Library of the Museum
OF
COMPARATIVE ZOOLOGY,
AT HARVARD COLLEGE, CAMBRIDGE, MASS.
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ANALES
ANALES
y
SOCIEDAD CIENTÍFICA:
ARGENTINA
—_—_>5 a E
COMISION REDACTORA
Presidente...... Ingeniero VALENTIN BALBIN.
SOTRTAO o yo eos Ingeniero MARCIAL R. CANDIOTI.
Do" EDUARDO L. HOLMBERG.
Vocales ae Do ATANASIO QUIROGA.
D. MAURICIO SCHWARZ.
MOMO VU TE
Segundo semestre de 418389
BUENOS AIRES
¡MPRENTA DE PABLO E. CONI É HIJOS, ESPECIAL PARA OBRAS
680 — CALLE PERÚ — 680
Sm
14889
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA
DE LOS
MPA Es. DEL. GLOBO
Por JUAN LLERENA
(Continuacion)
De buena gana citaríamos con todos sus detalles la visita de Heeckel
á un templo boudista que se alza sobre una elevacion boscosa, más
arriba de Kudawela y que es el teatro de un constante peregrinaje.
Había sido originariamente formado de una gruta natural, componien-
dose el respaldo del templo de la roca desnuda, en la cual ha sido es-
culpida la figura colosal de Budha, que se encuentra inva1iablemente
en todos los templos boudhistas. Igualmente invariable es la Dagoba
adjunta, especie de cúpula en forma de campana, sin la menor venta-
na, conteniendo una reliquia de Gotama. El tamaño de las dagobas
varía desde las dimensiones de una gran campana de iglesia, hasta la
circunferencia de la cúpula de San Pedro en Roma. Cerca de la da-
soba, se halla generalmente una gran bogaha, ó higuera sagrada, Ft-
cus religiosa. Estos árboles de Boudha, con sus troncos venerables, sus
raíces fantásticas y su colosal copadura de follaje, forman un rasgo pro-
minente del pintoresco conjunto que caracteriza los templos budhis-
tas; sus hojas, que son en forma de corazon, con largos pedúnculos,
susurran trémulas ála menor brisa, como las hojas “del álamo comun.
Si se nos pregunta qué es Boudha y el Boudhismo, diremos que es
el cristianismo de Asia, más antiguo que nuestro cristianismo, como
debía ser para pueblos más viejos que los nuéstros; y el cual por su
gran Lama, y por sus frailes ó bonzos, se parece más al catolicismo,
que al protestantismo. El boudhismo tiene tantos sectarios ó más que
el catolicismo, calculándose que él cuenta en Asia más de 400 millo-
nes de sectarios. El boudhismo se halla muy estendido como hemos
visto, en Ceylan, en el Paniab ó Hindo Superior, enel Tibet, en Tar-
taria, en China, en Siam, en Cochinchina, en el Japon, en las Islas de
la Sonda, etc. Su fundador es Grotama, ó Zakia Mouni, que tal vez fué
contemporáneo de Moisés, si es que no vivió en una época anterior.
El boudhismo no es otra cosa que el brahamanismo reformado, esto
es, su evangelizacion, como el cristianismo es la evangelizacion del ju-
daismo. Es decir que el boudhismo borró las odiosas divisiones de
castas y ridículos ayunos y prohibiciones del brahamanismo. Desem-
barazado de observancias pueriles y de preocupaciones bárbaras, los
boudhistas admiten el uso de la carne de toda clase de animales, y
6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
restituyen al hombre su dignidad humillada por las castas privilegia-
das del brahamanismo.
Algunos escritores han asegurado que el boudhismo era una reli-
gion sin Dios. Este es un error y proviene de que Boudha, siendo un
reformador, y no un revelador de la divinidad, que es Siva, la misma de
los brahmines, la supone ya una cusa conocida de sus lectores, en sus
escritos y prédicas. En estos Boudha no habla sinó de moral, y tiene
el buen gusto de no hacer intervenir á cada paso á la divinidad en su
doctrina. Entre judíos, cristianos y mahometanos, la intervencion di-
vina es constante. Entre los pueblos de la India, Dios, sus encarna-
ciones Ó susenviados se muestran tambien á menudo. Este es un es-
tribillo cómodo y teatral de exegesis. Pero el boudhismo desde muy
antiguo, realizó un progreso notable sobre todas esas religiones. El
habla de los sentimientos, de la conducta que deben observar los hom-
bres, sin darles otro apoyo, ni otro juez que su conciencia, y una mo—
ral elevada que no puede provenir sinó deun ser supremo y bienhechor.
Generalmente las religiones, tanto antiguas como modernas, no son
la encarnacion de la moral, como algunos necios lo aceptan. General-
mente las religiones son la encarnacion de la hipocresía y de la esplota-
cion, á veces las más funesta, de la credulidad humana. El boudhismo
noes esto, ó no fué esta por lo menos la intencion de su fundador. Pero
nisu moral, ni sus principios son mejores ó más aceptables que las
otras religiones.
El boudhismo, sin embargo, tiene algunas cosas que son buenas;
él proclama por lo menos dos cosas que son buenas, á saber:
la unidad de Dios, y la unidad del género humano. A esto se pue-
de añadir otra tercer ¿cosa buena, como ser la abolicion de las cas-
tas privilegiadas y de las restricciones y limitaciones alimenticias.
Mas á parte de ahí, ya nos hundimos en el absurdo, encaminándose al
nirwana, esto es, la abstraccion, el acetismo que conduce á una re-
fundicion en la divinidad. Todo esto como se ve, es pura divagacion y
dañoso socialmente. Porque la actividad tiene objetos mas nobles de
que ocuparse, y superiores á la vida contemplativa y haragana, que al
fin degenera en el vicio; como la religion de los boudhistas que dege-
neró en el Lamismo, un género de supersticion más funesta que el mis-
mo brahamanismo. Su principio religioso es: que el alma esun cau—
tivo esclavizado por los sentidos. Segun ellos, el alma para obtener la
libertad, debe adherirse 4 lo inmaterial, á lo absoluto, haciéndose in-
sensible á toda seduccion y á todo placer. El boudhismo admite una
revelacion divina de la razon primordial, yno admite en la creacion sinó
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO y
la inteligencia degenerada, pero eterna en su esencia. Todo puede rea-
sumirse diciendo : que en la religion de Brahama el Oriente no as-
pira sinó á encarnar su Dios en todas las cosas: que en la religion de
Boudha, él noaspira sinó á distinguirlo, á eliminarlo de todo; ene-
migo de lo real, insaciable de espiritualismo, de privaciones, de ab-
negacion, el budhista se abisma en la vida contemplativa, para jus-
tificarse de las manchas de la vida real.
Y en efecto, para esas generaciones haraganas de Oriente, la vida
pasada en el ocio, la prostitucion y el placer, es una verdadera man-
cha. Pero el error del boudhismo está en haber admitido la con-
templacion como espiacion ó remedio: la espiacion y el remedio
no está en ese lado, está en un rumbo opuesto. Está en dar
un objeto noble y sublime á la actividad humana. Tal es el tra-
bajo noble y grande, como lo practican las naciones civilizadas
de Europa; trabajo quees benéfico á Dios, ¿la humanidad, á la
familia y á la patria Ó propiedad: porque la patria, es la propie-
dad. Entre tanto, ese espiritualismo Budhista, análogo á los
«ejercicios espirituales católicos », no puede mirarse sinó como un
último esfuerzo del hombre esclavo de Oriente, para escapar á la rea-
lidad. Así, de él no puede resultar otra cosa que una moralidad nega-
tiva, y una sociedad siempre ocupada de su propio suicidio. En efecto,
desde que este dogma exije la abolicion de toda personalidad privada
ó colectiva, esta creencia en lo sobrenatural, esta fé en cosas que no
están en este mundo, conduce desde luego á la reprobacion de las
ideas de nacion, de pueblo, de estado, de gobierno civil; todo vie—
ne á desaparecer y á abismarse en el desprendimiento egoista éin-
moral de la vida cenobítica, que es insostenible en toda su pureza,
sin el constante ejercicio de una virtud sobrehumana. Ahora bien,
como esa virtud absoluta es un don escepcional y raro, si es que exis-
te; queda entónces la institucion monástica como una encubridora de
los vicios más abominables, y como una constante amenaza contra la
familia,la propiedad, la libertad y el órden social. Y como un perma-
nente peligro para la independencia é integridad de los Estados, pues-
to que esos bonzos haraganes, viciosos, corrompidos y venales, depen-
den de un amo estrangero, hallándose á la disponibilidad absoluta de él.
Así, el convento, el. monasterio celibatario es la verdadera nacion,
ciudad y familia dei boudhismo, y el gran Lama, el Papa de los bou—
dhistas, su único gobierno. El verdadero creyente no tiene más patria
que el convento; y como todo lo que recuerda un derecho individual
es contrario al espíritu de su religion, la consecuencia es la abolicion
8 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
de la propiedad personal, y por consiguiente, la estirpacion de todo es-
tímulo para todo trabajo, esfuerzo y actividad individual; el triunfo
de la pereza y de la haraganería más absoluta, con el nombre de reli-
gion; y del vicio y de la inmoralidad más abominable bajo la capa hi-
pócrita y falsa de devocion y de virtud; el ódio contra toda luz que
alumbre esas tinieblas, y la guerra á la libertad del pensamiento y de
la actividad humana; de ahí esa abominable máxima del quietismo
monástico : « Más vale estar ocioso que trabajando; más vale estar
parado que caminando; más vale estar sentado que parado; más vale
estar acostado que sentado; más vale estar muerto que acostado: Per
inde ac cadaver, como dicen nuestros frailes católicos. El budhista
pertenece, pues, por su naturaleza, á las órdenes mendicantes; esto
hace de la mendicidad una profesion, y de la holgazanería un mérito
divino. Como para ellos toda alianza es falsa, escepto con su divinidad,
el matrimonio es para los budhistas una abominacion. La consecuen-
cia directa de esta religion y de este dogma, es la condenacion de la
humanidad, de la vida, de la naturaleza, y, al fin, de Dios, que ha crea-
do todo eso. Tenemos pues, que él budhismo y todas las religiones
parecidas, es el ateismo organizado y practicado por principios. Y
ellos nos hablan y nos anatemizan en nombre de Dios!
El budhismo cuenta dos sectas principales; pero todos ellos reco-
nocen la autoridad del gran Lama que gobierna en Lassa, la capital
del Tibet. El gran Lama es electivo ; los budhistas encarnan en él to-
dos los poderes de Dios y del espíritu santo: pero tienen esto de supe-
rior al catolicismo, que ellos no hacen un Dios de la persona de su
Dalay Lama. Mientras los católicos adoran el Papa, como el represen-
tante y Vicario de Cristo (esto es de la divinidad cristiana) en la tier-
ra. El gran Lama es algo más modesto. Los Lamas, subalternos del
gran Lama, son como los Cardenales; y los bonzos son los frailes de
este catolicismo Asiático. Las religiones monacales no han sembrado
en el mundo sinó atraso, mendicidad, decadencia y ruina.
En el imperio romano, despues del triunfo del cristianismo, fué
tal el desarrollo del cenobitismo, que habían ciudades de 75.000 al-
mas, que solo contaban 60 matrimonios. La juventud deambos sexos
corría á encerrarse en los conventos, donde escapaba al servicio mili-
tar y llevaba una vida haragana. Cuando los bárbaros vinieron á la
conquista del Imperio, en vez de soldados que los rechazasen con las
armas en la mano, hallaron conventos de frailes llorones, como mu-
jeres. Ellos se apoderan de todo, destruyendo todo, inclusa Roma,
donde dejaron al Papa para (ue continuase haciendo eunucos de los
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9
antiguos señores del mundo. Pero este es el menor de los males de las
religiones Budhicas. Los pueblos viriles, adoptaron el mahometismo,
los pueblos degradados como los budhistas, adoptaron la Polyandria
como la última degradacion. La Polyandria es la prostitucion de la
mujer, que es el característico de los países budhistas de Oriente.
Ahora bien, la polyandría es la última degradacion y polucion de la
humanidad bípeda. Funesta para la mujer á la cual degrada, cor-
rompe y enferma; funesta para el hombre á quien corrompe y arruina;
ella destruye la familia, la sociedad y las fuentes mimadas de la ge-
neracion y de la vida.
Los budhistas se han creado, además de su Dios, multitud de san-
tos, que adoran en sus templos. Sus libros sagrados son numerosos,
formando colecciones voluminosas. La más célebre de estas últimas, es
la de K'Haghine, tributo tibetano que significa : Exeges1s de los Man-
damientos. Otra gran coleccion de tratados relativos de la religion bud-
hista, tiene por título Tanghiur, esto es, traducion ó Exeges1s de las
instrucciones. Los budhistas tienen patriarcas, ú obispos, á los que
acuerdan diversos grados y tributos honoríficos. El Dala, Lama 6
Papa de los budhistas, es de una fecha muy posterior á la creacion del
budhismo, lo cual indica que es una corrupcion, degeneracion de él.
Esto mismo sucede con el Papado en el Catolicismo, el cual solo fué
establecido muchos siglos despues de la invencion del cristianismo.
En el Imperio Chino, el lamismo solo fué reconocido bajo el 5* Empera-
dor de la dinastía china, que sucedió á los mongoles. El celibato y la
vida monástica se halla prescrita (como una aberracion) á los sacer-
dotes budhistas. Esto indica que es el principio funesto de la haraga-
nería y el vicio lo que predomina en esta religion; pues el celibato solo
conviene á los que reniegan de sus deberes sociales y no quieren tra-
bajar para sostenér una familia. Si entre los frailes se hubiese estable-
cido el trabajo y el cultivo de la ciencia y de la industria, cuántos pro-
gresos no les debería el mundo en la actualidad! En vez de eso han
adoptado el celibato y la haraganería, y el mundo no les debe sinó vi-
cios, mal y ruinas. Hay conventos de frailes y monjas budhistas. Sus
templos yacen en la oscuridad y el silencio, alumbrados á toda hora por
lámparas sepulcrales. Solo los sacerdotés desempeñan el servicio divino
que consiste en cantos, en músicas y la lectura de los libros sagrados.
«Si estaidea del ser, dice el autor del (renso de las Religiones, cuan
grande es, principio y sustancia de todas las otras, no basta al hombre
individualidad, moral, conciencia, actividad, libertad, ¿dónde la en-
contraremos? No sería por cierto, en el génio hindu, puesto que segun
10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
su brahamismo y su budhismo, la inaccion, el sueño eterno, en el seno
de la eterna sustancia, he ahí el bien, la puerta de la salud, la vir-
tud suprema! El génio hindu, naturalmente holgazan y servil, que no
comprende ni la inteligencia, ni el trabajo útil que la dignifica, la em-
bellece y la rescata al fin, convirtiéndola en un verdadero paraiso;
solo vé en la vida, en laimpotencia de su ineptitud, tiranía, iniqui-
dad y opresion. No pudiendo ó no queriendo luchar contra los males
de la vida, para dentro de los límites del derecho, reformarlos y con-
vertirlos en bien, esos pueblos cobardes y fatalistas del Oriente se re-
fugian en el sepulcro. Es lo mismo que ciertas sectas del cristianis-
mo, las cuales considerando esta vida mala, ponen todos sus placeres
y recompensas en la otra vida. Este es un modo cobarde de obrar y de
pensar. Es esta vida real, de la cual solo nos es dado saber algo de po-
sitivo y real, yque encierra en sí derechos y deberes positivos y rea-
les, la que ha sido dada al hombre para modelarla á su inteligencia y
voluntad, teniendo por norma la equidad y el órden. De la otra
vida ni sabemos, ni nos importa saber nada, y en todo caso es
solo cumpliendo con los deberes de esta vida, como podremos ganar
las recompensas de la otra. Porque los deberes están en esta vida, y
es preciso llenarlos en esta. Los que venden giros sobre la otra vida,
en cualquier forma, son impostores. Las cosas dela otra vida, solo la
muerte podrá enseñárnoslas: Dios lo ha dispuesto así, y esto es lo
más conveniente. Mas para que el bien se haga en este mundo, donde
solo puede hallarlo el hombre, labrándoselo él mismo con su trabajo,
dentro de los límites de la justicia y de la ley, es preciso comprender-
lo y amarlo bien en sus alcances positivos y reales, cualquiera que
ellos sean. El primero de estos bienes esla libertad, y esta tiene que
plantearse haciendo á un lado los alagos, temores é imposturas de las
falsas religiones, que ganan el bien de algunos esplotadores, á costa
de la desdicha de millones de otros. Hay una religion verdadera, la
natural, que la conciencia nos revela, y que tiene su decálogo y ley
propia en la Biblia, tanto en el Nuevo, como en el Viejo Testamento:
no necesita otros intérpretes, porque allí está bien espuesta: intérpre-
tes interesados que todo lo desfiguran, para esplotar».
«Por lo demás, no es en la haraganería, ni en la contemplacion donde
debe colocarse el bien; el que lo busca ahí, no lo encontrará; es en
la actividad útil, en el trabajo reproductivo donde se lo encuentra;
en el cuidado de su majada, en el cultivo de su jardin, en el desem-
peño de la industria y de los otros deberes soziales: ahí esta el bien,
6 por lo menos, la satisfaccion de obrar bien, y los gobiernos é insti-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 11
tuciones de caridad, no deben tener otra cosa en vista que dar trabajo
y ocupacion reproductiva á todos los hombres de buena voluntad-
Esa es la mina de la verdadera riqueza. £s el trabajo humano el que
hace rico, no otra cosa. La humanidad, como Jacountala, debe tener
el valor de abandonar los pañales y andaderas de la infancia, para en-
caminarse al trabajo útil, á la virilidad, al bien presente y futuro,
que es al mismo tiempo, el empleo y el placer de la existencia. Este es
el verdadero camino para ganar el bien, la vida y la gloria, no solo
de esta, sinó de la otra vida: ese es el principio del bien, que es lo
único que puede conducir á otro bien superior. »
IN
JARDIN IMPERIAL DE PERADENIA. — EL PICO DE ADAN, SU DESCRIPCION ;
ASCENCION A SU CUMBRE. — ÚLTIMAS OBSERVACIONES Y REFLEXIO-
NES SOBRE EL PRESENTE Y EL PORVENIR DE LAS RAZAS ASIA-
TICAS
La descripcion que Heeckel dá del Jardin Botánico imperial de Pe-
radenia, será conocida con placer por todo el que sabe apreciar los
esfuerzos bien dirijidos, sea del gobierno, sea de los particulares en
provecho de la agricultura y de la ciencia, difundiendo sus conoci-
mientos. Esta admirable institucion fué fundada hace 60 años, en el
sitio de una antigua residéncia régia, colocándola bajo la direccion del
Dr. Gardner. Su sucesor el Dr. Thwaites, el sábio compilador de la
primer « Flora ceilánica » trabajó durante 30 años para hacer el jar-
din digno de sus estraordinarias ventajas de posicion y de clima. Su
actual director el Dr. Trimen, se apresuró á invitar al profesor
Heeckel para quelo visitase. Peradenia se encuentra hoy ligada á Kan-
dy, la antigua capital de Ceylan por un ferro-carril que es el primero
de la isla. Gusta mucho á los indígenas viajar por el ferro-carril; y
muchos hay que toman boleto de ida y vuelta por el placer de viajar
en él. Quiere decir que ese pueblo, niño caduco, ha tomado el ferro-
carril como un juguete. Es en lo único que gasta su plata con gusto
esta simple, frugal y económica raza ; y afortunadamente la línea es
barata. El viaje se hace en cuatro ó cinco horas, y su primera mitad
12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA -
atravieza tierras bajas, cubiertas con espesuras de plantas y vegeta-.
ciones de ciénago, alternando con campos de arroz y pastos de aguazal.
En seguida la línea comienza á subir, desarrollándose á la vista una
constante sucesion de bellos paisages de montaña. El más magnifico
de ellos se encuentra en Sensacion Rock.
« Allí la línea, despues de atravesar varios túneles, corre bajo unos
arrecifes, que se proyectan al borde de una ladera, que costea un abis-
mo perpendicular de 1200 á 1400 piés. Estruendosas cascadas que se
desprenden de la cima de las rocas á la izquierda, son atravesadas so-
bre durmientes del ferro-carril; las cuales al precipitarse, se disipan
en nieblas sin tocar el suelo, tan grande es la profundidad del preci-
picio. Los rayos del sol, al dorar estas nieblas, las convierten en los
círculos multicolores del Iris. E] verde valle que se estiende á nues-
tros piés, á una inmensa profundidad, se halla cubierto en parte de
bosques, y en parte de tierras cultivadas, entreveradas de chozas, de
jardines y de arrozales dispuestos en gradería 6 terradas. Enseñoreán-
dose sobre todos los otros árboles, se alzan los magestuosos tallos del
jigantesco palmero Talipat, el rey de los palmeros de Ceylan (Cory-
pha umbraculifera). Su tallo perfectamente recto y blanco, se seme-
jaá una delgada columna de marmol, escediendo á menudo de 100
piés de elevacion. Cada una de sus palmas en forma de abanico, cons-
tituye de por sí una magnífica corona, cada hoja cubriendo un semi-
círculo de 16 piés de diámetro. Estas palmas, como todas las otras
partes del árbol, se aplican á multitud de usos, siendo el principal
para servir de techo á las frescas, aéreas y lijeras habitaciones de los
hindus; antiguamente se empleaban como pape! y aún se emplean
hoy en esa calidad por los Singaleses. Los viejos manuscritos Puskula
de los monasterios budhistas se hallan todos escritos con un estilo de
hierro, sobre este papel ola, que consiste en estrechas hojas de Tali-
pat hervidas y secadas al sol.
«La magnífica palma del Talipat florece una sola vez, comun-
mente de los 50 á los 80 años de su edad; enjambres de flores pi-
ramidales coronan entónces la cima del palmero; alcanzan el largo de
304 40 piés; componiéndose de millones de pequeñas flores de
un amarillo pálido; una vez madurados los vasos de la semilla, el ár-
hol muere. » (Una cosa parecida y una floracion análoga, tiene lugar
en nuestro país, con la planta de la pita, Agave mexicana, la cual al
cabo de muchos años, florece una sola vez, lanzando un alto tallo de
flores amarillas, el cual sostiene algun tiempo y se seca al fin). « Por
una feliz casualidad aconteció que durante mi visita hubiesa un nú-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 13
“mero estraordinario de palmas Talipat en flor. Pude contar más de 60
entre Bambukana y Kadugannawa y más de 100 durante toda la tra-
vesía del ferro-carril. Numerosas personas acudían desde Colombo,
para presenciar este raro y admirable espectáculo.
«La entrada del jardin botánico de Peradenia, tiene lugar al tra-
vés de una magnífica avenida del ficus elastica, 6 árbol de la goma
elástica. El jugo lechoso de este árbol, espesado al fuego, forma el
cautehouc. Este árbol es cultivado por curiosidad en los invernáculos
de Europa, en donde es una maravilla que alcance de 8 á 40 piés de
elevacion; pero aquí en su país nativo de Ceylan (¿no será un error
del profesor? el higuero de la goma elástica es indígena, ó por lo
menos habita, en las selvas vírgenes del Brasil, de donde es oriundo;
pero puede haber una especie que sea peculiar de Ceylan), estos ár-
boles alcanzan el rango entre los más magníficos árboles de los bos-
ques y rivalizan con la encina y el roble de Europa, en magnitud y
vigor, Una inmensa corona de millares de hojas, pende de ramas
horizontales de 40 á 50 piés, cubre el área superficial de un magnífi-
co palacio, y de la base de su potente tallo, se alza una red ó peñasco
de raices entortijadas, presentando de 100 á 200 piés de raíces, lo
que es más de la altura del mismoárbol. Esta maravillosa masa de
raíces, se alza de todos costados, entortijándose en torno del árbol de
tal manera, que los naturales le han dado el nombre de árbol de la
serpiente.
«Apenas me había yo repuesto del asombro ocasionado por esta ma-
ravillosa avenida de árboles de la serpiente, cuando mi atencion se
detuvo en un magnífico grupo de palmeros de la isla, y un gran nú-
mero de representantes estrangeros de este, el más magnífico de los
árboles tropicales; todos con masas y festones pendientes de floridas
enredaderas, y adornardos con los graciosos helechos que se desar-
rollan á su base. Otro grupo aún mayor y más magnífico de palmeros,
se alzaba á la otra estremidad de la avenida. Allí las calles se divi-
den, conduciendo la de la izquierda á una pequeña eminencia en que
se halla situado el Bengalow óú habitaciones del Director. Esta hechi-
cera residencia es, como la mayor parte de las villas de Ceylan, un
edificio bajo de un solo piso, rodeado de verandas, cuyo techo en
proyeccion se halla sostenido por una fila de pilares. La villa se alza
en la loma más elevada del jardin, la cual cubre una área de 150 acres
con bellas perspectivas sobre el magnífico rio” Malhawelli, que
la circunda de tres costados. Su posicion y clima es en estremo
favorable para el cultivo de las maravillas todas de la flora de Ceylan.
14 ANALES DE LA SOCIEDAD .CIENTÍFICA ARGENTINA
«En unos cuantos dias de residencia en Peradenia, aprendí más res-
pecto d- la vida y naturaleza del mundo vegetal, que lo que había
podido aprender en los jardines botánicos de mi patria, en tantos me-
ses como dias de residencia en esta. Jamás seré bastante agradecido
con mi amigo el Dr. Trimen por su hospitalidad y el rico saber que
colocó á mi disposicion; los dias que ke pasado en su Bengalow los
contaré entre los mas útiles de mi existencia. Tendría que estender-
me demasiado y fatigaría á mis Jectores sin objeto, si ensayase darles
una descripcion verbal del paraiso botánico de Peradenia; aún los
dibujos y bosquejos á la acuarela que hice, solo dan una idea muy
pobre de sus magnificencias. Desemejante en esto á los jardines bo-
tánicos del restode la tierra, las plantas no se hallan dispuestas en
marcados y estrechos arriates, divididos por calles, sinó quese hallan
arregladas como jardin paisagista, con arreglo á los preceptos de la
perspectiva y de la estética, sin perjuicio de las clasificaciones cientí-
ficas. Los principales grupos de árboles y de plantas de familias aisla-
das, se hallan separadas por floridos céspedes y deliciosos senderos de
caracol, que conducen de grupo en grupo. En una region retirada del
parque se encuentran las plantas mas útiles y menos atractivas de
ambos hemisferios, cuyas semillas, frutos, estacas y renuevos son dis-
tribuidos entre todos los jardineras y propietarios de la Isla. De esta
manera el jardin ha sido por muchos años de gran utilidad práctica,
como centro de esperimentos y jardin de aclimatacion.»
El profesor Heckel termina su relacion sobre el jardin botánico de
Peradenia, en los siguientes términos: «El clima y las condiciones
topográficas tan favorables del jardin de Peradenia, parecen llamarlo
á una más ancha esfera de utilidad científica, como estacion botánica;
y asícomo los estudiantes de zoología poseen hoy valiosos elementos
para la prosecucion de sus estudios con el establecimiento de estacio-
nes zoológicas en el litoral Europeo (en Nápoles, Moscow, Brigton,
Trieste, etc.), los jóvenes botanistas pueden, en una estacion como
la de Peradenia, aprender y realizar en un año lo que tardarían 10
para hacer en condiciones menos favorables. Hasta aquí, la zona
equinoccial, la más rica en toda clase de materiales de estudio no pre-
senta tales estaciones. Siel gobierno inglés acepta la idea de esta-
blecer y mantener una estacion botánica en Peradenia, y una estacion
zoológica en Gralle, añadirá un importante item á los servicios pres-
tados á la ciencia por la espedicion del Challenger, y obras empre-
sas científicas análogas; y hará ruborizarse con esto á esos Estados
del continente europeo, quienes el empleo mas útil que hallan para
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA D£ LOS MARES DEL GLOBO 15
su dinero (que tanto cuesta á los pueblos el ganar, y que tan fácil es
para ellos el derrochar) es el de fabricar armas mortíferas y enormes
cañones breechloaders, que mañana quedarán para exibicion en los
museos, despues de gastar fabulosas sumas.
Las montañas que forman las partes elevadas de la Isla de Ceylan,
(antes llamada Serend1b por los Arabes) presentan dos picos ó cum-
bres principales, á saber, el Pedura y el Pico de Adam. El primero,
como la mayoría de las montañas de Ceylan, presenta una cima de
oneiss regularmente redondeada; su forma no tiene nada de extraor-
dinario, no alcanzando á dominar mucho á sus vecinos. Por el con-
trario, el agudo cono del pico de Adam, es tanto más sorprendente,
cuanto que las cimas circundantes forman mesetas visiblemente me-
nos elevadas. El corona en cierto modo, como un torreon, una vasta
region montañosa semejante á una maciza fortaleza de granito que
ocupa toda la parte meridional de la isla. Con tiempo claro, el pico
se percibe de una gran distancia. A menudo una nube, única en el
cielo, viene á posarse como un bonete sobre esta punta solitaria y
culminante, recordando un volcan con su columna de humo, ó el Ve-
subio con su penacho de vapores. La siguiente es la relacion que
Heeckel hace de una escursion al Pico de Adam, que es el Tupungato
de Ceylan.
«Las altas cimas culminantes, notables como las del Pico de Adam,
sea por su aislamiento, sea por su forma especial, se han convertido
en todos los países, desde los tiempos más remotos, en objetos legenda-
rios, asunto de invenciones poéticas y de una veneracion supersticio-
sa. A menudo tambien, los fenómenos naturales de que son el teatro,
Ó los peligros en que hay que incurrir para hacer su ascencion, han
suministrado la ocasion para revestirlas de una aureola de leyendas
misteriosas ó de mitos religiosos. Bastará, como ejemplos, citar á
Brocken, en el Hartz, ó al Schneekape, en los montes jigantes de
Silesia. Lo mismo en Nápoles el Vesuvio, que vomita fuego; en Si-
cilia, el Etna poderoso; en (Grecia el Olimpo, la montaña sagrada,
morada de los dioses; en Persia, el Damawend, asilo de Djemeshid ú
Achoemenes; en Arabia, por fin, la cima granítica solitaria del Sinai,
han sido otros tantos centros de ciclos análcgos de leyendas. No hay
pues que asombrarse que un pueblo que no tiene otra cosa viva que
su imaginacion, como los antiguos Hindus, arrojados en medio de los
esplendores de la naturaleza tropical, haya desde temprano atribuido
una importancia del mismo género, á la imponente montaña de
Ceylan.
16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
En los antiguos anales indígenas de los singaleses, en la célebre
obra histórica de Mahavanso, el pico de Adam aparece, hace más de
2000 años, bajo el nombre de Samanala ó de Samanto Cuta, como la
fortaleza del dios tutelar Saman. Se le encuentra mencionado por
la primera vez, 150 años antes de la era cristiana, en la leyenda de
Duta Gamini, el piadoso rey de los tiempos heróicos. Los sacerdotes.
que rodean su lecho de muerte, celebran sus buenas obras, y el mila-
gro del grano de arroz. Refieren cómo este grano de arroz, distribui-
do en limosnas por el santo rey, pudo ser repartido por ellos entre
otros 900 sacerdotes sobre la cima de la montaña sagrada.
En esta antigua leyenda, la fortaleza del Dios tutelar, es ya seña-
lada como un santuario de largo tiempo célebre, lo que nos permite
atribuir al culto de que tratamos, una antigúedad aún más remota.
En efecto, él desempeña en las más viejas tradiciones Budhicas un rol
correspondiente al de la isla misma, en la más estendida de las reli-
giones del Oriente. Cuando Budha descendió sobre la tierra, en me-
dio de una espantosa tempestad, es sobre la isla florida que él asentó
el pié, entre los relámpagos y los truenos; él puso en fuga el ejér-
cito perverso de los malignos espíritus, que hasta entónces habían
reinado sobre Lanka-diwva, la isla sagrada, estableciendo su mansion
en este paraiso terrenal. Es allí donde él proclamó su evangelio de
Nirwana, enseñando á los hombres á buscar la felicidad en la abne-
gacion, á vivir sin deseos, para morir sin temores. Este pesimismo,
porque no es otra cosa, copiado en las instituciones católicas, equivale
al acto de aquel insensato, que se cortó la lengua para no pronunciar
malas palabras; ó aquel cobarde, que se arrojó al mar antes del
peligro, para escapar al naufragio que pudiera sobrevenir.
«El pueblo de Ceylan acudió y escuchó con devocion el mensage de
salud que traía el Dios hecho hombre. El esplendor embriagante de
la naturaleza tropical, que nos parece á nosotros los pobres habitan-
tes del norte, como la realizacion terrestre del paraiso, no impidió á
los indígenas desprenderse de todas esas alegrías y goces (para seguir
la más estúpida y cobarde de todas las doctrinas, la de renunciar á
todo goce, por temor de perder algun goce). Al ejemplo de sus
príncipes y de sus nobles, toda la poblacion de Lanka abrazó pronto
la doctrina de Budha. Al remontar al cielo, Budha dejó como ¿jun
recuerdo de su pasage, no solo un puñado de sus cabellos (?), sinó
tambien, ante la súplica especial del rey, la impresion de su pié.
sta impresion sagrada (de un dios espíritu: lo dudoso es que tuviese
espíritu el que inventó esta patraña), la milagrosa smipada, se en-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO Ad
cuentra en el punto preciso en que el pié de Budha (que no tenía cuer-
po), por la última vez, se apoyó sobre la tierra, justamente en la
punta de la roca más elevada, sobre la cumbre del Samanala». O la
roca era muy blanda ó el espiritu de Budha al volar al cielo, era más
pesado que de platino. Figuraos un bulto de platino sobre una nube!
Pero á los creyentes no chocan estas monstruosidades: credo quía
absurdum!
«Desde entónces, y por consiguiente, hace más de doscientos años,
este parage santificado se ha convertido en un objeto de peregrinaje,
hácia el cual todo el mundo Budhista acude de todas las regiones del
oriente. Pero antes de llegar á besar la santa sripada, los piadosos
peregrinos tenían que abrirse penosamente un pasage al través de
densas selvas primitivas, abundantes en elefantes, en leopardos, en
osos y en animales salvages de toda especie; tenían que atravesar
arroyos y torrentes que caen en cascadas ruidosas en el fondo de
profundos precipicios; tenían que trepar muros de rocas á pique, que
no parecen accesibles ni á las aves del aire! Porlo demás, mientras
mayores son las fatigas y los peligros, más crecen los méritos del
creyente. Desde muy antiguo, sacerdotes espertos en estas materias
(y Dios sabe desde cuando estos negocios se hacen con las credederas
de la pobre humanidad ); tuvieron cuidado de colocar en la cima de la
montaña, una bandeja para recibir las ofrendas de los peregrinos,
poniendo en relieve, en medio de un ciclo de leyendas estimuladoras
los milagros y la eficacia de este primero dé los óbolos de San
Pedro.
«En el siglo X dela era cristiana, los peregrinajes al pico de Adam
habían tomádo ya bastante estension para provocar medidas de parte
del piadoso rey Khirti Nissunka Wijeya Chako (Ved de cuán noble
orígen viene el nombre de nuestros desiertos del norte argentino. ¿Os
habiais figurad jamás que en la India hallaríamos la cuna de esta ape-
lacion? Indudablemente nuestro Dr. Lopez hatenido razon, como lo
hemos demostrado. Solo que es preciso esplicar Ja cosa, como noso-
tros lo hacemos. De otromodo sale enredada y falsa. En todo caso
hay más verdad en estos orígenes, que en todos los milagros de la
santa srmipada, con perdon de los beatos de todas las comuniones).
Con este motivo, elrey Chako, decimos, despues de haber practicado
este penoso viage, juzgó necesario establecer por toda la isla vías de
acceso hácia la santa montaña, fundando por todas partes alojamien-
tos gratuitos para los peregrinos. Trescientos años más tarde, un
camino cómodo reemplazó el antiguo sendero de los peregrinos, en
ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT. 2
18 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA
estremo fatigantie y peligroso; sobre los torrentes más impetuosos se
arrojó un gran número de puentes, bastante sólidos para soportar los
caballos y los elefantes, y un pequeño templo se elevó sobre la im-
presion misma del pié de Budha.
«La sripada,el rastro sagrado del pié de Bndha, no es solo un objeto
de alta veneracion parala religion budhista, á la cual pertenecen los
verdaderos singaleses, formando casi los dos tercios de la poblacion
total de la Isla. Ella es venerada tambien por los sectarios de la.
religion Bramánica, que profesa el otro tercio de la poblacion, los
negros tamiles ó Malabares, conquistadores de raza Dravidiana, lle-
gados de la península índica por el puente de Adam. Segun su le-
yenda es el Dios Siva qué, al tiempo de hacer su ascencion, ha dejado
la impresion de su pié.
«Una tercer interpretacion (tan verdadera como las anteriores) ha
sido dada á la sripada por los árabes mahometanos que, desde muy
antiguo, han aprendido á conocer á Ceylan, con el auxilio de sus
viages comerciales en el oriente. Segun la leyenda árabe, injertada
sobre la tradicion Budhica más antigua, laimpresion sagrada es la del
pié de Adam, el padre comun de toda la humanidad. Cuando despues
de la caida, fué arrojado del paraiso, un angel lo tomó bajo su brazo
(como si fuese un rollo de tabaco) y fué á deponerlo sobre la cima del
pico, que lleva hasta hoy su nombre. Al mismo tiempo, Eva, la bella
pecadora, tuvo que hacer penitencia de su falta sobre un pico solita-
rio». (Perono! debía ya haber algun sacerdote ó cosa parecida. que
especulaba desdetan temprano, con el pingúe negocio de la srmpada,
porque el especulador sobre la supersticion, es tal vez más antiguo que
el hombre y debe remontar á ese ser que Zoroastro llama Deva ó
Arimanes y que Goethe ha llamado Mefistófeles. La invencion, en
efecto, no solo esplota al hombre, sinó que lo rebaja; Mefistófeles lo
hace pagar grueso, para hacerlo pasar por las horcas caudinas, donde
deja su razon y su juicio de hombre, convirtiéndolo en una cosa sin
nombre, inferior al gato, al perro óá cualquier otro bicho, más libre
y más feliz que el hombre supersticioso, y queno tiene que pagar para
ser humillado ni vejado; porque despues de la contribucion á la su-
persticion, viene la risa de los que se aprovechan de ella). «El pico
sobre que Eva hizo su penitencia, sin embargo, no se hallaba en
Ceilan, sinó en Arabia, situada bien lejos del pico de Adam; el Ara-
fath, que se alza cerca de la Meca, la ciudad santa.» (Siesto no im-
plica divorcio, no sé qué implica, pues del pico de Adam al pico de
Arafath, promedia cuando menos una distancia en línea recta de ma-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 19
res y desiertos de 3000 millas. Verdad es que cuando promedian
ángeles, todo se allana. Solo que este divorcio, antes de tener hijos,
no se concilia con la poblacion humana actual de nuestro planeta).
«Si Adam en realidad, delo alto de su montaña, pudo veren verdad,
ó prever los males infinitos que hasta nuestros dias han sido las con-
secuencias de que él haya disfrutado de la fruta del árbol de la su-
persticion (porque la ciencia es muy reciente, y ella ha venido á aliviar
los males de la humanidad, no á agravarlos, como lo hace la supers-
ticion), no es asombroso que hayan hecho penitencia bastante número
de años para que su pié se imprimiese fuertemente sobre la dura roca
de gneiss, y para que sus lágrimas de arrepentimiento hayan llegado
á formar un pequeño lago. Aún hoy, los devotos peregrinos beben de
esta agua sagrada, como un medicamento maravilloso y soberano, con-
tra todos los males.» ¿Cuántos siglos serán necesarios para curar á la
humanidad del mal de necedad y supersticion, el más incurable de
todos?
«Por lo demás, el islamismo ha tomado esta leyenda de Adam, como
tantas otras tradiciones, porque era ya conocida tres siglos antes. de
Mahoma; hallándose consignada enel célebre manuscrito Copto sobre
la Sabiduria de la fé, que Tertuliano atribuye al gran gnóstico Va-
lentin. La impresion sagrada del pié de Adam penitente, se halla en
ella consignada por la primera vez, refiriéndose tambien en ella cómo
el Salvador ha informado á la Vírgen María que había comisionado
un angel especial para la guardia de esa reliquia.
«Los peregrinos chinos que vienen á Ceilan, han adoptado en parte
este mito. Algunos de entre ellos atribuyen la impresion sagrada á
Iwan-Koo, el primer hombre; mientras que otros la dejan á Budha.
Los primeros conquistadores de la isla, Jos Portugueses (tan igno-
rantes como los Arabes y los Españoles, en punto á historia, á crono-
logía y á toda ciencia, que para esos pueblos más católicos que el
Papa, tienen un fuerte olor á herético, no reconociendo otra ortodo-
xia que la de la ignorancia y la holgazanería), atribuyen la santa
sripada á Santo Tomás, el Apóstol, que vino á predicar á Ceilan. »
(Los españoles aseguran que fué en ambas Américas que este bien-
aventurado Santo predicó; por su parte, los cristianos de Abisinia
dicen que fué en Africa. Como no queremos descontentar ni á espa-
ñoles, ni portugueses, ni abisinios, supondremos que fué en todas
esas partes ála vez que el Santo predicó; y no debeis preguntar, cómo,
porque desde que los Santos hacen milagros...). Entre los persas esa
smipada divina ha tomado desde temprano una otra significacion.
20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Para ellos es debida á Alejandro el Grande, cuya espedicion en la:
India, ha sido para todo él oriente una fuente abundante de leyendas.
El poeta persa Aschref, de Herath, despues de un peregrinage al pico -
de Adam emprendido por él, refiere en una epopeya en estilo florido,
el fabuloso viage marítimo de Iskander á Serendib. El conquistador
Macedonio, llegado á la estremidad de la tierra, trepó la cima más
elevada de la isla maravillosa, dejando en ella, como vestigio dura-
ble de su pasage, la impresion de su pié poderoso. Los historiadores
griegos, es verdad, no dicen nada de esta navegacion en torno de la
India y dela visita de Alejandro el Grande á Ceilan; pero esta leyen-
da de orígen persa, no es menos popular, ni menos creida que la
otra.
«Hallamos pues, gracias á la fertilidad de invencion de las leyen-
das, una sociedad distinguida que es una maravilla, reunida sobre la
más alta cima del pico azulado de Ceilan. El honor de haber dejado
la impresion de su pié, es allí disputado á la vez por el Dios Hindu
Boudha, al apóstol cristiano Santo Tomás; por el dios bramínico Siva;
á Saman, la divinidad protectriz de los singaleses; por el conquistador
del mundo, Alejandro de Macedonia, al padre del género humano, en
la tradicion semítica de Adam. Es este último el qué se ha so-
brepuesto á los otros; porque la célebre montaña lleva hasta hoy su
nombre; y este mismo nombre lo han recibido muchos otros puntos
notables de la antigua isla paradisiaca. Porque se llama puente de
Adam, una lonja de tierras que en otto tiempo ha ligado á Ceilan con
el continente de la India, dando acceso á la isla, primero en los anti-
guos períodos geológicos, á las plantas y animales hindus; en seguida,
más tarde, á los conquistadores malabares, los negros tamiles. Llá-
mase jardin de Adam al paraiso espléndido y florido que se estiende al
pié de la montaña, y fruto de Adam, á los higos del paraiso ó bana-.:
nero, uno de los dones más preciosos de la rica flora singalesa. Las
bellas piedras preciosas en que la isla es muy rica, son llamadas lá4gri-
mas de Adam. Una caverna oscura, al pié de la cima, se llama casa
de Adam, que él ha escavado en la roca con sus propias manos; y los
magníficos rhododendrons que le dan sombra y la cubren con sus
grandes flores de un rojo de sangre, sonlas rosas de Adam. En fin, el
lindo estanque situado al pié de la montaña, que una fuente provi-
niendo directamente del paraiso, alimenta con una agua clara como el
cristal, es reverenciado con el nombre de baño de Adam.
«En presencia de un tan rico florecimiento de leyendas, que en-
vuelve el altivo pico de Adam desde la base hasta la cima, y que pro-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 91
yecta su sombra mística sobre tres partes del mundo, hay que con-
venir que la montaña sagrada de Ceilan es una de las cimas más
notables del globo, aún sin tener en cuenta los incomparables esplen-
úores que el sol de los trópicos ha desparramado allí con profusion. El
que ha visitado á Ceylan, sin hacer la ascencion del pico de Adam,
ha cometido un gordo pecado de negligencia, como el que va al Tibet
y no visita al gran Lama ó Papa Budhista. Y sin embargo, la ascen-
cion de la maravillosa montaña solo ha tenido lugar en raras ocasio-
nes. Sobre cada 100 europeos establecidos en la isla Ó que se han
detenido en ella de paso, apenas se puede contar uno que haya trepado
á la cima. Es verdad queaún hoy ese peregrinage no es una cosa
insignificante, exigiendo muchos preparativos y recursos.
« La primer ascencion de que poseamos una relacion completa es la
del sábio árabe Ybn-Batuta, en 1340. El había sido arrastrado por
una tempestad desde las rocas planas de las Islas Maldivas, en la di-
reccion de Ceylan ; durante 9 dias antes de llegar, había visto la alta
cima alzarse por encima de las olas, como una gran columna de azu-
lado humo. El dió el nombre de Battala al lugar en que tomó tierra,
sobre una ribera abundante en caneleros; era la residencia de un
rey pagano. Es muy probable sea el Putalam actual, sobre la costa
noroeste, á algunas jornadas de marcha al norte de Colombo. Fué
acogido por el rey de la manera más hospitalaria, y colmado de pre-
sentes. Habiéndosele preguntado lo que él deseaba, declaró que su más
ardiente anhelo era montar sobre la cima de la montaña sagrada, para
contemplar la impresion del pié de Adam, nuestro padre comun. El rey
le prometió su apoyo y lo hizo conducir en palanquin hasta el pié de
la montaña, acompañado de 10 de sus guardias de corps, de 15 porta-
dores de víveres, de 4 sacerdotes brahamanes y de 4 piadosos penitentes
que hacían cada año este peregrinaje y que debían servirle de guía.
«El camino seguido por el doctor Arabe costeaba primero la ribera,
dirijiéndose hácia el sud; en seguida giraba al este para penetrar en
el interior de la isla maravillosa. El llega á Kankar, residencia del
emperador, y situada entre elevadas montañas, á la orilla de un gran
estanque, donde se encuentran rubíes y otras piedras preciosas. (Ta]
vez es el punto en que se encuentra en la actualidad Candy). Allí ve
al emperador en trage de aparato, montado sobre un elefante blanco,
cuya cabeza se presenta adornada de siete rubíes, cada uno más
grueso que un huevo de gallina. Las mujeres, como los hombres, se
presentan casi desnudos ; pero sus piernas, lo mismo que sus brazos
se presentan adornados magníficamente de rubíes.
22 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
« Más allá de Kankar comienza la verdadera ascencion ; las dificul=
tades y los peligros abundan. Dos senderos de montaña conducen has-
ta la cima, designados segun la leyenda de Adam y Eva, con los nom-
bres de camino de papá y camino de mamá. Un peregrino no adquie=
re todos los méritos de su peregrinaje, sinó cuando ha recorrido los
dos caminos. El. Camino de papa, así llamado en alusion á nuestro
padre Adam, es mucho más empinado y más penoso que el Camino de
mamá, que debe su nombre á nuestra madre Evá. Parece que el pri-
mero de estos caminos es el situado más al norte, y el segundo el si-
tuado más al sud de los dos senderos que, hasta hoy, son los únicos
que conducen hasta la cima.
«Tbn-Batuta toma para subir, el Camino de papá, descendiendo por
el Camino de mamá mucho más suave. Por el primero, llega pronto
al estanque de los Monos, Buzuta. Las selvas primitivas que ocupan
sus inmediaciones se hallan pobladas de grandes monos negros que
viven en tropas numerosas, presentando largas colas y barbas como
las de los hombres. Segun dicen los peregrinos, estos monos se hallan
gobernados por un viejo rey que lleva una corona de follage, teniendo
por cetro un gran baston, y solo marcha acompañado de cuatro gran-
des trabanes, armados de macanas. Estas soledades hormiguean
en sanguijuelas terrestres, el más grande azote de Ceylan. Pa-
ra alejarlas, se empleaba como hoy el zumo de limon. Muchos peregri-
nossucumben á las picaduras de estos terribles vichos y mueren de
hemorragia. Al través de bosques espesos, donde halló muchos estan-
ques y cavernas salvages, habitadas por piadosos solitarios, y despues
de haber atravesado barrancas y cascadas, el sábio árabe llegó á la
gruta Iskander, así llamada del nombre de Alejandro el Grande asia-
tizado, donde se encuentra una fuente de agua clara y viva. Encima, se
alza casi á pique la pirámide de piedra de la montaña sagrada ; es cal]
de las más altas cimas del mundo (2400 metros, 100 metros más alta
que la más alta cumbre de Córboba, la de San Javier: el pico hindu se
alza en medio del nivel mismo de los mares, como un coloso). El pere-
grino que hace su ascencion, vé las nubes vogar muy abajo de sus
piés. No se podría escalar la muralla vertical de roca, si desde una re-
mota antigúedad no se hubiesen tallado gradas, y si no se hubiesen
fijado unas largas cadenas de fierro, que sirven de auxilio para trepar.
Ibn-Batuta contó hasta diez de estas cadenas. La última tiene por
nombre Cadena del conocimiento, porque desde este paraje se descu-
bre súbitamente y de un solo golpe de vista, un inmenso precipicio.
En fin, él llegó sano y salvo á la cima puntiaguda del cono granítico y
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 23
pudo allí manifestar su veneracion ála impresion del pié de Adam.
Lo midió y tenía 11 cuartas de largo, hallándose rodeado de 9 bande-
jas de ofrendas, en las cuales los peregrinos depositaban ricos pre-
sentes de oro, de plata, de rubíes y de otras piedras preciosas. »
De manera, que por veneracion, esos supersticiosos suponen á
Adam con piés de 11 cuartas de largo! ¡Pobre Adam y pobre Eva,
cuán poco se reconocerían en ese retrato! Probablemente fueron de
menor estatura que el hombre actual, pues nunca la naturaleza co-
mienza por lo más grande, como se vé en las capas geológicas. Los
primeros mamiferos, fueron los más pequeños marsupiales. Mas para
la supersticion, Adam, como el primer hombre, debía ser del tamaño
de una montaña. Ahora recuerdo que recorriendo las cumbres de
nuestras sierras argentinas, he descubierto en muchos de los peñas-
cos de las más altas cumbres, hoquedades semejantes á piés
jigantescos. Ellas provienen de las aguas de las lluvias que se
juntan en la cima de las rocas, formando á manera de dos pe-
queños lagos justapuestos, de los que el uno figura el talon, y el otro
la planta del pié. Probablemente el agua produce la escavacion, disol-
viendo la roca parcialmente con los ácidos que contiene, y el polvo es
arrebatado por el viento al secarse el agua, formándose poco ápoco
la escultura en hueco de un simil de pié. Es un fenómeno parecido
sin duda, en el gneiss del Pico de Adam, el que dió orígen á la cán-
dida idea de ser el rastro dejado por el primer hombre. El candor de
los primeros hombres ha sido bien esplotado despues por la codicia de
los primeros sacerdotes ó juglares.
«La vuelta del doctor árabe por el Camino de.mamd, mucho me-
nos peligroso, no carece sin embargo de interés. No solo encontró por
él lagos y montones de piedras preciosas, sinó el famoso árbol del
paraiso, el árbol de la vida, que no pierde jamás una hoja. Siuna de
sus hojas llegaseá caer, el que la comiese, se volvería jóven é inmor-
tal. Así el árbol se halla siempre rodeado por una tropa de peregrinos,
esperando en vano la caida de una hoja ». (Pobre Batuta, si él hubie-
se logrado una hoja, lo tendríamos hasta la fecha con su barba de
patriarca del desierto, como un verdadero árabe! Es lástima.) « Es
muy verosímil que este árbol de vida fnese uno de los antiguos y po-
derosos árboles de Budha ó higueras sagradas (Bogaha, Ficus reli-
giosa), los cuales en todos los países budhicos son venerados como
árboles maravillosos y sagrados, porque Budha gusta de tenderse
bajo la sombra densa y fresca. Hasta hoy se las vé siempre al lado de
las Dagobas, que son templos en forma de campana, donde se guar-
94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
dan las reliquias de Budha. Cada una de estas Dagobas contiene una -
reliquia del Dios, las cuales no se pueden ver desgraciadamente; pues
esas blancas cúpulas se hallan siempre cerradas, no presentando ni
puertas, niventanas.
Tbn-Batuta, al alejarse del Pico de Adam, se dirijió á la gran ciu-
dad decomercio de Dinara (probablemente la Matura actual) célebre
por las dimensiones de su templo. Mil sacerdotes brahamanicos cele-
braban en élservicio divino; y 500 doncellas de distincion dansaban allí
y cantaban de dia y de noche, delante de los ídolos de oro. De allí él se
dirijió á lo largo de la costa hácia Kali (hoy Colatura); en seguida há-
cia Calambu, ya la más bella y la más grande ciudad de Ceylan. En
la actualidad la llaman Colombo (los europeos, que es probablemente
la pronunciacion inglesa dela anterior ortografía) y es la capital de la
Isla. Un viage de tres dias en la direccion del norte, condujo al pere-
srino árabe á Baltala, donde se embarcó.
« Despues de este viaje de Ibn-Batuta, el más antiguo de que se
tenga un conocimiento preciso, viene en el órden de los tiempos el
que hizo 9 años despues un delegado del Papa, el cordelero florentino
Juan de Marignola. Despues de haber sido primero profesor en Bo-
lonia, había sido encargado en 1339 por el Papa Benito XII, de una
embajada ó de una mision en la India y enla China. A su vuelta en
1349, él visitó á Ceylan, é hizo tambien su peregrinage á la montaña
Sagrada, «la más alta despues del paraiso» (?). El ha pintado con un
esmero particular el género de vida de los monges budhistas y de los
penitentes que habitan sobre las faldas de la montaña, en cavernas y
parages silvestres.
«La ascencion al Pico de Adam fué hecha por la primera vez en este
siglo, por un médico militar inglés, John Davy, hermano del célebre
físico Sir Humphry Davy. El trepó porel costado sud, por Ratnapura
y Palabatula. Esta es tambien la vía que siguen la mayor parte de los
viajeros. Basta mencionar entre los alemanes, al príncipe Waldemar
de Rusia, acompañado del naturalista Hoffmeister, Friedens, y más
tarde Schmarda, Rausonne, etc.
« Este camino del sud tiene la ventaja que se puede marchar cómo-
damente en carruage, por un buen camino, hasta Ratnapura, ciudad
célebre por sus piedras preciosas, y de allí pasando por Gillimalle,
hasta Palabatula, situada inmediatamente más abajo de la parte es-
carpada de la montaña que hay que trepar. Mas á partir de este paraje,
el sendero se hace muy empinado y difícil y hay que trepar, sininter-
rupcion sobre el mismo sendero, á cerca de siete mil piés más arriba.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 25
« Desde hace algun tiempo se ha constatado que el camino por la
eradiente norte era más cómodo. Este fué seguido por primera vez
en 1819, por el inglés Sawers. Es el primer europto que haya pa-
sado la noche sobre la cima. Pero en otro tiempo este sendero era
tambien muy difícil, por causa de la falta de carruages y de puentes.
Sawer, no ha empleado menos de cinco jornadas enteras á partir de
Ambegamma, situada á una cierta altura, sobre las faldas norte de la
montaña, para atravezar la corta distancia que lo separaba de la ci-
ma. Selvas vírgenes impenetrables, rocas á pico, precipicios abruptos,
torrentes impetuosos, cascadas sin puentes, ofrecieron 4 su marcha
obstáculos estraordinarios.
« Desde hace 40 años sucede todo lo contrario. La mayor parte de
esos bellos bosques vírgenes, ha caido para hacer lugar á los cafetales.
Centenares de bungalows de plantadores ingleses se presentan disemi-
nados por todos costados en medio de las vastas culturas de té, de ca-
fé, de árboles de quina. Senderos bien abiertos, y aún buenos cami-
nos carrosables, conducen de una plantacion á otra, y puentes sólidos
se han arrojado sobre los torrentes y los precipicios. Y aún desde algu-
nos años un pequeño ferro-carril, empalmando con la gran línea de
Colombo á Candy, conduce de Peradenia á Nawala Pitya, pasando
Gampola. De Nawala, un omnibus regular puede conducir en cuatro
ó cinco horas hasta Dickoya. Este último punto no se halla separado
sinó por una jornada de marcha de las últimas plantaciones, que hoy -
se eleva hasta la base norte de la pirámide del Pico.
«Por consejo de mis amigos escojí ese camino más cómodo,
cuando en el mes de Febrero de 1882, emprendí un viage á la re-
gion montañosa de Ceylan. Yo partí el 10 de Febrero de Peradenia,
bien provisto de recomendaciones, y de un tiron me trasladé á Nic-
koya.» (En el Perú hay la estacion Oroya y otres nombres en 0ya,
terminacion que tiene una misma significacion en Sanscrito y en
Quichua: ya en otra parte hemos demostrado cómo deben enten-
derse estas coincidencias). « De Dickoya traslademe á pié al través
del distrito sudoeste de la region montañosa hasta Saint-Andrews.
Es la plantacion de café situada más alto. Ella toca la base norte
del pico de Adam. Yo había sido ya recomendado particularmente á
su hospitalario propietario M. Christie.
« La graliente Sud del Samanala se eleva de un modo abrupto por
encima del llano florido en que la ciudad cingalesa de Ratnapura
se halla construida, á la márgen de un bello rio sombrío, 4;menos de
100 piés sobre el nivel del mar; un marchador vigoroso puede, en un
26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
solo dia de viage á pié, llegar á la cima de la montaña reverenciada.
Se recibe la recompensa de todas las fatigas de esta penosa ascension
por el placer de ver sucederse rápidamente las diversas zonas de ve= -
getacion que se escalonan unas sobre otras. Esta sucesion no es tan
sorprendente como sobre otras grandes montañas de la region tropi-
cal, por ejemplo, en el pico de Tenerife, que yo trepé con facilidad
hacen 16 años, y donde yo he encontrado las plantas distribuidas por
zonas, con tanta regularidad, como en la descripcion dada por Ale-
jandro de Humboldt. Pero la cima nevada del pico de Tenerife se ele-
va á una altura casi doble del pico de Adam (12,236 piés), situado
como todas las otras cimas de Ceylan mucho más abajo del límite de
las nieves perpétuas. En compensacion, el brillo incomparable de la
vegetacion ecuatorial, se ostenta aquí bajo el 7* de latitud Norte con'
mucha mayor amplitud y variedad, que en el hechicero valle de Orota-
va, situado bajo el trópico mismo, cerca de la ribera de la Isla cana-
riana.
« Con una temperatura constante de 22% 4 26” Reaumur (26? y 31?
C.) y una atmósfera casi saturada de humedad, la costa sudoeste
de Ceylan es á manera de un vasto invernáculo, cuyas producciones
magníficas no tienen rival sobre ningun otro punto del globo. En-
cuéntranse reunidas, con un esplendor incomparable, los más nobles
y jigantescos de todos los vegetales, los palmeros, los bambues y
los bananeros. Casi todas las habitaciones cingalesas, desparrama-
das en este país de cocoteros, se hallan rodeadas de un ramillete de
estos espléndidos árboles de los trópicos. El orgulloso cocotero riva-
liza allí con el arec cultivado ; el árbol del pan, que recuerda la encina,
con el elegante papayero. La pimienta y la vid hindu trepan á porfía
en torno de los troncos, volviendo 4 descender de las ramas para for-
mar graciosos festones y coronas. Más abajo, las hojas jigantescas
de los caladiums y de los bananeros; las hojas palmadas de los Cas-
saves forman admirables cercos para jardines idílicos, en que las flo-
res más espléndidas, se ostentan al lado de las plantas cultivadas más
preciosas.
« Desde que se ha abandonado este paraiso terrestre para elevarse
sobre los primeros declives de la region montañosa, otros cultivos
suceden á los precedentes. Se ven valles ricos en aguas corrientes,
dispuestos errados, y cubiertos de un delicado tapiz aterciopelado,
cuyo verdor sobrepuja en esplendor el de los más bellos céspedes
ingleses. Formando los arrosales tiernos el paddy, que dá á esos
campos cultivados ese floridv verdor primaveral. Cerca, en los para-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 27
ges noregados, se ostentan vergeles en que crecen naranjales y gua-
yaberos, con el palmero sacarífero, el kittul; y el palmero de para-
sol gigantesco, el tal2pot.
A algunos centenares de piés más arriba, se deja esta segunda zona
de palmeros, y la parte inferior de la region montañosa, para entrar
en las solemnes profundidades de una selva vírgen, tan superior á los
más bellos bosques de nuestros países templados, como estos son su-
periores á los tristes bosques de pinos ó de abedules de los países del
Norte. Allí se marcha y se sube durante horas y horas, en una espe-
cie de templo natural, cuya alta columnada es formada por troncos
que se elevan rectos y lisos hasta SO y 100 piés; es solo á esa altura
que las ramas comienzan y se estienden formando una cúpula de som-
bría verdura. Este techo ramoso es tan espeso y tan impenetrable
que el poderoso sol de los trópicos apenas si llega á hacer penetrar
aquí y allí algunos débiles rayos de luz en la semi-oscuridad que
llena de frescura los pórticos del templo. Estos bosques son forma-
dos por diversas especies de rubiáceas, reunidas á higueros, ebane-—
ros, sandaleros y otros árboles forestales. Las espléndidas y estra-
ñas flores de las Orquídeas decoran sus troncos. Los pandanus, las
freycinecias, las purtadas y otras plantas trepadoras se enroscan en
torno de los grandes árboles, suben intrépidamente, y ligando un ár-
bol con otro por floridas y elegantes arcadas, suministran trampo-
lines y asideros á las bandadas de monos y ardillas que allí desple-
san sus talentos gimnásticos. Bellas palomas de reflejos metálicos
de un verde aureo ; loros, apívoros, vuelan en bandadas, bien alto,
al nivel de las cimas; mientras que grandes alciones verdes y azules
se esfuerzan por atrapar los peces que nadan en el arroyo murmu=
rante. Vemos un gran número de filamentos verdes pender de las
ramas, mezcladas al castaño de las raíces aéreas de las plantas trepa-
doras ; pero cuando se les quiere tomar, se deslizan de entre los de-
dos: son pequeñas serpientes de árbol, que se suspenden á las ramas
con su cola delgada y flexible. Son pequeñas ranas de los bosques
que se esconden en el caliz blanco de los grandes lirios, y cuyo grito
se semeja al retintin de una campanilla de plata ; son tambien de un
bello verde. Muchos otros animales en estos bosques de la Isla flori-
da, han tomado el mismo color que en ella domina, conforme á la ley
de Darwin.
«Habríamos deseado detenernos más largo tiempo á la fresca som-
bra de estos bellos bosques y recojer cerca de las cascadas murmu-
rantes, los helechos delicados, las balsaminas de formas raras, ó las
28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
begonias que adornan sus bordes; ó bien dar la caza á las grandes
mariposas nocturnas, 64 las arañas de diversas especies; ó bien aún
buscar los Buprestis de esplendor dorado, en las raíces encabritadas,
en los árboles postrados; y entre las hojas caidas, las langostas color
de leña ó color de hoja seca, y los Phasma ó espectros en forma de
baston; y las hojas ambulantes, Phyllvtum. Pero, desgraciadamente,
el tiempo nos urgía, y más desgraciadamente aún, las innumerables
pequeñas sanguijelas terrestres no nos dejaban saborear nuestro pla-
cer.
« Este magnífico bosque cubre todavía con un manto contínuo de
eterna verdura, al sud y al oeste, las rápidas faldas del pico de
Adam, elevándose hasta 4000 y 5000 piés; más al norte y al este
ella ha caido en gran parte, derribada para hacer lugar á las planta-
ciones invasoras de cafetales. Es solo en las quebradas y barrancas
inaccesibles, donde ella ha podido resistir victoriosamente la guerra
á muerte que le han declarado la llama y el hacha del planta-
dor. y
«A alturas mayores, más arriba de los500 piés, el bosque se ha con-
servado intacto, y la pirámide característica de la cima, que sobrepu-
ja de 2000 piés las alturas circundantes, y que porencima delas tier-
ras y delos mares, señala de lejos al navegante la aproximacion de
Ceylan, queda aún envuelta, hasta su punta ia con un revesti—
miento compacto de verdura.
« Pero en esa zona superior, entre 5000 y 7000 piés, el bosque tie-
ne una composicion y una fisonomía enteraménte diversa de los ma-
ravillosos pórticos de donde salimos. Esta diferencia es sensible á
la distancia; de lejos se vé el verde mate tirando sobre el gris, de la
zona superior, contrastar por su palidez con el verde intenso y subido
del bosque inferior. Esto viene principalmente de que aquí las hojas
coriáceas de los árboles verdes, se hallan en general débilmente colo-
readas sobre su faz superior, presentándose debajo como filtradas y
de un color blanco de plata. Sus troncos sombríos son nudosos, ro-
deados de un espeso musgo amarillo, y las ramas se destacan forman-
do ángulos rectos. Los árboles que ocupan aquí el lugar de los que he-
mos mencionado para la zona inferior, pertenecen en su mayor parte
ála familia de los mirtos y de los laureles, á los géneros Eugenia y
Syzygvum, Retranthera y Actinodaphne. Pero las magnolias hindus,
los bellos Michelia, desempeñan tambien allí un gran rol, lo mismo
que el bello rhododendron arborescente, y una acantacea que suminis-
tra á los elefantes salvajes su alimento favorito, el strabilanthus.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 923
« Los elefantes van á buscarle casi hasta la cima del pico, y no he-
mos quedado poco asombrados al distinguir los rastros de sus pisadas
frecuentes á una media hora de la cima. Nuestro huésped Mr. Christie
había él mismo, él año precedente, dado muerte eneste paraje á un
poderoso elefante cuyo cráneo gigantesco ocupa en su bungalow un
sitio dehonor entre sus trofeos de caza. Esmuy sorprendente hallar los
vestigios de estos pesados colosos, sobre faldas tan empinadas, aunque
boscosas, sobre las cuales el viagero apenas si puede trepar con gran
trabajo.
« Los leopardos son tambien muy numerosos en estos espesos bos-
ques; lo mismo que un temible oso, el Ursus labratus. Estos animales
de presa viven principalmente de la caza de la Russa hippelaphus,
que se puede todavía encontrar;¡en grandes tropas. El gran mono gris
de las montañas, que vaga todavía por allí en grandes tropillas. El
gran mono gris de las montañas, el Presbytiss ursínus, fenece tambien
muy á menudo bajo el diente del leopardo. Hemos visto bellísimas
pieles de estos dos animales, en un pequeño bazar que un especulador
árabe ha establecido en la mitad del camino de la cumbre, ácerca de
una hora más arriba de Saint Andrews.
« Las chozas que componen estos pequeños bazares de peregrinos se
hallan construidas de un modo muy pintoresco, en el fondode una que-
brada profundamente encajonada, al bordede un torrente estruendoso,
que cae del picoen cascadas atrevidas, por encima de las rocas á pique.
Nada puede sobrepujar el hechizo romancezco de estos torrentes de las
selvas vírgenes, en las montañas de Ceylan. Ya se precipitan con una
fuerza indomable, bramando y espumando, de lo alto de un muro ver-
tical de rocas; ya reducidos á un curso más moderado, saltan brusca-
menté porencima de los peñascos, desparramándose dentro de su lecho
de granito; ya detenidos por un muro que ataja su curso, estienden
sus claras aguas formando un lago, sobre cuyo espejo se mira el cielo
con sus nubes movedizas. De todos lados estas ondas puras se hallan
rodeadas de un gracioso cuadro de verdura, cuyo hechizo no puede ser
traducido ni por la pluma, ni por el pincel.
« El más bello ornamento de estos torrentes de frescas y abundan-
tes aguas, consiste principalmente en bellos helechos arborescentes.
Los ejemplares achaparrados de estas nobles formas vegetales, que
vemos en nuestros invernáculos, no pueden dar ninguna idea, ni aún
aproximada, de su belleza. Ellos ocupan, en la region montañosa, el
lugar de los palmeros, quese hallan casi esclusivamente confinados á
las tierras calientes. Ala distancia, helechos y palmeros se semejan
30 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
hasta confundirse; en los unos como en los otros, un tronco elevado, -
alzándose derecho de un rasgo vigoroso, sostiene una corona única
de jigantescas hojas; solo que en los helechos, este follage es más deli-
cado, más fino, más aéreo, más alado, más profundamente recortado,
que en los palmeros, que son más robustos y más gruesos, pero menos
resistentes á las bajas temperaturas. Al lado de estos helechos arbo-
rescentes, Asoophila, se encuentra, al borde de los torrentes, otros
helechos menos elevados, sin tronco (Anguopteris) que han excitado
nuestro asombro por las colosales dimensiones de su ramage, largo
de 154 20 piés.
«Estos bosques deben además otro ornato á las lianas encantadoras;
á las plantas trepadoras de todo género, que, con una profusion admi-
rable, recubren el tronco, las ramas y ramos de los árboles. Ya se les
ve pender derecho de la corona de follage, semejantes á las girando-
las de un lustre; ya serpentean de rama en rama, como sobre un árbol
de navidad bien ornamentado; ya cubren los viejos troncos poderosos
con un espeso manto verde, que una floracion espléndida realza á veces
cual brillantes joyas. Se observa principalmente, sobre todo entre
estas lianas de las orquídeas, el amomo, el gengibre y los pandangs
trepadores (Freycinelia), cuyas espigas de flores nos han encantado
por el brillo de sus colores y la estrañeza de sus formas.
«Pronto tuvimos la ocasion de apreciar mejor la utilidad de estas
lianas enla selva vírgen. En efecto, despues de haber atravesado un
torrente rugiente sobre un tronco de olmo, pasando con felicidad
este delgado y movedizo puente, llegamos siguiendo nuestro estrecho
y difícil sendero, á una espesura de árboles y de arbustos, donde un
asombroso encabritamiento de lianas formaba muros verticales abso-
lutamente impenetrables. No podíamos apartarnos un solo paso á
derecha ó izquierda del sendero trillado, y quesolo el tránsito de milla-
res de peregrinos habían podido hacer practicable. Durante una hora
hemos trepado bajo este verde tunel, cuyo techo espeso no dejaba pa-
sar ningun rayo de sol, y mantenía una fresca oscuridad, que enlul-
zaba para nosotros la fatiga y el calor de la ascencion.
«Lared poderosa de lianas entrelazadas, no daba solo sobre nues-
tras cabezas este abrigo precioso; suministraba tambien á nuestros
piés sólidos escalones, y ánuestras manos sólidas rampas de escalera
con las cuales nos auxiliábamos para trepar. En medio de esta calle
encantadora y siempre verde, hemos encontrado una tropa de pere-
grinos, compuesta de cerca de 30 tamiles ó malabares, negros, gentes
medio salvages, de esa interesante raza Dravidiana, á Ja cual perte-
-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 31
necían probablemente los primitivos habitantes de la India. (Cuando
la conquista Ariana; probablemente una mezcla de los etiopes negros
- del conquistador Osiris, el Baco de los griegos, yde malayos amari-
llos ó rojos que han podido ser los verdaderos autóctonos).
«Hace más de 1000 años que estos tamiles han descendido del con-
tinente á la isla (no en buques, lo que supondría cierto grado, aunque
bárbaro de civilizacion, sinó atravesando el puente de Adam, que liga
el continente, y formado de islotes y de bancos de arena someros, in-
vadidos por el mar; un verdadero puente de salvages). Ellos han
conquistado á viva fuerza cerca de la mitad de Ceylan. Hoy forman la
masa principal de trabajadores en las plantaciones de café, y ellos se
sobreponen en los pacíficos combates del trabajo, sobre los singaleses
(devotos, esto es, Budhistas; muelles y sin enerjía por la baraganería,
ignorancia y vicios consiguientes á esta forma de religion).
«Los peregrinos tamiles se hicieron á un lado para dejarnos pa-
sar, sobre uno de los costados del estrecho y empinado sendero;
y pudimos así admirar más de cerca la belleza de sus cuerpos del-
gados, y sin embargo vigorosos; tanto más cuanto que el trage de
los más se reducía á un turbante blanco sobre la cabeza y un trapo
rojo en torno de la cintura. Todas las edades se hallaban représen-
tadas en la tropa, desde el muchacho y la niña graciosa, hasta el
anciano trémulo y la matrona de facciones marchitadas por la edad;
muchas de las mujeres, enla fuerza de la edad, ó amamantaban un
niño ó cargaban sobre sus espaldas un niño de un año. En efecto,
entre estos tamiles que pertenecen á la fé brahamánica; lo mismo que
entre los singaleses budhistas, se considera como muy meritorio y
muy grato á la divinidad, efectuar desde la edad más tierna, el pere-
grinaje á la santa montaña; los piadosos peregrinos creen asegurarles
deeste modo, no solo una buena salud y una larga vida, sinó una
procteccion contra los malos espíritus y el perdon de sus pecados.
«Un interesante espectáculo de otro género nos sorprendió un cuar-
to de hora más tarde, cuando despues de haber atravesado un arroyo,
seducidos por la belleza de algunas balsaminas, hicimos un pequeño
rodeo á lo largo de un arroyo de agua. En una de las vueltas, nos
encontramos repentinamente en frente de una cuenca arrebatadora,
rodeada de altos bosques y caprichosamente adornada de los más fan-
tásticos y atrevidos festones. Una tropa de grandes monos grises de
las montañas (Presbytis ursanus), cuyos chillidos penetrantes había-
mos ya escuchado un momento antes, y que allí retozaban con liber-
tad, quedó tan espantada de nuestra repentina llegada, que huyó en el
32 - (ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
acto átodo correr del costado opuesto. Estos diestros acróbatas se
servían de las lianas pendientes, como de cuerdas de gimnástica y pa-
saban de árbol en árbol con una agilidad maravillosa.
«Un poco más tarde, despues de emergir de la espesura sombría del
bosque, encontramonos en frente de un alto muro de rocas, hácia lo
alto del cual conducía una larga escalera con gradas talladas ; en—
cima percibíamos sobre una especie de plataforma, muchos ambalams
ó posadas de peregrinos. Habíamos ya pasado delante de muchas de
estas posadas. . Pero este grupo era más considerable y constituía la
última gran estacion sobre las faldas norte del Pico. Muchos pere-
grinos llegan á fatigarse de tal modo, de los esfuerzos que han tenido
que hacer para trepar el sendero empinado sobre la pendiente pedre—
gosa, que se detienen en ese parage para pasar la noche. Y sin em-
bargo, no hay de ese parage hasta la cima más que una hora larga
de marcha, á la verdad muy penosa. Otros no descansan allí sinó unas
cuantas horas, restaurándose con lo que allíse vende en fruta, ó bien
en curry (una salza) y en arroz que hacen cocinar ellos mismos sobre
un fuego al aire libre; un fuego de este género flameaba precisa-
mente bajo los grandes árboles, encima de las murallas de rocas;
una tropa de cingaleses se hallaba agrupada en torno en actitudes
pintorescas. '
« Despues de un cortoreposo en este ambalaws, partimos refresca-
dos por el jugo sabroso de algunas bananas, para realizar la última
y más ruda etapa de nuestro peregrinage. Allí, en efecto, comienza
la parte más famosa y la más temida: la ascencion de la pirámide.
Sobre una vasta estension, gradas de escalera han sido talladas en la
roca desnuda, empinada y á veces á pico. A un costado se presentan
sólidas cadenas de hierro, álas cuales hay que asirse fuertemente
cuando se trepa. Muchas de estas cadenas, ofrendas de piadosos pere-
erinos, tienen por lo menos una edad de mil años; solo que se cuida
de reemplazar de vezen cuando los anillos roidos por el orin. Grue-
sos piquetes de hierro, bien metidos en la roca del gneiss, sostienen
de distancia en distancia estas cadenas que oscilan y chocan ruidosa-
mente contra la roca.
« Para los ascencionistas sujetos al vértigo, este sendero, á pesar de
estas cadenas, no es un camino cómodo. Tuvimos pues doble motivo
para admirar la destreza de una negra mujer tamile, que ya cargada
de dos hijos grandes sobre la espalda, y de uno de pecho en el seno,
había aeregado además una canasta de víveres sobre la cabeza, la cual
hace balancearse para adelante y para atrás, y que se sostiene solo
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 33
sobre las gradas de la empinada cuesta, sobre los móviles pulgares
de sus desnudos piés, como si en realidad fuese un cuadrumano.
Bien que esta escala, como la del paraiso, sea difícil de trepar y pa-
rece muy peligrosa, ella no lo es sin embargo/en realidad, sinó en un
pequeño número de sitios. En efecto, si llega uno á resbalarse, sobre
las gradas pulimentadas por el frecuente tránsito, ó si se deja escapar
la cadena de las manos, lo que no es raro, no se cae en un profundo
precipicio, sinó sobre un lecho de verdura muy blando, donde se ar-
riesga cuando más el chocar desagradablemente con algunas de las ra-
mas salientes. La abundancia maravillosa de la vegetacion tropical
estan grande; las masas de follaje entrelasado son tan espesas, que
los cojines flotantes de las altas copaduras de los árboles llegan hasta
los piés del viajero; y si da un paso en falso, lo reciben sobre un
blando lecho.
«En fin, logramos sobremontar con felicidad esta última prueba.
Despues de trepar la última escalera guarnecida de cadenas, pudimos
percibir inmediatamente encima de nuestras cabezas, la punta desnuda
y rocosa de la montaña milagrosa, y sobre esta cima, el celebre templo
de Boudha, objeto final de nuestro peligroso peregrinaje. Todavía al-
gunas gradas empinadas, y nos hallamos á la entrada del santuario
venerado.» Allí fueron acojidos con solicitud por los viejos sacerdotes
budhistas de barba blanca, que vigilan en la guardia de este santuario
y reciben en cambio las ofrendas de los peregrinos. Ellos no perma-
necen sobre esas alturas sinó durante cuatro Ó cinco meses, desde
Enero hasta Abril ó Mayo. El resto del año el Samanala es inabor-
dable á causa de la abundancia y continuidad de las lluvias.
«La cima más elevada del pico de Adam, corresponde perfecta-
mente ála idea que los niños se forman de la cima de las montañas ;
figurándoselas de ordinario, puntiagudas como un pan de azucar (y hay
montañas que tienen este nombre y esta figura), de manera que difí-
cilmente podrán figurarse cómo ha podido construirse allí una habita-
cion ó un templo. En efecto, el peñasco de gneiss que termina el
Samanala es tan agudo, que apenas si se encuentra justamente el es-
pacio necesario para el pequeño santuario, colocado como un balda-
quin encima de la sripada ó rastro de pié sagrado. Y aún al pié de esta
roca, unos 20 pies más abajo, el espacio es tan estrecho que se halla
enteramente ocupado por la estrecha escalera que conduce más arriba, y
por dos pequeñas casuchas de sacerdotes, dos chozas exíguas de un solo
piso, construidas la una arrimada á la otra. Este estrecho espacio se
h:lla rodeado de un muro bajo de piedras blancas, con dos puertas,
“ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT. - 3
34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
una al norte y otra al sud. Su más bello ornamento consiste en los
viejos rododendrons arborescentes, que son á nuestras rocas de los
Alpes, lo que los bambus ó tacuaras son á las delgadas cañas de nues-
tras campañas Cada rama nudosa de este árbol, altas de 30 á 50 piés,
presenta un grueso ramillete resplandeciente, un mechon voluminoso
de hojas de un verde sombrío, en medio del cual resplandecen de 20 4
30 rosas magníficas de un color rojo escarlata.
« Despues de haber trepado la pequeña escalera, penetramos bajo
el techo del pequeño templo casi abierto, en forma de baldaquin.
Hénos pues, al fin, delante de la smipada, el rastro sagrado que desde
hace más de 2000 años es el objeto dela más profunda veneracion de
muchos millones de la humanidad de todos colores, que viene á ado-
rarlo reverente, pasando por un penoso peregrinage. Este rastro no
presenta en sí nada que parezca justificar una tal adoracion. Consiste
en una sismple cavidad oblonga escavada en la superficie de la roca;
tiene un largo de 5'/, piés (las 11 cuartas de Batuta, pues los Arabes
tiene el pié y la mano muy pequeña); con un ancho de 2 !/, piés.
Se necesita mucha imaginacion y pocos ojos para descubrir en
este hueco de la roca, la más remota semejavza con un jigantesco pié
humano. Nuestros paleontólogos, á quienes impresiones de patas de 4
á5 dedos sobre asperones Ó calcareos, basta para afirmar con plena
certidumbre la existencia de reptiles, de aves y de mamíferos que se
han paseado sobre playas húmedas ó sobre el limo de los mares, ha-
cen millones de años, se sentirían muy poco inclinados á reconocer
en la sripada el rastro de un animal vertebrado. Pero una fé robus-
ta puede mucho; y para ayudar á la imaginacion rebelde de los pe-
regrinos escéntricos, los sacerdotes budhistas han enmendado desde
hace mucho tiempo los borrados contornos de la srapada, por medio
de un relieve en yeso que, en la estremidad, forma 4 manera de ul
peine de cuatro dientes, para figurar los intérvalos entre los cinco
dedos. Desgraciadamente, la ejecucion es tan imperfecta, que solo se
presenta muy groseramente la forma de un pié (y eso mediante el au-
xilio de una robusta fé). Para aplastar en su orígen nuestras disposi-
ciones á la crítica, uno de los sacerdotes nos observó que originaria-
mente el rastro presentaba contornos netos, pero que se ha borrado
al contacto de las manos y de los lábios de innumerables peregrinos.
Jl piadoso personage podría muy bien tener razon bajo cierto aspecto,
pues recuerdo como, en San Pedro de Roma, el dedo pulgar de
bronce delos piés del Apóstol, ha quedado gastado por una causa
parecida.»
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 35
Como se vé, la inspeccion de Haeckel no hace sinó confirmar nues-
tra congetura de ser esa una señal dejada por las aguas, y no la impre-
sion de un pié humano, pues vestigios análogos se encuentran en
nuestro país mismo, en muchas montañas que conocemos, y son el
resultado de depósitos de las aguas de lluvia, como lo hemos espli-
cado. Las razas supersticiosas del Asia han llegado hasta ver en ella
lo que no ha existido nunca, el rastro de un pié humano jigantesco,
atribuyéndolo á diferentes piés, segun lo hemos visto, en lo cual no se
halla de acuerdo la tradicion, siendo tal vez la tradicion Cingalesa la
más antigua, de la cual han surgido las otras, como de un pri-
mer hongo, suelen surjir muchos hongos. Como quiera esta supersti-
cion, aunque á todas luces falaz, por lo menos no es completamente
funesta, sinó para el carácter y la razon del hombre á quien degrada.
Pero son esas supersticiones del género humano niño, y esto solo es una
escusa. Por lo demás, el peregrinage ¿una elevada y pintoresca mon-
taña es un ejercicio que el buen gusto y la higiene justifican, y esta es
obra escusa sólida para la supersticion que la motiva. Pero, sigamos
á Haeckel.
« Todo en contorno del rastro sagrado, la roca se hallaba sem-
brada de flores odoríferas que los cingaleses tienen costumbre de
presentar como ofrendas al templo de Budha: las grandes flores
aromáticas, blancas y amarillas del Plumiera y del jazmin, y las ro-
sas encarnadas del melastome y del rododendron. Estas ofrendas
y otras flores además, lo mismo que las hojas del Bethel, nueces de
arec y montones de arroz, se hallaban depositados fuera del templo,
en pequeños nichos de piedra, ósobre la verde balustrada que rodea
la parte inferior. Sobre esta balustrada se elevan 12 pequeñas co-
lumnillas con chapiteles dorados, que soportan el techo de tejas
del templo. Este techo se semeja á un globo retenido por un án-
cora, porque todos sus cuatro ángulos se hallan asegurados con 4
cadenas de hierro sólidamente fijadas al suelo, á fin de que no sea
arrancado por las violentas ráfagas, bastante frecuentes sobre la
cima del pico. :
« Durante las seis horas que hemos pasado sobre la cima del
pico de Adam, hemos visto llegar muchas tropas de peregrinos á cum-.
plir con sus devociones; los cingaleses budhistas, y los tamiles brah-
manicos se sucedían allí unos tras otros. Un par de árabes mahome-
tanos vinieron tambien á adorar la sripada, como el rastro del pié
de nuestro primer padre Adan, con tanta veneracion como lo ha-
bían hecho los negros malabares á título de reliquia de Siva, y los
36 “ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA. ARGENTINA
cingaleses tostados, á título de recuerdo de Budha. La tolerancia
recíproca de que estas tres religiones dan prueba sobre esta cima,
desde hace más de mil años, es verdaderamente conmovedora y ar-
guye en favor de la inteligencia, humanidad y cultura de esas razas.
Ella debe llenarnos de confusion bajo más de un aspecto, en vista
sobre todo de la animosidad que se muestran unas á otras las diver--
sas sectas cristianas (que debieran ser tolerantes, puesto que su dios
murió en una cruz perdonando á sus enemigos, y con mayor razon
entre hermanos: pero nuestros dovotos cristianos son cristianos solo
en el nombre, y en el corazon más paganos que... más paganos que
los tamalis, puesto que estos ceden el paso á los cristianos como he-
mos visto). Basta por ahora con recordar las luchas sangrientas de
los católicos y de los griegos encima del Santo Sepulero en Jerusa—
lem; y las escenas de odiosa intolerancia á que estamos condenados
á asistir cada año en nuestra propia patria. » Ahora bien, como Jesu-
cristo murió dando el ejemplo de la tolerancia y la bondad, quiere
decir que esas sectas ni comprenden, ni practican el cristianismo, ni
se entienden ni convienen sinó en una cosa, en quemar y perseguir
á los protestantes ó hereges y á los heterodoxos.
« Los actos de devocion de los peregrinos eran por otra parte bas-
tante simples y reservados: se inclinan profundamente y hacen su
adoracion delante de la sripada ; ellos sembraban el suelo de flores ;
hacían humear perfumes; encendían sirios y hacían sonar pequeñas
campanas; en fin, ofrecían á los sacerdotes algunos presentes, con-
sistentes en arroz, en betel, en alimentos diversos y en monedas de
plata ó cobre. La ofrenda de viejos girones de vestidos gastados por
el largo uso, se considera (coincidencia estraña con los salvages de
Sud-América que cuelgan girones de sus ropas viejas en los viejos
chañares y otros árboles sagrados: quiere decir que todos los pueblos
salvages se parecen) como una ofrenda de las más meritoria, vién-
dose muchos de estos harapos colgados de las rampas de las escale-
ras. De la boca de los que oran, se escapa el grito 4menudo repetido
de Sadu! Sadu! (Santo! Santo! Amen! Amen !). La mayor parte
de los peregrinos no permanecen sinó muy corto tiempo en la cima,
descendiendo ue nuevo en cuanto han terminado sus devociones.
Ellos no disfrutan de la perspectiva, sin duda por no complacer á la
carne. |
«El panorama grandioso y el horizonte sin límites que se descu-
bre desde lo alto de este pico aislado, era para nosotros un espectá-
culo mucho más interesante y más conmovedor, que esos ejercicios de
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 31
necia piedad, que rebajan al hombre haciéndolo prosternarse ante
embustes y patrañas, forjadas por la mente grosera de la humani-
dad en su infancia.» El hombre debe tener la dignidad de su razon,
que es su ejecutoria de nobleza, la cual lo hace superior á los otros
seres. El no debe creer ni aceptar sinó aquello que su razon aprue-
ba. El no debe creer por poder, porque sus antepasados han creido.
Los antepasados de todos, han sido bárbaros ó salvages atrasados, y
han creido cuanto sus sacerdotes interesados, han querido decirles
de supersticiones. El hombre que hace abstraccion de su razon y
admite una fé ciega, deja de ser hombre, para convertirse en un ser,
en un animal sin nombre, á quien el primer pillo con hábitos, puede
hacer comulgar con ruedas de carreta. El hombre ó es un ser racio-
nal, óno es nada. Por eso las verdaderas religiones, el judaismo, el
cristianismo, se apoyan en la razon, no en la supersticion: y solo de-
ben aceptarse en cuanto se apoyan en la razon: de otro modo son
pura superchería é impostura.
«Desde la cima dei Samanala, con una sola mirada, abarcabamos
la mayor parte de la Isla siempre verde, que bajo muchos aspectos,
es una de las más bellas y de las más maravillosas del mundo. Por
lo demás, lo que había de más grandioso en este panorama, era
precisamente esta idea misma y el recuerdo de los cuadros nobles y
sorprendentes que nos habían presentado nuestras correrías en este
paraiso terrenal. El valor pintoresco de este magnífico panorama no
es por lo demás tan grandioso como lo han pretendido muchos via-
jeros. Tan lejos como la vista puede estenderse hácia los cuatro pun-
tos cardinales, no se percibe otra cosa que montañas revestidas de
hosques verdes, cadenas que se alzan en egradería detrás de otras ca-
denas; valles dispuestos al lado de otros valles. La vegetacion na-
tural de Ceylan es tan potente, que borra y oculta todo lo demás.
Cuando más, se puede, mediante tintes de un matiz más claro ó más
sombrío de esta capa de eterna verdura, reconocer si se halla for-
mada por culturas más ricas, ó por bosques más densos. Aún en los
fértiles valles cultivados del Saffragam, al Sud del pico de Adam,
inmediatamente más abajo de nosotros, las numerosas aldeas y las
plantaciones se hallan completamente ocultas por las grandes coro-
nas de palmeros, de mangueros y de árboles del país. En los ricos
distritos de cafetales del norte de la Isla, no se podían distinguir ni
casas ni bengalows. Las únicas oposiciones que interrumpen esta
verdura monótona, vienen de los brillantes hilos de plata de los rios,
de los arroyos y delas grandes estensiones de agua que, en lonta-
38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
nanza, rielan al sol en los lagos salados de Hambangtotte al Sudeste,
y del Oceano Índico al Oeste.
«Es tal vez justamente esta uniformidad de verdura, la suave on-
dulacion de las cimas redondeadas de las montañas, la indigencia de
las formas pintorescas, la ausencia de contrastes chocantes, lo que
dá al panorama de Samanala su grandiosidad simple y su nobleza.
- El aire maravillosamente puro y vivificante de las alturas, la ma-
gestuosa cúpula de un azul intenso del cielo de la India; la calma
y el silencio que reinan por todo no contribuyen menos á dar esta
impresion de paz paradisiaca y de vida inocente, que caracterizan en
un tan alto grado la Isla maravillosa. Se comprende en estos luga-
res cómo esta cima aislada ha podido convertirse para religiones tan
diversas, en un centro comun para adorar á la divinidad.
«Sir Emmerson Tennet, á quien se debe una notable monogra=
fía de Ceylan, cediendo á las impresiones que se esperimentan sobre
el Samanala, estima que de allí se disfruta tal vez el más grandioso
panorama del mundo, y que ninguna otra montaña de altura igual ó
superior no ofrece, no presenta, un panorama tan despejado y tan 1li-
mitado sobre las tierras y los mares. Ese es un error. El nevado pico
de Tenerife, cuya elevacion es casi doble, y cuya ascension hize en
26 de Noviembre de 1866 con un tiempo tan espléndido, no es solo
mucho más interesante por la série superpuesta ó en gradería, de las
diversas zonas de plantas; sinó que presenta al mismo tiempo un pa-
norama mucho más vasto y mucho más espléndido. De su cima, yo
dominaba el grupo entero de las Islas Canarias, y mis miradas se
estendían sin obstáculo por encima del Oceano Atlántico hasta las
costas de Marruecos y sobre el Continente africano.
«Había formado el proyecto de pasar la noche en la cima del pico,
para observar los fenómenos que acompañan la salida y puesta del
sol y en particular las transformaciones de la forma cónica de la ci-
ma. Pero una residencia de algunos meses en el calor húmedo de
las costas me había de tal manera habituado á esta temperatura de
invernáculo caliente, que yo tiritaba á medio dia con 15? Reaumur (18?
C.) en despecho del plaid y de la cobertura de lana con que me ha-
bía envuelto. Como en esta época del año el termómetro desciende de
noche á tres ó cuatro grados, y como el frio monson del nordeste pe-
netra por las grietas de los muros en las sucias y miserables habita-
ciones de los sacerdotes, yo renuncié al placer de pasar la noche so-
bre la roca desnuda que sirve de suelo á esas habitaciones. Por for-
tuna en la tarde hizo un tiempo que acabó con toda hesitacion. Jl
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 39
cielo que durante la mañana se había conservado puro y radiante de
sol, se enturbió á medio dia cubriéndose de innumerables capullos
de pequeñas nubes. Hácia las dos de la tarde se aglomeraron en
nubes espesas que cubrieron unas tras otras las cadenas de monta-
ñas. De cuando en cuando una cima verde asomaba por algunos mo-
mentos sobre las olas de este mar de nubes. Toda esperanza de una
tarde despejada se desvaneció, y el frio que aumentaba nos decidió
á partir á las cuatro, haciendo nuestro descenso del lado de Saint
Andrews. »
El profesor Heeckel poco despues partió de Ceylan, despidiéndose
de la Isla encantada en los siguientes términos: «Bella gemma (este
es el nombre un tanto oriental, que Heckel dá á Ceylan); cuantas
veces no he soñado yo contigo despues de tu visita! Desde que te be
abandonado, ¡cuántas veces no he evocado tu dulce recuerdo! » Las
horas del trabajo, del estudio, de la contemplacion absorbente de
las bellezas y prodigios de la naturaleza, pasan pronto para el sábio.
Despues de reunir una ámplia coleccion de animales y plantas de
toda especie, Heeckel se volvió á su fria, pero poderosa Alemania.
Mas es de creerse que en su helada y nebulosa patria, él hecha á ve-
ces de menos los paisages llenos de sol, y la vida simple, quieta, pa-
cífica, contemplativa de la bella gemma, esto es, de su bello rubí
ceylánico. «Despues de tributar gracias al destino, dice, de haber
podido aunque tarde realizar el sueño más halagúeño de mijuventud,
he vuelto á entrar en el sendero trillado de mi existencia, más rico,
con todo un tesoro de recuerdos, que será una fuénte inagotable de
deleites y de estudios para el resto de mi existencia ! »
Volviendo ahora nosotros á la parte prosáica de nuestro asunto,
diremos que las principales ciudades de la Isla encantada de Heeckel,
son: Colombo, la capital, con 150,000 almas; Candy, Trincomali,
Punta Galle, Jafnapatam, Batikalo, Negombo, Calpentyn, Manaar.
Ya sabemos que esta isla, en las edades geológicas, ha debido ser
una península de la Isla continental, habiendo aún vestigios de la
cadena sub-marina que la ligaba; otra cadena ha debido ligarla en
esas edades con las islas de la Zonda y el archipiélago índico, cuando
el continente Lemuriano existía en su integridad, en lugar del Asia
actual, emergida en su mayoría del eoceno adelante. Entónces, el
Golfo de Bengala debía ser un Mediterráneo como el Mar Negro. Esta
Isla, montañosa y cubierta de bosques en su centro, tiene además
del Pico de Adam, de 7879 piés, que ya conocemos, el Padeatalegala,
más elevado, pues tiene 8326 piés. En sus montañas, de un carác-
40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
ter granítico bien marcado, segun hemos visto, contiene minas de oro,
de plata, de hierro, de estaño, de mercurio, de piedras preciosas, aún
sin esplotar; y en el estrecho de Manaar bancos de ostras de perlas,
de donde han salido las más bellas perlas de la antigúedad; y de
donde provenía sin duda esa magnífica perla que Cleopatra se tragó
en una copa de vino, delante de Marco Antonio.
Las montañas dan mucha variedad al clima de esta isla por la in-
fluencia diversa de los monsones; húmeda y templada al oeste; seca
y cálida al este. Los principales productos de su suelo son hoy: el
arroz, la canela, el tabaco, el café, el azúcar, los cocos, el palmero,
el árbol del pan, el ébano, el algodon, el clavo, la pimienta. Sus ex-
portaciones consisten principalmente en café, canela, aceite de coco,
cordelería, etc. La tierra dá tres cosechas por año. Como hemos
visto, se encuentran en sus bosques rebaños de elefantes de una es-
pecie muy fácil de domesticar; mas, perseguidos por los naturales y
por los in7leses, con sus grandes balas esplosivas, muy pronto darán
cuenta de ellos, si el gobierno no pone remedio, reglamentando su
caza. Además del elefante, la zoología de la Isla cuenta el oso, el
leopardo, la hiena, el chacal, el ciervo, la gacela, el búfalo y muchas
variedades de monos y reptiles. A lo espuesto, añadiremos nuestras
impresiones personales respecto á las razas que pueblan las islas,
comenzando por los veddas, ó habitantes primitivos del país, los cua-
les por la hostilidad de las otras razas, vivían hasta hace poco, re-
fugiados en las montañas y haciendo una vida destituida y salvage.
Este es el campo en quelos misioneros ingleses han obtenido algunas
conquistas. Los singalis ó singaleses forman dos clases: los kan-
dyotas ó del interior, y los singaleses de la costa; ambas varían en
el matiz de su color: castaño rojizo en los primeros y negro en los
segundos. Sus libros religiosos, que ya hemos enumerado antes, y:
sus anales conservados desde el siglo IV antes de Jesu Cristo, arrojan
mucha luz sobre los orígenes y la historia del budhismo. Las nu-
merosas ruinas de ciudades, de templos, de canales, de puentes, de
acueductos, prueban el desarrollo de su civilizacion antes de la lle-
gada de los europeos. Su conformacion física, su carácter indolente,
astuto y cruel, los acercan á las razas de la Hindo-China, sobre todo
á los birmanes. Tienen una lengua litúrgica como nosotros el latin,
que es el pali.
Ceylan forma, en el imperio anglo-1ndiano, un gobierno colonial
dividido en seis provincias. El gobernador inglés posee el poder eje-
cutivo y el legislativo á la vez; pero él tiene un concejo consultivo,
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 41
especie de asamblea de notables, con el cual consulta sus medidas de
carácter civil; lo nombra el mismo gobierno, pero sus decisiones solo
pueden obligar moralmente al gobierno. La guarnicion consta de más
de 3000 hombres, pero tiene además las milicias indígenas como au-
xiliares. En 1882 se han esportado de Ceylan 250,124 libras de café;
en 1880 se había esportado el doble de este producto, pero este culti-
vo ha sido atacado de la mosquilla. De cascarila (Canchona), cultivo
introducido recientemente con plantas importadas del Perú, se han
exportado en el mismo año 6. 614.374 libras. Este cultivo no tiene
peste, porque es verdaderamente de la zona tórrida; más la planta del
café creemos, exije un clima más templado, como el de nuestro Cha—
co: el café es oriundo de Arabia, situada en una latitud estratropical,
Medina. De té se han exportado 1.366.168 libras. Estos nuevos pro-
ductos están en crecimiento cada áno, y el té producido es de una
calidad superior; se vende en Inglatsrra á 1 */, chelines libra, mien-
tras en Ceylan, puesto en el buque, solo cuesta de 18 4 20 centimos
libra. En Ceylan como en todo el globo, en 1883, despues del terre-
moto de Krakatoa, se han notado los más espléndidos y durables
erepúsculos al salir y al ponerse el sol. Como esto se observa siempre
despues de las grandes erupciones de los volcanes ecuatoriales, no
pueden sinó atribuirse á los polvos y cenizas volcánicas, los cuales
alcanzan una altura talvezde 400 millas en nuestra atmósfera, á juz-
gar por la duracion de los crepúsculos, que se prolongan por tres 6
cuatro horas despues de puesto el sol, cuando de ordinario solo duran
4 42 horas cuando más.
El 21 á las 4 de la tarde hicimos nuestra salida de la bahía de Co-
lombo, donde el Siam se detuvo todo el 20 y parte del 21 de Marzo
(dia del equinoccio) para cargar, descargar, hacer aguas y carbon y
refrescar sus provisiones. Colombo no es seguramente un puerto co-
mo los bellos puertos de que la naturaleza ha dotado á Nueva Zelan-
da y Australia; es una grande ensenada de descote abierto, de costas
bajas y coronadas de bosques de palmeros, á los que se mezclan ba-
nanas y piñares en los jardines; y esa multitud de magníficos árbo-
les intertropicales que adornan los squares, parques y jardines de acli-
matacion de la zona intertropical, y en que figuran árboles asiáticos,
africanos, europeos, chinos, japoneses, sondinos, australianos y aún
americanos, forman el más bello, fresco y espléndido conjunto de ve-
getacion que es posible imaginar en esos climas de fuego. Colombo
tiene una poblacion numerosa, pero sórdida, mísera en su aspecto (ha-
blamos de la masa de poblacion indígéna), y solo tiene importante y
A9 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (
moderno los edificios y creaciones de la colonizacion europea. Lo qu
contribuye á formar el puerto de Colombo, es el largo muelle del fer,
ro-carril que limita la bahía del lado del Sud, formado de materiales,
sólidos, y que sirve tambien de rompe olas. Es de una vasta estension,
en largo, establecido sobre magníficos trozos de piedra canteada ; y A,
pesar de que en el año de nuestro paso no presentaba un solo árbol,
lo que atribuimos á ser demasiado reciente, él sirve de paseo ála po-,
blacion europea é indígena de la ciudad, como que está entre dos
aguas y recibe las frescas brisas del mar. La poblacion hindu del país |
es interesante ; ya sabemos que en ella los singaleses budhistas for- i
man dos tercios de la poblacion; constituyendo los negros Tamalis el
otro tercio.
Por las noches, cruzando en sus botes la solitaria bahía, he oido á '
los singaleses entonar sus himnos budbhicos; y álos tamalis entonar
sus letanías á Siva y á su 'pura y casta diosa. En el tono y forma
de ellos, óhan sido copiados por los rituales europeos, ó todas las su-
persticiones se parecen. Ahora bien, son las masas de la poblacion
asiática, ignorantes, degradadas y viciosas, la fuente de toda su-
persticion. Todas las supersticiones prometen salvar, pero no hacen
sinó perder y degradar al hombre. Solo la filosofía en forma de reli-
sion ó- de ciencia, salva, regenera, moraliza, embellece, eleva y
hace feliz al hombre. Por lo que es álos tamalis, ellos parecen finos sal-
vajes negros; se presentan desnudos, con solo un taparrabo, manéjan-
dolas canoas de que he hablado. Hay tambien entre ellos mahometa—
nos 0 hindo-árabes, que sé conocen por sus cabezas rapadas, sus tur-
bantes y su aire de dignidad é importancia. Si los mahometanos fuesen
libres, en vez de ser esclavos de sus déspotas, serían los pueblos más
grandes é importantes del globo. Ellos tienen una religion pura y con
pocas ó ninguna supersticiones. Pero sus gobiernos absolutos los ano-
nadan como las supersticiones anonadan á los paganos hindus. Por
sus gobiernos, Ó por sus supersticiones las razas asiáticas son las más
desgraciadas del mundo. La Europa y la América, por solo tener un ele-
mento de libertad, son los dueños del mundo y del porvenir. Ellos no
son como los asiáticos, majadas que cualquiera puede conquistar ú ho-
llar. Los hindus singaleses tienen un aspecto muy afeminado, llevan
el pelo largo, peinado partido en la frente y usan peinetas como nues-
tras mugeres. Se cuentan tambien entre ellos algunos banianos y des-
cendientes de los antiguos Parsis, que hacen los negocios de dinero y
de cambio. Su color es más blanco que el de los hindus, y su aspec-
to muy simpático. No hay un asomo de malignidad en la benévola
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 43
fisonomía de esos adoradores de Ormuzd; y son tan buenos como
amables.
La poblacion hindu de Ceylan es muy oscura, negra, con tonos co-
brizos; su pelo no es motoso, sin embargo, es crespo y no lácio, co-
mo el de nuestros indios de América ; pero en esto puede haber una in-
fluencia climatérica. Nuestros indígenas son tambien deun color mu-
cho más claro quelos dravidianos; pero muy parecido al color de las
castas nobles, de orígen Ariano. Plácenos la sencillez en el vestir.
Hay un medio entre el lujo bárbaro ó asiático (los bárbaros, por lo
mismo que no comprenden el valor y el buen empleo del dinero, lo
prodigan en la vanidad y el lujo) y la desnudez del salvaje; medio
que se concilia perfectamente con la decencia, el arte y el gusto. El
esplendor es sobre todo recomendable en los edificios públicos y pri-
vados. Conforme es el pájaro es el nido, dice un refran español anti-
guo. El hombre, que es el más bello y poderoso pájaro de la creacion,
debe hacerse moradas dignas por sus proporciones, su esplendor, sus
jardines, su aseo, del soberano del globo.
Pero estos pobres hindus viven, en medio de miserables chozas y
con miserables medios de industria y cultivo del suelo. FAllí no hay
grande y bello, sinó lo que el europeo, ó sus descendientes, hacen ó
dirijen. ¿Qué han hecho en tantos siglos esos infelices hindus, si no
han aprendido ni á cultivar el suelo, ni á vestirse, ni á edificar ?
Comprendo que se hallan en el país de la poca ropa, y que para el tra—
bajo no se precisa ni ropa nueva, ni mucha: con cualquier ropa se
trabaja. Pero despues de las horas de trabajo, vienen las horas del
descanso, y entónces el aseo y el buen vestir son indispensables; fue-
ra de que aún la desnudezde la zona tórrida, admite su decencia y su
elegancia. Los más elegantes de entre ellos, las mahometanos y ba-
nianos, aún aquellos quetienen fortuna, á penas si usan un chr-
pá como nuestros antiguos gauchos; pero un chiripd sin elegan-
cia, como chimipá de indio viejo. Esta raza es inteligente, vigorosa,
ágil, laboriosa de cuerpo, y su físico indica una raza susceptible de
perfeccion y progreso. Pero su espíritu es el esclavo secular de ab-
yectas supersticiones, en que ellos mismos se llaman ovejas, y á sus sa-
cerdotes pastores; y como ovejas, creen que no necesitan pensar ni
trabajar, sinó por necesidad; mientras que sus pastores espirituales,
ganados porel contagio de la ignorancia y dela haraganería y vicios
que esta engendra, tampoco se toman el trabajo de pensar, ni de tra—
bajar. Resulta una asociacion monstruosa de mendigos altos y bajos ;
y cuando la limosna no alcanza, como no puede alcanzar entre hara-
44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFÍCA ARGENTINA
ganes, roban, saltean y matan, ó se venden á déspotas que los emplean
en establecer y sostener su tiranía. Tales son las causas de su esta-=-
cionamiento y atrazo. Ellos rezan y cantan en sus templos, pero no sa -
ben pensar, y por consiguiente no saben trabajar; lo uno vá con lo
otro. De todos los males, el mal del espíritu es el más grave, porque el
espíritu dirije el cuerpo.
La miseria de los hindus tampoco puedo esplicármela, ahora que
una nacion poderosa y libre, para bien;de ellos, mejor que los domina,
los dirije. Bajo el antiguo régimen de sus tiranos y esplotadores, su
miseria se comprende; y el que tenía algo, debía ocultarlo para no ser
víctima de la codicia delos tiranos ó de sus seides. Pero hoy ellos son
libres bajo el cetro imperial de Inglaterra, desde hace cerca de un si-
glo, ó por lo menos, desde que salieron del dominio de la Compañía
hace 40 años. Desde que nuestros paisanos changadores tuviesen paz
por 20 años, deseguro se harían ricos, y con más razon, la gente de
oficio Ó de capital. Y aquí en un país que todo es oro, por la fecundi-
dad y riqueza del suelo; por el valor de sus productos y el seguro mer-
cado, hace siglos esta raza vive, trabaja y se afana, y sin embargo,
no sale de su desnudez y su miseria. Es que la mantencion delas su-
persticiones y los vicios, cuestan más caros que la ereccion de un pala-
cio. Porque ellos no son pródigos ; son por el contrario, sencillos en
sus gustos y se contentan con poco; tampoco son codiciosos, ni ateso-
ran. ¿Dónde atesorarían ? Sus chozas de teja y balago son tan misera-
bles, que no hay en ellas donde guardar una rupia : y ellos no tienen
depósitos en los bancos, siendo muy contados los que los tienen. Toda
esa miseria es hija de la ineptitud, mantenida por la supersticion.
Esos en suma, son los antiguos mendigos de Italia, de España, de
Irlanda, de todos los países católicos, en los cuales el pueblo no tra-
baja, ni puede trabajar, porque no piensa, nies instruido, estando
prohibido pensar é instruirse. Hoy.es diferente; los mendigos han
desaparecido de España y de Italia como por encanto; y el pueblo
trabaja y prospera bajo gobiernos liberales. Esto es exactamente lo
que sucede en la India. El pueblo no trabaja, porque su espíritu no
trabaja; la actividad del espíritu produce la actividad del cuerpu. El
pueblo no piensa, no puede pensar, porque sus supersticiones de cas-
ta y religion, se lo prohiben: su religion les manda no pensar sinó
en la muerte ; y es claro queel que se ocupa de morir, no puede ocu-
parse de pensar y trabajar con objetos de vida, Ese pueblo, en una pa-
labra, es miserable porque no trabaja ; y no trabaja porque sus su-
persticiones son una barrera al pensamiento y al trabajo,
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 45
Una cosa es notable en Ceylan, y tal vez en la inmediata India ; y es
que las gaviotas no son blancas, ni overas, como en el resto de la tierra;
son negras y con un graznido lúgubre; son una especie de cuervos ma-
rinos, del tamaño de un zorzal grande. Otro rasgo: nunca he visto
una bahía cuyas aguas cambien tanto de color, como la de Colombo.
Cuando entramos en la madrugada del 20, sus aguas eran de un ver-
de sombrío. Al medio dia, ellas asumieron un verde mixto. Al dia si-
guiente eran de un verde turqueza espléndido; esto es sin duda debi-
do á los vientos, que mezclan las aguas de alta mar con las de la bahía,
y la hacen cambiarlos diversos matices de su color; y tambien á la
hora del dia y á la proyeccion de la luz. Se ven muchos pescadores in-
dígenas, en sus frágiles canoas, más semejantes á piraguas de sal-
vajes, que 4 embarcaciones de una nacion tan antigua y famosa como
la India. Los hindus de Coiombo son muy comerciantes ; ellos vienen
á ofrecer sus mercancias á los vapores, consistentes en joyas, basto-
nes y trabajos esculturales en maderas y marfil. sta última sustan-
cia la trabajan primorosamente. He visto pequeños elefantes esculpi-
dos en marfil y ébano, que son una verdadera obra maestra y que se
pueden obtener barato.
Junto con nosotros, se hallaban en la bahía de Colombo, entre otros
vapores, el steamer Khediwwe, perteneciente á la línea de navegacion
costera de la India; es un magnífico vapor de más porte que el S2am.
El nos precedió unas cuatro horas en la salida, con direccion á Ma-
dras. Pero al fin salimos nosotros, á las dos de la tarde, despidiéndo-
nos con la vista de las costas encantadoras de Ceylan, cubiertas de
palmeros y que se pierden en lontananza hácia el Este, pues nosotros
vamos á dirijirnos 4 Bombay, contorneando ála distancia la peninsu-
la. Al salir de las aguas mansas de la hahía, las olas comenzaron á
agitarse, y á la distancia, á medida que las costas se perdían de vista,
se alzaban las crestas elevadas, recortadas en ondas de lázuli, delas
sierras del interior de Ceylan. Esas cadenas tienen los recortes atre—
vidos de nuestras sierras del interior; y ya hemos visto que son tan
elevadas como las más altas cimas cordobesas, en la Cumbre de los
Achalas. Yo contemplaba todavía en ¿mi imaginacion sus bellos hos-
ques, su espléndida vegetacion, sus flores intertropicales, porque jus-
tamente Marzo es la primavera de Ceylan, ó mejor, todo el año es
primavera en la isla encantada. Ai fin, la isla toda se perdió comple-
tamente de vista, y el mar Indico nos envolvió con sus soledades de
azul y de oro. ¡Pero cuántos recuerdos no traían á mi mente esos ma-
res históricos!
46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
DESCRIPCION FISICA DE LA INDIA: SUS LÍMITES, SUS MONTAÑAS, SUS RIOS
SUS BOSQUES, SUS LLANURAS, SU FLORA, SU FAUNA. — SUS PRODUC-
CIONES, SU COMERCIO. — EL DELTA DEL GANGES, SU MODO DE FORMA-
CION, SU EDAD, ETC.
Menos de tres dias tardamos en llegar á la hermosa bahía y puer—
to de Bombay, el cual vá adquiriendo despues de la abertura del ca-
nal marítimo dé Suez, tanta ó mayor importancia que Calcuta, la gran
capital política dela India. Nuestra línea de navegacion fué un der-
rotero al este de las islas Maldives y Laccadives, célebres en los fas-
tos dela navegacion del siglo xv1, en tiempo de la conquistas del Por—
tugal, y despues de los holandeses. Del mar Indico hablaremos más
en detalle al continuar nuestra marcha en la direccion de Aden. En
este capítulo vamos á concretarnos á dar una descripcion de la gran
colonia imperial de la Inglaterra, la India, y un resúmen filosófico
de su historia.
Ya sabemos que la India es una ejemplificacion de lasinfluencias
angulares de las presiones polares, en las últimas revoluciones del glo-
bo. Se vé, ella forma un triángulo, ó mejor, cono irregular que se es-
tiende desde el Asia Media, teniendo por base las crestas colosales del
Himalaya, hasta cerca de los 8de latitud norte, con el cabo Comorin.
Así, su base setentrional reposa sobre la cadena del Himalaya; la
principal parte de su costado occidental, donde se alza Bombay, se
halla bañada por el mar Arábigo, y la mayor parte de su costado
oriental, por la bahía de Bengala. De este modo la península Indica se
estiende desde los 8” hasta los 35" de latitud norte; es decir, desde las
más ardientes regiones del Ecuador, hasta muy adentro de la zona
templada. La capital Calcuta se halla en los 88 longitud este, por
manera que cuando el sol se pone allí 4 las 6 de la tarde, es un poco
más de mediodia en la verdadera capital de la India, la Ingla-
terra,
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 47
La estension de la India de norte á sud, y su mayor ancho de este á
oeste, es de 1900 millas en ambas direcciones ; pero el triángulo rema-
ta en una curva piriforme, formando punta con el cabo Comorin, que
es su estremidad meridional. A este dominio compacto, los ingleses
han añadido, con el nombre de India Transgangética, primero la Bir-
mania Británica, y recientemente la Birmania propia, lo cual junto
con el Aracan, Pegu y Tenasserim, constituyen una vasta zona de po-
pulosos y ricos territorios, que dan un conjunto imponente á toda la
masa del imperio británico en la India. Todos ellos se hallan baña-
dos tanto al este como al nordeste, por las aguas del golfo de Benga-
la. Todo el territorio que acabamos de describir, contiene incluyendo
el imperio Birman recientemente añadido, cerca de 2 millones de mi-
llas cuadradas y 260 millones de habitantes. Las Indias orientales de
Inglaterra por consiguiente, presentan una área y una poblacion
igual al área y poblacion de toda Europa, menos la Rusia. Su pobla-
cion es casi el triple de los habitantes del imperio Romano en todo su
esplendor, que Gibbon estima en 120 millones, para todas las razas y
naciones que obedecían al cetro de los Césares.
La India se presenta como aislada del resto del Asia en el norte, por
una vasta region montañosa, conocida en su conjunto por el Hima-
laya. Entre sus cadenas meridionales se hallan los estados indepen-
dientes de Bhutan y Nepal; la gran meseta del Tibet se estiende á
la parte de atrás. El principado indígena de Kashmir, ocupa el án-
gulo noreste de la India. En este ángulo noroeste (lat. 35% N. long.
742 E.), un sistema ligado de montañas se ramifica hácia el sud. La
India se encuentra de este modo separada por las cadenas bien marca-
das del Safed Koh, y del Suleiman, del Afghanistan; y por un cordon
de lomas ó colinas bajas que continúa en la direccion del sud, llamadas
Halas, el cual la separa del Beluchistan. La última parte de la fronte-
ra terrestre occidental, es formada por el rio Hab, terminando estos
confines enel cabo Monze, en la embocadura de su estuario, en la
latitud de los 24? 50” latitud norte: y en los 66* 38' longitud este.
Continuando más al sud sus límites occidentales, la India confina al
oeste y sudoeste con el mar Arábigo yel océano Indico. Volviendo
ahora al norte desde su estremidad meridional en el cabo Comorin,
en la latitud de 8 4' 20” norte, y longitud 77935'35"” este, la larga
línea marítima de la bahía de Bengala, forma la principal parte de su
confin oriental.
Mas en el nordeste, lo mismo que en el noroeste, la India presenta
de nuevo una frontera terrestre. Las cordilleras Himalayas en su án-
48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
gulo nordeste, en los 28” de latitud norte, y 97” de longitud este,
proyectan espolones y cadenas en la direccion del sud. Estos espolo-
nes separan las provincias británicas de Assam y del Bengala oriental
dela Birmania propia, hoy anexionada al imperio. Se las conoce con
los nombres sucesivos de cadenas de Abar, de Nagá, de Patkoi y de
Barel. Girando entónces al sud, en la latitud de los 25%, culminan en
las montañas Azules, donde alcanzan 7100 piés de elevacion en la
latitud de los 22 37' norte, y longitud 9310” este: y en seguida se
estiende hácia el sud bajo el nombre de Arakan Yomas, las cuales se-
paran la Birmania inglesa, de la Birmania propia hoy anexionada,
hasta que vuelve á levantarse para formar la gran montaña de Myen-
Mateng (de 4700 piés de elevacion), en los 1930" latitud norte. Has-
ta este punto, la frontera oriental de montañas sigue, en lo general,
la direccion de la línea anti-clinal que separa los sistemas de los rios
Brahmaputra, Meghná, Kuladan (llamado Koladyne por los ingleses),
etc.,en el Bengala y en el Birman británico, de la cuenca del Irawadi
en la Birmania propia. Hoy los confines de las posesiones inglesas '
en la India Transgangética, no pueden ser otros que los de la Birma-
nia anexionada, por la parte deleste, á saber el Mekong, pasados los
límites de Siam; ó mejor los confines del Tonkin y las faldas occi-
dentales delas montañas que separan la Birmania de la China.
Continuando por el sudeste del delta del Irawady, una confusa su-
cesion decadenas poco conocidas, separan la península británica de
Tenasserim, del reino indígena de Siam. La línea divisoria corre de
Punta Victoria hasta la estremidad de Tenesserim, en la latitud de
los 9% 59” norte, y en los 98 32' longitud este, siguiendo la divi-
soria de la línea anti-clinal entra los rios del territorio británico al
oeste, y de los de Siam al este. Tales son los límites del imperio bri-
tánico Hindu continental, sin incluir á Ceylan y demás islas de los
mares Indico y Arábigo, pertenecientes á la Inglaterra, Ahora pasa-
remos á hablar de su aspecto físico y de las regiones en que se halla
dividido.
El imperio incluido dentro de los límites continentales espresados,
es rico en variedad de paisajes y de climas, desde las más altas mon-
tañas del mundo, hasta vastos deltas de rios que solo se alzan algunas
pulgadas sobre el nivel del mar. Forma un continente, más bien que
un país solo. Pero si pudiésemos contemplarlo desde la elevacion de
un globo, hallaríamos que la India se compone de tres regiones sepa-
radas y bien definidas. La primera incluye las altas cordilleras de
Himalaya, que la recluyen del resto del Asia, y la cual, aunque en su
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 49
mayor parte fuera de la frontera británica, forma un factor decisivo
en la geografía física de la India setentrional. La segunda region se
estiende al mediodia, desde el pié de las cordilleras Himalayas, y com-
prendelos llanos ó valles de los grandes rios que salen de ellas. Por
último, la tercera region, se alza desde el borde de la cuenca ó valle de
los grandes rios y se compone de una alta meseta ó altiplanicie de
tres flancos, sostenida por los montes Vindhya en el norte, y por los
Gats orientales y occidentales, que corren paralelos á las costas en
ambos costados, hasta juntarse en un punto inmediato al cabo Como-
rin. El interior de esta meseta triangular así encerrada, contiene pi-
cos y cadenas que la surcan, hallándose además intersectada por los
valles de algunos rios, separados por anchas y aplanadas mesetas. For-
ma la mitad meridional de la península.
La primera de las tres regiones la constituyen los montes Himala-
ya y sus ramificaciones meridionales. Los Himalayas, esto es, la Mo-
rada de las meves, del sanscrito hima, hielos (casi igual al latin
hiems invierno), y de alaya, casa, se compone de un sistema de es-
tupendas cordilleras, las más elevadas del globo. Ellas constituyen e]
Emodus Hiúmaus (palabra evidentemente derivada del nombre sans-
crito) de los geógrafos griegos, y que se estiende en forma de cimi-
tarra, con su borde mirando hácia el sud, por una distancia de 1500
millas á lo largo de las fronteras setentrionales de la India. Nuestros
Andes son tres veces más estensos en largo, hasta la Silla de Caracas,
y seis veces añadiendo las cordilleras norte-americanas, conexionadas
á través del itsmo centro-américano, con las del sud. Pero los Himala-
yas tienen una compensacion en su enorme espesor, y en su elevacion
todavía más jigantesca, segun se va á ver, habiendo una diferencia
de cerca de 3000 piés entre la más alta cumbre Andina, y el jigante
Gaurizankar ó el Kanchan-janga.
Enel ángulo nordeste de esta frontera, elrio Dihang, que es el es-
labon de conexion entre el Tsan-pu ó Sang-pu del Tibet, y el Brah-
maputra de Assam, se abre paso al través del eje principal de los Hi-
malayas. En el ángnlo opuesto ó noroeste, el Indus de igual modo se
abre paso al travéz de los Himalayas, corriendo hácia el sud en su
curso al travéz del Panjab (Punjab segun la ortografía inglesa). Los
Himalayas, lo mismo que las cadenas del Kuen-luen, del Tian-shan y
del Hindu-Kush convergen hácia el macizo ó meseta del Pamir, ese
gran nudo central, desde el cual iradian todos los grandes sistemas del
Asia Central. Con los montes Kuen-luen, los Himalayas presentan
una conexion más estrecha, formando estas dos poderosas cadenas los
ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT. 4
50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
grandes estribos Norte y Sud de la alti-planicie Tibetana, Pero mira=
da solo como una frontera natural que separa la India de la meseta
Tibetana, los Himalayas pueden considerarse como una doble monta-
ña, que corre casi en la direccion de Este á Oeste (las cordille-
ras americanas corren de Norteá Sud, pero tienen un grande y po-
deroso ramal, donde culminan poderosos picos, como el Chimbora-
zo, el Antisana y otros, el cual corre, como el Himalaya, casi de occi-
dente á oriente, ásaber, los Andes colombianos), con una série de
profundos valles que se estienden más allá. El más meridional
de los dos muros de montañas, se levanta empinado de los llanos
de la India hasta 20.000 piés ó casi cuatro millas de elevacion. El cul-
mina cerca de su centro en el Kanchan-Janga, alto de 28.176 pies; y
en el Gauri-Zankar, llamado por los ingleses Mount Everest, alto de
29,002 pies. Segun Mr. Ryall, uno de los ingenieros gefes en el Sur-
vey (mensura) de la India, deducido el coeficiente de refraccion 1.10
que es el verdadero, en vez de 1.20 que han dado las medidas anterio-
res, esos picos son probablemente mucho más elevados que las altu-
ras indicadas. El cree el Mount Everest de 29.500 pies de alto, y en
proporcion los otros. De todos modos el Gauri-Zankar, es lamás cul-
minante cumbre de nuestro planeta.
Este muro meridional de los Himalayas, desciende ¡hácia el Norte
estendiéndose en una série de cuencas Ó mesetas, en una altura de
13.000 piés sobre el nivel del mar, más allá de los cuales surge la ca—
dena segunda ó interior de los picos del Himalaya. El doble muro Hi-
malayano formado de este modo (los Andes argentinos se dividen
tambien en dos grandes muros, el central, donde se alzan el Tupunga-
to de 23.000 piés y el Aconcagua de 24.000 de elevacion; y el orien-
tal donde se alzan el Nevado de San Rafael, el Tontal, el Mercedario,
el Bonete de una elevacion menor); ese doble muro colosal, decimos,
en el Himalaya, dá lugar en el entre medio, áuna gran cuenca ó línea
de valles longitudinales, por donde juntan sus caudales y corren el
Sutlej, el Indus y el poderoso Tsan—puó Sang-pu. Esto es exactamen-
te lo que sucede en las cordilleras argentinas, por cuyo valle interme-
diario ó longitudinal, corren los rios Jachal, San Juan, Mendoza, Tu-
nuyan, etc. En el Himalaya, el Sutlej y el Indus, corren en la direc-
cion del Oeste, abriéndose paso, por separado, al través del Himalaya
occidental, hácia el Panjab.
El Tsan-pu, despues de un largo é inesplorado curso en la direc-
cion del este, á lo largo del valle del mismo nombre en el Tibet, se
abre paso al través de las gargantas del Dihang en los Himalayas
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 51
orientales, corriendo por el Assam, donde toma su nombre de Bra-
maputra (esto es, rio de Dios ó rio Divino). Al norte de la cuenca
del rio, más allá del doble muro Himalayano, se alzan las montañas
de Karakoram y de Gangri, que constituyen la inmediata pendiente
de la alti-planicie Tibetana. Detrás del Gangri en el Norte, se es-
tiende la meseta del Tibet sembrada de lagos, alcanzando una ele-
vacion media de 15.000 piés. Hablando en general, el doble muro Hi-
malayano reposa sobre las bajas llanuras de la India, dando lugar á
la cuenca de un rio, más allá del cual surge la meseta Tibetana. Las
altas cadenas interpuestas entre el Tibet y la India, se hallan coro-
nadas por nieves permanentes; mientras vastos glaciares, uno de
los cuales se sabe presenta 60 millas de largo, desliza lentamente
sus gruesas masas de hielo hasta fundirse en los valles inferio-
res.
Esta agreste region de las Cordilleras Himalayas, es en muchas
partes impenetrable al hombre; y por ningun punto facilita paso
para un ejército moderno y su artillería. Hay sin embargo que tener
presente que las avanzadas chinas se estienden hasta puntos que solo
sé elevan hasta 6000 piés sobre el llano Gangético, al norte del Khat-
mandu. Y por cierto que ejércitos chinos han amenazado sériamente
hasta el mismo Khatmandu; siendo un hecho histórico conocido, el
avance hasta esa ciudad de Sir David Ochterlony, desde los llanos de
Bengala, con un ejército inglés en 1816. Nxisten antiguos y bien
conocidos caminos de comercio, por cuyo medio las mercaderías del
Panjab se trasportan por sobre alturas de 18.000 piés, en la direccion
del Turkestan oriental y del Tibet. El Mustagh. (Nevado), el Kara-
koram (Monte Negro), y el Chang-chenmo son los más famosos de
estos pasos, equivalentes á nuestros pasos argentinos de Cordille—
ra, el de Troya, de Uspallata y del Planchon.
Los Himalayas no solo forman un doble muro á lo largo del norte
de la India, sinó que tanto en su estremidad oriental, como occidental
envían cadenas en la direccion del Sud, que protegen sus fronteras
del nordeste y del noroeste. En el nordeste, esos ramales, con los
nombres de montañas de Nagá, Patkoi, etc., forman una barrera en-
tre los distritos británicos civilizados, y las tribus salvages de Bir-
mania Alta, que el ejército inglés encuentra actualmente tantas di-
ficultades para someter. La continuacion meridional de estas cade-
nas, conocidas con el nombre de Yomas, separan la Birmania Britá-
nica de la Birmania independiente, recien anexadas, hallándose atra-
vesadas por pasos, los más históricos de los cuales son el Aeng ó An,
52 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
el cual se eleva hasta los 4668 piés, con gradientes de 472 piés por
milla.
En la frontera opuesta ó del noroeste de la India, los ramales mon-
tañosos recorren toda la estension de los confines Británicos desde
los Himalayas hasta el mar. A medida que avanzan en el Sud, sus
cadenas mejor marcadas son sucesivamente conocidas con los nom-
bres de montañas de Sufed Koh, de Suleiman y de Hala. Esas ma-
cizas barreras presentan picos de gran elevacion, culminando en el
Takhn-i-Suleiman, ó Trono de Salomon, con 11,317 piés sobre el
nivel del mar. Pero el muro de montañas se halla abierto en el án-
gulo en que se encuentra, en la direccion del Sud de los Himalayas,
con el paso que la impetuosa corriente del Indus se ha abierto para
penetrar en el interior de la península á que ha dado su nombre. Des-
de allí comienzan lo que se llama las Puertas de la India, cuyas
puertas ó pasos son numerosos, contándose entre los más célebres
de ellos, el paso ó desfiladero de Ketta, hasta donde se halla tendido
un ferro-carril que viene de Bombay, destinado á penetrar más aden-
tro en el Afghanistan, tal vez no solo hasta Kandahar, sinó más ade-
lante. Pero no es este el único paso; hay otros más, uno adyacente
á la boca del rio, el paso de Khaibar (que se eleva unos 3373 piés);
al Sud se presenta otro, el paso de Kuram ; el paso de Grwalari, cerca
de Derá Ismail Khan; el paso de Tal, que desemboca cerca de Derá
Ghazi Khan; y por último el ya mencionado paso de Bolan ó Ketta,
alto de 5800 piés en su mayor altura. Este paso es el más meridio-
nal y el que dá acceso más directo á las comunicaciones entre la In-
dia y el Afghanistan. Las montañas de Hala, Brahui y Pab cons-
tituyen cordones meridionales de colinas entre la India y el Belu-
chistan, presentando una mucho menor elevacion.
Pero los Himalayas no solo surgen como insalvables barreras en
torno de la frontera norte de la India; sinó que sirven tambien para
atraer, reunir y almacenar las aguas que deben regar las sedientas
llanuras tropicales de más abajo. Durante el estío, vastas cantida-
des de agua son evaporadas del Oceano índico. Esta humedad es con-
densada en vapores, al ser arrastrada al norte por los vientos regu-
lares Ó monsones, que soplan constantemente desde el Sud en el mes
de Junio. El monson arrastra las masas de nubes al través, consti-
tuyendo de este modo la estacion lluviosa, de que la agricultura tan
críticamente depende. Pero no es grande la cantidad de humedad
que cae en forma de lluvia al pasar sobre las ardientes llanuras. La
mayoría de las nubes van 4 posarse sobre las cumbres de los Hima-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 53
layas, cediendo á su atraccion. Este doble muro de altísimas mon-
tañas impide el progreso de las nubes en la direccion del norte, con-
densándolas en parte en lluvia sobre sus vastos falderíos meridiona-
les; y en parte congelándolas en nieve, cuando ensayan de pasar sobre-
montando sus altísimas cumbres interiores. Muy poco es lo que
queda despues de estas descargas; por manera que mientras sus fal-
deríos meridionales reciben la mayor medida de lluvias que se co-
nozca en el globo (escepto en las costas Patagónicas occidentales),
virtiéndola en los rios de la India; la gran meseta del Tibet, en el
norte del doble muro, apenas si recibe algunos escasos aguaceros,
En Cherra-Punji (Poonjee segun la ortografía inglesa), donde los
monsones primero se precipitan sobre las cuchillas de Assam, 368
pulgadas de lluvia caen anualmente segun antiguas observaciones.
-_ Segun observaciones más recientes, las lluvias precipitadas alcan-
zan á 523 pulgadas; y en un solo año, en 1861, llegaron á caer has-
ta 805 pulgadas, habiendo caido en el solo mes de Julio 366 de
dichas pulgadas. Entre tanto, mientras las lluvias anuales del
húmedo Lóndres, apenas alcanzan á 2 piés; y que las de los
llanos de la India no pasan de 1 á 6 piés; las lluvias de Cherra-
Punji alcanzan de 30 á 40 piés (de 10 á 13 metros); habiendo
en un solo año caido del cielo 67 piés (22 metros); agua suficiente
reunida para tapar hasta las casas de 3 pisos. Las faldas superficia-
les del Himalaya acrecientan los rios de la India con sus torrentes
durante la estacion lluviosa; sus valles superiores y alturas centra-
les almacenan las lluvias en forma de hielos y nieves eternas, for-
mando así un vasto receptáculo para la constante provision del cau-
dal de los rios de la India, durante todo el año.
Estas grandes lluvias hacen las faldas meridionales de los Hima-
layas en estremo fértiles, donde quiera que se presenta cualquier es-
pesor de tierra fertil. Mas por otro lado los torrentes arrebatan la
tierra superficial, dejando la mayor parte del flanco de las monta-
ñas desnudo y desolado, con la roca viva á la vista; sobre todo aho-
ra, que con motivo de las vastas construcciones de ferro-carriles Hin-
dus, sus bosques de cedros deodara han sido devastados, dejándolos
imposibilitados de protejer el suelo contra las vastas y súbitas de-
nudaciones de las lluvias torrenciales. De este modo sus crestas su-
periores se hallan sepultadas bajo las perpétuas nieves; las alturas
intermedias forman áridas masas grises de peladas y descarnadas ro-
cas; pero en las faldas [menos empinadas, lo mismo que en las mese-
tas y valles, bellos bosques de cedros deodara ú otras esencias al-
dl - [ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
pestres se levantan, ó dan lugar á cultivos tan sencillos como ricos.
La temperatura desciende 3*/,” Fabr. (cerca de 22 C.) por cada mi-
llar de piés de elevacion; y la vegetacion del Himalaya se halla di—
vidida en tres bien marcadas zonas, á saber: la tropical, á los piés;
la templada, en las faldas promedias ; y la ártica, en la parte supe-
rior y cimas; las cuales zonas el viagero recorre al trepar desde las
ardientes llanuras de la India, hasta las regionés superiores de esas
montañas. Una zona húmeda de tierras bajas, llamada Tarar por los
hindus, se estiende á lo largo de los piés de los Himalayas, hallán-
dose cubiertos con densos matorrales, que los ingleses creen produc-
tores de miasmas palustres (fever-breeding jungle); pero no es la
vegetacion la que produce esos miasmas; por el contrario, ella los
absorbe; la fuente miasmática es la tierra cienagosa. Por lo demás,
esa zona solo se halla habitada por groseras tríbus y bestias sal-
vages. Noes como nuestros Andes, tan secos y tan salubres en sus
piés y faldas.
Fértiles quebradas y valles penetran en la pre-cordillera esterior
de los Himalayas. En sus falanges orientales adyacentes á la capita-
nía ó gobierno de Bengala, donde los aguaceros son mayores, los hele-
chos arboreos florecen en medio de una vegetacion espléndida. Sus
cadenas ó falanges occidentales son más des nudas. Pero losrhododen-
drons crecen hasta la arborescencia, formando bosques, encontrándose
grandes zonas de estas magníficas flores arborescentes en toda la es-
tension de los Himalayas. El deodara ó cedro del Himalaya, se alza en
magníficas espesuras; espesuras de bambus, con su elegante follaje
verde claro, embellecen los valles inferiores. Más arriba, el / lev del
tinte más oscuro, el sombrío cedro, y manchas del florido níspero
blanco, forman un brillante contraste con las bandas de rhododen-
drons encarnados y rosas.
En el otoño estiéndense por las faldas, formando brillantes cintas
rojas, los cultivos del majo. Las ramas mismas de los árboles se ha-
llan vestidas de un espléndido desarrollo de musgos, helechos, bellas
orquídeas y enredaderas floridas. Los Himalayas han enriquecido los
parques ingleses y los invernáculos de los países frios, con el deo-
dara, el rhododendron y las orquideas; y la gran estension del
cultivo del deodara y del rhododendron por toda la Gran Bretaña,
data desde un viaje que emprendió en el Himalaya en 1848, el céle-
bre botanista ingles Sir Joseph Hooker, director de los jardines de
Kew.
Las tribus montañesas de la India, cultivan la cebada, la avena y
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 319)
una gran variedad de mijos y de menudos "granos. Las hortalizas se
cultivan tambien en grande escala. Las papas, introducidas por los
ingleses, son hoy un cultivo favorito, y se estiende en muchos para-
jes cubiertos antes por los bosques silvestres. El. arroz, solo es eulti-
vadoen parajes escepcionales, en donde se puede disponer de una canti-
dad suficiente y permanente de aguas de irrigacion.
Estos montañesés practican un ingenioso sistema de irrigacion,
mediante el cual las faldas aún las más empinadas, son dispuestas en
graderías ó terrados; y las corrientes son derivadas hasta una gran
distancia mediante canales Ó acequias paralelas sucesivas á lo largo
de los flancos de las montañas. Tambien utilizan sus caidas de aguas
para objetos de molinería. Algunos de ellos son ignorantes del meca-
nismo de las ruedas dentadas para convertir el movimiento horizontal,
indispensable para las piedras moledoras. Ellos en consecuencia, colo-
can su rueda de molino en plano, en vez de parada, y conducen el he-
rido de agua de manera á chocar con fuerza contra las palas ó cucha-
ras horizontales. De esta manera se obtiene un movimiento horizon-
tal rotatorio, el cual es trasmitido directamente por elejeá las dos
muelas superiores.
Las principales producciones de consumo del Himalaya son las
maderas, el carbon, la cebada, el mijo, las papas, toda clase de hor-
talizas, miel y productos de montaña. Filas de pones y de mulas
marchan con sus cargas álo largo de estrechos senderos, que en para-
jes se deslizan recortados al borde mismo de los mayores abismos y
precipicios. Los montañeses y sus esposas, endurecidos en sus tra-
bajos, suelen cargarse hasta con vigas de pino, y con canastas cóni-
cas llenas de granos. El alto preciopagado por las maderas en el lla-
no para durmientes de ferro-carriles y otros objetos industriales,
ha hecho que muchas de las colinas sean despojadas de sus bosques,
por manera (ue las aguas de lluvia hoy descienden rápidas y sin obstá-
culo sobre los flancos de las desnudas colinas, sin que se vean á los
bosques renacer de nuevo; tal vez son árboles de lento crecimiento, y
no como las esencias silvestres de otros países, de un rápido desarro-
llo. La vaca yak y la recia oveja de las montañas, son las bestias de
carga favoritas en el interior de estas cordilleras; al verlas cualquie-
ra sé figuraría ver álos indios de Boulivia arriando sus recuas de lla-
mas. La pequeña vaca yak, cuya bien poblada colaes convertida en pa-
samanería en Europa, con toda paciencia baja y sube por las más em-
pinadas cuestas con una pesada carga en su lomo. Las ovejas, carga-
das con sus sacos de bórax, son arriadas enla direccion de Simla, don-
56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
de son esquiladas de su lana, y enseguida vuelven á subir cordilleras -
adentro, cargadas de sal.
Los animales característicos delos Himalayas, incluyen la vaca yak,
el ciervo almizclero, muchas clases de ovejas silvestres y cabras, el
oso, la onza, el zorro, el águila, muchas bellas variedades de faisanes,
perdices y otras aves. Etnológicamente los Himalayas forman el cen-
tro de reunion de las razas arianas y turanianas, que en algunos pa-
rajes se presentan curiosamente entreveradas, aunque generalmente
fáciles de distinguir.
Probablemente los arianos han emigrado del polo, arriados por los -
turanianos, á saber: seythas antiguos y tártaros y mongoloides mo-
dernos, que se han sucedido unos á otros en sus emigraciones ó inva-
siones de las regiones frias, álas templadas ó cálidas, estas últimas
hubitadas por razas más ó menos negras ó etiopes. Volviendo al Hi--
malaya, las tribus ó clases dispersas de orígen ariano, alcanzan á unos
cincuenta, con lenguajes, costumbres y ritos religiosos más ó menos
diferenciados. Loy grandes trabajos de Mr. Hodgson, ingeniero civil de
Bengala, han contribuido mucho para ilustrar la flora, fauna y etno-
logía de los Himalayas. Ahora pasaremos á estudiar la segunda re—
sion de la India, las cuencas ó valles de sus grandes rios.
Las vastas llanuras regadas por los rios del Himalaya, forman la
segunda de las tres regiones en que hemos dividido la India. Estas se
estienden, desde la bahia de Bengala en el Este, hasta la frontera
Afghana y el mar Arabigo en el Oeste, conteniendo las más ricas y
densamente pobladas provincias del imperio británico en la India.
Justamente por esos pasos ó puertas, de las fronteras del Este y del
Noroeste de la India, se han descolgado todos losinvasores sucesivos
que han conquistado la India, desde las edades prehistóricas más re-
motas hasta la invasion marítima Europea. Ellos seguían el curso de
los rios, empujando á los primer venidos delante de ellos hácia el Sud
en la direccion del mar. Más de 150 millones de almas viven hoy
sobre ó inmediatos á las llanuras riberanas de estos rios, en las pro-
vincias que hoy constituyen los gobiernos de Bengala, Assam, de las
provinzias del Noroeste, Oudha, el Panjab, Sind, Rajputana y otros
Estados nativos.
La vasta region llana que constituye la India Setentrional, se halla
regada por tres sistemas diferentas de rios. Uno de estos sistemas saca
su orígen de los profundos valles longitudinales situados á la otra
parte de los Himalayas, abriéndose paso al través de sus cadenas occi-
dentales sobre el Panjab, lo forman el Sutlej y el Indus. El segundo de
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 57
los tres sistemas de rios, tambien saca su origen á la otra parte del
doble muro de los Himalayas, no muy distante de las fuentes del In-
dus y del Sutlej. El sin embargo, gira hácia el Este, en vez del Oeste,
penetra en la India por la estremidad oriental delos Himalayas, con-
virtiéndose en el Brahmaputra de Assam y del Bengala oriental. Es-
tos rios reunen el drenaje de las faldas setentrionales de los Himala-
yas, y lo conducen por caminos largos y tortuosos, aunque opuestos,
al Indostan.
Y por cierto queel rasgo más característico del Himalaya, es que
ellos envían las aguas tanto de sus faldas setentrionales, como meri-
dionales, á los llanos interiores de la península Indica. Delos tres
erandes rios de la India setentrional, los dos más largos, á saber, el
Indus, con su tributario el Sutlej, y el Brahmaputra, tienen su orígen
en la profunda cuenca ó valle longitudinal situado al Norte de los
erandes muros Himalayas, hasta unirse eventualmente con la podero-
sa corriente del Ganges. De este modo las aguas pluviales, tanto de
las faldas setentrionales como meridionales de los Himalayas, vie-
nen á derramarse sobre las llamuras regadas por los rios de la In-
dia.
El Indus, en Sanscrito Sindhu, nace en una region inesplorada, ó
por lo menos, todavía no muy conocida, en los 320 de latitud Norte y
en los 81” de longitud Este, sobrelas faldas de la montaña sagrada
de los Kailas, el Eliseo ó Paraiso de Siva, dela antigua literatura Sans-
crita. En su fuente, el Indo presenta una elevacion de 16.000 pies
(5300 metros); su cuenca de drenaje se estiende á unas 372.700 mi-
llas cuadradas; con una estension total de más de 1800 millas. Poco
despues él atraviesa la frontera del Kashmir, donde desciende á los
14.000 pies; y en Leh ya solo se eleva unos 11.000 piés sobre el nivel
del mar. La rápida corriente desciende al través de profundas quebra-
das y ásperos valles alpestres, y se halla sujeta á tremendas crecien-
tes éinundaciones. El Indo rompelas cadenas occidentales del Hima -
laya al través de la maravillosa quebrada inmediata á Iskardoh, al
Noroeste del valle de Kashmir, quebrada ó garganta con la profun-
didad asombrosa de 14.000 pies (4700 metros).
Su gran tributario, el Sublej, surge en las faldas meridionales de
los montes Kailas. Nace de uno de los lagos sagrados, el Manasaro-
war y del Ravama-hrada(hoy Kakhas-Tal), famoso en la mitología
Hindu, y tambien el lugar de peregrinaje de los pastores tibetanos.
Arrancando de una elevacion de 15.200 piés, el Sutlej pasa en la
direccion del Sudoeste altravés del llano de Gugé, dondese ha abier-
58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
to paso al través de una vasta acumulacion de depósitos geológicos,
por una garganta que se asegura tiene 4000 piés de profundidad, en-
tre precipicios de suelo aluvional. Cuan grande y cuan prodigioso es
pues, aún lo más moderno de nuestro planeta, como es el suelo aluvio-
nal! Despues de atravesar este llano, que hasido el fondo de un lago
donde se estancaron las aguas del rio, hasta que consiguieron abrirse
paso cortando los jigantescos Himalayas, en los cuales abrieron una
brecha ó garganta de 4000 piés de profundidad, entre precipicios de
suelo aluvional. Despues de atravesar esta llanura, el rio perfora los
Himalayas, abriendo un corte al través de la montaña que se alza
20.000 piés á uno y otro lado. Las aguas estagnadas en el valle ante-
rior, han debido abrirse esa salida como un serrucho mocho que caba
á fuerza de mucho serruchar; y mientras abría este tajo de 20.000
pies de profundidad, las aguas estacionadas en el valle formaban de-
pósitos de más de 4000 piés de espesor. Y todo este sistema de mon-
tañas recien ha surgido en el eoceno, como está probado! Pero si hay
un elemento de que la naturaleza pueda disponer con gran .aabundan-
cia, es el tiempo! Y los miserables que han cortapisado la obra de
Dios, del tiempo infinito, hasta hacer datar la creacion de 6000 años!
En 6.000 años, el Sutlej que es posterior al Eoceno, es decir, á uno
de los últimos períodos geológicos, no habría podido perforar, segun
la ley de Lyell, sinóá razon de 1 pié; y son 20.000 piés los que han
perforado esas aguas estancadas! Tal es la interpretacion que hace
un fraile, el P, Petan, ignorante como son todos los frailes, por prin-
cipio, de la sabiduría bíblica; tomando por dias, lo que en realidad
son edades. Esa esla letra que mata. Y Jesu-Cristo que había muer-
to por abolir la letra que mata! Esos frailes que resan á Cristo, son
los peores enemigos de Cristo! Son los fariseos que lo crucificaron,
como todos los ignorantes hipócritas! El Sutlej se asegura desciende
de 10.000 pies sobre el nivel del mar, en que se encuentra en Shipki,
un puesto avanzado chino, á 3000 piés en Rampur, y á cerca de 1000
piés en Bilaspur. Despues de penetrar en el territorio Británico, reci-
be las aguas del Panjab occidental; y la poderosa corriente unida se
precipita en el Indus cerca de Mithancot, después de un curso inde-
pendiente de 900 millas.
Cerca de 800 millas de su curso lo emplea el Indo en recorrer las
quebradas y valles en el interior delos Himalayas, antes de penetrar
en el suelo del Indostan; y corre unas 1000 millas más en la direccion
del Sudoeste, al traves de las provincias del Panjab y del Sind. En su
parte superior es vadeable en muchos parages durante la estacion fria
FISIGGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 99
pero se halla sugeto á repentinos crecimientos, en algunos de los cua-
les suelen perderse hombres, animales, rodados y cargas. Ranjit
Sinh, por ejemplo, perdió en una ocasion 7000 hombres de caballería
atravesando este rio. Un poco más arriba de Attok, el Indo recibe al
rio del Kabul, el cual conduce las aguas del Afuhanistan. El volúmen
deestas aguas se halla representado por el rio Kabul, siendo igual al
volúmen del Indus en su punto de juncion. En Attock el Indus ha des-
cendido de la elevacion de 16.000 pies en que se halla su fuente en el
Tibet, á un nivel más bajo de 2000 pies. Estos 2000 piés, en su descen-
so gradual, bastan para dar curso á sus aguas durante las restantes
940 millas de su carrera. La descarga estimada del Indus, despues de
recibirtodos sus tributarios, varía de unos 40.857 piés cúbicos, á
446,086 piés cúbicos por segundo, conforme sea la estacion del año.
Esto acontece con todo rio de nieves, muy caudaloso en la época de la
fusion de estas, y muy insignificante en el resto del año.
De todos modos, la enorme masa de aguas indicada para el Indus se
escurre dentro de un canal que tiene un ancho variable desde un cuar-
to de milla, hasta una milla de amplitud. El efecto producido por la
evaporacion de esta espancion fluvial es tan marcado, que el termóme-
tro centígrado se asegura baja 5% en su superficie, más abajo de la
temperatura que reina en los llanos inmediatos. El Indus suminis-
tra un precioso caudal de aguas de irrigacion á los canales de deriva-
cion en diversas partes de su curso, formando una gran línea de co-
municacion entre el Panjab meridional y el Sind. En su curso inferior
él envía diversos tributarios al través de un ancho delta; con Haida-
rabad en Sind, como su antigua capital política, y Karachi (Kurachee
escriben losingleses) como su moderno puerto. Los turbios que él
arrastra cuando su crecimiento, por la fusion de las nieves, han contri-
buido á formar las islas, vegas lodozas y bancos que han inutilizado
el en otro tiempo famoso emporio, en torno del golfo de Cambaya, y
cerrándolo al acceso del tráfico moderno.
El Tsan-pu ó Brahmaputra, como el Sutlej, surge cerca del lago sa-
grado de Manasarowar. Y por cierto que el Indus, el Sutlej y el Brah-
maputra, puede decirse que tienen su arranque del mismo poderoso
centro ó manantial de alturas. El /ndus nace en las vertientes occiden-
tales del monte Kailas; el Sutlej en sus vertientes meridionales, y el
Brahmaputra á alguna distancia de su base oriental. El Marram-la y
otras falanges ligan los montes setentrionales, álos que el JCailas
pertenece, con el doble muro Himalayo. Ellos forman una línea anti-
clinal irrregular, divisoria de aguas al través de la cuenca ó valle lon-
60 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
gitudinal situado al Norte del doble muro de los Himalayas. El Indus
corre descendiendo un valle, enla direccion del Noroeste de este anti-
clinal transverso; el Sutlej halla un camino más directo á la India por
un valle en la direccion del Sud oeste. El Brahmaputra, bajo su nom-
bre tibetano de Tsan-pu, tiene su fuente en los 31? latitud Norte y en
los 83” longitud Este. El desciende él valle del Tsan-pu, en la direc—
cion del Este, pasando no lejos al Sud de Lhasa, la capital del Tibet;
empleándose como unas 800 millas de su curso en seguir el profundo
valle longitudinal situadoal Norte de los Himalayas. Despues de reci-
bir diversos tributarios delos confines del Imperio Chino, el rio con-
tornea una elevada cadena oriental de los Himalayas, y penetra en el
territorio de la India bajo el nombre de Diang, cerca de Sadiyá, en
Assam. Elentónces recibe dos confluentes, el Dibang, rio que viene del
Norte; y el Brahmaputra propio, que viene del Nordeste, latitud
2720 'N., longitud 9550 'E. La triple corriente unida toma entónees
el bien conocido nombre de Brahmaputra, esto es, el «Hijo de Dios.»
El representa una cuenca de drenage de ¿61.200 millas cuadradas, y
su descarga estival en Goalpara, en Assam, se ha calculado en
146.188 piés cúbicos de agua por segundo. Durante las lluvias las
aguas suben en su canal hasta 30 y 40 piés sobre su nivel ordinario,
y entónces el diluvio descargado se estima en más de 500.000 piés
cúbicos por segundo. El Brahmaputra desciende el valle de Assam
como una vasta sábana de agua, intersectada por numerosas islas, y
exhibiendo las operaciones de a lluvium y dilluvium en escala jigan-
tesca. Se halla tan fuertemente cargado de turbios al descender delos
Himalayas, que el menor impedimento colocado en su corriente, oca=
siona un depósito, pudiendo dar origen áun banco de lodo de vasta
estension en forma de almendra. Los vapores que anclan cerca de la
ribera durante la noche, suelen ver sus popas agarradas en tierra en ;
la mañana siguiente con motivo de la acumulacion de los turbios
ocasionada por la obstruccion que el casco del buque produce en la
corriente. Mediante siglos de depósitos aluvionales, el Brahmaputra
ha levantado sus márgenes y su canal en ciertas partes del valle de
Assam, hasta un nivel más elevado que el país cireunvecino. Como en
todos los rios, más abajo de sus grandes márgenes ó barrancas se es-
tienden vegas Ó zonas angostas de tierras bajas, que son inundadas en
la estacion lluviosa. Más allá de estos ciénagos el terreno comienza ú
levantarse del lado de las colinas que estrechan el valle de Assam por
ambas márgenes. |
Despues de un curso de 450 millas en la direccion del Sudoeste des-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 61
cendiendo el valle de Assam, el Brahmaputra jira en torno de los es-
polones de las colinas del Garo, tomando la direccion del Sud, dere-
cho al mar. Allí toma el nombre de Jamuná, y durante 180 millas co-
rre al través de los llanos nivelados del Bengala oriental, hasta su
juncion con el Ganges en Goalanda (latitud 2350 /N., y 8946” longi-
tud E.). Desde este punto los deltas de los dos grandes sistemas de rios
del Ganges y del Brahmaputra, se unen, no formando sinó uno solo.
Pero antes de llegar al mar, su volúmen combinado tiene todavía que
recibir, por vía del valle de Cachar, el drenaje de las vertientes orien-
tales entre Bengala y Birmania (Burma, en inglés), bajo el nombre de
rio Meghna, el mismo formando una ancha y magnífica corriente de
agua.
El Brahmaputra es famoso no solo por sus vastos depósitos aluvio-
nales, sinó tambien por los cambios históricos que han tenido lugar
en su curso. Una delas islas que han sido creadas en su canal por
causa de los turbios arrastrados desde los distantes Himalayas, cubre
441 millas cuadradas.
Todos los años, miles de acres de nuevas tierras son de esta manera
formados con los nuevos depósitos que vienen á añadirse á los sedi-
mentos más antiguos; algunos de ellos destinados á ser arrastrados por
inundaciones de los años subsiguientes; otros destinados á ser la mo-
rada de industriosos agricultores, ó para asiento de atrafagados em-
porios de comercio fluvial. Tales formaciones dan lugar á cambios, en
el lecho del rio, los cuales dentro delos límites de un siglo han altera-
do por completo el curso dei Brahmaputra al través del Bengala. En
el último siglo, la corriente al salir del Assam, jiraba de cerca á los
pies de los espolones de las colinas Graro, en la direccion del Sudeste.
Este viejo lecho del Brahmaputra, el único que haya sido reconocido
por el inglés Rennel en 4765 y 1775, se encuentra hoy abandonado.
El retiene el antiguo nombre de Brahmaputra, pero durante los ar-
dores del estío, él es pocu más de una série de charcos. El canal actual
en vez de jirar en torno los piés de las colinas de Graro en la direccion
del Este, corre derecho al Sud en la direccion del mar, bajo el nom-
bre de Jamuná, hallándose hoy separada en parages, por cerca de 100
millas de tierras planas derivadas del canal principal en el último
siglo.
Un raigon flotante, ócualquier pequeña obstruccion, puede en con-
diciones favorables, motivar el depósito de una isla de lodo. Esta
formacion dá una nueva direccion al canal principal, que en pocos
años puede abrirse un nuevo cauce hasta muy lejos al través de la
62 : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
llanura, escavándose para sí un nuevo lecho hasta la distancia de
muchas millas, desemejante en esto al Ganges y al Indo, el Brama-
putra no es empleado para la irrigacion artificial, sin duda porque
las regiones que baña se hallan bien regadas por las lluvias. Pero
sus inundaciones repletas de turbios anualmente terraplenan y fe-
cundizan el suelo. Y por cierto que los llanos del Bengala oriental,
regados por el Bramaputra, producen infatigables cosechas de arroz,
junto con cosechas agotadoras de cáñamo jute, mostaza y sésamo,
año tras año, sin ninguna deterioracion visible; y el valle de Assam
no es menos fértil, aunque habitado por una raza menos indus—
triosa.
El Bramaputra es la gran arteria del Bengala oriental y de Assam.
Sus tributarios y bifurcaciones ofrecen innumerables vías fluviales,
que suplen perfectamente á los caminos, y que hacen al mismo tiem-
po dificil la construccion y conservacion de caminos. El rio princi-
pal es navegable para vapores hasta tan alto como Dibrugarh, S00
millas distante del mar; y su ancha superficie se halla cubierta con
embarcaciones indígenas de cabotage, de todos tamaños y calados,
desde la canoa escavada de tronco y la balsa de vigas, hasta los más
enormes buques de carga, con sus altas cubiertas de popa y proa, su
abultado vientre y sus anchas velas cuadradas. El atrafagado empo-
rio de Sirajgany, sobre su márgen occidental, reune los productos
de los distritos circunvecinos para trasportarlos á Calcuta. 50.000
menudas embarcaciones indígenas de cabotage, fuera de los vapores
del rio, pasaron por Sirajgany en 1876. Este número ha aumentado
posteriormente. Los trasportes rio abajo se componen principai-
mente de té (por valor de 8 millones de duros, que representan el-
triple en los mercados estrangeros), maderas, cautchouc y algodon en
rama de Assam; con juta, semilla de lino y de sésamo, tabaco, arroz
y otros granos del Bengala oriental. En retorno de ésto, Calcuta
envía aguas arriba por el Bramaputra, artefactos europeos, sal y
loza; mientras Assam importa por la misma vía fluvial, grandes can-
tidades de arroz del delta de Bengala.
Así como el Indus, con su tributario el Sutlej, y el Bramaputra
conducen á la India el drenage de las faldas setentrionales de los Hi-
malayas; así el Ganges, con su tributario el Jumna, reune las aguas
de lluvia de las vertientes meridionales del muro de las altas monta-
ñas, y las precipita sobre las llanuras de Bengala. El Ganges atra-
viesa la parte central de estas llanuras, y ocupa un puesto más pro-
minente en la historia de la civilizacion Hindu, sea que el Indus en
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 63
la estremidad Oeste; 6 que el Bramaputra, en la estremidad orien-
tal Gel Hindustan. El pasa toda su existencia al mediodia de los Hi-
malayas, y durante millares de años, ha ejercido una gran influencia
física en el desarrollo de las razas hindus. El Ganges nace bajo el
nombre de Bhagirathi, del interior de una caverna de hiélos á los
piés de los glaciares del Himalaya, á la altura de 13.800 piés sobre
el nivel del mar. Despues de un curso de 1557 millas, se precipita
por una red de estuarios en la Bahía de Bengala. El representa con
sus tributarios, una enorme cuenca de desague, confinada en el norte
por una seccion de cerca de 700 millas de las cadenas Himalayas, al
sud los montes Vindhyá, y abarcando 391.100 millas cuadradas.
Antes de pasar adelante en la descripcion del Ganges, conviene for-
marse una idea de las poderosas masas de agua que reune y distri-
buye. Pero tantos elementos variables afectan las descargas de los
rios, que el cálculo de su volúmen debe tomarse más bien como apro-
ximaciones que como hechos bien constatados.
En el punto en que sale de su lecho de nieve, el rio niño presenta
solo 27 piés de ancho (9 metros) y 15 pulgadas de profundidad, con
una elevacion de 13.800 piés sobre el nivel del mar. Durante las pri—
meras 180 millas de su curso, desciende á una elevacion de 1024
piés. En este punto, llamado Hardwar, él descarga en la estacion
seca unos 7000 piés cúbicos por segundo. Durante las 1000 millas
siguientes de su carrera, el Ganges reune el drenage de su cuenca de
desagúe, y llega á Raymahal á unas 1170 millas de su fuente. El pre-
senta allí en su mayor creciente una descarga de 1.800.000 piés cú-
bicos de agua por segundo; y una descarga ordinaria de 207.000 piés
cúbicos: la mayor duracion de la creciente es cerca de 40 dias. La
descarga máxima del Mississipi se cree ser de 1.200.000 piés cúbi-
cos por segundo. El máximo dé descarga del Nilo en el Cairo es
avaluado en 362,000 piés cúbicos; y del Támesis en Staines en
6600 piés cúbicos de agua por segundo. Una de las muchas embo-
caduras del Ganges es de 20 millas de ancho, con una profundidad,
en la estacion seca, de 30 piés. Mas poruna distancia de cerca de
200 millas, el frente del mar de Bengala, en su embocadora, se com-
pone enteramente de los estuarios del Ganges, intersectados por
islas bajas y promontorios formados con sus mismos turbios.
Al formar nuestras ideas con respecto al Ganges, hay que dese-
char toda idea de comparacion con los rios de los países templados,
sin cordilleras y sin nieves. Uno solo de sus tributarios, el Jumna,
tiene una existencia independiente de 860 millas, con una cuenca de
64 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
desagúe de 118.000 millas cuadradas, midiendo en su fuente, en una
elevacion de 10.849 piés sobre el nivel del mar. Del Ganges y sus
principales tributarios, solo nos es dado hablar compendiadamente.
De todos los grandes rios de la superficie del globo, ninguno para
sus riberanos, puede compararse en santidad con el Ganges, ó Madre-
Grangá, como es afectuosamente llamado por los devotos hindus.
Desde su fuente en los Himalayas, hasta su embocadura en la Bahia
de Bengala, sus márgenes son un terreno sagrado. Cada punto de
juncion de su principal corriente con un tributario tiene especial
derecho á una mayor santidad. Como se vé, este es un rio comple-
tamente hecho legendario por la supersticion; y á pesar de esto, no
es un rio nacional; ni los hindus forman una nacion por esta unidad
de supersticiones. Esto prueba que la supersticion no funda nada,
sinó que por el contrario, ella todo lo destruye, hasta los vínculos más
sagrados, la familia y la nacionalidad. Los que esperan, pues, que
Méjico salve su nacionalidad por el catolicismo, esperan un dispa-
rate. Las religiones que hacen de los hombres mánadas de carneros,
como el brahminismo, el catolicismo, el budhismo, fundan hatos de
esclavos, no pueblos libres, con pensamiento y vida vigorosa. Sus
ciencias, su industria, su literatura harán de Francia, de Inglaterra,
de Alemania, por ejemplo, grandes naciones. Pero el catolicismo no
hará jamás de España, Portugal ú otra nacion católica, un gran pue-
blo. Portugal y España han sido grandes, mientras no fueron ultra-
católicos: despues de su catolizacion absoluta bajo el sombrío tirano
Felipe II, no han quedado de ellos sinó ruinas, recuerdos de lo que
fueron cuando libres.
Volviendo al Ganges, consecuente con el principioindicado arriba,
allí donde este se reune con su gran rio hermano el Jumna, es el
verdadero Prayay, esto es, el suelo consagrado, el sitio de peregri-,
naje al cual centenares de miles de devotos hindus concurren para
lavar sus pecados en sus aguas santificantes. Muchos de los otros
santos rios de la India derivan su santidad de una supuesta conexion
subterránea con el Ganges. sto hace ver que el bautismo dispen-
sado por San Juan en el Jordan, y el bautismo cristiano que de él se
deriva, no es sinó un ensayo de radicacion de la supersticion de los
hindus, que lavan sus pecados con las aguas de su rio sagrado. Por-
que esta supersticion hindu es mucho más antigua que el ensayo de
superstición Judía, que quería hacer del Jordan, un segundo Ganges!
y que se ha perpetuado con el bautismo entre los cristianos. Y acaso
las ablusiones de ciertas otras religiones, no tienen otro orígen. Las
QU
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 6
supersticiones son pues fecundas como los microbios, y una supers-
ticion puede engendrar muchas otras.
Como quiera, una antigua leyenda de los hindus refiere como Gan-
gá, la bella hija del rey Himalaya (Hímavat), y de su esposa la nin-
fa aérea Menaka, se dejó persuadir, despues de largas súplicas, para
vertir sus influencias purificantes sobre la pecadora tierra. La ca-
verna, estalactitada con iciclos de la cual ella nace, es el pelo enma-
rañado del dios Siva. Amables leyendas santifican cada parte de su
curso; y de los nombres de sus tributarios y de las ciudades situadas
á lo largo de sus márgenes, una mitología entera se puede construir.
Su estuario no es menos sagrado que su fuente. La isla de Sagar, en
su embocadura, es anualmente visitada por un vasto concurso de pe-
regrinos, en conmemoración de su acta de gracia salvadora; cuando
á fin de purificar los 60.000 condenados de la casa de Sagar, ella se
dividió en un centenar de canales, haciendo de este modo seguro el
poder alcanzar á sus despojos, y formando de este modo el delta de
Bengala. Los seis años de peregrinacion, desde la fuente hasta la
embocadura, y volviendo á subir de nuevo, llamados pradakshina, es
aún practicado por muchos; pudiendo todavía verse algunos pocos
devotos cumpliendo fatigosamente la meritoria penitencia de « me-
dir la estension» á lo largo de ciertas partes del camino. Bañarse en
el Ganges en las grandes festividades establecidas, lava todas las cul-
pas (así los thugos, despues de asesinar inofensivos viageros y ca-
minantes, con solo bañarse en las aguas del santo rio quedaban li-
bres de toda culpa; y los católicos, despues de quemar hereges, se la-
vaban las manos en agua bendita y quedaban libres de toda culpa).
Los que habían conseguido purificarse bañándose en las aguas del
Ganges, podían llevar botellas de esta agua bendita para la purifi-
cacion de sus hermanos menos favorecidos de las remotas provin-
cias. Morir y ser sepultados en las márgenes del rio es el último de-
seo de millones de hindus. Con solo esclamar gangá, gangá, á la dis-
tancia de 100 leguas del rio, aseguran. sus más entusiastas devotos,
hay para recibir el perdon de todos los pecados cometidos durante
tres vidas, esto es, tres generaciones, metampsicosiadas ó no, de
hindus con fé, esto es, creyentes. Es evidente, que conforme ha
crecido la codicia sacerdotal, han crecido tambien sus indulgen-
cias.
Todas las reverencias que el papa se ha atraido entre nosotros por
sus maleficios; el Ganges se le ha atraido entre los hindus por sus
beneficios. Se vé pues que los hombres dioses vivos, son más funes-
ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT. 5
66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
tos que los rios dioses. Porque los rios dioses dispensan bienes;
. mientras que los hombres dioses, que adoran los católicos (cosa que
no harían ni los negros más salvages de Africa) un verdadero olimpo
de sotana, establecido en lugar del poético Olimpo de Homero; estos
solo dispensan degradacion, corrupcion y males. Así la reverencia
que el Gange se ha ganado de sus adoradores, es debida á siglos de
beneficios reales que les ha dispensado sin fatigarse. El y sus tribu-
tarios son los infatigables aguateros que abastecen las provincias
densamente pobladas de la India setentrional; y Jos campesinos re-
verencian al benéfico rio que fertiliza sus campos y conduce sus pro-
ducciones al mercado de venta. Ninguno de los otros rios de la India
se acerca al Ganges por sus obras de beneficencia. 'El Brahmaputra y
el Indus tienen un curso más prolongado, pero el curso superior de
ambos se halla situado á la otra parte del gran muro de las monta
ñas, en los inesplorados escondrijos de los Himalayas. Ninguno de
los rios meridionales de la India es navegable en él verdadero sentido
de la palabra. El Ganges comienza á distribuir la fecundidad por la
irrigacion tan luego como alcanza los llanos á las 200 millas de su
fuente; y al mismo tiempo su canal se hace en cierto modo navega-
ble. En adelante, él desciende magestuosamente hasta el mar en una
corriente fecundante, que jamás se convierte en un torrente destruc-
tor con las lluvias, y jamás se seca en el más ardiente estío.
Sangrado por numerosos canales de irrigacion, el Ganges distri-
buye á la tierra fertil millones de piés cúbicos de agua que la fecun-
dan, saliendo cada hora para invertirse en el riego; más el caudal
mermado de sus aguas es muy luego reclutado por los grandes tribu-
tarios que le traen su contingente, y la vasta estension de tierras á
cuyo desagúe sirve, hace su benéfica corriente inagotable en servicio
del hombre. Solo en muy pocos parages se han necesitado endica-
mientos para impedir sus inundaciones, pues los turbios aluvionales
que él deposita sobre sus márgenes ofrecen en los más parages un abo-
no superficial de nna inagotable feracidad. Cuando una cosecha es
devorada por la inundacion, el labrador se consuela con la idea de
que su segunda cosecha lo indemnizará con creces. El Ganges ha de-
sempeñado además un rol prominente en el desarrollo mercantil de
la India setentrional.
Hasta el establecimiento de la red de ferro-carriles que ha tenido
lugar en el último cuarto de siglo, su magnífica corriente formaba
casi el canal único de tráfico entre la Alta India y la ribera del mar.
Los productos no solo de las llanuras regadas por los rios, sinó hasta
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 67
los algodones de las provincias centrales, eran antes conducidos por
esa vía á Calcutta. Nu obstante la revolucion ocasionada por los ferro-
carriles, las producciones más pesadas y voluminosas del país son to-
davía conducidas por el rio; y el Ganges puede todavía contarse co-
mo una de las más grandes vias fluviales de la tierra. El solo tráfico
de cábotage con Calcutta por los canales gangéticos, se avaluaba en
1886 en 15 millonés de libras esterlinas. En esa misma fecha, en
uno de los canales, cerca de Calcutta, se registraron más de 180.000
embarcaciones de carga. En Patna, 4550 millas (200 leguas) de la
embocadura del rio, el número de embarcaciones registradas alcan-
zaba 4 62.000. Los artículos de comercio europeo, como ser el trigo,
el algodon, el opio y el salitre, prefieren los ferro-carriles; lo mismo
sucede con los artefactos importaaos de Manchester. Pero toda la,
masa del tráfico de exportacion en semillas oleaginosas, arroz, etc.,
se conduce todavía por la vía fluvial, lo mismo que el comercio de
eranos alimenticios con las diversas regiones del país. Así las em-
barcaciones de cabotage lejos de haber disminuido, deben haber au-
mentado en estos últimos años. En muchos puntos de su curso hay
estaciones de contacto con los ferro-carriles en que el tráfico fluvial
se combina con el de las vías férreas, sirviendo para reunir y distri-
buir los productos de los países cireunvecinos. El Ganges pues, no es
solo un rival, sinó un alimentador de los ferro-carriles. Sus anti-
guas ciudades, como ser A/llahabad, Benares y Patra, han podido de
este modo conservar hasta hoy su antigua importancia; mientras an-
tiguas aldeas pescadoras como Sahybgany y Goalanda se han conver-
tido en importantes emporios fluviales.
En efecto, mientras el Indus y el Brahmaputra carecen de grandes
recuerdos históricos (á no ser el na de Alejandro), el Ganges abunda
en ciudades históricas, como ser, 4 más de las nombradas: Calcuta,
que se halla construida sobre sus márgenes; y Agra y Delhi sobre las
márgenes de su tributario el Sumna; Allahabad, hallándose situada
en el ángulo en que ambas corrientes se juntan. Muchos millones de
séres humanos viven del comercio y de la industria sobre sus márge-
nes. Calcuta con sus suburbios contaba, en 1880, una poblacion de
más de 800.000 almas; ciudad que tiene dos millones de duros como
rentas municipales y un comercio por valor, ella sola, de 300 millo-
nes de duros. Esta gran ciudad se halla sobre el Hugli, la más occi-
dental de las embocaduras por donde el Ganges se desagua en el mar.
Así, pues, para comprender mejor los llanos de la India Setentrio-
nal, hemos tenido que hablar del rol desempeñado en ellos por los
68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
erandes rios; porque esos rios han sido los creadores de esas tierras;
en seguida la han fecundado, y últimamente sirven para distribuir
sus productos. Los llanos del Bengala han sido en mucha parte sole-
vantados por las fuerzas volcánicas, ó depositados en una area acnosa
en que aún no existían las razas humanas que hoy lo pueblan. Pero
en otros parajes se han formado de los turbios que los rios arrastran,
y en la actualidad mismo podemos todavía contemplar en su marcha
el antiguo procedimiento de formarse las tierras. Un gran rio Indu,
como el Ganges, presenta tres distintos estados ó condiciones en su
carrera de los Himalayas al mar. En la primera condicion de su curso,
él se estrella contra las rocas de los Himalayas, abriéndose profundas
quebradas en los sólidos murallones de rocas, y socavando los valles
que se abren entre las montañas. Al vadear los pasos de los tributarios
del Sutlej, entre las colinas, en la estacion lluviosa, las piernas de
los hombres y animales son machucadas y heridas por las piedras y -
guijos que los torrentes crecidos arrastran, exactamente como en
nuestras cordilleras; mientras aún en los secos ardores del estío, sus
aguas jamás dejan de acarrear con fuerza gruesas arenas y gravel.-
La segunda condicion en la existencia de estos rios alpestres, ó me-
jor, cordilleranos, comienza en su boca, esto es, en el punto donde él
emerge de las montañas para salir á las llanuras. El corre entónces con
una. menor violencia y estruendo á lo largo de los valles, siguiendo,
por la eterna tendencia del agua á bajar, la línea de los más bajos
declives. El recibe el desagúe y lodo de las campañas á ambos costa-
dos de su cauce; absorbe sus tributarios y sigue rodando sus ondas
dentro de su lecho con un volúmen siempre creciente de agua y de
turbios. Cada torrente del Himalaya conduce su separado tributo que
ha arrancado de las rocas ú obtenido por erosion de sus márgenes.
Este procedimiento se repite durante muchos millares de millas; es
decir, durante el curso de cada tributario que desciende de los Hima-
layas y al través de las llanuras setentrionales de la India. Mientras
puede conservarse la fuerza de la corriente con una caida suficiente
por milla, el rio sigue arrastrando los turbios de que se hallan im-
pregnadas sus aguas, añadiendo nuevos tributos de sus márgenes.
Cada rio adquiere un carácter que le es propio á medida que avanza;
carácter que refiere la historia de su curso original. Así, los turbios
del Indus presentan un matiz moreno; los del Chenab un tinte rojizo;
los del Sutlej son de un rojizo más claro. En nuestros Andes, el
Tunuyan presenta turbios oscuros; el Mendoza rojizo, y los rios de
san Juan bayoso amarilloso, segun los ocres de las montañas de
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 69
donde descienden. El exacto monto del descenso por milla, casi podría
medirse por la gravedad específica de los turbios que los rios cordille-
ranos arrastran. En la primera parte de su curso, los rios arrastran
las rocas destrozadas reduciéndolas 4 menudos guijos y arenas. Mas
en las corrientes Himalayas, pasada la zona alpestre de los precipicios
y Cataratas, basta un declive de 5 pulgadas por milla, para que las
aguas puedan mantener en suspension la gran masa de sus turbios,
añadiendo nuevos materiales al pasar por los llanos aluvionales. El
descenso medio del Ganges entre Benares y el principio del delta, dis-
tancia de 461 millas, es de cerca de 5 pulgadas por milla.
Cuando el Ganges llega al medio del Bajo Bengala, esto es, al me-
dio del delta (de Colgong hasta Calcutta), su descenso medio es de 4
pulgadas por milla, Una fuerte deposicion de las partículas más grue-
sas de sus turbios necesariamente comienza ; y de ahí el secreto de la
rápida formacion del delta arriba, y de su más lento progreso más
abajo. Porque desde Calentta al mar, este descenso varía desde una
pulgada hasta 2, segun la marea. La corriente no solo tiene que de-
positar forzosamente turbios tanto más gruesos cuando más altos, sinó
que al llegar á las aguas reposadas de sus estuarios y del golfo mismo,
en baja marea, deposita hasta sus turbios más finos y sus aguas se
clarifican, excepto en la lengua del agua en el momento de la resaca,
ó sobre las barras formadas por la contracorriente de las mareas.
Aquí en el Bengala inferior, por consiguiente, el Ganges se presenta
en su tercer estado, en el estado de reposo y clarificacion que permite
el lento é imperceptible descenso de sus aguas. El rio entónces ha-
llándose sin declive y sin corriente casi, por sus propios depósitos se
fracciona en canales como un chorro de agua de repente obstruido por
el dedo, ó como una jarra de agua que se vuelca de golpe en el suelo.
Y cada una de las nuevas corrientes que (de esta manera se forman,
proyecta á su turno nuevos canales á derecha ó izquierda, que con las
mareas llegan á constituir otros tantos estuarios. El actual delta del
Ganges se sabe comienza en un punto situado á 1231 millas de su
frente, y 4326 del mar por su canal más prolongado. En el punto in-
dicado á Ja cabeza del delta, las aguas del brazo del Hugli se separan,
con el nombre de Bhagirathi, del canal principal del Ganges, abrién-
dose paso hácia el mar en la direccion del Sud. El canal principal
prosigue, entre tanto, su curso en la direccion del Sudeste, y un gran
triángulo de tierras con su base meridional en la bahía de Bengala,
queda encerrado ó segregado, formando la gran isla del Delta, divi-
dida ella misma en otras muchas.
70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Entre el Hugli, á cuyas márgenes se halla Calcutta, al Oeste, y el
principal canal al Este, una sucesion de brazos ó ramales se desprenden
al Sud del Ganges. Una red de corrientes ó canales secundarios se
abren lentamente paso al través del delta, que esas mismas aguas han
nivelado en tiempos más antiguos. Como no corren, sinó que se desli-
zan, acaban de deponer sus últimos turbios, produciendo como resul-
tado islas en forma de almendras (fenómeno que podemos observar en
nuestro rio Paraná); ellos depositan sus últimos turbios en su canal
ó en las vegas á lo largo de sus márgenes, levantando muy lentamente
sus márgenes y su canal (4 razon de 1 pié por seis mil años) sobre las
llanuras circundantes. Cuando en la época de las crecientes, estas
rebalsan sobre sus bordes, una gran cantidad de depósitos se forman
sobre las llanuras inmediatas á sus márgenes. De esta manera llega á
alzarse no solo el lecho del rio, sinó las vegas y demás bajas tierras
inmediatas. Cuando el Ganges, en la época de las grandes lluvias y de
la fusion de las nieves sale de madre, él inunda y fecunda, como el
Nilo, las llanuras adyacentes á sus márgenes, esto es, su cuenca ó
valle : esto hace levantar no solo su lecho, sinó los terrenos adya-
centes.
De este modo, los rios del Delta, alzando cada vez más sus canales,
pueden, cuando salen de madre, inundar una mayor estension de
suelo, fecundándolo con su limo. Millares de millas cuadradas reciben
de este modo en el bajo Bengala, todos los veranos, un abono super-
ficial traido libre de costas, de millares de millas más arriba, esto es,
de la India setentrional y de los Himalayas; sistema de abonos natu-
rales que produce una constante sucesion de ricas cosechas. En Groa-
landa, en la mitad del camino entre el nacimiento del delta, esto es,
la primitiva playa y el mar, el Ganges se une con la corriente prin-
cipal de Brahmaputra, y más abajo todavía, con el rio Meghna.
Sus aguas combinadas exhiben las operaciones deltaicas ya indica-
das, pero en escala mucho más jigantesca. Esas dos grandes corrien-
tes unidas, representan el drenage reunido de dos vastos sistemas de
rios, el del Ganges y el del Brahmaputra, que ya hemos estudiado,
formando una cuenca agregada de desagúe de 752.000 millas cuadra-
das, sobre ambas faldas de los Himalayas, juntamente con las aguas
de lluvia del Meghna, provenientes de los falderíos de la Birmania.
Las fuerzas de este modo puestas en juego, son prodigiosas. Conforme
esta vasta red de rios, ó mejor, canales de desagúe, que descienden
delta abajo, su curso se hace cada vez más lento, levantando su lecho
cada vez más alto sobre los llanos adyacentes. Cada pareja de cana-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 71
les tiene una zona baja ó cienagosa interpuesta, de manera que los
niveles más bajos del delta, se estienden siempre entre dos canales 6
brazos. Naturalmente, las aguas de inundacion van á reunirse en estos
bajos, llenándolos gradualmente con el depósito de sus turbios. Des-
pues de permanecer algunos dias en estos ciénagos, las aguas de inun-
dacion, al venir la bajante se retiran, retirándose clarificadas despues
de dejar sus sedimentos morenos. De este modo esos ciénagos inter—
mediarios son terraplenados, formándose cada dia nuevos suelos útiles.
El barro depositado en el follaje de las plantas sumergidas son como
una prueba y demostracion de las nuevas deposiciones. En estos
depósitos del delta se encuentran, á grandes profundidades, raigones
y troncos depositados por las corrientes primitivas. En la parte supe-
rior, pur el contrario, se encuentran ruinas de estanques y habita—
ciones que desde los tiempos históricos probablemente, han estado al
nivel del suelo.
La última palabra en el desarrollo de un rio Indu, es un desierto
de bosques y ciénagos á la estremidad del delta, en medio de cuya
miasmática soledad una red de grietas de marea penetra dentro de
las playas. Allí se presentan á descubierto todos los secretos de la
formacion del suelo. Las corrientes del rio, atajadas en sus cauces
por el contraresto del mar en alta marea, depositan allí los últimos
restos de sus turbios, los cuales se alzan sobre las playas en forma
de barrancas ó cabos redondeados. Por su parte, las corrientes del
Océano se encuentran tambien contrarestadas por las corrientes del
rio, sobre todo en la época de las crecientes, y ásu turno se descar-
gan de sus turbios de arena que depositan á lo largo de las costas.
Estas dos causas combinadas llegan á formar bancos y rompe-olas á
lo largo de las costas, los que cortados por las corrientes descensoras
y ascensoras, constituyen islas y penínsulas, las que penetrando poco
á poco dentro del mar, con sus embancamientos de aréna y lodo com-
binados, debidos á la doble influencia que los originan, tiene lugar
de este modo un doble procedimiento de formacion y consolidacion
del suelo, formado de un lado por el lodo del agua dulce, y por el
otro por la arena del mar salado, el cual vá ganando incesantemen
te terreno sobre este último.
Los grandes rios de la India, por consiguiente, no solo forman un
nuevo suelo depositando sus rajgones y turbios, que llegan á formar
islas dentro de su lecho; y rellenando las zonas bajas y cienagosas
que se interponen entre dos de sus brazos, sinó que tambien forman
bancos, barrancas y cabos de tierra á sus embocaduras. Lentamente
792 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
ellos construyen sus deltas haciendo retroceder el mar. El Egipto era
un don del Nilo, segun Heródoto. Del mismo modo puede asegurarse
que el Indostan, :ó por lo menos el vasto suelo de Bengala, es un don
del Ganges, del Brahmaputra y del Meghna. Los deltas de estos tres
sistemas de rios, en otro tiempo independientes, se hallan hoy uni-
dos, formando uno solo, pero se percibe fácilmente por sus puntos de
arranque, que han sido tres é independientes. En efecto, el delta del
Brahmaputra se puede asegurar comienza en el punto de la vuelta
que el rio dá á los piés de las cuchillas Garo, á 220 millas del mar
en línea recta; y el orígen del actual delta del Ganges, comienza
en el punto en que el Bhagirathi se separa del canal principal, dis-
tante tambien unas 220 millas en línea recta del mar. El delta del
Meghna, que representa las fuertes lluvias meridionales de las lo-
mas Khasi, y el drenage occidental de los grandes falderíos entre Ben-
gala y toda la Birmania, comienza en el distrito de Sylhet. Los tres
deltas, en vez de constituir la forma de la letra griega que le dá su
nombre, se unen para formar un paralelógramo irregular, que penetra
en el interior hasta 220 millas de la costa, con un ancho medio tam-
bien de 220 millas. Esta vasta cuenca aluvional de 50.000 millas
cuadradas, estuvo en otro tiempo cubierta por las olas del mar pro-
fundo, habiendo sido gradualmente rellenado hasta la altura por lo
menos de 400 piés, con los depósitos formados por los rios. En otros
términos, los sistemas unidos de los rios Ganges, Brahmaputra y Megh-
na han arrastrado de los Himalayas y del Bengala Nordeste tier-
ra suficiente para construir una elevada isla, con una área de 50,000
millas cuadradas y una altura de 400 piés.
Se han practicado fosados en el delta hasta la profundidad de 481
piés en Calcuta. Pero los depósitos aluvionales no terminan en esa
profundidad. Parecen que han tenido lugar en el delta eras sucesi-
vas de vegetacion; seguidas de repetidas depresiones de la superfi-
cie. Estas eras sucesivas de vegetacion, hoy forman capas de tron-
cos y ramas de árboles, lechos de turba y maderas carbonizadas. Pa-
sando más abajo de vestigios de bosques recientemente sumerjidos,
se encuentra una capa de turba bien marcada, en todas las escava-
ciones en torno de Calcutta, en una profundidad que varía de 20 á
30 piés; y maderas en descomposicion, con trozos de excelente car-
bon, tales como suelén encontrarse en los rios que bajan de las mon-
tañas, se descubrieron en una profundidad de 392 piés. Restos fó-
siles de organismos animales se han estraido de la profundidad de
372 piés, que debía ser la superficie del suelo en la época en que vi-
%
a
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 713
vieron. En esta obra de construccion, el rio como hemos visto, ha sido
ayudado por la arena depositada por las corrientes del océano. Pero
es el caso que los depósitos aluvionales del Ganges y del Brahmapu-
tra, comienzan mucho más al norte del actual orígen del Delta; pre-
sentando una área total mucho mayor de las 50.000 millas cuadra-
das indicadas. El: Brahmaputra ha cubierto con un denso aluvion el
valle del Assam; su confluente el Meghna, ó más bien las altas aguas
que últimamente lo forman, han desempeñado las mismas funciones
para los valles de Cachar y Sylhet; mientras el Ganges con sus po-
derosos tributarios, ha preparado para el uso del hombre millares de
millas cuadradas de tierras en las anchas cuencas situadas entre los
Himalayas y los Vindhyas, mucho más al oeste de su actual delta.
Como ya lo hemos dicho, una gran cantidad de los turbios más finos
en suspension son llevados por las aguas mar adentro, empañando el
color de las aguas del Golfo de Bengala hasta 150 millas distante de
la ribera. Los llanos de Bengala son verdaderamente el don de los
grandes rios.
Se han hecho algunos cálculos respecto al tiempo necesitado por
el Ganges ó por el Brahmaputra para realizar su jigantesca tarea de
formar las llanuras del Indostan. El Ganges debe existir desde que
existe el Himalaya; y los Himalayas, sabemos, comenzaron á surgir
desde el período eoceno.
El ilustre geólogo Lyell, aceptando los cálculos de Mr. Everest he-
chos ahora más de medio siglo, conviene en que el Ganges, en Ghazi-
pur, descarga 6368 millones de piés cúbicos de turbios por año. Esto
solo basta para suministrar 355 millones de toneladas por año, esto
es, casi el peso de 60 réplicas dela gran pirámide. Pero el Ganges en
Ghazipur es solo un tributario aislado de la potente masa de aguas
que han formado el delta de Bengala. Solo más adelante de Ghazi-
pur es que el Ganges recibe muchos de sus principales tributarios,
tales como el Gogra, el Son, el Gandak y el Kusi. En seguida se une
con el Brahmaputra y á continuacion con el Meghna, estimando Lyell
la masa total de turbios acarreada por estos rios en 6 á 7 veces los
turbios del Ganges en Ghazipur. Tenemos pues, por la parte que
menos, 40,000 millones de piés cúbicos de materia sólida sobre el
delta que, ó bien se deposita en las bocas del rio, ó es trasportada
al mar cada año; unos cinco tantos más de los turbios que el Missi-
ssipi derrama en el Golfo de México. El General Strachey, calcu-
lando que estos depósitos han tenido lugar en una estension de
65.000.000 de millas cuadradas comprendidas entre el delta y la línea
714 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
tera, deduce que los rios precisan 45,3 años para deponer un pié de
turbios en esta estension, aún suponiendo que estos depósitos alcan-
cen á 40.000 millones de piés cúbicos de tierra sólida por año. En
consecuencia los rios han debido tardar 13.600 años para formar este
delta más moderno, con la profundidad de 300 piés. Pero sabemos
que los depósitos se estienden á 500 y aún 600 piés de profundidad;
hay pues que doblar esta suma, suponiendo que los depósitos no si-
gan más abajo, lo que no es probable. Además, este es el delta últi-
mo y reciente; y entretanto sabemos que todo el Indostan más ó
menos, esto es, sus llanuras aluvionales, es la obra de sus rios.
Mientras más se estudian los diversos elementos de estos cálculos,
más vivamente nos convencemos que nos hallamos en presencia de
una labor inconmensurable, practicada durante un pasado igualmente
inconmensurable. Porque hablamos de capas superficiales sin pre-
sion; mientras las capas inferiores bajo presion, representan tal vez
siglos por pié de espesor.
La tierra de este modo creada por los rios Hindus, ha sido tam-
bien fecundada por ellos. Pero esta es materia de otro capí-
tulo.
vI
IRRIGACION EN LA INDIA. —SUS PRODUCCIONES. — TERCERA REGION DE
LA INDIA, LAS ALTI-PLANICIES MERIDIONALES Y EL DECCAN. — LOS.-
GATES. —RECAPITULACION. — POBLACION DE LA INDIA, SUS CASTAS,
SU HISTORIA. — DEDUCCIONES.
Ya sabemos que los rios no solo han formado el más fértil suelo de
la India, sinó que lo fecundizan con sus aguas. En la parte más in-
ferior del curso de dichos rios, esta fecundacion hemos visto, tiene
lugar por medio de las innundaciones, las cuales á la vez humede-
cen la tierra y la abonan, depositando su limo en la superficie; for-
mando así un sistema natural de irrigacion y fertilizacion como en
Egipto. En las partes más elevadas, el hombre tiene que recurrir á
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO MS
medios artificiales para obtener la irrigacion, conduciendo el agua de
riego por medio de acequias ó canales, á los campos. Alguna idea de
la enorme irrigacion que tiene lugar en la India setentrional, se
puede formar por los siguientes datos respecto á los canales del Gan-
ges y del Jumna. El canal del Ganges tenía en 1883, á nuestro paso,
600 millas de estension (más de 200 leguas, de 1000 kilómetros) y
unas 4000 millas de canales ó acequias tributarias (rigolas), esten-
diéndose sobre una área irrigada de 1.000.000 de acres (250.000 cua-
dras de 150 varas por costado), dando una renta (por venta de agua),
de 1*/, millones de duros, sobre un capital de 15 millones de duros
invertidos ea trabajos de irrigacion. Un canal últimamente abierto
(1883) en el bajo Ganges, ha suministrado irrigacion á 1 */, millones
de acres. El canal oriental del Jumna, presentaba en 1883 unas 150
millas de estension, con $00 millas de canales tributarios ó acequias.
El canal occidental del Jumna, tenía en esa misma fecha 500 millas
de estension, con un agregado de 400 millas de grandes acequias ó
canales de distribucion, fuera de las acequias y corrientes destinadas
á regar las propiedades particulares. Los dos juntos riegan más de
un millon de acres. El canal del Indus, llamado Sirhind, iniciado en
1882, es una de la más grandes obras de su género en el mundo, sir—
viendo en la actualidad para regar la enorme área de 1200 millas
cuadradas. El canal se estiende actualmente (1887) por más de 500
millas, teniendo unas 2000 millas de canales y acequias subalternas.
Se vé que esta irrigacion es muy superior á la que hoy tiene lugar en
todas nuestras provincias andinas y centrales, las cuales no riegan
juntas, aún incluyendo los valles de Salta, los llanos de Santiago,
Tucuman y Córdoba y los territorios del Rio Negro unas 500 millas
cuadradas.
Las dificultades vencidas por los ingenieros para el trazado y eje-
cucion del canal del Sirhind, alimentado por las aguas de Sutlej, el
gran tributario del Indus, como sabemos, no han sido pocas. Pero
no se crea que estas han sido las mayores dificultades. Los hindus,
como sabemos, son un pueblo supersticioso. Ellos son una verdadera
majada, guiada por sus sacerdotes de la corporacion Brahmánica, los
cuales todo lo juzgan, no bajo el punto de vista de la necesidad ó
conveniencia pública, sinó bajo el punto de vista de sus intereses de
religion y casta, esto es, de sus supersticiones. Ellos persuaden al
pueblo dejarse morir de haraganería y de hambre, más bien que
usar de las aguas de los canales abiertos por los empresarios ingleses.
A fin de que esos ignorantes fanáticos no se mueran de hambre, el
76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
gobierno se vé en la necesidad de confiar la administracion de las
aguas de cada ramal ó tributario local, ála corporacion ó municipa-
lidad local, que aunque independientes en apariencia, se hallan siem-
pre bajo el control ó influencia de sus Bramines. Esto ¡hace que ellos
puedan cobrar con libertad sus «diezmos y primicias», por lo cual
se deciden á bendecir los ramales, y su majada entónces se decide á
hacer uso del elemento fecundante para sus cultivos. Es de este
modo como bajo el ilustrado poder de la Inglaterra, estos pueblos
atrasados y supersticiosos se van acostumbrando á las prácticas de
una administracion local autónoma. El Times de Londres, del 1? de
Diciembre de 1882, decía con motivo de la inauguracion de los traba-
jos de este canal: «El canal vá á hacerse de este modo un agente
para hacer avanzar la independencia y administracion local, que el
Gobierno británico se empeña hoy en promover en la India».
Esto es cuanto puede decirse en honor del Gobierno inglés en la
India. Y la India es un pueblo conquistado de 260 millones de almas,
gobernado por un puñado de ingleses; y no solo no temen darle go-
bierno propio, sinó que favorecen la práctica de este. Entre tanto,
cuantos pueblos americanos gobernados por hombres de su misma
raza, que lejos de promover el gobierno local, lo suprimen. Mucha
de la bondad de las instituciones inglesas es debida á la libertad y
belleza de su religion protestante. Si fueran católicos, solo se 0cu-
parían como los españoles y portugueses en sus colonias, en supri-
mir libertades y en favorecer la ignorancia y la supersticion. Pero la
ignorancia y la supersticion, felizmente, son fieras que se devoran á
sus propios autores. Solo los pueblos libres, ilustrados y cultos son
leales y generosos con amigos y con enemigos.
Por lo demás, con la irrigacion en la India, los ingleses han aco-
metido la solucion de un problema de no pequeñas dificultades. Se
trata de dar alimento á los innumerables millones de la India que
se mueren de hambre. Y se mueren de hambre, no por falta de ali-
mento, sinó porque su religion los manda ayunar y no comer más que
arroz. Ahora bien, el arroz necesita de mucha agua para su cultiro.
La carne en la India, solo la consumen los ingleses y los mahometa-
nos. Los hijos del país no quieren comer sinó arroz. Los bellos pas-
tos de los campos y montañas de la India quedarían inútiles y sin
aplicacion, si no fuera por los ingleses y los mahometanos. Casi to-
dos los años se mueren millones de hambre en la India; pero no se
mueren porque no haya que comer; hay abundancia de ganados.
Se mueren porque no hay suficiente arroz. Y la gran insurreccion de
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO . 11
la India en 1854 no tuvo otra causa que el creer que los cartuchos de
los Cipayos contenían sebo. Preferían matar ó ser muertos, antes que
tocar con la boca otra cosa que no sea arroz. Sus sacerdotes les han
enseñado estas supersticiones que los hacen víctimas por millones.
Los esfuerzos de los ingleses para destruir estas perversas in-
fluencias de la supersticion han probado hasta hoy ser infructuosas.
« La verdad, dice el T?mes, es que todos nuestros esfuerzos para ha-
cer de los Hindus un pueblo libre como nosotros, no han hecho sinó
ocasionar un gran malestar proveniente de la desconfianza de los Hin-
dus respecto á las ideas liberales. Eilos creen que Siva (que es su
Jesu-Cristo) los ha condenado á ser los esclavos de sus Brahmines y
de las supersticiones que ellos les enseñan, y no quieren admitir nada
que los saque de la esclavitud de alma y de cuerpo en que los colocan
sus supersticiones. Y son tan esclavos de la rutina, que hasta el cul-
tivo de los terrenos nuevos lo creen un pecado ».
Entretanto, los rios de la India son además de los fertilizadores
de su suelo, los mejores y más baratos caminos para sus productos ;
caminos que andan, y que son en consecuencia de un menor costo que
los ferro-carriles para el transporte de sus productos balumbosos.
Ellos comprenden la ventaja que hay en viajar por ferro-carril; pero
para el transporte de las mercaderías pesadas, voluminosas y de poco
valor, ellos dan la preferencia á las vías fluviales que disfrutan en
abundancia. Ellas les suministran un tránsito barato para la co-
leccion, distribucion y exportacion de sus productos agrícolas. Lo
que las arterias son para los organismos vivos, los rios son para las
llanuras de Bengala. Pero la misma grandeza de su caudal, suele
ocasionar á veces las más terribles calamidades. Esto viene sin duda
de que el sistema de los riegos aún no se halla perfeccionado, como
lo estuvo en ciertas edades en el antiguo Egipto. En la antiguedad,
el sábio Gobierno de este país hizo construir el lago Meeris, para de-
positar en él las aguas sobrantes de las crecientes excesivas, que de
otro modo habrían causado, en vez de beneficios, grandes daños y
perjuicios. Esas aguas allí depositadas en grandes cantidades en la
parte alta del país, á más de impedir las innundaciores de las par-
tes bajas, servían de repuesto en la estacion seca, y en los años de
pocas aguas: de manera que esta prevision, no solo evitaba grandes
males, sinó que producía inmensos bienes cuando venían las estacio-
nes y los años secos; y el Gobierno que era el dueño de esos inmen-
sos depósitos, ganaba sumas inmensas de dinero vendiendo el agua á
los que la necesitaban.
78 z ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Pero en la India no hay esta sábia disposicion. Así, no se pasa.
un año sin inundaciones que ahogan los ganados y destruyen las co-
sechas, llevándose tambien las habitaciones con sus habitantes. Ade-
más, en la India no son más previsores que en nuestro país con las
acequias de irrigacion. Los desagúes, esto es, las aguas sobrantes ó
que no son necesarias para el riego, en vez de hacerlas caer dentro de
canales que las conduzcan de nuevo al rio, las dejan estancarse en
los campos y caminos, donde forman, como en Mendoza y San Juan,
ciénagos perniciosos para la salud. Gran número de personas y fami-
lias enteras mueren bajo la influencia perniciosa de estos miasmas
palustres, engendradores de todo género de fiebres y de pestilen-
cias; á más de la inutilizacion de las mejores tierras para el culti-
vo: todo por el descuido de no establecer un sistema de desagúes que
conduzca de nuevo las aguas sobrantes al rio de donde han salido.
Estos terrenos constantemente permeados, donde no producen ciéna-
gos, producen, salitrales, que en la India son denominados reh. [Más
abajo, estos rios incontrolables, vagan al través de toda la faz del
país, abandonando sus antiguos lechos y abriéndose nuevos canales á
veces á la distancia de muchas millas. Sus viejas márgenes, planta-
das de árboles y pobladas de ciudades y aldeas á lo largo de su anti-
guo curso, se presentan como elevadas lomas, á lo largo de los cam-
pos de arroz, señalando el cauce abandonado del rio.
Ya hemos indicado como el Brahmaputra haabandonado el princi-
pal canal que ocupaba en el siglo anterior, y actualmente vá á der-
ramarse en el mar por un nuevo cauce que se ha abierto mucho más
al oeste. Estos cambios tienen lugar en tan vasta escala, y el poder
de erocion de la corriente es tan irresistible, que es peligroso erijir
sobre sus márgenes construcciones de un carácter permanente, des-
tinadas á durar. El antiguo lecho sagrado del Ganges, al través de
los distritos del Hugli y de los 24 Parga, se halla hoy marcado solo
por una sucesion de estanques, de templos y de pantanos cienagosos.
Muchas ciudades arruinadas ó en decadencia, atestiguan las altera-
ciones que han tenido lugar en el lecho de los rios dentro de los tiem-
pos históricos. En nuestra misma época el Ganges pasaba cerca de
Rajmahal, y esta ciudad (en otro tiempo el Muhammadan capital del
Bengala) fué escogida como el punto en que los ferro-carriles debían
ponerse en contacto con el sistema de rios. El Ganges se ha sepa-
rado hoy en una direccion diferente, dejando en seco la ciudad en
su posicion elevada y distanciándose unas 7 millas.
En 1778 el Tísta, un gran rio del Bengala setentrional, se salió
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 719
de su antiguo lecho. El Atras ó canal principal por el cual sus aguas
se vertían en el Ganges, ha quedado reducido á un brazo insignifi-
cante; enviando el Tista un brazo al Este, por el cual se derrama en
el Brahmaputra. En 1870 el Rav?, uno de los cinco rios del Panjab,
se llevó el famoso santuario de los Sinkhs, cerca de Dera Nanak, y
aún sigue amenazando la ciudad. Subiendo en el pasado, hallamos
que toda la antigua geografía de la India se halla en confusion por
causa de cambios en el curso de los rios. Así Hastinapur, la ciudad
de los Pandavas, en el Mahabharata, es con dificultad identificada
sobre un antiguo lecho del Ganges, 4 57 millas al nordeste de Delhi.
La en otro tiempo espléndida capital de Kanauj, antes situada so-
bre el Ganges, ostenta su desolacion 4 4 millas de las actuales már-
genes de este rio. Los restos de sus antiguos habitantes viven ac-
tualmente en chozas construidas contra los antiguos muros. Lo mis-
mo ha sucedido con Kushtiá, el erminus fluviatil de la red oriental
de los ferro-carriles de Bengala, lo que hizo remover dicho térmainus
á Goalanda donde se halla hoy. Constantemente hay que hacer gran-
des trabajos de ingeniería para mantener á Calcutta un gran puerto
fluvial. Tanto el Hugli como el Meghra se hallan sujetos á un fe-
nómeno bien conocido en el Plata, la ola de marejada llamada bore
por los ingleses. Consiste en que la marea avanza y penetrando por
los anchos estuarios, hasta que una rápida contraccion del canal la
contiene. La corriente detenida, no pudiendo avanzar, sube, for-
mando su muro de agua de 5 430 piés de elevacion, que sube para
arriba con gran rapidez, siendo el terror de las pequeñas embarca-
ciones del rio. El bore del Meghna, es tan terrífico y peligroso, que
ninguna embarcacion se aventura por ciertos canales durante las
mareas de primavera.
Los rios Hindus no solo suelen a las ciudades de sus már-
genes, sinó que á veces las arrasan Ó se las llevan. Numerosas son
las habitaciones y sembrados de arroz que son devorados cada otoño
por la corriente. Muchos propietarios se ven de este modo arrebatar
sus tierras; constituyendo un importante ramo de la legislacion de
la India, el fijar la locacion y límites de las propiedades así desapare-
cidas ó que quedan convertidas en lecho del rio. El curso de estos rios
consiste en una série de sinuosidades, en los cuales la corriente se
recuesta contra una barranca la cual socaba. Mientras por un lado
el rio usurpa los terrenos, por el otro los forma con los turbios que
deposita. Para facilitar la navegacion hay muchas veces que cana-
lizar los recodos, acortando de este modo la distancia. Son innume-
80 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
rahles los poéticos nombres que los Hindus aplican á los distintos
brazos y recodos de su querido rio. El uno es Saraswati, nombre de
la diosa de la elocuencia, sin duda por su suave flujo; el otro Su-
varna-rekha, la cinta de oro; C/ntra, espejo de las aguas ; Papahim
ó Inmaculado; Sharavat1, la Saeta; Suvarna-mati, las arenas de
oro; Haringhata, agua que bebe el ciervo; Banas, la esperanza de
los bosques; Burabalang, el viejo torcedor, etc.
En estas llanuras, regadas por los rios de la India Setentrional,
los cultivadores obtienen dos, y en algunas Provincias, tres cosechas
por año; lo más comun son dos cosechas en los doce meses. En el
bajo Bengala, los guisantes, Jas lentejas, los granos oleaginosos y
cosechas verdes de varias clases, se obtienen en la primavera; las más
tempranas cosechas de arroz se obtienen en Setiembre; la gran co-
secha del año, de arroz y de otros cereales, se obtiene de Noviembre
á Diciembre. Antes que estas se hayan cosechado, se prepara el ter-
reno para las cosechas de primavera. El agricultor hindu no conoce
otro reposo que el de algunas semanas de Mayo, en que se halla en
una anciosa espectacion de la lluvia, pidiéndola á todas las diosas y
dioses de su olimpo. Porque estos hindus tienen la ventaja de no te-
ner dioses hombres ó santos. llos se entienden directamente con
sus divinidades. Tal es el curso de la agricultura en el bajo Bengala.
Pero hay que tener presente que solo una parte limitada de la India
puede obtener las cosechas de arroz, formando el alimento cuotidiano
de 67 millones de almas, esto es, de un tercio de la poblacion. A falta
de riego, el arroz necesita por lo menos unas 36 pulgadas de lluvia;
y para que la cosecha del arroz sea abundante, se necesita de 40 á 60
pulgadas de lluvia. Ahora bien, al norte de Behar ya estas cantida-
des de agua cesan de caer. Así, al norte de ese punto, el suelo solo
produce trigo, maíz y mijo; muy á su pesar, el pueblo tiene que ali--
mentarse de esto, y solo escepcionalmente hace uso del arroz. Resul-
ta pues que el arroz solo se produce en los distritos bajos y anegadi-
zos del norte de la India, en el valle y delta de los rios; y en los ter-
renos bajos de la costa meridional. Pero en la alta India, solo las
clases ricas se alimentan con arroz.
Hemos enumerado las cosechas solo para dar una idea general
del aspecto y paisages de las llanuras regadas por los rios. En las
regiones setentrionales y más secas, á lo largo del curso superior de
los rios, el país se alza suavemente desde sus márgenes en fértiles
ondulaciones, sembradas de mud villages, aldeas de lodo (equivalen-
tes á nuestras casas de tapia, adobe ó quincha rebocada que se obser-.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 81
van en las poblaciones más atrasadas del interior argentino), y ador-
nados de árboles magníficos. Los bosques de mango perfuman el aire
con sus flores en la primavera, produciendo sus abundantes frutos en
estío. El estenso higuero banyano, con sus columnadas de raíces
pendientes; el magnífico Papal, E verdes masas de follaje; el
algodonero silvestre sin hojas; que resplandece con sus magníficas
flores carmesíes; el alto y delicado tamarindo, y el babul de rápido
crecimiento, alzan sus cabezas sobre los campos de mieses ó de cul-
tivo. Conforme los rios se acercan á la costa, el palmero toma pose-
sion del paisaje. El paisaje ordinario en el delta es una vasta espan-
sion de campos de arroz, de un verde esmeralda en la primavera; de
un amarillo dorado en el estío. Estos vastos arrosalés se hallan fran-
jeados en contorno con cercos de bambues (tacuaras) de una eterna
verdura; de los palmeros del coco, del dátil, del areca y de otros pal-
meros coronales. Esta zona, densamente poblada, parece á primera
vista sin aldeas, porque las aldeas se hallan escondidas debajo de los
bosques de plátanos, de bananeros, de banyamos y de otros árboles
productores de riqueza. El bambú y el cocotero desempeñan una
parte conspícua en la vida industrial de este pueblo; y los numero-
sos productos derivados de ellos, incluyendo la cordelería, el aceite,
la comida y las vigas (Ó palmas de techo) han sido el objeto de la pon-
deracion de poetas y escritores indígenas.
Las cosechas cambian tambien á medida que se desciende en el rio.
En el norte, los principales cultivos son el trigo, la cebada, el maíz y
una variedad de mijos, tales como el joar (holcus sorghum) y el bajra
(holcus spicatus). Por lo demás, en el delta el arroz es la cosecha
principal y la única comida de todos sus habitantes. En la zona tór-
rida, esto es delicioso, porque allí, mientras más frugal y lijero es el
alimento, tanto mejor. Pero esto no prescribe el uso esclusivo del
arroz. No negamos que este sea un alimento esquisito; pero hacer
de él su único alimento, es como hacer del pan ó de la carne nuestro
esclusivo alimento. El pan y la carne son buenos por separado, pero
son mejores juntos; el arroz, tomado con otros alimentos, es esce-
lente; pero tomado solo... indica pobreza de espíritu. Los hindus son
pues pobres de espíritu, esclavos de sus supersticiones. La razon
guía mejor que la fé, á Dios, sin prescripciones ridículas. Indudable-
mente la razon es un mejor guía que la fé ciega. En un solo distrito,
Rangpur, por ejemplo, se han contado hasta 295 géneros diferentes
de arroz conocidos de los campesinos, que han aprendido á cultivar
su cosechá favorita en todas las localidades, desde el terreno firme
ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT. 6
82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
que produce la cosecha del aman, hasta el ciénago de 12 piés de pro-
fundidad, en la superficie de cuyas aguas las espigas del arroz se ven
luchando por salir fuera, en busca de aire. El azúcar de caña, las
simientes oleaginosas, el lino, la mostaza, el sésamo, palma-cristi,
algodon, tabaco, índigo, azafran y otros tintes; gengibre, cilantro,
ají, cominos y preciosas especias, son cultivados tanto en el noroeste
Ó provincias arribeñas, como en los valles más húmedos y en el delta
del bajo Bengala. Una farmacopea entera de medicinas indígenas,
desde el bien conocido aloes y el aceite de castor, hasta los más oscu-
ros, pero valiosos febrífugos, es obtenida de arbustos, yerbas y raíces.
Resinas, gomas, barnices, ea elástica, aceites de perfumería y cien
artículos más de comercio ó de lujo, son obtenidos de los campos y
de los bosques. Los vegetales, tanto indígenas como importados de
Europa, entran por mucho en los alimentos del pueblo. Los zapallos
y hasta los melones estienden sus vástagos hasta por encima de los
techos; tablones de papas, bringales y batatas se hallan inmediatos
á las habitaciones. La planta del té es cultivada en las faldas de las
colinas y lomas que confinan las llanuras, tanto en el noroeste como
en Assam ; los cultivos de la adormidera, del opio, tienen lugar hácia
el Ganges medio, en torno de Benares y de Behar; el cultivo de la
morera y de la seda se estiende más adelante, en el bajo Bengala;
mientras la fibra pita es esencialmente una cosecha del delta y ago-
taría cualquier suelo no fecandado por las inmediaciones del rio.
Hasta los bosques y desiertos, producen las costosas lacas y los capu-
llos de seda del tasar. El mahná tambien es un don de los montes
silvestres, produciendo flores carnosas, que es el principal artículo
de alimento entre las tribus que habitan las colinas, y destilado su-
ministra un espíritu barato. El sal ó ébano, el sissu ó teak (gran
árbol de la familia de los pinos), el lun ó cedro y muchos otros ár=
boles indígenas, producen escelentes maderas. Enredaderas de flores,
de dimensiones jigantes y de espléndidos colores, festonan los bos-
ques, mientras cada estanque produce sus bellas cosechas de loto y de
lirios EUR DADES, Casi todos los productos vegetales que sirven para el
alimento ó vestido de los pueblos, Ó sirven para comerciar con los
países estrangeros, abundan en la India.
Acabamos de dar á conocer los principales rasgos de los Himalayas
en el norte, y las llanuras y rios que se estienden á sus piés. Tócanos
ahora ocuparnos de la tercer division de la India, la meseta triangular
que forma la mitad meridional, ó mejor, peninsular, de la India. Esta
zona, conocida en la antigiiedad con el nombre de Deccan, esto es,
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 83
«el Sud >», comprende las provincias centrales, Berar, Madras, Bom-
bay y Mysore, con los territorios indígenas de Nizam, Sindhia,
Holkar y otros estados feudatarios. En él habitaba una poblacion de
90 millones de habitantes en 1872, hoy cien millones. Como las re-
giones de montañas y rios que acabamos de recorrer, cuenta una
poblacion de 153.801.821 habitantes segun el censo de 1881, resul-
tando, pues, como la poblacion total de la India, 254 millones de
habitantes, á los que añadidos los 8 millones de birmaneses anexio-
nados y los 2*/, millones que pueblan Ceylan, resultan 265 millones
de almas, como la poblacion total de las posesiones inglesas en la
India. El Deccan, en su acepcion local, se halla confinado á la alta
zona situada entre los rios Nerbudda ó Nerbada y el Kistna; pero se
admite que en general esta designacion incluye todo el país situado
al sud de los montes Vindhyas hasta el Cabo Comorin. El surge desde
el borde meridional de los llanos gangéticos. Tres cadenas de alturas
ó colinas constituyen sus flancos norte, oriental y occidental, las dos
últimas encontrándose en un ángulo muy agudo cerca del cabo Como-
rin. El costado norte reposa sobre cadenas confusas, que corren en la
direccion general de este á oeste, y que son conocidos en su conjunto
como los montes Vindhyas. Los Vindhyas, sin embargo, se componen
de varios y distintos sistemas de colinas. Los Picos Sagrados se alzan
como avanzadas en el estremo oriente y occidente, con una sucesion
de cadenas intermedias que se estienden 800 millas. En la estremidad
occidental el monte Abu, famoso por sus magníficos templos de Jaín,
surge como un solitario centinela avanzado de las cuchillas Aravalli,
á 5650 piés de elevacion sobre los llanos Rajputana, como una isla en
medio del mar. Más allá de los límites meridionales de este llano, la
cadena llamada Vindhya modernamente, corre derecho al este de Gu-
zerate, formando el muro setentrional del valle de Narbada. Los
montes Satpura se estienden tambien de este á oeste hasta el sud de
ese rio, formando las vertientes entre él y el Tapti. Hácia el corazon
de la India, la estremidad oriental de estas dos cadenas terminan en
las altiplanicies de las provincias centrales, con sus altos y nivelados
llanos, pasando todavía más al este. Siguiendo aún más al oeste, el
sistema de lomas halla una continuacion en la cadena Kaimur y en
sus congéneres, que eventualmente terminan en los picos avanzados y
espolones que marcan el confin occidental del Bajo Bengala, yendo á
terminar sobre el antiguo cauce del Ganges, con el nombre de colinas
Rajmahal. En el estremo este, el monte Parasnath, como el monte
Abu sobre la estremidad oeste, consagrado á los ritos de Jaín, se eleva
84 - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
4400 :«piés sobre el llano gangético.. Las diversas cadenas de los
Vindhyas, de 1500 á: 4000 piés de elevación, forman como quien
dice el muro y estremo setentrional que sostiene la meseta central.
Hoy se hallan perforados por caminos y ferro-carriles; pero antes se
alzaban como una barrera de montañas y desiertos entre la India
setentrional y la meridional, formando las mayores dificultades para
amalgamarla en -un solo imperio. Compónense de vastas masas de
bosques, cadenas y picos, interrumpidos por valles cultivados y an-
chas planicies elevadas.
Los otros dos costados del elevado triángulo Meridliunal, son cono-
cidos como los (rahtes orientales y occidentales. Estas cadenas arran-
can en la direccion del Sud de las estremidades oriental y occidental
de los Vindhyas, corriendo paralelamente á las costas orientales y
occidentales de la India. Los Gahtes orientales se estienden en es-
polones fragmentarios y cadenas, hasta la Presidencia de Madras re-
cortándose alinterior y dejando anchas y niveladas bandas entre su
base y la costa. Los Gahtes occidentales forman el gran muro marí-
timo dela Presidencia de Bombay, con solo una estrecha lonja entre
éllos y la ribera. Algunos de ellos se alzan en magníficos precipicios y
promontorios, que penetran en el oceano, presentándose como colosa-
les pasos ó graderías de desembarque (que tal significa su nombre
Gahte) mirados desde el mar. Los Gahtes orientales tienen una ele-
vacion media de 1500 piés. Los Gahtes occidentales suben más abrup-
tamente desde el mar hasta una elevacion media de cerca de 3000
piés, con picos que se alzan hasta 4700, á lo largo de la costa de
Bombay; elevándose á 7000 y 8760 piés en el ángulo solevantado en
que se juntan con los Grhates orientales, formando así la alta atalaya
meridional que desde el cabo Comorin, anuncia las altas y opulentas
regiones de la India, al navegante perdido entre las masas oceanicas
azuladas.
La meseta interior triangular así encerrada, se alza á las frescas
brizas del oceano de 1000 á 8000 piés sobre el nivel del. mar. Pero
se halla coronada por cadenas y sembrada de picos que esceden de 4000
piés de elevacion. Entrando tan de lleno en las regiones equinocciales,
la Peninsula Indica sería penosamente tórrida, sinó fuese tan levan-
tada y abierta á las húmedas y refrescantes brisas del Oceano. Sus
alturas más conocidas son el Nilgiris (Montañas Azules) con la capi-
tal estival de Madras, Utakamand, 7000 piés sobre el nivel del mar.
Su punta más elevada es Dodabetta, pico que se alza á la altura de
8760 piés,'en el angulo meridional solevantado: Se penetra enla mese-
>
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 89
ta interior por muchos famosos pasos, desde el nivel de la lonja cos-
tera, por el costado occidental. El Boighat, por ejemplo, trepa por
una tremenda quebrala situada á unas 40 millas al sudeste de la
ciudad de Bombay, á una altura de 1798 piés. Antiguamente era
mirada como la llave del Deccan, y puede ser defendida por una pe-
queña fuerza contra cualquier ejército que ensaye penetrar desde la
costa. Los Ingleses construyeron un célebre camino militar en este
paso, el cual dió prácticamente el dominio del interior al entónces
surgente puerto de Bombay. Una línea férrea penetra hoy por esas
gargantas, trepando y enroscándose sobre los hombros de la monta-
ña, abriendo túneles al través de las cuchillas que se interponen, y
costeando las empinadas laderas, al borde mismo de los precipicios.
En algunos puntos el zig-zag es tan fuerte, que hace casi imposible
dar el vuelo indispensable á las curvas, y los trenes tienen que dete-
nerse y reversar su direccion sobre terraplenes nivelados. El Thall
Ghat, al nordeste de Bombay, ha sido igualmente escalado por las
carreteras y los ferro-carriles. Otro celebre paso, más abajo de la cos-
ta, liga el centro militar de Belgaum con el pequeño puerto de Vin-
gurla. Estas «escaleras de desembarque» que conducen del mar alinte-
rior, presentan escenas de la más agreste grandeza. Las rocas trapeanas
se presentan, despues de edades de denudacion, como fortalezas circu-
lares flanqueadas por torres redondas, destacándose de la masa de las
colinas situadas detrás; fortalezas naturales que en tiempo de los
Maharattas habian sido hechas intomables por el arte militar. En el
sud de Bombay, los pasos trepan desde el mar al través de densos
bosques, la guarida del tigre y del poderoso bisonte. Aún más abajo
en la costa, el muro de montañas occidentales penetra profunda-
mento enel valle de Palghat, un portillo notable de 20 millas de an-
cho y que conduce por una cuesta fácil, de solo 1000 piés de elava-
cion, desde la ribera del mar al interior. Un tercer ferro-carril y cami-
no militar conduce por este parage de Beypur, al través de la Penin-
sula, hasta Madras.
Sobre las riberas orientales de la India, los Ghates forman una sé-
rie de espolones y contrafuertes, apoyos de la elevada meseta interior,
más bien que un nudo contínuo de montañas. Hállanse atravesados
por un gran número deanchos y fáciles pasages desde la costa de Ma-
dras. Al través de estas aberturas, las aguas de lluvia de la mitad
meridional de la meseta interior, se abren paso hasta el mar. El dre-
nage del borde setentrional ó Vindhyano de la altiplanicie triangu-
lar, se precipita en el Ganges. El Narbada y el Taptí conducen las
86 - -ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
lluvias de los falderíos meridionales de los Vindhyas y de las cuchi-
llas Satpura, por dos líneas casi paralelas, hasta el Golfo de Cambaya.
Pero desde Surate en los 21?9' hasta el cabo Comorin enlos 84 ' lati-
tud Norte, ningun gran rio consigue atravesar los Ghates Occidenta-
les, ó llegar á la costa de Bombay, de la meseta interior. Los Ghates
occidentales forman en efecto, una alta y no interrampida barrera
entre las aguas de la meseta central y el Oceano Indico. El drenage
tiene en consecuencia que abrirse camino, siguiendo los declives, al
través de la India en la direccion del este, ya contorneando las cade-
nas que se proyectan, ya precipitándose en las quebradas ó corriendo
por los valles, hasta que las lluvias que las brisas de mar de Bombay
han precipitado sobre los Ghates occidentales, vienen finalmente á
caer en la Bahía de Bengala. De este modo los tres grandes rios de
la Presidencia de Madras, ásaber, el Godavari, el Kistna ó Kishna y el
Kaveri surgen en las montañas que culminan sobre las costas de Bom-
bay, y atraviesan todo el ancho de la meseta centra!, antes que lle-
guen al mar que baña las costas orientales de la India.
La geografía física y el destino político de ambos costados de la
península de la India, han sido determinados por los característicos de
las cadenas de montañas de ambas costas. Como en el este el país se
presenta comparativamente abierto, el es por todo accesible á la di-
fucion de la civilizacion. En el este, por consiguiente, fijaron sus ca-
pitales las antiguas dinastías de la India meridional. A lo largo de
la costas occidentales, solo una estrecha lonja de tierras bajas, inter-
viene entre el mar y las montañas. Los habitantes de esa zona se
mantuvieron aparte de la civilizacion de la costa oriental. Hasta
hoy, una de sus razas gefes, los Nairs, conservan derechos de tierra
y costumbres sociales, como la polvandria, que marcan un estado más
atrasado de progreso humano, que el Hinduismo; y que en otras partes
de la India solo se conservan entre las tribus más atrazadas de las
montañas. Por otro lado, las poblaciones de la costa occidental disfru-
tan de abundantes lluvias, desconocidas en la meseta interior y en la
costa oriental. Los monsones hacen azotar sus nubes cargadas de llu-
vias contra los Grhates occidentales, virtiendo de 100 á 200 pulgadas
de lluvia sobre sus faldas marítimas, desde Khandesh hasta Malabar.
Cuando los Monsones han logrado pasar la barrera de los Grhates occi-
dentales, ya han descargado la mayor parte de su agua ; y los distri-
tos centrales tales como Bengalore, apenas si obtienen una precipita-
cion de 35 pulgadas de lluvia. La costa oriental recibe tambien un
monson que le es propio; pero escepto en las inmediaciones del mar,
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 87
las lluvias en la presidencia de Madras son escasas, rara vez excediendo
de 40 pulgadas en el año. Los deltas de los tres grandes rios á lo lar-
co de las costas de Madras, forman sin embargo, zonas de inagotable
fecundidad ; y mucho se ha hecho por la irrigacion para labrar y uti-
lizar tanto las lluvias locales, como las aguas acumuladas que los rios
conducen.
Los antiguos poetas sanscritos hablan de la India Meridional, como
sepultada bajo los bosques; y el sal, ebano; el sissu, teak, y otros
grandes árboles de buenas maderas, abundan todavía. Los Ghates
occidentales en particular, se hallan cubiertos de una magnífica vege-
tacion, donde quiera que una planta ó árbol pueda hechar raíces. Las
montañas de Kanara, Malabar, Mysore, y Coorg suministran las más
ricas maderas. A lo largo de algunas de su más elevadas cadenas, cre-
cen los bosques tropicales de un eterno verdor. El pun (Calophillum
angustifolvum) crece derecho hasta más de 100 piés de elevacion, sin
lanzar una sola rama y sin arquearse. Es pues un magnífico árbol pa=
ra las construcciones navales. La encina fructífera (Artocarpus inte-
grifolia) ; el palo de hierro (Mesua férrea) ; el caobero Hindu (Cedrela
toona); el ébano (Drospyros ebenaster); el champac (Michelra champa-
ca); el teak (Tectonal grandis); palo negro inmejorable para escul-
turas (Dalbelgía ratrfolia); el sal admirable para objetos de construc-
cion (Shorea robusta), el palo de sándalo precioso (Santalum album)
y el universal bumbu. Con esto solo hemos mencionado unos pocos de
los productos de los Ghates y cadenas interiores de la meseta triangu-
larmeridional. Entreverados entre los altos árboles, florece una infinita
variedad de arbustos, magníficos parásitos y enredaderas. Empresa-
rios europeos han cubierto las faldas de muchas colinas en el Mysore
y Madras, con plantaciones de café, cinchona y té, que prosperan
admirablemente.
Nada puede sobrepujar en magnificencia tropical silvestre, 4laexhu-
berancia de una selva Coorg intacta, mirada de uno delos picos de los
Ghates occidentales. Ondulantes cuestas verdeantes, dispuestas por
terrados de diversas alturas, forman de todos costados las faldas de la
montaña. Al Norte y al Sud se estienden cadenas paralelas de monta-
nas, con bosques que llegan casi hasta la cima; mientras al oeste mi-
llares de piés más abajo, la vista es confinada por la línea azul del
Mar de Arabia. Animales salvages de muchas clases habitan en las.
montañas y frecuentan las praderas pastosas. El Elefante, el Tigre y
Leopardo, el furioso Bisonte, el magnífico ciervo sambhar y la oveja
silvestre, con variedad de otros animales menores de caza se ofrecen
88 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
á los azares del cazador. Durante las lluvias, magníficas cataratas
descienden sobre los precipicios. Las cataratas de Garsoppa en los
Ghates occidentales, se dicen tener una caida de 1000 piés.
Ex los valles y sobre los elevados llanos de la meseta central, el
cultivo ha confinado los montes á los flancos de las montañas, y se-
menteras de trigos y otros granos menudos como mijos, tabaco, algo-
don, caña dulce y guisantes, se estienden sobre el país descubierto.
El negro suelo de la India meridional es proverbial por su feracidad ;
y la lonja llana entre los Ghates occidentales y el mar, rivaliza aún con
el Bajo Bengala por su palmeros frutales, sus cosechas de arroz y la
rica sucesion de sus cultivos. Los deltas de la costa oriental han sido
desde tiempo inmemorial célebres como regiones productoras de arroz.
El interior de la meseta se halla sujeta á secas. Los cultivadores lu-
chan contra las calamidades de la naturaleza, mediante diversos siste-
mas de irrigacion, por cuyo medio ellos atesoran las aguas de las llu-
vias traidas durante algunos meses por los monsones; guardándola
para emplearla en el riego durante el resto seco del año. El alimento
del menudo pueblo consiste principalmente de mijo y otros pequeños
granos. Los grandes artículos de exportacion son el algodon y el tri-
go de los distritos setentrionales de Bombay; punto que ha adquiri-
do una gran importancia política y mercantil despues de la abertura
del canal marítimo de Suez. El comercio de pimienta y otras especias
del Malabar, data de una época anterior á Simbad el Marino y pro-
bablemente se estiende hasta el tiempo de los Romanos. Tambien se
cultiva el cardamomo, especias de diversas clases, tintes y diversas
drogas medicinales.
Es en esta planicie triangular y entre los espolones de las montañas
que en ellas se proyectan, que la riqueza mineral de la India yace
escondida. La minería del carbon forma hoy una grande industria
en el costado nordeste de la meseta, en el Bengala; y tambien en las
provincias centrales. Mantos de mineral de hierro y calcáreo han
sido trabajados en diversos parages, señalando nuevos é importantes
manantiales de industria para la India en el futuro. Muchos distri-
tos son ricos en piedras de construccion, mármoles y laterita, fáciles
de trabajar. El cobre y otros metales existen en cortas proporcio-
nes. Los diamantes de Golconda han sido anteriormente famosos :
pero hoy su fama ha sido ofuscada por los diamantes del Cabo y del
Brasil. Las arenas de los rios abundan en oro, esplotado desde tiem-
po inmemorial; tambien se trabajan minas de cuarzo aurífero en
Madras y Mysore.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 89
Acabamos pues de recorrer y conocer las tres grandes regiones de
la India. La primera, los Himalayas, se hallan en su mayor parte
fuera del dominio británico; pero su conocimiento es indispensable
como llave de la historia y á las condiciones climatéricas de la India.
La segunda region ó llanos ribereños en el norte, forman el teatro de
los antiguos movimientos de las razas que modelaron la civilizacion
y los destinos políticos de todo el Hindostan. La tercera region, la
meseta triangular que acabamos de recorrer, presenta un carácter
completamente distinto de las otras dos divisiones, y una poblacion
que hoy se elabora un desarrollo por separado que le es propio. En
términos generales, los Himalayas se hallan poblados por tribus Tu-
ranianas ; los llanos ribereños de Bengala, son aún la patria de la
raza Aryana ; la meseta triangular ha constituido la arena de la
larga lucha entre esa noble raza del norte, y lo que se conoce del
tronco dravidiano en el sud.
A este vasto imperio, los ingleses han añadido primero la Birmania
occidental, y recientemente la Birmania propia ú oriental, territorio
en su totalidad formado por la cuenca ó valle del alto y bajo Irawadi,
con su delta, y una larga lonja llana que se estiende por el costado
oriental de la Bahia de Bengala. Entre la estrecha zona marítima y
el Irawadi se estiende un espinazo de elevadas montañas. Estas Ca-
denas conocidas con el nombre de Montañas de loma (Roma ó Loma?)
se hallan cubiertas de densas selvas, y separan el valle del Irawadi
de la lonja costera. Estas cadenas loma presentan picos que exceden
de 4000 piés, culminando en las montañas azules, que alcanzan 7100
piés. Se hallan atravesadas por pasos, uno de los cuales, el An ó
Aeng, se alza á 4668 piés sobre el nivel del mar. Millares de caletas
edentan la costa marítima; y todo el país llano, tanto en la costa
como en el valle del Irawadi, forma un vasto arrozal por la abundan-
cia de las aguas. Los rios acarrean flotando en sus aguas las made-
ras de teak y bambues, en que abundan los bosques del norte. Pro-
duce tambien tabaco de una excelente calidad que en forma de cigar-
rillos, todos fuman en Birmania, hombres y mujeres, suministrando
un producto industrial de un valor creciente. Arakan y Pegu, que
forman las provincias de la lonja costera, como tambien el valle del
Irawadi, contienen fuentes de petróleo.
Tenasserim forma una larga y estrecha provincia marítima que se
estiende desde las bocas del Irawadi al sud, hasta Punta Victoria,
donde el territorio británico se acerca á Siam. Es rico en minas de
estaño, conteniendo igualmente minerales de hierro tan rico como el
90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
de Suecia; tambien contiene oro y cobre en pequeñas proporciones,
y un mármol muy bello. El arroz y las maderas forman las principa-
les producciones de la Birmania; siendo el arroz el alimento esclu-
sivo y universal del pueblo. La Birmania oriental y Tenasserim pre-
sentan una área reunida de 88.556 millas cuadradas, con una pobla-
cion de 4.000.000 de almas; si se añaden á los 226.000 kilómetros
cuadrados de la Birmania oriental, los 457.000 kilómetros cuadra-
dos de la Birmania propia, que acaba de ser anexionada, y sus cuatro
millones de habitantes, tenemos 683.000 kilómetros cuadrados y una
poblacion de 8 millones de habitantes para toda la Birmania.
Ahora pasaremos á estudiar la poblacion de la India, no menos
curiosa que su territorio. Ya sabemos cuales son sus razas en gene-
ral. A más de esos diversos orígenes de raza, existe el hecho de la
division por castas que caracteriza la poblacion indígena de la India.
Estas son cuatro principales, á saber, los Brahmanes ó sacerdotes;
los Kshatriya 6 Rajputas, que forman la casta militar ; los Varsya
que son los artesanos; y los Sudras, que son los agricultores que for-
man la mayoría de la poblacion hindu, segun se verá más adelante.
Respecto á la época en que este estraño sistema de castas se estable-
ció, hay mucha variedad de opiniones, 'siendo la más autorizada la de
Max Muller, el cual afirma que del Código de Manu, formado antes
de la conquista de la India por los Aryas, 2200 y más años antes de
J. C., los hindus se hallaban desde entónces sometidos á ciertas re-
gulaciones de castas, en que sin embargo no se observa el esclusi-
vismo de estos últimos siglos.
Entónces un Brahman podía legalmente casarse con mujer Sudra,
permitiéndose los matrimonios entre las altas y las bajas castas.
Así las distinciones de castas que se prescriben en los Vedas, con
excepcion del Atharva-Veda, el más reciente, son las que en todos .
los países existen entre nobles y plebeyos. Más con el transcurso del
tiempo, la division por castas indicada se acentuó, como se vé por las
escrituras Brahmanas, Aranyakas y Upanishadas, todas las cuales
muestran como poco á poco los Brahmanes habían logrado hacerse la
cabeza espíritual y vicarios divinizados de las comunidades hindus y
de su culto y dioses. Pero esto no lo obtuvieron sin lucha, pues los
militares ó Kshatriyas no querían quedar inferiores á ellos, y sostu-
vieron prolongadas luchas con los Brahmanes apoyados en las otras
dos castas bajas, los Vaisya y los Sudras, como se vé por los épicos
del Ramayana y del Mahabharata. La tiranía brahmánica triunfó al
fin, hasta la época en que Sakya Mouny estableció el Budhismo,
FISIOORAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 91
que es una protesta última contra esas odiosas distinciones de castas.
«En la actualidad, dice el historiógrafo de los hindus Mr. Sherring,
ningun hindu puede casarse fuera de su casta con ningun pretesto ni
motivo. Se hallan atados de manos y piés, y esclavos voluntarios de
alma y cuerpo, de la más odiosa de todas las distinciones, la de cas-
tas. Asíla nacion hindu, es una nacion dividida contra sí misma,
puede decirsé. Son tan minuciosas las divisiones sociales én este
pueblo, que en la mayoría del país, no solo cada profesion, negocio
y ocupacion constituye una distinta casta, sinó que sobre estensas
zonas, en la India setentrional con especial, cada ocupacion ha dado
lugar por lo menos á 7 tribus que quedan distanciadas unas de
otras, tanto en lo que respecta al matrimonio y á la comida, y aun-
que no reconocidas como tales, son bajo todos los respectos y objetos
distintas y separadas castas. Aún entre las gentes más infimas y ab-
yectas del pueblo, que son arrojadas del templo y se emplean en las
más ínfimas ocupaciones, han quedado separados de sus más res-
petables vecinos, fundando una casta propia con sus respectivas
subdivisiones, juuto con toda la parafernalia necesaria para
esto. »
De todas estas castas, la más difundida en la India es la de los
Sudras Ó agricultores. En realidad casi podría decirse que la India
no contiene en realidad sinó una densa poblacion agrícola. En efec-
to, ¿pesar de su inmensa poblacion, la India contiene muy pocas
ciudades populosas y Calcutta que es la capital y la mayor ciudad,
no pasa de 800.000 almas. Tampoco contiene muchos centros manu-
factureros. En Europa, un 44 /, vive en ciudades; en la India solo
un 42/,. Así toda la India se puede considerar como una region ru-
ral; y muchas de sus llamadas ciudades, son meros grupos de aldeas,
conteniendo apriscos de ganados y terrenos de sementeras y cultivos.
Caleutta misma se ha formado de un grupo de aldeas sobre las ribe-
ras del Hugli; y la mayoría de las municipalidades hindus son me-
ras colecciones de chacras y quintas, estableciéndose solo dichos mu-
nicipios con objetos de gobierno loca). Obsérvase además que en al-
gunas regiones de la India, la poblacion se halla recargada y no pue-
de mantenerse con los productos del suelo; en otras regiones, vastas
zonas de terreno fértil esperan todavía al cultivador. El hecho es
que los hindus son tan rutineros, que adheridos al suelo que culti-
varon sus padres, no se mueven de él aún cuando el crecimiento de
la familia no pueda ya sustentarse de solo sus productos.
Bajo el gobierno inglés, sin embargo, el Sudra ó agricultor Hindu
92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
ha perdido algo de su inmovilidad pasada. Esto se halla demostrado
por el censo de 1881, segun el cual la tendencia general de la pobla-
cion en Bengala es estenderse hácia el Sud y el Este sobre el delta
recien formado, y hácia el norte y nordeste al país de las colinas y á
los valles de Assan poco poblados. Pero es mucho el cariño de las
mayorias ásus viejas aldeas, en despecho de la penuria y del hambre,
ofreciendo un problema de dificil solucion al gobierno. Pero en fin,
semejante al sistema de Proners de las colonias inglesas, un sistema
de agricultura nomádica ha acabado por implantarse en la India, en
contraposicion á la inmovilidad de los viejos agricultores Sudras. En
la region delas colinas y en los confines, la tierra es tan abundante,
que no dá renta. Cualquiera puede 1r á estableserse en esos bosques,
desmontando un terreno para cultivo, el cual agota con una sucesion
de cosechas sin trégua, y en seguida lo abandona para ir á estable-
cerse á otra parte. Para esto solo hay que pagar un lijero tributo ó
arriendo al Gefe ó Gobierno de quien los terrenos dependen. Pero
conforme los habitantes aumentan, este sistema nomádico de cultivo
cede su lugar á la ocupacion regular del suelo, mediante compra ó
arriendo formal de él. En la Birmania, tanto en la vieja, como en la
recientemente anexada por los ingleses, se ven marchar de par am-
bos géneros de cultivo. Entre tanto, en las llanuras de la India den-
samente pobladas, los agricultores nómades han desaparecido hace
mucho siglos; y cada familia permanece adherida al mismo lote de
tierra arrendado ó adquirido, durante muchas generaciones.
Ya sabemos cuales son las divisiones de la India respecto á castas.
Ahora vamos á hablar de ella algo más detalladamente con relacion á
sus Orígenes Ó razas. La poblacion de la India puede dividirse en
cuatro razas bien marcadas. La primera de ellas la forman las tribus
no Aryanas, llamadas aborígenes, con decendientes 4 medio Hindu-.
zar, que alcanzaban á 28 millones en el censo de 1881 (18 millones
en el de 1871). La segunda la forma el elemento Aryano, raza compa=
rativamente pura, que habla el sanscrito y desciende de los Arya-
nos conquistadores de la India (Brahmanes y Rajputas); cuentan hoy
26 millones, eran 16 millones en 1871. La tercera se compone de la
gran poblacion mixta de Vaiyas y Sudras, llamados Hindus y que
tienen sangre Aryana y no Aryana, principalmente la última poblacion
que hoy llega á 145 millones, y qué era de 110 millones en 1871
cuarto los Muhamadanes ó Mahometanos (mescla de Arabes, Tarta-
ros, Persas é Hindus convertidos) en número de 54 millones (eran 41
millones en el censo de 1871); todo esto hace los 253 millones de la
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 93
poblacion total del Hindostan (186 millones en 1871). De estos 123
millones son varones, y 119 millones mujeres.
Desde los tiempos más remotos se descubren en la India dos gran-
des razas que luchan por el dominio del país. La una era una raza de
piel blanca, que había penetrado por los pasos del Noroeste (viniendo
del Oeste, tengase bien presente); este pueblo era de raza Aryana, ha-
blando un armonioso idioma y tributando adoracion á amigos y pode-
rosos Dioses. La otra era una raza de otro color, porlo menos (negra
ó castaña), sinó de un tipo inferior como lo aseguran los ingleses
(hemos hablado de ellos con el nombre de Tamiles, en Ceylan),
cuyo tronco nosotros suponemos haber venido de Africa, traidos por
Osiris (el Baco de los Griegos), mezclándose con razas de orígen Ma-
layo, y los cuales fueron arrollados por los conquistadores, relegán-
dolos á las montañas, ó reduciéndolos á la servidumbre en las llanu-
ras. Los descendienies comparativamente puros de ambas razas, se
hallan casi equilibrados en número segun se ha visto. Las castas in-
termedias sue hemos llamado Hindus, han nacido del contacto de esas
dos razas, á saber, Aryanos y Dravydianos, constituyendo hoy la gran
mayoría de la poblacion de la India.
Ya sabemos, porque en otra parte lo hemos indicado, que estos
Aryanos Hindus parecen haber venido de las riberas del Oxus por el
Hindu-Kouch, estableciéndose primero en la cuenca del Indus, donde
se sabe históricamente tubieron cierta conexion con Asirios y Per-
sas. Estos Aryanos eran pastores y agricultores. Sus cantos sagrados
se hallan consignados. en los Vedas, que son sus escrituras; Co=
mo los JIranianos, sus parientes, tienen sus escrituras en el
Zenda-avesta. Ambos idiomas esto es, el sanscrito y 'el zend son pa-
rientes en raíces linguísticas é ideas. El lejislador de los Hindus fué
Manu; el delos Iranianos, Zoroastro. Despues de establecidos en el
Indus, los discípulos de Manu pasaron á conquistar el valle del Gran-
ges, y es allí donde establecieron su predominio los Brahmanes, que
organizaron en cuerpo las doctrinas de la vieja religion Hindu. Hacia
el vó vi siglo antes de la era Cristiana, Zakia Mouni encabezó
una reforma religiosa, el Budhismo, que abolía la gerarquía il
lista de las castas.
Llegando ahora á los tiempos históricos, la campaña de Alexandro
sobre el Indus, de 327 á 325 años antes de J. C., puede decirse inicia
la era histórica de la India. Desde entónces sabemos han exis-
tido relaciones conocidas y seguidas entre el Occidente y el Oriente.
Ellas continuaron durante el período romano. El emperador Claudio
94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
hasta recibió una embajada del rajah de Ceylan. A principios del si-
glo vir despues de J. C. se presentan los Musulmanes (Kalifas om-
miades, despues Abbassidas; en el siglo x1 los Ghaznavides ó Cabu—
listanes; en el siglo XI1 los Gourides. La India entera se hallaba en
el siglo xn sometida al mahometismo.
En el siglo x1V sobrevienen los Mogoles Ó Mongoles, con Gengis-
khan; en seguida Timour-Beck (Tamerlan). En 1525, Babour, des-
cendiente de Tamerlan, fué el primero de los grandes Mogoles que
reinaron en Delhi. Su dinastía llegó á su apogeo bajo Aureng-zeb
(1658-1707); pero la decadencia comenzó poco despues. La India
se despedazó en pequeños estados independientes, que fueron la fácil
presa dé las potencias Europeas. Ya los Portugueses habían llegado
á Calicut desde 1498 con Vasco de Gama, y habían fundado algunos
establecimientos sobre las costas. Su ejemplo fué seguido en el siglo
XVII por los Daneses, los Franceses y los Ingleses (1599). La guerra
de los 7 años y el tratado de Paris en 1763, consagraron la preponde-
rancia de la Inglaterra. La India, gobernada primero por una asocia-
“cion comercial, la célebre Compañia de las Indras, tienehoy por em-
peratriz á la reina de Inglaterra, con los cambios administrativos y
políticos consiguientes, que ya dejamos consignados en otra parte.
De este conjunto de hechos resultan algunas consideraciones filo-
sóficas que vamos á exponer. La India ha sido, de más de tres mil
años á esta parte, el objeto de la codicia de las otras razas que ha-
bían oído hablar de las ventajas de su suelo y clima, y de sus rique-
zas; y á pesar de las barreras que la protejían, por causas que hemos
señalado más arriba, ella ha pasado de una dominacion á otra. Esta
sucesion de conquistas no han impedido sin embárgo á sus razas in-
móviles, el conservar ¡sus viejos hábitos y supersticiones, como su-
cede á todas las razas pasivas, que no tienen bastante energía para
estudiar, conocerse á sí misma y aprovechar las lecciones del pasado;
que no tiene en una palabra, bastante fuerza para mudar, cuando
esta mudanza conviene. Porque una ultra-conservacion es solo la
conservacion delos vicios, de la esclavitud consiguiente y del atraso.
Sus vencedores, aún triunfando, habían acabado segun hemos visto,
por absorberse en sus olas inmensas de pueblo. El mayor número,
á pesar de su inercia, acaba siempre por absorberse el menor número.
Resultado pasivo y sin ventaja, puesto que se conserva siempre esclaya
de los nuevos amos que se suceden sin intermision. Porque hoy mismo,
si la India sacudiese el yugo liberal de la Inglaterra, sería para caer
bajo el yugo despótico y sanguinario de la Rusia. |
(Continuard).
NOTA PRESENTADA AL HONORABLE CONGRESO
POR LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
La Comision Directiva de la Sociedad, en su sesion del 19 de
Agosto, resolvió autorizar al Presidente para que solicitase del Ho-
norable Congreso la suma de 50.000 $ m%, á fin de proceder á la
construccion del edificio que ha de levantarse en el terreno que po-
see la Sociedad en la calle de Cerrito.
En consecuencia ha sido presentada la siguiente solicitud :
Buenos Aires, Agosto de 1889.
A la Honorable Cámara de Diputados de la Nacion :
El que suscribe, Presidente de la Sociedad Científica Argentina,
ante V. H. respetuosamente espone :
Que necesitando la Sociedad Científica construir un edificio
donde poder instalarse á fin de desempeñar debidamente la mision
que se impuso desde su fundacion, ha resuelto dirijirse á V. H. pi-
diendo le acuerde la suma de cincuenta mil pesos moneda nacional
al objeto indicado.
Tratándose de la Sociedad Científica Argentina creería inútil ocu-
par la atencion de V. H., indicaré, no obstante, someramente los
títulos con que se presenta á hacer el pedido que dejo mencionado.
La Sociedad Científica Argentina fundada el año 1872 cuenta 17
años de constante labor, en los que ha cooperado eficazmente á la
obra del progreso y desenvolvimiento intelectual en la República.
96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Ella inició y ha continuado despues las visitas á diferentes esta-
blecimientos industriales infundiéndoles aliento, en épocas difíci-
les, con su prédica razonada y sus descripciones, leidas en sus
asambleas.
El año 1875, en medio de la indiferencia, pública luchando con
toda clase de dificultades, y por su solo esfuerzo, realizó una ex-
posicion científica é industrial. Aunque modesta por sus propor—
ciones, esa fiesta del trabajo fué una revelacion para la industria
naciente en la República.
Ha protejido espediciones científicas, ha asesorado diferentes ve-
ces á los poderes públicos en puntos difíciles que le han sido con-
sultados, ha sostenido con teson incansable, una propaganda en
pró del adelanto de las ciencias, desde su tribuna y en sus Anales,
que la mantienen en relacion con las primeras sociedades cientifi-
cas del mundo y cuyos artículos, que llevan las descripciones de
las riquezas de este suelo y que señalan los primeros pasos de la
ciencia nacional, han sido traducidos en diferentes idiomas.
La biblioteca científica es una de las más ricas de América.
Hace dos años adquirió con el producido de la suscricion entre
sus sócios, un terreno en el cual piensa construir su edificio y para
lo cual viene á solicitar la valiosa ayuda de V. H.
Terminaré haciendo notar que ella representa el primer resul-
tado práctico en los esfuerzos hechos anteriormente para fundar y
mantener con vida propia una sociedad destinada á los fines que
ha servido la nuestra, pudiendo decirse que en 1872 sefresolvió de-
finitivamente el problema de aunar las fuerzas morales en el culto
de las altas especulaciones científicas.
Saluda etc.
Cá4rLoS M. MORALES
Presidente.
Marcial R. Candiots.
Secretario.
MOVIMIENTO SOCIAL
AIN]
La Junta Directiva resolvió dirijirse á la Intendencia Municipal
solicitando de esta el abono del importe del terreno que el ensan-
che de la Calle Cerrito tomó al que la Sociedad posee en dicha calle.
Despues de corridos los trámites de práctica, el señor Intendente or-
denó que se abonara por tesorería la suma de seis mil trescientos
diez pesos con cincuenta centavos (6.310,50 $ m/1), como indem-
nizacion por la pérdida mencionada. Esa suma ha sido percibida
por el tesorero de la Sociedad señor Angel Gallardo y destinada á
pagar las deudas importantes de la Sociedad, quedando un pequeño
fondo de reserva.
Habiendo sido concedido por el Banco Hipotecario Nacional el
préstamo de 40.000 cédulas, que solicitó la Sociedad, dentro de
breves dias se empezará la construccion del edificio para la misma.
El ingeniero señor Ponciano Lopez Saubidet y el señor Dionisio €.
Meza han sido designados por la Junta Directiva para dirijir dicha
construccion.
Dentro de breve plazo quedará terminado el catálogo de la bi-
blioteca, cuyo trabajo ha sido encomendado á los señores Candioti,
Molino Torres, Iturbe, Sagastume, Meza, Gallardo y Morales.
La Junta Directiva de la Seccion la Plata ha quedado organizada
en la forma siguinte :
resiente it Ingeniero LAURENTINO SIENRA CARRANZA.
Vice-Presidente .... » SEBASTIAN BERRETA.
SOTAACPIO E Señor BENJAMIN SAL.
MESE CNO a als Ingeniero CárLOSs M. ALBARRACIN.
VOGUE e Ingenieros MAxim0 BATTILANA, ALBERTO Di-
LLON Y EDELMIRO CALVO.
Los ingenieros Cárlos D. Duncan y Cárlos Bunge han donado
veinte acciones cada uno de las que fueron emitidas para la adqui-
sicion del terreno, y el doctor Ildelfonso P. Ramos Mejía, diez.
401 200: $1 EY ,
ea
miohdaho ct
CONMEMORACIÓN DEL XVI ANIVERSARIO
DE LA INSTALACION DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Con la animacion de los años anteriores celebróse la fiesta en
conmemoración del xvi aniversario de la instalacion de la Sociedad
Científica.
Asistieron al acto el señor Presidente de la República, ministros
de estado, cuerpo diplomático y una selecta y numerosa concur-
rencia de damas y caballeros. :
No se omitió parte alguna del programa, mereciendo los que en
él tomaron parte, repetidas muestras de aprobacion de la con-
currencia.
Van en seguida el discurso de apertura del presidente de la
Sociedad doctor Valentín Balbín y los trabajos de los doctores Lynch
y Holmberg.
Hé aquí el discurso del doctor Balbín :
Señoras y señores:
Vengo por segunda vez, en cumplimiento de los deberes que
me impone el honroso cargo de Presidente de la Sociedad Cientí-
fica Argentina, á dirijiros la palabra con motivo de esta fiesta que
celebramos para conmemorar el aniversario de su fundacion, de-
biendo ante todo agradeceros vuestra presencia, con la que con-
tribuis á solemnizar este acto, dándole brillo y animacion.
Nuestra Sociedad Científica no tiene las hermosas páginas que
ostentan con legítimo orgullo sus hermanas del Viejo Mundo, por-
que no ha tenido todavía el tiempo necesario para desarrollarse
completamente, y porque está obligada á sostener una lucha dia=
ria y tenaz, con las tendencias de la época, que atraen y absorben
en gran parte las fuerzas intelectuales de los que, preparados para
las tareas de la ciencia, viven aletargados, quizá á pesar de sus
propios designios, en la pesada y abrumadora atmósfera de positi-
7
ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT.
98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
vismo. Pero si dirijimos la mirada hácia el pasado y contempla-
mos los progresos que hemos realizado de veinte años acá, no
podemos dejar de tener confianza en el porvenir, porque, además
de nuestros elementos, contamos con los que nos proporcionan
los innumerables establecimientos de enseñanza, que, como ver-
daderos focos luminosos, muestran á las nuevas generaciones, el
camino de su perfeccionamiento.
El períoilo crítico para el desenvolvimiento de la ciencia que al-
canzamos en estos momentos, no debe sorprendernos, desde que
es el resultado natural y lógico de la vida activa de todo pueblo
nuevo, formado casi exclusivamente por sus progresos materiales.
Es la repeticion de las mismas causas con los mismos fenómenos
que nos presenta la historia de los pueblos que han recorrido el
mismo camino que el nuestro, teniendo que resolver, á costa de
grandes sacrificios y en los albores de la vida, los árduos y com-
plicados problemas que exigía su consolidación, para poder in-
gresar como factores eficientes en el mecanismo del progreso
humano. :
No es posible avanzar con paso rápido en el camino de la ciencia,
y sería en vano pretenderlo. La ciencia no se improvisa, pues es
el resultado de una labor firme y metódica en que colabora un
numeroso núcleo de elementos preparados que se suceden sin so-
lucion de continuidad durante un largo período de tiempo, dando
por última síntesis las grandes ideas que constituyen las etapas
de la civilizacion. Es así que la ciencia ha alcanzado el grado de
desarrollo y esplendor en las naciones que nos sirven de guía, y
tal es el camino que fatalmente estamos obligados á seguir para.
llegar al cumplimiento de nuestros destinos.
Las dificultades de nuestra iniciacion científica están ya venci- .
das, y el impulso que á las nuevas generaciones les ha cabido en
suerte recibir, es bastante poderoso para superar en lo sucesivo los
tropiezos que ocurren naturalmente en toda vía nueva y, por lo
tanto, desconocida para los que han de recorrerla. Ya no necesi-
tamos. estimular á la juventud en la tarea de la ciencia: otra mi-
sion más alta y más perfecta corresponde hoy desempeñar á los
que dirigen nuestro movimiento científico, que por ahora es más
reflejo que propio, y es seguir de cerca las múltiples y variadas
manifestaciones del intelecto humano que aparecen en los grandes
centros del saber, para asimilarlas á nuestras necesidades, que
como la de todo pueblo nuevo, necesitan del concurso de todos los
ANIVERSARIO DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 99
conocimientos para conseguir en el tiempo su completa evolucion.
Sin embargo, en medio del cuadro halagador de nuestros progre-
sos, se divisa un punto negro que contrasta singularmente con el
vivo esplendor que lo rodea: me quiero referir á la falta de un
templo digno y grandioso para nuestra primera Universidad Na-
cional, cuyas producciones han empezado á abrirse paso entre
los pensadores europeos llamando justamente su atencion. He
ahí una hermosa ocasion que tocará sin duda aprovechar á los
hombres que dirigen los destinos del país para establecer un mo-
numento de gloria indeleble que merecerá el aplauso de propios
y estraños.
Señoras y señores : No voy á ocupar más vuestra atencion y en
nombre de la Junta Directiva de la Sociedad Científica Argentina
declaro abierto este acto anunciándoos que dentro de breves ins-
tantes harán uso dela palabra los señores D. Enrique Lynch Arri-
bálzaga y doctor Eduardo L. Holmberg, disertando el primero
sobre «Los Dípteros » y el segundo sobre « Los Peces».
He dicho.
LOS DÍPTEROS
SEÑORAS Y SEÑORES:
Comenzaré por confesar, que me siento en una posicion algo em-
barazosa, no tanto por la presencia del público, que hace temblar
hasta á los más aguerridos, con la solemnidad de su actitud y el
misterio aún no revelado de su juicio sobre nuestras palabras, sinó
ante la necesidad de revelar cuál es el tema con que pretendo soli-
citar su atencion.
Voy á hablar á Vds. de los dípteros. Dípteros es una voz de orí-
gen griego; mas no hay motivo para alarmarse; no pienso hablar
á Vds. en el clásico idioma, sinó en castellano claro y neto,
como para que todos me entiendan. Espresarse como el profe-
sor Lidenbrock, tan bien pintado por Julio Verne, es perder su
tiempo sin provecho alguno.
Diptero significa dos alas. Pero las aves, y las esfinges de Egipto,
y los leones del palacio ducal de Venecia, y los ángeles cristianos,
y Cupido tienen dos alas. No es de estos dípteros, sin embargo,
que me he de ocupar esta noche, sinó de moscas, de mosquitos
y de tábanos. 7
Si alguien ha hecho un movimiento de horror, recuerde que en
el drama sin fin de la naturaleza no hay personajes secundarios ni
objetos sin interés. |
Las moscas, por lo demás, intervienen más de lo que se imagina
en las ambiciones, en los placeres y los dolores humanos. Una de
ellas, la Tselsé, se ha opuesto durante mucho tiempo á la invasion
de nuestra raza en el continente africano; otras penetran en el
cuerpo de cierta gente rebelada contra los mandatos de la higiene
y algunas hacen, bajo el estado de gusanos ó larvas, la delicia de
muchos gastrónomos, que las estienden sobre el queso y las sabo-
rean con fruicion, lo que no obsta á que en seguida se escandali-
LOS DÍPTEROS 101
cen de que los chinos apetezcan ciertos nidos de golondrinas, las
aletas de tiburon y la carne de perro gordo.
El lenguaje familiar se ha apoderado en nuestro país de la pala-
bra mosca para formar muchos de sus vocablos y atribuirle varia-
das acepciones.
La mosca es aquí como en España un rey absoluto del mundo:
el dinero.
Quien insiste y machaca y vuelve sobre lo mismo es un moscon.
Se mosquea el que se va.
El hombre ó los animales se enmoscan cuando son invadidos por
las larvas de ciertas especies.
Mosquea ó pega mosqueadas la bestia que maneja la cola como un
abanico para ahuyentar los insectos que la molestan, y aún he oido
aplicar el verbo á las señoras, con gran irreverencia á la verdad.
Queriendo una campesina deciz, que una dama había. hecho un
mohin de disgusto y alejádose en seguida, esclamaba en criollo:
—Pegó una mosquiada y dió media gúelta.
El caballo que mosquea con frecuencia se llama mosqueador.
Finalmente, hay quienes están «como mosca en leche», muchí-
simas «mosquitas muertas» y no escasos papa-moscas, y quizás
se me podría aplicar 4 mí mismo aquello de «en boca cerrada no
entran moscas».
La literatura no ha desdenado tampoco á estas dominadoras del
aire. No me refiero á aquel verso sonoro:
«Como moscas de luz del pensamiento »,
porque el poeta quiso aludir sin duda á las luciérnagas, que no
son moscas ni gusanos, como pretenden los franceses, sinó co-
leópteros ó escarabajos.
Quiero recordar el famoso poema épico de Don José de Villavi-
ciosa, la Mosquea, donde se canta con homérico brío la guerra de
las moscas y las hormigas y en que los combatientes cabalgan
airosos... sobre pulgas!
Muchas personas se figuran, que todos las moscas son iguales.
No niego que se asemejen mucho los individuos de una misma es-
pecie, la mosca doméstica, que tanto nos fastidia durante el verano,
por ejemplo.
Su identidad no es absoluta, sin embargo, y una mirada esperta
102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
pronto descubrirá caraciléres distintivos entre los centenares de
individuos que vuelan dentro de una habitacion. He conocido ob-
servador que, estudiando diariamente, en pleno campo y bajo un
sol canicular, las costumbres de las Mutilas, insectos semejantes
por su aspecto á las hormigas, había llegado á distinguir los di-
versos ejemplares que frecuentaban el lugar y eran objeto de sus
investigaciones.
Pero á la generalidad les pasa lo que cuando se hallan en pre-
sencia de muchos negros, indios ó chinos; no consiguen distinguir
fácilmente unos de otros los individuos por su fisonomía, que al
principio les parece completamente idéntica.
Es fácil notar, con todo, enormes divergencias cuando salimos de
los límites de la especie y particularmente cuando comparamos las
de diversas familias. Desde las formas escuálidas y zanquilargas
de las Típulas, que son como grandes mosquitos inofensivos, hasta
el cuerpo redondo y velludo de ciertas moscas de la familia de
los Sírfos, existen todos los grados de esbeltez y de obesidad por-
que podría pasar un Don Quijote al transformarse en un San-
cho Panza.
Diríase que este dipteroes un abejorro ó mangangd, este otro
una avispa; aquel una abeja, el de más allá una mariposa, tan va-
riado é imitativo es su aspecto general. |
Son disfraces de la naturaleza, es el mimetasmo, de que los díp-
teros sacan á menudo excelente ido
El carnaval, como ven Vds., tiene un origen mucho más remoto
que el que comunmente se le atribuye.
Un díptero es, en general, uno de los séres mejor dotados bajo el
punto de vista de la satisfaccion de sus necesidades. No tiene sinó
dos alas, mientras que la inmensa mayoria de los demás insectos”
están provistos de cuatro, pero en cambio los potentes músculos que
las mueven no las agitan con menor rapidez que la de las temblo-
rosas remeras de los colibries, su pequeño cuerpo está penetrado
del aire que corre por sus tráqueas ó tubos respiratorios, y man-
tienen el equilibrio dos cortos apéndices, situados detrás de las
alas, que por su forma y su empleo se llaman balancines.
La rapidez con quese lanza al aire una mosca amenazada por un
peligro cualquiera es verdaderamente admirable; ordinariamente
el pensamiento hace á su lado una triste figura.
El número de patas es en los dípteros constantemente de seis,
como en todos los insectos, á pesar de la creencia muy generalizada
LOS DÍPTEROS 103
de que tienen muchas más; esta es una opinion hija del terror. En
algunas especies, las anteriores están dispuestas de una manera
semejante á la de los mamboretás, para apoderarse de su presa
con un abrazo demasiado estrecho para ser cariñoso (Emprtes).
La cabeza es con frecuencia esférica, más comunmente hemis—
férica y deprimida, y á veces se ensancha en monstruosas prolon-
gaciones laterales (Achras y Drops).
Lo más digno de atencion que ella presenta es los cuernecillos ó
antenas, la trompa y los ojos, estos sobre todo.
Una mosca es un Argos; fuera de tres ojuelos, dispuestos en tri-
ángulo, que casi siempre llevan en la frente, está provista de dos
grandes ojos compuestos, que ocupan la mayor parte del cráneo.
Es una reunion de millares de ojuelos simples, de forma exágona
como los alveolos de una colmena, rodeados á veces de sus corres-
pondientes pestañas, cuyo conjunto constituye un vello más ó me-
nos suave sobre la superficie del ojo compuesto.
No haré comparaciones poco galantes, pero sí he de declarar,
que los ojos de los dípteros suelen ser tambien samamente hermo-
sos. Los hay ardientes, es decir, rojos y brillantes como un áscua,
del tinte de las esmeraldas y de color de cielo; en los tábanos es-
tán cruzados por bandas verdes, con reflejos de raso, sobre fondo
purpúreo. Carecen no obstante de la facultad de entornarse, de
mirar de soslayo, de abrirse en toda su plenitud, de producir en
fin aquellos juegos de luz y de sombras que 'comunican á muchos
ojos humanos su incomparable belleza : la belleza de la espresion.
Esto es por lo menos lo que nos dicen nuestros sentidos, mas son
estos tan imperfectos, tan obtusos en realidad, que ¿quién sabe si
el alado galan no hace al pasar una picarezca guiñada de inteligen-
cia á su predilecta, con sus múltiples ojos? En las moscas, á la
verdad, este movimiento equivaldría á 4000 guiñadas, de donde
deduzco que entre ellas ha de ser difícil el disimulo.
En el sexo masculino los ojos ocupan de ordinario mayor esten—
sion que en el otro y los ojillos quelos componen suelen ser más
grandes tambien'; parece que tienen necesidad de más vista, por-
que su mision, como en casi todo el reino animal, es agresiva, aco-
metedora, al paso que en el femenino es necesario defenderse..
lo menos por el qué dirán.
La boca de los dipteros consiste en una cavidad situada en la
parte inferior de la cabeza y provista de una trompa dura ó car-
nosa.
104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Auxiliada por una especie de bomba aspirante que existe en el in-
terior del tórax ó pecho, absorbe la trompa las sustancias líquidas
de que el díptero se alimenta. Segun las especies, son los necta rios
de las flores las que les brindan sus mieles, el cuerpo de los verte-
brados terrestres el queles da el tributo de su sangre ó las materias
en descomposicion las que les ofrecen sus jugos nauseabundos, que
ellos, á semejanza de los aficionados al queso de Rochefort, chupan
como néctar divino.
En los dípteros que se nutren de sangre, como los mosquitos, tá-
banos, gegenes y moscas bravas, no es la trompa misma la que pe-
netra en la piel, sinó únicamente las lancetas que ella contiene,
haciendo el oficiode estuche. Al'brotar el jugo sanguíneo, asciende
por entre aquel aparato del Dr. Sangredo, y atraido por las aspira-
ciones de la bomba interior, llega al estómago del audaz cirujano,
convirtiendo sus vísceras enjutas en pletóricos odres.
Y aquíse me ocurre preguntar: ¿qué sexoes el más cruel en la
naturaleza? No seré yo quien se atreva á fallar tan árduo litigio,
pero puedo recordar, que entre los mosquitos y los tábanos los ma-
chos son séres de suave carácter y hábitos apacibles, que jamás rozan
sus labios con una gota de sangre y prefieren vivir poéticamente del
néctar de las flores. En cuantoá las hembras, se avienen de mala
gana con este pacifico régimen y se precipitan con voracidad insa-
ciable sobre la misera victima que se pone á su alcance.
Es de notar, sin embargo, un hecho curioso, que parece indicar
un uso más frecuente de jugos florales en la alimentacion de cierta
especie de tábano; hay en el sud de Chile una grande especie negra,
con ojos de fuego, el vulgo conoce por Colihuacho y los naturalis-
tas llaman Osca lata.
El colhuacho ataca con preferencia á los caballos blancos y los
muchachos lo buscan y se apoderan de él para chuparle el abdó-
men, que está lleno de miel.
Casi todos los dípteros tienen boca, pero hay algunos desgracia-
dos que la tienen constantemente cerrada. Como su vida de adul-
tos es en extremo breve, no necesitan comer. Mas tampoco podrín
hablar, se pensará quizás. Gran infortunio sería este, para unhom-
bre ó una mujer, sobre todo si el hombre fuese porteño y la mu—
jer... de cualquier parte del mundo, pero tenemos motivos para
opinar que esta privación no ha de inquietar en la misma medida
á una mosca.
Es evidente que los dípteros tienen excelente olfato. Basta expo-
LOS DÍPTEROS 105
ner una sustancia alimenticia cualquiera, para ver acudir sin tar-
danza á las moscas, que llegan de distancias relativamente gran-
des. Las moscas domésticas y otras de sa misma familia se pare-
cen en esto á los buitres. Se ignora sin embargo hasta hoy dónde
reside en ellas este sentido, si bien se le ha dado por asiento los pal-
pos óapéndices de la trompa, y otros han creido descubrir su ór-
gano en la frente, no sesabe aún con seguridad el punto donde es-
tá situado. Pero el hecho es que huelen tan bien como si estuvie-
sen armadas de grandes narices.
¿Y el oido? Tambien oyen los dípteros, aunque no tienen orejas
y, lo que es más singular, oyen con la cintura, de modo que si su
civilizacion, hoy rudimentaria, avanza, no podrán llegar nunca
hasta el uso del corsé, so pena de quedarse sordas.
Pocos grupos existen en la creacion tan numerosos y variados
como el que nos ocupa. El número de especies descritas por los
naturalistas se eleva á varias decenas de millares y todos los dias
se aumenta su catálogo. No hay region de la tierra, por inclemen-
te que sea, que no tenga sus dípteros peculiares.
En el hervor colosal de vida que se agita en los trópicos, estos
insectos pululan por do quiera, consumiendo las sustancias orgá-
nicas en descomposicion y evitando así que el aire se pueble de
mortiferos gérmenes, sirviendo de mensageros alados, al par de
las brisas, entre las flores que se aman, para acelerar su fecunda—
cion, cerniéndose sobre las corolas al lado de los pájaros moscas,
haciendo ostentación á los rayos del sol del oro, del cobre y del
acero refulgente de sus nítidas armaduras y del lujo de tornaso-
lados reflejos, de vellosidades velutinas y suavísimas pubescencias
sedosas con que aquellas están ataviadas, ora vagando en busca de
su presa, para caer sobre ella como tigre famélico y sorberle como
el vámpiro de las consejas hasta la última gota de jugo, ora absor-
bidos por la idea de la perpetuacion de su raza; los sitios áridos y
caldeados por el sol, los lugares húmedos y siempre privados de
luz, los bosques tupidos y las praderas herbosas, la montaña des-
nuda y el arenal desolado, la superficie de la tranquila ciénaga
como las olas que corren hácia la playa marina, y hasta el vasto
desierto de hielo, todos mantienen algunas formas del inagotable
tipo de los dípteros.
El número de sus individuos se cuenta por millones y muchas
veces forman, reunidos, nubes espesas en contínuo movimiento.
Quien haya estado alguna vez en su vida en contacto con mosqui-
106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
tos en ayunas, sabe bien si sus asambleas y festines son concurri-
dos; la regla es que haya siempre «un lleno completo».
Si los dípteros cuentan en sus filas tiranos implacables y ávidos
parásitos, sus enemigos forman en cambio nutrida legion. No solo
hay dípteros de presa que persiguen y matan á otros dípteros más
débiles, sinó que muchas avispas y arañas y un ejército de pájaros
les hace una guerra sin armisticio posible. Es una alianza ofen-
siva tácita que no requiere conferencias, porque tiene una base
menos instable que la política de los hombres: las necesidades
fisiológicas del estómago.
Mucho podría referir de las costumbres de los dípteros. Podría
hablar á Vds. de la astucia con que algunos de ellos proceden para
depositar sus huevos en nidos ajenos, á ejemplo del cuclillo de
Europa y de nuestros tordos azules, á fin de que sus hijos hallen ya
puesta la mesa y de ahorrarse el trabajo de construir un hogar;
de la innumerable cohorte de las Taguinas, cuyos huevos son de-
positados sobre el cuerpo de otros insectos, para que los gusanitos
penetren en él y se alimente de sus tejidos; de las pequeñas Ceci-
dómias productoras de agallas en los vegetales y azote del cultivo
del trigo en varios países; de los parásitos Estros y Pupiparos; de
la mosca del queso, de larvas saltarinas; de la que pone su abun-
dante cresa sobre las heridas y en las narices ó los oídos, produ-
ciendo horribles casos de agusanamiento ó miasis; ó de los grandes
y robustos Asilidos, los leones y panteras del mundo dipterológico.
Podría decir bastante de los amores de las moscas, si no temiese
fatigar demasiado la atencion del auditorio. Me limitaré á hacer
notar, que no parecen tener nada de platónicos y sí mucho de...
coreográficos, pues generalmente se inician en animadísimos bai-
les aéreos, en que no hay mosqueteros ni mosquitas que planchen.
En otros tiempos se creía en la generacion espontánea de mu-
chos séres, hasta en la de los ratones! Pero hoy ya nadie que co-
nozca medianamente los procedimientos de la naturaleza puede
admitir, que una planta ó animal, por microscópicos que sean,
nazca sin un gérmen preexistente, producido por otro organismo
semejante.
Con relacion á los dípteros, fué indispensable que un sábio céle-
bre, el médico italiano Redi, hiciera prolijas esperiencias, en la
segunda mitad del siglo xvI1, para demostrar que las moscas no
se originaban en las carnes muertas, sinó cuando habian hecho su
evolucion en ellas los huevos ó cresas depositados por estos insectos.
*
LOS DÍPTEROS 107
El número de huevos es tan grande en las moscas de la putrefac-
cion, tan rápida la evolucion de su gérmen y ocupa tan poco tiem-
po la transformacion ó metamorfosis del gusano en insecto perfec-
to, que el gran Linneo ha podido afirmar, que tres moscas devoran
el cadáver de un caballo tan pronto como puede hacerlo un leon.
Y como no todos están obligados á saber lo que pasa en este
mundo desdeñado por la generalidad de los hombres, haré notar
aquí, que la niñez de las moscas transcurre siempre bajo la forma
degusano ó larva, armada de robustas mandíbulas, semejantes á
tenazas cortantes, aún en aquellas especies que estarán armadas
más tarde de un pico acerado ó que carecerán absolutamente de
abertura bucal; la infancia es en ellas una época esencialmente gas-
tronómica; comer y desarrollarse es todo su encanto. Luego viene
la pubertad, el período más triste de la vida de un díptero; perma-
nece total ó casi completamente inmóvil dentro de su piel endure-
cida, como dentro de un féretro; se le creería muerto, pero el in-
secto que ha alcanzado todo su desarrollo hace saltar un estremo
de la pupa ó ninfa, ó esta se razga por el dorso, y el adulto sale á la
luz, estiende sus alas, las agita con estremecimientos de placer y
no tarda en lanzarse en las correrías que le sugiere su instinto he-
redado. El insecto ha alcanzado todo el erecimiento de que es sus-
ceptible y sólo piensa en la propagacion de su especie. Se equivo-
can, pues, aquellas personas que creen, que una mosca pequeña
es un ser en vía de crecimiento á veces no es sinó una viejecita;
que ha cumplido su mision y pronto concluirá su efímera vida.
Los dípteros tienen varias maneras de reproducirse. Lo general
es que pongan huevos, pero hay familias en que la regla es que las
larvas nazcan ya formadas, y otras aún más singulares en que la
evolucion se opera dentro del cuerpo de la madre hasta el período
de ninfa. Pero hay algo más asombroso todavía en este órden de
Insectos. Figúrense Vds. niños, ménos aún, porque son pequeños
gusanitos, dentro de los cuales se forman otros más pequeños y al-
canzan dentro de aquellas madres precosísimas su completo des-
arrollo larval; tal es la reproduccion escepcional llamada paedo-
génesis, es decir, generacion infantil.
Con estos ligeros apuntes entiendo haber cumplido mi compro-
miso con la Sociedad Científica, haciendo mi estreno como confe-
rencista; si no he logrado mi propósito, que fácilmente se adivina,
iéngaseme en cuenta la buena voluntad y nou sea este motivo para
que Vds. se amosquen. He dicho.
LOS PECES
Acaba de bajar con turbulencia, levantando grandes copos de
espuma, el agua del torrente. Ni tiempo ha tenido siquiera para
formar los circulos crecientes de ondulacion concéntrica, y en bor-
botones, al pié del grueso chorro, buscando siempre el equilibrio
que su ley le impone, escápase con chasquidos y murmullos por
el boqueron abierto en su cuerica de piedra. Es hielo apenas derre-
tido. Pero vá buscando el calor de la llanura, y siente que bien
pronto recibirá el beso blando y voluptuoso del rayo tropical.
A su paso, y al brincar alegremente de roca en roca, las aves de
la montaña recogen en el aire las burbujas con que salpica el
musgo y los líquenes de la escabrosa ribera.
Ya llega y descansa; y aunque corre agitada todavía, parece sen-
tir la proximidad del plano de su nivel, y reposa tranquila, trans-
parente, casi dormida, sobre un lecho de arena y pedregullo.
Las calcedonias y areniscas, los fragmentos de feldespato, y
las hojas brillantes de mica que pululaban en su seno, devuelven
al ambiente impalpable los rayos de todos los colores, y fijos en el
sítio que la gravedad les impone, constituyen el fondo en que re-
saltan enjambres de cipréas, ciclopes y dafnias, exploradores au-
daces destacados en avanzada del grueso de las colonias, habitan-
tes de las aguas menos transparentes, pero más tibias y ricas de
infusorios, como si las victorias sobre una corriente mansa, para
ellos, seres reducidos, no fuera una victoria más grande que las
que pretende conquistar la más orgullosa de las bestias sobre to-
das las velocidades.
¡Qué organismos tan delicados, tan diminutos, y sin embargo
tan complejos! Su existencia misma pasa desapercibida por el co-
mun de las gentes. Ni siquiera se les ocurre mirar por transparen-
cia el vaso de agua que beben con delicia en el rigor del Verano,
y de aquí que no sepan cuántas existencias sacrifican al satisfacer
LOS PECES 109
la sed que les atormenta. Es la ley. Naufragio en el Maelstrom pa-
ra el hombre y las naves que le conducen, ó naufragio en la gar-
ganta de los sedientos para los pequeños seres del remanso, todo
esto no representa mas que hechos en la lucha del consciente con
el inconsciente.
A cien metros de distancia no se distingue una lágrima á la sim-
ple vista, y por eso es que la gran mayoría del vulgo mira las co-
sas de cien metros de distancia.
Pero es inútil. El agua del remanso nos llama con sus atractivos
multiformes, y en vano podremos pasar por alto las muchedum-
bres animadas que en él se agitan.
¿Qué representan esos seres liliputienses que pocos perciben ?
¿Cuánto vibra su nota en la armonía universal? Espérate, via-
jero, y no especules! En el laberinto de quebradas diminutas que
forma el pedregullo del fondo, acaba de deslizarse una vírgula
pardusca, primero con precaución, y luego con la confianza que
inspiran los ámbitos conocidos é iluminados.
Asómate con cautela en el borde del arroyo. Que tus movimien-
tos sean blandos y pausados como el ritmo interno que inspira tu
curiosidad. |
¿Qué es eso? No has tenido paciencia para seguirle; le has
aprisionadoen el hueco de la mano! ¡Qué delicia! mira cómo
brinca en el estrechísimo lago que tu mano le forma! Es un pesca-
do. No lo dudes. Su figura es alargada, tiene aletas membranosas
en el dorso, en la cola y en el vientre; las hay tambien cerca de
los opérculos nacarados que, al abrirse con angustia, dejan ver las
branquias sanguinolentas.
No pienses, feliz cazador, que agoniza por falta de aire en el agua
en que le retienes prisionero. Es que, del fondo del recipiente,
se exhala un efluvio de especie tiránica: siente la epidermis de una
mano que bendice y que maldice; que forja las cadenas del esclavo
y que las quiebra; que condena y que perdona; que se ablanda
en la caricia y se torna rígida en la bofetada; que palpa el oro de
Judas y se hace indiferente en la limosna; que dá la vida y la
muerte; que dirije y que extravía; que aprisiona el rayo de sol, é
ilumina con la explosion de la pólvora ;—que maneja el puñal y
el bisturí; que seenoblece y se degrada; perpétua antítesis de sí
misma; perpétuo esclavo inconsciente de otro esclavo que la evolu-
cion encerró en una caja de hueso. Para la humilde inteligencia de
la vírgula pardusca, cuánto misterio en su prision caótica! Lo adivi-
110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
na sin comprenderlo, lo adquiere sin estudiarlo, lo siente al adivi-
narlo — y muere.
Y sin embargo, no es más que un pecesillo. Es una lebia, una je-
nynsiaó un girardino, es un Ciprinodonte atrevido, que avanza en
el desierto líquido y frio, en el que sólo le precedieron las ci-
préas, los cíclopes y las dafnias que templaban su voracidad.
Más tarde habría sido víctima de otras especies mayores, las cua-
les, á su tiempo, lo serían tambien, hasta que llegara un momento
en que la suprema voracidad hiciese víctimas de los victimarios.
Pero se ha recordado la presencia de tales animalitos en aguas
Argentinas, y no está de más consignar que numerosas especies de
tal grupo habitan las corrientes y lagunas de Sud América, no
siendo escasas las que enriquecen la fauna de nuestra tierra.
Sirva entónces lo que precede como de prólogo al trabajo que
confío á la benevolencia del auditorio. |
Así ha nacido en el espiritu del autor al recibir la invitacion de
sus honorables consocios de la Sociedad Científica Argentina, para
tomar parte en esta fiesta. Ha sido una creacion espontánea, re-
pentina y persistente.
En ella estaba, ó debía pensarse que lo estaba, el núcleo de la
conferencia. Embrion vigoroso, necesitaba incubarse durante lar-
go tiempo, que le ha faltado, pero puede mostrar ya su silhueta ó
su esbozo, como promesa guardada para desenvolverse en los años
tranquilos. He procurado elejir otro tema de mayores atractivos,
pero nó más fecundo ; más galano pero no más curioso; la imagi- .
nacion, empero, encaprichada excepcionalmente, no quería ver
sinó agua y escamas.
Decir plumas, ave, vuelo, es, para algunos, presentar tres formas
de una misma existencia ; escamas, pez y natacion, serían su equi-
valente.
Sin embargo, existen aves que no vuelan, tales como los aves-
truces, casuarios, emeus, pájaros niños y otros, aunque todas se
hallan provistas de plumas.
En los peces, en cambio, no todos tienen escamas, pero todos na-
dan.
Representantes de los primeros ensayos de la Naturalezap ara
LOS PECES 111
producir los vertebrados, los peces se vinculan inmediatamente con
los crustáceos sus antepasados, y muy poco se nos ocurre, al pes-
car una Vieja del agua, óalguna otra de las formas revestidas de
placas imbricadas, que hubo un tiempo en que los peces tuvieron
pinzas como los cangrejos y los langostinos del mar.
Su organizacion particular no les permite vivir sinó en el agua,
en cuyo seno, rico de aire disuelto, se bañan las branquias, ó aga-
llas, que lo extraen para purificar la sangre que llega hasta ellas,
como en nosotros baña los pulmones.
En ese medio blando, móvil y transparente, habitan los anima-
les que nos ocupan, eligiendo cada cual el sitio que más le con-
viene, ó, en términos de evolucionista, adaptándose á él, con su
temperatura, presion, composicion química y movilidad.
Los unos flotan cerca de la superficie; los otros bajan y se asien-
tan en los profundos abismos pelágicos, á donde, á +65 mil me-
tros Ó más, se hunde, para buscarlos, la draga del ictiólogo. Habi-
tantes de esas profundidades silenciosas de las tinieblas hasta las
cuales no penetra un rayo de sol, parecen una reliquia de las for-
mas pristinas que se agitaban en los densos mares de las edades
primeras, bajo un cielo tenebroso y espeso, pila de perpétuos rayos
é incesantes lluvias.
Estos, amantes del calor y de la luz, se complacen en las aguas
tropicales, y los otros, dispersos gradualmente en las distintas zo-
nas, penetran y se instalan en las aguas polares, cortejo de los
témpanos, ó cubiertos por los grandes bancos del casquete glacial.
Mantiénense los unos en las aguas marinas, mientras los demás
habitan las dulces, ya sea en los altos lagos de las' Cordilleras, ya
en los arroyos ó rios de poderoso caudal, —siempre flotantes en el
fluido que los alberga, ó apoyados en las rocas, arena ó pedregullo
del fondo.
Pero esta asociacion intima de la idea de pez con la de agua,
ofrece su excepcion.
« La Naturaleza no da saltos », dijo Lineo, y, en el caso que nos
ocupa, encontramos una de sus numerosas gradaciones.
Existe un tipo de pescados que refirieron á los Reptiles los pri-
meros zoólogos que lo estudiaron.
Su forma es alargada y cilíndrica como la de una Anguila, y las
119 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
aletas pectorales y abdominales están representadas por cuatro
apéndices filiformes.
Descubierta por Nattereren el Amazonas, por el Conde de Castel-
nau enel Ucayale, y ultimamente en nuestro gran Rio, la Lepido-
sirena es un pez tan insignificante por su aspecto, como intere-
sante por su constitucion, y, en particular, de ésta, los órganos res-
piratorios.
No sólo tiene branquias como los demás peces, sinó tambien pul-
mones, de manera que puede permanecer mucho tiempo fuera del
agua sin que se produzca en ella Ja asfixia.
En las regiones tropicales, dos períodos meteorológicos marcan
el año, habiéndolos consagrado el uso como estacion seca y estacion
lluviosa. Durante la lluviosa, la Lepidosirena se mantiene en el agua
de los rios, lagunas y lagos; mas, cuando llega la seca, se hunde en
el fondo limoso, en cuyo seno plástico practica una cavidad que ta-
piza con una tela, producto secretorio de su cuerpo, y en donde se
encierra para entregarse á un largo sueño, á semejanza de algunos
Reptiles, de las Marmotas y de los Osos.
Cuando la laguna se seca, y el barro del fondo se endurece, la
Lepidosirena es enclaustrada en su capullo como la crisálida de un
Bombyx; pero las primeras lluvias de la estacion propicia reblan-
decen su prision llena de grietas, abre el pez la membrana, y, rea-
nimado y despierto, entrégase á las fiestas nupciales.
Los peces voladores son otro ejemplo de alejamiento parcial del
agua, á la vez que de una forma de locomoción de que sólo gozan
los murciélagos, y casi todas las aves é insectos.
Provistos de largas aletas pectorales, —órganos análogos de las
alas, —los peces voladores emergen batiendo el líquido con ellas, y,
elevándose en ancha curva, sostiénense por algun tiempo en el aire.
mientras las aletas se conservan húmedas, pero sin que su vuelo
participe de la amplitud y variedad del de los animales anterior-
mente nombrados, y asemejándose más bien al de algunos repti-
les, al de la suspension traslatoria de los galeopítecos y de las ardi-
llas voladoras.
Algunos pescados mueren á los pocos minutos de ser sacados de
su elemento; pero otros ofrecen una resistencia que parece asom-
brosa.
En las playas del Rio Arrecifes hallé, en cierta ocasion, dos Viejas
del agua que habían quedado enseco algunas horas despues de
bajar el Rio. Colocadas en una caja, llegaron vivas á Buenos Aires
LOS PECES 113
al dia siguiente. Algunos aficionados me aseguran que no es una
maravilla verlas resistir 24 horas ó más.
Entre las diversas maneras aconsejadas para transportar peces
vivos, se ha recomendado colocarlos en una cesta, con plantas ma—
rinas (si son de mar), introduciéndoles en la boca un pedazo de
pan mojado con vino. Sea lo que fuere, parecen resistir mejor los
que presentan menos sustancia mucosa en las branquias.
Existe un grupo de peces al que se ha dado el nombre de Labi-
rínticos, entre los cuales figura el Anabas, que algunos autores
aseguran haber visto trepar sobre los árboles, sosteniéndose en las
cortezas por medio de las espinas desus aletas.
Los Labirínticos son pecesillos cuya region intraopercular está
organizada de tal manera que pueden conservar cierta cantidad de
agua en el laberinto formado por el tejido huesoso, y con la cual
humedecen sus branquias, lo que les permite salir de su ambiente
propio, permanecer largo tiempo fuera de él, y trasladarse á otros
puntos más ó menos lejanos.
Las Anguilas tambien viajan por tierra, á veces á largas distan-
cias, y esto explica, parcialmente á lo menos, por qué razon mu-
chas veces se encuentra poblada de ellas una laguna que antes no
las tenía, ó que, artificialmente formada, sólo pudo recibir el agua
de las lluvias y nó las de las avenidas que pudieran haber traido
los huevos ó los animales mismos.
Estos hechos y muchos otros que podría aducir, y que, en sí mis-
mos constitáyen datos importantes de la vida de los peces, datos
que todos puedencomprobar, tienen una importancia mayor de lo
que aparece á primera vista, porque permiten establecer, casi en
forma de aforismo, que muchos peces pueden vivir largo tiempo
fuera del agua, hasta meses, como sucede con la Lepidosirena.
De aquí á tratar de las alternativas provocadas de respiracion
branquial acuática, y pulmonar ó terrestre del Axolotl, con trans-
formacion tambien alternada de un órgano en otro no habría más
que un paso si el tema de este trabajo fuera la respiracion, pero el
Axolotl no es un pez sinó un batracio.
Los datos relativos á estos fenómenos, repercuten hondamente en
ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT. 8
114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
el concepto de la evolucion de los animales, en lo que se refiere á
las adaptaciones de los órganos al medio ambiente, y si bien es
cierto que un pez no puede ni podrá nunca convertirse direclamen-
te en ave, ninguna persona preparada con seriedad en estas cues-
tiones puede negar que semejante transformacion haya sido posible
en una larguísima serie de generaciones, sinó pasando por una
modificacion gradual de pezá ave, teniendo por lo menos de inter-
mediarios á los reptiles.
Hace algunos años seguí con interés una de las controversias
más fecundas de la ciencia moderna. Habíase hallado un fósil en los
Estados Unidos (despues se hallaron otros), y con ese motivo dis-
cutieron lo sábios norteamericanos y áun europeos el lugar en que
debía colocarse el animal descubierto. Sostenían los unos que se
trataba de un reptil, afine á los lagartos; los otros reconocían un
avede un grupo particular; llovían los argumentos en pro y en
contra y durante varios meses no se llegó á nada. Al fin se calma-
ron los ánimos y se reconoció que era un ave-lagarto, y hoy nadie
discute el sitio en que deben colocarse los odontornites, uno de
los tipos más interesantes que los panleontólogos hayan .descu-
bierto.
Imagínese el amable auditorio un pato ó un cisne con una cabe-
za larga y delgada, y con mandíbulas armadas de numerosos dien-
tes cónicos como un yacaré. En el pico embrionario de los loros y
deotras aves se ha observado la presencia de dientes rudimenta-
rios. Esto no tiene nada de particular cuando se ha reconocido que
los antepasados de las aves eran reptiles.
Pero volvamos á los peces : ;
Despues de tratar á grandes rasgos lo que se refiere al medio que
habitan, no carece de interés el determinar de qué viven.
Los tres reinos de la Naturaleza brindan alimento á los anima-
les, porque alimento es toda sustancia que el organismo asimila.
Los peces, en su mayor parle, son carnívoros.
Ellos atacan á las especies menores, ó á los indivíduos de la mis-
ma especie, pero de talla pequeña; comen crustáceos, anélidos,
arácnidos, insectos, zoófitos, y tambien porciones de animales de
mayor talla, que arrancan á mordiscos.
De una jenynsia pescada en Curámalal, y que disequé, extraje
LOS PECES 115
otra jenynsia menor, pero entera, que había devorado. El bocado,
que el victimario había engullido era considerable. Tragarnos un
pato íntegro puede dar idea de la proporcion. Naturalmente ellos
buscan sus víctimas y en algunos casos son singulares los medios
de que se valen para conseguirlas.
Existe en los mares de las Indias orientales y de Polinesia, un
pez llamado Toxotes jaculator, miembrode una distinguida y nu-
merosa familia, los Squamipinnes que tambien tiene un represen-
tante en las aguas Pacíficas de Chile, y ninguno, hasta ahora, en
las Atlánticas que bañan nuestras costas.
Ese animalito no alcanza un pié de largo. Como los demás de su
clase, persigue la presa en el agua; á veces, empero, la busca en
el exterior. Cuando percibe un insecto posado en la hoja de una
planta de las riberas, se aproxima á la superficie del líquido con
toda calma, asoma la cabeza, toma un buche de agua y lo arroja
violentamente hácia el insecto, el cual cae en el agua y es devora-
do por el Toxotes. :
Cuando los animales son demasiado voluminosos, ó lentos con
relacion á sus presas, acuden al asecho. Lo hacemos nosotros mis-
mos que podemos sin embargo alcanzar, con la flecha ó con la
bala, lo que no alcanzamos con la carrera.
El asecho es frecuente en los peces. Lo he observado en el Chaco,
en diversas ocasiones, observacion tanto más fácil de llevará cabo
cuanto que el agua del Rio Paraguay, al pié de Formosa, tiene una
transparencia de que carece el Plata á la altura de Buenos Aires.
Era á principios de Otoño; los camalotes abundaban por millones,
y seguían la corriente. Entre su raices flotantes, se guarecían en-
jambres de Calcinos y de Palometas, y en la transparencia del agua
circundante no se percibía nada. Cualesquiera objetos que se
arrojasen al rio, migas, semillas, maiz, bastaban para atraer innu-
merables peces que se lanzaban sobre ellos, y aún motivaban (lo
mismo que hacemos nosotros), luchas formidables, en las que, por
lo menos, quedaban rabones los Calcinos, y esta hazaña, obra de
las Palometas, explica por qué, casi siempre; los ejemplares de ese
género tienen defectos en la cola, quiero decir, en la aleta caudal.
Cuando el asecho no basta, se acude al llamativo, como hacen
los pescadores que ceban el anzuelo con una mosca artificial y vis
tosa.
Uno de los casos más interesantes á este respecto lo ofrece el Lo-
phius piscatorius.
116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Este pez tiene una figura monstruosa, es muy ancho y volumi-
noso, con una boca enorme; su tren posterior es angosto, pero
sus proporciones no realizan el tipo. esbelto y delicado de los peces
rápidos.
Del medio de la cabeza se le levanta un vástago delgado y flexi-
ble, que se arquea por arriba hácia lo anterior y en cuyo extremo
se amplía un tanto, imitando, para el criterio de otros peces, un
animalejo, como que puede moverlo á voluntad.
Al ver este perendengue, muchos pecesillos, creyendo que es
una presa fácil, se acercan para atacarla, y entónces el Lófio, abrien-
do la enorme boca, se eleva de pronto y los devora.
Tales actos revelan sin duda cierta sagacidad; pero hay otros que
no la revelan, y, si empleo esta expresion, es porque no encuentro
otra. Ya se verá el motivo.
Todos conocemos más ó menos al Armado (Doras), tipo de un
grupo particular de bagres, con una fila de placas óseas, másó
menos elevadas como espina, á cada lado del cuerpo. La voracidad
de estos animales es proverbial.
Se me permitirá, á pesar de lo grotesco, señalar el menú de un
Armado, obtenido en el Riacho del Baradero, en Marzo de 1878, á
medio dia:
Un trozo crudo de zapallo;
Peladuras como de una docena de duraznos;
Un pedazo de balleta colorada;
Un fragmento de tamango remendado;
Un cascote.
Había otras cosas.
Menú de otro Armado, obtenido en el bajo de la Recoleta : S
Un hueso de caracú;
Una cola de sábalo;
Hojas de col.
Y otras piezas.
Menú de otro Armado pescado en el muelle de las Catalinas :
Una bolsita de lienzo;
Maiz en abundancia;
Medio marlo;
Un pedazo de lino trenzado como de la suela de una alpargata.
LOS PECES 117
Y otras delicias.
Estas enumeraciones explican mejor que de cualquier otra mane-
ra lo que es el régimen omnívoro de un Armado.
Varios peces sólo se alimentan de-vegetales.
Algunos, como los Sábalos, no comen sinó barro, en el cual se
encuentran numerosas sustancias orgánicas ó seres muy pequeños
tales como las foraminíferas, que no sólo bastan á su sustento, sinó
que les permiten á veces engordar de tal modo que hasta pierden
las proporciones regulares de su cuerpo.
Otros, son de una ferocidad incomparable,
Dejandoá un lado los Tiburones, recordaré nuestras célebres Pa-
lometas de los rivs Paraná, Paraguay y diversos más de América.
Refiriéndome cierto dia un individuo, en el Chaco, que las Palo-
metas se habían comido dos soldados que se bañaban, llegó á en-
tusiasmarse ú horrorizarse tanto con las narraciones de la feroci-
dad de esos animales, que teminó así :
—« Imagínese Vd. si serán feroces, y hambrientas. Un caballo
cruzó el Rio en cierta ocasion. Cuando llegó á la otra orilla, no
quedaba más que el esqueleto ».
Si este trabajo pudiese tener la medida y método de un libro (lo
que nadie me agradecería en este momento), podría detenerme en
la pesca fundada en los apetitos de los animales que nos ocupan,
y llegaríamos sin duda porencadenamiento á dedicar algunas pá-
ginas al Arenque, á la Sardina, al Bacalao, y, en particular, al
Atun. Pero valga la intencion.
Uno de los puntos más interesantes en la vida de los peces, co-
rresponde á los preliminares nupciales, y en particular en la fami-
lia de los Crómidos, cuyo nombre viene del griego chromos, que
significa color.
En efecto, estos animalitos, —porque nunca son muy corpu-
lentos, —empiezan á colorearse á fines del Invierno y principios de
Primavera. De nuestras aguas dulces sólo conozco un género cuyo
primer representante platense fué enviado á Inglaterra por Darwin.
Lleva actualmente el nombre de Heros hepsetus; pero este gé-
nero Heros tiene muchas especies en la region del Plata.
Entre nosotros se les conoce con el nombre vulgar de Chanchi-
tos, porque la cabeza de los machos adultos tiene el contorno de la
118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
de un cerdo. De 15 centímetros de largo, ya son grandes; de 20 no
he visto nunca. Son altos, conprimidos, lanceolados; á lo largo del
dorso corre una aleta espinosa en lo anterior.
En las hembras, á fines de Junio, empiezan á oscurecerse las
bandas de los costados, que corren de arriba abajo como en las
zebras, hasta el extremo de volverse negras.
En los machos, una gran parte de las aletas se vuelve roja de san-
gre, salpicada de finísimos puntos pardi-negros, la cara se adorna
de manchas celestes perladas, y las escamas, en cuyo conjunto hay
indicacion de bandas como en las hembras, se adornan cada una,
arriba y abajo, con una manchita celeste perlada tambien, lo que,
por el sitio que ocupan, danel cuerpo la aparienciade estar recorri-
do porlíneas longitudinales de dicho color. Por lo demás, el resto
del cuerpo presenta irizaciones delicadas. Es un animal precioso.
En otras especies de distintos géneros las bandas son rojas, ó ama-
rillas de oro, verdes, azules, etc., etc.
Ataviado con tan brillante vestidura, se vuelve presentuoso y
vano. No hace otra cosa que andar nadando por delante de la hem-
bra, para que lo vea bien; para marearla, y, si nó le hace caso,
morderla. En uno de los pequeños acuarios del Jardin Zoológico
figura la especie en cuestion.
Existe un pez pequeño al que se ha dado el nombre de Padre de
familia 4 causa de un rasgo muy curioso de su vida paternal.
Cuando la hembra ha puesto los huevos, y estos se encuentran
aptos para la germinacion, el macho los guarda en la boca, y en
ella nacen los hijos. a
Alli se crían, y sólo cuando tienen cierto tamaño les permite el
padre alejarse un poco, pero con la condicion de regresar. Si algu-
no insiste en quedarse fuera, bien pronto se dirije á él y lo guarda
en esle extraño marsupio.
Para los que ignoran cuán golosos son los peces por sus propios
huevos, debe primar el sentimiento paterno; pero, para los que nó,
es sorprendente la virtud de este casi Ugolino del agua.
A pesar de la extension que tiene ya este trabajo, sólo he podido
tocar lijeramente algunos punlos.
LOS PECES 119
Nada he dicho dela variedad inmensa de formas y colores que
en esta Clase se observa, muy poco de sus costumbres, entre las
cuales podría .citar las de las especies que fabrican nidos, las mi-
oraciones, tan interesantes y tan dignas de estudio, ni una palabra
del papel que los peces representan en la evolucion mitológica, y
en la superticion popular, ni, de lo que hubiese deseado tratar par-
ticularmente, las aplicaciones, —y, sobre todo, de lo que se refiere
á la aclimatación de especies exóticas en nuestras aguas. La dis-
tribucion de los peces es un tema interesantísimo, y su clasificacion
no lo es menos.
Bajo el punto de vista de la enseñanza, los peces representan un
papel precario. No seestudian con gusto, ni lo tienen los profeso—
res para ocuparse de ellos. Se les guarda cierto recelo, y es porque
se quiere comprender su organizacion por las láminas y los textos,
refiriendo su tipo al de los mamiferos, y este error, que se comete
en todas partes, no sólo aquí, se salva en dos horas procurando
darse cuenta de la estructura del animal verdadero, y nó del dibu-
jado.
La clasificacion tiene escollos, como la de todos los seres, pero
ellos no son insalvables.
De todos modos, he procurado solamente llamar un tanto ahora
la atencion sobre esta clase de vertebrados, y en pos del precepto irá
el ejemplo. La literatura nacional se enriquecerá bien pronto con
un tratado de los Peces Argentinos, y en el gran acuario proyectado
del Jardin Zoológico, figurarán en primera línea las innumerables
especies que abundan en nuestros rios y lagos, desde el Pequirí
misionero que dió nombre á una gran corriente hasta la Trucha del
Rio Negro y de Mendoza, desde la Mojarra de aletas anaranjadas del
Rio de los Horcones, del Dulce y del Primero, hasta la de aletas ro-
jas de nuestros charcos de la ribera; el Dentudo de Tucuman podrá
verse aproximado á los Chanctitos del Tandil y de todo el Plata, la
Jenynsia y el Gerardino de exiguas proporciones ostentarán su figu-
ra junto á sus parientes los Ciprinos dorados de la China, las terri-
bles Palometas del Chaco y de Corrientes, nadarán cerca del Pacú,
120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
del Dorado y del Machete, y más tarde las Carpas, las Percas y los
Barbos, anunciarán á sus compatriotas los Salmones.
Más tarde comenzarán los estudios de detalle y las aplicaciones
administrativas; y así como es verosímil anunciar que antes de un
año no figurará en nuestras mesas un solo pescado indígena sin
nombre, —lo cual es bien cierto que no mejorará sus condiciones
comestibles, que es lo que importa á los gastrónomos, tambien pue-
de pensarse que antes de diez años podrán dictarse leyes sobre la
pesca, fundadas en un conocimiento positivo y cientifico del objeto,
porque, en nuestro país, para proceder á la confeccion de las fau—
nas locales y al estudio de las migraciones y costumbres de nues-
tros peces, es necesario ante todo poseer el catálogo general, des-
eriptivo y metódico de los mismos.
Esos trabajos modestos del especialista, que los elabora á la som-
bra desu gabinete, no constituyen por cierto hojas de oropel para
deslumbrar á los indiferentes.
No comprendo que pueda haber, para un hombre de pensamien-
to, al terminar su carrera de estudios y pesquisas, si llega á alcan-
zar su patria grande, libre, rica, honrada y feliz, y teniendo por
compatriotas á San Martin, Belgrano y Rivadavia, que representan,
en ella y para ella, la encarnación de la intrepidez, la abnegación
y el progreso, una satisfaccion más grande que la de haber consu-
mido en sus aras el corazon y el cerebro.
Ese es el espíritu de la Sociedad Cientifica al celebrar estas fiestas
de la inteligencia. Es un homenage á los compatriotas y á los que
merecen serlo; no importa si alguna vez estalla un relumbron lile-
rario. La intencion es una salvaguardia.
Ella es el símbolo de una verdad que se abre paso en medio de la
lucha inevitable de nuestra evolucion política y social, y no piensa
que «el pan del malo llena la boca de arena », porque sabe que el
pan del malo llena la boca de pan. El sentimentalismo puede hacer
metáforas; el espiritu científico razona sobre los hechos.
E. L. Holmbery.
INFORME SOBRE EL “CEMENTO ARGENTINO”
Buenos Aires, Julio 20 de 1889.
Señor Presidente de la Sociedad Cientifica Argentina, Ingeniero Doc-
tor Valentin Balbín.
Muy distinguido señor :
La fabricación de cementos hidráulicos en la República Argentina
es un problema que ha preocupado al Gobierno, á los hombres de
ciencia é industriales del país. Ha sido resuelto en varias formas ;
pero nunca en las condiciones convenientes para que su fabrica-
ción satisfaga por completo las exigencias que debe llenar un pro-
ducto tan importante.
En las provincias argentinas, con exclusión de las del litoral, la
materia prima se encuentra en condiciones tan ventajosas, que se
puede establecer una producción utilisima; pero las comunicacio-
nes recíprocas son tan onerosas que hacen imposible la difusión del
precioso material en la región de la República que más lo necesita
y en la que se puede asegurar que en el porvenir ha de aumentar
notablemente su consumo. :
En Buenos Aires las dificultades para la confección del cemento
hidráulico han sido insuperables hasta el presente; pues, á pesar
de la decidida cooperación del Gobierno, de las ingentes sumas gas-
tadas y de los hombres competentes que con ese propósito se han
puesto á la obra, los resultados han sido dudosos ó inconvenien-
tes. Es cierto que se han preparado muestras de cemento hidráu-
lico; pero el elevado precio de su fabricación, ha hecho desistir á
los que la habían iniciado con el mayor entusiasmo. Por otra par-
te, no es esta la solución buscada; pues, si incondicionalmente se
1992 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
desea obtener el cemento Portland, por ejemplo, el problema no
tiene dificultad alguna, ya que el procedimiento para su prepara-
ción es conocido; pero, para nosotros, la dificultad estriba en de-
mostrar que se puede alcanzar su producción normal, yen gran
escala, con los materiales que se encuentran en la provincia de
Buenos Aires, yá un precio que esté lejos de ser un obstáculo para
la implantación definitiva de esa industria.
Por repetidas veces se ha examinado la materia prima que ha de
dar forma á la solución anhelada, y aunque se ha demostrado que
su constitución química llenaba las condiciones exigidas, —en la
práctica de diferentes experimentadores más ó menos versados en el
manejo de esos materiales, sólo han encontado productos mediocres
ó malos. Por esta razón se propuso transportar de Europa á Bue-
nos Arres una fábrica de cementos hidráulicos con toda la maqui-
naria y personal necesarios, y aunque la idea se llevó á la práctica
sin la materialidad con que fué emitida, el resultado no ha llenado
ninguna de las aspiraciones que legítimamente se esperaban.
Si los elementos que han de componer el cemento se encuentran
en el territorio de la provincia de Buenos Aires, en cantidad, com-
posición y pureza tan convenientes ó mejores que los de Inglaterra,
Alemania ó Francia, si su fabricación se somete á iguales condicio-
nes, ¿Cuál ha sido el motivo que ha impedido llegar al fin propues-
to? Los experimentadores han tratado de resolver este punto, po-
niendo á contribución sus conocimientos y demostrando su prepa-
ración en la materia, en las condiciones comunes de fabricación en
Europa ó Estados Unidos; pero sin encontrar la solución buscada.
La Química ha llegado hoy día á tan alto grado de conocimiento
de los fenómenos que tienen lugar en los cuerpos solicitados por
las diferentes fuerzas á que la naturaleza ó el arte los somete, que
consultada convenientemente, hubiera dado una respuesta conclu-
yente en la interpretación de aquellos efectos, y hubiera dirigido
los esfuerzos de los experimentadores en el verdadero camino de
la solución definitiva de tan interesante problema. No creo opot-
tuno entrar en cuestiones que me alejarían de mi propósito actual;
pero recordaré un principio importantísimo, base imprescindible
de esta clase de operaciones, para demostrar cuán rápidamente se
hubiera llegado al fin del camino que ha costado tantos años, sa-
erificios é incertidumbres recorrer.
El principio pertinente para nuestro caso puede enunciarse del
siguiente modo :
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 123
«La energía que se ha de disponer y repartir para efectuar cual-
quier clase de transformaciones, dependen no solo de la naturaleza
de las rocas, bajo el concepto mineralógico, y de sus minerales
accesorios, sinó tambien de su estado actual fundado en las dife-
rentes faces de la evolución que ha tenido que efectuar desde su
orígen. »
En efecto, si los diferentes calcáreos, por ejemplo, necesitan tem-
peraturas distintas para ser descompuestos, también, en muchos
casos, á una misma clase, en razon de su orígen, conviene una
cantidad de calor y condiciones de manipulación que no pueden
ser idénticos. Unos piden una temperatura alta y sostenida, la
inyección de vapor de agua, ete.; para otros, el calor debe ser gra-
dual, sin que el máximum para la descomposición persista por
largo tiempo, siendo ó no necesaria la presencia del agua inyecta-
tada, constante ó periódicamente.
En cuanto al tratamiento de las arcillas, aunque prolijo y com-
plicado, está sometido á procedimientos análogos. Pero cuando
se ha de producir un cemento hidráulico, donde el experimentador
debe concentrar toda su atención, despues de haber vigilado mi-
nuciosamente las manipulaciones que ha hecho sufrir al material
hasta ser colocado en el horno, es enla marcha y término de las
reacciones. Es necesario estudiar todas sus faces para sostener,
disminuir ó aumentar la temperatura, según los cambiantes del
material, y detenerse en el que sea imprescindible, guiado por las
transformaciones de los elementos de que dispone. Este estudio
no es solo de prácticos distinguidos, sinó de hombres de ciencia,
que por su labor continua saben aplicar los principios fundamen-
tales en tiempo oportuno. Es un grave error creer que á los mate-
riales semejante de diferentes países se les puede hacer sufrir mo-
dificaciones análogas con idénticas condiciones. Es contrariar una
ley natural establecida en el principio citado; y la práctica enseña
diariamente que para obtener el cemento hidráulico con la misma
clase de rocas en diferentes países y fábricas, es preciso en ciertas
ocasiones variar el corcbustible, y á veces hasta la forma y com-
posicion del horno ; pues, si se necesita en general alta temperatu-
ra, también debe practicarse su reparto homogéneo, y conveniente
en todas las piezas que debe afectar, según la naturaleza de la ma-
teria prima. Por estas razones los operarios de diferentes naciones
tienen manipulaciones diversas, y su adaptación en nuestro país
es imposible, sin el estudio previo de las transformaciones que
194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
deben sufrir los materiales que poseemos, para conseguir un ce-
mento hidráulico irreprochable.
Confirma ámpliamente la anterior exposición, el proceso emplea-
do para obtener el que motiva el presente informe que he confec-
cionado en cumplimiento de la comisión que á este respecto me
confió la dirección de la Sociedad Científica Argentina, ácuya ilus-
trada consideración lo someto.
El señor Nicolás Derossi (ingeniero de Roma y radicado en el
país desde 1874), per el espacio de 12 años, ha estudiado constan-
temente el sistema más conveniente para preparar, con la materia
prima que poseemos, cementos hidráulicos aptos para cualquier
construcción; y, con una labor, contracción y constancia poco co-
munes, ha conseguido su objeto satisfactoriamente, como lo de-
muestran los análisis hechos, las pruebas experimentadas, las
variaciones de fabricación á que se le ha sometido y los conocimien
tos que sobre la materia se poseen.
El exámen que se ha practicado en el Cemento argentino (1 ) no
ha sido, ni podía ser el quese aplica comunmente á esta clase de
productos, pues no se estudiaba un material conocido, cuya identi-
ficación se deseaba comprobar, sinó uno nuevo por las condicio=
nes de su origen y fabricación. Además, trátase de la implanta-
ción de una industria nueva é importantísima entre nosotros, y
sobre el interés comercial ó científico que aviva esta clase de inves-
tigaciones, ha primado en mi espiritu contribuir con mi débil
apoyo á la estima, cada vez más creciente y positiva, de los fecun-
dos veneros de nuestro suelo. Por lo tanto, no he excusado tizmpo
ni sacrificio alguno para coadyuvar con mi desinteresado esfuer-
zo á solucionar tan valioso problema. Como creo ha de ser útil,
para los que se entregan á esta clase de trabajos, el que se mani-
fiesten las transiciones por las que ha pasado el Cemento argentino,
antes de llegar al resultado que en adelante detallo, consigno so-
meramente sus transformaciones y las razones que se han tenido
en cuenta para llevarlas á la práctica.
Estos ensayos datan desde el 24 de Junio de 1888, en que el señor
Presidente de la Sociedad Cientítica Argentina me invitó á dar un
informe pericial sobre el cemento fabricado por el señor Derossi.
Las muestras tomadas en el momento de la inspección de la fábrica
Derossi y Cia., y las posteriores, me han sido suministradas por el
(1) Nombre dado por el señor Derossi al cemento que fabrica.
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 195
fabricante en las condiciones que he creido oportunas y á medida
que las modificaciones se han ido practicando.
1.—Con la primera muestra se ha hecho el análisis físico y quí-
mico completos: sus detalles no interesan por el momento. Por
aquellos se observó que no se podía obtener el fin deseado, pues
entre los datos analíticos se encontró :
RIMA so osos boa de A
tallo a ENS Jill
Anhidrido carbónico......... AI
CIAO SUMUBICOS lo is NAS:
expansivos poderosos que aunque contribuyeran al fragúe rápido,
tarde ó temprano el material tenía que disgregarse, si se le mante-
nía inmergido en agua de río ó de mar.
La demostración fué imprescindible.
2.—Temperatura, endurecimiento y fragúe del cemento.
Se formó una masa con el cemento y 40 /, de agua de río, míni-
mum del líquido necesario. Con el cucharín se le amasó enérgica-
mente por cinco minutos, se le colocó en moldes cilíndricos de
tela metálica de 0%05 y 0"08 de base, por 005 de altura. Estos se
inmergieron en el agua, y se les introdujo, hasta su parte central,
un termómetro que acusaba décimos de grado.
El endurecimiento se observó ensayando en la masa de los ci-
lindros la penetración de la aguja de Vicat de un milímetro cua-
drado de sección y cargada de 300 á 1000 gramos.
Obtenido el fragúe, los cilindros se han cortado por su parte
media. En sus secciones se ha observado el endurecimiento, re-
chasándose las determinaciones que indicaban una cohesión poco
homogénea.
Temperatura exterior 2392 (.
T, tiempo medido en minutos;
P, penetración de la aguja en el cemento;
6, temperatura interior del cilindro.
Resultado (1):
(1) Cada resultado que se consigna es la mediana de tres ensayos. En caso
contrario se determinará su número.
126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
T P 0
AO: Ojos! JE Sa Ens 2,4
A AS DOS 23,0
ita do bos 00% eden ens 25,6
E ate AO OMA o 26,8
e 005 28,2
gui ¿9 AN decae asa 30,5
A IN A A 33.5
E 35,2
A E 34,9
NE A E o 34.6
A A 32,9
85%, EUA id es ASS 30,2
O alta IE Dn AN e 29,5
A RI 26,7
30% OLE drunos SPA Sao Ol 24,0
Figura 1.
3.—Disgregación.
Se hicieron tres cilindros de prueba (2).
N* 1.—Se inmergió en agua de río.
No 2,— » » » de mar artificial.
N 3 . 0» » una solución de sulfato magnésico al
8%
ODA
Se les renovó el agua cada dos días.
Se observó que los cilindros cedían una cierta cantidad de cal al
agua en que estaban imnmergidos, poca al principio; peroen mayor
proporción desde el cuarto dia, formándose unos pequeños hoyue-
los en la superficie de los cilindros: pasado el dia décimo, al com-
primirlos fuertemente entre los dedos se disgregaron; sus pedazos
á los 15 dias se pulverizaron fácilmente.
El experimento se repitió con nuevos cilindros, discos y esferas
hechos con el cemento en la forma ya explicada. El órden notado
en la disgregación ha sido: primero, N* 3; segundo, N” 2, El N* 1
ha resistido mayor tiempo y en algunos casos aparentaba no su-
frir alteración alguna.
4.—Como se ocupara bastante tiempo para llegar al fin de estas
determinaciones, y el señor Derossi apremiase el informe, en vir-
tud de poseer otros que leeran favorables y de valor, en el sentir
dela compañía comercial á que pertenecía, le comuniqué el grave
inconveniente que me impedía seguir adelante en el estudio del
cemento. Si se daban por terminados los ensayos, los resultados
q
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 127
no podían ser más lamentables. Se le mostraron las pruebas; se
prepararon otras á su vista con el fin de que observase las condi-
ciones á que se les sujetaban; y finalmente vió y palpó lo que de-
jamos consignado. El señor Derossi al principio manifestó su sor-
presa, recordando los datos é informes recogidos por él; pero ante
los hechos nos manifestó su conformidad y que salvaría el incon-
veniente que hacía aparecer el cemento como de fabricación defec-
tuosa. Además, dadas las condiciones en que lo obtenía, se prome-
tía resolver pronto el problema.
En efecto, pasado algún tiempo, y junto con una nueva mues-
tra, me indicó algunas razones muy atendibles por las que el
cemento anterior se obtuvo mal preparado. Aceptadas unas y
otras se estudiaron tres ensayos simultáneamente. La anomalía
principal que se observó, fué la cantidad de ácido sulfúrico.
ON dy Li EA Vid Sa le
A o Elo 2,48 9
y elanhidrido CarbónicO... oo... <.0...... 1,904 9,
Según todos los ensayos que se han practicado, la arcilla usada
porel fabricante, sin preparación alguna, ni aún lavada alcanza á
2,38 %/, de ácido sulfúrico, como máximum.
En la hipótesis que se hubiera empleado la arcilla en aquellas
condiciones, la cantidad de ácido sulfúrico en el cemento, debía ser
0,793; pero la que tenía el señor Deross: para la fabricación del
cemento, solo daba de ácido 1,72, correspondiendo para el cemen-
to fabricado 0,573. ¿De dónde provenía el exceso-de ácido?
Examinando con detención los materiales, el método puesto en
práctica y los elementos que servían para la calefacción de los
matones, el problema parecía insoluble. Sin embargo, insistí en
que el orígen de la producción de aquel cuerpo no podía existir sinó
en el material que servía vara la combustión. Comunicado este
resultado al fabricante, correlacionó sus ideas entre la nueva di-
ficultad que se presentaba y las condiciones en que se verificaba la
cocción y enfriamiento inmediato de los nuevos ladrillos. En el
sistema de hornos adoptados por el señor Derossi, y por las cir-
cunstancias especiales en que tiene que operar por ahora, el horno
para la obtención de la cal, situado en la parte central del edifi-
cio , sirve como de una gran chimenea para que contribuya pode-
rosamente á la cocción de los matones. Concluida esta, el en-
198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
friamiento debe tener lugar independientemente de los gases
producidos en la combustión de los demás hornos que rodean al
que se deja enfriar, y del de cal que siempre está en actividad, y en
el que constantemente se obtiene el coke que se ha de emplear en el
horno del cemento. Como aquel tiene un tiro muy considerable,
al principio poca ó ninguna intercepción se hizo con el del cemen-
to, creyendo imposible que en aquellas condiciones se produjeran
corrientes gaseosas descendentes capaces de comprometer la pure-
za del material. A pesar de esto, como en los primeros ensayos se
encontró una cantidad de anhidrido carbónico considerable, pues
el cemento era de reciente fabricación, en la nueva muestra que se
examina, para precaver cualquier accidente, el registro de inter-
cepción de los hornos se corrió algun tanto y no del todo, pues
convenía regular la temperatura del enfriamiento.
Se comprende por lo tanto, que no se evitó ni las corrientes des-
cendentes, ni el acceso del aire exterior durante el descenso de la
temperatura del horno del cemento. Para la larga práctica y clara
inteligencia del señor Derossi este razonamiento se le presentó tan
vivamente, que á sus instancias se suspendieron los ensayos empe-
zados, en tanto que una nueva muestra resistiera el análisis.
En efecto, poco tiempo despues estudiaba el cemento obtenido en
un horno de chimenea independiente, y en el que se había evitado
la corriente constante del aire. El análisis físico y químico demos-
tró su composición uniforme y conveniente para lograr el fin que
se deseaba, por lo cual se pasó á estudiar la disgregación (3), el
endurecimiento y marcha de la temperatura hasta el instante del
fragúe del cemento (2).
5.—Preparados los ensayos se obtuvo el siguiente resultado:
Temperatura exterior 21,5.
T p 0
O LA AS 21,0
ARAS OA Doa 21,0
Da ale roo E O 21,3
cs Y PUT 21,3
4” COB aque 0037094001, GIA 21,6
5 RA 0087 e lvl alte 21,6
A a 91.7
a RAS eee 22,0
Ea ARA do AREA 29,3
e O 22,5
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 199
T p 0
a A OOBIO 5. ANAL. 23,2
ISO. 0. 20130 000501. osos 23,3
ise OS A 23,5
A MOM picota del 23,5
IE AA DO 23,6
E AA. 24,0
52m, MEUS 00000 Uf 2901. 24.6
30118100 4L 20 DLO005. arias 24.9
AS ABar. VO 24,7
T 0 T 0
AS 24,1 65 21. 22,4
AÑOLRO 119: 23,7 80. 90B 25 22,35
SOT) 01D 23,0 100060 .a 92,2
Re 22,8 O 22,1
Otitis 22,4
Figura 2.
6.—Disgregación (3).
Los ejemplares sometidos á las pruebas indicadas no han sufrido
alteración sensible «hasta la fecha. En los cuatro primeros dias
perdieron una pequeña cantidad de cal; posteriormente no se ha
encontrado cuerpo alguno, ni la superficie de los cilindros ha de-
mostrado que pueda haber empezado algún proceso de disgrega-
ción: su aspecto, después de seis meses de inmersión, es siempre
el mismo, así como el de las pruebas del cemento normal que he
empezado á usar desde el seis de Abril.
7.—Las últimas determinaciones que se obtuvieran del cemento
debían demostrar su resistencia á la tracción comparados con tipos
conocidos, referido al mayor límite dado por los reglamentos de
corporaciones notables, y teniendo presente las observaciones he-
chas con otros cementos reconocidos como de primera clase. Con
este motivo, la Sociedad Científica se dirigió al Sr. Presidente de
la Comisión de Aguas Corrientes de la Capital, para que nos pro-
porcionara el uso del dinamómetro correspondiente y de una can-
tidad de cemento Portland, del que se importa expresamente para
las obras que se construyen en esta ciudad y que dependen de
aquella administración.
El señor Presidente de la Comisión de Aguas Corrientes nos
comunicó que se gestionaría la adquisición del dinamómetro, aun-
que le parecía algo difícil, pues todo lo que poseía la Dirección, con
ANAL. DE LA SOC. CiENTIF. ARGENT. 9
130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA - ARGENTINA
anterioridad á esa fecha, había pasado á manos de una compañía
inglesa, como es público y notorio; pero, en cuanto al cemento,
creía no haber dificultad en conseguirlo. El Sr. Arancibia Rubio,
Gerente de la casa Derossi y Cia., seencargó de trasmitirnos á la
brevedad posible el resultado de ambas comunicaciones. Como se
pasara más de un mes sin obtener respuesta alguna definitiva, y
con el objeto de apresurar los ensayos, dí por terminado aquel in-
cidente; pero, como ambas cosas eran necesarias, pedí al señor
Arancibia Rubio que hiciera presente lo acontecido á los señores
miembros de la compañía que representaba; y que para obtener
todas las seguridades que son convenientes en estos casos, se sir
vieran enviarme los cementos de esta plaza que creyeran mejores,
y en cantidad necesaria para poderlos comparar con el fabricado
por el señor Derossi. Por otra parte, he pedido al señor Candiani,
Ingeniero Director de las Obras del Puerto del Riachuelo, se sirvie-
ra facilitarnos un dinamómetro para probar cementos; pero, aun-
que este señor no tenía ninguno disponible mostró tal complacen—
cia en que obituviéramos lo que deseábamos con tan laudable
objeto como el que solicitaba á nombre de la Sociedad Cientifica,
que antes de 24 horas tenía uno en la Universidad, perteneciente á
la Dirección de las Obras del Puerto de la Capital. Pongo este acto
en conocimiento del señor Presidente para que la Sociedad Cientifi-
ca tenga presente en su estima y consideración al señor Candian1,
á quien en cuanto corresponde, y valiéndome de esta oportunidad,
manifiesto mi particular agradecimiento.
S.—Entre tanto, con el deseo de conocer mejor la naturaleza del
material, antes de pasar á la clase de determinaciones que he indi-
cado; por la importancia, además que tienen en ciertas construc=
ciones los cementos que fraguan en un tiempo determinado, y para
observar la constancia de las indicaciones dadas por el fabricante,
en el sistema de hornos adoptados por él, le he pedido muestras dis-
tintas, señalándole:de antemano el tiempo más ó menos preciso en
que debían fraguar; pero en las condiciones del cemento homogeneo.
El resultado no pudo ser más satisfactorio; he aquí su de-
talle:
Cemento de cinco minutos de fragúe.
Temperatura del ambiente 23,4.
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO
131
T P 0
Deo Ox sein 23,6
y AO O ae 23,8
AA de de O 24,2
ie e OL 28,0
E OO 30,2
o E A e 32,4
T T (0)
e Ea 31,7 ROS 27,1
0 ae 25,9
ile RS 29,5 DAR AN 94,8
ARA A 94,3
Epia 28,3 O a 24,0
Figura 3.
La temperatura del ambiente al finalizar la determinación fué
de 24,8.
Las placas hechas con este cemento no se han deformado. Sus
dimensiones son las siguientes: longitud 01; ancho 0”05; es-
pesor 00053.
Cemento de quince minutos de fragúe.
Temperatura exterior 22,3.
29
Figura 4.
D 19
DIS AEES 0,04
Mr rates 0,04
o ella 0,04
A o ON 0,038
D ooo ass 0.035
WAS 0,03
de 0,028
Dres 0,01
MA 0,006
AS Ae 0,002
VA E 0,0015
1d acesastos 0,001
17 a 0,0005
Socie 0,0
(0)
NR 25,8
TADO 24,4
Soolsooa 23,8
..........
.....0....
e... .....
.o.. o.» o.
00.00...
.......v.
e... ...o.
132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Cemento de sesenta
minutos de fragúe_ -
Cemento de cuarenta y
cinco minutos de fragúe.
T LE E P
OS — DEA ==
Me = A ea 9 —
DS 0,04 IE 0,04
Vs 0,037 AOS —
ds propias 0,035 O iaa =
ts 0,03 DMA 0,038
O A 0,027 MA 0,032
AS 0,021 1 0,02
Eo 0,017 UA aa 0,017
OMT: 0,01 AE arca 0,007
AI 0,005 US aras 0,005
1D So 0,002 II 0,002
ARS 0,0015 ADA 0,0015
eS 0,001 der pa 0,001
OO 0,001 ES RO 0,0
SO Ti 000059 AIR
AC os IATA EMPATA AA
Figura 5.
Cemento de una hora y treinta
minutos de fragite.
45
Figura 7.
En el ensayo siguiente, el cilindro de prueba se mantuvo al aire
Loro...
coso...
...oooo.
.......
..2..0.o...
....o..
.......
.......o
Figura 6.
Cemento de dos horas
30
1 hora 0
2 horas 0
Figura 8.
de fragúe.
...oon.o.
.......
.......
... ooo».
..o......
e. ....oo.
..o..o o.
e.oo or».
e. ......
.oroo..
.....o.».
.e.ooo...
eo s....
e... ooo.
...o..o».o
ro roo.»o
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 133
libre. La determinación ha sido tomada con la muestra del últi-
mo cemento.
Temperatura exterior 20,7.
T » T P
0 aint == 1 hora: li... 0,009
TOL dto 0,04 a 07003
IAS 0,04 2 a 03002
ION tos 0,033 OA 0,001
ATA 0,02 IU 0,001
ROT AO 0,012 ANDA 0,001
AS a 0,0
Figura 9.
Las ensayos anteriores demuestran que el cemento fabricado por
el señor Derossi llega á adquir:r su endurecimiento final, gradual-
mente y en las condiciones que se ha exigido: demuestra asimismo
la homogeneidad de los materiales de que se sirve, su dosaje uni-
forme y el manejo bien entendido de la temperatura y enfriamien-
to. En cuanto al resultado final no es obra del acaso, ni de una
condición especial que prevalezca en el manejo de los elementos de
elaboración del cemento. No obstante lo expuesto, bajo este punto
de vista, tambien se debía comparar este producto con sus simila-
res, los más notables que se introducen en el país y conocidos ven-
tajosamente en el empleo de toda clase de construcciones, especial-
mente las hidráulicas.
La casa Derossi y €*. se sirvió enviarnos para la comparación
los cementos Fénix y Elefante, este último de la fábrica Johnston y
Cia, importado por los señores Melara y Martin. Por mi parte in-
diqué el de la fábrica West Kent, muy estimado en Buenos Aires,
bajo la marca Guanaco, importado por los señores Juan y José
Drysdale y C*?. :
El cemento normal, lento, fabricado porel señor Derossi y cuyos
caracteres se detallan más adelante (25), es el que principia á to-
mar consistencia á los cuatro minutos y fraguaá los treinta. Pero
con el objeto de asegurarme de la uniformidad del producto, —-
para iniciar los trabajos de comparación, — volví á ensayar física
y químicamente el Cemento argentino ; también se observó si la
temperatura y marcha del endurecimiento reunían las condiciones
ya expresadas (5). Por fin se examinaron las placas menciona-
das en el párrafo (8).
134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARSENTINA
Hecha la comprobación, se practicaron ensayos en iguales condi-
ciones, con los cementos extrangeros.
Resultados:
O, indica la temperatura del ambiente.
9.—Cemento marca Elefante.
T P O o?
QUO. 2. = E +... —
Thor OI. OÍR NA ie —
ROA Oo E O a De ie —
Moras + OM A — O —
AE Mes os aj DOI o de A e 22,2
A oaae a a DOS o AO ss 22,9
ASA DOI ca O Oo, 321
ados: Derbi A A 22,8
IOMA O:0SULBNO_ De MUDO, A 23,0
ARSS 002811004. 3% oleo 23,2
horas o Drs - pre IS Sra! 23,0.
Mo D/026 eo A 22,8
O aa MO ae O as |
AA A ts e 2 o 22.8
6 hordas 07 2 OY 1220.82 OMS MS IAS 22,8
IA 0:019N/. eb stas MEL. OA 22,8
O daras: OO sees AO A 22,
NA OE EP 21
DORSO AROS O no O ett 22,5
trade E O lt id 2 ande. ill 22,6
SO OO dos ILO. RS 22,3
A ed > OO 1 A 22,4
ADIOS UNE E OL tado: LINE 22
A las 24 horas se le encontró fraguado.
Figura 10.
La observación hecha con el cemento marca Fénix es tanpare
cida á la anterior que creo inútil reproducirla.
10.—Cemento marca (ruanaco.
T P > (0) (Oy
De rada TIRSO O 19,8
29 4 Leda OLA 200 oido! 19,9
DO. A 0504. omita 2061 Mu Ale 19,8
said heel siega O 19,8
NETA IAS DOS 19,8
e ¿0 AS ES 19,8
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO
y P 0 O!
1 hora DA cora SS AN A 19,5
ION se MOL E AS 19,5
2 horas O OLOT AA O o 19,1
IS. EAL 03d ra 1972
AD BL e 031%... SEG): SOL 16), 1L
3 horas O A OO OO 19,0
20% BRL DO. AE Oia 19,1
NEO y is MOL. E ANI 19,2
4 horas OA 6 cd AR MOSS AAA lo —
207 ¿ss NOVA 0. LO. Ei —
IIA OOUL 400,0 O —
Oe OS oa A ASS —
MORAS LOA OIQ00N Doovanos Re —
6 horas O DO O a —
135
Figura 11.
En la figura 11 ' se comparan los cementos Argentino, Elefante y
(Fuanaco.
Obtenido este resultado, las mismas observaciones se debían ha-
cer ála temperatura de 15" €.
A pesar de lo molesto de la estación, he procedido de modo que
los elementos de trabajo estuvieran en las condiciones deseadas.
Las placas observadas según estas mismas circunstancias, han
demostrado siempre el mismo aspecto sin alteración visible.
11.—Cemento Argentino.
Temperatura del agua de inmersión de los cilindros 15,0.
T P e
ONISAIE 1 ado 14,8
RE 042 dales 14,9
LO DA era do ed 15,0
A 0:03 MSIE 190 15,2
A 0,02. 01d. 16,6
PS SAA 0 A A 17,2
O O a 18,5
oe A. 20,4
A SO AO pone 20,8
OR TODOS, ES DUO. 21,4
A RE 20,8
AO AE Eo PA: as E 19,0
A A o 18,2
A E do, 17,1
a A 16,6
O O E 15,4
Figura 12.
136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
12. —Cemento Fénix.
F E (5)
IA Ar 004 15,4
O 003 15,6
MO rd OS 0,032 70 RROLLO. 15,2
Me IR 0,03 Le. 15,1
DO et D03í es Pe 15,9
E DOS. RENA 15,6
ADA mt O AS ES 158701 DEL 16,2
1 hora AS oro A A 15,7
DI 0,0254 cone A 15,6
NAAA A 0022, TIO 15,2
E OR 002 A 14,9
OR TES EA O e DO 15,4
UR MOLI O 15,0
DORA A eros isndcia 15,2
Figura 13.
Los cementos Elefante y Guanaco ofrecen una marcha semejan-
te, y como para obtener el fragúe se necesita un tiempo excesivo,
dada la naturaleza de estos materiales; además, por lo observado
á una temperatura superior á 157 he creido inútil insistir en tomar
más datos sobre el particular, pues los obtenidos son suficientes
para deducir las consecuencias pertinentes á nuestro objeto. Sin
embargo, para el cemento Argentino tiene importancia conocer la
diferencia del tiempo de fragúe, cuando es distinta la temperatura
del agua y del cemento. Por esta razon he practicado cinco ensa-
yos con los datos siguientes:
43. Temperatura del ambientes... podi 24,8
« «comento Ma e 22,1
« « agua de inmersión y de la que
' sirvió para el amasado....... 15,0
Estas pruebas con muy ligeras variantes pueden referirse al ad-
junto tipo:
T P 0
a AU 19,6
La IA 18,0
e DOI rr 16,2
Roa 0,04 Los ¿O
Figura 14.
La comparación del fragúe al aire libre ha dado el siguiente
resultado:
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO
.c.. 0... .....
IO CA
14. —Cemento Argentino.
1 hora 0
rn ..o....o.o
.......
e... .o..o. po».
e. ......
.......
...o....
e... ....
ooo.»
9... ...
e... ...
......o
.......
..oooon.
.......o.
.......
Figura 16.
P
00 A 14,6
MOLA a 13,8
ONCE E E 14,0
MA 14,0
A 14,4
DA 16,6
MO 18,2
A 19,2
O 18,6
li MA
NA E 16,8
O LJ 16,0
De 15,6
Ao da 15,3
T
DI:
as ,
EA O
AO aio
DoS O OOO
0 osos
OA SISIEO
1 hora 0
2 horas 0
ec...»
3horas 0
: SON Tus cno
4 horas 0
a
(*) La aguja se ha cargado con 300 gr. y 1000 gr.
E)
La aguja se ha cargado con 4000 gr.
0,0015
137
138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
16. —Cemento Fénix.
T P T P
Drs = 1 BORA e 0,019
VO OSI IU ay 0,018
ME 0,029 2 ROS O 0,01
CA 0,026 STADE 0,002
SO SE 0,025 ORAR E 0,001
ADE RE 0,025 AE 0,0
Figura 17.
La figura 17 resume los ensayos 14,15 y 16.
-En las condiciones especiales en que se han hecho las observa-
ciones del fragúe de los cementos puros, se han podido obtener
datos semejantes con los cementos mezclados con arena normal,
en la proporción de uno por tres.
Resultados :
17.—Cemento Argentino.
T P E P
OI — A ES 0,013
A A 0,039 SS 0,01
RS 0,034 A o ed 0,007
ct 0,029 E Ade 0,003
rd 0,026 docs 0,001
20 TELE 0,02 A a 0,0
Figura 18.
18. — Cemento Fénix.
T P dy P
OA = 9 horas 04 ee 0,035
SORA. 0,04 IOMA 0,035
ARO AA 0,08 SONAS CO A 0,035
Figura 19.
Este cemento á las 24 horas aún no había fraguado completa-
mente.
19.—Cemento Elefante.
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 139
T 12 T 11
DENT. — hom UW 1.100 0,029
AA 0,04 IOMA 0,029
07 LA 0,035 IS AVE e 0,027
MESS ERA 0,035 UA AS 0,027
MORO o on 0,035 200 0 ssooue 0,02
O e 0,035 IO col 0,02
DOI IS 0,03 OO. Y osea 0,019
SO Led: 0,03 SOMA. 0,019
Figura 20.
A las 24 horas se le encontró fraguado.
En la figura 20 se comparan 17, 18 y 19.
20.—Con estos ensayos se han hecho los correspondientes con
las placas. En éstas no se ha notado deformación aparente de
ninguna clase.
21.-—Con los datos adquiridos se pasó á hacer sufrir al cemento
las últimas pruebas; decisivas, por su naturaleza, porque debían
responder á las observaciones practicadas y porque de su correla—
cion dependía el resultado fina!. El conjunto de propiedades estu-
diadas debían determinar una mezcla cuya homogeneidad y carác-
ler específico se manifestaría por el preciso equilibrio de sus
constituyentes, conservando su energía inicial y su fuerza.
La resistencia á la tracción de los cementos fraguados debe practi-
carse con una escrupulosa observación de los trabajos hechos en este
sentido; nunca habrá exageración en ponderar las condiciones que
se deben tener presentes al ejecutar una operación tan importante.
De consiguiente, he creido oportuno observar lo expuesto al tratar
del manejo del cemento cuando se estudió su endurecimiento, di-
gregación, etc. y las prescripciones que á continuación se exponen :
1” No se ha amasado de una vez mayor cantidad de cemento
que la que podía contener cada molde; pero aquélla ha sido tal que
la masa superabundara á éste en tres milímetros de altura.
2% La cantidad de agua empleada ha sido el mininum para
cada clase de cemento, determinada por la que ha sido usada en
el ensayo del endurecimiento y por la indicación que da la maga al
ponerla en los moldes; después de cinco minutos de reposo, el agua
no debe aparecer en su superficie.
3 Con la arena de Montevideo (*), de primera clase, lavada y
*) Su composición centesimal es la siguiente: Si0?*,88'5; Fe*0?, 8'45; Fe0,
1147; CO*Ca, 1'5; Mg0, 0'0126; H*0, 0'09; X, 0'3004.
140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
seca por su exposición al sol y aire libre, se ha obtenido la arena
normal: se ha usado la que pasando por un tamiz de malla de
bronce con 84 agujeros por centímetro cuadrado, ha sido retenida
por otra de 157 agujeros. No podía operar con el cuarzo puro pul-
verizado, por la urgencia con que se me reclamaba este informe, y
he preferido colocarme en las circunstancias que han de ser em-
pleadas por los constructores, reservando para el porvenir las de-
terminaciones con cuarzo puro y de reciente pulverización. Por
igual causa he comparado los cementos con la sutileza que en el
comercio se encuentran; pues, por la naturaleza del presente
estudio, no debía tomar otros términos de comparacion.
4 Para llenar los mo'des se ha necesitado:
a) Ladrillos puros:
Cemento Agen 650 gr.
Agua del río......... E NA RS IAE 230. ce
Cemento West Keñl........ US A or 150 gr.
AU eo bss o eo o 2315, , CC.
b) Ladrillo mezcla:
Cemento ArgentinO.....oooo... IA AO 200 gr.
ARE bo taa as id de 600.»
AU de dades lo e A RAIS 2 100. /c6.
Cementos West ke ta aaa EN e a 0 Ad
AENA IO O AA. a Ae 600»
ASIA 0d ETA ATAO d: SAR ODIO 1105002
5 La masa se formó echando de una vez toda el agua sobre el
cemento, incorporándola rápidamente, y batiendo la mezcla enér-
eicamente con el cucharín, por cinco minutos, contados desde el
momento de haber mojado todo el cemento.
6” Las mezclas con arena se han hecho de un modo igual; pe-
ro antes de agregarles el agua, se incorporó la arena y el cemento
en capas sucesivas y proporcionales, concluyendo por agitar la
mezcla por tres minutos.
7% Los moldes se han llenado porsu parte media, facilitando su
escurrimiento con el filo del cucharín, sin comprimir la masa.
8% Colocada ésta en los moldes (1%), se ha esperado la salida del
aire por cinco minutos contados desde el momento de empezar á
e
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 141
llenar el molde; en seguida, se ha sacado el exceso comprimiendo
ligeramente la masa del centro á las extremidades; se ha dado
vuelta al molde, después de cubierto, y golpeándole dos veces en
sus extremidades para que la masa llenara todos los intersticios, y
se le ha dejado en reposo. Conseguido el fragúe, se sacaron del mol-
de los ladrillos, inmergiéndolos á continuación en agua corriente.
9% La temperatura ha sido siempre la misma para cada serie
de operaciones.
10% La mayor parte de los ladrillos han sido hechos por una
misma persona; algunos por distintas; pero siempre una sola para
cada serie.
11 El dinamómetro usado lleva la marca Adre, London N* 169,
y sirve para probar estos materiales hasta la resistencia de 1200 1b.
12% Las pesas en el diamómetro se han ido agregando á razon
de 300 libras por cada 10 minutos , manteniendo el equilibrio por
cinco minutos antes de proseguir en la operación, cuando la resis-
tencia del cemento ha marcado 900 libras.
13% Siejecutando lo que antecede, el ladrillo no se ha roto según
su mínima resistencia, y si la fractura ha presentado huecos de dos
milímetros de diámetro, los datos provenientes de esta observación
se han considerado como nulos. Muy raros han sido los ejempla-
res que han presentado estas imperfecciones.
14% Solo se han comparado los ladrillos pertenecientes á una
serie, es decir, los que han sido hechos en un día, en una cantidad
de horas consecutivas.
15% Los ladrillos de diferentes clases de cemento, se han prepa-
rado sucesivamente, dándoles preferencia á los que habían de ser-
vir para la comparación : por ejemplo, si se hacían seis ladrillos
puros, tres Gruanaco y tres Argentino, se les daban los números 1,
2, etc., correspondiendo los impares al cemento de West Kent y los
pares al de Deross1; en seguida se amasaban en el órden «natural
1,2, etc. Al determinar su resistencia, se ha comparado 1, 2;
3, 4y 5, 6; para calcular despues la mediana.
16% Todas las operaciones que seacaban de exponer se han he-
cho con prontitud; pero sin precipitación.
Los resultados obtenidos son los siguientes:
T, tiempo;
A, cemento Argentino ;
B, cemento marca Guanaco.
142 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
CEMENTOS PUROS
1 A B
libras
OLAS A 28 No había fraguado
6 Shoras ETA 78. 99 No resistió el diamómetro en cero
libras
IAN o dias 334
A A NR 481
E A IS a 514
TO Oia. ES A DA. 0 MA 0 527
La o a GE dt 605
a CRA e A it 690
JO Ml AENA AA RIA 724
ines Maso e TO A e cana 192
LS E 839
Of. Qu. ADE.: SOS ORI 1E 853
A LOA SO ti Ely 876
E a 909
As e e A OO 930
A o E A 955
4 AS IO 1044
Figura 21, DD=A.
CEMENTOS CON ARENA
T A B
libras libras
one - EEN 0
6 A AS 0
A MO is IS)
DST) AE TANIA A COMO LO
TUVE 234 adobe e 144
MOP ía a as e aR 174
ES A o iS ale 186
O A A US 212
O O E AO a cs 00d
Y + mesi dias 1, MO EN 10 235
Li alo PASO. fa 1 EE 246
A CIAO E cil o SA oa 254.
DO A O A e ST 2039 + (8)
di AO ARO AS 0.0 260
A A AS 269
€ NDA AATOS. CO DION 273
e a A o LOA Sida. 281
Figura 242). DEAR
(*) 353,5, mediana de seis observaciones.
(**) 253, 1d.
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO
143
Estos datos tienen tal interés que los he comparado con los ce-
mentos más notables que se conocen. El cuadro siguiente los reune:
10.
1aLE
El trazado de la figura 23 resume esta comparación.
O 00 ADORNO
7 dias
libras
Cemento ArgentiN0......... AA O
Cemento marca Guanaco....... 114
Cemento alemán............... 198
Cemento le cts 110
Cemento Inslésioa. SUL a 101
Id. otra Muestra.......... 101
Gementosiranees No Maida epi 124
IAS 192
» e NOS 163
» A dol SE 117
» AS A A 124
» CURS. tab dos 110
» AS 95
» AENA 205
» A oe 68
» MO o 101
1 mes
libras
394
222
273
123
150
192
205
322
242
212
165
ile
97
192
130
170
3 meses
libras
407
260
308
dz
172
198
260
392
289
267
157
185
163
260
157
218
Las resistencias oficiales de estos cementos son: en Alemania 35
libras; Suiza 33; con la notable ventaja sobre los examinados, que
aquellas deben ser tomadas con ladrillos de cinco centímetros cua-
drados de sección y con cuarzo de reciente pulverización. A pesar
de esto, enel mismo período de 30 dias, el Cemento argentino ha
dado la resistencia de 354; es decir diez veces más que la exigida.
En cuanto á loscementos puros, el limite admitido en Francia
para los de primera clase está designado por resistir:
ES ds lid. coonsesosonoace
EOS MASAS O o ao ona
libras
en el Cemento argentino, para iguales tiempos, se tiene 445, 500 y
731 respectivamente; números cuya superioridad es muy notable,
si se tiene presente la dificultad que hay en esta clase de maleria-
les de sobrepasar en resistencia aunque sea en una sola unidad.
De la inspección de las cifras obtenidas por la observación directa
, FP
144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
y de su interpretación gráfica, se deduce la gran homogeneidad y
resistencia de los dos primeros cementos, habiendo demostrado
mayor perfección el Argentino, como de antemano se podía prever
por su resistencia á la aguja de 300 y 4000 gramos, durante su en-
durecimiento, y porla sutileza de su polvo como lo indican las
determinaciones adjuntas, comparado además con los cementos
Elefante y Fénix. El siguiente cuadro analítico demuestra asimis-
mo que los mejores cementos introducidos en el país tienen cierta
cantidad de materia inerte de mucha densidad, proveniente de
una pulverización especial del cemento, ó agregada posteriormente
para satisfacer un error de muchos distinguidos ingenieros, que
creen todavía que la gran densidad aparente del cemento es una ga-
rantía de primer órden con respecto á su bondad, no siendo más
que un indicio; razon por la cual hoy se le desecha, prefiriendo la
densidad absoluta, y aún ésta debe considerarse solamente con
relación á los datos de conjunto, de ninguna manera como espe-
cífico. ¡
92. — Sutileza de los Cementos.
N* del tamiz Argentino Guanaco Elefante Fénix
e DO 118,00, 2. Lo 0030
UA ca 0090 10m 89,50 .... 108,50 ... 107,00
Odo Be 000 SE 050 ¿2 REAMIEOO. 191.906
IONES 0, ISE. Dí.D0) 10/66: 10111035 67,00
140, ets DO ette E 2500 a OO
iras OO sa SOI aa 000)
Residuo del 180. 924,00 ...... 414,00 .... 01,99 ... 551,40
1000,00. 1000,00 1000,00 1000,00
La figura 24, marca, además de la relación que une á estos ce-
mentos bajo el punto de vista de su sutileza, la extensión cubierta
por el Cemento argentino, que es superior á los demás, propiedad
cuyo alcance conocen bien los constructores.
23.—Persistiendo en las ideas vertidas al principio de este in-
forme, con respecto álas deducciones que pueden obtener los que
se dedican á esta clase de trabajos, consigno dos series de observa-
ciones; una, referente ála primera muestra que se clasificó como
mala, fundada en el análisis químico completo; y la otra, mala
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 145
también, que en el curso de los ensayos me fué traida'para la deter-
minación de la resistencia.
En cada nueva muestra, antes de continuar el presente estudio,
se tenía la precaución de averiguar las condiciones de su endureci-
miento, al mismo tiempo que se practicaba suanálisis químico con
el objeto de fijar su composición definitiva, y á más, con el fin de
observar la constancia de su fabricación. En la segunda muestra,
cuya referencia acabamos de hacer, nos sorprendió la velocidad de
su fragúe. Sele desechó por falta de homogeneidad; pero se la es-
tudió por separado en su resistencia. He aquí el resultado:
Tiempo Resistencia E R
libras
Ada ALE: 330 SOMA 485 y 210
II AER 534 l mes 15 días... 713
O 569 2.32 15 > 705
A 412 O e 680
TES TAS 614 SN A 595
MOS 940
Figura 25.
En cuanto á la primera muestra, sus indicaciones son las si-
guientes:
T R T R
IAN. O) ADO 546
da A 350 SS 120
No BO 449 l mes 15 días. 704
o . 546 2 meses...... 850
UE DAS A 597 : 2» 15 días 807
MUA O 529 3 699
MA A 7123 al 605
Figura 26.
Ambos ensayos demuestran el gran cuidado y prudencia que de-
be guiar al operador en el ensayo de estos materiales de propieda-
des tan complejas, porque no siendo una especie química determi-
nada, hay que estudiarlos bajo todas sus faces si se desea tener una
idea positiva de su valor.
ANAL. SOC. CIENT. G. T. XXVII 10
146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
24.-—Siento tener que suspender las determinaciones sobre la
resistencia del Cemento argentino; pues, aunque he adquirido el
conocimiento de la mayor parte de sus propiedades y la convicción
de que reune los caracleres del cemento hidráulico de primera cla-
se, no he llegado á determinar su equilibrio final. El tiempo que
esto requiere es demasiado largo para que sea práctica la aplicación
de este informe á la instalación de una fábrica en grande escala,
habiéndose establecido otra pequeña para producir el material que
estudio. Porotra parte, en los últimos cuatro meses y medio de
observaciones, he llegado á un número que tal vez no sea el máxi-
mum de resistencia para este cemento, como tampoco lo es para el
de West Kent; así es que puede ser tal su calidad que todavía ad-
quiera mayor incremento, para despues «descender, hasta que,
terminada completamente su accion química y molecular, la masa
persista en un estado constante de cohesión. Algunos cementos la
adquieren á los tres meses, la mayor parte antes de un año. Los
autores que estudian este punto, dan ese período como término de
las reacciones finales: sin embargo, la observación debe prolon-
garse hasta tres años si se desea obtener un conocimiento perfecto
del material; pues, si las acciones químicas más fundamentales
concluyen generalmente en aquel periodo, el trabajo molecular de
la masa puzolánica se continúa, y sabido es la gran lentitud de
esta última evolución del cemento, en la que adquiere toda su elas-
ticidad, dureza é incorruptibilidad. Finalmente, el descenso de la
resistencia final de los cementos de primera clase, nunca alcanza al
20 9/, de la máxima observada, y aún contando con este accidente,
el Cemento argentino seguirá ocupando el puesto que le correspon-
de entre los materiales hidráulicos de primer órden.
25.—Del presente estudio se deduce que el Cemento argentimo fa-
bricado por el señor Nicolás Derossi es un cemento hidráulico len-
to, de primera clase, cuyos caracteres y composición son los si-
guientes :
Color — Tinta neutra gris N” 31, letra n de la escala de Radde.
Densidad.—Empleando el método usado en Francia, es de 1,015.
Método alemán, 1,201
Densidad absoluta, 3,089.
Estructura. —Incoherente, no deja residuo agitado sobre una
malla de 1400 agujeros por centímetro cuadrado.
Reacción. — Fuertemente alcalina.
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 147
El cemento de reciente fabricación, mezclado convenientemen-
te con 35 á 40 %/, de agua, según la temperatura, da una masa que
empieza á adquirir consistencia antes de los diez primeros minutos
de su inmersión en el agua, y fragua, por lo menos, á los cuarenta
y cinco minutos.
Los ladrillos de prueba hechos con este material, y cuya menor
sección es de quince centímetros cuadrados, tienen las resistencias
indicadas en el párrafo (21), página 142, A, y figura 21 ; asimismo
las señaladas en la página 142, A, y figura 22 del mismo párrafo,
omando cada dato de la mediana de 6 á 10 observaciones, con tal
que las resistencias encontradas en cada serie indiquen que se han
efectuado con ellas operaciones iguales.
Fundado en su estructura y densidad, en la práctica de las ope—
raciones efectuadas en la comparación de los cementos marca
Gruanaco y Argentino, he dado la ventaja al primero del 88,082 */,,
en todas las determinaciones. Por lo tanto, al emplear el Cemento
argentino hay el beneficio de aquella cantidad, en todas las aplica-
ciones, sea que se le considere bajo el punto de vista de su resis—
tencia, ó de la superficie que ha de cubrir.
Su composición normal es la siguiente:
Pérdida al rojo cereza por dos horas, en mufla.......... 1,6141
Amando ici rated lrotocdie tela RE alle da 25,70
AAA O CA AIR IN 6,753
ado aroso. once dadodeooo ata Aaa ms la atolelale USO
Oxido cálcico: de. o ac e IO 0d 59,626
DÁ MASÉacOs o eenscasia doradas eb Ro Ba nooo 0,1687
Oxido potásico: aii O OS UTA Pla AA 0,306
AN o a ae 1,236
SOMO EUA A A SO SEN 0,8407
100,0000 -
Este análisis demuestra que el Cemento argentino se puede in—
cluir por su composición entre los más perfectos. El cuadro ad-
junto dará de ello una idea completa.
148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
CEMENTOS Si0?* | Ca0 [A1*0*? [Fe*0*? [¡SO*H*[SO*Ca| Mg0 | K?*0 | Na*0 AbaA a,
Argentino........ 59,626| 6,753/3,1571 0,8407/0,1667| 0,306| 1,236|1,6141
Con arcilla pura,
60,96 |14,00 | —
Con arcilla pura,
francés........ 55,59 |15,72 | —
Portland inglés .. 63,70 | 6,66 |5,30
» francés. 161,75 | 7,25 |4,50
> alemán .|£ 62,81 | 5,27 |2,00
» belga...|: 60,19 | 6,13 [3,47
White Brothers ..|; 60.23 | 6,92 |3,41
Falkestoner 21,307/61,459| 6,593/5,286
Wildauer 24,19 [61,91 | 7,66 [2,54
23,00 [61,64 | 6,17 |2,13
Langeon, Noruega |32,02 [54,15 13,717
Buda, Hungría...|27,00 [55,28 [17,52 | vest.
Giudecca, Italia... [23,46 [63,46 12,91
San Sebastian, Es-
37,65 138,34 17,53
Thoral, Canadá ?.|29,28 [53,55 12,70
Bolona, Francia..|25,10 [61,75 | 7,25 |4,50
Vassy, Jonna....[15,75 [59,50 | 6,80 [7,35 ASS — |3,80
57,18 | 9,20 [5,12 0,58 | 0,70 |1,90
Estación de prue-
ba, Berlín 62,02 | 6,52 [2,82 0,57 | 1,70 |1,51
26.—El Cemento argentino, se obtiene en hornos de distribución
y construcción especiales; transformación y perfeccionamiento de
otros, por los cuales el señor Derossi había obtenido patente de
invención en 1882. Todos han sido ideados con el objeto de obtener
cementos hidráulicos, con el calcáreo del Tandil y arcilla de la En-
senada. Estos materiales ya se habían ensayado con igual propósi-
to, pero sin buen resultado, á pesar de su composición y pureza.
El señor Derossi no pudiéndose explicaresta anomalía, y creyendo
que por el orígen de las rocas necesitarían una temperatura espe-
cial para su cocción, empezó á ensayar hna serie de hornos de
de diferentes construcciones, después de haber aplicado los que se
“consideran como mejores para la fabricación de los cementos y
1 Calculado al estado de óxido ferroso.
2 Cementos límites.
INFORME SOBRE EL CEMENTO ARGENTINO 149
quema de calcáreos. Guiado por esta sola idea y sin la determina-
ción analítica ámplia y completa de la naturaleza de las rocas con
las que se había propuesto obtener cemento, se comprende que
sus vacilaciones y tentativas hayan durado 12 años; pero conseguía
siempre un resultado más perfecto que los ensayos practicados en
épocas anteriores, porque, según los conocimientos que de esta
materia se poseen, la hipótesis de que partía el señor Derossi, es
una de las causas que han impedido la buena cocción de aquellos
materiales en los hornos comunes. Con esta oportunidad se po-
dría desarrollar el principio establecido al empezar nuestro infor-
me; pero encuentro por conveniente abstenerme de su ampliación
porque, aunque conveniente hasta cierto punto, creo que por su
indole alargaría demasiado la presente exposición.
Bástenos decir, por lo tanto, que el horno continuo de cal, cuya
sección longitudinal es una elipse que en su mayor eje, por una
de sus extremidades, se continúa con la de un cono truncado é in-
vertido, seguido por la de un cilindro y éste por la de un cono de
descarga, — y el horno de cemento de forma elipsoidal, — ambos
ideados por el señor Derossi, han resuelto el problema completa-
menle; sino altera la distribución que hoy día les da.
Todos estos hornos se relacionan, complementan y perfeccionan
entre sí: la disposición de su conjunto impide la pérdida de calor
producido por el combustible; así, después de haber obrado la
temperatura en el horno de cemento, pasa su acción al de cal, al
de mosaicos, al de objetos de cerámica; y, porsus radicaciones al
yeso, etc., obteniéndose estos productos de un modo regular y con-
tinuo. Esta distribución importa gran economía en el combusti-
ble, pues según los cálculos hechos por el señor Derossien presen-
cia de los precios corrientes deesta plaza, el Cemento argentino ha
de costar, puesto en los depósitos de la fábrica, la mitad del similar
extrangero; pero, el precio del material subirá de un 20 %/,, si se
pone en actividad el horno de cemento solamente.
27.—No debo encarecer la importancia de los materiales hidráu-
licos en la República Argentina, porque es de todos tan conocida;
y que su fabricación sea un hecho, será recibido con verdadero jú-
bilo por todos los que se interesan en el adelanto de nuestra patria.
En 1887 se han introducido en el pais 28,977,759 kilos de tierra
hidráulica, 33,644,836 en 1888, y es inútil insistir en las enormes
cantidades que en adelante se han de emplear en las obras hi=-
450. - ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
dráulicas, saneamiento de las ciudades y construcciones de toda.
especie en las provincias del litoral, especialmente, y en la capital
federal. El oro invertido en adquirir en el extrangero tan precioso
material, quedará en tierra argentina; su evolución dará motivo á
otros centros de fuerza, é indudablemente, si la nueva senda abier-
taá la industria del país es beneficiada con el prudente entusiasmo
que requieren las recientes instalaciones, el resultado que desde
ya se prevee, debe constituir un poderoso aliciente para todos los
que, alejados de las preocupaciones comunes, se adhieren con de-
cisión á las ideas que encarnan la transformación fundamental de
la prosperidad de nuestro suelo.
Tal es, señor presidente, el resultado de mis investigaciones á
propósito del Cemento argentino. No creo perfecto este estudio; pero
él basta á manifestar la buena voluntad con que lo he emprendido
así para satisfacer el pedido de la Sociedad Científica Argentina,
asesorándola en este caso, como llevado del deseo de prestar algun
servicio á los intereses de nuestro país.
Con este motivo me es grato saludar al señor presidente con mi
consideración más distinguida.
ATANASIO QUIROGA.
Buenos Aires, Julio 29 de 1889.
Aprobado, insértese en los Anales y dése conocimiento á los inte-
resados.
VALENTÍN BALBÍN.
Marcial R. Candiota,
MOVIMIENTO SOCIAL
En la última asamblea que celebró la Sociedad se resolvió au-
mentar la cuota mensual á dos pesos para los estudiantes y á cua-
tro para los demás sócios. Esta medida solo regirá por un año á
contar del 1 de Diciembre del corriente año.
Este aumento se ha hecho á fin de servir ladeuda contraida con
el Banco Hipotecario Nacional mientras dure la construcción del
edificio social.
Los ingenieros Eduardo Aguirre y Juan M. Cagnoni han donado
10 acciones cada uno, de las que fueron emitidas para la adquisi-
cion de un terreno.
Ha sido nombrado vocal de la Junta Redactora, en reemplazo
del ingeniero Alberto Schneidewind que renunció, el ingeniero
Cárlos Bunge.
En breve dará una conferencia en los salones de la Sociedad el
ingeniero Manuel B. Bahía sobre la teoría general de las uni-
dades.
MISCELÁNEA
(De la REVUE SCIENTIFIQUE)
La medida del trabajo muscular en los ejercicios. —En un inte-
resante trabajo sobre la fatiga en sus relaciones con las enferme-
dades del soldado (publicado en los Archives de medecine militarre,
números de Agosto y Octubre de 1889), M. Constan en colabora-
ción con M. Baills, ha investigado la manera de medir el trabajo
impuesto á los hombres en los ejercicios militares y compararlo
con el trabajo de un obrero. Los autores han obtenido así, so-
bre asunto tan vago, datos precisos que creemos deber hacer co- >
nocer.
Se sabe que el trabajo, en mecánica, se mide con ayuda de una
unidad llamada kilográmetro, que es la cantidad de trabajo nece-
saria para elevar un peso de un kilógramo á un metro de altura.
Los trabajos de Carlet, Weber, Santon, Marey y Demeny han
demostrado que un hombre de fuerza ordinaria puede producir
7 kilográmetros próximamente por segundo; pero como los mús-
culos no pueden contraerse de una manera contínua, y un obrero
no puede trabajar con provecho más de ocho horas diarias, se
tiene, para veinticuatro horas, la cifra de 2,3 kilográmetros por
MISCELÁNEA 153
segundo; ó sea, para un hombre de un peso medio, 70 kilógramos,
un trabajo de 316.800 kilográmetros en ocho horas.
(Segun M. Beaunis, un caballo de un peso medio de 280 kilógra-
mos desarrolla 2.102.400 kilográmetros en ocho horas de tra-
bajo.)
Por otra parte, siempre segun M. Marey, el trabajo de la marcha
puede ser avaluado en 9 kilográmetros por peso, marchando á
razón de ochenta pasos por minuto (llamando paso lo que M.
Marey llama medio paso), y el trabajo es sencillamente proporcio-
nal á la aceleración de la cadencia.
- Siseasigna por:
n el número de pasos por minuto,
l la longitud del paso,
T la duración de la marcha espresada en minutos,
D la distancia recorrida en metros,
N el número de pasos contenidos en D,
H la constante 2 (coeficiente de trabajo),
Se tendrá:
Trabajo pordpasoto. ae — KO
APORTO e =KiS
Marto talla (NOAA = on
Se tendrá igualmente, en función del número total de pasos, y
por consiguiente de la distancia.
Trasformando estas fórmulas como conviene, y aplicando los
Trabajo total = KnN = Kn -
términos obtenidos para los ejercicios militares, se llega á los si-
guientes resultados:
Suponiendo un hombre de 64 kilógramos de peso que lleva una
carga de 32 kilógramos (traje, mochila, armamento), el trabajo
desarrollado en una marcha de ocho horas, á razon de 4 kilóme-
tros por 50 minutos, con 10 minutos de descanso por hora, sien-
do el paso de 075 (32 kilómetros en terreno llano), equi-
151 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
valeá 768.000 kilográmetros; sin carga, esta cifra se cambia en
312.000. |
Con el paso de 090, para 32 kilómetros, á razón de 1 kilóme-
tro cada 11 minutos, el trabajo es algo menor, ó sea de 404.040
kilográmetros para el hombre desnudo, y de 606.060 para el hom-
bre cargado.
Para un hombre que se eleva á 1800 metros de altura, hacien-
do un camino de 30 kilómetros en 12 horas, con 10 minutos de
descanso por hora, tomando por tipo la marcha sumamente peno-
sa que hizoel 12” batallón de cazadores alpinos yendo de Largen-
tiéres al Pas-de-la-Cavale y al Champoleón por el cuello de Alp-
Martin, el trabajo es de 968.928 kilográmetros para el hombre
desnudo y de 1.453.392 para el hombre cargado.
En fin, el trabajo desarrollado por un hombre para elevarse 50
kilómetros en un trayecto de 1500 kilómetros (lo que representa
las marchas anuales del 12% batallon alpino), corresponde á
512.266.352 kilográmetros en 67 dias, incluso el descenso, ó sea
un trabajo cuotidiano enorme de 765.169 kilográmetros, más
del doble del trabajo cuotidiano de ocho horas del obrero nor-
mal.
El trabajo de los reclutas en el ejercicio está mejor equilibrado
y medido con más prudencia. Corresponde para ciertos cuerpos,
á 60.000 kilográmetros, haciendo abstracción del trabajo en el
estado de inmovilidad que no ha sido medido, pero cuya fatiga es
tan grande, si no mayor, que la de la marcha.
Durante el paso gimnástico, con el andar reglamentario de 100
metros (123 pasos) en 45 segundos, ó 170 pasos próximamente por
minuto, con un desplazamiento en altura de 8 4/10 centímetros,
para un hombre de 65 kilógramos de peso, cargado de 32 kilógra-
mos, el trabajo, para 10 minutos de marcha, ha sido de 40.187
kilográmetros.
Este trabajo es considerable, y no es sorprendente que sofoque
tanto, y provoque perturbaciones cardíacas y pulmonares en los
soldados novicios. En efecto, 100 minutos de este ejercicio produci-
rían un gasto de 401.870 kilográmetros, es decir, tanto como una
marcha de 32 kilómetros en terreno llano, á razon de 1 kilómetro
cada 11 minutos (paso de 090). Es 100.000 kilográmetros más,
próximamente, de lo que produce el obrero trabajando ocho horas
diarias.
Si se compara el trabajo del soldado en tiempo de paz, trabajo
MISCELÁNEA 155
que es tratado á menudo con gran desden por los obreros, con el
de estos suponiendo que tienen un oficio particularmente penoso,
el de panadero, por ejemplo, se halla que estos, durante las di-
versas operaciones del amasamiento de la levadura, de la mezcla
de esta con la harina y el agua, del amasamiento y corte de la
masa, no desarrollan, durante los 23 minutos de trabajo efectivo
que dura una hornada, sinó 18.000 kilográmetros.
De todos modos, la fatiga, independientemente de las enferme-
dades que origina cuando alcanza un grado escesivo, coloca al
organismo en malas condiciones de resistencia, y es así una causa
que predispone á las enfermedades infecciosas, y al mismo tiempo
una causa de agravamiento de estas enfermedades una vez decla-
radas. Se esplica entónces por qué, en la mayor parte de las
guerras, las pérdidas por las enfermedades son enormemente ma-
yores que las producidas por el fuego del enemigo, y porque en
tiempo de paz, bastaá veces que un gefe de cuerpo demasiado rí-
gido sobrepase los límites de un ejercicio metódico y recargue
sus hombres en cierta medida, para que se asista al desarrollo
epidémico de ciertas enfermedades, tales como la fiebre tifoidea,
que son las que tienen una gran afinidad para los organismos
cansados.
Mecánica. —-A propósito de la discusión que ha tenido lugar en
la última sesión de la Academia de Ciencias de Paris, respecto á
la adopción de ciertas denominaciones para definir unidades abs-
tractas, M. H. Resal declara que, si hubiese podido asistir al últi-
mo Congreso Internacional de mecánica aplicada, hubiera sido de
los primeros en proponer, para la unidad industrial del trabajo,
la cifra de cien kilográmetros y el nombre de quantálmetro, for-
mando una sola palabra, de manera que se dijese: tantos quin-
. tálmetros. Agrega que, en los cambios comerciales de cierta im-
portancia, no se procede generalmente sinó en razón de 100 kiló-
metros, es decir del quintal métrico. La palabra quintálmetro
no sería así una palabra muy nueva y podría, por consiguiente,
ser aceptada sin repulsión por los ingenieros é industriales. En
cuanto á establecer una distinción entre las palabras fuerza y po-
tencia para designar un trabajo, M. Resal no le dá importancia al-
guna: es en realidad, dice, una sutileza debida á Bélanger, por-
que para todo el mundo, potencia es el equivalente de fuerza, y
456 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
estas dos palabras son impropias, como la de fuerza viwa que se
ha conservado no obstante; mientras que es evidente que se sabría
lo que se quiere decir, hablando de una máquina de 100 quintál-
metros por segundo.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA
DE LOS
IMSS DEAL GLOBO
Por JUAN LLERENA
(Continuacion)
Pero es el caso que hasta fines del último siglo, losamos de la In-
dia habían sido siempre asiáticos ó por lo menos, orientales. Con-
quistada por europeos, se encuentra de repente en presencia de pue-
blos demasiado diferentes de ella, para que puedan ser absorbidos
en su seno. Jamás, desde los tiempos más remotos de la historia,
dos elementos más estraños se habían hallado en presencia, sobre un
mismo suelo y en masas tan profundas. La Inglaterra es el mundo
occidental, con su civilizacion progresista, científica, desarrollándose
segun una progresion geométrica y marchando con la rapidez de
las fuerzas nuevas que ha conquistado, hácia un porvenir desco=
nocido.
La India, es el Oriente inmovilizado en el sueño eterno y estrava-
vante del hatchich ó del opio, con los ojos fijos no en un sano y es-
pléndido porvenir, como nosotros; sinó en un ruin y estúpido pasado
de esclavitud é ignominia; interrogando sin cesar el pensamiento re-
trógrado de sus antepasados y de sus dioses, tal vez impotentes para
hallar en sí mismos los recursos del porvenir.
Los destinos de la India dependen en realidad del resultado que
pueda tener la lucha iniciada actualmente entre el oriente y el occi-
dente. Aunque ambos mundos se han hallado ya muchas veces en
presencia sobre los campos de batalla, el comtate no hace en reali-
dad sinó comenzar. Los musulmanes, rechazados de Francia y de
España; en seguida atacados en el corazon de su imperio por la ji-
gantesca aventura de los cruzados; la conquista de la India por la
Inglaterra; las impenetrables barreras de la China destrozadas
á cañonazos, son los episodios de una guerra abierta desde hace
siglos.
Pero estos episodios no kan sido otra cosa que simples escaramusas,
si se les compara al formidable conflicto que las condiciones nuevas
de existencia, en los cuales la ciencia moderna ha colocado el mundo
y que se han estendido hasta el más remoto Oriente, van necesaria-
mente á engendrar.
La rapidez de las comunicaciones creadas por el vapor y la elec-
158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
tricidad ha suprimido de hecho las distancias y puesto en contacto
inmediato todos los pueblos del globo. Los dos rios en que se ha-
llaba distribuida la corriente del espíritu humano; el gran rio orien-
tal tranquilo y cou la apariencia de profundo, por hallarse estagnan-
te, por lo menos de una lentitud pesada y soporífera, pero imponente
si se quiere, por su mole; y la corriente occidental, verdaderamente
orandiosa, profunda y de una rapidez impetuosa, van á cesar de cor-
rer en lechos diferentes. Sin duda entónces el equilibrio que se es-
tablece entre dos corrientes de agua que se confunden, se establece-
rá entre los dos mundos. La inmovilidad, la estagnacion asiútica vá
á tener que ceder, ha cedido ya, no solo en la India, dominada por
los ingleses, sinó en la China y en el Japon mismo, dominados por sus
gobiernos indígenas.
Sin duda los gananciosos han sido los orientales, á quienes la cien-
cia y la civilizacion occidental vá á infundirles por transfusion una
nueva vida. Peroesto no será con perjuicio del Occidente, como lo su-
pone M. Le Bon en su opúsculo sobre la « India Moderna». A este
propósito, vamos á permitirnos citar sus conceptos y combatirlos con
nuestras ideas, porque nosotros hemos estudiado prácticamente, de
visu, no solo el Oriente, sinó el globo entero.
«A juzgar por signos precursores cada dia más numerosos, dice
M. Le Bon, la aproximacion de los dos mundos bajo la influencia del
vapor y de la electricidad, tendrá por primera consecuencia una igua-
lacion general del valor de los productos industriales y agrícolas, y
por consiguiente de los salarios en la superficie del globo. Natural-
mente la media de estos será determinada por el valor de la jornada
de trabajo con que se contentan pueblos que tienen menos necesida-
des y pueden por consiguiente producir lo más barato posible. Pues
bien, en una tal concurrencia los orientales, que forman la mayoría.
delos habitantes del globo y que son al mismo tiempo los más só-
brios de todos los pueblos, se harán fatalmente los reguladores de
los salarios y serán por consiguiente los únicos que se beneficiarán
con la union. Es probable que sus salarios se eleven un poco, es de-
cir, exactamente de la cantidad mínima correspondiente al precio de
los transportes; pero esto hará tambien que los salarios europeos ba-
jen, no un poco, sinó considerablemente. »
Esta es una apreciacion que solo podría tener valor en caso de ser
exactos sus términos. Ahora bien, afortunadamente no lo son. La
idiosincrasia de clima y de raza no son los mismos ; las producciones
no pueden ser iguales en ningun sentido, y por consiguiente la compe-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 159
tencia no podrá existir jamás. ¿Qué es lo que el Oriente produce y
puede producir ? Especias, aromas, frutas y granos tropicales y olea-
vinosos, tintes y tejidos especiales que la Europa no puede producir.
A la Europa le convienen estas producciones que ella no tiene y que
ella necesita y consume. ¿Pueden los orientales competir con el
Occidente en libros, herramientas, máquinas, paños, loza, quincalle-
ría y demás productos especiales europeos? De ningun modo. Su raza,
su suelo no produce esas cosas. Tampoco podrán competir en la carne,
ni en el pescado, que no pueden producir. Por otra parte, la Europa
tiene para competir con el Oriente, en el terreno comun de la indus-
tria, su ciencia, sus máquinas, su carbon, sus metales, que el Oriente
no tiene ni puede tener en muchos siglos. Por baratas que sean las
manos orientales, siempre serán más baratas las máquinas. El resul-
tado será una mayor abundancia y baratura de los productos de con-
sumo, no de los salarios; y estoá todo el mundo conviene, al Oriente
y al Occidente. ¿Teme acaso M. Le Bon que los orientales arrebaten
á los occidentales su vigor, su inteligencia, su valor, su ciencia, su
industria, los productos especiales de su suelo y de su industria ?
Esto es ridículo suponerlo. Silos orientales pudiesen hacer esas cosas,
ya las habrían hecho: no lo han hecho porque no pueden, porque es
opuesto á su índole, á su naturaleza, á su gusto, á su clima y hasta á
sus ideas. Ellos tienen que ser y conservarse orientales, como nosotros
occidentales; y el estrecho contacto de todas las naciones del globo
no puede menos que ser benéfico á todos. Es verdad que la India ha
producido, en su region templada del Indo, trigos que ha mandado á
Europa á competir con el Occidente. Pero esta es la excepcion, no la
regla. Son los ingleses los que hacen eso. Pero la India no está ya
hoy, y menos estará en adelante, en aptitud de enviar alimentos á
competir con los del Occidente. Todo lo que ella produce es hoy poco
para su consumo; y el Occidente, lejos de tener en ella un rival, ten-
drá un mercado. Lo mismo sucederá con la China y con el Japon, los
cuales pedirán alimentos, en vez de enviarlos.
Lo que la Europa debe hacer, y sobre todo la Francia, es abando-
nar sus ideas viejas, retrógradas, rutinarias, preparándose para la
nueva edad, con nuevos progresos y prodigios de buen órden, de buen
gobierno, de inteligencia y de industria. La Francia está despoblada
y atrasada en comparación de sus vecinos, y es preciso tratar de ele-
var á la Francia en poblacion, inteligencia é industria al nivel de la
Inglaterra y la Alemania; nivel al cual le falta aún mucho para llegar,
aunque esto ofenda su amor propio; pero la verdad, como el buen
160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
consejo, puede serle útil. La Francia está indudablemente más ade-
lantada que España y que Italia; y su adelanto relativo se halla en
proporcion á su indevocion católica, cosa en que por nada querrá con-
venir M. Le Bon. Como la España es más católica que el Papa, su
atraso está en razon directa de zu catolicismo. La Italia está mucho
más adelantada que España, porque es menos católica que el Papa,
sobre todo despues que ha comprendido que la divinidad del Papa y
poder temporal (imitacion importada de la Tartaria) son opuestos
á la existencia de Italia de como nacion, y 4 su dignidad como
raza europea. Indudablemente Francia está más adelantada que las
otras naciones católicas, solo por el hecho de que en ella hay más in-
crédulos y protestantes que en las otras. Y la prueba de esto se halla
en que Bélgica, que tieneíaún más incrédulos y protestantes, y que es
menos católica que Francia, se halla aún más adelantada que esta
última nacion.
M. Gustave Le Bon creé que á la Europa le falta un ideal nuevo,
despues de perdido su ideal viejo, el catolicismo y la inquisicion. Des-
de luego el ideal nuevo, la Europa lo tiene, es el protestantismo, esto
es, el verdadero cristianismo; y la ciencia, la libertad del espíritu
humano para la investigacion de la verdad y la fidelidad de esta ver-
dad. El catolicismo, y menos su inquisicion, jamás ha sido el ideal
de nadie. Hasido la religion inpuesta por el despotismo y la corrup-
cion á los pueblos, para dominarlos, abatirlos, vejarlos y anonadar-
los, esa es la verdad. Sin el catolicismo y la inquisicion, las razas
latinas no se hallarían en la decadencia que hoy. El catolicismo es
la barbarie y el retroceso, y mientras menos católicas sean las razas
neolatinas, más se acercarán al ideal del siglo. M. Le Bon parece te-
mer la resurreccion de la civilizacion y la luz de las razas Orientales.
Pluguiera al cielo que esto fuera posible! Eso sería la complexion de
la grandeza y de la gloria de la humanidad! Esas razas no podrían
hacernos ningan mal, ni por su número, ni por su inteligencia.
La Europa cuenta hoy 400 millones y la América, la hija yla
creacion ideal de la Europa (con escepcion del Brasil) cuenta 100 mi-
llones más. ¿Qué pueden hacer 500 millones de Orientales contra 500
millones de Occidentales, cada uno de los cuales por su energía é inte-
ligencia, vale más que un millar de Hindus ó Chinos? No hay tal peli-
gro. M. Le Bonjuzga con mucha superficialidad la cuestion. El peli-
gro de Europa no está en el Asia, con sus razas de inteligencia y
facultades atrofiadas, cuya resurreccion es desgraciadamente un im-
posible. Se halla en Europa mismo, se halla en el Papa, la encarna-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 161
cion del retroceso y del oscurantismo Asiático. Si Bismarck y otros
poderes intrigantes de Luropa, consiguen resucitar el Papado, el re-
sultado será la ruina de Italia y su conquista por las potencias del
norte: y el Papado resucitado mantendrá con sus intrigas la Europa y
el mundo en una perpetua guerra y retroceso, como lo hizo en los si-
glos pasados. ¿Por ventura la historia no nos hace ver que el odio
entre franceses y alemanes es una semilla sembrada por el Papa, para
mantener su predominio funesto, é impedir la resurreccion de Italia?
¿Quién en el pasado descuartizó la Italia, para repartir sus miembros
palpitantes entre el Austria, España y Francia, sinó el Papado? Ahí
está el peligro, no en otra parte.
yAIEL
NATURALEZA Y COMPOSICION DEL AIRE ATMOSFÉRICO. — EL OZONO Y
SUS PROPIEDADES. — OTROS GASES Y SUSTANCIAS INORGÁNICAS CONTE-
NIDAS EN EL AIRE. — ORGANISMOS VIVOS EN LA ATMÓSFERA. — ROL
DE LAS BACTERIAS EN LA NATURALEZA.
El aire en medio del cual vivimos, es, como el mar, un océano, pero
un océano mucho más vasto y fluido. Para entender el mar con per-
feccion, hay que comprender bien el otro mar que sobre él gravita, el
mar aéreo. El aire, á pesar de su levedad, es un cuerpo material y
pesado, á la manera de los otros cuerpos. El reposa sobre la superficie
de la tierra y por consiguiente, sobre la superficie del mar, de cuyo
contacto hemos visto, resultan los fenómenos marítimos más estruen—
dosos y notables de nuestro globo; corrientes, oleajes, tifones, ci-
clones, tempestades y vientos de toda especie. Por lo demás, á pesar
de la inconstancia y movilidad de las des poderosas moles, el aire y
_€l mar, ellos se hallan sometidos á leyes tan estables como inva-
riables. Así en el océano como en el aire, por ejemplo, se observa un
regular sistema de circulacion. Pero antes de hablar de los fenóme-
nos físicos, conviene tal vez que nos detengamos un poco en lo que
pudiéramos llamar fenómenos químicos del aire. Al mar lo hemos
analizado en sus componentes y en sus habitantes. Conviene pues
que hagamos lo mismo con el Océano Aéreo.
ANAL. SOC. CTENT. A, T. XXVII 11
1692 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Hoy se sabe (segun hemos dado cuenta con detencion en otra par-
te) que la masa aérea se compone de dos gases simples, como el agua,
formada tambien de dos gases; pero los dos gases del aire son el
oxígeno y el ázoe; mientras los gases que constituyen el agua son,
segun sabemos, el oxígeno y el hidrógeno. Se vé pues que la base
de ambos es la misma, el oxígeno; mas así como su componente va-
ría, varía tambien su naturaleza. El agua es un líquido permanente,
viendo esta la forma predilecta entre todas las formas que ella afecta;
mientras el aire es un gas permanente y hácia el cual tienden sin
cesar todas sus transformaciones; siendo sin embargo, bajo ciertas
condiciones, susceptible de liquefactarse como el agua. Por lo demás los
gases del aire no se hallan en combinacion química, como los gases
del agua; ellos no forman sinó una simple mezcla, que fácilmente se-
paran los organismos animales con su respiracion. El aire posee una
composision mas ó menos constante. Unas 1000 partes en volúmen
contienen 208 volúmen de oxígeno y 792 volúmen de ázoe. Ademas de
estos gases principales, oxígeno y azoe, entran tambien en la compo-
sicion química de la atmósfera de 25435 volúmenes de ácido carbónico
(que es el alimento del vasto dominio vegetal de nuestro globo) en
cada 100.000 volúmenes de aire; álo que se añade una cantidad visi-
ble de vapor de agua.
Estas sustancias fundamentales que componen el aire, se hallan
á menudo acompañadas de cierto número de otros materiales que pue-
den faltar ó hallarse presentes, segun las localidades, y cuya presen-
cia es el indicio y á veces la causa de fenómenos naturales de una
importancia considerable. Iistos materiales supernumerarios, 0 4m-
purezas del arre son los unos minerales, los otros orgánicos, pero
inertes, sin organizacion y sin vida; los otros son vivos. El rol de
estos cuerpos supernumerarios es inmenso en el mundo orgánico..
Comenzaremos dando á conocer las sustancias, aéreas, minerales ú
orgánicas, pero sin vida; para en seguida pasar á las sustancias orgá-
nicas del aire dotado de vida, y que son los verdaderos habitantes del
aire, puede decirse, como los peces y los moluscos lo son del mar.
¿Quién no ha observado, por las mañanas en el campo, al abrir la
puerta ó la ventana de su habitacion, á fin de respirar á plenos pulmo-
nes el aire puro de las montañas, de los bosques y sobre todo del
mar, cierta impresion fugitiva, cierto olor de marea, olor tan vivifi-
cante como grato, aunque áspero y excitante aún en ese estado de di-
lusion? Débese al ozono, estado particular bajo el cual se presenta
el oxígeno electrizado. Concentrado, este ozono es un gas azul, de
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 168
un fuerte olor de marea ó de fósforo, que goza de propiedades oxi-
dantes, de color antes, desinfectantes muy poderosas. El ozono no
existe en el aire de las grandes ciudades, si no es tal vez inmediata-
mente despues de las grandes borrascas que las desinfectan; pero se
le puede descubrir entodo tiempo, trepando á las torres elevadas ó á
las cambres de las colinas altas, situadas en su interior ó en sus in—
mediaciones, pudiendo encontrarsele allí en la proporcion de 2 mili-
eramos, para cada 100.000 litros de aire. En la campaña es más
abundante, pero allí mismo no pasa de 250 milígramos 6 1/4 de gra-
mo en cada 100.000 litros de aire. Su poder desinfectante es enor-
me. El doctor Cook ha observado en la India que de la presencia ó
ausencia del ozono, dependía la salubridad ó insalubridad de las po-
blaciones; y quela ausencia del ozono marcaba la aparicion del cóle-
ra, del tifus, de la fiebre amarilla y de todas las enfermedades
pestilentes de la zona tórrida.
Recien han comenzado á hacerse algunas observaciones respecto á
la cantidad de ozono que existe en el aire, en la superficie del mar.
En 1885 Mr. Black practicó algunas observaciones de esta especie
en los mares de Inglaterra, cuyos resultados son los siguientes. La
presencia y la cantidad de ozono fueron apreciadas por medio de pape-
les ozonométricos, espuestos á lasombra, sobre el puente del buque,
anotados y reemplazados dos veces por dia. El ozono se mostró
abundante en el Canal de Saint (reorges¿y en Lands End; en el mar
del Norte hubo menos; menos aún en la Mancha; en el Mar de Islan-
da y sobre las Costas Occidentales de Escocia, el ozono se presentó
en menor grado. Con los vientos del Oeste la cantidad de este gas
aumentó en la Mancha y en el Mar de Islanda, en el Atlántico y en
el Mar del Norte; con el viento del este disminuyó en el Firth de
Forth y sobre las Costas Occidentales de Escocia. Parece que el
acrecentamiento de velocidad del viento se acompaña con un acrecen-
tamiento en la cantidad del ozono. En ningun caso Mr. Black ha
observado una proporcion de ozono que se aproxime al que se ha
constatado en la cima del Ben-Nevis, segun el boletin meteorológico
del Times de Londres; esta proporcion puede llegar de S á 9; el má-
ximo constatado por Mr. Black no ha llegado sinó á cuatro en la
misma época en que las cifras de 8 4 9 eran constatadas en el obser-
vatorio de Ben-Nevis. Se constató la presencia del ozono en la cá-
mara del buque en proporcion de la mitad del que existía en el aire
libre sobre el puente. Mr. Black indica la conveniencia de compa-
rar la cantidad de ozono atmoférico segun la altura. Tambien indi-
164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
ca se le debe estudiar en alta mar y á horas diversas del dia y de la
noche.
Hay que buscar el origen del ozono atmosférico, sobre todo en las
tempestades de las altas regiones del aire, segun se vé por las obser-
vaciones meteorológicas del Ben-Nevis. Aquellas en particular que
suben á la tierra desde el mar, no han utilizado en su camino su acti-
vidad específica para oxidar los miasmas de la atmósfera marina siem-
pre muy pura. A la manera de esos seres singulares, cuyos despojos
hemos visto dragar del fondo de los océanos, durante el curso de las
espediciones científicas del Challenger, del Travarlleur y del Talis-
man, los meteorologistas y los esperimentadores como Pasteur, á más
de descubrir los seres infinitesimales, pero formidables que se ocultan
en los bajos fondos de la atmósfera; á mús de esto, decimos, los
meteorologistas como M. Faye, nos han hecho conocer, en la super-
ficie de ese mismo océano acuático, la formacion de inmensos oleages
y de corrientes de una tremenda potencia de movimiento, que torbe-
llinean y nos alcanza muchas veces con sus formidables golpes, como
los que recientemente han destruido á Madrid y diversas ciudades
norte-americanas. Es! bajo esta influencia que el aire seco de esas
altas regiones se electriza positivamente, se ozoniza y se carga á la
vez de energía mecánica, eléctrica y química. Las corrientes aéreas
transportan hasta nosotros á la vez, el ozono bienhechor, el aire puro
de las altas regiones y á veces el rayo y la tempestad.
Es sabido en efecto que el aire de las altas regiones se halla exento
de microbios. Es fácil entónces concebir que cuando sopla hácia el
suelo un viento viniendo de las alturas, esto es, de las capas superio-
res del aire, el número de los microbios disminuye, al mismo tiempo
que el ozono aumenta. Esto es loque se ha observado en el Mont
Souris y enel Ben-Nevis, sin dar no obstante la esplicacion que pro-.-
ponemos y que es completamente natural. M. Colladon ha hecho
ademas observar, que toda lluvia arrastra hácia el suelo el aire de las
altas regiones, y por consiguiente la energía de que se halla impreg-
nado y el ozono que contiene. Este testimonio viene de este modo á
traerá las ideas espuestas, el apoyo de las observaciones y de la
autoridad de ese sabio.
De ahí otra consecuencia y no de las menos interesantes. Hacen
unos 100 años que Lord Cavendish demostró que la centella eléctri-
ca, que estalla al traves del aire húmedo, forma á la vez ácido azóti-
co y azotito de amoníaco. El ázoe directamente impropio para sos-
tener la vida, como lo indica su nombre, se convierte por el contrario,
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 165
cuando ha sido combinado por el fuego eléctrico con el oxígeno ó el
hidrógeno, en uno de los agentes de organizacion y síntesis más pode-
rosos, al mismo tiempo que un precioso abono vegetal. Las aguas
meteóricas disuelven estos compuestos azoados y los desparraman
en la superficie del suelo donde las plantas los recogen. En Montsou-
ris cae, en media, cada año, junto con las lluvias, 9*S60 de ázoe en
estado de amoníaco, y 3860 en el estado nítrico. El ázoe amo—
niacal aumenta en las ciudades y disminuye en la campaña; lo
contrario tiene lugar para el ázoe nítrico.
El azotato y el azotito de amoníaco no son los únicos materiales
salinos que existen en el aire. Las ondas y los torbellinos de las altas
regiones aéreas lo han enriquecido en ozono, ácido nítrico y azotato
de amoníaco; las olas del mar le conducen su sal marina y su sulfato
de soda, con un vestigio de iodo, y acaso tambien de bromo. Azotada
en el aire la espuma de las aguas marinas, se pulveriza en glomerulos
de una escesiva finura, que arrebatan los vientos y cada una de esas
gotillas al desecarse, deja como residuo las partículas infinitamente
pequeñas de las sales que contenía en el estado de disolucion. Ex este
estado de infinita division, estas sales ya no se depositarán más, por
decir así. Enel centro de la Europa, como sobre el Himalaya, el
espectroscopio señala la soda en las llamas. Ellas arden por todo con
esa luz amarilla que les imprimen las sales de sodio y que caracteri-
za este metal.
Por lo demás se ha obtenido directamente la sal marina y el sulfa-
to de soda del aire y de las aguas de lluvia. Al lado de estas sustan-
cias minerales casi constantes, si señalamos los polvos que solevantan
los vientos de la superficie del suelo: carbonato y sulfato de cal,
sílices, micas y silicatos diversos, etc., polvos variables segun las
capas geológicas del suelo de cada pais, habremos terminado la enu-
meracion de estas impurezas del aire, por decir así inertes. Una de
ellas sin embargo, exige todavía una mencion especial; estos son los
glomerulos redondos y negros, que el imán puede atraer; glóbulos
de hierro ó de óxido de hierro magnético que nos viene de la inmen-
sidad intersideral, y provienen probablemente del choque y desmenu-
zamiento contra nuestra atmósfera de esos pequeños astros minúscu-
los que constituyen las estrellas cadentes y las piedras meteóricas.
M. Tissandier ha recogido cierto número en sus ascensiones en globo
6 las ha estraido por el iman de los polvos de los parages elevados,
como las cumbres nevadas. Su forma misma indica que estos glome-
rulos han sido fundidos, gracias á la temperatura que se ha desarrolla-
166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
do cuando, con una velocidad de muchos centenares de leguas por
segundo, su materia ha chocado nuestra atmósfera. No son pues
estas piedras caidas del cielo, que han pasado de repente del frio ca-
si absoluto, á la incandescencia más elevada, los que han podido traer
á nuestro planeta, como se ha querido avanzar, la simiente de los
seres vivos tomados á los mundos extra -terrestres.
Si añadimos estos compuestos á minerales, un poco de hidrógeno
sulfurado y un vestigio de hidrocarburos, que M. Boussingault ha
señalado en el aire, habremos terminado la enumeración de las im-
purezas inorgánicas de la vasta atmósfera que nos envuelve entre sus
profundas ondas.
Todo el mundo ha podido ver en un rayo de sol que penetra en
una pieza oscura, al través de una hendija estrecha, alumbrar sobre
su trayecto millares de partículas que flotan á la luz que las ilumi-
na, y á las cuales la menor agitacion hace terbellinear en todos sen-
tidos. Estos son los polvos minerales y orgánicos más finos de
nuestras habitaciones, que el aire mantiene en suspension gracias á
su estrema tenuidad. De estos polvos los unos son inertes, y acaba-
mos de ver su composicion; los otros son organizados y vivos. Es
sobre todo á los trabajos de M. Pasteur que se debe el conocer hoy
toda la importancia del rol que éstos polvos animados desempeñan en
la naturaleza; nuevo mundo microscópico, gérmenes por todo difun-
didos, que traen consigo la vida, y por ese nuevo hecho, la destruc-
cion y lamuerte. No pudiendo ser eterna, la vida se transforma y
sigue su curso evolucionario inicial. A esos animalículos invisibles
del aire, se les ha dado el nombre de bacterios ó microbios. Es una
cosa análoga á los animalículos invisibles del mar, los 21fusor10s, d1a-
tomas y foraminiferas.
Estos bacterios son seres de tal manera diminutos, que para perci-
birlos, hay necesidad de recurrir á los más fuertes aumentos; así los
fenómenos muy variados que ellos provocan, ham permanecido por
mucho tiempo envueltos en el más profundo misterio. No ha bastado
la invencion del microscopio; se han necesitado además los perfeccio-
namientos recientes introducidos en su construccion, y además la in-
vencion de una técnica y métodos especiales, para permitir establecer
y demostrar las relaciones de causa á efecto, entre estos infinitamente
pequeños y su poderosa accion química y fisiológica.
Los microbios en general, han llamado en todo tiempo la atención
del hombre, por dos géneros de manifestaciones, en apariencia bien
distintas, aunque su estudio detallado revela cada vez más entre
Y
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 167
ellos, puntos comunes; queremos decir, las enfermedades y las fer-
mentaciones. Desde luego, la primera que ha sido objeto de estudios
seguidos, ha sido la fermentacion alcohólica; Lawenhoeck, Cagniard-
Latour y Schwann constataron que esta transformacion química del
azúcar, tiene lugar siempre en presencia de la levadura y que el gér-
men de esta levadura es un ser vivo. Pero solo merced á los notables
trabajos de M. Pasteur es que llegó á investigarse el hecho capital
de que la levadura es realmente-la causa de la fermentacion alcohó-
lica. Una vez en posesion de esta base cierta, la ciencia ha hecho
rápidos progresos, habiéndose visto ensanchar cada dia el rol, ya útil
al hombre, ya funesto, de los micro-organismos en general y de los
bacterios en particular.
Los microbios, en efecto, intervienen á cada instante en nuestra
existencia. Ellos nos interesan por las enfermedades que provocan,
principalmente en el hombre y en los animales domésticos; ellos vie-
nen á establecerse en cada llaga, en el menor rasguño, y ocasionan
tambien precauciones constantes al cirujano; ellos toman parte en
nuestra digestion; ellos hacen cuajarse la leche, podrirse la carne y
otros alimentos; ellos contribuyen á la preparacion de nuestro pan;
ellos fabrican nuestro vinagre, nuestro queso, nuestro vino, todas
nuestras bebidas alcohólicas. Favorecer el desarrollo de ciertos 0rga-
nismos; impedir ó reducir 4 un mínimun la multiplicacion de muchos
otros: tal es en suma la preocupacion esencial del cervecero, del des-
tilador.
El hombre ha aprendido empíricamente, en muchas circunstancias,
á preservarse de la accion nociva de los microbios, 64 favorecer su
accion útil, antes de tener ni siquiera nociones de su existencia; si
hacemos, en efecto, cocer nuestros alimentos; si los conservamos en
cajas herméticamente cerradas; si les arrebatamos una gran parte
de su agua con la sal, es para sustraerlos á la invasion de los miecro—
bios; por la preparacion de confiburas; por la desecacion de las sus—
tancias medicamentosas ó por su transformacion en jarabes, estrac-
tos, tinturas, etc., tendemos igualmente á este mismo fin. Nos
hallamos pues constantemente alerta por causa de los microbios; su
estudio minucioso se impone cada vez más, siendo fácil preveer que
investigaciones puramente científicas en este sentido, conducirían á
aplicaciones benéficas, aún aparte de la medicina y de la cirujia;
me limitaré á citar como prueba los progresos realizados en estos úl-
timos años en la crianza del gusano de la seda, en la industria del
vinagre, de la cerveza y el alcohol.
168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Hasta aquí no hemos hablado de los micro-organismos sinó bajo
un punto de vista puramente subjetivo; solo los hemos considerado
en su conexion con el hombre. Pero si á cada paso nos encontramos
en contacto con estos pequeños seres ; si constatamos que ellos existen
por todo en torno de nosotros, en el aire, en el agua, en el suelo,
¿no nos hallamos en el caso forzoso de hacernos esta cuestion: ¿los
microbios desempeñan por fortuna, un rol importante en la natura-
leza? ¿Su ubicuidad no indica una accion general necesaria? Aunque
nuestros conocimientos sean aún muy imperfectos á su respecto, po-
demos sin embargo, desde hoy avanzar esta respuesta: Si, ellos lle-
nán el mundo y no pueden ser eliminados; es un caso de adaptacion
que la naturaleza impone á los otros seres, el conformarse y aún utilizar
su presencia. Aún cuando los microbios no tuviesen su razon de ser,
como ellos son un hecho ineludible é invencible, hay qué aceptarlo ó
hacer lo que hizo aquel insigne cobarde, que se tiró al agua antes de
la tempestad, por miedo del naufragio. Si ellos no pueden dejar de
existir, ellos constituyen un factor indispensable, en la fisiología ge-
neral de nuestro globo: debemos aprender á resistirlos ó asimilarlos;
y aun suponiendo quesu eliminacion fuese posible, que no lo es, puesto
que ellos existen hasta en el interior mismo de todos los organismos,
en la atmósfera y en el océano universal, tal vez su brusca supresion
produciría una perturbacion completa en la vida terrestre actual.
Sin detenernos mucho en este punto de vista puramente objetivo
de este asunto, lo haremos sin embargo lo bastante para sacar pro-
vecho de ello, y cuando nos hayamos fijado respecto á la razon de
ser respecto de los bacterios, conseguiremos entónces formarnos una
idea más justa de su rol parasitario; de su modo de accion y de su
influencia más ó menos directa.
La materia viva animal, tanto como la vegetal, se compone de un
pequeño número de cuerpos simples, los principales de los cuales son
para nuestro estudio el carbono y el ázoe. Las plantas verdes toman
su carbono al ácido carbónico contenido en el aire; ellos toman su
ázoe del suelo bajo la forma de compuestos muy simples, nitratos y
sales amoniacales; ellas son incapaces de asimilarse los compuestos
carbonados y azoados complexos, tales como las sustancias albumi-
noides, los hidratos de carbono. Ni siquiera parece puedan sacar par-
tido de una combinacion tan simple como la úrea (Kellner), que no
es sinó carbonato de amoniaco deshidratado y constituye el princi=
cipal producto de desasimilacion de las sustancias albuminoides en
los animales superiores.
Y
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 169
Las necesidades de los animales se ejercen por decir así en un
campo opuesto, esto es, son inversas; ni el ácido carbónico, ni los ni-
tratos, ni las sales amoniacales son utilizables por ellos; no se ali-
mentan sinó de compuestos carbonados ó azoados mucho más comple-
xos, que toman á los vegetales ú á otros animales; son en suma los
vegetales los que directa ó indirectamente alimentan á todo el domi-
nio animal. La llave de esta diferencia considerada en su conjunto,
la hallamos en la existencia en las plantas verdes, de la clorofila que
absorbe el calor solar y lo trasmite al protoplasma vegetal; mientras
que el protoplasma animal se halla reducido á utilizar el calor, de
orígen solar por de contado, que queda libre en la oxidacion de los
alimentos complexos, mencionados mas arriba. En esta oxidacion,
una gran parte del carbono absorbido por los animales retorna á la
atmósfera bajo la forma de ácido carbónico.
Con relacion al ácido carbónico, animales y plantas verdes ejercen
pues sobre la composicion del aire atmosférico acciones inversas, y
hasta cierto punto compensatrices. Pero otra porcion del carbono
absorbido por los animales, queda en el estado de combinaciones com-
plexas en los cadáveres y en los productos de escrecion (úrea, por-
ejemplo). El ázoe absorbido por ellos se encuentra tambien en las
mismas combinaciones; una porcion sin embargo de este ácido es di-
fundido en la atmósfera en el estado de cuerpo simple, como resulta
de los esperimentos de Regnault y Reiset, muchas veces confirmados
despues por Schulte, Seegen y Nowak.
Las plantas verdes por su parte, parecen suministrar una cierta
cantidad de ázoe á la atmósfera; una parte de su ázoe y de su carbo-
no se transforma ciertamente en productos cadavéricos y de escrecion,
no asimilables por los animales. De este modo se constituyen combi-
naciones aún complexas, de orígen animal y vegetal, las unas carbo-
nadas, las otras azoadas y carbonadas; combinaciones que no son
utilizables ni por las plantas verdes, ni por los animales; el ázoe de la
atmósfera queda perdido igualmente para estas dos categorías de se-
res vivos. Si pues, á partir de mañana nuestro glcho se encontrase
solo habitado por vegetales de clorofila y por animales, conserván-
do todos sin modificacion sus funciones presentes, las sustancias quí-
micas que componen actualmente la materia viva pasarían sucesiva-
mente al estado de compuestos cadavéricos y de eserecion, y al esta-
do de ázoe atmosférico; la vida estaría sin cesar en disminucion de in-
tensidad y acabaría por extinguirse.
Ahora bien, es aquí que viene á colocarse la funcion general de los
170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
hongos ó vegetales sin clorofila, una de cuyas divisiones más impor-
tantes se encuentra constituida por las bacterias. Los hongos, y las.
bacterias sobre todo, son en efecto esencialmente saprofites ó come-
dores de cadáveres; además, se asimilan el ázoe atmosférico. En se-
guida ellos mismos sirven para la nutricion de los animales; ó bien
cambian finalmente el ázoe; lo mismo que los productos cadavéricos
y de escrecion de que hemos hablado hace un momento, de un costado
en ácido carbónico, del otro en nitratos ó sales amoniacales, segun las
cantidades de oxígeno disponibles. Los hongos, tomados en su con-
junto, hacen pues desaparecer los productos eliminados por los ani-
males y los vegetales de clorofila, devolviéndolos á la circulacion
general; ellos constituyen un tercer eslabon que cierra y completa el
círenlo. ]
Es á Schlezinge y Munts que debemos este importante descubri-
miento, á saber, de que la formacion de los nitratos en el suelo es de-
bida á las bacterias; los esperimentos de estos sábios han sido despues
confirmados y estendidos por Warington, Fodor, Wollny. La tierra
arable cargada de productos de escresion, el estiércol mezclado de
arena, se convierte en el asiento de una oxidacion activa, con formacion
de ácido carbónico y de nitratos; nada de análogo se manifiesta cuan-
do se han esterilizado prealablemente estos materiales, sea por el ca-
lor, sea por la adicion de un antiséptico. La oxidacion aumenta en
las circunstancias favorables al desarrollo de las bacterias (proporcion
de oxígeno hasta 8%/,, humedad, temperatura ); ella disminuye por
el contrario en presencia del ozono que es sin embargo un oxidante
igualmente enérgico, pero tambien un antiséptico.
Cuando el oxígeno llega á faltar se desprende cierta cantidad de
ácido carbónico; pero la formacion de los nitratos se encuentra reem-
plazada por la del amoniaco; hay entónces putrefaccion y las investi-
caciones de Deherain, Guyon y Dupetit han demostrado que estas úl-
timas transformaciones químicas son tambien debidas á las bacterias.
Todos estos experimentos han sido hechos con mezclas complexas de
bacterias. Recientemente Heraeus ha tenido, en cultura pura, diver-
sas bacterias, las unas oxidantes y productoras de nitrato en presen-
cia del oxígeno; las otras reductrices y productrices de amoníaco. Si
se hace la mezclade una bacteria oxidante y de una bacteria reductriz,
una ú otra predominará segun las circunstancias; en un medio rico
en sustancias nutritivas (orina, zamo de carne, fluidos azucarados),
las reducidoras predominan y hay formacion de amoníaco; cuando
el alimento se hace escaso (% cuando el líquido es desde su orígen
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 171
muy diluido), las oxidantes se sobreponen á su turno hasta hacer
desaparecer los reductrices.
Queda pues establecido que los hongos, y sobre todo las bacterias,
desembarazan la superficie de nuestro globo de cadáveres y de pro-
ductos complexos de escrecion, para reducirlos á compuestos simples,
asimilables por las plantas verdes; ácido carbónico, amoníaco, nitra-
tos. Pero las bacterias fijan además el ázoe atmosférico y lo incorpo-
rap en combinaciones que lo hacen entrar en la circulacion general;
los trabajos de Berthelot, Joulié, Deherain han hecho la luz sobre
este último punto.
Joulié mostró en 1885 que unos campos cultivados con trigo ne-
ero y trébol híbrido habían acumulado el ázoe; la tierra superficial
se había enriquecido de 432 kilógramos de ázoe por año y por hee-
tárea; casi al mismo tiempo Deherain constató una ganancia de 205 á
237 kilógramos por año y por hectárea en campos cultivados con
una mezcla de pipirigallo y de gramíneas. Y un poco antes de estos
trabajos de Joulié y Deherain, Berthelot había mostrado que la can-
tidad de ácido azótico y de nitrato de amoníaco formada en el aire
bajo la influencia de la electricidad, es completamente insignificante,
comparativamente al ázoe perdido durante la vida animal y vegetal;
pero que una causa de fijacion muy importante del ázoe es suminis-
trada por los suelos arcillosos y sus micro-organismos. En las arenas
arcillosas y el kaolin, el ázoe asi fijado vá cada año creciendo al con-
tacto del aire; el acrecentamiento es nulo durante la estacion fria;
aumenta con la humedad, con un calor moderado; es nulo en una
tierra esterilizada cuando el suelo sustenta plantas verdes, la canti-
dad de ázoe fijada se encuentra reducida á un tercio, y este tercio
representa el ázoe del suelo tambien como el de las plantas verdes.
Estos hechos demuestran que la mayor parte del ázoe fijado por el
suelo, se encuentra devuelto á la atmósfera por Ja vegetacion de las
partes superiores. Si además se hace cosecha de estas últimas, la
cantidad de ázoe ganada por la tierra arable disminuirá tambien;
ello podrá reducirse á cero, habrá además pérdidas de áúzoe con las
culturas intensivas y las cosechas ricas en ázoe (granos); esto es lo
que acontece en la esplotacion agrícola, y se hace entónces necesario
devolver artificialmente el ázoe al suelo bajo forma de estiércol ó de-
jarlo reposar para que rehaga su provision de ázoe á espensas del
aire. En la vegetacion espontánea, pérdidas y ganancias sé compen-
san. Tales son los resultados notables obtenidos por M. Berthelot;
ellos proyectan una luz nueva sobre el rol general de las bacterias.
1479 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Los hongos, y principalmente las bacterias, se alimentan pues de
productos eliminados por los animales y las plantas verdes; ellos le
devuelven bajo una forma utilizable los elementos momentáneamente
perdidos. El estado botánico de los hongus indicaba ya que estos ve-
getales poseen parentescos múltiples, con algunos muy diversos,
que heterogéneos morfológicamente no constituyen en realidad sinó
un grupo fisiolójico, y que su adaptacion comun á condiciones nuevas
muy diversas de las de los vegetales de clorofila les ha impreso otro
carácter comun, el de seres degenerados, que pierden sus órganos
sexuales y quedan reducidos finalmente á la reproduccion agama.
Este modo de ver se encuentra confirmado por el rol geológico de los
hongos sobre los que acabamos de llamar la atencion y que nos mues-
tra tambien que dichos hongos, aún bajo la forma tan simple de bac-
terias, no han podido ser los habitantes primitivos de nuestro globo
(si no es en formas de liquen, mitad hongo y mitad alga); que en esa
forma solo han podido desarrollarse secundariamente, cuando ya se
habrían acumulado productos de desasimilacion suministrados por
los primeros antepasados de los animales y de las plantas verdes.
¿Pero cómo ciertos hongos, de su rol saprophite originario han lle-
gado ála existencia parasitaria, por la cual constituyen para el
hombre un asunto de tan graves preocupaciones? Podremos formar-
nos una idea pasando en revista los diversos grados de parasitismo
que hallamos actualmente en la naturaleza. Desde luego, la inmensa
mayoría de los hongos y tambien de las bacterias, se ha conservado
saprophite. Entre los liquenes, hallamos hongos parásitos de ciertas
algas sin que resulte el menor perjuicio para estos últimos; por el
contrario, alga y hongos viven como buenos camaradas y se prestan
mútuos servicios. Este cambio de buenos procederes lo hallamos en
el intestino de los mamíferos herbíroros, en los cuales el Bacyllus.
amylobacter digiere para el animal la celulosa de las plantas que las
secreciones intestinales no podrían descomponer (Van Tieghem).
Nuestra boca se halla constantemente habitada por microbios di-
versos, inútiles para nosotros, pero tan inofensivos en las circunstan-
cias habituales; este es un parasitismo indiferente. Pero que un
ácido proviniente de los alimentos ó del estómago, ú secretado por
uno de estos microbios, llegue á decalcifiar un diente en una region
mínima; hé ahí al punto la puerta abierta para una invasion bacte-
riana; hé ahí el principio de una carie dental (Miller).
En algunos individuos se encuentran habitualmente aún en la
boca, un microbio específico, el Bacillus septicus spugentus (Fran-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 173
kel); el no es nocivo en las condiciones normales; pero que una im-
presion de frio se produzca sobre el huésped de este parásito, este
último no tardará en ejercer los más terribles destrozos; es la pneu-
monia y muy á menudo la muerte.
Hé ahí pues bacterias que no ejercen la menor influencia sobre el
organismo normal; pero que se convierten en más Ó menos nocivos,
cuando su penetracion 6 su multiplicacion se encuentra favorecida por
ciertas circunstancias particulares. Hallamos hechos análogos to-
mando en consideracion las bacterias que vienen á implantarse en las
llagas; las unas se contentan con devorar las células ya dilaceradas,
enfermas ó heridas de necrosis, y su accion se limita á ésto; otras
al multiplicarse á espensas de este primer alimento que les es sumi-
nistrado accidentalmente, secretan ptomainas 6 fermentos digestivos,
ó ambos géneros de productos, mortifican de este modo nuevos ele-
mentos y estienden sin cesar sus destrozos.
El bacilus del cólera es incapaz de vivir en nuestra sangre y en
el interior de nuestros órganos; solamente él encuentra sobre la mu-
cosa intestinal un terreno que le conviene admirablemente; allí él
secreta un veneno de tal manera enérgico, que determina la muerte
fulminante de su huésped. El bacilus de la fiebre tifoidea, obra pri-
mero de un modo completamente análogo, pero él dá un paso de más
en la vida parasitaria, porque penetra en seguida en el organismo ya
debilitado porla ptomaina secretada en el intestino, no tardando en
multiplicarse en la mayor parte de los órganos.
Pero todas esos bacterios no han renunciado por compieto ásu
existencia saprophite; aún poseen la propiedad de vivir, de multipli-
carse á espensas de los productos cadavéricos; he aquí otros cuya
adaptacion es más completa. El bacilo del muermo, el de la tubercu-
losis, nopueden vivir sinó en el cuerpo del hombre y de ciertos mamí-
feros; solo difícilmente se llega á cultivarlos en medios nutritivos de
composicion muy especial, y la cual no se encuentra realizada en la
naturaleza. El gonococcus se halla reducido á límites aún más estre-
chos ; él no vive sinó sobre ciertas mucosas del hombre y su cultivo es
el de los más penosos. La espirilla de la fiebre intermitente, parásito
del hombre solamente, no ha podido ser reproducida sinó en el cuer-
po del mono. Para el bacilo de la lepra, los ensayos de inoculación
en los animales nunca han dado sinó resultados muy incompletos,
fracasando su cultura.
Segun estos diferentes grados de parasitismo actualmente existen-
tente en la naturaleza, es fácil esplicar como ciertas bacterias han
174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
podido abandonar insensiblemente y por grados sucesivos su existen-
tencia saprophyte primitiva, para adaptarse más ó menos íntimamen-
teá la vida parasitaria en los animales superiores. Las funciones pri-
mitivas naturales de los bacterios, nos hacen comprender mejor el fe-
nómeno tan anormal al parecer, del anacrobismo ó vida sin aire. Pero
en esto mismo se presentan graduaciones sucesivas. Se conocen, en
efecto: 12 Acrobios verdaderos, que no pueden vivir ni desarrollarse
sin oxígeno libre; 22 Anacrobros facultativos que viven y se multi-
plican habitualmente en el aire, pero que pueden tambien vegetar
sin oxígeno libre y que entónces provocan á menudo las fermentacio-
nes; 3” Anacrobios verdaderos, queno se reproducen sinó en ausen-
cia del oxígeno libre, en los cualés por consiguiente la adaptacion en
este sentido es completa.
Por otro lado, el efecto útil de la respiracion, esto es, el calor in-
dispensable á la célula viva, puede efectuarse no solo en la combus-
tion por el oxígeno libre, sinó tambien en ausencia de este, por una
trasposicion de átomos en el interior de una molécula compleja, espe-
cie de respiracion intra-molecular. Resultará ácido carbónico y otros
compuestos menos oxigenados, más simple que la combinacion primi-
tiva. De este modo, en la fermentacion alcohólica, el azúcar da naci-
cimiento, con desprendimiento de calor y sin intervencion del oxíge-
no libre, al ácido carbónico y al alcohol). En las fermentaciones pú-
tridas las sustancias albuminoides esperimentan modificaciones aná-
logas, pero más complejas; ellas suministran entónces ácido carbóni-
co y entre otros productos, amoníaco y amines, á menudo tósigos.
Para suministrar el mismo número de calorías que la respiracion al
airelibre, la respiracion intra-molecular destruirá necesariamente
una cantidad mayor de la combinacion orgánica compleja, debiendo
considerarse la vida sin aire como una adaptacion más perfecta de -
muchas bacterias á las funciones naturales de los hongos, como es la
destruccion delos compuestos orgánicos complejos.
Se vé, pues, cuál es la importancia del rol químico de las bacterias;
pero aún faltamucho que investigar en este sentido. Las investiga-
ciones se hallan erizadas de dificultades, pero necesariamente deben
conducir á resultados tan interesantes como útiles. Tal vez estos es-
tudios nos conduzcan á nociones más precisas sobre el mecanismo quí-
mico de los fenómenos vitales. Si las funciones esenciales de las
bacterias consisten en la destruccion de los productos cadavéricos, de-
be encontrárseles por todo donde hay vida animal y vegetal. El aire, la
atmósfera los difunde en efecto por todo, siendo raros, sin embargo,
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO AU
á grandes distancias en el mar y en las grandes alturas de las monta-
ñas. El agua contiene tambien incomparablemente más que el aire; y
ella misma es menos rica que el suelo, el cual contiene de 400.000 á
900.000 por gramo en la superficie; 4 débiles profundidades este nú-
mero disminuye; áuno ó dos metros bajo la superficie, su número es
muy pequeño. |
Lo que podría producir alguna duda sobre el rol considerable de las
bacterias sería su estréma pequeñez, superior á la de los diatomes del
mar. Se necesitan lo menos 690 6 700 millones, para formar el peso
de un milígramo. Pero nuestros lectores ya saben que es con pigmeos
foraminíferos que se forman las montañas, y no con colosos como el
elefante. No se conoce ninguna montaña de huesos de elefante, mien—
tras hay muchas cadenas de montaña de diminutos foraminíferos y
corales. Además las débiles dimensiones de las bacterias se hallan
rescatadas por su pasmosa fecundidad. Los hay que se reproducen
una vezcada hora y aún cada 20 minutos; en condiciones favorables
un solo mierobio puede dar nacimiento en 24 horas á más de 16 millo-
nes de bacterias. Por otro lado su accion sobre el medio exterior es del
todo desproporcionada con su peso; un solo bacterio del vinagre pue- *
de en 24 horas destruir 50 6 100 veces su peso de alcohol (Duclaux).
Estas dos circunstanelas dan razon de la potente accion química y fi-
siológica ejercida por los mierobios en la naturaleza en general y en la
vida orgánica en particular.
ABE
RESULTADOS OBTENIDOS EN EL ESTUDIO DE LOS MICROBIOS DEL AIRE, —
SU COLECCION, SUS DIVERSAS CLASES, SU CULTIVO, SU DISTRIBUCION
EN LA ATMÓSFERA Y SU DESTRUCCION. — BACTERIAS BENÉFICAS.
Concretándonos á las bacterias del airé, los resultados obtenidos de
28 años á esta parte, demuestran la realidad de la existencia en los
polvos aéreos más finos, de un mundo de esporos y de granulaciones vi-
vas, gérmenes aptos para reproducirse desde que encuentran el ter-
reno adecuado; semillas de millores de seres y de miriadas de espe-
1476 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
cies, tan invisibles y tan impalpables como las moléculas aéreas. Esas
investigaciones, pues, han venido á proyectar una espléndida luz so-
bre las causas de la generacion llamada espontánea, la existencia de
los organismos del aire, de los fenómenos de fermentacion, sobre el
orígen delas epidemias, la naturaleza de los miasmas y de los virus
de las enfermedades infecciosas y contagiosas. En su memoria funda-
mental, M. Pasteur ha establecido lo siguiente :
4 Que el aire transporta consigo una multitud de corpúsculos mi-
nerales, orgánicos y organizados. A estos últimos son debidos los fe-
nómenos dela fermentacion, de la putrefaccion y del enmohecimiento.
Basta, en efecto, con hacer circular el aire, sea al través le un tubo
caldeado al rojo; sea al través de un tapon de algodon ordinario, para
que pierda la propiedad de comunicar á los líquidos putrescibles ó fer-
mentescibles, préviamente esterilizados por el calor, la propiedad
de putrificarse ó de fermentar.
2% Estos organismos de la atmósfera pueden ser recogidos, obser-
vados, sembrados y cultivados. Para demostrarlo, M. Pasteur filtra,
al través de una borra de algodon-pólvora esterilizada, una cierta can-
tidad de aire ambiente. En seguida él extrae la borra por medio de al-
cohol etereado; este disuelve el fulmi-coton, mientras que los organis-
mos se precipitan en el fondo del vaso. Se les puede aislar, recoger-
los sobre una lámina de microscopio, examinarlos y aún contarlos.
Por otra parte, M. Pasteur, lava con agua esterilizada la borra de al-
godon—pólvora que ha servido para filtrar el aire; los pequeños orga-
nismos que había detenido á su paso se desprenden y se siembran en
esta agua. Echados en caldos de cultura, esterilizados por el calor
y propios para revivificar los microbios y los mohos, estos gérmenes
se desarrollan y se hacen aparentes, como cuando, despues que la ma -
no del sembrador ha depositado la semilla en un campo, cada grano
germina, sealza y fructifica. No era pues, debido á la destruccion por
el calor de las moléculas orgánicas de Buffon, 6 á la desaparicion de
la fuerza vegetativa de Needham que estos líquidos putrescibles ó fer-
mentescibles debían el no fermentar; hasta era indiferente la ausen-
cia 6 la presencia del oxígeno. Una sola cosa faltaba á esos medios es-
tériles, el grano, el esporo, la bacteria, mecánicamente detenida por el
algodon.
3" El ilustre químico demuestra, en fin, que el aire de los lugares
elevados, de las altas crestas y picos de las montañas, de las caver-
nas profundas, de las cámaras cerradas en que el aire no ha penetrado
desde mucho tiempo, es generalmente impropio para hacer fermentar
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO yt!
por su contacto, ó para ensementar los líquidos más fermentescibles
y más alterables; en una palabra, que los microbios que pululan en
las capas inferiores de la atmósfera, caen ó desaparecen poco á poco
como sucede con los polvos minerales. Nueva prueba que no era ni la
pretendida alterabilidad espontánea de los licores, ni la presencia del
oxígeno en el aire, ni la hipótesis de los miasmas gaseosos, lo que
puede esplicar la putrescibilidad, las fermentaciones, y todavía menos
la generacionespontánea de los seres vivos ».
Tales la primera serie de los descubrimientos y demostraciones
fundamentales debidas á M. Pasteur. Pero desde 1862 á esta parte,
esto es, desde hace 25 años, sus métodos, los de sus discípulos y
veces los de sus émulos, para recoger, contar, separar y cultivar los
organismos del aire, han hecho inmensos progresos. Los gérmenes de
la fiebre amarilla, del cólera, de la rábia han sido hallados, cultiva-
das, y establecídose vacunas ó métodos curativos ó preventivos sobre
ellos, estableciéndose hospitales costeados por la suscricion de todas
las naciones civilizadas. Es el estado de lo que se sabe hasta hoy res—
pecto de estos gérmenes lo que vamos á exponer, por más que parezca
esto una digresion, puesto que la medicina no entra en nuestro cua-
dro. Pero entra la higiene y el conocimiento de la vercad en todo,
quees lo esencial. Además, si es pertinente dar á conocer los orga-
nismos del mar, ¿por qué no lo ha de ser el dar á conocer los orga—
nismos ó habitantes de la atmósfera, la cual entra necesariamente en
nuestro cuadro ?
Se ha ensayado el recoger directamente los gérmenes atmosféricos
proyectando una delgada red de aire sobre sustancias viscosas y ge—
latinosas que las recogen al pasar, Reveil, Pouchet, Cuningham y so-
bre todo el doctor Madox, han imaginado aeroscopos y pulviscopos.
Aquí nos limitaremos á hacer mencion del debido al doctor Mi-
quel, que es el más perfeccionado. Este doctor es gefe del servi-
cio bacterimétrico en el observatorio de Montsouris, en Francia. Una
lámina de vidrio cuadrillada, untada de vaselina y encerrada en
una caja metálica atravesada de una hendija en la cual el aire
es aspirado merced á una tubuladura. Esta lámina es arrastrada por
un movimiento de reloj, detal modo que en las doce horas, sus doce
divisiones pasan sucesivamente delante de la hendija de aspiracion.
El aire que pasa así al través del instrumento, es medido á su salida.
El se precipita sobre la lámina, la cual, gracias á su viscosidad, detie-
ne al paso todas las partículas que él tiene en suspension. Solo queda
entónces por enumerar bajo el microscopio los polvos minerales y los
ANAL. SOC, CIENT. A. T. XXVII 12
178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA -
organismos que han venido á pegarse sobre la lámina. Se han podido
hacer de este modo observaciones comparativas y asegurarse que los
números de esos organismos aéreos pasan por dos máxima, en Paris,
de las 6 á las 8de la mañana, y de las 6 á las 8 de la tarde, y con dos
mínima á las 2 dela mañana y á las 2de la tarde.
Se han hecho conocer en cuanto es posible en grabados, estos orga-
nismos del aire. « Hé aquí, dice M. A. Gautier, de quien tomamos
estos datos, cristales atmosféricos de sulfato de soda y sulfato de cal.
Hé aquí aerolitos minúsculos, polvo de hierro venido del espacio.
Estas fibras lisas son fibras de lino; hé aquí fibras de algodon y de
lana. Basta verlas al lado, para diferenciarlas. Hé aquí dos clases de
féculas; la del haba de los ciénagos y la de frisoles; no que se en-
cuentren en el aire, pero ellas son el tipo de esas granulaciones de
almidon azulables por el iodo, que el aire toma al pan, á la harina
del trigo ó á la de las leguminosas ; granos de almidon que se encuen-
tran muy á menudo enlos polvos atmosféricos, y que M. Pouchet ha
encontrado hasta en los sepulcros de las necrópolis del antiguo Egipto.
« Hé aquí ahora algunos pollens, polen de malva, de petuna,
de gladiolas, de plátano, de imatophylla mintatum, recogidas en
el aire de Paris. Hé aquí las escamas epidérmicas ligeras de un
pequeño insecto, el Lepasma saccharina. Se encuentran á menudo
sobre el .aeroscopo las laminillas elegantes que forman la harina
del ala de las mariposas. Hé aquí un grupo de pleurosigmas varia-
das. Estos diátomos los forman las conchas silicosas de infusorios
minúsculos que el aire transporta por todo, y de los cuales por
mi parte, he encontrado algunas especies en el aire de Paris. Hé
aquí algunas preparaciones de estas diatomeas soberbias, las unas
redondas, las otras angulares. En fin, hé aquí dos muestras de al-
gas, no de esas que más á menudo se encuentran en la atmós-
fera, sinó dos tipos propios para haceros conocer esta gran familia,
notable por la presencia de la clorofila en estas células. Son las Spy-
rogyra inflata, una alga de agua dulce, y los esporos del Equisetum
con sus elateres desarrollados, que les permiten movimientos que se
creerían casi voluntarios y qué aseguran en caso de necesidad, su
transporte aéreo.
En cuanto á las bacterias ó schyzoophitos que se han adherido á la
lámina viscosa del aeróscopo, ellas son demasiado mínimas y dema-
siado débilmente refringentes para que podamos apercibirlas directa-
mente; volveremos á ellas luego. Los aeroscopos y los instrumentos
análogos, son aparatos cualitativos. Ellos permiten percibir sobre
FISIOORATÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 179
todo, los organismos adultos, pero ocultan los que son demasiado pe-
queños, ó que no están aún desarrollados. Si los esporos y los mice-
liums de los mohos son visibles, los de las bacterias Ó schyzoophytes
y las bacterias mismas no lo son. En todos los casos los aeróscopos
no tienen otro objeto que suministrar datos aproximativos Ó compa-
rativos, sobre la pureza ó impureza del aire y sobre la naturaleza de
sus organismos principales, de sus mohos y de sus polvos minerales.
Pero cuando se quieren recoger y enumerar todos los gérmenes, no
se hace uso entónces de los aeróscopos; se recurre entúnces á barbo-
teurs ó zambullidores de líquidos, en los cuales el aire abandona, al pa-
sar, todos los corpúsculos que tiene en suspension. El método que se
emplea en Montsuris consiste en hacer circular un volúmen conocido
de aire en el agua esterilizada, contenida en un pequeño matraz de
vidrio de tres tubuladuras. Una de las tres tubuladuras está destinada,
al final del esperimento, á permitir la distribucion en los diversos
terrenos de cultura de los frascos de sementera el agua del matraz
cargada de los microbios debido al pasage del aire. Este aparato ha
sido perfeccionado por M. Gautier.
Cuando se quieren cultivar ó enumerar los microbios del aire ó de
las aguas, se ponen á hinchar por un momento en el agua esterilizada.
En seguida se desparrama en su superficie agua, ó mejor, caldo sem-
brado de microbios; se coloca todo bajo una campana de vidrio con
un poco de agua para mantener la atmósfera húmeda. Se poneá la
estufa de 35” 4 40% la caja de cultura con sus papeles sembrados.
Los microbios no tardan en germinar sobre la materia nutritiva de
los papeles; al cabo de 445 dias, cada esporo ó microbio ha formado,
en torno de él, una especie de colonia; se puede entónces separar,
cada uno de estos islotes, de los islotes vecinos, y si es necesario se
toma una porcion minúscula para cultivarla aparte. Las obras espe-
ciales contienen facsimiles de estas culturas sobre papel; se pueden
fácilmente contar las colonias y por el cálculo deducir la cantidad de
esporos ú de bacterias que existían en el aire primitivamente filtrado;
correspondiente á la cantidad de líquido que ha servido para sembrar
la hoja, ó más bien el número de microbios que, en los pocos dias
que ha durado la cultura, han podido desarrollarse sobre el papel
nutritivo.
Los puntos verdes, limitados por contornos netos, bien recortados,
son colonias bacterianas; las manchas más ó menos redondeadas,
menos subidas, de un tinte desigual, generalmente más claras en su
centro, son los micelvums de los mohos, que radían de un centro que
180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
es el punto mismo en que el esporo se ha fijado y ha comenzado á ger-
minar. Pero no hay que olvidar que hay muchos de estos organismos .
que se desarrollan muy bien en los diversos medios líquidos de cul-
tura apropiados, ó que acaban por germinar alcabo de los 15 6 20
dias, aun entónces que se rehusan á vivir sobre las jaleas mejor pre—
paradas, á menos de ser depositadas en gran número y en el estado
adnlto. Asi se ven los gérmenes atmosféricos mostrarse, en suma,
poco numerosos sobre el papel de jalea nutritiva y sobre la gelatina,
peptonizadas ó no. Este método no puede pues suministrar resulta-
dos absolutos, ni exactos. El modo operatorio de Koch, consistente
en cultivar los microbios sobre gelatina nutritiva, no'es de lo mejor
cuando se trata de revivificar todos los gérmenes y contarlos. Por el
contrario, dá muy buenos resultados cuando se quiere separar cada
una de las especies de colonias que han podido desarrollarse.
Ahora procederemos á señalar esos mecanismos del aire que desar-
rollan las culturas, mediante su fotografia, desentendiéndonos al
mismo tiempo de los corpúsculos minerales, y de aquellos vegetales
como los polen, y los despojos de vegetales y animales que no son su-
ceptibles de reproducirse. Por ahora nos limitaremos á mostrar los
mohos y las bacterias. Comenzaremos por estas últimas, cuyas foto-
erafias son conocidas. Hé aquí primero los micrococcus más simples,
y sinembargo, no por esto los menos peligrosos: coccus, aislados; di-
plococcus, reunidos dos ádos ó estrechados en su medio; stretococcus
ó coccus en rosarios ; sarcines ó telracoccus, asociados en cubos ó aglo-
meraciones cúbicas. Estos son los agentes activos de las fermentacio-
nes pútridas. Seles encuentra por todo: en el aire, en los líquidos
putrefactos, en el estómago de los grandes mamíferos. Hé aquí las
bacterias en bastoncillos móviles Ó inmóviles, cortos, sin núcleos;
las bacteridies ó bacilos más largos, la mayor parte inmóviles y
conteniendo generalmente núcleos interiores. El bacilo atmosférico
representado en una lámina conocida ha sido recogido sobre los Alpes,
en 1884.
Hé aquí los microbios de la enfermedad carbonosa, llamada entre
nosotros grano malo, en el estado de bactérides propiamente dichas,
muy conocida en las fotografias, con los micellvum de núcleo que han.
desarrollado por su cultivo en el serum de la sangre. Hé aquí los v2-
briones de la sangre pútrida. M. Davaine, ha demostrado que des-
plegan una actividad tanto más funesta, cuanto con más frecuencia
han pasado de un organismo á otro, de conejo á conejo, por ejemplo.
Despues de 25 culturas sucesivas, un trillonésimo de gota de esta
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 181
sangre, mata uno de estos animales en 24 ó 48 horas con todas las
formidables apariencias del envenenamiento septisémico. Concíbese
el peligro de los detritus provenientes de los animales septisémicos,
carbonosos ó afectados del grano malo, cuando sus despojos secos
pueden ser arrebatados por los vientos bajo la forma de corpúsculos
gérmenes. Tal debe ser la verdadera y única acepcion científica del
término miasma. Suponiendo que ese veneno obre sobre el hombre
en las mismas dósis que sobre el conejo, bastaría una cantidad de
este vírus equivalente 4 un diez mil millonésimos de gramo, para ma-
tar un adulto. Un milígramo de este vírus bastaría pues para hacer
desaparecer á todo el género humano.
Hé aquí, en fin, los microbios en espira ó espirales, que se encuentran
en muchas infusiones, y algunas especies de los cuales parece que
son los que trasmiten las fiebres intermitentes y palúdicas. Entre
los mohos y los hongos microscópicos, los primeros que se presentan
son las levaduras, que son los que más se aproximan en los organismos
bacterianos, pero que se desarrollan sobre todo como licores acidula-
dos; los fermentos de la cerveza son redondos y elípticos, dando cada
uno de ellos cervezas especiales; la eclíptica pertenece á las cervezas
Ó licores alcohólicos más violentos y más vivos en alcoholes tóxicos.
Hé aquí, por otra parte, la mycaderma vins, que forma en la superfi-
cie del vino esas costras blancas que queman lentamente el alcohol y
lo convierten en agua y ácido carbónico. Entre los hongos propwa=
mente dichos del aire, se cuenta el Rhrzopus mgricans con sus largos
brazos productores de esporos. Este hongo constituye los mohos ne-
gros del pan. Hé aquí el Licoperdum giganteum, y entre los hongos
más formidables para la riqueza pública, el ordv%um y el famoso mal-
dew (Peronospora viticola) enemigo que hasta este momento asola
los viñedos franceses. Vive en la madera y bajo la epidermis de las
hojas de la viña que aniquila.
En fin, entre las algas propiamente dichas, reconocibles por su
clorofila, se presentan no menos como especies aéreas, que como
tipos de esta bella y gran familia de los acotiledonios que se encuentra
á menudo en el aire, el Xanthidium armatum y el Nostoc, lo mismo
que ésa alga marina que no nombraremos aquí sinó por la belleza de
sus formas, pero que no se ha encontrado en la atmósfera.
Terminaremos fijando rápidamente los resultados estadísticos de
esas largas investigaciones, é indicando la significacion é importancia
que puede tener para nosotros la constatacion de la existencia en el
aire de esos millones de organismos microscópicos que nos rodean y
182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
nos asedian, por decir así, con sus legiones. En Montsouris se ha lo-
grado constatar una série de medias anuales en esporos de mohos, al-
gas, levaduras, confervas, etc., cerca de 15 individuos por litro de
de aire. Cada 24 horas aspiramos más ó menos 10 metros cúbicos de
aire atmosférico. Son pues unos 150,000 gérmenes de mohos los que
aspiramos en media por dia aún saliendo á respirar el aire relativa-
mente puro de la campaña, y un millon por lo menos en el interior
de nuestras ciudades y de nuestras casas.
Estos números varían con las estaciones. Se hallan en máxima en
estío y en mínima en el invierno. Se ha encontrado:
Medida de mohosidades
por litro de aire
Invierno....... TOO DRA Ie ONO
PEIMAgera A ERA OR 0d OE
SO Retos de O LS
(ANA a doo RA E PORAsE A AIDNOSS
Estos resultados indican que en general las temperaturas elevadas
favorecen la produccion de los esporos de mohosidades; su número
se eleva tambien mucho á consecuencia de las lluvias y de la hume-
dad. El aire de nuestras habitaciones contiene una cantidad de espo-
ros muy variable. En los lugares no habitados es débil; aumenta con
el menor movimiento por los barridos, las idas y venidas, el encen-
dimiento de las chimeneas, etc. Estos esporos caen y se fijan sobre
todos los objetos que nos rodean; ellos forman una parte notable de
esos polvos banales que se hallan sin cesar en contacto con nosotros.
En el parque de Montsouris, es decir, sobré el lindero sudoeste de
Paris, la media anual de bacterias atmosféricas ha sido de 750 por
metro cúbico de arre. No hay pues sinó una bacteria en cada 4 1/¿=
litros de aire. Estas bacterias aumentan en estío y disminuyen en
invierno. Se tiene por métro cúbico :
Media de bacterias
por metro cúbico
IO VÍBORA das Ia IS 633
Primavera e A EA de NE ; 433
E A E e oo 825
MIO can hise le RR SO OS 0 1083
Durante los períodos lluviosos las bacterias del aire desaparecen
en parte; éllas se hacen por el contrario más numerosas con la 8e-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 183
quedad. En Paris, al penetrar en las calles centrales las bacterias
aumentan mucho. En el interior de la ciudad se encuentran en canti-
dad por lo menos diez veces mayor que en sus alrededores. Dentro de
las casas el aire es muy abundante en bacterias. Se encuentran de 10
á 20 veces más que en la campaña. Por el contrario, el aire de la
cima de los grandes edificios, de los altos lugares, y sobre todo el
aire del mar, no contienen sinó pocos organismos. Hé aquí algunas
cifras que pueden servir para fijar las ideas sobre el grado de pureza
ó impureza relativa del aire en que vivimos. Añadiremos que las bac-
terias deben ser más abundantes en el viejo continente, que en el nue-
yo, y más en el hemisferio boreal, que en el austral.
Bacterias por metro cúbico
Aire del Mar Atlántico tomado á mas de 100 kilómetros de
las costas...... NA OI AAA AO. o oc UbO OE 0.6
Aire tomado á menos de 100 kilómetros de las costas, media 1.8
Aire de las altas montañas (de Frendenreich) de......... 100
Aire de Paris en la cima del Panteon......... OS 200.0
Aire del parque de Montsouris (media de 5 anos)......... 480
Aire de la calle de Rivoli (media de 4 años)............ ; 3.480
Aire de las casas nuevas de Paris, de 1883......+........ 4.500
Aire de las cloacas de Paris (en 1880)...... ASS 6.000
¡Aire delas ¡casas viejas de Paris cone aa as 36.000
Aire del nuevo hospital de Paris. 1880............... ¿o 40.000
Aire del hospital de la Piedad (interior)........... odas 79.000
Del pequeño cuadro que precede tomado al Anuario de Montsouris
para 1885, se sacarían muchas conclusiones sobre la higiene y la
eleccion de las habitaciones, porque Paris representa aquí todas las
ciudades del mundo. Me timitaré á señalar tres. La primera es que
el mar es el gran medio desinfectante del globo: devora los microbios
y no los vuelve más. La segunda es que bajo el punto de vista por lo
menos de la salud, de la luz y de la pureza del aire, habitar los pisos
superiores de las casas equivale á habitar la campaña. La tercera es
que conviene la yentilacion y el aseo incesante de nuestras habitacio-
nes; y que para las paredes de las habitaciones es preferible el blan-
queo incesantemente renovado, á los empapelados y culgaduras, que
pueden convertirse en semilleros de microbios, polillas y miasmas de
toda especie. Por igual principio convienen más los pisos lisos y que
sean fáciles de lavar, que los alfombrados, sobre todo que los alfom—
brados viejos y desaseados. Estas conclusiones son sobre todo apli-
cables á los hospitales y á las escuelas.
184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Es sobre todo en los empapelados y en las colgaduras permanentes
y sobre todo en los alfombrados viejos, donde se depositan innumera”
bles batallones de esporos, de gérmenes y de microbios de toda especie
que, mezclados con algunos despojos de naturaleza mineral, consti-
tuyen esos polvos que invaden nuestras casas, lluvia inevitable que
introduce en nosotros el óvulo del insecto que devorará nuestros li-
bros, nuestros vestidos y nuestros muebles; el esporo que amohosa é
infecta el aire y el alimento; la bacteria, inofensiva á veces y á ve-
ces mortal. Y si hay curiosidad de saber lo que un gramo de estos
polvos de nuestras habitaciones contiene en microbios en el estado
vivo, bastará citar los números siguientes:
Número de bacterias
por gramo de polvo
En el Observatorio de Montsouris..... EA SEA 755.000
CudaNua. s SAS RA .. 1.200.000
Ciudad vejabaris) e ate o os aio . 2.100.000
Es así como en ese abandono, en esa inercia engañosa del polvo de
nuestras ciudades, viven como adormecidas, miriadas de gérmenes
prontos á animarse y á realizar su obra de miseria, devastación y
muerte.
No hay sin embargo, que alarmarse Cemasiado; la desecacion, la
aereacion, la luz hacen perecer cada dia un número inmenso de mi-
crobios; el barrido, el lavado, los cuidados higiénicos envian batallo-
nes á la calle y á los sumideros. Además si los hay muy peligrosos,
los hay tambien felizmente y en mayor número, inofensivos. Hasta
aquí, los diversos organismos bacterianos recogidos en el aire de Pa-
ris y cultivados en el caldo, la leche, la orina, los peptones, el serum
de la sangre, el jugo de la carne, etc,, é inyectados-á los animales no
han hecho nacer ninguna de las enfermedades infecciosas conocidas.
Hay sin embargo que tenér presente, que pocas enfermedades huma-
nas de microbios son directamente trasmisibles á los animales, y
vice-versa.
Tampoco es menos cierto que la difteria, la erisipela, las fiebres erup-
tivas se trasmitan á la distancia; el cólera puede ser difundido por
el aire y el agua mediante la propagacion del bacilus-coma de Koch,
que el carbunclo 6 grano malo se trasmite sea al contacto, sea por
transporté aéreo, con el auxilio de la bacteria carbonc:a de Devaine;
que la fiebre tífus se propaga por las deyecciones líquidas de los en-
fermos, y sin duda despues de su disecacion, por le polvos secos que
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 185
de ellas provienen. Parece tambien que las fiebres palustres y la
fiebre amarilla tienen cada una su microbio específico que puede
transportarse á la distancia. Así, aunque jamás se hayan podido
trasmitir á los animales ninguna de esas enfermedades (muchas de
las cuales por cierto no atacan sinó á la especie humana), por la in-
yeccion de culturas de microbios aéreos, nose ha constatado menos
que las variaciones de las bacterias atmosféricas y los casos de mor-
talidad por enfermedades epidémicas, se hallan en relacion muy for-
mal. Los dos fenómenos siguen la misma marcha; ellos aumentan 6
disminuyen más ó menos juntos. Los periódicos suelen publicar cua—
dros gráficos desu marcha diurna, mensual y anual, como se hace
con la temperatura. Recomendamos los cuadros del higienista M.
Miquel. Los espacios sombreados reproducen las variaciones hebdo-
madarias de las bacterias en el espacio de tiempo indicado. La línea
quebrada plena de arriba dá en las mismas épocas la mortalidad por
enfermedades cimóticas, en la ciudad de Paris. Se vé con algunas
irregularidades á las dos curvas marchar paralelamente.
Pero si hay microbios destructores, los hay tambien benéficos.
Los unos, como las levaduras, preparan nuestras bebidas fermenta”
das, ó comunican á nuestro pan las cualidades de gusto y de fácil di-
gestion que se desean; otras suministran el vinagre, maduran los
alimentos y contribuyen directamente á nuestra digestion; otros
como el bacillus amylobacter, apoderándose de los detritus vegetales,
engordan con ellos, transformando estos despojos que cubrirían inú-
tilmente el globo desde millares de siglos, en ácidos láctico y butí-
rico solubles en las aguas. Es en este humus fecundante preparado
por los hacillus que los vegetales llegarán á tomar'una parte de la
sustancia que van á organizar de nuevo. Los otros como los microbios
de la nitrificacion, atacan los resíduos de la putrefaccion de las ma-
terias azoadas, las oxidan, las transforman en salitre, que traen á
la planta bajo forma asimilable, el ázoe indisvensable á la produc-
cion de la nueva célula del boton y del grano; otras en fin, por un
milagro del génio humano, transformados de agentes temibles en
vacunas bienhechoras, habitúan por decir así á los organismos ani-
males á las enfermedades virulentas atenuadas, y los hacen capaces
de soportar los ataques de sus mortales enemigos.
Así vemos á esos pequeños seres, pero Cuyo número es legion, rea-
lizar contra nosotros, para nosotros y á veces por nosotros, su obra
destructora Ó bienhechora, desempeñando su rol en ese ciclo cerrado
de la vida del mundo, en que todo nace, se desarrolla y desaparece
186 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
para renacer bajo otra forma. Tal es la ley. La materia como la.
fuerza, se transforma incesantemente, y la muerte de unos, es el
principio de la vida de otros seres. De los despojos del animal supe
rior al microbio, del microbio al vegetal, del vegetal al herbívoro y
al carnívoro; así todo gira en este círculo infinito. El filósofo como el
poeta, lo han entrevisto ó cantado desde muchos siglos. Este es jus-
tamente el pensamiento de Lucrecio en su bello poema De natura re-
TUN...
Mudat enim mundi, natura lotius tas...
IX
FENÓMENOS FÍSICOS Y LEYES DE CIRCULACIÓN ATMOSFÉRICA. — ORIGEN
Y DIRECCION DE LOS VIENTOS, SU DURACION Y DIVISIONES. — ZONAS
DE CALMAS. — ANILLO ECUATORIAL DE NUBES.
Ahora que conocemos la constitucion física del aire, pasaremos á
ocuparnos de sus fenómenos. Los más notables de ellos son los vien-
tos, los cuales circulan sobre la tierra formando diferentes bandas ó
zonas. Lo primero que haremos será enumerar esas zonas de vientos
que la observacion práctica ha demostrado existir en el mar, y las
cuales con lindes más ó menos marcados se estienden tambien á la
tierras, circuyendo de este modo por completo nuestro globo. Supo-
niendo que una nave parta de Greenland en el norte, siguiendo el meri-
diano de las Islas Shetland, al recorrer sucesivamente los paralelos
de unos 60? de latitud (en los dos hemisferios), tendrá que atravesar
toda una série de diversas bandas Ó zonas de vientos y calmas alter-
nativas, cortándolas casi en ángulos rectos, en el siguiente órden:
1% Al partir se hallará en la region de los vientos del sudoeste ó
contra alisios del norte, llamados contra porque soplan en la direc-
cion de donde vienen los alisios de su hemisferio respectivo; 2% Des-
pues de cruzar los 507, y hasta llegar al paralelo de los 35? de lat. N.,
se encontrará en la zona de los vientos Occidentales, una region en
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 187
la cual los vientos del sudoeste y los vientos del noroeste se dispu-
tan el dominio con casiigual persistencia y con naturaleza tan opuesta
como sus direcciones, pues mientras los del sudoeste y oeste son tí-
bios, húmedos y suaves, los del noroeste son frios, ásperos y violen-
tos; 3 En seguida, entre los 35” y 30% grados se encontrará una
banda de vientos variables y de calmas; estos vientos dan la vuelta
de toda la rosa náutica, soplando en término medio, tres meses de
cada region de la brújula en el año. Nuestra nave se encuentra en
estos momentos en lo que los ingleses llaman The horse-latitudes
alturas del caballo. Hasta allí los vientos más prevalentes han sido
los del Oeste; pero al atravesar la banda de calmas de Cáncer, nues-
tra nave tocará alturas en que los más prevalentes serán los opues-
tos, esto es, los vientos del Este; 4” Pasando de allí, nuestra nave
penetrará en la region de los alisios del nordeste, que ahora se hacen
los vientos prevalentes, hasta llegar al paralelo de los 10? de latitud
Norte, entrando en la zona de las calmas ecuatoriales, que como las
otras zonas de vientos presenta límites fluctuantes ; 5” Esta zona
comienza al atravesar el paralelo delos 5 de latitud Norte pa-
sado el cual los alisios del sudoeste prevalecen, continuando ellos
hasta el paralelo de los 30% de latitud Sur; 6% Aquí se presenta
la zona de calmas de Capricornio, donde, como en la de Cáncer, se
encuentra de nuevo en una regien de vientos mudables, brisas ligeras
y calmas, y en donde los vientos del Oeste se hacen los vientos pre—
valentes; 7” Entre los paralelos de los 35% y 40? latitud Sur, los
vientos del noroeste y del sudeste combaten con igual poder por el
predominio; 8” Pasando de los 40? de latitud Sud, se presentan los
vientos del noroeste del hemisferio meridional, prevaleciendo allí
hasta donde las observaciones alcanzan, probablemente hasta el
polo Austral. Tales son los más notables movimientos de los vientos
sobre la superficie del mar.
En consecuencia, á fin de tratar sobre el sistema general de.la cir-
culacion atmosférica, comenzaremos por investigar donde residen los
agentes que imparten á este sistema su fuerza dinámica. Evidente-
mente residen cerca del Ecuador de un lado, y en las regiones de
los polos del otro. Por consiguiente, si en vez de confinar nuestra
atencion á los vientos de la superficie, y á su prevalencia relativa en
cada uno de los cuatro puntos, dirijimos nuestra atencion á las cor-
rientes superiores é inferiores, y á los movimientos generales de ida
y Vuelta entre el Ecuador y los polos, llegaremos á comprender me-
Jor los movimientos generales de esta gran máquina. Tomado bajo
188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
este punto de vista el sistema de los vientos en su conjunto, las ob-
servaciones de los navegantes nos muestran que desde el paralelo de
los 30% á los 35? á uno y otro lado del Ecuador, tenemos estendiéndo-
seen torno del globo terrestre dos zonas de vientos perpétuos, á sa-
ber: la zona de los alisios del nordeste en el hemisferio boreal, y la
zona de los alisios del sudeste, en el austral. Con ligeras interrupcio-
nes, estos vientos soplan perpétuamente; siendo tan firmes y tan cons-
tantes como las corrientes del rio Mississipi, moviéndose siempre en
la misma direccion, escepto cuando son desviados por algun desierto
ó region lluviosa, que aquí ó allí los hacen degenerar en Monsones ó
en brisas de mar y tierra. Como esas dos corrientes principales de
aire soplan constantemente de los polos al ecuador, se puede con se-
guridad suponer que el aire que mantienen en movimiento debe voi-
ver por un medio cualquiera á ese lugar de los polos de donde él pro-
cede á fin de mantener en constante actividad los alisios. Si así no
sucediese, estos vientos agotarían pronto las regiones polares, acu-
mulando toda la atmósfera sobre el ecuador, y en seguida cesarían
de correr por la falta de aire para seguir soplando. |
Esta corriente de retorno, por consiguiente, puesto que corriente de
retorno debe haber, debe hallarse establecida por las regiones supe-
riores de la atmósfera, por lo menos hasta llegar á esos paralelos en-
tre los cuales los vientos alisios llegan á soplar sobre la superficie.
La corriente de retorno tiene además necesariamente que moverse en
una direccion opuesta al viento cuyo lugar vá á ocupar en el polo. Es-
tas corrientes y contra-corrientes sufren además una desviacion que
las hace moverse en una curva espiral Ó loxodrónica inclinándose al
oeste á4 medida que pasan marchando hácia el este más ligero que la
tierra. Ella en consecuencia parecerá un viento que sopla del sudoes-
te, marchando hácia el nordeste, y exactamente en direccion opuesta
al otro. Escribiendo sud en lugar de norte, el mismo efecto tiene lu-
sar en nuestro hemisferio austral.
Tal es el procedimiento como estos dos grandes sistemas de corrien-
tes atmosféricas tienen lugar en realidad enla naturaleza ; y si toma-
mos los movimientos de estas dos partículas como el tipo del movi-
miento de todas tendremos una ilustracion de las grandes corrientes
del aire, el ecuador hallándose cerca de uno de los polos, y existiendo
por lo menos dos sistemas de corrientes, una superior y otra inferior,
entre el ecuador y cada polo. Halley, en su teoría de los vientos ali-
sios, fué el que dió primero la llave de esta esplicacion enlo que res-
pecta á la circulacion atmosférica. Pero evidentemente ella no era
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 189
sinó una parte incompleta de la esplicacion real, pues en caso de ser
una verdad en absoluto, no se conocerían sobre la tierra, sinó un vas-
to alisio del nordeste estendiéndose del polo norte al ecuador; y un
vasto alisio del sud de los polos al ecuador, y en la direccion opuesta
al moverse del ecuador hácia los polos. Este desviamiento es ocasio-
nado por la rotacion de la tierra sobre su eje. Ahora pasaremos á
describir los efectos de la rotacion diurna sobre la direccion de los
vientos alisios,
El globo terrestre sabemos, gira de occidente á oriente. Ahora si
suponemos una partícula de la atmósfera en el polo norte, donde sé
halla en reposo, puesta en movimiento en la direccion del ecuador en
línea recta, fácil es conjeturar cómo esta partícula de aire, viniendo
del eje mismo de la rotacion diurna, donde no participa del movimien-
to diurno de la tierra, debe á consecuencia de su vis 2mertice, hallar
al globo terrestre conforme avanza al ecuador, deslizándose por de-
bajo de ella, como quien dice, yentónces, para los que caminan sobre
la superficie, ella parece venir del nordeste, en direccion del sudoeste;
en otros términos, será un viento, no del norte, sinó del nordeste. Por
otro lado, es fácil concebir cómo una partícula igual de atmósfera que
parte del ecuador para ocupar el puesto de la otra sobre el polo, pa-
recerá, al dirigirse al polo, á consecuencia de su vas 2nertice marchar
al este, soplando del polo austral al ecuador, con sus respectivas con-
tra-corrientes calientes superiores. Pero en realidad, las cosas no se
pasan completamente y simplemente de este modo en nuestro planeta.
Para comprender bien lo que en realidad se pasa, tenemos que vol-
ver á nuestra partícula en movimiento del polo norte, por ejemplo, si-
guiéndola en toda su ronda del polo norte al ecuador; de este al polo
sud y su vuelta de allí. Partiendu de las regiones polares esta partí-
cula de aire, al viajar pesadamente del polo al ecuador en forma de
viento norte, por la influencia de la rotacion terrestre de un lado y de
la temperatura del otro, que la hacen desviarse, como hemos visto,
y elevarse poco á poco hasta trepar á las regiones superiores de la
atmósfera, hasta llegar á la zona entre los 35” y 3%. Allí encuentra,
en la region de las nubes, la partícula hipotética que viene del ecua-
dor en la direccion del polo para ocupar el lugar dejado vacante. Al
encontrarse en esta banda de los 35” á los 30” (encuentro que se es—
plica por qué el aire del ecuador enfriado y el de los polos calentado
el uno desciende y el otro sube al mismo nivel que es el de su densi-
dad) en la region de las nubes, estas dos partículas chocan la una con
la otra con toda la fuerza de su poder motriz, y neutralizándose allí
190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
por su choque, producen una calma y una acumulacion de atmósfera:
acumulacion que es suficiente para contrabalancear la presion de las
dos corrientes del norte y sud. Debajo de este banco de calmas que los
marinos ingleses llaman The horse latitudes, dos corrientes superfi-
ciales de viento son espelidas ó estraidas, una hácia el ecuador, que
son los alisios del nordeste ; la otra hácia el polo, en forma de contra-
alisios, como «viento de pasage» ó de sudoeste. Estos vientos se des-
lizan en la superficie inferior de la region de las calmas, y por consi-
guiente el sitio del aire arrebatado de este modo, debe ser suplido,
debemos inferirlo, por corrientes de descenso del aire superior cum-
bente en la region de las calmas. Como suzede en una caldera de
agua espuesta al fuego que presenta dos pares de corrientes en di-
recciones opuestas, descendente un par, que viene á derramarse en
el fondo, y ascendente el otro par, que viene á vertirse en la superfi-
cie, resultando un movimiento del agua para abajo; asi el movimien-
to del aire en esta zoua de calmas.
- El barómetro, en esta region de las calmas, se presenta más ele-
vado que se muestra al sud óal norte de ella. Y como la presion bajo
esta zona de calmas es mayor que en ambos costados, la tendencia
del aire en ella debe ser á deslizarse en uno y otro lado;las dos cor-
rientes de aire prevalecen en esta region, provienen pnes, de estas
causas, resultado quelos hechos señalan, como la razon lo demuestra.
Siguiendo pues, nuestra partícula imaginaria de aire, desde el norte
á través de esta zona de calmas de cancer, la percibimos moverse en
la superficie de la tierra en calidad de los vientos alisios del nordeste,
y en esta calidad continúa hasta llegar cerca del ecuador, donde se
encuentra con otra partícula igualmente hipotética que, partiendo
del polo sud, al mismo tiempo que la otra partía del polo norte, ha
soplado como los alisios del sudeste. Aquí, en esta zona ecuatorial
un nuevo encuentro, un nuevo choque tiene en consecuencia lugar,
lo cual dá margen á otro conflicto de vientos y á otra region de cal-
mas, porque un viento nordeste y un viento sudeste no pueden sóplar
á la vez en el mismo lugar. Las dos partículas habiendo sido puestas
en movimiento por la misma potencia, se encuentran con igual fuer-
Za; y por consiguiente, en el lugar de su choque son detenidas en su
Carrera. Allí, por consiguiente, existe en teoría como en realidad, una
zona de calmas, las calmas ecuatoriales, como existen las calmas de
Cáncer y las calmas de Capricornio. Calentados en esta zona por el
doble procedimiento del sol y delos vapores en vía de condensacion,
y comprimidos álos costados por toda la fuerza de los alisios del nor-
SA A cis
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 191
deste y del sudeste, estas dos partículas tomadas como tipo de la
masa total, cesan en su movimiento horizontal y suben. Esta opera-
ciones el reverso delo que tuvo lugar en la zona de calmas entre los
paralelos de los 35” y 30” ¿ambos lados del ecuador. Allí el aire frio y
pesado descendió. Aquí, el aire caliente, rarefacto y comprimido la-
teralmente tiene por fuerza que subir.
Siguiendo pues, la imaginaria partícula que dejamos trepada á las
regiones superiores de la atmósfera, viajan allí como contra-corriente
de los alisios del sudeste, hasta que cerca de la zona de calmas del
Capricornio, seencuentra con la otra partícula que viene del polo sud ;
este encuentro produce un descenso por la razon que ya hemoses-
puesto; y de allí sigue marchando en la direccion del polo sud como
viento de superficie del noroeste. Al penetrar en las regiones polares
oblicuamente, se halla comprimida por partículas análogas que flu—
yen tambien por corrientes oblícuas en la misma direccion siguiendo
todos los meridianos; resultando allí de esta presion otro nodo ó zona
de calmas; porque á medida que nuestra partícula imaginaria se
aproxima á los paralelos inmediatos 4 las calmas polares cada vez más
oblícuamente en combinacion con las otras, hasta describir allí un
torbellino que constituye un verdadero viento circular del polo; fi-
nalmente, al llegar al borde de la zona de calmas, es conducida ya en-
friada y condensada por la violencia del torbellino á las regiones su-
periores, donde comienza de nuevo su flujo hácia el ecuador como cor-
riente superior, hasta alcanzar la zona de calmas de Capricornio; allí
encuentra á sus compañeros que vienen del norte; se detienen, bajan
y fluyen como corrientes de superficie, y aquella con la cual viajamos
con la imaginacion, hasta la zona de calmas ecuatoriales como alisio
del sudeste ; aquí sube, viajando de allí á la zona ds caimas de Can-
cer como una contra-corriente de los alisios del nordeste. Allí cesa de
ser una corriente superior, pero descendiendo viaja con los vientos de
pasage del sudoeste en la direccion del polo. Tal es el círculo incesan-
te y eterno en que la masa atmosférica se mueve y se agita sin cesar.
El diagrama que suele darse delos vientos en las obras especiales,
hará comprender mejor á la simple vista todo el procedimiento de esta
circulacion. :
Por lo demás, á medida que los vientos de superficie se aproximan
á los polos deben producir nuevas mudanzas en sus masas aéreas, á
consecuencia de su proximidad á los polos. Porque á medida que se
aproximan á estos los paralelos se hacen cada vez más pequeños y la
presion de las moléculas aéreas debe ser cada vez mayor, como las del
199 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
líquido que entra en la parte estrecha del embudo. Este exceso de
presion debe necesariamente hacer que la corriente de superficie su-
ba para arriba, por más que allí se sienta la contrapresion del frio
glacial ó absoluto del espacio, soplando allí con mayor rapidez; ó bien
una parte de la masa precipitada y comprimida esarrojada para atrás
y forzada á volverse antes de alcanzar la zona de las calmas polares.
La observacion ha demostrado que esto último es un hecho entera-
mente conforme con la teoría. En efecto, los navegantes han compro-
bado queen el Atlántico, por ejemplo, los alisios del sudeste, soplan
en término medio, durante el espacio de un año, 124 dias entre los
paralelos de los 30? y 25? sud, y que á medida que se aproximan al
ecuador su duracion anual media aumenta hasta llegar á los 5? sud.
AMlí entre los 5% y los 10? de latitud meridional, soplan en término
medio 329 dias de los 365 dias del año.
Ahora llega el caso de formular la cuestion : ¿De dónde viene la
masa atmosférica que suministra aire á los alisios del sudeste durante
329 dias del año ? Los alisios no pueden conducir estas nuevas masas
de aire al travez del paralelo de los 25? sud durante el tiempo que les
está acordado soplar anualmente en esa latitud. No lo pueden por
las siguientes razones : 1? porque los vientos alisios de la latitud de
los 52 son más fuertes que se muestran en la latitud de los 25, y por
consiguiente en tiempos iguales, lanzan mayores masas de aire al tra-
vés de los 5? que lo hacen al través de los 25? ; 2* porque la zona de
la tierra cerca del ecuador es mayor que la que se encuentra en los
95”; por consiguiente admitiendo iguales alturas 4 iguales velocida-
des para los vientos de los dos paralelos, en tiempos iguales pasará
más aire al través del de mayor circunferencia. Por consiguiente,
mucho menos puede el aire que atraviesa el paralelo de los 25? sud,
anualmente en los 124 dias que durante los vientos alisios de esa lati-
tud, ser suficiente para suplir de aire á los alisios en la latitud de
los 52 durante 329 dias del año. ¿De dónde vienen la sextra-masas de
aire quelos abastecen en el 5” paralelo ? 3* entre todas las partes del
océanodonde los vientos alisios obtienen un mayor desarrollo en el océa-
no Atlántico, es entre los paralelos de los 5? y 107 de latitud sud, por-
que es solo allí donde adquieren una duracion anual sin rival de 329
dias por término medio. Pero refiriéndonos ahora ála duracion anual
media de los vientos alisios del sudeste en todos los mares, para me-
jor ilustracion, podemos asimilar esta zona de vientos que rodea la
tierra, entre los paralelos de los 5? y 25" de latitud sud, al frustrum
de un cono hueco consu base dirigida hácia el ecuador.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 193
Ahora, dividiendo todos los vientos en solo dos clases, los vientos
que contienen norte, y los vientos que contienen sud (Vorthing and
Southing, como dicen los marinos ingleses) la observacion práctica
nos muestra en toda la redondez de la tierra, que los vientos que
contienen sud soplan en ó hácia el estremo menor ó meridional de
este cono durante 209 dias; soplando por el contrario del estremo
norte ó mayor durante 286 dias. Ellos resultan salir del estremo
mayor con mayor velocidad de aquella con que penetran en el estre-
mo menor.
Pero nosotros supondremos que la velocidad de salir y de entrar
sea la misma, solo para un mejor esclarecimiento. Durante el resto
del año, ó bien los vientos que contienen norte penetran en el estre-
mo mayor, ó salen del estremo menor del supuesto cono, ó no sopla
ningun viento: esto es, hay calma. Ahora si suponemos solo para
hacer la ilustracion más palmaria, que los vientos conteniendo norte,
y los vientos conteniendo sud, mueven iguales volúmenes de aire en
iguales tiempos, se pueden sustraer los dias del uno de los dias del
otro, averiguando de este modo si sale más aire del uno, del que
entra por el estremo del otro. Los vientos conteniendo norte, soplan
en globo del estremo mayor durante 72 dias; y los vientos conte-
niendo sud soplan 146 dias del año del estremo menor. Ahora si
sustraemos el número total de vientos conteniendo norte que soplan
del estremo menor ó meridional, del número total 209, conteniendo
sud, que entran, tendremos, para la cantidad que debe pasar ó salir
(lel paralelo de los 25? á los 5%, el volúmen espresado por el poder
de transporte de los vientos alisios del sudeste en la latitud de los 25"
por 63 dias (209 — 1466 =3). De igual modo obtenemos en términos
análogos, una espresion para el volúmen que estos vientos conducen
al estremo mayor ó ecuatorial, y hallamos contener tanto aire como
el que los vientos alisios del sudeste pueden transportar al través del
paralelo de los 5% sud en 214 dias (28— 672= 214).
Además : los vientos alisios del sudeste son más fuertes cerca de los
límites ecuatoriales. En efecto, al atravesar estos el paralelo de los
5” saliendo de esta zona, parecen ser más fuertes que cuando pene-
tran en ella. Pero suponiendo que la velocidad en cada paralelo sea
la misma, teniendo tres tantos más de aire conteniendo sud, saliendo
de esta zona en costado ecuatorial, como conteniendo sud hallamos
penetrar en el costado polar. De esto resulta claramente que si todo
el alre proveniente de los vientos del sudeste ó del sudoeste que
penetran en la zona de los vientos alisios del sudeste cerca de sus
ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXVII 13
194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
confines polares, debieron salir de su márgen ecuatorial como vien-
-tos alisios del sudeste entre estos dos paralelos delos 5” y delos 109
de latitud sud, la deficiencia anual de aire aquí sería el volúmen
necesario para proveer á los alisios durante 151 dias (214— 63 =51).
Por la velocidad media de los buques de vela navegando con los vien-
tos alisios, se sabe que la marcha ordinaria con los vientos alisios
del sudeste en el Atlántico es, entre los paralelos de los 5” y 10% de
6.1 nudos por hora; y de 5.7 nudos por hora entre los 25" y 30?.
Ahora ha llegado el caso de contestar á la cuestion: ¿De dónde
viene la masa de airé que abastece á los vientos alisios del sudeste ?
Del exámen de los hechos que hemos enumerado se deduce que los
vientos alisios del sudeste de nuestro globo espulsan anualmente al
través de los paralelos de los 10% y 5% de latitud sud en 285 dias,
por lo menos dos veces mayor volúmen que el que anualmente espe-
len al través del paralelo de los 25% en 139 dias. Ahora bien, á la
cuestion de donde viene ese exceso, esa masa de aire extra, la res-
puesta es obvia: esa masa de aire viene de arriba; y de esta manera
á saber, los vientos alisios del sudeste, al lanzarse de los 25? sud há-
cia el ecuador, obran sobre el aire superior como un remolque de abajo.
Al atravesar, acercándose al ecuador, paralelos cada vez mayores
de circunferencia, estos vientos precipitan y hacen retroceder de las
contracorrientes del aire superior la masa de aire suficienie para
suministrar pábulo á corrientes de vientos de superficie cada vez ma-
yores y cada vez más fuertes.
Las masas de aire que los vientos alisios vierten en la zona de cal-
mas ecuatoriales se eleva, y tiene que correr como una supra-corriénte,
para hacer lugar á la que los veintos alisios vierten incesantemente
para abajo. Ellos lo arrastran al lado de los polos, y tienen por consi-
guiente que hacerlos retroceder á los polos las corrientes superiores.
En su travesía ellos cruzan paralelo tras paralelo, cada uno mas
pequeño que el otro en circunferencia, llevando el calor tan agradable
á los séres vivientes en los climas polares. Las zaetas curvas f, y
y 7 s duplicadas, se hallan destinadas á representar en el diagrama
de los vientos indicados, esta separacion y retroceso del aire de las
corrientes superiores de los vientos alisios para abajo.
Segun investigaciones practicadas desde mucho tiempo, la fuerza
media y duracion anual de los vientos alisios del sudeste en el Atlán-
tico puede fijarse de este modo para cada zona ó banda, desde los
30? de latitud en ancho hasta los 52 del Ecuador, para la zona
entre los paralelos de'
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA D£ LOS MARES DEL GLOBO 195
Duracion anual Fuerza N* de observaciones
O 124 dias 5.6 millas 19.817
25" y 20 Es E 157 » DE 2» 20.762
iban 180 244» 5.9 >» 17.844
IO e de 295 » 6.3 >» 14.422
OA 329 » E ES 13.714
dde SEE 60 » 15.463
Resulta, pues, los vientos alisios del sudeste en el Atlántico soplan
con la mayor regularidad entre los 10? y los 5% de latitud; y con la
mayor fuerza entre los 10” y los 157.
Por lo demás, el aire, por el procedimiento de separacion indi-
cado, circula y se regenera circulando. Hay por consiguiente una
tendencia constante en las masas aéreas que estas corrientes
superiores arrastran á los polos para ser allí refrigeradas y conden-
sadas, para allí separarse por un exceso de presion y retroceder.
Así la corriente superior se halla siempre pronta á suplir á los
vientos alisios, 4 medida que se aproximan al ecuador, con aire,
exactamente en el punto necesario, y en cantidades suficientes para
satisfacer á la demanda. ¿Pero cómo es precipitado de arriba para
abajo? se dirá. Esto ya lo hemos esplicado en otra parte. Aquí solo
diremos que este aire superior, habiendo suministrado al anillo de
nubes ecuatorial con vapores suficientes para sas nubes y con la
humedad necesaria para sus lluvias, fluye en la direccion del polo en
condicion de aire comparativamente seco. Ahora bien, el aire mien-
tras más seco es más pesado. Este aire seco y pesado es por consi-
guiente el más adecuado para volverse atrás con los vientos alisios,
impartiéndoles esa elasticidad, esa frescura, ese vigor por el cual se
han hecho tan famosos, y que los hacen tan agradables; eliminado
de los contra-alisios, es un aire húmedo, y por consiguiente más
elástico. :
Del lado de los polos, en los paralelos de los 35” á los 40”, y en
los contra-alisios, un procedimiento diverso de eliminacion y retro-
ceso tiene lugar. Allí los vientos soplan en direccion á los polos;
marchan cada vez más apretados de paralelos de mayor á paralelos
de menor circunferencia; mientras la corriente supericr de retorno
hace lo contrario; ella se ensancha con la creciente circunferencia
de los paralelos y su curso se hace más holgado y más fácil, dando
lugar y por consiguiente atrayendo más aire; mientras la corriente
inferior que se estrecha cada vez más se halla más oprimida é impul-
496 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
sada por consiguiente á eliminar cada vez más aire de sus vientos. El
aire eliminado de la corriente superior de los alisios esel seco, el
cual desciende á unirse con los vientos de abajo; en el último caso,
es el aire húmedo y más ligero por consiguiente, el que es elimi—
nado por la corriente de abajo, enviándolo arriba, á unirse con la
corriente superior.
Esto último tiene lugar subre todo en nuestro hemisferio austral,
donde todo en contorno del globo, entre los paralelos de los 40? y 65?
casi no hay otra cosa que agua. En esta gran zona austral, los vien-
tos se hallan en contacto durante todo su curso con una superficie
evaporante. Ahora bien, el vapor acuoso es mucho más ligero que el
aire atmosférico: á medida que este vapor se eleva, él se entrevera
con las partículas de aire, algunas de las cuales transporta consigo,
produciendo al través del flujo horizontal del aire con los vientos,
numerosas pequeñas columnas ascendentes. A medida que estas co—
lumnes de aire y de vapor suben, la presion superincumbente dismi-
nuye, el aire se espande y enfria, ocasionando precipitacion ó con-
densacion de los vapores. El calor puesto en libertad durante este
procedimiento, espande aún más el aire, ocasionando de este modo
aquí y allí en esas regiones, y donde quiera que llega á llover, intu-
mesencias, como quien dice, de la capa de viento inferior; la cor-
riente superior, rasando sobre estas protuberancias, las arrastra en
su curso hácia el ecuador, y así tenemos otra reserva y otro cons-
tante entrevero. Las zaetas corvas h, y, k y su duplicado, se hallan
destinadas en el diagrama de los vientos que hemos indicado, 4 re-
presentar esta elevacion de los contra-alisios y su retorno con la cor-
riente superior.
Supongamos por un momento que el aire se haga visible, sin dejar
de ser trasparente, á fin de poder ver la circulacion de las diferentes
capas de los vientos, lo mismo que el momento en que el aire es
eliminado para pasar de un estrado á otro. Solo se podría comparar
el espectáculo presentado entre la capa superior y la inferior de estos
vientos, al embate de una sucesion de largas olas á medida que vienen
deslizándose desde el mar y estrellándose una tras otra sobre la ribe-
ra. Ellas ondean y se desvanecen, dejando la cresta de sus blancas
espumas en la playa; pero agitando sin embargo el mar y mezclando
sus aguas, de manera á confundirlas y 4 dar á todas la misma apa-
riencia.
En el mero hecho de su existencia la circulacion atmosférica hace
comprender su importancia. Si las leyes y fuerzas físicas que presi-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 197
den en la materia imponen una constante circulacion y una constante
mezcla de las diferentes partes del agua en el mar, á fin de evitar la
estagnacion, y de conservarla en un estado salubre para sus habi-
tantes; y para que pueda desempeñar convenientemente las diversas
funciones é incumbencias de su naturaleza en la economía terrestre
¿cuánto más imperativa no llega á hacerse con relacion al aire? Está
más espuesto á corromperss que el agua; la estagnacion es más per-
judicial para él. Es al mismo tiempo la eloaca y el laboratorio de
todo el dominio vegetal y animal de la naturaleza. Por su elasticidad
y ligereza, él: se halla dotado de una movilidad estrema; esto hace
una ley en él la perpétua circulacion y entrevero de sus diversos
ingredientes. La esperiencia personal nos enseña tanto más esto,
cuanto se halla de manifiesto la necesidad y conveniencia de la ven-
tilacion de nuestras habitaciones y ciudades; siendo bien conocida
la saludable influencia del aire fresco, y las deletéreas cualidades que
adquiere una atmósfera confinada. En consecuencia, siendo el resul-
tado de la circulacion de los vientos la contínua mezcla y entrevero
de las partículas atmosféricas, ¿sería posible á la inteligencia huma-
na, el concebir el establecimiento de circuitos para ella más conve-
nientes y completos de los que realmente existen en la atmósfera de
nuestro planeta en armonía con su forma?
Como una necesidad física, la circulacion vertical del aire no pa-
rece ser menos importante que su movimiento horizontal, que llama-
mos viento. Lo uno trae necesariamente lo otro. El viento, cuando
sopla al través de paralelos de latitud, como siempre debe suceder,
escepto en el ecuador, porque sopla en arcos de grandes círculos, y
no de pequeños, crea una circulacion vertical atrayendo sea el aire de
las regiones superiores, ó eliminándolo y forzándolo por el vapor de
agua de abajo para arriba en las corrientes inferiores, segun que el
viento se aproxima al polo ó ecuador. Resulta entónces que los mo-
vimientos verticales y horizontales en el aire son consiguientes á la
naturaleza de este y dependen los unos de los otros; hallándose tan
ligados esos dos movimientos en sus conexiones, segun lo hemos
visto, como la causa ásu efecto. Los movimientos de arriba para
abajo, y de abajo para arriba en los fluidos son consiguientes el uno
del otro importando movimientos laterales. El mar con sus vapores
es la gran máquina que dá un movimiento ascendente al aire. Tan
luego como se forma vapor acuoso, él se eleva; el aire resiste su
ascension; pero es más ligero que el aire y por consiguiente, arrastra
consigo á las partículas resistentes del aire, produciendo de este
198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
modo una columna ascendente en la atmósfera. El aire inmediato
llega á ocupar el espacio del que ha sido arrebatado por el vapor, y
de este modo se produce una corriente de aire que es el viento. El
viento originado por esta fuente solamente es generalmente tan ligero,
que apenas es perceptible.
Pero cuando el vapor ascendente, al encontrar una sorriente supe-
rior de aire frío, llega á condensarse, poniendo en libertad su calor
latente en las regiones superiores del aire, las más espantosas borras-
cas suelen ser el resultado, segun lo hemos visto al hablar del (Go/f-
Stream, dinde este fenómeno es comun, ó mejor, permanente.
Ahora supongamos que la superficie de la cual el vapor aludido
surge, ó aquella en la cual es condensado, sea bastante vasta para
producir una corriente de aire á la distancia; supongamos, por ejem-
plo, que este sea un oblongo que se estienda de este á oeste en cierta
region, por ejemplo, en la zona templada del hemisferio norte. El
viento que llega corriendo de la parte sud se hallará en la categoría
de los contra-alisios del hemisferio sud, á saber: pasando de los para-
lelos grandes á los más pequeños, y dando lugar á columnas ascen=-
dentes ; mientras la del costado norte, moviéndose en una direccion
opuesta, se ocupa, como los vientos alisios, en acarrear aire de arriba,
produciendo columnas descendentes.
Las corrientes superiores de la atmosfera se descubren porel mo-
vimiento de sus nubes. Hállanse estas dispuestas por estrados ó capas
unos encima de otros. Las nubes de cada capa son arrebatadas por
los vientos e.1 una direccion y con una velocidad peculiar á su esta-
do. Cuantas de estas corrientes superimpuestas de aire, pueden existir
entre el fondo y la estremidad de la atmósfera, solo se conocen por
conjetura y por las observaciones de algunas ascensiones aerostáticas.
En estos últimos años, debido á una catástrofe célebre, la del Kraka-.
toa, en Java, que lanzó á las regiones superiores de la atmósfera una
cantidad de vapores acuosos recalentados, la elevacion de nuestra at-
mósfera se ha encontrado ser muy superior á lo que antes se creia;
calculándose hoy una elevacion superior á 50 millas ó mejor, una
altura real aproximada de 100 millas. Por lo demás, son muchas las
corrientes que suelen verse á la vez en las regiones superiores del
aire. Son como los piñones y dientes de la maquinaria atmosférica.
Ahora bien, la tendencia del aire puesto en accion, es de moverse en
arcos de grandes círculos, y como todos los grandes círculos que pue-
den trazarse sobre el globo tienen que cruzarse unos á otros en dos
puntos, es evidente que las partículas atmosféricas que se transportan
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 199
como viento deben tener todas sus líneas de marcha en direccion
divergente ó convergente, y que por consiguiente los vientos ó bien
deben precipitar el aire de arriba como los alisios, ó bien, como los
contra-alisios lanzarlo hácia arriba para formar corrientes superiores.
Ahora bien, la tendencia del aire puesto en movimiento, es á mo-
verse en el plano de un gran círculo, tendencia que se halla contra—
restada por las fuerzas de la rotacion diurna, ó por la presion del
viento cuando este sopla hácia un centro comun, como sucede en los
ciclones. De este modo las leyes del movimiento, la fuerza de la gra-
vedad y la figura de la tierra, todo se reune para imponer sobre cada
viento que sopla la necesidad ó de enviar su corriente de aire á las re-
siones superiores en virtud de la agencia del calor ó del vapor acuoso,
ó bien de precipitar desde las regiones superiores del aire su corrien-
te á la tierra por el enfriamiento ó el desecamiento. Añádase á esto
la accion de los remolinos atmosféricos ó tornados, la fuente de las
borrascas, las cuales atravesando el aire ó bien giran descendiendo á
la superficie en forma de remolino; ó descienden en forma de ciclon,
de tornado ó de huracan á revolver y agitar, entreverar y mezclar el
océano aéreo en una masa homogénea. Por esta perpétua evolucion,
esta contínua agitacion, movimiento, mezcla y circulacion, el involu-
cro gaseoso del globo es mantenido en ese estado de entonacion que el
bienestar del mundo orgánico requiere. Cada soplo que respiramos,
cada fuego que encendemos, cada hojade pasto que se desarrolla ó
decae, cada llama que brilla y quema, añade algo que es nocivo, 6
toma algo que es salabre del aire circundante. Todo respira ó vive
por su medio ó en su medio. Bien enérgicos deben ser pues los agen-
tes encargados de mantener la integridad química de la atmósfera, de
conservar sus proporciones, de equilibrar sus ingredientes y de con-
servarla en ese estado de integridad, equilibrio, armonía y salubri-
dad que asegura la existencia y el bienestar de todos los seres terrenos.
Ahora bien, uno de los efectos de las columnas descendentes es el
producir el frío. Los efectos de los súbitos fríos y calores atmosfé-
ricos son conocidos en toda la tierra; pues justamente es en estas
corrientes descendentes que tenemos la esplicacion de la causa de los
repentinos y severos cambios locales del tiempo. Estas zonas se es—
tienden á menudo de este á oeste más bien que de norte á sud; y ellos
proporcionan fríos y calores mucho más sensibles que el que pueden
conducir directamente las corrientes regulares del norte ó del sud,
del este ó del oeste. La condicion necesaria en Norte América para la
produccion de estos súbitos fríos, parece ser la existencia de un
200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
viento norte ó del noroeste de un ancho considerable de este á oeste.
Al dirigirse al sud, su tendencia es, si llega á grandes elevacio-
nes, á producir el descenso de aire frío de lo alto á la manera de los
vientos alisios; y cuando, como á menudo acontece, el aire precipi-
tado se halla seco y frío, sé tiene el fenómeno de una zona fría, con
tiempo más cálido al norte y al sud de ella.
Hay que buscar en la circulacion vertical de la atmósfera la espli-
cacion en parte, no solo de los calores y fríos súbitos, sinó tambien
en cierto modo de las estaciones de excesivas secas, como igualmente
de otros fenómenos con que todos nos hallamos familiarizados. A me-
nudo al atravesar nuestras cordilleras argentinas en el norte ó el
sud, se suelen encontrar corrientes de vientos cálidos que trepan
hasta las nevadas montañas. Corrientes de aire cálido suelen tam-
bien encontrarse de repente y á menudo en los valles chilenos y en
otras partes de América, y por consiguiente en el viejo continente
tambien. En las ascensiones en globo se suele igualmente pasar por
capas alternativamente calientes y frías, debidas tal vez á la desi-
gual radiacion de un lado, y á la liberacion del calor latente del vapor
del otro. Pues bien, cuando por cualquier circunstancia el aire de
esas capas de desigual temperatura desciende á la superficie, se pro-
ducirá necesariamente un subido descenso ó ascenso de la temperatu-
ra; un subido frío ó calor. Tenemos, pues, en el aire la existencia
comprobada de receptáculos alternativos para el frío y para el calor,
de donde puede descender á sorprendernos con sus súbitas visitas.
Por lo demás, las corrientes de aire caliente delas cordilleras no pue=
den tener otro orígen que en el calor puesto en libertad por los vapores
de los vientos alisios al resolverse en lluvia Óó condensarse en nieve.
XxX
DOBLE SISTEMA DE LOS VIENTOS ALISIOS EN LOS DOS HEMISFERIOS. —
LOS VIENTOS MONZONES, SU NATURALEZA, CAUSA Y DURACION. — MO-—
VIMIENTOS TORBELLINARIOS DE LA ATMÓSFERA.
Que los dos sistemas de vientos alisios son desiguales tanto en la
fuerza como en duracion y estabilidad, es un hecho que resulta de
numerosas observaciones. De esas mismas observaciones resulta que
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 201
la velocidad media de los alisios del sudeste que se estienden entre
el ecuador y los 30? de latitud sud, es de 8 millas por hora, duran-
do entérmino medio por el espacio cada año, de 227 dias no inter-
rumpidos.
Entre tanto,los vientos alisios del nordeste, que soplan entre
el ecuador y los 30? de latitud.norte, solo duran en el año 183 dias
no interrumpidos, con solo la fuerza indispensable para dar álos
buques una rapidez media de 5.6 millas por hora. En consecuencia,
ei resultado de estos hechos es la demostracion de que los dos siste-
mas de vientos alisios son tan desiguales en su fuerza como en
su estabilidad, los del sudeste sobrepujando en ambas circuns-
tancias.
Sin embargo, el sitio más caliente dentro de la region de los vien-
tos alisios no es el ecuador : es más bien el punto donde los dos vien-
tos se encuentran. De numerosas observaciones practicadas por la
marina de todas las naciones resulta que el borde sud de las calmas
ecuatoriales es medio grado centígrado más caliente que el borde
setentrional de esa misma zona de calmas. La estrema diferencia
entre las isotermas anuales que se hallan entre los paralelos de los
30” norte y de los 30% sud, entre los que se incluye la zona de los
vientos alisios, noexcede probablemente de 12” Fahrenheit (1* centm.).
Ahora bien, la dilatacion de la atmósfera debida á un cambio de 1?
centígrado en temperatura es de 12*/,%/,. Es decir, que si supone-
mos la altura normal de la atmósfera llegar á 100 kilómetros, en el
punto donde hay la diferencia señalada de temperatura, la atmósfera
alcanzará 1192 '/, kilómetros de elevacion. Sin embargo, solo */, del
calor directo del sol es absorbido en su pasage al través de la atmós-
fera. Los otros dos tercios son empleados en alzar vapores del nivel
delmar, 6 en calentar la corteza terrestre, para ser radiada de ella de
nuevo, ó en alzar la temperatura del aire y del mar por convexion.
El aire de la superficie de la tierra recibe más calor directo.del sol,
á medida que se asciende, recibe cada vez menos, y la consiguiente
temperatura se hace cada vez más uniforme; por manera que la altu-
ra dentro de los trópicos á la cual los rayos directos del sol ascienden
no es, segun se halla indicado por la razon, y segun lo señalan la
línea de las nieves permanentes en el Chimborazo, el Kilimandjaro y
otras montañas intertropicales, ni es muy grande, ni muy va-
riable.
Por lo demás, los rayos directos del sol solo tienen una muy limi-
tada parte en los fenómenos atmosféricos. Hay otras fuerzas que
202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
intervienen además, y estas consisten en la desigual distribucion de
la tierra, del agua y de las lluvias entre los dos hemisferios. Ellos:
derivan su poder del calor, es verdad; pero se debe principalmente.
al calor latente que es puesto en libertad durante el procedimiento
de la precipitacion. El vapor mismo á medida que se levanta del mar,
no es por cierto agente eficaz en la «produccion de los vientos, ni
ejerce poca influencia en la produccion de los vientos alisios. Ade-
más, sobre estos mismos, los vastos continentes y los vastos desiertos
ejercen una grande influencia. Así los vapores unidos con los rayos
directos del sol, si no existiesen influencias contrarestadoras, harían
que los vientos alisios del nordeste y del sudeste soplasen con una
fuerza igual. Pero existe en la region polar de los vientos alisios del
nordeste una inmensa área de llanuras áridas en donde caen y son
absorbidos los rayos solares, como tambien una inmensa área con-
junta de precipitacion. Estas dos fuentes de calor, neutralizan como
quien dice, los vientos alisios del nordeste; y cuando esas dos fuer-
zas se unen, como acontece en la India, son más que suficientes no
solo para neutralizar los vientos alisios del nordeste, sinó para rever-
sarlos, haciendo que los monzones del sudoeste soplen durante la mi-
tad del año, en vez de los alisios del nordeste.
Se vé pues, que los fuertes vientos y los grandes vientos, los hura-
canes, los ciclones y los tornados, no provienen solo de la accion
directa del sol; interviniendo otras causas segun lo acabamos de
espresar ; porque en efecto, esos grandes fenómenos atmosféricos no
tienen lugar ni con los mayores calores, ni con los cielos más despe-
jados. Por el contrario, es el invierno el período más borrascoso en
las regiones extra-tropicales del hemisferio norte; y en el hemisferio
sud las lluvias y los vientos van siempre acompañados ; no los vientos
y los bellos dias. Las brisas de mar y tierra espresan más del doble
del monto de la fuerza de viento que el calor directo del sol es capaz
de ejercer sobre los vientos alisios. Decimos más del doble, porque
en las brisas de mar y tierra la potencia productora del viento obra
alternativamente sobre la tierra y sobre el mar, en los platillos opues-
tos de la balanza; mientras, en los vientos alisios obra solo sobre un
platillo, el del mar; y la impresion termal que los rayos solares
producen sobre el aire, por el intermedio de la tierra, es mucho mayor
de la que producen cayendo sobre el agua.
Ahora llegamos al fenómeno de los fenómenos aéreos, á los movi-
mientos torbellinarios de la atmósfera, de que dependen las borrascas,
los tornados y los ciclones. La atmósfera, como es sabido, se halla
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 203
agitada por movimientos torbellinarios de eje vertical, que desempe-
ñan un rol muy importante en meteorología. Se distinguen los que
coinciden con las bajas presiones, de los que se producen en torno de
un máximo barométrico. Los primeros, segun opinion general de los
meteorologistas, son el asiento de un movimiento ascendente del aire
en las capas inferiores; los otros coinciden con el descenso del aire
hácia el suelo. Hacen algunos años, esta opinion basada sobre hechos
muy numerosos, ha sido combatida por M. Faye, segun lo hemos visto
en otra parte; el cual ha tratado de probar por analogía, entre lo que
pasa en las manchas solares y los torbellinos de la atmósfera, y por
la interpretacion de los hechos observados en las trombas, que los
torbellinos que coinciden con la baja del barómetro, son movimientos
giratorios descendentes, contrariamente 4 lo que se hallaba aceptado
hasta entónces.
Sin entrar en esas cuestiones, nos limitaremos á esponer aquí algu-
nos de los principales hechos observados que justifican plenamente el
modo de ver de los meteorologistas, apartando todo lo que es dudoso,
á finde que la opinion se forme más por la evidencia de los hechos
que por un feliz encadenamiento teórico. En consecuencia dejaremos
áun lado todo aquello que solo hace referencia al movimiento descen-
dente del aire en los máxima barométricos (aunque estos fenómenos
nos indiquen por analogía, que el aire debe elevarse en el mínimo de
presion), para limitarnos solo al estudio de las trombas, ciclones, etc.,
que tiene en vista M. Faye.
Los movimientos torbellinarios de eje vertical se presentan á nos-
otros en la atmósfera bajo aspectos diversos, bien que ofreciendo nu-
merosas relaciones entre sí. Se pueden considerar por una parte las
trombas y los tornados, y por otra los ciclones y las depresiones baro-
metricas. Los torbellinos más simples quese conozcan son los que se
forman en la zona templada un poco por todo, pero principalmente
en los caminos y espacios despoblados. Estos torbellinos que parecen
generalmente determinados por el encuentro de corrientes vupuestas
como se producen en los callejones, ángulos de camino, etc., son ma-
nifiestamente ascendentes, como es fácil asegurarse de ello, no por el
polvo que levantan, sinó por el que forma redes helicoidales perfec-
tamente visibles, dando un aspecto material al movimiento del aire,
que sin esto quedaría inapercibido. Se suelen observar en otoño tor-
bellinos de este género que arrastran hojas secas; á veces en el án-
gulo de un muro, los remolinos del viento hacen persistir estos movi-
mientos girantes bastante largo tiempo; en todos los casos los objetos
904 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
son levantados en el remolino, de manera que la existencia de un
componente ascendente en el movimiento del aire no podría ponerse
en duda.
Despues de estos fenómenos, y siguiendo el órden de su importan-
cia, hallamos los torbellinos de tierra Ó de arena de los desiertos,
las trombas de arena y las trombas en general. Hay una cierta distin-
cion que establecer en las trombas, por lo menos bajo el punto de
vista de su aspecto : las unas se producen con un cielo puro y poco
cargado de nubes, revelándose á nuestros ojos por la arena y los pe-
queños cuerpos que arrastran; los otros tienen lugar con gruesas nu-
bes, se ligan á ella y se hacen visibles por una vaina nebulosa, sola ó
asociada á cuerpos estrangeros (arena, heno, ramas de árbol, etc.),
Los primeros son frecuentes en los desiertos de los dos hemisferios,
en Egipto, en el Sahara, en el Turkestan, en la América Meridional.
M. Pictet, las ha estudiado muy-hien en Egipto y ha encontrado que
allí reinaba una corriente ascendente rápida, como ha podido asegu-
rase de ello colocando hojas de papel que él ha podido seguir en su
movimiento ascensional hasta una grande altura. La arena era aspi-
rada con el aire y formaba una vaina tan regular, que se podía apro-
ximar la mano á corta distancia sin que la arena salpicase el brazo ;
no se trata pues del polvo solevantado por el aire que se escapaba del
pié de la tromba, sinó de un movimiento regular que elevaba la arena
con el aire, y por consiguiente ascendente.
M. Teisserand de Bort, ha observado personalmente en Algeria,
en 18853, sobre las altas mesetas algerianas, cerca de Lambese, una
pequeña tromba de este género; presentábase bajo la forma de un
eran tubo de un diámetro más pequeño hácia la parte inferior. Este
tubo era hecho visible por el polvo que formaba sus contornos ; él al-
canzó unos 50 metros de elevacion, el cielo estaba puro, la insolacion
era viva; el fenómeno, ya completamente formado, cuando lo aperci-
bió, no tardó en desaparecer. Allí tambien el hecho de la formacion
de una vaina de arena, no puede esplicarse sinó por un movimiento
torbellinario ascendcnte. Se debe al ingeniero Beringer, que formaba
parte dé la mision Hattera, una observacion de trombas de arena muy
interesante. Citaremos testualmente el pasage de su informe al que
hacemos referencia.
« Los torbellinos más importantes se han presentado sobre nues-
tro pasaje, el 8 de Mayo en la brecha de Igharghar. Parecían tener
una centena de metros de elevacion. Su perfil era el de un
tronco de cono elevado, cuya punta se deslizaba sobre el sue-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 205
lo y cuya parte superior se ensanchaba bastante bruscamente y
se ostentaba en penacho en el sentido del viento. Su velocidad de
traslacion podía ser de una treintena de kilómetros por hora. El sen-
tido de la rotacion para algunos de ellos, se ha vuelto á la inversa á.
vista de ojo. Segun que pasaban sobre el gassi de arena terrosa, 6
sobre la nebka de materiales silicosos, su color era negro ó anaranjado;
el tinte se presentaba mucho más acentuado al pié que en la parte
superior. Este fenómeno de coloración era muy distinto. El se esplica
difícilmente con la hipótesis de las espirales descendentes, que asi-
mila la accion de los torbellinos al de un toro que hace volar en tor-
no suyo los despojos del suelo que socava.
El fenómeno de coloracion, conocido en los torbellinos de otros
paises, era debido evidentemente á las partículas del suelo solevanta-
des por el torbellino y que el aire arrastraba consigo al subir, esto es
lo que hacía visible el fenómeno mismo y en particular el fenómeno
de la giracion y la direccion de esta.
Si de las trombas de los desiertos pasamos á las de los países cul-
tos, hallamos que las pruebas en favor del movimiento ascencional
no por eso quedan menos bien demostradas. Hé aquí, segun M. Tar-
ry, un meteorologista bien conocido y que ya hemos citado en otra
parte, algunos detalles sobre un torbellino que se produjo el 16 de
Junio de 1877, enel prado de la comuna de Esper, á 10 kilómetros de
Cahors. A poca distancia se halla situada la habitación de M. Dupuis,
juez en el tribunal de Cahors, donde se encontraban muchas perso-
nas que han sido testigos del fenómeno. Se hallaban en la tarea de
la siega y el prado se hallaba cubierto de heno segado medio seco, es-
tendido en un espesor de cerca de 20 centímetros. El aire se hallaba
perfectamente tranquilo y el tiempo bello, de ninguna manera bor-
rascoso. De repente y sin que ningun ruido ó fenómeno exterior anun-
ciase una perturbacion atmosférica cualquiera, se vió que sobre una
extension muy restringida del prado el henó llegó á levantarse en for-
ma de ola. La superficie así agitada se estrechó, y se observó que el
heno se enrollaba girando sobre sí mismo. Uno de los testigos ha
comparado el movimiento con una alfombra que se enrolla. El rollo
de heno, una vez formado, se ha puesto de pié como solevantado en
el aire por una fuerza invisible; presentaba entónces unos tres metros
de alto, sobre 80 centímetros de espesor.
La persona que el acaso había hecho testigo del fenómeno desde el
principio y que no lo abandonaba con la vista, vió con gran sorpresa
el rollo de heno levantarse y parado hacer su ascension en el aire, ni
206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
más nimenos quese representan ciertos santosque han subido en cuer-
po y alma milagrosamente al cielo, con solo la diferencia que aquíel san
to era la paja del heno. Parecía como si este rollo moviente obedecie-
se áuna fuerza de aspiracion cuya accion se localizaba en aquel punto.
La ascension se hizoen masa hasta una altura de 40 metros más ó
menos, el rollo de heno estirándose y girando sobre sí mismo con un
movimiento helicoidal en forma de tirabuzon (papallote). En seguida
este tirabuzon siempre agitado porel torbellino, se ha desegregado
poco á poco continuando en subir de una manera completamecte ver-
tical, hasta una altura de 100 ó6 1460 metros, dividiéndose el heno y
desegregándose á medida que la masa se elevaba. A partir de este mo-
mento el movimiento ascensional ha continuado, mas el torbellino se
abría en embudo y las pajas del heno se dispersaban cada vez más.
En seguida llegados á una altura de cerca de 300 metros, las pajas
del heno se han dispersado por completo, volviendo á caer en forma
de lluvia sobre una superficie de 5ó 6 hectúreas. La ascension en el
aire ha durado de 15 á4 20 minutos. El fenómeno ha sido presenciado
por numerosas personas, las unas montadas sobre el terrado del casti-
llo, las otrassituadas en los campos. En tornodel prado ningun viento
violento se ha producido no habiendotenido lugar ningun destrozo ma-
terial. La cantidad de heno solevantada fué avaluada en SO kilógramos.
M. Tarry, añade: «Esta observacion muy séria, ofrece una dificultad
más para los que esplican la formacion yla traslacion de los tor-
bellinos por un movimiento helicoidal descendente. En este caso la
traslacion ha sido nula, y la compenente vertical, dirijida de abajo
para arriba, ha sido preponderante sobre los otros componentes del
movimiento».
Ahora llegamos á las trombas de vaina nebulosa, y citaremos la
que tuvo lugar el 7 de Junio de 1882, en Suecia, en el valle de Saby,
y que ha sido bien estudiada por M. Fineman, agregado al observa-
torio meteorológico de Upsal. Esta tromba ha sido observada por un
eran número de personas; estraemos algunos pasages característicos
de las deposiciones de los testigos: « En Taneryd, el torbellino se di-
vidió en dos brazos que se dirigieron ambos al este de la iglesia, pero
unoá mayor distancia de esta que el otro, para reunirse luego encima
dellago, cerca de la ribera. La columna así formada, que presentaba
una altura de unos 200 metros, sobre un diámetro de 50 metros, ab-
sorbió el agua de tal manera que uno de los testigos pudo descubrir
el fondo dellago hasta una gran distancia. El capitan Abergh asegu-
ra haber observado por las señales sobre las rocas en el borde del
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 207
lago de Sáby, que su nivel había descendido un met:o despues de la
aparicion de la tromba. Al pasar por el rio Ivasta ella absorbió mu-
chas columnas de agua « altas como unos árboles ».
« En la aldea de Taneryd, 4 personas trabajaban al aire libre. El
ruido general y el de los árdoles que caían llamaron por primera vez
suatencion; y cuando en el mismo momento una puerta se abrió para
afuera por la presion del aire, ellos acudieron para cerrarla; entónces
observaron que la casa comenzaba al mismo tiempo á moverse y á dar
vuelta ». Esa misma tromba arrebató los techos de muchos edificios,
los levantó en el aire y los hizo girar en el sentido inverso á los pun-
teros de un reloj. Estos destrozos producidos por la tromba son tam-
bien muy concluyentes en favor del movimiento ascendente del aire ;
los planos anexos á la memoria y que han sido estendidos por M. Fi-
neman sobre los lugares mismos, indican netamente un movimiento
convergente en el viento que ha abatido los árboles. La direccion ge-
neral en la cual los árboles han caido es incompatible completamente
cox2 la hipótesis de un movimiento descendente del aire en la tromba.
No se puede invocar aquí las preocupaciones, puesto que se trata de
un hecho material vbservado por un sabio.
El estudio de la tromba de Hallsberg, Suecia, hecho en 1875 por
M. Hildebrandsson, no es menos concluyente bajo el punto de vista
de la existencia del movimiento ascendente del aire. El sábio director
delobservatorio de Upsal, termina diciendo: que todas las devastacio-
nes han sido ocasionadas por una aspiracion de aire muy fuerte há-
cia el centro del meteoro, que avanzaba al mismo tiempo con gran
velocidad, y que por consiguiente hay que admitir la existencia de
una corriente ascendente en el centro de la tromba. En efecto, los ár-
boles y los despojos de casas se hallan todos proyectados hácia aden-
tro y un poco hácia adelaíte con relacion á la trayectoria. Si el mo-
vimiento del aire en la tromba hubiera sido descendente, habría sido
preciso que los árboles y los otros objetos hubiesen sido arrojados
para afuera, lo que es contrario á la afirmación». Se podrían citar
otros ejemplos de trombas, pero no harían sinó confirmar los que nos
ha revelado la tromba de Saby y la de Halsberg.
Si pasamos al estudio de los tornados, como se les llama en Améri—
ca, hallaremos tambien hechos que prueban que el movimiento Cel
alrees ascendente en estos meteoros torbellinarios. Se sabe que los
tornados se presentan bajo la forma de una gigantesca tromba, cuya
vaina nebulosa desciende más ó menos bajo; estos meteoros muy te-
midos en ciertas regiones de los Estados Unidos, producen efectos me-
208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
cánicos considerables, desvastándolo todo 4 su paso. Sin entrar en
el detalle de lo que tiene lugar cuando el pasage de un tornado, á
causa misma de la analogía de estos meteoros con las trombas, citare-
mos algunos pasages de una carta recientemente publicada, en la
cual M. Finley, encargado del estudio de estos fenómenos en el ser—
vicio meteorológico de los Estados Unidos, espone su modo de ver,
con pruebas en apoyo, sobre el sentido del movimiento del aire en los
tornados.
« Las condiciones meteorológicas que son probablemente predomi-
nantes en la formacion de los tornados, existen primero cerca de las
regiones elevadas de la atmósfera, y es así como la nube que comienza
descendiendo hácia la tierra, aumenta gradualmente en tamaño.
Cuando la nube en su marcha, ha tovado el suelo, el aire es aspirado
de cada costado de la trayectoria con una gran fuerza. Ninguna
observacion séria del barómetro ha sido hecha en los Estados Unidos
en la trayectoria de un tornado en el momento de su pasage. Prácti-
camente, es imposible entregarse á estas observaciones y un obser-
vador no puede aproximarse bastante cerca del torbellino sin correr
el riesgo de ser envuelto en su vorágine, cen gran peligro de su vida
y desus instrumentos. La obra de devastacion del meteoro es muy rá-
pida y el barómetro de mercurio ordinario no sería bastante sensible
para indicar semejantes variaciones, si le fuese posible resistir á la
violencia del torbellino. El área de baja presion principal, que pasa
sobre nuestras regiones durante la existencia de un tornado, no se ha-
lla caracterizado, sea por una fuerte gradiente, sea por un descenso
muy grande del barómetro. Estas dos condiciones no son absoluta-
mente esénciales para la formacion de los tornados, sinó que acompa-
ñan á una perturbacion general allí donde los tornados se pre-
sentan. <
«El desarrollo de los tornados depende mucho más de la forma de
la parte central del área de bajas presiones, que de la gradiente ó del
descenso de la presion. Los tornados se producen con más frecuencia
con una presion barométrica de forma elipsoidal, cuyo gran eje se
halla orientado del sudoeste al noroeste. Como prueba de la fuerza
centrípeta ejercida por el cuerpo nebuloso del tornado, mencionaré
este hecho,observado 4 menudo por personas situadas á alguna dis-
tancia de la trayectoria, que pequeños objetos como utensilios de
menage, aves, cajas, etc., son súbitamente atraidos (chupados, dice
literalmente) hácia la nube de una distancia desde 500 á 800 piés
bajo la influencia de una fuerza misteriosa é irresistible.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 209
Este es un motivo para grandes temores y alarmas en el espíritu
popular. Los objetos más pesados situados más cerca de la nube, son
destruidos con gran violencia. Al aproximarse la nube, los árboles co-
mienzan á encorvarse y son postrados por el suelo; los edificios son
conmovidos, los techos son arrancados, y los carros que se hallan en
reposo sobre los caminos, se ponen en movimiento con direccion al tor-
nado. En ciertos casos, en el momento del pasage del cuerpo nuboso
del tornado, los edificios estallan hácia el exterior á causa de la rare-
faccion súbita del aire en ¡las inmediaciones. El aire es arrebatado
tan rápidamente en el exterior de los edificios, que el equilibrio no
tiene tiempo de restablecerse, y el aire del interior hace irrupcion
afuera para tratar de ponerse en equilibrio de presion.
Este último hecho es uno delos que más prueban en favor del movi—
miento ascendente del aire en los tornados; es interesante su compa-
racion con los hechos análogos observados en el momento del pasage
de la tromba de Saby, en que las ventanas y las puertas del castillo
de Traneryd fueron arrancadas hácia el exterior.
Las trombas y los tornados son fenómenos demasiado fugitivos y
de un diámetro demasiado restringido para que puedan ser estudiados
fácilmente, y debemos juzgar de su mecanismo por los efectos que
producen, sin poder seguir metódicamente los movimientos del aire
en el interior del torbellino. Nosucede lo mismo respecto de los
ciclones, los tifones y las depresiones barométricas en general, las
cuales ocupan estensiones bastante considerables para que las obser-
vaciones meteorológicas nos permitan reconstituir el estado de la
atmósfera cerca del suelo durante su existencia.
El estudio de la reparticion de la presion barométrica y de la direc-
cion de los vientos, ha hecho reconocer que los ciclones, los tifones
y las tempestades de los países que recorren se hallan caracterizadas
por un mínimo de presion de forma más ó menos circular, en torno
del cual la presion vá aumentando de todas las partes. Las líneas
isobaras se hallan dispuestas en anillos concéntricos y los vientos
soplan en direcciones diversas en torno del centro de las bajas pre-
siones. Los trabajos de Reid, Piddington y Neidfield sobre los cielo-
nes y de M. Buys Ballot sobre la marcha del viento, con relacion á
las isobaras en el caso general, han conducido al descubrimiento de
lo que se llama la ley de Buys Ballot.
Segun esta ley, haciendo frente al viento en el hemisferio norte,
se tiene el centro de las bajas presiones á derecha y la presion vá
aumentando hácia la izquierda. Lo contrario tiene lugar en el hemis-
ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXVIII 14
90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
ferio sud. Así pues, el viento torbellinea en torno del centro de las
bajas presiones y el movimiento de rotacion del viento tiene lugar
en un sentido opuesto al de los punteros de un reloj en el hemisferio
porte, y en el mismo sentido que estos en el hemisferio sud. Para
simplificar, M. Buys Ballot ha formulado su ley como si el viento
girase en un círculo; pero en realidad, como él mismo lo reconoce, el
viento no puede girar en un círculo, sinó más bien describiendo una
verdadera espiral, estando probado que el aire forma un ángulo inter-
no con las isobaras.
Un poco más tarde, M. Ferrel, en América, ha publicado investi-
gaciones muy curiosas sobre el mecanismo de los fluidos. Otros tra-
bajos han venido á añadirse despues, y de este conjunto se desprenden
los ¡principios elementales de la mecánica de la atmósfera que se
hallan universalmente admitidos hoy. Estos principios son los si-
guientes :
42 El aire tiende, en virtud de la diferencia de presion, á escur-
rirse normalmente hácia las líneas deigual presion ó isobaras, y este
escurrimiento ó mudanza produce el viento. La importancia de la
diferencia de presion en un plano horizontal se espresa por la gra-
diente, que designa la variacion de presion barométrica por la unidad
de estension contada sobre la normal á las isobaras ;
9 La velocidad del viento es sensiblemente proporcional á la
eradiente;
3% El viento que debería seguir la direccion de la gradiente, es
desviado, á causa del movimiento de rotacion de la tierra sobre su
eje y de la fuerza centrifuga que se desarrolla cuando el aire tor-
bellinea.
El efecto de la rotacion de la tierra, como lo hemos hecho ver en
otra parte, tiende á arrojar hácia la derecha de su movimiento los
cuerpos quese mueven en el hemisferio norte, y hácia la izquierda
á los cuerpos que se mueven en el hemisferio sud. Por esto en el
hemisferio norte, los vientos que soplan hácia un centro de bajas
presiones, bajo la accion de un gradiente orientado del norte al sud
y que debería llevar esa direccion, se convierte en un viento de
nordeste. Un viento del este, se convierte en viento del sudeste, etc.
Como la gradiente es normal á la direccion de los isobaras, se vé que
el efecto de la desviacion del viento, apartándolo de la gradiente,
tiende á aproximarlo de la direccion de los isobaras, cambiando así
el movimiento plenamente centrípeto, en un movimiento torbellinario
ó de espirales, más ó menos inclinadas sobre la gradiente. Cuando el
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 211
viento torbellinea en torno de un centro de bajas presiones, el efecto
de la rotacion tiende á arrojar el viento hácia fuera, hácia la derecha
de su movimiento, lo que aumenta aún la desviacion y puede hacer al
viento casi paralelo á los isobaras.
Primero Ferrel, y despues Colding, Mohn y Guldberg, para no
citar sinó los primeros, han probado que el ángulo del viento y de
las isobaras, que se podría llamar el ángulo de convergencia, crece
cuando la latitud disminuye y cuando el frotamiento aumenta. En
efecto, el ángulo del viento y de la gradiente, que es el complemento
del del viento y las isobaras, crece con la latitud y disminuye cuando
el frotamiento aumenta.
Estos principios se aplican á los diversos movimientos torbelli-
narios de eje vertical de la atmósfera, y se verifican sobre todo los
que tienen un diámetro bastante grande para poder ser estudiados
en detalle. Al principio como solo se habrían tenido en vista los
ciclones que sé desarrollan sobre los océanos Ó los archipiélagos (con-
diciones en que el frotamiento del aire con la superficie de la tierra
se halla en mínimo), algunos autores admitieron que el movimiento
del aire podía ser circular, por consiguiente paralelo á las isobaras y
perpendicular á la direccion de lo que se ha llamado despues la gra-—
diente, cuando se reconoció que el movimiento real era en espiral; no
pudiendo haber gradiente en un círculo horizontal.
Dove fué uno de los más calorosos sostenedores de este modo de
ver; pero los autores de las leyes ciclónicas mismas, Nedfield y sus
sucesores, Reid y Piddington que, los primeros han estudiado los
ciclones con esmero, han declarado repetidas veces que se admite el
movimiento circular solo como una aproximacion'suficiente para la
práctica, pero que el movimiento real es en forma de espiral, de ma-
nera que la desviacion del viento hácia el centro alcanza hasta 22” en
un dia. M. Meldrun, en sus bellos estudios sobre los ciclones del Mar
Índico, ha dado áluz una memoria para refutar la teoría circular,
demostrando con numerosos ejemplos y diagramas, que los vientos
se hallan inclinados sobre la direccion de la gradiente que cae segun
el radio de las curvas isobaras; y por consiguiente que el aire con-
verge hácia la base de los ciclones del océano Indico.
En estos últimos años, los ciclones han sido estudiados con los
recursos quesuministran las redes meteorológicas modernas: en las
Indias por M. Elliot; en los mares de la China por el P. Deschevrens;
en las Antillas por el P. Vines. Estos tres sábios meteorologistas
han llegado á resultados análogos. M. Elliot en sus conclusiones
ey DA ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
sobre los ciclones del golfo de Bengala,.dice: « El movimiento del
aire en los ciclones tiene lugar segun una curva, y así la direccion
del viento en cada punto, no se halla en ángulo recto con la direccion
del centro; la trayectoria del aire es una espiral ». El P. Dechevrens
ha podido reunir en el Observatorio de Zi-ka-wés, un gran número
de observaciones recogidas de los buques de todas las nacionalidades
que surcan los mares de la China, en los faros chinos y los puertos
de aduana; con estos documentos él sigue desde 1878, esto es, desde
hace8 á 9 años, con gran esmero, todos los tifones de los mares de
la China. Resulta de las numerosas memorias que él ha publicado
sobre este mismo asunto, que estos meteoros presentan completa-
mente la forma ciclónica, y que el aire al torbellinear en torno del
centro tiene una componente centrípeta. Las citas que damos á con-
tinnacion son bien esplícitas: « Síguese, Ó más bien, dedúcese de
todas nuestras observaciones que, en las capas bajas del aire, las cor-
rientes son en parte centrípetas 6, más exactamente, describen. una
espiral más ó menos inclinada sobre el radio, mientras que en las
regiones superiores, el aire es divergente, como los cirrus lo han
probado en más de una ocasion. Hay pues, por fuerza que admitir
que el aire sube aproximándose al centro donde la presion es menor,
y descendiendo sobre el contorno del torbellino donde la presion es
más alta». El P. Vines considera los torbellinos como formaúos de
espirales convergentes ála parte inferior, circulares en la parte media,
con un aumento de velocidad y divergentes en las regiones superiores.
Así todos los autores que han estudiado en los lugares mismos los
ciclones y los que en Europa se han consagrado al estudio de los da-
tos y documentos obtenidos por numerosos observadores, están uná-
nimes en afirmar y demostrar por cartas, que el movimiento del aire
es convergente hácia el centro de) ciclon en las regiones bajas. El es-
tudio de las depresiones en Europa y en América, ha conducido á con-
clusiones idénticas; mas, aquí, como el fenómeno es frecuente y que
las estaciones meteorológicas son numerosas y bien distribuidas, se
han podido estudiar los torbellinos de la atmósfera con más detalles.
Muchos sábios se han propuesto determinar exactamente la trayecto-
ria de los vientos en torno de los centros, ó mejor, de las líneas de
bajas presiones; puesto que en el Atlántico Norte, es la línea de de-
presiones marcadas por la Gulf Stream, la que siguen de preferencia,
remolineando los ciclones y tornados que se escapan de los focos de
reacciones ecuatoriales, siguiendo las corrientes cálidas (que marchan
en direccion de los polos.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9213
Para obtener esto, se ha medido con esmero el ángulo entre la di-
reccion del viento y la de la gradiente tal como se le puede trazar so-
bre las cartas de isobaras.
Hé aquí los ángulos deducidos de estas observaciones:
Direccion Loomis Clement Ley Hoffmeyer Vientos entre
de la gradiente (América) (Inglaterra) (Dinamarca)
AlNorte caes 402,25 81,00 AASO Oeste y Sudeste.
Al Noreste..... 652,30
Al Oeste......- 57,54 70,00 602,30 Sud y Sudeste.
Al Sudoeste.... 61,00
PAS AR 42,33 591,00 67*,30 Este y Nordeste.
Al Sudeste..... 74,30
AUREA 31,12 722,00 771,30 Norte y Noroeste.
Al Nordoeste... 15,30
Angulo medio.. 48,00 69,30 69,11
Ya hemus visto precedentemente que el ángulo entre el viento y
las isobaras, variaba con la latitud y el frotamiento; tenemos la veri-
ficacion inmediata de este hecho en la inspeccion del cuadro de las
desviaciones.
En efecto, el viento en América se aproxima mucho más á la
direccion del gradiente que en Inglaterra y Dinamarca, lo que de-
pende sobre todo, de que la latitud en los Estados Unidos es inferior
á la de los otros dos países.
La influencia del frotamiento no es menos visible; esta es la razon
porque los vientos que más se apartan de la direccion de la gradiente
son, para la Inglaterra, los del Oeste y del Noroeste, que vienen de
alta mar; en Dinamarca los vientos del Norte y del Noroeste, y so-
bre el conjunto de los Estados Unidos los vientos del Sud que llegan
del Océano Atlántico; son los más desviados. Por el contrario los
vientos de la tierra, como los del Este, y del Sudeste, del Sudeste al
Sudoeste en Dinamarca, del Norte y Noroeste en los Estados Unidos,
forman con la direccion de la gradiente el más pequeño ángulo. El
efecto del frotamientu se halla además perfectamente indicado,
segun M. Clément Ley, por el valor medio del ángulo del viento con
la gradiente, que es de 617 para Londres, Notthingham, Oxford,
Bruselas, Paris, estaciones relativamente continentales; mientras
que llega 477911 en las estaciones más marítimas de Brest, Scilly,
Yarmouth, Pembroke y Holyhead, rodeadas casi por todo de super-
ficies de agua, en que el frotamiento del aire es mucho menor que en
tierra.
914 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
M. Hildebrandsson ha ido más lejos, habiendo tratado de preci-
sar la forma de las espirales del viento, girante en torno de un cen-
tro de depresion. Sus estudios muestran que estas espirales, como se
pensaba ya se aproximan mucho á la forma de una espiral logarít-
mica. Halla en efecto que el viento forma un ángulo casi constante
con la gradiente, cualquiera que sea la distancia del centro. Repre-
sentémonos con círculos concéntricos y zaetas, ya que no es posible
con sus números; más esto los reasume representando bajo una for-
ma gráfica, la marcha media del viento en la parte inferior de una de-
presion. En dicha figura (pueden ser varias, trazadas á voluntad), los
círculos concéntricos representarían las líneas isobaras. Partiendo
del centro de la depresion, se encuentran las isobaras de 740, 745,
750, 755. Los rádios del círculo indican la direccion de la gradiente;
las flechas la del viento. Así todas las observaciones muestran que el
movimiento del aire en la parte inferior tiene lugar del esterior há-
cia el interior de las depresiones barométricas, lo que es una prueba
evidente del movimiento ascendente del aire en estos torbellinos.
Al lado de estas pruebas absolutamente irrecusables y que se apo-
yan en lo que se pasa cerca del suelo, hallamos en la marcha de las
nubes manifestaciones muy claras del movimiento ascensional del
aire. En efecto, á falta de veleta las nubes que flotan en la atmós-
fera nos suministran un medio de determinar las corrientes superio-
res. Ya desde 1877 M. Hildebrandsson mostró que en Ja mayor
parte de los casos los cirrus divergen más arriba de las regiones de
las bajas presiones y convergen hácia la próxima barométrica; esto
comparado con los movimientos del viento inferior, prueba que el
aire, despues de haber marchado hácia las depresiones en las partes
bajas, se eleva poco á poco, torbellinando, alcanza una gran altura y
se derrama entónces divergiendo hácia las regiones vecinas, y en par-.
ticular, sobre las regiones de las altas presiones, donde vuelve á
descender por un movimiento inverso.
Entre la region de convergencia y la de divergencia, debe existir
forzosamente una zona en que el aire gira en espirales concéntricas,
pero helicoidales. Esto es lo que los trabajos meteorológicos más
recientes han demostrado. Segun Ley é Hildebrandsson, que han es-
tudiado los movimientos de los cirrus, estas nubes siguen una tra-
yectoria que varía cor la porcion de Ja depresion que se contempla.
Detrás y cerca del centro, sobre una bastante débil estension, mar-
chan hácia el centro; en todo lo demás, divergen; su divergencia
es máxima delante de la depresion. En los máxima barométrica, ellas
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 915
convergen y su convergencia más grande se produce detrás, es decir,
segun el hemisferio, al Oesté ó Este del centro de las fuertes presio-
nes. En cuanto á las nubes de la region media, como los cúmulos,
siguen una trayectoria casi circular, y responden más ó menos, á la
porcion del torbellino donde el movimiento del aire es concéntrico.
Así, el estudio de la marcha de las nubes á diversas alturas, ha ve—
nido á completar y confirmar lo que ya sabíamos por la observacion
del viento sobre el mecanismo de los movimientos torbellinarios en
las depresiones barométricas.
En resúmen, segun el conjunto de los trabajos meteorolójicos, ve-
mos: 1” que existen trombas ascendentes, sin negar las descendentes,
cuyos caracteres damos á conocer en otra parte; 2 que todos los tor-
nados conocidos dan pruebas manifiestas del movimiento ascensional
del aire; 3 que los ciclones, los tifones, las depresiones baromé-
tricas, grandes torbellinos atmosféricos, caracterizados por un des-
censo de la presion en el centro, son formados de filetes de aire con-
vergentes á la hase y divergentes en las regiones elevadas ; de donde
resulta materialmente probado que el aire presenta allí una compo-
nente ascendente.
XII
ESTUDIOS SOBRE EL CICLON EXTRAORDINARIO DEL GOLFO DE ADEN
EN 1855. ALTURA DE LAS NUBES SOBRE EL MAR
Como la mejor esplicacion práctica de lo espuesto, hablaremos de
la marcha y los estragos ocasionados por uno de los más recientes
huracanes que tuvo lugar en el golfo de Aden á principios de Junio
de 1885. En efecto, un telegrama de Aden, de esa época, publicado
por todos los diarios del globo, anunciaba que esa ciudad y el estable-
cimiento francés de Oboek, acababan de ser desolados por un hura-
can, en el cual todo hacía creer que el aviso francés Renard había
sucumbido. Un mes despues, las malas de Aden, de Bombay y de
Ceylan, señalaban pérdidas numerosas, señalando los nombres de al-
gunos vapores que habían atravesado el huracan; anunciaba tambien
9216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
que una cincuentena de hombres habían sido recogidos aquí y allí
sobre los despojos de sus buques naufragados.
Este ciclon es un acontecimiento tan estraordinario para los para-
ges en que su accion destructora se ha dejado sentir, que se han he-
cho estudios detenidos de éi, siendo uno de los más interesantes el
publicado en el pasado año, 1886 por el Vice-Almirante de Francia,
Clué. De él estratamos lo más esencial, compendiando naturalmente
para hacerlo entrar en nuestro cuadro. Cuarenta y dos grandes vapo-
res han atravesado este huracan, de los que 24 en alta mar y 19 en el
ancladero. Cinco delos más grandes vapores han perecido. En cuanto
á los buques menores de cabotaje, que son muy numerosos en esos
parages, ninguno de los que navegaban en el mar ha podido sal-
varse.
Entre las embarcaciones que han atravesado el huracan, el que
se encontraba más al Este es el steamer inglés, el Mergui. El ha
abordado el huracan el 30 de Mayo en la noche, á 250 millas al Este
de Socotra, y á unas 700 millas del canal de 9 grados, situado al Sud
de las Islas Laquedivas. Esta embarcacion, queriendo cortar la tra-
yectoria delante del centro, para penetrar en el semicírculo mane-
jable, se puso ingobernable, se acostó y pasó por el centro mismo que
quería evitar. Ha permanecido 18 */, horas en el huracan, cuyo diá-
metro era de 150 mil!las, la velocidad del centro sobre su trayectoria
siendo de 8 nudos. En seguida venía el vapor francés el Rouen, car-
gado de caballería para el Tonkin. Este buque aborda el huracan el
31 de Mayo á media noche, no lejos de la punta Este de Socotra. El
ha pasado por el centro á las 4 de la mañana, el 1? de Junio, y ha
perdido todas sus caballerizas y todos sus caballos, habiendo la mar
destruido y barrido todo cuanto se encontraba sobre el puente; la
marejada era tan enorme, que ha apagado los fuegos, entrando por .
la chimenea.
Entre la entrada del Rouen en el huracan y la del PFabert, que
navegaba más al oeste, han transcurrido 12 horas; la distancia es de
104 millas, loque dá para el centro una velocidad media de 8,7 millas
Esto dá 144,5 millas para el diámetro del huracan durante su pasage
sobre el Rouen. El buque de guerra francés Fabert ha recibido el hu-
racan á 50 millas al noroeste de la punta de Socotra. Su comandante
confiesa que es difícil exponerse á las ráfagas que llegan cargadas de
agua y de arena, produciendo al azotar el rostro un verdadero dolor;
siendo muy probable que en la posicion en que se hallaba el Fabert
respecto de la isla de Socotra, llegasen arenas á su bordo arrastradas
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 217
por el torbellino. £n efecto, sobre la parte oeste de la isla se alzan
médanos de una arena en estremo fina, formada por el monzon del
sudoeste.
El ciclon, que en sumarcha estrechaba cada vez más su diámetro,
solo presentaba 140 millas al pasar sobre el Fabert. El Diomedes,
steamer inglés que navegaba para la India, ha sufrido el huracan al
norte del cabo Guardafuí, en la noche del 1 al 2 de Junio. Las ave-
rías que sufrió en su gobernalle lo obligaran á volverse, y al dirijirse
sobre Aden, ha recogido los náufragos de una embarcacion turca, el
Fetul-Bahrt, naufragado al fin del huracan.
El Peshawur, vapor paquete inglés de la Compañía Peninsular y
Oriental, suministra observaciones interesantes. Desde las 8 de la
mañana del 34 de Mayo él acompaña el borde del ciclon que marcha
hácia el oeste. A media noche corta la trayectoria en el límite este
del huracan. Entre tant» el capitan ni aún sospecha la inmediacion
de un ciclon.
Pero desde el 4% de Junio 4 media noche, el mar se presenta en
una convulsión tal, quetiene quereducir su velocidad de 13 nudosá 4.
Asíen esafecha á media noche el steamer se haceingobernable, la má-
quina es paralizada, quedando á la deriva y recibiendo golpes de mar de
todos los costados. El centro del ciclon, que marcha entónces á razon
de 11,5 nudos por hora en la direccion del oeste, alcanza el buque á
las 3de la mañana, pasando al norte. A las 6 de la mañana el hura-
can cesa. En el mismo momento en que el Peshawur se enzontraba
con viento oeste á 6 millas al sud del centro, es decir, á las 3 de la
mañana, el Karssor-1-Hind, paquebot de la misma compañía, que
marchaba de Aden á Bumbay, pasaba con viento del este al norte
del centro, 4 40 millas luchando contra una mar furiosa. Para estos
dos paquebotes el barómetro ha remontado rápidamente despues del
pasage centro. El vapor aleman Donar, que ha sufrido el huracan no
lejos del Peshawur, ha sufrido mucho. Es en este mismo círeulo que
ha perecido el Speke-Hall, de cuyos 57 tripulantes solo sobrevivió su
segundo oficial, recogido 60 horas despues del naufragio por el paque-
bot francés Per-Ho; y tambien el buque turco Fetul-Bahri de que ya
hemos hablado. En fin muy poco fuera al oeste de este mismo círcu-
lo, pereció la corbeta alemana Augusta, tripulada por 238 hombres,
y que había partido del puerto de la isla de Persia en la noche del
1” a12de Junio. Citaremos de paso el steamer inglés Inchulva, que
escapó de zozobrar en medio de olas monstruosas que lo rodeaban,
llegando á Aden.
918 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
En el puerto de Aden se encontraban tres embarcaciones de guerra,
doce vapores de comercio y un gran número de buques de cabotage y
otras embarcaciones menores. En la rada se hallaba la fragata in-
glesa Bachante, llevando pabellon de contra-almirante. Fué el 2 de
Junio, cerca de medio dia, que el ciclon se descolgó sobre la ciudad y
puerto de Aden; y algunos minutos más tarde sobre la Bachante. En
la ciudad muchas casas han sido destruidas. ln el puerto, las embar-
caciones han garreado, han chocado unas con otras y han sufrido nume-
rosas averías. Treinta y seis entre buques de cabotage y embarcaciones
menores han zozobrado; y el resto ha sido arrojado á la costa Ó ave=
riados. La Bachante, perdió todos sus botes y sufrió mucho del olea-
ge. La velocidad del huracan en este punto era de 90 millas por hora
entre la una y las dos de la tarde. El trazado de la direccion del
viento marca muchos cambios de direccion, en solo algunos minutos,
de esas ráfagas torrentosas que en su curso desordenado chocaban
con furor. El centro del ciclon pasaba á las 2 */, por sobre el meri-
diano de Aden. Habrá andando 161 millas desde su pasage á las 3
de la mañana al Norte del Peshawur, es decir, en 11 Y/, horas; esto
hace 14 nudos de velocidad media. A su pasage por Aden, el ciclon no
tenía sinó 60 millas de diámetro. Este estrechamiento sucesivo del
diámetro, la direccion y violencia encontrada de los vientos, la agi-
tacion espantosa de las olas, constata pues un movimiento giratorio ó
de remolino en el ciclon.
El huracan ha tomado la direccion del Estrecho de Bab-el-Man-
deb. El ciclon solo ha tocado ligeramente la isla de Perim por su
borde Norte. El huracan llegó al puerto francés de Obock á las 8 de
la noche. En el camino hizo zozobrar el aviso francés Renard, tripu-
lado por 102 hombres de equipage y 5 pasajeros. Todo lo que se en-
contraba sobre la rada de Obock, escepto dos pequeños vapores, ha.
sido echado á pique ó arrojado sobre la costa; algunos indígenas se
han ahogado. En tierrra, el desembarcadero ha sido destruido; la
nueva aldea ocupada por los comerciantes, ha sido arrasada; las cons-
trucciones recientes del gobierno, destruidas. El huracan ha emplea-
do 7 y*/, horas pará atravesar las 114 millas que separan á Aden de
Obock, lo que hace 15 nudos para la velocidad media del centro. Su
duracion no ha aleanzado á 3 horas, presentando el ciclon un diáme-
tro de 50 millas. La trayectoria se dirijía al Oeste desde la Isla de
Socotra hasta Aden. Pero allí el ciclon ha sido rechazado un poco
hácia el Sud, tul vez bajo la influencia de las altas serranías de la
Arabia, muy conspícuas y culminantes en derezeras de Aden; la tra-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA D£ LOS MARES DEL GLOBO 219
vectoria en consecuencia ha tomado la direccion Oeste, */, Sudoeste.
Así, Tadjuraha, situada 26 millas al Sudoeste de Obock, ha sido azo-
tada por el huracan, que ha hecho algunos destrozos en torno del for-
tin. Por fin, una caravana que subía para Choa y se encontraba á
ocho dias de marcha, es decir, 4 172 millas de Sangallo, su punto de
partida, había tenido que sufrir el huracan. Si como es probable la
velocidad del centro ha seguido en aumento hasta 16 nudos por hora,
es el 4 de Junio á las 10 *'/, de la mañana que la caravana ha sido
acometida. Es muy probable que el diámetro había continuado dis-
minuyendo y que la duracion del huracan había sido corta para en
adelante. Nose ha hecho sentir ni en Zeilaha, ni en Berberah, si-
tuada sobre la costa de Africa, al Sud y en frente de Aden; solamen-
te que en el Norte, el cielo se mostraba en estremo borrascoso. Basta
estudiar sobre la carta la marcha del huracan, para conocer que la
costa de Africa, desde el Oeste del Cabo Guardafuí hasta Zeilah no
se ha sentido su accion.
Tal es el resúmen suscinto de los datos que el vice-almirante fran-
cés nos suministra sobre el huracan. Hemos tomado el ciclon 250
millas al Este de-la Isla de Socotra, y lo hemos acompañado hasta el
fondo del golfo de Aden y más allá. Lo hemos visto comenzar con
150 millas de diámetro, transportándose en la direccion del Oeste
con la velocidad de $ nudos por hora. En Socotra su diámetro está
reducido á 140 millas, y la velocidad aumentada á 8 */, nudos por
hora. El ciclon pasa el cabo Guardafuí con un diámetro de 130 mi-
llas y una velocidad de 9 á 10 nudos. Esta velocidad continúa au-
mentando mientras sn diámetro disminuye. Cuando el ciclon llega á
Aden, la velocidad es de 14 nudos y el diámetro nd es más que de 60
millas. Al Oeste de Aden la velocidad es de 144 */, nudos; ella al-
canza á 15 nudos en Obock, pero el diámetro del ciclon ha quedado
reducido á 50 millas; este diámetro ha continuado sin duda dismi-
nuyendo en el interior, en proporcion á la velocidad, yendo proba-
blemente el tremendo ciclon del mar Indico á morir en los desiertos
africanos reducido á una modesta tromba, que es probablemente el
Kamsin temido de las caravanas, ó que por lo menos, lo puede origi-
nar. Entretanto, la consecuencia lógica de esta reunion de hechos y
observaciones, es la siguiente:
Los ciclones en el mar Indico pueden dirijirse al Oeste, con-
ducidos sin duda por la corriente caliente que penetra por el Es-
trecho de Bab-el-Mandeb. Esos ciclones abarcan vastas áreas y se
mueven con gran violencia en su centro, lo que prueba que su movi-
9220) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
miento es circular y convergente. Su diámetro disminuye, á medida
que su velocidad aumenta, lo cual prueba que este movimiento al pa-
recer circular, es en realidad en espiral, lo que dá necesariamente al
ciclon dos movimientos, uno de translacion siguiendo la línea de las
bajas presiones; el otro en espiral ascendente, pues un movimiento
en espiral sobre la superficie de la tierra cuyo diámetro disminuye
en proporcion que su vélocidad aumenta, no puede ser sinó ascen-
dente. Si el fuese descendente abriría un hoyo en el mar, en las are-
nas del desierto y allí se enterraría; pero lejos de esto él se traslada
con volocidad creciente, disminuyendo en diámetro, mientras gana
en altura, y esto indica que su marcha de diámetro que se estrecha
y velocidad que crece es en espiral y ascendente, circular, su diáme-
tro permanecería estacionario.
Una particularidad notable en este ciclon, que ha causado tantas,
desgracias, es su carácter imprevisto. En efecto, de memoria de hom-
bre, nadie recordaba que un acontecimiento semejante hubiese tenido
lugar en estos parages. En mar libre, una embarcacion de veloz
marcha que prevee un huracan puede evitarlo; pero en un espacio
estrecho como el Golfo de Aden, esto es mucho más. difícil. Pero es—
tos meteoros funestos, aunque rápidos, tardan dias y dias. Si aquí
estuviese establecido un servicio de señales, como se halla organizado
en las costas Atlánticas de los dos continentes, ¿cuántos males no ha-
brían podico evitarse? Cuarenta y nueve hombres han sido salvata-
dos en el mar, infinitos más deben haber perecido. Solo en la Augusta,
el Renard, el Speke Hall y el Fetul-Bahri se cuentan 425 víctimas ;
tal vez han perecido más del doble de este número. Ahora los per-
juicios materiales pueden avaluarse en millones. El remedio lo aca-
bamos de indicar. ¿Se moverán los gobiernos á quienes incumbe? La
imprevision, el abandono con que están organizadas las sociedades,
los gobiernos, las naciones aún las más cultas, es lamentable. Lo
mismo sucede con todos los cataclismos; que sean estos terremotos,
epidemias, inundaciones Ó huracanes, se reconoce la necesidad de
tomar algunas medidas preventivas ó precaucionales; de hacer algo
para evitar en otra ocasion la pérdida de tantas vidas preciosas y de
tantos intereses... y al fin no se hace nada!
Terminaremos este ya largo capítulo sobre la atmósfera y sus mo-
vimientos, dando á conocer los resultados de los últimos estudios he-
chos sobre la altura de las nubes, segun la naturaleza y consisten-
cia de estas. Uno de los costados débiles de la meteorología contem-
poránea, es la ausencia casi completa de datos positivos y bien
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO IDA |
coordinados sobre las nubes. Pocas investigaciones han sido hechas
sobre su forma, su naturaleza y sobre la altura á la cual flotan en la
atmósfera; observaciones precisas sobre estos elementos traerían pro-
bablemente un contingente útil 4 los progresos de la meteorología.
Hé aquí las conclusiones de algunas investigaciones hechas en Upsal,
por los señores Ekholm y Hagstrom, del 26 de Junio al 6 de Setiembre
de 1884.
Esos sábios han hecho 344 observaciones de nimbus, cumulus,
annulo-stratus, alto-cumulus (nubes inferiores), cirro-cumulus, cir-
rus, cirro-stratus, stratus y strato-cumulus (nubes superiores);
ellos han debido suprimir los trece centésimos de sus determinacio—
nes, hechas con un instrumento que no es sinó un altazimut modi-
ficado.
Las nubes inferiores se encuentran generalmente á una altura
menor de 4000 metros; las nubes superiores ocupan una altura
mayor.
Las diversas capas de nubes, en lugar de hallarse repartidas uni-
formemente en el espacio, se hallan dispuestas de preferencia á cier-
tas alturas y se encuentran en cierto modo colocadas en graderías las
unas bajo las otras. Estas graderías presentan más ó menos las al-
turas siguientes:
1* Grada (stratus)...... A OO UME TOS
2 » (nimbus inferiores)..... AN TAO
ISA (cumulus) altura medias. .... 0% AR 1.500 >
42.» (alto-cumulus inferiores).................. 2.000 »
IS ) diversas capas de 42004. dl 4.600 >»
HS de nubes*su=) de 5.800 Aa co. 8.600 »
JO ] periores. AS000 A O 000 »
M. Wettin, de Berlin, había encontrado resultados casi idénticos á
estos, empleando un método de observacion diferente. Hé aquí se-
gun él las alturas medias de las cinco capas que el diferenciaba; á
saber: 490, 1190, 2260, 4010 y 7220 metros.
La altura media de las diferentes capas de nubes no es constante;
varía segun la hora del dia; probablemente tambien, segun las esta-
ciones y aún segun el carácter general del tiempo, es decir, segun la
distribucion de las presiones barométricas. Las observaciones han
suministrado para los cumulos los datos siguientes: 1? la altura de
la base inferior de estas nubes queda sensiblemente la mismá durante
99) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
las primeras horas de la tarde y se aumenta durante la noche á par-
tir de la hora en que los cumulus comienzan á revolverse; 2 la al-
tura de las cimas y el espesor de los cumulus presentan una varia-
cion diurna muy pronunciada, cuyo máximo tiene lugar á la una de
la tarde; lo mismo por la mañana y en la tarde, á la hora en que la
nube se forma, ó en aquella en que se disuelve; 3” el acrecenta-
miento hasta el momento del máximo es más rápido que el decreci-
miento hasta el momento del mínimo ; 4* la altura de la cima ó de
las bases y el espesor da los cumulus varía sobre todo hácia la hora
del máximo y tiende á permanecer constante hácia la hora del mínimo
de la tarde.
La altura del nimbus és muy variable. Las capas más bajas pare-
cen encontrarse á algunas centenas de metros de elevacion solamente.
Cuando el tiempo se despeja se pueden ver los nimbus llegar á una
altura de 3000 metros. Parece probable que estas nubes se dispon-
gan por capas casi continuas de muchos millares de metros de espe-
sor, disolviéndose poco á poco á medida que la altura aumenta. Por
falta de un número suficiente de observaciones, no se ha podido cono-
cer la variacion diurna en la altura de los nimbus. Lo mismo acon-
tece con los alto-cumulus, de los cuales se cbservan á veces dos capas
que se semejan hasta el punto de confundirse la una con la otra, pero
cuya diferencia de altura es sin embargo, por lo menos de 2000 me-
tros. Las capas que se mantienen á 4200 metros de elevacion media,
deben ser consideradas como formadas de cirro-cumulus relativa—
mente bajos y gruesos.
La capa de los verdaderos alto-cumulos se presenta á una altura
media muy constante de 2000 metros. La altura media de los cirro-
cumulus es de 5500 metros; las de los cirrus de 6800 metros. Los
cirrus ofrecen una variacion diurna bastante pronunciada. Su ele-
vacion vá en aumento desde las 11 de la mañana, hasta las 6 de la —
tarde.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9223
SECCIÓN NOVENA
DESPEDIDA DEL OCEANO ÍNDICO. — MARDE SARGASO. — NAVEGACION DEL
; MAR ARÁBIGO : SUS HORIZONTES, SU CIELO, SU SOL, SUS BRISAS. — RE-
CUERDOS ANTIGUOS. — RECUERDOS DE UN CICLON EN EL GOLFO DE ADEN.
— DETALLES DESCONOCIDOS DE UNA HISTORIA TOMADA DE PLUTÁRCO.
— ADEN Y COSTAS ADYACENTES. — MAR ROJO. — MAR MEDITERRÁNEO.
— ESTRECHO DE GIBRALTAR Y SUS COSTAS. — INGLATERRA DE RETORNO.
— GOLFO DE VIZCAYA Y SUS COSTAS. — EL ATLÁNTICO NORTE. — COS-
TAS DEL BRASIL. — VUELTA Á LA PATRIA. — METEOROLOGÍA DEL MAR.
— (LIMATOLOGÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES ANTÁRTICOS. — ES-
TRECHO DE MAGALLANES Y TIERRA DEL FUEGO. -—— SUS COSTAS Y CANA-
LES. — CABO DE HORNOS Y AURORA AUSTRAL.
Resúmen : 1. Despedida del Oceano Índico. Mar de Sargaso Oriental. Navegacion del
Mar Arábigo, sus horizontes, su cielo, sus ciclones. Organismos vivientes de los
Mares equinocciales.—II. Recuerdos y sueños de la antigua Arabia Felix. Deta—
lles desconocidos de una Historia tomada de Plutarco. —11I. Cabo Guardaful.
La aromática regio de los antiguos. Su actualidad bajo las tribus Somalies. Islas
de Socotora y de Abdel Kooury. —IV. Golfo y Puerto de Aden. La Arabia y sus
costas. —V. Bab-el-Mandeb. Entrada al Mar Rojo. Su descripcion. Golfos de
Suez y de Akaba. Península del Monte Sinaí. Recuerdos históricos. —VI. Puer-
to y ciudad de Suez. Desiertos vecinos: sus tradiciones é historias. —VII. Pasaje
del Canal de Suez, su descripcion. Edad y naturaleza geológica de su suelo: re—
formas necesarias para mejorar su navegacion.—VIIT. El Mediterráneo : su des—
cripcion é historia. Islas de Malta y Gozo. Recuerdos del pasado de este mar cé-
lebre. —IX. Gibraltar y su Estrecho. Costas Ibéricas. Retorno á Inglaterra por
Oriente, despues de partir por Occidente. Complemento de una vuelta al globo.
Reflecciones. — X. Itinerario de la vuelta á la patria. Liverpool, el Garonne,
Burdeos, Santander, Coruña, cruzada del Atlántico. Isla Fernando de Noroña.
Pernambuco, Bahia, Rio Janeiro, Rio de la Plata, Isla de Flores, Montevideo,
Buenos Aires. — XI. Meteorología del Mar. — XII. Climatología y Metorología de
los Mares Antárticos. El Estrecho y sus costas. Tierra del Fuego.
DÉSPEDIDA DE LA INDIA Y DEL OCEANO ÍNDICO. — EL MAR DE SARGASO
ORIENTAL. — NAVEGACION DEL MAR ARÁBIGO. — UN CICLON EN EL GOL-
FO DE ADEN. — VIDA ORGANICA EN LOS MARES Y COSTAS TROPICALES.
Abandonando las aguas color de esméralda del seguro y espacioso
puerto de Bombay, magnífica ciudad, mitad hindu, mitad europea,
924 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
abandonamos se puede decir los mares Indicos, para entrar en los ma-
res perfumados de la Arabia. Muy luego vimos desvanecerse poco á
poco las altas costas de Malabar, dominadas por sus espléndidos Gha-
tes y entramos á surcar las ondas de azul y plata de alta mar, en la
direccion del golfo de Aden y del mar Rojo. Al surcar esas ondas, no
podíamos olvidar el glorioso pasado que ellas nos recordaban, las pá--
ginas más brillantes de los triunfos y las conquistas de Occidente so-
bre el Oriente, estando alli escritas con hechos imperecibles. Esas
aguas en efecto habían sido primero surcadas por las naves de aquel
teniente de Alejandro, Clearca, el primer almirante europeo que se
enseñoreó de ellas-con una escuadra construida en la embocadura del
Indo, con las maderas mismas, el teak y los cedros, de ese magnífico
rio Asiático. Clearka hizo su esploracion con éxito y subió con su es-
cuadra el Eufrates para dar cuenta á Alejandro en Babilonia, del re-
sultado de su mision. El sin embargo, durante su esploracion, sufrió
una borrasca y perdió algunas de sus naves.
Despues de Clearka vinieron las naves de Vasco de Gama, el glorio-
so descubridor del camino de la India, por el cabo de Buena Esperanza,
hazaña cantada por el primero de los poetas lusitanos, por Camoens.
La azaña ciertamente vale el poeta, y ella es solo segunda al descu-
brimiento de la América por Colon. Era el globo de la tierra descu-
bierto y circun-navegado; el planeta y el sistema de Copérnico de-
mostrado con hechos ser una verdad práctica. Era un golpe de muerte
asestado al oscurantismo y á la supersticion antigua, que siendo
embuste, se empeña siempre en sostener todo lo que es embuste, con-
tra la verdad, aunque esta brille en el cielo más grande que un sol. Y
quien creyera que en esos mismos años se quemaba á Jordano Bruno
porque decia que había estrellas, y que esas estrellas eran soles, des-
tinados á alumbrar mundos habitados como la tierra! Así todo el es- .
fuerzo papal, por sus delegados en España y Portugal, se empeñó en
contrarrestar las gloriosas empresas de Colon y de los grandes nave-
gantes portugueses. A Colon se empeña en hacerlo pasar por impos-
tor y por loco, haciendo declarar porel Cardenal legado de la Santa
Sede en España, que su empresa era una quimera, cuando el clero
fué consultado por los reyes católicos sobre la posibilidad del proyec-
to del gran genovés. Grama más feliz, ó el gobierno de Portugal más
ilustrado, no tuvo que luchar con obstáculos para su empresa. El en-
contró dificultades, pero fueron las materiales de esta misma. Sus na-
ves, el Sam Gabriel, el Sam Raphael y el Berrio, fueron las prime-
ras naves europeas que doblaron' el cabo de Buena Esperanza y que
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 9225
descubrieron Jas costas Orientales de Africa, llegando por primera
vez á las costas de Malabar en la India. Gloriosos tiempos y más glorio-
sos recuerdos, que inmortalizan el nombre de una nacion en la historia!
Pero he ahí flotando sobre la onda azul de los mares de Oriente, los
primeros vástagos de una mar de Sargaso Oriental! Ese mar de Sar-
gaso se forma, no de las algas marinas gruesas y de un verde aceitu-
no, peculiares del Atlántico ó del Pacífico, sinó de unas algas amari-
llentas, de hojas menudas, que se presentan vastas, raleadas y aisla-
das en medio de las olas! Cuando se examinan con esmero los rasgos
físicos del Océano Indico, estudiando sus condiciones, naturalmente
nos sentimos impulsados á buscar las corrientes cálidas que tienen
su génesis en este océano equinoccial, como en el Atlántico, en lati-
tud igual, de ambos costados del Ecuador, tienen su génesis las cor-
rientes de un gran rio oceánico caliente, el Gulf—Stream. Una corrien-
te debe haber en efecto, que arrastre sus moles de aguas recalentadas
y azules, excediendo probablemente en cantidad muchas veces la que
descarga el Gulf-Stream de sus fuentes. El Océano Atlántico por otro
lado, se halla abierto al norte, mientras regiones terrenas tropicales
confinan el Océano Indico en esadireccion. Lasaguas de este océano son
más calientes quelasdel mar Caribe, y la fuerza de evaporacion es en él
mucho mayor. Esto se puede inferir sin otra observacion que el hecho
de una temperatura más elevada y de un mayor mcnto de lluvias en
las riberas cireunvecinas. Estos dos hechos, tomados juntos, tienden
indudablemente á demostrar que grandes corrientes de aguas cálidas
tienen su génesis en el Océano Indico. Una de ellas es la bien conoci-
da corriente de Mozambique, llamada en el cabo de Buena Esperanza
corriente Das Agulhas. Otra de las corrientes cálidas que se forman
en el Océano Indico hacen su escape al través del Estrecho de Ma-
lacea, y como se le incorporan en el camino otras corrientes cálidas
provenientes de los mares de Java y de la China, fluye hácia el Pací-
fico, como otra Gulf-Stream gigantesco, entre las Filipinas y las ribe-
ras del Asia. De allí describe un gran camino circular y llega hasta
las Islas Aleucianas, atemperando los climas y perdiéndose en el mar
á medida que sus aguas se enfrian, durante su marcha sobre la costa
noroeste de América.
Hay además otra salida temporaria, sinó constante, de aguas Ca-
lientes que tiene su punto de arranque en el mar Indico. Noes otra
cosa que un rebalse del gran caldero intertropical de los mares Indicos
forzada á escapar de allí por su alta temperatura, se abre camino há—
cia el polo Antártico, más como una deriva, un curso general, que co-
ANAL. SOC,CIENT. ARG. T. XXVIII 15
9226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
mo corriente circunscrita. Ella es para la corriente de Mozambique,
lo queel flujo setentrional de las aguas calientes del Atlántico es
para el Gulf-Stream, un poderoso y vasto auxiliar. Esta deriva indi-
ca ser muy vasta. El mejor indicio de ella consiste en la curva descri-
ta en el Océano Indico por las ballenas de esperma que, como sabe-
mos, evitan las aguas frias y buscan las aguas calientes. Este rebalse
se abre camino en la direccion de las aguas antárticas en la zona me-
dia entre el Africa y Australia, yendo á perderse al contornear una
especie de mar de Sargaso, que presenta manchones desparramados
de aguas marítimas.
Ni hay que sorprenderse de un tan vasto flujo de aguas calientes
como estas tres colosales corrientes del Océano Indico lo demuestran
cuando reflexionamos que este océano se halla confinado en el norte
por la zona de tierras tropicales que hemos indicado, y que la tempe—
ratura de sus aguas es con frecuencia mucho más elevada que los
32 C. He ahí pues el secreto del bello y subido azul de los mares ín-
dicos, dorado y argentado por las espumas y tornasoles de sus olas de
azul fluido. Y la realidad de esas corrientes se patentisa tanto más
cuanto que, despues de las grandes erupciones del Krakatoa, algunos
meses despues de nuestro paso por esos mares, se verán vastos bancos
de piedra pomez flotando y vagando en la direccion del sud. La conse-
cuencia es que inmensas moles de aguas frias deben moverse de las
regiones polares, para reponer este inmenso gasto de aguas en el
mar Índico. Y así es, en efecto. Solo que las corrientes polares son
inferiores é invisibles. Estas corrientes frias, de que dan testimonio
el curso de los icebergs de las Malvinas y del cabo de Buena Esperan-
za, que alcanzan hasta los 37* de latitud sud, no deben faltar tampo-
co debajo de la superficie del mar del Estrecho de Bering, aunque no
sea tan considerable, ni con mucho, cual las moles que se desprenden
de los mares congelados del polo Antártico, en la direccion del norte.
Por lo demás, mar y cielo son espléndidos en estas regiones. Re-
cuerdo que un dia escribiendo sobre cubierta por causa del calor, alzé
repentinamente la vista y contemplé el mar, ese vasto y espléndido
mar que se estiende entre la península indostánica, y el golfo de
Aden. Su color era el de un bellísimo záfiro de un azul intenso. Sus
quietas olas formaban suaves risos que brillabau con los tornasoles
del Iris. Aquí y allí se veía retozar á la distancia la marsopla, ó la
ballena de la esperma. Algunos peces volantes plateados saltaban
á uno y otro costado, asustados al paso del poderoso steamer. El cie-
lo de un profundo celeste y plata, resplandecía al poderoso sol de los
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 927
trópicos. El espectáculo era de un brillo, de una belleza, de una
magnificencia tal que me hizo saltar de mi asiento, dejando mi tra-
bajo para contemplarlo arrobado. Mas poco á poco, la pureza del cie-
lo se empañó y densos nubarrones circundaron el horizonte maríti-
mo, asumiendo las más estrañas y fantásticas formas. Era la historia
de la India escrita de la manera más fiel y sorprendente, por las for-
mas y contornos fantasmagóricos de las nubes. Cortes magníficas,
panegirias de reyes y princesas muntados en elefantes, ejércitos, ba-
tallas y montones de cadáveres y de destrozos. Yo quedé absorto, y
no pudedominar mis impresiones, ni someterme nuevamente al tra-
bajo hasta la noche. 3 |
En las horas del sueño, fastidiado de mi camarote, salí sobre cu—
bierta á respirar el aire puro y ozonado del océano. Recosteme so-
bre un alto entarimado, 4 las orilla misma de las olas. De refle—
xion en reflexion, de idea en idea, subiendo de lo más pequeño á lo
más grande y de lo mezquino á lo infinito, me quedé dormido. Algu-
nas horas debieron pasar; un hombre se había acostado á mi lado y
haciéndose el dormido, hacía esfuerzos por arrojarme del lado del mar.
Sin dar interpretacion ninguna, ni mala ni buena á su acto, yo me
levanté y me encaminé á proa. El vigía se había dormido y un vapor
marchaba derecho al encuentro del nuestro, del Sram. Los mares de
la India no son como los del Pacífico; allí las embarcaciones, los va-
pores de todas las magnitudes y banderas se suceden unos á otros, vién-
dose asomar en el horizonte hasta 10 y 12 á la vez. Es inmensa
la actividad del tráfico desarrollado con la abertura del canal mariti-
mo. Rápido como el pensamiento, para escapar á la coalicion inmi-
nente, toqué sobre el bombo los tres golpes de ordenanza. El gran
steamer viró entónces, y la coalicion se evitó. El vigía hindu solo
despertó cuando ya no había peligro, y cuando el otro steamer pa-
saba rasando con el nuestro á todo vapor. Hay pues una proyinden-
cia! Qué sabemos los hombres del gran misterio, porque ¿qué otra
cosa es la existencia, el universo entero, sinó un gran misterio?
Próximos á salir de los mares tórridos, no queremos abandonarlos
sin entrar en algunas consideraciones generales á su respecto. Cual-
quiera que sean las circunstancias, que contribuyen á hacer tan
cálida como hemos visto, la temperatura del Mar Indico, ya en otra
parte hemos indicado, que hállandose el polo del cero absoluto, por
todo, sobre el zenit, aún bajo el Ecuador mismo, á la altura de 7000
á 8000 metros, ese calor no puede en ningun caso pasar de cierta
media normal. En cuanto el calor pasa de los 35? C., en el acto co-
9228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
lumnas de frio descienden de arriba y restablecen el equilibrio de la
temperatura. Nosotros además hemos cruzado el Mar Indico en la
época más favorable, entre Marzo y Abril. Por obra parte la distri-
bucion geográfica de las aguas y de las tierras en esta region, tien—
den á contrabalancear ó mitigar el excesivo calor del sol vertical.
Por'un lado, lo que tiene de ardiente la contiguedad del compacto
continente Asiático al Norte, se halla contrabalanceado por el libre
acceso hacia el medio dia, de las frescas aguas y de las más frescas
brisas de los mares Antárticos. Mares libres, aún entre los trópicos
ofrecen siempre frescas brisas éinfluencias refrigerantes. La penín-
sula del Hindustan, el Archipiélago Hindu, la península de Malacca,
las Antillas y la América Central, deben indudablemente á las frescas
y libres espansiones de agua que las rodean, esto es, á las frescas
aguas y á las frescas brisas que bañan sus costas, el que disfruten de
un clima mucho más templado del queles corresponde por su latitud.
Por otra parte, si la temperatura del mar, en circunstancias igua-
les, es uniforme en la misma zona, en tierra, en la misma region, la
temperatura disminuye con la elevacion; y así la alta situacion de
muchas regiones tropicales, moderan en ellas los efectos del calcr
ecuatorial, dotándolas de un clima análogo al de las zonas templadas
y aún de las regiones más frias del globo. Los Himalayas y los An-
des, las más estupendas cordilleras del globo, presentan sus cimas
nevadas, no solo en las zonas frias inmediatas á los trópicos, sinó den-
tro mismo de la zona equinoccial y aún bajo el Ecuador. Así esas
grandiosas montañas deben mirarse como refrigeradores colosales
que por las brisas y corrientes de aire transportan sus influencias
condensadoras y refrescantes, hasta el seno mismo y á gran distancia
de los mares adyacentes. De este modo por medio de unas pocas y
simples causas físicas y geológicas que accionan y reaccionan unas -
sobre otras en magnífica escala, la naturaleza ha impreso una asom-
brosa variedad de climas en el centro mismo de las regiones intertropi-
cales, produciendo una no menos asombrosa diversidad de plantas y de
animales.
Como la evaporacion del océano tropical es mucho más considera-
ble que la del mar en las altas latitudes, las precipitaciones atmos-
féricas, como ser la lluvia y el rocío, ocasionadas por el enfriamiento
parcial del aire, son mucho menos abundantes en la zona tórrida,
que en la zona templada. Mientras la precipitacion anual de lluvias
de los trópicos, monta en término medio, á unos ocho pies, en la Eu -
ropa y la América templada, solo llega á 30 pulgadas álo más; y ba-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 929
jo el claro cielo ecuatorial el rocío suele ser á veces tan abundante,
que sus efectos casi equivalen á una lluvia moderada. Atravesando
los mares Indicos, al salir por la mañana sobre cubierta, la encontra-
bamos tan empapada en agua, como si hubiera caido una fuerte
lluvia, en realidad no era sinó el rocío con ese aspecto exudatorio que
lo caracteriza; y muy poca agua de más necesitaban para lavar la
cubierta excesivamente humedecida durante la noche.
Pero esta enorme masa de humedad es en seguida distribuida con
mucha desigualdad, pues mientras la mayor parte de la Arabia del
Sahara y de las costas Occidentales de América carecen de lluvias y
rocios abundantes, presentándose constantemente áridos; y mientras
Sud Africa y Australia Occidental sufren largas y continuadas se-
cas, hallamos otros países tropicales refrescados por lluvias casi
diarias. La direccion de los vientos prevalentes; la facultad conden-
sadora de las elevadas montañas y bosques; la posicion relativa de
un país, la naturaleza de su suelo, son las principales causas que
producen una abundancia ó falta de lluvia, y determinan por consi-
guiente la esterilidad ó fecundidad del suelo. De todas estas causas la
primera es sin duda la más general en sus efectos; de manera que el
conocimiento de los vientos tropicales esindispensable para formarnos
una idea de la distribucion de la *umedad sobre el mundo ecuatorial.
Ya conocemos los vientos alisios Ó corrientes reaccionadas frias
evocados por las corrientes ascendientes de aire ecuatorial : pero aho-
ra tenemos que hacer un conocimiento más íntimo con ellos, como
hemos hecho un conocimiento más intimo con las corrientes del mar,
siguiéndolas en su curso circular al través de las regiones tropicales.
En el Atlantico Norte, su influencia, que varía con las estaciones, se
estiende hasta los 22 de latitud Norte en invierno, y hasta los 392
de latitud Norte én estío; mientras en el hemisferio sud no alcanza
más allá de los 18? de latitud Sud en invierno y de los 28% 6 30" de
latitud Sud en estío. Enel Pacífico, sus límites varían entre los
91? y 31” latitud Norte; y entre los 23 y 337 de latitud Sud; por
manera que en su conjunto ocupan una posicion más meridional de-
bido á la vasta estension de mares abiertos en esa region; mien—
tras en el Atlántico, la influencia de los continentes inmediatos los
fuerza hacía el norte por la misma razon, á saber, porque en esa
direccion los mares ofrecen una mayor espansion, lo que hace que
los alisios mismos del hemisferio Sud lleguen hasta trepar á la
otra parte de la línea ecuatorial. Su carácter es el de una constan -
te y suave brisa; fuerte por la mañana; más calmada á medio dia
230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
y recobrando su fuerza por la tarde. En las inmediaciones de las
costas, excepto sobre las islas muy pequenas, se hacen débiles y ge-
neralmente cesan de hacerse sentir á la distancia de 154 20 millas
de la ribera del mar, aunque por de contado, á mayores alturas,
continuen su curso no interrumpido por encima de los continentes.
Por razones Óbvias, los vientos alisios han sido mucho mejor estu-
diados sobre el océano, que sobre los continentes, particularmente en
el Atlántico Norte, que es mejor conocido en sus rasgos físicos, que
ningun otro mar, siendo el derrotero recorrido por innumerables bu-
ques de vela y vapor, para quienes el estudio de los vientos es un
asunto de la mayor importancia; y no obstante, en despecho de
tantas influencias perturbadoras, su curso, aún á través de los conti-
nentes, ha sido investigado por los viajeros científicos. Vientos nor-
deste casi constantes pasan barriendo la atmósfera del Sahara; y en
los continentes australes, los vientos del nordeste soplan sobre toda
el Africa del sud, entre los 6% y los 12* de latitud sud, llegando hasta
Angola, donde se reunen con los vientos del mar. En el Brasil, la
presencia de los vientos alisios ha sido determinada aún con mayor
exactitud. Así, las brisas orientales soplan casi perpétuamente al
través de las inmensas llanuras casi hasta las faldas de los Andes; y
aún en el Paraguay, en los 25 de latitud sud, una suave brisa
oriental sopla constantemente en estío, despues de puesto el sol.
Como los vientos alisios sacan su orígen de las regiones frías de la
atmósfera, de donde pasan á refrescar las regiones más ardientes,
ellos marchan en consecuencia absorbiendo todos los vapores húmedos
que encuentran á supaso á medida que avanzan sobre los mares.
Saturados de vapor acuoso, llegan á las islas y continentes, donde
encontrando diversas influencias refrigerantes (altas montañas, bos-
ques, radiacion terrestre), sus vapores condensables dan una abun-
dante cosecha de lluvias y rocíos. Es debido á su influencia que en
general, dentro de los trópicos, las costas orientales ó las faldas
orientales de las montañas, se hallan mejor regadas que el interior
de los continentes Ó tierras que tienen una exposicion occidental;
con una escepcion, sin embargo, cual es la costa oriental de la estre-
midad sud de América, la cual recibe más aguas que ninguna otra
region del globo, debido á circunstancias especiales, y por lo cual á
una y otra banda de los Andes patagónicos, se presentan vestidos de
la más espléndida vegetacion forestal y de toda especie.
(Continuard).
INFORME
SOBRE
PSN IMAN SD EA EA O
PRESENTADO AL SEÑOR INTENDENTE DE LA CAPITAL POR LOS SEÑORES
INGENIERO CÁRLOS NYSTROMER, DOCTORES JUAN J. J, KILE Y ATANASIO QUIROGA Y ARQUITECTO J, A. BUSCHIAZZ0
Buenos Aires, Setiembre 30 de 1889.
Señor Intendente del Municipio de la Capital Don Francisco Seeber.
En cumplimiento de la comision que nos ha sido encomendada,
para informar en las diversas propuestas hechas á la Intendencia
para colocar afirmado de asfalto en las calles de esta ciudad, pa-
samos á informar lo siguiente :
Las propuestas que nos han sido entregadas, son cinco : 1? del
señor Ateinza ; 2* del señor Mallet; 3* del señor Duplaquet ; 4* del
señor Sulphen y 5* del señor Mallison, las que devolvemos adjun-
tas al presente informe.
La Comision encuentra dificil establecer una comparacion entre
las diversas propuestas, porque algunas venían en términos vagos
respecto á los precios y á las condiciones de ejecucion, y para sal-
var estos inconvenientes, hemos creido indispensable poner al pié
de cada una un formulario pidiendo datos análogos y exactos sobre
los siguientes puntos:
a) Si el sistema de afirmado es ó no comprimido ;
b) Qué espesor tendrá la capa de hormigon y cuáles las propor-
ciones de las mezclas y clases de materiales 4 emplearse ;
c) Cuál es el precio que se fija por el metro cuadrado de pavi-
mento concluido, en el concepto de que el contratista queda
932 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
obligado á mantenerlo en perfecto estado á su costo por los prime—
ros cuatro años ; :
d) Cuál es el precio que se establece para la conservacion por
metro cuadrado y poraño en los diez subsiguientes;
e) Acompañar muestras del material asfáltico, declarando su
procedencia, si debe emplearse en las condiciones de la muestra ó
acompañado de otros materiales bituminosos, silicosos ó calcáreos
y en qué condiciones.
Dejamos encargada á la Secretaría de la Oficina de Obras Pú-
blicas de comunicar esta resolucion á los proponentes, pero no
conociéndose su domicilio, ni habiéndose presentado ninguno á
dicha reparticion, resolvimos pedir que se publicaran avisos lla-
mando á los interesados, lo que se verificó en varios periódicos de
esta capital.
Hasta el 2% del corriente, solo habían contestado los señores
Sulphen y Mallison, y opinando esta Comision que no debía de-
morar por más tiempo en espedirse, resolvió no tomar en consi-
deracion las demás propuestas é informar sobre aquellas que son
las únicas que vienen en forma y que ofrecen garantías satisfac-
torias para la Municipalidad.
El señor Sulphen propone hacer el afirmado comprimido del
sistema « Barber y Trinidad », que es un material bituminoso com-
puesto de 1 parte de asfalto refinado de Trinidad; 2 partes de petró-
leo espeso; 3 partes de arena fina y 4 partes de polvo fino de carbo-
nato de cal, colocado sobre una base de hormigon de 15 centíme—
tros formado por una mezcla de 1 parte de cemento Portland, 4 de
arena y 6 de cascajo de piedra.
El precio por metro cuadrado de ejecucion y conservacion por
cuatro años, lo fija en cinco pesos con veinticinco centavos oro se-
llado ,en el caso que la empresa pudiera introducir libres de dere-
chos sus materiales y maquinarias, y cinco pesos con setenta y
cinco centavos oro sellado, en el caso que no pudiera conseguirse esa
CONCesion.
Para la conservacion por diez años despues de los cuatro en que
debe hacerlo por su cuenta, pide veinticinco centavos oro, por
metro superficial y por año.
Propone ejecutar 200.000 metros cuadrados, empezando por
hacer un ensayo en 20.000 metros, la mitad en calles donde exis-
tan líneas de tramways; ofreciendo hacer un depósito en fondos
públicos por 50.000 pesos en garantía del cumplimiento del con-
INFORME SOBRE PAVIMENTOS DE ASFALTO 233
trato, como tambien del hecho que afirma de que en Mayo del año
entrante, el afirmado construido por vía de ensayo, estará en per-
fectas condiciones.
El señor Mallison, representante de la compañía inglesa The
Neuchatei Asphalts Company, propone la pavimentación de asfalto
comprimido proveniente de las minas de Val de Travers, colocado
sobre un cimiento de concreto de 154 20 centímetros, cobrando
como único precio de construccion y conservacion durante diez años
un peso con cincuenta .centavos oro sellado por metro cuadrado y
por año, pagaderos á razon de setenta y cinco centavos por se-
mestre.
La Comision ha creido deber estudiar estas dos propuestas, pri-
mero, bajo el punto de vista técnico, tomando en cuenta las venta-
jas é inconvenientes que puedan tener los afirmados asfálticos
segun la esperiencia obtenida en otras ciudades donde han sido
aplicados; y, segundo, el costo del pavimento y las garantías para
su buena ejecucion que ofrecen las respectivas propuestas.
Las primeras minas de asfalto que fueron esplotadas, son las de
Val de Travers, cerca de Neuchatel, en Suiza, cuyo material fué
ensayado por primera vez en las calles de Paris en 1838, habien-
do quedado establecido allí regularmente desde 1854 y.en Londres
en 1869.
Desde entónces, su uso se ha generalizado bastante en las gran-
des ciudades de Europa y América, empleándose con más ó menos
buen éxito, rocas asfálticas de varias procedencias, como Leyssel,
Lobsann, Limmachietí, Ragusa-Maistu, Auvergne, Isla de Trini-
dad, etc.
Se han ensayado además un sin número de imitaciones.
En Europa el asfalto comprimido ha dado los mejores resulta-
dos. En Berlin existen alrededor de 512.000 metros superficiales,
en Paris unos 320.000 y en Londres como 229.000 de calzada en
asfalto comprimido.
En la América del Norte, donde venía á resultar á muy alto pre-
cio la roca asfáltica de Europa, se ensayaron varias mezclas arti-
ficiales, lográndose hacer un cemento bituminoso cuya base es el
asfalto de la Isla de Trinidad. Este producto artificial parece haber
dado buenos resultados en las calzadas, siendo su costo menos
elevado, puesto que solo hay que transportar la materia asfáltica y
el petróleo, obteniéndose los demás ingredientes en el punto donde
debe colocarse el afirmado. Se ha colocado en notable estension en
934 ANALES DE.LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARSENTINA
las ciudades de Washington, Buffalo, Omaha, Filadelfia y muchas
otras, representando un área total de calzada de unos 3.115.000
metros cuadrados.
Parece sin embargo, que el asfalto artificial ó americano, ha
fracasado en Paris en el ensayo hecho en la calle de Rivoli en
1886.
Las ventajas asignadas al afirmado de asfalto, son:
1* Suimpermeabilidad, condicion muy apreciable bajo el punto
de vista de la higiene ;
2% Lo liso y regular de la superficie para la facilidad de la trac-.
cion y para el barrido;
3* No produce ruido el tráfico de carruajes y carros, ni causa
vibraciones y concusiones á los vehículos;
4* Su impermeabilidad garante contra la humedad los sótanos y
cimientos de las habitaciones, siendo prácticamente nula su capa-
cidad de absorber el agua y los gases ;
5% No absorbe mucho el calórico durante el dia y por consiguien-
te irradia poco en la noche;
6* Su costo es menor que el afirmado de madera, tanto para su
construccion como para el entretenimiento, teniendo iguales ó ma-
yores ventajas para su limpieza ;
1% Parece ser preferible á la madera para el afirmado de las ca-
lles estrechas y poco ventiladas, porque conserva menos la hume-
dad secándose rápidamente despues de haber sido lavado ó mojado
por las lluvias, lo que no sucede en el primero, por ser el material
eminentemente esponjoso y susceptible de impregnarse en mayor
cantidad de agua y tambien de elementos más ó menos susceptibles
de descomposicion ;
8* Su colocacion es fácil y rápida y las composturas pueden ha-
cerse bien. |
La experiencia demuestra sin embargo que el pavimento de
asfalto tiene varios inconvenientes. Debido á su superficie lisa es
dificil encaminar y parar los vehículos aún con carga liviana; que
es muy resbaladizo en tiempo de humedad y sobre todo cuando se
cubre de barro llevado de las calles adyacentes, siendo peligroso para
los caballos; que suele ahblandarse con el calor y ponerse friable
con el tiempo frio; que no puede prudentemente ser aplicado en
las calles de tráfico muy pesado ó donde existan fuertes pendien-
tes; que su duracion es corta si se coloca sobre un cimiento débil ó
mojado, ó si el subsuelo es poco resistente; y que para su cons-
INFORME SOBRE PAVIMENTOS DE ASFALTO 235
trucción ó para ejecutar las composturas se requiere buen tiempo.
Para hacer menos reslaladizo el asfalto es práctica desparramar
encima arena, pero esto á mas de ser molesto y costoso no da un
resultado completamente satisfactorio.
El único medio eficaz es sin duda.el de mantener la superficie
perfectamente limpia por medio del lavado diario, con agua abun-
dante y limpieza con cepillo á maquina.
La comision no ha considerado indispensable verificar análisis
químicos de las muestras que han sido presentadas, puesto que el
éxito no depende sino hasta cierto punto de la composicion del
asfalto (que por otra parte varia bastante segun el clima y cir-
cunstancias locales del punto donde deba aplicarse) pero sí en alto
grado, de la perfección con que la obra se ejecute, la resistencia
del cemento, solidez del terreno, etc.
Cree que lo más acertado, en caso que la Municipalidad resuelva
aceptar alguna de las propuestas, sería exijir garantías ámplias y -
convenientes que obligasen formalmente al empresario á cumplir
las condiciones del contrato, debiendo en caso que el nuevo afir-
mado no diera un resultado satisfactorio, reponer la calle ó calles
donde se hubiera aplicado, en el estado en que se encontraban al
tiempo de emprenderse la obra y todo ésto á cargo esclusivo del
contratista. |
Respecto á las ventajas relativas del asfalto natural de Val de
Travers y de) hormigon asfáltico Norte Americano, la Comisión debe
decirque no tiene suficiente experiencia sobre este último material
para poder dar una opinion concluyente. No existen efectivamente
datos ciertos respecto de los dos sistemas aplicadós en igualdad de
circunstancias de clima y de tráfico, y es por lo tanto imposible
establecer un paralelo respecto de su duracion respectiva y otras
cualidades.
Pero parece fuera de duda que ambos sistemas aplicados de un
modo perfecto son capaces de dar en la práctica resultados satis-
factorios.
Bajo el punto de vista económico las dos propuestas difieren esen-
cialmente. La dela Compañía Barber, representada por el Señor Sul-
phen exige un pago de pesos nacionales 5.15 oro (5,25 si sele acuer-
da la introduccion libre de derechos de sus materiales y enseres) al
entregarse el afirmado concluido comprendiendo en esta suma la
conservacion durante cuatro años; y cobrarán durante diez años
subsiguientes 25 centavos oro por la conservacion en buen estado.
936 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
La Compañía que representa el Sr. Mallison, al contrario, distri-
buye el pago por el afirmado durante diez años cobrando anual-
mente una cuota de un peso con cincuenta centavos oro por cada
metro superficial incluso la construccion y conservacion.
Segun esta última propuesto la Municipalidad no tendría que
hacer grandes desembolsos para los trabajos de afirmado, pero al
cabo de diez años habria tenido que pagar 15 pesos oro por metro
superficial'como precio de construccion y entretenimiento.
Segun la primera el costo despues de los diez años seria Y pesos
25 centavos oro, de los que un 79 %/, debería abonarse inmediata-
mente.
Para poder comparar mejor las dos propuestas podriamos supo-
ner que la Municipalidad prefiriese pagar al Sr. Mallison al reci-
birse del afirmado : calculando intereses compuestos de 6 %/, al
año tendría entónces que abonar pesos 8.365 oro por metro.
Para saber el costo absoluto del afirmado despues de los diez
años, por metro cuadrado, calculando intereses compuestos segun
las fechas en que vencen las cuotas á pagarse, segun las respectivas
propuestas por ejecucion y conservacion, tenemos como resultado
que ese costo asciende á 12 pesos oro para Le del asfalto Amerl-
cano y 20.75 para la de Val de Travers.
Resulta «pues más caro este último, mientras que las condiciones
de pago son más cómodas por requerirse menos capital en el
principio.
Ese mayor costo debe atribuirse sin duda hasta cierto punto en
el mayor desembolso que tendría la empresa por fletes de trans-
porte, por tener que traer de Europa todos sus materiales.
No carecerá de interés el hacer una breve comparacion entre las
cifras dadas arriba y el costo del afirmado de asfalto en otras ciu-
dades del mundo.
En Londres el pavimento fué pagado inmediatamente despues
de ejecutado con la obligacion de parte del contratista de conser-
varlo durante 17 años.
Para la comparacion hemos calculado el costo de ejecucion y
entretenimiento durante los diez primeros años (sin incluir inte-
reses) resultando así un precio para las calzadas de asfalto com-
primido de Val de Travers que varía entre pesos oro 6.36 y 9.04
segun el espesor de la capa asfáltica y demás condiciones espe-
ciales, sin incluir el costo de los movimientos de tierra. El asfalto
Lannier resulta entre pesos 5.42 y 6.63 oro. En Paris el costo primi-
INFORME SOBRE PAVIMENTOS DE ASFALTO 23]
tivo ha sido de 19.50 francos y 23 francos segun el espesor con una
cuota de conservacion de 2 francos por metro superficial y por año.
De estas cifras resulta un costo total respectivo al fin de diez años
de pesos 7.20 y 7.90 oro. El costo en los Estados Unidos del asfalto
Barber Trinidad es alrededor de 3 pesos oro por metro superficial
y los gastos netos para la conservacion durante los primeros años
no pasan segun datos que tenemos á la vista de l á 3 centavos por
metro. No conocemos los precios que los Municipales pagan á las
Compañias por la conservacion, pero admitiendo que fueran la
mitad del que pide el Sr. Sulphen en la propuesta que nos ocupa,
el costo de este afirmado seria en aquel país despues de los diez
años de 4 pesos oro poco más ó menos. Es, pues, más barato que
los afirmados de asfalto natural que usan en Europa.
Como se ha dicho al principio, la Compaña de asfalto americano
propone construir 200,000 metros de afirmado empezando por
hacer un ensayo de 20.000. Respondería gratuitamente por una
conservacion durante + años y si despues del período de ensayo,
que fijan en cinco meses, el resultado fuera favorable, procederían
á establecer los 180,000 metros restantesá razon de veinte mil por
mes, es decir, se obligarian á construir el área total en unos
14 meses. Como garantia del cumplimiento del contrato y del buen
éxito del afirmado, ofrecen depositar en el Banco Nacional en fon-
dos públicos $ m/n 5.000 al firmar el contrato y 45.000 al empe-
zar los trabajos. Terminado el período de ensayo (3 meses) y acep-
tada por la Municipalidad el área pavimentada esta devolvería á la
Compañia 40.000 pesos, quedando los diez mil restantes en su
poder como garantia de la calidad del afirmado, y por una conser-
vación durante los 4 primeros años.
Del mismo modo ofrecen depositar 5.000 pesos en fondos públi-
cos al entregar cada nueva seccion de 20,000 metros, como fondo
de garantía durante 4 años, y en caso que la Municipalidad le
encargase de la conservacion por los años subsiguientes, mediante
el pago de $ 0.23 por metro y por año, depositarian los fondos de
garantia que fuese necesario.
En otros términos : para responder por el área de ensayo de los
20,000 metros dejarian durante 4 años como garantia 0.50 Y m/,
de curso legal por cada metro superficial de afirmado, cuyo costo
seria de $ 5.75 oro. Si ese fondo de garantía fuere en oro represen-
taría, pues, aproximadamente 8.70 %/, sobre el costo dela obra, pero
en la actual depreciación del papel moneda es menor de la mitad.
9238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
El depósito de garantía correspondiente á los 180,000 metros
restantes seria exactamente la mitad del ya mencionado.
En esta circunstancia conviene que la Municipalidad imponga
á la empresa la condicion de reponer las calles en las condiciones
primitivas, en el caso de que el nuevo afirmado no diera un resul-
tado satisfactorio.
La Compañía del asfalto de Val de Travers solo exije un pago
distribuido en 20 cuotas iguales á abonarse semestralmente du-
rante 10 años, incluyendo en ellas tambien la conservación del afir-
mado en buenas condiciones.
Establecido que la primera cuota deba abonarse al recibi la
Municipalidad de la obra, la empresa dejaría pues al principio
93 %/, del costo en poder de aquella como garantia, y al final del
cuarto año fijado en la propuesta Sulphen quedaría todavia un 60 %/,
no habiendo la empresa Mallison recibido más de 40 %, del costo y
conservacion convenido. No pide tampoco interés sobre los fondos
asi retenidos por la Municipalidad (y que serían en oro) mien-
tras que segun la propuesta Sulphen deberían abonarse estos
intereses al contratista. |
La Compañía representada por el Sr. Mallison ofrece por consi-
guiente mayores garantías que la del asfalto americano,siendo por
otra parte escepcionalmente cómodas las condiciones del pago,
como lo hemos ya notado. Pero en cambio tiene mayor costo ulte-
rior, lo que ocasionaría una pérdida á la Municipalidad en el caso
que el otro afirmado resultara igualmente bueno, importando el
adelanto del capital un interes de 869 por ciento en la propuesta
del asfalto natural.
Siendo casi generalmente reconocido que los afirmados asfálticos
ofrecen ventajas especiales sobre los de granito y aún los de ma- .
dera, la comision considera conveniente que fuesen ensayados en
esta capital, si tales ensayos pueden realizarse en condiciones que
aseguren un resultado satisfactorio. Entre los asfaltos naturales el
de Neuchatel es sin duda aquel que ha dado los mejores resultados
en Europa, yájuzgar por la aplicacion estensa que en los Estados-
Unidos se ha dado al asfalto artificial de Trinidad, parece que los
resultados han sido igualmente buenos.
En el caso que la Municipalidad resolviere llevar á cabo un
ensayo, sería prudente someter ambos sistemas á una prueba espe-
rimental en iguales condiciones antes de adoptar definitivamente
uno de ellos. Al determinar los puntos en que deba hacerse la
INFORME SOBRE PAVIMENTOS DE ASFALTO 239
prueba, opinamos que deberían con preferencia señalarse las
calles mas centrales y angostas, con pendientes suaves y con trá-
fico no muy pesado pero constante.
Si existieran en ellas líneas de tramways deberá insistirse en que
se pongan rieles de la forma más resistente y entre el riel y el
asfalto un cordon de piedra labrada ú otra proteccion igualmente
eficaz, sin lo cual no es probable que resista ese afirmado.
Para obtenerse buenos resultados deberá hacerse provision para
el lavado diario de la calzada ó por lo menos durante los meses ó
dias de humedad, y despues de pequeños lluvias cuando el asfalto
se pone resbaladizo, deberán igualmente proveerse medios ade-
cuados para el barrido constante de la calle y la aplicación de arena
cuando sea necesario.
En cuanto al reblandecimiento que suele sufrir el asfalto en los
meses de calor, puede mediante una juiciosa selección de los ma-
teriales, ser reducido á un minimum. Este material ha sido apli-
cado en ciudades donde la temperatura es igual ó más elevada que
en Buenos Aires. Pero seria conveniente con ese fin, estipular en el
contrato que si el asfalto, se pone inconvenientemente blando ó si
la superficie se pone ondulada con el tráfico, debe considerarse
que el afirmado no ha dado resultado.
En cuanto al espesor de la capa asfáltica no debiera ser menor
de cinco centímetros despues de comprimida y es de la mayor
importancia que no se coloque sobre el lecho de hormigon hasta
que este se encuentre perfectamente seco.
Este hormigon podría ser compuesto de una parte de cemento
Portland, con tres de arena de la República Oriental agregando á
esta mezcla un 40 */, de piedra machacada; su espesor no será
menor de 15 centímetros para calles de tráfico liviano y de 20 cen-
tímetros en las de tráfico pesado.
Deberán tomarse las debidas precauciones para que este cimiento
de concreto no se raje, pues se abriría igualmente la capa superior
dando paso á las aguas que concluirian por destruir en poco
tiempo el afirmado.
Dando así por terminado nuestro cometido, saludamos al
señor Intendente con nuestra consideracion distinguida.
Cárlos Nystromer. — Juan J. J. Kyle. — Atanasio
Quiroga. — Juan A. Buschiazzo.
MOVIMIENTO SOCIAL
Ya ha sido presentada la solicitud pidiendo la aprobacion que
debe prestar el Gobierno, á la modificacion del artículo 10 sancio-
nada por la asamblea de la Sociedad.
Han sido admitidos en calidad de sócios activos los Sres. Egidio
Bastianini y Leopoldo Rigoli.
El Sr. Juan A. Langdon ha donado veinte acciones de las emiti-
das por la Sociedad para adquirir un terreno y el ingeniero Molino
Torres dos.
Hasta la fecha han sido suscritas novecientas ochenta y siete de
los dos mil que fueron emitidas.
De esas 987, han sido donadas 326.
CLOACAS DOMICILIARIAS
CONFERENCIA DADA EN LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
POR CARLOS A. ALTGELT
Arquitecto
Hay tres elementos de primer necesidad que el habitante de un
gran centro no consigue si no le son suministrados por la comuni-
dad.
Estos son:
La luz del sol;
Agua pura;
Aire puro.
Parece paradoja, pero es verdad.
LUZ DEL SOL
El habitante de toda gran ciudad deja pasar meses sin salir al
alre libre, permanece la mayor parte de su vida sentado entre las
paredes de viviendas muchas veces oscuras y húmedas. Se cria
como un hongo, donde la Municipalidad no cuida, por medio de sus
ordenanzas é inspeccion, que las casas no se eleven demasiado so—
bre el terreno y que los patios tengan una área racional en propor-
cion á las paredes que lo cirecunvalan, evitando, en una palabra,
que las calles se conviertan en zanjas y los patios en pozos, á cu-
yo fondo no alcazan los rayos del sol sinó cuando está en el zé-
nit.
Debo decir aquí que el €. D. de Buenos Aires, en contra de lo pro-
puesto por unanimidad de votos por la Sociedad de Arquitectos res-
pecto á la altura de los edificios, ha dictado una ordenanza que va
tener las lamentables consecuencias que acabo de mencionar. Este
ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXVIII 16
9492 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
aumento de altura sobre lo propuesto por un núcleo de miembros
de la profesion, formado de los más conocidos y más acreditados en
ellos, se debe probablemente á la influencia de un número de pro-
pietarios, que, desconociendo sus propios intereses aprenderán más
tarde que la codicia rompe el saco. La consecuencia natural de un
empeoramiento de la higiene del Municipio es la desvalorizacion de
la propiedad raiz. Hablo no solo como arquitecto sinó tambien co-
mo propietario.
AGUA PURA
¿Cómo procurársela?
¿Por medio de pozos? Nó! El sub-suelo de toda gran ciudad,
sobre todo el de Buenos Aires, está más ó menos polucionado.
¿Recogiendo agua llovediza en algibes? Tampoco, porque los
techos de las casas son receptáculos de polvo lleno de ollin y ma-
terias orgánicas sin contar los dos grandes mejoradores del agua
de algibe: la ropa colgada para secar, y los perros y gatos.
No queda pues sinó un solo medio: El agua corriente, y el que
desee tener algibe con el fin de refrescarla, debe llenarlo con
agua corriente y no con agua pluvial. Así lo hago en mi propia
casa, y otras que he construido, con el mayor éxito.
AIRE PURO
No hay sinó un solo modo de tenerlo, este es, evitando en lo po-
sible que la atmósfera se vicie por medio de las industrias, tam-
bos, establos y materias en putrefaccion y fermentacion, como son
las basuras y materias fecales.
Toda combustion es un elemento de viciacion del aire ya sea que
esta se efectúe en cocinas, estufas ó fraguas con su producción de
humo, ya sea en lámparas, cigarros y faroles, ya en los pulmones
del género humano y de los animales.
Las industrias, tambos y establos pueden relegarse á los subur—
bios, pero, lo que más vicia el aire, los gases cloacales, y su centro
de generacion, las letrinas, no pueden alejarse de los centros de po-
blacion.
Asímismo, sino podemos conseguir que el aireen las ciudades,
CLOACAS DOMICILIARIAS 243
con su poblacion densa, sea tan puro como en el campo, donde las
causas de infeccion están más diseminadas, siempre podemos redu-
cir el mal á un mínimun casi despreciable por lo que respecta á
las letrinas y sumideros con solo ser limpios.
«Dear, dirty Buenos Aires» es el título que el Standard dá á
esta grande y hermosa ciudad.
Para bien darnos cuenta del alcance de estas palabras debemos
sentar bien claro qué es lo quese comprende bajo « suciedad ». Su-
ciedad, es, en términos generales, un objeto fuera de su sitio, y, en
verdad, bajo limprar comprendemos sacar de un sitio los objetos
que no deben estar en él.
Debe haber un sitio para cada ecsa y se debe poner cada ob-
jeto en su sitio. Donde esto se hace, hay limpieza. Hasta los ani-
males lo saben.
Delos animales domésticos el gato y el perro son considerados
los máslimpios. El primero no solo se lava contínuamente sinó que
tambien evita siempre la cama propia para depositar sus deyeccio-
nes. El segundo trata de cubrirlas con unacapa de tierra que es-
carba con sus patas traceras.
Al gato lo imitan y sobrepasan los habitantes de algunas ciuda-
des que arrojan sus resíduos en el rio que por sus puertas pasa, in
festando sus aguas, las que son bebidas por habitantes aguas
abajo: Rosario de Santa Eé.
Al perro lo imitaron los inventores del earthcloset (letrina con
tierra).
Los persas antiguos prohibieron la corrupcion de los rios, y la
cremacion de cadáveres era una simple medida sanitaria, que por
motivos plausibles se revistió de fudamentos religiosos.
Los romanos construyeron cloacas y grandiosos acueductos co-
mo complemento de aquellas. Otra grandiosa institucion higiénica
eran las termas.
Si nos preguntamos cómo pudo sobrevenir un cambio tan radi-
cal en las ideas de la humanidad civilizada, que no solo las cloacas
y termas, sinó tambien los acueductos cayeron en ruinas, debemos
en primera línea designar al cristianismo como causa inocente de
este retroceso.
Se empezó por suprimirla cremacion de los cadáveres debido á
una falsa interpretacion de la palabra del evangelio: eres polvo y
polvo te volverás. Esto mismo se obtiene mejor y más rápidamente
por lacremacion enterrándose despues las cenizas, evitándose ade-
9244 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
más los espectáculos repugnantes de nuestros cementerios que no
necesito describir. h
Mientras que los paganos predicaban y practicaban la máxima:
Mens sana in corpore sano, los cristianos predicaron cuida primero el
alma y despues el cuerpo, lo que se interpretó por: cuanto más su—
cio el cuerpo, tanto más limpia el alma. San Antonio nunca se lavó
los piés, y el olor á santidad de este y otros no era sinó olor á á
suciedad.
Pero lo peor del asunto esque, una vez as á religion la su-
ciedad, para las numerosas enfermedades que de ella emanan fué
necesario buscar otras causas, y la medicina racional fué suplanta-
da para curaciones milagrosas.
Este estado de cosas prled aún hoy en dia en e partes.
En Paris, Berlin, y otras ciudades existen casas antiguas que solo
tienen una letrina en el piso bajo.
Pues bien, este sistema ha sido perfeccionado en Marsella donde
la mayor parle de las casas se contentan con no tener 12 una sola.
En Toulon es aún peor, pues allí, segun los informes que tengo,
el contenido de las vasinillas se arroja simplemente á las calles.
No es estraño, pues, que el cólera diezmara la poblacion de estas
ciudades, cuyos habitantes confiesan, conjuntamente con los vene-
cianos y napolitanos, que sus ciudades no se distinguen por su
aseo.
En cambio, el cólera no fué niá Lóndres ni á Berlin y apenas si
hizo víctimas en Paris, la menos limpia de estas tres capitales.
Las obras de salubridad tienen el objeto de librar á Buenos Aires,
no de la suciedad que ha ido acumulándose bajo sus plantas, eso no
es posible, sinó de aquella suciedad cuya produccion diaria man-
a
tiene varias empresas de Verdaderos Limpradores.
Pero como nadie puede saber cuándo estará Buenos Aires dotado
deun buen servicio de cloacas, no debemos dormirnos tranquilos
pensando que es una época de transicion este insoportable estado
sanitario con tifus, viruela y difteria endémicos y, para diferen-
ciar una epidemia de cólera Ó6 fiebre amarilla para el verano
próximo.
A la obra, pues, y ayudémonos á nosotros mismos que somos
más fuertes que lo que algunos creen! Aún sin la abolicion de los
pozos negros por el momento, podemos poner á Buenos Aires en las
condiciones de muchas ciudades europeas que carecen de cloacas
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e
Laño [fuma .
6 desgrasados
T favaptatos
¡8 8 faño
£ , > >
cámazas de inspección
5 9 fawatorvío » pileta
944 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
más los espectáculos repugnantes de nuestros cementerios que no
necesito describir.
Mientras que los paganos predicaban y practicaban la máxima:
Mens sana in corpore sano, los eristianos predicaron cuzda primero el
alma y despues el cuerpo, lo que se interpretó por: cuanto más su—
cio el cuerpo, tanto más limpia el alma. San Antonio nunca se lavó
los piés, y el olor á santidad de este y otros no era sinó olorá
suciedad. |
Pero lo peor del asunto es que, una vez elevada á religion la su-
ciedad, para las numerosas enfermedades que de ella emanan fué
necesario buscar otras causas, y la medicina racional fué suplanta-
da para curaciones milagrosas.
Este estado de cosas prevalebe aún hoy en dia en has partes.
En Paris, Berlin, y otras ciudades existen casas antiguas que solo
tienen una letrina en el piso bajo.
Pues bien, este sistema ha sido perfeccionado en Marsella donde
la mayor parte de las casas se contentan con no tener 22 una sola.
En Toulon es aún peor, pues allí, segun los informes que lengo,
el contenido de las vasinillas se arroja simplemente á las calles.
No es estraño, pues, que el cólera diezmara la poblacion de estas
ciudades, cuyos habitantes confiesan, conjuntamente con los vene-
cianos y napolitanos, que sus ciudades no se distinguen por su
aseo.
En cambio, el cólera nofué-===— NI VA
hizo víctimas en Paris, la men
Las obras de salubridad tiene
no de la suciedad que ha ido ac
es posible, sinó de aquella sue : o
tiene varias empresas de Verda:
Pero como nadie puede sabe
deun buen servicio de cloacas
pensando que es una época de
sanitario con tifus, viruela y
ciar una epidemia de cólera
próximo.
A la obra, pues, y ayudémonos á nosotros mismos que somos
más fuertes que lo que algunos creen! Aún sin la abolición de los
pozos negros por el momento, podemos poner á Buenos Aires en las
condiciones de muchas ciudades europeas que carecen de cloacas
3 orinal
cámazas de imospección
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6 desgrasados
Y fava platos
8 faño
9 fawatorío » pileta
CLOACAS DOMICILIARIAS 945
y sin embargo no son azotadas por las epidemias, como Marsella,
Toulon, Nápoles, Venecia y otras.
Esto se consigue construyendo desde ya las cloacas domiciliarias
de una manera racional, y de modo que al habilitarse las canewildi-
cas (antes se llamaban urbanas) solo se necesite interrumpir la co-
nexion de lá cloaca principal de la casa con su pozo negro, para
unirla con la canewildica mediante algunos metros de caño. El di-
bujo 1? llena estas exigencias y está de acuerdo con el reglamento
del caso. Ha servido de base para los trabajos hechos en las casas
que he ejecutado en Buenos Aires, La Plata, y en las casas de cam -
po donde de todos modos es imposible evitar el pozo negro á no ser
que se usen earth-closets.
Las materias que las cloacas deben trasportar se dividen en dos
categorías: ofensivas é inofensivas, las que deben mantenerse se-
paradas lo más posible hasta cierto punto del sistema, por motivos
que conoceremos más adelante.
Las materias ofensivas son: las fecales y aguas servidas de al-
gunas industrias.
Las inofensivas son: el agua pluvial, las servidas de lavatorios,
baños y lavaplatos, pero las últimas solo síse les depura de grasa
y exceso de jabon.
Hay ciudades sin cloacas donde las materias infecciosas se jun—
lan en una cisterna y las inofensivas en otra. No apruebo el siste-
ma, porque soy de opinion que las aguas limpias deben emplearse
para el lavado de las cañerías y dilucion de materias ofensivas.
Antes de entrar á estudiar la figura 1, en conjunto, debemos co-
nocer las diferentes partes que la componen. Estas son:
Caños, tés, ramales, curvas.
Traps (Sifones).
Inodoros.
Orinales.
Desgrasador.
Lavaplatos.
Baño.
Lavatorio.
Cámara de inspeccion.
Pozo negro.
Cloaca urbana ó canewíldica.
946 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
LOS CAÑOS
Se dividen según su empleo en tres categorías: de ventila-
cion solamente, de ventilacion y descarga á la vez, y de agua
pluvial. Los últimos pueden ser de cualquier forma y material im—
permeable. Los de descarga y ventilacion deben ser perfectamente
lisos por dentro, de material no corrosivo é impermeable, y de fá-
cil y seguro enchufe, es decir: permitir uniones á prueba de gases.
Para la confeccion de caños seemplean :
4* Zinc.
22 Plomo.
3 Barro cocido. -
42 Vidrio.
- 59” Concreto.
6 Fierro.
Los caños de zine son buenos para caños de lluvia pero pa ra to-
dos los demás empleos son malos.
El zinc es uno de los metales que más pronto se destruyen al
contacto de materias orgánicas expuestas á la putrefaccion. El sim-
ple gas amoniacal que se forma en las letrinas lo destruye. Su em-
pleo debería prohibirse por las autoridades.
El caño de plomo es menos corrosivo, pero muy sujeto á defor-
maciones por golpes y por la temperatura variable de las materias
que se arrojan por él, ó por los rayos del sol. Los ratones lo des-
lruyen y es muy caro. Asímismo no podemos prescindir de él pa-
ra ciertos trabajos de cañería.
El barro cocido vidriado y aún más el vidrio, son excelentes _
materiales para caños, pero el enchufe de estos caños es muy difí=.
cil, casi imposible de hacer de una manera á prueba de gases. No
conozco el modo de unir los caños que se fabrican en el país, pero
dudo que con cautchuc pueda establecerse una buena junta porque
este material pronto pierde su elasticidad, base de su empleo para
válvulas etc. Sin embargo, debajo de tierra, envuelto en concreto el
vidrio es preferible al barro cocido. La colocacion tanto del uno como
del otro debe evitarse en paredes que corren riesgo de asentarse.
El concreto es un excelente material para caños, porque el ce-
mento portland con que se hace la junta entre dos caños forma
una masa compacta con estos, pero es preciso que el trabajo esté
Fig. 2
(0) BSTACULO EN UN CAÑO GRANDE | OBSTACULO EN UN CAÑO CHICO
QUE CONDUCE
A
da
QUE CONDUCE POCA AGU
CLAUGHTON
AM
; A UNA PERFORACION
BEN A ACONTECE
A FACILMENTE Y SE
SUSTRAE ALA 0B=
SERVACION COMO
/ ENELDTRAP E 1N:
Y UTILIZA EL APARA:
Fig E
; MUCHA AGUA
(MALA DISPOSICION )
+:
1
,
CLOACAS DOMICILIARIAS 917
muy bien hecho. Es decir que: para evitar la destruccion de los
caños por cristalización de sales amoniacales y otras provenientes
de la descomposición, es necesario trabajar la superficie de mane-
ra que quede perfectamente lisa y lo más impermeable posible.
En caños pequeños esto es casí imposible de conseguir, por eso
solo se ha empleado en Buenos Aires para los caños de tormenta
en las calles.
Queda como único recurso el caño de fierro, el que, bien cubier-
to é impregnado de bitumen, pierde casi por completo su corrosibi-
lidad, permite uniones á toda prueba hechas con plomo martillado,
y no está sujeto á deformaciones.
El caño de fierro galvanizado no sirve, porque el zinc se corroe,
y, bajo el agua, mismo bajo la simple humedad atmosférica, crea
una corriente eléctrica que destruye ambos.
Respecto á á la forma de los caños, solo hay que observar que los
de seccion circular son los más convenientes, porque con el mismo
contenido tienen menos superticie de fricción para las materias que
conducen y menos para la destruccion é influencias atmosféricas.
El único cuidado que debe tenerse es deemplear el caño más chico
que sea posible, porque uno chico es más difícil de obstruir que
uno grande. (Véase figuras 2 y 3). Los caños de ventilacion no de-
ben nunca ser más pequeños que los de descarga.
Las curvas no son sinó piezas dobladas segun un arco de circulo
y su objeto es evitar el empleo de piezas rectas al hacerse cambios
en la direccion de la corriente, porque las piezas rectas colocadas
en línea quebrada se obstruyen fácilmente y por lásguntas escapan
las materias. (Véase figura 4).
El objeto de T y ramales no necesita explicacion.
LOS TRAPS
Tienen el objeto de cerrar el paso á los gases cloacales que
transitan por las cañerías, para evitar que por los diversos
aparatos, estos gases penetren en las viviendas y otros sitios donde
los pueda inhalar el hombre. Se ha inventado un sin número de
traps, algunos con válvula de metal, goma, con mercurio, etcétera,
pero para mi modo de ver, no hay sinó uno bueno: ese es el simple
caño doblado en forma de sifon invertido, de manera que la inter-
9.48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
cepcion la forme únicamente el agua y no una válvula que nuñca
ofrece seguridad y siempre es acumuladora de suciedad.
Además, basta que un pelo ó un papel cruce en la válvula, para
impedir su cierre y dar paso á los gases.
El trap más antiguo es el D, trap que es un laa á pesar
de no tener válvula (figura 5). Los gases corroen y perforan las
paredes del caño de entrada sin que sea posible descubrir el dete-
rioro excepto por el olfato.
Los mismo sucede con el trap de Claughton (figura 6). Se han
introducido á Buenos Aires cantidad de estos traps con vidrios de
inspeccion. Estos vidrios son «engaña-bobos» porque son inútiles.
El interior de un trap con sus paredes negras, es tan oscuro y tan
cubierto de mucosidad, que nadre puede controlar su estado inte-
rior por medio de un vidrio, que, para mejor, está debajo del nivel
del agua sucia. Los únicos traps que no ofrecen estos inconvenien=
tes, son el anti-D, el S y el P, que son tres tipos distintos de un solo
trap verdadero (fig. 7, 8 y 9). Cualquiera perforacion de la pared se
denuncia por derrame de agua. La tapa de limpieza es necesaria
para poder eliminar cualquier objeto que cause obstruccion.
Es preferible no tener trap mas bien que usar Bell-trap ó Tasa de
olor. No tiene buen cierre, se obstruye y los que lo usan, general-
mente, lo dejan abierto ó lo rompen (fig. 9”*).Debo mencionar aquí
dos tipos más: uno malo, el man-hole trap (fig. 10) que se obstruye
y no está ventilado, y el otro, bueno, porque no tiene los defectos
anterior, el Crydon trap (fig. 10%). |
Bajo lavatorios, baños y orinales, se colocan generalmente traps
de plomo; bajo letrinas y en cañerías horizontales se ponen del
mismo material que las cañerías por motivos que conoceremos más
del adelante.
Desgraciadamente los traps, sin cuyo requisito es imposible evi-
tar escape de gases, y sin los cuales por consiguiente es imposible
todo sistema de cloacas con lavado de agua, los traps, decimos,
tienen un gran inconveniente: estees que se obstruyen fácilmente,
y, si no están ventilados, pierden su cierre (se dessifonan) ó dejan
escapar gases al través de su agua. Si están ventilados, las descar-
gas salpican el orificio del caño ventilador, lo embadurnan y á ve-
ces lo tapan si no es bastante grueso. Otra causa del dessifonage
de los traps, es la evaporacion,
Por estos motiwos es necesario hacer una dd ga diaria al través
de todos los traps.
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CLOACAS DOMICILIARIAS
INODOROS
Se ha inventado un sin número de estos aparatos pero su-
cede con estos lo mismo que con los traps: los más sencillos
son los mejores. En verdad, solo conozco[dos que merezcan su
nombre: son los más baratos y los más antiguos. Me refiero á los
dos tipos del flush-ont con trap independiente.
Parece increible que estos dos tipos ya fueron pro-
puestos en 1852 por el Board of Health de Inglaterra
que condenó sin misericordia el pan-closet (fig. 11).
Pues bien, en los 35 años trascurridos desde entónces, infinidad
de plomeros sanitarios (sic!) han fabricado millares de pan-closets ;
otros han perdido su tiempo ideando aparatos complicadisimos,
con dobles y triples traps, con flotadores, etc. Otros trataron de su-
plantar los traps con válvulas 6 de suprimirlos completamente.
El resultado ha sido una gran variedad de tipos que todos son
acumuladores de aquellas materias que están destinados á alejar.
No hay válvula de letrina que no se descomponga por más bien
hecha que esté, y sobre todo, ¿para qué usar máquinas complica-
das y costosas cuando con un aparato barato, sin piezas movibles
que se descomponen, se obtiene el mismo fin?
Los dos tipos que recomiendo consisten de: recipiente, trap y caja
de agua. El recipiente se lava con una descarga de agua que baja
por un caño grueso, descarga que el uno recibe á un costado, arro-
jando las materias por el lado opuesto; mientras que el otro la reci-
be por toda la circunferencia, descargándose por el centro del
fondo. Del recipiente, todo pasa por el trap á la cañería, limpia-
mente, sin abrirse ni cerrarse válvula. En el trap siempre queda
la última parte de la descarga, es decir: la más limpia, y los gases
no pueden ni por un momento retroceder. La forma de la caja de
agua es indiferente con tal que descargue todo su contenido de un
solo golpe.
Respecto á la cantidad de agua necesaria para lavar un inodoro
debo decir que el momento de inercia del agua espelente, debe ser
mayor que el del agua á espeler, y no puede mantenerse en estado
salubre un inodoro ú orinal si la cantidad destinada á lavarlo no
excede, en volúmen y fuerza, el volúmen de la masa polucionada
que aquel contiene.
9250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
La dotación de agua de un aparato sanitario es más importante
de lo que muchos creen. Cualquier aparato de estos estará limpia
despues de 6 años de uso si tiene el servicio de agua que necesita, y
estará sucio despues de 6 meses si no lo tiene.
Una garúa de varios dias no limpia las calles sinó que más bien
las ensucia, mientras que un buen chaparron las limpia, y eso em-
pleando menos agua que la garúa.
Del mismo modo, si la dotacion de agua no es bastante para la-
var toda la superficie del recipiente y trap de golpe, los excremen-
tos, etc., se secan sobre la parte no mojada y una vez que esto ha
sucedido ya es casi imposible volverlos á limpiarconvenientemente.
Se ha fijado por la práctica que en circunstancias ordinarias una
descarga de 106 12 litros basta para limpiar un inodoro despues
de cada uso.
Con que: mucha agua, y aplicarla bien |
Para concluir debo prevenir sériamente no solamente contra todo
inodoro sin trap, sinó tambien contra todos aquellos que tienen re-
cipiente y trap en una pieza como el de Jennings, el Tubal, Natio-
nal, etc., etc. La razon es plausible.
ronca que el aparato esté bien unido á las cañerías, lo
que raras veces estará, y que se golpée ó asiente. ¿Qué sucederá ?
La primer junta se romperá, y en el caso de estar trap y reci-
piente en una pieza, la funcion del trap queda inutilizada, mien-
tras que en el otro caso la rotura quedaría detrás del trap y los
gases estarían interceptados. Por estos motivos el inodoro Vortex,
tan lindo en teoría, en práctica es peligroso, porque las probabili-
dades de mala colocacion son tan grandes como graves sus malas
consecuencias y por eso vale más ir seguro y no emplearlo en Bue-
nos Aires.
ORINALES
De estos aparatos puede decirse lo mismo que d > los inodoros.
Cuanto más sencillos tanto mejor, y los que tienen el trap en
una pieza con el recipiente no convienen.
En vista de lo muy corrosiva que es la orina, debe diluirse inme-
diatamente de caer en el recipiente, por eso los orinales deben te-
nerun servicio de agua contínuo. Para evitar desperdicios de agua
en algunos aparatos el caño de agua tiene una válvula que se abre
cuando el que váá hacer uso del orinal se para en el escalon del
aparato.
CLOACAS DOMICILIARIAS 951
El tornillo de limpieza del trap es especialmente necesario de-
bajo deun orinal por motivo de los puchos de cigarro que se arro-
jan confrecuencia en ellos.
Al colocarse un orinal debe cuidarse especialmente de dar una
corriente bien fuerte al caño de descarga, porque sinó las sales de
la orina se cristalizan sobre las paredes del caño y lo obstruyen
con facilidad, aun mismo en casos donde no se hace economía de
agua.
LOS BAÑOS, LAVATORIOS Y LAVAPLATOS
Considerados bajo el punto de la higiene pueden tener cualquiera
forma siempre que tengan trap ventilado é independiente de la
pieza.
Los pisos de los cuartos de baño requieren un cuidado especial
por motivo del agua que suele derramarse.
Es absolutamente malo poner estos pisos en combinacion di-
recta con los caños de descarga, porque es casi imposible colocar
un trap debajo de estos pisos sin inconvenientes para el cielo-razo
del piso inferior, y el agua de este trap nose repone siempre á me-
dida que se evapora. El modo racional de desaguar estos pisos es
hacer descargar su agua al aire libre sobre una rejilla de pileta de
agua pluvial.
EL DESGRASADOR
Este aparato es el más desagradable de atender y sin embargo
de imperiosa necesidad. Su objeto es depurar automáticamente
las aguas de cocina de la grasa que llevan en suspension para
evitar que aquella se deposite sobre las paredes de los caños obs-
truyéndolos, despacio pero seguro, haciendo entónces inevitable la
remoción parcial ó total de la cañería.
Hay varios tipos de desgrasadores pero todos se basan sobre el
mismo principio. El agua del lavaplato ó pileta entra al desgrasa—
dor por un lado debajo del nivel del agua. La grasa flota al en-
friarse y por el caño de descarga, que esté en el lado opueslo, sale la
capa de agua que se halla en el fondo del aparato, es decir, la que
252 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
no tiene grasa. La inmersion del caño de descarga intercepta al
mismo tiempo los gases de la cañería. La grasa que flota en la su—
períicie del agua se saca con una cuchara agujereada ó sedazo y se
quema ó arroja á la basura. En el fondo del aparato hay un orifi—
cío que se abre al hacerse la limpieza. Los desgrasadores deben
naturalmente tener su trap ventilado.
LA CÁMARA DE INSPECCION
Tiene por objeto extraer de las cañerías cualquier objeto que
pueda ser causa de obstrucción, como huesos, vídrios, trapos, ma-
deras y hasta cadáveres de criaturas recien nacidas que, como es
sabido, la servidumbre muchas veces arroja á los inodoros, y otros
aparatos, por ignorancia, por evitar que los patrones se aperciban
de roturas de vajilla, ó por perversidad. La cámara tiene su ven—=
tilacion especial.
EL POZO NEGRO
No necesita esplicacion.
Conociendo ahora las diferentes partes del sistema, veremos su
colocacion y sufuncion. (Véase fig. 1).
En el momento de descanso, los gases cloacales, que se forman
tanto en el pozo negro como en las cloacas, ya urbanas, ya domi-
ciliarias, salen libremente por todos los caños, y mezclándose con
la atmósfera, la infestan. Es evidente que, cuanto más cerca de un
caño ventilador esté una capa de aire, tanto más viciada estará y
y vice- versa. AUS.
Por estos motivos no se debían nunca dejar las bocas de estos ca-
ños á inmediaciones de ventanas, claraboyas, sobre todo nunca á me-
nor altura que una de estas aberturas (fig. 12) ó de una chimenea,
porque en el momento en que no se usa la estufa ó cocina á que esta
pertenece (fig. 13) por ella baja una columna de aire, á veces con
gran tiraje. Tampoco debe dejarse concluir un caño ventilador
cerca de un depósito de agua porque esta absorbe un gran volú-
men de gases cloacales (como de casi todos los otros gases) infec-
tándose por consiguiente.
CLOACAS DOMICILIARIAS 953
Para que sea posible una ventilacion es siempre necesaria la pre-
sencia de dos caños, uno para entrada y otro para salida del aire.
Por eso el pozo negro del dibujo tíene dos caños. El aire puro baja
por un caño y el viciado sube porel otro ó segun su densidad, los
gases pueden en un momento dado subir por todos, ó el aire bajar
por todos los caños que hubiere, hasta que el equilibrio se resta-
blece. Por lo general, los dos ó más caños hacen alternativamente
las funciones de aspirar y ventilar.
Haciéndose la boca de uno de los caños mucho más baja que la
del otro, se puede obtener un tiraje en un sentido dado, pero casi
nunca es posible hacer esto en nuestras casas modernas. La dife-
rencia de temperatura que existe, ya en verano, ya en invierno, en-
tre el airelibre y el del interior de una casa, incluso los patios,
puede ser causa de que, debido á la diferente densidad del aire
adentro y afuera, por el caño con boca más baja en vez de entrar
aire fresco á las cañerías, salga el ajre infectado que estas contie-
nen.
Esto puede suceder sobre todo en el momento de una descarga,
como veremos más adelante, y por estos motivos nunca he queri-
do hacer notables diferencias de altura en los caños de las ca-
sas que he construido.
Sobre todo ¿qué importancia tiene que el aire suba ó baje por
un caño ó por otro? Lo único que nos importa es que haya ventila-
cion. Esto se consigue con caños del mismo alto, y estamos entón-
ces perfectamente seguros de que el aire viciado nunca entrará á
una vivienda, patio, tienda, etc., sinó despues de estar tan diluido
como puede estarlo en una ciudad.
Estudiemos ahora el efecto que sobre todo el sistema puede le—
ner una descarga por uno de los aparatos, por ejemplo el inodoro
más alto.
Bajo la presion del agua que sale de la caja, las materias conte-
nidas en el recipiente corren al través de traps y caños embadur-
nándolos en su camino, adhiriéndose á las paredes deestos y obs-
iruyéndolos poco á poco, pero seguramente, si el agua que les
sirve de vehículo no viene en la cantidad y con la fuerza necesa-
ria para lavarlos bien.
Es evidente que por estos motivos para el caso de un aparato co-
locado á gran distancia de la desembocadura de la cloaca domésti-
ca en la urbana, se necesita más agua que para el caso de hallarse
el mismo aparato á menor distancia.
94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Al bajar el agua forma un tapon, una masa compacta, arrastrando
tras sí, y empujando delante de sí, el aire que se hallaba en el caño
moviéndose en una ú otra direccion.
Si el caño de descarga no se continúa hácia arriba y hasta el aire
libre, y si el trap de la letrina alta no tiene ventilacion, se dessifonará.
Sobre el trap del inodoro bajo el efecto de la descarga es doble.
Primeramente, si el trap no está ventilado, el aire hace retroce-
der el agua que contiene hasta que quede libre el paso. Despues de
un puf! se restablece el equilibrio, el agua vuelve á caer en el trap.
Sigue la descarga su curso y el mismo trap, si no está ventilado, se
volverá a dessifonar pero esta vez su agua no volverá ácaer en el
trap, porque habrá tomado el mismo camino que la descarga, la que
llega á la cámara de inspeccion revolviendo el aire que contiene y
empujando parte de él al través del caño ventilador. Pasa por el
Croydon Trap, revuelve las aguas y gases del pozo (ó bien de
la cloaca urbana). Estos gases buscan su equilibrio por medio del
caño ventilador.
Queda probado pues lo que dije antes: que no solo debe haber
traps en todos los aparatos, sinó tambien que éstos deben ventilarse.
Para establecerla comunicacion de la cloaca domiciliaria con la
urbana, se corta simplemente la comunicacion entre el cáño (cloa-
ca) principal y el pozo negro en un punto que quede más bajo que
su union con el ventilador, continuando el caño (cloaca) hasta la
cloaca urbana.
El segundo caño queda para ventilacion del pozo negro abando-
nado, que por este caño sigue envenenando el aire +n dulce jubrlo
hasta el dia en que su contenido cesa de fermentar.
El motivo para separar las aguas inofensivas de las infecciosas
es poderoso.
Hemos visto que la evaporación desifona los traps, y para evi-
tar esta evaporacion es necesario hacer, por lo menos, una descarga
diaria para todos los aparatos.
Pues bien, una casa está inhabitada. ¿Quién se encarga de ese
trabajo?
¿El portero que dejó la familia antes de irse al campo? No es
probable.
¿Y si la casa está desalquilada ? ¿Quién lo hará entonces? Nadac.
Aún estando habitada la casa no hay la garantía necesaria.
CLOACAS DOMICILIARIAS 109
Los baños p. e. no se usansiempre, y nadie se acuerda de ellos
en el sentido de hacer una descarga diaria. Pero el lava-platos se
usa casi siempre que alguien vive en una casa, y en el peor caso la
lluvia hace el papel de inspector.
Terminando todos los caños de descarga de aguas inofensivas en
una pileta en que terminan tambien los caños de agua pluvial, de
donde estas aguas pasan al « Croydon-Trap» de la cámara deins-
peccion, lavando en su camino la cañería horizontal, aún cuando
todos los traps de los demás aparatos pierdan su cierre por evapo-
ración, el último trap de la casa, el de la cámara de inspeccion,
siempre conservará su cierre, y solo lo perderá si median circuns-
tancias especiales combinadas como lo son: 1” la casa completa-
mente abandonada y 2” una seca prolongada.
Aún contra esta eventualidad puede garantirse uno, por la ins-
talacion de un pequeño flushing tank. Es este un aparato que junta
el agua que se hace gotear continuamente de una llave de cual-
quier clase y recien cuando está lleno descarga su contenido, de
golpe y automáticamente. El aparato se puede hacer grande ó chi-
co y regularse de modo que se llene y descargue una ó mas veces
cada 24 horas.
La instalacion de un flushing-tank debería hacerse obligatoria á
cada casa del municipio. Su costo no es grande y su gasto de agua
insignificante.
Creo haber demostrado que es fácil poner á Buenos Aires en con-
diciones de salubridad relativamente buenas aún sin abolir por el
momento los pozos negros; si no tan buenas como con el servicio de
cloacas urbanas, por lo menos, no solo infinitamente mejores que
las actuales, sinó mejores que Marsella, Toulon, Venecia y Nápo-
les, y lan buenas como las de muchaz3 ciudades europeas, que care-
ciendo de cloacas, no son azoladas por las epidemias como yalo
fué Buenos Aires varias veces por cólera y fiebre amarilla, cuyas
dos epidemias nos vienen anunciando su visita para un tiempo no
remoto.
CARLOS Á. ÁLTGELT
Arquitecto.
FILTRO MEDINA
El filtro de Chamberland, sistema Pasteur, fué presentado al pú-
blico, por primera vez, en la Exposicion Internacional de Higiene
celebrada en Lóndres en el año 1884. Como se sabe, ese filtro com-
puesto de porcelana porosa, realiza perfectamente el desideratum
de los higienistas, puesto que, suministra agua completamente pri-
vada de organismos patógenos, siendo su sencillez tan admirable
como su eficacia. Una de las ventajas del filtro Chamberland es la
facilidad con que puede limpiarse. Es indudable que un filtro que
no requiere una limpieza frecuente es un filtro malo. Un filtro
cuyos poros no se obstruyen ó que se obstruyen muy lentamente
es un filtro de eficacia problemática y que no puede ofrecer ningu-
na garantía al consumidor del agua. El filtro Chamberland-Pas-
teur puede limpiarse fácilmente pero la operacion confiada á ma—
nos poco expertas, con frecuencia da lugar á la destruccion de la
bujía de material fragil que constituye el filtro y á este peligro
hay que agregar otro no menos grave: el desgaste de las piezas
metálicas que puede ocasionar desperfectos en las juntas, permi-
tiendo que pase agua impura á mezclarse con la filtrada. Estos in=
convenientes sérios que habrán palpado todos los que han hecho
uso de las bujías ú otras modificaciones del filtro Pasteur con su
envoltorio ó armazon metálico, dieron estímulo al genio inventivo
del Sr. Don Bonifacio Medina Santurio, propietario de un taller me-
cánico en esta capital, quien acaba de conseguir patentes de inven-
cion concedidas por el Exmo. Gobierno, designadas « Depurador
Medina » N'* 778 y «Filtro Medina» N” 823, ambas por el término
máximo de quince años. La segunda de dichas invenciones es,
como se verá, por la descripcion siguiente, una modificacion del
filtro Pasteur, en cuanto á la forma que afecta el tubo filtrante de
porcelana, obteniéndose una superficie efectiva mucho mayor que
con las bujías, y permitiéndose la aplicacion del sistema de depura-
cion por medio del roce de pequeños granos, lo que constituye la
FILTRO MEDINA 951
base y novedad especial de la primera patente ó sea del Depurador
Medina.
Nos limitaremos pues á describir el Filtro Medina, representado
en una de sus formas en la lámina que se acompaña, que dará idea
de una invencion cuya importancia apreciarán los lectores de los
Anales de la Sociedad Cientifica Argentina. sin necesidad de mayo-
res esplicaciones ó recomendaciones por nuestra parte.
El Filtro Medina presenta la forma de una columna y lo compo-
ne un tubo B, vertical, de porcelana, de base saliente y en forma de
receptáculo K anular, que termina en la parte superior en una
ampollera, montada sobre un soporte P metálico de doble con—
ductos deentrada J y salida I para el líquido ; envuelve á este tu-
bo y está en comunicacion por sus estremidades M y N un tubo
A de porcelana porosa en forma de serpentina, destinado á la fil-
tracion.
En el interior del tubo vertical B existe uno de menor diámetro
E con rejilla, que sostiene en la parte superior un tubo rejilla D,
ambos tienen la mision de dar paso al esterior por el conducto G y
luego por el agujero de salida /, al agua cargada de impurezas
á más de contener los granos € que el líquido arrastre.
Una campana U ajustada al borde saliente del receptáculo K,
cubre la parte filtrante del aparato, librando al agua filtrada del
contacto del aire atmosférico, además de ponerlo en condiciones de
una fácil esterilización en los casos de epidemia, y de funcionar por
aspiración ó vacío cuando no hubiere agua con presion suficiente.
Dentro del tubo B hay una cantidad de granos de arena C que
pueden ser puestos en movimiento, toda vez que el líquido á filtrar
tenga presion y libre paso por los conductos de entrada J y salida
[ del aparato, estos granos pasan de dicho tubo á la serpentina
por el punto M y la recorre interiormente en toda su estension
volviendo á su lugar primitivo tan pronto cese la corriente.
Un pico L en comunicacion con el receptáculo anular K permi-
te la salida del agua filtrada al esterior.
Para filtrar en este aparato basta dejar pasar el agua que se de-
sea filtrar porel conducto de entrada Y, y cerrar el de salida /,
el líquido se filtrará entónces por presion de adentro á fuera del
tubo serpentina 4, dejando en las paredes de dicho tubo las impu-
rezas que él contenga, pasando el líquido filtrado que trasuda la
serpentina al receptáculo K y de este punto al que se desee por el
¡1eo YE
ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXVIII 17
O ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
La limpieza de este aparato es tan rápida como sencilla, y con—
siste ella en la apertura del conducto de salida 1, con lo cual se
establece una corriente de líquido que pone en movimiento los gra-
nos € del tubo vertical B, haciéndolos pasar por el interior de la
serpentina A desprendiendo por el roceen su paso y arrastrando
al esterior, las impurezas ó materias insolubles que hubieren de-
tenidas en las paredes de dicho tubo.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA
DE LOS
MARES DEL GLOBO
Por JUAN LLERENA
(Continuacion)
En todo lo demás, la regla es efectiva, pudiendo justamente citarse
en ese mismo continente y costa, pero más al norte del paralelo de
los 35 un ejemplo en escala gigantesca de la predominancia de
dicha ley, 4 saber: las costas de toda la península americana meri-
dional, desde dicho paralelo de los 35” hasta el golfo de Gruayaquil,
en las inmediaciones del Ecuador, donde el hecho desaparece. Es el
caso que las altas cordilleras del Perú y Bolivia de tal manera estru-
jan la esponja empapada en humedad de los vientos orientales preva—
lentes, que mientras innumerables arroyuelos, que son los tributa-
rios del gigantesco Marañon visten sus faldas orientales con una per-
petua verdura; sus faldas occidentales se presentan áridas y desoladas.
Tal es la influencia de la colosal barrera de las cordilleras para
interrumpir, cambiar y desnaturalizar el curso de las corrientes
aéreas, quelos vientos alisios no se sienten en esas mismas costas del
Pacífico, sinó á la distancia de 100 y aún de 150 millas de la ribera,
segun la altura de los Andes.
En el Africa tambien hallamos las costas y mesetas orientales de
sus partes centrales y meridionales, cubiertas de magníficos lagos y
bosques; formando un notable contraste con las áridas llanuras y
desoladas regiones del interior; y en el Pacífico, la diferencia de fron-
dosidad entre las costas o:ientales y occidentales que hemos hecho
notar en otra parte, en los archipiélagos de Awaii, las Fiji y otros, es
un objeto de constante asombro para los marinos.
Los vientos alisios de los dos hemisferios no soplan, sin embargo,
formando una corriente sostenida y generai sobre todo el ancho del
océano tropical, sinó que la corriente de un hemisferio se halla. sepa-
rada de la del otro por una banda ó zona de calmas, segun lo hemos
hecho observar en nuestros viajes. Esto proviene de la mútua para-
lizacion de sus respectivas influencias al encontrarse las corrientes
del norte y del sud, y mediante la atraccion del sol, el cual en el
zenit, convierte las corrientes orientales en corrientes ascendentes.
De esta dependencia de la posicion del sol se puede inferir fácilmente
que la zona de calmas fluctúa, como los vientos alisios mismos, entre
el norte y el sud, segun las estaciones; y ques están muy lejos de
ocupar invariablemente los mismos grados de latitud, ni aún el mismo
260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
ancho en todas las épocas del año. En el Atlántico, vor causas que ya.
dejamos mencionadas, permanece constantemente al norte de la línea,
donde su ancho varía de 5á 6 grados; en el Pacífico, generalmente
se estiende durante el estíc antártico, á ambos costados del Ecuador.
A más de la intensidad de su calor, la zona de las calmas se halla
caracterizada, como lo hemos hecho ver, por contínuos aguaceros ó
chubascos, que caen á todas horas, pero sobre todo en las tardes, y
que provienen del enfriamiento en las regiones superiores, de las co-
lumnas de aire saturado que el calor y la luz del sol hacen subir.
Diariamente, hácia medio dia, densas vubes se forman en el cielo y
se disuelven en abundantes y frescas lluvias en el mar, como lo he-
mos hecho observar al pasar el ecuador en el Pacífico, ó en el Atlán-
tico; generalmente sin ir acompañadas de tormentas ni de borrascas.
Pero en ocasiones estas lluvias suelen ir acompañadas de tempestades
le rayos y truenos, sobre todo en tierra. Entónces, en medio de las
más tremendas explosiones eléctricas, los aguaceros se hacen torren-
ciales, más temprano ó más tarde, más largas ó más cortas, con vio-
lencia creciente ó disminuyente, conforme el sol se aleja ó se aproxi-
ma de su zénit. En la tarde, los vapores se dispersan y el sol se pone
en medio de claros y despejados horizontes. Así, en tierra, las ciu-
dades y países situados en la zona de las calmas, talestcomo las ciu-
dades del Pará, Quito, Guayaquil, Bogotá, Galapagos, Las Molucas,
el Archipiélago de la Sonda, etc., se puede decir se hallan en una
estacion de perennés lluvias, pues las lluvias caen en todas las estacio-
nes del año.
Al norte y al sud de la zona de las calmas, se presenta en
ambos hemisferios una ancha zona, caracterizada por dos distintas
estaciones, una lluviosa y otra seca, esto es, dos estaciones lluviosas,
separadas por dos estaciones secas alternadas, á saber: primavera y
otoño secos, y estío é invierno lluviosos. La estacion lluviosa tiene
lugar cuando el sol se halla en el zénit, y que más ó menos paraliza
el poder de los vientos alisios. Cayenne, Honduras, Jamaica, Per-
nambuco, Bahía, Nueva Guinea, Ceilan, Sud del Hindostan, la isla
de Java y la isla de Socotora, nos presentan ejemplos de estas bien
definidas alternativas. En Jamaica, por ejemplo, 18 de latitud norte, '
la primera estacion lluviosa comienza en Abril; la segunda en Octu-
bre; la primera estacion seca en Junio; la segunda en Diciembre.
Al aproximarse á los trópicos se presentan las zonas que se hallan
caracterizadas por una sola estacion lluviosa; pero de una duracion
mayor; generalmente se estiende seis meses, durante estío y prima-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 961
vera, Ó mejor, entre equinoccio y equinoccio. En esas partes, la es-
tacion lluviosa es tambien el período más ardiente del año; siendo
ya allí las diferencias de altura del sol en invierno y estío tan consi-
derables, que en el tiempo de la culminacion de las nubes y de las
lluvias, estas no son capaces de reducir la temperatura más abajo de
los claros y secos meses frescos; mientras en las regiones situadas
cerca del ecuador, la estacion lluviosa, en despecho de la culminancia
del sol, es siemprela más f.esca.
Reasumiendo las anteriores observaciones en unas pocas palxbras :
las dos estaciones lluviosas que caracterizan las zonas medias entre
cada trópico y la línea equinoccial, tienen la tendencia á convertirse
en una estacion lluviosa y otra seca, á medida quese avanza hácia los
trópicos; y á convertirse en una perenne estacion lluviosa al aproxi-
marse al ecuador. A medida que el sol avanza en la direccion dei
norte ó del sud, él abre las esclusas del cielo y las cierra al pasar al
hemisferio opuesto. Tal indudablemente sería el estado normal que
se presentaría por todo dentro de las regiones equinocciales si un
océano sin límites cubriese la superficie de nuestro globo, y no inter-
pusiese su influencia ninguna de las causas perturbadoras antes
mencionadas; pero como hallamos los vientos alisios tan á menudo
deflectados y apartados de su carrera normal, es tambien lógico
suponer que el órden teórico general de las estaciones lluviosas
y secas, debe necesariamente sufrir las modificaciones consiguientes.
Así, enel mar de la China y en el océano Indico donde nos encon-
tramos, las influencias terrestres prevalecen durante el estío que
completamente apartan los vientos alisios, aquí llamados el Monsoon
del Nordeste, por su curso regular. De las anchas tjerras del Sudeste
del Asia, ardiendo durante los meses estivales con un calor tórrido,
el aire rarefacto, á medida que se levanta á las regiones superiores»
se sobrepone por completo al curso usual de los vientos alisios, con-
virtiéndolo en el Monsoon del Sudoeste, que sopla desde Mayo hasta
Setiembre. Poreso, durante los meses del estío, los vientos de mar
saturados, arrojándose como hemos visto, contra los Ghater occiden-
tales, conducen las lluvias sobre las costas de Malabar, mientras en las
costas opuestas de Coromandel, reina la estacion seca; pero lo in-
verso tiene lugar cuando al declinar el sol en la direccion del medio-
dia, los vientos alisios del Nordeste reasumen su curso.
Reflexiones análogas del curso ordinario de los alisios ocurren tam-
bien en las costas de Gruinea, en el golfo de Méjico y en esa parte
del Pacífico que confina con la América Central, mediante la influen-
262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
cia de los desiertos ó llanuras recalentados del Africa, de Utah, Te-
jas y Nuevo Méjico, teniendo una influencia análoga sobre la distri-
bucion de la humedad. Así el Monsoon marítimo que prevalece du-
rante los meses de estío sobre la costa setentrional de Guinea, con-
ducela estacion lluviosa sobre las tierras hasta llegar á los 18% y 19
de latitud norte, y fertiliza una vasta estenmsion de país que, por su
posicion sobre la costa occidental de un inmenso continente, habría
sido de otro modo tan desnudo y desierto como el Sahara.
Como las lluvias tropicales, aunque generalmente confinadas solo á
una parte del año, y entónces solo á unas pocas horas del dia, caen
en una abundancia mucho mayor que en los climas templados, dota-
dos de lluvias frecuentes durante todo el año como en el nuestro ar-
gentino, hay que suponer por fuerza que en esas regiones las lluvias
deben ser proporcionalmente violentas y aluvionales. Y así es en efec-
to. Habiendo'salido un dia de mis habitaciones con tiempo seco en Rie
Janeiro; á mi vuelta, unaguacero que cayó y que no duró más de me-
dia hora, fué suficiente para anegar la ciudad y hacer correr sus calles
como rios torrenciales: en nuestro país se habría necesitado un dia
entero de fuerte lluvia para que tal cosa hubiese sucedido, y esto con
un suelo menos inclinado y menos favorable á los desagies. Pasada
la media hora de lluvia torrencial, el sol volvió á salir y el cielo se
despejó. Las calles quedaron enjutas conmo si no hubiera llovido
nunca. En estos climas, pues, las aguas aluvionales, al descender en
torrentes de las montañas, el suelo aunque poroso, incapaz de ab-
sorber con suficiente prontitud las aguas de lluvia, se cubre de un mar
repentino, el cual desciende en pavorosa mole y estruendo por las
quebradas y faldas, abriéndose profundos cauces, ú arrazándolo todo,
plantas, árboles, animales y hasta las rocas. Cuando estas tempesta-
des tienen lugar de noche, el estruendo dela borrasca, y las aguas que
caen y que corren es tan violento y atronador, que hace imposible el
sueño. En Bombay, hemos visto caer en un dia cerca de 9 pulgadas de
lluvia; y 12 pulgadas en Calcutta, lo que es cerca de la mitad de la
lluvia anual media que cae en nuestro litoral argentino. Durante una
sola tempestad, en Pebas, sobre el Amazonas, cayeron no menos de
30 pulgadas de agua, esto es, el máximo de lluvia anual que cae en
Buenos Aires en todo un año. Esta medida fué tomada con exactitud
por Castélnau.
omo en las regiones ecuatoriales la precipitacion atmosférica es
mucho más considerable que en la zona templada, así tambien las
borrascas se agitan allí con mucha mayor violencia que en nuestros
e
a
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 263
climas. En los mares de la China, y enel mar Indico, donde navega-
mos en este momento, las convulsiones de la naturaleza generalmente
tienen lugar durante el cambio de los monsones, esto es en los equi-
noccios. Justamente fué en el equinoccio y sus inmediaciones que no-
sotros cruzamos el mar Indico de Australia á Ceylan, de Ceylan á
Bombay y de Bombay á Aden. Nunca, sin embargo he navegado por
mares más apacibles y suaves. Navegamos sobre un mar de lázuli y
plata, reposado como una superficie de bruñido acero, bajo un cielo
de záfiro y de oro, tachonado de diamantes durante las espléndidas y
poéticas noches. Pero no siempre se observa este reposo en este pe-
ligrosísimo período. Dos años despues de haber pasado nosotros por
esos marés de azul y de oro, tuvo lugar el más espantoso ciclon que
se recuerda en esos mares, y el cual fuéá rematar en el golfo de Aden,
perdiéndose en los secos y ardientes desiertos de los Somalis. El lector
nos va á agradecer los detalles que le vamos á dar. En otra parte he-
mos dado el análisis científico de este estupendo fenómeno; aquí solo va-
mos á describir las escenas é impresiones tomadas de testigos oculares.
Hácia fines del mes de Mayo dé 1885, el monsoon del Sudoeste de
que hemos hablado y que hace diluviar en Bombay no se hallaba aún
establecido en las regiones del sud del paralelo de Socotora, ó Soco-
tra como la llaman los ingleses; y no soplaba sinó por ráfagas ; mien-
tras que el monsoon del Nordeste, que hace diluviar en Calcutta,
reinaba todavía al norte de este paralelo, resultando del encnentro
accidental de estas dos corrientes, la formacion de un ciclon en el
golfo de Aden. Este ciclon ha sido completamente escepcional: 1? por
su curso extraordinario del este al oeste, que lo ha hecho penetrar
hasta la entrada del Mar Rojo, y aún más allá, recorriendo de un es-
tremo á otro el golfo de Aden que, de memoria de hombre, no había
presenciado jamás un tan tremendo meteoro; 2 por la disminucion
gradual de su diámetro á medida que avanzaba en la direccion del
oeste, lo que es contrario á las observaciones practicadas hasta hoy.
Como la masa de nubes borrascosas se consumía sin renovarse, el
huracan ha venido á terminar como una simple tromba en medio del
desierto ; por la gran velocidad del viento irresistible, vertiginoso, es-
pantoso que él ocasionó y que dió por consecuencia hacer casi tan im-
practicable su semi-círeulo peligroso, como su semi-círculo manejable.
En un ciclon, en efecto, el semicírculo que se mueve en torno del
centro en el mismo sentido que la marcha del torbellino mismo, es en
especial peligroso por la adicion que tiene lugar de estas dos velocida-
des; por el contrario, en el semi-círculo opuesto, mientras mayor es la
9264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
velocidad del centro y se aproxima á la del contorno del centro, que
es entónces en sentido opuesto, más la velocidad delviento, con rela-
cion al mar, disminuye en esa region, dicha manejable, hasta el pun-
to de llegar á hacerse nula cuando las dos velocidades son iguales.
En el caso presente, como el ciclon se dirijía hácia el oeste con la
velocidad relativamente lenta de 15 millas, y el torbellino girando
en torno de su centro árazon de 75 millas por hora, resultó del exce--
so de esta última velocidad que el semi-círculo sud, que hubiera debido
ser manejable, se conservó, sin embargo, en estremo peligroso. La
excesiva velocidad de esta giracion hadebido tener por causa un gran
desequilibrio de temperatura en las columnas de aire que por el cho-
que de dos corrientes, ha llegado á constituir el torbellino. Con una
giracion menor y aún lenta ensu orígen ella acelérase gradualmente
con el movimiento, haciéndose este cada vez más rápido. No hay
pues, nada de inexplicable en esta excesiva velocidad, como lo supo-
nen algunos observadores.
Por lo demás, el huracan ha sido tal que no parece posible que nin-
guna de las embarcaciones de cabotaje que llegaron á encontrarse en
su área de accion haya podido salvar. En cuanto á losgrandes buques
que lo han atravesado eran ennúmero de 42, de los cuales 23 en alta
mar, 19 en el ancladero y 15 en el puerto interior de Aden. De los 23
primeros, cinco han perecido, á saber: el aviso francés Le Renard, la
corbeta alemana La Augusta, los vapores ingleses el Speke-Hall y el
Seraghio, y la embarcacion turca el Fetul-Bahri. He aquí para algu-
nos de esos buques, el resultado del exámen de los documentos re-
cogidos:
El Mergui, vayor que se dirijía á Rangoon, encontró el huracan el
30 de Mayo á 250 millas al este de Socotora, sobre el camino del ca-
nal de Nueve Grados, que separa las islas Laquedivas, de las Maldi-
vas ; islas, como sabemos muy inmediatas á la costa de Malabar en la
península Hindostánica. El capitan Bowers declara en su informe:
« Hemos caido en una de esas tempestades girantes que, felizmente,
son tan raras en estos parages. No se había manifestado ninguno de
los anuncios atmosféricos que preceden generalmente estas tempesta-
des. Este ciclon es el quinto en que me he hallado metido en mi exis-
tencia de marino, pero ninguno lo he visto soplar con un furor seme-
jante. El mismo gran ciclon de Madras, de 1864, á Calcutta, en el
cual mi buque el Madras, fué hecho tiras, no se mostró tan violento
como este. » Habiendo abordado el huracan en el semi-círculo peligro-
so, el capitan quiso adelantarse al centro, esperando alcanzar el se-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 265
mi-círculo manejable. Con este objeto él mantuvo sus velas en los ba-
jos risos, hasta que ya no pudo llevarlas, continuando su ruta al sud
á palo seco; pero el mar se hallaba de tal manera convulsionado, que
el buque se hizo ingobernable y se mantuvo recostado de través. Mu-
chas veces se ensayó el hacerlo sobreponerse á la ola, sin consegui.'o.
De las 3 álas 6 de la mañana, se vió envuelto en la espuma hasta el
punto de no poder distinguir sinó por momentos el mastil de mesana,
y niaún la chimenea. Todo lo quese hallaba sobre cubierta fué bar-
rido por el mar.
El Rouen, navío de vapor francés conduciendo caballería al Tonkin,
encuentra el huracan 440 millas en el nordeste, en la punta este de
Socotora; el viento gira sucesivamente del este al norte, al sud y al
Sud sudeste; á media noche el barómetro marca 726: el navío acaba
de pasar por el centro del ciclon. Y muchas caballerizas han sido
destruidas y los caballos arrebatados con multitud de objetos, cuando
hácia las cinco un enorme golpe de mar toma el navío por el tribordo
delantero y lo cubre de un estremo á otro, arrebatando todo cuanto
encuentra á su paso. El resto de las caballerizas desaparece con la
mayor parte de los caballos; los otros mueren aplastados bajo la ta-
blazon: los parapetos son demolidos, la rueda traba, el gobernalle roto»
el agua penetra por todos los alojamientos. La cámara de las máqui-
nas y las hornallas han sidoinundadas por el agua que entra por los
ventiladores y hasta por la chimenea ; los fuegos han sido apagados;
el mar se presenta horrible. A las 5 el huracan termina, pero el Rouen
permanece inclinado sobre babor durante muchos dias, y solo despues
de haber consumido el carbon estraido de babor, y estraido e) agua de
las máquinas y bodegas, puede enderezarse.
El vapor de guerra fraaxcés el Fabert, que se dirige á Cochin-
china, observa en la noche del 34 de Mayo al 1? de Junio, numerosos
relámpagos en la direccion del este. Durante el dia, el tiempo se echa
á perder cada véz mas, á las 3 de la mañana la baja horaria .es de 2
milímetros. «A partir delas 4de la mañana, escribe el Comandante,
las ráfagas del Nordeste se suceden sin intermision, y son de una vio-
lencia estrema. A las 8 de la noche, la tempestad se halla en toda su
fuerza, descendiendo el barómetro hasta 746.5. Alas 9 el viento salta
al este, y su violencia es tal, que no se puede resistir á su fuerza. Las
ráfagas nos llegan cargadas de aguas y de arena que, hiriendo el ros-
tro, producé un verdadera dolor. »
El navioá vapor inglés, Diomedes, en marcha para la India, se
encontraba el 1? de Junio á medio dia al N. O. del cabo Guardafuí,
266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
con un temporal de fuertes granos acompañados de lluvia y de una
fuerte ola del este. A las 10 de la noche declárase un terrible golpe
de viento del N. N. E. que obliga á hacer marchar la máquina dul-
cemente y ¿presentar al viento la proa del navío. A las 11 */¿el hu-
racan se halla en toda su fuerza; á las 12 la barra del gobernable
es destrozado, el navio cae de través y el mar cubre completamente
su puente. Despues de instalar una barra de fortuna, las bombas de
la máquina hallándose obstruidas hay que esperar. Recien álas 12 del
dia 2 el viento comienza á amainar.
El Fetul-Bahri, embarcacion turca, de 1299 toneladas, partida de
Djeddah el 10 de Mayo, pasa el Estrecho de Bab-el-Mandeb, en la
noche del 31 de Mayo y perece en el huracan. Su capitan Abdullah,
que ha sido salvado despues de flotar durante 24 horas sobre una
tabla, se espresa como sigue en su informe: «El 2 de Junio, á la
hora de la salida de las Pleyades, mi buque encontró el ciclon en
el 479 30” de longitud este y 12% 30” de latitud norte. Las velas
fueron arrebatadas, y despues de ponerse el sol, la tempestad se
hizo verdaderamente espantosa; el viento, cambiando repentina-
mente de direccion, soplaba de todas partes. Todas las velas que
quedaban fueron arrebatadas, lo mismo que los botes, uno de los cua-
les fué destrozado contra el puente, donde nadie podía asomarse. Las
lámparas fueron apagadas en un momento en que el barómetro marca-
ba 744.2. El viento, redoblando de fuerza, destrozó sucesivamente el
gran mástil y el mástil de artimon al ras del puente; en seguida el
mástil de mesana en su medio. La caida de uno de los mástiles hizos
sobre uno de los costados una brecha por la cual, el mar, cada vez más
furioso, penetró en la embarcacion, la cual se llenó poco á pocode agua.
Despues de medianoche, esto es, el 3de Juniopor la mañana, el tiem-
posecalmó; la tripulacion, que carecía de botes, permaneció sobre el
buque, el cual sefué á pique á las dos horas de salido el sol. Quedamos
flotando sobre tablas hasta el dia siguiente á la misma hora, en que
fuimos recogidos por el steamer Diomedes.
El Peshawur, gran steamer de la Compañía Peninsular y Oriental,
como nuestro Sam, navegando de Colon á Aden, suministra excelen-
tes datos, gracias á la buena direccion de su diario de mar, donde
todo se halla anotado con esmero. El 1% de Junio á las 4 de la
tarde toca el borde del huracan y penetra en él cada véz más.
Como el viento le era favorable, no juzga con exactitud de su
fuerza. A media noche, llega directamente al norte del centro con
viento este, y un fuerte golpe de viento tornante hácia el norte.
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 981
A medio dia el viento sopla del Nordeste, y el steamer que ha marcha-
domás rápido que el huracan, se halla á 47 millas en el 0. N. O. del
centro. Llueve siempre abundantemente, el mar está alborotadísimo,
el navío fatiga; sin embargo, continúa su marcha á razon de 12 millas
por hora. Evidentemente el capitan no ha reconocido la naturaleza del
golpe de viento en el cual se mete sin necesidad y con gran peligro,
cada vez más. Sin embargo, á las 8 de la noche el mar se halla tan al—
borotado que se ve obligado á moderar la velocidad del steamer; á eso
de las 9 de la noche, corta la trayectoria á unas 47 millas antes del
centro; .el viento pasa rápidamente al N. N. O., en seguida al N. O,,
yal Oeste. El Peshawur se encuentra entónces en un mar desmonta-
do, que lo obliga áreducir su velocidad á cuatro nudos solamente. Há-
cia las 11 de la noche el capitan reconoce recien quese halla en pre-
sencia de un ciclon; pero hallándose incierto respecto de la posicion
de su buque con relacion á tierra, nose atreve á hacer ruta para el
sud. Despues de media noche, el viento continúa soplando con furor
del oeste; el mar se halla horriblemente agitado, el navío cesa de
gobernar; ensaya la marcha á todo vapor, peroel buque no obedece
á la barra; entónces se estopa la máquina y sé voga á la derivada.
A las 4 de la mañana el centro del ciclon habiendo alcanzado el stea-
mer, dejándolo atras en seguida, la máquina puede ser -repuesta en
movimiento, y el Peshawur entra en el puerto d2 Aden, despues de me-
dia noche, habiendo tenido muchos Ge sus botes destrozados ó arreba-
tados, todos losalojamientos inundados por el mar ymuchas otras ave-
rías. No hay motivo por cierto en este caso para elogiar la conducta
del capitan. El debió el 1? de Junio á medio dia, hallándose al norte
de Socotora, tener en cuenta los cambios incesantes del viento desde
hacía 12 horas, lo mismo que la mala apariencia del tiempo. Una vez
comprendida por esos signos evidentes, la naturaleza cicloniana de la
borrasca, debió lejos de aumentar su celeridad, como lo hizo, dis-
minuirla mucho, por el contrario, dejando al ciclon tomar la delan-
tera, en vez de acompañarlo, como lo hizo, con toda la fuerza del va-
por, envolviéndose sin necesidad en la borrasca, cuando pudo evitar-
la con solo quedarse atrazó hacerseá un lado; y entónves habría lle-
gado en pos de ella 4 Aden sin retardo, y sin que sunavío sufriese,
innecesariamente como sufrió.
El steamer inglés Newcommen, viniendo de Kurrachee, en direc-
cion de Anvers, fué alcanzado por el ciclon el 2 de Junio, con viento
E. S. E. El aspecto del tiempo había hecho preveer al capitan una
tempestad; hace fuerza de vela para ponerse al abrigo en lo posi-
268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
ble; pero el huracan marcha más rápido que el buque, siendo alcan-
zado álas 10 de la noche del 2 de Junio. El tiempo se presenta som-
brío y borrascoso; la lluvia cae á torrentes, los rayos y sus relámpa-
gos rodean al navío de un resplandor terrífico y no interrumpido.
Muy luego el volante, las garras, la mesana y la gran vela son arreba-
tadas; el navío que gobernaba al O. $. O. tiene que ceder al viento
á pesar de su barra, en la direccion del N. N. E.; se estopa la máqui-
na y se marcha despacio para atrás. El mar se halla encrepadísimo, el
navío se ha recostado sobre babor casi de plano; la cubierta se halla
sumergida por delante y por detrás, las paredes de babor han sido
hundidas. Todo cuanto es movible ha sido arrebatado, los camarotes se
hallan inundados, los botes destrozados y arrebatados, la carga se
ha recostado sobre babor de una manera peligrosa. En fin, álas 8 de
la mañana que se ha mantenido hasta allí estopado y en deriva,
prosigue su curso al O. S.0.; á media noche se descubre el faro de
Aden, distante 15 millas al N. O. el 4ála 4 */2de la mañana la
tripulacio1 puede al fin trabajar para enderezar el navío, el cual por
consecuencia de la dislocacion de la carga, presentaba una inclinacion
de 9? sobre babor.
El capitan del steamer el Donar que marchaba de Cardiffá Colom=
bo con un fuerte cargamento de carbon, observa en su informe que
el 31 de Mayo y el 1* de Junio, se observó en el Mar Rojo un movi-
miento extraordinario entre los peces y las aves. Despues de haber
pasado Perim, el 1? de Junio temprano, se encontraba esa misma no-
che 4 50 millas al E. de Aden. Durante dicha noche el cielo se puso
sombrío, un gran halo se formó en torno de la luna que se mostró á
las diez y media dela noche. Soplaba un viento E. moderado, El 2 de
Junio de las cuatro á las ocho de la mañana, se estableció una fuerte
ola del este que aumentaba rápidamente y hacía tambalear el buque
hasta el punto de embarcar agua por la delantera, obligando á redu-
cir por mitad su velocidad. De las ocho á las doce el ciclon distaba
aún más de 100 millas, y sin embargo, la ola habría aumentado de tal
modo que el mar barría toda la cubierta. El Donar entra definitiva-
mente en el huracan á las tres de la tarde, y á las seis el barómetro
marcando 746 mm., el Capitan Kuhn observa que el viento es ver-
daderamente espantoso. «Durante el huracan, dice, un mar enorme
se embarcaba de todos costados, relámpagos ofuscantes surcaban el
aire en todas direcciones, pero no se escuchaba el trueno, porque el
estruendo espantoso del huracan, dominaba todo otro ruido, habríase
dicho que llegaba el fin del mundo.» En fin, despues de media noche
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 269
el viento comenzó á amainar, pudiéndose constatar los destrozos
ocasionados por este golpe de mar espantoso, comenzándose las repa-
raciones de las averlas. :
Con los detalles expuestos nos parece suficiente para formarse una
idea de los espantosos ciclones que suelen formarse en el mar Indico,
antes de avistar á Socotora y Cabo Guardafuí donde navegamos en
el Siam. Así, daremos un último detalle que nos parece interesante
y que aún falta y terminaremos. El 5 de Junio, álas once y media de
la mañana, el paquebot francés Per-Ho abandonsba á Aden, conti-
nuando su camino en direccion de los mares de la China, cuando á
las cinco y cuarto de la tarde, el Capitan apercibió un náufrago so-
bre unos despojos flotantes, al cual recogió y desembarcó en Colombo.
Esto fué unas 68 millas al este, 5% Sud de Aden. El náufrago era el
segundo oficial del navío á vapor inglés Speke Hall, de Liverpool,
que se dirigía de Cardiff á Bombay, cargado de carbon. Fué el 2 de
Junio á media noche que el navío fué alcanzado por el ciclon, des-
pues de una lluvia torrencial, un verdadero diluvio con vientos suce-
sivamente del N. N. E., del N. E., del E. y por fin del $., lo que
indica que el navío se ha encontrado en la mitad norte del ciclon,
es decir, en el semi-círculo peligroso. Las olas, de una altura espan-
tosa, se elevaban casi verticalmente, rompiéndose las unas contra las
otras, enviando sobre el puente paquetes de mar á los que nada po-
día resistir. Así los camarotes del puente y los botes de salvatage,
fueron casi al punto destrozados y barridos por el mar. Los paneles
de las escotillas cuyas cerraduras habían sido atrancadas, se en-
treabrian, dejando penetrar el agua con fuerza, sin que fuese posible
cerrarlas. A las tres de la mañana del 3 de Junio, los fuegos de la
máquina habían sido apagados; una media hora más tarde el Co-
mandante observó que poco á poco su buque se sumergía, á las cua-
tro de la mañana se fué á pique, arrastrando 54 personas, y poco
despues, refería el oficial, único sobreviviente, todo quedó en calma.
No enumeraremos más los incidentes que son numerosos. En vista
de todo el conjunto de los datos obtenidos, el Almirante Cloué saca
estas conclusiones: « Toda embarcacion de mar está hecha como para
resistir á las tempestades y los grandes golpes de viento, sin el menor
riesgo y aún casisin sufrir averías. Pero hay ciclones como el del gol-
fo de Aden en 1885 tan superiores 4 todas las fuerzas humanas, que
hay que cederles sin resistencia. Si el buquees bueno, queda flotante;
si es malo, se vá á pique, como el Renard, com>la Augusta, como el
Speke-Hall y los otros que han perecido en este huracan; como el
270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Berceau en el huracan de 1846. Ninguno de nosotros 4 bordo de la
Fragata la Belle—Poule, dos de la noche del 15al 16 de Diciem-
bre de 1846, no pudo decir: haber contribuido á salvar la fragata.
Hemos comprendido que en una conflagracion semejante el hombre
es bien pequeño, menos que nada; la fragata era buena; ella se sal-
vó sola con la ayuda de Dios.
«La consecuencia de esto es que se debe evitar los huracanes, lo
que es fácil con un buque de gran marcha sobre mares libres; pero en
ese encajonado espacio que se llama Golfo de Aden, no hay sinó un
solo medio de evitar las desgracias de estos torbellinos; y este sería
el avisar á los buques con bastante antelacion, por medio de estacio-
nes telegráficas escalonadas sobre cada costado del Golfo á partir de
Socotora. Si un telegrama de esta Isla hubiese prevenido el 31 de
Mayo en la tarde que un huracan penetraba en el (Golfo de Aden, la
Augusta habría permanecido en la Isla de Perim; el Renard no
habría salido de Obock; y la mayor parte de los otros buques habrían
permanecido en el Mar Rojo. En fin, casi todos los buques de cabo-
tage perdidos, habrían tenido tiempo de buscar en las costas un re—
fugio contra el huracan.
Pern no es solo en el Mar Indico donde hay huracanes bravíos.
Tambien los hay en el Atlántico y en el Pacífico, y ya que el almiran-
te Cloué ha citado el gran ciclon de 1846, diremos algunas palabras
mas sobre él. Este tornado, que se hizo sentir tambien en la isla de
Guadalupe, voló edificios construidos de sólida piedra, arrancandolos
gruesos cañones de batería de sus cureñas y levantándolos como
plumas. Cuando Darwin volvía de vuelta de su larga espedicion en
el Beagle, al entrar en Port Luis, encontró una flota entera de bu-
ques maltratados, víctimas de un huracan reciente, viniendo algu-
nos desmantelados, otros sosteniéndose á flote con dificultad, tirando
cañonazos de auxilio y pidiendo socorro con otras señales. «Sobre la
superficie ahora tranquila, dice el Capitan Stokes, se presenta un
grupo de buques destrozados, presentando el aspecto de los despojos
flotantes de un naufragio. En casi todos, los parapetos, los mástiles,
los botes y cuanto existía sobre cubierta se presentaba destrozado ú
barrido por las olas, en este momento tan tranquilas y tan mansas.
Los que habían perdido todos sus mástiles eran conducidos á remol-
que; muchos llegaban con cuatro ó cinco pies de agua, oyéndose el
ruido de las bombas movidas por su fatigada tripulacion. »
Los tornados y ciclunes en el Pacífico, no son menos violentos y
funestos. En un huracan que estalló en las Islas Pitcairn, un año
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 271
antes del aludido, el viento despojó las costas y las montañas de to-
da la tierra que contenían, y arrancando de un golpe 300 cocoteros,
los arrojó lejos en el mar. Todos los botes pescadores de la Isla fue-
ron destruidos y plantíos enteros de bananeros fueron arrancados.
Aunque las borrascas tropicales sean, segun se vé, uno de los azotes
más funestos, no por eso dejan de ser benéficas bajo otro punto de
vista. Ellas impiden muchas veces el contagio de las epidemias mor-
tiferas y suelen hacerlas cesaren los paises acometidos por ellas, y
estas tempestades no solo suelen acabar con los microbios corruptores
de la atmósfera, sinó con las nubes de moscas, mosquitos, langostas
y otros insectos destructores ó incómodos. Además, si en las regio-
nes ecuatoriales los huracanes son más tremendos que en los paises
templados, tambien la activa y fecunda vegetacion de los paises tropi-
cales repara más pronto los daños ocasionados en la vegetacion y los
cultivos, produciendo de este modo una especie de reparacion ó com-
pensacion.
Por lo demás, estos mares tropicales se hallan llenos de vida, de
variedad y riqueza. Pero su biología es por cierto bien diferente de la
que se presenta en las latitudes más elevadas. Detengamonos un poco
sobre ella, puesto que hasta aquí uo hemos hecho sinó hablar sobre
sus objetos inanimados, las olas y los vientos. En estos mares, es ver-
dad, el gran cetáceo de las ballenas, la balenóptera y el narwhal no se
presentan, pero bandadas de la gran ballena de la esperma se solazan
en los mares intertropicales. La avifauna de estos mares presenta
tambien tipos desconocidos. El albatros rea: evita la zona tórrida pero
el ave fragata, se cierne sobre los mares, donde se la ve haciendo
presa de los peces volantes, y como la gaviota del norte, atacando los
martin-pescadores más débiles ó menos valientes, y haciéndoles soltar
su presa del pico que ya iban á devorar, para engullírsela ellos.
Estos anades fragatas son los constantes compañeros de los pesca-
dores sobre las riberas de las Islas del Pacífico ó en los mares Indi—
cos. Ellos se ciernen en los aires con sus poderosas alas, á grande al—
tura, espiando sus movimientos con una paciencia y una perseverancia
la más ejemplar. Es en estas ocasiones cuandolos pelícanos, las gavio-
tas y otras aves acuáticas se hacen sus asociados y compañeros. Es-
tos atizban tambien con igual avidez y ansiedad el resultado de las
maniobras de los pescadores con sus anzuelos y redes, atraidos al pa-
rage por el mar de objetos vivos que se presenta debajo y entonces es
cuando al estraer sus últimas redes y que las tribus acuáticas se agi-
tan y remueven por escapar de los mortíferos lazos, cuando estas vo-
29712 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
races aves manifiestan sus propensiones más feroces. Apenas sus ham-
brientos compañeros han conseguido asegurar una presa con el auxi-
lio de las canoas de los pescadores, cuando más rápidos que el rayo se
arrojan sobre ellos con una violencia tal, que para escapar de su rapaz
asalto, ellos prefieren abandonar la presa que ya tenían asegurada,
dejando á su formidable contendor dueño del campo.
Las bellas aves tropicales, cuyo nombre indica los límites de su
habitado, porque rara vez se les vé fuera de los trópicos, éstienden
su vuelo tan adentro por encima de los mares, y se alejan tanto de
las riberas, que es todavía un enigma donde es que pasan la noche,
si es que duermen metidos sobrelas alas, ó si conocen asilos aislados
y recónditos de rocas donde reposar, llevadas por el rápido vuelo de
sus poderosas alas. Nada puede haber más elegante y agraciado que
su vuelo. Hillos se deslizan sobre los aires manteniendo sus alas ten-
didas pero inmóviles; pero 4 menudo este plácido vuelo es interrum-
pido por repentinos saltos y vueltas. Cuando ven una nave, jamás de-
jan de dar vueltas en torno de ella, y los marinos que se dirigen á
las regiones equinocciales las saludan con júbilo como el anuncio de su
feliz arribada á esas regiones. Las dos largas y angostas plumas de
que su cola se compone son empleadas por los indígenas de las Islas
como adorno de cabeza; sirviendo para distinguir á los jefes de la
multitud.
Pero en estas mismas regiones, es decir, en las islas de la Zonda,
que dejamos atrás, se conoce una ave marina célebre en todo el globo,
á saber, la golondrina esculenta (Colocalva esculenta). Su forma le
viene, no por el ave misma, sinó por sus nidos que son edibles, for-
mados con una escrecion que se endurece al aire. Ahora bien, estos
nidos son la delicia del epicúreo chino; y hemos llamado ave marina
a que los forma, porque ella habita de preferencia los fareHones y
cavernas de la ribera del mar en muchas de las islas del archipiélago
Hindu; y porque tambien se alimenta exclusivamente de lo que
halla en las aguas del mar ó en sus espumas. Los empinados farello-
nes marinos, á lo largo de las costas meridionales de Java, se hallan
vestidos hasta el borde mismo del agua de una espléndida vegetacion,
y los pinos de tornillo implantan por todo sus raices ensus flancos, Ó
se miran desde el borde de las rocas, sobre el mar que se agita abajo.
El surfó embate de las olas ha escavado profundas cavernas en los
arrecifes calcáreos, y en esas cavernas las golondrinas construyen
sus nidos. y
Cuando el mar se encuentra más agitado, se observa enjambres de
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 273
dd
estas golondrinas revoloteando sobre él, buscando y recreándose con
la más gruesa espuma de las olas, en la cual sin duda encuentran su
alimento. Cuando desde un cabo ó promontorio saliente se contempla
el embate de las olas en la parte inferior, se puede observar la embo-
cadura de la caverna de Crua Rhongkop, á veces completamente escon-
dida debajo de las olas, pero volviendo siempre á mostrar sus negras
profundidades, dentro de las cuales se ve perderse las golondrinas,
ó de las cuales se lanzan con la rapidez del rayo. Mientras á alguna
distancia de la costa, el océano azul dormita tranquilo, nunca cesa de
azotarse contra los piés de estas rocas murales, donde en los vapores
que se levantan, se ve brillar los tornasoles del arco Íris.
¿Quién puede explicar el instinto que induce á estas aves á colgar
sus nidos de las altas y sombrías bóvedas de estas al parecer inacce-
sibles cavernas? ¿Esperan que puedan servirles como un seguro reti-
ro contra las persecuciones del hombre? En este caso sus esperanzas
han sido vanas; el hombre, que es el señor de la creacion, y ayudado
de su inteligencia, hay pocas cosas que para él sean un imposible.
Por otra parte, es muy probable que la golondrina de mar allí bus-
que un asilo y una despensa, puesto que alimentándose de la espuma
de las olas, su puesto es allí donde éstas más y más constantemente
espuman, que es en estas cavernas. En la caverna de Gua Gede el
borde de la costa se halla á 80 piés sobre el nivel del mar en marea
baja. Como toda barranca que costea las aguas, el muro se presenta
socavado debajo, esto es, con el nivel entrante para adentro, hasta
cierta altura; pero al llegar á la altura de 25 piés, su ahuecamiento
cesa, formando por el contrario el pabellon ó barranca un borde sa—
liente, que es de gran recurso á los que por negocio arrebatan los
nidos, pues ya sabemos que para los chinos son el manjar más esqui-
sito y los pagan á peso de oro. La abertura de la caverna se halla solo
á 10 piés sobre el mar, el cual aún en marea baja cubre por completo
el piso de la caverna; mientras en marea alta, las olas llegan á tapar
por completo la entrada.
El penetrar en elinterior de estas cavernas es solo practicable en
baja marea y durante un tiempo muy tranquilo; y aun entónces sería
impracticable si el techo nose presentase perforado y agrietado en
todas direcciones. Para cosechar estos nidos pegados á la bóveda y
en lo más alto de las paredes de estas cavernas, los chinos que se ocu-
pan de esta profesion lucrativa, se valen de un mecanismo parecido al
de los paisanos de la sierra de Córdoba para sacar pichones de loro
de las altas é inaccesibles barrancas donde estos animales depositan
ANAL. SOC. CIENT. ARG. T. XXVIII 18
974 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
sus nidos. Es decir, que se descuelgan por medio de cuerdas, for-
mando además puentes colgantes de este mismo material para soste-.
nerse y proceder á la operacion de descolgar los nidos. La caverna en
cuestion es de 100 piés de ancho por 150 de largo ensu mayor esten-
sion. Los javaneses colectores de nidos, antes de suspender sus esca-
leras para proceder á esta operacion, se encomiendan á su Santa
Rita que es la diosa de la Costa Meridional, depositando dones en la
tumba del primer descubridor de estas cavernas y de sus tesoros,
situada á inmediaciones de la costa.
Ya hemos visto cómo al atravesar los mares tropicales, se suele
ver bandadas de peces-volantes (Exococtus volitans, Pterors volitans)
los cuales saltan del agua asustados, sea por el ruido del buque qué
surca las olas, ó bien para escapar á los dientes del Bonito ó del Cory-
phona. Pero, como siempre sucede, por evitar á Scilla se cae en
Caribdis; por evitar un peligro, se incurre en otro; porque antes de
que vuelvan 4 sumergirse en el mar, el ave Fragata que los espía, se
precipita sobre ellos y los hace su presa, sumergiéndolos por la ca-
beza dentro de las cavidades de su gaznate. Por su parte, el Bonito y
el Coriphona que se devoran bonitamente al exococctus, son á su tur-
no perforados y devorados por la lanza del pez-espada, el cual, como
el Praistis de serrucho,se dice que suele combatir hasta la ballena de
la esperma, poniendo en fuga á este enorme Levatan del abismo.
Pero de todos los monstruos de los mares tropicales, no hay ninguno
más temido por el hombre que el tiburon blanco. ¡Ay del marino que se
cae al agua, mientras uno de estos depredadores del Océano se solaza
en las inmediaciones de la nave! Pero ay tambien del tiburon que
tomado por un anzuelo cebado es alzado á bordo, pues una lenta y
cruel muerte, es seguro que es su lote. Estos, juntos con manadas de
delfines juguetones, son los miembros de las tribus de aletas más
comunes en los altos mares, pues en general las aguas muy distantes
de las costas, son escasas de otros géneros de pescados, porque los pe-
ces tropicales abundan sobre todo cerca de las enstas, en las lagunas
abrigadas y en los canales que serpentean entre los arrecifes ó las
islas. Como los colibris saltan de flor en flor en los bosques encanta-
dos de Ceylan, así los magníficos balistinos y glyphodontes se sola-
zam entre medio los jardines sumerjidos de corales, realzando el
esplendor de sus ricamente recamadas escamas. Mientras estos bri-
llantes peces engalanados con azul, rojo y oro desafian la más rica
imaginacion de poeta para describir su esplendor, otros hacen acor-
dar por su deformidad á las quimeras enjendradas por el cerebro
AREA A EE ARA
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 975
en delirio de un enfermo. Allí se puede ver al horrible peje sapo,
arrastrándose como un guzarapo sobre sus aletas parecidas á patas;
alí el peje sol nada semejante á una inmensa cabeza separada de su
tronco. Agazapado como el armadillo dentro de una inflexible cota de
malla, bajo la cual todas sus partes movibles pueden cobijarse el peje
tronco frustra el ataque de muchos de sus enemigos, é inflando su
cuerpo herrado el drodon, como el puerco espin de los cercos, desafía
el poder de sus enemigos.
Examinando el mundo de los crustáceos, hallamos que él ha esta-
blecido sobre todo sus cuarteles en la zona tropical. Allí se observan
multitud de asombrosos tipos desconocidos en las regiones más frias
del globo. El transparente Phyllosomas, que no es más grueso que la
más delgada oblea y los estraños Cola de espada, cuyo cuerpose halla
protegido por un doble escudo y termina en una larga prolongacion
córnea empleada por los malayos como punta de sus saetas. Los can-
grejos y langostas de las aguas tropicales son no solo más numerosos
que en las regiones templadas ó frias, sinó que su volúmen es
mayor.
Los crustáceos decapodos ó cangrejos de rio, llamados camarones
en nuestros paises, presentan una cola como las langostas de mar;
más en la zona tórrida las especies de rio pertenecen todas al órden
de los cangrejos de cola corta, los más perfectos y bien desarrolla-
dos de la clase. Hasta algunas especies abandonan por completo las
aguas y pasan sus dias sobre la ribera, no solo en la playa del mar,
sinó léjos, sobre las barrancas y colinas, donde habitan en cuevas
que ellos mismos se escavan. Cuando la estacion de la fresa llega,
gran número de estos cangrejos de tierra parten de sus moradas
montañosas, emigrando en línea recta á la ribera del mar, con el
objeto de depositar allí sus ovas, quese hallan adheridas á la super
ficie inferior del abdómen, y que son lavadas por la resaca ú olas de
playa. Hecho esto, recomienzan otra emigracion en sentido
opuesto trepando con trabajo á los elevados retiros que se han elegido
haciendo sus infatigables marchas mientras dura el fresco y la oscuri-
dad favorables de las noches, y deteniéndose y ocultándose en las ca-
vidades del suelo desde que amanece, hasta que las estrellas los
invitan de nuevo á continuar su marcha. En sujornada á la ribera
del mar en la cual persisten de dia y de noche sin que nada los detenga
se presentan en pleno vigor y en magníficas condiciones; y esta es la
época en que se les toma en gran número para la mesa, siendo su carne
muy estimada: pero al volver de la costa se hallan flacos é inservibles.
276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Los moluscos no son menos abundantes en los mares tropicales y
sus costas que los crustáceos. Aquí se presentan esos poderosos Ce-
falópodos, cuyas largas prolongaciones carnosas, tan gruesas como
el muslo de un hombre, son capaces de asegurar, de apoderarse del
pescador en su bote, arrastrándolo al mar; y aquí es la morada del
tridacna, cuyas válvulas colosales, que tienen cinco piés de estension,
alcanzan el peso de 500 libras, y sirven tanto para receptáculos de
agua bendita en las Iglesias católicas como para juntar aguas de llu-
via en las Islas del Pacífico. La más bella y rara de las conchas, el
Spondylo regio, la Carinaria vítrea, la Scalaria pretiosa, la Cyproa
aurora, y multitud de Volutas, Harpas, Marginellas, Conos, etc., to-
das las cuales presentan el colorido más precioso, habitan siempre las
aguas calientes; y el presente más valioso del mar, la perla oriental,
es el producto de un molusco que se halla difundido en el fondo de
los mares que hemos recorrido, á saber: en los mares del Norte de
Australia, Ceylan, en los mares de Arabia que recorremos, y hasta
en el Mar Rojo.
Descendiendo aún más abajo en la escala de la vida marítima ha-
llamos al peje-jalea solazándose en las olas tropicales en enjambres
tan brillantes como las estrellas de los cielos. Algunos presentan la
forma de un hongo; otros asumen la forma de un feston ó guirnalda;
otros son globulares, otros circulares, planos ó campanulados, otros
en fin, parecen un manojo de guindas Ó grosellas. En color, el más
delicado es el que presenta la hermosa velella, con su cresta pelúcida
y su cuerpo verde y transparente, con franjas de tentáculos purpú-
reos, pero es sobrepujado en magnitud y esplendor, por el Physalia
ó Navío portugués, cuyo ancho saco de pelo con su espléndido peine
vertical, resplandece con todos los matices de la púrpura y del azul.
Otro. objetos preciosos son los Potos de las riveras' del Pacífico: di-
ríanse estuches del terciopelo más espléndido, de los colores más vi=
vos, rojo, negro, verde, azul, anaranjado, etc. Pero la mayor maravilla
de esta área oceánica tropical, son sin comparacion las asombrosas
construcciones de los Lythofitos ó Corales, que forman los arrecifes
de coral que en los mares tropicales confinan las Islas y continentes,
en donde forman inmensas barreras que franjean las costas por cen-
tenares de millas.
Estas construcciones coralianas, ya se presentan formando Atolls
circulares sobre las azules ondas, semejantes á anillos de desposorio
caidos de los cielos sobre la superficie de los mares. Todo es asom-
broso en estas admirables construcciones : sus menudos arquitectos,
A A O a Dd Sd e A
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A Y
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—I
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 27
las lagunas que rodean, el poder con que resisten á las más furibun—
- das rompientes, el pequeño mundo de plantas que se bañan sobre las
aguas y que al fin acaban por cubrir los farellones de coral con una
verde y florida corona, invitando al hombre á establecerse en esos
jardines del océano. Allí muy luego el elegante palmero del coco se
alza formando ramilletes de bosques y alamedas, que mecen sus pa-
rasoles de palmas á la brisa, ofreciendo á la vez sombra y una fruta
esquisita paradisiaca á los isleños; y allí el ave vagabunda de los
mares halla un sitio de reposo despues de sus largas y fatigosas pe-
regrinaciones á traves de los desiertos de los mares intertropicales.
II
RECUERDOS Y SUEÑOS AL VOGAR SOBRE LOS MARES, RESPIRANDO LAS
BRISAS DE LA ARÁBIA. DETALLES DESCONOCIDOS DE UNA HISTORIA DEL
GRAN PLUTARCO.
Pero navegando, mientras trazábamos los renglones anteriores es-
eritos en parte sobre las cómodas y elegantes mesas del Siam (escepto
los detalles posteriores del ciclon de Aden), hemos avanzado en los
mares de nácar y záfiro de la Arabia, no de esa Arabia pétrea ú desier-
ta, que nos pintan los profetas hebreos, sinó del Adramant, del Yemen,
de la Arabia feliz, en una palabra, país de jardines, de perlas, de oro,
de odaliscas blancas como la luna; y con ojos y pelo más negros que la
noche. En esa direccion, decimos, pero aún sin percibir sus altas cor-
dilleras, ni los altos promontorios de Socotora y del Cabo Guardafui,
nos sorprendió la noche, esas noches translucidas de Oriente, llenas
de luz, de fuego y de suspiros. Una brisa perfumada descendía de las
altas tierras de la península Arábiga Oriental, sobre el mar. Yo dor-
mitaba recostado sobre cubierta. Al recibir las brisas puras y aro-
madas del país de la poesía, de la caballerosidad y del valor, se apo-
deró de mí como un éxtasis delicioso, formado de recuerdos históricos
y de sueños, despertados en mí con solo respirar la brisa del país de
Antar: era así como un estado entre dormido y despierto.
Héme aquí pues, transportado en sueños á una region de esa Ara-
bia feliz; no á la Arabia feliz del dominio Turco, ni siquiera de la
978 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
gloriosa Hegira del gran Profeta; es antes que todo esto, es el reino
de Saba, de la gran reina que hizo una visita 4 Salomon, á quien
llevó ricos presentes y tesoros, lo cual prueba que no era la fama de
sus riquezas lo que la había atraído, era la fama de su ciencia, ó
mejor, de su poesía. Reina que Salomon ha inmortalizado en su
« Cantar de los Cantares », himno esquisito y voluptuoso, al Eros más
sensual, no hahiendo todavía existido ni Safo, ni Platon, ni Madame
Stael, ni Jorge Sand; pero con un perfume de la naturaleza, de lo po-
sitivo, de lo real, que sería imposible hallar hoy. Es el género hu-
mano que omitía la civilizacion actual, sin haberse aún despojado
de la poesía é imájenes más primitivas.
Estamos, pues, á los piés de unas sierras de lázuli y como las de
nuestra Córdoba. Los aromas dela mirra y del auloes, del canelo y
del alcanfor, perfuman el aire. Un rio de ondas sonoras y cristalinas
desciende de las alturas, se convierte en fuentes, y murmura en arro-
yuelos y canales, por entre los bosquecillos y las flores. Una bella ha-
bitacion con un peristilo de mármol, se halla al frente. Estamos es
verdad, 1000 años antes de J. C.; pero ya los hombres entendían en
belleza y lujo arquitectónico. Testigos los palacios de la Mesopotamia
y de la Asiria en esa misma época, y el gran templo de Sion, en Je-
rusalem, construido por el rey poeta y sabio, siendo aún jóven. De-
bajo del peristilo, sobre ricas alfombras que ya se tejían en la Arabia
y la Persia, en esa edad, se hallaba una gran reina, rodeada de sus
doncellas ó damas de honor. Ella disfrutaba de la noche, de la luna, y
del céfiro que difunde los suaves perfumes del jazmin, del cedron, de
la alhucema, del naranjo, ydel árbol del clavo. La actitud de la rei-
na es melancólica, parece hastiada y meditabunda. ¿Qué puede
preocupar á la gran princesa? La reina de Saba era en ese tiempo una
viuda jóven, viuda doncella, pues se había casado con un anciano y
poderoso rey ó emir del Himiar (Yemen); muriendo el anciano al po-
co tiempo, y dejándola heredera de su corona. Todos los jóvenes re-
yes de las inmediaciones, el emir de Terim, el de Sana, el de Hodei-
da, el de Mocha, la cortejaban galanamente por sus enviados, y le
habían pedido su mano; pero ella la había declinado con gran corte—
sía y finura.
Sin embargo, no era insensible 4 un amor grande y exaltado, tal
como ella lo comprendía. Pero el amor interesado de un caudillo vecino,
no podía dar para ella otro resultado que el esclavizarla. Esto prueba
que ella había nacido con una inteligencia tan superior, cuanto
su corazon era grande. Prefería ser soltera y ser” libre para gober-
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 979
nar ella sola sus estados. Entónces ya se habían conocido grandes
reinas sobre el trono; y el reinado de Semiramis, que gobernó sobre
árabes y asirios, era muy popular aún en la Arabia, á pesar del trans-
curso de cerca de doce siglos. Por otra parte, otro pensamiento la
preocupaba, como tal vez á los otros magnates de Arabia en esa edad.
Una gran revolucion había tenido lugar en Occidente. No era ya el
poder de los asirios, ó de los babilonios, debilitado con sus guerras
mútuas y sus revoluciones de serrallo, ni tampoco el poder de los Fa-
raones del Nilo, lo que inquietaba á los caudillos árabes en esta época,
era el surgimiento de la monarquía hebrea bajo el gran rey David,
consolidada y estendida aún más en los primeros años del reinado de
su hijo Salomon, el cual, como es sabido, había estendido sus dominios
del lado de la Arabia, anexándose los reinos de Damasco y de Palmi-
ra, mitad sirios, mitad árabes.
Los hebreos eran como es sabido, parientes muy cercanos de los
árabes, perteneciendo ambos á la gran familia ó raza de Sem. El rey
Salomon, además, había estendido sus dominios hasta el corazon de
Madian, donde había fundado colonias y hacía trabajar las ricas mi-
nas de oro, plata y cobre abundantes en las montañas de los Madia-
nitas, sacando de esas minas los tesoros inmensos de que nos habla
la Biblia, en la cual se asegura que en tiempo de Salomon, «el oro
era tan abundante como los cabrahigos y la plata como los guijos y
piedras de los campos».
Por lo demás, lo que preocupaba á la reina Saba en estos momen-
tos, no era tanto la estencion del poder, y las riquezas inmensas del
rey Salomun, como la fama de sujuventud, de su belleza, de su sa-
biduría, de su talento como poeta. De todas las facultades, la que
más han estimado los árabes en todas las edades, ha sido la poesía. El
arabe es poeta de raza, es poeta en su existencia entera, en sus tradi-
ciones, en sus costumbres, en sus ideas, es, en una palabra, la encar-
nacion de la poesía. Salomon, era, pues, célebre entre los árabes, y so-
bre todo para la reina de Saba, más como poeta, como caudillo de
una nacion ideal, que como potentado. La reina había enviado hacía
dos años á saludar el advenimiento al trono de Salomon, con una em-
bajada encabezada por un Emir, acompañado de diversos sheiks y
wallies. Ella sabía que el emir estaba de vuelta, y debía presentarse
de un momento á otro delante e ella, á darle cuenta de su embajada
de una manera privada. He ahí,pusz ,!a causa de su inquietud y absor-
cion. El emir se hacía anunciar en estos momentos, al presentarse
delante de la reina, despues del salam, díjole esta:
280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
— ¿Qué noticias me traeis del Occidente, Emir ?
— Señora, es del Occidente de donde en adelante debemos esperar
el sol, la luz.
— ¿Tan sábio y tan grande es pues el rey Salomon?
— El rey Salomon, señora, es sin disputa un grande y un sábio
rey, pero él no es sinó un accidente. El es el poseedor hoy dela gran
doctrina, de la verdad que confiere el poder y la sabiduría. El es como
un anancio al mundo de la doctrina de un solo Dios, de un Dios crea-
dor y verdadero. Aeste solo anuncio, los ídolos de las razas polite-
ristas, se bambolean en sus templos. Es un sol que nace, dejando en -
las tinieblas las estrellas, por brillantes que ellas sean.
— Sí, sin duda, para nosotros los Saben que adoramos los astros, el
sol es una regia divinidad y muy superior á Sirio y Aldebaran. Pero
no por eso es menos cierto que esos remotos astros pueden resultar
ser verdaderos soles, tanto ó mayores que el que hoy nos alumbra;
fuera de que las estrellas tienen su precio en las calladas y poéticas
noches, lo cual no quita que el sol sea la vida misma durante los
dias. Pero en fin, si la luz ha de venirnos de Occidente, yo quiero sa-
lir ¿su encuentro. Estoy impaciente por contemplar esa luz yo mis-
ma, y graduar sus quilates.
La reina desde entónces hizo preparar su viaje para Occidente, para
Jerusalem, trasladándose á hacer una visita personal al grande y sá-
bio rey Salomon, al que debía fundar la gran monarquía regenéra-
dora del Oriente. Ella en consecuencia hizo cargar camellos numero-
sos con perfumes, ricas telas orientales y tesoros de vagillas de oro,
plata y pedrerías, artículos que la Arabia Oriental importaba desde
antes de esa edad directamente del Hindostan y del archipiélago
Hindu. La reina emprendió su viaje acompañada de un numeroso sé-
quito de ulemas, emires, jeques y de una caballería numerosa desti-
nada á protejerla en su marcha.
La Bíblia ó mejor el Cantar de los Cantares, nos ha hecho conocer
el resultado de esta visita. El amor, la admiracion desinteresada y
romancesca de la bella reina de Saba, fué correspondido de una ma-
nera digna por el gran rey, el cual la ha inmortalizado en sus cantos.
He aquí la pintura inmortal que Salomon nos ha dejado de la bella
reina de Saba, y de los amores que tuvo con ella. He aquí el retrato
de la reina en las mismas palabras bíblicas. « Tu amor es más dulce
que el vino; y el olor de tus vestidos más suave que todos los aromas.
Tus labios, oh mi esposa, son panales que destilan la miel; la leche y
la miel se destilan de tu lengua; de tu seno se exhalan los más dulces
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 981
perfumes. Tus rubios cabellos son como un rebaño de cabras que bri-
llan sobre el monte Galaad. Tus dientes son como un rebaño de cor-
deros que salen del lavadero; todos son gemelos y no hay ninguno
que no tenga su pareja. Tus labios se semejan á una cinta de púrpura
y tus palabras son deliciosas, tus mejillas como una grazada, á la
cual se ha quitado su corteza; ellas brillan entre los bucles que for-
man tu cabellera. En tu seno, dos cabritillos, dos gazelas pastan
entre lirios, tu cuello como la blanca torre contorneada de David.»
¡Cuánta diferencia, ¿no esverdad? de los amores venales y prosáicos
de nuestra edad, en que el entusiasmo está en razon directa del peso
de las talegas. Pero de 2lgun modo se ha de amar en cada tiempo; y
cuando no hay Salomones, ni Alejandros, ni Césares, hay que amar
á la Thersites, como dice Hegel, que adora los héroes y nos estropea
cuanto puede al comun de los mortales, considerándonos punto medio
que idiotas. Peor sería no amar de ningun modo, y es justamente
amor el que perpetúa la vida, y por consiguiente los grandes hom-
bres ; solo que estos se muestran muy de tarde en tarde, como si la
naturaleza misma tuviese envidia de ellos, como cualquier zopenco.
Pero nosotros hemos hablado de los árabes, señalando sus paren-
tescos; pero no hemos indicado antes su verdadero orígen, ni las ra-
zas que habían habitado antes su país. Los árabes son probablemente
de origen Ariano, su nombre implica eso; y en vez de haber salido de
Abraham los árabes, es Abrahan y su pueblo el que ha salido del
tronco árabe. Ya sabemos que la Biblia no debe tomarse en la letra
que mata, sinó en el espíritu que da la vida. En efecto, los monumen-
tos akadios, asirios y babilonios, hablan de incursiones y conquistas
de los árabes 3000 ó más años antes de J. €. Ahora bien, un pueblo
nunca conquista sinó cuando tiene un exceso de poblacion, y que
es afortunado. Si ellos conquistaron la Mesopotamia su vecina, 3000
años antes de J. €. ¿s que rebalsaban en Arabia, la cual han debido
ocupar 1000 ó 2000 años antes. Los árabes deben haber emigrado del
norte antes que los iranianos y los hindu-arianos, los cuales emigra-
ron segun sus documentos 4000 á 5000 años antes de J. C. ¿Pero ha-
llarían los árabes, en su primera emigracion, desocupada la Arabia,
detoda otra raza anterior? No. Ellos han debido encontrar ála Ara-
bia, por una raza anterior, roja ó de un rojo sombrío casi negro, lla-
mada hamita ó cushita por los egipcios, de la cual existen aún restos
en la Arabia, sobre todo en las márgenes del Mar Rojo, porque esta
raza parece haber venido de Africa. Probablemente son estos los que
con el nombre de etiopes asiáticos, con razgos característicos, cons-
982 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
tituian parte del gran ejército de Xerxes,segun lo hace constar Hero-
doto.
Pero estos mismos etiopes asiáticos de la India y de la Arabia, no
eran autóctonos de esos paises. El tronco de ellos fueron las colonias
fundadas por los piramis del Egipto, anteriores á las dinastías faraó-
nicas en esos países, y del ejército grande con que el rey sacerdotal
Osiris ó Baco hizo su paseo y revista de las colonias asiáticas esta-
bleciendo otras nuevas y conquistando, más con banquetes y con dan-
zas, que con las armas, las colonias Atlantis de la Siria y del Asia
menor. Este fué más ó menos el sistema de las conquistas pacificas
de los incas del Perú, y por lo cual las conquistas de Osiris, fueron mi-
radas como las conquistas de Baco ó Dionisios, tan celebradas por los
poetas dela antigisdad. Acerca de Osiris mismo, Plutarco, el histo—
riador de los grandes hombres de la antigiiedad, nos da detalles pre-
ciosos que vamos á esponeren sus propios términos. Esta monogra-
fía es poco conocida, porque ella no forma parte de las Vidas de los
varones ilustres, la parte más conocida y popular de las obras de Plu-
tarco. La historia eminentemente dramática é interesante d e Osiris
se halla, además del bellísimo tratado de Plutarco, en el primer li-
bro de Ciodoro Sículo, y es incuestionablemente un hecho más que
tradicional y legendario, histórico, por más que esté en 'el interés de
los mutiladores de la historia el escluirlo, por exceder de su medida
cronológica, como Prociustes mutilaba á las víctimas que excedían de
su estrecha medida.
No sería estraño, sin embargo, que las genuinas tradiciones Egip-
cias se hallasen ya muy corrompidas y adulteradas en la época en que
Diodoro y Plutarco escribieron. Pero habiendo las ciencias y la cro-
nología egipsiológica hecho tantos progresos en estos últimos años, y
adquirídose datos tan numerosos como auténticos y nuevos sobre las
antigúedades del Egipto, nosotros trataremos de rectificar algunos de
los hechos referidos por Plutarco y que no se conformen con la más
estricta verdad, alterando lo menos posible la diccion y el estilo del
gran historiador. Osiris fué, segun parece, uno de los últimos piro—
nios Ó reyes sacerdotales del Egipto, anteriores 4 Menés de muchos
siglos; y fueron los descendientes de la dinastía de Osiris, lo que este
caudillo militar derrocó del trono, para sentarse en su lugar, uno y
medio siglo despues de su trágica muerte. Así, su reinado se puede
colocar más ó menos en el año 6000 antes de Jesucristo, puesto que
la cronología deducida de las divastías de Manethon coloca la revo-
lucion militar de Menes en el año 5867 antes de Jesucristo, segun se
— Y
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 283
halla comprobado por los monumentos y los papirus sepulcrales.
Como quiera, Osiris fué un piromis muy popular en su tiempo en
Egipto y el secreto misterio de su muerte viene tal vez- de una trama
de sacristía, pues él fué uno de los fundadores de la civilizacion egip-.
cia, lo cual no pudo hacer sin violar los misterios y secretos de un
sacerdocio oscurantista. El parece haber venido de un país más anti-
gúo y civilizado, la Etiopia, que tenía su capital en Meroe; á otro
menos antiguo, menos poblado y civilizado, aunque ya colonizado de
muchos siglos antes, á estar al testimonio de Herodoto, que en el si-
glo v, antes de Jesucristo, contó 353 momias ó estátuas de Piromis
que se habían sucedido durante otras tantas generaciones. Acaso el
delta actual del Egipto no existía ó se hallaba recien en via de for-
macion en esa edad. Porquees indudable que todo el valle del Nilo,
de las cataratas abajo, ha sido en las edades geológicas un brazo de
mar; y Herodoto mismo declara que el Egipto es un presente del
Nilo. Lo que equivale á decir que el estuario de entónces se internaba
mucho en el interior en el período de los mares Miocenos, cuando
Meroe, llamada aún hoy isla, era una verdadera isla, siendo tal vez
el Delta en ese punto en dicho período. De todos modos, lo cierto es,
segun confesion del mismo Herodoto, qué el Nilo se ha fabricado él
mismo el suelo de su valle con sus turbios, ayudado de los siglos geo-
lógicos.
Como quiera, es probable que solo despues de pasadas las edades
de la piedra en el valle recien formado del Nilo; y recien entrada la
edad de bronce inaugurada en esas regiones por los Piromis, Cabiris,
los Etiopes que como inmigrantes ó como conquistadores habían
ocupado el valle del Nilo, conforme iba emergiendo de las aguas en—
señaron á sus primitivos y rústicos habitantes los primeros rudimen-
tos de la agricultura y de Jas diversas artes y ciencias más primitivas.
Despues de introducidos estos primeros rudimentos de cultura, y que
los habitantes del país despues de aprender el uso de los metales,
abandonaron sus antros trogloditas, para construir habitaciones so-
bre la llanura, Osiris, habiendo heredado el rango de Piromis, Ó rey
hereditario de la casta sacerdotal, resolvió hacer un gobierno liberal
y promover el bienestar y prosperidad de todos sus súbditos sin ex-
cepcion, resolviendo como medida prévia, visitar todos los Estados
coloniales ó tributarios del vasto Imperio Egipcio, el más antigúo y
primordial, y tambien el más vasto de todos.
El en consecuencia, y mientras su ausencia, confió la administra-
cion de la Capital y de sus estados hereditarios, á su esposa Isis, de-
984 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
jándole como auxiliar en el Consejo al sábio sacerdote Hermes, y á
Hércules como jefe de sus tropas. Habiendo él mismo reunido un
poderoso ejército y una grande escuadra, visitó sucesivamente la
Etiopia, la Arabia, la India; marchando desde allí, despues de atra-
vesar el Asia Central, 4 Europa, instruyendo de paso las naciores en
la agricultura, en las artes y ciencias. El dejó á su hijo Macedon en
la Tracia y Macedonia, confiando el gobierno y el cultivo de las
tierras del Atica á Triptolemo. Tal era la vasta estension adquirida
por el viejo primitivo Imperio Egipcio. Despues de recorrer todas las
regiones indicadas, volvió al Egipto, donde fué asesinado poco des-
pues de su llegada, por su hermano Tiphon, el cual cortó su cuerpo
en 44 pedazos segun unos, én 26 segun otros, los cuales distribuyó en-
tre los conspiradores que lo habían ayudado en su atentado y que no
eran otros que los Gobernadores de los Nomos y departamentos del
Egipto. Estas partes fueron despues descubiertas por Isis, que en-
cerró cada una de ellas en una estátua de cera, que era el retrato de
Osiris, distribuyéndolas á la adoracion de los diferentes Nomos del
Egipto. Tal es en resúmen lo que nos refiere Diodoro, que escribió al-
gunos siglos antes de Plutarco, sin entrar en los detalles de este, que
más adelante vamos á reproducir y que se hallan en perfecta confor-
midad con este cannevas. Por lo demás, sin negar una personifica-
cion real y hechos de conformidad con los que vamos á referir, este
mito parece indicar una lucha entre el principio Federal, encabezado
por Tiphon, y el Unitario encabezado por la dinastía de Osiris. Y el
despedazamiento debe referirse más bien al cuerpo del Estado; que al
del rey asesinado.
Que existía tal tendencia federativa en el Egipto, es innegable,
puesto que despues de la dinastía Etiope, en el Nuevo Imperio, ve-
mos fraccionarse el país en doce reinos ó estados, los cuales se reu-
nían en el laberinto para deliberar. Pianiético hubo despues que com-
batirlos y someterlos unos tras otros, para restablecer la unidad.
Esto ha dado márgen á la suposicion de dinastías contemporáneas,
lo que es inexacto. La dodecarquía solo duró 6 años, habiendo sido
disuelta y sometida segun acabamos de ver. Y cuando hay dinastías
contemporáneas, Manhethon lo indica espresamente, sin hacerlas en-
trar en los cómputos seriales de su cronología. Herodoto nos infor-
ma que la festividad de Osiris, era celebrada casi de la misma ma-
nera que los griegos celebraban las de Dionisius ó Bachus, por lo
cual la considera como imitada de los egipcios. Obsérvase, sin embar-
go, cierta confusion en la apreciacion de esta antiquísima historia,
FISIOLOGÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 285
de parte de los escritores. Para unos, el culto de Osiris, y no la per-
sona, fué introducido en el Egipto, en comun con las artes y ciencias,
siendo tal segun ellos el sentido de la tradicion que hace venir este
personage de Meroe, de Etiopía. Pero la tradicion de Osiris no es
un puro mito; es un reinado real y la série de los Piromis es un
hecho, respecto de cuya autenticidad, Herodoto no deja lugar á la
menor duda. | |
Como quiera, por el mismo Herodoto vemos que Ammon y Osiris
eran las divinidades nacionales de Meroe (lo que no cs estraño),
puesto que el gobierno de los Piromis data de allí; y ambas divinidades
han podido ser Piromis, pues esos reyes sacerdotales se hacían pasar
por dioses, con el mismo derecho que los Papas católicos se hacen
tambien pasar por dioses infalibles, inspirados por el espíritu santo.
Por lo demás, Diodoro asegura que Osiris condujo una colonia etió-
pica al Egipto. Pero no fué esta colonia fundadora de Thebas, de se-
guro, porque Thebas ya existía en esa fecha, segun las esploraciones
practicadas (ella existía desde 7000 á 8000 años antes de Jesucristo).
La colonia aludida debió establecerse en el bajo Egipto, sobre una
de las bocas del Nilo, en el mar, tal vez en la boca Tanítica, donde se
pasan los trájicos acontecimientos que terminan la existencia del
gran rey sacerdotal. Porque es justamente á la fundacion de Thebas
y otras colonias del alto Egipto, que se atribuye el que los primiti-
vos egipcios abandonasen sus cavernas y su sistema salvaje de vida
troglodita, para establecerse en la llanura, cultivar la tierra y prac—
ticar las artes y ciencias indispensables á la vida civilizada. Ahora
bien, esto databa de muchos siglos anteriores al reinado del Piromis
Osiris. Este, sinembargo, pudo hacer mucho para la prosperidad y
esplendor de Thebas su Capital. La supuesta fundacion de Thebas
por Busiris, Ó por algun otro rey de la dinastía de Manethon, es
meramente un absurdo cronológico. Cuando Menes fundó las dinas-
tías militares, ya Thebas era una ciudad vieja, empapada en sus pro-
pias tradiciones Pirómicas, y es por eso que Menes la abandonó, para
fundar su nueva capital Memphis.
El verdadero rol histórico del Piromis Osiris, fué el fundar la in-
dependencia del Egipto con relacion á la Etiopía, su madre patria.
El Egipto, al iniciarse su reinado, había alcanzado un alto grado de
desarrollo, poder y riqueza; él no podía seguir dependiendo de un
país relativamente pobre y atrasado. Osiris, inteligente y emprende-
dor comprendió esto y adoptó una línea de política en armonía con tal
sistema. El reunió en consecuencia un ejército y marchó sobre la
286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
Etiopia, cuyo gobierno lo hostilizaba, y lo siguió hostilizando, aún
despues de ser vencido en esta lucha, como se verá más adelante, por.
el auxilio que prestó 4 Thyphon y sus partidarios, enemigos de Osi-
ris. El gran rey, despues de someter la Etiopia y los países adya-
centes, la Libia y la Arabia, volvió á su capital, Thebas, donde
debía tener lugar su coronacion; y que debía ser el punto de partida
para otra espedicion mucho más considerable y brillante que la pre-
cedente. Nosotros vamos á describir las pompas de esa coronacion de
ahora 8000 años; pero antes hablaremos un poco de la parentela y
del endurage deljóven y triunfante Pyromis.
Osiris, en la época en que nos encontramos, tendría unos 25 años,
y acababa de suceder al Pyromis, su padre, por derecho de herencia
y de mayorazgo. El era muy bien formado de cuerpo, segun la tradi-
cion y la palabra de la misma Isis; pero de un color bronceado, som-
brío, debido al hálito de los desiertos y de los campos de batalla, en
que se había formado desde su más temprana juventud. Era el vigor
y la energía misma del cuerpo, del corazon y de la inteligencia; era
valiente, bueno y elevado en sus pensamientos. Asu lado y cerca del
trono, se destacaba su hermano Typhon, que era el opuesto suyo, en
lo físico, como en lo moral. Era blanco y de pelo rojo, pero su alma
era envidiosa, sombría y se complacía en la violencia y el mal. Ambos
hermanos eran casados con dos princesas hermanas, las más bellas
de su época, Isis y Nepthis. La primera, la esposa de Osiris, blanca,
rosa, de pelo dorado y ojos azules como una aurora; la segunda,
Nepthis, la esposa de Typhon, bella tambien, blanca, pálida, con el
pelo y grandes ojos del color del ála del cuervo, esto es, de un negro
azabache. Esta princesa era de una alma elevada y de un corazon
apasionado. Isis adoraba á su esposo con el afecto, con la pasion
mas entrañable. Su tipo es el más bello modelo del amor conyugal
que nos presente la antigúedad. Su amor era tan grande, que llegó
hasta alzar á su esposo de su féretro, donde por una traicion, lo
había encerrado Typhon. Nepthis, que era tan bella y tan buena
como Isis, aunque de otro tipo, se había por largo tiempo esforzado
por amar á su marido Typhon; tarea que hizo imposible el perverso
carácter de este.
Las dos hermanas eran casadas hacía poco más de un año. Isis
había tenido de Osiris, como fruto de su amor, á Floros, niño entón-
ces de pocos meses, y más bello que el sol naciente. Nepthis no había
tenido aún hijo. Typhon, sin amar á su esposa con la delicadeza que
Osiris amaba á Isis, era sin embargo en estremo celoso de ella; era
FISIOGRAFÍA Y METEOROLOGÍA DE LOS MARES DEL GLOBO 287
una especie de antiguo Otello, sin el mérito y las cualidades del
Otello muderno. Su esposa, despues de luchar valientemente para
consagrar toda su devocion á su poco amable consorte, había tenido
. que replegarse sobre sí misma en ese estado que no es en realidad la
infidencia, pero que conduce á ella. Viviendo al lado de Isis, con el
trato frecuente del grande y magnánimo Osiris, había concluido por
profesar al Pyromis algo de ese amor y admiracion ciega que le pro-
fesaba su hermana; pero esto sin conciencia de ella misma. Pero
dado su carácter concentrado y apasionado, ella había acabado por
concebir, un poco á pesar suyo, un amor oculto, pero delirante, hácia
el héroe de todas las admiraciones de su edad, hácia Osiris. Por
cierto que ella misma no se confesaba esta debilidad inconcebible de
su corazon; pero el hecho se sobreponía á sn voluntad, á su decision
misma. Contra su voluntad y sin poderlo remediar, Nepthis profesa-
ba á Osiris, el afecto más apasionado, más delirante, más loco, dire-
mos. En este estado, llegaron los dias señalados para la coronacion so-
lemne del Pyromis, circunstancia que aún no había podido tener lugar,
á pesar de hacer algunos meses que Osiris había entrado en la posesion
del poder, debido á los acontecimientos que más arriba hemos señalado.
Una vez proclamadas las condiciones y la fecha del gran acto, The-
bas, la ciudad de Ammon vió afluir á su seno todos los funcionarios
de las primeras castas, la sacerdotal y la militar, que por derecho ó
por deber tenían un sitio marcado en las panegirias Ó grandes cere-
monias públicas.
Aquellos campos atrincherados, inmediatos á la capital, donde
la juventud era iniciada en los ejercicios marciales, recibieron en
sus vastos recintos las diputaciones del ejército, enviadas de todos
los acantonamientos que mantenían, en las estremidades de las fron-
teras, la integridad del Imperio, la sumision de los pueblos recien
sometidos, y el grande ejército espedicionario que se reunía en el
nordeste, y con el cual, pasadas las ceremonias de la coronación, el
nuevo Pyromis debía salir en busca de nuevas glorias y de nuevos
países que colonizar, someter y anexar al Imperio. Las ricas habita-
ciones que los grandes feudatarios se hallaban obligados á sostener
en torno del palacio de su soberano, se poblaron de Oeris, intendentes
de los nomos egipcios, Ó gobernadores de las tierras conquistadas,
trayendo consigo, confundidos en su séquito fastuoso y cargados de
ricos tributos, á los gefes subalternizados Ó vencidos de los países
lejanosdel Mediodia, de la region occidental de los Oasis, del litoral
del Mar Rojo y de los confines asiáticos.
288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA
En fin, la misteriosa morada de la gran Triada Thebana, el profundo
retiro de los colegios sacerdotales se abrieron para dar hospitalidad á
las imágenes de las divinidades eponimas de todos los cultos locales
del valle del Nilo que, llevados en pompa religiosa á lo largo del rio,
por sus pontífices, sus profetas y sus cantores, venían respetuosa-
mente á interceder cerca de Ammon-Ma, su Señor y su Padre, en
favor del ser superior que debía ser el sol guardian de justicia entre
la raza de los hombres.
En el dia señalado, desde que el sol, sobremontando el horizonte de
la cadena arábiga, hubo dorado las cimas opuestas de las montañas
de la Libia, santificadas posteriormente por la régia necrópolis de los
Faraones, destinados á suceder á los Pyromis, y que olas de esplén-
dida luz comenzaban á relucir á lo largo delas masas de asperon y de
mármol, de pórfido rojo, de granito negro ó rosa, que edificados en
templos gigantescos, tallados en grandes pilones, cincelados en vbe-
liscos, esculpidos en esfinge y en colosos, parecían en Thebas, más
aún que en el resto del Egipto, como el involucro material del alma
misteriosa del Imperio, un inmenso clamor de voces humanas y de
instrumentos de música, elevándose del seno de la ciudad, saludó
la aparicion del gran dios pelásgico, y dió la señal de la pané-
siria.
Todos los que debían tomar parte en ella acudieron á formarse en
las inmediaciones del palacio en que Osiris había pasado en el retiro
el tiempo de su duelo. Bajo el principal pórtico estacionaba una mag-
nífica Naos sobre soportes de ébano esculpidos formando cariátides
simbólicas. Contenía en su interior un trono de marfil, cuya base en
relieves dorados, representaba la esfinge, emblema de la sabiduría
unida á la fuerza, y el leon, símbolo del valor; y cuyo fondo consti-
tuían, sosteniendo el docel, las estátuas coloreadas de Tmez, diosa de
la justicia, y de Flor-Meni, dios sol de la verdad, con los brazos.
estendidos y las álas desplegadas. El Pyromis, con la frente ceñida
de una simple diadema, sobremontada de un ureus de oro, esmaltado
de piedras preciosas, se había sentado en esta especie de anda endo=
celada. Doce Oeris ó gefes de guerreros, los primeros del Imperio en
dignidad y nacimiento, solevantaron estas andas sobre sus hombros;
otros grandes personajes se encargaron separadamente de sus sopor—
tes y de sus gradas, y todos juntos, precedidos y seguidos de una
multitud inmensa, se dirigieron hácia el templo de Ammon.
(Continuard).
ÍNDICE GENERAL
DE LAS
MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO VIGESIMO-OCTAVO
Páginas
Fisiografía y Meteorología de los Mares del Globo, por 9. Juan Llerena (Conti-
MUAAION) so cop uorpat poetes ep o Noa a loo lai6.d Da E O Saa O Eta
Nota presentada al Honorable Congreso por la Sociedad Científica Argentina.......
Moya entors oc cn ia darlo daa bt
Conmemoracion del XVI aniversario de la Sociedad Científica Argentina...........
Los Dípteros, por F. Eymeh Arribálzaga........ooooooccccococ
Los peces, por el Erre. Eduardo E. HOIMberg....ooooo
Informe sobre el cemento argentino, por Atanasio Quiroga........ A
Moviaianío SO as Ud al la peo ao ata A ao Eo o y oa Sell bea e Sta
MS a roo dais
Fisiografía y Meteorología de los Mares del Globo, por 23. Suan Bierena (Conti-
MUA oro ado pao dale aa Na ale CCOO a
Informe sobre pavimentos de asfalto, presentado al señor Intendente de la Capital
por los señores ingenieros Cárlos Nystromer, doctores Juan J. Y. Miyle y
Atanasio Quiroga y arquitecto Juan A. EBUESCRIAZZO o...
MOFIMEnO Cocina nooo a soi IES BOS
Cloacas domiciliarias. Conferencia dada en la Sociedad Científica Argentina por
CAOS AE O O el PROV ELO
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Fisiografía y Meteorología de los Mares del Globo, por BW. Juan Llerena (Conti-
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CES D. Mauricio SCHWARZ.
- (La Comision redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p.m.)
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PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION
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Por mes, en la Ciudad.... ODSSESÓn : Ena: 0.85
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SETIEMBRE DE 1889. — ENTREGA III. — TOMO XXVII
E PUNTOS . PRECIOS DE SUSCRICION
LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS
Por mes, en la Ciudaa... SDobDéboR B m4 0.s5 q
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HONORARIOS
Dr. German Burmeister.—Dr. Benjamin A. Gould.—Dr.R, A. Philippi.—Dr. Guillermo Rawson
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Ingeniero ALBERTO SCHNEIDEWIND.
(La Comision redactora se reune todos los Lúnes á las 8 p.m.)
OCTUBRE DE 1889. — ENTREGA IV. —TOMO XXVIII
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LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS
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Ingeniero CárRLOS BUNGE.
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DICIEMBRE DE 1889. — ENTREGA VI. —TOMO XXVII
PUNTOS Y PRECIOS DE SUSCRICION
LOCAL DE LA SOCIEDAD, VICTORIA, 1492 (2* piso), Y PRINCIPALES LIBRERÍAS
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I. — CLOACAS DOMICILIARIAS, e
Argentina, por Cárlos A. Altgcle.
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III. —FISIOGRAFIA Y METEOROLOGIA DE LOS. MARES DEL )
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- Albarracin, Cárlos.
Ameghino, Florentino.
- Antonini, Santiago.
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Diaz, Ernesto.
Dillon, Alberto.
Battilana, Máximo.
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Calvo, Edelmiro. Lanusse, Juan José.
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