorca, segun Botella (Descrip. geol.-min. de las prov. de Murcia y Albacete ). Ramphognatus Agass. R. Verneuilli Botell. Serrata de Lorca, segun Botella (Des- cripcion geol.-min. de las prov. de Mircia y Albacete ). Clupea L. C. Gervaisii Botell. Arcillas, margas y dusodila de Hellin y (29) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 41 Serrata de Lorca, segun Botella (Descrzp. geol.-min. de las prov. de Murcia y Albacete), y Areitio (An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. m1. — Actas). C. elongata Agass. Serrata de Lorca, segun Botella (Deserip. geol.-min. de las prov. de Murcia y Albacete). Seriola Bloch. S. Beaumonti Botell. Serrata de Lorca, segun Botella (Des- cripcion geol.-min. de las prov. de Murcia y Albacete). Dapedius Agass. D. Coolei Agass. Comillas (Santander), segun Naranjo (fe- vista min., t. V1). Pygnodus Agass. P. Munsteri Agass. Congostrina ( Guadalajara), segun Ez- querra (Hnsayo de una descrip. del terreno de la Penins.; Mem. dela R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*). P. complanatus Agass. Mirambel (Teruel), segun Vilanova (Ensayo de una descrip. geogn.-agric. de la prov. de Teruel ). Palzobalistum Blainv. En Almeria, segun Ezquerra (su traduccion de los Flementos de Geologia, de Lyell), terreno llamado por él cuaternario, pero en nuestro sentir, plioceno. Carcharias Cuv. En Arahal (Sevilla), segun Lujan (Fs?. y observ. geol.; Mem. de la R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3.*); en el plioceno de Pulpi ANALES DE HIST. NAT.—V. 29 442 ANALES DIi HISTORIA NATURAL. (30) (Almeria), segun Cortazar (Resefa fis. y geol. de la region N. de la prov. de Almeria; Bol. de la Com. del Mapa geol., t. 11); en los Tejares de Malaga, segun Orueta (Actas de /a Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). Squalus L. En el terciario del campo de Tarragona dientes y concrecio- nes dseas del paladar, segun Maestre (Descrip. geol. y min. del distr. de Catal. y Arag.; An. de Min., t. 111); terciario del Valle del Guadalete, en Cadiz, segun Mac-Pherson (Bosg. geol. de la prov. de Cadiz ). Carcharodon Smith. En los Tejares de Malaga, segun Orueta (Actas de la Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). Corax Agass. En los Tejares de Malaga, segun Orueta (Actas de la Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). Notidanus Cuv. N. primigenius Agass. En los Tejares de Malaga, segun Orueta (Actas de la Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). Oxyrhina Agass. El P. Torrubia (Apar. para la Hist. nat. de Espana) repro- dujo (lamina 10) un diente hallado en el terreno jurasico de An- chuela, que creemos debe referirse 4 este género (Resefia geol. de la prov. de Guadal.); tambien cita restos del mismo, en el ter- ciario de los Tejares de Malaga, Orueta (Actas de la Soc. malag. de Crenc. fis., 1874). 431) Calderon. — VERTEBRADOS FOSILES DE ESPANA. 443 0. minuta Agass. Un diente en La Pefia (Huesca), segun Mallada (Resevia geol. de la prov. de Huesca; An. de la Soc. espan. de Hist. Nat., t. 1v). 0. xiphodon Agass. Litoral de la provincia de Almeria, se- gun Ezquerra (traduccion de los Elementos de Geologia de Lyell ). Lamna Cuv. Hl P. Torrubia (Apar. para la Hist. nat. de Espana) repro- dujo tambien (lamina 10) tres dientes de perfil, ademas del mencionado, procedentes de Anchuela, en terreno jurasico, que creemos deben referirse 4 este género (Resena geol. de la prov. de Guadal.). Orueta (Actas de la Soc. malag. de Cienc. jis., 1874) cita este género como del terciario de los Tejares de Malaga. L. cornubica Cuv. Terreno cuaternario de Alcoy, segun Ez- querra (Lnsayo de una descrip. del terreno de la Penins.: Mem. dela R. Acad. de Cienc., t. 1, parte 3."). Pristis Lath. Parte de una mandibula, muy analoga al llamado vulgar- mente Pez-sierra, en los Tejares de Malaga, segun Orueta (Ac- tas de la Soc. malag. de Cienc. fis., 1874). : , nt ee Af. sb * sg ea ivan gala : 5 age ere WNT § 4 7s ae i s Quis ae ER as pas Mae eer legs te sites: Naa) me MIU aa iis ae tals age ee. es8 iy beh 3 ray aaa 04. sibs fet Pca hoeen HES LAD Th gts £) cries: Lise ia ye ihe ‘guagacobeet sk aiie iN SH Oy, tee phi hare pias ‘ ee PRGLIS Bik “RO! at : ; a bs , ties gs s : ee, a . ia b , LE tal cee Py ee oon Sac t +7. hem se at aE ard ey Garey ee le Conan shheyy wR f \ j A x. ba ie fs Pl) s vy Se uN 2 we t gy? 4 : ’ su: shy > ’ B : ‘ i = = S . ; aia 4 sr soesgeit ti eee eb x 5 i pIIG TYR ei Ny Os gids + at cb gen ’ ; eer eae om Se veh Mat see 1m) ays sph tn bial St . bg ‘ Pe . 5 i Pn comes roe rice ER ae te pags So et | * Wat Lomo Vi Lam. XI. dnaes de la Soc, espatiola de Hist, nat. _— Bolivar del : Martinez sc Ortépteros de E'spana Anatles de la Sve. espanola de Mist. nat. Tomo ¥. Lame NU. % Hey, n= 2 | on oj Pe) eee ee oe S x Ar Chimaera Monstrosa. (eam elo Ane “Meg G. Rodriguez fue V5 a ‘ Nace wy 5, Lit 2? S*Micolas,7y 9. Anatles de la do weMaltola de Hist. nae. Some Vo Lam Av. aoe ae eee eee a PA sie Sen fe | = A \ ~\ | A | SA) | \ SN \\ de \ magn. nade. 1. Crys hina Jpallanzant 21 dens. Ze Llatypodon Loren. £7, Llatypodeon 38. 6 Llatyp. Mas Ulppinines. L. Calevceridto maculatus. 3G Hypoprton longiosttis, J L Poey del & Rodriguez ale bipe? 5° Nicolas Jy § ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. Sesion del 5 de Enero de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asisten los senores: Castel, del Escorial; y Macpherson, de Cadiz. — El sefior Abeleira expresa la complacencia con que deja el sillon presidencial al senor Marqués de la Ribera, cuyos tra- bajos interesantes tantos titulos le dan para ocupar el puesto, y da gracias 4 la Sociedad en general y a la Comision de publi- cacion en particular, por su cooperacion inteligente y activa en la gestion de los intereses de la Sociedad, cuya marcha proés- pera espera ha de continuar. El sehor Marqués de la Ribera pasa a ocupar el sitial de la presidencia, y dice que antes de sentarse en él tiene que ma- nifestar cuanto le halaga su eleccion, si bien cree que hay en la Sociedad personas mas dignas para ocuparle que quien no es mas que un aficionado a las ciencias naturales; afadiendo que hara todo lo que esté de su parte para corresponder al ho- nor recibido de la Sociedad, con cuyo concurso cuenta para llenar su cometido. El senor Areitio propone un voto de gracias al sefior Abe- leira por su acierto en el cargo de Presidente, que la Sociedad aprueba por unanimidad. —Hl sefior Secretario lee las comunicaciones recibidas, a saber: de los sefiores Rico, Pichardo y Perez Maeso, dando gra- ACTAS DE LA SOC. ESP.—V. 1 2 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA cias por su admision; de D. Carlos Rojo y D. José Gonzalez Aguinaga, renunciando a seguir formando parte de la Sociedad; de la familia de D. Gabriel Dalmau, participando el falleci- miento de este senor; de D. Clemente Barrial Posada, de Buenos Aires, remitiendo una coleccion de articulos sobre la geologia de su pais, y de la Sociedad Zooldgica Argentina y la Smithso- nian Institution de Washington, proponiendo el cambio de publicaciones, que la Sociedad acuerda aceptar. —Se da cuenta de las publicaciones recibidas, que son: A cambio: Anales de la Academia de Ciencias médicas, fisicas y natura- les de la Habana.— Entregas 135 y 136. > Société entomologique de Belgique. Compte-rendu de UVassem- biée mensuelle du mois @Aott 1875. Société entomologique de Belgique. Compte-rendu de Vassem- blée mensuelle du mois de Septembre 1875. Société entomologique de Belgique. Compte-rendu de l’assem- blée du mois d’ Octobre 1875. Société entomologique de Belgique. Compte-rendu de Vassem- blée mensuelle du mois de Novembre 1875. Periddico zoologico, organo de la Sociedad Zoologica Argen- tina. — Tomo I1, entrega 1." Como donativos: Semanario Farmacéutico. —Numeros 10, 11, 12, 13 y 14 (av aiio), remitido por su director D. Vicente M. de Argenta. Descripcion fisica, geologica y agrolégica de la provincia de Cuenca , por D. Daniel Cortdzar, remitido por la Comision del Mapa Geoldégico. Discursos pronunciados en la Real Academia de Medicina de Madrid para la recepcion publica del Doctor D. Julian Calleja, remitido por el Secretario de esta Corporacion. La Democracia, periddico de Buenos-Aires. —Numeros 1019 a 1028, remitido por D. Clemente Barrial Posada. — Son admitidos como socios los senores Egea (D. Marcos), de Velez-Rubio, presentado por D. Juan Vilanova; Moragas (D. Ricardo), de Lillo (Toledo), presentado por D. Francisco Marin y Sancho. DE HISTORIA NATURAL. 3 — FE] sefior Botella lee el dictémen siguiente: « Los que suscriben, nombrados en la ultima sesion para re- visar y examinar las cuentas presentadas por el Tesorero de esta Sociedad, correspondientes al afio que empieza en 1.° de Diciembre de 1874 y concluye en 30 de Noviembre del préximo pasado, despues de haber llenado su cometido, exponen: 1.° Que segun dichas cuentas los ingresos ascendieron a 35.541 rs. 75 céntimos, y los gastos 4 35.284 rs. 10 cénts., resultando un saldo en 1.° de Diciembre ultimo de 257 rs. 65 cénts., que unidos a los 9.668 reales que suman los créditos pendientes de cobro, hacen un total de 9.925 reales 4 favor de la Sociedad. 2.° Que ésta no debe extranhar la escasa importancia del saldo en efectivo que aparece sobrante para el afio de 1876, pues examinadas las cuentas resulta que el ingreso ha tenido muy pequeno aumento del que figura en el estado del ano an- terior, mientras que los gastos han sido, en el ultimo, de gran consideracion; los de impresion aparecen con el aumento de 1.432 reales, y los de grabados y laminas llegan 4 17.853 rea- les 50 cénts.; siendo asi que los dekh ano de 1873 4 1874 no pa- saron de 6.963 rs. 4 cénts. Por otro lado, los créditos de la So- ciedad figuran en el ejercicio del 73 al 74 por 4.840 reales, y en el del 74 al 75 por 9.668 reales. De todo lo cual resulta que, aun en circunstancias extraordi- narias, segun se ve por los datos expresados, la Sociedad puede hacer frente 4 sus preferentes atenciones, y que su estado debe juzgarse prospero, sobre todo si los sefiores socios que se hallan en descubierto se apresuran, como es de esperar, a cumplir sus compromisos. Los exponentes creerian faltar 4 la justicia si no manifestaran antes de terminar, lo satisfechos que han quedado de la claridad y exactitud con que se llevan las cuentas, y de la asiduidad é interés que el senor Tesorero D. Serafin de Uhagon desplega en la gestion de los negocios de la Sociedad, por lo que pro- ponen 4 ésta le manifieste su satisfaccion y agradecimiento.— Madrid 5 de Enero de 1876.—Federico de Botella.—J. Arévalo y Baca. —José Maria Bolivar. » Se aprueba el anterior dictamen, y la Sociedad acuerda una- nimemente un voto de gracias al sefior Tesorero. — El senor Botella ama la atencion de la Sociedad acerca de la importante suma & que ascienden las cuotas pendientes 4 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA de cobro, y propone se acuerde adoptar alguna medida para evitar que esto continue, manifestando la conveniencia de que conste en actas la determinacion de la Sociedad de llevar a cabo severamente lo que preceptua el art. 7.° del Reglamento. La Sociedad asi lo acuerda. — Kl senor Macpherson lee un articulo sobre las Rocas erup- tivas de la provincia de Cadiz, y su semejanza con las ofitas del Pirineo, que pasa a la Comision de publicacion. —El] senor Marqués de la Ribera manifiesta. haber recibido con fecha 30 de Diciembre ultimo, de D. Nicanor de la Pefia, farmacéutico de Argecilla (Guadalajara) y consocio nuestro, la nota siguiente con encargo de comunicarla 4 la Sociedad: «Co- munico a ustedes que, segun los materiales que voy recogiendo, esta estacion prehistérica es muy extensa y ha debido alcanzar no solo a la primera y segunda edad, sino tambien 4 la del cobre. Me obliga a formar este juicio la circunstancia de que continuando mis investigaciones, que no abandono, encontré el 15 de Mayo del presente afo en el terreno en que esta la vina de debajo de la cueva de la Solana, una punta de fiecha 6 lanza, de cobre, cubierta de una capa de Oxido cuprico. » — El senor Vilanova lee el manuscrito siguiente: Historia geologico-geogrifica de la Republica oriental del Uruguay, por D. Clemente Barrial Posada. Aquel entusiasta amante de la patria y de la ciencia que el ano ultimo me comunicoé y remitid tan importantes materiales acerca de la composicion mineral de la Republica oriental del Uruguay, que oportunamente os di a conocer, acaba de diri- girme entre otras cosas los niimeros del periddico de Monte- video, La Democracia, correspondientes a los ultimos dias de Noviembre y primeros de Diciembre proximos pasados, en los que da comienzo al estudio geolégico de aquel vasto territorio relacionado con la Agricultura, la Industria y Ganaderia del mismo; y como quiera que en los primeros articulos da cuenta del hallazgo de varios ejemplares enteros de Glyptodon y de restos importantes de Mylodon, Megaterio y otros grandes ma- miferos, me habreis de permitir que os lea dicho escrito , que puede reproducirse en las Actas de la Sociedad si, atendida su importancia, lo considerais conveniente. DE HISTORIA NATURAL. 5 Hé aqui textualmente lo que dice mi amigo Barrial Posada sin anadir ni quitar nada, aunque alguna cosa pudiera decirse res- pecto al hallazgo en la América del Sur del Cervus megaceros Elephas primigenius , etc., que yo dudo. «En direccion NK. de la ciudad de Mercedes y hasta una dis- tancia de 15 kildmetros, se hallan los terrenos algo acciden- tados, apareciendo el piso superior, compuesto de calizas, areniscas rojas y alumina, todo ello aglomerado, figurando en nodulos y mesetas unas veces, y otras esparcidas en desdrden sobre la superficie, viniendo 4 formar un conjunto que puede considerarse como el limite superior dela formacion del terreno cuaternario. AI NO. del punto titulado Rincon de San Ginés, y 4 partir desde la estancia del Sr. D. Juan Carballal, 4 una distancia de 10 kilometros, se halla el Rio Negro, con unas islas llamadas de las Tropas, que se hallan situadas sobre el lecho del rio. En la ribera derecha habita un inglés, Mr. Finglen, el que despues de haberle hecho algunas preguntas acerca de los ma- teriales que descubria el rio en sus bajantes, me contesté haber recogido él unos huesos muy grandes, y que suponia fuesen de ballena, que los conservaba en su cabana y que me los iba a mostrar, como asi lo efectud, resultando ser restos fésiles del Glyptodon clavipes, Cervus megaceros, y del Mylodon, indi- candome haberlos encontrado en una de aquellas islas, en las bajantes del rio. . Sin embargo de estar yo seguro de que pisaba sobre el ter- reno cuaternario, y por consecuencia hallarme donde por lo ge- neral existen sepultados estos animales, no obstante, no dejé de sorprenderme semejante noticia, puesto que si bien ya tenia en mi poder algunos detritus encontrados en el arroyo de las Maulas (arroyo que corre a 13 kilometros de distancia al N. 0. de Mercedes y donde encontré tambien una formacion de carbon de Turba), en un viaje que habia hecho dias antes acompa- nado del Dr. Rivas y otras personas; todo ello no bastaba para ofrecerme una seguridad de si realmente existian 6 no en el de- partamento algunas cavernas huesosas, por sobre las que ha- biendo pasado las aguas, hubieran arrancado tales restos; de tal manera que, habiendo visto estas islas desde una distancia y observando que estaban colocadas sobre el lecho del rio, atribuia su composicion a arenas, areniscas y demas materia- e 6 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA les de acarreo, y hasta dudaba que pudiera haberse encontrado alli algo notable, y mucho ménos restos /dsé/es. Necesitaba para el efecto cerciorarme de la verdad, no porque dudase de las palabras de Mr. Finglen (1), sino porque pudiera ser acaso uno de los parajes donde perecieron algunos animales de la época 4 que me refiero, ser este un nuevo cauce del rio y estarlos descubriendo recien, y que habiendo visto estas islas desde una distancia, no podia deducir si realmente debian su origen 4 modernos acarreos, 6 si era igual su composicion a la de otros terrenos fuera del rio. No demoré en ir 4 examinarlas, acompafado de dos indi- viduos mas y algunas herramientas, con las que procedimos 4 abrir algunos trabajos de exploracion, de tal manera que pude reconocer el terreno y ver que estas islas habian sido formadas desde pocos afios a esta parte, y 4 las que en el dia continuan las aguas arrimando nuevos materiales. No fué, sin embargo, inutil mi trabajo, por cuanto de alli pude extraer un hueso fdsil de un Cervus megaceros, un diente petrificado correspondiente 4 un Mylodon, y dos dientes mas bien conservados de un Glyptodon clavipes, todos ellos a una profundidad de 1™,50, y cuyos restos llegaron alli condu- cidos por las aguas. A la continuacion E. del rio y 4 una distancia de 6 kil6metros de las islas de las Tropas, se hallan dos grandes desmontes 6 barrancas hechas por las aguas con un desnivel de 20 metros, pero sin mérito alguno, puesto que hasta los 17 metros de pro- fundidad las forman diferentes capas de areniscas acarreadas por las aguas fluviales, desde los terrenos prdéximos, y 4 las que les sirve de base un lecho de arcillas plasticas de color ce- niza, formando una faja con rumbo de E. O. de 3 metros de la- titud , por 500 de longitud. A la continuacion N. E. de este punto, y 4 una distancia de 21 kilémetros, se halla el arroyo de Cololéd, con unos des- montes hechos por las aguas de 5 a 9 metros de profundidad. La configuracion de estos terrenos es mas accidentada que las (1) Aunque 4 veces ocultan la verdadera procedencia de donde los extraen, cre- yendo que de alli pueden sacar mds y venderlos luégo por muchas libras esterlinas, como éste me dijo. DE HISTORIA NATURAL. 7 anteriores, y muy particularmente por donde atraviesa el ar- royo 4 cuya circunstancia debe éste su existencia, como asi- mismo la de conservar aguas permanentes; efecto bien conocido, cual es el de ser la reunion de las aguas que surten continua- mente de aquellos levantamientos, lomas y cabezos; conjunto que figura de una manera bastante caprichosa. Este terreno en conjunto, y sobre todo los materiales de que se compone hasta cierta profundidad, todo ello demuestra bien a las claras, haberse formado de un modo paulatino y bastante pacifico, empleando para ello algunos miles de anos; y que ya sea a consecuencia de acarreos fluviales, ayudado gradualmente por la descomposicion de las rocas ya proéximas, ya lejanas, y cuyas areniscas fueron conducidas envueltas entre las aguas, ello es, que estos materiales figuran haber llegado no en marcha precipitada, sino lentamente, puesto que desde la superficie hasta 13 metros de profundidad, aparecen en disposicion de seis lechos horizontales, asentados con gran reposo, compuestos de capas de caliza hasta los 7 metros de profundidad, y distin- guiéndose casi en su totalidad por hallarse intercalados entre unos y otros, algunas fajas de areniscas siliceas y micaceas, con alumina, un tanto oxidadas por sustancias ferruginosas. Con poca variacion asi continia este terreno, hasta los 12 me- tros dé profundidad, formando todos ellos una masa compacta, tan dura y tenaz, que es casi inutil el pretender efectuar un trabajo 4 pico, y si tan sdlo con el barreno y la pdlvora; débese esta liga al elemento calizo. Ya no sucede asi un metro mas abajo (& los 13 metros), adonde aparece un lecho de arcilla un tanto endurecida, pero que facilmente se puede continuar el trabajo con sdlo el pico y la pala. Este experimento practico vino 4 corroborarme la idea que me habia formado por los estudios exteriores del terreno, pero no conforme aun, pregunté 4 los que me acompafiaban, si tenian conocimiento de algun pozo por alli cerca, de los que co- munmente hacen en las estancias, contestandome afirmativa- mente: Que a tres leguas de alli habia uno, el que sin demora fui 4 examinar. Estaba en seco, y tenia 24 metros de profun- didad; trabajo que segun informes que recibi, lo efectuaron con bastante facilidad. Atravesando desde la superficie una capa de caliza, continuando despues por entre arcillas, unas endurecidas y otras en pasta, alternando con areniscas y al- 8 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA cunas piedras redondeadas hasta los 24 metros que aparecidé un surtidero de agua. Pero esto no basta, pues para explicar con mas fundamento la historia de estos terrenos, seria necesario efectuar trabajos mas profundos y analizar las sustancias, pues asi se averiguaria de qué se componen. Pero para ello hay necesidad de contar con elementos que se necesitan, disponer de algunos peones, y sobre todo emplear mucho tiempo, pues de lo contrario sélo in- formes algo vagos son los que se pueden dar. Pero lo que ninguna duda me ofrece es, que estos terrenos fueron habitados en el] periodo cuaternario por algunos ani- males de aquella época, y no de una especie sola, sino de varias, por cuanto no es dificil encontrar hoy sus vestigios en diferentes puntos, y muy particularmente en este arroyo, unas veces entre las arenas de su lecho, y otras embutidos en las barrancas, de donde he tenido ocasion de extraerlos. Y entre los que figu- ran con mas abundancia son los fdsiles correspondientes al Glyplodon, al Megaterio, al: Mylodon, y al Cervus megaceros, y lo mas particular es, que entre las arenas que existen en el lecho del arroyo, he encontrado algunos de esos huesos en estado de petrificacion, siéndome satisfactorio poseer un hueso en este estado, cubierto de sustancias calizas y el detritus, y una muela mejor petrificada atin; los dos corresponden al My- lodon ; como asimismo dos exagonos de la cubierta de un Glyp- - todon empezando 4 petrificarse. A poca distancia de este pa- raje, y en un trabajo de exploracion que hice de 11 metros de profundidad, encontré el esqueleto de un Glyptodon cla- vipes, al que con gran empeno me dediqué a extraerlo en- tero, invirtiendo al efecto tres dias, en los que fui acompanado por dos individuos que se prestaron 4 ayudarme, pues sin su auxilio, dificil me hubiera sido poder conseguir mi objeto. Era necesario emplear mucho. cuidado para que no sufriese algun golpe, y para evitarlo se hizo una excavacion de un metro 50° de diametro por 2 de alto; de tal manera, que como quedase con una costra de caliza y areniscas de 0™,12 de espesor que lo cubria totalmente, hubo que despojarlo de ella con un cuchillo, consiguiendo al fin limpiarlo por completo. Pero inttil fué este trabajo, pues al-ir 4 suspenderlo. se deshizo en mas de cien pedazos; suceso que no me sorprendié, puesto que habia formado una liga tan compacta con los materiales que lo rodea- DE HISTORIA NATURAL. 9 ban, que probablemente se habia resentido hasta de los golpes de pico que se dieron 4 un metro de distancia. Y por otra parte, se conservaba en un estado de calcinacion tal, que facil era tri- turar sus huesos al contacto de las manos. Asi es que tan sdlo he podido recoger la cubierta, 6 cascara superior (en pedazos), algunos dientes y huesos, entre los que con bastante esmero he encajonado. La posicion de él era natural, pues sucumbi6 al parecer en ocasion de ir caminando: tenia la cabeza doblada bajo el cuerpo, y las patas en disposicion de marcha. La magnitud de este fdsil era aproximadamente de 1™,80 de longitud, por 1™,20 de ancho. Al EK. de este punto, y a una distancia de 3 kildmetros, repo- sando en la parte inferior de las barrancas de este arroyo, 4 una profundidad de 3 hasta 7 metros, pude descubrir ¢res cubiertas tambien de Glyptodon, alternando con una masa conglome- rada de areniscas y caliza, formando una amalgama tal, que sélo es comparable con la mejor mezcla que pueda hacerse em- pleando la cal hidraulica; facil era al parecer el extraerlas com- pletas, puesto que alli se trabajaba sin embarazo alguno, pero en balde, pues si bien se consiguid librarlas sin lesion de los materiales que las rodeaban, 4 excepcion de algun pedazo que voluntariamente se desprendia de los bordes, no obstante, su- cedié con todas lo mismo que con la primera, pues al ir 4 sus- penderlas, se hacian pedazos; aunque no es de extrafiar respecto a éstas, puesto que estaban a la intemperie, algunas llenas de agua y légamo, y otras fueron pisadas mas de una vez por los ganados, y ademas cualquiera de ellas excedia de siete arrobas su peso. Es consiguiente que una vez que se extrajeron del lugar donde estaban , hubo que ponerlas un dia al sol, no sdlo para que se secasen, sino porque asi toman mas consistencia; pero como si todo se conjurase para hacer dano, ello es, que a las dos 6 tres horas de haberlas puesto a secar, todas se hallaban des- hechas, unas veces por el ganado vacuno que es muy curioso, y otras veces por algunos individuos que no lo son-‘ménos, 6 que con el deseo de hacer dafio, se complacen en romper todo lo que les parece extrafio; asi es que infelizmente nada completo he podido conseguir; aunque nada tiene de extrano, puesto que tanto en Europa como en América, es bien raro el fdsil que se ha podido sacar de otro modo que en pedazos. 10 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Muy al contrario del primero fué como éstos perecieron, pues los tres estaban dada vuelta lo de abajo arriba; asi es que al descubrirlos figuraban una verdadera cuenca, y en cuyo espa- cio, 4 la verdad, podian contener sin derramarse por los bordes cincuenta galones de agua cada uno. Se explica perfectamente que el primero fué envuelto por una capa de areniscas, que acaso vino envuelta entre aguas, 6 que & consecuencia de alguna reventazon ignea experimentada & algunas leguas de distancia, y que esparciendo las masas que hallé en contorno, pudo mover 4 los terrenos mas prdximos, poco consistentes atin, arrollandolos a4 diferentes direcciones, consiguiendo asi desalojar grandes cantidades de agua que hallaron estos materiales 4 su paso, las que como era consi- gvuiente corrieron con precipitacion arrastrando en su marcha cantidades de arenas, areniscas y otros materiales, sepultando cuanto encontraban por delante y dando por fin 4 los terrenos una forma distinta en su faz exterior 4 la que tenian antes de tales sucesos. Asi sucumbieron instantaneamente gran cantidad de séres organizados que existian en aquella época, quedando unos se- pultados bajo tales acarreos, y otros que, por el contrario , pe- recieron ahogados, boyaron luégo sobre la superficie de las aguas, siempre un tanto estancadas, y cuyos animales es de suponer que estuviesen asi por espacio de algun tiempo soste- nidos sobre las aguas. En tal estado, esperaron un nuevo periodo que debia venir mas tarde, como efectivamente no se hizo esperar, mas vino con el desarrollo de una revolucion en la masa incandescente del centro del globo, resultando de ahi la aparicion de nuevas mon- tanas en la superficie y la salida al exterior (acaso) de muchas materias igneas que figuran hoy como veneros metalicos, y que, si no me es permitido tener como de esta época la aparicion de materias fitlidas entre las que vino envuelto algun oro, plata, y demas metales preciosos como cuerpos anexos al liquido en que era y apareciéd el cuarzo, al ménos permitaseme suponer que el hierro en grandes porciones procede desde esa época tal vez. Epoca tambien de grandes diluvios, cuya duracion es des- conocida. : Las aguas estancadas hasta entdnces huyeron buscando un centro, donde se reunieron formando los mares conocidos; re- DE HISTORIA NATURAL. ; 11 sultando de ello, como consecuencia inmediata, que empezaron a elevarse grandes vapores, los que de continuo iban en au- mento, ayudados , como es consiguiente, por los gases que en presion buscaban desde el centro su salida, como inmediata- mente asi lo consiguieron por muchas partes, en que llegaron a romper la débil costra sdlida del globo. Ello es que dia a dia se chocaban los elementos, corriendo en diferentes direcciones masas inmensas de materiales; los terre- nos subian en unas partes a la vez que bajaban en otras, de- biéndose 4 esta misma época la formacion de muchos terrenos | neptunicos, 6 cuando ménos el aumento de los que ya existian. Pero mientras tanto no dejaban de elevarse continuamente columnas de gases y vapores, todo lo que, convertido en aguas luégo , se desprendia desde la atmésfera 4 manera de diluvios, acompanadas con bastante probabilidad de electricidades con- tinuas. Bien, pues; esto debia de concluir, como asi sucedié, de modo que los animales boyando aun, hasta cierto punto, fueron des- cendiendo 4 medida que las aguas se retiraban, adquiriendo asiento sobre el terreno aun humedo, donde se depositaron. Los mas permanecieron asi, hasta que fueron envueltos por corrien- tes de tierras legamosas que mas tarde le sucedieron 4 conse- cuencia de acarreos fluviales , viniendo 4 quedar todos sepulta- dos desde 5 hasta 12 metros de profundidad, donde comunmente se les encuentra hoy en estado fésil, pero no sin mediar desde enténces hasta la fecha un plazo que puede considerarse muy bien de algunos miles de afios. 4Para qué negarlo y no declarar que me sorprendi en un ter- reno singular, que patentizando un hecho tras de otro hecho, descubriéseme perfectamente signado de haber sido el elegido en un tiempo (que pas6 entre las noches envuelto), para man- sion de ambas vidas geoldégicas (flora y fauna), y que por tanto, ante el espectaculo de sus restos dispersos y rotos, exige hoy preferencia en el estudio y reflexiva contemplacion del hombre? Exige con justicia de los hombres un tributo de homenaje, aunque siquiera sdlo y aislado se les desprenda de entre su indi- ferencia por lo que fué por lo pasado; pidelo asi, porque todavia en la actualidad sustenta con esplendor la existencia vegetal; ostenta ufana su natura algun resto atin de aquel linaje de habitantes que por alla, alla en aquel entdénces la poblaron, y 12 _ ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA que por fortuna pudieron salvarse de entre semejante cosecha de catastrofes; aun existen los Glyptodon, y otros alli, aunque de tan degenerados se les desconozca cuasi, el Tatu, la Mulita, el Ciervo , todos proceden desde enténces, y el caso es que son los mismos en forma y figura, ya que no en tamafio. El suelo de ese departamento demanda 4 los hombres fijeza y detencion, siquiera por el favor que todavia les dispensa, por la vida vegetal privilegiada de que se sirven en él para susten- tar miles de séres que de ella se mantienen, y que con robustez se les conserva por sobre la crueldad de los tiempos y la cum= bre de los anos: pideles fijeza y lectura de su viejisima historia, | supuesto que en él entran hollando su cubierta con las plantas y exigiéndole ganancia y lucro, lucro y ganancia que generoso les prodiga: pideles fijeza, porque como nada esta ni es en este mundo por falta de misterio , acuérdense siquiera, que hace a la vegetacion aquella sementera de antiquisimos difuntos , lo que al hombre la comida de cuotidie; 4 éste hacele vivir, a aquella hacela brillar su suelo preparado aunque sea desde ha una eternidad, debido a descomposiciones animales. Hasta la fecha no he hallado ni visto que ningun departa- mento dé tan buena vegetacion herbacea como este departa- mento da, y ni que sean mas capaces que éste en hacerla cre- cer lozana y exuberante, ni que en ninguno sea tan sustan- ciosa y nutritiva 4 los ganados. Este departamento se singulariza en todo de una manera bien particular, y exige con justicia la meditacion y el estudio. Respecto 4 su edad, mencionaria que si al testimonio de los fosiles hubiera la ciencia de recurrir hoy aun para reconocer algunos periodos geolégicos, entédnces, aqui, presto hallaria evidencias bastante lisonjeras para ver en esta un modelo sin igual del cuaternario: el légamo pampero (1.* prueba), ocu- pa una extension en estas superficies en alternancia en par- tes con depdsitos de casquijo y detritus diluviales y aluviales, con los que en algunos parajes se confunde en desérden, rebu- jando en si cantidades de creta blanca y concreciones calizas (toba lacustre), bajo cuyos lechos sin concierto de posicion, ocultanse depositados aqui y aculla porciones de osarios frac- turados de fdsiles (2.*° prueba), que las aguas surgentes de la localidad descubren periddicamente en las barrancas y lechos de sus cauces, igual que se observa en los demas veneros hidrauli- DE HISTORIA NATURAL. 13 cos que con procedencia de otros puntos cruzan el departamento. Pero concurre otra prueba mas: ésta es la de que 4 los 3" a 3",50 de profundidad, hanse encontrado (y existen atin) es- queletos enteros del Glyptodon clavipes, G. ornatus, Cervus megaceros, Mylodon robustus, Megatherium y EHlephas primi- genius; asi es que al citar este departamento como modelo del periodo cuaternario, no me figuro se cometa una indis- crecion. Tales esqueletos, descubiertos al acaso abriendo zanjas y pozos para agua en las estancias, han sido hechos pedazos por la ignorancia de los trabajadores; pero algo se ha hecho al fin en obsequio 4 que tales ejemplos no se repitan, siquiera haya sido advirtiendo el mal que se hace a la gente de los parajes en que hasta la fecha han sido encontrados, no conservandolos despues de extraidos con cuidado.» —El mismo sefior Vilanova lee la nota siguiente : Los barros de los tejares de Malaga, por D. Domingo de Orueta. Habiendo tenido la atencion este nuestro companiero de remi- tirme un ejemplar de la interesante Memoria que acaba de pu- blicar en las Actas de la Sociedad malaguena de ciencias fisicas y naturales que él presidia en 1874, y encontrando en su lectura materia digna de séria meditacion, habreis de permitirme que os dé una sumaria idea de lo que aquélla contiene, honrando de paso y como se merece la inteligencia y celo de su autor. Empieza éste diciendo que no encontraba asunto de mayor interés para dar principio a sus exploraciones geolédgicas como el que se refiere alas formaciones terciarias que, esparcidas por diversos puntos de la provincia, constituyen una gran parte del suelo de la ciudad de Malaga; las cuales , por otra parte, exci- tan el mayor interés, no sdlo de gedlogos ilustres, sino de cor- poraciones cientificas, figurando entre ellas las geoldgicas de Londres y de Francia, recibiendo la docta Alemania, segun las palabras textuales del autor, con avidez cualquier dato, por pe- quefio sea, referente 4 las arcillas de Malaga, cuya fauna en general, y muy particularmente la rizopdédica, se compara sin desmerecer con las de Austria y Siena, las mas ricas conocidas. Hasta tal punto llega la importancia en este concepto de los te- jares de Malaga, que pueden considerarse como sitio clasico en la historia de la Geologia ; pues aunque no contienen sus mate- 14 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA riales un grupo de organismos bastante peculiares para for- mar un nuevo tipo en la nomenclatura, nos prestan un grande auxilio para comprobar la relacion que existe entre las diversas faunas de Europa durante el periodo terciario. Halaga tambien al autor la idea de conseguir acaso ser util 4 la ciencia, en ra- zon & que teniendo que referirse 4 los estudios de los diferentes g@edlogos que han visitado aquella localidad, no ha de ser dificil adquirir un conocimiento mas preciso de tan interesantes for- maciones, lo cual puede motivar futuras pesquisas que comu- niquen nueva luz respecto 4 la constitucion geolégica de aquel distrito. Los terrenos terciarios, ademas de formar una parte muy con- siderable del piso de la capital, constituyen su fértil vega, y ex- tendiéndose por ambas orillas del Guadalhorce, penetran por el centro de la hoya de Malaga. En dicha region componen el suelo de los partidos de Castralla y Casapalma, del pueblo de Coin y de loscampos al Hste de Alozaina; cubren tambien las faldas de la sierra de Mijas por los pueblos de Alhaurin el grande, Churriana y Torremolinos, hasta el arroyo de la Miel, y se ele- van al Norte en imponentes masas, tales como los Hachos de la pizarra y Alora, y las mesas de Villaverde. Ademas los vemos al Este de la provincia, diseminados en cortos depésitos por el litoral; al Oeste formando la costa desde Torreladrones hasta Estepona, y al Norte bastante desarrollados en la Vega y pobla- cion de Antequera y en la campifa de la ciudad de Ronda. No se propone, sin embargo, el Sr. Orueta estudiar este ter- reno en toda su extension , sino que se limita al de los tejares, primero, por ser mas facil y comoda su exploracion; y segundo, porque una vez precisados los horizontes en aquella localidad, sera mas facil por comparacion , determinar los del resto de la provincia. Al NE. de Malaga, junto al convento de la Victoria, siguiendo el camino de Olletas, se ven grandes desmontes producidos por el hombre para la extracion del barro que se emplea en la alfa- reria, merced 4 lo cual y 4 la perforacion del terreno en busca de aguas artesianas, puede hoy apreciarse con bastante exactitud la potencia de aquellos horizontes geolégicos, tanto mas impor- tantes, cuanto que facilita sobre manera su determinacion la abundancia muy notable de fdsiles caracteristicos y bien con- servados, lo cual ha motivado el estudio de aquella localidad por DE HISTORIA NATURAL. 15 los Sres. Maestre, D. Antonio Alvarez de Linera, D. Luis de Rute, D. Pablo Prolongo entre los gedlogos nacionales, y tambien por Verneuil, Hilgard, Delanoue y Ansted, cuyo ultimo sefior pu- blicé una Memoria, tinica en que se da descripcion detallada de la composicion y estructura de los tejares, que es donde mejor puede comprenderse la constitucion geoldgica de los alrededores de Malaga. Consta alli el terreno de dos distintas formaciones; en el piso superior existe en primer lugar un fango moderno de un metro poco mas 6 ménos de profundidad, donde fueron encontradas las celebres tablas de bronce referentes 4 los municipios de Malaca y Salpenza durante la dominacion romana, debajo de cuyo alu- vion aparece el primero de los terrenos indicados compuesto de capas alternantes de gravas y arenas arcillosas, que se convier- ten en su parte inferior en una marga dura llamada vulgarmente lima. Estos estratos alcanzan alli un espesor de 8 4 9 metros; pero como en algunos puntos de los alrededores de Malaga sea mayor su potencia, deduce el Sr. Orueta que en los tejares han de haber desaparecido una gran parte de los sedimentos supe- riores. Despues del depdsito que acaba de describirse, sigue la se- gunda formacion, que es la que da mayor celebridad 4 los teja- res, la cual se compone de una arcilla azulada, algun tanto si- licea cerca de su contacto con las margas, pero que va adqui- riendo gran pureza a medida que es mas profunda. El espesor de este sedimento, calculado por las secciones y pozos practica- dos, es lo ménos de 20 metros. Todos estos materiales en estra- tificacion concordante siguen una direccion de NNE. 4 SSO. con una inclinacion 6 buzamiento de 8 4 9 grados al ONO. Varias fallas de bastante consideracion se ven en algunos si- tios de los tejares; pero el piso aparece siempre continuo 4 la superficie, lo cual parece confirmar que depositados ya los es- tratos mas recientes y efectuado el movimiento del terreno, ha sufrido éste una gran denudacion que, al paso que hizo desapa- recer mucha parte de los sedimentos superiores, ha nivelado todo el terreno. Pasa luégo el Sr. Orueta & estudiar los organismos que en- cierran estos depdsitos, de los cuales dice que en el piso supe- rior, donde son muy abundantes,*los unos pertenecen a anima- les terrestres, y los otros principalmente a moluscos marinos, y 16 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA entre éstos, los bivalvos 6 acéfalos son los dominantes, hasta el punto de que algunas capas parecen estar formadas exclusiva- mente de conchas. Sin embargo, afade el mismo, hasta ahora son pocas las especies que se han determinado, tanto por el mal estado de conservacion que ofrecen, sobre todo los gasterdpodos, cuanto por haber llamado mas la atencion de los exploradores _ los restos de mamiferos que contienen las arenas y los moluscos de la formacion inferior. Las especies identificadas por Verneuil, son las siguientes: Ostrea Boblayei Desh.; Ostrea Virleti Desh., Hinnites; Pecten Jacobeus L.; Pecten pleuronectes Lam.; Pecten varius L. A esta lista ha podido anadir Orueta las siguientes especies: Pecten latissimus Brocc. (Ostrea latissima Brocc.); Terebratula sinuata Rin.; Buccinum (Nassa) musivum Broce.; Scalaria clathrus L.; Balanus tintinnabulum L.; Dentalium, varios gé- neros y especies de foraminiferos, Venus wmbonaria Lam., Pec- tunculus glycimeris Lam. Hstas dos ultimas especies fueron colocadas por Verneuil en- tre las pertenecientes al barro azul; pero yo, dice Orueta, jamas las he encontrado en aquellos depositos, y si he notado que son comunes entre las arenas; por lo tanto, creo que dicho senor debe haber padecido algun error en la-colocacion de estos dos moluscos. El profesor Ansted, dice que ha podido lograr conchas fluviales en algunos estratos; esto, aunque no lo extrano, pues muchas capas parecen estar formadas por la embocadura de un rio, no me ha sido posible comprobarlo. Encuéntranse tambien, asociados a estos organismos, restos de diferentes peces, entre los cuales figuran, segun el Sr. Orueta, los siguientes: Notidanus primigenius, Corax, Carcharias, Car- charodon, Lamna, Oxyrhina. Los reptiles estan representados por un solo fésil, el mas no- table que se ha encontrado en los tejares, que es una tortuga muy analoga a la Zestudo antiqua de Bronn; pero que segun un sabio aleman, 4 quien se refiere 4 menudo el Sr. Orueta en su escrito, no pertenece 4 ninguna de las especies vivas. Entre los mamiferos cita el Sr. Orueta la quijada y pedazo de vértebra encontrada por el Sr. D. Pablo Prolongo, que pertene- cen, segun el Dr. Falconer, al Rhinoceros elruscus , especie de los depdsitos pliocenos. del Arho, pero que tambien se encuen- tra en los horizontes inferiores del cuaternario, confundida con DE HISTORIA NATURAL. 17 el R. tichorhinus y el R. leptorhinus , habiendo contribuido el ejemplar de Malaga a distinguir perfectamente aquel tipo es- pecifico. Al mismo Sr. Prolongo se debe el hallazgo de una asta y parte del frontal de un rumiante que, segun Falconer, es posible per- tenezca a una especie de cabra del subgénero Jez, probable- mente extinguida. Por tltimo, el profesor Ansted dice haberse descubierto en la misma formacion varios restos de un cetaceo, pero afiade que fueron destruidos por los mismos obreros que los descubrieron. : Posteriormente se han encontrado otros despojos de mamiferos que conviene indicar; figuran entre ellos un fémur, algunas vértebras y varias muelas, una de éstas encontrada 4 muy pocos piés de la superficie. Dicha muela es la ultima de la quijada iz- quierda inferior y tan parecida, segun Orueta, a la del Rhino- ceros megarhinus, que no ha encontrado diferencia alguna con la que figura en el atlas de Pictet. Han aparecido tambien tres craneos completos, varias astas sueltas, muchas vértebras, algunos dientes y diferentes huesos largos, que quizas correspondan al rumiante arriba indicado. Por ultimo, dice Orueta, tenemos en nuestro poder un hueso, al parecer fémur, de un animal carnivoro; un diente de roedor, se- gun lo ha clasificado el Sr. D. Luis Parady; otro de un caballo, probablemente el #guus fossilis, segun el baron von Fritz; parte de la quijada de una especie de cerdo, y otros muchos huesos que no nos ha sido posible clasificar. Tales son los fésiles que se encuentran en el piso superior de los tejares que, como ha hecho notar, ofrecen un curioso con- junto de animales terrestres y maritimos, por lo cual parece muy probable que estos depdsitos se verificasen en un mar de poca ~ profundidad y en la embocadura de un rio, cuyas aguas tras- portasen los restos de los mamiferos que habitaban aquellos contornos en otra época.: Por otro lado, la presencia de la Ze7e- bratula sinuata en alguna abundancia que, como todas las de su género, viven en profundos mares, parece indicar lo contra- rio. No hay medio, pues, de conciliar estas aparentes anomalias, ya que no podemos suponer sucesivas oscilaciones del terreno, en vista de la gran uniformidad de sus estratos, sino que los individuos de la dicha especie hayan sido, despues de su muerte, arrastrados 4 la orilla por alguna corriente maritima. ACTAS DE LA SOC. ESP.— V. 2 18 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA El piso inferior de los tejares, 6 sea el formado por las arci- llas azules, es el que mayor interés ofrece; pues ademas de que sus organismos son muy abundantes y variados, éstos se encuentran casi siempre en tan buen estado de conservacion, que hasta sus mas ténues apéndices no tienen en general el menor detrimento; lo cual es, sin duda, debido 4 la naturaleza del terreno que los envuelve. Difieren mucho mas que los supe- riores de las formas contemporaneas, y aun aparecen algunos que son hasta ahora exclusivos de estos barros. El profesor Ansted ha hecho la curiosa observacion de que dichos fésiles estan divididos en grupos, de tal manera, que en algunos sitios abundan numerosos ejemplares de una determinada especie, mientras que un poco mas alla, ésta llega 4 ser extremada- mente rara. He podido reconocer la exactitud de este aserto, dice el Sr. Orueta, pues que en ciertos puntos he recogido re- petidas conchas de una misma forma, que no he podido encon- trar en ninguna otra parte. Los estratos son puramente mari- nos, pues no se ven en ellos ni moluscos fiuviales ni ningun resto de animal terrestre; sdlo algunas frutas, principalmente diversas clases de pias y madera de coniferas, aparecen en al- gunas de las capas, por lo cual podemos presumir que, si bien el sedimento se deposit6 en un mar algo profundo, no estaba éste muy léjos del litoral, pues bastantes vegetales flotaban en su superficie. Salvo unas enormes costillas y otros huesos de textura espon- josa, que tengo en mi poder, y que parece pertenecen a un cetaceo, los demas restos de vertebrados corresponden 4 dife- rentes especies de peces, representados por dientes analogos a los que existen entre las arenas, siquiera mas abundantes en las arcillas, pertenecientes 4 los géneros Carcharias, Carcharodon, Lamna y Oxyrhina. Tengo tambien noticias, aflade el senor Orueta, de que se ha encontrado parte de la prolongacion de la mandibula de una especie del género Pristis, muy parecida 4 la del vulgarmente llamado Pez-sierra. Pero lo que realmente imprime caracter 4 esta formacion in- ferior de los tejares de Malaga, es la abundantisima y variada fauna rizopdédica que contiene..Da el autor a sus lectores una idea de lo que son los rizépodos 6 foraminiferos y de su profu- sion en el globo, desde el famoso Hozoon canadense, que lo ad- mite de plano como tal, hasta el fondo de los mares actuales; y DE HISTORIA NATURAL. 19 despues, concretandose 4 los fésiles de Malaga, dice: el barro de los tejares contiene millones de tan diminutas conchas, acerca de las cuales se expresan del siguiente modo los Sres. Jones y Parker, despues de examinar ejemplares obtenidos por la levi- gacion de muchas libras de arcilla: « Esta es una fauna rizop0- dica muy rica; en el Mediterraneo, desde la orilla hasta 100 brazas de profundidad, existe un grupo semejante de rizdpo- dos, a pesar de que las Nodosarias y Cristelarias no llegan, ni con mucho, al tamafio de las de Malaga. La fauna de dicha ciudad que estamos examinando, es casi el complemento exacto de lade las arcillas terciarias de Viena. Las arenas terciarias de Turin contienen una fauna semejante, pero no es tan rica en especies y variedades, & pesar de que los ejemplares de Nodo- sarias y Cristelarias, son alli muy bellas: las capas terciarias de Siena contienen todas las formas de Malaga y aun mas. Hay un gran parecido entre los rizépodos de Malaga y los de las arcillas terciarias de Santo Domingo; pero estas ultimas son muy ricas en Anfisteginas.» : Los barros de los tejares contienen pocas formas comunes con el Crag, el Falun y las calizas bastas: las arcillas de Londres ostentan en su rica fauna rizopddica muchas de las formas de Malaga, pero carecen de otras que se presentan en los ultimos depositos terciarios. Hé aqui los principales rizdpodos malaguenos : 1.° Lagena sulcata Walker.—(2 variedades), rara. 2.° Nodosarina raphanus L.—(34 id.), abundante. Nodosaria raphanus L.—(6 id.), id. NV. Dentalina Lam.—(7 id.), id. Vaginulina badenensis D’Orb.—Id. Frondicularia planata Defr.—Id. Cristellaria calcar l..—(var. Cassis y otras 15), id. 3.° Orbiculina universa D’Orb., bastante, id. 4° Globigerina bulloides D’Orb., id. 5.° Rotalia (Planorbulina) farcta F. y M.— (6 var.), id. 6.° R. repanda Fichtel y Moll.—Idem id. 7.0 Rk. Beccarti L.—(1 var.), id. 8... R. trochidiformis Lam.—Id. 9.° Nonionina spheroides D’Orb., algo rara. 10. NV. asterisans F. y M.—(2 var.), abundante. ll. Spherodina bulloides D’Orb.—Id. 20 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA 12. Polystomella crispa L.—(1 var.), id. 13. Amphistegina vulgaris D’Orb., rara. 14. Bulimina obtusa D’Orb.—(4 var.), comun. 15. Wigerina pygmea D’Orb.—(3 id.), id. 16. Verneuilina tricarinata D’Orb.—(4 id.), comun. 17. Textularia agglutinans D’Orb.—(3 id.), id. 18. JMiliola seminulum L.—(4 id.), algo rara. 19. Lituola nautiloidea Lam.—(] id.), bastante comun. Los moluscos contenidos en las arcillas son, segun Orueta, los que mas eficazmente han contribuido 4 darlas 4 conocer, pues se estudian con tanta mas facilidad, cuanto que con muy poco trabajo se puede reunir una bella y variada coleccion; siendo esta circunstancia y la de ser los moluscos los que mas propia- mente caracterizan los terrenos, la razon de excitar mas la cu- riosidad de los varios gedlogos, asi nacionales como extranje- ros, que han visitado dicha localidad. Pone 4 continuacion el autor la lista de las treinta especies indicadas por Verneuil, acom- panada cada una de observaciones propias muy importantes, y a ella anade el catalogo de otras treinta encontradas por él, seguidas de reflexiones acerca de su rareza 6 abundancia, y el juicio critico que aquilata el valor de su descubrimiento, con lo cual da el Sr. Orueta pruebas inequivocas de ser un concienzudo investigador de las cosas naturales. Confirma mas y mas este juicio las reflexiones que completan su interesante Memoria, encaminadas a demostrar que la formacion inferior de los tejares pertenece al horizonte mioceno 6 falinico mejor que al plio- ceno, como lo han creido los mas distinguidos gedlogos, los cuales han incurrido en tal error por no haber hecho la conve- niente distincion entre ambos horizontes, inferior 6 de las arci- llas azuladas, mioceno, y superior plioceno, siquiera algunos lleven este ultimo al periodo cuaternario. 7 Reciba el Sr. Orueta, por el servicio que acaba de prestar a la ciencia patria con el esclarecimiento de un problema tan im- portante como el que trata en su Memoria, el mas cumplido parabien de su apasionado admirador. DE HISTORIA NATURAL. 21 Sesion del 9 de Febrers de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asisten los senores Macpherson, de Cadiz, y Vilanova (Don José), de Valencia. — El sefior Secretario lee las comunicaciones recibidas, que son: de D. Saturio Alvarez Monteguin, dando gracias por su admision, y de D. Manuel Arnus, remitiendo un ejemplar de la obra del Doctor Jourdanet, titulada Influence de la pression de Pair sur la vie de Vhomme. — El mismo sefior da cuenta de haberse recibido las publi- caciones siguientes: A cambio: Société entomologique de Belgique.— Compte-rendu de Vassem- blée mensuelle du4 Décembre 1875. Société entomologique de Belgique.— Compte-rendu de lassem- blée du 26 Décembre 1875. Société entomologique de Belgique.— Compte-rendu de Vassem- blée mensuelle du 8 Janvier 1876. Como donativos: Semanario Farmacéutico.—Numeros 13 al 18 (IV afio), remi- tido por su Director D. Vicente M. de Argenta. Influence de la pression de Vair sur la vie de Vhomme, par le Dr. Jourdanet, regalo del autor. ' Resimen de los trabajos del Ateneo propagador de las ciencias naturales durante el ato académico de 1874 & 1875, remitido por esta Sociedad. Discursos pronunciados en la inauguracion de las sesiones de la Real Academia de Medicina. La Democracia, periddico de Buenos Aires. —- Numeros 1038 4 1044, remitido por D. Clemente Barrial Posada. La Sociedad acuerda dar las gracias a los donantes. — El sefior Perez Arcas, en nombre de la Comision de publi- cacion, propone reducir 4 500 el numero de ejemplares que en este aflo se impriman de los ANALES, en vista de la economia que esta reduccion producira, que puede calcularse en 2.000 reales, 22 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPHNOLA y del mucho espacio que los ejemplares excedentes ocupan. La Sociedad asi lo acuerda. — El sefior Llorente presenta dos cabezas monstruosas por. falta de desarrollo de los intermaxilares y redondeamiento de la mandibula inferior, procedentes la una de un asno y la otra de un cerdo. — El sefior Vilanova manifiesta que el sehor Arévalo y Baca, durante el curso de 1868-69, en que desempeno el cargo de Profesor auxiliar de Historia Natural y de Agricultura en el Ins- tituto de Malaga, hizo el estudio del terreno terciario de los al- rededores de dicha ciudad, determinando los fosiles que reunid, y haciendo los dibujos de éstos; habiendo adquirido el conven- cimiento de que dicho deposito corresponde al piso mioceno fundado en las especies caracteristicas, y principalmente en la presencia de los dientes de grandes peces, de cuyo hecho did cuenta oficialmente en los ejercicios que practicé en el curso de 1872-73 para optar al premio extraordinario del grado de Doc- tor en la Facultad de Ciencias. El senor Arévalo y Baca expone que ademas de las espeeies citadas por el senor Orueta, ha determinado las siguientes? Ranella reticularis, Desh.; Pecten solea, Desh.; Fusus etrusdis, Pechioli; Vatica microcephala, Landberger; Bulla conica, Desh; Flabellum costatum, Bellardi; Ceratotrochus duodecimcostatus, Gold., y un Zrochus, cuyos dibujos examina la Sociedad; y anade que el senor Vilanova y él estaban acordes en calificar de titéni- cos los fosiles mencionados en su trabajo sobre la cuenca del Gua- dalhorce. — El sefior Quiroga lee un articulo sobre la Ofita de Pando, que pasa a la Comision de publicacion. El sehor Vilanova expresa la satisfaccion con que ve me- nudear trabajos del mérito del presentado por el senor Quiroga, ahadiendo que suplicaba a este senor introdujera algunas cor- recciones en el lenguaje cientifico empleado, a lo que accede gustoso este senor. — El sefior Marqués de la Ribera muestra una punta de flecha de cobre remitida de Argecilla (Guadalajara), por D. Nicanor de la Pena, y parecida a las de las habitaciones lacustres de Suiza. El senor Botella recuerda 4 este propdsito que los palafitos no tienen tanta antigiiedad como por algunos se les supone, toda vez que Herodoto habla de poblaciones construidas sobre estacas. DE HISTORIA NATURAL. 28 — El senor Uhagon (D. Serafin), lee un trabajo sobre Coledp- teros de Badajoz, que comprende 289 especies, entre ellas varias nuevas y una de un género nuevo, cuyo articulo pasa a la Co- mision de publicacion. — El senior Martinez y Saez dice: « Por considerar interesante la confirmacion del hecho de en- contrarse en el centro de Espafiala Myogalea pyrenaica Geoftr., presento a la Sociedad unos ejemplares que han sido cogidos este invierno, en la Sierra de Gredos, por unos pescadores que prometieron remitirlos, viendo el interés con que se lo encargé el senor Perez Arcas, cuando en el verano pasado, y bajo su direccion , varios de sus discipulos y algunos aficionados hici- mos una corta expedicion a la laguna de Gredos. La circunstan- - cia de tener esta especie nombre vulgar, el de mizclera, asi como la de haberse enviado sdélo tres ejemplares por creer que no eran necesarios mas, hacen suponer que no debe ser muy raro este insectivoro en los rios que nacen de aquellas sierras. Nuestro consocio y celoso explorador de la Isla de Menorca, D. Francisco Cardona, ha tenido la bondad de remitirme tltima- mente, para su examen, varios coledpteros, entre los que he visto algunos ejemplares del Hydrobius (Anacena) bipustulatus Marsh.; y como a ellos convenga perfectamente la descripcion del Hydrobius glabricollis Schauf. (Beitrag zur Kenntniss der Coleopteren. — Fauna der Balearen. Prag, 1869, pag. 11), en- cuentro muy probable que ambos nombres correspondan 4 una misma especie del expresado género. Tambien el sefior Cardona ha encontrado en Menorca un ejemplar del Pinophilus siculus Kr., estafilinido de notable forma, hasta ahora sdélo indicado de Sicilia, y que como los analogos de su seccion, pinofilinos, ca- racteriza las regiones mas calidas de la fauna mediterranea. Por ultimo, un ejemplar del Cossyphus moniliferus Chevrol., cogido por el senor Cardona en Menorca, prueba que esta especie habita en aquella isla lo mismo que en el Senegal y en Argel, de donde lo indican los autores.» — El sefor Gonzalez Linares hace algunas indicaciones sobre rocas y fdsiles de la provincia de Santander, en cuyo estudio dice se viene ocupando hace tiempo, no con la regularidad y método necesarios para emprender y llevar 4 cabo un trabajo completo y definitivo, sino aprovechando ocasiones accidentales para recoger datos aislados como los que ahora ofrece 4 la So- 21 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA ciedad, por entender que confirman en parte, y en parte com- pletan, algunas inducciones que sobre la Paleontologia y Geolo- gia de aquella provincia han hecho, entre otros, los sefores D. J. Egozcue y Cia, profesor autorizado y distinguido de la Hs- cuela de Minas, y D. F. Gascue, entendido y celoso ingeniero de este ramo, residente en Santander. A este propésito lee la nota siguiente: «En el ultimo parrafo de la carta (1) dirigida por el primero de estos sefiores 4 nuestro respetable consocio el senor Naranjo y Garza, al cual debe tambien la Geologia de la region citada trabajos muy dignos de estimacion, dandole cuenta del estudio que & ruegos de éste habia hecho de dos molares de rinoceronte recogidos por el senor Piquet en el sitio de la Gandara y termino de Udias, expresa el sefior Egozcue su deseo de que llegaran a. encontrarse merced 4 nuevas pesquisas otros ejemplares analo- gos, y sobre todo algun craneo del animal citado, con lo cual quedarian disipadas cuantas dudas pudieran caber aun sobre la verdad y firmeza de sus conclusiones en punto a la determina- cion especifica del rinoceronte, cuyos dos molares habia podido estudiar tan solo. Poseyendo hace aio y medio (gracias al ilus- trado celo y desprendimiento generoso de mi buen amigo don Jorge Lucio, alcalde de Udias y administrador de las minas de este término, propias de la « Compafiia francesa ») seis molares, varias vértebras de distintas regiones, algunos fragmentos de los huesos de las extremidades, y sobre todo un craneo, todos los cuales restos de rinoceronte, fosilizados por la zinconisa, proceden de la misma localidad que los molares recogidos por el senor Piquet y estudiados por el senor Egozcue, me apresuro 4 satisfacer el deseo de éste, poniendo en su conocimiento y en el de la Sociedad 4 la vez, la existencia del tabique nasal osifi- cado en el craneo, 4 que pertenecieron indudablemente todos los despojos antes indicados y las dos muelas, cuyo examen ha bastado al sefior Egozcue, merced a la envidiable sagacidad y profundo conocimiento con que lo ha llevado a cabo, para indu- cir casi con seguridad entera que procedian del &. tichorhinus Cuv., como en efecto proceden. (1) Actas dela Soc. Esp. de H. N. Sesion del 13 de Enero de 1875: ANALES, tomo Iv, cuaderno 1,° DE HISTORIA NATURAL. 25 Despues de felicitar al reputado profesor por su atinada deter- minacion de tales fdsiles, afiado que falto de libros y aun colec” - ciones exigidas para el caso, tuve que limitarme hace tres afios & mencionar (1) tan sdlo la existencia en Udias de restos de ri- noceronte (indicados ya por O’Reilly en 1863), y aun de algunos otros mamiferos, habiéndome impedido ulteriormente motivos semejantes y obstaculos de otra indole, el completar con un es- tudio detenido de los fésiles Ultimamente nombrados, el ya em- pezado de los despojos del &. tichorhinus. Con ocasion del estimable trabajo del Sr. Gascue sobre algu- nas partes del terreno triasico de Santander, inserto en el cua- derno 3.°, tomo 11 del Boletin de la Comision del Mapa Geoldgico, creo oportuno suministrar 4 la Sociedad y aun a este ilustrado observador, por su medio, algunos datos relativos 4 los fésiles que en la region examinada por él se presentan, y tuve la for- tuna de encontrar, gracias en parte a las indicaciones que sobre uno de los yacimientos me hicieron mis amigos de Cabezon de la Sal, los laboriosos y emprendedores industriales D. Epifanio y D. Félix Garcia y D. Feliciano Rivero, aficionados todos a ob- servar y enterarse de cuanto les parece extrafio 6 curioso en los valles y riscos de aquella region. Faltaron al Sr. Gascue avisos tan provechosos en su excursion por el valle de Cabuérniga y términos que le siguen hacia la cos- ta Cantabrica, no pudiendo por lo tanto utilizar para su trabajo tales restos, profusamente esparcidos, no sdlo en las capas que han descubierto ligeramente en las insignificantes labores he- chas en dos parajes persiguiendo el lignito, sino tambien en toda la extension del lecho de dos pequefios arroyos que, si- guiendo la direccion del Escudo de Cabuérniga, vienen del O. por sus faldas N. y S. hacia el rio Saja, que corta 4 esta pequefia cordillera en el sitio llamado « Hoz de Santa Lucia. » Coinci- diendo con el Sr. Maestre en reputar triasicas por su composi- cion y sitio las capas de areniscas, arcillas y conglomerados que desde los confines de Cabezon, donde termina, a juicio de ambos, la Creta (2) que arranca de Comillas, se extienden hasta (1) Actas de la Soc. Hsp. de H. N. Sesion del 7 de Mayo de 1878: ANALEs, tomo 11. (2) Probablemente acaba ésta en Udias mismo, y ‘empieza alli el terreno jurdsico 4 que corresponderan entdnces las supuestas capas cretdceas de Cabezon, segun afirma O’Reilly, 26 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA llegar casi 4 Valle, capital del Cabuérniga, donde aparece en su sentir el Jwra, que prosigue hasta su extremo NO., las estima con todo el Sr. Gascue, apartandose en esto de la opinion del gedlogo citado ahora, como correspondientes 4 las margas iri- sadas las unas, y 4 la arenisca abigarrada las otras, fundan- dose en la distinta fisonomia litoldgica y orografica que revis- ten, y 4un en la diversa estratificacion en que se muestran dis- puestas. El Escudo seria, en su opinion, el término del Keuper yendo de Cabezon & Cabuérniga, y las areniscas rojas, que constituyen aquella divisoria, el principio del Bunter-Sand- stein. No es, sin embargo, tan decidida la oposicion en el carac- ter de los estratos que anteceden y siguen inmediatamente a los del Escudo, como parece inferirse de sus afirmaciones; ca- pas de arcilla ferro-carbonosa, cuajadas de moldes internos de gasterdpodos y bivalvos se ofrecen con igual caracter al acabar el supuesto Aeuper en el sitio llamado el Montuco espeso, al O. de Santibafiez y Carrejo, y dentro ya del reputado Bunter, en la falda 8. del Escudo, al O. de Ruente y principio del Monte Aa. Las investigaciones del lignito hechas en este ultimo punto han profundizado poco, por lo cual sdlo se descubre la capa superior que encierra los citados moldes; en cambio las labores abunda- ron mas en el otro sitio, el Montuco espeso, apareciendo por bajo de aquel estrato los que contienen enteros los moluscos ¢cu- yos son los moldes: de suerte que la continuidad entre algunas capas anteriores y posteriores al Escudo es manifiesta, y en otras sé infiere casi con absoluta certeza. La fauna que revelan los fésiles hallados, no permite referir al ¢rias las capas que los contienen, atendiendo a los datos que sobre este terreno y su poblacion tenemos hoy; ulteriores inves- tigaciones, acaso las que provoque el estudio de esta region, po- dran quiza introducir tales modificaciones en la caracteristica ac- tual del terreno triasico, que resulten pertenecerle los fosiles alu- didos, no sefialados hasta ahora, que yo sepa, en ninguno de sus parajes observados; sobre que no serian irracionales las induccio- nes que se hicieran sobre el paso por sus estratos de los anima- les y plantas, cuyos restos motivan estas indicaciones. Pero dentro de los limites en que se encierra hoy nuestro conoci- miento de los terrenos, la presencia de conchas pertenecientes al eénero Unio, de gasterépodos que entran en el Paludina 6 el Vivipara, y de crustaceos correspondientes al Cypris, en las DE HISTORIA NATURAL. 27 capas citadas de Santibanez y Ruente, no autoriza el caracter triasico que se les ha atribuido , atendida su composicion mine- raldgica sobre todo; antes bien, hace pensar en el piso wealdico, en las capas del Purdeck y aun en las formaciones lacustres terciarias de la Auvernia, sin que la existencia de bancos de cal y yeso en Cabezon y otros sitios, ni la irisacion de las arci- llas niel abigarramiento de las areniscas asociadas con aqué- llos representen hoy elementos de mucha trascendencia en la determinacion del terreno 4 que corresponden, conocidos como son en el extranjero, merced 4 los trabajos de muchos y muy ilustres gedlogos, y en Espana gracias a los del eminente geo- logo sefor Macpherson, los fendmenos de metamorfismo fre- cuente a que deben una facies comun pseudo-triasica terrenos muy diversos, mas y ménos antiguos que la arenisca roja mo- derna. Tampoco las relaciones estratigraficas generales de este su- puesto trias con los terrenos que le preceden y siguen en aquella y otras regiones de Santander, dan testimonio irrecusable en favor de su condicion de tal. En efecto, otro de los motivos que asi Verneuil como Maestre y Gascue han tenido presentes para reputar tridsicos este y otros terrenos de dicha provincia, es el de apoyarse sus capas sobre las de una caliza, la de Dobra, Celis y los Picos de Europa, que tienen por carbonifera, y cuyos estratos estiman descansar en estratificacion discordante bajo las areniscas citadas. Por una parte el distinguido gedlogo se-. for O'Reilly (Notes on the Geology of the prov. of Santander and Madrid, by W. Sullivan and J. OReilly, EKdimburgh, 1863), apoyandose en la concordancia de estratificacion que entre di- chas caliza y arenisca se manifiesta en el valle de Saja, cerca de Cabezon, y en el de Deva, a tres kildmetros de la Hermida, cerca de las minas de Linares, en el caracter litologico de esta roca, muy desemejante del de la caliza carbonifera comun (1), y so- bre todo en la necesidad de acudir 4 un complicadisimo sistema de fallas para dar razon del respectivo lugar de los terrenos que alli se ofrecen, si se admite el supuesto caracter carbonifero de (1) «The lithological character of the Dobra limestone is, however,very unlike than of the usual carboniferous limestone; it is blackish and streaked; » (pag. 42, 1. 28de su libro citado). 28 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA dicha caliza, afirma que debe ser ésta reputada jurasica, junta- mente con las areniscas suprayacentes. Tal parece haber sido tambien la opinion ultimamente formada por Verneuil, sezun indica D’Archiac (1). De suerte que estan propiamente en litigio en lo tocante a su naturaleza los terrenos que con el cretaceo ocupan mayor extension en la provincia citada; si la caliza de Dobra, Celis y parte cuando ménos de los Picos de Europa, es ju- rasica juntamente con las areniscas, conglomerados, arcillas, sal y yeso subordinados, la sucesion de terrenos desde el num- mulitico, a partir de la costa en San Vicente de la Barquera, por ejemplo, hasta la divisoria cantabrica y provincias limitro- fes por esta parte, aparece completamente natural y sencilla; si por el contrario, es carbonifera y triasicos los materiales antes dichos, se complica la sucesion estratigrafica indicada en térmi- nos de exigir para su explicacion muchos y muy notables dis- locamientos. Ni la sencillez con que se ofrece la primera hip6- tesis, ni las dificultades que surgen del segundo supuesto son, a la verdad, razones para deferir 4 la una 6 rechazar la otra: han de atenderse motivos mas reales y exactos en tales delica- dos problemas, y no seran quiza de poca trascendencia en el caso los que suministre un estudio detenido y sério de los fési- les antes mencionados, y de las relaciones estratigraficas locales y generales de las capas que los encierran. » Sesion del. 4.° de Marzo de 1876: PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asisten los sefiores: Macpherson, de Cadiz; Adan de Yarza, de Bilbao; y Espluga, de Barbastro. — El senor Secretario lee una comunicacion del Ministro de Espana en Washington, participando el envio de un cajon con libros para nuestra SocirpaD, entregado en aquella Legacion por la Smithsonian Institution. (1) Histoive des progres de la Geologie, t. vit, pag. 172. No me hasido posible encon- trar escrito alguno de De Verneuil, donde se contenga esta rectificacion, que de su primer punto de vista le atribuye D’Archiac. . DE HISTORIA NATURAL. 29 —El mismo sefor da cuenta de haberse recibido las publica- ciones siguientes : A cambio: Anales dé la Academia de Ciencias médicas, fisicas y natura- les de la Habana.—Entregas 137 y 138. _ Anales de la Societé entomologique de Belgique. —Tomo xvin. Como donativos : Semanario Farmacéutico.—Numeros 20, 21 y 22 (4.° afio); re- mitido por su director D. Vicente M. de Argenta.’ Cronica médico-quirurgica de la Habana. — Ao 2.°, num. 2. Apuntes acerca de la caza y conservacion de los insectos, por D. Ignacio Bolivar; regalo del autor. Revista de los progresos de las Ciencias exaclas, fisicas y na- turales; remitido por la Academia de ciencias. La Sociedad acuerda dar las gracias 4 los donantes. —KE]l sefior Rementeria lee en nombre de D. Ignacio Bolivar un escrito de éste titulado Sindpsis de los ortépteros de Espana, Portugal y las Baleares, que pasa 4 la Comision de publicacion. — El senor Quiroga lee la nota siguiente: Observaciones sobre algunas rocas de Riaza (Segovia). Durante el Carnaval del pasado afio 1875, hicimos una ligera excursion por la provincia de Segovia los senores Solano, Areitio y el que esto suscribe, de cuyo resultado, al ménos el que & Pe- - trologia se refiere, voy 4 permitirme, prévio el beneplacito de mis dos companeros y amigos, dar una breve noticia a la Socie- dad, siquiera sea el ménos autorizado de los tres para ello. Nuestro punto de partida fué Segovia, desde donde pasando por Sepulveda nos dirigimos 4 Riaza, que constituia por entén- ces el objetivo de nuestro viaje. En la antiquisima y militar- mente situada poblacion intermedia referida, no pudimos, du- rante las breves horas de nuestra permanencia en ella, notar, fuera de su estratégica situacion, cosa que sea digna de mencio- narse, bajo el punto de vista geoldgico, sino es el notable fend- meno de denudacion que ocasionaron las aguas del rio Duraton en las capas del cretaceo, produciendo el derrumbe, prévia la disgregacion y trasporte de los materiales inferiores a ella, de una potente masa de caliza que se ha colocado verticalmente en el fondo del estrecho valle, en perfecta discordancia por lo tanto 30 AOCTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA con las capas de la misma roca que constituyen los cerros veci- nos, en uno de los que se halla situado Sepulveda. D. Casiano ' de Prado cita semejante hecho en su descripcion geoldgica de esta provincia, y aun creo recordar que da de él algun dibujo. El viaje & Riaza tenia por objeto visitar unas antiguas minas que decian ser de zinc, en que se encontraron restos humanos, de los que el duefio de ellas habia traido algun ejemplar al Museo. Pero no hallandose a la sazon esta persona en Riaza, estando situadas las minas, en que no se trabajaba por. entdnces, 4 tres 6 cuatro leguas de este pueblo, y nosotros faltos de tiempo, no pudimos visitarlas, teniendo que contentarnos con ver los ejemplares de ellas extraidos, que nos quiso ensenar un amigo, y aun creo que consocio en tal explotacion del pri- mer duefno citado, persona muy aficionada a minas. En los ejemplares que conseguimos para el Museo, y que en él estan depositados juntamente, con los que primero regalé el duefio y los que ulteriormente se le compraron, no ha encontrado uno de nosotros, el Sr. Solano, el zinc. Por otra parte, el mineral es una caliza incrustante que sirve de cemento a restos del esque- leto humano y 4 carbon vegetal, perteneciente al diluvium, en cuyo confin con el silurico y gneisico se halla el pueblo de Riaza. Respecto al valor paleontoldgico y prehistérico de tales restos, no me creo autorizado para dilucilarlo, dejandolo a la notoria competencia de los sefores Solano y Areitio. Ya que no pudimos ver las minas antedichas, recorrimos a la ligera los alrededores, amenos por cierto, del pueblo, cogiendo diversas variedades de gnéis, hialomictas y cuarcitas, y fuimos & ver una mina, supuesta de bismuto por la misma persona que arriba dijimos nos ensefié las brechas humanas. La pretendida mina, situada en la llamada cuesta del Labrado, 4la izquierda del arroyo de la Parrilla, en. gnéis, no era mas que un notable filon de granate en masa, yacente inmediata- mente sobre cocolita, y distribuido a veces irregularmente por el interior de la masa de ésta. La granatita, roca no muy frecuente por cierto, de color rojo- intenso, lustre como empafiado, céreo, y dotada de alguna tras- lucencia en los bordes, se presenta constituida por pequemas la- jas desde 0",001 hasta 0",004 6 0",005 de espesor en la totalidad de su longitud, 6 que va decreciendo de un extremo a otro, sen- siblemente paralelas entre si y perpendiculares 4 la cocolita DE HISTORIA NATURAL. 31 infrayacenie, con la que presenta tan extrafia union, que es im- posible separar un ejemplar de buen tamafio de aquella roca, sin que le acompafe una no pequefia porcion de esta ultima. Entre los planos de juntura de las placas de granatita, se ven unas veces pequenos filoncillos de cuarzo lacteo, otras mica plateada, y aun pequenas particulas del piroxeno verde. Ksta granatita es fusible al soplete en una perla negra mag- nética; con el bérax da la del hierro, pero sin indicio alguno de manganeso, caractéres que, unidos a su Casi insignificante ata- cabilidad por los acidos y 4 los exteriores antedichos, refieren, en mi juicio, este granate al mas comun, 6 sea férrico-aluminico 6 almandina. Su micromorfologia no llama mucho la atencion, puesto que lo unico que el microscopio nos demuestra en las secciones del- gadas, es que el granate se halla sembrado de didpsido, ya en pequenas laminas aisladas, ya reunidas formando filoncillos, que son mas de notar entre los nicoles cruzados. La misma persona duena de tal mina de bismuto, que hasta las margenes del arroyo de la Parrilla nos condujo, nos habia ensefado en su casa, entre otras muchas piedras de escaso 6 ningun valor y almismo tiempo que las. brechas huesosas, una bella placa de hermosos granates rojos bastante traslucientes, perfectos y aislados unos de otros, cristalizados no recuerdo si en el rombododecaédro 6 en el trapezoédro , que nos dijo proce- dia de la inmediata y enténces nevada sierra de Ayllon, en cuya falda se halla Riaza, donde se presenta, 4juzgar por los datos que nos comunicod, perfectamente libre sobre una roca, refle- jando fuertemente las caras de sus cristales la luz del sol cuando éste las hiere, por lo que le llamé la atencion en alguna de sus muchas correrias por las sierras en busca de minas. La cocolita, sobre cuya potente masa aparece la granatita, es generalmente de un color verde-gris oscuro, muy finamente granuda, de fractura irregular y raya blanca, que contiene en su interior 4 veces trocitos de la misma granatita, intimamente unidos con ella, otras cuarzo lacteo, y 4un en un ejemplar he- mos notado pequefiisimas y escasas particulas de pirita de hierro; con mas frecuencia lleva manchas del pardo en las su- perficies de separacion y contacto de unas masas con otras, y especialmente el oligisto mic&ceo, ya con bastante regularidad esparcido por su masa, ya concreto en algunos puntos 6 acom- 32 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA panando 4 las vénulas de cuarzo lacteo que suelen cruzar la roca piroxénica. Algunos trozos de ella, en que prdximamente se asocian el rosado granate 4 la verde didpsida, y las lamini- llas del hierro oligisto, presentan un aspecto bastante bello y agradable. Nunca es magnética esta cocolita, aun la mas car- gada de hierro. Su micro-estructura es la de un agregado de granulos cris- talinos irregulares, perfectamente trasparentes, incoloros, 6 ligeramente verdoso-azulados, faltos de dicroismo, pero en cambio dotados de una polarizacion cromatica bastante brillante, y totalmente insolubles en los acidos y agua régia. Por puro que é primera vista nos haya parecido el trozo de roca destinado al microscopio, nos revela éste, una vez preparada la seccion, que contiene en su interior masas irregulares de granate. En algu- nas preparaciones se ven ademas partes negras opacas unas veces, rojas y trasparentes otras, solubles perfectamente en el CIH.5 H, O, que son el hierro oligisto de que hablé anterior- mente. El] cuarzo que 4 estas rocas acompania esta muy lleno de inclusiones , liquidas unas, sdlidas otras, y atravesado en todas direcciones por largos prismas aciculares, entrecruzados , solu- bles muchos de ellos en el NHO,, dejandolo de ser indudable- mente los que quedan, por hallarse totalmente incluidos en el cuarzo, que por lo tanto les impide el contacto con el disolvente, y en cuya disolucion se reconoce perfectamente la presencia del Ph H, O,, con la nitrica del fosfo-decamolibdato amoénico, y la de la cal con sus reactivos caracteristicos. Tales agujas son, pues, de a@patito. Esto es todo !o que hasta ahora nos ha indi- cado el microscopio en estas cocolitas de Riaza. En inmediata relacion con ellas se hallan en las margenes del arroyo de la Parrilla otras dos rocas no tan faciles de caracteri- zar asi & primera vista. La una adelomera, de color pardo rojizo, raya blanco-ocracea, cavernosa, y de fractura irregular poliédrica, tiene toda la fa- cies de un hierro pardo. Aqui y alli, en diversos puntos de su masa, aparecen manchas verdosas superficiales de piroxeno, que otras veces esta en el interior de la misma en forma de es- camitas micaceas. Sin el microscopio fuera dificil decidir acerca de la naturaleza de semejante material, que observado en placas delgadas se ve que no es mas ni ménos que una cocolita total- mente desprovista de granate, 6 impregnada por el hidrato de DE HISTORIA NATURAL. 33 Oxido férrico de tal modo, que aun en cortes muy delgados apa- recen la mayoria de los granos del didpsido coloreados en pardo- rojizo, color que desaparece por el tratamiento con el C1H. 5H, O, en cuyo liquido se halla despues el hierro en abundancia. Todos los caractéres de esta roca indican, & mi parecer, que son el producto de una accion metamorfica en la cocolita primitiva, posterior 4 su formacion. La segunda y ultima de las dos esta constituida por muy pe- quenos elementos; es verdaderamente criptomera, algo tenaz, de color gris-ceniza muy oscuro, que resulta de la mezcla de pe- quefios granos negros dominantes, con otros ligeramente rosa- dos, tambien frecuentes, y algunas particulas mas escasas de color blanco. No es magnética ni da chispas con el eslabon, y su raya es blanco-agrisada; su fractura en pequeno es concdi- dea, originando en grande superficies de alguna extension, ter- minadas por aristas agudas. El aspecto 4 primera vista es de roca anfibélica, pero no dioritica. Observandola con atencion, y mas especialmente si se usa una lente, se ve, como dije antes, que la constituyen por lo ménos tres clases de pequefios elemen- tos: @), granos negros cuya forma no es discernible, pero que algunos de ellos presentan cierto brillo en determinadas posi- ciones, y que 4 poca practica que se tenga, se reconoce que per- tenecen 4 la hornblenda; b), granillos redondeados, rosados, que son indudablemente de granate; y c), por ultimo, pequefias par- ticulas blancas que a veces, y especialmente en la fractura, apa- recen algunas en continuidad formando una superficie brillante y estriada, y que son de /eldespato, muy escaso por cierto, en relacion con la hornblenda y el granate, que son los elementos esenciales de la roca. Con el microscopio, en secciones delgadas, se la ve consti- tuida del modo siguiente: a), hermosa y muy bien caracterizada hornblenda verde, en particulas irregularmente prismaticas en- trelazadas en todos sentidos, formando la trama de la roca; 0), granos redondeados unas veces é¢ irregularmente poligonales— octogonales otras ,—incoloros, con la caracteristica superficie, inclusiones y carencia de doble refraccion peculiares del gra- nate; y por ultimo, c), escasas porciones de plagioclasa, pero de bastante extension comparada con la que tienen los indivi- duos de cada uno de los otros dos elementos. Como este granate es de un color claro cuando se halla en masa, queda incoloro ACTAS DE LA SOC, FSP.— V. 2 B4 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA en los cértes delgados, como sucede a otra porcion de minerales débilmente tefnidos. . Refiero esta roca interesante al grupo que Lasaulx denomina Granatfels (1), y define diciendo que tales piedras son «una »mezcla de particulas cristalinas de granate y hornblenda, a la »cual se agrega todavia ordinariamente la magnetita»; frase que conviene en un todo 4 la de Riaza, en la que falta, sin embargo, el ultimo mineral indicado como variable por Lasaulx. Ademas el mismo profesor, y en la misma obra y pagina al pié de ésta citadas, describe una roca de Bokenas en Bohuslin (Suecia), perteneciente al mismo grupo, constituida por hornblenda verde- negruzca, granate rojo-pardo, con alguna parte de plagioclasa y pequefas particulas y cristales de rutilo; roca que como se ve ha de presentar, fuera de la existencia del rutilo, gran ana- logia con el material espanol de que me ocupo. Esto es lo curioso é importante que observamos en Riaza, bajo el punto de vista litologico, durante toda nuestra ultima excursion por la provincia de Segovia. De regreso a esta poblacion, y pasando por los amenos pue- blos de Cerezo de Arriba y de Abajo, nos detuvimos en el no ménos interesante de Pradena, para reconocer unas cavernas que en la caliza cretacea alli existen; alguna de las que, la lla- mada del Jaspe, por estar revestida de caliza estalactitica, es de tan angosta entrada que yo, 4 pesar de no ser de gran volimen, me vi precisado & despojarme de una parte de mi ropa exterior para franquearla; trabajo que, por desgracia , no fué premiado con el hallazgo de nada interesante. Igual resultado nos did la exploracion de otra U otras dos cavernas en el mismo pueblo. En Pedraza de la Sierra, en la caverna chica de la Griega, que dimos 4 conocer el Sr. Areitio y yo por haber encontrado en ella una rica brecha huesosa, se obtuvo, por el contrario, y gracias 4 la feliz cooperacion del inteligente cantero que en la primera expedicion nos ayudo al mismo trabajo, una abundante cose- cha, que es de esperar que en breve dé 4 conocer nuestro dis- tinguido Secretario y mi particular amigo el Sr. D. J. Solano. — El sefior Gonzalez Linares presenta los fésiles 4 que aludio en la sesion anterior, é insiste nuevamente en las consideracio- 1) £lemente der Petrographie, von Dr. A, yon Lasaulx: Bonn, 1875, pdg. 337. DE HISTORIA NATURAL. 35 nes que expuso entonces, resumiéndolas en las dos conclusiones siguientes : «l." Los fésiles mencionados, extranos al terreno tridsico co- nocido hasta el presente, permiten afirmar, atendida la carac- teristica actual de este terreno, y mientras ésta no se modifique, que las supuestas capas del Keuper y del Bunter pertenecen a otro miembro geoldgico, y deben su fisonomia triasica & fend- menos de metamorfismo, de que dan testimonio las éfitas de la cuenca del Besaya y los manantiales calientes esparcidos por aquellos parajes. »2." La determinacion exacta de la naturaleza de dichas capas trascendera sin duda hasta la rectificacion quiza total del mapa geologico de la provincia, decidiendo entre las opiniones en- contradas que sobre ella existen, 6 completandolas en lo que tienen de defectuoso y afirmandolas en lo que entranan de verdad.» Anade que desea saber de boca del sefior Naranjo su opi- nion autorizada acerca del caracter jurasico 6 cretaceo de las capas calizas que ocupan la extension que media entre San Bartolomé de Udias y las areniscas del valle de Cabezon de la Sal. El senor Naranjo contesta que son jurasicas, como lo de- muestran entre otros fdsiles la Ostrea cymbium D’Orb. y la Gryphea arcuata Lam., que en ellas se hallan. El senor Cortazar manifiesta que, fundados en datos paleon- tolégicos, O’Reilly y Sullivan de tales las califican, y que por lo que hace a la significacion de los fosiles presentados, hay que esperar a determinar sus especies. — E] sefior Perez Arcas lee la nota siguiente: «En una de las sesiones del ano pasado (7 de Julio) daba cuenta el senor Secretario en la enumeracion de las obras re- mitidas a esta Sociedad, de una titulada Vertebrados del viaje al Pacifico. Batracios; regalada por su autor, nuestro colega D. Marcos Jimenez de la Espada, el cual se limité 4 decir en la misma sesion que era la primera entrega de la obra, y que com- prendia una parte del texto (208 pags.) y todas las laminas (6), para evitar que dejaran de ser nuevas varias especies por no ver la luz publica, 4 lo que parece se oponia la falta de recursos. Una obra sobre Historia Natural, original y en castellano, ha de interesar necesariamente a los que nos ocupamos en es~ 36 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA tudios de esta ciencia; ¢ imitando la conducta laudable de nuestro colega el sefior Vilanova, vengo a dar cuenta, siquiera sea en breves palabras, de las impresiones que su lectura y examen han producido en mi animo. Reconozco desde luego que no soy la persona mas competente para el examen imparcial de dicha obra; son obstaculo para ello los antiguos lazos de amistad que me unen al senor Jime- nez de la Espada, y por esto mismo seré todo lo parco que me sea posible en las alabanzas , limitandome 4 exponer los hechos, seguro de que el lector ha de deducir de ellos consecuencias mas lisonjeras para el autor de la obra, que los elogios enco- miasticos que quizd parecieran exagerados, 6 parciales cuando ménos, en mis labios. Consta esta primera parte de la obra de 208 paginas, en 4.°, de buen papel y esmerada impresion, con seis laminas litogra- fiadas en las que hay representados mas de treinta batracios con numerosos detalles de estructura. Un artista distinguido, el se- flor Diaz Carrefio, por amistad con el autor, ha dibujado y lito- grafiado estas laminas por los ejemplares conservados en al- cohol, empleando gran paciencia en detallar a la vista del se- flor Espada todas las preparaciones hechas por éste, resultando que al gusto artistico reune este trabajo una exactitud extraor- dinaria, cuyas dos circunstancias reunidas no es facil encontrar en las obras cientificas: de lamentar es que las circunstancias especiales del sefior Diaz Carrefo no le permitan dedicarse al- cuna que otra vez a esta clase de estudios, pues en ello gana- rian de seguro nuestros ANALES. Describe el sefior Espada en el texto los batracios anuros oxi- dactilos, repartidas las treinta y cinco especies que adquirié la Comision durante su viaje, en veinte géneros; y para tener una ligera idea del interés cientifico de la obra, baste decir que de las treinta y cinco especies, quince de ellas son nuevas, y algunas dan origen al establecimiento de cinco géneros dis- tintos de los ya conocidos. Los que tengan idea del numero de obras que hay que consultar para decidir con bastante proba- bilidad, certeza es punto ménos que imposible el adquirir, que una especie no se halla descrita en la multitud de obras y pe- riddicos cientificos que ven la luz publica en ambos continentes, las dificultades sin numero con que ha de tropezar en Espafia el que emprenda trabajos de esta naturaleza por la escasez de DE HISTORIA NATURAL. 37 obras de consulta, la imposibilidad en que se ha de ver con frecuencia de salir de las dudas que las descripciones incom- pletas 6 poco exactas originen, por la carencia de una coleccion tipo, son los que tnicamente podran apreciar el mérito de una obra como esta. Y en efecto, para asegurarse, en cuanto es po- sible, de que una especie no se halla descrita anteriormente, no ha perdonado.el sehor Espada medio alguno, ni la consulta de cuantas obras le ha sido dado ver asi en las bibliotecas publicas como en las privadas, ni la comparacion de los individuos reco- lectados con los que existen en otros Museos, ni las numerosas preparaciones, que han demostrado algunas veces la ligereza con que proceden ciertos autores, ni nada en fin de cuanto pudiera conducirle al fin deseado. Una de las cualidades que mas llaman la atencion en la obra del sefior Espada es la minuciosidad y exactitud con que des- cribe las piezas neuro-esqueléticas, lo que le sirve de base fir- misima para la critica que hace de los géneros enumerados y para establecer los que nuevamente propone. Cada una de las especies, ya sea de las nuevas 6 de las ya conocidas, las des- cribe con tantos detalles por los ejemplares que posee, que bien puede decirse que nada nuevo sera posible saber en la materia con respecto a las que en esta obra se enumeran, llegando a indicar las diferencias observadas en los individuos de una misma especie que constituyen diversas variedades, como puede verse al tratar del Plewrodema Bibroni Tsch. y Bufo marinus L.; por manera que si de todos los batracios tuvi¢ramos descripcio- nes analogas, serian muy escasas las dudas que nos ocurrieran. Ni es notable esta obra tan solo por su parte descriptiva; ya tienen noticia nuestros colegas por el articulo publicado en los ANALES, del importantisimo descubrimiento del senor Espada acerca del modo de desarrollarse el Rhinoderma Darwini D. et B., en cuya especie se habian tomado por hembras los machos, pues éstos alojan y protegen dentro de sus sacos bucales la nue- va generacion, de un modo analogo, pero mas curioso é intere- sante, 4 lo que se ha observado en ciertos peces, que alojan su progenie ya en las cavidades branquiales, ya en bolsas 6 cavi- dades especiales. Nada diré acerca del lenguaje; la reputacion del sefior Espada como escritor correcto, castizo y elegante, cualidades que rara vez se encuentran reunidas con la exactitud y detalles que 38 ACTAS. DE LA SOCIEDAD ESPANOLA exigen estas descripciones, se halla sdlidamente cimentada hace ya tiempo merced a sus obras literarias y cientificas, y era de esperar, como asi ha sucedido, que en esta obra hiciese uso el autor de estas mismas cualidades. En dos cosas, aunque de poca monta, no estoy conforme con el Sr. Espada: una de ellas es el haber dado la importancia que no merece, 4 la cuestion suscitada por algunos naturalistas de si es mas logico dividir las familias en tribus, 6 las tribus en familias; pues esta cuestion qued6 resuelta al manifestar que si en Roma las tribus se dividian en familias, en cambio la fa- milia de Israel se dividié en tribus; por manera que la historia nos ofrece ejemplos de una cosa y de otra, y no hay necesidad de variar lo ya establecido. Se refiere el segundo punto en que no convenimos, a la ter- minacion que da 4 sus nombres de familia: vanina, dice en la primera pagina de su obra, haciéndole concertar con Batrachia anura opisthoglossa oxydactyla, adjetivos todos que conciertan con el nombre animalia, que se encuentra sobre-entendido; y a continuacion ranide@ para Ja familia. No se me oculta que esta palabra, como adjetivo, puede concertar con species, que no se halla expresa; pero no veo motivo para que sea distinto el nom- bre sobre-entendido en el un-caso y en el otro. Y no se excuse el Sr. Espada con el ejemplo de algunos natu- ralistas de fama europea; pues la importancia de la obra y su reputacion como naturalista, le autorizaban para introducir en la nomenclatura cuantos cambios creyera convenientes para su objeto. Si es interesante esta obra por lo que publica, no lo es ménos seguramente por lo que promete; quince especies nuevas hay ya descritas; diez y ocho mas aparecen en las-laminas, de las que algunas constituyen géneros nuevos, segun se sabe por las que el autor ha publicado en los ANALES para tomar data, segun lo hizo tambien con algunas oxidactilas; esto, unido & que estas especies han sido dibujadas como nuevas, y como tales denominadas, y que las acompanan numerosos detalles, indica que estan estudiadas, quizé descritas, y solo falta su publicacion; y como para esto no sea obstaculo mas que la falta de recursos, habiendo mejorado la situacion rentistica de nues- tros establecimientos cientificos , es de suponer que no se hara esperar la publicacion del texto que falta; en caso contrario, DE HISTORIA NATURAL. 39 deberia el Sr. Espada apresurarse 4 publicar en nuestros ANALES las caracteristicas de géneros y especies nuevas, para tener de- recho & la prioridad; pues muchos naturalistas, y en mi opinion con justicia, no juzgan que es suficiente para obtener este dere- cho la publicacion de una figura y un nombre, por exacta que sea aquélla, y sdlo una descripcion puede obligar 4 los demas a respetar el nombre que primeramente se le impuso; y se com- prende el interés que en esto debe tener el Sr. Espada, que no perdond medio para adquirir estas novedades, atravesando a pié la América, acompafiado y en poder de los indios durante seis meses, sufriendo toda clase de penalidades por enriquecer nuestro Museo de Historia Natural. En esta parte ha conseguido tan completamente su objeto el Sr. Espada, que la coleccion de batracios, no solo se ha aumen- tado considerablemente, sino que por la publicacion de esta obra se ha convertido en tipica, respecto 4 muchas especies, dandole de este modo un valor inestimable. Reciba por ello el Sr. Espa- da mi cumplido parabien, y no demore la ocasion en que se le pueda dar tambien por la conclusion de obra tan notable. » Sesion del 5 de Abril de 41876. PRESIDENCIA DEL SENOR PEREDA. Asisten los sefiores doctor Felice Giordano , de Roma, presen- tado por D. Ignacio Bolivar; D. Faustino Espluga, de Barbastro, y D. Rafael Cisternas, de Valencia. —E] sefior Secretario da cuenta de las comunicaciones recibi- das, 4 saber: del sefior marqués de la Ribera, participando no poder asistir 4 la sesion por hallarse enfermo; del Subsecretario del Ministerio de Estado, remitiendo un cajon con libros proce- dentes de la Smithsonian Institution de Washington; de la Aca- demia Real das Sciencias de Lisboa, acusando recibo del ultimo cuaderno publicado de los ANAxEs; de la Zoological Society of London, manifestando haber recibido los cuatro primeros tomos de los mismos. —E1 mismo senor leyé la lista de las publicaciones remitidas & la Sociedad , 4 saber: 40 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA A cambio: Bulletino della Societa Entomologica Italianu.—Anno VII, trimestre LV. Societa entomologica Italiana. — Adunanea del 26 Decem- bre 1875. Société Entomologique de Belgique.—Compte-rendu dev Assem- blée du 5 Février 1876. Obras remitidas por la Smithsonian Institution of Was- hing ton: Smithsonian Institution.—A nual Reports.—1863-1874.—Doce tomos. Check list of publications of the Smithsonian Institution.—Un cuaderno. List of the Institutions in correspondence with the Smithsonian Lnstitution.—Un tomo. The Haida Indians of Queen Carlotte’s Islands, by Swan.—Un cuaderno. Circular relating to collections in archeology and ethnology. —Una hoja. On the siructure of cancerous tumors.—Un cuaderno. On the strain and over action of the heart, by Da Costa.— Un cuaderno. A study of the nature and mechanism of the fever, by Wood. —Un cuaderno. Arrangement of the families of mammals , by Gill.—Un cua- derno. } Review of american Birds, by Baird. — Parte primera. — Un tomo. Circular relative to collections of Birds.—Un cuaderno. Instruction in reference to collecting nexts and eggs of birds. —Un cuaderno. Catalogue of the fishes of the east costs of North America, by Gill.— Un cuaderno. Arrangement of the families of fishes of the United States.— Un plieg’o. Land and fresh-water shells of North-America, by Binney. — Cuatro tomos. The mollusques of Western North-America, by Carpenter.— Un tomo. Researches upon the Hydrobine, by Stimpson.—Un cuaderno. DE HISTORIA NATURAL.- 41 Monograph of american Corbiculade, by Temple.—Un tomo. Bibliography of North-America Conchology, by Binney.— Dos tomos. Directions for collecting and preserving insects, by Packard.— Un cuaderno. List of the coleoptera of North America, by Leconte.—FParte primera.—Dos tomos. — : New species of North America coleoptera, by Leconte.—Dos tomos. Clasification of coleoptera of North America, by Leconte.— Dos tomos. Catalogue of the Orthoptera of North-A merica, by Scudder.— Un tomo. Synopsis of the described Lepidoptera of North America, by Morris.—Un tomo. Monograph of the Diptera of North America, by Osten Sacken. —Cuatro tomos. Circular relating to the Heights.—Una hoja. On the geology of Lower Louisiana, by Hilgard.—Un cua- derno. Catalogue of Minerals, by Hgleston.—Un cuaderno. Instructions for observations of thunder storms , by Henry.— Una hoja. | Directions for constructing lightning-rods, by Henry.—Una hoja. Discusion of magnetic and meteorological observations, by Backe.—Dos cuadernos. Como donativos: Revista de la Sociedad de Profesores de Ciencias. —Aiio 2.°, num. 6. Semanario Farmaceutico.—Nimeros 23, 24, 25, 26 y 27, (4.° afiu ); remitido por su director D. Vicente M. de Argenta. Cronica medico-quirurgica de la Habana. — Aiio aie (ie mero 3... Catalogo metédico y razonado de los coledpteros observados en Cataluia, por D. Manuel Martorell y D. Miguel Cuni; regalo de los autores. Sobre la aparicion de la langostaen las orillas del lago de Bie- ler, por Miller. La Sociedad acuerda dar las gracias a los ronan ACTAS DE LA SOC. ESP.— Vv. 4 R ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA —Es admitido como sdcio el sefior Lléo (D. Antonio Maria), de Valencia, propuesto por D. Serafin de Uhagon. —HE] sefior Jimenez de la Espada da cuenta 4 la Sociedad de haber leido la Noticia histérico-descriptiva del Museo Arqueolo- gico Nacional, publicada siendo Director del mismo el Facelenti- simo Sr. D. Antonio Garcia Gutierrez, trabajo, 4 su juicio, de interés y mérito incuestionables, pero en el cual se trata con tan poco cuidado lo referente 4 la etnografia americana, que conceptua oportuno exponer, siquiera de palabra, algunas ob- servaciones, encaminadas 4a rectificar los errores que un natu- ralista no puede ver con indiferencia consignados en obras de aquella indole y de caracter casi oficial. El primero es haber aplicado a los objetos etnograficos ame- ricanos el mismo sistema de clasificacion que 4 los de Europa, repartiéndolos por grupos de Civilizaciones primitivas, Hdad antigua, Edad media y Edad moderna, cuando las condiciones castizas de las razas y pueblos de América han sido y son tales, que en la mayor parte de ellos su historia hace imposible esa diferencia de edades, y 4 muchos los mantienen todavia en es- tado de civilizacion primitiva, y produciendo en la edad actual, en la edad moderna, armas, vestidos, utensilios, adornos y toda clase de artefactos exactamente iguales 4 los de la época paleo- litica y neolitica. De aqui derivan necesariamente otros errores: los que han de cometerse al llegar 4 la practica distribucion de los productos _ por edades, cuando se carece de la totalidad de los datos acerca de ellos, y el clasificador se guia por la forma, estilo, sustancia, y otros caractéres, suficientes, por punto general, para la distri- bucion de los europeos. Y en prueba de ello no hay mas que recorrer el catalogo inserto en la citada Noticia, y que comienza ala pagina 189. Alli se lee: «Arma de serpentina puesta en la cabeza de un animal con dientes formados de conchas, ojos de cobre y cerdas en la cresta; el mango esta formado de estrechas tiras de cuero de pescado. — Kjemplar notabilisimo;» que, en primer lugar, no tiene los dientes formados de conchas, sino de opérculos de una especie de Zurbo, y el mango, no formado, sino cubierto 6 for- rado de correhuelas entrecruzadas de pellejo de pez (?) 6 reptil: que por los ojos de cobre esté ya demostrando que no debe ha- llarse entre los instrumentos de la edad de piedra; y por ultimo, DE HISTORIA NATURAL. 43 que es hermano de fabrica de un mascaron y una caratula, cuan- do mas del siglo pasado, usados por los indios en sus mogigran - gas, adornados tambien con aquellos opérculos, y & mayor abun- damiento con hierro, apenas oxidado en algunos puntos.— Por la admirable frescura y perfecta conservacion de los materiales del arma, como son la madera, cueros y cerdas, golosinas de la polilla, que han dejado intactos tantos siglos trascurridos desde los de piedra aca, bien merecia el calificativo de mila- grosa en vez de notabilisima. Alli se registran tambien flechas de punta de madera y hierro de la misma naturaleza y hechura, unas en la edad prehistorica y otras en la edad moderna (pag. 194). Alli se pone entre los Restos humanos, parangonada segura- mente con los huesos de la hiena y el oso de las cavernas, una—<« Cabeza de indio guarani(s7c), momificada y reducida por medio del fuego al tamaiio de 0,08;» y es que el clasificador ignoraba que procede de los indios jibaros, habitantes al Oriente de los andes ecuatorianos, los cuales acostumbran hoy dia a des- huesar las cabezas de sus enemigos (que no son los guaranies) vencidos en la guerra 6 cautivados en saltos nocturnos, y 4 cur- tirlas (no momificarlas) por medio de piedras calentadas y de jugos astringentes, reduciéndolas al tamafo de una naranja. a fin de podérselas colgar de la cintura, cuando se arrean de gala 6 se visten el traje de combate. En ese catalogo constan objetos de la era de los Incas como de la edad antigua, cuando esos soberanos comenzaron 4 sefiorear, 6, mejor dicho, aparecieron histdricamente en el alto Pert hacia los principios del siglo onceno; y se consideran de la edad media unos «escudos 6 rodelas de madera con pinturas rojizas » (pag. 192), que la Comision del Pacifico adquirié de los jibaros de Canelos en 1865, recien construidos por estos indigenas; y se separan arbitrariamente objetos de cobre fabricados en una misma época, la de los régulos yuncas, 6 costefios del Peru, lle- vando los unos a la edad antigua y los otros 4 la edad moderna. Y no cita mas ejemplos, porque cree que bastan los aducidos. Fuera de tan notables anacronismos, en la calificacion y de- terminacion particular de los productos etnograficos hay cosas, segun el sefior Jiménez de la Espada, peregrinas y sorprenden- tes, por no llamarlas por su verdadero nombre. Afirmase de plano que cierto gorro, hecho de palo de encaje, 4 ACTAS DE LA SOCTEDAD ESPANOLA es de inca (pag. 191), sin advertir que lleva un jareton con viso de cinta de seda, que el palo de encaje 6 daguilla (Lagetta lin- tearia) era, como la seda y las cintas de gros, desconocida de los soberanos quichuas, y que éstos no usaron gorro y ménos de dormir, cuya es la hechura y traza de la prenda en cuestion, Corre parejas con el famoso gorro el—« Traje de inca, encon- trado en un enterramiento de muy remota antigtiedad, en las ruinas del templo de Pachocomac /s7c) (Peru). — Perfecto estado de conservacion.— Hjemplar notabilisimo. Monografia del senor Janer, tomo m {es segundo] del Museo Espanol de Antigiieda- des.»—Olvidaron los autores de la Noticia y Monografia, pri- mero, que los incas no se enterraban, sino que, embalsamados con todo esmero sus cuerpos, se colocaban en Curicancha y templo del Sol, en el Cuzco, 4 modo de idolos 6 imagenes vene- randas; ceremonia observada rigurosamente aun en el caso de morir el monarca léjos de la capital del imperio , como sucediéd con Huaina-Capac, fallecido en Quito; y segundo, que los incas no conocieron el templo de Pachacamac hasta los fines del siglo décimoguinto, cuarenta 6 cincuenta afos antes de la con- quista y que, por consiguiente, el traje (compuesto sdlo de ta tunica 6 poncho) debid pertenecer sin género de duda, y aten- dido ese cOmputo, 4 Tupac-Yupanqui 6 Huaina-Capac, abuelo y padre de Atahuallpa, de los cuales se sabe con certeza que no murieron ni fueron enterrados en Pachacamac, sino embalsa- mados y colocados en el sagrado panteon de sus mayores. Es asimismo inexplicable en la ilustracion de la persona 6 personas que deben haber redactado el catalogo etnografico de la Noticia histérico-descriptiva, este articulo de la dad anti- gua (pag. 192): — « Notabilisimo cddice mejicano. Texto gero- elifico con colores; trazados los caractéres sobre una especie de papel formado del liber morus papilifera u otro arbol ana-~ logo,» etc., etc. Pensando buenamente, es de suponer que el cajista tendra la culpa de que falte de] entre liber y morus, y que tambien es responsable del papilifera por papyrifera; pero, gquién res- ponde de lo demas, es decir, de que conste en catalogo publico y autorizado del primer museo espafiol de antigtiedades, que no se sabe cual es la planta productora de la sustancia em- pleada como papel por los antiguos mejicanos, y se afirme que aquélla puede ser el Morus 6 Broussonetia papyrifera, un arbol DE HISTORIA NATURAL. _ 45 de la China? Porque si bien las ciencias naturales, rigurosa- mente, no pertenecen 4 la profesion del anticuario, a éste no por eso le es licito descuidar la exactitud cuando penetra en los dominios propios del naturalista, mucho mas, tratandose de especies tan poco peregrinas como el maguey 6 pita mejicana (Agave mexicana). Dice el sefor Jimenez de la Espada que pasa por alto otros descuidos de ménos cuenta que se advierten en el expresado catalogo, como llamar zwmo del curare (pag. 194) al veneno cu- rare, zumo del Strychnos toxifera 6 del Rouhamon Curare; es- parto (pag. 194) 4 un vegetal de Sur-América, etc., etc.; porque dada la importancia y magnitud de los errores antes demostra- dos, influyen poco en la critica de la Noticia historico-descrip- tiva del Museo Arqueoldgico Nacional; y afiade, por ultimo, que antes de expresarse en los términos que lo ha hecho, ha consul- © tado los objetos 4 que el catalogo en ella inserto se refiere. —K]1 sefior Viar lee la nota siguiente: Durante mi permanencia en el verano Ultimo en la capital de la Rioja, recogi y he regalado al Museo de Ciencias Naturales de esta corte, varios reptiles y anfibios, cuya enumeracion he creido podra ser de alguna utilidad 4 aquellos de nuestros consocios que se dediquen al estudio de la Herpetologia patria. He aqui la lista: Lacerta ocellata L. Zootoca muralis Merren. Psammodromus hispanicus Fitz. Seps tridactylus Laur. Anguis fragilis L. Rhinechis scalaris Schinz. Tropidonotus viperinus L. — natvix L. Celopeltis insignitus Geoffr. Rana viridis L. Bufo calamita Laur. ’ Hyla arborea L. Triton marmoratus Latr. var. A. —E]l senor Vilanova manifiesta haberse encontrado en el ho- rizonte superior del corte de San Isidro, llamado vulgarmente ACTAS DE LA SOC. ESP.—V. 5 46 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA del Gredon, algunos huesos de rumiantes, y encima de ellos ha- chas parecidas a las del horizonte del guijo, cuyos materiales se hallan en el Gabinete de Historia Natural. —Lee el mismo sefior una carta de D. Clemente Barrial Posada, de Montevideo, a que acompana una lista de nombres geo- eraficos y geoldgicos , algunos usados en Castilla, otros pecu- liares de América, juntamente con noticias interesantes sobre aquel pais; entre otras, acerca de la pronta silicificacion de ma- deras y otros cuerpos que se verifica por la accion de las aguas de algunos afluentes del Uruguay. —E] senor Perez Arcas lee en extracto la segunda parte de la Enumeratio piscium cubensium, del Sr. Poey. Pasa a la comi- sion de publicacion. Sesion del 3 de Mayo de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asiste el sefior Guardia, de la Habana. El sefior Secretario lee una comunicacion de la Sociedad titu- lada Verein fiir Naturwissenschaftliche Unterhaliung zu Ham- burg, solicitando el cambio de sus publicaciones con los ANALES; acordandolo asi la Sociedad. —FEl mismo sefior da cuenta de haberse recibido las publica- ciones siguientes: A cambio: Verhandlungen des Vereins fiir Natuwissenschaftliche Un- terhaltung zu Hamburg , 1871-1872. Andales de la Academia de Ciencias médicas, fisicas y natura- les de la Habana.—Entregas CXxx1x y Ox. (dos ejemplares). Como donativos: Semanario Farmacéutico.—Nimeros 28, 29, 30 y 31 (1v aio; remitido por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Revista de los Progresos de las Ciencias. —Tomo xx, ntim. 2. remitido por la Academia Real de Ciencias exactas, fisicas y naturales. Crénica Médico-quirurgica dela Habana.— Afio ur, nim. 4. Granjas modelos; su importancia y planteamiento; regalo de su autor, D, Luis Alvarez Alvistur. DE HISTORIA NATURAL. 47 La Sociedad acuerda dar las gracias 4 los donantes. —Se reparte el cuaderno 1.° del tomo v de los ANALES. —Son admitidos como sdcios los sefiores Molano y Martinez (D. Pedro), de Badajoz, presentado por D. Serafin Uhagon; Barrial Posada (D. Clemente) , de Montevideo, presentado por D. Juan Vilanova; Castellarnau (D. Joaquin ), de Segovia, presentado por D. Maximo Laguna; Martorell y Cuni(D. Jerdnimo), de Barcelona, presentado por D. Ignacio Bolivar. — Elsefior Rada y Delgado presenta un ejemplar de la Memo- ria historico-descriptiva del Museo Arqueoldgico Nacional, a que se refirié el sefior Jimenez de la Espada, en la sesion de Abril, y se propone rectificar algunos de los conceptos emitidos por este sefior, como le cumple hacerlo, por el cargo que des- empena en dicho establecimiento. — El sefior Jimenez de la Espada insiste en lo declarado en la sesion de Abril. — Hl senor Calderon lee la nota siguiente : Habiéndome propuesto durante mi permanencia en las Islas Canarias, organizar alli un pequefio Museo provincial, he tratado de recoger las especies indigenas en el pais, asi como los datos. referentes 4 sus costumbres y nombres vulgares, comenzando. mi tarea por el reino animal, llevado de la idea de poner a con- tribucion los conocimientos de las personas competentes, para llegar A la exacta determinacion de los objetos. Semejante traba- — jo me ha permitido traer un numero de séres que, aunque corto en verdad, por cuanto ha sido tambien corta mi residencia alli, he creido suficiente para motivar la presente comunicacion. Mencionaré en primer término los reptiles que he regalado al Museo de Historia Natural, y que clasificados por el profesor de Vertebrados, nuestro distinguido consocio. D. Francisco” Martinez y Saez, resultan pertenecer a las cuatro siguientes es- pecies, de las que la primera y la tercera no se hallaban repre- sentadas en las colecciones de aquel establecimiento. 4g ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Lacerta Galloti, Dum. et Bib. Gongylus ocellatus, Wag. Tarentola Delalandiit, Dum. et Bib. Hyla arborea, Linn. Estas especies, con la Rand esculenta Linn., que se supone introducida, componen el total de los reptiles y batracios de la fauna canaria, como ya lo indicé M. Paul Gervais, en el capitulo de estos séres, que se halla en el tomo de Zoologia de la Histoire naturelle des Iles Canaries, de M.P. B. Webb y M.S. Berthelot. Una escrupulosa investigacion del interior de Gran Canaria y mis averiguaciones, me han convencido completamente de que no existe un solo ofidio en el pais, y, lo que es mas singular, de que las muchas culebras, que como objeto de curiosidad lle- van alli los viajeros dela inmediata costa de Africa, mueren prontamente y sin que se haya logrado nunca su reproduccion. No puedo, por tanto, dar noticia alguna nueva, relativa a la existencia de reptiles y batracios en aquel archipiélago, y si sdlo confirmar las de M. Paul Gervais; pero estimo digno de afiadir 4 las observaciones de tan esclarecido zodlogo que el ge- cénido mencionado es frecuentisimo, no sdlo en el campo, sino hasta en las casas; muy temido en el pais, creyéndole, con in- justicia , altamente venenoso, y conocido con el nombre vulgar de perenquin. Las restantes especies, tambien abundantes, son distinguidas, como en la Peninsula, con los dictados genéricos de lagartos y ranas. Entre los insectos, es del drden de los ortépteros del que he recogido mayor numero de individuos, de los cuales estan de- terminadas las siguientes especies: Phyllodromia germanica L., no citado. Periplaneta americana , comun en todas partes. — Australasié Fab., citada de Madera, pero no de Canarias. Panchlora Madere Fao. Blepharis mendica Latr. Acrida unguiculata Ramb. Pachytylus cinerascens Fab. Caloptenus italicus L. Epacromia thalassina Fab. _ Acrotylus insubricus Scop. DE HISTORIA NATURAL. 49 @dipoda fasciata Sieb. Platycleis intermedia Serv. Creo tambien digna de indicarse la abundancia verdadera-: mente notable del Lepisma sacharina (2) Linn., llamado en el pais pescadito, cuya voracidad singular no respeta los tejidos, ni el papel, ni por tanto las etiquetas de las colecciones, acos- tumbrandose por ello preservar de este insecto las ropas con sa- quitos de tela muy ténue llenos de clavo. Los moluscos han sido principalmente el objeto de mis explo- raciones, habiendo llegado 4 organizar en el Instituto de las Palmas una coleccion de mas de ochenta especies de la Isla Gran Canaria, en cuya determinacion debo mucho auxilio a los sefio- res Bosca y Cisternas, de Valencia. Si bien no he hallado espe- cie alguna que resueltamente pueda afirmar es nueva, aunque poseo una Littorina de la playade Las Palmas, afine ala Z. Ca- nariensis D’Orb., que acaso lo sea, he reunido varias que, aun- que conocidas como de nuestras costas, no habian sido indica- das como del archipiélago en cuestion, y vienen 4 confirmar la idea emitida por D’Orbigny, sobre el caracter esencialmente mediterraneo de la fauna malacologica canaria. Por lo que res- pecta a los moluscos terrestres, presento 4 la Sociedad, por ser especiales a aquella region, los siguientes: Limaxz canariensis D’Orb. Helix laminata Webb et Berth. — cyclodon Webb et Berth. — tumulorum Webb et Berth. — advena Webb et Berth. — lemniscata Webb et Berth. Bulimnus obesatus Webb et Berth. _ myosotis Webb et Berth. —— Webbit D’Orb. Cyclostoma canariense D’Orb. Por ultimo, he procurado no olvidar tampoco lo referente a nuestra especie que pudiera ofrecer un particular interés de localidad, lo que me ha permitido reunir algunos restos de la industria de los primitivos guanches —analoga en mas de un caracter 4 la de la época de la piedra pulimentada—como la lampara de barro fabricada sin el auxilio del torno, que tuve 50 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA _ocasion de presentar en otra sesion (1). Registrando los restos de las habitaciones trogloditicas, y de las sepulturas que el pueblo canario ha dejado en diferentes puntos de la Isla, he po- ‘dido extraer algunos objetos de interés antropolégico; entre ellos, un esqueleto casi completo de hombre adulto y bien des- arrollado, y dos craneos mesocéfalos, tambien de hombre, exhu- mados de los tiumulos situados en los campos de lava basaltica (augitéfido), llamados alli mal-paises, de la Isleta, en Gran Ca- naria, que destino 4 las colecciones del Museo de Historia na- tural. Con este motivo llamo la atencion sobre la existencia de un craneo—que forma parte de la incipiente coleccion del gabinete del Instituto de Las Palmas—con dos pequefios agujeros, simé- tricamente practicados 4 uno y otro lado de la sutura sagital, que sin duda se hicieron en vida, y que recientemente algunos antropdlogos han notado en cabezas de las antiguas razas de América, y creen destinados a colocar plumas como adorno.» —FE 1 sefior Vilanova lee el siguiente proemio de un curso de Paleontologia : PROGRAMA DE PALEONTOLOGIA. Paleontologia es la ciencia que trata de los séres organicos antiguos, como claramente demuestra la etimologia de esta pa- labra, compuesta de tres raices griegas, palayos, antiguo; ontos, ser, y logos, discurso; y como quiera que aquellos se dividen en vegetales -y animales, de aqui la primera gran division de esta ciencia en dos ramas, llamadas Paleofitologia la primera, y Paleozoologia la segunda. A los séres organicos que vivieron en otros tiempos en la su- perficie terrestre, se les aplicael nombre de /dsiles, por hallarse (1) Esta analogia es afirmada sdlo con respecto 4 los canarios verdaderos, 6 sean los habitantes de Gran Canaria, pues desconociendo los primitivos pobladores del Archi- piélago la navegacion, realizaban en cada isla una vida aislada, llegando 4 muy dis- tinto grado de civilizacion. Por lo que toca 4 los canarios, cuya industria me es mds conocida, sus armas consistian en instrumentos cortantes de piedra, llamados tadonas. dardos y lanzas de madera endurecidos al fuego; sus vestidos eran de pieles, y su ce- ramica estaba reducida casi 4 vasijas de barro toscamemente labradas, para los uso culinarios mas indispensables, DE HISTORIA NATURAL. 51 enterrados naturalmente en Jos estratos terrestres, en cuyo seno experimentaron alteraciones mas 6 ménos profundas en su ~ propia naturaleza, y hasta en su modo de estar, de donde facil es deducir que Paleontologia es la ciencia que trata de los fé- siles, sean éstos vegetales 6 animales, pues el prescindir como generalmente se hace en los tratados de la ciencia, de los pri- meros, es dejarla incompleta, privandose voluntariamente de un dato que tan eficazmente puede contribuir 4 esclarecer los problemas que la ciencia plantea y con frecuencia resuelve. Dos son estos; el primero referente 4 la unidad de plan que presidié la creacion de los reinos organicos y sus ulteriores desarrollos, lo cual facilita extraordinariamente su estudio y permite remon- tarse del conocimiento de lo actual 4 lo de otros tiempos, com- pletandose ambas séries y constituyendo un natural encadena- miento de todos los séres desde que la vida aparecid en la super- ficie del globo, siquiera no haya necesidad para ello de admitir que sea el lazo de la descendencia genealogica el que establece tan estrechos vinculos. El segundo problema que la Paleontolo- gia puede decirse que ha logrado resolver, es el que trata de las estrechas relaciones que existen entre los séres organicos y las condiciones biolégicas del globo, de donde claramente se deduce lo que constituye su practica histérica; esto es, una larga série de mudanzas asi en lo organico como en lo inor- ganico, que caracterizan las épocas llamadas terrestres. Para resolver el primer problema bastara estudiar compara- tivamente la vida actual, su distribucion y el intimo enlace con las condiciones de existencia y los organismos de otros tiempos en idénticas circunstancias considerados; cuyo estudio logica- mente dirigido, nos ha de conducir, como por la mano, al cono- cimiento de las leyes que rigieron y aun gobiernan hoy la ma- teria organica toda, y a esclarecer cuando ménos, cOmo y cuando ocurrié la misteriosa transformacion de la materia mine- ral en organica, sea bajo el soplo divino del Creador como cree- mos, 6 por la sola accion de las leyes generales de la materia al encontrarse en condiciones favorables para la realizacion de este grandioso acontecimiento, como suponen otros. Esta primera consideracion puede decirse que constituye el concepto fundamental y organico de. la ciencia, al que pudié- ramos llamar Fitozoologico, pues no existiendo un reino vege- tal y animal fdsil distinto del que hoy puebla la superficie ter- 52 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA restre, segun mas adelante trataremos de probar, la Paleontolo- gia no hace por una parte sino ampliar los estrechos limites del mundo organico actual en que generalmente se encierran los botanicos y zodlogos, prestandoles un inmenso servicio al ofrecer 4 su consideracion la totalidad y no una exigua parte de dichos reinos. Pero forzoso es tambien confesar que la ciencia, para conseguir este resultado, necesita indispensablemente apo- yarse en el conocimiento de lo que hoy existe, para que com- pletandolo con lo que es mas propio desu incumbencia, a saber, con el mundo vivo de otros tiempos, pueda realizar uno de sus © mas grandiosos fines, cual es la demostracion de que no hubo mas que un solo plan en el desarrollo de la vida vegetal y animal. Representa, pues, la Paleontologia, en este concepto conside- rada, el natural y verdadero complemento de la Botanica y Zoologia, lo cual explica satisfactoriamente la colocacion de su ensenanza como digno remate de las ciencias de lo organico, de cuyos elementos se vale para su ulterior desarrollo, a la par que determina su progreso de una manera muy directa y eficaz, sentando las verdaderas bases 6 cimientos sobre los que aquéllas deben levantarse. 2 Querra esto significar que haya necesidad , como suponen al- gunos, de que preceda todo un tratado de Botanica y de Zoolo- ofa al de la ciencia de que estamos tratando? Creo que, supuesto ya el conocimiento de aquellos dos ramos en el alumno 6 en el lector, bastara & nuestro objeto dar una idea de las condiciones de existencia de los séres organicos actuales y su distribucion gweografica con las causas que la determinan, de cuyos datos, que deberan ser tan profundos y exactos como posible sea, fa- cilmente podremos remontarnos al de los reinos organicos de otros tiempos, calcados, como queda dicho, en el mismo molde, deduciendo como consecuencia légica de su diferente distribu- cion, la indole especial de las condiciones bioldgicas que en cada época han reinado. De esta manera considerado el asunto, pudiera muy bien de- cirse que la Paleontologia sirve de base para reconstruir la climatologia de las diferentes épocas de la historia terrestre, conquista admirable que la ciencia ha realizado con sorpren- dente precision. A semejanza, pues, de lo que se ha hecho en Geologia, cuyos recientes progresos se deben principalmente al estudio de las DE HISTORIA NATURAL. 53 causas llamadas actuales, serviré de introduccion al de la Paleontologia el de la vida presente, pues si para aplicar el pro- cedimiento 4 la historia de nuestro planeta se ha dicho que la materia terrestre es la misma desde su origen é idénticas las leyes que la gobiernan, con mayor motivo puede esto asegu- rarse de la Paleontologia, para la cual los séres vivos actuales son tan sdlo los ultimos eslabones de una cadena 6 série no in- terrumpida que arranca del comienzo de la vida y se con- tintia hoy. Merced a este método, desaparecen como sombras vanas del terreno de la ciencia, todas las ideas y teorias mas 6 ménos fan- tasticas que en otros tiempos reinaron acerca de la verdadera naturaleza de los fésiles, y se establece sobre sdlidas bases todo lo que acerca de ellos puede y debe saberse, consiguiendo de esta manera que el hombre, no obstante representar el ultimo de la creacion en orden & su origen, llegue & formar tan claro y cabal concepto de la vida que le ha precedido, como si hu- biera sido su contemporaneo. Siguiendo este natural desenvolvimiento, procedemos de lo conocido 4 lo desconocido; de lo facil de conocer y estudiar, 4 lo dificil de inquirir, método que aconsejan el buen sentido y autoridades muy respetables, entre las cuales nos complacemos en contar al eminente Ampére, que llama autdptico este primer punto de vista del estudio de toda ciencia de observacion. Despues habra de ocuparse la ciencia en estudiar y dar 4 co- nocer lo que por el momento suponemos que permanece oculto é ignorado, esto es, los organismos de otros tiempos, desde que la vida aparecio en la tierra, asi como las condiciones biolégicas que su existencia y distribucion ha exigido, lo cual responde al segundo punto. de vista de Ampére llamado criptoristico, que significa tratar de lo oculto. Discutir lo que se entiende por fosil, y el valor que debe darse & las distintas calificaciones con que se los distingue; examinar detenidamente los diferentes medios empleados por la natura- leza para metamorfosearlos, 6 lo que en otros términos se llama fosilizacion, reproduciendo los experimentos practicados en el laboratorio como para esclarecer la materia; todo esto debe in- cluirse en la segunda parte del curso, agregando ademas una sumaria exposicion del reino vegetal y animal desde su respec- tiva aparicion en la tierra hasta nuestros dias, con algunas con- 54 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA sideraciones acerca de su distribucion en las diferentes épocas, relacionada con las distintas condiciones bioldgicas que debe haber ofrecido la superficie terrestre, formando de este modo una especie de meteorologia retrospectiva. La tercera parte de la Paleontologia, correspondiente al punto de vista tropondmico de Ampére, tiene por objeto examinar y discutir con toda la latitud que el asunto requiere, las leyes que han presidido el desenvolvimiento de la vida en el globo, y el estudio de las multiples causas que han motivado la diferente facies que sus representantes ofrecen en las distintas épocas cweologicas: ocasion sera esta tambien de inquirir si los séres organicos representan en su totalidad la idea de série unica 0 multiple, y de si la especie constituye un tipo fijo y constante, 6 si por el contrario, es variable hasta el punto de trasformarse unas en otras; como complemento de todo ello, deberan discu- tirse en esta tercera parte las bases de una clasificacion natu- ral, determinando el valor é importancia respectiva de la espe- cie, género, familia y demas grupos superiores. Por ultimo, la cuarta parte de la Paleontologia cientifica, como que responde al cuarto punto de vista de Ampére, llamado crip- loldgico, que significa discurrir sobre lo oculto, se destinara 4 examinar todas las cuestiones referentes al misterioso origen de la vida, discutiendo con severa imparcialidad las diversas teo- rias inventadas para explicarlo. La generacion espontanea, autogonia 6 plasmogonia, expe- rimentos y argumentaciones en pro y en contra; exposicion de los diferentes medios de que se vale la naturaleza para multi- plicar los séres; examen detenido de la teoria evolucionista y trasformista; aparicion de las diferentes faunas y floras, y por ultimo, el origen en el érden fisico del hombre, y desenvolvi- miento de sus distintas razas: tales seran las materias que ha- bran de tratarse en esta ultima parte de la Paleontologia espe- culativa. Cumplido va el primer fin que hemos llamado fito-zooldégico, esencialmente especulativo, deberemos abordar el segundo, que designaremos con el nombre de estratigrafico, en razon a que lo fundamental de éste segun el concepto de la Paleontologia, es determinar con la mayor precision posible la relacion que existe entre la fecha de una capa 6 série de capas terrestres y las for- mas organicas que en su seno se encuentran; principio fecundo DE HISTORIA NATURAL. 55 que imprimi6 el sello de severidad que hoy ostenta la ciencia, y el que sin disputa alguna ha contribuido mas directa y eficaz- mente 4 iluminar la historia terrestre. Con efecto, hechos estos dos estudios, el geolégico y el paleontolégico aisladamente, no conducian mas que 4 inventar teorias acerca del origen y vicisi- tudes de la tierra, y de los diferentes minerales y rocas que mas llamaban la atencion del geognosta; de parte del botanico 6 zodlogo, limitabase su funcion 4 comparar los fdésiles con los séres actuales, y determinar su mayor 6 menor analogia; pero la cosa cambié por completo de aspecto desde el momento en que, merced al poderoso genio de Cuvier, demostrdése el en- lace que existe entre las diversas faunas y floras fdésiles, y la edad relativa de las capas que contiene sus restos. Aquel dia, feliz para la ciencia, el pacto de alianza se establecié sobre sé- lidas bases, abriéndose nuevos y vastisimos horizontes para el reino organico y para el inorganico, recibiendo ambos su ver- dadero complemento de la Paleontologia, que al adquirir de esta manera el caracter y rango de verdadera ciencia, conver- tiase en el mas poderoso auxiliar de la historia terrestre en sus multiples y variadas manifestaciones. Merced a tan inesperado cuanto armonico consorcio, la Geologia, la Botanica y la Zoolo- gia suministran cuantos materiales se necesitan para el gran- dioso edificio levantado al estudio de la naturaleza; al paso que la Paleontologia, 4 manera de habil é inteligente artifice, cons- truye el monumento, coronandolo y poniendo digno remate 4 la obra de la creacion terrestre. Precisamente en esta intima rela- cion que entre la Geologia y la Paleontologia existe, se funda el caracter propio de ciencia independiente que ésta tiene, pues de otra suerte considerada, pudiera, como hacen algunos, de- cirse que era Botanica y Zoologia que trata de séres de otros tiempos. De este estudio comparativo entre lo organico y lo inorganico terrestre , el primer corolario que se desprende es el poder de- terminar la relacion estrecha que debe existir entre el estado fi- sico del globo en sus numerosas épocas y la indole especial que en cada una de ellas ofrecia la vida; y por consiguiente, preci- sar tambien la influencia que aquellas causas fisicas hubieron necesariamente de ejercer sobre los séres vivos, tan necesitados entonces como ahora del principio de adaptacion al medio y con- diciones en que se desarrollaron. Conviene, sin embargo, no ol- 56 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA vidar que la condicion indispensable para que dicha accion se ejerza, es que los séres sobre los cuales acttia, existan, y que noes lo mismo influir sobre séres organicos ya existentes ha- ciéndolos variar mas 6 ménos profundamente, que crearlos 6 hacerlos aparecer de nuevo. Para desarrollar convenientemente el concepto ostratibatied de la Paleontologia, que siquiera importante, como esclareci- miento de la historia terrestre, siempre es inferior al cientifico 6 especulativo, se estableceran los principios fundamentales de la Estratigrafia , que terminaran con una clasificacion de los ter- renos de sedimento, genuina expresion del estado actual de la ciencia; despues de lo cual, y como verdadero complemento, se presentara 4 la consideracion del lector una resefa de la fauna y flora caracteristica de cada terreno, y muy principalmente de los fésiles que mas 4 menudo se encuentran en nuestro suelo representados en el mayor numero de laminas posible. Fundados, pues, en todas las consideraciones que preceden, hé aqui el cuadro que sintetiza nuestro modo de considerar la Paleontologia : OBJETOS PUNTOS DE VISTA. DE CADA PARTE. Trata de la vida ac- 1.° Autoptico. —1.4 parte... Neontologia.......... rhage tual. ie de la vida de 2.° Criptoristico.—2.? parte. Paleontologia........ ; otros tiempos. Paleontolo = giaespecu- Tr: ; ale TAGE Blats ‘ rata de las leyes de lativa 0 fi- )3.° Troponémico.--3.4 parte. Ontonomia......... 30 \ : y tozoologica ) la vida. eee del origen y 4.° Criptologico. —4,4 parte. Ontogenia..,........ desenvolvimiento de la vida. Trata de todos los accidentes de los zASM Ante trale seer oleisse reine inte Estratigrafia.. ...... : / P terrenos de sedi- mento. EN \ Clasificacion de terre- ( Trata de los de sedi- Pieces ono d0oocode Paleontolo— ai IO Sy AS AAG DOS G0 mento. la aplica- / Trata de las plantas aa o estra- CIS TAL CAR. | Oem MDALUC Me leisiclelclelelelsiaisle\sletals Fauna y flora fosil. y animales fosiles Trata de los fosiles espanoles mas ca- racteristicos de cada terreno. Faunay flora fosil es- panola.. \ ( \ al de cada terreno. DE HISTORIA NATURAL. 57 Por la reunion de ambos conceptos, teGrico y de aplicacion, la Paleontologia ofrece todas las condiciones apetecidas para merecer el titulo y las preeminencias de ciencia cosmoldégica, fundada en la observacion y ordenacion de numerosisimos he- chos, y en el conocimiento de principios 6 leyes 4 que éstos se hallan necesariamente sometidos, 4 la par que constituyen el fundamento de aquéllas. Bajo el primer concepto cousiderada, la Paleontologia es el mas firme y poderoso auxiliar de la Botanica y de la Zoologia, cuyos horizontes dilata extraordinariamente con el conocimiento de todos los séres organicos que precedieron 4 los actualmente vivos. Pero al propio tiempo la Paleontologia necesita apoyarse en los datos que acerca del organismo actual le suministran aquellas dos ciencias, cuyos conocimientos son de todo punto indispensables para el que quiera iniciarse en la ciencia pa- leontolégica. En el concepto estratigiafico 6 de aplicacion, la Paleontologia relacionase de una manera analoga con la Geologia, pudiendo asegurar, discutiendo con igual criterio, que tampoco el ged- logo puede dar un paso en firme, en cuanto se relaciona con la determinacion de las épocas de sedimento, sin apoyarse en los datos paleontolégicos. No debe, sin embargo, olvidarse que tan infructuosas seran las pesquisas del gedlogo sin Paleontologia, como las del paleontologista sin profundos conocimientos de Es- tratigrafia y Geognosia. Todo lo cual, expresado en breves fra- ses, significa que para cultivar la Paleontologia se necesitan va- rios estudios prévios de Botanica, Zoologia y Geologia, y que una vez en posesion de aquélla, los conocimientos que adquiri- mos forman el complemento de estos otros ramos del saber, razon por la cual ocupa aquélla en la distribucion de los dife- rentes ramos del saber, el lugar. mas elevado, como comple- mento y sintesis de todas las ciencias naturales. Expongamos ahora algunas consideraciones como esclarecimiento y amplia- cion de lo que precede. En la primera parte, llamada Neontologia, por cuanto su ob- jeto es dar 4 conocer la vida actual, siquiera para corresponder con exactitud al titulo que se le da, debiéramos tratar de todo lo referente 4 la organizacion vegetal y animal; sin embargo, como esto nos apartaria demasiado del punto que nos propone- mos desarrollar en la obra, nos parece mas acertado dar otro 58 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA giro al asunto, concretandonos a tratar de la distribucion actual de los reinos organicos; razon por la cual pudiera tambien lla- marse 4 esta primera parte de la obra Corologia 6 Geografia botanica y zoolégica. Asi considerada esta primera parte, la di- vidimos en dos secciones: destinada la primera 4 exponer las condiciones actuales de existencia de los séres vivos, y la se- gvunda a inquirir la accion que estas condiciones ejercen en la distribucion geografica de los animales y plantas que hermo- sean la superficie del globo; teniendo cuidado de determinar antes las relaciones que unen 4 unos séres organicos con ea y la mision principal que les esta confiada. Examinar la influencia del calor, de la luz, de la humedad, del oxigeno y acido carbénico, de la tierra y del agua, como principales agentes de la vida, y medio en que los séres se des- arrollan; tales son los objetos que se daran 4 conocer en la pri- mera seccion de la Corologia 6 Neontologia. En la segunda, que podra llamarse Fito-y Zoostatica, poniendo 4 contribucion todas las condiciones biologicas del globo, ya explicadas, expondre- mos lo mas concisamente posible, la actual distribucion de los vegetales y animales, asi en extension superficial 6 geografica, como en altura y profundidad en las tierras y en las aguas. Este estudio, tan ameno como erizado de serias dificultades, sirviendo de introduccion, por decirlo asi, 4 la Paleontologia propiamente dicha, nos conducira, como por la mano, al cono- cimiento de la vida y su distribucion en otros periodos ; pues hallandose los séres organicos de todos tiempos calcados sobre el mismo plan de estructura organica, y obedeciendo como es consiguiente 4 lo que se ha llamado ley de la adaptacion, bas- tara saber, por lo que nos dice la Geologia, los cambios que ha experimentado la superficie terrestre, para que logicamente deduzcamos la indole especial de la Fauna y Flora de cada pe- riodo geoldgico, y hasta la distribucion de los séres que las re- presentan. Mas adelante veremos que no es dificil remontarse 4 la naturaleza de las causas que determinan estos cambios, fundandonos en los efectos mismos; 6 en otros términos: que del estudio de los fésiles y de su distribucion, podemos inferir los cambios que ha experimentado la superficie terrestre. La segunda parte, 4la que llamamos Peleontologia por exce- lencia, constaré tambien de dos secciones; destinada la primera & trazar en breves paginas la historia de los progresos de la DE HISTORIA NATURAL. 59 ciencia, como conocimiento indispensable, pues siendo la cien- cia en general 6 pudiendo compararla segun D’Archiac 4 un rio, sélo llezaremos 4 conocerla bien recorriendo sucesivamente todo su curso hasta llegar al origen ; lo cual, por otra parte, nos pro- porcionara una de las fuentes mas importantes del conocimiento de la Paleontologia. La segunda seccion se destinara 4 pasar en revista el reino vegetal y animal, siguiendo el orden de su res- pectivo desarrollo organico, desde que cada grupo de plantas y animales hizo su primera aparicion en el globo hasta nuestros dias. Génesis de la vida puede llamarse 4 esta seccion de la se- gunda parte de la obra, ya que prescindiendo del érden geold- gico, nos fijamos de un modo especial en el rango que 4 cada grupo corresponde en la Botanica y en la Zoologia. Del estudio de los séres bajo este punto de vista considerados se deduce, conforme claramente se indicara en esta seccion, que no coincide siempre y exactamente el orden de desarrollo zoolégico y botani- co, conel geolégico; dato muy importante para lo que en ulterio- res capitulos hemos de tratar, siendo esta una de las razones en que fundamos el érden adoptado. La tercera parte de la Paieontologia especulativa 6 cientifica, se llama Ontonomia; tambien pudiera donominarse Tropo-Onto- nomia; palabra compuesta de Zvopos, cambio, Ontos, ser, y No- mos, ley; se destinara al examen minucioso y detenido de los principios generales que han regido 4 la materia organica desde su aparicion en el globo; estudio importantisimo que ha de con- tribuir de un modo muy eficaz y directo a esclarecer todo lo re- lativo 4 la aparicion y ulterior desarrollo de la vidaen el globo. Estudio es este de la mayor trascendencia, por cuanto hace ver que la vida 6 los séres que la representan, no se hallan hoy, ni se han encontrado nunca distribuidos al acaso, no habiendo obedecido tampoco en su aparicion esa série graduada de des- envolvimientos lentos y sucesivos, que pretende de un modo demasiado absoluto la teoria transformista, cuyos principios fundamentales expondremos mas adelante. No siendo facil establecer divisiones en esta tercera parte de la obra, trataremos todo lo que en ella debe incluirse en un solo capitulo. Por ultimo, la Ontogenia, 6 sea la cuarta y ultima parte de la Paleontologia cientifica, se destinara 4 exponer y discutir am- pliamente todo lo relativo al origen y desarrollo de la vida en el 60 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA globo, y al examen de las diferentes causas que han determi- nado la desaparicion de las Faunas y Floras. Discutiremos la tan debatida cuestion de la especie y las di- versas teorias que, partiendo de su fijeza 6 variabilidad sin limi- tes, Se proponen explicar el origen de este tipo, verdadera uni- dad de medida de los reinos organicos. Con este motivo se ex- pondran los fundamentos del Lamarkismo y Darwinismo, ha- ciendo un juicio critico de estas doctrinas, para lo cual ha de servirnos de poderoso auxilio cuanto anteriormente se haya ex- puesto, respecto 4 Faunas y Floras fdésiles; por donde se ve cuan légico es el método propuesto, segun la clasificacion de Ampére, para la exposicion de una ciencia tan importante, cuanto apenas conocida entre nosotros. Dar 4 conocer la vida actual, con todas las condiciones que 4 su existencia y armonio- sa distribucion concurren, es una verdadera introduccion al es- tudio de los séres que en otros tiempos vivieron; asicomo es 1é6- gico y natural deducir de estos dos datos, de una parte las le- yes que han presidido los cambios que la vida ha experimentado en el globo, y de otra, el conocimiento posible del origen de sus diversas manifestaciones. as Hasta aqui la Paleontologia considerada como una especie de ampliacion de la Botanica y Zoologia, y su verdadero y natural complemento, tomando a los séres desde su origen yen todas las fases de los desarrollos que han experimentado; por eso esta pri- mera gran division de la Paleontologia, se llama cientifica 6 es- peculativa ; siendo necesaria al botanico y al zodlogo, se ha de considerar su respectiva ciencia en su totalidad, asi como el pa- leontdélogo para llegar 4 serlo, necesita profundos conocimien- tos, de Organografia vegetal y animal, asi como de Fitografia y Zoografia; pues mal podra llegar 4 conocer las plantas y animales de otros tiempos, si no se halla familiarizado con la especial ‘ textura de los actuales séres vivos y con la determinacion de sus diferentes agrupaciones. Con esta suma de conocimientos prévios, y en posesion ya de todo lo que ala Paleontologia cientifica se refiere, se esta ya en el caso de hacer la oportuna aplicacion 4 la Histo- ria terrestre ; de la cual forman parte los llamados fosiles, cuya presencia en los estratos terrestres indica claramente haber sido la superficie de nuestro planeta el teatro donde se han efectuado acontecimientos de indole muy variada, cuya relacion, asi como , DE HISTORTA NATURAL. 61 el enlace de los sucesos con las causas 6 agentes que los deter- minaron, representan el fundamento de dicha historia, para la cual son los fosiles, como ya los llamaba Bukland, las verdade- ras medallas de la creacion. No negaremos, ciertamente, la importancia que realmente tiene la Paleontologia cientifica; pero tampoco debe desconocerse que no dejan de tener razon los que mirandola tan sdlo bajo este reducido prisma, no Je conceden verdadera independencia cienti- fica, mirandola como la Botanica y la Zoologia de otros tiempos. Pero relacionando los fésiles con los terrenos en que yacen, la cosa varia de aspecto; pues ya no se trata de que pertenezca a este 6 al otro grupo la planta 6 el animal que examinamos; sino mas bien el significado que pueda y deba darse a la presencia de estos 6 los otros grupos en los materiales de sedimento, por cuanto esta circunstancia puede ilustrarnos eficacisimamente acerca de todo aquello que 4 su formacicn ha concurrido. Por otra parte, conforme a los principios de la ley de adapta- cion, dichos séres, segun el rango que ocupan en la clasifica- cion, indican las diferentes condiciones climatologicas que ca- racterizan la época en que vivieron; todo lo cual contribuye a ilustrar la historia terrestre, hasta el punto de que, como ya dijo Cuvier, sin los fésiles no hubiera sido posible escribirla. Ahora bien; puesto que se trata de relacionar el dato organico con el inorganico terrestre, y como quiera que el segundo término de la relacion, es el terreno llamado de sedimento, ya que los otros estan privados de organismos , empezaremos esta segunda divi- sion de la Paleontologia por una somera resefia de todo lo que a ellos se refiere , 4 la que llamamos con justo motivo Estrati- grafia, que es aquella parte de la ciencia que trata de todo ‘lo referente a bancos, capas 6 estratos; conocimiento que la ciencia paleontoldgica toma de la geoldgica, y que nosotros ampliaremos con algunas consideraciones, encaminadas 4 ar- monizar el dato estratigrafico con el paleontolégico, discurrien- do oportunamente acerca de la parte que 4 cada uno de ellos corresponde, y respecto & cual de estos datos debe darse la prio- ridad en la determinacion de los terrenos 6 de las épocas de la historia terrestre. Sobre estos fundamentos se levantara la segunda parte de la Paleontologia aplicada, cuyo objeto principal es la clasificacion de los terrenos de sedimento, completandola con. el cuadro ex- ACTAS DE LA SOC». ESP.— V. 6 62 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA positivo de los mismos, basado en los caractéres estratigrafico y paleontoldégico. Como facilmente se desprende de lo que acabamos de expo- ner, estas dos primeras partes de la Paleontologia aplicada, son de naturaleza esencialmente geoldgica; por donde se ve tam- bien la imprescindible necesidad de conocimientos de esta cien- cia, para poder cultivar la otra con provecho. En la tercera parte se pasara en revista la Fauna y Flora de cada uno de los terrenos, con el doble objeto de formar idea del diferente ca- racter que ofrecié la vida en sus diferentes manifestaciones, y de caracterizar los pericdos de la historia de nuestro planeta, representados por los terrenos de sedimento. Por ultimo, com- pletara este estudio de aplicacion la resefia de los fésiles mas caracteristicos de nuestro suelo; objeto que debe merecer nues- tra especial predileccion , por lo que directamente pueda intere- gar 4 todo buen espafiol el conocimiento de lo que 4 la patria ataiie. Tal es en breves palabras la exposicion del plan que me pro- pongo desarrollar en la catedra de-que por recientes disposicio- nes oficiales he de encargarme desde el curso proximo, asi como tambien en la obra que estoy preparando, para que sirva de texto 4 las personas que por gusto u obligacion quieran ini- ciarse en tan importante estudio. De desear hubiera sido que persona mas idénea se hubiera encargado de esta ensefanza, pues de seguro que la ciencia y lajuventud hubieran ganado de consuno; pero ya que la suerte lo ha querido asi, no hay mas remedio que tomar las cosas como vienen, si bien una vez aceptado el cargo, por mas que sea superior 4 mis fuerzas, me creo obligado 4 cumplirlo en todas sus partes, entrando con animo resuelto & ensefiar de palabra y por escrito la nueva cien- cia, como hace veintidos afios cupome la satisfaccion de iniciar eutre nosotros, en el Museo de Historia Natural primero, como parte de la Facultad de Ciencias, y mas tarde en el Ateneo y en la Escuela Catastral, el gusto por la Geologia; de cuya ciencia publiqué tambien en el afio 1860 el Manual de Geologia tecrica | y aplicada, y en 1872 el compendio de la misma. Con el inter- valo, pues, de veintidos afios he tenido la satisfaccion de inau- gurar dos catedras nuevas, y de escribir libros 4 ellas referen- tes; el primero merecio la aprobacion unanime de la Real Aca- demia de ciencias: al que estoy escribiendo en la actualidad, no DE HISTORIA NATURAL. . 63 sé la suerte que le espera; si sdlo puedo asegurar, que ambos a dos han sido inspirados por el vehemente deseo que me anima de contribuir con mis escasas luces 4 la cultura general del pais. Una sola diferencia podraé notarse, asi en la ensefianza como en la obra que me prometo someter al buen criterio del publico; y consiste en la diferencia de tiempos, ya que cuatro lustros y medio de intervalo no pueden ménos de ejercer’su fa- tal influencia en el catedratico y en el escritor, pues si bien la experiencia que diariamente se adquiere, da mas aplomo y rec- titud en los juicios, va quitando poco 4 poco otras condiciones no ménos indispensables , cuales son el vigor y el entusiasmo. ‘Sin embargo, con la ayuda de Dios y de las personas ilustradas en el ramo, A quienes no cesaré de consultar todas las dificul- tades que se me ofrezcan, espero llevar a feliz término la em- presa, guiado siempre con el mejor deseo; 4 cuyo fin he tenido a la vista la mayor parte de los tratados de Paleontologia cono- cidos en Kuropa, de los cuales, si he tomado la mayor parte de los datos que en la mia figuran, me he apartado por completo del método por sus respectivos autores propuesto, persuadido de que no era el mas a propdsito para facilitar la inteligencia de asunto tan complicado. No llenandome el plan adoptado por otros, volvi la vista hacia la clasificacion de Ampere; y recor- dando los servicios que me ha prestado en la exposicion de la Geo- logia, no he dudado un momento en aceptarle tambien para la Paleontologia; habiendo tenido necesidad de inventar nombres aplicables a cada una de las diferentes partes en: que he creido conveniente dividir la exposicion de la nueva ciencia. En rigor, esto es lo unico de nuevo y original que ofrece mi libro; y aun- que creo firmemente que por dicho método se ha de simplificar el conocimiento de la ciencia, no voy 4 tener la pretension ri- dicula de que sea preferible al adoptado en sus respectivas obras, por Pictet, Owen, D’Orbigny, Quenstedt y tantos otros que sobre Paleontologia han escrito. Bueno 6 malo mi método, lo someto al juicio del pubblico; debiendo hacer una observacion para terminar, y es, que pudiendo compararse al llamado de las causas actuales en Geologia, abrigo la fundada esperanza de que quizas contribuya tanto a los progresos de la Paleonto- logia, como aquellas al grande impulso que desde principios del siglo han logrado imprimir 4 la Geologia. Por mi parte debo de- clarar, que si merced 4 la sencillez y claridad de exposicion, J a 64 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA consigo despertar en nuestra juventud el gusto por una ciencia tan importante cuanto desconocida asi en Espaia como en Portugal, me consideraré muy satisfecho por haber contribuido a esta buena obra. Respecto 4 la extension que deba darse al libro, prescindien- do de la que & cada una de las partes corresponde y exige la justa y debida proporcion, segun las reglas de la armonia y be- lleza, dependera naturalmeute de las exigencias de la ensefian- za y de lo que la experiencia y los buenos amigos indiquen; si bien considerado el asunto, la principal dificultad que hay que vencer estriba en los limites que deba sefialarse a la parte des- criptiva, zooldgica y botanica. Con efecto, limitarse en esta parte 4 la simple indicacion de nombres de géneros y especies, seria sobrado poco; pero descender 4 la caracteristica, genérica y especifica, seria demasiado. Pictet sdlo llega a la descripcion de las familias y de las tribus, limitandose a citar los géneros y especies mas importantes que relaciona con los diferentes horizontes donde se encuentra; y a pesar de esto, y de no des- tinar mas que 122 paginas a las generalidades de la ciencia, la obra consta de cuatro tomos en 8.°, segunda edicion, y un Atlas de 110 laminas; y su importe de trescientos veinte reales asusta aqui 4 cualquiera, y muy especialmente a los naturalis- tas, que distan mucho de ser Cresos. Haciendo, pues, de estos datos aplicacion al caso presente, las circunstancias decidiran de la extension que ala obra se dé; no olvidando por mi parte la necesidad de facilitar por todos los medios posibles la inteli- gencia del asunto. Y como en esta clase de publicaciones im- porta sobremanera que los objetos lleguen 4 conocerse bien por la vista, procuraremos ilustrar el texto con el mayor numero posible de figuras intercaladas y de un Atlas, en el que se ex- presen, no solo lo relativo 4 la distribucion geografica de los séres vivos y & otros hechos importantes, sino muy especial- mente los que representen asi el aspecto que ofrecia el paisaje animado por la Fauna de cada periodo geolégico, como los f6- siles mas caracteristicos de los terrenos en general, y de los que distinguen la estructura geolégica de nuestro territorio. Si el publico, persuadido de los esfuerzos y sacrificios que la realizacion de mi proyecto exige, corresponde 4 mis deseos, me daré por completamente recompensado de todos mis afanes. DE HISTORIA NATURAL. 65 Sesion del 7 de Junio de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asisten los Sres. D. José Macpherson, de Cadiz, y D. Angel Guirao, de Murcia. —E] senor Guirao manifiesta el deseo de que conste su asis- tencia 4 la sesion del mes de Marzo, en cuya acta por un olvido involuntario no se le menciona nominalmente. —E] sefior Secretario da cuenta de haberse recibido una co- municacion de D. Justo Egozcue y Cia, dandose de baja en la Sociedad, y otra de D. Francisco S. de Caceres, participando las senas de su nueva habitacion. —El mismo sefior lee una relacion de las publicaciones reci- bidas, 4 saber: A cambio: Bulletino della Societa Entomologica Italiana.—Anno ottavo Trimestre IL. Société Hntomologique de Belgique. Compte-rendu de Vassem- blée mensuelle du 1 Avril 1876. Société Hntomologique de Belgique. Compte-rendu du 6 Mai 1876. Periddico zoologico.—Tomo 11, entrega 2.* Annales de la Société Entomologique de Belgique.—Tomo xvii. Como donativos: Semanario Farmacéutico.—Numeros 32, 38, 34, 35 y 36 (ano Iv), remitido por su director D. Vicente M. de Argenta. Cronica médico-qururgica de la Habana.—Ano 1.— Num. 5. Revista de la Sociedad de Profesores de Ciencias.— Aiio 11. — Numero 1.° La Sociedad acuerda dar las gracias a los donantes. —Son admitidos como socios los sefores Lopez y Bienert (D. Guillermo), de Cartagena, presentado por D. Ricardo Codorniu; y Rodriguez Cepeda (D. Antonio), de Valencia, presentado por D. Juan Vilanova. 66 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA ' —Elsefior Perez Arcas presenta un hueso de la boca de un pez, tapizado de dientes en forma de empedrado, y con la extremidad libre redondeada, hallado en Gijon enterrado 4 muchas brazas de profundidad, y enviado en concepto de fdsil (aunque en realidad no lo es), por D. Ulpiano Escalera. Anade que no ha podido de- terminar el animal de que procede, porque, aunque entre los géneros exdticos hay algunos (Osteoglossum, Butirinus) que ofrecen algo parecido, & ninguno de ellos puede referirsele. —El] sefior Calderon presenta una punta de fiecha de silex, procedente de una caverna—que se propone explorar—situada en el sitio lamado La Rada, en el pueblo de Molinicos, provin- cia de Albacete, segun los datos comunicados por el celoso mé- dico titular de dicho pueblo, D. Eusebio Sanchez Fraile, 4 quien debe este y otros envios. —Indica debe considerarsela, por su forma, como correspondiente 4 la segunda variedad, en que di- vide W. R. Wilde esta clase de restos de la primitiva industria humana, y llama la atencion sobre lo primoroso y acabado del trabajo, y sobre la capa de patina que cubre la superficie del objeto. —E] sefior Secretario lee la nota siguiente, remitida por don Vicente Mompod, de Lérida: Diferencias mas notables que presentan los distintos piés de Algarrobo (Ceratonia siliqua L.), con las aplicaciones que pueden hacerse a la agricultura. El algarrobo, Ceratonia siliqua Linn., se cultiva en el reino de Valencia, y su fruto se utiliza para pienso del ganado de labor, que lo apetece mucho, siéndole un alimento muy nutritivo. En la provincia de Castellon embarcan cantidades de alguna importancia de este fruto, que puede tambien utilizarse en la extraccion de la parte azucarada, muy abundante en algunas variedades. Forma una zona baja que presenta caractéres climatoldgicos, bastante bien marcados, que podremos ‘denominar la zona del algarvobo. En las tierras que ésta comprende, suelen destinarse al algarrobo las que por su sequedad 6 pobreza son poco 4 pro- posito para la vifa y olivo: estas tres plantas constituyen el cultivo arbustivo en las tierras de secano, comprendidas en di- cha zona. El cultivo util del algarrobo en la provincia de Va- DE HISTORIA NATURAL. 67 lencia suele llegar 4 350 metros de altura sobre el nivel del mar. El estudio de las variedades de las plantas cultivadas y el acierto en la eleccion de cada una de ellas para destinarla 4 los sitios que mejor le convienen, constituyen uno de los caractéres que con mas exactitud indican el progreso de la agricultura en un pais determinado: de ahi resulta el interés practico que tie- nen los estudios de esta indole. Estas variedades, 6 mejor dicho castas, en el reino de Valen- cia pueden reducirse 4 las siguientes, designadas con los nom- bres vulgares del pais. 1." Bort 6 de sa lley. Con estos nombres se designan todos los algarrobos que producen garrofas pequenias, muy delgadas, y que contienen poquisima materia azucarada: suelen tener las hojas muy pequefas. Parece ser esta casia el tipo silvestre y primitivo de la espe- cie. Sdlo se halla algun arbol 6 rama de la misma, donde ha habido descuido en el ingerto. 2.° Aldorser 6 chudeu. Tiene hojas bastante grandes, de color verde oscuro y flores masculinas solamente. Sabida es la im- portancia de esta casta para la fecundacion de las flores feme- ninas, que producen las otras. Los cultivadores cuidadosos é in- teligentes,fprocuran que abunden las ramas de esta casta en sus algarrobos. 3.° Almoina: hojas medianas, tan largas como las de la casta anterior, pero mas estrechas, y el color verde mas claro. Esta casta es poligama; en un mismo pié desarrolla flores masculi- nas y flores hermafroditas, presentando muchos verticilos de estambres, en el centro de los cuales se desarrolla un pistilo que, fecundado, da origen 4 un fruto. La garrofa es de mediana magnitud y calidad; de color parecida a la de la casta num. 4, pero mas delgada. } Si se cotejan los estambres que produce esta casta con los de la anterior, 4 la simple vista no se nota diferencia alguna entre unos y otros. Tampoco se nota que el Alborser desarrolle mas estambres que la Almoina. Cultivadores inteligentes opinan que esta casta fecunda las flores femeninas tanto como el Albor- ser; pero la generalidad cree que le es inferior. Para decidir esta cuestion, deberian practicarse experiencias con inteligen- cia é imparcialidad, porque seria una gran ventaja poder suplir el Alborser con una casta fructifera. Por los pueblos del valle 68 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA de Albaida se hallan algunos arboles de esta casta, y van pro- pagandose mas cada dia. 4.° Ver. Tiene las hojas mas grandes de todas las castas, lus- trosas, algun tanto ampollosas 6 abofelladas. El fruto es de color de chocolate, con pintas mas claras; largo, y el mas grueso de todas las castas; es muy nutritivo y pesado, por abundar mucho en azucar; carece de cierto sabor desagradable, que se deja sentir con mas 6 ménos intensidad en las garrofas de las otras varie- dades. Por tan buenas cualidades es la mas apreciada para el ganado, y sirve tambien para alimento del hombre cuando hay grande escasez de granos, teniendo siempre mayor precio en venta que las otras. Es un arbol de porte mediano, muy frondoso, y de aspecto agradable; sufre los terrenos mas inferiores, fructifica pronto, y generalmente todos los anos, con bastante abundancia. Esta casta se halla bastante extendida en el valle de Albaida, aunque no tanto como debiera, atendido el conjunto de sus ven- tajosas cualidades; pero de dia en dia se va propagando mas. Algunos no la quieren porque tarda mucho en madurar el fruto, y asi esta mas expuesto a que lo hurten; pero mas generalmente la desechan porque una larva taladra las ramas, las pone enfer- mas y amarillas, y a veces el viento, 6 su propio peso, las tron- cha. Mas este inconveniente es facil de remediar por los medios sabidos de matar el insecto con un alambre destemplado; 6 mas sencillo alin, cerrando herméticamente el agujero con cualquier cuerpo, para que muera asfixiado. Se conoce donde hay ramas atacadas, aun antes de que se pongan amarillas, por la savia que, mezclada con el excremento de la larva, gotea y ensucia las ramas inferiores, llegando hasta el suelo. Hay algarrobos de esta casta, cuyo fruto es muy largo y grueso, al paso que hay otros degenerados, poco producti- vos, y que pueden constituir una subvariedad, cuyas garro- fas suelen tener de una a dos pulgadas de longitud; las ramas de estos algarrobos, y mas aun las ramillas, presentan en toda su longitud multitud de protuberancias escabrosas, y por ello los labradores los denominan podyosos. 5." Chop. Sus hojas son semejantes a las de la 3.* variedad en elcolor y longitud, pero un poco mas anchas. Es arbol de media- no tamafio; en buen terreno se hace muy grande, y fructifica con abundancia cada dos afios. El fruto es lustroso, de color oscuro, DE HISTORIA NATURAL. 69 no tan largo ni grueso como el de la variedad anterior, pero un poco mas ancho y aplanado; no son tan excelentes como los de la casta anterior, pero maduran muy temprano. y las apetece mucho el ganado, por cuyas cualidades son bastante apreciadas. Esta casta es a propdésito solamente para los terrenos de buena calidad; en los inferiores, queda el arbol pequefio y fructifica muy poco. Esta bastante extendida por la Olleria , y de ella esta poblado casi exclusivamente el extenso bosque de algarrobos que cubre la mayor parte del término de Montesa. 6.° Ganchud. Tiene hojas largas, poco anchas, de color verde oscuro; clarea por no tener abundancia de hojas. Es arbol bastan- te grande; muchos de los frutos suelen encorvarse en una de sus extremidades 4 manera de cayado, de donde han tomado nombre, tanto el fruto como el arbol. Esta casta fructifica bastante, y las garrofas resisten mucho el frio. 7. Negral; de hojas bastante grandes, de figura eliptica; por la abundancia de ellas es el arbol muy tupido, abrigado y cor- pulento. Las garrofas son bastante grandes, gruesas y algun tanto encorvadas sobre uno de sus lados en figura de hoz. 8." Del contell, conocida en Albaida con el nombre de Ro- ches; de hojas casi tan grandes como las del num. 4, anchas, estrechadas progresivamente hacia la base y el vértice, de un color amarillento. Las garrofas son las mas largas y an- chas de todas las castas; se ensanchan mas todavia desde la mi- tad hacia la base, ménos gruesas que las de la casta num. 2; son poco sustanciosas y apreciadas del ganado. Algunos arboles de esta casta se cargan abundantemente cada dos afios, mas por lo comun fructifican muy poco. 9.2 Lindar. Sus hojas son las mas pequenas de todas las cas- tas, excepto la num. 1, y tienen peciolos delgados. La garrofa es medianamente larga, la mas estrecha y delgada de todas, ex- cepto la 1.* variedad: madura temprano. Es la casta que mas se aproxima al tipo silvestre; asi es que resiste al frio mas que to- das las otras. —El senor Botella indica la conveniencia de que la Sociedad tenga un fondo de reserva para hacer frente 4 circunstancias desfavorables que pueden sobrevenir, por disminucion de so- cios U otras causas, y aun en su caso, para aspirar a tener local propio, 4 semejanza de lo que practica la Sociedad geografica de Francia, que de esta suerte ha podido sostenerse, no obs- 70 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA tante haberse disminuido el numero de socios 4 una sexta parte, & consecuencia de los profundos trastornos por que dicha nacion ha atravesado. El sefior Jimenez de la Espada propone que se forme ese fondo de reserva con los sobrantes de cada ajio. El senor Suarez (D. Sergio) observa, que resumiendo los ANALES toda la vida de la Sociedad, debe evitarse que éstos se resientan lo mas minimo. El sefior Botella replica, que precisamente a evitar que esto suceda va dirigida su indicacion. El sefior Uhagon (D. Serafin) hace presente, que la econo- mia en la parte material de los mismos puede llevar consigo el retraimiento de algunos socios, y que 4su parecer, el verda- dero medio de aumentar los recursos es allegar nuevos sdcios. El senor Colmeiro manifiesta que, no habiendo en nuestra Sociedad cuota de entrada como en la Geografica, y no convi- niendo aumentar la cuota anual, por oponerse esta medida al espiritu que presidié al fijarla, de hacer asequibles los ANALES & todas las fortunas, no queda otro camino que procurar una sub- vencion indirecta del Gobierno, mediante cierto numero de suscriciones, costeada por el Ministerio de Fomento, el cual puede repartir los ejemplares correspondientes entre los esta- blecimientos de ensenanza que de él dependen. El sefior Presidente dice, que dara los pasos para conse- guirlo. El sefior Abeleira expone, que iniciado el pensamiento por el sefior Botella y aceptado por la Sociedad, lo que compete es, que la Junta directiva lo estudie para darle forma y proponer lo que estime conveniente. La Sociedad asi lo acuerda. —E] sefior Viar lee la nota siguiente: A fines de Mayo ultimo recogi en los alrededores de esta po- blacion varios insectos, cuyo aspecto me choco desde luégo. Son larvas pertenecientes al género #m bia Latr., del que Mr. Pictet, en su Synopsis des Neuroptéres d’ Hspagne , dice, que no se en- cuentra ninguna especie en la Peninsula, sin que hasta la fe- cha, que yo sepa, se haya publicado nada en contrario. Esta Hmbia parece ser la Soliert Ramb., aunque nada se puede asegurar por lo incompleto de la descripcion que unica- mente de la larva hace el autor en su Histoire naturelle des In- DE HISTORIA NATURAL. 71 sectes-Neuroptéeres, difiriendo de ella en el nimero de artejos de las antenas, que unas veces son quince y otras diez y siete en los insectos por mi recogidos; y en la Hmb. Solieri tenian diez y siete, y no estaban completas en el unico ejemplar 4 que se refiere la descripcion. Algunas de estas larvas presentan como la Hmb. Mawritanica descrita por Mr. Lucas, en su Fzploration scienti fique en Al- gerie, la particularidad de que el ultimo segmento abdominal se halla truncado y fuertemente excavado en su lado izquierdo, y el artejo basilar del apéndice del mismo lado es muy corto, ancho, aplastado, y parece como abortado; siendo de notar, que Mr. Lucas observ6 esta particularidad en doce hembras, que fueron todos los ejemplares que tuvo 4 su disposicion, y que entre los que poseo, los hay que no la tienen, por lo cual me inclino 4 creer sea diferencia sexual. Los individuos de esta especie que he observado segregan tambien, comola #mb. Mau- ritanica, una seda, con la que hacen conductos para ocultarse. Tengo, pues, el honor de llamar la atencion de los entomdlo- gos hacia esta especie, con tanta mas razon, cuanto que no hay de su género en Europa mas especie descrita que la larva de la #mb. Solievt Ramb., y aun ésta muy incompletamente, segun queda indicado. Sesion del 5 de Julio de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asisten los sefiores D. Angel Guirao, de Murcia, y D. Eduardo Bosca, de Valencia. —Se leen por el Secretario las comunicaciones recibidas, a saber: De D. Jerénimo Vidal, participando el fallecimiento de su se- for hermano, D. Angel. De D. Ventura Gallegos y D. Joaquin Maria Castellarnau, dando gracias por su admision. De D. Antonio Rodriguez de Cepeda, indicando la especialidad que cultiva y sus titulos. —Pénense sobre la mesa las publicaciones que han sido remiti- das a la Sociedad desde la ultima sesion , que son las siguientes: 72 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA A cambio: Societa entomologica italiana. — Resocénti delle adunanze, compilati dal segretario G. Cavanna. Verhandlungen des Vereins fiir Naturwissenschaftliche Un- terhaltung zu Hamburg. — 1875. — Tomo u. Donativos: Semanario Farmacéutico.—Numeros 37, 38, 39 y 40(4.° ano), remitido por su Director D. Vicente M. de Argenta. Crénica médico-quirurgica de la Habana.— Ano u.— Nu- © mero 6. Apicultura, por D. Ignacio Redondo, regalo del autor. Das Sciopticon. . La Sociedad acuerda dar las gracias a los donantes. — Es admitido como socio, el senor Vicente (D. Nemesio), de Madrid, presentado por D. Ignacio Bolivar. — Se lee por el Secretario la copia de una instancia, escrita y presertada por el sefior Presidente, en cumplimiento de lo acordado en la sesion de Junio, que la Sociedad aprueba una- nimemente. Dicho documento dice a la letra lo que sigue: «Al Excelentisimo sefor Conde de Toreno, Ministro de Fo- mento. —Excmo. seior.—La Junta Directiva de la Sociedad Espafiola de Historia Natural, de que tengo la honra de ser hoy Presidente, me ha encargado que manifieste 4 V. EK. en su nom- bre y en el de la Sociedad, el profundo agradecimiento con que supo la benévola acogida que V. E. dispenso a mi ruego de que se suscribiese el Ministerio de su digno cargo por cincuenta ejem- plares de los ANALEs que aquélla publica anualmente, a fin de que repartiéndolos entre las Universidadesé Institutos del reino sirvan de estimulo 4 la juventud que se dedica a las ciencias naturales. » Cuando hace algunos afios se pensdé formar en Madrid esta Sociedad, hacia ya mucho tiempo que se notaba la falta de una institucion de esta clase en nuestro pais, porque siendo tal vez el unico que no la tenia, parecia ajeno 6 indiferente al progreso de la época en estudios que son parte esencial del saber huma- no. Por fortuna varios naturalistas, muy conocidos en el mundo cientifico , que se dolian amargamente del atraso en que nos en- contrabamos respecto 4 otras naciones de mucha ménos impor- tancia que Espafia, tomaron con noble empefio el fundar una DE HISTORIA NATURAL. : 3 Sociedad que llenase aquel vacio. Secundado el pensamiento por otras personas no ménos dignas, muy pronto pudo reali- zarse , excediendo el resultado 4 sus esperanzas. » Fundada la Sociedad Espaiola de Historia Natural el ato de 1871, cuenta en el dia mas de 400 socios, y esta en corres- pondencia directa con otras corporaciones cientificas de Europa y América. que le envian sus publicaciones en cambio de las suyas. Ha vivido modestamente de sus propios recursos , cele- brando sus sesiones , por no poder tener todavia local propio, en la sala de la Academia de Medicina, cuya puerta le abre ge- nerosamente la expresada y docta corporacion. » La Comision encargada de publicar los ANALES ha procurado desde un principio que éstos correspondan a su elevado objeto, no sdlo por la buena impresion del texto, sino tambien por lo exacto y esmerado de los dibujos, grabados y colorido de las laminas; procurando igualmente, en cuanto es dable, que to- dos los trabajos se hagan por artistas espafoles. » Para que V. E. vea lo que son estas publicaciones, que tanto le recomendé verbalmente , me cabe la satisfaccion de ofrecerle, en nombre de la Sociedad , el adjunto ejemplar de los cuatro to- mos que van publicados y el cuaderno primero del tomo v, que saliéd 4 luz en Mayo ultimo. Si V. E. se digna examinarlos, creo que no se arrepentira de haber prometido suscribir anualmente al Ministerio de Fomento por cincuenta ejemplares de una obra de la que sdlo cuesta quince pesetas cada uno, y que tiene por unico y exclusivo objeto difundir el conocimiento de ciencias general- mente poco cultivadas en Espafia, no obstante la utilidad y agrado que procuran. VY. E., cuya superior ilustracion recono- cemos todos, favorecera indudablemente tan desinteresado y patridtico fin, y la Sociedad quedara muy agradecida 4 la pro- teccion que por su conducto le dispensa el Gobierno de 8. M. — Dios guarde 4 V. E. muchos afios. — Madrid 30 de Junio de 1876. — El] Presidente de la Sociedad Espajiola de Historia Natural.» El sefor Naranjo manifiesta que no duda de lo favorable que sera el informe que sobre dicha publicacion dara la Acade- mia en caso de ser consultada, afadiendo que, contando con que la Sociedad habra obtenido la debida recompensa en el cer- tamen de Filadelfia, podra este fallo ser un motivo mas que la recomiende 4 la proteccion del Gobierno. — El sefor Bosca participa el hallazgo en Valencia de un 74 _ ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA neurdptero que cogio al anochecer volando de rama en rama, a poca altura del suelo, y como cazando insectos pequeiios, el cual, clasificado por el sefior Bolivar (D. Ignacio), resulta ser el Bubo agrionoides Ramb., hasta ahora solo citado de Sierra Prieta y de Malaga. | Manifiesta igualmente haber hallado entre otros varios ani- males de diversas clases, pero todos espafioles , conservados en un frasco con alcohol, perteneciente 4 D. Rafael Cisternas, su. maestro , de feliz memoria, un batracio del género Hyla, que no es la arborea L., que sospecha sea nuevo, al ménos en la Pe- ninsula, y que se propone ensefiar al seflor Jimenez de la Es- pada , como persona competente en la materia. Dice tambien que despues de muchas pesquisas para obtener un ejemplar del reptil llamado en Valencia sacie, pesquisas sin resultado por el concepto de altamente venenoso en que se tiene 4 este animal por los naturales del pais, que no se atreven 4 co- gerle ni 4un despues de muerto, llegé a conseguir le diese una descripcion de él una persona ilustrada , debiendo en su conse- cuencia ser considerado como un anfisbénido. Despues supo por el sefior Perez Arcas, que le ensefid una figura del expresado reptil, que éste corresponde al género Trigonophis, y habita, segun lo que hasta ahora se sabia, la costa N. de Africa. El sefior Marqués de la Ribera manifiesta que tambien en Yucatan (Méjico) se considera como muy venenoso otro reptil inocente. El seiior Guirao dice que en la sierra de Segura, donde abunda la Salamandra maculosa Laur., alli llamada 7i70, es te- nida igualmente como venenosa. El sefior Bosca observa que en Valencia se llama éi7os a los gallipatos (Pleurodeles). — 1 sefior Quiroga participa que continuando sus investiga- ciones micro-litolégicas se ocupa en un trabajo sobre ofitas, y que habiendo observado una de Jativa, proporcionada por el sefior Bosca, resulta contener piroxeno en nddulos, asi como en otras de cerca de Orihuela, que sin clasificar existen en el Mu-~ seo de Ciencias Naturales, este mineral ha desaparecido para convertirse en hornblenda y epidota. El sefior Botella recuerda 4 este propdsito que en el cerro Oriolé una erupcion, al parecer dioritica, ha levantado las ca- pas del terreno , continuandose dicha erupcion por otras en la DE HISTORIA NATURAL. 75 sierra de Orihuela, hasta internarse en Murcia, acompanadas de criaderos de cobre , mercurio y aun de oro. Anade que el ter- reno levantado es el tridsico, muy extendido , y somero en todo el reino de Valencia, y perfectamente caracterizado , entre otras circunstancias, por los cristales de cuarzo hematoideo que en gran abundancia en él se hallan. El sefor Bosca observa que se han encontrado en las are- niscas, a dicho terreno referidas, fosiles jurasicos, los cuales de- ben hacer variar el concepto geoldgico que se les asigna. El sefior Botella objeta que antes de determinarse 4 cam- biar dicho concepto es indispensable asegurarse de la proceden- cia cierta de dichos fdsiles y de las condiciones de concordancia 6 discordancia de estratificacion de los materiales. Sesion del 2 de Agosto de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Se lee una comunicacion de la Direccion general de Instruc- cion Publica, participando que este centro oficial se suscribe 4 los ANALES DE LA SOCIEDAD EspANOLA DE HisToRiaA NATURAL por diez y seis ejemplares, y una carta particular del sefior Conde de Toreno al sefior Marqués de la Ribera, manifestando que este numero es el maximum que cabe dentro de la cantidad de que con tal objeto puede disponer anualmente el Ministro, sin consultar a la Academia correspondiente. El sefior Perez Arcas observa que esto no obsta para que la SocrepaD mas adelante, reiterando su pretension y pasando ésta por todos los tramites legales, pueda conseguir la suscricion por el numero de ejemplares que apetecia. —Se da cuenta del fallecimiento del socio de Salamanca D. Pa- blo Villanueva, participado por su familia. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas, a saber: A cambio. Société entomologique de Belgique.— Proces-verbaux des Séan- ces. —Tomo V. 1876.—(1.*" semestre ). 76 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA Donativos: Semanario Farmacéutico.—Numeros 41, 42, 43, 44 (5.° afio); remitido por su director D. Vicente M. de Argenta. Cronica médico-quirurgica de la Habana.—(2.° aiio).—Num, 7, La SocrepAD acuerda dar las gracias a los donantes. —Son admitidos como socios los senores: Casal y Lois (D. José), de Pontevedra, y Martin Sanchez (D. Enrique), de Pontevedra, presentados por D. Angel Fernandez de Castro. — El sefior Quiroga lee el prodlogo y un extracto de una #nu- meracion de los veriebrados fosiles de Espana, por D. Salvador Calderon, cuyo trabajo pasa a la Comision de publicacion. —KE] sefior Alvarez Alvistur, por encargo de D. José Alvarez Perez, de Mogador, lee una descripcion del arbol llamado A7'- gan, de aquella localidad, cuya noticia, juntamente con tres dibujos que la acompafian, pasa a la Comision de publicacion. — KE] Secretario lee un Calalogo de aves de Tenerife, remitido por su autor D. Vicente Mompo y Vidal, que pasa 4 la Comision de publicacion. Sesion del 6 de Setiembre de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR BOTELLA. El Secretario lee las comunicaciones siguientes: del sefior Marques de la Ribera, manifestando no poder asistir 4 la sesion de este dia por hallarse ausente; de D. Nemesio Vicente, dando gracias por su admision; de D. Diego L. de Quintana, partici- pando su traslacion a Zaragoza, y remitiendo dos ejemplares de su folleto titulado: Del aprovechamiento para abono agricola de los grandes depositos de hueso enterrado, descubiertos en Cas- tilla la Vieja, y del Director de The Smithsonian Institution, de Washington, acusando el recibo del tiltimo cuaderno publi- cado de los ANALES. —Se ponen sobre la mesa las publicaciones recibidas, 4 saber: A cambio: Proceedings of the scientific meetings of the Zoological Society of London.— Part. 1v,-April, 1876. DE HISTORIA NATURAL. zi Bulletino della Societa Entomoldgica Italiana.— Anno ot- tavo.— Trimestre i. Donativos: Semanario Farmacéulico. — Niumeros 45, 46, 47, 48 y 49 (aio Iv), remitido por su Director D. Vicente Martin de Argenta. Del aprovechamiento para abono agricola de los grandes depo- sitos de hueso enterrado, descubiertos en Castilla la Vieja, por D. Diego L. de Quintana; regalo del autor. La Sociedad acuerda dar las gracias 4 los donantes. — ll sefior Martinez y Saez lee la nota siguiente: «Han sido regalados al Museo de Madrid por el Sr. D. Cons- tantino Florez de Pando varios huevos de aves, recogidos cui- dadosamente en las cercanias de Mieres ( Oviedo), por el mismo senior, que ha tenido la bondad, no solo de indicar, en vista de las colecciones, las especies 4 que corresponden los huevos, sino tambien los nombres vulgares de las mismas en la localidad, que creo es de algun interés dar 4conocer, y son los siguientes: Ferrucho, Falco sesalon Z.; Hsguilon, Certhia familiaris L.; Ve- ranin, Parus ater Z.; Viguin, Parus caudatus L.; Marica, Pica caudata Aeys. et Bl.; Glayo, Garrulus glandarius Z.; Tordo negro, Turdus merula Z.; Malvis, Turdus musicus Z.; Pani- cera, Accentor modularis Z.; Ritan, Krythacus rubecula Z.; Pa- jara negra, Sylvia melanocephala Gm.; Pdjara blanca, Sylvia curruca Lath.; Piina, Sylvia trochilus Z. ; Cerrica, Troglodytes parvulus Aoch; Lavandera, Motacilla alba Z.; Cotta, Alauda arborea L.; Verdecillo, Emberiza citrinella Z.; Verderon, Embe- riza cirlus Z.; Zortola, Emberiza cia Z.; Pinzon, Fringilla cwe- lebs Z.; Pardilio, Fringilla cannabina Z.; Gilguero, Fringilia carduelis L.; Capitan, Pyrrhula rubicilla Pall.; Gorrion, Passer domesticus Z.; Pipi, Totanus calidris Z.; Gallineta, Aramus aquaticus Z. —El sefior Bolivar (D. Ignacio) pregunta si la Sociedad ad- mitiria para su insercion en los ANALES, una nota de Mr. Saus- sure, sobre aleunas especies de Mantis, procedentes de Abisi- sinia, que el Museo de Ciencias Naturales posee y aquel ento- modlogo ha examinado. El senor Presidente manifiesta que toda vez que es un tra- bajo presentado por un sejior socio, y que entra dentro de todas las demas condiciones exigidas por el Reglamento, no ve inconveniente en que se admita dicha nota. -~) ACTAS DE LA SOC. ESP.—Y. 78 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA La Sociedad asi lo acuerda, y el trabajo en cuestion pasa 4 la Comision de publicacion. —El sefior Solano participa la adquisicion por el Museo de Ciencias Naturales de la coleccion de minerales que formd el general de la Armada D. Miguel Lobo y Malagamba, nuestro consocio, entre cuyos ejemplares son principalmente dignos de notarse varias preciosas agrupaciones de cristal de roca; diver- sos jilépalos, algunos de gran magnitud; una preciosa série de agatas enhidricas, en nddulos con reticulaciones salientes, de- bidas quizas a la presion ejercida sobre la masa interior gelati- nosa por la corteza externa desecada y agrietada, aglutinando guijarros tambien siliceos y otras varias, todas ellas, asi como los jilopalos, procedentes de las margenes de afluentes del Uru- guay; platas nativas dendriticas y dos magnificos grupos de yeso cristalizado trapeciano, de Cartagena, cuyos cristales ofrecen la particularidad de ser flexibles en alto grado, lo cual es debido 4 su estructura menudamente laminar. Sesion del 4 de Octubre de i876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asiste el senor Mac-Pherson, de Cadiz. —Se lee una comunicacion de D. José Casal y Lois, dando gracias por su admision. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas, a saber: Donativos : Cronica médico-quirirgica de la Habana.—Nuim. 9 (aio 11), remitida por su director D. J. Santos Fernandez. Semanario farmacéutico.—Nimeros 50, 51 y 52 (afio tv) y 1.° del afio v, remitido por su director D. Vicente M. de Argenta. A cambio: Compte-rendu de Vassemblée mensuelle du 2 Septembre 1875, de la Société Entomologique de Belgique. — Son admitidos como socios los sefiores Jimeno Brun (D. Ricardo), de Burgos, y Seebod (D. Th.), de Bilbao ; propuestos por D. Serafin de Uhagon. DE HISTORIA NATURAL. 79 —FE]l sefor Llorente presenta varias larvas de Hypoderma, contenidas varias de ellas en los quistes que forman debajo de la piel de algunos animales, asi como dos anélidos que dice haber sido encontrados en el estomago de un rumiante. —FEl senior Mallada, correspondiendo 4 la indicacion que en sesiones anteriores deiéd hecha el Sr. D. Laureano Perez Arcas, acerca de la conveniencia de recoger los nombres vulgares de determinados fendmenos naturales, lee la nota siguiente: «Aunque refiriéndome a una discusion, ya de fecha atrasada, la del 5 de Agosto de 1874, recordaré a la Sociedad el interés con que se desea por muchos de nosotros la investigacion de pala- bras castizas que designen objetos y fendmenos naturales, para (como decia el Sr. Perez Arcas) emplearlas con preferencia a traducciones de otras de origen extranjero. Con tal motivo, el Sr. Perez Arcas expuso que en la provincia de Huesca se usa- ban las voces conchesta y cunestra, probablemente equivalentes de la francesa glacier. Con este motivo se promovid una discusion entre varios so- cios que se interesaban vivamente por la buena eleccion de pa- labras castizas en nuestro lenguaje cientifico, y por mi parte llamo hoy un momento la atencion de nuestra Sociedad sobre las que motivaron aquel debate. Segun mis notas de viaje, en los Pirineos de Aragon se llama conchesta en el valle de Bielsa y cuvestra en el de Gistain, ala acumulacion de nieve por los ventisqueros en los puntos mas bajos que donde cay6é. El equivalente de g/aczer en esos valles y el de Benasque seria che/erva, nombre que parece estar en poca armonia con el castellano mas puro, lo cual nada tiene de ex- trafio, si tenemos en cuenta que en las montafias del Alto Ara- gon se usan voces y expresiones anticuadas, unas de origen francés, de catalan otras. A pesar de todo, no pude ménos de apuntar otras varias pa- labras referentes 4 la descripcion fisica de la comarca, y entre ellas trasladaré las siguientes: Cinarra, nieve grumosa en forma de grajea, y que produce al pisarla un crujido muy marcado. Puede ser la correspon- diente 4 la francesa nevé. Nieve grasa, \a nieve cristalizada 6 en estrellas. Ventisca, nieve arremolinada por el viento. Fercatana, en Bielsa, y crepara, en Fanlo, son las equiva- 80 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA lentes de la francesa crevase. Con la de fercatana se distingue tambien a los estrechos cailejones que separan dos casas veci- nas; y de ahi, sin duda, el extenderla para designar las gran- des hendiduras y grietas de la nieve helada, chelera, glaciar 6 helero. Lid en Bielsa, /itz en Gistain, y /w'tes en otros valles, son sindnimos de avalancha, palabra en mi concepto poco castiza. Mayenca se llama el agua turbia y fria, que bajando de las manchas de nieve, se mezcla con la clara y templada de los ar- royos que tienen su origen en cristalinas fuentes. Todos los ve- ranos puede observarse este fendmeno de agua mayenca en la primera parte del curso del rio Cinca, cuyas aguas se enturbian gradualmente con el aumento de temperatura hasta la caida de la tarde. Fosca se llama por algunos de aquellos habitantes, el agua enturbiada por las tronadas 6 grandes lluvias. Cantalera, derivada de cantal, es la acumulacion de gruesos cantos, impropiamente llamados d/oques por algunos. Glera es la acumulacion de piedras pequenas en las vertientes de una montafia, y tambien en el alveo de los rios. Tambien se usa en este Ultimo sentido la voz cascajal. Canal es barranco 6 valle hondo entre montafias elevadas. Feiza, praderas 6 llanos al pié de grandes montes. Paul, sitio bajo y hiimedo en que se estancan las aguas, cu- biertas en parte por las yerbas. Costera es sindnimo de cuesta. Turbieras son ventiscas flojas en dias nebulosos. Gallinazo significa la neblina que enturbia la atmosfera en dias de calor. Penna es una montana escarpada. Cing/o una faja 6 cordon de rocas escarpadas, que coronan un monte de laderas mas accesibles.» —El senor Vilanova muestra 4 la Sociedad un ejemplar del Protriton petro/ec Gaudry, fosil notabilisimo, y dé cuenta ligera- mente de algunas de las observaciones hechas durante su viaje ultimo a Autun y sus alrededores, prometiendo redactar algu- nas notas acerca de sus observaciones, para las actas. DE HISTORIA NATURAL. 81 Sesion del 8 de Noviembre de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asiste el senor Martinez Afibarro, de Burgos. —Se da cuenta de las comunicaciones siguientes: de D. Ricardo Jimeno Brun, dando gracias porsu admision; de D. José Martinez Anibarro, participando su traslacion accidental a esta corte; de D. Domingo Estrada Catoyra, manifestando sus nuevas sefias y titulos; de D. Eduardo Martin del Amo, rectificando los suyos; de D. Luis de Vallejo y Pando, avisando su cambio de do- micilio; y del secretario general de la Real Academia de Ciencias de Lisboa, acusando recibo del ultimo cuaderno publi- cado de los ANALES. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas, que son: Semanario farmacéutico.—Numeros 2, 3,4 y 5 (aio v), re- mitido por su director D. Vicente M. de Argenta. Revista de los progresos de las Ciencias exactas, fisicas y na- twrales.—Cuaderno num. 3.—Tomo xx, remitido por la Real Academia de Ciencias exactas, fisicas y naturales de Madrid. La Sociedad acuerda dar las gracias 4 los donantes. — Son admitidos como socios los sefores Wagner (D. Eugenio), de Madrid, presentado por D. Francisco de Paula Martinez ; y Calderon y Ponte (D. Luis), de Santander, presentado por D. Augusto Gonzalez de Linares. —E] sefior Calderon y Arana lee la nota siguiente: « En el cuaderno 2.° del tomo v de los ANALES que publica esta Sociedad, he tenido ocasion de leer el trabajo que con el titulo de Catalogo de las aves de Tenerife, ha publicado nuestro distin- guido consocio D. Vicente Mompo; y como quiera que se trata de una region que he tenido que estudiar forzosamente, y de una produccion de un profesor tan competente en la ornitologia 82 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA como el Sr. Mompd, la he examinado con el mas vivo interés y complacencia. Sin duda que sin que se pueda ocultar el mérito é interés del Catalogo 4 quien lo estudie detenidamente , pare- ceria 4 primera vista algo incompleto y carente, tanto en punto 4 consideraciones generales, como al numero de especies men- cionadas, si no se advirtiera el caracter local y exclusivo de Te- nerife, 4 que el autor se ha circunscrito, y la limitacion a sus propias observaciones, que hace constar ya en el titulo de su trabajo. La primera circunstancia da cuenta de la aparente po- breza que afecta tratandose de ciertos géneros, el Falco, por ejemplo, del que solo menciona una especie, (/’. tinnwnculus Lin.); en tanto que una enumeracion de las aves del Archipiélago en- tero hubiera comprendido seis por lo ménos (/’. albici/da Lath., F. milvus Lin., F. peregrinus Ray, FP. subbuteo Lath., P. tin- nunculus Lin., F. nisus Lin.). Si el Sr. Mompo no se hubiera puesto limites de extension, sin duda precederian al Catalogo algunas consideraciones sobre la geografia zoologica de la clase, y su trabajo hubiera ganado en claridad; bien da 4 cono- cer su conciencia de esta necesidad la indicacion que hace res- pecto ala existencia de especies que no pueden vivir indistin- tamente en todas las islas, citando la Perdiz petrosa Lath., propia de Tenerife, y la Alauda brachydactyla Leist., sedenta- ria en Gran Canaria y de paso en Tenerife; y aun cabria anadir la abutarda de Berberia, moradora sélo de Fuenteventura, el gorrion, exclusivo de Gran Canaria y Lanzarote, y el pajaro habitante del Pico de Teide. La geografia ornitolégica de Canarias ha sido recientemente tratada por un muy distinguido naturalista, M. 8. Berthelot, con cuya amistad me honro, en su obra Ovseaux voyageurs et poissons de passage, de la que han aparecido ya dos tomos. Se- gun él, el archipiélago en cuestion esta dividido en dos regio- nes ornitolégicas bien distintas: Lanzarote, Fuerteventura y los islotes desiertos del N. forman la region oriental, formada por aves, en su mayoria de Africa, y en la que escasean las rapaces; las restantes tierras, que corren al SO., constituyen la region occidental, en que dominan las especies europeas. Los pajaros pequefios abundan naturalmente donde escasean las rapaces, dun en los aridos pefiascos de las islas desiertas del grupo oriental. Estima tambien M. Berthelot que la mayoria de las aves de Canarias se refieren 4 especies europeas, que se han DE HISTORIA NATURAL. 83 vuelto sedentarias en este clima, y que estas islas son el ultimo término de las emigraciones de varias de aquellas que se diri- gen hacia el O. y hacia el S., y para muchas formas de la fauna y de la flora, el limite de dispersion de nuestro hemisferio boreal. La indicacion no mas de estas consideraciones, que con ele- vado sentido expone el naturalista francés, aclara no poco el catalogo del Sr. Mompd, y la adicion de ciertas especies que éste ha omitido—acaso por el rigor con que se ha circunscrito asus propias observaciones— puede, en nuestro sentir, com- pletar tan interesante estudio. En este caso se hallan en el érden de los pajaros la Sylvia passerina Lath., que si no es de tan bello canto como la S. atricapil/a Scop. mencionada en el cata- logo, no deja de ser frecuente en Tenerife é islas proéximas; la Fringilla tintilion Berth., que habita la mayor parte del ajio las cumbres de aquella isla, y la #. Teydea Berth., llamada pajaro de la Cumbre, que es una especie propia del Pico de Teide; la Saxicola wnanthe Beschst., el Cypselus unicolor Jard. y el Caprimulgus ruficollis Tem., que son de paso; el Anthus Berthelotit Boll., habitante de casi todo el Archipiélago, del que no emigra, llamado en él caminero 6 corre-caminero. Entre las palomas, la Columba laurivora Berth. ha sido descrita y figu- rada en la Hist. nat. des Iles Canaries.— Ornith., pag. 26, p. 3. El Puffinus obscurus Gml., entre las palmipedas, va 4 pasar con frecuencia el invierno en las costas de Tenerife. Tambien habla M. Berthelot de haber observado alguna vez en esta isla el J/e- rops apiaster Linn., hallazgo que merece mencicn como de un representante unico alli del érden de las trepadoras. Seria ocioso advertir que la presente nota no se dirige 4 ami- norar la importancia del trabajo del Sr. Mompo, de mérito ma- nifiesto, sino 4 completarle en ciertos puntos, y con ocasion de él llamar la atencion hacia la ultima obra del infatigable M. Berthelot, 4 quien debemos ya otros importantes materiales para el conocimiento de la fauna, tanto de Canarias, como de nuestra Peninsula. » —El mismo sefior, por excitacion del sefior Presidente, da una ligera idea acerca de los principales resultados obtenidos por él y el sefior Linares en la excursion geolégica que han verificado en el pasado verano en parte de la provincia de San- tander, proponiéndose detallar mas cuando presenten los ma- 84 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA teriales recogidos y los cortes que han dibujado. Dice que, par- tiendo del cabo Oriambre, en direccion al Escudo de Cabuér- . niga, aparece en primer término el terreno nummulitico, muy rico en los fésiles que le dan nombre; al que sigue el cretaceo, representado por calizas (abundantes en Orbitolinas) y dolo- mias, entre cuyas dos especies de rocas, 4 las que estan subor- dinados los criaderos de zinc, hay transitos y alternancias bien visibles en el corte natural que se encuentra en Orefa. A conti- nuacion se hallan las areniscas del Escudo, las cuales, no por ser tales areniscas, deben considerarse no jurasicas, toda vez que hay que admitir que en este ultimo terreno deben abundar estas rocas, que tanto abundan tambien en el periodo anterior (triasico), de cuya descomposicion el jurasico procede. Siguen juégo otras, indudablemente jurasicas, con abundantes Ammo- nites y Belemnites, reconocidas como tales por todos, las cuales descansan sobre calizas carboniferas pobres en fdsiles, que en su principal parte son zodfitos. El horizonte caracteristico des- cansa sobre las areniscas del Escudo con facies de formacion de agua dulce, pues contiene restos de Viviparas y Unios, cuyas especies no han podido ser determinadas por su mal estado de conservacion. Alcanza un espesor de 300 piés préximamente, y le forman una marga muy dura y areniscas mas coherentes que las del Escudo, y sin pajillas de mica, con pequefias cavi- dades, que son impresiones de Vivzparas, y en algunos parajes gran cantidad de troncos, en ‘parte carbonizados, algunos de grandes dimensiones, acaso de palmeras, todo lo cual acusa la naturaleza lacustre de dichas capas. El sefior Gonzalez de Linares manifiesta que lo notable, sobre todo, es la gran extension de las capas margosas reproducidas & uno y otro lado del Escudo, detras del cual hay un manchon calizo cretaceo en inmediato contacto con la arenisca llamada triasica del Escudo. El sefior Quiroga dice que D. José Mac-Pherson, a quien ha visto de paso para Sierra-Morena, le ha participado que un gedlogo portugués ha hallado en su pais un yacimiento ana- logo al que es asunto de discusion, atribuyéndole un origen idéntico al que asignan al del Escudo los senores Linares y Cal- deron. . El sefior Vilanova manifiesta que pudieran los troncos men- cionados por este ultimo corresponder 4 una formacion wealdica DE HISTORIA NATURAL. 85 como las halladas en Inglaterra; pero que pertenezcan a ésta 6 al Purbeck, siempre constituye su hallazgo un hecho nuevo en nuestra Peninsula. El senor Sanz de Diego promete dar noticia a la Sociedad en otra sesion de algun escrito del sefior Gascue, en confirma- cion de la calificacion de triasicas de las areniscas del Escudo. De paso menciona varios insectos encontrados por él en la pro- vincia de Santander. — El senior Vilanova dice que visitando Ultimamente una ex- plotacion de fluorina en la Petite-Verriére (4 6 67 kilémetros al N. de Autun), tuvo ocasion de ver confirmada una vez mas la teoria hidro-termal en una eurita penetrada por espato fluor y baritina, con hojuelas de hierro oligisto. La roca se halla cuar- teada, imitando prismas triangulares, yel filon que la atraviesa se dirige de N. 20° KE. aS. 20° O., con un metro de espesor, pre- dominando en él la estructura concrecionada y ofreciendo colo- racion variada, debida 4 la intervencion de diferentes 6xidus que determinan fajas 6 zonas paralelas a la direccion de aquél; todo lo cual acusa la intervencion del agua en su formacion, confir- mada por la penetracion de la eurita por la sustancia que cons- tituye el filon. — El] mismo sefior anade que en Muse y Milly, tambien en las cercanias de Autun, ha podido ver en su propio yacimiento, juntamente con el Actinodon Frossardi, el Protriton petro- lec, de que ya en otra ocasion habia hablado a la Sociedad. Se hallan estos séres al lado de peces abundantes y coprolitos de gran magnitud, en una formacion de pizarras de 600 4 800 metros de espesor, aunque sin ocupar en ella una zona supe- rior 45 6 6 centimetros, lo que parece revelar haber ocurrido algun cambio repentino en el fondo del mar donde aquéllos vi- vian, debido a la presion 6 4 la introduccion de algun liquido que hizo imposible la vida. — A proposito del Protriton petrolei, dice el sefior Vilanova que, léjos de ser su hallazgo un argumento en apoyo del trans- formismo, como pretenden sus partidarios, fundados en que este batracio (que puede representar el estado embrionario de los reptiles), hallado en el terreno pérmico, precede naturalmente a los grandes reptiles secundarios, es, por el contrario, una dificultad para la expresada teoria, toda vez que despues de estos grandes reptiles, de organizacion tan complicada (aleu- 86 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA nos hasta viviparos, como el Jchthyosaurus, de que hay un ejemplar en el Museo de Ciencias Naturales), aparecen otra vez los batracios en los terrenos terciarios, representados por el Andrias Scheuzeri de Giningen. — El senor Perez Arcas presenta la Parte tercera de la Hnu- meratio Pisccum Cubensium, remitida por el sefior Poey, y una nota sobre dos especies nuevas de la flora catalana, por el sefior Costa. Ambos trabajos pasan a la comision de publicacion. — ll senor Calderon recuerda la abundancia, en los parajes humedos de la provincia de Santander, de una de las plantas llamadas carnivoras (la Pinguicula vulgaris, alli llamada gra- silla y tiraia), prometiendo presentar ejemplares disecados de este vegetal. El senor Colmeiro le suplica los proporcione vivos al Jar- din Botanico, para aclimatar dicha planta y poder estudiar el fendmeno. Sesion del 6 de Diciembre de 1876. PRESIDENCIA DEL SENOR MARQUES DE LA RIBERA. Asisten los sefiores Mac-Pherson, de Cadiz; Bosca, de Valen- cia, y Adan de Yarza, de Bilbao. —Se da cuenta de las comunicaciones recibidas, & saber: De D. Geronimo Vidal Abarca, de Cartagena, manifestando quién es la persona a la cual deben remitirse las publicaciones y los recibos de la Sociedad, y del secretario de la Soczété Zoolo- gique de France, proponiendo cambio de publicaciones con la nuestra. La Sociedad acuerda se le conteste afirmativamente. —Ponense sobre la mesa las publicaciones recibidas, que son: A cambio: Société Entomologique de Belgique.— Compte-rendu del assem- blée mensuelle du 7 Octobre 1876. Société Entomologique de Belgique.—Compte-rendu de U’assem- blée du 4 Novembre 1876. Annales dela Société Eutomologique de France.—Tomos tv y v (5." série). DE HISTORIA NATURAL. 87 Donativos: Semanario Farmacéutico.—Nimeros 7, 8 y 9 (afio v), remi- tido por su director D. Vicente M. de Argenta. Cronica médico-quirurgica de la Habana—(aiio 1).—Nu- mero 10. Glorias de la ciencia, por D. Joaquin Olmedilla; regalo del autor. Catalogue des livres d’ Histoire Naturelle du feu Adolphe Bron- gniart, remitido por Mr. Deyrolle. La Sociedad acuerda dar las gracias 4 los donantes. —Son admitidos como socios los sefiores: Alonso Martinez (D. Adriano), de Madrid, propuesto por D. José Martinez Anibarro ; Martinez Canada (D. Andrés), de Murcia, prupuesto por D. Ricardo Codorniu; é Ibanez (D. Francisco Antonio), de San Fernando (Cadiz), propuesto por D. José Maria Solano. —Se leen los articulos 16, 12, 13 y 21 del Reglamento, que se refieren a asuntos que deben ocupar la Ultima sesion de cada aio. -—E]1 Sr. Secretario lee el siguiente Estado del personal de la Sociedad en Diciembre de 1876. Socios que la formaban en Diciembre de 1875......... ..... 415 — dados de baja en 1876.. | Se ea, eh ey eis Por renuncia....... 3) ) 397 FIN @LO%ieciie «11a 2 HGbrerok yer » ManzOveae cee 3 Abril. 1 May Olstreseiiests 4 ) K JUNIO 6. ses es 2 a — ingresados en 1876........ Pas bar ye 22 APOStOsc.s ae. 2 Setiembre..... » Octubre....... 2 Noviembre.... 2 Diciembre..... 3 | —____( 213 de Madrid. Socios existentes en Diciembre de 1876. ..........00+.se0ee 419 {178 de provincias. awme——=( 28 del extranjero. 88 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA La Sociedad sigue mereciendo de la Real Academia de Medi- cina de Madrid el favor sefialado de gratuita hospitalidad, y con- tinua sus relaciones de cambio de publicaciones con las socie- dades Imperial de Naturalistas de Moscow, Zooldgica de Lon- dres, Mejicana de Historia Natural; con las Entomoldgica de Bélgica, Italia y Francia, Linneana de Normandia, Academia de Ciencias de Lisboa y Habana, é Institucion Smithsoniana, de Washington. — El] mismo lee la nota siguiente: Senores: En cumplimiento de lo que previene el articulo que acabo de leer, debo hacer en la sesion de hoy una relacion sumaria del estado de la Sociedad y de los trabajos en que ésta se ha ocupado en el afio préximo a terminar, congratulandome muy sincera- mente de que lo que preceptia nuestro compendiado, pero sabio codigo, sea un simple relato, como conviene 4 vuestra pacien- cia y 4 mi incapacidad. Bien puede calificarse relativamente de prdspero el estado de nuestra Sociedad, toda vez que no obstante la escasez en Espana de personas aficionadas 4 las ciencias naturales y el crecimiento verdaderamente asombroso de aquélla en los seis anos que lleva de existencia, no sdlo no ha decrecido el numero de sus indivi- duos, sino que ha experimentado un aumento, aunque pequeno. Efectivamente; siendo 415 los socios existentes hace un aio, hoy suman 419. De los 18 dados de baja, cinco tan sdlo lo han sido por renuncia; la muerte ha arrebatado 4 los restantes. Entre éstos figura un socio fundador, el Sr. Fernandez de Salas, profesor que era de Historia natural de Albacete, autor de una biografia, publicada en los ANALES, del que tambien fué nuestro consocio D. Nemesio Lallana. Ademas tiene la Sociedad que lamentar la pérdida de los respetables sefiores Pellico, del cuerpo de Minas; Chavarri, catedratico de Mineralogia y Decano de la Facultad de Ciencias de Madrid; Usera, antiguo profesor del Colegio de San Carlos; Cisternas, acreditadisimo catedratico de Historia natural de Valencia, cuyos méritosrefirié el senor Bosca, y Vidal (D. Angel), entendido agricultor murciano y entusiasta de nuestra Sociedad, como de toda idea util y bene- ficiosa. Hemos perdido tambien al inteligente impresor, Sr. Fortanet, que tanto ha contribuido a las inmejorables condiciones mate- DE HISTORTA NATURAL. 89 riales de nuestra publicacion; 4 los distinguidisimos jovenes Cubero y Viar, catedratico el primero de la Universidad de Gra- nada, despues de brillantes ejercicios de oposicion, y el ultimo discipulo aventajado del Museo de Ciencias Naturales. Don Pedro Molano, de Badajoz, ingresado en este mismo afio; D. Gabriel Dalmau, de Palma de Mallorca; D. Andrés Portillo, de Palencia, y D. Pablo Villanueva, de Salamanca, completan la triste lista de nuestros compafieros, 4 quienes la muerte ha separado para siempre de entre nosotros. Relativamente a los trabajos en que la Sociedad se ha ocupado, bien puede decirse que han sido variados. Se ha leido una biografia (la del Sr. Cisternas ), por D. Eduardo Bosca. A Mastologia corresponde la nota acerca de la Myogalea pyrenaica Geofr., de la Sierra de Gredos, leida por D. Francisco de Paula Martinez, en la sesion de Enero. A Ornitologia el catalogo de Aves de Tenerife, remitido por D. Vicente Mompd, leido en Agosto, que did lugar 4 la intere- sante ampliacion relativa al Archipiélago de las Canarias, del Sr. Calderon, en la sesion ultima. A Herpetologia las listas de reptiles de Rioja y de las islas mencionadas, leidas respectivamente en Abril y Mayo por los sefiores Viar y Calderon. Y a Ictiologia las partes segunda y tercera de la interesante Enumeratio piscium cubensium del acreditado Sr. Poey, presen- tadas en Abril y Noviembre, por D. Laureano Perez Arcas. Nacida la Sociedad en un circulo activisimo de entomdlogos, natural es que hayan menudeado los trabajos que a su especia- lidad se refieren. Figuran en primer lugar, las dos notables memorias de Don Ignacio Bolivar, sobre los Ortépteros de la Peninsula, que corresponden 4 la sesion de Marzo, y de D. Serafin de Uhagon, acerca de los Coledpteros de Badajoz, leida en la de Febrero. A estos trabajos pueden afiadirse las noticias sobre varios Coleépteros de Menorca, por el Sr. Martinez; de Canarias, por el Sr. Calderon: sobre larvas de Hmdia, encontradas en los al- rededores de Madrid, por el malogrado Sr. Viar; y sobre espe- cies del género Mantis, por M. Saussure, sirviendo de inter- mediario el Sr. Bolivar. 90 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA De Malacologia, sdlo puede citarse una pequenia lista de mo- luscos de Canarias, por D. Salvador Calderon. La Botanica ha estado representada por tres breves articulos: uno del Sr. Costa, sobre dos especies nuevas de la flora Cata- lana, presentado en Noviembre por D. Laureano Perez Arcas; otro acerca de las variedades de algarrobo, por D. Vicente Mom- po, leida en Junio; y finalmente, la descripcion del Argan de Mogador, por el Sr. Alvarez Perez, presentada en la sesion de Agosto, por D. Luis Alvarez Alvistur. A la infatigable y fecunda actividad del Sr. Quiroga, debemos los importantes trabajos sobre la Ofita de Pando (sesion de Fe- brero), y sobre varias rocas de Riaza (Marzo), a cuyos traba- jos geolégicos hay que ajiadir el del Sr. Mac-Pherson, sobre las Ofitas de la Serrania de Ronda; el del Sr. Arévalo, sobre la cnenca del Guadalhorce, y la discusion empenada acerca de la calificacion del Escudo de Cabuérniga, en que han tomado hasta ahora parte los sefiores Gonzalez Linares, Calderon, Naranjo, Botella y Cortazar. El proemio de un curso de Paleontologia, de D. Juan Vila- nova, leido en Mayo, y la enumeracion de vertebrados fdsiles de Espafia, de D. Salvador Calderon (leida en Agosto), son los trabajos que 4 aquella ciencia se refieren. Por lo que hace 4 Arqueologia prehistérica, deberemos re- cordar las noticias sobre una punta de flecha de piedra en Mo- linicos (Albacete), por el Sr. Calderon; sobre otra de cobre ha-* llada en Argecilla (Guadalajara), por D. Nicanor de la Pena; y sobre varios restos esqueléticos humanos, y de la industria del hombre, de Canarias, por el mismo Sr. Calderon. Como articulos bibliograficos, hay que citar el de D. Juan Vilanova sobre la Historia Geolégica y Geografica del Uruguay, por el Sr. Barrial Posada, y sobre los Barros de los alrededores de Malaga, por el Sr. Orueta, ambos correspondientes a la sesion de Enero; el de D. Laureano Perez Arcas, de Marzo, sobre la descripcion de los Batracios recogidos en la expedicion al Paci- fico, por D. Marcos Jimenez de la Espada, y el de este senor sobre la Noticia histérico-descriptiva del Museo Arqueologico Nacional. Por ultimo; han versado sobre Glosologia, la nota leida en Abril por D. Juan Vilanova, sobre términos geograficos y geo- légicos , remitida por el Sr. Barrial Posada, y la del Sr. Mallada DE HISTORIA NATURAL. 91 acerca de algunos nombres geoldgicos del Alto Aragon, leida en la sesion de Octubre. —La Sociedad acuerda que quede aplazada para la sesion de Enero préximo la presentacion de cuentas por el sefor Tesorero, imposibilitado de asistir 4 la presente por su ausencia de Madrid, ocasionada por una desgracia de familia. —El sefior Bolivar lee la nota siguiente : «No hace muchos dias que los periddicos han anunciado el he- cho de haber sido invadidos diferentes puntos de la Peninsula por una nube de langostas de gran tamafio y procedentes, al parecer, del Africa. La especie & que corresponde esta langosta, segun he podido conocer por los ejemplares que ha remitido desde Cadiz nuestro consocio D. Juan B. Chape, distinguido y antiguo profe- sor de Historia natural, y por los que ha tenido la bondad de pro- porcionarme en gran ntimero el Sr. D. Francisco Martinez y Saez, es en efecto una especie africana, pero que yaen diferentes oca- siones ha sido observada en la Peninsula, por lo que se en- cuentra incluida en la Syndpsis de los Ortopieros que se publica en los ANALES de esta Sociedad. Esta especie es el Acridium pe- regrinum Ol., que en sus emigraciones abarca un area conside- rable, segun he indicado en la citada Synopsis. Por la coloracion rojiza que ofrecen todos los ejemplares, creo poder asegurar que las nubes en cuestion proceden del Senegal, toda vez que los ejemplares del Norte de Africa son amarillentos. He podido asegurarme de que la coloracion no se habia alte- rado por la muerte en los primeros ejemplares observados, porque habiendo suplicado al Sr. Chape que remitiese algunos vivos, como ya hubiese desaparecido esta plaga de los alrededores de Cadiz, manifesté al ilustrado Sr. Gobernador de la provincia lo conveniente que seria encargarlos 4 los puntos donde todavia existiesen, como asi lo verificd esta celosa autoridad, pudiendo por lo tanto haber observado algunos vivos en Madrid, cuya coloracion era la misma que la de los remitidos anteriormente.» —E] sefior Mallada presenta el Mapa Geoldgico de la provin- cia de Caceres, del que es autor, juntamente con el Sr. Egozcue, anunciando se va 4 publicar en breve, con su correspondiente Memoria descriptiva, por la comision del Mapa Geoldgico de Espana. Con este motivo, expone sumariamente la composicion geold- gica de dicha provincia, en la cual aparecen el granito; los sis- 92 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA temas cambriano y siluriano; el devoniano, aunque poco des- arrollado; el terreno cuaternario, y algunos afloramientos dio- riticos de reducidas dimensiones. El granito se presenta en varios islotes , de los cuales, el ma- yor es el que, procedente de la Sierra de Gredos (Avila), y de Béjar (Salamanca), ocupa la region NE. de !a provincia, se ex- tiende por la Vera, el valle de Jerte 6 de Plasencia y la sierra de Hervas, y se prolonga hasta mas alla de las margenes del Alagon en los términos de Santa Cruz de Paniagua y Aceituna. En la Sierra de Gata se muestran otros cuatro islotes 6 mancho- nes, de los cuales, el principal es el de Jalama, que ocupa los términos de Eljas, Villamiel, Treveio y San Martin, y parte de los de Valverde, Cilleros, Perales, Hoyos y Acebo. Los otros tres son el comprendido entre Gata y el puerto de su nombre, el que media entre Torre de Don Miguel y el Arrago, y el que se extiende entre Santibafiez el Alito y Villasbuenas. En la parte central y occidental de la provincia, se hallan otros macizos graniticos, siendo el mas importante el que co- mienza al O. de la capital en el cerro del Viso, y con rumbo SE. 4 NO., se prolonga hasta Salvaterra do Extremo (Portugal). Tiene este manchon una longitud de 70 kildémetros, por una anchura de 16 entre Casar de Caceres y Arroyo de Puerco, de 27 entre Brozas y Garrovillas, y de 10 en las orillas del Eljas. Dependientes de él hay dos islotes pequefios entre Zarza la Ma- yor y Ceclavin, y alS. de Estorninos. En la region meridional hay otros diferentes manchones, que entre todos ellos no miden tanta superficie como el que se acaba de detallar. Hallanse en Trujillo, al E. de Botija y Plasenzuela, en la Sierra de Montanchez, en el puerto de Santa Cruz y en Miajadas; y otros dos, de muy reducidas dimensiones, junto a Benquerencia y en el cerro de San Cristébal de Logrosan. Sefalanse otros tres en el partido de Navalmoral, en relacion con el de Puente del Arzobispo (Toledo); y por ultimo, otro en Valencia de Alcantara, que por O. se interna en Portugal, y por el E. llega al término de San Vicente de Alcantara (Badajoz). El granito de la provincia de Caceres es por regla general porfiroide, de grano grueso; casi siempre esta compuesto de dos micas, dos feldespatos y poco cuarzo; con frecuencia es de- leznable y desmoronadizo; rara vez de grano fino, y en pocos sitios contiene algo de anfibol y turmalina. La circunstancia DE HISTORIA NATURAL. é 93 mas notable que presenta es el gran numero de filones de cuar- zo con fosforita, que le atraviesan con direccion N. E. 4 §. O. proximamente. Estos filones abundan, sobre todo en el macizo de Zarza la Mayor y Ceclavin, en el de Trujillo, al pié de la sierra de Montanchez, y en los términos de Arroyo del Puerco, Malpartida de Caceres, Miajadas y Valencia de Alcantara. Kl suelo granitico es muy quebrado al N. de la provincia, y en las sierras de Montanchez y Santa Cruz; es por el contrario, poco elevado en los restantes islotes , y Aun bastante llano don- de la desagregacion de la roca ha sido profunda. En los puertos de Madrigal de la Vera y Honduras, entre Tor- navacas y Jerte, en Belvis y las Casas de Belvis muéstrase, accidentalmente en el granito, el gneis que forma estrechas fajas, de dimensiones exiguas. La parte inferior del terreno paleozdico abarca mas de la mi- tad de la superficie que tiene la provincia, y en ella se distin- guen varios horizontes correspondientes 4 los sistemas 6 perio- dos cambriano, siluriano y devoniano. Al primero pertenecen casi todas las dilatadas comarcas que se extienden fuera del granito entre las regiones montafiosas de la sierra de San Pedro al S., de la de Guadalupe al E., y por las margenes del Tajo, desde Miravete hasta Alcantara, por una parte; y por otra, entre este ultimo limite y las sierras de Gata, Francia y Hervas. Si bien algunos autores consideran englobado en el siluriano el sistema 6 periodo cambriano, en la descripcion de que se trata consérvase esa distincion, aunque sdlo comprendiendo en el ultimo los depdsitos que por sus relaciones estratigraficas, falta de fésiles y caractéres petroldgicos parecen anteriores 4 los que representan la division C de Mr. Barrande, que contiene la fauna primordial, y que, sin embargo, no pueden referirse al sistema estrato-cristalino. Lo esencial es dejar establecida esa circunstancia; y como de ella no puede prescindirse en la provincia de Caceres, por el considerable desarrollo que en la misma alcanza la porcion del terreno de que se trata, nada mas cémodo, ni tampoco mas natural, que emplear aquella denomi- nacion, siguiendo 4 la mayor parte de los maestros en la ciencia. Esta representado el cambriano de la provincia de Caceres por grandes masas de filadios y de pizarras, metamorfoseadas ACTAS DR LA SUC. ESP.—V. 8 94 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA con frecuencia por el granito, sobre todo en las zonas de con- tacto de ambos terrenos, donde aquellas rocas se impregnan de mica, y se hacen tambien cloriticas, talcosas, otreliticas y glandulosas. Pero fuera de dichas zonas de contacto, cuya an- chura oscila entre pocos metros y mas de un kildmetro, segun las localidades, las rocas cambrianas se hacen notar por su co- lor gris verdoso claro 6 gris azulado al exterior, cierto lus- tre en la fractura fresca, la facilidad con que se dividen en hojas y placas delgadas, y por un relieve especial, ondula- do, mas no montafoso, que generalmente dan al suelo que ocupan. Las pizarras cambrianas estan cruzadas en todos sentidos, y con frecuencia con poca profundidad, por venas ganglionares y filones de cuarzo blanco lechoso; y en ellas se muestran otros varios de sustancias metalicas, principalmente de galena ar- gentifera, que se ha explotado en los términos de Botija, Pla- senzuela, Deleitosa, Aldea Centenera, Granadilla y otros puntos. Algunos filones de fosforita arman tambien en las pizarras cambrianas, y de ellas el mas importante es el de La Costanaza de Logrosan, conocido ya desde hace largo tiempo. Tanto éste como los de galena ya citados, cortan normalmente las pizar- ras que se dirigen por término medio de O. 36°N. a E. 36°8., y casi siempre con muy fuerte inclinacion. Atribuidas al cambriano las grandes masas de pizarra de que se acaba de hablar, se reservan para el siluriano ciertas fajas indudablemente superiores que senalan las regiones montano- sas que existen en el centro 8. E. y 8. de la provincia, agrupan- dose casi todo este sistema en dos secciones distintas. La pri- mera, procedente de las sierras portuguesas de Monfortinho y Penhagarcia, penetra en Espana al N. de Zarza la Mayor, y continua haciendo una faja saliente de 4 4 8 kildmetros de anchura por las sierras de Portezuelo, Canaveral y Serradilla, hasta las margenes del Tajo. Encauza este rio hasta cerca de Miravete, desde donde le abandona, siguiendo los montes de Deleitosa y Fresnedoso, donde los estratos y todo el sistema hacen una brusca inflexion, segun la cual se cambia su direc- cion primitiva de 0. N. 0. 4 E. S. E. por la deN. N. 0. 48.5. E. De esta manera, y con mucho mayor desarrollo en latitud, el sistema siluriano abarca todo el macizo montafioso de la sierra DE HISTORIA NATURAL. 95 de Guadalupe, cuyo punto culminante son las Villuercas. Entre Canamero y Alia queda cortada esta faja que por el puerto de San Vicente penetra en los montes de Toledo. La segunda seccion del sistema esta constituida por la sierra de San Pedro, que comienza al S. de la capital, y continua por los limites de esta provincia y de la de Badajoz, entre Aliseda, Herreruela y Solorino, por un lado, y Carmonita, Puebla de Obando , Alburquerque y San Vicente, por el otro. En la provincia de Caceres, el siluriano pertenece 4 la parte inferior del periodo , y se hace notar principalmente por cuarci- tas y pizarras arcillosas, las cuales, aunque en sitios muy con- tados, han proporcionado restos organicos, y éstos, con laayu- da de los caractéres estratigraficos, hacen suponer la existencia de dos divisiones diferentes. La una se compone de la repetida alternacion de pizarras siliceas y arcillosas en lechos delgados y sin fésiles, con potentes bancos de cuarcitas, que contienen Bilobites y otros restos vegetales: la otra, que se sobrepone 4 ella, consta de pizarras arcillosas muy desarrolladas, con 77ilo- bites y braquidpodos correspondientes 4 la segunda fauna, 6 sea edad D de Mr. Barrande, y entre las cuales accidentalmente se muestran algunas capas de areniscas y cuarcitas que tienen pocos metros de potencia. Con bastante claridad los bancos de toda la série aparecen sobrepuestos por el érden que se acaba de decir, siguiendo una linea que cruce de E. a O. la sierra de Guadalupe. El camino que desde Carrascalejo, por ejemplo, conduce al Hospital del Obispo, y de éste a Navalvillar de Ibor y Robledollano, pone de manifiesto que esa alternacion se repite de seis a ‘siete veces, merced a otros tantos pliegues que se observan. Entre otras especies de la edad PD siluriana hemos recogido las siguientes: Da/manites socialis, Barr., Calymene Tristani, Brong., Calymene Arago, Rou., Asaphus nobilis, Barr., Zilenus hispanicus, Barr. et Vern., Bellerophon bilobatus, Sow., Sangui- nolites Pellicot, Barr. et Vern., Redonia Duvaliana, Rou., Orthis vespertilio, Sow., Orthis calligrama, Dalm., Echinos- pherites Murchisoni, Barr. et Vern., y Didymograpsus Murchiso- nt, Beck, procedentes de varios puntos de los valles Torneros y del Guadalija, de los Linares de Deleitosa y entre Pico Agudo y el Ruecas. De las observaciones de Prado, Verneuil y otros gedlogos 96 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA sobre el siluriano de Sierra-Morena y de los Montes de Toledo, pudiera creerse que la cuarcita de Bilobites es de un horizonte superior al de la Calymene Tristani, Brong., es decir, corres- pondiente a la arenisca del Caradoc; pero, segun lo que en la provincia de Caceres se muestra, sucede precisamente lo con- trario, lo que esta de acuerdo con lo expuesto acerca de este sistema por el Sr. Delgado en el Alentejo, y en Bretaha por M. Dalimier. Las Cruziana Ximenizit, Prado, y Cruziana Bronnt, Rou., asi como varios Foralites son los vegetales fdsiles si- lurianos, que parecen mas abundantes en la Sierra de Gua- dalupe. Se han hallado tambien dos masas lenticulares de pizarra carbonosa con graptolitos, que se manifiestan con las especies Monograpsus priodon, Barr., Monograpsus latus, Mac-Coy, Monograpsus Nilssoni, Barr., Monograpsus Becki, Barr., y Rastrites spiralis, Barr., 6 Monograpsus convolutus Hisinger, entre las cuarcitas sin fdsiles al EH. de Alia. Encuéntranse ademas cuarcitas y areniscas con Crosopodias en los bancos superiores del sistema, que se extienden por la Sierra de San Pedro y el puerto de la Corchuela. Sumando en total una superficie muy reducida, el sistema devoniano aparece entre las zonas silurianas, constituyendo pe- quenios depésitos; y de ellos, el mejor caracterizado y de com- posicion mas compleja es el que se halla 4 un kilometro al 8. de ‘La Aliseda. Forma una faja interrumpida de 10 kilémetros de longitud proximamente, con una anchura que en pocos sitios llega 4 500 metros, y se compone de pizarras arcillosas de co- lores variados, calizas compactas y areniscas cavernosas. Las primeras se hallan en parte convertidas en argilolitas por la diorita que 4 trechos sale 4 la superficie en su contacto; pero la alteracion que sufrieron no fué tan grande que quedasen com- pletamente destruidos los restos organicos en ellas encerrados, y entre los cuales se encuentran las especies Pretus Cuviert, Steininger, Spz7fer disjunctus, Sow., Rynchonella Orbignyana, Vern., y Rhynchonella Mariana, Barr. et Vern., ademas de varios tallos de crinoides. De las otras dos rocas mencionadas pueden obtenerse los mismos restos, si bien ménos abundantes en las calizas y peor conservados en las areniscas. El] depdsito devoniano de La Aliseda es de importancia, bajo.el punto de vista de aplicacion, porque contiene varios criaderos de fos- DE HISTORIA NATURAL. 97 forita dispuestos en bolsadas, que se explotaron algun tanto en estos ultimos afios. | Asi sucede tambien en el Calerizo de Caceres, nombre que ya indica su composicion, y que se halla limitado por dos fajas pe- quenas de cuarcitas y pizarras silurianas destacadas, y no muy distantes de la masa general que se levanta mas alta en la Sierra de San Pedro. En el Calerizo, situado 4 corta distancia de la capital, al O. de la carretera de Mérida, faltan las arcillas y las areniscas, y solo existe la caliza, que es magnesiana y cuar- cifera, compacta, 4 veces espatica, de colores claros, rojizo, amarillentc y azulado, y cuyas capas, corroidas, tanto en la su- perficie como en su interior, en su contacto con las pizarras arcillosas, abundan en fosforita. Esta forma grandes bolsa- das, hoy dia objeto de una explotacion activa, y con ellas se relacionan algunos filones irregulares que cortan las pi- zarras. Siendo muy escasa la caliza en la provincia, el Calerizo de Caceres suministra @ casi toda ella la necesaria para las cons- trucciones. Al E. de la carretera de Mérida se apoya en las vertientes meridionales de la Serreta que media entre Caceres y Sierra Fuentes, otra faja de caliza devoniana, prolongacion por un ex- tremo de la del Calerizo, y en la cual se encuentran fragmentos de crinoides analogas a los de la Aliseda. | Muéstranse, por ultimo, en superficies ménos considerables, calizas parecidas a las anteriores entre Fresnedoso y el Ibor, cerca de Navalvillar y Robledoliano, al NO. de la Calera de Alia y entre el Puente de Almaraz y Casas del Puerto. Para terminar, sdlo queda decir cuatro palabras del terreno cuaternario, representado por varios depdsitos. El mas extenso aparece a la izquierda del Tiétar, en las dilatadas Manuras co- nocidas con el nombre de Campo de Arafiuelo, que ocupan mas. de la mitad del partido de Navalmoral de la Mata. Componese esta masa diluvial de margas cuarciferas y arkosas, y forma-. ron a éstas los detritus del granito que mas al N. se levanta, y 4 expensas de los cuales result6 una roca muy cuarzosa y algo micafera y feldespatica, de color gris claro, y de coheren- cia tan escasa, que en general se deshace entre los dedos. Con frecuencia contiene algo de carbonato de cal, pero en tan pe- quefia proporcion, que la efervescencia producida en ella por 98 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA una gota de acido es fugaz y débil. En lentejones irregulares yace entre esta arkosa una marga cuarcifera de color ceni- ciento, cuyo origen inmediato pudiera encontrarse en la pro- vincia de Toledo. Por una y otra orilla del Alagon, entre Galisteo y Coria, al S. de Torrejon el Rubio, entre el Tajo y las sierras de Canaveral y Portezuelo, en el término de Madrigalejo y en algun otro sitio, se ve tambien el terreno cuaternario. Las arkosas y margas es- casean mucho; y ambas rocas estan cubiertas por bancos potentes de un limo arcilloso rojo, donde abundan los cantos sueltos de cuarcita, granito y cuarzo blanco lechoso, imperfec- tamente redondeados. — El! sefior Calderon pregunta 4 la Sociedad si tendra cabida en los ANALES un articulo de caracter doctrinal sobre la ali- mentacion de los vegetales. El senor Colmeiro opina que, toda vez que los autores de los trabajos en aquéllos publicados son los unicos responsables de las ideas que contienen, la Sociedad debe aceptar el del sefior Calderon, como cualesquiera otros, en que no se falte a las con- veniencias debidas, ni puedan por algun motivo redundar en desprestigio de aquélla, debiendo, por el contrario, favorecerse la publicidad de las ideas, cuya verdad se aquilata de esta suerte. La Sociedad asi lo acuerda. El senior Calderon lee en vista de esto el articulo siguiente : Consideraciones sobre la alimentacion de los vegetales en rela- cion con los descubrimientos de las plantas carnivoras. El problema de las plantas insectivoras, que es objeto en el mundo cientifico de una atencion preferente y de una contro- versia muy luminosa, puede acaso ser interpretado de un modo mas Amplio que hasta aqui lo ha sido. Nuestras investigaciones han tendido por ello 4 explicar el fendmeno de la nutricion de aquellos vegetales, que aparece como una paradoja sin sentido cientifico, y reasumiéndoles en su resultado fundamental, he- mos llegado 4 pensar que, si es posible demostrar que una sola DE HISTORIA NATURAL. 99 planta es capaz de tomar sustancia organica directamente— mediante un proceso digestivo, en el més 4mplio sentido de la palabra — parece forzoso admitir el hecho como una manifes- tacion de la ley general de la nutricion vegetal. La aprehension de los insectos por los mecanismos complejos que hasta aqui han llamado la atencion de los naturalistas, no seria, pues, sino un caso particular, uno de los modos mas complejos por el que la planta toma la sustancia organica. Nuestro trabajo se limitara por ahora 4 una exposicion de los resultados, evitando ser pro- lijos en las investigaciones que hemos llevado a cabo, que po- dran ser, sin duda, mejor dirigidas por los sabios dedicados exclusivamente 6 con especialidad 4 la Fisiologia vegetal; dare- mos, por tanto, preferencia 4 los hechos conocidos ya en la ciencia, como premisas de la teoria que expondremos. Por lo que toca al alcance de la idea que emitimos, bueno sera hagamos constar que el descubrimiento de plantas capaces de tomar directamente alimentos de los organismos animales, comprometié ya sériamente las doctrinas mas arraigadas, 6 mas bien verdaderos prejuicios, usualmente admitidos, relativos unos a la distincion entre los dos reinos organicos, y otros 4 las mutuas relaciones que entre si mantienen, no siendo hoy posi- ble pensar que la finalidad de la planta se subordine meramente a la del animal. Pero se ha sostenido con insistencia la objecion del numero exiguo que representa una veintena de especies, cuyo poder carnivoro se ha estudiado, enfrente de la cifra in- mensa que constituye el total de las descritas. Los que tal afir- man, para aminorar la trascendencia de aquellos descubri- mientos, quiza no han pensado que se refieren 4 fendmenos tan fundamentales, en lo que toca a la vida del vegetal, que, vistos dé uno sdlo, podrian inducirse de todos, 4 cuya idea pudo desde luégo llevarles el dato de que pertenecen las plantas in- sectivoras 4 familias tan alejadas entre sicomo las lentibularieas 6 utricularieas, que son corolifloras; las droseraceas, talami- floras; las nepentheas, monoclamideas, etc. Ademas indicare- mos despues séries nuevas de plantas insectivoras, en nuestra opinion. , Por de pronto, nos limitaremos 4 esclarecer los fundamentos tedricos y experimeniales en que estriba la generalidad que pensamos debe atribuirse al fendmeno de la nutricion vegetal 4 expensas de otros organismos. Con tal propdsito sefalaremos 100 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA como un mero presentimiento la significacion que parece tener desde luégo la existencia de vegetales y animales parasitos que realizan una vida enterarmente comparable, hasta por la comu- nidad de medio, existiendo lo mismo animales parasitos en las plantas, que plantas parasitas en los animales. Ly Las cuestiones referentes 4 la fuente de donde el vegetal toma el nitroégeno, y al modo de la asimilacion de esta sustancia, se hallan en un estado lastimoso de oscuridad. Enfrente de con- cluyentes experimentos que prueban la incapacidad de la planta para apropiarse aquel cuerpo de la atmdsfera, estan los de Mulder demostrando que las sustancias vegetales no azoadas pueden, sin embargo, bajo la influencia del agua y de la atmés- fera, condensar una cierta cantidad de nitrogeno y dar por des- tilacion seca productos amoniacales. Destriyese, a nuestra cuenta, la aparente discordancia entre estos experimentos, desde que se reflexiona en la necesidad que tenia aquel observador de destapar con frecuencia los frascos con que operaba, para evitar que un vacio parcial le impidiera abrirlos al finalizar el experi- mento; y cabe pensar que el origen del nitrégeno en aquellos vegetales pudiera estar en la facultad de condensar los organis- mos vivos 6 muertos flotantes en la atmdsfera, que acaso poseen casi todas las partes de la planta. Coordina este supuesto tambien las conclusiones de Mulder y Boussingault, con los hechos bien conocidos que prueban que la atmdsfera es la fuente principal del nitrégeno de que se sir- ven las plantas, entre ellos con el de que los suelos virgenes, léjos de empobrecerse de aquel cuerpo por el cultivo, se enri- quecen en él. Y demostrado que los vegetales no lo toman direc- tamente del aire, 4de donde le adquieren aquellos arboles que se desarrollan en las grietas de las rocas pluténicas 6 volcanicas, enteramente desprovistas de materia organica y humus? ade donde las plantas cultivadas por Boussingault, en que demostré que el nitrégeno del suelo no habia intervenido en la vegetacion? Hs sabido de antiguo que ciertas materias nitrogenadas com- plejas son el preferente alimento de algunas familias vegetales, como las leguminosas, y que los prados formados por ellas no DE HISTORIA NATURAL. 101 empobrecen las tierras en Awmus ni materias amoniacales, sien- do admitido por Ville que toman de la atmdsfera el nitrége- no que necesitan para la formacion de sus principios albumi- ndideos. Por lo que toca a las plantas superiores, es opinion general la de que las hojas son el laboratorio de los vegetales y de donde surgen los albumindideos; y siquiera el proceso de su génesis nos sea alin casi completamente desconocido, la facultad de apropiarse organismos puede dar mucha luz para todas estas cuestiones. Supuesto que por uno ti otro medio— que sera luégo objeto de indagacion—se adhieran a las superficies vegetales organismos—vivos 6 muertos, completos 6 fraccionados—la emision de oxigeno por las partes verdes bajo la influencia de la luz en el llamado estado naciente, determinara la combustion parcial 6 total de la materia carbonada, y por consecuencia la fijacion del nitrdgeno, del mismo modo que se cree sucede en las tierras arables. Notese que los compuestos nitrogenados son so- lubles en la potasa; y que la abundancia de este cuerpo, asi como del acido fosférico, acompanantes ambos de la albumina de las hojas jovenes—concomitante con la mayor actividad en la eva- poracion—no se sabe con precision qué relacion esencial guarda con los fendmenos nutritivos del vegetal, y puede de hecho man- tenerla con la funcion que nosotros le atribuimos. La influencia de la potasa, por su funcion basica enérgica, es capaz de deter- minar un desarrollo en la funcion opuesta en los productos de alteracion de las sustancias organicas. III. Los procesos en virtud de los cuales toma el vegetal sustancia organica, son los mismos que se han reconocido hasta aquien el animal: 1.°, la apropiacion de la sustancia muerta en diversos estados de alteracion, que es el mas sencillo y el que llamare- mos necrofagia; 2.°, la apropiacion de elementos organicos ex- traidos de séres vivos—si es que los parasitos son causa y no efecto de la enfermedad de quien los lleva—al cual llamaremos plasmofagia; 3.°, por ultimo, el que estriba en apropiarse di- rectamente organismos vivos, y por tanto digerirlos para que- darse con los elementos ttiles 6 reparadores que constituye la 102 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA alimentacion por digestion—de la que son tipo las plantas car- nivoras—y que llamaremos Ji0fagia. 1.°— El vegetal conspira, como el animal, a volver a la circu- lacion de la vida la materia organica muerta, y es capaz de sus- tituirle en su papel purificante alli donde la vida de aquél ape- nas puede luchar victoriosamente con el medio, como en los mares gelatinosos del Polo. El nitrdgeno de los organismos no se pierde por esto para los séres vivientes, el cual—como ya dijo Liebig—resulta en su mayor parte de la descomposicion de las materias animales, sobre todo. Son tipos de necrofagia algunos hongos que viven en los li- quidos animales en via de alteracion—que deben tener una completa analogia con los fermentos—como los que se han ob- servado en la orina diabética; ciertos bacterios incapaces de desarrollarse en los tejidos de un animal vivo, lo hacen a las diez 6 doce horas despues de su muerte; se ha notado que deter- minados arboles adquieren un desarrollo gigantesco en los ce- menterios; entre los hongos—que constituyen el tipo vegetal acomodaticio por excelencia en punto a alimentacion—se halla tambien una seccion esencialmente necréfaga de especies que absorben, como es natural, por toda la periferia la sustancia muerta, sin érgano especial para esta funcion. Es bueno obser- var que, tratandose de las plantas que carecen de raices, 6 las tienen sdlo transitoriamente, sean terrestres 6 acuaticas, todos los elementos que necesitan para la reparacion de sus pérdidas son adquiridos directamente 4 expensas de materia organica, como sucede en las plantas humicolas desprovistas de clorofila, que—como el Fpipogum y el Corallorhiza—absorben por todos los puntos de su superficie. Hasta hace poco tiempo se creia que todos los vegetales eran meramente necrofagos, considerando que la materia organica muerta que se halla en el suelo y los abonos organicos, consti- tuian la fuente tnica de la materia no mineral que toma la planta. Pero hay trabajos hoy que hacen pensar que el papel del abono esta mas bien en condensar los pequefios organismos que pueblan el aire, que en servir de material de alimento. Por otra parte, tanto aquél como la gran cantidad de materias ni- trogenadas que encierra el suelo arable, son elementos insolu- bles y necesitan, por tanto, sufrir una trasformacion profunda para hacerse asimilables, la cual es demasiado lenta para que DE HISTORIA NATURAL. 103 pueda utilizarse en los grandes cultivos, en que el gasto de ni- trogeno es muy considerable. 2.°—El segundo modo de alimentacion, que hemos llamado plasmofagia, pertenece a los verdaderos parasitos, y sobre ella nada nuevo podemos indicar, limitandonos 4 notar cuan exten- dida se halla la vida vegetal que vive 4 expensas de los organis- mos animales. Es probable que todas las flegmasias crénicas de las mucosas estén sostenidas por tales séres, procedentes del ex- terior, como lo ha demostrado Pasteur, de los catarros de la pared vexical. El hombre es asiento de algas parasitas en casi todos los drganos de su economia, siendo ellas tambien causa de la diarrea, segun Leeuwenhoeck y Lebert; del cdlera, segun Pouchet, etc., y en toda la série animal se van encontrando vic- timas de la abundancia de estos séres. 3.°— Pero pensamos que no son sdlo los despojos muertos de los organismos, ni los plasmas y tejidos, el origen de las sus- tancias nitrogenadas que toman las especies del reino vegetal, sino que se apoderan los mas de séres vivos para la reparacion de sus pérdidas. La posibilidad de hecho esta plenamente de- mostrada por el estudio de las plantas insectivoras, sobre las cuales nos referimos 4 los trabajos de Darwin y Hooker. Lo que si nos corresponde indicar es la necesidad de anadir 4 las cono- cidas con aquel nombre otras séries. No ha escapado a la sagacidad de Darwin cuadn general es la existencia de vegetales que llevan pelos secretores de jugos mor- tales para los insectos, pero no ha atribuido al hecho el alcance que acaso merece. Es muy frecuente que en las superficies corticales y foliaceas de un numero considerable de plantas, haya excreciones pega- josas de distinta naturaleza; se llaman glutinosas las que son solubles en el agua, y viscosas las que no lo son. La jara esta totalmente cubierta por una excrecion viscosa que en espafiol se llama /ddano. Ahora bien; el examen de las plantas viscosas nos ha llevado 4 dos consecuencias de interés: es una el estado a que quedan reducidos al cabo de algun _ tiempo los insectos pegados, de los cuales los protegidos por un caparazon resis- tente no experimentan alteracion sensible; pero ya en los pul- gones se puede seguir una série de cambios correspondientes a distinta fecha, y que parecen indicar una muy lenta trasfor- macion. Como se podia suponer @ priorz, el numero de plantas 104 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA que se apoderan 6 retienen insectos por simple secrecion pega- josa, es mas crecido que el de las hasta aqui consideradas como insectivoras. Otra circunstancia significativa que hemos notado en el estu- dio de las excreciones viscosas es la de que los tipos mas carac- terizados de ellas, las crasas, son las que tienen los estomas en mas corto numero; y esto veremos despues que parece indicar que la funcion traspiratoria y la excretoria se reemplazan mu- tuamente en su papel mas importante, que debe ser el de la cautividad de organismos. En efecto, Tyndall ha probado expe- rimentalmente, aunque con otro objeto, que las superficies hu- medas 6 pegajosas gozan del poder de condensar los gérmenes que flotan en la atmésfera; le ha bastado barnizar con glicerina el interior de cajas en que confina aire, y ha podido observar que todos los cuerpos que en él flotan van precipitandose suce- sivamente por su mayor densidad, y el aire llega a quedar dpii- camente vacio, segun la expresion del aquel sabio. Estos descu- brimientos son para nosotros del mayor interés, por cuanto pensamos que la generalidad del fendmeno de las plantas car- nivoras se verifica 4 expensas del mundo microscépico. Nuestras observaciones nos llevan a pensar que en los vege- tales aéreos que carecen de secreciones apropiadas para que se adhieran en la superficie de sus hojas los organismos que han de servir de alimento, el agua parece la encargada de este pa- pel. La superficie liquida, condensada en aquellas por traspi- racion, esta principalmente destinada, en nuestro sentir, a fijar un numero de organismos microscopicos, por el proceso indi- cado en la segunda parte, que son quemados durante el dia; este hecho se manifiesta muy senaladamente evidente tratan- dose de los iquenes—cuya alimentacion es sabido no es para- sita, sino que toman de la humedad atmosférica todos los ele- mentos de su nutricion; por esto hemos experimentado con ellos, colocandolos en un medio que reunia todas las condicio- nes de la atmdsfera exterior, pero haciéndoles legar el aire fil- trado por algodones y el agua destilada, evitando el acceso de organismos microscépicos, y no hemos tardado en poder apre- ciar los sintomas de la suspension de sus actividades fisioldgi- cas, al modo como se manifiesta normalmente en ellos en las épocas de sequia. Tal resultado no puede presentarse como un descubrimiento, y si, acaso, como na explicacion de un hecho DE HISTORIA NATURAL. 105 conocido, pues ya Tyndall ha dicho, que el aire filtrado por el aleodon en rama es verdaderamente antivital. En las plantas acuaticas no faltan analogos medios para la aprehension de organismos; en efecto, se sabe que muchas dia- toméas, que habitan las aguas dulces y saladas, se pegan a los ramos de las plantas sumergidas por la secrecion mucilaginosa que les recubre; el punto donde deben buscarse los infusorios y los sistdlidos es la superficie de las plantas sumergidas— como las confervas, callitriches y ceratofites — donde se halla la tum- ba de sus cadaveres. Por otra parte, la manera de fraccionarse que ofrecen los infusorios —por difusion los unos, del modo des- crito por Miiller, por exudacion de materia albuminoidea los otros—favorece, en nuestro sentir, la alimentacion animal de las plantas acuaticas, en cuya superficie se puede observar con el microscopio un gran numero de aquéllos adherido al barniz que les recubre. Aunque de la aprehension de los pequefios organismos nada mas podemos afiadir, notaremos que, sin duda, es mucho mas facil que la de los grandes. Sin esta doctrina, no tiene explica- cion la accion purificante de los miasmas, que es evidente en ciertos arboles, y que no autoriza, dentro de ella, 4 conside- rarlos como bidfagos; pudiéramos reproducir, si limites de ex- tension no se opusieran, interesantes datos recogidos durante nuestra residencia en las Islas Canarias, relativos principal- mente 4 la influencia que ejerce el Hucaliptus, destructora de las algas microscépicas, consideradas como causa, no solamente de enfermedades virulentas, sino de las fiebres intermitentes. La comprobacion de la idea que emitimos ha de cerrar el circulo de la concurrencia vital, dando cuenta del mas podero- so agente que limita la invasion de las fecundas formas del mundo microscépico, y de la relacion de éste con el macroscé- pico, asunto que sin duda reclama la indagacion de los natu- ralistas fildsofos; trascendera & problemas dinamicos y fisiold- gicos del mas vivo interés, refutando diferencias ideadas para caracterizar los dos reinos orgénicos, insostenibles hoy, que atribuian al vegetal un papel de mera subordinacion, y esta- bleceré como nota comun 4 la organizacion entera, la ley de que todo sér vivo toma directamente el alimento mineral del mundo mineral, y el alimento organico del mundo organico. —Suspendida la sesion por espacio de doce minutos, se abre 106 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA de nuevo, procediéndose 4 la eleccion de la Junta directiva y de la comision de publicacion, dando el resultado siguiente: Presidente: D. Sandalio de Pereda. Vicepresidente: D. Juan Vilanova. Tesorero: D. Serafin de Uhagon. Secretario: D. José Maria Solano y Eulate. Vicesecretario: D. Alfonso de Areitio. Comision de publicacion. D. Federico de Botella. D. Miguel Colmeiro. D. Laureano Perez Arcas. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 1873. 1875. 1875. ABELA Y Bravo (D. José), Jefe de seccion en el ferro- carril de Cérdoba 4 Belmez.—Calle de Alamos, 10, Cordoba. ABELEIRA (Ilmo. Sr. D. Manuel), Inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Minas, profesor que ha sido de Construccion, Mecanica aplicada y Mineralogia en la Escuela de Ingenieros de Minas. —C. de la Magda- lena, 19 duplicado, Madrid. ADAN DE YARZA Y TorRRE(D. Ramon), Ingeniero de Mi- nas. — Bilbao. — (Mineralogia , Geologia y Paleonto- logia.) Acuas (D. Mariano), Licenciado en las facultades de Farmacia y Ciencias naturales, Socio numerario del NOTAS.—1.2 El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que in- dica el aho de su admision en la Sociedad ; el de los socios fundadores de la abrevia- tura S. F. 2.2 Con el objeto de fomentar las relaciones cientificas entre los socios, se indica entre paréntesis y con letra bastardilla, despues de las seas de su habitacion, si el socio cultiva en la actualidad mas especialmente algun ramo de la Historia natural. 108 LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Ateneo Propagador de las Ciencias naturales, Catedra- tico de Historia natural en el Instituto. — Segovia. 1872. AGuILERA (D. Manuel Antonio), Doctor en Medicina.— C. de O’Reilly , 42, Habana. 1872. Axpana (D. Lucas), Inspector general de segunda clase del Cuerpo de Ingenieros de Minas.—C. de San Mateo, 1], 3.°, Madrid. 1872. ALEGRE (D. Catalino), Bachiller en Ciencias , Licenciado en Derecho, Catedratico de Historia natural en el Ins- tituto.— Castellon de la Plana. 1875. Anrau y Barat (D. Antonio), Doctor en Derecho civil y candnico.—C. de San Bartolomé, 4, pral., Madrid.— (Coledpteros y lepiddpteros.) 1873. ALGARRA DEL CasTILLo (D. Ricardo), Ingeniero agréno- mo. — Guadalajara. 1875. ALLENDE SALAzaR Y SALazAR (D. Angel), Licenciado en Derecho y en Filosofia y Letras , Archivero-biblioteca- rio-anticuario, Alumno de las Facultades de Ciencias y Medicina. —C. de la Reina, 19, pral., Madrid. 1873. ALLENDE SALAZAR Y SALaAzAR(D. Manuel), Alumno de la Escuela central de Agricultura.—C. de la Reina, 19, Madrid. 1873. AtmeERA (D. Jaime), Presbitero, Licenciado en Ciencias fisicas y naturales.—C. de Sellent, 3, 3.°, Barcelona:” 1876. Atonso MarRTINEz (D. Adriano), Licenciado en Medicina y Cirugia, ex-Ayudante premiado del Hospital de San Juan de Dios, Alumno del Doctorado. — C. de Serrano, hotel, Madrid.—/(Antropologia). 1874. AtnvarEz ALvistuR (D. Luis), Director electo por con- curso de la Granja-Escuela de Vega, ex-Catedratico de 1875. 1875. 1873. 1875. 1874. 1872. 1872. 1874. 1875. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL, _ 109 la Escuela de Agricultura de Aranjuez, Individuo de la extinguida seccion facultativa de Topografia. catas- tral, Secretario de Agricultura de la Sociedad Econd- mica Matritense, Secretario general de la Espaiiola de . Agricultura y Meteorologia, y Presidente del. Comicio Agricola Central.—C. de Alcala, 48, 3.° derecha, .Ma- drid aCe RS EES ) ALVAREZ ARDANUY (D. Eduardo), Licenciado en Cien- cias.—C. de Leganitos, 1, ae as Madrid. ALVAREZ MONTEQUIN ( D. aatntio), Veterinario municipal. — Oviedo. ALVAREZ Y Muniz (D. Mareelino ; Ingeniero agronomo. —Leon. : - ALVAREZ PEREZ (D. José), Consul de Espafia ¢ en 1 Mogador. * —Mogador (Africa). , AMADO SaLazar (D. Brique) —C. del Prado, 20, 20 quierda, Madrid. AnprEs y Montatvo (D. Tomas), Doctor en Ciencias _ naturales.—C. de la Cava alta, 2¢ 2°; Sean) ANGOITIA (D. Francisco). —C. del Arco de Santa Maria, 43, entresuelo, Madrid. ANTELO Y SANCHEZ (D. José), Doctor en Medicina y Ci- rugia, Licenciado en Farmacia. —C. de Cerrajeria, 14, principal, Sevilla. ANTON BERRA? ( D. Manuel), Alumno dela Facultad de Ciencias.—C..de Preciados, 8, principal, Madrid. Arce Y JURADO (D. José), Ingeniero agrénomo, Presi- dente de las conferencias de Historia natural en la So-. ciedad de Profesores de’ Ciencias.—C. de Recoletos, BL, tercero, Madrid. —(Botanica 5 ACTAS DE LA SOC, gSP.—v. : Ol) 110 1873. 1872. 1874. 1872. 1872. 1872. 1875. 1872. 1873. 1873. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN AREITIO Y LARRINAGA (D. Alfonso Maria de), Doctor en Ciencias naturales, Ayudante por oposicion en el Mu- seo de Ciencias naturales.—C. de San: Gregorio, 21, tercero izquierda, Madrid.—(M/ineralogia, Geologia y Paleontologia.) AREVALO Y Baca (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedratico por oposicion de Historia natural en la Universidad.—Valencia.—/(Geologia.) ArGumosa (D. José), Doctor en Medicina.—C. de Malo- ja, 1, Habana.—(Botdnica.) Arias Exices (D. Antonio), Bachiller en Ciencias, Profe- sor normal.—Plazuela del Angel, 10, 2.°, Madrid. Ariza (D. Rafael), Doctor en Medicina.—C. del Clavel, 2, principal, Madrid. Arnus (D. Manuel), Director de los Banos de la Puda.— C. de las Hileras, 4, 2.°, Madrid. AsEnsIo (D. Ildefonso), Doctor en Medicina.—C. de las Fuentes, 5, 3.°, Madrid.—(Malacologia.) ASUERO Y VILLAESCUSA (D. Vicente), Doctor en Medicina. —C. del Principe, 15, 2.° izquierda, Madrid. AtiENZA (D. Meliton), Catedratico de Agricultura en el Instituto.—Albacete. Avina (D. Pedro), Ingeniero de Montes.—Escorial. AzcAratTE (D. Casildo), Ingeniero agrdnomo y Catedra- tico de Fisiografia en la Escuela de Agricultura.—Calle de Serrano, 66, principal, Madrid. BALLARIN (D. Florencio), Catedratico de Historia natu- ral en la Facultad de Ciencias de la Universidad.—Za- ragoza. 1874. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1876. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 111 BaNon Sancuez (D. Jacinto), Licenciado en Farmacia, Subdelegado de Farmacia en el partido de Sorbas.—Ni- jar (Almeria).—(Mineralogia.) Baranpvica (D. Torcuato), Ingeniero de la fabrica de fun- dicion La Felguera.—Sama de Lang'reo (Oviedo). Barazona (D. Salvador), Abogado. — Carpio ( Cér- doba ). Barboza BU BocaGe (D. José Vicente), Director del Mu- seo de Historia Natural.—Lisboa.—(Mamiferos , aves y reptiles.) BaRCELO y Comsis (D. Francisco), Catedratico de Fisica en el Instituto.—Palma de Mallorca. Barrepo (D. Emilio ).—Badajoz. BarrRIAL Posapa (D. Clemente), Propietario.—Montevi- deo.—(Mineralogia, Geologia y Paleontologia.) BENAVENTE (D. Mariano), de la Academia de Medicina. —C. de Atocha, 109, 2.°, Madrid. BENAVIDES (D. José R.), de la Academia de Medicina.— C. del Bafio, 8, 2.°, Madrid. BENESSAT (D. Francisco de Paula), Doctor en Farmacia, Catedratico de Historia natural en el Instituto.—Saba- dell (Barcelona). Benito Loprz (D. Galo), Profesor auxiliar en el Institu- to , Secretario de la Junta de Agricultura, Licenciado en Ciencias y Farmacia, Ingeniero agrénomo.—Pam- plona. BERNAT Y TABUENCA (D. Juan), del Cuerpo de Sanidad militar.—C. Mayor, 108, principal, Madrid. 1872. 1872. 1873. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. 1875. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN BEUTHIN (D. Enrique).—Alexanderstrasse , 5, Hamburg auf Elbe (Alemania ).—/(Coledpteros de Furopa.) Borivar y Urrutia (D. Ignacio), Abogado, Doctor en Ciencias naturales, Ayudante por oposicion en el Mu- seo de Ciencias Naturales.—C. de Hita, 4, Madrid.— (Coledpteros y ortdpteros ewropeos.) Botivar y Urrutia (D. José Maria), Licenciado en Me- dicina.—C. de Hita, 4, Madrid. Bonvoutorr ( Vizconde de), de la Sociedad Entomolégica de Francia.— Rue de l’ Université , 15, Paris.—(Coledp- teros.) Borsa (D. Pedro), Oficial en la Direccion general de Es- tadistica.— Madrid. BoRREGON Y PENALVER (D. José), Ingeniero jefe de Cami- nos.—C. de la Manzana, 14 duplicado, Madrid.— (Ag7i- cultura.) Borret (D. Félix), Doctor en Farmacia.—Puerta del Sol, 9, Madrid. BoscA (D. Eduardo), Licenciado en Ciencias y en Medi- cina, Catedratico de Historia natural en el Instituto.— Ciudad-Real.—/(Reptiles de Huropa.) BoTELLA Y DE Hornos (D. Federico de), Ingeniero Jefe de primera clase del Cuerpo de Minas.—C. de San An- drés, 34, Madrid. BouTEtou (D. Estéban), Ingeniero de Montes.—C. de las Huertas, Madrid. BreuM (D. Reinaldo), Doctor en Medicina y Cirugia.— C. de Goya, 5, Madrid. 1873. 1874. 1872. 1875. 1873. 1872. 1872. 1876. 1872 LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 113 Bruck (D. Emilio von), del Comercio.—Crefeld (Prusia riniana).— (Coledpteros.) BRUNETTI DE Lasata (Excma. Sra. D.* Cristina).—C. de Fuencarral, 111, Madrid. Busto y Casiaau (D. Manuel), Oficial del Cuerpo de To- pografos é Ingeniero agrénomo.—C. de Ciudad-Rodri- go, 10, 3.° derecha, Madrid. CACERES (D. Francisco 8. de), Licenciado en Ciencias naturales, Ayudante del Gabinete de Historia Natural de la Universidad.—C. de las Palmas, 75, Sevilla. CADEVALL Y Diars (D. Juan), Doctor en Ciencias natura- les, Licenciado en Ciencias exactas, Catedratico de Historia natural y Director del Instituto de segunda en- senanza.—Tarrasa. CapREcHA (D. Enrique).—C. del Fucar, 15, 2.° izquier- da, Madrid. CaLAHorRA (D. Benito), Licenciado en Farmacia, Re- gente de segunda clase de Historia natural, Catedra- tico por oposicion de Fisica y Quimica.—Soria. CALDERON (D. José Angel), Ingeniero civil.—Corredera baja de San Pablo, 57, 2.° izquierda, Madrid. CALDERON y ARANA (D. Salvador), Doctor en Ciencias naturales , Catedratico de Historia natural en el Insti- tuto de Las Palmas.—C. de Don Martin, 27, 3.° dere- cha, Madrid. CALDERON Y PonTE (D. Luis), Ingeniero de Montes.— Cabuérniga (Santander). . CALLEJA Y Ayuso (D. Francisco de la), Farmacéutico.— Talavera de la Reina. ll4 1873. 1874. 1874. 1872. 1872. 1872. 1874. 1872. 1875 1872. 1872. 1873. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN CALLEJA Y SANCHEZ (D. Julian), Catedratico y Decano de la Facultad de Medicina.—C. de Alcala, 16, 2.°, Ma- drid. Campo (D. Enrique), Ingeniero de Montes.—Escorial. Campo y Zorritta (D. Hermenegildo), Ingeniero de Montes.—Escorial. CampoamMor (D. Ramon), de la Academia Espanfola.— Plaza de las Cortes, 8, 2.°, Madrid. Campos (D. Cristébal), Licenciado en Ciencias natura- les.—C. del Olivar , 39, principal izquierda, Madrid. CANENCIA (D. Raimundo), Doctor en Farmacia, Regente de segunda clase en Fisica é Historia natural, Cate- dratico de Historia natural en el Instituto.—Teruel. Cano y Nigvss (D. Francisco), Médico-cirujano.—Valse- quillo (Cordoba). CAnovas (D. Francisco), Catedratico de Historia natural en el Instituto.—Lorca.—(Paleontologia y estudios pre- historicos.) . CARAMANZANA (D. Felipe).—C. de Atocha, 109, Madrid. Carbo (D. Narciso), Presidente de la Sociedad econémica barcelonesa de Amigos del Pais, Vicepresidente de la Academia de Ciencias naturales de Barcelona, Cate- dratico de Terapéutica y Farmacologia en la Universi- dad.—C. de Jerusalen, 10, Barcelona. CARDONA Y ORFILA (D. Francisco), Presbitero, Doctor en Teologia y en Derecho.—Mahon (Menorca). CarRERA (D. Emilio de la).—C. de San Nicolas, 15, principal, Madrid. 1873. 1875. 1874. 1876. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1874. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 115 CARVAJAL Y Ruepa (D. Basilio), Licenciado en Ciencias y Farmacia.—C. del Olivo, 16, 2.°, Madrid. Casau ¥ Lois (D. José), Licenciado en Medicina y Ciru- gia.—Pontevedra. Casa Lorine (Excma. Sra. Marquesa de).—C. de Alca- la, 23, Madrid. CASALLACHS Y Pacu (D. Carlos Antonio), Doctor en Far- macia.—Plaza de la Constitucion, 12, Caldas de Mont- buy (Barcelona). Casas y ABAD (D. Serafin), Doctor en Ciencias natura- les, Licenciado en Medicina y Cirugia, y Catedratico de Historia natural en el Instituto.—Huesca. CasTEL (D. Carlos), Ingeniero de Montes.— Escorial. CASTELLARNAU Y LLEOPART (D. Joaquin Maria), Inge- niero de Montes.—Segovia. Castro (D. Antonio Senen de), Doctor en Farmacia, Ca- tedratico de Historia natural en el Instituto.—Cuenca. Castro y Duqus (D. Jacinto), Conservador, Preparador y Recolector en la Escuela de Montes.—Escorial.— (Anatomia comparada y lepidopteros.) Castro y Pita (D. Primo), Licenciado en Ciencias na- turales , Catedratico de Historia natural en el Institu- to.— Lugo. CAYUELA (D. Natalio), Doctor en Ciencias naturales, Ca~- tedratico de Historia natural.—Pamplona. Cervera (D. Rafael), de la Academia de Medicina. — C. de Jacometrezo, 66, 2.° derecha, Madrid. CHacon Y LaGortio (D. Pedro), Licenciado en Farmacia. —C. de Catalanes, 30, Sevilla. 116 1872. 1874. 1873. 1872. 1874. 1872. 1873. 1875. 1874, LISTA DE LOS SENORES QUE ‘COMPONEN - CHapE (D. Juan Bautista), Caballero-de la Orden de Car- los III, Jefe de Administracion de segunda clase, Doc- .tor en Ciencias y en Farmacia, Catedratico de Historia natural en el Instituto. —Cadiz. Cip (D. Jerénimo), Ingeniero de Montes.—Salamanca. CLEMENCIN (D. Perfecto Maria), Ayudante Profesor de Quimica analitica y Metalurgia en la Escuela especial de Ingenieros de Minas.—C. de Lope de Vega, 21, 3.° izquierda, Madrid. Di cil aa Geologia y Paleon- Us dee a Copina y LAENGLIN (D. Ramon), Socio residente del Co- legio de Farmacéuticos de Barcelona, numerario de la Academia de Ciencias naturales y de Artes de la mis- ma, de la Academia de Medicina y Cirugia, Doctor en Farmacia.—C. de San Pablo, 70, Barcelona. Coporniu (D. Ricardo) : Ingeniero de Montes.—Plaza de Santa Eulalia, Murcia.—(Botanica.) CotmeErro (Excmo. Sr. D. Miguel), Caballero Gran Cruz _ de la Orden de Maria Victoria, de las Academias de Me- dicina, y de Ciencias exactas, fisicas y naturales de Madrid, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de Botanica y Director del Jardin Botanico.—C. del Clavel, 2, 3.° derecha, Madrid.—( Botanica.) CompaNd y Bonet (D. Manuel), Ingeniero de Montes.— C. de Serra, 16,. Barcelona. — (Botanica. ) CortAzar (D. Daniel), Ingeniero de Minas.—C. del Horno de la Mata, 16, principal, Madrid. Cortus (Excmo. Sr. D. Balbino).—C. de Campomanes, 6, 2.°, Madrid. CorTEZO (D. Carlos), Doctor en Medicina.— Hospital de la Princesa, Madrid. S. F. 1874. 1872. 1873. 1873. 1872. 1872. 1874. 1872. 1874. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL, 117 Costa (Ilmo. Sr. D. Antonio Cipriano), Caballero de la Orden imperial y real de San Estanislao de Rusia, Co- misario de Agricultura de la provincia de Barcelona, Vicepresidente dél Instituto agricola catalan de San Isidro, Académico correspondiente de la Real de Cien- cias de Madrid, é individuo de otras varias, Doctor y Catedratico jubilado de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona. —C. de Claris, 7, principal, Barcelona.—(Botdnica.) | Couper (D. Gerardo), Ingeniero de Montes.—Avila. Crespi (D. Antonio), Licenciado en Farmacia.—Soller (Mallorca).— (Botanica. ) CueLLaR Y Ruiz (D. Manuel).—C. del Romero, 34, Cor- doba. Curesta (D. Pablo), Arquitecto.—C. de Carretas, 9, Madrid. Cuni y MarToreti (D. Miguel), C. de Codols, 18, Bar- celona. — (Botanica y Entomologia.) Desray (D. Luis), Artista-grabador de la Sociedad En- tomoldgica de Francia. —Rue Mayet, 14, Paris. —(#n- tomologia. } D1az OyvELos (D. José), Ingeniero de Montes del dis- trito forestal.— Burgos. Dirck (D. Jorge), de las Sociedades Entomoldégicas de Francia y de Berlin. —Merseburg: (Prusia).—(Co- ledpteros. ) Dirco y CappEvitaA (D. Angel).—C. de Juanelo, 23, Madrid. Dourn (D. Carlos Augusto), Presidente de la Sociedad Entomoldgica. —Stettin ( Prusia).— (Coledpteros.) 118 1872. 1874. 1876. 1873. 1872. 1874. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN DomENEcH (D. Francisco), Catedratico de Historia natu- ral en el Instituto. —Ciudad-Real. Domingo (D. Francisco ), Propietario y Comisario de Agri- cultura de la provincia de Barcelona.— Riera del Pino, 4, Barcelona. Eq@rea y Torrosa (D. Marcos), Doctor en Medicina -y Ci- rugia , Subdelegado del partido de Velez-Rubio, conde- corado con la cruz de epidemias y Socio Académico profesor del Liceo artistico literario de Granada, y de la de Amigos del Pais de Lorca. — Velez-Rubio ( Almeria). Euuers (D. Guillermo ), del comercio. — Muralla del mar, 37, 2.°, Cartagena. ESscALANTE (D. José) , Doctor en Ciencias naturales, Ca- tedratico de Historia natural y Secretario del Instituto. —C.del Cubo, 8, 2.° derecha, Santander. Escosura (D. Luis de la), Ingeniero jefe de Montes. — C. de San Miguel, 11, principal, Madrid. EspEJo (D. Zoilo), Ingeniero agrénomo.—C. del Meson de Pafios, 6, principal izquierda, Madrid. EspLuGA Y SANcHo (D. Faustino). — Barbastro. Estrapa (D. Francisco), Ingeniero Agronomo.—Madrid. EstrapA Catoyra (D. Domingo), Doctor en Medicina y Cirugia, ex-Profesor auxiliar de la Facultad en San- tiago, Socio corresponsal de la Antropologica Espanola, y de numero de la Econédmica de Amigos del Pais de Santiago, Médico de las Minas de Arce. —Santander. FAtcon y Lorenzo (D. Antonio), Ingeniero de Montes del distrito forestal. —Murcia. —(Botanica.) FANTONI (D. José), Propietario.—Carrera de San Jeré- nimo, 34, principal, Madrid. 1873. 1874. 1874. 1872. 1874. 1872. 1872. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 119 FERNANDEZ (D. Eugenio), Inspector general de segunda clase del Cuerpo de Ingenieros de Minas.—Calle de Bordadores , 7, principal, Madrid. FERNANDEZ (D. José Santos), Doctor en Medicina. —C. del Prado, 3, Habana. FERNANDEZ DE Castro (D. Angel), Ingeniero de Montes. —C. de Pedro Conde, 1, Cadiz. FERNANDEZ DE Castro ( Excmo. Sr. D. Manuel ), Inspec- tor general del Cuerpo de Ingenieros de Minas. —Ha- bana.— (Mineralogia y Geologia. ) FERNANDEZ Cursta (D. Nemesio).—C. del Arco de Santa Maria, 32, principal, Madrid. FERNANDEZ LLAMAZARES (D. Manuel), Licenciado en Cien- cias naturales, Ayudante de Historia natural en el Ins- tituto de San Isidro. — Plaza del Carmen, 4, segundo, Madrid. FERNANDEZ Losapa (Excmo. Sr. D. Cesareo), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catdlica , Gran Cor- don de la de Metjidié , Comendador de numero de la de Carlos III, condecorado con la Cruz de primera clase de Beneficencia y con otras de distincion por mé- ritos cientificos y de guerra, Socio de varias corpora- ciones cientificas nacionales y extranjeras, Inspec- tor, Médico Mayor del Cuerpo de Sanidad Militar, Doctor en Medicina. — Plaza del Progreso, 5, 2.°, Madrid. FERNANDEZ Mouina (D. Ramon), Farmacéutico.—Cam- panario ( Badajoz). FERNANDEZ Y RopriguEz (D. Mariano), Doctor en Cien- cias y en Medicina, Profesor auxiliar y Secretario del Instituto del Noviciado.—C. de Lope de Vega, 61, Madrid. 120 1875. 1872. 1875. 1874. 1874. 1874. 1874. 1875. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN FERRAND (D. J ulio ), Jefe de seccion de Via y Obras en el ferro-carril de Cérdoba 4 Belmez.—C. del Arca de Agua, 20, Cordoba. Ferrari (D. Carlos), Doctor en Farmacia.—Plaza de San Ildefonso, 7, Madrid. FERRER Y JULVE (D. Nicolas), Catedratico dela Facultad de Medicina de la Universidad. —C. de la Linterna, 14, principal, Valencia. FERRER Y ViINARTA (D. Enrique), Doctor en Medicina, Catedratico de Clinica quirtirgica en la Universidad. — C. de Ballesteros, 7, Valencia. FRAILE Y VALLES (D. Gumersindo).—Tendilla (Guada- lajara). FuENTES Sata (D. Higinio), Catedratico de Historia na- tural y Fisiologia é Higiene en el Instituto de Ciudad- Rodrigo , é Individuo corresponsal del Colegio de Far- macéuticos de Madrid. — Ciudad-Rodrigo. Ga.po (Excmo. Sr. D. Manuel Maria José de), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catélica, Doctor en Ciencias, Catedratico de Historia natural en el Insti- tuto del Noviciado. —C. de Hortaleza, 78 , 2.°, Madrid. GALLEGO Y CAsTRO (D. Mariano), Ingeniero de Montes. — Plaza del Cordon, 3, principal, Madrid. GALLEGOS Y SarpINA (D. Ventura), Licenciado en las Fa- cultades de Medicina y Ciencias (Seccion de Fisico-qui- micas), Catedratico de Quimica en el Colegio Nacional, y de Historia natural en el Departamento Agrondémico, Socio corresponsal de la Academia de Medicina Espa- fiola. — Mendoza (Republica Argentina). Gators (D. J.), de la Sociedad Entomoldédgica de Fran- cia, Secretario del Asilo departamental de dementes.— 1872. 1872. 1872. 1874. 1872. 1875. 1872. 1875. 1873. 1876. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 121 Sainte-Gemmes-sur-Loire, pres Angers ( Maine-et-Loi- re), Francia. — (Coledpleros.) GARAY DE ANDUAGA (D. Recaredo ), Correspondiente na- cional de la Academia de la Historia y de la de San Fer- nando, Ingeniero civil de la Escuela de Gante. —C. del Principe, 9, principal, Madrid.—(#zplotaciones mi- _—meras y Arqueologia prehistorica.) Garcia y ALvaArEz (D. Rafael), Catedratico de Historia natural del Instituto. —Granada. Garcia y ARENAL (D. Fernando), Ingeniero de Caminos. — Jijon. Garcia Draca (D. Juan), Ingeniero de Montes. —Lo- grono. GarciA MeEpIAVILLA (D. Salvador), Licenciado en Cien- — cias fisicas, Catedratico en el Instituto industrial.—C. de las Huertas, 79, 3.°, Madrid. . Garcia OcHoa (D. Miguel), Presbitero, Doctor en Dere- cho Civil y Canénico.—Plaza de San Miguel, 5, prin- cipal, Madrid. Git Dorrecaray (Excmo. éIlmo. Sr. D. José), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catédlica. —C. de Cafizares, 3 duplicado, 2.° derecha, Madrid. Git y Frores (D. Manuel).—Loranca de Tajufia (Gua- | dalajara.)— (Geologia y Botanica.) Git Y Gomez (D. Ramon), Ingeniero agrondmo, Ayu- dante en la Escuela general de Agricultura. —C€. de San Bartolomé, 7,9 y 11, 3.°, Madrid. Gimeno Brun (D. Ricardo), Licenciado en Ciencias. —. C. de los Avellanos, 3, entresuelo derecha, Burgos. 1873. 1874. 1875. 1872. 1872. 1872. 1873. 1872. 1875. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN GINER DE Los Rios (D. Francisco), Catedratico de Filo- sofia del Derecho en la Universidad. —C. de Quintana, 23, 3.°, Madrid. Gomsgz (D. Angel Eugenio). — Paseo de Areneros, 5, Madrid. Gomez y Garcia (D. Manuel), Ingeniero agrdnomo. — C. del Arenal, 18, principal, Madrid. GONZALEZ CaLLEJO (D. Agapito).—Calle del Olmo, 7, 2.°, Madrid. GonzALEz Linares (D. Augusto), Catedratico de His- toria natural en la Facultad de Ciencias de la Univer- sidad de Santiago. —C. de Don Martin, 27, 3.° derecha (Barrio de Argiielles), Madrid. GONZALEZ DE VELASCO (D. Eduardo), Comandante de Ar- tilleria. —C. de Pelayo, 63, bajo, Madrid. GoNnZALEZ VELASCO (D. Pedro), Doctor en Medicina.— Paseo de Atocha, Museo antropologico, Madrid. GonzaLo y Goya (D. Angel), Doctor en Ciencias natura- les, Catedratico de Historia natural en el Instituto.— Tortosa. Gorria y Royan (D. Hermenegildo), Ingeniero indus- trial, Licenciado en Ciencias. — Carrera de San Jerdéni- mo, 10, Madrid. Grevus y Martinez (D. Domingo), Doctor en Medicina.— Plaza de Santa Catalina, Valencia. GuarpIa Y MapAN (D. Vicente), Doctor en Medicina.— C. del Prado, 3, Habana. GUILLERNA Y DE LAS Heras (D. César de), Ingeniero de Montes.— San Juan de Puerto-Rico. 1874. 1875. 1874, 1874. 1876. 1875. 1875. 1875. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 128 Guirao y Navarro (D. Angel), Catedratico de Historia natural.—C. del Prado, 24, Madrid. GunbLacH (D. Juan), Doctor en Filosofia,—C. de San Nicolas , 96, Habana. GUZMAN Y ANDRES (D. Félix), Doctor en Medicina. — C. del Arenal, 18, principal, Madrid. HAMONVILLE (D. Juan Carlos Luis Tardif, Baron de), ° Miembro del Consejo general de Meurthe-et-Moselle, Maire de Manonville.—Chateau de Manonville, par Noviant-aux-pres (Meurthe-Moselle), Francia. — (Or- nitologia.) HeEnrIQueEs (D. Julio Augusto ), Director del Jardin Bota- nico. — Coimbra (Portugal). Heraso (D. Luis), Ingeniero de Montes. —C. de Lope de Vega, 24, Madrid. HEREDIA (D. Ricardo). — Paseo de la Fuente Castellana, Hotel nim. 1, Madrid. HERNANDEZ Munoz (D. Antonio), Ayudante de Obras Pu- blicas. —C. de Jestis y Maria, 22, 2.° izquierda, Ma- drid. Herreros (D. Francisco Manuel de los), Director del Instituto. — Palma de Mallorca. HEYDEN (D. Lucas von), Capitan retirado, Individuo de las Sociedades entomoldogicas de Berlin, Francia, San Pe- tersburgo, Suiza, Italia, etc., Director de la Sociedad de Historia natural llamada Senckemberg de Frankfurt, Caballero de la Orden de la Cruz de Hierro.—(Frankfurt am Mein), 54, Schloss Strasse, Bockenheim. HvuErGo y CaAmpitto (D. Francisco).— Plaza del Pro- greso, 13, principal, Madrid. 1876. 1873. 1874. 1873. 1874. 1873. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Hysern (Excmo. Sr. D. Joaquin), Caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III, condecorado con la cruz de Beneficencia de primera clase, Consejero real, Inspector general de Instruccion publica, Catedra- tico jubilado de la Facultad de Medicina de la Uni- - yersidad de Madrid. — Calle del Prado, 20, bajo, Madrid. IpaNez (D. Francisco Antonio), del Comercio, Vocal de la Junta de Pesca del Departamento de Cadiz, Socio corresponsal de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de la misma ciudad. —C. de Escafio, 11, San Fernando (Cadiz). — (Botanica, Malacolegia é Ictiologia.) INCHAURRANDIETA (D. Rogelio), Ingeniero jefe de Cami- nos, Canales y Puertos. —C. de Don Martin, 6, princi- pal, Madrid. — (Mineralogia y Geologia.) Inconza (D. Roman), Ingeniero de Minas. — Plaza de Santa Ana, 5, principal, Madrid. INarRA (D. Fermin), Licenciado en Ciencias. —C. — Amor de Dios, 6, principal , Madrid. JzquieRDO (D. Joaquin), Ingeniero jefe de segunda clase del cuerpo de Minas, Jefe del distrito de Ca — Granada. JARENO (D. Francisco), Profesor en la Escuela de Arqui- tectura. — C. de Atocha, 94, principal, Madrid. JIMENEZ DE LA Espapa (D. Marcos).—Carabanchel.— (Mamiferos, aves, reptiles y batracios.) JIMENEZ DE Oca (D. Ruperto), Profesor de Fisica en el Instituto. — Cuenca. JIMENEZ DE PEpRo (D. Justo), Doctor en Medicina, Di- 1872. 1873. 1874. 1874. 1872. 1872. 1874. 1872. 1876. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 125 rector de los bafios de Marquina. —C. de Atocha, 103, principal, Madrid. JIMENO (D. Francisco). — C. de Contreras, 34, Matanzas (Cuba). Kraatz (D. Jorge), Doctor en Filosofia, Presidente de la Sociedad Entomoldgica de Berlin. —Linkstrasse, 28, Berlin. Lacasa (D. Manuel), Ingeniero de Minas. — Vera ( Al- meria. —/Geologia.) Lacasa ¥ Pou (D. Maximo), Ingeniero agrénomo. — C. del Arenal, 22, duplicado, 3.° izquierda, Madrid. Lacuna (D. Maximo), Ingeniero de Montes. -— Escorial. — (Botanica.) LANDERER (D. José J.) , Propietario.— Rambla de Cata- lufia, 36, Barcelona. — (Geologia y Paleontologia.) LanGrEo (D. Sarvelio), Doctor en Medicina.—C. de Car- niceros, 1, principal, Valencia. LARRINUA Y Azcona (D. Angel), Doctor en Derecho.— Vergara. — ( Coledpteros.) Larroca (D. Ramon), Doctor en Ciencias fisico-quimi- cas. —C. de Pelayo, 3, 3.°, Madrid. — (Mineralogia.) LaviNa (D. Federico), Ingeniero de Montes.—C. de la Ballesta, 28, principal izquierda, Madrid. Litran Y Lopez (D. José), Catedratico de Historia na- tural en el Instituto. — Almeria. Lopez y Brenert (D. Guillermo), Ingeniero de Minas. — Cartagena. ACTAS DE La SOC. ESP.—V. 10 1874. 1874. 1874. 1875. 1876. 1875. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Lopez y Gomez (D. Juan). —C. de la Lenceria, Murcia. Loprz Lezcano (D. Francisco), Estudiante en la Facul- tad de Medicina. —C. de Carretas, 9, 3.°, Madrid. — (Coledpteros.) Lopez Onivas (D. Gabriel), Ingeniero de Montes. — Zamora. LOPEZ DE QuINTANA (D. Diego), Ingeniero jefe de Mi- nas. — Zaragoza. — (Mineralogia y Geologia.) Loprz SEOANE (D. Victor), Abogado, de la Sociedad bo- tanico-zoolégica de Viena, de las Entomoldégicas de Francia, Berlin y Stettin. — Calle Real, 114, Ferrol. LopEz DE Sinva (D. Estéban), Doctor en Medicina. — C. de Leganitos, 40, bajo, Madrid. LoPEZ DE LA VEGA (D. José), Doctor en Medicina y Ci- rugia. — C. del Dos de Mayo, 1, principal, Madrid. Lopez Vipaur (D. Aurelio), Ingeniero agrénomo, Secre- tario de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio. — Santander. Lozano (D. Isidoro). — C. de la Peninsular, 9, 4.° iz- quierda, Madrid. Lito (D. Antonio Maria), Presbitero, Doctor en Sagrada Teologia, Bachiller en la Facultad de Ciencias, Cate- dratico de Fisica vy Quimica en el Seminario Central.— Valencia. ‘LieTcet (D. Pedro), Catedratico de la Facultad de Far- macia, en la Universidad. — C. de Fuencarral, 49, 3.°, Madrid. — ( Botanica. ) LLORENTE Y LAzaro (Ilmo. Sr. D. Ramon), Caballero Co- mendador de la Orden de Isabel la Catélica, de tas Aca- 1872. 1872. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. 1873. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 127 demias de Medicina y de Ciencias , Doctor en Ciencias, Catedratico y Director de la Escuela de Veterinaria. — Carrera de San Francisco, 13, 2.°, Madrid. Liucn y Diaz (D. José Maria), Miembro corresponsal de la Sociedad geografica de Ginebra, Vicecénsul de Es- pana.—Toulouse (Francia). —/Geogra/fia. ) Macuapo (D. Antonio), Doctor en Ciencias y en Medi- cina, Catedratico de Historia natural de la Universidad. — Sevilla. MacHapo DE Faria y Manta (D. Augusto), Ingeniero ci- vil.—C. de Lope de Vega, 46, bajo, Madrid. —(Geolo- gia y Mineralogia.) MacHo DE VELADO (D. Jerénimo), Doctor en Ciencias, Catedratico de la Facultad de Farmacia en la Univer- sidad. — Santiago de Galicia. Mac-PHERSON (D. Guillermo), Cénsul de Inglaterra. — C. de las Palmas, 23, Sevilla. — (Geologia.) Mac-PHERSON (D. José), Salon del Prado, 12, Madrid. — (Mineralogia y Geologia.) Mapnazo (D. Fernando de) , Abogado del Ilustre Colegio de Madrid, Juez togado de primera instancia, que ha sido, de Madrid , Abogado-consultor cesante del Minis- terio de Fomento.—C. de San Bernardino, 10, Madrid. Marre! (D. Eugenio), Ingeniero de Minas. —C. de Men- dizabal, 2, Madrid. Matiapa (D. Lucas), Ingeniero de Minas.—C. de las Huertas, 84, 3.°, Madrid. Marin y Sancuo (D. Francisco), Licenciado en Farma- cia. —C. del Viento, 3, Madrid. 1874. 1872. 1876. 1872. 1873. 1874. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Marqurs Lorca (D. Pascual). —Plaza de Cajeros, 10, Valencia. Marquez (D. Félix), Ingeniero Industrial. —C. de San Marcos, 3, 2.°, Madrid. Martin (D. Antonio), Jefe de la oficina de la Construc- cion del ferro-carril de Belmez.—C. del Osario, 9, Cordoba. Martin DEL Amo (D. Eduardo Jacobo), Licenciado en Farmacia, Pericial de Aduanas de Ultramar por oposi- cion. —Ponferrada ( Leon ). MARTIN DE ARGENTA (D. Vicente), Licenciado en Ciencias, Doctor en Farmacia, Socio del Colegio de Farmacéuti- cos de Madrid, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias. — C. de Hortaleza, 86, Madrid. MartTIn Sancuez. ( D. Enrique ), Ingeniero agrénomo, Secretario de la Junta de Agricultura. — Pontevedra. Martinez (D. Luis Arcadio) , Ingeniero agrénomo , Se- cretario de la Junta de Agricultura, Industria y Co- mercio, Catedratico de Agricultura en el Instituto.— Huelva. Martinez (R. P. Fr. Ramon), Religioso Dominico, Ca- tedratico de Historia natural en la Universidad de Ma- nila.—C. de la Pasion, Iglesia de los Dominicos, Madrid. MartTINgEzZ Y ANGEL (D. Antonio), Alumno de las Facul- tades de Medicina y de Ciencias. —C. Mayor, 114 tri- plicado, 3.°, Madrid. Martinez ANisarro (D. José).—C. de Lain Calvo, 20, principal, Burgos.— /Mineralogia y Geologia.) MarTINEZ CaNapa (D. Andrés), C. de Saurin , 4, Murcia. — (Aves, Moluscos y Minerales. ) 1873. 1873. 1876. 1872. 1873. 1872. 1875. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 129 MARTINEZ Y MARTINEZ (D. Félix), Licenciado en Medicina, Socio de varias corporaciones cientificas nacionales y extranjeras.— C. de Zaragoza, 19, Valencia. MartINEz Motina (Excmo. Sr. D. Rafael ), Caballero Gran Cruz de la Orden de Maria Victoria, de la Academia de Medicina, Doctor en Ciencias, Catedratico de la Fa- cultad de Medicina en la Universidad. —C. de Atocha, 133, principal, Madrid. MARTINEZ DE Prison ( D. Venancio), Abogado y propieta- rio.—C. de Preciados, 6, 2.°, Madrid.— (Geologia y Paleontologia.) MARTINEZ Y Saez (D. Francisco de Paula), Doctor en Ciencias naturales, Catedratico de Zoografia de los vertebrados en la Facultad de Ciencias de la Univer- sidad.—C. de Vergara, 1, Madrid.— (Coledpteros. ) MARTORELL Y Cuni (D. Jerdnimo), Banquero.—C. de Serra, 18, 2.°, Barcelona. — (Agricultura. ) MARTORELL Y PENA (D. Manuel ).—Rambla de Santa M6- nica, 33, principal, Barcelona. —_—/ Yntomologia y Vi- ticultura. ) MASARNAU ( Excmo. Sr. Dr. D. Vicente 8. de), ex-Cate- dratico de Quimica en la Facultad de Ciencias, ex-Con- sejero real, Inspector general de Instruccion publica, Individuo de la Academia de Ciencias. —C. de Cedace- ros, ll, 2.° Madrid. MASFERRER Y ARQUIMBAU (D. Ramon), Licenciado en Me- dicina, Médico-Cirujano de Sanidad Militar , Individuo de numero de la Sociedad Botanica Barcelonesa.— Plaza de Don Miguel, 1, 2.°, Vich. — ( Botanica.) MayorGa y Garcia Macuo (D. Antonio), Socio de la Es- paiiola de Agricultura y Meteorologia. — C. Mayor, 4, principal, Madrid.— / Botanica.) 130 1872. 1872. 1876. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Mazarrepo (D. Carlos), de la Sociedad Botanica Barce- lonesa, Ingeniero de Montes.—Neue Wilhelmstrasse, 5, Jewberlin z Merca y Martinez (D. Miguel), Licenciado en Farmacia, Socio corresponsal del Colegio de Farmacéuticos de Madrid.—Almeria. Mir y Navarro (D. Manuel), Catedratico de Historia natural en el Instituto. — Barcelona. MIRALLES DE ImpERiat (D. Clemente ). — Plaza de Ramiro, 3, Alicante. Mrranpa Y Eq@uia (D. Genaro de), Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.—Rivera, 3, Bilbao. Mosapos (D. Eduardo) , Ingeniero de Caminos, Profesor de Mineralogia y Geologia en la Escuela del Cuerpo.— C. de Valverde, 30 y 32, 3.° izquierda, Madrid. Mompé y Vipat (D. Vicente), Licenciado en Ciencias naturales, Perito agrénomo, Individuo de la Sociedad de Agricultura Valenciana y de la de Amigos del Pais de Santa Cruz de Tenerife, Catedratico de Historia na- tural en el Instituto. — Gerona. MonistroL (Excmo. Sr. Marqués de), Caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos III, de la Academia de Nobles Artes de San Fernando.—C. de la Luna, 11, Madrid. Monsatup (Excmo. Sr. Marqués de).—Almendralejo (Badajoz ).— (Agricultura y Ganaderia. ) MontsERRAT Y ArcHS ( D. Juan), Licenciado en Medicina, Secretario general de la Sociedad Botanica Barcelonesa. — Plaza del Beato Oriol, 2, 2.°, Barcelona. — / Botd- nica.) 1872. 1876. 1873. 1872. 1872. 1874. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 131 Mora (D. Manuel de), Ayudante de Obras publicas. — Marmol de Bafuelos , 9, Cérdoba. — (Coledpteros. ) MoraGas Ucetay (D. Ricardo), Licenciado en Farmacia. — Lillo ( Toledo ). Moreno y Espinosa (D. Luis).—C. de Claudio Coello, 36, bajo izquierda , Madrid. Moreno Niero (Ilmo. Sr. D. José), Ex-Director general de Instruccion ptiblica, de la Academia de la Historia, Catedratico de la Universidad.—C. de San Marcos, 26 triplicado , 3.°, Madrid. Mortana (Sr. Conde de).- -Las Fraguas ( Reinosa). MiiLuER ( D. Clemente ), Ingeniero mecanico.—Holzhof- gasse, 2, Dresden (Sajonia ). Munoz y Barrepa (D. Vicente), Alumno de Medicina.— C. de la Magdalena, 30, 2.°, Madrid. MuNoz DEL CastTILLo (D. José), Doctor en Ciencias, Ca- tedratico de Fisica y Quimica en el Instituto.—Logrono. Munoz Coso y ARrRrEDONDO (D. Luis), Licenciado en Ciencias naturales y en Derecho, Catedratico de Histo- ria natural en el Instituto. — Jaen. Munoz y Frau (D. José Maria), Catedratico y Vicedi- rector de la Escuela de Veterinaria. —C. de San Ber- nardo, 75, principal, Madrid. Mur@a (D. Gonzalo de). — C. de la Libertad , 29, segun- do, Madrid. NARANJO Y GARZA (Ilmo. Sr. D. Felipe), Presidente dela Junta superior facultativa del Cuerpo de Ingenieros de Minas, y ex-Profesor de su Escuela especial, Individuo de la Academia de Ciencias, ex-Diputado 4 Cortes, -132 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN Socio de varias corporaciones cientificas nacionales y extranjeras.—C. de Leganitos, 47, 2.° derecha, Ma- drid.— ( Mineralogia, Geologia y Paleontologia.) Nieto y SERRANO ( Excmo. Sr. D. Matias), Secretario per- pétuo de la Academia de Medicina.—C. de Jacome- trezo, 66, 3.°, Madrid. Nunez (D. José Maria).— C. de Preciados, 1, principal, Madrid. OpertTHir (D.- Carlos), de la Sociedad Entomoldgica de Francia. —Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vi- laine ), Francia.—/Lepiddpteros. ) OBERTHUR (D. Renato), de la Sociedad Entomologica de Francia. — Faubourg de Paris , 20, Rennes (Ile-et-Vi- laine) , Francia. — ( Coledpteros. ) Oprapor (D. Pedro Antonio), Licenciado en Farmacia, Subdelegado de Farmacia del distrito.— Palma de Ma- llorca. OLAVIDE (Excmo. Sr. D. José), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catélica, dela Academia de Medi- cina, Doctor en Medicina. — C. del Clavel, 4, Ma- drid. OtIvAN (Excmo. Sr. D. Alejandro), de la Academia de la Lengua. —C. de Fuencarral , 55, 2.°, Madrid. OLMEDILLA Y Pure (D. Joaquin), Licenciado en Ciencias y en Medicina, Doctor en Farmacia, Profesor auxiliar de la Facultad de Farmacia, Académico corresponsal de la de Medicina de Madrid, premiado en publico cer- tamen por varias corporaciones cientificas.—C. de la Victoria , 8, bajo, Madrid. OL6zaGA (Excmo. Sr. D. Santiago), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catélica, Catedratico en la Fa- 1873. 1872. 1873. 1873. 1872. 1875. 1875. 1875. 1873. 1874. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 133 cultad de Farmacia de la Universidad. —C. de la Visi- tacion , 10, 2.°, Madrid. ONATE (Excma. Sra. Condesa de).—C. Mayor, 4, Ma- drid. OrpoNEz (D. Valeriano), Catedratico de Historia natural en el Instituto. — Badajoz. OrIo Y Gomez ( D. Antonio), Doctor en Ciencias natura- les, Catedratico de Mineralogia y Botanica en la Fa- cultad de Ciencias de la Universidad.—C. de Leganitos, 26, 3.°, Madrid. Ortiz (D. Juan), Doctor en Medicina, Director del Ma- nicomio.—Valencia. Ortiz Y LANDAURI (D. Antonio), Profesor veterinario en la Escuela central de Agricultura.—Plazuela de la Ce- bada, 15, 2.°, Madrid.—/Zootecnia.) OrvETA (D. Domingo), Presidente de la Sociedad mala- guefia de Ciencias fisicas y naturales.—Cortina del Muelle, 65, Malaga. Osis y Ezrerripa (D. Blas), Licenciado en Derecho.— Calle de la Libertad, 16, principal, Madrid. PaLacios (D. Pedro), Ingeniero de Minas. — Guada- lajara. PALACIOS Y RopRIGUEZ (D. José de), Farmacéutico.—Plaza de Santa Ana, 11, Madrid. Patou y Fiores (D. Eduardo), Doctor en Derecho, Cate- dratico excedente de la Facultad de Teologia.—C. de la Manzana, 4, 2.°, Madrid. Parpo y Moreno (D. Eduardo), Ingeniero jefe de serunda clase del Cuerpo de Ingenieros de Montes, Jefe del dis- 134 1872. 1875. 1874. 1873. 1875. 1873. 1873. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN trito forestal y Catedratico de Agricultura en el Insti- tuto.—Murcia. PARRAVERDE (D. Tomas), Doctor en Medicina, Médico- director de los banos de Alhama de Aragon.—C. de la Madera, 19, principal, Madrid. PAULINO D’OLIvEIRa (ILmo. Sr. D. Manuel), Profesor en la Facultad de Filosofia de la Universidad. — Coimbra (Portugal). Pris (D. Alejandro), Doctor en Medicina y Cirugia.—C. de las Conchas, 4, Madrid. PELLICO y MotinitLo (D. Ramon), Ingeniero de Minas, * Profesor de Mineralogia en la Escuela del Cuerpo. — Calle de Goya, 18, Madrid. Pena (D. Nicanor), Farmacéutico.—Argecilla (Guada- lajara). PENUELAS Y Fornesa (Excmo. Sr. D. Lino), Ingeniero jefe de primera clase del Cuerpo de Minas.—C. de Horta- leza, 61, 2.°, Madrid. PEREDA Y MarTINEZ (Ilmo. Sr. D. Sandalio de), Consejero de Instrucion publica, de las Academias de Ciencias exactas, fisicas y naturales y de Medicina de Madrid, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de His~- toria natural y Director del Instituto de San Isidro.— Calle de la Ballesta, 1, principal, Madrid. Prerez Arcas (D. Laureano), de la Academia de Ciencias exactas, fisicas y naturales de Madrid, Catedratico de Zoologia en la Facultad de Ciencias de la Universidad. —Calle de las Huertas, 14, 3.°, Madrid. —(Peces, y co leopteros de Huropa.) PEREZ DE ARCE (D. Facundo), Licenciado en Ciencias 1873. 1873. 1875. 1873. 1873. 1872. 1875. 1874. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 135 naturales, Catedratico de Historia natural en el Insti- tuto.—Guadalajara. PEREZ DE ARRILUCEA (D. Andrés), Licenciado en Ciencias naturales, Profesor de Historia natural en el Colegio _ del Rasillo.—Cameros (Logrono). PEREZ HERNANDEZ (D. Enrique), Abogado. —C. del Sau- co, 13, principal, Madrid. PEREZ Mazso (D. José).—C. de San Bernardo, 69, Madrid. PEREZ Moreno (D. Andrés), Inspector general de se- gounda clase del Cuerpo de Ingenieros de Minas.—C. de Leganitos, 2, Madrid. PEREZ ORTEGO (D. Enrique), Doctor en Ciencias.—C. de Lope de Vega, 28, 3.°, Madrid. PEREZ SAN MILLAN (D. Mauricio), Doctor en Farmacia, Catedratico de Historia natural en el Instituto.— Burgos. PicHARDO y PicHaRrDo (D. Gabriel), Licenciado en Medi- cina y Cirugia de la Universidad de Madrid, Alumno del Instituto Oftalmico de Madrid, Socio fundador y corresponsal de la Sociedad Anatémica Espanola, Socio de numero de la Histolégica de Madrid, Corresponsal de la Ginecologica Espafiola, de la Antropolégica Es- paiiola, de la Academia de Medicina y Cirugia de Ga- licia y Asturias, Socio de nimero de los Hospitalarios, Médico provisional del Cuerpo de Sanidad Militar, Mé- dico del Asilo de nifios de San Vicente de Paul, Cola- borador del Anjfiteatro Anatémico Espanol y de la Cro- nica Médico-Quirurgica de la Habana.—Calzada de Ga- liano , 95, Habana. PLA y Rave (D. Eugenio), Licenciado en Ciencias exac- tas, Ingeniero de Montes, Individuo de la Comision del Mapa Forestal de la Peninsula, Comendador de la Real y distinguida Orden de Carlos III, Caballero de la Or- 136 1872. 1874. 1872. 1872. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN den del Mérito Naval, Correspondiente de la Real Aca- demia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona.— C. del Soldado, 7, principal, Madrid. Pians (D. Fructuoso), Catedratico en la Facultad de Farmacia de la Universidad.—C. de las Cortes, 288, 3.° derecha, Barcelona. Pxiason (Doctor). — Postgasse , 22, Viena. Pory (D. Felipe), Socio fundador de la Entomologica de Francia, Licenciado en Derecho, Catedratico de Mine- ralogia y Zoologia en la Universidad.—C. de San Nico- las, 96, Habana. — (Jctiologia.) Pomso (D. Antonio), Socio fundador del Ateneo cienti- fico, literario y artistico de Vitoria, Licenciado en Far- macia, Doctor en Ciencias naturales, Catedratico de Historia natural y Secretario del Instituto. — Vitoria. PortiILLA (Excmo. Sr. D. Luis Maria), Caballero Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catdlica, Doctor en Me- dicina. — C. de Leganitos, 7, Madrid. Pou (D. Luis), Catedratico de Historia natural en el Ins- tituto. — Palma de Mallorca. Precioso y Lopez (D. José), Doctor en Medicina. —C. del Duque de Alba, 8, 2.°, Madrid. PREUDHOME DE Borre (D. A.), Secretario de la Sociedad Entomologica de Bélgica.— Museo del Estado, Bru- selas. PriETO y CAuLes (D. Francisco), Ingeniero primero de Caminos, Canales y Puertos, Profesor en la Escuela superior del mismo Cuerpo.—C. de Goya, 14, princi- pal, Madrid.—/(Geelogia y Malacologia.) Prieto y Prieto (Ilmo. Sr. D. Manuel), Caballero Comen- 1872. 1874. 1872. 1872. 1872. 1872. 1875. 1874. 1874. 1872. LA £OCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 137 dador de numero de la Orden de Isabel la Catdélica, Jefe de Administracion de segunda clase, Catedratico de la Escuela de Veterinaria. —C. de Espoz y Mina, 1, 2.° derecha, Madrid. — (Zoologia, Anatomia y Fisiologia comparadas.) Protonco (D. Pablo), Farmacéutico. — Malaga. — (Bo- tanica.) Puc y Larraz (D. Gabriel), Ingeniero de Minas.—C. de Pavia, 2, 2.°, Madrid. Puiccari (D. Juan), Licenciado en Medicina. —C. del Conde del Asalto, 45, 2.°, Barcelona. Purzeys (D. Julio), Secretario del Ministerio de Nego- cios extranjeros.—Chaussée Saint-Pierre, 70, Etterbeek (cerca de Bruselas), Bélgica.— (Coledpteros.) Qurroca y Ropricuez (D. Francisco), Licenciado en Cien- cias, Doctor en Farmacia. —C. dela Union, 8, 3.°, Ma- drid.—/(Mineralogia y Geologia:) Rapa Y Detcapvo (D. Juan de Dios de la), de la Academia de la Historia, Catedratico en la Escuela Diplomatica. —Corredera baja de San Pablo, 12, 2.°, Madrid. Racusa (D. Enrique). — Hotel Trinacria , Palermo ( Sici- lia). — (Coledpteros de Huropa.) Ramos (D. Siro), Ingeniero industrial, Director de la fa- brica La Segoviana. — Segovia. REMENTERIA Y Ropricuez (D. Ramon), Licenciado en Derecho.— Corredera baja de San Pablo, 10, principal, Madrid. ? Risera (D. Emilio), Doctor en Ciencias naturalés, Ca- tedratico de Historia natural en el Instituto. — Al- meria. 1875. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872 1874. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN FuperA (Exemo. Sr. Marqués de la), Consejero de Es- tado, Miembro de la Sociedad Geolégica alemana. — C. de Serrano, 6, 2.°, Madrid. — (Mineralogia.) Rico y Jimeno (D. Tomas), Catedratico de Historia natu- ral en el Instituto. — Osuna (Sevilla). — (Geolegta.) Riva Paracio (D. Vicente de la), General del ejército mejicano. — Méjico. Roca y Vecino (D. Santos), Licenciado en Ciencias na- turales. —C. de Segovia, 1, principal, Madrid.— (Mi- neralogia.) RODRIGUEZ DE CePEeDA (Excmo. Sr. D. Antonio), Decanoy Catedratico de la Facultad de Derecho en la Universi- dad. — Valencia. RopRIGUEZ Y Femenias (D. Juan J.).—C. de la Libertad, 48, Mahon (Menorca). — (Botanica.) RopricuEz Ferrer (Ilmo. Sr. D. Miguel), Caballero Co- mendador de la Orden de Isabel la Catélica, Gran Ofi- cial de la Corona de Italia, Correspondiente de la Aca- demia de Nobles Artes de San Fernando, Jefe superior de Administracion, Magistrado de Audiencia. —C. de las Infantas, 34, 3.° izquierda, Madrid. Rotonpo Nicotao (D. Adriano).—C. de la Ballesta, 17, 3.°, Madrid. . Rusto (D. Federico), Doctor en Medicina. —C. de Ponte- jos, 10, 2.°, Madrid. Ruiz Meto (D. Ernesto), Ingeniero de Montes. —Ha- bana. Ruiz Perez Moreno (D. Emilio), Alumno de la Escuela de Ingenieros de Montes. — Escorial. 1872. 1873. 1872. 1873. 1872.: 1874. 1872. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 139 Ruiz De Satazar (D. Emilio), Director del periddico #7 Magisterio Hspaiol, Licenciado en Derecho, Doctor en Ciencias, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias en la Universidad. —C. del Horno de la Mata, 12, 2.°, Madrid. SAAVEDRA (Exemo. Sr. D. Eduardo), Ingeniero de Cami- nos, Individuo de las Academias de Ciencias y de la Historia. —C. de San Joaquin, 11, principal derecha, — Madrid. Sarnz DE BARANDA (D. Isidro), Inspector de primera clase del Cuerpo de Ingenieros de Minas. — Villaviciosa de Odon. Sainz GuTIERREZ (D. Pedro), Catedratico de Historia na- tural en la Facultad de Ciencias de la Universidad.— Granada. SALINAS Y SALAZAR (D. Justo), Ingeniero de Montes, In- dividuo de la Comision de la Flora espafiola. —C. de la Madera, 31, 3.°, Madrid. — ( Botanica.) San CArtos (Excmo. Sr. Marqués de).—San Bernardo, 65, Madrid. SANCHEZ ComENDADOR (D. Antonio), Catedratico y Decano de la Facultad de Farmacia en la Universidad. — Bar- celona. Sancuez Merino (Excmo. Sr. D. Ramon), dela Academia de Medicina, Catedratico en la Facultad de Medicina de la Universidad. — C. de Espoz y Mina, 9, 2.°, Madrid. SANCHEZ PozuELo (D. Manuel), Disecador 1.° en el Museo de Ciencias naturales. —C. de Alcala, 11, 2.°, Madrid. San Martin (D. Basilio), de la Academia de Medicina.— Plaza de Celenque, 3, 2.°, Madrid. 140 1872. 1874. 1872. 1872. 1872. 1873. 1876. 1874. 1873. 1874, LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN SANTISTEBAN (D. Mariano), Catedratico de Fisica y Qui- mica en el Instituto de San Isidro. —C. del Grafal, 11, principal, Madrid. Sanz Bompin (D. Manuel), Doctor en Medicina.—C. de la Espada, 9, principal, Madrid. Sanz DE Dirco (D. José), Profesor de Matematicas. — C. de San Bernardo, 15, principal, Madrid. Sanz y Pascuau (D. Juan), Catedratico de Historia na- tural en el Instituto. —Santiago de Galicia. Saura (D. Santiago Angel), de la Academia de Ciencias _ naturales y Artes de Barcelona, de la Sociedad Entomo- ldgica de Francia, Socio honorario del Instituto agri- cola catalan de San Isidro y de la Sociedad Botanica Barcelonesa.— C. de la Canuda, 35, Barcelona.—/(#2- tomologia y Malacologia.) SAUVALLE (D. Francisco A.), Vicepresidente de la Acade- mia de Ciencias médicas, fisicas y naturales de la Ha- bana. — C. Real, nim. 18, Regla (Cuba ).—(Botdnica.) SEEBOLD (D. Teodoro), Ingeniero civil, de la Sociedad de Ingenieros civiles de Paris, representante de la casa F. _Krupp, Comendador de la Orden de Carlos III, Caba- llero de varias érdenes extranjeras. — ©. de la Estufa, 3, 3.°, Bilbao. —(Lepiddpteros.) SECALL & InpA (D. José), Ingeniero de Montes. —C. del Mercado, 10, principal, Logrofio. SEGOVIA Y CorRALES (D. Alberto Maria), Doctor en Cien- cias naturales, Individuo del Circulo agricola salman- tino. —C. de Placentinos, 7, Salamanca. SeLys-Loncacuamps (D. Edmundo de).—Boulevart de la Sauvenniére, 34, Lieja (Bélgica. ) 1873. 1872. 1872. 1874. 1874. 1872. 1874. 1873. 1873. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 141 SERRANO E IzquierDo (D. Isidoro). —C. de la Paz, 6, 2.°, Madrid. SILVELA (D. Luis), Catedratico en la Facultad de Derecho de la Universidad. —C. de San Bartolomé, 7, 2.°, Ma- drid. Socorro (Excmo. Sr. Marqués del), Arquitecto, Presi- dente de la Academia de Ciencias exactas, fisicas y na- turales.— Calle de Jacometrezo, 41, Madrid. SoLANO Y Euate (D. José Maria), Doctor en Ciencias na- turales, Ayudante por oposicion en el Gabinete de Historia Natural. —C. de Jacometrezo, 41, Madrid.— (Mineralogia y Geologia.) Sotomayor (D. Manuel).—C. del Olmo, 24, Madrid. Sratu (D. A.), Doctor en Medicina, Cirugia y Obstetri- cia. —Bayamon (Puerto-Rico ). Suarez (D. Sergio), Ingeniero, Inspector facultativo de Hacienda. —C. del Prado, 3, 2.°, Madrid. — (Botanica y Entomologia.) Suarez Canton (Ilmo. Sr. D. Nicolas), Jefe superior de Administracion.— Cangas de Tineo ( Asturias). Suarez Inctan(D. Julian), Teniente Coronel, Capitan de Estado Mayor del [jército , Profesor de Topografia y Geologia en la Academia especial del Cuerpo. —Calle de Recoletos, 6, 2.°, Madrid. — (Geologia. ) SuREDA y VILLALONGA (D. Juan), Abogado y Propietario. — Palma de Mallorca. TABOADA DE LA Riva (D. Marcial), Doctor en Medicina, Director de los bafios de Trillo.—C. de las Infantas, 11, 3.° izquierda , Madrid. ACTAS DE La SOC. ESP.—V. 11 142 1873. 1874. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN TEsERO (D. Cipriano) , Ingeniero civil. —C. de Fuencar- ral, 119, 3.°, Madrid.—(Agricultura.) - TEeLLEz ¥ Vicen (D. Juan), Catedratico en la Escuela de Veterinaria.—Plaza de San Andrés, 2, Madrid.’ Texipor (D. Juan), Catedratico en la Facultad de Far- macia de la Universidad. — Barcelona.— (Botanica. ) Toca (Excmo. Sr. Marqués de), de la Academia de Me- dicina , Catedratico jubilado de la Facultad de Medi- cina de Madrid.—C. de San Miguel, 23, principal, Madrid. Tornos (Ilmo. Sr. D. Lucas de), Director del Gabinete de Historia Natural , Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de Zoografia de los invertebrados en el Museo de Ciencias naturales.—C. de los Reyes, 20, 2.° derecha , Madrid. TorrEPANDO (Sr. Conde de), Ingeniero de Montes. — C. de Gravina, 20, 2.°, Madrid. Torres AcuiLar (D. Salvador), Licenciado en Filosofia y Letras, Doctor en Derecho civil y candénico, Catedra- tico de redaccion de Instrumentos publicos y actuacio- nes judiciales en la Universidad.—C. de Lagasca , 22, 2.°, Madrid. TrREMOLS Y Borret (D. Federico), Catedratico de Qui- mica inorganica aplicada en la Facultad de Farmacia de la Universidad. —C. de San Honorato, Barcelona.— (Botanica. ) Usacu y Sorter (D. Antonio), Propietario agricultor. — Tarrasa. —(Zootecnia agricola.) Unacon (D. Federico de).—C. de Isabel la Catélica, 12, 2.°, Madrid. 1874. 1872. 1874. 1872. 1875. 1874. 1876. 1872. 1875. 1873. 1874. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. 143 Unacon (D. Pedro Pascual de), Ingeniero de Minas. — Linares. Unacon (D. Rodrigo de), Banquero.—C. de Jorge Juan, 7, principal, Madrid. Unacon (D. Serafin de), Banquero, Miembro de las So- ciedades entomoldgicas de Francia y de Berlin. —C. de Jovellanos, 7, 3.°, Madrid.—(Coledpteros de Europa.) Usera (D. Marcelo), Ingeniero primero del Cuerpo de Minas, al servicio del distrito de Granada. — Granada. VaLpEs Y Pasares (D. Juan), Doctoren Medicina.—C. de la Amnistia, 12, 3.° derecha, Madrid. —/(Aves de Fs- pana. ) VaLERO Y CasTEL (D. Blas), Doctor en Filosofia y Letras, Catedratico auxiliar de la Universidad. — Valencia. VALLE y ORTEGA (D. Tomas), Médico de la Armada. — C. de Hortaleza, 8, principal, Madrid. VALLEJO y Panpo (D. Luis), Licenciado en Ciencias fisi- cas y naturales, Doctor en Derecho civil y canénico.— C. de Ciudad-Rodrigo, 2, 2.° derecha, Madrid. VayREDA ¥ VILA (D. Estanislao ), Licenciado en Farmacia. —Besalu', Sagaré (Gerona ).— ( Botanica.) VazouEz y Lopez-Amor (D. Antonio), Doctor en Derecho civil y canénico, Licenciado en Administracion.—C. de la Biblioteca , 2, Madrid. Vazquez Reyes ( D. Evaristo ), Licenciado en Ciencias na- turales.—Corredera Alta de San Pablo, 7, principal, Madrid. VeLasco (D. Juan), Coronel de Estado Mayor.—C. de Hortaleza, 50, 2.°, Madrid. ° 144 1873. 1872. 1876. 1872. 1873. 1873. 1874. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN VELAZ DE MepRANO (D. Fernando ).—Ingeniero de Montes. —Soria. Vercara (D. Mariano), Doctor en derecho.—C. de los Canios, 5, Madrid. ViceNTE (D. Nemesio). — Calle de Gravina, 5, Ma- drid. VicuNA (D. Gumersindo), Ingeniero industrial, Cate- dratico de Fisica matematica en la Facultad de Cien- cias de la Universidad. —C. de Jacometrezo, 44, 3.° iz- quierda, Madrid. Vinat (D. Francisco), Doctor en Medicina y Ciencias.— Portaferrisa, 4, Barcelona. Vat (D. Jerénimo), Propietario.—C. de Floridablanca, 3, principal, Madrid,— (Ag7vicultura.) VIDAL Y Sover (D. Sebastian), Ingeniero de Montes, Jefe de la Comision de la Flora y Mapa forestal de Filipinas. — Manila. VieiTES (D. Vicente), Individuo de la Sociedad Antro- pologica Espanola y de la de Economia politica, Socio honorario de la Academia Compostelana de Jurispru- dencia, Académico profesor de la Matritense de Juris- prudencia y Legislacion , Comendador de la Orden Ame- ricana de Isabel la Catélica, Licenciado en Derecho civil y candnico, Juez de primera instancia de Barbas- tro.—Barbastro. — (Zoologia. ) VILANOVA y Prera (D. José), Ingeniero de Minas. —C. del Gobernador Viejo, 7, Valencia. ViLANOVA Y Pirra (D. Juan), de las Academias de Medi- cina y de Ciencias exactas, fisicas y naturales, Doctor en Ciencias y en Medicina, Catedratico de Geologia y Paleontologia en la Facultad de Ciencias de la Univer- 1873. 1876. 1872. 1872. 1873. 1872. 1873. 1872. 1872. 1875. 1873. LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL, 145 sidad.— C. de San Vicente, 12, principal, Madrid.— (Geologia y Paleontologia. ) VincENT (D. Pascual ).—C. de las Hileras , 6, 2.°, Madrid. Wacner (D. Eugenio ) , Secretario de la Legacion Impe- rial de Rusia. —C. de San Quintin, 6, principal, Ma- drid. YaNeEz (Excmo. Sr. D. Teodoro), Catedratico en la Fa- cultad de Medicina de la Universidad. —C. de la Mag- dalena, 19, principal, Madrid. ZAPATER Y GomeEz Corposes (D. Ildefonso). — Teruel. ZAPATER Y MaRconeLL (D. Bernardo), Presbitero.— Al- barracin. — (Lepiddpteros.) ZARAGozA (D. Justo).—C. de Campomanes, 4, 2.° iz- quierda, Madrid. ZAYAS Y JIMENEZ (D. Francisco), Doctor en Medicina, ex- Catedratico de Anatomia general en la Universidad de la Habana.—C. de O'Reilly, 36, Habana. ZIMMERMANN (D. Augusto).—C. de Serrano, 82, bajo izquierda, Madrid. Zusia (D. Ildefonso ), Catedratico de Historia natural er el Instituto. — Logrofio. — (Botanica. ) Socios que han fallecido. CABALLERO (Excmo. Sr. D. Fermin), de Barajas de Melo. CHavarri (D. Juan), de Madrid. CIsTERNAS (D. Rafael) , de Valencia. CuBERO Y FERNANDEZ ( D. José), de Granada. Datmav (D. Gabriel), de Palma de Mallorca. 146 S. F. 1872. 1876. 1873. 1872. 1872. 1872. 1873. 1873. 1874. LISTA DE LOS SENORES QUE COMPONEN FERNANDEZ DE SALAS (D. Saturnino ), de Albacete. FortTANeET (D. Joaquin), de Madrid. Motano y Martinez ( D. Pedro ), de Badajoz. PELLICO y Pantacua (D. Ramon), de Madrid. PIOCHARD DE LA BRULERIE (D. Carlos) , de Paris. Portitio (D. Andrés), de Palencia. Usera (D. Gabriel) , de Madrid. Viar (D. Vicente), de Logrono. Vipat (D. Angel ), de Madrid. VILLANUEVA ( D. Pablo), de Salamanca. Socios que han renunciado a formar parte de la Sociedad. 1873. 1873. 1873. 1872. 1872. 1873. 1872. 1872. 1872. 1872. 1872. 1873. 1872. 1873. 1872. 1874. Attarp (D. Ernesto ), de Paris. Arrieta (D. José Joaquin) , de Madrid. Bautista (D. Marcelino), de Madrid. CorTADELLAS ( D. Facundo ), de Valencia. Diaz pE Arcaya (D. Manuel), de Avila. Ecozcur y Cia (D. Justo), de Madrid. EsTEBAN Y GARZARAN ( D. Francisco), de Teruel. GONZALEZ y Canates (D. Vicente), de Gerona. Garcia CaBReERO ( D. Ignacio), de Granada. GoNnZALEZ AGUINAGA ( D. José Maria), de Madrid. Rios y Rat (D. Candido), de Pontevedra. Rojo y Boretia (D. Carlos), de Tarrasa. RopweE tt (D. F. G. T.), de Malborough (Inglaterra). SANCHEZ (D. EKusebio ), de Madrid. SuHarpP (D. David), de Thornhill (Escocia). SrerRRA (D. Salvino ), de Madrid. Madrid 31 de Diciembre de 1876. Fil Secretario, Jos—E Maria Souano y Euuate. = LINDE GE DE LO CONTENIDO EN EL TOMO V DE LOS ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. Pags. Mac-Puerson (D. J.) Sobre las rocas eruptivas de !a provincia de Cadiz y de su semejanza con las ofitas del Pirineo. . .. . 5 MARQUES DE LA Ripera. El Eozoon canadense.. -.......2.2. 27 Unacon (D. S.) Coleépteros de Badajoz (Primera parte)... ..... 45 Borivar y Urrutia (D. I.) Sindpsis de los ortopteros de Espana y Portugal (Primera par tess. P6) PUL IP 3) Pee & dee eS 79 Pory. Enumeratio piscium cubensium (Segunda parte)........ 134 Opwmo0ca y Ropeicuez: Ofita.de Pandowie 2s) 3 he hin fe, so 27 AnEVALO:Y BAcA. Lavsierravde laJamayy. 2h esta ali vee ad als 233 Mompo. Catalogo de las aves de Tenerife... ...........24- 241 Borivar y Urrutia. (D. I.) Sindpsis de los ortopteros de Espana y Portugal (Segunda parte)... ss. alesse le a at ose sve 259 Pory. Enumeratio piscium cubensium (Tercera parte). ........ 373 Costa. Apuntes sobre dos especies nuevas de la flora catalana.. . 405 CALDERON. Enumeracion de los vertebrados fdésiles de Espafia.. . . 443 Actas de la Sociedad Espanola de Historia natural. ......... | Lista de los senores Socios de la Espanola de Historia natural. . . 107 Indice de lo contenido en el tomo v de los ANALES DE LA SOCIEDAD EspANOLA DE HISTORIA NATURAL... .....+..-.. dase ME Indice alfabético de las especies y géneros descritos, 6 acerca d cuya patria 6 sinonimia se dan noticias interesantes.. . . 4149 INGIVELLCTI ClAcr MERE Noo e ie eos Tiectcete etc open o vhcvellah a ames N77 i. fs i} Ra ciel he an Det ae Na ey ie A TS (eee lis Sl ob ks ts) > . , onara 1 ‘ 5 TEE ‘ | is “y Lg * Soe ad tivete y,, ' 4 an he al wt ¥ 7 “ee ee tag UB A ee ies ve oid " ui rr pit WON ‘an a PITAL ‘ LACPL ST ES eu Ko he Bal Ve ey y van 3 < re. I ‘“ ' s - ma a ' a € P : ' uy i ¥ fd I b at - i F Petty eee uid t ad ’ ¥; t *. ~ ; La ; . We ni Lanwist t st 3 4 } t ‘ 44 ™. r, (owe ee uy th Odi Al's Li Jariy as. abaind | 1 1 . Vs Midget ah planet wa 1 Ort eaey dots ahal SV oe Oe pth sevens uy ‘ ; é au Liew? oie 2 rot atl ae? siti * A F ay by Oe ay is) he lee pate 1a | 7 SER he Agee Pia i wan hs iA ot as ACA Stir A oe Laid stateet a) rm "4 3 wir at si rhs st é 7 | sé FF i a ai “2 a. ; ’ . : - ‘ : \ H 7 7 Piel ¢ ‘) : Mi + ‘ a once BOTs Ul: aD PON We gH Oe | i 1 ‘ine au Mr priii a seis r * ' : fy NK , ue l A : a . 2 Pipe 7 4 ty wh a Leia a, - y e oy) pe ¢ ¢ , = ; 5 ‘ ; . si y x =| ‘di i oa) Pe » Ply fT’ a4 Le rae rel Pa > {NDIGE ALFABETICO DE LAS ESPECIES Y GENEROS DESCRITOS, 6 ACERCA DE CUYA PATRIA 6 SINONIMIA SE DAN NOTICIAS INTERESANTES. Pags. Pags. Abildgaardii (Scarus)....... 153 | acutus (Scoliodon).......... 397 abubilla....... emits bine Do WOME haa scale oe creel aise poate 414 CaO PROHEELIANAS 5 0/0) n)aials, 010.0. eijale sets 398 | advena (Helix) SRS amare 49” Acanthias (Acanthias)....... 398 | wegyptiaca(Heterogamia).... 4130 Acanthostracion...... «. 2416, 217 | * egyptium (Acridium)..... 294 AGATB A 2 504 so 0 Serie 442 | wgra (Homalota)........... 66 Accentor..... SURE SSE .». 237, 77’ | eneicollis (Homalota)....... 66 GQCEGIG. 0. eeesccessceeseess 18% | wratus (Ochthebius)........ 60 AGEYVULINS si.) s)6s 26. .i<..6> 59 * Acrida...... 306, 308, 309, 48’ | affinis (Fierasfer).....:.... 179 * Acridium.. 91, 93, 279, 292-295, | * affinis (Pamphagus)...... 287 303, 343, 355 | affinis (Stilicus)............ 70 acronotus (Platypodon)..... 389 | Agabus.......... aetsieiate 56 * Acrotylus. 353, 364, 362, 363, 48’ | agachond....ccescocceessoe YOO PREMAOMONS cic )s «faja0 sje Peo: | A SRIZE ( DIBA) iors ca. sivce.n « 135 Acupalpus......-cececcnees. 52 | Sgata....s.0--00; sinters okere 78’ acutus (Pseudoscarus)....... 4160 | Agave........+-..seee ott pokes NOTAS.—1.2 Los nombres yulgares van escritos en letra cursiva; los de especies 6 géneros ya conocidos, pero descritos en este tomo, van precedidos de un asterisco? y de dos los que se dan 4 conocer como nuevos para la ciencia. 2.2 Los nombres que indican pdginas de las Acfas, llevan despues este signo ’. Ty iy ae 150 INDICE ALFABETICO. Pags. agglutinans (Textularia)..... 20’ Agonostomus.....0..-..%.. 443 A SONU are ae ole sie aialelotejeferain a mannee agrionoides (Bubo)...... gine, SAA’ agrorum (Chlenius)........ 50 dguila...6.... Seaaaie «. 242, 243 dguila perdicera.. .... ...+ 236 giila Peale. owe hase oe es 236 agiililla:. so seth. ae ees Kine. Teale QQUPOMS. io vere sw eee N61, 162 AGUZANTEVES... 0.00.05. eattapehs 246 aguzanieves amarilla........ 246 Alana o<5.51.%e tee 242, 249, 77’, 82’ alba (Motacilla)......-. 246, ‘77’ alba. (Nympheea))..2 0... 3 258 ala HOSA) 2 x testes tues aaeler the pect 408 albicilla(Baleb ey vee eres eiass 82’ albiflora (Reutera).......... 409 albipes (Anchomenus)....... 54 albonotatus (Lionychus).... 49 Alignla Nee estates os eet tices kei GUCDUOT So cc ay a's cicrg loess 8 245 QUCGT OVE sa eres 6 stele sees eapa 254 ICON. ter iatelettiiere Qc ke wears 243 GUCCI a eG > wrereieianeapicieniey Mat PAU B Ge MHA iar. fa.cre ste ie eee 61 GUAPO aise ie aes BS Weer ecmpe 13) WIQUNT OU sc ate ois oie, oh deter ee it 6G: algerica (Heterogamia)...... 130 aleiries, (Tachys) inc... 055, 00 GUMOCKE Dae He 0 ws 5.0: = ie crettye 243 almanditia...: ¢sseees ar. ore 34’ QUOREID TS ha. shite as Se ES) GIONATA PEQUENA. +... 20.05 249 ALOpIAs. es cet a aiceiecras aAcep LOSS LOSE wince eotactiela je arnt ate ake 249 alpina (Forficula)........... AAA alpinus (Accentor).......... 237 alpinus (Cypselus).......... 238 alpinus (Pyrrhocorax)....... 237 altipinna (Belone)......... - 4162 altivelis (Caulopus)......... 184 Pégs. Alutera..... winnie ae ata 209, 240 Allardi (Omalium)......... 9 77 JATMAT Aba reret cio’ cis. 2 chalacersiane etek 53, 54 Amaltheus (Tragocerus).... 434 ambiguum (Bembidium)..... 55 Am blystomiugy.. «,. 06 s6.00-ss 52 *AMELGRi.< os cee sane 262, 264 * americana (Periplaneta)... 127, N28, 48’ AMMONILES ce cnc einen 235, 84’ Amphistegina..... 38, 39, 40, 20’ Anmacena.....5:.s5s oath te 57, 59 dnade..... BCA Io. Pere dnade cuchareta.........0.6. 257 analis (Congromurena)..... 494 * analis (Forficula)..... 106, 108 analis (Homalota).......... 66 analis (Pomacentrus)........ 143 PAMIAS serio taser teretatets oes s AOM eae anchoa pelada......++2....- 190 Anchomenuss,....s-s she aren rae andalusicus (Scydmenus).... 78 andaluz..cssececees seein ~ 246 GNGONUO « Xig:0 2 c0 ook aiele ope aie 2. 24 ONMOVUN acc aie ole se ete aerate r2 248 AMETIAR Ss: cra os edn aohanire 86’ NC hiccwiarss 0 tis se ae eee . aol ANGUUG.C .e we aati os Soi. BU are wae NTU UIS: sates cece el see lomel oes «soe angustatum (Lathrobium).... 69 angustatus (Sunius)....... mrrell fs angustidens (Mastodon)..... 427 angustirostris (Anas)....... 258 Anisodactylus....... sleet 50 Anmularig t.¢: 22 sim see eaters ANT * annulipes (Forcinella)..... 402 | Anoplotherium.......%.-+0,4 434 Amt enMAariUs | v5 = iste «0 eel ee ae 176 antennatus (Gomphocerus)... 320 Anthobiumy, ./se'5<- eee Braet ta AMES: «...0:61015 00 cpeveinie acl eon Antilope .,2i6.0:s 5 4:2, & ss:anjseiniaeees INDICE ALFABETICO. 151 Pags. antiqua (Testudo).......... 16’ antiquorum (Pristis)........ 404 AEETUO ce Sem mereishovercist send 0.05 32! Aphsenogaster. ........... 17; 18 * Aphlebia. 92, 113, 116, 120, 126 PAHOTISUIAS frei SS Ists cis hho ale 182 apiaster (Merops)........... 83’ * apicalis (Gomphocerus). 319, 333 PPFOGOMMLEB Ss cieihs cishelas Ricleae s 50 MUPRIONOGON. Sos ease esc eie ees 396 * aptera (Chelidura)........ 109 PEPUYE IMIR Ra lelers wio.4/aiea else 2 235 apes (Cypselus). site e 248 aquaticus (Aramus)......... et aquaticus (Rallus).......... 256 fy) jell CAR Rae ae oR a 236, 243 aquilles (Ammonites) ...... 235 Arago (Calymene)...... ere i Aramaca(Hemirhombus).... 4180 Aramus...... Seber Meat: Cis * Arangoi (Cheerojulis)...... 151 arborea (Alauda)........ sea CEL arborea) (Hyla)s ss se... J) 45’, 48” Archeocyathus:.\.\) 3 sen ve. 33 MER ico! slelelatclsjole'sisleraleee ass 13’ * Arcyptera............+ 343-345 arcuata (Gryphea).......... 35! arcuatus (Numenius)........ 256 CMS aa as shares c,d Pen las ates tale 254 areolatus (Blemus)....... else) tare argentatus (Larus).......... 258 PISA eh ee reletet a Sette = 50 armata(Pyrgodera)...... ran 227) Armeniacus (Elephas)....... 426 arvensis (Alauda)-. sjeeitsi oc 249 PIS RLMS: 5.1" tote leetalaic eerste « 95! ** ascendens (Syngnathus).. 375 *¥¥Assoi (Ameles) sisi: sos 265 asterisans (Nonionina)...... 49’ AGUIBISH 3523 scabies male he 52 Astrapeus. . 2.0.0 cceecss cee 68 Astar sss Ses tones ons 243 Pégs. ater (Parua);....\sj!0 nije Dietine a ater (Stenus).....seeeseees 75 Atherina ......cesscecees- - 4142 atomarius (Scarus),.....+.6+ N57 | etre (Mulia) <3 Wihiveteve wsyerniee's 957 Atractosteus .....0.ese 377, 378 atramentaria (Homalota).... 66 atratulus (Stenus).........- 75 atratus (Anchomenus)....... o4 atricapilla (Sylvia)....... 247, 83’ atricapillus (Demetrias)..... 49 atrocyaneus (Pomacentrus). . AAS atlanticus (Megalops)..... . 4188 attenuatus (Quedius)........ 68 Aulostoma....seeeeeeeeeeee 165 aureliense (Mastodon)....... 428 aureliense (Paleotherium)... 430 * auricularia (Forficula). 105, 106 GUTINCNG Jao.aras vaste ogi snd ole es 268 aurita (Saxicola).........0+. 237 * Australasia (Periplaneta). 128, 48’ QUE TICs cae vidoes ses. 255 QUOT TEAL «| Har aintetatsle'y «ete ale ale 238 * azurescens (Sphinctonotus). 361 bacalaus (Gobionellus)...... 168 + Bacillus. -!taeferet 94, 273, 274 badenensis (Vaginulina)..... 19’ * petica (Iris). ....--.. shideryia tO DatfO8.....+00 ite a ata Save 245 Balanus....sece.-eeeseeces 16! Balistes...0.6.-sss 203, 204, 205 balteata (Tachyusa).......-. 65 ballota (Quercus).......+.4- 46 barbara (Hutheia).........-. 78 barbarus (Cervus)........+. 433 barbarus (Aphenogaster).. 77, 78 barbata (Brotula)..........- \79 barbatus (Gypaétus)........ 236 Gambud’...0:5,0,4 stsersies tee cebiate 440 Barreto (Gobioides)........-+ 167 batychrus (Leptacinus)...... 69 Batrachus. ......scceqeeees 178 152 INDICE ALFABETICO. Pags Beaumonti (Seriola)...... 444, 441 DECE FTASESC erates alee a¥ole ate lotete 255 DCCLDDG aha). tatotatotalaratevainieteietetetere 255 Beccarii (Rotalia)........... 19’ Becki (Monograpsus)...-.... 96’ Belemnites. ....0.e0+.ceee- 84! Beloneica seteme ne cated orev 161, 162 Bellerophon..........- ois Mote dese bellicosus (Brachinus)....... 49 Bembidium, «05:5 Mc css 01 3709 GEQWETE AG ss Pate Vata oh ra sal hat 255 BeGropuiss only cre ytotetetas eho esate 59 Berthelotti (Anthus)......... 83’ Bibroni (Pleurodema)....... 37’ bicarinatus (Hydroporus).... 56 bicaudalis (Lactophrys)..... 218 bicolon (Ochthebius)...... - 60 * bicolor (Gomphocerus).... 332 bifasciatus “(Julis)..fccas.s/ee 149 biguttatum (Bembidium).... 55 * biguttulus (Gomphocerus). 318, 331 bihamatus (Hydroporus).... 56 bilobatus (Bellerophon)..... 95’ Bilobitesi..... ese os 95’, 96’ bimaculatus (Sunius)....... 75 binotatus (Anisodactylus).... 50 * pbinotatus (Gomphocerus).. 319, 333 * bioculata (Hierodula)...... 262 * bipunctata (Tettix). 368, 370, 372 bipunctatus (Agabus)....... 56 bipustulatus (Hydrobius).... 23” bistriata (Tachys).......... 56 bituberculata (Myrmedonia).. » 63 bivittatus (Chcerojulis)...... 150 BICCHTUR. sce icra so oetele we oe 49 BlGdHiss soe cio marek eee 76 Bleekeriana (Pellona)....... 190 Blomugs ganas eee 54 Blenniast’, eee NTA, 172 Pags Boblayei (Ostrea)........... 16’ BOCAAUICE. «vais oles stoisltavclalelels 397 BOCHY Ss stoberoleteisisiciarsiselcce sleet 245 DOCOMD se Ae tank ciate 190, 194 Bodianus a0e nhs os eee AAT boletophagum(Megasternum). 60 Bolitobims, «220% cbse 67 Bolivarii (Hunapius)........ 305 ** Bolivarii (Gomphocerus).. 317, 327 boodon (Palzomeris)....... 435 VGBieie scale lave ora oeatonete AVA, 415, 435 boschas(Anas)...../0020e%' 257 brachialis (Scarus).......... 155 brachycephalus (Uranichthys) 197 ** Dbrachycephalus (Syngna- LETS) 5 seis ata taal ae 375 brachydactyla (Alauda).. 242, 249, 82’ PaDrAach yy lAwisis Garcentctele sce 98, 103 Brachinus. ..0% seletttat ene 5 atatae 49 brachyotus (Otus).......... 24h brachyurus (Ophichthys).... 4197 brachiusculus (Gram micole- PIS) sco cyalereleie totter enters 133 Brady cellusiy.5%1. = ossilemee 50 PRAGA Fo wid'sla sialilotear eee 257 STATI ote iso aim wie ote erierelete eee 135 brasiliensis (Mugil)......... AAA brasiliensis (Narcine)....... 403 brevipennis (Aphlebia)... 122, 123 * brevipennis (Gomphocerus).. 316, 321 brevirostris (Hipoprion)..... 394 brévis (Amara). «iSite eaten 54 brevis (Cetengraulis)........ 4190 brevis (Forficula)......... en ie Brevoorti (Brama).......... 135 BYy axis s.cas.ce sede eee Pia Fh.) Bronni’ (Cruziana):s.. dns 96’ Brotulags a) 251 canina (Rosa)...... gos oa k07 AOS Canis gis sepetonas Ae BVO OL 42h canis (Mustelus)............ 397 Cannabina sos aistuesens Hao ces oT cannabina (Fringilla)....... rw * canonicus (Porthetis)...... 284 cantalera......+.+ ree ea 80’ CHD ODE Hi a6, gia 58) oe ae 398 COU fad. csiat sc sxaicngers ie) ere 7 hg he COVGU OB ia ac oe sag a ped ee 244 CAPUTO Ne bki Ss RRA cic eee Oe CapER.:. 5 ahs aes 437 154 INDICE ALFABETICO. Pags. capreolus (Cervus).......... 434 Caprimul gus... i ...s.tere ere e'are 83/ Carab usi.ity. £7 bisteceainea haem 48 Carcharias 2. $23 x24 AMI, 16’, 18” Carcharodon....... 4&2, 16’, 18° Carderola. w/o. 6's sfulafentiareid 2 250 carduelis (Fringilla)....... 250, 77’ COTVONC iow niin sfaintayosormadtate ola’ 245 carneus (Sicyases).......... 166 Carpenteriagasaikiiew ie 33, 35, 38 * carpetana (Aphlebia)... 124, 122 COTTAGES Hur ci shaha chet eben efaiate 245 castaneus (Tychus)......... 77 castillianus (Carabus)....... 48 * catalaunica (Rosa)..... . 406-409 catalufa de lo alto. .......+0+ 135 catenata (Hchidna).......... 202 Catesbyi (Scarus)........... 152 caudacinctus (Tetrodon)..... 245 caudalis (Chcerojulis)........ 452 caudalis (Pomacentrus)...... N44 caudata(Pica)-0. J.005...012% The caudatrémula....ecc..eeeeee 246 caudatus (Parus)........... it? caudilimbatus (Conger)...... 194 Caulolatilussacsts.save0st% 137 Caulopus...... Pais hdeeue 184 cava (Homalota),.......... 66 cazon de playa. ..... 387-389, 396 celata (Homalota).......... 66 Cobia 8.2.5 55s 26 toactreats 53 celtibericus (Carabus)....... 48 Cephaloptera sis sa. cece ets 403 cephalotes (Pederus)........ 75 Coratonia:ctr es iidit cts fats 66’ Ceratotrochugs (is. v2 22 edie 22! CORCBUE: Fa raraitet ss afb otal 2 afaromatetarsia te 257 Corey Gnkiit.. stem ek oo aarae Oe 60 CERNICAUO Faia\ atlas ei siais iatn\otehasa 243 Cérthias1.iccetensapaen eens 77’ Cervus. ./.% + 44, 418, 433, 5’, 6’, 8” COPTIC Shes! bce Se 77’ Pags Ces tRACLOMs 5 .5csctcisicars ncatebintate 383 C@etensramlig:..:: sui smbee eee 190 Cetorhinus. ....%, fe aie 380 CHAD OPBIEs casio. dandeskae 176 Channomureena............. 202 PUD sic a 5 sw sachs 217, 248 Charadrius.:.ij\ dos p wien oe 254 Charpentieri (Euprepocnemis) 305 CREE ON siete ntntovoie-a iene see 79’ Chelid once te cek Sad tees 248 SRE HOMGUFAE Yaa cise ae 97, 99, 109 chena del cap negré,......+0+ 247 Chilomycterus........ eee 242, 23 Chilorhinus.,....s%e <0 aistele aides wl 149 clientula (Homalota)..... eos O66 CRAPCR A ererene sane es 2 «.- ALA, 440 clupeola? (Harengula)....... 4189 clypeata (Anas)........ adeiorel eA clypeonitens (Oxytelus)..... 76 Cnemidotus. 2. Gv pls.. Ossi 57 coarctata (Tachyusa)........ 65 coccifera (Quercus)......... 46 CORIO Ds orerow a d sigh steeds sete 203 COLOMEA | Nene cakes se eurels wid 34’, 32’ CBcothsAatess 66. o-o:«o'a Swclatene 237 COCUY Os inv oe cic ars ois taisiei ceive 206 COMOTNI Zs ods sice'e weteanjekieele Peas Coelopeltiss ..ccccssvess Hie eds! COUd. ss errant AAS vii cola de abadejo.......... bead QED Colymbetes...... Pe Ra ae wae 56 COUTOOs 65 s6c.dcew veers MAA Sh Colmeirod nce Ges LSE PRG Colom dé Sr7A.., ss. eeocces- 252 BOLO FREBUIC 0 saws SP eee 252 COLOTE FUTCOS « 6a. vise Scere 252 Columba...... Enel 238, 252, 83/ Collvert..... tac, Sez oT communis (Coturnix)........ 253 complanatus (Pygnodus).... 441 * compressicornis (Oxycory- phus) 2.2225 aceon eee 312 CORCHESUG wat aharcra rw OURAN aa concolor (Coryphena)....... 434 Concudensis (Bos)...... 444, 436 CONEJO... seen Masieege wcdiBe Pages. conejo dé lo alto. .....ce..0 380 confluens (Hydroporus)..... 56 CONZErs Fs Fs ves Sees es MOR MSF CONGO. .26 sei chalefelasralave ote IOS Congromurena............. 194 conica (Bulla)........... jnv2Q Conocephalus...... Palghs Mee 94 conorhynchus (Albula)...... A87 conspersus (Gymnothorax)... 201 conspicuus (Scydmenus).... 7! contractus (Rhinogobius).... 167 Connrws ssi S54 set eed A 67 convexus (Hydrobius)....... 57 convolutus (Monograpsus)... 96’ Coolei (Dapedius)........... AAA Coracias...... Re oe ede e 245 corallinus (Antepnarius)..... 177 Corallorhizajs45.6e Pore )4 102’ Corax. 4.2 eu en errata: } 442, 16 corax (Corvins ev oete's 3 ase's 244 cordatus (Stenus)........... 76 Cory phen. Sete xu 00's 133, 134 coriifolia (Rosa)............ 408 cornubica (Lamna)...... 382, 443 CORNUAGR iativr Ravers: dele SOC 383 cornuda de corona... ..c.... 334 cornutus (Platystethus)... 76 CONPI avataieherers actatat LR Sale hd corticinus (Trogophleus).... = 77 COR] Damink maleic eal Rees re COEVESSs efs so 0 aerdate Sek toutee 24h CORTE-COMINETOss «oe sissies oo aie 83’ Cassy PhIiss: MAO SMTA "BEM PBEAi «4s, scientists 89, A741, 272 CNEUIG oie ve /aiaieleitieleetctate ate KG BIS RAMI usa acctornsansctetanerte 190 Entomacrodus.........++ be ie BIOZOGHE 5 o5 sisi wisievoin eae he 27, 18’ * Kpacromia..... 307, 347-350, 48’ HEphippi@erais sss vie a+. aionet roe Epigonum,....... Set aeerotO2? epops (Upupa)...... iebnie sion PGS, a axeicten cur eiei are ~ 431, 432,417’ Erebus (Gymnothorax) ..... 497 * Hremobia....... eiaiaveneie 353, 364 Erichsonii (Trogophleus).... 76 CRBS Og ave, ae eye anenene eh « 2A1-213 HEGEL IB ieeaai oichorevcatancicle stolertecs 169 erraticum (Tapinoma)....... 63 Hirythacusis .i0i500.)0s eects . TA esclafidor..... Scletee loi shlcle CaaS escorialensis (Amblystomus). 52 CSETIDANO.. 020. cece veeces 163, 237 esculentus (Conger)......... 193 CSGUUON cir ciat Ase tae SURO EN CSHLETOLAG saat tape ver oke Rocooonoy wie esmeralda dé rio......+++ Pee or, esmeralda NegrG...s...eee... 4169 Comer deal waccae as vette stols » 246 HIBORE hy: o cheiay opanctetdatotavs) catetere de CMOS ESPATVED a oe cescadeees ss sie aaa estornell..ssses UMNO. eaeeeeR ee BpHnCOlas 46 c00 ccstth deacon ASO etruscus (Fusus).......0002. 227 etruscus (Rhinoceros)..... 429, 16/ 105’ Bug natiwse casi oe hes aoe ode woe 384, 385, 387 163 305 Biaealy pies iad wa Pate os Hulamia...«.:2 2.5 Euleptorhamphus..... Hana piusse. dav savers Saoeers 12 158 INDICE ALFABETICO. Pags. Kunectes....... Satetdnsetae fe, MG Bapleepis:. occ. termiatelste tole 78 * Euprepocnemis.... 290, 293, 298, 299 europea (Miliaria)....... .. 249 Wiatheiey sf tiered See), ss natenhs 78 evanescens (Limnebius)..... 59 WYVOXYMEtOPON, «orca, 2 ecrtes 136 exoleta (Oxypoda). peosheneutitiats 65 WROCUsbUS <3 ccaaateceamels N63, 164 Ezquerre (Paleotherium). 414, 430 Brel Ta s5/s coins s13) clans, «siecle deg 160 * falciformis (Platypodon). 387-389 BANCO: oh aie cin ¢(oeie 243, 437, '77', 82’. FEO al ode cian iotectepecan tiene PB wis ak SER ae 248 PONGLUDET I ale aisle ol nlecatnieicxettaiele 248 © familiaris (Certhia).......... ae familiaris (Rubecula)........ 247 farcta (Rotalia)...... 20... <0<« 19’ fasciata (Aquila)..........-. 236 fasciata (Cidipoda)......... 49’ fasciolatum (Bembidium)... 55 Paviert!(Panesus): o2¢. 5 <. 69 Teptechen cise isdcasnioe ote 132 ViGptolimys: <1. 06 sewelateyareioe 69 leptorhinus (Rhinoceros). 419, 429, ‘7’ Bepturus;).cievceicise caaneran eas lepturus (Lepturus)......... 436 Pags RG pusiettaie-ct0-<(ste sitbiverensteyerenels 425 leucaspis (Laccobius)..... shell | RA Aa ion COMMA TAC ry - 80’ Capi erotik taht V=¥ohe ated ofateke 208, 210 lije: barbuda, 6 ced iiss otto 210 Bp: COLOP ARG .'«, seicsaislesiens 206, 207 Leja: trOMPA ON sie cineca hens 209 PUA. Fie v's ote Ss)= oie alee 235 VUNUAS. 2 sien OWNS siainie os hie ee 234 TAMA eiciseetied tana 49° limbata (Anaceena)......... 57 * limbata (Loboptera)... 124, 125 ENMU A Serato cninieles epee 183, 184 Thiminebis ic. 24,26. 6.cie,eharsbetts 59 linaria;(Fringilla)......:<..%% ste 250 ** linea (Syngnathus)...... 374 linearis (Dromius).......... 49 linearis (Leptacinus)........ 69 linearis (Xantholinus)....... 68 lineatocollis (Haliplus)...... 57 lineatus (Gobius)..........- 167 * lineatus (Gomphocerus). 316, 322 * lineatus (Dorychthys)..... 376 lineatus (Phtheirichthys).... 132 lineolatus (Pseudoscarus).... 4164 lineolatus (Tetrodon)........ “ON4 linota (Cannabina).......... 237 lintearia (Lagetta)....... a lynx(Pelis).niitnrsmeeee 425 Lionychus...... waists edeenie 49 Ly perus.., ctactausreteeey os Ries Tithoeh aris, i. 10js sine a -tsi-ists 70 * littoralis (Euprepocnemis). 299, 300 TRMGEOTIN Ass vo cin hascanes aie ane © &9! Teitholassic;. «3 ese aee eae 20’ Wile sine ait = teehee tee 80’ livia (Columba)...... o viet BISHBHZ * livida (Ectobia)....... N17, 120 lividus (Conurus)........... 67 lividus (Helochares)........ 57 WE 0ic;0,0\sehe ate nase) oe 140 INDICE ALFABETICO. Pags. eutred csi tasters any eats 254 * Loboptera........ 92, 443, 124 Hoookarti, (StS) s0:s:0;6/.:)4/«: «/s) 03s 429 TRG UREA erate ae ictaslarein sie:e ei 93, 94 loganita..... Rive taeie's seta 30 Lonchopisthus. 2 .j.:0.0)4 i060 176 longicornis (Hypocyptus)... 67 longicornis (Pzderus)..... rpulrtao | longicornis (Platystethus).... 76 longifolia (Annularia)....... 4AT ‘ lonpifrons. (Bos)... saisi>: oe. 436 longipennis (Peederus)...<.. 75 ** longirostris (Hipoprion).. 394, - 395, 396 longirostris (Mastodon). .... 428 longitarsis (Colodera)....... 65 longiventris (Xantholinus)... 68 longula (Homalota)........ 66 longus (Pisodontophis)...... 196 Tpphos ois, 2:0) sje: 4.0, +, 36/0/s,<8¢ - (67 VORO Meets oko bdasewls oo 452, 158-160 1 27 Ch A Ct eS ne ag ic! higano......-. RS OT 251. ** Jugubris (Myxodes)...... 173 lunulatus (Rhomboidich- LEIYB) az sara s 2)aelahenicltsle wibyalate 180 UT ONG ee OR RCC wah ters 80/ MACADi. ....00 saab yan ite ajo 187 Machairoduse < .j6:00\.j00 00000 425 MUO CHMCLO. wie /slelais isi )a/s\0) 0:0/eis! ciate 190 Macloti (Hipoprion)......... 395 * macrocerus (Monacan- UTILS) Soyoil easy oi oh =;0) 218.) 250/00 207 macrochirus (Hemirham- PHOS) ease yaasue eranjcuiete 163 macrognathus (Opisthogna- tHE), Ae ph etelecbobiew Meh ek 0 N74 macrops (Balistes)...... sidiv'e g) /204 macrops (Gnathypops....... 175 macropus (Myxodes)........ 173 macrurus (Ophichthys)...... 196 maculata (Belone).......... 167 163 Pags. maculatum (Aulostoma)..... ~ 165 maculatum (Bembidium).... 55 * maculatus (Galeocerdo).... 397 * maculatus (Gomphocerus).. 3116, 320 maculifer (Paradiodon)...... 244 maculiferus (Rhomboidich- HOY) 6: oto ctor oi vein ate ad 181 maculipinnis (Cheerojulis)... 154 maculipinnis (Monochir)..... 484 * maculipinnis (Platypodon?). 393 maculosa (Salamandra)...... 74! * Madera (Panchlora)..,. 129, 48’ WHAG OB: a\0ro-0, x. «/btelpiviaadls sas varien WOOT MAGUEY... S oiaiphe muna ain ctateiete 45’ Malacanthus.......50e0026 437 Mba th 6s a:s.2. stot) wcmararatane sR 178 BUGLE Bs 5 atc o Sisine a Sat Tih MAMMOULR. ..ceecervecccoes AAS DBRT OEY ian lates x «ost SSE 194 MANJUATI..... Be shapscaseuctey sme 377 OTN sain. a, «1 5 syereswiese veleicielilele 403 AaMantisy. oc sabes 264,263,777" BUADO 0 Shaievavaleiwie a tatole« i eltate 166, 167 MAPOTTO..seesserecsess sianiompAlQd margaritaceus (Salarias)..... N74 Margarite (Micropeplus).. . 77 marginatus (Stenolophus).... 52 marginellus (Tachinus)...... 67 mariana (Rhynchonella)..... 96’ TOUCHE Ss sts cnacitamae ahaa eyiee ih marinus) (Bufo)... «0.6 + a. 37’ MGT UPOSG oy ais) clave (wrmpegals's\6 ala sitels 135 marmoratus (Symbranchus).. 191 marmoratus (Triton)........ 45! ** marmoreus (Blennius)... 472 ** marmoreus (Syngnathus). 374 maroccana (Cicindela)....... 48 * maroccanus (Stauronotus).. 297 341, 442 ** Martinezii (Sunius)...... 73 Masoreus 5... ssc dae censo 194 INDICE ALFABETICO. Pags. Mastodons <'vyatenities.c. 4 427, 428 matejuelo blanco....2.+.+ coheed matejuelo. Tedl...cccccccesce 188 Matritensis (Cervus)..... ANA, 434 Matritensis (Choeropotamus).. © 414, 430 Matritensis (Rhinoceros). 414, 430 Maunior (Trienyx)s.nrnieveret 438 maura (Cicindela).......... 48 mauritanicus (Amblystomus). 52 mauritanica (Embia)........ 7!’ maurorufus (Quedius)....... 68 maxillosus (Gnathypops).... 175 maximus (Cetorhinus)....... 380 MO CNED. 660 se ee veddercces 80’ megaceros (Cervus).. 5’, 6’, 8’, 13’ Moeralops:)< yatacttetelielaietactiate 188 Megalosaurus,...0.0...000% 439 megarhinus (Rhinoceros).. 430, 17’ Mic orastermuniis-.(.)<, ska ee QOORATT Paradiodon ¢.\..<. a0 wee 244, 212 GRO sate e\eajaswieteje e's bas witijois als 249 Parr (Exoccetus).......... 164 Parraianus (Monacanthus),.. 207 parumpunctatus (Anchome- MUS) ew ss isa See ak anides seta oe parumpunctatus (Leptacinus). 69 Parus ...0is).:tteebeeeeeee of BED TT’ seiteeti oe parvula (Tachys)...... Pigs. parvulus (Troglodytes).... 237, 77’ POSOTEU a se oe at ccien ae lesa. aoe Passer a smacrces GUMPES spies O37, 77" passerina (Sylvia).......... 837 PASLOT CU... ccc ceseesene PAG (AGSTOT-ELG)slavalete severe 'e nersletnoletete man eEO WPL LOntercts says acest ever ARS 257 * patruelis (Acrotylus)... 362, 363 | pauciporus (Ophichthys).... 196 pauciradiatus (Callionymus). 4166 Fie 0 Manor ene eae pee aCe ye Sd ASA! Paulinoi (Bembidium)....... 54 BAUSSIISN 2 sseinn ws sleve ao ga eV LS pavonina (Limia)........... 184 Pecopterig...<61cc Sse elPaeie MAT ReChelicas va sa s.cbeieciiae ah 16’, 22’ pectinatus (Pristis)......... 400 Peetunenlias, si sardesale oe 16’ * pedestris (Pezottetix)... 302, 303 PEMPONNE. s. became RL 254 (QYYoesd8 ogc o004 Aa AO8T A341, 132 peiserell....s. eo DOHA Be a ieteeorape. PelOMIUB ait Sas ees Fs «5 20 atelats 57 Pellicoi (Sanguinolites)...... 95’ Penlonais.|ssccpaseettea.tt See 490’ Pempherisy.. scs0'e ys abeetasreatlis6 penneformis (Pecopteris).... 417 PONBGwa 5 altace cratic rete’ 80’ DEOQES Oe 8G Tadic tid ars wane date 250 pepita..... estate's eine 246 perarmatus (Ammonites).... 235 percnopterus (Neophron), 236, 243 BOrens i ete:tcrpeat os eo «cadets 53 Perdix...... 238, 244, 242, 252, 82’ PRRGIS Sie eee dialclh seco 252 perdiz Africana... . seeder ae - 252 * peregrinum (Acridium), 294, 295 91’ peregrinus (Falco).......... 82’ PETENGUUies . pe s'e sie, w sme ee 484 * Perezii (Cuculligera)... 280, 365 168 INDICE ALFABETICO. Pags. ** Perezii (Myrmedonia). 61, 64, 65 ** Perezii (Platypodon).... 390 perfasciatus (Engraulis)..... 191 ReMCOnan,. Senn sacieamae 49 *ieriplanetais. ac cecee ne 127, 48’ APevrisphwmads i cecissacteac.e 130 perlongus (Neoconger)...... N95 perplexus (Euplectus)....... 78 LEW RUDGE O16 OO. O0b DOM eb. bac NAT PTT O COLOT AAD .jateies aisiete bin 0 NAT POBCOOILO sia, inet Ae 49’ PCSCADOM sisi oes aa oe 176, 177 [BPUU-7.0) Oia ae uicsiee state arse eee eT Bemocinel aa. Cain e/visa's< sone 297 petrolei (Protriton).. ..... 80’, 85’ petronia (Passer)...... see ed petronia (Fringilla)......... 250 petrosa (Perdix)...... 2AA, 252, 82’ Petroselinnmassecce.< nso ces AAA POPCLEGO™ wo. a eran te ratana exes 179 CE MUOUM aaare raletel om estoy eins 215 PCZ=SVCNN GD sioisc ee sicleie ete 400, 401, 48’ PCA-AOTTO sleketeate ic seta thanerele a) or 383 Bezotething cue tas yn. 293, 302 Phaneroptera vail nt eee 92 Pheidole ste ns. Ste 78 Phy Ciewlusaac Seseet oes reels Bhilypnuss savas esnen sractern CMTO Philonthusyeiisy 2 MINS 68 Phtheirichthysa 0 ic. 208 132 Phylumie..ae.3,4 aa 273 * Phyllodromia........ 96, 125, 48” physogastra (Myrmedonia).. 63 BUCA ae he er slate wae we. sada TU piceus (Melichthys)......... 205 * Picteti (Ameles)....... 265, 268 picturata (Gambusia)........ * 483 ** picturatus (Syngnathus).. 374 pictus (Chcerojulis)......... 151 PUIG. sateen Bistangiene 137 Picuda (Sphyreena)......... 137 Pags Bicudila scie-s:eie's oleae dodecyl 139 PUCUALULA Saini a)e.0)niioin's 6 sXatathe bs 138 * Picudilla (Sphyrena)...... 138 Pichardi (Joturus).......... AAA piger (Zabrus)< 22c\.j<'. niet 53 MODUUU: iaxe'eatelarae See 5 le Pimpinella. 0.6. .s0. 000% KANO, 414 Ping wicwla.cvievels ss sete eteiaiere 86” Pinophilugs. joie croore See 23° DURAND 5 Fare caisiin ove-oisieseyatatttele N45 PUM OT a aires Voie le: d'ars30,0t0l rete are 250 PUBOlEGs «in cs Fee ale aisle cielo 247 PUNO was teilarc eevee ower stator iri PUPtile ores saiers te ses verve ate uae PUP hci ofatetaiohoros cake wien 246 pisanus (Dytiscus).........- 56 Pisodontophis.....\....+. 195, 196 pispoletta (Alauda)......... 249 pistaceus (Hydrophilus)..... 57 PiStaciay. sslantesisatehrelew eee 46 PONG NATIT ere 246, 254 PIZOITE oes evie cv ociees ob Voegeli plagiatus (Oxytelus)........ 76 PLS IOC ASA 3:00 averercier tee 33, planata (Frondicularia)..... a oS i planicollis (Harpalus)....... 51 planus (Hydroporus)........ 56 PLOLG NANO dats sia oh atareiele yg PUCAdO Me ea! chalen eine Nemes AAA Platyblemma...... at Bioneers 89 Plat ycleidaciass 3 tk. wseerronte 19’, 49’ * Platyphyma....... 293, 304-303 Platypodon..... 386, 387, 390-394 Platystethus:..%\. ct sentee see 76 Plesi0saurus..< oss ste emole 439 Pleurodeles...... setae reer 74" Plenrodemia x .GePieten tie 37’ pleuronectes (Pecten)....... 16’ plicata (Myrmedonia)....... 63 * plorans (Euprepocnemis)... 299 Plumieri (Malacanthus)...... Plumieri (Trichidion)....... INDICE ALFABETICO. 169 Pags. Poetilas, weexrciaieetetn oes Ae) Poeyi (Hemirhamphus). Joweene: 463 Poeyi (Dactyloscopus)...... 176 polyglotta (Hypolais)....... 247 polygonius (Acanthostracion) 217 polygonius (Gymnothorax).. 200 ralynemuss f.).. cis sareee etetee 140 Polystomellas. ooo. i ie. . es 37, 20’ polita (Feronia) ec se on. A 53 FPOUYCLOIEA s eleaige: s! sais’ s cue slots 33 poll de AGUA... sccssccvees 256 DOUG WAGUG ssa ececte sec 256 polla palustre...... Se Cae each 256 DOUG PATAD. 2.0.00 cersrcoes 255 polleia A aigud......ecesee'e's 254 Pomacentrus............. 442-144 * porosus (Scoliodon)....... 396 BORPAYE1Os 6c 4eig hsjce 8 aia e's 256 * Porthetis...... 277, 284-286, 305 Pouzini, (Rosa)incct3 i... fs 407-409 pratensis (Anthus).......... 248 * pratorum (Gomphocerus). 319, 335, 337 primigenius (Bos)........ 415, 436 primigenius (Elephas). 415, 427, 5’, 43’ primigenius (Equus)........ 432 primigenius (Notidanus)... 442, 16’ priodon (Monograpsus)...... 96’ Prionodontophis....'... 6... 201 LEI oe oceans 400, 401, 443, 18’ Pristonyehus. )'\ 0.2: Seaoe 54 procerulus (Philonthus)....... 68 procumbens (Reutera)....... 4142 productus (Engraulis)....... 4914 prostylum (Hipparion)...... 432 PTOtritOn. <3, 0.0.4 sialsteidictal's 39.807, 85’ PAaMMOdrOMUs. 5. css ose 45! pseudo-hispanica (Sardinia).. 190 Pseudosearus:.% 7250.2 «s 158-164 psittacus (Pseudoscarus)..... 158 psophia (Brachinus)...... eee aeD Page. # PBOPHUB ss :eivieis'vre1e/s. 3010 a) GOSH OOE Pterophryne.......0- wai eieil N77 ** puberula (Reutera).... 444, 412 pubescens (Conurus)........ 67 * pubescens (Forficula)... 105, 108 puellaris (Decodon)......... A49 IOEITITIN 0 2", Sohataletotese elicits 83” pulchellus (Bodianus),...... 447 puncta (Furcaria),.......... N46 punctata(Alutera).......... 240 punctata (Gambusia)........ 182 punctata (Lamna).......... 382 punctatostriatus (Harpalus).. 54 punctatus (Lampugus)...... 134 punctatus (Monacanthus).... 208 puncticulata (Gambusia)...., 182 punctipennis (Othius)....... 69 punctulatus (Hippocampus).. 376 punctulatus (Notiophilus).... 48 punctulatus (Sicyases)...... 166 pusillima (Oligota).......... 67 pusillus (Stenus)........... 75 pusillus (Tachyporus)....... 67 Pyenosasters ties ot van eee 92 pygmexa(Wigerina)......... 20’ pygmzxum (Cercyon)........ 60 pygmeus (Harpalus)........ 54 Pypnoduss; fo... ecantss eo AAA pyrenea (Pezotettix). 279, 302, 303 pyrenaica (Myogalea)....... 23! PyTeodera. os cect sade teat 352 * Pyrgomorpha.....'s «0. 276, 283 PYLTMOCOLAR a setae eouens fe 237 PET ule ates, svre tere sete ci etesete a Py chomichthiys. ce e'ara ence cle 202 quadricorne (Acanthostra- CLONE A ohienen nea el eee 216 quadriguttatum (Bembidium). 55 quebrantahuesos chico.....++. 236 quebrantahuesos grande...... 236 quadrimaculatum (Bembi- dium)... °.7. RE ioe Se BD 170 INDICE ALFABETICO. Pags. @neditisiretwiceieeetieterects 68 @nenrcusiriietetacrionere tits ee 46 quinquarius (Polynemus).... 140 quisquiliarius (Philonthus)... 68 rabirubia genizarad.......+.+ N49 * Raymondi (Gomphocerus).. 348, 328 Raya. cs iadaatateeem ees acters 401 TRAMs ee age o adolera stata te ote ee 255 Ramphognathus......... AV4, 440 LUTE Ee POS cco rit AME e 45! Ran ellas ye tacts eer e wats 22’ raphanus (Nodosaria)....... 19’ raphanus (Nodosarina)...... 19’ TYABICIO:D,, sian ole = =ieale's olafeinis 247 rubecula (Erythacus)........ 77’ rubicila (Pyrrhula)......... vhs rubidus (Haliplus).......... 57 rubiginosus (Sicyases)....... 166 rubra; (Perdix) sas, civ os. 238, 242 rudis (Glyphidodon)..... odo), SUES rufescens (Bembidium)...-. - 55 rufibarbis (Harpalus)....... 54 ruficollis (Caprimulgus)...... aye: * ruficollis (Forficula)... 105 ,106 rufipes (Quedius).......+.-. 68 * rufipes (Gomphocerus)., 318, 323, 330 rufulum (Achenium)........ 69 rufus (Apotomus).......... «hoe rugosus (Carabus)..... PETS is rugosus (Helophorus),..... «| 160 | rugulosus (Eunapius)....... 305 INDICE ALFABETICO. mi Pags. ruiblanco....+. SeWea.s a wahiveyoanl rupestris (Hirundo)...... oe» 238 rupestris (Sicyases)......... 166 ruwties (Hirando)...«....:...< 248 rusticola (Scolopax)......... 255 PUREE a a oa ayaie: «0, «, je 0.0 cieesgnaal sdbalo..... BbvibraidtasSvass seein h88 SGBGELE 2) 55's 2 aii bre ae oats 254 Sas ciancils, 52 Risisio\ ssa Stayt share 136 sacharina ? (Lepisma)....... 49! GPCR. uiscisltoraadsraiemi oon tan te SOROT ihiass) 6 Seki Siete hore NIST, BalamANara.-. im atereisine oalays 74! salamandra (Pezotettix).. 277, 303 SBINTIRA Ss aac ans anid es N74’ Salzmanni (Astigis)......... 52 Sanctz-Crucis (Pseudoscarus). 161 sanguinea (Bryaxis)........ 77 sanguineus (Pythonichthys). 202 Sanguinolites.....sses.00.s 98’ sansanensis (Antilope)..... ~ 435 BEICO! a. 6 5 asc, Paracas 237, 83’ sapiens (Homo)......... sagengineed SHU > aos dodo agg d6G0000e adeei hls SOMO) en: 0.0ic\aidsieinle) «jas alee igloo sardina de Espajia.......... 190 garding de ley. os 00 2% aan l'89 sardina escamuda....-..++.. 159 Sardina (Harengula)........ 189 SBTGIGEAL As, «'a:5.< Gimiajtetpiop 190 Lt ae EY O issisias Sager Saurus (Elops)..........¢+. 188 Saussuri (Brama) .......... 135 Savanna (Murenesox)....... N94 saxatilis (Glyphidon)....... 145 Scalaria (Muranesox)....... 16’ sealaris (Rhinechis)......... Viy scapularis (Metabletus)...... 49 scarabeoides (Sphridium).. 60 BeATUS. 0 - be os aiammayhah 152-457 Scheuchzerii (Andrias)...... © 87’ Scheuchzerii (Paleomerix).. 434 Pags. Schistocerca... .sserceesecss 295 Schrankii (Tettix).......... 372 Scybalicus....... S aceateretaoene 5A MOY GM eeNUS 5 vce niawia/enibisis ede scintillans (Quedius)........ 68 sclopeta (Brachinus)........ 49 Se@liodon . ./..6/.j. hws ese kei say page scolopacinus (Gallinago).... 255 WEOLOPAX 2:54.08 ae ece ale lepine Seapaeitedsicrslsaad cok aeee un! 70 Beriptay(Alutera)..0....006 209 Seropha, (Sus)sis sic.) ws sje: eis ep ok eO sculputuratus (Oxytelus).... 76 seminulum (Cyllidium)...... 59 seminulum (Miliola)........ 20’ SOP Siiiatiam ¢ aeceeo ine « ‘walamaborois (kD sericea (Homalota)......... s1/): 266 sericea (Oxypoda).......... 65 seriola... . .,.\s:: ecevcccses A414, 444 BEIFONO. 0» siete iatelobdaie sailepeon serratus (Solenostomus)..... 4165 * setulosa (Chelidura),...... 444 setifer (Stephanolepis).. .... 209 * sibiricus (Gomphocerus)... 316, 320, 324 WICYASES. «5 sl1.<5 aepieisioke ts one 466 MICy IMMA. kt seietwieias vk oy AOD siculus (Pinophilus)......... 23’ signatus (Hipoprion).... 395, 396 ** signatus (Microgobius)... 4169 siliqua (Ceratonia)..... Senrap hv Eb! simplex (Pseudoscarus)..... 460 * sinuata (Chelidura)....... 409 sinuata (Terebratula)...... 16’, 17’ Siragus (Sicyases).......... 466 CU) | eS ee Ab ee oon. é mot hG6 Simla Sy sis dees mace ciara 256 SISCN Aina, sire ion june 5s SEINE 252 Sivatheridm..... cisie6 oo. AVA, 433 smaragdus (Gobionellus),... 168 SORACO ss .seroates Sells a ape 203, 204 Sobaco (Balistes)........... 203 172 INDICE ALFABETICO. Pags. socialis (Dalmanites)........ 95 solea (Pecten) i. css dedcie' we Det SOlCNOSLOMMBs 61506 s0.06 wis ae 165 Solieri: (Hmbia).:.0:.::5:.500 6 70’ 7A’ BOUMAM IO: staielaiove lols se hee clea 237 somnolentus (Dormitator)... 470 soporator (Gobius).......... 166 BOTAG saseratars e sieeieereieoaisiamcele 255 sordidus (Philonthus)........ 68 * Spallanzani? (Oxyrhina)... 384 382, 383 * Spallanzania (Ameles)..... 265 ANh, 418, 424 Alh, 418, 423 spelea (Hyzna).... spelaeus (Ursus).... Spenglieri (Tetrodon)....... 245 DPM SSTIGIUM. iy 2 ov srsie we, e2eze¥s 60 spherocephalus (Aristus).... 50 Sphxrodina........+eeeeeee 19’ spheeroides (Nonionina)..... 19’ * Sphinctonotus..... 353, 359-361 SphyNo Wa. s\aiee's as cle e 137, 440 sphyrenarum (Phtheirich- PhS) nc ae teetac aes sateen 132 DPLAKL-aealsererels 4 estes 399, 400 spinax (Spinax).........+.+. 399 spinosus (Platystethus)...... 76 spinosus (Rhomboidichthys). 181 spinus (Fringilla)........... 251 spiralis (Rastrites).........- 96’ Spirifer...... lala) s ele minsieters 96’ spodiogena (Fringilla.)..... 250 quale ./ce states y eylenre 442 stapazina (Saxicola)...... .. - 937 * Stauronotus... 279, 307, 340, 342, 343 * Stenobothrus.... 80, 91, 278, 313, 314, 316, 322-340 Stenolophus. ......+-.e00 51, 52 Stenuse. ..toranttockatetas cee s 75, 76 Stephanolepis..22-uinakute ote 209 stercoraria (Homalota)...... 66 DhCINAY§./cistotsty done eens . 258 Pag Steropus....... axeveidaias 2 meatal 53 * Stetheophyma..... 307, 344-346 sticticus (Hunectes)......... 56 SHY ICOl tise steineies awn 179 StiLicus... 293, 304 truncatellus (Limnebius).... 59 truncatus (Blennius)........ N72 truncatus (Scarus)........-. 156 DEY POM cto jain vos weiss 2a »- 402 tryxalicera (Acridia)....... 310 tuberculatus (Tychus)....... rh tuberiventris (Myrmedonia).. 63 tumba....20- Suitaictetere steerer 137 tumulorum (Helix)........ rath 4o" turchesius (Pseudoscarus).... 160 LUP DUCTUS s 2 winis slelwie cere elo inin's 80’ Purdusy. joe. ee ee aie wee oe 946, 77’ turgidus (Tetrodon)......... 214 turtur (Columba)........... 252 *itarrita (Acrida) is stete serpetee 308 Tychusie. ex's OCOD Ce bo 77 typus (Parapleurus)......... 347 ** Uhagonii (Gomphocerus). 317, 324 ulmi (Astrapseus)........... 68 Pags,. umbonaria (Venus)....... coxa umbonata (Homalota)...... 65, 66 umbrosus (Gymnothorax).... 200 undulatus (Lactophrys)...... 218 unicolor (Cypselus)......... 83” unicolor ? (Hypocyptus)..... 67 unicolor (Stenus)......... cme unicolor (Sturnus)..-.....+++ 237 uninonatus (Girardinus)..... 184 UBIO FF ais cin cite evele wlemmiciois 26’, 84’ unistriatus (Hydroporus).... 56 universa (Orbiculina)........ 49’ unguiculata (Acrida)...... abby Wipipay oss ous close gas tee 252 Wranichthys;. «-.:geneeeras 197 utbica (Chelidon).......+...+ 248 urbica (Hirundo).........+ 237 Urolophus:: . 35. 5.\5)\s/oenieee 403 TRB OS. 5, ciciafeneh feats AVA, 418, 423 * vagans (Gomphocerus),. 319, 332 Vaginuling).. 2 cists. oie =e lene A9’ Valenciennesi (Erotelis)..... 169 vampyrus (Cephaloptera).... 403 Wanellus 2. <.0 226.5% clge's sega * variabilis (Ctyphippus). 357, 358 * variegata (Arcyptera)..... 344 variegatus (Haliplus)..... eulen variegatus (Hyphydrus)..... 56 ** varius (Myxodes)........ N74 Varia (Pecton) cvs a. <5 5 sls 6’ velox (Euleptorhamphus).... 4163 velutinus (Chlenius)........ 50 WETCEUNO wins o's ase v saietalsiein ae 238 VENCEO arc aAaieks ehivecce we eee 237, 248 OONUBOMs. <'o.c\nicis a csieen ete eemaaten WOMB ES cre oe sin’ a terielaners ate ote 16’ venustus (Xyrichthys)....... 152 Gat | OL ORE \ SOR OENTO eee Ec tae WOTACCUUO « scaeiienionionlcak Beer Ta VEPAETO Lersieic cvaie\aain/ale'a/elarotohs 254 DETECT OM. cv 's'etciala’s iela!s atelso'e)= 2517 vermiculatus (Xyrichthys)... 452 INDICE ALFABETICO. 175 Pags. Verneuiling. dyad. 030s 2. eth 20’ Verneuilli (Ramphognathus). 414, 440 ** versicolor (Myxodes)..... 4173 ** versipunctatus (Gymnotho- HAMS Jie ele Sra die calc we aad a cia 199 vespertilio (Malthe)......... 4178 vestitus (Chlenius)......... 50 vetula (Balistes)............ . 203 BRUCE Ds aN relolals e's a hels¥oe/o aise. 142 vicinum (Bembidium)....... 55 UG Backer vavksddvescces ar t5S GAGE MUO S66 ig aad ce hes 155 WIMIPLUID saul aietn ca '1 aie siav's '@ erohe, te wi vilis ? (Homalota)........ se 66 viperinus (Tropidonotus).... 45’ ** virescens (Gymnothorax). 198 VIFIGIS (HISOX) sc sets s fae. Ste 378 Wiridis (Rana) esc cea 6 t ; F We , a4. 4 éy ‘ é ® o rN i ¢ re Ais “1 ’ late \ ‘ / . . , $4 . i . a ‘ . ~ . 7 - i } 4 . KE: ‘ i ’ t . é ! i ae fe ’ ’ ‘ + . ’ | ¥ . ' ‘ { hi * * ‘ va i - ‘ ~ o ¥ . “i , Lad 5 * i ph + i i ’ ’ i . co ! ake y ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO V.—CUADERNO 1.° a ay MADRID DON 8. DE UHAGON, TESORERO CALLE DE JOVELLANOS, 7, TERCERO 3 DE MAYO DE 1875 SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL. Junta Directiva para el ano de 1876. Presidente..... Sr. Marques de Ja Ribera, Serrano, 6, 2.° Vicepresidente.. D.Sandalio de Pereda y Martinez, Ballesta, 1, principal. ESOP ERO $0 5 D. Serafin de Uhagon, Jovellanos, 7, 3.° Secretario...... D. José Solano y Eulate, Jacometrezo, 41. Vicesecretario... D, Alfonso de Areitio y Larrinaga, San Gregorio, 21, 3.° izquierda. SE he te TARIFA DE LAS TIRADAS APARTE DE LOS ARTICULOS DE LOS ANALES. © o pal Oem = os son Ores & | & |e jes jee Sa ed he ene S| 2 |S |eeuiese| 2 | doers Rs. $.\ RSs al eos Papel é impresion de medio pliego (8 pa- ginas), afiadiendo los titulos del autor ne y dejando una sola paginacion; plegado BY ORICON Gi esasces same store aiieas css ee Nees ae QT | 23") 28 5 7 Cuarta parte de pliego (4 paginas), con las condiciones anteriores... ....-.20.-.-: 1%3)- AB) 20 3 5 Wiia portadaapa;rtessaccsccw wees ve 8 rs. Poner cierre en la portada para que sirva en 4a Coblertal) 54 '. ay orem as 4 rs. Por las correcciones que se mandaren ha- cer en los moldes; cada hora de tra- PUTO. sis reso aoe sins seatee whe aw hae «. 478. Cubiertas de color, sin imprimir......... 2 4 8 8 8 Una lamina del tamafio ordinario, grabada en acero, é iluminada........:..-... 32) 64 |.128 | 128 | 128 Una lémina del tamato ordinario, grabada en acero, pero sin iluminar............ 10 | 20; 40 | 40); 40 Una lamina del tamafio ordinario, grabada on pipdra seth o2s cae ce 3 clu ciote ee eh 4 8.) 2-16.) 16446 ADVERTENCIA. Si la ldmina iluminada contuviese mas figuras de lo ordinario, aumentara su precio, proporcionalmente al mayor trabajo que se hubiese de emplear; y lo mismo si fuere de tamafio superior al de la caja de impresion (10: por 18), - Pn S25 Tne 4s pond WO a fay 8 Tae ame eae tee Ee see Pt ee ee ee pases CORRESPONDENCIA Y AVISOS. ista de los sefiores socios de provincias que han satisfecho sus cuotas desde el 4.° de Enero hasta el 30 de Abril de 1876. GOTIZACION DE 141878. Diaz de Arcaya, Avila. Herreros, Palma de Mallorca. COTIZACION DE 1874. Diaz de Arcaya, Avila. Herreros, Palma de Mallorca. COTIZACION DE 1875. Avila, Escorial. Bafion Sanchez, Nijar. Caceres, Sevilla. Chape, Cadiz. Cisternas, Valencia. Cuéllar, Cordoba. Diaz de Arcaya, Avila. Domingo, Barcelona. Espluga, Barbastro. Estéban y Garzaran, Teruel. Fernandez Molina, Campanario. Fraile, Tendilla. Gonzalez y Canales, Gerona. Herreros, Palma de Mallorca. Ifiarra, Linares. Izquierdo, Granada. Jimenez de Oca, Cuenca. Machado, Sevilla. Montequin, Oviedo. Mufioz del Castillo, Logrofio. Pardo y Moreno, Murcia. Pichardo, Habana. Ruiz Melo, Santa Cruz de Tenerife. Segovia, Salamanca. Torrepando, Escorial. Usera (D. M.), Granada. COTIZACION DE1876. Adan de Yarza, Bilbao. Aguilera, Habana. Almera, Barcelona. Argumosa, Habana. Barandica, Felguera. Caceres, Sevilla. Cisternas, Valencia. Codornit, Murcia. Crespi, Sdller. Cubero, Granada. Cuéllar, Cérdoba. Domingo, Barcelona. Eigea, Velez Rubio. Espluga, Barbastro. Fernandez Molina, Campanario. Guardia, Habana. Guirao, Murcia. Gundlach, Habana. Izquierdo, Granada. Jimeno, Habana. Laguna, Escorial. Langreo, Valencia. Machado, Sevilla. Macpherson (D. G.), Sevilla. Macpherson (D. J.), Cadiz. Martifiez Afiibarro, Burgos. Martorell, Barcelona. Miralles de Imperial, Alicante. Miranda, Bilbao. Mufioz del Castillo, Logrofio. Obrador, Palma de Mallorca. Pardo y Moreno, Murcia. Pichardo, Habana. Poey, Habana. Ruiz Meio, Santa Cruz de Tenerife. Sainz Gutierrez , Granada. Santos Fernandez, Habana. Sauvalle, Habana. Segovia, Salamanca. Suarez Canton, Cangas de Tineo. Uhagon (D. P. P.), Linares. Usera (D. M.), Granada. Valero y Castel, Valencia. Velaz, Soria. Zapater, Albarracin. Zayas, Habana. El Tesorero, S. pr UHAGON. INDICE DE LO CONTENIDO EN EL 1.er CUADERNO DEL TOMO ie Macpherson (D. J.). — Sobre las rocas eruptivas de la pro-— vincia de Cadiz y de su semejanza con las ofitas del Pirineo. ue a ae Ribera (Marqués de la). —El Eozoon Canadense..........0. 27 ¢ Uhagon (D. 8.) — Coledpteros de Badajoz (primera parte).. 45 Bolivar y Urrutia (D. I.) — Sindpsis de los ortépteros de Espana y ‘Porbugal (1 joo cae lever et ks OSG Nt ibs uae Poey.— Enumeratio piscium cubeusium (segunda parte).... 131 CDOT ES AAD Actas de la Sociedad Espafiola de Historia Natural ( Enero, 3 Febrero, Marzo y Abril.............. dine dothn (uoG 2g th eh aan (2) La lamina vr correspondiente 4 este articulo se-repartiré con el cuaderno 8 ie siguiente. Rix ! PG \ 3 A f . ; . ES MADRID.—IMPRENTA DE T. FORTANET. DE. LA SOGIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO V.—CUADERNO 2.° MADRID DON S. DE UHAGON, TESORERO CALLE DE JOVELLANOS, 7, TERCERO 4 DE OCTUBRE DE 1876 CORRESPONDENCIA Y AVISOS. Lista de los sefiores socios de provincias que han satisfecho sus cuotas desde el 1.° de Mayo hasta el 30 de Setiembre de 1876. COTIZACION DE 1876. Alvarez Montequin, de Oviedo. Ballarin, de Zaragoza. Benessat, de Sabadell. Bosca, de Jativa. Cadevall, de Tarrasa. Calahorra, de Soria. Campo (D. E.), del Escorial. Casal, de Pontevedra. Casas, de Huesca. Castellarnau, de Segovia. Castro y Duque, del Escorial. Castro y Pita, de Lugo. Castro (D. A. 8.), de Cuenca. Cayuela, de Pamplona. Codina, de Barcelona. Costa, de Barcelona. Couder, de Avila. Cuni, de Barcelona. Estrada Catoyra, de Santiago de Galicia. Falcon, de Mircia. Fernandez de Castro (D. A.), de Pontevedra. Ferrand, de Cérdoba. Ferrer y Vinarta, de Valencia. Gonzalo, de Tapia. Landerer, de Barcelona. Lopez Bienert, de Cartagena. Lopez Seoane, del Ferrol. Macho de Velado, de Santiago de Galicia. Martin Sanchez, de Pontevedra. Martorell, de Barcelona. Masferrer, de Vich. Mir, de Barcelona. Moragas, de Lillo. Mufioz Cobo, de Jaen. Ordofiez, de Badajoz. Perez de Arce, de Guadalajara. Perez San Millan, de Burgos. Pombo, de Vitoria. Puiggari, de Barcelona. Ribera, de Almeria. Rico, de la Corufia. Rodriguez y Femenias, de Mahon. Sanchez Comendador, de Barcelona. Saura, de Barcelona. Texidor, de Barcelona. Tremols, de Barcelona. Ubach, de Tarrasa. Vayreda, de Barcelona, Vieites, de Barbastro. Zubia, de Logrofio. El Tesorero, S. DE UHAGON. La correspondencia sobre asuntos cientificos se dirigira al Secretario de la Sociedad, D. José Maria Solano y Eulate, calle de Jacometrezo, 41, Ma- drid; y sobre los administrativos, reclamacion de cuadernos de los ANALES, titulos, pago de cotizaciones, etc., al Tesorero, D. Serafin de Uhagon, calle de Jovellanos, 7, 3.°, Madrid. Los socios residentes en las provincias de Ultramar, 4 quienes convenga efectuar el pago de su cotizacion en la Habana, podran verificarlo en casa del Sr. D. Felipe Poey, catedratico de Mineralogia y Zoologia en aquella Universidad, calle de San Nicolds, num. 96, debiendo entregar por razon del giro y demas gastos 4 ps. fs. en oro, 6 su equivalente en papel, en vez de los 60 rs. que satisfaran si remiten letra sobre Madrid. MM. les membres de la Société résidant a l’étranger, qui éprouveront des difficultés pour remettre a Madrid le montant de leur cotisation, peuvent le verser 4 Paris, chez Mr. L. Buquet, Trésorier de la Société entomologique de France, rue Saint-Placide, 52 (faubourg Saint-Germain), en lui re- mettant 16 francs; ou 4 Berlin, chez Mr. G. Kraatz, Président de la So- ciété entomologique, Linkstrasse, 28, en lui envoyant 444 Thalers. MM. Poey, a la Havane, Buquet, 4 Paris, et Kraatz, 4 Berlin, sont aussi autorisés pour recevoir des souscriptions aux ANALES DE LA SOCIEDAD EspANoOLA DE HisTorIA NATURAL aux mémes prix que ceux marqués pour la cotisation : les souscripteurs recevront chez eux franco par la poste, ainsi » que les membres de la Société, les cahiers du journal aussitét qu’ils pa- raitront. Los sefiores socios que quieran se haga alguna enmienda 6 adicion, en la designacion de su domicilio 6 titulos, pueden remitir 4 la Secretaria la nota correspondiente, para que se tenga presente al imprimir la lista de socios en el afio préximo, y para la remision de las publicaciones de la So- ciedad. Las publicaciones regaladas 4 esta Sociedad 6 adquiridas por la misma se hallan en poder del socio D. Francisco Martinez y Saez, por ha- ber trasladado su domicilio el Sr. D. Bernardo Zapater fuera de Madrid; los sefiores socios que quieran consultar alguna de ellas pueden dirigirse al Sr. Martinez y Saez, en el Gabinete de Historia Natural, los lines, miér- coles y viernes no festivos de doce 4 tres de la tarde. INDICE DE LO-CONTENIDO EN EL QUADERNO 2.° DEL TOMO Y (1). Poey. — Enumeratio piscium cubensium, (segunda parte)..... 177 Quiroga y Rodriguez. — Ofita de Pando... PES deoie 217 Arévalo y Baca. — La sierra dela Juma........... spre tf Mompo. — Catdlogo de las aves de Tenerife. ........ aan hh : Bolivar y Urrutia (D. I.) — Sindpsis de los ortépteros . de Espafia y Portugal, (segunda parte)......... ME NN Actas de la Sociedad Espafiola de Historia Natural ( Abril, * Mayo, Junio, Julio, Agosto y Setiembre).....-......... AP miee es (1) Con este cuaderno se reparte la l4mina Iv correspondiente al anterior. MADRID,— IMPRENTA DE T. FORTANET, ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL _ TOMO V.—CUADERNO 3.° DON S. DE UHAGON, TESORERO CALLE DE JOVELLANOS, 7, TERCERO MADRID 31 DE DICIEMBRE DE 1876 CORRESPONDENCIA Y AVISOS. Lista de los seiiores socios de provincias que han satisfecho sus cuotas desde el 4.° de ran: hasta el 34 de Diciembre de 1876. COTIZACION DE 1876. Barboza du Bocage, de Lisboa. Martinez Cafiada, de Murcia. Barredo, de Badajoz. Orueta, de Malaga. Canovas, de Lorca. Paulino d’Oliveira , de Coimbra. Castel, del Escorial. Perez de Arrilucea, de Cameros. Compafié, de Barcelona. Prolongo, de Malaga. Chape, de Cadiz. Secall, de Logrofio. Lacasa, de Vera. Seebold, de Bilbao. Martin del Amo, de Ponferrada. Stahl, de Bayamon. COTIZACION DE 4877. Atienza, de Albacete. Gil y Flores, de Loranca de Tajufia. © Barboza du Bocage, de Lisboa. . El Tesorero, 8. DE UHAGON. La correspondencia sobre asuntos cientificos se dirigir4 al Secretario de la Sociedad, D. José Maria Solano y Eulate, calle de Jacometrezo, 41, Ma- drid; y sobre los administrativos, reclamacion de cuadernos de los ANALES, titulos, pago de cotizaciones, etc., al Tesorero, D. Serafin de Uhagon, calle de Jovellanos, 7, 3.°, Madrid. % 6 SE ate Ea SE MES Los socios residentes en las provincias de Ultramar, 4 quienes convenga efectuar el pago de su cotizacion en la Habana, podrdn verificarlo en casa del Sr. D. Felipe Poey, catedrdtico de Mineralogia y Zoologia en aquella Universidad, calle de San Nicolas, nim. 96, debiendo entregar por razon del giro y demas gastos 4 ps. fs. en oro, 6 su equivalente en papel, en vez de los 60 rs. que satisfardn si remiten letra sobre Madrid. MM. les membres de la Société résidant a l’étranger, qui éprouveront des difficultés pour remettre 4 Madrid le montant de leur cotisation, peuvent le verser & Paris, chez Mr. L. Brquet, Trésorier de la Société entomologique de France, rue Saint-Placide, 52 (faubourg Saint-Germain), en lui re- mettant 16 francs; ou 4 Berlin, chez Mr. G. Kraatz, Président de la So- ciété entomologique , Linkstrasse, 28, en lui envoyant 4}4 Thalers. MM. Poey, 4 la Havane, Buquet, a Paris, et Kraatz, a Berlin, sont aussi autorisés pour recevoir des souscriptions aux ANALES DE LA SOCIEDAD EspANoLa DE Histor1a NATURAL aux mémes prix que ceux marqués pour la cotisation: les souscripteurs recevront chez eux franco par la poste, ainsi que les membres de la Société, les cahiers du journal aussitét qu’ils pa- raftront. — s Las publicaciones regaladas 4 esta Sociedad, 6 adquiridas por la misma, se hallan en poder del socio D. Francisco Martinez y Saez, por ha- ber trasladado su domicilio el Sr. D. Bernardo Zapater fuera de Madrid; los sefiores socios que quieran consultar alguna de ellas pueden dirigirse al Sr. Martinez y Saez, en el Gabinete de Historia Natural , los lines, miér- coles y viernes no festivos, de doce 4 tres de la tarde. Con el primer cuaderno del tomo de los ANALES correspondiente 4 1877, se imprimira un pliego de anuncios con las mismas condiciones con que se ha verificado en los afios anteriores; los que deseen insertar algun anuncio pueden dirigirse al sefior Tesorero, Jovellanos, 7, 3.°, Madrid. Pe a INDICE DE LO CONTENIDO EN EL 3er CUADERNO DEL TOMO V. Bolivar y Urrutia (D. I.) — Sindpsis de los ortépteros de Espafia y Portugal. (Conclusion de la segunda parte Pang sk Poey. — Enumeratio piscitum cubensium. {Tercera parte)..... Costa.—Apuntes sobre dos especies nuevas de la flora ca- Calderon y Arana.—Enumeracion de los vertebrados fési- Ros de Hspatias. see eee oye pupae fe SSRI 2 ater ae eae Tea Actas de la Sociedad Espafiola de Historia Natural (Setiembre, Octubre; Noviembre y Diciembre) oo vet care sce d ees Lista de los sefiores socios de la Espafiola de Historia natural. . Indice de lo contenido en el tomo v de los ANALES..........- Indice alfabético de las especies y géneros descritos, 6 acerca de cuya patria 6 sinonimia se dan noticias interesantes..... Advértonera 053 Foy Tees Der seep Maan) Dy. i pith Rhye a — a a a em a MADRID. —IMPRENTA DE T. FORTANET. 305 373 405 AAS — J ae ey