- ANALES DE LA y — SOCIEDAD CUINTÍFICA ARGENTINA ANALES NE DE LA GARDEN SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA e E AMA] AX COMISION REDACTORA MEROS TLCNe tv D. Lurs A. HuERGO. Secretario silos D. PASTOR DEL VALLE. Dr D. PEDRO N. ARATA. HOcales. "qee Mee D. FÉLIX AMORETTI. UD”, PEDRO PICO; TOMO XIII Primer semestre de 41882 BUENOS AIRES , IMPRENTA DE PABLO E. CONI, ESPECIAL PARA OBRAS 60 — CALLE ALSINA — 60 15:82 Ñ ; O a IO) SEAL SOBRE UNA NUEVA ESPECIE DEL GÉNERO DICHONDRA Dichondra villosa, Po1.; Nombre vulgar: Oreja de gato, en Misiones y Entre-Rios Las DicoNDRÉAS forman la tribu 3* de las Convolvuláceas en la distribucion de esta familia publicada en el Prodromus de Decandolle, cuyo autor es Choisy. Las especies bien determinadas de este género no pasan de cuatro ó cinco, oriundas de las regiones templadas y cálidas de ambos continentes, pero mas frecuentes en la Aamérica austral y boreal. Aunque los caractéres diferenciales de las especies descritas son poco perceptibles, al punto de poderse dudar si no son meramente la consecuencia de la esposicion, del clima, y de las condiciones del suelo, con todo, hay algunos caractéres tan permanentes é invariables entre los de importancia secundaria, que alejan la idea de que se trata de simples variedades, debidas á modificaciones morfológicas accidentales. Examinadas atentamente las cinco especies conocidas (Ó mas bien cuatro), que son: Dichondra repens, D. macrocalyx, D. sericea, (D. argentea) y D. parvrfolia, tá las que deberia agregarse la nueva especie que propongo con el nombre de P. villosa, paréceme que los caractéres genéricos podrian fijarse en esta forma: PEDÚNCULOS desnudos, algunas veces hermanados y sobrepuestos, con el inferior mas corto. FLORES regulares y hermafroditas. CALIZ con la prefoliacion quincuncial. COROLA enrodada monopetala 5-partida, ó 5-lobulada, con el limbo plano, y las lacinias empizarradas durante la estivacion. 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ESTAMBRES 5 sobrepuestos á los sépalos, insertos en el tubo de la corola, iguales entre sí é inclusos; anteras arredondeadas, bilo- culares, introrsas, á dehiscencia longitudinal, con dos celdillas apartadas, unidas solamente en el ápice, y colocadas en la encorvadura del filamento, sin conectivo alguno. EstiLos 2 ó 3 libres, insertos en la base interna de los carpelos, caedizos ? Ovario súpero, con un disco hipogino, bilocular, cada lóculo giboso, de entre los que se levantan los estilos gimnobásicos filiformes, con las estremidades cubiertas de papilas estig- máticas en cabezuelas. Cada lóculo contiene dos óvulos anátropos erguidos, cuyo micrópiso es inferior y esterior. CARPELOS (aquenios?) 2, á veces 3 (como en D. villosa), inde- hiscentes, bivalves por presion, con una abertura en la base cortada, á causa de la insercion de las semillas en un esporóforo semigiboso; debajo del tegumento de las semillas existe un albumen mucilaginoso, con el embrion encorvado, cuyos coti- ledones muy desarrollados, relativamente, se replegan varias veces sobre sí mimos. Las Dicondras son plantas rastreras Ó desparramadas, con hojas simples alternas, no lechosas, pubescentes, y sin estípulas, general- mente de forma arriñonada é indivisas. Las flores son solitarias ó hermanadas y axilares, pequeñas y sin brácteas. La palabra Dichondra significa « doble semilla », en razon de la forma de los aquenios, correspondiente al gérmen apocarpo de Lindley. Estos caractéres podrian reducirse á la forma concisa de las descripciones botánicas, en estos términos: PEDUNCULI ebracteati, interdum gemini, suprapositi, inferiore bre- viore. Sepala sub-aequalia á basi distincta, saepius spathulata. Corolla rotata, v. late campanulata 5-partita v. alte 5-fida, laciniis aextivatione imbricatis. Stamina inclusa aequalia; an- therae rodundatae parvae, thecis liberis divaricatis, apice tantum connatis, in sinu filamenti affixis, connectivo O. Ovarii lobi 9, raro 3, distrincti, 2-loculares, 2-—ovulati, ovulis anatropis, myeropilo inferiore et exteriore. Styli 2, raro 3, liberi, super basin internam carpellorum affixi, an decidui? Stigmata capitata laevia. Carpella 2, raro 3, libera 2-sperma, membranacea, erecta, decidua, indehiscentia pro pressione bivalvia: basi ob offixionem seminum in sporophoro semigloboso, foramine magno, excisa et NUEVA ESPECIE DEL GÉNERO DICHONDRA 7 aperta. Semina sub-globosa v. triquetra, laevia, testa tenuiter erustacea, albumine mucilaginoso; cotyledones lineares, A-pli- catae, v. convoluto-plicatae. Embryo curvatus. Herbae tenues, ramosae, longe repentes, glabrae, v. sericeo pubes- centes; foliis cordato — ordiculatis, v. reniformibus, soepins parvis. Ovarium soepius dense villosum. Frequentissimae in pratis et cultis regionum calidiorum utriusque orbis. Tocante á la literatura botánica de este género, podrian citarse: Dichondra, Forster, char. gen. 39, tab. 20; Jussieu, Genera, 199; Choisy, in D. C. Predrom. Vol. IX pag. 451; Endlicher, Genera, pag. 652, n” 3788; Meis, Gen. pag. 275 (182). Steraipha, Banchs et Solander in Gaertu, Fr. 4. S. tab. 94; Demidofia Gmel. System. 458; Sprengel C. System. veg. pag. 863, vol. 1; Sibthorpiía Sp. Linn 'fil; Bentham et Hooker, Gen. plant. vol. II, pag. 857; Encycl. Method. tom. IL, pag. 277, et sappl. tom. II; Illustrat. des genres, tab. 183; Anonymos, Walt; Grisebach, Lyen- bal. Arg. pag. 296; Lorentz Veg. N. E. de Entrerios, pag. 85. En cuanto á las especies referidas, modificando ligeramente la esposicion propuesta por Martius, tendríamos: A Sépalos obtusos: 1. Sépalos mas pequeños que los carpelos. Pubescencia no sericea. D. repens, Forst. 2. Sépalos mas largos que los carpelos. Pubescencia no sericea, sépalos espatulados. D. Macrocalyx, Meisn. 3. Pubescencia sericea, sépalos obovados. D. Sericea, Swart. 4. Pubescentia villosa, sépalos sub-aovados. D. villosa, Pdi. B Sépalos agudos: 5. Sépalos aovado-lanceolados, hojas atenuadas en, la base. D. argentea, Humb. et Bonpl. 6. Sépalos lanceolados, hojas pequeñas, acorazonadas, no ate- nuadas en la base: D. parvifolia, Meisn. r 8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Transcribo en seguida la descripcion completa de la Dichondra sericea recogida en las Misiones, hecha sobre la planta fresca, porque es mas minuciosa y detallada que aquellas de los autores que he mencionado, quienes dan apenas los caractéres diferenciales con las otras especies. Suprimo la descripcion latina, que se hallará en mi folleto sobre las Convolvuláceas. DICHONDRA SERICEA, Swart. Flores pequeñas, pedúnculos largos, solitarios, Ó rara vez her- manados; la segunda flor mas tardía y mas pequeña, es infe- rior, colocada entre la áxila de la hoja y la primera flor, en cuya base aparecen algunas pequeñísimas brácteas, pronto cae- dizas. Caliz abierto en 5 divisiones, escepto en su base, lacinias sub- aovadas, desiguales, las dos internas mas angostas y pequeñas, dos generalmente esteriores, y opuestas en la estivacion, com- primidas, normalmente empizarradas, la mas larga abrazando las demás; cada sépalo tiene 3 nervaduras ramosas, anastomo- zadas en el ápice. Corola enrodada hipógina 5-partida, mucho menor que el caliz, blanco verdosa, lampiña, marcescente sobre el ovario; lacinias elípticas con las entradas agudas, glabra, celulosa. Estambres 5-opuestos á los sépalos, erguidos ó algo encorvados, iguales á la mitad de la corola, é insertos en su garganta. An- teras aovadas, roseas biloculares, los lóculos coadunados. Solo en el ápice, colocados en una ranura del filamento. Estilos 2, rara vez 3, cabezudos, lisos; ovario sub-aovado, velloso, Carpelos 2 semi-globosos, rara vez 3, plano-convexos pequeños, membranaceo-pubescentes, libres, con un surco en el dorso, 2 semillas, al fin caedizas; llevando una abertura triangular en la base por la insercion de las semillas en la columnilla; inde- hiscentes, bivalves pour la presion. Semillas pequeñas, opacas, lampiñas, fijadas en la base; forma semejante á las semillas de las Ipomeas; dorso redondeado, dos lados planos; (y el estilo infero). Cotyledones convoluto-plegadas. Planta pequeña, rastrera; tallo, peciolas, pedúnculos, caliz y hojas, con la parte superior débilmente retrorso-apretado-pubescentes ; hojas reniformes muy granuladas en el haz, y debajo cuasi todas NUEVA ESPECIE DEL GÉNERO DICHONDRA 9 albo-seríceas, conlos lóbulos de la base divergentes, y los peciolos tan largos como las hojas. Frecuente en los prados y en terrenos cultivados. La nueva especie á la que dí el nombre de Dichondra villosa, posee los caractéres diferenciales que paso á esponer, siendo en lo demás semejante á la especie que acabo de describir. DICHONDRA VILLOSA. Tallo rastrero prolongado, peciolos, pedúnculos, caliz y hojas densamente retrorso-vellosas (pero no apretado-vellosas). Pe- ciolos largos el doble de las hojas; hojas con el haz superior poco estrorso-velloso, ó pubescente, pero densamente granulado, reniformes, con los lóbulos basales cuasi convergentes, las lacinias de la corola mas grandes sub-aovadas, mas pequeñas que el caliz. Carpelos globosos, algo aplanados del lado interno, con vello erguido, por aborto monospermos, igualmente evalves, sin surco; semillas globosas lisas. Estigmas, algunas veces 3 globosas, sútilmente granuladas. Cotiledones convoluto-plegados, En lo demás como la D, sericea, pero de mayor tamaño en todas sus partes. « [DICHONDRA VILLOSA, caule repente elongato, petiolis, pedun- « culis, calyce, foliis subtus dense (his supra parce) nonne « adpresse ! retrorsum villosis; petiolis folio plus duplo « longioribus; foliis supra parce extrorsum pubescentibus, « creberrime granulatis, reniformibus; lobis baseos sub- « convergentibus; laciniis corollee latioribus sub-ovatis, « calyce multo brevioribus. Carpellis singulis globosis intus « minime planis erecte villosis aborbtu 1-spermis, aequaliter « absque sulco evalvis; semine globoso laevi, stigmata « globosa subtilissime granulata. Cotyledones convolutivo- « plicatae; omuibus partibus majoribus, characteres D:- « chondrae sericeae ex notis allatis] ». En Entre-Rios se dá el nombre de Oreja de gato á la D. repens, y á otras especies, que es menester no confundir con el Hypericum connatum que tiene el mismo nombre vulgar de Oreja de gato, en la Banda Oriental. : La Oreja de gato se emplea en la medicina doméstica en Entre-Rios, para combatir los flujos blancos, blenorreas, etc.; tanto en inyec- 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ciones y lavatorios preparados con un puñado de la planta fresca, para una botella de agua, en decoccion, como en tisana para tomarse á pasto durante el dia. Por lo general las Convolvuláceas poseen propiedades purgantes, pero si debemos guiarnos por las aplicaciones que se hacen de la Oreja de gato en la medicina doméstica de Entre-Rios, deberíamos atribuirle mas bien una accion astringente, ó al menos ligeramente tónica, como al Llanten y á la Sanguinaraa del país. (Polygonum Brastliense). DominGo PARODI. Buenos Aires, Diciembre 11 de 1881. FUNGI ARGENTINI ADDITIS NONNUELIS BRASILIENSIBUS MONTEVIDENSIBUSQUE AUCTORE CAROLO SPEGAZZINI /Ttalo) FUNGI EIMPERFECTI 270. PHYLLOSTICTA GILLESH Speg. (n. sp.) Diag. Maculae orbiculares, determinatae (2-5” diam.), arescenti- albescentes, amphygenae; perithecia centralia, epiphylla, lenti- culari-globosa (70-80 diam.), tenuissime membranacea, contextu parenchymatico, olivaceo-fusco; spermatia elliptica v. elliptico- cylindracea, recta y. curvula, utrinque obtusiuscula, non v. 1- guttulata (7-10<3-3,5), hyalina. Hab. In dumetis ad folia viva Philibertiae (rillesí en los Montes Grandes, Jan. 1881. 971. PHYLLOSTICTA HUALTATA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae suborbiculares, determinatae(3-15” diam.), arescen- ti-albicantes, amphygenae; perithecia amphygena, centralia, lenticularia (90-400 diam.), tenuissime membranacea, contextu parenchymatico, olivaceo-fuligineo, ostiolo latiusculo perforata; spermatia elliptica v. elliptico-ovoidea, utrinque obtusiuscula (S-10<3-4), non v. 2-guttulata, hyalina. Hab. Infoliis vivis Senecionas hualtatae ad ripas del Rio de la Plata, prope la Recoleta, Sept. 1880. 972. PHYLLOSTICTA PHYSALEOS Sacc. Mich. 11, p. 150. * CALYCICOLA Speg. Maculae determinatae, ma— jusculae, irregulares, candidae; perithecia lenticularia (150- 180 diam.) atra, ostiolo impresso pertusa, contextu parenchy- 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA matico, olivaceo; spermatia elliptica, utrinque attenuato-acutata (8-10<3), ac grosse 2-guttulata, hyalina. Hab. In calycibus fructiferis Physalidis viscosae in saepibus, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 273. PHYLLOSTICTA STIGMAPHYLLI Speg. (n. sp.) Diag. Maculae subindeterminatae orbiculares (3-5” diam.), centro pallescentes, peripherice fulvo-fuscescentes, concentrice rugulo- sae; perithecia epiphylla, subperipherica, innato-promimula, hemisphaerica (80-90 diam.), membranacea, contextu indistincte parenchymatico; spermatia elliptica, utrinque obtusiuscula, recta v. vix inaequilateralia (8-11<3), rarrissime medio 1-pseu- doseptata, hyalina. Hab. In foliis vivis Stigmaphyllt litoralis in saepibus, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 274. PHOMA ANTHRACINA Speg. (n. sp.) Diag. Perithecia minuta (100-110), conoideo-lenticularia, atra, subcarbonacea, densissime gregaria, saepissime confluentia, ma- tricem strato suberustaceo atro hinc inde per corticem erumpente inquinans; spermatia elliptica, quandoque subinaequilateralia, utrinque obtuse rotundata, non v. 2-guttulata (5-7><2), hyalina. Hab. In ramulis languidis Rhypsalidis sarmentaceae ad truncos Erythrínae Cristae galli in paludibus, Ensenada, Febr. 1880. 275. PHOMA CORRENTINA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae latissimae indeterminatae, arescenti-albae; peri- thecia hinc inde sparsa globosa (150-180) immersa, atra, cras- siuscule membranacea, coriacella, contextu indistincto, opaco, fuligineo; sterigmata cylindracea, erecta (15 < 1,5-2), dense constipata, hyalina; spermatia acrogena, elliptica, saepius inae- quilateralia, utrinque plus minusve acutata ac 1-guttulata (9-10 Xx 3), hyalina. Hab. In foliis emortuis putrescentibus Oncida speciei cujusdam ad truncos vetustos in sylvis de Corrientes, Maj. 1881. 276. PHOMA MINUTULA Sacc. Mich. VI, p. 92. Hab. Ad sarmentos juniores ac vivos Lonicerae speciei cujusdam cultae, Ramos Mejia, Mart. 1881, leg. Cl. E. Aguirre. — Obs. Maculae nullae; perithecia subepidermica, sparsa, lenticularia, FUNGI ARGENTINI 13 parvula (100-110), membranaceo, coriacella, contextu indistincte parenchymatico, olivaceo-fuligineo; spermatia-elliptica v. elli- ptico-ovoidea, subinaequilateralia, non y. 1-guttulata (5 < 1,5), hyalina. 277. PHomMA ONCIDU Speg. (n. sp.) Diag. Maculae nullae; perithecia parva, lenticularia (90-100), epidermide tecta eaque adnata, tenui membranacea, contextu parenchymatico, olivaceo; spermatia elliptica v. navicularia, utrinque obtusissime rotundata ac 1-guttulata (4 < 2), hyalina. Hab. Ad scapos aridos Oncidu speciei cujusdam in truncis vetustis in sylvis de Corrientes, Maj. 1881. 278. PHoma (Diaporthe) PAMPEANA Speg. (n. sp.) Diag. Perithecia, lenticulari-hemisphaerica (180-200) densiuscule sparsa prominula, primo tecta, dein erumpentia v. cortice sece- dente libera, basi ligno late nigrifica semi-infossa, atra, subcar- bonacea, ostiolo minuto non v. vix papillulato pertusa, glabra, atra; spermatia elliptica utrinque acutiuscula (6-8 < 2-3,5), grosse 2-guttulata, hyalina, sterigmatibus simplicibus concolo- ribus, basi incrassatulis (10-15 < 1,5) fulta. Status spermogonicus Diaporthis (Eup.) pampeanae Speg. Hab. In ramulis dejectis putrescentibus Solani glaucí in uligino- sis de la Pampa de Tuyú, Jan. 1881. 279. PHOMA TANDILENSIS Speg. (n. sp.) Diag. Perithecia hemisphaerico-lenticularia (100-120), primo tecta dein erumpentia, v. cortice secedente libera, atra, crassiuscule membranacea, contextu indistincte parenchymatico, fuligineo, ostiolo minuto pertusa, glabra vix basi hyphis gracilibus (3crass. ) repentibus ornata; spermatia cylindracea, utrinque obtusiuscule rotundata (83-102), grosse 2-guttulata, medio saepe subcoar— ctata, granuloso farcta, hyalina. Hab. In caulibus foliisque emortuis Margyricarpt setosí in areno- sis montuosis «Sierra del Tandil», Jan. 1881. 280. VERMICULARIA DEMATIUM (Pers.) Fr.—Speg. Fung. Arg. pug. III, p. 103. Hab. In caulibus putrescentibns Coni maculati, Bañado de S. José de Flores, Apr. 1880. 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Obs. Perithecia erumpenti-superficialia (S0-120), atra, hispidula, setulis rigidis, atris apice pallescentibus, parce septulatis (150- 2005), vestita; spermatia cylindraceo-elongata (20 x 4-5), utrinque rotundata, atque lateraliter acutato-angulata, granu- loso farcta, hyalina. 281. VERMICULARIA PHYLLOSTICTOIDEA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae parvulae (0,5-1”diam.), amphygenae, determinatae, candidae, areola latiuscula fulvo-rufescenti-cinctae; perithecia epiphylla, pauca, centralia, minuta (70-80), hemisphaerica, erum- pentia, contextu parenchymatico, olivaceo-fuligineo, ostiolo lato, impresso pertusa, setulis nonnullis rigidulis atris erectis (30-70<4-5), basi non v. vix incrassatis coronata; spermatia cylindraceo-elongata, utrinque lateraliter rotundato-acutata (16- 17 <3), granuloso-farcta, hyalina. Hab. Ad folia viva Solidaginis linearifolvae in herbosis prope Pueblo Lavalle, Ajó, Dec. 1880. SCLEROTIOPSIS Speg. (n. gen.) Diag. Perithecia? tecta, immersa, parenchymati innata, amphi- gena, carnosulo-membranacea, majuscula, astoma; spermatia elliptica, utrinque lateraliter acutato-angulata, sterigmatibus filiformibus, monosperma acrogena. 282. SCLEROTIOPSIS AUSTRALASICA Speg. (n. sp.) Diag. Perithecia parenchymati immersa atque innata, epidermidi tecta, amphigena, irregulariter lenticularia, majuscula (0,5- 4,5” diam.), astoma crassiuscule membranacea, contextu indi- stincte parenchymatico, olivaceo; sterigmata e strato proligero oriunda, dense constipata, filiformia, simplicia (25 < 1), mono- spora hyalina; spermatia cylindraceo-subnavicularia v. subotu- liformia (7-8 1,5-2), utrinque lateraliter acutato angulata (Vermicularia more), hyalina, acrogena. Hab. In foliis dejectis putrescentibus Eucalypti globulr, Parque de Palermo, Maj. 1881. Obs. Species primo intuitu Sclerotí innati speciem quamdam in mentem revocans. 283. SEPTORIA ANODAE Speg. (M. sp. Diag. Maculae magnitudinae ludentes (1-3” diam,) orbiculares v. FUNGI ARGENTINI 15 irregulariter et obtuse angulosae, saepe confluentes, candidae, determinatae, areola latiuscula violaceo-purpurascenti-cinctae; perithecia epiphylla, centralia, minutissima lenticularia (70-80), atra, membranacea, contextu densiuscule parenchymatico, oli- vaceo-fuligineo; spermatia filiformia (30-50 < 1-1,5), 1-4-septu- lata, hyalina. Hab. In foliis languidis Anodae speciei cujusdam in hortis, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 284. SEPTORIA AUTUMNALIS Speg. (n. sp.) Diag. Maculae parvulae (0,5-1” diam.), amphigenae, determinatee, candidae, suborbiculari-angulosae non v. vix areola pallescente cinctae ; perithecia epiphylla, centralia, minuta (70-80), pauca, lenticularia, tenuissime membranacea, contextu parenchymatico olivaceo-fuligineo, ostiolo latiusculo; spermatia bacillari clavu- lata, curvula utrinque obtusiuscula (25-30 < 1), grosse guttu- lata v. pseudoseptata, hyalina. Hab. In foliis vivis v. languidis Trianospermae ficifolvae in dume- tis numerosis, Parque de Palermo, Maj. 1881. 285. SEPTORIA BOWLESIAE Speg. (n. sp.) Diag. Maculae amphigenae, subindeterminatae, orbiculari-diffor- mes, fusco-grisae, magnitudine varia, saepe totum fere folium occupantes, saepe centro albae; perithecia subperipherica, sub- circinantia, parenchymate immersa minutissima (80-90), fusco- olivacea, tenui membranacea, contextu parenchymatico, oliva- scens, ostiolo latiusculo pertusa; spermatia filiformia, recta v. flexuosa (50-60 =< 1-1,5), utrinque acutiuscule rotundata, 3—- septata, hyalina. Hab. In foliis vivis Borwlestae tenerae in herbosis, Boca del Ria- chuelo, Sept. 1881. 286. SEPTORIA CONVOLVULI Dsm.-Sacc. Mich. 11, p. 180. Hab. In foliis vivis v. languidis Convolvuli arvensis in herbosis, Parque de Palermo, Oct. 1881. Obs. Specimina argentina maculam pallide fuscescenti-rufam ostendunt; spermatia bacillari-subclavulata, indistincte plurise- ptata (40-45 < 1,5), hyalina. 287. SEPTORIA GALINSOGAE Speg. (n. sp.) 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Diag. Maculae subdeterminatae, majusculae, saepe totum folium occupantes, fuscescentes, centro pallescentes v. albicantes, peri- theciigerae ; perithecia epiphylla, densiuscule gregaria innato- prominula, atra, lenticularia (80-90), tenuissime membranacea, contextu parenchymatico, olivaceo, ostiolo latiusculo (20-25) pertusa; spermatia filiformia, rectiuscula, subindistincte pluri- septulata (40-60 =< 1), hyalina. Hab. In foliis languidis (Gralinsogae parvrflorae in hortis, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 288. SEPTORIA HYDROCOTYLIS Speg. (n. sp.) Diag. Maculae subnullae, indeterminatae, primo flavescentes dein fulvescentes, amphigenae, magnitudine ludentes, saepius con- fluentes; perithecia saepius hypophylla, sparsa, minuta (70-80), etiam lente aegre conspicienda, lenticularia, tenuissime mem- branacea, parenchymatica, fuscidula, ostiolo latiusculo impresso pertusa; spermatia cylindraceo-subclavulata, leniter curvula v. flexuosa, utrinque obtusiuscula (45-50 < 1,5), granuloso farcta, indistincte septulata, hyalina. Hab. In foliis vivis Hydrocotylis bonariensis in uliginosis herbo- sis, Recoleta, Maj. 1881. 289. SEPTORIA LYCOPERSICI Speg. (n. sp.) Diag. Maculae magnae saepe totum folium occupantes, sordide fusco-cinerascentes, subindeterminatae; perithecia, sparsa sae- pius hypophylla, lenticulari-hemisphaerica, prominula, atra, membranacea, contextu parenchymatico, olivaceo; spermatia bacillari-cylindracea v. bacillari-subclavulata majuscula (70-110 X<3), 3-pluriseptata, utrinque obtusiuscule attenuato-rotundata, hyalina. dis Hab. In foliis languidis Solani lycopersicd in hortis, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 290. SEPTORIA PETROSELINI Dsm. | j Hab. In foliis vivis v. languidis Petroselíni sativi in nemorosis prope Pueblo Lavalle, Ajó, Jan. 1881. Obs. Maculae, candidae, determinatae, amphygenae; perithecia minuta, tenuissime membranacea, contextu parenchymatico, oli- vaceo; spermatia filiformia, recta v. flexuosa (25-35<0,7-1), indistincte septulata, hyalina. FUNGI ARGENTINI 47 991. SEPTORIA PINGRAE Speg. (n. sp.) Diag. Maculis amphygenis, elongato-suborbicularibus, determina- tae, fusco-v. cinereo-albicantes; perithecia epiphylla, centralia, lenticularia (80-90), tenui-membranacea, contextu parenchyma- tico, fuligineo; ostiolo impres: o pertusa; spermatia cylindracea, recta v. flexuosa, utrinque obtusiuscula (45-55<1,5), plurisep- tata, hyalina. de Hab. Ad folia viva Baccharidis pingreae en San José de Flores, April. 1881. 992. SEPTORIA PURPUREOLA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae magnitudine ludentes (1-5” diam.), suborbiculares, candidae, determinatae, epiphyllae, areola magna, atro-purpurea cinctae; perithecia pauca centralia, minutissima (70-80), lenti- cularia, tenuissime membranacea, contextu parenchymatico, pallide purpurascente v. fuligineo-vinoso, ostiolo minuto impresso pertusa; spermatia cylindraceo-bacillaria, recta v. flexuosa, u- trinque obtusiuscula (20-25<1,5), medio non v. 1-septata, non constricta, hyalina. Hab. In foliis vivis Araujae albentis in dumetis uliginosis, Parque de Palermo et Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 293. SEPTORIA STACHYDIS Rob. Hab. Ad folia viva STACHYDIS ARVENSIS in montuosis de S. José, Sierra Chica, Córdoba, Jan. 1877. leg. Cl. Dr. J. Hieronymus. Obs. Maculae sparsae, orbiculares, minutae (1-2” diam.) alboares- -centes, determinatae; perithecia lenticularia, minuta (80-90), atra, membranacea, contextu parenchymatico, fusco-olivaceo; spermatia filiformia, recta v. flexuosa, utrinque rotundata (20- 251), non v. 1-septata, hyalina. - ij 994. SEPTORIA ULIGINOSA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae magnitudine ludentes, amphigenae, determinatae, soborbiculares, ob confluentiam difformes, candidae v. palles- * centes; perithecia epiphylla centralia, densiuscule gregarias, minuta (80-90), tenuissime membranacea, contextu minutissime celluloso, fuligineo-olivaceo; spermatia cylindraceo-filiformia, antice subinerassatula, recta v. flexuoso-(30-50<2-2,5), hyalina. Hab. In foliis vivis Nasturtá Bonaérensis. in uliginosis, Parque de Palermo, Boca del Riachuelo, Sept. 1880. Km 18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 295. SEPTORIA VERBENAE Rob. et Dsm. Hab. Ad folia viva Verbenae camedrifolvae in aridis prope el Ba- ñado San José de Flores, Sept. 1880. Obs. Maculae suborbiculares, determinatae, candidae, areola pur— purescenti-violacea cinctae; perithecia minuta (80-100), mem- branacea, contextu dense parenchymatico, fuligineo; spermatia eylindracea, recta v. flexuosa (40-70 <2-2,5), granulosa, indi- stincte septulata, hyalina. 296. SEPTORIA WALEMBERGH Speg. (1. sp.) Diag. Caules et folia infecta arescenti-cinerascentia; perithecia hypodermica, prominula, lenticularia (90-100), densiuscule sparsa, membranacea, contextu sinuoso-parenchymatico, fusco fuli- gineo, circa ostiolum densissimo, subcarbonaceo; spermatia Cy- lindraceo-bacillaria, utrinque obtusiuscula (30-401,5), conti- nua, hyalina. Hab. Ad caules foliaque Walembergiae lineariordas in aridis prope la Chacarita, Oct. 1880. 298. CONIOTHYRIUM PHACIDIOIDE Speg. (n. sp.) Diag. Maculae latiusculae, difformes, elongatae, determinatae, albae v. albo-griseae; perithecia saepius centralia, laxe gregaria, applanato-lenticularia subangulosa (150-180), epidermide tecta, eaque adnata, atra, per aetatem varie obliterata, glabra; steri- gmata dense constipata, filiformia (30 < 1), hyalina, simplicia; stylosporae acrogenae, ellipticae, utrinque obtusiuscule (6-10 < 3-5), rectae v. inaequilaterales, fuligineae. Hab. In sarmentis dejectis putrescentibus Rubi fructicosi, Boca del Riachuelo, Sept. 1881. 299. APLOSPORELLA HESPERIDICA Speg. (n. sp.) Diag. Stroma tuberculiforme, hemisphaerico-subconoideum, par- vulum (0,5-0,7” diam.), olivaceum, squarrulosum, primo tectum, dein epidermidem rumpens eaque fissa cinctum; perithecia monosticha, 3-7 aggregata, globosa, atra, membranaceo-cras= siuscula, contextu parenchymatico, indistincto, olivaceo, ostiolo minuto vix stromatis superficiem attingente donata; stylosporae ellipticae, rectae v. inaequilaterales, utrinque obtusissimae (22- 925 < 9-11), continuae, opace fuligineae. Hab. In ramis foliisque dejectis Citri auranti?, Parque de Palermo, Maj. 1881 FUNGI ARGENTINI 19 300. DIPLODIA HESPERIDICA Speg. (n. sp.) Diag. Perithecia parvula (120-450), sparsa, subglobosa, primo tecta, dein erumpentia, atra, rugulosa, glabra, membranaceo-sub- carbonacea; ostiolo vix papillulato pertusa; stylosporae ellipti- cae v. ovatae (28-380 < 10-11), rectae v. inaequilaterales, medio 1-septatae, non constrictae, opace fuligineae. Obs. In ramis v. foliis dejectis Core auranti, Parque de Palermo, Maj. 1881. 301. ASCOCHYTA ARAUJAE Speg. (n. sp.) Diag. Maculae latiusculae (3-5”diam.). subindeterminatae, centro candide, periferice fulvo-fuscescentes, areola purpurascenti cin- ctae; perithecia peripherica, epiphylla, minuta (75-95), innato— prominula, atra membranacea, contextu olivaceo-fusco; sperma- tia elliptica v. elliptico-cylindracea, utrínque obtusa (8-15 >< 4-5), medio 1-septata, non constricta sed quandoque attenuata, chlorinula. Hab. In foliis languidis Araujae albentis in saepibus, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 302. ASCOCHYTA PUIGGARIL Speg. (n. sp.) Diag. Maculae latissimae, determinatae, fere totum folium occu- pantes, superne candidae, inferne albo-pallescentes; perithecia epiphylla, minuta (70-80), numerosissima, dense sparsa, primo tecta dein erumpentia, subglobosa, atra, tenui membranacea, contextu sinuoso parenchymatico, olivaceo; spermatia elliptica, utrinque obtuse rotundata, medio 1-septata, non constricta (7-8 x<3), dilute fusco-chlorina. Hab. Ad folia viva Myrtaceae cujusdam in Brasilia meridionaii, Apiahy, leg. Cl. Dr. J. Puiggari (sine numero). 303. HENDERSONIA EUROPEA Speg. (1. sp.) Diag. Perithetia lenticulari-subglobosa, primo tecta dein erum- pentia, immersa, parvula (200-300), densiuscule gregaria, mem- branaceo-subcarbonacea, atra, indistincte ostiolata, in senectute saepe irregulariter rupta; stylosporae ellipticae, majusculae (38- 4015), opace fuligineae, 3-septato-constrictae, loculis 2 exti- mis minoribus, pallidioribusque, subsessiles, paraphysibus vix longioribus, filiformibus, hyalinis obvallatae. Species a genere Hendersonia nonnihil recedens. 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA Hab. In ramis putrescentibus Rubi discoloris ad saepes, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 304. HENDERSONIA PERUVIANA Speg. (n. sp.) Diag. Perithecia epidermide velata, lenticulari-depressa (180-200), -_subcollabescentia, ostiolo minuto papillaeformi pertusa, atra, membranacea, contextu atro-fuligineo, subopaco; stylosporae cylindraceo-ellipticae, utrinque obtuse rotundatae, 5-septatae, ad septa constrictae (257), intense fuligineae. An status stylosporicus Pleosporae salsolae Fuck. ? Hab. In caulibus dejectis emortuis Salicorntae peruvianae ad ri- pas lacunarum australiorum «las Saladas Grandes » dictas, Jan. 1881. 305. LEPTOTHYRIUM MYRTINUM (Dur. et Mtgn.) Speg. (Pilidium myrtinum Dur. et Mtgn. Fl. Alg. 1. 598, t. 26, f. 8.) Hab. Ad folia dejecta putrescentia Myrtaceae cujusdam inter mus- cos, prope Apiahy, Brasilia meridionali, leg. Cl. Dr. J. Puiggari (sine num.) Obs. Maculae amphigenae, magnitudine ludentes (2-4”diam.), in- determinatae, pallescentes; perithecia pauca, atra, centralia, parvula (120-150), primo epidermide integra tecta, dein ea lacerata, cincta; spermatia cylindraceo-allantoidea, longiuscula, utrinque inaequilateraliter rotundato-acutata (20<2), continua, hyalina. AMEROSPORIUM Speg. (n. gen.) Diag. Perithecia Dinemasportú v. Polynematis, subcupulata ?, se- tulosa; spermatia cylindraceo elliptica, continua, mutica. Genus duobus supracitatis et Heteropatella Tuck. affine, a primis setulis sporarum deficientia, ab ultimo setulis perithecio- rum praesentia recedens. An huc ducendum Dinemasporium strigosum Cda. ? 306. AMEROSPORIUM POLINEMATCIDE Speg. (n. sp.) Diag. Perithecia superficialia, subemisphaerico-applanata (200- 250), in sicco centro late cupulata (an tantum umbilicata ?), margine crasso, obtuso, uda convexa, ac disco diffluenti gelati- nosum ornata, contextu dense parenchymatico-elongatulo, atro olivaceo, pilis rigidis, erectis, unicellularibus (an semper?), pau- FUNGI ARGENTINI 91 cis, abris, basi vix incrassatis, apice, acutiusculis ac subhyalinis (100-1805-12) adspersa; spermatia elliptico-cylindracea, sub- clavulata (?), sursum acutiuscula, deorsum obtusiuscula, utrin- que minute 1-guttulata (12-15<2-3), hyalina, mutica. Hab. Ad caules dejectos putrescentes Con maculati, Bañado de San José de Flores, Apr. 1881. 307. DINEMASPORIUM GRAMINUM Lév.—Speg. Fung. Arg.pug. 11, n. 133. Hab. In caulibus dejectis Medicaginis denticulatae ac culmis Eu— trianae multisetae, Barracas del Sur, Apr. 1881. Obs. Spermatia elliptico-cylindracea, subnavicularia (12-142-3), utrinque seta hyalina (15<0,4-05), rigidula aucta; pili ascoma- tis atro-opacis, apice pellucidis (200-480<8-12). 308. MYXOSPORIUM AUSTRALE Speg. (n. sp.) Diag. Pulvinuli aurantio-carnei, primo subepidermici, dein erum- penti-superficiales, late gregarii, orbiculares (0,5-1” diam.), sae- pius ob diffluentiam confluentes, ac matricem strato latissimo, praecipue per corticis ramas excurrente, pulchre flavo-roseo ve- stientes; conidia globosa, e mutua pressione irregulariter atque obtuse angulato-polygona (12-22 < 10-15), hyalina. Hab. Ad truncos et ramos vivos Colletrae ferocis ad margine palu- dium subsalsis «Cangrejales » dictis, prope promontorium « Cabo San Antonio », Dec. 1880. 309. HARKNESSIA UROMYCOIDES Speg. Melanconium uromycorde Speg. — Fung. Arg. pug. I,n. 40. 25 Apr. 1880! Harknessta eucalipti Cook.-Grév. 9, p. 85. Mart. 1881! — Ellis. North-american fungi, Cent. VII, n. 633! Hab. Ad folia ac ramulos dejectos putrescentes Eucalypti globulr, vulgatissima a Buenos Aires, Ramos—Mejia, Ensenada, Chasco— mús, Dolores, Ajó per annos 1880-81. 310. PESTALOZSIA VERSICOLOR Speg. — Mich. V, p. 479. f. americana. Hab. In culmis dejectis putrescentibus Scirpi palustris ad ripas Rio de la Plata, prope Palermo, Maj. 1881. Obs. Acervuli elongati, hysteriatim erumpentes (0,5-1,5"” < 0,2- 0,3”), atri; conidia obovato-fusoidea (40-45 < 10), 4-septata, 22 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA loculis duo extimis minutis hyalinis, 2 internis superioribus in- tense olivaceis, tertio inferiore fulvo—olivascente, eguttulatis; loculo supremo 3-4 rostellis (30-35 =< 1) ornato, infimo inflatulo pedicello parvo (5-8 < 1) suffulto. 311. PESTALOZSIA DECOLORATA Speg. — Fung. Arg. pug. I, n. 125. * MONORHINCA : A typo recedit conidiis majoribus (20- 30 < 6-7), semper tantum 3 septatis, loculis internis chlorinis, 2 extimis hyalinis, quorum superus in rustellum sublateralem, apice saepius curvulum productus. Hab. In foliis languidis Eugentae un:florae, in dumetis uliginosis, Quilmes, Jul. 1881. 312. CYLINDROSPORIUM PULCHRUM Speg. (n. sp.) Diag. Acervuli minutissimi (70-80), primo subepidermici, dein erumpenti liberi, candidi, dense gregarii, hypophylli; coni- dia cylindracea, utrinque obtusiuscule rotundata, recta v. vix curvula, minuta (10-30 < 2-2,5), hyalina. Hab. In foliis vivis Rumicis pulchri in uliginosisis herbosis, Reco- leta, Maj. 1881. Obs. Fusidium pulveraceum Speg. Fung. Arg. p. II, n. 152 sub hoc genere militat, ac Cylindrosporium pulveraceum Speg. vo- candum. 313. LIBERTELLA HESPERIDICA Speg. (n. sp.) Diag. Acervuli pulvinato -tumescentes, saepe subconici (1-1,5” diam.), subepidermici, diu tecti, dein epidermidem ostiolatim rumpentes, atque cirrhum praelongum varie contortum, succineo- fulvum emittentes ; spermatia fusoideo-filiformia, utrinque acu- tissima (28-35<0,7-1), valide falcata, continua, hyalina. Hab. In ramis dejectis putrescentibus Citri auranti1, Parque de Palermo,15 Maj. 1881. 314. NEMASPORA CITRINULA Speg. (n. sp.) Diag. Nuclei densiuscule gregarii, subepidermici, late gregarii, minuti, hinc inde per corticem erumpentes acin cirrhum longis- simum undulato-circinatum, exiguo, succineo-citrino producti; conidia elliptica v. elliptico-cylindracea, recta v. inaequilatera- lia, vuumquam curvula, utrinque obtusiuscula, majuscule 2-gnt- tulata v. granuloso farcta (10-132,5), hyalina. FUNGI ARGENTINI 23 Hab. lu ramis dejectis putrescentibus Salicis humboldtianae in uliginosis, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 315. SEPTOCYLINDRIUM FASCICULATUM Speg. (n. sp.) Diag. Maculae nullae y. pallide flavescentes; pulvinuli hypophylli, velutini, totam maculam vestientibus (2-6” diam.); conidia pri- mo filiformi-catenulata (80-1102), continua, erecta, fascicu- lata, dein septulata, et praecipue apicem versus ad septa cons- tricta atque secedentia; articuli protoplasmate 1-4-pseudo-sep- tato, cylindracei, recti (15-502), granulosi, olivacei. Hab. Ad folia viva Solani pseudocapsict, prope San José de Flores, Febr. 1881. 316. MICROCOCCUS MELANOGLOSSOPHORUM Speg. (nm. sp.) Drag. Superficiale, late effusum, subcrustaceum, sordide olivas- centi-nigrum; conidia densissime conglobata, globosa v. ellip- tico-globosa, minutissima (0,5-0,8 diam.), chorinula, levissima, velociuscule sublateraliter ambulantia. : Hab. Ad epithelia linguae morbo ignoto infectae, hominis cuyus- dam vivi Bonaria, Mart. 1881. leg. Cl. E. Lynch Arribálzaga. 317. MICROCOCCUS PRODIGIOSUS (Erb.) Chn. Hab. In pulte zeina (polenta), anidride arseniosa venenata, diu loco udo servata, Bonaria, Maj. 1881, leg. Cl. Dr. E. L. Holmberg- 318. CLOSTRIDIUM BUTYRICUM (Past.) Prsmwsk. Hab. Magna manu in intestino tenui atque coeco, cujusdam homi- nis interfecti, Bonaria, Jul. 1881. 319. OIDIUM ERISIPHOIDE Fr.— Speg. Fung. Arg. pug. II, n. 166. Hab. Ad folia viva Bidentis helianthoidis, B. bipinnatae, Lantanae Camarae, Tradescantiae virginicae, Xanthit spinosí ubique vul- gatissima per autumnum 1881. 320. OIDIUM MEGALOSPORUM Speg. (n. sp.) Diag. Maculae nullae y. pallide flavescentes, indeterminatae, flave- scentes, amphigenae; pulvinuli hypophylli, laxe pruinulosi, candidi, suborbiculares, majusculi (0,5-2”diam.); hyphae steriles repentes, intricato-ramulosae, parce septatae (10-15 crass.), primo hyalinae, dein subfuscescentes; fertiles erectae, longiu- 24 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA scule septulatae, apice mox in articulos secedentes; articulis v. conidia cylindracea v. cylindraceo-elliptica, utrinque truncata, angulis rotundatis (35-40 < 13), hyalina non v. parce granuloso- cuttulata. Hab. In foliis vivis v. languidis Trianospermae ficifoltae in dume- tis, Palermo, Maj. 1881. 321. CORETHROPSIS AUSTRALIS Speg. (n. sp.) Diag. Minutissima, candida; hyphae hyalinae, steriles procum— bentes, vage repentes, fertiles exsurgentes (100-120 < 7-8), simplices, parcissimae septulatae, apice vix capitulato-inflatae (18 crass.); sterigmata in parte superiore capituli tantum insi- dentia, cylindraceo-ciavatae (8-9 <2), hyalina, densiuscule stipata; conidia non catenulata, acrogena, elliptica v. elliptico- eylindraeca (4-5 <2-2,5), hyalina. Hab. Parasitica in ramulis obliteratis Isarrae arachnophilae? in aranea quodam ad truncos cariosos in nemoribus « Montes lar- gos » dictis, Jan. 1881. 322. TRICHODERMA VIRIDE Pers. Hab. Ad truncos salicinos dejectos in nemorosis uliginosis, Reco- leta, Maj. et Sept. 1881. 323. SPOROTRICHUM HOLMBERGH Speg. (n. sp.) Diag. Pulvinuli magnitudine ludentes (1-5” diam.), difformes, erassiusculi, superficiales, pulverulento-compactiusculi, sulfurei; hyphae repentes, dense intricato-ramulosae, parce septulatae, hyalino-lutescentes, levissimae; conidia globosa v. ovoidea (6-8), levissima e hyalino lutescentia. Hab. In corio caprino chirothecae putrescentis, Concepcion del Uru- guay, Jun. 1881. leg. Cl. Dr. E. L. Holmberg. 324. SPOROTRICHUM MINIMUM Speg. (n. sp.) Diag. Effusum candidissimum, e pulverulento-gossypinum; pul- vinuli parvuli (0,1-0,5”diam.); hyphae repentes, dense intricato- ramosae, gracillimae (1,5-2 crass.), parcissime septulatae, levis- simae, hyalinae; conidia e globoso-ovoidea (1,5-2 diam.), hine inde sparsa, levissima, ex uno latere acutata, hyalina. Hab. Ad corpus putrescens Attae (Formicae) Lundi Guér. in trun- cis cariosis, vetustis, Boca del Riachuelo, Jul. 1881. FUNGI ARGENTINI P 95 325. PHYSOSPORA RUBIGINOSA Fr. Hab. In trunco salicino dejecto, putrescente in paludosis nemorosis prope Palermo, Maj. 1881. Obs. Pulvinuli gossypino-lanosuli, effusi, majusculi, pulchre fulvo- rubiginosi; hyphae steriles repentes, compresso-subvittacformes, strigose intricatae (10 crass.), undulatae, ramulis subcircinatis, parce septulatae, levissimae ; fertiles adsurgentes ad basis api- cemque attenuatae, vertice clavulato v. capitulato -incrassato (150-160 =< 10), 2-3-septatae, teretes, ubique, praecipue antice majuscule laxissimeque sterigmatophorae, sterigmatibus umboni. formibus; sporae globosae (10-15, dense et minute granuloso farctae, pulchre fulvae. 326. BOTRYTIS EPIGEA Lk. Hab. Ad terram argillosam subnudam en los Montes Largos, Tuyú, Jan., et al Bañado de San José de Flores, Apr. 1881. Obs. Primitus candida, tomentosula, rorida, dein cinerascens, pul- veracea ; conidia globosa, levia, non v. granuloso farcta, hyalina v. vix fumosa (3-6 diam.) 327. BOTRYTIS FLAVO-CINEREA Speg. (n. sp.) Diag. Primitus floceuloso-gossypina, pulchre luteo-subvirescens, dein pulveraceo-compactiuscula, Cinereo—virescens, plagulas amplissimas difformes saepius alongatas, superficialias matri- cem vestiens; hyphae steriles repentes, flavescentes, parce ra- mulosa (5 crass.), papillosulo-scabrae; hyphae fertiles adsur- gentes, leves (3 crass.) vage ramulosulae, ramulis secundariis quandoque subdichotomis, apicibus densiuscule noduloso-denti- culatis ; conidia ex dentibus apicalibus ramulorum oriunda, elliptica v. elliptico-ovoidea, utrinque acutiuscule rotundata (6- 7 < 4-5), non v. 2-guttulata, chlorino-fumosa. Hab. Ad truncum Saliciss Humboldtianae in uliginosis nemorosis, Recoleta, Maj. 1881. 328. OVUuLARIA BONAERENSIS Speg. (n. sp.) Diag. Maculae nullae v. pallescentes indeterminateque; coesp1- tuli minutissimi, etiam lente aegre visibiles, candidi; hyphae simplices, eylindraceae, erectae, apice angulatae v. undulatae, hinc inde 1-3-denticulato-nodulosae (40-60 < 3,5), hyalinae; conidia apicalia, cylindracea v. cylindraceo-elliptica (10-20 < 3 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3,5), continua, rarius 1-septata, utrinque acutiuscule rotundata, hyalina. Hab. In foliis vivis Picridis? in herbosis, Parque de Palermo, Nov. 1880. 329. VERTICILLIUM TOMENTOSULUM Speg. (n. sp.) Diag. Effusum, superficiale, densiusculum laxe ac molliter tomen- tosulum, roseo-albidum; hyphae omnes hyalinae, steriles repen- tes, simplices, parce septulatae, fertiles adsurgentes apicem versus pluries verticillato-ramulosae, densiuscule septatae (3 crass.), ramulis verticillorum e basi ad apicem gradatim ab- breviatis, acutiusculis; conidia ad apicem ramulorum congesta, elliptico-ovoidea, obtusissime rotundata (6-8 < 3-5), hyalina. Hab. In caule putrescente Conivmaculati, prope el Bañado de San José de Flores, Mart. 1880. 330. VERTICILLIUM TUBERCULARIOIDDE Speg. (n. sp.) Diag. Pulvinatum, erumpens, albo-roseum, primitus tuberculi- forme, compactiusculum, dein furfuraceo-squarrulosum, magni- tudine ludens (0,5-3” diam.); hyphae omnes hyalinae, steriles compacto-subcoalescentes, pseudostroma carnosulum efforman- tes, fertiles erectae, parce verticellato-ramulosae, breviusculae (S0-85 < 3); ramuli cylindraceo-ovati, apice attenuato-acutati, (15 <2), hyalini; conidia elliptica, v. elliptico-subglobosa, sae- pius inaequilateralia (5-8 < 3), granuloso-farcta v. 2-guttulata, hyalina. Hab. la ramis dejectis putrescentibus Pircunmiae dioicae, Salicis Humboldtianae et Citri aurantit, saepius socia Nectría vulgar? Speg. in paludosis nemorosis, Recoleta et Palermo, Maj. 1881. 331. ACROSTALAGMUS CINNABARINUS Cda. Hab. In ramulis putridis Pircuniae dioicae, Recoleta, Sept. Obs. Sterigmata ovato-elongata (12-14 < 3-4) dilutissime auran- tiaca; conidia elliptica, obtuse rotundata, eguttulata (3-41.5), hyalina. 332. TRICHOTHECIUM GRISEUM Speg. (n. sp.) Diag. Tenuissimum, late laxissimeque effusum, subvelutinum, matricem nubecula minutissime pruinuloso-grisea ortegens; hyphae hyalinae, steriles repentes non y. parce septulatae, fer- FUNGI ARGENTINI 27 tiles erectae (200-250<6-7), simplices, non ramosae, parce septulatae, apice 1-3noduloso-denticulatae, ac 1-3 sporigerae; conidia obovato-pyriformia, superne obtusa, inferne rotundato- acuminata, medio 1-septulata sed non constricta (18-25<12-14), hyalina. Hab. In trunco dejecto decorticatoque Erytrinae cristae-gallt in nemorosis uliginosis, Recoleta, Febr. 1881. 333. RAMULARIA BONAERENSIS Speg. (n. sp.) Diag. Maculae amphigenae, orbiculares (2-5” diam.), concentrice zonatae, centro sordide albicantes, ureola fuscescenti cinctae; coespituli hypophylli, minuti, aegre visibiles, candidi; hyphae erectae, simplices v. breviter parceque ramulosae, 1-3 denticu- late-nodulosae /50-80 < 3), hyalinae; conidia cylindracea, v. cylindraceo-subclavulata, recta v. curvula, 1-2-septata, ad septa non v. vix constricta (10-40 < 3), hyalina. Hab. Ad folia iuniora, languida Trianospermae ficafoltae in dume- tis, Bañado San José de Flores, Mart. 1880. 334. RAMULARIA ? AGUIRREI Speg. (n. sp.) Diag. Maculae nullae v. epiphyllae, indeterminatae, difformes, expallentes; pulvinuli candidi v.rosei, tomentosulo-subfarinacel, hypophylli, offusi, tenues, saepe confluentes ac totum folium occupantes; hyphae repentes, teretes (4-5 diam.), dense ac stri- gose intricato-ramulosae, ramulis hinc inde exsurgentibus, brevissimis, obtusiusculis; conidia acrogena, catenulata, cylin- dracea; continua v. medio 1-septata subconstrictaque, utrinque rotundata (20-40 < 5), hyalina. Hab. Ad folia viva Pavoniae saepú? in nemorosis uliginosis Quilmes, Aug. 1881. 335. RAMULARIA ? ? ROSEA Speg. (n. sp.) Diag. Pulvinuli, hypophylli, superficiales, strieformes, longissimi (25 "-300"” long. < 1-2” crass.), gossypino-tomentosuli, pulchre rosei, v. aurantio-rosei; hyphae repentes, crassiusculae (5-8 crass.), dense intricato-ramulose, hyalinae, parce septulatae; conidia catenulata, ex ramulis lateralibus, brevissimis acrogena, eylindracea, saepe inaequilateralia (15-25 <5), non v. 1-septata, granuloso farcta, hyalina. : Hab. In foliis vivis Oplisment speciei cujusdam, in paludosis, Palermo, Maj. 1881. 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA 330. STACHYBOTRYS ALTERNANS Bon. Hab. In charta bibula loco udo diu servata, in Universitate bonae- rensi, Febr. 1881. Obs. Hyphae steriles repentes, ramulosae, parce septatae, saepe papillulosae, atro-fuscae (3-5 crass.); fertiles erectae, fumosae v. subhyalinae, graciles, (3,5 crass.), saepius simplices, apice non inflato-capitatae, sterigmatophorae; sterigmata, dense aggre- gata, obovato-clavata, fumosa v. hyalina (10 <4-5); conidia acrogena, elliptica v. elliptico-ovata (7-9 <5-6), non v. 1-gut- tulata, atro-opaca. 337. MYXOTRICHUM CHARTARUM Kze. Hab. In charta communi diu loco udo servata in Universitate bo- naerensis, Febr. 1881. 338. CERCOSPORA BRACHYPODA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae magnitudine ludentes (2-10” diam.), angulosae, nervis determinatae, amphigenae, ochraceo-fuscae; cespituli hypophylli, dense gregarii, totam maculam obtegentes; hyphae brevissimae (5-10 3), noduloso-contortae, dilute olivaceae; conidia bacillaria v. bacillari-clavulata (30-50 < 2-2,5), 2-4-se- ptata, ad septa plus minusve constricta, recta v leniter cur- vula, hyalina v. vix chlorinulo-fumosa. Hab. Ad folia viva v. languida Hybisc: sp. in uliginosis prope la Recoleta, Febr. 1881. 339. CERCOSPORA FASEOLINA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae amphigenae, subdeterminatae, obtuse angulosae, saepius confluentes, ac totum fere folium occupantes, sordide fusco-cinereae ; coespituli hypophylli, dense gregarii, olivaceo- cinerei; hyphae erectae, simplices, apice noduloso-denticulatae, rectae v. flexuosae (50-80 < 4-5), fuligineo-olivaceae, apice pal- lescentes; conidia cylindraceo-subelavulata (20-45 < 3-3,5 ), sursam obtuse rotundata, deorsum attenuata, 1-3-septata, ad septa non constrincta, hyalina. Hab. In foliis languidis Phaseoli ovatt, socio Oidio erisiphorde in dumetis paludosis, Palermo, Maj. 1881. 340. CERCOSPORA GILLESH Speg. (n. sp.) Diag. Maculae nullae v. pallescentes, indeterminatae; coespituli FUNGI ARGENTINI 29 hypophilli, parvuli dense gregarii, velutino-aggregati, oliva- scentes; hyphae breves, cylindraceae v. cylindraceo-subclavu- latae (25-50 < 5-6), continuas v. 1-2-septatae, ac plus minusve constrictae, dilute chlorino—olivaceae; conidia clavulato-bacilla- ria, pluriseptata, ad septa plus minusve constricta, articulis saepe secedentibus, antice obtuse rotundata, postice attenuato- acutata (80-120 < 5), dilute olivaceo-fusca. Hab. In foliis languidis Philibertrae (rillesi in saepibus prope Ajó, Dec. 1880. 341. CERCOSPORA GOMPHRENICOLA Speg. — Dec. Myc. Arg. n. 45. Diag. Maculae pallide flavescentes, indeterminatae, coespituli hypo- phylli, densissime gregarii, totam maculam vestientes, olivacei; hyphae breviusculae (25-30 < 5-6), cylindraceae v. cylindraceo- clavulatae, apice plus minusve acutato-rotundatae, dilute oliva- ceae; conidia cylindracea, vermicularia, multiseptata, ad septa constrictula, loculis saepe secedentibus, recta v. flexuosa (20- 50 < 6), granuloso farcta, olivacea. Hab. Ad folia viva (romphrenae glaucae in nemorosis humidulis, Palermo, Conchas, aut. 1881. 342. CERCOSPORA MEGALOPOTAMICA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae amphigenae, determinatae, irregulares, saepe to- tum folium occupantes, sordide fusco cinerascentes; coespituli laxe gregarii, hypophylli, minuti; hyphae e tuberculo parenchy- matico, olivaceo exsurgentes, simplices, erectae, rectiusculae (50-80 < 3-4), apice obtusiusculae, leves, fumoso-chlorinae; conidia acrogena, bacillari-clavulata, deorsum longe attenuata (60-120 =< 5), fumoso-olivacea, 5-pluriseptata, ad septa leniter constricta, loculis saepe secedentibus. Hab. In foliis vivis Bidentis bipinnatae in uliginosis nemorosis, Parque de Palermo, Maj. 1881. 343. CERCOSPORA PALUDICOLA Speg. (n. sp.) Diag. Maculae minutae (2-3 ” diam.), angulosae, nervis determi- natae, amphigenae, ochraceo-fuscae; pulvinuli hypophylli, to- tam maculam vestientes, olivacei; hyphae breviusculae (20- 55 < 4), eylindraceae, contorto- nodulosae, olivaceae; conidia praelonga (100-150 =< 3-3,5), clavato-bacillaria, leniter curvula, hyalina, dense granulosa, non v. parce septulata. 30 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hab. In foliis vivis Polygoni novae specier in paludosis, Ensenada, Febr. 1881. 344. CERCOSPORA ROSICOLA Pass. Hab. In foliis vivis Rosae centifolvae in hortis Apiahy, Brasilia meridionali, leg. Cl. Dr. J. Puiggari (sub n. 1,548). Obs. A typo recedit conidiis longioribus crassioribusque (30-40 5-6), rarius septatis, hyphis quoque majoribus (30-50 =< 4-5). 345. CERCOSPORA TANDILENSIS Speg. (n. sp.) Diag. Maculae orbiculares, parvulae (0,5-1” diam.) amphigenae, fuscae v. sordide albescentes, determinatae, areola purpurascente cinctae; coespituli centrales, saepius epiphylli, olivacei, pauci; hyphae rectae simplices, apice non v. parce denticulatae (50-70 < 5), fuligineae, sursum pallescentes; conidia clavulata, pluri- septata, ad septa leniter constricta (50-80 < 5-6), deorsum longe attenuata, hyalina. Hab. In foliis vivis Jonidi glutinos? in montuosis, Sierra del Tan- dil, Jan. 1881. 346. STYLBUM AURANTO-CINNABARINUM Speg., Fung. Arg. pug. I, n. 2. (ex errore sub Crinula.) * FUSCIPES — A typo recedit stipitibus fusco-atris, v. fusco- erubescentibus, densiuscule sublineatim aggregatis; capitulo car- neo-rubrum, v. aurantio-roseo, sicco compactiusculo, udo molli ac fluescente; conidis ellipticis, utrinque rotundatis (5-7 <3- 3,5), ac 1-guttulatis, crassiuscule tunicatis, hyalinis. Hab. In truncis ac stipitibus foliorum putrescentium Coccz Yatay ac Phoenicis dactyliferae, Bonaria et Palermo, hieme 1881. 347. STYLBUM CINNABARINUM Motgn. in Sagr. Fl. Cub. vol. II, p. 190 Hab. Ad cortices vetustos prope Xiririca et Apiahy Brasilia meri- dionali, saepe in consortione Megalonectriae pseudotrichiae (A. S.) Speg., Jan. 1881, leg. Cl. Dr. J. Puiggari (sine numero). Obs. Stipites quandoque solitarii quandoque in consortione stati ascophori, sicci tortuoso-prostrati, lateritii, udi erecti, cinnaba- rini, tereti-compressiusculi, apicem versus attenuati (2-4” long- x<0,3-0,4 crass.), simplices v. breviter furcati, vertice mucoso- capitulati; conidia elliptica v. ovoidea (5-6 <292), continua, non v. 1-guttulata, hyalina. FUNGI ARGENTINI 31 348. ISARIA ARACHNOPHILA Dtm. ? Hab. In corpore Eperrae speciei cujusdam emortuae ad truncos cariosos, in sylvis australioribus « Montes largos » Jan. 1881. Obs. Totam matricem mycelio candido obtegens, ubique ramulos tenellos (2-3” long. <0,2-0,4”crass.), basi subcarneos, apice candidos emittens. Species non perfecte evoluta v. a Corethrop- side australi Speg. valde obliterata, iterum inquirenda. 349. SPOROCYBE ? CHLOROCEPHALA Speg. (1. sp.) Diag. Stipites teretes, erecti, stromate tenuissimo, plus minusve manifesto, per matricem serpente, atro exsurgentes, deorsum crassiores, sursum gradatim tenuiores, dense gregarii et non rarius subconfluentes v. coespitosi, atri, subnitidi, setiformes, rigiduli, udi flexiles, sicci fragiles, majusculi (4-6” <0,2-0, 4”; capitulum acrogenum, unicum, parvulum (0,3-0,5” diam.), in sicco globosum, inferne depresso-umbilicatum, compactiuscu- lum, jove pluvio tumescens, gelatino-fluxile pallide et amone virescens v. virescenti-aureum, ex sterigmatibus dense constipa- tis, filiformibus (60-70 =< 1), continuis, hyalinis compositum; conidia minuta (2 1-1,5), elliptica v. elliptico-globosa, 1 v. 2- guttulata, acrogena (an catenulata ?), hyalina. Species dubia, a genere Sporocybe Fr. satis abhorrens, facile generi Antromycelt Fr. adscribenda! Hab. In disco trunci caesi ac putrescentis Salicis humboldtianae, in uliginosis nemorosis, Recoleta, Maj. 1881. 350. GRAPHIUM FISSUM Pr. -— Sacc. Mich. 1. p.77. Hab. In ramulis dejectis putrescentibus Melvae azedarach, in du- metis, Bañado de San José de Flores, Apr. 1881. Obs. Dense gregarium, pulvinulis stromaticis erumpentibus exsur- gens; stipites cylindracei, atro-fuliginei, compositi, sursum parce hirto-dilatatuli, vertice rotundati; hyphis fertilibus in apicem hyalinum, denticulato-nodulosum desinentes; conidia ex denticulis hypharum oriunda, elliptico-ovata, sursum ¡obtuse rotundata, deorsum acutata (5-8 <2-2,5), hyalina. 391. GRAPHIUM VERTICILLATUM Speg. (n. sp.) Diag. Coespituli majusculi (2-2,5” alt. < 1” crass.), turbinati, su- perficiales, matrici cinereo-nigrificata insidentes, laxe gregarii v. sparsi; stipites atro-olivacei, basi saepius confluentes v. basi 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA connati, apice divergentes, ex hyphis cylindraceis, parce septatis fusco-fumosis (5 crass.), dense coalitis compositi, antice ex apice hypharum undique divergentibus tomentosule vestiti; hyphae fertiles (seu apices hypharum sterilium) basi vage ramo- sae, ramis pluries verticillato-ramulosis ; ramulis extremis sae- pius simplices, dense noduloso-denticulati; conidia sphaerica v. ovvidea, ex denticulis ramulorum oriunda (3-4 <2,5-3), hyalina. Hab. In caulibus putrescentibus dejectis Cons maculat?, Bañado de San José de Flores, Apr. 1881. 352. ISARIOPSIS GRISEOLA Sacc., Mich. II, p. 278. Hab. In foliis languidis Phaseol: vulgaris in hortis, Boca del Ria- chuelo. Maj. 1881. 353. TUBERCULARIA ARGENTINA Speg. (n. sp.) Diag. Pulvinuli conico-emisphaerici (200-300), primo tecti dein parce erumpenti-exerti, vivide anrantio-carnei; sterigmata par- vula filiformia (10-15 Xx 1), simplicia v. breviter furcata, basi incrassata, monospora; conidia acrogena elliptica v. elliptico- eylindracea (2-31), saepe curvula, minute biguttulata, hyalina. Hab. In ramis dejectis putrescentibus Solan: glauct in uliginosis, Pampa del Tuyú, Jan. 1881. 354. TUBERCULARIA PIRCUNIAE Speg. (n. sp.) Diag. Pulvinuli suborbiculares (0,3-1” diam.), erumpentes, saepe confluentes, sicei compactiusculi, carneo-lateritii, udi tremelloi- deo-diffuentes, carneo-fulvo-succinei; sterigmata filiformia (20- 925<0,7-1), simplicia v. parce ramulosa, hyalina; conidia acro- gena, elliptica v. elliptico-cylindracea (5-7 <1), recta, rarius curvula, utrinque obtusiuscula, 2-guttulata v. granuloso farcta, hyalina. Hab. In ramis dejectis putrescentibus Pirecuntae diovcae, Bañado San José de Flores, Apr. 1881. 359. TUBERCULARIA PULVERULENTA Speg. (n. sp.) Diag. Pulvinuli minutissimi (100-129 diam.), lenticulari-emisphae- rici, dense gregarii, saepe confluentes, superficiales, pulchre carneo-aurantil y. aurantio-rosei; sterigmata filiformia, dense constipata, praelonga (60-80 < 1), simplicia, apice monospora; FUNGI ARGENTINI 33 conidia elliptica, utrinque obtusiuscula 3-4 <1,5-2), eguttula- ta, e hyalino rosea. Hab. In caulibus dejectis Salicornmiae peruvianae in herbosis, Barracas al Sur, Apr. 1881. 356. BACTRYDIUM FLAVUM K. et $. Hab. Ad ligno udo ac putrescente in nemorosis prope Apiahy, Brasilia" meridionali, leg. Cl. Dr. J. Puiggari, et prope Buenos Aires, et Ensenada, Jul. 1881. Obs. Pulvinuli e globoso-emisphaerici, pulchre aurantiaci, majusculi (1-1,5” diam.); conidia subfusiformi-clavata (160-180 < 30-40), 6-septata, fulvo-mellea, stipitibus longiusculis (150-160 < 8-9), hyalinis fulta. B. bonaerense Speg. Fung. Arg. Pug. III. n. 162 ut varietas tantum hic ducendum. 357. FusARIUM HETEROSPORUM Nees. Hab. Una cum Selerotio clavo DC. in ovariis Spartinae strictae, acírlycermae fluitantis, in paludibus pampeanis, Tuyú, Jan. 1881. 358. FUSARIUM OXISPORUM Schl. * AURANTIACUM (Cda.) Rbh. — Sacc. Mich. VII, p. 296. Hab. In epicarpio putri Cucurbitae peponis in uliginosis horto- - rum, Boca del Riachuelo, Sept. 1881. Obs. Hyphae repentes dense intricato-ramosae (3-5 crass.), hyali- nae; conidia fusoideo-falcata, utrinque acutissima (40-50 <3-4), 3-5-septata, roseo-hyalina. 359. HYMENULA ROSEO-VIRENS Speg. (n. sp.) Diag. Sporodochia cupulata, membranacea, sicca contracta, tena- cella, uda subexplanato-concava, ceraceo-tremelloidea, sessilia (0,3-0,8” diam.), extus virescentia v. virescenti-olivacea, glaber- rima, contextu parenchymatico, fulvo-olivascente, disco homo- ceneo subfluxili, carneo-opaco; sterigmata fliformia (25-30 =< 0,5-0,8), dense constipata, septulata; conidia cylindraceo-su)- elliptica, recta v. curvula, utrinqgue rotundata (2,5-3<0,5-1), ac 1-gutíulata, hyalina. Species Cyphellis nonnihil accedens. Hab. In caulibus putrescentibus Polygon:? cujusdam in uliginosis, Recoleta, Apr. 1881. 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 360. PATELLINA ITALICHROMA Speg. —Fung. Arg. pug. III, n. 164. Hab. In ramis dejectis putrescentibus Celtidis talae, Conchas, Maj. 1881. Obs. Sporodochia minora (0,5-0,8” diam.), cupulata, sessilia v. obconico-substipitata, virescentia, margine albo, ceraceo-coria- cella, persistentia, in sicco friabilia, disco carneo, sicco compa- ctiusculo, udo tremelloideo-diffluente; sterigmata filiformia (30- <1), dense constipata, simplicia, hyalina; conidia elliptica, utrinque acutiuscule rotundata (5 < 2), minute biguttulata. Genus Patellina Speg. ab Hymenula Fr. (H. rubella Fr.) dif- fert hymenio a sporidochio discreto, ac absolute heterogeneo, hic tamen. adscribenda Patellina (Hymenula ) cinnabarina (Sacc.) 361. VOLUTELLA CILIATA (A. $S.) Fr. Hab. In ramis dejectis putrescentibus Citra aurantit in uliginosis, Parque de Palermo, Jan. 1881. Obs. Sporodochia sessilia v. substipitata, emisphaerica, albo-car- nea, minuta (150-200 diam.), disco prominulo, margine setis raris, longiusculis (250-500 < 8-9), continuis hyalinis ornato; sterigmata filiformia (80-100 <0,5-1), dense constipata, simpli- el:, hyalina v. dilute rosea; conidia elliptica, utrinque obtusiu- scule acutata ¡(5-71 <2), recta v. subinaequilateralia, hyalina. 362. VOLUTELLA GILVA (Pers.) Sacc. Mich. VII, p. 298. Hab. Ia caulibus dejectis putrescentibus Medicaginis denticulatae, Saltcorniae peruvianae, Chenopodi ambrostordis, etc. Barracas, Palermo, Apr. et Maj. 1881. Obs. Pili fiexuosi, in sicco apice saepe subcircinati, parce septati, pallide mellei (200-700 < 6-7) apice pallescentes saepeque aspe- rulo-papillosi; conidia cylindraceo—elliptica, utrinque obtuse truncato-rotundata (8-10 < 2-2,5), biguttulata, hyalina. 363. MYROTHECIUM LECANIDIIFORME Speg. (n. sp.) Drag. Sporodochia patellari-applanata. v. sublenticulari-patellaria - (0,2-0,5” diam.), emarginata, sessilia, sieca duriuscula, aterri- ma, uda extumescentia, subtremelloidea, atro-olivascentia, gla- berrima, subcupulata, contextu imperspicue parenchymatico: sterigmata filiformia (20 < 1), simplicia, monospora, hyalino— fumosa; conidia elliptica, inaequilateralia, utrinque rotundata, FUNGI ARGENTINI 39 subtruncata (10-15 < 3-3,5), continua, non v. 2-guttulata, oli- vacea. Hab. Ad caules Con maculati et Baccharidis pingreae in uligi- nosis de los Montes grandes, Jan. 1881. 364. ANTHINA? MUSCIGENA Speg. (n. sp.) Diag. Erecta, cylindracea v. filiformis (3-5” long.<0,2-03”crass.), candida, non v. vix superne fuscescens, primo compactiuscula, levis, dein fibrosulo-gossypina, squarrulosa, hinc inde sparsa ramulis matricis basi tenacissime adnata; fibrae parce septatae ramulosaeque, hyalinae (4-6 crass.); sporae numquam visae. Hab. Vulgatissima in muscis vivis ad caudices vetustos, Apiahy, Brasilia meridionali, Bonaria, Ensenada, Conchas, hieme 1881. 365. ANTHINA ? ? BRASILIENSIS Speg. (n. sp.) Diag. Sparsa, erecta, rigidula; stipites teretes sursum gradatim attenuatis (2-2,5” long. <0,2-0,3” crass.), postice fuscescentes pilis hyalinis squarruloso-patulis laxe vestiti, antice albo-palles- centes, glabrati, erecti, carnoso-ceracelli, rigidulo-tenacelli, apice abrupte in pileo verticali dilatati; pilei tenues, applanato- subfoliacei, ovati, sursum rotundato-acutati, deorsum truncato- subcuneati, (0,5-0,8” long. < 0,3-0,4” lat.), ad partem centra- lem inferam, ob stipitis decurrentiam, incrassato-costati, atri, nitentes, glaberrimi, margine acuto, pellucido, pallescente, pulchre denseque fimbriato-denticulato ornati; contextus cutis coriacellae fusco-ater, carnis subtremelloidea hyalinus, in utro- que prosenchymatico-fibroso, fibrillis gracilibus (3 crass.). In pulpa pilei hinc inde inter fibrae parenchymatis adsunt fasciouli catenularum cellularum in parte centrali orientes, marginem versus vergentes; cellulae catenulacum gradatim e basi apicem versus minores, ellipticae, utrinque obtuse ro- tundatae (majores basales 5 ><3-3,5), hyalinae, grosse 1-guttu- latae, nucleo luce refracta chlorinulo; in eadem pulpa sparse inveniantur etiam cellulae solitariae, ellipticae, utrinque rotun- datae, magnae (25-30 < 15-22), dense granuloso-farctae, hya— linae. Hab, Adramulos vivos (?), sociis hepaticis, Apiahy, Brasilia Meri- dionali, leg. Cl. Dr. J. Puiggari (absque número, sub Spathulea. . (Continuará) LAS TASACIONES DE INMUEBLES CONFERENCIA DADA EN LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Señores: Por esta vez vengo á distraer vuestra atencion con las observaciones que he podido recoger en la práctica de las tasaciones, asunto que, aunque aparentemente poco vasto y de interés escaso, obtendrá de vuestra ilustracion y criterio en la ulterior discusion toda la amplitud é importancia que en realidad contiene. Considero que al presente estos trabajos delicados interesan en particular á los Ingenieros, quienes por la estension de sus estudios están en aptitud de tratar todos los casos que ocurren. Y si antes de que la Facultad de Matemáticas autorizara á los inge- nieros y arquitectos para tasar, se contaba un escaso número de personas que solas, poseyeran el bagaje necesario para entender en cualquier avalúo, hoy á ese respecto, y para bien de los comitentes, estos trabajos se llevan á cabo de una manera cumplida y satis- factoria. S1os fijais en los ejemplos que mencionaré mas adelante, vereis que la tasacion no es un caso simple y sin interés, si se ha de verificar siempre acompañándola de los datos, detalles y apreciaciones preci- sas con el fin de convencer á las partes interesadas, é ilustrar, sobre todo, el juicio de los llamados á considerar estos trabajos para mani- festarse sobre su aprobacion ó rechazo. Los casos que se presentan en la práctica son múltiples, pudién- dose indicar principalmente: las tasaciones de prédios rústicos y urbanos, las de establecimientos industriales y las referentes á la construccion civil y aun naval; en todos los que se requiere de parte de los peritos llamados á adjudicarles valor, segun se proceda judicial ó estra-judicialmente, no solo los conocimientos del caso sinó además ciertas consideraciones distintas que varían segun el carácter del cargo y que influyen en el verdadero precio, aumentándolo ó disminu- yéndolo. LAS TASACIONES DE INMUEBLES y Cuando las tasaciones son de carácter judicial hay que distinguir los dos casos siguientes: 1% Aquel en que se proceda ejecutivamente, debiendo realizarse el bien en pública subasta; 2% Aquel en que el justiprecio se solicite para adjudicacion por el monto de la valuacion. Este último caso es tambien variable, segun se trate de otorgar la cosa por su valor nominal, como acontece en la formacion de los acervos ó cuerpos de bienes en las testamentarias, ó bien por su valor económico en el momento de la operacion, á términos que, en su conversion en efectivo, si ello fuese preciso, se obtenga el monto del avalúo. Considerando, en primer lugar, el caso de las tasaciones para venta, daremos principio por las referentes á terrenos rurales, obser- vando desde ya que el procedimiento hasta ahora seguido peca por la insuficiencia de noticias que den á conocer la verdadera impor- tancia del bien. Por lo regular solo se mencionan la superficie y las poblaciones en conjunto, fuera de uno que otro detalle, adjudicando el valor que creen conveniente sin espresar los motivos que guiaron al perito en su fija- cion ; por lo que dicha estimacion es tan arbitraria como insuficiente el detalle. En un terreno de campo, pueden existir importantes cualidades que convenga poner de manifiesto en las tasaciones. Esas cualidades que marcan el grado de riqueza del inmueble son entre otras: su condicion agrícola y si la posee preciso es señalar la calidad del terreno, el espesor y estension aproximada de la capa de tierra vegetal, las aguadas con su calidad y grado de permanencia y las clases de sementeras que en él serán mas productivas; si tiene aptitud para la cria de ganado vacuno, caballar y lanar, espresar si los pastos son fuertes ó tiernos, la cantidad y estension de las lagunas y cañadones que cruzen el prédio y tambien la durabilidad de sus aguas; deben citarse los terrenos linderos con los nombres de sus propietarios, especificando la importancia de aquellos y su destino; hay que señalar las distancias y rumbos á los caminos generales, principales ó vecinales y centros principales de poblacion con los que esté en condicion de comunicarse para la cómoda salida de sus pro- ductos; es conveniente detallar las poblaciones, potreros, corrales, etc. con que cuenta y en general dében citarse en la valuacion todos aquellos pormenores que ayuden á poner de manifiesto el empleo mas útil que pueda darse al bien que se considera. Seria tambien conveniente para la mejor inteligencia de los detalles acompañar la tasacion así confeccionada, de un cróquis ilustrativo ; y tambien como norma para los interesados la renta que puede pro- 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ducir si es de labrantío; y si de pastoreo, la cantidad de ganado que puede mantener prévia deduccion en este cálculo de las parcelas que sean impropias para recibirlo, haciendo constar además el arrenda- miento que se obtendria en caso necesario. Supuesto, como se ha dicho, el caso de venta en remate es el momento de ocuparnos del valor que debemos adjudicar á estos terrenos. La estimacion hay que basarla en las ventas de los fundos próxi- mos que se hayan realizado, cuidando de modificarlas segun la comparacion con estos, tomando principalmente como términos, la distancia á algun centro de poblacion, la esposicion, la calidad de la tierra y de sus pastos, y la renta. En la valuacion por legua superficial será bueno mencionar los precios obtenidos por la misma unidad en los ya vendidos. Tambien considero regular tasar por partes los cercados, la pobla- cion principal y los puestos con detalle de sus viviendas, tambien la de los potreros, corrales y galpones. Los precios para cada parte tendrán que estar en caso de venta en relacion con su demanda é importancia. Hay poblaciones, por ejem- plo, en que el tasador no debe darles, á mi entender, su valor de costo, deducidos desperfectos, á los gastos supérfluos que en ellas haya hecho el propietario creando mansiones de lujo que á muy pocos interesan y que no están en relacion con la localidad; y tambien si se trata de montes, si los hubiere, valdrán por la renta que produzcan en leña ó fruta. Tales son algunas de las consideraciones que creo deben preocupar la atencion de los facultativos llamados á estimar los prédios rús- ticos que al presente, diré de paso, atraen con mas fuerza los capitales para emplearlos en la agricultura y la ganadería, dos nervios pode- rosos de la riqueza. El tasador viene por lo tanto 4 convertirse en un escelente inter- mediario entre la cosa y el capital, ofreciendo á este provechosa colocacion, mas para ello es preciso que cuide de no hacer peligrar la claridad y verdad en los trabajos que se le encomienden. Bastaria esa mision bien útil que le toca en ellos para atraer todo su atencion é interés por acumular datos, si no fuere que se acentúa la necesidad de ellos, teniendo en cuenta que los interesados no son únicamente los linderos, ni individuos que poco mas ó ménos sean conocedores del prédio, sinó tambien algunos que alejados de él y radicados principalmente en el centro de trámite del asunto y donde comunmente la venta se anuncia y hasta realiza, se decidirían por su adquisicion si en presencia de una tasacion detallada y exacta LAS TASACIONES DE INMUEBLES 39 tuvieran el retrato de la propiedad ; y por el contrario si ese trabajo es descarnado, si carece de vida, el temor de entrar en los gastos que originaría la apreciacion del bien por sí propio y que serian inútiles si resultase no convenirle, lo alejan de la competencia en la venta. Pongámonos ahora en presencia de lo que nos rodea; de lo ya con- siderado á la distancia y donde el tasador aprecia en su mayor parte bienes naturales, coloquémosle frente á productos del humano inge- nio, de las rústicas viviendas asentadas en grandes estensiones des- pobladas, sea con las mansiones de la ciudad ya sobérbias ya modes- tas, que encontrarán distribuidas en reducidos espacios; y notarcis entónces que sus recursos tienen que ser mas numerosos y su dedi- cacion mas completa, por lo mismo que la tarea es mas árdua y mas inteligente. Aquel fué un caso en que se requiria un poco de buen sentido y bastante dedicacion para formar un fiel intérprete de la importancia de una cosa y determinarle un valor: el presente además de las dos condiciones enunciadas exije, fuera de otras, conocimientos de con- trucciones, de estética arquitectural y hasta de agrimensura: en una palabra, la tasacion de propiedades urbanas reclama al ingeniero civil. El caso de la referencia anterior, como el ya considerado, lo trata- remos suponiendo que la valuacion deba servir para venta inmediata, y ello supuesto ¿está ajustado á verdad y es completo el procedi- miento actual ? ¿cuál debe seguirse, consultando dichas condiciones y la economía? Las respuestas aunque lijeramente fundadas á estas cuestiones que me propongo, exijen como medida prévia, que os haga conocer dicha manera de operar. Segun lo que se observa de ordinario, estas tasaciones pueden dividirse así: las que se denominan detalladas en las que se hace constar á medida métrica, el cálculo de todos los materiales de alba- ñilería, carpintería y herrería que la propiedad posee, asignándoles sus precios respectivos, como tambien al terreno correspondiente; las que pueden decirse descriptivas y que mencionan el detalle de toda finca con la clase de materiales de que están formadas sus habitacio- nes, frente, zaguanes y pátios, acordando precio al todo; y por úl- timo las nombradas ú vista de ojo donde el perito sin estar obligado á entrar en consideraciones precisas para basar su justiprecio, se lo fija directamente. Si en una propiedad cualquiera consideramos solamente la cons- truccion y valuamos por separado los materiales que la forman, es preciso, procediendo con exactitud, que del valor primitivo de cada unidad, comprendida la mano de obra, deduzcamos los desperfectos esperimentados por aquellos, y éntónces la union de todos estos 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sumandos deberán dar el valor de la construccion. Pero, realizada la operacion en esa forma, se vé que el resultado, si bien corresponde á los datos, no está en relacion con las ventas de fincas inmediatas construidas en condiciones análogas á la que se considera, y puesta en pública subasta no se realizará la venta por falta de licitadores. Para que está se efectúe, mo queda al perito otro remedio y único recurso que alterar los verdaderos precios de los materiales; tiene pues que falsearlos, y por lo tanto, su trabajo primitivo además de ser inútil es simplemente un pastel. Infiérese de lo espuesto que en el caso que se considera, el juicio del tasador no lo forma el valor intrínseco de la construccion; y que las consideraciones á ella estrañas que median por lo regular para modificarlo, no pueden aplicarse en detalle, porque se incurriria en contrasentidos. Por lo tanto, si las tasaciones detalladas para los casos de venta inmediada no pueden llevar el sello de la verdad, entiendo que de- ben proscribirse. Las llamadas á vista de ojo tambien deben desecharse, como todo lo que tienda á despojar al facultativo de las responsabilidades á que está obligado, particularmente las que no tienen ese carácter es- pecial, y que aún tratándose de asuntos de importancia se presentan á juicio desprovistas de las apreciaciones y consideraciones que dieran márgen al valor acordado al bien, y las cuales tiene que cono- cer forzosamente el juez para la apreciacion de su mérito verdadero. Los peritos son el mismo juez trasladado al lugar de la operacion por medio de un trabajo bien desempeñado y con la mayor suma de datos, y se comprende que dejan obrar á ciegas á este si operan á vista de ojo. En un caso de disconformidad entre dos peritos, en que no fueron nombrados para proceder ú vista de ojo, tuve que actuar como ter- cero en discordia: mencionaban simplemente como desempeño de su cometido que la cosa valía tanto, y noté ausencia de los detalles mas sustanciales que pudieran demostrar aproximadamente su importan- cia. ¿Cómo podria resolver el juez en conciencia, cuál de los dos peritos disidentes habia practicado mejor la tasacion ? Otro caso en que creí de mi deber hacer 4 un lado el significado, no el económico, de un nombramiento pedido para vista de ojo fué tratándose de una propiedad ofrecida como garantía de dinero, pues el título correspondiente, segun ví despues y lo hice saber, con- prendia dos propiedades. Así, si para caso de venta las 'detalladas son inútiles y falsas, y las á vista de ojo insuficientes para formar el juicio de los llamados á apre- ciarlas, son mas racionales y verdaderas las descriptivas, que segun LAS TASACIONES DE INMUEBLES 41 hemos dicho, se concretan á hacer conocer por escrito la distribu- cion de la propiedad, el detalle y calidad de los principales materiales de que está construida adjudicando al conjunto el valor que sin menospreciarla sea el mas aproximado al máximum en la subasta. Pero estas tasaciones, si tienen la bondad que les acordamos, no son completas; no poseen todos los elementos que deben caracteri- zarlas como medios'de ilustrar y convencer. Uno de ellos es el plano ó por lo menos cróquis lo mas exacto posi- ble, necesidad ya señalada por nuestro distinguido Silva al ocuparse del Catastro y á cuya confeccion podria concurrir yá como dato, yá como control de las operaciones realizadas; pero es preciso justificarlo como elemento necesario de las tasaciones. Sin el plano no se podrá comprender la reparticion de una finca por bien llevada que sea la noticia que de ella dé el perito, y no se retendrá fácilmente la situacion de las habitaciones unas con respecto á otras, el sitio y número de las ventanas y puertas, y los demas elementos demostrativos de su buena ó mala distribucion, carácter de su grado higiénico; esto, fuera de las apreciaciones que al mismo respecto emita el tasador en su trabajo. El plano tambien servirá, ayudado por el detalle de los materiales que comprenden todas las partes de la propiedad, para detener los desperfectos voluntarios, ó sustracciones de parte de los mal inten- cionados: viene á ser una prenda de garantía en los juicios. Y en los casos en que las tasaciones detalladas son necesarias, como en los, de mediata conversion de la cosa, el plano servirá para comprobar y revisar los cálculos del tasador. Otra de las faltas que como hemos dicho se notan en los trabajos que nos ocupan, es no mencionar aunque sustancialmente las aprecia- ciones y consideraciones que influyeron en el facultativo para modi- ficar el valor nominal de la propiedad que valúa. Son ellas, entre otras, y como mas dignas de mencion, hacer conocer la calidad de la construccion y su estado actual, la distri- bucion y estética del edificio, su situacion con respecto á los centros comerciales, industriales, y aún á los del mismo h39h-l2fe, pues en verdad señores que su presencia contribuye en mucho para apreciar los barrios donde asienta sus reales, la vía pública sobre que se eleve y en su referencia su clase de afirmado y principalmente si ella posee via de tramway ; ellos contribuyeron á valorizar la propiedad territorial, ellos la dan aún y darán en todo tiempo gran importancia. Entiendo que para el caso de inmediata venta llenaría todas las exijencias una tasacion de las llamadas descriptivas, acompañada de los datos á que hemos hecho referencia, En los casos de justiprecio del bien raiz para formar el acervo de 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA una testamentaria, y en los que la conversion en efectivo es por lo regular mediata, ya varía á nuestro juicio el procedimiento á seguir. No pesan aquí muchas de las consideraciones tenidas en cuenta para el caso de pronta venta, y tienen cabida algunas cuya innece- sidad reconocimos. Por ejemplo, no siendo conocido del perito la fecha probable de la realizacion de la propiedad y por lo tanto el grado de aumento 6 disminucion de su valor nominal actual, ya porque su localidad mejore ó porque alguna crisis ó desperfectos de interés se produzcan, lo mas prudente y razonable será tener solamente en cuenta su valor de costo, deducida la importancia de los desperfectos que la propiedad presente en el momento de la operacion. Y es en este caso donde reconozco la necesidad de las tasaciones detalladas. mencionando la calidad de los materiales, valuándolos por unidad, y para esto último con los demas datos precisos ayudarse del plano que se hará figurar en el cuerpo de la tasacion. Conviene esforzarse en lo posible por hacer estos trabajos lo mas minuciosos y exactos, pues así serán una buena base para el enco- mendado al Contador, dando lugar despues de la revision aritmética á que este los sujeta, á una exacta formacion del acervo y por ende á su verdadera division entre los partícipes. La adjudicacion suéle producirse igualmente cuando el bien se entrega como parte ó total de una deuda, y entonces hallarán colo- cacion las apreciaciones aducidas en las para venta inmediata, entre las que se tomará como un elemento principal la renta que la pro- piedad produce. En lo relativo á los terrenos urbanos, á su precio concurren elementos distintos, como ser su estension, su aptitud para una buena division y su situacion; pero regularmente el precio se establece con relacion á las ventas ya efectuadas de los mas próximos. En vista de esto seria útil á los tasadores proyectar sobre el plano de la ciudad tantas divisiones como valores obtenidos en las ventas de lotes correspondientes, anotando en lo sucesivo las variantes pro- ducidas; todo lo que aparte de la pronta y buena aplicacion á los casos que les ocurran podrian servir como elemento estadístico. Donde se hace mas notable la presencia del Ingeniero como tasador es tratándose de apreciar establecimientos industriales, en cuya operacion hay que aplicar por lo comun, ademas de los conocimientos enunciados, los del mecánico. Ocurre con frecuencia el ejemplo citado, como tambien los relativos á cuestiones de ¿2mcómodo orijinadas por una mala situacion y construccion de aparatos mecánicos. Es claro que en estos casos, LAS TASACIONES DE INMUEBLES 43 donde deben mediar fundamentos científicos que prueben la existencia y causa del incómodo, procederia con mas acierto ly beneficio para los litigantes un Ingeniero que el maestro mayor, hoy llamado gene- ralmente á entender en ellos. Deseo ademas ántes de terminar haceros conocer, por via de indi- cacion las observaciones que me han sujerido algunas disposiciones del Código de Procedimientos, referentes á los trabajos que motivan esta conversacion. Por el artículo 172 se dispone que el trabajo sea practicado con- juntamente por los dos peritos nombrados uno por cada parte. En la práctica suelen producirse dilaciones en los juicios, motivados precisamente por la dificultad en reunirse ya sea porque ignoran sus respectivos domicilios ó porque á veces haya interés en rehuir el encuentro; los apercibimientos consiguientes á la demora alcanzan á ambos peritos, tanto al animado del mejor deseo de llenar lo mas pronto su cometido, como al que peca por negligencia. Estas adver- tencias é intimaciones para realizar el trabajo encomendado, suelen ser á veces en su aplicacion simplemente injustas, por lo que con- vendría idear los medios de evitarlas. Se nos revela y demuestra en la esperiencia la importancia de algunos artículos del mencionado Código, pertinentes á estos trabajos; como asímismo que la adopcion de aquellos han tenido por base un detenido estudio y criterio práctico. De ello dan muestra, por lo menos, el artículo 511 referente á la aprobacion ó rechazo de las tasaciones, y los 516 y 517 relativos á la fijacion de bases de venta. Por el procedimiento anterior una tasacion podia objetarse en su monto, lo cual exigia á veces nombramiento de otros peritos y por ende aumento de las costas del juicio; fuera de que las dilaciones consiguientes podian ser 'un recurso para los litigantes de mala ley. Dió ello márgen al artículo 311 por el que la desconformidad no puede fundarse en el importe de la valuacion. Podrá sí objetarse y pedirse el rechazo de estos trabajos si el facultativo olvidó de estimar alguna parte importante del bien. - Los artículos 516 y 517 vienen tambien á favorecer á los litigantes reduciendo notablemente los gastos de honorarios de tasadores. Baste saber que por el procedimiento anterior ocurrian casos en que la venta de un bien raiz contaba hasta tres y cuatro retazas. Porel ac- tual solo se producen los de primera tasacion, pues mediante el artículo 516 si por las dos terceras partes de esta no se realiza dicha venta, se lleva á cabo con la reduccion de un 25 %/o; y si ni aun con ella, prescribe el artículo 517 que se ordene al remate sin base al- guna. 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De lo ya dicho se infiere que las tasaciones no tienen el simple y único fin, como alguien pudiera creerlo, de citar el valor del bien; hay que darles su verdadero carácter de operaciones científicas y delicadas, que fundan aquel. El pensamiento de darles la referida forma típica por medio de una reglamentacion deliberada, es patrimonio de los que desempeñan esos cargos recogiendo en su práctica las deficiencias del procedi- miento actual; y la conveniencia de su creacion todos la reconocen y reclaman: los unos porque se ennoblezca y prestijie la profesion, que en verdad está algo desconceptuada, los otros porque quieren en ella una fuente de sanas y lejítimas compensaciones para llenar las necesidades de la vida práctica. De acuerdo, pues, con estasideas presento ála Honorable Asamblea el proyecto que se váá leer, permitiéndome esperar que si tiene el honor de ser aceptado, la Sociedad Científica le dará el trámite necesario para su adopcion legal : PROYECTO 24 Artículo 1%. — La Sociedad Científica Argentina procederá á la confeccion de un Código de Procedimientos para las tasaciones. Art. 2. —Se nombrará una Comision de cuatro miembros de la Sociedad compuesta de un Abogado, un Ingeniero, un Arquitecto y un Tasador, para que se encargue de formular y presentar á la Asamblea un proyecto del referido Código. Art. 3%. — Una vez aprobado, la Sociedad lo pasará al Poder Eje- cutivo, pidiéndole que por su intermedio, y en caso de considerarlo de utilidad, sea sometido ála consideracion del Poder Lejislativo. No quiero señores despojaros por mas tiempo de la grata impresion que os ha producido la conferencia del distinguido sócio preopinante; y por ello, aquí detengo los apuntes mal escritos con que me he permitido de vuestra atencion. Luis A. VIGLIONE. MISCELÁNEAS La competencia sobre el mejor sistema de cañones mecánicos ó sean ametralladoras. — (Conclusion) (1) Seccion 3?. — Precision con rapidez: (b) Manteniendo firmes las piezas, disparan 80 tiros, con toda la rapidez posible, contra blancos fijos colocados á 500 yardas, debiendo hacerse 3 blancos en cada caso. Los mejores resultados fueron los siguientes: (1) Gardner de 2 ca- ñones, 74 blancos en 10 piés por 3 piés 9.6 pulgadas; (2) Gatling, larga, de 10 cañones, 80 blancos en 8 piés por 6 piés 8.4 pulgadas; (3) Gardner de 5 cañones, 80 blancos en 6 piés 11 pulgadas por 5 piés 9 pulgadas; (5) Gatling, corta, de 10 cañones, 80 blancos en 7 piés 6 pulgadas por 6 piés 9 pulgadas; (6) Pratt y Whitney 4 cañones, 80 blancos en 3 piés 2 pulgadas por 3 piés; (7) Gatling de 6 cañones, 79 blancos en 14 piés 2 pulgadas por 7 piés 7 pulgadas. La nota cor- respondiente á la ametralladora Nordenfelt ha sido omitida en esta série. El 2 de Febrero se volvieron á continuar los ensayos, entrando á hacerse las pruebas siguientes : Seccion 3%. — Precision con rapidez: (c) Con movimiento oscila- torio automático ó manual durante treinta segundos á una hilera de blancos de 9 piés de altura por 81 piés de longitud, 4200 yardas de distancia. Se habia hecho retirar á la ametralladora Gatling, de 6 cañones del ensayo, por no haberse podido hacer 1000 disparos, con esta ametralladora sin que se produjeran atascamientos. Los resultados fueron los siguientes: (1) Gardner de 2 cañones, primera prueba, 182 tiros en el medio minuto, pero debido á que la pieza habia sido mal colocada algunas de las balas no dieron en los (1) Véase Anales de la Sociedad Científica Argentina, T. XI, pág. 189 y T. XII. pág. 37 y 284. 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA blancos. Segunda prueba, 199 tiros. Esta ametralladora fué ensayada por Mr. Gardner mismo con dos asistentes. > Con el mismo número de asistentes hizo Mr. Gardner 305 tiros en medio minuto, con su ametralladora de 5 cañones, perdiendo como un segundo de tiempo en apartar su pañuelo que el viento habia hecho volar sobre su cara. La ametralladora Nordenfelt de 5 cañones hizo 315 tiros en el medio minuto, siendo maniobrada por Mr. Nor- denfelt y un asistente. La Pratt y Whitney ensayada por el Capitan O'Callaghan y dos asistentes, hizo 354 tiros (una de las cápsulas no dió fuego) en el medio minuto, pero habiendo perdido su elasticidad los resortes reguladores del movimiento oscilatorio, la pieza quedó apuntando fuera de la direccion de los blancos, en una posicion es- trema. Se ensayó por primera vez una nueva ametralladora Nordenfelt de 10 cañones ; esta pieza se hace jugar por medio de una manivela de revolucion, y dió escelentes resultados. Mr. Nordenfelt con un asis- tente, hizo 390 tiros en medio minuto. El 3 de Febrero se empezaron los ensayos determinados en la sec- cion (e) del programa que comprende al tiro con precision y rapidez á un blanco en movimiento, designado con el nombre de ciervo cor- riendo, de 12 por 6 piés, arrastrado por un wagon al trote, desde un punto situado á 800 yardas de las ametralladoras á otro situado á 400 yardas en una línea diferente, esponiendo los blancos á un fuego diagonal durante un minuto y medio mas Ó menos, se- gun la rapidez del movimiento. Habiéndose descompuesto el blanco arriba mencionado fué sustituido por otro mas pequeño de 10 por 5 piés. Se obtuvieron los siguientes resuitados; (1) La Gardner de 2 ca- nones hizo 170 tiros, haciendo solo 7 blancos. El tiempo empleado en cruzar fué algo corto, probablemente menos de 1 minuto y 20 se- gundos. (2) La Gatling, larga de 10 cañones, hizo 273 tiros, acer- tando con 14, en 1 minuto 50 segundos. (3) La Gardner de 5 cañones, 245 tiros, acertando 14, en 1 minuto 50 segundos. (4) La Nordenfelt, de 5 cañones, 178 tiros, acertando 11, en 1 minuto 24 segundos. (5) La Gatling corta de 10 cañones, 483 tiros, haciendo 18 blan- cos en 4 minuto 24 segundos. (6) Pratt y Whitney de 4 cañones, 580 tiros, acertando 13, en 1 minuto 22 segundos. (7) La Nordenfelt de 10 cañones, 310 tiros, haciendo 25 blancos en 4 minuto 20 se- gundos. Hízose en seguida un ensayo para probar el efecto del fuego hecho MISCELÁNEAS 47 por tiradores, con carabinas Martin-Henry, al blanco en movimiento, siendo los tiradores los siguientes oficiales; Coronel Close, Capitan O'Callaghan, Capitan Adams, Capitan Gould Adams. Mientras cru— zaba el blanco solo se hicieron 41 tiros, pero 5 de ellos acertaron. Es de observarse que, siendo la puntería de los tiradores muy buena, y ofreciendo, dado el número de tiros hechos, una notable ventaja sobre la de las ametralladoras, no es la funcion particular de estas piezas el hacer fuego sobre un objeto que se mueva rápida- mente. Verdad es que cañones mecánicos de un caltbre mayor podrian emplearse especialmente en hacer fuego sobre lanchas torpedos, pero raras veces cruzarian estas la línea de fuego aun tan oblícuamente como este blanco. Sin embargo, es bueno tener presente que empleando buenos ti- radores las ametralladoras al hacer fuego sobre un objeto que se mueva rápidamente, siempre harán un desperdicio mucho mayor de municiones que si se empleasen rifles. Por la tarde del mismo dia, se dió principio á los ensayos com- prendidos en la Seccion (d), precision y rapidez, del programa. Estos consistian en hacer fuego á tres blancos fijos, de 6 piés cuadrados, colocados á 300, 500 y 700 yardas de distancia, en diferentes direc- ciones, y tan apartados, uno del otro, como el terreno lo permitiese, debiendo hacerse cuarenta tiros á cada blanco. Se tomará nota del tiempo empleado y número de blancos hechos. Al citar los términos del programa debemos hacer notar que solo se pusieron tres blancos, uno á cada una de las distancias, y que las ametralladoras empezaron á operar sobre el mas distante, como para representar las condiciones de un enemigo avanzando. Las piezas se apuntaron al blanco á 700 yardas antes de que se diera la señal para empezar el fuego. Se obtuvieron los siguientes resultados: (1) La Gardner de 2 ca- ñones, á 700 yardas; tiempo que duró el fuego 6 segundos, 5 blancos; tiempo empleado en apuntar al blanco á 500 yardas 24 segundos, fuego durante 6 segundos, 6 blancos y 1 de rebote; tiempo empleado en hacer puntería al blanco á 300 yardas 24 segundos, fuego durante 5 segundos, 8 blancos. Siguieron, en los ensayos, la Gatling, larga de 10 cañones, y la Gardner de 5 cañones, con resultados cuyos datos no pudimos obtener por completo antes de abandonar el terreno. En los ensayos hechos el 3 de Febrero se tomó nota de las si- guientes velocidades iniciales obtenidas, las que dependen principal- mente de la diferencia de longitud de los cañones : (1) Gardner de 2 48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cañones, 30 pulgadas de largo, 1385 piés de velocidad por segundo: (Q) Gatling, larga de 10 cañones, 32 pulgadas de largo, 1408 piés de ve- locidad por segundo; (3) Gardner de 5 cañones, 30 pulgadas, velo- cidad 1364 piés; (4) Nordenfelt de 5 cañones, 26 pulgadas, velocidad 1368 piés; (5) Gatling corta de 10 cañones, 24 pulgadas, velocidad 1339 piés; (6) Pratt y Whitney de 4 cañones, 26 pulgadas, velo- cidad 1349 piés; (7) Nordenfelt de 10 cañones, 32 *'/, pulgadas, ve- locidad 1409 piés. (The Engineer, Febrero 18, 1881). DATOS HIDROLÓGICOS SOBRE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Habiéndoseme encargado el análisis de varias muestras de aguas bajo el punto de vista higiénico, he creído conveniente dejar consig- nados los resultados de él, no porque representen un estudio completo, ni mucho menos de las aguas de la provincia, sinó porque su con- junto dá una idea aproximada de la composicion general, sobre todo de las aguas subterráneas. De todos modos es un paso mas en el conocimiento de nuestra higrotogia,todavia-en-—estado-embrionario.- Atendido lo muy limitado del tiempadeque podia MerenRr q90l9 practiqué un análisis minucioso del agua del lata, tomado a eh Ensenada, por la importancia que tenia ovOEUNGENMAROS Muencia del fuerte viento Sudeste que reinaba en aquel quese se encon- traria contaminada por la de ws su lisis,-que conserva sus condiciones típic E ver e os del Plata y las de sus prin ipales bed el Paraná y el Uruguay, sean las únicas recomendables bajo el punto desvista higiénigo, como medio de aprovisionamientp de una des de De las demás, segun respilta del ho si MANGA PS: atentas las condiciones locáies er fa a . guna satisface completamente ls odos e debe poseer una agua para ser considerada como potable. En el análisis de ellas, escepto la ántes indicada, prescindiendo de alguna investigacion especial que me fué encomendada, he empleado el método Hidrotimétrico, con todos los detalles que este permite y determinando ademas, el cloro, el ácido sulfúrico, el nitro y la ma- teria orgánica, representando la proporcion de esta, por la diferencia de peso entre el resíduo de la evaporacion del agua á 130%, y el mismo resíduo despues de calcinado. Con estos datos, si bien no se obtiene la silice, el hierro, la alúmina y la potasa, siempre escasísima en nuestras aguas, y otras sustancias de interés secundario, se consigue á mi modo de ver la idea completa sobre las condiciones de las mismas higiénicamente consideradas. 4 PA, s 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 4 ENSENADA, N0 1 Tomada en el Plata en la boya frente al depósito de aguas de la Estacion del Ferro-carril, en la Canal, como á 1500 metros de la costa, marea alta, viento fuerte del Sudeste. Grado hidrotimétrico = 4. Materia en suspension (arcilla), en un litro = 0 gr. 0433. Composicion sobre 1000 gramos Oxidorde' calcio Jess a loa aloe 0sr 0083 — de Mmagnesl0....oo.oooooommm..o.r.». O 0027 — de hierro y alúmiNa............. O 0088 Cloroisosin salar alien la on O 0159 Acido sulfúrico q dos dir 0d alo eje O 0064 — CAarbÓniCO.+...........o..«.<««o..... O 0128 20 BUÍNCIC OS eli dAriaa flo Dale A dlojals otoñal O 0182 Alca A de Di US BAN O 0326 Nitratos y materia OrgániCa............ O 0095 Os" 1051 Menos O equivalente al Cl. =.........- O 0036 A O OOO sr 1015 Agua PULA .oojocooocoraajer mor cccro ro ao 999 8985 10008" 0000 La composicion de esta agua es, puede decirse, comparada con otros análisis ya conocidos, la normal de la del agua del Plata. El análisis Amoni-nitrométrico de la misma, segun el procedi- miento que he dado á conocer en otra circunstancia (1) da el siguiente resultado: : Sobre 1000 gramos Amoniaco libre......S alce Anos abate Os" 00010 — combinado. 409920. a0ll; O 00005 — DÍLTLENAA D AEDN SO O 00002 0 0 norgálico). 20) ed O 00d 0700040 Total de amoniaco........... Osr 00057 Esta composicion, tampoco se aparta apenas de la normal, ENSENADA, N* 2 Arroyo, quinta del Dr. Mendez. -—— Tolosa. (1) Véanse estos Anales.— Entregas 11! y IV del Tomo XI. DATOS HIDROLÓGICOS Agua turbia y amarillenta. Grado hidrotimétrico = 17”. Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 005. Composición sobre 1000 gramos COMDONACO PSICO caca. ana ya id Osr 105 o — e e ed O. UE A A o 0% HA O 038 CASPURO SUCIA es O 058 A A O 024 MASA (OSAMA das O 150 Osr 150 El análisis amoni-nitrométrico de la misma, dió: Sobre 1000 gramos Adiemiaco librercosccónociga cin A 08” 00010 — combinado ¿0 sicccocio “... 0 00005 — A a O 00450 RP A A o O 00075 Total de amoniaco..... 08" 00540 ENSENADA, N* 3 Arroyo Carmona, Tolosa Reaccíon fuertemente alcalina. Grado hidrotimétrico = 11”. Composicion sobre 1000 gramos CAmOnato CalCIeO...cooc ano cosas ondo ns 08r 113 =— SÓNICO 2er O 455 Cloruro magnésico......... A O 025 NA A A O 021 MANETÍZ OTSÁDICA cocooorcororir O 912 08" 626 ENSENADA, N* 4 San José, Tolosa.—Agua de pozo Reaccion alcalina. Grado hidrotimétrico = 26.* Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 020. 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Composicion sobre 1000 gramos Carbonato cálcico........ E O SITE AO AS6 — IMAgNÉSICO .+..+ «c++... ........ O 037 — A A O 185 GIOTUEO SÓICO >> 2 ea ds eo se DAS NIÉTADO SÓALCO: occiso rca iD ADA 0er 480 ENSENADA, N* 5 Agua de pozo del pueblo Grado hidrotimétrico = 82”. Composicion sobre 1000 gramos Carbonato Calcilo: 222 en ol Ogr 880 — SÓNICO: dies dea cae a RS £- 555 Sulfato magnésiCO.......oo.o..... A A O 200 CLOFARO BÓÍICO. >< do eno aia A 1: E OS O oO 140 7er 120 QuiLmes, No 1 Agua de pozo Grado hidrotimétrico = 84”, Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 020. Composicion sobre 1000 gramos Carbonato ealcien:.- [poa as ape 081 217 Saliallo CALCIO... <<. sao pe O 490 — [(MAGRÉRCO ar ocarrrre soe O 300 Cloruro vsódico: >... <25 ze cada O “707 LA A A RA O 166 28" 880 QuiLmEs, N* 2 Agua de pozo Grado hidrotimétrico = 60 DATOS HIDROLÓGICOS Composicion sobre 1000 gramos A A E O A E A A a A QuimmeEs, No 3 Agua de pozo Grado hidrotimétrico = 60>, Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 045, Composicion sobre 1000 gramos Carbonato CAÍCICO. Tao nano osorno Sulfato! Cale O dual eros ON AMOONESICO aio cas nor o aa eloraro: súlico. 1211120147151 y, 0014140 5 O O BARRACAS Agua de pozo Gradro hidrotimétrico = 92, Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 020. Composicion sobre 1000 gramos MerceDEs, No 1 08r 137 O 182 o 115 o 160 O 094 O 360 15 048 O 370 33 Río de Mercedes, frente al molino, 2 kils. N. del pueblo, arriba del puente, Agua turbia, amarillenta y alcalina. Grado hidrotimétrico = 380, Acido carbónico libre en 1 litro == 0 gr. 010. 54 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Composición sobre 1000 gramos Carbonato CálciCO.......o..or.e.ooooo... E O A O 812 Sulfato mMAgnésiCO........oo..... SOLA 0. 350 Y ORCOS, It e a e O 387 Cloruro sódiCA ALA ae O 168 INFO SOAICON Sa ta a O 005 Materia Lérrean III 0 093 Materia Orgánica +. ...ooooocommo mor mm9r>..*.*.. O 083 08 960 MercEDBs, No 2 Pozo artesiano á 22m. Hotel Nogués Límpida, sin color ni precipitado. Grado hidrotimétrico = 11>. Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 020. Composicion sobre 1000 gramos Darbanato cálcico. secure OS 08 010 — OIC to treat a O 304 SINATO CAICICO soso ds ae ate al aa O 056 — IMAQNDÉSICO. coo ooomonom.ooopoocrono O 025 O A O 030 Nitrato SONICO. dae e e A O 034 SIMICE + ia o e ut, AA O 053 08 512 El ensayo amoni-nitrométrico de esta agua, dió : Sobre 1000 gramos AID MLACO DP iaa aaa saca ee iao dad 0% 00025 — combinado...... NA Y O 00000 — EIC a e a SS e nazi 0. 00560 — Orgánico..... A E Y. O 00100 Total de amoniaco...... 0% 00685 MeEkrcEDES, N* 3 Agua de pozo. — Barraca de Nogués Grado hidrotimétrico = 24. Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 020. DATOS HIDROLÓGICOS Composicion sobre 1000 gramos Carbonato cáleico..... ¿cr 0óño mas. a 08" 103 = SOUICO, . ..... A A NA O 114 Cloruro magnésicO............... pie: O 099 Nitrato sódico....... A AA 0 027 Materia Orgánica......... o SS 0 071 18 420 Cuascomús, No 1 Pozo artesiano á 28,30 m. — Frente á Velazquez Algo turbia. — Reaccion alcalina, Grado hidrotimétrico = 14. Composicion sobre 1000 gramos Carbonato cálcico. «LONIMIS 08-113 — ETA RA 0 La O 558 SUECO NCSICIOO barca a O 014 NED ESOO ae oras detal AN o 013 — AA O e td 0. 353 CTOPUTO Sd: IA ados O 750 A a RA O 023 MOTOS Ort asa idacen ds ios oO 14 18" 968 Cmascomús, No 2 Laguna de las Mulas Muy turbia, — Reaccion alcalina. Materia suspendida en 1 litro = O gr. 640. Grado hidrotimétrico = 100, Composicion sobre 1000 gramos Carbonato" calcidO. 00. 0. A 08" 083 = a O ¿ANA O 452 ENERO ENCINA 0 025 NEMESIO o O OIDO O 391 A O A 0 013 MAC a ls 56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cuascomús, No 3 Laguna de Chascomús Muy turbia. Grado hidrotimétrico = 330. Materia suspendida en 1 litro = 0 gr. 340. Acido carbónico libre, en 1 litro = 0 gr. 040. Composicion sobre 1000 gramos — LA A A LR A IS Sulfato magnésiCO........... totes sa — SOLICO To cial A ci O Cloruro ISÓdICO nee soaae a e INAEAaLo sÓUICO. ara dde Materia OrgóniCa. ..ucoco solace. SL Cuascomús, No 4 Agua de pozo al lado del Hotel Ligeramente opalina. Grado hidrotimétrico = 21. Composicion sobre 1000 gramos Carbonato Calico ta TO PU BRRCSÍCICO: pedido os init da be AS Nibrabo ¡SÓdICO:. 3.2 uate e alone al alle Materia OrgániCa........ MIS O 00£ O 10£ 28" 024 08113 08776 DoLoreEs, N* 1 Agua de pozo. — Salomon Ligeramente opalina. Grado hidrotimétrico = 60”. Composicion sobre 1000 gramos Carbonato cálcico... ....... <=... leiste — 'MASNÉSICO es -— A o Cloruro MagnésicO ............... aid ed bo Nitrato sódico........ AO Materia-OrgániCaA..............:« mias DATOS HIDROLÓGICOS DoLorEs, N' 2 Agua de pozo. — Calle de Riso y Brasil Grado hidrotimétrico = 620, Composicion sobre 1000 gramos A a 08" 092 IIOCUTO AO 1321030 MOI Y O 119 ELO. CAMEO O 182 A A e O 192 ES IC NA ad sa PES O 346 A AA A A O 145 18 076 Los Onrtvos Agua de pozo de la quinta de Castex Límpida é incolora. Grado hidrotimétrico = 117. Composicion sobre 1000 gramos Carbonato ¿cálcico ici da ciorioo 0% 062 — A o 113 — SÓdICO:. 033 ¿42r oa IO o 123 OIOTUTO MASRÉSIcO. 004 RIAD O 148 INbrato SÓCICO tt O 126 EALerÍa OTGÓRICAS tt UA O 096 Os” 568 BELGRANO Agua de pozo, esquina 25 de Mayo y Rivadavia Límpida é incolora. Grado hidrotimétrico = 64, Composicion sobre 1000 gramos DSPOAnAlO CAlcicO sc: iicidionaas. oo 0% 227 — magnésico...... a arar o 170 Cloruro magnésico.........- iS rt O 208 Nitrato sódico.......... A AN O 240 DCOSEICA ccoccccccccco orar cocsos 0 119 91 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA? ARGENTINA SAN NICOLÁS DE LOS ARROYOS Agua de pozo, calle de Rivadavia entre Comercio y Nacion Grado hidrotimétrico = 720, Acido carbónico libre en 1 litro = 0 gr. 045. Composicion sobre 1000 gramos (arbanato ChÍCICO. Jn. doors. ope 05-092 — MApnesICO os BE O 255 SS SÚDICO ¿Guiso O 241 A Ap e O 059 OTULO CÁLCICO 02 meo Rasa O 226 ILLA TO SÓICO: amos a OS O 853 MALETA OTEÁNICA - 2. BONO 18 996 SAN JosÉ DE FLORES Agua de pozo entre Rivadavia y Paz Límpida é incolora. Grado hidrotimétrico = 54, Composicion sobre 1000 gramos (arbanato Cálcico:-. ¿20190 n cesen Os" 227 (oruro MacTésiCO. inet O 061 Dibrato MapuÉsicO: es oracion 5. 01460 Matenia OrGaniCa so so calmo ns pepe O 056 Os” 504 ZÁRATE Agua de pozo, calle de Ituzaingó esquina 4 Zárate Límpida éincolora. Grado hidrotimétrico = 340. [Composicion sobre 1000 gramos (MArRhanato CÁLCICO... oe aaa ds ER 0sr 088 e AABNMÉSICO oe e O 035 IAOTUFO BOI O 0.2... 2002 20. eos NN o o 013 INTLTALO CAÍCICO > 0... Mes O 168 E PA A E O 084 DATOS HIDROLÓGICOS CAMPANA Agua de pozo de la estancia de los señores Costa Límpida é incolora. Muy alcalina. Grado hidrotimétrico = 130, Composicion sobre 1000 gramos CALDO BStO CRÍTICO cs e oo ne oo 0% 082 — SA 0 027 — RS a la e a e aa O 319 CIERTO COICICOn tato ads eos Sado O 032 Nitrato sódico...... AO a o ea A O 064 Materia Orgánica ............. A E O 064 05588 SAN FERNANDO Agua de pozo, calle de San Fernando. — Hotel Incolora. — Deja depósito calcáreo. Grado hidrotimétrico = 520. Composicion sobre 1000 gramos Carbonaloueñición iii e 0sr 258 Sulfato cálcico)... 93d: A Oda. 3 o 024 Cloruro magnésico....... Mind el O 098 A O 143 AA RE PA A TAE IR RI A O 481 DISLería DECSDICA - aer en NA .. O 148 1e 152 TAPALQUÉN Agua del Arroyo, tomada frente de la Sierra Chica Algo turbia. — Reaccion alcalina. Grado hidrotimétrico = 9. Acido carbónico libre en 1 litro = 0 er. 015. Composicion sobre 1000 gramos Cartanalo Ca LOCO ainda dolio io ener Os" 062 — ICO o a O 330 Cloruro sódico..... AREA a O 019 ASA Ao ER O 008 INRUFA LO SONICO: oso nooo scans a a O 005 Materia Orgánica ............... as OMVOZ 0s" 516 M. PuiGcArRt. 59 FUNGI ARGENTINI ADDITIS NONNULLIS BRASILIENSIBUS MONTEVIDENSIBUSQUE AUCTORE CAROLO SPEGAZZINI (1talo) (Conclusion). MYCELIA STERILIA 366. SCLEROTIUM APIOSPORIOIDE Speg. (n. frm.) Diag. Globosuam, minutissimum (100-120), atrum, levissimum, glaberrimum, superficiale, densissimae gregarium, maculas su- per matricem magnitudine ludentes, saepius majusculas, ater- rimas efformans; cutis tenui-membranacea, contextu majuscule parenchymatico-cel uloso, fuligineo-atro; nucleus compactus, e cellulis sub pressione liberis, snbglobosis (10-15 diam.), grosse 4 -guttulatis, hyalinis compositus. Hab. Ad tigilla salicina putrescentia in nemorosis uliginosis, Re- coleta, Jun. 1881. 367. SGLEROTIUM CASTANEUM Speg. (n. frm.) Diag. Globosum v. ovoideum (1,5-2” diam.), pulchre et intense castaneum, superficiale, glaberrimum, udum levissimum, siccum contractum, rugulosum, fuscescens, dense gregarium; cutis tenuis nucleo adnata, parenchymatica, cellulis subglobosis (10- 15 diam.), fuligineo-castanea; nucleus albus, compactus, duriu- sculus, e cellulis cubcylindraceis, brevibus, contortis, genicu- latis, simplicibus v. breviter ramulosis, apicibus incrassatis (10 diam.), dense et strigose intertextus. Hab. Ad partem inferiorem pericarpii putrescentis Cucurbitae pe— FUNGI ARGENTINI 61 pon:s, nec non ad terram ramentaque circumvicinia, in hortis, Boca del Riachuelo, Maj. 1881. 368. SCLEROTIUM CLAVUS DC. Hab. In ovariis Spartinae brasiliensis (Bonaria), Sp. strictae, Gly- certae fluitantis (Tuyú), Poae bonariensis, Holct lanati (Pata- gonia australi) vulgatus per annos 1880-81. 369. SCLEROTIUM EUROTIOIDE Speg. (n. frm.) Diag. Globosum, parvulum (200-300), candidum, dense gregarium, ubique ex hyphis radiantibus concoloribus longiuscule hirtum; cutis indiztincte parenchymatica, fulvo-mellea; nucleus e cel- lulis dense constipatis, oblongis, rectis v. curvulis (20-25 <5-6), simplicibus y. ramulosis, hinc inde varie gibbulosis ac contortis compositus. Hab. In trunco carioso, dejecto, humo obovoluto Erythrinae cristae- gall?, in dumetis, Conchas, Maj. 1881. 370. SCLEROTIUM MIRABILE Speg. (n. frm.) Diag. Globosum v. emisphaericum, parvulum (0,5-1” diam.), gla. brum v. pruinulosum, albo-roseum, mycelio minutissimo, hy- mantioideo, saepius aegre visibili insidente; cutis membranaceo- carnosula, contextu minutissime ac subimperspicue parenchy- matico, fulvella; nucleus albus, e cellulis sphaericis (20-22 diam.) levissimis, hyalinis, tunica crassissima inferne foro rotundo do- nata, protoplasmate granuloso, saepius e foro caudatim ob humi- ditatem exiliente, tubum granuli pollinici simulante, farctis, hyalinis compositus. Hab. Ad ramenta putrida inter folia coacervata, Bañado San José de Flores, Apr. 1881. 371. SCLEROTIUM PLEOSPORIOIDE Speg. (n. frm.) Diag. Parvulum (200-150 diam.) primo tectum, dein epidermide secedente liberum, globoso-lenticulare, margine obtuse rotunda- tum, siccum centro depressum, udum umbonatum, glaberrimun, leve, sparsum v. laxe gregarium, cutis membranaceo-coriacea, grosse sed indistincte parenchymatica, subopaca, atro-fuliginea; nucleus e cellulis sphaericis (14-17 diam.), mutua pressione an- gulosis, crassiuscule tunicatis, centro non v. grosse 1-guttulatis, hyalinis compositus. 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA Status quiescens Pleosporae sclerotio1dis Speg. Hab. In caulibus dejectis putrescentibus fere omnium herbarum, vulgatissimum per totum agrum bonaérense per annos 1880-81. 3712. SCLEROTIUM ? SCIRPICOLUM Speg. Dec. myc. Arg. n. 49, Diag. Globosum (0,5-1,5” diam.), ovaria perfecte implectens, pri- mo furfure albo-cinerea (an calcarea ?), squarrulosum, dein nu- dum, atrum, granuloso-compositum, ecorticatum ; cellulae con- elobatae, irregulariter globosae (10-15 diam.), fumoso-vinosae, immixtis aliis elliptico-ovatis (12<8-40), hyalinis. Hab. Ad ovaria Eleocharidis bonaérensis in uliginosis prope pro- montorium « Cabo S. Antonio », et prope sylvas « Montes largos» dictas, Jan. 1881. Obs. Species incertae sedis, inter Myxomyceteas (! ?) et Ustilaga- neas dubiosa! An novum genus? An Ustilago marmorata B. Austr. Fung. p. 74. ? PSEUDOMYCETES v. CAECIDIA. 313. ERINEUM VITIS Duv. Hab.In foliis vivis, praecipue junioribus, Vitis viniferae Bonaria, Córdoba, Corrientes, vulgatissimum per annos 1880-81. 374, ERINEUM LORENTZU Speg. — Viride v. pallescens, amphigenum v. saepius epiphyllum, velutinum, saepe totum folium contorto- bullosum occupans. Hab. Ad folia viva Pascaliae glaucae (Lorentztae pascaliordas Gt.), ubique vulgatissimum per annos 1880-81. CORRIGENDA. APLOSPORELLA Speg. Fung. Arg. pug. III, post num. 115, novum genus, mense Septembre 1880 editum, synonimum est generis Sphaeropsis Sacc. (non auct.), Mich. VI. n. 105, mense Aprili 1880 luce proditi. EUTYPA TUYUTENSIS Speg. Fung. Arg. pug. IV, n. 123 cum mycromy- cete, in agro veneto jam ab anno 1876 in Sambuco nagra lecto, a Cl. P, A. Saccardo, in litteris ad me, dubiose Calosphaeriae mi- FUNGI ARGENTINI 63 nimae Tul. relato, perfecte congruit. An vera nova species? an forma eutypea fungilli citati ? EXPLICATIO TABULAE. OUDEMANSIELLA PLATENSIS Speg. — 1.— Fungus integer magnitudine naturali; 2. —Fungus medio sectus mag. nat; 3.—Pars pilei inferior, bis aucta, lamellarum connectionem ostendens ; 4. — Pars lamellae inferior, octies aucta, aciem bifidam ostendens.; 5. — Cystidia valde aucta; 6. — Basidia sterilia v. immatura vld, auct.; 7. — Basidia sterigmatofora vld. auct. ; 8. — sporae vld. auct. UROMYCES? HEMISPHAERICUS Speg. — 9.— Teleutosporae? valde auctae superne et lateraliter visae. FRIESULA PLATENSIS Speg. — 10. — Fungus sexies auctus integer, an- tice visus ; 14. — Fungus sexies auctus lateraliter visus; 12. — Contextus cutis partis superioris pilei, cum pilo valde auctus ; 43. — Basidia fertilia et sterilia valde aucta; 14. — Sporae valde auctae. PUIGGARIELLA APIAHYNA Speg. — 15. — Folium cujusdam filicis in- fectum, magnitudine naturali, habitum fungilli ostendens; 46. — Ramulus mycelicus cum perithecio, decies auctus; 17. — Fragmentum ramuli mycelici, vicies auctum, appendices latera- les sistens ; 18. — Contextus mycelii; 19. — Ramulus et peri- thecium folio adnata, octies aucta, atque verticaliter secta; 20. — Perithecium, vicies auctum, verticaliter sectum; 91.— Peri- thecium, a matrice separatum, vicies auctum, inferne visum; 22. — Asci et paraphyses valde aucti; 23.— Sporae valde auctae. PHILOCOPRA PLATENSIS Speg. — 24. — Pilula fimi cum fungillo, mag- nitudine naturali ; 25. — Perithecium octies auctum ; 26.— Con- textus perithecii valde auctus; 27.— Fasciculi setarum perithe- cii valde aucti; 28.—Setula a fasciculo liberata, valde aucta; 29. — Ascus valde auctus ; 30. — Sporae valde auctae. DIDYMOSPHAERIA APPENDICULOSA Speg.—31. Spora matura; 32. — Spora submatura ; 33. —Spora mediae maturitatis ; 34. —Spora immatura. CLYPEOLUM BRASILIENSE Speg. — 35. — Folium cum fungillo, magni- tudine naturali; 36. — Fragmentum folii cum perithecio, sexies auctum; 37. — Perithecium vicies auctum, verticaliter sectum; 38. — Sporae valde auctae. 64 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CLYPEOLUM ATRO-AREOLATUM Speg. —39. —Fragmentum folii cum perithecio et areola, sexies auctum ; 40. — Perithecium vicies auctum verticaliter sectum ; 41. — Sporae valde auctae. MEGALONOCTRIA PSEUDOTRICHIA (Schw.) Speg.—42. Spora valde aucta. SCUTELUM PARADOXUM Speg. — 43. —Fragmentum folii cum fungillo magnitudine naturali; 44. — Fragmentum folii cum perithecio, sexies auctum; 45.— Perithecium valde auctum verticaliter sectum ; 46. — Asci valde aucti ; 47. — Sporae valde auctae. DUBITATIO DUBITATIONUM Speg. — 48.— Perithecia, decies aucta, frag- mento matrici immersa ; 49. — Sporae valde auctae. RHYTIDHYSTERON BRASILIENSE Speg. —50. —Fragmentum ramuli cum peritheciis, magnitudine naturali; 51.— Perithecium sexies auctum lateraliter visum ; 52. — Perithecium sexies auctum su- perne visum ; 59. — Perithecium sexies auctum transverse sec- tum ; 54. —Fragmentum perithecii vicies auctum; 55. — Apex paraphysum valde auctum ; 56. — Spora valde aucta. AGARICUS PORTEGNUS Speg. — 57. — Cystidium valde auctum. APUNTES METEOROLÓGICOS Buenos Aires, Enero 20 de 1882, Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina : Mi malogrado hermano Emilio escribió, en Abril del 79, la Memoria ad- junta sobre Meteorología, con intencion de hacerla publicar en los Anales de la Sociedad, lo que no hizo quiza por su muerte ó porque necesitaria mayores observaciones. Cuando escribió esta memoria tenia diez y siete años, lo cual es digno de notarse, porque á tan corta edad es un verdadero mérito tener los conoci- mientos que él tenia sobre esta materia. No entraré á sostener ni combatir su teoría porque no me he dedicado á estos estudios, y pienso que la Sociedad puede publicarla porque ella no se hace responsable de lo que se escriba en casos, como el presente, que di- chos artículos sean firmados. Saluda al señor Presidente con la mayor consideracion. Pastor del Valle. Señores de la Comision redactora de los Anales de la Sociedad Científica Argentina. Muy señores mios : Tengo el honor de presentar á Vds. la siguiente memoria con el objeto de que sea publicada, siempre que no haya inconveniente, en los Anales que con tanto acierto redactan. : Sin mas de Vds. affmo y $. $. $. EmiLIO DEL VALLE. 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA FORMACION Y SOSTENIMIENTO DE LAS NUBES Muchas esplicaciones se han dado sobre uno y otro punto, pero ninguna me parece satisfactoria. Tengo razones para opinar de este modo, pero deseo ser breve y por lo mismo no las espongo. No niego por eso que muchas de las esplicaciones dadas sean necesarias, solo digo que son 2nsuficientes para esplicar, por ejemplo, la enorme rapi- dez y abundancia con que se forman las nubes; lo mismo digo con respecto al sostenimiento: han habido meteorólogos (Saussure entre ellos) que se han afanado en ahuecar las gotas de agua para dismi- nuir su densidad media y, sin embargo, dejaban macizos á aquellos trozos de hielo, frecuentemente tan grandes como el puño, que se llaman pedriscos. I. Formacion de las nubes (1) Hutton desde 1784 (2) hizo notar que de la mezcla de dos masas de atre saturado á distinta temperatura, resulta un escedente de vapor que debe necesariamente condensarse. Mi proposicion sobre la for- macion de las nubes consiste únicamente en desarrollar, por decirlo así, esta teoria de Hutton tratando de esplicar cómo esta mezcla puede efectuarse en grande escala. Para esto supongamos dos corrientes de aire superpuestas y cuyas únicas condiciones son estas: 1” ser suficientemente húmedas; 2* te- ner temperaturas suficientemente distintas. Si se reunen estas con- diciones, existe lo que llamo un estado nubífero (nubrfer: que trae nubes). Las causas que pueden determinar la mezcla entre estas cor- rientes, son varias y pueden variar con ciertas condiciones del estado nubífero: así si tenemos un estado nubífero cuyas corrientes son paralelas sobre poco mas ó menos (y aun formando ángulo de 45") la causa de la mezcla es la diferencia entre las velocidades de ambas corrientes, diferencia que determina un movimiento giratorio alre- dedor de un eje horizontal. Esto se observa principalmente en la formacion de algunos cúmulus que presentan entónces un aspecto muy móvil y animado. (1) Puede consultarse: P. A. Dacuix, Traité dlémentaire de physique, UI, $ 1174. — Privar DescHaneL, $ 307. — W, Rei, Ley de las tormentas y vientos variables, cap. 11. — G. TIssANDIER, L'eau, p. 80. — ZurcHER Y MAGOLLÉ, Los me” teoros, p. 24. —L. Ficuier, L'année scientifique, (1877) p. 53: ciel moutonné. (2) DacuiN, obra citada, 11, S 1175. APUNTES METEOROLÓGICOS 67 Cuando las corrientes son opuestas, parece muy natural que se formára tambien un torbellino, pero no tengo ninguna observacion que me lo demuestre, en tanto que tengo una en la que indudable- mente no existia remolino alguno y en la que la existencia del estado nubífero nv puede ser puesta en duda. Era el 15 de Octubre de 1878 (4. 30 p. m.?); el viento era S.-E; algunas nubes en formacion procedian del N.-0; estas nubes eran bajas y de muy mal aspecto (nimbo-cúómulus). Se formaban las nubes del modo mas particular; un punto gris aparecia repentinamente y se alargaba, en forma de arco, propagándose en la direccion del viento inferior, en tanto que marchaba con direccion opuesta. sta obser- vacion me hizo suponer que en un estado nubiífero cuyas corrientes son opuestas, no hay remolino, sinó simplemente penetracion de una corriente en la otra. Esta penetracion puede ser debida á las irregularidades del viento; en efecto, estas irregularidades determinan compresion ó espansion en el aire y esto puede provocar la penetracion de una ú otra cor- riente. Notemos que esta causa de mezcla es comun á todos los esta- dos nubíferos. Indudablemente existen mas causas aun que determinan dicha mezcla, pero no indicaré ninguna otra porque no he podido compro- bar satisfactoriamente sinó las dos indicadas. Por este medio se pueden formar desde las simples nieblas elevadas, hasta las nubes borrascosas cuyas enormes gotas pueden tener un diámetro superior 4 5”. En cuanto á las nubes de piedra supongo con Daguin(1) que son el resultado del choque de dos vientos opuestos. Hagamos ahora algunas indicaciones que tal vez no sean inútiles : 40 Un estado nubífero puede subir ó bajar sin alterar las direc- ciones de sus corrientes; es así que se forma con frecuencia una série de capas de nubes á diferentes alturas. La distinta densidad de las corrientes que constituyen el estado nubífero, hace que este fenó- meno sea acompañado de alteraciones en el barómetro. 2 Un estado nubífero puede girar sobre sí mismo; en general, en este caso, las corrientes giran en desigual cantidad. 3 Cada corriente puede girar independientemente. 4 En un estado nubífero pueden formarse dos capas de nubes con direcciones distintas y cuyos fluidos eléctricos deben ser tambien (1) Obra citada, II, S 1392, 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA distintos, porque el roce de las corrientes hace que la fria mas se elec- trice positivamente y la otra con signo contrario. 5 Puede tenerse como casi seguro que las nubes que se forman en la corriente superior (supernubes) son mas densas, mas abundantes que las otras (subnubes); pero muy frecuentemente las subnubes son mucho mas oscuras. 6” En tiempo borrascoso pueden existir varios estados nubíferos superpuestos. En la tormenta del 2 de Febrero último, observé la existencia simultánea de tres de ellos. El viento reinante (4. 30 p.m) era S. y ascendiendo se convertia sucesivamente en E, N.-O y en fin otro cuya direccion no pude fijar. (1) II. Sostenímiento de las nubes. (2) El sostenimiento de las nubes es cuestion mas debatida aún que su formacion. Yo creo que todas las teorías propuestas hasta ahora son insuficientes, porque suponen á las nubes formadas por gotas estrema- damente pequeñas, cuando todo el mundo ha comprobado durante las lluvias, que las hay que tienen gotas bastante grandes. No admito que las gotas de lluvia se formen durante la caida, aunque no dudo que, cuando son suficientemente frias, crecen en dimensiones á costa del vapor que condensan en su superficie (3). Observemos aquí que las gotas mas grandes no son frias y, por lo tanto, no pueden deber su dimension á esta causa. Pero dejemos á un lado las dimensiones de las gotas de agua, acaso los pedriscos, cuyas enormes dimensiones no pueden ser adquiridas durante su caida, no se sostienen en la at- mósfera. (Para que absolutamente no quede ninguna duda sobre este sostenimiento, puede consultarse Daguin, 111, $ 1394, en donde se cita una observacion de M. Lecoq, que no admite réplica). Mi teoría sobre el sostenimiento de las nubes tiene una base dis- tinta de todas las que hasta ahora se han publicado : la accion mecá- nica del viento. En general los meteorólogos no admiten esta accion, negándola algunos con el hecho de observar la velocidad de la sombra de las nubes, pretendiendo así, obtener la del viento que las lleva. Muchos admiten esta accion, pero solo considerándola de abajo á ar- riba; esta es la esplicacion del sostenimiento por corrientes ascenden- (1) Observacion hecha en Quilmes. (2) Puede consultarse: DacuIx, 11, S 1174. — PrivaT DEscHANEL, $ 305. — GLAI- SHER, FLAMMARION, FONVIELLE €t TissANDIER, Voyages aériens, pág. 58l, (31 Voyages aériens, pág. 90. — Dacu1N, IL, S 1183. APUNTES METEOROLÓGICOS 69 tes, y es, 4 mi ver, lo mas acertado que sobre este punto se ha dicho hasta ahora. Pero no todas las nubes pueden ser sostenidas por cor- rientes ascendentes, al contrario, muy pocas son las que admiten esta esplicacion. La accion mecánica del viento marchando horizontalmente, puede sostener una nube, siempre que la velocidad del viento en la parte superior de ella, sea distinta de la misma, en la parte inferior. Cuando es mayor en la parte superior, el viento es creciente; cuando menor, decreciente. Cuando un viento creciente acciona sobre una nube, esta tiende á marchar con mayor rapidez en su parte superior; de esto resulta que la nube queda inclinada hácia atrás (con relacion á su direccion). Esta inclinacion es precisamente la causa del sostenimiento; en efecto, la base de la nube, marchando sobre una corriente relativa- mente inmóvil, acciona en dicha corriente y descompone la fuerza que arrastra la nube en dos: una vertical y hácia arriba, la otra horizontal y hácia adelante (que hace marchar la nube). La primera de estas dos fuerzas es igual, en caso de equilibrio, al peso de la nube. Si es un viento decreciente el que acciona sobre la nube, la incli- nacion es inversa (hácia adelante), pero el sostenimiento es idéntico; en efecto, marchando la corriente inferior con mayor velocidad que la nube, acciona en ella y resultan dos fuerzas, una que sostiene la nube, la otra que la arrastra. De las dos fuerzas que resultan de la accion del viento, la vertical puede ser mayor ó menor que el peso de la nube, y así se esplica cómo una capa de nubes puede subir ó bajar con mas ó menos rapi- dez. Tambien puede resultar el ascenso ó descenso de una capa de nubes, del ascenso ó descenso de un viento decreciente. De esta teoría se concluye que la base de una nube no puede ser jamás paralela á la corriente que la sostiene; esto podria servir para demostrar dicha teoría, pero es tan difícil de comprobar que he renunciado á ello. Cuando las nubes son sostenidas por corrientes ascendentes, caso, téngase presente, muy poco comun, las bases de estas no son planas, sinó que son ásperas y con molduras semejantes á las que ordinaria- mente presentan hácia arriba. Lo propio sucede cuando las nubes descienden, por ejemplo durante un cambio de direccion debido á un estado nubífero que las atraviesa. Hasta aquí se ha admitido la accion mecánica del viento sin espli- 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA car cómo las nubes pueden resistir sin ceder, pero baste decir que existe entre las gotas de las nubes una atraccion molecular que impide que se separen. Flammarion, en su obra citada (Voyages aériens), página 282, cita una observacion que le hizo presumir que las nubes se atraen entre sí. El mismo autor, en L”Atmosphére, habla de la atraccion molecular y dice que le parece indispensable para esplicar los contornos tan limpiamente recortados de ciertas nubes (especialmente cúmulos). Pero admitida esta atraccion es necesario admitir una fuerza con- traria de repulsion, que la equilibre; pues, no siendo así, todas las moléculas se unirian en virtud de su atraccion y resultaría la nó existencia de la nube. Es necesario pues, que las gotas estén sepa- radas unas de otras y que además presenten cierta resistencia cuando se las quiera apartar ó juntar. Esto es precisamente lo que tiene lugar en las nubes. Hé aquí como: Tanto la fuerza de atraccion como la de repulsion reconocen por centro á cada gota, por consiguiente tanto una fuerza como la otra debe disminuir cuando la distancia de las gotas aumenta; pero como las dos fuerzas son de naturaleza diferente sucede que no disminuyen en la misma cantidad cuando se las considera en circunstancias análógas, sinó que la fuerza de repulsion disminuye mucho mas rápidamente que la de atraccion. Por esta combinacion de fuerzas de atraccion y repulsion se esplica cómo dos gotas, cuyas fuerzas están en equilibrio á una distancia cualquiera, se rechazan si se las acerca y, por el contrario, se atraen si se las aparta. Sucede pues en las nubes con sus gotas lo que en los cuerpos con sus moléculas. Admitida esta constitucion molecular se comprende como el viento puede accionar en las nubes y sostenerlas. Fácilmente se concibe que la resistencia de las nubes en este sentido debe tener un límite muy estrecho; en efecto, he observado varias veces ceder las nubes bajo la accion del viento y dividirse en dos: el 20 de Setiembre de 1878, por ejemplo, observé una nube sostenida por un viento creciente; la accion era demasiado viva y la nube cedió dividiéndose en dos partes ; la parte mas elevada continuó marchando con mayor velocidad que la otra. Buenos Aires, Abril de 1879. EmILIO DEL VALLE. OBRAS DEL RIACHUELO Publicamos en este número la última Memoria anual, corres- pondiente al año 1881, presentada al Gobierno por la Comision Di- rectiva de las Obras de Canalizacion del Riachuelo. Ll nuevo tren de dragado á que se hace referencia consta de dos dragas y cinco chatas á vapor, de las cuales darémos los datos siguientes : La Draga Progreso : Eslora, 175 piés ingleses; manga, 31 piés; puntal, 10 piés; tonelaje, 799 toneladas. Casco de fierro y cubierta de madera de pino de tea, de cuatro pulgadas de grueso. La caldera del sistema tubular tiene 1400 piés cuadrados de su- perficie de caldeo, trabajará con 70 libs. de presion y ha sido pro- bada por presion hidráulica 4 140 libs. La máquina de alta y baja presion con condensador por superficie tiene, el cilindro de alta presion de 29 pulgadas de diámetro, el de baja presion de 50 pulga- das y su corrida es de 3 piés. Estas dimensiones representan una máquina de 140 caballos de fuerza nominal. La máquina sirve para navegar la draga, transmitiendo el movi- miento á dos hélices, para efectuar el dragado, poniendo en mo- vimiento cuatro cabrestantes colocados en los cuatro estremos del casco, subir y bajar la escala de cangilones y las canaletas de descarga del material dragado. 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA A proa lleva un guinche 4 vapor con cilindros de 12 pulgadas de diámetro, y tambores en los estremos para tomar los cabos, para recibir ó entregar materiales ó asegurar la escala para el cam- bio de cangilones, pernos y bujes. Un pescante á proa y otro al centro sirven para levantar las lin- ternas, superior é inferior, quitar y poner los cangilones, rodi- llos, etc. La escala de centro 4 centro de las linternas tiene 82 piés de largo, y debe alcanzar á dragar á una profundidad de 32 piés. Los cangilones son de acero y solo llevan dos hileras de rema- ches, siendo el asiento y los linguetes formados de una sola pieza de acero fundido, y la chapa superior de acero forjado. Dos luces eléctricas alumbran la cubierta para el trabajo de noche. La Draga Lesseps : Eslora, 80 piés ingleses; manga, 20 piés; puntal, 8 piés; casco y cubierta de fierro. Caldera de sistema tubular con 350 piés cuadrados de superficie de caldeo, trabajará con 70 libras de presion, habiendo sido probada por presion hidráulica á 140'libras de presion. La máquina de alta y baja presion tiene cilindros respectivamente de 16 y 28 pulgadas de diámetro. Los movimientos de avanze y laterales y los de la escala se hacen por la misma máquina á vapor. La escala de cangilones proyecta 10 piés adelante del casco y puede dragar á la profundidad de 24 piés. Los cangilones de meno- res dimensiones que los de la draga Progreso son de acero del mismo sistema y forma de construccion. El material dragado puede descargarse á uno ú otro lado del casco. r Los Gángutles á vapor : Los gánguiles ó chatas á vapor son cinco: eslora, 125 piés ingle- ses; manga, 25 piés; puntal, 10 piés. Capacidad de 200 metros cúbicos. Calado cargadas 8 piés ingleses. Casco y cubierta de fierro- Calderas de sistema tubular con 700 piés cuadrados de superficie de caldeo. Máquina de alta y baja presion con cilindros respectivamente de 20 y 35 pulgadas de diámetro, y fuerza de 55 caballos nominales. OBRAS DEL RIACHUELO 713 Guinche á vapor con tambores para el servicio de las anclas y para alarse al costado de las dragas. MEMORIA DE LA COMISION Buenos Aires, Enero 2 de 1882. Al Sr. Ministro de Hacienda de la Provincia, Dr. D. Francisco Uriburu. En cumplimiento del artículo 7% de la Ley de 14 de Febrero de 1879, la Comision Directiva de las Obras del Riachuelo, tiene el honor de presentar á V. $. la memoria correspondiente al año que ha terminado. En su memoria del año 1879, la Comision historió brevemente los antecedentes legislativos referentes á la obra del puerto en construccion, por lo que considera innecesario hacerlo ahora. OBRAS REALIZADAS EN 1881 Muelles 350 metros lineales de muelles de madera dura, frente al canal nuevo, en la prolongacion del muelle antiguo de la plazoleta, con- tratados con el empresario D. Luis Paolinelli, al precio de 31004 m/o el metro lineal. 940 metros lineales de muelles de madera dura de los 1000 metros actualmente en construccion, contratados con el empresario D. Gui- llermo H. Taylor, al precio de 3050 $ m/c el metro lineal. 10 metros lineales de muelles ejecutados bajo el mismo sistema de los que se construyen por cuenta del Estado y comprados al vecino del Riachuelo, D. Domingo Cichero, al mismo precio de 3050 $ m/c el metro lineal. Complementando los muelles y sobre los terraplenes de los pri- meros 350 metros, se construyen actualmente 4200 metros cuadra- dos de superficie de adoquinado que ha sido contratado con el em- presario D. Lorenzo Teixidor, al precio de 108 $ m/c el metro cua- drado. El adoquinado se construye sobre una base de 30 centímetros de 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA arena de la Banda Oriental y los adoquines de granito, del mismo pais, tienen las dimensiones fijas de 015 de profundidad, 020 de longitud y 0”12 de anchura con una tolerancia de doce por ciento en mas ó en menos. Escavaciones El cubo total de las escavaciones á pala ejecutadas en el año es de 147,440 metros cúbicos. De este volúmen 40,000 fueron contra- tados con los Sres. Stremiz y Lizurume, al precio de 6,4 ff m/c el metro cúbico; 9600 con D. Guillermo H. Taylor al precio de 7 4 m/c el metro cúbico y 97,840 con los Sres. Wells, Hyde y Barber, al precio de 8 4 m/c el metro cúbico. Estas escavaciones llegan al nivel de aguas bajas ordinarias y una vez dragadas proporcionarán una área de agua de mas de 60,000 metros cuadrados que representa un aumento considerable de comodidad para los buques que fre- cuentan el puerto. Dragado En el año transcurrido, las dragas han funcionado con mayor regularidad que en el anterior. A la vuelta de Inglaterra del Sr. Ingeniero Director de las Obras, se tomaron las medidas necesarias y desde el 16 de Abril la draga Emilio Castro. empezó á trabajar dia y noche, efectuándolo tambien la draga Riachuelo desde el 11 de Octubre. Esta última ha ejecutado durante el año un volúmen de escavacion de 314,540 metros cúbicos y la draga Emilio Castro 161,370 metros cúbicos. Resulta el costo del dragado al año, un poco mayor de 7 $ m/e.; es decir, como un peso menos que el año anterior. En su anterior memoria la Comision comunicó á V. $. la venta del remolcador Puerto de Buenos Atres y la órden dada de construc- cion de otro mas adecuado al trabajo. Desde el mes de Julio trabaja el nuevo remolcador y es debido en gran parte á esta variacion, la reduccion en el costo del dragado, pues ella importa una economía de mas de 25,000 $ m/c. mensuales. OBRAS DEL RIACHUELO 79 NUEVO TREN DE DRAGADO La operacion de mas importancia que se ha ejecutado en el año que ha terminado, ha sido la adquisicion del nuevo tren de dragado invirtiendo los 400,000 ¿f., ó sean 71,649 lib. est., 13 chelines, Y peniques, que á este objeto le fueron entregados por el Exmo. Gobierno de la Nacion, pues al recibo de esos elementos podrá decirse que empieza realmente la construccion del Puerto en el Riachuelo. La Comision, como ya lo puso en conocimiento de V. $S., creyó conveniente que el mismo Ingeniero Director de las obras, Sr. D. Luis A. Huergo, se trasladara á Europa y ordenase la construccion de las máquinas y buques. Se ha contratado la construccion de 2 dragas poderosas, 5 chatas vapores de 200 metros cúbicos de carga, un juego de cangilones de acero con pernos, bujes, etc., para la draga Riachuelo y un repuesto considerable de materiales para los mismos buques, entregado todo en Buenos Aires, listo para el trabajo, por la cantidad total de 70,000 lib. est. En Inglaterra está la inspeccion de la construccion á cargo del Sr. D. Juan Paterson, que ha sido primer maquinista de la draga Riachuelo durante cuatro años. S. E. el Sr. Ministro de la República, Dr. D. Manuel R. Garcia, ha tenido la deferencia de aceptar la representacion de esta Comision para el pago de los plazos á los constructores, estando la Comision muy reconocida á los importantes servicios que le ha prestado y continúa prestándole, lo que se hace un deber en poner en conoci- miento del Exmo. Gobierno. Desea tambien la Comision hacer constar el proceder observado por su Ingeniero el Sr. D. Luis A. Huergo en esta delicada mision. La competencia é inteligencia, unida á la laboriosidad que demostró en el lleno de su cometido, han merecido su plena aprobacion, y cumple con un deber de justicia haciéndolo llegar á conocimiento del Superior Gobierno. La chata-vapor número 1 llegó á este puerto el dia 16 de Diciembre ppdo.; la número 2 se encuentra ya en camino y los demas buques les seguirán muy pronto. Obran en poder de la Comision copia de todos los antecedentes y correspondencia cambiada por el Sr. Ingeniero Huergo en el desem- peño de su cometido, como tambien las especificaciones detalladas de 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los buques y materiales contratados. Los anteriores antecedentes son demasiado estensos para acompañarlos á la presente memoria, limi- tándose á adjuntar el contrato celebrado sobre su base. ESTADO DE LAS OBRAS La estension total del canal navegable desde el Puente de Bar- racas hasta su terminacion en el Rio de la Plata á los 12 piés, 8 pulgadas, del nivel de aguas bajas ordinarias, es de 8,400 metros. Los primeros 2,000 metros, inmediatos al Puente de Barracas, tienen una anchura de 30 á 40 metros y una profundidad de 11 '/,á 19 */, piés. Los 1,000 metros siguientes tienen una anchura aproximadamente igual á la anterior y una profundidad de 14 á 15*/, piés. Los 2,000 metros siguientes tienen una anchura de 70 metros y una profundidad de 14 4 15 ?/, piés. El Canal en el Rio de la Plata tiene una anchura como de 70 metros y una profundidad como de 12*/, 415 piés. La estension de los muelles construidos es de 600 metros, habiendo en construccion una estension de 760 metros. Los malecones Ó muelles de defensa á la entrada del Puerto forman una longitud total de 900 metros. El adoquinado en ejecucion cubre una superficie de 4,200 metros cuadrados. El volúmen total de escavaciones hasta el 1” de Enero asciende á 9,063,045 metros cúbicos. La Draga Riachuelo ha ejecutado.........o.o.o..... 1,246,940 ha Draza Entro CAastTDo oia ais alce 528,655 Se ha escavado á brazo de hombre................ 287,450 Total de metros CÚbICOS. 4.2% da ejetos 2,063,045 RESULTADO DE LAS OBRAS Los siguientes datos estadísticos representan el movimiento co- mercial que se desarrolla 4 medida que avanzan las obras : Z Número de buques Año entrados y salidos Toneladas de registro ASMA 18.167 284.505 LS Eo e 25.637 395.213 ATI 21.576 577.964 oe RA 23.042 644.574 ISE 32.886 827.072 52 OBRAS DEL RIACHUELO 1 El tráfico de buques de ultramar ha tenido la siguiente pro- porcion : Año Número de buques Toneladas de registro ASIN 197 55.001 IM ino 261 GE 9 po ARS 420) 130,385 53 Los derechos de Puerto y Muelle del Riachuelo han producido : Año Recaudado ASIA DADO Y 1.769.406 $ my IM 1.929.175 A 2.551 .257 INVERSION DE FONDOS La Comision ha pasado trimestralmente á la Contaduría General la cuenta de administracion de fondos, debidamente documentada, acompañando ahora una cuenta compendiada de todo el año. Segun las cuentas rendidas por la Comision desde su instalacion, los gastos efectuados en las obras ascienden á las siguientes sumas : e A ES 2.210.753: 7 o UTE A ARPA e AE 8.142.454 A A y LIE O 4.896.096 1 O a . 3.933.514 NS A AA 3.077.682 A 12.404.659 AAA E A 34.665.159 Hay que deducir de esta suma la cantidad inver- tida al principio en la conservacion del tren de dra- gado, reparaciones y mejora de la antigua entrada alBuachuelo querasclende du. sa aa ea 1.173.638 Resultan gastados en las obras del Riachuelo... 33.491.526 EMPRÉSTITO, MARZO DE 1881. Realizado el empréstito con los Sres. Stern Brothers al 88 %/,, la Comision ha recibido en las fechas convenidas la suma de $f. 600,000 78 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA oro nominales en dos cuotas : la primera de $f. 150.000 y la otra de $f. 450.000. La primera de esas sumas equivalente á 4 1.320.000 oro efectivo, fué convertida por el Banco de la Provincia en Julio del año ante- rior de órden directa de V. $., haciéndose la operacion del modo si- guiente : $1. 181.926,14 41 4ipo dec Ey plas 25,35 50.000 A 25,70 De la segunda equivalente á $f. 396,000 oro efectivo, la Comision convirtió en Octubre del mismo año la cantidad de ¿f. 390,000, prévia consulta hecha á V. $., realizándose la venta á plazos en vista del estado de la plaza que no permitia hacerlo al contado sin oca- sionar baja sensible en el precio y por consiguiente traer trastornos al comercio; para evitar una y otra cosa, se encomendó la operacion á un corredor competente, quien realizó la venta de manera que prac- ticada con la reserva debida se logró el objeto propuesto. Los precios obtenidos fueron : SES 200 000 ¡al tipo do. rada 25,65 20.000 O TN ASA 25,60 30.000 A IS 25,57 5 140.000 LA 95,55 OBRAS A REALIZAR En el Informe del Ingeniero de la Comision, fecha 22 de Julio de 1881, que se elevó á conocimiento de V. S., se espusieron las con— sideraciones que demostraban la conveniencia de adoptar un plan general para el desarrollo futuro de las obras. La Comision considera de importancia y urgencia, la adopcion del ensanche definitivo hasta 100 metros y la fijacion de los límites de las propiedades particulares, Con el nuevo tren de dragado se propone dar un impulso notable á las obras en el presente año. Se prolongará y ensanchará el canal en el Rio de la Plata. Se profundizará todo el terreno preparado por escavaciones á pala para el ensanche, del cual es el mas importante la superficie cedida al Gobierno por los Sres. Demarchi Hermanos, y podrá darse mayor acomodo para los buques, una vez determinado el ensanche definitivo propuesto. OBRAS DEL RIACHUELO 719 Así que queden terminados los mil metros de muelles actualmente en construccion, se estenderán las obras de igual naturaleza, cons- truyendo adoquinados á medida que se vayan consolidando los ter- raplenes, y finalmente proporcionará los elementos necesarios para la carga y descarga de mercaderías. Se ha pedido ya á Inglaterra el envío de dos pescantes á vapor que serán colocados en los nuevos muelles. Siendo la ribera del Riachuelo una vía pública y su mejora de utilidad para los propietarios linderos, la Comision se propone so- licitar de la Municipalidad de la Ciudad un convenio, por el cual se haga el adoquinado de toda ella con una anchura en término medio de 30 metros. Cree la Comision que seria aceptable la ejecucion de esta obra en la siguiente proporcion: Por cuenta de las obras del Riachuelo se construirán 12 metros de anchura y los restantes diez y ocho me- tros serian construidos entre la Municipalidad, el vecindario y las empresas de tramways establecidas en toda la estension de la ribera. Dios guarde á V. $S., etc. MiGUEL N. DE URIBELARREA Eduardo Benguria, Secretario Contrato celebrado y convenido el día 23 de Febrero de 1881, entre el Ingemero D. Luis A. Huergo en representacion de la Comision Directiva de las Obras del Puerto de Buenos Atres, por una parte, y los Sres. J. y +. Rennte de Lóndres y de Greenwich, Ingenteros y constructores de buques, por la otra parte. Los Sres. J. y (+. Rennie se comprometen por el presente á cons- truir y entregar prontos para efectuar el trabajo en Buenos Aires, y D. Luis A. Huergo conviene en comprar una draga de setenta caballos de fuerza nominal y cinco chatas á vapor de la capacidad cada una de doscientos metros cúbicos, y los constructores se com- prometen tambien á construir y entregar en Buenos Aires á bordo de las chatas, una draga de veinticinco caballos de fuerza nominal en pedazos marcados y prontos para ser remachados ó armados y 80 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los materiales de repuesto para otra draga, y D. Luis A. Huergo se conviene en comprarlos. Todo lo cual será construido con los mejores materiales y con la mejor obra de mano y en conformidad con las cartas, condiciones generales, especificaciones y planos aquí agregados que se consideran partes integrantes de este contrato. Los Sres. J. y G. Rennie se comprometen á ejecutar todas las obras que este contrato abarca, como obras de primera clase, tanto respecto á los materiales como á la obra de mano, con todo aquello que sea usual ó necesario para el trabajo eficiente de tales máquinas aun cuando hubiese omision en las cartas, «planos y especificaciones, y á que el todo sea completado y terminado á entera satisfaccion del Inspector que D. Luis A. Huergo nombre para inspeccionar las obras durante su construccion. Todo fierro de ángulo T, plancha ó barra, y lo mismo el acero, será de calidad superior, tenaz, con superficies lisas, libres de hendidu- ras, ampollas, tajos, sopladuras ú otros defectos, y cualquiera pieza mal cortada Ó taladrada, dañada al taladrar Ó de cualquier otro modo, que varie en las dimensiones, despareja en la superficie ó en los cantos, Óó en cualquiera manera defectuosa, será desechada. El fierro en planchas deberá resistir á una tension no menor de veinte toneladas por pulgada cuadrada de seccion en la direccion de las fibras, y de diez y siete toneladas á traves de ellas. Los fierros de ángulo T, planchuelas, barras, etc., resistirán á una tension no menor de veintidos toneladas por pulgada cuadrada de seccion. El acero resistirá á las pruebas establecidas en los reglamentos del Lloyd, siendo el de las fundiciones tenaz y duro pero no ágrio. Todo fierro en plancha, T, ángulo, barra ó planchuela será puesto en pie- zas largas y cualquier fierro Ó acero que se raje Ó abra al ser do- blado, torcido ó taladrado será desechado. Todos los remaches serán ejecutados con arreglo á los reglamentos del Lloyd, tanto en las calderas como en los cascos delos buques. Las maderas serán sanas, libres de sámago, rajaduras y nudos inconvenientes. El Inspector tendrá libertad de probar la calidad de los materiales en la manera que lo considere conveniente, y los constructores le facilitarán á su costo las planchas, fierros de ángulo T, etc., y las piezas de acero que aquel elija para tal objeto de las que sean introducidas en los talleres de los constructores, para ser empleados en la construccion 6 chatas, y cualquiera cuestion ó disputa que quiera formarse res- pecto á la calidad ó á la obra de mano, será de la esclusiva decision del Inspector. OBRAS DEL RIACHUELO 81 Las fundiciones serán sólidas, duras, libres de sopladuras ú otros defectos, con superficie lisas y parejas hechas por modelos perfecta- mente bien concluidos. Las calderas|y máquinas serán construidas y suplidas con todos los útiles y aparatos ordenados en los Reglamentos de las Cámaras de Comercio (Board. of Trade) y del Lloyd relativos á buques á vapor, sean ó no especialmente mencionados en las espe- cificaciunes, cartas ú otros documentos, y las dimensiones y partes de las escalas de las dragas á entera [satisfaccion del Inspector. Las ruedas dentadas serán extra fuertes y trabajarán suavamente tanto hácia adelante como hácia atrás sin golpes, pero ajustadas de modo que no tengan juego, debiendo los dientes tocarse en toda su esten- sion. Todas las ruedas serán fundidas con esmero, limadas en todas partes en que sea necesario y ajustadas entre sí prolijamente, los agujeros para los ejes taladrados y los para las chatas cortados cuidadosamente para el ajuste. Todos los dibujos y modelos serán sometidos á la aprobacion del Inspector, quien para todo objeto tendrá libre acceso, en todas las horas de trabajo, á los astilleros y talleres de los constructores. Los Sres. J. y Gr. Rennie se comprometen á tener los buques construidos y listos con todos sus aparejos, útiles, provisiones y artículos de repuesto, probados á vapor y navegando hácia Buenos Aires dentro de nueve y medio meses contados desde la fecha de este contrato; es decir, el dia 10 de Diciembre de 1881; y si los buques no estuvieran entonces terminados y prontos para hacerse á la vela en el tiempo estipulado, los Sres. J. y G. Rennie pagarán una multa de 60 lb. est. (sesenta libras) por cada semana de demora respecto de la draga de 70 caballos, y 25 1b. est. (veinticinco libras) respecto de cada una de las chatas á vapor y de la draga de veinti- cinco caballos, contados desde la fecha estipulada hasta el dia en que los buques estén prontos para hacerse á la vela. No se abonará multa por demoras que se originen por huelgas generales en los asti- lleros situados sobre el Támesis. Los Sres. J. y G. Rennie recibirán un premio de 60 1b. est. por cada semana de adelanto en la entrega del total de los buques y materiales de respuesto concluidos, de los nueve y medio meses estipulados. En el caso que los Sres. J. y G. Rennie no procedan á la cons- truccion de los antedichos buques en el debido .y ordinario método que responda al tiempo verdadero que para ello se requiere estipular en este contrato, y despues de catorce dias de habérseles exijido por escrito que hagan mayor adelanto en la construccion de los buques 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y materiales de repuesto, y á falta de cumplimiento á las exijencias hechas, á la terminacion del plazo antedicho, á no ser que los Sres. J. y G. Rennie hayan sido demorados por huelgas de trabajadores ú otras causas de fuerza mayor, será enteramente legal para D. Luis A. Huergo, sus sucesores ó representantes el entrar á los astilleros y talleres de los Sres. J. y G. Rennie tomar posesion de los buques y otros artículos en el estado de construccion en que se encuentren y tomar posesion de todos los materiales que deberán emplearse en la construccion de dichos buques y venderlos ó disponer de ellos de su cuenta por una avaluacion, el precio ó monto de dicha avaluacion siendo fijadas por tres personas desinteresadas, una nombrada por cada uno de los dichos D. Luis A. Huergo y los Sres. J. y Gr. Remnie, y el tercero elejido por los árbitros; pero en el caso que los dichos J. y G. Rennie ó sus representantes, sucesores ó administradores dejaran de nombrar su árbitro en los siete dias despues que se les haya pedido por escrito de hacerlo, será enteramente legal para el dicho D. Luis A, Huergo el disponer de dichos buques de la manera que lo encuentre mas conveniente, Ó emplear cualquier número de trabajadores y usar y emplear todas las máquinas y útiles de los Sres. J. y G. Rennie y proceder á la conclusion de dichos buques y emplear todos los materiales introducidos á dichos astilleros Ó com- prados ó preparados por dicho J. y G. Rennie para objeto de dichos buques y comprar y proveer otros materiales propios á ser empleados en ellos y pagar por dichos materiales y por jornales de los trabaja- dores con las cantidades impagas de los plazos mas adelante mencio- nados y en caso de que estos mismos sean insuficientes para llenar es- tos objetos, entonces los dichos Sres. J. y G. Rennie pagarán y harán efectivas á D. Luis A. Huergo las cantidades deficientes 4 su pedido y el monto de tal pedido será considerado como debido en cuenta y como indemnizacion de perjuicios liquidados respecto de negligen- cia ú omision en la ejecucion del contrato como antes se ha dicho. Los señores J. y G. Rennie antes que les sea pagado cada plazo asegurarán las dragas, chatas y materiales de repuesto, á su propio costo, contra incendio ú otros riesgos y por lo menos hasta el monto de dicho plazo y por el periodo restante para la terminacion del contrato y el certificado del seguro será entregado á D. Luis A. Huergo ó su representante en cambio del pago de los plazos. Los Sres. J. y G. Rennie entregarán en Buenos Aires dentro de tres meses de hacerse á la vela en Inglaterra las dragas y chatas con los materiales de repuesto y D. Luis A. Huergo dentro de los diez dias OBRAS DEL RIACHUELO 83 de tener la noticia de que ios buques estén prontos, probará la draga de 70 caballos y las chatas de cualquiera manera que él juzgue con— veniente para constatar la buena calidad de los materiales y obra de mano y capacidad de las máquinas y buques para hacer su trabajo y todas las reparaciones en los buques ó en sus partes, útiles y aparejos necesarios para dejarlos en perfecto estado de trabajo, serán consi- derados para D. Luis A. Huergo perfectamente legales ejecutarlos á espensas y costos de los Sres. J. y G. Rennie. Los buques serán asegurados al costo de los Sres. J. y G. Rennie y la póliza del seguro marítimo será estendida á nombre conjunta- mente del representante de D. Luis A. Huergo en Inglaterra y de los Sres. J. y G. Rennie y será depositada donde ellos convengan á la salida de los buques en Inglaterra. D. Luis A. Huergo ha convenido este contrato bajo la palabra y espresa declaracion que no se ha dado ni se dará en adelante comision, corretage, dinero, presente, gratificacion ni regalo directa ni indirec- tamente á persona de ninguna clase para obtener ó haber obtenido la órden para la construccion de dichos buques. En consideracion del fiel cumplimiento de este contrato por los Sres. J. y G. Rennie, D. Luis A. Huergo conviene en pagarles las siguientes cantidades en libras esterlinas, como se mencionan: Por la draga de 70 HPN, especificado......... A £ 22.350 Por sus materiales de repuesto especificadas.... A2Q 1.650 opa draga de 25 HEN eo da B 5.200 Por los materirles de repuesto especificadas.... B 800 Por cinco chatas á vapor especificadas......... Ca Por materiales de repuesto para una chataá vapor C2 38.000 Por materiales de repuesto para otra draga.... D 2.000 Setenta miras 0 URL AO 70.000 Pagaderos en los plazos siguientes : 1/10 de cada uno el dia 1? de Marzo de 1881. 1/5 Cuando cada buque respectivamente tenga las cuadernas puestas y los cilindros de las máquinas hayan sido taladrados. 1/5 Cuando cada buque respectivamente tenga el casco enchapado, las calderas probadas y las piezas principales de las máquinas forjadas ó fundidas. 1/5 Cuando cada buque esté pronto para ser botado al agua y las máquinas estén listas para ser colocadas. 1/4 Cuando cada buque haya sido probado y aprobado, y esté pronto para hacerse á la vela, habiéndose hecho el seguro. 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1/20 Cuando se hayan entregado y aprobado el total de los buques y materiales de repuesto en Buenos Aires. Se dará aviso al representante de D. Luis A. Huergo diez dias antes del término de cada plazo, dando el Inspector un certificado del estado de construccion del buque y de la aprobacion de los mate- riales y obra de mano. | En conformidad de todo lo cual las dichas partes contratantes lo firman el dia y año anteriormente arriba mencionados. Firmado, Luis A. Huergo. — Firmado, J. y G. Renme. — Testigos á la firma de los arriba nombrados : Firmado, John M. Mahon, 17, Poschester Gardens Bayswater, London. — T. Hay Cambell, Capitan retirado de la lista de Madras. — Henry S. King y C?, 45, Pal Mac, London. Es copia de la traduccion efectuada por el Ingeniero D. Luis A. Huergo y que existe en esta Secretaria. Buenos Aires, Diciembre 31 de 1881. Eduardo Bengurta. Secretario. CUENTA DE ADMINISTRACION DE LOS FONDOS RECIBIDOS PARA LAS OBRAS DE CANALIZACION DEL RIACHUELO Correspondiente á los meses de Enero ú Diciembre de 1884, ambos inclusive, dá, saber : ENTRADAS A existencia : El 31 de Diciembre de 1880 $ 10.598.725 A derechos de puerto y muelles : Los cor- respondientes hasta Junio inclusive... 1.577.526 A Tesorería (Greneral de la Nacion : Sus A A A 1.875.000 A empréstito Marzo de 148841 : Cuotas re- cibidas por $f. 600,000 nominales al A A A $f. 528.000 A escavaciones : Recibido de la empresa del tramway de la Boca y Barracas. . 10.000 A Torromé Son y C*: Saldo en su favor en moneda corriente ..........-..-. 16.977 A ganancias y pérdidas : Diferencia en A a IA A ea 7.274 A amtereses : Cobra ies. aa 88.502 A'“cambros * CONVErSiOM 02d o 13.348.077 POLO $f. 528.000 $ 27.522.081 OBRAS DEL RIACHUELO 85 Enero, 2 de 1882. SALIDAS Por draga « Riachuelo » : Gastos del año $ 1.207.673 Por draga « Emilio Castro » : Gastos EE AS A E Pe 959.198 Por lancha á vapor « Perseverancia » : a y ds 109.749 Por vapor « Puerto Huergo » : Gastos eLAO” ei di pola dl agas 676.675 Por chatas vapores : Gastos del año... 29.247 Por chatas de hierro : Gastos del año. 829.768 Por remolques : Gastos del año....... 172.650 Por escavaciones : Gastos del año...... 1.007.300 Por muelles : Gastos del año.......... 1.710.107 Por balisas : Gastos del año.......... 53.530 Por adoquinados : Gastos del año..... 68.040 Por muebles de oficina : Gastos del año. 11.729 Por gastos generales : Gastos del año... 181.244 Por honorarios del Ingeniero : Gastos del e E AN 378.325 Por Luis A. Huergo : Adelantado sobre A A 56.294 Por J. y G. Renme : Entregádoles á cuenta de las construcciones de que están encargados £ 34,630, ú oro. ¿$f. 591 94 Por Torremé Son y C*: Giro remitido e e dl Md A ol ol 4.860 76 Por cambios: Conversion 10 ARA Existencia : En el Banco de la Pro- EA A A $. 621 19 $ 10.168.140 A e dea 1.334 “En Inglaterra, en poder de $. E. el Dr. D. M.R. García, del giro entregado por el Exmo. Gobierno Nacional........ 5.084.265 Totales 0.0... $f. 529.000 $ 27.522.081 5) q O, E. Benguria, Secretario Contador. yo Bo URIBELARREA. DESCRIPCIÓN DE UNA NUEVA MIRA PARLANTE HECHA EN LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Señores: La mira que tengo el honor de presentaros es en su apariencia igual á la mira Inglesa; como veis, ella está dividida en dos gradua- ciones y en las que las cifras que en otras miras representan los metros en esta están representadas por letras, tiene ademas una cre- mallera y un tornillo de presion. El objeto de hacer dos graduaciones es solo con el de disminuir la longitud de la cremallera. Las letras pueden representar números enteros cualquiera de metros, como se verá por la nivelacion que cito en seguida, pero en cada estacion del nivel tienen un valor determinado. La nivelacion que efectué fué la de la vereda interior á la man- zana comprendida por las siguientes callas: Moreno, Balcarce, Bel- grano y Defensa; principié la nivelacion en la boca-calle de Moreno y Defensa donde leí a 40 y conviniendo que en este caso a fuera diez metros (lo que equivale á elevar diez metros el plano al que voy á referir mi nivelacion) la cota del punto indicado seria 1040, en seguida mirando á la boca-calle de Balcarce y Moreno, leí en la mira d 37 lo que me dá la cota 13737; puesto que a representaba 10 metros, b, c y d representarán 11, 12 y 43 metros. Trasladando el nivel á la calle de Balcarce, se dirigió la visual al mismo punto y se movió la cremallera de la mira hasta que la re- tícula del nivel se proyectó en la division A 37 que representará la misma cota 13"37 puesto que se refiere al mismo punto, en esta esta- cion del nivel los valores de las letras A B C y D serán 13, 14, 15 y 16 metros, dirigida la visual á otro punto de la calle de Balcarce se leyó D 12 lo que representa la cota 16"12 y del mismo modo se obtuvieron las siguientes cotas 18"26 en la esquina de Balcarce y DESCRIPCION DE UNA NUEVA MIRA PARLANTE 87 Belgrano 1671 y 13.58 en la cuadra de la calle de Belgrano ; 1940 en la esquina de las calles de Belgrano y Defensa; 11”81 en la calle Defensa y por último 10"38 en el punto de partida, Defensa esquina de Moreno. Como se comprende debia haber obtenido en este punto 10740 que era la primera cota, ha habido pues un pequeño error de dos centímetros, debido sin duda á las muchas estaciones que hubo que hacer á causa de las grandes diferencias de nivel que existen en la calle de Balcarce y en la de Belgrano. Con las mismas estaciones de nivel que hice podria haber nivelado las veredas de las manzanas de enfrente, las calles, marcos de las puertas y todos los puntos que necesitase, pero no lo hice por el gran tránsito de vehículos que habia. Como se vé por lo dicho, con esta mira no es necesario para obtener las cotas, hacer cálculo numérico de ninguna clase; pues las cotas se obtienen ya sobre el terreno y las diferencias de nivel que existen entre las varias estaciones se suman ó restan mecánicamente por el movimiento de la cremallera. Como reglas generales para el uso de esta mira puede decirse lo siguiente : 1% Las lecturas obtenidas representan las cotas que se buscan. 22 Cada vez que se cambie de posicion el nivel se moverá la cre- mallera de la mira hasta que con la primera visual, en la nueva posi- cion del nivel, se obtenga la misma lectura que la última obtenida en la posicion anterior del nivel, siendo entendido que ambas visuales se han de dirigir al mismo punto de la nivelacion. _ Para llevar el registro de la nivelacion será suficiente anotar en columna las lecturas obtenidas ó si se nivelan varias líneas á la vez se hará un cróquis en el que cada punto que se nivele se anotará la lectura Ó cota correspondiente. Febrero de 1882. PASTOR DEL VALLE. MISCELÁNEAS Las Peptonas por el Dr. Céspedes. — Ocupado, hace algun tiempo, del estudio teórico y esperimental de las digestiones artificiales, he visto comprobadas algunas de las observaciones de los fisiólogos, consignadas en las obras mas recientes y selectas; me permito reproducir esas observaciones recopiladas brevemente, adicionando ligeras reflexiones que pueden ser de alguna utilidad, como derivadas que son lógicamente, de principios sentados por la ciencia y de hechos suministrados por la observacion y la esperiencia de los sabios. Es evidente que el jugo gástrico ejerce su influencia de la misma manera fuera del cuerpo que en el interior del estómago, bajo ciertas condiciones de temperatura y de tiempo; que esa influencia da por resultado, respecto á los alimentos albuminoideos, su trasformacion en sustancia líquida, dializable y alible (peptona pura), objeto próximo de la digestion. El jugo gástrico artificial preparado con la pepsina y un ácido, en proporciones determinadas, posée las mismas propiedades que el natural, por lo que hace á su virtud disolvente ó trasformadora de la sustancia alimenticia. En las digestiones artificiales se ha observado que la metamórfosis se verifica con tanta mayor perfeccion y brevedad, cuanto mas divi- didas Ó atenuadas se encuentran las sustancias que se entregan á la influencia de los jugos digestivos. El producto final de la digestion de las sustancias albuminoideas, inclusive el de la gelatina digerida, es siempre fluido; en su concen- tracion pierde la cualidad de coagularse por el enfriamiento. « Todos los que como yo, dice Laibaigne, han practicado digestiones artifi- ciales, saben perfectamente que el producto de ellas es siempre fluido y no se coagula jamás. (Defresne, Petit, Boudanlt, etc.) » « Todos los autores que se han ocupado de la peptona, reconocen en sus caractéres analogía con la gelatina, excepto uno propio solo de ésta, precisa- MISCELÁNEAS 89 mente el de coagularse por el enfriamiento. (Henminger, Gorup- Besanes, Hoppe-Seyler, etc.) ». Beclard, que se ha ocupado minucio- samente del estudio de cada una de las sustancias albuminoideas, dice: «la caseina líquida pura, despojada del azúcar y de la manteca, no se coagula bajo la influencia del jugo gástrico; unida á la azúcar y á la manteca se coagula rápidamente; á esta coagulacion sucede poco á poco la disgregacion y luego una solucion completa; el pro- ducto final no es ya coagulable.» El mismo continúa: «la albú- mina líquida, puesta en contacto con el jugo gástrico no se coagula; bajo la influencia de este esperimenta una transformacion isomé- rica; así no vuelve á coagularse.» «La gelatina, agrega el mismo Beclard, en contacto con el jugo gástrico no tarda en disolverse, formando un líquido de un moreno claro. Esto no es una disolucion pura y sencilla, porque el producto de la disolucion, concentrado por la evaporacion, ha perdido su cualidad de coagularse por el enfriamiento. No parecen modificadas las propiedades químicas de la gelatina. » De lo espuesto resulta, segun este gran fisiólogo, que la caseina, la albúmina, la gelatina, etc. son disueltas y transformadas en una sustancia análoga en consistencia, en fluidez, en su incoagu- labilidad; pero no idéntica, puesto que cada una de aquellas, despues de transformada, conserva respectivamente sus cualidades químicas primitivas. Longet ha practicado esperiencias numerosas sobre las diversas sustancias albuminoideas, sometiendo á la digestion artificial la caseina, la albúmina, la fibrina y aún la condrina, cada una sepa- radamente, con iguales resultados; respecto á la gelatina, dice: Tie- demann y Gmelin, Blondlot, Freirichs, etc., han visto la gelatina disolverse rápidamente en el jugo gástrico, sin convertirse ántes en masa pultásea. Esta solucion digestiva de la gelatina no se coagula por el enfriamiento. «Todas estas esperiencias autorizadas con los nombres respetables de tan eminentes prácticos, nos dejan satis- fechos de la probabilidad de los resultados, tanto mas si se trata de confirmar los hechos en la práctica. En mis estudios esperimentales sobre la materia, he practicado algunos ensayos que me han dado alguna luz sobre diferentes puntos de la cuestion digestiones. Sin que sea mi objeto imponer mis opi- niones, diré solamente lo poco que he visto, por si fuere útil de alguna manera. He sometido á la accion del jugo gástrico artificial la albúmina, la fibrina y la gelatina separadamente; otras veces la carne negra, ya en bruto, ya picada; los resultados han sido los siguientes: estas diferentes sustancias, tratadas á fuego lento 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA eraduado convenientemente, por una disolucion acídula (he usado el ácido láctico unas veces, el clorhídrico ó el nítrico otras) de pepsina, me ha dado por resultado al cabo de algunas horas (de seis á ocho horas) un líquido difluente, de consistencia un poco viscosa al tacto, de color variable segun la sustancia disuelta; blanquecino amari- llento y trasparente, con la albúmina y la fibrina; de un moreno claro con la gelatina; de un moreno mas oscuro con la carne en bruto ó picada; respecto á las cualidades químicas de estos líquidos resultantes, tengo la creencia, por algunas reacciones que he prac- ticado, como la del bicloruro de platino que precipita ciertamente la fibrina-peptona y no la albúmina-peptona, conforme á la afirmación de Longet; tengo la creencia de la no existencia de la identidad absoluta en el resultado final de la digestion de los albuminoideos. Debo decir tambien que, por mas que he tratado de someter los líquidos resultantes, á diferentes grados de enfriamiento; jamás he conseguido la coagulacion: puede suceder que hayan fallado, por lo imperfecto de mis recursos empleados para el objeto, pero, por lo ménos puedo asegurar que en caso de que fuese coagulable la peptona pura, no lo seria nunca con tanta facilidad como se ha creído por algunos, que no son muchos por cierto. Asímismo he sometido á la influencia del jugo gástrico el estracto de la carne negra, obteniendo por resultado final de la digestion, un líquido con los mismos carac- téres descritos ya, soo que su color es moreno rojizo, cuando se ve en globo; dando un hermoso color de oro cuando se destila en gotas sobre una lámina de metal blanco. Por la atenuacion del estracto, sus moléculas se punen en contacto inmediato con los líquidos digestivos, prestándose más fácil y perfectamente á la transformacion ó metamórfosis, produciendo una peptona pura, sin mezcla de sus- tancia gelatinosa, como sucede en otras, por no haber sufrido una perfecta transformacion en el momento de la digestion. Ese producto final de la digestion del estracto de carne, rico sin duda en principios nutritivos, como resultado que es de la perfecta disolucion de todos los elementos de la carne, escepto la grasa, de la cual va despojada préviamente, constituye, en una combinacion y formas especiales, la base de la sustancia que se conoce hoy en Venezuela con el nombre Suculenta americana, tipo de la alimentacion mista que, por sus virtudes esclusivas, es un verdadero alimento fisiológico, y ha dado resultados prodigiosos en manos de prácticos hábiles. Cuando se someten á la digestion artificial las sustancias albumi- noideas ó sus diferentes elementos competentes, por separado, luego MISCELÁNEAS 91 que han sido disueltos ó transformados, el último producto ó resul- tado final, «tiene la misma composicion química que la sustancia de que procede. (Análisis de Lehmann.) » «No parece ser completa- mente idéntico el producto líquido de la digestion de las sustancias albuminovideas, es decir, la peptona, segun que proceda de la albú- mina, de la fibrina, de la caseina. (G. J. Mulder, Brucke, G. Meissner, A. Ym. Thurm, L. Corvisart y Butter). « Nous avous fait entrevoir plus haut que l'alJbuminose ou peptone n'est pas absolument identique suivant qu'elle provient, de la albumine, de la fibrine ou de la caséine. En effet, d'ápres les analyses de Lehmann, 1l y aurait entre les diverses peptones quelques differences dans la composition élémentaire, et ¿l en existe aussi, suivant L. Corvisart, dans les reactions ; c'est ainsi, par le bichlorure de platine, et que la albumini-peptone ne fait rien de semblable. Cela porte á croire que chaque principe albuminorde donne par la digestion une albuminose ou pepione dafferente, pour répondre ú des besomns diferents de l'econo- mie (Béclard). Bien se concibe que las peptonas, en la esencia, no tiene perfecta identidad, por mas que algunos puntos de analogía, comunes á todas, les den la apariencia de sustancia única. Tantas y tan respe- tables opiniones como hechos hay, en contra de la identidad absoluta de las peptonas, conducen á deducciones terminantes, cónsonas con el estado actual de los conocimientos ; tendriamos que echar por tierra las teorías establecidas sobre el valor ó poder nutritivo de las diversas sustancias alimenticias, al sentar que todas las sustancias albuminoi- deas se transforman igualmente en una sola sustancia, Ó den por resultado un producto enteramente idéntico, en el concepto químico; seria, en tal caso, del todo indiferente entrar en la consideracion de la naturaleza de los alimentos, al prescribir el régimen dietético del hombre sano Ó enfermo; vendria abajo por consecuencia una de las partes mas trascendentales de la higiene, y, lo que es mas, de la higiene terapéutica ; cambiarian por completo todas las indicaciones que se desprenden precisamente de la comparacion entre la natu- raleza ó composicion de los alimentos y las condiciones orgánicas ó los estados patológicos. A propósito de esta cuestion, recordaré que se han negado por algunos fisiólogos las propiedades nutritivas de la gelatina ; esperimentos numerosos y continuados se han practicado, á4 este fin, en los animales y, aún en el mismo hombre (M. Donné en particular ha esperimentado en sí propio), llegando á concluir como resultado de ellos que la gelatina aislada es impropia para la nutri- cion; de ninguna manera puede conciliarse este hecho con la iden- 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tidad del producto de la digestion de los albuminoides, suponiéndolo cierto; y en el caso de no serlo, es decir, si se admite, como es racional admitirlo, una especialidad química en el resultado ó producto de la digestion de cada elemento, seria conciliable en parte, ó de otro modo la virtud nutritiva tendria que ser concedida á la gelatina relativamente al papel que ella debe desempeñar por su parte en el gran teatro de la reparacion orgánica. Se sabe que la gelatina es susceptible de esperimentar la transformacion digestiva; que el producto de su digestion, aunque análogo al de los otros albuminoi- deos, no parece ser idéntico químicamente; se sabe al mismo tiempo que el organismo tiene tambien pérdidas, y necesidad de reparacion en sus partes gelatinosas (tendones, aponeurosis, neurilemas, etc.) ¿no será ese el destino de la gelatina en la economía? ¿no deberá bas- tarnos esta sola consideracion para abstenernos de la negacion en absoluto de la virtud nutritiva de la gelatina, bien que ella no se absorba en el estado simplemente gelatinoso ? ¿No será relativa tam- bien, en las otras sustancias albuminoideas, su virtud nutritiva, llenando cada una de ellas necesidades especiales del sistema orgá- nico ? Algo de esto ha cruzado, sin duda, por la mente delos fisiólogos, cuando han establecido la conveniencia de la alimentacion mista para la perfecta conservacion ó reparacion del hombre. No obstante, siempre hay sombras que envuelvan los ojos del observador, cuando se trata de la íntima conexion y desempeño y fines de las funciones orgánicas. Los alimentos no pueden ser absorbidos sinó bajo la forma de per- fecta disolucion: los albuminoideos, convertidos en peptonas, en pre- sencia de la sangre, no difieren sensiblemente de la albúmina de ésta; los feculentos bajo la forma de glucosa; las grasas, en estado de emulsion; se han encontrado en las vias de la absorcion, lo mismo que en la sangre de los animales. Vemos que el alimento desde que es introducido en las vias digestivas, hasta que llega á su fin (la reparacion) pasa por transformaciones sucesivas : en el estómago sufre primeramente la quimificacion, luego diversos grados de disolucion ó de transformacion (metapeptona, parapeptona, etc.) hasta llegar á la perfecta metamórfosis digestiva (verdadera peptona) tomando la forma líquida, difluente, dializable. La difusibilidad es condicion indispen- sable de la osmosis, medio necesario al acto de la absorcion que ha de tener lugar en las redecillas venosas, linfáticas ó quilíficas que ninguna abertura franca presentan en la superficie mucosa. Ninguna sustancia alimenticia que no haya sufrido la transformacion digestiva MISCELÁNEAS 93 puede pasar al torrente circulatorio. El estracto de las sustancias ge- latinosas Ó glutinosas y, aún, la misma albúmina, tienen, antes de incorporarse al torrente circulatorio, que convertirse en albúmina, peptona, etc. Es oportuna, pues, aquí la reflexion siguiente: si está probado hoy esperimentalmente que el producto de la digestion es un líquido difluente é incoagulable; que ese estado es indispensa- bleá la perfecta absorcion, es innegable que al perder la peptona esas condiciones, ó al no poseerlas completamente, ya por una imper- feccion, del acto digestivo, ya por su asociacion con otras sustancias gelatinosas ó glutinosas no digeridas, tiene indispensablemente que perder mucha parte de su virtud dialítica; no pudiendo ser ya la mas á propósito en su aplicacion fisiológica, cuando se trate de suplir el acto químico de la digestion, ó de facilitar la absorcion dificultada 6 impedida por condiciones orgánicas anormales, ó por el estado pa- tológico. Con cuanta razon la generalidad de los fisiólogos y farma- céuticos franceses, desconfian de la escesiva consistencia de ciertas peptonas que toman fácilmente consistencia de jalea, dando por la desecacion, una cantidad enormede-sustancia-seea—(no-leva-siempre.. con propiedad ese nombre). ¿No son etasiogalidades de, la gelatina O no digerida mas bien que la peptona pura ? Así lo afirman muchos dida: | DE ¡IRGENIEROS La peptona, segun algunos fisiólogos, se asemeja to albúmina propiamente dicha, de la cual se disfifigue enjla do Precipitación POr? los ácidos y en la no coagulacioh por'el calor” La albúmina, sin em bargo, calentada en la marmita de Papin pierde la cualidad de coagu- larse por el calor, pero conservabdo siempre sus cualidades quimicas bajo esta nueva forma. Se hajasegurado 'que-14. albúmina, tratada por los ácidos muy diluidos, pu lubles.;-algo... de esto se observa en el estudio de la digestion artificial de esa sus- tancia, mas esos compuestos, como ha observado muy bien un fisiólogo moderno: «son aún indefinibles, como que este punto se encuentra rodeado de dudas, lo mismo que el referente á las variedades y com- puestos de las peptonas ». Otro carácter distintivo, entre la peptona y la albúmina, es que aquella mezclada con la glucosa, en ciertas pro- porciones, ofrece la curiosa propiedad de ocultar instantáneamente la presencia de esta última, tratando la mezcla con el tartrato cúprico potásico; la albúmina líquida no digerida y simplemente disuelta, no da el mismo resultado. Otros autores establecen la semejanza de la peptona con: la gelatina, creyendo encontrarse en aquella todos los caractéres de ésta, escepto el de coagularse por el enfriamiento, ca- 91 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rácter esclusivo de la gelatina no digerida. Es de creerse que esta divergencia de opiniones tenga lugar en la manera de apreciar los hechos, segun los grados diversos de la digestion de los albuminoideos. M. Mulder establece como reacciones características de la peptona, la no coagulacion por el calor; la no precipitacion por el alcohol, por el ácido nítrico, por el carbonato de amoniaco, por el acetato neutro de plomo, por el sulfato de sosa. Sin embargo, estas sustancias dan precipitados, á veces, que algunos han designado bajo el nombre de sustancias orgánicas mezcladas. « Lo mismo que las sustancias albu- minoideas, dice Béclard, la peptona forma tambien ácido xantopro- teico cuando se la calienta con el ácido nítrico; precipita tambien por el tanino y por el sublimado corrosivo, por el agua elorurada en esceso; enrojese por el reactivo de Millon y se pone naranjada con el ácido nítrico y el amoniaco (no son constantes estas reacciones) ». Otros fisiólogos establecen como caractéres comunes á todas las pep- tonas los siguientes: viscosidad muy ligera, densidad menor que la albúmina, insipidez, solubilidad en el agua, insolubilidad en el alco- hol absoluto, no precipitacion por el calor, ni por los ácidos, ni por la pepsina (Longet); la precipitacion por el ácido tánico y sus compuestos, por las sales metálicas, la no coagulacion por el enfriamento. La in- constancia de las reacciones de las peptonas, sin duda evidente, parece probable que tenga su orígen en las diversas condiciones bajo las cuales se verifica el acto de la digestion, de la naturaleza de las sus- tancias que se asocian en ese caso; pero, no teniendo lugar esa diver- sidad de reacciones en igualdad de circunstancias, es decir, en la di- gestion de elementos determinados de albuminoideos, sin duda que, unida esa circunstancia á la de observarse la misma composicion quí- mica en el producto de la digestion de cada sustancia relativamente, queda evidenciada la no identidad de las peptonas. No obstante, el punto de la variedad de las peptonas, consideradas en sus reactivos Ó composicion química, arroja tantas dudas como el de sus productos de transicion ó dobles; los primeros se refieren al orígen ó los diversos grados de disolucion porque han de pasar las sustancias sometidas al proceso digestivo, ántes de llegar al producto 6 resultado final; los segundos á la combinacion posible de esos pro- ductos: la dispeptona, por ejemplo, que no se ha encontrado sinó en suspension, en los líquidos provenientes de la digestion de la caseina y de la fibrina (es ese su único orígen); la parapeptona que se obtiene del quimo ácido filtrado, y la metapeptona que se diferencia de la parapeptona por su solubilidad en el agua y por la posibilidad de tras- MISCELÁNEAS 95 formarse en peptona, bajo la accion prolongada del jugo gástrico, son probablemente productos de transicion. « Despues de obtenidos estos principios, dice Meissner, del producto líquido de la digestion de las sustancias albuminoideas, quedan aún en el resíduo otros productos que él designa con los nombres de peptona a, peptona b, peptona c, ete., materias todas que se diferencian por sus diversos grados de solubi- lidad, bajo la accion de los reactivos ». Admitida por una parte la no identidad química en el producto de la digestion, teniendo presente, por la otra, las diversas formas Ó grados porque tiene que pasar el alimento durante el tiempo de su transformacion, y, además, las nu- merosas reacciones que pueden tener lugar en el acto digestivo, se concibe perfectamente la variedad de compuestos producidos en el desempeño de esta funcion, y las dudas que han envuelto siempre esta importante cuestion. El hombre hace uso de la alimentacion mas variada, y aunque es cierto que la ciencia moderna ha reducido todos los alimentos á dos grandes grupos, segun la naturaleza de su trans- formacion y su destino general en la economía, grupos representados por dos grandes principios á que dán orígen: las peptonas, proceden- tes de las sustancias albuminoideas, y la glucosa originada de las féculas; es tambien cierto que esta transformacion no es inmediata; que hay multitud de términos medios porque pasar, en sus productos y combinaciones, ántes de llegar al resultado final, á aquellos dos grandes agentes de la reparacion y de la calorificacion; muchos de esos grados y combinaciones han escapado seguramente y escaparán, quien sabe hasta cuando á la sagacidad de los sábios observadoures. M. Longet habla de la mezcla de la glucosa con la peptona en ciertas proporciones, formando una perfecta combinacion, puesto que queda encubierta su presencia á los reactivos ¿Cuántos compuestos mas estarán por descubrir? ¿De cuánto provecho no serán en el régimen dietético? ¡ Desgraciado el hombre que se atrinchera, si es permitida la frase, en el círculo de sus ideas, negándose á todo adelanto racional y útil, creyendo que lo ha abarcado todo ! La naturaleza de las peptonas, segun su procedencia, sus grados diferentes de disoluciones, sus mezclas diversas, nos sugieren la idea de su valor respectivo con relacion á los fines ulteriores de la repa- racion de los tejidos orgánicos; mas esa variedad en la composicion química del producto, siempre idéntica á la sustancia de que pro- cede, aceptada por los fisiólogos modernos, nos demuestra el destino posible de cada una en la economía de la asimilacion; es muy pro- bable que cada una de ellas no baste por sí sola á proveer perfecta- 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mente á la nutricion general y al mantenimiento de la vida; es muy probable que la una provea á la reparacion del músculo, la otra á la del tendon y de la aponeurosis, la otra á la del cartílago, etc.; en tal sentido, no estarian mal denominadas con el nombre de peptonas simples, las que constituidas por un solo elemento, provee relativa- mente á la nutricion, sin bastar por sí sola á la reparacion general del organismo; esto es lo que ha sucedido, sin duda con respecto á la gelatina, á la cual se ha negado por largo tiempo el poder nutritivo, porque tomándola aisladamente no ha podido satisfacer las múltiples necesidades de la reparacion, no obstante que puede llenar su destino en el sistema orgánico, supliendo todas las pérdidas de las membranas de los tendones del neurilema, etc. Lo mismo que se observa de la gelatina podria aplicarse á cada uno de los alimentos albumidoideos. ¿Pero será que vayan aislado y sencillamente estos diferentes ele- mentos en el torrente circulatorio? ¿podrá determinarse por el aná- lisis químico su existencia en la sangre despues de absorbidas las peptonas? Hasta hoy no han podido aislarse las peptonas, confun- didas completamente en la albúmina de la sangre, en sustancia única; pero es muy probable que las peptonas, despues de franquear el sis- tema absorbente, por medio de la imbibicion y de la osmósis verificada en los capilares venosos quilíferos y linfáticos, continúen en las dife- rentes porciones del sistema circulatorio, esperimentando modifica- ciones y transformaciones, bajo la apariencia de sustancia única; es muy probable que esta sustancia única sea á las peptonas introdu- cidas en la sangre, lo que la peptona, creida tambien única, ha sido á los alimentos de donde procede, y que, segun se ha averiguado, repre- senta químicamente. Pero, abandonemos el terreno de lo hipotético; dejemos discurrir sobre estas materias á los hombres de inteligencia, continuando nuestro estudio basado en principios ya establecidos, y en hechos terminantes, mas accesibles á nuestra pequeñez. > n (La Union Médica de Venezuela). (Continuará). | LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA A Su situacion. — Orientacion. — Trazado de sus calles. — Boca-calles. — Calles diagonales. — Avenidas. — Division de las manzanas en lotes. — Pasajes interiores. — Porticados. — Plazas públicas. — Jardines. — Paseos. — Plano general de la traza de la ciudad. Hemos creido de nuestro deber como hijos de esta Provincia ocu- parnos de estudiar las cundiciones higiénicas y las nociones generales sobre los puntos principales á que deben sujetarse los estudios preliminares para la fundacion de la nueva Capita!. La proximidad á los grandes cursos de agua; es la situacion que debe darse á toda ciudad. Problema ya resuelto en la práctica por las naciones que han sido y aún son colonizadoras. En efecto, desde el tiempo de la conquista de América, vemos que todas las ciudades fundadas por los españoles y por los ingleses se encuentran cerca de grandes rios, mares y lagos; la razon es muy lógica, en primer lugar las comunicaciones son mas fáciles y econó- micas por las vias marítimas, y además las poblaciones se encuentran en mejores condiciones de salubridad, los climas son mas templados por las brisas que refrezcan las costas, durante el dia enla estacion calorosa, y los vientos templados de la misma procedencia en el invierno. La experiencia primero, y despues la ciencia, han venido á dar sólido fundamento á la opinion sobre la situacion que creémos debe darse á la Nueva Capital. No es necesario citar nombres de grandes ciudades que se hallan en esas condiciones, porque seria una nomen- clatura demasiado estensa. Solo recordaremos que en Estados Unidos todas las ciudades se hallan situadas á la orilla del mar, ó de los erandes rios que cruzan su vasto territorio en todas direcciones, Ó sobre las costas de sus magníficos lagos. 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las ciudades europeas se encuentran en iguales condiciones casi todas ellas, y las antiguas, tambien se hallaban lo mismo, y si actualmente hay algunas que no gocen de esas ventajas como Madrid y Milan es porque su fundacion data de épocas lejanas, pero mas tarde se les ha provisto de grandes estanques y canales de agua hechos artificialmente. Así tambien, no solo seria indispensable situar la nueva ciudad en la orilla del rio, sinó hacerle comunicar directamente con el puerto y aún con algun mayor costo hacerla cruzar por un canal interior. La ciudad de Chicago no solo está situada sobre el lago Michigan, sinó que por su interior se han hecho grandes y profundos canales, aprovechando la traza hecha por la naturaleza. Por esta razon se reputa como la cindad mas bella y mas sana que se CONOCe. Teniendo puntos ribereños de primer órden, seria inconsiderado no elegir uno de ellos, que satisfaciera las comodidades principales de una gran poblacion. La importancia de la direccion que debe darse á las calles re- quiere que nos ocupemos con alguna detencion y empezaremos decla- rando que la direccion de Norte á Sud y Este á Oeste es la peor; porque el movimiento aparente del Sol de Oriente á Occidente, hace que las aceras que miran al Sud, estén siempre en sombra y las opuestas continuamente iluminadas; esto se vé en la ciudad de Buenos Aires, de donde resulta una desigualdad, que puede ser muy notable en las condiciones de salubridad, de las casas situadas en una y otra direccion. Son demasiado conocidos los efectos que produce en el organismo humano, el esceso de humedad de los sitios habi- tados, y en esta ciudad se ven algunos que independientemente de las condiciones higiénicas de la atmósfera y de los materiales que sirven de pavimento se hallan siempre mojados debido á la falta de insolacion; el frente de la Catedral, el del Palacio Arzobispal, el del Teatro de Colon frente á la Plaza 25 de Mayo y muchos otros son una prueba evidente de los inconvenientes de la mala direccion de las calles de la ciudad, y durante el tiempo húmedo se ve que las veredas del lado Norte son intransitables, mientras que las opuestas se secan muy pronto. Para fijar una direccion conveniente á las calles, es preciso hacer algunas reflexiones indispensables, referentes á las nociones cosmo- gráficas respecto á las astronómicas, á fin de que la insolacion se LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA 99 haga alternativamente, de un modo completo de un lado y otro de las calles y tasas: teniendo presente el paralelo de latitud en que se encuentra situado el lugar destinado para la nueva ciudad, y supo— niendo el sol situado en la primera vertical ó sea el equinoccio de Marzo, despues de corregir la brújula de su variacion relativa que es hácia el oriente enla América del Sud, se encuentra que el ángulo horizontal que deben formar las calles con el Norte verdadero será de 33%45 al Este, encontrándose esta direccion en las condiciones requeridas. En efecto, si colocamos un cierto número de planos verticales paralelos, orientados en la direccion ánte dicha, pero para mayor claridad, tomemos dos solamente. El primero á los 3345 al N. E. y observaremos que: los rayos del sol á las seis de la mañana en el verano, forman un ángulo muy pequeño con el horizonte, lo mismo sucede á las seis de la tarde, y como estos extremos del dia tienen poca importancia para nues- tras observaciones, solamente seguiremos el movimiento aparente del sol y la proyeccion de la sombra, en las horas intermedias; el mismo plano 4 las 9 a.m. proyecta una sombra de 66” la que con- tinúa aumentando hasta las 11 y 10 m. a.m. en que el sol se en- cuentra en la perpendicular, y por tanto desde este momento la sombra empieza á pasar del lado opuesto; á las 12 del dia forma un ángulo de 76730 que continúa disminuyendo; á las tres de la tarde tiene 61930 y á las seis ya no puede medirse sobre la anchura de la calle. Si observamos el perpendicular al anterior, esto es dirijido á los 50%15 N.O. se ve que la direccion de los rayos solares á las seis de la mañana son muy oblícuos, como á la misma hora de la tarde. A las 9 a.m. forma un ángulo de 75” que continúa aumentando hasta las 12 y 45m. en que se confunde con el plano vertical, y desde este momento pasa la sombra á proyectarse al otro lado; á las tres de la tarde, ésta forma un ángulo de 52% que aumenta hasta la entrada de sol, momento en que deben de suponerse los rayos paralelos al horizonte. Tambien se observan otros ángulos horizontales formados por la direccion de los rayos del sol, interceptados por los planos verticales, daremos una lijera idea aunque prescindimos de ellos porque no tie- nen valor ninguno para nuestro objeto. Al salir el sol se forma en el plano horizontal ángulos muy agudos, que aumentan hasta la hora en que pasa el sol por el meridiano, 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA confundiéndose entónces con el plano vertical, dibujándose en sentido inverso y siguiendo una marcha opuesta á la anterior. Como se vé, las calles situadas en las direcciones antedichas son iluminadas por el sol de un modo completo alternándose la sombra de una á otra acera. Para el trazado de las calles, creemos que el sistema que reune mayores ventajas sobre todos las demas, es el llamado reticulado, esto es: que sus calles son perfectamente rectas y que se cortan perpendicularmente unas á otras, formando cuadrados perfectos ó paralelógramos, que nosotros llamamos manzanas. Se ha adoptado en general desde muchos años atrás, en la traza de las nuevas ciu- dades fundadas en América, y últimamente en Europa; en el en- sanche de las ciudades de Roma, Barcelona, Génova, Nápoles y otras. El sistema anterior puede tener dos aplicaciones prácticas, el de manzanas cuadradas, ó el de rectangulares. El primero ha tenido mas aplicacion y debe preferirse, porque las distancias á los diferentes puntos de la figura son menores siem- pre; porque la edificacion es mas barata, teniendo presente que los edificios, como tienen mas fondo, solo ofrecen un frente á la calle, que es generalmente la parte mas costosa de ellos; por otra parte, en las casas habria mas superficie para plantíos interiores y jardines. El segundo sistema ha sido empleado en las ciudades de Nueva York, Boston, Filadelfia y parte de la de Washington, y otras de menos importancia en Estados Unidos. Este ofrece en la práctica varios inconvenientes: en primer lugar, las distancias son mayores, porque teniendo mayor longitud los lados de la manzana, para trasladarse á un punto intermedio 6 á un extremo de ella, es necesario recorrer la mitad á mas de sus lados mayores; los solares ocupando una extension del frente por todo el fondo hará que la edificacion se haga dando el frente á una calle y el fondo á la otra, como sucede en las ciudades antedichas, en donde hay calles que solo presentan puertas de salida de las casas, cuyos frentes dan á la otra calle, careciendo por eso de toda dignidad arquitectural; un ejemplo sencillo bastará para demostrar la verdad de lo dicho ante- riormente: supongamos que se quiera ir á la propiedad A, para ello es preciso recorrer las tres cuartas partes de una distancia sin salida intermedia. LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA 101 M Si bien disminuirá el número de calles en sentido transversal, lo aumentará en el longitudinal. Con relacion al segundo punto es fácil concebir que un propietario que edifica dando su frente á la calle M como esta propiedad ocupara todo el fondo de la manzana, es claro que la parte menos importante del edificio será la opuesta al frente ó sea á la calle contígua, N Otro quiere construir su casa en ( pero como su vecino solo le ofrece el fondo de la suya cambiará su frente dándolo á la otra calle, en este caso la calle N quedaría solamente para la comunicacion pos- terior de las propiedades. Este ejemplo lo he visto, y es muy frecuente en la ciudad de Nueva York, donde á continuacion de una calle que ofrece un aspecto grandioso, viene otra en que solo se ven portones, barandas de hierro, cercos de pared y árboles. La interseccion de dos calles que forman ángulos rectos se llama boca-calles. Este punto puede prestarse á una bella decoracion formando al mismo tiempo un mayor desahogo para el tránsito de las calles siempre que se hagan los ángulos cortados ú ochavados. Por disposicion de nuestro ilustre estadista Rivadavia, debia hacerse una construccion de este género en todas las boca-calles de la ciudad de Buenos Aires cuya ordenanza solo empieza á aplicarse hace poco tiempo. Creemos que debe adoptarse este sistema á la nueva ciudad fundados en las razones anteriores. Las dimensiones que deben de darse álos ángulos ochavados es asunto que no carece de interés. Rivadavia ordenó que hicieran 2 */, varas de abertura con el objeto de poder colocar una puerta en ella 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y cuya ordenanza fué dada posteriormente por la Municipalidad, en las actas del 2 de Octubre de 1868 y 17 de Enero de 1870. El último ejemplo que podemos ofrecer de esta clase son las ochavas de las nuevas calles, del ensanche de la ciudad de Barcelona ; se les ha dado una longitud de 15 varas y se colocan 5 puertas en ellas. Creemos que esto es demasiado, y tomando un término medio, puesto que con 7.50 metros que se les diera, se podria poner tres aberturas de dimensiones regulares, prestándose al mismo tiempo para el empleo de una regular decoracion, y dando á las veredas una forma redonda, siendo la distancia de un estremo á otro de 30 metros próximamente, se constituiria una pequeña plaza en cada una de ellas facilitando eficazmente el tráfico y las comodidades urbanas. El sistema reticulado anterior podria sufrir una modificacion, trazando las calies diagonales, cuya anchura podria variar segun la importancia que se le diera, á calles, ó avenidas. La economia en las distancias que es muy considerable y si bien dividen un gran número de manzanas en dos partes produciendo terrenos irregulares, estos in- convenientes particulares jamás podrian tener mayor importancia que las conveniencias generales. Por otra parte pueden emplearse muchas de ellas, para la instalacion de Escuelas, Mercados, Comisarías, etc. con gran ventaja por la fácil salida que ofreceria para el egreso de las personas que los frecuentaran. En las ciudades mas modernas de los Estados Unidos, Washington y Chicago se han abierto calles de ese modo, aunque no distribuidas regularmente, conducen á los principales centros de las ciudades. A las razones dadas, se podria agregar que facilitan eficazmente la ventilacion general de la ciudad. Las calles de una ciudad no pueden tener todas Ja misma anchura porque tampoco tienen la misma importancia, comercial Ó adminis- trativa ó de tránsito, de donde ha nacido en las ciudades modernas la necesidad de establecer, en determinados parajes, grandes calles de comunicacion que se llaman Avenidas. Cuanto mayor tráfico hay en una ciudad, tanto mayor número de ellas debe haber. En Francia se llaman Boulevards, y párece que este nombre tiende generalmente para denominarlas, pero en Norte América, les llaman Avenidas la cual es mas castiza y por tanto lo hemos adoptado. Como para el estudio que vevimos haciendo, hemos tratado de LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA 103 tomar todas aquellas aplicaciones mas recientes, solo las ciudades americanas nos las ofrecen y por esto es que recordaremos algo que á ella se refiere para compararlas con nuestro proyecto. Estas grandes calles, cuya anchura la proyectamos de 3) metros se prestan para decorarlas haciendo de ella verdaderos paseos, donde la concurrencia nocturna, sucederá al tráfico diurno. En Paris, Berlin y Viena, se hacen en ellas anchas veredas ador- nadas con magníficos árboles, en seguida calles laterales adoqui- nadas, y la parte central destinada al tráfico de toda clase de ve- hículos. En Nueva York, Filadelfia, Boston y otras ciudades de los Estados Unidos se hacen igualmente anchas veredas, destinándose todo el resto de su anchura para el servicio de los vehículos. Antiguamente las grandes ciudades, como Roma,: Atenas, y otras tenian avenidas, pero terminaban en las puertas de entrada y en las murallas; á lo largo de ella se distribuian monumentos sepulcrales, cuya magnifi- cencia es á veces admirable, los mejores ejemplos de estos se ven aún siguiendo la vía Apia de Roma. Otras necesidades han venido á estender estas arterias de comu- nicacion, llevándolas hasta el centro de las grandes ciudades, facili- tando el tráfico, embelleciendo y aumentando la salubridad de ellas. Nuestro ilustre Rivadavia tambien trazó para Buenos Aires calles semejantes, como se ven las de Rivadavia desde Callao y Entre Rios» hácia el Oeste y paralelamente á aquellas, Corrientes, Córdoba y Santa Fé al Norte, y al Sud Belgrano, Independencia y San Juan. Los pórticos construidos sobre columnas ó pilares, podrian apli- carse muy bien para las plazas públicas y aun para las calles princi- pales de la nueva ciudad ; su utilidad seria incontrastable, atendiendo las condiciones variables de nuestros climas. Mr. Durand, dice aun: «no es sin encanto que se recorren las calles de Boloña, de Turin y algunas otras ciudades de Italia, adornadas de pórticos y que se recuerda de haberlas visto. » Los rigores del calor y las molestias de la lluvia y del barro, ha- brian desaparecido sin mayor costo para los propietarios, porque en vez de gastarse en hacer, falsas decoraciones de arcos, columnas, se harian construcciones de una utilidad general que daria decoro á la ciudad. Una ciudad construida de este modo, dice Mr. Durand, ofreceria el aspecto mas encantador y teatral. . $ 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En la práctica ningun inconveniente puede ofrecer esta aplicacion de los pórticos en las calles, porque podrian solamente cubrir las veredas que hoy no lo son, de donde resulta que tendriamos calles de 16 metros de anchura, reduciéndose el empedrado solamente á 12 metros. Los pórticos no solo darian un aspecto magnífico á las calles de la ciudad, evitarian los inconvenientes del sol y de las lluvias, sinó que darian tambien una especie de terrado ó balcon sobre la calle donde podrian colocarse plantas, vasos, estatuas y otros útiles de pla- Ceres. Teniendo una anchura de 2 metros y de alto 5, no ofrecerian ni el inconveniente de quitar la luz á las casas de negocios y de este modo habrian desaparecido el molesto y chocante uso de los toldos que se acostumbra poner delante de estas para evitar el esceso de luz. En la antigúedad habia el ejemplo de las ciudades de Alejandria y de Antinopoles, cuyas calles estaban dispuestas de ese modo. Estos pórticos pueden en las casas de dos pisos limitarse solo á la altura del primero y silo fueran de tres comprender la de los dos pi- sos inferiores. Seriamos de opinion que sobre los pórticos no se elevara el frente de los edificios superpuestos. Las plazas públicas son para las ciudades lo que los pulmones para el organismo humano. Sitios abiertos, de recreo, de espancion y de desahogo para las pobla- ciones, son los puntos mas concurridos generalmente en las estaciones calorosas, y donde tienen lugar las fiestas públicas y todo género de diversiones. La disposicion conveniente de ellas puede no solo ser de mucha utilidad pública, sinó tambien concurrir á la mejor ventilacion é hi- giene de una ciudad. Continuando nuestro estudio comparativo sobre las diferentes ciu- dades modernas, diremos que las europeas, cuya fundacion data de época mas ó menos lejana, casi todas ellas carecen de plazas conve- nientemente distribuidas, y si las hay son de dimensiones pequeñas y de formas irregulares; ó grandísimos espacios distantes de los cen- tros poblados, que para trasladarse á ellas es preciso emprender un verdadero viage, como se ve en Paris, Viena, Florencia, Madrid, Lis- boa, Roma, Milan, Lóndres y muchas otras ciudades en Europa, y en Estados Unidos Nueva York, Filadelfia y Boston. La ciudad de Washington es una de las que ofrecen un ejemplo de las mejores; LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA 105 tiene muchas plazas muy vastas, y que se comunican por medio de grandes avenidas. Tratando de evitar los inconvenientes anteriores en el plano pro- yectado para la traza de la nueva ciudad capital, hemos establecido una vasta plaza central de cuatro manzanas, en cuyo contorno se pueden colocar los edificios públicos y á distancias regulares, si- guiendo las avenidas, un número de plazas simétricamente dispuestas de una ó dos mazanas de superficie interior, segun la interseccion de las calles principales. Como creemos que es conveniente destinar una ó mas grandes áreas de terreno para jardines públicos, botánico, zoológico, etc., y que estos puedan situarse en las inmediaciones de la ciudad, cuya ubica- cion no es fácil fijar en un proyecto preliminar, lo hemos dejado para el momento en que deba hacerse la traza general de sus inme- diaciones. Las plazas públicas son los sitios susceptibles de mayor variedad de aplicaciones y de decoraciones, destinados á paseos, jardines, férias, fiestas públicas, á maniobras militares, etc., á cada una se le podria disponer segun su objeto particularmente, pero en general, donde la aplicacion de los pórticos es indispensable. Sin recurrir á ejemplos agenos, vemos el empleo de los que hay en la plaza de la Victoria llamada Recoba, cuya utilidad diaria y en las fiestas públicas es incontrastable, y en apoyo de lo dicho recordare- mos, que hay una ordenanza municipal que manda construir pórticos en los frentes de la plaza 11 de Setiembre y Paseo de Julio, á la que aún no se ha dado cumplimiento, sinó en partes. Los maestros del arte se lamentan y tienen mucha razon, cuando al hacer la descripcion de las plazas de las ciudades antiguas, Atenas y Roma, luminosos faros que despues de 2,000 años, aun inspiran las concepciones del arte moderno, rodeados de pórticos, foros, pro- pileos, basílicas de una magnificencia y riqueza asombrosa, las com- paran con la pobreza de las plazas en las grandes ciudades modernas. Para describir aquellas, sería preciso escribir un libro, para las últimas, bastaría decir: son sitios vacios en el interior de las ciu- dades. Sin embargo, las ciudades de Turin, Boloñia, Viena y otras, tienen plazas cuya principal belleza, consiste en los pórticos que las rodean, y otro tanto podríamos decir en adelante, de la nueva capital de la Provincia de Buenos Aires. 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Un punto importante para el porvenir de nuestra futura ciudad será la division en lotes que se haga de sus manzanas. Si aceptamos como mas conveniente la forma cuadrada de esas, los lotes no deben tener menos de 20 metros de frente por 48 de fondo; en esta estension se pueden hacer edificios de mucha comodidad in- terior, y de un aspecto importante en el esterior. La demasiada subdivision de los terrenos en las ciudades sud ame- ricanas, hace que estas ofrezcan el aspecto mezquino de simples al- deas. En Buenos Aires cuya division origina en cuartos de tierra de 17 */, varas de frente por 70 de fondo y en medios cuartas le ha hecho adquirir una vasta estension y su edificacion es sumamente pobre; en un terreno de 8 ?*/, varas de frente y aun en 17 */, ningun edificio im- portante puede hacerse, y como para esto es necesario mucho mayor frente, es á veces muy difícil poderlo conseguir, adquiriéndolo de varios propietarios. Muchos ejemplos se podrian citar de no haberse llevado á cabo obras de mucha utilidad y decoro público, porque no se pudo conseguir de algunos propietarios la venta de pequeñísimos lotes de terreno que era indispensable para formar la superficie requerida para el objeto. Somos partidarios de que cada individuo ó familia viva en su pro- pia casa, y esen esa virtud que opinamos que eso puede conseguirse con mayor ventaja para cada uno, para la colectividad, y al mismo tiempo que la enajenacion de la propiedad siendo mas fácil, pudiera hacerse con mayor utilidad pública. Los lotes de 20 metros de frente, procurarian en la edificacion par- ticular, mayor comodidad y economía para el propietario, y vamos á demostrarlo: los edificios en vez de distribuirse en el sentido que hoy se hace en esta ciudad, esto es: del frente hácia el fondo, se haria entónces en sentido inverso, tomada la línea de la calle como su ma- yor longitud, porque en la estension que aconsejamos podria hacerse con mucha facilidad. Unos cuantos números demostrarán con mas claridad lo que que- remos decir ; supongamos que en un frente de 20 metros queremos construir una casa de 8 habitaciones, podemos adoptar el sistema tan económico de los cuerpos dobles y décimos: de los 20 metros damos 2 al vestibulo de entrada, y los 18 restantes los dividimos en 3 6 4 partes, 6 sea otras tantas piezas siendo dobles, tendremos una casa de 7 ú 8 piezas en un terreno de 20 metros de frente por 11 de fondo, quedando un espacio interior de 37 metros para patios ó jardines. Ahora bien, está probada la economía de las construcciones de LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA 107 cuerpos dobles; la comodidad de tener todas las dependencias de una easa reunida en el menor espacio posible, es tambien incuestionable. Si comparamos las casas como se hacen en Buenos Aires, dadas las dimensiones de sus terrenos, tenemos que para llegar á construir una con la capacidad de la anterior en un terreno de 8 ?*/, varas, necesi- tamos 40 metros de fondo. La superficie que ocuparia la primera seria de 220 metros, y la segunda 260, deduciendo los patios necesarios. De un modo muy sencillo demostraremos ahora que el primer edi- ficio es mas barato que el segundo. Si calculamos á razon de 600 $ cada metro cuadrado superficial de edificio, el primero teniendo 220 metros y medio, importaria $ 132.000, mientras que el segundo que ocupa 260 metros valdrá $ 156.000. La division anterior, se presta á hacer una aplicacion que juzgamos de suma importancia para el servicio de la estraccion de las basuras de la poblacion, y el destino que á ellas se les dé. Este servicio con- vendria hacerse por medio de un pasage, que dividiera las manzanas en dos partes iguales, de modo que el fondo de todas las casas de una y otra fraccion, comunicaran ó tuvieran salida á él. De ese modo los carros de limpieza al salir de dicho pasaje, habrian recojido las basuras de las 15 ó 20 casas, en mucho menor tiempo y habriamos prevenido con anticipacion el repugnante espec- táculo que se vé en Buenos Aires, de permanecer los cajones de,basura en las puertas de las casas á veces hasta las 9 ó las 10 de la mañana, sirviendo de mercado gratis á los traperos y á los perros, que como consecuencia de sus operaciones, derraman la basura en los saguanes y veredas; Ó los carros de limpieza cruzando las calles de la ciudad esparciendo olores inmundos, y obstruyendo la via pública, y no queremos llegar á suponer que en la nueva ciudad encontráramos algunos de estos vehículos volcados, trancados ó rotos en medio de alguna de sus calles. Una anchura de 4 metros que se diera á estos pasajes seria lo suficiente para llenar el objeto que indicamos, pueden iluminarse durante la noche y permanecer cerrados constantemente confiándose á los encargados de la limpieza, el uso esclusivo de las llaves de sus puertas; Ó lo que seria aún mejor destinarlo al uso y paso de todos los vecinos de la cuadra, para el servicio doméstico; las puertas de entrada y salida de estos pasajes se pueden ocultar, haciendo una bella portada, reja, ó cualquier otra decoracion. 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Uno solo ya que dividiera la manzana en dos partes iguales, seria suficiente para el espresado servicio, y que podria aplicarse en la totalidad de las manzanas de la ciudad; Ó solamente en aquellas mas abundantes de poblacion donde por consiguiente el servicio causaria mayores inconvenientes. En muchas de las ciudades norte-americanas se ha aplicado este sistema. En Chicago las manzanas se hallan divididas en tres partes por dos pasajes que forman una T; en Filadelfia, Pittsburg, Baltimore, Louisville, y otras hay un solo pasaje tal como lo indicamos. Meditando detenidamente sobre este punto, no encontramos razones que aducir en su contra, pues la única seria el aumento de vigilancia á fin de impedir que en caso de evasion ó persecucion de un delincuente pudiera escaparse, pero esta no es una razon funda- mental, teniendo presente la rareza de los "casos, que por otra parte salvaria siempre un servicio policial bien establecido. Las paredes divisorias de las casas, cuyos fondos darian al pasaje, teniendo una altura de 3 metros, ofrecerian dificultades al escala— miento, y la propiedad particular, no se hallaria espuesta á ningun riesgo. El servicio doméstico de este modo hasta ganaria en moralidad, por las razones que cada uno puede suponerse. El plano general de la ciudad que hemos trazado, demostraria de un modo completo la aplicacion de las observaciones consignadas en estos apuntes. En un segundo plano tratamos de salvar los incon- venientes que pueden presentar la irregularidad de los lotes en las manzanas que han sido cortadas en 2 triángulos iguales, por cada una de las avenidas y calles diagonales; todas estas pueden dividirse en lotes de alguna estension, pudiendo en la mayor parte, ocupar ambos frentes de las callas á que corresponden, ó dividirse los que tienen mas fondo en 2, dando cada uno el frente á su calle correspondiente. En este mismo plano como resultado de su division, se ha asig- nado á las plazas una posicion regular y simétrica, permitiendo la equidistancia de todas las oficinas del servicio policial y escolar. Como se ve, se han ocupado las manzanas irregulares para los edificios destinados á los servicios anteriores: La misma irregularidad de ciertos lotes, permite emplearlos con mucha ventaja. Las comisarias dominarian mayor número de puntos de vista y por LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA 109 consiguiente su servicio seria mas pronto y eficaz; lo mismo puede decirse de las escuelas, locales donde concurren diariamente un gran número de niños, que situadas en esos puntos se podrán diseminar con mas prontitud en varias direcciones, sin ofrecer inconveniente alguno, y sin ser molestados por los paseantes y gentes de negocio, aurque estubieran situadas en los barrios mas concurridos. Igual aplicacion pueden tener esos lotes para la fundacion de teatros, circos y otros establecimientos, donde generalmente concurre gran afluencia de gente, por las razones ánte dichas. El plano para la traza de la nueva ciudad, lo hemos proyectado segun el sistema reticulado, único aplicado hoy en todas las ciudades mas modernas, y por ser el que ofrece mayores ventajas que cualquier otro por las razones espuestas en estos breves apuntes. Encontrada la direccion de una calle, todas las demas se encon- trarian en iguales condiciones, la ventilacion é insolacion de ellas, se harian de un modo igual en todas partes, y su rectitud permite que se vean en toda su longitud, ofreciendo de este modo un aspecto erandioso en cualquier punto de la ciudad. Estas son ventajas principales que no puede ofrecer ningun otro sistema de trazado, y por consiguiente creemos inútil insistir mas en realzar los méritos de nuestro sistema propuesto, ni poner de manifiesto los inconvenientes de otros, porque á nuestro juicio, no debe ni aún pensarse en proponerlos. Finalmente reasumiendo diremos que: 1% Una ciudad moderna, llamada á ser un gran emporio comer- cial, el asiento de las autoridades de la primer provincia de la Repú- blica, y por consiguiente á llamar á su seno una poblacion numerosa y activa, debe estar situada á inmediacion del Rio de la Plata, en un punto donde pueda no solo disponer de un puerto fácil para la salida y entrada de los artículos de comercio, sinó tambien, circun-. dada de terrenos fértiles y vastos, que permitan el engrandecimiento de ella, que facilite la planteacion de grandes establecimientos industriales, y que ofrezca facilidad al desarrollo de la agricultura en sus inmediaciones. 2” Que de la orientacion de sus calles, depende especialmente la salubridad é higiene general y particular de ella, condiciones pri- mordiales para su adelanto y desarrollo rápido. 3 (Que debe adoptarse sin vacilacion el sistema de calles rec- , tas y perpendiculares unas á otras, pues cualquiera otra traza 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ofreceria sérias dificultades á la subdivision del terreno, al tránsito, y no permitiria la fácil ventilacion que es el fundamento de la salu- bridad de las ciudades. 4% Que debe establecerse el sistema de calles y avenidas dia- gonales para facilitar el tránsito, acortando considerablemente las distancias internas de la ciudad. 5 Que para mayor comodidad de la poblacion y embellecimiento de la ciudad debe decretarse en todas las plazas públicas, y en las calles principales la construccion de pórticos, en el frente de las casas particulares y de los edificios públicos. 6% Que debe dotarse á la ciudad de un número considerable de plazas convenientemente distribuidas y de vastas dimensiones, para los diferentes usos y servicios urbanos, y en la que pueden colocarse monumentos conmemoratorios de épocas y hombres ilustres. 7% Que para el mejor servicio, todos los edificios públicos deben situarse inmediatos unos á otros, y ocupando el punto central de la ciudad. 8 Que será una de las bases fundamentales para el pronto desar- rollo de la ciudad la division en lotes de 20% de frente, y al mismo tiempo que para lo futuro, la causa de su embellecimiento. 9” Que la formacion de los pasajes para el servicio interior de las manzanas, que tanta aplicacion ha tenido en las principales y mas modernas ciudades de los Estados Unidos, se establezca desde que empieze la formacion de la ciudad y se haga estensivo á toda la superficie. Sobre el servicio de provision de agua, de desagúes, pavimento de calles y otros, no debemos ocuparnos aquí porque son asuntos de aplicacion práctica, y es necesario estudiar las condiciones par- ticulares de cada local, para poder formarse un juicio exacto. Finalmente, seanos permitido augurar que la fundacion de la nueva Capital de la Provincia, será un hecho que formará época en la historia patria, y quedará esculpido de un modo indeleble el nom- bre de los que tengan la suerte de llevarla á efecto; para esto tene- mos los principales elementos á nuestra disposicion, buenas ideas, firme propósito y los capitales que deberán invertirse en su plan- teacion. Para terminar este tópico, lo haremos consignando algunas ideas económicas y prácticas. Dos jéneros de intereses se despiertan en esta cuestion; el del LA NUEVA CAPITAL DE LA PROVINCIA 111 Gobierno y el de los particulares; veamos cómo en vez de estar en pugna, pueden armonizarse y concurrir al objeto deseado. El Gobierno espropiando una área considerable de terreno, la ena- genaria á los particulares que fueran á poblar la nueva Ciudad con una utilidad pequeña, pero que fuera suficiente para duplicar el capital empleado despues de pagar los gastos indispensables de ins- talacion, pavimento, etc., así es que una manzana de terreno com- prendiendo el adoquinado de los cuatro lados, costaría 260,000 $ m/c ó sea cerca de 26 $ el metro cuadrado; como se vé es muy poca cosa, y si se enajenara á 30 $ m/c le quedaria alguna utilidad sin gravar fuertemente al poblador; en esta ciudad no hay terrenos ni en los puntos mas distantes aun sin empedrado á precios tan insignificantes. El valor medio de cada metro cuadrado es de 200 $ variando entre 2,000 en las inmediaciones de la Plaza de la Victoria, á 50 en la del Once de Setiembre y puntos análogos. Con relacion al de los pobladores diremos : que aquellos que adqui- riesen terrenos destinados á levantar edificios, se les eximiera del pago de la Contribucion Directa de sus propiedades durante 5ó 10 años. Otro tanto debe hacerse con todos los negocios é individuos que tengan que pagar patentes profesionales, para dar lugar al desar- rollo de la industria y del comercio, sin gravar con censos pesados á los que vienen á buscar un porvenir, que quizá no puedan realizar en todo ese tiempo; la nueva ciudad se veriz poblada con habitantes industriosos y activos, que vendrian al amparo de leyes generosas á traerle el continjente de su trabajo. Este fué el procedimiento que se empleó en los Estados Unidos cuando se fundó la nueva ciudad de Washington, y cuyos resultados fueron tales como se podian esperar, á pesar de encontrarse situada de un modo muy desfavorable para el desarrollo del comercio, compa- rada con otras ciudades de la Union. He dicho. * J. M. Buraos. Arquitecto. CONDICIONES DE TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES RESISTENCIAS A LA TRACCION Al considerar una locomotora enganchada á un convoy de wagones que se mueve sobre una vía cualquiera, podrá suceder lo haga con un movimiento uniforme ó variado. El primer caso se presentará cuando las sumas de las fuerzas resistentes del tren es igual á la suma de las fuerzas motrices ó sea á las que producen el movimiento, en estas condiciones las ruedas motrices darán vueltas iguales en tiempos iguales. Se trasladará con un movimiento variado cuando deje de sub- sistir el equilibrio entre las fuerzas motrices y las resistentes, así por ejemplo: variando las fuerzas resistentes permaneciendo las fuerzas motrices las mismas, al subir una rampa ó al pasar una curva de rádio pequeño, ó vice-versa cuando las fuerzas resistentes son las mismas y las motrices varien, por ejemplo : al abrir mas el regulador y hacer mayor el detente de la máquina, en este caso las fuerzas motrices aumentarian y la velocidad seria mayor. Indiquemos con (Q la resistencia, que consideramos por ahora como constante, de un tren cualquiera en movimiento con una velocidad variable V, con F la fuerza motriz, con M la masa total del tren. La ecuacion del trabajo para un camino recorrido s será: f Fds= f Qds + f Mudo (1) El primer miembro representa el trabajo ejecutado por la locomo- tora, el primer término del segundo miembro / Qds representa el trabajo efectuado por las fuerzas resistentes en el estado de perma- nencia del movimiento uniforme, é f Mudo representa el trabajo TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 113 resistente ejecutado al introducirse una variacion en la velocidad, debida á la inercia, esta es proporcional á la masa y á la velocidad. Conservándose el movimiento uniforme, v será constante y por consiguiente dv = O y la ecuacion (1) vendrá. FEds: =P QU Es decir, en este caso, el trabajo motor será igual al trabajo resis- tente. a El movimiento uniforme sucede muy raras veces en los trenes ó mas bien dicho nunca, así que el equilibrio de las fuerzas resis- tentes y motrices es un estado, podemos decir, imaginario; pues por un lado las fuerzas resistentes varian contínuamente y por otro las fuerzas motrices varian igualmente, pues depende de la mayor ó menor produccion de vapor. Sin embargo, para hacer posible el cálculo de las dimensiones que ha de tener una locomotora es necesario con- siderar que el movimiento sea uniforme. Por la ecuacion (1) se ve que el término f Mudo no deja de tener su importancia, sobre todo cuando el tren empieza su marcha y tenga que adquirir una velocidad cada vez mayor, por lo que es necesario tener siempre un exceso de fuerza motora para ir venciendo la inercia hasta haber adquirido la velocidad de réjimen. Es importante especialmente cuando se consideran trenes de gran velocidad, pues en este caso es menester imprimir una gran velocidad á una masa considerable en un tiempo relativamente corto. Determinar exactamente la resistencia como tambien el trabajo motor producido, en un tren en marcha, por medios teóricos, es im- posible, no se puede hacerlo sinó por medio de esperiencias y aun así está rodeado de grandes dificultades, lo cual se puede ver por el segundo miembro de la ecuacion, (1) la que nos muestra que es nece- sario, determinar al mismo tiempo, la fuerza, el tiempo y el camino recorrido. | Nos propondremos determinar por separado todas las resistencias que se presentan en un tren en marcha en una vía conocida y de pendientes determinadas. El trabajo motor ó mas bien dicho el del vapor de una locomotora que arrastra un convoy de wagones es absorbido: 1” por la resis- tencia que presenta el aire á la marcha del tren; 2” en vencer las fuerzas de la gravedad en las rampas; y 3” por las resistencias que presentan las deformaciones permanentes, ya sea de la vía ó del ma- terial rodante. 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La resistencia del aire puede ser de dos maneras: 1* del aire en reposo; y 2* del aire en movimiento (viento). La resistencia que pre- senta el viento es muy importante tener en cuenta sobre todo cuando es lateral. Hasta ahora no se conoce una regla general que permita determinar en todos los casos, no digo exactamente, ni aun con apro- ximacion, el valor de la resistencia que presenta el aire al movi- miento, es muy difícil, pues se trata de un elemento esencialmente variable. Por lo que se refiere á las rampas es necesario hacer un estudio muy prolijo de ellas, pues generalmente estas determinan el poder que ha de tener una locomotora que debe servir en la vía á que ellas pertenecen. En cuanto á las resistencias debidas á las deformaciones perma- nentes de la vía y del material rodante, citaremos los frotamientos del eje en sus muñoneras, frotamiento de rodamiento y de resvala- miento de las ruedas, etc., fuera de la resistencia producida, por el desgaste de los rieles, por los golpes, por la compresion de los rieles, y en fin por la dislocacion del sistema al aflojarse los clavos Ó coji- netes de la vía. De todas las resistencias mencionadas la única que se puede deter- minar matemáticamente, es la debida á la gravedad en las rampas, las demas solo podremos determinarlas aproximadamente, valiéndonos de los resultados obtenidos por esperiencias que se han hecho. Se puede representar en general la suma Q de las resistencias al movimiento en un tren, por la siguiente ecuacion: Q =a + bu + co? en la que a, b y e son cantidades constantes independientes de v. La locomotora ademas de la resistencia que presenta, considerán- dola como vehículo, origina otras que dependen del rozamiento que producen ciertas piezas de su mecanismo, como ser válvulas de dis- tribucion, émbolos, manivelas, bielas, etc. Estas resistencias propias á la máquina son tanto mayores cuanto mayor es el esfuerzo de trac- cion que debe desarrollar. Dividiremos las resistencias en un tren en las dos siguientes cate- gorias. 1% Resistencias producidas por los wagones y el tender. 2 Resistencias propias de la locomotora. La primeia de estas la subdividiremos nuevamente en las si- guientes : TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 115 A) Resistencia en alineaciones rectas horizontales. B) Resistencia en las curvas. C) Resistencia en las rampas. Para estudiar la resistencia en un tren, que se presenta en las alineaciones rectas horizontales, lo debemos subdividir á su vez en las siguientes, que son sus elementos constitutivos : a) Resistencia debida al frotamiento de los ejes en sus muñoneras. b) Resistencia de rodamiento de las llantas. c) Resistencia que proviene de las asperezas y golpes en la vía. -d) Resistencia del aire. 1* RESISTENCIA DE LOS WAGONES Y EL TENDER A) EN ALINEACIONES RECTAS HORIZONTALES. 4) Frotamiento de los ejes en sus muñoneras. — Indiquemos con r el radio del eje y con R el radio de la rueda, f, coeficiente de frotamiento, P, el peso que obra sobre el eje y (), la resistencia de frotamiento supuesta aplicada en la circunferencia de las ruedas, viene. QR=fPr 6 Q.=/P, 5 Se han hecho muchas esperiencias tendentes á determinar el valor del coeficiente f. y todas ellas han dado valores diferentes. Vuillemin, Dieudonné y Guébhard ingenieros franceses, encontraron que el coefi- ciente f. de frotamiento de los ejes en sus cajas con engrase de aceite era de 0.018. Este valor lo obtuvieron de la manera siguiente: De la resistencia total por tonelada observada en un tren, restaron la debida al rodamiento de las llantas que segun Pambour es de ¡5 de la resistencia total, encontraron que esta diferencia era de 11 kilos por tonelada, y que es el valor de f, dado mas arriba, aceptado como coeficiente de frotamiento de los ejes en sus muñoneras. Es claro que este coeficiente será mayor que el verdadero, pues para eso debíase haber restado de la resistencia total, no solamente la de rodamiento de las llantas sinó tambien la debida al aire y á las asperezas de la vía, que no han tenido en cuenta los esperimentadores mencionados. Para ejes con cajas de grasa en vez de aceite encontraron un coefi- ciente igual á 0.032. El valor mas usado es el de f.—+, de manera que suponiendo, r como sucede generalmente, que la relacion de E sea igual á 5 la re- 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sistencia de frotamiento W, aplicado en la circunferencia de las ruedas será proximamente de ;3; de la carga total. El sistema de engrase tiene mucha influencia sobre el frotamiento de los ejes. Las esperiencias siempre han dado un coeficiente menor, para el aceite, que para la grasa, razon por la cual, á pesar del menor costo del último artículo, se tiende á sustituir las cajas de grasa por las de aceite. b) Resistencia de rodamiento en las llantas de las ruedas. — Así como los ejes al girar en sus cajas, originan una resistencia debida al desgastes del eje ó del cojinete, tambien las llantas de las ruedas al rodar sobre los rieles se desgastan produciendo otra resistencia de frotamiento que se opone á la traccion. La magnitud de esta resistencia depende de la presion que ejerce la rueda sobre el riel, del grado de penetrabilidad de las superficies en contacto y de la mag- nitud de las mismas, y tambien de la forma del hongo y del perfil de la llanta. Indiquemos como siempre con P, el peso que descansa sobre el eje y con p el peso propio del eje, con f. el coeficiente de frotamiento y R el radio de la rueda, se tendrá segun Pambour, llamando (), la resis- tencia total de rodamiento: =p ED) El coeficiente f. en este caso no es desconocido, sinó que tiene un valor determinado que depende del valor de radio R; segun las espe- riencias de Pambour se tiene f. —0.001R. Segun Redtenbacher la presion máxima que puede ejercer una rueda sobre un riel es a y R; en esta espresion a es una magnitud que de- pende de la resistencia á la presion de las sustancias en contacto. De lo dicho se deduce que en ruedas pequeñas para la misma pre- sion se produce mayor deformación en las superficies de contacto y por consiguiente mayor resistencia que en las ruedas grandes. La (fig. 1) representa una rueda colocada sobre el riel; suponga- mos primeramente que la llanta de la rueda sea muy elástica y el riel no lo sea, entónces la rueda se achataría. Si el riel es muy elástico y la rueda no lo es, la rueda penetraría entónces dentro del riel de la cantidad ab por ejemplo. Mas como las sustancias tanto de la rueda como del riel son poco mas ó menos igualmente elásticas, la línea de deformacion será la in- dicada con puntos, y la magnitud de las superficies en contacto de- TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES AR penderá de la resistencia á la presion de las dos sustancias, serán tanto menor cuanto mas duras ó impenetrables son las sustancias, causa por la que se prefieren siempre mas los rieles y las llantas de acero que los de hierro. c) Resistencia ú la traccion debido dá los golpes de la via.— Los vehículos al moverse sobre una vía cualquiera esperimentan dos cla— ses de oscilaciones: una en sentido vertical y la otra en sentido ho- rizontal. Las oscilaciones verticales pueden provenir de varias causas: 1* falta de asiento sólido del durmiente que sostiene el riel, especial- mente el de los estremos de este, produciéndose un golpe al pasar la rueda de un riel al otro; 2* por no estar bien ajustado el riel á los cojinetes; y 3? á causa de algun achatamiento hecho en el hongo del riel, ó en la llanta de la rueda. Estas oscilaciones son tanto menores cuanto mas flexibles son los resortes de suspension y cuanto mayor es la carga del vehículo. El trabajo consumido por los golpes que pueden producirse sobre la vía, es bastante importante para velocidades grandes. Suponiendo que la carga que obra sobre los resortes de suspension no tenga nin- guna influencia en el gasto de este trabajo, tendremos, segun una fór- mula conocida, llamando P, el peso de los ejes, ruedas, cajas de ejes y resortes de suspension, es decir, del material que no descansa sobre los elásticos: e la distancia entre dos golpes consecutivos, R el rádio de la rueda, v la velocidad, y y la intensidad de la gravedad, la pér- dida del trabajo debido á los golpes llamándolo L, será Nros TEN 2% Suponiendo P; =2000 kilos, e = 3,27 mm., R —497 mm., y v = 15695, se deduce: L — 1.1 kilográmetro ó bien distribuyendo la accion del golpe sobre todo el largo de 6592 del riel, dá próxi- mamente un aumento necesario de ¿ de kilo, en el esfuerzo de trac- cion por cada eje. Vemos que no es de despreciar el trabajo consu- mido por esta resistencia, máxime si se tiene en cuenta la carga que hemos despreciado y que descansa sobre los resortes de suspension. Las oscilaciones horizontales se engendran ya sea debido á fuer- zas que obran lateralmente ó bien resulta directamente de las mismas vibraciones verticales, esto último sucede de la manera siguiente : Cuando la rueda recibe un golpe cualquiera, el eje se aliviana ó se recarga momentáneamente de una cierta cantidad, y como la llanta =P 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tiene una forma cónica, resulta de allí un movimiento lateral, mas ó menos pronunciado. Ahora bien, al acercarse la pestaña de la rueda al riel, describiendo la rueda una circunferencia de diámetro mayor que la opuesta (de- bido á la forma cónica de las llantas), recorrerá un camino mayor en el mismo tiempo, y como son solidarias las dos ruedas, tenderá á acer- car la rueda sobre el riel opuesto, ésta á su vez obrará de la misma manera, y se producirán una série de oscilaciones cuyas amplitudes disminuirán paulatinamente, hasta que el vehículo marche nueva- mente en las condiciones normales. » Este movimiento lateral, se hace posible por tener las ruedas ade- mas de la forma cónica de las llantas, un juego entre las pestañas y el riel próximamente de 001 cuando las liantas son recien torneadas, y de 0702 cuando ya son algo usadas. Este juego producirá necesa- riamente un frotamiento entre las pestañas y el riel. Tanto las oscilacioles verticales, como las horizontales, son tanto menores, cuanto mayor es la carga que lleve el vehículo. El sistema de enganche tiene tambien influencia sobre estas oscila- ciones; serán tanto menores, cuanto mas ríjido es el sistema. Obser- varé en fin, que segun las varias esperiencias hechas, la resistencia á la traccion debida á las oscilaciones, aumenta próximamente en rela- cion directa á la primera potencia de la velocidad. Como las oscilaciones del tren, provienen de la mas ó menos soli- daridad de la vía, citaremos el siguiente esperimento hecho por los Ingenieros Vusllemiín, Dieudonné y Guébhard, que la pone mas de manifiesto esta asercion. Estos ingenieros encontraron, que en un trecho de vía en mal es- tado, caminando con una velocidad de 64 kilómetros por hora, era necesario un esfuerzo de traccion de 112 kilos por wagon, mientras que en la misma vía en un trecho en buen estado á continuacion del anterior, marchando sobre él con una velocidad de 75 kilómetros por hora la resistencia á la traccion, era solamente de 114 kilos por wa- gon. Segun esto, como dijimos que la resistencia era proporcional á la primera potencia de la velocidad, aumentada la velocidad de 64 4 75 kilómetros por hora, el esfuerzo de traccion hubo de haber aumentado de 112 4 135 kilógramos por wagon, suponiendo la vía en los dos trechos, en iguales condiciones de estabilidad. Se vé, pues, que ha habido un exceso de gasto de traccion, debido únicamente al mal estado de la vía de £, ó en cifras redondas de un 19 por ciento. Para terminar con esta resistencia, describiré un aparato inventado TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 119 por el ingeniero Claus (figs. 2 y 3), por medio del cual se pueden medir las oscilaciones verticales, debidas á los golpes de las ruedas sobre la vía. Este aparato se coloca en un punto adecuado de un vehículo (wa- gon ó locomotora), para la cual sirve la plancha p. El movimiento de rotacion del eje, se trasmite al aparato por medio de la correa de go- ma s y de las poleas e ec, por un sistema de engrenages es trasmitido á su vez á un tambor 0 0 (fig. 3), sobre el cual se enrrolla una ban- da de papel. Las oscilaciones verticales que esperimenta el eje, son trasmitidas é indicadas sobre la banda por un lapis 2, el cual recibe un movimiento correspondiente al que ejecuta el eje por el interme- dio de la barra z fijada á la caja de engrase y una palanquita w. Los kilómetros recorridos, son indicados por la palanca A y el lápiz 2,. Para representar gráficamente la velocidad de marcha, sirve un aparato u derelojería, el cual por medio de la palanca k y el lapiz ?2,, hace las indicaciones correspondientes. El aparato está dispuesto de tal manera, que funciona siempre en el mismo sentido, aún cuando el vehículo retroceda. Este aparato como se vé puede servir tambien, suponiendo buena la vía, para indicar el estado de las llantas y de los ejes, pues en este caso las indicaciones de las oscilaciones, serán debidas á los desper- fectos de este material. d) Resistencia del arre. Llamemos v la velocidad de un tren en movimiento, u la velocidad del viento, y el ángulo que hace la direc- cion del viento con la del tren. El viento obrará sobre el tren de dos maneras, descomponiendo su fuerza en dos componentes, una segun la direccion del tren y la otra normal. La primera si es en sentido contrario, presentará una resistencia directamente opuesta á la fuerza de traccion y la segunda hará que los vehículos reciban un movimiento lateral, las ruedas en virtud de la forma cónica de las llantas, rodarán sobre circunferencias de diámetros desiguales, pro- duciendo así un frotamiento de resvalamiento sobre los rieles, pu- diendo tambien, si es muy fuerte la componente normal, producir el frotamiento entre las pestañas de las ruedas contra el riel. Llamando W, la resistencia del aire, esta es dada por la fórmula W, =a,A,(v—u cos q)” en la que a, es un coeficiente numérico dado por la esperiencia, A, la Seccion trasversal máxima del tren. Si el viento tiene la misma direc- C; ; ; z ion que el tren, serág—oycospo — 1 la anterior se convierte en 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA W, =a0,A (vu (49) El signo + vale cuando el viento es de sentido contrario, y el inferior cuando es del mismo sentido que el del movimiento. Si no existe viento y el aire está en calma, es decir, u=0 la fórmula viene. Mi == ULA” (1>) La componente normal es dada por la siguiente fórmula N = a,A(u sen q)? en la que A, es la seccion longitudinal vertical del tren. La accion de h esta componente tiende á levantar de 3 las ruedas opuestas al lado en que obra el viento y de bajar de esta misma cantidad L á las del 2 mismo lado, resulta de esto que las ruedas de un mismo eje, una ro- dará con una circunferencia de 2R +A y la otra de 29R— A de diá- metro; luego si indicamos con bh el ancho de la trocha y Q,, el peso de cada wagon, comprendida su carga, se tendrá 15D) h Q. == 7 DO — QA. de donde h= == Le (u sen q)? El frotamiento de resvalamiento producida por dos ruedas unidas por un eje, y que giren con circunferencias de diámetros desiguales 2R+»A2R —h es dado por la fórmula h Wa Ez ap Ío Os en la que f, representa el coeficiente de frotamiento. Reemplazando h por su valor viene Ab Wa=0e R (u sen q)? Cuando el viento lateral es muy fuerte, el valor anterior viene á ser algo mayor. Es necesario considerar tambien, el frotamiento del aire sobre los TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 191 costados de los wagones, cuya resistencia la llamaremos W, y es dada por la fórmula W, =a,A,(v =u cos q) en la que a, es un coeficiente numérico práctico. A, la superficie lateral del tren, v, u y y tienen los valores ya in- dicados. Reasumiendo y llamando W, la resistencia total del aire esta será W,=W, +W, +W, Sustituyendo W, W, W, por sus valores, viene W,=a,A,(v—u cos 9)? + a.f, = (u sen q)? + a¿A,(v + u sen q). Pambour da para esta resistencia la siguiente fórmula empírica mas corta W, = 0.1309A0? en la que v es la velocidad del aire por metros en un segundo y A = (6.5 + n 0.93) metros cuadrados, en la que n representa el nú- mero de vehículos de que se compone el tren. Segun Harding, la resistencia del aire, es W,= 0.1248 Av? W, es espresado en libras y A representa el área trasversal máxima del tren. Segun Gooch W, = 0.00248 Bo? en la que W, tambien viene á ser dado en libras y B representa el número de metros cúbicos del tren. En fin, segun Redtenbacher W.= 0.1408 (a E 74.) y A, representa el área trasversal de la locomotora A,, el área tras- versal de los wagones y n el número de vehículos de que se compone el tren. Segun los esperimentos hechos por los ingenieros Vuzllemin, Dieu- donné y Guébhard, sobre el F. C. del Oeste de Francia, la resistencia del aire, es: 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA a) Para trenes de pasageros y mistos con velocidades de 32 á 50 kilómetros por hora W, = 0.009 Av? b) Para trenes de pasageros con velocidades de 50 á 65 kilómetros por hora W, = 0.004 Av? c) Para trenes espresos con velocidades de 70 á 80 kilómetros por hora W, = 0.006 Av? W, viene á ser dado en kilos, v es la velocidad del aire y A la sec- cion máxima del tren. Segun estos esperimentadores, esta resistencia puede llegar á ser el doble, cuando el viento es muy fuerte. B) RESISTENCIA EN LAS CURVAS, — Al analizar el movimiento de un tren en una curva, es necesario observar que el riel esterior de la curva debe ser mas elevado que el interior para tratar de contrarestar la fuerza centrífuga. La fuerza centrífuga desarrollada por un wagon Q . y? de peso Q,, que pasa con una velocidad » es E — de donde se saca el p valor h que es necesario levantar el riel esterior : OS y b representa el ancho de la vía, v la velocidad del wagon, y la inten- sidad de la gravedad y p el rádio de curvatura. Además, es necesario observar que no se puede tener en cuenta la perfecta conicidad de las llantas, á causa de que despues de un cierto tiempo, ya están algo gastadas. Para que un wagon al pasar por una curva, no desarrolle mayores resistencias que las que se producen en un trecho horizontal rectilí- neo, es necesario que sus ejes y ruedas correspondientes, satisfagan á las dos condiciones siguientes : 1%) Los ejes al pasar por una curva, no deben ser paralelos, sinó que deben poderse disponer, segun la direccion de los rádios de la Curva. 22) Las ruedas que recorren el riel esterior de la curva, deben po- der describir un camino mayor, de las del riel interior. TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 123 La primera condicion no es posible á causa de la invariabilidad en el paralelismo de los ejes, dando lugar, por consiguiente, á una re- _sistencia de frotamiento que segun el ingeniero Fuchs para un wagon de dos ejes es de en esta fórmula Q,, es el peso del wagon, f el ángulo que hacen las alineaciones rectas identificadas por la curva de rádio p. La segunda condicion exije que las llantas rueden sobre circunfe- rencias de rádios desiguales, lo cual tampoco se puede obtener sinó aprovechando (á causa de que la rueda está fijada invariablemente al eje) de la forma cónica de las llantas. Pero como despues de un cierto tiempo las llantas se desgastan, y aun siendo nuevas, el rádio de la circunferencia que describen no es siempre el que corresponde al mayor camino que deben recorrer las ruedas esteriores, se produ- cirá siempre un resbalamiento parcial en las ruedas. Consideremos un tren que entre en una curva cuyo riel esterior esté elevado de la cantidad que corresponde á la velocidad del mismo; se observará entonces que las ruedas del primer eje correspondientes al primer wagon se acercan al riel interior y estas ruedas rodarán con cireunferencias de mayor diámetro que las ruedas opuestas, el segundo se acerca al riel interior á fin de conservar el paralelismo de los ejes; resulta, pues, que para el primer eje las relaciones entre los rádios de los círculos de rodamiento es la conveniente, pero la direccion del eje se aparta mas de la direccion del rádio; lo contrario sucede con el segundo eje, en éste la direccion del eje se aproxima mas á la del rádio, mientras que la relacion entre los diámetros se aparta mas de lo conveniente. Lo que acabamos de decir es cierto cuando se considera un solo vehículo, pero cuando se considera un convoy unidos unos á otros con barras de enganche, entonces las circunstancias cambian y es necesario tener en cuenta el sistema de enganche que se emplee y el “número de los vehículos. En efecto, los wagones estando unidos unos á otros, los de adelante tienden á modificar contínuamente la direc- cion que tomarian los de atrás estando solos. En general los ele- mentos que entran en la resistencia de un tren sobre las curvas son los siguientes : 42 Rádio de la curva ; 2 Distancia de los ejes ; 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 30 Velocidad del tren ; 40 Elevacion del riel esterior; 59 Conicidad de las llantas ; 6” Forma del hongo del riel; 7% Juego de las pestañas entre los rieles. Teniendo en cuenta todos estos elementos y segun diferentes espe- riencias hechas, han surgido varias fórmulas empíricas que dán el valor de la resistencia en las curvas. Segun Redtenbacher el valor W, de esta resistencia es : Bb, 2 o W.= f, + Qu. —— en la que b = ancho de la vía; l = distancia de los ejes; p = radio de la curva; Q, = peso del wagon; f, = coeficiente de reshalamiento de las ruedas sobre el riel. La fórmula anterior es solo aplicable para un wagon aislado. Per- donet dá una fórmula algo mas complicada, pero es aplicable á tren de wagones, es la siguiente: W.=/,(P+ RUSO! G) AA LE f, = coeficiente de frotamiento entre la rueda y el riel; P = peso de los wagones y carga en kilógramos ; p = peso de los ejes en kilógramos; b = ancho de la vía en metros ; c = distancia entre los ejes, en metros; p = radio de curvatura, en metros; v = velocidad del tren en kilómetros, por hora; R = radio de-las ruedas, en metros; h = elevacion del riel esterior, en metros. En algunos ferro-carriles se calcula la resistencia en las curvas, de la manera siguiente: Si p representa el rádio de la curva toman como resistencia TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 125 Otros, los ingleses principalmente hacen esta resistencia igual á la 1 á de una rampa de y en la que n es el radio de la curva. Los resultados que se obtienen por estos diferentes métodos, gene- ralmente no concuerdan ni entre sí ni con los que dan las esperien- cias directas, siempre será pues mas conveniente aprovechar para el cálculo de la resistencia en las curvas de los resultados prácticos. El cuadro siguiente dá los resultados prácticos obtenidos por el ingenie- ro Weber; en él están espresadas las resistencias en las curvas, to- mando las de vía recta horizontal como unidad. CURVATURA | 3% 5 Ed E E ES E STE IN A SN E 0 metros 5596 1.20 11:94 "45681 4.70 4.39 | 1.41 | 1.991 4:20 4503 MORIA 220 (61439050 (MM ds 340 3001 3.63 113,44 | 341971 2830 1-2 66 (11:,9911480 AS 3.23 10 1914.90 — 30% | 3.00 2.45:19.18 170 0.37 0.60 9.03 11:30 114.16" [| 439 12:80 12:60 113 6.10 | 7.32 | 6.40 | 8.20 | 4.58 | 5.08 | 3.50 | 3.80 102 6.10 | 9.00 | 10.10 | 9.00 | 8.20 | 8.50 | 5.42 | 7.90 oc 1 1 1 /l 1 4 4 4 Este mismo ingeniero hizo un estudio comparativo entre los resul- tados que obtuvo para los vehículos de cuatro ruedas de 3"658 con los que dan las fórmulas de Perdonet, Redtenbacher y Schmidt, así como con los esperimentos y métodos empleados por Polonceau reu- niendo los resultados en el cuadro que sigue: RADIOS MÉTODO REDTEN- [SEGUN LAS POLONCEAU A PERDONET | SCHMIDTT DE LAS CURVAS INGLES BACHER [ESPERIENCIAS metros 596 1.756 1.41 1.429 4.422 4.749 1.40 453 1.941 1.50 4.538 1.552 1.936 2.08 340 2.144 1.68 1.716 1.691 2.247 2.48 221 2.381 2.09 2.077 1.934 2.812 3.02 170 2.491 2.35 2.432 2.292 3.494 4.27 113 2.663 | 3.00 3.153 | 3.132 4,744 | 4.83 402 2.7113 |. 3.27 3.863 | 3.988 | 5,988 | 8,35 126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Se vé por el cuadro que precede que las diferentes reglas dadas para determinar la resistencia en las curvas dan valores muy dife- rentes unos de otros; no se puede fijar pues una regla absoluta. Las esperiencias hechas sobre el Ferro-Carril del Sud de Austria, han dado los siguientes resultados: VÍA CURVAS VEHÍCULOS HORIZONTAL Aaa; de 379 metros |de 285 metros | de 228 metros de 190 metros RECTA de rádio de rádio de rádio de rádio 2.25 3.32 3.68 4.04 4.33 1000 1000 1000 1000 1060 2.33 3.917 4.39 4.79 9.48 1000 1000 1000 1000 1000 Vehiculos de 8 ruedas .. / Vehículos de 4 ruedas .. Vista la gran diversidad en los resultados obtenidos para hallar la resistencia en las curvas de un rádio dado, el método mas seguro será el de calcularlo por una de las fórmulas anteriores y luego com- parar el resultado obtenido con los datos de los cuatros precedentes, tomando la curva de rádio que se aproxime mas al en cuestion. c) Resistencia en las rampas. — La resistencia en las rampas es la única de todas las que se presentan en un tren en movimiento que se puede determinar matemáticamente. En efecto, indiquemos con « el ángulo que hace la vía con el horizonte, con W, la resistencia, con Q el peso total del tren, se tendrá segun los principios conocidos de mecánica: y 4 W,= y Q cos a + Q sen a 1 ; ; , ea > e representa un coeficiente medio de la resistencia á la traccion en una vía horizontal recta. Como el ángulo « es siempre muy pequeño, su coseno será siempre muy poco diferente de la unidad y podremos por tanto poner: e: == m Q +0 sen a es decir, que la resistencia á la traccion en las rampas será siempre igual á la de una vía horizontal mas la cantidad Q sen a. La cantidad Q sen « que se opone á fuerza de traccion en las TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 197 : E ¿e ed 1 subidas vendrá en su auxilio en las bajadas, indicando con = la ram- pa tendremos: Para las subidas e. = E + =) dl, ; NE Para las bajadas W.=0Q|(--—- A trabajo á la subida y We=0 (7-5) trabajo á la bajada. El trabajo total de ida y vuelta será O QW.s —= 20 E : LS 28 ia : Se vé que cuando la relacion y es menor ó igual á o el trabajo de la resistencia en rampa de ida y vuelta, es exactamente igual al tra- bajo en una vía horizontal de longitud doble de la de la rampa. > 1 1 , e 3 , 1 1 Pero si pa > 7] Será necesario al bajar destruir el exceso dido medio de los frenos, este trabajo destruido no podrá volver á recu-' , ab: 1 ; 1 perar, la ecuacion anterior vale únicamante cuando > a 0 Observaremos aquí que la resistencia en las rampas es la que ge- neralmeite determina la carga que puede arrastrar una locomotora, pues esta es casi siempre mucho mayor que la de las curvas, viento, etc. RESISTENCIA TOTAL Á LA TRACCION DE UN WAGON AISLADO EN UNA VÍA HORIZONTAL. — Acabamos de analizar las diferentes resistencias que se presentan en el movimiento de un vehículo, sumándolas tendria- mos la resistencia total, sin embargo la fórmula final que obtendria- mos seria muy complicada y de dificil aplicacion, por eso se han he- cho diferentes esperiencias siguiéndose para ellas varios métodos. 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lo mas conveniente seria disponer siempre de una fuerza de trac- cion constante lo que con la locomotora es imposible obtener. En Francia se han hecho ensayos en este sentido, aplicando un ve- lamen á un wagon, el cual se ponia en movimiento bajo el impulso de la fuerza constante del viento. En este método existen los inconvenientes, por un lado, el de te- ner en cuenta la resistencia del aire y por otro, el de no coincidir siempre la direccion del viento con la del movimiento del wagon. Los métodos que generalmente se emplean son los siguientes: Se calcula el trabajo producido por el wagon para moverse un cierto trecho sobre la vía, teniendo en cuenta la velocidad inicial y la final. O bien se mide directamente con un dinamómetro la fuerza necesaria para mover al wagon con una velocidad uniforme. El primer método de estos es el que se usa con mas generalidad. Indiquemos con: 4 ! d . ; 5 un coeficiente medio de resistencia; s el camino horizontal recorrido; Q. el peso del wagon; q el peso de los ejes y ruedas, supuesto aplicado en la circunferen- cia de las llantas, y que puede ponerse igual á 250 kilos por eje; h la distancia vertical entre el centro de gravedad del wagon en la posicion inicial y final; v; velocidad inicial; v, velocidad final. Se tendrá en general: 1 1 7 Q === 0 ag o + q) (v? — of) (2) El signo superior del primer término se aplica cuando el wagon baja una pendiente, y el inferior cuando sube una rampa. Disponiendo la esperiencia de tal modo que la velocidad final sea nula, se tendrá 4 1 ¿ m Q.s =+0Q,h+ 37 X Y) 0; . (S) si al contrario la velocidad inicial es nula viene 1 1 75 ms = Qu h— 9 (Qu +0) v/ 4 TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 199 y finalmente suponiendo que el vehículo salga del reposo y se con- sidere el camino recorrido hasta el punto en que se para, esto es siv,=0 y v,=0, viene EN —Q,5=0,h tit (5) _Los diferentes casos mencionados pueden producirse ya sea simple- mente por la accion de la gravedad ó bien por la accion de una loco- motora que imprima al vehículo una velocidad inicial cualquiera. Empleándose la locomotora será necesario poner en las (2), (3) y (4) h =0. El primero que hizo ARA esperimentos para determinar la resis- tencia total á la traccion en un wagon que se mueve sobre un camino horizontal, fué Pambour, hizo uso de la ecuacion (5), y encontró que era necesario 6 libras de traccion por cada tonelada; este valor no comprende la resistencia del aire. En los años 1855 y 1856 el ingeniero Weber, empleando el mismo procedimiento de Pambour, hizo Na un wagon por la sola accion de la gravedad sobre una pendiente de 555 20 seguida de una rampa de 4 500 encontró este esperimentador que el coeficiente 0 de la resis- tencia total era 608 esto es mucho menor que el encontrado por = Pambour y que era de sy La diferencia debia provenir de los dife- rentes sistemas de engrace que emplearon en los wagones de sus esperiencias. Los resultados de muchas otras esperiencias hechas por Weber están indicados en el cuadro siguiente : AAA AA A A A AAA AAASXÁ No DE LAS ESPERIENCIAS| 1 2 3 4 5 6 7 8 ar 1 10 Peso de los wagones en libras.. 19.400/18.800/10.900|9.700|9.900/10.800/11.000/9.300/8.600|7.600 Caminos recorridos CO Pita. . 281 481 638 | 554 | 535 597 722. 1 61 | 187 | 183 Coeficientes de re-| 1 sel, 1 0.7 Ad 1 1 1 1 1 sIstencia........ - 545 | 901% | 695 | 537 | 529 | 602 | 794 | 708 | 677 | 595 p Se ve que el coeficiente medio - es e: Us 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA , 1 . , Claus encontró que el valor de — era igual á $. m Welkner empleando otro sistema de procedimiento encontró que 7+01 xv? 290 » ves la este coeficiente se podia poner siempre igual á velocidad en millas por hora. Posteriormente se hicieron otros esperimentos por los ingenieros Vuzllemin, Guébhard y Dieudonné sobre el Ferro Carril del Oeste de Francia, empleando dos métodos distintos. El uno consistia en observar la distancia recorrida por un vehículo desde su punto de partida hasta «1 punto de su parada; al vehículo se le imprimia una velocidad inicial. La resistencia q al movimiento se encuentra por la ecuacion (3 m + 25)p* =008 m representa la masa del vehículo. v su velocidad inicial. sel camino recorrido. 25v*? el momento rotatorio del eje. En estas esperiencias se anotaban los caminos recorridos en tiem- pos iguales, y luego construian una curva tomando los tiempos como abcisas y los caminos recorridos como ordenadas. De esta manera por una construccion gráfica se podia determinar la velocidad del vehículo en un punto cualquiera del movimiento al mismo tiempo que la ace- leracion correspondiente. Lo dicho nos lo dá directamente tambien la mecánica ; en efecto, se tiene s=f(0) la velocidad será y ds y la aceleracion . d*s r»=fP00=3% Los esperimentos se hicieron con un wagon cerrado de 4 ruedas ne 14m. de diámetro, la altura de la caja era de 2 m. 30, el ancho de 2m. 60 y el largo de 4m. 90. Este wagon se enganchó á una loco- motora, la cual lo puso en movimiento hasta que hubiese adquirido TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 131 una velocidad uniforme, en cuyo instante sele abandonaba á sí mismo hasta el momento de parada. Se repitieron estas esperiencias varias veces con diferentes velo- cidades iniciales, dando los siguientes resultados: VELOCIDAD INICIAL RESISTENCIAS E, is, ws | | mer, POR SEGUNDO LAS RAMPAS Ñ metros kilos kilos kilos 3 385 19.8 147.6 3.20 6.65 550 94.6 92.4 4.07 13.90 14333 44 9 49.0 7.63 13.90 1408 441 39.5 7.18 192 50 1347 39.3 33.1 6.03 Para tener la resistencia á las diferentes velocidades porque ha pasado el vehículo, emplearon el método de la curva, descrito mas arriba. Coordinando los resultados obtenidos con las esperiencias hechas para hallar las resistencias en las curvas, podremos formar el cuadro siguiente de valores medios, y que son los mas usados. VELOCIDAD'POR HORA RESISTENCIA TOTAL RESISTENCIA POR TONELADA a a DEL VEHÍCULO DE PESO DEL VEHÍCULO y) 35 kilómetros 42 kilógramos 7.6 kilógramos 25 á 30 kilómetros 3) —- 6.3 — 20 25 — 30. — 5.4 — 15 200 — 21 — 43 — 10 15 — 19 — 34 — 5 10 — 14 — 25 — A 11 — 20. — 0 -- 48 — 8.1 demarrage RESISTENCIAS PROPIAS DE LA LOCOMOTORA Las resistencias de la locomotora, se componen : 1* de la que debe vencer como simple vehículo; y 2” de la que proviene del frotamiento de las diferentes piezas de la máquina. En cuanto á la primera está comprendida en el estudio que hemos hecho al tratar la resistencia en los wagones, debiendo observar sin 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA embargo, que siendo mas grandes las ruedas de las locomotoras y su diámetro mucho mas variable que el de los vehículos ordinarios, la re- sistencia debida al frotamiento de los ejes en sus cojinetes será algo menor, en cambio variará entre límites mas estendidos. Vuillemin, Dieudonné y Guébhard, encontraron para una máquina de trenes mistos con cajas de aceite, un coeficiente de frotamiento igual 40,052 para una velocidad de 25 á 30 kilómetros. En cuanto al frotamiento de rodamiento de las ruedas sobre los rieles, en virtud del mayor y desigual desgaste de las llantas, será tambien algo mayor que en un vehículo ordinario. La resistencia en las curvas para las locomotoras tiene que ser ma- yor tambien á causa de la mayor rigidez del sistema y á mas porque no siendo conducida por ningun vehículo anterior á ella el primer eje sufre un frotamiento mucho mayor, pues el primer eje de un vehículo aislado al pasar por una curva, tiende á tomar la direccion del rádio aproximándose la pestaña de la rueda esterior contra el riel. Estudiaremos ahora las resistencias en una locomotora considerada como máquina de vapor, estas son: 1% Frotamiento de los émbolos y vástagos; 2” Frotamiento de los tacos en las paralelas ; 3” Frotamiento de las bielas motrices y de acoplamiento en los botones de las manivelas; 4% Frotamiento de los ejes motrices en sus cajas, producido por la accion de las bielas, y ; 5” Frotamiento de la válvula y de todo el mecanismo de distribucion del vapor: 1) La magnitud del frotamiento de los émbolos es, segun su cons- trucion, independiente ó nó de la tension del vapor. Si se emplean aros que se espanden por sí solos, el frotamiento aumentará propor- cionalmente ála tension media del vapor en los cilindros; en toda otra clase de construccion este frotamiento será constante, cualquiera que sea el grado de tension del vapor y por consiguiente cualquiera que sea la magnitud del trabajo que ejecute la locomotora. Se consi- dera igualmente constante é independiente del trabajo el frotamiento del vástago en sus estoperos. 2) La presion N del taco sobre las paralelas puede calcularse por la fórmula der l N=Pp-7" ay en a TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 133 en la que p es la presion media del vapor delante del émbolo, d el diámetro del cilindro, / longitud de carrera del émbolo, L largo de la biela motriz y « el ángulo que hace la manivela con la direccion del émbolo. Como todas las cantidades que entran en esta fórmula, á escepcion de p, permanecen constantes, cualquiera que sea el trabajo de la má- quina, se deduce que este frotamiento aumenta proporcionalmente á la tension del vapor delante del émbolo. 3) Llamemos f el coeficiente de frotamiento entre el boton de la manivela, y la biela, la presion N ejercida por la biela sobre el boton será N=afpd* en la que a es un coeficiente que depende del rádio del boton y de la posicion de la manivela cun respecto á la direccion del movimiento del émbolo. Como se vé es tambien proporeional áp. 4) El frotamiento de los ejes motrices en sus cojinetes, no sola- mente depende del peso de la máquina que descansa sobre ellos, sinó tambien Pe poder de traccion de la misma, el cual hace que se com- prima mas Ó menos el eje en su caja por el intermedio de la biela. 5) Indiquemos con A la superficie de contacto de la válvula de distribucion, con f el coeficiente de frotamiento, p la presion del vapor en la caja de distribucion, tendremos indicando con $ la car- rera máxima dela válvula, que pfA28S será el trabajo máximo del frotamiento durante una vuelta de la rueda. Indiquemos con s la car- rera mínima de la válvula, el trabajo mínimo será pAf2s; por consi- guiente el incremento del trabajo de frotamiento entre uno y otro caso será 2SpfA (S — $). Se tiene suficiente exactitud al considerar á las cantidades p f y A como constantes, de donde resulta que este frotamiento aumentará proporcionalmente al poder de traccion que debe desarrollar la má- quina, esto es (S — $). Hay además en la máquina otras resistencias, como ser la que re- presenta el trabajo de la bomba de alimentacion. En general, por lo que se refiere al frotamiento de los demás órga- nos del mecanismo 'de distribucion, podemos decir que todos aumen- tan proporcionalmente al trabajo que debe ejecutar la máquina. Indiquemos ahora los resultados de algunas esperiencias que se han llevado á cabo tendentes á determinar las resistencias propias de la locomotora considerada como máquina á vapor. 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En estas esperiencias se han seguido varios métodos, que son: 1) Se hacia bajar la presion de la locomotora hasta un grado tal que conservase únicamente la necesaria para hacerla mover sola con su tender. 2) Haciendo bajar la máquina una pendiente por la sola accion de la gravedad. 3) Haciéndola adquirir una velocidad determinada y luego deján- dola marchar sola en virtud de la velocidad adquirida. 4) Determinar la resistencia por medio de un dinamómetro. Examinando estos diferentes métodos se ve que el primero es el mas racional, pues se puede determinar casi exactamente la verda- dera resistencia debida: al frotamiento de las diferentes piezas es- ando la máquina en accion, mientras que los demás métodos ofrecen el inconveniente que el aire absorbido por los cilindros aún cuando estén los grifos purgadores abiertos, nunca saldrá por ellos otra vez, sinó despues de haber ofrecido una resistencia contraria á la marcha del émbolo, de manera que el resultado que se obtenga por estos métodos será siempre mayor que el verdadero. Orro KrAUsSE. (Continuará). MISCELÁNEAS Las peptonas, por el Dr. Céspedes. (Conclusion). — La peptona pura puede variar de colorido segun la sustancia de que procede: el resultado de la digestion de la albúmina y de la fi- brina es un líquido claro incoloro; la gelatina digerida dá un producto de color moreno claro. En estos mismos productos puede variar el co- lorido con el grado de disolucion; así, cuando la disolucion permanece en la forma gelatinosa, por la que tiene que pasar toda sustancia al- buminoidea en el proceso digestivo, ántes de ser dializable, conserva un color oscuro; tambien la evaporacion, la mayor ó menor concentracion que puede darse al producto de la digestion, hace variar su colorido; influyen de la misma manera los diferentes ácidos empleados y las proporciones de las disoluciones empleadas en el procedimiento por el cual se prepara el jugo gástrico artificial; así el resultado final de la digestion es amarillento con el ácido nítrico, moreno con los ácidos sulfúrico y fosfórico, de un color de oro brillante, con los ácidos lác- tico y clorhídrico. Hay otras variedades de las peptonas, relativas á su preparacion ó Modo de procedimiento y á sus diferentes mezclas. Dadas todas las condiciones requeridas regularmente para una digestion artificial del jugo gástrico, y entre éste y las sustancias que han de ser digeridas; temperatura lenta, igual y sostenida; duracion suficiente, el producto tiene que ser infaliblemente un líquido ligeramente viscoso, como la albúmina disuelta, de consistencia menor á la albúmina de la sangre, perfectamente difiuente (condiciones indispensables á la osmósis ca- pilar) esta es la. peptona pura, dializable, verdadero resultado final de la digestion. Si por una circunstancia cualquiera varian las condi- ciones precisas de la digestion, como desproporcion en las sustancias digestivas ó en las digestibles; escesos, defecto Ó irregularidad en la temperatura á que están sometidas; mayor ó menor duracion de la ne- cesaria, el líquido resultante puede tomar caractéres estraños ó perder los de la peptona verdadera. La digestion tendrá tambien resultados 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA diferentes cuando se haga con la pancreatina, ó cuando se adicionan otras sustancias á los líquidos digestivos, capaces de dar por resul- tado productos en estado de disolucion imperfecta, precipitados ó sus- pendidos en el líquido resultante, dándole caractéres que no son los de la verdadera peptona. La peptona pura se disuelve fácilmente en el agua, en los vinos secos; por la desecacion dá un producto sólido blanquecino, amari- llento, opaco, cuyas proporciones no están fijas, toda vez que tienen que variar con la naturaleza de la sustancia disuelta. La peptona se presta á mezclas con sustancias gelatinosas ó glutinosas sin digerir, presentando entónces apariencias de peptonas muy ricas, que adquie- ren fácilmente la forma de jalea, se coagulan por el enfriamiento, dando por la desecacion una cantidad exagerada de producto seco que, lo ménos que contiene, es peptona. Las peptonas impuras, es decir, las que no han experimentado una transformacion completa, ó que contienen sustancias gelatino- sas Ó glutinosas, teniendo que ser dijeridas y sufrir una metamór- fosis perfecta, para ser incorporadas, por medio de la inhibicion ó de la osmosis capilar, en el torrente circulatorio, no pueden ser ali- mentos fisiológicos sinó puramente higiénicos; su indicacion precisa es como simples alimentos nutritivos en aquellos casos en que no se trata de una perturbacion profunda del acto químico de la diges- tion, que de ninguna manera pueden suplir instantáneamente; ni de estados inflamatorios Ó graves, locales Ó generales; cuando no haya temor de comprometer las fuerzas decaidas de enfermos delicados, ó de gravar el estado patológico intenso. Por el contrario, las pep- tonas procedentes de una digestion artificial perfecta, sin mezclas gelatinosas ó glutinosas y enteramente fluidas y dializables son las que están indicadas, en caso que se trate de suplir el acto químico perturbado ya por lesiones orgánicas del estómago ó intestino, en ciertas enfermedades graves crónicas y aun agudas, en que se haga necesario proveer á la alimentacion sin comprometer las fuerzas del paciente, sin agravar el estado morboso, ni perturbar la accion de los medicamentos ó el proceso curativo. Ahora bien, hay estados locales Ó generales del sistema orgánico en que, ya por una aberra- cion de la inervacion, ya por condiciones anormales de la circula- cion Ó bien por trastornos é influencias simpáticas de órganos dis- tantes, puede alterarse la integridad de los fenómenos capilares absorbentes, como lo prueba el vómito y las deyecciones pertinaces 14 en las dispepsias esencialmente atónicas ó nerviosas, el vómito sin- MISCELÁNEAS 431 z tomático en las afecciones cerebrales Óó medulares, los vómitos y diarreas ocasionados por el desarrollo ó erupcion de los dientes, el vómito incoercible de las mugeres grávidas, etc.; en todos estos casos y otros muchos de suma gravedad y delicadeza, el médico no puede dejar de ser cauto tomando únicamente la calidad, la dósis y el grado de disolucion de la sustancia alimenticia, como base exclu- siva de sus indicaciones y designios, al tratarse de conciliar la nece- sidad urjente de alimentacion con las perturbaciones fisiológicas, siempre que llegando á faltar la integridad del acto de la absorcion, amenazan el deterioro, la decadencia y la consuncion á pesar del empleo de los caldos, extractos, jugos de carne y, algunas veces, aún de la misma peptona comun que, no pudiendo ser osmosadas con regularidad, apénas harán otra cosa que recargar inútilmente los órganos digestivos, comprometer las fuerzas ya decaidas del paciente, agravar más y más el estado morboso, pudiendo favorecer y conducir á la completa inanicion. Es del caso recordar aquí al gran fisiólogo Béclard; al hablar de los caractéres de la absorcion digestiva en el estado normal, dice: no está todo hecho cuando una sustancia ha sido digerida, sinó que tambien es necesario que penetre en la sangre por la absorción, es decir, con lentitud, de una manera sucesiva y en las cantidades que reclama el mismo estado de la sangre. Este hecho tiene gran importancia en la historia de la absorcion. (Fisiol. pág. 176). Ahora bien, tratándose de la higiene terapéutica ó lo que es lo mismo, de la eleccion de los alimentos en el estado de enfermedad, puede decirse: no está todo hecho, cuando una sustancia ha sido di- gerida; es necesario que llegue á penetrar efectivamente en la sangre por la absorcion, de la manera y en las dósis que conviene, segun la inminencia morbosa, las condiciones orgánicas anormales y los cam- bios ó perturbaciones fisiológicas consiguientes. El punto culminante y esencial en cuestion, al considerar la ma- nera de proveer convenientemente á la reparacion de los órganos y al sostenimiento de la vida, en esos estados graves y extremos, aparte la naturaleza, dósis y transformacion del alimento, es el modo de vencer las dificultades opuestas á la absorcion digestiva. La absor- cion es un acto físico-orgánico ; la osmosis no puede tener lugar al travez de las paredes capilares, como en tubos membranosos inertes ; admitir eso seria desconocer enteramente el móvil, las íntimas co- nexiones, la unidad precisa é inseparable del mecanismo de la orga- nizacion animal; está decidido hoy por los hombres de ciencia que el estado de la inervacion, la presion intra y extra vascular, el im- 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pulso circulatorio, el estado de la calorificacion, influyen más ó mé- nos pero infaliblemente en el desempeño de aquella funcion, es decir, de la absorcion. Las dificultades, los males procedentes del defecto de tales fenómenos son en extremo tenaces cuando no irre- mediables; no es otro sin duda el orígen de esas rebeldes dispepsias que con frecuencia burlan los recursos mas valiosos de la ciencia, por la especie de perturbacion Ó desconcierto que introducen en el proceso digestivo, que no permite ni á los agentes sustitutivos de los jugos digestivos, el tiempo que necesitan regularmente, para ejercer su influencia favorable sobre la digestion y mucho ménos sobre la absorcion, llegando á ser arrojadas las mas veces inmediata- mente, junto con los alimentos ingeridos; así, vemos no corresponder á nuestras esperanzas, con mucha frecuencia, el éxito de la aplica- cion de la pepsina, de la pancreatina, de la diastasa, de la lacto- pepsina, etc., por ejemplo, en el vómito nervioso ó en el incoercible de las mujeres grávidas, en las dispepsias asténicas y en otras afec- ciones semejantes. Pudiendo darse al alimento transformado artifi- cialmente, una forma y combinacion tales que lleve en sí mismo la virtud correctiva reguladora de las condiciones precisas al acto absor- bente; si de esta manera puede lograrse que la sustancia alimenti- cia, tolerada convenientemente, pueda franquear con facilidad las paredes capilares (capilares venosos linfáticos ó quiliferos), é in- corporarse seguramente en el torrente circulatorio, la dificultad que- daria vencida en esos casos graves, asegurada la reparacion y sos- tenimiento de la vida, resuelto el punto en cuestion. Son esas, precisamente, las indicaciones importantes que puede llenar satis- factoriamente la sustancia conocida hoy bajo el nombre de Suculenta Americana; preparada con el extracto reciente de la carne negra, reune á la peptona mas rica, todos los elementos indispensables á la reparacion y calorificacion, en forma líquida difluente, como producto verdadero de una digestion completa; conteniendo la proporcion na- tural y conveniente para los efectos de nutricion y sostenimiento de la vida (20 %/,) adecuada para los casos mas graves y delicados; dósis que ha producido un resultado admirable por lo que respecta al incre- mento rápido observado en el restablecimiento de los enfermos (una señora en estado de postracion completa, ha podido levantarse y ca— minar en ocho dias); ademas, esta sustancia por sus virtudes como tónico neurótico, vbra de una manera especial sobre los sistemas nerviosa y circulatorio, restableciendo y regularizando la influencia nervioso y con ella la tolerancia y la absorcion; venciendo así todas MISCELÁNEAS 139 las dificultades que pueden oponer el elemento morboso y las alte- raciones fisiológicas á la alimentacion. Tengo recogidos varios casos prácticos relativos á los efectos benéficos de esta fórmula ; pronto serán exhibidos á la luz pública. Al emitir libremente mis ideas, sé que no he hecho gran cosa; nada mas que llenar mi deber propendiendo al bien, sin perjuicio de nadie. Confio en que el Sr. Dr. A. Fridensberg, con la prudencia del verdadero sabio, sabrá disimular la pobreza de mis conceptos y la confianza de mi dedicatoria. (La Union Médica de Venezuela) Nuevo Regulador llamado «Dinamométrico >». — El regulador que Watt ideó con su vasta imaginacion, es un acceso- rio indispensable para los motores ; dicho regulador ha sufrido múl- tiples y variadas aplicaciones y es tan notorio en la mecánica, que seria inútil esplicar el principio en que está basado y describir las innumerables modificaciones sucesivas que ha sufrido el tipo primi- tivo, sea en la forma, cuanto en la disposicion de sus detalles. — Solo observaré, que su objeto y su principio han sido siempre los mismos en las construcciones sucesivas ; y es precisamente por esto, que esimposible obtener una verdadera regularidad de movimiento, aunque se aplique un regulador que construido sobre el tipo Watt sea dependiente de la velocidad del motor. Su diferencia en la velo- cidad del motor ha sido precisamente la sola utilizacion hasta el pre- sente, para regularizar la emision de la fuerza motriz; pero como la velocidad del motor es dependiente de los esfuerzos desiguales á que él está sujeto y cuyos esfuerzos son una consecuencia directa de la variacion en la resistencia que debe ser vencida por el motor mismo, cosa que no se consigue sinó siendo la variacion de la velocidad del motor una consecuencia indirecta de la variacion de la resistencia, todos los reguladores basados sobre la diferencia de la velocidad del motor reunen indirectamente la variacion de la resistencia á supe- rarse con el mismo motor, y por esto no pueden dar una verdadera regularidad de movimiento. Para alcanzar tal regularidad es nece- sario hacer depender el regulador de un factor mas directo, que no sea la velocidad del motor; y este factor es la misma Resistencia á vencerse. Se puede segun esto espresarse así: « El Regulador debe hacerse depender directamente de la causa y no del efecto ». Cuando por ejemplo un árbol de trasmision vence una resistencia, se puede imaginar muy bien, que las moléculas de dicho árbol sufren 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un esfuerzo de torsion, cuyo esfuerzo representa precisamente la grandeza de la resistencia. Esta suposicion se hace evidente con di- vidir en dos partes dicho árbol y con unir las dos estremidades divi- didas por medio de un resorte á espiral. Entonces cuando el pedazo del árbol á que está aplicada la potencia arrastre en su movimiento de rotacion y con la debida velocidad el otro pedazo, al que está apli- cada la Resistencia, entonces la espiral del resorte está cerrada de modo que el esfuerzo del mismo resorte iguale la resistencia; de aquí las variaciones, quedando siempre constante la potencia de traslado y será entónces contínuo y sucesivo el aflojarse Ó apretarse de la es- pira. Este resorte precisamente puede ser y es asi un regulador per- fecto, aun cuando sus oscilaciones sean trasportadas por medio de uniones á proposito, á actuar sobre el motor, modificando la potencia de modo de mantener el equilibrio dinámico. Un regulador tal reune directamente la variacion de la fuerza, su accion para equilibrarla es pronta é instantanea; y hay diversidad de reguladores á péndulo, que reunen indirectamente tales variaciones y son por esto sujetos á todas aquellas resistencias, que influyen muchísimo sobre su sensi- bilidad retardando su accion. Un regulador basado sobre este nuevo principio tiene aun la grandísima ventaja, que puede servir para marcar gráficamente dichas variaciones de las fuerzas y hacer el ofi- cio de un verdadero Dinamometrógrafo. En efecto, si colocamos en el resorte un objeto que escriba y hacemos correr bajo ella un pedazo de papel, dicho objeto diseñará una cierta línea, la que será la exacta imágen gráfica de la fuerza que ha pasado á través del resorte; en- tonces con esa línea se puede estudiar y aun medir las variaciones acaecidas sea en el motor como en la resistencia. De su conformacion fácilmente sacamos el orígen de el nombre de Regulador Dinamométrico, pues tal aparato á mas de servir para re- gular la fuerza puede aun medirla. El regulador dinamométrico no demanda para su funcionamiento ni aceleracion ni retarnamiento en la velocidad del motor, y cada cambio, pequeño ó grande de la resistencia es reflejado directa é in- directamente sobre la distribucion de la fuerza motriz; y esto acon- tece antes que la velocidad del movimiento haya sentido la variacion de la resistencia. Asi que toda la fuerza desarrollada por el motor pasa á través del regulador, entonces este actúa con gran energía, no sufriendo el mas mínimo atraso, de lo cual adolecen los otros regula- dores. El Regulador Dinamométrico ofrece entonces ventajas emi- nentees para cada motor, y particularmente donde tienen lugar gran- MISCELÁNEAS 141 des é instantaneas variaciones en la resistencia, como en los navios á hélice, en los laminadores para fierro, etc., etc. Es evidente que basados sobre este nuevo principio, se puede estu- diar variadísimas formas para el regulador, segun la aplicacion que se quiere hacer. Es para mejor fijar las ideas que describiremos dos tipos, y sus correspondientes detalles, los cuales siendo fáciles de comprender darán una idea precisa y neta de este nuevo regulador, y de su manera de funcionar así como de su aplicacion. El regulador es un aparato independiente que se intercala entre el motor (potencia) y la máquina operatriz (resistencia) que debe hacerse trabajar. Este regulador consta de dos poleas montadas sobre un árbol, la primera es mas angosta y está apretada mientras que la segunda es fijada al mismo árbol. La primera polea tiene en su tronco una larga roseta en que están fijados á tornillo dos especies de pernos á una distancia conveniente del centro del árbol, mientras que la segunda tiene tambien en su tronco dos pernos análogos á los otros pero en posicion normal á los primeros. Estos pernos de la segunda polea son los puntos de oscilacion de una palanca, de la cual un brazo es unido á un perno de la primera, y el otro brazo unido por una biela á un disco munido de manchon, el cual puede correr sobre el árbol. Entre dicho disco y la segunda polea se hallan interpuestos resortes á compresion y estension y son fijados por una parte á dicho disco y por la otra al tronco de la segunda polea, cuyo tronco tiene por esto una forma especial. Véamos como trabaja el aparato. Su primera polea es movida por el motor; esta gira sobre el árbol, mientras sus pernos actúan sobre la palanca oscilante, las que á su vez por medio de las bielas trabajan sobre el disco 4 manchon haciéndole correr ¡sobre el árbol. Ahora, corriendo el disco se comprime el resorte, estando aun parada la se- gunda polea y cuando la resistencia á vencerse es equilibrada por la compresion de los resortes, entónces la segunda polea empieza á girar en union con la primera. Al analizar el modo de funcionar del aparato, es fácil comprender como los dos pernos unidos al tronco de la segunda polea son como los sosten de las palancas á angulo, de las que un brazo es unido á los pernos, ingertados por decir asi al tronco de la primera y el otro brazo con las bielas unido al manchon corredizo sobre el árbol; de modo que esas palancas tienen sobre un brazo la potencia (fuerza del motor, primera polea) y sobre el otro la resistencia (reaccion de los resortes á la compresion). El sosten de tales palancas es el perno 149 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA unido al tronco de la segunda polea, la que trasmite la fuerza á la máquina que debe ponerse en movieuto. Este sosten tiene por punto de apoyo la resistencia de la máquina que debe ponerse en movi- miento y este perno hace de sosten hasta que la resistencia á supe- rarse es superior á la reaccion de los resortes á la compresion. Ahora cuando la fuerza motriz hayz hecho girar la primera polea sobre el árbol hasta que esta haya movido la palanca creando una resistencia en los resortes igual á la resistencia de la máquina que debe ponerse en movimiento, entonces el torno que sirve de sosten cederá ly la po— lea primera sobrepasará en el movimiento rotatorio al perno, á la palanca y á la segunda polea. Si crece la resistencia de la máquina en la segunda polea se cria entonces un nuevo apoyo al perno que hace de sosten ; y entónces la primera girará sobre el árbol relativa- mente á la segunda de un tanto que crie en los resortes un aumento de compresion á fin que se tenga que la reaccion de los resortes sea igual á la resistencia á vencerse. Vice versa, pues, sila resistencia en la polea segunda disminuye, entónces la reaccion de los resortes prevalece y se estiende hasta que en su nueva posicion desarrolle una reaccion igual á la resistencia. De estas consideraciones nos resulta, que la reaccion de los resortes debe ser siempre igual á la resisten- cia á vencerce, la que á su vez debe ser igual á la potencia del motor. Las variaciones de la potencia ó de la resistencia, se traducen en oscilaciones de los resortes y del disco ¿manchon, corriendo sobre el árbol, á cuyo manchon dichos elásticos son unidos. El disco trasmite sus movimientos oscilatorios hácia el eje del árbol en una de sus cabe- zas, la que con sus correspondientes palancas y tirantes llevará su accion sobre la emision de la fuerza matriz Ó sobre el motor. Puede presentarse este regulador bajo esta segunda forma. Imagi- nemos unidos al árbol del motor con otro árbol sobre la misma línea al que manda la resistencia. El trabajo de este aparato es idéntico al precedente; la sola diferencia consiste en las dos piezas (correspon- diente al tronco de las dos poleas) que llevan los pernos, la una es fijada sobre el primer árbol y la otra al segundo; de modo que el primer árbol comunica con el segundo directamente, siendo siempre el juego elástico de los resortes y del disco ó manchon, de cuyas osci- laciones paralelas al eje del árbol se puedan trasportar con oportunas palancas sobre el motor ó sobre la admision del vapor ó sobre la es- pansion del mismo ó sobre cualquier otro medio de variacion. Anteriormente he indicado, que este aparato á mas de ser un regula- dor, servia tambien para medir y señalar las variaciones de la fuerza; MISCELÁNEAS 143 siendo un verdadero dinamómetro; y de aqui su nombre de Regula- dor dinamométricu. Con este objeto están unidos al aparato algunos instrumentos. Posee en primer lugar, un cuadrante que sirve para mostrar sin interrupcion la carga que á cada momento se impone al motor; un indice que lleva un pequeño piñon sobre su eje medio á ma- nera de barra dentada, que participa de las oscilaciones longitudina- les del di.co á manchon, señala sobre el cuadrante en cada instante el esfuerzo del motor. La barra dentada tiene en su estremidad una cabeza en la cual se puede fijar un lápiz, es evidente que la punta de este lápiz trazará sobre un pedazo de papel. que se hace correr con movimiento uniforme una línea que señalará las fluctuaciones de la resistencia. Otro indice señala contínuamente sobre otro cuadrante los kiló- gramos trasmitidos á la resistencia. El disco pequeño que posee es puesto en movimiento rotatorio por el disco 4 manchon sea por me- dio de ruedas de engrenage (como en el primer aparato) Ó sea por un tornillo sin fin. Este disco dá movimiento á otro mas pequeño tenien- dole en contacto, cuyo segundo disco con su árbol y rueda sin fin di- rige otro cuadrante. Es claro que en reposo el aparato, dicho segundo disco no gira, porque se encuentra en contacto en el centro del primer disco, aunque el aparato tenga el movimiento giratorio. Pero desde el momento que el regulador empieza á funcionar y que el manchon resbale, entónces el segundo disco será puesto en movimiento, y gi- rará tanto mas aceleradamente cuanto mayor sea el esfuerzo del mo- tor; y tanto mayor el resbalamiento cuanto mayor el radio de los círculos descritos sobre el primer disco. Es claro que el segundo disco reune dos efectos, primero el número de vueltas del aparato y segundo el esfuerzo á que está sujeto. Entónces el primer disco reu- niendo el espacio recorrido y el esfuerzo desarrollado, trasmitirá á un cuadrante los kilógramos que atraviesan el aparato. Otro disco, graduado con el indice, movido por un tornillo sin fin, dá separada- mente el número de vueltas hechas por el aparato. Antes de concluir este artículo, notaré que la idea de regularizar dinamométricamente el movimiento de los motores no es nueva; pero es nueva la aplicacion de este aparato. El juego elástico nunca ha sido construido de esta manera, uniendo la parte en movimiento á la parte movida con los resortes, las que están sujetas en las estremida- des á un punto fijo ó de un disco ó de una polea, ó de una rueda, etc., colocada sobre las dos partes; y no ha sido hasta ahora convertido el modo de actuar de los resortes en un movimiento rectilineo y paralelo 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA al eje. En esta combinacion, la presion circular es transformada en una longitudinal paralela al eje; la disposicion de los resortes pro- meten aplicar aun á los mas poderosos motores un regulador dinamo- métrico, que sea sólido y compacto al mismo tiempo. Despues de todo lo dicho es inútil agregar, que este aparato puede ser empleado aun como dinamómetro propiamente dicho. El inventor de este Regulador dinamométrico es el Ingeniero E. A. Bourry de ($. Gallo, Suiza) quien ha cedido su invencion á la casa I. 1. Rieter y Ca. (de Winterthur, Suiza). Esta lo ha patentado en Italia y en el estrangero, por su construccion y por suprincipio; y estudia actualmente las múltiples aplicaciones de que es suceptible dicho regulador. LeopPoLDO CANDIANI. CONDICIONES DE TRACCION EN LOS. FERRO-CARRILES (Continuacion) El primer método, sin embargo, solo sirve para determinar la re- sistencia propia de la máquina cuando marcha sola, pues no tiene en cuenta el incremento en las resistencias provenientes del mayor fro- tamiento que se produce en el receptor y los órganos de trasmision, cuando tiene que producir mayor trabajo para arrastrar un tren. Las primeras esperiencias segun este método fueron hechas por Pambour, quien encontró que la resistencia de la máquina, debida á los frotamientos de sus órganos podia espresarse por la fórmula W.= (74 + 48) 6 W.=(7q +59) libras por tonelada, q representa el peso de la locomotora en toneladas. La primera fórmula es para las locomotoras de ejes libres y la segunda para las de ejes acoplados. Este valor es cuando las locomotoras marchan solas; cuando arras- tran un tren Pambour agrega $ de la resistencia total del tren qa obtener la correspondiente á la máquina. Welkner segun sus esperiencias dá la siguiente fórmula: (16 + 0.50?) libras por tonelada de su peso para la resistencia en locomotoras de dos ejes acoplados, y (24 + 0v?) para las de tres ejes acoplados, v re- presenta la velocidad en millas geográficas, por hora. Las esperiencias hechas sobre planos inclinados dieron que las resistencias propias de la máquina, era menor en 4 libras por tonelada de la encontrada por los métodos anteriores. Esta diferencia es de- bida á la accion del vapor sobre el mecanismo de trasmision. Los ingenieros Vuillemin, Guébhard y Dieudonné hicieron tambien algunas esperiencias, pero ellos emplearon el tercer método, dando los siguientes resultados. | 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1% ESPERIENCIA a) Para máquinas de dos ejes acoplados para una velocidad media de: Velocidad Resistencia por tonelada 41 kilómetros por hora......... = 3,20 kilos 15 NAS 0 A . =400 — 20 O E == 4,35 — 32 A =5,10 — b) Máquinas de carga con tres ejes acoplados : Velocidad Resistencia por tonelada 9 kilómetros por h0ra......... = 5,32 kilos 19 Eso ido ol 00 Ad .. =648 — 16 — a iats COÍN = 71,52 — 92 ESPERIENCIA Se hizo remolcar una locomotora, poniendo un dinamómetro entre los ganchos de traccion. La locomotora remolcada iba con el regu- lador cerrado, estando dispuesta para la marcha con el vapor á la presion normal, con agua, combustible, etc., en el tender. Se en- contró que: a) Para las locomotoras de ejes libres con una velocidad media de 45 kilómetros, la resistencia era de 5,48 kilos por tonelada. b) Locomotoras de dos ejes acoplados : Velocidad Resistencia por tonelada 45 kilómetros por hora......... 56,41 kilos c) Locomotoras de carga con tres ejes acoplados : Velocidad Resistencia por tonelada 924 kilómetros por hora........ = 9,52 kilos 26 e. pe =10,24 — d) Locomotoras de cuatro ejes acoplados : Velocidad Resistencia por tonelada De 6 á 10 kilómetros por hora.. 21,5 kilos La resistencia del tender para una velocidad de 27 á 32 kilómetros por hora es de 5,16 kilos por tonelada. Al sacarse las bielas de acoplamiento se encontró que la resistencia disminuia de un 48%, para las máquinas solas sin tender. TRACCIÓN EN LOS FERRO-CARRILES 147 Empleando el segundo método, sobre pendientes de 5, 6, 9 y 10 milímetros por metro, se han encontrado los resultados siguientes: Máquinas para trenes mistos ; Velocidad Resistencia por tonelada 28 kilómetros por hora........ = 9,6 kilos Máquinas de carga de tres ejes acoplados: Velocidad Resistencia por tonelada 28 kilómetros por hora........ = 12,5 kilos Máquinas con 4 ejes acoplados : Velocidad Resistencia por tonelada De 6 á 10 kilómetros por hora... = 21,5 kilos Sacando las bielas de acoplamiento. Máquinas para trenes mistos : Velocidad Resistencia por tonelada 28 á 35 kilómetros por hora. .... —= 5,22 kilos De carga, 3 ejes: Velocidad Resistencia por tonelada 24 á 27 kilómetros por hora... == 6,15 kilos De 4 ejes : Velocidad Resistencia por tonelada 6 á 10 kilómetros por hora...... = 411 kilos La resistencia adicional que tiene lugar cuando la máquina debe desarrollar su esfuerzo de traccion máximo, se encontró era de 3,09 kilos por tonelada para una locomotora de carga de 3 ejes acoplados. Se pueden aceptar 3 kilos para las máquinas para trenes de pasageros y mistos. Reasumiendo se puede formar el cuadro siguiente : RO LOCOMOTORAS RESISTENCIAS 5 A av con con dos ejes con tres ejes ejes desacoplados acoplados acoplados sin el tender sin el tender sin el tender ATARI IA ARO TEBA AA DA AA kilos kilos kilos Resistencia de la locomotora fria sin la biéla. 07 BRO UE DI ale ed 3 1100599 6 15 Resistencia de locomotoras frias remol- cadas y dispuestas para la marcha... +2 +4 38 +6 05 Resistencia adicional............... +3 +3 » +3 02 RESISTENCIA TOTAL..+.+...»-. 8 192 6 15 22 148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA RESISTENCIA TOTAL DE UN TREN Hasta ahora hemos considerado las diferentes resistencias en los vehículos de una manera aislada, haciendo la suma de las que corres- ponden á cada vehículo de un tren, tendriamos una resistencia total; pero esta suma no seria la resistencia verdadera de un tren, pues los vehículos aislados no obran, como ya hemos tenido ocasion de hacer notar, de la misma manera cuando están unidos unos con otros for- mando un convoy. Se ha tratado pues de determinar directamente esta resistencia, para lo cual se han seguido dos métodos distintos, llamados : 4 Método del dinamómetro, y 22 Método del indicador de diagramas. El dinamómetro que con este objeto se emplea y que describire- mos en seguida se coloca entre el tender y primer vehículo y sirve para medir el esfuerzo de traccion necesario para arrastrar toda la masa del tren. El indicador es un aparato que sirve para medir el trabajo ejecu- tado por la máquina en los cilindros, al remolcar un tren cualquiera, colocándolo en un lugar apropiado de estos. Los dinamómetros empleados son dispuestos de tal manera que muestran sobre un disco circular numerado el esfuerzo ejecutado, ó bien este esfuerzo es indicado por una línea que se dibuja sobre un papel durante la marcha del tren. A los primeros pertenecen los dinamómetros de Schaffer y Bud- denberg, representados en las figuras 4 á 7. Por medio de los dos esla- bones 6 se le coloca en los ganchos de traccion correspondientes á los dos vehículos. Sobre el disco dividido a se mueve una aguja t que indica en cualquier instante la fuerza de traccion desarrollada. El resorte está compuesto de una série de discos de acero de la forma (figs. 6, 7). La aguja de este aparato oscila muchas veces entre 5 y 15 centímetros, de tal modo que no se pueden obtener resultados muy exactos, por otra parte al arrancar el tren es necesario tener mucho cuidado, pues podria fácilmente descomponerse. El mas ventajoso de estos aparatos es el empleado por Vuillemin, Guébhard y Dieudonné (figs. 8, 9 y 10). El dinamómetro se coloca en un wagon cubierto que sigue inmediato al tender. La barra movible a del resorte del dinamómetro está unida con la barra de traccion del wagon y la 6 está unida invariablemente al mismo wagon. A la barra TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 149 a hay fijado un lápiz e, el cual se mueve al estenderse mas ó menos el resorte, trazando una línea sobre el papel que se envuelve en d, esta línea espresará las variaciones que habrá sufrido el resorte. La tira de papel es movida por un mecanismo de relojería que se encuen- tra en f. Por un contador que se encuentra en la caja /, el cual recibe su mo- vimiento de un escéntrico colocado sobre el eje del wagon se puede medir el camino recorrido. El lápiz h sirve para marcar el tiempo. Cuando se hace funcionar este aparato es preciso que un auxiliar observe el tiempo trascurrido por separado, pues á causa de las osci- laciones del tren podria fácilmente descomponerse el mecanismo de relojería. Sobre el techo del wagon se puede colocar una veleta, la cual unida en el interior con una brújula, daria en cada instante la direc- cion del viento. Se vé que, por medio de los dinamómetros se puede medir direc- tamente la resistencia total de un tren. Indicadores. —El indicador fué inventado por Watt, tiene por objeto determinar en cada instante, la tension del vapor en los ci- lindros de una máquina que trabaja. Aun cuando su forma ha variado desde aquel entonces, el principio en que se fundan los que actual- mente se construyen es siempre el mismo. Los indicadores destinados á medir el trabajo del vapor en una lo- comotora pueden dividirse en dos categorías: 1* los que dan diagra- mas contínuos y 2* los que los dan en líneas cerradas. S En el primer caso, el papel sobre el cual se marca el diagrama tiene un movimiento contínuo y en el segundo, recibe un movimiento de vaiven que corresponde al del émbolo. Los de la primera categoría son debidos á Groch y Welkner. Los del primero tienen sin embargo una diferencia de los del segundo, que consiste en que en el de Groch el papel recibe su movimiento por intermedio de la rueda motriz, mientras que en el de Welkner lo re- cibe del vástago del émbolo. Los primeros que construyeron indicadores de la segunda catego- ría fueron Mac-Naugt y Richard. Antes de usar los indicadores, es necesario cerciorarse de que las partes movibles del aparato se muevan con facilidad y que el ém- bolo se ajuste perfectamente al cilindro en toda su longitud, de tal manera, sin embargo, que no sea necesario tener en cuenta el frota- miento producido. Es necesario tambien que el robinete que dá paso 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA al vapor al compartimiento del indicador, tenga una abertura sufi- ciente á fin de que el vapor en su paso no sufra ningun laminage. En el indicador de Welkner (figs. 11 y 12) el pequeño tubo b esta- blece la comunicacion del cilindro A de la máquina con el cilindro del indicador a, la cual puede ser interrumpida por medio de un pequeño robinete. En el cilindro a se mueve un émbolo bien ajustado, cuyo vástago está invariablemente unido con un doble resorte d. La elasti- cidad de este resorte se ha medido por pesos colocados directamente sobre él ó por presion del vapor. En la estremidad del vástago se coloca por el intermedio de un resorte en espiral, que tiende á apre- tar constantemente hácia abajo, un lápiz, el cual al sufrir una pre- sion del resorte, se apoya sobre una tira de papel que es movida por el vástago del émbolo del cilindro A, dejando sobre ella un trazo cualquiera. Por otra parte, con el taco B se hace adquirir á la pa- lanca S un movimiento que corresponde exactamente al del émbolo del cilindro. En la estremidad superior de la palanca están unidas dos agarraderas dentadas y y y, las cuales por intermedio de los re- sortes 1 é 2, están en contínuo contacto con la rueda A dividida en pe- queñas partes. La rueda h se mueve siempre en el mismo sentido al funcionar el émbolo. Sobre el eje K, ademas de la ruedita h, se encuentran tambien los discos 1 entre los cuales se mueve la tira de papel m, esta puede ser fijada á voluntad, por medio de un tornillito n, de tal manera que puede participar siempre del movimiento de la rueda /h. La tira de papel p viene del tambor o, cuyo eje se mueve con frotamiento algo duro, de tal manera que presente siempre una pequeña resistencia al distenderse el papel. Mientras el papel pasa del cilindro o al cilindro m, el lápiz c se moverá perpendicularmente sobre él dejando un trazo determinado. Se han hecho muchas esperiencias con estos aparatos y los dife- rentes esperimentadores han espresado el resultado de sus esperien- cias en fórmulas empíricas mas ó menos exactas. Pambour dá la siguiente fórmula para calcular la resistencia total de un tren en línea recta horizontal : W=(1 +23) (6 Q +0.002687 Av?) + W, en la que Q representa el peso de todo el tren inclusive el tender, en toneladas inglesas. v la velocidad del tren en millas inglesas, por ahora. A representa la magnitud de la superficie sometida á la accion del TRACCIÓN EN LOS FERRO-CARRILES 151 viento; 3 =$ la resistencia adicional en la locomotora cuando trabaja y W, es la resistencia de frotamiento de la máquina aislada cuando no arrastra tren alguno. Segun Pambour W.,=— (74 + 48) libras y W. =(7q + 59) libras, el primer valor para máquinas de un solo eje motor, y el segundo para máquinas de dos ejes acoplados. El término medio Pambour toma W,=— 15 libras por tonelada, esto es, una resistencia doble de la de los wagones. Los ingenieros ingleses Harding y Scott-Rusel hicieron con un dinamómetro de Morin varias esperiencias sobre resistencia de los wagones. De estas y otras formó Scott una fórmula que es conocida generalmente por la fórmula de Harding, es la siguiente: W=Q (s =p 5) + 0.0025 Av? W —resistencia total en libras inglesas en línea recta horizontal. v = velocidad del tren en millas inglesas por hora, y A — área de la cabeza del tren, en piés cuadrados ingleses. Esta fórmula espresada en medidas métricas se trasforma en W= Q (2,68 + 0,3323v) + 0,0609Av* W es espresado en kilógramos. Q = peso del tren en toneladas de 1.000 kilos. A —área de la cabeza del tren, en metros cuadrados. V — velocidad en metros, por segundo. Esta fórmula tiene el inconveniente de no considerar para la re- sistencia del aire sinó el área de la cabeza del tren lo que no sucede con la de Pambour. Otras esperiencias con el dinamómetro fueron hechas por (och de las cuales Sewel dedujo su fórmula: == (s ES 55) 7 (5 q 0,000040»*) + 0,00002B»* q = peso en toneladas inglesas de la locomotora comprendido el ten- der, y B el volúmen del tren en piés cúbicos ingleses, las demás le- tras espresan las mismas cantidades que en la fórmula de Harding. Trasformándola en medidas métricas, viene: W = 2,68Q + 0,01850Q + 0,000124Bo*? + 2,239 + 1,3807 + 0,0000068.*0g. 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA A la fórmula de Sewell se le puede objetar que la resistencia del aire no es proporcional al volúmen del tren como ella lo indica. Clarck hizo varios esperimentos con el indicador sobre los ferro- carriles escoceses : calculaba la resistencia, tomando por base los diagramas que obtenia; dedujo de estas esperiencias la siguiente fórmula : q? W — resistencia del tren en libras inglesas. v = velocidad media en millas inglesas. Redtembacher tomando por base las fórmulas de Pambour, Har- ding y Goch, deduce la siguiente, dada en medidas métricas: (W= (3,11 + 0,0770) Q + (7,25 + 0,5770) q + 0,0704 (a s : an) v* 1 146.2 sen a (Q + q) + 1162 E. A — área de la cabeza del tren. a = área del frente de un wagon. n = número de los wagones. 2 = ángulo de inclinacion de la pendiente. Rúhlman fundándose en los esperimentos mas recientes, da para W, en medidas métricas, el siguiente valor : W=Q (1,8 + 0,40) + q (4,5 + 0,30) + 0,009Av* Q = peso del tren inclusive el tender. q = peso de la locomotora. v = velocidad del tren en kilómetros, por hora. —= área de la superficie del tren espuesta al viento. Segun las esperiencias hechas últimamente por Welkner en los ferro-carriles de Hanover, se tiene: llamando q el peso en toneladas de la locomotora con tender. Q el peso en toneladas del convoy de wagones. v la velocidad en millas geográficas, por hora. W = q (16 + 0,5?) + Q (7 + 0,1v?) libras. Los esperimentos hechos por Vuillemin, Dieudonné y Guébhard sobre el F. €. del O. de Francia, han dado los siguientes resultados : 12 Para trenes de mercaderias, con una velocidad de 19 á 32 kiló- metros por hora TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 153 = 1,65 + 0,05 v lubrificacion de aceite; b) —2,3 + 0,050 — de grasa. Q = peso del tren en toneladas métricas, sin la locomotora. 92 Para trenes de pasajeros y mistos, con] velocidades de 32 á 50 kilómetros por hora. W 0.009 Av? AT MOS o q E 30 Para trenes de pasajeros, con velocidad de 50 á 65 kilómetros por hora 2 y = 1.8 + 0.08u + A de Para trenes espresos, con velocidad de 70 á 80 kilómetros por hora. W 0.004 Av? == A ria 0 Q representa siempre el peso del tren sin la máquina, v la velocidad en kilómetros por hora y A el área de la cabeza del tren en metros cuadrados. Para terminar con la resistencia total de los trenes en marcha, citaremos las esperiencias llevadas á cabo sobre el ferro-carril del Sud de Austria. La resistencia se midió con el dinamómetro, formando trenes compuestos de wagones idénticos, pertenecientes á la misma série y pesados con toda exactitud. 1% Esperiencia. — Trenes compuestos de wagones de carga Cu- biertos, de 8 ruedas (giratorio): longitud de la caja=8"53; distancia entre los giratorios — 5”53; distancia entre los ejes de un mismo giratorio — 1732; diámetro de las ruedas — 1”00, y diámetro del eje — 0065. Se encontró que la resistencia á la traccion de 1,000 kilos sobre una vía recta horizontal era de 2.25 kilos á la velocidad de 2 millas, de 2.42 kilos para una velocidad de 2 á 3 millas, de 2.68 kilos para una de 3 á 4, de 2.92 para una de 4 45, y de 3.15 kilos para una velocidad de 54 6 millas. 2% Esperiencia. — Trenes compuestos de wagones cubiertos, de 4 ruedas: largo de la caja — 5”8; distancia entre los ejes = 290; diámetro de las ruedas — 1”00; diámetro de los ejes = 0”08. La resistencia á la traccion de 1,000 kilos en una vía horizontal recta, 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA era: de 2.33 kilos para una velocidad de 2 millas por hora, de 2.73 kilos para 4 4 5 millas de velocidad, de 2.90 kilos para 5 46 millas, y de 3.21 kilos para una velocidad de 6 á 7 millas. Con lo espuesto estamos ahora en las condiciones de poder deter- minar con bastante aproximacion, cualquiera que sea la vía y los vehículos empleados, la resistencia de un tren que tenga un peso determinado. 11 CALCULO DE LAS DIMENSIONES PRINCIPALES DE LA LOCOMOTORA El agente empleado para vencer las resistencias á la traccion, que presenta un convoy de wagones colocados sobre una vía férrea, es el vapor de agua, cuya formacion y accion tiene lugar en una máquina llamada locomotora. Para poder determinar las dimensiones que debe tener á fin de poder vencer una resistencia dada, necesitamos conocer primeramente la manera y condiciones en que se forma y aplica el vapor. Empezaremos por su formacion. FORMACION DEL VAPOR La caldera de una locomotora está destinada á producir la cantidad de vapor necesario para el trabajo que ha de efectuar durante un tiempo determinado, y por consiguiente debe ser capaz tambien de proporcionar, á la masa de agua contenida en ella, la cantidad de calor suficiente para formar este vapor. No todo el calor producido por el combustible que se quema sobre la parrilla es aprovechado para elevar la temperatura del agua. En efecto, los gaces de la combustion que pasan por los tubos y se escapan luego por la chimenea no abandonan totalmente su calor, por una parte, y por otra siempre hay una cantidad de calor que se pierde por irradiacion. : Cuanto mayor sea la relacion entre el calor aprovechado y el pro- ducido sobre la parrilla, tanto mas ventajosa será evidentemente la caldera. A mas, siendo mayor el calor producido cuando tiene lugar una combustion completa, que cuando es incompleta, es necesario que la parrilla y en general todo el hogar sea dispuesto de tal manera TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 155 que la combustion se haga en las mejores condiciones posibles, para lo cual es menester á su vez que pueda penetrar la cantidad de aire suficiente, Estudiaremos pues primeramente las condiciones de la combus- tion sobre la parrilla y en seguida investigaremos las referentes á la absorcion del calor por la superficie de calefaccion. Combustion. — Area de la parrilla. —Los combustibles que mas generalmente se emplean en las locomotoras son: el cocke y el carbon de piedra, con menos generalidad el carbon de leña, la madera y la turba. Estos combustibles se componen principalmente de carbono, hidrógeno y oxígeno, contienen á veces cenizas, partículas terrosas y azufre, etc. Cuando la combustion es completa, el oxígeno del aire se combina con el carbono formando el ácido carbónico y el oxígeno del combustible que queda libre se combina con el hidrógeno, for- mando agua. Ahora bien, se ha encontrado que un kilógramo de carbono tras- formándose en ácido carbónico desarrolla 7,500 calorías y un kiló- gramo de hidrógeno al trasformarse en agua produce 34,500 calorías. Si indicamos pues con € la cantidad en kilos de carbono contenido en un combustible, con H la cantidad de hidrógeno, con O la de oxígeno y con A la de agua, la cantidad de calorías desarrolladas por este combustible, despues de una completa combustion será: 7.500 C + 34.500 (5 0 5) —640A esto es despreciando el calor absorbido por las pequeñas cantidades de materias incombustibles que contuviera. Conociendo pues la composicion química de un combustible cual- quiera, se podrá por la fórmula anterior determinar el poder calorí- fico, es decir, el número de calorías desarrolladas por la completa combustion de un kilógramo de dicho combustible. El análisis cuantitativo de las buenas hullas ha dado en término medio los siguientes resultados: w CALDOIOS ue ay ona e OA IRE 0:S00 TORO. bos Ma a: 0 054 Pxigeñonolid.Y Llora Gili .«. 05071 A O A SS e 05000 ELE A fee pís ¿do dOS 0 045 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sustituyendo estos valores en la fórmula anterior se tiene llamando N el número de calorias de 1 kilo de hulla. N =7.530 <0.8 + 34.500 (0.054 — 0.009) — 640 <0.003 = 7.533 El cocke tiene: CALDODO e ara cis O a e 0:85 A OS 0 05 Conias:i e. dipais ¿8 USARSE NE 0 1 de donde: N = 7.500 < 0,85 — 6.40 < 0.05— 6.343. Observaremos que nunca es posible obtener en los hogares una combustion completa, pues siempre sucede que se unen muchos átomos de carbono con uno solo de oxígeno, formando así el gas óxido de carbono, en vez de formar el ácido carbónico, para lo cual es necesario se unan uno de carbono con dos de oxígeno, por esta cir- cunstancia cada kilo de carbono solo desarrolla 2,400 calorias, esto es solo la tercera parte de las que se desarrollarian al tener lugar una combustion completa. Ademas una cantidad de calor, como ya hemos dicho, se pierde primero por irradiacion y segundo por el escape de la chimenea salen con el humo muchas partículas de carbon sin quemarse, por estas razones en las aplicaciones solo se toman : para hulla 0.75 x 7558 = 5600) _ para cocke 0.90 x 63438 = 5700) —* 4 (y es una fraccion — 0.75 6 0.9 segun sea hulla ó cocke el combus- tible que se considera), como número de calorias producidas por un kilógramo de combustible. La cantidad de aire necesario para la combustion se obtiene de la manera siguiente: Un kilógramo de ácido carbónico contiene 0,73 kilos de oxígeno y 0,27 kilos de carbono; así pues, para convertir un kilógramo de car- bon en ácido carbónico, será necesario proporcionarle a. = 92,7 ki- . , los de oxígeno, y como un kilo de aire no contiene sinó 0,23 kilos de oxígeno y 0,77 kilos de azoe, será necesario para la combustion de cada kilógramo de carbono E = 11,7 kilos de aire atmosférico. De la misma manera se encuentra la cantidad de aire necesario para la combustion del hidrógeno al convertirse en agua. 1 kilógramo de agua contiene 0,89 kilos de oxígeno y 0,11 kilos de hidrógeno; un ki- TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 457 lógramo de hidrógeno necesitará E = 8.10 kilos de oxígeno y como 0,23 para la completa combustion de un kilógramo de combustible este se encuentra en — 35,20 kilos de aire, será necesario, pues, 11,70 + 35,2 (a — 5) kilos de aire. Aplicando á la fórmula anterior los datos de la hulla y del cocke, tendremos, que para la primera son necesarios: 11,7 <0,8 + 35,2 (0,054 — 0,009) = 10,9 kilos de aire y para el segundo: 11,7 <0,85— 9,90 kilos de aire. En la práctica, sin embargo, no se pueden admitir estos resultados del cálculo teórico. Se toman generalmente los siguientes: Para la hulla 15 kilos de aire y para el cocke 13,5 kilos de aire. Se puede, con el auxilio de estos números calcular la temperatura que reina en el hogar durante la combustion. Hemos dicho ya que una parte del calor producido se pierde por irradiacion, la otra es la únicamente aprovechada en la elevacion de la temperatura. Llamemos s á la relacion entre el calor irradiado y el calor total producido sobre la parrilla y que tomaremos segun los resultados de la esperiencia igual á 5. Así en un combustible que tiene un poder calorífico igual á yN necesita para la elevacion de la tempe- ratura de los gases de la combustion (1—-) yN calorias. Los gases de un kilo de combustible al mezclarse con los A kilos de aire necesarios para la combustion completa elevan su temperatura de T, á T,. Indicando con s el calor específico de los gases de la combustion (esto es el número de calorias necesarias para elevar de 1* la tem- peratura de 1 kilo de gases) podremos establecer la siguiente ecua- cion: (1 AJs (1, — Ty) = (1 — 9) yN, de donde a yy N os dd ll í; a Dn ar (AMAS (1) En las aplicaciones se toma s — 0,24 que es el calor específico del aire. Sustituyendo las cantidades y, N, A y « por sus valores numéricos y suponiendo T, =0 se encuentran en números redondos. 158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Para la hulla T, = 1140? Para el cocke T, = 13002 Por la (1) se ve como disminuye la temperatura T, aumentando la cantidad de aire introducido, es por esto que se trata siempre de im- pedir la entrada repentina del aire frio en el hogar, pues es suma- mente perjudicial, dada la temperatura elevada que en él reina. Determinemos ahora las dimensiones que debe tener la parrilla para poder quemar una cantidad dada de combustible. Se sabe que el combustible se coloca sobre unos barrotes formando parrilla y el aire necesario para la combustion penetra por los espa- cios libres que quedan entre ellos. El ancho de estos espacios libres depende de la naturaleza del combustible no debiéndose caer por ellos. Para el cocke es de 0702 á 07098 y para la hulla de 07007 á 0702. Llamemos R el área total de la parrilla. La suma de los espacios libres siendo una fraccion de R, la representaremos por m R siendo m <1. Los barrotes tienen generalmente un ancho que varía entre 0:02 á 07035 y el valor de m está comprendido siempre entre 0,4 y 0,5 para el cocke, entre 0,25 y 0,4 para la hulla. Ahora bien, llamando B el número de kilógramos de combustible : ¿ B que sea necesario quemar sobre una parrilla durante una hora, 3600 kilos será lo que se queme en un segundo. La cantidad de aire nece- sario para esta combustion será 2 kilos Ó en metros cúbicos 13 % 3600 30m pues un metro cúbico de aire pesa 1,30 kilos. Indique- mos ahora con v la velocidad del aire que penetra entre los barrotes, esta velocidad multiplicada por la suma mR de los espacios libres será la cantidad de aire que penetrará por segundo en el hogar, que deberá ser el necesario; esto es, se debe tener: ba de 1.8 < 3600 de donde B 1.3 3600 mv AA AA O Esta ecuacion nos dá la cantidad de combustible que se puede que- mar por segundo y por metro cuadrado de parrilla. B El valor de E depende tambien de la altura A que ocupa el com- TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 159 bustible sobre la parrilla, y como los espacios libres quedan cons- tantes, aumentando la altura del combustible será necesario mayor cantidad de aire, lo cual podrá satisfacerse únicamente aumentando la velocidad, hagamos pues: | DAA (3) en la que «a es constante. Sustituyendo (3) en (2) viene O ma (4) AB 1.3 < 3600 < ama - multiplicado por Á los dos miembros de donde R= AB 13 5236005 am (5) que nos dá el volúmen del combustible que se puede quemar por se- gundo sobre la parrilla. El valor de a se determina esperimentalmente. Así se ha encontrado que se pueden quemar en un segundo 500 kilos de cocke sobre un metro cuadrado de parrilla, con una altura de 0%5 de combustible. Vi RA => Si en la (4), hacemos pues E = 500, A —13.5,m=— 0,45 y A=0,5 se encontrará para a el valor 6,5 y las ecuaciones (3) á (5) se con- vierten en v =56,5A (3%) B y = 250mA (4) 4, B E Para la hulla se ha encontrado 4 = 13, es decir, un valor doble del encontrado para el cocke. Las mismas fórmulas para la hulla se convertirán en v= 134 (3 7 JO5OmMA (4) == Pa 1 B b V=RA= 20507 (S”) 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De la (4%) se deduce el área que debe tener la parrilla para el caso en que selemplee el cocke, como generalmente m = 0.45 y A = 01% á 016, resulta en término medio B B ' A y = 500 de donde E = 500 (6%) Cuando se hace uso de la hulla se tiene próximamente A — 0720 á 0133 y m =3, la parrilla se calculará pues por las fórmulas : A E: 200, > 450 segun la constitucion de la hulla. De lo dicho resulta que para producir una misma cantidad de vapor en calderas de superficie de calefaccion iguales se necesita mas hulla que cocke y su relacion establece que la parrilla para hulla debe ser próximamente los 54 2 veces mayor que para el cocke. VAPORIZACION DEL AGUA EN LA CALDERA Magnitud de la superficie de calefaccion y dimensiones de la cal- dera. — Hemos visto que para la combustion de B kilógramos de combustible se desarrolla sobre la parrilla yNB calorias de las cua- les syNB son irradiadas directamente y absorbidas por la superficie de calefaccion directa y (1 —«) yNB son absorbidas por los gaces de la combustion, los que siempre abandonan algunas de estas calorias du- rante su pasaje por los tubos. El calor absorbido tanto por la super- ficie de calefaccion directa, como por los tubos, es á su vez absorbida por el agua contenida en la caldera, eleva su temperatura y la hace evaporizar. El calor que los gaces poseen aún al entrar en la caja de humo, es un calor que no se aprovecha. La relacion y, entre el calor aprovechado en la elevacion de la temperatura del agua y el calor total producido sobre la parrilla, nos indicará las condiciones mas Ó menos ventajosa de la caldera, es á esta relacion que determi- naremos ahora. Indiquemos con T, la temperatura de los gaces de la combustion sobre la parrilla. T, la temperatura de los mismos al entrar en la caja de humo. Q el peso de los gaces producidos por la combustion durante una hora, y con s el calor específico de los mismos. TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 161 La cantidad del calor no irradiado será sQT, y se deberá tener sQT, = (1 — 9) yNB (7) Como los gaces abandonan la caldera con sQT,, calorias, el calor dado por estos al pasar por los tubos y absorbido por la superficie de calefaccion será sQ (T, — T;) el cual sumado con el directamente irradiado al hogar da ¡NB + sQ (T, — T,) la division de este valor por la cantidad total del calor producido sobre la parrilla nos dará la relacion y, que buscamos: — 5INB + sQ (T, — T,) Sd ¡NB y como segun la (7) sQT, “NB =4a 25 $) viene E O o (8) La relacion Y, como se ve es tanto menor cuanto mayor sea T,. Así si se exige que una caldera deba dar un valor determinado para 9, , es a : . du será necesario fijar primero una relacion determinada T entre las 1 temperaturas. De la anterior se deduce => (9) T, l—>0 Para fijar el valor de T, temperatura con la cual los gases entran en la caja de humo, vamos á estudiar primeramente la manera como abandonan su calor al pasar por los tubos de la caldera. Sea (fig. 13) una seccion vertical por el eje de la caldera é indique- mos con £ la temperatura del agua en la caldera é y, dy las tempe- raturas de los gases en dos secciones NN y N,N, infinitamente cer- canas x y % + du las distancias de estas secciones á MM. lla longitud de la superficie de calefaccion desde MM hasta la caja de humo; h = dr el perímetro de la seccion total de todos los tubos en nú- mero 2, de diámetro 3 cada uno; 11 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA H — hl el área total de la superficie de calefaccion, en metros cua- drados; Q = peso de los gases provenientes de la combustion de B kilos en en una hora (en kilógramos); k = la cantidad de calor de los gases que penetraria por un metro cuadrado de superficie de calefaccion para una diferencia de un grado entre la temperatura de los gases y del agua en la caldera. Segun una ley física, la cantidad de calor que penetra por la su- perficie h da, es kh da (y — t) Ahora bien, toda partícula de gas de peso q, pierde en el trayecto de NN á N,N, la cantidad s q dy calorias, y como en una hora pasan Q kilógramos de gases, el calor que abandonan á la superficie de cale- faccion en una hora será s Q dy, este valor debe ser igual al que pene- tra en la caldera, y tendremos —sQdy=kh dx (y — t) El primer miembro es negativo á causa de que dy es negativo, pues la temperatura decrece con el número de x. De la anterior se saca dy _ _ khdo y to sQ Integrando entre los límites y =T,, T,y uo =0áx=— l y sbsti- tuyendo hl por H viene T,=t_ KkH log nat. LE CA (10) 0 ETE: T, —1 A e 0 tene: 1,1 (110%) Para hallar la temperatura T, con la que los gaces se escapan por la chimenea, trasformaremos la ecuacion logarítmica (10) en la espo- nencial siguiente: Ea A Md E pal) La sustraccion de este valor de T, nos dará la temperatura que ha absorvido la superficie de calefaccion ER n—T=m ole %) TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 163 sustituyendo esta en la (8) esta vendrá 9 =0+(1—0) (1-5) (10%) (9) Multiplicando entre sí las dos relaciones y y Y, tendremos una re- lacion final y = yg. que nos dará la cantidad total de calor utilizado por una caldera para una cantitad determinada de calor producido en el hogar. Por la (12) se ve que el calor utilizado será tanto mayor : 4 Cuanto menor sea £, esto es cuanto menor sea la temperatura del agua en la caldera, veremos sin embargo que por otras razones esta temperatura en las locomotoras debe ser siempre bastante elevada, lo cual es perjudicial para la formacion del vapor; 2 Cuanto mayor es T, temperatura en el hogar, para obtener este resultado es necesario tratar que penetre la menor cantidad de aire posible; 32 Cuanto mejor conductor del calor sea la superficie de calefac- cion, pues con esto aumenta k y por consiguiente el calor utilizado; y 4% Cuanto mayor sea el hogar. (Continuará). Orro KRAUSE. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA CONTRIBUCIONES AL ESTUDIO DE LA FAUNA ARGENTINA Y PAÍSES LIMÍTROFES POR CÁRLOS BERG SINONIMIA Y APUNTES ACERCA DE RHOPALOCERA 1. Argynnis Cytheris (Dru.) Doubz. Papilio Cytherís Dru., 1!l. Exot. Entom. Il, pl. 4, fig. 34 (1773). Argynanis Siga Hb., Zutr. Exot. Schmett. IV, p. 21. 339, fig. 677-678 (1832). Melitaea Cytheris Westw. in Dru., Ill. Exot. Entom. IV, pl. 4, fig. 3-4 (1837). Argynnis Anna BLaNcH. in Gay, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 23. 2(1852) $. — Kirbr, Cat. Diurn. Lep. p. 159. 46 (1871). * Argynnis Lathontoides BLaNcH. in Gar, Hist. de Chile, Zool. VII, p. 22. 1 (1852) Y. — Fig. 1-2, tab. 2 exceptis! KirBY, Cat. Diurn. Lep. p. 159. 41 (1871). * Argynmis Anma + Lathonioides ReeD, Anal. Univ. de Chile. XLIX, p. 673. lám. 1, fig. 6 (1877). Argynnis Cytheris DoubL., Gen. Diurn. Lep. 1, p. 176. 40 (1848). — KirbY, Cat. Diurn. Lep. p. 159. 45 (1871). — Ber, Anal. Soc. Cien. Argent. IV, p. 88. 2 (1877). — Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. Y, p. 142. 1 (1878). * Los nombres señalados como sinónimos por primera vez, lleyan un asterisco. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 165 2. Argynnis Dexamene Bspv. * Argynnis Cytheris BLaNcH. (non Dru.) in Gay, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 23. 3(1852). — RezD, Anal. Univ. de Chile. XLIX, p. 675 (1877). * Argynnis Lathonioides BLancH. in Gar, Hist. de Chile. Zool. VII, Atlas, lám. 2, fig. 1-2 (1852). — Descript. ex- cepta! Argynnis Dexamene Bsbv., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 3, VII, Bull. p. CLXX, 1 (1859). — Kirby, Cat. Diurn. Lep. p. 160. 48 (1871). * Argynnis montana REED, Anal. Univ. de Chile. XLIX, lám. 1, fig. 8 (1877). * Argynnis Lathonioides Bere (non BLaxcH.;, Anal. Soc. Cient. Argent. IV. p. 88. 3 (1877). Argynmis Lathonioides + Dexamine Burm. (non BLANcH.), Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 143. 2, et p. 144. Observ. (1878). Hé allí la sinonimia bastante enredada de dos especies de la fauna argentina y chilena. BLaNcHarD ha incurrido en una equi- vocacion y otros han errado á causa de él. Él, al describir los lepi- dópteros de la Historia de Chile por Gar, tenia, entre otras, dos especies del género Argynnis FaBr., una nueva y la A. Cyther:s (Dru.) DoubL.; se equivocó describiendo esta última como nueva bajo los dos nombres de 4. Lathonioides la Q y A. Anna el Y, y la primera, la verdadera nueva, la tomó por la A. Cytheris (Dru.) DouBL. Este mismo autor embrolló esta cuestion aún mas, dando una figura (lám. 2, fig. 1-2) de la Q de esta última (A. Cytheris BLaNcH. non Dru.) con el nombre de la primera (A. Lathontoides BLancu. = A. Cytheris Dru. non BLAaNcH.). Varios autores, sin co- nocer los originales ó sin tener material suficiente adoptaban ó citaban las especies de BLANCHARD así no mas; yo hice solo la ob— servacion l. c. de la A. Lathoniordes BLANcH., que la figura corres- pondia bien al ejemplar que poseia pero no la descripcion, faltando principalmente la coloracion violácea de la cara inferior de las alas posteriores; esto era natural, pues, mi especie no era la A. Latho- miordes BLANCH., sinó la A. Dexamene Bsbv. á que corresponde la figura aludida que lleva un nombre equivocado, y la 4. Dexa- mene Bspv., descrita en el año 1859, era la verdadera primitiva nueva de BLANCHARD, que este autor quizo describir como A. Latho- 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nio1des, pero que tomó por equivocación como la 4. Cytheris (Dru.) DoubL., describiendo esta como nueva bajo el nombre de A. Latho- modes. Esta sinonimia intrincada se la podia solo desenredar por el es- tudio de los ejemplares típicos en Paris, en Rennes en la coleccion de BorspuvaL, que se halla en manos de los Sres. OBERTHUER, y en Chile. Lo he hecho durante mis viages en Chile y en Europa y pre- sento ahora el resultado de mis observaciones. 3. Pyrameis virginiensis (Dru.) Kirby. Papilio Cardut virginiensis Dru, (1770). — Papilio Hunteri FaBr. (1775). — Papilio Tole Cram. (1775). — Papilio Huntera Fabr. (1793). — Vanessa Hunteri Hs. (1816). — Cynthia Huntera Westw. (1837). — Pyrameis Huntera DuuL. (1849). — Pyramets virginiensis KirpBY (1871), * Vanessa Terpsichore PHiL., Anal. Univ. de Chile. XVI, p. 1089 (1859) et Linn. Entom. XIV, p. 266. 3 (1860). * Pyrameis Terpsichore KinBY, Cat. Diurn. Lep. p. 186, 12 (1871). — Reen, Anal. Univ. de Chile. XLIX, p. 679. lám. 2, fig. 1 (1877). Por las observaciones que he hecho durante mi permanencia en Chile en el año 1879, y por el ejemplar que poseo de Valdivia, la P. Terpsichore (PHiL.) Kirby es idéntica á la P. virgiíniensis (Dru.) KirBY, lo que no se habia comprobado aún. 4. Satyrus Thione (Bspv. in litt.). * Satyrus Montrolii BerG (non FersTH.), Anal. Soc. Cient. Argent. IV, p. 92. Anot. (1877). * Satyrus Lefebvurii + S. Montrolii Burm. (nec GUÉR. nec FersTH.), Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 205. 5 (1878). Por el exámen de ejemplares típicos del Satyrus Lefebvrí Guin. en Paris, resulta que la especie nuestra que habíamos considerado durante mucho tiempo como el S. Lefebvuriz ó S. Montroli?, no es la misma, sinó una especie nueva, que se halla en la coleccion de BorspuvAL (OBERTHUER) bajo el nombre provisorio de S. Thione, el que adopto. La descripcion que ha dado el Dr. BurmEIsTER Corres- ponde á nuestro S. Thione. El S. Lefeburí es mucho mas grande, FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 167 hasta 66 mil. de expansion de las alas anteriores (la nuestra tiene de 38 á +4 mil.); el limbo de sus alas es mas dentellado. La mitad basilar de las alas anteriores es de un rojo mas intenso y de mayor extension; la mancha negra subcuadrada en la faja rojiza es an— teriormente sin borde rojo. La faja rojiza de las alas posteriores es ancha, se extiende sobre la mayor parte del ala y tiene un punto negro en la celdilla segunda. La parte basilar de las alas posteriores es de un amarillo rojizo. En la cara inferior: el fondo de las alas anteriores es de un rojo mas vivo, la mancha orbicular es mas grande y de posicion oblicua y la faja es mas marcada y casi tes- tácea; la faja sublimbar de las alas posteriores es muy ancha, de un testáceo impuro y en el borde anterior blanquizca ó azulada, coloracion que se extiende hácia la base; la faja tiene tambien mayores sinuosidades en las celdillas 3* y 42; la coloracion general de estas alas es algo rojiza (en el S. Thione fusca variada de blanco y negro), con fajas transversales negras, bastante anchas, pero algo desvanecidas. El S. Thione se halla en abundancia en la Banda Oriental del Uruguay, en los bosques del Nandubey (Acacia Ñandubey GrB.); ademas ha sido observada en Córdoba, Entre-Rios, en la Provincia de Buenos Aires al Sur y en Patagonia. 5. Riodina Lysippoides Noz. Riodina Lysippus Burm. (non Lixx.), Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 220. 1 (1878), El representante de la fauna argentina que se asemeja mucho á la R. Lysippus (L.) Westw., forma una nueva especie, como lo pude resolver por los ejemplares de las colecciones europeas. Le doy el nombre de R. Lysippordes. Sus diferencias principales y específicas son las siguientes: Es mas pequeña, hasta 33 mil. de expansion de las alas anteriores; la línea amarilla transversal de las alas poste- riores es en parte interrumpida ó en zig-zag, y en general mas angosta, como tambien la de las alas anteriores que emite una pequeña ramita hácia el limbo cerca del ángulo interior. Por debajo, ni las alas posteriores ni las anteriores poseen la puntuacion blanca que tiene la R. Lysippus (L.) Westw. y que ha notado ya muy bien el Dr. BurmelsTER (1. c. p. 221. Observ.). Nuestra especie tiene por lo demas los apéndices de las alas posteriores poco desarrolladas y 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA muy poco salientes, sin la sinuosidad profunda en la parte anterior en la celdilla 4?. 6. Siseme Hothurus No. S : Supra obscure fusca, alis fascia media transversa angustissima aurantiaca ornatis, anticarum apice albo-ciliato, posticarum angulo interno haud macu- lato, perparum producto, longe ciliato; infra alis pruinis vel violaceo-micantibus, ad margines fu- scescentibus, linea transversa latiore, ex parte medio albida. Antennis anguste albo-annulatis; palpis subporrectis, articulis duobus basalibus hirsuto-squamosis, arti- culo terminali longiusculo, tenul; capite, thorace, pectore, abdomine pedibusque obscure fuscis; l1- nea media alarum anticarum antice et postice lae- tiore tincta, linea alaram posticarum nonnihil ad basin approximata, medio subobsoleta, angulis posticis perparum productis; linea transversa pa- ginae inferioris multo latiore quam in superiore, prope marginem interiorem alarum anticarum et - in medio posticarum albida, flavo marginata, ciliis maximam ad partem grisescenti-fuscis.— Exp. alar. ant. 27; lat. alae post. pr. limb. 12 mm. Patria: Respublica Argentina (Prov. Salta). Entre las especies de este género conocidas por mí, se acerca mas á la S. Aristoteles Latr. (HumB. et BonrL., Obs. Zool. I, p. 243. pl. 24, fig. 5-6); pero se distingue bien de la misma, por el menor tamaño; por la línea media de las alas muy angosta; por la carencia de la faja sublimbar fuscescente, de la mancha caudal y de los puntos limbares blancos de las alas posteriores; y por la uniformidad de la coloracion fundamental de la cara inferior de las alas. Se asemeja tambien algo á la S. Minerva FeLD. (Nov. Lep. Il, p. 308. 418, tab. 36, fig. 14-15), principalmente por el ángulo inferior de las alas posteriores poco saliente, pero se distingue de esta casi por los mismos caracteres que de la especie anterior. La coleccion de la Universidad posee de esta especie un Y, que fué traido de Salta, por el Dr. D. E. L. HoLmBERG. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 169 7, Theclá Acastoides Non. Thecla Acaste Burm. (non v. PrIrtw1TZ), Descript. phys. de la Rép. Arg. V, 234. 6 (1878). Hace ya mucho tiempo, me hizo notar el Dr. SraupixcER, que la especie que hemos considerado como la Th. Acaste v. Prirrw., no era ni esta, ni una de las demas parecidas, sinó una especie nueva. Estando en Europa no perdí la ocasion de examinar los ejemplares típicos de v. Prrrrwrtz, que se hallan en la rica coleccion de Srau- DINGER, y comparar la especie nuestra con otras parecidas. Tiene mucha semejanza con la Th. Acaste, pero evidentemente debe ser separada de ella y considerada como nueva á causa de las diferen- cias siguientes: Es mas pequeña; las antenas son mas engrosadas hácia la extremidad; tiene los apéndices caudales de las alas pos- teriores mas cortos; la coloracion azul de la cara superior de las alas es mucho ménos violácea; la línea transversal blanca de la cara inferior de las alas posteriores es ménos dentellada, y falta en el Y en el mismo lado de estas alas, la pequeña mancha blanca en forma de c, que se observa en el Y de la Th. Acaste v. Pr1TTW. 8. Hesperia Premnas WALLENGR. Hesperia Premmas WALLENGR., Wiener Entom. Monatschr. IV, p. 38.20 (1860) et Eug. Resa. Ins. p. 358 (1861). Thymelicus Premnas KirBY (non Burm.), Cat. Diurn. Lep. - "p. 610, 12"(1871): * Hesperia physoptila Bunm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 250.3 (1878). Segun las comunicaciones que me ha hecho el Dr. AurIvILLIUS en Estocolmo, la H. physoptila es sinónima de la H. Premnas, como lo sospechaba ya tambien el Dr. Burmerster (véase: Alas de la Deseript. phys. de la Rép. Argent. Addit. p. 56). Anotación. — Siguiendo el ejemplo de LarrEILLE, BOISDUVAL, V. HEINEMANN, STAUDINGER y BurMEISTER, adopto el nombre ge- nérico de Hesperta para las especies que figuran segun muchos autores en el género de Pamphila, como por ejem- plo: las H. líneola, comma, Sylvanas, etc. El tipo del género Pamphila es el Palaemon PaLL.; entre Augiades y Erynnis 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hs. no sé bien distinguir, para remitir al uno la H. Syl- vanus y al otro la H. comma. 9, Thracides Dalmannii (LATR.). Hesperia Dalman Latr., Enc. Méth. IX, p. 747.48 (1823). Goniloba Dalmani Westw., Gen. Diurn. Lep. MH, p. 513.47 (1852). Goniloba Dalmanni v. Pritrwitz, Stett. Ent. Zeit. XXIX, p. 193.50 (1868). Proteides Dalmani Kany, Cat. Diurn. Lep. p. 595.37 (1871). * Thracides Ethemides Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 279.4 (1878). He podido resolver por el exámen de varios ejemplares de Th. Dalmani, que el Th. Ethemides representa la misma especie. HI SINONIMIA DE TRES SPHINGIDAE 10. Dilophonota Lassauxii (Bspv.). Anceryx Lassauxii Bspv., Ann. Soc. Ent. de Fr. Sér. 3. IX, Bull. p. CLVII (1859) et Spéc. Gén. de Lép. Hét. Sphing. p. 129.14 (1874). * Dilophonota Cercyon Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. Y, p. 332.3 (1878). El ejemplar típico de A. Lassaux de BorspbuvaL demuestra su identidad con la D. Cercyon. Este autor indica en su descripcion las alas posteriores de esta esfinge de una coloración negra uni- forme, lo que ha motivado la formacion de una nueva especie. En el ejemplar típico se ve tambien algo del color fusco hácia la. base de las alas posteriores. 11. Dilophonota picta (SrEpp). ¿Sphinx Penaeus FaBR., Ent. Syst. MI, 1, p. 360.15 (1793). Sphinx picta Serr, Pap. de Surin. II, pl. 96 (1850). * Anceryx Piperis Bsov., Spéc. Gén. de Lép. Hét. Sphing. p. 132.19 (1874). -FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 171 Anceryx picta MorschH., Stett. Ent. Zeit. XXXIX, p. 438 (1878). * Dilophonota Hippothoon Bunm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 333.4. Atlas. p. 29. pl. 10, fig. 5: imago et p. 32. pl. 12, fig. 4: larva (1878). Habiendo dudas en cuanto al Penaeus FaBr. y existiendo una esfinge del mismo nombre descrita por Cramer, que tiene la prio- ridad, debe ser conservado el nombre dado por SerP. Aúnque la figura que nos da este aulor es muy deficiente en forma y colo- racion, no queda duda que representa á la especie en cuestion, como se ve por la oruga, que hemos observado tambien de color verde que cambia poco ántes de la transformacion en crisálida, ofreciéndonos un tinte amarillento mas ó ménos vivo. En el Museo Real de Viena he visto esta especie bajo el nombre de D. picta Sere. A. Piperis y D. Hippothoon son sinónimos; he tenido ocasiun de estudiar los ejemplares típicos. Anotación. — Creo haber visto esta misma especie en el Museo del Dr. SraubincerR bajo e. nombre de D. cinerosa GROTE. Pero como no estoy seguro, por no haber hecho compara- cion con los ejemplares de aquí, hago solo esta observacion. 12. Dilophonota obscura (Fañr.). Sphinx obscura FaBRr., Spec. Ins. II, 142.14 (1781); Mant. Ins. II, p. 94.16 (1787) et Ent. Syst. III, 1, p. 361.17 (1793). — GueL., Syst. Nat. 1, 5, p. 2375.58 (1778) Q. _Erinnyis Stheno (HB.) GeYerR, Suppl. Exot. Schmett. Taf. 38 (18209). Y et Q. Anceryx obscura WaLK., List of Lep. Ins. VIII, p. 226.7 (1856) Q et Y. — Bsov., Spéc. Gén. de Lép. Hét. Sphing. p. 132.20 (1874). * Anceryx Rhaebus Bsbv., Lép. de Guatem. 72 (1870) et Spéc. Gén. de Lép. Hét. Sphing. p. 131.18 (1874) Y. HuEBNER ha figurado los dos sexos; la descripcion de Fabricius ha sido hecha por la Q, y la de BorispuvaL por un . La especie es tambien algo variable en cuanto á la intensidad y la distribucion de las manchas oscuras. Fué encontrada últimamente en Buenos Aires y criada de orugas; tiene, pues, una distribucion geográfica muy vasta, hallándose desde México hasta el Rio de la Plata. 1792 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA TI AGARISTIDAE DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Genus EUTHISANOTIA HB. (1825). Eubryas Bsbv. (1836). El nombre genérico Euthisanolía Ha. tiene la prioridad con rela- cion al de Eudryas Bsbv., por haber sido usado por primera vez en el año 1825 para la E. Unto Ha.; el de BorspuvaL es del año 1836 y ha sido empleado, por otra parte, varias veces, y hasta en los lepi- dópteros. La Noctua Timais Cram., que ha sido puesta por HueBwer en el mismo género que la E. Unio y que no es una Agaristida, debe llevar el nombre genérico de Xanthopastes, que le fué ya atribuido por el mismo autor en el año 1816, tanto mas cuanto que las demas especies que él consideraba como congéneres, han sido colocadas en otros géneros. GUENÉE puso la X. Tímais en su género Glottula que abraza dos secciones, la primera, idéntica al Brithys Ha., la segunda, á la Xanthopastes p. Hb. 12. Euthisanotia platensis Non. ¿ et €: Capite, antennis, thorace, colore nativo ala- rum anticarum margineque posticarum canescenti, rufescenti vel grisescenti-fuscis, alarum anticarum vitta media alba arcuata, in margine costal: ante apicem terminata, antice obsoleta et margine an— tico maculis duabus fuscis ornata, postice bene de- terminata et interdum rufo aut rubro-fusco-mar— ginata, alis posticis, margine excepto, ochraceis. Palpis subporrectis, hirsuto-squamosis, articulo ter- minali articulo secundo dimidio fere breviore, ad- presso-squamoso, nutanti; fronte valde prominenta, supra cornu complanalo depressione declivi margi- nata fusca ornata; antennis thorace duplo fere lon- gioribus, simplicibus, apicem versus paullo incras- satis, apice saepe inflexo; thorace antice interdum FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 173 rufescenti; alarum anticarum macula orbiculari elliptica, macula reniformi limbum versus subsi- nuata, ambabus flavido-fuscis, nigricanti-margi- natis et centro subargenteis, vittula obsoleta inter maculas rubrescenti, parte alae infra vittam albam obscura, fusca, rufescenti et virescenti, in apice terminata, costa limboque pallidis, hoc margine ¡pso inter venas, praecipue angulum posteriorem versus, nigro-interlineato, ciliis griseo-fuscis vel griseis; alis posticis ochraceis late et regulariter dilute fusco-marginatis, margine angulum abdo- minalem versus nigricanti-interlineato, ciliis flavi- dis; alis anticis infra dilutissime fuscis, centro flavido, fusco-bimaculato, margine griseo-flavido, fusco-interlineato; posticis infra flavidis, late fusce- scenti-marginatis, lineolis terminalibus et macula discoidali parva fuscis ornatis; abdomine sapra lu- rido, infra albido, pilis terminalibus griseo-flavis; pedibus sordide albis.—Exp. alar. ant. 30-36 mm. Patria: Respublicae Argentina et Uruguayensis. Esta especie, que hemos repartido ya hace muchos años bajo el nombre de Eudryas platensis, se acerca mucho á la E. Unio Hb. Se distingue de esta por la coloracion general fusca de las alas anteriores, por su faja blanca mucho mas angosta; por las dos manchas bien desarrolladas; por el limbo de las alas mas uni- forme de un fusco claro, sin las líneas crenuladas blancas ó ama- rillas, y por el dorso abdominal amarillento, que carece de la línea Oscura. No es rara en los alrededores de Buenos Aires, y la he observado tambien en Corrientes y en la República Oriental del Uruguay. Oruga de la Euthisanotiía platensis BERG. Es de color oliváceo claro, gris verdoso ó amarillento, con pe- queños puntos, las verrugas, dos líneas dorsales y una línea sub- dorsal unduladas, negras. Los costados de los segmentos abdomi-— nales de la parte dorsal llevan infuscescencias y abajo de estas se ve puntos ó líneas blancas. Cabeza, labio superior y mitad basilar de las mandíbulas de 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA color amarillo impuro, á veces verdoso; frente con ocho puntos oscuros dispuestos de á 2, 4 y 2, que llevan pelos. Primer seg- mento torácico con seis puntos dorsales (4 y 2) y uno subdorsal; segundo y tercer segmento con las dos líneas dorsales y con otras dos subdorsales, siendo de estas la superior la mas grande. Todas las verrugas con contornos negros y estos de gran extension en los tres primeros segmentos abdominales, que tienen los puntos blan- cos subdorsales muy grandes, cuadrangulares ó pentagonales y con guarnicion negra, en los segmentos que siguen á estos, con excepcion de los tres últimos, no hay puntos blancos, sinó se ve líneas blanquizcas cortas, que representan una especie de faja subdorsal interrumpida en el medio de cada segmento y en las incisuras; los tres últimos segmentos son mas oscuros que los an- teriores. Partes estigmatales claras, sobre todo en el borde, arriba de las patas abdominales; las verrugas de los tres primeros seg- mentos de esta region, tambien con guarnición ancha negra. Es- tigmas negros. Los pelos de las verrugas de la parte dorsal abdo- minal muy cortos, los demas bastante largos, algo crespos. Patas torácicas negras, inferiormente en parte blanquizcas; patas abdo- minales y espurias de la coloracion de la cabeza, lustrosas por afuera, con ganchos negros ó fuscos; escudo anal amarillo impuro, muy lustroso, con dos verrugas grandes centrales y una latero- basilar. Parte abdominal testácea. Longitud: hasta 28 milímetros. El Sr. G. GuntHEr la encontró en el Cezbo (Erylhrina crista galli LixN.), el Sr. E. KivxeLix en la Verdolaga (Portulaca oleracea Linn.) y yo la he observado ya en el año 1873 en el Laurel blanco (Oreo- daphne spc.). Se transforma en crisálida en la superficie de la tierra, abajo de hojas secas, etc., formando un capullo irregular de tierra y partí- culas vegetales. 13. Alypia Aguirrei Non. S : Capite, pronoto, scapulis aurantiacis exceptis, abdomine, apice aurantiaco excepto, coloreque na- tivo alarum rubrescenti-nigris vel obscure fuscis; alis anticis ex parte virescenti-albo-squamosis, basi ad costam el medio, disco limboque pulcherrime saturateque lateritiss, submetallicis, macula sub- limbali magna, elliptica, dilute ochracea, altera FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 175 media prope marginem interiorem parva, circulari albida, linea transversa virescenti-alba ante me- dium sita valde obsoleta et medio interrupta; alis posticis albido-ciliatis, infra macula discoidali ob- soleta flava ornatis. Palpis porrectis, dense squamosis, articulo terminali brevi, parum nutanti; cornu frontali conico, apice truncato; antennis breviusculis, thorace dimidio vix longioribus, apicem versus parum attenualis, apice ipso tenui; scapulis thoracis elevatis; alarum anticarum macula magna pone cellulam mediam oblique sita, ad costam appropinquata, altera in cellula 1” post lineam transversam obsoletam po- sita, ciliis fuscis, pagine inferiore obscure fusca, macula magna flava ornata; alis posticis supra immaculatis, infra disco macula oblonga parvula flava praeditis; pedibus fuscis. — Exp. alar. ant. 39 mm. Patria : Provincia Bonaérensis. Esta especie es bien característica por la coloracion de las alas anteriores y sus dos manchas, y por la uniformidad de coloracion de la cara superior de las alas posteriores, que la distingue de todas las demas congéneres que conozco. Como color principal ó fundamental de las alas anteriores puede ser considerado el tinte negro fuscescente intermezclado de esca- mas rojas. En la parte basilar cerca del borde costal y en el medio hay una coloración roja oscura de ladrillo, que se extiende por la mayor parte de la celdilla media y por la base de la celdilla 1?; hay la misma coloración y de lustro semi-metálico á lo largo de todo el limbo, formando dientes obtusos ó crenulaciones hácia el centro del ala. Las escamas blanquizcas amarillentas, ó verdosas se hallan principalmente sobre el fondo negro y constituyen una faja trans- versal desvanecida é interrumpida en el medio á fines del primer tercio del ala. La mancha oval grande de un amarillo testáceo está oblícuamente situada atras del nervio transversal, mas cerca del borde costal que del limbo y bastante alejada del ángulo posterior; la otra subcircular, blanquizca, amarillenta y algo verdosa, se en- cuentra en la parte media del ala cerca de su borde interno. La cara inferior de las alas es de un fusco oscuro; en las anteriores 176 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA está la mancha oval, pero mas grande que en la cara superior, y en las posteriores se ve una pequeña mancha oval con contornos des- vanecidos. De esta bonita especie posee la Universidad un ejemplar Y que fué encontrado en San Martin, por el Sr. Ingeniero D. EDuArDo AcuIrrE, actual Profesor de Mineralogía y Geología y mi antiguo discípulo y asistente, á quien la dedico como testimonio de amistad. 14, Metagarista Hilzingeri No. ¿ et Q: Capite thoraceque rufo et cano-pilosis, alis anticis supra obscure lateritiis, plus minusve dense virescenti-squamosis, maculis vel fasciis abbre— viatis, margine limbali ciliisque alternatim albis, alis posticis luridis vel aurantiacis, late nigro— marginatis et nigro alboque ciliatis, abdomine nigro, utrimque ad basin et maris apice luridis. Palpis ascendentibus, infra sat pilosis, nigris, ex parte canis, articulo secundo primo triplo et tertio duplo fere longiore, hoc porrecto, feminae lon- giore; cornu frontali conico, apice oblique trun— cato; antennis pone medium nonnihil incrassatis, apicem versus sensim attenuatis et inflexis, maris pectinatis, feminae serrato-pectinatis, nigris, ad partem canis; thorace dense piloso, postice utrim- que fuscescenti; alarum anticarum fascia subbasi- lari alba obsoletissima, raro e lunulis tribus bene conspicuis formata, fascia costali-sublimbali alba determinata, apicem versus dentis tribus obtusis fingente, rubro-marginata, basin versus obsoleta, medio ex parte linea angustissima rubra ornata, macula media alba cellulae 1” triangulari, basin versus plus minusve et rarissime usque ad li- neam subbasalem extensa, linea rubra transversim divisa, interdum obsoleta, margine limbali albo, intus rubro-marginato, extus rubro-fusco-termi— nato, maculis duabus discoidalibus nigricantibus obsoletis, squamis nonnullis metallicis instructis, ciliis nigro alboque alternatis, pagina inferiore nigra, cano-squamosa, basi maculaque submedia FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 177 transversa luridis, basi discoque dense et longe pilosis; alarum posticarum margine nigro ad an- gulum anteriorem sat extenso, ad angulum abdo- minalem relative angusto, infra quam supra latiore, disco lurido infra prope costam littura nigra prae- dito; abdomine ad basin. coarctato; pectore valde piloso, infra cano, ad latera fulvido, pedibus nigris, ex parte griseo et albo-squamosis, femoribus ti- biisque valde pilosis. — Exp. alar. ant. 36-44 mm. Patria : Provincia Bonaérensis. Tiene cierta semejanza con la Metagarista sabulosa (FeLD.) ButL., pero es mas grande y en todo mas robusta y tiene la coloracion de las alas anteriores mas viva y mas variada. El color principal de las alas anteriores es un rojo oscuro de ladrillo, cubierto de es- camas verdosas; segun la mayor ó menor cantidad de estas, las alas parecen de un tinte verdoso ó rojizo. Iguales en la coloracion son la cabeza y el tórax. La faja blanca subbasilar de las alas anteriores, es apénas ó raras veces bien visible; la sublimbar empieza en el último tercio del ala, y se dirige oblícuamente hácia el limbo, formando de dos á tres dientes obtusos, y terminando en la celdilla 3*%, como de 3 á 4 milímetros del borde limbar y 546 milímetros del ángulo posterior; la mancha media-posterior es cuneiforme, mas ó ménos alargada ó desvanecida é interrumpida por una línea roja que se dirige al borde interno. Las dos manchas discoidales oscuras son poco marcadas. Esta especie ha sido encontrada cerca de Buenos Aires por el Sr. D. G. HizincER, á quien la dedico, y sacada tambien de orugas que viven en la Ampelopsis hederacea W.; el Sr. GuNTHER la ha recibido de San Antonio de Areco. Anotación. — Segun el Sr. BurLer, el género Metagarista WALK. (Phaegarista H.-S.) tiene las antenas pectinadas, y por este carácter pertenece nuestra especie á este género, distin- guiéndose de Psychomorpha Harr. por la robustez, los palpos mas largos y las alas mas alargadas y ménos trian- gulares. 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA IV BOMBICOÍDEOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 15. Eurota Herrichii But. . Glaucopis sericaria H.-S. (non PertY), Sammlung ausser- europ. Schmett. p. 73, fig. 229 (1854). Eurata sericaria p. WALK., List of Lep. Ins. Heter. VII, p. 1614 (1856). — Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 378.1 (1878). Eurota herrichi BurL., Jour. Linn. Soc. XII, Zool. p. 366 (1876). Burner ha demostrado que la E. sericaría de HERRICH-SCHAEFFER no es la misma que la de Perry, con que la habia confundido el primer autor, y le ha dado un nuevo nombre. La especie que ha sido observada en la República Argentina, es la de HerrICH- SCHAEFFER, y debe llevar el nombre arriba notado. 16. Androcharta rubricineta (Burm.). * Charidea ¡Hippola) rubricincta Burm.. Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 386.6 (1878). La Charidea rubricincta Burwm., notable por la nervadura y la forma de las alas posteriores, hace parte del género Androcharta Fe. (Hippola p. WaLk.), establecido en el año 1862. 17. Euspeudosoma involutum (SrEpp). Phalaena ¡Noctua) involuta Serp, Pap. de Surin, III, pl. 115 (1851). — Moescn., Stett. Ent. Zeit. XXXIX, p. 440. 115 (1878). Charidea nivea H.-S., Sainml. aussereurop. Schmett. p. 74, fig. 279 (1855). * Euspeudosoma niveum GrotTE, Proc. Phil. Ent. Soc. V, p. 240 (1866). — H.-S., Corr.-Bl. d. zool.-min. Ver. Reg. XX, p. 130 (1866). El nombre específico dado por Skrr tiene la prioridad en com- paracion con el de HerrICH-SCHAEFFER. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 179 Por las alas posteriores pequeñas y su organizacion, esta especie debe colocarse, 4 mi modo de ver, en el grupo de las Char:- deinas, del cual formaba ya parte segun clasificacion de HerrICH- SCHAEFFER. La Universidad posee este lepidóptero de Corrientes, de manera que pertenece á nuestra fauna. 18. Ctenucha opaca Bspv. Ctenucha opaca Bspv., Lép. de Guatem, p. 84 (1870), Charidea neglecta Burm. (non Tipolodes neglecta Bsnv.), Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 383,2 (1878), He visto los ejemplares típicos de BorspuvaL en la coleccion de OBERTHUER, y los he comparado con el representante de nuestra fauna, que pertenece á la C. opaca y no á la T. neglecta. 19, Ctenucha vittigera (BLANCH,). * Compsoprium vittigerum BLaNcH, in Gay, Hist. de Chile. Zool. VII, p. 67.1 (1852), -- Wark., List of Lep. Ins. Het. III, p. 709.1 (1855). Chelomia vittigera BLaNcH. in Gay, Hist, de Chile, Atlas. Lep. lám. 4, fig. 1 (1852). * Charidea vittigera Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 384,3 (1878), El género Compsoprium BLancH. (1852) es sinónimo de Ctenucha KirpY (1837), á que pertenece nuestra especie y que se acerca mucho á la Ct. venosa Walk. 20, Eudule invaria (WaLx.). Ameria invaria WaLk., List of Lep. Ins. Het. II, p. 555.1 (1854). * Eudule unicolor H.-S., Moscn., Verh. d. zool.-bot, Ges. Wien. XXVII, p. 660. Sep. p. 32 (1878). * Eudule Aurora Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 427.1 (1878). Por ejemplares comparados con los tipos de WaLkKer, que se hallan en el Museo del Dr. Sraupincer, he podido resolver la identidad de la E. Aurora con la E. invaria. Segun la descripcion breve pero 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA característica que nos da el Sr. MorscuLerR de la E. unicolor H.-S. in litt., la misma pertenece tambien á la especie descrita por el autor británico. 21. Eudule limbata Buru. Eudule limbata Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. Y, p. 518.3. Atlas, pl. 24, fig. 4 (1878). El ejemplar que ha servido para establecer esta especie, forma parte de la coleccion del Sr. RuscHeweYH y lleva un abdómen falso, que le ha sido aplicado por su posesor. Este hecho, no lo podia saber el autor, cuando hizo la descripcion y el dibujo. Un indi- viduo Y, originario de Salta y perteneciente al Sr. GuNrHEr, tiene el abdómen muy largo y delgado, que sobresale á las alas poste- riores en 5 á 6 milímetros, teniendo, pues, casi el doble de longitud en comparacion con el diámetro de las alas posteriores. Esta par- ticularidad da á este lepidóptero un aspecto singular, que no tienen los demas congéneres. Por otra parte, tiene las escamas de las alas muy apretadas, y no farináceas, las alas mas alargadas y el limbo ménos arqueado. La nervadura es.con poca modificacion, la de la especie anterior, teniendo el nervio-7” un pedúndulo, que nace en el ángulo: superior de la celdilla apendicular y el que sirve pro- longándose de base tambien al nervio 10%, y al pedúnculo de los nervios 8” y 9. Anotacion. — El grabador de la figura 4 bis de la lámina citada, que da á conocer la nervadura de las alas, ha intro- ducido varios errores, que deben ser enmendados. Hay un solo nervio dorsal en las alas anteriores, el otro (superior) representa un pliegue; el nervio 6” (segun la nomenclatura de HerricH-SCHAEFFER), nace en el ángulo inferior de la celdilla apendicular y no el medio; el 7” tiene un pedúnculo bastante largo que nace en el ángulo superior de dicha celdilla y que se prolonga sirviendo de pedúnculo del ner- vio 10? y por nueva prolongacion de pedúnculo á los ner- vios 8” y 9”, terminando los dos en el limbo, 6 á lo ménos el 8 en el limbo y el 9 en la punta del ala, y no en el borde costal; el nervio 11% nace atras del medio del borde superior de la celdilla apendicular, y no en el pedúnculo comun de los cuatro nervios anteriores. En las alas poste- FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 181 riores el nervio 8” (costal) nace en el nervio medio superior (subcostal), que aparece otra vez en la base, pero no estando separado á lo largo de todo el nervio subcostal, como lo muestra la figura aludida. Genus NEPHODIA HB. (1816), S.-H. (1858). * UpeNORA Burm. (1878). El género Nephodiía Ha., que ha sido atribuido por su primer autor y por WaLxer, á las Geometridae, pertenece á la familia Eithosiadae, como lo habia indicado ya HERRICH—-SCHAEFFER. El género Upenora Burm., establecido en la Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 413. Atlas, pl. 17, fig. 15 (1878), vuelve á ser sinó- nimo del mismo. La figura citada, que tiene por objeto dar á conocer la nervadura de las alas, ha sido alterada por el grabador y necesita ser corre- gida. Los nervios 3% y 4% de las alas anteriores, nacen muy cerca uno del otro en el ángulo inferior de la celdilla media, 6 y 7 nacen en el ángulo superior y el pedúnculo comun de los nervios 8* y 9” nace en el 7 á bastante distancia de su base; el nervio costal emite tres ramas que se dirigen oblícuamente al borde costal, represen- tando los nervios de 10 á 12. Entre el nervio 10% y el pedúnculo de 8-9, hay un pequeño nervio transversal, y dos otros entre los nervios costal y subcostal, cerca de la base de las ramas 11* y 122, que parecen sus prolongaciones; estos tres nervios transversales oblícuos forman dos celdillas apendiculares: una, pequeña rom- boidal adelante del ángulo superior del área media, y otra, muy larga, que se extiende desde el ángulo indicado, hasta el nervio transversal que hay entre el nervio 10? y el pedúnculo de 8+-9. En las alas posteriores falta el nervio 5%, y el costal nace en la base y corre muy cerca del nervio subcostal en su parte basilar. 22. Nephodia fumida (Burx.). * Upenora fumida Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 411 (1878). Esta especie argentina se acerca mucho en su totalidad de ca- racteres, á la N. aerinariía Ha. (Zutr. II, p. 16, fig. 451-452. — 1825), distinguiéndose por la coloracion uniforme de un testáceo impuro, algo grisáceo ó fúlvido. Ha sido recogida en Oran y en Salta. 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PROGONA. (Novum genus Lithosiadarum). Palpi brevissimi, articulis basali medioque infra hir- suto-squamosis, articulo terminali minuto, nudo. Antennae dimidia longitudinis alae paullo longiores, breviter ciliatae, Articulo singulo setis duabus sub- lateralibus instructo. Alae anticae satis angustae, limbo parum et oblique arcuato, sine venis 4* el 5*; vena 2* ante medium venae subdorsalis oriente, 3" ex angulo inferiore cellulae discoidalis, 6* ex angulo inferiore cellulae appendicularis, 7* ex angulo superiore prope ori- ginem pedunculi venarum 8** et 9”, vena 10* e margine superiore cellulae appendicularis oriente, 112 cum 12 ex parte conjuncta, ramulum usque ad venam subcostalem emittente, vena costali subco- stali parallela cum ramulo ad marginem costalem. Alae posticae longae et latae, ad angulum abdomina- lem productae, sine venis 4* et 5%, venis 6* et 7* ex angulo superiore cellulae discoidalis, vena costali (8%) e vena subcostali prope medium cellulae di- scoidalis oriente. Abdomen angulum abdominalem alarum posteriorum non superans. Este género se acerca por algunos caracteres á Oeonistis H., pero se distingue bien de él por la carencia del 4” y 5% nervio de las alas anteriores y por el 4” nervio de las alas posteriores, fuera del 5” que le falta tambien, como en el género indicado. La descripcion y la figura que da el Dr. BurmerstER de la nerva— dura de su Cydosia luridipennis (Descript. phys. de la Rép. Ary. Atlas, Nouv. Addit. p. 63.5. pl. suppl. fig. 4), especie que representa el tipo de este nuevo género, pide enmendacion. En las alas anteriores, el nervio 2” nace en el subdorsal delante del medio de la celdilla discoidal; por falta de los nervios 4* y 5” hay un espacio bastante grande entre los nervios 3* y 6”; la cel- dilla apendicular es muy pequeña: el nervio 11” se une con el 12%, emitiendo una rama hácia la celdilla discoidal, tocando el nervio subcostal, ó que puede ser considerado como rama del nervio sub- FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 183 costal (12”), que se dirige al borde costal á poca distancia despues del nacimiento de dicha rama; al borde costal van entóneces cinco nervios, y no cuatro, teniendo los dos cerca del ápice (8% y 9”) un pedúnculo comun. En las alas posteriores, los nervios 6* y 7” no son pedunculados, sinó que nacen muy cerca uno del otro en el án- gulo superior de la celdilla discoidal; el nervio costal nace en el subcostal en el medio de la celdilla discoidal; hay un espacio no- table entre los nervios 3” y 6” por la carencia de los nervios 4” y 5. 23. Progona luridipennis (Burx.). * Cydosia luridipennis Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 423.2 (1878). Lithosia? luridipennis BerG. Anal, Soc. Cient. Arg. X, p. 90. Anot (1880). * Scatura aut Areva? luridipennis Burm., Descript.phys. de la Rép. Arg. Atlas, Nouv. Addit. p. 63,5 (1880). La Cydosta luridipennis Burm., pedia la formacion de un nuevo género, por los caracteres arriba indicados. Los dos géneros de WaLker citados, deben pertenecer á los microlepidópteros. Anotación. — La Hypocrita flaviceps Burm. (Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 425.2. Atlas, pl. 17, fig. 16 (1878), no pertenece nial género Hypocrita, ni á la familia Lithosiadae. Tiene ojos simples y la celdilla discoidal de las alas poste- riores cerrada por un nervio muy tenue que describe un arco hácia la base del ala. Por falta de material de compa- racion no puedo determinar el género de esta especie, que se aproxima al Eurypta Leb., perteneciente á la familia Semni- dae de las Piralídinas. Acerca de la descripcion y figura citadas, que tratan de la nervadura de este lepidóptero, hay que hacer algunas en- mendaciones. En las alas anteriores, los nervios 8* y 9” na- cen en un pedúnculo comun muy largo en el ángulo supe- rior dela celdilla discoidal, dirigiéndose el primero á la punta del ala y el segundo al borde costal, delante de la punta; el nervio 7? nace cerca de la base del pedúnculo de los ner- vios mencionados; el nervio transversal no tiene una disposi- cion oblicua, simple, sinó que se dirige oblícuamente de los ángulos de la celdilla discoidal hácia la base, formando en el 184 ANALES DE LÁ SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA medio una sinuosidad triangular casi abierta. Las alas pos— teriores poseen un nervio transversal muy tenue, que, desde la base del nervio 5%, se dirige hácia la base del ala, forma despues un arco y toma luego la direccion hácia el limbo, uniéndose con el nervio costal en la base del pedúnculo largo de los nervios 7” y 8”; el nervio 6” tiene su orígen en el nervio transversal cerca de la base del pedúnculo men- cionado. (Continuara). ASÍLIDES ARGENTINOS (Continuacion ) Il. LAPHRITAE Macao. 25. Doryclus Jaenn. Megapoda, Macq. S. á Buff., 1, 275 et 288 (1834); Dipt. exot. 1, p. 2, 57 et 59, pl. 5, f. 3 (1838). — WIk. L. of Dipt., p. VII (Suppl. 111), 507 et 508 (1855). —Big. Ann. Soc. Ent. Fr., ser. 3, V, 541 (1857). —Schin. Verh. zool.-bot. Ges. XVI, 663 (1866). —0O, Sack. Cat. N. Am. Dipt., ed. 2*, 73 (1878), nec F. (1801. Megalopus). Ampyx, WIk. op cit., 508 et,564 (1855). — Big. op. cit., 540 (1857), mec Dalm» (1836) nec Lap. (1840). Doryclus, Jaenn. Neue exot. Dipt., 58, pl. 2, f. 3 (1867). — V. d. Wulp Opmerk. Uitl. Asil, (ex Tydschr. voor Ent., XII), 9, pl. 9, f. 7-12 (1870). SCHINER ha considerado ya como idénticos, en mi sentir con justí- sima razon, los géneros Megapoda Macq. y Ampyx Walker.; yo in- cluyo ahora en esta sinonímia el género Doryclus Jaenn., cuyas descripciones no revelan ninguna diferencia característica, y adopto este nombre, porque aquellos han sido empleados antes en Zoología. A no mediar la circunstancia de afirmar dicho autor (Verh. z.-b. Ges. XVI, 653 ) que él mismo ha examinado dos ejemplares de Pseu- dorus W1k., en los cuales, en desacuerdo con el dibujo publicado por WALKER ( Dipt. Saund. p!. 4, f. 5), la celdilla marginal era abierta» carácter privativo de los Dasipogónites, yo hubiera colocado este género entre los Láfrites, al lado de los Doryclus, y aún, á despecho de la particularidad enunciada, me inclino mucho á considerarlo como un verdadero vínculo entre ambas subfamilias. Fundo esta opinion en los siguientes caracteres, comunes á los dos géneros: el 186 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cuerpo esbelto, lustroso, con el pelaje corto y escaso; la estructura de la cabeza y de todos sus apéndices; la falta de verdadero mos- tacho; la longitud de las patas; el inusitado desarrollo del meta- noto; la presencia de garfio terminal en las tibias anteriores; la forma de las alas y la disposicion de casi todas sus nervaduras, ete. Las únicas diferencias apreciables consisten en que los Pseudorus presentan una notable jibosidad anterior en el mesonoto, la celdilla marginal abierta (la celdilla marginal se cierra muy cerca de la nervadura costal en el género Doryclus) y la cuarta posterior á veces entreabierta, y en que sus tibias y tarsos posteriores no son di- latados. 54. D. Guentlherii Sp. N. Saturate rubro-ferrugíneus v. lateritíus, nmitidus, setis setulisque omnibus nígris; palpis basique proboscidis luteo-testaceis, 1llis di- midio apicali modice hirsutis; pilas ocerpitis fulvescentibus; abdo- minis vellere parcisissimo, albo ; mesonoto vittis tribus dilute cinereo- pruinosas, quarum media longitudinaliter divisa lateralibusque an- tice abbreviatis, ornato; metanoto leviter albido-sericeo-prumoso, disco glabro deplanato transversímque rugoso. * Q. Pedibus atris, tibiis posterioribus apice excepto luteo-testacers, coxis, trochanteribus, femorum bast, tibuis posticis apice tarsisque posterioribus, et interdum anticis apice quoque, rubro-ferrugine:s ; alis hyalinis, basí fascisque duabus latis, quarum 22 media 3? : que apical?, mgricantibus. Long. 12-16 mm. O. Pedibus luteo-testacerss, anticis femoribusque posterioribus pa- rum infuscatis, genibus nigris, tibiis apice metatarsisque ferru- gines ; alas limpidas, haud fasciatis. Long. 16 mm. Hab. observ.: Buenos Atres. CABEZA roja ferruginosa, lustrosa, con todas las cerdita negras. Cara con solo unos cuantos pelitos en el ángulo anterior del epístoma, y con una mancha triangular, cuyo vértice está dirigido hácia aden- tro, formada de pubescencia aplanchada blanca sedosa, á cada lado. Frente con un grupo de cerditas junto á las base de las antenas. Vértice con varias cerditas á cada lado del tubérculo ocelifero; éste sin cerdas, pero con algunos pelos leonados sucios en su cara pos-" terior. Occiapucio con los pelos de este mismo color, las cerdas escasas ASÍLIDES ARGENTINOS 187 y débiles, y los contornos oculares cubiertos de pruinosidad blanca sedosa. Antenas rojas ferruginosas, con el primer artejo amarillo testáceo; cerditas de los dos basales bastante largas, particular- mente las superiores del segundo; el tercero revestido de una ligera pruinosidad blanca, con el extremo muy brevemente mameliforme y cicatriculado, provisto de una cortisima espínicula junto al borde superior de la depresion terminal (1). Palpos amarillos testáceos, con escasos pelos leonados en su mitad basal y erizado de cerdas negras en la apical. Trompa amarilla testácea, con la mitad apical antracina. TÓRAX del color de la cabeza, lustroso. Mesonoto con todas las cer- ditas negras, recorrido por tres bandas longitudinales de pruinosidad cenicienta clara, de las cuales la del medio es un poco mas angosta que el vértice cefálico y de bordes rectos, los cuales convergen gra- dualmente hácia atras, está longitudinalmente dividida por una línea glabra, y se extiende hasta cerca el escudete, y las laterales, tan anchas como la parte posterior de la media, presentan contornos lige- ramente curvilíneos, alcanzan hasta la misma sutura escuto-escu- telar, se detienen un poco ántes de los ángulos humerales y no son interrumpidas por la sutura transversal; ángulos posteriores, escu- dete y flancos con ralo vello blanco; el de las protuberancias latera- les del metanoto mas largo, pero sin constituir una série antehal- teral bien distinta. Metanoto con el disco plano, «glabro y arrugado al través, y con los bordes cubiertos de pruinosidad blanquizca se- dosa (2). Una manchita amarilla testácea, cubierta de densa pubes- cencia blanca sedosa, junto á la base de las ancas del tercer par; peritrema de los estigmatos amarillento, revestido de pruinosidad blanca serícea. Cerdas de las patas negras; ancas con escasos y finos pelos blancos, las del primer par con dos cerdas mediocres hácia su base; garfios tibiales y uñuelas testáceos, con el extremo negro; ventosas y empodio anaranjados claros. Cucharones marfileños, á veces amarillos testáceos, con muy cortas pestañas blancas. Balan- cines amarillos. ABDÓMEN del color del tórax, si bien generalmente un poco mé- nos oscuro, luciente, cubierto en los 5 primeros segmentos de vello A ' 1) Este carácter es probablemente genérico, así como varios otros de los que indico. (2) El limbo ó parte descendente del metanoto, así como sus protuberancias laterales suelen presesentar tambien arrugas transversales mas ó ménos marcadas. 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA blanco, fino, erizado, muy ralo; los dos últimos segmentos con cer- ditas negras; algunas de éstas entre el vello blanco del 5”. Macho. Patas amarillas testáceas, las anteriores y los fémures inter- medios y posteriores un poco parduzcos; bordes femoro-geniculares orillados de negro por arriba; ancas, extremo de las tibias, y meta- tarsos ferruginosos; un medio anillo negro, un poco rojizo, en el arranque mismo de las tíbias. Alas límpidas, sin indicacion alguna de fajas, con todas las nervaduras amarillas testáceas. Aparato de la cópula un poco amarillento en el extremo. Hembra. Ancas, troncánteres, tarsos intermedios y posteriores, extremo de las tíbias del tercer par y arranque de los fémures rojos ferruginosos; el resto de éstos antracino; tibias del segundo y del tercer par como en el macho, pero el extremo de los intermedios ordi- nariamente negro; tarsos anteriores negros, á veces con los tres últimos artejos rojos. Alas límpidas con dos anchas fajas negruzcas mas ó ménos oscuras, á saber: la primera, obtriangular, situada hácia el medio del ala, se extiende desde el borde costal hasta la base de la 4* celdilla posterior, prolóngase desde aquí hasta el borde poste- rior, orillando la nervadura posterior y la subanal, de manera que deja libre todo el centro y el borde marginal de la 5* celdilla posterior, su borde interno corre oblícuamente desde la base de la cedilla mar- ginal hasta el extremo de la 2* basal, y el externo desde el extremo de la nervadura mediastina hasta el medio de la 4* celdilla posterior, quedando por consiguiente comprendido el nérvulo transverso-medio en la faja aquí descrita; la segunda ocupa el tercio apical del ala, desde la base de la 2* celdalla submarginal hasta el ángulo terminal, dejando libres un espacio sub-triangular en dicha cedilla, muy pró- próximo al borde alar, el disco de la segunda y de la tercera poste- riores, y una pinceladita lineiforme y arqueada hácia abajo en el ex- tremo de la 4? submarginal, la cual suele faltar; celdillas radicales, humeral, costal y medrastina, la base de las basales y el borde posterior de la segunda de éstas del mismo color que las fajas; nervaduras pardas píceas, un poco testáceas en las partes claras del ála. Ovipo- sitor deprimido, un poco encorvado hácia abajo, erizado de ralo vello blanco, mas abundante en el extremo, antracino, con la base del color del abdómen, á veces parduzco testáceo. Con excepcion del D. crassitarsis (Mcq.) y del D. varapennas (W1k.), todas las especies de Doryclus hasta ahora conocidas son negras, con el abdómen azul ó negriazul brillante; la especie típica (Laphria labiata Y. s. Megapoda cyanea Mcq.) y el D. crassitarsis se distin- ASÍLIDES ARGENTINOS 189 guen por la presencia de dos cerdas, análogas á las de los Múscides, una á cada lado del borde anterior del epístoma; por otra parte, los palpos del segundo son negros; finalmente, éste es el color general del D. varipenna. Mi coleccion contiene cuatro ejemplares (3 Q y 1 Y) de este cu- rioso insecto, los cuales fueron descubiertos y capturados en los alrededores de esta ciudad, sobre un tronco de un «espinillo >» (Acacia caventa H. A.) por mi amigo D. GUILLERMO GUENTHER, á quien dedico esta especie, en testimonio de agradecimiento por el importante au- xilio que con tanto desprendimiento y solicitud presta á los que cultiyamos la Entomologia, poniendo liberalmente á nuestra disposi- cion los ricos tesoros de su bella coleccion, reunida por él á fuerza de paciente laboriosidad, aprovechando las escasas horas de descanso que le dejan sus tareas ordinarias, y conservada con un esmero poco comun. (9). Ceratotaenia Schin. (16). C. violaceithorax E, Lch. A. Al indicar las diferencias específicas de esta especie, expresé la errónea creencia de que las C. brasiliensis y bella Schin. no habian sido descritas; hállanse publicadas en Verh. z.-bot. (res. XVII, 319 y 380 (1867). Son muy vecinas ála violacerthorao, mas la pri- mera tiene, las patas negras píceas y las álas uniformemente ne- gruzcas, y la segunda, cuyas alas son como en la nuestra, tiene los fémures negros. 55 C. rhopalocera n. sp. Nigra nitida, leviter violaceo-micans ; vertice, facie, prothorace, pleuris coxwisque dense albo-sericeo-ltomentosis; antennis nigris, articulo tertío primo carciter aequilongo, apicem versus gradatim incrassato, apice 1pso rotundato, dimaidio basal: leviter extrorsum incurvo et mox paululum extrorsum vergente; mystace barbaque, nec non pilas omn:- bus, albis; mesonoto quam in C. violaceithorace crebrius punctato, villositate hujus, scutelli abdominisque flavescenti—alba, illius species ea breviore; abdomine lateribus subparallelas, rufo-limbato; alis lim. 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA pidis, praeter trientem basalen a pilis microscopicis grises parum abfuscatis, plerumque medio lutescenti-tinctis; femoribus, tibiis, tar- sorumque basi rubro-ferrugineis, genibus et reliquo pedum nagris. Long. (sine ant.) 7-8 mm. Hab. observ.: Buenos Aires (Chacabuco). CABEZA negra. Vértice y cara con denso tomento blanco sedoso, aquel con pelos blanquizcos á cada lado del tubérculo ocelífero, ésta con los escasos pelos de su mostacho del mismo color; tubérculo oceli- fero muy prominente, cónico, redondeado en la cúspide, y con dos pelos setiformes, divergentes, bastante largos, blancos, en ésta. Antenas negras opacas ; primer artejo tan largo proximamentecomo el tercero, cubierto de ralas y finas cerditas blancas parduzcas y con un pelo de este mismo color antes de la mitad de su superficie inferior; se- gundo artejo con escasas cerditas como las del precedente en las superficies superior é inferior y con una mayor situada hácia afuera, cerca del extremo; tercer artejo gradualmente engrosado há- cia el extremo, con este redondeado, la mitad basal ligeramente arqueada hácia afuera y la apical un poquito inclinada en la misma direccion. Barba y pelos de la trompa y del occipucio blancos. Trompa negra pícea. Occipucio negro lustroso, cubierto de tomento blanco seríceo, excepto en su parte superior; sus cerdas blancas, un poco parduzcas. TÓRAX negro, muy levemente violáceo, luciente. Protorax, flancos y ancas revestidos de denso tomento blanco sedoso. Borde anterior del pronoto erizado de cerdas iguales á las del occipucio; flancos protorácicos con pelo ralo blanco. Mesonoto, escudete y mitad su- perior de las epímeras mesotorácicas igualmente gruesa y profunda, pero mucho mas densamente puntuados que en la €. violacez- thorax, cubiertos de un vello blanco amarillento seríceo, mas corto y abundante que en dicha especie, no entremezclado con cerditas; dicha parte de los flancos mesotorácicos desprovista de tomento en el disco, y con dos ó tres pelos espinescentes, di- rigidos hácia atrás, blancos súcios, en el borde posterior; cerdas laterales del mesonoto blancas parduzcas; las de las séries metato- rácicas robustas, numerosas, negras píceas. Escudete sin cerdas en el borde posterior. Pelos antehalterales, coxales y unos cuantos si- tuados en la mitad inferior de los flancos del mesotórax blancos, los primeros tan largos como en la €. violacerthoraxw. Patas rojas ASILIDES ARGENTINOS 191 ferruginosas vivas, con las ancas, los tracánteres, los bordes geni- culares delos fémures y parte de los tarsos negros ; tarsos anteriores é intermedios con sus 3ó 4 primeros artejos mas Ó menos enroje- cidos, sombreados sólo en su borde apical, los posteriores rojos única- mente en la base del metatarsos; cerdas y vello de todas las patas, excepto solo las pequeñas cerditas que revisten el dorso de los tarsos posteriores, las cuales son negras, blancos; forma y proporciones de las tibias y metatarsos posteriores como en la especie arriba mencionada; uñuelas negras; ventosas blancas. Alas límpidas, pero un poco sombreadas, fuera de las celdillas radicales, costal y 2% basal, de la primera mitad de la mediastina, de los dos primeros tercios de la 4* basal, del arranque de la subcostal y de la anal, y del lóbulo axilar, por pelitos microscópicos grises, y ordinaria- mente teñidas de amarillento parduzco en el espacio del disco com- prendido entre la base de la 4* celdilla submarginal (6 cubital) y la de la discal, por una parte, y la de la 2* submarginal y la de la 2* posterior, por la otra; nervaduras pardas, testáceas en el tercio basal del ala, cuando menos, excepto la anal, que sólo lo es en su arranque; la costal con éste píceo; todas dispuestas exactamente como en la €. violacesthorax (1). Balancines amarillos cítreos, con la base del tallo parda. ABDÓMEN proporcionalmente algo mas robusto que en la €. vio- laceithoraxw, apenas adelgazado hácia la base, del mismo color que el tórax, con el limbo lateral y apical del dorso castaño ferrugi- noso; puntuacion tan densa como en el mesonoto, pero mas gruesa, igual á la del abdómen de aquella especie; vello tan corto como el torácico, mas tendido, del mismo color, á veces entremezclado con pequeñas cerditas negras; una estrechísima orla de pruinosidad blanca serícea en el borde posterior de los arcos dorsales 1-5, gene- ralmente reparable solo hácia los costados; vientre cubierto de densa pruinosidad blanca sedosa y escaso pelo blanco. A fin de hacer resaltar aún mejor las diferencias que separan á nuestras dos Ceratoténias entre sí, presento á continuacion sus Ca- rácteres mas esenciales: ” 1. Vertice facieque tomento aurantíaco obtectis; antennis setulis (1) El apéndice de la 4* celdilla posterior es ordinariamente tan largo, ó poco menos, como la base de la segunda, pero en uno de mis ejemplares es mas corto, como en el tipo de la C. violaceithorax. 1492 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mgris, articulo 3% fusaformi. — Mesonoto, mesopleurarum di- midio supero scutelloque parce punctatis, vellere aurantiaco vestitis, illo praeterea pelis fuscis longioribus hirto. Pedibus rufo-piceis, coxis, trochanteribus, genibus tarsisque plus mi- nusve infuscatis, tarsorum armatura spinis albis nigrisque con- stituta. Alis nigricantibus, triente basali limpido. — Abdómine basin versus distincte attenuato, vellere aurantiaco vestito. C. violaceithorax. 2. Vertice facieque tomento albo obtectis; antennis setulis albis, artículo 3 clavato. — Mesonoto, mesopleurarum dimidio supero scutelloque dense punctatis, vellere breviore flavescenti-albo vestitis, illo pilis longioribus destituto. Pedibus laete rubro-fer- ruginess, coxis, trochanteribus, genibus tarsorumque parte ni- gris, horum armatura omnino alba. Alis limpidis, praeter trien- tem basalem parum obfuscatis, plerumque medio luteo-tinctis. — Abdomine robustiore, basin versus víx atienuato, vellere ut eo thoracis vestito. ] C. rhopalocera. La forma del tercer artejo antenal es muy característica y me _parece bastar para distinguir esta nueva especie de sus congéneres. Los cuatro ejemplares que poseo han sido capturados por mi her- mano, en Chacabuco. (Continuará) ExrIquE LywcH ARRIBÁLZAGA. / ” QUE TERHINA LA ENTREGA cuUnRTH NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA mm Los estudios y descubrimientos que sobre la electricidad han sido hechos en los últimos cinco años han, generalizado estraordinaria- mente la esplotacion de esta fuerza misteriosa y adelantado mucho la parte matemática de esta ciencia, creando en verdad la Electro- melria, que nos permite espresar los fenómenos eléctricos y magné- ticos en cantidades que permiten una comparacion directa de estos fenómenos con los demas en la naturaleza. Interesante es que las necesidades de la práctica en nuestro caso presente, las de la telegrafía submarina, crearon la teoría en que se fundan las fórmulas matemáticas del nuevo cálculo ensanchando con- siderablemente los horizontes de las matemáticas apiicadas, y no nos sorprende por eso que la nueva ciencia fué desarrollada con estraña parcialidad en la nacion práctica por excelencia : en Inglaterra. Efectivamente la electrometria moderna debe su existencia mera- mente á Ingleses, á la British Association for the advancement of science en primer lugar, á los físicos Thompson, J. Clerk-Maxwell, Balfour-Sewart, Fleeming Zen, Kins, Hughes, Warren de la Rue, Spottiswood, Ayrton, Kerr, Gordon, Perry y Hop, Kins, á los labo- ratorios de Glasgow y Cambridge, y al observatorio de Kew. Las obras mas importantes en que se hallan espuestas las nuevas teorías, son : Report of the Brit. Assoc. On Standards of electrical resistance. Proc. Roy. Soc. XX VIUI, etc. o Phil. Magazine, 1879, 11, 57. Jenkin, Electricity. Clerk-Maxwell, Electricity and Magnetism. Phil. Transact. 1877, CL, XVII. W. Thompson, Papers on Electrostatics and Magnetism. 13 » 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA W. Thompson, Report on Electrometers and Electro-Statics Measu- rements Gordon, Electr. and Magn. Cambr. Univ. Ress, 1879, art. 244. (Clerk Maxwell.) Fleeming Jenkins, Reports on Electrical Standards. La nueva electrometría nos enseña á calcular todos los efectos de los fenómenos eléctricos y las investigaciones de los sabios ingleses nos han proporcionado muy exactos y muy importantes datos y coefi- cientes para bases de estos cálculos, pero no ha adelantado nada sobre la vía de esplicar la naturaleza de la electricidad, que segun los des- cubrimientos de los efectos de las corrientes sobre la materia radiante de Crooks, pudiera casi suponerse no ser atributo de la matería sinó ser ella (y con ella toda forma de fuerza) la generatriz, la causa pri- mordial de la existencia de una matería, que no fuese sinó la resultante, la consecuencia del juego de las fuerzas, ó mejor dicho : producto necesario de la polaridad de una fuerza única dotada de un poder coercitivo y un poder quinemático, con que la esencia del mundo se esplicaría en forma de un monismo-bipolar-coercitivo, que se mani- festaria como la energia universal. La fuerza electromotríz no es mas que un estado de las modifica- ciones en que, gracias á su poder quinemático se nos presenta la energía universal, lo mismo que el calórico, la luz, la afinidad quí- mica, la fuerza muscular, la fuerza cerebral (el alma), la gravitacion, gravedad, cohesion y adhesion. Considerando la accion de una pila, por ejemplo la de Daniell, la fuerza electromotriz representa pues un equivalente mecánico de.Ja accion química que corresponde á la disolucion de un equivalente quí- mico de zinc. (Faraday, Leyes sobre la electrolisis.) Esta cantidad de zinc oxidado puede determinarse por ia vía calo- rimétrica y espresarse en equivalentes calóricos(ley de Joule), que á su vez corresponden á un número correspondiente de equivalentes de trabajo mecánico. La energía, presentese pues bajo forma cualquiera, se espresa en equivalentes de trabajo mecánico, y por eso el trabajo mecánico es una medida universal de comparacion para todos los fenómenos natu- rales, y cada fenómeno natural tiene su equivalente espresado en funcion de la unidad mecánica. El mérito de la Asociacion Británica sobre todo es el de haber creado un sistema de unidades eléctricas fundadas en el sistema de NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 195 medidas absolutas con que se mide el trabajo mecánico, y de haber para este fin, por medio de ensayos finos y muy costosos, llegado al descubrimiento de nuevas relaciones entre la electricidad y la ma- teria. El trabajo mecánico se mide hoy generalmente por el kilógramo- metro-segundo, ó sus múltiples ó submúltiples. El metro, unidad de longitud, es la unidad fundamental del sis- tema absoluto con que medimos el espacio. Unidad de fuerza es el gramo, pero esta unidad es derivada; es la fuerza con que en Paris es atraido por la gravedad, un centímetro cúbico de agua al máximo de su densidad. Este peso es funcion de la latitud y altura, y para hacerla inva- riable definimos mejor : el gramo es la fuerza que imprime á la unidad de masa la aceleracion de la unidad de longitud en la unidad de tiempo. Si la unidad de longitud fuese en este sistema el metro, la densidad del agua sería — 1,000,000, y la densidad de un cuerpo cualquiera = 10% d, siendo d el peso específico del cuerpo. Pero adoptando el centímetro como unidad de longitud, la densidad del agua queda — 1, siendo la densidad la masa dividida por el vo- lúmen. La unidad de fuerza que obrando sobre la masa de un gramo, en reposo, la imprimiera una velocidad de un centímetro metro en un segundo se llama un Dyne, en este sistema centímetro-gramo-se- gundo (c. y. s.). Así, por ejemplo, la aceleracion (y) de un cuerpo que en Green- wich cae en el vacio, es de 981,17 centímetros por segundo; luego, en Greenwich la tierra atrae la unidad de masa en su superficie con la fuerza de 981.17,dynes. Tambien puede definirse : para sostener la unidad de masa en Greenwich se necesita una fuerza de 981,17 dynes. O tambien : Un dyne es = = 0.0001019 parte de la fuerza 1 981,17 que ejerce la gravedad de la tierra sobre un gramo en Greenwich. La unidad de trabajo es el Erg, ó sea: la cantidad de trabajo creado por un dyne en un segundo de tiempo. O tambien : un Ery es la cantidad de trabajo necesario para mover un cuerpo á un centímetro de distancia, cuando la fuerza contraria equivale á un dyne. Luego, por ejemplo, en Greenwich se deben apli- car 981.47 Ergs, para levantar un grano á la altura de un centí- metro. 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El Erg es pues la unidad de energia. Siendo q (en centímetros) la pesantez, tendremos : 1 kilográmetro-segundo — 10*y Ergs 1 fuerza de caballo = 759 < 10* Ergs 1 caloría = 4,25 x 10" < g Ergs 1 gramo-centímetro-segundo = y Ergs 1 Erg= . gramo-centímetro-segundo. l Ele = 13 kilógramo-metro-segundo. 1 == 125 10 yg calorías. En los cálculos electrométricos tendremos que operar con las es- pecies siguientes. La cantidad (Q). — La unidad de cantidad es la cantidad eléctrica que á la distancia de un centímetro repulsa una igual cantidad de electricidad con la fuerza de un dyne. La medida de cantidad es el Weber (T') : 1 TRAMO SETAC. E. S: ms 1T 1 miliweber = 103 =Y El weber por segundo es la unidad de intensidad ó de corriente. Así por ejemplo la corriente necesaria para mover el receptor Morse vale 156416 y: 10 * 167309 x 16 U. C. $. G. - 346 0 La fuerza electromotriz ú la diferencia del potencial (E). — La unidad del potencial es el potencial producido por una unidad eléc- trica en la distancia de un centímetro, y se llama Volt : 4 volt == VW MO UIECIC AS. 4 microwlt —v=W>3<10 >" = 10" 0.0: 6 5. La capacidad (C). — Es la cantidad de electricidad de un fuerza electromotriz que puede contener un conductor. Esa unidad de el Farad (9): UCM: NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 197 10 =405%07C. CES 1 microfarad — E =4 = 10" MAC. G..S: 1 megafarad —1 Y =< 1000000 =407* 056. S. La intensidad (1) es la cantidad de electricidad eun la unidad de tiempo. Es la cantidad de Webers por segundo. La Resistencia (R) es la pérdida de potencial que sufre una cor- riente eléctrica al pasar por un conductor. La unidad de resistencia es la Unidad de la Asociacion Británica (B. A. U.) ó el Ohm (u). 4 ohm = 10? UT. C. G. $. El ohm es la resistencia de la bobina padron de maillechort (plata alemana) de Kew. 4 megoohm — 10* O/m = Q = 10 TU. 0N6. S. 1 microohm— 107* Ohm = = 10% U. ONG 0S. Entre estas especies y la unidad C. G. $. existen cinco relaciones, por las cuales se ha podido determinar el valor de tres de las especies por cálculo, fijados dos por observacion, cálculos derivados por leyes y definiciones de electricidad. Tenemos : 1) I=5, (Loy de Ohm). 2) C = If (Segun la definicion misma de 1, siendo t el tiempo). 3) Q = CE (Segun definicion misma de €). Llamando ahora W el trabajo de una corriente constante, tenemos segun la ley de Joule : A) W.= QE = El = PR£ De 5* ecuacion tenemos finalmente ó la ley fundamental de la Electro-Estática (fórmula de Coulomb, ley de las masas y cuadrados de la distancia) espresando la fuerza que reacciona entre dos can— tidades de electricidad, ó sea una de las consecuencias de la ¿ey fun- damental electro-dinámica (fórmula de Ampére) 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que espresa la fuerza que reacciona entre dos corrientes, ó sea últi- mamente, una de las consecuencias de la ley fundamental del electro- magnétismo (fórmula de Weber) E mCl ==. que espresa la fuerza que reacciona entre una corriente y una aguja imantada. De allí resulta que se habla de tres sistemas absolutos de unidades de electricidad, que se reducen á dos, porque la fórmula de Ampére multiplicada por dos y reemplazados los valores de sus imanes corres- pondientes, hace idéntico el sistema electro-dinámico con el electro- magnético, así que quedan dos sistemas : El sistema de unidades electro-estáticos ; Y el sistema de unidades electro-magnéticos. El primero es cómodo para la medicion de fenómenos electro- estáticos, ó de la electricidad en reposo, entretanto que el segundo es preferible para la medicion de electricidad en movimiento, cuyos coeficientes se deducen de observaciones hechas por medio de imanes. La relacion (v) entre las unidades de ambos sistemas fué determi- nada por Thompson, Maxwell, Mc Kichan, Ayrton y Perry, Hockin y Rowland y resultó en término medio v =292,9857 — 10" centím. y es una velocidad que es = 298570 kilómetros por segundo, velo- cidad de la electricidad y de la luz. Representando por las letras minúsculas las cantidades electro- estáticas y por las mayusculas las correspondientes á las cantidades electro-magnéticas, tenemos : Cantidad... Mi... 000. d =pu Intensidad... ME. 2 ¿oo ¿ =pÍ Diferencia de potencial .. e= - Resistencia............ AS E v Capacidad. Meson e=».e Para operar ahora con estas fórmulas hay que medir, y para estas mediciones se ha construido un número de instrumentos que se hallan detalladamente descritos en la obra de sir W. Thompson : Re- port on Electrometers and Electro-Static Measurements. NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 199 El modo de observacion es, en breve resúmen, el siguiente : La capacidad se determina por la resistencia conocida y un instru- mento padron ó graduado para la medicion de la intensidad. Elliott - construye (modelo de 1880) condensadores de exactamente un micro- farad (10-* UCGS) de mas ó menos 300 láminas circulares de es- taño, separados por hojas de mica en cajitas muy cómodas d la taba- tiére de 8 centímetros de alto y 16 centímetros de diámetro. La fuerza electromotriz se determina en medida electro-magné- tica por la intensidad de la resistencia. En medida electro-estática tiene su instrumento especial : el gran electrómetro absoluto de Thompson; pero se reemplaza este instrumento muy delicado por el electrómetro portatil con escala graduada por comparaciones hechas con un electrómetro absoluto. Apps y Elliott construyen tales instru- mentos segun el modelo de sir W. Thompson que permiten medir el potencial de la electricidad atmosférica, por ejemplo hasta 0,00187 U. C. G.S que corresponden á un medio Daniel; el electró- metro absoluto mide hasta uno 0,00001068— 1,068 < 10—* T.C. G.S., ó sea un ¿5 Daniell, de cuya exactitud puede hacerse una idea, sa- biendo que 1,100 Daniell dan una chispa de 0,095 milímetros de largo. Hay un padron muy cómodo para determinar la fuerza elec- tromotriz en el elemento zinc-azogue de Latimer-Clarke (mo- delo 1874). La comparacion de cantidades de igual especie se hace de tres modos : 4> Por el método de compensación ó reduccion ú cero, compen- sando una positiva por igual cantidad negativa Ó vice-versa, por medio de un padron variable, ó varios padrones graduados como el galvanómetro diferencial ó el puente de Whealstone que fué trasfor- mado de varios modos (modelo de caja, modelo de cuadrante) ó la bobina corredora de Thompson y Varley. 9 Por el método de sustitucion, en que se registra el fenómeno por medio de un instrumento de escala arbitraria y padrones gra- duados, comparando los efectos de las cantidades desconocidas bajo iguales circunstancias. 32 Por el método de comparacion observando el fenómeno por escalas numeradas, por padrones fijos y graduados por resistencia y capacidad. La electrometría moderna da lugar á interesantes comparaciones. Así por ejemplo: W. Thompson ha determinado para Greenwich (gy = 981 '17) que 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA e) potencial de un elemento Dantell es de : 0,00374 U. C.G.S. Para resolver el problema de espresar ese valor en Volts tenemos : E = ve : 10* volts __0,00374 < 2,9857 < 10*" E: 108 = 1,1166 volts. e así que este elemento Daniell da bruto 1,1166 <10* U. C. 6.8, 6 1116,6 volts ean kilográmetros por segundo; pero como la resistencia in- terna segun Jenkins, equivale á 2 ohms : — ASI. C. 6 8: tendremos que la intensidad de la corriente es : y —E_11M66<10" 5 — E ZO 1 — 293531, <10—" UT. C. GS: — 0,55831 weber. Es decir por segundo este elemento da 5,5831 gramo-centímetros. Segun Gordon E y R tienen para los diferentes elementos y pilas los valores siguientes : Volts Ohms Elemento Bunsen, ordinario, alto 0”20......... — E=1.8 R=0.%4 — Bunsen, modelo Rhumkorf, alto 0”20.. — E=1.80 R=0.06 — Daniell, gran modelo, alto 0"20......... E=1.06 R=2.80 -- Thompson, horizontal, electrodes =12dmq E=1.06 R=0.20 — Carré, eiiidrico, alt MEDO. «cmo vee mes E=1.06'" R=0.12 = Reynier, rectangular, alto 0”60.......... E=1.35 R=0.075 Clark y Mulrhead'.. MA ac E=1.60 R=0.50 — Fuller (General Post Office).............. E=2.00.'- R'=1:00 — E AAA E=1.60 R=5.00 — Warren de la Rue (cloruro fundido)...... E=1.03 R=5.00 Para el cálculo de trabajo tendremos : W = 1R£ (Joule) Para Il en Webers y R en Ohms, el producto IR será: = (10545 10" AD: luego : IR =10"1"k Ergs. = E kilográmetro. NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 201 En los fenómenos de calórico desarrollado por electricidad ten- dremos : El equivalente mecánico del calórico = 425 kilógr.-m.-s. = 4,25 x< 10” Ergs. Sea 6 el número de calorígramos desarrollado por una corriente de C Webers, cantidad, y KR Ohms, resistencia, tendremos : C*REx 10" Ergs. == 2 >x107 C*R£ y E 35 calorígramos. Un condensador á aire, compuesto de dos planchas de un metro cuadrado, distante una de la otra un milímetro, electrisado por 1000 pilas de Daniell se cargaria con 10000 9:00574 >< 1000 _ 2976 9 4 <0,1 unidades electro-estáticas, siendo 0,00374 el potencial de una pila Daniell. Porque si q es la carga, e la diferencia de potencial de las dos superficies, c la capacidad, S la superficie, E la densidad eléctrica (la carga por centímetro cuadrado), tendremos : Y S Para los diferentes condensadores, siendo el dieléctrico el arre, deducimos : I=Tteny E—= Para un condensador esférico del radio r : Es cd) E odds mebñ 4er? — dar Condensador esférico hueco : PES Rr —R—r siendo R y r los radios. Condensador cilindrico hueco (1 el largo, D y d los diámetros) : BE l __llog E _.1>0,4343 2 log Nep. > 2 log - 2 log = 1 siendo log E — log (2,7182818) —= 20) 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Condensador horizontal muy largo á la distancia h de un plano horizontal indefinido (hilo telegráfico) : _ 1><0,4343 Ll == —_—__—_—_—_—_———_— 2108 2 Condensador de planos paralelos á la distancia d, y cilindros con- céntricos, siendo d muy pequeño en relacion á los radios (botella de Leyden): Condensador entre dos planos paralelos nues y puestos en comunicacion con la tierra. S Sd siendo d la distancia entre las hojas. Si en lugar de aire entrase cualquier otro dieléctrico cuya capa- cidad inductiva específica fuese — k, se obtiene la capacidad del con- densador multiplicando con k la capacidad del condensador á aire de Ja misma forma geométrica. Así, por ejemplo, la capacidad de un condensador compuesto de láminas de estaño y hojas de papel empapelado en parafina, será: eC= — Un cable submarino es un condensador cilíndrico hueco concén- trico. El dieléctrico sea de gutta-percha, cuya capacidad inductiva específica es k — 4,2 y el cable se componga de igual peso de cobre y gutta-percha, entonces la proporcion entre los diámetros 2 =28; se pregunta cual es la capacidad de una milla marina. [0,4343 e AAA 9 log Ad l— 18522 = 185200=— 1 milla, luego tendremos : rr 1853200 < 0,4343 x< 4,2 E 2 log 2,8 = 37265 en unidades electro-estáticas. NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 203 Esta capacidad corresponde en unidades electro-magnéticas : C 1 0,4343 < k (2,9857 < 10%? x< 2 log + d __ 185200 < 0,4343 < k C.A.S T-IOIAIS10" HO 2,8 7 7 en microfarad : kl 0,4343 < 10%** 8,9142 >< 10% < 2 log > _ 185200 < 0,4343 < kh 8,9142 < 10 < 2 log = d __0,045115% pa o Bid por milla marina; y como arriba k para gutta-percha — 4,2 y = — 2,8, tenemos : microfarad, microfarad, C = 0,13093 microfarad, capacidad de una milla marina. Si se quisiera construir un condensador de hojas de estaño y papel parafinado, este último de 0,033 de grueso, de dieléctrico, ten- driamos : ES 4 < 0,033 y k para papel parafinado — 2. __ 387700 < 0,033 x< 4 > >) = 78170 centímetros cuadrados, x< 377000 S superficie total de láminas, y si el número de ellas seria — 300, ten- driamos que el condensador tendria 12,91 centímetros de diámetro. Para calcular la capacidad total de la tierra tendremos : c= r = 637094100 unidades electro-estáticas. Trascrito á unidades electro-magnéticas son : q — 2 637094100 07 (2,9857 FEA)? _ 6,370941 <10* 2,9857 10% 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA = 0,7147 <107* unid. €. 6. $. 0,147, ><10=5 E 10? = 0,7147 < 107? farad. = 0,0007147 Farad. = 0,0007147 <10* microfarad. = 714,7 microfarads. farad. Un farad pues es casi 1400 veces la capacidad de la tierra. Un hilo eléctrico de telégrafo de 4 milímetros de grosor, suspendido á 4 metros de alto, tiene la capacidad siguiente : pls 1 0,4343 _ 100000 =< 0,4343 91092 2 log = c =— 6028,5 unidades electro-estáticas, y trascritas en el sistema electro-magnético : o — HE 6098/5404 — 9 — 2,9857 < 10% = 0,006763 microfarads. La capacidad de la botella de Leyden. Blavier ha publicado sobre esta parte de la electrometría una mo- nografía especial : Des grandeurs électriques et de leur mesure en unttés absolues : será la capacidad de una botella. Sean el número de botellas, ala altura de cada botella y b el diámetro. Si varias botellas son reunidas en una batería, tendremos : Armazon por superficie : S = nrab __nabk y Fi dd Cargando esta bateria con el potencial e, la energía será en kilo- grámetros : , Nabk 30 ñ == 7 > 10 kilográmetros ; ,¿Nabk 1 : = e — x — 3 calorías, —=* “8d “4257 <10 siendo d el grueso del vidrio. NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 205 Si la capacidad inductiva específica del vidrio fuese — 1,8 y su grosor — 2 milímetros, cargado con el potencial = 300 de una má- quina eléctrica, tendriamos para 10 botellas de 50 y 15 centímetros, la energía será : 105015 1,8 4 = 2 perl E bes 8x02 “010 = 7,741 kilográmetros. = 17,86 calorías (gramos). La descarga de tal botella obraria sobre el sistema nervioso como un golpe de 7,741 kilógramos que cayese de 1 metro de alto. Supongamos esta batería descargada por un hilo de fierro de 0,2 milímetros de grueso y 1 metro de largo, del peso =0,2512 grá- mos. El calor específico del fierro — 0,114, entonces las 17,86 calo- rías de energía de la descarga elevaria la temperatura del hilo de fierro como sigue : 17,86 0,2512 < 0,114 Si el fierro funde á los 1500% tendriamos que 1 1500 — 623,79 l — 42 centímetros. Es decir esta batería de 10 botellas convenientemente cargada fundiria el hilo de 42 contímetros de largo. El cálculo para una serie de condensadores reunidos por superficie se presenta del modo siguiente : Sean a, b, c... las capacidades de cierto número de condensadores, unidos todos por una de las armazones á una máquina eléctrica y por la otra armazon á la tierra. La capacidad total del sistema será : C=a+bw+C... Hubieran sido cada condensador separadamente y con las cantidades — 623,7? Cel. q =40, q, =00,% (,%6D,, eto, en que 0, 0,, 0,..., son los potenciales correspondientes, y puestos los condensadores nuevamente en comunicacion la carga total seria : UT TU TF lama y el potencial comun : Q__avo+bo, ++... mia En +: 10 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pero si un solo condensador fuese electrizado con la carga q =av, entonces el potencial comun de la batería seria : q 3 av CTa+b+cz+... Si los condensadores fuesen reunidos en cascada, la capacidad del sistema se halla por la ecuacion : ¡MA A) 2d aba y si hubiesen n condensadores de la capacidad a, seria el potencial : y=20 a y la carga O= ca n y la capacidad c=!2 Descargando el sistema la cantidad de electricidad que pasa al T co : a ; E circuito esterior es — O corta la comunicacion entre los . av condensadores, la carga de cada uno de ellos tambien es = rd Potencial de las máquinas eléctricas : Thompson halló que el potencial de una máquina de frotacion, que da una chispa de 30 centímetros es igual al potencial de una batería compuesta de 80000 á 100000 Daniell. Siendo el potencial de un Daniell — 0,00374 tendremos el potencial de la máquina 0,00374 < 80000 = 300. Supongamos dos planos ó chapas distantes una de la otra un milí- metro, y la una en conduccion con la tierra, la otra cargada con el potencial 300 de la máquina eléctrica, entonces las dos chapas se atraerian con una fuerza que por centímetro cuadrado importaria : 2 E = 358100 dynes => == gramos — 365 gramos en Greenwich. Sea E la fuerza electromotriz de un pila, R la resistencia interna, y n el número de pilas. La intensidad de la corriente producida por una bateria será : NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 207 1) Si las pilas son reunidas por serie (es decir, el zinc de una pila al cobre de la otra) : e nE NR +" siendo 7 la resistencia del circuito esterno. 9) Si las pilas son reunidas por superficie (es decir, todos los zinc á una electroda, todos los cobre á la otra) : E 1=3 ETT 3) Si las pilas son reunidas en grupos, de n, grupos y á n, pilas en cada grupo, las pilas de cada grupo reunidas por serie y los grupos entre sí por superficie, es : 15 *— 2 3 r es variable de una forma de bateria á la otra. Supongamos que trabajaramos con 20 pilas, R — 2 ohms y v=1000, 6 0,25 y 10 en tres casos diferentes : Para la bateria en serte, es : PA 20E EF7 720725 1000 90 1 A == Para la bateria por superficie : Para la batería en grupos, de 4 grupos á 5 pilas : SE 5E I - o ——— _—_—_——— — 5 me == ¿2 + 1000 1000 z 1.0% $ . NL = 1601 2 casi = ¿pp E: 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Para r — 1000 resulta pues que las corrientes de las tres baterias El. A RÓS 52 * 1000,1 * 200,1 Para r—¿ ohm tendremos en la batería por serte : 90E 90 (ón 20 <2+1 7401 is); en la batería por superficie : L= 1 4 92 39 + _ 40 =u*=2 en la bateria por grupos, 4 grupos á 5 pilas : SE 3 5E 5 25 +0,25 q24i 0 En este caso, pues, para una resistencia del circuito esterior muy pequeña la proporcion de las corrientes en las tres diferentes baterias son : Ue (casi 3); 20 2 1 =1 E (casi 2). == OE Para r ni muy grande ni muy pequeño, por ejemplo — 10 ten- dremos : 20E 2 l=90x2F105*: en la batería por superficie : 7 — 4 304 20 2 +10 en la bateria por grupos, 4 grupos á 5 pilas : 1 J 2+10 Para una resistencia media del circuito esterior pues, la proporcion de las corrientes para las tres diferentes baterías son : 2 . de . 2 54105 NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 209 Segun estos apuntes pues se combinará la batería, segun sea el ta- maño de la resistencia del circuito esterior. Para la batería por grupos, 1 llega á ser un máximo cuando : N MIR, Ny Ó cuando dc La unidad de resistencia de Siemens, para un hilo de azogue de 4 metro de largo y de 1 milímetro cuadrado de seccion, de 4 centí- metro cúbico pesando 13,598 gramos, es = 1,0486 ohm = 1,0486 10? U. €. E. 5. Segun Kohlaausch una corriente de 1 weber (107* U. C. G. S.) pre- cipita 1,1363 milígramos de plata por segundo. Luego resulta que una unidad electro-magnética C. Gr. S. precipita 0,011363 gramos plata. Siendo el equivalente químico de de plata — 108, es evidente que 108 E 0011363 — 9505 unl- para precipitar 108 gramos de plata se necesitan dades absolutas electro-magnéticas. Estos mismos 9505 U. C. G. $. precipitan el equivalente de cua- lesquier electrólito simple. ps Así 9505 U. C. G.S. descomponen 9 gramos de agua dando 1 gramo de hidrógeno y g gramos de oxígeno. Para producir un litro de hidrógeno se necesitarán 851,92 U. C. G.. S. 9505 unidades electro-magnéticas corresponden á 9505 < 2,9857 < 10 — 28378,6 < 10% unidades electro-estáticas — 851,92 unidades electro-magnéticas corresponden á >< 851,92 < 29857 < 10" — 2542,53 10*” unidades electro-estáticas. Una unidad electro maguética descompone (000947 gramos de agua y libra un peso de 0,000105 gramos hidrógeno. La sintesis de agua se esprssa como sigue : 9 1it. H + 4 lit. O — 2 lit. (H,0) y 1 lit. H +2 lit. O = 1 lit. (HO) 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Como las fuerzas atómicas para producir un litro hidrógeno equi- valen á una fuerza de 851,929 dyn, y esta fuerza libra 1 litro hidró- geno y ¿litro oxígeno, tenemos que en un litro de un gaz monoatómico hay latente 425,96y dyns en un litro de gazes diatómicos 851,92, en un triatómico 1277,884, en un tetraatómico 1703, 84g, etc. En 41 litro de hidrógeno hay latentes 4259,6 webers. La Galvanoplastía saca mucha ventaja de la moderna electro- metría. | Para precipitar una capa de cobre de 3 milímetro de grueso sobre un modelo de yeso de 8 centímetros de diámetro, tendremos : Peso del cobre á precipitar : ¿7 (ri — rod — 89,57 grms, El equivalente químico del cobre es = 31,7, luego para precipitar 89,57 grms. de cobre se necesitaran : 9505 < 89,57 31,7 6 sean : 268565 webers. Una pila de Daniell de fuerza electromotriz de 1,1166 volts y resis- tencia de 2 ohms, necesitaría para producir este efecto 133 horas y 38 mínutos, sin poner en cálculo la resistencia del circuito esterior. = 20990,9 U. 0, 7.053 Los generadores de electricidad como se utilizan hoy en dia son de tres clases : 1) Aquellos que producen la corriente eléctrica por la accion qui- mica. A esta clase pertenecen las pilas. 2) Los que trasforman calor en electricidad. Las pilas termoelec- tricas pertenecen á esta clase. 3) Aquellos que transforman trabajo mecánico en corriente eléc- trica, como son las máquinas dinamoeléctricas y magnetoeléctricas. Las máquinas de la última clase son las que mas aplicaciones han hallado últimamente, y reemplazan mas y mas las pilas. La energía calorífica del zinc consumido en la pila es de 0,1 de la energía ca- lorífica desarrollada por igual peso de carbon en su combustion ; sin embargo de que es muy mas ventajoso trasformar energía calo- rífica en electricidad y no en efecto mecánico, porque en las mejores máquinas no se esplota mas que 0,25 del calórico efectivo en la cal- NOTAS SOBRE ELECTROMETRÍA MODERNA 9211 dera (mucho menos del calórico de la combustion) y muchas má- quinas no dan mas que un efecto de 0,1, — no obstante como el zinc cuesta á lo menos veínte veces tanto que el carbon, los costos de iguales cantidades de electricidad á igual energía potencial, están en proporcion como 1 : 200, sobre el costo del carbon al zinc, — y supuesto que la máquina electromagnética fuese 4 veces mas eficaz que la calorífica, para transformar energía potencial en energía ac- tual, siempre la pila costaría 50 veces mas que la máquina á vapor. Son varios los proyectos de esplotar nuevas fuentes de electricidad. Mucho se ha hablado de trasformar la fuerza del viento y del agua en su caida en electricidad, y muy importante fué el ensayo hecho por Jobert, de esplotar el rayo solar en una pila termosolar, pero aun todavia sin éxito para la práctica. Un nuevo camino á abrir para llegar á la aplicacion general de la fuerza eléctrica sería el ensayo de esplotar la diferencia de potencial entre la tierra y las capas atmosféricas. Durante un tiempo claro y sereno en el Montsouris se ha observado que la tension de potencial era un mínimo en Octubre de 14,5 ele- mentos Daniell, ó sea pues de 14,5 volts aproximativamente — 145 x 107 U. C. G. S. y un máximo en Enero de 86,9 Daniel, — 869 Or 0 6S. El potencial que por los pararayos halla su aniquilamiento no será esplotable directamente, pero supongamos que se construyera en inme- diacion del pararayo un aparato que por influencia se electrizaría, y que fuese este aparato de un material que no solamente fuese sen- sible al poder de influencia sinó que tuviera la capacidad de retener la polarizacion algun tiempo, como lo demuestran varios semicon- ductores, en máximo grado el sulfuro de antimonio, entonces seria posible formar un almacen eléctrico que cargado por el potencial, activo durante una tormenta y combinado con un sistema de tras- formador y acumulador, posibilitaría la esplotacion de la inmensa energía de la electricidad atmosférica. La facultad de los semiconductores de retener electricidad polar por influencia fué descubierta por Munck of Rosenschóld, pero no fué nunca esplotada hasta aqui Esta facultad, altamente remarcable en el sulfuro de antimonio, nos presta la facilidad de construir una haz de barras polares, que como acumulador eléctrico puede compararse con una pila secundaria de Planté, de Faure y con el condensador voltaico de Arsonval, es decir, una tal haz cargada por influencia, cuya carga es engendrada 912 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA por el potencial de un pararayo convenientemente dispuesto con doble interruptor de la disposicion de una botella de Lane para poder, en caso de baja diferencia de potencial, utilizar hasta toda capacidad del conductor, ofrece una acumulacion de trabajo eléctrico dispo- nible que se puede gastar como se quiere. Combinando este acumulador, al cual falta el poder trasformador, con otras dos haces iguales, ó con una batería de Houston y Thomp- son, ó con un trasformador de Varley, para así cambiar su alto poder de tension en cantidad, se obtendria un almacen eléctrico, cuya apli- cabilidad será demostrado por la práctica. El estudio de los semiconductores seguido con constancia nos dará aun muy sorprendente resultados; su poder eléctrico-coercitivo, su sensibilidad por influyencia duradera, son caractéres de que la espe- culacion debe hacer objetos de esplotacion. La enorme energía del rayo será puesta á disposicion del hombre por medio de los carácteres especiales de los semiconductores. G. LALLEMANT. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA CONTRIBUCIONES AL ESTUDIO DE LA FAUNA ARGENTINA Y PAÍSES LIMÍTROFES POR CÁRLOS BERG (Continuacion) 24, Spilosoma Aleumena (Bspv. in litt?). ¿ et Q: Capite, thorace coloreque nativo alarum an- ticarum et posticarum cretaceis, alis anticis fasciis tribus macularibus grisescenti-fuscis venis lurido- interlineatis ; posticis albis, feminae ad limbum obsolete fuscescenti-maculatis, abdomine supra sordide flavo vel aurantiaco, medio perparum in- fuscato. Palpis brevibus, articulo terminali obtuso; proboscide tenuissima, brevi; fronte fasciculo grisescenti or— nata; antennis thorace dimidio longioribus, tenui- bus, biseriatim setoso-ciliatis, fuscis; alarum an— ticarum fascia basali cellula media angulum obtusum fingente, extus linea macular: fuscescenti ornata, fascia media ad basin venarum 3— 5 yel ad venam transversam producta, fascia sublimbali obsoleta, interrupta, solum ad venas bene deter— minata, intus linea maculari fuscescenti ornata, vena transversa saturate lurida, fusco-marginala, venis limbum versus fuscescenti-marginatis, ciliis albis, alis anticis infra sordide albis, ornatis pagl- nae superioris obsoletis praeditis ; feminae alarum posteriorum maculis limbalibus 4 vel 5 valde ob- 914 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA soletis, ciliis albidis, pagina inferiore prope apicem macula parva ornata; abdomine basi et infra al- bido; femoribus tibiisque luridis, ex parte infusca- tis, tarsis grisescentibus. — Exp. alar. ant. 34- 38 MM. | Patria: Respublica Argentina (Prov. Tucuma— nensis Saltensisque). — Brasilia. He encontrado esta especie, bajo el nombre arriba señalado, en el museo de los Srs. OBERTHUER ; el Dr. STAUDINGER posee otra muy parecida, ó tal vez la misma, bajo la denominacion de Sp. cerdinum Warx. Siendo estos, al parecer, nombres ¿n litteris, doy una des- cripcion de este lepidóptero originario del Brasil y de la República Argentina. El ejemplar típico f se encuentra en la coleccion del Sr. Guntuer, el de la Q, en la de la Universidad, donado por el mismo señor. Provienen de Tucuman y de Salta. La especie es bien característica por el color fundamental blanco de las alas; por las tres fajas transversales oscuras de las alas ante- riores, interrumpidas por los nervios amarillos y acompañadas, la basilar y sublimbar, con una línea oscura formada por pequeñas manchas, ó interrumpidas por los nervios blancos en esta parte; estas dos líneas están frente á frente. El dorso abdominal es de un amarillo impuro. 25. Halysidota sertata Non. !) g et £: Capite sordide albo, collare lurido, thorace albido, fuscescenti-maculato, alis anticis sordide flavescenti-albis, magnam ad partem infuscatis, dimidio basali limboque albo-maculatis, hoc ma— culis subcircularibus fuscescenti-marginatis 1n series duas dispositis, alis posticis sordide albis, fascia limbali fuscescenti utrimque denticulata ornatis, abdomine saturate aurantiaco, triseriatim grosse puncialto. Palpis breviusculis, flavis, ex parte infuscatis, arti- 1) El nombre genérico debe escribirse Halysidota, derivado de ¿duseres, como lo hizo Huebxer en la primera línea del género correspondiente en un Verzeichnass, pág. 170 (1816). La ortografía Halisidota y Halesidota es incorrecta. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 915 culo terminali parvo, obtuso; antennis albidis, maris mediocriter pectinatis; thorace antice, utrim- que et scapulis dilute fusco-maculato; alarum an- ticarum parte media valde infuscata, quasi fascia lata obliqua fingente, maculis albis dimidii basalis etiam fusco-marginatis, saepe obsoletis, ad costam limbum versus valde extensis, maculis limbi medio apiceque parvis, serie interiore macularum limba- lium in margine exteriore fasciae mediae fuscae sita, pagina inferiore fascia media fuscescenti, ma- culis nonnullis mediis albis seriebusque duarum macularum limbalium obsolete ornatis; alarum posticarum vena costal: (8*) adest *), puncto discoi- dali fusco parvo, fascia limbali usque ad angulum abdominalem extensa, ibi angustata et in margine interiore introcurrente; pectore flavido; pedibus ventreque albidis. — Exp. alar. ant. 35-42 mm. Patria: Provincia Bonaérensis. Esta especie es bien característica por el área media fuscescente y las manchas blancas ó blanquizcas ribeteadas de fusco, en las áreas basilar y limbar de las alas anteriores; por la faja oscura dentellada en los dos lados, en las alas posteriores cerca del limbo, y por el dorso abdominal anaranjado que lleva tres séries de man- chas negras bastante grandes. Se asemeja algo á la H. trifasciata Burm., teniendo tambien las alas algo débiles y un poco diáfanas. Los dos ejemplares típicos han sido recogidos en los alrededores de Buenos Aires. El ¿, se halla en la coleccion del Sr. RusCHEWEYH, y la 9 en la de la Universidad de la Capital. 1) Varias especies del género Halysidota poseen el nervio costal (8*”) en las alas posteriores, otras carecen del mismo. Las que lo tienen, muestran el borde costal de estas alas cortado oblícuamente desde el medio hácia el limbo, formando en el medio un ángulo mas ó ménos obtuso. Las especies sin ese nervio, tienen el borde costal bastante recto ó algo encorvado hácia la punta del ala. A las pri- meras pertenecen: HH. tessellaris (Ab. et Sm.) Ha., H. fuscipennis Burm., H. pi- ciurata Bere, Burm., H. conferta ¡WaALK.) BerG, H. atomosa WaLk., H. tersata BrErc. JJ. rectilinea Burm., H. cancellata, Burm., etc.; á las demas : HA. catenulata "HB.) WaLK., 1. infucata Bere, H. mundula BErG, etc. Sin embargo, los caracteres indicados no se prestan para hacer subgéneros ó divisiones bien limitadas, habiendo especies que poseen el nervio costal sin el corte del borde, como por ejemplo las HH. rectilinea y H. cancellata Runm., Ó ca— reciendo esta última de él en algunos ejemplares masculinos, ó que lo tienen apé- nas marcado. 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 26. Halysidota infucata Non. ¿$ : Capite, antennis, thorace, alis anticis, pectore ab- domineque, nec non pedibus, laete luridis vel sor- dide ochraceis, alis posticis flavido-albis. Palpis ascendentibus, articulo secundo longo, tertio?; antennis valde pectinatis, fere luteis; alis anticis ad costam et hic illic nonnihil saturioribus, infra multo laetioribus colore alarum posticarum; alis posticis sine vena costali. — Exp. alar. ant. 35 mm. Patria: Territorium Missionum. Tiene mucha semejanza con la H. atomosa WaLx., de la cual se distingue por su menor tamaño; por los palpos mas largos y ascen - dientes, sobre todo el segundo artículo muy largo; por las antenas y sus ramitas de peine mas cortas, y por la coloracion amarilla mas impura y la carencia de manchas ó puntos oscuros en el tórax y en las alas anteriores. La Universidad posee de esta especie un S, que he recogido en el Territorio de las Misiones, á fines de Enero de 1877. 27. Halysidota mundula Nop. 0: Parva, tota sordide alba vel sordide cretacea, solum ramulis antennarum infra fuscescentibus venisque alarum ex parte flavescentibus. Palpis Jongis, ascendentibus, articulo terminali se- cundo plus quam dimidio longiore; antennis sal pectinatis, dimidium longitudinis alae vix superan- tibus; alis anticis limbo subrecto; alis posticis sine vena costali. — Exp. alar. ant. 28 mm. Patria : Corrientes. Esta especie es de fácil determinacion, por su pequeño tamaño, por la coloracion blanquizca impura, casi uniforme, y por los pal- pos largos y ascendientes. Poseo un solo ejemplar en la coleccion de la Unixersidad, que fué recogido en Corrientes, á fines del año 1876. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 217 28. Oeceticus Westwoodíi Non. Durante mi permanencia en Corrientes, en el mes de Diciembre de 1876, he observado allí y en el Gran Chaco, los primeros estados de una especie de Oecelicus, que vive en la Prptadenia communis Benru. y la P. Cebil Gra. Sin haber obtenido aún la imágen, doy aquí la descripcion de la oruga y del habitáculo, por ser estos muy ca- racterísticos y no correspondiendo á ninguna de las especies hasta ahora descritas. No dudo que sea nueva y le doy el nombre de O. Westwoodir, en honor del autor de la monografía del género Oeceticus Lo. GUILD. Oruga: Es muy parecida á la del O. Kirby? Lo. GuiLp., pero fácil de distinguir de la misma por las verrugas blanquizcas de los segmentos de 4 á 6 de la parte dorsal, que se diferencian apé- nas de la coloracion general en la especie mencionada, miéntras que en la nuestra están bien marcadas por el tinte blanquizco. Coloración principal como en la especie con que la comparo. Ca- beza mas rojiza, sus pequeñas manchas y líneas negras mas mar- cadas, y el triángulo sobre el lábio superior tiene un ribete ancho negro y lleva abajo uno y arriba dos puntos negros. Antenas y apa- rato bucal, con excepcion de las mandíbulas, rojizos, miéntras que en el O. Kirby? son blanquizcos. La márgen anterior del primer segmento está adornada de cinco manchas negras bastante grandes (en el O. Kirby+ hay una sola, ó rara vez tres); hay ademas, á cada lado, cerca de la línea deal cuatro puntos negros que forman un .:.; estos faltan en el O. Kirby ó se representan como dos ó tres pequeñas manchas. Las demas manchas y puntos son varia- bles en cuanto á forma y extension. Los bordes posteriores de los segmentos son mas claros, los estigmas mas rojos y vivos, el escudo anal ménos estriado, lustroso, pero mas peludo que en el O. Kirbyi. Patas torácicas de un fusco rojizo, pero ménos manchadas de negro que en el O. Kirby1; las patas abdominales son mas oscuras. — Dimensiones, como en la especie aludida. Habitáculo: Es coriáceo, fusiforme, parecido al habitáculo del Oeceticus (Greyeri Berc, pero es mucho mas grueso hácia la base y ménos esbelto y duro, representando una especie de bolo ó cono. Su parte externa lleva muy amenudo algunas partículas vegetales; pero por lo general es lisa. Es hasta 90 milímetros de largo, y hasta 25 mm. de diámetro en la parte basilar gruesa. 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 29. Pielus Juteicornis (Pnrz. in litt.). g: Capile, thorace alisque anticis dilute vel lute— scenti-fuscis, his albido-maculatis vel striolatis, alis posticis lutescenti-fuscis, ad basin luteis, abdomine luteo aut sordide lurido. Palpis sat longis, porrectis, articulo basali secundo paullo longiore, sat incrassato, articulo terminali subgloboso; antennis luteis, thorace brevioribus, mediocriter pectinatis, ramulis valde ciliatis, api— cem versus longitudine decrescentibus; alis anticis modice angustis, angulo apicaliadmodum producto et aliquantum acuto, limbo oblique arcuato, sine angulo inferiore, maculis albidis vel canis disci, areae limbalis marginisque interioris irregulariter triangularibus aut quadrangularibus, ad venas saepe sublinearibus et in margine limbali parvis, triangularibus, ciliis laete fuscis, cellulis 1* et 4” basin versus infuscatis; alis posticis angustiu— seulis. limbo valde et oblique arcuato, sine angulo abdominali determinato; pagina inferiore alarum fusco-lutea, costa pallidiore; pectore, ventre pedi- busque sordide luridis, his obscurioribus; abdo- mine alas posticas valde superante, fasciculo apicali lurido ornato. — Exp. alar. ant. 49-54, post. 42- 44 mm. Patria: Patagonia (Fretum Magellanicum). Esta especie, la he encontrado en el museo de SrTAauDINGER bajo el nombre de Epialus luteicornis Pmm., que debe ser denominacion provisoria. Es proveniente del Estreeho de Magallanes, en Punta Arenas, en donde la he observado en gran cantidad, en la noche del 13 de Marzo de 1879, despues de una tormenta muy fuerte. Puede ser comparada con el Pielus maculosus FeLD. (Nov. Lep. tab. 81, fig. 1) de Australia, con el que tiene de comun mas ó ménos la coloracion general del cuerpo y de las alas, y las manchas blan- quizcas de las alas anteriores. Pero es mucho mas pequeña, tiene las alas mas angostas y mas oblicuamente redondeadas desde la FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 219 punta hácia el borde interno ó la base, sin los ángulos interno y abdominal marcados. Las alas anteriores no poseen el gran número de manchas blanquizcas, y estas no tienen ni bordes oscuros ni se encuentran sobre un fondo amarillento, ni tampoco forman séries determinadas, con excepcion de la del borde externo limbar, cuyas manchas triangulares son poco marcadas; cerca de la punta del ala no hay manchas. Las alas posteriores y el abdómen, no son tan amarillas, sinó las primeras son mas bien fuscescentes, con excep- cion de la base que es amarillenta. 30. Dalaca (Friodia) venosa (BLANCH.). * Hepialus venosus BLANCH. in Gay, Hist. de Chile. Zool. VI, p. 70.2. Atlas, Lep. lám. 4, fig. 6, /1852). — Warx., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1557. 11 (1856). Este Epíalo no se puede reconocer por la figura de la obra de Gay, ni tampoco bien por la descripcion breve. La coloracion gene- ral, no es un ceniciento claro ú oscuro, sinó de un lúteo mas ó ménos impuro, con muchas infuscescencias en las alas anteriores y el tórax mas oscuro, casi fusco. Los palpos son bastante largos, salientes, con el segundo artículo engrosado hácia la extremidad. Las antenas rojizo-lúteas son muy cortas, no alcanzan la longitud del tórax sin la cabeza, son gruesa y brevemente serradas y pesta— ñadas y mas gruesas detras del medio, adelgazándose otra vez un poco hácia la extremidad ; por los dientes cortos y anchos parecen como comprimidas (así las llama tambien Watker, en la descripcion de su género Dalaca). Las alas anteriores son bastante anchas y de 34á 44 milímetros de expansion; su borde limbar es suave- mente arqueado, el borde interno bastante bien marcado, y la punta es algo redondeada y no saliente; poseen de 5 á 6 líneas transversales blanquizcas, algo onduladas, ribeteadas de negro ó fusco oscuro, en parte desvanecidas y varias veces interrumpidas. Estas líneas son poco marcadas cerca de la punta y del borde costal, y son por lo general bien visibles en el disco y limbo, formando en la primera parte y cerca del ángulo inferior, una especie de reticu- lacion de fondo oscuro; la línea blanca limbar no alcanza la punta del ala. Las franjas son de la coloracion general, adornadas de pequeñas manchas oscuras. En un ejemplar hay tambien pequeñas manchas blancas, algo desvanecidas, en el extremo del borde lim-= 220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bar. Las alas posteriores son de un color leonado, con las franjas algo manchadas de fusco; las de la Y poseen dos séries de pequeñas manchas claras cerca del borde limbar, que son muy desvanecidas, y solo algo visibles en las celdillas de 6 á 8, como por ejemplo las tres manchitas de la série externa. La expansion de estas alas es de 32436 mm. La cara inferior de todas las alas, es de un leonado impuro, en parte infuscado. El abdómen sobresale */, á las alas posteriores. Los tres ejemplares de esta especie, que posee la Universidad, fueron recogidos por mi en Valdivia, á fines de Enero de 1879. 31. Aepytus dimidiatus Nos. S : Capite, palpis, parte antica thoracis parteque ter- tia costali, margine interjore, punctisque marginis limbalis alarum anteriorum, nec non pedibus, gri- seo-fuscis, parte media alarum anticarum, quasi vitta latissima formante, 1sabellina, alis posteriori- bus grisescentibus, angulo antico submaculato, abdomine cano. Palpis breviusculis, porrectis, articulo secundo primo dimidio fere longiore, articulo terminali brevi, fere obconico, perparum acuminato; antennis rufo-lu— teis, thorace subaequilongis, basi et apicem versus serratis, medio longe serratis vel subpectinatis, dentibus apicem versus arcuatis; alis anticis apice rotundatis, limbo ad marginem interiorem valde arcuato, parte obscura costali eaque marginis in— terni ex parte nigricanti adspersa, hac basin ver— sus, illa limbum versus, angustata, parte media isabellina basi angusta, ad limbum lata, marginem interiorem attingente, hic illic punctis nonnullis fuscis praedila, punctis obscuris marginis limbalis inter venas sitis; alis posticis paginaque inferiore omnium alarum dilute fasco-griseis, disco pallidio- ribus; ventre abdominis albido; tibiis tarsisque eriseo-fusco-pilosis. — Exp. alar. ant. 42, post. 33 MM. Patria : Chile. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 291 No existiendo una descripcion del género Aepytus H.-S., me han servido de guia las figuras dadas por HERRICH-SCHAEFFER, que atri— buyen mi nuevo Epiálido á este género; pero como no he examinado los ejemplares típicos, me quedará siempre alguna duda respecto de su colocacion sistemática. Esta especie, de que poseo un solo ¿Y recogido por mien Con— cepcion (Chile), el 26 de Febrero de 1879, es fácil de reconocer por la parte media amarillenta de las alas anteriores, que forma una especie de faja longitudinal muy ancha, sobre todo en el limbo; el tercio costal y la parte basilar media del borde interno, son de un tinte gris fuscescente, salpicado de algunos puntos oscuros. Genus HYPoPTA HB. Bajo este nombre genérico se hallan actualmente señaladas las dos antiguas especies de HuEBNER: HH. thrips é H. caestrum, y las modernas: H. gloriosa ExscH., H. ? Rerbelli OBerTH., H. brevicula (Maz.) BurL. é H. Berthold: Grore. Como perteneciente al mismo género, hemos considerado siempre á la H. ambigua Ha., y no ha— biéndose dado ántes una descripcion detallada de este género, lo hizo el Dr. BurmeisteR en su Description physique de la République Argentine, V, p. 464 (1878), segun los caracteres de esta última especie, sin poderla comparar con alguna de las seis anteriores. Esta descripcion nos muestra una particularidad : la falta de la cerda fulcral (seta fuleralis) ó frénulo en la base de las alas posteriores, que verdaderamente no existe, habiendo en lugar de este órgano algunas pequeñas cerdas piliformes. Sin embargo, este género no puede ser separado de la familia de Cossídae, de que forma parte por su organizacion, y sobre todo, por la nerva— dura *) de las alas. Por otra parte, hay especies (H. correntina et H. mendosensis 1) La descripcion de la nervadura que ha dado el Dr. BurMEISsTER l. c., es con forme ala de los 11 ejemplares de la H, ambigua HB. que be examinado, con excepcion de que no he encontrado lasídos ramas de nervios cortos que van segun este autor, del nervio dorsal inferior, al borde interno, como en varios géneros de la familia de Psychidae; solo en un ejemplar veo un par de apéndices muy finos, que no son constantes en las dos alas. La figura que debia representar la nervadura de la especie en cuestion, /Des— cript. phys. de la Rep. Arg. Atlas, pl. 17, fig. 18), ha sido totalmente errada por el grabador; debe ser anulada, y consultada solo la descripcion del texto, p. 465, con la correccion indicada. 922 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Non.) que tienen casi todos los caracteres genéricos de la H. am- bigua H5., pero que poseen ademas el frénulo. Otra (H. superba NoB.), que carece de él, se distingue en la nervadura de todas las demas, no teniendo el nervio transversal que une los dos nervios dorsales en el último cuarto de su curso, miéntras que en las dos especies anteriores falta el nervio transversal que une los dos ner- vios 7% y 8” de las alas posteriores, no formando, de esta manera, una área discoidal que consta de tres celdillas, sinó de dos. Sin conocer detalladamente las especies europeas, que me pro- curaré para el estudio necesario, no puedo decidir nada acerca de la posicion genérica verdadera de las especies argentinas, que co- loco ahora en el género Hypopta, hasta investigaciones posteriores. 32. Hypoptia superba No. S : Fumato-isabellinus vel ferrugineus, sericeus, pal- pis rupra, antennis, oculis, macula obliqua medio interrupta basali maculisque duabus costali-sub— apicalibus alarum anticarum, castaneis, sericels, his parte sublimbali, margine interiore excepto, fusco, extus infraque nec non dimidia inferiore maculae basalis, albido-marginatis, alis posticis abdomineque isabellino-testaceis. Palpis sat parvis, porrectis, articulo terminali secundo dimidio breviore, conico; antennis thorace fere aequilongis, usque ad apicem admodum pectinatis; alarum anticarum costa medio parum concava, apice rotundato, limbo modice arcuato, macula basali scrotiformi, maculis subapicalibus infra fere conjunctis et infuscatis, supra, extus intusque albido-marginatis, linea media transversa albida medio valde interrupta, linea limbali albida bene determinata, altera submarginali undulata inter venas 2-5 obsoleta, ciliis laete ferrugineis, pagina inferiore fuscescenti, margine interiore pallido, maculis subapicalibus, linea limbali lineolaque undulata inter venas 2-5 ornata; pagina inferiore alarum posticzrum macula discoidali obsoleta litturisque vel infuscationibus costae praedita ; FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 223 femoribus, tibiis articulisque basalibus tarsorum anticorum valde pilosis. —Exp. alar. ant. 46, post. 35; long. abdom. 15 mm. Patria: Corrientes. Tiene el aspecto general y cierta semejanza en cuanto á la colo— racion de las alas anteriores del Cossus caestroiídes H.-S. (fig. 4); sobre todo por la mancha basilar fusca, interrumpida en el medio. Pero se distingue bien del mismo, por la parte sublimbar fusca, por las dos manchas subapicales de color castaño, por las líneas blanquizcas transversales, y por las alas posteriores muy claras y algo diáfanas. No posee el nervio transversal entre los dos nervios dorsales de las alas anteriores. Poseo un solo Y que fué recogido en Corrientes, á fines de Di- ciembre de 1876. Anotación. —El Sr. RuscneweYn posee un Cósido del Brasil, que apesar del color fusco predominante y de los pelos del abdómen poco levantados, debe pertenecer á la Dolecta scariosa H.-S. (Exot. Lep., fig. 148. — 1854). Este no posee tampoco el frénulo en las alas posteriores, y tiene la ner- vadura como la Hypopta ambigua Hg. y la H. superba BErG, con excepcion de que los dos nervios dorsales de las alas anteriores se unen en la parte, donde hay un nervio trans— versal en la H. ambigua, y se aparten á poca distancia de nuevo, para terminar separadamente en el borde interno del ala, mostrando una divergencia notable. El género Do- lecta H.-S., WaLx., deberá ser conservado probablemente para las especies sin frénulo, de que forma parte tal vez el Cossus caestroides H.-S., y lo que pueden resolver con faci- lidad los posesores de los ejemplares típicos de HkErrICH- SCHAEFFER. (Continuará). POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES SESION DEL 15 DE ABRIL DE 1882 Señores: En varios viajes que he realizado últimamente por diversas locali- dades de la Provincia de Buenos Aires, he tenido ocasion de hacer algunas observaciones sobre la geología é hidrología subterránea de esta region; cuyos caractéres tan uniformes, hacen necesario el estu- dio de los accidentes geognósticos en puntos muy distantes y dificul- tan por lo tanto el llegar á conclusiones generales. Hubiera deseado completar las observaciones que ahora presento, para que mis conclusiones fueran apoyadas en mayor número de hechos y tuvieran la suficiente evidencia para no dar lugar á la mas pequeña duda; pero he creido conveniente, dada la iniciativa que ha tomado el Gobierno de la Provincia, publicar desde ya este ensayo, para que sirva de guía en los estudios que en adelante se hagan. Queda así esplicada la enunciacion de algunas conclusiones, que pueden parecer avanzadas con relacion al número de observaciones en que se fundan. No deben tomarse sinó como esplicaciones pro- visorias, que deben ser comprobadas por los estudios ulteriores, como lo indico en cada caso, y que no deben confundirse con las observa- ciones exactas que presento, las cuales han de ser siempre utilizables. - Como principio del estudio de las aguas subterráneas de la Pro- vincia trataré de la segunda napa de agua que no dá orígen á pozos artesianos verdaderamente dichos, pues nunca son surgentes, pero cuya importancia económica es de todos conocida. POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 225 Existe esta napa en las arenas que se encuentran debajo de la ar- cilla roja con nódulos de calcáreo que caracteriza la formacion de la pampa. NAPA DE LAS ARENAS SUBPAMPEANAS Desde el año 1873 se empezó á apreciar la calidad de las aguas que se encuentran en la ciudad de Buenos Aires, á la profundidad de cua- renta á cincuenta metros. El análisis que publicó el profesor Kyle en la Revista farmacéutica, número 12 de 1873, mostró que su composi- cion le daba ventajas sobre las aguas de pozo comunmente usadas, y que la hacian aplicable á casi todos los usos industriales en iguales condiciones á las del rio de la Plata. La Sociedad Científica propuso al Gobierno de la Provincia el es- tudio de esta napa, que á su entender debia ofrecer una provision inagotable de agua buena, muy adaptable para la campaña en donde las secas prolongadas pueden hacer casí impotables las aguas de la primera napa, cuando no desaparecen por completo. El ingeniero Robertson contrató en 1875, con el Superior Gobierno, el estudio de esta napa y practicó varias perforaciones, abandonando despues su propósito sin alcanzar otro resultado que el de constatar la presencia de la napa en cuatro puntos de la campaña muy inmediatos á Buenos Aires : San Vicente, Chascomus, Merlo y en Ranchos. En las Flores y en Dolores no obtuvo resultado satisfactorio, á pesar de haber profundizado bastante las perforaciones, resultado que fué negado á la Sociedad Científica y al Gobierno. Observando estas perforaciones y algunas obras efectuadas por par- ticulares, he llegado á las siguientes conclusiones. ESPESOR DE LA CAPA DE ARENAS Y CANTIDAD DE AGUA En la ciudad de Buenos Aires el espesor es de veintinueve metros, y segun toda probabilidad este espesor variará poco en otros puntos, aunque debe probablemente disminuir en direccion oeste y norte. En varios puntos observados estas arenas se encuentran con tanta cantidad de agua y sus granos son tan delgados que constituyen ver- daderas arenas fluidas (s. boulantes fr.). Puede calcularse que en esos puntos tienen mas de un tercio de su volúmen en agua, lo que haria 15 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA adoptar como capa de agua disponible el espesor de 10 metros como dato aproximado. El modo de utilizar estos pozos requiere algunas observaciones. Cuando se termina una perforacion y se deja de extraer el agua, las arenas fluidas suben por la perforacion algunos metros y dejándolas en reposo por mucho tiempo se juntan sus granos y se adhieren de tal modo, que forman una masa casi impermeable, que solo se puede re- mover produciendo un fuerte descenso de presion, aunque sea instan- taneo. Es necesario entonces colocar las bombas aspirante-impelentes muy cerca del nivel del agua para producir un descenso de presion de cerca de un atmósfera. Creo que podria evitarse este ligero inconve- niente echando pedregullo ó arena gruesa en suficiente cantidad para impedir que las arenas finas subieran dentro del tubo. En cuanto á la calidad de agua que puede extraerse por una perfo- racion puede decirse que es casi igual á la que se extraeria si el tubo se sumerjiera en un recipiente de agua; pues la permeabilidad de la capa y sobre todo el espesor pequeño de los granos de arena hace que se formen cavidades y grietas en la parte inferior del tubo. Debe solo calcularse el descenso de nivel que se produce en la napa al extraer el agua con gran velocidad, para lo cual es necesario aumentar la dife- rencia de presion en los puntos estremos del tubo de estraccion. El inconveniente que puede resultar de esto es la cantidad de arena que es arrastrada por el agua en tanto mayor cantidad cuanto mayor es la velocidad. Esta arena puede causar algun daño en el cuerpo de la bomba. Una velocidad de 050 por segundo creo que es bastante mo- derada y que hará arrastrar poca arena, sobre todo si se forma un filtro de arena gruesa y pedregullo en la cayidad que se produce en el fondo de la perforacion. CALIDAD DEL AGUA El agua estraida en Buenos Aires conserva la temperatura constante en todo el año de 1795, pues se encuentra á la profnandidad de la tem- peratura invariable. El aspecto turbio que ofrece al ser estraida con mucha velocidad es debido á las granos de arena en suspension, los cuales se depositan por el reposo y dejan una agua perfectamente límpida. El sabor de esta es siempre algo alcalino por el carbonato y silicato sódicos. Al ser hervida se enturbia ligeramente, debido pro- bablemente á la precipitacion de carbonato cálcico y silicato cálcico; POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 927 pero estas sales no se encuentran sino en cantidades casi iguales á las que se encuentran en las aguas del rio de la Plata. En cuatro localidades se ha examinado químicamente el agua : Buenos Aires, por el profesor Kyle; Mercedes y Chascomus, por el profesor Puiggari, y Tolosa (Lomas de la Ensenada) por el que sus- cribe, dando los siguientes resultados, que solo trascribe en resúmen : Buenos Aires Mercedes Chascomus Tolosa Grado hidrotimétrico en la escala de Boutron y Boudet............. e Sa 110 140 7195 Residuo salino por litro, en gramos. 0.720 0.512 1.968 0.424 Respeto al residuo salino debe observarse que en todas las muestras predomina el carbonato sódico, especialmente en las de Buenos Aires y Chascomus. En este último punto hay tambien gran cantidad de nitratos y sulfatos que tal vez resultan de la contaminacion de esta napa pro- funda por las aguas superficiales y de las lagunas, las cuales, lo mismo que el terreno se encuentran cargados de estas sales. Las depresiones de las lagunas son accidentes geognósticos de alguna importancia, porque disminuyen notablemente el espesor de la arci- lla pampeana, estableciéndose tal. vez interrupcion en esta capa impermeable. Para casi todos los empleos industriales el agua de estos puntos es igual ó superior á la del Rio de la Plata, sobre todo para la ali- mentacion de calderas. En cuanto á la provision de agua para una poblacion, puede decirse que los componentes inorgánicos de esta agua si bien pueden darle un sabor ligeramente alcalino en algunos casos (Chascomús y Buenos Aires), no le quita por esto sus excelentes calidades. Todas las aguas que descienden de las regiones graníticas en que se descomponen los feldespatos, están siempre cargados de carbonatos y silicatos alcalinos, y 4 pesar de esto son consideradas como las mas higiénicas. En la provincia misma las aguas de los arroyos de Tapalquen (en Olavarria) y del Azul, etc., tienen una composicion casi idéntica con las aguas de que se trata y en algunos casos son aun mas alcalinas que estas. NIVEL DE LA NAPA Un punto que mereceria un estudio detenido es la presion á que está sometida el agua de esta napa en las diferentes perforaciones 228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que se han hecho, pues por él se podria saber su movimiento y se podria por lo tanto evitar las causas de contaminacion y los errores en que puede incurrirse no conociendo ni la direccion ni la velocidad de las corrientes subterráneas. Pocos datos ciertos se pueden mencionar acerca de esta cuestion. En la Penitenciaria de la Capital se ha abierto un pozo absorbente hasta esta napa. En este sumidero estrayendo agua con mucha velo- cidad se arrastra mucha arena y se forma una cavidad en la parte inferior de la perforacion, la cual se llena con los líquidos servidos del establecimiento. Se ha notado así que al cabo de dos ó mas horas de haber llenado esta cavidad con líquidos servidos, son estos siempre reemplazados por agua cristalina y tan puro que puede beberse sin repugnancia. Esto prueba suficientemente que esta napa tiene en Buenos Aires una corriente que es muy intensa, en relacion á las corrientes subterránes, cuya direccion no se conoce aun, razon por la cual no se sabe aun qué punto será el perjudicado con la contamina- cion de las aguas por el pozo absorbente. Siguiendo la línea del Ferro-carril del Oeste, puede constatarse una elevacion del nivel de la napa que corresponde proximamente con la elevacion del suelo. Así en Mercedes el nivel del agua es de 387 sobre el nivel del rio de la Plata, y como en Buenes Aires el nivel de la napa es poco elevado sobre este (de uno á dos metros, aún no bien determinado) se deduce que la pendiente general del nivel de esta napa de Oeste ú Este es proximamente de 0%34 por kilómetro. Aun cuando este dato debe comprobarse por;¿los diferentes puntos intermedios, creo que es bastante cierto y que puede aceptarse provisoriamente. En cuanto á la variacion de los niveles tomados en la direccion de Sur á Norte pocos datos pueden utilizarse. En Chascomus (quinta de Velasquez, sobre el arroyo de los Toldos) el nivel es de 7 metros pró- ximamente sobre el nivel del rio de la Plata, y en San Vicente (quinta de don Manuel Fernandez, entre la estacion y pueblo) segun el ingeniero Robertson, es de 19 metros 54 centímetros sobre el nivel anterior, cifra que me parece excesiva. De lo anterior se puede deducir que la napa tiene un nivel decre- ciente hácia el Sud, pero que es mucho ménos pronunciada su pen- diente en este sentido que en la direccion Oeste á Este. Fácil es que ademas de estas pendientes generales de la napa se encuentren otras condiciones locales, que en cada punto pueden mo- dificar la direccion de la línea de mayor decrecimiento de presion, que es en general Este-sud-e ste. POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 229 Dadas las diferencias de nivel que he anotado para esta napa puede deducirse que existe realmente una corriente subterránea de agua, puesto que la gran permeabilidad de las arenas fluidas haria que el nivel fuera proximente el mismo en todos los puntos, si no hubiera una renovacion constante en el agua de la napa. Esta misma permea- bilidad hace que esta corriente sea relativamente considerable dadas las diferencias de presion observadas. ORÍGEN DEL AGUA DE ESTA NAPA Las aguas que circulan en esta napa de arena deben penetrar y salir de ella, en los puntos en que se halle esta en la superficie del suelo ó cubierta por rocas permeables. Con los datos anteriormente enumerados se puede, á mi juicio, marcar desde ya el nacimiento y el fin de este curso subterráneo. Si se considera el espesor de arcilla pampeana impermeable que cubre las arenas se vé que mientras en Buenos Aires es de mas de 40 metros; en Merlo disminuye 4 39 metros próximamente; en Mercedes á 25 metros, y en Chacabuco á menos de 15 metros, lo que muestra que la capa de arenas se eleva mas que el suelo en esta direccion. Con- tinuando esta elevacion hacía el Oeste pronto se observa la capa de arena en la superficie del suelo, en donde forma el cordon de dunas del Bragado y Junin. De estos médanos es de donde proviene el agua de la capa de arenas fluidas que consideramos. Se puede tambien observar que las arenas de esta capa son arenas de dunas, considerando sus granos finos, redondeados, con partículas microscópicas interpuestas y sin restos de moluscos enteros, — condi- ciones que no pueden explicarse en las arenas de rio ó de mar, porque el agua hace siempre una separacion mecánica por grosores de los granos, y deja siempre restos bien conservados de los moluscos. Para determinar el punto preciso en que las lluvias pasan á esta capa los datos son muy deficientes. Solo puedo hacer notar que en la cadena de dunas se observa frecuentemente la disposicion en circo, en cuyo centro se halla siempre agua dulce á poco profundidad, lo que hase suponer que exista en su base una capa de arcilla que man- tenga esta agua proveniente de las lluvias en toda la estension de las dunas. Este mismo fenómeno lo he observado personalmente en las dunas marinas que se estiende entre Bahia Blanca y Patagones, donde dan 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lugar al establecimiento de poblaciones, como en Punta Rasa y Punta Rubia. He visto allí la abundancia de esta agua en todos los «circos donde crece una vegetacion característica de cortaderas (Gynerium argenteum) que para todos los viajeros es un indicio seguro de agua profunda. El agua que existe en la eapa de arenas puede provenir de las in- filtraciones del agua de las dunas á que acabo de referirme, ó bien ser originados los dos fenómenos por una misma capa permeable, cuyo nivel sea superior, de modo que en las dunas aparezca en la su- perficie por infiltracion de abajo hacía arriba. En este caso el agua de lluvia no seria recogida en el campo relativamente estrecho de las dunas sino en el terrreno estenso y bastante permeable que se estiende al Oeste de la cadena. Me inclino á la primera explicacion, porque la composicion de las aguas de las dunas la alejan completamente por su pureza de todas las aguas superficiales que existen al Oeste, las cuales son siempre saladas por la composicion del suelo mismo. Es en efecto digno de notarse que las aguas de la Mar Chiquita, Laguna de Gomez y otras que existen al Oeste de los médanos son de agua salada por el cloruro y sulfato sódicos, lo mismo que el arroyo Salado, por el cual dan salida á sus aguas, que atraviesan la cadena de médanos sin mezclarse con las aguas de los circos. Estas aguas mantienen así su composicion escepcioralmente pura en toda la Pampa, en medio de grandes lagunas y riachos de agua salada. Podria presentarse como objeccion la pequeña estension de las dunas, con relacion á la cantidad de agua que corre por las arenas, pero debe notarse que la cadena de médanos tiene un ancho mucho mayor que el que le asignan las cartas, y que ademas la cantitad de lluvia que cae sobre ellas es tambien mas considerable que la que cae sobre la llanura, por la altura y la composicion de estas dunas. Los terrenos que rodean la cadena son tambien muy permeables, como puede observarse en el 25 de Mayo y en Chacabuco, y puede suceder que hagan parte de la misma region hidrológica. Sin embargo de esto, puede tambien admitirse provisoriamente el segundo modo de penetracion del agua, euyo curso ha de ser casi su- perficial hasta el momento en que encuentra la cadena de médanos y pasa á las arenas. POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 231 ESTENSION DE LA CAPA DE ARENAS Con los datos que anteceden puede determinarse con alguna exac- titud la estension de la Provincia en la cual con toda seguridad puede utilizarse la segunda napa. Hácia el Oeste está limitada por la cadena de médanos que recibe las aguas de esta napa. Al Este (en Entre Rios) y al norte (en Santa Fé), la napa pasa los límites de la Provincia, y se encuentra bien constatada en toda esta estension, de modo que no puede ponerse en duda su continuidad. El límite Sud solo puede delimitarse aproximadamente, porque la cadena de médanos que señala el límite Oeste desaparece en la con- fluencia del arroyo Saladillo y del Salado, despues de seguir paralela- mente á la márgen derecha de este, desde Junin. Se encuentran algunos otros médanos al Sudoeste de aquel punto, como el médano de La Cortadera, del 25 de Mayo, etc.; pero á mi juicio estos no marcan una desviacion de la cadena, sinó mas bien otra línea de la costa algo mas antigua. La línea de la antigua costa que marca la cadena de médanos, creo que debe suponerse prolongada en la direc- cion de Noroeste á Sudeste siguiendo la margen derecha del Salado hasta encontrar la parte Sud de la Bahia de San Borombon, en cuya direccion se encuentran algunos vestigios de antigna costa como los Cerrillos y las barrancas de los Sauquitos, etc. El Cabo de San Antonio tiene en la antigua costa la misma posicion que Punta de Indio en la actual embocadura del Plata. El estuario del Plata era en esa época un gran golfo con direccion al Noreste y cuyo ancho estaba limitado por la costa oriental y el cordon de du- nas del Oeste. No es difícil que las dunas que se estienden desde Martin Garcia hasta mas allá de la Colonia, pertenezcan á esta época, pues me parecen demasiado considerables para ser solo aluviones del Rio Uruguay. Esta línea corresponderia por su direccion con la de todos los accidentes del Rio de la Plata cuya direccion es siempre de Noroeste á Sudeste, porque está determinada por la direccion del sistema de sierras del Sud de Buenos Aires y de la Banda Oriental, y por todos los accidentes geognósticos que de ahí provienen. Quedaria así esplicado por qué se ha encontrado la segunda napa 232 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en Chascomus y Ranchos, mientras que en Maipú no se hallado á pesar de perforarse mas de 100”, resultado que habia ya previsto al empezar la perforacion. En cuanto á Dolores y Las Flores, que quedan fuera de los límites que supongo para la napa, debo decir que en realidad no he encontrado las perforaciones hechas con el debido cuidado, y así solo puede aceptarse con alguna reserva su resultado negativo. El límite Sud ha de ser próximamente una recta tirada desde la punta Norte del Cabo San Antonio hasta la confluencia del Saladillo con el Salado, aun cuando esté poco conocida la geologia de esta region. Se ve así que el rio Salado corre siempre dentro de este límite pero muy cerca de él. ESTUDIOS PROYECTADOS Pueden dividirse en dos categorias : estudio de la napa dentro de los límites mínimos asignados á esta y estudios fuera de estos para buscar alguna otra napa que pueda existir ó bien fijar los límites de la anterior con completa exactitud. Aprovechando el gran número de pozos existentes debe determi- narse el nivel absoluto de la napa. Las líneas de ferro-carril ya niveladas facilitarian esto uniéndolos á estas con una nivelacion rápida con menos error de 5 centímetros por kilómetro. Se tendria así un plano con las presiones que le corresponden en cada punto y se podria saber exactamente en cada localidad la direccion y la velocidad relativa de la corriente, que en sus rasgos generales es ya conocida por lo que he mencionado anteriormente. Deben analizarse muestras de aguas tomadas con las precauciones debidas y comparar su composicion con la de la primera napa para saber en qué grado puede influir sobre aquella la contaminacion de esta que siempre es inevitable con el aumento de poblacion. Esto es mas necesario aun hácia el Sud donde hay grandes depresiones, ocupadas por lagunas de agua salobre como las Encadenadas de Chascomus, etc., cuyas aguas pueden mezclarse con las de la capa de arenas. Deben estudiarse detenidamente las dunas del Bragado, Junin, eto., para obtener el punto preciso en que el agua penetra á la capa de arenas y los parages en que se deposita, si, como es probable, existen depresiones con suelo impermeable entre los médanos, formando así cisternas venecianas naturales. Estas aguas de los médanos deben POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 233 analizarse y sus depósitos deben cuidarse de toda contaminacion, por- que ellos representan el algibe de gran parte de la Provincia. La estremidad Sudeste de la cadena de dunas deberá estudiarse principalmente para poderla prolongar virtualmente y fijar el límite Sud de la napa. En cuanto á los estudios fuera de la region de la napa, lo mas inte- resante seria sin duda el estudio del territorio situado al Oeste de los médanos entre estos y una segunda cadena, que segun algunos via- geros, se estiende paralela á la primera entre Italó y Trenquelauquen. Esta segunda cadena de dunas debe dar origen á otra napa de agua análoga á la primera, si ofrece los caracteres con que se le ha descrito. El terreno en esta parte segun los pocos datos que se tienen, es mucho mas permeable que el suelo de la pampa y mas profundo de modo que las aguas lo penetran muy fácilmente. Esta última condi- cion que se exajera hácia el Oeste es la que hace que la vegetacion se vuelva escasa y que el terreno sea relativamente estéril. Los anteriores estudios se harian con facilidad y con un costo insignificante aprovechando las perforaciones ya ejecutadas y solo habria que hacer dos Ó tres nuevas fuera de los médanos, en los parages que resultáran mas conveniente, creo que en las cercanias del 9 de Julio 6 Paz. Estos estudios permitirian publicar un plano acotado en que se diera la profundidad á que se encuentra la napa y su nivel en todos los puntos á lo largo de las líneas ya niveladas, como ser ferro-carril, costas del rio, etc., y aun con cierta aproximacion en otros puntos principales de la Provincia. Las Municipalidades y los propietarios obtendrian así un dato que seguramente aprovecharian; pues ten- drian determinado el costo de la perforacion y las calidades del agua que obtendrian. Debe estudiarse tambien el mejor modo de hacer la policia sani- taria de estas aguas, impidiendo que se contaminen en sus fuentes y en su curso. Hay que impedir sobre todo los pozos absorbentes, que siempre estarán dispuestos á ejecutar aquellos industriales que se preocupan poco de la salud pública. Debe pedirse á la Municipalidad de Buenos Aires que haga cerrar todos los pozos absorbentes existentes» los cuales pasan de 50 con toda certeza, incluso el de la Penitenciaría que es el mas peligroso por la cantidad grande de líquidos servidos que se echan. Toda condescendencia á este respecto puede traer perjuicios de consideracion, haciendo perder un don que ninguna region del mundo posee como esta; pues una napa de agua tan 934 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pura, á tan poca profundidad y tan estensa no creo que exista en otra parte. POZOS ARTESIANOS SURJENTES Teoricamente es fácil demostrar la posibilidad de ios pozos arte- sianos surgentes, en la porcion mas baja de la Provincia, por el nivel de la region que alimenta estas napas, y en la práctica se ha obtenido el mismo resultado, siendo varios los pozos surgentes ya ejecutados. Tengo noticia de ocho perforacions que han pasado 100 metros : en Barracas (dos perforaciones), Piedad, Castelli, Dolores, Tuyú, Chascomus y Maipú. Todas ellas han dado resultados algo análogos, pues se han encontrado las mismas capas debajo de la arcilla cuater- naria y de la capa de arenas donde la habia. Han encontrado así las arcillas verdosas que caracterizan al terreno terciario patagónico, y entre estas varias capas de arena con napas algo surgentes de agua salada. Este terreno terciario es el que forma las barrancas del Paraná y de la Victoria, estendiéndose bastante en la regien Sud de Entre Rios. De allí siguiendo la inclinacion de los estratos de la arenisca roja del terreno guaranítico desaparecen inclinándose al Sud, en cuya direccion vuelven á aparecer en el rio Negro, en las Barracas del Sur y en el Cerro Churlaqui. En toda esta estension ofrecen mucha regularidad en su composi- cion y en todas partes donde puede estudiarse, sus fósiles son idén- ticos. La única interrupcion que deben sufrir estas capas es en las sierras del Tandil y de la Ventana, que son anteriores. El nivel de las napas encontradas es casi constante y es siempre inferior al suelo de la formacion de la Pempa, y así los pozos son sur- gentes cuando se ejecutan en la zona de aluviones, como en Barracas, Tuyú, etc. Este nivel de las aguas surgentes creo que no pasa nunca de 10 ¿15 metros sobre el mar, y como todo el suelo de la Provincia se encuentra mucho mas elevado con escepcion de la costa aluvional del rio de la Plata y del mar, es natural que fuera de estos puntos no se han de hallar napas surgentes en las capas terciarias patagó- nicas. Avanzando mas al Norte de Buenos Aires, estas napas tendrán un nivel mas elevado porqu» la pérdida de presion por frotamiento será menor cuanto mas cerca se encuentre del punto de orígen, que en este POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 235 caso es Entre Rios. Sin embargo de esto, las napas no serán surgentes porque el terreno se eleva tambien mucho hácia el Norte, y creo que en mayor proporcion que el nivel de la napa. Parece que debajo de las capas terciarias patagónicas se hallan en la perforacion de la Piedad las areniscas guaraníticas que tal vez tu- viera otras napas, pero no es posible afirmar esto por la falta com- pleta de datos ciertos. Es poco probable que la formacion anterior se continue al Sud porque no aparece en ningun punto en donde haya sido bien caracterizada debajo de la formacion patagónica. En la perforacion mas profunda, que es la de la Piedad, la zonda pasó las capas terciarias y encontró el gneis á 280 metros, segun las referencias que se han hecho. Este resultado es verosímil porque la formacion lauréntica ó del gneis que forma toda la cadena de la costa oriental con una direccion de estratificacion de Noroeste á Sureste, se inclina fuertemente hácia el Sudoeste hasta las sierras del Tandil, que creo forma una dislocacion de las mismas capas. Alejándose al Sud- oeste el gneis se encontrará á mayor profundidad, pero no por eso es dado suponer que se presentarán otras capas inferiores á las ter- ciarias. En cuanto á la composicion de estas aguas debe observarse que la formacion terciaria patagónica es esencialmente marina, como lo prueban sus fósiles y los depósitos de sal y yeso que encierran sus capas. No es pues extraño que todas las napas que se han encontrado sean de agua muy salada y de ningun modo potable. El agua del pozo artesiano de Barracas analizada por el profesor Puiggari dió 4,9 gra- mos por litro de residuo salino, lo que muestra que no es agua de mar sino agua cargada de sales por las arcillas marinas. Un análisis muy curioso fué practicado por el profesor Kyle de un agua de Cas- telli encontrada á la-profundidad de 97 metros; esta agua tenia un residuo salino doble del de la agua de mar, — resultado que puede explicarse como el anterior por la existencia de arcillas saladas. Ulti- mamente se ha encontrado en Barracas una napa surgente cuya agua es muy ferruginosa y que tendrá probablemente aplicaciones tera- péuticas. Resulta de todo esto que hay muy poca probabilidad de encontrar agua dulce en las capas terciaras, y que aun hallada nunca sería sur- gente en el territorio de la Provincia sino en la region de la costa. Como he dicho ya, es probable que las capas terciarias descansen sobre el gneis en toda la extension situada al Norte de la cadena del Tandil. 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Al Sud de esta cadena no se conoce nada sobre la geognosia del territorio; pero seria conveniente ejecutar algun reconocimiento y aun algun zondage, porque no es difícil que las capas de la formacion de la Tinta, que se estienden en toda la cadena, formen una base im- permeable bajo la cual se encuentre una napa surgente alimentada por gran parte de las depresiones de la sierra. Esta formacion es jurásica ó cercana á esta, y tal vez se estiende al Sud bajo la capa de arcilla carcárea pampeana que se halla entre las sierras del Tandil y la Ventana. El punto apropiado para una perforacion seria en esta region Lavalle ó el fortin Necochea. Se podrian obtener así datos geológicos de la mayor importancia teórica y tal vez práctica, porque no se pueden prever los recursos que ofrecerá esta region casi desconocida por completo. La region en que mas se necesita el agua sea surgente ó nó, es indudablemente la comprendida entre Bahía Blanca y Patagones. Allí el terreno es formado por arenas de dunas hasta una profundidad de mas de 50”, que es la que han alcanzado algunas perforaciones. Esta permeabilidad es la que la hace estéril; pues la cantidad de llúvia que cae, no es tan pequeña como pudiera creerse, poniéndolo en las condiciones en que se encuentran las regiones calcáreas del centro de la Francia. Los campos se prestarian algo para la ganadería, si se encontrára agua profunda de buena calidad en los terrenos terciarios debajo de la arena. De todas maneras es conveniente saber á qué profundidad se encuentra la primera napa, para saber si es posible dedicar esos terrenos á la silvicultura que podria ofrecer muchas ventajas. Dado el costo excesivo de las perforaciones que pasan de 200" creo que pocos resultados prácticos pueden esperarse de los pozos artesta- nos en la parte de Provincia situada al Norte de la cadena del Tandal, habiendo ademas muy poca probabilidad de encontrar agua surgente de buena calidad. Si se quisiera sin embargo hacer un ensayo, creo que no deberia hacerse cerca de Buenos Aires, pues el gneis se encontrará muy cerca, sinó mas bien en Las Flores por su situacion muy mediterránea, que la aleja algo del peligro de encontrar agua de mar, al mismo tiempo que se encuentra en el punto intermedio entre la cadena del Tandil y la de la Banda Oriental. Su elevacion sobre el Rio de la Plata es de 39": la que no es excesiva. POZOS ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES 231 En cuanto á la region Oeste de la Provincia, aun cuando los datos que se tienen son sumamente deficientes, creo que no ofrece condi- ciones para que puedan ejecutarse pozos artesianos surgentes. EDUARDO AGUIRRE. AGUA MINERAL DE BARRACAS IODO-FERROSA Sin duda sorprenderá á muchas personas la noticia sobre existen- cia de una fuente de agua mineral á poco mas de tres kilómetros de esta capital. No muchos años atrás, el solo anuncio de semejante proposicion hubiera sido calificado de absurdo. ¡Una agua mineral surgiendo de la planicie de la Pampa! Sin embargo, nada mas cierto. Los pozos artesianos han venido á evidenciarnos el hecho y 4 producir otro de tantos fenómenos con que han sorprendido á la generacion actual, entre los muchos que, sin duda, mantiene en reserva. Los Sres. Fernandez hermanos, de quiénes son conocidos ya al- gunos trabajos relativos á pozos artesianos, han practicado en Bar- racas al Sud una perforacion, que á los 135 metros, ha dado un surtidor de agua, pudiéndose elevar á cinco métros de la superficie del suelo. Observando dichos señores que dejaba, luego de estar en reposo un depósito ferruginoso, sospecharon sus calidades medicamentosas, y me encargaron el análisis de la misma. Este ha dado lugar á las siguientes observaciones y resultados: Composicion elemental del agua de Barracas todo—ferrosa Temperatura — 28". Acido carbónico libre — 023714. A A E 0 £r0580 A O 62061 E O E O 0076 Acido sulfúrico (SOME: .. a DIS Acido carhógico (COME. . . - 5202 e e A 43 Oxido talción. .... ME o ON O 0987 Oxido magmbrico.. A A O 0962 OXAIOMENTOSO. .... A. O 09216 Oxido SÓLICOL. ....- E. 4 5169 A O LAA O 0034 BIOMO 2 ate. 07. O a O Acido HÍLTICO...... IU. A vestigios POLasTO. Materia orgánica... ¿ela 0 1657 DOTA... 2. aaah ole bes cada 48" 1766 Peso del resíduo de la evaporacion........ 4 0200 AGUA MINERAL DE BARRACAS I0DO-FERROSA 239 Agrupamiento hipotético de los elementos del agua de Barracas ¿odo-ferrosa. A A o Y .. 0"0580 CIOFULO SÓCICO ++... tot.ttotto tata te o RA e 4 1455 E A SO AA O 0090 Carbonato sódico 00010 o. BALDO. 4 1319 Carbonata: ÁBrnoBO. et dels. «BO dd O 0348 Carbonato cálcico. ala ni. E. jos» O 1530 Sulalo ma rnesiCO... amo aa. > o > O 2886 SUMA rO SOCIO: 2 duras o e era. o 4 0048 A A A A EA 0 0034 EOI IRE IR A A 00 vestigios Sales pObásicaS q. mico” sim starts +: A DMiterla OTCAMICA. 20 nai... BS e O 1657 DOTA La a.» + ea 3 8" 9943 Peso del residuo Observado... eee. 4 0200 El iodo está determinado sobre el resíduo de la concentracion de 5 litros de agua, tratado por el nitrato de plata. El precipitado de cloruro, ioduro y bromuro de plata, fué destilado con cloruro férrico, y el iodo, producto de la destilacion, recogido en disolucion de ioduro potásico, se dosó volumétricamente por el hipo-sulfito sódico. El resíduo insoluble de cloruro y bromuro de plata que quedó en la retorta, fué reducido por el zinc y destilado con ácido sulfúrico. El producto de la destilacion teñia ligeramente al sulfuro de car- bono. El hierro fué dosado sobre un litro de agua evaporada, reducida la sal por el zinc y ácido sulfúrico, y dosado luego por el camaleon mineral. El agua que me ocupa, fuera de los elementos que la colocan en la condicion de medicinal, como el hierro al estado de pro- tóxido, el iodo y el bromo, es fuertemente carbonatada, y si bien la cantidad de ácido carbónico libre que he obtenido (0%'3'714) no corresponde exactamente á la proporcion necesaria para representar á los carbonatos neutros al estado de bi-carbonatos, es muy probable que se hallen en este estado, y que la pequeña diferencia que resulta entre el ácido teórico con el hallado, sea debida solo á las condi- ciones de la muestra que me fué mandada para analizar. El desprendimiento espontáneo de gas carbónico en el agua y los demás caractéres de la misma, todo concurre para creer que dichos Xx 9240 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA carbonatos se hallan en el agua natural en estado de bi-carbonatos, y en la siguiente proporcion : Bi-carbonato sódico. o... o A 1 Bi-carbonato ferros0g Ale. «« ; B H Así por ejemplo para R= 600 y R= 120 se encuentra q, = 0.77 para la calefaccion con coke y Y, = 0.73 para la calefaccion con hulla. Se ve por estos cuadros como aumenta el calor utilizado aumentando la superficie de calefaccion, sin embargo esto sucede solo hasta un TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 9243 cierto límite y es aquel en que los gaces conservan aún una tempera- HB tura mayor que la del agua de la caldera. Los valores de E EY 9 mas generalmente empleados por los constructores son los siguientes : COKE Máquinas para trenes de pasageros. =80 —90; - — 500 — 550; 9, =0.67— 0.74; g=0.60 — 0.67 LL L Máquinas para trenes de carga. —=80—400; 1 =500; y =0.12—0.77; y=0.65 —0.69 Máquinas para pendientes fuertes. H B : E A 120; sn 6005. 95= 0.18: 9 = (M6 HULLA Máquinas para trenes de pasageros. 7 =50 — 70; E — 400 — 450; gu=0.69 —0.70; y=0.45 — 0,59 Máquinas para trenes de carga. q =60—80; ¿=400; y.—0.67—0.73 y=05—055 Máquinas para pendientes fuertes. H B 5 == 1005 5 =500; g.=0.73; y=0.55 Conociendo los valores de q, se hace posible el cálculo de la canti- dad W de calor absorbido por la caldera en una hora y de allí la can- tidad de vapor producido por la misma. En efecto los B- kilógramos de combustible quemados por hora sobre la parrilla, dan como hemos visto yNB calorias y la caldera ab- sorberá la parte W = g.yNB calorias. (13) 9244 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Y por metro cuadrado de superficie de calefaccion | W 18 an 90 q 98 y (13*) olas 27 = se pueden sacar de los cuadros que dán los valores de g,, luego la (13%) determina perfectamente el valor de = El valor de = se puede tambien determinar sin pasar por la (12), en efecto de la (7) se saca “NB = ns MY de donde se deduce introduciendo el valor de s() sacada de la (10) : W: . g% T H” 135 ¡aque (14) log nat. TE Para el cálculo numérico de este valor no es necesario. calcular primeramente el valor de T, por método largo que dá la (11), basta tomar directamente el valor de = de la (3). 1 Hemos visto que para formar un kilógramo de vapor á las presiones ordinarias de 8 á 10 atmósferas, erán necesarios 606.5 + 0.3051 ca- lorias y como en estas condiciones difieren poco de 660, admitiremos este valor para continuar con nuestros cálculos, como las necesarias para formar un kilógramo de vapor. A causa del espacio reducido destinado al almacenage del vapor en las calderas de las locomotoras y de la produccion violenta de éste, al salir de la caldera siempre arrastrará consigo una pequeña cantidad de agua; ademas se condensa tambien una parte en el trayecto ¿ los cilindros y en los mismos á causa de la menor temperatura de las pa- redes de los tubos y de la envolvente interior de los cilindros. El ca- lor necesario para elevar 4180 el agua que ha producido el vapor voleosado es perdido, indiquemos con y el peso del agua que se ar- ¿sta ca os tubos y cilindros por un kilógramo de vapor y con ft, la temperatura del agua en el tender, empleada para alimentar la caldera, TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES ZO se tendrá que el calor empleado para formar un kilógramo de v. por y elevar la temperatura del agua con el arrastrada será: 660 —t, + (180 —£,) 4 El valor de y es muy variable, depende principalmente de la cons- truecion de la caldera y de la mas ó menos actividad en la produccion del vapor y de la naturaleza del agua; se puede tomar como término medio y= 0.2. Supongamos, por ejemplo, que t,—20”, la espresion anterior se convertirá en 672, es decir, que son necesarias 672 calorias para formar un kilógramo de vapor utilizable. Así, para un consumo de D kilos de vapor por hora, es necesario proporcionar á la superficie de calefaccion 672.D calorias. Habiamos indicado esta cantidad con W. Tendremos pues : W = 672.D de donde W D:== 672 (15) que será la cantidad de vapor que se puede producir por hora por la superficie total de calefaccion. Por metro cuadrado será : eos Al a. E ó teniendo en cuenta la (14) Dis atadas Ls H 7,672. 10 Melia T,—£ (16) Ta Quemando B kilos de combustible se obtiene el calor necesario para producir esta cantidad de vapor, luego 1 kilo de combustible dará - kilos de vapor. Dividiendo la (15( por B, viene : DW A TAS ó por la (13) Deooo5d de oa Un con el auxilio de las ecuaciones (9), (16) y (17) ha sido calculado el cuadro siguiente : 246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cuadro que da el peso del vapor por hora, producido por 4 m. 2 de superficie de calefaccion y por kilógramo de combustible quemado en el mismo tiempo. Para Y. =|0.50 0.55 0.60 0.65 0.70 0.75/0.80/0.85 ergo, EOL z z A da a ES z pl DS. 1MM6-10271 1 8 | 1 4 | 16 E T, =[8122 (1342 [6502 [5692 (4872 [406% [325% [2440 s 2 s 3 ¿y en kilos = 63 6| 56 4 50 0| 45 0 39 4 340 284 21 6 E 3 E | genkilos=| 42] 47 51| 55 59 64 68| 72 = T,=|719> [6492 (575% [5032 [4349 [3590 (2872 [2160 9 sl 57 en kilos = 54 5| 48 5| 42 8 38 0 33 3| 298 5| 23 3| 16 6 e = E pg en kilos = 4 UD 01 341 5781 62] PG An Con los números que dá este cuadro se pueden calcular fácilmente las dimensiones que debe tener la superficie de calefaccion y la su- perficie de la parrilla. En efecto, siendo D la cantidad de vapor nece- saria por hora, esta deberá ser igual al producto de la superficie total H de calefaccion por la cantidad de vapor producido en una hora y por 172 esto es, se debe tener : e de donde H D D (18) H y como un kilógramo de combustible produce > kilógramos de vapor para producir D kilos por hora será necesario quemar == (19) uso TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 947 kilos de combustible. Conociendo ahora la cantidad de combustible que debe quemarse por hora, las ecuaciones (6*) y (6) nos darán las dimensiones de la parrilla. Se la puede tambien calcular por medio de la ecuacion H (20) fijando por medio de los cuadros anteriores la relacion => Acabamos de determinar la superficie total de calefaccion, tócanos ahora fijar la parte que debe ser de calefaccion directa y la que ha de ser indirecta. La magnitud de la superficie de calefaccion directa H, en la mayor parte de las locomotoras está comprendida entre 4 y 6.5 veces la su- perficie de la parrilla. La diferencia entre la superficie total y la de calefaccion directa seria la indirecta H,, que viene á ser la superficie interior de los tubos de la caldera. Llamemos 3 el diámetro interior de los tubos é ¿su número, 1 el largo de los mismos comprendido entre las dos placas tubulares, ten- dremos: H; — A. : (21) 197 4 lida de los gases de la combustion, esto es, debe ser proporcional á la cantidad de combustible que se queme por hora, 6 ála magnitud de la parrilla. Podremos pues poner : La seccion de los tubos debe ser tal que no impida la fácil sa- m2 E mk (22) 4 siendo m un coeficiente constante para un combustible determinado. Para el coke varia entre 0.20 y 0.25 y para la hulla entre 0,15 y 0.20. De la (21) se saca : ¿ H; 107.= on sustituyendo este valor en la (22) viene : | A dde Sn (3) 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que nos dá la relacion que ha de existir entre el largo y el diámetro de los tubos. El largo 4 generalmente viene á ser fijado por las condiciones de la vía, que no puede admitir sinó una distancia determinada entre los ejes. El largo de los tubos está generalmente comprendido entre 3" y 4140. De modo que estableciendo la relacion (23) fijada ) se puede determinar el diámetro que deben tener los tubos por la ecuacion == (24) a1| >> y de la (21) se saca el número de los mismos que debe tener la caldera : H; “— E ca) ACCION DEL VAPOR EN LOS CILINDROS Y SU TRASFORMACION PARA LA LOCOMOCION Trabajo del vapor en los cilindros. — Valor medio de la fuerza del émbolo. — Supondremos : primeramente que durante el período de admision AB (fig. 17) la presion del vapor en el cilindro sea cons- tante é igual á p, lo que siempre puede obtenerse teniendo el regu- lador bastante abierto y poniendo el mayor detente posible : y en se- gundo lugar, que la espansion tenga lugar hasta el fin de la carrera del émbolo, aun cuando el escape tiene lugar ántes, debido al avance á la admision. En los cilindros esteriores la curva de las espansiones EFG dada por los indicadores, se eleva sobre la hipérbola de la ley de Mariotte debida en parte al agua de la caldera arrastrada mecánicamente por el vapor y en parte á la condensacion que esperimenta el mismo vapor al entrar en los cilindros y algunas veces tambien por la imperfección en la junta de la válvula de distribucion sobre el plano de las lum- breras. Para tener en cuenta estas circunstancias, supondremos en nuestros cálculos que la admision sea hasta E, en vez de ser hasta E, de tal manera que el trabajo resultante espresado porlla figura BEE,FG, 0, suponiendo valga la ley de Mariotte relativa á los gases, se aproxime lo mas posible al trabajo efectivo del vapor, espresado por el área de la figura BEFGO. TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 249 El trabajo del vapor sobre el émbolo de área F durante el período de admision de A á B es Fp.l, siendo p la presion del vapor y /, el ca- mino recorrido por el émbolo durante este período. Indicando con y la espansion que sufre el vapor despues de recorrer el émbolo el ca- mino AK — %, el trabajo durante la espansion será put do NA Ahora bien, segun la ley de Mariotte se tiene : CAN l, + ml p 2+ml l = carrera total del émbolo; l, = carrera del émbolo durante el período de admision; ml = volúmen del espacio nocivo. Diferenciando con respecto á x viene yd =p(l, + mi) a é integrando entre los límites /l y l, ml z l, + mi Luego si p,, representa la presion media del vapor en el cilindro, el trabajo total de este será de Fy do = Fp(!, + mi) log nat. E l+ ml Fp,,! ES Fpl, a Fp(?, E mi) log nat. l, + ml de donde se deduce Pb ¿+m) pt o hb. El valor de m generalmente admitido en las locomotoras es 0.06. Con esta suposicion se ha calculado el cuadro siguiente que da al— gunos valores de dE para valores dados de = esto es para relaciones conocidas entre la admision y la espansion. 0.80/0.75/0.70/0.65/0.60/0.55/0.50/0.45/0.40/0.35/0.30/0.25/0.20/0.15|0.10 | E —[0.98/0.97/0.95/0.93/0.91/0.89/0.86/0.82/0.78|0.74/0.69|0.63|0.57/0.49/0.40 250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La introduccion del vapor (admision) en el cilindro delante del ém- bolo, termina cuando este llega á una distancia /, (fig. 18) del estremo de su carrera, momento en que empieza el escape, sufriendo, el vapor que ya ha servido, un descenso de presion. El vapor medio q de la ten- sion del vapor, durante el período de escape, por unidad de super- ficie sobre el émbolo, depende de la velocidad del mismo, de la aber- tura del escape y de la presion que tiene el vapor en el instante mismo en que empieza el período mencionado. Se calcula esta tension por las siguientes fórmulas empíricas. Para cilindros esteriores q =1+0.000045(p, — 1.5)0* 16) A 0.6(7) Ñ (973 Para cilindros interiores l EN? py q =1+0.00007 6 cp 1.5) *[ (5) +06 (7) ] (27») En estas fórmulas f, representa la seccion de la canaleta de la vál- vula de distribucion destinada al escape del vapor, f, la seccion del tubo de escape y v la velocidad del émbolo, q y p son indicados en kilógramos por centímetro cuadrado. El vapor que queda en el cilindro en el espacio /,, marchando aun el émbolo en e] mismo sentido, es comprimido y la curva de estas presiones, dadas por los indicadores, está para los cilindros esteriores debajo de la hipérbola de Mariotte. A fin de poder aplicar tambien al trabajo de la compresion, que un trabajo resistente, la ley de Ma- riotte, trasportaremos el punto E” en que empieza la compresion á E,', es decir de una cantidad tal que el trabajo calculado del vapor delante del émbolo, se aproxime lo mas posible al verdadero. La línea D'E'F'G' dada por el indicador quedará así reemplazada por la D,'E,'F'G,” compuesta de larecta D, 'E,' ydelahipérbola E,'F'G,' que se aproxima mucho á la primera y como, siendo esta última una línea geométrica conocida, la sustitucion de la segunda por la primera nos facilitará mucho el cálculo. Llamemos z la tension del vapor delante del émbolo durante la compresion despues de haber recorrido este la distancia % y Qm la tension media durante todo el período de compresion. Deberemos tener al Fqnl = Fq(1— 1.) + | Fado TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 251 teniendo en cuenta la ley de Mariotte que nos da 3 l+m q lI+ml—x se tendrá l, ++m q= =+. (7+m) log nat. E 5) q Y Por medio de esta fórmula se han calculado varios valores de y para a valores determinados de Y y que están indicados en el cuadro si- guiente : 0.06|0.10/0.14 o 0.26| 0.30/0.34/0.38/0.42/0.46/0.50/0.54|0.58 A ME OO MEA Ob so | 1.28/|1.345/1.42/1.50/1.58/1.66/1.75/|1.84/1.94 Los valores de Pp, y qm que se corresponden, debemos observar, va- rian segun el mayor ó menor grado del detente, es decir, segun los mas Ó menos puntos de palanca de marcha que se tomen. Habiendo así determinado las dos presiones medias y contrarias á que está sujeto el émbolo al trabajar, fácil nos será ahora fijar el valor medio efectivo p. de la presion resultante que hace mover al ém- bolo. En efecto esta será : P.— Pn— Ym (29) El trabajo efectivo A, por cada embolada simple será A, =Fp.! (50) ó el efecto útil en kilográmetros para los dos cilindros E, = 2Fp.v (31) ó bien en caballos de vapor de 75 kilográmetros N, = en (32) en estas fórmulas es conveniente espresar siempre á F en centímetros cuadrados y á p, en kilos por centímetros cuadrados. El trabajo que acabamos de calcular es el trabajo efectivo sobre el 9592 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA émbolo. De este una parte es empleado para vencer las resistencias de frotamiento del émbolo, válvula de distribucion y órganos de tras- mision hasta el eje motor de la locomotora. Si indicamos con p, la presion del vapor, por unidad de superficie del émbolo, necesaria para vencer estas resistencias, tendremos que la fuerza disponible del vapor aplicada en las circunferencias de las ruedas y que hacen mover la máquina será : E =P(p.— pu) y el efecto útil sobre la circunferencia de las ruedas E =2E(p.— pao (83) espresado en caballos de vapor viene 2Fp, (1 — ba) v IN = A Poniendo á 1 — A igual á un coeficiente q, viene == JaPi (342) E 9F 10) N= 4, Se (34) Indicamos en el cuadro siguiente algunos de los valures mas usados del coeficiente gm para valores dados de S e] m6 l Im =|0.80/0.79/0.78]0.77/0.76/0.72/0.62 007 MOTOS 0 AA 0 ES HOEDA O Gasto de vapor y de combustible por caballo de vapor y por hora. — Ventajas de la espansion. — Al final de cada embolada simple se ha introducido en el cilindro un volúmen de vapor igual al volúmen engendrado por el émbolo hasta el momento en que empieza el pe- ríodo de la espansion, mas el volúmen de los espacios nocivos, menos el que corresponde al vapor comprimido á la presion q, 6 bien espre- sando este"volúmen en metros cúbicos y conservando las anotaciones Je. viene : 1000 | + ml — 2 (a, + m1) ]= > E +m— LG + m)] F está espresado en centímetros cuadrados. TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 253 Indicando con y el peso de un metro cúbico de vapor á la presion p, el vapor gastado, por los dos cilindros por hora, suponiendo que el eje menor dé n vueltas por minuto, será : 2F1 fl, q (la a+ +) 00017 + m—1 (54m) |2n.60 Habiendo siempre pérdidas de vapor de la caldera, á causa de la imperfeccion en las juntas, por un lado, y condensándose siempre una pequeña cantidad en los tubos de conduccion y cilindros por otro, es evidente que el peso D del vapor que la caldera debe pro- ducir, deberá ser mayor del que sea necesario entre en los cilindros por hora, para obtener el trabajo deseado. Esta es la razon porque en la fórmula anterior aparece el factor (1 — o). Haciendo E == el peso del vapor necesario á producir por hora en la caldera será : D= (1— 5) y 0,36.2Fv E pus pp 23 ela m)| (35) Dividiendo esta por la (34”), viene e) +m- 23 +m)] as AA Esta ecuacion nos dá el peso del vapor necesario por caballo de vapor y por hora. A fin de hacer notar la influencia que tienen, sobre el consumo del vapor, los diferentes grados de espansion en el cilindro, hemos cal- culado los dos cuadros siguientes, haciendo uso de las ecuaciones (26) á (29) y en los cuales hemos supuesto 2) Ñ F o — 30004 13 == 16 ñ E Para Y = 0.70 10:60 0.50 (“UrA0 |- 0,30: | 0.20 1-1 40 l l 2=| 0.09 | 0.12 | 0.16 | 0.20 | 0.26 | 0.32 | 0.40 se tiene l Pr 1.05 | 1.06 | 1.06 | 4.065| 1.07 | 1.09 | 1.14 954 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Presion media sobre el émbolo y consumo (por hora) de vapor por caballo de 75 kilográmetros p=2 p =6 p=8 pp =A0 E AAA AS A y D D D D Pm (49m | Pel SÍ Pm | Im| Pe N Pm | Qm | Pe N Pm | Ym | Pe N 0.7/3.84!1.3312.51/22.6/5.76/1.58/4.18!20.0/|7.68/|1.78/5.90/18.7/9.60/2.06/7.54/18.1 0.6/3.68/1.33|2.35|21.0/5.52/1.58/3.94/18.7/7.36/1.81|5.55/17.4|9.20/2.06/|7.14/16.8 0.513.52/1.35/2.17/18.9 5.28/1.5913.69|16.7 7.0411.8215.22115.6 8.80/2.06!6.74115.0 0.4/3.24/1.37|1.87/17.5/4.86/1.59/3.27/15.2|6.48|1.82|4.66/|14 2/8.10 2.04/6.06/13.6 0.312 96/1.40/1.56/15.4/4.44/1.61/2.83/13.5/5.92/1.82|4.10/12.2/7.40/2.02/5.38|11.7 0.212.52/|1.43/1.09|14.213.78|1.64|2,14/12.0/5.04|1.82|3.22|11.0/6.30|2.02|4.28|10.6 0.112.00 1.46/0.54/12.313.00/1.63/|1.37/10.0/4.00|1.79|2.21| 9.6|5.00/1.97|3.03/ 9.2 : : Lab d Estos cuadros nos muestran : 4? para una misma admision y el consumo disminuye con el aumentar la tension del vapor en la cal- dera; sin embargo es necesario observar que esto no sucederá sinó hasta cierto límite, pues si aumentáramos indefinidamente la presion, el factor (1 + 5) aumentaria de tal manera, á causa de los frotamientos y pérdidas de vapor, que desapareceria toda economía; 2” se ve tam- bien como disminuye el consumo de vapor, aumentando la espansion, circunstancia por la cual se trata de hacer trabajar siempre á las loco- motoras con la mayor espansion posible. Si queremos conocer ahora el gasto del combustible por hora y por caballo de vapor, bastará calcular á A por las fórmulas y cuadros an- teriores, y como conocemos el número de kilógramos de vapor que produce cada kilo de combustible, fácil será deducir el consumo de este último por hora. Por otra parte los cocientes D D H N NB DH y DON (37) N B nos muestran el número de caballos de vapor que puede producir cada metro cuadrado de superficie de calefaccion necesitando E kilos de combustible para cada caballo de vapor. El cuadro siguiente dá algunos valores ruméricos de estas canti- " LJ TRACCION EN LOS FERRO-CARRILES 255 dades para presiones de 8 410 atmósferas en la caldera, que equi- vale á una presion de 7 49 atmósferas en los cilindros. D B lodopaieD:d DEL N B Ñ CATEGORIA DE LAS MAQUINAS m P Nu a Coke | Hulla | Coke | Hulla Máquinas de gran velocidad 0.25/0.45/11.5 43 [3.75/5.70/5.002.00/2.30 — depasageros.....0.30/0.5012.0| 39 [3.25/5.90/5.30/2.00/2.30 — decarga....... 0.40/0.60/13.5| 34 [2.50/6.40/5.75/2.10/2.35 — dependientes ftes/0.50/0.70,14.5| 31 ¡2.15/6 60/6.00/2.20/2.40 Los valores que dá el presente cuadro solo podremos aceptarlos como valores medios aproximados, pues los verdaderos dependen de muchas circunstancias, que no se presentan siempre de la misma manera como los hemos supuesto nosotros en nuestros cálculos, sin embargo, siempre podremos utilizarlos para cálculos aproximados, cualesquiera que fueren las condiciones del problema. MOVIMIENTO Fuerza de traccion y efecto útil de las locomotoras. — Para mayor simplicidad en el estudio de estas proposiciones, supondremos, que el larguero del bastidor, la rueda motriz y la manivela, estén en un mismo plano, lo cual no introduce ninguna variacion en los resultados. Supondremos ademas, que las piezas que se mueven junto con el eje motor, estén todas bien centradas y contrabalanceadas, de esta manera el centro de rotacion de la maza móvil coincidirá con el eje de inercia de la rueda motriz, el peso de esta maza no tendrá por consiguiente influencia alguna sobre el movimiento de rotacion, supondremos finalmente tambien que el cilindro sea horizontal. Llamamos (fig. 15) a y f los ángulos que hacen respectivamente la manivela y la biela con la horizontal que pasa por el eje del cilindro. La presion efectiva P, del vapor que obra sobre el émbolo, se puede descomponer en dos componentes, la que recibe la biela y 1% os f la trasmite sobre la manivela haciendo jirar á la rueda y P tang f que es contrarestada por las guías paralelas. La rueda, para recibir el efecto de la primera componente, tiene É . + 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dos puntos de apoyo A y C separados por la longitud R del rádio, el primero es debido al frotamiento entre el riel y la rueda, y el se- gundo por la colisa del bastidor que sujeta el eje de la rueda. Supongamos que todas las piezas se hallen en la posicion de la (fig. 16), entonces la fuerza LS obrará entre los dos puntos de apoyo, aplicando pues el principio mecánico de los momentos, tomando á € como punto de apoyo, se tendrá : SAO = - : CD=P.CG Cos de donde CG CG z S5=P.x=*" +3 (38*) y como en el triángulo BCG se tiene C sen (a +8) EPT OS resulta ¡—p 1. Sna+0) E S ES E 58 (38) Si por el contrario se toma á A como punto de apoyo, vendrá : F.AC= CO cos f de donde AG AG : FP. G=?*PF (39=) ó tambien B=0CE ESP: AR de donde se deduce por la (38*) fús r sen(a«-+f) y EA cos f e Orro KRAUSE. (Continuará). FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA CONTRIBUCIONES AL ESTUDIO DE LA FAUNA ARGENTINA Y PAÍSES LIMÍTROFES POR CÁRLOS BERG (Continuacion) 33. Hypopta correntina Non. S : Grisescenti-fuscus, ex parte incanus, alis anticis linea basali angulato-arcuata, linea limbali valde sinuata, lunulisque marginalibus obsoletis, nec non lineola longitudinali infero-basali squamisque plurimis costae, albis; alis posticis frenulo valido instructis, venis costali et subcostali separatis. Palpis capite multo longioribus, articulo basali brevi, secundo primo plus quam duplo longiore, ter- minali secundo plus quam dimidio breviore, fere nudo; antennis thorace aequilongis, admodum pectinatis; capite thoraceque maximam ad partem canis; alarum anticarum linea basali alba ad co- stam obsoleta, medio angulo recto fingente, lineola longitudinali in cellula 1? prope angulum trans- versum sita, linea transversa limbali apicem versus obsoleta, apud angulum inferiorem sinum pro- fundissimum et sat angustum formante, partibus basali et sublimbali obscuratis; alis posticis abdo- mineque fuscescentibus; pectore, ventre, pedibus, paginaque inferiore alarum ligneo-fuscis, hac mar- gininibus obsoletissime testaceo-lunulatis. — Exp. alar. ant. 30 mm. Patria : Corrientes. 17 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tiene las formas y la estatura de la H. ambigua HB., y está muy caracterizada por la configuracion de las líneas blancas de las alas anteriores. Posee el frénulo en las alas posteriores, y no tiene los nervios costal y subcostal unidos por un nervio transversal. El único Y que tengo en la coleccion de la Universidad, fué reco- gido en Corrientes por el Prof. KaTtzENSTEIN, á fines de Diciembre de 1876. 34. Hypopta mendosensis No. $ : Dilute fuscus, obscure atomarius et inter venas subradiatim infuscatus; alis posticis frenulo in- structis, venis duabus superioribus separatis. Palpis caput superantibus, articulo secundo primo triplo fere longiore, articulo terminal: oblongo, secundo dimidio vix breviore; antennis valde pecti- natis, thorace longioribus; alarum anticarum costa subrecta, limbo valde arcuato, angulo poste- riore perparum determinato, dimidia basali cellu- lisque limbalibus ex parte infuscatis, ciliis obsolete testaceo fuscoque alternatis; alis posticis pagina- que inferiore omnium dilutissime fuscis, perparum fusco-atomariis, ciliis dilutioribus; abdomine fu- scescenti-testaceo, segmentis ad basin obscuriori- bus. — Exp. alar. ant. 31; long. abdom. 11 mm. Patria: Mendoza. Esta especie se distingue de las demas, por su coloracion muy uniforme de las alas, sin líneas ó fajas claras, y por tener solo las celdillas limbares de las alas anteriores infuscadas, con su base mas oscura. El limbo es mas arqueado, sin el ángulo inferior bien marcado. La nervadura es como en la especie precedente. El único Y que posee la Universidad, fué recogido en Mendoza, por mi amigo, el Sr. BRACHMANN. | Genus SEMYRA WALK. Eurypa p. H.-S. El nombre genérico de WaLker debe ser conservado para algunas especies (S. coarctata Wark. y S. bella (H.S.) WaLx.), y el de FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 259 HERRICH-SCHAEFFER para su Euryda variolaris (fig. 182), que se distingue genéricamente de las dos indicadas. La nervadura de la S. coarctata Wax. es la siguiente : En las alas anteriores, los nervios de 3 á 7 nacen en intérvalos de igual distancia mas ó ménos; los nervios 8” y 9” tienen un pe- dúnculo comun, largo, que nace en el nervio 10” y á alguna dis- tancia de su base, y este (el 10%) tiene su orígen en el ángulo superior del área discoidal, y el 11” sale del último tercio del nervio subcostal. La distribucion de los nervios de las alas poste— riores es como en el género Parasa MoorE, SNELL. (Véase: SNELLEN, Tijdschr. voor Entom. XX, 1877. Sep. p. 18. pl. 2, fig. 2), siendo solo el pedúnculo de los nervios 6* y 7” algo mas largo. Las antenas tienen las ramitas de peine muy cortas en su base y en su extremidad. Las tibias posteriores tienen cuatro espuelas, y no dos, como lo señala erróneamente WALKER. 35. Semyra coarcitata WaLk. Semyra coarctata WaLk., List of Lep. Ins. Het. Y, p. 1181. 1 (1855). — MorscH., Verh. d. zool.—bot. Ges. Wien. XXVII, p. 672, Sep. p. 44 (1878). Este Limacódido 6 Cocliopódido debe ser señalado como repre- sentante de la fauna argentina, por haber sido encontrado en Cor- rientes y cerca de Buenos Aires. RHINAXINA. (Novum genus Limacodidarum). Palpi subsecuriformes, caput multo superantes, dense squamosi, articulo terminali parvo, conico, pilis maximam ad partem obtecto. Frons fasciculo adpresso inclinatoque praedita. Antennae thorace paullo longiores, mediocriter pecti- natae, ramulis basin apicemque versus longitu- dine decrescentibus, basalibus apicalibus nonnihil brevioribus. ] 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Alae anticae latiusculae, costa recta, apice perparum rotundato, limbo late rotundato; venis 2*%-7* sepa- ratis (4* el 5% ad basin approximatis), 8? et 9* pe- dunculo communi ex angulo superiore areae discol- dalis, 10% prope basin hujus pedunculi et 11? ex ultimo triente venae subcostalis orientibus, cellula accessoria areae discoidalis parva, inter venas 5* et 7? sita. Alae posticae latiusculae et longiusculae, alis anticis paullo brevioribus; venis 2*-5* separatis, 6* el 7* ex eodem puncto anguli superioris areae discoidalis orientibus, vena costali cum subcostali prope basin conjuncta, basi ipsa iterum separata. Abdomen alas posticas nonnihi! superans. Pedes dense pilosi, tibiis posticis calcaribus quattuor armatis. Este género se coloca sistemáticamente entre Semyra WALK. y Surida WaLk., distinguiéndose de los dos, por la estructura de los palpos y de las antenas, y por la nervadura de las alas. Esta última es en las alas posteriores idéntica á la figura que da SweLLEN de la Miresa mtens Wax. (véase: Tijdschr. voor Entom. XX, 1877. Sep. p. 18, pl. 1, fig. 8): la de las alas anteriores tiene solo los ner- vios 8” y 9% con un pedúnculo comun, dirigiéndose el 8” al limbo y el 9 al ápice del ala; el nervio 11? nace cerca del pedúnculo co- mun de los dos anteriores y se dirige á la costa, cerca del ápice alar. 36. Rhinaxina quadrata (?WaLx.) Nob. ¿ : Sordide ferrugineus, alis anticis nigro-adspersis, + fascia limbali angusta fusca extus albido-margi- nata, angulum inferiorem versus obsoleta, ornatis, abdomine rufo-ferrugineo aut subcastaneo, apice ferrugineo-fasciculato. Palpis rufescenti-ferrugineis, supra pallidioribus; antennis fere isabellinis, ad basin obscurioribus; thorace rarissime perparum nigro-adsperso; alis : basin versus obscurioribus, disco sat crebre pun- ctis nigris adsperso, fascia limbali subrecta, in FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 961 costa ante apicem oriente et apud angulum inte- riorem obsoleta; alis posticis paginaque omnium alarum dilute ferrugineis; abdomine pedibusque anterioribus rufescentibus.— Exp. alar. ant 25-27, post. 21-24 mm. : Patria: Territorium Nissionum. Es muy probable que esta especie es la Semyra quadrata WaLk. (List of Lep. Ins. Het. V, p. 1132, 4. — 1855), tanto mas, cuanto que el autor dice: «the species 1s somewhat di/ferent from the other two (Semyra coarctata WaLx. y S. bella (H.-S.) WaLk.) preceding im structure », lo que debe referirse al género. WaLxer la tenia de Venezuela; los cuatro ejemplares que poseo yo, fueron recogidos en el Territorio de las Misiones antiguas, en el mes de Febrero de 1877. Genus STREBLOTA Hz. (1816), Bere (1878). Este género pertenece, como los dos anteriores, á la familia de Limacodidae (Cochliopodidae), y fué puesto por WaLker y por mí erróneamente en la de Votodontiídae (véase : Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, Tomo V, p. 177. — 1878). Para amplificar la descripcion genérica, daré aquí algunos de- talles correspondientes á la nervadura. En las alas anteriores, los nervios 2 4 7están bien separados; el nervio 7” nace en el án- gulo superior del área discoidal, y en él se origina, cerca de su base Ó á alguna distancia de esta, el pedúnculo comun de los ner- vios 8 y 9, que es bastante largo y cuyos nervios se dirigen el uno al limbo y el otro á la márgen costal, al lado de la punta del ala; el nervio 10” tiene su orígen cerca de la base del pedúnculo mencionado, y el 14” nace en el último tercio del nervio subcostal. En las alas posteriores, la nervadura es casi idéntica á la del género anterior (Rhínaxina BerG), y á la figura citada del género Miresa Wark., dada por SNELLEN. Como representante de este género tenemos en la República Ar— gentina, sobre todo en Buenos Aires, la Streblota bonaérensis BEr6 (1. c. p. 180), cuya oruga carece de las patas abdominales, como todas las demas especies de este género, de que he tratado en la parte citada de los Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, y cuya 92692 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA particularidad describe tambien BurmersteR en su Description phy- sique de la République Argentine, Tome V, p.500 (1878), y en el Atlas correspondiente, p. 52 (1879), adonde (pl. 23, fig. 2, A-G) se hallan tambien las figuras concernientes á la oruga y á la crisálida. Fam. MEGALOPYGIDAE (p. H.-S.) Nob. Palpi minuti, saepissime pilis occulti. Proboscis non conspicua. Ocelli desunt. Antennae maris mediocriter, rarissime late bipecti- natae. ramulis apicem versus longitudine Sensim decrescentibus; feminae subpectinatae aut serratae. Alae longiusculae et latiusculae, generaliter, prae- cipue basin versus, piligerae vel lanuginosae; an- ticae venis duabus dorsalibus instructae, vena 1n- feriore ramulis nonnullis ad marginem interiorem emittente, ad basin bifurcata; venis 2* el 3? e vena subdorsali, 8* et 9* generaliter e vena 7* orientibus. Alae posticae maris seta fulcranti (frenulo), fe minae pilis nonnullis setiformibus instructae, ve nis dorsalibus tribus, venis limbalibus generaliter bene separatis, vena 8* saepissime prope angulum superiorum areae discoidalis oriente, interdum continuationem venae subcostalis fingente, raris— sime prope basin alae in aream discoidalem.con— tinuala. Pedes valde pilosi; tibiis posticis calcaribus duobus apicalibus minutis pilis occultis. Abdomen pilosum, alas posticas generaliter superans, apice maris fasciculato, feminae valde lanuginoso. Larvae generum mihi cognitorum pedibus 20 prae- ditae. Es inevitable la formacion de esta familia, cuyos representantes se hallan actualmente distribuidos en las familias Laparididae, Cossidae, Limacodidae, Bombycidae s. str. y Notodontidae. HerrICH-SCHAEFFER ya habia indicado la necesidad de esta fa— milia, formando la de Megalopygina, y marcando como caracteres : FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 263 dos nervios dorsales de las alas anteriores que envien dos ó mas ramas hácia el borde interno, y ocho ner— vios separados en las alas posteriores, con el nervio 8% saliente del nervio subcostal. Pero no ha indicado los géneros correspondientes, fijándose, al parecer, solo en el de JTe- galopyge Hb. Este mismo autor ha fundado la familia de Pyromorphina, uniendo formas muy diferentes, como por ejemplo, los géneros Pyromorpha y Chrysopyga H.-S., de los cuales el último pertenece á la primera familia de él y á la nuestra, y el primer género forma una familia aparte ó entra en la de Syntomidae ó Procridae, donde se hallan sus próximos, los géneros Setodes H.-S., y Harrismna Pack., que no conozco en natura. Acerca de la familia Pyromorphidae H.-S., cuestiona tambien Burmerster (véase: Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 409 et 410. 1878), al tratar del género Chrysopyga H.-S., é indica su coloca- cion entre las familias de Cossidae y Laparididae, enumerando al- gunos géneros en el concepto de nuestra familia Megalopygidae, pero dejando el nombre de Pyromorphina (véase l. c., p. 523), que no les corresponde, por ser el género Pyromorpha perteneciente á un grupo muy diferente de lepidópteros. Nuestra familia tiene su colocacion sistemática entre las de La macodidae y Bombycidae s. str., teniendo varios puntos de contacto con estas dos. Se distingue de la primera por sus formas en ge- neral, por el cuerpo y las alas casi siempre muy velludas, por los palpos sumamente pequeños y escondidos entre pelos, por las an- tenas mas uniformes en la pectinacion, porla nervadura de las alas, sobre todo las ramas nérveas intero-marginales de las alas ante- riores, que se hallan rara vez y tan bien desarrolladas y visibles por transparencia en algunas de las especies de Limacodidae; por el área discoidal ménos abierta y sin celdilla accesoria, y en fin, por las dos espuelas apicales de las tibias posteriores muy pe- queñas y escondidas entre pelos largos y abundantes. De la de Bombycidae se difiere nuestra familia por los dos nervios dorsales de las alas anteriores, por la existencia del frénulo en las poste- riores, y por la nervadura de las alas en general. Por otra parte, las orugas que conozco, tienen 20 patas, (véase: BurMEISTER, l. c. Atlas, p. 50 et 51, pl. 22, fig. 6, — 1879), y están cubiertas de pelos largos y generalmente blandos, en algunas es- pecies espatulados. e nd e E 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Entre los géneros conocidos por mí, pertenecen á nuestra fami- lia Megalopygiídae los siguientes: Megalopyge HB., Alpis Wark., Podalia WaLx., Chrysopyge H.-S., Lagoa Harr., WaLk., Pímela CLEmM., Ochrosoma H.-S. y Carama Watk., de los cuales los seis primeros son sinónimos, de cuyas homologías trataré mas abajo. Ademas, deben formar parte de esta familia muchos otros gé— neros, que figuran actualmente en las arriba citadas y que han sido descritos, por lo general, muy superficialmente. El género Mesoscia Ha., que ha sido restablecido últimamente por MOESCHLER y descrito detalladamente (véase: Verh. d. zool.-bot. (res. Wien. XXVI, p. 473, Sep. p. 45, — 1878), entra tambien en nuestra fa- milia Megalopygidae. Genus MEGALOPYGE Hp. Megalopyge Eñ., Verz. bek. Schmett. p. 185. 2. (1816). — Moesch., Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XXVII, p. 676. Sep. p. 48. (1878). * Lagoa Harr., Ins. of Mass. p. 265. (1841). —Wark., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1759 (1856). * Alpis WaLkK., List of Lep. Ins. V, p. 1074. 73 (1855). * Podalia WaLkx., List of Lep. Ins. Het. VII. p. 1714 (1856). * Chrysopyga H.-S., Samml. aussereuro»p. Schmett. p. 6 et 57 (1855); sine descript. — Morsch., Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien. XXVII, p. 674. Sep. p. 46 (1878). — Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 409 (1878) et Atlas, p. 40. pl. 17, fig. 14, et p. 50. pl. 22, fig. 6 (1879). * ? Pimela CLem., Proc. Phil. Acad. Nat. Sc. p. 156 (1860). Tolype. Burm. (non H.), Descript. phys. de laRép. Arg. Atlas, p. 50, pl. 22, fig. 5 (1879). Todos los géneros aquí enumerados son sinónimos. Apesar del estudio mas detallado de las especies que han servido para su fundacion, no encuentro ningun carácter que fuera de alguna manera positivo ó particular, y que admitiria su separacion. To- dos tienen los palpos muy pequeños y en parte escondidos en pe- los. Las antenas son de la longitud del tórax con la cabeza mas ó ménos; las del macho son medianamente pectinadas, con ra- mitas cuya longitud disminuye mucho hácia la extremidad, rara vez con pectinacion ancha y ramas bastante largas en la punta (Podalta fuscescens WaLK.); las de la hembra son subpectinadas ó serradas y algo mas cortas que las del macho. El tórax es muy + . po ' FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 265 peludo ó velloso, provisto generalmente de manojos de pelos de la coloracion de él, ó de un tinte diferente. Las alas son bastante largas y anchas, con el ángulo apical redondeado, rara vez bas- tante saliente en los machos (Podalia fuscescens WALK. y Bombyo Orsilochus Cram.) y con el limbo oblicuamente redondeado, en los machos rara vez subrecto (Podalra fuscescens Watx., Bombyx Orst- lochus y Megalopyge Walkerz NoB.), en las hembras muy oblicuo, con el ángulo inferior muy redondeado, casi desvanecido y la márgen interna corta. Llevan muchos pelos lanuginosos, sobre todo cerca de su base, y que están distribuidos como lana crespa, sobre las partes discoidal y costal de las alas anteriores; solo en pocas especies los pelos son rectos, bastante cortos (B. Orsilochus Cram., M. urens NoB. y M. uruguayens:s NoB.). La nervadura, ya descrita y figurada por BurMEISTER (!. c. p. 409, pl. 17, fig. 14) y por MorschLeR (1. c. p. 674) para el género Chry- sopyga H.-S., y por el último autor, para el de Megalopyge Hz , corresponde á todos, variando solo individual y no genéricamente. En las alas anteriores, los nervios de 2 á 6 (segun la nomenclatura de HERRICH-SCHAEFFER) son muy separados, el 7 nace en el ángulo superior del área discoidal, en el mismo punto donde se origina el 10* (en algunos individuos de las diferentes especies, nacen los nervios 7” y 10%en un pedúnculo comun muy corto, ó el 10 tiene su orígen en el 7*, cerca de su base); los nervios 8 y 9” salen del 7, dirigiéndose el primero al limbo y el segundo á la punta del ala; el 11% nace en el último sexto ú octavo del nervio subcostal. En las alas posteriores, los nervios son bien separados, con excep- cion del octavo, que nace generalmente en el subcostal, cerca de su ángulo superior, pareciendo muy amenudo como continuacion de él. Sinembargo, hay mucha variabilidad individual. En algu- nos ejemplares envia, en el área discoidal, una muy pequeña rama oblícua, cerca de su orígen; en otros parece como unido con el nervio subcostal, mostrando una rama corta en el área discoidal cerca de su base, en algunos nace en el medio del subcostal, sin rama alguna ó esta aparece cerca de la base alar, y en fin, en un macho de la M. Walker? Non., se halla como nervio costal verda- dero, cortando el subcostal en su primer tercio, y entrando de esta manera en el área discoidal; las dos hembras de esta especie que poseo, no muestran esta particularidad. Pues, en cuanto á la nervadura de alas, no hay carácter al- guno genérico, ni siquiera específico. e 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lo mismo se puede decir en cuanto al abdómen muy peludo ó velloso, que es mas ó ménos grueso y largo. El de los machos es fasciculado, sobresale */, ó */, á las alas posteriores; el de la hembra es muy velludo en su extremidad, sobresaliendo poco ó apénas á las alas posteriores. Las patas son muy peludas; las dos espuelas apicales son muy cortas. Estos son las caracteres de homología que unen los géneros ar— riba indicados entre sí, y repito que no hay otros especiales por los cuales pudieran ser separados. Ni tampoco los primeros estados, las orugas pueden darnos algun carácter genérico, siendo variables en lo que toca á la estructura y distribucion de los pelos, lo que se puede ver por las dos especies del género Lagoa Harr. (véase: Asorand SmirH, Nat. Hist. of Lep. Ins. of (reorgía, (l, tab. 53 et34.— 1797), y por las demas (SroLL, Pap. Exot. pl. 15, fig. Tet 9 *). — 1791.—Serr, Pap. de Surin. pl. 12,—1848.—Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, Atlas, pl. 22, fig. 5 et 6. — 1879); que difieren mucho hasta en las especies muy parecidas como imágenes, por ejemplo, enla M. lanata (Cram.) MoescH. y la M. urens Nob., teniendo la primera los pelos simples y de color muy claro, y la última los pelos espatulados, de color azul de acero. En cuanto á la propiedad muy urente de los pelos, todas las especies de este género son análogas. No sé, si todos los lepidopterólogos quedarán satisfechos de mi proceder al unir los seis géneros. Creo que no. Pues hay algunos á quienes basta para formar nuevos géneros un abdómen mas ó ménos largo ó corto (tal vez extendido ó acortado por el preparador); las alas mas angostas y las antenas mas cortas y delgadas; los palpos mas velludos; las alas mas redondeadas ó mas punti- agudas, la coloracion, etc, etc. Para esta clase de autores seré yo un destructor de sus ilusiones. Séa! Me quedará siempre el con- suelo de ser comprendido, y mi proceder aprobado por los autores sérios y concienzudos, que estudiando escrupulosamente la natu— raleza, buscan simplificar la expresion de sus fenómenos en vez de complicarla. 1 SroLt ha atribuido erróneamente estas orugas á especies á que no pertenecen. Los lepidópteros que cita son seguramente representantes de la familia Satur— miadae, y WALKER ha hecho tal vez bien en colocarlos en el género Dirphia Hb. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 2617 37. Megalopyge Orsilochus (Cran.). Phalaena ¿Bombyx) Orsilochus Cram., Pap. Exot. I. p. 72. pl. 46, D (1779) et IV, p. 187. pl. 383. F. (1782) £ et Q. SroLL, Pap. Exot. p. 71. pl. 15, fig. 11 (1791); larva. Tolype Orsiloche Ha., Verz. p. 189. 1942 (1815). Cerusa? Orsilochus WaLk., List of Lep. Ins. Het. Y, p. 988. 9 (1855). * Podalia Vesta WaLk., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1714.1 (1856). Megapyga Orsilochus Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 410. Observ. (1878). Patria: Brasilia. — Surinam. Establecida la sinonimia de esta especie, que poseo de Rio de Janeiro, debo agregar que las figuras dadas por Cramer son bas- tante buenas. Es la especie ménos vellosa del género, teniendo las alas mas bien escamas en lugar de pelos ó lana crespa. La márgen limbar de las alas anteriores es casi recta, y la interna es bastante larga, á causa del ángulo inferior suavemente redondeado. Características son las manchas blanquizcas sagitales, en parte desvanecidas, cerca del borde limbar en las alas posteriores del macho. 38. Megalopyge lanata (Cram.) Morscn. Phalaena (Bombyx) lanata Cram., Pap. Exot. II, p. 130 et 131. pl. 265. F. G. (1782) Y et Y. Bombyx lanata OLtv., Enc. Méth. V, p. 48. 91 (1790). Megalopyge lanifera Ha., Verz. p. 185. 1907 (1816). Phalaena (Bombyx) Citri Seer, 1, p. 31. pl. 12 (1848), Eriogaster? lanata WaLk., List of Lep. Ins. Het. VI, p. 1472. 6 (1855). Podalia Citri WarLk., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1715. 2 (1856). — Moesch., Stett. Ent. Zeit. XXXIX, p. 427. 12 (1878). Megalopyge lanata MorscH., Verh. d. zool.-bot. Ges. Wien XXVII, p. 676. Sep. p. 48 (1878). Megapyga lanata Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 410. Observ. (1878). Megalopyga lanata Burm., Descript. EN de la Rép. Arg. V, Atlas, p. 50. Observ. (1879). MERIAN, Metam. Ins. Surin. tab. 19 (1705). Paíria: Brasilia. — Surinam. 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esta especie representa el tipo del género Megalopyge Ha., y ha sido confundida generalmente con la siguiente. Es conforme á las figuras dadas por CRAMER y Serr, y la oruga figurada por el último autor y por la Sra. MerIaN, le corresponde tambien, por lo que me confirma el Sr. Taffurelli, quien la ha criado varias veces en Rio de Janeiro, habiéndola encontrado en el Guayabo (Myrtacea- rum gen.), en el que fué ya observada por la Señora citada. 39. Megalopyge urens Noz. ¿ et Q: Speciei praecedentis valde similes, different maris costa concolori alarum anticarum, utrius- que sexus alis obscurioribus et maculis magis de- terminatis, praecipue macula lineari, apice latiore, formam pennae pavoninae fingente et in vena 7* sita, et insuper larva pilis longis, spathulatis, ri- gidis, politis chalybaeisque armatis. — Exp. alar. ant. $ ris: 37-55, Q nae: 55-75 mm. Patria: Brasilia.— Venezuela.— Uruguay. Esta especie figura en muchas colecciones bajo el nombre de la precedente, sin anotación alguna; solo en la del Dr. SrauDINGER la encontramos como tal con un ?. BorspuvaL la ha reconocido como especie nueva, dándole el nombre provisorio de Eriodes urens, como se ve por los ejemplares correspondientes de su co- leccion en el Museo de OBerTHUER en Rennes. Conservo el nombre específico, sin tomar en cuenta el del género, que es supérfluo. Es verdaderamente muy parecida á la anterior. El Y se distin- gue por el borde costal oscuro, desde su base hasta la parte pos- terior del nervio transversal, y en los dos sexos, por la coloración general mas oscura, y las manchas y guarniciones mas marcadas y oscuras en las dos alas, y sobre todo, por la mancha linear, en forma de pluma de pavo real, que nace en la mancha oscura del nervio transversal y que se extiende casi hasta la mitad del ner- vio 7%. El vértice, los manojos de pelos del tórax, los pelos de las tibias medias y posteriores, y las fajas transversales del ab- dómen, son de color rojo bastante vivo. La base de las alas es poco rojiza, los pelos apicales del abdómen del ¿Y son rosados ó fus- cescentes, y los de la Y son testáceos Ó grisáceos. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 269 Sobre todo, se distinguen estas dos especies por la estructura de sus orugas, teniendo la de la anterior los pelos claros y lisos, y la de nuestra nueva especie, los pelos de un azul oscuro y en su mayor parte espatulados. Oruga de la Megalopyge urens BrErG. Parte superior del cuerpo de un fusco violáceo, con las verru- gas y los bordes de los segmentos verdosos ó amarillentos, los pelos largos rígidos, lustrosos, de color azul oscuro, general- mente espatulados, y con pelos, en su mayor parte dorsales, cor- tos, blancos, engrosados hácia la extremidad, casi terminados en maza, que están colocados en las verrugas, formando cepillos ó pinceles. Parte inferior de un amarillo rojizo ó lúteo, con algunas manchas de amarillo de azufre. Cabeza pequeña, fuscescente, por lo general retirada bajo el primer segmento torácico. Ántenas y palpos blanquizcos. Segmen- tos primero y último de un amarillo rojizo. Distribucion de verrugas: 2 dorsales, 1 en el borde externo de las partes subdorsales, 1 en el borde abdominal, y 1 arriba de las patas ó en las partes correspondientes; hace excepcion el primer segmento torácico, que tiene un solo cepillo de pelos, sin verruga, en la parte dorso-lateral, y dos arriba de la pata. Los pelos blancos capitados se encuentran en la márgen interna de las verrugas dorsales y subdorsales, sobre todo, en las primeras, y están dirigidos hácia la línea dorsal, tocándose en esta mas ó ménos. Estigmas de un tinte fusco rojizo; peritrema amarillo. Los seg- mentos abdominales llevan una protuberancia cónica rojiza ó amarilla, de 1 42 milímetros atras del estigma. Patas de un amarillo rojizo. Los segmentos 5” y 11” poseen tambien un par de patas, de la construccion. de las abdominales, pero sin ganchos, que son em- pleados como las demas, aúnque con menor provecho.— Longitud de 55-65 mum. Vive en la Feijoa Sellowiana Ber6 (Guayabo del país) y forma, ántes de la transformacion, un capullo externo sedoso, algo flojo, é intermezclado de los largos pelos espatulados, y otro interno, liso, duro y coriáceo. 2970 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 40. Megalopyge uruguayensis Nop. SÍ : Specierum praecedentium subsimilis; capite, thorace antice, ad latera et postice, pectore utrim- que abdomineque maximam ad partem, luridis, alis griseis, parum squamosis vel pilosis, limbum versus subpellucidis, area discali apicem versus, littura valde obsoleta prope basin venarum 8” et 9”, nec non venis fere totis, albidis. Vertice saturate lurido ; antennis griseis, mediocriter pectinatis; thorace maxima ex parte griseo-cane- scenti; forma alarum ut in specie praecedenti, venis albidis apicem versus bene determina— tis, 1is alarum posteriorum minas albis, pagina inferiore omnium grisescenti, venis pallidioribus, disco albido; abdomine supra ex parte et apice griseo-cano, alas posticas non superante; pedibus griseo-canescenti-pilosis. — Exp. alar. ant. 30 mm. Patria : Respublica Uruguayensis. El ejemplar tfpico de esta pequeña especie forma parte de la coleccion del Sr. RuscHeweYn, y es originario de la Banda Oriental del Uruguay. La especie es bien caracterizada por su pequeño tamaño, por la coloración amarillenta de la cabeza y de algunas partes del tó- rax y abdómen, por las alas grisáceas y sus nervios y una parte del área discoidal blanquizcas, y por ser las alas algo pelúcidas. Por sus formas y el aspecto total se asemeja mucho á las dos an— teriores. 41. Megalopyge fuscescens (WaLx.). * Podalia fuscescens WALK., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1716.3 (1856); excep. var.? fem. Patria : Brasilia. Un Y en la coleccion del Sr. RuscHEWEYH. En la forma de las alas es muy parecido á la M. Orsilochus - e - IA FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 271 (Cram.) Bere ; por el vértice, por los manojos de pelos en el tó- rax, por las fajas transversales del abdómen y por los pelos rosados de las tibias medias y posteriores, se acerca mucho á la M. lanata (Cram.) MorscH. y la M. urens BERG. Se distingue de todas las demas especies por los caracteres si- guientes : Tiene las antenas muy largas y anchamente pectinadas, con ramitas bastante largas en el ápice, de manera que las ante- nas no son bien puntiagudas; posee en las alas anteriores una faja media ancha y fusca, que es desvanecida é interrumpida hácia el borde costal y representa casi una mancha grande triangular en la mitad inferior del ala (como en la Q de la especie siguiente), y tiene una série de manchas sublimbares fuscas, casi sagitales, di- rigidas hácia el limbo y ribeteadas de una línea blanca; en las manchas inferiores se halla un triángulo blanco, abierto en direc cion de la base del ala. Las manchas marginales blanquizcas están muy poco marcadas. Las alas posteriores son muy oscuras en la base, y claras y algo pelúcidas en el limbo. Los pelos apicales del abdómen son de un ferruginoso grisáceo. 42. Megalopyge Walkeri Noz. S : Capite, infra excepto, antennis totis, fasciculis quattuor thoracis, fasciculo basali magno tibiarum anticarum et mediarum, fasciis dorsalibus incom- pletis abdominis, vittulis vel lineis alarum antica- rum, albis; thorace, abdomine, basique alarum an- teriorum, fuscis, his limbo, ciliis margineque infe- riore fuscescentibus, disco pone medium albido; alis posticis albidis, fusco-venosis et ciliatis et ad basin fusco-pilosis; pagina inferiore omnium ala— rum alba, costa basin versus et venis maxima ex parte fuscis; antennis mediocriter pectinatis, tho- race vix longioribus; abdomine alas posticas valde superante, apice fuscescenti-piloso. — Exp. alar. ant. 33 mm. Q : Capite, thorace, macula magna marginis inte— rioris et nonnullis parvis disci limboque alarum anteriorem, alis posticis, abdomine, fasciis dorsa- libus albis exceptis, pagina inferiore omnium ala- rum, nec non pedibus, obscure aut laete fuscis; 972 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA antennis albidis, apice fuscescenti; fascia ante- riore thoracis, pilis undulatis partis basali-costalis et pilis plus minusve directis disci venarumque apicem versus alarum anticarum, albis; abdomine alas posticas vix superante, lana apicis ferruginea. Exp. alar. ant. 48-56 mm. Patria : Brasilia (Rio de Janeiro). * Podalía fuscescens, var.? fem. WaLkK., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1717 (1856). WaLker ba atribuido erróneamente la hembra de esta especie al macho de la anterior, de lo que resultó una nueva especie. Esta se distingue de todas sus congéneres, principalmente en el macho, por la cabeza y las antenas blancas, y en los dos sexos por los manojos ó pelos blancos del tórax, de las fajas abdominales, del borde costal y del disco de las alas anteriores. La forma de las alas se acerca mucho á la de la M. lanata, teniendo las del macho un limbo mas recto y la márgen interna mas larga. He dicho arriba, al tratar del género, que hay un nervio costal bien desar- rollado en el macho. 43. Megalopyge xanthopasa (SEPP). Phalaena (Bombyx) xanthopasa Serr, Pap. de Surin. I, p. 35, pl. 14 (1848). * Alpis xanthopasa WaALk., List of Lep. Ins. Het. V, p. 1095.2 (1855). * Lagoa xanthopasa Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 410. Observ. 2 (1878).-- Moesch., Stett. Ent. Zeit. XXXIX, p. 428, 14 (1878). Patria: Surinam. No la conozco en natura, pero debe pertenecer á este género, como tambien el Alpis defoliata WaLk., originario de México, y por la descripcion, muy parecida á nuestra M. Walkert. 44, Megalopyge nuda (Cram.) Hz. Phalaena (Bombyx) nuda Cram., Pap. Exot. IV, p.33. pl. 306. B (1782). —? SroLL, Pap. Exot. p. 87. pl. 18, fig. 2 (1791); larva. FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 273 Megalopyge nuda Hp., Verz. p. 185. 1908 (1816). Poecilocampa ? nuda WaLk., List of Lep. Ins. Het. VI, p. 1476. 3 (1856). Hi * Chrysopyga nuda MorscH., Verh. d. zool.-bot. Ges. sá Wien. XXVII, p. 675. Sep. p. 47 (1878). Patria: Surinam. e Segun MorscHLer, esta especie es conforme á la figura que da su primer autor. No la conozco, y solo la atribuyo al género Me- galopyge, de que ya formaba parte segun HUEBNER. 45. Megalopyge undulata (H.-S.). * Chrysopyga undulata H.-S., Sammlung aussereurop. Schmett. p. 57 et 82, fig. 378 (1855). — Burm. (partim), Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 410 (1878). Patria: Brasilia. He examinado los-ejemplares típicos, que corresponden bien á los nuestros de Rio de Janeiro, y á la figura dada por HerrIcH- SCHAEFFER. 46. Megalopyge undulata var. vulpina Berro. * Chrysopyga undulata Burm. (maxima ex parte), Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 410 (1878) et Atlas, p. 50. pl. 22, fig. 6 (1879). * Chrysopyga vulpina BErc, olim in litt.. Patria: Respublica Argentina. La Megalopyge undulata, que se halla en la República Argen- tina, representa una variedad climatérica, que se distingue de los ejemplares del Brasil, por su tamaño mucho mas pequeño, por el limbo de las alas anteriores, al parecer, un poco mas redondeado, por las alas anteriores del macho mucho mas claras y por la cara inferior de las alas anteriores de la hembra un poco mas os- curas. No encuentro caracteres suficientes para formar una espe- cie, y la señalo solo como variedad. Tal vez el conocimiento de la oruga de la típica 'M. undulata del Brasil, nos dará las propie- dades específicas. La obra citada del Dr. BurmelstEr trata detalladamente de la descripcion de la especie ó variedad en cuestion. 18 274 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 47. Megalopyge pellita (Feld.). * Lagoa pellita FeLp., Nov. Lep. II, tab. 83, fig. 20 (1874). ho Patria : Guayana gallica. ' No la conozco, y la enumero solo aquí, para establecer su si- nonimia. 48. Megalopyge opercularís (Ar. et Su.). Phalaena opercularis Abñ. et Sm., Nat. Hist. of Georgia. II, p. 105 et 106, tab. 53 (1797). * Lagoa opercularis (Harr.) WaLk., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1760.1 (1856). — Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 410. Observ. 2 (1878). * Lagoa crispata Pack., Proc. Ent. Soc. Phil. UI, p. 335 (1864). Patria : America septentrionalis. He examinado algunos ejemplares que se hallan en la coleccion del Sr. RusCHEWEYH. 49. Megalopyge pyxidifera (Ang. el Sm.). Phalaena pyxidifera Abñ. et Sm., Nat. Hist. of Georgia. II, p. 107 et 108, tab. 54 (1797). * Lagoa pyxidifera (HArR.) WALk., List of Lep. Ins. Het. VII, p. 1760.2 (185€). — Burm., Descript. phys. de la Rép. Arg. V, p. 410. Observ. 2 (1878), Patria : America septentrionalis. He examinado un ejemplar originario del Texas. Genus OCHROSOMA H.-S. Este género, que pertenece tambien á nuestra familia Megalopy- gidae, ha sido colocado por su autor en la de Cossidae y establecido sin descripcion alguna, la que doy en seguida. Palpos pequeños, inclinados. Antenas del macho de la longitud del tórax, medianamente pectinadas, con ramitas mas cortas há- cia la estremidad. Alas poco alargadas, el limbo de las anteriores subrecto, con el ángulo apical poco redondeado y el ángulo infe- FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 9275 rior anchamente redondeado. El nervio infero-dorsal de las alas anteriores, envia muy pocas ramas hácia el borde interno; el nervio 3? nace en el subdorsal, cerca de su ápice; los nervios 4* y 5” nacen muy aproximados en el ángulo del área discoidal; el 6” tiene su orígen cerca de la base del pequeño pedúnculo comun de los nervios 7? y 10%, que nace en el ángulo superior del área discoidal; en el 10” se origina el pedúnculo comun de los nervios 8 y 9%, dirigiéndose el 8% al limbo y el 9” al ápice del ala; el 11" nace en el último quinto ó sexto del nervio subcostal. En las alas posteriores, los nervios son bien separados, naciendo el 8* en el medio ó último tercio del nervio subcostal. 50. Ochrosoma apicale H.-S. Ochrosoma apicale H.-S., Samml. aussereurop. Schmett. p. 7, 59 et 84, fig. 517 et 518 (1856); excl. synom. Patria: Brasilia. — Respublica Argentina. Un £ en la coleccion del Sr. RuscHeweYn, originario de Buenos Aires. Corresponde bien á la figura citada, y tiene las antenas blanquizcas. La sinonimia que dan WaALker y HeRRICH-SCHAEFFER, considerando esta especie como idéntica á la Histioea (Euchromia) albiplaga WaALk., es errónea. Genus CARAMA Walk. Este género figura erróneamente en la familia de L?paridae (Da- sychiridae); pertenece á la de Megalopygidae. Es muy próximo al precedente. Los palpos son muy pequeños. Las antenas bastante anchas ó medianamente pectinadas, con ramitas cortas en la extre- midad; las de la hembra tienen muy amenudo ramitas bien marcadas ó mas largas en el medio ó en el último tercio que en la base, como en ciertos representantes de la familia Agaristidae. El tórax es bien caracterizado por el manojo antero-lateral de pelos dispersos ó divergentes, y por el manojo posterior. La nervadura de las alas anteriores es muy parecida á la del género anterior. Los nervios 4” y 5” nacen bastante cerca el uno del otro; el 10” se origina en el mismo punto del ángulo superior del área discoidal que el 7, ó tiene su orígen en este, representando un corto pe- 276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dúnculo, pero siendo esto muy variable en los individuos de la misma especie; los nervios 8” y 9” nacen en el 7%; el 11* sale del último tercio ó cuarto del nervio subcostal. En las alas posteriores los nervios 3? y 4% nacen muy cerca el uno al otro en el ángulo inferior del área discoidal, teniendo un pedúnculo comun en al- gunos individuos; el 5” tiene su orígen bastante cerca de la base del 4%; el 7? nace en el ángulo superior del área discoidal, donde se origina tambien el 8”, que forma algunas veces un pedúnculo comun con el anterior, siendo siempre la prolongacion del nervio subcostal. El abdómen es muy velloso, en los machos por lo gene- ral mas largo que las alas posteriores. Las patas son tambien muy velludas; las espuelas de las tibias posteriores son bien visibles. Varios géneros fundados por WALKER Úú otros, que figuran en la familia de Liparidae Ó tal vez en otras, serán muy probable- mente idénticos al género en cuestion. Conozco la Carama pura Burt. y las dos especies siguientes. 51. Carama Walkeri Burt. Carama Sparshalli ““atx. (non Trichetra Sparshalli (CurT.) Bur£.), List of Lep. Ins. Het. IV, p. 843. 1 (1855). Carama Walkeri BurL., Cist. Ent. II, p. 203 (1877). Patria: Brasilia. — Territorium Missionum. Esta especie debe ser señalada tambien como perteneciente á la fauna lepidopterológica de la República Argentina. He recogido un ¿ en el Terrilorio de Misiones, en el mes de Febrero de 1877. 52, Carama pruinosa No. J et: Parvuli, cretacei, sericei, pecten antenna- rum, pectore antice, saepissime costa paginae inferioris alarum anticarum, nec non femoribus tibiissque anticis, dilute testacels. Palpis minutis, fuscescentibus; fronte antice sordida; antennis thorace admodum longioribus, maris sat late pectinatis, feminae subpectinatis; alis anticis angustiusculis, limbo oblique rotundato; alis po- sticis sat longis et latis; tharace abdomineque valde pilosis, illo fasciculis bene determinatis, hoc alas FARRAGO LEPIDOPTEROLOGICA 271 posticas vix superante. — Exp. alar. ant. 28-30, post. 22-24 mm. Patria: Provincia Bonaérensis. — Brasilia. Se distingue de sus congéneres por sus menores dimensiones, por las alas anteriores bastante angostas, y por la coloración de la cabeza y de las antenas. Los dos ejemplares que posee la Universidad, fueron recogidos en el Baradero, por el Sr. D. Fénix Lywcn. El Museo Público ha recibido esta especie de Rio de Janeiro. APÉNDICE 33 (14). Oruga de la Metagarista Hilzingerí Ber. Es de color fusco, con reticulacion blanquizca ó amarillenta, tiene las verrugas negras y muy elevadas, sus pelos blancos, y está provista de una línea dorsal media y dos subdorsales, blan- quizcas. Cabeza de un amarillo rojizo, con manchitas oscuras poco marcadas. Antenas, palpos y lábio superior de un tinte amarillo claro. El primer segmento torácico y el último abdominal, de color amarillo impuro, con manchas negras; en las ocho manchas mas grandes dorsales se halla colocado un pelo bastante largo. Las dos verrugas dorsales del 4% segmento, las cuatro del 11” seg- mento y la verruga subdorsal de estos segmentos, son las mas largas, cónicas é inclinadas hácia atras; la misma direccion tie- nen las verrugas subdorsales, estigmatales y latero-abdominales, siendo estas últimas algo comprimidas. Partes subdorsales de una colocaracion mas clara que la dorsal. Estigmas negros. Borde abdominal en parte ferrugíneo, con manchitas negras. Patas torá- cicas negruzcas por afuera, con el artículo basilar en su mayor parte amarillento; amarillentos por dentro. Patas abdominales con una mancha externa triangular de un tinte amarillo impuro. Patas espurias en su mayor parte testáceas. Parte abdominal de un amarillo ferruginoso, teniendo los segmentos 4” y 5% y los de 10 á 12, una reticulacion fusca. — Longitud hasta 30 mm. En la página 177 he indicado la planta en que vive la oruga. Esta última me fué traida por el Sr. Hinzincer, despues de haber sido ya impresa la descripcion de la imágen. INDICE Páginas Acpytús dimidiatos Bs el. co ao a E AI 220 AJypia Aguirre. SD pois. . pu ela le Spider OS Eo 174 Androcharta'rubricinctalBura.) Br de a aa ios o On 168 Argyntis Cytherisx(DruS) DOWDI:.. mena dosuah ss ias o aia co AAN 164 Argynnis Dexamerc iba v e. Loles elo ala e lo NA 165 Carama gens a A de ol 215 O AR A AS Eo 276 A IS A O eE E A O LR TO E ea 276 Ctenucha opaca Bd. to A ett ea cla ao ai SN 179 > vittigera (Blanch) Berg... EII LIA dao and. dies ah ys OEA 119 Dalaca/ (Friodia) yenosa (Blanch.) Berga toas arre bl us e 219 Dilophonota Lassauxu (Bsdy:) Berg. e ca daa ao apio JOA 170 > ODSCUTAMM(RADE) BOTE. Sot doi oler ie ai NA 171 > picta (Sepp BEE. IAS o RUC: Ii da dla 170 Endule ¡inyaria (Walk JUBera. ed aryreto ara ol cda DE 179 > Ambato a Ela aa rro nel Ue NO y LANAS 180 Eurota*Herrichi*Balla 2 RN Sa elo pea el oe SN 178 Euspeudosoma involutum (Sepp) BeTg......ooooocoocooconrnnrcccrno cnc carnoso 178 Euthisanotiasplafensis O SD:. +01 00 oia Ue a. lo eIoNO eE 172 Hesperia Premnas Waller:T. «2... “naa cie ai dada ea a elote lalala Ad E 1€9 Halysidota MOTE mi Ep... os. cono ies adios ee Bone 216 > mondala Rio A o ERA AI O SE: IE IA 216 » Saa jad sep a AN EN 214 HIPO PA a 221 O AN lA O 0 aa AS paso sin o 257 > 0 amendoseasIsia Spill. cs O Dl Ada a EE IAE 258 2, + BUNerba DEDO ao atoela pro pelio pejqojo cad Ed e 222 Megalopygidae fam. ej. e. ne sra ie al E 262 Megalopyre pena ncoa jas eee els ele asas le a PA E 264 » fuscescensi(Walk.] Bera Aid. AMAIA Ia 270 > lanata(ramo .Moesch- see also epa sea dd 2671 > nuda (Cami) Hb.. rs dl PAN 272 » opercularis(ADb. ¡C1 Sm). di SSA 274 » Orslochis (Ham) Bere ds idas a do lod 267 » pellita(Feld Be pl ara Sel Ecol 2714 » pyxidifera (ADD. 7eb:50:) BER a o e palo EI ES 274 > undulata (ES e al as SR NS 273 > > yarspvulpina Borrar didt. des 00. JA dea Er 1d O 273 > ULA A ole A e 268 ÍNDICE 279 Página s A A A A A AN 270 » VINE A ELIANA e NTE 271 > mo pasa (Sep BOI. sia Aaa be 212 E A A A SNE 176 y 277 NephodiaHatda (Bora) Bert. hccrr odoc o denle de be Bo 181 (COTOSOMANCM SA AA ole doi ios cae IEA E 274 > Ap lo is ea o o 215 Oeceticus Westwoodii DN. SP......oocoocooo... E IS O A 217 ¡RTM UECICOLOES MS. it ls o A A A a RA NA: 218 EEE Me oo SOTO a oo ASA O bro ooo Ed ads pa oaa e 182 » luridipennis (Burm.) Berg........ a in 183 PNanbrs virgmiensis (Dro) Kipbysg cid. ari alas o aca 166 Eneas «lalofecoje via/ales pa eunLoiajs alo jaracoro/ slot io ral8/llo er aco ojala ajo ade eel ise 259 > AE AE UA nat 260 Rodin abysippaldes a spojil el oa lodo ita val oa al 167 SANA Mita occer o oa boa Ce SD a OP oo Udo aga Ocio OO OO dc 166 SEEAMO an ca aao UNO dan ecu ao. De do NOE AOS Rae 258 > comrctalas Walk varia cute tiara testo asi aiii 259 SISEmer CU St ada lol eat ct aloe leales leta) leelo ralols 168 SODIO mara come la ata ipiisto slats LORA SO 213 Sidi pides o aata ccoo TS rad Uno oa DEA DON SE 261 > bonaérensis Berg................. oO IAS a ode 261 THoplal Actistoidas MUA Is.. 0 idolo de MINAS oda aa DD Al les DA 169 ThragidesDalmanni (at) ABerg, toral pita ls elas a lo les le ode ER 170 Nora. — Los sinónimos y los géneros ó especies mencionados en el texto, no han sido enumerados en este índice. Este estudio lepidopterológico apareció en las entregas 4*, 5* y 6” (Abril á Junio) de estos Anales. IMESTIGACIONES SOBRE EL ACIDO LAPACHICO DE LA MADERA DEL LAPACHO (TECcOMA AVvELLANEDAE) Por MANUEL PATERNÓ Profesor de Quimica de la Universidad de Palermo y Sócio corrresponsal de la Sociedad Científica Argentina. A. INTRODUCCION Con motivo de la Exposicion Universal de Filadelfia del año 1876, el Comité Central de la República Argentina, publicó un importante libro, compilado bajo la direccion del Señor D. Ricardo Napp, en el cual se expone, de una manera admirable, todo cuanto puede intere- sar al extranjero que quiera formarse una idea de aquella jóven Repú- blica, con relacion á su historia, instituciones políticas y administra- tivas, geografía, estadística, reinos naturales, industria, comercio, agricultura, etc. En el capítulo XV de dicha obra, escrito por el profesor Max. Siewert, tratando de las materias colorantes de orígen vegetal, se indica en la página 280, un nuevo ácido extraido de un árbol (Bigno- niácea del género Tecoma Gris.) llamado vulgamente Lapacho. Ese ácido llamado por Siewert lapdchico, del nombre de la madera que lo contiene, es considerado por él como un glucosido de la fórmula C39H09, el que por la accion del ácido sulfúrico concentrado, da azúcar y ácido lapachónico C**H*04, Como no tengo conocimiento que hayan sido publicados estos estudios de Siewert en ninguna obra ni periódico científico de Europa, y como los resultados de los estudios hechos por mí, difie- ren notablemente de los de Siewert, para mayor inteligencia de los mismos, creo conveniente hacer conocer al lector la traduccion literal de lo que ha publicado Siewert sobre este asunto. Hé aquí lo que él dice: INVESTIGACIONES SOBRE EL ÁCIDO LAPÁCHICO 281 Este árbol de la familia de las Bignoniáceas, es uno de los representantes mas elegantes de la vegetacion sub-tropical, en las provincias argentinas del Norte; sin embargo, los estudios botánicos referentes á este interesante árbol no son del todo exactos aún. Probablemente existen varias especies de Lapacho. Una de ellas presenta en la primavera, ántes de brotar las hojas, una flor rosada delicadísima. Esta flor es tan rica, que en su mayor desar- rollo ningun rayo de sol puede pasarla. Pero este árbol no es interesante solamente por su delicada flor. La madera del tronco es la mas resistente, por cuya causa tiene una aplicacion muy extensa. Con ella se preparan los ejes de las carretas, como tambien las ruedas enteras, los yugos de los bue- yes, los dientes de las rondanas, los útiles de carpintería, etc., etc. Bajo el punto de vista químico, la madera de Lapacho tiene tambien muchas pro- piedades notables. En primer lugar es, de todas las plantas y árboles ar- gentinos, la que produce menor cantidad de ceniza, la cual se compone de sales de ácido fosfórico. En segundo lugar, la composicion química de la materia orgánica es bastante complicada. Hasta ahora se ha determinado 5-71 %, de tanino en la corteza y en la madera; 3-5 */, de una sustancia semejante al cautchuc; 7-5 %/, de una materia colorante amarilla [que cristaliza bien, y cerca de 9-12,5 %/, de otra materia colorante de menos valor é incristalizable. Como la materia parecida al cautchuc y las materias colorantes son resinosas, es decir, son insolubles en el agua, no es de extra- ñar que la materia resista mucho á la putrefaccion; mas aún: se asegura que la madera que durante algun tiempo ha permanecido en el agua, se endurece de tal modo, que no es posible cortarla con hachas de acero. Hasta ahora solo se ha ensayado científicamente la materia colorante ama- rilla que ya existe cristalizada en la madera. Para preparar esta sustancia muy importante en la tintorería, y para separarla de las otras, se hace her- vir con agua en recipientes de hierro, el polvo ó las virutas, añadiendo por cada kilógramo de madera, diez gramos de carbonato de sosa cristalizado. Despues de haber hervido durante una hora, se vuelve á tratar dos ó tres veces por nuevas cantidades de agua en otros recipientes. Al extracto líquido que resulta de la primera porcion de madera, se echa la misma cantidad de madera y su proporcion correspondiente de carbonato de sosa, sin interrum - pir la ebullicion del líquido. La primera porcion de madera ya tratada, se echa al segundo recipiente que contiene la misma cantidad de agua y á la cual se ha agregado por cada kilógramo de madera, 5 gramos de carbonato de sosa. Será conveniente que el segundo extracto se haga tambien en caliente. Des- pues de una hora se debe pasar la madera del segundo recipiente al tercero, que solamente contiene agua pura y fria, la del primero al segundo, etc. Si en el primer recipiente se habian tratado cinco kilógramos de madera por cada diez litros de agua, se echa el extracto concentrado en otro recipiente para que se enfrie, y se depositen las impurezas, despues se pasa el líquido lavado 2892 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA del segundo recipiente al primero (y este líquido servirá entónces para tra- tar nuevas porciones de madera), el del tercero al segundo, y -el del cuarto al tercero. La madera que estaba en el cuarto recipiente se encontrará com- pletamente privada de su materia colorante. A los extractos frios se agregan por fin las aguas que sirvieron para lavar las virutas agotadas á la tempera- tura de ebullicion en los dos primeros recipientes y se precipitan por el ácido clorhídrico crudo hasta que el líquido colore en rojo el papel de torna- sol. La materia precipitada, amarillo verdosa, representa la materia colo- rante cruda. Habiéndola filtrado y lavado con agua de lluvia, se debe purificar segun el método siguiente : Se disuelve, junto con igual cantidad en peso de carbonato de sosa crista- lizado por diez partes de agua hirviendo. El líquido filtrado se precipita otra vez en frio por el ácido clorhídrico, se lava el precipitado filtradro hasta que el agua de lavado no presente reaccion ácida. Finalmente, la masa seca se disuelve en alcohol hirviendo, y se hace cristalizar el líquido alcohólico que tambien debe filtrarse para que se separen las últimas impurezas. Si- guiendo este método, se obtendrán de 100 kilógramos de madera 10 kiló- gramos de materia bruta y 7,5 kilógramos de materia pura cristalizada que se disuelve en 7,75 partes de alcohol de 85 %/, hirviendo, y en 94,5 partes de alcohol frio. Como la materia colorante, hasta ahora desconocida, elimina fá- cilmente el ácido carbónico del carbonato de sosa, disolviéndose para formar un líquido color sangre, es seguro que representa un ácido orgánico, por cuya razon se le ha dado segun su orígen el nombre de Acido Lapáchico. Este ácido cristalizado por el éter, forma hojitas muy delgadas de color amarillo algo verdoso, cristalizado por el alcohol, hojitas y cristales prismá- ticos muy pequeños, y cristalizado por sublimacion, agujas finísimas. Todavia no ha sido posible determinar con fijeza su forma cristalina, pero parece pertenecer al sistema cuadrático. Lo mismo que el ácido, todas sus sales preparadas hasta ahora, se disuelven en el alcohol hirviendo. El ácido lapáchico es estremadamente sensible á cualquier rastro de ma- terias básicas libres, y á los carbonatos disueltos en el agua. Por esta razon parece que seria muy bueno para preparar papeles reactivos; y efectivamente el papel de filtro impregnado por el lapachato de sosa (papel rojo morado) se tiñe de amarillo por líquidos ácidos, y el papel amarillo se oscurece por los líquidos básicos. Los lapachatos de plomo y de barita cristalizados en el alcohol, nc con- tienen agua de cristalizacion ; el lapachato de sosa cristalizado en el agua, contiene una cantidad considerable de ella, así es que al simple calor del baño de María se funde en su propia agua, pero vuelve á cristalizar en frio, representando despues una masa que parece, en la superficie, terciopelo color morado-oscuro. Tratado en caliente por el ácido nítrico concentrado, el ácido lapáchico se INVESTIGACIONES SOBRE EL ÁCIDO LAPÁCHICO 283 disuelve parcialmente desprendiendo vapores rutilantes; pero en el ácido algo diluido, se disuelve por completo. De esta solucion cristaliza una ma- teria rojo-carmin, incompletamente estudiada aún. (Acido nitro-lapáchico). Tratado en caliente por el ácido sulfúrico, el ácido lapáchico se disuelve totalmente sin desprender gas alguno, y formando un líquido color de san- gre. Echando este líquido en agua, se precipita una materia anaranjada que lavada en agua, y disuelta despues por el alcohol hirviendo, cristaliza en agujas finas, brillantes, de color parduzco. Lo que queda disueito en el lí- quido acuoso, reduce como la glucosa la solucion cúprico-alcalina de Fehling. Provisoriamente se ha llamado ácido lapachónico el producto cristalino que resulta de la reaccion del ácido sulfúrico concentrado. La misma reaccion se efectúa hirviendo durante mucho tiempo el ácido lapáchico con los ácidos sulfúrico ó clorhídrico diluidos. Los ensayos que se han hecho recientemente, parecen indicar que la com- posicion de los dos ácidos tiene las siguientes fórmulas : C**H*0* = Acido lapáchico. C?"H>%0* = Acido lapachónico. Acido lapáchico Acido lapachónico Determinado Calculado Determinado Calculado C = 76.15 Y, 76.06 2, € = 74.00 Y, 74.07 H = Se 06 Y, 7.04%, H= 6.18 Y, 6.17 O = 16.79 9/, 16.90 9, O = 19.82 %/, 19.16 100.00 4100.00 100.00 100.00 Todavia no se ha estudiado bien la materia que se forma, reduciendo por medio del ácido sulfhídrico gaseoso la solucion neutra del lapachato de amonio. El ácido lapáchico, que he empleado en mis estudios, me ha sido enviado, en parte, por el profesor D. Pedro N. Arata, de la Univer— sidad de Buenos Aires, quien al pedido mio, en el año 1877, de pro- porcionarme una muestra del producto de Siewert, con una amabi- lidad y liberalidad que no podré nunca agradecer bastante, me pre- paró y regaló dos porciones de ácido lapáchico: una mas pura del peso de 160 gramos, y otra impura de 450 gramos de peso. En se- guida por medio del R. Gobierno conseguí cerca de 200 kilógramos de serrin de madera de Lapacho, de la que he extraido una cantidad considerable de ácido. Antes de entrar á exponer los estudios que he practicado, debo recordar que en carta del 7 de Mayo de 1878, el profesor Arata me daba otra prueba de su bondad, advirtiéndome que e) ácido lapá- chico era segun todas las probabilidades idéntico al ácido taigilico 284 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA estudiado algunos años ántes par Arnoudon, y comunicándome al- gunas particularidades sobre las diversas especies de Lapacho y sobre el orígen del ácido que me habia enviado; indicaciones que por su importancia, creo conveniente insertar en esta Memoria, extrayén- dolas de la carta de mi distinguido amigo. Despues de decirme que habiendo leido la memoria de Arnoudon sobre el ácido taigíico, y haber encontrado en ESO producto foto- grafiado el ácido lapáchico, Arata agrega : <« Recurrí á un trabajo del distinguido botánico Dr. Domingo Pa- » rodi, que ha permanecido muchos años en el Paraguay, publicado en » los Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, y en la página 87 del » volúmen V encontré Tayi-yú (nombre guaraní) Lapacho amarillo. » Habiendo despues hablado con dicho Sr. Parodi, me ha confirmado » que el Lapacho se llama en el Paraguay Tayi, distinguiendo el » Lapacho morado con el nombre de Tayi-hú y el amarillo con el » nombre de Tayi-yú. » Y en seguida agrega : « Debo repetirlo que con el nombre de Lapacho se encuentran en » el comercio maderas muy diferentes. Se conoce un Lapacho mo- » rado (1) (con el que preparé una parte del ácido que le he en- » viado), un Lapacho amartllo (2) (creo que de esta especie sea el » trozo de madera y el serrin) y me dicen que se encuentra tam- » cien un lapachillo. (3) » He querido transcribir estas indicaciones con que fuí favorecido por Arata, ya sea por la importancia que realmente tienen, como para demostrar públicamente el interés que tomó en mis investiga- ciones y la gratitud que le debo. Me apresuro mientras tanto á de- clarar que tanto el ácido Lapáchico cristalizado que me envió Arata, como el extraido por mí del serrin que me mandó, y el que he obte- nido despues en gran cantidad de los 200 kilógramos de serrin, han sido hallados por mí perfectamente idénticos, de lo que puede dedu- cirse que las diversas especies de Lapacho contienen todas la misma sustancia. Debo indicar por fin, que recibida la carta de Arata, hice rogar, por medio de mi querido cólega y amigo el profesor Alfonso Cossa, al profesor Arnoudon para que, si era posible, me proveyese de una (1) Tecoma Avellanedae Gris. (2) Tabebuia flavescens Benth. Hook. Sin : Tecoma Mart. (3) Borraginea cuyo nombre es Cordia Gerascanthus Jacq. INVESTIGACIONES SOBRE EL ÁCIDO LAPÁCHICO 285 muestra de ácido taigúico y de las indicaciones relativas al asunto; el profesor Arnoudon contestó : «El ácido taigiico y el lapáchico « son realmente idénticos y la madera Lapacho no es otra cosa que « el taigú examinado por mí en 1855. » 9. ÁCIDO LAPÁCHICO Y SUS SALES Para extraer el ácido lapáchico del serrin de la madera me he va- lido del mismo método de Siewert, que consiste en tratar el serrin en caliente con una solucion de carbonato sódico y precipitar des- pues el ácido, de la solucion sódica, por medio del ácido clorhídrico. Se introducen, en una gran caldera de cobre, 10 kilógramos de serrin de madera de Lapacho con 500 gramos de carbonato sódico cristalizado y 80 litros de agua; en frio empieza la reaccion y el líquido se colora poco á poco en rojo sangre hermoso; se hace hervir, se deja enfriar y se filtra al travez de un lino; el serrin se somete por otras dos ó tres veces á la ebullicion con carbonato sódico, aña- diendo en cada nueva operacion 100 gramos solamente, y las solu- ciones sódicas se tratan con ácido clorhídrico. Se forma así, princi- palmente en la de la primera extraccion, un abundante precipitado amarillo de ácido lapáchico impuro, el que, secado al aire y al sol, corresponde al 8 %/, aproximadamente del peso del serrin empleado. Para purificar el ácido lapáchico, Siewert recurre á una nueva solucion en el carbonato sódico y precipitacion sucesiva con ácido clorhídrico, y en seguida á la cristalizacion en alcohol hirviendo. Este método me ha parecido, sin embargo, defectuoso porque el ácido lapáchico bruto contiene una sustancia resinosa rojo-oscura, soluble en el carbonato sódico y en el alcohol y que difícilmente conseguí separar por cristalizacion de la solucion. La purificacion se produce mucho mejor y mas fácilmente recurriendo al éter 6 ¿la benzina, en los que la sustancia bruno amorfa es del todo insoluble. Ordinaria- mente he operado del modo siguiente: el ácido lapáchico.bruto se pone en porciones de 500 gramos, en un aparato de desalojo y se trata con éter hasta que este refluya incoloro; la sustancia cristalina ama- rilla disuelta por el éter se echa en un filtro, se lava con otro poco dle éter, se exprime fuertemente entre papeles de filtro, se pulveriza y se cristaliza finalmente en la benzina, teniendo cuidado de no hacer soluciones demasiado concentradas en caliente para evitar que crista- licen en masa por enfriamiento, lo que hace imposible la filtracion. 286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Operando de la manera descrita, de 500 gramos de producto bruto, no se obtiene nunca mas de 180 4200 gramos de ácido lapáchico puro, de modo que, segun mis experiencias, la cantidad de ácido puro que puede extraerse de la madera asciende, 4 lo sumo al 5 %/,. Siewert dice que ha obtenido el 7,5 %/, de materia pura cristalizada, pero creo que el ácido preparado por él haya tenido aún materia bruna resinosa. Por lo demás la diferencia entre la cantidad relativa de producto que hemos obtenido, puede ser debida á diferencias de pro- cedencia ó tambien á la variedad de la madera de Lapacho usada. El ácido lapáchico puro cristaliza del éter y de la benzina en peque- ños prismas bien definidos, del alcohol en laminitas delgadas de un hermoso color amarillo de canario. La forma de sus cristales deter- minada por el distinguido Dr. Panebianco es monoclínica (1). Es muy soluble en el alcohol hirviendo; en la benzina, en caliente, se disuelve abundantemente y en frio, mucho ménos; en el éter es mé- nos soluble que en los disolventes mencionados ; se disuelve tambien considerablemente en el cloroformo, en el ácido acético y en su anhi- drido; además, es un poco soluble en la glicerina caliente de la que se deposita en agujas muy delgadas. Calentando con agua, en tubos cerrados á 150%, parece disolverse en cierta proporcion y que se deposita por enfriamiento cristalizado en prismas, pero en las con- diciones ordinarias puede considerarse como insoluble en el agua hirviendo. Funde á 138%. Calentado á temperatura mas elevada se descom- pone dejando un abundante resíduo de carbon; pero en pequeñas porciones y en una corriente gaseosa puede sublimarse parcialmente en pequeñas agujas. El ácido lapáchico es fácilmente soluble en las soluciones de los hidratos alcalinos y alcalinos térreos, en el amoníaco y carbonatos alcalinos, resultando líquidos coloreados en rojo vivo, mas ó ménos intensos: en presencia del agua desaloja el ácido carbónico hasta de los carbonato de calcio, bario y estroncio. La solucion amoniacal es precipitada por la mayor parte de las sales metálicas. Por ebullicion prolongada se disuelve parcialmente en el ácido clorhídrico concen- trado, en los ácidos sulfúrico y nítrico concentrados se disuelve fácil- mente en frio, resultando soluciones de rojo de sangre, de las que el agua precipita una sustancia rojo-naranjada, que ya no es ácido la- páchico y que estudiaremos mas adelante. (1) Gazz. Chimica Italiana, t. X, pág. 80. yo" INVESTIGACIONES SOBRE EL ÁCIDO LAPÁCHICO 287 Por el análisis ha dado los siguientes resultados : TI. 0*-4099 de materia dan 15"119 de CO? y 052145 de H*0. II. 0 2997 > O S03 » 0 1555 » TIL. 0 2755 > O 7498 >» 0 146 » IV. 0 2981 > 0 7168 » O 1557 » De los cuales deduciendo la composicion centesimal : 1 n ur IV Carbono... He o js 75.45 74.82 “74.22 74.58 Hidrógen0.......... 5.81 5.90 5.88 5.80 Siendo la sustancia privada de ázoe, como lo he comprobado, la fór- mula que mejor concuerda con los resultados precedentes es C**H*403 que da por el cáiculo : Como veremos despues los análisis de las sales de ácido lapáchico nos conducen á esta fórmula. Es menester hacer notar que la compo- sicion elemental hallada por mí, difiere notablemente de la dada por Siewert que halló para su ácido lapáchico : Mis análisis, difieren tambien, aunque en sentido opuesto, de los del ácido taigúico de Arnoudon (1) quien obtuvo: Ellos concuerdan, por una parte con los del ácido lapachónico de Siewert, que dieron : y mucho mas con los análisis de la groenhartina de Stein (2) consi- derada idéntica al ácido taigíico y de la cual obtuvo en media: Cartas. AE. POD on 74.64 (1) Nuovo Cimento, t. VIL, pág. 37, (1858). (2) Journal fir pract. Chemie, tomo XCIX, pág. 3, (1866). 288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por otra parte hemos de volver mas tarde sobre este punto y demos- traremos que á pesar de estas diferencias, todo nos lleva al final á considerar al ácido taigúico, 4 la groenhartina y al ácido lapáchico como una misma y única sustancia. Lapachato sódico : C'**H'*0%Na — 5H?0. El ácido lapáchico, como sabemos, se disuelve fácilmente en las soluciones de carbonato só- dico coloreándose en rojo intenso. Para preparar el lapachato sódico he calentado una solucion de bi-carbonato sódico puro con un exceso de ácido lapáchico, la solucion filtrada y concentrada a. b. m. crista- liza por el enfriamiento en una masa radiada de color rojo oscuro y de apariencia y esplendor del terciopelo; con el tiempo pierde su estructura cristalina y su color se hace tan oscuro que parece negro. Esta sal es hidratada y funde en su agua de cristalizacion á una temperatura algo mayor de 50%, formando una capa oleaginosa rojo- oscuro que se deposita debajo del agua; por el enfriamiento viene á formarse una masa cristalina. El análisis ha dado los siguientes resultados: 1. 48'1177 de sal secada al aire libre sobre papel, calentando á 1307, en una corriente dé aire seca, perdieron 0%2791 de agua; TI. 052996 de sal hidratada dieron 08"0697 de sulfato sódico ; TIT. 052539 de sal hidratada dieron 080491 de sulfato sódico; IV. 059494 de sal dieron 0%"049 de sulfato sódico. Deduciendo de estos resultados la composicion centesimal, se ob- tiene : 1 u nu IV AgUa quid sr. de 24.97 — — SOI es. ., — 6.82 6.26 6.51 Estos resultados concuerdan con la fórmula C**H'*0"Na + 5H?0, para la que se calcula : IE A A 925.42 ” En cuanto á la solubilidad he encontrado que: 38"5783 de solucion, saturada á 24”, dejaron un resíduo seco 03"4703; es decir, 100 par- tes de agua disuelven 24”, p. 15,13 de sal sódico-anhidro. El lapachato de sodio es tambien soluble en el alcohol, pero en menor proporcion. (Continuará). us * ade e y nd" pl F bo . , Es AN ANDE j Y A ' TS +, 0 ' d Wal MY 1 y 54 d A 1] Fl j X a P he ' YA . Ñ M » Ñ A” A fe MA e dl » 5 3 709 7 $e 3 e 260 > » ls bl GAR l h A y Me ¿Ñ " N Ñ La A, ? 3 po ¡ J e m GN Das e a a p f A a e X «A Ne! . on M 5 i- 100 y Ki E ls Y a. LEAR á o ad sal J' A] Jena 118 ra IMA 3 5185 00257 8548 A AA AAA E O AE E