LIBRARY OF THE NEW YORK BOTANICAL GARDEN ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA. LIBRA R yg OTANICAL GARDEN DE LA y SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA a e o COMISION REDACTORA Presidente. «en Ka D. Luis A. HuerGo. Secretaria. mm .. D. FÉLIX AMORETTI. D. EDUARDO AGUIRRE. Vocales: Boñaco eN, D. VALENTIN BALBIN.' D. ESTANISLAO S. ZEBALLOS. TOMO VIII Segundo Semestre de 41879 BUENOS AIRES IMPRENTA DE PABLO E. CONI, ESPECIAL PARA OBRAS 60 — CALLE ALSINA (ANTES POTOSI) — 60 1879 LAS ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (Continuacion. ) D. Wolframatos y Molibdatos 67. — WOLFRAM (Mn, Fe) WO! Se halla en masas cristalinas hojosas, en parte radiadas, de color negro, parduzco, probablemente entre pegmatita. LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — Al N. de Altantina, en cuarzo, acompañada de malaquita. La localidad es aún un secreto de los propietarios (1), por esto no puedo añadir mas datos sobre su yacimiento (2). Provincia de San Luis. — Segun Avé-Lallemant (La Plata Mo- natschrift, 1874, p. 148), en la Sierra de Socoscora, cerca de San Francisco, en cuarzo entre gneiss. 68. — PLOMO AMARILLO Ph, MO* (Wulfenita) Cristales amarillos hasta parduzcos (tablas chicas, formadas de la base cuadrática con una pirámide y el prisma cuadrático). (1) El minerologista que quiera estudiar las “minas de este país, debe luchar mucho con la desconfianza de un gran número de descubridores de nuevas vetas, aunqne estas muchas veces no merezcan la pena de ser revisadas. Pero como ellos primero consideran su mina como una de las mas ricas, tienen miedo de que el naturalista pueda robarles su propiedad imaginaria, denunciándola. Por otra parte, están muy bien dispuestos á traer y mandar muestras sacadas á su gusto, pero que naturalmente no satisfacen de ninguna manera para abrir un juicio sobre el valor de la mina, En otros casos revelan una ó mas, ocultando, no obstante, aquella que les parece mas rica. El mineralogista pierde muchas ocasiones de hacer estudios interesantes por esta desconfianza de los mineros. (2) En una escursion practicada por mi en la Sierra de Córdoba en los meses de Enero y 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA LOCALIDAD: Provincia de San Juan. — Castaño, acompañado de galena, cuarzo, etc. E. Vanadatos 69. — DESCLOIZITA (Pb, Zn)?V?0” (Idéntica ú4 la Dechenita (Pb, Zn)V?0* ?) En los Annales de Chimie et de Physique, XLI, p. 72 y 78, des- eribió Dumour en el año 1854 un nuevo mineral bajo el nombre de Descloizita, que se encontraba en una coleccion de minerales, que le habian mandado de la República Argentina, sin indicacion especial de su procedencia. La descripcion era la siguiente : cristales del sistema rómbico, del tamaño de 1-2 mm; pirámide ortorómbica (127 10', 88? 18' y 115? 10”) con aristas laterales troncadas por un prisma (116* 25”; tambien con el doma (122? 6”). Cruceros no perceptibles. Los cristales son agrupados y generalmente envueltos en un mineral rojizo arci- lloso, ó implantados sobre una ganga silícea ferruginosa, y acompa- ñados de prismas exagonales aciculadas de piromorfita verde. Lus- trosos, negruzcos, los cristales chicos inclinándose al verde de acei- tuna, con un lustre bronceo, traslucientes en los ángulos, tambien amarillos, pardo rojizos hasta negros, en el centro los colores mas cla- ros, en las márgenes pardos y negro oscuros. Raya parda pálida. Su- perficie de los cristales rutilante, áspera y cavernosa: dur. — 3.5; pes. esp. = 5.899. Calentado en un matracito, dá un poco de agua, funde al so- plete, se reduce en parte á plomo, en parte á escoria negra. Sobre el carbon dá un anillo amarilla, con bórax dá en la llama de re- duccion, una perla verde, añadiendo salitre y espuesto á la llama de oxidacion, se colora en violeta (por Mn.) Con sal de fósforo dá en la llama de reduccion una perla verde, en la llama esterior una perla amarilla anaranjada. Soluble en ácido nítrico frio, dejando un resíduo pardo de óxido de manganeso, mezclado con el ácido silícico de la ganga, se disuelve sin coloracion; con ácido sulfúrico precipita Pb S0*. La media de dos análisis era : Febrero de este año, me ha sido posible encontrar el criadero de Wolfram. La veta se halla al N. de las Villas del Sauce, al O. de Chaquinchuna en la Quebrada de la Viuda; entre enarzo (no pegmatita), acompañado de óxidos de manganeso, ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 7 IO «+ << 32 200 28.04 OL. ur 07 00 0.39 Ph. Mii... caos 60:40 67.90 Zn O..... er 225 2.54 Culo es. DO 1.13 E e A 100.00 TOO o as O a E 99.39 Otros ensayos no se han hecho hasta la fecha con el mineral por falta de material; Tschermak supuso mas tarde, que el mineral era idéntico con la dechenita, que se halla en Niederschlettenbach (Ale- mania) y en Kappel (Carintia). Para hacer nuevos análisis del mineral argentino, precisaba mas materiales. ¿De dónde tomar estos, sinó se conocia la localidad de su yacimiento ? Por casualidad he recibido, hace poco tiempo, de la Sierra de Cór- doba el mineral en cuestion de un amigo mio, pero no lo reconocí al momento y lo dejé para ensayarlo oportunamente. Cuando hice en comunidad con mi colega D. Ad. Doering, un análisis calitativo de él, tuve la agradable sorpresa de ser poseedor del mineral mencionado, cuya descripcion por otra parte correspondia á mis muestras. Solamente el color de los últimos era mas blanco, muy parecido á ciertas variedades de plomo blanco. Pero las otras propiedades físicas, químicas, y tambien la calidad de la ganga son idénticas con las des- critas. hs | E Pero un accidente funesto no me ha permitido revelar el se- creto de su procedencia, porque mi amigo habia muerto poco antes de mi descubrimiento y yo no le habia pedido datos 'especiales sobre la localidad. No obstante, tengo alguna esperanza de encontrar el criadero del mineral con el auxilio de los cateadores de aquel ca- ballero, y en este caso, no tardaré en publicar inmediatamente las particularidades (1). (1) Con gran satisfaccion puedo comunicar que me ha sido posible descubrir los criaderos de descloizita en la República Argentina. He encontrado el mineral en el mes de Febrero de este año, en 4 diferentes puntos. Primeramente he encontrado la veta de donde se habian sacado las muestras arriba mencionadas, que es en la Aguadita, cerca del paso de Montoya, al S. de Tichana (Provincia de Córdoba). Despues lo he encontrado en masas muy conside- rables y en cristales sumamente hermosos y perfectos ea la mina Vénus (Departamento de Minas), cerca de dos leguas al S. de Aguadita. Aquí se halla acompañado de otros minerales escasos, entre los cuales predomina la vanadinita en cristales exagonales amarillos. El ha- llazgo es tan importante, que publicaré dentro de poco una pequeña monografía sobre él. Por fin, he encontrado este mineral, aunque de menor belleza en las minas Bienvenida y Agua del Rubio, cerca de las otras dos localidades, 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Y, Fosfatos y Arseniatos 70. —MIMETISITA 3 Pb* As? 05 +- Ph Cl? Cristales hexagonales aciculados finos, de color verde. LOCALIDAD : Provincia de Córdoba. — Mina Santa Cruz, Pedania Argentina (Serrazuela). Las muestras de Desclorzita que se encuentran entre mis manos, están tambien acompañadas de un mineral parecido á la mimetisita; no he confirmado todavia su composicion, las agujas que acompa- ñaban la muestra de Dumour, son descritas por él como prromorfita (8 Pb* P2:0* + Pl CP). “Y. — APATITA 3 Ca? P? 0% +4 Ca (Cl, F)? Este mineral es muy comun en las pegmatitas de la República Ar- gentina, acompañado generalmente de turmalina, granate, berilo, columbita, triplita, hierro magnético, ete. Se encuentra en masas verdes hasta blanco-grises, que dejan conocer un tipo exagonal, aunque el mineral adhiere tan estrechamente al cuarzo, que es difícil sacar un cristal perfecto. Las caras terminales son por lo general truncadas. Del berilo, de que muchas veces es acompañado, se dis- tingue fácilmente por su dureza — 5. La apatita se halla tambien microscópicamente en muchos granitos, pórfidos, liparitas, traquitas, andesitas, etc., del país (véase Francke, Stud. u. Cordillerengest. 1876). La constitucion química de la mayor parte de estas apatitas, no es todavia conocida. Solamente sobre la apatita que se halla entre el berilo de San Roque, Provincia de Córdoba, hizo Siewert una pu- blicacion en la Zestschr. f. ges. Naturw. 1874. p. 339 ss. Esta va- riedad tiene el pes. espef. 3.23 — 3.38; es de color verde oscuro, traslucido en los bordes, la raya es amarilla gris clara. Al soplete no funde, pero se descolora. Se disuelve fácilmente en la sal de fósforo dando una perla clara, tomando mas material aparece una reaccion débil de hierro en la coloracion y enfriándola del manganeso, fria queda la perla turbia. Fundiendo el mineral con carbonato de sodio, ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 9 resulta un esmalte verde oscuro. Es completamente soluble en los ácidos; con ácido sulfúrico de vapores de HF. Se compone segun tres análisis de 30 A 41.99 42.87 42.39 o 2.08 2.76 9.45 O 47.91 48.00 48.14 Mo O. 0.84 0.24 0.36 O 2 0.92 0.93 0.92 Ma O a Ba 6.72 6.45 6.54 Resíduo insoluble..... 0.14 0.192 0.18 100.97 101.87 101.48 Menos el oxígeno que corresponde al fluor.. 1.26 41.16 1.08 99:44 100.21 100.45 Siewert llama á esto apatita Mangan-apatita, y le da la fórmula 4 (Ca, Mn)? P? 0% + Ca F?; en que Ca : Mn (y Mg, Fe) =7: 1 y Cree que la fórmula 4 Ca? P? 0% + Ca F? sea mas adecuada á los apatitas en general. Las localidades donde yo he encontrado la apatita son : Provincia de Córdoba. — Las pegmatitas de la Sierra Alta (San Roque, Tanti, Champaquí, Achiras, etc.). Provincia de Catamarca. — En muchos puntos de la Sierra del Alto, Piedra Blanca, campo del Pucara, Sierra del Ambato, Cha- critas, Miraflores, etc. Provincia de San Luis. — Cerro del Morro, Rio de Luluara y de Conlara, cercanias de la Cañada Honda, muy abundante cerca de San Francisco (Rincon, Rio de Socoscora, Vallecito, etc.). Avé-Lalle- mant la menciona del Potrero de Funes (La Plata Monatschrisft, ASTA, p. 130). Como mineral muy comun en las pegmatitas va á encontrarse to- davia en muchas otras localidades. 79. — TRIPLITA oc (Mn, Fe)? Ph? 0% + (Mn, Ca) Fl* El mérito de haber descubierto la triplita en la República Argen- tina, pertenece á Stelzner (véase Tschermak, Min. Mitth. AST3, 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA p. 222 y ss.). Este mineral se halla en los numerosos tifones de peg- matita, que se encuentra entre el terreno gneísico y granítico. Son masas cristalinas, sin indicios de cristalizacion, con un cru- cero muy perfecto, y dos otros menos perfectos, los tres casi per- pendiculares entre sí. Fractura concóidea hasta desigual, lustre de grasa, trasparente en los bordes hasta casi opaco, dur. 5, pes. esp. 3.83 — 3.90. Color pardo amarillento claro, pardo rojizo hasta rojo de carne, otras variedades pardas negruscas; las variedades os- curas alternan con las claras y se encuentran entre las últimas en venillas muy finas. Las claras son las mas frescas, las oscuras preceden de las claras por un procedimiento de oxidacion, mos- trando un contenido de Fe? O* en estado libre. Raya sin color hasta gris amarillenta. Fácilmente soluble en ácido sulfúrico ó clorhídrico. Siewert analizó las dos variedades y encontró: a) pan la clara, b) para la oscura: a b SOS... «efiiso IA ls TOR 35.65 31.13 o a ao e A 18.30 15.88 Fer OPRIMA o IE a 2:92 A 31.84 31.14 LA NN cl e e A. 46: 5.92 La, II PA e e 4.94 ASIS Ganga Limits 0.13 447 ¿ 101.32... FHOL84 Menos el oxígeno correspon- diente al flnor...... +k ojo 208 3.28 99.24 98.56 Siewert da entonces á la variedad clara la fórmula: (Mn, Ca) Fl* + 2 (Mn, Fe)? Ph* 0* en que Mn :Ca=3:5;Mn0:Fe0=2: 41, y ála variedad oscura la fórmula : 10 [(Mn, Ca) Fl* + 3 (Mn, Fe)? Ph* 0%] 4- FP 0* en que Mn Ca =1: 15M ME 100" 22 1. LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — Pampa de San Luis, Cerro Blanco entre San Roque y la Hoyada, Tránsito (Valle de San Cár- los), etc. ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 11 Provincia de San Luis. — Avé-Lallemant la describe de las peg- matitas de Conlara y de Lulvara (véase La Plata Monatschrijc, 1874, p. 131). 73. — HETEROSITA Este mineral, que en otras localidades (por ejemplo, en Limoges en la Francia) representa un producto de la descomposicion de la tri- filina, se halla en este país procedente de triplita, y forma costras finas sobre esta ó la penetra en masas y venillas finas. Su color es azul celeste; un análisis no se ha praticado todavia por falta de ma- terial suficiente (véase Stelzner, Tschermak, Min. Mitth, 1873, p. 223). 74. — VIVIANITA - 8 Fe? Ph? 0? 48H 0 Se menciona este mineral de dos puntos del país, es decir, de la Punta de Lara, Provincia de Buenos Aires (véase Zeballos, Ana- les de la Soc. Cien., 1I, ab: 314), pero falta una descripcion mas es- plícita. Avé-Lallemant ( Acta le la o. Nac. de Cienc. en Córdoba, 1, 1875, p. 106) menciona de las Tierras Negras, Cañada Honda (Provincia de San Luis), la vivianita de color azulejo oscuro, que segun él se en- cuentra entre la tierra turbosa de aquel lugar, acompañado de Krau- rita de color verde súcio, en agregaciones arriñonadas, y cubierto con incrustaciones finas de Kakosena fibrosa. No me permito abrir juicio sobre este cuerpo, ante que yo los haya visto (1). 75. — ANNABERGITA Ni? As* 02 + 8H? 0 Se halla en venillas delgadas y en pegaduras térreas con el niquel rojo de Jagué (Provincia de la Rioja). La pequeña cantidad del mi- neral que se halla en mi poder, no ha sido suficiente para un análisis exacto. (1) Avé-Lallemant describe tambien unos a»sentatis de hierro del Zapallar, cerca de Qui- nes (Provincia de San Luis) en la Plata Monatschrift, 1874, p. 171. Pero lo que él llama es- corodita, no es mas que yeso (!) y sobre su pisizita no tengo juicio, porque no la he obser- vado en la mina misma, y tampoco existian en su poder las muestras originarias sobre que se fundaba su descripcion (masas testáceas, concéntricas, gruesas ú arriñonadas, color pardo amarillento). 19 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA G. Boratos 76. — BORONATROCALCITA | (Ca, Na”) Bo* 0” + 18 H3 0 Schickendantz menciona en la Plata Monatschrift, 1875, p. 199, que le habian entregado muestras de este mineral de las cercanías de la Laguna Blanca (Provincia de Catamarca). Durante mi presencia en Pilciao, nuestra atencion se fijó en un mineral que él habia re- cibido como asbesto; era fibroso fino, color blanco de nieve. Un análisis calitativo hecho confirmó su identidad indubitable con bo- ronatrocalcita. Es entonces á suponer que este mineral importante, tambien se encuentra en este país, en cantidades considerables, como en otros lugares de América del Sud y del Norte. Sobre la localidad de su yacimiento me faltan todavia los datos especiales. M. Niobatos y Tantalatos, 71. — COLUMBITA (Fe, Mn) (Nb, Ta)? 0* Fué descubierto por Stelzner en la República Argentina, cerca de San Roque, en la Sierra de Córdoba (véase su descripcion en Tscher- mak, Min. Mitth. 1873, p. 223). Se encuentra en pegmatita, gene- ralmente adherente á cristales de berilo, á veces tambien entre feldespato. Los cristales (en su mayor parte imperfectos) muestran el macro-pinacoide, el braqui-pinacoide, la base, tambien el ortoprisma rómbico (135% 40”), caras piramidales, etc. Por lo general, se halla el mineral solamente en masas cristalinas, del tamaño de una alberja, hasta de una nuez. El color es negro de hierro, penetrado de venillas delgadas pardas. Pes. esp. 5.62 — 5.63. Segun Siewert el mineral de San Roque contiene: ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 43 odas AS DS... A 0.929 A 0.34 O A A 1.59 O 0.35 REA 14.98 A OA 6.13 101.34 LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — Fuera de San Roque, donde Stelzner describió la columbita, ella fué encontrada por mí en las pegmatitas de San Miguel y del Champaquí. Provincia de San Luis. — Segun Avé-Lallemant (La Plata Mo- natschritf. 1874, p. 180, 1875, p. 23), en las pegmatitas de Corales (al N. de los Cerros del Rosario), y en el Alto de Barroso, cerca de Nogolí (1). Como aquel señor no ha hecho análisis suficientes del mineral, su determinacion queda todavia problemática. l. Titamatos 78. — TITONITA Ca Si Ti O* Fué descubierto por Stelzner en las calizas granudas cerca de Cór= doba (Calera y Malagueño). Aquí el mineral se halla en cristales bien formados, de un tamaño hasta de 5 mm.; muy comun es la combi- nacion: hemipíramide (136? 12”), con la base, clinodoma (113? 20”) y ortodoma (557 21 '). Las aristas son en parte redondeadas. Su color es pardo rojiso hasta amarillo de miel. Le acompañan feldespato, au- gita, hornblenda y wolastonita. Tambien las traquitas del país (por ejemplo en la Provincia de San Luis, en las Cordilleras, en la Sierra de las Capillitas, Provincia de Catamarca), contienen cristales macroscópicos y microscópicos de la titanita. (1) Una muestraíde la última localidad, que Avé-Lallemant me entregó, era hierro titánico. 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CUARTA CLASE SILICATOS 719 — ESTAUROLITA , 9 R* Si 05 2 3 12 6 a H? (Fe, Mn)? Al Si“ O =' E i Fué encontrado por Stelzner (véase N. Jahrb. f. Min. 1873, p. 631) en la micacita, entre Tafí y la Ciénega (Provincia de Tucuman. Se halla aquí en cristales mayores y menores de la combinacion : prisma ortorómbico con base y braquipinacoide, tambien con el macrodoma ; cristales simples y hemitrópicos (los últimos en las formas conocidas cruciformes). Avé-Lallemant encontró cristales pardo-rojizos de estaurolita del mismo hábito en la micacita del Monigote y en el Jarillal de la Ta- lita, Provincia de San Luis (véase Acta de la Acad. Nac. de Cienc. en Córdoba, 1. 1875, p. 118; La Plata Monatschrift. 1874, p. 147). 80. — TURMALINA (Mg, Fe, K* Na* H*? Al! Bos (Si 0*)' (Chorlo) En la República Argentina se han observado hasta ahora sola- mente las variedades negras, pero estas en diversos puntos en una abundancia sorprendente. La roca, que se distingue por su riqueza en chorlo, formando esto un constituyente accesorio, es la pegmatita. Sus compañeros son especialmente granates, apatita, tambien berilo, triplita, hierro magnético, etc. Tambien en los granitos ordinarios y en el gneis se halla el mineral en gran abundancia, aunque no en cristales tan grandes como en la pegmatita. En la última roca los cristales alcanzan á veces un tamaño de un metro y un diámetro de 4 decímetro. Las formas comunes son prismas á veces encorvados (pris- ma hexagonal con el prisma trigonal y otros prismas secundarios, terminados segun la ley del hemimorfismo, por caras distintas en .los dos términos, por ejemplo: - ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 15 De un lado por R. —92R, del otro por E. » KR. —= AR; > — 92 R. > R.—iR.oR; > —3 R.o R. > E. — E » o R. etc. Generalmente los cristales son rotos, faltan las caras terminales, ó estos son tan estrechamente adherentes á la roca, que no se pueden sacar sin romper todo el cristal quebradizo. Muchas veces la roca consiste de nada mas que una mezcla de cuarzo y termalinas de ta- maño muy variado. Los cristales son á veces tan delgados, que pare- cen aciculares, y se reunen en muchos casos en agregados fibrosos hasta casi compactos. Sobre la composicion química de las turmalinas faltan todavia todos los datos. Asi como en Europa, el chorlo muchas veces ha sido la causa de errores, tomándole por óxido de estaño, entre nosotros tiene la suerte de ser considerado como carbon de piedra. Este error general (mil veces se me ha entregado esta piedra para pedir mi juicio sobre este carbon de piedra supuesto), no se puede esplicar de otra manera que por ser casi desconocido en el interior del país el car- bon de piedra verdadero y sus propiedades; la gente se fija solamente en el color del mineral, efectivamente parecido al del carbon de piedra (tambien les causa el mismo error otros minerales como anfibol, hierro magnético, psilomelana, etc.), pero faltan á ellos los conoci- mientos mineralógicos los mas sencillos, para fijarse en las diferencias de ambos minerales (peso, dureza, inflamabilidad, yacimiento, etc.). Con esta piedra ominosa ya muchos hombres del país se han en- gañado á si mismos y á otros. Hasta ahora conozco la turmalina negra de las siguientes loca- lidades : Provincia de Córdoba. — En la pegmatita de muchos puntos de la Sierra Chica (por ejemplo, Ischelin, Ascochinga, Calera, Mala- gueña, Alta Gracia, Reartes, Amboy, San Ignacio, las Peñas, etc. Sierra Alta (Candelaria, Achala, Champaquí, Boca del Rio, Achiras); Sierra de Altantina, de Pocho (cristales curbados, por ejemplo, en la Mina Argentina, cerca del Ojo de Agua). Sierra de Quilina, Tu- lumba, Totoral. En el granito de la Sierra Alta, de Sampacho, de Achiras, etc. Provincia de Catamarca. — En las pegmatitas de la Sierra del Alto y de Ancasti, Viña, Durazno, Totoral, Portezuelo, Vilismano, 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Albigasta, etc., en el camino de Catamarca á Singuil (Piedra Blanca, Puerta, Jucarilla); Campo de Pucara, Fuerte de Andalgalá, Sierra del Ambato (Cuesta de Yoyango, Junta, Rodeo, Chacritas, Mira- flores, ete.) Provincia de Tucuman. — Sierra del Aconquija. Provincia de Salta. — Diferentes localidades. Provincia de San Luis. — En las pegmatitas del camino de San Luis á la Carolina (Chorillos, San Roque, Volcan, Alto Grande, Los Pujios, Trapiche, Totoral, Piedras Blancas). Cercanías de la Ca- ñada Honda, Cerritos Blancos, Rio de Luluara ó de Conlara (Estan- cia Vieja, Pantanillo, Cañada Verde, Arroyo de la Cal, Pampa del Talita, Higuera, Ciénega, Paso Grande, Algarrobal, Conlara, Remea, Santa Rosa, Capilla de Funes, Lomita). Cercanías de los Cerros del Rosario (Manantial Grande, Toma, Juncal, etc.). Cercanías de Santa Bárbara (Alto Grande, Angelita, Sala, Aguadas, Valle de Cantana, Quebrada del Tigre, Talita, Totorita, ete.), Quines, Zapallar, Rio Seco, Piedra Blanca, Cañada Quemada). Cercanías de San Francisco (Pilon, Rincon, Rio de Socoscora, Monigote, Corales), Sierras de No- golí, de la Quebrada, Pancanta, etc., Saladillo, Cerro del Lince, Cerro del Morro, Sierra del Yulto, falda occidental de la Sierra de Córdoba. Cercanía $. de la Piedra Blanca, los Moyes, Estanzuela de la Aguada, Punilla, Sierra del Portezuelo, Cerrillos, etc., etc. Provincia de San Juan. — Huerta, Leoncita. Provincia de la Rioja. — Cerro de Carangate. Provincia de Buenos Atres. — Sierra entre el Cabo Corrientes y Tapalqué, Cerro Palino, Cerro de la Plata, Lobería, etc. S1. — CHONDRODITA Mg? Si (0, Fl?) ' Mg? $Si (O, Fl?) Este mineral fué descubierto por Stelzner en las calizas granudas cerca de Córdoba y de la Sierra de la Huerta (Provincia de San Juan) y descrito en Tschermak, Min. Mitth. 1873, p. 234. Se halla junto ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 17 con espinela negra, en granos chicos, redondos, amarillentos, muy lustrosos, del pes. esp. 3.12 — 3.13. Siewert analizó provisoria- mente el mineral, encontrando : A 34.07 0 A 2.39 O A 56.56 ES ao a E 0. No determinado Si algunos granos semejantes á los descritos, que he encontrado en mármoles de diversas otras localidades son chondrodita, deberá deter- minarse por ensayos, todavia no practicados. 82. — EPIDOTA ER AA R' Si 0* 2 4 : 6 6 Ll EN CAN E: 0 y y | e ; nt Es, - (Pista) Este mineral es e comun en pi Bepública ArbMidAo “y se Tula generalmente junto con el anfíbol, de que se forma por un proctedi- miento de metamórfosis, como lo prueban directamente los prepara- dos microscópicos, que Franche hizo (Stud. u. Cordillerengest. 1875). Por esto no estraña, que las anfibolitas, tan abundantes en las formaciones azóicas del país, son sumamente ricas en epidota, ó ca- pas de amfibolita, á veces casí completamente se han cambiado en epidota. Tambien en las calizas granudas que AenaR con rocas anfibólicas, se puede estudiar bien este procedimiento, encontrándose en ellos cristales de epidota bien formados, que tienen una relacion íntima con el anfibol. En fin los preparados microscópicos de traquitas y andesitas hornblendíferas prueban una trasformacion del anfibol en epidota. Estimo como formacion primaria las epidotas que se hallan á veces en cuarzo, sin que se observen relaciones con otros minerales (por ejemplo, al N. de Reartes, en la banda izquierda del Rio del Medio). Generalmente la epidota se halla en masas bacilares, fibrosas Ó granudas, pero los cristales no son tampoco escasos, y representan columnas horizontales, formadas del ortopinacoide, de diferentes or- todomas, de la hemi-pirámide negativa, á veces tambien se observa la base (véase Stelzner, Tschermak, Min. Mitth. 1873, p. 233). 2 18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 83. — ORTITA 6 Q; 5 H: (Ce, La, Di, Fe, Ca, ete.)*(A1, Fe)? Si" 0% = | — | 2 R* Si 0% Fué encontrado por Stelzner en el gneis del Valle Fértil (Pro- vincia de San Juan), en masas pequeñas, de color negro, de cruceros muy imperfectos, fractura concóidea, dureza 6, de lustre vítreo. Pro- bablemente pertenece, segun un análisis provisorio, tambien á esta especie un mineral de las mismas propiedades, que se ha encontrado en pequeñas cantidades en la pegmatita de San Roque, cerca de Cór- doba, en un nido de berilo y columbita. Avé-Lallemant (La Plata Monatschrift. 1STA, p.... ; Act. de la Ac. Nac. de Cienc. I, 1875, p. 128), describe bajo el nombre de ortita un mineral negro de las pegmatitas de la Quebrada de la Piedra Con- corbada, cerca de San Francisco (Provincia de San Luis), que se hincha al soplete y se funde á un vídrio pardo. Como esto son los únicos datos, con él carateriza el mineral, y no se encuentran en su poder muestras que permitan una comparacion; no tengo juicio sobre su determinacion (1). (Continuará) Luis BRACKEBUSCH. (1) Esta observacion vale tambien para el mineral del Rio de Luluara (Provincia de San Luis), que Avé-Lallemant ha estimado por gadolinita (véase los lugares arriba citados), que ha encontrado en el feldespato rojizo de pegmatita. El color es verde hasta negro, la fractura concóidea, estructura esferoidal, es duro y vítrea. La denominacion categórica me parece algo arriesgada. HEMIPTERA ARGENTINA. ( Continuacion. ) Subf. SAICINA Sráz. Saicida STAL, Hem. afr. MI, p. 44 (1865). Saicina STAL, Enum. Hem. II, p. 67 (1872) et Enum. Hem. IV, p. 4 (1874). PLEUROSIGYNIUS NOV. YEN. Corpus oblongo-ovatum. Caput breviusculum, pone oculos tumidum, subtus setis nonnullis spini- formibus armatum, spatio interoculari lato. Óculi mediocres. Genae valde nutantes, subtuberculi— formes, apice setis compluribus instructae. Tylus elevatus. Tubercula antennifera brevissima. An- tennae ante oculos insertae, articulo primo capite plus quam duplo longiore. Rostrum mediocre, articulo primo longe pone oculos extenso, articu- lo secundo obpyriformi, ambobus subtus setis compluribus spiniformibus armatis; articulo ter- tio secundo nonnihil longiore, tenui. Pronotum inerme, subtransversum, lobo antico elevato, me- dio sulcato, utrimque convexo, angulis anticis rotundatis, acetabulis anticis nonnihil ultra mar- ginem anticum prostethii extensis; lobo postico lobo antico dimidio latiore, subdeclivi, angulis lateralibus parum tumidis. Scutellum longum, tricostatum, apice in spinam longam erectam ($) aut rectam (2) productum. Hemelytra sub- membranacea, abdominis apicem attingentia ; corio parvo, elongato, cellulis tribus . angustiu— sculis praedito; membrana magna, cellulis tribus superpositis praedita. Metastethium angulis po- sticis in spinam obtusam validiusculam produ- ctis. Abdomen hemelytris paullo latius, angulis 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA apicalibus segmentorum connexivi in spinulam acutam productis. Venter totius vel ad partem carinatus. Pedes longi, graciles, femoribus anticis non incrassatis, ante medium parum curvalis, subius setosis; tibiis anticis femoribus paullo brevioribus, subreetis, apicem versus modice in- crassatis et subcompressis, subtus setosis ; femo- ribus posticis curvatis, abdominis apicem subat- tingentibus. Este nuevo género, próximo al Oncerotrachelus StáL, es bien determinado por los caracteres siguientes: Tiene la extremidad de las mejillas dirijida hácia abajo y del aspecto de un tubér— culo; posee muchas cerdas espiniformes en la punta de la misma, en la parte inferior del primero y segundo artículo de la trompa y de los fémures y tibias anteriores ; el primer ar- tículo de las antenas es muy largo y algo encorvado (los demas artículos faltan en los dos ejemplares que poseo); el córion es pequeño, teniendo tres celdillas longitudinalmente dispuestas ; la membrana es muy grande, provista de tres celdillas sub- triangulares, superpuestas, de las que dos mas pequeñas se encuentran en la márgen interna, entre el ápice del córion y el borde interno del hemélitro. El ángulo apical del metasternon sale en forma de una espina obíusa, bastante larga, y los án- gulos apicales de los segmentos del conexivo forman espinas pequeñas y agudas. 217. P. Lynehii 200. Spec. ¿ et Q: Lutei vel luridi, ad partem fuscescentes, supra perparum sericei, subtus cum pedibus magnam ad partem sat dense sericei et hic 1llic setulosi; parte tnmida postoculari supra leviter bisulcata ; hemelytris fuscescentibus, mMmargine costali flavido; alis sordide albidis; dorso abdo- minis dilute luteo, unicolori ; mesostethio et ventre utrimque vitta laete fusca, subobsoleta or- natis, hoc carina maris usque ad basin segmenti quinti extensa, distinta instructo, carina feminae tantum ad apicem segmenti quarti extensa, sat obsoleta; tibris posticis femoribus posticis non- nihil longioribus. — Long. 7; lat. pron. 1'/,, abdom. 2*/, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Este representante del nuevo género Pleurosigynúus fué encon— trado en el Baradero por mi jóven amigo, el Sr. FéLix LyNcn, HEMIPTERA ARGENTINA 91 á quién se lo dedico, agradeciéndoie los servicios que me ha prestado, enviándome un gran número de insectos del Baradero, Chascomús, Buenos Aires y últimamente de Chacabuco, y en quién fundo las mejores esperanzas en vista del estudio de la fauna de la República Argentina, á que se ha dedicado fuera de sus ocupaciones ordinarias. de Fam. HENICOCEPHALIDAE Bexc. Enicocephalidae STAL, Rio de Jan. Hem. I, p. 81 (1860). Henicocephalida STAáL, Hem. afr. MIL, p, 165 (1865). HENICOCEPHALUS STÁL. Enicocephalus Westw., Trans. Ent. Soc. II, p. 22 (1837). — STáL, Rio de Jan. Hem. I, p. 81 (1860). — WazkK., Cat. VIII, p. 22 (1873). Systelloderes BLANCH. in Gay, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 224 (1852). —SiéGN., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. IIL, p. 578 (1863). Oncylocotis STáL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1855. p. 44. Henacocephalus STÁL, Hem. afr. TIL, p. 166 (1865). 118. MH. spurculus [STÁL. Emicocephalus spurculus STÁL, Rio de Jan. Hem. I, p. 81 (1860). — Waxx., Cat. VIIL, p. 23. 3 (1873). Patria: Brasilia. Esta especie la trajo de San Martin el Prof. D. Epuarpo AcuirrE, habiendo hecho la observacion interesante, que este hemíptero apareció en ciertas tardes, formando mangas como las hormigas que se levantan en enjambres, para hacer sus elecciones matrimoniales. Los indivíduos de aquí tienen los hemélitros de un blanco impuro, miéntras que SráL indica para los del Brasil una co- loracion fuscescente clara. Nuestra especie es mas pequeña y de un tinte mucho mas claro que el Henicocephalus moschatus BLaNch., [véase: Systel- loderes moschatns BLaNcH. in Gay, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 224 (1852) et Sien., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. p. 578. 117 (1863)]. 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Fam. HYDROMETRIDAE Lrzacn, Curr. Hydrometridae Leach sec. CurT., Brit. Entom. I, 2 (1824). — StEpPH., Syst. Cat. of Brit. Ins. (1829). Hydrométrites LaP., Ess. p. 4 et 22 (1832). Hydrodromici Burm., Handb. II, 1, p. 205 et 206 (1835). Hydrometrida MaYr, Nov. Hem. p. 169 /1866). Hydroessida MaYr, Nov. Hem. p. 180 (1866). Existe una gran confusion sobre esta familia, sus divisiones y dos de sus géneros. Restituyendo el nombre mas antiguo para la familia, le doy la amplitud determinada por los autores arriba citados, y considero las familias de FieBErR, SráL, WALKER, etc., como sub-familias Ó divisiones. Por lo que toca á los géneros Hydrometra de LatrEILLE, Hy- drometra de Famricius y (Gerriss de FaBricrus, acepto el primero como el que tiene prioridad, siguiendo el ejemplo de Amvor y SErvILLE y de SríL, tanto mas cuanto que sirvió á LARTEILLE Como tipo de este género, el Címex stagnorum de Linko. Para el género Hydrometra de Fasricius adopto el nombre Tenagogonus Sríz, que es sinónimo (véase : Hemaptera Africana. TI, p. 168). El tipo del Gerris de Famricius ha sido su Cimex filiformas, que pertenece á la familia de Coreidae, en que ya está colocado este género hace tiempo y donde debe conservarse su nombre y lugar. WaLker ha causado una nueva confusion en esta cues- tion, desbarajustando todos los géneros y mezclando varias es— pecies heterogéneas (véase: Catalogue of the specimens of He- miptera Heteroptera, etc., VII, p. 151-169). Subf. HYDROMETRINA Bere. Stagnigradi et Hydrométrides Am. et Sery., Hém. p. 398 (1843). Limnobatidae FIEB., Eur. Hem. p. 32 (1861). Hydrometrida STAL, Hem. afr. 111, p. 166 (1865). HYDROMETRA LATR. Hydrometra Larr. (nec FaBr.), Préc. des caract. gén. des ins. p. 86 (1797). — Curr., Brit. Entom. I, 32 (1824). — Sr, Farc. et Sery., Enc. méth. X, p. 265 (1825). — Lar. p., Ess. p. 22 (1832). — Am. et Sery., Hém. p. 398 (1843). — STíL, Hem. afr. III, p. 166 (1865). Limnobates Burm., Handb. II, 1, p. 210 (1835). — H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 118. tab. 304. A-E (1852). — FieB., Eur. Hem. p. 103 (1861). — DoueL. and Scorr, Brit. Hem. p. 575 (1865). HEMIPTERA ARGENTINA 23 219. H. argentina 2n0%. spec. S : Sublinearis, sordide testaceus, antennis, cani- tis parte postoculari utrimque, pectoris-lateribus, rostri articulo terminali, connexivi marginibus utroque nec non hemelytrorum venis obscurio- ribus vel fuscis, pedibus fuscescenti-testaceis, margine interiore hemelytrorum albido-maculato; capite tenul, apicem versus modice incrassato, apice ipso conico, flavescenti, medio parum ele- vato, obsolete fusco; antennis gracilibus, longi- tudine articulorum ut in H. stagnorum; rostro valde ultra oculos extenso, articulo primo bre— vissimo; pronoto fere parallelo, ante medium subtilissime constricto, postice retrorsum declivi; hemelytris angustiusculis, prope segmentum quin- tum extensis, venis duabus transversis fuscis ante apicem maculisque albidis margims interioris distinctis; alis albis, subopalinis; pedibus gra- -cilibus, unicoloribus; femoribus posticis hemely- tris paullo longioribus. — Long. 11*/,; lat. pron. abdominisque */, mm. Patria : Buenos Aires. Esta especie muy diminuta de Hydrometra debe ser la misma que existia en el Museo Real de Berlin, cuando el Dr. Burmerster escribió su «Handbuch der Entomologie», pues menciona una es- pecie como procedente de Buenos Aires [véase: Handb. UH, 1, p. 211, (1835) ]. El Y que poseo lo debo al Sr. D. Enrique Lynch ARRIBÁLZAGA, quién lo encontró en el patio de su casa, el 7 de Octu- bre de 1878. Subf. HYDROBATINA Brrc. Gerrides Am. et Serv., Hém. p. 410 (1843). Hydrometrae FieB., Eur Hem. p. 106 (1861). Hydrobatida STáL, Hem. afr. TI, p. 168 (1865). HALOBATES EscH. Halobates EscuscuoLtz, Dorp. Abh. I, p. 163 et Entomogr. p. 106 (1822).—Lar., Ess. d'une Class. des Hém. p. 24 (1832;. — Burm., Handb. der Entom. II, 1, p. 208 (1835). — Am. et SeEry., Hém. p. 411 (1843). — H.-S., Wanz. Ins. VII, p. 108 (1848). — Mar, Nov. Hem. p. 169 (1866). 2% ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 220. H, platensis 200. Spec. g et Q: Ovati, supra ochracei, nitidi, subtus den- sissime sericei, flavescenti-albi, capitis maculis tribus punctiformibus saepissime contextis, anten- nis, macula basali dimidioque apicali rostri, pro- noto, medio marginibusque exceptis, margine anteriore vittisque quinque mesonoti1, metanoto ad partem, incisuris segmentorum dorsi abdominis, margine ipso connexivi vittaque prope acetabula nec non pedibus, vittis flavescentibus dimidio basali femorum anticorum exceptis, nigris ; antennarum articulo primo articulo secundo tertioque simul sumtis vix quarta parte breviore, articulo secundo tertio breviore, articulo terminali tertio longiore et crassiore; pronoto utrimque maculis dua- bus nigris rotundatis antice contiguis posticeque macula parva triangulari ornato; mesonoto linea media antrorsum angustata, vittis lateralibus po- stice introrsum subarcuatis, his spatio intermedio albido; metanoto nigro, maculis tribus subtrian- gularibus (duabus parvis anterioribus distinctis, una magna posteriore ad partem obsoleta) or- nato; dorso abdominis medio offuscato ; segmento anali utriusque sexus brevi, vix producto ; tibiis anticis apicem versus non incrassatis, dente api- cali destituto; unguiculis validis, in excisione sub- tili tertio ultimo tarsi secundi instructis; femo-— ribus mediis tibiis mediis brevioribus ; femoribus posticis tibiis posticis longioribus, haud ciliatis. Long. 3*/,-4+; lat. abdom. 2-2*/, mm. Patria; Respublica Argentina. Este nuevo Halobates llama especialmente nuestra atencion, por hallársele sobre aguas dulces, miéntras que todas las demas especies son marinas, como lo indica el nombre del género. Su descubrimiento se debe al celo para el estudio entomológico de los hermanos LyxcH, de quiénes he recibido algunos ejempla- res con los siguientes datos respecto de este hemíptero. El Sr. D. Fénix Lyncn me escribe : « Encuentro que el Halo- bates spc. fué cazado por mi hermano ENr1QueE ántes que por mí, pero ignoro en qué época y en qué circunstancias. En cuanto á mí, los he hallado en bandos de 20 á 30 individuos, hácia el mes de Marzo de 1876 y 1877, en las ensenadas pequeñas de la costa del Riacho del Baradero, y por consiguiente no en aguas estancadas sinó en agua relativamente corriente. Es de notar que HEMIPTERA ARGENTINA 25 en estos bandos he encontrado indivíduos muy pequeños al lado de otros de magnitud normal ». Al Sr. D. Enrique LywcH debo las observaciones siguientes : « El Halobates spc. es comun en el Rio Baradero y en el Lu- jan, en los cuales he+observado á estos hemípteros. Reúnense en numerosas bandadas, compuestas de indivíduos de diversas edades. Aúnque se deslizan con notable facilidad sobre la su- perficie de las aguas correntosas, prefieren los sitios en que permanece mas tranquila. No se zambullen ni siquiera sumer- gen sus patas, sinó que resbalan con prodigiosa agilidad, como pudiera hacerlo sobre el hielo el mas hábil patinador. A la me- nor amenaza de peligro huyen, desbandándose, con gran velo- cidad; mas no tardan en volver á reunirse y en tornar al sitio de donde huyeron. Nunca los he visto en las aguas estanca— das, sin-que por esto me atreva á negar que se encuentren tambien en ellas ». El Museo Público de Buenos Aires posee esta especie, si bien recuerdo, de Entre—-Rios, de donde la habrá traido el Dr. D. ApoLFo DerIxe, que hizo un viage en esa provincia el año 1873. Nuestro Halobates platensis tiene cierta semejanza con el Ha- lobates pictus H.-S., pero es fácil distinguirle por el menor número y la forma diferente de las manchas y líneas negras del pronoto y mesonoto (la línea mediana de este es simple, mas angosta en la parte anterior); por las tres pequeñas manchas de la cabeza, por la existencia de uñas en las patas anteriores y la carencia de la série de cerdas en los fémures posteriores. Fam. GALGULIDAE Wesr., Sráz. Galgulites Lap., Hém. p. 4 et 15 (1832). Galgulini Burm., Handb. II, 1, p. 181 et 201 (1835). Galgulidae Westw., Intr. of. Modr. Class. of Ins. p. 463 (1840). Pélogonides et Galgulides Am. et Serv., Hém. p. 407 et 423 (1843). Cryptocerata, Litoralia Fieb., Gen. Hydr. p. 12 (1851). Galgulini, H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 18 (1852). Pelogonida et Mononychida STAL, Hem. afr. 1II, p. 170 et 171 (1865). Galgulidae STAL, Enum. Hem. V, p. 137 (1876). Subf. GALGULINA Sráz. Enum. Hem., V, p. 137 (1876). GALGULUS LATR. Galgulus LATR., Hist. Nat. d. Crust. et d. Ins. III, p. 253 (1802) et Gen. Crust. et Ins. III, p. 143 (1807). Lar., Ess. p. 15 et 16 (1832). — Burm., Handb. Il, 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1, p. 20] (1835). — SpIN., Ess. p. 62 (1837). —H.-S., Wanz. Ins. V, p.87 (1839) et IX, p. 24 (1852). — Am. et Serv.. Hém. p. 424 (1843). — Fieñ., Gen. Hydr. p. 13 (1851). —Wazrx., Cat. VIIL, p. 170 (1873), SráL, Enum. Hem. Y, p. 137 (1876) 221. G. mébulosus GUÉR. Galgulus flavus GUÉR., Icon, du Kégn. “Anim. Ins. p. 351. pl. 57.f.4 (1838). Galgulus nebulosus GuÉr., Icon. du Résgn. Anim. Ins. p. 351 (1838). — SrTáL, Rio de Jan. Hem. I, p. 83.1 (1860) et Enum. Hem. Y, p. 137 (1876). Galgulus quadrimaculatus (var.) GuÉr., Icon. du Régn. Anim. Ins. p. 351 (1838). Galgulus griseo-flavescens (var.) STáL, Enum. Hem. V, p. 137.2 (1876). Naucoris bipunciulatus p. WaLk., Cat. VIIL, p. 184.5 (1873). Patria : Brasilia. — Bolivia. Este hemíptero fué observado en las orillas del Alto Paraná, á mediados de Enero de 1877; se encontraba principalmente en gran abundancia cerca de Córpus, en terrenos arenosos, donde corria con velocidad. La larva es muy parecida á la imágen, solo mas puntiaguda hácia la parte posterior y cubierta de una materia en parte to- mentosa, en parte férrea. Subf. MONONYCHINA Sráz. Mononychida STáL, Hem. afr. TI, p. 171 (1865). Mononychina STáL, Enum. Hem. V, p. 138 (1876). MoNoNYx LAP. Mononyx Lar., Ess. p. 15 et 16 (1832). — Burm., Handb. II, 1, p. 201 (1835). — Srrn., Ess. p. 63 (1837). — Am. et Serv., Hém. p. 425 (1843). — FieB., Gen. Hydr. p. 12 (1851). — H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 25 (1852). — STiL, Hem. afr. II, p. 171 (1865) et Enum. Hem. Y, p. 138 (1876). — WaLx., Cat. VII, p, 171 (1873). 222. M. mepaelormis FABR. Naucoris nepaeformis Fabr., Syst. Ent. p. 693.2 (1775) ; Spec. Ins. II, p. 335.2 (1781) Mant. Tos. Up 277.2. (1187); Ent: SystLV POT (1794) et Syst. Rhyng. p. 111.4 (1803). —Sr. Fare. et Serv., Enc. méth. X, p. 271.2 (1825). -— Wark., Cat., VIII, p. 184.4 (1873). Mononyx raptorius Burm.. Handb. II, 1, p. 201.1 (1835). — BLanNcH., Hist. des Ins. III, p. 93 (1840). — Am. et Sery., Hém. p. 426.1 pl. 8. f. 4 (1843). —H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 27. f. 895 (1852). — WaLk. p., Cat. vil, p. 171.2 (1873). HEMIPTERA ARGENTINA 97 Mononyx bipunctatus STAL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1854. p. 239.2; Rio de Jan. Hem. I, p. 82.1(1860) et Berl. Ent. Zeitschr. VII, p. 405.2 (1863). Mononyx nepaeformis StTáL, Hem. Fabr. 1, p. 134.1 (1868) et Enum. Hem. V, p. 138,3 (1876). — Wazk., Cat. VIII, p. 171.1 (1873). Patria: Brasilia. — Cayenna. — Bolivia. — Nova Gra- nada. Fué encontrada en los mismos lugares y en la misma época que la especie anterior, pero era ménos abundante. La larva tiene el aspecto general de la imágen, siendo solo mas pequeña y aplastada, algo mas clara en la coloracion, y te— niendo un mayor número de pestañas en las extremidades de los segmentos del conexivo. 223. M. raptorius FAB. Naucoris raptoria FaBr., Syst. Rhyng. p. 111.6 (1803). Mononyzx raptorius Lar., Ess. p. 16 (1832). — Se1w., Ess. p. 63 (1837). — Freñ., Gen. Hydr. p. 13 (1851). — Mayr, Nov. Hem. p. 181 (1866). — STÁL, Hem. Fabr. 1, p. 134.2 (1868) et Enum. Hem. V, p. 139.4 (1876). Walk. p., Cat. VIII, p. 171.2 (1873). Mononyx ramus H.-S., Wanz, Ins. IX, p. 28. f. 896 (1852). Mononyx fusco-conspersus STAL. Rio de Jan. Hem. I, p. 82.2 (1860). — WaLx., Cat. VII, p. 172.3 (1873). Patria : Brasilia. — Surinam. — Columbia. — Mexico. Los dos ejemplares que poseo de esta especie fueron coleccio— nados en el Baradero por el Sr. Lynch. Las carenas torácicas no están bien marcadas en el pronoto, pero siendo bastante bien visibles en el escudillo. El ángulo que forma la parte amplificada de los fémures no es muy agudo. Es fácil distinguir de la especie anterior por el tamaño menor y la coloracion mas oscura. Fam. NAUCORIDAE Enen., Sráz. Naucoridea FieB., Gen. Hydr. p. 15 (1851). Naucoridae et Aphelochirae FrkB., Eur. Hem, p. 32 (1861). Naucorida STAL, Hem. afr. 1, p. 174 (1865). — Marr, Nov. Hem. p. 182 (1866). , Naucoridae STáL, Enum. Hem. V, p. 141 (1876). AMBRYSUS STAL. Ambrysus STAL, Stett. Ent. Zeit. XXIII, p. 459 (1862) ; Hem. afr. 1, p. 174 (1865) et Enum. Hem. Y, p. 141 et 143 (1876). Naucoris, Div. Ambrysus WaLx., Cat. VIIL, p. 182 (1873). 28 ANALES DE La SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 924. A. fucatus no. spec. S : Ovalis, subconvexus, laete fuliginosus vel oli- vaceo-fuscus ; capite, pronoto, apice scutelli, embolio pedibusque sordide flavis; capite apice fusco-marginato, inter oculos fuscescenti—bilinea- to, subcalloso et obsoletissime bivittato, medio seriebus duabus fuscescenti-punctatis ornato, pos- tice remote punctulato, obsolete plagiatim varie- gato; pronoto ubique et sat dense punctato, antice in medio transverse subrugoso—punctato, lateribus leniter marginatis, lineis quattuor lon- gitudinalibus disci obsolete fuscis (exterioribus divergentibus, subarcuatis, postice abbreviatis ; interioribus rectis, postice valde approximatis), spatio intermedio triangulari parteque postica fusco-subcincta pallidioribus, illo pone medium punctis duobus minutis fuscis ornato ; scutello hemelytrisque obscure fuscis, densissime pun- ctulatis, illius apice, horum dimidio basali em— bolii magnam ad partem flavido; alis dilute fu- scis, limbo venisque albidis; dorso abdominis- sordide testaceo, ad partem offuscato ; connexivo flavido; corpore subtus olivaceo-fusco ; pedibus flavidis ; femoribus anticis valde ampliatis ; tibiis apice subtus rofo-—ciliatis; tibiis posticis tarsis posticis nonnihil plus quam duplo longioribus. Long. 12-13; lat. pron. 6*/,, abdom. 8*/, mm. Patria : Respublica Argentina. Esta especie, que se halla en Córdoba y en Tucuman, per— tenece á la division 6b de SráL, distinguiéndose del Ambrysus melanopterus SráL, originario de Mexico, por el mayor número de líneas que tiene en la cabeza y en el pronoto, por la carencia de las manchas negruzcas en el prosternon y en la márgen abdominal, y por la coloración mas clara del escudillo y de los hemélitros. Por otra parte, es mas convexo y algo mas ancho. PELOCORIS STÁL. Enum. Hem. V, p. 142 et 144 (1876), 225. P. nigriculus 20%. spec. S : Ovalis, convexus, piceus, subtilissime puncta- tus; maculis parvis indistinctis capitis pronoti- HEMIPTERA ARGENTINA 99 que, hoc parte posteriore marginis lateralis, labro, macula magna lateris prostethii, margine embolii nec non maculis distinctis connexivi, sordide flavis vel testaceis; capite apud oculos sat di- stincte punctato; pronoto antice in medio subti- liter rugoso, ad marginem anteriorem maculis duabus flavidis ornato, postice obsolete ruguloso, longitudinaliter flavo-variegato; scutello heme- lytrisque obscure piceis; alis fuscescentibus, mar- gine albicanti; dorso abdominis fusco, testaceo— variegato; connexivo flavo-maculato ; corpore sub- tus fusco, hic illic nonnihil pallidiore ; pedibus olivaceo-fuscis, supra obscurioribus ; femoribus tibiisque anticis subtus olivaceis; tibis posticis tarsis posticis plus quam duplo longioribus. — Long. 8*/,; lat. pron. 4*/,, abdom. 5'/, mm. Patria : Provincia Bonaérensis. Esta especie, que encontré en el Rio Lujan, tiene algunos caracteres de la division aa de SráL, pero no se coloca bien en la misma por el color uniforme, casi negro, de los hemélitros, y por la misma coloracion que predomina en el pronoto. Se distingue de las demas especies congéneres por la colora- cion oscura, las pequeñas manchas irregulares amarillas de la cabeza y del pronoto, y por las manchas amarillas bien marca— das del conexivo. 226. P. lautus n0%. Spec. Q : Subovalis, modice convexa, immaculata, supra lutea, obsolete ,rugulosa, subtus lurida, dense sericea, pedibus pallidioribus; capite ad latera distincte punctato; pronoto antice in medio posti- ceque rugoloso, marginibus lateralibus subeleva- tis; scutello hemelytrisque obscurioribus, subci- catricosis, embolio pollidiore; alis sordide albidis; dorso abdominis connexivoque testaceis, hoc apice segmentorum fuscescenti, longe ciliato; femori- bus anticis supra in parte media nonnihil offu- scatis; tibiis posticis tarsis posticis ninnibil plus quam dimidio longioribus. — Long. 11 ; lat. pron. 5, abdom. 6*'/, mm. Patria: Territorium Missionum. Tampoco esta especie se coloca bien en ninguna de las di- visiones de SráL; solo pertenece á la division a por el único 30 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA carácter: la série de puntos arriba de la márgen lateral del pronoto. Es fácil distinguirla de las demas especies congéneres por la coloracion clara y la carencia de manchas y líneas en el pro- noto y en los hemélitros. Poseo un solo indivíduo $, que fué encontrado en el Rio Piray, el 24 de Enero de 1877. Fam. BELOSTOMIDAE Scortr. Belostomides et Belostomida Leacn, Edinb. Encycl. (1818). Belostomae FieB., Gen. Hydr. p. 18 (1851). Belostomides H.-S., Wanz. Ins. IX, 20 (1852). — Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. TII, p. 373 (1863). Belostomida Mar, Verh. d. zool.—-bot. Ges. Wien. XII, p. 339 (1863); Nov. Hem. p. 183 (1866) et Verh. d. zool.- bot. Ges. Wien. XXI, p. 399 (1871). — STÁL, Hem. afr. III, p. 178 (1865) et Hem. Fabr. I, p. 134 (1868). Belostomidae Scorr, Ann. a. Mag. of Nat. Hist. Ser. 4. XIV, p. 450 (1874). ZAITHA ÁM. et SERV. Zaitha Am. et Serv., Hém. p. 430 (1843). —FieB., Gen. Hydr. p. 29 (1851). — H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 35 (1852). — Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. ITI, p. 386 (1863). — Mark, Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XIII, p. 342 et 352 (1863); Nov. Hem. p. 187 (1866) et Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XX], p. 402 et 406 (1871). —StTáL, Hem. afr. II, p. 179 (1865). — Wark., Cat. VII, p. 177 (1873). Perthostoma Leroy, Jour. of the Acad. of Nat. Se. of Philadelph. N. S. 1. I, p. 57 et 66 (1847). 227. Z. mieantula STAÁL. Zaitha micantula StáL, Rio de Jan. Hem. I, p. 84.3 (1860). — Marn, Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XXI, p. 410 et 420.18 (1871). — WarLx., Cat. VII, p. 180.20 (1873). Patria : Brasilia. —Buenos Aires. Empezando la enumeración de las especies del género Zaitha Am. el Serv., por la de menor dimension, seguiré el órden cre- cientejde la magnitud. Por lo que corresponde á las descripcio— nes, recomiendo la excelente Monografía de esta familia, escrita por el Dr. Marx, en las «Verhandlungen der zool.—bot. (resell- schaft» in Viena, en el año 1871. La Zaitha micantala SráL tiene una distribucion muy vasta en la República Argentina, encontrándose casi en todas las pro- vincias. HEMIPTERA ARGENTINA 31 Un indivíduo Y, que traje del Territorio de las Misiones, es muy pálido, amarillento en la coloracion, con las ofuscescen— cias de las patas apénas indicadas, pero por los demas carac— teres perteneciente á esta especie. 228. Z. plebeja SriL. Zaitha plebeja STAL, Rio de Jan. Hem. I, p. 83.2 (1860). — Marn, Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XIII, p. 353.2 (1863) et 1. c. XXI, p. 410 et 418.17 (1871). — Wazxx., Cat. VIII, p. 180.18 (1873). Zaitha maculosa Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 389.12 (1863). Zaitha limbata Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 390.13 (1863). Zaitha adusta Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 390.15 (1863). Zaitha difficilis Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 391.17 (1863). Zaitha? micantula Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 391.18 (1863). Patria : Brasilia. — Venezuela. El individuo Q, que poseo de esta especie y que encontré en el Rio del Tigre, es muy claro en la coloracion y no Muestra manchas oscuras ni en el conexivo, ni en las patas. Por los demas caracteres corresponde bien á la Zaha plebeja Stit. 229. Z. oxyura Dur. Zartha oxyuwra Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 390.14 (1863). — Mark, Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XXI, p. 409 et 417.16 (1871). — WaLK., Cat. VIII, p. 179.17 (1873). Patria : Buenos Aires. — Montevideo. Entre los 40 ejemplares que poseo del género Zaitha Am. et Serv., no encuentro ninguno que podia ser considerado como esta especie ; pero los ejemplares típicos son originarios de aquí y de Montevideo. 230. Z. elegans MaAyr. Zaitha elegans Mar, Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XXI, p. 408 et 415.9 (1871). — Waxk., Cat. VII, p. 178.9 (1873). Patria : Respublicae Argentina et Uruguayensis. Es la especie mas comun de Zaitha que poseemos en la Re- pública Argentina, y que se encuentra en todas las provincias. Es muy variable por lo que toca á la coloracion general y á la intensidad y distribucion de las infuscescencias y manchas. Hay indivíduos amarillentos con las manchas oscuras apénas indicadas en las patas y el conexivo, y otros muy oscuros, en los cuales el 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA color amarillo impuro forma las manchas y fajas del conexivo, abdómen y de las patas. Muy variable es tambien la coloración del dorso abdominal. Su parte central es negra, las partes laterales son en general rojas, y el conexivo es testáceo; en algunos indivíduos hay una faja negra entre el conexivo y la parte sub-lateral roja; en otros es todo el dorso abdominal negro, con excepcion de la extremi- dad y de las manchas testáceas del conexivo. Por otra parte, no faltan las formas transitorias en las coloraciones indicadas. 231. Z. boops Dur. Zaitha boops p. Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 388.7 (1863). — Marr, Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XXI, p. 408 et 414.7 (1871). — WarLK., Cat., VIII, p. 178.7 (1873). Zaitha Stollúi p. Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 387.5 (1863). Zaitha asiatica MaYr, Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XIII, p. 354.6 (1863). Patria: Brasilia. — Chile. Tengo dos ejemplares de esta especie, de los cuales el uno fué recojido en Mendoza, y el otro en Buenos Aires. Ambos tienen las patas de un tinte rojizo impuro, con las manchas apénas marcadas cerca de la extremidad de los fémures medianos y posteriores. El individuo bonaerense tiene el conexivo de la co- loracion de las patas, sin ninguna mancha; el mendocino lo tiene provisto de manchas oscuras irregulares. Las partes sub— laterales del escudillo son en ámbos indivíduos de lustre azu- lado metálico. Son de 24 milímetros de largo; midiendo la parte posterior del pronoto 8 y la parte mas ancha del abdómen 12 milímetros. Se reconoce fácilmente esta especie por los ojos muy alarga- dos y el clipeo bastante largo. 232. Z. anurus H.-S. Diplonychus anwrus H.-S., Wanz. Ins. VIII, p. 26. f. 799 (1848). Zaitha Boscí H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 36 (1852). — Marr, Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XIII, p. 354.5 (1863). Zaitha anura STáL, Rio de Jan. Hem. Í, p. 83.1 (1860). Zaitha anurus Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. IXT, p. 388.6 (1863). — Marr, Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XXI, p. 408 et 412.6 (1871). — Walk., Cat. VIII, p. 178.6 (1873). Zaitha Stallii p. Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4, JII, p. 387.5 (1863). Zaitha cupreomicans (var.) STÁL. Olv. Vet.-Ak. Fórh. 1854. p. 20. o MU (var.) DuF., Ann. Soc. Ent. d. Er. Sér. 4. IIl, p. 387.3 1863). Zaitha? bifoveata (var.) HaLp., Expl. and Surv. Vall. Salt. Lake Utah. pl. X, f. 1 (1852), Patria : Montevideo. —Brasilia. — Cayenna. — Cuba. — Mexico. HEMIPTERA ARGENTINA 33 Poseo un solo ejemplar de esta especie, que fué recojido en Buenos Aires y que es bien marcado por lo que corresponde á las manchas oscuras de las patas y del conexivo. Tiene 34 mi- límetros de largo. La parte posterior del pronoto mide 11*/,, la parte mas ancha del abdómen 17 milímetros. 933. Z. foveolata Marr. Zaitha foveolata Maxr, Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XI, p. 355.7 (1863) et. 1. c. XX1, p. 408 et £11.4 (1871). — WaLk., Cat. VIIL, p. 178.4 (1873). Patria : Cayenna. Tengo un indivíduo de Tucuman y otro de Buenos Aires, que, apesar de ciertas diferencias que tienen entre sí y con las des- eripciones dadas por el Dr. Mayr, no puedo separar de esta especie. Se : ds El individuo tucumanó es de 38 milímetros de largo, midien- do en la márgen posterior del. pronoto 14, y en la parte mas ancha del abdómen 21 milímetros. _La coloracion general es bastante oscura, principalmente en la parte inferior del cuerpo; las manchas de las patas y del conexivo son bien marcadas, faltando solo la del segundo segmento; las partes laterales de la cabeza y del pronoto son bastante. tomentosas ó vellosas, y la cabeza posee una ligera indicacion de una. carena. El indivíduo bonaerense es muy claro en su coloracion con -las manchas de las patas poco marcadas y sin manchas en el conexivo. Su longitud es de 43; el ancho del borde posterior del pronoto es de 15 y el de la parte mas amplificada del abdómen es de 21 milímetros. Las piezas laterales del vientre son en todas partes velludas, miéntras que en el indivíduo de Tucuman su márgen interna es casi pelada. (Continuará). CÁRLOS BERG. LA GEOLOGÍA DE LA SIERRA BAYA (SESION DEL 23 DE JUNIO DE 1879). La cadena de montañas de pequeña elevacion, que nace en el inte- rior de la Pampa, rompiendo su monotomía y se dirige al S-E. hasta sumerjirse en el Océano, en el Cabo Corrientes, ha sido poco estu- diada hasta ahora, no solo en cuanto á su composicion petrográfica y geognóstica, sinó que tambien (lo que es aun ménos esplicable), en sus relaciones geográficas con la region en que se encuentra, Diferentes viageros, algunos de ellos muy notables, la han cruzado en varios puntos y han detenido su vista escrutadora en sus paisa- jes mas notables. Muchos por ejemplo han admirado y descrito la piedra movediza del Tandil; pero todavia no se ha hecho una sola preparacion microscópica de la roca que la forma. Todos la han con- siderado como un objeto muy digno de la atencion preferente de los hombres de ciencia y á pesar de esto, sus sucesores, que han tenido en sus manos los métodos modernos, que tantos resultados importan- tísimos han dado en otras regiones, no han dejado en esta parte un solo estudio digno del adelanto de la ciencia en el último decenio. En la relacion del viage de Parchappe á Bahia Blanca, trascrito por D'Orbigny en el 32 tomo de su «Voyage a la Amérique méridio- nal», se encuentra uno de los primeros datos sobre su constitucion. Señala las rocas graníticas en los alrededores del Tandil, y hace otras observaciones, entre ellas algunas que son indudablemente erróneas, como la existencia de mármol blanco, veteado de rojo (p. 640, 1. e.) en la Sierra de la Tinta, siendo esta roca, una arenisca como se ha demostrado posteriormente. Darwin, en su «Geological Observations» sobre las partes de Sud América visitadas por él, durante el viage del Beagle, le consagra solo una página á esta cadena de sierras, que atravesó por las cerca- nias de la Sierra Baya. Las pocas observaciones de este viagero son bastantes verídicas en lo que se refiere á la forma especial de la cadena, pero no son de nin- gun valor en cuanto á su composicion petrográfica, lo que es fácil de comprender si se recuerda las pocas comodidades que ofrece un viage LA GEOLOGÍA DE LA SIERRA BAYA ys á caballo para coleccionar rocas, que pudieran haber sido estudiadas posteriormente, despues de los adelantos hechos en la clasificacion, que en aquella época estaba aun muy atrasada. Por otra parte, tam- poco era este el ramo favorito del viagero. En 1853 publicaron los Sres. Heusser y Claraz una memoria con el título de «La cadena de montañas entre el Cabo Corrientes y Ta- palquen », en la que dieron á conocer los resultados de sus numero- sas observaciones que puede decirse fueron las primeras de un carác- ter verdaderamente científico. Por este trabajo se puede ya conocer á esta cadena en sus rasgos generales mas característicos; pero en cuanto á sus detalles, parece que los autores, reservaban muchos de interés para darlos á conocer en adelante. Desde la fecha de la publicacion de este importante trabajo hasta el presente, la Geología ha avanzado muchísimo, especialmente en la Petrografía, que ha adquirido métodos nuevos y fecundos; su in- fluencia se ha dejado sentir en todas las zonas y sobre casi todos los materiales de la corteza terrestre, y en la República Argentina, los trabajos de Stelzner, Brackebusch, Avé-Lallemant, Francke y otros han sentado las bases del estudio científico de sus montañas; solo las cadenas de sierras del Sud de Buenos Aires, que por su posicion tienen para nosotros la mayor importancia, y que ofrecen en su for- macion un problema hasta ahora insoluble, no han merecido la aten- cion, y presentan aun un vasto campo para la observacion cuyos re- sultados prometen ser fecundos. Tomando en consideracion estos antecedentes, me he resuelto á estudiar estas sierras contando con los trabajos precedentes como base. He visitado con detencion solo una pequeña parte de ellas, y al presentar este estudio quiero dar á conocer el método que me pro- pongo seguir, al mismo tiempo que los resultados que he obtenido por su aplicacion. La distancia pequeña á que se encuentra la Sierra Baya del Azul, su posicion algo aislada de toda la cadena y por lo tanto la posibili- dad de hacer un estudio independiente de toda generalizacion; fueron otras ventajas que encontré en visitar préviamente esta sierra, de la que conocia algunos materiales, mármoles y granitos, usados con éxito en las construcciones de la ciudad. Debo mencionar aquí, que me hubiera sido muy difícil llevar á cabo mi deseo, sin la ayuda del Juez de Paz del Azul Sr. Roldan, y de algunos otros vecinos progresistas. Hay mucha inexactitud en la posicion geográfica asignada ú la Sierra Baya por los diferentes mapas que he visto. - En estos se nota 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tambien mucha disconformidad en la representacion de las otras sierras, siendo de notar que mientras algunos hacen terminar la ca- dena con la sierra de Tapalquen, otros la hacen seguir hasta Curicó 4 Lima-huida, incluyendo una sierra de Cuetrú-quillan, situada mucho mas al N.-O., sobre cuya existencia es permitido dudar en vista de esto, y tambien porque en el viage de Pablo Zizur á Salinas Gran- des, en 1786, no se menciona esta sierra que debió atravesar segun su itinerario. En el mapa de Martin de Moussy la cadena está representada como si tuviera una cresta continua hasta Curicó, y no está señalada nin- guna ramificacion, ni ninguno de los cerros aislados que se encuen- tran á muchas leguas de ella. Por otra parte, algunos puntos estan muy mal colocados, como por ejemplo: Tapalquen, Miñana y Perdi- do (estos dos en el flanco N.-E., mientras los demas planos los dan en el S.-0.). El plano catastral del Departamento Topográfico, da una repre- sentacion bastante exacta á mi juicio de la extremidad N.-0. de la cadena, señalándola como una série de mesetas, dispuestas segun una recta en general; pero presentando algunas otras aisladas fuera de la línea, como Sierra Chica, Dos Hermanas, etc. En cuanto á la posicion de los arroyos que nacen de estas sierras y de algunos otros detalles puede asegurarse que no hay dos planos en que estén igualmente representados. La Sierra Baya es de una forma casi elíptica, cuyo mayor eje de 12 kil. de longitud, está dirigido de N.-E. á$.-0. y con un eje me- nor de 5 kil. En la extremidad N.-E., donde estan establecidas las canteras de mármol, la latitud es 36” 58” S. segun una determinacion que hice con un teodolito de tránsito. (La longitud no la determiné, porque la estacion del año hacia que fueran muy frecuentes las nie- blas). Este punto se encuentra á 40 kil. próximamente del Azul y en la direccion S. 59? O, (verdadero). La llanura en que se levanta, no tiene casi inclinacion en los pun- tos cercanos á ella y aparece así mas alta de lo que en realidad es. La forma elíptica del borde exterior no es contínua, y se compone de elevaciones, poco encorvadas, cuya pendiente suave está hácia adentro y cuyo corte casi á pico se dirige al exterior. Entre las estremidades de estos se encuentra siempre la salida de un thalweg interior, cuyo nivel muchas veces es muy poco superior al de la llanura á que desciende, y así hay caminos que atraviesan la sierra sin variar notablemente su nivel. Esta es la forma tabular que Darwin considera general en toda la cadena, pero que en la Sierra Baya está combinada con otro acciden- te geognóstico, por el que todas las elevaciones cuya cresta está di- rigida trasversalmente ú4 la mayor longitud de ella, tiene sus pen- LA GEOLOGÍA DE LA SIERRA BAYA 31 dientes del flanco N.-E. mucho mas fuerte (en algunos casos á pico) que las del opuesto del S.-O. Tambien se nota aun en las crestas dirigidas longitudinalmente que todas bajan hácia el S.-O. Por esta razon, la Sierra Baya se presenta cortada á pico de los lados N.-O, N.-E y S.-E., pero hácia el S.-0. se pierde en pequeñas elevaciones escalonadas que van decreciendo hasta no apercibirse sobre la lla- nura. Esta inclinacion hácia el S.-O. no influye sin embargo sobre la horizontabilidad de las capas que forman la sierra, ó por lo menos la inclinacion de estas aunque en el mismo sentido en algunos puntos, es mucho menor y aun no puede afirmarse que sea general, La al- tura relativa de algunos puntos la he determinado por las observa- ciones de dos barómetros holostéricos, cuya marcha conocia. En la estremidad N.-E. la barranca se eleva 85 metros sobre la lla- nura, que al acercarse á ella eleva como 10 milímetros por la acu- mulacion de escombros rodados desde la altura. El punto culminan- te de la sierra está hácia la estremidad S.-0., en el Cerro Bayo, con una altura de 130 metros sobre el nivel de la planicie esterior á la sierra, donde está situada la Estancia de D. Celestino Muñoz. No me ha sido posible determinar las relaciones que tiene la Sier- ra Baya con la cadena que arranca del Cabo Corrientes, pero desde el Cerro Bayo puede observarse al E. 30? $. el Cerro Negro, que pa- rece que termina el cordon de cerros hácia el N.-O. El plano adjunto levantado bajo mi direccion por los alumnos del 50 año del Colegio Militar de la Nacion es una representacion de lo que he dicho anteriormente y en él estan señalados todos los ya- cimientos de las rocas sedimentarias y eruptivas que he estudiado. La posicion de los puntos mas importantes desde la estremidad N. E. hasta el Cerro Redondo, está determinada con mucha exac- titud, no siendo lo mismo, desde este último punto hácia el S, 0. ARENISCA. —Segun lo aseguran Heusser y Claraz la mayor parte de la cadena está formada de arenisca, cuyos granos varian en mag- nitud y en la cohesion que tienen con el cimiento silíceo que los une. Esta misma roca es la que forma la capa superior de la Sierra Baya, que aparece descubierta en todas las cumbres y en los flancos escar- pados que se dirigen al exterior. En estos la accion de las aguas desagrega constantemente la roca y hace desprender grandes peda- zos que ruedan hasta la llanura, formando allí una pendiente algo mas suave. Es muy comun encontrarlos apoyados solo por una pe- queña base, bastando entónces un esfuerzo para hacerlos caer. Creo que esta accion destructora es debida solo al agua líquida, no te- niendo influencia sensible la congelacion del agua en las hendidu- ras. 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Es esta arenisca la que Darwin (1) señaló erróneamente como un enarzo gramular no estratificado; pues son muy difíciles de notar los planos de estratificacion. Parchappe tomó indudablemente como mármol blanco, á una variedad de grano fino de esta roca, El espesor de esta capa varia mucho, siendo en la estremidad N.-E. de 10 á 20 milímetros y su aspecto denudado, es el que carac- teriza los paisajes de la sierra. En algunos puntos el cimento de los granos es muy rojo, debido al óxido de hierro, y en otros existen nódulos de calcedonia, silex pirómaco, y otras variedades de cuarzo. En cuanto al grosor de los granos, he observado las variedades de grano mas fino en la parte o -E.; pero no puedo asegurar que sea esta una ley general. DoLomITa. — Debajo de esta arenisca, he encontrado la capa de eran espesor de dolomita amarilla, al N.-E. en todas partes, y al S.-0. en el Cerro Bayo y otros puntos. Creo por lo tanto, que es una capa que deberá encontrarse debajo de la arenisca en todas partes donde se encuentra esta. Sin embargo de esto, no he podido obser- varla en el flanco interior, en algunos puntos en que aparecia en el exterior. El espesor de esta capa es sumamente considerable; en la parte N.-E. se observa á descubierto un espesor de 40”, desapareciendo bajo la capa de fragmentos de rocas y tierra vegetal, de modo que puede ser aún mucho mayor. En el Cerro Bayo aparece con un es- pesor de 60 á 80”, estando superpuesta la capa de arenisca, El color de esta roca ha hecho dar el nombre no solo al Cerro ya citado, sinó á toda la sierra, aplicándose sin embargo preferentemente á las dos alturas que dan frente al N. Esta dolomita es de grano muy fino, de modo que apénas aparece á la simple vista, su color varia poco desde el amarillo claro, hasta uno algo rojizo, su estructura es sumamente compacta y en muy pocos puntos, se nota indicios de estratificacion. La densidad la he encontrado variable, entre 2.705 y 2.832, acercándose al último nú- mero por lo general. En el microscópio se observa su textura cristalina, apareciendo los cristales separados por una sustancia amorfa y con granos rojos y negros de óxidos de hierro que le dan su color. Se observan tambien granos de óxido de manganeso, que compone dendritas 4 simple vista, lo mismo que granos de cuarzo y en algunos puntos puede distinguirse á la luz polarizada las estrías de composicion de los cristales mas grandes de calcita, y tambien cristales de dolomita sin estrías. (1) Geological Observations, 1876, p. 434. LA GEOLOGÍA DI LA SIERRA BAYA 39 Su análisis que he hecho junto con nuestro consocio Sr. D. Oscar Knoblauch, es el siguiente : Ins. en ácido clorhídrico diluido........... 9.40 6.01 Ca E. ds 2 SÓ 020 CO” Mato. - ON OS 12 0 AGS 99.05 La parte insoluble en ácido clorhídrico es una arcilla roja, con- teniendo algunos granos de arena. Es una verdadera dolomita cuya relacion entre los pesos de los carbonatos cálcico y magnésico es 1.3348 debiendo ser teóricamente 1.5209. Esta es la roca existente en la Sierra Baya y que no es explotada por las dificultades de extraerlo, no teniendo ninguna estratificacion. A mi juicio es una de las mas útiles, por su estructura compacta y su resistencia á las acciones atmosféricas, como puede observarse en su yacimento. El nombre de mármol le conviene maralóne porque su erano aparece ya á simple vista, y por el pulido que adquiere, sin que tenga la estructura sacaroide de los verdaderos mármoles. Su falta de estratificacion, lo aleja algo de las variedades de calcáreos com- pactos, lo que debe hacerse estensivo al mármol negro; pero no al de color chocolate, porque en este último, la fractura lisa y aún la estructura muy estratificada, hace que merezca mas el nombre cal- cáreo. Por otra parte, estas no son mas que variedades de la misma especie mineralójica y hay grados de transicion que hacen imposible una limitacion exacta entre las dos variedades. CaLncÁrEOS. — El mármol negro azulado lo he observado en solo dos puntos de la Sierra: en la cantera actualmente esplotada por D. Juan Morglia y en una elevacion que existe en las cercanías del Cerro Bayo hácia el N.-O., en donde no es explotado. En la cantera forma una capa un poco inclinada hácia el S.-0. que cubre la pequeña elevacion en cuyo flanco está la trinchera de tra- bajo. Allí las influencias atmosféricas han corroido la superficie; pero no han hecho hendiduras como podia suponerse, de modo que se pueden estraer grandes masas sin defecto alguno. No puedo determinar la relacion que guarda este banco con el de mármol amarillo, á pesar de estar muy cercanos; pero en el Cerro Bayo está debajo de la capa de este último y creo que su nivel en la 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cantera será tambien inferior, aunque no se puede observar el lecho del mármol amarillo. El mármol negro tiene un grano fino, su estructura es muy com- pacta y adquiere un pulido muy hermoso. Presenta en general pocos indicios de estratificacion, y á menudo es atravesado por grandes ve- nas de calcita blanca en agregados cristalinos, que á su vez ofrece pequeñas vetas de oxido de hierro muy rojo. Estos accidentes podian usarse con ventaja en la decoracion ; por- que su resistencia no queda por esto disminuida. Su color es casi invariable y no es alterado por la atmósfera. El espesor del banco, que se explota poco actualmente, es como de m $ mas, pero este no puede tomarse como el espesor primitivo por- que ha sido muy desgastada por las aguas en su parte superior. En el otro punto en que lo he encontrado se presenta en las mismas condiciones; pero el espesor de la capa la calculo en 15 ó6 20% proxima- mente. ha A pesar de la homogeneidad del banco, puede observarse sin em- bargo que por su parte superior ha sufrido mas la accion que le ha hecho sufrir la metamórfosis de calcáreo en mármol. Sobre la naturaleza de la roca volcánica que haya cubierto á este banco de calcáreo en épocas anteriores nada puede decirse porque ella ha desaparecido completamente. Al microscópio aparecen los elementos cristalinos de que se forma y algunos granos de óxido de hierro que le dan su coloracion, notán- dose tambien un silicato amorfo, que rodea los cristales y que puede ser arcilla. No he notado hasta ahora ningun indicio de la existencia de cristales de dolomita. Su análisis ha sido practicado por el Sr. Kyle y se encuentra men- cionado en la pág. 116, t. 6” de estos Anales. Ha sido empleado por la Fábrica de Cales, de Cerrano y (C?., produciendo una cal comun de buena calidad. Su densidad la he encontrado igual á 2.690. Debajo de este y separado por una capa de tierra arcillosa de un espesor de 37 se encuentra la formacion de mármol de color chocolate. Esta tiene un espesor de 8" en la cantera, sin contar las capas su- perior é inferior de fragmentos que la envuelve. En el banco cerca del Cerro Bayo la he observado tambien debajo del mármol negro; pero no he podido determinar el espesor. Este calcáreo se presenta con una estratificacion muy pronunciada. Las hojas varían de 1 á 5 centímetros y estan separadas por una capa muy delgada de un calcáreo amorfo. La superficie que ofrecen al se- pararse las hojas es muy rugosa y presentan granos gruesos con una forma casi pisolítica. En estos planos de estratificacian la cohesion es bastante débil y así en las construcciones debe siempre ponérseles normalmente al esfuerzo á que deben resistir. LA GEOLOGÍA DE LA SIERRA RAYA 41 La facilidad econ que se pueden estraer láminas muy grandes, con el esfuerzo de un hombre y sin otro instrumento que la barreta, ha hecho que este sea el mármol mas empleado, sean para cubrir frentes ó para veredas. Por otra parte puede elejirse una lámina que no ten- ga ninguna division en su interior y entonces la resistencia puede quedar sin disminucion alguna. Adquiere un pulido muy bueno que resiste las acciones atmósfericas y la escacez de mármoles estrange- ros con un color análogo hace aun mas importante su empleo. Su color varía poco, “habiendo algunas variedades cenicientas. Se encuentran 4 menudo dendritas de bióxido de Manganeso que á veces son hermosas. Se encuentran vetas de calcita blanca hasta de 10 centímetros de espesor; pero estas vetas son muy escasas. El micros- “cópio muestra su caracter cristalino y la causa de su coloracion en eranos muy finos de óxido de hierro rojo que tiene su dimensiones entre 1 */, y 2 centésimos de milímetro. ” Su análisis fué hecho por el Sr. Kyle (1. c.). Se ha empleado como el anterior en la fabricacion de cales, pero da una cal hidráulica, que ha tenido poca aceptacion, tal vez por no ser necesaria en las cons- trucciones y dar menos aumento de volúmen al apagarla. Su densi- dad es 2.709. Graniros. — Hemos visto ya las rocas que se explotan en esta re- cion y que son sedimentarias, faltan ahora las rocas eruptivas, que son sin duda las que han dado su fisonomía á toda la sierra. En es- tas predomina el granito. En el trabajo de Heusser y Claraz se señala como abundante en las cercanías del Tandil el gneis, que en ciertos casos pierde su es- quistosidad y conservando su estratificacion pasa insensiblemente á ser gneis-granito ; pero no se encuentran descripciones de este ni tampoco se alo el verdadero granito eruptivo. Diversos otros viageros han anunciado la existencia del granito en toda esta cadena; pero no han dado ningun detalle sobre su yaci- miento, pudiendo creerse que fué gneis la roca que observaron. Moussy dice: p. 11, tomo III, que las sierras del Tandil y de la Ven- tana, están compuestos de rocas metamórficas, como granito, gnets, micasquisto, cuarzita; comprendiéndose por esto la falta completa de conocimientos geológicos del autor. A pesar de la frecuencia del gneis en la cadena, no se encuentra en ningun punto de la Sierra Baya, y se encuentra en cambio muy estensa la formacion del granito. Estas formaciones del gneis y del granito son muy antiguas. La primera constituye una parte de las formaciones de las épocas azói- cas y su orígen, ha sido neptúnico segun aparece por la estratifica- cion. El segundo al contrario, revela en todos sus yacimientos un 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA orígen eruptivo, á pesar de tener la misma composicion mineralógica del anterior y solo diferir por su estructura compacta. No debe- creerse, sin embargo, que las condiciones de orígen de estas rocas hayan sido tan diferentes, como hoy lo son las de las rocas sedimenta- rias. y eruptivas. Las rocas sedimentarias de entonces estaban su- jetas á presiones inmensas hácia afuera y sufrian 4 menudo metamór- fosis con otras rocas eruptivas. El granito se ha encontrado tambien en algunas formaciones pos- teriores á estas primordiales y se ha señalado su erupcion hasta en las épocas secundarias. Como consecuencia de esto, una vez com- probada la existencia del gneis en muchos puntos de la cadena, y del granito, esencialmente eruptivo en la parte que he visitado, que- da demostrada la antiguedad muy grande de estas sierras, que al- gunos habian supuesto de formacion posterior al período secundario. La formacion de los calcareos, demuestra tambien, por la ausencia de fósiles, que ellos son de formacion antigua (secundaria ó anterior) y la existencia de verdadera dolomita, en capas considerables, puede hacer suponer que ellas se han formado en el periodo jurásico. Debo hacer notar, sin embargo, que esta aseveracion no importa, la contemporaneidad de esta formacion con la formacion jurásica eu- ropea, sinó mas bien, segun los principios modernos de la geología, la identidad de los estados de desarrollo de las diferentes regiones. Sobre la edad relativa de las diferentes erupciones de granito, no puedo decir nada fundado, porque no he podido observar mas que la parte descubierta naturalmente de todos los filones; sin embargo, fandándose en la abundancia relativa de cuarzo y en la escasez de mica, podria sospecharse que fueran anteriores los de la estremidad S.-O. de la sierra. No he notado ninguno de los carácteres que presentan la erupcio- nes posteriores de granito entre las hendiduras de otro granito ante- rior, porque, aunque se presentan algunas vetas de diferente color puede notarse al microscópio, que son debidas únicamente á la va- riacion de los elementos cristalinos y nó á la justaposicion de dos rocas diferentes. En cuanto á los minerales útiles que pueden encontrarse en la Sierra Baya, dada su constitucion geológica, esceptuando los na- teriales de construccion, solo puede afirmarse que ellos seran muy raros, porque este es el carácter de las formaciones graníticas. Un solo mineral se halla casi siempre en estos, es el óxido de es- taño, cuyo yacimiento esclusivo es el granito mas antiguo. No he po- dido descubrirlo en este á pesar de haberlo buscado con insistencia. El método que he usado para estudiar al miscroscópio las diferen- tes rocas, y especialmente las rocas compuestas, es el que ha adop- tado Zirkel en su obra « Mikroskopische Beschaffenheit der Minera” / LA GEOLOGÍA DE LA SIERRA BAYA 43 lien und (Gesteime», Leipzig, 1873. Por este método se pule con esmeril un fragmento de la roca sobre una plancha de fundicion, y se pega con bálsamo del Canadá caliente sobre una lámina gruesa de vidrio, que permite desgastarlo con el esmeril hasta hacer al frag- mento de roca suficientemente trasparente, como para poder leer. al través. Para la operacion de pegar la lámina con bálsamo, he prefe- rido calentrar este sobre una plancha de cobre, en lugar de hacerlo directamente sobre la lámpara, como lo aconseja Zirkel. El tiempo empleado en cada preparacion es de 2 á 4 horas. El estudio á simple vista y con preparaciones microscópicas de los eranitos me ha dado los siguientes resultados. En cuatro puntos he podido observar el granito con detencion : Cerro Redondo, Cerro Sotuyo, en un cerro cerca de la estancia de Muñoz y cerca del Cerro Bayo al S.-E. 1. —El cerro redondo es uno cono que se eleva 40 metros sobre la capa de tierra que cubre su base y que es una parte algo mas alta de la planicie interior. Su elevacion en el centro de la Sierra y en medio de una planicie son otras tantas causas de su aspecto pintorezco. El granito se presenta denudado, y en algunos puntos cubierto por un liquen gris (yerba de la piedra, Usnea vulgaris.) Algunos helechos se levantan tambien de entre sus grietas, destacando la forma deli- cada de sus hojas sobre el fondo rojizo de la roca. El granito rojo del Cerro Redondo, se presenta con una estruc- tura casi porfiróidea, porque sus elementos cuarzosos estan en gra- nos grandes, mientras el feldespato está en un agregada de granos mas finos. El color rojo del feldespato es el que predomina, aparecien- do el cuarzo casi trasparente. La mica se observa en pequeña can- tidad y en láminas pequeñas y negras (mica magnésica) ; notándose tambien algunas láminas de mica potásica. Su densidad que he de- terminado es 2.586. Al microscópio el cuarzo aparece con muchas ampollas que contie nen líquidos, que no llenan la cavidad y dejan una burbuja que es móvil en muchos casos. El feldespato se observa bastante atacado y con muchas inclusiones de materias estrañas, distinguiéndose los gra- nos rojos de óxido de hierro que lo colorean. En la luz polarizada aparecen las estrías de composicion características del feldespato plagioclásico ; pero estos son ménos abundantes que los de ortosa. Se observa que en algunos puntos hay una sustancia amarilla, con gra- nos muy pequeños que creo es feldespato ortosa diferentemente colo- reado. La mica negra, aparece en muy pequeña cantidad y sin in- clusiones. 2. — El Cerro Sotuyo, presenta hácia el O. una pequeña escarpa 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA como de 201 en que aparece el granito rojo igual al anterior; pero siguiendo sobre la meseta que forma, se encuentra el granito muy micáceo que he estudiado. Su yacimiento no lo he observado con detencion, por estar fuera de la Sierra Baya, separado por 3 kilóme- tros próximamente al E. Este granito es de un color casi negro, ú simple vista aparece gran cantidad de láminas de mica negra, que no adquieren gran dimension, sin embargo. Posee una dureza mucho menor de la de los otros granitos. Densidad = 2.674, Al microscópio aparecen el cuarzo, aunque en menor proporcion que en el anterior, y la mica morena que contiene algunas inclusio- nes vítreas. Hay poco feldespato, y es casi todo plagioclásico, apa- reciendo en él muchas microlitas paralelas á dos direcciones á 70% próximamente. He notado algunos indivíduos de anfíbol amarillen- tos, con algunas inclusiones, y con la forma característica de exágo- nos con dos lados mas largos, en que los bordes son mas oscuros. 3. —En una pequeña elevacion entre la Estancia de Muñoz y el Cerro Bayo, cuya posicion he indicado aproximadamente en el plano, se encuentra un filon muy extenso de granito rojo. En este granito de grano muy fino, predomina el cuarzo ya á simple vista. Se observa al microscópio ortosa y plagioclasa, con un pigmento granular rojizo, que á veces se junta en granos de bas- tante dimension que podrian tomarse por granates. Hay anfibol ver- doso y muy poca mica negra. He observado láminas cristalinas á manera de mosáico, que me parece ser de anfíbol. Este granito es el mas duro é inalterable por las acciones atmos- féricas ; adquiriendo un pulido muy bueno. Densidad = 2,573. 4. —En el mismo punto que el anterior se encuentra un granito que posee un color oscuro y rojo por vetas. Este color es debido solo á la coloracion de los individuos de feldespato, como lo demuestra la observacion microscópica. La estructura macroscópica es granular no muy fina. Densidad =2,683. Al microscópio aparecen: mucha mica morena, con granos negros; cuarzo poco abundante y relativamente pobre en inclusiones; ortosa blanquizca y rojiza muy poco atacada, con inclusiones vítreas abun- dantes, que á veces muestran una burbuja exterior muy caracteri- zada; plagioclasa mas abundante, con microlitas paralelas á dos direcciones á 70? proximamente; anfíbol verdoso poco abundante. 5.-— Cerca del Cerro Bayo, al E. hay un filon de granito que apa- rece en forma de una elevacion de pocos metros, y en él he encon- trado ademas del granito rojo núm. 3 un granito sienítico ó anfibólico, cuyo color es verdoso y su grano poco fino. Densidad = 2,706. LA GEOLOGÍA DE LA SIERRA BAYA 45 El microscópio muestra la siguiente composicion: cuarzo poco abundante y con pocas inclusiones; anfíbol casi transparente, cons- truido por microlitas ; anfíbol verdoso muy abundante ; ortosa blanca escasa, algo atacada, que en algunos puntos es rojiza; plagioclasa blanquizca ménos atacada; mica negra muy escasa, lo mismo que granos rojos de granate. He dado á conocer el principio del trabajo que creo poder ejecutar. En él trataré de pintar la naturaleza tal como la observe y señalar algunas de las esplicaciones de sus fenómenos que 4 mi juicio pue- dan darse con prudencia. Espero que pronto podré presentar la con- tinuacion de él á la Sociedad, de que me honro en pertenecer, y entre tanto solo espero la benevolencia de mis consocios, para el bosquejo de un trabajo, en que solo resaltan por ahora algunos con- tornos pocos claros. 5 EDUARDO ÁGUIRRE. MISCELÁNEA Cartografía del Perú. — En uno de los últimos números de los co- nocidos Mittheilungen de Petermann, se ha publicado una carta que contiene los resultados obtenidos por la Comision Hidrográfica del Perú, en cinco años [1868- 73] de contínuos trabajos y esploraciones en los afluentes superiores del rio Amazonas. La carta 4 que aludimos abraza la estension territorial comprendida entre los 4 y 12 grados de latitud y los 74 y 79 de longitud occidental del meri- diano de Greenwich, y viene precedida de una noticia crítica de los materiales empleados en su formacion. La cartografía del Perú era hasta hace poco tiempo una de las mas pobres entre las diversas secciones del Continente Sud-Americano, y estaba reducida á los mapas levantados por los misioneros durante la época colonial, á las cartas de las costas del almirantazgo inglés, particularmente las del capitan Fitz-Roy, y á las publicadas por el departamento de la marina de Francia, sin olvidar tampoco algunas españolas despues del siglo pasado. Pero el interior del Perú, la totalidad de su territorio, era poco ménos que ignoto. Hasta 1850 los mapas conocidos eran tan generales y contenian errores de tal naturaleza, que para nada servian, estando espuesto el que se guiaba por ellos á padecer engaño á cada momento. Algo despues vió la luz el que acompaña á la relacion del viaje de Castelnau, del cual se ha dicho que sinó tiene el mérito de la exactitud ha sido el mas de- tallado de los conocidos hasta entonces. Con la publicacion de la Geografía del Perú por D. Mateo Paz Soldan [1862], el conocimiento topográfico del Perú pudo considerarse relativamente mas perfecto; y el atlas que le acompañaba formado por su hermano D. Mariano Felipe con los datos publicados é inéditos que exis- tian sobre esta opulenta comarca, mejoró considerablemente la cartografía pe— ruana, realizándose asi un gran paso en ese sentido. La carta de D. Mariano Felipe Paz Soldan, es el resúmen en una sola obra, de todos los trabajos exis- tentes y que permanecian dispersos. Las importantes esploraciones de la Comision Hidrográfica encomendada al contra almirante Tucker, verificadas en los rios Amazonas, Ucayali, Pachitea y Picchis, constituyen un caudal valioso con que se ha enriquecido la Geografía del Perú. El informe presentado al Gobierno es un documento de primer órden, cuyo valor se aumenta considerablemente con el atlas que lo acompaña compuesto de 40 láminas de 30 por 15 pulgadas cada una ; determinaciones de latitud y longi- tud, corrientes, distancias, variaciones magnéticas, elevaciones, temperaturas, ete. todo eso se contiene en el infcrme á que aludimos. Utilizando estos elemen—= tos el distinguido naturalista americano Orton habia podido acompañar á su obra The Andes and the Amazons, una pequeña carta cuyas proporciones reducidas no impiden sin embargo que haya consignado las alturas sobre el nivel del mar, el límite de la navegacion de los afluentes del Amazonas y los accidentes naturales que la dificultan. su profundidad y la fuerza de las corrientes asi como las varia- ciones magnéticas. El Ingeniero Werthemann, miembro tambien de la Comision Hidrográfica, ha explorado una parte del rio Huallaga, y navegó el Ucayali desde la confluencia del rio Uteubamba ó Chachapoyas hasta mas abajo del celebrado Pongo de Man— seriche, determinando ademas un gran número de posiciones geográficas en los Departamentos de Loreto y Amazonas. Exploró tambien el rio Perené y el Tambo, formado por la confluencia de este con el Ene, desde sus nacientes hasta su confluencia en el Ucayali, haciendo una relacion de esta exploracion al Go— bierno Peruano, que ha sido insertada en L'Exploratore de Milan, números 9-11. MISCELÁNEA 47 Los estudios realizados een motivo del establecimiento de vías férreas, sumi- nistran datos copiosos é importantes, especialmente en la medida de las distan— cias y la determinacion de muchos lugares. Empero uno de los hombres á quien mas debe el Perú por lo respectivo al conocimiento de su suelo y de sus riquezas, es el naturalista italiano Raimondi que desde 1850 se ocupa del estudio de su geografía y que lleva ya publicados tres volúmenes sobre ella. Raimondi ha recorrido el pais en todo sentido practi- cando observaciones detenidas y comprobadas, y reuniendo elementos de valor no siempre igual, pero utilizables todos. En cuanto á la cartografía, la preciosa carta del Departamento de Ancachs, es un monumento de paciencia y de laborio— sidad, siendo tal vez, despues de los reconocimientos de la Comision Hidrográ— fica, el trozo mas acabado de la representacion gráfica del territorio peruano. Una carta de conjunto publicada últimamente y destinada á ilustrar la historia geo- gráfica de esta rica y hermosa region de! nuevo mundo, reasume el estado actual de los conocimientos sobre la geografía física, y sobre todo de la hidrografía del Perú. ? La carta publicada por los Mittheilungen reposa en los trabajos que dejamos mencionados, y aun cuando ha tenido presente su autor documentos destituidos de valor científico, como por ejemplo las cartas de Marcoy, un simple caricatu— rista, que encontró Casteleau perdido al pié de las selvas de la region de la mon— taña, ha sido bastante discreto para desecharlos en presencia de otros trabajos de indisputable mérito. Tal es el estado actu:1 de la cartografía del Perú: pero como se comprende bien la representacion del territorio no reposa en operaciones geodésicas, sinó en aproximaciones mas ó ménos exactas. No sucede con el Perú lo que con Chile, el único país que en la América española pueda rivalizar con las naciones mas adelantadas de la Europa por la perfeccion de su carta topográfica: sin em- bargo, es indudable que en 30 años ha adelantado considerablemente la geografia del Perú, y que el velo en que permanecia envuelta ha sido descorrido gracias á la intrepidez de los viageros y al celo de los gobiernos. dio Viage á la Patagonia austral. — Tenemos á. la vista el primer volúmen de la obra que nuestro compatriota el señor D. Francisco P. Mo- reno, dedica á la narración de sus viages en las partes australes de la Repú- blica. Careciendo de tiempo para estudiarla y formar un juicio reposado sobre su verdadero mérito, no queremos sin embargo dejar de avisar su aparicion y ga > 0 su lectura á los que tienen un interés directo por este género de tra- ajos. El libro está lujosamente impreso, viene ilustrado con viñetas y adornado con una carta de la region esplorada por Moreno. Necrología. H. W. Dove. — La meteorología acaba de tener una pérdida altamente sensible con el fallecimiento del eminente Dove, uno de los representantes mas afamados de aquella ciencia. Enrique Guillermo Dove nació en Liegnitz, en Silesia, el 6 de Octubre de 1803, y á la edad de 18 años pasó de las escuelas de su ciudad natal á las universidades de Breslau y de Berlin. En 1826 tomó el grado de doctor en filosofia, habiendo versado su tésis sobre las alteraciones barométricas. En 1829 fué profesor en Kónisberg, y en seguida llamado á Berlin en cuya universidad desempeñó como suplente la cátedra de física. Desde entonces se dedicó esclusivamente á las in— trincadas cuestiones de que se ocupa la meteorología, y con tanto éxito que bien pronto se contó entre los miembros de la Real Academia de Ciencias, ocupando en propiedad la cátedra de física. Para dar una idea exacta de los inmensos trabajos de este hombre célebre basta decir que desde 1823 hasta 1873 publicó 234 memorias, lo que por cierto autoriza la clasificacion que se ha conquistado de padre de la meteorología. The Natwre y la Révue Scientifique han consagralo á su memoria unas cortas é interesantes noticias, donde nuestros lectores podrán encontrar las noticias que desearen sobre los trabajos realizados por Dove. pues los estrechos límites de que disponemos no nos permiten reproducirlas. 48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Comunicacion de los mares Blanco y Báltico. — Segun la Gaceta de San Petersburgo el Senado de Finlandia ha votado la sumanecesaria para la apertura de un canal entre estos dos mares, que arrancará probablemente de la extremidad N. E. del Golfo de Botnia y llegará al ángulo mas avanzado del Golfo de Handalaska en la parte N. O. del mar Blanco. El canal tendrá una longi- tu | aproximada de 300 millas y en su ejecucion podrá utilizarse en una extencion de 100 millas al rio Remi que corre en la misma direccion. En su extremidad oriental existe un lago que podrá servir para puerto con muy poco costo. Lo úni- co que dificultará mucho su excavacion es el tener que atravesar una parte de la montaña Vitiminori, y ademas de esto, la temperatura baja de la region hace que el cat permanezca helado durante una época del año, lo que hará suspender el dragado. Gelatina explosiva. — Este producto acaba de ser tratado por Pablo Barbe, en un estudio que ha sido estractado en el número de 8 de Marzo de 1879 del « Technologiste. » Este ingeniero, conocido ya por sus estudios sobre la dina— mita de Nobel, ha hecho una série de experiencias de las que deduce las siguien= tes propiedades de dicho agente : -= ¿e 1” La gelatina explosiva es el explosivo mas poderoso de los conocidos hasta ahora y supera en mucho á la dinamita y al fulmicoton. ' 2 La facilidad con que hace explosion puede aumentarse ó disminuirse á vo- luntad y aún hacerse insensible al choque de una bala de fusil. 3” Se le puede conservar bajo del agua. 4? Su estabilidad química es casi absoluta. E El nuevo explosivo parece entonces que traerá muchas economias y perfeccio— namientos en la explotacion de minas y en los trabajos de perforacion. habiéndose salvado en él algunos de los inconvenientes de los explosivos modernos que. im- pedian la generalizacion de su uso. Nuevo viage de Stanley. — En una conferencia de la Asociacion In- ternacional Africana, que tuvo lugar el 29 de Enero en Bruselas, se decidió que este esplorador africano partiera nuevamente con algunos oficiales belgas, para establecer la" estacion de comunicacion entre la costa y la estacion que fundarán Gambier y Dubrieux sobre el lago Tanganica. Se mantenian secretos sin embargo algunos otros propósitos de su mision, creyéndose que explorará el rio Congo, descendiéndolo desde cerca de su nacimiento. Las noticias de últimos de Mayo, anuncian la llegada de Stanley á Zanzibar, donde se ocupa en los preparativos del viage, habiendo enrolado ya mucha par- te de su antigua escolta. Istmo de Panamá.—El 15 de Mayo se ha reunido en el local de la So—- ciedad de Geografía en París el congreso de estudios para la escavacion del canal interoceánico en América. Fueron nombrados: Presidente, Lesseps; Vice—Presi- dentes: Vice-Almirante de los Estados-Unidos Ammen, Senador Italiano Negri, Vice-Almirante Ruso Likhatcheff, Coronel Ingles Stokes y Coronel español Coe- llo; secretario general Bionne; secretarios Bossevain, Wiener y Jackson. El Congreso se ha dividido en 5 secciones: estadística, economía política y comercio, navegacion, técnica, vias y medios de ejecucion. En esta sesion solo se sentó las bases del Congreso que se ha inaugurado por un E de Fernando de Lesseps, el conocido director de las obras del canal de » uez. Ferro-carril transcontinental. — El Gobierno Mejicano, trata de dar una concesion á una empresa Norte-Americana, para establecer un ferro- carril que una dos puertos de los océanos Atlántico y Pacífico, de manera de absorber por él todo el comercio europeo con la India y la Australia. El ahorro de tiempo por este camino se calcula en 12 dias. MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Correspondiente al 7" año social (1878-1879) _ Sañoges Sócros En code del deitteado; 22 de nuestro reglamento, vengo á daros cuenta del estado en que se encuentra la Sociedad al fin del 9 año de su existencia. El objeto que se propone nuestro reglamento al establecer el deber de dar cuenta de los acontecimientos mas no- tables ocurridos en el año, es indudablemente el de hacer conocer la marcha económica y administrativa, y los progresos que hace la Sociedad para llenar los fines de fomentar el estudio de las ciencias físico-naturales y matemáticas para que ella fué fundada. Para conseguir este objeto, no es suficiente,aun la reseña mas mi- nuciosa del movimiento ocurrido, en el año, porque ella solo daria una série de hechos aislados de mayor 6 menor importancia en sí mismos, pero sin relacion alguna con los antecedentes de nuestra vida social. En consecuencia he creido que en esta memoria debo abarcar un período de algunos años, que unos sirvan de comparacion con los otros para establecer la importancia relativa de los trabajos realizados, y cuyo conjunto: permita á los señores sócios formarse una idea clara de la marcha que sigue la Sociedad. El cuadro siguiente demuestra el número de sócios que formaban la Sociedad el dia 15 de Julio de cada año: sÓCIOS Año Activos Honorarios Corresponsales 1875 94 2 2 1876 105 3 12 18717 113 5 21 1878 125 Y 22 1879 14 | 21 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA Como se vé, el número de sócios aumenta continuamente. El mo- vimiento de sócios activos ha sido el siguiente: han ingresado 24, han renunciado 6, han sido declarado cesantes 2. El número de veces que en cada año la Sociedad se ha reunido en Asamblea y la concurrencia que á ellas ha asistido resulta del cuadro siguiente: AñO Asambleas Sócios Visitantes Total 1875-76 23 452 23 LO 1876-71 16 315 2 317 1811-18 19 342 26 308 1878-79 23 461 47 508 Si recordamos que en el año 1875 á 1876 la Sociedad celebró el aniversario de su fundacion por medio de una exposicion, que para su buen éxito exigió de los sócios mayor puntualidad en el deber de asistir á las Asambleas, dando á éstas un interés extraordinario, podemos decir que cada año se regulariza mas la asistencia á las reuniones, y el público toma mayor interés en nuestros trabajos con- curriendo mayor número de visitantes. Las reuniones de la Junta Directiva y la asistencia de los sócios que la han formado se encuentran en la siguiente proporcion: Año Sesiones Asistentes 1875-16 A3 296 1876-77 29 166 1871-18 18 87 1878-79 31 232 Examinando las actas de la Junta Directiva resalta la asiduidad y laboriosidad de los señores que formaban la correspondiente al año 1875-76. En el presente año se resolvió anotar en el acta de cada sesion el nombre de los asistentes, y tambien el de los ausentes con aviso ó sin él. El número de memorias presentadas en Asamblea ha sido: Año Memorias 1875-76 2 1870-77 14 1877-18 10 1878-79 14 Nada hay en mi opinion de mas importancia para nuestra vida social, que la presentacion de comunicaciones. Cada sócio debe preo- cuparse de hacer conocer á la Sociedad cualquier hecho ó6 fenómeno que observe y que tenga relacion con los fines de nuestra institucion. Por este medio y habituándonos á hacer una discusion franca sobre cada asunto que se presente á nuestra consideracion, no solamente MEMORIA DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 51 daremos interésá nuestras reuniones, sinó que reuniremos un valioso caudal de informacion útil para cada uno de los sócios y benéfico para la comunidad. La Sociedad ha visitado siempre las obras públicas y los estableci- mientos fabriles deimportancia. El número de estas visitas ha sido en: Año Visitas 1874-75 2 1875-16 dd 4 1876-77 2 1877-78 1 1878-19 3 .El número de obras públicas de importancia es muy reducido, ' como tambien el de los establecimientos industriales. Habiéndose visitado los principales en los años anteriores, la Junta Directiva cree que es inconveniente la frecuente invitacion de la Sociedad para estas escursiones, á que generalmente ha concurrido un muy reducido número de sócios; y que ellas deben reservarse para aquellas obras 4 establecimientos industriales que sean evidentemente de un gran interés general. La Biblioteca de la Sociedad formada por donaciones, compras y cange de obras y publicaciones con nuestros Anales, es hoy quizá la mas completa que en ciencias matemáticas, físicas y naturales existe en el país. La formacion de ella ha seguido la siguiente marcha : Año Volúmenes 1875 696 1876 7123 1871 1.013 1878 1.336 1879 2.084 De estos 2084 volúmenes se hallan colocados en los estantes per- fectamente encuadernados 1340 volúmenes que componen 388 obras completas; los otros 744 son revistas, anales, periódicos y demás publicaciones aun sin encuadernar y que son encuadernadas y pues- tas en el estante correspondiente medida que se completa cada tomo. Avabes. — El único medio que la Sociedad emplea para hacer conocer, fuera de su seno, los trabajos de que ella se ocupa, es el de la publicacion de sus Anales. En la memoria correspondiente al año anterior se hizo notar que la publicacion de los Anales habia dado una pérdida real de 17,227 $ m/c. En el presente año el déficit entre los gastos y el producto es solamente de 1,021 $ m/c. y si se considera que las 45 publicaciones que se reciben en cange por los Anales, han 52 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA + sido avaluados en la ínfima cantidad de 3,000 $, podemos decir que hoy nuestra publicacion se costea. En el año anterior recibimos por suscricion 28 periódicos y publi- caciones, y por cange con los Anales 13; en el presente recibimos por suscriciones 27, y por cange con los Anales 45; de manera que actualmente la Sociedad es informada constantemente de los ade- lantos científicos por medio de 72 publicaciones importantes del esterior La Secretaria ha marchado en el año con toda regularidad debido á la inteligente laboriosidad de nuestro Secretario el Sr. D. Félix Amoretti. El Sr. Gerente D. Florencio del Mármol elevó renuncia de su- puesto, por tener que ausentarse del país por tiempo indeterminado; pero la Junta Directiva consciente de los buenos servicios prestados por este empleado á la Sociedad, creyó de su deber concederle licencia por el tiempo que dure su ausencia, reteniéndole el empleo hasta su regreso. Desempeña provisoriamente el puesto de Gerente, el Sr. D. Temístocles Obligado. TesorErIa. — No hay un puesto de mayor labor en la Sociedad que el de Tesorero, y este lo ha desempeñado, haciéndose acreedor á una mencion especial por parte de la Junta Directiva, el sócio Sr. D. Luis A. Viglione. Los estados y cuadros que siguen demuestran, mejor que cual- quiera esplicacion que pudiera dar, el estado económico y la marcha administrativa correspondiente al 7* período social. MOVIMIENTO DE LA CAJA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DURANTE EL SÉPTIMO PERÍODO ADMINISTRATIVO DEBE : Existencia del 6* período administrativo. .. "$ 3.4830 / Sócios. Cuotas de ingreso: Cobrado.........o...... $ 7.500 Cuotas mensuales : Cobrad0............... » 78.550 » 86.050 Asociacion Médica Bonaerense: sus entregas para pago de local y QAS.....o.o.oooomooo.. » 13.063 Anales. Varios suscritores: suscriciones y coleccio- nes vendidas... dnd qe de 16. 058) Gobierno Nacional: sus entregas........... » 7.800 » 23.850 Muebles y útiles: venta de 2 mesas....... » 200 Banco de la Provincia: sus entregas en cuenta cobriente pos A als » 18.107 $ 144.700 MEMORIA DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 53 HABER : Conferencia pública en 1878: varias cuentas Pagadas ooooooconsoncacionosiranrcon=.. : $ ..4.10 Congreso Científico para 1880: gastos hasta A A EA 3 LGD Asociacion Médica Bonaerense: pagado gas valer de locals... aut... 2. 00 aa » 13.063 Anales. Pagado por impresiones....-. o $ 22.075 Pagado por ilustracioneS....o.o.o.o..ooo.o..o.. » 2.650 Pagado por gastos Menores.....o.o.oo.oo.o.. ». 12486. .» 21.41 Gastos generales: pagado sueldos......... » 35.675 Pagado por gastos Menores........... 2. A o 1.983 z Pagado por alquiler del local.............. » 12.000 Pagado útiles de Escritori0........«.<...... » 856 » 50.514 Biblioteca: obras adquiridas segun cuentas. » 13.840 Museo: compra de un Caj0OM............... » 100 Banco de la Provincia: depositado en cuenta A AA e » 31.621 $ 112.651 Existencia en 15 de Julio de 1879, segun A A A » 2.016 $ 144.700 Buenos Aires, Julio 15 de 1879. LUIS A. HUERGO, Presidente. Luis A. VIGLIONE, FéLix AMORETTI, Tesorero. ; Secretario. EALANCE DE LAS OPERACIONES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA JuLIOo 15 pE 1879. DEBE : E A A $ 35.661 10 Ganancias y perdidas... blsjamejalel eyes 0010 agrario a. ol aieiojo e e » 2.600 LS MI o ge o a EE alhajas de » 12.805 49 Gobierno Nacional............ o o, PO A RA ) 6.750 50 Suscritores á los Anales.......«.. o: “«trssomo.n...o » 1.330 57 Banco de provrincid,: > bs e lao e ie. 1 400108 66 Conferencia pública en 1878............o....... O a e O A A AO 1. DI950 cAUonpreso Científico para TBBO.... ¿ao Uococo ceda» » 410 E RP A A A A » 165.811 54 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 0. Gastos Generales. .......- ¿MIER +. cn... $ 50.514 laa. eo ja cla do ELA » 2.046 3, Instituto Geográficos .-.....- apocoao no. oil. > » 250 73 Speiedad Ciencias sociales... .cononaoono: ass. » 250 75 Anales: dela Sociedad... unae Bonos sas aaa le ea » T-02L $ 390.681 MABER: AA MAA 0 A AA PAN $ 278.166: 43 Donaciones...... A E A A » 10.438 48 Impresion: Memoria Moreno ....ooooooommmommmo... » 2.150 a RS 1 AER A » 2.398 56 Asociacion Médica Bonaerense........o..o.oo.ooooo.o » 8.779 A o A » “1.200 76 Contribuciones mensuales. ves. iccs condado » 81.250" $ 390.681 Buenos Aires, Julio 15 de 1879. LUIS A. HUERGO, Presidente. Luis A. VIGLIONE, Fénix AMORETTI, Tesorero. Secretario, ESTADO DE LA SOCIEDAD EN 15) DE JULIO DE 1879 ACTIVO: Muebles y útiles: saldo de esta cuenta...... Museo: saldo de esta cuenta............... Congreso Científico para 1880: saldo de esta Biblioteca : valor de las obras existentes, se- gun CUBNtA...ooooocoocoorccrccrcscacor..» Deudores Gobierno Nacional : saldo en su contra..... $ 6.730 Sócios: valor de las cuotas á cobrar segun pala TA) e e » 5.950 Suscritores álos Anales: valor de las recibos á cobrar segun planilla (B).............. » 1.330 Banco de la Provincia : existencia en efectivo en la fecha, segun libreta ............... » 100.108 Instituto Geográfico : saldo en contra...... » 250 Sociedad Ciencias Sociales : saldo en contra. >» 250 Caja: existencia en efectivO............... $ 35.661 » 12.805 O » 165.841 » 114.638 » 2.046 $ 331.401 MEMORIA DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 59 PASIVO : Impresion de la memoria del Sr, Moreno: su A NN PA $ 00,150 Asociacion Médica Bonaerense: su cuenta. . CI JO. Capital Capital en 15 de Julio de 1878............. $ 278.466 Utilidades del 7? período administrativo.... » 42.009 » 320.475 $ 331.404 Buenos Aires, Julio 15 de 1879. LUIS A. HUERGO, Presidente. Luis A. VIGLIONE, FéLIx AMORÉTTI, Tesorero Secretario MOVIMIENTO DE LOS ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DURANTE EL 7% PERÍODO ADMINISTRATIVO DEBE : Impresiones : pagado á Coni segun cuentas, a A A $ 22.075 Ilustraciones: pagado á varios sus cuentas. » 2.650 Gastos menores, conduccion de Anales al esterior y OU'OS gastes 20 0 ITLIPADT y» 2.486. $ 27.21% $ 27.211 MADE : Gobierno Nacional : suscricion........... y. 7.200 Varios suscritores: suscricion y venta de nú- MELOS SUBILOS.... + +20... máelanao be. » 15.990 $. 23.190 Biblioteca: valor en que se han estimado las obras recibidas en Cangessivcascooor.oocos * 83-000 » 26.190 Pérdida Secua Haladcdo...cosmjocoto sn.» ces » 1.021 $ 27.211 Buenos Aires, Julio 15 de 1879. LUIS A. HUERGO, Presidente Luis A. ViGLIONE, FéLIx AMORETTI, Tesorero Secretario 56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CUENTA GANANCIAS Y PÉRDIDAS Ejercicio del séptimo período administrativo E DEBE: ds A Sócios: por dos recibos de ingreso inutili- zados del 62 período ........o... --:: de dd le » 2.398 Por Sócios, importe de 24 ingresos en el año $ 7.200 Valor de 1625 cuotas mensuales firmadas, correspondientes al 6% y 7 período....... » 81.250 » 88.450 : : $, 101-286 Buenos Aires, Julio 15 de 1879 ra ldad” LUIS A. HUERGO, Presidente Luis A. VIGLIONE, FéLIx AMORETTI, Tesorero Secretario. El capital de la Sociedad en Biblioteca, muebles, útiles, etc., efec- tivo y crédito asciende en esta fecha á 320,475 $ m/c. Comparado el activo de los 3 años anteriores con el del presente tenemos el siguiente cuadro : Año Biblioteca, etc. Efectivo A cobrar 1875-76 112.731 45.254 33.478 1876-71 134.353 83.736 30.232 1877-78 187.132 87.623 14.890 1878-79 - 214.310 102.154 14.580 (inclu- yendo las cuotas de Julio). MEMORIA DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD 51 Las utilidades en este año ascienden á 42,007 $ m/c., habiendo sido de 32,295 $ m/c. en 1878, y 56,859 $ m/c. en 1877. Debo aquí recordar que hoy la Sociedad solo cuenta con sus pro- pios recursos, habiendo renunciado en Marzo de 1878 á la subvencion de 6,000 $ m/c. mensuales que la Provincio le habia acordado. as Esta breve reseña muestra los progresos que hace la Sociedad en todo sentido : aumenta el número de sus sócios, las Asambleas son mas concurridas, recibiéndose en ellas comunicaciones interesantes, enriquece su biblioteca y aumenta su capital. Insistiria, sin embargo, en recomendar á todos los sócios mayor puntualidad en la asistencia á nuestros trabajos, y mayor empeño en presentar comunicaciones á nuestro estudio, sin lo que las Asambleas tienen poco interés, la Sociedad no se conquista una posicion en el mundo científico, ni el aprecio y gratitud del país por la difusion de conocimientos útiles que por las bases de su fundacion tiene el com- promiso de realizar. Con esta Asamblea termina el año social de 1878-79. En la Asam- blea del 1? de Agosto próximo deberán nombrarse 5 miembros para la Junta Dircctiva, 4 en reemplazo de los Sres. Dr. D. Rafael Herrera Vegas, D. José M. Lagos, D. Cárlos Berg y D. Emilio Rosetti que terminan su mandato con arreglo al artículo 16 del Reglamento, y uno en reemplazo del Sr. D. Cárlos Encina que lo ha terminado con arreglo al artículo 19. Conforme á lo establecido en el artículo 5 del Reglamento, el 7 aniversario de la instalacion de la Sociedad, será solemnizado con una reunion pública en el local del Teatro de la Opera, en cuyo acto harán uso de la palabra los Sres. Sócios Dr. D. Guillermo Rawson, D. Emilio Rosetti y D. Eduardo Aguirre. Séame permitido terminar espresando mi gratitud por el alto honor que me dispensó la Sociedad en el año transcurrido nombrándome su Presidente, y por la cooporacion y buena voluntad, que en el desem- peño del cargo, he recibido de la Junta Directiva y de los señores só- cios. Buenos Aires, Julio 15 de 1879. LUIS A. HUERGO. ALUMBRADO Y LUZ ELÉCTRICA . SEÑORAS Y SEÑORES: He aceptado el honroso encargo de entretener á Vds. algunos ins- tantes en esta fiesta anual y de familia, impulsado por el deber, que tiene cada sócio de contribuir en lo que pueda al fomento de nuestra Sociedad; y animado por la reconocida benevolencia del auditorio. He escogido por tema de la conferencia el Alumbrado y luz eléctrica porque lo creo de interés general; y en efecto en estos últimos tiem- pos ha sido tal la bulla levantada por la luz eléctrica; tal el pánico producido en las compañias de gas, tanta las esperanzas y las decep- ciones, que espero no será del todoinoportuno el hacer un poco de historia á este respecto y tratar de demostrar en qué consistan las di- ficultades, que rodean el problema del alumbrado eléctrico; problema que es mas viejo, mas complejo y difícil de lo que alguno podria imaginar. FUEGO Y MECHAS El fuego que indica ya un gran paso en la civilizacion del hombre (y la leyenda de Promoteo lo demuestra) debe haber servido desde los primeros tiempos para combatir la oscuridad de la noche. Muy pronto se debe haber notado la diferencia que pasa entre el poder lu- minoso de la llama y la de los carbones, y preferido para el alum- brado las sustancias cuya combustion dé una llama mayor y mas duradera. De aquí sin duda alguna el orígen de las mechas de árbo- les resinosos, que sirven tambien hoy dia para el alumbrado de los salvages. ACEITES En la civilizacion ide los antiguos fencontramos los aceites grasos y la cera como sustancia consagradas al alumbrado, y este tambien indica otra gran paso en la senda del progreso. Los pueblos de la In- día, del Ásia alta, los Egipcios, los Judios, Babilonenses, Griegos y Romanos se sirvieron esclusivamente de aceite quemado con mechas de algodon y en lámparas cuyas formas variadas, y muchas veces ar” ALUMBRRDO Y LUZ ELÉCTRICA 50) tísticas nos conservan todavia la pintura, escultura y cerámica en nuestros museos. Lo que parecerá estraño es como este sistema tan imperfecto se haya quedado inalterado por muchísimos siglos, pues lo encontramos todavia á fines del siglo pasado como principal medio de alumbrado, y lo hallamos aun en nuestros dias relegado, es ver- dad, entre la gente pobre y del campo. VELAS Las velas de eera fueron introducidas en Europa en el siglo octavo por los Venecianos, que las tomaron, á lo que parece, de los Árabes, pero por su elevado precio no cambiaron el sistema antiguo de alum- brado por el aceite, quedándose esclusivamente al servio del culto y de la gente rica, Las velas de cebo fueron usadas en Inglaterra en el siglo doce, é in- troducidas en Francia solamente en 1370, y consideradas en la edad media como un gran descubrimiento: ahora nos reimos del entusias- mo que entonces ellas despertaron, pues su mecha fumosa y hedion- da, no es por nada superior á las mechas de las antiguas lámparas de aceite; pero antes de hacer eso nos deberiamos de recordar que la humanidad marcha á pasos lentos, y que lo que nosotros hacemos por los de la edad media, lo pueden hacer con mayor razon para con nosotros nuestros nietos. Las velas esteáricas, que no son nada mas que las velas de sebo purificadas, se empezaron á usar en Francia solamente en 1831, y su empleo en poquísimo tiempo se generalizó para reemplazar las dis- pendiosas de cera, y las desagradables de cebo. QUINQUET Y CÁRCEL Una notable mejora en el sistema antiguo de quemar el aceite fué “ introducida en 1775 por un cierto Quinquet con las lámparas á reci- piente superior, llamadas por eso (Juinquetes, y en 1780 Argand de Ginebra propuso el uso en las lámparas de una mecha circular de al- godon y de una chimenea de vídrio: los guinquetes fueron los prime- ros, segun parece, á recibir la invencion de Argand, y dieren un gol- pe mortal al sistema de las lámparas antiguas. En 1800 un relojero de Paris llamado Cárcel, para evitar la proyec- cion de la sombra del quinquet, propuso de colocar el recipiente en la parte inferior y elevar el aceite á la mecha superior por medio de un movimiento de relojería: estainnovacion importantísima fué conside” radu entonces como otro gran descubrimiento: y en efecto las lámpa- ras Cárcel son preciosas aun en nuestros dias, sea bajo la forma pri- mera, sea bajo la forma mas económica de moderaterwr introducida en 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1836 por un cierto Francot, el cual sostituyó por un resorte el movi- miento costoso de relojería. PETRÓLEO Y KEROSENE El petróleo fué conocido y usado como combustible por los Griegos, hace á lo menos unos dos mil años, pero en pequeña escala y de una manera muy imperfecta: fué solamente cerca de 1840 que en Europa y especialmente en Francia se empezó á considerar la importancia, que podia tener en el alumbrado, uno de los tantos productos del pe- tróleo, llamado Kerosene. Despues del descubrimiento de las célebres minas de Pensilvania, en 1854, el Kerosene ha invadido el mundo, reemplazando casi por completo el aceite, y presentándose como un rival poderoso del gas de la hulla. GAS Desde 1777 el famoso físico Volta propuso de aplicar el gas hidró- geno al alumbrado, pero no pudo obtener de él sinó una llama muy apagada, y no se sabe por qué no tentó mas adentro la cuestion, pues se conocia ya el gas inflamable, que dejaba el carbon de piedra des- tilado. En 1786 el ingeniero francés, Felipe Lebon, tuvo la idea de utilizar para el alumbrado el gas preveniente de la destilacion de las made- ras, y en 1798 obtuvo una patente al efecto, pero no pudo sacar nin- gun provecho de la misma por la imperfeccion en la purificacion de dicho gas. En el mismo año 1798 el ingeniero inglés Murdoch, al saber, segun se dice, los resultados de Lebon, propuso de utilizar para el alumbra- do el gas de la hulla en lugar del gas de la madera; y al efecto ilu- minó satisfactoriamente con este gas las oficinas mecánicas del céle- bre Vatt. En 1804 el aleman Winsor formó en Inglaterra una sociedad industrial con el objeto de aplicar al alumbrado público el gas de la hulla, y se debe á sus esfuerzos si en Inglaterra primero, despues en Francia y en otras partes se pudo llegar 4 á un resultado práctico satisfactorio. Fué solamente en 1817 que Winsor pudo introducir el gas en Paris alumbrando en vía de ensayo el pasage del Panorama; pero se puede decir que desde esa época empieza la transformacion del alumbrado público. En poco tiempo los pobres reverberos de las calles fueron sustitui- dos por brillantes picos de gas sin que nadie prostestara para eso. Es verdad que no eran muy antiguos y numerosos, pues parecen haber sido inventados en 1767, un siglo despues que se habia pensado en ALUMBRADO Y LUZ ELÉCTRICA 61 alumbrar las calles, pero á pesar de eso fueron destituidos sin remi- sion. El gas se infiltró en todas partes, en las calles, plazas, paseos, teatros, oficinas, casas, y parecia desafiar al sol mismo cuando de re- pente se encontró de frente con un rival formidable, la luz eléctrica. Entonces todas las buenas cualidades de ese alumbrado fueron al instante dejadas á un lado para no encontrar en él mas que defectos : se dijo que infectaba la atmósfera de las habitaciones, que las cal- deaba demasido: que deterioraba las tapicerias, los dorados, las pin- turas, las encuadernaciones de los libros, etc., que era peligrosísimo por las explosiones y no sé por cuantas otras Cosas. Hay mucho de verdad en eso, pero hay tambien mucha exagera- cion. Antes que todo se debe parangonar el sistema actual de alum- brado á gas con los sistemas, que ha reemplazado: se debe notar que una innovacion tan importante no se introduce, y no se difunde tan rápidamente, arrebatando completamente el sistema antiguo, si no tiene ventajas incontestables. Es por eso que el gas se ha hecho en poco tiempo una potencia formidable, no tanto por los capitales que representa, cuanto por los beneficios inmensos, que reporta, como alumbrado y como distribui- . dor de calor y fuerza. El gas ha creado una multitud de industrias, que seria dificil de hacer desaparecer, como ya se dijo que lainven- cion del teléfono no habria hecho desaparecer la telegrafía moderna. Mas debemos de notar que los sostenedores del gas no se quedan inactivos, y que viéndose amenazados por un lado por el kerosene, por el otro por la luz eléctrica, tentan cada dia nuevos perfecciona- mientos. Todos conocen los numerosos ensayos hechos en estos últimos tiempos para fabricar gas de alumbrado con grasas, con aire saturado de esencias carburadas; 6 simplemente para enriquecer el gas ordi- nario con aceites volátiles. Es verdad que todos esos ensayos han salido mal, pero de ¿cuántas cosas no ha sucedido así antes de llegar á solucion satisfactoria ? Ahora, por ejemplo, se anuncia en Lóndres una nueva luz, llamada por su inventor el Sr. Kidd albo-carbono, y sobre la cual se dice m2- rabilia. Esel albo-carbono un resíduo de la creosota, que viene amol- dada en forma de velas, y se coloca adentro de una caja metálica cerca de un pico de gas. La llama del pico lo caldea, y lo hace destilar: y como el gas antes de llegar al pico pasa por la caja del albo-carbono, lleva consigo una parte de sus vapores, que aumentan considerable- mente el poder luminoso de la llama del gas. De las esperiencias hechas en el acquarium de Westminster parece que esta innovacion cambiará el sistema actual de alumbrado á gas, tanto mas que puede aplicarse á los picos existentes, triplicando su poder luminoso. El costo del albo-carbono seria insignificante, pues 69 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA [-ARGENTINA no elevaria el precio actual del gas sinó de 7 centésimos de franco por metro cúbico. El albo-carbono seria inexplosivo, no causaria obstrucciones, y no dejaria residuo alguno con la lámpara, pues se evapora completamente y no obliga sinó de vez en cuando á renovar la vela, como se hace en los candeleros ordinarios. Que eso sea efectivamente como se dice, lo veremos pronto : entre- tanto continuemos nuestra reseña de las luces. LUZ DE DRUMMOND El inglés Drummond desde 1820 se puso á estudiar los fenómenos de incondescencia sobre la cal viva producidos especialmente por la llama apagada del hidrógeno, el cual quema á una temperatura ele- vadísima. Obtuvo así aquella luz, llamada despues luz de Drummond, que es parangonable por su intensidad á la luz eléctrica y solar: en efécto segun medidas fotométricas de Foucault y Tirau iguala en intensidad ¿ de la luz eléctrica del arco voltáico y ¿; de la luz solar. Pero hasta ahora por su elevado precio y por su irregularidad no se ha podido aplicar con ventaja sinó en experiencias de proyeccion en los cursos científicos nocturnos, adonde se reemplaza ordinariamente el hidrógeno puro por el gas de alumbrado quemado con una cor- riente de oxígeno en un pico especial, que lleva en su extremo un pedazo de cal. LUZ OXÍDRICA Así se llama la luz de las lámparas de aceite Cárceles alimentadas con una corriente de oxígeno: esta luz es muy blanca y viva, aunqué inferior á la de Drummond, pero mucho mas constante en ir A y mucho mas aplicable á usos industriales: pero tambien ella tiene el defecto de ser de un precio muy elevado. LUZ DE MAGNESIO El magnesio fué descubierto en 1808 por Davy, pero sus propieda- des fueron demostradas solamente en 1830 por Bussy, y especialmente la de quemar en el aire con luz sumamente viva y rica de rayos * químicos. Pero este metal aunque muy abundante en la naturaleza ha sido siempre muy difícil de obtener puro, y por consiguiente es muy caro. Hace unos veinte años que Sainte Claire Deville perfec- cionó los procedimientos para obtener el magnesio puro, y entonces se pensó en utilizarlo para el alumbrado. Se construyeron lámparas al efecto, que son muy parecidas á las antiguas lamparas con rever- bero, y que poseen un movimiento de relojería para desarrollar un hilo ó una cinta de magnesio á medida que se quema. En estas, un hilo de 0297 de diámetro dá una luz, cuya intensidad es igual á la ALUMBRADO Y LUZ ELÉCTRICA 63 de 74 velas esteáricas de 10 al kilógramo, consumiéndose en un mi- nuto una longitud de 0983 con peso de 0,1201 y del valor de casi un franco. Por eso se ve que tambien esta luz es bastante cara, y la razon porque hasta ahora no se ha podido aplicar sinó en los teatros, y en las fiestas y diversiones públicas. LUZ DE BENGALA Esta luz se obtiene quemando un compuesto de Y partes de nitro con 2 de azufre y 1 de súlfuro de antimonio mezclado con diferentes sales segun el color, que se quiere obtener. Se llama tambien fuego de Bengala porque importado en la edad media de las Indias, adonde se conoce desde tiempo inmemorial. Nose utiliza sinó en los teatros, en las fiestas públicas, y en los fuegos de artificio. LUZ ELÉCTRICA Hacia la mitad del siglo XVII el Dr. inglés Wall emitió la idea, entonces muy quimérica, que el fuego del cielo seria algun dia some- tido á la mano del hombre y reducido por la ciencia á funciones do- mésticas. Al principio de 1700, cuando el mundo científico estaba bajo la impresion de los nuevos descubrimientos relativos á la electricidad estática Hauksbee, otro físico inglés, notó la difusion de la chispa eléctrica en el aire enrarecido, y el polonés Grummert propuso de utilizar esta luz para iluminar las minas. Esta idea se quedó aban- donada hasta estos últimos tiempos, en que Geisler, con sus célebres tubos á gases enrarecidos, la hizo renacer; y hasta que al fin Dumas *y Benoit construyeron lámparas eléctricas para las minas. En 1813, despues del descubrimiento de la electricidad dinámica por Volta, el químico sir Humprby Davy, hizo el famoso esperi- mento del arco voltáico, pero su inmenso poder luminoso no fué posi- ble utilizarlo sériamente sinó despues de mucho tiempo, esto es hasta 1842, época en que Deleuil y Archerau hicieron esperimentos para «aplicarle al alumbrado público en Paris. Pero desde entonces se pre- sentaron varias dificultades sérias á esa aplicacion, haciendo ver, como se ha ya dicho, que el problema era mucho mas dificil y com- plejo de lo que se podria á primera vista imaginar. Estas dificultades eran: 1” El costo excesivo de la luz. | 2% La dificultad de reducirla fija y constante y de regularizar su intensidad á voluntad. 3 La dificultad de sub-dividirla en varios manantiales, como se hace por ejemplo con el gas. 64 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Fué solamente en 1857, cuando aparecieron las máquinas eléctri- cas de Nollet, construidas por la compañía Alliance con otro objeto, que se empezó á resolver el problema por lo que se refiere al costo. Vinieron en seguida las máquinas de Wilde, de Ladd, de Puecinotti, de Gramme, de Siemens, y en estos últimos tiempos las de Meritens, de Wallace-Farmer de Brushe de Trouvé, de Lontin, etc. ; todas fundadas sobre el desarrollo de la electricidad por induccion magné- tica, y las cuales no dejan por ahora nada que desear relativamente al precio de la electricidad. En efecto, tomando por término de comparacion la lámpara Cárcel, la cual quema 42 gramos de aceite purificado por hora, y cuya llama tiene una intensidad próximamente igual á la de un pico de gas ( propiamente un pico de gas vale 1,10 Cárcel y 0 fr.*00183 próxima- mente por hora). Lewy encuentra que la luz eléctrica obtenida por el sistema antiguo de las pilas, cuesta Ofr.60 por hora y por pico Carcel, mientras la obtenida con la máquina Alliance, cuesta sola- mente de Ofr.34á 0 fr. 24 por hora y por pico Cárcel. Con las máquinas Gramme el costo seria aun mas reducido, pues segun Fontaine tendriamos la luz eléctrica de 300 á 75 veces mas barata que la luz de las velas de cera ; 220 4-55 « « a « de esteáricas ; 63416, « « « aceite de colza; 10411 « « « gas de0fr.30 al metro cúbico 22.85 4 « « E VES, « Pero á ese respecto tenemos que hacer varias observaciones. Los esperimentos hechos hasta ahora relativamente al precio de la elec- tricidad son muy poco concordes y seguros por varias razones: pri- mero, porque los varios esperimentadores se han servido de máqui-" nas distintas, y en distinto modo empleadas ; segundo, porque la luz eléctrica ha sido producida con lámparas distintas, y con número mayor ó menor de picos. Si la luz se produce en un solo foco, con una lámpara cualquiera, es indudablemente mucho mas barata que la del gas. Los esperi- mentos hechos por Tyndall y Duglas al faro de Southforeland, han puesto eso fuera de duda, especialmente cuando se usan máquinas de Siemens acupladas. Es en esos esperimentos que se llegó á producir un arco luminoso equivalente en intensidad á 13179 velas esteáricas, 6 1372 Cárceles, un verdadero sol. Pero cuando se trata de sudividir esa luz en varios focos, hasta ahora se ha encontrado que sale mas cara que la del gas. En efecto sudividiendo dicha luz, se produce segun Preece una debilitacion en la intensidad luminosa que es proporcional, no al número de lámpa- ras, sinó al cuadrado del número de lámparas, que están en un mismo ALUMBRADO Y LUZ ELÉCTRICA 65 circuito ; y proporcional al cubo de las mismas, cuando están intro- ducidas en derivaciones parciales de resistencia igual. Los picos Jablochkoff esperimentados en la avenida de la Opera de Paris valen segun Lewy 0 fr. 73 por hora, mientras los mismos pi- cos esperimentados á Lóndres segun Mallet valen de-1 fr. 25 41 fr. 75. Estas diferencias pueden provenir, sea del número de faroles en accion, sea de la dificultad de fijar bien la intensidad de la luz de cada uno de ellos, sea en fin por el interés que hay en sostener un sistema mas que otro. Entretanto no tenemos nada de seguro á este respecto. Vamos ahora á pasar en reseña los diferentes sistemas de lámpa- ras propuestas para resolver el problema no menos importante de la regularizacion y division de la luz eléctrica: las dividiremos se- gun Dumoncel en tres clases, á saber: lámparas de arco voltáico, lámparas de incandescencia, bugías eléctricas. LÁMPARAS DE ARCO VOLTÁICO. Las lámparas de arco voltáico son constituidas esencialmente de dos barillas de carbon, puestas enfrente una de otra por sus estre- midades y á una distancia tal que pueda estallar la chispa eléctrica, provocada por la corriente que pasa por dichos carbones. Ahora como estos carbones se consuman por la produccion de la série de chispitas que forman, lo que se llamó arco voltáico, y se con. suma mas el carbon positivo que el negativo, hay necesidad de pro- duciír un movimiento en ellos á fin de conservar constante la distan- cia entre sus estremos. De aquí el orígen de los reguladores de la luz eléctrica. Un primer regulador automático parece haber sido in- ventado en Inglaterra en 1845 por Tomás Wright, pero no fué sinó en 1848 despues que Foucault construyó en Francia su regulador, que se pensó en utilizar las lámparas eléctricas. Despues de Foucault se inventaron muchos otros reguladores au- tomáticos por Serrin, Duboscq, Gaiffe, Siemens, Carré y en fin por Lontin, Rapieff, Brush, Burgin, etc., pero todos chocaron con va- tias dificultades, y especialmente con la de tener buenos carbones. Se publicaron varias recetas para fabricar esos carbones pero con resultados no del todo satisfactorios, aun empleando máquinas á corrientes alternadas, como son las de Alliance, Lointin, Gramme. Mas si se nota como la resistencia eléctrica vaya disminuyendo á medida que los carbones se consuman, y por consiguiente la intensi- * dad del arco voltáico vaya necesariamente aumentando ; y en fin si se nota que esta intensidad no es la misma en todos los sentidos ; pues segun las esperiencias citadas de Tyndall en el faro de Southforeland, seria 2,87 de frente, mientras de costado seria 1,16 y de atrás sola» 4) 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente 0,30, se verá como esos reguladores hayan sido casi del todo abandonados. LÁMPARAS DE INCANDESCENCIA. - En 1873 Lodiguin tuvo la idea de emplear en las lámparas eléctri- un solo carbon y de enrojecerlo hasta el color blanco, utilizando el inmenso poder calorífico de la corriente eléctrica convenientemente dirigida; y á fin de impedir el consumo de dicho carbon por la com- bustion lo encerró en recipientes vaciados de aire, ó simplemente en recipientes cerrados herméticamente. Este sistema ha sido modificado por varios otros, y en estos últi- mos tiempos por Sawyer-Mann, el cual ha tratado de encerrar dicho carbon en el azoe puro; pero á pesar de los elogios prodigados á este respecto, parece que este sistema no ha tenido mucha aceptacion, En 1878 el Sr. Reynier, primero, y despues Wedermann volvieron á los dos carbones de los reguladores antiguos pero con una modifica- cion importantísima: en lugar de tener iguales las secciones de los dos carbones, hicieron grandísima la seccion del carbon negativo en paragon de la del carbon positivo; y en lugar de tener los dos car- bones á distancia, los pusieron en contacto. De esa manera el con- sumo del carbon negativo es casi nulo, y el color rojo observado á la punta del carbon negativo en los reguladores antiguos desapa- rece casi del todo, mientras el calor y la luz del carbon positivo au- menta en proporcion de la disminucion de su seccion. La lámpara de Wedermann ha producido en Lóndres por algun tiempo una verdadera revolucion, y los partidarios de la luz eléctri- ca sostenian que con ella se habia por fin resuelto el tan deseado pro- blema de la division de la luz eléctrica, que se podia con ella regu- larizar á voluntad la intensidad de la luz, que enfia tenia todas las ventajas de las lámparas ordinarias en modo excesivo, sin tener sus defectos: pero con todo eso el gas sigue todavia triunfando. Pasaremos ahora á la lámpara de Edison, fundada sobre la incan- descencia del platino, y sus aleaciones, y nos detendremos un poco mas sobre la misma, porque ella es la que ha producido mayor ruido. El uso de sustancias candentes para producir la luz eléctrica fué patentado en 1841: en 1845 Draper buscó de sacar provecho de la in- candescencia del platino, y King en 1847 habia ya demostrado la tan decantada disposicion de la espiral de platino para impedir su fusion. En 1851 en la Academia de Paris hizo mucha bulla un sistema ima- ginado por Chanzy para sudividir la luz elétrica por medio de la in- candescencia del platino, sistema que parecia enfin resolver el pro- blema del alumbrado eléctrico, pero la cosa se quedó sin resultado práctico alguno. En fin á principio de este año apareció la tan deseada patente de ALUMBRADO Y LUZ ELÉCTRICA 67 Edison, y el público excitado se preguntó: si todo estaba ahí, y si Edison no reservaba otra sorpresa: tan dolorosa le salia la mistifica- cion! En efecto la patente de Edison se compone de dos partes esen- ciales : 13 la lámpara eléctrica; 24 el modo de producir la eletricidad. Nada se menciona en ella sobre el modo de sudividir la corriente, nada sobre el modo de medir dicha corriente, puntos sobre los cuales se insistia muchísimo en los anteriores inventos del mismo Edison. He ya dicho que la lámpara de Edison se funda sobre la incandes- cencia de una espiral de platino ó de sus aleaciones por el pasage de la corriente eléctrica; y como el platino debe ser caldeado hasta 2,700 grados antes de llegar al grado de incandescencia necesario para pro- ducir una buena luz, y á esa temperatura está muy cerca del punto de fusion, asi es que Edison imaginó un sistema especial para impe- dir la misma. El sistema es efectivamente muy ingenioso, aunque no nuevo del todo, pero en la práctica no sirve, pues todas las lám- paras de Edison han concluido con la fusion que se trataba de impe- dir. Mejor parece el artificio imaginado por el profesor Brusotti de introducir adentro de la espinal de platino un tubo de cal, que con- tribuye á aumentar el resplandor de laluz y á desperdiciar el exceso de la corriente á fin de no llegar al punto de fusion; mejor en fin pa- rece el artificio propuesto en estos últimos dias por el yá citado Saw- yerman, pero ha sido tal el fiasco (me cuesta un poco emplear esta expresion, pero no encuentro Otra mejor, que exprese el resultado de la invencion de Edison; por lo demas como se verá adelante, no es mia) por Edison, que el público no se ha curado de dichas mejoras. En cuanto á la segunda parte de la patente de Edison, no haré mas que repetir lo que ya han dicho otros; esto es que ella no revela por nada el talento, que ha mostrado en tantos inventos. En efecto su máquina eléctrica consiste en un inmenso diapason imantado ó no, que vibra entre dos grandes electro-imanes, y que por efecto de estas mismas dimensiones no podrá nunca tener la rapidez, que se necesita en sus vibraciones. Edison pretende que dicho dia- pason deba vibrar con gasto pequeño de fuerza, como sucede de los diapasones ordinarios, pero esa pretension es falsa; pues si esto pu- diera suceder (lo que no sucede tampoco) cuando el diapason vibra libremente en el aire, no sucederá cierto, cuando deba de vibrar en un campo magnético. Esta última observacion nos trae á la memo- ria una salida chistosa del padre Secchi, el cual en la penúltima Expo- sicion de Paris de 1867, contestó á un señor, que les ensalzaba un me- canismo para mover una enorme campana con pequeño gasto de fuerza no será asi cuando la campana tenga badajo. Para desarrollar fuerza se necesita fuerza, y ese principio parece que el Sr. Edison lo haya por un instante olvidado, pues en sus últimos esperimentos ha teni- do que recorrer á la ya conocida máquina de Gramme. 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De poca importancia nos parecen los medios empleados por Edison para la difusion y tamizacion de la luz eléctrica, y que tambien ha patentado, aunque ya en gran parte conocidos: sin embargo los mencionaremos: ellos consisten 1% en rodear la espiral candente de una caja anular, que contenga un gas ó un líquido, el cual se difun- de en proporcion al aumento de temperatura. Edison dice que es preferible tener la luz rodeada con agua de alun, la cual detiene los rayos caloríficos, dejando pasar tan solo los luminosos; 2” en usar vidrios coloreados ó opalescentes; 32 en emplear soluciones, como la de sulfato de quinino, que reduzcan la refrigilidad de la luz. He ya dicho que el público al conocer esa patente se quedó misti- ficado: veamos ahora lo que han dicho algunos diarios y hombres competentes. El New- York Herald del 5 de Enero 1879, se expresa poco mas ó menos en los siguientes términos «El Sr. Edison ha re- cibido de la Sociedad de luz eléctrica 100,000 libras para continuar sus experimentos; de estas ha gastado ya como 70,000 sin llegar mas que á promesas; y estamos seguros que por los progresos realizados hasta ahora en Menlo-Park no se adelantará de un paso á lo menos en 50 años.» Otro dice: Edison despues de haber prometido que su luz eléctrica costaria Y francos por año y por pico, despues de haber asegurado poder enviar por alambres á cualquier distancia luz, calor y fuerza no ha llegado tampoco ú formar ia vela del coronel Sellers (Vaudevi- lle Jankee). El Times de Lóndres del 22 de Abril de este año dice: no hay na- die ahora que dude del fiasco de Edison, y el mismo Edison en pri- mera línea: lo mas que ha podido obtener es de mantener 400 espi- rales en un estado de incandescencia parcial por medio de una má- quina de 16 caballos de fuerza, mientras que pretendia con una sola estacion eléctrica mantener 20 mil luces con 600 caballos de fuerza. No parecerá luego exagerado lo que decia en una conferencia del 8 de Noviembre de 1878 el célebre profesor Thompson en Bristol. Todo lo que Edison pretende haber encontrado, era ya conocido en 1848 y todo lo que los diarios americanos han publicado á este respecto, es muy exagerado. Es cierto que Edison ha hecho muchos descu- brimientos maravillosos; como la pluma eléctrica; el fonógrafo, el telégrafo doble y cuádruplo ete; pero es cierto tambien que cuando inventa alguna cosa no habla; y cuando habla no ha inventado nada. BUJÍAS ELÉCTRICAS Entre los sistemas, que han llamado mucho la atencion en los últi- mos tiempos y aplicados con ciertas ventajas en Paris, Lóndres y otras partes, hay el sistema de las bugías electricas de Jablochkoff, - ALUMBRADO Y LUZ ELÉCTRICA 69 asi llamados porque los dos carbones entre los cuales se produce el arco voltáico son colocados paralelamente uno á otro, y á cierta distancia entre sí, separados por una composicion blanca de Kao- lino ó yeso, que los envuelve todos, dándole el aspecto de una vela ordinaria. ' Este sistema, que algunos tasan ya de viejo, porque del año 1877, es el que ha alumbrado casi por un año la avenida de la Opera en Paris, y causado la admiracion de los numerosos visitantes de la úl- tima esposicion. Los 62 faroles Jablochkoff, que funcionan todavia en la ave- nida de la Opera en Paris, tienen cada uno segun Lewy una inten- sidad luminosa equivalente 4 30 Cárceles, pero como estan rodeados de un vidrio opalescente ó tamizador, esta intensidad es reducida de 20 412 Cárceles segun la horizontal, que pasa por el foco, y sola- mente 412 Cárceles segun los rayos inclinados en direccion del suelo. Su costo es de O fr. 73 por hora y por cada farol, aunque la Compa- ñia eléctrica Jablochkoff, se proponga de reducirlo á 0 fr. 63. Su luz es muy blanca y posee segun Jamin todas las propiedades de la luz solar, conteniendo todos los rayos de la misma, mientras que sus de- tractores dicen que no es por nada linda, ni constante, ni simple, ni manejable como la del gas de alumbrado: Mas añaden que dá á las caras un aspecto cadavérico, que vicia el aire por el ozono y ácidos carbónico y nítrico, que produce, y en fin que ofende á la vista. Esto, porsupuesto, es todo exagerado, como he dicho que era exage- rado lo que se dice por los detractores del gas; pero hay algo siempre de verdad ; entre tanto siguen las mejoras, y ya tenemos varias mo- dificaciones de la bugía Jablochkoff por Rapieff, Sieméns, Meritens Thorton, Wilde, Jamin y otros que estan todavia en el período de en- sayo. La compañia eléctrica ya citada, que se formó bajo el nombre de Jablochkoff, solicitó, despues de los experimentos antedichos, y en Noviembre de 1878, del ayuntamiento de Paris, la concesion por tres años de alumbrar con luz eléctrica un cierto número de calles y pla- zas; y una comision nombrada al efecto dictaminó : que no conside- raba conveniente aceptar al pié de la letra las proposiciones de la compañia, pues el alumbrado eléctrico estaba todavia en el período de ensayos y tanteos, y necesitaba numerosos perfeccionamientos so- bre todo bajo el punto de vista dela regularidad de su marcha: que el número frecuente de estinciones, su duracion y el elevado precio de la luz eléctrica, obligaban á conservar todavia los aparatos ordi- narios ágas: y que en fin aconsejaba de conceder á la compañia en via de ensayo, y por el término de un año á partir de 1% de Enero de 1879, el permiso de alumbrar eléctricamente algunas calles, plazas y mercados, que indicaba mas á propósito para ese objeto. 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ensayos análogos se estan haciendo en Lóndres y en otras ciuda- des: muchas celebridades y capitales estan empeñados en eso; y es facil de preveer que con los cuarenta años de trabajos incesantes á este respecto; con la actividad verdaderamente asombrosa desplegada en estos últimos tiempos, con los recursos inmensos de la ciencia de hoy, la solucion definitiva del problema no será muy lejana. Entre tanto, si no tenemos todavia el alumbrado eléctrico, tenemos sin embargo varias otras aplicaciones de la luz eléctrica, que son la mayor parte de importancia trascendental tales son: El alumbrado eléctrico de los faros de primer órden. « « delos buques y señales náuticos. « « paralos trabajos nocturnos. « « para las minas. « « parala pesca y trabajos sub-marinos. « para las estaciones y talleres de ferro-carril. « « para los vagones etc, etc. Tenemos en fin la luz eléctrica aplicada con ventaja á las artes mi- litares, á la fotografia, á la medicina, á los teatros y diversiones pú- blicas, á las proyecciones para cursos científicos nocturnos, y á una multitud de otras operaciones, que seria largo de tratar aquí, pero que nos indican yá que la profecia del Dr. Wall está confirmada «El fuego del cielo está al fin en nuestras manos » Buenos Aires 28 de Julio de 1879. Emiro RoseTTI Ingeniero civil. HEMIPTERA ARGENTINA. (Continuacion. ) Gen. ZAITHA ÁUCT. ¡Conclusio.) 234. Z. eumorpha Dur. Zaitha euwmorpha Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 386.1 (1863). — Mayr, Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XXI, p. 408 et 411.5 (1871). — Waxk., Cat. VIII, p. 178.5 (1873). e Mar, Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XIII, p. 356.11 JP Patria: Brasilia. Un indivíduo de Zaitha, recojido en Buenos Aires, pertenece por el mayor+número de sus caracteres á esta especie. Tiene 42 milímetros de longitud y mide en la márgen posterior del pronoto 14, y en la parte mas ancha del abdómen 20 milí- metros. Las fajas oscuras de las patas son bien marcadas, pero las manchas amarillas del vientre son muy desvanecidas y apé— nas marcadas en el limbo abdominal. Solo la mitad externa de la pieza lateral del abdómen es cu- bierta de pelos, y losespiráculos están mas cerca del borde ex— terno, que del interno de la misma. El primero de estos caracteres no lo encuentro indicado en las descripciones de la Zaitha eumorfa Dur., y en cuanto al segundo, dice el Dr. Mayr, que los espiráculos están mas ó ménos en el medio de la pieza lateral ventral. Quizas represente el indivíduo que tengo en mi poder, una nueva especie. BeLosToMA ST. FArG. et SEnv. Belostoma Sr. Farc. et Serv. (nec Larr.), Enc. méth. X, p. 272. (1825). —Lar., Ess. p. 17 (1832). — Bunm., Handb. 11; 1, p. 192 (1835). — GuÉr. et PercH., Gen. des Ins. 2 liv. n 4. pl. 3 (1835). — Sprx., Ess. p. 52 (1837). — BLanch., Hist. des Ins. II, p. 91 (1840). — Am. et Sery., Hém. p. 427 (1843). —FieEB., Gen. Hydr. 72 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA p. 21 (1851). —H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 33et 34 (1852). — Marr, Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XIII, p. 312 et 357 (1863); Nov. Hem. p. 183 (1866) et Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XXI, p. 402 et 422 (1871). — Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. 1H, p. 379 (1863). — STáL, Hem. afr. HI, p. 179 ei 182 (1865). — Warx., Cat. VIII, p. 173 (1873). Belostomum Burm., Handb. 11, 1, p. 195 (1835). 235. B. annulipes H.-S. Belostoma annmulipes H.-S., Wanz. Ins. VITI, p. 28. f. 803 et 801 (1848). — Mar, Nov. Hem. p. 185 et 186 (1866) et Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XXI, p. 424 et 427.8 (1871). — WaLx., Cat. VIII, p. 175. 7 (1873). Belostoma grande p. H.-S., Wanz. Ins. Index. p. 23 (1853). Belostoma ruficeps (excl. var.) Dur., Ann. Soc. Ent d. Fr. Sér. 4. III, p. 382.5 (1863). Belostoma Signoreti Dur., Ann. Soc. Ent. d. Fr. Sér. 4. III, p. 282. 7 (1863). Patria: Brasilia. — Surinam. —Nova Granada. — Ve- nezuela. — Cuba. Esta especie se encuentra con frecuencia en Buenos Aires, y no falta tampoco en las provincias del Norte y Nor-Este. Mu- chas veces ha sido recojida en las calles, principalmente du— rante la noche. Tiene de 55 á 72 milímetros de largo, y de 21 4 26 milímetros de ancho. Fam. NEPIDAE Curr. Nepidae CurT., Brit. Entom. VI, 281 (1829) et XV, 700 (1838). — Warx., Cat. VIII, p. 185 (1873). — Scorr, Ann. and. Mag. of Nat. Hist. Ser. 4. XIV, p. 451 (1874). Népides Lar., Ess. p. 51 et 52 (1837). — Am. et Sery., Hém. p. 437 (1843). — H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 19 (1852). ; Nepeae Fiez., Gen. Hydr. p. 22 (1851). Nepida StáL, Hem. afr. IL, p. 185 (1865). — Mark, Nov. Hem. p. 188 (1866). Nepina StáL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1870. p. 607. HELOTENTHES NOV. YM. Corpus valde oblongum, depressum. Articulus se— cundus antennarum sal inerassatus, parum ha- matus; articulo tertio hamo longo, non incum- bente, praedito. Pronotum aeque longum ac latum vel nonnihil brevius quam latius, antrorsum non- nihil sinuato-angustatum, antice capite fere du- HEVIPTERA ARGENTINA 73 plo latius, pone caput posticeque sat profunde sinuatum, pone medium sulco transverso, medio obsoleto, et ante sulcum rugis duabus longitudi- nalibus obsoletis instructum. Scutellum paullo longius quam latius, medio tuberculis duobus parvis praeditum. Membrana completa, reticulata. Femora antica incrassata, supra pone medium subtilissime sinuata, subtus subrecta, apicem ver- sus apliata et depressa, nonnihil pone medium dente obtuso armata, carina anteriore usque ad apicem femorum sulcata; tibiis anticis femoribus anticis nonnihil plus dimidio brevioribus. Appen- dices aidothecae abdomine paullo breviores. Por las tibias muy cortas se acerca este género á la Curicta SríL, pero se distingue por el pronoto corto, la cabeza angosta y por tener un solo diente en los fémures anteriores, que está situado algo atras del medio, en el borde interno ó anterior, hasta donde llega el tarso de la tibia. Tiene mucha semejanza con los demas géneros (con excepcion de Ranatra Fax.) de esta familia, pero distinguiéndose princi- palmente de todos por las tibias cortas y el diente de los fé- mures anteriores. 236. H. honatrensis 200. Spec. ¿ : Fuscescenti-griseus, parce tomentosus; macula parva triangulari supra post medium femorum anteriorum, tibus anticis, apice trochanterum anticorum, nec non femoribus et tibiis mediis posticisque magnam ad partem flavidis; tarsis apicem versus obscure fuscis; appendicibus al—= dothecae flavido-fuscis ; dorso abdominis saturate coerulescenti-griseo ; ventre fusco, fere usque ad apicem carinato; prosterno sat griseo-tomentoso. Long. corp. 14, app. aid. 8; lat. 3 mm. Patria : Buenos Aires. El representante de este nuevo género fué encontrado por el Sr. Guentuer en un charco, cerca de la Plaza Once de Setiem- bre. , | Es bien determinado por los caracteres indicados, y no puede ser confandida con ninguna especie de los demas géneros de la familia Nepidae. 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA RANATRA FABR. Ranatra FaBr., Ent. Syst. IV, p. 64 (1794) et Syst. Rhyng. p. 108 (1803). — Lar., Ess. p. 17 )1832). — Hany, Wanz. Ins. II, p. 29 (1834). — Burm., Handb. II, 1, p. 192 et 199 (1835). — Spin., Ess. p. 52 (1837). — CurT., Brit. Ent. VI, 281 (1829). — BLANcH., Hist. des Ins. III, p. 90 (1840). — Am. et SeErV., Hém. p. 441 /1843). —H.-S., Wanz. Ins. VIII, p. 21 (1848) et IX, p. 20 et 30 (1852). — FiebB., Gen. Hydr. p. 23 (1851) et Eur. Hem. p. 102 (1861). STAL, Hem. afr. II, p. 186 et 189 (1865). — Mark, Nov. Hem. p. 189 (1866). — Wazk., Cat. VIIL, p. 189 (1873). 237. RR. annulipes STÁL, Ranatra annulipes STáL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. XI, p. 241 (1854) et 1. c. XVIII, p. 204 (1861). — Mar, Nov. Hem. p. 189 et 190 (1866). Wazk., Cat. VIH, p. 190.7 (1873). Patria : Brasilia. No es rara en Buenos Aires, en las provincias del Norte, en el Gran Chaco, en el Territorio de Misiones y en la República vecina Oriental. Los tubos respiratorios anales son algo variables en su lon- gitud, siendo en algunos indivíduos mas largos, y en otras mas cortos que el cuerpo. Tambien varian los fémures anteriores por lo que corresponde á las fajas claras. Poseo una larva de la Banda Oriental del Uruguay, que pue- de corresponder á esta especie, pues tiene la mayor parte de sus caracteres. Solo los ojos son mas grandes y el pronoto está provisto de una carena. Los hemélitros son rudimentarios y los dos tubos anales están unidos, midiendo solo algo mas de un tercio de la longitud del cuerpo. Fam. NOTONECTIDAE Curt. Notonectidae Curr., Brit. Entom. 1, 10 (1824). — Doucn. and Scorr, Brit. Hem. p. 48 (1865). Notonectae FiEB., Rhynchograph. p. 45; Gen. Hydr. p. 24 (1851) et Eur. Hem. p. 22 (1861). Notonectida STÁL, Hem. afr. HI. p. 190 (1865). NoTONECTA Lin. Notonecta Lix., Syst. Nat. Ed. 12. II, p. 712 (1767). — Fabr., Syst. Rhyng. p. 102 (1803). -- Larr., Gen. HI, p. 159 (1807. — Curr., Brit. Entom. 1, 10 HEYIPTERA ARGENTINA 19. (1824). —Lar., Ess. p. 19 et 20 (1832). —Bunnm., Handb. II, 1, p. 186 et 190 (1835). — Spix., Ess. p. 59 (1837). — BLancH. p., Hist. des Ins. III, p.8 (1840). —Am. et Serv., Hém. p. 450 (1843). —H.- S., Wanz. Ins. VIII, p. 22 (1848) et IX, p. 22 et 41 (1852). — FieB., Rhynchograph. p. 48; Gen. Hydr. p. 25 (1851) et Eur. Hem. p. 31 (1861;. —STáL, Hem. afr. III, p. 190 (1865). — DoueL. and Scorr, Brit. Hem. p. 589 (1865). — Wark., Cat. VIII, p. 202 (1873). 9238. N. variabilis Fiep. Notonecta variabilis Fiep., Rhynchograph. p. 53.8 et Gen. Hydr. p. 26 (1851). —Burm., Reise durch die La Plata-Staaten. I, p. 492 (1861). — WaLk., Cat. VIII, p. 204.7 (1873). . Notonecta bifasciata (var.) Guér., Icon. Régn. Anim. Ins. p. 354.11 (1838). Patria: Respublica Uruguayensis. — Brasilia. — Cu— ba. — Baltimore. Tiene una distribucion vasta en la República Argentina (Cór- doba, Mendoza, Corrientes, Paraná) y se halla con frecuencia en Buenos Aires; en el verano y otoño penetra de noche en las habitaciones, buscando la luz de las lámparas, etc.- Nuestros indivíduos representan la variedad N. scutellaris FreB., que tiene el escudillo negro, con las márgenes laterales y en varios ejem- plares tambien la extremidad de color amarillo impuro. La N. bifasciata GuÉr. es una variedad de N. variabilis Fign., que tiene las dos manchas fuscescentes del córion alargadas y unidas, apareciendo como faja y separando la mancha negra ancha de los hemélitros en dos partes. El nombre dado por GuÉRrIN no puede ser conservado, por ser impropio. La larva es de un blanco impuro, muy lustrosa, con los ojos rojos, y el vientre y la parte inferior de las patas amarillentas. 239. N. polystolisma FjEp. rad polystolisma FieB., Rhynchograph. p. 53.9 et Gen. Hydr. p. 26 Notonecta sellata Germ. olim. Patria : Buenos Aires. — Brasilia. FrepeR formó esta especie por los ejemplares de la coleccion de GErMAR y de los Museos de Berlin, Halle y Viena, conside rando los indivíduos originarios de Buenos Aires como variedad, bajo el nombre de /N. sellata. No la he observado aún. Se distingue principalmente de la especie anterior por el pro- 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA noto mas largo, por las partes humerales angulosas y por la márgen lateral posterior sinuosa. Es variable, como la prece- dente, en la coloración y la distribucion de las manchas. ANISOPS SPIN. Anisops SpPIN., Ess. p. 58 (1837). — Ramb., Faun. Ent. de And. II, p. 190 (1812). — Am. et Serv., Hém. p. 453 (1843) —FieB., Rhynchograph. p. 57 et Gen. Hydr. p. 25 (1851). — H.-S.. Wanz. Ins. IX, p. 22 et 40 (1852). — Srár,, Hem. afr. II, p. 190 et 191 (1865). — WaLx., Cat VIII, p. 205 (1873). 240. A. fuseipenmis 20%. Spec. S et Q: Flavescenti-albi, nitidi; scutello magnam ad partem fasciaque vel macula postmedia dor- sali abdominis aurantiacis; articulo ultimo toto articulisque duobus mediis supra rostri, apice abdominis, ventre, marginibus lineaque media ad. partem exceptis, pectore ad partem, tronchan— teribus femuribusque anticis interdam supra in- tusque, nec non saepissime linea media tibiarum apiceque tarsi secundi pedum anticorum, obscure fuscis vel nigris; oculis sat magnis, postice ap- roximatis, pronoto antice nonnihil altioribus et atioribus ; articulo secundo antennarum etiam capitato-ciliato; fronte callis duobus longis late- ralibus subobsoletis sulcoque medio parum sub- tili instructa. postice callo transverso praedita; labro brevi, obtuso; articulo terminali rostri ar- ticulo tertio quarta parte breviore; pronoto medio non vel obsoletissime carinato, angulo collari acuto, nigro-spinoso; scutello apice hemelytris- que flavescenti-albis; alis albis; femoribus anti- cis subtus dimidio apicali dentibus minutis fu— scis, in seriem dispositis, armatis, dente valido basal: destitutis. — Long. 6-7; lat. 1*/,-1?/, mm. Patria: Respublica Argentina. Esta especie, que poseo de Buenos Aires, Baradero, Corrientes y Misiones, tiene mucha homología con el Anisops macrophthal— mus FiEB.. pero se distingue fácilmente por la falta de la ca- rena pronotal y del diente fuerte en la base de los fémures anteriores; por la série de pequeños dientes en la mitad del ápice de los mismos; por el segundo artículo de las antenas, HEMIPTERA ARGESTINA m4 tambien provisto de pestañas con punta de maza; por el labio superior obtuso ; por el artículo terminal de la trompa mas lar- go; por la faja ó mancha naranjada adelante del ápice negruzco del abdómen y, en fin, por la parte interna de las tibias y tarsos anteriores amarillentos. Anotación. El Anisops Sardeus*H.—-S. me parece idéntico al A. productus Fims.; el A. domínicanus, H.-S. al A. macro- phthalmus FieB. y el A. scutellariss H.-S. al A. hyalinus Fie3., correspondiendo mas ó ménos en las descripciones y siendo originarios de los mismos países. Fam. PLEIDAE Douct. et Scorr. Pleae FreB., Gen. Hydr. p. 27 (1851) et Eur. Hem. p. 92 (1861). Pleida STÁL, Hem. afr. HI, p. 192 (1865). Pleidae DoueL. and Scorr, Brit. Hem. p. 48 (1865). Ploae MaYr, Nov. Hem. p. 194 (1866;. PEA LrEAcH. Plea LkeacH, Trans. Lin. Soc. XII, p. 14 (1818) et Isis. XXII, p. 788 (1829). — SpiN., Ess. p. 59 (1837). — FieB., Gen. Hydr. p. 27 (1851) et Eur. Hem. p. 31 et 101 (1861). — SrtíL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 268 (1859) et Hem. afr. TIT, p. 192 (1865). — DoucL. and Scorr, Brit. Hem. p. 591 (1865), — WarLk., Cat. VIII, p. 201 (1873). Ploa SterhH., Cat. Brit. Ins. (1829). — Burm., Handb. II, 1, p. 186 et 189 (1835). — BLancH., Hist. des Ios. III, p. 89 (1840). — Am. et SErv., Hém. p. 449 (1843). — FiebB., Ent. Monograph. p. 16 (1844). — Mar, Nov. Hem. p. 191 (1866). 9241. P. maculosa n0'. Spec. ¿et 9: Posterius aliquantum altiores; testacel, fusco-maculosi, nitidi, profunde punctati; capite dilute testaceo, postice interdum offuscato, medio striola ferruginea el lateribus raro vittis duabus fuscis, albo—binotatis, ornato; rostro articulo ter— minali rufescenti-fusco; pronoto testaceo aut ad latera posticeque irregulariler fusco-maculato vel irroralo, aut etiam maculis parvis octo rotun— datis fuscis ornato; scutello brunnescenti, apice flavido; tegminibus ante medium posticeque plus minus distincte fusco-maculatis vel irroratis ; clavo generaliter ad basin post medium et apice fusco—notato; embolio apicem versus rufescent ; 78 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA subtus rufescenti-fusci, sat dense sericei; pedibus dilute testaceis, femoribus basin versus obscu- rioribus. — Long. 1*/,-2; lat. */,4*/, mm. Patria : Respublica Argentina. Será la misma especie que ya fué observada por el Dr. Bur- MEISTER en Mendoza, [véase : Rewse durch die La Plata—-Staaten. I, p. 320 (1861)]; la he encontrado en abundancia en el Rio Lujan y del Tigre, donde se halla principalmente en las Rhzzocarpeae y en las raices de la Heteranthera reniformis Rz. et Pay. Es muy variable en cuanto á las manchas oscuras, pero que no faltan nunca por completo en los hemélitros ; se acerca mu- cho á la Plea minutissima FaBr., distinguiéndose principalmente por la parte posterior del cuerpo mas elevada y los hemélitros ménos puntiagudos. Fam. CORISIDAE Benxc. Corisides Am. et Serv., Hém. p. 444 (1843). Corisidea FieB., Gen. Hydr. p. 28 (1851). Corisae FiEB., Eur. Hem. p. 22 (1861). Corixina DoucL. and Scorr., Brit. Hem. p. 49 (1865). Sigarida STAL, Hem. afr. 11, p. 193 (1865). Corisida MaYn, Nov. Hem. p. 193 (1866). Corixidae WaLk., Cat. VII, p. 191 (1873). Corisa Am. et SERV. Corixa GrorrR., Hist. des Ins. de Paris. I, p. 478 (1762). — Leach, Trans. Lin. Soc. XII, p. 14 (1818) et lsis. XXIL, p. 788 et 789 (1829). — Lar., Ess. 19 et 20 (1832). — Bunn., Handb. II, 1, p. 185 et 186 (1835). — Srin., Ess. p. 09 (1837). — BLaxchH., Hist. des Ins. III, p. 87 (1840). — FreB.. Entomol. Monograph. p. 12 (1844). —H.-S., Wanz. Ins. IX, p. 47 (1852). —SráL, Hem. afr. 1H, p. 193 (1865). — WaLx., Cat. VDI, p. 191 (1873). Corisa Am. et Serv., Hém. p. 445 (1843). — FieB., Gen. Hydr. p. 28 1851); Spec. Gen. Corisa. p. 13 (1851) et Eur. Hem. p. 31 et 90 (1861). —H.-S., Wanz. Ins. Index. p. 68 (1853).— Mark, Nov. Hem. p. 193 (1866). Corisa et Cymatia FLor, Rhyn. Liv. I, p. 801 (1860). Coriza et Cymatia DouaL. and Scorr, Brit. Hem. p. 613 (1865). 242. €. forciceps SPIN. Corixa forciceps Sp1x. in Gar, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 234.1 (1852).— Sicx., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. III, p. 581.126 (1863). Patria: Chile. HEMIPTERA ARGENTINA y 79 Esta especie se encuentra en todas las Provincias de la Repú- blica Argentina, llegando al Sur hasta el Rio Negro, de donde la trajo el Dr. D. ApoLro DerrNe, quién acompañó al General Roca en su Expedicion á los Territorios de los Indios. Los ejemplares nuestros no se distinguen de los chilenos que coleccioné en mi viage en Chile, á principios de este año (1879), siendo idénticos á los de Santiago y solo mas claros en la colo- ración que los de Valdivia. E La especie es fácil de distinguir de las demas congéneres por la coloracion amarilla de la cabeza, del conexivo y de la parte inferior del cuerpo, que no tiene los anillos basilares mi los ló- bulos anales oscuros (entre 50 indivíduos hay solo 2 que tienen la parte basilar del vientre negruzca), poseyendo rara vez algu- nas manchas fuscescentes, desvanecidas en el vientre. Los individuos son variables por lo que corresponde á la lí- nea elevada de la frente y su coloracion, y al número y lon- gitud de las líneas amarillas del pronoto. Tienen la primera bien marcada ó desvanecida, estrecha ó bastante ancha y de color amarillo ó fusco. Las líneas del pronoto son en número de 7 4 9, siendo en el último caso dos de las intermedias cortas y unidas por medio de sus extremidas con la línea situada de- lante de ellas. Rara vez se encuentran las líneas interrumpidas en el medio 6.en el borde del pronoto, ó varias veces unidas durante su Curso. La pala de los dos sexos se acerca mucho por su forma á la figura que da Fieser de la Corisa hyalimpennis FABR. (véase : « Species Generis Corisa. » lám. II, fig. 27) siendo la del Y aún de mayor diámetro, pero no tan alta como la de la Corisa di- stíncta Fiem. (l. c. lám. IL, fig. 13). Las tibias son simples y mucho mas delgadas que la pala. SIGARA FABR. Sigara Fañr., Ent. Syst. IV, p. 59 (1794) et Syst. Rhyng. p. 104 (1803). — Leacn, Trans. Lin. Soc. XII, p. 14 (1818) et Isis. XXII, p. 788 et 789 (1829). — Lar., Ess. p. 19 (1832). — Burm., Handb. 11, 1, 185 et 188 (1835). — SpIN., Ess. p. 59 (1837). — BLanch., Hist. des Ins. II, p. 88 (1840). -— Am. et Serv., Hém. p. 448 (1843). — FieB., Entomol. Monograph. p. 11 (1814); Gen. Hydr. p. 29 (1851) et Eur. Hem. p. 31 et 89 (1861). — STÁL, Hem. afr. III, p. 193 (1865). — Dover. and Scorr, Brit. Hem. p. 615 (1865). — WaLk., Cat. VIII, p. 200 (1873). 9243. S. fusecata STAL. Sigara fuscata StAL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 268.138 (1859). — Waxx., Cat. VIII, p. £01.6 (1873). Patria : Montevideo. 80 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Poseo un indivíduo de esta especie, que recojí en el Rio del Tigre. Es de tamaño menor que el ejemplar típico de Srát, te- niendo 3 milímetros de largo y 1*'/, milímetros de ancho. La base del escudillo es tambien de la coloracion amarrillenta de la cabeza, las patas y la parte inferior del cuerpo. El tinte ama- rillento de la márgen interna del clavo es poco pronunciado. (Continuará). CárLos BERG. LAS ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA ¡Continuacion.) 84. — VESUVIANA : 6 E 5 (HS, Ca, Mer (Ad ppo Qj35 )147 — R? Sis Q9 — | R* Si O | 4 R“ Si 0% (Idocrasa) Stelzner menciona (Tschermak, Min. Mitth. 1873, p. 233) granos de un mineral verde, que se encuentran en las calizas granudas de Malagueño, cerca de Córdoba, acompañados de granate rojo, y su- pone que estos pertenezcan á la vesuviana; por falta de eristaliza- ciones deja esta cuestion sin resolver. Un punto, donde la vesuviana se halla en masas mas considerables, y al mismo tiempo bien cristalizada, es el Vallecito, cerca de San Francisco (Provincia de San Luis). Los cristales quebradizos son formados del deuteroprisma cua- drático, de prismas secundarios y terminados por la proto-pirá- mide cuadrática ú otras pirámides secundarias, la determinacion exacta de estas formas me falta todavia. Los cristales alcanzan el largo de una pulgada, pero se adhieren estrechamente á la roca madre (caliza granuda de color gris, con secreciones de espato-calizo azulado y con muchos granos embutidos de hierro magnético y chon- drodita) (?). Se encuentran tambien diseminadas en la caliza masas cristalinas y granos de la vesuviana. El color es verde amarillento, la dureza — 6 */,; pes. esp. — 3.36 — 3.39. El lustre fuerte, entre grasoso y vítreo. Al soplete funde fácilmente, formándose un vidrio parduzco. Un análisis provisorio de Doering da : 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA E IL A 35.69 TITO le A | es ATP ES a E 10.80 IU, HI MN SS 10.04 0 O A 0.192 E A No determinado Dd 34.03 O 5:25 (E, NayO. 7.78 > e. 2.10 O c.2.00 100.87 Doeriíng se reserva una exposicion mas detallada sobre la consti- tucion química de este mineral, que es interesante por la presencia, aunque pequeña, de elementos mas escasos. El cromo es probable- mente la causa del color del mineral. 85. — OLIVINA (Mg, Fe)? Si 0% Los estudios sobre este mineral, que se háfla en los basaltos, do- leritas y gabbros de la República, los debemos á Francke, quien en su Studien úber Cordillerengesteíne nos suministra unos datos intere- santes sobre él, Eunléridoss en muestras de rocas coleccionadas por Stelzner. La Olivina en cristales grandes, hermosos, que muestran las caras del ortoprisma, del macropinacoide y del braquipinacoide, se encuentran en la dolerita del Agua de -la Zorra, Sierra de Uspa- llata (Provincia de Mendoza). En su esterior estos cristales se han cambiado en serpentina, cuyas fibras microscopicas penetran toda la masa. Tambien se observan bajo el microscopio inclusiones hia- linas y cristalitos de picotita (pleonasta). En el basalto del Espi- nazito (Cordillera de los Patos) la olivina se ha trasformado com- pletamente en serpentina. Olivina, en parte todavia muy fresca, de color verdoso hasta amarillento, en parte tambien cambiada en ser- pentina se halla en grandes cantidades, en masas granudas, en los basaltos de los Cerros de la Grarrapata, de la Madera, de la Leon- cita y del Cerrito de Piedras, que se elevan aislados de la pampa entre Rio Cuarto y Villa Mercedes. Avé-Lallemant publicó obser- ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 83 vaciones microscópicas sobre la serpentina del basalto de la Leon- cita, en el Acta de la Acad. Nac. de Cienc. de Córdoba, I. 1875, p. 147. 4 La serpentina del gabro del Valle Fértil (Sierra de la Huerta, Provincia de San Juan), se encuentra tambien en el estado de la serpentinizacion. La serpentina que se halla en los mármoles cordobeses, es tam- bien una epigénesis segun serpentina, de la cual se halla, segun Fran- cke (1. c. p. 4) todavia pequeños restos inalterado en la masa. 86. — GRANATE Ca? Fe? (Si 01) (Fe, Mg) Al? (Si 01 Los granates, que se hallan en gran abundancia en la República, pertenecen en su mayor parte á una de estas dos especies, unas va- riedades parecen+ pertenecer tambien al granate manganesífero, y otros de la Sierra Chica de Córdoba, de color amarrillo parduzco, á la variedad Ca? Al? (Si 0%?. Por el momento no es posible cla- sificar los diferentes ejemplares por falta de análisis exactos. Los granates se encuentrarimuchas veces en cristales, á veces muy her- mosos; las formas generales son: el dodecaedro romboidal, el trape- zoedro (209) y la combinacion de ambos. Tambien son sumamente abundantes las masas cristalinas ó granos diseminados en las rocas (especialmente granito y gneis), tambien los rios y arroyos que corren por terrenos formados de estas rocas, llevan en su arena un sin nú- mero de fragmentos de granate, á veces bastante grandes para poder encontrar una aplicacion como piedra fina (1). El color de los gra- nates varia entre rojo oscuro, pardo y amarillo parduzco. Los cris- tales se hallan embutidos y solitarios entre granito, gneis, micacita, pegmatita, ó están implantados sobre granate granudo. Tambien en las calizas granudas se hallan á veces granos diseminados del mi- neral, en parte agrupados en fajas paralelas al rumbo de las capas calizas. (1) En la Provincia de San Luís, donde estos granates (llamados binchos) se encuentran en gran abundancia en los lavaderos del oro, son estimados cou-o un buen signo de la presencia de este metal ; opinion muy errónea, porque se hallan en la misma cantidad tambien en los rios, en que no hay oro, y donde la gente no se fija en su presencia. 84 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA LOCALIDADES: Provincia de Córdoba. -— En gran abundancia en los granitos y gneises de toda la Sierra, en las pegmatitas de la Pampa de San Luis, de la Achala, del Champaquí, etc.; en vetas entre gneis, variedades muy bien cristalizadas, por ejemplo, Cerro Lo- renzo (cerca de la Calera), Piedras Grandes (Punilla), granos de color rojo en las calizas granudas de Malagueño (véase Stelzner, Tscher- mak, Min. Mitth. 1873, p. 233). Provincia de Catamarca. — En los granitos que componen las Sierras del Alto, de Ancasti, de Singuil, del Ambato, de las Capi- lMitas, de Gulumpaja, etc. En las pegmatitas que se encuentran en gran abundancia en las mismas sierras. Provincia de San Luis. — En los granitos y gneises de toda la Sierra de San Luis, del Gigante, del Morro, del Julto, etc. En las pegmatitas de los Cerritos Blancos, del Rio de Luluara (Conlara), Monigote, en las cercanias de San Francisco (Piedra Concorbada, Va- llecito, Rincon, Pilon, etc.); en las cercanías de Santa Bárbara, etc. Provincia de San Juan. — En los granitos y gneises de la Sierra de la Huerta (especialmente cerca de la Barranca Colorada). Gua- lilan (con blenda, calcita, pirita de hierro). Provincia de Buenos Aires. — En el gneis del Cerro Paulino, Sierra de la Tinta, en aluviones en la costa del mar cerca del cabo Cor- rientes (véase Heusser y Claraz, Ensayos, I, 1863, p. 11 y 16). 37. — WERNERITA Ca? Al? (Si 0%) (Escapolita) Masas radiadas-hojosas ú bacilares, de color blanco azulado. Entre las calizas y rocas anfibólicas de la Calera, cerca de Córdoba (véase Stelzner Tschermak, Min. Mitt. 1873, p. 233). 88 Y 89. — MICA m (K? H?)? Al? Al? (Si 0% n (Mg, Fe) Al? Si? (Si 01)' ' m (Mg, Fe, H? K?) (Si 01%) n Al (Si 098 | Muscovita = Bjotita = | ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 83 Estas dos variedades de la mica (el talco de los paisanos) son como constituyentes esenciales del granito, del gneis, de la micacita, los minerales mas propagados del país. Faltan todavia análisis químicos é investigaciones sobre sus propiedades ópticas, pero si las queremos distinguir segun su color, podemos mencionar, que ellas se encuentran muchas veces juntas. El color es muy variado, blanco, amarillo, rojizo, parduzco ó pardo, verde oscuro hasta ne- gro. Las masas mas lindas y á veces en tablas de un tamaño con- siderable, se encuentran en las pegmatitas, tambien se hallan en estas rocas en cristales bien limitados (columnas rómbicas Ó exa- gonales), ó en formas agrupadas en rosetas, masas escamosas, ebc. El modo como la mica se halla en los granitos, gneis, micacitas, etc., no ofrece nada de particular. Tambien se hallan hojas de mica (muscovita y biotita), á veces solamente visibles con el microscopio, entre las areniscas y cuarcitas, entre las liparitas, traquitas, dio- ritas, pórfidos, andesitas, gabros, calizas granudas, etc. 90. — CLORITA m H? Mg Si 0% n H Mg? Al 0* Minerales pertenecientes al grupo de las cloritas, son abundantes en el país; se hallan especialmente en masas escamosas ó tablas del- gadas entre las pegmatitas, y como produccion de descomposicion sobre gneis, en granito, etc. Como no sabemos todavia nada sobre su carácter químico, me limitaré á estas pocas observaciones. 91. — SERPENTINA H? Mg? (Si 01? + HB? 0 No se conoce todavia en el país como roca especial, pero se ha ha- llado en muchos puntos en masas verdes hasta amarillas entre varias rocas, representando generalmente una epigénesis segun olivina (véase N* 85). Estas rocas son el gabro, el basalto, la dolerita, eto., pero ante todo las calizas granudas, que á veces son llenadas con gra- nos y venillitas de serpentina verde amarillento trasluciente, que dan al mármol un color verde hermoso (oficalcita). Segun Francke (Stud. u. Cordillerengest, 1875, p. 4), no tiene ninguna relacion con el 86 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA oozoon problemático, y es una epigénesis segun olivina, de la cual se han conservado todavia granos inalterados. (Véase sobre estos már- moles tambien Stelzner, Ischermak, Mineral. Mitth, 1873, p. 234). Ellos se hallan principalmente en la Sierra Chica de Córdoba (Ca- lera, Malagueña, Alta Gracia, Soconcho etc); cerca de la Cañada de Alvarez, al Sud del Rio Tercero. En la Provincia de San Juan : Sierra de la Huerta. Provincia de Catamarca, Icaño, Albigasta etc. Cerca de los Reartes (Provincia de Córdoba) he encontrado tambien serpentina compacta de color verde pálido como producto de descom- posicion sobre rocas anfibólicas. 92. — KAOLIN H? Al? (Si 01? + H? O (Tierra de porcelana) Como el feldespato es tan abundante en las rocas primitivas del. país (granito, gneis, pegmatita), no es estraño, que tambien en mu- chos puntos se halle el producto que se forma por la descomposicion de este mineral, el kaolin. En parte estos depósitos son muy grandes (como en Salta) y podria servir para una fabricacion lucrativa de porcelana ; á veces son menos puras, como en la Provincia de Catamarca, pero suministran un ma- terial superior para la fábrica de ladrillos refractarios. En otros pun- tos el material es en verdad muy puro, pero no se halla en bastante cantidad, y bajo condiciones favorables para poder garantir el lu- cro de su beneficio. Esto me parece ser el caso con la tierra de por- celana, que se halla en la Sierra de Córdoba y de que se ha hecho tanto ruido. LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — Especialmente cerca de las Piedras Grandes (Punilla); granito descompuesto por aguas mine- rales. Provincia de Catamarca. — Sierra del Ambato; Amanao (cerca del Fuerte de Andalgalá). Se usa con el mejor éxito para la fabricacion de ladrillos refractarios en los ingenios de Pilciao y Pipanaco. ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 87 Provineía de Salta. — Getemani, cerca de Caldera, depósitos muy considerables. Provincia de Jujuy. — Punto de Pucará. Provincia de San Luis, — Sapallar, cerca de Quines. Provinera de San Juan. — Iglesia (pegmatita descompuesta). 93. —COBRE SILICATADO H? Cu Si 01 + H? 0 Se halla en diversos puntos del país generalmente junto con otros minerales de cobre. Representa masas amorfas de color verde en di- ferentes matices, 4 veces se inclina mucho al azulado. LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — Minas de cobre de la Pu- nilla, de la Calamuchita; Rio de los Espinillos. Minas cerca de San Márcos. Provincia de Catamarca. — Hoyada, con estromeyerita y cerusita. Provincia de San Luis. — Sapallar, cerca de Quines ; con sulfuro de cobre; Minas del Pilon, cerca de San Franciseo con pirita de hierro, hierro pardo, oro nativo, etc. Minas cerca de Santa Bárbara (Angelita, Iguana, etc.) con sulfuro de cobre, cerusita, galena, etc. he Provincia de la Rioja. -— Agua Negra, con sulfuro de cobre y ma- laquita ; Portezuelo de Ulapes, con oro nativo ; San José. Provincia de San Juan. — Huerta (por ejemplo, mina Bella Isaura, con cobre nativo y cobre rojo; Dolorcita, con galena y hierro pardo). 49. — NATROLITA. Na Al Si 0* 2 Na aro O / Se halla en masas rádio-fibrosas y cristales aciculados en las ca- vidades de rocas volcánicas de la Provincia de Catamarca. Datos especiales sobre su yacimiento y las localidades me faltan to- davia. 88 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 95. — CORDIERITA. | Ri Si Os 3 6 8 TZ Me? (11, HS 5 0 == e (Dicroita ) Fué encontrado por Stelzner (véase N. Jahrb. f. Min, 1870, p. 631) en el valle de Santa María, al Oeste de la Sierra del Aconquija, como mineral accesorio del gneis, en su hábito muy parecido á las varieda- des de la Sajonia (Alemania). Color blanco grisado, hasta azulado; medio trasparente, muestra muy bien el triocroismo característico. Dureza = 7, pes. esp. 260; fractura concóidea hasta desigual. Lustre entre «e vidro y de grasa. Cristales imperfectos. 96. —- WOLASTONITA. Ca Si 02 Es un mineral muy comun en las calizas granudas del país. (Véase Stelzner, Tschermak, Mineral Mitth, 1873, p. 233). Se encuentra en masas hojosas hasta fibrosas, embutidas en la ca- liza; en individuos cortos basilares, que penetran en todas direccio- nes á las zonas de esta roca; tambien forma capas delgadas (de tes- tura fibrosa, paralela y radiosa) entre la caliza. El color es blanco de nieve á veces algo grisado ó amarillento, ; las variedades fibrosas muestran un lustre hermoso de seda. Francke (Stud. u. Cordilleren— gest, 1875, p. 5), estudió el mineral de Malagueño bajo el micros- pio. Un crucero es perfecto segun el ortopinacoide; otro, menos perfecto, forma con el primero un ángulo de 94” Se observan muchas inclusiones miscroscópicas de líquidos, redondas y oblongas (con bur- bujas estables); hay tambien partículas de calcita. El mineral fresco es trasparente como cuarzo, y polariza con la intensidad del mismo. LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — En los mármoles de la Ca- lera, de Malagueño, Alta Gracia, Soconcho, Cóndores, las Lajas y otros puntos cerca de Achiras, etc. Provincia de Catamarca. — En las calizas de la Sierra de Ancaste y del Alto. Provincia de San Juan. — En la caliza granuda de la Huerta (por ejemplo cerca de la Barranca Colorada). ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 89 97. — AUGITA. m (Mg Fe) Ca Si? 0' | n (Mg Fe) (Al, Fe)? Si O' Sobre la constitucion química de los augitas argentinas nos faltan todavia todos los datos. Ellas se hallan en diferentes rocas, sea como constituyentes esenciales, sea como accesorios. En la dolerita (que se halla por ejemplo cerca del Agua de Zorro, Provincia de Mendoza) forma la augita (junta con plagioclasa y oli- vina) masas cristalinas Ó granos de color negro, que parecen en hojas delgadas de un color pardo rogizo. En los baraltos la augita aparece en individuos microscópicos, verdes, hasta negras (Cordilleras de los Patos, cerros basálticos entre Rio 4% y Villa Mercedes). Tambien aparece la augita en ciertas andesitas de las cordilleras, cerro del Morro (Provincia de San Luis), etc. En varias traquitas, por ejem- plo, de Pocho (Provincia de Córdoba), la augita es segregada en cris- tales pequeños. Tampoco falta el mineral en las calizas granudas del país, Stelzner menciona por ejemplo (Tschermak, Min. Mitth, 1873, p. 233): la au- gita de los mármoles de Córdoba, en que á veces se halla en granos, generalmente redondas, de color verde negrusco, acompañada de tita- nita y feldespato, de manera que el último representa el centro de circulos formados de la augita y la titanita. Sobre vetas se ha encontrado el mineral en Gualilan (Provincia de San Juan), de estructura rádio-fibrosa, de color pardo, acompañada de pirita de hierro, blenda y granate. 98. — DIÁLAGA (Ca, Mg, Fe) Si 0* Este mineral compone con la plagioclasa y la olivina á los gabros, que se encuentran en varios lugares entre las rocas metamórficas del país. Su color es pardo hasta verde pardusco, no dicróico, el lustre metalóide, hasta de nácar; los cruceros (segun el ortopinacoide) per- fectos. Segun el clinopinacoide los cruceros son imperfectos. Francke (Stud. u. Cordillerengest 1875, p. 36,) estudió las variedades del valle Fertil (Huerta, Provincia de San Juan) bajo el microscopio. 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Segun él estas muestran fajas fibrosas, que se disuelven en renglo- nes paralelos de tablitas. En las márgenes ha principiado una tras- formacion en anfibol. Fenómenos parecidos se observan en los gabros de la Provincia de San Luis donde se hallan principalmente cerca de San Francisco (Majadas, Monigote, Vallecito, etc.) y de Nogoli. Si la diálaga está tambien representada en las rocas que forman el cerro de San Lorenzo, cerca de la Cañada de Alvarez (Provincia de Córdoba), no he averiguado todavia ; pero me parece probable. 99. — ACTINOLITA (Mg, Ca, Fe) Si 0? Se halla en masas verde, á veces grisados, de una testura rádio- basilar, y en agregados de prismas (clinoprisma rómbico, con clino- pinacoide). A LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — Entre el gneis y rocas an- fibólicas en diversos puntos de la Sierra. Provineía de San Luis. — Entre el esquisto talcoso (piedra de sapo), del Pancanta. Entre las rocas metamórficas del Pilon, Monigote, etc., cerca de San Francisco. Provincia de Catamarca. — Sierra del Ambato. Fué tambien ob- servado por Schickendantz (véase Petermann. Geogr. Mitlh. 1868, p. 145). | Luis BRACKEBUSCH. (Continuará). MISCELÁNEA Declinacion magnética en Sam Eiwmis. — Notre sócio corres— ponsal, Sr. Avé-Lallemant, ha remitido á la Sociedad una comunicacion sobre las determinaciones de la declinacion, efectuadas por él en la Ciudad y en otras localidades de San Luis. El resúmen de estas, junto con las determinaciones de latitud y longitud (estas últimas, solo aproximadas), es el siguiente : En Marzo de 1878: Declinacion 139 47' 28” E, En Diciembre de 1878 : San Luis : Lat. 332 18” 31".—Long. 4* 25" 22, —Decl. magn. 139 50/ 19”. Mercedes : Lat. 339 41" 30",—Long. 4* 21" 4*. —Declin. magn. 13% 351 9”. Desaguadero : Lat. 332 25' 12" —Long. 4* 28" 23* —Declin magn. 149 3" 54”. Canal interoceánico en Pamamá.— En el número anterior di- jimos que la reunión del Congreso internacional de estudios para la apertura de un canal en Centro América, habia tenido lugar el 15 de mayo en el salon de la Sociedad de Geografia de Paris: tócanos ahora informar á nuestros lectores de las conclusiones á que se ha arribado en €l. Despues de desempeñar sus funciones las comisiones nombradas, el dia 29 le- yóse el informe general sobre el tipo de canal que la comision técnica creia mas conveniente adoptar : en seguida se pusieron en discusion los diversos proyectos que habian sido presentados al estudio del congreso, sobre cuál seria el punto mas apropiado para la apertura del canal. Eliminados unos por sus autores y rechazados otros por la naturaleza de los trabajos que exijia su realizacion, adop— tóse por fin la siguiente resolucion: que era deseable la apertura de un canal á nivel ecnstante, y que este deberia abrirse entre el golfo de Simon y la bahia de Panamá. Es indudable que las opiniones, particularmente de los especialistas en este género de construcciones, han estado radicalmente divididas, pues alguno de ellos ha neutralizado, su voto fundándose en razones muy dignas de atencion. Se ha dicho por ejemplo que la comision comercial no habia procedido en sus cálculos con la seriedad que hubiera sido de desear, y que al presupuestar los gastos que exijian los trabajos de una obra semejante ascendian proporcional- mente á una suma crecidísima. Entretanto el célebre Lesseps se ha puesto al frente de la empresa, y ha mani- festado en el seno de la Academia de Ciencias que se halla dispuesto 4 afrontar todas las responsabilidades para llevar á cabo esta obra realmente colosal. Des- pues de clausurar el Congreso, ha dicho, mi primer cuidado fué reunir el Comité de la Sociedad Civil que habia anticipado los fondos necesarios para verificar las expediciones de los Sres. Nyse y Reclus, cuya Sociedad obtuvo del Gobierno Colombiano la concesion de abrir un canal en el territorio de dicho Estado, y la donacion de un área de terreno. Esa misma sociedad, añadió, habia celebrado ya un convenio con el ferro—carril de Panamá en su carácter de concesionario de una zona territorial que cruzará el canal interoceánico. De todas las cuestiones económicas que interesan al Continente Americano, no hay ninguna que esté llamada á operar mayores alteraciones en el sistema econó- mico de las Repúblicas Americanas. La apertura de una vía marítima por el Its- mo de Panamá, reportaria grandes ventajas al comercio internacional, y propor 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cionaria á los Estados del Pacífico ciertas ventajas y facilidades de que se ven privados en la actualidad. El Perú, por ejemplo, se acercaria al viejo Continente, y Chile que goza de los beneficios que le ocasiona la vía del Estrecho de Magalla— nes, vendria á quedar en las condiciones presentes de su rival, Como uno de nosotros se ocupara especialmente, en el número próximo de los Anales, de ha— cer una historia del canal proyectado y de analizar los resultados conseguidos para el conocimiento de la geografia de la region Central del Nuevo Mundo, nos limitamos ahora á enumerar los proyectos sometidos á la discusion del Congreso, reproduciendo casi al pié de la letra la esposicion publicada en The Nature. Eran estos siete, de los cuales seis atravesaban el territorio de los Estados- Unidos de Colombia, y uno el de la República de Nicaragua. 1* Este trazado se estiende de la estremidad setentrional del golfo de Urabá hasta la bahía de Chiri-Chiri, en la costa del Pacífico. La distancia total entre ambos océanos es de 290 kilómetros, de los cuales 50 comprenderian el canal propiamente dicho, mientras que el resto lo compondria el curso del Atrato, del Napipi y del Doguado. Este trazado exije la remocion de 23.000,000 de metros cúbicos de tierra, y un embancamiento de 3.000,000 : necesitaria 22 esclusas, y un tunel de seis kilómetros de largo. Para terminar la obra se emplearian nueve años. 2 Este trazado atraviesa los Estados del Cauca y Panamá; parte del golfo de Urabá, como el anterior, y termina en el de San Miguel, tiene 235 kilómetros de largo, debiendo ser 128 de canal, y el resto utilizado por el curso uel Atrato, Caquiri, Puquía y Cué, ó preferentemente el del Tihulé. Paya y Tuyra. Requiere tambien 22 esclusas y un kilómetro de túnel, ó sin este una profunda escavacion. El material escavado se calcula en 60 á 64 millones de metros cúbicos, y el em- bancamiento, etc., en 6 millones. La formacion terciaria de este trazado ofrece rocas relativamente blandas; y está dotado, además, de excelentes puertos en ambas estremidades. El tiempo que debia emplearse en su construccion seria de 12 años. , 3* El tercer trazado parte de Acanti, á la entrada del golfo de Urabá, termi- nando como e) anterior en el golfo de San Miguel, utilizándole el curso del Tolo, Tiatí, Tupisa, Chucunaque y Tuyra. Su estencion es de 125 millas, de las cuales 74 solo de canal. Se necesita escavar 75 millones de metros cúbicos, no tendria esclusas, pero exije un tunel de 17 kilómetros. Tiempo que se emplearia en la obra, 12 años. 4* Este trazado parte de la bahía de San Blas y termina en el golfo de Panamá, frente á la isla Chepillo; tendria 53 kilómetros, de los cuales 42 de canal, siendo utilizables los rios Nercalegua, Mamoní y Bayano. El material escavado seria de 34.000,000 de metros cúbicos, no tendria esclusas, pero sí un timel de 16 kiló-- metros. El tiempo empleado en la obra seria de 10 años. Los trazados 5” y 6” estan comprendidos entre Colon-Aspinwall y Panamá. El primero de 75 kilómetros de largo, utílizandose el rio Chagres. El máximun de la escavacion se elevaría á 57 millones de metros cúbicos. con un embancamiento de 5 millones ; necesitaria 25 esclusas y ningun tunel, empleándose 6 años en su construccion. El otro trazado carecería de esclusas pero en cambio requerirá 6 kilómetros de tunel y una escavacior de 47 millones de metros cúbicos. Tendria 75 kilómetros de largo siendo utilizados los rios Chagres y Grande. En ambos se emplearian 6 años, y costarian una misma suma de dinero. El 7* y último trazado partiría de San Juan del Norte, en Nicaragua, y cruzando por el lago de este nombre terminaria en la bahia de Brito. El largo total seria de 292 kilómetros, 195 de canal y el resto utilizando el rio San Juan, el lago de Nicaragua. el rio Grande. La escavacion seria de 48 millones de metros cúbicos, 5 millones y medio de embancamiento, y 21 esclusas, Como se vé, la conveniencia está en adoptar un trazado que requiera una esca— vacion relativamente mínima, y que el canal no necesite ni esclusas, ni tunel, si esto último fuese tambien posible; todo lo cual ha tenido en cuenta el Congreso al adoptar una resolucion que aun no puede considerarse decisiva, á pesar de la sancion que ha obtenido. Las sumas que exijen dichos trazados para llevarse á cabo varian entre 475 millones y mas de un millar de millon de francos, con un gasto anual de conser— vación de 4 4 15 millones. MISCELÁNEA 93 Las dimensiones del canal deberán ser de 20 metros de anchura en el fondo, y 26 en la parte superior con un ensanche de 3 metros. Este tiene por objeto dar mayor juego á los buques de gran porte, y para aumentar la seccion de agua que debe tener cuando ménos 224 metros cuadrados. La profundidad del canal debe ser de 8 */, metros. Las curvas propuestas, con un rádio mínimo de 3000 metros, son ménos pronunciadas que en el canal de Suez. Las estaciones (crossing stations) deben tener 40 metros de anchura en el fondo y un largo de 500 metros. Los tuneles 8 */, metros de profundidad, una anchura de 20 metros en el fondo, pero solo 24 en la superficie, y la menor seccion de agua 187 metros cuadrados Tales son las condiciones que debe llenar el canal marítimo interoceánico cuya reali- zacion se reputa ya un hecho consumado. El mejor timbre de gloria de nuestra época, decia el intrepido capitan Wyse, consiste en la ejecucion de jigantescas obras, que modifiquen la superficie del globo en provecho de sus habitantes; y debe sentirse orgullosa, sobre todo por la apertura de un canal interoceánico que ahorre millares de existencias y mi- llones de capital. La civilizacion gozará de los inmensos beneficios que reporte. bajo el punto de vista económico, con una obra de esta naturaleza, empresa colosal cuya pronta realizacion debe ser deseada por cualquiera que levante la mente á las altas contemplaciones de un porvenir alhagúeño para el mundo de Colon y para todas las naciones de la tierra. - Dominado por estas ideas un sábio geólogo francés, de cuyos estudios sobre el suelo centro americano nos hemos de servir en otra ocasion, decia hace poco, que una obra como esta debia costearse por las naciones interesadas en ella, para entregarla luego enteramente libre al servicio público mediante una lijera retri- bucion destinada solamente á la conservacion de la nueva via marítima. Fósiles jurásicos de la Cordillera Argentina. -—Con este título ha publicado Gottsche la 2* entrega de la 2* parte (paleontológica) de sus Beitrage zur Geologie und Palaontologie der Argentinischen Republik, la cual ha sido analizada por Waagen en la 4* entrega del Neues Jahrbuch fur Mineralogie. Geologie und Paldontologie. Este último autor habia dado una noticia de la 1* entrega, en que están descritos los fósiles silúricos y réticos, en el mismo perió- dico, pág. 327, 1877. Todas estas memorias han sido publicadas con el fin de dar 4 conocer los nu- merosos fósiles recogidos por los ex—profesores de la Academia de Córdoba, Stelzner y Lorentz, en los viages que hicieron por el interior de la República; la presente trata esclusivamente de las especies jurásicas, entre las cuales hay algu— nas muy interesantes, y se encuentra anexa una enumeración de los trabajos que versan sobre este mismo punto, y que son poco conocidos. Se encuentra tambien reunido en la introduccion todos los datos que se tienen hasta ahora sobre el terreno jurásico de la América del Sud. La importancia de la determinacion de estos fósiles aumenta tambien por las dudas que se han tenido hasta hace poco sobre la existencia del terreno jurásico en este continente, hecho que habia sido negado por Leopoldo de Buch y D'Or- higny, pero que posteriormente habia quedado sentado, primero por Bayle y Coquand y despues por Burmeister y Giebel. Estos trabajos sobre las formas jurásicas, fueron aumentados mas tarde por un estudio de Hyatt sobre algunas especies de Cefalópodos de la Cordillera, que hicieron atribuir los terrenos en que se encontraban al liásico inferior, medio y superior. En la memoria referida, Gottsche ha tratado sucesivamente de las faunas jurá- sicas de los diferentes puntos en que Stelzner coleccionó los ejemplares, y cada capítulo de aquella corresponde á una localidad. El primer capítulo describe los siguientes fósiles del Espinazito. Belemnites sp. indet. Lytoc. Endestanum ORB. » Francisci OPpP. var. posterum GOTTSCHE. Phylloc. neogaeum GOTTSCHE. > sp. Harpoceras Zitteli GOTTSCHE. » proximum GOTTSCHE. 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Harpoceras Andium GOTTSCHE. > aff. Sowerby+ MiLL. » aff. variabile OrB. » Stelznert GOTTSCHE. Stephanoc. singulare GOTTSCHE. > multiforme GOTTSCHE. » Giebeli GOTTSCHE. » submicrostoma GOTTSCHE. > Sauzer ORB. 4 Cosmocer. Regleyi TH10LL. Limoc. Antipodum GOTTSCHE. es Sas Nautilus sp. Nerinea Stelznert GOTTSCHE. Cerithium sp. Gryphaea cf. santiaguensis HuprÉ. Placunopsis sp. Pecten pumilus Luck. » laminatus SORV. NED: ; » sp. Hinnites sp. Lima cf. duplicata Sow. Ctenostreon pectiniforme SCHL. Pseudomonotis substriata ZIET. » Muúnsteri Br. » costata Sow. Modiola imbricata Sow. Ñ Cucullaea sparsicosta GOTTSCHE. Leda striatissima GOTISCHE. Trigomia Stelznert GOTTSCHE. » Lycetti GOTTSCHE. » praelonga GOTTSCHE. » rectangularis GOTTSCHE. » signata Ac. Lucina plana Z1Er. » laeviís GOTTSCHE. » úntumescens GOTTSCHE. » Goliath GOTTSCHE. » dosimaeformis GOTTSCHE. Astarte Andium GOTTSCHE. » cf. gregaria PHILL. » clandestina GOTTSCHE. » excadata Sow. Isocardia cordata BuckM. Opsis exotica GOTTSCHE. ¿Venus peregrina GOTTSCHE. Pleuromya jurassí AG. Gresslya cf. peregrina PHILL. Pholadomya fidicula Sow. » abbreviata HurrÉ. Terebrat. perovalis Sow. Rhynch. Andiuwm GOTTSCHE. » aenigma OrB. Entre estas especies, hay 25 características de la localidad, 10 que han sido encontradas ya en otros lugares de los Andes y 18 que son idénticas con especies europeas. De estas últimas, 11 pertenecen al terreno infra-oolítico de Europa; encon= trándose tambien 29 especies análogas, aunque no idénticas á estas. Segun lo observado por Stelzner, no es posible determinar por medio de los fósiles los MISCELÁNEA 95 diferentes horizontes geológicos en el Espinazito y solo ayudan para esto los caractéres petrográficos. Se distinguen así tres horizontes : el primero está for— mado por un calcáreo granuloso grisazulado, en el que aparecen los restos de espe- cies de Harpoceras, Lytoceras, Phylloceras y la Cosmoceras Regleyi; el segundo es de la misma roca, aunque mas oscura, y es abundante en especies de Stepha— noceras; el tercero, finalmente. está formado de un calcáreo rojo de grano fino, en el cual hay Simoceras antipodium, Gryphaea santiaguensis y Pholadomya fidi- cula. Segun estos datos, resulta que las capas siguen en el Espinazito el mismo órden que en Europa, y que el primer horizonte representa el infra-oolítico; mientras el último representa una capa del sistema de Kelloway. Se observa tam- bien que las especies Pseudomonotis costata y Modiola imbricata, están en una roca diferente de todas las demás, La segunda localidad de la que describe Gottches los fósiles es del Puente del Inca. En este punto se encuentran la Griphaea cf. calceola QuensT. y un Pecten ; pero no es posible establecer con seguridad la correspondencia de estos fósiles con el terreno jurásico. Tambien dá Gottsche la determinacion de algunos fósiles de Caracoles (Bolivia), que hacen referir el terreno al jurásico, pudiéndose determinar algunos horizontes. Termina Gottsche su trabajo considerando la extension del terreno jurásico en la Cordillera sud—americana. Limitado al E. por la cumbre, se estiende aquel desde los 5%50* lat. hasta los 37 lat. S. El lias inferior se ha observado solo en Chacapoyas, mientras el medio, caracterizado por el Pecten alatus se encuen— tra distribuido en el Perú, Bolivia y Chile; el lias superior se ha observado con seguridad por Burmeister y Giebel en Juntas (Chile) (1). Las especies de este último punto han sido revisadas por Gottsche corrigiendo algunas determinaciones de Bayle y Coguand. Las capas infra—oolíticas, lo mismo que las de Kelloway, pue- den constatarse en varios puntos, de Oxford solo en Caracoles ; pero no se ha notado hasta ahora la presencia de las capas de Káimmeridge. La memoria de Gottsche trae además dos láminas: una con los Ammonites jurásicos sud-americanos y otra que indica las localidades en que se han obser— vado los fósiles jurásicos. : Este estudio viene, pues, á aumentar considerablemente los conocimientos que se tenian sobre los fósiles secundarios de Sud-América y trae la importante com- probacion de la concordancia entre la division del jurásico europeo y la del sud- americano; hecho que bastaria para darle una posicion muy elevada entre los trabajos paleontológicos contemporáneos. Fósiles terciarios de Chile. —El Dr. Philippi, Director del Mu- seo de Santiago, ha publicado últimamente un estudio sobre los fósiles chilenos que pueden considerarse como un complemento de la Memoria de Rémond de Corbineau, publicada en el tomo 19” de los Anales de la Universidad de Chile y en la cual se hallan reasumidos todos los trabajos sobre la paleontología chilena. Las conclusiones á que llega son las siguientes : 1” De los 81 géneros de fósiles que ha estudiado, solo 3 darian lugar 4 dudas sobre su clasificacion entre el terciario: Baculites, Cinulia y Trigonia; pero todos los demás son terciarios muy caracterizados. 2" El Dr. Philippi establece que el clima del mar terciario en que vivian estos fósiles no ha debido ser muy diferente del actual, por la falta de corales y de géneros de Moluscos de mares tropicales. 3 La fauna terciaria chilena muestra alguna analogía con la fauna actual de[ Mediterráneo. 4” Segun lo establecido ya por D'Orbigny, el terciario chileno debe caracteri zarse como éoceno por la pequeña cantidad de especies fósiles que se conservan vivientes en la actualidad. 9” En ese periodo éoceno la fauna patagónica y chilena eran idénticas, como (1) Veasa : Ensayo sobre las petrificaciones de Juntas, Halle 1861. Voyage au désert d'Atacama, R. A. Philippi, Halle 1860. Report on the Geology of S.- America Forbes, Proc, of the géol. Soc. vol. 17. N” 21, 1861. 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lo habia ya enunciado Darwin, debiéndose notar que en la actualidad, puede decirse, que no hay una especie comun á las costas oriental y occidental de la América del Sud. El Microteléfono.— En el número 491 de La Nature se encuentran algu- nas noticias, acompañadas de un diseño, del microteléfono de Julian Ochovoiviez, de la universidad de Lemberg, en Austria-Hungría. El principio en que se funda este aparato es una combinacion de los ya cono- cidos de Bell y Hughes. Se sabe que por el primero se modifica el estado magné- tico de una barra variando la distancia á que se encuentra de una lámina vibrante, y por el segundo las variaciones en la intensidad de la corriente eléctrica se pro- ducen por la variacion en conductibilidad que sufre un cuerpo pulverulento cuan do varía la presion. El microteléfono posee además una membrana de cautchuc con aire comprimido y lo que aumenta la intensidad del sonido, sufriendo tam-= bien este gas la accion del paso de la corriente, como en el microfono parlante de Hughes y Blyth. Alturas en los Andes. —Segun lo hacia notar Maunoir, secretario de la Sociedad Geográfica de Paris, se observa mucha disconformidad entre las alturas determinadas por diferentes observadores, debidas en la mayor parte de los casos á la diversidad de los métodos trigonométrico y barométrico. En el primero la irregularidad de la refraccion atmosférica y en el segundo la distribu- cion desigual de la temperatura y estado higrométrico del aire, son las causas principales é inevitables de error. : En una carta de Pissis, el distinguido ingeniero autor de la carta topográfica de Chile, dirijida á la Sociedad Geográfica de Paris, ha discutido algunas determi- naciones de alturas hechas por Fitz-Roy, Pentland y otros, y las ha comparado con las practicadas por él con motivo del levantamiento de aquella carta. La al- tura del Aconcagua determinada por los métodos trigonométricos mas exactos, ha . sido encontrada igual á 6834,7 metros con un error probable de 14,7, difiriendo esta determinacion en mas de 500 metros con la de Pentland. : Estudios microscópicos de los bacterios.—En los Beitráge fiir Bilogie der Pflanzen ha publicado el Doctor Koch, un estudio sobre estos protistas, que ha sido reproducido en la Revue International des Sciences en el que indica un procedimiento fácil para su exámen microscópico, y cuya importancia se comprenderá dadas las innumerables aplicaciones que tiene en la medicina y en la industria, y aún en los problemas mas recónditos de la filosofia natural. La principal dificultad que se habrá tocado hasta ahora en su estudio. consistía en los movimientos que presentaban en el miscroscópico, que impedian el dibu- jarlos, y aún examinarlos con detencion, Además de esto los procedimientos de conservacion eran imperfectos, y la comparacion, por lo tanto, muy defectuosa. El procedimiento de Koch consiste esencialmente en lo siguiente : se coloca sobre un cubre-objeto una gota de líquido conteniendo bacterios, y se estiende en una capa tan delgada como sea posible, luego se le hace secar defendiéndolos del polvo por medio de una campana de cristal. Los”bacterios conservan de ese modo sus formas, quedando adheridas al cubre-objeto por una capa mucilaginosa que los rodea. Sd Se emplea en seguida una solucion de acetato de potasio para hacer dilatar algunas partes contraidas en la desecacion, sin que los bacterios se desprendan del vidrio. Esta solucion puede servir tambien para la conservacion de elos por mas de un año, pero se tornan por lo comun muy pálidos, siendo necesario colo- rearlos. Los mejores resultados los obtuvo Koch empleando el azul violeta de anilina. Se lavan nuevamente con una solucion de acetato de potasio, pudiendo e la preparacion definitiva en esta solucion, ó bien en el bálsamo de Ca- nadá. Koch ha empleado, además, para el dibujo de estas preparaciones los métodos fotográficos, que á una mnayor sensibilidad reunen la preciosa condicion de no fatigar al operador. C. L. Fregeiro y E. Aguirre. Presidente Arata. Aguirre. Amoretti. Aberg. Balbin. Berg. Buschiasso, Burgos. Castex. Cagnoni, A. N. Clérice. Cagnoni, T. M. Carreras. Dawneg. Gomez Molina. Glade. Huergo, A. Lagos, J. M. Mayer. Mallo. Pico, P. Rojas, F. Rosetti. Sousa. Santillan. Stegman. Sienra Carranza. Silva. Viglione. Videla. Villanueva. " White. (sels oyentes) ASAMBLEA DEL 1? DE AGOSTO DE 1879. (9 SESION ORDINARIA ) Presidencia del señor Huergo. Abierta la sesion á la 8 y 30 p. m. con asistencia de los señores sócios al márgen anotados, se leyó y aprobó el acta de la sesion anterior (15 de Julio). Se dió cuenta de las resoluciones de la Junta Di- rectiva durante la última quincena. Se dió lectura de un telegrama del sócio doctor Don Benjamin Gould, residente en Córdoba, felici- tando al señor Presidente por los progresos rápidos hechos por la sociedad y por su próspero estado actual. Se dió cuenta de haberse recibido en donacion la Memoria de las oficinas del Departamento de Ha- cienda de esta Provincia, correspondiente á 1878. En seguida se entró á la órden del dia, cuya pri- mera parte la formaba el nombramiento de cinco miembros de la Junta Directiva, con arreglo á lo dispuesto por el Reglamento. El señor Presidente nombró á los señores (Gui- llermo Villanueva y Angel Silva para practicar el escrutinio de la eleccion. á Los cargos á proverse eran el de Presidente, Vice- Presidente 1”, Vice-Presidente 2”, Secretario y Te- sorero, que con los cinco Vocales que lo son los miembros no salientes forman el total de los señores de la Junta Directiva, Praticada la votacion para Presidente, el escrutinio dió el siguiente resultado : Por el Doctor señor Don Guillermo Rawson.. 23 votos. » » Ingeniero » » Augusto Ringuelet... 7 » Doctor » » Pedro Mallo...... A 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El señor Presidente proclamó en consecuencia, electo Presidente de la Sociedad para el ejercicio del 8” año, al sócio doctor Don Gui- llermo Rawson. Praticada la votacion para Vice-Presidente 1*, el escrutinio dió el siguiente resultado : Por el Ingeniero señor Don Valentin Balbin..... 19 votos. » Doctor » » Pedro N. Arata...... E >» » » » José M. Lagos....... - » Ingeniero » y» "Be Bojan... . 0... da » » » » Augusto Ringuelet.. 2 » » » » » Guillermo Moores... 1 » El señor Presidente proclamó electo Vice-Presidente 1", al Inge- niero señor Don Valentin Balbin. Practicada la votacion para Vice-Presidente 22, el escrutinio dió el siguiente resultado : Por el Doctor señor Don Pedro N. Arata...... 13 votos. » , Doctor » » Estanislao S. Zeballos 6 » » Arquitecto » » Enrique Aberg....... 3 » » Profesor » » JuanJ.J. Kyle...... 3» » Ingeniero » >» Guillermo White..... 3.M.A » Arquitecto » » Alfredo Huergo...... E » Ingeniero » » Cárlos Stegman...... AS » Ingeniero » » Cárlos Dawney...... E » Doctor » 2 MarloR BerO. ye => 0 paje o Ll.» En este escrutinio aparecen solo treinta votantes por haberse reti- rado de la sala el sócio señor Santillan. El señor Presidente proclamó Vice-Presidente 2% al señor Don Pedro N. Arata. Practicada la votacion para Secretario el escrutinio dió el siguiente resultado : Por el Ingeniero señor Don Eduardo Aguirre..... 18 votos. » » » » Rómulo Ayerza...... 5 » » Doctor » » Estanislao S. Zeballos 4 » » Ingeniero » » Eduardo E. Clérice.. 1 » » » » Gomez Molina....... TSE » » » Antonio Barbosa..... e El señor Presidente proclamó Secretario al Ingeniero señor Don Eduardo Aguirre. Practicada la votacion para Tesorero, el escrutinio dió el siguiente resultado: - ASAMBLEA DEL 1% DE AGOSTO DE 1879 99 Por el Ingeniero señor Don Luis Viglione........ 28 votos. » Arquitecto » » Enrique Aberg....... Ly» » Ingeniero >» » Juan M. Cagnoni..... 0d » Ingeniero » » Guillermo White....- A En este escrutinio aparecen treinta y un votantes, por haber en- trado á sesion el señor Carreras. El señor Presidente proclamó Tesorero al Ingeniero señor Don Luis A.Viglione, quien habiendo aceptado el cargo dejaba vacante el de Vocal. Se procedió en consecuencia á la eleccion de un furia: dando el escrutinio el siguiente resultado: Por el Arquitecto señor Don Juan A. Buschiasso. 12 votos. » Arquitecto » » Guillermo Moores.... 12 » » Ingeniero » » Cárlos Stegman...... q » Arquitecto » » Juan M. Burgos...... Lys » Ingeniero » » JuanM,Cagnoni..... E es » Arquitecto» » Enrique Aberg....... 1 » » Ingeniero » » Guillermo White..... D » Ingeniero » » Guillermo Villanueva. 1 » Habiendo obtenido igual número de votos los dos primeros seño- res se procedió á una nueva eleccion entre estos dos candidatos, que dió el siguiente resultado : Por el señor Don Juan A. Buschiaso............ 19 votos. Por el señor Don Guillermo Moores............ iy y dos por otros señores que no se tomaron en cuenta por no permi- tirlo el órden á que se habia sujetado la votacion. Este escrutinio solo dió 28 votantes por haberse retirado tres se- ñores de la sala. El señor Presidente proclamó Vocal al señor Don Juan A. Bus- chiasso. - En consecuencia la Junta Directiva para el 8* año social, que ter- mina el 31 de Julio de 1880, quedó constituida de la siguiente ma- nera: Presidente : Doctor Don Guillermo Rawson. Vice-Presidente Jo: Ingeniero señor Don > Balbin Vice-Preside Doctor Don Pedro N. Arata. 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Secretario : Ingeniero señor Don Eduardo Aguirre. Tesorero : Ingeniero señor Don Luis A. Viglione. Vocales : Señores: Don Luis A. Huergo; Don Pedro Pico; Don Félix Amoretti; Don Angel Silva y Don Juan A. Buschiasso. Acto contínuo y no hallándose presente el Presidente electo, el Presidente saliente invitó al Vice-Presidente 1% á presidir la Asam- blea, y al Secretario electo ocupar su puesto, continuando la sesion bajo la presidencia del señor Balbin. . Luis A. Huerco. . Pesidente. Félix Amoretti. Secretario. ALGO REFERENTE AL MUNICIPIO DE BUENOS AIRES (Sesion del 49 de Agosto de 1879) SEÑOR PRESIDENTE : SEÑORES SÓCIOS : Al levantar mi voz en este recinto, me anima la idea de que si ella no es armoniosa en sones de creacion, por lo menos lo sea en consi- deraciones y datos que por algun otro socio dotado de mas inspiracion pueda utilizarles, concibiendo algun pensamiento de fácil aplicacion que dé por resultado evitar los defectos que haré notar encuentro en los afirmados de que voy á tratar y la perfeccion de un proyecto de construcciones, así como los medios para llevar á efecto la termina- cion de las obras del alcantarillado general. I El lamentable estado en que se encuentra por lo general el afir- mado de nuestro municipio, debe preocuparnos sobre manera, si con- sideramos el alto puesto que entre las naciones civilizadas ocupa la Ciudad de Buenos Aires. Y no es por cierto, en una ciudad como es- ta que debe tenerse tan mala clase de afirmado. A ella afluyen ilus- traciones en los distintos ramos del saber humano, que se conduelen casi tanto como nosotros mismos al contemplar el estado en general de estas calles. No hay nadie que no reconozca la necesidad de inmediata repa- racion de todo el empedrado ordinario; la Municipalidad lo reconoce tambien y actualmente, en cuanto sus recursos se lo permiten, pone los medios para su mejoramiento. Dos cuadrillas de veinticinco hombres cada una, distribuidos con- venientemente, se hallan desde el mes de Enero empleados en el arreglo de los empedrados, habiéndose invertido desde esa fecha unas mil setecientas toneladas de piedra, de las cuales cuatrocientas se han destinado al macadam del Paseo de Julio. A la vez la misma Municipalidad ha sacado á licitacion en estos 109 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA últimos dias, segun resulta de los avisos publicados en los periódicos, la compostura de muchas calles, con el fin probable de que á la bre- vedad posible desaparezca el estado lamentable de las mismas, y po- der hacer un cálculo sobre la conveniencia ó inconveniencia que habrá en realizar las reparaciones de esta especie por licitación ó por administracion; idea plausible en vista del doble espíritu que la guia. Año ha habido en que el entretenimiento de los empedrados ha si- do insignificantísimo con relacion al inmenso número de metros cua- drados que de ellos tenemos, trayendo esta intermitencia de conser- vacion como resultado, el que hoy se necesite una suma considerable de pesos para su arreglo. Hay que tener en cuenta asímismo el desarrollo material que cada año esperimenta el municipio y que ese aumento no le dá á la Muni- cipalidad una entrada equivalente á los gastos que ese mismo desar- rollo le demanda. Aumentándose el número de calles empedradas y siendo siempre los recursos con que cuenta la Administracion Municipal casi iguales á los de años anteriores, no es posible hacer los gastos que demandan las reparaciones de los afirmados, sin comprometer mas de lo que está el exhausto tesoro municipal, que cuenta en estos momentos con una deuda de treinta y tantos millones de pesos y la que es muy posible tenga por base la supresion, desde el año 1870, de la renta de cinco millones y medio de pesos anuales que le proporcionaba la loteria. II De lo espuesto parece desprenderse que la falta de oportunidad en atender á la conservacion de los empedrados es la causa única que motiva su pésimo estado; pero no es así. Su defectuosa construccion, sus defectuosos niveles, la clase de su piedra, las constantes aperturas que se hacen en ellos para la repa- racion y colocacion de cañerias de aguas corrientes y de gas, la con- tinua cantidad de aguas que corren por su superficie, las enormes cargas de los carros de tráfico y las condiciones mismas del suelo, son otras tantas causas que cooperan á su destruccion. Su construccion se separa un tanto de las reglas que se observan por lo general para estos trabajos. Sus niveles han estado y están hasta hoy dia, sujetos al capricho de las personas encargadas por la Municipalidad de darlos, y á la necesidad absoluta que ha habido en muchos casos de unir puntos imposibles de alterar, y todo ello debido á no existir un plano gene- ral de niveles del municipio, sin embargo de que en la Municipalidad debe existir desde el año 1871 una propuesta para la nivelacion ge- ALGO REFERENTE AL MUNICIPIO DE BUENOS AIRES 103 neral, que no ha sido considerada, debido no debemos dudarlo, al temor que hay de hacer gastos extraordinarios que comprometan mas su precario caudal. Este trabajo se calculó en novecientos mil pesos moneda corriente. Los niveles, señor Presidente, influyen poderosamente ya en bien ya en mal de un afirmado, pues todos sabemos que las corrientes longitudinales de fuertes pendientes descaman el firme por medio del arrastre del recebo; que las filtraciones se producen por los intersticios que quedan entre las piedras y que las aguas al pasar á la caja blan- dean el terreno, dando lugar á que se deprima el firme y por resul- tado destrucciones de consideracion. Si la razante tiende á la horizon- tal, su deterioro es como el de pendiente considerable ; pero en sentido distinto, pues que este es debido al arrastre y en aquel á que el agua filtrada reboza sobre el empedrado. Pendientes de una y otra clase de las indicadas, abundan en nues- tras calles y nos demuestran una vez mas la verdad de lo que nos dicen los autores sobre el particular. La piedra por su distinta dureza influye, aunque no en tan alto grado como los malos niveles, al deterioro, Los granitos que son los usados hasta hoy en los empedrados de las calles del municipio, son estraidos de las islas de Martin García, Solá, Dos Hermanas y de canteras de Montevideo. Los de la primera isla son mucho mas deleznables que los de los otros puntos indicados, segun lo he podido observar en los empedra- dos que se han venido construyendo en Buenos Aires, y por eso con- sidero que la piedra de Martin García es menos ventajosa que la de los otros puntos indicados, para esta aplicacion. Las últimas y en particular las de las islas Solá y Dos liniónen, situadas en el rio Uruguay, presentan segun los resultados obtenidas mas condiciones para los firmes; sus durezas no son excesivas, son algo elásticas y menos vidriosas que las de Martin García, cualidades todas ellas que me hacen aceptarlas con preferencia, pues opino en cuanto á la dureza con el Sr. York, ingeniero del distrito de James en Lóndres que dice al respecto: «El granito de la isla de Guernes- sey, en la Mancha, próxima á la costa de Francia es muy duro, pero usándosele se pulimenta y se hace mas resbaladizo». Por estas mismas causas, en España, que podemos decir es una de las naciones mas ricas en piedras granítica, no se hace uso tampoco de los mas duros. Las irenitas y pórfidos, por ejemplo, que pertenecen como los gra- nitos á las rocas eruptivas y cuyas durezas son mayores que la de los últimos, no son aplicables para firmes, como tampoco lo son los basaltos que con facilidad se ponen muy resbaladizos. En los empedrados ordinarios de Buenos Aires, se han empleado 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en una misma cuadra piedras de las tres islas nombradas y como sus durezas son distintas los deterioros no han sido iguales y la .. cion se ha hecho sensible. Las aperturas que hacen las empresas nombradas, son mas perju- diciales que la diferencia de resistencia de las piedras. No he visto caso alguno en que se hayan hecho esas aperturas que al cerrarlas no haya sobrado un volúmen de tierra mucho mayor que el equiva- lente de la cañería puesta; pero ni puéstose la cantidad de piedra que antes cubria esa superficie. (Juedando esas partes mas débiles las de- presiones se han producido y como consecuencia los baches. La contínua cantidad de aguas que sale de las casas y corren por los afirmados, tienen constantemente blando el lecho, lo que produce una corriente constante en la caja y por consecuencia que las piedras se aflojan, ó saltan ó se entierran. En cuanto á los carros, del dominio público es el estrago que cau- san á los afirmados y cañon conveniente, ademas de la disposi- cion Municipal que dispone sean ellos montados sobre elásticos, se ordenára una resistencia máxima á sus ejes, y esto aun cuando algun dia llegasemos á tener nuestros empedrados sin baches de las mag- nitudes de los actuales, pues con estos imposible considero tal acuer- do, por cuanto, para mi por lo menos, no me seria fácil calcular el efecto de un barquimalo producido por tal motivo, para tenerlo en cuenta en el cálculo. El suelo mismo de esta ciudad influye pottarobamiteato en el dete- rioro de que nos ocupamos. Ademas de no haber sido, en la inmensa mayoría de los casos, bien preparada la caja para recibir los empe- drados, existe un gran número de calles rellenadas con basuras; otras que para su mas inmediato terraplen, han recibido cantidades de troncos y ramas de ombues, pitas y yerbas distintas y sobre todos estos malos elementos, se han construido empedrados. El tiempo ha venido descomponiendo esos rellenos y por tanto el volúmen de ellos ha disminuido y las grandes depresiones no se han hecho esperar. En las calles rellenadas con basuras hace mas de veinte años, la descomposicion segun he observado, viene aun verificándose y ha habido necesidad de suspender algunos trabajos que se hacian en el estío, porque los desprendimientos de gaces en esa época del año han sido considerados muy perjudiciales para la higiene. Como conse- cuencia de todo lo espuesto, considero que los empedrados ordinarios para que den un resultado medianamente satisfactorio, deberian cons- truirse por licitacion y observando las siguientes condiciones : 1a Niveles dados por la administracion en armonía con un plan general de todo el Municipio. 22 Preparacion de la caja por medio de pizonado, sea por desmonte ALGO REFERENTE AL MUNICIPIO DE BUENOS AIRES 105 ó por terraplen; pero sugetando á este á bi lo sea por capas de 0m15 á 0m20 de espesor. 32 Que sobre esta, la caja, se ponga como cimiento una capa de 0720 á 0225 de arena del rio bien pizonada. da Que la dimension general de las piedras sean de 025 de pro- fundidad por una superficie de 070323 en cada una de las varas superior é inferior. ' 52 Que se use como recebo la misma clase de arena indicada en la 3% condicion á medida que se vaya pizonando, y 6* Que en todos los intersticios se eche una lechada de mortero hidráulico despues de lo cual se le cubrirá con arena y se le dejará por cuatro ó seis dias al abrigo del tránsito público. TI Los empedrados de adoquines, salvo rarísimas escepciones, son he- chos tódos por las empresas de tramways y adolecen como los empe- drados ordinarios de una buena construccion. Ellos sin embargo nos vienen á demostrar que los construidos con cimiento de escombros por la empresa del tramway de la «Ciudad de Buenos Aires» en primer término y los que tienen una capa de arena del rio, son las que han dado mejor resultado. Los mejores adoquines por el buen resultado que han dado son los hechos de piedra oriental y de estos los del Salto. Todos ellos carecen de una labra esmerada y de una medida uniforme. Los del Brasil que tambien se han empleado, pero en pequeña cantidad, tienen el defecto de ser mala la clase de piedra, y de no haberse tenido en cuenta segun parece al extraer la piedra de la cantera los lechos de crucero. No conozco ningun adoquinado construido con piedra de Martin Garcia y por tanto nada puedo decir sobre su resultado práctico, si bien el mal resultado de esta piedra en los empedrados ordinarios, me inclina á considerar que ellos no satisfarian las condiciones deseables. Convendria por consiguiente que los adoquinados se sujetasen en sus construcciones, á lo siguiente : 1” A que su cimiento del rio y de un espesor de 0720 descance sobre la caja preparada por un pizonado. 2 (Que los adoquines que se usen sean los hechos con piedra de la República Oriental, prefiriéndose los del Salto. 3% Que se tomen sus juntas con mortero hidráulico, cubriéndole en seguida con arena y no darlos al servicio público hasta pasados cinco dias. Considero el mortero hidráulico como indispensable para los dos afirmados, por conocer el buen resultado que se ha obtenido 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en unas cuarenta varas cuadradas que se han construido en el Muni- cipio en empedrado ordinario y por creer con el señor ingeniero Hayucood á cargo de una seccion de Lóndres, que este requisito es de alta importancia. Si el escombro abundase en cantidad bastante para poderlo usar como cimiento, debe este preferirse á la arena del rio. El sistema de adoquinado propuesto por el señor ingeniero Battman á la Comision de Aguas Corrientes lo considero inaceptable por su precio y paréceme innecesaria la capa de 0”20 de hormigon que propone como cimiento de su sistema. Este consiste de la capa de hormigon ya dicha, sobre la cual vá otra de la arena oriental de 0710 que es la que recibe el adoquin, adoquin por cierto que sugeta á dimensiones dadas y que exige buena labra. Considero innecesaria la capa de hormigon, porque además de la rigidez que ella daria al empedrado, soy de aquellos que opinan que no hay necesidad absoluta de la impermeabilidad de la caja y tam- bien porque muy difícil seria, que despues de cortado ese hormigon por alguna de las empresas de gas para colocar ó reparar sus cañerias, pudiera hacerse otro que inmediatamente adquiriese la dureza del existente, y tambien porque este hormigon encarece el costo del empedrado que nos ocupa, hasta el punto de llegar á valer el metro cuadrado 240 $, segun resulta de las propuestas que para tales traba- jos obtuvo la Comision de Aguas Corrientes por medio de la licitacion. IV Tócame ahora llamar seriamente la atencion de la Sociedad Cien- tífica Argentina sobre las condiciones actuales de nuestras viviendas que considero muy defectuosas á la vez que es asunto importante ocuparse de ellas. La redaccion de un proyecto de edificacion que venga á mejorar- las, tengo entendido ha sido encargada á varios miembros de nuestra sociedad y bueno seria que le dedicasen toda la atencion que tan delicado asunto requiere. , En el año 1872, el ingeniero municipal, sometió á la consideracion de la Comision de entonces, el siguiente proyecto de ordenanza que con su nota respectiva dicen asi: « Marzo 13 de 1872.—Señores de la Comision Municipal: Conside- rando que la poblacion de Buenos Aires, por su desarrollo material necesita reglas fijas á que deban sugetarse las construcciones y refor- mas de sus casas á la vez que poner estas arregladas á solidez, higie- ne y ornato, me permito presentar al juicio y buen criterio de la honorable Comision, el adjunto proyecto de ordenanza que si bien no ALGO REFERENTE AL MUNICIPIO DE BUENOS AIRES 107 satisface en un todo las exigencias municipales, tiende por lo menos á evitar en lo sucesivo abusos que puedan cometerse en perjuicio de las conveniencias generales de los habitantes del municipio. « El estudio que he podido hacer hasta la fecha del modo tan hete- reogéneo de edificar, visto en sus diferentes materiales, formas y caracteres, me han servido de base para el planteamiento de estos artículos. «Me anima á la vez el deseo de que la Municipalidad pueda sin erandes dispendios, obtener completo el catastro de la ciudad que tan necesario es para la buena administracion de los intereses que tiene á su cargo. ORDENANZA PARA EDIFICACION EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES «Art. 12+—Todos los edificios que se construyan, deberán sugetarse á las delineaciones acordadas, para lo cual los propietarios solicita- rán de la Municipalidad la demarcacion de la línea de fachada, asi como las que les correspondan en el ancho y altura de vereda. «Art. 2—A la anterior solicitud acompañarán dos planos de la fachada y planta, espresando los primeros la altura de los pisos que se trate de edificar y los segundos el espesor de muros, los cuales no bajarán, en las casas de un piso, de ladrillo y medio de espesor en la fachada y uno en muros interiores: en los de dos pisos, los de fa- chada tendrán por lo menos dos ladrillos hasta la imposta del princi- pal y uno y medio los del segundo cuerpo, siendo los interiores de ladrillo y medio en el primer cuerpo y uno los del segundo. Esta proporcion se adaptará á los edificios de mas pisos. «Art. 3—La altura mínima que deberán tener los pisos bajos será de cinco varas de luz y en los demás pisos cuatro. «Art. 4—Los propietarios que quieran hacer reformas en sus fin- cas, deberán tambien pedir la competente licencia acompañando pla- nos de la parte que se vá á reformar y otros de la reforma. «Art. 5>—Un ejemplar de estos planos quedará en poder de la Municipalidad y el otro se devolverá al interesado despues de haber informado el ingeniero de la corporacion, ó su segundo en su defecto y ser aprobado por el Presidente. «Art. 6—El Director de la obra es responsable de la falta que cometiere en el transcurso de ella segun el plano aprobado. «Art. 72— Ninguna casa que se construya en la ciudad será fabri- cada con barro. Compréndese en este artículo toda pared de cerra- miento. «Art. 8 — No se puede cargar sobre paredes de ladrillo que ante riormente estuviesen hechas en barro, sin previo reconocimiento del ingeniero Municipal. 108 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Art. 10. — Ningun propietario podrá tener en sus patios jardin, ó cosa alguna que pueda perjudicar por causa de humedad las pare- des medianeras. Art. 11. — Quedan sin efecto todas las ordenanzas anteriores que se opongan á la presente.» — Sienra Carranza». Este proyecto por dictámen de 1? de Abril del mismo año, pasó á informe del Departamento Topográfico, el cual se espidió de la mane- ra siguiente: Sr. Presidente de la Municipalidad. El Departamento Topográfico ha leido el adjunto proyecto ass re- glamento sobre construcciones de edificios, confeccionado por el Sr. Ingeniero Municipal y aplaudiendo la idea cuya realizacion llenará una de las necesidades sentidas hace mucho tiempo, se permite hacer las observaciones siguientes: al artículo 1% nada tiene que observar, esto siempre que la Municipalidad se disponga á intervenir directamente en las delineaciones y sin participacion alguna de este Departamento en las mismas. Al 2 que encuentra muy conveniente la presentacion de los planos que exije el Sr. Ingeniero, solamente cree que á mas del plano de la planta y del de la fachada, debe presentarse cuando menos un corte vertical ó mas si fuesen considerados necesarios por el mencionado ingeniero, porque en muchos edificios se encuentran no solamente malos materiales, sinó tambien defectos graves de construccion que podrán ser prevenidos y rectificados antes de procederse á la obra. En cuanto al espesor de las paredes que establece el artículo se- gundo, cree este Departamento que para que no sea ilusorio, será necesario estipular dos dimensiones de ladrillos, ó bien el espesor de la pared en medida determinada y que sin perjuicio para la estabili- dad del edificio pueden admitirse bajo cierta limitacion, tabiques de seis pulgadas ó sean 0" 15 de espesor y hasta de menor dimension en el interior de los edificios. A los artículos 3%, 4%, 5” y 6% nada tiene que observar este Depar- tamento. Al artículo 7 que considera necesaria la especificacion de las mezclas de cal y que considera algo gravosa y no de suma necesidad la estension de este artículo álas paredes de cerramiento. A los artículos 8”, 9”, 10 y 11 nada tiene que observar este Departa- mento, agregando que se ha limitado á hacer las observaciones, que ha considerado convenientes sobre los artículos del reglamento pro- puesto y que no cree «que la materia sobre que la Honorable Cor- « poracion que V. preside ha consultado á este Departamento pueda « ser agitada en un simple informe sinó que debe ser sometida á la « discusion de una comision de personas idóneas tanto en la parte ALGO REFERENTE AL MUNICIPIO DE BUENOS AIRES 109 « técnica como en la legal, nombrada espresamente para el efecto. « Junio 4 de 1872. — Salas. — Khur. — Fernandez.» Este informe dió por resultado que la Seccion municipal de Obras Públicas se espediese en el sentido indicado por el Departamento, esto es, proponiendo que se sometiera al estudio de una comision que fuere compuesta del ingeniero municipal, de un arquitecto, de un médico y de un abogado. Este dictámen fué adoptado por la Comision Municipal con fecha 30 de Octubre del mismo año, despues de lo cual parece se relegó al olvido. Algunas alteraciones y muchisimas ampliaciones serian necesarias para que este proyecto fuere hoy puesto en vigencia; pero como con- sidero se someterá á la consideracion de la sociedad el que confeccio- nen los señores sócios nombrados al efecto, dejaré para entonces las observaciones que el que acabo de leer me sugiere si es que en aquel fueran oportunas. Como las construcciones mas ó menos perfectas, influyen mas ó menos directamente en los estragos que un fuego puede hacer en ellas, y como no es posible construir todas las casas en las condicio- nes en que se encuentran construidos los depósitos de aduana conoci- dos por de Huergo, me permito hacer conocer el juicio que el capitan Shaw, gefe de la brigada de bomberos de Londres, ha formado segun sus observaciones sobre los apoyos de madera de los edificios para los incendios. Hablando sobre un incendio que tuvo lugar en uno de los almace- nes de los diques de Londres, dice segun lo publicado en el Times el año 1875, bajo la denominacion «Proteccion contra incendios y ladro- nes», lo siguiente: ; «4... El fuego empezó un poco antes de las 6 de la mañana, siendo las 11 de la misma cuando se consiguió apagarlo, habiendo salvado una gran parte del edificio y de su contenido. El almacen estaba construido con paredes de ladrillo, tenia pisos de tabla sostenidos por vigas de madera, las cuales á su vez lo eran por postes de madera de 12 pulgadas de grueso; y aunque hubo un sério daño ni una sola parte de ese gran enmaderado fué destruido. Despues del incendio se me permitió remover uno de los postes, con una seccion de las vigas y de- mas partes que la circundaban. Este mismo poste ha estado espuesto al fuego durante toda su duracion como ya se ha dicho ó sea 4 */, horas contadas desde el momento que le llegó el fuego y el tiempo en que empezó á enfriarse. «Como habiamos empleado gran cantidad de agua, y era probable que la madera estuviera algo saturada, yo la hice secar cuidadosa- 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente por varios dias durante un fuerte suo! hasta que Pa pa sin rastro de humedad. «Entonces la puse de punta en un patio abierto exactamente lo mismo que habia estado colocado en el almacen, con el pedestal el capitel y la viga sobre dicha; le coloqué al rededor mas de una tone- lada de virutas, leña gruesa y fina y despues de haber saturado todo el monton con petróleo, le prendí fuego. «Despues de esta operacion puse varios hombres á á bombear petróleo sobre dicho monton hasta que se me concluyó la provision. Al cabo de dos y media horas retiré el poste, viga y demas agregados y en pocos minutos despues de haber sido retirados no ardieron mas. «Despues serruché horizontalmente unos pocos pies de aquella parte que habia sufrido mas por las llamas y rajando el mismo pedazo lon- gitudinalmente con unas cuñas de acero, examiné el centro cuidado- samente y encontré que solo estaba perceptiblemente caliente al tacto, y nada mas, probando así que la fibra donde existe la fuerza no debe haber sido dañada de manera alguna. «Segun esto, creo que un poste maciso hasta de madera bastante in- flamable está absoluta y perfectamente á prueba contra cualquier ca- lor que se le pueda aplicar y que no quemará sin la ayuda contínua de un líquido altamente inflamable á mayor profundidad de dos pul- gadas de la superficie esterior, despues de haber sufrido por siete ho- ras llamas de gran intensidad, encontrando su centro tan limpio y fresco como cuando recien se puso ». Segun este resultado el hierro no es el material mas apropiado pa- ra evitar los sérios desastres que por lo general ocasiona el fuego, pareciendo en cambio serlo las maderas y como estas las tenemos nosotros en mayor variedad y resistencia mayor que los europeos, me anima el deseo de que se hagan algunos ensayos parecidos ó iguales á los del capitan Shaw, viniendo, si ellos nos fueran favora- bles, á dar mas aplicacion á la vez que mas preferencia á nuestros materiales. y Aqui terminaria si no se me ocurriese la idea de hacer notar lo inconveniente que es, se esté aumentando con aguas corrientes el nú- mero de casas, no solamente de familias sinó que tambien de estable- cimientos que por sus caractéres y condiciones gastan una cantidad bastante considerable de agua sin haber la necesaria para un servi- cio regular. | Pero hay algo mas: dotar á una ciudad de aguas corrientes y no dotarla de los medios para que las servidas no queden depósitadas en ellas, es algo indudablemente anormal, y mucho mas lo es el que estemos viviendo sobre focos de infeccion. ALGO REFERENTE AL MUNICIPIO DE BUENOS AIRES 111 Casas hay que hasta bajo el piso de los dormitorios se han hecho depósitos para las materias fecales, debido á no tener ya sitio alguno, fuera de ellas, apropiado para esos depósitos. Cierto es tambien que la Municipalidad por medio de una orde- nanza ha venido á obligar á los propietarios á que hagan uso de los carros de sistema atmosférico; pero no es menos cierto que esas or- denanzas son violadas, así como lo es el ser hoy utilizadas las cloa- cas por varios edificios para arrojar á ellas las materias fecales, sin embargo de no estar aptas aun para recibir esas materias. Para evitar estos inconvenientes considero que el sistema de alcan- tarillado ya empezado, debe segun mi humilde entender, seguirse aunque cueste sacrificios, hasta su terminacion, y poderse así bene- ficiar la higiene, pues es probado, segun lo ha dicho el distinguido sócio ingeniero, Sr. Balbin, en la publicacion oficial que de sus ob- servaciones y estudios en Europa se hizo el año 1872, que: «La dismi- nucion de mortalidad de niños ha sido muy considerable en las ciu- dades en que hay alcantarillado, y esto solo, considero bastante para inclinarnos á trabajar por su terminacion, pues segun estadisticas, dificil es encontrar una ciudad en que mueran mas niños que en Buenos Aires. > Sospecho que la mayoria, sinó la totalidad de los señores socios, estarán animados de la misma idea, tanto mas cuanto que á estar á lo publicado por la C. de A. C. y á los informes de los Sres. Ingenie- ros Silveira é Higgins, pueden sin peligro alguno ir las materias fecales al rio, al otro lado de Quilmes. El proyecto puesto en práctica es notable segun mi entender y su terminacion vendria á demostrar en Europa, nuestro valer, nuestro amor al progreso y nuestro deseo de hacer cuanto humanamente se pueda en beneficio de nuestras buenas condiciones higiénicas, garan- tiéndonos y garantiendo en cuanto sea posible á todos los que á nues- tras playas vengan ú acompañarnos en la labor de nuestro engran- decimiento. SIENRA CARRANZA. DISCURSO. PRONUNCIADO POR EL D” D. GUILLERMO RAWSON EN LA SESION PÚBLICA, CELEBRANDO EL 7% ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD SEÑORES: En una mañana del mes de Enero de 1878, entré á visitar la Cate- dral de Pisa. De la bóveda del templo estaba suspendida la vieja lámpara de cobre cuyas oscilaciones habian sugerido 4 Galileo hace trescientos años, la teoría del isocronismo de las vibraciones del péndulo. : Acerqueme á la lámpara; estendí mi brazo para alcanzarla ; la aparté ligeramente de su vertical, dejela caer en seguida y me alejé algunos pasos para contemplar desde allí con religioso recogimiento los movimientos oscilatorios de aquel mismo pedazo de cobre que ha- bia despertado tres siglos antes en el espíritu de Galileo su luminosa concepcion. A pocos pasos de la Iglesia, se veia la famosa torre inclinada, desde la cual el filósofo demostraba esperimentalmente la ley de la caida de los cuerpos, tambien subí á aquella torre y seguí con la vista el trayecto recorrido en aquellas esperiencias trascendentales. La imaginacion me llevaba entonces mas adelante y parecíame ver á Galileo á los setenta años de edad, delante del tribunal de la inquisicion en Roma, cubierto con el San Benito de los penitentes, postrado de rodillas y obligado á abjurar como un error herético el sistema de Copérnico que él habia adoptado, perfeccionado y difun- dido con brillo, enseñándolo con su palabra elocuente y sus escritos. Me parecia estar mirando aquel venerable anciano humillado, envi- lecido por sus jueces inícuos; condenado á reclusion perpétua y á declarar herética la teoría de que la tierra gira al rededor del Sol. Me representaba finalmente aquel reo sublime alzándose en fin de su genufleccion, golpeando la tierra con su pié y pronunciando en voz baja aquellas palabras memorables que la tradicion pone en sus lábios: E pur si muove. DISCURSO DEL D% D. GUILLERMO RAWSON 113 La profunda emocion que estas escenas me produjeron vuelve á menudo á mi ánimo con el recuerdo de lo que he visto y de lo que he pensado ; de tal suerte que cuando la Sociedad Científica me ha honrado pidiéndome con reiteracion que tome parte en esta fiesta destinada á celebrar el aniversario de su fundacion, la memoria de aquellos hechos ha venido á decidir mi eleccion del asunto con que debo ocupar vuestra atencion por breve tiempo. Las ciencias que cultiva la Sociedad, cuyo aniversario celebramos no me son familia- res, ni he podido prestarles por mas que las amo, la atencion que deseara ; y hé ahí porque me siento vacilante al tratar la cuestion in- teresante del movimiento de las esferas en el espacio, sobre la cual he pensado mucho; aunque nunca he podido estudiarla técnicamente. Que la tierra es un planeta que gira como los otros al rededor del sol en una órbita y en un tiempo fijo, que rueda al rededor de su pro- pio eje, con una velocidad siempre idéntica, son nociones vulgariza- das ya desde el tiempo de Galileo. Pero las leyes fundamentales que presiden á estos diversos movimientos no tienen la misma notorie- dad: de manera que su estudio ó su análisis sumario puede despertar algun interés en los que me oyen. La rotacion de la tierra sobre su eje en presencia de la luz del sol determina la sucesion de las horas del dia; la evolucion del globo al rededor de su centro planetario recorriendo en el curso de un año la elipses en uno de cuyos focos está colocado el sol; la inclinacion de la eclíptica con relacion al diámetro ecuatorial de la tierra son las cir- cunstancias que dan la medida del tiempo anual y determinan los climas y las estaciones sucesivas. Hay otro tercer movimiento en que la tierra toma parte como integrante del sistema planetario, que con- siste en la rápida traslacion del sol con todos sus planetas al rededor de un centro probable en el espacio que parece situado en la conste- lacion de Hércules, cuya duracion no es ni será posible apreciar á causa de la inmensidad de las distancias y de la imperfeccion de nuestros medios de observacion. La rotacion de la tierra sobre su eje se verifica en veinte y cuatro horas 6 poco menos, lo que da una velocidad de 15 millas por minu- to próximamente si se la estudia sobre la línea ecuatorial; la evolu- cion del globo al rededor del sol se verifica en 365 dias y 6 horas con una rapidez equivalente á 20 millas por segundo. La traslacion del sistema solar hácia su centro de gravitacion se opera con una velo- cidad aproximativa de 5 millas por segundo. El globo terrestre ocupa pues, ¿cada instante, un sitio diverso en el espacio: repítense las horas en el dia, repítense los dias en el año, repítense los años en los siglos y en cada hora y en cada dia y en cada año la tierra como todos los planetas cambian de posicion con prodigiosa celeridad, se mueven sin reposo con todos los materiales que contiene y buscan en 8 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vano un instante de tregua á ese movimiento perpétuo que no se de- tendrá jamas porque él constituye una de las mas maravillosas ar- monías de la creacion. Si esta es la ley de nuestro sistema planetario ; si hay en el espa- cio infinito millones de soles como el nuestro que se agitan con sus planetas á sus satélites obedeciendo á la misma ley imperecedera del movimiento, no es menos sublime el cuadro modesto en apariencia que se presenta á nuestro alrededor en la superficie y en las entrañas del globo que habitamos. Tambien aquí es todo movimiento: la atmósfera, las aguas del océano, los volcanes que vomitan la lava, las atracciones molecula- res que constituyen los cuerpos en sus diversos estados, las cristali- zaciones minerales, las afinidades químicas, la materia orgánica, en fin, cuyos fenómenos variados y prodigiosos nos asombran cada dia, cuyas transformaciones espontáneas y sucesivas hacen la hermosura y los misterios de la tierra, ese mundo nuevo descubierto hace tan pocos años con el microscopio cuya última palabra está escrita muy lejos todavia de nuestros horizontes : todo esto señores, todo esto y mucho mas obedece á la misma ley del movimiento que los astros revelan en su brillante exhibicion. Todo es movimiento en la natu- raleza, ni los cuerpos, ni las moléculas que los forman, ni los átomos sútiles é invisibles tienen reposo de un segundo. Las fuerzas inma- nentes de la materia, llámense gravedad, magnetismo, electricidad, calor ó luz ó mas propiamente una sola fuerza con todas estas diver- sas manifestaciones, y por el intermedio del éter cósmico, es la que produce esta perpétua actividad del universo que no tiene tregua ni reposo. ñ Un ejemplo puede ilustrar esta demostracion. El 28 de Julio de 1880 se celebrará probablemente en este mismo teatro, el octavo ani- versario de la fundacion de la Sociedad Científica. Supongo que la misma hermosa concurrencia que nos honra esta noche con su pre- sencia acuda á favorecernos de nuevo en ese dia. El sitio de la reunion será el mismo con la misma iluminacion, con los mismos ormamentos, con el mismo personal, y las mismas seño- ras y señores ocuparán entónces los sitios en que ahora están senta- dos ó de pié. Nada habrá cambiado en 'esta hipótesis y nos halla- remos aquí congregados para una fiesta idéntica á la actual, despues de haber acompañado á la tierra en su largo viaje de un año al rededor del sol con esa velocidad de 20 millas por segundo. Nada habrá cambiado en apariencia; pero todo, todo estará cam- biado en realidad. La luz que nos alumbra será producida por otras masas de gas, pues el que se consume en estos momentos es devora- do por la combustion para no presentarse de nuevo. Elaire que res- piramos habrá sido renovado muchas veces en este recinto en el cur- DISCURSO DEL D% D. GUILLERMO RAWSON 115 so del año; y quién sabe de qué remotas regiones de la atmósfera vendrá el que respiraremos dentro de un año en este vasto salon y que trasmitirá con sus vibraciones las palabras que se pronuncian. Otros cambios mas importantes todavia se habrán operado. He su- puesto que las mismas personas formarán la concurrencia venidera, y que ocupen los sitios donde ahora estan colocados; las sonrisas de los amigos y la actitud de benévola atencion de todos será idéntica á la que presenciamos en este momento; y si la luz, el aire y los otros accesorios del conjunto han sufrido una renovacion tan completa, nosotros á lo menos seremos los mismos que ahora somos en nuestra personalidad moral y física. Todavia, señores, esta identidad tanjible que los sentidos y la razon no pueden poner en duda, es apariencia, En el dia y en la hora señaladas, todos y cada uno de nosotros nos habremos cambiado como el aire y como la luz en virtud de la ley inexorable del movimiento que ajita y transforma todos los seres. No hablo de las esperanzas que se despierten en el curso del año y de las que se hubieren frustrado, no hablo de los dolores ni de los placeres que conmueven el alma é imprimen á veces en ella carácte- res indelebles; me refiero tan solo á la materia que forman nuestros tejidos y nuestros órganos cuyo conjunto y cuyas funciones consti- tuyen el cuerpo material. El 28 de Julio cuya perspectiva estoy estudiando encontrará que ni una sola de las células que forman en este momento la sustancia de nuestros cuerpos nos pertenecerá ya. Está demostrado que en el proceso de asimilacion y desasimilacion que es la vida del organis- mo, se opera el cambio incesantemente con una actividad y una' ra- pidez tal, que puede calcularse que la renovacion se completa en toda su estencion y profundidad en un tiempo medio de 8 á 12 meses siendo esta renovacion material la condicion de la vida y un resulta- do inevitable de las leyes de la materia orgánica. De suerte que lo que parece mas inmutable y permanente, lo que está puede decirse, sometido á la vigilancia de nuestra propia con- ciencia; este ser material, que tocamos, que vemos, que sentimos es- te yó de formas definidas, se nos escapa poco á poco sin que lo per- cibamos, y á la vuelta de poco tiempo aplicando la mano al corazon ó á la frente, sentimos los latidos del uno y el calor de la otra; y ese corazon sin embargo y esa frente no son las mismas que palpabamos 10 meses antes. En fin, la historia de los cambios de un año parece terminar aquí. El octavo aniversario, nos hallará bajo la influencia de estas trans- formaciones tan variadas; pero la tierra si quiera habrá vuelto al sitio que esta noche ocupa habiendo completado su larga carrera en la eclíptica. El 28 de Julio será el mismo dia del año que es hoy, la tierra en su jiro diurno, habrá traido la misma hora señalada para la 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA reunion de esta noche y tendremos toda razon para llamar un ani- versario porque habrá pasado un año sideral. Sin embargo, señores, el globo que habitamos que habrá acompañado al sol en su traslacion hácia el centro aparente de Hércules se hallará colocado entónces á 154,000,000 de millas de distancia del sitio que hoy ocupa en el es- pacio. Correrán otros años y muchos años y muchos siglos, y esta tierra aparentemente tranquila y severa no volverá á presentarse ja- más en el sitio cósmico que ocupamos. No son paradojas sinó verdades científicas, no son creaciones de la imajinacion fantástica, sinó observaciones esperimentales ó deduccio- nes de la ciencia, los hechos todos á que me he referido. El movi- miento es la suprema ley de la materia en todas sus formas: en los millones de estrellas ó de soles que recorren el espacio incomensu- rable con su cortejo de planetas y de satélites; en las transformacio- nes moleculares y anatómicas que nos rodean y que son accesibles á nuestra esperimentacion en el reino órganico é inorgánico revelado por la ciencia de la humanidad; en los objetos análogos que los otros planetas del nuestro y de los demas sistemas contienen probable- mente en su seno y sobre su superficie; en todas partes, repito una vez mas, el universo entero ofrece el espectáculo del movimiento con sus sublimes armonías. En presencia de estas escenas perdurables de vida, de este estre- mecimiento, de esta palpitacion contínua de la creacion, ¿de dónde puede nacer la idea de que la materia es inerte? Cuanto mas aten- tamente consulto los hechos mas inaceptables me parece la nocion de la inercia incompatible con la verdad científica y de todo punto innecesaria para la esplicacion de los fenómenos naturales. La inercia, se dice, es aquella calidad de la materia en virtud de la cual permanecen los cuerpos en reposo indefinidamente, si una fuer- za esterior no los impulsa, ó continuan indefinidamente en movi- miento cuando la fuerza estraña lo ha impreso, si otras fuerzas estra- ñas tambien no lo detienen. Este cuerpo colocado sobre la mesa permanecerá inmóvil en ella mientras la mesa exista ó mientras una accion dinámica no lo separe haciéndolo mover la resistencia que se necesita vencer para imprimirle movimiento, seria la fuerza de iner cia, y el movimiento impreso continuaria desde entónces, si no encon- trare obstáculos en su camino. Pero, señores, el cuerpo que me sirve de ejemplo y todos los demás que pesan sobre la tierra mantienen su posicion precisamente en vir- tud de fuerzas activas inherentes á su materia. La gravedad lo atrae enérjicamente hácia el centro de la tierra, y la gravedad es una fuer- za: el objeto por pequeño que sea tiene tambien un poder de atrac- cion proporcionado á su masa, que responde al impulso atractivo de la tierra. Si se detiene aquí, si parece reposara como cuerpo inerte DISCURSO DEL D% D. GUILLERMO RAWSON 117 no es porque falte ni á la tierra ni al objeto fuerzas destinadas á de- terminar movimiento en la direccion del radio de la esfera; es sola- mente porque un obstáculo se interpone en la direccion del movi- miento; y ese obstáculo es la cohesion de las moléculas que forman la, superficie de sustenciacion, que es á su vez la fuerza de atraccion que las une. Suprímase esta superficie 6 aténuese á lo menos la cohesion que la mantiene, y entónces el cuerpo llamado inerte continuará su camino interrumpido hácia el centro de la tierra, en obediencia á la fuerza atractiva que ni la tierra ni el cuerpo de que se trata han cesado de ejercitar por un instante. El esfuerzo que se necesita emplear para mover el cuerpo en otra direccion, da la medida, no de la inercia como se dice, sinó al contrario, de las fuer- zas combinadas de atraccion que constituyen su peso. En este fenómeno que tan lejos está de representar la inercia defi- nida, hay una consecuencia que se deriva de la ley permanente de la correlacion de las fuerzas físicas. La fuerza de gravitacion no ha sido perdida. Cuando el obstáculo interpuesto ha detenido el movi- miento hácia el centro terrestre, la cantidad de fuerza se ha transfor- mado en otras correlativas que pueden apreciarse y que se traducen en movimientos moleculares de calor, de electricidad, de magnetismo, proporcionales á las masas comprometidas en la accion. La fuerza siempre, en cualquiera de sus manifestaciones, está constantemente en ejercicio, inherente á la esencia misma de la materia, producien- do siempre movimiento, cualquiera que sea su masa ó su condicion. ¿Una molécula en el espacio atrae otra molécula hasta ponerse con ella en contacto aparente? ¿Cesa por esto ó se aniquila la fuerza recí- procamente atractiva de aquellos dos elementos que se han encon- trado? De ninguna manera: la fuerza viva persiste en el conjunto con una capacidad doble; y en ese cuerpo asi formado se desarrollan bajo la accion del éter cósmico que lo envuelve y llena sus intersti- cios las otras fuerzas correlativas. Si hay otro cuerpo accesible con el cual se establezcan las relaciones de atraccion que han formado el primero, estos cuerpos continuarán su movimiento de traslacion buscándose uno á otro como se buscaron las moléculas supuestas y se encontrarán en la línea recta de su camino á una distancia recí- procamente proporcional á su masa respectiva, adelantando este proceso de aglomeracion mientras existan cuerpos ó moléculas en el espacio accesibles al imperio de esa ley. En esta hipótesis hago abstraccion de la realidad de los sistemas existentes en el universo, y supongo la ausencia de otros cuerpos fuera de los elementos rudimentarios que voy siguiendo, en mi su- posicion. Tendriamos así la formacion de una masa mas Ó menos voluminosa, segun los elementos acumulados, y esta masa estaria solitaria en el espacio armada de la fuerza colectiva que le dan los 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA átomos, y las moléculas que las constituyen. Por la naturaleza de la fuerza formatriz y la tendencia normal hácia un centro de esa colec- tividad, la masa asumiria forzosamente las condiciones geométricas de una esfera dotada de la fuerza de atraccion. Mas como supongo, que no existen otro ú otros cuerpos alrededor, esta resultante de - gravitacion no inducirá en la esfera, así constituido un movimiento de traslacion cualquiera, permaneciendo así en perfecto reposo en cuanto al sitio que ocupa en el espacio. Entretanto, la esfera ejercita su fuerza en la direccion de todos sus rádios; y como no produce verdadero trabajo traslatorio á causa de su aislamiento, la gravitacion se transforma inmediatamente en el desenvolvimiento de las otras fuerzas correlativas. El calor, la elec- tricidad, el magnetismo, se hacen sentir en toda su intensidad y determinan instantáneamente en el conjunto los movimientos com- plementarios dentro y en la superficie de la esfera. La ley de polarizacion del magnetismo sé cumple al instante; es- tablecen los polos; el diámetro que los une es el eje magnético, ps la esfera rueda, en fin, alrededor de ese eje, con una velocidad propor- cional á la energia de sus corrientes y las de las otras fuerzas con- currentes de la misma masa, engendrando una fuerza centrífuga en la direccion de la tangente. Si la masa no fuere sólida, ó si el calor desarrollado la liquida ó llega 4 hacerla vaporosa, la rotacion activí- sima determinará una prominencia considerable sobre su línea ecua- torial y una depresion correspondiente en ambos polos. Supongamos ahora la aparicion de otra esfera análoga, mayor ó menor en dimensiones, que establezca con la primera sus relaciones de gravitacion. Entonces comenzará la traslacion de ambos cuerpos hasta su contacto; y á medida que se acerquen y que la gravitacion se haga sentir con la intensidad creciente en la razon inversa del cuadrado de las distancias, el movimiento giratorio irá atenuándose en proporcion á la eficacia de la resultante radial de la gravedad. Esta teoría tan sencilla, fundada en las leyes conocidas de las fuer- zas físicas correlativas puede contribuir á aclarar el origen de los sistemas planetarios y á esplicar el sentido de la hipótesis nebular ingeniosamente ideada para dar cuenta de la formacion y de la dis- tribucion de los planetas que giran al rededor del sol. La masa solar originaria é íntegra giraba sobre su eje como la esfera aislada que he supuesto. La rapidez de su giro era proporcional á su enorme ma- sa y ála distancia inmensa que la separaba de los otros soles. Su carácter de fluidez permitia la acumulacion exajerada sobre su ecua- dor y la velocidad del movimiento giratorio se acrecentaba mas y mas cuanto mas se acentuaba esta protuberancia; y ha llegado á un punto en que la fuerza centrífuga tangencial ha adquirido una ener- gia superior á la atraccion centrípeta del esferóide, rompiéndose ¡DISCURSO DEL D% D. GUILLERMO RAWSON 119. desde entonces la cohesion, y lanzándose en el espacio por la pro- yeccionimpresa por aquella, millares de fragmentos de la masa solar arrojados sucesiva Ó simultáneamente y á distancias que pueden calcularse por el volúmen de los fragmentos y por la intensidad de la fuerza que los impulsara. Estos fragmentos son los planetas detenidos al fin en su camino de proyeccion por la masa central de donde emanaron, que nunca dejó de ejercer sobre ellos la gravitacion que los trae á las inmediaciones del foco de la elípse donde queda colocado el centro de orígen y de atraccion, que los arroja de nuevo con la velocidad adquirida por su aproximacion hasta el estremo del eje de la misma curva para atraer- los otra vez y mantener así la perpetua revolucion planetaria que es la ley inconmovible del sistema. Y estos fragmentos, estos planetas, ¿por qué giran todavia sobre su propio eje al mismo tiempo que circulan al rededor del sol ? Por la misma ley que el sol giraba y sigue girando sobre el suyo, por la ley de aquella esfera solitaria que ha sido el punto de partida de mi demostracion. La rotacion diurna de los planetas tiene que ser proporcionada á su masa y-á la distancia que la separa del centro de atraccion. En efecto: comparados unos con otros los diversos planetas, se percibe que Mercurio, por ejemplo, que está á una distancia de 32.000,000 de millas geográficas, con un diámetro de 2,689 millas, y con una densidad de 6.84, gira sobre su eje en 24 horas y 6 minutos, mientras que la tierra cuya distancias es de 82,000,000 de millas, con un diá- metro de 6,888 millas, pero con una densidad de 5.55, hace su giro en 23 horas 56 minutos; al paso que Júpiter colocado á 431.000,000 de millas de distancia, con un diámetro de 80,060, y, con una densi- dad de 1.29, hace su giro rapidísimo en 9 horas 55 minutos; y $Sa- turno á 790.000,000 de distancia del sol, pero con un diámetro de 65.000,000, y una densidad de 0.73, gira sobre su eje en 10 horas 29 minutos. La regla de las masas y de las distancias con relacion al movi- miento diurno se confirma, pues, con estos datos que la ciencia astro- nómica nos enseña, Los planetas mas remotos del sol han tenido ó tienen una actividad giratoria mucho mas acentuada; y de allí segu- ramente han tenido su orígen los satélites que circundan y acompa- ñan á Jupiter, los anillos y satélites de Saturno, la Luna satélite de la Tierra y tanto otros que se han observado yá ó que se descubrirán mas adelante, por el mismo proceder mecánico que ha originado el sistema planetario actual como desprendimiento de la masa solar. El sol afecta un diámetro de '772,000 millas con una masa 1,400,000 veces mayor que la tierra, y una densidad de 1,42 comparado con el agua destilada ; la rotacion sobrejsu eje se verifica en 25 dias y 8 horas 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lo que parece en contradiccion con el principio de que la rotacion es proporcionada á la masa de la esfera. Pero esta aparente contradic- cion se esplica fácilmente si se considera que el sol está rodeado y retenido por la tension ocasionada por los planetas mismos que los circundan y para cuya circulacion emplea el sol una fuerza de gravi- tacion proporcionada á su vez, á la masa colectiva de estos cuerpos y á la razon inversa de las distancias que los separa de su centro. Si imajinamos un cataclismo, en virtud del cual los planetas todos ca- yeran simultánea ó sucesivamente sobre el sol, este fenómeno cósmico produciria desde luego el aumento de la masa solar en mas de un tercio; la tension gravitativa del sistema desaparecería de todo punto, dejando al sol con su aumento de masa y de volúmen y des- prendido de las atracciones que en la actualidad ejerce y sufre. La fuerza de gravedad no funcionando ya por la desaparicion de los ob- jetos en que se empleaba, seria transformada en manifestaciones de las otras fuerzas corelativas dentro y en la superficie de la nueva masa. El sol en esta hipótesis, desligado de las ataduras que lo limitan, aumentado de volúmen, acrecentado su temperatura en proporciones enormes, penetrado intensamente del fluido magnético y eléctrico que impulsaria su movimiento, jiraria sobre su eje no en 25 dias como ahora, no en 24 horas como la tierra, ni en 10 como Saturno ó como Júpiter, sinó en un período tan breve y con una rapidez tan asombrosa, que se producirian sin demora las grandes protuberancias ecuatoriales y la fuerza centrífuga consiguiente arrojaria otra vez en el espacio los mismos mundos que hoy forman su cortejo ú otros tan llenos de maravillas como los que contemplamos. Y todo esto, en virtud de una sola y misma ley, que esa ley de atraccion ó de amor, esa ley creadora y fecunda que es la causa del movimiento universal. No quiero omitir otra referencia que contribuye (á mi juicio) á corroborar la teoria que voy esponiendo. La luna, satélite de la tierra, desprendido de esta en virtud de la misma ley de rotacion y de la resultante tangencial gira al rededor de su planeta y áuna distancia relativamente corta de esta. Esta última circunstancia produce dos hechos emerjentes de la intensidad gravitativa con que estan unidos: el uno es el lentísimo movimiento con que el satélite gira al rededor de su eje empleado en completarlo segun la opinion de algunos astróno- mos los mismos 27 dias y 7 horas que necesita para su revolucion al rededor de la tierra, lo que permite que un solo hemisferio lunar sea visible desde nuestro globo, si se exceptúan las ligeras libraciones diarias que no se relacionan con su rotacion. El otro efecto es el de atenuar la rotacion diurna de la tierra á causa de la tension gravita- tiva que sobre esta ejerce su satélite como puede verse por las mareas y otros fenómenos metereológicos que no estan bien estudiados to- DISCURSO DEL D%" D. GUILLERMO RAWSON 191 davia; de tal manera que nuestro dia seria mucho mas breve si la luna desapareciera como cuerpo ó si se incorporara á la tierra misma cayendo sobre ella. El planeta Marte, que está 4 44.000.000 de millas mas lejos del Sol que la Tierra, aunque tiene una masa menor que la mitad de esta, deberia girar sobre su eje con mayor rapidez que las 24 horas 46 mi- nutos que ahora emplea ; pero hé ahí que acaban de descubrirse los satélites que acompañan aquel planeta y encontrarse así la causa 6 una de las causas de la lentitud de su giro. Finalmente: me permito sugerir una esperiencia facilmente prac- ticable, que puede concurrir al apoyo de mi teoría. Si se toma una esfera perfectamente homogénea para que su centro de gravedad coincida con su centro geométrico y de una solidez bastante para que las resistencias de la atmósfera no puedan intervenir sensiblemente en su carrera ; si esa esfera suspendida á cierta” distancia de la su- perficie de la tierra se deja caer tranquila por su propio peso, el punto de su superficie que ha de tocar primero el suelo será precisamente el estremo del diámetro de cuyo otro estremo estaba suspendida, sin que ningun movimiento de rotacion real ó aparente sobre su eje, se haya producido durante el descenso. Pero si la misma esfera se lanza en la direccion vertical con una fuerza de proyeccion cualquiera, aplicada de tal suerte que obre en el sentido de su diámetro vertical, la esfera comenzará á girar desde su punto de partida hasta que vuelva á caer al suelo en virtud de su gravedad. En el primer caso las fuerzas atractivas de la Tierra y del cuerpo sobre el que se esperimenta obran esclusivamente y en la direccion correspondiente de la gravedad. En el segundo una fuerza mecánica ha contrarestado y vencido la atraccion terrestre lo que equivale á sustraer momentáneamente aquel cuerpo de su accion irresistible: las fuerzas inmanentes en el cuerpo se transforman y entran en accion hasta que la energia propulsora llega á su término. En este intérvalo por breve que sea la esfera lanzada jira con una velocidad proporcional á su misma masa y á la distancia del centro de atrac- cion, la que debe medirse por la fuerza mecánica que la ha lanzado, suprimiendo así momentáneamente la accion decisiva de la gravita- cion. Son muchas y ejidos las consecuencias que se derivan de esta teoria. Me parece que vale la pena de estudiarla con detenimiento. Entretanto las conclusiones inmediatas qne de ella resultan, son. Primera: que el movimiento perpetuo es la ley del universo en los mundos infinitamente grandes y en los infinitamente pequeños. Se- gunda; que la materia tiene por su propia constitucion fuerzas in- manentes productoras de los fenómenos universales y que por con- 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA siguiente la nocion de la inercia es inexacta é innecesaria. Tercera; que una agregacion de moléculas en el espacio tiende á formar los cuerpos de una figura esférica y que esos cuerpos girarán al rede- dor de un eje sin alterar su posicion hasta que la presencia de otros mayores 6 menores determine su traslacion relativa: y finalmente. Cuarta: que si nos imajinamos toda la materia cósmica congregada en una inmensa esfera solitaria en el espacio sin límites, se puede decir de este cuerpo imajinario lo que Galileo decia de la Tierra: E pur simuove; y que de esa esfera generatriz serian lanzados por la fuerza centrífuga de su rotacion los millones de soles, de estrellas, de planetas y de satélites que forman el grandioso conjunto de la creacion. LAS ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA ¡Conclusion.) 400. — ANFÍBOL m (Mg, Fe,) Ca Si? 0* 3 n (Mg, Fe) (Al, Fe)? Si 0* (Hornblenda ) Entre las rocas metamórficas de la República hacen un papel im- portante diferentes rocas anfibólicas. En parte estas se componen de una sola aglomeracion de individuos fibrosos, hojosos ó granudos de anfíbol, negro hasta negro verduzco; estas anfibolitas son bien estra- tificadas, siguiendo el rumbo de las capas de gneis, caliza etc, con que alternan; á veces son mas macizas, pero conservan siempre su carác- ter de capas. En otros casos las rocas muestran tambien individuos de feldespato ó cuarzo, de modo que ellas representan sienitas (con ortoclasa) y dioritas (con plagioclasa). Tambien toma parte el anfí- bol en muchos puntos, en la composicion del granito (granito siení- tico) y del gneis (gneis anfibólico.) En todas estas rocas los indiví- duos del anfíbol no dejan conocer bien los cristales sobre la fractura fresca de ellas; pero en la superficie de las peñas ó de las piedras sueltas, espuestas á la accion química del agua, se observan mu- chas veces muy bien los contornos de cristales, y se muestran las ca- ras del clinoprisma, el clinopinacoide, la base, 4 veces tambien caras piramidales. Es muy comun una trasformacion del anfíbol en epidota (á veces tambien en serpentina). Hierro magnético y malaquita se encuentran en muchos puntos entre las rocas anfibólicas menciona- 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA das. La propagacion de estas es una muy general; en todos los ter- renos gneísicos de las Sierras de Córdoba, de San Luis, Catamarca, etc, ellas pueden ser observadas, de manera que es inútil una enumeracion de las localidades. En puntos donde las anfibolitas alternan con ca- pas de caliza granuda, por ejemplo, en la Calera, Malagueño, etc, cerca de Córdoba, entran cristales prismáticos de la homblenda, á veces acompañados de titanita, en la caliza misma; Francke (1. c. p. 6), ha observado que estos cristales que en el esterior tienen un color negro verdoso, tienen á veces un nucleo sin color. En los pórfidos cuarcíferos, tan abundantes en las cordilleras de Mendoza, San Juan etc. se hallan tambien granos ó cristales de an- fibol, pero no en cantidad considerable; generalmente son muy des- compuestos. Las liparitas (traquitas cuarciferos) de Gualilan (Provincia de San Juan) y de las Capillitas (Provincia de Catamarca), contienen in- clusiones semejantes, en parte cristalizadas, pero tambien por lo ge- neral descompuestas (masa rádio-fibrosas). Muy comun es el anfibol en las pata (y andesitas amfibóli- cas) de la República; cristales (clinoprisma con el clinopinacoid, la base y el hemipirámide) son muy abundantes y alcanzan un ta- maño de un centímetro. Su color es tambien negro, hasta negro verdoso oscuro. Inclusiones líquidas microscópicas son escasas segun Francke pero muchas veces se observan inclusiones hialinas y gra- nos de magnetita y de apatita. Tambien estos anfíboles se descom- ponen fácilmente, sea en una masa amarilla (opasita) ó fibrosa ver- dosa (viridita) ó al fin en epidota. Tambien se hallan epiénesis segun el mineral, compuestas de ferrita parda, calcita y cuarzo. Las ande- sitas anfibólicas se hallan en las Cordilleras ; las traquitas anfibóli- cas fuera de las Cordilleras (por ejemplo: Provincia de Mendoza, cerca del Puente del Inca, Provincia de San Juan, en el Espinazito y la Sierra de la Zonda; Provincia de Catamarca, cerca de la Laguna Blanca), tambien en la Sierra de Córdoba (cerros de Yerba Buena, Borroa, Popa), Sierra de San Luis (Fomalasta, Valle, Sololosta, In- tiguasi, Cerros Largos, Cerros del Rosario, Morro, etc.), Sierra de Tucuman, cerca de los Infernillos, etc, etc. Francke (1. c. p. 25) hizo tambien un estudio microscópico de las rocas de la Isla de Martin García y encontró que estas (gabro segun Stelzner) se componen de plagioclasa y uralita. El último mineral se ha formado de una especie de augita de color rojo de cobre poco dicroico, con cruceros rectángulos. Este color rojo se ha cambiado ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 195 poco á poco en verde (sin alteracion de la composicion química). Un erucero de la augita ha quedado y con esto se ha combinado un otro caracterizando á la homblenda. Esta uralita muestra un dicroismo fuerte y muchas veces colores no variados de polarizacion. 404. — BERILO 3 Be Si O? Al? (Si 0?)* | El primer descubrimiento de este mineral en la República Argen- tina es uno de los muchos méritos de Stelzner, que lo describió en Tschermak, Min. Mitth. 1873, p. 221, etc.). Las localidades de donde él conocia el berilo, se han aumentado desde su ausencia del país por varias otras. La roca en que se halla principalmente, es la pegmatita, (en parte de cuarzo rosado) que se distingue tambien por la presencia de la columbita, triplita, apatita, etc. A veces se encuentra tambien en granito ordinario. Los cristales son muy comunes, aunque generalmente rotos, así es que faltan casi siem- pre las caras terminales. Son prismas exagonales, que alcanzan un tamaño de algunos decímetros, y un diámetro de un decímetro. Los términos son formados de la base á veces combinada con caras piramidales. Los cristales muestran á veces una estructura testácea, de modo que, por medio de un golpe del martillo, se puede sacar una capa de un espesor de algunos centímetros; el núcleo preparado de esta ma- nera, se distingue por caras mas lisas y aristas mas perfectas. Los prismas están á veces rotos, los pedazos algo dislocados y estos pega- dos nuevamente por una masa cuarzosa ó granítica de grano fino. Las caras prismáticas son por lo general rayadas; muchas veces tambien varios indivíduos están unidos por las caras prismáticas. El color es verde, verde azulado, hasta azul pálido verdoso; en parte los cristales son trasparentes, pero llenos de hendiduras finas, que son un gran obstáculo á una aplicacion del mineral como piedra fina. Por la descomposicion del berilo se colorea en amarillento, el lustre y la trasparencia desaparecen, y la dureza se disminuye tanto, que se puede desagregar el mineral entre los dedos. LOCALIDADES : Provincia de Córdoba. — En pegmatita, cerca de San Roque (camino á Tanti); Cerro Blanco, camino de Tanti á !a 126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA - Hogada; Pampa de San Luis; San Miguel, Champaqui, etc., en la Cumbre de la Sierra Alta de Córdoba. En granito al E. del Intiguari (Departamento del Rio IV). Provincia de Catamarca. — Piedra Blanca; Campo de Pucará! Sierra del Alto de Ancaste; Miraflores y otros puntos en la Sierra del Ambato. | Provincia de San Luws. — En pegmatita, Cerritos Blancos, al N. de la Cañada Honda; Sierra de San Francisco. Paso de la Higuera (Rio de Conlara), y sin duda en muchos otros puntos, de los cuales Avé-Lallemant, por ejemplo, menciona á Luluara, Conlara, Corales (véase La Plata Monatschrift. 1874, p. 131). 109. — TALCO H? Mg? (Si 0?)* El talco puro no es abundante en el país; pero lo son mas aquellas variedades que son muy conocidas bajo el nombre de Piedra de Sapo, que en parte es esquisto talcoso, en parte corresponde á la piedra ollar de la Suisa. Su descripcion pertenece mas propiamente á la pe- trografía. El color de los individuos que componen esta roca, es blanco grisado, gris, amarillento, hasta verdoso, hojosa, escamosa, á veces compacta (criptocristalina). El nombre de esteatita conviene solamente á las variedades compactas. Se hallan diseminadas en la roca masas de actinolita, cristales de piritas de hierro, cambiados en hierro pardo, clorita, etc. El tacto es muy untuoso ; la masa se corta bien con un cuchillo, una sierra, etc., se hacen por esto figuras, objetos de adorno, ollas, etc., de la piedra de sapo; tambien es un material bueno para la construccion de hornos de fundicion. Se menciona esta piedra en las siguientes localidades : Provincia de Córdoba. — Punilla, Reartes, Alta Gracia, Cañada de Alvares, etc. Provincia de San Luis. — Pancanta. Provincia de Catamarca. — Sierra de Ancaste, Departamento de Belen. i Provincia de la Rioja. — Cosme (al Sud del Cerro Nevado). Provincia de Buenos Atres. — Sierra de la Tinta (color entre amarillo, rojo y verde). Véase Heusser y Claraz, Ensayo 1, p. 16. ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 497 103. — ANALCIMA Na Al (Si 0%? + HB? O Se hallan en cristales muy perfectos y hermosos (trapezoedros), del tamaño hasta de un centímetro, de color blanco, trasparentes hasta traslucientes, en drusas en las cavidades de almendrillas vol- cánicas. Sierra de los Cóndores (Provincia de Córdoba). 104. — CHABARITA (H, K)? Ca Al? (Si 0%) +4 6H? 0 Fué encontrado por Stelzner en las cavidades de la traquita de la Laguna Blanca (Provincia de Catamarca), color blanco; traspa- rente hasta trasluciente. Cristalizado en combinaciones de dife- rentes romboedredo (R. —3 R. —2 R.); generalmente en cristales hemitrópicos. 105.-—ORTOCLASA (Ka, Na)? Al? Si? (Si 01%) (Feldespato de Potasto) Como un constituyente principal de los granitos, gneises, peg- matitas, pórfidos cuarcíferos, que hacen un papel tan grande en la construccion de las sierras argentinas, el feldespato monoclínico ó ortoclasa es uno de los minerales mas comunes del país. Su color varia entre blanco, rojo de carne y de sangre, gris, amarillento y pardo. Las masas homogéneas mas enormes las he hallado en las pegma- titas, en que á veces el feldespato compone peñas enteras. Aunque las formas cristalográficas generalmente no eran fáciles de conocer por el tamaño de los cristales ó por la estrecha adherencia del mine- ral al cuarzo, no obstante muestran muchos vacios en el cuarzo, que el feldespato habia llenado y que se han quedado despues de la descomposicion y del llevamiento del mismo, los contornos de 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cristales antíguos. (véase Stelzner Tschermak. Min. Mitth., 1873, p. 220). En los granitos del país la ortoclasa se halla muchas veces en cristales hemitrópicos (de un tamaño de 4 hasta 3 pulgadas), se- eun la ley de Carlsbad, que no se pueden distinguir de los cris- tales análogos europeos. La superficie es generalmente áspera por masas adherentes de cuarzo y mica. y Tales cristales sueltos se hallan á veces en gran abundancia en las pendientes de lomas compuesto de granitos de grano grueso, Stelzner los encontró bajo estas condiciones en Tulumba (Provin- cia de Córdoba), yo los he hallado del mismo género en diversos puntos de la sierra de San Luis, por ejemplo, cerco de la Lagu- na Larga, en Santa Bárbara en el camino de la Pampa del Talita á Renca, etc. Formas semejantes se hallan tambien en los pórfidos cuarcí- feros, tan abundantes en las Cordilleras (por ejemplo cerca de Uspallata, Punta de Vacas, Cordillera de los Patos). Bajo el microscopio se observan láminas rojizas Ó parduzcas de ferrita, interpuestas paralelas á la base; tambien inclusiones de viridita, (véase Francke, Stud. u. Cordillerengest, p. 12). Francke (1. c., pág. 39) describe tambien el carácter microscópico de la orto- clasa del granito del Rio Blanco, al E. del Espinacito (Provincia de San Juan) y encontró inclusiones de plagioclasa, los dos fel- despatos están unidos por los cruceros básicos ; los ejes principales forman un ángulo de pocos grados. Segun el mismo la ortoclasa del gneis del Valle Fértil (Provincia de San Juan), muestra bajo el microscopio pequeñas láminas de mica, microlitas verdes, hierro titánico, magnetita y ferrita (l. c., pág. S). Tambien en las calizas granudas de la Sierra de Córdoba (por ejemplo, cerca de Malagueño) se hallan granos y masas cristalinas de ortoclasa muy fresca, trasparente, que aparecen principalmente en la superficie de las peñas, ofreciendo el feldespato mas resis- tencia á la erosion que la cal (véase Stelzner, Tschermak Min. Mitth, 1873, p. 232). 106. — SANIDINA (K, Na)? Al? Si? (Si 0%) Se halla en su estado vítreo característico como constituyente esencial de las traquitas y liparitas del país, en la cual se encuen- ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 129 tran en gran abundancia en cristales de diferentes tamaños, sean simples ó hemitrópicos (ley de Carlsbad). Bajo el microscópio se observan inclusiones de apatita, microlitas verdes, ferrita, magne- tita, hornblenda ; tambien líquidos, láminas de plagioclasa se obser- van tambien en las sanidinas. Las localidades mas importantes, donde se hallan traquitas y liparitas sanidiníferas son las siguien- tes: | Provincia de Córdoba. — Cerros de Yerba Buena, Porda, Popa, ete., cerca de Pocho. Provincia de San Luis. — Cerro del Morro, Jomalarta, Valle, Sololosta, Intiguasi, Cercos Largos, Cerros del Rosario, etc. -. Provincia de Catamarca. — Sierra del Atajo, Capillitas, Laguna Blanca, ete. y Provincia de San Juan. —Gualilan; Sierra de Zonda, Cordille- ras (por ejemplo: de los Patos, etc.). Provincia de Mendoza. — Cordilleras, cerca del Puente del In- ca, etc. Provincia de Tucuman. — Cerca de los Infernillos, etc. 107. — PLAGIOCLASA m Na*:A1*-81? (Si 05)* n Ca? Al? A1? (Si 0*)* (Feldespato triclínico) Las mezclas isomórficas del feldespato de sódio (albita) y del de calcio (anortita), reunidos bajo el nombre de plagioclasa y á las cuales | pertenecen las variedades oligoclasa, labradorita y andesita, for- man parte de la constitucion de diversas rocas argentinas; pero nos falta todavia completamente un estudio del carácter químico de los minerales respectivos, que las queremos tratar aquí juntas, bajo la denominacion que se ha dado al feldespato triclínico. Cris- tales perfectos de estos minerales no conozco de este país, ellos se reconocen solamente por las rayas paralelas, que caracterizan los cruceros lisos, y por sus propiedades ópticas. 9 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La plagioclasa se encuentra en abundancia en las pegmatitas, forma masas cristales considerables en ellos, de color blanco, gri- sado, rojo de carne, etc. Corresponden probablemente á la oligo- clasa. Tampoco faltan indivíduos de plagioclasa en el granito. El gneis tambien se distingue á veces por su riqueza en plagio. clasa. Segun Francke (Stud. ú Cordillerengest, p. 39), la mayor parte del feldespato en el gneis del Valle Fértil (Provincia de San Juan), por ejemplo, está representado por plagioclasa ; esta muestra de una manera excelente la ley de la albita-periclina, aque- lla formacion jemela, en que las láminas se han puesto al mismo tiempo, segun el braquipinacoide y segun la base, de modo que se muestran bajo el microscopio figuras de rejas (en la direccion del macropinacoide y de las caras prismáticas). En las dioritas, tan propagadas entre las rocas metamórficas, se halla la eiii y en combinacion con el anfíbol. La plagioclasa de las andesitas (por ejemplo de la Cordillera de los Patos), muestran una construccion testácea y contiene inclu- siones hialinas y líquidas, apatita magnetita, ferrita, microlitas verdes; tambien se observa la ley de la albita-periclina. En los ba- saltos y doleritas del país (véase augita) se distingue la plagio- clasa por inclusiones de aúgita, magnetita, serpentina; pero faltan inclusiones hialinas y líquidas. En la plagioclasa del gabro del Valle Fértil (Provincia de San Juan), faltan tambien estas últimas inclusiones; pero son abundantes las fibras de serpentina (véase Francke, 1. c. 34,37). SÉPTIMA CLASE ANTRÁCIDAS 108. — CARBON DE PIEDRA Capas verdaderamente esplotables de este fósil tan importante no se conocen todavia en el país. Las muestras que se han sacado en diversos puntos, no bastan para resolver, si este país tiene un porvenir en esta industria minera. Sobre todos estos asuntos no es aquí el lugar para tratar, pertenece este tema á la geología. Daré por consiguiente, solamente unos pocos datos sobre los luga- res, donde hasta ahora se han encontrado carbones fósiles. ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 131 Provincia de San Juan. — En las formaciones réticas de los Ma- rayes, al Sud de la Sierra de la Huerta, carbon hojoso y fibroso, segun Siewert diversas muestras daban : 1 2 3 4 5 Sustancia combustible... 69.3 66.0 63.4 74.5 17.1 Co aa A. ¿dd .O. 018.6 . 14,3 Aa dit iuris a 1.6 1.6 6.1 6.9 8.6 La destilacion seca daba : po A A 9 9 10:96... AT:42. ::::4 49 Po O AE 77.1 7 74.04 69.0. 72.5 O O | AQUI DALIA UA 8.5 9:2 ¿OS Es IP MEUS ¿DE OO 5.3 4.6 S.10- 10:32" Las muestran 3 y 5 no se funden ni se hinchan. Los Números 1 y 2 dan coke esponjoso. * (Siewert, La Plata Monatschrift, 1876, p. 130, Napp. Rep. Ar- gent., 1876, p. 245). Guaco, al Este de Jachal; muestras parecidas á las de San Juan. Provincia de la Rioja. — Tambillos, falda occidental de la Sierra de Famatina. Provincia de Mendoza. — Challao y Paramillo de Uspallata, pa- recidos al betun, de color negro brillante, quebradizo. Ya se funden la muestras en la luz del sol, Rio Blanco, etc. Provincia de San Luis. — Plantas indeterminables entre arenisca y pizarras; en parte, cambiados en carbon fósil. Provincia de Salta. — Distrito de San Cárlos, Departamento de Irya, se quiebra en formas romboédricas; lustre notable, compacto, estructura concóidea, segun Kyle, conticne : Pes. esp. 1.516. ¡Ama ¡aroscó pican os ARIS 14.50 Materias volátiles, líquidas y gaseosas.. 43.83 CANO alias ajaja o = o SMA 150 43.83 A A A A A PS 8.82 439 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 109 y 110. — ASFALTO Y PETRÓLEO. Los dos minerales se encuentran juntos, representando el asfalto nada mas que un petróleo endurecido, se hallan : Provincia de Mendoza. — En pizarra bituminosa, cerca de Ca- cheuta, Buitres (San Rafael). Las pizarras bituminosas se hallan tambien en el Agua de Zorra, Agua Salada, etc. Provincia de Jujui.—Grandes depósitos en San Pedro. El petróleo nace de las rocas y se propaga sobre una laguna de una superficie de algunas leguas. En las márgenes se endurecen y forma un asfalto excelente muy servible como combustible, para la construccion de veredas, etc. La destilacion practicada por Siewert, daba : A A 14:95 'PErmbIeo. crudo. Ca o 23.60 Opio ln lo rs da 58.50 ET PO DE A E O A na ai ad 6.65 100 El petróleo crudo del manantial es muy tenaz, de color pardo ne- erusco, y contiene mucha agua en mezcla mecánica. Desaguada y destilada, da Kerosene (p. esp. 0.85).. 75 80 , ORO. a e ó E A OA 20. E de Masia... PE 4.5 El kerosene refinado con ácido sulfúrico y sosa cáustica, da un ma- terial excelente de alumbrado (véase Siewert, La Plata Monatschraft. 1876, p. 130). Provincia de Salta. — Arroyo de Tartagae; Pizarras bituminosas se hallan cerca del Rio de los Algarrobos. Muy probablemente debe referirse á estas pizarras bituminosas el análisis publicado por Arata en estos Anales (tomo 111, p. 40). ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 133 Materia bituminosa......... " 23.98 Resíduo insoluble en H C1.... 58.60 Alúmina y ÑlerTO............ 18.90 Agua, cal, magnesia, etC...... 3.52 100.00 Un kilógramo de esta pizarra bituminosa por destilacion, da: Brea y agua..... Coke y cenizas La densidad es de 2.001. 59.701 litros 116.418 gramos ISAAC ÍNDICE DE LAS ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Actinolita, tomo VIII, página 90. Alumbre, t. VIT, p. 202. Analcima, t. VII, p. 127. Anfíbol, VII, p. 123. Anglesita, t. VIL, p. 283. Anmnabergita, t. VII, p. 11. Antimonio gris, t. VIL, p. 107. Apatita, t. VII, p. 8. Aragonita, t. VIL, p. 172. Argentita, t. VIl, p. 52. Asfalto, VIII, p. 132. Atacamita, t. VII, p. 168. Aucita, t. VIIL, p. 89. Azufre, t. VII, p.8. ' Azurita, t. VII, p. 198. Baritina, t. VIL, p. 281. Berilo, t. VIII, p. 125. Blenda, t. VII, p. 56. Boronatrocalcita, t. VII, p. 12. Brochantina, t. VIT, p. 285. Calcita, t. VIT, p. 169. Carbon de piedra, t. VITI, p. 130. Carbonato de sodio, t. VII, p. 199. Chabasita, t. VIII, p. 127. “Chondrodita, t. VILL, p. 16. Clorita, t. VIIL, p. 85. Cobre abigarrado,'t. VIT, p. 107. — gris, t. VIL, p. 110. — nativo, t. VI, p. 9. — rojo, t. VII, p. 15. Cobre silicatado, t. VIII, p. 87. Columbita, t. VIII, p. 12. Cordierita, t. VIIL, p. 88. Covelina, t. VIT, p. 104. Cuarzo, t: VII, p. 25. Descloizita, t. VIII, p. 6. Diálaga, t. VIII, p. 89. Dolomia, t. VII, p. 172. Enargita. t. VII, p. 112. Epidota, t. VIII, p. 17. Espato fluor, t. VIT, p. 167. Estaurolita, t. VIII, p. 14. Estromeyerita, t. VII, p. 104. Famatinita, t. VIL, p. 159. Galena, t. VII, p. 53. Grafito, t. VIL, p. 7. Granate, t. VIIL, p. 83. Heterosita, t. VIII, p. 11. Hierro espático, t. VII, p. 194. — magnético, t. VIL, p. 20. — nativo, t. VII, p. 8. — pardo, t. VIL, p. 17. — rojo, t. VII, p. 16. loduro de plata, t. VIL, p. 167. Jamesonita, t. VIL, p. 108. Kaolin, t. VIII, p. 86. Keramohalita, t. VII, p. 279. Linarita, t. VII, p. 285. Malaquita, t. VII, €. 196. Manganesa espática, t. VII, p. 194. 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Marcasita, t. VII, p. 59. Mica, t. VIII. p. 81. Mimetisita, t.*“VIII, p. 8. Natrolita. t. VIII, p. 87. Niquel rojo, t. VII, p. 101. Olivina, t. VIII, p. 82. Opalo, t. VII, p. 51. Oro, t. VII, p. 11. Ortita, t. VII, p. 18. Ortoclasa, t. VIII, p. 127. Oxidos de manganeso, t. VII, p. 24. Petróleo, t. VIII, p. 132 Pirita arsenical. t. VII, p. 100. — de cobre, t. VII, p. 105. — de hierro, t. VII, p. 58. — Eire niquelífera, t. VII, p. 101. Plagioclasa, t. VIII, p. 129. Plata cornea, t. VII, p. 166. — nativa, t. VII, p. 10. Pleonasta, t. VII, p. 24. Plomo amarillo, t. VIII, p. 5. — blanco, t. VII, p. 195. Rosicler, t. VII, p. 109. — -. negro, t. VII, p. 110. Sal comun, t. VII, p. 160. Salitre, t. VIT, p. 168. “Sanidina, t. VIII, p. 127. Seleniuro de plata cobrizo, t. VII, p. 55. — de plomo, t. VII, p. 55. — deplomocobrizo, t.VII, p.55 Serpentina, t. VIII, p. 85. Sulfato de magnesio, t. VII, p. 201. — de sodio, t. VII, p. 200. Sulfuro de cobre, t. VIL, p. 102. Talco, t. VIIL, p. 126. Titanita, t. VIII, p. 13. Tridimita, t. VII, p. 51. Triplita, t. VIII, p. 9. Turmalina, t. VII, p. 14. Vesuviana, t. VIII, p. 81. Vitriolo de cobre, t. VII. p. 289. — de hierro, t. VII, p. 282. Vivianita, t. VII, p. 11. Wernerita, t. VIII, p. 84. Wolfram, t. VIII, p. 5. Wolastonita, t. VIII, p. 88. Yeso, t. VII, p. 280. HEMIPTERA ARGENTINA. (Continuacion. ) HEMIPTERA HOMOPTERA Lan. Fam. CICADIDAE Wesrw. (*) , Stridulantes LaTr., Fam. Nat. du Régn. Anim. p. 426 (1825). Stridulantia Burm., Handb. II, 1, p. 102 et 170 (1835). — STÁL, Hem. afr. IV, p. 1 (1866). : Cicadidae Westw., Intr. of Modr. Class. of. Ins. p. 420; o ibd. p. 115 (1840) et Arcana Entomol. Í, p. 91 1843). ODOPOEA STAL. Amn. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. I, p. 617 (1861). Hemiptera africana. IV, p. 1 (1866). 944. O. insigniflera 200. Spec. S : Supra saturate viridis aut pistacinus, nigro- variegatus, sparsissime sericeus; capite nigro, viíta transversa, medio obsoleta, maculis duabus (aut una magna, medio nigro-ocellata) prope, maculaqgue basali infra oculos, viridibus aut flavidis; fronte supra nigra, subtus virescenti, medio nigro—vittata ; rostro virescenti, apice 1pso fusco ; pronoto valde dilatato, angulo lateral subrotundato, lineis duabus mediis antice di— vergentibus, postice subcontiguis, circulum par- vum fere fingentibus, vittis duabus disci sulcis- que, nec non margine partis lateralis posterioris, nigris; mesonoto vittis quattuor latis lituraque (*) Siendo tambien casi todas las especies de mis Hemípteros homópteros re- visados por STáL. empiezo la publicacion de esta familia, sin poseer el primer tomo de la «List of (he Specimens of Homopterows Insects » por WALKER; sin embargo, he pedido de nuevo la obra completa, y daré las correcciones, si fuese necesario, en un suplemento. Y 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA osteriore nigris, illarum mediis suboblongis, ateralibus longis, scutellum attingentibus, po- stice angustis, parte interiore marginem anterio- rem versus viridi-variegata, hujus pentagona aut sagittata, viridi-bimaculata ; scutello viridi, im- terdum medio atque marginibus flavido; dimi- dio basali segmentorum abdominis nigro, colore viridi marginis postici medio diffusiore; tegmi- nibus sordide vitreis, cellula basali, trunco ul-— nari, costa venaque radiali magnam ad partem viridibus, venis ulnaribus venaque postcostali olivaceis, venis apicalibus ramulaque ulnari post- costali obscure fuscis, anastomosibus maculisque subapicalibus venas cingentibus obsoletissime fuscis; alis vitreis, venis apicalibus anterioribus nigricantibus, ceteris viridis; pectore virescenti, dense sericeo; ventre maculisque marginis dor— salis nec non pedibus olivaceis; femoribus ad apicem trochanteribusque viridibus aut flavidis; “ tarsis nigro-fuscis. — Long. corp. 30-35, tegm. 31-44 mm. pen 4y > Patria: Respublica Argentina. He recibido esta chicharra de Tucuman; el Sr. HoLmserG la recojió en Salta. Es bien característica por la mancha verde mediana del me- sonoto, que envia tres ramas puntiagudas hácia el borde ante- rior y de que las dos laterales tienen dos ó tres pequeñas ramas que se dirigen oblícuamente hácia adelante. El borde posterior de los segmentos dorsales del abdómen es de un verde ó testáceo impuro, coloracion que se extiende mas hácia la parte mediana del dorso. Las dos fajas angostas medianas negras del pronoto forman en su parte anterior la figura de un gancho, con la punta en direccion al borde externo, y dan lugar á la formacion de un círculo algo alargado en la parte posterior, donde están casi unidas. El limbo del borde lateral posterior es negro. TETTIGADES ÁM. ef Serv. Am. et Sery., Hém. p. 469 (1843). Wazrk., List of Hom. I, p. 232 (1850). STÁáL, Hem. afr. IV, p. 2 (1866). 945. T. chilensis ÁM. el Serv. Tettigades chilensis Am. et Serv.. Hém. p. 470. 1. pl. 12. fig. 14 (1843), — SicN., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. III, p. 582. 129 (1863). Tettigades compacta WaLk., List of Hom. 1, p. 256 (1850). HEMIPTERA ARGENTINA 137 Cicada rubrolineata SrIN. in Gay, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 239.1 (1852). : Cicada crassimargo SrIN. in Gay, Hist, de Chile. Zool. VIL, p, 241.2 1852,. Cicas eremophila Phil., Viage al Desierto de Atacama. p. 156.5 (1860) et Reise durch die Wúste Atacama. p. 174.5 (1860). Tettigades crassimargo Sicn., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. III, p. 582,130 (1863). ' Patria : Chile. Una série de indivíduos de esta especie, que poseo de Santiago de Chile, de Valdivia, de Mendoza y de Patagonia (Chubut y Santa Cruz), y que debo á los Sres. PuiLippt, ANWANDTER, BRACHMANN y MoYaxo, me demuestra claramente la variabilidad de este homóp- tero, de que ya han tratado SPINOLA y SIGNORET; participo tambien de la idea del último autor, considerando la Cicada erassimargo Spin., y la Cicada eremophila PmiL. como variedades, tanto mas, que he hallado todas las formas transitorias. Esta especie varia tambien en el grosor de los nervios y en la direccion de las anastómosis, siendo todos los nervios en algunos indivíduos muy finos y la última anastómosis rectilínea, Ó dia- gonal, ó encorvada. Los indivíduos mas grandes, que son de Santiago de Chile, tienen una longitud de 25 milímetros; los mas pequeños, ori- ginarios de Santa Cruz, miden 18 milímetros de largo (una Y de este mismo lugar tiene 21 milímetros de longitud); los de Men- doza, Chubut y Valdivia dan las medidas intermedias. 246. E. cinnabarima 200. Spec. S et Y: Laete cinnabarini, dense flavescenti-seri- cei, fascia lata frontis, vitta media, suleis macu— laque submarginali pronoti, maculis tribus ante- ” rioribus latis, foveis depressioneque posteriore -mesonoti, maculis duabus scutelli, fasciis ab- dominis, nec non maculis nonnullis pectoris ¿pedumque,, nigris; capite latiusculo; articulis -basalibus antennarum rubris, ceteris nigris; pro- noto ad latera satis dilatato, dilatatione subre— flexa ; mesonoto macula antica media breviu— scula, suborbiculata, maculis lateralibus longis, fere triangularibus; dorso abdominis vitta media nigra obsolotissima, fasciis basin versus latiori- bus, segmento terminali maculis duabus latera- libus nigris ornato; tegminibus subhyalimis, sub- sericeis, apud basin rubris, membrana costae, vena radiali, vena poscostali margineque supe- riore areae ulnaris interioris, cinnabarinis, venis ceteris fuscis vel nigris; alis hyalinis, venis ru- 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fescenti-flavis ; ventre dense flavescenti sericeo ; pedibus rubris, raro hic illic fusco-notatis ; fe— moribus anticis spinis duabus validis armatis ; spinis tibiarum posticarum parviusculis, rufis aut nigris. — Long. corp. 21-24; tengm. 27-31 mm. Q: Tegminibus areis apicalibus novem areaque ulnari media cellula accessoria, instructis (an anomalia ?). Patria : Mendoza. A Es la chicharra mas bonita que poseemos en la República Argentina. Los dos ejemplares que tengo en mi poder, les agra- dezco al Sr. Dr. PmiLrepr, quién los recibió de Mendoza. Se distingue de la especie anterior por la coloración roja, las manchas negras, la carencia de pelos, las márgenes del pro- noto mucho mas dilatadas y algo realzadas, el mesonoto mé- nos convexo, la cabeza mas ancha, las dos espinas fuertes de los fémures anteriores y las espinas ménos largas en las tibias posteriores. FipiciNa Am. et SERV. Fidicina Am. et Serv., Hém. p. 472 (1843). — Warx., List of Hom. 1, p. 78 (1850). — StáL, Rio de Jan. Hem. IL, p. 18 (1861); Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. 1, p. 614 (1861) et Hem. afr. IV, p. 7 (1856). Hemisciera Am. et Serv., Hém. p. 466 (1843). 947. F. gastracanthophora 2N0%. spec. g et Q: Griseo-sericei, testaceo—olivacei, interdum viridi-variegat1; fascia lata verticis, vittis quattuor punctisque duobus parvis mesonoti, fasciis latis segmentorum dorsi abdominis nec non venis apicalibus tegminum alarumque, nigris; capite cum oculis pronoto antice nonnihil latiore ; fronte rostroque flavidis, hoc apice fusco, coxas posticas vix attingente; antennis nigris; pronoto virescenti aut luteo-testaceo, sat dense sericeo; mesonato viridi-flavo, vittis mediis nigris abbreviatis, vittis lateralibus subtriangularibus, punctis duobus posticis interdum obsoletis ; scutello favido-vire- scenti, leviter exciso; dorso abdominis nigro, se- gmentisrufescenti-marginatis; tegminibus vitreis, area basali, venis ante medium, vena radiali co- staque virescentibus vel testaceo-fulvis; alis vitreis, venis basalibus viridis; subtus virescenti-flavidi, dense sericei ; disco metastethiz medio transver- sim vix impresso; segmento basali ventris medio HEMIPTERA ARGENTINA 139 spina sat valida antrorsum producta, marginem posticum disci matastethii fere attingente, armato; pedibus virescentibus, breviter pilosis; femoribus anticis spinis duabus obtusis armatis; tarsis triar- ticulatis, articulo basali brevissimo.—Long. corp. 22, tegm. 28; lat. pron. 9 mm. Patria: Respublica Argentina. Esta especie, que poseo de Buenos Aires y de Entre—Rios, es bien característica por la espina, que lleva el segmento basilar del vientre, y que es dirigida hácia adelante, tocando casi el borde posterior del disco elevado del metasternon ; por lo demas, es la especie mas pequeña que tenemos de este género en la Re- pública Argentina. 248. F. opalima GERM. Cicada opalina GErM. in SirB., Rev. Ent. IL, p. 57.3 (1834). — Burnm., Handb. II, 1, p. 183 (1835). Fidicina opalina Am. et Serv., Hém. p. 472.2 (1843). -— WaLk., List of Hom. 1, p. 89 (1850). Patria : Brasilia. Tengo en mi poder un solo indivíduo € de esta especie, que fué recojido en el Paraná. 249. E. pullata n0. spec. Á : Supra piceus, parum sericeus; subtus cum ti- bis posticis nonnihil pallidior, sat dense sericeus et subpilosus ; apice femorum basique tibiarum ochraceis; capite longitudinaliter rugoso; oculis olivaceis ; pronoto antice utrimque valde cicatri— coso-rugoso, medio sublaevi, margine postico fortiter transversim striato; mesonoto laevi, sulcis duobus parvis arcuatis praedito ; scutello sat pro- funde exciso, fusco; marginibus segmentorum dorsi abdominis interdum fuscis; tegminibus hya- linis et subopalinis, area basali, costa, vena ra= diali et postcostali, venis apicalibus maculisque distinctis anastomoses, nec non alteris parvis subapicalibus venas cingentibus, nigris, venis ulnaribus obscure olivaceis; alis basi nigris, venis olivaceis aut nigro-fuscis ; ventre flavescen- ti-fusco ; spinis duabus femorum anticorum sat validis; tarsis biarticulatis, articulo basali bre- vi. — Long. corp. 29, tegm. 38; lat. pron, 13 mm. Patria : Provincia Corrientes. 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esta especie se distingue bien de las demas congéneres por la coloracion negra, por la guarnicion muy oscura de las anastó- mosis, y por la extremidad de los fémures y la base de las tibias, que son de color ocre. Poseo solo un S, que fué recojido en Caa-Catí por el Sr. D. A. Ocravio EZQUER. 250. F. bonaétrensis 20%. Spec. S et Q: Supra perparum sericel ; capite pronoto mesonotoque olivaceis aut testaceis, nigro—-varie- gatis; dorso abdominis nigro, segmentis fulvo— marginatis, subtus sordide testacei, sat dense sericel et pilosi; oculis, fascia lata verticis, macu- lis infraocularibus, sulcis obsolete fasciaque an— gustiuscula post medium pronoti, nec non vitta semicircular: vittisque duabus mediis suboblon— gis mesonoti, nigris (vittis nigris mesonoti ante- rus saepissime contiguis); scutello sordide fulvo, antice nigro-marginato, postice sat profunde ex- ciso, cornibus brevis, subrotundatis ; tegminibus sordide hyalinis, area basali, costa, vena radiali venisque ulnaribus magnam ad partem viridibus aut testaceis, vena postcostali, venis apicalibus - offuscationeque parva et subobsoleta anastomo- sum, obscure fuscis; alis ad basin flavescenti- fuscis, ad apicem perparum offuscatis; pectore hic illic fusco-maculato; rostro coxas posticas fere aliingente, apice fusco ; tuberculo segmenti -ba— salis ventris subelevato, obtuso; pedibus vire- scentibus aut obscure testaceis; spina posteriore femorum anticorum parva; tarsis triarticulatis.— Long. corp. 32-36, tegm. 40-43; lat. pron. 14- 15 mm. Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis. Es la chicharra mas comun de la República Argentina, que abunda principalmente en las provincias de Buenos Aires, Santa- Fé y Entre-Rios, y cuyo canto penetrante tienen ocasion de oir en el verano los paseantes de Palermo, San Isidro, del Tigre, ete.; se halla tambien en la vecina República Oriental. Habiéndola enviado á varias personas bajo el nombre de Cica- da bonaérensis, le conservo la denominacion específica dada ante- riormente, cuando la conocí solo de Buenos Aires. 251. F. pusilla 200. spec. SÍ et Q: Luridi, interdum virescenti-flavidi, nigro- variegati, parum sericei; vertice obsolete nigro- HEMIPTERA ARGENTINA 141 maculato aut fascia lata ornato; fronte nigro— fasciolata; rostro apice fusco, coxas posticas vix attingente; pronoto ochraceo, vitta media, saepis- sime interrupta, margineque laterali, parte poste- riore excepta, nigro-fuscis; mesonoto lurido, vittis tribus latis variabilis ornato, vitta media generali- ter ad scutellum percurrente, raro antice flavo- bilineata, vittis lateralibus brevioribus, triangula- ribus, interdum intus obsoletis; scutello flavido, levissime exciso ; dorso absominis nigro, segmentis anguste flavo-marginatis, segmento terminali fe— minae linea media maculisque lateralibus posticis flavidis ornato; tegminibus alisque sordide hyali- nis, 1lis venis ochraceis, virescenti-flavidis et api- cem versus dilute fuscis; subtus cum pedibus ochracel aut flavescenti grisei, dense sericel; spinis duabus femorum anticorum parviusculis; spinis tibiarum posticarum rufis; tarsis triarticulatis, articulo basali brevissimo.— Long. corp. 14-16, tegm. 14-16; lat. pron. 6 mm. Patria: Respublica Argentina. Poseo individuos de esta especie de la Provincia de Buenos Aires (Buenos Aires, Chacabuco y Baradero) y de la de Córdoba. Es de dimensiones menores que la F. gastracanthophora, siendo la mas pequeña de este género. Es fácil de reconocer por la colo- ración amarilla de la cabeza, del pronoto y mesonoto, y de la parte inferior del cuerpo y de las patas. Las manchas y fajas negras que daba los primeros tres órganos, varian en su extension é inten- sidad. TYMPANOTERPES STÁL. Amn. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. I, p. 614 (1861). Hemiptera africana. 1Y, p. 7 (1866). 252, T. sibilatrix n0v. Spec. ¿ et 9: Olivacei aut sordide testacei, supra, praeci- pue abdominis dorso, dense flavescenti-sericel, subtus albo-tomentosi vel farinosi ; fasciis, vit= tis maculisque capitis, pronoti mesonoti, scute= lli dorsique abdominis, nigris; capite cum oculis parte posteriore pronoti angustiore, signo suberu— ciformi verticis, regionibus supraorbitali retroor- bitali et infraoculari faciisque subobsoletis, nec non frontis suléo apicem versus, nigris ; oculis oli- vaceis aut luteis ; rostro ad coxas posticas extenso, articulo terminali apicem versus nigro; pronoto 149 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA subrugoso, postice transversim striato, maculis duabus disci triangularibus, medio interruptis, sulcis, fascia post medium parteque posteriore marginis lateralis, nigris; mesonoto lineis septem nigris, quibus sublateralibus postice arcuatim con- junctis, ornato; scutelli callis magnam ad partem nigris; segmento primo dorsi abdominis basi ni- ero-maculato, reliquis late nigro-fasciatis; tegmi- nibus alisque vitreis, his macula basali postica flavida, extra fusco-marginata, illis membrana | costae venisque apicalibus nec non obumbraculis anastomosum duarum anteriorum nigris vel ob— scure fuscis, costa testacea aut viridi, vena radiali lutea, venis ceteris dilute fuscis; pedibus parum farinosis ; trochanteribus nigro-maculatis ; femori- bus tibisque ad basin et apicem versus, tarsis totis nigricantibus ; spinis duabus femorum anti— corum sat acutis. —Long. corp. 36-52, tegm. 50- 60; lat. pron. 16-19 mm. Patria: Respublica Argentina. — Brasilia. — Bolivia. Tiene mucha semejanza con la T. grossa Fañr., con que ha sido comparada por SráL; se distingue principalmente de esta antígua especie por las fajas negras que llevan los segmentos del dorso abdominal y por la coloracion de la cabeza y del pronoto. He llamado á mi especie T. sibilatrizc, la chicharra silbadora, en vista del sonido agudo y recio que produce, y que de léjos se distingue apénas del silbido de una locomotora ó un vapor. En las Provincias del Norte recibe el nombre quicthua de Coyuyo. ScHom— BurcK atribuyó este silbido á un pájaro, pero nunca pudo conse— guirlo, ni siquiera verlo. Sobre esto leemos lo siguiente en su obra Reisen im Britisch-Guiana, etc., Tom. UH, p. 251 (1848): « Gleichzeitig mit dem Abendconcert (el autor habia tratado ante- riormente del canto de la Zammara exiómia Ericus.) less auch jedesmal ein Vogel, den ich aber ungeachtel aller angewandten Múhe niemals zu sehen bekommen habe, einen schrillenden, pferfen— den Ton hóren, der die grósste Aehnlichkeit mit dem Pferfen emer Locomotwe hatte ». Esta especie tiene una distribucion geográfica muy vasta. La poseo del Territorio de las Misiones, donde es muy abundante, de Corrientes, del Gran Chaco, de Tucuman, de Bolivia y del Brasil. PROARNA StTÁiL. Stett. Ent. Zeit. XXV, p. 61 (1864). Hemiptera africana. IVY, p. 7 (1866). 253. P. grisea Far. Tettigonia grisea FaBr., Ent. Syst. IV, p- 17.3 (1794) et Syst. Rhyng. p. 34.4 (1803). HEMIPTERA ARGENTINA 143 Cicada grisea Burm., Handb. II, 1, p. 181 (1835). Proarna grisea STAL, Hem. Fabr. II, p. 7.1 (1869). Patria: America meridionalis. Tengo un indivíduo S', originario de Jujuy, en mi poder, que corresponde bien á las descripciones existentes. 254. P. dactyliophora 200. spec. Q : Procera, flavescenti-grisea, nigro-variegata, sat dense sericea; vertice toto fere nigro-fusco; ocellis rubris; fronte laete fusca, linea longitudinali fla- vida, posterius interrupta, ornata; rostro apice fusco, basin abdominis attingente; antennis basi apiceque flavidis; pronoto sordide testaceo, sulcis obsolete vittaque media distincte nigris, hac an- tice et postice latiore; mesonoto nigricanti, late— ribus, depressione postica lineisque duabus ante- tioribus obsoletis et subarcuatis, griseo-flavidis; scutello supra nigro, ad latera flavido; dorso abdo- minis rufescenti; tegminibus sordide hyalinis, “venis testaceis, olivaceis et fuscis, punctis apicali- bus parvis, anastomosibus non fusco-cingentibus; subtus obscurior, dense sericea; pedibus pilosulis, fuscescentibus, flavido-vittatis ; femoribus anticis bispinosis; tibiis anticis rufescentibus; tibiis me- diis et posticis pilosis, rufescenti-fuscis, basi ob— scurioribus, ante basin annulo flavido ornatis ; tarsis flavis vel fuscis. —Long. corp. 15, tegm. 19; lat. pron. 5 mm. Patria: Tucuman. Es de menor tamaño y mas esbelta que la especie precedente. Se distingue de la misma ademas por la coloracion general de la cabeza, por la faja longitudinal del pronoto, por la carencia de las manchas oscuras de las anastómosis, y por la coloracion de las patas y el anillo amarillo, que está situado cerca de la base de las tibias intermedias y posteriores. Poseo una sola €, que fué recojida en Tucuman. CARINETA AM. el SERV. Am. et Sery., Hém. p. 482 (1843). STÁL, Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. 1, p. 617 (1861). 255. €, formosa GERM. Cicada formosa Germ. in THon, Ent. Archiv. II, 2 (1830) et in Sirp., Rev. Ent. II, p. 74.47 (1834). — Burm., Handb. II, 1, p. 181.3 et 398 (1835). — GuÉr., Icon.-Régn. Anim. Ins. p. 355 (1838). — BLancH., Hist. des Ins. II, p. 166.8 (1840). 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cicada polychroa PerTY, Del. anim. art. p. 176.1.t. 35. f. 2 (1830). Cicada Diardi GuÉr., Icon. Régn. Anim. Ins. pl. 58. f. 1 (1838). Cicada Duvaucelii Guér. in DupErREY, Voy. de la Coq. Ins. p. 184 (1838). WarK., List. of Hom. Suppl. p. 23 (1858). Carineta formosa Am. et SeBv., Hém. p. 483.1 (1843). — Wark., List. of Hom. 1, p. 240.1 (1850). —STáL, Rio de Jan. Hem. II, p. 19.1 (1862). Patria: Brasilia. —Respublica Paraguayensis. Esta chicharra, una de las mas bonitas que conozco, fué reco= jida en el Territorio de las Misiones antiguas. 256. €. diplographa 200. Spec. Q : Flavescenti-lutea, sat dense sericea; capite, pro- noto, mesonoto pedibusque nigro-lineatis; vertice macula media magna ornato; lineis duabus sub— mediis frontis apicem versus angustioribus, abbre- viatis; clypeo rostroque ad apicem, nec non genis maximam partem nigris, illo coxas posticas non superante; pronoto suleis ad partem, fascia angosta posteriore maculisque sex parvis (duabus anterio- ribus triangularibus, duabus discalibus et alteris duabus marginalibus subarcuatis) nigris ornato; mesonoto lineis octo signo MAA formante macu- lisque tribus in depressione sitis praedito ; scutello immaculato, utrimque piloso; dorso abdominis den- se sericeo, segmento anali signo laterali ut littera A formato; tegminibus alisque vitreis, apice vix infuscatis, his venis fuscescentibus, 1llis membrana o costae venisque apicalibus nigricantibus, venis reliquis luteis vel olivaceis; pectore hic 1llic ven— treque ad latera obsolete et medio distincte nigro- vittato; femoribus anterioribus quadrivittatis vel lineatis et spinis tribus (spina posteriore longa) nigris armatis; femoribus medis et posticis, nec non tibiis anticis utrimque vitta lata ornatis; tarsis anticis et mediis nigro-fuscis. — Long. corp. 25, tegm. 28; lat. pron. 8 mm. Patria: Territorium Missionum. Esta especie, de la que poseo una sola Q, se acerca por algunos caracteres á la C. fasciculata GErm., distinguiéndose bien por la carencia del monojo de pelos al lado del escudillo, por el signo de doble Am en la parte anterior del mesonoto, por falta de fajas negras en el dorso abdominal, por el signo de y en la parte late— ral del último segmento abdominal, y por las fajas y líneas negras de las patas, etc. Fué recojida en el Territorio de Misiones, cerca de Córpus. (Continuará). CárLOS BERG. ASÍLIDES ARGENTINOS Desde el comienzo de nuestros estudios entomológicos, mi herma- no Félix y yo, nos fijamos en el numerosísimo é imperfectamente co- nocido órden de los Dípteros, proponiéndonos ocuparnos con especia- lidad de sus representantes argentinos (esto es, de las repúblicas del Plata), los cuales no habian sido objeto hasta entónces de ningun trabajo exclusivamente dedicado á ellos. La falta de relaciones científicas por una parte, y la de muchas de las principales obras dipterológicas, por otra, nos privaron du- rante dos años, de poner en práctica nuestro proyecto; pero feliz- mente, trascurrido ese espacio de tiempo, la biblioteca y colecciones del Museo Público de Buenos Aires, las que nos fué permitido con- sultar casi diariamente por su eminente Director Dr, D. GERMAN BURMEISTER, y nuestra amistad con el justamente acreditado Dr. D. CárLos Bere y con nuestro jóven compatriota D. Epuaro L. HoLmBERG, conocido principalmente por sus estudios aracnológicos, rodearon de circunstancias favorables á nuestra suspirada empresa, y, aprovechándolas, Félix publicó en El Naturalista Argentino cua- tro ensayos dipterológicos, á saber: 1” Descripcion de tres nuevos Culicide de Buenos Aires, en El Nat. Arg., I, 149-152. —Tir. ap., 4 págs. (1878). 2 Notas dipterológicas sobre los Antrácidos y Bombiliarios (1) del Partido del Baradero (Provincia de Buenos Aires), en El Nat. Arg., I, 225- 231; 263-275. —Tir. ap., 20 págs (1878). 3" Apuntes sobre los Empides del Baradero, en El Nat. Arg., 1, 292-295. Tir. ap., 4. págs. (1878). 4% Notas dipterológicas sobre los Bibiónites del Baradero, en El Nat, Arg., I, 295-299.—Tir. ap., 5 págs. (1878). Siguiendo su ejemplo, (2) he resuelto dar á luz, 4 medida que vaya reuniendo los materiales, la enumeracion, grupo por grupo, de los (1) Aún no ha aparecido sinó la parte referente á los Antrácidos. (2) Los únicos trabajos sobre Dípteros que, por mi parte, he publicado son los dos siguientes: Informe sobre una coleccion de Dipteros reunida en Las Conchas por D. MANUEL OLIVEIRA César, en El Nat. Arg., 1, 185-189 (1878). Calliphora anthropophaga Conil, en Anal. Soc. Cient. Arg., VI, 253-258 (1879). 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dípteros argentinos, sin sugetarme á un órden sistemático en la pu- blicacion de estos fragmentos, porque los elementos de que actual- mente dispongo no me lo permitirian. El presente ensayo trata de la familia de los Asílides (Asilide Leach, 1819; Asilicz Latr., 1802; Asilites Newm., 1842; Asilidii (1853) s. Asiladi (1857), B. Big.), cuyas especies platenses han sido descritas, en su mayor parte, por el célebre WikEDEMANN, y las res- tantes por MACQUART, en su gran tratado sobre Dípteros exóticos para Europa, y por varios autores en las obras á que han dado lugar di- versos viajes de circumnavegacion, etc. Aúnque tenia ya la lista completa, á mi entender, de las especies descritas de estos países, como no poseyese sinó las que se encuentran en esta provincia, veíame obligado á concretarme á su estudio, so pena, á no proceder así, de presentar una lista en la que serian mas las desconocidas para mí que las personalmente observadas; pero, habiéndome sido liberalmente facilitados los ejemplares de la colec- cion del Dr. Bera y los de la del gabinete de nuestra Universidad, procedentes en su mayor parte del Territorio de Misiones, donde fueron cazados por Ber6G y por mi amigo el Ingeniero D. EDuArDo AGUIRRE, y de la República Oriental del Uruguay, en la cual los ob- tuvo el primero de estos señores, me es dado tener la satisfaccion de ofrecer una enumeracion bastante completa, segun creo. Il. DASYPOGONITA Maco. Dasypogonite, Macq. Dipt. exot., I, p. 2,22 (1838). Dasypogonites, Walk. List of Dipt., p. VI (Suppl. II, 377 (1854). Dasypogonide, Big. Ann. Soc. Ent. Fr., sér. 3, V, 536 (1857). Dasypogonina, Bell. Saggio Ditt. Messic., p. 2,59 (1862). Dasypogonine, Schin. Verh. zool.—bot. Gesellsch., XVI, 651 (1866). Ai. Allopogon Schin. Allopogon, Schin. Verh. zool.—bot. Ges., XVI, 670 (1866). 1. A. vittatus (Wied.) Schin. Dasypogon vittatus, Wied. 4uss. zweifl. Ins., L, 389,36 (1828). — Walk., L. of Dipt., p. VI (Suppl. 11), 446,175 (1854). Dasypogon longiungulatus, Macq. Dipt. exot., , ps. 2, 36,7 (1838, nec Ejusd. op. cit., Suppl. IV, 1850). — Walk., £. of Dipt., p. VL (Supp!. IT), 436, 137 (1854). Allopogon vittatus, Schin. op. cit., 701 (1868). Allopogon gracile, Big. Ann. Soc. E. Fr., sér. 5, VIII, 418 (1878), ASÍLIDES ARGENTINOS 147 Habitacion observada: Montevideo (Wied.—Walk.—Schin); Mi- siones (Macq.); Uruguay (Big.); Buenos Aires, Las Conchas (E. Lch. A.). Es bastante comun, durante el verano. Prefiere las horas mas ardientes del dia para dar caza á los insectos de que se alimenta, los cuales pertenecen generalmente á los grupos de los Sarcofágites y de los Múscites metálicos, amantes del sol como él; suele apoderarse tambien de ciertos Lepidópteros diurnos. La Monedula surinamen- sis (De G..) Dahlb., le persigue con el objeto de proveer con sus des- pojos el nido de sus hijos, cuando escasean los Tabámides y Estra- tiómides, que son sus víctimas favoritas, segun observaciones ejecu- tadas por mi hermano. Encuéntrase en una gran parte de esta provincia; mi hermano lo observó en Chascomús, en Febrero de 1876, Honmbere lo ha cazado en San Fernando, OLiveira César en Las Conchas, y yo en el Baradero. Su área de dispersion se extiende por el Oeste hasta Men- doza, de donde lo ha traido el Dr. Bere. MacquarT ha empleado el mismo nombre (Dasypogon longiungu- latus) para designar dos especies bien distintas, y los autores mas modernos se han ocupado de una sola de ellas (Dicranus longiungu- latus — Macq. —Schin.), haciendo caso omiso de la otra, que no difiere, segun mi opinion de la presente, llamada ántes D. vittatus por el célebre WIEDEMANN. Paréceme casi indudable, que el Allopogon gracile, descrito por Brieor el año pasado, es la misma cosa que el A. vittatus. La talla de esta especie es bastante variable. El ejemplar (S) de WADMANN, así como el de MacquarT (PQ), median 7lin., y el de Bicor, 15 mm. (Q); la longitud de las numerosas hembras que he medido oscila entre 15 y 22 mm., no contando con las antenas; no conozco el macho. 2. A. tessellatus (Wied.) Schin. Dasypogon tessellatus, Wied. op. cit. 1, 390,38 (1828). — Walk., op. cif., 447,176 (1854). Allopogon tessellatus, Schin. op. cit., 701 (1866). Hab. observ. : Montevideo (Wied. — Walk, — Schin.). No lo he visto nunca. 2. Planetolestes n. gen. Caput duplo latius quam longius; occiput setigerum, non villosum ; facies tomentosa, sine vellere; antennarum articulus tertius fusi- formis, compressus, supra breviter setiger, absque stylo, ad apicem 148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cicatriculatus; mystazx peristomaticus, biseriatus. Scutellum setis destitutum. Tibie anticee unco apicali armatee; metatarsus pro- cessu subtriangulari, denticulato, munitus; pulv1lli mediocres. Alle íis Allopogonas latiores; ven ut in precedente genere. Abdomen sub clavalum. CaBgza tan deprimida como en Allopogon, Dicranus y Cacodemon, doblemente ancha que alta. Occipucio subplano, setígero. Vértice muy poco hundido entre los ojos, subplano ; tubérculo ocelífero poco pro- minente, con dos cerdas mediocres, divergentes, en la cúspide, y otras cuantas menores detras de ellas. Cara paralelogramática, li- geramente convexa, tomentosa; su anchura igual á la de un ojo 6 séa á la tercera parte de la de la cabeza; distancia entre la base de las antenas y el perístoma igual á la anchura de la cara. Antenas tan largas como en el género Allopogon; los dos primeros artejos sub- iguales en longitud, el primero cilíndrico, el segundo cilindróide, adelgazado hácia la base; ambos, pero sobre todo el segundo, breve- mente setígeros ; tercer artículo doblemente largo que los dos prece- dentes reunidos, fusiforme, comprimido, brevemente setígero por arriba, sin estilo, cicatriculado en el extremo. (1) Mostacho redu- cido á una orla compuesta de dos séries de escasos pelos, la una pe- ristomática, de pelos largos, la otra colocada un poco mas arriba, mas rala y formada de pelos mas cortos. Barba muy rala. Trompa tan larga como la altura de la cabeza, comprimida, de punta roma, velluda por debajo y en el borde del extremo. Palpos tan largos, poco mas ó ménos, como la tercera parte de la trompa, cilindróides, media- namente gruesos, un poco adelgazados en su parte media, setígeros, y fina y largamente velludos. Tórax un tercio mas largo que ancho ; su diámetro transversal un poco mayor que el de la cabeza. Pronoto con una orla de cerditas en su borde anterior. Mesonoto medianamente convexo, sin vello, con , dibujos tomentosos, brevísimamente setígero en su parte anterior; dos séries longitudinales y paralelas de cerditas, situadas hácia el medio del disco; una série de cerdas gruesas en cada borde lateral, desde un poco delante del arranque de las alas hasta cerca del escudete; ángulos humerales setígeros. Escudete sub-semicircular, plano por arrriba, con el canto grueso y convexo, muy ligeramente carenado en el medio de este ; carece de vello y de cerdas, siendo simplemente to- mentoso. Flancos con dibujos tomentosos, sin vello; una: série ver- tical de cerdas en el metatórax, delante de los balancines. Metanoto (1) En el Allopogon vittatus y en el Lastaurus ardens, este artejo presenta tambien una cicatriz terminal, y no se divide claramente en el extremo ; en el Cacodemon Lucifer existe asimismo la cicatriz, pero ella no pertenece ya al tercer artejo, sinó al pequeño segmento apical que lo corona, y que representa el estilo. De modo, pues, que dicha cicatriz no es de- bida como podria sospecharse, á la pérdida de un apéndice caedizo. ASÍLIDES ARGENTINOS 149 como los flancos, pero sin cerdas. Balancines ensanchados en la base del tallo, con maza grande, convexa en el borde externo, sub-recta en el interno. Patas relativamente tan largas como en los Allopogon, un tanto mas gruesas, rala y brevemente vellosas ; ancas escasamente peludas y setígeras ; fómures con varias cerdas gruesas, dispuestas en série, en su cara externa ; tibias con varias filas de dichas cerdas ; las posteriores con la vellosidad bastante densa en la cara interna ; las anteriores con un fuerte garfio terminal ; tarsos robustos, armados de cerdas gruesas y fuertes en los costados y en el borde posterior de cada artejo, y con otras muy pequeñas entre el vello que los cubre; primer artejo de los anteriores con una saliente basal, sub-triangular, denticulada, en la arista interna ; los espacios que quedan entre los dentículos, pilíferos; el extremo de la saliente corresponde al del garfio ; uñuelas casi tan largas como el último artejo, arqueadas, pa- sablemente agudas, con un diente basal obtuso ; las ventosas alcan- zan al extremo de las uñuéelas en los tarsos anteriores y llegan á la mitad de su longitud en los intermedios y posteriores. Alas notable- mente mas anchas que en los Allopogon, tanto como en los Caco- demon ; nervaduras dispuestas como en los Allopogon. ABDÓMEN sub-clavado, doblemente largo que el tórax, brevísima y ralísimamente velludo en el primer arco dorsal, rala y brevísima- mente setígero en los 2”-6% inclusive; primer segmento tres veces mas ancho que largo, un poco mas que el metanoto, poco convexo por arriba, ralamente peludo en los costados, y con una corta série ver- tical de cerdas mediocres cerca del borde latero-posterior del arco dorsal ; 22 segmento doblemente largo, un poco ménos ancho y mas convexo por arriba que el primero, gradualmente atenuado hácia atras ; los siguientes disminuyendo poco á poco en longitud á medida que se acercan al extremo, muy convexos en el dorso, y formando una maza oblonga, la cual ocupa mas de los dos tercios de la longitud del abdómen. Sexto y séptimo arcos ventrales, setígeros. MACHO Menor que la hembra. Séptimo segmento dorsal del abdómen muy estrecho, siendo su longitud igual á la mitad de la del sexto, mediana y ralamente velludo. Aparato de la cópula tan largo como el sexto segmento, redondeado, lustroso, mediocremente velludo. HEMBRA Séptimo segmento dorsal del abdómen poco (como un tercio) mas corto que el sexto, rala y brevísimamente setígero, como los 2-60 in- clusive; segmento anal con cerditas iguales á las del anterior, un poco velludo. Oviducto muy corto, coronado por un círculo de espi- nas, como de ordinario; dichas espinas cortas, fuertes y rectas. 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La Laplwria coarctata Perty, acertadamente referida d los Dasipogó- mites por Mr. WaLxer, reclama, en mi concepto, la creacion de este nuevo género. A pesar de su fácies, bastante diferente de la que se observa en el género Allopogon, sus relaciones con este son muchas; la deseme- janza de aspecto proviene principalmente de la mayor anchura de las alas y de la forma del abdómen. La mas minuciosa comparacion entre las hembras (1) del Plane- tolestes coarctatus y las del Allopogon vittatus da por único resultado el descubrimiento de las siguientes diferencias apreciables, prescin- diendo de las indicadas mas arriba : ' 12 Vértice notablemente excavado en el A. vittatus, ea y muy poco hundido entre los ojos en el P. coarctatus. 2a Occipucio velludo y setígero en el 1%, solamente setígero en el 2, 32 Cara tomentosa y velluda en el 4!lopogon, simplemente tomen- tosa en el Planetolestes. 4* Pronoto velludo en el 1”, no setígero. 5a Mesonoto del Allopogon un poco mas elevado que en el Planeto- lestes, cubierto, ademas del tomento que forma los dibujos, de peque- ñas cerditas en toda su superficie. 62. Escudete con dos gruesas cerdas en el borde posterior en el 4llo- pogon, no setígero en el Planetolestes. Ya Patas del primero, algo mas delgadas que las del segundo, bre- vísimamente setíveras, como en los tarsos del Planetolestes, con vello solo en la cara interna de las tibias y en la planta de los tarsos. 8a Ventosas de los tarsos anteriores del A. viftatus mas cortas que las mismas del P. coarctatus; todas llegan al medio de las uñuelas en el primero. 9 Abdómen del Allopogon triplemente largo que el tórax, gradual- mente atenuado hácia atras ; el primer segmento como en el Planeto- : lestes ; todos brevísimamente setígeros. 3. Planetolestes coarctatus (Perty) Mihi (2). Laphria coarctata, Perty Delect. an. art. Bras., 181, pl. 36, f. 4 (1830- 1834). (1) Ya se ha visto que los j del Planetolestes difieren apénas de las Q: no conozco los del Allopogon. (2) Compuesta ya esta parte de mi obrita, me apercibo de que WALKER y BELLARDI han descrito un Planetolestes de Méjico, bajo el nombre de Das. secabilis, que me parece idéntico con el P. coarctatus. La única diferencia importante consiste en que BELLARDI atribuye al secabilis cerditas doradas, dispuestas en corona, en el occipucio ; estas cerditas son pardas oscuras en nuestra especie. Si ambas fuesen idénticas, tendríamos los siguientes sinónimos : D. secabilis, WALK., Trans. Ent. Soc., série II, V, 276 (1858-61.) D. secabilis, WALK. ,(Sarapogon?), BELL., Saggio Ditt. Mess., p. IL, 63,1, pl. 1, f. 4 (1862). Senobasis secabilis, ScmiN. Abh. 3. bof. Ges., XVI, 701 (1866). No es un Senobasis, sin embargo; la falta de estilo le distingue fácilmente. ASÍLIDES ARGENTINOS 151 Dasypogon bonariensis, Macq. Dipt. ez., 1, p. 2, Suppl., 194 (1838).— Walk. L. of Dipt., p. V1 (Suppl. 11), 439,144 (1854). Dasypogon coarctatus, Walk. op. cit., p. V1 (Suppl. IM), Add., 504 (1854). Hab. observ.: Orillas del Rio Negro, en la provincia brasileña del mismo nombre (Perty); Buenos Aires (Macq. — Walk.) Es comun durante el verano. OLiveira César me lo ha enviado de Las Conchas; mi hermano notó que era abundante en individuos en Chascomús, y yo lo he visto, con frecuencia, en el Baradero. Se- gun apuntes manuscritos de Féxix LywxcH, «las presas preferidas por este Dasipogónite son los himenópteros del género Bombus y los Múscites del género Lucilia; húndeles sus lancetas en la union del tórax con el abdómen y les chupa los jugos con tal rapidez que las víctimas tardan muy poco en morir ». MACQUART no vió sinó el macho, al cual le niega, Pretieiicaias el garfio tibial. Es de extrañar, que no haga mencion de la forma del abdómen ; en cuanto á la carencia de estilo, no pudo observarla por haber perdido su ejemplar ó ptr el tercer artejo de las an- tenas. La longitud varía entre 16 y el A mm., segun los ejemplares que tengo á la vista. Es ciertamente inexplicable, que Macquarr no haya reconocido á su D. bonariensis en la Laphria coarctata de PertY, bien descrita y dibu- jada por este; no se nota otro defecto importante en la lámina citada, que el colorido de las alas, notablemente mas claro que el que real- mente las tiñe. Waker sospecha que su Dasypogon coarctatus ó séa la Laphria coarctata PertY, es idéntico con el D. castaneus Macq. (D. ex., 1, p. 2,35,6), pero evidentemente se equivoca. En cuanto á ScHiNer, coloca al D. bonariensis y á la Laphria coarctata, así como al D, castanews, entre las especies cuyo género moderno no conoee. 3. Lastauvus Low. Lastaurus, Loew Bemerk. Fam. Asil., 11 (1851). — Big., Ann. Soc. Ent. Fr., sér. 3, V, 551 (1857). — Schin., op. cit., 655 (1866). Morimna, Walk. Ins. Saundersiana, p. 2, 104 (1851); List of Dipt., p. VI (Suppl. 11), 429 (1854). 4. L, ardens (Wied.) Schin. Dasypogon ardens, Wied. op. cif., I, 391,39 (1828). —Walk., L. of. Dipt., p. VI (Suppl. II), 446,171 (1854). Lastaurus ardens, Schin. op. cit., 702 (1866). Hab. observ.: Brasil (Wied. — Walk. — Schin.). 159 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No escasea en Las Conchas y en los alrededores de esta ciudad, pero nunca lo he visto ni en el Baradero ni en Chascomús. Los Sres. AGUIRRE y Bere lo han traido de Misiones. 4. Cacodemoen Schin. Cacodemon, Schin. op. cif., 671 (1866). Es forzoso cambiar este nombre por otro, en caso de no ser sinóni- mo de Prolepsis, Walk. (Ins. Saund., p. 2, 101. 1851), como sospe- cha Scuixer, lo cual no puedo resolver por no conocer sinó la breve diagnósis que da WaLxer en su Last of Diptera; ha sido empleado ántes por Tuousox para designar un género de Endomíquides (Co- leópteros), segun lo ha hecho notar ya GERSTECKER (Bericht in Wiegm. Archiv, Jg. 33, IL, 419). Y esta necesidad es tanto mayor cuanto que, entre los Cacodemon Thoms., hay una especie llamada Lucifer, como la siguiente. 5. C. Lucifer (Wied.) Schin. Dasypogon Lucifer, Wied. op. cif., 388,34. Y (1828). — Walk., L. of Dipt.. p. VI (Suppl. II). 432,122. Y (1854). Dasypogon Satanas. Wied. Auss. zweifl. Ins., 1, 401,56. gs (1828). — Walk., op. cit. 442,153. S (1854). Cacodemon Lucifer, Schin. op. cit., 702 (1866). Cacodemon Satanas, Schin. loco cit. (1866). Hab. observ.: Montevideo (Wied. — Walk. — Schin.). Esta bonita especie, cuyas hembras se reconocen á primera vista por sus alas rojas y cuyos machos se distinguen de todos nuestros Dasipogónites porel color oscuro de las suyas, es la mas escasa de las bonaerenses. Segun ha observado mi hermano, busca los sende- ros expuestos á los rayos del sol. Cuando se le coge, procura hundir sus lancetas en la mano que le aprisiona, y su picadura produce un dolor intenso, pero pasagero. WIEDEMANN, como se ve, separó á los sexos, tomándolos por especies diferentes; débese á Low el descubrimiento de este error, segun lo hace constar ScHINeR (op. cit., 672-679), aúnque sin decidirse á adop- tar su opinion por no conocer el D. Satanas Wied. Brcor piensa co- mo Lor w, fundándose en el exámen de ámbos sexos que están atra- vesados por un mismo alfiler en su coleccion (Ann. Soc. Ent. Fr., sér. 5, VII, 220. 1878). El Cacodemon quadrinotatum Big. (Ann. Soc. Ent. Fr., sér. 5, VIII, 431. 1878), fundado en un J' de Chile, se distingue bien de los ASÍLIDES ARGENTINOS 153 ejemplares masculinos de nuestra especie, fuera de su mayor tamaño, por su mostacho blanco y por la banda longitudinal anaranjada que presenta el borde externo de sus alas. En cuanto á la banda plateada debajo de las antenas y á las 4 manchas blancas del coselete, se ven asímismo en el €. Lucifer, tanto en el uno como en el otro sexo, y si WIEDEMANN no señaló las manchas torácicas en su descripcion del d”, fué porque el dorso de su ejemplar habia sido alterado por frotamiento. He capturado dos ejemplares de C. Lucifer en el Baradero, y visto unos cuantos de los alrededores de esta capital. Véase mas adelante, el Dasypogon rufipenmis Macq. EwxriqueE LyycH ARRIBÁLZAGA (Continuará). SOBRE LAS ESPECIES DEL GÉNERO BOMBUS HALLADAS EN LA REPÚBLICA ARGENTINA Leyendo hace algun tiempo una obra de Mr. W. E. SHUCKARD, titu- lada British Bees, llamó sobremanera mi atencion la circunstancia de que no señalara ningun género de Abejas en la República Argentina, en el Capítulo III, Sketch of the geography of the genera of British Bees, p. 61 et seq., destinado á dar á conocer la distribucion geográ- fica de los géneros de Apidos de Inglaterra. En la página 99, refirién- dose á los que se hallan en esta parte de Sud-América, dice : « Chile- Bombus, Paraguay—Anthophora, Montevideo—-Bombus». Creí que aquello seria debido á un error geográfico que algunos naturalistas eu- ropeos suelen cometer, por ignorancia, cuando dicen: Buenos Atres en el Brasil, al recordar la patria de, algun animal ó de alguna planta, llegando hasta el extremo de señalar especies de Santa Cruz de Pata- gonia, agregando Brasil, no porque se hallen tambien en el Imperio vecino, sinó porque creen, quizá, que el Brasil comprende toda Sud- América. Pero ello no fué sinó una sospecha injusta y pasagera, porque la ilustracion de Mr. SHUCKARD está muy arriba de tan vulgar error; se debia, segun opino ahora, al hecho de no haberse publicado ninguna especie de la República Argentina, ni en la obra de SaINr FARGEAU, ni en la de DamíBom, ni el Catálogo de los Apidos del Museo Bri- tánico por F. SmrrH, ni en las revistas destinadas á consignar las ad- quisiciones hechas para Europa. Hay obras que, no obstante aparecer con el modesto título de populares, llevan el sello que les impone una autoridad altamente colocada en el mundo científico y en las que, si no fuera por esto, pasarian inapercibidos ciertos deslices Ó como se quieran llamar los descuidos de un autor, en circunstancias análogas ; — tal es el caso SOBRE LAS ESPECIES DEL GÉNERO BOMBUS 155 en British Bees, la cual, publicada en 1866, podria haber encerrado en sus páginas varios nombres genéricos de Apidos, que el Dr. Bur- MEISTER señalaba ya en su Reise durch die La Plata-Staaten (1861). En el tomo I, página 316 (Cap. XII, Die Fauna der Umgegend von Mendoza), al hacer referencia á las Abejas de Mendoza, señala los géneros Anthophora, Eucera, Coeliowys, Trigonía y Xylocopa; en el mismo tomo I, p. 488 (Vergleichende Schilderung der Fauna: von Paraná und Mendoza) consigna, como habitantes de Paraná, los géneros: Xylocopa, Bombus, Nomada, Anthidium, tambien en Men- doza, así como Anthophora, Coeliowys, Melapona, y, finalmente, Cen- tris en el tomo I,-p. 170 (Cap. XXVIL, Physikalische Skizze der Provinz Tucuman) consigna, por fin, para Tucuman, los géneros Xy- locopa (y ¿Centris?), Anthophora, Coelioxys, Megachile y Melipona (sp. favosa). Hecha esta salvedad, que juzgo de interes, por cuanto llena un vacío en una obra que, no obstante ser exclusiva para las especies de Inglaterra, lo que, en parte, restringe su valor científico, tiene y tendrá siempre importancia universal, por la prolijidad con que ha sido llevada á cabo y mas allá de los límites de lo puramente popular, séame permitido dar á conocer cuatro especies de Bombus (vulg. Man- gangá *) de nuestro país, las que, si bien no son nuevas, se presentan por primera vez como miembros de la Fauna Argentina, exceptuando una de ellas. Si la Entomología fuera una ciencia bien conocida entre nosotros, mi trabajo se reduciria á dar los nombres solamente, pero como ello no es así, y como aún falta algo que hacer en cuanto á las costumbres de las especies que me ocupan, he creido conveniente dar cortas des- eripciones de ellas, para que puedan ser reconocidas en la República por-aquellas personas que se encuentren en condiciones de observarlas. (*) Los nombres vulgares, como cualesquiera otros, solo sirven para confusion cuando' no se los aplica debidamente: así, el de Mangangá reune, por lo ménos en Buenos Aires, dos grupos bien diversos de insectos :los Himenópteros de los géneros Bombus y Xylocopa, cuyas afinidades de Orden se explica reconozca el vulgo, y el de los Coleópteros Coprófagos. , La razon es que todos ellos zumban al volar y de aquí el nombre vulgar que, segun parece, es guaraní, pues no se usa en las Provincias Andinas ó Centrales, que han adoptado el quechua Acatanca para los Coprófagos y Huanquero para lus grandes Apidos. Mangangá es una preciosa onomatopeya, mucho mas determinante que la correspondiente griega Bombos, aplicada á los insectos que motivan este trabajo, pues expresa, con mayor exactitud, ese zumbido fastidioso que acompaña el vitelo de dichas especies, habiendo pasado en nuestro pueblo á refran, aplicado á los niños muy llorones-ó á las personas turbulentas y parlanchines, que á nadie dejan en paz: zumba como un Mangangá. Este nombre, por otra parte, ya figura en 1648, en la obra de Piso y MarcGRAv, Histo- ria rerum naturalium Brasiliae. | | 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA He tenido oportunidad de examinar todas las obras citadas en la sinonimia de las especies que la tienen, pero debo exceptuar la de Bombus nigripes Wesrwoob=D. Dahlbomiú GUÉRIN, por no hallarse en Buenos Aires la obra en que WeEsTwo0o0D la publicó, por lo cual la consigno fide auctorum. Esta misma especie, que me fué comunicada por el Dr. BERG, estaba determinada ya, de modo que, debido á esto, no he tenido que hacer otra cosa, para ella, que comparar las des- cripciones. Siendo buenas las diagnosis latinas conocidas, no he creido nece- sario hacer otras, si exceptuamos la del Bombus thoracicus SICHEL, que he modificado parcialmente, debido á circunstancias expresadas en donde corresponde. Género BOMBUS Fan.—Larr., etc. 1. Bombus violaceus SAINT-FARGEAU. (1836) Hymenopt., 1, p. 473, n.24. — «Norte América ». (1854) Smirm, Cat. of Hym. Ins. in the Col. Brit. Mus. Ps. II, (Apidae) p. 400, n. 61. — «Montevideo, Brasil /Pard/. Ejemplar típico enla Co- leccion WEsTW00D». (1868) SicuEL J., Hymenopt. in Novara Reise, p. 156. — « Rio Janeiro >. «Hirsutus, mger; pedibus nigris, tibús tarsisque subtus rufo- hirtis; alis fuscis, violaceo-nitentibus ». Long. 9 13 lin. (28 mm.), $ Y 7-5 lin. (15-14 mm.). SAINT-FARGEAU, 1. cit. Negro, peludo ; alas pardas muy oscuras, con reflejos morados ; las tibias y los tarsos erizados, por debajo, de cerdas ó pelos muy cortos (scopula) rojos de café. La corta descripcion que de esta especie ha dado el Conde de SAINT- FARGEAU, permite reconocerla inmediatamente, y sin embargo, hu- biera vacilado, por la patria que le señala, si SMITH, en su excelente Catálogo, no la indicara tambien en Montevideo y mas tarde el Dr. SICHEL en Rio Janeiro. No conozco su nidificacion. Algunos pocos datos que me han sido comunicados, nó me autorizan 4 consignar nada, pues temo mucho que ellos se refieran á otro animal parecido. Lo he hallado siempre volando, ó posado en las flores, y lo mismo me dicen las personas que han tenido oportunidad de cazarlo. “SOBRE LAS ESPECIES DEL GÉNERO BOMBUS 151 Su dispersion, por lo visto, es muy extensa. Si á los puntos señala- dos anteriormente, se agrega la ciudad de Tucuman, en cuyos alre- dedores lo he obtenido, y Caldera, cinco leguas al Norte de la ciudad de Salta, se forma un inmenso polígono, que abarca un área con- siderable de Sud-América, y parte de la del Norte, á no ser que la localidad citada por SAINT-FARGEAU no séa exacta, lo que podria sos- pecharse por su ausencia en el Catálogo de SMITH. Entre estos puntos extremos, se coloca Misiones, de cuyo territorio ha traido el Dr. BEr6 cinco obreras y dos hembras de las de menor tamaño. En los alrededores de Buenos Aires, la especie es muy comun, á tal punto que se la encuentra en todas las colecciones que he podido con- sultar y que tengoála vista: Dr. BERG, Barracas, — FAUSTINO KRAU- SE, EZEQUIEL PEREYRA, — Palermo, ENRIQUE LYNCH ARRIBÁLZAGA, — Belgrano, Sta. ELINA GONZALEZ, — Flores, H. — No escasea tampoco cerca del Rio Paraná, ni de los Arroyos ó pequeños rios que forman el Delta. Entre los Apidos obtenidos en el Baradero por los dos herma- nos FÉLIX y ENRIQUE Lynch se encuentra esta especie ; entre los colec- tados durante el verano de 1876 por RAFAEL OBLIGADO y MARTIN CORONADO, en la proximidad de «Las Hermanas», se halla tambien. OLIVEIRA CÉSAR ha cazado algunos en Las Conchas, donde igualmente lo he obtenido, así como en San Fernando, que queda cerca. En el interior de la Provincia, la Sia. (FONZALEZ y su hermano Justo, la han tomado en Mercedes. A excepcion de «Las Hermanas» á donde no he ido, he visto ó cazado la especie en nOs los otros puntos que cito de la Provincia. Por todas partes vuela este Mangangá, esperando que algun ob- servador afortunado descubra los secretos de su cuna. Se halla en todas las colecciones existentes en Buenos Aires. 2. Bombus thoracicus SICHEL. (1862) Annales de la Soc. Entom. de France, TV Sér., 1, p. 121, Pl, 14. fig. 2Q, 3 S.—» Fañ. Syst. Piezat., p. 345, n. 13. (1836) » » Ler. DE Sarnr—-Farc., Hym. 1, p. 471, n. 20. — « Cayena, Brasil ». (1837) >» » HaLmay in Kinc's Hymenopt. in Transact. of the Lin. Soc. T. XVIL, p. 321, n. 16. —« San Pablo, Brasil. — Méjico ». (1854) » » SmiTH, Cat. of Hym. Ins. in the Col. Brit. Mus. Ps. II (Apide) p. 401, n. 63. — « Habitat Ca- yena, Brasil (Pará, Rio Tapajos) ». «Hirsutus, ater; thorace supra flavescenti, fascid atrá ; abdo- mane atro, fascia flavescenti; alis fuscis, violacers ; pedibus nigris, tarsis, subtus rufis.. Long. Q 13 lin., Y 6 lin., $ Tlin. ex Salnr-FARG. 1. ceb. Negro, la parte anterior dorsal del corselete, el escudete y el tercer segmento dorsal del abdómen, cubiertos de pelos amarillos claros de azufre, el resto del pelage negro; alas pardas muy oscuras, con re- flejos morados-débiles; los tarsos, por debajo, erizados de pelos cor- bos, rojos OSGCUros. SOBRE LAS. ESPECIES DEL GÉNERO BOMBUS 161 El Conde de SAINT-FARGEAU, por cuya descripcion reconocí la es- pecie, dice: «ailes tres-enfumées» único carácter que me haria va- cilar, porque no tengo á mi disposicion sinó indivíduos neutros, cuyas alas no encuentro, en manéra alguna, que sean mas ahumadas que las del Bombus violaceus, en cuya descripcion no acentúa tal carácter el célebre entomólogo francés; las alas del Bombus que me ocupa, son realmente muy ahumadas pero, á juzgar por las otras especies, como la que acabo de citar, y de la cual tengo á la vista numerosos ejem- plares, las hembras las tienen siempre algo mas oscuras que las obre- ras. De cualquier modo, en estas, el color es como en las correspon- dientes del B. violaceus. Dice el mismo autor que, en el Y del B, cajennensis, las antenas no solo son mas largas que las de la Q, como en todos los Bombus machos, sinó que, en proporcion, los de esta especie las tienen mas largas aún que los de muchas otras. Los cuatro indivíduos neutros que he examinado no tienen todos el mismo tamaño, variabilidad que, segun parece, es muy comun en este género. El menor alcanza una longitud de 13 mm. y los otros tres, casi iguales, 15 mm. Debo la circunstancia de poder señalar esta especie, nueva para la Fauna Argentina, á la amabilidad del Dr. BErG, quién cazó los únicos indivíduos mencionados, en el Territorio de Misiones, durante su ex- pedicion, en el verano de 1876-77, acompañado por sus discípulos de entónces, mis amigos EDUARDO AGUIRRE y NORBERTO PEREZ LoPI- DANA. Uno de aquellos fué tomado en las mismas ruinas de la iglesia de Corpus. ) 3 ejemplares en la coleccion BERG y 1 en la mia, regalado por este. ¡ 4. Bombus Dahlbomii (GUÉRIN. (1835) Iconograph. du Régn. Anim. p. 459, All. pl. 75, fig. 3,— «Chile». (1837) Bombus nigripes, HaLipay in Kine's, etc. Hymenopt. in Trans. Lin. Soc. T. XVII, p. 321, n. 21. — «Brasil, San Pablo». (1835-7?) » grandis, Wesrwoob, Natur. Libr. T. XXXVIIL, p. 255, PR E7, 02; : (1851) » chilensis, SPINOLA in GaY, Fauna Chil. Zool. T. VI, p. 165, n. 1. (1854) » Dahlbomái, Guér.— Smrm. Cat. of Hym. Ins. in the Col. Brit. Mus. Pars 11 (Apidae), p. 401. n. 61. — «Chile, Brasil, San Pablo.» (1862) » chilensis, Spin. — Pu1nirr1, en los Anales de la Universi- dad de Santiago de Chile. T. XXL, p. 413. — «Punta Arenas ». 11 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (1868) Bombus Dahlbomit, Guár. — SicHEL, Dr. J., Hymen. in Novara Reise, p. 156. — «Rio Janeiro ?» (1876) » — Dahlbomu. Guér. — WEYENBERGH, Fauna Argentina, p. 163, en Napp, La República Argentina. « B. hirsutus, nmger; pilas longis. supra coptosis, fulvis aut rufis, rare flaviusculis ; in ventre raris, nigris. — Long. 14 lin., lat. 6 lin. » —SPINOLA — loc. cit. Long. 9 32 mm., Y 16 mm. (Guériw) —id. « Negro. Pelos de la parte superior de la cabeza, del corselete y del abdómen, muy espesos y de un hermoso color leonado vivo. Pelos de la parte anterior de la cabeza, de la inferior del cuerpo y de las pier- nas, negros, exceptuando la brosa de los tarsos intermedios y poste- riores, que es de un pardo leonado sedoso. Alas semi-transparentes, teñidas de amarillento, con la extremidad de pardo-pálido (hem- bra) ». GUÉRIN, /. c. Respecto de sus costumbres, creo que lo mejor es citar sin altera- ciones las palabras del Marques de SPINOLA, (?) op. cit., p. 165 — segun GAY — ó mas bien, la observacion que GaY ha hecho de aque- llas.... « hace, en un hueco de la tierra, algo mas ancho que alto, un nido de forma casi redonda, desigual, y de consistencia de la cera, reunida en masa redonda; uno de estos nidos me ha dado cerca de una botella de miel muy dulce, y por tanto muy apetecida de las gentes del campo. » | El Dr. BERG me ha facilitado, determinada ya la especie, cinco ejemplares Y que trajo de su viaje á4 Chile y cazados en Lota. Ellos coinciden con las descripciones mencionadas ó repetidas, habiendo uno, bastante pequeño, al que se le puede aplicar lo de «rare flaviu- sculis » de SPINOLA. No tengo conocimiento de que, fuera de este, se haya señalado es- pecificamente ningun Bombus en la República Argentina. Por mi parte, no lo he cazado, ni visto jamas en libertad, desde el Sur de Ju- juí hasta Patagones. Sinembargo, el Dr. WEYENBERGH, /. c. lo señala en Córdoba, punto que viene á servir de vínculo, por decirlo así, entre los extremos de la dispersion geográfica de la especie: San Pablo, en el Brasil, y Chile hasta el Estrecho de Magallanes. 4 ejemplares en la coleccion BERG, y 1 en la mia regalado por el mismo. EDUARDO LADISLAO HOLMBERG. PARALELO ENTRE LOS VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS (Leido en Asamblea del 5 de Setiembre de 1879) SEÑOR PRESIDENTE : SEÑORES MIEMBROS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ÁRGENTINA : Os pido vuestro concurso poderoso, para las ideas que campean en este desaliñado trabajo, que voy á leeros, á cuyo final encontrareis las principales, condensadas en proposiciones. No tengo otros móviles al presentároslo, que concurrir á la gran obra que os habeis propuesto al fundar y sostener este centro cientí- fico, la espresion mas avanzada, vanguardia ilustrada de las aspira- ciones y progresos del país. Vuestra ilustracion y nobles propósitos me hacen esperar que aco- jereis estas ideas.con decision y que las hareis prácticas fecundán- dolas con vuestro aliento. SEÑORES: Séame permitido comenzar esta disertacion con lo que tendrán derecho de calificar de mí profesion de fé. Hay dos escuelas irreconciliables en la filosofía y en las ciencias por lo tanto: el materialismo y el espiribualismo. La escuela materialista me rechazará sin ninguna duda, porque combato su doctrina por estéril y arbitraria. Para mí, no se halla en la materia misma la razon de su existencia y aun menos la de la existencia nuestra No acepto sin embargo, el Popiritodlionb filosófico Ú bra que domina en las pritieipales escuelas. Soy espiritualista, por cuanto reconozco un principio de accion in- 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA material en nuestro ser, pero no soy ortodoxo, desde que, para mí, ese principio inmaterial, el alma, es única, y por decirlo de una vez, es el principio vital de los fisiologistas. Ahora bien, señores, yo no sé, si es eterna la materia, pero sé, por- que la razon y la ciencia me lo dicen, que las fuerzas y propiedades que la rigen y gobiernan, durarán tanto como ella y ni la ciencia, ni la razon entreveen un fin probable de la materia. Los que suponen que una voluntad omnipotente podría reducir el universo á la nada, deberian esplicarnos antes lo que la nada seria. Si un Ser Supremo absorbiera todo lo existente, se lo encarnara, el universo, no seria sinó una esencia de su ser, una emanacion de su sustancia. Este seria un materialismo puro y ultra. ¿Qué seria entónces de esas fuerzas y propiedades que ostenta la materia ? Esas fuerzas y propiedades, son inseparables de la materia; no las concebimos sin ella, niá la materia sin ellas; son pues su atri- buto, solo desaparecerán con la materia, si la desaparicion es posible. Yo creo en un Supremo Arquitecto del Universo, pero encuentro, que esas fuerzas y propiedades, de que dotó á la materia, son las cau- sas de los mil fenómenos y trasformaciones que el Universo nos ofrece. El calor, la electricidad, el agua, el fuego, la luz, la pesantez, la atraccion universal... .héahí las potencias criatrices mas inmedia- tas, mas ostensibles y manifiestas de la creacion, pues á cada paso, en los mil contrastes, en los distintos panoramas y en los raudales de fenómenos y de trasformaciones variadísimas que el Universo nos presenta, encontramos indicios evidentes, vestigios y huellas de su accion. Mas aun ; esos fenómenos y trasformaciones, se operan con un re- ducido ES de elementos ó cuerpos simples, que la química se- ñala, aisla y estudia. Yo no creo en el acaso,lni concibo la nada. El universo actual, en cuanto á la cantidad de materia, es tal, cual salió de las manos del Creador, en el momento supremo de la crea- cion. Los elementos, las fuerzas y propiedades que admiramos, son siempre las mismas, en cuanto á su cantidad y cualidades....pero, « .-..bodo cambia, todo muda y se trasforma en el inmenso y gran- dioso espectáculo de la naturaleza y del firmamento. No hay nuevas creaciones de orígen divino, no hay sinó agrupa- mientos y disposiciones nuevas de las partículas ó átomos de ese limitado número de cuerpos simples, que las fuerzas y propiedades inherentes á la materia, arrastran en un torbellino de incesante acti- vidad. VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS 165 Esas fuerzas y propiedades, esos agentes, que la física nos dice ser un movimiento en su última espresion .... son las que engendran 6 generan las faces diversas que la costra del globo nos presenta y nos ofrece el universo entero. Sin conocer reposo, los elementos constitutivos de los cuerpos, van pasando á su impulso, por estos tres grandes receptáculos ó labora- torios de las trasformaciones : los aires, las aguas y la tierra. Estos tres receptáculos ó laboratorios, son los tres medios, ó talle- res de las nuevas creaciones, y esos cuerpos simples van peregri- nando en un cielo sin fin, por los aires, las aguas y la tierra, para for- mar ó constituir vegetales y animales, es decir, esta es la metempsí- cosis, la trasmigracion de la materia, de la vida á la muerte y de la muerte á la vida. La vida, considerada en el reino vegetal ó el animal, no es sinó uno de tantos agrupamientos atomísticos, con un hálito ó impulso misterioso, cuya esencia nos escapa. La muerte, el no ser, no es tambien, en último término y bajo esa peregrinacion y actividad incesante de la materia, sinó el principio de la marcha regresiva de los elementos ó átomos, á sus respectivos reinos ó medios. Es tan solo por esta vuelta incesante de los cuerpos sólidos, líqui- dos y vaporosos á sus medios homólogos, que el atmósfera, las aguas y el suelo, conservan su integridad y es por los intercambios, por el comercio de elementos que tienen luego entre sí, en esos tres medios, que existen la flora y la fauna y que la vida y la muerte se suceden en nuestro asteroide terráqueo. No hay nuevas creaciones de materia en el orbe y la que existe, no es una cantidad inagotable. Si no fuera esos átomos que giran en órbitas ó círculos eternos, volviendo á los puntos de partida; si no fuera por la vida y la muerte y el consiguiente intercambio de elementos, no habria ni fauna ni flora ; nuestro globo seria un [triste páramo inhospitalario. La regresion, la vuelta de los elementos á sus respectivos reinos y medios, es pues, una necesidad palpitante en la naturaleza, es la condicion de nuevas vidas y de la habitabilidad del mundo -... y lo que lo comprueba, es esa peregrinacion ¡incesante, esa trasmigra- cion, esa metempsícosis, que se opera en los mundos, como en la cos- tra terráquea en los vegetales, como en los animales, en el todo, como en las partes, en las colosales montañas, como en los átomos. Esa regresion, esa incesante peregrinacion de los elementos ó áto- mos en la naturaleza, es la obra del tiempo, es el fin de la creacion y de las leyes inmutables que la rigen ..... Ese destino, esa ley pres- tabilita de la creacion, se cumple siempre á través de los tiempos y de los tres medios indicados, pero .... el hombre, este rey temerario 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA é imprudente de la creacion, se halla en obstinada lucha, esforzán- dose en contrariar esas leyes, que se le rebelan por las mismas ten- dencias de los elementos y por la marcha que siguen los cuerpos al desaparecer. ' En ese plan satánico, en esa lucha obstinada y pertinaz que ha emprendido el hombre contra la naturaleza, labra su propia tumba, porque crea insalubridades, crea focos pestígenos, que cavan su muerte temprana. Los usos y prácticas que emplea el hombre reunido en sociedad, que mas se aproximen á los fines, ú órden prestabilito de la creacion, no pueden menos de ser higiénicos, tienen que ser saludables por cuanto tienden á favorecer el contínuo círculo de la creacion, las metamórfosis, que es el laboratorio y el pábulo de la vida en el pla- neta. Por el contrario, cuanto obsta, Ó se opone á esa vuelta, que obedece á una ley y tendencia universal en lo creado; cuanto contraría esa regresion, tiene que constituir una causa de insalubridad, es una cau- sa de desperdicion de elementos, que viene á refluir luego en el gran problema que domina la habitalidad del planeta, las subsistencias y por lo tanto, es una causa de muerte para el hombre. No habiendo nuevas creaciones, esos depósitos ó receptáculos que el hombre forma, secan y agotan las fuerzas productivas ó criatrices de la naturaleza y lo que es peor aun, esos receptáculos, por los mis- mos intercambios y por las tendencias de los elementos á ir á sus medios simulares ú homólogos, por medio de las trasformaciones pú- tridas, se convierten en focos de insalubridades, que es necesario que la civilizacion y una direccion mas armónica con los fines de la na- turaleza se esfuerzen en correjir. Entre esos focos de insalubridad figuran los po re grandes depósitos, fráguas en que se forjan y refuerzan mil flagelos, grandes semilleros de males, vastísimas aglomeraciones de pudredumbre de mil generaciones, osarios seculares, destinados á recibir infinito nú- mero de cuerpos, millares de toneladas de esos átomos, espoliados por el hombre á todos los reinos de la Naturaleza y que van á yacer en ellos, improductivos y esterilizados, cuando los aires, las aguas y la tierra los reclama. Hay, un medio de evitar todo mal y es la cremacion. El objeto del presente trabajo es incitaros, es pediros hagais que la Sociedad Científica Argentina, sea la primera corporacion en nues- tro país, que patrocinando la idea, dote á la Provincia de Buenos Ai- res, de un crematorio modelo; busco, por medio de la persuacion científica, que la iniciativa autorizada de una reforma, que es ya un hecho facultativo en otros países, salga de vuestro seno y que vues- tra perseverancia lo realice. VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS 167 Recordad, señores, esta gran verdad enunciada por el Profesor Co- letti y que las conquistas de la civilizacion comprueba: lo que por la mañana nos parece una utopía, es á la tarde un descubrimiento, es la aplicacion práctica del dia siguiente, es la vida del porvenir. (1) Permitidme ahora que recorra de un modo breve, Los DIVERSOS DESTINOS DE QUE SON SUSCEPTIBLES LOS RESTOS HUMANOS, puesto que, como dice Flammarion, solo somos ciudadanos temporarios de un mundo perecedero á su vez, y nos interesa optar por uno ú otro des- tino, con pleno Polen ori, Para que la escursion que vamos á efectuar en el dominio de la hi- giene, nos sea mas fácil, haremos un estudio analítico de las venta- jas éinconvenientes que presenta cada método ó destino propuesto, y al final, como complemento, os espresaré los votos que hago y lo que creo deber esperar de vuestra ilustracion y sano criterio, SEÑORES ; Terminada esta difusa profesion de fé, é indicado el objeto, el fin y el plan que me propongo seguir, me apresuro á entrar en materia. Los diversos destinos que acostumbra dar el hombre á los restos de sus semejantes, cuando cesa su existencia, son en número de ocho. El afecto, el respeto venerando, el principio de sociabilidad, el eulto á los muertos y las circunstancias topográficas que rodean á los centros sociales, tales han sido los móviles, que en los diversos tiem- pos y circunstancias, han hecho pepe uno ú otro de los siguientes destinos : 10 El enterramiento en la tierra. (2) 29 El sepultamiento en el mar. 32 El sepultamiento entre los hielos y nieves. 4o La petrificacion. 50 La inhumacion. 6” El embalsamamiento. Y El aprovechamiento industrial. 8 La cremacion ó incineracion. El órden con que acabamos de enumerar estos diversos destinos será el que seguiremos en este estudio analítico de las conveniencias y ventajas y de los peligros, insalubridades é inconvenientes, que cada uno de ellos nos ofrece, bajo el punto de vista de la salud pú- blica y de los usos y costumbres que imperan en los pueblos cultos. (1) L”utopia del mattino é la scoperta della sera—é Vattuazione del domani—é la vita dell'avenire. (2) El pleonasmo es mas aparente que real, puesto que hay pueblos, que acostumbran en- terrar ó sepultar Jos cadáveres en la cal, ó bajo montones de conchas de ostras. 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL ENTERRAMIENTO Significamos con esta denominacion, el sepultamiento de un cadá- ver desnudo, ó con los menos atavios posibles, en el seno de la tierra y que distidgdiios de la ¿nhumacion, por los motivos que hemos de esponer mas adelante. Este destino, dado á los cadáveres humanos, es de un orígen remo- to, primitivo tal vez, y es aceptable la opinion emitida por algunos autores, de que la piedad y amor de los deudos, la hiciera seguir, para evitar el espectáculo que tendrian con frecuencia ante sus ojos, de la hedionda pudredumbre y que esos restos de un ser querido fue- ran pasto de las fieras y aves carnívoras. Tiene por objeto el enterramiento : quitar de la vista el espectácu- lo asqueroso y deprimente de la dignidad humana, de la putrefaccion con su horroroso séquito ; evitar que los restos fueran devorados por las fieras y las aves; facilitar la incorporacion á la tierra de los ele- mentos prestados para la existencia temporaria de cada ser. En efecto, cuando se dá tiempo á la tierra para terminar su obra, todos los elementos constitutivos de los seres, se le incorporan y ni vestigios quedan de los cadáveres que le fueron confiados, pero este tiempo, varía al infinito y nunca es menor de diez años en nuestro suelo. En la putrefaccion, que es el fenómeno e daizOS regresivo, los productos intermediarios que dá la descomposicion de los cuerpos cuaternarios, ternarios y binarios simplifican, y la tierra ofrece el me- dio mas favorable que ellos necesitan, para poder volver á sus res- pectivos reinos y medios y todos ellos se descomponen en efecto, ba- jo la accion de las aguas y del calórico, segundada por las afinidades químicas. Los cuerpos gaseosos que se forman, hallan siempre algun resquicio por donde poder escapar para el océano aéreo; los líquidos y sustancias solubles, pueden en este medio volver tambien á sus elementos homólogos, ya infiltrándose en los terrenos, ya abriéndose paso con las aguas de las lluvias, para ir á los receptáculos natura- les, fuera de la cantidad que se evapora bajo la influencias de los rayos solares. En cuanto á las partículas de orígen mineral, ellas quedan para reponer los elementos que el reino vegetal utilizará y que los herbí- voras harán de nuevo circular, sirviendo de nutricion, ó pasto á su vez, á otra clase de animales y al hombre mismo. | Los inconvenientes, peligros y males principales que esta práctica entraña, son los siguientes: 1% los enterratorios son focos de un me- VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS 169 fitismo pútrido permanente, que va en incesante progresion por el acúmulo contínuo de cadáveres; 2% higiénicamente, no es posible instalar ó emplazar un cementerio, los efluvios y miasmas que de ellos se desprenden, son perjudiciales á la salud, cualquiera que sea la distancia á que se encuentran de-los centros urbanos; 3 con el enterramiento no se cumple el gran círculo de la naturaleza, pues solo los productos gaseosos vuelven á la circulacion y el suelo, que- da recargado en ellos, de los principios ó elementos metamorfósicos, con detrimento de la agricultura y de la vida universal; 4e en los erandes centros de poblacion y en aquellos países en que hay una oran densidad de habitantes y cuyas tierras son cultivadas desde mucho tiempo, las cosechas son escasas, no alcanzan á satisfacer las necesidades de la vida de los pobladores y bajo la labor incesante y sin la renovacion de los elementos necesarios para la vegetacion, se vuelven estériles y requieren abonamiento; este estado hace peligrar la vida, la subsistencia de infinito número de personas y este es un mal, que va en un aumento rapidísimo. Pasando á otro órden de ideas, tenemos; 5% El enterramiento es la destruccion de los cuerpos á largo intérvalo; 6” Durante la putrefac- cion se generan infinidad de infusorios, que como oriundos de un me- dio mefítico, llevan en sí gérmenes pestilenciales; 72 los cuerpos só- lidos en la proporcion de un 25 %o, queden esterilizados en el suelo y 715% de agua, que contienen los cadáveres, arrastrando tambien sérmenes pestilenciales, van á los receptáculos de este elemento, las aguas subterráneas y los rios y arroyos; los cuerpos gaseosos, arras- trando partículas en putrefaccion, forman una atmósfera densa y letal, que se cierne sobre los puntos inmediatos y que constituye una atmósfera pestilencial, una causa patogenética, que en el momento de eclosion de las epidemias, les presta su intensidad. | YI SEPULTAMIENTO EN EL MAR Los asirios en la antigiedad, los habitantes de algunas islas de suelo rocoso, ó de poblacion muy densa; una gran parte de esa brava poblacion que surca los mares, llevando las riquezas de uno á otro continente; como medio casi forzoso de separacion de los muertos del recinto y presencia de los vivos, tienen que emplear el sepultamiento en el seno del mar. Es costumbre en estos casos, para que los cadáveres no boyen, po- nerles algun peso sólidamente atado. En los buques es costumbre amortajar los cadáveres, cosiendo la tela de la hamaca y poniéndole 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA una bala de calibre mayor ó una barra de hierro, pone que no sobre- naden. | En general, calle sepultamiento solo se usa por necesidad, aunque hay ahora quienes lo aconsejan, para los casos en que reina una epi- demia en una localidad, en que el enterramiento es difícil y suma- mente espuesto, porque las emanaciones de los cuerpos en putrefac- cion aumentan la intensidad del flajelo y son causa de su permanencia ó endemecidad. Este modo de separacion de los muertos no puede ser empleado sinó en los puertos de mar. Es posible, aceptándolo, cumplir todas las prescripciones que "e. ; leyes, ordenanzas municipales y necesidades médico judiciales, hacen necesarias con los muertos, así como las ceremonias religiosas, pero tiene el inconveniente, que la mortaja misma y la profundidad á que van los cuerpos, hacen que los cadáveres se conserven por un tiempo indeterminado, á menos que den con un fondo blando en que se en- tierren. Esta conservacion dura, hasta que las cuerdas que retienen el peso se pudren y dejan boyar el cadáver en aguas menos profundas y aun entonces, tiene que pasar algun tiempo, para que la mortaja se des- haga, en cuyo caso, el cadáver viene á ser pasto de tiburones ú otros peces. - Dados los antecedentes, sobre la muerte y sus fines, se vé bien, que si se siguiera esta conducta por gran número de países, no ten- dría lugar, como con el enterramiento, la marcha retrógrada ó regre- siva de los elementos. Podríamos indicar otros inconvenientes de este método, como ser la accion de las sustancias en descomposicion pútrida sobre los habitantes de las aguas, pero creemos inoficioso estendernos sobre el particular, desde que las tendencias de las gen- tes y la imposibilidad de la generalizacion de este método, fuera de los puertos de mar, lo ponen en el caso de usarlo solo como recurso estremo. TI SEPULTAMIENTO ENTRE LOS HIELOS Ó NIEVES Hé aquí, señores, otro recurso estremo; hé aqui un modo de sepa- racion de los muertos de las moradas de los vivos, que no podría usarse sinó en las latitudes mas inmediatas á los polos; hé aquí, por último un destino que no restituye á la naturaleza sus elementos, un destino y un medio, que lo que hacen, es conservar los cadáveres á despecho de los fines de la muerte. Estos fines son los que hemos puesto de manifiesto en nuestra profesion de fé. VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS 471 Los Lapones, Groenlandeses, Esquimales, asi como los habitantes de la Tierra del Fuego y todos los que viven entre nieves y hielos perpétuos, no tienen otro recurso, que enterrar los cadáveres bajo esas nieves y hielos. En cuanto á la accion de esos medios sobre los cuerpos, es bien sabido que se oponen á la Ip orpo ciel que son preservatrices de la putrefaccion. Creemos escusado agregar una sola palabra mas sobre este medio, que no puede generalizarse. % IV LA PETRIFICACION¿DE LOS CADÁVERES No es del momento discutir si la petrificacion de los cadáveres es un hecho completamente adquirido para la ciencia, abreviando los procederes lentos que sigue la naturaleza en esas transformaciones tan sorprendentes y de que tantísimos ejemplos nos ofrece el Rio Uruguay. El hecho, posible en sí, fué por primera vez conseguido por M. Sucquet y aunque son secretos aun los medios que se emplean por Soriné y otros, pero, los resultados demuestran, que ha habido perfeccionamentos en los últimos tiempos, que alejan toda duda al respecto. ¡ Y bien! Aceptando esa petrificacion como un hecho; aceptando que fuera mínimo su costo, de manera que estuviera al alcance de todas las pobrezas, aceptando aun que se generalizára su uso, ven- drian en seguida estas consideraciones, á que hay que dar solucion satisfactoria. ¿Cómo y dónde colocaríamos esas petrificaciones ? Pasada una, dos, la tercera generacion ¿qué harian de ellas nuestros descendientes? No devolviendo á la naturaleza los elementos presta- dos para la vida de tantos seres y consumiendo aun, para producir esa misma conservacion, mas elementos de los que la corteza y en- trañas del globo nos ofrece, ¿cuál seria el porvenir de la vegetacion y de la vida? En árida y estéril escoria se halla convertida la tierra en los con- tornos de los viejos centros sociales, por la produccion, é incesante cosecha que el hombre ha provecado, sin restituir á esta alma madre, á esta corteza terrestre, esos elementos queel vegetal elabora para su desarrollo 6 nutricion. ¿No seria este el porvenir de todo suelo? Se nos dirá que habrán de trascurrir para ello muchos siglos aun; no importa decimos, el mal podria perpetuarse y el peligro señalado por el ilustre Liebig, es real y requiere su eficaz remedio, la devolu- cion de los elementos necesarios para la vegetacion, que se encuen- tran en los restos humanos, que la putrefaccion desagrega y consti- tuyen el mejor abono para la tierra. 473 ANALES Mi LA SOCIEDAD CIENPFÍFICA ABGENTINA ” v LA INHUMACION intendemos por inlumación, el sepultamiento ó la deposición de los cadáveres humanos en medios confinados, en espacios al «abrigo del aire ambiente, como los nichos herméticos, los sarcófagos, los vajones de plomo, eristal, ebe,, ele, La generalidad have sinónima esta voz de enterramiento y hasta, de sepullamiento, pero aquí la hacemos designar el hermeticismo, la sustracción de un cadáver á la accion de los agentes esteriores ú CÓSIMiCos. La inhumacion en tales condiciones, termina por la desecación ó momificación de los cuerpos, aunque muchísimas veces no determine otra cosa que la paralización, la suspension del proceso regresivo de la materia orgánica, la que, traida á la accion de las intemperios, de los agentes cosmo-telúricos, vuelve obra vez á continuar su mebamór- fosis, aunque con algunas variaciones, que no es del caso detallar, Como este es el medio de separacion de los muertos que usan más en nuestro país las personas que tienen aleunos bienes de fortuna y que tiende á generalizarse en los países cultos; como tiene Asu favor este bratamiento de los cadáveres, que previene la putrefacción y los funestos elestos de esñs emanaciones, conviene que nos dotengamos an momento en esta rápida escursion. No ha mucho que M. Gratey proponia al Consejo de Higiene Pú- blica y Medicina legal, en Francia (1875), sustituir todo sepulta- miento por el empleo de los sarcófagos de su invención (cimiento) y proponia, que fueran estos colocados á campo abierto y apilonados, formando las callos de la ciudad de los muertos, Las objeciones á este destino dado á los cadáveres humanos, son del mismo órden que á los anteriores. ¿Qué será de esos cuerpos conservados, torviendo los fines de la muerte y rompiendo las etapas de las metamoórfosis? ¿Que harán las genevaciones próximas, te: niendo así atestadas las mansiones funerarias P Se nos divá tal vea que no debemos preocuparnos de lo que habrá de suceder mañana, pero tal conducta sería inmoral y hasta eviminal tal egoismo, tal indiferencia por el futuro, cuando sabemos que con ella les preparamos á las generaciones venideras, causas de destruo- vion, de iusalubridades y de muerte, es muy criminal sín duda y no debemos de ninguna manera aceptar tan portida 6 inmoral conducta, Poda causa de insalubridad y de muerto, que leguemos á sabien- das á las futuras generaciones, son máquinas infernales, son torpedos que estallarán en tiempo determinado, sembrando la consternación y VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS 173 vomitando muertes, y esas gentes del futuro, tendrán perfecto dere- cho para echarnos en cara nuestra conducta, por lo que, nuestra indiferencia y negligente abandono, seria criminal doblemente, desde que les preparamos la muerte. Respecto á lo que harán las generaciones venideras con esas esti- vas de mómias, propuestasapor M. Gratry, lo que harán con esos cadáveres tan cuidadosamente conservados en féretros y sarcófagos, en cajones de zinc y de plomo, etc., cadáveres que no servirán, ni para abono de las tierras, creemos que no será otro el destino que les dén, que hacerlos consumir por el fuego y desparramar luego sus cenizas por todos los ámbitos del suelo. vI EL EMBALSAMAMIENTO Los partidarios del embalsamamiento alegan en pró del empleo de este destino, la importancia que la conservacion de las mómias tiene para los estudios antropológicos y de etnología; alegan tambien, que esta conservacion de los cadáveres es inócua y que evita los peligros incuestionables del enterramiento, es decir, de los efluvios y emana- ciones miasmáticas. Si bien no se ha conseguido imitar esos embalsamamientos que los egipcios nos han legado dentro de esas pirámides, esos hipógeos que cuentan tantos siglos de existencia; si bien los procederes de conservacion del famoso anatómico Ruischio y de otros, que llegaron á un grado de perfeccionamiento celebrado, murió con ellos, tenemos hoy los procederes de petrificacion, mas perfectos que los de los egip- cios, tan afamados. Si todos los países Ó naciones hubieran empleado el embalsama- miento, en los pasados tiempos, no serian las mómias un objeto de curiosidad, y aunque hubieran construido catacumbas mas profundas que el fondo de los mares, se habrian ellas llenado, asi como, si hubieran construido monólitos mas colosales que las pirámides de la patria de los Faraones, ya estarian ¡colmados tambien ¿y cómo estaria la corteza terrestre ? El proceder es inócuo, cuando es perfecto, así como lo es toda con- servacion en el mismo caso; pero, y esa alma mater, esa madre co- mun, quea pulvis eris et ín pulve reverleris, segun el bíblico versículo ¿no quedará con sus ubres exhaustas de tanto crear y sin compensar lo que dá de su seno? ¿qué harán las generaciones con esas estivas funerarias ? Cualquier cosa que hagan, vendrá á parar forzosamente en la ere- macion, ya sea por los procesos de la naturaleza, ya por la obra del 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fuego, para reducir esos restos á ceniza é incorporarlos á la costra te- rráquea. El embalsamamiento pues, como el hermeticismo de la inhuma- cion, como la petrificacion y el sepultamiento entre los hielos y nieves, son mas preferibles bajo el punto de vista higiénico, que el sistema de enterramiento y el sepultamiento en el mar, teniendo este último el inconveniente, que si bien no es perjudicial para el hombre directa- mente, lo es para los peces que vienen á nutrirse de los restos huma- nos macerados y que termina por matarlos, pero todos esos medios tienen los inconvenientes señalados y además que no llenan los fines de la naturaleza: el círculo eterno de los elementos VII EL APROVECHAMIENTO INDUSTRIAL Designamos bajo esta denominacion la utopía de algunos positi- vistas, que querrian se utilizaran los restos humanos, como se apro- vethan los animales en las graserías, en los muladares md les votries des animaux morts. Los sentimientos de veneracion y de respeto hácia los muertos se sublevan ante esta idea de aprovechamiento industrial, innecesaria por el momento, inmoral hasta cierto punto y que haría oia al mismo que la emprendiera. La higiene no puede ir en contra de los sentimientos humanos, por- que es una ciencia social, y la veneracion, el respeto y demás senti- mientos humanitarios, piadosos y caritativos, son vínculos sociales que es necesario respetar y cultivar. Así pues, por mas que bajo el punto de vista teórico, aparezca como inócuo este destino y subsanando los inconvenientes y peligros que ofrecen todos los otros de los medios que hemos recorrido, nos escusamos de seguir apuntando las razones que se oponen á la acep- tacion de este método y sistema de separacion de los muertos y sa- lubrificacion de los Cementerios. VII LA CREMACION Ó INCINERACION El orígen de la cremacion se pierde en los remotos tiempos de las tinieblas filosóficas, en la cuna de la filosofía y ha sido empleado por muchos pueblos adelantados que la miraban como un alto honor, como una honra, que no á todos los cadáveres de los mortales podia concedérseles. VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS 1415 La cremacion ó incineracion, es la destruccion rápida de los cadá- veres por medio del fuego, del calórico ó agentes especiales. No me detendré, señores, en los diversos procederes aconsejados para obtener este fin, en un lapso de tiempo mas ó menos breve. Es por medio de la cremacion que evitamos la putrefaccion y los funestos efectos de las emanaciones pútridas. Usando la cremacion, no tendremos el desagradable espectáculo de ver los restos de los seres queridos pasto de los gusanos: nos ahor- ramos el ver los cuerpos convertidos en fétida y malsana podredum- bre y evitamos lo siguiente: 1% que los Cementerios, focos perma- nentes de mefitismo pútrido, sean una amenaza constante contra la salubridad de los centros sociales; 2% que los elementos constitutivos de los cuerpos queden esterilizados y en paralizacion, en un reducido terreno, del que solo una parte mínima vuelve al círculo eterno de la metamórfosis; 3" las epidemias que provienen de los cuerpos en pu- trefaccion; 4” la infeccion de las aguas subterráneas; 5” las emana- ciones pútridas y 6” evitamos todas las insalubridades que dejan re- manentes todos los otros destinos recorridos y los inconvenientes además, que tienen la proximidad de las ciudades de los muertos, la inmensa estension de terrenos que se requieren y que van en ince- sante aumento, etc., etc. La cremacion no es la vuelta inmediata de todos los elementos ca- davéricos á sus respectivos reinos, es la vuelta sí del mayor número y la única que no es beneficiada desde el primer momento es la tierra. Esos restos, esas cenizas se deben á la tierra, pero del mal el menos, el azoe y los elementos del agua, tornan á la circulacion y estos son los elementos mas esenciales para la vegetacion, que es la que difun- de la vida en el planeta. Veamos ahora los inconvenientes y peligros, ó mas propiamente dicho, las objeciones que se han suscitado contra la cremacion. 1* Se ha dicho, que si desde la época de Sócrates la cremacion hu- biera prevalecido sobre toda la tierra, la humanidad habria muerto de frio por la destruccion de toda materia combustible. . Esta objeccion parte de la idea falsa, de que el consumo superaría á la produccion; de que las cenizas no fecundarían la tierra; de que el hombre no procuraría la multiplicacion de una materia necesaria, que estaría en sus manos el propagar; parte del principio, de que no hubiera otras materias combustibles de que echar mano, sinó la leña, y por último, caería esta objecion por su propio peso, desde que hay tan diversos modos de obtener la cremacion y precisamente de lo que se trata en estos tiempos, es de la cremacion inteligente 6 científica y no de las hogueras de los tiempos de Hércules, de la tristísima Dido y de los de lea inquisicion. 2 Se ha suscitado una objecion en nombre de la antropología y 1476 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA frenología y se ha contestado (Doctor Pietra Santa) que la ciencia no puede declarar la guerra á la ciencia; que nada hay mas fácil, que adornar los museos antropológicos y frenológicos con tipos desti- nados á perpetuar los caractéres de las diversas épocas, fuera de que hay otros medios de arribar al mismo resultado, como la escul- tura, etc. 30 Dícese que la religion es contraria á la cremacion. No es cierto. La cremacion en ningun momento y de ninguna ma- nera se opone á las honras fúnebres y prácticas religiosas; todas las ceremonias y dogmas de la iglesia se hallan respetados. La moral se encuentra realzada, así como la igualdad ; en cuanto al dogma de la resurreccion, puede decirse que lo mismo se cumplirá reuniendo las cenizas, que el polvo devorado por los gusanos, é in- corporado á los vegetales. Además no hay prácticas, ni hay ceremonias, ni hay dogmas que exijan insalubridades, porque precisamente las religiones reposan sobre la higiene del cuerpo y del alma, No hay tampoco teoría al- guna filosófica como lo hace observar el Sr. Cadet, que prive nos des- Arcón de los cuerpos y de los males, del modo que juzguemos mas conveniente. 4o Dícese que la cremacion quitaría la posibilidad de las exhuma- ciones, es decir, de las investigaciones que reclama la justicia despues de la muerte, en los casos criminales. La cremacion científica, que es la que preconizamos, requiere la comprobacion prévia de que la muerte es real; la averiguacion de las causas de la muerte y las ceremonias religiosas. En el mayor número de los casos de intoxicacion, la cremacion misma, sería una investigacion ó pesquiza de valor jurídico, puesto que un gran número de venenos, los mismos que podrian encontrarse en una exhumacion, se encuentran en los aparatos crematorios. Nada se opondria á una investigacion prolija, en los casos dudosos de medicina legal, para que se conserven fotografías, para compro- bar la enfada de las personas y para que en los casos de golpes, heridas ó embarazos, se usaran ó practicaran por un jurado las pes- quizas que la ciencia aconseja, conservando ¿secretos sus resultados, hasta requisicion judicial. (Véase al respecto La cremation, por A. Cadet). Creemos inoficioso relatar que se ha aconsejado, para obviar este inconveniente en los casos de intoxicacion, adscribir á los crematorios oficinas de análisis químico legales ó formar un museo de vísceras, con todos los datos conmemorativos recogidos, etc., porque todo esto, con las precauciones que hemos aconsejado, sería perfectamente inútil. 59 Devolviendo el argumento que se hace contra el embalsama- VARIOS DESTINOS DE LOS RESTOS HUMANOS 177 miento ¿qué haremos, se pregunta, ó qué harán las generaciones fu- turas con tanta urna cineraria, cómo encerrarán los columbarios ? A la verdad, señores, la eremacion y la conservacion de las ceni- zas no son sinó etapas transitorias del plan regresivo de la naturaleza, pero debemos dejar á las generaciones venideras que les den su úl ti- mo destino y contentémonos, al emplear este método, con alejar las causas de insalubridad y de muerte que nos amenazan y que son de un mayor peligro, para las edades futuras. Se han hecho algunas otras objeciones á la incineracion ó erema- cion, pero las demás no tienen valor ni consistencia; las que nos han ocupado son las que mas han preocupado á los higienistas y 4los ad- ministradores — por lo tanto, no nos ocuparemos de ellas. Creyendo haber evidenciado la bondad y conveniencia de la cre- macion sobre los otros destinos, paso á formularlas proposiciones, que espero quiera poner á votacion el Sr. Presidente. Proposiciones La Sociedad Científica Argentina, reconociendo: que la incinera- cion ó cremacion científica es el mejor destino que puede darse á los cadáveres humanos, y considerando: que la cremacion facultativa, ha sido ya introducida en las Legislaturas de otros países y que el nues- tro carece de los aparatos crematorios mas perfeccionados: Ha resuelto : 1" Que la Junta Directiva dé los pasos, necesarios en su nombre, para que las HH. CC. declaren facultativa la cremacion. 2% Que la misma Junta abra un concurso para la presentacion de los mejores procederes crematorios, ofreciendo un premio de 1,000 $ al autor del mejor proceder que se presente. 3% (Que la misma abra otro concurso para la presentacion de planos de columbario ó cementerio crematorio, asignando al mejor trabajo, un premio tambien de 1,000 f. 4o (Que la Junta Directiva establezca las condiciones de estos con- cursos y dé cuenta en oportunidad, para arbitrar los fondos y 10m- brar las Comisiones respectivas. He dicho. Dr. Peoro Manto. 12 HEMIPTERA ARGENTINA. (Continuacion. ) Fam¿ FULGORIDAE Lzeacn, Wesrw. Fulgorellae Larr., Gen. TIL, p. 163 (1807). —Sr1x.. Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. Vir p. 133 et 202 (1839). Fulgoridae Lescm. Edinb. Encyel. 1X (1817). — Westrw., Intr. of Modr. Class. of Ins. IL, p. 427 et Synopsis ibd. p. 115 (1840). — FieB., Verh. d. zool.—-bot. Ges. Wien: XVI, p. 497 (1866). Fulgorina BuBm., Handb. 11. 1. p. 102 et 14£ (1835). Fulgorida STáL, Hem. afr. IV, p. 128 (1866). Subf. FULGORINA Ben6. Fulgorides Am. et Serv., Hém. p. 488 (1843). Fulgorida STÁL, Hem. afr. IV, p. 129 et 131 (1866) et Stett. Ent. Zeit. XXXI, p. 255 et 282 (1870). LATERNARIA LIN., STÁL. Laternaria Lix., Mus. Lud. Ulr. p. 152 (1764). —StíL, Hem. afr. IV, p. 132 (1866) et Stett. Ent. Zeit. XXXI, p. 284 (1870). Fulgora AUCTORUM. Fulgora, Subg. Fulgora Burm., Gen. Ins. 18 (1840). 9251. hh. Iluciflera (GERM. Fulgorá lucifera Germ., Mag. der Ent. IV, p. 100 (1821) et in Tnon, Ent. Archiv. IT, 2, p. 46 (1830). “— BRULLÉ, Hist. Nat. des Ins. X, pi. 4. f. 6. (1836). — Wesrw., Trans. Linn. Soc. XVIII, p. 138.3 (1837). — Burn., Gen. Ins. 19, t.18f. 1 (1840,. Fulgora Mitrii Burm., Anal. d. Mus. Públ. II, Act. d. 1. Soc. Paleont. p XXIII (1867). —C. A. Donaxy, Stett. Ent. Zeit. XXIX, p. 287 (1868). Patria: Brasilia. — Respublica Paraguayensis. HEMIPTERA ARGENTINA 179 Varios indivíduos que poseo del Gran Chaco y de Jujuy, y que debo á la amabilidad de los Sks. Fontana y Dr. ZeBALLOS, me de- muestran la identidad de las dos especies indicadas en la sinoni- mia. Son variables en la coloracion general, que es de un amarillo impuro, ó de un tinte verdoso. El proceso frontal es en algunos individuos mas angosto cerca de la extremidad que en la base, miéntras que se observa lo contrario en otros. Ademas es muy variable la pupila blanca de la mancha orbicular negra de las alas posteriores : se representa como una pequeña mancha, ó dos ó tres manchas punctiformes, ó sinó tiene una extension sobre tres cuartas partes del fondo oscuro, pero siendo mas marcada en di— reccion de la base del ala, como lo muestra la figura dada por el Dr. Burmerster. El vientre es en algunos indivíduos rojizo, en otros amarillento. No me parece dudoso tampoco que la Fulgora Servilles SpiN., pertenezca tambien como variedad á la Laternaria lucifera GERM. ENCHOPHORA SPIN. Enchophora Se1x., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. VITI, p. 221 (1839). —Am. et Serv., Hém. p. 496 (1843). — STAL. Hem. afr. IV, p. 133 (1866) et Stett. Ent. Zeit. XXXI. p. 284 (1870). Fulgora, Subg. Enchophora Burxm., Gen. Ins. 19 (1840). 258. E, recurva 0Lrv. PFulgora recurva Ot1v., Enc. méth. VI, p. 569.11 (1791). — Westw., Trans. Linn. Soc. XVIII, p. 149.3 (1837). Fulgora tuba GERM. in Ton, Ent. Archiv. IL, 2, p. 46.6 (1830).— Buru., Handb. II, 1, p 169.2 et p. 398 /1835). — Westw., Trans. Linn. Loc. XVIII, p. 149.4 (1837). ios ¡Aphaena) recurva Westw., Trans. Linn. Soc. XVHI, p. 149.3 837). : 1 Aphana (Aphaena) tuba Westw., Trans. Linn. Soc. XVIII. p. 149.4 (1837). Enchophora recurva Sp1N., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. VIII, p. 222.1 pl. 10.f.1 et 2 (1839). — Am. et Serv., Hém. p. 496.1 (1843). —- WaLk List of Hom. IL, p 271.1 (1851). Fulgora (Enchophora) tuba Burm., Gen. Ins. 19.1 (1840). Fulgora ¿Enchophora) recurva Burm., Gen. Ins. 19.2 (1840.. STOLL, Cig. f. 44. O Patria : Brasilia. — Surinam. Esta especie fué recojida en el Gran Chaco por el Dr. Fontana. ACRAEPHIA -STÁL. Hem. atfr. IV, p. 136 (1866). ' Stett. Ent. Zeit. XXXI, p. 289 (1870). 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 92059, A. turca Fan. Cicada turca FaBr. (nec Germ.;, Ent. Syst. IV, p. 40.56 (1794). Flata turca FaBR., Syst. Rbyng. p. 51.26 (1803). Lystra Dianae Germ. in Thon, Ent. Archiv. II. 2, p. 55.28 (1830). Poeocera Dianae Burw., Handb. Il, 1, p. 165 1835). Poiocera turca GersT. in Wiecm., Arch. fúr Naturg. XXVI, 1, p. 215 (1860). — WaLkK. (partim), List of Hom. II, p. 293.16 (1851). Acraephia turca SráL, Hem. Fabr. IL, 116.26 (1869). Patria: Brasilia. F | De esta especie he recojido un indivíduo en una de las islas del Tigre, á principios del año 1875. POEOCERA BURM. Poiocera Lar., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. I, p. 221 (1832).—SpIx. p., Ann. Soc. Ent. de Er. Sér. 1. VIII, p. 274 (1839:, — GersT. p. in Wizcm., Arch. fúr Naturg. XXVI, 1. p. 210 (1860).— STáz, Stett. Ent. Zeit. XXXI, p. 289 (1870). Poeocera p. Burm., Handb. Il, 1, p. 165 (1835). — Wesrw., Trans. Linn. Soc. XVII, p. 136 (1837). — Am. el Serv. p.. Hém p. 500 (1843). — STÁL. Hem. afr. IV, p. 138 (1866). 77 260. P. amoena (GERrST. pe amoena GersT. in Wiecm., Arch. fúr. Naturg. XXVI, I, p. 223.15 186 Ñ . Patria : Brasilia. Tiene una distribucion bastante vasta en la República Argen— tina, encontrándose al Norte de la Provincia de Buenos Aires, en Entre-Rios, el Paraná, Corrientes, Misiones, Tucuman y Salta. Tambien he visto ejemplares originarios de Bolivia en el Museo Público. | - Hay individuos que carecen de la faja amarilla cerca de la extre- «midad de las alas superiores, teniendo en lugar de estas pequeñas manchas desvanecidas y esparcidos en la parte mediana del ala. Son ademas variables en el tamaño, midiendo las alas superiores de 9 á 12 milímetros de largo. OoMIMA NOV. Jen. Corpus ovatum. Caput pronoto paullo angustius ; marginibus antico et postico verticis parallelis, ar- cuatis; fronte transversa, sursum nonnihil amplia- ta, apice profunde marginibusque indistincte sinua- HEMIPTERA ARGENTINA 181 ta, rugis duabus basalibus et mediis trausversis carinisque tribus longitudinalibus obsoletis, una basi, alteris duabus apice, instructa ; clypeo basi utrimqué subrotundato, apicem versus leniter 1m- flexo; rostro coxas posticas attingente; antenna— rum articulo secundo subgloboso, levissime com— presso. Pronotum mesonoto fere aequilongum, carina media amborum subobsoleta, hoc carinis quattuor obliquis valde obsoletis instruetum. Te- gmina opaca, subreticulata, valde convexa, api- cem-abdominis nonnihil superantia, apicem versus angustata, margine costali non sinuata, usque ad apicem sensim rotundata; venis longitudinalibus elevatis. Alae parviusculae, venis transversis raris instructae. Pedes validi, antici et medi sat com- pressi, tibiis anticis femoribus aequilongis, femo- ribus posticis abdomine fere duplo longioribus, tibus posticis quadrispinosis. Este nuevo género se coloca sistemáticamente entre la Acmonta y la Aliphera Sríz, distinguiéndose de estos por la forma oval, por la estructura de la frente, del clipeo, del mesonoto, de las alas superiores, que son muy convexas, y por las patas, siendo las an— teriores é intermedias bastante aplastadas, y los fémures posterio— res muy largos. ' t 261. O. badia n0v. spec. $ : Sordide badius, partim infuscatus, subtiliter gra- nulosus; capite fronteque rufescentibus, hac trans- versim obsolete offuscata; antennis, clypeo apicem versus rostroque fuscis; tegminibus coriacels, castanels, hice illic infuscatis ; alis basi rubris, ante apicem vitreis, apice ipso venisque fuscis; dorso abdominis nigricanti; pectore rufescenti ; ventre testaceo ; pedibus rufescenti-badus, spar— sissime fulvo-irroratis, tibus anticis mediisque me- dio flavescenti-fulvo-annulatis. — Long. 6; lat. pron. 2 */¿ mm. 5 Patria : Provincia Bonaérensis. Poseo un solo individuo S, que fué recojido en el Baradero, por el Sr. D. FELIx LyncH: ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Subf. DICTYOPHARINA Berc. Dyctiophorordes p. SPIN., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. VII, p. 283 (1839). Pseudophanides p. Am. et Srery., Hém. p. 502 (1843). Dictyopharida STAL, Hem. afr. IV, p. 129 et 149 (1866.. LAPPIDA AM. et SERV. Am. et Serv., Hém. p. 505 (1843). STAL. Rio de Jan. Hem. II, p. 62 (1862). 262. ML. proboscidea Spin. Dyctiophora proboscidea Sp1x.. Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. VIII, p. 292. 1. pl 13, f. 4 (1839). Lappida proboscidea Am. et Serv., Hém. p. 505. 1 (1843). — Warx., List of Hom. II, p. 307. 1 (1851). Patria: Brasilia. Esta especie ha sido observada en Buenos Aires y Corrientes. Los indivíduos nuestros son mas claros en la coloracion general que los de que tratan los autores citados, teniendo de un tinte verdoso el proceso frontal y la mayor parte del cuerpo; el primero lleva una mancha semilunar negra en la parte lateral superior, cerca de la extremidad. DiCTYOPHARA GERM. Dictyophara GErM. in SitB., Rev. Ent. 1, p. 175 (1833).—STÁL, Hem. afr. 1V,p.151 et 154/1866. Pseudophana Burx., Handb. II, 1, p. 146 et 159 (1835). — Au. et SerV., Hém. p. 506 (1843). Dyctiophora p. S?Ix., Ann. Soc, Ent. de Er. Sér. 1. VIII, p. 290 (1839). Chantthws KoL., Mel. Ent. VII, p. 29 (1857). Nersia STáL, Rio de Jan. Hem. II, p. 62 (1852). 263. D. suleirostris 200. Spec. 4: Sordide vel testaceo-viridis, processu capitis utrim- que nigro-bilineato, dorso abdominis medio vitta lata ornato, tegminum pterostigmate limboque infuscatis; vertice latitudine dimidio longiore, utrimque valde elevato, medio antice et postice subcalloso; processu capitis vertice pronotoque ad unum dimidio longiore, sensim ascendente, trape- zoidali vel diagonaliter subhexagono, sursum non- , HEMIPTERA ARGENTINA 183 nihil angustato, supra sat profunde sulcato, subtus modice carinato; fronte utrimque sinuata et de— flexa, apicem versus ampliata et rotundata, carina media distincta percurrente intructa; clypeo medio carinato, marginibus deflexis praedito, basi nigro- binotato; rostro apice nigro, coxas posticas supe— rante; pronoto angusto, medio carinato, postice triangulariter exciso, ad latera offuscato; mesonoto carinis tribus percurrentibus subparallelis instru- cto, utrimque testaceo, fulvo vel fusco—notato ; te- eminibus hyalinis, venis virescenti-testaceis vel fuscescentibus, limbo pterostigmateque dilute lu— teis, hoc biareolato, parte apicali reticulata inter venas longitudinales areolis duodecim instructa; alis apice vix infuscatis; pedibus testaceis, apice tibiarum anticarum mediarumque, nec non arti- culo terminal: tarsorum nigris; tibiis posticis apice spinis octo armatis. —Long. corp. €. proc. capit. 11, proc. capit. 3, tegm. 11-12; lat. meson. 2*/, mm. Patria : Buenos Aires. Nuestra D. sulcirostris debe colocarse entre la D. (Nersia) recur— vtrostris y la D. (Nersta) pudica SríL, teniendo con estas cierta semejanza en el proceso frontal. Se distingue de estas dos espe— ejes por muchos caracteres, principalmente por el gran número de celdillas y la coloracion de las alas superiores, por la forma del proceso frontal, del vértice, pronoto, etc. Es fácil de reconocer por el diagnóstico de las tres primeras líneas. 92064. D. viridata STÁL. Nersia viridata STÁáL, Rio de Jan. Hem. Il, p. 64 (1862). Patria: Brasilia. Los indivíduos de esta especie, que he observado en Buenos Ai- res, son de tamaño menor que los del Brasil, midiendo el cuerpo 8 y las alas superiores de 8 á 10 milímetros de longitud. Son de un tinte verde-amarillento. En algunos ejemplares las carenas latera- les de la frente alcanzan al clipeo. 265. D. sororcula nov. Spec. Q : Laete viridis, pedibus flavescentibus; vertice pro- noto paullo longiore, rotundato, subtricarinato, 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA carina media distincta, marginibus modice eleva— tis; fronte medio ulrimque levissime subsinuata, carinis lateralibus sensim convergeatibus, prope clypeum obsoletis; pronoto tantum medio carina- to; carinis mesonoti aeruginosis; tegminibus virl- dis, subhyalinis, plerostigmate concolori, areolis quinque vel sex instructo, areolis partis apicalis reliculatae in series transversas quinque vel sex dispositis ; apice tibiarum posticarum spinis sex armatis. —Long. corp. 6-7, tegm. 8; lat. meson. 2'/, mm. Patria : Buenos Aires. Es muy parecida á la especie precedente, pero se distingue bien de la misma por los caracteres siguientes : Es de menor tamaño; tiene el vértice mas corto, obtuso, con los bordes algo realzados y provisto de tres carenas, siendo las laterales desvanecidas ó repre- sentando una especie de callosidad. La frente es ménos sinuo- saen la parte lateral mediana, y el pronoto ménos escoltado en su parte posterior. Consta ademas de un gran número de celdillas en la parte reticulada de las alas superiores, y el pterostigma es apé— nas mas oscura y consta de cinco Ó sels celdillas, componiéndose solo de cuatro celdillas en la especie anterior. Subf. CIXIINA Brno. Cixiida STáL, Hem. afr. IV, p. 129 et 164 (1866). OLIARIUS STÁL. Berl. Ent. Zeitschr. VI, p. 306 (1862). Hem. afr. 1V, p. 164 et 166 (1866). 266. O. dimidiatus 200, Spec. Jj et Q: Picei vel HiBro fut, marginibus lateralibus carinaque media frontis et clypel, marginibus om- nibus verticis, pronoti, mesonoti, hoc carinis sae- pissime, margineque apical: segmentorum, nec non tibis tarsisque sordide flav escentibus vel te- staceis; tegminibus triente basali et apicali fuscis, medio albidis, subhyalinis; alis hyalinis, basi api- ceque infamatis; abdomine apice lanato; vertice fere aeque longo ac lato, antrorsum sensim leviter angustato, concavo, apice subtrigono, carina api- HEMIPTERA ARGENTINA 185 cem versus obsoleta instructo; fronte apice fere aeque longa ac lata, basin versus angustata; prono- to capite paullo latiore; tegminibus apicem versus sensim leviter ampliatis, venis minutissime granu- latis, haud setosis, radiali pone medium, ulnari in- teriore paullo ante medium, furcatis; tibiis posticis ante medium spinis duabus validis, prope basin una aut duabus minutis et apice spinis quinque armatis. —Long. corp. 4-6, tegm. 4*/,-6; lat. me- son. 1*/,-2 mm. Patria: Respublica Argentina. Esta especie se acerca al Olzarius lunatus FaBr., tenienda la mis- ma coloración oscura general y los bordes de los diferentes órga- nos claros. Pero posee el vértice mas corto, y las alas superiores fuscas, con excepcion del tercio mediano, que es blanquizco y semi-transparente. e Se encuentra con frecuencia en Buenos Aires, y la poseo tambien del Baradero, de Entre-Rios y de Corrientes. CIXIOSOMA MOV. Jen. A Caput pronoto nonnihil angustius, breve, basi late ro- tundato-sinuatum ; vertice concaviusculo, apicem versus declivi; fronte clypeoque conjuntim subel— lipticis, carina media percurrente instructis, illa apice ocello destituta; lateribus frontis clypeique carinatis. Oculi subtus levissime sinuati. Ánten- nae infra oculos insertae, longiusculi, articulo primo brevissimo, secundo magno, subgloboso. Pronotum brevissimum, postice profunde angulato- excisum. Mesonotum tricarinatum. Tegmina mar- eimibus lateralibus subparallelis, apicem versus lenissime rotuntatis, venis granulatis, vena radiali in tertia prima tegminis, vena ulnari interiore ante medium furcatis. Pedes mediocres, simplices, ti- biis posticis spinis duabus vel tribus, apice spinis sex armatis. Este género es muy próximo al Ciwous Larr., distinguiéndose principalmente del mismo por la falta del ojo simple en el ápice de la frente (*), por la frente y clipeo juntos, que son ménos elípticos, por las antenas mucho mas largas, que tienen el segundo artículo muy voluminoso, por la márgen costal ménos paralela de las alas anteriores, y por el lugar de la bifurcación de las nervaduras. y (*) El Dr. Kirscugaum indica solo dos ojos simples en el género Cixius. — Véase : Die Cicadinen Wiesbadew's, p. 11 (1867). 186 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA 267. €. platemsis 200. Spec. ¿et Q: Obscure lutei, castanei aut sordide testacei, marginibus carinisque verticis, frontis, clypei et pronoti, parte superiore mesonat: pedibusque ma- enam ad partem nonnihil pallidioribus, luteis vel flavidis, tegminibus fusco-vittatis; vertice longiore quam basi latiore, carina antice subobsoleta ins— tructo; fronte utrimque vix sinuata, apice subcal- losa ; mesonoto utrimque nigro-fusco, medio laete luteo vel fulvo, carinis retrorsum sensim divergen- tibus, carina media postice abbreviata; tegminibus subhyalinis, vitta lata obscure fusca prope margi- nem interiorem, saepissime pone medium inter- rupta, interdum obsoleta, ornatis, venis fusco— gramulatis; alis subhyalinis, venis fuscescentibus; pedibus anticis obscurioribus; tibiis anticis mediis- que et etiam rarissime femoribus flavidoirroralis. Long. corp. 3*/,-4*/,, tegm. 4-5; lat. meson. 1*/, mm. Patria : Provincia Bonaérensis. Esta especie abunda en todas partes de la Provincia de Buenos Aires, apareciendo algunas veces en gran número de noche en las habitaciones, buscando la luz de las lámparas, etc. AULOCORYPHA 20D. (eN. Caput pronoto paullo angustius, bas: truncalun ; vertice duplo longiore quam bas1 latiore, concavo, sursum sensim leviter angustato, basin versus Ca- rinato ; fronte longa, utrimque leviter sinuata, ba- sin versus angustata, apice subsinuata, ocello destituta, carina percurrente instructa ; clypeo bre- vi, medio marginibusque carinato. Oculi subtus subsinuati. Antennae infra oculos insertae, bre— viusculae, articulo primo occulto, secundo pyri- formi. Pronotum breviusculum, postice profunde angulato-sinuatum. Mesonotum tricarinatum. Te- gmina apice rotundata, costa levissime subcurvata, venis granulatis, radiali et ulnari interiore longe a basi furcatis. Pedes simplices, tibiis posticis Spi- nis duabus vel tribus armalis. Este nuevo género es notable por la longitud y forma del vértice y de la frente, por la carencia del ojo simple en la extremidad de la frente, y por la parte posterior rectilínea de la cabeza. No puedo E y HEMIPTERA ARGENTINA 187 compararlo con ninguno de los géneros descritos de la subfamilia Ciaiina. A Sri, quién lo examinó, este género era desconocido. 268. A. punctulata n0V. Spec. S et Q: Pallide testacel, tegminibus nigro-granula- tis, anastomosibus fuscis, pedibus fusco-punctatis vel irroratis ; vertice post medium levissime sinua- to vel subcoarctato; carinis mesonoti retrorsum sensim divergentibus; scutello modice elevato ; dorso abdominis fuscescenti-testaceo; tegminibus sal hyalinis, venulis transvertis fuscis novem vel decem instructis, venis longitudinalibus distincte fusco vel nigro-granulatis ; alis hyalinis; pedibus fusco-granulatis, punctatis vel irroratis. — Long. corp. 5, legm. 5; lat. meson. 1-1*/, mm. po Patria: Buenos Alres. Poseo dos individuos de esta especie, que he recojido en la Boca del Riachuelo, á mediados del mes de Febrero de 1876. Subf. DELPHACINA Berc. Delphacida STAL. Hem. afr. IV, p. 131 et 175 (1866). DeLPHAx FABR., STAL. Delphax FaBr., Syst. Rhyng. p. 83 (1803). — StiL, Hem. afr. IV, p. 175 (1866). Acroeopus Sp1x., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. VIII, p. 336 (1839). 269. D, maculipes 200%. Spec, Q : Fusca, hic illic testaceo-variegata, tegminibus pedibusque testaceis, 1llis fusco-venosis, ad mar- ginem interiorem infuscatis, his obscure fusco-ma- culatis et aunulatis; capite parte posteriore pronoti angustiore, ante oculos producto; vertice dimidio longiore quam bas1 latiore, sursum subangustato, marginibus valde elevatis, carina media destituto, carinis duabus sublateralibus apice conjunctis, acutis; fronte clypeoque tricarinatis, illa utrimque ante medium vix sinuata, deinde apicem versus levissime ampliata, ante medium et apice albido— 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fasciata ; clypeo basi albido; antennarum articulo primo subcompresso, secundo nonnihil longiore et tenuiore, hoc valde tuberculato, supra subtusque paullulo dilatato; pronoto mesonotoque obscure fuscis, tricarinatis, 1llo postice lato, carinis distin- ctis, pallidioribus, hoc carinis lateralibus subob— soletis, carina media usque ad apicem scutelli extensa; tegminibus abdomine multo longioribus, subhyalinis, venis omnibus margineque interiore ad partem infuscatis; alis hyalinis; dorso abdomi:- nis ventreque fuscis; femoribus maximam partem nigro-fuscis; tibiis nigricanti-biannulatis, posticis ante medium bispinosis; tarsis flavescentibus, ad partem fuscis. —Long. corp. 4*/,, tegm. 4'/,; lat. meson. 1 mm. le Patria: Provincia Bonaérensis. De esta especie recibí del Sr. D. Eb. LyxcH ARRIBÁLZAGA, UN 1M- divíduo, que fué recojido en el Rio Lujan, á principios de Febrero de 1879. LIBURNIA STÁL. Embolophora STiL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1853. p. 265. de Liburma STÁL, Hem. afr. IV, p. 176 et 179 (1866). 970. E, patruelis Sri. Delphax patruelis SráL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 276. 162 (1859). Liburnia patruelis SráL, in litt. Patria: Buenos Aires. Esta especie, que se halla con frecuencia en Buenos Aires, y que poseo tambien del Baradero, es variable en la coloracion de las partes laterales del mesonoto y abdómen, y el dorso de este último órgano: siendo de la coloración general, que es un testáceo-ama— rillento, ó de un amarillo impuro ó fusco muy claro. Algunos in- divíduos carecen por completo de todas las infuscescencias. 971. E. cogmata n00. spec. ¿ el O: Flavido-testacei aut luridi, obscure fusco- variegati; capite sordide testaceo, imterdum imfu- scato; vertice fronteque marginibus elevatis, carina media distincta instructis, haec apicem versus am- pliata, apice subtruncata et subcallosa ; clypeo lon- HEMIPTERA ARGENTINA 189 elusculo, marginibus subcarinatis, carina media distincta ; pronoto mesonotoque generaliter fuscis, carimis tribus pallidioribus instructis, illo carinis elevatis, antice arcuatim conjunctis, hoc carinis lateralibus saepissime subobsoletis; scutello medio obsolete carimato; dorso abdominis fusco, apice lu- tescenti vel testaceo; ventre flavido-testaceo aut lurido; tegminibus abdomine longioribus, subhya- Iimis, fuscescenti-venosis, marginibus maculaque angusta, interdum obsoleta, in margine interiore sita, nec non imterdum basi ipsa, fuscis; pedibus flavido-testaceis, rarissime ginglymis obscuriori- bus. —Long. corp. 2*/,-3, tegm. 3; lat. meson. 1 mm. Patria : Provincia Corrientes. Esta especie de Liburnia, que apareció de noche en cr nú—- mero, á fines de Diciembre de 1876, en Corrientes, tiene alguna semejanza con la anterior. Los caracteres diferenciales son los siguientes: La coloración testácea es mas impura; posee el pro- noto, mesonoto y dorso abdominal, fuscos; tiene las nervaduras, las márgenes y una mancha angosta en el borde interno de las alas superiores, oscuras; la frente es mucho mas ancha en la ex— tremidad que en la base; las tres carenas del pronoto son muy elevadas y las laterales del mesonoto son algo desvanecidas. 272, LL. univittata N0v. spec. á Q : Fusca, nitida, vitta verticis, pronoti mesonotique percurrente, antennis, pectore ad partem apiceque ventris, nec non pedibus flavidis, tegminibus sat hyalinis, ad limbum late infuscatis; vertice sub— triangulari, nonnihil longiore quam basi latiore, marginibus subelevatis, carina media destituto, vi- rescenti-albido; fronte subparallela, medio non nisi levissime ampliata; carina media clypei basin versus abbreviata; pronoto mesonotoque tricarina- tis, 1llo carinis lateralibus ante marginem posticum valde divergentibus, deorsum arcuatis, abbrevia- tis, vitta media virescenti-albida, hoc carinis late— ralibus posterius obsoletis, vitta media isabellina; dorso abdominis ventreque magnam ad partem fuscis, apice testaceis; pedibus albido-flavidis; ti- bis posticis spinis duabus armatis. — Long. corp. 3'/,, tegm. 3*/,; lat. meson. */, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tiene mucha semejanza con las dos especies anteriores, pero se distingue bien de las mismas por la coloración general muy oscura, por la linea ancha y clara, que se extiende desde la extremidad del vértice hasta la del escudillo, por el limbo ahumado de las alas superiores, por la falta de la carena mediana del vértice y la carena abreviada en la base del clipeo. Las carenas laterales del pronoto no alcanzan el borde posterior, sinó van divergiéndose hácia los costados, donde desaparecen; tambien las carenas laterales del mesonoto son desvanecidas cerca del borde posterior. Poseo un solo indivíduo, que fué recojido por el Sr. D. Ep. Lynch, en el Rio Lujan, á principios del mes de Febrero. 213. EL. Xiphias 200. Spec. ¿et Q: Flavido-testacei vel isabellini, abdominis dorso interdum obscuriore; capite longe aut lon- - gissime protuberante, pronoto mesonotoque simul sumtis aequilongo aut dimidio longiore, acumina- to, apice rarissime perparum reflexo; vertice mar- ginibus elevatis, carina media processus apicem versus evanescenti instructo; fronte clypeoque ad unum longe ellipticis, marginibus carinatis, illa carinis duabus submediis basi non conjunctis, hoc carina media instructo ; pronoto tricarinato ; me- sonoto quadricarinato, parte media albicanti; scu- tello apicem versus levissime reflexo; tegminibus sparsim granulatis, abdominis apicem paullo su- perantibus; tibiis posticis spinis tribus armatis. — Long. corp. 4-4*/,, tegm. 3; lat. meson. */,-*/, mm. Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis. De esta especie muy interesante poseo dos individuos, origina- rios de Buenos Aires y de la Banda Oriental del Uruguay. Solo puedo compararla con la Liburnta Monoceros SríL de Africa, de la que se distingue por la cabeza ménos larga, las carenas sub- medianas de la frente, no unidas en la base, por las cuatro carenas del mesonoto, y por su menor tamaño, midiendo la L. Monoceros con las alas superiores Y milímetros de largo. 214. EL. migrieula 200. spec. Q : Picea, nitida, carinis marginibusque capitis, pro- noti el magnam ad partem tegminum, stramineo- testaceis, pedibus flavidis; vertice brevissimo, sub- triangular, carina media distincta instructo; fronte longa, apicem versus sensim leviter ampliata, ad HEMIPTERA ARGENTINA 191 apicem parum angustata, carinis duabus mediis distinctis, apice conjunctis, instructa; clypei carina media sal elevata; pronoto mesonotoque tricarina- to, hoc carinis haud pallidioribus; scutello apice flavido; abdominis dorso piceo, basi apiceque sor- dide testaceo; tegminibus abdomine aliquanto bre- vioribus, subconvexis, nigro-piceis, Opacis, venis elevatis, sparsim granulatis praeditis; tibiis anticis femoribus paullo longioribus; pedibus posticis lon- gis. — Long. corp. 2*/,, tegm. 1*/,; lat. meson.?/, mm. Patria: Provincia Corrientes. Tengo un solo individuo de esta especie en mi poder, que fué recajido en Corrientes. Se acerca por muchos caracteres á la Del— phaz seminigra SráL, principalmente por las alas cortas y negras, y por las patas amarillentas, pero no puede ser confundida con la misma, por el vértice casi triangular, por las dos carenas media- nas de la frente (la 1D. semiínigra tiene una sola carena mediana), y por la coloración general oscura. 275. 5. mimbata 00. spec. Q : Flavida, ad partem dilute ferruginea et aerugino- sa, fronte clypeoque nigris, illa viridi-maculata et fasciata; capite longe triangulari, marginibus ca=- rinaque media aeruginosis; antennis articulo se— cundo sat longo, nigro-lineato, articulo basal brevi, subtus nigro ; fronte breviuscula, lata, medio utrimque leviter ampliata, carinis mediiss duabus ante callum apicalem abbreviatis, apice calloso, modice sinuato fasciaque media, in medio inter- rupta, smaragdiís; clypeo nigro, apice flavido, medio haud carinato; pronoto aeruginoso, parte centrali ferrugineo; mesonoto carinis quinque sub- obsoletis aeruginosis instructo, ad latera et pone medium laete ferrugineo, apice 1pso virescenti ; dorso abdominis dilute fulvido; tegminibus hya- linis, abdomine longioribus, venis setis minutis instructis ; ventre lutescenti; pedibus flavidis, li- neis obsoletis ornatis ; tibiis anticis femoribus fere aequilongis; tibiis posticis trispinosis. — Long. corp. 4-5, tegm. 4*/,; lat. meson. 1*/, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De esta especie poseo un solo individuo, recojido por el Sr. D. FÉLix Lyncn en el Baradero. Es característico por la forma de la frente, por las cinco carenas (las dos intermedias son algo desvanecidas), por el clipeo sin care- na mediana, por los pelos cortos que llevan las alas superiores, y por la coloracion de la frente, y de los demas órganos. En vista de estos caracteres podria ser separada del género en que la coloco. (Continuará). CárLos BERG. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EAST A AGE NDO Nue Estracto de una obra del D" D. GERMAN BURMEISTER, Director del Museo público de Buenos Aires. Los séres organizados del reino animal que habitan el territorio de la República Argentina, no constituyen una fauna especial esclusiva á nuestro suelo: la mayor parte de las especies se encuentran tam- bien en las regiones vecinas, fuera de la frontera argentina; un muy pequeño número solamente es originario de las famosas pampas: un gran número de especies argentinas viven esparcidas en el Brasil al Este, 6 en Bolivia y Chile al Oeste; y finalmente algunas son tambien conocidas aún en las islas de las Antillas y en la América del Norte. Por otra parte, la fauna argentina no es la misma en toda la esten- sion de la República ; las especies del este, que se estienden hasta el Brasil, faltan generalmente en el oeste, y vice-versa: igualmente las especies del norte se aproximan álas de Bolivia, encontrándose á menudo tambien al oeste de nuestro territorio. La fauna presenta diferencias mas características entre las especies del este y del oeste de la República Argentina, que las observadas entre las especies de esta República y las de los paises vecinos. La fauna del pais no tiene pues un carácter único en todo el territo- rio de la República; por el contrario, está dividida en varios grupos distintos. Así, no se puede decir que existe un centro particular de la fauna argentina, aunque algunas especies sean en realidad esclusiva- mente originarias de nuestro suelo. La vizcacha (Lagostomus), por (1) Este trabajo hace parte del tercer tomo, aun inédito, de la obra que está escribiendo el Dr. D. German Burmeister, bajo el título « Description physique de la République Argen- tine », de la cual ha publicado solamente tres tomos la casa editora de F. Savy, en Paris. Ha sido traducido con permiso del autor, por la importancia que tienen siempre los trabajos del Dr. Burmeister, y en especial, los que como este, contribuyen al conocimiento científico de nuestro país, Ej : . De. 13, 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ejemplo, no se encuentra fuera dela Pampa; es el verdadero tipo par- ticular al pais, lo mismo que la liebre patagónica (Dolichotas) ; pero las especies de gatos y perros, los roedores y rumiantes que existen en nuestro suelo no difieren de las de los paises vecinos; y dificilmen- te se encuentra algun tipo de estos mamíferos que no exista en el sud del Brasil, en Bolivia, Chile ó aún en el Alto Perú. Para precisar estos datos un poco vagos, voy á examinar detalla- mente los productos de cada una de las zonas de la República, com- parándolos con los de las regiones vecinas, fuera de los límites de nuestra frontera. Empecemos por la zona norte limitrofe á Bolivia. Esta region, no- table por la esterilidad de los desiertos de Atacama y de la Puna, desde el tiempo de los españoles, se conoce con el nombre de Despo- blado, y se estiende hasta las vecinas provincias argentinas. En este territorio no conocemos ninguna especie de mamíferos ó de pájaros particular á nuestra República. La vicuña se encuentra en las altas mesetas de las Cordilleras, la chinchilla en los desiertos de la Puna, así como una especie particular de gato descrita por Mo- lina con el nombre de colocolo. Este gato vive de la caza de la chin- chilla y de la vizcacha de las montañas (Lagidium), y en Chile esta misma especie de Felis se encuentra tambien á considerables alturas sobre el nivel del mar. Ambas especies de roedores son verdadera- mente montañeses y no habitan jamás en las llanuras. Una especie de ciervo (cervus antisanus s. chilensis), el célebre guamul, que Mo- lina habia descrito con el nombre de Equus bisuleus, animal veloz y poco conocido durante largo tiempo, habita tambien en las mismas alturas en compañía del cóndor, la mas grande ave de presa. Impor- ta observar aquí que todas estas especies están esparcidas solamente en las dos faldas de las Cordilleras, desde el Ecuador hasta el Estrecho de Magallanes, y prefieren en la region tropical el nivel elevado ne- cesario para su existencia. Estas cuatro especies, especiales á las montañas, se encuentran so- lamente en el territorio oeste de nuestra República, y ninguna de ellas en el del este. Los mamiferos y los pájaros mas pequeños, así como la mayor parte de los insectos particulares á estas regiones, no se encuentran tampoco fuera de la region del noroeste. El cóndor se encuentra aun en la sierra de Córdoba, y el meridia no de esta montaña indica aproximadamente el límite oriental de las especies que pertenecen á la fauna del oeste y de las Cordilleras. Se puede decir que el sistema de las montañas del Aconquija con sus prolongaciones de alturas al sur, en las provincias de Catamarca, Córdoba y San Luis, que he descrito en otra parte (1), marcan los (1) Veáse Description physique de la République Argentine, tomo 1, página 234 y siguientes. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FAUNA ARGENTINA 195 verdaderos confines de lá fauna de la region oriental y occidental de la República Argentina. Muy pocas de las especies que viven de un lado se encuentran del otro ; el terreno mismo toma un carácter dife- rente, pues al oeste de estas montañas dominan las pampas estériles y al este abundan campos fértiles cubiertos de pastos. En estas regio- nes no hay bosques espesos, ni árboles provistos de rico follaje ; pero ocupan su lugar los arbustos de grandes espinas é innumerables y menudas ramas. En la parte oriental, los bosques son tanto mas co- munes cuanto mas hácia el este se dirige el terreno, y los árboles presentan un follaje mas fresco y vigoroso. Tambien las singulares Cacteas son escasas en la mitad del este de esta region en compara- cion con la del ceste, donde se presentan á cada paso en las llanuras estériles, ostentando á la vista una cantidad y variedad considera- bles. Ninguna palmera es originaria del terreno occidental. La espe- cie mas al oeste se encuentra en la cadena occidental del sistema de montañas de Córdoba y va en aumento siempre, presentando dife- rentes especies y formas mas ricas y variadas á medida que se va entrando mas en el este. Al sur, las regiones Oriental y Occidental presentan la misma diferencia, pero no en toda la República, pues el carácter de la mitad Oriental cambia al principio de la Patagonia, casi á la altura de Ba- hía Blanca. Asílos bosques no se estienden mas allá de la embocadura del Rio de la Plata; y toda la Provincia de Buenos Aires, al sur de este gran estuario, no tiene grandes árboles indígenas, salvo en algu- nos lugares, 4 la embocadura de los pequeños arroyos que desaguan en el mencionado rio. Donde existen solamente verdaderos bosques _es en las islas, á la embocadura del Rio Paraná, y no se estienden en la region al oeste mas allá de la embocadura del Rio Carcarañol. No hay ninguna palmera en los bosques del lado de este rio, mientras que del lado oeste y en la cuenca del Rio Uruguay se las encuentra decorando agradablemente la selva y orlando las riberas de ese pin- toresco rio. De allí hasta el sur el terreno conserva el mismo carácter de esterilidad, principalmente al este y menos al oeste; los bosques son desconocidos en la Patagonia Central y Austral; las pendientes solas de las Cordilleras y los terrenos vecinos de la llanura están Cu- biertos de árboles y de grandes bosques, pues en estos lugares bajan muchos arroyos de las cimas de las montañas cubiertas de perpétua nieve, dando nacimiento á una vegetacion superior á la del otro lado, donde tres ó cuatro grandes rios formados por estos arroyos han ca- vado su lecho sin recibir afluentes en su curso por la llanura patagó- nica. En toda esta region, de una superficie de varios miles de millas cuadradas, la organizacion es idéntica ú la de la parte occidental que avecina á las Cordilleras; los mismos grandes animales, el puma (Felis concolor) y el guanaco se encuentran en este largo territorio 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA comprendido desde la provincia de Catamárca hasta el Estrecho de Magallanes; al norte, estos animales no se encuentran mas que en las pendientes de las Cordilleras, y al sur se les halla hasta en la ribera del Oceano Atlántico. He hecho observar ya (1) la analogía que hay entre la fauna de las Cordilleras y la de la llanura patagónica, y aprovecho esta oportu- nidad para reproducir aquí algunos pasages de un breve ensayo en- tomológico que publiqué en la Revista de Entomología de Stettin (año 1875, pág. 469), donde me espresé de la manera siguiente sobre esta analogía. Aleunas especies de Coleopteros Melanosomos son princi- palmente las que prueban de un modo evidente esta analogía. Esta familia, que escogió de preferencia las regiones estériles de la super- ficie de la tierra, encuentra como satisfacer sus instintos en las partes occidentales del país, y se halla esparcida en sociedades numerosas en todo el distrito de las Cordilleras y de la pampa occidental, desde Bolivia hasta el Estrecho de Magallanes. Una sola especie, la Zo- phosis nodosa, de Germar, actualmente Nyctelia nodosa, se encuentra al este del meridiano de Córdoba, en la Provincia de Buenos Aires y tambien en la República Oriental del Uruguay ; pero ella falta en el Entre Rios y en la Provincia de Tucuman al norte, donde no he encontrado ninguna especie del género Nyctelia. Pero en la provincia de Catamarca, he recogido la Pilobalia decorata (Nyctelia Erichs) que es bien conocida en Bolivia, donde esta familia está representada por especies diferentes de las nuestras, como el género (yriosomus y sus análogos. De aquí ella pasa al sur por Chile y los valles de las Cordilleras de Mendoza, donde se han encontrado varias especies, así como en la Patagonia, sobre la ribera del Océano Atlántico, tal como ya habia sido descrita por Darwin en su viaje, en 1835 (2). La Nyctelia plicatipennis (latissima Blch.) y la Epipedonata ebe- mina son muy comunes en ambos paises, pero es muy raro encon- trarlas en Mendoza, y solamente en la montaña vecina, cuando vienen á la embocadura del Rio Negro, en la llanura que rodea al pueblo del Cármen y que se estiende hasta el Estrecho de Magallanes. Este fenómeno no es aislado y limitado 4 los insectos solamente, tambien se verifica en los pájaros. La martineta (Eudromia elegans), el ga- llito (Rhinocrypta lanceolata), el pájaro del rey (Anabatus gutturalas), representantes los mas notables de la ornitología de la provincia de Mendoza, donde los he cazado, se encuentran tambien en la misma region del Rio Negro, así como en la misma Mendoza he cazado la liebre patagónica (Dolichotis), este tipo tan singular de nuestra fauna. He observado con motivo de este último animal (3) que tambien se (1) Véase Description physique de la République Argentine,, tómo 2, pág. 149, (2) Véase La traduccion alemana, tómo 1, pág. 93. (3) Véase Proc. Zool. Soc. 1875, 634 y 1876, 461. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FAUNA ARGENTINA 197 encuentra en la pampa de la Provincia de Santiago del Estero, al este de las cadenas de montañas colocadas en el centro, que he des- crito ya (1) con los nombres de Sierra del Alto y Sierra del Campo, como formando la ramificacion oriental del sistema de montañas de Córdoba. Estas dos sierras sirven por el norte de límite entre la fauna oriental y la fauna occidental de nuestra República; pero existe entre ellas una grande interrupcion de continuidad, ocupada por la eran salina central (2), alcanzando en ella el terreno del medio de la llanura central la mayor depresion. La presencia de la liebre pa- tagónica en esta region de la parte oriental de la Sierra del Alto hasta las inmediaciones de la ciudad de Santiago del Estero, prueba que este animal ha pasado poco á poco de la fauna occidental á la fauna oriental, buscando en el lado este del gran desierto central de la salina un suelo mas habitable que en la estéril pampa occidental, de donde es originario Merece notarse que la continuidad de la fauna austral y occidental que hemos reconocido, se esplica bien por la identidad geognóstica del suelo argentino en la misma direccion. Toda la meseta de la Pa- tagonia es de la formacion terciaria superior, á la cual ha dado D'Or- bigny un nombre de acuerdo con esta parte de la República Argen- tina (3); y esta misma formacion se presenta bajo la forma de grandes conglomerados, á la base oriental de las Cordilleras (4), sin subir mas arriba de las quebradas y gargantas vecinas, mientras que todo el terreno central y oriental de la pampa está formado por la gran capa cuaternaria, conocida con el nombre de diluviana. Resulta de esta observacion que los contrafuertes de la base de las Cordilleras son contemporáneos de la llanura patagónica y mas antiguos que la llanura de la pampa, y por consiguiente que estos lugares fueron ha- bitables á causa de su elevacion sobre la superficie del mar, que en otro tiempo las cubria. Si en esta época séres organizados han po- blado las cordilleras antes que el depósito de la formacion terciaria superior, estos séres podian tomar fácilmente posesion del nuevo Suelo; la fauna de las cordilleras bajaba a la llanura hasta la Patago- nia actual, pues esta llanura ya existia cuando la pampa, mas hácia el norte, estaba aún sumergid; á causa de su nivel mucho mas bajo. Es tambien probable que los primeros séres organizados de la Pata- conia bajaban de la gran meseta boliviana y de su continuacion, que forma hoy el desierto de Atacama, pues esta meseta existe aún en la parte boreal argentina de la cordillera, cambiándose mas hácia el sur en cadenas estrechas que no presentan suficiente terreno para la exis- ) Véase Desc. phys. de la Rep. Arg., t. 1, págs. 226 y 235. ) Véase la carta geognóstica, t. 2. 3) Véase Desc. phys. de la Rep. Arg. tomo 2, pág. 219. 4) Véase Desc. phys. de la Rép. Ary. tomo 1, pág. 242. (1 2 (3) ( 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tencia de séres organizados. Así los séres animados se han propaga- do poco á poco, de norte á sur, ganando al fin los contrafuertes pa- tagónicos, á medida que iban saliendo del mar el uno despues del otro, formando un terreno bajo que se estendia á orillas del antiguo Océano Atlántico. Ninguno de estos séres podia bajar hasta las ac- tuales regiones orientales de nuestra República, pues estas regiones no son sinó la continuacion de las alturas mas antiguas de las mon- tañas brasileras que forman hoy la Serra do mar; y están pobladas del mismo modo por los descendientes de los séres originales propios á esta parte de la América Meridional, que fué separada de la parte occidental por el gran valle, en aquellos tiempos lleno de agua, que recorren actualmente el rio de la Plata y el Amazonas con sus nume- rosos brazos tributarios. Es fácil deducir de esta diferencia fundamental de la ae orien- tal y occidental de nuestra República, la diferencia que existe aún en- tre los productos de ambas mitades del país. Los terrenos del suelo onduloso que forman actualmente las provincias de Entre-Rios, Cor- rientes y de las Misiones, que he comprendido bajo el nombre de Mesopotamia Argentina (1), son mas antiguos que la llanura de la pampa, del lado oeste del rio Paraná. En tiempos muy remotos de nuestra época geológica, formaban una especie de península de la grande isla oriental de la antigua América Meridional representada por las montañas brasileras, lo mismo que la meseta de Bolivia con los apéndices de las cordilleras formaba otra isla occidental, entre la cual las montañas del sistema central argentino (2) se levantaban del seno del mar como bancos de piedra, separando á las dos islas. Los séres organizados de la península que en la época actual perte- nece á nuestra República, han bajado del centro de la isla del este, y presentan por consiguiente un carácter particular enteramente dife- rente del de la otra isla occidental: es el carácter brasilero... La Mesopotamia Argentina está poblada por séres originarios del Brasil, asi como el terreno argentino occidental y la Patagonia por seres ori- cinarios de Bolivia. Muchas especies de mamíferos, pájaros é insec- tos de nuestro suelo, son los mismos que los del Brasil y del Para- guay, y presentan sobre todo un carácter completamente idéntico al del Brasil meridional. Puede decirse que estas especies comunes eran las mas antiguas y mas capaces de conservar sus caractéres particulares, y por esta causa se han esparcido poco á poco sin cam- biar de naturaleza en las otras regiones mas distantes del centro. Despues siguieron el camino de las anteriores otras especies, de na- turaleza menos persistente y perdieron sus caracteres particulares (1) Véase Dese. phys. de la Rep. Arg. tomo 1, pág. 317. (2) Véase Desc. phys, de la Rep. Arg. tomo 1, pág. 234. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FAUNA ARGENTINA 199 tanto mas cuanto mas lejos penetraban en las regiones mas distantes del centro, obligadas por la influencia de la poblacion anterior mas vigorosa á buscarse una nueva patria fuera de los terrenos ya ocupa- dos. Así se han formado nuevas especies, mas ó menos diferentes, que pueden considerarse tambien como simples variedades de las es- pecies primitivas, á medida que se las encuentra mas cerca ó mas le- jos del lugar de su orígen. Un autor contemporáneo las clasifica en especies diferentes, un otro en variedades de una especie principal; tal distincion depende de apreciaciones personales, y aún la distin- cion específica ha sido negada en general por algunos autores mo- dernos. Poco á poco el mar situado entre las islas primitivas se cambió en suelo habitable, las especies originarias de cada una de ellas se apro- ximaron las unas á las otras, y de la mezcla de los dos grupos de especies se formó una poblacion intermedia, participando de este do- ble orígen. Parece probado por la inclinacion del suelo argentino, de veste á este, que la parte occidental se formó primero que la parte oriental, y que el intérvalo entre las Cordilleras y las montañas cen- trales era ya una region habitable cuando no se habia producido aun el mismo fenómeno en la region situada entre estas mismas montañas y la isla oriental. Por esto se encuentran especies occidentales en estas montañas y en las cercanías de Córdoba, que faltan en el este de la Pampa y en las provincias de la Mesopotamia Argentina. En esta llanura, las especies que emigraban de cada lado se encontraban al fin y tenian que fijarse definitivamente, puesto que estaba ya ocu- pado el terreno situado fuera de su frontera. Rara vez una ú otra de las especies, mas fuerte que la vecina especie, penetraba mas adentro y hacia desaparecer las diferencias existentes entre las dos faunas. Resulta evidentemente de las consideraciones precedentes, que el carácter de los séres organizados de nuestra República debe ser una mezcla de dos diferentes centros de organizacion, y que existen sola- mente algunos productos aislados particulares á este terreno, siendo la mayor parte de los séres idénticos á los de los territorios vecinos ó no diferenciándose sinó por ligeras modificaciones. Es natural que se presenta esta ley mas claramente en los animales mas apegados al suelo, como los mamíferos, que en los animales que, como los pá- jaros, tienen la facultad de transportarse fácilmente de un lugar á otro; así encontramos entre los mamíferos tipos particulares al país, tales como el Lagostoms y el Dolichotis. El primero es el represen- tante mas singular de la region de nuestro suelo correspondiente á las pampas fértiles, y el segundo el de las pampas estériles; ambos no existen en parte alguna fuera de la República Argentina. Entre los pájaros no puedo nombrar ninguna otra especie argentina mas característica que la martineta (Hudromia) y el gallito (Rhinocrypta . 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que, como los dos mamíferos citados, se encuentran solamente en el terreno bajo de la pampa, pero mas al sud, bastante lejos de la em- bocadura del Rio de la Plata, donde son conocidos desde el Atlántico hasta el pié de las Co Es aquí el momento de discutir la cuestion del orígen ó de la pri- mera aparicion de los séres organizados en la superficie del suelo; cuestion enteramente á la órden del dia, y que, bajo el nombre de descendencia originaria, ocupa la atencion no solo de los naturalistas sinó tambien de casi todo el mundo. Para decir francamente mi opinion, confieso que nada de positivo sabemos acerca del orígen primitivo de los animales y de las plantas; todo lo que se ha dicho sobre este asunto es hipotético y no se apoya en observaciones exactas. Una teoría, la de la generacion originaria, que existe desde la antigiedad, acepta como fundamento la posibili- dad del nacimiento de los animales inferiores de sustancia orgánica producida por la accion libre de la materia misma. Esta teoría no está probada por la esperiencia, y aunque en nuestros dias haya sido objeto de escrupulosísimas investigaciones, no está probada ni repu- tada con toda la claridad científica necesaria. Sábios tan ilustres co- mo Pasteur, en París, y Bastian, en Lóndres, están en oposicion, apoyándose cada uno de ellos en trabajos ejecutados con el mas es- merado cuidado. Tal es el estado actual de esta cuestion fundamental del orígen primitivo de los animales. Sin embargo, la generacion originaria es un resultado exigido por la ciencia exacta, está en relacion íntima con todas las otras condi- ciones del universo, y los naturalistas que no pueden aceptar que la materia haya salido de la nada, están obligados á admitir la eternidad de la materia y á basar sus teorías científicas sobre las transforma- ciones de la materia primitiva. La ciencia moderna tiene que admi- tir la generacion originaria como hipótesis inevitable; ella reconoce el hecho probado por la observacion de los restos de séres organizados en las capas sedimentarias de nuestro globo, de que los animales y las plantas primitivas han sido de un grado inferior á los tipos actua- les; y que estos se han desarrollado poco á poco por cambios sucesi- vos á causa de las épocas geológicas en que se encontraron sobre el globo, hasta que al fin la presencia del hombre, de los mamíferos y de las plantas mas perfectas, vino á acabar este trabajo por el último y mas sublime producto de nuestro planeta. La idea es natural y fácil de comprender, algunos de los mas anti- guos filósofos de la escuela jónica ya la habian adoptado; ella con- cuerda en efecto con la teoría generalmente admitida de la formacion de nuestro planeta y la del sistema del mundo, sostenida por los mas eminentes sábios, aunque la observacion no haya dado hasta ahora todas las pruebas necesarias de esta teoría. Así, adoptando esta base, CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FAUNA ARGENTINA 201 estoy plenamente convencido de que los séres de las formaciones anteriores de nuestro globo son los prototipos de los séres actuales, y á este respecto me declaro partidario de esta hipótesis últimamente desarrollada en detalle por Darwin «y sus sucesores como una ley natural, Debo, sin embargo, confesar con franqueza que las esperien- cias hechas por él y sus adeptos, no me dan la prueba de la posibilidad de un cambio de un tipo fundamental á consecuencia de influencias esternas diferentes. Todo lo que estos sábios han dicho sobre la for- macion primitiva de los séres y sobre el cambio de los tipos fijos que difieren por su orígen, son frases sin fundamento positivo, y que no presentan pruebas que puedan servir para establecer un sistema ge- neral. Esas ideas son el producto de su propia fantasía, fundadas en pensamientos imaginarios mas ó menos posibles, pero de ninguna manera se puede encontrar en ellas una ley segura que dé la ver- dadera esplicacion de la construccion orgánica primitiva. De mi par- te, no puedo aceptar el pretendido cambio de un tipo fundamental inferior en otro superior completamente diferente, sinó como una hipótesis en contradiccion con la esperiencia; creo mas bien que los diferentes tipos son originales y contemporáneos, y que solamente el desarrollo de cada tipo ha tenido lugar durante las épocas sucesivas. Un insecto, por ejemplo, no puede jamás transformarse en un animal vertebrado, porque los tipos fundamentales de ambos son directa- mente opuestos, el uno á la inversa del otro; y si se dice que los Ichthyosauros son los descendientes de los Selaquianos, no se puede apoyar esta idea completamente imaginaria en ninguna observacion exacta. Estas comparaciones de séres heterogéneos se hacen fácil- mente cuando los autores no prestan atencion sinó á las generalidades; pero el estudio detallado de las diferencias anula una analogía que está basada únicamente en una semejanza general. Un exámen mas rigoroso de las diferencias me ha dado siempre la conviccion de que son primitivas, y si se puede admitir la teoría de un solo punto de partida para el desarrollo de los organismos, como el de la gastrula, es necesario aceptar tambien la descendencia contemporánea de los tipos primitivos diferentes, como los de los animales regulares, arti- culados y vertebrados; porque no puedo admitir la posibilidad del cambio de uno en otro. Esta transformacion de un tipo fijo ya cons- tituido en otro tipo por la sola influencia de las causas esternas, me parece por mis propios estudios una cosa imposible, que no admito (1); y por esta razon creo preferible no dar este pretendido cambio como una ley de evolocion probada por la ciencia. No queda, pues, (1) Es bien sabido que un tipo fijo puede ser modificado por algunas fases de evolucion , como lo vemos en los Equinidos, los Insectos y los Batraquianos; pero en estos casos el tipo fundamental queda el mismo sin cambiarse en otro. Las orugas de las mariposas no son gusanos, como los renacuajos de las ranas no son pescados; se asemejan solamente al tipo de las clases vecinas, sin perder los caractéres fundamentales de los Insectos y de los Anfibios. 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA otra cosa que un dogma tan poco probado como todos los otros artí- culos de fé, y por consiguiente fuera de discusion científica. Sabemos desde hace largo tiempo por el estudio de los animales domésticos y de las plantas cultivadas que esos séres son variables bajo diferentes condiciones de clima y de alimentacion hasta tal ó cual punto, uno un poco mas, otro un poco menos; pero sabemos tambien por las observaciones de mas de treinta siglos que jamás una especie fija se ha cambiado en otra diferente, ó para hablar del hom- bre, el blanco en negro; y por consiguiente me veo obligado á no admitir como verdad el cambio de las especies de un tipo en otro, y á considerar como cuestion á resolver todas las teorías sobre posibi- lidad del orígen de los caractéres específicos diferentes. Como verda- deros naturalistas, debemos observar á los séres en todos sus detalles de su constitucion y de su modo de vivir; pero abstengámonos de presentar ficciones en vez de observaciones, tomando por base una hipótesis, y de construir un sistema pomposamente científico. La discusion sobre este tema me parece sin resultado; hipótesis que está en oposicion hasta ahora con todos los hechos bien probados dela ciencia pura. Si estudiamos, por ejemplo, el orígen de los séres americanos, no podemas probar, como lo creen varios sábios, que han venido todos ellos del antiguo mundo; porque el mayor número de las especies americanas es diferente, no solo de un modo relativo sinó que presenta aun para la mayor parte un tipo positivamente nuevo. En la época terciaria encontramos la prueba de ello entre los mamíferos, por no citar otras clases; ninguna especie de esta época es idéntica á las de la Europa y del antiguo mundo, la mayor parte tienen diferencias cenéricas ó aun son tipos de diferentes familias. Remito al lector, por ejemplo, al grupo de los caballos y de los paquidermos. No conocemos en el antiguo mundo géneros semejantes al Anchitherium y al Hippidium (Protippus); solamente el género Hipparium ha exis- tido en ambos hemisferios. Los notables géneros de Brontotherium y Diwoceras son desconocidos en el antiguo mundo. El Mastodon y el Elephas son comunes á ambos hemisferios, aunque de diferentes especies y de diferentes épocas. Para estos, los representantes ame- ricanos han venido mas tarde que las especies del antiguo mundo, diluvianos entre nosotros, terciarios en el lado oriental, al menos para el Mastodon. Lo mismo pasa en las dos partes principales de América; los caballos de la mitad meridional pertenecientes al género Hippidium son diluvianos como el Mastodon; la época terciaria ha producido el género particular Nesodon y una especie parecida al Brontotherium, pero diferente de la de la América del Norte (1). Los (1) D. Francisco Moreno ha descubierto últimamente este animal durante su viaje en Pata- gonia, en los depósitos terciarios del país. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FAUNA ARGENTINA 203 géneros cuaternarios Toxodon y Macrauchenia, particulares á nues- tra fauna, no se encuentran en la América del Norte, y no son cono- cidos en el hemisferio oriental. Tambien los célebres tipos americanos de los géneros Megatherium, Mylodon, Glyptodon y Panochthus son esclusivamente conocidos en nuestro hemisferio occidental sin haber tipos correspondientes en otra parte del mundo. La observacion de que varios de esos géneros son idénticos en la América del Norte y del Sur, no dá lugar á que pueda dudarse de que la fauna americana es un tipo uniforme y particular esparcido ya desde épocas anteriores sobre todo el continente, en todas sus partes habitables. Vemos por la organizacion actual que esta misma ley puede ser modificada un poco en nuestra época, porque encon- tramos algunas especies idénticas por todo el continente al lado de otras diferentes y particulares á regiones circunseritas y limitadas. Existen aun en la América del Norte tipos que son comunes á ambos hemisferios, y probablemente han sido introducidos durante la época cuaternaria del antiguo continente; por ejemplo, las dos especies de bueyes Bos moschatus y Bos bison que se encuentran en Europa como en la América del Norte, donde el primero se ha conservado hasta nuestros dias, mientras que se ha estinguido en el antiguo continente. Varios de los mamíferos actuales del sur no.se encuentran en la América del Norte; los perezosos, los armadillos y los osos hormi- gueros no alcanzan mas allá de la mitad austral del continente y de las regiones tropicales al norte. Sin embargo todos los géneros esclusivamente boreales, como las marmotas (Arctomys) y los sous- liks (Spermophilas), son comunes á ambos hemisferios, aun en mayor número en América que en el antiguo mundo, y sin duda han salido poco á poco de un solo centro de organizacion. Tales son las indicaciones que me parecen suficientes para dar una idea del comienzo de los séres organizados y de su estado actual en América, bajo el punto de vista mas general; consideremos ahora sus grupos subordinados para conocerlos especialmente, y empece- mos su estudio por la distribucion de los animales en grupos, dejando á un lado la descripcion anatómica y fisiológica de cada uno, ya tra- trada en otros trabajos y agena al objeto de un simple faunista. ADDENDA Á LAS ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Este primer suplemento tiene por objeto comunicar algunas espe- cies de minerales, que fueron descubiertos por mí en la República Argentina, despues que concluí el manuscrito del trabajo publicado. Dentro de breve seguirá un segundo suplemento que va á aumentar mucho la enumeracion de las localidades donde se encuentran los minerales argentinos, y en el cual tendré tambien la oportunidad de añadir las correcciones de varios errores que se han deslizado. SEGUNDA CLASE ÓXIDOS ESTIBLITA Se e aL l Sb? 0? Desde hace varios años ya se conocia la antimonita de un lugar denominado la « Higuera » en el Departamento de Cruz del Eje, al Sud de Soto. El Sr. Kyle tambien hizo un análisis del mineral (véase su informe sobre las minas de la Provincia de Córdoba), pero no habia tenido ocasion de conocer personalmente la mina en cuestion. En una excursion que practiqué en el verano pasado por aquellos lugares, me fué posible inspeccionar aquella mina, situada inmediatamente al Norte de la aldea de la Higuera, al lado del camino carretero á Soto, en la cima de una loma baja. Revisando la mina, tuve la satisfaccion de encontrar en ella el mineral interesante, que fué llamado por Blum estiblita, que representa una epigénesis segun la antimonita. ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 205 Es de color amarillo de paja hasta de azufre, da una raya lustrosa blanca amarillenta. Es generalmente amorfo, en parte todavía de la forma hojosa de la antimonita, de fractura desigual, opaco, dureza 5 1/,; peso específico 5.25 — 5.30. Las reacciones al soplete son las mismas que Blum publicó, no se reduce sinó con el carbonato de sosa. El análisis que practiqué con la materia, dejó conocer la misma com- posicion que Dellfs habia encontrado del mineral de otras locali- dades. Tambien fué observado el contenido de agua, de que todavía es dudoso si es esencial. No he averiguado todavía si el polvo ama- rillento que acompaña á estos minerales, corresponde al ocre de antimonio | AO | Sb? 0* CUARTA CLASE HALÓIDES MATLOCKITA ( Pb CI lu Ph: 0 En la anotacion al artículo Desclorzita (69), he comunicado el ha- llazgo importante de este último mineral interesante y he prometido la publicacion de datos mas especiales sobre él. Desgraciadamente, por otras ocupaciones y varios inconvenientes no he podido concluir hasta ahora estas investigaciones, pero puedo ya declarar, sin exage- racion, que las minas mencionadas (de Vénus, de la Aguadita, etc., al Sud de Soto, Provincia de Córdoba) son unas de las localidades mas ricas del mundo en minerales de vanadina. Reservándome entónces las publicaciones referidas á otra o0ca- sion, tengo que advertir en este momento, que la descloizita está acompañada de varios otros minerales que merecen todavía la pena de mencionarse. En primer línea, cuenta entre ellos la matlockita, uno de los minerales mas escasos del mundo, que segun la literatura á mi disposicion, hasta ahora únicamente fué encontrado en la Gran- Britania, en la mina Cromford Level (cerca de Matlock en Derby- shire). En las minas mencionadas, la matlockita se encuentra en cristales muy perfectos de un tamaño hasta de 15 mm., tablas cua- dráticas, representando la base el octaedro (136? 19” resp. 97? 58), con el troncamiento de las aristas (correspondiente á una columna cuadrática y á un octaedro secundario). Color amarillo de paja hasta 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de miel. Fractura poco concoídea. Pur. 2.5—3. Medio opaca, hasta transluciente, lustre medio fuerte de diamante ó de grasa. Las reae- ciones al soplete y el análisis cuantitavo no dejan tampoco en duda que tenemos aquí el mismo mineral, que fué descrito como procedente de Matlock. Los cristales son generalmente cubiertos de cristales de descloi- zita Ó se han cambiado completamente en ella, un nuevo caso de epigénesis hasta ahora desconocida. Junto con estos minerales y to0- davía encontrándose en mayor cantidad, hay otros cloruros de plomo, entre los cuales hasta ahora he determinado con certeza la especie escasa : FOSGENITA (Plomo córneo) Prol? Pb Co? Una descripcion de los cristales bien formados, en que este mineral en parte se encuentra, será diferido hasta la conclusion de mi estudio de ellos. Son columnas cuadráticas, en las cuales predomina en parte una pirámide aguda (8 Pn), terminando con la base. Las masas mi- crocristalinas ó compactas son las mas abundantes y se encuentran en venas, de espesor de unos centímetros, entre la descloizita de las minas Vénus y Aguadita. Fractura concoídea. Dureza 2 */,— 3. Peso específico 6.1 hasta 6.5. Casi opacos hasta traslucientes. Lustre de grasa hasta de cera. Color blanco hasta amarillento. Al soplete se funde fácilmente á un glóbulo amarillento. Se reduce fácilmente á plomo. Se disuelve fácilmente en ácido nítrico con efervescencia. La solucion muestra por la precipitacion con nitrato de plata un con- tenido de cloro, correspondiente á 8.5 %/, del mineral. Alúnque el ácido carbónico no fué determinado cuantitativamente, no hay duda que el mineral pertenece á la especie arriba mencionada. Está en parte mezclado -con matlockita, vanadinita y descloizita, y cubierta de estos minerales, como tambien de plomo blanco, cloro-arseniato de plomo, etc. Con el estudio de-otros minerales de plomo procediendo de dichas minas, conteniendo tambien cloro, en parte bien cristali- zados, estoy actualmente ocupado. Con certeza existe entre ellos, como ya he mencionado en otra ocasion, el siguiente mineral : ESPECIES MINERALES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 207 QUINTA CLASE HALITAS Vanadatos VANADINITA PO? VA PoCl Se halla en cristales delgados hexagonales prismáticos de color amarillo de vino hasta de cera (tamaño hasta de un centímetro), ó en masas fibrosas hasta bacilares, junto con los minerales en la mina Vénus. Cruceros poco perceptibles. Dureza 3. Peso espec. 6:9—7.2. En parte bien transparente. Lustre de vidrio. Polvo blanco-amari- llento. Al soplete decrepita, se funde en una bola, en parte reducién- dose á plomo. Las perlas son las de la vanadina. Se disuelve fácil- mente en ácido nítrico y se compone de plomo, ácido vanádico y cloro. Las proporciones no son todavía determinadas exactamente; el contenido de plomo parece vacilar algo. Mas datos, como sobre todos los demas minerales tan escasos é interesantes de aquellas minas, estarán entre poco en las manos de los lectores. Wolframatos TUNGSTATO DE COBRE Cu Wof En la anotacion segunda al artículo « Wolfram >», ya he dado no- ticia del descubrimiento de la mina de este mineral, buscada por mí desde algun tiempo. La encontré en la Quebrada de la Viuda, cerca de Chaquinchuna, en el Departamento de San Alberto, Provincia de Córdoba. El eria- dero es un cuarzo blanco de ganga, que no tiene relacion ninguna, como parece, con las pegmatitas tan abundantes en nuestras sier- ras, y las cuales se distinguen por la presencia de minerales escasos, como berilo, triplita, columbita, etc., como en otros puntos del viejo 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA y del nuevo mundo, aúnque allá tambien el wolfram hace papel im- portante entre estos compañeros. Los minerales que acompañan al wolfram son: óxido de manganeso y de hierro, pirita de cobre y de hierro, y en venillas delgadas un mi- neral compacto, medio térreo, de color verde de cardenillo hasta de manzana, que segun mis ensayos se caracteriza como tungstato de cobre (mas ó ménos parecido al mineral de Chile, descrito por Do- meyko). Los análisis son provisorios y dejan conocer una cierta can- tidad de cal. Es por esto todavía que se va á averiguar si esta cal es esencial; la fórmula seria entónces (Cu, Ca) Wo*= Cuproscheelita. Luis BRACKEBUSCH. HEMIPTERA ARGENTINA. (Continuacion. ) Subf. TROPIDUCHINA Brno. Tropiduchida StáL, Hem. afr. IV, p. 130 et 186 (1866. ALCESTIS STÁL. Rio de Jan. Hem. Il, p. 11 (1862). v Hemiptera africana. IV, p. 188 (1866). r 976. A. pallescens STÁL. Alcestis pallescens SráL, Rio de Jan. Hem. 1, p. 11.1 (1862): Patria: Rio de Janeiro. Poseo cinco ejemplares de un representante del género Alcestis, originarios de la Provincia de Buenos Aires y del Territorio de las Misiones antiguas, los cuales, siendo casi conformes á la descrip— cion de la 4. pallescens Svrát, pertenecerán indudablemente á esta especie. Noto solo la diferencia de tener las alas superiores mas convexas y largas. Una comparacion con los individuos típicos resolverá mas tarde esta cuestion. | Anotación, — WALKER enumera en su List of Homopterous In— sects, Tom. II, p. 398. 10 (1851), una Mysidia stigma (Derbe siigma Germ.) de Montevideo, sin indicacion de la biblio- grafía. No la encuentro descrita en ninguna parte, y su— pongo que ha sido una especie no publicada, que tenia GERMAR bajo este nombre en su coleccion. De la sub-tamilia Derbina no conozco hasta ahora ningun representante en la República Argentina. k 1 Subf. ISSINA Bere. Issida Siri, Hem. áfr. 1V, 131 e1 202 (1866). h 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA AMPHISCEPA (GERM. Gen. in Tuox, Ent. Archiv. IL, 2. p. 52 (1830). STÁL, Rio de Jan. Hem. II, p. 67 (1862) et Hem. afr. IV, p. 209 (1866). y | 9277. A. eartilaginea STÁL. Issus cartilagineus STáL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 278. 167 (1859). Amphiscepa cartilaginea SráL, Rio de Jan. Hem, IL, p. 66. 1 (1862). Patria: Rio de Janeiro. El individuo Y, que tengo de esta especie en mi coleccion y que es originario de Misiones, tiene la carena del pronoto muy desva— necida y provista de una pequeña impresion á cada lado; por lo demas corresponde bien á la descripcion dada por el autor. Subf. ACANONIINA Benrc. Acanoniida STáL, Hem. afr. 1V, p. 131 (1866). ACANONIA AM. el SERV. Acanalomia SriN., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. VIII, p. 447 (1839). — StáL, Rio de Jan. Hem. II, p. 68 (1862). Acanonia Am. et Sery., Hém. p. 520 (1843).— SráL, Hem. Fabr. II, p. 106 (1869). 978. A. Chloris 200. Spec. J et Q: Laete virides, interdum capite, mesonoto, abdomine, basique tegminum multo pallidioribus, pectore pedibusque testaceo-flavescentibus vel di—- lute fuscescentibus, saepissime albido-adspersis, tegminam limbo parum fusco-punctato; fronte. subquadrata, post medium leviter ampliata, apice subito rotundato-angustata, carina media distincta, _percurrente, carinis sublateralibus basi obsoletis, apicem versus convergentibus, prope apicem cum carina media confluentibus; pronoto antice pun ctim biimpresso; mesonoto carinis tribus subob= soletis instructo; tegminum venis saturate viri=- dibus; alis albidis; tibiis praecipue extus albido- adspersis aut rarissime fuscescenti-conspersis. — Long. corp. 5-7, tegm. 5-7*/,; lat. meson. 1 */,-2 mm. | Patria: Respublicae Argentina el Uruguayensis. HEMIPTERA ARGENTINA 911 Tiene una distribucion vasta, encontrándose en el Territorio de las Misiones, en Corrientes, Córdoba, Mendoza, Buenos Aires y en la vecina República Oriental, y siendo en' algunos parajes bastante comun. Se distingue de la A. florea SríL, por los caracteres siguientes : Es de un verde subido, rara vez amarillento (los ejemplares que han estado en aguardiente, son de una coloracion testáceo-amari- llenta); tiene las dos carenas sub-laterales de la frente unidas con la mediana cerca del ápice, y no en el medio; carece de la márgen blanquizca de las alas superiores, y de la mancha fusca cerca de la extremidad de los fémures, y tiene en general las tibias exterior- mente sembradas de pequeñas manchas blanquizcas, rara vez fus- cescentes. Subf. FLATINA Brenxc. Flatida STáL, Hem. afr. IV, p. 131 et 235 (1866). OnmMEnNIS STÁL. Rio de Jan. Hem. II, p. 68 et 69 (1862). Hen. afr. IV, p. 236 et 243 (1866) et Hem. Fabr. IL, p. 109 (1869). 279. 0. Cestri 200. spec. J et Y: Virescenti-flavidi vel dilute testacei, capite supra, pronoto, mesonoto tegminisbusque, parte granulosa clavi, venis disci, nec non marginibus magnam ad partem exceptis, fuscescentibus, tarsis generaliter viridibus; vertice fronteque confusis, hac latitudine aliquanto breviore, utrimque rotun- data, apicem versus parum angustata, carina media subobsoleta, apice evanescente, instructa ; pronoto mesonotoque medio haud carinatis, illo punctatim biimpresso, hoc disco fulvido, utrimque pone medium carina subobsoleta instructo; tegmi- nibus apicem versus 'perparum ampliatis, limbo truncato, angulis apicalibus rotundatis, seriebus duabus apicalibus areolarum elongatarum regu- larium, disco areolis minoribus subquadratis mi- nus regularibus, instructis; alis grisescentibus, subopalimis; dorso abdominis interdum offuscato; pedibus nonnumquam virescentibus. — Long. corp. 5 */,-6 */,, tegm. 6-7*/,; lat. meson. 1 */,-2 mm. NO Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis, 912 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esta especie, la poseo de Buenos Aires, Misiones, del Baradero y de la Banda Oriental del Uruguay. Siempre la he observado en el Cestrum parquí L”Héxtr., principalmente en la República vecina, cerca del Rio Corralito, á mediados de Enero, donde abundaba. Se distingue de la O. rufo-marginata SríL, por la coloracion, por la falta de la carena mediana del pronoto y mesonoto, por las dos pequeñas impresiones del primero, por la frente mas ancha, las alas superiores en el limbo mas angostas y sus ángulos re- dondeados y no salientes. ByuLis STáL. Hem. afr. IVY, p. 237 (1866). 280. B. subgranulata STiL. Poeciloptera subgranulata StTíL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 282. 180 (1859). Byllis subgranulata STÁL, in litt. Patria: Buenos Aires. Tengo un individuo de esta especie en mi poder, que recojí en la Banda Oriental del Uruguay. De la línea longitudinal oscura de las alas superiores se nota solo algunas pequeñas manchas, situadas en el disco, cerca del clavo del ala. 281. B. proxima 200. Spec. Q : Testaceo-flavida, mesonoti disco nonnihil obseu- riore, tegminum disco obsolete fusco-binotato ; fronte aeque longa ac lata, utrimque, praesertim apicem versus, rotundata; pronoto antice rotun- dato, postice subangulato-sinuato; mesonato po- sterius leviter biimpresso; tegminibus latis, tantum latitudine vix dimidio longioribus, limbo rotundato- truncato, angulo externo rotundato-subproducto, elayo distincte, corii disco basin versus subobsolete granulatis; alis flavido-albidis. — Long. corp. 4, tegm. 4 */,; lat. meson. 1 */, mm. Patria : Buenos Aires. Esta especie, de que poseo un solo individuo originario de Bue- nos Aires, se acerca mucho á la anterior, pero se distingue bien de la misma por la coloracion uniforme, la frente mas angosta, la parte posterior del pronoto excavada en ángulo muy obtuso, la carencia de las dos líneas oscuras del mismo y del mesonoto, y las alas superiores mucho mas anchas, con su ángulo apical prolon- gado en forma redondeada. HEMIPTERA ARGENTINA 213 Fam. CERCOPIDAE Berc. Cercopida STAL, Hem. afr. IV, p. 54 (1866). Subf. CERCOPINA Benxc. Cercopida STáL, Hem. afr. IY, p. 55 (1866). CONSIDIA STÁL. Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1865. p. 152. Hem. ar. 1V, p. 55 (1866). / 282. C. secunda n00. Spec. ¿ et Q: Parvuli, sordide aut virescenti-flavidi, pro- noto tegminibusque maximam partem infuscatis vel fusco-maculatis; capite parteque anteriore pronoti virescentibus, illo margimibus antico et po- stico leviter elevatis, hoc transversim striato, ge— neraliter infuscato, linea media obseleta, flavida ornato; fronte sat tumida, convexa, transversim fusco-lineata, linea media longitudinal: obsoleta apiceque flavidis; antennis brevibus, virescenti- fuscis; scutello longe producto, obsoletissime transversim striato, medio saepissime offuscato ; dorso abdominis fusco-fasciato; tegminibus de- flexis et subconvexis, fere corrugatis vel vietis, ad limbum nervulis transversis perpaucis instructis, flavidis, venis magnam ad partem maculisque fuscis ornatis; alis hyalinis vel tridicoloribus ; pedibus flavidis, tarsis obscurioribus; tibiis po- sticis bispinosis. — Long. corp. 3, tegm. 3-3 "/,; lat. pron. 1*/, mm. Patria: Buenos Aires. Esta especie, de la que poseo cinco ejemplares originarios de Buenos Aires, se distingue por muchos caracteres de la €. oblonga SráL, única que se conoce hasta ahora del género Considia, y que tiene por patria la Java. La C. oblonga tiene 11 milímetros de largo, es punctada, posee la cabeza, pronoto y eseudillo de color negro, y las alas superiores de un fusco, provistas de una mancha costal mediana de un tinte blanquizco. dd 914 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tomaspis Am. ef SERV. Tomasptis Am. et Serv., Hém. p. 560 (1843). —STAL p., Hem. afr. IV, p. 55 et 56 (1866). Monecphora Am. et Serv., Hém. p. 562 (1866). SráL, en su Hemaptera africana, ha unido los géneros Spheno- rhina, Monecphora y Triecphora con el de Tomaspis5 por su corres- pondencia y las determinaciones hechas de mis hemópteros, parece que estaba por restablecer de nuevo algunos de los mismos. A mi modo de ver, los géneros Sphenorhina y Triecphora deben ser conservados; el primero, á causa de la frente lateralmente comprimida, provista de una carena bien marcada, que forma un ángulo mas ó ménos pronunciado, y por la existencia de una sola espina (por lo que observo en las especies que poseo y en las des— eripciones correspondientes á otras) en las tibias posteriores ; el segundo, por las tres carenas de la frente, que pueden ser bien marcadas ó desvanecidas. La Monecphora, no la puedo separar de la Tomaspis, mostrando una série de especies, que tengo en mi poder, la frente muy va— riable en cuanto á la carena : que puede faltar, estar solo ligera— mente indicada en la base ó hácia la extremidad, ó mostrarse apénas ó muy bien marcada, y hasta algo saliente. Y todas las especies que conozco tienen dos espinas en las tibias posteriores. 983. T. Hatzensteinii 20%. spec. ¿ et $: Fusci, capite parteque anteriore pronoti pi- ceis vel nigris, tegminibus fuliginosis, dilute fuscis aut luteis; capite magniusculo, punctato, medio obsolete carinato ; vertice leviter ¡mpresso, antice semicirculariter rotundato, medio subcarinato, ca- rina ad basin tuberculo punctiformi et obsoleto instructa ; fronte sat tumida, fere semiglobosa, transversim punctato-striata, medio carina obsoleta praedita ; pronoto dense punctato, antice medio nonnihil elevato el utrimque biimpresso vel subru- goso, medio basin versus subtilissime sulcato ; scutello transverse ruguloso, medio impresso ; te- eminibus sublibratis, apicem versus nonnihul an- gustatis, limbo rotundato; alis hyalinis; dorso ab- dominis fuscescenti, apice flavido; pedibus fuscis aut luteis. — Long. corp. 12-13, legm. 10-41 ; lat. pron. 3 */,-4 mm. Patria : Respublica Argentina. Ha sido observada en Corrientes, Entre-Rios y Buenos Aires, ha- llándose en esta Provincia con bastante frecuencia. HEMIPTERA ARGENTINA 25 Tiene cierta semejanza con la Monecphora terrea Germ. y M. neglecta Watx., distinguiéndose de ámbas especies por su mayor tamaño, la coloracion mas uniforme y la forma y estructura de los diferentes órganos. Dedico esta especie á mi estimado cólega y amigo, el St. D. Jor6E KarzeNsterN, Profesor de Historia Natural en el Colegio Nacional de Corrientes, quién me acompañó en mi viage al Territorio de las Mi- siones, y á quién debo la mayor parte del material de la fauna correntina. 284. T, entrerriana 200. Spec. Q: Aenescenti-nigra, tegminibus vittis duabus fa- sciaque flavis, pectoris discó, abdominis dorso maximam partem, abdomine apicem versus, coxis, trochanteribus genibusque rubris; capite pronoto- que punctato, illo obtuso, medio calloso-carinato, antice rotundato, obsolete bisulcato, hoc convexo, obsoletissime carinato, ante medium subruguloso— impresso ; fronte subcompressa, subtiliter trans— versim striata, obsolete carinata; scutello subplano; tegminibus apice semicirculariter rotundatis, la— teribus parallelis, vitta flava clavi a basi usque ad apicem extensa, vitta basali costae nonnihil ultra medium extensa, illa paullo breviore, fascia longe pone medium sita, apicem clavi vix attingente, introrsum angustata, posterius subsinuata; alis dilute fuscis; spinis duabus tibiarum posticarum validis. — Long. corp. 6*/,, tegm. 6 */,; lat. pron. 2 */, mm. Patria : Entre-Rios. Poseo un solo individuo, originario de la Concepcion del Uru- guay. Esta especie es muy parecida á la 7. varía Fanr., pero se dis— tingue de la misma por los caracteres que siguen: Es apénas pu— bescente ; la cabeza y la frente no son angulosas, y la carena de esta es muy poco marcada; la línea amarilla del clavo se extiende hasta el ápice, la de la márgen externa es solo un poco mas corta que la del clavo, y sin el rámulo apical, y la faja transversal está situada mucho mas atras del medio del ala, y en fin, la coloracion de las patas es muy diferente. | 285. T. correntina 200. Spec, S: Osbcure fuscus, dense griseo-pellucens, capite pronotoque obscurioribus, fere aenescenti-nigris, 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tegminibus vittis duabus longis sordide flavis ;+ capite obtuso, rotundato, utiimque valde impresso; , fronte levissime compressa, sat distincte carinataz pronoto subcarinato, antice utrimque foveolato, postice punctulato; seutello medio impresso; te-- gminibus apice semicirculariter rotundatis, late-- p ribus parallelis, vitta clavi longa, a basi fere usque ad apicem extensa et in corium continuata, vitta costali illa paullo longiore, intus subsinuata ; alis fuscescentibus; pedibus rufescenti-fuscis vel pi- ceis. — Long. corp. 5*/,, tegm. 7*/,; lat. pron. 23/, mm. Patria : Corrientes. Esta Tomaspts, de que tengo un solo < en mi coleccion, la puedo solo comparar con la Sphenorhina hineolata Am. et Serv., con la que tiene cierta semejanza, pero distinguiéndose de la misma, ademas de los caracteres genéricos, por la coloración general y la menor extension y separacion de las dos líneas amarillentas de las alas superiores. 286. T. Aguirrei 200. spec. Y A J el Q: Grisescenti-fusci, griseo-sericei, capite pro- notoque nigricantibus, tegminibus fasciis duabus subflexuosis luridis ornatis, pectore ad apicem, abdominis basi margimibusque segmentorum, nec non geniculis testaceis; capite subangulato, utrimque sat profunde impresso, carina apicem non attingente; fronte convexa, carina distincta instructa ; pronoto ante medium foveolis nterdum subobsoletis praedito; scutello medio impresso et dense sericeo; tegminum fascia posteriore non— numquam medio interrupta, ad costam semper - multo latiore, apice semicirculariter rotundadis, lateribus parallelis; alis dilute fuscescentibus; spina basali tibiarum posticarum parva. — Long. corp. 6 */,-7*/,, tegm. 7; lat. pron. 2*/, mm. Patria: Respublica Argentina. - Se acerca por algunos caracteres á la Tomaspis (Monecphora) basalis WALk., pero difiere de la misma por su menor tamaño, por la coloracion del abdómen y las patas, por las fajas continuas (solo la posterior es algunas veces imterrumpida en el medio), y la es- tructura de los diferentes órganos. Esta especie, que poseo solo de Buenos Aires, donde no es escasa, la dedico. á mi amigo y anlíguo discípulo y asistente, el Sr. Inge- HEMIPTERA ARGENTINA 217 niero D. Envarpo Acuirre, actual Profesor de Mineralogía y Geo- logía de: nuestra Universidad, quién me acompañó en mi viage á Misiones. 2987, T, Perezii 00. spec.. Q : Albido-testacea, dense sericea, capite supra fo— veolis et callolis partis anticae pronoti, disco pecto- ris dorsoque abdominis obscure fuscis vel piceis ; ' capite subrotundato, utrimque impresso, carina -antice el postice obsoleta instructo ; fronte flavida, transversim testaceo=striata, convexa, distincte carinata; antennis fuscescentibus; pronoto carina obsoleta, antice et postice evanescente, instructo ; scutello medio leviter impresso, ad basin interdum fusco ; tegminibus dense sericeis, apice semicircu- lariter rotundatis; alis hyalinis, venis limboque fuscescentibus ; dorso abdominis basi apiceque fla- vescenti; ventre dilute fusco, obsolete testaceo- fasciato, segmento terminali flavido; pedibus fla- vido-testaceis, tarsis obscurioribus, spina basal: tibiarum posticarum parva. — Long. corp. 7*/,-8, tegm. 7-8; lat. pron. 2 */, mm. Patria: Buenos Aires. - Esta especie, de que poseo dos Q, originarias de Buenos Aires (Riachuelo de la Boca), es bien característica por la coloracion ge- neral testáceo-blanquizca, y la cabeza, las depresiones del pronoto, el disco del prosternon y el abdómen mas ó ménos fuscos. La dedico á mi amigo y antíguo discípulo, Sr. D. NorBERTO PEREZ, compañero en mi viage á Misiones. ' 288. T. argentina 200. spec. Í et Q: Sordide albido-testacei vel flavescentes, parum sericei, capite cum fronte, pronoto, scutello ad basin, prosternoque maximam partem, nec non interdum pedibus anticis et mediis, dilute fuscis; capite antice fere rotundato, utrimque leniter im- presso, carina subpercurrente instructo; pronoto parum- foveolato, medio subumbonato, postice angulato-exciso; scutello valde impresso, subti- lissime transversim striato; tegminibus apice se= micirculariter rotundatis ; alis subhyalimis; dorso abdominis ventreque luridis vel testaceis, tarissime fuscescentibus; spina basali tibiarum posticarum 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mediocre. — Long. 6*/,-7*/,, tegm. 7-9; lat. pron. 2 */,-3 mm. Patria: Respublica Argentina. Esta especie, de la cual poseo dos Y y una Q, originarios de Buenos Aires, Córdoba y del Baradero, tiene mucha semejanza con la precedente. Sus caracteres distintivos son: La coloración; la cabeza mas redondeada, teniendo las impresiones ménos marcadas y la carena mas pronunciada; el menor número de impresiones en el pronoto, su parte mediana algo elevada, y el ángulo bien marcado de la escotadura de la márgen posterior; el escudillo transversalmente estriado; las alas superiores relativamente mas largas, y la espina basilar de las tibias posteriores mas grande. 289. FT. HKnoblauchii 200. spec. ¿ et Q: Parum sericei, capite cum fronte, pronoto, scutello, apice excepto, femoribus ad partem tar- sisque, nec non tegminibus, maculis tribus excep- tis, aenescenti—nigris; rostro, pectore maximam partem, dorso abdominis, ventre pedibusque, nec non tegminum maculis tribus, una angusta basali, alteris duabus costalibus, rubris; capite antice subangulato, utrimque mediocriter impresso, me- dio obsolete carinato; fronte convexa, distincte ca- rinata; pronoto antice dense sericeo, medio obso- letissime carinato; scutello profunde impresso, apice obscure rubro; tegminibus sat deflexis, apicem versus nonnihil angustatis, basi rubris, macula prima costae subtriangulari, altera qua- drangulari; alis subhyalinis vel fuscescentibus; prosterno nigricanti; mesosterno, metasterno, dorso abdominis, ventre pedibusque laete vel obscure rubris; femoribus interdum offuscatis ; spina basali tibiarum posticarum parvula.— Long. corp. 6-7, tegm. 7; lat. pron. 2*/,2 ?/¿ mm. Patria: Respublica Argentina. Esta especie, que poseo en cinco ejemplares de Tucuman y Ca- tamarca, es bien determinada por la coloración negra de la parte superior, y roja carmesí en la parte inferior y las patas. La base de las alas superiores y dos manchas de la márgen costal son tam- bien de un rojo vivo; situadas, la primera al fin del primer tercio de la costa y la segunda al principio del último tercio. - La dedico á mi amigo y antíguo discípulo, Sr. D. Oscar Kno- HEMIPTERA ARGENTINA 219 BEAUCH, Asistente del Laboratorio Químico de nuestra Universidad, quién me acompañó en mi viage á Corrientes. 290. T. integra Walk. Monecphora integra Wark., Insecta Saunders. Hom. p. 86 (1858). Patria: Montevideo. No conozco esta especie, de la cual da WaLker la descripcion siguiente : « Laete rufa; caput, thorax et pectoris discus mgra; alae anticae nigrae, striga basali fasciisque duabus integris rufis; posticae fu— scescente-uttreae, basi rufae ». «Bright red. Head, thorax and disk of the pectus black. Fore wings black. with a sight red basal streak, and with two modera- tely broad red bands. Hind wings brownish vitreous, red at the base. . This species much resembles M. indentata, but may be distinguished by the fore wings, which are shorter and more obtuse at the lips ; their bands also are broader and not indented. Length of the body 3 lines ; of the wings 8 lines ». Subf. APHROPHORINA Banc. Aphrophorida STáL, Hem. afr. IV, p. 55 et 66 (1866). CEPHISUS STÁL. Hem. afr. p. 67 (1866), 291. €. siecifolius WaALk. Aphrophora siccifolia WaLk., List of. Hom. TII, p. 698. 3 (1851). Aphrophora occidentis Watk., List of Hom. 111, p. 699. 4 (1851). Aphrophora diminuta WaLk., List of Hom. III, p. 699. 5 (1851). Cercopis Gigas Sicn., Rev. et Mag. de Zool. Sér. 2. V, p. 183 (1853). Ptyelus variolosus WaLk., List of Hom. Suppl. p. 188 (1858). Cephisus siccifolvus STAL, Hem. Fabr. II, p. 18 (1869). Patria: America media et meridionalis. He observado esta especie en todas las Provincias de la República Argentina, que he tenido ocasion de visitar. En Buenos Aires es muy comun, encontrándose la larva con frecuencia en la Erythrina erista gallí L., vulgarmente Cezbo, cuyas ramas se encuentran cargadas de su secrecion espumosa en la primavera y á princi- pios del verano. 220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Fam. MEMBRACIDAE Curr. Membracides Germ., Mag. der Ent. 1V, p.7 (1821). — Larn., Fam. Nat. du Régn. Anim. p. 427 (1825).—Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 235 (1846). Membracina p. Burm., Handb. II, 1, p. 102 et 126 (1835). Membracidae Curr., Brit. Entom. XVI. Gen. p. 14 (1840). Jassida p. STAL, Hem. afr. IV, p. 82 (1866). Membracida StáL, Hem. afr. 1V, p. 83 (1866) et Ofv. Vet.- Ak. Fórh. 1869, p. 231. Subf. SMILIINA Brrc. Smiliida STáL, Hem. afr. IV, p. 83 (1866) et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 551 et 1869 p. 232. CYPHONIA LAP. Cyphonia Lar., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 1. 1, p. 229 (1832). — Am. et Serv., Hém. p. 548 (1843). — Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 241 et 501 (1846). — STAáL, Rio de Jan. Hem. 1, p. 33 (1862); Hem. afr. IV, p. 83 (1866) et Ofv. Vet.—Ak. Fórh. 1867. p. 551 et 1869. p. 242, Combophora Burm. (nec. Germ.), in SizB., Rev. Ent. I, p. 227 (1833), ex parte, et Handb. 11, 1, p. 127 et 129 (1835). Heteronota (nec Heteronotus Lar.), GErRM. in SiLB., Rev. Ent. 1, p. 254 (1835). 292. C. clavigera Far. Centrotus claviger FaBr., Syst. Rhyng. p. 17. 5 (1803); excl. syn. SToLn. Combophora clavigera Burm. in SiLb., Rev. Ent. l, p. 230, 9 (1833). Cyphonia clavigera Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IVY, p. 503. 9 (1846). — Wark., List. of Hom. II, p. 598. 9 (1851). — StáL, Rio de Jan. Hem. IT, p. 34. 5 (1862); Hem. Fabr. IL, p. 23. 2 (1869) et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 242. 6. Patria : Patagonia. — Brasilia. Los individuos, que poseo de esta especie de Buenos Aires, En- tre-Rios y Corrientes, y que han sido comparados con los ejem- plares típicos por SráL, son algo variables en la coloracion de la HEMIPTERA ARGENTINA | 22% cabeza y del pronoto con sus apéndices, que es de un ferruginoso claro hasta fusco oscuro. Las espinas torácicas son amarillentas, con las puntas oscuras, las posteriores tienen ademas, en el medio, un anillo fusco. | 293. €. colenophora 200. spec. JS et Q: Rufescenti-testacei aut fusci, abdomine interdum pallidiore aut testaceo, ad partem infu— scato, pedibus flavidis vel laete testaceis; capite rugoso, marginibus elevatis, sat tenuibus; ocellis magnis; fronte ad basin fusco-marginata; thorace granuloso vel verrucoso, granulis saepissime al— bido—flavidis, cornibus anticis crassis, parum acu— minatis, extrorsum vergentibus, brachiis latera— libus processus postici basi graciliusculis, deinde ad medium sensim incrassatis, subpyriformibus, divaricatis, prope medium subito gracillimis, fere truncatis, extus angulum obtusissimum forman— tibus, parte tenue flavivo-biannulata, brachio medio illis paullo longiore, flavido—biannulato ; tegminibus luridis; dorso abdominis fusco, apice flavo, aut testaceo, supra ex parte offuscato; fe- moribus tibiisque unicoloribus. — Long. corp. 4, cum. tegm. 5 */,-6; lat. pron. 1 /,-1 */, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Esta especie, de la cual poseo dos individuos del Baradero, reco- jidos por el Sr. LywcH, son característicos por las márgenes ele- vadas y delgadas de la cabeza, por las patas amarillentas unico- loras, y, principalmente por la forma de las ramas laterales del proceso torácico posterior. Estos son bastante delgadas en la base, aumentan de diámetro hasta cerca del medio, formando exterior mente un ángulo bastante saliente pero obtuso, y pierden luego rápidamente su diámetro, transformándose en una especie de espina. 294. €. flava Burn. Combophora flava Burm. in Sizs., Rev. Ent. 1. p. 231. 11 (1833). Cyphonia flava Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 502. 2 (1846). Wark., List. of Hom. II, p. 597.4 (1851). — STáL, Rio de Jan. Hem. IL, p. 33. 4 (1862; et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 242. 7. , e Patria : Brasilia. 922 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los dos individuos que poseo de Misiones, son algo variables en la coloracion. El uno es de un amarillo-testáceo, con la parte an— terior mediana del pronoto y las partes gruesas de las espinas par- duzcas ; el otro tiene todo el tórax de un ferruginoso claro. 295. C. bonaétrensis 200. spec. g et $5: Rufescenti-fusci vel ferruginei, dorsi abdo- minis lateribus, apice, ventre ad partem tibiisque testaceis, aut rufescenti-testacei, pectore, abdo- mine femoribusque ad partem nigricantibus; ca- pite flavido-calloso, marginibus subelevatis, anticis tenuioribus; thorace valde granuloso et verrucoso, margine antico distincte transversim striato, cor- nibus anticis crassiusculis, apicem versus acumi- natis, laevibus et flavis, valde divaricatis, fere horizontalibus, spinis mediis basi flavidis, apicem versus fuscis, brachiis lateralibus processus postici crassiusculis, cylindricis, sensim curvatis, a medio subito gracillimis, parte spiniformi flavida, annulo fusco ornata, brachio medio illis multo longiore, ia fuscescenti-biannulato ; tegminibus hyalinis vel flavidis; margine abdominis non— numquam nigro-maculato ; femoribus medio valde infuscatis, fere nigris. — Long. 4-5, cum tegm. 6; lat. 1 */, mm. Patria: Buenos Aires. Cyphonia jurcifera Bere, in litt. Abunda en las inmediaciones de Buenos Aires, sobre todo en el Riachuelo de Barracas. SráL la comparó con las especies del Museo Real de Estocolmo, encontrándola diferente de todas las que se conservan en aquellas colecciones y que representan casi todos los tipos ó especies que se conocen. ] En cuanto á las ramas laterales del proceso torácico posterior, la especie tiene mucha semejanza con la €. capra (Burm.) Farrm. ; teniendo estas ramas desde su base hasta la parte media casi el mismo diámetro, y adelgazándose despues en forma de espinas. Es muy variable por lo que toca á la coloracion del abdómen. CERESA AM. et SERY. Smilia p. Germ. in Sit3., Rev. Ent. 1, (1833). — Burm. p., Handb. UH, 1, p. 128 et 137 (1835). HEMIPTERA ARGENTINA 223 Ceresa Am. et Serv., Hém. p. 539 (1843). — Farrm., Ann. e Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 240 et 283 (1846).—STiL, Hem. afr. IV, p. 83 (1866); Hem. Fabr. II, p. 23 et 24 (1869) et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 552 et 1. c. 1869. p. 245. 296. €. ustulata Farm. Ceresa ustulata Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 285. 7 /1846). Waxk., List of Hom. Il, p. 526. 7 (1851). —SríL, Rio de Jan. Hem. Il, p. 26. 2 (1862) et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 245. 8. Ceresa plana WaLk., List of Hom. II, p. 529. 16 (1851). Patria ; Brasilia. Dos individuos, que tengo en la coleccion, y que son originarios de Corrientes y de Misiones, corresponden bien á las descripciones indicadas en la bibliografía citada. 297. C. brunniecornis GERM. Smilia brunnicornis Germ. in Sizp., Rev. Ent. II, p. 235. 7 (1835). Ceresa brunnicornis Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 285. 9 (1846). — WaLk., List of Hom. 1, p. 527. 9 (1851). — SráL, Ofv. Vet- Ak. Fórh. 1869. p. 246. 12. Patria : Buenos Aires. Esta Ceresa es muy comun en la República Argentina, ante todo, en la Provincia de Buenos Aires; su distribucion geográfica es de Patagonia hasta Misiones y Catamarca. Los individuos son variables en la coloracion de la parte infe- rior del cuerpo. Algunos la tienen de la coloracion general tes- tácea ; otros de color negro ó fusco oscuro, y otros, en fin, en parte oscura, en parte clara. El esternon es generalmente negruzco, pero hay individuos que lo tienen de un tinte amarillento. 298. C. caviecornis StTiL. Ceresa cavicornis STáL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 284. 188 (1859) et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 246. 13. Patria: Montevideo. No he observado aún esta especie, que es bien determinada por el carácter siguiente, que da Sráz en la última obra citada: « Cor- nibus thoracis extrorsum et distincte antrorsum et sursum vergen- ibus, spatio inter cornua concavo ». 224 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 299. o. malína GERM. Smilia malina Germ. in SiLp., Rev. Ent. II, p. 236. 9 (1835). Ceresa malina Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 285 8 (1846). Wark., List of Hom. 11, p. 526. 8 (1851). — SráL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 245. 10. Patria: Buenos Aires. — Brasilia. Es casi tan comun como la €. brunnicornis Germ., y aún de dis tribucion geográfica mas amplia, encontrándose casi en todas las Provincias de la República Argentina y la vecina Oriental. La parte supero-anterior del tórax es en algunos individuos bien aplastada, en otros algo convexa. Anotacion.— Poseo una larva, que fué recojida por el Sr. Kxo— BLaUCH, en la Boca del Riachuelo, y que debe pertenecer á la C. brunnicornis Ó C. malina. Es de un aspecto muy par ticular. Lleva desde la márgen anterior del pronoto hasta la extremidad del abdómen, en la línea mediana, dos séries de tubérculos ó apéndices agudos, bastante largos provitos de muchas espinas setáceas y dirigidos hácia adelante. En todo hay once pares de estos apéndices, á saber: 3 pares en el pronoto, siendo el último par mas separado del se— gundo que este del primero; uno en el mesonoto y meta— noto y seis en el abdómen. Este último posee ademas un órgano tubiforme apical, provisto de espinas cortas. Todo el cuerpo es bastante velludo, de color rojizo impuro, con las patas y la parte mediana de los apéndices torácicas y dor— soles blanquizcas 6 amarillentas. Tiene 5 milímetros de argo. | 300. C. biflasciata Farm. A Ceresa bifasciata Farrm., Ann. Soc. Ent. de Er. Sér. 2. IV, p. 286. 13 (1846). — Wark., List of Hom. 11, p. 531. 19 (1851). Patria: Brasilia. Los dos individuos, provenientes del Baradero y de Corrientes, que poseo de esta especie, tienen la extremidad de las espinas to— rácicas laterales apénas negras, y están provistos de una línea oblícua oscura á cada lado del abdómen, que empieza en la altura de la faja fuscescente y se dirige hácia el ápice del abdómen. El uno de los individuos tiene esta línea muy visible. desvanecida, apénas HEVIPTERA ARGENTINA 995 MELUSINA STÁL. Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 552. Hem. Fabr. Il, p. 24 (1869). 301. M. exaltata Far. - Membracis exaltata FaBr., Syst. Rhyng. p. 10. 22 (1803). Ceresa chlorotica Farkm.. Anu. Soc. Ent. de Fr. Sér, 2. IV, p. 289. 23 (1846). — Wark., List of Hom, II, p. 532. 30 (1851). Melusina exaltata SráL, Hem. Fabr. II, p. 23. 1 (1869). Patria: Brasilia. El individuo Q, que recojí en Misiones, tiene apénas algunos pequeños puntos oscuros en el tórax, con excepcion de la faja fus— cescente y de las pequeñas” manchas de la parte posterior. Por los demas caracteres corresponde bien á las descripciones de los dife— rentes autores. | AcuTALis FAIRM. Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IY, p. 241 et 496 (1846). SráL, Ofv. Vet-Ak. Fórh. 1867. p. 552, 302. A. variabilis 200. spec. y ete : Pallide sordide flavescentes, dilute testacei, isabellim, nitidi, unicolores aut macula maxima anteriore pronoti fusca aul nigra ornati, capite, fronte, pectore pedibusque interdum ad partem in- fuscatis vel maculatis; capite pronotoque dense punctulatis, illo posterius utrimque subtilissime impresso, hoc apicem versus sensim acuminato, apice ipso rarissime virescenti; tegminibus sub- hyalinis, perquam raro basi brunnescentibus ; ab- domine semper ochraceo vel aurantiaco; pectore generaliter fusco; femoribus maximam partem otíuscatis; tibiis extus fusco-lineatis. — Long. cum tegm. 4; lat. pron. 1 */, mm. Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis. Esta especie, que abunda en las inmediaciones de Buenos Aires, y que poseo tambien de la vecina República Oriental, se coloca sistemáticamente entre la A. plagiata SríL y la A. anticonigra Farrm., con las cuales tiene mucha semejanza. 15 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Se distingue de la primera por el menor tamaño, por la falta de la coloración negra de la extremidad del tórax, y por la carencia de la guarnicion rojiza de la mancha pronotal. La segunda tiene el borde inferior del pronoto, las nervaduras de las alas superiores y la cabeza de color fusco, siendo provista la última de una ancha faja amarilla. ENTYLIA GERM. Enty lia Germ. in SiLa., Rev. Ent. 1, p. 178 (1833).— Bunm., Handb. II, 1, p. 128 et 143 (1835). — Farrm., Ann. Soc, Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 240 et 299 (1846). — STÁL, Ofy. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 553 et 1869. p. 241. Entilia Am. et Serv., Hém. p. 538 (1843). 303 E. gemmata (GERM. Membracis gemmata Germ., Mag. der Ent. TV, p. 16. 11 (1821). Entylia gemmata Germ. in SirB., Rev. Ent. III, p. 248. 1 (1835).— Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 300. 1. pl. 5. f. 30 (1846). — WaLk., List of Hom. II, p. 546. 1 (1851). — STiL, Rio de Jan. Hem. 11, p. 28. 1 (1862) et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 241. 3. Entylia corniculata Farim., Ann. Soc. Ent. de Er. Sér. 2. IV, p. 300. 2. pl. 5. f. 31 (1846). Entylia incisa WaLK., List of Hom. IT, p. 548, 9 (1851). Patria : Patagonia. — Brasilia. — Columbia. — Vene— zuela. 3 No he observado aún esta especie, solo la enumero por la indi— cacion de FAIRMATRE, como representante de la fauna patagónica. (Continuará.) só CÁrLOS BERG. PROPIEDADES FÍSICAS DE LAS MADERAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA SEÑOR PRESIDENTE: SEÑORES SÓCIOS : Los estudios hechos hasta ahora sobre las maderas indígenas de la República son muy escasos é incompletos, especialmente si se consideran bajo el punto de vista de las aplicaciones á que pue- den dar lugar en todo ramo de construcciones terrestres y navales. La mayor parte de estos estudios se reducen á colecciones de trozos chicos de madera presentados en una ú otra Exposicion y algunas veces acompañados con informes de un interés muy se- eundario y por nada en relacion con la importancia de uno de los elementos mayores de la riqueza del país. Son muy deficientes tambien los estudios hechos sobre las ma- deras argentinas bajo otros aspectos. Los botánicos p. e. no han todavía clasificado las plantas mas comunes, y las que están ya clasificadas, lo parecen de un modo muy poco seguro, si se tiene en cuenta lo que ha pasado relativamente al Quebracho colorado. Los químicos muy poco saben relativamente á las gomas, á los ácidos y sales; á las materias tintóreas y medicinales, que con- tienen al parecer en grande cantidad muchas de las plantas ar- gentinas. Poco ó nada se sabe relativamente á las materias texti- les; poquísimo relativamente á los poderes caloríficos de muchas plantas. En fin, nada se conoce relativamente á la resistencia y á las numerosas y variadas aplicaciones á que pueden dar lugar en la industria y en el comercio. Mi objeto en esta conferencia es de exponer el resultado de al- gunos estudios que yo he hecho y que continúo siempre haciendo, á medida que mis ocupaciones me lo permiten, sobre lo que po- demos llamar promedades físicas de muchas maderas de la Repú: 9228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA blica Argentina y sobre las aplicaciones de las mismas en todo los ramos de la Ingeniería. Entre las muchas propiedades he considerado solamente aque- llas que me parecen las mas importantes para el Ingeniero y que trataré sucesivamente en otras tantas secciones distintas. Ellas son: 13. El grandor del tronco y de las ramas, que dá lugar á la division usada en la práctica de maderas para grandes construc- ciones y maderas para construcciones pequeñas para la carpinte- ría y ebamistería. 22, El peso específico 6 densidad, por cuyo efecto se hace la dis- tincion de maderas de esencia fuerte y maderas de esencia dulce ; ó mas comunmente maderas duras y maderas dulces. 3 La fuerza ó resistencia longitudinal y transversal, es decir, la resistencia que presentan á los esfuerzos exteriores. en el sen- tido de las fibras ó normal á ellas. la, La flexibilidad, llamada vulgarmente é impropiamente elas- ticidad. 52, La trabajabilidad, esto es, aquella propiedad, por efecto de la cual las maderas se prestan mas ó menos para recibir las for- mas que la práctica exige. 6, La duracion ó resistencia contra los agentes destructores: atmósfera, tierra, fuego, agua, roce y carcoma. Y. La forma derecha ó torcida del fusto, de las ramas y de las fibras y el número mayor ó menor de nudos. 81, En fin, el color, el olor, la finura, el grado de pulimento y lustre que pueden adquirir y que son tan importantes en la ebanistería. S 1, GRANDOR El grandor ó tamaño del fusto y delas ramas es un elemento importantísimo para las aplicaciones de las maderas á los traba- jos de Ingeniería; pero de los dos factores del grandor, seccion ó diámetro y longitud, el último es siempre el mas interesante. El tamaño depende de la naturaleza de las plantas, de la edad de las mismas, de la localidad en que crecen y del ser cultiva- das 6 silvestres; así es que muchas de las plantas que he estu- diado se encuentran en algunas localidades en estado de «arbusto, mientras que en otras son verdaderos árboles. Por los tamaños que tengo consignados en el cuadro de las den sidades se verá cómo algunas clases de árboles de la República pueden sostener la competencia con los colosos mas conocidos de la vegetacion. Se han encontrado Cedros de Tucuman con mas de MADERAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 9229 dos metros de diámetro en la parte media del tronco y Urundey del Chaco con mas de 150. Se hallan troncos de Ivirapitá y de Piabó aún «mayores. Los fustos de la Tipa de las provincias del Norte pasan muchas veces los 30% de altura; los del Curiú y Peterebi del Chaco llegan, segun se dice, á mayores alturas. Los números que he anotado se refieren naturalmente á me- dias, que he sacado, sea por observaciones directas, sea por in- formes particulares, sea por las varias muestras que he ensayado. Pero debo de notar que hay mucha inseguridad á este respecto: en primer lugar, porque no he podido recorrer personalmente los parajes mas poblados de árboles; y en segundo lugar, por- que los centros de produccion mas importantes, como serian el Chaco, las Misiones de Corrientes y los bosques de Orán están todavía por la mayor parte inexplorados, limitándose la explota- cion actual de las maderas á parajes de mas fácil acceso y espe- cialmente á los situados sobre la costa de los rios. Esa inseguridad y deficiencia de datos me lleva naturalmente á otra de igual importancia relativa á la frecuencia ó rareza de la planta. Se dice p. e. que el Yasuretá Ó caoba de Misiones es muy comun, pero nadie lo puede asegurar de una manera cier- ta: así es tambien del Pino de Misiones. Muchas de las maderas conocidas por maderas de Corrientes, y de las cuales posee va- rias muestras la Universidad, son conocidas solamente porque el Rio Paraná las lleva en sus grandes corrientes: lo mismo sucede de muchas maderas del Chaco y de otros parajes. . Esta deficiencia durará hasta que los Gobiernos ó empresas par- ticulares puedan disponer de todos los elementos necesarios para una exploracion en toda regla. S 2. DENSIDAD Esta propiedad es tan importante como la anterior y por sí so- la muchas veces determina el uso á que debe ser destinada la madera. | «Depende la densidad de una série de circunstancias, cuales se- rian la naturaleza de la planta; la parte de la misma que se considera, la edad del árbol, la localidad en que crece, el grado de estacionamiento y el modo que se ha empleado para eso. Re- lativamente á esa cuestion se ha ya notado desde mucho tiempo y yo tambien lo he verificado que jo, Cuando se trata de maderas de esencia dulce, la densidad es en general mayor en las maderas recien cortadas que en las estacionadas. y la diferencia, la cual puede llegar hasta el 30 por 100, disminuye hasta un cierto límite con el grado de esta- % 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cionamiento. Lo contrario sucede en general con las maderas de esencia fuerte y cuya densidad es mayor que la del agua. 20, En los árboles sanos y vigorosos, la densidad es mayor en el troneo que en las ramas; mayor en la parte inferior del tronco que en la parte superior; mayor en la parte central ó co- razon que en la parte exterior Ó albura. Hay muy pocas escep- ciones á esa regla. Los cañas, p. e., las palmas, el laurel y al- gunas otras maderas me han dado mayor densidad en la parte exterior que en la parte interior del tronco. 30. En los árboles de la misma naturaleza, la densidad es ma- yor si crecen en climas cálidos y terreños secos de lo que su- cede cuando crecen en climas frios ó en esteros y bañados. El Urundey, el Curupay, los Quebrachos, etc., me han dado muchas diferencias ú este respecto. 4”. La densidad crece con la edad de la planta hasta que ésta se mantenga sana y vigorosa y puede aumentar hasta del 50 por 100. Por el contrario, en los árboles con imperfecciones acci- dentales ó en estado de decadencia ó decrepitud la densidad dis- minuye muy rápidamente y las diferencias pueden ser mayores de las anteriores, como sucede en el algarrobo negro y en el que- bracho colorado. 50, Los árboles mas lentos en su crecimiento y desarrollo y de mayor longevidad, tienen en general maderas mas densas que los que crecen rápidamente. : 6%. En fin, la naturaleza de la planta tiene gran influencia so- bre su densidad, como se verá por el siguiente cuadro, resúmen de mis esperiencias sobre este punto. Estas esperiencias han sido hechas cortando las maderas en for- ma de paralelipípedo rectangular, determinando el volúmen y el peso con la mayor exactitud posible. Cuando las muestras de que podia disponer no eran muy voluminosas ni se prestaban para ser cortadas, como he dicho, entónces he recurrido á la ba- lanza hidrostática. de Los ensayos han sido hechos siempre con maderas muy esta- cionadas y pertenecientes la mayor parte al corazon del tronco. Los números anotados representan siempre medias de varios ex- perimentos, sea que se trate de límite superior ó inferior. MADERAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 231 NOMBRES DENSIDAD Algarrobo negro (Prosopis Algarro-| . billa, var. migra GRB.)........... 0.646 40.730 Algarrobo blanco (Prosopis alba GRB.).| 0.809 Algarrobo amarillo 6 colorado....... 0.959 A O 0.927 Aguay-mini (? Styrax spec.)........ 0.7771á 0.822 Aguay-guazú (Styrax Spec.)......... 0.724 Aguariguay (Schinus Molle L.)...... 0.663 A A A 0.720 Blanquillo (? Sebastiana spec.) ...... 0.610 A A 1.207 Cali. Th dr: dh Ad 0.977 Canelon (? Oreodaphmne spec.)........ 0.625 Canela ó palo canela ........-..... 0.7114 Cebil (Piptadenia Cebil GrB.)....... 0.854 á 0.956 Cedro macho (Cedrela brasiliensis A 0 0.739 A A E CPP 0.622 Cedro blanco (Cedrela brasiliensis E A TA 0.480 Cedro de Misiones (Cedrela brasilien- MEA ELD Dub od dde dd o ¿dea 0.5754 0.658 Cedro jaspeado (Cedrela brasiliensis e O 0.540 Cedro maduro (Cedrela brasiliensis A 0.484 Cedro pimpollo (Cedrela brasiliensis Sos e E, 0 A 0.560 Chalchal (Urvillea seriana GrB.) . . ..| 0.700 A O A 0.881 Chañar (Gourliea decorticans GiLL.)..| 0.568 CHARLA db eo dde di 0.642 Ceibo (Erythrina crista-galli L.)....| 0.228 O A PP A AA .680 CObcha.: .t. Dn. A 0.562 Curupa (?Acaciaatramentaria Bewra)| 0.977 á 1.172 Curupicay (? Sapium spec.)......... 1.24741.284 | 0. Curupicay (parece distinta de la del mismo nombre del Chaco) (Excoe- caría biglandulosa MUELL.):...... .420 Coronillo (Scutia buxifolia Rexss.)...| 1.2344 1.243 Coronilla (? Scutia Spec.)........... 0.833 Curl de de 0.585 Espinillo aromita (Acacia spec.)......| 0.948 Espina de corona (Acacia spec.) ..... 0.8584 0.951 Espinillo (Acacia Cavenia Hook.)....| 0.766 Guaranind .. y. «(io . [vé o delo 0.926 DIMENSIONES DEL TRONCO AGA | LOCALIDAD E 00 O OMONUÑN. uy [mf] OOO OSOOoau Se SS, DIODOS OS SR DES DD *ÉP Cc SE ST 2 0.70 0.40 0.25 0.30 0.26 0.25 0.30 DD -10 ASCO OU SNS, ROSS Q SS». DOGS SS [Jo] o [ao] 7.00 7.00 3.00 6.00 8.00 6.00 3.00 hasta 18" 3.50 4.00 9-00 Chaco Tucuman » » Corrientes » » Chaco é Islas > Chaco Tucuman Corrientes Misiones Tucuman Corrientes ) » » Tucuman » » , Corrientes » Tucuman Islas Chaco Tucuman Chaco - » ») Buenos Aires Tucuman Chaco Corrientes » Tucuman Entrerios 232 NOMBRES Guayacan (Caesalpinia melanocarpa GrB., aut Porlieria hygrometrica A A Guayaivi Grapiapuña .r..o..o...r....o......... Incienso ó palo de incienso......... Lanza Mena RRE Lanza blanca ó palo de lanza (Myrsine marginata Hook. et ÁRN.).......- Lapacho (Tecoma spec.)............ o A A: Laurel amarillo......... IO E A AA Laurel blanco Mataojo (? Lucuma Sellowii DC.).... Manduvi guaycurú (? Sterculia spec.). EA A: e E Molle (Duvaua aut Lithrea spec.).... Molle (Duvaua aut Lithrea spec.) .... nistól (Zizyphus Mistol GRB.)....... 1 0. 0. 0. 0. 0. DENSIDAD 1134 1.284 907 .829 143 -969 á 0.945 .881 138 9524 1.072 693 a 0.826 845 3804 0.675 57040.750 105 .626 890 -833 917 274 .9774 1.090 Naranjosilvestre (Citrus aurantiumL.)| 0.7044 0.946 Nogal maduro (? Cupania spec.)..... 0.538 Nogal pimpollo (? Cupania spec.)....| 0.514 Nandubay (Prosopis Nandubay Gre. y 1.0904 1.214 E A A O 0.813 Nandupá (Gentpa speC.).....o...... 0.746 O A a a SS 0.847 MD AS AA 1.126 Orco molle A A o 0.703 á 0.838 Palo Santo (? Guayacum officinale L.J| 1.2164 1.303 Piquillin (Condalia lineata As., GrB.)| 1.114 PalCO.. Moo e a a de oa 0.918á 1.027 Palo=rosa macho0.............. PS. le LIB E Palverbsd.. AMA 0.6344 0.735 Palo de amis ¿NA IA AA e 0.929 Palma amarilla le is ses ea 1.067 Pajma negra (corteza).............. 0.910 Palma negra (Corazon)............. 0.593 a 0.660 Palo mario. IA A 0.544 Palo de yerba mate (llex paraguayen- do AS E A 0.490 Pacará bayo (? Enterolobium Timbouva MAR A 0.3444 0.473 Paraiso (Melia Azedar a A 0.755 e A IA DA 0.61940.810 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DIMENSIONES DEL TRONCO PARRAS LOCALIDAD DIÁ- METRO 0.30 S ce 00 Y Y SOdnmnOo SO SRA *- SY POSO ALTURA 6-00 3.00 9.00 7.00 6.00 6.00- 6.00 5.00 9.00 3.00 3.00 3.00 4.00 4.00 4.00 9.00 3.00 6.00 4.00 4.00 6.00 7.00 7.00 8.00 7.00 4.00 7.00 Tucuman Chaco Tucuman Corrientes * Chaco Tucuman » Chaco Corrientes ) Tucuman Chaco » Cotllentes Tucuman Corrientes Tucuman Entrerios Chaco Islas ae Paraná Tucuman » Chaco Corrientes y Chaco : Tucuman » Chaco Tucuman Corrientes A Chaco Corrientes Chaco ) ) Corrientes Misiones Tucuman 3.50 | Buenos Aires 18" Chaco MADERAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA NOMBRES DENSIDAD Pino de Misiones (Araucaria bras.)..| 0.4104 0.571 Quebracho colorado (Quebrachia Lo- A NA A 4.232 4 4.392 Quebracho blanco (Aspidosperma Que- bracho SCHLECHT.) ....... PR na 0.8104 1.030 APN pels. «qu Lapl 0 o a pl 0.675 RUTA AA ISA 0.576 Samuhú (? Chorisia insignis Kyra YAAWO 298 AAA 0.300 AM 0.662 Sauce blanco (Salix spec.).......... 0.468 SALE ndo 0 oa o o o 0.685 SAO IE IA IIDII 0.695 Sombra de Toro (Jodina rhombifolia HO0EwOINÁRNO il dico die el 0.754 PELIN A 1.040 Tatané amarillo............ US TOS 0.650 á 0.978 TADO. a 0.970 Tacuara (caña) (Bambusa spec.)..... 0.468 Tala (Celtis SPlCo)ooorancacanoco co 0.6084 0.896 Tap ASUS. iaa do ml 0.500 TA jalea BDO e ibid ad e 0.720 TERA MT LS. > 0.877 TIN AREA. O PEI A 0.597 Timbó. máeho ida ca cos 0.550 Ti dci ¿lt cla ae 0.3284 0.440 A A 0.662 Tusca (Acacia moniliformis Grb.)...| 0.918 TOM NS MI 0.756 Urundey (Astronium spec.)......... 4,1410:4:4:970 Uru nde yardas dla 910 lapa ale ag 0.9334 1.091 Uruguai ata e dire 0.920 UI de aora aa as lo 10 0.938 Vinal (Prosopis ruscifolia GRB.) ..... 0.800 VisCayaMte. ..ooccooocconoccccco.> 1.24 Yvirapita ó palo colorado.......... 10.745 41.038 AVITÁYOpITÓ coonococancanrr an 0.988 Youá- VIV a coqrnrorcanrannn roo. 0.924 Yasuretá ó caoba de Misiones........ 0.824 Va A A 0.811 Y ba-hiebo.0 dar AO 0.832 Va aisá rios pena ab lt a e a 0.862 Vvirarú XRuprechtia salicifolia Mer.) 0.7654 0. 7% ici e A ee 0.900 AA O A ecc lcleNc 0.894 ima A CE 0.416 soacoso E S SS ¡SOHO DOS SHG “OO SS SO QQ e S DIMENSIONES DEL TRONCO | LOCALIDAD DIA- METRO 0"60 0.40 0.50 ALTURA hasta * 20" 5”00 9.00 4.00 233 Misiones Chaco y»: » Tucuman Corrientes a Misiones 4.00 Buenos Aires 3.00 | Corrientes 5.00 | Tucuman ' » 9.00 | Corrientes 6.00 Chaco 6.00 ) 492 ) 3.00 | Buenos Aires 16" Corrientes 4.00 » 49 ) Chaco 14 » hastadO"| Tucuman » 3.50 | Corrientes 6.00 Chaco 5.00 » 4.50 | Corrientes ' Tucuman | Chaco 5.00 » Corrientes » 6.00 » 4.00 » 4.00 » 3.00, ». 7.00 » » » 3.00 » 234 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por este cuadro se vé cómo son abundantes en la República las maderas de esencia fuerte, pues 23 clases de las anotadas tienen una densidad superior á la del agua y unas 16 se acercan mucho á la misma. Esta observacion no carece de interés, si se nota que en Europa se tiene solamente el box, el granado y la vid, (plantas que se pueden poner mas bien entre los arbustos) cuya densidad es superior á la del agua y se tiene solamente el roble y el nogal, los cuales se acercan con su densidad á la del agua. ¿Esa densidad tan fuerte de las maderas mas comunes de la República Argentina constituye una ventaja ó una desventaja ? A mi modo de ver, constituye mas bien una ventaja, pues la densidad es uno de los factores mas poderosos de la resistencia y duracion; pero al mismo tiempo debo de observar que mucha densidad quiere decir en general mala trabajabilidad y que en muchos casos la poca densidad determina el uso exclusivo de ciertas maderas para cierta clase de trabajos. La poca densidad del pino p. e. en la mayor parte de los trabajos de carpinte- ría, constituye una ventaja que vá á la par de la baratura, es decir, abundancia del material y de las muchas otras propiedades preciosas de esa madera verdaderamente escepcional. S 3. RESISTENCIA pa Se entiende por fuerza ú resistencia de un cuerpo las reaccio- nes moleculares desarrolladas por la accion de fuerzas exteriores. En las maderas, como en los cuerpos /¿brosos en general, esta resistencia puede ser provocada de dos modos distimtos, esto es, aplicando las fuerzas en el sentido de las fibras ó en el sentido normal á ellas. En el primer caso, se desarrolla la resistencia longitudinal, en el segundo la resistencia transversal. La resistencia longitudinal puede ser de tension ú de compre- sion, segun que las fuerzas exteriores tienden á alargar las fi- bras ó á acortarlas. La resistencia transversal puede ser á su vez de flecion: de corle y distorsion y de torsion. La resistencia á la flexion es provocada, cuando las fuerzas exteriores, obrando normalmente á la direccion de las fibras, tienden 4 cambiar la curvatura, en- corvando el cuerpo. La resistencia al corte se desarrolla cuando las fuerzas exteriores tienden á cortar las fibras y se llama tambien de distorsion, especialmente cuando las fuerzas externas tienden á sepa- rar las fibras unas de otras lateralmente. En fin, se llama resistencia á la torsion, aquella provocada por la accion de fuerzas exteriores, que tienden á torcer las fibras, esto es, á hacerlas girar unas sobre otras, determinando alargamientos y separacion de las mismas. Los experimentos que he hecho hasta ahora para averiguar MADERAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 235 cada una de estas cmco resistencias distintas para cada clase de madera, son muy numerosos á la verdad, pero todavía muy in- completos, y esto porque no me ha sido muy fácil procurarme máquinas adecuadas para las experiencias, y especialmente por- que las muestras de madera que varias personas me han favo- recido han sido muy deficientes. He tralado y trato (pues continúo siempre, como he dicho, los experimentos) de obtener en cada caso especial lo que se s llama resistencia permanente 6 resistencia de prueba y la resis- tencia extrema ó resistencia á la rotura. Esta última resistencia representa la suma de acciones moleculares desarrolladas hasta el punto en que las fuerzas exteriores producen la rotura del cuerpo de una manera determinada y despues de un tiempo mas ó menos largo: Es esta la resistencia mas fácil de obtener experimentalmente. Por contrario, la resistencia permanente es igual á la resultante de las acciones moleculares desarrolladas hasta el punto en que las fuer- zas exteriores producen de una manera determinada la mayor defor- macion del sólido sin que la resistencia de la materia sea alterada ó sin que se haya pasado lo que se llama el lómite de la elasticidad de la sustancia. Esta resistencia es la mas difícil de averiguar experimen- talmente, porque depende de una multitud de circunstancias no susceptibles de ser calculadas con exactitud. Es por eso que la mayor parte de veces ella se deduce de la observacion directa de construcciones existentes, ó de la resistencia ú la rotura, dismi- nuyendo ésta convenientemente, esto es, multiplicándola por un coeficiente numérico menor que la unidad, coeficiente experimen- tal que se ha convenido de llamar coeficiente de seguridad ó de estabilidad. RESISTENCIA Á LA TENSION Esta resistencia, llamada por algunos resistencia absoluta ó tena- cidad y por otros resistencia á la traccion 6 á la tension, depen- de no tanto de la calidad ó naturaleza del material como de su grado de homogeneidad. La teoría de la elasticidad y la expe- riencia sobre materiales homogéneos, cuando no se pasa el límite de la elasticicidad, han dado lugar á la fórmula PL l= ES (1) á donde 1 representa el alargamiento producido sobre una prisma de longitud L y de seccion transversal S por una fuerza P aplicada en uno de sus extremos en direccion de la longitud del prisma: E representa lo que se ha convenido de llamar módulo ó coeficiente de la elasticidad longitudinal de la materia relativamente á la tension. Por medio de dicha fórmula, determinando experimentalmente los valores de /, en un prisma de longitud determinado L y con sec: 936 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cion S tambien determinada, solicitado por un fuerza cualquiera P, que no llegue 4 producir la enervacion de. la sustancia, pa- rece que sea fácil determinar el valor del coeficiente E ; pero cuando se vá al acto práctico se encuentran dificultades sérias, debidas especialmente á: la poca homogeneidad de las maderas. No son muchas las esperiencias que he podido hacer hasta ahora á este respecto por falta de aparatos convenientes, y he tenido que ser- virme en parte de las que ha ejecutado, aunque en condiciones tam- bien no muy favorables, el Ingeniero D. Juan Medici. Con todo eso, se verá, parangonando los números obtenidos con los análogos rela: tivos á la compresion y flexion, que ellas son bastante satisfactorias. Los coeficientes de elasticidad que he sacado, se refieren 4mu- chas medias, sea que se trate de máximas ó mínimas: varian en- tre 2,010 kilógramos y 510 kilógramos por milímetro cuadrado, mien- tras los obtenidos por varios autores y relativos á maderas de otras partes, varian entre 1,800 y 500 kilógramos. Los mismos experimentos, aumentando las cargas hasta el lí- mite de rotura, me han servido para determinar el coeficiente KR de resistencia á la rotura, usando de la fórmula P=R8 (2) en la cual P representa la carga límite del prisma con seccion transversal S. Pero los valores obtenidos, contra toda espectativa, han sido menos satisfactarios de los anteriores, como se podrá ver fácilmente, parangonándolos con los análogos relativos á la com- presion y flexion. MÓDULOS COEFICIENTES DE LA ELASTICIDAD LONGITUDINAL relativos á la tension en DE RESISTENCIA Á LA ROTURA MADERAS kilógramos por milímetro cuado, alan , o kilógramos por milímetro cuado, : MAXIMO MEDIO MINIMO Algarrobo negro........ 580 | 571 | 560 4ks 40 Canela ó pale canela..... 1 1796 | 1481 | 940 6 46 4 6ks ¡TN A A 1698 | 1620 | 1580 9:..16.4, .4 20 Curupay Do. donde. 2680 | 2420 | 2097 | 16 40411 38 TABACHO 2 200 00 ooo 2662 | 1875 | 1557 12 66 a 10 04 Nardo e. 2. AA: 2937 "'914 | 1180 | ,13 54 Nandubay. 460.640 4 040. 2495 | 2010 | 1540 12-664 9-::50 Palosanto ue a hiseloe 1280 ¡ 1149 | 1004 43 ad dá A do Quebracho colorado......- 2080 | 1669 | 1269 lA a Quebracho blanco....... 860 | 601 438 A mo ds) Satice DICO. ose 690 670 648 497 Tatané blanco:..:...... 1575 4459 | 12%8 14 01009 Dña day Le Li aristas e 1679 | 4487 | 1078 44:90 AA. 07 - MADERAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 237 Como se vé, los valores de R obtenidos son demasiado varia- bles; por lo demás, son bastante interesantes, pues se notará que son en general superiores 4 los de las maderas mas conocidas y usadas de Europa. En efecto; se tiene para el roble ewropeo el valor de R variable entre 6 kg. y 14 kg. y para el pino KR va- riable entre 6 kg. y 10 kg., variacion que depende no tanto de las varias clases de robles y de pinos como de la calidad de las muestras ensayadas, mientras las muestras que yo he usado pro- venian en general de troncos poco diferentes entre sí, y poreso no son completamente justificadas. RESISTENCIA Á LA COMPRESION La resistencia á la compresion depende como la anterior á la tension de la naturaleza de las maderas, como de su grado de homogeneidad, y aunque á primera vista parezca mas fácil que la precedente para determinarla experimentalmente, sin embargo tambien ella ofrece sérias dificultades. La teoría y la experiencia sobre materiales homogéneos, cuando se esté adentro de los lími- tes de la elasticidad, dá lugar á la fórmula (1), en la cual en- tónces | representa el acortamiento producido por una fuerza P en un prisma de longitud L y de seccion S, y E representa el módulo ó coeficiente de la elasticidad longitudinal relativo á-: la compresion. Los valores de E consignados en el siguiente cuadro, han sido obtenidos cargando piezas de longitud muy reducida, á fin de evi- tar en ellas la flexion: dichos valores son bastante menores de los análogos relativos á la tension para indicarnos el error que hay en admitir, como se hace generalmente, que los dos módulos de la elasticidad longitudinal relativos á la tension y compresion sean iguales. Los mismos experimentos, llevando la carga P hasta el límite de rotura, me han servido para determinar el coeficiente R. de re- sistencia á la rotura por compresion, usando para eso de la fór- mula anterior (2). Se notará cómo estos: coeficientes sean mucho menores de los análogos relativos á la tension, y que la diferen- cia es mas notable en las maderas dulces que en las maderas du- ras, como era de preveerse. Se notará tambien cómo dichos coefi- cientes sean en general fuertes y superiores á los coeficientes de las maderas europeas, 4 donde el roble tiene K variable entre 4 y Y kilógramos y el pino variable entre 4 y 6 kilógramos. h 9238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DELA e re ATA bl MADERAS lies rc PD RO A por compresion en Maxnio Y RDTO MENÓRO kilógramos y por milímetro cuado. Algarrobo negro......... 5718 | 511 | 434 4kg 04 Canela ó palo canela..... 4543 di. 817, |;. 100 6 25 Medios ate le aleteo le 560 | 464 | 368 4 60 CULPA esas ojete 0 916 | 833 | 682" 40 10 DMapacho oem. 700? 4525 | 1390 | 1254 92M A 1003 | 712 | 420 4 88 Nondubar de ie 601 6 33 O 1414 | 973 693 1,03 Quebracho colorado...... 1703 | 1312 831 15 40 á 9k801 Quebracho blaneo....... 742 597 4592 5 40 Saro DLanco Decio a 331 | 261 | 185 2 66 Tatané blanco .......... 950 | 867 7127 9:50, (Si: 069 Dibidey ici. ¿a 2íéóo ico in ss 1218 wi 886. 136044 ¿ddió 39) A 94 RESISTENCIA Á LA FLEXION Los experimentos que he ejecutado relativamente á la resisten- cia á la flexion llamada por algunos resistencia respectiva, son muy numerosos, consistiendo todos en cargar por el medio piezas apo- yadas horizontalmente por sus extremos y con longitudes y sec- ciones rectangulares muy distintas. Los resultados obtenidos adop- tando las fórmulas conocidas de la mecánica, relativas á la flexion son muy concordes entre sí y pueden servir á corregir los resul- tados anteriores relativos á la compresion y tension, cuando por la comparacion esto se encuentre necesario. La fórmula que me ha servido para calcular los coeficientes E de la elasticidad relativos á la flexion, es la siguiente: pp (=n1 (3) A á donde f representa la flecha de encorvacion de un prisma á seccion rectangular de longitud 2/1 y cargado en el medio con una fuerza 2 P dirigida normalmente á su longitud, siendo 1 el mo- mento de inercia de la seccion recta. Esta fórmula está fundada sobre la hipótesis, verificada ya experimentalmente por Dupin, pero no por mí, de que los alargamientos y acortamientos son pro- porcionales á las cargas y sensiblemente iguales entre sí, aun pa- sando el límite de la elasticidad, ú de que el coeficiente de elasticidad y MADERAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 239 longitudinal relativo ú la tension es sensiblemente igual ú él rela- tivo ú4 la compresion. Midiendo con cuidado las flechas de encorvacion f á cada varia- cion de carga P, he podido obtener una série numerosísima de valores para E, cuyas medias están representadas en el siguien- te cuadro. Estos valores, como se verá, son intermedios á los re- lativos obtenidos por la tension y compresion, y pueden servir, como he dicho, para corregirlos. Yo he creido bien dejar á un la- do esa correccion, sea porque la puede hacer cualquiera, si lo cree necesario, sea para no alterar los resultados de la experien- cla; sea, en fin, porque creo que la hipótesis de Dupin, indica- da arriba, sea bastante lejana de la verdad, aunque mis experi- mentos ejecutados hasta ahora relativamente á la tension y com- presion no tengan el grado de seguridad necesario, como ya he tenido ocasion de indicar mas arriba. Me he servido de los mismos experimentos para determinar el coeficiente de resistencia ER relativo á la rotura por flexion, lle- vando la carga P hasta el límite de rotura y haciendo uso de la fórmula en la cual I P 1 representan los mismos valores de la fórmula anterior (3) y v indica la semi-altura de la seccion recta del pris- ma. Los valores así obtenidos están consignados en el siguiente cuadro y representan una media de varios experimentos, sea que se refieran al máximo ó al mínimo, cuando estos están indica- dos. Dichos valores, como es natural, representan tambien una es- pecie de media entre los valores obtenidos para la rotura por ten- sion y compresion, y parangonados con los de los Manuales re- lativos 4 maderas de otros paises, nos hacen ver como muchas de las maderas argentinas, consideradas bajo este punto de vista, no tengan rivales en ninguna otra parte. Nos hacen tambien ver có- mo sea errado y algunas veces peligroso el tomar (como hacen algunos autores, y entre estos Claudel en su Manual del Inge- niero) por valor medio de R relativo á la flexion de las maderas el número de 6 kilógramos y el tomar por valor medio del coe- ficiente de la elasticidad relativo á la flexion el número de 1,200 kilógramos. 940 ' ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA MADERAS Algarrobo negro..... Moo. Aguay-MÁNi. ooo. des. ya. Blanco grande. seo sio tó ese Canela ó palo canela..... A Cedro de Misiones...... Cedro de Tucuman...... A A A CU aa aio egg al bi Grapiapina. WE DNA IMbienso. ¿sucede E Lajrel negro. Kid... Lanza blanca 6 palo de lanza hy: 10 PA A A E A O ls ANG Nogal dois NUI 0 ae a e Orco=molle.... Ll Dacará . alas DL A PALO Sao. maite E o Ra POr a E Palma negra (corteza)... PUMA e cd, Peterebi o Ae UN OA Quebracho colorado..... Quebracho blanco....... ¿«SAUce DInBO.. 2.0. o, Drindey:. ¿140 dk. e a Urundey-pard.. .......... A A MAXIMO 650 1263 1125 1271 1522 932 1492 1386 1394 1684 1149 1675 MÓDULOS flexion en kilógramos por milímetro cuado, _—— o — MEDIO 972 1199 963 1161 1427 $17 967 1333 1247 1603 1115 1228 1251 1336 982 TS 1032 800 944 1079 894 821 872 MINIMO 409 MATA $41 1093 1382 180 837 1212 1100 | DTO 1039 | 1220 (10: 1210 (13. 1246 | DAO 1116 | 1032 || 120 874 916 124 137 8217 912 1329 1374 949 1293 433 434 | 1006 666 944 1116 1376 COEFICIENTES DE ELASTICIDAD RELATIVOS Á LA! DE RESISTENCIA Á LA ROTURA or flexion en kilógramos por málímetro cuado, — MAXIMO MEDIO 6.74 | 6.30 | 12.81 47.44 (12.83 17.32 12.33 (10.80 10.12 | 9.66 13.90 [12.70 16.60 115.43 6.96 10.11 | 9.46 10.97 | 9.96 11.864 14.461 10.26 12.35 112.00 13.18 8.31 | 7.87 14.07 (10.81 9.79 | 8.81 10.00 | 8.76 14.76 [13.00 17.32 [15.43 7.16 | 4.33 5.24 11.41 (10.41 6.74 | 6.63 11.85 111.25 ++ 41.48 12.66 (12.10 E MINIMO 5 —— WM Ni O O O 00 -1 «O 0 00 00 [ay Co) (Continuará). EmiLio ROSETTI. Ingeniero. . HEMIPTERA ARGENTINA. (Continuacion. ) Subf. DARNINA Bexc. Darnida STáL, Hem. afr. IV, p. 83 (1866); Ofv. Vet.-Ak, Fórh. 1867. p. 556 et 1869. p. 250. DArnis FABR. Darnis FaBr., Syst. Rhyng. p. 25 (1803). — Germ. p., Mag. der Ent. IV, p. 11 (1821). — Larr., Fam. Nat. du Régn. Anim. p. 427 (1825). — Burm., Handb. II, 1, p. 128 et 140 (1835). — Brancn. p., Hist. des Ins. 1H, p. 185 (1940). — Am. et Serv., Hém. p. 544 (1843). — Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 241 et 479 (1846). SráL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 556 et Hem. Fabr. II, p. 30 et 32 (1869). Subg. HEBETICA STAL. Hem. Fabr. Il, p. 32 (1869). 304, D. (H.) convoluta OLiv. Membracis convoluta Oxwv., Enc. métb. VII, p. 664. 12 (1792). — Fabn., Ent. Syst. IV. p. 15. 28 (1794) et Syst. Rhyng. p. 11. 24 (1803). Membracis flavicincta GErM., Mag. der Ent. 1V, p. 12. 2 (1821) et in SiLa., Rev. Ent. TI, p. 251. 3 (1835). Membracis atomaria Germ., Mag. der Ent. IV, p. 12. 3 1821). Darnis convoluta Burm., Handb. 11, 1, p. 141. 2 (1835) et in SizB., Rev. Ent. IV, p. 174. 11 (1836). — Germ. in SiiB., Rev. Ent. IT, p. 251. 4 (1835). — BLancH., Hist. des Ins. HT. p. 185. 1 (1840). — Farrm.. Ann. Soc. Ent. de Er. Sér. 2. IV, p. 482. 16 (1846). — Wark.. List of Hom. II, p. 578. 18 (1851). — Srát, Rio de Jan. -Hewm. 11, p. 31. 4 (1862). Darnis ¡Hebetica) convoluta STáL, Hem. Fabr. II, p. 32 (1869). Patria : Brasilia. 16 9242 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De esta especie recojí un individuo Y, en el Territorio de las Misiones antiguas, que corresponde en su coloración á la variedad D. atomaria (GERM. Subg. STICTOPELTA STÁL. Hem. Fabr. II, p. 32 (1869. 305. D. (S.) limbata Burn. Darnis limbata Burm. in SiLB., Rev. Ent. IV, p. 173. 10 (1836). — Farnm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 483. 19 (1846). — WaLk., List of Hom. IL, p. 578. 21 (1851). Patria : Brasilia. Poseo una Q de una Darnis, originaria del Baradero, que per— tenece al sub-género Stictopelta SráL, y que corresponde bien á las descripciones breves de los autores indicados. En cuanto á la es— tructura, agregaré lo siguiente: La parte anterior de la cabeza es punteada, la parte posterior, que ocupa dos tercios del área de la cabeza, es longitudinal y sub—radialmente estriada ó rugosa. El pronoto es casi completamente liso en su parte mediana superior, pero bien punteado en la márgen anterior, en sus partes laterales y en la parte posterior superior. Esta especie es ménos voluminosa que la anterior, y carece de pelos en la cabeza. PYRANTHE STAL. Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 558 et 1869. p. 252. 306. P. chilensis SpIN. Hemiptycha chilensis Spin. in GaY, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 270. 1. lám. 3. fig. 6 (1852). y Pyranthe chilensis STáL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 558 et 1869. p. 253. 4. Patria: Chile. El Museo Nacional de Santiago de Chile conserva varios indivi- duos de esta especie, originarios de Mendoza; yo poseo una sola Q, tambien de Mendoza, que debo al Prof. PhiLiper. CYMBOMORPHA STAL. Smilia Farnm. (nec Germ. nec Am. et Sery.), Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 240 et 291 (1846). Cymbomorpha STAL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 558 et 1869. p. 260 et Hem. Fabr. II, p. 33 et 34 (1869). HEMIPTERA ARGENTINA 243 307. C. deorsata Famnn. Smilia dorsata Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 293. 6 (1846). WaLk., List of Hom. II, p. 535. 7 (1851). Smilia aequalis WaLxk., List of Hom. Suppl. p. 133 (1858). Cymbomorpha dorsata STáL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 260. 2. Patria: Brasilia. De esta especie he recogido un individuo Y, en el Territorio de las Misiones antíguas, cerca de Corpus. Corresponde bien á las descripciones existentes; principalmente á la que da WALKER. ACONOPHORA FAIRM. Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 294 (1846). . STAL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1867. p. 558 et Hem. Fabr. II, p. 34 (1869). 308. A. pugionata GERM. Membracis pugionata Germ., Mag. der Ent. IV, p. 20. 17 (1821). — Burn., Handb. II, 1, p. 135, 2 (1835). Smilia pugionata Germ. in SiLp., Rev. Ent. HI. p. 238. 15 (1835). Aconophora pugionata Farrm., Ann. Soc. Ent. de Pr. Sér. 2. IV, p. 295. 6 (1846). — Warxk., List of Hom. II, p. 537. 6 (1851) — StáL, Rio de Jan. Hem. Il, p. 28. 1 (18€2) et Hem. Fabr. 11, p. 35. 2 (1869). Patria: Brasilia. Un individuo de coloración oscura, que recojí en Misiones, es conforme á las descripciones existentes. ' s Subf. MEMBRACINA Bere. Membracida StTáL, Hem. afr. IV, p. 83 (1856,; Hem. Fabr. II, p. 38 (1869) et Ofv. Vet.- Ak. Fórh. 1869. p. 260. ENCHENOPA ÁM. et SERV. Am. el SERY., Hém. p. 539 (1843). STáL, Hem. Fabr. 1I, p. 39 et 42 (1869) et Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 271. 244 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Subg. ENCHENOPA STÁL. Hem. Fabr. II, p. 39 et 42 (1869). Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1869. p. 271. 309. E. (E.) Monoceros (GERM. Membracis monoceros Germ., Mag. der Ent. IV, p. 28. 29 (1821) etin SiLB. Rev. Ent. III, p. 226. 12 (1835). — Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 9. IV, p. 253. 38 (1846). — STáL, Rio de Jan. Hem. II, p. 23. 10 (1862). Enchenopa monoceros Am. et Serv., Hém. p. 535. 1 (1843). — WaLk., List of Hom. II, p. 483. 11 (1851) h Enchenopa Enchenopa) monoceros STáL, Ofv. Vet.—Ak. Fórh. 1869. p. 272. 6. Patria: Brasilia. Segun los Sres. Lyxcn, esta especie abunda en el Baradero y en Las Conchas. El individuo que poseo del primer lugar, es de un tinte fusco—rojizo claro y uniforme, con la extremidad de las alas superiores amarillentas é hialinas, como lo indican Amor y SeEr— VILLE. BOLBONOTA AM. et SERV. Am. et Sery., Hém. p. 537 (1843). Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 240 et 257 (1846). StTíL, Hem. Fabr. II, p. 46 (1869). 310. B. melaena GERM. Membracis melaena Germ. in SiLp., Rev. Ent. HI, p. 129. 20 (1835). Bolbonota melaena Farrm., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 2. IV, p. 258. 4 (1846). — WaLk.. List of Hom. II, p. 495. 4 (1851).— StíL, Rio de Jan. Hem. II, p. 24. 1 (1862). Patria : Brasilia. He observado esta especie en gran abundancia, en ltuzaingó (Provincia de Corrientes), el 2 de Enero de 1877. Los individuos son variables en la coloracion general, teniéndola de un fusco oscuro hasta un tinte testáceo impuro, algo parduzco. Anotacion. — Fatrmarre describe dos especies, la Membracis truncata y la Pterygiía tuberosa, originarias de Buenos Aires y de Corrientes, que no conozco, y sobre cuya posicion sis- temática actual estoy en duda. La Pterygía (Hipsoprora) tuberosa SráL, no es indéntica con la de FarrmarrE del mismo nombre. HEMIPTERA ARGENTINA 9245 Fam. JASSIDAE Flia. Cicadellina p. Burm., Handb. II, 1, p. 102 et 103 (1835). Serripedes Am. et SeErv., Hém. p. 569 (1843). Jassidae FieB., Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XVI, p, 500 (1866). Jassida STír, Hem. afr. 1Y, p. 83 et 99 (1866). Jassides Sien., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 5. IX, p. 47 (1879). Subf. TETTIGONIINA Bere. Tetíigonides Am. et SERV., Hém. p. 569 [1843). — SIGN., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 5. IX, p. 48 (1879). Proconiida STáL, Hem. Fabr. 11, p. 59 (1869). OCHROSTACTA STAL- Hem. Fabr. II, p. 61 (1869) 311. O. diadema Burn. Tettigonia diadema Burm., Handb. II, 1, p. 120 19 (1835). — SicN., Ann. Soc. Ent. de Fr, Sér. 3. II, p. 719. 243. pl. 21. f. 4 (1854). Rhaphirhinus diadema Waxxk., List of Hom. HI, p. 805. 3 (1851). Proconia? diadema WaLK., List of Hom. Suppl. p. 230 (1858). Ochrostacta diadema STÁL, Hem. Fabr. IL, p. 61 (1869). Patria : Montevideo. — Brasilia. No ha sido observada aún entre nosotros, pero la cito como un representante de la fauna platense. TETTIGONIA GEOFFR. Tettigonia GEOFFR., Hist. des Ins. I, p. 429 (1764). — Larr. p., Régn. Anim. INMI, p. 428 (1817). — Germ., Mag. der Ent. IV, p. 38 (1821). — Burx. p., Handb. II, 1, p. 105 et 117 (1835). — BLancH. p., Hist. des Ins. III, p. 189 (1840). — Am. et Serv., Hém. p. 569 (1843).— STAL, Rio de Jan. Hem. Il. p. 38 (1862); Hem. afr. 1V, p. 100 et 115 (1866) et Hem. Fabr. II, p. 61 et 70 (1869).—Flen., Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XVI, p. 502 (1866). 9246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 312. T. limitata SicN. (*) Tettigonia limitata Sicx., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 3. 1, p. 344. 51. pl. 9.f. 14 (1853). — Warx., List of Hom. Suppl. p. 203 (1858). Patria: Cayenna. De esta especie recojí un individuo en Misiones, que carece de los puntos blancos en el último cuarto del ala adelante de la faja transversal amarillenta, bordeada de un fusco—violáceo. 313. To. tribunicia 20%. spec. J et Q: Nigri, capite, pronoto, scutello, lateribus pectoris ventreque crebre flavo-maculatis, vittis duabus frontis genisque flavis, tegminibus san— guineis, flavido-irroratis et marginatis, pedibus testaceis; capite obtusissimo, crebre flavo-macu— lato et postice flavo-marginato; fronte fasciis dua— bus apice conjunctis et striolis transversis obsoletis ornata; clypeo parum gibbo; pronoto flavo-mar— ginato, seriebus quattuor vel quinque macularum flavarum ornato; scutello lineis duabus anteriori- bus convergentibus punctisque nonnullis poste— rioribus praedito; tegminibus nitidis, sanguineis, quasi longitudinaliter flavido-punctato—lineolatis, marginibus, praesertim costali, testaceo-flavidis, limbo hyalino; alis nigricantibus, basi ipso rubro; dorso abdominis violaceo—nigro, apice flavido; ventre ad margines et saepissime disco flavo-ma- culato, interdum viridi; pedibus laete testaceis ; tibiis anticis teretibus.— Long. 6-7; lat. cap. 1 */,, pron. 1 */, mm. Patria : Provincia Bonaérensis. (*) Species argentinae mihi cognitae generis Teftigoniae hoc modo dispono : a. Capite sulco longitudinali destituto (312-321). b. Capite obtusissimo, margine antico postico plus minusve parallelo (312-315). c. Clypeo haud vel vix gibbo; tibiis anticis cylindricis (312-314). cc. Clypeo distincte gibbo; tibiis anticis supra distincte sulcatis (315). bb. Capite parum producto, rotundato (316-320). d. Tibiis anticis supra planiusculis ; clypeo sat gibbo (316-317). dd. Tibiis anticis cylindricis (318-319). e. Clypeo sat gibbo (318). ee. Clypeo haud gibbo (319). ddd. Tibiis anticis supra levissime et anguste sulcatis (320). bbb. Capite triangulariter producto; clypeo sat gibbo; tibiis anticis cylindricis (321). aa. Capite sulco longitudinali instructo (322), HEMIPTERA ARGENTINA 247 Esta especie, que ha sido solo observada en las inmediaciones de Buenos Aires, se acerca por varios caracteres á la T. dubia Si6N., distinguiéndose bien de la misma por las líneas punteadas claras de las alas superiores y las fajas amarillas de la frente. 314. T. consularis 100. spec. Á et Y: Virescenti-nigri, sat opaci, capite, pronoto scutelloque obsolete flavido vel virescenti-maculatis vel lineolatis, tegminibus violaceo-nigro viridique variegatis, dorso abdominis, ventre pedibusque maximam ad partem rufis aut fulvis; capite ob— tusissimo, medio et ad latera impresso, lineolis quattuor longitudinalibus et maculis duabus an— tico-lateralibus virescenti-flavidis, margine postico flavo; fronte supra viridi-bilineolata, medio obso— lete maculata, striolis transversis flavescentibus distinctis; genis flavidis; clypeo non gibbo; pro— noto antice flavido-maculato, interdum medio et postice viridi—irrorato, marginibus dilutioribus ; scutello flavido aut viridi-maculato; tegminibus violaceo-nigris, sat opacis, viridi—irroratis aut atro- viridibus, nigro-venosis, limbo hyalino, fusco-mar- ginato et venoso; alis violaceo-fuscis; pectore nigro; abdomine pedibusque rufis aut rufescenti- luteis, tibiis posticis tarsisque obscuratis. — Long. 1-7*/,5 lat. cap. 1?/,, pron. 4*/, mm. Patria : Provincia Bonaérensis. No la puedo comparar con ninguna de las especies descritas y figuradas por SIGNORET. Es bien característica por la coloracion de las alas superiores, del abdómen y de las patas. 315. T. pruinosa WaALk. Tettigonia pruinosa WaLk., List of Hom. IM, p. 755. 64 (1851) — Sicn., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 3. l, p. 681. 137. pl. 22. f. 9 (1853) — StiL, Rio de Jan. Hem, II, p. 43. 53 (1862). Patria : Brasilia. — Nova Granada. Esta especie abunda en Misiones y Corrientes, y se halla tambien en Buenos Aires y en las Provincias del Norte. La mancha amarilla oval de la frente, característica para esta especie, es siempre bien marcada y lustrosa. La cabeza es algo sinuosa en su parte media anterior. 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 316. T. Missionum 207. spcc. g' : Griseo-testaceus, obscure fusco-variegatus, dense punctatus et subsericeus, lateribus capitis, pronoti abdominisque aurantiaco-maculatis; capite sat obtuso, transversim sulcato, ad latera flavo, medio flavescenti, antice nigro-striolato; fronte ad latera transversim nigro-striolata, medio testacea, linea longitudinali percurrente nigra, interrupta; cly- peo subgibbo; pronoto dense rugulóso—punctato, antice sulco transverso instructo, obsolete nigro- variegato, lateribus aurantiacis ; scutello basi nigro-maculato, apice flavido; tegminibus dense punctatis, sericeis, fusco-lineatis, limbo opaco, immaculato ; alis fuscescentibus; dorso abdominis nigricanti, aurantiaco-fasciato; ventre flavido, marginibus segmentorum maculisque duabus me- diis basalibus nigris; pedibus griseo-testaceis, femoribus tibissque intus et extus fusco-lineatis, tibiis posticis impictis; tibiis anticis supra pla- niusculis. — Long. 8; lat. cap. 2, pron. 2 mm. Patria : Territorium Missionum. Esta especie, de la cual poseo un solo Y, originario de las Mi- siones antiguas, es fácil de reconocer por su coloración y por el surco transversal, que lleva la cabeza y la parte anterior del pronoto. 317. T. Doeringii 209. spec. J et Q: Nigri, punctulati, capite, pronoto, lateribus pectoris scultelloque flavo-maculatis, abdomine flavo-marginato, ventre flavo-lineato, tegminibus pedibusque rubro, nigro flavoque variegatis; ca- pite obtuse producto. rotundato, lineis plurimis et maculis nonnullis sulphureis ornato; fronte tu- mida cum genis maculis sulphureis parvis ornata (maculis disci interdum minutis vel obsoletis); clypeo subgibbo, flavo-maculato; pronoto antice subfoveolato, flavo-marginato et maculato, macu- lis ceteris in series quinque longitudinales irregu- lares dispositis; scutello flavo-quinquemaculato, apice ipso quoque flavo; tegminibus variegatis: venis magnam ad partem flavidis, areolis clavi et disci nigris, areolis reliquis margineque costali rubris, limbo hyalino, rufescenti-venoso ; alis fu- HEMIPTERA ARGENTINA 249 scescentibus, apice subhyalinis; dorso abdominis nigro, late sulphureo—-marginato; ventre flavo— quadrilineato; femoribus nigro flavoque lineatis, posterioribus apice rubris; tibiis rubris, interdum flavo-lineatis, anterioribus supra planiusculis; tarsis rubris. — Long. 7-8; lat. cap. 2, pron. 1 ?/, mm. Patria: Respublica Argentina. De esta bonita especie poseo cinco individuos, que fueron reco— idos por el Dr. D. AnoLro DoerIxG, en la Sierra de Córdoba y en as Salinas al Sur de la Provincia de Buenos Aires, en su última excursion con el General Roca; á quien dedico esta especie. Tiene alguna semejanza con la 7. interstitialas Sren. Es bien ca- racterística por la coloracion variada de las alas superiores, las patas y el abdómen. Larva de la T. Doeringú No». Es de color negro, variada de testáceo-amarillento, con las patas rojizas Ó testáceas. La cabeza y el pronoto son en su mayor parte pálidos, provistos de dos líneas medianas oscuras; el pronoto tiene ademas una mancha lateral negra. La frente lleva cuatro fajas longitudinales amarillentas, que van acercándose entre si hácia el clipeo; y que están unidas en su base por líneas transversales de la misma coloracion. El clipeo es amarillo en los costados. Las val- nas de las alas son fuscas, provistas de márgenes y de una faja lon- gitudinal mediana clara. El dorso abdominal tiene las márgenes y tres líneas amarillentas; el vientre es fusco. Las patas muestran mas ó ménos la misma distribucion de colores que en la imágen. 318. T. xanthophis 20%. spec. ¿ et Y: Citrini, capite nigro-lineato, pronoto postice tegminibusque maximam partem viridibus, dorso abdominis supra apiceque nigro-maculatis; capite obtuse producto, flavo, rarissime virescenti, lineis duabus antice convergentibus maculisque duabus antico=sublateralibus nigris; fronte, genis, cly- peoque flavis, immaculatis, hoc sat gibbo; pronoto antice flavo, fusco-bipunctato et bilineolato, posti- ce virescenti, medio nigro—bilineolato et utrimque puncto singulo obsolete nigro ornato; scutello fla- vido, nigro-maculato; tegminibus viridibus, inter- dum ad partem infuscatis, anguste flavido-mar- ginatis, limbo hyalino; alis fuscescentibus, ad 250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA limbum hyalinis; abdomine flavo, dorso nigro- maculato; pectore, ventre, pedibusque citrinis; tibus anticis teretibus. — Long. 5 '/,; lat. cap. 2, pron. 1 ?/, mm, Patria : Respublica Argeñtina. La poseo del Baradero, de Corrientes y Entre-Rios. Tiene mucha semejanza con la T. herbida Watk., Sicn. (Helo- chara communis Frrcu), pero es bien diferente de la misma, dis- tinguiéndose sobre todo por la cara sin manchas, las líneas y man- chas diferentes de la cabeza y del pronoto, la existencia de manchas negras en el escudillo, los bordes amarillos de las alas superiores po angostos, y la parte inferior del cuerpo enteramente amarillo e limon. 319. T. sagata SiGN. Tettigonia sagata SicN., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 3. IL, p. 27. 180. pl. 2. f. 15 (1854). — Warx., List of Hom. Suppl. p. 194 (1858). — STAL, Rio de Jan. Hem. II, p. 42. 39 (1862). Patria: Brasilia. — Mexico. Se halla con frecuencia en Corrientes y en la Provincia de Bue- nos Aires. Las líneas y fajas longitudinales son de un verde mas puro, que en la figura que da SicnorEr, siéndolas en esta de un tinte ama= rillento. 320. T. capitanea 200. spec. SÍ et Q: Obscure fusei aut nigro-picel, grosse pun- ctati, capite, pronoto scutelloque crebre flavo-ma- culatis, pectore abdomineque flavo-marginatis, tegminibus sordide et dilute rubris. albido-con— spersis vel punctatis, pedibus rubro, flavo nigroque variegatis ; capite sal producto, apice subrotunda- to, medio transversim impresso, maculeolis pluri- mis flavis lineaque media subobsoleta ornato; fronte crebre flavo-maculata, apice nigra; clypeo parum gibbo, nigro, ad basin utrimque flavo-ma- culato ; pronoto antice foveolato, rude punctato et dense flavo-maculato; scutello medio impresso, flavo-maculato; tegminibus apice subhyalinis ; alis fuscescentibus aut migricantibus ; abdomine piceo, flavo-marginato, segmento ultimo flavo- aadsperso; femoribus rubris, nigro flavoque linea- tis; tibris rufis, saepissime flavo-lineatis; tibiis QU o HEMIPTERA ARGENTINA 2 anticis supra levissime et anguste sulcatis.—Long. 10-141 ; lat. cap. 3, pron. 2 */, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Esta especie, que he observado varias veces en Buenos Aires, y que trajo tambien el Dr. Dorrinc de las Salinas del Sur, tiene cierta semejanza con la 7. punctulata Si6N. y la T. variabilis SicN. Se distingue de la primera por el color fundamental, las manchas de la cabeza, pronoto y élitros, por la márgen amarilla del abdó- men, y la coloracion de las patas; de la segunda: por la cabeza prolongada, la carencia de manchas verdosas, la punta de las alas superiores poco transparente, y la coloración del vientre y de las patas, que son amarillas en la 7. variabilis. 321 T. argentima 200. Spec. S et Q: Laete flavi, punctulati, lineis capitis fron- tisque, maculis partis anticae pronoti, nec non ve- nis tegminum fuscis aut nigris; capite triangula- riter producto, apice subobtuso, medio leniter impresso, lineis tribus maculaque prope oculos nigris, interdum confluentibus, linea media non- numquam obsoleta, ornato; fronte medio longi- trorsum subsulcata, etiam punctulata, transversim fusco-striata; clypeo sat gibbo, basi infuscato ; pronoto antice subtiliter punctato, maculis tribus vel quinque, interdum obsoletis, ornato, postice distincte fusco-punctato, margine postico angulato- sinuato; seutello punctulato, post medium impres- sione lineari transversa instructo, raro fusco-bino- tato; tegminibus dense punctulatis, fusco-venosis, limbo hyalino; alis infumatis; dorso abdominis, margimibus exceptis, coerulescenti-griseo aut ni- gro; pectore, ventre pedibusque flavis; tibiis an- ticis cylindricis.—Long. 4 '/,-6; lat. cap. 1 */,-1*/,, pron. 1-4 */, mm. Patria: Respublica Argentina. Abunda en Buenos Aires y en las provincias vecinas, apareciendo muchas veces de noche en grandes cantidades. Se acerca á la T. punctatissima SicN. y á la T. Iinetceps Sr1x., dis- tinguiéndose de la primera por la coloracion del pronoto, (la 7. punctatissima tiene cinco líneas longitudinales en el pronoto) y ab- dómen (este es negro en la 7. punctatissima, con las extremidades de los segmentos amarillos). La segunda tiene una sola línea lon- 952 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA gitudinal negra en la cabeza, y siendo esta mas puntiaguda ; su pronoto es sin manchas oscuras, teniendo, así como las alas su- periores (que no son provistas de los nervios oscuros) una colora- cion amarillo-verdosa. 322. T. variegata Far. Cicada cr Fabr., Syst. Ent. p. 684. 15 (1775); Spec. Ins. II, p. 325. 19 (1781); Mant. Ins. II, p. 270. 25 (1787): Ent. ds IV, p. 35. 35 (1794) et Syst. Rhyng. p. 67. 24 (1803). . Cicada virginea FaBr., Syst. Rhyng. p. 66. 18 :1803). Tettigonia pulcherrima BLANCH., Hist. des Ins. TIT, p. 192. 15 (1840). Tettigonia variegata SicN., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 3. II. p. 723. 248. pl. 21. f..9, (2854), STiL, Hem. Fabr. II, p. 78. 26 (1869). Tettigonia virginea Sicn.. Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 3. II, p. 353. 203 (1854). — Wark., List of Hom. Supp!. 212 (1858). Diedrocephala variegata Wark., List of Hom. Suppl. p. 234 (1858). Patria: Brasilia. De esta bonita especie poseo un individuo, que fué recogido en Corrientes. Anotación. — SIGNORET describe la Tettigonia rubicauda y la T. rubro-marginata, como originarias del Paraguay y de Mon- tevideo, y WaLker (Ins. Saunders. Hom. p. 95-1858) la T. sistens de Montevideo. No conozco estas tres especies. Subf. GYPONINA Benrc. Scarides Am. et SErv., Hém. p. 576 (1843). XEROPHLOEA (GERM. Xerophloea Germ.. Zeitschr. fir Ent. I, p. 190 (1839).— Burm., Gen. Ins. Gen. 8. (1840). Mesodicus FieB., Verh. d. zoo].—bot. Ges. Wien. XVI, p. 501 (1866). — Purow, Cat. des Hém. p. 69 (1875). 323. XK. viridis FABr. Cercopis viridis FaBR., Ent. Syst. IVY, p. 50. 13 (1794) et Syst. Rhyng. p. 94. 30 (1803). Xerophloea grisea GErm., Zeitsch. fúr Ent. La p. 190. 1 ¡1839). — Burm., Gen. Ins. Gen. et tab. 8 (1840). — — Wark., List. of Hom. II, p.840 1 (1851). — StíL, Rio de Jan. Hem. II, p. 50. 1 (1862). HEMIPTERA ARGENTINA 253 Xerophloea virescens STÁL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1854. p. 253. 2.— WaLk.. List of Hom. Suppl. ,p. 259 (1858). Xerophloea viridis STáL, Hem. Fabr. II, p. 59. 1 (1869), Patria: America meridionalis (sec. Famr.).— Brasilia. Se halla con gran frecuencia en toda la República Argentina, y durante la mayor parte del año, mostrándose principalmente du— rante la noche. Los individuos son muy variables en su coloracion. Los hay de color verde en todos los tintes, de color gris, de claro hasta oscuro, y de un rojizo muy claro. Algunos carecen por completo de las manchas oscuras; otros las poseen en gran número en la cabeza, pronoto y alas, miéntras que otros tienen una línea mediana lon- eitudinal oscura en la cabeza, y la mayor parte del pronoto y dos líneas del escudillo de un pardo oscuro. No conozco la X. sordidula SríL, que será probablemente una de las muchas variedades de nuestra especie. EPICLINES AM. el SERV. Epiclines Am. et Serv., Hém. p 577 (1843). — STAL, Hem. afr. IV, p. 103 (1866; . v Proranus SP1x., Mem. Soc. Ital. delle Sc. XV, p. 122 (1850.. STÁL, Rio de Jan. Hem. Il, p. 49 (1862). 324. E. bdellostoma 200. spec. Á : Sordide ferrugineus vel rufescenti-testaceus, ad partem infuscatus, supra grosse punctatus, tegmi- nibus apicem versus subhyalinis, dorso abdominis subminiato, subtus sordide sulphureus, pedibus virescentibus; capite sat foliaceo, clypeato. subde- clivi, punctato, utimque leviter impresso, medio sulco longitudinali instructo, margine antico po- stico fere parallelo et aequilato; oculis parviusculis, non obtectis; ocellis fuscis, pone medium sitis, en- tre se quam ab oculis plus duplo longius remotis; fronte parva, ante basin, infra verticem, impressio- ne angusta profundissimaque instructa, utrimque fusco-striolata; pronoto transversim rugoso-pun- ctato, ante medium declivi, antice transversim im- presso, postice infuscato vel maculato, angulis posticis nec productis nec foliaceis; scutello pun- ctato, pone medium calloso; tegminibus sparsim grosse punctatis, basi ferruginosis; alis subvitreis, fusco-venosis ; dorso abdominis subminiato, me- 954 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dio infuscato; facie, pectore ventreque flavidis ; pedibus virescentibus; tibiis omnibus utrimque, anticis et mediis praecipue basin versus, dilatatis, marginibus minute spinosis vel setosis. — Long. corp. cum tegm. 8 */,; lat. cap. 2, pron. 2*/, mm. Patria: Territorium Missionum. El Y que poseo de esta nueva especie, fué recojido en Misiones, cerca de Corpus. La especie es bien determinada por la forma de la cabeza, del pronoto y de las tibias, y por la coloracion de los diferentes ór— ganos. Anotación. — La forma anterior de la cabeza y la de las tibias, atribuyen este homóptero al género Ledromorpha SráL; por otros caracteres, principalmente por el pronoto inclinado, pertenece al género Epiclines Am. et Serv. Estas diferencias pudieran motivar la formacion de un nuevo género. GYPONA GERM. Gypona Germ., Mag. der Ent. IV, p. 73 (1821). — Burm., Handb. II, 1, p. 105 et 114 (1835) et Gen. Ins, Gen. 16 (1840). —BLancH., Hist. des Ins. TIT, p. 195 (1840).—Am. et SERV., Hém. p, 579 (1843). — SpneB., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. V, 3, p. 2 et 3 (1878). 325. G. lineata Burn. Gypona lineata Burm.. Gen. Ins. Gyp. 11.f.1 (1840). — Wark., List of Hom. III, p. 839. 18 (1851). —SríL. Rio de Jan. Hem. II. p. 48. 19 (1862). — SpPx6B., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. V.3, p. 5. 1 (1878). Patria: Buenos Aires.— Brasilia. Es la especie mas comun del género (ypona, que poseemos en la República Argentina. En el mayor número de los individuos apé- nas se encuentran indicadas las líneas anaranjadas de la cabeza, del pronoto y escudillo. El cuerpo mide de 7 á 9 '/, milímetros de largo. 32. 6. Spangbergii 100. Spec. Q : Dilute subolivaceo-flavescens, vittis quattuor ob- soletis partis posticae capitis partisque anticae pronoti, marginibus lateralibus pronoti, nec non punctis duobus scutelli aurantiacis; capite supra De esta especie tengo un individuo Y en mi cojido por el Dr. Dorrine en Córdoba. HEMIPTERA ARGENTINA subtusque depresso, attenuato, margine antico subsemicirculariter rotundato, fusco; vertice in- ter ocellos longitrorsum striato, inter ocellos “et oculos irregulariter striato, striis inter se apicem versus oblique convergentibus; ocellis flavidis, ab apice verticis quam a basi fere duplo lon— gjus remotis, ab apice quam ab oculis paullo longius, inter se quam a basi aliquanto et inter se quam ab oculis paullo longius distantibus ; - fronte clypeoque subtilissime punctulatis et spat- sissime pilosulis; pronoto vertice vix plus di- midio longiore, distincte transversim rugoso, antice et ad latera vix ruguloso, fere laeviuscu= lo; scutello ruguloso-punctulato, impressionibus duabus punctiformibus aurantiacis instructo ; venis tegminum basin versus, praesertim clavi, utrimque punctulatis; alis hyalimis; dorso abdo- mibis ventreque virescenti-flavis; segmento ven— trali ultimo paenultimo fere dimidio longiore, apice medio sinu sat profundo et utrimque late sinuato; pedibus albido-flavidis. — Long. corp. 9-9 */,, corp. cum tegm. 10-11; lat. pron. 3*/, mm. y Patria : Provincia Bonaérensis. y 3927. G. glauca Far. Cercopis glauca FaBr., Syst. Rhyng. p. 96. 16 (1803). Cypona glauca GeErM., Mag. der. Ent. IV, 955 Esta especie, que fué recogida por el Sr. D. En. Lyxcn, en Las Conchas, se acerca á la G. brevipennis SeneB., distinguiéndose principalmente de la misma por las cuatro líneas desvanecidas anaranjadas de la cabeza y pronoto, los dos puntos del escudillo, la carencia de las manchas arriba de las antenas, la coloracion del dorso abdominal y la disposicion de los ojos simples. Pertenece á la division E de SpiánGBERG. p.. 14. 1..£, 1, £ 6. — Bunm., Handb. II. 1, p. 114. 1 (1835) et Gen. Ins. Gyp. 1 (1840). — BLancH., Hist. des Ins. 1II, p. 195. 11840). — Am. et SErRv., Hém. 580. 1 (1843). Wark., List of Hom. IL, p. 834. 1 (1851). — STáL, Hem. Fabr. II, p. 84. 2 (1869). — SpxeB., Bib. Svens. Vet.-Ak. Handl. V, 3, p. 15. 15 (1878). SrtoLL, Cig. fig. 134. Patria: Brasilia.— Cayenna. Du poder, que fué re— 1 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 328. €. Stalii Sec. Gypona glauca STáL, Rio de Jan. Hem. Il, p: 45. 1 (1862). Gypona Stalit SpxcB., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. V, 3, p. 17. 19 (1878). Patria: Respublica Argentina. — Brasilia. No he observado aún esta especie, y la cito segun la indicacion de patria del autor. | 329. E. laticeps SPNGE. ¿n litt. >» ?: Supra testaceo-flavescens, subtus cum pedibus flavido—virescens, capite pronotoque vittis sex sub- obsoletis scutelloque vittis quattuor sat latis au— rantiacis ornatis, appendice membranae nigro— fusca; capite brevi, pronoto fere aequilato, supra subtusque depresso, margine antico postico fere parallelo, leviter elevato; vertice linea media sub— obsoleta instructo, inter oculos subtilissime lon— gitrorsum striato, ad latera oblique striato, striis apicem versus convergentibus et evanescentibus ; ocellis dilute rubris, nonnihil pone medium sitis, inter se et ab oculis fere aeque longe remotis; fronte clypeoque minutissime et densissime pun— ctulatis, non pilosulis; pronoto capite duplo longio- re, stransversim striato, antice subimpresso, hic et ad latera subtiliter ruguloso, margine postico fere truncato; venis tegminum utrimque punctula- tis, punctis setigeris, appendice membranae nigro- fusca; alis sublacteis; dorso abdominis virescenti, quasi flavido-fasciato; segmento ultimo ventral quam paenultimo dimidio longiore, medio levissi- me et utrimque late sinuato; tarsis posticis vire- scentibus. — Long. corp. 7*/,, cor cum tegm. 8 */,; lat. cap. et pron. 2 */, mm. Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis. De esta especie he recogido dos individuos, uno en Buenos Aires, y otro en la Banda Oriental del Uruguay. Pertenece á la division FF del Dr. SriáwcBrrG, y debe colocarse cerca de la (7. nigro-terminata SríL, con la cual tiene cierta seme- janza. Se distingue de la misma, principalmente, por la cabeza ancha, corta y no angulosa, por la carencia de las dos manchas negras del pronoto y del borde negro de la cabeza, y por la colo- ración del dorso abdominal, que no es de color minio. ' HEMIPTERA ARGENTINA AA 330. +, binotulata 20%. spet. Q : Sordide virescenti-aurantiaca, capite dorsoque abdominis laetioribus, subtus pallidior, pronoto punctis duobus sublateralibus maculaque basi ap- pendicis membranae fuscis; capite supra subtus- que vix depresso, apicem versus modice attenua- to, margine antico sat rotundato, medio parum producto, subelevato; vertice obsolete longitror- sum et diagonaliter striato, antice laeviusculo, li- nea media apicem versus obsoleta instructo; ocel- lis rubris, paullo pone medium sitis, inter se quam ab oculis paullo longius remotis; fronte clypeoque subtilissime et densissime punctulatis, illa marginibus subparallelis, medio modice im- pressa, hoc sat magno, rectangulari; pronoto ver- tice duplo longiore, transversim striato, antice subfoveolato et sublaeviusculo, ante medium utrimque puncto fusco ornato, margine postico late sinuato; scutello ante medium punctulato, pone medium ruguloso; venis tegminum utrimque punctulatis; alis subhyalinis, fuscescenti-venosis; dorso abdominis dilute aurantiaco; ventre vire— scenti-flavido, segmentis aurantiaco-marginalis, segmento ultimo paenultimo fere aequilongo, me- dio triangulariter sat profunde exciso et utrimque bi vel trisinuato ; pedibus flavido-albidis.—Long. corp. 9, corp. cum tegm. 10; lat cap. 2 */,, pron. 2 ?/ mm. Patria : Corrientes. Pertenece á la division E E E de SríwaserG, y se distingue bien de las demas especies de este grupo: por la uniformidad de la co- loracion, los dos pequeños puntos oscuros en el pronoto, las dos manchas fuscas desvanecidas en la base del apéndice de la mem- brana, y por la coloracion anaranjada del dorso abdominal. Tengo un solo individuo Q, que fué recojido en Corrientes. 331. 6. paupercula SpnNGB. / Gypona paupercula SencB., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. V, 3. p. 35. 43 (1878). Patria: Respublica Argentina. Conozco esta especie solo por la descripcion del autor. 18 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 332. G. venosa STÁL. Gypona venosa STÁL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1854. p. 252 — WarLkx., List of Hom. Suppl. p. 255 (1858). — SpxeB., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. / V, 3, p. 55. 70 (1878). Patria: Minas Geraés. De esta especie he recojido un individuo Y en Misiones, que es de un fusco claro, con la faja y la mancha apicales de las alas su— peris apénas marcadas. Por los demas caracteres corresponde ien á las descripciones existentes. 333. G. australis SPNGB. Gypona australis SencB., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. Y, 3, p. 66. 84 (1878). Patria: Buenos Aires. Se halla con frecuencia en Buenos Aires, en el Baradero, en Corrientes y Misiones. Los individuos son variables por lo que toca á la puntuacion ferruginosa ó fusca. Algunos tienen la parte anterior del pronoto muy clara y carecen de las dos manchas discoidales de las alas su- periores; otros poseen el dorso abdominal y el vientre de un rojo de ladrillo muy claro. Tengo solo individuos Q en mi poder, de manera que no puedo indicar la naturaleza del último segmento del S. 334. GE. nigrina STÁL. Gypona nigrina STÁL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1854. p- 252 et Freg. Eug. Resa. Ins. p. 289. 212 (1859). — Warxk., List of Hom. Suppl p. 256 (1858). — SpxcB., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. V, 3, p. 70. 90 (1878). Patria: Buenos Aires. No he observado aún esta especie, cuyo individuo típico conser- va el Museo Real de Estocolmo. 333. G. mystica SPNGB. Gypona mystica SpxeB., Bih. Svens. Vet.-Ak. Handl. Y, 3, p. 71. 92 (1878). Patria: Mexico. — Bogota. HEMIPTERA ARGENTINA 259 Esta especie, que tiene una distribucion geográfica muy vasta, se halla con frecuencia en Buenos Aires, Santa Fé y Corrientes. Los individuos son muy variables en cuanto al tamaño; hay Y que tienen solo la longitud de 5 */, milímetros. Los individuos de aquí han sido comparados con los ejemplares típicos. Anotación. — WA¡ker, en su «Homoptera» de la obra titulada «Insecta Saundersiana», p. 102 (1858), forma el nuevo género Darma, parecido á la Gypona, fundándose en una es- pecie (D. bipunctata), originaria de Montevideo, que no CONOZCO. Subf. JASSINA Brenrs. Jassida p. STÁL, Hem. Fabr. II, p. 78 (1869). Jassides p. Am. et Serv., Hém. p. 581 (1843). Jassides vel Cicadelles SiéN., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 5. IX, p. 49 (1879). ACOCEPHALUS GERM. Acocephalus GErRM. in SiLB., Rev. Ent. I, p. 181 (1833). — Burm., Handb. II, 1, p.105 et 111/1835) et Gen. Ins. Gen. 11 (1840). — Am. et Serv., Hém. p. 582 (1843). — Sien., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 5. IX, p. 50 et 61 (1879). 336. A. dubius 201. spec. Í et Q: Sordide flavescenti-testacer, sat nitidi, punctis duobus prope marginem posticum lineolis- que partis anticae capitis, lineolis transversis late- ralibus frontis, punctis duobus maculisque non- nullis anticis et maculis plurimis subobsoletis et intricatis pronoti, punctis duobus mediis vittaque lata sublaterali, postice abbreviata, scutelli, nec non vittis vel maculis obsoletis femorum, fuscis aut nigris, tegminibus albido-venosis; capite cras- so, punctulato, modice convexo, subtriangulari, antice rotundato; ocellis ab oculis et a margine aeque longe remotis; fronte clypeoque magniuscu- lis et sat convexis, dense punctulatis, illa utrimque transversim fusco-lineata, linea media longitudi- nali flavida praedita, hoc medio infuscato; pronoto capite paullo longiore, obsolete punctulato, trans- versim ruguloso-striato, magine postico vix angu- lato-sinuato; scutello pone medium leviter im- 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA presso et sulco transverso fusco instructo, antice obsolete punctato, postice transversim striolato, margine antico etiam interdum «maculis duabus parvis et obsoletis ornato; dorso abdominis, mar- ginibus apiceque exceptis, pruino; ventre pedibus- que, his femoribus partim exceptis, sordide flave- scenti-testaceis.—Long. corp. cum tegm. 4-5; lat. cap. 1 */,, pron. 1 mm. Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis. Esta especie, que no es rara en Buenos Aires, y la cual he reco- jido tambien en la vecina República Oriental, se acerca mucho al género Athysanus Burwm., distinguiéndose del mismo casi solo por la forma de la cabeza y la disposicion de los ojos simples, caracte— res que la atribuyen al género Acocephalus Germ. Por la cabeza bastante convexa debia .colocarse en el sub—-género Anoscopus KirscuB. (véase: Die Cicadinen Wiesbadens, etc. p. 74.-1867). Jassus FABR. Jassus FaBR.. Syst. Rhyng. p. 85 (1803). — STáL, Hem. afr. IV, p. 101 et 139 (1866) et Hem. Fabr. IL, p. 78 (1869). — SpxaB., Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1878, 8. p. 3. Coelidia Germ., Mag. der Ent. IV, p. 75 (1821). — Burm., Handb. II, 1, p. 105 et 113 (1835) et Gen. Ins. Gen. 15 (1840). — Am. et Serv,, Hém. p. 583 (1843). 337. J. adspersus STÁL. A Coelidia nigrina STÁL. Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1854. p. 254 (£). Coelidia adspersa STiL, Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1854. p. 254 (Q) et Freg. Eug. Resa. Ins. p. 290. 217 (1859). 4 et Q. Jassus adspersus STÁL, in litt. (1877).—SPNGB., Ofv. Vet.-Ak. Fórh. 1878, 8. p. 21. 25. Patria: Montevideo. El individuo Q que tengo en mi coleccion, es originario de Entre- Rios, y ha sido comparado con los ejemplares típicos. ATHYSANUS BURM. Jassus, Subg. Alhysanus Burm., Gen. Ins. Gen. 14 (1840). Athysanus Freñ., Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XVI, p. 505 (1865). — STÁL, Hem. Fabr: IT, p. 83/1869). v HEMIPTERA ARGENTINA 261 338. A. obseurinervis SiiL. Jassus ¡Thamnotettix) obscurinervis StáL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 293. 228 (1859). Athysanus obscurinervis STÁL, in litt. Patria: Buenos Aires.— Rio de Janeiro. Es uno de los homópteros mas comunes de la República Argen- tina, hallándose principalmente en gran abundancia en Buenos Aires, donde aparece muchas veces de noche á millares, entrando en las habitaciones, etc. 339. A. ecoronatus 200. Spec. Q : Sulphurea, maculis quattuor subannuliformibus - partis posticae, punctis duobus lineisque duabus obliquis apice capitis, fascus obsoletis frontis, umbraculis partis anticae exceptis, pronoti, vittis quaítuor obsoletis scutelli, areolis maximam ad - partem tegminum, dorso abdominis, marginibus exceptis, nec non lineis tevanidis femorum, obso- lete fuscis ; capite subtilissime punctulato, antice rotundato; fronte, clypeo lorisque dense punctu- latis et nigricanti-marginatis; pronoto punetulato, subrugoso, antice immaculato, margine postico levissime sinuato ; scutello punctulato, bas: obso- lete quadrivittato, apice flavo ; tegminibus fusce- scentibus, venis costaque flavis; lateribus pectoris ventreque ad partem offuscatis.— Long. corp. cura tegm. 4; lat. pron. 1 mm. $ Patria: Buenos Aires. De esta especie poseo un solo individuo, que recojí en Buenos Aires. Es característica por su coloracion general y los cuatro anillos parduzcos que lleva la parte posterior de la cabeza. 340. A. maximus 200. Spec. Q : Tota dilute testacea, alis lacteis; capite densissime punctulato, pone medium subtiliter depresso, an- tice late rotundato ; fronte, clypeo lorisque densis- sime punctulatis; pronoto capite plus dimidio longiore, antice medio longitrorsum et ad latera 962 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA oblique striolato, postice punctulato et transversim ruguloso; scutello dense punctulato; segmento ultimo ventral: medio trisinuato. — Long. corp. 7, corp. cum tegm. 8 */,; lat. cap. cum ocul. 2, pron. 1?/, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Esta especie, de la cual recojió el Sr. D. Ex. LyxcH un individuo en Las Conchas, es bien característica por la coloracion uniforme, y la estructura del pronoto. 34. A. fratereculus 200. spec. Q : Virescenti-flavida, alis subhyalinis; capite fron- teque obsoletissime punctulatis, illo medio levis- sime producto, rotundato, ad basin linea longitu- dinali fuscescenti instructo ; pronoto capite plus dimidio longiore, transversim rugoso, antice laevi- usculo, obsolete punctulato ; scutello ante medium distincte punctulato; dorso abdominis virescenti ; ventre dilute flavido-testaceo, segmento ultimo leviter sinuato, lobulo medio minuto praedito. — Long. corp. cum tegm. 4; lat. 1 mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Tambien de esta especie tengo un solo individuo.«en mi coleccion, que fué recojido en el Baradero, por el Sr. D. Fénix Lynch. Se distingue de la especie anterior por el menor tamaño, la co- loracion mas verdosa, la forma de la cabeza, y la estructura del pronoto y último segmento ventral. 342. A. desertorum n0%. spec. SJ : Densissime punctulatus, capite, fronte, pronoto tegminibusque sordide flavidis, obsolete fusco- irroratis, maculatis vel indistincte fasciatis, genis, pectore, dorso abdominis ventreque coerulescenti- nigris, pedibus fuscis, flavido-maculatis; capite pronoto vix latiore, modice rotundato, postice in- fuscato, antice utrimque linea marginal: fusca or- nato; fronte obsoletissime infuscata; loris medio impressis; pronoto capite vix dimidio longiore, transversim striolato, fere fusco, flavido-macula- to; scutello punctulato, pone medium impresso, vittis duabus apiceque flavescentibus; tegminibus HEMIPTERA ARGENTINA 263 rugulosis, flavidis, clavo discoque infuscatis, api- cem versus irregulariter fusco-fasciatis; alis hya- linis.—Long. corp. cum tegm. 2 ?/,; lat. ?/, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Es la especie mas pequeña de este género, y fué traida en un solo individuo de las Salinas del Sur, por el Dr. D. ApoLro Dor- RING, que formó parte de la Expedicion al Desierto. Es fácil de reconocer por su pequeñez, y las alas superiores casi reticuladas de amarillo y pardo en su mitad posterior. 343..A. picinus 100. spec. Q : Picina, nitida, dense punctulata, punctis duobus pone medium margineque postico capitis, oculis, lineis brevibus lateralibus transversis frontis, ro- stro, apice scutelli, tibiis anticis et mediis ad api- cem, tibiis posticis maximam partem, nec non tarsis omnibus testaceis; capite sat longo et an- “gusto, basi obsolete tricarinato, apice subrotun— dato; oculis magnis, singulo vertice fere latiore; fronte ad latera maculis vel lineolis sex transver- sis flavis longitudine crescentibus et decrescenti- bus ornata; pronoto capite aequilongo et nonnihil angustiore, medio transversim striato, ántice et postice ruguloso-punctato, margine postico late sinuato; scutello punctim biimpresso, pone me- dium transyersim sulcato; tegminibus abdomine brevioribus, rugulosis, ad venas indistincte pun- ctatis, medio dilutioribus; alis albidis; segmento ultimo abdominis supra flavido; pedibus posticis sat longis. — Long. corp. 4 */,, tegm. 2 ?/,; lat. fere 1 mm. | | Patria: Respublica Argentina. Esta especie, que poseo de Buenos Aires y de Entre-Rios, es de fácil caracterización por su coloración general, por las tres carenas basilares y las dos pequeñas manchas centrales testáceas de la cabeza, las seis líneas ó manchas laterales de la frente, y por las alas superiores mas cortas que el abdómen. | Por la forma del vértice y los ojos muy anchos, tiene cierta se- mejanza con los representantes del género Jassus FAmr. Sri la consideraba tambien como perteneciente al género Athysanus Burm. to bd ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA DELTOCEPHALUS BURM. Jassus, Subg. Deltocephalus Burm., Gen. Ins. Gen. 14 (1840). Deltocephalus FieB., Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XVI, p. 506 (1866). 344. D. sexpunetatus 20%. Spec. S et Q: Flavido-testacei vel luridi, subopaci, pun- ctis sex in margine antico capitis, duobus in parte antica pronoti, pectore, dorso abdominis ventre— que, connexivo marginibusque segmentorum ex— N ceptis, marginibus areolarum tegminum, interdum areolis totis, maculis femorum vittisque obsoletis tibiarum, obscure fuseis vel nigris, margine anti- co vittisque tribus capitis, vittis quinque pronoti et duabus postice abbreviatis seutelli, nec non venis tegminum albidis; capite antice angulato-rotun- dato, linea media fusca antice abbreviata; fronte magnam ad partem fusca, flavo-maculata et trans- versim subfasciata; clypeo medio fusco; pronoto vertice paullo longiore, obsoletissime punctulato, margine postico levissime angulato-sinuato; scu— tello apice saepissime flavido; areolis tegminum interdum luteis; tibuis nonnumquam etiam ma-— culatis.— Long. corp. cum tegm. 3 '/,—4; lat. fere 1 mm. : Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis. Es bastante comun en la Provincia de Buenos Aires, en el Ro- sario y en la Banda Oriental del Uruguay. Es fácil de reconocer por los seis puntos negros de la márgen anterior de la cabeza, las líneas blancas del pronoto y escudillo, y los nervios claros de las alas superiores. 345. D. variegatus 201. spec. Set Q : Testacei, sat nitidi, capite, fronte, pronoto, scutello tegminibusque fusco alboque variegatis, dorso abdominis, connexivo marginibusque exce- tis, nigro, ventre sordide testaceo, ad partem in- uscato; capite pronotoque ante medium modice transversim impresso, illo apice subangulato-ro- tundato, apice 1pso albido, utrimque linea angula- ta nigra ornato, medio utrimque fusco-maculato, HEMIPTERA ARGENTINA 265 disco albido-bivittato, margine postico medio ma- cula nigra praedito, hoc capite paullo longiore, 1n- distincte ruguloso-punctulato, fuscescenti, albido- irrorato, antice interdum fusco-bimaculato, mar- gine postico leviter late sinuato; scutello luteo, obsolete albido—bivittato, apice saepissime flave- scenti vel albido, medio nonnumquam fusco-bima- culato; venis areolisque clavi et disci tegminum fu- scis, his albo-maculatis, maculis tribus partis posterioris costae nigricantibus; tibiis posticis ni- gro-tuberculatis. —Long. corp. cum tegm. 4-5; lat. pron. 1-1 */, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Los individuos que poseo de esta especie, son originarios de Buenos Aires, del Baradero y del Rio Colorado, al Sur de la Pro- vincia de Buenos Aires. La especie es bien característica por las pequeñas líneas en zig- zag, que se encuentran en la márgen anterior de la cabeza, por las manchas blancas en las celdillas de las alas superiores, y por el dorso abdominal negro, que tiene el conexivo y las márgenes de los segmentos de un testáceo-amarillento. 346. D. gentilis n0v. spec. S : Sordide vel dilute rufescenti-testaceus, maculis duabus basalibus capitis, lineolis transversis late- ralibus frontis, maculis nonnullis subobsoletis partis anticae pronoti, umbraculis scutelli, areolis tegminum maximam ad partem,.pectore, abdo- mine ad partem, femoribus anticis et mediis basin versus, nec non vittis obsoletissimis femorum po- sticorum, fuscis vel nigricantibus, marginibus vittisque tribus scutelli et venis tegminum flavido- albidis, areolis tegminum omnibus fere albido-ma- culatis; capite brevi, vix producto, margine antico postico fere parallelo, ante apicem subtilissime transversim impresso, toto subtiliter ruguloso- punctulato ; fronte dense punctulata, flavida, utrimque fusco-lineata; pronoto capite dimidio longiore, transversim ruguloso, antice indistincte punctato, margine postico leniter sinuato ; scutello ante medium punctulato, parte postica elevata, ruguloso-punctata; alis hyalinis, fuscescenti-ve- nosis; dorso abdominis fuscescenti, connexivo mar- ginibusque segmentorum pallidioribus; ventre sor- 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dide testaceo. — Long. corp. cum tegm. 4?*/,; lat. 4 */, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Se distingue de la especie anterior por la cabeza muy corta, por la diferente estructura y coloración dle los principales órganos, y sobre todo, por los nervios claros y las manchas blanquizcas que se encuentran casi en todas las celdillas de las alas superiores. El único individuo que poseo, fué traido de las Salinas del Sur, por el Dr. D. Aponro DoERING. 347. D. Faminei STAL. es de Faminei STiL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 293. 231 1859). Patria: Patagonia (Port Famine). De esta especie peseo un solo individuo, originario de Valdivia. Se encontrará seguramente en la Patagonia al Sur; talvez la con- serve el Museo Público, entre los pequeños homópteros que traje del Rio Santa Cruz. 348. D. venosulus n01. spec. J et Q: Albido-testace1, maculis quattuor obsoletis anticis, fascia media obliqua, medio interrupta, maculisque duabus aut quattuor posticis capitis, maculis obsoletis pronoti, punetis duobus scutell:, venis lineolisque transversis tegminum luteis vel laete fuscis, pronoto medio interdum pedibusque semper nigro-maculatis; capite postice subtilis- sime longitrorsum et antice distincte oblique stri- - olato, margine antico subangulato-producto, obli- que ascendente; fronte punctulata, magnam ad partem fuscescenti, utrimque flavido-striolata, ad apicem cum elypeo flavido—alba; pronoto capite paullo longiore, obsolete ruguloso, antice laeviu- sculo ; scutello pone medium rugoso; tegminibus creberrime fuscescenti-reticulatis; alissubhyalinis; segmentis dorsi abdominis rarissime medio offu- scatis ; femoribus distincte et tibiis obsolete nigro- maculatis. — Long. corp. cum tegm. 6 ; lat. pron. 4 */¿ mm. Patria: Provincia Bonaérensis. HEMIPTERA ARGENTINA 267 El Dr. Dozx1x6 trajo dos individuos de esta especie, recojidos cer- ca de las Salinas del Sur. La especie se distingue bien de todas las demas congéneres, por su mayor tamaño, por la márgen anterior de la cabeza ascenden- te, y por las alas superiores reticuladas. 349. D. respublicanus 200. spec. Q : Stramineo-testacea, litura subdiscoidali, medio interrupta, marginibus litureolaque interiore ocel- lorur , macula minuta et obsoleta posteriore prope oculos, maculis obsoletissimis pronoti, ve- nis tegminum, macula media subobsoleta dorsi abdominis, nec non margimibus segmentorum ventris dilute fuscis, scutello obsolete albido-bivit- tato: capite fronteque dense punctulatis, illo con- vexiusculo, margine antico modice producto, ro- tundato, hac immaculata; pronoto capite vix longiore, rude punctulato, pone marginem anti- cum levissime impresso, macula media magna, - maculis duabas antico-sublateralibus et fascia brevissima marginis antici valde obsoletis, vitta media albida vix conspicua; scutello ruguloso- punctulato, marginibus basalibus fuscis; maculis tribus parvis medii apicalis costae obscure fuscis ; alis subvitreis; pectore pedibusque immaculatis ; tibiis posticis nigro-tuberculatis; segmento ultimo ventrali paenultimo plus quam duplo longiore, medio valde producto.— Long. corp. cum tegm. 5; lat. pron. 1 */¿ mm. , Patria: Provincia Bonaérensis. Esta especie, de la cual poseo un individuo originario del Bara- dero, se distingue de todas las demas eongéneres por la colora- cion clara, por,la cara y el esternon, que carecen de manchas, y por la cabeza algo convexa. | PLATYMETOPIUS Burm. Jassus, Subg. Platymetopius Burm., Gen. Ins. Gen. 14 (1840). Platymetopius FiebB., Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XVI, p. 506 (1866). — Srex., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 5. IX, p- 52 (1879). 350. P. longiceps 200. spec. O": Flavescenti-albidus, densissime punctulatus, vit- tis duabus capitis, septem pronoti vittisque tribus 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA seute!lli obsolete fulvis, fronte flavido-fuscescent:, linea media longitudinal: lineolisque septem obli- que transversis lateralibus albis, venis tegminum fere albis; capite pronoto duplo longiore, longe acuminato, medio basin versus longitrorsum 1m- presso, fere sulcato, apicem versus parum ascen- dente, apice 1pso infra impressione parva instructo; fronte distincte punctata, ad latera sat convexiu- scula, medio subtilissime sinuata; pronoto obsolete transversim ruguloso, fascia media fulvescenti val- de obsoleta; tegminibus obsoletissime rugosis, marginibus areolarum infuscatis; alis hyalinis et valde opalinis.—Long. corp. cum teg. 8; lat. pron. 12L/AO. Patria: Provincia Bonaérensis. El único individuo que poseo de esta especie, bien característica por la cabeza larga y puntiaguda, fué recojido por el Sr. D. FÉLix Lynch, en el Baradero. HecALUS STÁL. STÁáL, Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 4. 1V, p. 65 (1864) et Hem. afr. IV, p. 101 et 113 (1866). Sicn., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 5. IX. p. 51 (1879). 391. H. Lynechii 200. spec. S : Supra dilute virescenti-stramineus, subtilissime punctulatus, subtus cum pedibus albidus, capite pronotoque lineis duabus antrorsum convergen- tibus miniatis, late glauco-marginatis, Ornatis, venis tegminum dilute luridis; capite margine antico late foliaceo, subrotundato, medio fere ca- _rinato, parte postica medio linea obsoleta fusce- scenti instructa, lineis duabus miniatis tantum ad medium capitis extensis; fronte leviter convexa; pronoto subtransverso, margine postico modice sinuato, lineis miniatis percurrentibus; scutello lato, obsolete glauco-bivittato ; tegminibus areolis apicalibus quattuor instructis, venis transversis discoidalibus nullis; alis albido-hyalinis. — Long. corp. cum tegm. 7; lat. pron. 1?/, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Esta bonita especie, que fué recojida en Las Conchas por m1 amigo, el Sr. D. Exrique Lyxcu ArrIBÁLZAGA, la dedico á este jóven HEMIPTERA ARGENTINA 269 estudioso, á quién debo un número considerable de los hemípteros de mi coleccion, y en quién fundo las mejores esperanzas en lo que se refiere al estudio de la fauna argentina, á que se dedica con tanto celo. TYPHLOCYBA GERM. Typhlocyba Germ. in SizB., Rev. Ent. L, p. (1833).—Bunn., Handb. TI, 1, p. 104 et 107 (1835) et Gen. Ins. Gen. 13 (1840).— Am. et Serv., Hém. p. 588 (1843). — FizB., Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XVI, p. 509 (1866). 392. TF. photophila n0v. spec. Jet Q: Laete virescenti-aurantiaci, maculis dua- bus anticis capitis, tibiis apicem versus tarsisque plus minusve viridibus; aut virescenti-flavi, vitta media verticis, lineolis lateralibus aut maculis plu- rimis parvis disci frontis, maculis sex vel octo prope marginem anticum pronoti, vittis duabus vel quattuor partis anticae maculisque tribus trian— gularibus partis posticae scutelli, flavescenti-albis, marginibus segmentorum abdominis concolori- bus, virescentibus aut fulvescentibus, dorso ab-— dominis rarissime obsolete viridi-maculato aut fa- sciato; capite antice subrotundato; ocellis distin- ctis, viridibus aut glaucis; fronte sat magna et convexa; pronoto margine postico late sinuato; scutello apice acuto; tegminibus areolis apica- libus tribus vel quattuor instructis, clavo venis de- stituto; alis albido-hyalinis. — Long. corp. cum tegm. 2 */,-3; lat. pron. */,-?/, mm. Patria: Corrientes. Esta especie, la hemos observado con frecuencia en Corrientes, donde se mostraba principalmente de noche, buscando la luz de las velas, etc. - Es bastante variable en cuanto á la coloracion de los diferentes órganos, con excepcion de las alas superiores, que son siempre de un amarillo verdoso uniforme. 393. T. salinarum 200. Spec. ? : Capite, fronte, pronoto, scutello, dorso abdomi- nis temoribusque maximam partem saturate au— rantiacis, vitta media maculisque duabus antico- sublateralibus capitis, lineolis obsoletis brevibus 2970 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lateralibus frontis, vitta media pronoti scutellique flavido-albis, marginibus venisque tegminum late viridibus vel glaucescentibus, pedibus, dimidio basali femorum excepto, viridibus; capite subro— tundato; ocellis distinctis, fulvis; fronte Jineis duabus apicem versus conjunctis obsolete fuscis ornata; pronoto antice obsoletissime albido-macu- lato, margine postico sat profunde sinuato; te- gminibus areolis apicalibus? instructis, clavo venis destituto; alis vitreis.— Long. corp. cum tegm. 4; lat. pron. */, mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Esta especie, de la que trajo el Dr. Dore un individuo algo mutilado de las Salinas del Sur, se distingue de la precedente por el mayor tamaño, la coloracion mas subida de la cabeza, frente, pronoto y escudillo, la márgen posterior del pronoto profunda— mente sinuosa, y la coloración mas clara de las alas superiores, que tienen los bordes verdes y los nervios discoidales de un tinte azulado. FIEBERIA SIGN. Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 5. IX, p. 52 (1879). 394, F. pulcherrima 200. spec. $ : Capite, tronte pronotoque miniato-lateritiis, plum- beo-fasciatis, striolatis et vittatis, scutello, pecto- re, dorso abdominis, ventre, pedibus tegminibus- que dilute vel sordide testaceis, his ad partem infuscatis, plumbeo-vittatis, albido-maculatis et apicem versus albido-subfasciatis ; capite brevissi- mo, pronoto nonnihil latiore, antice longitrorsum striato, margine antico postico parallelo, ambobus fascia plumbea, utrimque abbreviata, ornatis, hoc leniter elevato; ocellis ad partem extremam fa— sciae anterioris sitis; fronte levissime convexa, ad basin fascia plumbea, medio linea longitudinali flavida et utrimque lineolis transversalibus nigris flavidisque ornata; clypeo basin versus ampliato, apice utrimque flavido; pronoto vertice quadru- plo longiore, transversim ruguloso, plumbeo- quinquelineato, marginibus lateralibus retrorsum rotundatis, margine postico levissime sinuato; scutello obsolete fusco-bivittato; vittis vel venis dimidiz basalis tegminum plumbeis, fusco-margi- HEMIPTERA ARGENTINA 2971 - natis, fascia obliqua post medium clavi, macula ovali media interiore fasciisque obliquis abbrevia- tis, una prope basin appendicis membranae, alte- ris duabus exterioribus post medium sitis, nec non linea transversa, intus abbreviata, prope limbum tegminum, lacteis, fusco-marginatis, limbo ipso infuscato, medio pallidiore; alis fuscescentibus; marginibus segmentorum dorsi abdominis flavis; ventre fusco, marginibus flavis; tibiis spinosissi- mis.—Long. corp. cum tegm. 8; lat. pron. 2 mm. Patria: Territorium Missionum. Poseo un solo individuo de este bonito homóptero, que recojí en Misiones. Faltando aún la descripcion completa del género Ferberia Sién., estoy en duda, si pertenecerá al mismo, ó formará talvez un nuevo género. Subf. BYTHOSCOPINA Berc. Bythoscopides Siex., Ann. Soc. Ent. de Er. Sér. 5. IX, p. 48 (1879). BYTHOSCOPUS GERM. Bythoscopus Germ. in SiLB., Rev. Ent. I, p. 174 (1833). Bythoscopus, Subg. Bythoscopus Burm., Handb. Il, 1, p. 104 et 109 (1835) et Gen. Ins. Gen. 10 (1840). Bythoscopus Am. et Serv. p., Hém. p. 584 (1843). 355 B. signatus STÁL. Dythoscopus signalus STÁL, Freg. Eug. Resa. Ins. p. 291. 221 (1859). Patria: Buenos Aires. — Montevideo. Es bastante comun en la República Argentina, principalmente en Buenos Alres. 356. B. peregrinans STiL. Bythoscopus peregrinans STár., Freg. Eug. Resa. Ins. p.291. 223 (1859). Patria: Insulae Taiti et Oahu. — California. — Rio de Janeiro. 272 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esta especie fué recojida tambien en Las Conchas, por D. Enr1- QUE Lynch, teniendo pues una distribucion geográfica aún mas ámplia. : 357. B.immemorans Walk. Bythoscopus immemorans WaALk., Ins. Saunders. Hom. p. 110 (1858). Patria: Montevideo. No lo he observado aún como representante de la fauna platen- se, lo cito solo por la indicación de WALKER. (Concluirá.) : CÁrLOS BERG. BREVES CONSIDERACIONES SOBRE ALGUNOS PUNTOS DE LA HEMORIA DEL SEÑOR: INGENIERO SIENRRA CARRANZA (Asamblea del 1% de Agosto de 1879) EL Sr, Luis A. VIGLIONE. — Breves consideraciones sobre el mu- nicipio se intitula la conferencia del sócio Sr. Ingeniero Carranza. Siento verdadera complacencia Sr. Presidente en que se haya te- nido la buena intencion de tocar en el seno de la Sociedad Científica las múltiples necesidades de la ciudad Bonaerense, porque aparte del interés que en sí encierra esta cuestion, nos presentará la ocasion de examinar el proceder de los Poderes encargados de llenar aquellas exijencias, particularmente de las que se relacionan con la higiene urbana que son de tan vital interés. Podremos ver si, como no me lo temo, se cumplen las ordenanzas que se han dictado tendentes en su mayor parte á conservar la salu- bridad y estética de la dilatada ciudad de Buenos Aires, y si además ese clamor constante de la prensa por su falta de cumplimiento se encuentra justificado. Hemos escuchado, y he leido despues la conferencia del señor só- cio, y sabemos que los afirmados han sido los que han detenido por mas tiempo su atencion, aunque solamente ha considerado los cono- cidos por empedrado ordinario y adoquinado, prescindiendo por completo de otros que se han ensayado y entre los cuales se cuenta el macadam que tanto se ha generalizado en el municipio. Sobre los de su referencia, se ha concretado á indicar algunos de sus defectos y á proponer algunas medidas, señalando préviamente las causas que segun él contribuyen al mal estado en que se en- cuentran. ' 18 974 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pero esto no basta Sr. Presidente; no es suficiente que se nos diga se tienen tales afirmados y se den sobre ellos noticias las mas comple- tas; es preciso conocer cuál es el que dá mejores resultados vencien- do las múltiples causas de destruccion á que se encuentran espuestos; y que se nos indique cual es el que mas se aproxima y bajo qué bases, á la solucion del importante problema de su economía de construc- cion, entretenimiento y buena viabilidad; y es preciso que, sobre todo, sepamos cuales son los preceptos racionales que es preciso se- guir para mantenerlos de contínuo en buen estado de limpieza. Debemos, pues, preferente atencion á la cuestion de los afirmados que son la parte mas importante de las calles, y porque con el mejo- ramiento de las suyas, Buenos Aires progresará, hablando higiéni- camente. Lo ha dicho Fonsagrives «el valor de una ciudad como salubre, es el de las calles que la constituyen. » Varios autores, entre ellos consócios, se han ocupado sériamente del asunto de los afirmados del municipio considerándolos en sus re- laciones con la higiene y la viabilidad, haciendo conocer sus opinio- nes, algunas de ellas bien basadas, sobre el mejor sistema de pavi- mentacion. Por esta razon, no me detendría sobre este punto, si no fuera que no se ha tenido en cuenta, la injerencia preponderante que en ellos ejercen las vías de Tramways. He opinado y sostengo aun, que hay que conciliar los sistemas, tratando que «estas redes férreas sean acompañadas del sistema de afirmado mas conveniente, segun la situacion de las calles en que se establezcan. » Sobre el suelo generalmente gredoso de esta ciudad y despues de un lijero apisonamiento se colocan piedras de dimensiones variables, como tambien lo es en general su calidad, aun de las empleadas en una misma cuadra; los huecos que quedan entre las piedras se relle- nan con la greda, se apisona nuevamente el todo, se emplea la misma tierra greda en la operacion de recebar, y sin dejarlo asentar, salvo el caso de dias lluviosos, se libra al tránsito público. Tal es en pocos términos la manera de ejecutar lo que apropiada- mente se llama empedrado ordinario, y que aconseja seguir adoptan- do con algunas variantes el Sr. Ingeniero Carranza. El material destinado á cimentar, rellenar y recebar el firme men- cionado es en sí, la fuente principal de la pronta destruccion, insalu- bridad y deplorable aspecto que presentan. De lo primero, porque la tierra greda además de ser como base poco y desigualmente resisten- te, no trasmite las presiones que recibe la cubierta con la misma CONSIDERACIONES SOBRE LA MEMORIA DEL SEÑOR CARRANZA 25 intensidad, ocasionando por ambos motivos la separacion y hundi- miento de las piedras; además de que por estar ya la caja espuesta á la accion de la humedad atmosférica y de las aguas llovidas y ser- vidas, se reblandece y se produce el lodo á veces en abundancia. Es- tos efectos destructores son ayudados por el tráfico, si como sucede, no se repara oportunamente y como es debido la vía pública. No es solo el lodo, que comunmente encierra materias orgánicas que se descomponen dando lugar á desprendimientos gaseosos daño- sos á la salud; el polvo que, sobre todo en verano, permanece cons- tantemente y en considerable cantidad sobre la vía pública, es otro mal efecto proveniente del empleo de la tierra greda y que tambien tiene sus peligros. (1) Aparte de estas consideraciones dignas de tenerse en cuenta, el desaseo y molestia que ocasionan á los transeuntes y el feo aspecto que presentan las calles, son, entre otras, razones que deben oponerse al uso de la tierra greda en la pavimentacion de las calles. Lo mismo decimos de la adopcion de la arena del rio, que para el mullido y recebo del empedrado ordinario y adoquinado, aconseja emplear el Sr. Carranza. Es inservible para afirmados, porque por su grano muy fino y la considerable proporcion de tierra que contiene, forma lodo y polvo en gran cantidad, mantiene la humedad en su caja, no contribuye á la trabazon de los materiales, y hace movedizo el firme. Segun asegura el Ingeniero Balbin, sea cual fuere el punto de don- de se extraiga la arena del rio, no sirve para la ejecucion de afir- mados. (2) - Presento á los señores sócios una muestra de lo que se emplea en el macadam de la Vía del Tramway á Flores, para que puedan notar la estremada finura de su grano. El tamaño de las piedras usadas en el empedrado ordinario es en general de 0715 x< 020 para las caras superior éinferior y de 0"25 para el espesor en la direccion normal al firme. Las dimensiones de las caras citadas son los que mas varian, alcan- zando algunas hasta 0.30 < 0.40. Una superficie tan estensa no deja de tener sus inconvenientes : 4% Porque no es fácil su colocacion y no se prestan á la buena de- terminacion del perfil convexo. (1) Rawson, Conferencias sobre Higiene Pública. — Fonsagrives, Hygiéne et asainisse- ment des villes. (2) Balbin, Memorias de las vias públicas. 276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 22 Porque resbalan con frecuencia los caballos y rodados. Las dimensiones que prácticamente dan mejores resultados son las indicadas al principio para las caras con una profundidad de 0.20 á 025; ellas, en especial la última, no deben sobrepasarse pues de lo contrario al cabo de poco tiempo de construida la calzada presenta espesores desiguales como pueden probarlo los sondeos. Por otra parte, hay que tener presente como dice Jules Luffineur, que en una calzada todo debe concurrir al efecto útil, teniendo con el mínimo de espesor, y por ende con el mínimo de gasto, el maxi- mum de solidez. ' Las piedras mas usadas proceden de las islas Sola, Dos Hermanas, San Gabriel y Punta Carretas, parages situados en la costa Orien- tal del Uruguay. Las de lasislas Sola, Dos Hermanas N* 1, y Punta Carretas son granitos grises. El de la primera de estructura compacta y grano mas fino que las otras, sirve preferentemente para adoquinado por su fácil labrado y buen aspecto. En el de Punta Carretas domina el componente micáceo, y en el de las Dos Hermanas el cuarzoso, lo que la hace preferible á la ante- rior para la resistencia á la presion, pero las consideramos inferiores á la de la isla Sola porque se desagregan bien pronto, debido á la grosura de sus granos y á su menor afinidad. El de las 2 Hermanas N”2 es un granito rosa, compuesto de cuarzo, feldespato rosa y mica, dominando en él el feldespato que hace á la piedra menos resistente á las acciones atmosféricas (1); tambien la erosura de su grano y el ser de peor labra, hace que no nos decida- mos por su adopcion en los empedrados ordinarios y en los adoqui- nados. La piedra del Salto, indicada por el Sr. Sócio, es poco empleada en Buenos Aires á causa de que los fletes son mayores que los de los puntos anteriores. El precio del metro cuadrado de adoquin del Salto puesto en la obra es de 90 $ y el de los otros puntos 80 $. Considerados los elementos que entran en la composicion del em- pedrado ordinario, y algunos de los inconvenientes á que dá lugar tengamos presentes los que siguen: 4% No poseen el requisito principal de un buen sistema de firme que es, su impermeabilidad ; (1) Espinosa, Manual de caminos. CONSIDERACIONES SOBRE LA MEMORIA DEL SEÑOR CARRANZA 211 92 Es resbaladizo y carece de elasticidad ; 3% No presenta una superficie unida que dé buen asiento á los piés de los peatones y caballerías; 4* Dá lugar á vibraciones y á un ruido insoportable ; 5 Origina á los carreros, por efecto de las trepidaciones, afeccio- nes cerebrales. (1) 6* Es el que menos permite la colocacion de rieles: 4 los costados de estos quedan numerosos intersticios que los vehículos se encar- gan de agrandar bien pronto, las piedras cediendo á la presion de las: ruedas de aquellos, ejercen empujes laterales que alteran su paralelis- mo y propenden aun mas á la instabilidad de estas vias y al empeo- ramiento de las públicas cuando van acompañados de los empedrados entre-rieles y de un pequeño trecho á sus costados. Sobre este empedrado parcial de la calzada y fundado en las razo- nes anteriores ya hemos opinado que no debiera adoptársele, porque no llenan los fines á que están destinados. Por las consideraciones brevemente espuestas y agregando que no se siguen en la construccion del empedrado ordinario principios ra- cionales, que reune á los inconvenientes mencionados la frecuencia: de las reparaciones que lo hace costoso, el notable aumento de fuerza de traccion que produce, y el desagradable aspecto que dá á las calles donde se usa, nos permitimos aconsejar el destierro de esta clase de firme que pueda decirse pertenece al período de la incuria, ó que, segun el Dr. Rawson es el parto del empirismo. Los dos ejemplos principales de macadam aqui construidos son, el de la calle de Rivadavia desde la estacion de este nombre hasta Flores, y el de la calle de Santa-Fé del Tramway á Belgrano. Se han seguido procedimientos distintos en su ejecucion; el pri- mero segun observamos tiene una fundacion de arena y tierra y supe- riormente el empedrado de piedras machacadas cuyo espesor es variable; el segundo tiene un mullido á la Telford, es decir formado con piedras grandes y resistentes y con sus caras de mayor amplitud en contacto con el suelo natural; sobre dicho mullido vá la capa de 10 á 12 centímetros de espesor de piedras á la macadam. El primer sistema es peor que el segundo : 1” Porque debido á la poca resistencia desu mullido, permite que (1) Rawson, Obra citada. 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA se introduzcan las piedras con él en contacto. Presento una prueba de lo que digo; 9% Dá lugar á mayor produccion de aólies polvo y lodo y con- cluye por ser mas caro que el segundo por su frecuente entreteni- miento; 3” Es ménos impermeable. El segundo procedimiento, dándole un espesor de 10 centimetros cilindrándolo bien, manteniéndolo seco y entreteniéndolo oportuna- mente es el seguido en Paris, Lóndres y otras ciudades importantes, y donde la práctica de su adopcion prueba que el macadam es un afirmado escelente y que resiste al tráfico mas crecido. Algunos ingenieros, y M. Bateman entre ellos, este ú.timo sola- mente en el caso de descuidarlo, han atacado el macadam porque dá lugar á polvo y lodo á veces en cantidad, pero esto no se reputa un inconveniente por otros del mismo arte, debido á las buenas máqui- nas que han sido construidas para ese objeto, aunque se produce poco en el de la via á Belgrano. ] Puede sustituir ventajosamente al empedrado ordinario por tener sobre él las ventajas de ser mas fácil de ejecutar, presentar una su- perficie mas bien unida y por eso disminuir el esfuerzo de traccion, ser mas cómodo á los peatones, y además segun lo justifica la espe- riencia permitir cómodamente las vias de Tramways y dar mejor re- sultado en los empedrados entre-rieles. El costo del segundo sistema de macadamizar es de sesenta y cinco pesos metro cuadrado, y el subdividido del empedrado ordina- rio aconsejado por el Sr. Sócio es tambien por metro superficial. Escavacion y conduccion de tierra......... - Ser Capa de arena de 07925 de espesor .......... » 10 Valor de la piedra con dimensiones propuestas » 53 0 Ambos precios son los mínimos. Asi, además de las desventajas anteriores, tiene la importante de ser mas caro. Es el adoquinado, segun puede cerciorarse quien consulte el tra- bajo del Sr. Balbin sobre afirmados, el sistema mas conveniente para pavimentar las calles de esta ciudad: él resuelve el complexo proble- ma de la viabilidad respondiendo á exijencias de órden estético, higiénico y de duracion sin dificultar la colocacion de cañerías y de CONSIDERACIONES SOBRE LA MEMORIA DEL SEÑOR CARRANZA 219 vias de Tramways. Por la forma regular de la piedra los rieles que- dan en buenas condiciones y la via se ejecuta con prontitud. En verdad que está probada la ventaja del adoquinado pero con- fesemos que no se siguen en su ejecucion los preceptos del arte. Sal- vando honorables escepciones, suelen emplear algunos empresarios materiales muy diversos y originales en las fundaciones y repara- ciones contínuas; hemos visto emplear arena del rio y pedazos de madera, tierra y cascotes y á veces hasta materias animales mez- eladas á esas basuras. Decian aquellos en conciencia que todo ello era bueno para mejorar el firme. Cloncluid sin mas datos acerca del éxito de los trabajos asi ejecu- tados: cierto es que sus constructores cuentan con la impunidad, y que hay un Consejo de Obras Públicas... .! Los asientos empleados por algunas empresas de hormigon, pie- dra machacada y de piedras grandes, particularmente esta última, con una capa de arena Oriental cubriendo los juntas con asfalto, han dado mejores resultados. El cimiento de hormigon ha sido rechazado por el señor sócio por la misma razon que lo hace aceptable, la d> mantener la impermeabilidad de la caja. Si el costo del primer establecimiento de un adoquinado con este cimento que solo es de $ 180 (1) parece exagerado, en cambio su larga duracion y los escasos cuidados que requiere, la dan una indiscutible ventaja sobre el sistema poco racional propuesto por el señor sócio de colocar adoquines sobre arena del rio, lo cual orijina gastos injen- tes de reparacion. Su gasto seria de 115 $ m/¿ el metro cuadrado. Podríase, si no se puede prescindir de la economia inicial, emplear como mullido la arena Oriental que, debidamente encajonada y api- sonada, es excelente y mejor que la del rio; porque es resistente, impide el hundimiento de las piedras, trasmite bien las presiones lateralmente y distribuye mejor la carga; el grosor del grano mas conveniente es el de un milímetro. Se deja asentar ocho dias como en Paris. Costaria 135 $ m,¿ metro cuadrado, (1) Subdivision del costo por metro cuadrado. ' AMI alli a islas a joa g 80 Arena Oriental aaos nn... abodade sado des y 10 Capa de hormigon de 0020 ...uococom..om...». ce. 65 Cubierta de las puntaS.........o.o.o... ll: ala edi » 10 Mano de obra y movimientos de tierra............ 15 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hay mas defectos de construccion en los firmes que hasta el pre- sente poseen estas calles, á cargo de la Municipalidad y el mayor número bajo la dependencia de las empresas de tramways; pero todas, en lo que concierne á su buena ejecucion y entretenimiento, bajo la vijilancia de aquel poder por intermedio de su seccion de Obras Públicas. Por ejemplo: La colocacion de los maestras que se emplean para encajonar la tierra ó arena de un empedrado no se hace segun princi- pios deliberados; unas veces se sitúan al costado mismo del cordon de los andenes, y otras á una distancia aproximada de 0135 cu- briendo esta faja con piedra machacada ó tambien con mayores que los maestras, lo que es innecesario por no estar espuesta dicha faja á la accion de los rodados. No me parece bien la primera situacion de los maestras, ni tam- poco prescindir de ellas como acontece, porque las aguas de lluvia y las que salen por los albañales se estancan de ordinario en la base del cordon citado; de esta humedad y de los choques de las ruedas de vehículos, los cordones y el mismo anden no tardan en destruirse. El segundo procedimiento, con una inclinacion moderada salva estos inconvenientes y entiendo que debe seguirse. En el adoquinado tambien se produce lo que consideramos incon- veniente, de que los estribos del perfil transversal de la calzada se establezcan al pié del anden. Aquí los choques de los vehículos sobre el borde son mas frecuentes y lo deterioran mas, porque la pendiente del firme próxima al anden siendo mas pronunciada, orijinan una mayor componente del peso del vehículo hacía el borde citado. Las dimensiones de los adoquines usados no guardan uniformidad y afectan las formas cúbicas y paralelipípedas. La demasiada longitud en ellas hacen que se quiebren fácilmente bajo la presion de los vehí- culos y la demasiada anchura los hace resbaladizos y dificulta la tra— bazon. En Lóndres, segun asegura Espinosa, se han decidido por los adoquines angostos porque su desgaste particularmente en las aris- tas es tardío y producen menos ruido. Las dimensiones adoptadas son: 4” de ancho, 9” de largo y la misma cola. En el puente de Lóndres se emplearon adoquines graníticos de 3” de ancho, 8 á 16” longitud y 9” de cola. En Paris los adoquines para las calles mas es- céntricas tienen 0"23 de lado y en las centrales 023 x 016. Las di- mensiones que los ingenieros consideran mejores y que son las usa- das en Manchester tienen 5” de largo, 3.25” de ancho y 5” de cola. CONSIDERACIONES SOBRE LA M£MORIA DEL SEÑOR CARRANZA 281 Son dos puntos estos que debieran preocupar la atencion de los encargados del ornato, viabilidad y resistencia de los firmes, tra- tando de uniformar las dimensiones y tambien la calidad de los ado- quines empleados. Respecto á esto último ya nos hemos decidido por los fabricados con piedra de la isla Sola. La manera de disponerlas por filas normales al eje de la calle es la mas comunmente seguida. En las boca-calles se siguen los si- guientes sistemas en la disposicion de los adoquines; paralelamente al eje de una de las calles paralelas á dos converjentes, resultando los adoquines próximamente normales, y segun la diagonal del cua- drilátero formado por las cuatro esquinas. Siguiendo el primer método, las ruedas de los vehículos, particu- larmente los de llanta angosta, actúan directamente sobre las juntas que además de desgastarlas con prontitud, aumentan su espesor desviando los adoquines de su posicion normal al lecho del firme y descabalgándolos. Es mas fácil la colocacion de los adoquines, lo que le dá ventaja sobre el segundo. Salva los inconvenientes de que adolece el primero y es mas fácil que el segundo, la ejecucion del tercer método por el que nos deci- dimos. En las veredas que tanto concurren al embellecimiento de las calles, no hay la uniformidad debida y algunas disposiciones relati- vas á su construccion y á su entretenimiento, no son convenientes las primeras y cumplidas las segundas. Disponen las ordenanzas al respecto que se emplee la piedra lisa, que no ofrece buen asiento á los piés de los peatones y que causa caidas contínuas. Una piedra que podia utilizarse para veredas y que permitiria emplear los materiales del país, son las del Tandil. No estaria demás consultando la comodidad de los peatones que se ejerciera un procedimiento rigoroso con los propietarios, obligán- doles á que las mantengan conservadas y prohibiendo las de ladrillo que ofrecen tan mal asiento y feo aspecto. Ya hemos tratado los defectos que notamos en la construccion de algunas líneas de tramways, al tratarlos en particular; de ellos apun- taremos los que ejercen influencia sobre la buena conservacion de la calzada y sobre el ejercicio del libre tráfico. - Las cabezas de los rieles que se fijaban sobre cojinetes de junta y que antes se sujetaban por un sistema de tornillos y llaves, ahora 282 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA solo lo efectúan con llaves en algunas redes : por ejemplo, la vía de Almagro en coustruccion. Esta economía mal entendida es dañosa para el firme, porque con la supresion de los tornillos quedan al descubierto los agujeros que deben recibirlos y por ellos penetra el agua en la caja manteniéndola húmeda y falseando la hase de los cojinetes. Tambien lo que por esta causa gastan los empresarios en reparaciones no compensa el ahorro de los tornillos, y las cabezas de los rieles no quedan bien sujetos con la llave sola. El ancho exagerado de algunas juntas es otro de los pasos fáciles que tienen el agua y las materias orgánicas para empeorar el firme. Esta separacion entre las cabezas debiera limitarse á 0009 á 07003 rellenándola con alguna materia elástica. Pueden observarse tambien en la vía pública la presencia de tro- zos de vía y desvios que no se usan en la esplotacion de las redes á que pertenecen, y que por sí solos son otro obstáculo para el buen tráfico. A ello tambien contribuye á veces, la escesiva sobre elevacion de rieles, el empleo de contra-rieles groseros y los defectuosos cruza- mientos y empalmes de algunas líneas. A pesar de que hay una disposicion que prohibe los depósitos de cualquier naturaleza en la vía pública, hay empresas que la violan dejando en ellas carradas de materiales para sus reparaciones. (Véase la Ordenanza al respecto de 10 de Junio de 1870). Aquellos que conozcan las disposiciones de la ley de tramways y las fuertes penas que tiene su contravencion, no pueden menos que clasificar de negativa la accion del poder encargado de hacerlas cumplir. Os citaré otras disposiciones relativas á la viabilidad y salubridad de las calles y cuya obediencia no requiere la tan decantada falta de recursos con que se quiere acallar las justas quejas del público y de la prensa, sinó buena voluntad y buena administracion. Ordenanza sobre limpieza. Art. 1”. — Desde el dia 2 de Octubre (1871) se procederá al bar- rido de las calles diariamente desde las primeras horas hasta las ocho de la mañana. Por los otros artículos queda á cargo de los inspectores y auxilia- res voluntarios el hacer cumplir esta disposicion, y en caso de deso- CONSIDERACIONES SOBRE LA MEMORIA DEL SEÑOR CARRANZA 283 bediencia por parte de los vecinos quedan facultadas las Comisiones para apremiarlos. Por el 5? se ordena alzar el lodo que se deposite en la vía pública. Art. 8%, — Las empresas de tramways y otras alzarán en el dia la tierra y el polvo que quede, dejando todo perfectamente limpio bien entendido que de no verificarlo procederán los agentes de la Munici- palidad á tomar los peones y carros necesarios para hacerlo de cargo y cuenta de los empresarios. Vienen Cespues disposiciones penales, entre las que está la de 500 pesos para los constructores que dejen materiales en la vía. Concurren al deterioro del empedrado los pesados vehículos que actúan sobre él y que llevan comumente mucho mas de las ochenta arrobas de ordenanza. Causa pena al transeunte ver como se maltra- tan las caballerías, á tal punto que ello ha motivado la creacion de una institucion protectora de animales. ' La ordenanza reformada que determina el peso de la carga de los rodados del tráfico de 7 de Agosto de 1863, no se hace cumplir en muchas de sus partes. La falta de tiempo, me obliga señor Presidente á dar por termina- das mis observaciones de estudiante sobre lo que se relaciona con los afirmados de esta ciudad y la conservacion de los mismos. Os he citado los decretos dictados con el objeto de mantenerlos en buen estado de viabilidad y salubridad y podria citaros aun varios otros; todo demuestra por lo que se observa, que hubo corporaciones que se preocuparon del adelanto de la vía pública pero que otras, y entre ellas la actual, no imitan á sus predecesores dando orígen á las fun- dadas quejas del público y de la prensa. EL SEÑOR SIENRRA CARRANZA.—Que la arena del rio se debia em- plear en todos los empedrados segun una ordenanza municipal ; pero que esta misma se vé enel doloroso deber de infringirla, por no tener carros suficientes para llenar sus atenciones, razon por la que tampoco se levanta el barrido de las calles con la precision que deberia, influ- yendo esto en mal de los afirmados, y muy particularmente cuando se ha formado barro. | 281 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Que ningun cimiento, en el estado actual de las cosas, ha dado mejor resultado, como lo ha dicho antes, que el de escombros y el de arena del rio, porque la del Uruguay penetra la greda y esta sube : que la arena del rio, segun ha podido observar llega á consolidarse hasta el punto de haber necesidad en muchos casos de hacer uso del pico para removerla, por lo que la aconseja, siempre que no sea po- sible el uso del escombro que tan buenos resultados ha dado en el adoquinado. Que considera contra la opinion de Mac-Adam, que nunca tuvo en cuenta la rigidez de su afirmado, innecesaria la impermeabilidad absoluta, haciendo notar que este ingeniero para sus afirmados hacia uso de tres capas de piedra sílice pura, machacada de igual tamaño, la que esparcia, despues de ser bien lavada la piedra, por capas de igual espesor, dejando que fuese una despues de otra consolidada por los vehículos que habian de transitar por él; lo que demuestra que Mac-Adam no hacia uso del cimiento. Que Tresaguet y Telford, hicieron uso de piedras grandes para el cimiento sobre las cuales echaban la piedra machacada, y que es segun el sistema del segundo de estos ingenieros que se construyó el afirmado de la calle Santa-Fé, y el del primero, Tresaguet, el que se adoptó para el del malhadado Paseo de Julio. Que el verdadero sistema macadam, que es sin cimiento, no se ha construido hasta hoy en el municipio, y que no cree este sistema útil sinó en calles de ancho mayor de 30 varas. Que este sistema es caro si bien mas barato que el de adoquin; y que en Buenos Aires mien- tras se permitan las aberturas de las calles por las empresas á que antes de ahora ha hecho referencia, hacen imposible, por la remo- cion de tierras y descuido en su conservacion, este sistema. Que sostiene que las piedras de las islas Sola y Dos Hermanas y aún las de Concordia y Salto, son las que mejores resultados han dado en los empedrados ordinarios y adoquinados, habiendo las últi- mas, empleadas en el adoquinado de Barracas en que el terreno es incompresible, demostrado buenas cualidades para adoquinar, pues desde el año 1872 hasta la fecha no han sufrido deterioro sensibie. Que al indicar lo conveniente de la toma de juntas ya del empe- drado ordinario como el de adoquin, ha tenido en vista evitar las in- filtraciones al subsuelo formado de basuras y las emanaciones noci- vas que de otra manera se desprenderian, perjudicando á la higiene. Que en cuanto á las cunetas que hasta hoy se han estado constru- yendo á 0730 del cordon de las veredas, con la terminacion del al- CONSIDERACIONES SOBRE LA MEMORIA DEL SEÑOR CARRANZA 285 cantarillado general tendrán que desaparecer; y que los cordones de las veredas deberán entónces ser de mayor espesor y con un cajon que permita al agua correr por él como el que tienen ciertas calles de Paris. EL SR. VIGLIONE.—Que á las razones ya aducidas en su esposicion rechazando el empleo de la arena del rio, agregaba la de no poseer las cualidades que caracterizan la bondad de las arenas destinadas á la ejecucion de los afirmados.—Ellas son las siguientes segun la opi- nion del constructor Prudhome y las demostraciones de la espe- riencia. Ausencia de materias térreas y orgánicas, ser móvil para llenar los huecos que se producen en el firme por efecto del tráfico.—Ser resis- tente á la presion, ser elástica para poder trasmitir las presiones en todos sentidos, no apelmazarse con el agua porque debilita la traba- zon.—Que se ha decidido por la arena oriental que satisface todos es- tos requisitos. Que es cierto que el Sr. Carranza sostuvo que las piedras de los parajes citados, Isla Sola, Dos Hermanas, Concordia y Salto, son bue- nas para afirmados, pero el caso era saber cual es la mejor. Que no encontraba fundamento á lo espuesto por el señor Sócio tratando de disculpar la negligencia del poder municipal, al no cum- plir las Ordenanzas que le estan encomendadas, muchas de las onales no exijen recursos si1ó un poco de dedicacion á pesar de que, entre otros ejemplos, figuran en el presupuesto 600,000 f para limpieza, y solo se vé desaseo. | El SR. SIENRRA CARRANZA.—Que nada tiene que ver en esos mo- mentos con la Municipalidad, pues solo habla como miembro de la «Sociedad Científica Argentina». Que en cuanto á lo que ha dicho respecto á la condicion de impermeabilidad absoluta que decia exijia Mac-Adam, la sostiene; aunque siente diferir de la opinion del Inge- niero Espinosa que segun el Sr. Viglione, es diferente, pero que ella la ha basado en la que en el curso del año 1867 á 68 se dijo en clase en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, y en lo que dicen Debarne, Valdez y otros varios autores. Que esa condicion no es necesaria, se lo demuestran tambien los empedrados del municipio y muy particularmente la calle de Temple 286 : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA entre Cerrito y Artes, donde esa cuadra que forma parte de un terce- ro y tiene solamente 0745 de pendiente, no sufre mayor deterioro, siendo muy permeable la caja y el empedrado muy favorable á las filtraciones. _-—_—_—— A Y A INDICE GENERAL DE LAS MATERIAS COMPRENDIDAS EN EL TOMO OCTAVO Páginas Las especies minerales de la República Argentina, por el D" D. Luis Brackebusch (continuacion)...... E OBESA ato endialolaa a cotelanolazejs Hemiptera Argentina : Ensayo de una monografia de los hemípteros, heterópteros y homópteros de la República Argentina, por D. Cárlos Berg (continuacion) ..... La geologia de la Sierra Baya, por Eduardo Aguirre.......oooooccooooomooo..m»..oo Miscelánea, por €. Fregelro y E. AguirlO...oooomooooomoooo. c..o.o.: LOBDoÓnO Memoria anual del Presidente de la Sociedad Científica Argentina............. aUanO Alumbrado y luz eléctrica, por Emilio Rosetél.......oooooocmmoo mom... ruda dNanbs Hemiptera Argentina : Ensayo de una monografía de los hemípteros, heterópteros y homópteros de la República Agentina, por Cárlos Berg (continuacion).......... Las especies minerales de la República Argentina, por el WD" Y. Luls Brackebusch /continuacion)...... PS e A Miscelánea, por €. L. Fregelro y EE. Aguirre......oooooooooccccccoorosor...o Acta de la Asamblea del 1% de Agosto de 1879...oooooooooococoooo oocossonsocco¡.. Algo referente al municipio de Buenos Aires, por Sienrra Carranza............. Discurso pronunciado por el D" B. Guillermo Rawson, en la Conferencia en ce- lebracion del séptimo aniversario de la Sociedad.....oooooooommomoomm.»»... o.o....o [lemiptera Argentina : Ensayo de una monografía de los hemípteros, heterópteros y ho- mópteros de la República Argentina, por Cárlos Berg (continuacion)........... Las especies minerales de la República Argentina, por el D" WD. Luls Brackebusch (conclusion) ............ las conocer rro rr ero roce nero roro rro no coco ocovo Asílides argentinos, por Emrique EKynch Arribalzaga...... DoboonororcbÉbBNaVo. Sobre las especies del genero « Bombus» hallados en la República Argentina, por Eduardo Hadislao HMolmberg.....oo....... DUDO OIDO DIDADO DIOOOOOOO Paralelo entre los varios destinos de los restos humanos, por Pedro Mallo........ Hemiptera Argentina : Ensayo de una monografía de los lhemípteros, heterópteros y homópteros de la República Argentina, por Carlos Berg (continuacion). ........o.. Consideraciones generales sobre la fauna argentina (estracto de una obra del Dr D. German Eurmeistel”.....ooooooooooomorcncrcrorororsarrssrorrorsso Addenda á las especies minerales de la República Argentina, por Luis Bracke- DUSCA asado oa eco o olla alo motel oe ese alo laelajalaloa/alajeleiola sia mielalaio aleja ielo/elelaja a ea Hemíptera Argentina : Ensayo de una monografía de los hemí/pteros, heterópteros y homópteros de la República Argentina, por Carlos Berg (continuacion)... ....... Propiedades físicas de las maderas de la República Argentina, por Emilio Gosettl. Hemíptera Argentina : Ensayo de una monografía de los hemípteros, heterópteros y homópteros de la República Argentina, por Carlos Berg (continuacion)......... Breves consideraciones sobre la Memoria del Sr. Ingeniero Sienrra Carranza.........o 5 241 273 ERRATA En el estracto de la obra del Dr D. German Burmeister, en la página 202, linea 16, se ha deslizado un error que el autor nos pide reclifiquemos de la manera siguiente : « No conocemos en el antiguo mundo génerus semejantes al Anchippus y al Hippidlum (Protippus); solamente los géneros Anchitherlum é Hipparium han existido en ambos he- misferios. » UM Cu OE oy d)