A oia sa boo Lis 1er PENA bo y des End poca OS A is e. 0% ON rd NASA IN ree oleo 2 Le im e rara EI dei Aa bie pod he po pes dio De e PA O SAA duos dde. EA Ie Pa O ds NEBTR 7 e shana ta A ae Mi POR ae 9a dear mice: Fi pe pe es . dh gl 4 A - e BR a peda calle “ NN aia Lia ares la Sie Att 7 tan aid hrs bal ja phd dp 447 y cepo dae nee Poe O AS pes AS + Lerebla te E > El ALE siaisda Eire dalaT A eres are Hd trans; DAA PS dies e yo Pr e dl diré do ro Pie eioirdaal SP NAL ta Sid trol es. poe PERSO” stos dedos pl jaa ato a La et me br ra: aja Po RAR CIOAS ye y A ot O a der ve he ee: ARAS pe -.. A 4 estas ATA des yy: AICA A CIO .*. Ea nas : Led: pe ips z Pa - n reido ba via, S mi le 0 fr q eee acidos y s Au es y, Pe dde Ed ac ed ya pd id da A os an e A: ar caOS As Es E E] Preta EA > PE 7 , IA os NA des its ra be pero liste EN: UR e mise A AN le E a la ; na pero r ecos AR SE NS nao 154 E Aa PU 5 J y 5 N ; Y ATA TALA PA sa e ta y. e | e ] dy” E ACA DAA > e Di y, ¡SEE PAS Yoo CANE Vu DL 40 2 IO TO soii A E Ia AAN oo. OT TIA Pr pau tÉN AAA: ; Ud 1 We Rayo UU a sun a S eS AA Am 4 yl de A cer” 0 1 ME SN WA - Ñ y Hs » 0 A PAS AA a ) MA vY y v ON -Uyuo* e malta AA STILO Eure Ek Du SERES; 1- yy NA 1 dy Y” Y L A) “a pera ¿ A FHI DN Ñ AS 3 us” EN du Tour br. 5 NY ce A CIN ii dp A A Y BRiple SI p eN y A. “wep mr “UE HTA e OO CIO nal RN 0 "TN ha 3 En P % N mM MAJO am NS ( v Uan = a - SY h DA ee ns 4) AA abre Na HA V $ « ARA] pl Ni.» Al MAS JN ber. AAA ¿wm 7 - vb 7) A 4 MA IT A AAA - » A MA TW VTA E ALAN NA Da da Poo ea E ES LLL” AÑ IN Uy MA HU Na ¿a Ma no = A Y P HI e - RA vi co »”w Y dy i AA a Po ARS =* por AA ¿a "IN a UV yo Ñ y“ . 4 x BAS . ' v A = > E O fdo q INADATS 4 Catan pa IN LEE A ¿a Mp7 Ú SON EE! a OEA QUIE AA IA ASA Drs Y on ar yt von e O ) dá ds ES 247 E ATA 3 y o , AÑ BIE -$0 » Ss dl py 13% » “0 : WÍ? a El VIVEN Eu? V pa 2 A DS A + E .- 447] l A boo. A, A MACIÓN qe v voy] "“iwíg = q e MN AN O AT vd! A Eo Ae Nu] “Y SU IS " 3 No >=. E E dl w Jul e. ae E qa Ys, | pwe -- A e ve: AN vive ATi » ei : ¿O ¿p y Y EV E y! .” TE AS E , ed Á p JAR A A Nr -> U E 0 AIN, AA UL] Se | OY end ASS 5% ue AA a sm v > 4 A w =Á vb v 3 ms Dúo VIVIR SAA l A MO "Y - moy E de Y yo accio “Na Sy y Ye % nm “o EN A JN cn Ñ ALÍ ' » , TA = 1] AN z » . y o lar e e II iD y AR : ó | AA A AO A A O a Uv we vy E Ay A Vo '] da A OA CT TN - Y TY W v. Ñ S ” ¿2 y Y Y > SA A) mo Sr y Y yY A AT á pl 9) Vi 0 yo eu E TR ar 2 Ñ yo E he HN Yw 8 Y, Ú bo Lina, +. da UN Ea q o MASA ETA au» Mv Y Pu. A u E BoA NN z Que ao ¿9 AL Ns PG < AE Bo "ur 4 .S Se E AAA Sepa YY y Y A | ml . bd b My a A ION a e IMA do Y Wide Vil. 001101 Ñ RÍO YY. MÁ 5 DL Miralo b Ads EE or mA "ha dd Wueoo PIO a 0 Ab: WHAp Ab » 4 A: A | [ TES SUSE .- MIO A ly . YY Ñ A EPR AIDA VEN OIEA Ad A ADS No A ERP AS hy vy ne YU > A JE Ñ A A Ñ e eo LIA e k EE Na oy bl Se Tu Hi AE MEN rs AA yd e My de ER ; A a dl O Gi A E NG a YN vor ae ot a ADIIOAIÍS ass Na MAJO AN, En JT MARA A ROA NI va Uco NN oo ea SUL Dn OLD ARI IS a Pr | “WWW go” AP IS LAT DA pa O A NAL API HEAR ¿acc 221 AVI Ru dos E hy!” dj PEREA ye A a RA as y OS ¿% ON me a O Wo Ad 27 a A a y) CNA "Y Velo AM, “Y. PA Un EN Pa- sé: á MA Ñ YO nues AU y AMADALS OI sn IO NES XA “vu Y A A pie mi o Ja Id ¿Areta car w A JAHRE LEVE Yy IA a ] A) de 8 Iva ES wá ee > POSTA ATA RUDA A A dy? o y 1): MOJO ar | y 4 a Uy O “WO y LAA IU IRERIAZADADA A op NY" E E IÓ Em. Y AA YY Nas Dee H e. pte, $.” A e. EHH Su. a om, sl “Yy- AT Uy E RIAD AO TS AS A A dd 0- Dennpbeta 7 , o Pe ur Uy TAL | > MAA e TS eo meu ía w- Uat 4 E MA an ALOR E paro "> ar ón Vi "y e. y! Ys B TES 38 a no, SH mis ant 04 Ma o ¿a Y me PFP q + Pa ¡ A iS a N Co g 2 UN ALAS” A 6d A : A ID y A e moi eE, Ma] TI MESES uti Y ee ML y E A Y -W yr MER ATA. ON IAS Al PA "y MEA O MO ANALES za y) y OCIEDAD CIENTÍELO Dinrcror : IncenIeRo SANTIAGO E. BARABINO Secretarios : Doctor Juzio J. GaTrrr y señor EMILIO Renumifro TES a pe, - Y | uE A AL ORO A HAY ' 1 h Vá yO, A AAA E LA We "ELL pp ENERO 1906. — ENTREGA 1 — TOMO_LXIÍ ) ; BEN a lA ÍNDICE. ds | SOPESBARABINO Bartolomé, Mitre: o A oa a as 1 sl Luis PASTORIZA, Informe general sobre la vialidad en el territorio de Misiones... 5 ALFJANDRO FOSTER, Las restingas del Uruguay... 38 AD os ip seo a od AS UA 42 os ENE Ms PETITE SINSUiAn VISTAS > SI o le BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1906 JUNTA DIRECTIVA PRES te NI Doctor Carlos M. Morales , h Vicepresidente doo... Tenientecoronel ingeniero Arturo M. Lugones Vicepresidente Pos. oo...... Doctor Enrique Herrero Ducloux Secretario de actas... ...... Senor Arturo Hoyo Secretario de correspondencia.. Ingeniero HKicardo J. Gutiérrez PROL CO as rosa Ingeniero Luis A. Huergo (hijo) Bibliotecario oi Señor Rodolfo Santangelo /Ingeniero Vicente Castro | Ingeniero Julian Romero S Ingeniero Enrique Hermitte AA E Ingeniero Guillermo J. White Señor Arturo Grieben Ingeniero Evaristo Y. Moreno "Doctor Francisco Lavalle A a en EPIA Senor Juan Botto REDACTORES Ingeniero Alberto Schneidewind, doctor Angel Gallardo, doctor Pedro N. Arata, ingeniero José S. Corti, doctor Eduardo L. Holmberg, doctor Enrique Herrero Ducloux, inge- niero Mauro Herliztka, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Domingo Selva, agrimensor Cristóbal M. Hicken, senor Félix F. Outes, ingeniero Augusto Mercau, ingeniero Eduardo Latzina, ingeniero Alfredo Galtero. ; ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en los Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito 4 la Dirección, para que ésta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser considerados. La Dirección de los Anales, sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejemplares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente de dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. Los senores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Dirección Cangallo 1825. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local “de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias Pesos moneda nacional Pon Mesta. A Nao ss ENZO 1.00 Porno at. A Se a 12.00 Número atrasado;.:. e 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SK PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano ANALES SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ANALES DE LA EDAD CIENTI ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO Secretarios : Doctor JuLio J. GarrI y señor EMILIO REBUELTO TOMO LXI Primer semestre de 1906 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1906 BARTOLOMÉ. DE JUNIO DE 1821. — 19 DE ENERO DE 1906 La República Arjentina está de duelo! El jeneral Bartolomé Mitre ha fallecido el 19 de enero, i, por más que las leyes fatales de la naturaleza debían cumplirse, por más que la avanzada edad del ilustre patricio había convencido al pueblo des- corazonado del próximo fin del eminente repúblico, su fallecimiento ha hecho vibrar las cuerdas sensibles del pueblo arjentino de un es- tremo a otro de la República, i un sentimiento de inmensa angustia domina todos los corazones. : Mitre no era solamente un prócer arjentino : su figuración, acción e influencia transpusieron los límites de la patria, 1 su nombre, respeta; ble i respetado, es en América símbolo de grandeza. Mitre es una gloria americana; por esto al dolor, tan intenso como justificado, de sus conciudadanos, han contestado los ecos quejumbrosos de la Amé- rica latina i el pésame de todos los buenos del mundo civilizado. La Sociedad Científica Arjentina se ha adherido al grande e in- menso duelo nacional por tanta pérdida, enviando como ofrenda una simbólica corona de bronce i asistiendo sus miembros á los funerales del augusto estinto. No pretendemos entrar á analizar la acción del jeneral Mitre en la marcha progresiva de la Arjentina, no sólo por ser tarea superior a nuestras fuerzas, sino que también porque la índole de los Anales no lo permite. Por lo demás, los contemporáneos han juzgado ya sus méritos a la gratitud nacional, que la posteridad no podrá sino confir- mar más favorablemente aún. Diremos, pues, pocas palabras como respetuoso homenaje a tan escelsa personalidad. Mitre fué militar : empuñó la espada en pro de la libertad i recons- titución política de su patria, en defensa de su dignidad de nación ofendida por sanguinarios tiranos, como la empuñara otrora en defensa de la buena causa en varias repúblicas hermanas; fué estadista : en los parlamentos, en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, en la presidencia de la República, defendió de buena fe 1 eon patriotismo ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los derechos del pueblo estatuídos por la Constitución; fué literato : en sus timas, en su lucha periodística, en sus arengas, ha estado cons- tantemente al servicio del pueblo, ha combatido todas las reacciones, enarbolando i defendiendo valerosamente el pendón de las libertades públicas bien entendidas; combatió cuanto podía importar un obstá- culo para el progreso moral i material de su país; conocedor de las cosas 1 de los hombres que fundaron nuestra independencia, contem- poráneo de algunos de ellos, estadista 1 militar experimentado, cir- cunspecto 1 sereno, con una intelijencia privilejiada, estudioso 1 labo- rioso en grado sumo, dotó a su patria con los dos grandes monumentos literarios que constituyen la historia de Belgrano i San Martín; dotó también a su patria de trabajos filolójicos, relativos a las lenguas aboríjenes, que merecieron el aplauso de los más distinguidos filólo- eos estranjeros; vertió a nuestra lengua joyas literarias latinas, fran- cesas, Italianas e Inglesas... Pero ¿a qué seguir? Mitre, durante medio siglo de vida pública, ha llenado con sus hechos gloriosos, con su acción política benéfica, con su erudita pro- ducción intelectual, copiosa i admirable, todo el ámbito de la república, irradiando esplendorosamente su luz brillante a los demás países de Sud América. : ¿Erró alguna vez? Es probable, o, más bien, seguramente sí; pero si erró fué de buena fe 1 persiguiendo siempre la grandeza de su patria pequeña aún, pero llamada a ser, en un porvenir no mui lejano, grande 1 fuerte. Por eso el pueblo, sin distinción de colores políticos, se pos- tra unánimemente ante los despojos del grande estadista, del jeneral valeroso, del erudito literato, de uno de los más esclarecidos funda- dores de la definitiva nacionalidad arjentina, proclamándole grande entre los grandes! Mitre amó sinceramente a su país i lo sirvió por más de medio siglo con el más puro patriotismo, con acrisolada honradez i con una laboriosidad intelectual asombrosa por lo amplia i descollante. Figu- 'ará, pues, con fuleuración propia, entre los grandes astros de pri- mera magnitud — San Martín, Moreno, Belerano 1 Sarmiento — del cielo histórico arjentino! SANTIAGO E. BARABINO. INFORME GENERAL SOBRE LA VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES POR EL INGENIERO LUIS PASTORIZA De acuerdo con los principios generales establecidos en la comu- nicación de fecha 23 de julio próximo pasado y como consecuencia de los viajes de inspección efectuados á través del territorio, pasamos á exponer sucintamente cuanto á la regularización y estado actual de la vialidad en esta zona, se requiere : En el deseo de proceder con método dividiremos el trabajo en los parágrafos siguientes : I. Generalidades. IT. Estado actual de los caminos; sus deficiencias. IM. Estudio y determinación de trazados definitivos. IV. Clasificación de los caminos: a) en campo abierto; b) en la selva. V. Caminos en campo abierto, divididos en: a) caminos de mayor tráfico; b) caminos de tránsito escaso. VI. Obras por ejecutar en los caminos de mayor tráfico. VII. Trabajos por efectuar para el mantenimiento de los caminos de tránsito escaso. VIH. Conservación de los caminos y de las obras en ellos ejecu- tadas. IX. Caminos en las selvas: a) mejoramiento de las vías actua- les; b) apertura de nuevos caminos. X. Resumen general. 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA l. — GENERALIDADES Deseando partir de una base racional, para justificar el desarrollo que deben adquirir los caminos en esta región del país, tratamos de obtener datos sobre las fluctuaciones de la población, crecimiento vegetativo, defunciones ocurridas, etc., por una parte, y, por otra, precisar el movimiento de exportación é importación, á fin de deter- minar la potencialidad comercial del territorio en un año dado. Los datos conseguidos no permiten sacar consecuencias decisivas, pues, como podrá observarse, se refieren á tres años, y se necesitarían por lo menos los relativos á una década, para la formación de cuadros gráficos que pondrían de relieve la importancia que reviste el comer- cio externo, la curva de población, ete. No obstante lo incompleto de las informaciones, podría tal vez es- tablecerse una ¡comparación entre el incremento que se ha dado á los caminos en otros países, relacionándolos con su población, actividad comercial é importancia de su industria de transportes y el que con idénticos elementos de juicio correspondería á esta región. Aceptar como absolutos los resultados que se derivasen del para- lelismo indicado, sería cometer un gravísimo error. Regiones tan pri- vilegiadas por la naturaleza como Misiones, no han adquirido ni me- dianamente la expansión comercial é industrial que el porvenir les reserva, á causa de la poca densidad de población, y esos pobladores, que con un esfuerzo pequeño obtendrían de la tierra recompensas in- mensas, no afluyen espontáneamente porque saben que lucharían im- potentes para transportar los productos cosechados, á causa de la falta de puentes y caminos regulares. Si bien en otros paises debidamente poblados, el ingeniero estará en lo cierto al buscar una razón de equilibrio entre la naturaleza y desarrollo de los trabajos de vialidad y la actividad industrial y den- sidad de población de los mismos, aquí ese estudio comparativo po- dría inducirle á conclusiones erróneas. La razón de ello está en que la verdadera base de comparación, el elemento de juicio indispensable para justificar el desenvolvimiento que sin demora debe darse á esas obras públicas, reside no en el coeficiente actual de vitalidad comer- cial, sino en el que se obtendría con buenas comunicaciones, que die- sen salida á las innumerables riquezas inexplotadas. Si no fuese el temor de extralimitarnos en la misión que se nos ha VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES ze confiado, abordaríamos el sugestivo estudio de precisar por medio de cifras, por una parte la densidad acumulada de riqueza natural por unidad de superficie, y, por otra, cuánto pierde el intercambio en gene- ral con la paralización de esas riquezas, á causa de la falta de fáciles medios de comunicación. Ese estudio analítico ¡posiblemente probaría, sin que esto importe crítica, que lo asignado á esta zona según la ley 4301, no guarda re- lación ni con las clamorosas necesidades actuales, ni con la capaci- dad productiva del territorio. Y ni siquiera tampoco con lo que rin- de éste actualmente por concepto de rentas nacionales, que sobrepasa al de algunas provincias. Serviría también ese verdadero censo de las riquezas naturales, para determinar una base financiera de la que surgirían los recursos necesarios para dar solución, amplia y duradera, al problema de la via- lidad en el territorio. Si estas ideas apenas esbozadas, pero que son el resultado de una observación constante, llegasená merecer la aten- ción de la superioridad nos daríamos por satisfechos, ante el conven- cimiento de que un estudio completo y detenido de ellas se traduciría en beneficio positivo para el territorio y para el país. Dadas las condiciones topográficas del suelo, en extremo acciden- tado, se impone el estudio y mejoramiento de los caminos paralela- mente, Ó tal vez con preferencia, á la construcción de puentes. En efecto, la más ligera observación revela que la gran masa de dificultades que impide el desarrollo á la industria de transportes, reside no tanto en los tropiezos que ofrecen los cursos de agua, como en las pésimas condiciones de las vías, que, dadas sus enormes pen- dientes (16 %/, y hasta 18 %/,) hacen imposible el tránsito por ellas, con- forme se producen las lluvias que aquí son frecuentes y abundantes (según Bertoni 15800 á 1900 litros por metro cuadrado y por año). Si el río Uruguay permitiese ser navegado regularmente, el pro- blema se simplificaría, por cuanto todos los productos de la colonia de Azara y de la extensa zona productora de tabaco, azúcar y arroz, comprendida entre los municipios de Concepción de la Sierra, Itaca- ruaré y San Javier, saldrían por la vía del alto Uruguay. La falta de periodicidad en las avenidas de este río, la excesiva rapidez con que sus aguas crecen y bajan, la impetuosidad de su co- rriente y los múltiples escollos existentes en su cauce, son los moti- vos que imposibilitan una navegación regular y seguramente pasarán muchos años antes que ese estado de cosas se modifique. Las poblaciones nombradas, forzosamente tienen que enviar sus s ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA productos por el río Paraná, atravesando el territorio. El día que el ferrocarril proyectado entre esta población y Santo Tomé se lleve á cabo, la situación de esos pobladores mejorará considerablemente, por cuanto todo se reducirá á facilitarles el acceso á las estaciones inter- medias. Entretanto, consideramos que en ninguna otra región del país se podrá aplicar tal vez, con mayor exactitud que aquí, el axioma de que hacer caminos es poblar y contribwir al esparcimiento de la civilización. Este convencimiento justifica y explica la índole de este tra- bajo, que nos esforzamos porque resulte” lo más compendiado, des- de que sólo tiende á precisar nuestro criterio técnico en la vasta cuestión que ofrece el problema de los caminos aquí, dadas las parti- cularidades que marcan el suelo, las lluvias, las elevadas temperatu- ras que resquebrajan las tierras, la constante humedad, la diversa clase de productos por transportar, el tipo de los vehículos en uso, la calidad de las bestias, como animales de tiro, ete., ete. TI. — ESTADO ACTUAL DE LOS CAMINOS; SUS DEFICIENCIAS Los caminos que cruzan el territorio de Misiones no satisfacen cumplidamente su misión, por las razones principales siguientes : 1” Las reducciones establecidas por los padres jesuitas impusie- ron á éstos la necesidad de comunicar entre sí esos distintos núcleos de población, de ahí el origen de alguno de los trazados actuales que, como bien se comprenderá, si resultaron apropiados para las necesi- dades de aquella época, no lo son en ésta, por múltiples razones. 2% La población más importante de Misiones fué en los primeros tiempos Candelaria, hacia la cual convergían la mayor parte de los caminos del interior. Los mismos trazados ó con insignificantes mo- dificaciones subsisten, aunque el punto de concentración lo consti- tuye Posadas, desde que fué designada capital del territorio. 3 La falta de puentes para eruzar los numerosos cursos de agua obligó á vadear éstos en los puntos más fáciles, sacrificándose á esta cireunstancia el trazado del camino. En una palabra, los caminos en uso no llenan ni medianamente las condiciones de una vía regular: por sus trazados inconsultos, por la, pésima condición de sus calzadas naturales, por la dificultad con que se evacúan las aguas de las mismas, constituyendo este defecto la causa primera y principal del rápido y permanente mal estado en que VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 9 se hallan, por las pendientes excesivas que sobrepasan con mucho el límite admitido, hasta el punto de reducir la carga útil de transporte al mínimun, por las zonas de mal terreno que en muchos puntos atra- viesan sin necesidad, y hasta por la deficiente exposición que en al- gunos de ellos se observa. Estas condiciones negativas de los cami- nos, que los hacen inadecuados para el tránsito, aumentando el costo de los fletes en razón directa de las dificultades por vencer, se agrava- rán considerablemente el día que los distintos propietarios del sue- lo comiencen á cercar sus propiedades, alambrándolas. El interés particular se encargará de desviar la dirección actual de los caminos, aunque defectuosa, ajustándola á las conveniencias de cada uno. Esto ha ocurrido en otros países, donde el egoísmo de los pobladores ha ido mudando el camino hasta el punto de que éste serpentea descon- sideradamente y atraviesa, en su recorrido, las zonas peores. En las épocas de Nuvia, que aquí son en extremo abundantes, esas fajas de terreno removidas por el tránsito continuado, cruzadas por zanjas que operan una constante degradación en las tierras, impiden en absoluto todo tráfico y el aislamiento entre las zonas de producción y de consumo, es su primera y más lamentable consecuencia. Asíse explica, pues, que, á pesar de la prodigalidad inmensa del sue- lo, de la riqueza insuperable de los productos que pueden cosecharse y de los bosques vírgenes que esperan una explotación inteligente, la: agricultura no adquiere sino un desarrollo lento, enfermizo, y la sel- va permanece impenetrable, muda, entregada á su exclusiva y po- tente fuerza creadora. TIT. — ESTUDIO Y DETERMINACIÓN DE TRAZADOS DEFINITIVOS De lo brevemente expuesto se desprende que el trazado de los ca- minos actuales no obedece á un estudio previo. Necesidades pasadas, la costumbre de los conductores y la dificultad para vadear los cur- sos de agua, son las razones que explican el tránsito por ellos. Por consiguiente, no sería prudente ni racional tomar como base estos trazados, y surge la imposición del levantamiento de todos los caminos como único medio de determinar: 1” los caminos útiles en verdad; 2” los perjudiciales, por estar establecidos en concurrencia, por su excesivo é innecesario recorrido ó por los malos terrenos atra- vesados. Aceptando los primeros y modificando los segundos, con arreglo á 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA las prescripciones técnicas que más adelante se expresan, surgirá la red definitiva y completa de caminos, que, si ha sido bien estudiada, deberá ofrecer, al mínimun de extensión y de costo, el máximun de . proyecho (1). «Para la determinación de los nuevos trazados y la modificación de los existentes se procederá de acuerdo con lo que indiquen las cit- cunstancias en cada caso. Siempre que sea posible se preferirá el trazado por la divisoria de las aguas, atento á que los caminos en esas condiciones, demandan escasos movimientos de tierra, las obras de arte son de escasa enti- dad, desde que se atraviesan los cursos de agua en sus nacientes Ó próximos á ellas y ofrecen generalmente, una buena exposición á los vientos y al sol, razón por la cual se conservan secos. Cuando no sea posible el trazado en estas condiciones, como segura- mente ocurrirá con los caminos que conducen respectivamente desde Posadas á Corpus y desde Concepción á San Javier, y que atraviesan las distintas vaguadas (thalwegs) pertenecientes á cada curso de agua, se tratará de vadear éstos en los puntos donde ofrezcan menos dificul- tades, á fin de que las obras de arte resulten lo más económicas posi- bles, pero sin llegar por ello á sacrificar el trazado del camino, que, por las mismas razones de orden económico, será necesario vaya á salvar la colina por la línea de menor pendiente. No entramos en el análisis delos diversos casos que se presentarán en la práctica, porque adquiriría este sencillo estudio preparatorio demasiada extensión ; cuando la oportunidad se presente esperamos poder justificar cada una de las soluciones adoptadas. En términos generales, las preseripciones que deberán cumplirse para obtener buenos trazados, son las siguientes : 1* Adaptarse en lo posible el terreno natural, á fin de evitar los grandes movimientos de tierra; (1) Además sería la oportunidad de dar cumplimiento á lo preceptuado por el Código Rural, que en su articulo 29, dice: « El trazado de los caminos generales se determinará por el gobierno nacional, previa consulta del departameeto de ingenieros ; pertenecen á la nación y quedan bajo su ¡jurisdicción. En caso de cambiarse el trazado de un camino, la propiedad del suelo será recobrada por el dueño actual del fundo ». Llenándose tan importante requisito, quedarían defi- nitivamente fijados los caminos del territorio, se cerraría la puerta á los avances de los propietarios pocos eserupulosos y, por último, se evitaría entre éstos y el estado, discusiones y litigios sobre posesión, siempre enojosos y perjudiciales á los intereses públicos. VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 11 2* Tratar de que elrecorrido y las alturas por salvar sean mínimas, para obtener el menor coste; 9” Utilizar la vertiente más expuesta al sol y á los vientos, con el objeto de que la humedad no efectúe su acción disolvente sobre los materiales, que tan difícil y costosa resulta para el buen manteni- miento del camino; 4* Apartarse de los lugares pantanosos, teniendo en cuenta que el agua es la causa principal del deterioro y rápida destrucción de los Caminos; 3” Evitar el pasaje por tierras arcillosas. Cuando no sea posible se cruzarán en terraplén, desechando parala constitución de éstos dichas tierras arcillosas; en último término se atravesarán en desmonte, drenando la calzada y dándole á ésta la pendiente necesaria para la | rápida salida de las aguas; 6* Proseribir las rampas aisladas y de excesiva longitud ó pen- diente, á cuyo efecto deberán quebrarse en varias, con pendientes más suaves y longitudes diversas. IV. — CLASIFICACIÓN DE LOS CAMINOS : EN CAMPO ABIERTO EN LA SELVA La división que sirve de subtítulo á este capítulo ha sido impuesta por la naturaleza del propio territorio que ofrece una parte de su superficie en campos limpios y el resto de la misma cubierta en gran parte de montes vírgenes. Conceptuamos innecesario demostrar la fundamental diferencia de carácter que presentan los caminos, según atraviesen ó no la región boscosa. Considerando que estos últimos son los que preferentemente deben estudiarse, en razón del mayor tráfico y á fin de designar de una ma- nera precisa la ubicación de los distintos puentes, pasamos á ocupar- nos de ellos. V. — CAMINOS EN CAMPO ABIERTO: CAMINOS DE MAYOR TRÁFICO CAMINOS DE TRÁNSITO ESCASO La clasificación accidental que hacemos de los caminos en campo abierto, fluye de la mayor ó menor circulación de vehículos que por 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ellos se realiza. Con arreglo á esta división se procederá del modo siguiente : 1% En los caminos de mayor tráfico, una vez definitivamente traza- das y construídas las obras de arte necesarias, deberán ejecutarse los trabajos que expresamente detallamos. | Procediendo así, se tendrán inmejorables vías de comunicación, que resultarán útiles en el más alto grado. 2% En los caminos de tránsito escaso, aceptado que sea el trazado definitivo, sólo se ejecutarán los puentes más indispensables y se to- marán las medidas necesarias para mantener en estado regular el ca- mino natural. VI. — OBRAS POR EJECUTAR EN LOS CAMINOS DE MAYOR TRÁFICO A fin de expresar con claridad las obras que deberán efectuarse en los caminos comprendidos dentro de la clasificación adoptada, se tomarán en cuenta las obras: a) de explanación; b) de afirmado; e) de arte; d) accesorias. a) Obras de explanación Con el objeto de cumplir una de las primeras y principales pres- cripciones señaladas anteriormente, se hará lo posible por plegarse al terreno natural. Con ello se conseguirá que las obras de explanación sean de poca importancia, y, por lo tanto, se obtendrá la economít que siempre debe primar en toda construcción de caminos bien concebidos y ejecutados. El aumento de recorrido, dentro de ciertos términos razonables, no debe preocupar mayormente al técnico, con tal de evitar ó dis- minuir los grandes movimientos de tierra, que tanto encarecen esta clase de obras; en cuanto álos límites señalados para las curvas y pendientes, entendemos que no deben aplicarse con espíritu res- trictivo sino con un criterio que tienda, en casos dados, á libertarse valientemente de ellos, desde que hay mucho de teoría especulativa en su determinación. Ancho de la plataforma. — El ancho de la plataforma lo constitu- yen las dimensiones dadas á los diversos elementos constitutivos del VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 13 camino; esas dimensiones no se fijarán arbitrariamente, sino tenien- do en cuenta la característica de esta región y se hará lo posible por justificar todas y cada una delas soluciones que se adopten y propon- gan á la superioridad. El artículo 28 del Código Rural para los territorios nacionales, di- ce: « Los caminos generales tendrán un ancho uniforme de 50 me- tros, los municipales de 25 metros y los vecinales de 12 metros ». Sin perjuicio de respetar esas dimensiones al determinar los nuevos y de- finitivos trazados, consideramos que no es posible pretender normali- Zar, sino una pequeña parte de las dimensiones señaladas en el artí- culo que acaba de citarse. Militan en favor de los caminos angostos razones de evidente y Juiciosa economía. Además, basta observar las soluciones adoptadas en países de tráfico muy considerable, como son Bélgica é Inglaterra, por una parte, y lo que se hace en Norte América, por otra, para con- vencerse.que los caminos angostos han probado, después de largas experiencias, ser los más convenientes porsu apertura y construcción económica, por su fácil y barata conservación y porque satisfacen cumplidamente las exigencias del tráfico, aunque sea éste continuado é intenso. Atento á las cireunstancias apuntadas y reservándonos evidenciar que las dimensiones de las diversas partes del camino-son las más convenientes, nos ha resultado la plataforma de un ancho total de de seis metros. Terraplenes y desmontes. — Dadas las particularidades de esta re- gión en lo que se relaciona con la naturaleza de las tierras y muy es- pecialmente con la cantidad de agua que en tiempos mínimos se precipita en forma torrencial, consideramos indispensable para el mantenimiento de estos elementos del camino adoptar medidas que eviten, no sólo las degradaciones superficiales, sino las que son cau- sa de hundimientos totales. Desmontes. En los desmontes, seempleará á lo largo de la cresta de las excavaciones, el foso de cintura según lo califica Durand Olaye, destinado á recibir las aguas que provengan de las colinas adyacen- tes; á este foso se le dará una pendiente longitudinal igual á la adop- tada para el camino, y donde sea necesario se abrirán sobre el talud pequeños canales revestidos en su fondo con piedras. Esos canales siguiendo la línea de máxima pendiente del talud lle- varán las aguas recogidas por el foso de cintura, á la cuneta del ca- mino. 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por el medio indicado se atenuarán en grandísima parte las ero- siones que sufriría la superficie de los taludes, desde que se desvía y encauza una masa de agua considerable. Además, se recubrirán los taludes con plantaciones apropiadas buscando obtener, por un lado, la más íntima y perfecta trabazón de las tierras, y por otro, el conse- guir que las aguas que corran por la superficie de los taludes, lo ha- gan con las menores velocidades. Aquí la gramilla de San Pablo, lle- naría en forma económica, y muy fácil, el objetivo apuntado. Cuando en algún caso excepcional la altura por franquear sea de consideración, se dividirá el talud que resulte en varias banquetas horizontales, de un metro de base aproximadamente; estas banquetas conducirán el agua recogida de una parte de la superficie del talud hasta canales idénticos á los mencionados. El fondo de las banquetas se empedrará convenientemente y á éstas se les dará una pendiente longitudinal análoga á la del camino y una transversal en dirección á las tierras. En cuanto á las inclinaciones y bases respectivas por adoptar, tanto para los taludes de los desmontes como de los terraplenes, se emplea- rán las proporciones sancionadas por la experiencia y constantemen- te aplicadas. Si, á pesar de lo expuesto anteriormente, se hace indispensable . cruzar en desmonte un terreno arcilloso, se procederá al saneamiento de la calzada por medio de drenes. Respecto á la utilidad del sistema propuesto, nos bastará transcribir lo que dice Debauve en su intere- sante obra : Des eawux en agriculture. El reputado autor, se expresa: así: <« Drenados estos terrenos (los arcillosos), el aire de los tubos deseca las capas inmediatas, quese contraen, se agrietan y permiten que la desecación se propague poco á poco. Para producir este efec- to, el aire debe también obrar de otra manera. Más ligero que el agua, tiende á reemplazarla en las tierras y á facilitar la caída de és- ta en los drenes. Después de un tiempo más ó menos largo, las grie- tas determinadas por los drenes, se unen con las de la superficie del suelo y las aguas pueden evacuarse tan velozmente como para evitar que la arcilla forme esa pasta saponácea que le es tan característica». El método de drenes á que acaba de hacerse referencia, tendrá que emplearse frecuentemente, dado el carácter de las tierras del territo- rio, que en su mayor parte contienen arcilla en proporciones más ó menos grandes. Esto justifica la disposición adoptada en uno de los perfiles tipos que se acompañan al final de este breve estudio. En el caso de temerse el hundimiento de un talud de desmonte, á VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 15 causa de la superposición de una capa permeable sobre un banco de arcilla, se aplicará, sin vacilaciones, el método de drenaje aconseja- do por Sazilly, á fin de exitar la producción del fenómeno. El procedimiento de Sazilly consiste, según puede observarse en el diagrama adjunto, en : ; 1* Proteger el paramento de talud contra los agentes exteriores de la atmósfera ; 2% Asegurar en todo tiempo una salida rápida á las aguas que atraviesen la capa permeable, antes que ellas puedan penetrar en el banco de arcilla. Este procedimiento da muy buenos resultados cuando la separa- ción entre la capa permeable y el banco de arcilla puede determi- o A = MO , > 2 GH >” Bl VR LO joer armeable SECA YY O Ela E a, E arcilla narse claramente. No obstante, ocurre muchas veces que el terreno va pasando por gradaciones insensibles de la arcilla plástica á la tie- tra permeable. En este caso no es posible la aplicación del procedimiento di- señado y se recurrirá entonces al método del ingeniero M. Ledru, que como podrá observarse en el esquema que subsigue, se reduce á drenar no solamente los taludes, sino también la plataforma del ca- mino ; la claridad del croquis que se acompaña nos exime de entrar en mayores detalles. En cuanto á las reparaciones que se efectuarán en el caso de pro- ducirse algún hundimiento, dependerán de la importancia que revis- ta éste y de las particularidades que ofrezca. Entre los tres métodos aplicados generalmente, optaremos, siempre que circunstancias es- peciales no aconsejen otra cosa, por el que sereduce á sanear por 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA medio de drenes, no tan sólo donde se haya manifestado el fenómeno, sino también las partes adyacentes. El por qué de esta predilección reside en que la aplicación del procedimiento diseñado suprime la causa del trastorno ó por lo menos modifica de gran manera la cali- dad de las tierras arcillosas, mientras que las otras dos, ya revis- tiendo con tierras de buena calidad la parte desmoronada ó constru- yendo un muro de mampostería en la base del talud, para impedir que éste prosiga deslizándose, tienen el inconveniente de dejar sub- sistente la causa; y, por tanto, puede reproducirse el hundimiento parcial ó totalmente. En el caso de emplearse pedraplenes, se adoptará la disposición aconsejada por Sirot en su obra Chemins de fer : Construction et voie, dando á los taludes uno de base por dos de altura. El citado autor ase- gura en la mencionada obra, que en las construcciones ferroviarias ha dado muy buenos resultados la relación indicada de base á altura O O O 0os O003S o00Ss Corte transversal. Procedimiento del ingeniero M. Ledru y, por consiguiente, en los caminos carreteros tendrá que asegurar una excelente solución, desde que las cargas son menores y las con- diciones generales de trabajo del terraplén más sencillas. Terraplenes. En los taludes de los terraplenes se tratará de impe- dir las degradaciones superficiales, por los medios indicados al ocu- parnos de los desmontes. Todos los accidentes pueden evitarse em- pleando para la formación de los terraplenes, tierras exentas de arci- lla; no obstante, en la práctica puede resultar de difícil aplicación tan sencillo precepto. Cuando esto ocurra, el ingeniero se esforzará porque la tierra arcillosa constituya el núcleo central del terraplén y hará recubrir todo con una gruesa capa de tierra de buena calidad, recomendando se evite la mezcla de las dos clases de tierra. Además deberán colocarse drenes en el centro del terraplén, por si llegan á producirse filtraciones y, también, para que aquellos vayan efectuando su acción evolutiva en las tierras arcillosas. Si llega á ser indispensable el establecimiento de terraplenes en terrenos compresibles se empleará el procedimiento que en cada caso VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 17 particular indiquen las circunstancias, tratando de armonizar la solu- ción técnica conveniente, con el menor costo; desidératum éste, que siempre debe perseguir el ingeniero en todas las obras, á pesar de las condiciones contradictorias que deben satisfacerse. Optaremos, siempre que razones especiales no se opongan á ello, por el método que se reduce á fundar los terraplenes por penetración de éstos en el terreno pantanoso; para conseguir este resultado, se ejecuta el terraplén como si fuera el suelo resistente, y á medida que éste cede, produciendo el hundimiento consiguiente, se va recargando el mismo por capas sucesivas, hasta obtener el equilibrio buscado. Este es el procedimiento de ejecución más sencillo y generalmente el que resulta más económico. En esta zona donde tanto abunda la madera, convendrá, en casos dados, fundar el terraplén sobre pilotes enterrados hasta el terreno incompresible. En cuanto á los otros procedimientos que exigen ó la extracción total de la capa comprensible ó el ensanche de la base de apoyo del terraplén, ó fundar éste sobre plataformas de faginas, con el objeto de repartir las presiones transmitidas por los vehículos sobre la más grande extensión, entendemos que no convendrá aplicarlos por las razones siguientes: Jos dos primeros, aunque de resultados satisfactorios, exigen gastos de importancia y el tercero puede fallar si las faginas se pudren después de cierto tiempo. Por último, el sistema que tiende á establecer la fundación del terraplén, previo saneamiento del subsuelo, no deberá emplearse sino en el caso de que el camino atraviese regiones palúdicas de im- portancia. El camino que se dirige desde esta capital 4 Corpus, con una direc- ción sensiblemente paralela al río Paraná, puede exigir en alguna parte de su trayecto la aplicación del último método, debido á que no solamente se establecerían los terraplenes sobre una base segura, sino que también, con obras de esaíndole é importancia, se obtendría la salubrificación de una región malsana, que en ciertas épocas ha ocasionado fiebres intermitentes á las personas establecidas en las inmediaciones. Cunetas. Las cunetas constituyen el complemento indispensable de las obras de explanación; llenan un cometido de gran importancia puesto que de su regular funcionamiento depende el que la evaecua- ción de las aguas del camino se realize sin tropiezos ; además, en esta región donde las lluvias son tan abundantes, las cunetas no sólo deben proveer al desagiie de la calzada, sino que también deben recibir las AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 2 1 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (0,9) aguas de los terrenos laterales, á fin de impedir que éstas invadan el camino y produzcan su rápido deterioro. Deben proseribirse de una manera absoluta los depósitos aislados y sin comunicación, porque aparte de que el agua por ellos recogida constituiría un foco de infección, tienen el gravísimo inconveniente de que las aguas sólo desaparecen por evaporación é imbibición en el suelo, impregnándose así de humedad el subsuelo del camino, lo que á la larga sería perjudicial para el buen mantenimiento del mismo. Respecto á las dimensiones de las cunetas, se han adoptado las co- rrientes en esta clase de obras, como podrá observarse en las paginas conteniendo los perfiles tipos. En cuanto á la pendiente longitudinal que deberá darse á las cunetas, en general será la misma que la adop- tada para el camino; cuando éste tenga una pendiente muy suave, se aumentará algo la de las cunetas á fin de evitar el estancamiento de las aguas. Análoga disposición se empleará cuando el camino recorra una parte llana; en este caso la pendiente por fijar no será menor de de 0002. Por el contrario, si el camino se desarrolla en un terreno acciden- tado y que exija fuertes pendientes, se correría el riesgo de que se produjesen erosiones en el fondo de la-cuneta y desprendimiento de sus paredes, con las obstrucciones consiguientes, en el caso de adop- tar para ésta la misma inclinación que sigue el camino. Se evitarán los peligros apuntados, adoptando un perfil longitudinal en cascadas para la cuneta; para conseguirlo, se emplean pendientes suaves y, de trecho en trecho, se construyen pequeñas caídas, con un revestimiento de piedras, á fin de evitar las socavaciones que de otro modo produ- ciría el agua al caer. Las velocidades del agua bajo las cuales la mayor parte de los au- tores están contestes en reconocer que se producen socavaciones, son las siguientes : Por segundo Sobre la terra yori 0m075 — arcilla compac 0m15 = Arena dl 0m30 — A AS 0160 — PC 120 = 0d) bo. ooo0oonoovooaoo os 1150 = HOC) GMNE o .ocooVornobooooooooos 3m00 Estas velocidades se consideran sobre las paredes del canal; la velocidad media del agua es aproximadamente superior. VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 19 El gasto de una cuneta impone estudios laboriosos para calcularlo, por cuanto existen dos elementos de difícil determinación : la veloci- dad que adquiere el agua, que depende no sólo de la pendiente sino también de la cantidad, si fluye en momento dado. La fijación de esta cantidad obliga 4 medir la superficie vertiente, conocer las máximas lluvias de la comarca y saber la rapidez con que se pueden evacuar las aguas según la mayor ó menor permeabilidad de las tierras. Basta plantear el problema para que se evidencie la absurdidad que se cometería si se pretendiese deducir por medio del cálculo, las dimensiones que en cada caso correspondería dar á obras tan senci- las como las que hemos tratado. Lo práctico, pues, será aceptar las dimensiones corrientes, fijadas por la experiencia, sin perjuicio de modificarlas si las necesidades así lo indican. b) Obras de afirmado Se considerará comprendido en estas obras todo lo que constituye el suelo del camino ofrecido al tránsito de vehículos, caballerías y peatones. Ante la imprescindible necesidad de abordar el problema de los caminos, como paso previo al estudio de los puentes, en lo que se refiere al trazado definitivo de aquéllos y de acción conjunta á la construcción de esas obras de arte, en cuanto tenga atingencia con el mejoramiento de las vías, hemos estudiado prolijamente el punto, buscando la solución más en armonía con las necesidades del momento y con el menor costo de las obras por ejecutar paulatinamente. Con el tipo adeptado, que pasamos á describir y comentar, enten- demos haber resuelto el problema de la vialidad en esta zona. Las partes que componen estos caminos económicos son: 1” Una calzada de macadam; 2% Dos sendas de terreno natural cilindrado ; 3 Dos pequeñas bandas de tierra, destinadas á acotamientos. Ancho de la zona destinada al tráfico de vehículos. — La determina- ción del ancho de la zona se ha fijado teniendo en cuenta el que ella permita el cruce seguro de dos vehículos. Los valores asignados á la separación entre los vehículos y al espacio de protección de los mis- mos, son respectivamente de 0%50 ¡y de 0%25. La longitud de los ma- yores ejes varía entre 120 (carro polaco) y 160 los carros de dos ruedas; admitiendo pues, un valor máximo de 2*00 y llamando x al ancho de la zona y a la longitud adoptada para los ejes, tendremos. 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA x=2%a + 1 metro y haciendo a = 2 metros, resulta, 1 =D metros Las razones que nos han decidido en favor de la calzada angosta son : 1” obtener una positiva economía reduciendo al mínimo la enti- dad de las obras de explanación, de arte y la que estamos tratando en este capítulo; 2” atendiendo á la juiciosa consideración de que lo que debe determinar el ancho de la zona no es propiamente el factor cit- culación, sino el que permita aquelia el cruce seguro y cómodo de dos vehículos. Calzada de macadam. — Trataremos ligeramente sobre el ancho, perfil externo adoptado, los principios á que deberá de obedecer su ejecución, los materiales á emplearse y el aprovisionamiento de los MismMOs. Ancho de la calzada. Se ha fijado un ancho de dos metros por razo- nes de economía y también atento á que, dentro de la dimensión seña- lada, podrá marchar cómodamente un vehículo. Perfil externo. Estará constituído éste por dos líneas que partiendo del eje van hacia los bordes del camino, con una pendiente transver- sal de 004; ésta inclinación será suficiente para la rápida evacua- ción de las aguas del camino, una vez definitivamente consolidada la calzada; el ángulo formado por la conjunción de las dos rectas en el eje del camino, será sustituído por un pequeño arco rebajado. Este cambio benéfico se efectuará bajo la acción del cilindro com- presor. Condiciones de establecimiento. Las condiciones especiales á que debe satisfacer una calzada, según Durand Claye son : 1” ser unida; 2 dura y elástica; 3” sin baches; 4” estar establecida sobre un suelo resistente; 5 los materiales que la compongan deben estar perfecta- mente ligados entre sí; 6” estar exenta de humedad, barro y polvo. Estos principios se hará lo posible por cumplirlos, siempre que no demanden gastos excesivos, lo mismo que se tratará de armonizar las distintas condiciones especificadas, á pesar de que el cumplimiento de unas excluye el de otras. Caja. — Las dimensiones adoptadas podrán verse claramente en el plano respectivo; su profundidad: la que resulta del espesor de la aja de consolidación que justificaremos en seguida; los mordientes VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 21 serán inclinados para evitar una posible solución de continuidad en- tre la calzada y las fajas de terreno natural cilindrado que forman el camino. El fondo de la caja se ha proyectado plano, atento á que su ejecu- ción es más sencilla y por tanto resultará más económica; además, esta disposición permitirá un futuro aumento de ancho sin inconve- niente alguno, y constituye una circunstancia muy digna de tenerse en cuenta. El único perfil exceptuado es el destinado á utilizarse en los subsuelos arcillosos; á fin de facilitar la caída de agua en el drene colocado debajo del eje longitudinal del camino, se dará una inelina- ción apropiada al fondo de la caja. En el caso de que la consolidación de la caja presente dificultades debido á las malas condiciones del terreno, se aplicarán algunos de los procedimientos sintéticamente expuestos al ocuparnos de la con- solidación de los desmontes y terraplenes. Espesor de la calzada.— Punto en extremo debatido entre los inge- nieros ha sido el que se refiere al espesor que debe darse á la calzada, Desde que se suprimieron en esta las fundaciones, el espesor de la cal- zada se ha ido disminuyendo ante la evidente seguridad, sancionada por la experiencia, de que la solidez no sufre mengua aunque se lle- cuen á utilizar calzadas de pequenos espesores. A fin de justificar el espesor que hemos adoptado, y también para ilustrar tan importante cuestión, transcribimos parte de una memo- ria del ingeniero jefe Dumas, publicada en los Annales des Ponts et Ohaussées. Dice asi el reputado téenico : «Una calzada de piedra partida para ser sólida no tiene necesidad de grande espesor. La condición esencial á que ella debe satisfacer, es la de formar una masa compacta é impermeable que abrigue com- pletamente el suelo contra la humedad, pues bien sabido es que el simple terreno natural en el estado de sequedad, resiste perfecta- mente las más pesadas Cargas. «El espesor mínimo que se puede dar á la calzada, depende de las dimensiones de los materiales que la componen. Es bien evidente que los fragmentos de 0*10 de diámetro sería imposible reducirlo á este límite, á menos de colocar las piedras yuxtapuestas y exponerlas, de ese modo, aisladamente á la acción de las ruedas, que las aplastarían ó hundirían en el suelo. Pero se concibe que con materiales de 0%05 á 006, mezclados con otros más pequeños, se logre formar una masa solidaria de espesor no superior á diez centímetros. Esto se ha cons- tatado repetidas veces por la experiencia, juez inapelable en esta 22 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA materia. Podríamos citar innumerables ejemplos; nos concretaremos al más concluyente. «La reducción de una pendiente entre la elorieta de los Ohamps- Élysées y el arco de triunfo de VEtoile, exigía la construcción de un terraplén y de un afirmado nuevo en la parte baja de este trozo de la, avenida de Neuilly. Tan pronto como estuvo terminado el terraplén, se cubrió con una capa de guijarros de diez centímetros de espesor y otra de detritus de unos dos centímetros. La piedra pertenecía á una subespecie de cuarzo litoideo de mala calidad. Los frag- mentos se extendieron sin triturar y tal cual se recogían. Al cabo de quince días la trabazón era perfecta, y desde entonces el afirmado se mantuvo en excelente estado, á pesar de que son bien raros los cami- nos cuya frecuentación puede ser comparable á la de ésta avenida. «La resistencia de calzadas tan delgadas, cuando apenas están consolidadas, se explica por el hecho de que la presión ejercida por las ruedas en la superficie se transmite lateralmente, y se distribuye en la parte inferior sobre una base muy extendida: se forma pues, una pirámide de materiales solidarios, que no pueden ceder más que pór la penetración en el suelo de toíla la masa, lo cual es poco menos que imposible. Cuando la trabazón es completa, el macizo no forma sino una sola piedra, cuya resistencia al hundimiento no necesita ex- plicación. «Puede ocurrir la duda de si en el espesor por dar á la calzada, intervendrán para determinarlo, la naturaleza de los materiales, la dlel suelo y la importancia de la frecuentación. «Sin duda, los materiales de cualidades mediocres se desgastan más rápidamente que los buenos; y como por lo ordinario son más baratos, no suele haber por lo general inconveniente en aumentar el espesor para obtener mayores garantías. No obstante, si la conserva- ción está bien organizada, si se tiene cuidado de mantener la super- ficie siempre tersa, y de reemplazar con oportunidad el desgaste, no se concibe que pueda correr ningún riesgo la calzada. Ella se usará algo más rápidamente, pero todo se reduce á hacer recargos ó bacheos más abundantes ó frecuentes. «Lo mismo pasa con la naturaleza del terreno que con la de los materiales : es factor de importancia ese sa, siempre que haya una buena conservación, y constituya la calzada una especie de manto impermeable. Desde el momento que el suelo se encuentra sustraído á la acción de las ruedas y de los agentes atmosféricos, su buena ó mala calidad es absolutamente indiferente. Sin duda habría mucho VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 23 que temer con un mal terreno, si se dejara que se formasen carriladas de alguna profundidad ; pero en un camino bien conservado, la super- ficie no presentará roderas ni la menor apariencia del más ligero surco. A ] y hi a A f ; NN ¿AR y MAPA K LE $ SN CTE E oz / A A de, —X MISIONES A PR Ne SEGUN LA ACTUAL DIVISION ADMINISTRATIVA E G EQ ] DE AGUERDO CON EL DECRETO DE OCT.30-1895 ) Muse Autonvo A Í MODIFICADA POR DECRETO DE MAYO 12-1999, IAS a y Su a Ñ Y E SN a Mim a . E A TR “a Caminos demoyor Írafico -.-:-. ho ar aa. Do 1 LUINSIÍO. ESCASO ia Mo a Ñ 7. esz la selva === > fe s S ' - > . * * Pila Ey a a > é => E sernecon RS C NES, : e A 4 58 O A E a LES E z S a »%4 ; , m ja 1) Y j 2 , L o L£scala en Ñúlomelros SE pa NS PAE A AT Ni A do so » E A E VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES 35 a) Caminos de mayor tráfico. — El que conduce: 1% de Posadas á las colonias de Apóstoles y Azara; 2" el que se bifurca, para dirigirse á la población de Concepción de la Sierra, la más importante después de la capital; 3 de Apóstoles 4 Concepción de la Sierra; 4” de éste úl- timo punto á la colonia Azara. b) Caminos de tránsito escaso. — Las que van respectivamente: 1”, de Posadas á la provincia de Corrientes; 2% de las cercanías de Tai- mán sobre el camino principal y que pasa por Candelaria, Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus; 3 de Santa Ana 4 Bompland; 4” de Concepción de la Sierra áSan Javier; 6% de Cerro-Corá hasta encon- trarse con el segundo de los nombrados. En los caminos de mayor tráfico, se ejecutarán los trabajos del modo siguiente : ; 1% Se determinarán los trazados definitivos de acuerdo con lo pre- ceptuado en el artículo 29 del CódigoRural, vigente en los territorios nacionales; 2” En los puntos donde los caminos crucen cursos de agua se estu- diarán éstos, cumpliendo las instrucciones dadas por la inspección ge- neral de puentes y caminos; 3" Se efectuarán los estudios para proyectar el tipo de camino eco- nómico propuesto. En los caminos de tránsito escaso, se procederá : 1% A la fijación definitiva de los trazados, de acuerdo con lo esta- blecido en el Código Rural ; 2% Al mantenimiento de las vías según los preceptos establecidos. En los caminos en las selvas, se realizarán los trabajos siguientes : 1” Dar mayor ancho al camino que conduce de San Javier á Oerro- Corá, á fin de que puedan por él transitar vehículos y con el objeto de suprimir los inconvenientes y peligros señalados en esta clase de caminos cuando son angostos ; 22 Proceder á la reapertura del camino que va de San Javier á Cam po Grande. 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PERFILES TIPOS DE LOS DESMONTES Y TERRAPLENES Tipo para desmontes en tierra vegetal Tipo para terraplenes generales Tipo para desmontes en tosca VIALIDAD EN EL TERRITORIO DE MISIONES Tipo para desmontes en roca Perfil tipo general CN nal es NENA NES e SUD Tipo para sub-suelos arcillosos 37 LAS RESTINGAS DEL URUGUAY El río Uruguay, cuyo perfil longitudinal entre la desembocadura y Concordia presenta una pendiente sumamente reducida, pues la dife- rencia de nivel de las aguas, entre ese punto y Buenos Aires, en las mayores bajantes ordinarias es sólo de poco más de un metro ; cambia por completo de condiciones entre Concordia y Monte Caseros, entre cuyos puntos se produce en aguas bajas un desnivel alrededor de 30 metros. En esta sección el lecho del río, que por lo general es de arena y pedregullo, presenta en varios parajes fondo irregular de roca que obstaculizando el libre curso de las aguas producen rápidos sembrados de numerosas restingas, llegando en algunos puntos á interceptar el cauce y formar caídas de agua, como en Salto Grande y Salto Chico. La serie de rápidos principia frente á Monte Caseros con el grupo designado Corredras de Santa Rosa, á las que siguen inmediatamente aguas abajo las Correderas de Tacumbú ; saliendo de ellas el río corre por un lecho amplio y regular hasta llegar á las Correderas de San Gregorio que abarcan una extensión de 18 kilómetros, siendo prin- cipalmente de notar en ellas, una restinga alta y unida llamada El Paredón, que liga la isla del mismo nombre ála margen oriental. Aguas más abajo hállanse las restingas agrupadas bajo la designación de Correderas del Salto Erande, las más importantes de todas, que se extienden en un recorrido de 13 kilómetros, en los cuales se escalo- nan las restingas de las islas del Ceibal, de Herrera, de Francia, y los rápidos del Infiernillo, para terminar en el Salto Grande propia- mente dicho, que presenta una caída de 4%50 en aguas bajas, pero LAS RESTINGAS DEL URUGUAY 39 que en las grandes crecientes se reduce á simples rápidos, que fácil- mente salva la navegación. Con río bajo se ve allí la restinga principal que corta diagonal- mente el cauce del río de noreste á sudoeste presentando cuatro caídas principales de las cuales es más importante la más próxima á la costa oriental, disminuyendo las otras progresivamente hacia la costa argentina, por cuya margen el río gana el nivel inferior con una serie dle rápidos y pequeños saltos, por un pintoresco callejón. A cada caída principal corresponde un amplio y profundo canal que corren aproximadamente en dirección perpendicular á la restinga, conver- giendo hacia la costa oriental y limitados por grandes masas de roc: cortadas á pique que forman extensos bancos de superficie muy irre- eular y cuyos fragmentos han formado en varias partes amontona- mientos de bloques, algunos de importantes dimensiones. Al abrigo de cada una de estas escolleras naturales, háse formado una isla en la que se desarrolla frondosa vegetación, cuyo conjunto forma otra sección comprendida dentro de la zona del salto, aunque no en las caidas propiamente dicho. Finalmente, aguas abajo de las islas, el lecho del río está obstruido en su mayor parte por una formación caó- tica de rocas arrasadas aproximadamente á un mismo nivel y surca- das por innumerables grietas por las que corre el agua en todas di- recciones, presentando á menudo pequeñas caídas, pero dirigiéndose, en general, hacia la costa oriental, por la que corre un amplio canal; esta sección está cubierta por una vegetación exclusivamente de sa- randíes. La margen argentina está formada por magníficas barrancas cortadas á pique en las que se halla á la vista, en un espesor de 204 30 metros, la interesante formación geológica de esos terrenos, bien distintos por cierto á los del resto de la República; y la oriental con- serva el aspecto general de las márgenes del rio, presentando rientes colinas que se extienden hacia el interior en anfiteatro. A unos 24 kilómetros aguas abajo del Salto Grande se halla el Salto Chico, formado por tres restingas que cortan el río oblicuamente en zig-zag, dejando algunos boquetes, la más importante de las cuales es la de aguas abajo, ó quizá aparece así debido al represamiento de las aguas que oculta las demás. Se hallan luego frente á la ciudad del Salto las piedras llamadas de la Caballada, que avanzan de la margen argentina hasta el centro del cauce, y termina la zona de las restingas con los pasos del Corralito y Hervidero, aguas abajo de Concordia. El cuerpo de estas restingas está compuesto por una roca de for- mación netamente eruptiva, de la cual pueden verse varias muestras 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en la colección enviada á la Facultad de Ciencias Exactas, por la Co- misión de Estudios y Obras del río Uruguay, y que si bien son toma- das de las partes de las restingas que emergen del agua, sirven para dar idea de su formación ; su aspecto exterior es poroso, ennegrecidas por la acción de las aguas, y aparecen surcadas por rajaduras sin dis- posición determinada; son duras y densas, su fractura es cristalina granular, su color, pardo rojizo; y aparecen en ella inclusiones de cristales de espato calcáreo; en la restinga principal del Salto Gran- de se ve claramente la ausencia de estratificación, pues el agua no se vierte simplemente por sobre el umbral rocoso, sino también por sus anfractuosidades, algunas de ellas de sección circular con las paredes muy pulidas, debido sin duda al trabajo del pedregullo que arrastra la corriente, y separadas del borde sólo por pocos centímetros de espesor, á pesar de lo cual la roca se mantiene resistente allí. Sin embargo, en las barrancas del mismo Salto Grande de que forma la base, aparece dividida en capas horizontales de pocos centímetros de espesor, presentando el aspecto de una pared de ladrillos enverdecidos. Tsualmente las restingas de la Caballada, al romperlas, saltan, en lajas, sin por esto presentar planos de clivaje; mientras se halla en erandes bloques sueltos en las extremidades de aguas arriba de las islas en Salto Grande y formando la restinga en el paso de Hervideros. En el Salto Chico esta misma roca presenta la variedad de que su fractura tiene un bello tinte verdoso, debido á ciertas pintas verdes que se hallan en su masa y que aquí son más numerosas, dominando el colorido general; conserva las inclusiones de cristales de espato cal- 'áreo y presenta también inclusiones de aire. En los grandes bancos de piedra que se ha dicho se hallan en la restinga principal del Salto Grande, aguas abajo de las caidas, se no- tan partes en que la superficie de la roca aparece más lisa y algo más clara, debido á la presencia de otra roca sedimentaria que cubre en partes como un manto á la primera y se halla también llenando sus anfractuosidades; su formación parece ser debida á la precipitación de las materias que trae el agua en suspensión, ocasionada por el re- presamiento y que ahora aparecen aguas abajo de la caídas por el retroceso natural de éstas ; es de color amarillo rojizo, á veces con manchas pardas, de superficie muy lisa, densidad escasa, blanda y de fractura terrosa con grano muy fino. Esta misma roca se encuentra en el paso del Hervidero y de ella pueden verse muestras en la co- lección citada. Frente á la isla del Oeibal y en Salto Grande se han obtenido LAS RESTINGAS DEL URUGUAY 41 muestras de una roca porfírica, color rojo obscuro, pero de formación muy irregular y con inclusiones de cristales, la cual no se halla en masas de importancia. Finalmente en las barrancas de O'Connor, frenteá la ciudad del Salto, se halla una arenisca silícea de color rojo, que es la piedra más común en los alrededores de Concordia, encontrándosela, por lo ge- neral, en la cumbre de las colinas; pero con tintes que varían desde el eris perla hasta el negro; es de grano grueso, su fractura es regular de aspecto aceitoso y á veces presenta inclusiones de arcilla verdosa ó pedregullo. De ella hay muestras en la colección citada, tomadas en la barranca de O”Connor, en San Carlos y en el paso del Corralito, donde forma la restinga, y se le distingue allí fácilmente de las que forman las demás, pues si bien su superficie se halla igualmente en- negrecida, es de aspecto cavernoso y menos resistente. Esta ligera descripción que trata de una zona tan interesante como poco estudiada, pone de manifiesto los obstáculos que habría que vencer para el establecimiento de una navegación regular en esta sección del rio Uruguay. Actualmente se navega éste en unos 320 Kilómetros hasta las ciudades de Concordia y El Salto, y del Ceibo (puerto de Monte Caseros) hacia aguas arriba hasta Santo Tomé, en otros 270 kilómetros, salvándose la distancia de Concordia al Ceibo, que es de unos 165 kilómetros, por ferrocarril; si bien cuando no existía éste la navegación de aguas arriba se aventuraba hasta Fe- deración, antes de llegar á las Correderas del Salto Grande y á solo 50 kilómetros de Concordia. La extensión que abarcan las restingas y la dureza de la roca que las forma, dificulta la solución del problema de ligar por agua las dos sec- ciones navegables del rio, tanto más cuanto la región argentina por ser- vir es relativamente limitada y pobre, no presentando ningún producto especial que justifique los gastos necesarios. No se encuentran en las mismas condiciones los Estados Unidos del Brasil, que con ella abrirían los mercados del Plata á una rica y extensa zona de su jurisdicción. Actualmente, el Ministerio de Obras Públicas practica los estudios necesarios en esa parte del río y ellos pondrán de relieve la magnitud de las obras necesarias y servirán de base para poder gestionar el concurso del Brasil que resultaría el más beneficiado sl se llevaran á cabo. ALEJANDRO FOSTER, Ingeniero. Buenos Aires, diciembre de 1905. BIBLIOGRAFÍA Breves instrucciones para la recolección de objetos de historia natural, por el profesor CarLos E. PORTER, director jeneral del Museo de Historia Natural de Valparaíso, etc. 2? edición. Un folleto en 8% de más de 60 pájinas, ilustrado con 18 figuras intercaladas en el testo. Precio: 0.60 pesos. Escritas por el docto director del Museo de Valparaíso, a solicitud del señor capitán de fragata chileno, don Roberto Maldonado, para uso de los jóvenes guardiamarinas que hacen viajes de instrucción i prestan sus servicios en esplo- raciones hidrográficas, se agotó rápidamente la primera edición, por cuya razón el autor preparó esta segunda, aumentada con varios capítulos relativos a los crustáceos, insectos, ete. Escusado es hacer resaltar las ventajas que ofrece el reglamentar la recolee- ción de objetos naturales destinados a ser estudiados por el naturalista en su ga- binete ; sólo indicaremos, como lo obserya juiciosamente el profesor Porter, que los museos podrían progresar muchísimo con sólo un poco de buena voluntad de los guardiamarinas que verifican, por cuenta de la nación, tan largos viajes de instrucción, a quienes sería fácil coleccionar objetos pertenecientes a la jea, fo- ra i fauna de los países que visitan, dotando así a los museos nacionales, de pro- ductos naturales de diversas latitudes, desde las grandes profundidades marinas hasta las elevadas crestas de los sistemas montañosas. El doctor Porter ha consultado para escribir sus instrucciones, las reputadas obras de Capus et Rochebrune (Guide du naturaliste préparatewr et du voyageur scientifique), de sir John F. W. Herschel, 5% ed. by sir Robert S. Ball; i varios artículos publicados en la Revista chilena de Historia Natural, fundada i redacta- da por el propio señor Porter. Entre nosotros el círeulo de nuestros exploradores científicos va ensanchándose satisfactoriamente i nuestros guardiamarinas, que tan honrosos resultados náuti- cos han dado, podrán agregar a sus méritos el de recolectores naturalistas en el esterior, de este modo irían enriqueciéndose nuestros museos con los objetos de fuera i dentro del país por ellos metódicamente recogidos. A estas meritorias falanjes de viajeros estudiosos podrá ser útil la obrita del profesor Porter. BIBLIOGRAFÍA 43 Catalogo razonado de los trabajos histórico-naturales (hechos de enero 1894 a junio 1905) por el profesor CarLos E. PORTER, fundador, director i re- dactor de la Revista chilena de Historia Natural. Un folleto de 32 pájinas en 8%. Es un catálogo razonado e ilustrado de los trabajos publicados por el autor en los últimos once años. Da para cada uno no sólo el título e indicaciones pertinen- tes, sino que también el resumen ó conclusiones a que arriba; agregando, cuan- do es necesario, notas de utilidad para los estudiosos. Los trabajos publicados por nuestro laborioso e ilustrado colega, llegaban el 30 de junio de 1905 a 83. Predominan en ellos los temas Zoolójicos i botánicos ; la jJeografía botánica; la filosofía, la crónica científica, tienen un puesto distinguido. Debo agregar la interesante Revista de Historia Natural, y su Boletín anexo, que el autor viene dirijiendo i redactando desde 1897. Figuran también algunos libros «dle texto, como : Lecciones elementales de morfolojía i fisiolojía del hombre. Un tomo en 8%, de 280 pájinas 1 100 figuras, algunas en color. Segunda edición, con un prólogo del doctor Emilio Ribera Gómez. Memorandum de zoolojía. Un volumen en 8% de más de 500 pájinas con 12 retra- tos, 60 láminas 1 450 figuras intercaladas en el testo; segunda edición, aumenta- da con un prólogo del doctor Odón de Buen, catedrático en la Universidad de Barcelona. En el mismo catálogo hallamos, como de próxima publicación, unos doce tra- bajos más, entre los que haremos notar el Curso elemental de zoolojía, con 600 pájinas i cinco láminas coloreadas ; los Elementos de botánica, con 400 pájinas a dos i tres tintas. Luego vienen indicadas otras 26 obras en preparación, en las que, aparte de las monografías naturales hallamos las Lecciones de jeografía universal, con mapas 1 figuras, i un Zratado de microscopía jeneral i de Micrografía especial de las sustan- cias alimenticias ¡ de las fibras testiles, que constituirá un volumen de más de 350 pájinas en 8% adornado de numerosas figuras intercaladas en el testo. Como se ve, el profesor Porter, no es sólo un ilustrado hombre de ciencia, sino que también un laborioso tan incansable como digno de aplauso. Revista Chilena de Historia Natural, órgano del Museo de Valparaíso, Di- rector i Redactor: CARLOS E. PORTER, Director del Museo, ete. — Año VII (1994). 1 volumen de 332 pájinas en 8% grande, con numerosas figuras, láminas y retratos intercalados en el testo. Valparaíso, 1905. Hemos recibido este volumen, acompañado de su anexo el Boletín Estadístico i de Canjes, publicado por el propio doctor Porter, que constituye de por sí una interesante bibliografía científica. Es conocida de todos los hombres de ciencia la notable revista del profesor Porter, no sólo por el mérito intrínseco de los trabajos de historia natural que en ella aparecen, sino que también por la amplia publicidad que su infatigable director sabe darla. Este tomo VII contiene más de 30 memorias científicas, orijinales de natura- listas chilenos en su mayor parte, de las cuales 9 pertenecen al doctor Porter. 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En sus demás secciones, no menos interesantes, da cuenta de las novedades científicas, hace reproducciones, propaganda agrícola, crónica y correspondencia, bibliografía, ete. A propósito de esta Revista, plácenos recordar que ella mereció un primer pre- mio i Medalla de Oro en la Esposición agrícola de Tacna. Lecciones elementales de fisiolojía e hijiene, para la enseñanza secundaria en los colejios de la República, por CARLOS E. PorTER, laureado en la Acadé- mie Internationale de Botanique de Le Mans, Director del Museo de Historia Natural de Valparaíso, etc. 1 volumen en 8% mayor, de 124170 pájinas res- pectivamente, obra ilustrada con 70 figuras intercaladas en el testo, la mayor parte (40) orijinales. Es una obra de carácter didáctico, resumen de las lecciones de Fisiolojía e Hijiene dictadas por el profesor Porter a los aspirantes a oficiales de la Armada chilena. En ella el autor se ocupa en forma sintética, pero clarísima, de la estructura i funcionamiento del cuerpo humano o. en términos técnicos, de la morfolojía i fsiolojía del hombre, empezando por dar algunas nociones de anatomía general : a) de Estequiología, esto es, de los materiales constitutivos de los tejidos orgáni- cos, analizando los principios minerales simples, como el oxíjeno é hidrójeno, 1 com- puestos como el agua, sales, etc., i las materias orgánicas, esto es, las sustancias albuminóideas y no albuminóideas ; b) de Elementalojía, 6 sea, de los elementos anatómicos : estudia la célula ami- mal en sus propiedades físico-químicas, morfolójicas 1 fisiolójicas. c) de Histolojía, estudio de los tejidos epitelial, conjuntivo, sanguíneo, muscular 1 nervioso. Esta parte constituye el Libro Primero; en el Segundo el profesor Porter da nociones de anatomía i fisiolojía del hombre, en sus funciones vejetativai animal. En las funciones de nutrición trata la digestión, circulación 1 respiración. El compendio de Hijiene, complemento de las lecciones de fisiolojía del doctor Porter, ha sido confeccionado por el doctor José Grossi, de la Universidad de Chile. Es un estudio mui elemental del suelo ; aguas; aire; alimentos, provistos por ; vestidos ; lecho ; baños ; ejercicio i reposo, ete. ; de la hijiene de los órganos de los reinos animal 1 vejetal ; bebidas Trata luego de las predisposiciones biológic: los sentidos i de las edades ; de las escresiones ; de los climas, de la hijiene de las habitaciones, de las ciudades y del campo, de las profesiones 1 de las enfer- medades contajiosas. El autor está preparando una segunda edición, revista i ampliada, de la que nos ocuparemos oportunamente. De esta primera edición, que ha merecido no sólo el elojio de especialistas de nota, sino el ser adoptada como testo en varias repúblicas sudamericanas, mui especialmente en Chile, sólo diremos, precisamente por no ser naturalistas, que por su concisión i claridad, se presenta ventajosamente como obra didáctica, i que, a pesar de su carácter elemental, por lo completo del programa i la maes- tría con que ha sido desarrollado, inicia convenientemente al estudioso, habilitán- dole para abordar conscientemente el estudio más completo de la morfolojía i fisio- lojía humanas. BIBLIOGRAFÍA 45 Un dato sujestivo : esta primera edición ha tiempo que está completamente agotada. Es su mejor elojio. Aquí cuadra mentar el Programa de Morfolojía i Fisiolojia del hombre, del mismo señor pro- fesor C. E. PorTER. Un folleto de 15 pájinas. Las materias en él indicadas han sido ampliamente desarrolladas, para la segunda enseñanza, en la obra del señor Porter que lleva por título Lecciones de Morfolojía, Fisiolojía é Hijiene, segunda edición, que próximamente saldrá á luz, con un Prólogo mui favorable del repu- tado profesor español doctor Emilio Ribera Gómez. Mencionaremos también por su utilidad práctica para los estudiantes de ana- tomía el Indice alfabético i sinoníimico de la edición española de la 4natomía Humana Descriptiva del professor PH. C. SAPPEY compilado por el doctor CARLOS E. PORTER. Un volumen en 8% mayor de 270 pájinas con 9000 referencias. El professor Porter no se ha concretado a dar el vocablo técnico, sino también cuando lo había su sinónimo, i ha agregado una lista alfabética de los principa- les autores citados, con indicación de la materia de las citas, i aun algunos datos biográficos. Es indiscutiblemente un buen auxiliar para los que consulten la obra del ilus- tre profesor Sappey. Para terminar estos lijeros apuntes bibliográficos relativos á los trabajos indi- cados del doctor Porter, queremos hacer notar otra de las ventajas, ino de las menos importantes, de estas publicaciones del estudioso director del Museo val- paraense, i es que, como oportunamente lo hace notar el ilusirado profesor Odón de Buen, las obras sobre historia natural, especialmente las escritas sin sujeción a preconceptos de carácter teolójico, rutinario, sin más norma que la ciencia en sí, son escasas, mui escasas en el habla castellana. Desgraciadamente, salvo honrosas escepciones, los hombres de ciencia hispa- nos, sujestionados por la influencia relijiosa ¡ tan preponderante en la madre pa- tria ! no proceden con libertad doctrinal, sino que preconcebidamente, ital yez inconscientemente, dominados por una fe ciega, tratan de amoldar a las seudo: verdades absolutas supernaturales, los hechos simplemente naturales. Es lamen- table. La verdad, la verdad verdadera, nada tiene que temer de los juicios humanos. Lo que es, es. Si los progresos científicos parecen ir contra ella, será porque lo que verdad creemos es ilusión ó mentira que tarde ó temprano debe destruirse. Pero presentan otra ventaja las obras de nuestro docto autor: enriquecen el vocabulario técnico de términos que son necesarios i que, francamente, la deci- dia, la rémora académica, tarda en incorporar al idioma castellano. Si lo sabremos nosotros que nos impusimos la tarea de compilar un diccionario técnico de la construcción, en cinco lenguas ! SANTIAGO E. BARABINO. 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CASA CH. BÉRANGER, PARIS. Traité théorique et pratique de métalurgie générale par L. BaBU; in- génieur en chef des mines, professeur a ]"Ecole nationale supérieure des mi- nes. Tome second. Combustibles. Un fort volume grand in 8% avec 538 figu- res dans le texte. Ch. Béranger, éditeur, Paris 1905. Prix relié: 25 frances. Ya nos hemos ocupado en esta sección del primer volumen de tan importante obra. Este segundo tomo lo completa. Los temas que dilucida son los siguientes : I. Combustibles natwrales 1 preparados para las operaciones metalúrjicas, que abar- ca los : a) Combustibles recientes 1 de la época actual ; b) Combustibles fósiles (lignita, hulla, antracita) ; e) Combustibles especiales (betunes, petróleo, gas natural) ; d) Combustibles carbonizados : carbón de leña, coque ; e) Combustibles gaseosos : procedimientos 1 aparatos de fabricación. TI. Injenios metalúrgicos destinados a producir calor, que comprende : a) Hogares independientes : de combustibles sólidos, idem líquidos, idem ga- Seosos ; b) Clasificación 1 descrición de los hornos ; ec) Construcción de los hornos; d) Injenios para la alimentación i ventilación de los hornos ; e) Injenios para caldear el viento para los hornos; e) Injenios accesorios de los hornos; $) Purificación del humo de los hornos. Como se ve, temas interesantísimos, que dilucidados con la maestría que lo hace el autor, constituyen un trabajo realmente importante i útil. Construztion des usines, au point de vue de 1"hygiene, par MANIGUET, ingé- nieur-architecte, ancien éleve des écoles d”Arts et Métiers. Un volume grand in 8%, de virr-342 pages et 105 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur, Paris 1906. Prix, cartonné : 15 frances. Esta obra es fruto de la esperiencia del autor, director de establecimientos metalúrgicos i químicos, constructor de fábricas, que ha palpado el mejoramiento higiénico de los obreros al transferirse de las viejas oficinas insalubres á las nue- vas fábricas construídas según los dictados de la ciencia, 1, como consecuencia, su mayor actividad, la mejora en el trabajo i el aumento de producción. He aquí los temas tratados por el autor : Construcción de las fábricas (vulgo, usinas), fuerzas motrices, trasmisión de enerjía, alumbrado, seguridad del personal obrero en'las fábricas, calefacción, ven- tilación, humidificación, aparatos de calefacción, idem de ventilación i humidi- ficación ; canales de distribución, construcción de las fábricas; aplicaciones, conservación de las fábricas, ciudades i casas obreras, eliminación de los polvos, humos, vapores, gases, casos prácticos, aparatos de secamiento, jurisprudencia en materia de seguridad é hijiene industriales, notas, Opinamos que la obra del señor Maniguet no debiera faltar en la dirección de BIBLIOGRAFÍA 47 nuestros establecimientos industriales, con lo que ayentajarían ¿la vez el obrero iel patrón. Traité de la fabrication de la soude, d'apres le procédé a l'amoniaque par H. SCHREIB, ingénieur-chimiste ; traduit de lallemand par le docteur L. Gau- e) f=) , tier. Un yolume grand in 8% de 445 pages, avec 124 figures dans le texte et 3 planches. Ch. Béranger, éditeur, Paris, 1906, Prix, cartonné : 15 frances. Nada nos parece más propio para presentar esta obra a nuestros lectores que repetir sustancialmente lo que á su respecto dice el doctor Gautier, infatigable traductor de numerosas obras técnicas industriales alemanas. Dice el doctor Gautier : La fabricación de la soda por el procedimiento amo- niacal ha tomado al fin del siglo pasado tal incremento que es hoi una de las ra- mas más importante de la industria química, 1 ha suplantado casi en todas par- tes el antiguo sistema Leblanc... La publicación de una obra que tratara esclu- sivamente del muevo procedimiento se imponía; es por esto que el injeniero químico H. Schreib se decidió á dar una descrición tan completa como práctica, prestando un verdadero servicio á los químicos é injenieros interesados. Este tratado será bien aceptado, pues se hallarán en él no sólo los datos necesarios para dirijir la fabricación de la soda, sino que también para la instalación de nuevas fábricas. He aquí el índice: Desarrollo de la fabricación de la soda por el amoníaco, preparación de la cal y del ácido carbónico, preparación de la salmuera amonia- cal, precipitación del carbonato de sodio, separación del bicarbonato de sodio del agua madre ó filtración, descomposición del bicarbonato de sodio en mono- carbonato sódico i ácido carbónico, ó calcinación, destilación del amoníaco, tra- tamiento 1 utilización de las aguas residuas, cálculo del consumo de fuerza en las diferentes fases del procedimiento amoniacal para una fabricación de 40.000 kilogramos desoda en 24 horas, consumo de materias primas i coste de fabri- cación de la soda por el amoníaco, contralor del trabajo, esplicación de las planchas. S. E. BARABINO. El Méjico desconocido. Cinco años de exploración entre las tribus de la Sierra Madre occidental ; en la Sierra caliente de Tepic i Jalisco 1 entre los tarascos de Michoacán. Obra escrito en inglés por CARLOS LUMHOLTZ, M. A., miembro de la Sociedad de Ciencias de Noruega, socio estranjero de la Sociedad de An- tropolojía de París, autor de Entre canibales, etc. Traducida al castellano por Balbino Dávalos, miembro de la Sociedad mejicana de Jeografía 1 estadística, etc., etc. Obra en dos tomos. El primero de Xxxv-646 pájinas en 8% grande, con nume- rosas figuras intercaladas, cinco hermosas láminas en diversos colores, un mapa ilustrativo de los viajes del señor Lumboltz i un retrato de este señor. El segundo, de xv1u-516 pájinas, igual formato, también con numerosas figu- ras simples, en colores, mapas, 1 un retrato del presidente Porfirio Díaz. Editado por la casa de los hijos de Carlos Seribners, 1904. Esta edición española ha sido hecha por cuenta del gobierno mejicano. El señor Lumholtz, da cuenta en esta obra de sus esploraciones por la miste- 48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA riosa Sierra Madre, que realizó en compañía de un grupo de hombres de ciencia, señores Stephen i Abbot (arqueólogos), profesor Libbey (¡eógrafo-físico); Hartman i Lloyd, botánicos ; Robinette coleccionador zoológico i White, mineralojista. La espedición además de los descubrimientos arqueolójicos, folklorianos, hizo gran- des colecciones de plantas, de las cuales 27 especies nuevas; 59 mamíferos, en- tre los cuales el Sciurus Apache, mueyo para la ciencia, i como un millar de aves. Realizó también observaciones meteorolójicas completas. El señor Lumholtz deseaba hallar los tradicionales habitantes de las cayer- nas, sobrevivientes, si los había. Los resultados fueron negativos i consumidos los fondos disponibles, mermada la comisión, el señor Lumholtz tuvo que correr una verdadera odisea hasta conseguir nuevos fondos, que suministró Mr. Henry Villard, con los que pudo proseguir sus esploraciones, teniendo por ayudantes á los señores Hartman, injeniero Taylor i Medde, dando por fin con verdaderos trogloditas, los indios tarahumares, habitantes de cavernas, entre los que viviói a quienes estudió detenidamente. Las colecciones tarahumares 1 tepehuanes fueron exhibidas en la esposición de Chicago. El mismo esplorador presentó estensos vyocabularios de las lenguas tarahumar, tepebuana 1 tubar (hoi casi estinguida) 1 varias piezas antropolójicas. En vista de los resultados obtenidos, el mismo esplorador fué encargado por el Museo Americano de Historia Natural de otra espedición (1894 á 97) que rea- lizó entre los tarahumares, coras, huicholes, tepecamos, nahuas 1 tarascos, reuniendo grandes colecciones que ilustran el estado de esas tribus ; completan- do la colección de vocabularios i melodías aboríjenes. En un último viaje, realizado en 1898, acompañado por el doctor Hardlicka, recorrió las mismas rejiones, completando sus colecciones, esclareciendo algunos puntos dudosos de sus viajes precedentes i recojiendo con el grafófono 60 me- lodías de esas tribus. Es una obra interesantísima de arqueolojía, antropolojía i etnografía aboríjenes mejicanas, de la que no es posible dar una idea completa en una bibliografía : hai que leerla, i es lo que aconsejamos á nuestros lectores. S. E. BARABINO. 1) BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN- CANGE Halle. — Nachrichten von der Konigl Ges- ellschaft der Wissenschaften, Gottingen. — Sitzungsberichte und Abhandlungen der Na- turwissenschaftlichen Gesellschaft, Dresden. — Naturforschenden Gesellschaft, Leipzig. — Mitheilungen aus dem Naturhistorischen Museum, Hamburg. — Berichte uber die Verhandlungen der Koniglich Sachsischen Gesellschaft der Wissenschaften, Leipzig. — Mittheilungen der geographischen Gesells- chaft, Hamburg. — Berichte der Natur forschenden Gesellschaft, Freiburg, —Jahres Berfchte des Naturwissenschaftlichen, El- berield. — Mathematisch Naturwissenschaf- tlichen Mitheilungen, Stuttgart. — Schriften der Phisikalisch — Okonomischen gesells- chaft, Kónigsberg. Australia Records of the geological Survey, Sydney. Austria-Hungría Verhandlungen des naturforschen des Ve- reines, Brúnn. — (Agram) Societe Archeologi- ches « Croate », Zagreb. — Annalen des K. K. Naturhistorischen of Museums, Viena. — Verhandlungen der K. K. Zoologisch Botanis- chen gesellschaft, Wien — Sitzungsberichte des deutschen naturwissenchaftlich Medi- _Cinischen Vereines fur-Bohmen, « Lotos » Praga. —Jarhbuch des Ungarischen Kapathen Vereines, Iglo. Bélgica Acad. Royale des Sciences, des Letres et des Beaux Arts, Bruxelles. — Ann. de la Soc. ' Entomologique, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Royale Malacologique, Bruxelles. — Bull. de EXTRANJERAS: Alemania l'Assoc. des Ing. Electriciens Institute Mon-* Ñ l Í .— ge. z Zeftschrift der Gesellschaf fur Erdkunde, ne Liege Berlin. — Verhandlungen des Naturhisto- | Brasil rischen Vereins der preussischen Rhina- : E od lande-Westfalens,etc., Bonn. —Abhandlungen Boletim: da Sociedade de Geographia, Rio herausgegeben von Naturwissenschaftlichen | Janeiro. — Bol. do Museo Paraense, Pará. — Verein, Bremen. — Deutsche Geographische | Rey. do Centro de Sciencias.Letras e Artes, Blátter, Bremen. -- Abh. der Kaiserl. Leop. Campinas — Rev. da Federacao de Estudian= Carol. Deutschen AkademiederNaturforscher, | tes Brasileiros, Rio Janeiro. — Bol. da Agri- cultura, S. Saulo. — Rev. de Sciencias, In= dustria, Politica € Artes, Rio Janeiro. — Rev. do Museo Paulista, S. Paulo. — Bol. da Co= missao Geográphica é bGeologica do Estado de Minas Geraes, San Joao del Rei — Co= missao Geográphica é Geologica. San Paulo. — Bol. do Observ. Metereológico, Rio Ja= neiro..— Bol. do Inst. Geographico € Etno= graphico, Rio Janeiro. — Escola de Minas, Ouro Preto. Colombia An. de Ingenieria. Soc. Colombiana de Ingenieros, Bogotá. Costarica Oficina de Depósito y Cange de Publica= ciones, San José. — An. del Museo Nacional, San José. — An. del Inst. Físico Geográfico Nacional. — San José. Cuba Universidad de la Habana, Cuba. Chile Pensamiento Latino, Santiago. — Verhan= dlungen des "Deutschen Wissenschaftlichen Vereines, Santiago. — Actas de la Soc. Cien- tífica de Chile, Santiago. — Rev. Chilena de Hijiene, Santiago. — Ofic. Hidrográfica de ¡la Marina de Chile, Valparaíso. — Rev. Chi- lena de Historia Natural, Valparaíso. Ecuador Rev. de la Soc.*Jurídico-Literaria, Quito. — An. de la Universidad Central del Ecua- dor, Quito. Rev. de la Soc. Médica, Santiago. — El. a España di E Bol. de la Soc. Geográfica, Madrid. — Bol. de Ja R. Acad. de Ciencias, Barcelona. — R- “| Acad. de Ciencias, Madrid. — Rev. de la Unión Ibero-Americana, Madrid. — Rev. de * Obras Públicas, Madrid. — Rev. Tecnológica Industrial, Barcelona. — Rev. Industria é* invenciones, Barcelona. — Rev. Arqnitectura y Construcciones, Barcelona. — Rey. Minera Metarlúrgica y de Ingeniería, Madrid. — La Fotograffa, Madrid. Estados Unidos Bull. o* the Scientific Laboratoires of De- nison Uni rsivy, Granvillo, Ohio. — Bull. of the Exxex Institute, SalenóMas. — Bull. Phi losophical Society, Washington. — Bull. of the Lloid. Library of Botany, Pharmarcy and Materia Medica, Cincinati, Ohio. — Bull. of - University of Montana, Missoula, Montana.— Bull. of the Minesota Academy of Natural Sciences, Minesota, — Bull. of tbe New York * Botanical Garden, New York. — Bull. of the -U. S*Geological and geographical Survey of the territoires, Washington. — Bull. of the Wisconsin Natural History Society Milwankee, Wis. — Bull, of the University, Kansas. — Bull. of the 'merican Geographical Society, - New York. =—- Journal of the New Jersey Natural History, New Jersery, Trenton. —- Journal of the Military service Institution. of the U. States. — Journal of the Elisha Mitchell- Scientific Society, Chapel Hill. Nord-Carolina, - = « La América Cientifica », New York. Librarian Augustana College, RockIslad, New - York. — Memoirs of the National Academy of “Sciences, Washington. — M. Zoologicál Lar den, New York. — Proceedings of the En- gineers Ulub, Filadelfia. — Proceeding of the Boston Society of Natural History, Bos- ton. — Ann. Report Missouri Botanical Gar- den. San Luis M. 0. — Ann Report of the Board of trustes of the Public Museum, Mil- wankee. — Association of Engineering So- ciety, San Louis, Mas. — Ann. Report ofthe Bureau of Ethnology, Washington. — Ame= rican Museum of Natural Bistory, Ne v York. ¿—= Bull. of the Museum of Comparative Zoo= logy, Cambridge-Mas. — Bull. of the Ameri- can Mathematical Society, New York. — Trasaction of the Wisconsin Academy of Sciences, Arts and Letters, Madison Wis. Trasaction of the Academ. of Sciences, San Louis. — Transactions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences, New Haven. —= Transactions Kansas Academy of Sciences, Topekas, Kansas. — The Engineering Ma- gazine. 7 Sixtenth Annual Re- al Experiment Station, brary American Asso= ancement of Sciences. , Cincinati Ohio. Care of the Y Vassar Brothers Institutes, Ponghtepsie. — Secretary Board of Commisioners Se- cond Geological Survey of Pensylvania, Phi- ladelphia. — The Engineering and Mining Journal, New York. — Smithsonians Institu= tion, Washington. —1. s. 008 ey. — The Muse Brooklin Institute of Arts and Sciences. — | The Ohio Mechanics Institute, Cincinati — ¡o vey, Washington. | University of California Publications, Berke=- ley: — Proceeding of Enginneer Society of Western, Pensylvania. — Proceeding' of the |-Davemport Academy, Jowa. — Proteeding ¡and transaction of the Association, Meride, [Conn. — Proceeding of the Portland Society of Natural History, Portlad, Maine, — Pro= ceeding American Society Engineers, New -ral Sciences, Philadelphia. Proceeding of the American Philosophical Society, Philadel-= -phia. — Proceeding of the Indiana Academy of Sciences, Indianopolis. — Proceeding of the California Academy of Science, — San Francisco. — The University uf Colorado. « Studies ». Colorado. as ; y Filipinas Bol. del Observ. Metereológico. — Manila. Francia Bull. de la Soc. Linnennée du Nord de la “France, Amiéns. — Bull. de la Soc. d'Etudes —Scientfiques, Angers. — Bull de la Soc. des Ingénieurs Civils de France, Paris. — Bull. de L'Université, Toulouse. — Ann. de la Fa- -eulté des Sciences, Marseille. — Bull. de la Soc. de Géographie Commerciale, Paris. — “Bull. de la Acad. des Sciences et Lettres, - -Montpelier. — Bull. de la Soc. de Topographie de France, Paris. — Rev. Générale des Scien= ces, Paris. — Bull de la Soc. de Géographie, Marseille. — Recuejl de Médecine Vetéri- mnaire, Alfort. — Trayaux Scientifiques de PUniversité, Rennes. — Bull. de la Soc. de Géograpnie Commerciale, Bordeaux, — Bull. de la Soo. des Sciences Naturelles et Ma-= " thiematiques, Cherbourg. — Ann. des Mines; Paris. — Min. de Instruction Public et des Beaux Arts, Paris. — La Feuille des Jeunes ¡Naturalistes, Paris. — Rev. Géographique In- ternationale, Paris. — Ann. de la Soc. Lin- «néenne, Lyon. — Bull. de la Soc. de Géogra= ea Commerciale, Havre. — Bull. de la Soc. d'Etude des Sciences Naturelles, Reims. eE ó : Holanda Acad. R. des Sciences, Amsterdam. — Ne- derlandche Entomolog. Verseg, Rotterdam. ESA > Inglaterra E 2 The Geological Society, London. — Minutes se Proceedings” of the. Institution of. Civil gineers, "London. — Institution of Civil gineers of Ireland, Dublin. — The Mine 1. 0, S. the New Museums, Gambridge. — ¡The Geographical Journal, London. — Bris- "tish Association for the Advancement of Science, Glasgow. — The Guaterly Journal of he Geological Society, London, Ae o (Comcluirá en el próximo número.) ed Z é : E York. — Proceeding of the Academy ofNatu- alogical Magazine Prof. W. J. Lewis M. A. cd FEBRE RO 1906. — ENTREGA 11. 'ratamiento 1 eliminación de las. basuras ( conelusión). Pe NA — Anarro Aress1O, Informe Pia las observaciones d O JUNTA DIRECTIVA A TUN eo NE Doctor Carlos M. Morales y Vicepresidente Moi. Tenientecoronel ingeniero Arturo M. Lugones Wtceprendente Doctor Enrique Herrero Ducloux Secretario de actas... ......... Senor Arturo Hoyo Secretario de correspondencia.. Ingeniero Ricardo J. Gutiérrez MESA ASUS E RAS Ingeniero Luis A. Huergo (hijo) Biblrotecario. as Senor Rodolfo Santangelo /Ingeniero Vicente Castro Ingeniero Julian Romero p Ingeniero Enrique Hermitte VOCE ai a A «3 Ingeniero Guillermo J. White [Señor Arturo Grieben / Ingeniero Evaristo V. Moreno , VDoctor Francisco Lavalle Gerente ye alos Pole Senor Juan Botto REDACTORES Ingeniero Alberto Schneidewind, doctor Angel Gallardo, doctor Pedro N. Arata, ingeniero José S. Corti, doctor Eduardo L. Holmberg, doctor Enrique Herrero Ducloux, inge= niero Mauro Herliztka, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Domingo Selva, agrimensor . Cristóbal M. Hicken, señor Félix F. Outes, ingeniero Augusto Mercau, ingeniero Eduardo Latzina, ingeniero Alfredo Galtero. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en los Anales, que: deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para: que ésta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser considerados. La Dirección de los Anales, sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejemplares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente de dicho número con la casa impresora de Coni hermanos. y , Los senores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse 4 la Dirección Cangallo 1825. y y La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional POR Mes Ie mfalo 1.00 Porta o o AA E oro 12.00 Número; atrasado... it 2.00 = para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano TRATAMIENTO 1 ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS INFORME TEÓRICO-PRÁCTICO DE LA COMISIÓN ESPECIAL (Conclusión) «El horno sistema Baker de cuya instalación de ensayo en Paler- mo nos venimos ocupando, se distingue de todos los sistemas estudia- dos en nuestro informe anterior sobre «Oremación y Utilización de las Basuras » que esa intendencia aprobó el 28 de mayo de 1900, por disposiciones especiales, que son : «a) Una cámara de desecación y destilación calentada por el pro- pio hogar, pero independiente de éste, combinada con una disposición del tiro que permite extraer los vapores y gases desprendidos en la referida cámara mezclados con el aire, conducirlos al cenicero y pasarlos al través de las rejillas para que se destruyan y se hagan inocuos al contacto con la basura en combustión. <«b) La puerta de carga y la puerta de observación á que nos hemos referido antes y que facilitan el manejo de grandes masas de basuras y el pasaje de ésta, de la referida cámara á la rejilla. «La experiencia nos ha demostrado, en el curso de nuestros ensa- yos, que esta combinación constituye un resorte esencial que adapta el horno á las exigencias higiénicas de la cremación de nuestras ba- suras, sin estancamientos ni depósitos previos á la combustión, sin los productos nocivos de esta última. «Dicha combinación resuelve, en efecto, el problema importante de la descarga de toda la basura cotidiana directamente de los carros de recolección á la celda y su fácil manejo dentro de esta última. «La cámara de desecación y destilación del horno « Baker» tiene una capacidad de diez toneladas, de manera que pueda recibir de una vez. una cantidad de basuras que excede el promedio diario obtenido en la cremación de las basuras por el sistema conocido en Europa. « Entre nosotros la capacidad y disposición de esta cámara en una instalación definitiva debe responder al promedio diario de basura quemada por celda y á eliminar los pequeños inconvenientes que se AN. SOC. CIENT. ARG. —W]. LXI. 4 [== ==. == == q Y S 52 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA han palpado durante los ensayos, que hemos indicado anteriormente, á fin de que el manejo de las grandes masas de basura dentro de la celda se practique con facilidad. «El sistema de un depósito separado de la [celda, como existe en los sistemas Meldrun y Hunan y Troude, no influye en la desecación y destilación de la basura, operación previa tan importante en la com- bustión de ésta, y además tiene el inconveniente de exigir el trans- porte de la basura del referido depósito hasta la puerta del hogar, operación contraria á las reglas más elementales de la higiene, llena de inconvenientes y peligros é inaceptable, por lo tanto, en la técnic: de un sistema de cremación. «En el último tipo del horno Horsfall, presentado al Strand Cor- poration de Londres, se ha hecho un depósito de algunas toneladas de capacidad dentro de las mismas celdas. Pero, con tal modificación no se obtiene como en el depósito Baker, la desecación y destilación dle la basura, extracción de gases y vapores, etc., tan ventajosas des- £ dle el punto de vista económico é higiénico y de la practicabilidad de la cremación. « Por otra parte, el Horsfall con la modificación indicada requiere precauciones especiales para cerrar herméticamente las bocas en la plataforma de descarga. La carga de la basura sobre la rejilla tiene que hacerse por la puerta del hogar, de manera que el foco del calor de éste viene á quedar interpuesto entre el foguista y la carga de ba- sura que maneja, lo que no es práctico, es incómodo é inaceptable. El horno sistema Horsfall perfeccionado instalado en Belerano á los efectos del ensayo por la casa Otto Franke, tiene encima de la celda un depósito donde cabe escasamente una tonelada de basura. La car- ga de la basura, sobre la rejilla, se hace siempre por la puerta del ho- gar, con todos los inconvenientes que acabamos de indicar. Consideramos oportuno y de nuestro deber hacer constar aquí, antes de pasar adelante, que la compañía Baker y Sons limitada ha reclamado ante esta Comisión contra el dispositivo de una cámara de desecación con extracción de vapores y gases por el tiro que, como puede verse está indicada en los planos del horno instalado en Bel- grano por la casa Otto Franke, y que la compañía Baker y Sons limitada, reivindica como parte integrante de su privilegio. La Comision entiende que en tal emergencia sólo le corresponde dejar constancia del reclamo oportunamente interpuesto sobre el par- ticular, por lá casa Baker y Sons limitada, sin pronunciarse sobre la exactitud técnica de la protesta. IIA 54 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Damos en seguida la leyenda explicativa de los planos anexos, del horno crematorio de basuras, sistema Baker privilegiado, que acaba- mos de describir. (, plataforma de descarga de la basura; b, puerta ó boca de carga; e, depósito ó cámara de desecación de la basura; d, fondo inclinado del depósito; €, puerta posterior de la celda; e*, puerta reguladora de la caída de la basura ; £, rejilla; Y, puerta del hogar; h, cenicero; 2, puerta de observación del depósito: Jj, aperturas de aspiración para los gases del depósito; k, conducto desde el depósito hasta el ventilador; l, ventiladores; 1, 1', bomba de alimentación de la caldera; m, conducto de humo saliendo de las celdas para la chimenea; m*, conducto de la caldera para la chimenea; m?, salidas de las celdas para la caldera; n, motor de ventilador; n', motor acoplado directamente con su ventilador; n?, engranaje del ascensor; 0, Zorra volcadora para carga de basura; Pp, caldera tubular; q, puertas del cenicero; r, plataforma del ascensor; 5, plataforma del servicio de la caldera; s*, plataforma detrás de la celdas para servicio de la cámara de de- secación; t, galpón para descarga de los carros de basura; 4, faumivoro; v, Chimenea; w, piso en frente de las celdas 10*, piso detrás de las celdas; 2, plataforma giratoria para maniobra de las zorras; y, Zamja donde corren las Zorras; 2, tapas para limpieza de los conductos ; 2", boca de la hornalla de la caldera. Ji TRATAMIENTO 1 ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS HORNO FRANKE (SISTEMA HORSFALL PERFECCIONADO) « Este horno ha sido presentado á ensayo por la conocida casa Otto Franke, de nuestra capital, y construido en el lugar de los mataderos públicos de Belgrano, próximo á la estación Núnez del Ferro Carril Central Argentino, en un terreno inapropiado, bajo, anegable, con la primera napa de agua á un metro de la superficie del suelo. <«< Durante el período de los ensayos esta instalación ha sufrido mo- dificaciones de importancia, pues si bien es cierto que la base de la construcción ha sido el sistema Horsfall, con el plano inclinado (Drying Hearth) dentro del hogar y la salida de los gases de la bóve- da, no puede desconocerse que en su estado actual difiere fundamen- talmente, no sólo en su capacidad doble, sino en sus disposiciones fundamentales, como horno crematorio, de lo que fué primitivamen- te hasta el momento de su reconstrucción y ampliación. «Al principio se construyó una sola celda, en la cual se hizo el en- sayo de un aparato en espiral para la alimentación mecánica del ho- CIENTÍFICA ARGENTINA SOCIEDAD ANALES DE LA Fososrmtasisóiososs es, 5 == Sos==ecero=os=omo=o) seo) al a] TRATAMIENTO 1 ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS gar; pero en la práctica esta invención resultó ineficaz y fué retirada por la casa constructora. «Los planos A (1, 2 y 3), indican la forma primitiva en que este horno entró al concurso. «En el mes dejunio de 1903, la casa Franke solicitó de la Comisión la ampliación de la instalación de ensayo en Belgrano, con el agrega- do de una celda más, y como la instalación Baker en Palermo cons- taba de dos celdas, la Comisión accedió á dicha solicitud por consi- derarlo justo y conveniente á los fines del estudio práctico que la In- tendencia le había encomendado. « Presentó entonces el señor Franke los planos de ensanche con el agregado de la nueva celda y de las nuevas disposiciones que quería, introducir en su horno. «La comisión aceptó el plano y las modificaciones indicadas en éste, con algunas observaciones previas, para autorizar el ensayo, dejando al señor Franke toda la responsabilidad de dichas modificaciones, en el caso que éstas afectaran legítimos derechos de un tercero y dieran origen á reclamaciones fundadas. «Los planos B (1, 2,3 y 4), adjuntos permitirán apreciar las dispo- siciones actuales del horno y las modificaciones introducidas. «En dichos planos se ve que en lo que toca al hogar, se ha conser- vado el sistema Horsfall, con su plano inclinado (Drying Hearth), detrás de la parrilla y su conducto de humo saliendo por la bóveda. «A estas características del sistema Horsfall se ha agregado una cámara de desecación que se encuentra encima de la bóveda del ho- gar y se descarga por una puerta corrediza horizontal sobre el refe- rido plano inclinado. Esta cámara tiene una capacidad de 500 á 700 kilogramos de basura, ó sea, lo suficiente para una carga del hogar. «El vaciamiento de esta cámara para el plano inclinado no presenta dificultades, pero de allí tiene la basura que ser arrastrada hasta en- cima de la parrilla por la puerta del hogar. Esta operación tiene que hacerse con la radiación del hogar sobre la cara del foguista. «De la parte'superior de cada cámara de desecación sale un conduc- to que va al ventilador llevando los gases y vapores desprendidos de la basura por el calor de la cámara. El ventilador, á su vez, los des- carga dentro del cenicero y detrás de las parrillas, de manera que los gases quedan completamente destruídos y los vapores se utilizan como elemento combustible, combinándose con el carbón de la basura encendida. <« La basura en la cámara de desecación pierde una porción de su hu- +, add da nn 7 ml 1 3] —— a ol | | AA Aa OTTO MA o E de | a o ji e 9 Indpl a) AAN Y cl A e oa 7 IA A INQNENDONDEN! 1 DUUUCID AUDIO UDALA! ] EJ e e E | AA Aaa Sese | — sa da | AAA Ha TRATAMIENTO I ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS 59 medad, y cuando pasa al hogar se encuentra en mejores condiciones para ser quemada, puesto que han desaparecido los inconvenientes del almacenaje directo, sin previa desecación de grandes cantidades de basuras en el hogar, y que consisten en que la evaporación de la humedad de aquellas se hace en tal caso á expensas del calor del hogar. «Las parrillas del horno Franke son movedizas y se manejan con una palanca al alcance del foguista. El sacudimiento de las parrillas provoca la caída de las cenizas, facilita el tiraje! y favorece la com- bustión. «Resta saber si en la forma actual las parrillas se conservan en bue- nas condiciones de funcionamiento. «El cenicero es de una forma especial, con una puerta á válvula al fondo, lo que permite la descarga de las cenizas por debajo en un va- gón Decauville, que corre en un conducto. Este vagón recibe la car- ga de ceniza, pero en la instalación actual se necesita el esfuerzo de dos hombres para arrastrarlo afuera. «A la porción del conducto de humo que se encuentra entre la bóve- dla del hogar y el fondo de la cámara de desecación, se ha dado el nombre de cámara de combustión, debiendo terminarse en ella la combustión iniciada en el hogar; sería más propio dar este nombre á la porción del conducto principal que va á la caldera y que reune los gases dle ambas celdas. «La mezcla de los gases de las celdas responde á la indicación esta- blecida por la comisión en su segundo informe al recomendar la ubi- cación de la caldera á cierta distancia de las celdas. <«< En una instalación definitiva, la caldera tendrá que ubicarse en la línea del conducto general de todas las celdas á la vez que detrás «lel colector del polvo, pues en ambas instalaciones de ensayo se ha observado que los polvos se depositan en las calderas y entorpecen la calefacción de éstas, después de algunos días de servicio. « En este horno se ha instalado un calentador de agua, en forma de espiral en el conducto de humo. Es de suponer que este aparato, en razón de su poca duración no es definitivo, y que se ha agregado con carácter provisorio al solo efecto de demostrar la ventaja de calentar previamente el agua de alimentación. < En una instalación definitiva, además de los condensadores habi- tuales, debe instalarse un economizador « Green » ú otro equivalente. «En ese horno se ha ensayado además un cajón de hierro en el conducto principal, con el objeto de calentar el aire del tiraje, aban- v v Y AE NE Sila 77 ATT a TE j Ps TRATAMIENTO I ELIMINACINÓ DE LAS BASURAS 61 donándose el sistema del cajón de hierro que en el horno Horsfall ocupa cada lado de la rejilla. «La ventaja que se obtiene con una calefacción previa del aire del tiraje, consiste en el aumento de la temperatura del hogar y en faci- litar la combustión en este último. <«< Como se ha visto en la descripción anterior, y como puede verse en los cuadros resultados de la quema, este horno en su forma actual reune gran parte de las condiciones esenciales de un buen horno de basuras. La combustión es perfecta, y la media diaria de quema es de toneladas 13.403 como puede verse en el cuadro. < Es indudable que las modificaciones introducidas en este horno, de que nos hemos ocupado antes, han contribuído á los buenos resul- tados indicados. < Oportunamente hemos consignado la declaración que la Compa- nía Baker € Sons Limitada ha interpuesto á la Comisión un reclamo sosteniendo que las mencionadas modificaciones son una copia de su sistema privilegiado. «No obstante, el sistema Horsfall modificado y perfeccionado, en el horno instalado por el señor Franke en Belgrano, ofrece ciertas de- ficiencias de consideración á saber: «< La carga de la basura sobre la rejilla no puede hacerse en dicho horno sin que el foguista tenga que soportar el calor del hogar en la cara, y falta, además, ó, mejor dicho, son deficientes las disposiciones para la descarga de la basura directamente de los carros de recolec- ción dentro de la celda. «Como lo hemos demostrado antes, la descarga directa de la basura, y el almacenaje de ésta en las celdas, tiene una importancia especial en razón de la composición y grado de humedad de nuestras basuras, de las condiciones climatológicas de la ciudad y de la ubicación cen- tral, que por razones de orden económico é higiénico, debe darse á una buena oficina incineratoria. «Damos á continuación la leyenda explicativa de los planos anexos, dlel horno crematorio sistema Horsfall modificado y perfeccionado de la casa Otto Franke, cuya descripción acabamos de hacer en las pá- ginas anteriores. e A UN ul => EN > he Y O) 05) TRATAMIENTO 1 ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS «Planos A del estado primitivo de la instalación de Belgrano, — Horno Franke, sistema Horsfall perfeccionado, — antes de la aplicación y modificación. «LEYENDA a, rejilla; b, cámara de combustión ; e, conducto recipiente de la ceniza; y, conducto de humo; j, ventilador; k, ASCeNSOr ; m, conducto de humo. ñ, puerta del hogar; p, caldera q, chimenea; r, motor; A s, agujero de la bóveda para salida de los gases del hogar. v, aparato engranaje espiral para la carga de la basura. « Respecto de estos planos, de la instalación Franke en Belgrano, es oportuno y conveniente hacer notar que la bóveda perforada corresponde al modelo antiguo y no al modelo actual del horno Horsfall. «Según Maswel, en su libro sobre la recolección y eliminación de basuras — The Remoral and Disporaf of Tarn Repise — la casa Horsfall ha suprimido las aberturas de la bóveda de su horno en to- das las nuevas construcciones, debido á que, después de cierto tiem- po de funcionamiento del horno, dichas aberturas se obstruían por la formación de depósitos calcáreos, deterioro que entorpece la combus- tión y obliga á reconstrucciones frecuentes y costosas. « Por esta causa en el tipo actual del horno Horsfall se han supri- mido las citadas aberturas de la bóveda como un defecto de cons- trucción. « En la instalación de Belerano no se ha observado, en todo el pe- ríodo de los ensayos, la formación de los citados depósitos en las aberturas de la bóveda del horno. « Los cuadros relativos al funcionamiento de esta instalación los co. TRATAMIENTO I ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS 65 AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 5 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA daremos al final del capítulo siguiente, como comprobación de los re- sultados de los ensayos ». Termina el informe con las siguientes conclusiones que sintetizan el largo estudio teórico-práctico hecho por la Comisión : « En virtud de los estudios, experiencias, datos y «demostraciones que exponemos in extenso en el curso de este informe, de las compro- "baciones experimentales que sintetizan lo que hay de fundamental en los resultados prácticos obtenidos en los ensayos incineratorios que hemos practicado, y por lo tanto, en la solución del problema de la cremación y utilización higiénica de las basuras de esta capital, que esta intendencia nos encomendó estudiar, podemos afirmar al señor Intendente : <« Que está prácticamente demostrado que el horno sistema Baker ensayado en Palermo es el que más satisfactoriamente llena las con- diciones de un buen ecremador para las basuras de esta capital. « Y como es hoy un axioma « que debe considerarse completamente verdadero lo que está científicamente demostrado », vale decir, por una experiencia rigurosamente practicada, esa Intendencia y los demás poderes públicos pueden tomar las conclusiones establecidas en este informe como una base definitiva de las usinas incineratorias requeridas para la cremación de las basuras. « La utilización del calor y de los otros residuos, escorias, cenizas, ete., producidos por la cremación de las basuras, depende de las ins- talaciones complementarias de las usinas incineratorias que también han sido estudiadas en general, limitando por ahora los ensayos experimentales á la aplicación del calor como fuerza motriz, á fin de tener una base cierta para su mejor aprovechamiento en las usinas definitivas. « La solución favorable del problema de la eliminación y trata- miento de las basuras, por un procedimiento eficaz, que importa, en general, para cualquier ciudad, un gran progreso sanitario, adquiere en la ciudad de Buenos Aires una importancia excepcional. « La profilaxia, lato senso, ó sea el desarrollo armónico y completo de los medios de la higiene defensiva únicamente, como el saneamiento de las ciudades y de las habitaciones, la evacuación completa de las deyecciones fecales y aguas servidas, la provisión de agua pura, la Es buena pavimentación, la regular ventilación, la mejor distribución a] TRATAMIENTO I ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS 6 9) 6s ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ( «le la luz, la higiene del trabajo, de la alimentación, de la educación de la infancia, en una palabra, el mejoramiento de todas las condicio- nes generales de la vida, no basta para mantener en el ambiente urbano la más rigurosa limpieza, ni mucho menos para preservar los medios sanos contra las múltiples ocasiones de contagio, para evitar los ataques directos á la salud, si al mismo tiempo no se esterilizan, á medida que se producen, las materias usadas y contaminadas que se llaman basuras, operación que corresponde á la técnica de la desinfección y es del resorte de la profilaxia específica, estricto senso. Las basuras de una ciudad, especialmente las que proceden de los hospitales, cuarteles, que contienen restos de la alimentación de los enfermos y otros elementos contaminados, son la fuente y el centro de irradiación de los mierobios de las enfermedades infecciosas más graves, como la tuberculosis, fiebre tifoidea, difteria, ete. « Si las basuras no se destruyen por los procedimientos directos de la desinfección radical, como la incineración, es evidente que las obras de saneamiento más completas no pueden impedir que los gér- menes patógenos que pululan en dichos residuos como en un medio de cultura, se difundan por un exodo ulterior y contaminen el suelo, las aguas, los alimentos y la atmósfera. Es lo que ha sucedido y sucede en parte en esta capital con el abandono de las basuras. <« En la introducción de este informe hemos demostrado que la coexistencia en la ciudad de Buenos Aires de obras sanitarias tan perfectas, con la falta absoluta de un buen sistema de eliminación y tratamiento de las basuras importa un verdadero desequilibrio sani- tario, que entraña un serio peligro para la salud pública. <« La solución del problema de cremación de nuestras basuras, tan satisfactoria por su eficacia higiénica y por las positivas ventajas económicas que comporta, como procedimiento de esterilización radical y de transformación por medio del fuego, de los residuos orgánicos, fermentescibles y contaminados, en fuerza motriz y en luz, importa el progreso más saludable y fecundo que puede reali- zar esta Capital, que no tardará en traducirse en una diminución de la morbidad de las enfermedades infecciosas, en la eliminación del peor flajelo de la vida, es decir, en un inmediato é inmenso bene- ficio. « Las basuras de los laboratorios, los cadáveres y restos de anima- les que han servido para la experimentación, no deben mezclarse con la basura de las casas, ni trasladarse á las usinas incineratorias generales. Deben destruirse ¿n situ, en el lugar de su producción, en TRATAMIENTO I ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS 69 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA hornos especiales instalados al efecto en dichos establecimientos, como el horno Bréchot y el Baker, que ya ha sido instalado en algún hospital de esta ciudad. « Otro tanto decimos de las basuras de los hospitales, cuarteles, svárceles, asilos, sanatorios, etc., que contienen gérmenes patógenos en los apósitos de curación, en los restos de los alimentos, que los tuberculosos dejan en los platos, y que deben destruirse inmediata- mente en hornos incineratorios del tipo indicado, que no irradian olores, ni humo. Por una previsión bien justificada de esa Intendencia el Director dlel Departamento de Obras Públicas, Ingeniero Carlos M. Morales ha tomado parte en los trabajos de la Comisión, en cuanto se lo ha permitido la pesada tarea cotidiana que gravita sobre este funcio- nario. El Director de Obras públicas está pues habilitado para interve- nir en su doble carácter de jefe de la oficina técnica municipal y de miembro de la Comisión en la dirección y control de una obra tan especial, que compromete tan valiosos intereses, lo que 4 la vez que importa una garantía más, satisface una regla de buena administra- ción según la que, obras como las usinas incineratorias por construir no deben quedar nunca completamente fuera de la jurisdicción del departamento técnico correspondiente. Para organizar, de acuerdo con los resultados establecidos en los ensayos, un servicio tan urgentemente reclamado por el saneamiento de la ciudad y por la protección de la salud, como la cremación de las basuras, es indispensable pedir á la casa Baker and Sons Ltd., dueña del sistema del horno elegido, la preparación de un proyecto completo para la instalacion definitiva, con arreglo á las bases siguientes : «1* Para la incineración de las basuras de la ciudad, cuyo total asciende por el momento á unas 500 toneladas, la comisión reco- mienda la construcción de dos usinas, una Norte y otra Sud, ubica- das en las inmediaciones de la Penitenciaría la primera, y la segunda á inmediaciones de la Estación Constitución, en terre- nos que la Comisión ha estudiado, cuyo subsuelo admite las excavaciones requeridas para que la plataforma, de descarga de las celdas quede á nivel del terreno y permita la entrada fácil de los carros de recolección y la descarga directa dentro de las celdas, sin estancamiento ni manipulaciones previas de las basuras. «2* Ambas usinas serán de igual tamaño con capacidad para que- E] pa TRATAMIENTO I ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS 72 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mar desde luego 300 toneladas de basuras por día, con bastantes celdas de repuesto para que el funcionamiento de la usina sea regu- lar el rendimiento uniforme y la operación de la quema no se inte- rrunmpa. «3? Cada usina debe ser instalada en el concepto de sufrir ensan- ches ulteriores, es decir con los cimientos, conductos principales, chimeneas, edificios, de dimensiones suficientes para admitir más celdas hasta llegar á un consumo diario de 400 toneladas. « Estamos seguros de no excedernos en los datos que tomamos como base para determinar la capacidad de las usinas crematorias. « Los datos que han servido de punto de partida para las obras sanitarias ejecutadas en el saneamiento de esta ciudad y especial- mente los que se refieren el crecimiento de la población, siempre han resultado cortos é inferiores á la realidad, como sucedió con las cloa- cas calenladas para una población doble en el momento de preparar el proyecto y cuando terminó la ejecución de este, la población er: el duplo de la cifra que se había adoptado como base. «4* La disposición y construcción de los edificios de los hornos crematorios deben sujetarse á las reglas que sobre el particular hemos establecido en este informe á fin de evitar toda irradiación contraria á la higiene, al confort del vecindario. « En cuanto á la extensión de terreno que se necesita para instalar cada usina crematoria, casa de calderas y las instalaciones comple- mentarias que se determinarán por un estudio ulterior, como usinas eléctricas, casa de baños y lavaderos públicos, caballerizas y depó- sitos de carros propios del servicio, con sus dependencias, debe ser de 6000 á 5000 metros cuadrados. «b* Al adjudicar la obra á la casa Baker deben establecerse garantías en el pliego de condiciones respecto de la adquisición de materiales, solidez de las instalaciones, funcionamiento de éstas, ete. « El estudio del proyecto definitivo y la preparación de los planos detallados é ilustrativos requiere tres meses y la instalación de ambas usinas un período de quince meses. « Penetrada esa Intendencia de la importancia que reviste esta obra para la vida y el progreso de esta capital y de que han sido eli- minadas por un estudio experimental las dificultades múltiples que presenta la solución práctica del problema de la cremación, la Comi- sión no duda que el señor Intendente contará con la cooperación eficaz de los poderes públicos, del Superior Gobierno y de la opinión entera para dotar al municipio de una instalación completa del TRATAMIENTO I ELIMINACIÓN DE LAS BASURAS 713 servicio de incineración de las basuras, urgentemente reclamada por las más imperiosas necesidades sanitarias, económicas y edilicias de esta ciudad y por el progreso y la cultura general del país. Antonio F. Piñero. — Carlos Echagie. — Francisco P. Lavalle. — Carlos M. Morales. José I. Matti, Secretario. Este informe fué aprobado por el señor intendende Casares 1 ele- rado á la Comisión Municipal de la que pende aún una resolución definitiva. S. E. B. SOBRE LAS OBSERVACIONES DE MAGNETISMO TERRESTRE REALIZADAS EN EL OBSERVATORIO NACIONAL DE LA PLATA Por EL Docror ALBERTO ALESSIO Teniente de navío de la Real Marina Italiana Las observaciones fueron hechas sobre el pilar magnético situado en el jardín del observatorio, cuyas coordenadas geográficas deduci- das de las del instrumento de pasajes (de levante) del mismo, son : 34 54'28" $. A=3"51”44*9 W. G. -S En las operaciones que paso á describir fuéme de suma utilidad la ayuda que me prestaron con celo y actividad los señores Walker Campbell y Félix Aguilar, á quienes me complazco en reiterarles mi reconocimiento. Los instrumentos adoptados fueron el magnetómetro unifilar de los senos, número 59. Elliot, B", Londres, en la determinación de la de- clinación y de la fuerza horizontal magnética; y el taquímetro Sal- moiraghi para la determinación del azimut de la mira. Hice también uso de un buen cronómetro sidereo del observatorio, puesto gentil- mente á mi disposición por el profesor Raffinetti. Las correcciones absolutas y diarias de este cronómetro fueron por mi determinadas mediante comparaciones cronográficas con el regulador del mismo ob- servatorio. No empleé el ¿nclinómetro número 133, Charlton Kent, Dower, que hace parte del material científico embarcado en la real na- ve Calabria, porque en ese momento estaba inservible, debido á una oxidación de los ejes de las agujas, por cuyo motivo, muy á pesar mio, la inclinación magnética no figura entre los elementos del mag- netismo terrestre determinadas por mi. OBSERVACIONES DE MAGNETISMO TERRESTRE 75 Tanto para el conocimiento de los instrumentos empleados como para detalles del método seguido en estas determinaciones, pueden consultar mis lectores mi Determinación de la fuerza magnética terres- tre en Alberoni (Venezia), realizada en los días 10 y 11 de enero de 1905, y publicados en el volumen VI de los Anmali del E. Insti- tuto Idrográfico (Génova). Bosquejaré aquí las partes fundamentales del método adoptado y fórmulas empleadas, á fin de que las personas competentes puedan darse una idea de la bondad de los procedimien- tos y de la exactitud de los resultados que presento. DECLINACIÓN MAGNÉTICA Elegida como mira la arista claramente visible de una chimenea del puerto, situada en el horizonte y muy distante del punto de esta- ción, hacia el mediodía del 28 de junio de 1905, efectué una primera determinación de azimut de la mira, y una segunda en la mañana del 3 dejulio. En vez del magnetómetro, adopté en esta determinación el taquímetro Salmoiraghi, colocándole de modo que ocupara la misma posición que poseía el magnetómetro durante las observaciones mag- néticas. Nivelado con el mayor cuidado el eje principal del taquíme- tro, se observó sucesivamente en ambas posiciones conjugadas (cír- culo vertical á la derecha y á la izquierda) los pasajes del disco solar por el hilo vertical del retículo del anteojo (en su punto medio) to- mando los stops al cronómetro: en correspondencia con cada pasaje observado se leyó los dos nonios del círculo horizontal. Antes y des- pués de la observación de los pasos de los dos bordes del sol, se obser- vó la mira colimándola con el hilo vertical del retículo y leyendo cada vez ambos nonios del círculo horizontal. Es evidente que efectuando las observaciones de los pasajes de ambos bordes del sol con breve in- tervalo, el promedio de los dos azimutes del centro del astro, definido por los stops del cronómetro, correspondía al promedio de las dos visua- les del taquímetro definidas por las lecturas del círculo horizontal; de modo que la diferencia entre el azimut medio considerado y el prome- dio de ambas lecturas daba inmediatamente el valor del norte astro- nómico instrumental; la diferencia entre el promedio de las lecturas de la visual á la mira y este valor del norte instrumental daba el azi- mut de la mira. Con el método seguido, este valor era independiente de los errores instrumentales residuos, porque : 1” los errores de excentricidad de la 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA graduación del círculo horizontal eran eliminados haciendo las lectu- ras de los dos nonios; 2” el error de colimación y el de inclinación del eje horizontal se eliminaban haciendo las lecturas de las dos posicio- nes conjugadas del instrumento. Sólo el error de verticalidad del eje principal del taquímetro no era eliminado, pero una minuciosa nive- lación del instrumento reduciendo en todo caso este error á un valor muy pequeño, hacía despreciables sus efectos sobre la exactitud del azimut de la mira. Fueron efectuadas varias determinaciones como la que acabamos de describir, con el objeto de disminuir la falta de precisión debida á los errores accidentales y especialmente á los errores de visual. En el cuadro 1 están consignados los datos de observación y de cálculo relativo á la determinación del azimut de la mira; el cronóme- tro adoptado, como ya dije, era á tiempo sideral y su corrección ab- soluta, también consignada en seguida, es con relación al tiempo si- déreo local. (Véase cuadro LI.) Las observaciones para la determinación de la declinación magné- tica fueron ejecutadas, como dejamos dicho, la primera hacia el medio- día del 28 de junio y la segunda en la mañana del 3 de julio : empla- zado y nivelado el magnetómetro, se suprimió con el mayor cuidado la torsión del hilo de suspensión del imán, tomando nota de la corres- pondiente lectura sobre el círculo de suspensión, á fin de poder veri- ficar su respectiva posición en el curso de las observaciones. Suspen- dido entonces del hilo el imán, se apuntó sucesivamente á la mira, al centro de la escala del imán colimador en las dos posiciones PS y PI de éste (con los números de la escala vistos por encima de la escala horizontal PS, y con los mismos números vistos por debajo PD), y luego de nuevo á la mira, efectuando cada vez las lecturas del círeulo horizontal con ambos monios. Los datos recogidos en estas observa- ciones y los valores resultantes de la declinación magnética han sido reunidos en el cuadro II (pág. S1-S2. Siempre que nos fué posible, tanto en ésta como en las demás de- terminaciones, tratamos de efectuar dos independientes de los elemen- tos magnéticos, una en las horas antemeridianas y otra durante las meridianas, con el objeto, no sólo de obtener por la concordancia de ambos resultados distintos una mayor persuación de no haber caído en errores groseros de observación y de cálculo, sino también con ob- jeto de acercarnos mayormente con la media de ambas determinacio- nes, al valor medio de los elementos magnéticos relativos al día de las observaciones. Es sabido que las variaciones diurnas de los ele- ” OBSERVACIONES DE MAGNETISMO TERRESTRE “7 mentos magnéticos pueden alcanzar valores crecidos; de modo que para determinar con exactitud su valor medio para un día determi- nado, sería necesario conocer la ley de estas variaciones en el lugar con- siderado 6, por lo menos, en localidades próximas, ó bien, distribuir en las 24 horas del día un número abundante de determinaciones de los elementos magnéticos, deduciendo luego el promedio de los resulta- dos. En el caso presentado (como en la mayor parte de las estaciones magnéticas estudiadas por los oficiales del Calabria) no poseyendo datos sobre las variaciones diurnas de los elementos magnéticos del lugar, ni siéndome posible abundar en el número de las determinacio- nes, me limité al procedimiento descripto ; con esto no pretendo que la media de los valores de la declinación magnética (ni tampoco de la fuerza horizontal magnética terrestre), represente el valor medio del día; pero sí la probabilidad, mayor que para un solo resultado, de aproximarse á dicho valor medio. MEDIDA DE LA COMPONENTE HORIZONTAL MAGNÉTICA TERRESTRE Por las consideraciones anteriormente apuntadas, efectué tambien para este elemento dos distintas determinaciones : el instante medio de la primera corresponde á las 11 horas (tiempo medio civil) del 3 de julio de 1905, y el de la segunda, á las 4 de la tarde del mismo día. Las constantes del magnetómetro fueron determinadas en el obser- vatorio de Kew, de donde se obtuvo el certificado correspondiente (febrero 1898); según el cual sus valores son los siguientes : Para el magnetómetro colimador : Coeficiente de inducción magnética. y = 6,76 Valor de una división de la escala... = L,Eb) Corrección para la temperatura..... = 0,000360 t 0,00000133 t? donde + es la temperatura en grados centígrados; log 7*K (4 t = 0%) = 3,47244 donde K expresa el momento de inercia del imán colimador (1). (1) En casi todas las estaciones magnéticas, 1, en particular, esta en La Plata, el valor de K fué determinado directamente midiendo el tiempo de la oscilación del imán colimador con y sin el cilindro de inercia. TS ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cuadro Il. — Azimut Posiciól stantes : E SOS Castán Le Corrección Azimut Lectura Media del de los pas 3 AO! OR del del centro del dle los azimutes E E E e cronómetro del sol círculo horizontal del sol vertical del sol A A Tarde del 28 de ES OSO SSA SOY 46*31'30" Aso lón 1d 819120 ops 1 BES 4 y DO ON A SS 12 3%5S as do 1 08.17 34.5 | | Sl. y 9% 1526 0. 4 A <= y SMA 330 14 34 O 1 823185 ( O Y $m 3 2 Ha 91 0 0 SN 7) BE 42:58:30 ÓN DÍ 9) [o 18.26 59.5 328 59 10 4320.50 4 Sy Ss 30 33.0 325 11 30 Rs 0) / 328 6 16 04881 20.0- ( +3 49,1 y 32811 2 49 2250 ') SN la ES LO U% lo, 8.35 44.0 (287. 251 MON Mañana del 3 de SS ÓN 54058 46” 14>12:30% IES AO | Homes 1 O SEO N o y PON E o) 54 10 42 13/23 10) E .) 90 .y 1.248 6.5 0 53 57 15 13 19 10. $ a | | ao ES 53 32 16 O o ss y - JJ) 4 0) CAS +3 0.8 Y 53 23 40 13 850 5 z S 5) Y.O y E DON EDESA 12 030 Í DA . l 250.45.0 52 42 42 12 2830 1 | | | sy 51 51 28 mm 4980 y Sa sa D pa ) y 19) A V 51 42 23 1 O $ de , SOS O Í ; z IES: 10 22 10 / AS | )) 2) IS Iba 50 59 55 10.450) Azimut de la OBSERVACIONES DE MAGNETISMO TERRESTRE 719 de la mira Media 20 cas de las lecturas Norte Lectura Mode Azimut ae da é > de la lectura E de los azimutes del instrumental de la mira PAS de la mira le las nitas circulo horizontal is E ES | | Junio de 1905 TN , ETS 20 y LOS 0" y ENE NA y 4637 142 436 1107334 3672909) ds O ES O E Es a 303 2 110 34 10) ' 45 16 35 74 0.55 ) 10 34 05 36 33 10 É E) OA ON : de | ; O | a) ga Ti y 110 34 10 36 32 53 ¡OO a) DS 3) 0) 3) 110 33 40 ) / | 43 940 AN 110 33 35 36 29 13 1 110. 3330 / eN d % E 110 33 4 | 49 10 25 AN O) SO 36 29 31 (TO ES 40 $ / 36 51 26 36 31 26 ya 110 34 10 ' 41 855 qa oda - 0 | ses ; LO EN O Y) 0 os | | Me olas 259 SL 18 Julio de 1905 (EOS OO” 1a=og do" | 319eo9r3er | 39% 010% 1 es6> 010: | 36:30 32 238 010 $ / 6=s1u10" 9D DO (356 0 30 y 2 e 0 ae la , Sd 13 32 40 319 28 42 8 00d 56 0.30 36 31 48 SS 356 3 wsr o | ssl 0 36 31028 (2568 080 lose 31 5 20 a 0258 (0:10 | 217 3 219 99 22 y (o = on 2 > 12 17 30 319 29 33 356 020 356 015 36 30 42 356 5) 11 16 20 0 y 1020 1 O 36 30 50 (250 010 $ / 36 51 13 aa E ¿AS 856 010 Al 10 33 3: 319 28 ) 1356 012 36 31 36 233) 319 28 44 356 030 356 020 36 31 36 | Media | 36 31 9 mira = 3631"11” o e — _ => _—_—_—_—_— 2 —K” y la temperatura t”. Estas operaciones fueron lue- go repetidas íntegramente para obtener dos valores de la duración de oscilación T, del imán; y por consiguiente, emplazado el cilindro de inercia, con iguales operaciones se determinó la duración de oscila- ción T,* del imán con el cilindro de inercia (1). Dispuse en seguida el instrumento para la determidación del ángulo de flexión : colocado en su puesto el tubo de suspensión más corto, suprimí la torsión del hi- lo, suspendí á éste el pequeño imán de espejo, giré el instrumento hasta ver próximamente el centro de la escala reflejado por el espejo del imán sobre el hilo vertical del anteojo; leí sobre el correspondien- te termómetro la temperatura del asta y sobre ésta coloqué el imán colimador apoyado sobre su soporte; puse éste á la distancia KR, = 050 del centro del instrumento, sucesivamente al este y al oeste; en cada posición del soporte colocaba la extremidad boreal del imán co- «limador hacia el este primero y luego hacia el oeste; para cada dis- posición especial giré el instrumento hasta colimar exactamente el centro de la escala sobre el hilo vertical, é hice la lectura L en ambos nonios del círculo horizontal; y leí entonces de nuevo la temperatura del asta. Repetí las mismas operaciones, pero disponiendo esta vez el sopor- te con el imán colimador á la distancia R = 040. De ese modo se reunieron los elementos para el cálculo de los ángulos de flexión co- rrespondientes á R = 0%50 y á R, = 040 (2). (1) En el cálculo se introdujeron x”, 2” JU dE 0 —= y los valores medios t = El valor T, ó T¿? fué deducido en cada grupo de observaciones dividiendo el intervalo comprendido entre el instante medio I de la primera serie y el medio F de la segunda, por el número de las oscilaciones durante el mismo intervalo. Es- te número bastante aproximado para no dar lugar á incertidumbre, se obtuvo di- vidiendo el mencionado intervalo F—I por la duración de oscilación aproximada, y esta 4 su vez fué deducida del examen de las dos series, es decir, dividiendo por 45 el intervalo comprendido entre el 1% y 10% pasaje de cada serie y tomando la media de los dos valores resultantes. (2) La semidiferencia de las dos lecturas del círeulo horizontal que correspon- den á las posiciones soporte al E, norte del imán al E, y soporte al E, N. al O, y á las soporte á O, N'40, y soporte al O, norte 4 E me dieron dos valores del ángulo de flexión 0,, (6 0,,) de los que tomé la media. Por brevedad, indicaré siempre con los afijos 30 y 40 las cantidades correspondientes á Roy = 0930 y Ro, = 0140. s4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cuadro 111. — Fuerza horizontal magnética terrestre (datos de observaciones, manana del 3 de julio de 1905) I. — Duración de oscilación del imán colimador sin cilindro de inercia 0 TES; 4" = 2,0, a = 23,2 al S 4244520 S:=4*32%35%0 1= 4267570 F = 433257575 2. 20 3D 32 53.5 TO) SUS 3. 25 22.0 33 12.0 7.70 58.00 4. 25 40.0 33 30,4 7.40 57.90 5. 25 58.5 33 48.5 UL US 917.15 E a LU 3 1.0 1—4*26%7%66 — F=4*33%57%83 Yo 26 34.8 34 25.4 8. 26 53.4 34 44.0 9 27 12.0 35 2.0 10. 27 30.4 35 20.5 n= 9.5, 2 = 8,0, ú = 0%8 lp = 961 LOS a = 20,2 p a= 0,0 y T, = 3:6732. T bis. — t' = 8%8, WM =2 e Y = 28.0 ale S=4'"47"45%0 S =4%55%28*0 == AA F =4*56%50%75 2. 48 3.0 55 46.5 750 50.75 Se 48 22.0 56 4,5 USD 50.50 4. 48 40.0 56 23.0 7.50 50.50 Se 48 58.5 56 41.5 USUS 50.50 6. 20 LLO 36 59.0 1—4'497%65 F=4"56%50%60 Zo 49 35.0 57 18.0 8. 49 53.5 57 36.5 9. 50 12.0 57 55.0 10. 50 30.5 58 13.5 2 = 11,8, 1" = 2,0, O t= 909; == 0 a = 2308 2" == 1,5 $ T, = 356742 TI. — Dwración de oscilación del imán colimador con el cilindro de inercia 62 == M4, 1" == 3,10) CI SN il s=6"16" 430 S=6'29%22%5 I=6'18"14*25 WVZSESA DN 16 33.2 29 51.5 14.35 32.15 3 17 2.0 30 20.5 14.25 32.75 4. 17 31.0 30 49,0 14.25 32.50 5. 18 0.0 31 18.5 14.50 32.75 6. 18 29.0 31 47.0 I—6'18"14*32 F—6"31"32270 me 18 57.5 32 16.0 8. 19 26.5 32 45.0 9. 1955..9 33 14.0 10. 20 24.5 33 43.0 == 10.7, A?" = 4d; t" = 1078 t=11%6; A 3.90; OE ASIS = 110,7 8 MM, == DO ( [3] OBSERVACIONES DE MAGNETISMO TERRESTRE ( TH. — Ángulo de flexión R, = em. 30 (== 00, 0 = 0 t= 822 8 O Mo as. MES 00534306 Soporte 4 O norte á pe Oo A 20 1720 Wa = TE DS O Q E A DNA L = 270 19 10 Soporte á E norte á , El L — 300 21 20 oy = 15.1 0 da) = JUSTO” R, = cm. 40 (== BM) 1 == 0 0 = 00 Q % (A L = 29193220" Soporte á4 E norte á E 7 O Eo L= 20 210 Yi = 010 5 3 20 A 1L=20 2.0 Soporte á O norte á ds LL —= 991 24 10 Mu = 0 5 O, = 0185" Cuadro IV. — Fuerza horizontal magnética terrestre (datos de observaciones, tarde del 3 de julio de 1905) I. — Duración de la oscilación del imán colimador sin el cilindro de inercia == 870, 2 = 2 == O) il, S=10'21"395 S=10*39"22%0 I=10%23” 2%00 F=10"30%44%75 2. IS 29 40.5 1.75 44.95 do 22 16.0 29 59.0 2.00 44.75 dl 22 34.5 30 17.5 2.00 45.00 D. 22 53.0 30 35.5 2.25 44.75 Te 23 29.5 Sl 19,5 8. 23.48.0 31 30.5 9. 24 6.0 31 49.4 10. 24 24.5 22 10 2” = 10,0, 1= 2.0 ¡"== 120) ú= 09 $ == 2.0 $ a” = 24,0, 2 = 10,0 5 T, = 356733 S6 DVD nn A O) 04 ES] 00 “o 10. TT. DIF? ONA y - Efectuando los cálculos en el modo M, 1-80 M, 40 indicado, se obtuvo el valor de H, fuerza horizontal magnética se introdujo el promedio 22) terrestre, expresado en unidades UGS (centímetro-gramo-segundo). En la tabla que sigue se hallan reunidos los elementos caleulados de las fórmulas (1) y (2), y expuestos también los resultados finales; OBSERVACIONES DE MAGNETISMO TERRESTRE s9 los símbolos, usados por brevedad en la tabla, surgen, como es evi- dente, escribiendo las fórmulas (1), (2) y (5), del modo siguiente : (1) = T, + 6, +6, ,=(T)+0, Mie, 5 0, +. 033 0, =5 (0, (1) a K MH = A = > E E= E, + 0 M == a R* sen 0 0 ed M Mi A Y al 2 id A a M M, z =—=B=>—+0, H B ; Vr 112, A El =we (8) No poseo, por ahora, los elementos necesarios para establecer el erado de precisión que debe asignarse á las determinaciones magné- ticas del tipo de la que nos ocupa, ejecutada en el Observatorio Na- cional de La Plata. De las numerosas observaciones magnéticas efec- tuadas por mis colegas y por mi durante la actual campaña del Cala- bria, muy pocas fueron sometidas al cálculo; serán no obstante calcu- ladas, estudiadas y publicadas á mi retorno á Italia; me resultará fácil entonces hallar el error medio que deberá atribuirse, en general, á los elementos del magnetismo terrestre, determinados con los ins- trumentos y con los métodos indicados. * Véase cuadro de la página 90. ENTINA RG Ak CIENTIFICA SOCIEDAD LA DE E ANALES 90 OLPrE CG y 301 ESE" 8 le ssme | o an | 007 Le6rs | eno = + 889% 9TEP ST PPTP ST S€ | £SP90 "0 | TSTOO'0 L0930"0 | £0T00'0 809300 | 031000 zaL 08460 = 0" LLPS 0 9" 86P8 0 968000 GLT0070 LTIOO"0 08P900 pT9ZO 0 G1930 0 ' Y 6r9G 88 y GEBLH E | OPTP EL PLTP ET H “S06T 9P 0= H “s061 ep omafop e 19p (Aro orpora 109 10 3) Gl T + + 9LO0TP0 0 S80T0'0 076000 + 9) or nf 17 09" 01 87 01 ZO68T 0 | OSEPO'O CG8LP0 "0 | SEOTO'O £T6£0"0 | SLTIO 0 = + 9P € TOP ([LALO OTpauu “C06T 9P $ 91qupo an [ouo 0 6LV8 OPIO P66 68 Ss P8rs EA! £66' 6% v00"0 06( $000 06( P9SG SE SLGTO "0 | £0000'0 LO8L 0€EP "ET | TG99” $0010 "0 | Z0000"0 | OT000'0 | 09 S6GIP "ET | SE99< £00T0 "0 | 300000 910000 66 dá 1 aL ocu) ¿ET Sel y AS STO L66 : ¿LG o PT 266" ISTPé L00"0 <00 0 066" 68 06663 9063 "€8 | S69L'S TLEGP "ET | EPI € SGTP ET | £5995€ OSSTO0 | £0000 70 | £Z000 "0 | PG8L : 910000 | zpLS ¿00100 | 300000 I £00T0"0 | 300000 | 910000 | ZELO< LD (3061 2P Ot[N[ 9p E T9P PUBUBUL) 91ISOLIO) LOMOUSBUI [BJUOZIIOY PZ19NJ B] SP O[NOTED — 'A OAPengD 010000 | €£L9¿8 SISTEMA TELEFÓNICO DE NUEVA YORK Aunque apenas hace treinta años que el profesor Bell ideó el pri- mer aparato práctico para la transmisión de la voz, el uso del teléfo- no es hoy en Estados Unidos tan general, que es considerado como uno de los factores más importantes en el desarrollo comercial y so- cial del país. La instalación de un servicio eficaz de teléfonos, en un pequeño pueblo, es una cuestión que se resuelve fácilmente; pero, dotar de un servicio eficiente á una población de importancia, estableciendo un sistema de intercomunicación con miles de oficinas y conseguir que este servicio sea tan rápido y escrupulosamente exacto, que respon- da á las exigencias de la nerviosa actividad de las grandes ciudades, es un problema de muy complicada solución, que exige la inversión de ingentes sumas de dinero en experimentos prácticos y también el concurso de las más expertas inteligencias en tan difícil materia. El problema telefónico en Nueva York está sembrado de verdade- tas dificultades, pues dentro del radio del centro de la ciudad « City Hall», hay 200 ciudades, pueblos y villas, que varían en población, comparadas con Nueva York que tiene cuatro millones de habitan- tes, y las villas más pequeñas tienen 1000. La población total de to- do este distrito metropolitano, se estima en poco más de siete mi- llones. En la teoría, de que los límites posibles de una ciudad se encuen- tran limitados por la accesibilidad al centro comercial para la gente que ahí trabaja, es indudable, que el desarrollo del teléfono, como el «lel tráfico ó sea del sistema del transporte ó traslación, son un im- portante factor en su crecimiento. Tomo siempre por ejemplo á Nueva York, donde la población crece 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA extraordinariamente. Así, pues, la isla Manhattan solamente, ha au- mentado á razón de 50.000 habitantes por año y en las regiones adya- centes, en una proporción aun mayor. Aunque el tráfico, la facilidad y rapidez de transporte han efee- tuado en gran parte este aumento, no hay duda de que el teléfono también es un factor que ha contribuído poderosamente en el des- arrollo, adelanto y progreso que caracterizan á esta ciudad. COMPAÑIAS QUE EXPLOTAN EL SERVICIO TELEFÓNICO EN NUEVA YORI Este negocio está en manos de dos compañías : 1* La New York Telephone Company, que sirve la antigua ciudad de Nueva York, formada por los distritos de Manhattan y el Broux; la región Westcherter que tiene una superficie de 450 millas cuadra- das y una población de 203.000 habitantes; y una pequeña parte de Connecticut de Rockland County en el estado de Nueva York, al cos- tado oeste del río Hudson. 2* La compañia The New York S New Jersey Telephone Compa- ny, que explota toda Long Island, Staten Island y parte de Nueva Jersey y todo el radio dentro de cincuenta millas de City de Nueva York. Dicha compañía se halla organizada bajo las mismas bases que la New York Telephone Company. Ha sido tendencia de ésta, lle- var el teléfono á cada ciudad, pueblo, villa y estancia, y la prueba dle su éxito queda demostrada, diciendo que ya tiene instalados más de 90.000 teléfonos con un aumento de 12.000 415.000 por año. Aun considerando este enorme aumento y desarrollo, la eficiencia y buen mantenimiento de los servicios son insuperables y se han hecho todos los esfuerzos posibles para poner en contacto un abonado con otro, cerca Ó remoto. Esto envuelve un sistema completo de líneas que ra- mifican en todas direcciones, que se concentran en varios puntos bajo un plan estudiado cuidadosamente por todos los departamentos en cuestión. Otra tercera compañia es también muy importante, y es conocida popularmente con el nombre de «Long Distance Company », forma” da por un ramal de la American Telephone Y Telegraph Company. Los alambres de la Lone Distance Company tienen sus principales centros en Nueva York y trabajan en combinación con las oficinas y líneas de las otras dos compañías arriba mencionadas, y se emplean SISTEMA TELEFÓNICO DE NUEVA YORK 93 para conectar los abonados con las oficinas y con las principales com- pañias telefónicas al este del Misissippí, y aun más lejos de ese río, pudiéndose comunicar de casa á casa más lejos que al oeste de Oma- ha, una distancia de más de 2500 kilómetros. Una relación del modo de proceder de una de esas campañias men- cionadas, bastará para indicar el sistema y métodos empleados por todas ellas. El sistema, no solamente provee las intercomunicaciones instan- táneas entre todos los abonados en el distrito de la gran metrópoli, sino también permite conectar cualquiera de estos abonados con cualquier otro que se encuentre dentro del radio á que alcancen los alambres de la Long Distance Company. La New York Telephone Company Orgamización. — Esta compañía por su alto grado de eficiencia, por su desarrollo y por la perfección con que ha conseguido caracte- rizar su servicio telefónico, es considerada como un modelo de orga- nización y economía. Debo mencionar un trabajo particularmente importante que se efectúa en uno de los departamentos llamado «estudios para el fu- turo ». En ese departamento se estudian las condiciones presentes y pasadas, se trazan planos bien comprensibles bajo diferentes puntos de vista, de cuáles han de ser las necesidades del servicio telefónico dentro de cinco, diez y quince años. Estos trabajos son preparados con todo cuidado y preven las condiciones y necesidades con una exactitud notable, teniendo en consideración hasta la naturaleza in- cierta de los factores tenidos en cuenta. Uno los valores más impor- tantes de estos estudios consiste en el ejercicio y práctica que da á cada departamento á fin de efectuar exactas previsiones y prever con tiempo los necesidades futuras en cualquier ramal del servicio. El ingeniero en jefe, director de este departamento, tiene un personal de setenta hombres. Otro departamento que también debo mencionar por su importan- cia, es el que efectúa los contratos y tiene que tratar con el público en casi todas sus relaciones comerciales. Este departamento estudia y siempre está en contacto con los ne- gocios y condiciones sociales de la ciudad, y las necesidades de los individuos y del público son estudiadas con el objeto de poder llenar en cada caso el servicio apropiado. La importancia de este departa- 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mento puede también fácilmente apreciarse, pues de él depende ex- tender y adelantar el radio de acción de la compañia. El número de empleados de este departamento es de 125. Otro departamento también de mucha importancia, es el de Opera- ción, construcción y acaparamiento, con un personal de 1871 hombres. Al principio, como en Buenos Aires, toda la red de alambre fué aé- rea, y bajo este departamento se ha hecho la reconstrucción gradual hasta haber transformado toda la red en subterránea, á excepción de algunos pequeños pueblos en los suburbios. La proporción de los alambres aéreos en Manhattan es solamente del dos por ciento. Todo el trabajo subterráneo ha sido hecho con mucha prolijidad y los « cables feeders » han sido colocados con suficiente espacio y con- ductos disponibles, para permitir el aumento paulatino de la red, y para easos imprevistos. El costo inicial del cable subterráneo es gran- de, pero es un método muy estable de construcción y contribuye po- derosamente á la eficiencia del servicio. Otro departamento digno de mencionarse es el llamado de « Tráfi- co ». En cuanto al número de empleados es el más grande, porque comprende todos los empleados de diecisiete oficinas centrales en Manhattan y veintisiete más en los otros distritos. Este departamento mantiene también en ciertos lugares públicos, como ser: estaciones de ferrocarriles, talleres y edificios grandes, ete., oficinas públicas atendidas por empleados de la compañia tele- fónica, que el que usa el teléfono paga cada vez el servicio. El núme- ro total de estas oficinas es muy grande; en la isla de Manhattan so- lamente hay más de 5000. Se encuentra tan difundido en Nueva York este medio de comuni- cación, que en cualquier parte que uno se encuentre, á pocos pasos hallará una oficina pública de teléfono. Son de un gran beneficio par: el viajero y para todo el mundo, y es indudablemente uno de los pun- YA tos esenciales del servicio telefónico en Nueva York. Funciona también bajo este departamento la escuela para los aspi- rantes á empleados. Mucho bien harían los instructores de los em- pleados de nuestras compañías se inspiraran en su enseñanza. Seles hace bien comprender que son uno de los factores principales para el buen éxito de la compañía, y que es también en su propio interés atender el servicio con la mayor rapidez, y observar la mayor amabi- lidad y paciencia en cualquier caso. Al terminar la instrucción se ha- llan aptos para entrar como telefonistas en las oficinas de la com- pañía. SISTEMA TELEFÓNICO DE NUEVA YORK 95 Todos los empleados en las oficinas centrales, con la excepción del gerente y su ayudante, y los empleados en el servicio de la red, son mujeres, porque dan mejor resultado. Actualmente 2100 maneja el servicio en Nueva York, habiendo siempre unas noventa jóvenes en la escuela de enseñanza que llenan las vacantes á medida que se pro- ducen. El estudio, atención é importancia, así como el decidido esfuerzo dedicado por la compañía para obtener el servicio más eficiente y rá- pido, son sin duda las causas que han originado el magnífico éxito de la New York Telephone Company. Se mantiene todo un personal con elúnico objeto de ir mejorando las condiciones, buscando las fal- tas por todos los medios á fin de repararlas, sin tolerar el menor des- cuido por parte de las empleadas. Para demostrar la rigidez á que se ha llegado, doy las siguientes cifras tomadas de las listas del departamento de inspección : Término medio que se emplea para contestar á4á un llamado, 3 se- egundos S décimos. Término medio para completar el llamado, 30 segundos Término medio para completar un llamado en los suburbios, 58 se- 7 décimos. eundos. La severidad de la escuela de aplicación á fin de formar parte de la compañía como telefonista, se demuestra considerando que sola- mente el ocho por ciento son aceptadas. El número total de los em- pleados subordinados al superintendente del tráfico de intercomuni- caciones, es de 2485. El taller de reparaciones tiene un personal de 147 hombres, lo que demuestra su importancia. Oficinas privadas Esuno de los factores que considero de la mayor importancia para acercarse al ideal del servicio telefónico; estas oficinas han produci- do sin duda el gran éxito del teléfono en Estados Unidos, y es por su falta que nuestras compañias y las de Europa se encuentran estacio- harias. Las oficinas privadas son otras tantas pequeñas oficinas centrales establecidas en las propiedades de los abonados. Así, se instala un tablero de distribución en la propiedad particu- lar con tantas líneas cuantas sean necesarias relacionados con la: ofi- 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cina más cercana de la compañía; y líneas que terminan con un telé- fono en cada pieza del edificio ó edificios ó fuera de ellos cuantos también sean necesarios. Este sistema como se ve facilita el uso del teléfono en los hoteles, casas de vecindad ó de departamentos, alma- cenes, oficinas, negocios, dando un servicio eficientísimo por lo cómo- do y rápido. El operador ó empleado local, recibe y distribuye los llamados y las contestaciones. Es imposible explicar bien y comprender fuera de la práctica la comodidad que este sistema produce. Primeramente evita la incomodidad de estar con el teléfono en el oído perdiendo tiempo y paciencia; uno levanta el tubo y pide el número; el emplea- do local se encarga del llamado y de buscar el número cuando no lo sepa de memoria y hasta no haber dado con la otra persona, no vuel- ve á llamar al que pidió la comunicación. Todo esto asimismo, se hace rápidamente en Nueva York, siempre en menos de un minuto. Además tiene la ventaja que al salir un abonado de su casa ú oficina, levanta el tubo y dice donde va; entonces en caso de que lo llamen por teléfono, el empleado lo comunica inmediatamente al paraje indi- cado. Por consiguiente, es posible en Nueva York, seguir por teléfono á un hombre de negocio y encontrarlo rápidamente, y hablar por telé- fono al que uno busca en el mismo restaurant donde come, y en la misma mesa, pues se le trae el teléfono á ella. Hay actualmente en Nueva York más de 5000 de éstas oficinas privadas, con un total de más de 60.000 teléfonos conectados, cuyo número aumenta rápidamente. Vuelvo á repetir, que el valor de estas oficinas privadas para los que usan el teléfono en gran escala es inestimable. A los grandes establecimientos les da un servicio completo interior con todos sus departamentos; y al mismo tiempo el empleado puede dar comunica- ción inmediata con cualquier otra oficina en el territorio de la New York Telephone Company, y en realidad con cualquier teléfono á que lleguen ó alcancen los alambres de la Long Distance Oampany. Me acuerdo que, estando en la pieza de un amigo, en el hotel Waldrof; en Nueva York, él se lamentaba de no poder estar en San Luis, para hablar con cierta persona, que mucho le interesaba; le indiqué que se sirviera del teléfono de su pieza, lo cual le hizo mucha gracia al principio, pero tomó por fin el tubo y dijo : ete., ete., del « Gran Hotel en San Luis, Missouri », que estaba á la friolera de 2000 kilómetros más ó menos. A los pocos momentos hablaba con la persona y sabía por ella misma que se encontraba en cama enferma de donde le hablaba. x “BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍF.CA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE 0 Italia '—Atti della LR. Accad. di Scienze Lettere ed Arti degli Agiati, Rovereto — atti della R. Accad. dei Fisiocritici, Siena. — Riv. Li- gure, Genova. — Riv. di Artiglieria e Genio, Roma. — Boll. della Soc. Geografica Italiana, Roma. — Ann. della Soc degli Ing. e degli Architetti, Roma. — la Suisse Romande, Lau-= | | ssanne. — Gengraphic Ethnographiche ge= sellschaft. Zurich. — 5oc, Hevéltique des Sciences Naturelles, Perna. — Bull. de la Soc. Neufchateloise de freographie. Uruguay (Montevideo) Vida Moderna. — Rev. de la: Asociacion Rural. — Bol. de la Enseñanza Primaria. — Bol. del Observ. Metereológico, Villa Colón. — An. de la Universidad. — An. del Museo kolm. — Bull. of the Geological Inst. Uni- | Nacional. — Bol. del Obsery. Metereorológico versity of Upsala, Suecia. — Kongl Vetens- | Municipal. — An. del Departamento de La= kaps. Akademiens. Acad. des Sciences, | naderia y Agricultura. NACIONALES Buenos Aires Rev. de la Fac. de Agronomía y Veterina= ria, La Plata. — Rev. del Centro Universi= tario. La Plata. — Bol. de la Biblioteca Pública, La Plata. — An. del Museo, La Plata. — Oficina Químico Agrícola, La Plata. — An. del Observ Astronómico, La Plata. — Rev. Mensual de la Cámara Mercantil, Barra- cas al Sud. Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos Aires. — Ar= chivos de Criminalogía, Medicina Jegal y Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geográfico Ar= gentino. — Bol. de Estadística Municipal. — Rev. Farmacéutica. — La Ingeniería. — An. del Depart Nacional de Higiene. — Rev. Nacional. — Rev. Técnica. — An. de la Soc. Rural Argentina. — An del Museo Nacional de Buenos Aires. — Bol. Demográfico Ar- gentino. — Rev. de la Soc. Médica Argentina, — Rev. de la Asociacion Estudiantes de In= geniería. — Rey de la Liga Agraria. — Rey. Jurídica y de Ciencias Sociales. — Bol, de la Union Industrial Argentina. — Bol. del Centro Naval. — El Monitor de La Educacion Común. — Enciclopedia Militar. — La Se- mana Médica. — Anuario de la Direccion de Estadística, — Rev. del Círculo Militar. Córdoba Bol. de la Acad. Nac. de fiiencias. Entre-HKíios An. de la Soc. Rural. Tucumán Anuario Estadístico. ¿ SUBSCRIPCIONES Paris ts et Chaussées. — « Re= vue ». — Contes Rendus de l'Académie des Sciences. — Annales de Chimie et de Pbysi- que. — Nouvelles Annales de Mathématiques. —. « La Nature ». — Nouvelles Annales de la Construction (Oppermann). — Revue Scien- tifique. — Revue de Deux Mondes. Roma Trattato Generale dell'Arte dell Ingegnere. — Giornale del Genio (Civile. , Milano Il Costruttore. — L'Elettricitá. Londres The Builder. ARGENTINA DIRECTOR z ea SANTIAGO E. BARABINO = - dl LR oi 57] DE Leenner, Ealaicón al estudio de la cónicas características de la geome- tría del triángulo. .. BUENOS AIRES. IMPRENTA. Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 0 684 — CALLE PERÚ — 684 11906 JUNTA DIRECTIVA US SAS ROO Doctor Carlos M. Morales O Vicepresidente M.............. Tenientecoronel ingeniero Arturo M. Lugones ; Vicepresidente 2..... AA Doctor Enrique Herrero Ducloux ; E Secretario de actas...... A Señor Arturo Hoyo Secretario de correspondencia.. Ingeniero Ricardo J. Gutiérrez MES ed nora =) Ingeniero Luis A. Huergo (hijo) BOblOteCcaniO oca Señor Rodolfo Santangelko , Ingeniero Vicente Castro Re Ingeniero Julian Romero Ingeniero Enrique Hermitte ESAS e AE ¿Ingeniero Guillermo J. VVhite Señor Arturo Grieben Ingeniero varisto V. Moreno ¡Doctor Francisco Lavalle k A E E Señor Juan Botto y REDACTORES ingeniero Alberto Schneidewind, doctor Angel Gallardo, doctor Pedro N. Arata, ingeniero José S. Corti, doctor Eduardo L. Holmberg, doctor Enrique Herrero Ducloux, inge niero Mauro Herliztka, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Domingo Selva, agrimensor Cristóbal M. Hicken, senor Félix Se Outes, ingeniero Augusto Mercau, ingeniero 4 Eduardo Latzina, ingeniero Alfredo Galtero. - pS ADVERTENCIA O A los señores autores de trabajos publicados en-+los Anales, que deseen tiraje aparte j de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para e que ésta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser considerados. ; E - La Dirección de los Anales, sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejemplares a reglamentarios, debiendo entenderse los senores autores por el excedente de dicho número ] con la casa impresora de Coni hermanos. - ¿AE Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Dirección de Cangallo 18525. DD La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional POT AMES Aa o ies 1.00 di ¡ A O So ooo cae 12.00 pS Número atrasado e Sila o 2.00 == para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano SISTEMA TELEFÓNICO DE NUEVA YORK 91 Quiere decir que en Estados Unidos hay accesibilidad inmediata para comunicar con cualquier persona ó lugar, resolviéndose así el problema de las grandes ciudades, de como se hacen las cosas rápi- damente. El tráfico telefónico de cada sección de la ciudad de Nueva York es individual. Esta palabra debe tomar carta de ciudadanía entre nos- otros por ser la consagrada en aquella nación y por expresar sinté- tica y claramente la idea. En el distrito del comercio la tendencia en condensar todo el trabajo VAR/ACION POR HORA DEL TRAFICO TELEFONICO EN LA OFICINA CENTRAL “BROAD CENTRALOFRCE” New York EN ABRIL DE ERCIAL, _ de un día, en la menor cantidad de horas posibles; sin embargo en esas horas se consigue la mayor rapidez. Este dato se explica con toda claridad en el cuadro eráfico adjunto; demuestra el aumento de las comunicaciones en la oficina del distrito Broad Exchange. Casi todos los negocios de este distrito emanan de las grandes transaccio- nes comerciales, efectuadas en las horas de negocios que son de 10 a. Mm. 43 p.m. En el distrito de los Teatros el tráfico más pesado sigue á las ho- ras subsiguientes, como se indica en la curva de la oficina 38" Street; mientras que la curva de Riverside, que es el distrito de las residen- cias particulares demuestra una variación de tráfico más regular. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 7 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Polea dare WARIACION POR HORA 00581 068 0) 008 | 0001000808100 001 1011010081 DEL BOHO [|| [EJE TRAFICO TELEFONICO ¡Ma + ENLA OFICINA CENTRAL «t ” - ElAlala 38” Sr CENTRAL OFFICE pal aaa] A + ORK D200 BE55 E ABRIL DE 4904 4) OOO O OOO E NEO ua OBS DON OO AOS [| SS El VARIACION POR HORA DEL TRAFICO TELEFONICO EN LA OFICINA CENTRAL "RIVERSIDE CENTRAL OFFICE” New York [a [| EN ABRIL DE 1904 DisTRICTO DE RESIDENCIAS PARTICULARES] a Mas aa SA (0 1010 10 0100 CREADOS PORRO s a . INS, a ¿SO Ra SISTEMA TELEFÓNICO DE NUEVA YORK 99 La isla Manhattan (New York) ha sido dividida en diecisiete sec- ciones y las disposiciones de cada oficina de sección han sido toma- das para llenar las exigencias de cada región con toda la amplitud necesaria para poder atender la hora del dia y del mes de más trabajo. No puede exigirse nada mejor que el servicio telefónico en New York en cuanto á seguridad y rapidez. Para llegar á este resultado, la ins- talación no solamente tiene que ser de construcción moderna, sino también tiene que ser protegida y mantenida contra las interrupcio- nes del servicio por pequeñas que sean. La continuidad del servicio nunca debe ser interrumpido ni por un solo momento de las veinti- cuatro horas de cualquier día. Oficinas Centrales La parte más compleja de los aparatos telefónicos son las manive- las de conexión en las oficinas centrales. Los tipos de aparatos son uniformes en todas las oficinas centrales de New York. Haré una descripción rápida de una de ellas. Cortlandt Exchange. — En una sección del edificio de tres pisos existen, la usina generadora, los terminales de los cables, los tableros de distribución, los acumuladores y otros aparatos auxiliares. Las líneas entran en el edificio por bajo de tierra en grandes cables con aislación de papel. Estos cables son construídos con un par de alambres de cobre torcidos, aislados en una envoltura espiral de papel y el todo cerrado por una cubierta de plomo. Los alambres ter- minan en el tablero principal distribuidor y en el extremo de cada par se coloca un para-ayo de lámina de carbón y fusible. Esto pro- tege á la línea de cualquier corriente extraña. El tablero principal distribuidor permite el cambio de todos los alambres de las líneas á los abonados sin cambiar el número del teléfono. Los alambres pasan del tablero principal al tablero intermediario; el objeto es, poder contestar á cualquier llamado telefónico de cualquier posición del tablero de distribución, distribuyendo igualmente de esta manera el trabajo al operador. Estas cargas en la oficina Cortlandt, varían de cincuenta á noventa líneas por operador. Del marco, las líneas entran en el tablero de distribución y termi- nan en un comutador de contestaciones en la misma posición, y tam- bién en los múltiples conmutadores en cada sección de todo el tablero distributivo. 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cuando el abonado descuelga, para hablar, el tubo telefónico de la orqueta, esto importa un llamado á la oficina por medio de una lam- parita incandescente que se enrojece en el acto debajo del boquete de contestación. La empleada coloca entonces inmediatamente una Ccla- vija de su par, en la boquilla de contestación y esto apaga la luz. Por medio de una llave, conecta al circuito del abonado y pregunta el número; entonces toma la otra clavija del par y conecta al abonado con el número pédido, si es que dicho número está en su sección. En caso contrario, lo conecta á la línea que lo lleva á la sección donde el número está localizado. Esto demuestra la superioridad de tal sistema, sobre el de magneto empleado entre nosotros. Hasta que no conteste la persona llamada la lamparita asociada con la clavija de llamada, queda prendida. Cuando el abonado contes- ta, la lamparita se apaga. Mientras estas dos lamparitas estén apaga- das, los abonados tienen el tubo telefónico fuera de la orqueta y están usando la línea; cuando cuelgan los tuvos, las lamparitas se prenden y esta es la señal para que la empleada desconecte. Si la línea del abonado á quien se desea llamar estuviera ocupada, la em- pleada oye un fuerte click cuando conecta; esto le indica que la línea está ocupada. Las llamadas de otras oficinas que vienen para las líneas de cam- bio, son recibidas en el tablero de distribución. Los empleados en este tablero, hacen simplemente las conexiones, no teniendo nada que ver con los abonados. Todos los teléfonos en conexión con cualquiera de las oficinas de la New York Telephone Company, se hallan montadas con un aparato tele- fónico de larga distancia, batería transmisora y recibidor Bell. El apa- rato de pared y de mesa son los más convenientes y más empleados. Líneas subterráneas. — Los alambres salen de las oficinas bajo tie- rra, en cables forrados de plomo. La aislación es de papel, y cuando la distancia es corta, hasta 600 pares de alambres son colocados en un mismo cable. De estos grandes cables colocados en el conducto sub- terráneo (de la « Subway Company ») los alambres son distribuídos por cables más pequeños á las cuadras vecinas. Hay dos sistemas de conductos para llevar los alambres subterrá- neos en New York, uno que contiene los cables de la luz y fuerza eléctrica y la otra lleva el teléfono, telégrafo y otros alambres de baja tensión. Cada uno de estos sistemas de conductos pertenecen y son explotados por dos Compañías. Estas compañías tienen la especialidad SISTEMA TELEFÓNICO DE NUEVA YORK 101 de alquilar sus conductos á las compañías telefónicas y de fuerza y luz evitando así el continuo abrir y cerrar de calzadas y calles con eran ventaja para el municipio y el público. Una dificultad eléctrica peculiar siempre se ha presentado en la ope- ración de las redes subterráneas. Se ha encontrado que para hablar al través de un circuito de una milla de cable subterráneo, es tan di- fícil como hablar al través de veintiocho millas de alambre aéreo. Es decir, que una tirada de diez millas en la isla de Manhattan presentaría la misma dificultad como de 280 millas de línea aérea. Las compañías telefónicas durante varios años han hecho experimen- tos para vencer semejante tropiezo, pero la única invención, que ha conseguido facilitar la transmisión subterránea, es la del doctor Pupin de la Universidad de Colombia. La invención consiste en aplicar la inductancia á las líneas telefónicas. Su método estriba en envolver pequeñas bobinas de alambre de cobre sobre almas de hierro y colo- car una de estas bobinas en cada circuito á intervalos más ó menos de una milla, en toda su extensión. Esta disposición de las bobinas de inductancia fué materia de paciente estudio matemático hecho por el doctor Pupin, quien determinó que su uso con éxito, dependía en el número de dichas bobinas según el largo de la onda telefónica. Las patentes del doctor Pupin han sido compradas por la compañía Bell y los ingenieros telefónicos han estado continuamente trabajan- do para perfeccionar los detalles prácticos del aparato. Este invento ha sido aplicado experimentalmente á los extremos subterráneos de las líneas de largas distancias que salen de Nueva York, obteniendo resultados satisfatorios. Pero se continúa haciendo estudios sobre la extensión de los cables Pupin, por los ingenieros de lo compañía, con la esperanza de llegar aún á mejores resultados. Sistema de cobro. — Hasta 1894 se había mantenido como entre nosotros el sistema de suma fija ; cada abonado pagaba una cantidad por mes ó por año, usando ó no el teléfono. Se encontró que tal sistema era injusto para el abonado que em- pleara el aparato pocas veces, y como en ese tiempo toda la instala- ción se había puesto en buenas condiciones haciéndose posible au- mentar ó tomar clientela rápidamente, el problema de tarifas se presentó nuevamente dicidiéndose cambiar el sistema empleado, por otro que colocará al teléfono al alcance de todos. En la solución de tal problema, el mensaje ó comunicación fué adoptado como unidad dle precio en las principales ciudades. Que la reforma fué apreciada y bien sentida por el público y que 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA es conveniente también para las compañías, lo demuestra el número de nuevos abonados que inmediatamente éstas tuvieron. En 1894, ha- bía 10.596 teléfonos en la vieja Nueva York. En 1897, habían 21.595, es decir, un aumento en tres años de 11.199. En 1903, el aumento sola- mente en Manhattan y Browx, pasaba de 25.500 estaciones. En todo el territorio de la New York Company y de la New York y New Jersey Telephone Company, hay ahora en servicio bajo contrato más de 225.000 teléfonos. Es de esperar que en Buenos Aires las compañías se amalgamen en una ó trabajen conjuntamente, coloquen su red subterránea (cosa que ya han comenzado á hacer), que se adopte el sistema empleado en Nueva York de batería común, y que el sistema de cobro se modifique adoptando también la práctica neoyorquina. Se convertiría entonces el teléfono en un aparato simpático, se ha- rían las cosas más rápidamente, habrían menos rabietas, sirviendo mucho mejor al público y las compañías telefóncas serían más prós- peras. JORGE NEWBERY. OBSERVACIONES AL CONDUCTO DE DESAGUE PROYECTADO PARA LA CALLE SANTA FE EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERÍA DE DESAGUBE Y PARA AGUA POTABLE Señor presidente, Señores : Siempre he creído que la tribuna de la Sociedad Científica debía ser el estrado donde se ventilaran los asuntos de interés público que tienen que ver con nuestra profesión. Siempre he pensado que los colegas debían tener á honra exponer aquí sus ideas y sus observa- ciones, provocando su discusión y su análisis imparcial, á fin de ad- quirir el convencimiento de la bondad de la idea y de la oportunidad dle la observación, Ó para rectificar errores de concepto ó de puntos le vista. Las polémicas que se susciten en este refugio del saber tranquilo y reposado, no dejan, en mi concepto, ni vencedores ni vencidos. To- dos venimos á aportar nuestro modesto contingente de conoci- mientos y estudios alimentando el fuego sacro de la discusión, no para celebrar mañana un éxito ó lamentar una derrota. Todos veni- mos en busca de la experiencia ajena, de los estudios de los compa- neros, de los profesores de ayer, de los discípulos de hoy, en el afán de perfeccionar nuestros conocimientos, en bien de la ciencianacional y en beneficio de los intereses del país. Es así como he interpretado las recientes discusiones habidas sobre el «Canal del Norte », en. este mismo recinto, en el cual hemos visto al veterano de la Ingeniería argentina sacudir desde su base un pro- yecto sobre cuya realización se han fundado tantos anhelos y tantas esperanzas. Es así como hemos visto á los autores del proyectado ca- nal y á sus defensores, contestar los areumentos del atacante, trayen- 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA do á colación, unos y otros, datos, estudios, observaciones y conclusio- nes, que por lo menos han servido para ilustrarnos mayormente so- bre cosas de interés público que no siempre nos es dado conocer. Yo quisiera, que semana tras semana subiera un colega á esta tri- buna y nos exteriorizara sus estudios sobre tal ó cual proyecto, sobre tal ó cual idea. En las oficinas técnicas del Estado abundan los inge- nieros distinguidos que día á día aumentan su campo de observación y estudio que podrían procurarnos sesiones interesantes, pues quien más quien menos, todos hacemos algo, todos vinculamos nuestros es- fuerzos á la realización de alguna obra, pequeña ó grande, que siem- pre tiene un lado interesante también para los que no tienen que yer con ella directamente. La Sociedad Científica Argentina, debería ser el crisol por el cual pasen los grandes proyectos que fluctúan en el ambiente; debería ser el templo donde se exteriorizaran todos los entusiasmos del profesio- nal, donde encontrara una justa guía á sus investigaciones, donde le fuere dado pulir sus conocimientos, encausarlos y evitar errores que á veces afectan la seriedad y la ilustración de un gremio, antes que la reputación profesional de un individuo aislado. Os debía, señores, esta introducción, por cuanto no quisiera que fuera á creerse que traigo en mis manos un haz de rayos para fulmi- nar á alguien. No quisiera que se fuera á suponer que me propongo criticar á una repartición pública donde abundan los colegas distin- eguidos, inteligentes y laboriosos. He deseado dejar constancia de mis anhelos, muy superiores á las mezquindades de la vida, y que, siendo como soy un convencido de la bondad del cemento armado, un convencido de su conveniente implantación en una porción de nuestras obras públicas y privadas, y siendo desde hace años un pro- pagandista de éste nuevo sistema de construcciones, — lo he sido antes que nadie — me ereo en el deber de ilustrar un tanto una cues- tión interesante, que representa un desembolso de dinero nada des- preciable, y que constituye un caso típico en favor del cemento ar- mado. Entraré, pues, en materia. Los señores presentes habrán leído en los grandes diarios de la Ca: pital, la noticia de que la Municipalidad había querido encarar la so- lución de un problema importante en la parroquia «General Las Heras », cual es el desagiie de la calle Santa Fe. Esta calle, desde Vidt hasta el arroyo Maldonado, en los días de lluvia se convierte en un torrente, alcanzando el agua, en pocos mi- EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERÍA 105» nutos, una altura que sobrepasa el cordón de la vereda y se extiende de pared á pared. La causa de estas avenidas, está en el hecho de que habiéndose pavimentado una gran cantidad de calles de la parroquia San Ber- nardo, en parte de la General Las Heras y aún del Pilar, en la zona comprendida entre las calles Coronel Díaz, Rivera, el Arroyo Mal- donado y Santa Fe, el agua de lluvia no se insume ya en tanta canti- dad en las calzadas de tierra, que aun quedan, corriendo en cambio por la superficie de los adoquinados. Al agua de lluvia que cae en las calles se agrega la de las casas cuyos albañales desagiian en aquéllas, debajo de las veredas. En toda esa zona no existe alcantarillado, de manera que el agua siguiendo la pendiente natural hacia el río se reune en las calles que corren perpendicularmente á Santa Fe, convirtiéndolas en verdade- TOS arroyos que vienen á formar el torrente de esta última. Es tan abundante la cantidad de agua, que el tránsito es 1mposi- ble. No se puede bajar ni de un carruaje, por cuanto uno lo haría dentro de aquélla. — Los tramways eléctricos de la compañía de Buenos Aires y Belerano, que cireulan por la calle Santa Fe, sufren perjuicios de consideración, por cuanto el agua alcanza á los aparatos motores dle los coches, afectándolos seriamente. En toda esa zona, durante horas y horas no se puede cruzar nin- guna bocacalle y los vecinos están bloqueados en sus casas debién- dose tener presente que la población es muy densa, y sobre las calles Santa Fe, Giiemes y Oharcas, así como en las transversales, existe una población cuyo campo de trabajo está en el centro de la ciudad y para quienes esta falta de desagies importa una seria molestia y una dificultad muy erande para ir y volver á sus intereses. La construcción de un alcantarillado en forma, se impone pues, y en este sentido la iniciativa del Departamento de Obras Públicas Municipal, es digna de aplauso. Es sensible sin embargo, que esta obra no sea emprendida por la Di- rección General de las Obras de Salubridad, á fin de que ella responda al conjunto que dicha repartición proyecta, extendiendo el radio del al- :antarillado previsto por Bateman. Y digo que es sensible, por cuanto, así como se extiende el servicio de agua potable á barrios apartados y se invierten sumas cuantiosas en dotar de obras de salubridad á ciuda- des de provincia, que no alcanzan á tener la población de una de las parroquias del municipio federal, bien se podría completar el estudio del alcantarillado completo de éste, y construir las obras más urgentes.. 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No se cargaría de este modo el presupuesto municipal con un im- previsto de consideración. Pero, establecido que la Municipalidad emprenderá esta obra, el Departamento de Obras Públicas ha formulado un proyecto de con- ducto general en la calle Santa Fe y ramales secundarios internán- «lose en la zona lateral, hacia Rivera, calculando las secciones á dar á cada tramo y contemplando un aumento futuro del caudal de agua 4 conducir, por el aumento de la pavimentación. Con toda previsión he hecho un estudio comparativo del costo de esta obra, en el concepto de hacerla en «cemento armado» ó de ha- «cerla con mampostería con ladrillos de máquina, tipo de las Obras de Salubridad, para el alcantarillado existente y he llegado á la conelu- sión de que, hecho en cemento armado la obra representaría un des- «embolso de pesos 102.153,33 y hecha en mampostería con ladrillos «le máquina, costaría la suma de pesos 145.475,65, es decir, con un aumento de más del 40 por ciento. El distinguido ingeniero que se encuentra á la cabeza del citado Departamento de Obras Públicas, que se caracteriza por su espíritu «conciliador y ecuánime, no tardó en aceptar de lleno la solución por el cemento armado, pero se creyó obligado por acto de deferencia hacia la repartición pública especialmente encargada de estas obras «le desagiies, de conversar sobre el particular, tanto más, cuanto que abrigaba la esperanza de que, puestas de acuerdo ambas reparti- ciones, se podría contar con que más tarde, cuando el alcantarillado general se extendiera hasta el barrio en cuestión, la municipalidad podría reembolsarse de las sumas que invirtiera en la obra. No conozco los detalles de la conferencia, pero me consta por con- ducto ajeno á la persona del ingeniero Morales, que á pesar de la gran diferencia de precio, la oficina de Obras de Salubridad se ha mostrado contraria al cemento armado, y tan contraria, que aquel, al elevar el proyecto á la consideración de la Intendencia Municipal no se creyó autorizado á insistir en la adopción de este último sistema de construcción, y expuso las cosas tal como eran, á fin de que la superioridad resolviera la cuestión en la forma que creyere más con- veniente. La Intendencia, perpleja ante esta situación, recordó tal vez que en la comisión municipal había personas que por su ilustración y por sus condiciones de técnicos, podrían indicarle la norma de conducta más oportuna, y por eso, elevó ambos proyectos á su consideración. Noticias recientes, emanadas de esa corporación, dan como resuel- EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERÍA 107 to por la subcomisión de Obras Públicas, que. el conducto se cons- truya en mampostería, invirtiendo en la obra, la suma mencionada, «le pesos 145.475,63 moneda nacional. Es ante estos antecentes que he sentido la necesidad de romper el silencio y hacer en público un estudio técnico de la cuestión, porque la no adopción de un sistema de construcción que representa una eco- nomía del 40 por ciento, parecería deberse atribuir á inconvenientes y á defectos propios, que harían inadmisible su aplicación. Solamente una razón de índole técnica podría justificar este proceder, y es por ello que voy á estudiar la cuestión bajo esa faz, trayendo á colación la experiencia propia y la ajena sobre el particular, para llegar á la conclusión que la negativa en adoptar el cemento armado en la cons- trucción de conductos de desagiie, no tiene razón de ser. Veamos en primer término, cómo se construye una canalización en cemento armado. Puede procederse de dos maneras diferentes: ó moldeando en el taller, pedazos de conducto, con su enchufe respectivo, para colocarlos en obra como las cañerías de material vidriado, ó construyendo di- rectamente el conducto en el sitio de su emplazamiento definitivo como se hace,con los colectores de mampostería, haciendo así una Obra monolítica. En ambos casos, se comienza por preparar una armadura metálica, que en general está formada por una espiral con paso variable, según los casos, representando las directrices del cilindro que forma el con- ducto, sujeta cada espira por medio de barras rectas colocadas en el sentido de las generatrices mediante ataduras hechas en cada cruza- miento de barras. En el sistema Monier las barras de ambos sistemas son redondas, lo mismo que en el sistema Edmond Coignet. En el sistema Bordenave, 0 del sidero-cemento, las barras afectan la forma de pequeñas doble T, puestas de plano. En el sistema Bonna, la armadura está hecha con fierros especiales de sección eruciforme. En el sistema Ohassin se em- plean fierros T y U y por último en el sistema Bocquet, se emplea el expended metal, reforzado con espiras de fierro perfilado. Dicha armadura está involucrada en una masa de hormigón, cons- tituída en general por una mezcla de cemento y arena cuarzosa, en la proporción de 1 á 3, en volumen. Como el espesor de las paredes de estos conductos difícilmente exceden de 10 centímetros y en este caso la armadura es muy resis- ten: e, y ocupa buena parte del espesor, la masa cementicia para pe- 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA netrar bien entre las mallas de la armadura, debe emplearse muy blanda, y entonces, para activar el moldeado, se prefiere reempla- zar el cemento Portland de fragiie lento, por otro de fragiie más “ápido. Extraído el molde, se rectifica la superficie con mezcla más tica. En su parte interior se hace un enlucido de un espesor de un centíme- tro en la parte expuesta al frotamiento de los cuerpos sólidos que arrastran las aguas servidas, con mezcla de arena y cemento, en la proporción de 1 á 1, en volumen. Cuando el conducto se hace sur place, se emplean cimbras de 4 4 5 metros de largo, que se corren hacia adelante á medida que ha fra- guado la porción de conducto moldeado, ligándose las barras genera- btrices de este con las del nuevo, en forma de conseguir un todo ho- mogéneo y monolítico. Cuando el conducto se hace con pedazos sueltos, moldeados de an- temano en el taller, la puesta en obra se hace tomándo las juntas con cemento Portland, en la misma forma que se hace para las cañerías de material vidriado. Cuando el conducto ha de conducir agua á presión se refuerza la armadura, el tenor de cemento en el hormigón y hasta se intercala, concéntricamente á aquélla, en la masa cementicia, tubos de palastro muy fino, como hace Bonmna, al solo efecto de garantizar la completa impermeabilidad. Si el conducto ha de sufrir una presión interior, las generatrices se colocan del lado interior de la malla; si la presión ha de ser del exterior, se colocan del lado externo de aquella. La razón de este proceder está en lo siguiente. El conducto, ex- puesto á una presión interior tiende á abrirse, pero para ello sería preciso que la espiral metálica (las directrices) cediera al esfuerzo de tracción á que se encuentra sometida. Expuesto en cambio á una presión exterior, tiende á achatarse, para lo cual la espiral metálica debería ceder al esfuerzo de compresión á que se encuentra sujeta. Es por eso que se dice que las directrices, constituyen las barras de resistencia, sirviendo las generatrices tan sólo para repartir más uniformemente sobre aquéllas, las presiones á que está expuesto el conducto, Respecto de la forma de la sección de estos conductos, ella es indi- ferente. Tanto puede ser circular, como ovoidal, ó de curvas combi- nadas. Su puesta en obra se hace generalmente, asentándolos sobre un lecho de hormigón pobre, á base de cal, caseote y arena, bien api- EL CEMENTO ARMADO EÑ LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERÍA 109 sonado. Cuando el suelo es fofo, y el conducto puede encontrarse expuesto á deformaciones longitudinales, se reemplaza ese hormigón de cal por otro de cemento y se introduce una armadura metálica en su masa, que convierte á esa base en una chapa de resistencia, imde- formable, y de poco costo relativamente. Veamos ahora si los conductosasí construídos reunen las condiciones requeridas. Una canalización debe llenar los siguientes requisitos: 1” Ofrecer una resistencia á las presiones interiores ó exteriores que asegure su indeformabilidad en sentido transversal; 2% Ser perfectamente impermeable, dentro del máximo de presión previsto; 3" Ser algo elástico, á fin de prevenir posibles hundimientos parciales del terreno donde se establece; 4% Ser lo más lizo posible, interiormente, áfin de disminuir los frotamientos y no favorecer el depósito de cuerpos sólidos en el fondo; 5” Ofrecer condiciones de indestructibilidad de la parte resistente del conducto por el arrastre dearena y cuerpos duros. Ahora bien, la primera condición, la de la resistencia, puede con- seguirse con toda la seguridad deseable, previendo un aumento de sección en la armadura metálica. Justamente áeso responden los sis- temas que emplean fierros T, doble T, U, ete., que he recordado. La segunda'condición, la de impermeabilidad, se liga también con la de la descomposición del hormigón bajo la acción de los líquidos servidos. La impermeabilidad se consigue aumentando la proporción de cemento en el mortero que envuelve la armadura metálica. Este es formado tan sólo por arena y cemento en la proporción de uno á dos, en volumen, Ó sea de 700 kilogramos de cemento por cada metro cúbico de arena. Además la colada se hará bastante blanda, sin exa- gerar. Esto, unido al estrechamiento de las mallas de la armadura, garan- tiza la impermeabilidad para presiones que no excedan de 2,50 atmós- feras. Cuando ellas se elevan hasta 10 atmósferas se intercala en la masa un caño de palastro muy fino, al solo objeto de interponer al paso del líquido comprimido, una superficie totalmente impermeable. Esto exige además, sumo cuidado en las juntas. Bonna, ha construído conductos en estas condiciones, con todo «ÉXIbO. 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La resistencia á la acción química de los líquidos servidos, está garantizada también por el empleo de un concreto más rico en ce- mento. Convendrá además consignar aquí los resultados de una obser- vación larga y continuada. El cemento no es atacado por el agua pura. Cuando ésta lleva disueltas sales por cuya presencia se desarrolla ácido carbónico naciente, su acción sobre el cemento es perjudicial, pero cuando es disuelto, su acción es despreciable, bastando el empleo de morteros ricos en cemento para no preocuparse de esa acción. Las aguas cloacales no producen sobre el cemento efecto perjudi- cial alguno. A este respecto cabe recordar que en Alemania el año 1895, se hizo una investigación prolija, por Gary, sobre los resultados prácticos del empleo del cemento armado, para conductos cloacales, arribándose á conclusiones favorables en sumo grado. Debe observarse además, que en esos conductos siempre se de- positan detritus orgánicos, sobre las paredes, que concluyen por pre- servar á estos del contacto directo con las aguas servidas. Con todo, el agua calentada á más de 507 y las soluciones ácidas concentradas, son perjudiciales al cemento así como los aceites y áci- dos orgánicos en cantidad apreciable. Resumiendo, en general el cemento resiste perfectamente á la acción de los líquidos que se conducen por los conductos cloacales. En casos especiales, habrá que prevenir un desgaste rápido, adop- tando disposiciones oportunas tales como se mencionarán al discutir la 5* condición. La tercera condición, la elasticidad, no se discute ya en el cemento armado. Los trabajos de Considere, Rabut, de Tedesco, Coignet y otros operadores, han demostrado á la evidencia, que aquel se com- porta dentro de ciertos límites, como un cuerpo elástico. Esta condi- ción no la podrá tener nunca la mampostería. La cuarta condición, la de la superficie liza interior, se comprende que es cuestión de alizado más ó menos perfecto. La quinta, es una de las más importantes. Las aguas servidas sue- len arrastrar arenas y cuerpos sólidos que por:su propio peso van al fondo y allí son arrastrados por la corriente, frotándose contra las paredes, produciendo un verdadero desgaste mecánico. Cuando la cantidad de esas materias duras no es extraordinario, se salva el inconveniente, haciendo en el conducto un enlucido de 15 6 20 milímetros de espesor de concreto rico en cemento, hasta cierta altura, al sólo objeto de que el desgaste se produzca en esa parte que EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERÍA 111 no afecta la parte vital y resistente á las presiones. Destruído ese enlucido, se repone. Cuando la cantidad de arena es muy grande y el desgaste del con- creto, muy rápido, se reemplaza el revestimiento por otro de terra- cota. Así se ha hecho en grandes conductos de desagiie. De esta rápida exposición se desprende que los conductos de ce- mento armado pueden hacerse en condiciones de perfecta adaptación á las necesidades usuales. Veamos ahora, si comparados á los de mampostería se encuentran en condiciones de inferioridad. El conducto de mampostería se hace con ladrillos de máquina asen- tados en mezcla de cemento y arena en la proporción de uno á tres en volumen, cuando mucho. Se enluce por dentro con mezcla de ce- mento y arena en la proporción de uno áuno y medio ó de uno áuno, si se quiere. Ahora bien, en cuanto á resistencia, no tiene porque tenerla más que un conducto de cemento armado. Y si así fuera, sería un exceso inútil, desde que no hay por qué exagerar. En cuanto á la impermeabilidad, ella es confiada á la capa de enlu- cido interior, pues no se podrá pretender que lo sea la mampostería. El cemento armado le lleva la ventaja de que teniendo el mismo enlu- cido interior, su masa, es impermeable. Por lo menos, siempre más que la mampostería. Respecto á la elasticidad en sentido longitudinal, que permita al conducto adaptarse al terreno, aún en el caso de ceder en algunas partes, la mampostería no la tiene. De ocurrir eso, se rajará, y el con- ducto habrá perdido sus condiciones de impermeabilidad. En cambio, el cemento armado, como ya se dijo, tiene esa propiedad al punto tal, que las bóvedas y arcos de este sistema, se estudian como arcos elásticos, aplicándole los mismos procedimientos decáleulo. Sabido es por otra parte, que se hacen puentes de ferrocarril en cemento at- mado, en cuyas construcciones las deformaciones elásticas son in- evitables. Es esta una de sus grandes ventajas. Respecto de la superficie liza interior, y su resistencia á la acción química de las aguas y mecánica de los cuerpos duros arrastrados, todo ello depende del enlucido interior, de manera que ambos sistemas están en condiciones absolutamente iguales. Quedan dos observaciones que en general se hace al cemento at- mado por los que no lo conocen sino por referencias. Una de ella es la 112 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de que la armadura puede ser atacada por el líquido y ser corroída, disminuyendo paulatinamente su resistencia. La otra que es muy difícil calcular las construcciones de cemento armado, siendo todo empirismo y fórmulas sin fundamento científico. Nada más erróneo. La experiencia demuestra que la armadura se conserva inalterable dentro de la masa de hormigón. Por el contrario, conviene que aquella al ser empleada, sea bastante oxidada, pues ello aparte de ofrecer mayor asidero al hormigón dado lo rugoso de la superficie del metal parece que el óxido de hierro reacciona cor el cemento, y le da mejores condiciones de resistencia. Se han demolido obras de cemento armado después de muchos años de construídas, sin encontrar jamás una armadura corroída ú oxidada. Bauschinger, el operador maestro en estos asuntos de ensayo de materiales, ha observado, en Munich, lo siguiente : chapas tipo Monier, con parte de la armadura, libre de hormigón, han estado seis “años sumerjidos en agua, y mientras las barras de la armadura exte- rior estaban bien corroídas, despedazada la chapa, apareció la parte de aquella aprisionada en el hormigón, limpia, intacta, sin la menor oxidación. En el puente de Maltzleinsdorf, demolida la bóveda de cemento armado después deun año se encontró el mismo resultado. Bordenave, gran constructor de conductos de cemento armado lo ha experimen- tado con armaduras limpias y con otras previamente oxidadas, des- truyendo aquellos después de cinco años. Tan está aceptada esta propiedad del cemento, que se ha aprove- chado para consolidar las vigas de puentes metálicos corroídas por su oxidación á punto de peligrar en su resistencia. En 1900, Hennebi- que, ha hecho una consolidación en esta forma, de la passerella de Peri- gueux, del ferrocarril de Orleans, y en 1901 se ha hecho lo mismo en otra passerella superior del ferrocarril de circunvalación de Bruselas en la plaza Verboeckharen en Schaerbeck. Respecto de la dificultad de calcular concientemente las obras de cemento armado, puede observarse que es la misma que incomoda, al pretender hacer el estudio de una obra metálica. Todo es cuestión - de teorías más ó menos racionales, basadas en la observación. Woeler, en sus estudios sobre el acero, Wekraucht, Tedmayer, Bauschinger y los demás ensayadores, no han hecho otra cosa de lo que han hecho Considere, Rabut, de Tedesco y otros con el cemento armado. Pero es el caso, de que tratándose de conductos, el cálculo es de EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CANERÍA 113 los más sencillos y de los más racionales. Mediante la fórmula il ES . . P=>54D en la cual q representa la presión exterior por unidad de superficie y D el diámetro exterior del conducto, se obtiene el esfuer- zo máximo de compresión P en una sección longitudinal de la pared, de un metro de largo, en el caso de presión exterior. Despreciando la resistencia que pueda tener la armadura, ála com- presión, se calcula el espesor de la pared del conducto comprimido, dando al hormigón el coeficiente de resistencia p que enseña la expe- riencia. La sección de hormigón será pues : S P Do EEEA ; ON S.= 7 y eso, dividido por 1 metro, dará el espesor de la pared. En el caso de presión interior la fórmula : 1 : . OS T= 54D en la cual y y D tienen el mismo significado de antes, permite encontrar el máximo esfuerzo de tracción en una sección lon- gitudinal del conducto de 1 metro de largo. Despreciando la re- sistencia del hormigón, á la extensión, se calculará la sección de las barras directrices, dándole al metal un coeficiente R de resistencia. T E será, pues, la sección total de las espiras por cada milímetro. Di- vidiendo por el número de espiras que de antemano uno se fija se ten- drá la sección de la barra de la armadura. El metal en el primer caso, y el hormigón en el segundo, se agre- gan sin cálculo previo. La armadura de los conductos comprimidos en el exterior tiene una sección que no pasa del medio por ciento de la del hormigón. El hormigón, en los conductos presionados en el in- terior, tendrá un espesor impuesto por los moldes y. por la mano de obra. Varía entre 30 y 100 milímetros. Este es el procedimiento de cálculo adoptado por todos los cons- tructores. Monier, Bonna y Bordenave, no hacen otra cosa, y llevan construídos centenares de kilómetros de cañería y conductos. Voy ahora á reseñar las grandes obras de canalización hechas en el extranjero. Coignet registra entre sus imnumerables obras de canalización, el gran conducto de aguas cloacales de la ciudad de Paris, conduciendo aquella al parque agrícola de Acheres, construído el año 1892. Es del «sistema Monier. AN. SOC. CIENT. ARG.— T. LXI. 8 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Se compone en parte, de una galería elíptica 5*16 de ancho por 340 de altura, en cemento armado, formando túnel de 2351 metros de largo y ha costado 372 franeos por metro ó sea 11 por ciento me- nos que si hubiera sido hecha en mampostería. Dentro de ese tunel va un gran conducto en cemento armado de 1%*580 de diámetro para las aguas cloacales y otro de palastro. En su mayor parte el conducto de Achéeres se compone de un gran caño de cemento armado, de 3 metros de diámetro y de 9 centímetros de espesor con una longitud de 546 metros con contrafuertes cada 420. Ha costado 1214,75 francos por metro, ó sea 10 por ciento menos que si hubiera sido de mampostería. Bordenave ha construído en Bona, ciudad de Algeria, en 1893, una canalización forzada para agua potable, de 35 kilómetros de lar- go. Tiene un diámetro de 60 centímetros soportando presiones inte- riores que varían desde 3%50 hasta 24 metros de agua. La armadura es hecha con fierros perfilados. El conducto tiene es- pesores variables entre 40 y 45 milímetros. Bomna es el constructor del conducto del cemento armado de 1*8S0 de diámetro encerrado en el túnel de Acheres ya mencionado. Está formado por caños de 2%*50 de largo. Parte de ellos, donde la presión supera los 13 metros tiene una chapa de fierro de 3.50 milí- metros formando un conducto, en la masa de cemento, para asegurar la impermeabilidad. También ha construído Bonna toda la red de cañería de distribu- ción de aguas cloacales del parque agrícola de la misma ciudad, con una longitud de 34 kilómetros con diámetros de 30 centímetros á 110, calculados para resistir una presión normal de 40 metros en servicio. También ha construído Bonna, los conductos del campo de depura- ción de Mery — Pierrelage y de Carrieres — Triel, que completa el sistema cloacal de París. El canal abductor de las aguas del Ródano para el túnel del Sim- plón empleado en los trabajos de aereación, perforación é iluminación, midiendo 3 kilómetros ha sido hecho en cemento armado. En fin, podría citar un sin número más de obras de este género, re- cordando que en Italia las canalizaciones de hormigón, sin ser arma- do, datan de decenas de años, con todo éxito. En el país, en la provisión de agua á la ciudad de Tucumán, hecha por el ingeniero Cipoletti, se han utilizado conductos de hormigón. Nada hubiera obstado para que lo fueran de cemento armado. EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERÍA 115 Estando en la Municipalidad he iniciado la construcción de caños, en un tallercito improvisado en el Jardín Zoológico. Se han hecho caños de 75 y 30 centímetros de diámetro, los que han servido para las canalizaciones principales del mismo jardín, alcantarillas en la calle Canning en la avenida Alvear, en el Hipódromo, etc. Hoy se sigue la fabricación por la dirección de niveles y calzadas y son de uso corriente en los desagiies accidentales que aquélla hace. La sección de Construcciones Militares del Gabinete Militar, ha em- prendido la fabricación en Campo de Mayo con el mejor resultado, como trabajo y como precio. En Estados Unidos — Ohio — se acaba de terminar un gran con- ducto de desagiie en cemento armado, con armadura de acero, de 17 kilómetros de largo y 4 metros de diámetro. En una extensión de casi 4 kilómetros se encuentra á una profundidad de 12 metros de- bajo del suelo y está soportado por una plataforma de hormigón á su vez sostenido por un pilotaje, debido á la mala clase del suelo. El espesor del conducto alcanza á ser de 10 centímetros. El grado de alizamiento obtenido ha sido tal, que la capacidad de escurrimiento, comparada á la de un conducto semejante de ladrillos ha sido apreciada superior en un 15 por ciento. El costo ha sido de libras 12.8 por pie lineal, en oposición al de libras 15 que hubiera sido el de un conducto hecho en mampostería, en la forma usual. Como complemento á este estudio consignaré el resultado de expe- riencias propias hechas el año 1901 en el Jardín Zoológico, con caños fabricados allí mismo, siendo ensayados á la compresión exterior, ú la presión interior y á la impermeabilidad. Esos resultados que consignaré deben tomarse como el fruto de experiencias hechas en las condiciones más desfavorables y con ca- ños hechos por un personal no competente. Con todo, confirman ple- namente lo aseverado en el estudio que precede. El primer caño que se hizo, tenía la armadura, de alambre número 4, constituído por una especie de solenoide cuyas espiras distaban próximamente S centímetros y ligadas por directrices equidistantes de 15 centímetros más ó menos. La atadura era á simple nudo con alambre fino galvanizado, del llamado de techar. La figura demuestra cómo fué hecho el houwrdi que se menciona. En ella se nota que hacia los extremos las espiras distan menos una de otra, á fin de reforzar el caño en los puntos más peligrosos de trabajo. 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El alambre número 4 se sabe que tiene un diámetro de 6,05 milí- metros. : El howrdi así formado tenía un peso de 25 kilogramos. Colocado aquel en un molde de madera apropiado, se hizo la colada dle mezcla hidráulica compuesta de cemento Portland marca « Gra- nito » de 25 kilogramos de resistencia á la tracción por centímetro cuadrado, en promedio, y arena oriental de grano mediano. La pro- porción era de 1 4 2 en peso, aproximadamente. El molde estaba preparado en forma de dar un caño que tuviera las siguientes dimensiones : ILERAO COMNIEND: > 0s0.000009000098000000900 1139 IDÉMEnO WERO oo o0u0o so onoooo oooO ooo 0.69 Diámetro interior en el enchufe............. 0.81 EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CANERÍA 117 IS PESO 01058 ESpesonentelCcU E 0.053 Larao del omdimitd.. os 300nooeeBacococonzoos 0.15 ILamaro Mil del! caños. ooo BO o o yea boe 1.1) La colada de mezcla hidráulica pesaba 355 kilogramos distribuida lel siguiente modo : Kilogramos (CETASO 1. a/qa co-a o plo oia oe OUNAE oo o oe 0 OBIOI O 118 ¿MRODE) OIE! 0000000 05b00 8 do a Sica 23 lo que equivale decir que el peso total del caño resultaba ser : Kilogramos Rombo voce. sos a 25 COI e aa ae AAA. o 0.000.001 OIE 355 DOI na sr AO 380 sobre un largo total de 1*19 lo que equivale á kilogramos 316 por metro lineal. A las 24 horas de efectuada la colada, fue sacado el mol- dle y cubierto el caño con arpillera que se mantuvo constantemente humedecida durante 30 días, facilitando así el fragiie lento de la mezcla. El costo de este caño resultó ser : Pesos 25 kilogramos de alambre negro número 4, ápesos 0,20... 5.00 118 = CARGAO pomlemabossoossor ¿00200000 5.50 237, = ANA 0.95 Manorde obra le ae 5.00 COSA ses oia 16.45 Como el largo útil del caño era de metros 1”19, resultaba que : El costo por metro líneal era de pesos 13.70. Como el objeto de estos ensayos era experimentar la resistencia de los caños como conductos de desagiie, reemplazando alcantarillas de madera ó mampostería en la vía pública, era natural que la prueba se hiciera dando especial importancia al caso de tener que sufrir una fuerte presión de afuera para adentro, motivada por ejemplo por el paso de un vehículo pesado sobre un caño defendido por una capa de tierra muy delgada. En este sentido, la prueba se dividió en dos partes y tuvo lugar el día 14 de enero de 1901. Primera prueba.—Se hizo una excavación en tierra resistente en forma de que el caño colocado en ella, sobresaliera 10 centímetros 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA del nivel del suelo. Se colocó encima de él una capa de tierra vegetal de 0%035 metros de espesor, bien apisonada, y sobre ella se tendió una vía Decauville, normalmente al caño. Sobre ésta vía se colocó una Zorra Chata que tenía un entarimado de madera y sobre este se colocaron 1240 ladrillos de Campana, gran tamaño, bien mojados. El peso que dicha carga gravitaba sobre el caño era como sigue : Kilogramos Peso de la vía y zorra Decauville.......... 258 EcsoidelMen a 30 eo ade los leamos. .coooopososoavososoes 4.433 To A e o A 4.721 Este peso, se hizo rodar repetidas veces sobre el caño, dejando además que gravitara sobre él, durante 10 minutos, en varios imter- valos de tiempo repitiendo la operación y exagerando las condicio- nes desfavorables de trabajo y observando continuamente un pe- queño aparato colocado interiormente en el caño destinado á marcar la flexión que pudiera sufrir, aparato cuya sensibilidad para el caso no podía ser mayor. Pues bien, el resultado después de 2 horas fué como sigue : 4) No se notaron grietaduras ni deterioro alguno. b) No se acusó flexión alguna, ni permanente ni elástica. c) Los dos rails de la vía estaban en inmediato contacto con el ca- ño, de tal modo que la carga se transmitía casi, puede decirse, sobre dos líneas de puntos de aplicación, de un largo igual al ancho de la Zapata del riel, ancho que no alcanzaba á 4 centímetros. Segunda prueba.—Yl mismo caño, fué descargado del peso que gra- vitaba sobre él, disponiéndose la vía Decauville en forma que uno de los rieles coincidiera en todo el largo con una generatriz del caño, pero tan solo en todo el largo del cuerpo de aquél. La disposición de la vía debido á. una fuerte declinación transversal que se le dió, per- mitía transportar sobre el caño, la mayor parte de la carga que se hizo eravitar sobre el trozo de vía Decauville. Esta carga fué idéntica á la usada en la primera prueba, es decir, de 4721 kilogramos que debía estar repartida por partes iguales so- bre cada riel, de tal manera que la carga que venía á gravitar sobre la directriz del caño era como mínimunm de 2360 kilogramos por me- tro líneal. Pero debido á la sobreelevación del nivel exterior del 'año, el peso real que gravitaba sobre el caño no bajaría de 3000 ki- logramos es decir, 2700 kilogramos por metro lineal. EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CANERÍA 119 Haciendo rodar esa carga, adelante y atrás, dejándola estacionaria durante 10 minutos, por intervalos variables durante una hora y me- dia, el resultado fué como sigue : a) Se notó una flexión de 3 milímetros estando cargado, flexión que desaparecía á cada cesación de carga. b) Descargado definitivamente el caño, resultó que la flexión indi- cada desapareció, comprobándose, ser una deformación elástica. ec) Después de esta segunda prueba y como consecuencia de los dos ensayos, el caño no sufrió pérdida de peso; no sufrió alteración de su forma cilíndrica ni interior ni exteriormente, no acusó grieta ni falladura alguna. Prueba de presión interior.—Deseando constatar las condiciones de resistencia de los caños de cemento armado á la presión interior, se han sometido á la sección de una bomba de presión, de las usadas para probar calderas de vapor, después de cerrar herméticamente sus dos bocas. Se han sometido á esta experiencia dos tipos de caños, hechos por el mismo estilo. Uno de ellos tenía las dimensiones indicadas, el otro con un diámetro interior de 0"40 metros en vez de 075 metros pero teniendo las demás dimensiones del anterior. La armadura estaba hecha en la misma forma que antes pero con alambre más delgado. Los materiales que entraban en este tipo de caño eran los si- guientes : Kilogramos INMENSO , > dd a:o so IA 8 COMA eos o lá dico de a 95 ATEN ANO A E 180 Pesomto ral 283 sobre 1*25 útiles, ó sea kilogramos 226 por cada metro lineal. Como se ve, este caño ofrecía sobre el anterior las siguientes dife- rencias á su favor : Tenía un largo útil de 125 en vez de 1"19 metros. Tenía un espesor de 0035 en vez de 0053. Tenía un diámetro interior de 075 en vez de 069. Tenía una sección útil de metros cuadrados 04417 en vez de 03740. Su costo resultó ser como sigue : Pesos Arena oe ar A 0.90 COMO A 4.715 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Armadura de La a 1.60 MAA 4.35 CRA TA ElmoldOs...opooocovoororocoone 0.04 Costo toca inc 11.64 ó sea por cada metro líneal útil pesos 9.32. Pues bien, sometido este-caño mucho menos resistente que el an- terior, á la acción creciente dada por una bomba á presión, resistió hasta indicar el manómetro 24 libras á cuya presión sufrió una grie- tadura apenas sensible. El caño de 0*40, de diámetro, sometido á un esfuerzo análogo re- sistió hasta las 18 y cuartas libras. Es indudable que en esta prueba el caño estuvo sometido á esfuer- zZ0s puramente de tracción. Luego, reforzando la armadura metálica, usando alambre número 4 como en el caño sometido á la prueba de presión exterior, no hubiera sido difícil obtener un caño que resistiera fácilmente las 50 libras de presión, muy superior á la que tienen que sufrir los caños maestros de la distribución de agua en la ciudad. Prueba de porosidad.—Era interesaute saber si un caño de cemento armado podría usarse para la conducción de agua potable sin peligro de contaminación de ésta por el paso de la cañería por terrenos im- pregnados de substancias en putrefacción y cargados de microbios patógenos. Para ello se tomó uno de los caños de 40 centímetros de diámetro interior y se cerró en uno de sus extremos herméticamen- te. Se introdujo agua de pozo semisurgente, se cerró la otra abertura llel caño, tan exactamente como fué posible y se introdujo el caño conteniendo el agua, en una fosa donde se reunían los orines y mate- rias fecales de los elefantes del Zoo. En esta forma fué dejado 21 días. Se dió intervención á la Oficina Química Municipal y al laborato- rio bacteriológico de la Asistencia Pública, para analizar previamente el agua del pozo semisurgente, al líquido exterior, luego los orines y demás y para analizar el agua contenida en el caño después de los 21 días de prueba. (Véase anexos al final). Resumiendo en un cuadro los resultados obtenidos por el doctor Badia, se tiene lo siguiente : EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERIA Agua del pozo Agua estancada exterior 121 Agua del pozo empleada (líquido cloacal) después de 21 días Resímo MO ao noednocoooos 0.786 14.580 1.044 Pérdida por calcinación.... 0.08é 9.172 0.104 Dureza en CaQO........... 0.123 3.560 0.311 AA 0 eran cantidad 0.0015 ido co 0.0015 0.025 0.0020 Alo MOD ooo. coauv ao. 0 rastros 0 Cl a 0.035 2.480 0.1763 Materias ogánicas ......... 0.0115 7.940 0.01025 Clasificación química ...... potable mala sospechosa Bacterias por cent”.... 1.252 1.579.750 5.290 Clasificación bacteriológica. mediocre muy mala mediocre El examen de este cuadro permite llegar á resultados que no pue- den ser más favorables para el cemento armado. La mayor diferencia está en la proporción del eloro y en la mayor dureza, tal vez por ha- berse disuelto sales contenidas en el cemento, antes que por haberse establecido comunicación entre el líquido interior y el exterior. A ello se debe la clasificación química de sospechosa á pesar de que el doc- tor Arata clasifica del mismo modo la nuestra que el doctor Badía considera potable. Llama la atención, sin embargo, este hecho notable : la cantidad de bacterias ha aumentado en una proporción insignificante á pesar de la enorme riqueza del líquido estancado. Tan insignificante que no se ha alterado la clasificación de mediocre, de la nuestra, bacteriolo- lógicamente. Podemos entonces sentar las siguientes conclusiones : 1* El caño no ha permitido la difusión entre el líquido interior y el exterior; 2* Si en lugar de estar estancada el agua del caño, fuera circulante, como ocurre en las cañerías maestras de las ciudades, es indudable que el agua no sufriría alteración alguna, cualquiera que fuese la na- turaleza del terreno cruzado. Si á esto se agrega que las uniones de los caños de cemento armado, debiendo hacerse con cemento, son más impermeables que cualquier unión metálica pues aquella forma cuerpo con el material del mientras que esta no, se comprenderá que no habrá peligro ninguno en reemplazar la cañería de fierro fundido, hoy en uso entre nosotros, por otra de cemento armado. cano, Nótese de paso, que los caños ensayados han sido hechos con colada natural, quiero decir, sin comprimir la mezcla dentro de los moldes» 122 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Imagínese ahora que esa colada se hiciera comprimiendo fuerte- mente, y se comprenderá que las condiciones de resistencia y de im- permeabilidad ha de aumentar simultáneamente, sin que por ello se aumente sensiblemente el costo de la mano de obra. Me parece que con lo expuesto, quedará establecida la bondad del cemento armado para los conductos de desagiie y para la conducción de agua potable, bajo el punto de vista técnico. Queda como último estudio á hacer el que se refiere al costo y también á este respecto vemos ya por el proyecto que motiva estas observaciones, que el empleo del cemento armado equivale á hacer una economía del 40 por ciento. Vamos á analizar el caso en cuestión para establecer los precios unitarios en cada tipo de conducto. Tengo entendido que el departamento de Obras Publicas de la Mu- nicipalidad ha proyectado conductos circulares de 110; 120; 1%50 y 150 de diámetro. Hechos en mampostería el menor espesor que se daría sería el del largo de un ladrillo de máquina, es decir, 22 milímetros La mezcla á emplear sería de cemento y arena oriental, en la proporción de 1 á 3, en volumen. Interiormente, el enlucido tendría un espesor de 15 milímetros, con mezcla de cemento y arena oriental, en la proporción de 1 á 1,50 en volumen. Valeulando esa mampostería á razón de pesos 30 el metro cúbico y el revoque á razón de pesos 1.50 el metro cuadrado, por supuesto, incluído en esos precios todo gasto por cimbras y apuntalamientos de la excavación, á parte del beneficio que corresponde al empresario que tome el trabajo, el precio de cada tipo por metro lineal, sería el siguiente : Conducto de diámetro Pesos WD e o o 006,0 000 OOO 44.00 EE lalo a ao US ARAS e 40.00 MD e pao sio 37.00 Mod aan irte 34.00 Construídos en cemento armado, se le daría un espesor de 70 milí- metros al conducto de 1%50 de diámetro y de 60 milímetros á los de- más. Las directrices y las generatrices serían de barras redondas de 6 milímetros de diámetro. La armadura pesaría desde 17 á 25 kilo- gramos más ó menos por metro lineal de conducto. Calculando el precio del hormigón á pesos 50 el metro cúbico y el EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CANERÍA 123 del fierro pesos 0.30 cada kilogramo y el enlucido interior pesos 1.50 cada metro cuadrado el precio de cada metro lineal de los diferentes tipos de conductos será el siguiente : Conducto de diámetro Pesos Do sa dao NE soja mo 35.00 WES o e 32.00 MN ta OO 30.00 O a a 25.00 Es sin duda aplicando estos precios unitarios ú otros muy aproxi- mados al cómputo de cada tipo agregando además el costo de las cá- maras, y el de la remoción y reposición del afirmado, que se alcanza á obtener los presupuestos de pesos 145.475,63 y 102.153,55 respec- tivamente á que alude el informe del Departamento. de Obras Pú- blicas Municipal. Con respecto al costo de conductos más chicos, ya he citado los fabricados por la Municipalidad en su taller improvisado, alcanzando á valer pesos 153.79 el metro lineal. Los que hace la Sección Construe- tores Militares en Campo de Mayo, de SO centímetros de diámetro, no le cuestan 8 pesos cada metro lineal, aunque cuenta con la liberación dle derechos de aduana por el material que introduce y. con un per- sonal de peones que le cuesta poco. Si se preguntara si ocurre la misma cosa tratándose de cañe- tías para la conducción de agua potable, una vez reconocida la posi- bilidad de obtener caños de cemento armado lo bastante resistentes ála presión que tiene habitualmente el agua en las cañerías distri- buidoras y reconocido el ningún peligro bajo el punto de vista higié- nico que aquéllos entrañarían, ereo inútil la necesidad de demostrar- lo, pero falta comprobar si su costo será muy inferior al de la cañería dle fierro fundido empleado actualmente, en forma de justificar plena- mente el reemplazo de estos por los de cemento armado. Hemos visto que el metro lineal de caño de 069 de diámetro 33 milímetros de espesor y armadura metálica pesando más ó me- nos 20 kilogramos por metro lineal costaba próximamente pesos 15.70 cada metro lineal, haciendo un caño. Haciendo en cantidad, importando el cemento y el alambre, seguramente costaría mucho menos. Ahora bien, un caño de fierro fundido de 0%69 de diá- metro interior, de 2 centímetros de espesor y 1 metro de largo pe- saría más ó menos 450 kilogramos. Calculando el precio de la fundi- ción, 12 centavos cada kilogramo incluyendo derechos de importas 124 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción y roturas, el precio por metro de caño sería de pesos 52.50. Admitamos para mayor abundamiento que el espesor de los caños de cemento armado deba ser mayor de 53 milímetros, que la armadu- ra metálica deba ser más reforzada, que siendo cada metro de caño de cemento de gran diámetro más pesado que el metro de caño de fierro fundido la mano de obra para la colocación sea más costosa y fijemos en consecuencia como precio por metro lineal de caño el de pesos 25 en vez de pesos 13.70. Se verá que la economía real que se obtendría sería de 26.50 cada metro lineal, economía del 50 por ciento, lo que equivale decir, que en vez de colocar 4 kilómetros de cañería se pueden colocar S con el mismo costo. A medida que los diámetros de las cañerías aumentan, el cemento armado va ofreciendo mayor ventaja sobre el fierro fundido Vicever- sa á medida que disminuyen los diámetros la ventaja disminuye has- ta ser negativa. Esto se explica por cuanto mientras para un diámetro de 15 centí- metros un caño de fierro fundido basta que tenga un espesor de 10 milímetros pesando 39 kilogramos por metro lineal un caño de ce- mento armado no podría ofrecer ese espesor, por razón del material de que está formado, y además la mano de obra en la fabricación de la armadura metálica es más costosa. El espesor mínimo que debe darse á un caño de cemento armado es el de 25 milímetros. Con este espesor, un metro de caño de 15 centímetros de diámetro interior pesaría, incluyendo el núcleo de alambre, aproximadamente 50 kilogramos. El costo del metro de caño de fierro fundido indicado sería de pesos 1.20 pues para diámetros pequeños en general se eleva el costo del Iilogramo de fundición. El costo del metro de caño de cemento arma- do de la misma sección sería de pesos 1.45. Esto demuestra que no habría ya ventaja en la sustitución, bajo el punto de vista económico. Para un diámetro interno de 20 centímetros el caño de fierro fundido pesaría por metro lineal 57 kilogramos y tendría un espesorde 11 mi- límetros, el caño de cemento armado tendría un espesor de 25 centí- metros y pesaría por metro lineal aproximadamente 60 kilogramos. El costo de cada metro sería de pesos 1.70 mientras que el costo de cada metro de caño de cemento armado no pasaría de pesos 1.60. Luego, desde un diámetro de 20 centimetros para adelante el ce- mento armado es mucho más económico para la fabricación de caños. conductores de agua potable. EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CANERÍA 125 Terminaremos este estudio sobre los caños de cemento armado, demostrando la ventaja que su empleo representa sobre los cajones de madera dura, para la construcción de alcantarillas y de caños de de- sagile. Recordemos que los nuevos caños de cemento armado ya en uso tienen un diámetro útil de 75 centímetros y su costo es de pesos 9.30 cada metro lineal. Un conducto de madera dura de igual sección, de- bería tener una sección cuadrada útil de 66 centímetros de lado. El espesor de las tablas es de cinco centímetros (dos pulgadas). Por cada metro lineal de caño entrará entonces 2%84 de madera dura de cinco centímetros de espesor, equivalente á 66 pies cuadrados de una pulgada. A razón de 18 centavos el pie cuadrado, la madera costaría pesos 10.50. : Agregando por mano de obra, clavos, refuerzos, etcétera, pesos 1.20 resulta que el metro lineal de conducto costaría pesos 12 moneda nacional contra pesos 9.30 que cuesta el de cemento armado, sin admitir por cierto comparación éste con aquél, pues su superioridad es manifiesta. Sin embargo, no debemos expresar que en todos los casos el cemento armado es menos oneroso que la mampostería común y que siempre puede producir una economía del 40 por ciento. Hay casos — los más numerosos — en que tal vez esa economía será tan sólo del 30 por ciento ó 20 por ciento; digamos de un 15 por ciento; pero teniendo presente lo elevado del costo de estas obras, un 15 por ciento repre- senta siempre una suma considerable. Es en previsión de estos hechos y de estas conclusiones que no debe extrañar el que nos llame la atención esta repudiación sistemá- tica del cemento armado, en la construcción de los desagiies generales dle la ciudad. Los distinguidos colegas que tienen á su cargo estas obras, conocen sin duda todo cuanto he expuesto, y en mi concepto, el no haberse resuelto aún por el cambio del sistema implatado por Bateman, cuando en verdad, el cemento armado apenas se conocía, se debe tan sólo al no habertomado todavía la resolución de hacerlo. Pues el hecho de que la canalización existente sea de mampostería, no es razón suíi- ciente para impedir la adopción de otro sistema. Todo se reducirá á intercalar entre unos y otros, cámaras de mampostería, tal como se hace en pequeño, enla canalización domiciliaria, cuando se debe ha- cer un conducto de fierro fundido á continuación de uno de material vidriado, Ó viceversa. 126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dado que así fuera, cabe hacer un voto: el de que no se demore más tiempo en adoptar el cemento armado, en estas obras, con posi- tiva economía para el erario. Ahora, si existen razones, que malgrado lo expuesto, importen demostrar la inconveniencia del sistema y su inaplicabilidad al caso, es de desear que desde esta misma tribuna se exterioricen y se en- treguen al estudio y á la crítica de los señores que se interesen por estas cosas. Y serán, seguramente, razones basadas en estudios serios, en observaciones continuadas y metódicas, abonadas por una larga experiencia y que puedan ponerse en discusión con los que creo haber dado en defensa del sistema. Porque, la máxima aristotélica del magister dixit ya ha hecho su época; —ya no hay pontífices en nada, y tan sólo el estudio conciente puede derribar hoy conclusiones tenidas por buenas hasta ayer. Es de desear, que en ese sentido se pronuncien los que combaten al cemento armado y si se demuestra lo contrario de lo que pienso, deberemos agradecerle el habernos dado la ocasión de salvar un error. Hasta entonces, nos quedará el derecho de decir, que no existen ra- zones que justifiquen la proseripción del cemento armado en esta clase de obras, y de lamentar el que ello traiga como consecuencia, hacer gastar en este caso á la Municipalidad, 43.000 pesos de más, en un presupuesto de 102.000. Buenos Aires, junio de 1905. DOMINGO SELVA, Ingeniero civil. EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CAÑERÍA 127 ANEXO I OFICINA QUÍMICA MUNICIPAL Buenos Aires, julio 2 de 1901. Muestra de agua proveniente del Jardín Zoológico « Interior », presentada por- el ingeniero Selva. Se ha procedido al análisis, obteniendo los siguientes resultados : Dureza total en grados hidrométricos franceses...... 12.00 En 1.000.000 partes. ¡Resícino 4 100% 002000 10bos 00 ooo oo o o ao ao ORIO 100.25000 Ig por clean: scaocooroo coo eee oovocoooroc oo ue 20.25000 Ad 0.24130 > O 0.00200 AS MC O 0.85825 co a E ds 6.72000 Óxido de DA li Sd 2.05371 ¿NOLÍEO: y 00 brooo yoaloa a o/o olaa oa aaa o 05 aaa 0.01600 Cid. 99d coo aa aa Ao ooo a bola RDA 19.17000 Permanganato potásico usado para oxidar la materia orgánica. 0.87861 Oxígeno consumido con el mismo objetO .....oooooooooo...... 0.22222 Clasificación : Sospechosa, por contener ácido nitroso. ANEXO II OFICINA QUÍMICA MUNICIPAL Buenos Aires, julio 2 de 1901. Muestra de agua proveniente del Jardín Zoológico « Exterior », presentada por el ingeniero Selva. Se ha procedido al análisis, obteniendo los siguientes resultados : Dureza total en grados hidrométricos franceses...... 28.08 En 1.000.000 partes RESTA O e 1312.00009 Périlada por cnlcinación: vosocroasocrocooBoorosoosconosooo 593.00000 ARTO MIO aa oo RMOO Eso eo ROA = A EA a A = AGO URAC. alternos ss alados ade 39.30785 Dio A o AS 1:06 AE IA 15.68000 Óxido de WARIO: +0 000000000000 copo PBBp ooo ooo ooo 8.46705 INIOMCAN o naaa at MN oo o O oo AU 4.00000 MD ano o coloco CARO 145.40000 Permanganato potásico usado para oxidar la materia orgánica. 578.82900 Oxígeno consumido con el mismo objeto .....0coooccoo..... 146.40000 Osio RámaEo y els. sou soovoorropodeor coros oovooao 45.00000 Nota. — Mezcla de agua, orina y materias fecales en putrefacción. P. N. Arata. 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ANEXO III OFICINA QUÍMICA MUNICIPAL Buenos Aires, julio 17 de 1901. Muestra de agua de pozo presentada el día 16 de julio de 1901, por el ingeniero Selva. Extraída después de 21 días de prueba. Se ha procedido al análisis, obteniendo los siguientes resultados : Dureza en grados hidrométricos franceses , temporaria... 3.25 permanente ... 2.00 En 1.000.000 partes REAL o aya lo AA ON - 103.10000 ESTAMPA CANA O 16.60000 E a o. o o aaa 0.24130 A a 0.00200 AO O ORAR doo aba ca aa alos 0.82392 oa loa ani aia ooo 3 oo ala alo al. 2. 94.000 2.26989 INN oo alas o o 00 OOO E o laa 0-01600 Cr A o a A NAN 19.88000 Permanganato potásico usado para oxidar la materia orgánica. 1.09267 Oxígeno consumido con el mismo objeto ....ooooocoooo.o o... 0.27636 Clasificación : Sospechosa. P. N. Arata. ANEXO IV LABORATORIO DE LA ASISTENCIA PÚBLICA Buenos Aires, agosto 2 de 1901. Objeto remitido : Agua estancada. Reacción francamente alcalina. En 1.000.000 partes RES UA I 14.580 Pérdida por calcinación................ 9.172 Dureza CIAO e 3.560 AMC gran cantidad [QO IMBCO cacoorosocoronaoococaren. 0.025 Alo MURIO co ados co ovorocdescoo oo rastros CN re 2.480 Materias Orgánicas .. ooo... 7.940 Clasificación : Mala. Análisis bacteriológico : Cuantitativo, 1.379.750 bacterias por centímetro cúbico. Clasificación : Muy mala. José Badía. EL CEMENTO ARMADO EN LA CONSTRUCCIÓN DE CANERÍA 129 ANEXO Y LABORATORIO DE LA ASISTENCIA PÚBLICA Buenos Aires, agosto 1% de 1901. Objeto remitido : Agua de pozo semisurgente. IRESIGMO MO sc 0 00000080000 0080BB0000 00 Pérdida por calcinación.......o.oo..... Dureza O rs AMONÍACO A So 0 106 Ardo Me .ococooodncsnoaeseas cono Acido miro... oocoocoorcoconeeoossen: Clasificación : Potable. En 1.000.000 partes 0.786 0.084 0.123 0 0.0015 0 0.035 0.0115 Análisis bacteriológico : Cuantitativo, 1.252 bacterias por centímetro cúbico. y E) Clasificación : Mediocre. ANEXO VI José Badía. LABORATORIO DE LA ASISTENCIA PÚBLICA Buenos Aires, agosto 12 de 1901. Objeto remitido : Agua de pozo semisurgente. Su análisis después de 21 días. IESO TND .csosensoscobosoapnodec aa Pérdida por calcinación............... Da Cd) a. 090000050 BOo 0.0.0.0. Clasificación : Sospechosa. En 1.000.000 partes 1.044 104 311 0015 -0020 ¡SHORSMNO) no contiene 0.1763 0.01025 Análisis bacteriológico : Cuantitativo, 5.290 bacterias por centímetro cúbico. Clasificación : Mediocre. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. José Badía. NUESTRAS INSTALACIONES HIDROELÉCTRICAS He tenido oportunidad de leer últimamente, en dos revistas cientí- ficas que se publican en esta capital, artículos en que tratando de instalaciones hidroeléctricas, se hacen figurar entre las naciones que poseen instalaciones de esta naturaleza, al Brasil con 800 HP, á Sud de Africa con 2100 HP, y al Japón con 3450 HP, y me ha extrañado el no ver figurar á la República Argentina, que debía estarlo por lo menos con 3500 HP, que es la potencia de la usina de la empresa de «Luz y Fuerza» de Córdoba. Es muy común ver publicarse entre nosotros, cuadros comparati- vos de estadística sobre distintos temas, en los que nuestra república «brilla por su ausencia » cuando debería ocupar puestos preferidos. Es que conocemos lo que hay en todas partes menos en nuestra pro- pia casa. Esta es la razón por la que he creído útil hacer conocer la instala- ción más importante de aprovechamiento de fuerza hidráulica exis- tente eu el país, que es la que utiliza una gran diferencia de nivel en el río Primero, provincia de Córdoba, á 34 kilómetros de la capital, en el punto denominado Casa Bamba. En este punto el río describe una curva de 3,5 kilómetros de des- arrollo, formando una garganta entre A y B (fig.) los que quedan separados por una distancia de 200 metros y entre los que existe una diferencia de nivel de 34 metros. El agua que recorre esta parte del río es lá que sale del dique San Roque, el cual debe suministrar 8 metros cúbicos por segundo para riego y consumo, caudal que es utilizado en Casa Bamba para produ- cir 3500 HP. Debo advertir que antes de llegar á esta usina el agua ha sido NUESTRAS INSTALACIONES HIDROELÉCTRICAS 131 aprovechada como fuerza motriz en una fábrica de carburo de calcio existente entre el dique San Roque y Casa Bamba y que entre ésta y la ciudad hay otro dique llamado « Mal Paso » que es de donde salen los dos canales principales de riego. En el punto A (fig.) con el objeto de elevar más el nivel del agua se ha construído una represa de 2 metros de altura y para conducir el agua á B, que es donde se halla la usina, se ha perforado un tunel de 86 metros de largo y de 350 de diámetro, que termina en una especie de tanque de Ñ mampostería de las siguientes dimensiones : 10<5>x>5 metros; es de este tanque que parten los dos caños que trabajan actualmente, habiéndose dejado. lugar para colocar un ter- cero en el caso de un futuro ensanche. Estos caños construídos de chapas de ace- ro, tienen 2*30 de diámetro y están coloca- y dos con una fuerte pendiente existiendo entre sus dos extremos una diferencia de nivel de 34 metros. Cada caño termina en un receiber horizontal formando T con ellos, de los cuales uno alimenta dos turbinas de 1000 HP cada una y otra chica de 30 HP, y el otro tres de 500 HP cada uno y dos pequeñas de 20 HP. En el primer grupo, cada turbina acciona directamente un alter- nador de 600 kilowatios de corriente trifásica á 700 voltios con 400 revoluciones por minuto; tienen 18 polos y son de inducido fijo. La turbina de 30 HP acciona un dinamo á corriente continua de 125 voltios y 220 amperes, con 1050 revoluciones por minuto que es usada para la excitación. En el segundo grupo, cada turbina acciona un alternador de 350 kilowatios de corriente trifásica y á 700 voltios como las anteriores, y) (> dando 600 vueltas por minuto, tienen 12 polos y son de inducido móvil. Las 2 tubirnas de 20 HP accionan cada una un dinamo de 140 amperes y 125 voltios con 1100 revoluciones. Las turbinas que son de eje horizontal, se regulan con reguladores hidráulicos, los que por medio de una transmisión reciben el movi- miento del eje de la turbina en un regulador centrífugo á bolas el que á su vez acciona una válvula cilíndrica sin recubrimientos que abre la entrada de agua á uno ú otro lado de un pistón hidráulico, el que por medio de una cremallera y un tren de engranajes regula la en- trada de agua á la turbina. 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Cada juego de máquinas tiene “su cuadro de distribución corres- pondiente desde donde se envía la corriente á los bancos de trans- formadores, para elevar el voltaje de 700 4 10850 voltios para lo cual hay 10 transformadores de 155 kilowatios y 7 de 200 kilowatios. La corriente á alta tensión se conduce hasta la « Estación Rebaja » situada en los suburbios de Córdoba y que dista 32 kilómetros de Casa Bamba, por medio de dos líneas aéreas independientes, una de 6 hilos y otra de 3 colocados en dos filas de postes de madera dis- tante de 20 metros una de otra. Los cables son desnudos y colocados sobre aisladores de porcelana ó de vidrio indiferentemente, habiendo dado mal resultado estos úl- timos por ser muy frágiles. La línea de 3 hilos es llevada directamente á una fábrica de car- buro de calcio, donde la corriente es transformada á pequeño voltaje para ser utilizada en los hornos. A la < Estación Rebaja » llega la corriente primaria á 10.000 volts y después de haber pasado por un cuarto aislado donde se hallan los pararrayos, entra á los transformadores donde se baja la tensión á 2080 volts con 9 de estos de 155 kilowatios cada uno. A esta tensión es llevada la corriente á las subestaciones situadas en distintos pun- tos de la ciudad, para ser nuevamente rebajada á 115 voltios y de donde parten los cables alimentadores para luz y fuerza. EVARISTO V. MORENO. CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CONICAS CARACTERISTICAS DE LA GEOMETRÍA DEL TRIÁNGULO POR EL INGENIERO P. DE LEPINEY Inspector de Enseñanza Secundaria Entre los descubrimientos matemáticos que surgieron en la segun- da mitad del siglo pasado, figuran en primera línea, por su carácter atrayente y fecundo á la vez, aquéllos cuya reunión sistemática cons- tituye la moderna Geometría del Triángulo. Para dar una idea de la importancia de las teorías que brotan dia- riamente de esta nueva rama, bástenos decir que les está dedicada una parte considerable de Mathesis, Nowvelles Annales de Mathémati- ques, Journal de Mathématiques spéciales, y en general de todas las grandes revistas de matemáticas. Numerosas son las memorias sobre Geometría del Triángulo presentadas anualmente á la Association Francaise pour ll Avancement des Sciences, á la Academia de Bélgica y á las principales associaciones científicas de Francia, Inelaterra, Alemania, Italia, etc. Muchos de los matemáticos que firman trabajos de esta índole son profesores é ingenieros de fama universal, como Lemoine, Neuberg, Laisant, VOcagne, Tucker, Schoute, Lonechamps, Cesaro, etc. El presente estudio no es más que un grano de arena que viene á añadirse á este inmenso edificio, pero creemos que no parecerá ente- 'amente desprovisto de interés, porque las propiedades á que nos ha conducido, establecen nuevos vínculos entre los elementos caracte- rísticos del triángulo: puntos y rectas notables, cónicas circunseri- tas é inscritas de Kiepert, Steiner, Brocard, Jerabek, etc. Siéndonos imposible recordar aquí las definiciones y fórmulas de- masiado numerosas que se emplean en la Geometría del Triángulo, rogamos al lector que no estuviera familiarizado con ellas se sirva 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA consultar los apéndices de la Geometría de Rouché y Comberousse, y el Inventaire de la Géométrie du Triangle publicado por Vigarié en Association Francaise pour Y Avancement des Sciences (1887). CÓNICAS CIRCUNSCRITAS LEMA Ll. — Sea D (t,, Y, 2,) un punto fijo (punto director) en el plano de un triángulo ABC; ÁA uma recta fija (fundamental) sobre la cual se toman los puntos A,, B,, O,, pertenecientes respectivamente á AD, BD, CD; P un punto variable; A, la intersección de PA, con BO; B, la de PB, con AC; O, la de PO, con AB. Si A,B,O, están en línea recta, P. recorre una cónica y circunserita á ABC. Sea du +ey +f=0 y —Mm=0 2 nu == 0 x—py=0 las ecuaciones de la fundamental y de AD, BD, CD. Si Aw + By + 02 =0 es la de PA, se tendrá : 0 — 1 mM A B OC |=A(f + me) — mdB — dO = 0. d e 7d Por consiguiente, haciendo P = (0, yo 20) A, = (0, Ya) Za), B, = (2, 0, 2b), ete. 0 0 Ya La a y' 2" |=Yalde +(f+ mejo" Ázal(FHme)y" + mdx"|=0. Fime —md —d A Análogamente : ay ney' + (d + 09f)2"] —el(d + 9f)2" + ey] =0 (e + pd)y' + fe] + yelle + pde" + pfe"] =0. Como, por otra parte — Te CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 135 0 Ya La Xb 0 2h |= 0 Le Ve 0 la ecuación del lugar de P será : 0 (F + mejy + mdx do + (F + mejz (4 98) + ey 0 ney — (d + nfjz | =0 (e + pd) + pfz (e + pdly + fz 0 ó desarrollando : y= [de + (f + mejz] [((d +1nf)x + ey] (e + pd)y +2) + [mdx + (f + me)y] [(4 +18): + ney] (e + pdjx + pfe] =0. Esta ecuación es de tercer grado, pero es de observarse que todo punto de la fundamental debe pertenecer forzosamente al lugar y, que se compondrá, pues, de una recta y una cónica circunscrita (por- que 4 = 0 cuando dos de las variables x, y, 2 = 0). Estos resultados han sido obtenidos, en el supuesto de que las rectas AA,, BB,, CO, tienen direcciones fijas, pero sin sujetarlas á pasar todas por un mismo punto D. Cuando esta última condición se realiza, map = 1, y la ecuación simplificada de 1, en función de las coordenadas de D, toma la forma : (va )= (y, + dayaya, + (fa + eyje ya + de, + Soya =0 (0) Caso en que se toma la recta del infinito como fundamental : (uD)= (dy, + ax,Juyz, + (cz, + dy, Ju yz + ax, + c2,)ay,2 =0. (2) Las coordenadas del centro de la cónica son de la forma les dy, + cz, Es d luego : TEOREMA I. — Cuando A= w, el centro de y es el complementario de su director. La ecuación (1) puede ponerse también bajo la forma E + Ey A 1 Y, que demuestra que si se toma como nuevo director al polo trilineal 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA / 1 , a e de A, (a DN para obtener siempre la misma cónica, sera necesa- a e / rio que la nueva fundamental sea DY Ly a 1) dl es decir la polar trilineal del primer director; luego : TEOREMA IL. — Si una cónica y es engendrada por un director D y una fundamental A, lo será también por el polo trilineal de A en combi- nación con la polar trilineal de D. En particular : TEOREMA III. — Si una cónica y es engendrada por un director D y la fundamental vw, lo será también por el baricentro del triángulo ins- crito en combinación con la polar de D. Damos sin demostración la propiedad siguiente, que se comprobará facilmente : TEOREMA IV. — El director D de una cónica y, el polo trilineal 1 , : neal (a de la fundamental correspondiente y el centro O de y, d : da) están en línea recta. / Yi e ar Las coordenadas de la intersección de esta recta con la fundamen- tal son de la forma a 5 fe, = 2dx, 5 d Por consiguiente si llamamos G y H las coordenadas del centro y del director de 1, las correspondientes de la intersección de DO con A serán de la forma G — 2H y las del polo de A (E Por consiguiente : TEOREMA. V. — Lau recta centro-director y la fundamental se cortan en un punto que forma, con el centro, el director y el polo trilineal de la Fundamental, una razón anarmónica constante, uno de cuyos valores es — 2, cualquiera que sea la cónica y considerada. En la ecuación (1) e, y, 2 son permutables con x,, Y,, 2, Por consi- guiente : > Se POS D ES TEOREMA VI. — Si una cónica (o A ) Pasa por un punto P, la cónica LEA SN » (Y) pasará por D. CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 137 La inversa triangular de la cónica (1) es la recta A Da) a MEE 7 A $2, + ey,)2 ¡Y == 0. Si tres rectas 3 relativas á la misma fundamental y á tres directores (4,21), (2,Y,23), (8,Y,2,) pasan por un punto, se comprueba fácilmente que : Al 1 Ly UN 21 2 | =0 Y, Ya Za 1 Al 1 La Ya E es decir que los inversos de los directores están en línea recta. En otros términos : TEOREMA VII. — Para una misma fundamental, si una serie de cónicas Y pasan por un punto () (distinto de A, B y O) sus directores están sobre una misma cónica circunscrita. Y, en virtud del teorema VI, esta cónica debe ser (0) Si en el caso del teorema precedente, Á= w, el centro de y) reco- rrerá la cónica complementaria de (10), y se tendrá el teorema cono- cido : ? El lugar de los centros de las cónicas que pasan por cuatro puntos dados es ana cónica. Como esta cónica pasa por los puntos medios de los lados de ABOG, es evidente que pasará también por los puntos medios de QA, QB, QU. De esto resulta immediatamente que : Los puntos medios de los lados de un cuadrángulo completo pertene- cen 4 una misma cónica. Damos sin otra demostración este otro teorema cuya comprobación no ofrece dificultad. TEOREMA VIIL. — Para un mismo director, si una serie de cónicas Y pasan por un punto Q, sus fundamentales pasan todas por un nvismo- punto Q'. Si una de las cónicas del haz es (uD), Q' pasa al infinito. En otros términos : h TEOREMA IX. — Si el director esta situado sobre (9), todas las cónicas circunseritas 4 ABOQ tienen fundamentales paralelas entre sí. Podemos aplicar estos principios á las cónicas notables que han 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sido objeto de estudios más numerosos en la Geometría del triángulo. Haciendo D = H (ortocentro) obtendremos la cónica cuyo centro es el complementario de H, ó sea el círeulo cireunscrito, lo cual está de acuerdo con el teorema de Simson. Para D = G (baricentro) el centro O coincide también con G. La cónica (YG) será, pues, la primera elipse de Steiner $. Por consiguiente : TEOREMA X. — Si de un punto cualquiera de la primera elipse de Steiner se trazan paralelas á las medianas del triángulo fundamental, y As, Bj, O, son las intersecciones de éstas con los lados correspondientes de dicho triángulo, A,, B,, O, estarán en línea recta. Para D = R, punto de Steiner = ete., la ecuación (2) da: a(b? — e, (UR) = Y abay(a? — 1?) = P, hipérbola de Kiepert. Luego : TEOREMA XI. — Si de un punto cualquiera de la hipérbola de Kie- pert se trazan paralelas á los lados del triángulo de Brocard, y A,, B,, B, son las intersecciones de estas con los lados correspondientes del triángulo fundamental, A, B,, O, estarán en línea recta. Queda demostrada también esta otra propiedad ya conocida : El centro de l' es el complementario de R. Las hipérbolas equiláteras circunscritas á ABO, pasan todas por H, como es sabido. Por consiguiente, (para A = 0) TEOREMA. XII. — La circunferencia ABC es el lugar de los direc- tores de todas las hipérbolas equiláteras circunscritas. Aplicando el teorema I, se ve inmediatamente que : Los centros de las hipérbolas equiláteras circunseritas están sobre la circunferencia de los nueve puntos, por ser esta la complementaria de la circunferencia ABC. (Proposición ya conocida). ' Los teoremas VI y X combinados prueban que los directores de las «cónicas cireunscritas que pasan por G están sobre la elipse $, y como la complementaria de esta es la segunda elipse de Steiner $ ', resulta que: TEOREMA XIII. — La segunda elipse de Steiner es el lugar de los centros de las cónicas circunseritas que pasan por G. Pero la hipérbola ' es equilátera y pasa por G. Luego su centro está á la vez sobre $ ' y sobre el círculo de los nueve puntos. Haciendo D = I, centro del círculo inscrito, se obtiene eo 1) > (y) = 3 — E = 0 0 CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 139 5 1 1 NS esta cónica pasa por el punto ——— y por T = ————* Este últi- b=c a”(b — c) mo, cuyo inverso pertenece indudablemente á la recta de Lemoine dh AS . , z > Y -—=0, tiene cierta importancia. En efecto : a b= Esta curva pasa por a AGUYO inverso es el polo trilineal E, PEA «le la tangente al círculo de Eulero trazada por la intersección de $ = . de Sm ER E con P. En efecto la ecuación de esta tangente es Y «ax => 0 pes (Lemoine, Association Frangaise, 1900). La misma curva pasa también a h S y por R'= (5) uyo inverso es el recíproco R, de R. Por consi- guiente (YK) es la inversa de la recta E,K,. Haciendo D = K, recíproco de K:: Esta curva pasa por R; por consiguiente P' debe pasar por K,, como es fácil comprobarlo. (yR*) = hipérbola de Jerabek, cuya inversa es la recta de Eulero y «(ue pasa por O, H y K. En efecto hemos visto ya que (1K) pasa por 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA R', por consiguiente (1R') debe pasar por K. Para que (YR') pase ) S , E 1 , por H es necesario que R* pertenezca á la circunferencia ABO (teo- rema XII); en este caso R, pertenecería á la recta del infinito; y esta última propiedad es evidente, puesto que R pertenece á la elipse de Steiner, recíproca de la recta del infinito. Haciendo D = >, punto de Gergonne del círculo inscrito : ON a o (Y) 2w0y = 0 inversa de la polar trilineal de I. Esta cónica pasa por el punto 1 BN, : l 5) que pertenece también á (41), como hemos visto. Este punto D)=0 : que llamaremos L está situado sobre el círculo ABO, es decir que pertenece á la vez á (1BD, (11) y (wr). Por consiguiente (YE) = hipérbola equilátera que pasa por 1 y y. Se puede observar que la polar trilineal de L Y (b— c0jx pasa por I y por K. Haciendo D = y, punto de Nagel : (Uy) = Y O 2% 0. X Esta cónica pasa por L. Luego » pertenece á (4L). Como (vL) es la inversa de Ol, se ve que esta recta pasa por los. inversos de > y y. ñ be : POZA RAE al 07 tersección de la hipérbola P' con la circunferencia ABO, la cónica resultante (YN) deberá pasar por R y H. En efecto, la ecuación (2) da Haciendo D = N, punto de Tartry, para este caso : (YN) = E — [(a? — 09 + cra? — d?) + (a? — e?) -|- da? — c*)] =0. Si se modifican estos resultados aplicando el teorema III, se ob- tendrá una serie numerosa de propiedades interesantes. Indicaremos solamente algunas : La polar trilineal de R* es el diámetro OK de Brocard cuya ecua- ción es: b?— e? Y —— e =0. QU CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 141 Por consiguiente: TEOREMA XIV. — Si se une un punto cualquiera de la hipérbola de Jerabek con las intersecciones de las medianas con el didmetro de Bro- card, las rectas así obtenidas determinan sobre los lados correspondientes del triángulo fundamental, tres puntos en línea recta. Para la hipérbola equilátera que pasa por L, y, y, se obtendrá una proposición análoga á la anterior, reemplazando el diámetro de Bro- card por la recta KI, polar de L. La polar de K, es la recta de Longchamps Y «xr = 0. Por consi- guiente si se toma G como director de (YK,), la fundamental corres- pondiente será la recta de Longchamps, y en particular : TEOREMA XV. — Ñi se une el punto de Steiner con las intersecciones de las medianas con la recta de Longchamps, las rectas así obtenidas de- terminan sobre los lados del triángulo fundamental tres puntos en línea recta. Cuando se hace D = IL, se obtiene como fundamentales de (w1I) recta del infinito (Uy) polar trilineal de I (1H) XY(0+e— ax, paralela á esta última. y se sabe que (4D), (Uy), (1H) pasan por L. Por consiguiente, en virtud del teorema IX, I debe estar sobre (1L), y precisamente esta propie- dad es evidente. Sabemos, además, que (4») pasa por L; luego la fun- damental de esta cónica que corresponde á I será paralela á la polar trilineal de L. Cuando D = K, para: (YE) A=:0 (1H) A = recta de Lemoine Por consiguiente, si J es un punto cualquiera de la hipérbola de Je- rabek, para D = K, se tendrá : (y) A = paralela á la recta de Lemoine y esto sucederá en particular para (YO). Sería fácil multiplicar estos ejemplos, pero para mayor brevedad, nos limitaremos á traducir las propiedades más importantes expresa- das por las fórmulas anteriores : TEOREMA XVI. — Si A,, B,, O, son las intersecciones de las sime- «dianas con la recta de Lemoine y P un punto cualquiera de la circunfe- rencia ABC, las rectas PA,, PB,, PO, determinan sobre los lados co- 142 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rrespondientes del triángulo fundamental tres puntos en línea recta. TEOREMA XVII. — Sim es la recta que pasa por los pies de las bi- sectrices externas, A,, B,, O, sus intersecciones con las bisectrices internas y P un punto cualquiera de (by) inversa de m ó, si se quiere, de la conica circuscrita 4 ABC é inscrita en el triángulo formado por los centros de los córculos exinscritos; PA,, PB,, PO, determinan sobre los lados del triángulo ABO tres puntos en línea recta. Recordando que la cónica que toca los lados de un triángulo en los pies de las alturas tiene su centro en el punto de Lemoine, se deduce que: TEOREMA XVIII. — El complementario del punto de (rergonne es el. punto de Lemoine del triángulo formado por los centros de los córculos eximseritos. Del teorema III se deduce que, para D = G-: 1H) da A = eje órtico yK) da A = recta de Lemoine ( ( (UR) da A = GK (UL) da A = IK. Por consiguiente : TEOREMA XIX. — Si A,, B,, C, son las intersecciones de las media- nas con el eje ortico, y P un punto cualquiera de la circunferencia cir- cunscrita, PA,, PB,, PO, determinan sobre los lados de ABC tres pun- tos en línea recta. Hay otra cónica circunscrita interesante. Es la que pasa por G y K;es: siendo R” el recíproco del inverso de R. Este punto R” pertenece á (vK) y á la elipse de Steiner. Cuando D = R, para: (y4R") A=Xa(0?* — c*) x= 0, inversa de (YK) = E,R,. La inversa de (4R”) es la polar trilineal de R. * La fundamental de (YK,) relativa á R pasa por R”. TEOREMA XX. — Las direcciones AD y BC son conjugadas en la cónica (uD). de En efecto, la recta complementaria de AD, que es paralela á ésta, pasa por el centro de (uD) y por el punto medio de BC. CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 143 II CÓNICAS INSCRITAS LEMA IL. — Sea 3 una recta fija (recta directora) en el plano de un triángulo ABC; E un punto fijo (punto fundamental), desde el cual se proyectan las intersecciones de 2 con los lados de ABO. Una recta varia- ble p corta á estos vectores en A,B,C,; si dichos puntos umidos respecti- vamente con A, B y O, dán rectas concurrentes, p envuelve una cónica inscrita. Este lema podría admitirse sin demostración, por ser correlativo del primero, sin embargo conviene establecerlo analíticamente en vista de las consecuencias que pondrán de manifiesto las ecuaciones así obtenidas. Sea (1'y'2") el punto fundamental y : ar+by+cz=0 la recta directora; A,B,C, las intersecciones de esta con los lados de ABO; las ecuaciones de FA,, FB,, FO, serán : ajb'crx+by+, ==, +, la ecua- da de” dy ción puntual buscada será: 1 : DE =1() xa (0'y +c 2) +b'y (ax +c'2)—c'2 (a 2 +bb'y') Esta forma es complicada, pero equivale á esta otra más sencilla : A“a? + By? + 0% — 2B0Oyz2 — 2ACx2 — 2ABxy =0 (8) Ballvé, Horacio Carvalho José Cárlos......-. A AS eN —Lafone Quevedo, Samuel A... Lillo Miguelo nd Abella, Juan. Acevedo Ramos, R. de. Adamoli, Pedro A. Adano, Manuel. Ader. Enrique A. Aguirre, Eduardo. - Albarracín, Alberto J. Alberdi, Urancisco N. Albert, Francisco. Almanza, Felipe 6. Alric, Francisco. Alvarez, Fernando. Anasagasti, Horacio Ambrosetti, Juan B. Amoretti, Alejandro, Arata, Pedro N. Araya, Agustín. Artaza, Evaristo. Arigós, Máximo. Arrivillaga, Marcelino. Arce, Manuel J.. Arce, Santiago. Arditi, Horacio. Arroyo, Franklin. Aubone, Carlos. Aubone, Sixto. Avila Méndez, Delfin. Avila, Alberto Ayerza, Rómulo Aztiria, Ignacio. -Aztis, Julio M. Bahia, Manuel B. -— Baliña, Manuel R. -Bancalari, Juan. Bancalari, Enrique A. Barabino, Santiago E. Barbará Adolfo. Barilari, Mariano S Barzi. Federico. E Aguilar, Rate cres - Ameghino, Florentino......- ¿ -Arechavaleta, José ...c.-.... ; Arteaga Rodolfo de... -... Ave-Lallemant, German Brackebusch, Dale SOCIOS HONORARIOS Dr. Estanislao $. OS Mexico. La Plata. Montevideo. Montevideo. Mendoza. Córdoba. l. de Año N tio Janeiro. "Mendoza. New York. Catamarca. Tucuman. Luigi, Euis....-..- Morandi, Luis Nordenskjiold, Otto.. Paterno, Manuel..... Patron, Pablo....... Porter, Carlos E..... Reid, Walter F... .. Scalabrini, Pedro.... Spegazzini, Carlos... Tobar, Carlos R...... Villareal, Federico... SOCIOS ACTIVOS Battilana, Pedro. Battilana, Alfredo. Baudrix, Manuel €. Bazan, Pedro. Berro Madero, Carlos. Bimbi, José. Bell, Carlos H. Besio Moreno, Nicolás. Biraben, Federico. Bosch, Benito S. Bosch. Eliseo P. Bosch, Aureliano R. Bonanni, Cayetano. Borus, Adrián. Bosque y Reyes, F. Braué, Eugenio. Brian, Santiago. Brindani, Medardo Buschiazzo, Juan A. 'Buschiazzo, Juan C. Bustamante, José L. Caimi, Ramon. Candiani, Emilio Cálcena Augusto. Cáceres, Dionisio, | Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, Juan M, Camus, Nicolás. Caminos, Zacarías. Candioti, Marcial R. Canale, Humberto. Carvalho, Antonio J. Cano, Roberto. Canton, Lorenzo. Carranza, Marcelo. Carabelli, MG: Cardoso, Ramón. Carmann, Ernesto. Carossino, Jacinto F. Carrizo Rueda, Alvaro. Castellanos, Cárlos T. Castro, Viceute. Claypole, Jorge. Cerri, César. Cerdeña, Fernando. Cilley, Luis P. Chanourdie, Enrique. Chapiroff, Nicolás de. Chiocci, Icilio. Chueca, Tomás A. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock, Guillermo. Collet, Carlos. Coni, Alberto M. Coria, Valentin E. Cornejo, Nolasco F. Corvalán Manuel S. Coronel, Policarpo. Courtois, U. Cremona, Andrés Y Cremona, Víctor. Cuarzo, Miguel. Curutchet, Luis. Curutchet, Pedro. Damianovich, E. A. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. Dates, Germán. Díaz de Vivar, M. Dobranich, Jorge W Dominico, Guillerr mo Dominguez, Juan A. Dorado, Enrique. Debenedetti, José. De Diego, Alberto. Delgado, Fausto. Douce, Raimundo. Dr. de J. L Kyle. — Ing. Luis A. Huergo (padre).— Ing. J. Mendizábal Tamborrel SOCIOS CORRESPONDIENTES Géneva. Villa Colon JE /' Upsala (S.) Palermo (1t.). Lima. Valparaiso. Lóndres Corrientes. La Plata. Doyle, Juan. pl Dubois, Alfredo F. Duhau, Luis. Duncan, Cárlos D. Dúrrieu, Mauricio. Durelli, Amilcar. Echagiie, Carlos. Eppens, Gustavo., Esteves, Luis. Espinasse, Jorge. Etcheverry, Angel. Etchagaray,Leopoldo A. Ezcurra, Pedro. Fasiolo, Rodolfo 1. Fernández, Alberto J. Fernández Díaz, A, Fernández, Pedro A. Fernández Poblet, A. Ferreyra, Miguel. Figueredo, Juan M. Eynn, Enrique. | Flores. Emilio M. Foster, Alejandro. Friedel, Alfredo. Gainza, Alberto de. Galtero, Alfredo. Gallardo, Angel. Gallardo, José L. - Gallardo, Garlos R. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. Gándara, Federico W. Garat, Enrique. Garay, José de. Garcia, Carlos A. García, Jesús M. Gatti, Julio J. Gentilini, Pascual. Geyer, Carlos. Ghiglíazza, Sebastián. Giménez, Joaquín. Giménez, Angel M. Gjuliani, José. Girado, José 1. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. Girondo, Eduardo. Goldemhorn, Simon Gonzáles, Arturo. González, Agustín. González Cazón Vicente. González Gastellú, J. V. González Carlos P. Gradin, Carlos. Greaven Andrew. Gregorina, Juan. Gregorini, Juan A. Grieben, Arturo. Guido, Miguel. Guasco, Carlos. Gutiérrez, Ricardo J. Hermitte, Enrique. Herrera Vega, Rafael. HerreraVega, Marceline Herrera, Nicolás M. Herrero, Ducloux E. Herlitzka, Mauro. Henry. Julio Hicken, Crislóbal. Holmberg, Eduardo L. Holmberg Eduardo A. Hoyo, Arturo. Hubert, Juan M. Huergo, Luis A. (hijo)., Huergo, Ricardo J. Hughes, Miguel. Iriarte, Juan. Iribarne, Pedro. Isbert, Casimiro Y Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo U. Iturbe, Miguel. Iturburo, Feliciano. Jacobo, Cándido. Jurado, Ricardo. Justo, Agustin P. Krause, Ólto. Klein, Hermán. Kliman, Mauricio. Labarthe, Julio. Lacroze, Pedro. Lagos García, Carlos Lagrange, Carios. Lanús, Eduardo M. Langdon, Juan A. j kaporte Luis B, Larreguy, José Larguía, Carlos. Latzina, Eduardo. Lavalle, Francisco avalle, Francisco P. Lavergne, Agustín. Lea Allan B. Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo de Lehmann, Rodolfo R. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) “López, Aniceto E. López, Martín J. Lorenzetti, Guillermo Lucero, Apolinario. Lugones, Arturo. Lugones Velasco, Sdor, Lniggi, Luis. Luro, Rufino. Ludwig, Carlos. Machado, Angel. Madrid, Enrique de | Maglione, José L. Maligne Eduardo. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. : Marín, Plácido, Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. Marenco, Eleodoro. Marengo, José. Martínez Pita, Rodolfo Martínez, Rómulo E. Marly, Ricardo. Maschwitz, Carlos. Massini, Cárlos. Massini, Estevan. Massini, Miguel, Maupas, Ernesto. Maza, Juan. Mattos, Manuel E. de. Mendizábal, José S, Mercáu Agustín. Merian, Eduardo. Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Miguens, Luis. Mignaqui, Luis P. Millan, Máximo. Molina y Vedia, Delfina Molina y Vedia, Adolfo |_Moeller, Ednardo. Molina, Waldino. Molina Civit, Juan. Mon, Josué R. Morales, Carlos María Moreno, Jorge Moreno, Evaristo V. Moreno, Josué F. . Moron, Ventura. Moron, Teodoro F. Mosconi, Enrique Mugica, Adolfo. Mussini, José A, Naon, Alberto Narbondi, Juan L. Navarro Viola, Jorge. Newton, Aremio R. Newton, Nicanor R. Niebuhr, Adolfo Nistrómer, Carlos Newbery, Jorge. Newbery, Eruesto. Noceti. Domingo Nougues, Luis E. Nouguier, Pablo. Obligado Alejandro. Ocampo, Manuel S. Ochoa, Arturo. ¡Olazábal Alejandro M. - Olivera, Carlos E. Oliveri, Alfredo. Orcoyen, Francisco Orús, José M. Ottanelli, Atilio. Ortúzar, Alejandro (h.) Orzábal, Arturo. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. 'Otero Russi, IIdefonso Outes, Felix F. Padilla, José. Padilla, Isaías. Pais y Sadoux, C. Paita, Pedro J. Palacio, Emilio. Palacio, Alberto. Palma, Edmundo. Palmarini, Armando. Páquet, Carlos. -Pastoriza, Rodolfo. Pattó, Gustavo. Pelizza, José. Pelleschi, Juan. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J. Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Santiago. Piana, Juan. Piaggi0, Antonio. Píñero, Antonio F. Pizzurno, Pablo A. Plá Cárdenas, Carlos. Posadas, Carlos. Puente, Guillermo A. Puiggari, Pío. Puiggari, Miguel M. Prins, Arturo. Quirno, Jorge. Quiroga, Atanasio. Raffo, Bartolomé M, Ramos Mejía, lldef. G. Razori, Francisco. Recagorri, Pedro S. Rebuelto, Emilio. Retes, Antonio. Repetto, Agustín N. Repossini, José. Reynoso, Higinio Riccheri, Pablo. Riglos, Martiniano. Rivara, Juan Rodírguez, Andrés. Rodríguez dela Torre, €. Roffo, Juan. Rojas, Estéban C. : Rojas, Félix. Romero, Armando. Romero, Carlos L. Romero, Félix R. Romero, Julián. Romero Brest, Enrique. Romero, Antonio. Roselti, Emilio. Rossi, Enrique L. Rospide, Juan. Ronge, Marcos. Rubi», José M. Saenz Valiente, Ed. Saenz, Valiente Anselmo -Sagastume, José M. Sánchez Díaz, José. Sanglas, Rodolfo. Sarrabayrouse, Lugento Santangelo, Rodolfo. Segovia, Fernando. Sáuze, Eduardo. Segovia, Vicente. Servente, Juan L. Saralegui, Luis. Sarhy, José S. Sarhy, Juan F. Schaefer, Guillermo'F. Schickendantz, Emilio. Schneidewind, Alberto Seguí, Francisco. Selva, Domingo. Senat, Gabriel, Senillosa, Juan A. Silva, Angel. Simonazzi, Guillermo. Siri, Juan M. Sisson, Enrique D. Soldano, Ferruccio. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio Spinedi, Hermeneg. F. Swenson, U. Tamini Crannuel, L.A. Taiana, Alberto. Taiana, Hugo. Tello, Julio. Texo, Federico Thedy, Héctor. Toepecke, Ernesto. Toledo, Enrique A. de. Torres "Armengol, nu Torres, Luis M. Torrado, Samuel. Trovati, "Francisco. Uriarte Castro Alfredo. Uriburo, Arenales Valenzuela, Moisés Valerga, Oronte A. Valiente Noailles, Luis Valle, Pastor del Varela Rufino (hijo) Vázquez, Pedro. . Vico, Domingo. Vidal Cárrega, Carlos Videla, Baldomero. Vilanova Sanz,Florenci? Villegas, Belisario. Vivot, Eduardo. Waulers, Carlos, Wernicke, Roberto. White, Guillermo White. Guillermo J. Yanzi, Amadeo. Zamboni, José J. Zamudio, Eugenio. Zunino, Enrique. a AL A Y ANALES DE LA SOCIEDAD CIEN! ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO Secretarios : Doctor JuLto J. GaTTI y señor EMILIO REBUELTO j W ABRIL 1906. — ENTREGA IV. — TOMO LXI ÍNDICE P. DE LEPINEY, Contribución al estudio de la cónicas características de la geome- tarde lnealo (conclusion. A a a a AA Memoria anual del presidente de la Sociedad Científica Argentina correspondiente al XXXII perfodo......... o RN AR OR BARTOLOMÉ MiTkrE, Lenguas americanas. Estudio bibliográfico-lingúístico de las obras del P. Luis Valdivia sobre el araucano y el allentiak con un diccionario razonado deal o E USO aro aia Elena ak BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1906 145 Presidente..... DRA E Doctor Carlos M. Morales Vicepresidente Poio... Tenientecoronel ingeniero Arturo M. Lugones Vicepresidente DPorcoon....... Doctor Enrique Herrero Ducloux Ns Secretario de actas... ...... Señor Arturo Hoyo Secretario de correspondencia.. Ingeniero Ricardo J. Gutiérrez MESE lalo ico Ingeniero luis A. Huergo (hijo) Brote mo de Senor Rodolfo Santangelo / Ingeniero Vicente Castro Ingeniero Julian Romero Ingeniero Enrique Hermitte VOCales A RR lio Ingeniero Guillermo J. VVhite Señor Arturo Grieben | Ingeniero Evaristo V. Moreno Doctor Francisco Lavalle (ARIS INES ROS Senor Juan Botto REDACTORES Ingeniero Alberto Schneidewind, doctor Angel Gallardo, doctor Pedro N. Arata, ingeniero - José S. Corti, doctor Eduardo L. Holmberg, doctor Enrique Herrero Ducloux, imge= niero Mauro Herliztka, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Domingo Selva, agrimensor Cristóbal M. Hicken, señor Félix F. Outes, ingeniero Augusto Mercau, ingeniero Eduardo Latzina, ingeniero Alfredo Galtero. ADVERTENCIA A los señores autores de trabajos publicados en los Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que ésta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser considerados. La Dirección de los Anales, sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejemplares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente de dicho número: con la casa impresora de Coni hermanos. Los señores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Dirección Cangallo 18525. : ' La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional PORIMES rr AS eN do 1.00 POLO O 12.00 Número atrasado... eos 2.00 = para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA A El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano / CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 145 haciendo A=0'(b0'y' +0'2') B b'(atx' +02") (9) 0 A pp) 1 Las coordenadas del centro w de Y son de la forma 1 (9) , 7 , ! , (4] == y ea a +by' +2] de modo que si X, Y, Z son las coordenadas del centro O de la cónica circunscrita y relativa á la fundamental p y al director EF: ad == WNGES O Ae (10) 0 En particular sió=w0: ax, =6Y + eZ. Luego: TEOREMA XXXIII. — El centro w de ( Pf) es el complementario del centro O de (aj ). Esta propiedad, combinada con el teorema I, da esta otra : TEOREMA XXIV. — El centro w de (Dr ) está sobre la recta GD, y Go = + GF. Suponiendo siempre ¿ = w, se puede decir también que : TEOREMA XXV. — Si una cónica circunscrita y otra inscrita son homocéntricas, el punto director de la primera es el complementario del punto fundamental de la segunda. Del teorema XXIIT se desprende inmediatamente el de Newton, que entonces viene á ser un corolario del correlativo de VII. (Véase teorema XXXIV). El lugar de los centros de las cónicas inscritas á cuatro rectas es una recta. Cuando F = H, ou es, en virtud del teorema XXIV, el centro O, del círculo de los nueve puntos, pero como O, está á igual distancia dle los puntos inversos O y H, es. el centro de la cónica 9 que admite O y H como focos. Por consiguiente 6 = ( >H). En otros términos : TEOREMA XXVI. — Si A,B,O, son las intersecciones de una tan- yente cualquiera á la cónica inscrita, cuyos focos son O y H, con las pa- ralelas á los lados trazados por H, las rectas AA, BB,, 00, son con- currentes. ; - De este teorema, combinado con el XXV, se deduce inmediata- AN. SOC. CIENT. ARG.— T. LXI. 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA menve que O es el punto director de la cónica circunscrita cuyo centro es O,, resultado que se habría obtenido también aplicando directa- mente el teorema l. De lo que dijimos al establecer el lema II y de la teoría general de la transformación por polos y polares trilineales (véase Géométrie de Rouché y Comberousse, tomo II, pág. 638), se deduce que para obte- ner los puntos de contacto de una cónica Y con los lados de ABO, hay que determinar las intersecciones de dichos lados con la recta (7) y tomar los conjugados armónicos de dichas intersecciones con respecto á los extremos de los lados de ABC. De ahí resulta que si A' es el punto de contacto de P con BC, la ecuación de AA ' será: dD'(at a" + c2%)y —c' (ax + by)e = 0. Por consiguiente las coordenadas del punto de Gergonne de P serán de la forma : 1 1 Y = , O , Ú , > A a'(b'y” —c'2") A dando á A el mismo significado que en (S); y cuando 3= wm 1 3 «dy + cz) Luego : TEOREMA XXVII. — El complementario del punto fundamental re- lativo á la recta directora 2 = w es el recíproco del punto de Gergonne de la cónica inscrita correspondiente. Este resultado, combinado con el teorema XXV, da : TEOREMA XXVIII. — 8% una cómica circunscrita y otra inscrita son homocéntricas, el director de la primera es el recíproco del punto de Gergonne de la segunda. Los teoremas XXIV y XXVII dan : TEOREMA XXIX. — El centro de una cónica inscrita es el comple- mentario del recíproco del punto de Gergonne. Otra aplicación del teorema XXIV es la siguiente : TEOREMA XXX. — Cuando 2 = w% y E recorre la hipérbola de Kiepert, el centro de Y recorre la cónica que pasa por G, O, y los puntos medios de las medianas. Damos á continuación algunos teoremas correlativos de los que figuran en la primera parte de este estudio : TEOREMA XXXI. — Si una cónica D es engendrada por una funda- mental E y una directora 3, lo será también por el polo trilineal de 2, en combinación con la polar trilineal de F. CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 147 TEOREMA XXXII. — Si una cónica D es engendrada por un funda- mental E y la directora vv , lo será también por el baricentro del trián- gulo circunscrito en combinación con la polar de Y. TEOREMA XXXIII. — El fundamental de una cónica D, el polo tri- lineal de la directora y el centro de D, están en línea recta. TEOREMA XXXIV. — Para un mismo fundamental, si una serie de cónicas $ permanecen tangentes 4 uma recta q (distinta de a, bd y c), sus directores envuelven una cónica inscrita. TEOREMA XXX V. — Para una misma directora, si una serie de có- micas PD permanecen tangentes á uma recta q, sus fundamentales recorren una recta. TEOREMA XXXVI. — Si una cónica (Dj) toca una recta 2', la có- e Mica (9, ) toca 2. F Se demuestra fácilmente que : TEOREMA XXXVII. — Cuando una serie de cónicas D, relativas á la misma directora, pasan por un mismo punto, el punto fundamental recorre una cónica. Por consiguiente: Si una serie de cónicas pasan por un punto y per- manecen tangentes á tres rectas, el centro describe una cónica. La cónica que recorre el punto fundamental cuando las P pasan por (X, Y, Z) es: a bye ex +. .—2a 'b (by +0 2) (0 "2 +c XV +...=0. Si el punto fundamental es el polo trilineal de la directora, la ecua- ción se reduce á: a'b'xy +b'c yz + a'c'xe =0. La inversa del fundamental es : 1 Y — =0 aa polar trilineal del inverso del polo de la directora. En particular : TEOREMA XXXIII. — Todas las cónicas inscritas que pasan por el baricentro y cuya directora es la recta del infinito, tienen su fundamen- tal sobre la elipse de Steiner. TEOREMA XXXIX. — Todas las cónicas inscritas que pasan por el punto de Lemoine y cuya directora es la recta de Lemoine, tienen su fun- damental sobre la circunferencia circunscrita. . 148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA TEOREMA XL. — Todas las cónicas inscritas que pasan por 1 y cuya directora es la polar de L, tienen su fundamental sobre (y). De este mismo principio el lector podrá deducir una serie de propie- dades interesantes, cuyo enunciado suprimimos para mayor brevedad. Veamos ahora algunas aplicaciones del teorema XXIX: la cónica complementaria del círculo circunscrito es el círculo de los nueve puntos, y la recíproca del círculo circunscrito es la recta de Lono- champs Y ax = 0. Por consiguiente : S TEOREMA XLI. — Cuando el centro de una cómica inscrita recorre el círculo de los nueve puntos, el punto de Gergonne recorre la recta de Longchamps, La recíproca y la complementaria de la primera elipse de Steiner son respectivamente la recta del infinito y la segunda elipse de Stel- ner. Luego: TEOREMA XLII. — Cuando el centro de una cónica imscrita recorre la segunda elipse de Steiner, el punto de GFergonne recorre la recta del infinito. Cuando el centro recorre una recta, el director de la cónica cir- cunscrita homocéntrica recorre otra y su recíproco recorre una cónica circunscrita. Luego : TEOREMA XLITI. — Cuando el centro de una cónica inscrita recorre una recta, el punto de Gergonne recorre una cónica circunscrita. TEOREMA XLIV. — Ouando el centro de una cónica inscrita recorre la complementaria de GK, el punto de Gergonne recorre la hipérbola de Kiepert. Cuando el punto de Gergonne GK, el punto director de la cónica circunscrita homocéntrica recorre la hipérbola de Kiepert. En otros términos : TEOREMA XLV. — Si una serie de cónicas circunscritas pasan por el punto de Steiner, los puntos de Gergonne de las cómicas inscritas ho- mocentricas recorren GK. Hemos dicho ya que la primera elipse de Steiner es la recíproca de la recta del infinito. Luego : TEOREMA XLVI. — Los puntos de Gergonne de todas las parábolas están sobre la primera elipse de Steiner. Innumerables son las proposiciones que se podrían deducir de los teoremas anteriores; no las enunciamos para no alargar desmesura- damente este estudio. : De la ecuación (10) se desprende la siguiente generalización del teorema XXIIT: CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LAS CÓNICAS CARACTERÍSTICAS 149 e 150 - E TEOREMA XLVII. — El centro w de (Lp y el centro O de (Y. están alineados con el polo trilineal de o. Podemos comprobar inmediatamente la exactitud de este teorema. Si en la ecuación (S) se hace A = —, es decir si se toma la elipse de a Brocard, cuando E == K, la directora correspondiente es la recta de Lemoine. Por otra parte hemos visto que la cónica y relativa al punto y á la recta de Lemoine es la circunferencia circunscrita. Por consi- guiente, en virtud del teorema XLVII la recta OK deberá contener el centro de la elipse de Brocard. Pero, precisamente, es sabido que dicho centro está en la intersección de OK con la recta que une los puntos de Brocard. El resultado anterior puede enunciarse así : TEOREMA XLVIII. — Sí A,B,O, son las intersecciones de una tan- gente cualquiera ú la elipse de Brocard con las rectas que proyectan desde el punto de Lemoine los conjugados armónicos de los pies de las simedianas, las rectas AA, BB,, CC, son concurrentes. Todas las cónicas inscritas podrán ser estudiadas del mismo modo, mediante las ecuaciones (9). Por ejemplo, la parábola de Neuberg, que se obtiene haciendo A = a(b? — e”) da lugar á los teoremas XLIX y L, en cuyo enunciado, — según una costumbre definitivamente con- sagrada que consiste en designar los elementos característicos de la Geometría del triángulo con los nombres de los sabios que más pode- rosamente han contribuído al desarrollo de esta rama de las ma- temáticas — llamamos puntos de Schoute y de Ocagne respectiva- mente á los puntos S y L, cuya importancia ha sido puesta ya de ma- nifiesto en la primera parte de este estudio. TEOREMA XLIX. — Si A,B,C, son las intersecciones de una tan- gente cualquiera á la parábola de Neuberg con las rectas que proyectan desde el punto de Schoute, las intersecciones de KI con los lados de ABO, las rectas AA,, BB,, COC, son concurrentes. TEOREMA L. — S A,B,C, son las intersecciones de una tangente cualquiera á la parábola de Neuberg con las rectas que proyectan desde el punto de Ocagne, las intersecciones de G1 con los lados de ABO, las rectas AA, BB,, CC, son concurrentes. Et sic coteris... MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CORRESPONDIENTE AL XXXIM% PERÍODO (10 ABRIL DE 1905 Á 31 DE MARZO DE 1906) LEÍDA EN LA ASAMBLEA DEL 5 DE ABRIL DE 1906 Señores consocios : De acuerdo con lo que establece el artículo 22, inciso 9%, del Regla- mento, vengo á daros cuenta del estado actual de la Sociedad y de su marcha durante el período transcurrido. Socios. — La Sociedad cuenta actualmente con 420 socios activos, 4 honorarios y 24 correspondientes. El número de socios activos en 31 de marzo de 1905 era de 4553, el de honorarios 4 y el de correspondientes 23. El número de estos últi- mos es actualmente de 24 por haberse nombrado en tal carácter al ingeniero Luis Luiggi, en Génova. Han ingresado durante el período transcurrido 42 socios activos, y se han reincorporado 11, lo que hace un total de 53 socios. Han salido por diferentes causas S6. El crecido número de socios salidos es debido á que la Junta Directiva en sesión del 28 de abril próximo pasado resolvió declarar cesantes 80 socios que adeudaban muchas mensualidades cuyo importe se negaban á pagar, y los que en conjunto formaban un total de 8470 pesos moneda nacional. En la misma sesión se resolvió anular dichos recibos. He aquí la nómina de los socios activos aceptados durante el pe- ríodo : Augusto Fernández Díaz, Ernesto Carmann, Carlos A. Plá Cárde- nas, Juan L. Servente, ingeniero Luis Valiente Noailles, Alvaro Ca- MEMORIA DEL PRESIDENTE 151 rrizo Rueda, Evaristo Artaza, Eugenio Brané, Arturo Grieben, Dio- nisio R. Cáceres, Francisco Trovati, Ernesto Newbery, Ildefonso G. Ramos Mejía, Enrique A. de Toledo, Leopoldo A. Etchegaray, An- drew Greaven, Felipe G. Almanza, ingeniero Ricardo J. Huergo, Agustín N. Repetto, Julio M. Astiz, José Debenedetti, Carlos Guas- co, Josué P. Moreno, Feliciano Iturburu, Rodolfo Pastoriza, Guiller- mo Schaefer, Emilio Rebuelto, Argentino Valentini. José A. Mussi- ni, Juan M. Figueredo, Lorenzo Lépori, ingeniero Casimiro V. Is- bert, Enrique L. Rossi, Fernando Cerdeña, Juan Marreins, doctor Francisco P. Lavalle, José V. González Gastellú, Marcelino Arribi- Maga, Daniel Harrington, Eleodoro Suárez, ingeniero Enrique Her- mitte, Elbio Carlos Anaya. Los reincorporados fueron : Mauricio Klimann, Juan C. Buschiazzo, Jesús M. García, Alberto Albarracín, Máximo D. Millan, Eleodoro Marenco, Francisco Razzo- ri, Jorge Dobranich, é ingenieros Alfredo Galtero, Antonio J. Car- valho y Enrique A. Bancalari. Asambleas. — Con la presente cuatro han sido las Asambleas reali- zadas, en las que se ha procedido á la integración de la Junta Directi- va, renovación del Director, Secretarios y Cuerpo de Redactores de los Anales y al nombramiento del ingeniero Luis Luiggi como socio co- rrespondiénte en Génova. Junta Directiva. — En la Asamblea del 6 de abril del año próximo pasado quedó constituída la Junta Directiva en la siguiente forma: Presidente : Doctor Carlos M. Morales. Vicepresidente 1%: Tenientecoronel ingeniero Arturo M. Lugones. Vicepresidente 22: Doctor Enrique Herrero Ducloux. Secretario de actas : Ingeniero Arturo Hoyo. Secretario de correspondencia : Ingeniero Ricardo J. Gutiérrez. Tesorero : Ingeniero Luis A. Huergo (hijo). Bibliotecario: Señor Rodolfo Santángelo. Vocales : Ingenieros Vicente Castro, Julián Romero, Eduardo M. Lanús, Guillermo J. White, señor Arturo Grieben, ingeniero Evaris- to V. Moreno, senor Pablo A. Pizzurno. Por renuncia de los vocales ingeniero Eduardo M. Lanús y señor Pablo A. Pizzurno, en la Asamblea del 22 de septiembre próximo pasado fueron designados para reemplazarlos, los señores doctor Francisco P. Lavalle é ingeniero Enrique Hermitte. 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Así constituída ha funcionado hasta la fecha, habiendo celebrado 42 reuniones hasta el 27 de marzo, en las que se han tomado en con- sideración y despachado todos los asuntos entrados. Entre otras se tomaron las siguientes resoluciones : .Adherirse á la tercera reunión del Congreso Científico Latino Ame- ricano celebrado el 13 de julio próximo pasado en Río de Janeiro, y nombrar al doctor Cristóbal M. Hicken para representar á la Socie- dad en dicho acto. Celebrar el XXXIII” aniversario de la instalación de la Sociedad con una fiesta pública, la que tuvo lugar en el Politeama Argentino, el 31 de julio del año próximo pasado, y cuyo resultado puede verse por la crónica publicada en la entrega de los Anales del mes de agos- to próximo pasado. Adbherirse al Congreso Internacional parael estudio de la Radio- logía y de la Tonización celebrado el 15 de septiembre del año próximo pasado en Lieja (Bruselas). Iniciar y llevar á la práctica una expedición al Polo Sud. y otra á la laguna Iberá, habiéndose designado para iniciar los trabajos de esta última á los señores ingenieros Vicente Castro y Arturo M. Lu- gones. Habiendo fallecido el Secretario de correspondencia señor Pablo Matharán, la Junta Directiva resolvió asociarse al duelo enviando una nota de pésame á la familia, una corona é invitar á los señores socios á asistir al acto del sepelio. Solicitar de la Intendencia municipal la exoneración del pago de los impuestos municipales por el año 1905. Solicitar del Gobierno de la Nación una subvención mensual, ha- biéndosele acordadado la suma de doscientos pesos mensuales, cuyo cobro está en tramitación. Conceder al señor Taullar los salones de la Sociedad para dictar un nuevo curso de taquigrafía durante el corriente año. Asociarse al duelo nacional con motivo del fallecimiento del Te- niente general Bartolomé Mitre, enviando una nota de pésame á la familia, una corona de bronce é invitar á los socios á asistir al acto del sepelio. E Asociarse al duelo con motivo del fallecimiento del Presidente de la República señor doctor Manuel Quintana, enviando una nota de pésame á la familia é invitar á los socios á asistir al acto del sepelio. Asociarse al homenaje á San Martín iniciando una subscripción entre los socios para contribuir al aumento de los fondos para la pla- MEMORIA DEL PRESIDENTE 153 ea por colocar en el monumento que los peruanos deben erigir en el Perú, y nombrar para representar á la Sociedad en la Comisión ar- gentina á los señores Arturo Grieben y Rodolfo Santángelo. Aceptar los siguientes canges de publicaciones con los Anales de la Sociedad : Revista de Educación de la Provincia de Buenos Aires. Anales Históricos Naturales de Budapest. Revista del Jardín Zoológico de Buenos Aires. Anales de la Sociedad Científica de Lembert. Transactions and Proceeding of the New Island Institute «le Wil- lington. Revista de matemáticas de Santiago de Chile. Revista de Letras y Ciencias Sociales de Tucumán. Giornale del Genio Civile de Roma. Adherirse al Congreso Geológico Internacional (10* sesión) que se celebrará en Méjico en el corriente año, y nombrar para representar á la Sociedad en dicho acto al miembro honorario de la Sociedad en aquel país ingeniero don Joaquín Mendizábal Tamborrel. Habiendo solicitado el señor Presidente del Instituto notarial de Buenos Aires, los salones de la Sociedad para que los profesores de ese Instituto puedan dictar clases á los socios del mismo, se resolvió acceder al pedido mediante el pago de la cuota mensual de 50 pesos para sufragar los gastos extraordinarios de luz, etc. De acuerdo con el artículo 16 del Reglamento, los miembros de la Junta Directiva salientes, son : Ingenieros Vicente Castro, Julián Romero, Guillermo J. White, Luis A. Huergo (hijo), Evaristo V. Moreno, tenientecoronel Arturo M. Lugones, Enrique Hermitte, doctor Francisco P. Lavalle, y se- nor Arturo Grieben; quedando como vocales los siguientes seño- res : doctor Carlos M. Morales, doctor Enrique Herrero Ducloux, ingenieros Arturo Hoyo, Ricardo J. Gutiérrez, señor Rodolfo San- tángelo. En consecuencia, hay que designar los socios que han de desem- peñar los puestos de Presidente, Vicepresidentes 1% y 2%, Secreta- rios dle actas y de correspondencia, Tesorero, Bibliotecario y dos vo- cales para el XXXTV?* período administrativo. Conferencias. — Se han dado las siguientes conferencias durante el periodo : 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 13 de abril. Oanal del Norte, de la laguna Mar Chiquita (Junin) al riacho del Baradero, por el ingeniero Luis A. Huergo. 4 de mayo. Provisión de agua al Canal del Norte (refutación á la conferencia del ingeniero Huergo), por el ingeniero Roberto Mar- tínez. 13 de junio. Utilización de las aguas de la provincia de Buenos Atres, por el ingeniero Carlos Paquet. 27 de junio. Observaciones con respecto al Conducto de desagúie pro- yectado para la calle de Santa Fe, por el ingeniero Domingo Selva. 31 de julio. Una gota de agua, por el doctor Enrique Herrero Ducloux. 31 de julio. Vida en el fondo del Mar, por el doctor Cristóbal M. Hicken (con proyecciones luminosas). Estas dos conferencias fueron dadas en el Politeama Argentino con motivo de la celebración del XXXIII aniversario de la fundación de la Sociedad. 1* de septiembre. Los cloacas para la Plata, por el ingeniero Eleo- doro A. Damianovich. 9 de noviembre. Crítica del cwrso de correlación de las Ciencias na- turales dictado por el doctor Enrique Herrero Ducloux por la se- norita Delfina Molina y Vedia. 25 de octubre. Viajes al Polo Sud, por el señor Carlos R. Gallardo (con proyecciones luminosas). Excwrsiones y visitas. — Las visitas efectuadas han sido las si- guientes: 27 de mayo. Visita á los talleres de Banfield del Ferrocarril del Sud. 9 de junio. Visita al Dock Sud de la Capital. S de septiembre. Visita á la fábrica de galletitas de los señores M.S. Bagley y Compañía. En breve debe efectuarse una visita á las canteras de Sierra Chica, Sierra Baya y Cerro Redondo á la que ha sido invitada la Sociedad, por nuestro consocio señor Juan A. Gregorini. Anales. — Con la debida regularidad han aparecido las entregas de los Anales durante el período. La tirada ha continuado siendo de 800 ejemplares. El número de subscriptores, 7. En la Asamblea del 19de diciembre del año próximo pasado, que- MEMORIA DEL PRESIDENTE 155 «laron constituidos el personal de Dirección y Redacción en la si- guiente forma : Director : Ingeniero Santiago E. Barabino. Secretarios: Doctor Julio J. Gatti y señor Emilio Rebuelto. Redactores : Ingenieros Alberto Schneidewind, José S. Corti; Mau- ro Herlitzka, Jorge Newbery, Domingo Selva, Agustín Mercau, Eduardo Latzina, Alfredo Galtero, doctores Angel Gallardo, Pedro N. Arata, Eduardo L. Holmbere, Enrique Herrero Ducloux, Cristóbal M. Hicken y señor Félix F. Outes. Así constituidos han funcionado hasta la fecha, y de acuerdo con lo que establece el Reglamento, el personal de dirección debe termi- nar su mandato el 30 de noviembre de 1907, y el de redacción el 30 de noviembre del corriente año. Han contribuido á la publicación de los Anales los autores de las Memorias que á continuación se detallan, las que oportunamente fue- ron publicadas : Tratamiento y eliminación de baswras, por S. E. B. Notas sobre las curvas de tercer grado, por el teniente Manuel Gon- zález. Memoria anual del Presidente de la Sociedad Científica Argentina, ingeniero Vicente Castro, correspondiente al XXXIII” período. Conversación sobre el proyecto en ejecución del Canal del Norte (Max Chiquita al Baradero), conferencia del ingeniero Luis A. Huergo. Constitución de las sales de rosanilina. Discusión de la fórmula propuesta por Julio Sehimidlin, por Horacio Damianovich. Provision de agua al canal del Norte (refutación á la conferencia del ingeniero Huergo), por el ingeniero Roberto Martínez. Réplica del ingeniero Huergo á la refutación del ingeniero Mar- tínez. La lengua leca, por el profesor S. A. Lafone Quevedo. Los talleres del Ferrocarril del Sud, por el ingeniero Evaristo V. Moreno. Contribución al estudio de las mantecas argentinas, por los doctores Pablo Lavenir y E. Herrero Ducloux. Una gota de agua. Conferencia del doctor E. Herrero Ducloux. XXXITT" aniversario de la Sociedad Científica Argentina (S. E. B.). Discurso del Presidente de la Sociedad Científica Argentina, doc- tor €. M. Morales. Apuntes sobre el mimetismo y los colores protectores en la región riojana, por el doctor Eugenio Giacomelli. 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Observaciones á dos estudios del señor Eric Boman sobre paleoetnolo- gía del noroeste argentino, por el señor Félix F. Outes. Locomoción y tráfico en Nueva York, por el ingeniero Jorge New- bery. Radioactividad ó actividad radiante espontánea de la materia, por el doctor Guillermo F. Schaefer. Las cloacas de La Plata. Conferencia del ingeniero E. A. Damia- novich. Relazione sulla determinazione della gravitá relativa fra La Plata (Observatorio) e Padova (Regio osservatorio), eseguito del tenente di vascello della Reale marina italiana, dottor Alberto Alessio. Informe general sobre la vialidad en el territorio de Misiones, por Luis Pastoriza. Las restingas del Uruguay, por el ingeniero Alejandro Foster. Observaciones de magnetismo terrestre, por el doctor Alberto Alessio. Red telefónica de Nueva York, por el ingeniero J. Newbery. El cemento armado en la construcción de cañería de desagiie y para agua potable, por Domingo Selva. El curso del río Pilcomayo. Cuestión geográfica, por Alberto Fric. Contribución al estudio de las cónicas características de la Geometría del Triángulo, por el ingeniero P. de Lepiney. Allentiak. (Lenguas americanas), por B. Mitre. Misceláneas, necrologías y bibliografías, por la Dirección y otros. El cange de publicaciones con los Anales alcanza á 311, cuya nó- mina se publica mensualmente en la carátula de los mismos. Nuestra colección de Anales que alcanza hoy á 61 tomos y que fi- guró en la Exposición Internacional de San Luis (E. U.) celebrada en 1904, en la cual la Sociedad estuvo representada por nuestro conso- cio el ingeniero Horacio Anasagasti, fué premiada con medalla de oro. Con este son 5 los premios ya obtenidos por nuestros Anales en diferentes exposiciones. Me permito pedir á la Asamblea un voto de felicitación y agrade- cimiento para el ingeniero señor Santiago E. Barabino por el acierto, competencia y laboriosidad tan dignas de encomio, con que desde ha- ce cuatro años viene dirigiendo los Anales. Secretarías. — Han sido desempeñadas por los señores ingenieros Ricardo J. Gutiérrez y Arturo Hoyo, como seeretario de correspon- dencia el primero y de actas el segundo. Con toda contracción y empeño han atendido el despacho de todos MEMORIA DEL PRESIDENTE 157 los asuntos entrados y resueltos por la Junta Directiva y Asambleas, la correspondencia social y la redacción de las actas. En perfecto estado se encuentran los libros de actas de la Junta Directiva y Asambleas, copiador de notas y demás auxiliares. Han mantenido las relaciones de la sociedad con las del país y del extran- jero habiéndose redactado 349 notas, cuyas copias se encuentran en los libros respectivos. Tesorería. — Ha continuado á cargo del ingeniero Luis A. Huer- eo (hijo), quien ha desempeñado con todo empeño y contracción este mismo puesto, durante cinco períodos consecutivos. Los cuadros que se agregan á esta memoria, dan una idea de la la- bor realizada por el señor Huergo. Los libros de Tesorería han sido llevados en forma y se encuentran en buen estado (1). Biblioteca. — El puesto de Bibliotecario ha sido desempeñado por el señor Rodolfo Santángelo, y por los siguientes detalles por él presentados puede verse el progreso realizado por nuestra biblio- teca. Se han recibido en calidad de donación 107 volúmenes y 40 folle- tos, cuya nómina es la siguiente : Hoskold, H. D., Official report upon the mining metallurgy and mi- ning har, etc., of the Argentine Republic. Buenos Aires, 1904. Holmberg, E. A., Investigación agrícola en la provincia de Jujuy. Buenos Aires, 1904. Fidel Maciel Pérez, Investigación algodonera en los territorios na- cionales del Chaco, Formosa y Misiones. Buenos Aires, 1904. Pedro N. Arata, U. Isola, D. L. Simois, José L. Lavenir, Investi- gación vinícola complementaria de 1904. Buenos Aires, 1904. Antonio Lanteri Gravetti, Investigación agrícola en la proviueia de San Luis. Buenos Alres, 1904. Pedro J. Issouriberry, Investigación agrícola en el territorio de Mi- siones. Buenos Aires, 1904. Oficial, Memoria presentada al Honorable Congreso por el Ministerio de Agricultura. 3 volúmenes, Buenos Aires, 1904. Pablo Lavenir, E. Herrero Ducloux, Contribución al estudio de la (1) Se reparte á los socios, en pliego separado, como anexo á este número de los 4nales, las cuentas aprobadas de la Tesorería. (N. de la D.). 158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA composición de las aguas superficiales y subterráneas de la República Argentina. Buenos Aires, 1905. R. Huergo, Investigación agrícola en la región septentrional de la provincia de Buenos Aúres. Buenos Aires, 1904. H. Miatello, Investigación agrícola en la provincia de Santa Fe, Buenos Aires, 1904. J. R. Chaves, Investigación agrícola en la provincia de Santiago del, Estero. Buenos Aires, 1904. E.S. Raña, Investigación agrícola de la provincia de Entre Ríos. Buenos Aires, 1904. Anónimo (M. Ag.), Informe sobre máquinas perforadoras. Buenos Aires, 1904. Anónimo (M. Ag.), Noticia breve sobre la República Argentina como país de inmigración. Buenos Aires, 1904. J. Baldi(M. Ag.), Investigación agrícola en la provincia de Catamar- ca. Buenos Aires, 1905. E. Piccione, La Italia, su carácter étnico, sus alvanzas naturales en Ewropa y con América latina. Santiago de Chile, 1905. Anónimo (M. Ag.), La Industria lechera en la República Argentina (Estadística). Buenos Aires, 1905. Anónimo (M. Ag.), Crónica agrícola. Buenos Aires, 1904. Jacques Laserre, Contribution a Pétude du genre Nocardia (tesis). Toulouse, 1904. Achille Ouvrieu, Sur le traitement du goitre exophtalmique (tesis). Toulouse, 1904. Pierre Ormiéres, Les Livres de Commerce. Étude pratique et juridi- que (tesis). Albi, 1904. E. Herrero Ducloux, Tratado elemental de física. Buenos Aires, 1905. 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Atti della Commissione institwita per studiare epropore y mezzi di rendere le pune del Tevere innocue alla citta di Roma. 2 volúmenes, Roma, 1872. Cenni mongrafici. 3 volúmenes, Roma, 1898. Idrometria del Pó, 1878 a 1880 (texto y atlas). 2 volúmenes. Ro- ma, 1895. Opere maritime. Porto di Napoli. Napoli, 1898. Livellazione del Fiume Pó esegwita nel 1874 e 1875. Firenze, 1897. Porti Maritime. Milano, 1905. Laghi, fume e canali navegabili. Milano, 1905. Monografia Storica dei por: Beabantiquita nella penissola Italiana. Roma, 1905. Estas obras se deben á nuestro socio correspondiente en Italia, ingeniero Luis Luiggi y serán analizadas en la sección bibliográfica de los Anales. Han contribuido también al aumento de la Biblioteca, con valiosas Obras, la casa editora de Ch. Béranger de Paris. He aquí la nómina de las obras donadas por dicha casa: AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 11 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA F. Baunmgartner, Manuel du Constructeur de Moulins et du meunier. Paris, 1905. A. Meynier y H. Robiron, Les enroulements modernes des dynamos á courants continuas. Paris, 1905. J. Jacinsky et L. Gautier. Manuel de la ventilation des mines. Paris, 1905. Hugo Giildner, Caleul et construction des motewrs «4 combustion. Paris, 1905. Hanns Baron Von Júptner, Eléments de sidérologie. Paris, 1905. G. Moreau et Lucien Lévy. Traité complet de la fabrication des bie- res. Paris, 1905. Jules Merlot, Manuel de Poworier mécanicien (Guide de Pajusteur). Paris, 1905. Prost Eug. Analyse Chimique Minérale. Paris, 1905. U. Le Verrier, Procédés métallurgiques. Paris, 1905. S. Thompson, Calcul et construction des machines dinamo électriques. Paris, 1905. L. Babu, Traité théorique et pratique de métallurgie générale. Paris, 1906. Maniguet, Construction des usines au point de vue de 'hygiéne. Paris, 1906. Foveau de Courmeilles, année électrique, électrothérapique et radio- grafique. Paris, 1906. E. Carvallo, Lecons délectricité. Paris, 1904. H. Schreib et L. Gautier, Traité de la fabrication de la soude. Pa- vis, 1906. srearley et Ibbotson, Analyses des matériaux d'aciéries. Paris, 1905. C. Beabureé, Le Bois. 1 y 2 fasc. 2 volúmenes, Paris, 1905. Contribuyen asimismo al aumento, las siguientes Revistas á que está subseripta la Sociedad. Annales de Ponts et chawssées. Paris. La Revue. Paris. Comptes-Rendwus de Y Académie des. Sciences. Paris. Annales de Chimie et Physique. Paris. Nowvelles Annales Mathématiques. Paris. La Nature. Paris. Nouvelles Annales de la Construction. Paris. Revue Scientifique. Paris. Revue des Deux Mondes. Paris. The Bitilder. Londres. MEMORIA DEL PRESIDENTE 163 LL Elettricitá. Milano. Trattato generale del arte dell Ingegnere. Milano. Il Costruttore. y las 311 publicaciones que se reciben en cange de los Anales proce- dentes de los siguientes países: Alemania, 17; Austria, 6; Argentina, 41; Bélgica, 4; Brasil, 12; Colombia, 1; Cuba, 2; Costa Rica, 3; Chi- le, 9; Estados Unidos, 58; España, 9; Ecuador, 2; Francia, 25; Fili- pinas, 1; Holanda, 2; Hungría, 2; Inglaterra, 7; Italia, 37; Japón, 4; Méjico, 10; Noruega, 1; Natal, 1; Nueva Zelandia, 1; Nueva Gales al Sud, 1; Portugal, S; Paraguay, 1; Perú, 6; Rusia, 16; Rumania, 1; Suecia, 4; Suiza, 5; Salvador, 2; Uruguay, 10. Durante el período se han establecido ocho canges nuevos, de los títulos de las mismas se han hecho ya mención en las resoluciones tomadas por la Junta Directiva. La Biblioteca es constantemente consultada por los señores socios, y se han prestado 101 volúmenes para ser llevados á domicilio. El número de volúmenes encuadernados durante el período ha sido de 253, existiendo en el taller de encuadernación 135 volúmenes para encuadernar. La Sociedad contribuye al fomento de varias bibliotecas del pais enviándoles gratuitamente los Anales. Gerencia. — Ha continuado á cargo del señor Juan Botto, cuyo puesto viene desempeñando con toda contracción desde hace veinte años. A su cargo está la contabilidad social. Además del buen desem- peño de la gerencia, ha auxiliado eficazmente á los Secretarios, Teso- rero y Bibliotecario en sus diferentes funciones. Archivo. — Se han agregado oportunamente todos los asuntos en- trados y se encuentra en perfecto estado. Edificio Social. — Es éste un problema que planteado de tiempo atrás aún no ha tenido solución. Esta, en mi concepto, debe buscarse en la confederación de las sociedades existentes en esta Capital, pues todas reunidas podrían construir un gran edificio, ayudándose mutua- mente y utilizando fuerzas que hoy se pierden en gran parte. Como ya se ha dicho, la Junta Directiva ha sancionado un proyecto que no ha tenido tiempo de pasar á la Asamblea para asociarse á las fiestas del centenario de la Independencia, promoviendo una gran 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA subscripción nacional á fin de organizar una expedición argentina al polo sud. Esta idea no debe abandonarse en mi cencepto. También tiene en preparación la Junta Directiva una exploración á la laguna Iberá la que quizá pueda realizarse en el corriente año. Señores consocios: cumplido el precepto reglamentario, sólo me resta agradeceros el reiterado honor que se me dispensó al designarme por quinta vez para ocupar la presidencia de nuestra Sociedad, por cuyo progreso hago votos sinceros. Carlos M. Morales. Buenos Aires, abril 1% de 1906. LENGUAS AMERICANAS ESTUDIO BIBLIOGRÁFICO-LINGUÍSTICO DE LAS OBRAS DEL P. LUIS VALDIVIA SOBRE EL ARAUCANO Y EL ALLENTIAK CON UN DICCIONARIO RAZONADO DEL ALLENTIAK Por BARTOLOMÉ MITRE Miembro correspondiente de la Academia Española (1) EL ARAUCANO Y EL ALLENTIAK Il. — SOBRE EL ARAUCANO. Primera gramática de esta lengua, escrita por el pa- dre Luis de Valdivia. — Noticia bibliográfica sobre su primera edición de Lima. — ¿El Araucano tenía ó no dialectos? — Sistema gramatical del Araucano. — Originalidad de la gramática del padre Valdivia. — ¿El padre Valdivia tuvo ó no predecesores en su trabajo filológico? — Biografía del padre Valdivia. — Noticias bibliográficas sobre la segunda edición de su gramática. IT. — SOBRE EL ALLENTIAK. Hallazgo del único ejemplar de la primera y única edición que existe de la Gramática, Vocabulario y Doctrina del padre Valdi- via sobre la lengua Allentiak. — Reproducción á plana y renglón de esta obra hecha por el bibliógrafo americano J. T. Medina. — Noticias bibliográficas sobre este libro. — Noticias sobre los Allentiakos, llamados Huarpes, que ha- blaban esta lengua en la provincia de San Juan. — Estudio comparativo con otras lenguas de la misma región y cuestiones etnológicas y filológicas á que da origen. — Fonética del Allentiak y análisis de su abecedario. — Sistema gra- matical del Allentiak. — Análisis de su extructura morfológica y de sus raíces. Ideología idiomática del Allentiak, ó sea como pensaban los Allentiakos en su lengua. — Los infinitivos en las lenguas americanas. — Crítica del Vocabula- rio del padre Valdivia por lo que respecta á los abstractos verbales que atri- buye al Allentiak. III. — Vocabulario razonado de las raíces del Allentiak. (1) Como un homenaje a la memoria del jeneral B. Mitre, a la vez que en pro de los estudiosos, i de acuerdo con la opinión autorizada de distinguidos filólogos, entre otros la de los señores Lafone Quevedo e Injeniero Juan Pelleschi, empren- demos la reimpresión de este importante trabajo del grande patricio arjentino. La primera edición, cuya tirada fué tan sólo de 200 ejemplares, ha quedado agotada desde hace mucho tiempo. Nos hacemos un deber en agradecer al señor injeniero Emilio Mitre el habernos facilitado el único ejemplar existente en la biblioteca de su finado señor padre. — (S. E. Barabino). 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Estas dos monografías, son un extracto del catálogo metódico de la Biblioteca Americana Histórico-Geográfico Etnológica del autor, que corresponden á la sección de Lenguas Americanas, la cual comprende los idiomas y dialectos indígenas que se hablan desde la Groenlandia hasta la Tierra del Fuego, estudiados y clasificados, geográficamente, teniendo á la vista sus gramáticas, diccionarios y textos originales, así impresos como manuscritos, que forman parte de la mencionada colección. Esta sección del Catálogo metódico, que formará por sí sola un vo- lumen, casi pronto para entrar en prensa, que se compone de unos trescientos artículos, redactados según el plan de los presentes, y de otros de la misma serie que se han publicado sueltos en folletos ó revistas, tienen por base las noticias inéditas que contienen los mis- mos libros que se estudian bajo su doble aspecto bibliográfico y lin- gilístico y en sus relaciones con la etnología y la geografía americana, sin repetir ociosamente lo que otros hayan dicho antes. El motivo de anticipar la publicación de estos dos capítulos, es la reciente aparición de un libro que se consideraba perdido, que el distinguido bibliógratfo chileno don José Toribio Medina, ha exhuma- do del polvo del olvido, dedicándolo merecidamente al naturalista argentino doctor Francisco P. Moreno, director del museo de La Plata, quien con sus exploraciones, investigaciones y publicaciones especiales, tanto ha contribuído al adelanto y difusión de los conoci- mientos americanos en ambos mundos. Como el referido libro es la obra de un famoso misionero y filólogo, que antes de escribir sobre el AMNentiak fué el primero que redujo á gramática y diccionario el idio- ma Araucano, se han reunido en un solo cuerpo para su mejor inteli- gencia, los dos capítulos relativos al padre Valdivia, concernientes á ambas lenguas, que por razón de la materia y de su autor tienen entre sí íntima conexión, y se completan. ¿Á qué familia pertenecía la lengua de que trata el libro felizmente hallado y de que no se tiene ninguna noticia? ¿Qué analogía tiene con las lenguas americanas conocidas, y cuáles eran sus afinidades con las lenguas circunvecinas ? ¿Cuál era su estructura morfológica? ¿Ouál era el estado moral de los indígenas que la hablaban, y cómo pensaban ellos en su lengua? Tales son las cuestiones que se trata de ilustrar en el estudio sobre el Allentiak en sus relaciones con el Araucano. LENGUAS AMERICANAS 167 El Araucano El título de la gramática Araucana del P. Luis de Valdivia, copia- do de la primera edición original, y de la cual sólo se conoce un ejem- plar completo, es como sigue, con la correspondiente descripción : Valdivia (Luys de) Arrk | Y GRÁMATICA | GENERAL DE LA LENGUA qve | corre en todo el Reyno de Chile con un Voca- | bulario y Confessionario. Compuestos | por el Padre Luys de Valdivia de la Compañia de lesus en la Pro | vincia del Piru | IvNTaMENTE CON LA DoctTRiI | na Christiana y Cathecismo del Concilio de Lima en Es- | pañol, y dos traduc- ciones del en la lengua de Chile, que | examinaron y aprobaron los Reuendíssi | mos señores de Chile, cada qual la | de su obispado | (Signo de la Compañía de Jesús) | CON LICENCIA | En Lima por Francisco del Canto | Año. 1606. 8% Facsímile de la 1? ed. publicada con el siguiente título adicional : « Arte Vocabulario y Confessionario de la Lengua de Chile. Compuestos por Luiz de Valdi- via. Publicados de nuevo por Julio Platemanm. Edición facsimilar. Leipzig. R. G.*' Teubner, 1887. » El texto reproducido á plana y renglón, es como sigue : 8 f. s. f. que comprenden la port. y los prel. 4 saber : Suma del privilegio, licencias, aprobaciones y dedicatoria. En la 62 f. s. f. se registra una advertencia « Al Lector » en que se dan noticias sobre la lengua araucana. En las f. f. 7 y 8s. f. empieza el « Arte de la Lengua de Chile » y sigue en la f. 9 fol. continuando hasta la f. 55, foliadas todas por el anverso, con las signaturas A-F 5, y 1 f.s. f. para el complemento de la Tabla, á- cuyo reverso se repite el pie de imprenta de la port. Sigue el « Vocabulario dela Lengua de Chile », que comprende40 f. s. f. con la signat. C-L 5. El tercer tratado, lleva portada especial con este título : «Doctrina Christiana y Cathecismo aprobado por el Concilio Prouincial de Lima », con dos traducciones en Lengua de Chile, que examinaro, y aprobaron conforme al decreto de dicho Cocilio los dos Reurendissimos Obispos del mismo Reyno, cada qual la de su obispado ». (Signo de la Compañía, distinto del de la port. principal). Al pie: « Impreso con licencia de la Real Audiencia, á petición del padre Luys de Valdivia de la Compañía de lesus, con el arte de la misma lengua, bocavulario y confessonario que compuso el dicho padre. En Lima. Im- 168: ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA preso por Francisco del Canto. Año 1606.» Consta esta parte de 16 fs. fs. fol. por el anverso, y termina con 3 f. s. f., una para los erratas del Arte, otra para las del Confesonario y la última para las del Catecismo. Noticia bibliográfica Los diversos tratados que en su conjunto constituyen esta obra, según el plan de su título, han sido anotados por varios bibliógrafos como obras diferentes, por haber circulado en cuadernos separados, los cuales, como queda explicado, llevan distinta foliatura. Si se ex- ceptúa el que ha servido de modelo para este facsímile, no se conoce ningún ejemplar completo de la 1* edición : uno que tienen los padres Jesuítas en Santiago de Chile, carece de la portada; el que anota Brunet en su Manuel, sin describir, como el de la colección Heber, vendido en libras esterlinas 7, créese que sea la 2* edición de 1684 con portada de la 1?. El Araucano y sus dialectos Este libro tiene importancia histórica por ser el primero que se escribió sobre la lengua de los indígenas de Chile, medio siglo des- pués de la conquista por los españoles, determinando sus primitivos límites territoriales. El autor, en la advertencia que procede á su Arte, dice: «En todo el Reyno de Chile no ay mas de esta lengua que corre desde la ciudad de Coquimbo y sus términos, hasta las islas de Chiloe y mas adelante por espacio de casi quatrocientas leguas de Norte á Sur, y desde el pié de la Cordillera grande neuada hasta la mar, que es el ancho de aquel Reyno por espacio de veynte leguas: por que aunque en diuersas provincias destos Indios ay algunos vocablos dife- rentes, pero no son todos los nombres, verbos y aduervios diuersos. » El abate Molina, en su Historia Civil de Chile ha repetido lo mismo, agregando: «Es muy singular que esta lengua no haya producido algún dialecto particular, después de haberse propagado por un espa- cio de más de 1200 millas, entre tantas tribus, sin estar subordinadas las unas á las otras y privadas de todo comercio literario. Los chile- nos situados hacia los grados 24 de latitud la hablan de la misma manera que los demás nacionales puestos cerca de los grados 45. Ella no ha sufrido alteración notable entre los Isleños, los Montañeses y LENGUAS AMERICANAS x 169 los Llanistas. Solamente los Boroanos y los Imperiales cambian á menudo la r en s.» Sin embargo, en la misma obra del padre Valdivia, se encuentran las pruebas de lo contrario. En el curso del 4rte, se señalan estas anomalías. En el valle de Santiago, llamado Mapuehu por sus naturales, el pronombre «aquel (ma ó machi), era privativo de sus habitantes. En el idioma general de los araucanos, todos los verbos acaban en 2; pero entre los de Santiago, ponían la partícula po después de la 2, añadiendo por ador- no la palabra che (gente, hombre). Todas las transiciones del verbo, Ó sea la acción alternativa ó recíproca de una persona á otra en los di- Versos casos, que son seis, los de Santiago las usaban después de la indicada partícula po, que ponían siempre en el presente de indica- tivo y en los demás tiempos. Lac y uen, en Santiago, interpuestos, significan en el primer caso, hacer que otro haga determinada acción, y en el segundo, estar haciendo la acción. No, interpuesto en los sus- tantivos y á todos los tiempos del infinito, niega la acción en la lengua general, pero en Santiago sólo en el indicativo. En la Doctrina Christiana se acentúa con ejemplos la existencia de los dos dialectos, uno que se hablaba en la Imperial, en su tiempo, y otro en el Obispado de Santiago. Tanto las oraciones, como el Cathe- cismo Breve, tienen su traducción aparte en los dos dialectos con la designación de su nombre, repetido en cada oración ó parte. Desde luego se nota, que la construcción de la frase es distinta en ellas, que la permuta de letras es frecuente, que las terminaciones difieren no- tablemente, que las partículas se intercalan en distinto orden, que los pronombres no son los mismos, y que en consecuencia, muchos vocablos, aunque análogos, se diferencian en su estructura morfoló- gica, atributos que señalarían dos verdaderos dialectos. Es un filón de la lingitística americana que no ha sido explotado. Así en el Arte como en el Vocabulario, y especialmente en el se- egundo, se encuentran las pruebas de otro dialecto del araucano, que por mucho tiempo se ha considerado como lengua distinta. La habla- ban al tiempo de la conquista, y la hablan aún, los indios estableci- dos al Sur de Arauco, y al oriente de los Andes desde Cuyo hasta el Estrecho de Magallanes, en su contacto con los Puelches y Tehuel- ches, y desde la Cordillera hasta la embocadura del Río de la Plata y costas adyacentes del Atlántico, conocidos con las denominaciones dle Huiliches, Pehuenches, Ranqueles ó Boroganos y Pampas ó Lla- nistas. El padre Valdivia los señala con el nombre genérico de Beli- ches, que según la pronunciación araucana debe escribirse Ehúyliche, 170 o ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que significa hombre del sur, de (ghuyli), sur, y (che) gente, nombre que para los araucanos del norte era de afrenta. Aunque las variacio- nes no sean muy considerables, son mayores aún que las que existían entre el dialecto de Santiago y el de la Imperial ó araucano propia- mente, llamando los pehuenches á la región que habitaban, al oriente de la cordillera, mamil-mapú, de mamull, árbol, madera ó leña, y ma- pu, campo ó tierra y por extensión patria. En el 4rte se señalan entre el araucano y el Beliche ó Huiliche estas anomalías : 1* la partícula (que) puesta entre el adjetivo y el sustanti- uo, designa la pluralidad ; 2* en los pronombres posesivos hay varie- dad; 3% algunas de las partículas que modifican las palabras, no son usadas por los Huiliches; 4* con frecuencia caen las letras por afére- sis, quedando en el huiliche tan sólo la inicial del vocablo, como suce- de en lae, usado por los mapuchos para modificar la acción del verbo, que en el mamull-mapue queda reducida á la 1; 5% en los numerales que se convierten en adverbios, hay algunas diferencias. También la hay en los acentos, que entre los huiliches son agudos, mientras que en el araucano son graves, como sucede en mapú y mapu. En el Voca- bulario es donde más se hacen notar estas anomalías y diferencias, y así, el autor dice en su nota puesta al final : « En este Vocabulario van puestos algunos vocablos dos veces ó mas, y con diversas letras, porque tienen en diversas provincias varias pronunciaciones y los mas vocables son Beliches, porque estos Indios son los mas en nú- mero y los mas necesitados en sus almas que quie les predicara por ser infieles. » Sistema gramatical del araucano El 4rte del padre Valdivia, es el molde típico en que se han va- ciado todos los trabajos gramaticales que sobre el araucano se han escrito con posterioridad : todos los elementos, todas las reglas funda- mentales y todos los mecanismos que constituyen la esencia y el arti- ficio de la lengua, están estudiados en él con penetración y originali- dad, sin que nada nuevo se haya agregado después en este sentido, aun cuando algo se haya adelantado en el método didáctico. El autor, emancipándose de toda preocupación, y reaccionando por instinto contra el sistema de reducir las lenguas americanas á la nor- ma de la gramática latina, con la cual se les suponían arbitrariamente identidades ó analogías de forma y de estructura, toma la lengua araucana como materia prima y la descompone y analiza en sus ele- 5 LENGUAS AMERICANAS 171 mentos fonéticos y gramaticales, poniendo de manifiesto su mecanis- mo con claridad y buen criterio. Arregla definitivamente su alfabeto, descubriendo en él una sexta vocal, una nueva consonante y varlas consonantes modificadas; y guiándose por un seguro método analítico, expone todos los artificios que entran en la composición de los voca- blos, tomando por punto de partida sus raíces ó núcleos, y explica cómo intervienen las partículas ó articulaciones, en sus modificacio- nes, descubriendo entre el singular y el plural la existencia del dual, propio del idioma griego. El Arte del padre Valdivia, considerado en su conjunto, puede de- cirse que es un tratado sobre el verbo araucano que, como en todas las lenguas americanas, traza el círculo dentro del cual gira el len- guaje, subordinando á él todas sus partes componentes. Esto es lo que constituye la originalidad del trabajo y á eso deberá su duración como el primer monumento escrito sobre la materia. El abate Molina, que teorizó dos siglos después sobre este punto, observa de acuerdo con las reglas establecidas por el padre Valdivia, «que todas las partes del discurso se convierten en verbo, de manera que se puede decir que el habla chileno consiste en el manejo del ver- bo, pues los relativos, los pronombres, las preposiciones, los adverbios y todas las demás partes de la oración, no menos que los nombres, están sujetos á esta metamórfosis.» Del modo de acomodar los pro- nombres en la conjugación del verbo, ó sea de la acción que pasa de una persona á otra, Ó á varias entre sí ó recíprocamente, deduce el padre Valdivia la teoría que él llama de las transiciones, que ha que- dado en la nomenclatura de los araucanistas, aun cuando tuvo por regla condensar los vocablos en grandes grupos, con clasificaciones generales, «por no inventar nombres » como él mismo lo declara. Bibliografía de Valdivia El padre Valdivia es una de las figuras más simpáticas de la con- quista de Chile y representa un notable papel en su historia colonial. A su nombre está ligado el famoso plan conocido con el nombre de «guerra defensiva» que tenía por objeto reducir á los araucanos por medio de la paz, y poner coto á las crueldades y sevicias de los con- quistadores, inspirándose en los ejemplos de Bartolomé de las Casas en Costa Firme y del padre Santo Tomás en el Perú. Formó parte de los primeros misioneros jesuítas que fundaron en 172 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Chile su primer establecimiento en 1593. Acompañó á los conquista- dores en sus campañas en calidad de misionero, dedicándose al estu- dio de la lengua de los naturales, aun cuando no falta quien le niegue el conocimiento de ella ó por lo menos la prioridad de su estudio gra- matical. Según una noticia manuscrita de don Diego Barros Arana, confir- mada por el señor Medina, existe en España un memorial impreso, firmado por Antonio Parisi, quien dice en él, «haber servido en Chile diez años como alférez y capitán y doce en la guerra de Arauco como capellán y vicario del ejército, declarando que el padre Valdivia, no sabía la lengua chilena ni era autor del Arte, pues solo él había com- puesto Artes y Vocabularios y Sermones en lengua de los indios, que otros aprendían de memoria para predicarlos». Y agrega: «Otros, aunque han escrito algo en esta lengua, ha sido fiándose por lo que los otros les dictaban, máxime el padre Valdivia, el qual por la mucha edad é indisposiciones y por los muchos cargos que tenía, le fué fuer- Za estar siempre en tierra de paz». Pero conviene advertir que este escrito, hecho en representación de los enemigos de la guerra defen- siva proclamada por el padre Valdivia, es muy apasionado, y tenía por objeto principal, desautorizarlo ante la corte. Se dice además que el padre Gabriel de Vega, que fué compañero de Valdivia en las misiones de Chile, fué el primero que escribió so- bre la lengua araucana; pero sus trabajos manuscritos se han perdido, no pudiéndose estimar su importancia, ni hasta que punto pudo Val- divia aprovecharse de ellos, si es que los conoció, lo que es presumible, aun cuando no los menciona en su obra. Mientras tanto, Valdivia, en la dedicatoria de su obra al goberna- dor de Chile Alonso García Ramón (que lleva fecha 26 de agosto de 1606, en Lima), declara: « Anduue el año pasado y parte de este (1605-1606) siruiendo en esse Reyno y ayudando á los soldados é In- dios naturales en los ministerios espirituales. Algunos ratos que me sobrauan, ocupé en hazer un arte ó gramática y un Bocabulario y un confessionario en la lengua dellos, por donde pudiesen los ministros del Euangelio aprenderla : considerando queya de presente no les podía yo ayudar en lo principal de sus almas que desseaua á lo menos en lo por venir... pudiese este mi peqño trabajo ser para el dicho fin prouechoso á otros ministros del Euangelio. Y llegado á esta ciudad de los Reyes, y ordenandome la obediencia lo sacase á luz: me pare- ció imprimir juntamente con lo dicho, los dos cathecismos de essa lengua, aprobados por los dos Reuerendissimos obispos de esse Rey- LENGUAS AMERICANAS 173 no que por andar eseriptos de manos tienen muchas vezes trocadas las palabras y algunos yerros : cuyos originales firmados de sus seño- rías vue (tuve) en ese Reyno y traxe conmigo á este y todo lo suso dicho presenté ante la Real Audiencia desta corte y dió licencia se imprimiese. Mis primicias q? son fruto de trabajo de doze años que gasté en esse Reyno. » Este testimonio irrecusable y el carácter grave y modesto de Valdi- via, que como su vida lo comprueba, trabajaba con pasión más por el bien que por la gloria, y menos por la de escritor, lo absuelven del car- go de plagiario, y hay que reconocer que fué el primer europeo que cul- tivó la lengua araucana y evangelizó por medio de ella. El padre Ova- lle, que lo conoció en los últimos años de su vida, dice en su Histórica Relación de Chile, hablando de sus primeros trabajos : « Era hombre dle tan gran talento, que á los trece días que comenzó á aprender la lengua de los indios comenzó á confesarlos en ella y á los veintiocho á predicar. No contento con esto, comenzó ha hacer la gramática y el vocabulario que de ello imprimió, con que dentro de poco tiempo pu- dieron instruirse los indios en su propia lengua y aprender el catecismo en ella, y era contento oir á los indios responder en su lengua á las preguntas de la doctrina christiana, con admiración de los que veían una €eosa tan nueva en aquella tierra ». Nació en Granada por los años 1560 á 1561. Entró á la Compañía de Jesús á los veinte años de edad. Después de los trabajos su) que quedan señalados, como misionero en Chile y profesor en el Perú, y publicadas en Lima sus obras sobre la lengua araucana, y otra sobre Ñ OS la lengua Allentiak, pasó á España con el encargo de abogar ante la corte en pro de la guerra defensiva de que se había constituído su campeón. Regresó á Chile el año de 1612, donde permaneció tratando de poner en práctica su sistema de guerra pacífica, lo que le valió ser el blanco de las persecuciones de los conquistadores, con cuyo motivo decía él: «como el perro muerde la piedra que le tiran y no la mano que la tira, así han sido los bocados de plumas y lenguas en mí, y no en la mano poderosa que me arrojó allá». En 1622, retiróse á Casti- lla la Vieja, en Valladolid, donde escribió algunas obras de que hace mención el padre Nieremberg en Varones ilustres de la Sociedad, mu- riendo allí á los 81 ú 82 años de edad, el 5 de noviembre de 1642, aunque el padre Alegambe diga equivocadamente en 1642, pues el padre Ovalle, según cuenta, le visitó en su retiro de Valladolid en 1640. Lo más completo que se ha escrito sobre el padre Valdivia son los 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA interesantes capítulos que le consagra el padre Lozano en su Historia de la provincia del Paraguay y de la Compañía de Jesús, á quien todos han copiado, aun cuando carezcan de algunos datos biográficos, y es- pecialmente de los que podían dar luz sobre sus trabajos como filológo, que es lo que hemos tenido principalmente en vista en esta nota bibliográfica, al reunir en ella algunas noticias desconocidas ó nó bien ilustradas acerca de su personalidad y de sus obras sobre len- gtiística americana. De la segunda edición de la gramática araucana, del padre Valdi- via, desconocida por los bibliógrafos, sólo tenemos noticias de cuatro ejemplares, incluso el nuestro, más ó menos completos, y de la portada de uno de ellos se copia su título que es como sigue y se acompaña con la descripción correspondiente : Valdivia (Luys de) ARTE | ¡ GRÁMATICA | GENERAL DE LA LENGVA QVE | corre en todo el Reyno de Chile, con vn | Vocabulario, y Confessonario : Compuesto | por el Padre Luis de Valdivia, de la | Compañia de Jesus, en la Provincia del Perú | IUNTAMENTE CON LA DOCTRINA | Christiana y Cathecismo del Concilio de Lima, | en Espa- nol y dos traducciones del en la lengua | de Chile, que exa- minaron y aprobaron los dos | Reverendissimos señores Obispos de Chile | cada cual la de su obispado | DEDICA- DA | al Señor Don Diego de Lara Escobar, Comisario | Ge- neral de la Cauallería del Reyno | de Chile Sc. | CON LI LICENCIA | En Sevilla, por Thomas Lopez de | Haro, Año 1684. 80 Ejemplar defectuoso al cual faltan las hojas prels. y las 12 primeras pági- nas así como las finales del Confessonario, según la descripción que sigue : Prel. 6 f. s. f. (faltan) «Arte de la lengua de Chile », p. 1-75, signaturas A. E. En una nota final se dice : «Con esto se da fin al Arte, Dios Nuestro Señor le dé bueno al Autor del, y á los que del se aprovecharen. Amen». Al pie de la pág. una viñeta. Al dorso de la pág. 75 en que termina el Arte con la llamada Vo, empieza el «Vocabulario de la lengua de Chile. Compuesto por el padre Luis de Val- divia de la Compañía de Tesus » que consta de una p. s. f. y 30 f. s. f. sig. F L y termina al reverso de la f. 30 s. f. y al pie esta llamada: «+ A. — Comienza luego nueva foliatura repitiendo la llamada del pie de la pág. frontera «| A, con un alfabeto y la formación de las sílabas, todo en 10 líneas, y sigue : « Doe- LENGUAS AMERICANAS 175 trina Christiana », p. 1-16. En las pags. 15 y 16, dos composiciones métricas en idioma araucano bajo este título : «Coplas para cantar después de la doctrina á N. S. lesu Christo» y «A Nuestra Señora para despedirse en acabando la Doctrina ». Sigue la foliatura con el « Confessionario Breve» p. 17-31 (faltan pp. 27-31) Rarisimo. De esta 22 edición de la obra del padre Valdivia no hace mención ningún bi- bliógrafo, no habiendo aparecido jamás en las ventas europeas. En Chile exis- ten tres ejemplares, dos de ellos completos. Los padres Backer en su Bibliotheque, describen una parte de ella, sin conocer su fecha y equivocan su formato po- niendo 12% por 8%; pero se ve que es la misma. Las 6 f. s. f. prels. de la 22 edición que faltan á este ejemplar, contienen : 10 «Dedicatoria » á Lara y Escobar firmada: «su menor capellán Joseph María Adano». 2 p. s. f. Dice en ella, que en Roma encontró por acaso el Arte de Val- divia (en su 1? ed. de Lima) y que lo reimprime para servir á mi querida provin- cia de Chile », y que lo dedica á aquel sujeto, porque ha servido más de 26 años en los indios; 2% « Aprobación » 1 f. s. f. firmada en Lima en último de Agosto de 1606 por Alonso de Toledo, presbítero : El bachiller don Diego Gatica : El ba- chiller Miguel Cornejo. Dicen los firmantes que el R. P. Esteyan Paez, provin- cial de la Compañía de Jesús les mandó que viesen este arte «como personas naturales del Reyno de Chile, y expertos en la lengua de los Indios dél ». 30 «Licencia» del Provincial de la Compañía de Jesus. Lima 30 de agosto de 1606 en 1lf.s. f.; 49 «Al Lector» 2 f. s. f. TI El Allentiak El libro del padre Valdivia que se consideraba perdido y cuyo feliz hallazgo se debe al señor J. T. Medina, lleva el siguiente título, copiado dle la edición original de Lima en 1607 : Valdivia (Luis de) Doctrina eristiana y Catecismo, con un Con- fesionario, Arte y Vocabulario de la lengua Allentiac, por el padre Luis de- Valdivia de la Compañia de Jesús. Reimpreso todo á plana y renglón, con una reseña de la vida y obras del autor, por José Toribio Medina. — Sevilla, MDOCOXCIV. S% men. Papel de marca mayor. Port. á dos tintas. — Divídese en dos partes : 12 La introducción del editor. 22 El texto del autor. La 12 parte se subdivide en dos secciones : la noticia biográfica sobre Valdivia, y la bibliográfica sobre las obras del mismo. La 1* parte es como sigue: Falso título : Obras del P. Valdivia 176 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sobre la lengua Allentiac, y en la v. en bh: Tirada á doscientos ejemplares. Port. con el título arriba anotado y v. en b. — Dedicatoria: 41 doctor Francisco Moreno, fundador y director del Museo de La Plata y y. en hb. — Advertencia p. VH-X. — Noticia biográfica : p. 1-42. — Sección bibliográfica : p. 43-78. La 2 parte comprende las obras de Valdivia sobre el Allentiac y se subdivide en tres tratados, con tres portadas diferentes en facsímile, reproduciendo cada una el texto original á plana y renglón, ásaber : Port. facsimilar en la forma siguiente : DOCTRINA | CRISTIA- NA | Y CATECISMO EN LA | LENGUA ALLLENTIAC, QUE CORRE EN LA CIU | DAD DE SAN luAN DE LA FRONTERA, CON | UN CONFESSONARIO, ARTE Y BOCABULARIO BREVES. | COMPVESTO POR EL PADRE | LuYs DE VALDIUIA DE LA COMPAÑIA DE Te- | SUS, DE LA PROVINCIA DEL PERU | (Escudo de la Compañía de Jesús con adornos tipográficos, y en el centro la inscripción 1Hs) Con licencia. | EN Lima POR FRANCISCO DEL CANTO | AÑO M. DC. VII. A la vuelta : DECRETO DEL REAL ACUERDO de la Audiencia de los Reyes. Aviendose visto las Doctrinas Chvistianas, Catecismos, Confesionarios, Artes, y Vocabularios del padre Luwys de Valdiwia de la Compañía de Tesus en las dos lenguas Milcayac y Allentiac de las ciudades de Mendo- ¿a y San Tuan de la Frontera, y las aprobaciones de todo, se le da licencia al dicho padre Euys de Valdivia, para que lo pueda imprimir por diez años, guardando la ley nuena que da la forma en la impresion de los libros. En los Reyes, á diez y nueve de febrero de seyscientos y siete años. — Sigue : DOCTRINA CHRISTIANA EN LENGUA ALLENTIAC, contenida entre las fojas 2-20. — 22 port. facsimilar : ARTE Y | GRA- MÁTICA | BREUE DE LA LENGUA ALLEN | TIAC, QUE CORRE EN LA CIUDAD DE SAN IUAN DE LA FRON | TERA PROUINCIA DE CUYO, JURISDICCIÓN DE CHILE. | Com- PUESTO POR EL PADRE LUYS DE VAL | DIUIA DE La COMPAÑIA DE IESUS DE | La PROUINCIA DEL PrRU. | CoN La DOCTRINA Y CATECIS | MO Y CONFESIONARIO EN ESTA LENGUA Y UN BREUE VOCA | BULARIO PARA COMENZAR Á CATEQUIZAR Y CONFESAR | QUE COMPUSO DICHO PADRE Y APROBÓ EL SE | NOR REVERÉDISIMO DE SACT. DE CHILE | (el mismo escudo de la primera portada) CON LICENCIA | EN Lima POR FRANCISCO DEL CANTO | AÑO MDCVIL. A la vuelta el mismo decreto dlel Real Acuerdo antes trascrito, y en seguida : LICENCIA DEL PADRE PROVIN- cial. Yo Esteuan Paez de la Compañía de Tesus en esta Prowincia del Peru. Por par- ticular commissión que para ello tengo del muy R. P. Claudio Aquavina, muestro Pre- posito General, doy licencia para que se impriman las doctrinas Christianas, Cathecis- mo, Artes, y Vocabularios que el padre Luys de Valdinia de nuestra compañia ha com- puesto en las dos lenguas Milcayac y Állentiac de la Provincia de Cuyo, atento á que han sido vistas y aprouadas por hombres expertos en las dichas lenguas. En testimonio de lo cual di esta firmada de mi nombre y sellada con el sello de mi oficio. En Lima á veynte y uno de 1607. Años. Esteuan Paez. — Sigue : ÁRTE DE LA LENGUA ÁLLEN- TIAC, bajo nueva foliatura, contenida entre las f. f. 1-14 con 1 f. s. f. para la tabla, y v. en b. El tercer tratado lleva la siguiente portada facsimilar : VOCA- BULARIO | BREVE EN LEN | GUA ALLENTIAC, DE | LOS VOCABLOS MAS COMUNES Y NECESSA | RIOS PARA CATEQUIZAR Y COFESSAR EN | ESTA LENGUA. COMPUESTO POR EL PA | DRE LUYS DE VALDIVIA DE LA Co | PANIA DE IESUS EN LA PRO | UINCIA DEL PERU. | (Escudo de la Compañía como los anteriores). CON LICENCIA | Ey Lima POR FRANCISCO DEL CANTO. | Año M.DC.VII. A la vuelta el decreto y la licencia del tratado anterior. Sigue: « Vocabulario Breve en lengua Allen- tiac», en 9 f. s. f. bajo las signaturas D, y E, con v. en b. la última. LENGUAS AMERICANAS 177 Noticia bibliográfica Este libro, cuyo título y fecha ha sido diversamente anotado y jamás correctamente, se ha considerado por mucho tiempo como un mito, habiéndose perdido casi la esperanza de comprobar su existen- cia, hasta que el mismo señor Medina dió en 1878 noticia circuntan- ciada de él en su Historia de la Literatwra colonial de Chile, tomo 11, página 381 y tomo III, página 142, según un ejemplar que existía entonces en la Biblioteca Nacional de Lima, el cual ha desaparecido. En 1892, el conde de la Viñaza en la Bibliografía Española de las len- guas indígenas de América señaló la existencia de otro ejemplar que poseía la Biblioteca Nacional de Madrid, y éste es el que ha servido dle modelo para esta reimpresión. < Había pensado, dice el editor en su Advertencia, efectuar la reim- presión por medio de la fotolitografía, á cuyo efecto hicimos sacar una copia fotográfica de todo el libro; pero habiendo resultado imper- fectos los ensayos verificados con ese procedimiento á causa de las pésimas condiciones del original, que en ocasiones no permite distin- guir una letra de otra, ni la separación de vocablos en el allentiac, hemos tenido que contentarnos con una reproducción á plana y ren- glón, conservando en absoluto la ortografía de la edición príncipe, y sin más alteraciones que una que otra corrección de las erratas en castellano ». El señor Medina ha prestado un señalado servicio á la lengúística americana al sacar del olvido este precioso libro, dándole mayor valor los estudios biográficos y bibliográficos con que lo ilustra, en vista de nuevos documentos. La primera noticia de este libro del padre Valdivia, se dió en la Biblioteca Seriptorom Societatis Tesv de Rivadeneyra, continuada por el padre Alegambe en 1645, donde se dice: «Mox $ eorum idioma, quos Huarpas vocant, comprehendit; € subinde tertium Puelcien- sium; (puelches) quee Allentiacensis, € Milcaiacensis, appellatione distinguuntur », anotando en la lista de sus obras este título: Gra- mática, Lexica, Catechismo, £ Methodos confitendi, lingiiis Allentia- censi, € Milcaiacensi, quarum vsus in aliquot Prouinciis Regni Chi- lensis est. Ibidem (Lima) MDOVIL, in 8”.» En la Bibliotheca Pinelo- Barcia se leeeste título: PADRE Luis DE VALDIVIA. Catecismo en lengua Alentina. 1612-12.» Los PP. Backer, en su Bib. des AN. SOC. CIENT. ARG.— T. LXI. 12 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA écrivains de la Compagnie de Jésus, repiten este título y transcriben otro á continuación, según la versión de la biblioteca Rivadeneyra- Alegambe, adicionada por Sotvell en 1676, que es así: Arte, Gramá- tica, ete., en lengua chilena y en las dos lenguas Alentia y Milcocoyac, que son las mas generales de la provincia de Cuio en el reino de Chile, y que hablan los indios Guarpes y otros. Lima 1607 ó 1608, — in 8S”.» La primera de estas noticias, es evidentemente falsa, y el segundo título, además de arbitrario, demuestra que no se tuvo á la vista nin- gún ejemplar del libro, pues se duda aún de la fecha de su impresión. Nicolás Antonio, en su Bibliotheca Nova trae la siguiente noticia: Gramática, Vocabulario, Cathecismo y Confessionario en las lenguas Allentiac y Milcayac, quarundom chilensis regni gentium proptis. Ibidem (Lima) 1608 in 8%.» Por último, y para no repetir títulos que se repi-ten copiándose, Ternaux-Compans en su Bib Americaime, repro- duce textualmente el de Sotvell y pone sucesivamente las fechas 1607 y 1608, lo que demuestra que tampoco tuvo ningún ejemplar á la vista. Hoy que se conoce la edición original, queda fuera de cuestión que no ha existido sino la primitiva de Lima de 1607, que se consi- deraba perdida. Los huarpes y su lengua El autor, al final de su 4rte, que forma el segundo tratado del li- bro, pone la siguiente anotación: «AD MAIOREM DEI GLORIAM. No pensaua imprimir estos dos artes de lengua Millcayac y Allentiak por auer mas de ocho años que los hize, y otros tantos que vso estas dos lenguas esperando tener mas vso y exercicio dellas, pero consideran- do la gran necesidad de estos indios parecio mas gloria de nuestro Señor imprimillos junto con los Catecismos, para que haya algun principio aunque imperfecto, y el tiempo lo perfeccionará». Según esto, los dos artes fueron confeccionados al finalizar el siglo XVI, y el relativo á la lengua Milcayac, estaba pronto para darse á la es- tampa en 1607; pero como en ese mismo año emprendió Valdivia su primer viaje de regreso á España, el manuscrito debió quedar en Lima y se ha perdido. Las lenguas á que se hace referencia, eran habladas por los indí- genas, que al tiempo del descubrimiento, habitaban el territorio de Cuyo; los Milcayacs en Mendoza, y los Allentiaks en San Juan, en las llanuras bañadas por las lagunas de Guanacache, con la denomi- nación de Huarpes ó Guarpes, ó Allentiac, según otros, raza extin- LENGUAS AMERICANAS 179 eguida, pero de cuya sociabilidad embrionaria se conservan vestigios, atribuyéndoseles por algunos, sin fundamento histórico, las ruinas y los paraderos de la edad de la piedra y del barro cocido que se encuen- tran en los inmediatos valles andinos, que parecen corresponder á una raza anterior, relativamente más adelantada. El padre Ovalle, hablando de estos indígenas en su Historia Reli- yiosa, dice: «Los indios de las provincias de Cuyo, aunque por la rariedad y frecuente comunicacion con los de Chile, se diferencian en la lengua que hablan, de manera que no se que tengan ni una pala- bra comun á unos, y otros, cada país habla la suya, pero como la de Chile es tan universal, que no hay mas que una en todo lo contenido entre la cordillera y el mar, la hablan también muchos de los de Cuyo, y se vé bien la ventaja que haze esta á aquella, porque no me acuer- do haber visto jamas un indio de Chile que hable la lengua de Cuyo ». El mismo autor agrega en su precitada obra: «Otra cosa hizo el pa- dre Luis de Valvivia, y fué que con ocasión de catequizar y hacer ehristianos á unos indios que se llamaban Guarpes (que habitan en la tierra de Cuyo que está de la otra banda (oriental) de la cordillera) aprendió su lengua (que es totalmente distinta de la de Chile) y hizo eramática y vocabulario de ella, y la imprimió con el de Chile, con que dexó allanado el camino á los nuestros para poder emplearla en su enseñanza, y conversion de los Indios ». El padre Lozano, en su Historia de la Compañía de Jesús de la pro- vincia del Paraguay, trae noticias más circunstanciadas sobre este in- teresante punto. «Echó de ver, dice, que algunos indios Hnarpes, que viven en la Banda Oriental de la cordillera en la dilatada pro- vincia de Cuyo, aunque trataban con los españoles, carecían de los conocimientos del verdadero Dios, por falta de instrucción, á causa de no hallarse ministros sagrados, peritos en su lengua. Vinieron ca- sualmente á Chile algunos de aquella Nación deseosos de recibir el santo bautismo, por lo que les persuadió un mercader á quien ivan siguiendo. Encargose el padre Valdivia de su catecismo, y valiendose de tan buena ocasion, se fué informando de su lengua, haciéndose discípulo de unos rudos hombres, el que con tantas ventajas podia ser maestro en las más célebres universidades. Dabales noticia de los misterios de la Fé, y recibiala de las voces, y preceptos de aquella dificilísima lengua, sugetándose á decorar sus revesados vocablos, y á ser corregido por los bárbaros, y quando erraba, ó en la pronuncia- cion ó en el acento, y era las mas veces con las risas de los Indios. Sufrialos Valdivia con alegria, ayudandoles con gracia á celebrar sus 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mismos yerros, con admiracion de las personas mas calificadas, que no acababan de ponderar aquella humildad, en premio de la qual con- siguió en corto tiempo noticia cabal de la Lengua Allentiaca, que es esta de los Huarpes ». Estudio filológico-comparativo Respecto de la lengua Milcayac, dice el mismo Lozano: «Des- pues se aplicó (Valdivia) con el mismo trabajo á aprender la Milcaya, que es propia de los Puelches, otra Nación de indios de la Cordillera, y son ambos idiomas totalmente distintos del comun que se usa en todo el Reyno (de Chile)». El padre Valdivia á su vez, refiriéndose en su Arte á dicha lengua, dice en el capítulo VIT que trata «De la construcción del nombre, participio y verbo», lo siguiente: «Con- cuerdan el nombre y verbo en número y persona como en la lengua Milcayac, cuyas reglas sirven á esta». Y en el capítulo VIII, que trata «De los comparativos, relativos y numerales », agrega: Con- cuerda en muchas cosas esta lengua en los números con la Milcayac. Véase el capítulo quinze del Arte Milcayac». Así, según Lozano, la lengua Milcayac sería la misma que hablaban los Puelches, que en araucano significa gente del occidente, (puel, Este, y che, gente), que pertenecían á las tribus que se extendían al sud de Mendoza en el te- rritorio patagónico y costas del Atlántico, hasta el Estrecho de Ma- vallanes, bajo la denominación particular de Tehuelches (gente del sud), y la genérica de Patagones. Según el padre Valdivia, el Allen- tiak tenía mucha analogía con el Milcayac, que á estar á lo que dice Lozano es el mismo puelche, de lo que podría inferirse que eran dos lenguas hermanas, ó aquel un dialecto de la misma familia. De aquí surgen dos cuestiones, que si bien son de orden retros- pectivo, interesan á la etnología y á la lengiiística americana : 1* Los Huarpes ó Allentiaks, eran una raza autóctona del territo- rio de San Juan, ó sería una raza emigrada del este, ó una rama de la familia puelche del sud, ó bien una colonia quechua ó aymará del norte? 29 ¡Tendría la lengua Allentiak, alguna afinidad, además de la señalada con el puelche, con los idiomas araucanos, quechua y ay- mará ? Comparando el Allentiak ó Huarpe con los vocabularios del arau- cano y del puelche y tehuelche, apenas si se encuentra la palabra LENGUAS AMERICANAS 181 pataca (ciento) que es común al quechua y al aymará, mientras que en sus terminaciones en en (que combinadas y modificadas por otras consonantes, hacen el oficio de partículas, que se anteponcn, interca- lan ó posponen) se nota cierta identidad fonética aunque los vocablos tengan distinto significado. Empero, el nombre de Allentiak que trae Valdivia, es tehuelche, pues en esta lengua, Alen ó Allen, Alnó Allen, significan hombre ó gente, mientras que el Allentiak es Nuehum. En el vocabulario Allentiak, se encuentra esta palabra: Alhuayac, que significa de fuera, siendo yac (de) de hablativo. ¿No significaría Allen- tiak gente de afuera, y que esta denominación les diesen á los allentia- nos los puelches y tehuelches? Es de notarse que el elemento radical tiak, se encuentra en el quechua, en el sentido de morador ó natural. Comparado con el quechua y el aymará, se nota mayor disparidad por una parte y la misma filiación por lo que respecta á la denomina- ción de huarpes, lo que es más singular, pues señalaría la existencia de un idioma aislado, en el punto preciso hasta donde alcanzó la con- quista incásica por la falda oriental de la cordillera andina, en su en- cuentro con el araucano, y en su contacto con el Puelche de la Pata- gonia; y más aún, que ella no haya dejado ningún rastro en la nomenclatura geográfica del país que habitaban al tiempo del descu. brimiento por los españoles, lo que haría creer que erauna raza emi” grada. En efecto, se observa que desde la frontera norte-argentina con Bolivia hasta San Juan, casi todos los nombres geográficos son exclusivamente quechuas y aymaraes. Hasta la misma denominación de¿Huarpes, es aymará, como lo demuestran los vocablos Huarpatha, Huarpunocatha, Huarpuntatha, que trae Bertonio en su Vocabulario. El mismo nombre de Guanacache, el sitio donde habitaban los Huar- pes, viene del aymará: Huanaco-haque (guanaco cimarrón). Puyuta, otro lugar inmediato, es también Aymará, así como Achango, Guali- lan, Tucamara, Kauseti, Oacha, Huachi y otros que pueden verse en el mapa. Todo esto induciría á pensar, que los Huarpes eran una raza espe- cial, aunque no autóctona, á la que los del norte daban esta denomi- nación y los del sud y del occidente la de 4Allen-tiak, que tenían una lengua propia, distinta del araucano, del aymará y del quechua, con algunas afinidades con el puelche, y tal vez el tehuelche. La raza que la hablaba, y que parecía posterior á la edad de la piedra pulida y del barro cocido, como queda apuntado, se ha extinguido sin dejar más recuerdos de ella, que los instintos atávicos de sus degenerados des- cendientes como rastreadores; y por única herencia, la balsa de toto- 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ra en que navegaban como pescadores las lagunas de Guanacache, con los canastillos fabricados de la paja que crece á sus márgenes, aun usados en San Juan, de que hace mención Sarmiento en sus Ke- cuerdos de Provincia. De su lengua muerta, no queda más que el libro del padre Valdivia, único documento que pueda servir para resuci- tarla filológicamente y aclarar las dos cuestiones apuntadas. El señor Samuel Lafone Quevedo, que con tanta sagacidad ha hecho la clasificación metódica de las lenguas americanas y especialmente de las argentinas, en su Estudio Crítico (V) de la raza americana de Britón, ha procurado esparcir alguna luz sobre este misterio filológi- co, en dos artículos publicados con motivo de la aparición del libro del señor Medina. Su autor, que piensa haber encontrado una lengua perdida, que denomina Cacan, y que correspondería á la sociabilidad prehistórica de Catamarca, anterior á la conquista quechua, divide las mencionadas lenguas en varios tipos, con arreglo á una teoría grama- tical que determina su filiación. Respecto del nombre Allentiak, observa que no siendo ni Huarpe ni Araucano, sus sonidos radicales se ajustarían á una derivación del quechua, en Tiac y Tuyac Ó sea morador ó natural, y en chaquense, tipo mataco, guaicurú, ó Lék, siendo curioso que los habitantes de la región Calchaquí ó Canana, se lamen Diaguitas, tema españolizado que encierra la forma de Tiak y Tiaqua, el que mora. Los que el señor Lafone Quevedo denomina cánones, en su teoría, y que aplica al Allentiak, son tres : 1* Averiguar para la clasificación, si las partículas de relación perso- nal, ó sea los afijos pronominales, se prefijan ó se postergan á los temas radicales, diferencia primordial que separa al quechua del guaraní. Jomo el Allentiak en su posesivación se aparta de la morfología quechua y aymará, aun cuando en la flexión personal de los verbos se advierta una aberración hacia el grupo subfijado, lo atribuye á re- miniscencias abolengas. 2” Para determinar á qué erupo ó familia pertenece una lengua, ver cual voz equivale á la palabra Agua, como también los pronom- bres y partículas de relación. A este respecto encuentra en el Allentiak : 1— Ou — yo Cuchá — Nosotros 2 — Oa — tu Cachá — Vosotros 3 — Ep— él Epchá — Ellos LENGUAS AMERICANAS 183 De aquí deduce que no es fueguino, ni patagónico, ni araucano, ni quechua, ni aymará, ni atacameño, ni tampoco cacan. 3" Se funda en el plural doble de primera persona : uno que excluye y Otro que incluye al que oye, giro gramatical que poseen en común el quechua, aymará, guaraní, araucano (modificado el dual y el plural), y también los de la Polinesia. El Allentiak carece de este recurso, y de aquí deduce que tiene analogía con las lenguas del Chaco Argentino. Su hipótesis, en consecuencia, es la siguiente: «Si conociéramos el vocabulario de los indios Trogloditas de Córdoba, llamados Come- chingones, es probable que hallaríamos la clave del misterio, puesto que esta región se extiende desde Salinas Grandes hasta la cordillera de San Juan y Mendoza, incluyendo las sierras de Córdoba y San Luis, pobladas de indios que habitaban en cuevas por casas, y es ra- cional suponer, que cuando la gran invasión de los Guaicurús (Tobas- Mocovíes) al Chaco, resultó el arrinconamiento de los Tobas, Vilelas y otras naciones de habla subfijadora, y parte de ella penetrase á Córdoba y tierra de Cuyo, y allí, mezclándose con los índigenas trogloditas, formasen esas naciones Guarpes, que hablaban la lengua Allentiak. » Como se ve, la aplicación de la teoría es más bien negativa que positiva. En cuanto á la hipótesis de la emigración y mezcla de las razas, se prescinde de un factor principal, cual es la lengua Puelche, con la que el Allentiak estaba en contacto, y con la que, según el mismo Valdivia y el padre Lozano, tenía sus analogías, circunstancia que la separaba de los antiguos indios Comechingones de Córdoba, A este respecto, dice con precisión geográfica el padre Falkner en su Descripción de la Patagonia: « Entre este país (el Río Quinto) y las Manuras de San Juan y Mendoza (habitación de la segunda división de los Puelches septentrionales ó Tehuelches), están las montañas de Córdoba y Yacanto.» Y agrega: «Los Tehuelches confinan por el occidente con los Picunches, y vienen al este del primer desaguadero, hasta las lagunas de Guanache (habitación de los Allentiacos) en las jurisdicciones de San Juan y San Luis de la Punta; hay algunos en la jurisdicción de Córdoba, á las orillas de los ríos Cuarto, Tercero y Segundo ; fué destruída en sus guerras con los otros Puelches y Mo- covíes (Mocobis del Chaco) ó se refugió entre los españoles. » Lo que en definitiva resulta de esta argumentación, es que el Allentiak sería un idioma aislado, sin analogía con las lenguas cir- cunvecinas en su vocabulario, y con diferencias en su sistema grama- tical, coincidiendo en esto con nuestra opinión. 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Fonética del Allentiak Analizado el Allentiak en su estructura morfológica, se ve, que es una aglutinativa, aislante, pronominal y subfijante, inmovilizada en su verbo dentro de sus. propios elementos, habiendo terminado su período evolutivo; de construcción bi-silábica y de artificios primiti- vos muy simples, que recorre una escala cromática muy limitada. En cuanto puede juzgarse de la fonética de una lengua muerta por un documento escrito, que nada trae acerca de su pronunciación, ella era elótico-lingual, agudamente acentuada y monótona en sus sonidos. De la totalidad de su vocabulario escrito, la mitad de sus vocablos tienen sus terminaciones en (en), (nen), (mem), con articulaciones de consonantes que se siguen sin intervención de vocales, las que debían sonar sordamente. Algunos de sus sonidos (que representaban raíces ó eran desinencias) debían ser tan extraños y complicados, que sólo han podido ser representados en la escritura por dobles consonantes, como: (chk), eñ) cch) lek) Uk) lp) lm) Umt) klt) ms) pz) px) pt) kz) klt) rzk) xp) xk) ss) tkl) y ñ final. Su alfabeto, deducido del vocabulario escrito según la antigua or- tografía española, emplea veinticinco caracteres, pero sólo consta de veintitrés letras, que representan sonidos elementales, omitiendo la (q y la c) de que el autor usa promíscuamente, y comprendiendo el sonido compuesto de la (+) después de vocal, así como el de la (y) consonante, y la (2) por excepción, aun cuando su pronunciación sea dudosa. El libro del padre Valdivia, sólo trae el vocabulario español-allen- tiak, que deja que desear por lo que respecta al método. Para estu- diarlo ha sido necesario formar un vocabulario analítico-concordado, agregándole las palabras y las partículas que se encuentran en la gramática y en la doctrina, el cual forma un complemento de este en- sayo. En la clasificación de su alfabeto, he observado la regla de no poner ninguna letra que no exprese un sonido simple ó doble que lo pinte, según el precepto de Nebrija, repetido por Voltaire: «No debe haber letra que no tenga su distinto sonido, ni sonido que no tenga su distinta letra. » Según este precepto, se han clasificado las vocales y las consonantes, observando respecto de éstas, adoptar la (k) para la (c) en ca-co-cu; para la q en qui-que, en la € y en la Q acompañada de vocal inmediatamente después de consonante. Esto es sin contar ' LENCUAS AMERICANAS 185 los sonidos compuestos, ya apuntados, que son oscuros, que tal vez pudieran también ser elementales, y que en muchos son raíces repre- sentadas por grupos de consonantes, como queda apuntado. Las vocales son seis: 4, e, 1, 0, u y otra 4 que el autor señala siem- pre con bastardilla y acento grave, sin explicar su pronunciación, como lo hace en su Arte del Araucano, donde dice, que es un sonido medio entre la e y la u, que hiere las consonantes antes y después de ellas. Las consonantes son diecisiete, á saber: CH; G (como en ya, gue, gui, JO, YU). J, representada por X), k (en su sonido normal de ca, que, qui, co, cu, y en final de dicción después de vocal). L, LL, M, N, N, P, RR, R, S, T, X, Y (consonante) Z. Fáltanle la B y la F como en el arau- cano, y la D como en el quechua. Se advierte que la H, seguida ó pre- cedida de vocal, podría en algunos casos tener el sonido de la G- sor- da, como la W inglesa, y en otros como aspirada. La J, representada en el texto por la x, según la antigua ortografía española, que falta en el araucano, y que es propia de una lengua gutural, parecía una contracción del sonido compuesto de la x después de vocal, y una modificación del de la G (en ge, gi) como la usan los araucanos. La LL aparece por excepción antes y después de vocal, y antepuesta á la z, siendo el sonido análogo de Y consonante el que prevalece en las síla- bas ya, ye, Yi, yO, YU. La s, que figura rarísima vez en su sonido nor- mal después de vocal, está figurada sólo una vez duplicada (ss) en la palabra Hussú (avestruz), lo que indicaría un sonido silvante y qui- zás onomatopéyico, estando generalmente reemplazada en sus combi- naciones por la Z. La Z, que falta en el araucano, y que los pehuenches y los pampas que lo hablan al oriente de la cordillera, sustituyen á la D, sobre todo cuando hablan melindroso, como lo apunta Cox en su compendio de gramática de Febres, indicaría un ceceo (que no es el linguo dental del castellano) ó una aspiración en ciertos casos, como en la combinación de las letras ZH ó ts. Respecto de su prosodia, dice el padre Valdivia en el capítulo final de su Arte: «Los nombres comunmente son bisílabos, y el acento lo tienen en la última, y lo mismo de los adjetivos y de los adverbios y demás partes de la oración invariables. Los verbos comunmente tie- nen su acento en la última en todos los tiempos, excepto en todos los tiempos de indicativo todo, y en los tiempos acabados en tichan ó en mista, que tienen el acento en la penúltima. » Debe tenerse presente esto al consultar el vocabulario analítico. 186 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sistema gramatical He aquí lo más esencial que trae el 4rte sobre el sistema gramati- cal del Allentiak. Sus terminaciones no varían en los casos el nombre, pronombre y participio, siendo siempre la misma, y sólo se distinguen por las par- tículas que se añaden, que son las más de ellas preposiciones. El nombre adjetivo no tiene más de una terminación, ni la requiere, porque los sustantivos no tienen diversidad de género, y para signi- ficar diversos sexos, se añade la palabra (yac), que significa sexo masculino, ó la palabra (aje) que significa sexo femenino, así pare hombres como para animales. El adjetivo siempre se antepone al sustantivo, y así las partículas que varían se interponen á los sustantivos. La partícula del genitivo es (ych ó ech) (ys Ó es). Ouando el nombre acaba en vocal, se usa (ch) arrimada á la vocal, como Piach, «del Padre ». La partícula (ye) sirve á dativo y á acusativo, sin movimiento, y la partícula ta sirve á acusativo para movimiento á lugar, y á abla- tivo para movimiento de lugar, y también para quietud en lugar. Las dos partículas, (yen ó men) sirven indiferentemente para el romance (con) ora signifique compañía, ora instrumento, y en el plural, se po- nen todas después de la partícula de pluridad (guiam). Los pronombres primitivos son: (Hu = yo) Ka= tu) Ep = él) Heyag = éste) Huengyag = aquél). Declínanse del mismo modo que el nombre, excepto que en el genitivo de singular (Hu) hace (HKuch), y (Ka) hace (Kach), y (Ep) hace (Epech). En plural no reciben la partícula (guwiam) sino (cha). Los pronombres posesivos son los mismos genitivos de estos pro- nombres. Casi todos los verbos activos y pasivos en la primera persona del presente de indicativo, acaban con la partícula (nen) de la cual se forman todas las personas y tiempos del verbo. A esta partícula (nen) precede la letra (a) expresa ó subentendida, para formar con ella las personas y los tiempos, y en esta (a) subentendida, consiste, según el autor, el saber conjugarlos. Las terminaciones de los verbos en presente de indicativo son nueve: (anen), nen) inen) men) pnen) snen) unem) y znen). En todas estas terminaciones que no tienen (4) antes del (nen), debe hacerse cuenta que la tienen, y variarlas al modo que el verbo (hillet kanen) LENGUAS AMERICANAS 187 que significa querer, amar ó desear, y también codiciar, que se pre- senta como tipo. Los dos futuros mixtos del modo sujuntivo, puesto en indicativo y dichos como expresión de deseo, son de optativo, porque cuando se dice afirmativamente, es indicativo. Del afecto con que se dice, de- pende el ser indicativo ó de optativo. Además de esos dos tiempos, hay en optativo un tiempo invariable que se aplica á todas las per- sonas, poniéndolas antes. En el infinitivo, killetek yam es (querer), y según el autor (querer) es nombre también. Así se dice : quilletek altichan (querer); quilletel yal- talticham (haber querido); killetek epmalticham (haber de querer); hi- killetek epltaltichan (haber de haber querido). (V. lo que acerca del infinitivo en esta lengua se dice en el examen lexicológico é ideoló- gico que sigue :) Las partículas que forman los tiempos y modos en las terminacio- nes de las personas de todos los tiempos, son: (Anen) ampen) ana) en singular; y en plural : (Aknen) anmelpen) amna). Para la primera per- sona del pretérito imperfecto, la partícula (wen) del presente se con- vierte en (yaltanen); y para futuro perfecto en (epmanen). Para el futuro mixto, en (epltanen), y para el segundo en (ep petialtanen). Cuando en el presente de indicativo, antes de la (a), expresa ó suben- tendida, que anteceden inmediatamente al (nen) hay x ó s en la pri- mera persona, se vuelve en (ch). En la segunda persona, como (pacax nen) yo saco; (pacachanpen) tú sacabas. Y cuando hubiere antes (tl), se vuelve en pretérito imperfecto en (tel) killetkanen) killetek yaltanen). En el imperativo: conviértese la partícula (anen) del presente en (peche), para la primera persona; para la segunda en (ek) ó en (Ra) ó bien en (%e). Para la primera de plural en (peke); para la segunda en (ke) y para la tercera en (mstn) ó (maten). En el optativo conviértese la partícula (anen) en (putia). En el subjuntivo conviértese para pre- sente en (ya) ó en (lapta). Hacen infinitivos : (Yam), altichan) yaltal- tichan) epmaltichan) epltaltichan). Gerundio de acusativo : (tayag) pelele) cta) nempelelo) y de hablativo: en singular (mantista) yaltista) yaltaltista) epmantista) epltaltista). Plural, 1% persona : (Manttista) yalktista) yaltalktista) epmanttista) epltktista, etc. Se apuntan alounas reglas para indicar el modo especial de formar tiempos. 1* regla: Cuando la sílaba que antecede al (nen) de presente es (ka) como en el verbo (Kkilletkanen), el (ka) se vuelve en (ek) ó en (ak) en el pretérito imperfecto de indicativo, y en el subjuntivo todo, así como en el infinitivo, gerundios y participios. En los demás tiempos 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA se pierde el (ka). 2* Cuando la sílaba que antecede es (hua) ó (ya) 6 (havya), se pierden estas partículas en el pretérito imperfecto, y en los demás tiempos de la primera regla, quedando en los otros. 3* Cuando precede (cha) queda (ch) y se pierde la (a) como (chanen = chialtanen). 4* Cuando precede (chama) queda (cham) y lo demás se pierde (cha- manen =chamyaltamen). 5* Cuando precede (tma) se convierte en (tam) como (jetmanent = jetamyaltanen). 6% Cuando precede (tama) queda entero en el pretérito. S* (sic) Cuando pierde (tauwma) queda (ta), y el (ma) se convierte en (nem) : Así: Ltaumanen = Letaunemyaltanen). 9 Cuando precede (pa) ó (pia) queda en el pretérito (pia); y cuando precede (talo) queda también en la misma forma. 10? Cuando precede (ña) queda la (1) como mañanen = mañ yaltamen). 11% Cuando precede (ye) se vuelve en (yu). 12% Cuando precede (pey) queda (pe). 13? Cuan- do precede (pj) ó (tj) queda (pe) que se sincopa y se ha de hacer cuenta que dice (teha) ó (peha), como (pxnen) que es como si se dijese (pcha- nen) ó (tchanen) guardando la regla tercera. En los demás se guardan las reglas generales apuntadas. El verbo interrogativo se hace en sólo el indicativo: killet-kalte? ¿yo quiero? id. kan? kante? kalkte? kamne? kamte? En todas las demás del indicativo, se convierte la partícula (nen) de la primera persona en (Ite), en la segunda en (en), y en la tercera en (nte); en la primera del plural en (£lte); en la segunda en (mnk) y en la tercera en (mtk). El verbo negativo se hace interponiendo al indicativo, optativo, subjuntivo é infinitivo, la partícula (naha) ó (nah) que significa (no) y (nada) como : (Naha quilleltanen = no quiero); pero en el imperativo hay terminaciones particulares sin el (naha) en algunas personas. Las transiciones se hacen con las partículas (ka, xka, xkanmni, ke, xkee) Ó keunmite, xkenmite, pu, pux) 6 (xpu). Pueden interponerse den- tro del verbo cada una de estas cuatro partículas, que significan la persona á quien va la acción del verbo, como: (quilletekkanen, yo te quiero) kitletek xkakanen, yo os quiero á vosotros). Hay tres partículas para significar la primera persona á quien va la acción en la transi- ción, que son: (kuya) ó (ke) á mí (kex) ó (uke) ó (kuchanen) á nosotros: De 1* y 2? 43?, hácense anteponiendo ó interponiendo al verbo la par” tícula (pu) cuando es la acción á tercera de singular; y cuando es á tercera de plural, las partículas; (puj) ó (xpu). Sirve también para singular (pu) y para plural (xpu). De 1* 4 3*, de 2% ó de 3? á 3*, que es transición recíproca, sirve la partícula (ychakat) interpuesta. Las transiciones negativas, anteponiendo la partícula (naha), se forman según la regla general excepto en el imperativo. LENGUAS AMERICANAS 189 En la construcción del nombre, participio y verbo, concuerdan con el nombre y verbo en número y persona. Cuando el nombre adjetivo rige en algún caso, no se le pone la partícula. Siempre se anteponen los adjetivos á los sustantivos, y los genitivos á los nombres porque se rigen. Los participios rigen el caso de los verbos de que se deri- van. Los verbos activos piden acusativos sin preposición, y á veces á más del acusativo, otro caso, y entonces al uno de ellos se le pone partícula de acusativo ó dativo ó ablativo, según el caso. Preceden al verbo los casos que rige. Los verbos de movimiento piden partícu- las en el caso del nombre que significa el lugar á donde ó de donde, ó por donde es el movimiento, cuyas partículas son, por lo general, pre- posiciones. Los relativos se hacen de tres maneras : la primera, por los parti- cipios; la segunda, por el pronombre (echag) que quiere decir éste ; la tercera con los adverbios locales. Los comparativos se hacen con las partículas (Itap) ó (lop) ó (aye) que significan más y con (aykuno) que significa menos. En los adverbios hay todos los géneros de las demás lenguas : ne- gativos, comparativos, afirmativos, demostrativos, congregativos- temporales, dubitativos, vocativos, interrogativos, locales, cualitati, vos, cuantitativos, intensivos y similitudinarios. Prohibitivos no los tiene, y usa para ello del imperativo negativo con transición. Las preposiciones, conjunciones é interjecciones, son varias. Las preposiciones, unas se posponen y otras se anteponen. Las conjuncio- nes, unas son copulativas de palabras, como (Hta) men) yen); otras lo son de sentencia como (Yag zotom, después de esto). Adversativas, como (Akkaya, aunque); las ilativas, como (hachelya ó eyagtati, por eso). Las interjecciones unas son para llamar (jek ó jen == hola); para apresurar á uno (Tele-empeke, ea pues acaba); para admirarse, doler- se, enfadarse, para exclamar en bien ó en mal y para jactancia y 20zo, hay otras interjecciones que se anotan en el vocabulario. En el uso de las partículas hay variaciones. Muchas de ellas se anteponen ó interponen, variando un tanto la acción del verbo, ka ó kax, interpuesta, hace que pase la acción del verbo á segunda perso- na de singular. Hay significa actualidad en la acción del verbo. Tcha- at hace que la acción del verbo sea recíproca, que va á parar á la persona que la hace. Inje, significa actualidad en la acción como (hay) Lau, significa iteración en la acción del verbo. Laujamanen, torno á hablar. Lepú 6 Lpú, significa ya estar hecha la acción, y se antepone. Me, significa actuación de la acción del verbo. Na, niega la acción del 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA verbo, antepuesta. Nela, interpuesta, 'significa venir de hacer la ac- ción del verbo. Petia, poder hacer la acción. Pulpuxr hace pasar la acción á tercera persona. He, ó kex, hace pasar la acción á primera persona. Ti, significa frecuencia de la acción del verbo. Xka, ó xke, hace pasar la acción á primera persona. Lexicología del Allentiak El Vocabulario Allentiak era abundante en palabras elementales, ó sea núcleos de palabras, si se considera como una lengua de salvajes con pocas necesidades materiales, y sin proyecciones morales, y se tiene presente lo que dice Muller en su Ciencia del lenguaje, que el * vocabulario de las inscripciones cuneiformes de Persia no contiene sino trescientas setenta palabras, de las que ciento treinta son nom- bres propios; y el de los antiguos sabios de Egipto, tan sólo seiscien- tas treinta; existiendo poblaciones de campaña en Europa, que ac- tualmente no cuentan sino con trescientas palabras». Además, debe tenersa en cuenta que el padre Valdivia lo formó por la comunicación oral de unos pocos indígenas emigrados, sin conocer la nación ni sus costumbres, y declara en su título que sólo contiene «los vocablos más comunes y necesarios para confesar y catequizar en esta lengua », de lo que se deduce que debía ser en sí más copioso. Consta el vocabulario escrito de seiscientos cincuenta vocablos (650), incluyendo las palabras compuestas, cuyo mitad (320) tienen, como se ha observado, sus terminaciones en (en) nen) nem) yen), que son partículas pronominales ó raíces demostrativas, que combinadas de diverso modo con las radicales atributivas, y acompañadas de otras consonantes y vocales, y á veces representadas por una sola sílaba ó letra, modifican las personas y tiempos del verbo, así como su acción. Desde luego, se echa de menos en él, la nomenclatura de objetos que debieran conocer aún en su estado de sociabilidad embrionaria, á la vez que abunda en definitivos abstractos, palabras metafísicas y de- nominaciones genéricas que no concuerdan con su índole, careciendo casi en absoluto de términos concretos. Así se ve que, aunque el país que habitaban los Huarpes tuviese su vegetación propia, no trae sino las denominaciones genéricas de árboles, de hierbas y de flores (en plural), que no aparecen en casos análogos, no incluyéndose del reino vegetal más nombre concreto que el maíz. En el reino animal sólo nombra al carnero, que debe ser el guanaco; el perro, que no conocían LENGUAS AMERICANAS 191 antes de la conquista española; el pescado, con la denominación ge- génica de (zurú), que es el que tiene en guaraní (zurubi) un pez cono- cido en el Río de la Plata y sus afluentes; y el avestrúz (hussú), con doble ss aspirada silbante, y la sexta vocal del Allentiak, siendo de notar que ésta y la del perro, son las únicas que registra de carácter onomatopéyico. A este respecto, es de notarse también que el voca- bulario traiga la palabra bestía en su sentido genérico, con la misma denominación (yelap) con que se designa el carnero, cuando en los géneros, su sistema gramatical no distingue los hombres de los ani- males. Hay otra palabre de esta especie que puede clasificarse de figurativa, y es tútú (estiércol humano), con la ú glótico-narigal, que pinta la sensación. De sus armas, sólo se menciona la flecha. De sus utensilios, absolutamente ninguno, y sólo se apunta por accidente la palabra jarro, en castellano. En la construcción de los vocablos compuestos, llama la atención la aglutinación de alguno de ellos, representados por sílabas y á veces por una simple letra en las partículas, como las raíces irreductibles los idiomas de inflexión, que bien podrían ser contracciones de pro- nunciación, ó modos elípticos de hablar, de que el vocabulario pre- senta varios ejemplos, como se verá más adelante. Ideología idiomática Lo que más interesa en una lengua, para darse cuenta de su es- tructura gramatical y del valor de su vocabulario, es encontrar por inducción, los fenómenos intelectuales y morales que pasan en la mente ó en el alma de los que la hablan, á fin de conocer cómo pen- saban en ella, ó sea cómo por medio del mecanismo de sus palabras simples ó compuestas, expresaban sus pensamientos y sentimientos y su asociación de ideas. ¿Cómo pensaban los Huarpes en su lengua? Estudiando la compo- sición de algunas de'sus frases, y descomponiendo sus vocablos, se sorprende el modo cómo los formaban y la operación mental que ellos traducían. A este respecto, el texto del catecismo y el vocabulario escrito, así como la gramática, suministran algunos datos que acla- rando su sintaxis ilustran la cuestión. Por ejemplo: al tratarse de la construcción del nombre, participio y verbo, dice la gramática, que cuando el nombre adjetivo rige el easo, no se le pone partícula, como en Pobre de oro (AMall ño onti), que traducido literalmente significa : 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA oro (all-al1), pobre (10-onti), Ó sea, nO 0r0, para expresar «soy pobre de oro », simplemente «pobre (de) oro», ó «no tengo oro », omitiendo el verbo, lo que indicaría que, como las demás lenguas americanas, Ca- recía del verbo ser como sustantivo, aunque en otros casos lo emplea- sen como auxiliar. Para expresar la idea contraria de rico, decían (maha-ño-onti), valiéndose de la palabra raha, que significa nada y no, y que en este caso hace el oficio de negativo, ó sea: no pobre. Otro ejemplo que suministra la gramática: «Tampoco ponen par- tícula al caso, cuando dicen : jarro de oro, sino (all-all jarro), que es «oro jarro », omitiendo la preposición (de) que sirve para denotar la materia de que está hecha una cosa, lo que demuestra lo elemental de la estructura de su frase. Aun para designar los metales preciosos, ne tenían sino una sola palabra. Así, oro, era all-all, y plata, carcarniay-allall, significando carcarmiag blanco, ó sea: oro blanco; lo que tal vez indicaría que conocieron la plata después del oro. Descomponiendo los vocablos en sus elementos constitutivos, y estudiándolos en la composición de sus oraciones, puede adelantarse en el conocimiento de lo que llamamos su ideología idiomática. El Allentiak carecía evidentemente de voces metafísicas, aunque el vocabulario le atribuya arbitrariamente algunas. Tales son las si- guientes: Cosa (en sus diversas acepciones), que debía ser un de- mostrativo, como lo indican las palabras compuestas : «cosa hecha » y «cosa dicha» que trae. Fuerza (polok), que pone como sinónimo de fuerte. Mal (¡jenek) con que construye la frase de maltratar. Mentira testimonio, que hace derivar del verbo mentir (jinec manen) y del adje- tivo mentiroso, (jinik mata). Perdón, que se halla en el mismo caso anterior. Poder (petia), interpuesto á los verbos, que indicaría sim- plemente como partícula una condición potencial. Vida (taymenta) en su acepción abstracta, cuando figura como verbo (tayteluemanen) (vivir ó viviendo) en su acepción personal limitada. Esperanza, que no concuerda con esperar. Ley (jag ó gual), que también trae en su acepción de (cosa), indicando algo determinado por medio de un de- mostrativo (que en el catecismo trae en castellano), como se ve en (gualk-yen) significando la partícula (yen) pospuesta; (com), para ins- trumento, ó sea, cosa (esa) con qué (se hace una cosa). Así (guaguak- echag) significa : (otra cualquier cosa de éstas), pues echag equivale al pronombre demostrativo (este, esto). La prueba de esto se ve en el texto de la Doctrina Cristiana y el Confesonario, en que todas las virtudes y cualidades morales están LENGUAS AMBRICANAS 193 designadas con sus denominaciones castellanas, por no tener en Allentiak términos propios para enunciar estos entes de razón. Las palabras duplicadas, que son tan frecuentes en las lenguas primitivas, y especialmente en las americanas, para suplir su poca elasticidad, dan la elave de algunas combinaciones del Allentiak. Lop es adverbio comparativo que significa (más); duplicando la palabra (lop-lop) expresa la idea de igualdad, ó sea igualmente; — agregándo- les las partículas pospuestas en (lop-lop-puta-manen), se convierte en en el verbo ¿igualar ; — lo mismo que (tolop-tolop) con la partícula (to) antepuesta, es dobléz, y (tolop-tolop-nen) es doblar. Hay otros grupos de palabras características, que hacen penetrar más íntimamente en el organismo del lenguaje de que se trata, y ter- minan las proyecciones limitadas de sus concepciones, partiendo de la noción de un objeto ó cosa determinada, para llegar no á una gene- ralización, sino á una aplicación también determinada. Consultando el vocabulario, nos encontramos con la palabra patria, que envuelve una idea superior, y que se traduce por (Taktao) ó (Tahue) 6 (Teta). (Talktao) 6 (Teta), así como tahue, quiere decir tierra en Allentiak, de manera que patria envuelve simplemente la idea de suelo habitado. El padre Valdivia, en su empeño de generalizar las formas del len- guaje, trae esta definición: «Todo el mundo = Chuteh), de chu (todo) y la radical te (tierra), cuando en realidad no envuelve sino la idea de todo un terreno conocido en que se habita. Exagerando el alcance de la palabra, pone: (Valle de lágrimas = Teutayag-teta), que no significa otra cosa que tierra-llorando, de verbo llorar (teuyanen) y teta (tierra), ó sea tierra (que) llora. Así, al definir la palabra valle, que no se dis- tingue de la noción de tierra, pone simplemente teta. Es curioso el artificio de que se valían para asociar ideas compli- cadas conexas con la noción de la tierra. Tehul significaba : debajo de tierra, contracción de las palabras teta (tierra) y hulyak (debajo y abajo), representadas por sus primeras sílabas, que acusan en este caso la persistencia de las raíces, y dan idea del mecanismo de esta lengua perdida. Más interesante y complicada es la idea de la muerte, de que los salvajes americanos no tenían clara noción, y que no concebían como una ley natural del término de la existencia humana. He aquí las di- versas definiciones que trae el vocabulario : AN. SOC. CIENT. ARG, — T. LXI. 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA MA Lepuxapnen MAC Xapi (Japi) Mu Xapi (Japi) MUDO e Xapia (Japia) MUCOSA Xapnen (JSapnen) Querer morirse........ Xapialtanen (Japialtanen) La palabra muerto (japi) domina todo el grupo. Agregándole á japi la partícula (yag), que es pronombre demostrativo (este) y hace como terminación en participio de activa, equivalente á (el que) en este caso designa á hombre ó varón, con relación á la persona misma, ó sea el muerto mismo: muerto-hombre, que representaba para los Huarpes la muerte en su materialidad individual. Corroboran esta interpretación racional, las palabras Japuen y Japialtanen, que es la misma palabra transformada en verbo en su sentido limitado. Esto se comprueba más aún, con la palabra compuesta (yan-japiag), (viuda) que significa (su) hombre muerto, y la correlativa de viudo, que se traduce por (aji- japiag), ó sea (su) mujer muerta). Las nociones que tenían de tiempo y espacio, se ilustran con otros grupos de palabras, que confirman las interpretaciones apuntadas. Siempre 6 cada día, según el vocabulario es (Chutekta), de (chu) que significa todo y (tekta) día, ó sea todo día y también sol; y así, pare significar el medio día, no tenía sino la misma palabra (tekta). Nada, que en el vocabulario se traduce por (naha-gualtati), descompuesta en sus elementos, no significa más que (naha = no), y (gual = cosa), con (tati) que pospuesto, equivale á entre ó dentro, Ó sea: no cosa adentro. Y la misma palabra (guak ó yag) acompañada de la partícula indicativa, Ó duplicada, forma varios compuestos simples, como: (guac-yen), de (guak = cosa) y (yen = con), ó sea: cosa con que se hace una cosa; y estas otras: (guak-kayen = con qué), (guaktá = en que), (guag-aya = por qué?), (gua-kaye = qué?), (guak-guak= otra cualquier cosa) que su subentiende, cosa y cosa, para distinguir una de otra en plural. La concepción aritmética, según se deduce del vocabulario y de la. gramática, era adelantada, pues contaba por miles, según el sistema decimal, y en los numerales habían alcanzado hasta la noción de la idea de orden sucesivo, aunque el artificio de que se valían indique una concepción primitiva de la cantidad. He aquí sus números cardinales : Uno a Lkaa Dre Ltan 6 Ltun Dosis coa Yemen CUAL Tut LENCUAS AMERICANAS 195 COCO Horok Once Lkatertekta SOS Zhillka Doce Tucun-tayemen SU Yementla Trece (etc.)... Tukumta-ltum-klew Ocho Ltunkleu Veinte (etc.).. Yemen-Tuloun NU Cssoo obs Tutkleu Ciento....... Patalka Di .=000006 Tulum MIA Tukun-pataka Como se advierte, á contar de seis adelante, las denominaciones se componen con los radicales de los primeros números por una especie de fórmula algebráica primitiva en que el número se expresa por el dos, que es la base, como (Yemen-kleu) ó sea 2 + 24 2 + 1=?7, pues clew ó klu, significa, sobre; y así el ocho, formado por el radical tres (Letan 6 Ltum) es (ltuklew) ó sea dos tres, sobre dos; y el nueve (tut- Icleu) se forma del cuatro, ó sea: uno más (Ó sobre) dos cuatro. Esta combinación numeral se encuentra tembién en las lenguas algonqui. nas, según Duponceau, en que «el siete se forma con las palabras dos, que es el número más arriba del cinco », con cuyo motivo observa el citado autor: «Es curioso que esta idea sea la misma que ha dado origen á las cifras romanas, en que se agrega una unidad á cinco, hasta llegar á nueve, y entonces se coloca el signo de la unidad antes del que representa el número diez .» De (tukum= diez), sale, (tulkum- tayemen) quees10 + 2=12, y (yemen-tulcum) ó sea dos diez, 6 10 + 10 = 20. La cantidad 100 se expresa por la palabra pataka, y así mil es (tultum-pataka), diez cientos, ó sea 10 <100=1000. Para expresar tres mil, decían : (ltun-nem-tukum-pataka) que equivale á tres-diez-cientos, y que puede representarse por esta fórmula : 3 < 1000 = 3000, siendo (nem) simplemente partícula que afirma. (Véase el vocabulario ana- lítico). En sus números ordinales, su concepción es algo más complicada, y se explica por la gramática. Sus ordinales son : Primero.. Neune-gatichan Sexto.... Zhillkayag Segundo. Huere-tichan Séptimo.. Yemen-kleu-yag Tercero.. Ltun-etichan Octavo... Ltun-kleu-etichan Cuarto... Tut-etichan 6 Twyag Noveno... Tut-kleu-yag Quinto... Horok-etichan 6 Koroyag Décimo .. Tukum-yag La terminación (tichan) diversificada según las personas, forma las modalidades del verbo, ya sea para los infinitivos, ya para los parti- cipios pasivos, y en este caso sirve, á lo que parece, para convertir el nombre en verbo, desempeñando el mismo oficio la terminación (yag) 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que se aplica á los participios. Este vocablo (yag) que es partícula pronominal y verbal, como antes se explicó, y subfijo para designar género, significa á la vez hombre ó varón, y con ella se componen va- rios comparativos, como (unkayag) que significa mayor y más y tam- bién gordo; y (kum-chok-yag) que significa menos y menor. Para los totales, usaban las palabras (chu = todos) y (ker) era la mitad cuanti- tativa; así, (lkaa-mayuna) expresaba : uno falta, compuesto de lkaa = uno), y (mayuna), que se construye con el auxilio del verbo (mayanen = faltar); (toltok-mayuna-yen-neyag), equivalía, á otro falta, y así hacían por sustracciones sus comparativos. Los abstractos verbales en el Allentiak En el catecismo es donde se exhibe el esqueleto del idioma. Su tra- ductor, ó más bien dicho redactor, ha tenido que interpretar concep- tos espirituales, adaptándolos á la inteligencia material del salvaje, haciéndole expresar ideas que no estaban en su mente y que eran contrarias á la índole del idioma. Sirva de muestra el siguiente espé- cimen de traducción literal del Credo, analizada : Netke-manen Dios Piata, chalop mamichan chich ye (Verdad digo) Dios en el padre todo igual (ó fuerte) «que hizo el cielo y teyepe. la tierra. Análisis: Manen es á la vez, ser y decir, y netke-manen, verdad de- cir, que el padre Valdivia define también como el infinito creer, sa- cando el abstracto verdad, de netke-jam) netke (verdad) y jam (palabra); y así, dice la oración: « Digo verdad creo». Piata viene de Pia (pa- dre) y ta que indica la declinación del nombre en ablativo. Chulop, se compone de Chu (todo), y lop (igual, Ó tal vez fuerte), Ó sea : todo igual ó fuerte, por todopoderoso. Manichan, designa en el verbo la persona que dice ó hace, y en este caso difiere de la traducción del vocabulario. Chich viene de chis (cielo) que también se expresa con echis-taktao, que es tierra alta. Ye, señala el acusativo del nombre en singular, y del dativo en plural. Te, esla raíz del vocablo tierra (teta), que complementada con sus partículas, dice : la tierra. En el vocabulario se presentan los huesos dispersos de este esque- leto, que tiene su síntesis en la gramática. LENGUAS AMERICANAS 197 El Allentiak, como todas las lenguas americanas, debía carecer, y carecía en absoluto de términos abstractos. Sería una singularidad que una lengua que encierra en su orga- nismo morfológico un círculo muy limitado de asociación de ideas, y que carecía de abstractos y hasta de voces metafísicas y denomina- ciones genéricas (no obstante que el padre Valdivia le atribuya algu- nas), tuviese verbales, sustantivos ó abstractos, que expresasen de una manera indefinida el estado ó la acción, sin determinar número ni persona. Las palabras que pudieran afectar las formas de tales, generalizan- do una idea, parecerían representar meras acciones reflejas que se derivan de la noción individual. Así se ve, que todo vocablo que pa- rece envolver una idea general (con meras excepciones eufónicas), es invariable, como particularmente se nota en la declinación del nom- bre, y en la conjugación inflexible del verbo, y particularmente en el verbo típico (quillet) que envuelve la idea de amar, querer (voli- ción), desear y codiciar á la vez, y también la noción de la voluntad en una palabra compuesta, lo que excluye toda concepción filosófica, siquiera sea en el mecanismo gramatical, como se verá por el siguiente paradigma : Ind. presente ..... Qumilletekamen Yo quiero y quise. Preb. iMp...-.---- Quilletek yaltanen.......... Yo quiero ó solía querer. PUTO oo 00s006060s QuilletepmaNN ooo Yo querré. Futuro mixto..... (Quillet epltanen..-....... Yo había de querer. 2 Gal. —Múlooessoo (Juilletelo eppetialtanen.....-. Yo había de haber querido. Imperativo.....-.. Quilletek pecho Quiera yo. Optativo ........-. Cu quilletek-putid.........- O si yo quisiese. Subjuntivo ....... (uilletek-quiyO ooo... Cuando yo quiera. Ica)... .oseoss (Quilletekyam ó alticham..... Querer. Ger. de acusat.... Quilletek tayag.........-.- Para querer. Id. de ablativo ... Quilletek mantista.......... Queriendo (presente sing.). Id. id. --- (Quilletek manmista.......-: Queriendo (plural). Participio pasivo.. Quilletek eltichan........ Lo que es querido. Anterioridad...... Na quilletek-mati......... Antes de querer. Causales.........-. Cu quilletek ya amta ....... Porque quiero ó quise. Como se ve (quillet = quiero) es el radical invariable, infexible, del verbo en torno del cual gira toda la conjugación. No es posible con- cebir que de esta raíz árida, brote la flor del infinito, con el germen de la idea abstracta de la existencia. El padre Valdivia, que multi- plica los infinitos verbales en el vocabulario, supone que (quilletek-yan), 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA equivale á querer en su acepción abstracta; pero agrega: « Y el que- rer es también nombre». Aquí se ve cómo la palabra compuesta, re- presenta tan sólo una acción refleja, ligada á una noción individual, pues yan (que suponemos sea yam, Ó, yaam) es hombre, y con tal sig- nificado forma como subfijo lo que él llama el infinito verbal. Esto se ve más claro examinando otro modo del mismo verbo. (Tcha- kat, (ich, unido al nombre es atributivo), es una partícula invariable que expresa identidad, y agregándole el pronombre personal, designa la persona : HUY CANA Yo mismo HOY CNA AIR Tú mismo Y así, interponiéndola en el verbo, hace que la acción sea recíproca y pase á la persona que la hace : Cu-kuillet-ychakat-kanen.......... Yo me quiero Ca-kuillet-ychacat-kampnen......... Tú te quieres Por aquí se ve que el pretendido infinitivo abstracto, es una forma verbal, que expresa la idea de una manera concreta, convirtiendo el nombre en verbo, como el mismo padre Valdivia lo declara, al decir: «querer, es nombre y es verbo ». Es una propiedad común á todas las lenguas americanas, denomi- nadas por esto polisintéticas, de formar por medio de partículas sig- nificativas, como en el Chino, un adverbio del verbo, y de éste, un verbo; así como la gran variedad de verbos para expresar una misma acción, según la persona y los accidentes, lo que acusa la carencia de ideas generales, aun las más simples, formando verbo distinto, sin asumir ninguno en ellos el carácter de infinitivo abstracto ó derivado verbal. Es igualmente un hecho, —aunque algunos hayan sostenido lo con- trario,—que el verbo ser, en su sentido absoluto, no se encuentra como sustantivo en las lenguas americanas, y que su ausencia se su- ple por una forma, que sugiere la idea de la existencia modificada, subentendiéndose el verbo. De esto se encuentran pruebas en el Allentiak. Manen ó Itanen, es ser, según el padre Valdivia, en su sen- tido abstracto; mientras tanto, vese que sólo se emplea como simple auxiliar servil para determinar los modos del verbo, ó la idea com- pleja que los gramáticos llaman la forma adjetiva. Corolario Choto, es bueno ó bien, indistintamente, y también decir, como se hizo notar antes. LENGUAS AMERICANAS 199 Para expresar bueno, se dice choto manen, que equivale á bueno ser ó bien hacer, pues forma, según la regla de conjugación apuntada, el participio pasivo del verbo, como en yo (soy) bueno, se halla suben- tendido el verbo ser, de que se hace elipsis, y también significaba tener buena salud. Choto-yag, es hombre bueno significando yag (6 yam) varón ó macho. Choto altemanen, es aconsejar (bien) y hacer bien, 6 literalmente bueno hacer, expresándose con el mismo vocablo la idea de consolar. A la inversa, jenec, que según el vocabulario es mal, y pro- bablemente malo, implicaba la idea del mal ó de lo malo, y así jenec- epeynen es maltratar, y jenec-aje, mala mujer, de jenec (malo) y aje (mujer ó hembra). Esto y la ausencia de palabras para designar las virtudes, y de términos propios para enunciar ideas metafísicas de conjunto, parece indicar que carecían de las nociones intelectuales y morales, en su concepción abstracta, aun cuando tuviesen la percepción de lo malo y de lo bueno, que sólo les era posible significar por la acción perso- nal, reflejada en sus formas verbales más elementales y concretas, y en las combinaciones gramaticales más rudimentarias. TIT Concordancias, análisis y raíces El libro del padre Valdivia, sólo trae el vocabulario Español-Allen- tiak, que deja bastante que desear por lo que respecta al método de selección, debiendo consultarse con cautela, por su tendencia á gene- ralizar el sentido de las voces concretas, á que da proyecciones meta- físicas, que desautorizan las divergencias que se notan entre sus defi- niciones, y la sintaxis del texto de su catecismo, que pone de mani- fiesto al desnudo la estructura de la oración. Para estudiar esta lengua con aleún provecho y darse cuenta ra- cional de su morfología, ha sido necesario formar un vocabulario Allentiak-Español, con sus concordancias léxicas correspondientes y sus análisis gramaticales necesarios (algunos de ellos hipotéticos), agregándole las palabras omitidas en él, y las partículas significati- vas ó atributivas que se registran en la Gramática y la Doctrina, así como sus raíces, deducidas del estudio comparativo de estos tres textos. Para este trabajo hemos contado con la colaboración del señor Lafone Quevedo, en la parte gramatical. 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA VOCABULARIO ALLENTIAK-ESPAÑOL (LOS ACENTOS AGUDOS DEBEN PONERSE EN LA SEGUNDA SÍLABA Y EN LA FINAL) A Aa. De uno en uno. Raíz de Lta ó Lhaa (uno). Véase Lkaa-Mazkeg. Ache. TI copulativa. V. Etam, Kaltekk y Yemen. : Aguar: Mar, según Valdivia; probablemente laguna, porque los Huar- pes, indios mediterráneos al oriente de la cordillera, no podían tener idea del mar, y vivían en las márgenes de las lagunas de Guana- cache. A-ha, ó Ay. Esclamación de queja, que no se encuentra en las demás lenguas americanas, y debe suponerse se pronunciaba con h aspi- rada y 4 prolongada. Aje. Hembra, en general, que sirve de subfijo ó partícula significativa para designar el sexo femenino, sea racional 6 animal, como : caba- llo-aje (caballo-hembra) ó sea yegua. Aje-yag. Mujer. A dos interpretaciones se presta esta palabra com- puesta: 1* 4je (hembra) y yag (varón ó macho). ¿Sería mujer de varón, ó sea mujer formada de varón?.2* Aje (mujer) y yag el pro- nombre demostrativo (éste) ó (ésta) ó sea: esta mujer. (V. Yamcha- cha-aje), que es, mujer casada. Aje-japiag. Viudo. Aje, mujer; japi, muerta; y ay, raíz de yag, varón, ó sea, según la interpretación anterior: mujer muerta (de) varón, subentendiéndose la preposición, que así como el verbo, se omite frecuentemente en las lenguas americanas. (V. Yamjapiag). Aje-teyam-paltanen. Adulterar. Aji-tayag. Hombre casado. (V. Yamchacha-aje). Ak. Terminación equivalente á ka, que se convierte en ek cuando no precede +. Alkkalla (1) Es-lel (2). Aunque. Alkaslla. Doncella. En esta acepción está empleada en el fraseo, y se aplica á la Virgen María en el Catecismo. (V. Muncha; Nayancha- nen, y Pxota). Akkaslla-hue. Hija. Akkaslla es doncella, y hué, raíz de lUlahué, que significa hija ó hijo. LENGUAS AMERICANAS 201 Alkkaslla-huy-puexnen. Corromper doncella. Akkaslla, doncella; huy, de hauya, que es terminación de raíz verbal; y puexnen, del verbo qui- tar, ó sea: quitar doncellez. Aklte (1) Alte (2). Subtijo interrogativo que varía según los casos. Alkmanen. V. Echag-keste-manen. Aknen (1) Anen (2). Terminación de primera persona en todos los tiempos del indicativo. Alhuayac. De fuera. Vocablo de que parecía derivar la denominación de Allentiak, y que en el Puelche y en el Tehuelche, significa gente, como raíz, lo que indicaría, gente de afuera. Altati. Véase Ech-altati. Alte. Véase Aklte. Altichan. En un caso es subfijo de infinitivo presente. En otro caso es terminación de participio presente de pasiva, y como jam ó jan, hace Infinitivo. Alti-manen. Consentir. All-all. Oro. (V. el siguiente.) Allall-carcarniag. Plata, ó sea oro blanco. Karkaniag, es blanco. Allka-pianen. Alumbrar. Amietnen. Mostrar. Amna (1) Ana (2). En el primer caso es la terminación en plural de la tercera persona, y en el segundo, de la misma en todos los tiempos del indicativo. Amnekpen (1) Ampen (2). En el primer caso es terminación verbal, que forma el plural, y en el otro, lo es de segunda persona en los tiem- pos del indicativo. Ampen ó anpen. Terminación de la segunda persona en los tiempos del indicativo. El plural es Amnelkpen. Amta. Amo. Señor (?). Dueño. Amta. Subtijo de (ya) para causal en la conjugación del verbo, en cuyo caso es, ya amta. An (1) Amte (2). Lo mismo que Aklte y Alte. Ana. Véase Amna. Anay-manen. Sanar. (V. Tallesnen). Anchipurak. Rayo. Anek-tamanen. Fornicar. Anen. Véase Alnen. Antak. Muslo. Antat-kaltanen (1) Antul-kanen (2). Asentarse. Ante. Véase Aklte y Alte. 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Antichan. Terminación verbal de participio presente de activo. Antut-kanen. Véase Antat. Aña. Rodilla. Ara. Vergiienza de varón. Aspayunen. Matar. Atemanen. V. Heken-malta-ate-manen. Ati. Sí. Véase Hehe. Ay. Otra vez. V. lau, cha, lkanen, y mita, que significan lo mismo. Lau indica reiteración. Aya. Véase Guag-aya. Ayak-puynen. Socorrer á otro. Ayak-yanen. Ayudar. Aycuñ. Menos. Aye. Más. Véase Ltap. Ayquaz. Costillas. Ayná. Enemigo. V. Peatkltanen y Kzatkelnanen. Aypuepinen. Emprestar. CH Ch. Desempeña varios oficios. 1 Se muda en w ó s cuando precede á la terminación de 2* persona. 2% Es subfijo de genitivo cuando el sustantivo acaba en vocal. 3 Es mudanza como final de raíz verbal para el imperfecto. 4” Es terminación de posesivo. (V. Cham y Chama.) Cha. Otra vez. Véase Lau. Cha. Subfijo que atribuye pluralidad en pronombres. Chag. Terminación de posesivo. (V. Chutekta-chag.) Chakat-kanen. V. Zakley-chakat-nen. Chak-manen. Mascar. Chalú. Flecha. La ú final, es la sexta vocal del abecedario Allentiak. Challú. Suegro, con la vocal anterior. Chama 6 Cham. V. Ch. y Cha. Chanen. V. Putuk-chanen. Chaps-nen. Quemar. Chaze. Nido. Chek-chek-ya. Por eso. V. Heyag-tati. Che-Che (1) Cheg (2). Adonde. Che-che, con la partícula nen (lo mismo que anen) que hace el verbo, modifica el adverbio y localiza la acción. LENGUAS AMERICANAS 203 Checheya. Por eso. V. Heyag-tati. Cher. Luna, mes. Chera-hue-chatnen. Recibir. V. Huesnen. Cheymen. Dar dones. V. Pcha-nen. Chiqueta. Dulzura. Esta expresión está empleada en la Salve, aplicada á la Virgen María y de aquí el sentido místico que le atribuye Valdivia. Chis (1) Chis-taktao (2). Cielo. Tactao, deriva de Tkkta, que significa sol. ó día, lo que indicaría: cielo de día, para distinguirlo de la noche. Ciiyamag. Cual. Chok-manen. Lavar. Chosrum-poyup. Pecado mortal, según Valdivia, para adaptar el tér- mino á la doctrina cristiana. V. Poyup. Choto. Bien, ó bueno, indistintamente. Choto-elteunen ó altemanen. Bien ó bueno-hacer. Es el nombre y el ad- jetivo convertido en verbo por la adición de manen (ser). Choto-elteunen. Consolar. La misma combinación anterior. Choto-eleunen. Aprovechar. Pertenece á la filiación de los vocablos anteriores. Choto-jac-manen. Aconsejar. Pertenece al mismo grupo de vocablos que antecede con la adición de jac (palabra), que significa buena pa- labra hacer ó decir, ó sea aconsejar bien. Choto-yac. Lindo, según Valdivia, de choto (bueno) y yac (varón), que significa simplemente hombre bueno, y por extensión, lindo. Choto-manen. Salud tener. Es el mismo adjetivo convertido en verbo, por la adición de manen (ser ó estar) en su acepción personal limitada. Choto-2aa-meyenen. Gozarse. Chu. Todo. Clvu-lop. Palabra compuesta por Valdivia para expresar la idea de todopoderoso, que figura en el Credo y que viene de chw (todo) y - lop (mas), comparativo-aumentativo. Clvulu. Fuente. Chup-chag. Ombligo. Chu-telta. Siempre. Compuesto de chu (todo) y tekta (día ó sol). Chu-tekta-chag. Cosa ordinaria, según Valdivia. Compuesta de las palabras chu (todo), tekta (sol ó día) y yag Óó jac, sinónimo de guak (cosa), Óó sea : cosa de todos los días. Chu-tekta-lopi. Cada día. V. Ltautam-lopi. 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Chu-tekta-taymenta. Vida eterna, según Valdivia, para adaptar el concepto á la doctrina cristiana. Palabra compuesta. Chu (todo); tekta (sol ó día), y taymenta (vida), ó sea: de todos los días vida. V. Chutelttta y Taymenta. Chu-teh. Todo el mundo. De chu (todo), y. tehué, radical de tierra, ó sea : toda (la) tierra. E Elk. Suple á ka en terminación verbal. V. Ak. Et-eppetialt. Infijo que se intercala en el verbo para formar el futuro mixto. Ech. De, posesivo. V. cha y chag. Ech (1) Ep (2). Él, pronombre. Echag. Esto, éste. V. Guak-guak-echay. Echag-ep. Él. Compuesto de echag (esto) y del artículo determinativo ep (él) como subfijo, ó sea: éste-él, para designar determinada persona. Echag-keste-akmanen. Digno ser de que le den. Echag-tati. Por esto. Tati es subfijo en varios casos. V. He-tati. En éste, es un compuesto del demostrativo, echag, y de tati, que signi- fica con, Ó sea : esto con, Ó por-esto. Echag-Altati. Alguna vez. Echamye (1) Epta (2) Eptak (3). Entonces. Echken. Así. Ech-ken-matia. Diciendo así. Ech-ken ya. Las veces que. E-jaya. Véase jaya. Ejel-teynen. Levantarse. Elte-manen. V. Choto-eltemanen y Jenek-eltemanen. Elteunen. V. Choto-elteunen, y Poyup-elteunen. Eltiam. Cosa hecha. Eltichan. Infijo verbal en temas pasivos. Eltamanen. V. Jinik-eltamanen. Ellen-tamanen. Deleitarse. Em-peke. V. Tele-empeke. Enen. V. Topak-enen. Emnia-manen. Tr. Ep. Lo mismo que Ech (él). V. epech, epchach, y epechu. Epalka.jet-elnen. Pasar. LENGUAS AMERICANAS 205 Epa-mexten. Subtijo de tercera persona para negativo. Ep-chach. Suyo. Ep-chu. Ellos. Compuesto de ep (él) y chu (todos) como indicativo de pluralidad, ó sea : él-todos, ó varios él, ó muchos él, representando un conjunto de individuos. Ep-eche. De él. Epeynen. V. Jenek-epeynen. Ep-ken. De esa manera. Eplt. Infijo que se intercala en el verbo, para formar futuro mixto. Epltastita y Epltaltammista. Singular y plural, que sirven para formar el gerundio en la conjugación del verbo. Epltaltichan. Subfijo de futuro mixto de infinitivo; y terminación de participio de pasivo en el mismo caso. Epltaltista. Como el anterior, en ablativo. Epl-tayag. Terminación de futuro mixto en participios. Epl-taya-tichan. Suple al anterior en varios Casos. Epm. Intijo de futuro verbal, y también negativo. Ep-maantichan. Variante de Ep-mayay. Ep-maltichan. Subtijo de infinitivo futuro, que alterna con Epma. Ep-maltichan. Terminación de futuro de pasiva. Epmamnista. Plural de Epmantista. Epmantista. Corresponde á la terminación del gerundio. Epmayag. Corresponde á la terminación del participio futuro de activa. Eps. Ellos. Variante de Epcha. Epta 6 Eptak. Entonces, en el tiempo. V. Echamye. Epya. Subtijo, contracción de quiya (V.) Es. Subtijo de genitivo como Ech. (V.) Eske. V. Mesquez-esque-tanen. Esnen. V. Pxklek-esnen. Eta. Véase Tayay. Etam. Véase Ichken. Eta-manen. Hacer. V. Ltaunen. Etan. 1 copulativa. Etichan. V. Ltun-kleu-etichan, Horok etichan, y Tot-etichan, que forma numerales. Etuanen. Criar. Exta-harque. V. Kolta-extaharke-neychenen. Eyag-tati. Por eso. V. Checheya, Heche-eya, y Heyag-tati. Eye. Palo, madera. 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA G Guak. Cosa. Con esta radical se forman varios compuestos, que cons- bituyen un grupo de palabras á que se asocia la idea que representa en concreto. Gual. El padre Valdivia en su Vocabulario, le da el carácter de in- terjección, adaptándola al espíritu de la doctrina cristiana en dos casos : 1” Guak-choto-Dios, que traduce : «Oh, qué buen Dios». 2* Guak-jenet-poyu, que traduce : «Oh, qué gran pecador », siendo sim- plemente : « cosa-mala pecado ». Es evidente que la palabra payú, á que Valdivia da el valor de pecado, debía tener otro entre los Huarpes antes de la introducción del cristianismo, siendo ésta (puyuta) una de las pocas voces, al parecer, de origen aymará, que se encuentra en la nomenclatura geográfica de su territorio. V. Poyug. Guak-aya. ¿Por qué? Esta es la ortografía que tiene esta palabra en el Vocabulario de Valdivia, pero en el Oatecismo está escrita así : Huakaya. Guak-aye. Que, 6, qué cosa. Aye es más en algunos casos, y como in- terrogativo sería: ¿qué más cosa? Guakata-yag. Para qué. Ta es partícula, que subfijada sirve al acusa- tivo para movimiento á lugar. Guak-guak-echag. Otra cualquier cosa de estas, según Valdivia. Echag es demostrativo. Guakguak-pach-tati. Lo ajeno. Gualk-guak (cosas); pa-ch (ajeno); tati (eso); ó sea: esa-cosa-ajena. Guak-guak. Hacienda, según Valdivia. Literalmente : cosa-cosa que indicarían las cosas que se poseen, subentendido el pronombre personal. Guakaye. Qué, ó qué cosa. Gual-ta. En qué. Ta, es subfijo que significa en y de, y la traducción literal sería: en-cosa, ó de-cosa, ó cosa-en-que. Guak-tati. V. Naha-guakl-tati. Guak-tiatan. ¿Qué era eso ? Gualkl-tati. V. Naha-guakl-tati. Guak-yen. Con qué. Yen (con) es subfijo, para instrumento en todos los casos. Gual-pamianen. Gemir. LENGUAS AMERICANAS 207 Gualta-2h1k. Cumbre de monte. Zhik, es cumbre. Guayamata. Por ninguna cosa. Guazá. Perro. Como los Huarpes no conocían el perro antes de la conquista, debe ser el nombre de otro animal que se le aplica, ó bien puede ser una voz onomatopéyica, imitando el ladrido. Guiam. Partícula que indica pluralidad, arrimada al sustantivo y an- tes de las preposiciones, con excepciones del pronombre de 1* y 2*. H H. Esta letra, que se encuentra con frecuencia en principio de dic- ción en el Vocabulario de Valdivia, parece que suplía á la E, para representar el sonido de la de la 20 inglesa, debiendo ser aspirada en algunos casos. Ha. Prefijo de vocativo, como exclamación. Hahaha. Exclamación. Expresión de jactancia y g0zo, que combinada expresa bondad, como: Curechelli-ha-ha-ha (yo si que soy bueno). Halka-pu-haez-nen. Cautivar. La terminación viene del verbo puexnen (quitar). Hamnista. Plural de Hanista. Hana. Demonio, según Valdivia. V. Torom. Hanen. Derramar. V. Topusko y Topusko-kenen. Hanian. Señal. Tal-huanen, es señalar. (V.) Hamista. Subfijo de subjuntivo, que designa cuando, en la conjugación del verbo. V. Hamnista. Hay. De aquí adelante (1). Mientras que (2). Todavía (3). Hay. Partícula que determina actualidad en la acción del verbo. Heche-eya. Por eso. V. Eyag-tati. Hehualka. Véase Je-hegualka. Hequeye. Exclamación equivalente á ¡válgame! He-he. Sí, como asentimiento tácito, Lo mismo que 4ti, que es más afirmativo. Hekelu. Hasta aquí. Hekelu-huankeht. Hasta aquí, ó desde allí. Hequen. Tanto. V. Huananta-ti-heken. : Heken-malta-altamanen. Pelear. V. Holuy-pupinen, y Melquez-huexta- mAanen. Hel-le-huyaren. Alegrarse. Hemel. Interjección de espanto y terror. 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hene. Nombre. V. Hen-tamnen. Henem. Por aquí. Henen. Estar. El Vocabulario de Valdivia presenta como ejemplo al- gunas frases compuestas que no concuerdan con esta radical, como verbo. Hentamnen. Bautizarse. Palabra compuesta para catequizar, sin equi- valente en el Allentiak, y por eso en la Doctrina se usa del término castellano para designar el sacramento: «El primero bautismo », diciendo: Neuyan Baptismo-matayag, Ó sea: primero (sincopación de naunegatichan) bautismo hacer (Ó tomar). La palabra descom- puesta en sus elementos, significa simplemente : hen, de hene (nom- bre) y tamen (hacer ó tomar) ó sea: hacer ó tomar nombre. Heñez. Poco. Véase Hoñez. Hep-manen. Futuro de henen. Heta. Aquí, acá. He-tati. De aquí. Hetate. De aquí, de allí. Hetetey. Interjección para dolerse. Heya-tati. Por eso. V. Chek-chek-ya. Hiernen. Fuerzas. V. Polok. Hogue. Boca. Hoho. Sangre. Holta-chanen. Comenzar. Holuy-papinen. Reir. V. Malquez-huex-ta-manen, que significa pelear, y Melkez-eske-tanen, que es enojarse. V. Melquez-nen, que significa, á menudo. Hom-hom-miag. Negro. Homtek. Aire. Hoñez. Poco. V. Heñez. Es intensivo, que viene de uña (mucho) equi- valente á Melkezch. (V.) Horok. Cinco. V. números cardinales. Horok-etichan, ó Horoyak. Quinto. Número ordinal. Hua. Raíz final que se pierde en imperfecto y en otros temas ver- bales. Hualkar-teliiamanen. Vestirse. V. Polkari-chemanen, que significa ves- tir á otro. Hual-tamanen. Quejarse de dolor. V. Pta-tamanen, que significa, que- jarse de alguien. Huanak-ye. Pasado mañana. Huananta. AMí. e y DiñsoroK : Inem SANTIAGO E. A MAYO 1906. — ENTREGA Y. — TOMO JUNTA DIRECTIVA Presente ON ota Doctor Carlos M. Morales Vicepresidente 4... .......- Tenientecoronel ingeniero Arturo M. Lugones Vicepresidente o Doctor Enrique Herrero Ducloux Secretario de actas............ Señor Arturo Hoyo Secretario de correspondencia.. Ingeniero Ricardo J. Gutiérrez DESEO ECON A ie an oleo Ingeniero Luis A. Huergo (hijo) NAAA Señor Rodolfo santangelo : /Ingeniero Vicente Castro Ingeniero Julian Romero Ingeniero Enrique Hermitte VOS SS PON Ingeniero Guillermo J. VVhite Señor Arturo Grieben Ingeniero Evaristo V. Moreno ¡Doctor Francisco Lavalle EA AO SEN Señor Juan Botto REDACTORES > Ingeniero Alberto Schneidewind, doctor Angel Gallardo, doctor Pedro N. Arata, ingeniero José S. Corti, doctor Eduardo L. Holmberg, doctor Enrique Herrero Ducloux, imge- niero Mauro Herliztka, ingeniero Jorge Newbery, ingeniero Domingo Selva, agrimensor Cristóbal M. Hicken, senor Félix F. Outes, ingeniero Augusto Mercau, ingeniero Eduardo Latzina, ingeniero Alfredo Galtero. ADVERTENCIA A los senores autores de trabajos publicados en los Anales, que deseen tiraje aparte de sus estudios, se les previene que deben solicitarlos por escrito á la Dirección, para que ésta á su vez los eleve á la Junta Directiva para ser considerados. La Dirección de los Anales, sólo tomará en cuenta los pedidos de los 50 ejemplares reglamentarios, debiendo entenderse los señores autores por el excedente de dicho número con la casa-impresora de Coni hermanos. Los senores autores de trabajos, sólo tendrán derecho á la corrección de dos pruebas. Para todo lo referente á pruebas, manuscritos, etc., deben dirigirse á la Dirección Cangallo 1S25. po , La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional POTES 1.00 PI A 0 CU 12.00 Número atrasado....oooooocccc 2.00 = para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano LENGUAS AMERICANAS 209 Hua-nami-puzek-hamanen. Perseguir. La palabra más larga del Allen- tiak, que ni la gramática ni el vocabulario suministran datos sufi- cientes para analizar en todas sus partes, pero que puede descom- ponerse en sus elementos. Hua, en la Doctrina, está empleado en el sentido de cosa que se hace. Na (que alterna con ana) es partícula de indicativo. Pu, es cosa de régimen personal, en 2* y 3* persona en transición, cuyo plural es pux ó pu, y hace el oficio de le (como en lupukillet-kanen, yo le quiero). Zek, respondería á la idea de per- seguir. Manen, es ser, que sirve para la conjugación del verbo y para designar toda cosa que se hace, ó toda acción que se convier- te en verbo. Probablemente significaría : yo persigo, ó yo le persigo, Ó yo persigo, sea un enemigo, sea alguna presa de caza. Huan-maná. Helo allí. Demostrativo. Huané. Acullá. Huanén. V. Multut-huanen. Huankuelú. Hasta allí. Huanke-manen. Parecerse. Huayanen. Nadar. Huel. Pelos interiores. Huentek-petamnen. Aprisionar ó apresar. El padre Valdivia dice en- carcelar, pero en la doctrina se emplea el vocablo Huentek, en el sentido de preso, aludiendo á Jesucristo. Huerte-tichan. Segundo, número ordinal. V. Yemene-tichan. Huerplta. Seguir, en el sentido de imitar. Huesnen. Tomar, ó recibir. V. Cherau-etchanen Huespeche. Medio borracho estar. V. Huezep. Huet-kaaltanen. Subir. V. Zhukeynen. Huexta-kaune (1). Hueztaktek-nen (2). Tenua- nen ARS Runtaly ses Huexe-petanmnen, Ó huex-petannen. Herir. V. Melquez-Mtertanen, Ó huex- tanen, que significa reñir. Huez-kanen (1). Huezke-tamnen (2). Huezquelanen. Bajar, ó abajar. Hueze. Pierna. Huezep. Borracho. V. Huespeche. Huezep-michan-ta. Borrachera, Hnez-peche-ta-kaynen. Embriagarse un tanto. Huezpx-nen. Emborracharse. Hueztakteknen. V. Huexta-kaunen. Hul. Raíz de hulu (dentro) que forma varios compuestos y que sirve de prefijo para expresar la idea de inclusión. Hul-hmlau. Dentro ó adentro. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hultuanen. Entrar. Derivado de hulu, convertido en verbo. Hulu. Dentro. Véase Hul. Hulyak. Debajo. Hace el oficio de prefijo. Hullha-niag. Pardo. Huñum-ltanen. Respetar. Hauru. Puerta. Hurú-pay-(mnen. Encertrar. Hussú. Avestruz. Palabra de carácter onomatopéyico, con la h as- pirada, pronunciando la doble ss silbante, y la ú como la sexta vocal del alfabeto Allentiak, que es un sonido entre la e y la u, como en el francés. Hut-chanen. Comenzar. Hutte-puxlen. Hospedar. Casa es ut, ó utú. Huyak. Abajo. Huyak-hata-manen. Ser dueño de casa. V. Hutte-puxlen. Huyanen. V. Hel-le-huyanen. Huylpanen. Andar, caminar. Huynen. V. Paka-huysnen. Ich. Subfijo de genitivo y terminación de posesivo que alterna con ach, ech, ¡ch. Ichakat. Yo mismo. Tech, unido al nombre, es atributivo de genitivo. Kat, es raíz de kati (mismo). Ichakat es partícula que representa la identidad, y agregándole el pronombre, designa la persona, como HKu-Ichakat (yo mismo) y HKa-fchakat (tú mismo). Interpuesto al verbo, hace que la acción sea recíproca y pase á la persona que la hace. Como infijo del verbo indica transición. V. HKati. Ich-ken. También. Véase Imen. Ten. Con. Como subfijo (con) para instrumento en todos casos. Ten. Con, ó, sin. Imen. Con. Partícula de compañía. V. Yemen. Imen. También. V. Ich-ken; Keme y Etam. Iñaca. Princesa, según Valdivia: probablemente mujer ó hija de cacique. Y. Copulativa. V. Ache; Etam; Keme y Yemen. Is. Variante de Ich, como subtijo de genitivo. Ista-ati. Desde allí, Ttap (1) Aye (2) Lop (3). Más, como partícula comparativa. LENGUAS AMERICANAS 211 J. El padre Valdivia emplea la x para pintar el sonido de la j, según la antigua ortografía española, que á la vez representa uno com- puesto. Sobre el uso de esta letra ()) véase nuestra explicación del vocabulario Allentiak; y respecto de la x, la advertencia que se hace en el lugar correspondiente. Jay. Cosa. V. Guak, Valdivia le asigna también el significado de ley, ú obra, probablemente para designar los mandamientos de la ley de Dios en el catecismo, á falta de otra palabra que los designase en el lenguaje indígena. V. Jenek-iam-jag que confirma la hipótesis, dando á esta dicción, el valor de « mentira, testimonio », ó sea vio- lación de uno de los mandamientos. Jay (1). Jam (2). Palabra. Forma la raíz de varios compuestos. V. Chóto; Jag-manen; Jamanen; Jamltinen; Spu-jamnen; Jamne-pe- chesnen; Jamsen ; Jam-ta-huanen y Janel-tarijmnen. Jak. Lo mismo que Guak. Cosa Jka. Cosa verbal que se rige por ka (yo), como en ka-jka (yo te). Es también infijo que designa la segunda persona del plural. Jaml-tinen. Interceder. V. Paja-miunen. Jam (1). Jap (2). Palabra. V. Netje-jam. Jam-nen. V. Lpu:jam-nen. Jam-pechesnen. Dar palabra. Jam-anen. Hablar. Compuesto del radical jam (palabra) y anen (hacer). Jam-sen. Predicar, según Valdivia. Modificación verbal de Jam-anen (hablar). Jam-ta-huanen. Pedir. Janel-taynen. Rogar. Janta-hua-chuenen. Pedir. Japi. Muerte, según Valdivia, en su sentido impersonal y abstracto, que no es sino el mismo que envuelve la idea de la muerte, ó del muerto mismo, según se explica en la ideología idiomática. Esta palabra, que constituye un grupo, forma diversos compuestos que se ponen á continuación. Japi-ag. Muerto. V. Jam-japiag, que significa lo mismo. Japiag-Ruchan. Hombre muerto, de japiak (muerto) y Rucham (hombre Ó varón). 212 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Japi-l-tanen. Querer morirse. Es el participio pasivo (muerto) que se combina con la misma idea en otra forma, por medio del artificio elemental del verbo en todas las lenguas americanas, que subdivi- de las diversas acciones, según los accidentes y los instrumentos. Japi, representa la noción de la muerte, ó más bien dicho del muerto. La /, que determina en un caso voz pasiva en los partici- pios, como en Quilletec-l-tichan (lo que es querido). Tanen (sincopa- ción del altalonen) es subfijo del segundo futuro mixto en la conju- gación, como cuando se dice: Killetek-ep-peti-altalnen (nosotros habíamos de querer). Esta es una prueba más de que el Allentiak no tenía infinitivos abstractos. Japia-manen. Malo estar, según Valdivia. Descompuesta la palabra, se ve que se compone del radical que envuelve la idea de la muerte, no en sí misma, sino en su posibilidad, la cual combinada con manen (ser) que sirve para pasiva, y significa también (estar) en este caso, ó sea: «de muerte estar ó estoy ». Jap-nen. Muerto ser. Compuesto del radical jap, y el verbo manen (ser ó estar, sincopado). Jek. Hola. V. Jew. Es también terminación de imperativo en singular. Jehuar-lpuuwú. A la mano derecha. L£puu, es mano. V. Jihuar-yeque- mal, y Echay-lpuv%. Jelu. Sol. V. Telta. Jenel. Mal, según Valdivia, ó malo. V. Jinek. Jenek-jam-anen. Injuriar. Jenek-puelteunen. Ensuciar. Jenelk-Eltemanen. Atormentar, según Valdivia, y que literalmente sig- nifica : mal-hacer. Jenek-epeynen. Maltratar. Compuesto del radical Jenek y de peynen (hacer) que significa lo mismo que el anterior. V. Jenek; Jenek-elta- manen ; Jenek-chaka-tanen y Kuak-jenel. Jema-nen. V. Ohuok-jemanen, que es, preñada estar. Jera. Sordo. Jetiu. Nalgas. Jetu-nen. V. Poyut-jetu-nen. Jetu-quixe-tanen. Caer. V. Tuhuzak-nen. Jew. Hola. Lo mismo que Jelk. Jeu-hehualka. Déjame, no me enfades. Jeuret-kanet. Rodear. Jia-tiag. Orecido. Jia-tianen. Crecer. LENGUAS AMERICANAS 213 Jiguan-yekemak. V. Jehuar-lpuú. Jinek-matajam-pupak-nemnen. Levantar falso testimonio. Radical, mentira. Jimik-mata. Mentiroso. Jlaka. Oreja. Única palabra del Allentiak en que aparece esta com- binación de letras. Jmik-killetek-tanen. Aborrecer. V. Zatque-nanen. Joe-yamen. Dolor tener. V. Pux-katequia-manen. Joe es raíz de dolor. Jopi-tamanen. Lastimar. Jotok. Elojo. Jotok-inen. Flojo ser. Joto-manen. Perdonar. V. Pera-jotomanen. Joy-manen. Orinar. Jpu. V. Pux. Jpuy. Tetas. Jaljuniag. Amarillo. Jumek. Día. V. Tekta. Jelú; y Chu-telta. K K. Respecto del empleo de esta letra en sustitución de la € en ca, co, cu, y de la q en que, qui y ql, véase el estudio sobre el alfabeto Allentiak. K. Infijo, para designar pluralidad en primera persona. Kacha. Vosotros; y Cachan, de vosotros. Ka. Tu. Forma la base de varios compuestos. V. Kaye; naka-yenen; Ka-tu. Es infijo en varios casos. Kach. Tuyo, y, de tí. Derivado de Ka (tu). Kaha. Agua. Kahua. Ea pues. Kalta-extahapke-uy-chenen. Levantar las faldas. Frase que trae Valdi- via. Kalta, y corresponde á cosa deshonesta. Kalta-ltanen. Ser deshonesto. Ltanen corresponde al verbo ser. V. Kallta-yenen. Kalta-nen. V. Antat-kalta-nen; Antat-kanen; Lantayeg-kaltanen y Puta-yemen. Kalta-yag. Deshonesto. De Kalta (deshonesto) y yag (varón). Kallta-yanen. Deshonesto ser. V. Kalta-ltanen. Kalte-huanen. Enviar. Arrojar. V. Tenuanen. 214 % ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Kaltek. l, copulativa. V. 4Ache; Etam; Imen; y Temen. Kanen. V. Jeuret-kanen. Kanana-chanen. Tocar. Véase Kara-chihuasnen. Kapta. Cuello. V. Melkez-teltanen-kapta. Kara-chi-huanen. Lo mismo que HKanana-chanen. Karkanmag. Blanco. Karkamiag-allall. Plata. Compuesto de blanco, y oro, ó sea: blanco oro. Katet-kanen. Acostarse. Kati. Mismo. V. Ichacat y Mlak-kati. Kaustak-huanen. Tomar cuenta. Kaya. Véase (Quiya. Kayano-chanen. Suspirar. Ka-ychakat. Tú mismo. Kaye. Asadura. Ka-ye. Como subfijo en caso de régimen de ku (yo), y con ka (tú), como en (ku-ka-ye) significa (yo te), siendo ye subfijo también, que dice á, Ó, pura. Kayey-metanen. Enojarse. V. Melkez-eskuatenen. Kaye-metanen. Rabiar. V. Kayey. Kay-tenuanen. Acordarse, y pensar según Valdivia. Ke. 1% Caso de régimen en 1* persona que precede al verbo; 2” Idem de 1* persona en transición de 3* á 1*; 3” Prefijo que forma nega- tiva en transición. Sus plurales son (Quex) y (Xque). Keeste. Dame. El verbo dar no se encuentra en el vocabulario de Val- divia sino en sus formas compuestas. Su radical es cha ó che de que se forma (Pchaynen) y (Cheynen) dar dones, (Xam-pe-chesnen) dar palabra. En el Padre Nuestro se encuentra combinado con el plural del caso anterior en esta forma : (Lupi-quex-che-tecta-ta) pan danos este día. Kelu. Hasta. V. He-kelw, y Huan-kelw. Heluana. V. Keatkeluana; Kzat-kelu; Kazat-klta; y Ayna. Kelwa-yenen. Hurtar. Keme. También. V. Etam; Ich-ken; é Imen. Keme (como subfijo). En la ocasión que. Kem-mek. Prefijo que forma voz pasiva, en tiempos y personas. Keniak. Alguno. V. Natpa. Ker. Medio, mitad. Kete. Subfijo de régimen de primera persona. V. Ke. Kex. Señala plural de 2* persona, como ka-kek (tú, nos). V. Jek y Ku- chanen. LENGUAS AMERICANAS 215 Kiam. Como Guiam, parecía indicar pluralidad, según se deduce de otras palabras compuestas con este prefijo. V. Kille-tekiam y Zak- 20k-Telkiam. Killet-kanen. Amar, desear, querer y codiciar. V. Kullet-kanen. Según Valdivia, significa también : haber menester. Killetek-guiam. Voluntad, según Valdivia. Esta definición ó traduc- ción, es dudosa como abstracta. Hiam designaría la pluralidad, y entonces indicaría el querer colectivo de varios ó de muchos, en su forma compleja, y de la única manera que podría expresarse en esta forma con HKillet (amar, querer, desear y codiciar) la idea de la vo- luntad en su sentido metafísico, que no cabe dentro de ese verbo, el cual expresa más bien apetitos que afecciones ó voliciones. Killka-taunen. Escribir, según Valdivia. Probablemente trazar signos con la mano. Killek-tama. Codiciar. Kiñe-pestamanen. Contar narrando. V. Pekuextekenen. Kiya. Como subfijo de primera persona en singular, forma presente en subjuntivo. : Kitek. Fuego. Lo mismo que AKtek. Kleu. (1) Sobre. V. Ltap. (2) Más, que sirve para expresar mayor can- tidad en los numerales, y aumentativo en ciertos casos. Kleu-zequinen. Hablar, según Valdivia. Palabra compuesta, cuyo núcleo es Klew (sobre) más). Kliam. Entero. Raíz Kleu. (?). Klte. Subfijo para indicar primera persona de plural, interrogando. Kllu-guag. Ladrón. La raíz Kllu, viene de Kellua, que con yanen, for- ma el verbo hurtar. Kol-huanen. Sobrar. V. Tek-keynen. Kolog. Mañana. Koltug. Viuda. V. Jam-japiay. Kolum. Semilla de hombre. No concuerda con semilla, que es, Mute. Konten-hua. Saliva. Konte-nuanen. Es el mismo nombre anterior, convertido en verbo por la característica verbal. Komi-huanen. Alcanzar. Koñot-ka. Tener lástima. Kot, 6, Kotu. Estrellas. Sólo se designan tres astros en el vocabulario de Valdivia : sol, que es día; luna, que es mes; y lucero, tal vez, aurora. Koy-koy. Pecho. La duplicación parecería indicar pluralidad ó pecho de mujer. 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Kpya. Véase Kiya. Ku. Yo. De este pronombre personal, que á veces hace oficio de sub- fijo, se forman varias combinaciones cuya serie gramatical es como sigue: Huch, de mí; Kuchá, nosotros; Kuchach, de nosotros; Hu-y- chakat, yo mismo. Ku. V. Na-ku-yemen, que significa : sin mí. Ku-tamari. Como subfijo indica causa personal, ó sea : por mi '4Usa. Ku-ychakat. Yo mismo. HKuak-jenet. Muy malo. Huak, en este caso es intensivo, y literalmente Kuak ó guak (cosa), y jenet (malo) Ó sea: cosa muy mala. Kuch. Mio. .V Kuchach. Kucha. Nosotros. V. Kuchu y Kunen. Kuchach. Nuestro. Kuchag, 6, Kuch-Kuchag. Mio. Kuch-mekena. Hacienda mía. Mekena parecería indicar determinada propiedad. Kuchanen. Régimen de Kucha (nosotros). Lo mismo que Huchanen. Kuchu. Nosotros. V. Hunen y Kucha. También significa : para mí. HKaulle-piana. V. Lepuu-Kullepiana. Iallet-kanen 6 Killet-kanen. Amar, según Valdivia. V. Hillet-kanen y HKilletek-gwiam. Kumchochiag-llahue. Niño. HKunchok-yap, es menor. Llahue significa hija ó hijo, é indica en este caso, hijo menor, y por extensión niño. Kumchochiac-akas-llahué-kumcho. Radical de menor. Akas, es doncella ó joven; y llahué, hijo, y por extensión, como en el caso anterior : hija menor, ó niña. Humek-meyana. Dícenme. Kumtek-nena. Cansarse. Kunchok-yag. Menor. HKuneg-manen. Solo estar. Kunem. Nosotros. V. Kucha. Kunuk. Chicha. Kupi. Pan, según el Vocabulario. Es una traducción arbitraria de Valdivia, designando con tal denominación un alimento vegetal que remplazaba al pan, entre los Huarpes. El P. Techo, en su Hist. Prov. Paraguaía, dice : «Los indios de Cuyo (los Huarpes) co- men las raíces de los juncos laguneros, endurecidos al sol, en lugar de pan. » Kuxka. Véase Ika. LENGUAS AMERICANAS 217 Kzat-Keluana. Véase Ayna. Kzat-keluanen. Enemigo ser. V. Pzat-kl-tamanen. L L. Subfijo de pasiva en participios. Infijo de primera persona. V. Alte. Lakasnen. Perder. Lakte-kiananen. Huir. Lakirñ. Ayariento. Lakiñ-manen. Avariento ser. Es el adjetivo anterior convertido en verbo en la forma compuesta de los infinitivos del Allentiak, para determinadas acciones. Lapta. Subtijo de subjuntivo pasado. Lau. Otra vez. Lau es partícula que indica iteración. V. Cha. Laukat-tekta-manen. Boca arriba estar. Lau-mayeknen. Tornar. Lau-puxnen. Restituir. Puenen es dar dones, y combinado con la raíz iterativa lau de que se forma el verbo, expresa la idea contraria de dar una cosa, devolviéndola. V. Lauma-yeknen. Lau-tayet. Resucitar, según Valdivia. Law, que en general expresa iteración, significa en sus compuestos: repetir, tornar, restituir. Tay es la raíz de tay-menta (vida), y et, contracción de eta, es subtijo de jerundio de acusativo. Es palabra compuesta que dice : volver- vida. Lau-tayte-guiam. Resurrección, según Valdivia, que adapta esta pala- bra al significado místico de la Doctrina Cristiana. Lau, es itera- ción. Tayte, es derivado de vida. Guiam designa la pluralidad ó la noción de un conjunto, que generaliza una idea, en la única forma en que era posible en el Allentiak. Valiéndose de este mismo arti- ficio, el P. Valdivia atribuye el sentido metafísico de voluntad á la palabra compuesta Hilletet-giam (V .), que significa simplemente el querer de muchos ó varios, en su forma compleja. Lchay-lpuu. A la mano izquierda. Lchay es izquierda, y lpuu es mano. V. Lpuu. Lehuak-yanen. Comprar. Lka. Uno. V. Lkaa. Lkaa. De uno en uno. V. Aa. Lkaa-maskeg. Único. De Lkaa (uno), y maskeg (no más) ó sea : uno- no-Más. 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lka-nen. Solo uno. Lkanen-mita. Otra vez. V. Lau. Lka-mayuna. Uno falta. Lka-tertekta. Once. Lkay-kay. Cada uno. Lkop-kauchan. Abrazar. Lop. Más. Este adverbio comparativo duplicado se convierte en sus tantivo y en adverbio de modo, y combinado con determinadas partículas atributivas, se metamorfosea en verbo; y por medio de prefijos, involucra la idea, en su forma concreta, de otro verbo activo y del nombre que lo forma, con la raíz Lop, como subfijo. V. las definiciones que siguen. Lop-lop. Igualmente. Lop-lop-puta-manen. Igualar. V. Tolop. Lopi. V. Ltau-tam-lopti. Lpu. Ya. Sirve de prefijo. Lpua-jim-chamanen. Casarse el varón. Lpu, es la raíz que designa unión, como se ve en Lpua-halle-piana (darse la mano) y por exten- sión, en Epu-jam-neu (concertarse de palabra), encontrándose tam- bién combinado con la idea de morir, de reverenciar, y de adorar, en la forma verbal. Lpu-yam-nen. Casarse la mujer, ó unirse con el hombre (yam) suben- tendida la palabra mujer, como sucede en yam-japiag, que significa viuda. Esto indica que toda acción ó condición estaba representada en el Allentiak por la del hombre, figurando la mujer por pasiva, como sucede en la Aje-japiag (viudo), en que la mujer muerta es la que designa el estado del varón. Lpu-jam-nen. Concertarse (de palabra). Lpu-jap-nen. Morir. Jap es la raíz de la idea de la muerte. V. Japi y sus compuestos. Lpu-pinen. Pagar. V. Tolton-ltanen. Lpu-puteuy-nen. Hallar. Lpu-pxetamnen. Adorar. Lekop-teta-manen. Boca abajo estar. Lela-jap. Palabras deshonestas. Jap es palabra. Lem. V. Pu-lem-tayenen, que significa : espantar á otro. Lemet-kanen. Espantarse. Lepchap. Luz. Chap es raíz del verbo Chapsnen (quemar). Lepchap-tequia. Lucir. Es el nombre anterior convertido en verbo. Lepe. Mucho ha. LENGUAS AMERICANAS 219 Lepe-kot-chanen. Quitar. V. Puexnen. Lepú. (1) Partícula verbal que indica que la acción está hecha. (2) Prefijo que indica posterioridad. Lemet-kanen. Temer. Lpu-pxtamnen. Reverenciar. Epwú-hullé-piana. Dar la mano. Lpuú, es mano. V. Jehuar-lpuú y Lchay-l pu. Lpuwú. Dedo, lo mismo que mano. Lpuyan-uye-hamanen. Casarse la mujer. L-ker-ker-n-iag. Redondo. L, infijo de pasivo. Her, es mitad, y du- plicado, mitad y mitad, ó sea dos mitades que forman un conjunto. Tag, es el pronombre que equivale á éste, aquél ó aquello. La / ini- cial y la n infija, son letras que representan raíces pronominales demostrativas. Podría significar «como dos mitades juntas» que representaría, en el modo de expresarse de los Allentiakos, la idea de la redondez. Ltamia. Sospechar. Ltamyen. V. Pok-ltamyenen. Ltan. Tres. Variante de Ltun. Radical con que se forman numerales superiores. Ltanen. V. Tolton,ltanen. Ltanen. Ser, lo mismo que Mamen. V. Kal-ltamen. Ltap. Sobre y más. V. Klew. Ltap. Partícula comparativa-aumentativa. Ltap. Más. V. Aye. Ltap-manen. Más ser. Forma verbal de más. Ltata-hwiste. Trueno. Ltati. Véase Pa-ltati. Ltaultan. Año. V. Tautan. Ltau-manen. Abrir. Este verbo está formado con el sustantivo ltam (año) y debía tener alguna significación para designar tiempo deter- minado, pues de otro modo no tiene sentido, ajustado á su raíz. Líe. Subfijo de primera persona en singular, interrogando. Ltermez. Nariz. Lterú. Ánima, según Valdivia (?). Lte-tamanen. Soñar. Lteu-nemnen. Quebrar. Ltum. Tres. Ltum-kleu, Ocho. Se forma con radical ltum (tres) y klew (sobre ó más) que antecede y lo comprende (V. Yemen-kleu), combinación que se 220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA encuentra en el Algonquín, según se explica en el capítulo sobre ideología idiomática, con relación á los numerales. Ltum-etichan. Tercero. Ltun-kleu-tukum. Trece. Ltum ó ltan, y también lpten, en tres; klew, sobre Ó más; y tulum, diez; literalmente : tres-sobre-diez. Ltan-kleu-eticham. Octavo. Ltun-neguiam. Los tres primeros. Se componen : de ltun (tres), ne pat- tícula afirmativa que en este caso designa prioridad ó anterioridad; y Giuian indicante de pluralidad en la declinación del nombre. Pu- diera ser : tres (antes ó entre) varios ó muchos. Ltun-nen-tukum-pataka. Tres mil. Compuesto de : tres-diez-cien, siendo nen simple partícula que afirma el radical. Ltun-pataka. Trescientos. Ltun (tres) y pataka (cien); literalmente : tres-cientos. Ltum-tukum. Treimta. Tulum es diez: y así dice: tres-diez. Lturl-turniay. Verde. Vocablo evidentemente compuesto, que se ex- plica en parte por el que sigue, cuya terminación es un pronombre demostrativo que acompaña á la denominación de los colores. Lturum. Hierbas. El mismo radical de verde. Lupu-24u-nen. Cumplir. LL Llahué. Hija, hijo y sobrino. V. Akas-llahué, y Kumchochiag-Ulalhueé. M M. Imfijo de pluralidad en verbales de 2* y tercera persona. V. Anen y Alte. Maan. Ahora. Maanona. Poco ha. Maep-mana. Futuro de Manen (ser). Mal. V. Heken-mal-ta-ate-manen. Mame-yenen. Llevar. V. Mam-yeknen que expresa la acción contraria del anterior, determinada por la K como infijo. Mamnista, 6 Manktista. Plural de Mantista. Mana. V. Ltamia-mana. Manen. (1) Ser. V. Ltanen. (2) Decir. En estas dos acepciones se em- LENGUAS AMERICANAS 221 plea como verbo auxiliar para la conjugación pasiva y sirve para formar otros verbos agregándolo á los sustantivos, y se convierte en anen y en nen, según los casos. V. Tukpuychia- manen; Chok-manen; Jiñet-manen; Puxka-telid; Netke-manen. Na- malte-manen. Manen- Yak. Nuevo. Manichan. El que dice. Tal es la definición de Valdivia en su Voca- bulario; empero, en el Catecismo la emplea en el sentido del que hace otro lo que se dice. (V. la traducción del Credo en el capítulo sobre la ideología idiomática). Mant. V. Papa-mant. Mantista. Terminación verbal del gerundio en ablativo precedido del pronombre inicial Hu (yo). Mañanen. Beber. Mapeynen. Contradecir. Marí. V. Mati; Na; Jinet-mata; y tamart. Mata-manen. Llamarse. No concuerda con el verbo llamar; que es Panhuanen, y Panta-manen. Mata-yan. Cosa dicha. V. El Tiam. Mati 6 Mari. Subfijo verbal que indica anterioridad. Mazkeg. No más. V. Lkaa-maz-keg. Me. Partícula verbal que designa acción de actualidad. Mek. Como subfijo, significa: hacia. V. Kem-mek. Mekena. V. Kuch-mekena. Melek. Lo demás. Melkes-este-tanen. Enojarse. V. Kayeg-metanen. Melkez-huex-tamanen. Reñir. V. Holuy-pu-pinen, que significa pelear. Melkez-nen. A menudo. La radical melkez, entra como compuesto cali- ficando, al parecer, un verbo frecuentativo. V. Melkez-huex-tamanen : Holuy-pupi-nen, que es reñir, habiendo otra palabra para pelear, que es Uyen-je-tanen. Meltek-tatia-nen. Estar despierto. Mem. Quizá. V. Paa. Men. Sin. Subfijo. V. Jen. Met. Por ventura. Meyara. V. Kumek-meyana. Meyenen. Tener. Enen (contracción de henen) es estar. Mita. V. Lkanen-mita; Cha; Ay; y Lau. Mlak-katt. Parte una. Mla-chu-is-nen. Partícula. Derivados del anterior. Mla es raíz de mlak 222 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (parte) chu (todo), is, partícula de genitivo, como subfijo, en susti- tución de ach, ech, ich; y nen que hace el verbo. Mne. Como subfijo designa segunda persona del plural, interrogando. V. Alte. Moñ-tamanen. Buscar. Mot-ta. Anoche, á la noche. El vocabulario de Valdivia no trae el sus- tantivo noche, que debe ser mot, pues ta, es (de) en ablativo, y (en) y (de) como subfijo, de movimiento á lugar, de movimiento para lugar, y también para quietud. Mox-kop. V. Telkta-moxkop. Moyunen. Faltar. V. Lka-moyunen. Msten 6 Maten. Terminación verbal de tercera persona en el impe- rativo. Mte. Subfijo de tercera persona plural, interrogando. Mucha-pianen. Besar. Muelkechz 6 Muelkch. Mucho. V. Una. Melkez-tekta-nen-kapta. Cruel, según Valdivia (?) Melkez, es raíz del intensivo Melkelehz (mucho). Tekta es día, Ó sol, y chu-tekta, cada día, todos los días ó cosa ordinaria ó frecuente. Nen, caracteriza la forma verbal, Kapta, según esto, es cruel, palabra que no figura en en Vocabulario. Sería, pues, «hombre que todos los días (siempre) es cruel ». Multu-tayak-manen. Valer. Multu-huanen. Obedecer. Multu-tutua-nen. Contar numerando. V. Kine-pen-tamanen. Mulxkolum-nen. Dejar. V. Poyotek-nen. Muncha. Virgen ó doncella. V. Nayan-tanen-pxoto, y Allaska. Muncha es la palabra que Valdivia emplea en el Catecismo para designar á Virgen María. Pxota, es muchacha ó niña ó sea doncella. Murú. Testículos. Muti. Semilla. V. Kolam. Muten. V. Mstens. N N. (1) Como infijo, determina participio de activa, como la letra L de pasiva. (2) Como subfijo, determina segunda persona, interrogando, en singular y en plural se convierte en ne. V. Alte. Na. Como prefijo niega la acción del verbo, y designa también la an- terioridad. V. Peke. LENGUAS AMERICANAS 223 Na-altati. Nunca. V. Altati. Nach 6 Naha. No, y como prefijo, signo de negativa. Naha-guak-l-tati. Nada. Naha (no); guak (cosa); l, infijo; y tati, que como subfijo significa (de entre) á la. vez que hace el oficio de nega- tivo, ó sea «no cosa entre », equivalente á nada. Maha-manen. No decir. Traducción literal. Naha-ño-onti. Rico. No-onti, literalmente, no-oro, significa pobre, ó no (tengo) oro; y para expresar la idea contraria, se dice: no pobre. Naha-pal-tati. Ninguno. Naha (no) pal, raíz dudosa, y tati, termina- ción de ablativo, que también significa, por eso, y es (de) como subtijo. Na-ka-ymen. Sin tí. Textualmente: no-tu-con (de compañía) equiva- liendo el con á con-migo. Na-ku-ymen. Sin mí. Naha (no ó sin); ku (yo); ymen, partícula de com- pañía negada por el prefijo na, ó sea: no-yo-junto, que es la pasiva de sin mí. Nak-nak. Corta. Significa también, juntamente, lo mismo que z4k-24k, siendo nal, junto, y nak-pun-chanen, juntar. V. Zak-zak. Namalte-manen. Dudar. El radical nam, que forma varios compues- tos heterogéneos, no tiene explicación ni en la Gramática ni en el Vocabulario de Valdivia. Namen. Ciego. V. Nanen-tak-nen. Namia-nen. Cantar. Nam-zata. Culebra. Nana-Chanen. Oler. Nanen-tak-nen. Cegar. V. Namen. Nat. (1) O, disyuntiva, lo mismo que 24. (2) Quizás, ó por ventura. Napta. Alguno. V. Kermay. Naurag. Mezquino. Nayan-chanen-pxota. Virgen. V. Akaslla, Muncha, y Pxota. Nay-huanen. Engañar. Neguwiam. V. Ltum-neguiamn. Nejetichan. V. Nen-neje-tichan. Nem. V. Ltun-tukum-patalka. Nemanen. Comer. Nem, es raíz de Nem-ukta (comida) con que se for- man varios compuestos. V. Nemte-manen. Neme-tagne. V. Temte-neme-tagnes que Valdivia traduce por carne de comer. Neme-yunen. Sustentar, alimentar. De neme, raíz de carne que se 224 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA come; yu, que suple á ye, y que quiere decir 4 ó para; y nem, que es el atributo verbal. Nemnen. V. Jinenk-matoxam-pupak-nennen. Nem-pelek. Subfijo, que lo mismo que pelek, sólo, y tayag, es subfijo en gerundio de acusativo. Nentamanen. Comer. V. Nemanen. Ñ Nekia. Infijo verbal, que por un sistema propio de algunas lenguas americanas, forma lo que se ha llamado «verbos circunstanciales », por cuanto juntan á la acción ó situación principal, circunstancias accesorias. En Allentiak, el infinito nekia, significa venir de hacer la acción del verbo. Ejemplos: Nem-nekia-mayek-nen (vengo de co- mer); Mane-kia-Ranen (vengo de beber). Duponceau ha encontrado esta combinación en el Groenlandés y en el Cherokeo, y el abate Molina la señala y analiza en su ensayo sobre el Araucano. Nekiam. V. Ge-nelkiam-jay. Netke. Valdivia lo emplea como adverbio de verdad. Netke-manen. Verdad decir, ó creer, según Valdivia, quien emplea la palabra en su traducción del Credo, adaptándola á la doctrina cris- tiana, y dándole en cierto modo, un valor psicológico. Forma con ella varios compuestos, atribuyéndoles el sentido de creencia, ó idea de creer, como en este caso. Net-kemanen. Fiel, en el sentido de fiel cristiano que cree. Netke-jam. Verdad, según Valdivia. Es el mismo adverbio fundamen- tal, combinado con jam, que significa palabra, y alterna con jag «verdaderamente palabra. » Neu. Antes, sirve al optativo. Neune-gatichan. Primero, número ordinal. Neunus-tamanen. Lavarse la cara. No hay cara en el vocabulario de Valdivia, y nus, debe referirse á ella ó cosa análoga. Neu-jich. Frontero. Nejek-epeynen. Maltratar. Lo mismo que Genek-elte-manen (V .) Genelk, según el vocabulario de Valdivia, era mal, y probablemente malo. Así Genek-eltemanen era hacer mal, lo mismo que en este caso. Nex-putamanen. Aporrear. Equivalencia del anterior. Nte. Subfijo de segunda persona interrogando. Nurum. V. Jap-mana, que según Valdivia, significa también he- chicero. LENGUAS AMERICANAS 225 N Ñ. Cambia en ña para impertecto, y temas análogos. VÑerka. Vieja. Nochun. Véase Nuchum. No-onti V. Naha-ño-onti, que expresa por la misma combinación, la idea contraria. Ñuchum. Gente, hombre. Parecería designar la especie más bien que el individuo, lo que indicaría una noción adzlantada del sér humano; pero analizándola, se ve que no es sino el mismo nombre, que por medio del aumentativo chu-m (del radical chu, tedo), se convierte en pluralidad de individuos. Algunas lenguas america- nas (como sucede en el inglés y francés), sólo tienen una palabra para expresar la idea de hombre y varón. El Allentiak tiene tres : 1* Yag, para indicar el género, sea racional ó animal; 2* Yam.ó Yaam, para indicar el varón; 3% Ñuelanm, para señalar al hombre, ó la gente, ó la colectividad de individuos humanos. Nuñu-tehuanen. Misericordia tener, según Valdivia. Ñuñu, es la taíz Nuchaum (hombre ó gente) en que por un subentendido que escapa al análisis por falta de datos, se envuelve la idea de lástima, que se convierte en verbo. (0) Ohuok-jemanen. Preñada estar. Ohwok, que con la adición de jemanen, es verbo en este caso, parece ser el nombre de preñada, y la idea de preñar. V. el siguiente. Olhuhvu-pulteanen. Engendrar que deriva de la anterior, y parece ex- presar la idea de preñar. Onti. V. No-onti, y Naha-ño-onti. ze-yanen. Descansar. Paa. Quien. Véase Mem. Paka-huysnen. Romper. Pakal-nemen. Limpiar. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 15 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pakat. Frente. Pakax-nen. Sacar. Pach. V. Guak-guak-pach-tati, que significa : lo ajeno. Palem. Hombro. Palma-nen. Encerrarse. Paltak-yanen. Guardar. Pa-ltati. Onalquiera. Lo mismo que Ltach. Pallesta. Llave. Probablemente cerradura. Pané-kepel-tatia-altichan. Lujuriosa mujer, según Valdivia. El radical pane, es la única vez que aparece en su vocabulario, y parece res- ponder á la idea de deshonestidad. V. el siguiente. Pane-kepel-tatia-altichan. Deshonesta mujer. Pan-huanen. Llamar. V. Panta-manen. Papa-mant. Quiénes son. Pataca. Cien. Numeral común al Araucano, al Aymará, al Quechua, al Puelche y al Tehuelche. V. Ltun-nem-tucum-pataka. Paynen. Con quién. Pain-tekta. A la mañana. Tekta, es sol ó día, y pain, indicaría su prin- cipio. Puyutek-tokot. Lucero. Tokot, parece variante de teka, que se encuen- tra en la palabra compuesta Lepchap-tekia-manen, que significa lucir, siendo lepchap, laz. Pé. Sincopa de pey para imperfecto. Pech, 6 Peché. No, lo mismo que Peche-ke. V. Nah. Pech, 6 Peché. Subfijo de primera persona en imperativo. Peké. Terminación de primera persona de plural en imperativo. Peké. Subfijo de primera persona de plural, que hace negativa con el prefijo na. Pekéz-tekexnen. Contar narrando. V. Kiñe-pes-tamanen. Pek-ñakze. Nieta. Pelek. Forma como subfijo, alternando con Eta, Nempelek y Tayay, los gerundios de acusativo, y equivale á para en castellano. Pente. Pariente. La radical de parentesco consanguíneo, parece ser pe, que se representa también por la p como raíz. Peklte. Tío. Perá. Hermano mayor. Perx-kojoto-mian. Perdón, según Valdivia. Perx-kojoto-nem. Perdonar. Verbo derivado del anterior. V. Pter- Ccunem. Pes-tamanen. V. Kiñé-pes-tamanen. LENGUAS AMERICANAS 227 Petia. Partícula potencial, que como subtijo, significa poder hacer la acción, y que interpuesta á los verbos indica poder. Penné. Madre. Peynen. Hacer. V. Letaunen y Etamanen. Pia. Padre, como sustantivo, y que es á la vez, mudanza final de pa, para pretérito. Piam. Como subfijo de acusativo de gerundio, se muda en plana, y significa en este caso, para en castellano. Pinkanta. Hermano. Pinen. V. Lpu-pinen, y Toltom-ltanem. Piñá. Hermano menor. Pioko-yamanen. Esperar. Plamex-nen. Encubrir. V. Tuku-chanen. Pokl-tamanen. Remediar. Pok-lta-meynen. Desear. V. Ltaymenen. Pokolum-tamanen. Solución tener. Pok-tekenen. Salir. Polkari-chemanen. Vestir á otro. V. Hualkar-tekia-manen. Polka-tepmanen. Acusar. Polok. Fuerte, y fuerza. V. Pulok. Poru. Vreiienza de mujer. Pos-chunen. Quitar. V. Lepel-kochanen. Potu. Río. Poyll-tiunen. Retozar. Pollo-teknen. Dejar. V. Mulx-colunnen. Poyup. Pecado, según Valdivia, que adapta la palabra á la doctrina cristiana, y forma con ella los compuestos que siguen. Poyu-pel-teunen. Hacer pecado. Poyup-jetunen. Pecar. Pta-tamanen. Quejarse de alguien. V. Tamanen. Ptay-ta-yelmen. Porfiar. Ptay-ta-yexnen. Negar. Pte-neunen. Mandar. Pter-eunen. Perdonar. La raíz de perdón es perx. V. Perx:joto-manen, y Perx-kojo-temian. Pu. Caso verbal en tercera persona, en transiciones de primera, se- gunda y tercera. El plural es pux, ó xpu. Puexnen. Quitar. V. Pos-chunen. Pu-lem-tayunen. Espantar á otro. Puln. Pies. No lo trae Valdivia en singular. 228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Pulok-puexnen. Pulok, es fuerza Ó fuerte, y puexrnen, es quitar, lo que parecería indicar : quitar fuerza. V. Polok. Pulpux. Caso de régimen de tercera persona. V. Pux. Pultanen. V. Ajey-teyam-pultanen. Pumel-ke-chianen. Enojar á otro. V. Kayey-metanen, y Melkez-eske- tanen. Punak. Espaldas. Pupak. V. Jinet-matoxam-pupak-memnen. Pupanek-tamanen. Levantar falso testimonio, según Valdivia, V. Ji- ñet Matoxan-pupak-mennen. Puparax-nen. Sed tener. Pupianen. Castigar. Purinen. Pudrir. Puta-manen. V. Lop-lop-puta-manen. Putayes-nen. Resucitar, según Valdivia. V. Lautayet-kaltanen, y Lau- tayte-quiam que significa en ambos casos : volver-vida. Put-kaul. Colgado estar. Putia. Subfijo de optativo. V. Petia. Putia-manen. Visitar á los enfermos. Adaptación á la Doctrina. Putuanen. Mirar, ver. Putuk-chanen. Hincar. V. Zetemet-kanen, que significa, hincar rodillas. Putwruz-payunen. Avergonzar á otro. Pux, 6 Púx. Lo mismo que xpu, ó «pu, plurales de Pu. V. como caso verbal. Puja. Subfijo negativo en primera persona. Puja-meyunen. Llover hacer, según Valdivia. Meyenen, es tener. V. sobre esta dicción Puza-meyenen. Puja-miunen. Interceder. V. Jam-ta-manen, y Janel-tay-nen, que signi- fican : pedir, y rogar. Puje-lekes-nen. Desatar. Pux-ka-tekid4. Tener dolor. V. Joe-yanen. Puvku. Hermana. Pu-zam-eyunen. Llover hacer, según Valdivia. V. Puja-neyen. Pu, ra- dical de puja, como subfijo, forma el verbo puja-manen (interceder); zam, raiz de zam (lluvia) con que se forma el verbo ¿am-yamana (llover) que con la terminación verbal, significaría : interceder ó rogar para que llueva. Puxguen 6 Puxken. Diferentemente. Puxnen. Dar dones. V. Cheipnen y Pchanen. Puxño-tekta. Piadoso, según Valdivia. Esta palabra está aplicada á la LENGUAS AMERICANAS 229 Virgen María, en la traducción de la Salve con el sentido de ele- mente y piadosa. Pux-yam-chach. De otro. Purlek-esnen. Deshacer. V. Esnen. Pxe-hue-tix-nen. Menear. Pxe-tamanen. V. Lpu-pxe-tamanen. Pxeytut-chanen. Envidiar. Pxota. Moza ó muchacha. V. Muncha y Nayen-chanen-pxo-ta. at-kl-ta-manen. Ememigo ser. Pzeke-llesnen. Estorbar. Petekya. Goloso. Rak-chanen. Palpar. Rat-chanen. Anudar, atar. Reutek-ta-mu-keínen. Alteración de carne tener el varón, según Valdi- via. Para la mujer hay otra expresión. V. Zukellte-kainen. 1 Ta. (1) De, de ablativo. V. Yak. (2) Subfijo que expresa (en) y (de). (3) Subfijo de activa de movimiento de lugar, Ó para quietud en el mismo. Taex-tereja. Subtijo negativo. Tag 6 Teg. Subtijo de posterioridad. Tahuerp-tayd. Lazo. Tahué. Tierra. V. Taktao, Chis-taktao y Teta. Takaynen. V. Huespeche-takaynen. Taktao, ó Teta. Patria, según Valdivia. Según otras definiciones del mismo, teta, es tierra; Tekta, sol, ó día, y chis-taktao, ó sea, arriba de la tierra, sería cielo. Todos estos vocablos parecen derivar de una misma raíz : teta tierra, que Valdivia da como sinónimo de Taktao. De manera que, taktao, ó teta, envuelve simplemente la idea del suelo habitado, incluyendo tal vez, el cielo que lo cubre. V. COhis-taktao. Takteremta. Esperanza, según Valdivia. No concuerda con esperar, que es Piko-yamanen. Tal-huanen. Señalar. 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Tam. Mudanza como final de raíz de verbo en imperfecto, y temas análogos. Tama. Final de raíz verbal que cambia en pretérito. Tamanen. V. Jopi-tamanen. Pupak-tamanen. Pokolum-t. Hual-t y Pta- tamanen. Tamari. Quejarse por causa de amor. Tar, 6 Tarú. Vientre. Tarú. Barriga. V. Tar. Tati. Terminación de ablativo, y subfijo, que significa (de), á la vez que es demostrativo y causal en sus casos. V. Heyag-tati; y Mel- tek-tati. Taunen. Poner, y parir. Parecería representar la idea de incubar. Taunen. Variante de tauma para imperfectos. Tautat. Año. V. Multu-tayak-manen. Tayag. Gerundio de acusativo. V. Etá; Mem-pelek, y Pelek. Tay-chaktenen. Nacer. Tay, es raíz de taymenta (vida). Tay-esnen. (1) Librar á otro, lo mismo que Tay-nem-nen. (2) Sanar, lo mismo que Anñay-manen. Tay, es raíz de taymenta (vida), y signifi- caría en el primer caso, según su filiación, librar la vida á otro, y en el segundo, salvar la propia en una enfermedad. V. el análisis de la palabra compuesta. Chu-tekta. Taymenta. Vida, según Valdivia, dando á esta palabra un valor meta- físico, cuando por otra parte, la hace figurar como verbo (taymenta- -manen) en su acepciún personal limitada, concorde con la idea de la muerte, que en el Allentiak se representa por el muerto mismo, como en este caso por el vivo. V. Tayte-kiag-ñochum y Japiag- Ruchum. Tay-tay-esnen. Vencer. Tay, es raíz de vida, y duplicado es vida-vida : ó sea vida (por) vida, y esnen es deshacer. Tay-tek-nen. Defender, Librarse. Es la contraria del anterior, ó sea defender la vida. Taytek-¡ag-Rochum. Hombre vivo. Tay, vaíz de taymenta (vida), 1ag, indicante de sexo masculino ; fRochum, hombre ó varón. Tay-tekia-manen. Durar, vivir. Es la idea de vida, convertida en ver- bo, para indicar la duración. Tayunen. V. Pu-lem-tayunen. Te. Subfijo verbal que determina segunda persona en sus Casos, que hace también el oficio de partícula determinante en transición. Te. Tierra. V. Teta y Taktao, de que es raíz. Tel. Em los verbos que terminan en tk, es mudanza de imperfecto. LENGUAS AMERICANAS 231 Tekta. Día, y Sol. V. Jelú; Jumek, y Chu-tekta. Tey. Véase Tag. Te-hul. Debajo de tierra. Uno de los vocablos más notables del Allen- tiak, que manifiesta la persistencia de sus raíces, representadas por las sílabas iniciales y el mecanismo de sus compuestos. Te, es raíz de teta (tierra), y hul, viene de hulyag (abajo ó debajo), Ó sea: tierra abajo ó debajo de tierra. Tehuz-ak-nen. Caer. V. Jetu-kije-tanen. ? Teke. Subtijo de transición de 1* de plural á 2* de singular. Teket-kanen. Asomarse. Tekia-manen. Y. Hual-kar-tekiamanen. Telag. Maíz, único producto vegetal que se designa en el vocabulario de Valdivia, de una manera concreta. Temet. Carne, en general, según la traducción de Valdivia, lo que parecería indicar la carne humana. La carne de comer tiene otra denominación. V. Temte-neme-tagne, y Tuyut. Temma. Mancebo en mala parte, según la definición de Valdivia. Temte-neme-tagne. Carne de comer. Neme, viene de nem-ukta (comida); de neme-yunen (sustentar); de nema-nen, ó nemta-manen (comer). V. estas palabras en su lugar. Ten. Terminación de tercera persona de imperativo. Tenche. Con, que alterna con Ten. Tenuanen. Arrojar, enviar. V. kate-nunen. Tenuanen. Preguntar. V. Huez-ta-kaunen, y Huez-tak-teknen. Tepulk-pemuk-meynen. V. Ka-tepuk-muk-meynen. Tereg 6 Terem. Manceba. V. Temma. Terem-ta-manen. Amancebado estar. Tertekta. V. Lka-tertekta. Teru-anen. Enterrar. Te, es radical de teta (tierra) que con la termi- nación de primera persona, forma el verbo. En las Obras de Mise- ricordia, se hace uso de otros términos para expresar la acción de enterrar á los muertos. Teta. Tierra, patria, valle, según las varias traducciones de Valdivia. V. Te, y Taktao. Tet-kianen. Sobrar. V. Kol-kuanen. Teuta-yag-teta. Valle de lágrimas, según Valdivia. Es una palabra in- ventada para catequizar, adaptándola á la doctrina cristiana. Zeu, es radical del verbo lNorar; yag, es el demostrativo, éste, ó ésta; teta, es tierra, ó sea: tierra (que) llora. Ten-yanen. Llorar. Radical, Teu. 232 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ti. Partícula verbal frecuentativa. Tia-manen. Dormir. Tía, radical de sueño, de que se deriva pereza y perezoso. Pianen. V. Yek-nesme-tianen, Radical, Tia. 'Fogut-ynen. Hambre tener. Toko. Baxro, y piedra. Tokot. V. Payutek-tokot. Tolop-tolop. Doblez. V. el siguiente. Tolop-tolop-nen. Doblar. Esta combinación y la anterior, tienen por núcleo en adverbio comparativo lop (más), que duplicado se con- vierte en adverbio de modo (igualmente), y con la terminación ma- ' nen (ser) en verbo (igualar). Del mismo modo, el vocablo lop, dupli- cado, y precedido de un prefijo, se convierte en el sustantivo doblez, que con la terminación verbal, se convierte á su vez, en doblar. Toltok-m0yuna-yem-neyag. Otro, según Valdivia, que en el texto de su gramática pone como número comparativo, y en el vocabulario traduce por yam-niag, que contiene las mismas raíces (yem-iag) en « su sentido de preposición causal, y significa: hombre-este, ó este (otro) hombre. Moyuna, viene del verbo moyunen, (faltar), que según se ve en el cuadro de los ordinales, servía para formar los compa- rativos numerales, restando. Toltom-ltanen. Pagar. Tomal. Viejo. Topas-tete-nen. Llenar. Topat-enen. Estar lleno. Top-teke. Flores. Topu-kolcha-manen. Hacer salir. Torom. Demonio, según Valdivia, que también pone Hana, siendo ésta la única palabra del vocabulario que indique que los Allentia- kos tuviesen alguna idea de lo sobrenatural, ya que no religiosa. Torom-uch-utu. Infierno. De la misma especie que el anterior. Torom, como se ha visto, es un ente maléfico. Uch, podría ser raíz de ucha (alto), y utu, significa casa, de manera que pudiera ser : del maléfi- co-arriba-mansión. Sería singular que al adaptar esta palabra com- puesta para catequizar, sugiriendo la idea del infierno, pusiesen éste arriba ó:sea en el cielo, en vez del centro de la tierra. Tospuko 6 Tospu-kanen. Derramar. Lo mismo que Hanen. Totom. Brazo. Tuk-puy-chia-nanen. Enseñar. Lo mismo que ZTuk-yamanen. Tuku-ycha-manen. Aprender. LENGUAS AMERICANAS 233 Tukwi-chanen. Señalar. Tuk-yamanen. V. Tuk-puy-chiamanen. Tumta. Monte. Turuzyamanen. Vergiienza. Tut. Cuatro. Tut-etichan. Ouarto. Tut-klew. Nueve. Tut-kleu-yag. Noveno. Tut-tulum. Cuarenta. Tutú. Estiércol de hombre. Tutwú-nen. V. Mul-tutuú-nen. Tutyag. Cuarto. V. Tut-etichan. Tuje. Dientes. Tuyut. Carne. V. Temet. Tuzay-huanen. Avergonzar. Ta. Equivalente de tch en la conjugación del verbo. Uch. V. Torom-uch-utu. Uche. Subfijo de imperativo, en segunda persona de singular que hace negativa. Vepaten. Subfijo de tercera persona de singular que hace negativa. Ultu-kuy-chanen. Entender. Ullutel-yamanen. Allegarse. Ullu-yanen. Apartar. Unka-yag. Gordo y mayor. Uña. Mucho. V. Muelkeschz. Ut ó Utu. Casa. V. Torom-uch-wtú. Utet-manen. Dueño ser. Utet, viene de ut (casa). V. Huyak-uta-manen, que Valdivia traduce : « Dueño ser de casa ». Ujiu. Enfermo. Uy-chamanen. V. Lpuwyan-ny-chamanen. Uy-cheynen. V. Kalta-extaharke-uy-cheynen. Uyem-jetua-nen. Pelear. V. Holny-pupinen, y Melkez-hues-ta-manen. Uymen. Ganar. 234 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA XxX X. Letra que además de su sonido compuesto después de vocal, repre- senta en algunos casos el de ch, unido con las consonantes (tx) y (p2). X. Partícula de plural, que hace el oficio de subfijo y de prefijo. Xha. Infijo de caso de régimen de 2* persona de plural. Xpuó Xpu. V. Pux. Xpuch. Tetas. Xpup-tesnen. Desandar. Xhke. Prefijo de primera persona en plural, en transiciones de 2? á 12. V. Kex y Ouchanen. Xkeun-mite. Subfijo de primera persona en plural. YE Ya. (1) Subfijo en presente de subjuntivo, que se arrima á la partícula pronominal y se pospone al verbo. (2) Prefijo de amta, é infijo de causal en los verbos. V. Hua. Yag (1) De, de ablativo. (2) Este. (3) Subfijo que señala el género masculino, así para hombre como para animal. (4) Terminación de participio de activa. Yag-telta. Hoy. Lo mismo que Man-tekta. Tekta, es sol y día. Yag-20tom. Después de esto. Yalt. Infijo en raíz verbal, y terminación de persona para imperfecto. Yaltalktista. Forma en singular del verbo de 2* y 3* persona. V. Yal- talmnista. Yaltalmnista. Plural de Yaltalktista. Yaltaltichan. Subfijo del infinitivo pasado. Yaltaltichan. Terminación de participio pasado de pasiva. Yaltaltista. Subfijo de gerundio en pretérito perfecto dé ablativo. El plural es Yaltalmnista. Yaltalmmista. Plural de Yaltista. Yaltantichan. Alterna con Yaltag en particípio pasado de activa. V. Yaltag. Yaltista. Subtijo de gerundio imperfecto de ablativo, prefijándose el nombre para distineuir la persona. LENGUAS AMERICANAS 235 Yalu. Sal. Yam ó Yaam Varón. V. Nochum. am. Subfijo para hacer infinitivo, convirtiendo el nombre en verbo. V. Altichan. Yam-japiag. Viuda. V. Koltuk y Ajeyapiay. Yam-zoton. Después de esto. lamanen. Y. Ullutek-yamanen y Turuz-yamanen. Yamchacha-aje. Mujer casada. Yam, es varón; cha, indica pluralidad, y duplicado, haría tal vez el dual; aje, es mujer. Sería : mujer con hombre. V. Yamtiay. Yamtiag. Casada mujer. V. el anterior. Yanen. V. Ayak-yanen. Yapet-kanen. Correr. le. Subfijo de dativo y acusativo sin movimiento. En algunos casos dice (a) ó (para) alternando con (ta). Yeknesme-tia-nen. Pereza tener. Yek, es raíz de Yekes (perezoso) y tia- nen, es, lo mismo que tia-manen (dormir). Yekes-metiag. Perezoso. Yehué. Hueso. Yelap. Bestia y carnero, según Valdivia. Probablemente, guanaco. Yelé. Presto. V. Yelet-ke. Yelé-empeké. Ea, pues! acaba! Yelet-ke. Brevemente. V. Yelé. lelpia. Ayer. Yem-neg-mita. Cuántas veces. Yem-yemata. De qué manera. Yemata. Como. V. Yeme. Yeme. Como. Lo mismo que Yemata. Yemen. Y, copulativa. V. Ache; Etam; Kaltek; Keme; Ymen y Yemen. : Yemen. Otros, cuantos, dos. Yemen-nayan. Segundo. V. Huenticham y Yemanetichan. Yemen-kleu-tichan. Séptimo. Yemene-tichan. Segundo. V. Yemen-nayan y Hueretichan. 'emen-klew. Siete. Yemen, es dos; hlew, es sobre, más, ú otro. Sobre la base del dos, se forma así el siete : 2 sobre 2, sobre 2 y otro 1=7. V. Zak-2a9, que significa también siete. Yemem-tukum. Veinte. Yemen (dos), tukum (diez) Ó sea : «los (veces) diez= veinte. Yem-negnista. Cuantas veces. 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Yemmiay. Otro; singular de Yemen. Yemta. Cuantos, cuanto ha, cuando. Yen 6 Y-en. Con, ó sin. Como subfijo hace (con) para instrumento. Yekem. V. Tukuy-chetag-yekem. Yekem-ak ó Yekemalk (subfijo). Hacia mí. Yekemak. V. Jehuar-epuú, y Jilmar-ye-kema k. Yeskey-chanen. Trocar. Yexnen. V. Ptay-yexnen. Yolpia. Ayer. V. Yelpia. Yomi-llahué. Huérfano. Yomi parace indicar privación de una cosa, según se deduce de las tres palabras que siguen. Llahué, es hijo. Yomi-te-ki. Destierro. Yomi, sería privación, según se apunta más arriba; te, es raíz de teta (tierra); y hi, es prefijo de caso de régi- men de 1* persona en transiciones de 1* á 3% persona. Yomi-tichan. Desterrado. Es el participio del verbo Yomi-ti-nen, que se forma del sustantivo Yomi-te-ki-tichan; es el subíijo altichan, que hace el infinitivo presente y alterna con yam formando verbo. omi-ti-nen. Desterrar. Como en los anteriores (ti), que es también partícula verbal frecuentativa, y estaría en vez de (te), por eufo- nismo. Nen, es terminación de manen, que forma el verbo. Yoto. Cabeza. Yu. Variante de ye para imperfecto. Yuje. Partícula verbal que indica actualidad en la acción. Yut-kanen, ó Yutuk-tanmanen. Trabajar. Ywúta. Flaco. V. Zanta. Z Z. Esta letra, que es de dudosa pronunciación en el Allentiak, y que falta en el Araucano, se encuentra en los dialectos ó modificacio- nes de éste que hablan los Pehuelches y los Pampas, al oriente de la cordillera, que la sustituyen á la d, lo que indicaría un ceceo (que no es el lingiiístico-dental del castellano) ó una aspiración en ciertos Casos, como la st ó zt de algunas lenguas europeas, que Valdivia representa aleunas veces por la combinación de las le- tras 2h. Za. O, disyuntiva. V. Nat. Zaat. Árboles. Valdivia no trae en su vocabulario nombres concretos. Este, y flores y hierbas son los únicos que señala en su vocabu- lario. LENGUAS AMERICANAS 237 Zaluar-tekta. Invierno. Tekta, es sol, ó día. Zakat-kanen. Oir. Zakat, es raíz de zakatua (oído) que se convierte en verbo. Zakatua. Oído. V. Zakat-kanen. Zak-chanen. Herir los pechos. Zak-yag. Siete. V. Yemen-kleu, y Yemen-kleu-tichan. Zak-zak. Juntamente. Lo mismo que nak-nak, de que se forma el ver- bo Nak-puchannen (juntar). Zaltey-minen. Volver. Zamyamana. Llover. Zanta. Flaco. Lo mismo que Yuúta. Zas-zas-niag. Colorado. Se observa que sólo cinco colores apunta Val- divia en su vocabulario : amarillo, colorado, negro, blanco y verde, y que todas sus denominaciones terminan en mag. Zat-kleu-tekta-manen. Aborrecer, según Valdivia, que lo apunta como sinónimo de Ami-killetek-tanen, y de Zat-keluanen. Las tres pala- bras compuestas se explican unas por otras. Ami, es raíz de xenek ó xinik (mal), (según su ortografía) y así xinik-eltamanen, es hacer mal; hilletek-tanen, es futuro de desear, ó sea: desear mal. Zat, parece significar odio, keluanen es enemigo, de manera que dice : aborrecer enemigo. Klew, es sobre, y más, y tekta, es día, lo que indicaría que es en este caso intensivo, y según el primer com- puesto, combinado con los otros dos, significaría : aborrecer-más- cada-día-deseando-mal-al enemigo. Zekley-chakat-kanen. Maltratado ser, ó estar. Zetun-et-kanen. Hincar rodillas. V. Putuk-chanen. Zhe-yenen. Callar. Zlúk. Oumbre. V. Gualta-zhik. Zhik-zhik. Coronilla de la cabeza. Zlvk, es cumbre en general, ó sea lo más alto, y Gualta-2hik, cumbre de monte: el mismo radical, en- fáticamente repetido, indica lo más alto del hombre, refiriéndose á su propia personalidad. ZIhillka. Seis. Este vocablo marca en los numerales el máximum de cantidad; de allí para adelante, los números se componen con los radicales de los primeros, sirviendo de base el dos, y después el diez, duplicado ó multiplicado, y adicionado. Zhillka-yag. Sexto. El subfijo yag, que en un caso designa el género, y significa varón, sirve para componer varios comparativos de ca- lidad y de cantidad, y en el presente, califica el número ordinal. Zhueña. Sapo. [8] 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Zootom. Después. V. Yam-zotom. Zounen. Acabar. Lkeche. Aves. Zuk-2uk. Trasero. Zukell-te-kia-manen. Alteración de carne de la mujer. V. Reutek-ta- makeinen. Zurú. Pescado. Es de notarse, que siendo los Huarpes una tribu pes- cadora, no se encuentre en el Vocabulario ningún nombre concreto de la especie ictiólogica, que abunda en las lagunas de Guanacache, á cuyas márgenes moraban, y se registre en él tan sólo éste que es guarani (zuwrubt) y que es un pescado conocido en el Río de la Plata y sus afluentes, y desconocido en el interior del territorio argentino. LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS ARANA ES. PUE OS CONFERENCIA EN LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA EL J DE MAYO DE 1906 POR LUIS A. HUERGO Señor ministro : Señor presidente : Señores : Por la invitación de costumbre, y la visita de mi amigo el señor ingeniero Mercau, recién supe anteanoche del momento y objeto de esta conferencia. Como he actuado en esta cuestión durante 40 años y tengo res- ponsabilidad personal en el éxito de los trabajos del Puerto de la Ca- pital, desde hace más de 30 años tengo, como hijo de la tierra, como ingeniero y como responsable en su éxito final, el deber ineludible de estudiarla y concurrir siempre que pueda á su ilustración. El breve plazo de 48 horas y el limitado conocimiento de los pun- tos que debía analizar el señor Mercau en su conferencia, no me per- miten abarcar todo el asunto en sus detalles. He preparado mis apuntes, que voy á leer y he tomado nota ahora de algunos puntos de “la conferencia sobre los cuales intercalaré mis observaciones, pre- viendo, naturalmente, que dejaré de tener en cuenta más de uno de gran interés. Las obras del puerto empezaron en noviembre de 1876, con arre- glo áun proyecto confeccionado por mí, y bajo mi dirección técnica, con el auxilio para la excavación de un canal de acceso (el del Sud) de una sola draga : la Riachuelo. En mayo de 1878: ya empezaron á entrar al puerto, por el canal del Sud, buques de ultramar. 240 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En 1880 el puerto fué habilitado oficialmente para el tráfico de ul- tramar; se decidió la compra de un tren de dragado, y la prolonga- ción del canal al agua honda de 21 pies. Dada por resuelta la secular cuestión de la posibilidad de la cons- trucción de un puerto para la Capital, el gobierno me ordenó la con- fección de un proyecto de puerto definitivo en 1881, el que fué pre- sentado en abril de 1882. El proyecto consistía en la prolongación del canal de acceso (del Sud) á la agua honda, un ancho espacio y 2ra ferrocarriles y una serie de diques paralelos entre sí, cuyo número podía extenderse indefini- damente hacia el Norte. En el mismo año de 1882, se abrió una campaña contra este pro- yecto, al que se le hicieron dos objeciones con pretendido carácter fundamental : el canal no iba en línea recta á la agua honda, entraba á la canal exterior, óthalweg del río, casi paralelo á la costa, con una curva de identificación de las dos alineaciones; él se rellenaba enor- memente por estar atravesado á las corrientes. Se formuló un nuevo proyecto que debía unir dos alineaciones ca- si paralelas sín curva alguna ; se declaró por el poder ejecutivo en el Congreso, que el canal del Sud sería una hipoteca permanente, mien- tras no se construyera el nuevo proyecto con el canal número 2 pro- yectado, el canal del Norte, que no iba á tener relleno alguno. El gremio de ingenieros estudió el asunto, protestó contra la in- troducción del canal del Norte que imposibilitaba la prevista exten- sión futura del puerto, que aumentaba á más del doble los gastos le conservación del acceso por agua, que no permitía el acceso de los ferrocarriles á los muelles por tierra. El proyecto se aprobó con la opinión decisiva, á4 favor de la intro- ducción del canal del Norte de los eminentes ingenieros contratados por el concesionario. La construcción de los dos canales, «importaba abrir de par en par las dos hojas de esta gran puerta de la República por donde recibi- mos las naves de todas las naciones ». El puerto se hizo con el canal del Norte, arrancando en curva des- de el puerto mismo! y resultó con todos y cada uno de los fatales in- convenientes que se habían demostrado hasta la evidencia : el costo de conservación de los canales de acceso aumentó enormemente; una eran parte de los muelles no pudo utilizarse; por falta de buen acce- so á los ferrocarriles, los vagones permanecieron inmovilizados por meses (hasta tal punto que el secretario del directorio del Ferrocarril LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 241 Sud, en Londres, señor Allan, ha hecho viaje á Europa, y á su vuel- ta ha encontrado en el puerto que no habían salido aún vagones que había dejado en él á su partida (1), y por fin, en pocos años, se hizo in- dispensablemente urgente el ensanche de las obras. Y aquí vino otra consecuencia de los procedimientos seguidos para la aprobación de aquel proyecto. El departamento de ingenieros de la nación había sido primera- mente desautorizado, luego desquiciado y finalmente suprimido; el gremio entero de ingenieros estaba deprimido, llevaban la palabra los neófitos, consagrados por sí mismos, los encargados de tocar la campana, para que oficiara un pontífice. Ha pasado varios años, no se ha atinado con el medio de realizar el ensanche de un modo sa- tisfactorio. Las condiciones del puerto han perjudicado á la producción y al consumo en toda la extensión de la República, demorando por meses la carga, descarga y trasbordo de ambas, y aun no solamente rete- niendo en él el tren rodante de los ferrocarriles sino demorando la descarga del nuevo. El progreso del país no se debe al puerto. El país ha desarrollado su producción y sus industrias y el puerto no ha satisfecho sus ne- cesidades. Otrotanto se debe decir del puerto del Rosario, donde se ha estorbado el sistema natural y económico, aunque primitivo, de cargar desde las altas barrancas por gravitación, aun antes de sus- -tituirlo por el más oneroso de levantar la carga con gruas para depo- sitarla en la bodega de los buques. Las dificultades de acceso, tanto por agua como por tierra, se oril- ginaron con la introducción del canal del Norte en las obras del puerto de Buenos Aires, las que habían sido demostradas en la dis- cusión y confirmadas en la declaración unánime de los que en ella in- tervinieron, firmada y publicada espontáneamente por numerosos in- genieros nacionales y extranjeros en marzo de 1886. El canal del Norte fué condenado aquí, hace 20 años, en la discu- sión. En Inglaterra fué condenado por el representante de los inge- nieros que lo propusieron, de cuya competencia el gobierno había te- nido los más altos testimonios : salvando su responsabilidad demos- trando que había sido una imposición del gobierno argentino y agra- vando la declaración ante el Instituto de ingenieros civiles de Londres con la manifestación de que los ingenieros (ellos) habían de- (1) Conversación con el que habla, 4 bordo del vapor Nile, en 1904. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 16 242 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA clarado en 1885, «que hacer dos canales de aguas profundas sería tirar el dinero por la ventana: that to make two deep water channels would be throwing money wway. En Buenos Aires, uno de los grandes sostenedores de sus ventajas lo ha repudiado así : Después de haberse gastado en su construción y conservación alrededor de ocho millones de pesos oro, ese gran promotor de esa obra, con el prestigio y autoridad que le había dado ese éxito, resuci- tó la idea de 15253, propuesta más tarde por otros, lanzando como idea propia la construcción de un tercer canal de acceso al puerto de Buenos Aires: la del canal lateral desde La Plata á Buenos Aires. Antes de mi viaje álos Estados Unidos en 1904, con el único obje- to de promover la discusión de los dos canales de acceso al puerto de Buenos Aires, ante el Congreso de ingenieros que se celebró en San Luis (en el quese clasificaron humorísticamente, por el eminente in- geniero señor Luis M. Haupt, como los dos agujeros que abrió el simplón en una sola puerta, uno grande para el paso de la gata ma- dre y otro chico para el paso de los gatitos, en vez de uno solo para todos), había llegado á mi conocimiento que el gobierno hacía estu- diar el canal lateral de La Plata á Buenos Aires, por empleados de la Dirección de obras hidráulicas, que trabajaban de noche y hasta los días de fiesta, y bajo juramento de guardar el más absoluto secreto. A mi vuelta, sin que yo pidiera lo que no sabía que existía, se me proporcionó una memoria de un proyecto de ampliación de puerto -. basado en un canal de acceso desde La Plata á Buenos Aires, prepa- rado por el ingeniero señor €. Offermamn, el que, como apéndice, con- tiene una nota referente al envío «de un documento por el cual se or- dena á las autoridades dependientes del ministerio (de obras públi- :as) y se pide á todos aquellos que no lo sean y á los particulares presten á usted (al señor Offermann) la cooperación necesaria para el estudio del canal que está encargado de practicar ». No solamente tengo el deber de concurrir siempre que me sea po- sible al debate de las cuestiones de navegación en el Río de la Plata, sino que en el caso presente tengo que manifestar una opinión, in- tergiversable respecto al proyecto que acabo de mencionar. La Memoria del señor Offermann está precedida de una nómima de autoridades y personas, las cuales ó cuyas oficinas han favorecido por medio de planos, datos, etc., los estudios del canal de Buenos Atres á La Plata entre los cuales se me hace figurar. El señor Offermann se habrá impuesto de lo que he publicado res- LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 243 pecto á la navegación del Río de la Plata y de los puertos de Bue- nos Aires y de La Plata; pero creo que en ellos, en vez de haber fa- vorecido esos estudios, he dejado, por el contrario, sobrados ele- mentos de juicio para condenarlos. El proyecto del señor ingeniero Offermann, cuya traza presento á los señores socios, es para un canal de 50 kilómetros de longitud cor- tado en su mayor parte en la Playa del Río de la Plata, en cuyas aguas se interna en alguna extensión hasta la profundidad de más de cuatro metros bajo cero. La extensa Memoria, fuera de la copia de estadística, cuadro de dimensiones de buques y de canales, contiene lo poco substancial de que en seguida me ocuparé, un cuadro de las dimensiones de 12 ca- nales marítimos construídos, en construcción y en proyecto y cierta insistencia comparativa de secciones é importancia de tráfico de los canales de Suez, Kiel (6 Emperador Guillermo) y de Kónigsbere. Voy á complementar lo referente á estos canales con breves datos que ha- cen á la cuestión. CANAL DE SUEZ Este canal tiene una longitud de 162 kilómetros, de los cuales 50 á través de los lagos Timseh y Amargos y contiene 14 curvas. Después de todos los cálculos basados en la experiencia de los tra- bajos realizados, el canal debía inaugurarse con 22 metros de ancho en la solera y S metros de profundidad de agua, el 17 de noviem- bre de 1869. Aquéllos fallaron, sin embargo, y se inauguró con solo una profundidad utilizable de 5 metros. El ingeniero M. Rumau, Inspector general de puentes y calzadas, informó en enero de 1870 á la dirección de los Annales de Ponts et Chawssées, entre otras cosas, lo siguiente : <« La inauguración del canal ha dado lugar al pasaje de unos 60 bu- ques de todo tamaño, habiendo uno que pasaba de 100 metros de es- lora. Bajo la influencia de la velocidad se desarrolla en el canal una ola considerable cuya acción prolongada tiene que ser funesta ú la conservación de los taludes del canal ». Así, desde el primer día de librado al servicio público, empezaron los gastos de defensa de los taludes y de dragado. El costo primitivo de las obras fué de 427 millones de francos, hoy pasan de 620 millones. El costo de explotación y conservación suben anualmente alrededor de 40 millones de francos. 244 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CANAL DE KIEL, DEL MAR DEL NORTE AL BÁLTICO Este canal tiene una longitud de 99 kilómetros, de los cuales 35 en CUrVA. El canal se inauguró en el año de 1896. Para evitar los grandes desprendimientos de los terrenos latera- les, durante la construcción se hicieron fosos profundos en ellos que se rellenaron de arena para que actuaran como muros de retención. El movimiento de tierra estimado en 63.370.000 metros cúbicos en el proyecto, subió en la ejecución á 83.000.000. Los taludes tuvieron que defenderse con revestimientos. La amplitud de la marea en el Elba, cerca de Brunsbiittel es de 270, y en el puerto de Kiel se presentan á veces alturas del nivel del mar inesperadas, causando ambas, corrientes fuertes dentro del canal que hicieron imprescindible la construcción de esclusas en ambos extremos de éste. Los Anales de Trabajos Públicos de Bélgica, año 1905, tomo 2%, pá- gina 1045, publica lo siguiente: «Resulta del informe que acaba de aparecer, y que se extiende hasta el 31 de marzo de 1904, de la Administración del Canal Kaiser Wilhelm, que la conservación del revestimiento de las riberas de esta vía marítima da lugar á trabajos de refacción y gastos de entreteni- miento que son cada día mayores.» (Informe de la Administración del canal Kaiser Wilhelm. ) CANAL DE KONIGSBERG Los grandes buques llegaban por el Báltico al puerto de Pillau que puede considerarse el antepuerto del de Kónigsberg. Los buques me- nores pasaban directamente á Kónigsberg por el golfo, ó más bien, por laguna de Frisch Haff, el resto de la. mercadería se trasbordaba á lanchas para hacer el mismo trayecto ó al ferrocarril Pillau Kónig- sberg por un trazado de mucha mayor longitud. Konigsberg es una ciudad y puerto de importancia, desde tiempos remotos. LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 245 De1613 á1616 la municipalidad abrió el Canal del Gilge poniendo al puerto en comunicación con el río Memel y la frontera de Rusia, construyó más tarde varios canales de navegación interna, y cuando vinieron los ferrocarriles se concentraron en él las líneas : Kónigsberg Eydtkuhnen (interna). Kónigsberg Filsit (interna). Koóniesberg Guldenboden (interna). Koónigesberg Proskin (interna). Kónigsbere Krauz (interna). Koónigsberg Pillau (antepuerto). A fines del siglo pasado el tráfico del puerto de Kónigsberg aumen- taba tan considerablemente como los puertos también internos de Bremen y Hamburgo; pero siendo el trayecto por agua de deficiente profundidad y peligroso, disminuía, mientras el más caro, por ferro- carril, aumentaba. De 1880 4 1893 aumentó y se distribuyó en esta proporción : Año Tráfico total Vía fluvial Ferrocarril Toneladas Toneladas Toneladas 1880 ..... 188.166 264.765 = 33.6 ol 523.401 = 66.4 %/, SIS 1161.800 248.750 = 21.3 %o 913.350 = 718.7 o El gobierno alemán resolvió mejorar la navegación para el acceso á buques de mayor calado, evitando en lo posible, el trasbordo, tanto á embarcaciones menores como al ferrocarril de Pillanu. ¿ Cuál era el trazado conveniente para ese canal ? No había discu- sión posible sobre su mejor ubicación. El plano que pongo á la vista y las condiciones de profundidad en el centro, playa extendida en las riberas y máxima fluctuación del nivel del agua en el Frisch Haff la hacían evidente. El fondo del Haff es de arena fina movediza, sembrado de blocks de piedra. En los meses de frío la superficie del lago se hiela, que luego se rompe en trozos cargados de arena y piedra que empujados por los vientos borraban los canales y también depositaban en ellos las grandes piedras que hacían peligrosa la navegación. Había que defender el canal de la acción delos hielos. Un canal por el centro del Frisch Haffprotegido por obras laterales tenía que ser de gran costo, y en la profundidad central de más de 4 metros, ellas serían atacadas violentamente por ambos lados por las masas de hielo flotante, á veces cargadas de grandes piedras. Era evidente que á lo largo de la costa norte del Haff, el canal era 246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA más corto, quedaba defendido naturalmente por el lado de tierra, y por el lado del agua 4 causa de la poquísima profundidad de la playa, las grandes masas flotantes de hielo del invierno no podían llegar hasta las obras de defensa. El canal se hizo lógicamente álo largo de la orilla norte del Frisch Hatf. La obra consiste en un canal de 650 de profundidad 30 metros de ancho en la solera y 28 kilómetros de longitud, defendido interior- mente por plantaciones y obra de madera rellena de piedra, y por fuera de terraplén cubierto por plantaciones. El canal debía inaugu- rarse en 1900, y el presupuesto ascendía á 15.500.000 francos. El canal de Suez comunica dos océanos y acorta la distancia entre los puertos de Europa y los de Asia, Oceanía, etc., de 10.000 y más kilómetros. El beneficio que presta á la navegación es muy grande, y así ha podido cobrar diez francos por cada pasajero á bordo y por cada tone- lada neta de registro á los buques que lo transitan : Francos MN O ca 16.00 MA A Sa 12.00 Ut os Era ooo doo LON 11.00 Al Le o lo la ia IO RARE 10.00 MN A A oO 9.50 A osa also /0/0. duo O IbIRS sra 9.00 LADA lo A NA 8.50 En 1904 el número de buques ha sido de 4237 con un tonelaje me- dio de 3165 toneladas. Cada buque pagó en término medio un derecho de pasaje de 26.902 francos ó sean pesos 5380 oro sellado. En 1905 las entradas brutas pasaron de 120 millones de francos de los cuales 42 millones fueron empleados en gastos de explotación y conservación. El canal del Emperador Guillermo (ó de Kiel) acorta la distancia entre el Mar del Norte y el Báltico, según el punto de arranque, solo de 300 á 400 kilómetros. La tarifa que se estableció al principio fué de 0.95 francos por tonelada neta de registro, la que más tarde, para atraer mayor trá- fico, se redujo así: LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 247 Francos por tonelada Buques hasta 400 toneladas ......0ooooooooc.oo.o... 0.75 Buques hasta 600 toneladas, aumento de. ......... 0.50 Buques hasta 800 toneladas, aumento de. ......... 0.38 Buques de más de 800 toneladas, aumento de ..... 0.20 Los gastos de explotación y conservación exceden á las entradas. Las diferencias en pérdida han sido en : Anos Marcos MAS ce 1.057.937 WU os ooo IS EAS, 978.265 MAI o a AAN J 432.000 MOON ta asts ade 317.770 Va NE 315.087 1 atom ost IA E 301.721 El número de buques, el total de toneladas de su tráfico y el tér- mino medio del tonelaje de aquéllos, ha sido en 1905: NAO a A ale brotes 32.623 onelaj emo SS 9.270.477 aleje metilO:...onocrcorporsorsoros 162 El señor Lowe, presidente de la administración del canal de Kiel presentó en el congreso de navegación de 1902, una memoria sobre las obras, su costo, gastos de explotación, de conservación, etc., dedi- cando un capítulo con el título « Le canal n?est pas une entreprise calculé powr rapporter des bénéfices. » El canal de Konigsberg fué inaugurado en 1902, y como ya existía un tráfico considerable en 1595, que iba en aumento, en 1904 entra- ron por él 2047 vapores con 1.691.648 toneladas de registro. No he encontrado datos para comparar las tarifas con otros cana- les, con las que se pagaban en la navegación natural, ni con el ferro- carril en competencia. Las ventajas del canal sobre la navegación natural, las indica así en 1902 el diario Zeitschrift fur Binnenshaffart: «La ventaja principal del nuevo canal es la de que puede más fácilmente conservarse libre de los hielos, que en la antigua ruta conocida con el nombre de Kónig- sberg Rinne. » Resulta de lo expuesto respecto á estos tres canales: Que dos de ellos son á nivel por no existir marea apreciable, y el tercero, el de 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Kiel con esclusas en los extremos á causa de la existencia de marea de 270 en el Elba y subida accidental del nivel del mar por los vientos, etc., en el lado de Kiel. Que los taludes deben ser revestidos y cau- san grandes gastos para su conservación; que los gastos de explota- ción son siempre muy crecidos; que los buques pagan un derecho de pasaje en relación con el beneficio que reciben, comparado con el ahorro y la seguridad al de la navegación por las vías naturales; de manera que el buque que paga por el pasaje en el canal de Suez un derecho de pesos 5350 oro, pagaría solamente pesos 170 en el canal del Emperador Guillermo, y pagaría, según tarifa propuesta, pesos 3165 oro en el canal de Panamá. Entro ahora á analizar los hechos más importantes, y con la bre- vedad posible, de la Memoria sobre el canal lateral desde La Plata á Buenos Aires. La Memoria compara los perfiles primitivos de los canales de Suez, de Kiel, y propuesto á Buenos Aires, y luego los proyectados de en- sanche en el canal de Suez (hoy puede decirse ejecutado) y en el de La Plata á Buenos Aires, deduciendo en ambos casos una mayor sección favorable, por consiguiente, para el de Buenos Aires cuya mayor sección se obtiene especialmente haciendo los taludes de me- nor pendiente. El autor de la Memoria se olvida que la sección debería compararse con la de canales en el Río de La Plata, en cuyo caso la sección de éstos es incomparablemente mayor, extendiéndose por muchos kiló- metros en la parte superior. El autor de la Memoria se olvida que el ensanche del canal de Suez no se ha hecho por gusto sino por necesidad, que la falta de ensanche en el canal de Kiel, para buques en término medio de 162 toneladas es funesta para la conservación de los taludes «cuyos gastos de entre- tenimiento son cada día mayores. » Con la experiencia de medio siglo adquirida en éstos como en otros canales, se proyecta para el servicio de los grandes buques actuales, el canal de La Plata 4 Buenos Aires con 25 pies de profundidad al cero de la escala del Riachuelo, con taludes extendidos y para la na- vegación de buques de 26 pies (veinte y seis) de calado, y se proyecta sin esclusas en los extremos y sin defensa de los taludes. La diferencia de nivel de las aguas del Río de la Plata es ordina- riamente de 1%50 a 2 metros, pero varía entre límites extremos de más de 6 metros (seis metros). En la Memoria que presenté al Congreso Científico Latino Ameri- LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 249 cano que tuvo lugar en esta ciudad en el año de 1898, dije en la pá- gina 123: «Es sabido que los grandes temporales y lluvias ocurren con vien- tos del S.E. los que levantan al mismo tiempo la superficie de las aguas produciendo altas mareas extraordinarias de 10,12 y 13 pies sobre el nivel de aguas bajas y que, por regla general, terminan con un viento de tierra, ó pampero, que despeja el cielo y echa las aguas del Río de la Plata hacia la costa uruguaya, produciendo cast repen- tinamente, una gran bajante de 3, 4 y 6 pies debajo del nivel ordinario de aguas bajas (1). Entre el nivel de la creciente y el de la bajante, resulta una diferencia de 156 más pies ingleses y las aguas de lluvia corren furiosamente en las grandes avenidas así producidas, Cau- sando los destrozos de la de 18 de septiembre de 1816 (anexo A, pá- gina 26), los de 1859, de 1855, 1884 (anexos LL y otras. « Esta no es una novedad para cualquiera que haya estudiado, aun- que ligeramente, el Río de la Plata. « El mayor Alejandro Gillespie, en sus apuntes y observaciones sobre las invasiones inglesas (1806-1807) de las que formó parte (Ke- vista Nacional, tomo III, pág. 69) la describe en un sólo renglón. « Ouando llueve, la playa se seca de repente hasta gran distancia. » Esto en cuanto á si en las condiciones del Río de la Plata un canal de 50 kilómetros de longitud, debe hacerse á nivel como los de Suez y Kónigsberg ó presenta una de las raras oportunidades de emplear esclusas en sus extremos, como en el caso del canal del Emperador Guillermo. En cuanto á la naturaleza del terreno, el canal está trazado en un terreno que consiste, casi en toda su extensión, de una pequeña capa de arena debajo de la cual existe una capa de limo ó barro fluido de pocos ó muchos metros de espesor que descansa sobre un manto de tosca (gran parte entre Buenos Aires y Quilmes) ó sobre arena ó barro. En mi Memoria antes citada, dije en la página 147: « Los terrenos lindando con el Riachuelo (lo mismo que con el Río de la Plata) consisten en una pequeba capa de arena, debajo de la cual se encuentra una capa de limo ó lama que en la parte inferior del Río descansa sobre la tosca y en la parte superior (2) es de un espe- sor enorme; y que un peso regular puesto en la superficie la hunde hasta corta distancia y levanta la de más allá. (1) Se han observado hasta de más de 8 pies. (2) En la extensión de algunos kilómetros. 250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «Por otra parte, en las grandes bajantes aumenta el peso de los terraplenes en proporción de la “columna de agua que se quita del frente, á lo que se agrega el inconveniente más importante de lo que los franceses llaman efectos de la sowille. « Guillemain dice en el tomo 1%, página 124: <« Cuando el reflujo, los buques amarrados á los muelles no tienen profundidad de agua para su calado, descanzan sobre el lecho, en el que forman una depresión ó especie de cama (berceau), precisamente de su forma, quese llama sowille. Así sostenidos por estas camas que los presionacomo el agua, esperan la vuelta de la marea que los levanta cuando ha adquirido una altura suficiente. « En este momento el equilibrio que se había establecido en el talud limoso bajo el peso adicional del buque se rompe bruscamente, la souille queda vacía y al llenarse ejerce una succión (fait un appel) bastante enérgica en todo el terreno que lo rodea. Es otra causa más en el movimiento de los taludes, y una razón más para que las disposi- ciones adoptadas permitan que este movimiento se produzca. « Los muelles del Riachuelo han resistido el peso de los terraple- nes, los efectos del sowille el de la excavación por las dragas, á más de los 21 pies en el mismo pie de los pilotes y aún al peso de los bu- ques en bajante amarrados á los pilotes y á los fiadores de los muelles ; pero en algunos puntos han cedido al exceso de ignorancia de hacerlos servir de depósito de arena y piedra hasta de cinco metros de altwra, de planchas y tirantes de hierro de más de metro y medio de altura. Los muelles no están construídos en concepto á que seles cargue con peso de 10 412 toneladas por metro cuadrado. » Ni á que se excave el pie á más de 21 pies de profundidad, en tal caso, han debido refor- Zarse. A este gravísimo orden de peligros, hay que agregar otros de im- portancia por el tránsito de los vapores. En mi Memoria antes citada, dije en la página 245: « Como dice el ingeniero Van der Sleyden, en el 5” Congreso In- ternacional de navegación interior, tenido en París en 1592: « Todo cambia desde el momento que se admite la navegación á apor en un canal. No hay taludes naturales bastante estables para que se sostengan contra la acción corrosiva de las olas y de la co- rriente producida por el pasaje de los buques y del movimiento rota- torio de la hélice. ; « Es indispensable, luego, proteger los costados con revestimientos empedrados, con filas de pilotes y planchas ó con otras obras. » LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 251 En el mismo Congreso Internacional de 1892, se expresaba así en su informe: « La degradación de las bermas es debido á los movimientos vio- lentos é irregulares imprimidos al agua por las corrientes y las ondas á que da lugar el desplazamiento de los buques. <« Cuando un buque está en movimiento, él forma en razón de la importancia relativa de su sección sumergida una especie de represa (barrage) y provoca á su proa, la formación de un remanso; las aguas no tienen por donde escurrirse sino por los espacios restringidos que quedan libres debajo de la quilla y á los costados del buque, y de ésto resultan en estas partes corrientes enérgicas dirigidas hacia los talu- des. Por otra parte, la caída (Pappel) que se produce por la ocupación del vacío dejado por el buque detrás de sí mismo, da nacimiento á una corriente que dirigida en sentido contrario á las precedentes, contribuye más á echarlas sobre los taludes. La agitación á que dan nacimiento estas corrientes es todavía aumentada por las ondas pro- ducidas en cada vuelta, por las ruedas ó la hélice 4 vapor y que llegan á las riberas casi inmediatamente antes de haber perdido, por consiguiente, nada dle su violencia. « Cuando estas olas llegan á una ribera en talud, ascienden la rampa hasta que han agotado la fuerza viva, la que descienden en- seguida, chocando con las olas que le siguen y dando todavía origen al nacimiento de remansos. La onda formada á lo largo de las riberas por el buque en movimiento es, por otra parte, sobrelevada (gyon- flée) por su encuentro con la corriente en sentido contrario engen- drada por el remanso debido á la marcha del buque. Se concibe que solamente las riberas bien defendidas pueden resistir á tales acciones destructivas. « Pero la experiencia nos enseña que aun las riberas bien consoli- dadas están expuestas bajo la acción incesante del agua á frecuentes averías y originan gastos elevados de conservación. Pertenece pues al hidráulico tratar de mejorar la situación ciñéndose á la causa mis- ma (dle las erosiones, es decir, esforzándose en reducir la violencia de las corrientes y de las olas. « Dos medios se presentan para lograr este fin : «1% Para debilitar la corriente : aumentar los perfiles transversales del canal aumentando el ancho y la profundidad. «2 Para atenuar el choque de las olas : establecer las riberas ver- ticalmente ó tanto como se pueda en vez de dar una pendiente más ó me- nos pronunciada como se ha hecho hasta aquí. » 252 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El autor del proyecto del canal lateral no prevé en la Memoria otro túnel que el de las cloacas de Buenos Aires mencionado espe- cialmente bajo el título : Las cloacas y su conducción por debajo del canal. Los arroyos que desaguan en el trayecto del canal y que en épo- zas de lluvia conducen un volumen mucho mayor que el de las eloa- cas, cargado de arena y barro, irán directamente al canal causando corrientes y formando bancos en su sección. Analizaremos ligeramente las condiciones del canal. Durante su construcción, una vez excavada la capa de arena supe- rior, en seco ó con dragas, á medida que se va cargando la lateral y formando terraplén, en cada bajante del río ó después de mojado el terraplén, la capa de arena cede, el limo se escurre, hilos de agua corren hacia la excavación entre la capa de arena y el barro fluído, el terreno se grieta á cierta distancia y se desprende en grandes tro- Z0S, que corre al menor nivel de la excavación, ó se resbala repenti- namente sin previo aviso, Ó se deprime, levantando el fondo del canal. Ñ Esta es experiencia adquirida en la excavación del canal de San Fernando, en la de las obras del Riachuelo (República Argentina), en las del canal del Emperador Guillermo (Alemania) y en centena- res dle obras en Francia, Bélgica, Holanda, Rusia, Estados Uni- dos, etc. En el canal lateral de La Plata 4 Buenos Aires no se ha previsto ni muros de retención, ni defensa de los costados. La urgente necesidad de la introducción de obras de esta naturale- za se presenta, según los autores, inopinadamente y aquí empiezan los sinsabores para el que paga (el pueblo), no para los que reciben ó han recibido directa ó indirectamente. Las obras propuestas son de gran costo, en el agua la mayor patr- te, en profundidades hasta de más de cuatros metros, los terraple- nes, en alguna extensión llegan desde el lecho basta una altura de más de ocho metros, las fundaciones consisten en muchos puntos de arcilla blanda ó limo. Supongamos que las obras de excavación se terminan, y el canal con 25 pies de agua, para buques á vapor de 26 pies de calado, se abre pomposamente á la navegación. « Todo cambia desde el momento que se admite la navegación á vapor en el canal. » Empezando por los hechos ordinarios. Los buques calando 26 pies LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 253 encuentran la mayor parte de los días del año la marea á un pie ó menos sobre el cero del Riachuelo, al sentir poca agua ó, como se dice en la explotación de canales, al oler la tierra la quilla gira y se atraviesa al canal interrumpiendo todo el tráfico. Si el buque se vara en tosca está expuesto á averías, si se vara en limo forma su lecho, se acuesta y duerme tranquilo, y cuando se despierte y quiere po- nerse á flote, la sowille llama de improviso á los terraplenes, se los echa encima al vapor y lo aprisiona, poniéndolo de tranquera al paso de los otros. La navegación se interrumpe por más ó menos días ó meses. « La experiencia nos enseña que aún las riberas bien consolidadas están expuestas á frecuentes averías y exigen gastos elevados de con- servación ». ¿ Y cuándo no se ha oído hablar de esa experiencia ó se la desconoce ? ¿No se prevé la consolidación de las riberas, y se las tiene que improvisar ? Pero no nos entretengamos en pequeñeces de paralización del trá- fico del puerto de Buenos Aires por días Ó meses y de un número mayor ó menor de vapores 4 pique, como el vapor Chatam incendiado y echado á pique en el choque con el Clan Cumming el 5 de septiem- bre de 1905, en el canal á nivel constante de Suez, que interrumpió la navegación hasta el 8 de octubre y fué finalmente volado y sacado á pedazos; vamos á los casos graves que deberán ocurrir con bas- tante frecuencia. He mencionado las grandes crecientes seguidas, casi repentinamen- te de grandes bajantes ocurridas en los años «1816, 1839, 1855 y 1884 y otras ». Son de fama la del 5 de junio de 1505 que destruyó el muelle de piedra que se construía en el bajo de La Merced, la de 1845, la del temporal de Santa Rosa de 1860, la mencionada por el ingeniero Revy de 1871, varias que yo he presenciado en 1875, 1877, 1881 y tantas más que podrían encontrarse en las colecciones de pu- blicaciones. A veces en dos años seguidos ó con intervalo de muy pocos años ocurren sudestadas con lluvias que hacen oscilar el nivel de las aguas, en el término de pocas horas, entre 15 pies (450) y 23 pies (7 metros). Librado el canal lateral á la navegación no podría pasar mucho tiempo sin producirse uno de estos temporales. Las avenidas de los arroyos tomarían á los barcos navegando en el canal de través, los haría gobernar mal y varar, el cual se llenaría de bancos; al descenso repentino de las aguas, ellas correrían furio- samente haciendo más ingobernables á los buques, destruyendo las 254 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA riberas aunque fueran bien consolidadas y arrastrándolas en masa si no lo fueran, los terraplenes empapados por el agua de las crecien- tes y de las lluvias y llamados poderosamente (appelés) por los sowil- les se desplomarían en masa sobre ellos y sobre el canal. El canal quedaría destruído y sembrado de buques á pique. A este fracaso por causas bien conocidas de antemano, que puede y debe pronosticarse con seguridad, se llamaría catástrofe imprevis- ta, inesperada. Los estudios del proyecto se hicieron entre gallos y medianoche, se ocultaron y fueron sancionados por sorpresa, se di- ría entonces. Entretanto, después del lujo, único en el mundo, que ha dado en el extranjero al puerto de Buenos Aires el apodo de « puerto de los dos canales », abandonados ambos inconscientemente en su conservación, quedaría por la introducción de un tercer canal de acceso, con las dos hojas de las puertas bien cerradas y trancadas y ni siquiera con- taría en los primeros tiempos con un agujero grande para los barcos erandes, ni chico para los chicos. Este es el resultado fatal á que se lega examinando el lado interior de la obra : la cuneta, los taludes, la naturaleza del terreno, y los arroyos que en ella desaguarían. Echemos una ojeada sobre la parte exterior. La naturaleza de las obras de defensa del proyecto está basada en el siguiente párrafo de la Memoria, página 25 : « El canal será protegido del lado del río por un dique de defensa, euya cima se levanta arriba de las mareas más altas extraordinarias, y cuyo pie está especialmente asegurado. Este dique impide la en- trada de marejadas y corrientes transversales al canal, y su vegeta- ción ataja los vientos laterales. El agua del canal puede seguir las variaciones de nivel del Río de la Plata, por medio de varias abertu- 'as en el dique. Este no está expuesto como sucede en otras partes, á una presión de agua sobre un solo costado desde que el agua pue- dle alcanzar aproximadamente el mismo nivel en ambos lados. » Se hace depender la naturaleza y resistencia de las obras de que el nivel del agua exterior é interiormente sea aproximadamente el mismo, con el agregado de que esto no sucede en otras partes. Esta idea de solo necesitar obras de morondanga, bautizadas con el pomposo título de diques de defensa contra los efectos de los bien conocidos y recios temporales del Río de la Plata no es nueva, fué anunciada por el autor de la idea del canal lateral de Buenos Aires al Paraná de las Palmas, y yo la tomé en consideración en la Memo- y ria citada en 1898, diciendo (páginas 141 á 144): LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 255 « En su proyecto de Canal lateral del Río de la Plata, folleto publicado en 1893 (anexo núm. 9), hablando sobre la « Exposición del terraplén exterior », dice en la página 45 : <« Aconsejan los autores que para juzgar de la fuerza del viento y de las olas en las costas, se reuna cuidadosamente la mayor suma de hechos posibles que ilustren respecto del poder destructor de estas fuerzas de la naturaleza. La inspección de las costas debe ser enton- ces la primera preocupación del ingeniero. » « La que corre al norte del puerto de Buenos Aires presenta indicios indudables de que por allí no se dejan sentir estos terribles agentes naturales que, conmoviendo el aire y las aguas, arrollan todo á su paso. Hay un signo característico de la poca intensidad con que tales fenómenos se desarrollan y son los árboles, “que dan sombra á la ori- lla, sauces añosos que han resistido sin conmoverse las sudestadas. En la barranca, las casas de recreo lanzan airosamente al espacio sus pináculos y flechas, no obstante hallarse en plena exposición á todos los vientos. « Puede, pues, bien concluirse quela costa en cuestión es costa abri- gada y ello se debe tanto á la playa que la protege como á su enfila- ción con los vientos fuertes. « El terraplén exterior, con su talud ancho y tendido, cubierto de vegetación, protegerá mayormente el canal contra la invasión de las aguas del río, único peligro que lo amenazaría, si peligro puede lla- marse la apertura de una brecha fácil de reparar. Y tanto menos pro- bable es que tal brecha llegara á producirse, cuanto que tendría que hendir un muro de tierra de 100 metros de espesor, convenientemen- te reforzado, más alto que el nivel del agua en las mayores crecien- tes, y sujetado en equilibrio estático por las presiones de la masa líquida del canal de un lado, y la del río en el opuesto, entramos ú idéntico nivel » (22). <« Indudablemente es interesantísima la suma de hechos que tan cuidadosamente ha reunido este ingeniero, y á ella debemos agregar una general de gran importancia también, y es: que toda la costa argentina del Río de la Plata, con excepción de los parajes en que las altas barrancas están inmediatas á la playa, como sucede en la ciudad de Buenos Aires, está cubierta de árboles que dan sombra á la orilla, sauces, álamos, talas, espinillos, etc., añosos, que han resis- tido sin conmoverse las sudestadas y entre otros puntos de ella son muy conocidos y frecuentados la isla de Demarchi, el paseo. del río en Quilmes y el Monte de Santiago en la Ensenada. 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «Por otra parte, en todas las barrancas del Río de la Plata y de to- dos los océanos mansos ó bravos se ven casas de recreo y de trabajo que lanzan airosamente al espacio sus pináculos y flechas y que en- filan con todos los vientos. « Esta suma de hechos, muestra que cualquiera costa en cuestión es costa abrigada, como también que todas las costas de continentes é islas, están sujetas en equilibrio estático por las presiones de las masas líquidas de los océanos que las rodean. «Según estas observaciones, las grandes masas de piedra acumula- das en enormes rompeolas en centenares de puertos, son simplemen- te errores cometidos y habría bastado para su objeto la simple cons- trucción de terraplenes de tierra. « A pesar de lo halag:ieño de la suma de hechos conocidos, en el trayecto del canal proyectado, el ferrocarril Buenos Aires y Rosario construyó un muro de mampostería en el camino del bajo, entre Oli- vos y San Isidro, del ramal á Las Conchas, entre los kilómetros 20,558 y 22,908, encastrado en la roca, y poco tiempo después, en la sudestada de poca intensidad y duración del 29 de octubre de 1895, la marejada socavó los cimientos, y dos trechos, uno de 75 y otro de 90 metros de largo, fueron destruídos. Un informe que tengo á la vista dice : « La fuerza de la marejada y la corriente de agua al costado de la pared, comieron la tosca, penetrando el agua por debajo de los ci- mientos y es más que probable que la gran cantidad de agua llevada por la marejada detrás del murallón aumentó el peso del terraplén que fué convertido en barro y contribuyó así á que ésta se tumbara. « Se defendió el terraplén alrededor de la estación con chapas de hierro galvanizado, sujetadas con durmientes de hierro; y como el terraplén siguiera deshaciéndose se protegió el frente de las chapas apilando bolsas de arena. » Las fórmulas corrientes en los manuales para apreciar la fuerza de las olas, la lectura de obras especiales para formar su juicio de apli- cación á diferentes circunstancias, la observación del efecto causado en obras que ofrezcan resistencia, y no á árboles y otros objetos ais- lados que no la ofrecen, parecería que no tuvieran aplicación en las obras de defensa de canales laterales dentro del Río de la Plata bas- taría abrir la boca y cerciorarse que las obtas no han llevado los pi- náculos y flechas de las casas de recreo en las barrancas en plena exposición á la triple acción del sol, del viento y de la lluvia. Atribuyendo tan ínfima importancia á la acción de las olas del LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 257 Río de la Plata el autor del proyecto explica en la página 45 de la Memoria las dimensiones de las aberturas, y el sistema de construc ción del dique, en estos términos : «El objeto del dique de defensa es, pues, unicamente la protec ción del canal contra la marejada del Río de la Plata y contra la en- trada de masas de tierra. «El largo de las aberturas ha sido fijado provisoriamente en 100 á 200 metros, con excepción de la abertura abrigada del Río Santiago, que tiene 400 metros. La dimensión más práctica quedará estableci- da durante la construcción. « CONSTRUCCIÓN DEL DIQUE DE DEFENSA «El dique de defensa consiste de dos partes distintas, el malecón y el terraplén. «El objeto del malecón es de soportar los ataques del oleaje en to- das las mareas usuales, hasta la marea alta media. La altura de su cima ha sido colocada en más 1%50 ó sea en 35 centímetros arriba de la marea alta media. « Al mismo tiempo forma un pie firme é indestructible para el terraplén y su construcción se hará siempre antes de las demás obras. «Para el malecón firme de material resistente, han sido previstas dos construcciones en el proyecto, que son : 4) Una hilera doble de pilotes de seis metros de largo (las cabezas estarán á la altura de más 1850) con relleno de piedra de ancho su- perior á 150 como el canal de Kónigsberg; b) Una hilera de cajones de cemento armado, de 1*50 de ancho con relleno de arena ó tierra. En el proyecto han sido elaborados dos proyectos de ejecución de éstos. « Estas construcciones y otras semejantes tendrán que ser probadas prácticamente, según las condiciones, y en relación á su costo. «Al emplear los pilotes de madera para el malecón, se ha tenido en cuenta su destrucción posible en las partes superiores, por el tiem- po. En este caso el relleno de piedra protegerá el terraplén. «El terrapién tendrá contacto con el agua solamente en mareas que pasen de 1%50 ó 35 centimetros más que la marea alta media, y en ese caso, el agua tendrá el mismo nivel en sus dos costados. «Recibirá el ataque más fuerte del lado del río, el más débil del lado AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 17 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA del canal. Por consiguiente sigue detrás del malecón del lado del río una berma de 10 metros de ancho para debilitar el oleaje; después sube el terraplén con un talud suave de 1” : 15 hasta 450, es decir, 25 centimetros arriba del nivel de la creciente de 1860, la más alta conocida (1). «El ancho de la cima es de 2 metros solamente en vista de la poc inclinación de los taludes. » En el actual puerto de Buenos Aires se construyó el malecón ó di- que de defensa en paraje relativamente abrigado, desde la calle Bel- grano al sur con tres hileras de pilotes de madera, cuyas cabezas, fuera del agua no se pronosticó que se iban á podrir. El que habla pronosticó, sí, que la marejada iba á destruír á ese dique é hizo certi- ficar en esta misma sociedad un plano, copia de la obra, pronostican- do también que ella tendría que ser modificada. Poco tiempo después el dique de defensa se encontraba en el esta- do que demuestra la fotografía que pongo á la vista de los señores socios. Todo el dique había sido completamente destruído ; está á po- cas cuadras de este local y el hecho puede ser verificado todos los días. La acción de un viento moderado que levantó el nivel del río al nivel de 2*10 sobre cero, está expresado materialmente por la foto- erafía que pongo á la vista de ustedes, tomada hace tres años en el malecón de concreto defensivo de las obras del puerto. El malecón tiene una longitud de dos kilometros en línea recta, con muro vertical, en el extremo sur el lecho del Río de la Plata está más ó menos al cero, y á su frente existe el gran banco que, en par- be, está sobre el cero. El viento sudeste que ha causado la creciente ha originado una corriente del agua en la superficie, á lo largo del malecón, acumulando en su trayecto tal fuerza al salir del lecho de agua sobre que resbala y el muro con que frota que se levanta una masa de agua de una altura como de diez metros sobre el nivel del río. Veamos lo que debe suceder en el dique de defensa propuesto para el canal lateral, y tomemos sólo los primeros veinte kilómetros de longitud entre el canal sur y la bahía de Berazategui. El nivel del agua al cero está á 4 metros sobre el lecho del río, y con una altura de un común viento del sudeste de la misma de 2%10 las olas llegan y la corriente se origina en una profundidad de agua de 6 metros. La corriente á los 2 kilómetros ha adquirido una fuerza viva in- comparablemente mayor que la indicada en la fotografía en el male- LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 259 cón abrigado de concreto del puerto de Buenos Aires; ella trepa por el talud suave, que con todo candor se le ha preparado, llega á la cima de dos metros y desciende en masa por una pendiente de vein- te por ciento arrastrando en masa á la tierra. Como en las corrientes en profundidades : « una brusca reducción de profundidad determina perturbaciones en las corrientes, que, á consecuencia de la reacción violenta sobre los fondos (léase bermas y taludes) pueden tomar entonces grandes crecimientos de velocidad », (Quinette de Rochemont y otros) llegan enteras con la altura corres- pondiente á la profundidad, etc. Entretanto las olas suben, bajan, se chocan y se desploman sobre ese talud exterior; mientras pasan la cima y en torrente arrastran el interior. « Las olas que vienen á estrellarse en obstáculos naturales ó arti- ficiales que limitan la mar, proyectan al aire, masas de agua que se elevan á veces á alturas considerables... Estas indicaciones bastan para mostrar cuán erandes son los sacudimientos debidos «l choque de las olas. » (Quinette de Rochemont y Falange). El autor del proyecto prevé que pueden haber roturas parciales del dique é introducción de masas de tierra (pág. 44), contando natural- mente con que el terraplén del dique « estará sujetado en equilibrio estático por las presiones de la masa líquida del canal de un lado, y la del río en el opuesto, entrambos á idéntico nivel » ; pero ateniéndonos á lo que han descripto la violencia de los temporales en el Río de la Plata desde la época de su fundación, confirmado cada día por la observa- ción, puede asegurarse que en el local de ubicación del canal lateral jamás se llegará 4 construir semejante dique de defensa de tierra, pues, á medida que se fuera formando la sola acción de las olas lo iría destruyendo. E Tanto valdría formar un malecón ó dique de defensa de azúcar; se desharía con igual facilidad y rapidez, y tendría la misma amargura para quien lo paga. El canal lateral de La Plata 4 Buenos Aúres está proyectado bajo un plan de obras, y una naturaleza de materiales, que no pueden ser más adecuados y propicios para su más completa destrucción por la acción de las corrientes tanto por dentro como por fuera. No nos detendremos á estudiar las aberturas de 100 4 200 metros de ancho dejadas en comunicación con el río, ni la escollera de 150 del dique de defensa de tierra; basta recordar la marejada que se produce en la más abrigada abertura de 100 metros de ancho en la Dársena Norte y la socavación de tosca al pie del dique de defensa. 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Vamos ahora á tratar la parte económica. El autor del proyecto dice en las páginas 90 y 91: <«< Que un canal marítimo por el estilo más ó menos del canal del Emperador Guillermo ó del canal de Suez trazado adentro de la tie- tra no presentará perspectiva económica. El costo de sus 50 kilóme- tros de largo alcanzará por lo menos 120 á 150.000.000 de marcos (30 4 37.500.000 de pesos oro) tomando en cuenta los precios del lugar, y por consiguiente igual al capital ya gastado en el puerto de Buenos Aires. El canal al margen de la costa... adentro del agua... reduciría los gastos... á la cuarta ó la quinta parte, quiere decir, á cerca de 30 millones de marcos, sin calcular construcciones artificiales igual á 7,5 millones de pesos oro, haciendo posible la existencia del canal. » La construcción del canal en tierra, por los bañados, no sería más que cuestión de defensa con terraplenes no mayores que los del ferro- carril á La Plata, á la Magdalena, etc., de desagiie de los arroyos que lo cruzan, de defensa de los taludes y, sobre todo, indispensablemente, de esclusas en los extremos. La obra podría costar los 30, los 37.500.000 pesos oro, ó más, ó menos, y en las condiciones anteriores, podría ser navegado, si se consiguiera algo con ello, haciendo pagar á los buques sendos pesos oro por interés del capital invertido y por los muy crecidos gastos de explotación y conservación. El canal adentro del agua no puede ser construído ni navegado con el plan y los materiales propuestos : el dique de defensa de 50 kiló- metros de longitud, con resistencia efectiva, con cualquier material que se empleara estimado por bajo, sin cálculo, á ojo de buen cubero, no puede estimarse en menos de 500 pesos oro por cada metro corti- do y aumentaría al costo del canal en tierra, por este solo concepto, en la respetable suma de 25.000.000 (veinte y cinco millones) de pesos oro sellado. ¿Cuál sería el beneficio que reportaría la navegación, comparada con la que se puede hacer por los canales naturales y artificial de ac- ceso al puerto de Buenos Aires, por el Río de la Plata ? ¿ Cuál la tarifa que pagarían los buques por este beneficio? ¿ Lapro- porcional á los 5380 pesos oro de los del canal de Suez, á los 170 del anal de Kiel ó á los 3165 del futuro canal del Panamá ? LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 261 Senores : El canal de acceso al puerto de Buenos Aires por el Río de la Pla- ta con 256 26 pies de agua, con anchísima sección (comparativa), sin taludes consolidados, sin apartaderos y su personal, sin esclusas, sin peligros para los buques, y sin el costo adicional de un solo peso está hecho y puede habilitarse en el breve y perentorio plazo de un año. En los años de 1904 y 1905 el canal del norte se ha conservado con una longitud de 22 kilometros, con 100 metros y más de ancho en la solera y con 23 pies mánimum de profundidad bajo el cero del Riachuelo. Para ello se han dragado en término medio 2.572.035 me- tros cúbicos con un gasto anual de 571.950 pesos moneda nacional de curso legal. En los años de 1903, 1904 y 1905 el canal del sur se ha conserva- do con una longitud de 8 kilómetros, con 100 metros de ancho en la solera y con 20 pies y medio como minimum de profundidad bajo el cero del Riachuelo. Para ello se han dragado en término medio 854.061 metros cúbicos con un gasto anual de 259.292 pesos moneda nacional de curso legal (114.225 pesos oro sellado). Para obtener un canal de excelente acceso al puerto de Buenos Aires, no hay necesidad de abandonar los dos canales existentes y construir un canal lateral de 50 kilómetros de longitud desde el puer- to de La Plata, carísimo y peligrosísimo; basta abandonar el mante- nimiento de los 10 primeros kilómetros del canal del norte (desde la Dársena Norte hasta su cruzamiento con el del sur) y acumu- lar el volumen de su dragado al del sur. La demostración se cae dle su peso. En los años 1904 y 1905 se han dragado, para la conservación de esos primeros 10 kilómetros 1.918.537 metros cúbicos, en término me- dio por año. Para obtener 25 pies de profundidad al cero, se necesita dragar en el canal del sur 8 kilómetros con 100 metros de ancho y 4 pies y me- dio más de profundidad, 14 kilómetros con 100 metros de ancho y 2 pies más de profundidad (hasta el fin del canal dragado á 23 pies) y 4 y medio kilómetros con 100 metros de ancho y 1 pie y medio más, término medio de profundidad hasta llegar á la curva de los 25 pies de profundidad natural del río. Efectuando los cálculos tenemos : 262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Metros cúbicos SACOS LOSA 1.080.000 14-000 >< A00 >< 0600 oocsoboorDosororpscone 840.000 AOS OS e avac oe aos. do somda 202.500 Total O ta 2.122.500 Dragado suprimido en el canal del norte....... 1.918.537 IDMEREnai vovcsococoosseeodo 203.963 La diferencia del volumen aumentado es de pequeñísima impor- tancia para la cuestión que se ventila; pero ella es, al mismo tiempo imaginaria desaparece en la práctica, y la conservación disminuye en el hecho de acumular el dragado en un solo canal. Efectivamente, al suprimirse la conservación del canal del norte se suprime el relleno por precipitación de 10 kilómetros de la lon- gitud total actual de los canales, se suprimen el de arrastre de las arenas laterales de la superficie del río y el que fluye de la capa de barro fluído en los 20 kilómetros que suman los dos costados. Ade- más la capa de barro flwido en el canal del Riachuelo no pasa de la cota —7 metros (23 pies), después de la cual, llegado el dragado á la arcilla blanda la proporción del relleno disminuye. La diminución del relleno, por estas causas, compensa con exceso el aumento de 204.000 metros cúbicos de dragado aparente. El canal se puede mantener con 25 pies de profundidad de agua con un volumen de dragado menor que el actual. La navegación desde La Plata por el río, por la menor resistencia que la gran sección y libertad que el mismo ofrece, puede hacerse en la cuarta parte del tiempo ordinario que el canal permitiría, con la econo- mía que esto representa y sin impuestos nuevos. La navegación por el canal tendría que pagar el interés y amortización de un capital de 40 6 50 millones de pesos, los gastos de explotación y conservación de las obras y el seguro que el inminente y repentino riesgo que co- rre el buque exigiría. La navegación no reportaría beneficio sino ma- leficio, la tarifa debería ser negativa, el gobierno debería pagar á los buques. El pueblo pagaría en el mayor flete y mayor precio de la mer- :'adería. Repito sí, como creo, hemos vuelto á los tiempos en que los inte- reses del país se estudiaban, y las cosas se manejaban con honradez y patriotismo, el canal de acceso al puerto de Buenos Aúres con 25 pies de agua al cero, está definitivamente construido sin el gasto extraordi- nario de un solo peso. LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 263 En la entrega de la discusión sobre la introducción del canal del norte en las obras del puerto de Buenos Aires año 1886, y en la pá- gina 179, se me escapó este grito de indignación : « La construcción del canal del norte de 21 kilómetros de largo, y su costo anual de conservación, después de estar casi construído el del Riachuelo puede, como idea, haberse originado en una argucia hidráulica; pero llevado á cabo, ejecutado, debe ser considerado en todo el mundo como un escándalo imdráwlico. » El escándalo era inevitable y se ha producido. El señor Dobson, ejecutor de las obras del puerto, lo llevó ante el Instituto de Inge- nieros Civiles de Londres en 1899 y el canal del norte, junto con el malecón de madera, las esclusas y los puentes de pasaje fueron con- denados por los ingenieros Baggallay, Meldrum, Vernont Harcoutt, Parsons, Caland, Grhay de Franchimont, Price, Robinson, Whuler y Thierry, tomando en consideración solo la faz científica de la cues- tión y conociendo sólo los hechos falsos que les había comunicado el señor Dobson. Este buen señor echó la culpa de todo al gobierno ar- gentino : el canal del norte había sido impuesto por el gobierno, el malecón de madera se había construído de pino porque el gobierno argentino no tenía plata en la época para pagar una mejor construc- ción; así que el autor, empleado de los ingenieros que lo propusieron, alzó las manos al cielo cuando el gobierno consintió en que se cam- biara el. material para la construcción del dique en su prolongación al norte : So much so that the author was exceedingly glad when the yo- vernment agreed, after much discussion, to alter the construction of the outside river wall from timber to stone. Yo llevé la discusión al Congreso de Ingenieros de los Estados Unidos, que tuvo lugar en San Luis en octubre de 1904, en el que el ingeniero Haupt condenó la existencia del canal del norte con el apoyo tácito de todos los presentes, no dejando al señor Corthell otra salida que la de que el canal había sido propuesto y ejecutado por eminentes ingenieros ingleses (contra la declaración de la imposición del señor Dobson) y que debería darse vista á ellos de la Memoria que yo había presentado. Creí de mi deber ensanchar el campo de la discusión para que se hiciera la luz, y se aborrara al país los grandes perjuicios que le irro- gaba el estado deficiente del puerto. Las calumnias propaladas por el señor Dobson en Londres debían ser desmentidas, si posible, en un centro de mayor resonancia y en el mismo idioma; había que aprovechar la oportunidad. No debí titu- 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bear un momento en escribir la Memoria, adherirme al Congreso y partir para asistir á las sesiones y sostener mis opiniones y mis acu- saciones. El ingeniero señor Augusto Moreau la sometió á discusión de la Sociedad de Ingenieros Civiles de Francia de motuw proprio, y con su gran autoridad, en la sesión del 3 de marzo de 1905. El senor Moreau mencionó el proyecto definitivo con diques para- lelos de construcción sucesiva y condenó la construcción de diques en ristra, y la existencia del canal del Norte. El presidente de la So- ciedad, el bien conocido ingeniero Coisean, agradeció al conferenciante y manifestó que el gobierno argentino ganaría mucho haciendo estu- diar seriamente esta cuestión. Basta citar estos antecedentes para tener la seguridad de que hay pocos puertos en el mundo tan conocidos en su detalle por el gremio de ingenieros, como lo es el de Buenos Aires, y que éste y el comer- cio universal han de seguir con interés las evoluciones que en él se produzcan. ¿Y la República no debe aspirar á la economía en la construcción y explotación de esta obra, y en la que surge del aumento del calado dle los buques por el de la capacidad de los mismos? La primera la debí tratar hace 20 años y la traté, sin la menor repercusión, hace ocho años en el Congreso científico latino ameri- cano de 1898; la segunda se viene imponiendo contra la imprevi- sión de los que han pretendido dirigir la opinión y por el hecho ma- terial de las exigencias del comercio. En la Memoria que presenté en 1898, estudié extensamente varios medios de disminuir el relleno de los canales en el Río de la Plata, conteniendo el flujo del barro blando de la segunda capa del terreno que constituye su lecho. Voy á referirme á uno de ellos, el que considero eficaz y el más económico. En las aulas de ingeniería se enseña la construcción de muros de retención de las tierras debajo de la atmósfera. La retención de la misma debajo del agua es un caso especial que se aplica desde siglos, por lo que no lo presenté como novedad, sino como casos prácticos, aplicados á las obras de los grandes canales de la época moderna. Respecto de los trabajos del canal de Suez dije en la página 510: « Cuando se trataba de la construcción del canal de Suez, la LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 265 Sociedad de ingenieros civiles de Francia, se ocupó de diversas cues- tiones relacionadas con la obra, en la sesión del 7 de octubre de 1864, la que se publicó en 1865 en folleto titulado Mémoire swr les travauz de Visthme de Suez, por M. E. Flachat, en la cual á propósito del eruzamiento del canal por el lago. Mensalech, el distinguido in- geniero expuso (pág. 34): « Hay en la travesía de los. lagos un orden de eventualidades so- bre el cual se ha llamado la atención. «Se teme que la traza del canal marítimo encuentre en el lago Mensalech partes en que las arcillas blandas y fluidas (vases molles et Fides) tengan una profundidad de muchos metros. Nosotros no ve- ríamos en ésto nada temible. « Si la dificultad es local, un terraplén, llevado de cada lado por vía férrea, alcanzará y comprimirá rápidamente el fondo, y al fango así encerrado será fácilmente dragado y wrrojado fuera del recinto. «Si el mal fuera más extendido, nada sería más fácil que depo- sitar los desmontes del terreno de El-Guisr sobre dos terraplenes es- paciados de 150 metros, sirviendo al canal de ribazo, dique y muro de retención. « Este procedimiento no es NUEVO... » Cité otros ejemplos, entre los cuales, el de enrocado de los muelles del Puerto de La Plata, cuyo resultado ha sido comprimir el terreno del lecho é impedir que fluya el barro blando al nivel inferior de la cuneta del canal. a Pueden citarse aplicaciones ó el propósito de hacerlas en muchas obras posteriores y, entre otras la del canal del Emperador Guiller- mo y el Grand Haff ó Hatff de Stettin, ya que se nos empieza á dar malas lecciones sobre lo que se hace en los Hatf. Propuse, entre otros medios, en el Congreso (pág. 231): « Marcar dos líneas exteriores paralelas al eje del canal, distante una de otra de 250 á 300 metros. « Luego se procedería á excavar en el canal de entrada, Dársena Sud y antepuerto del Riachuelo hasta la vuelta de Rocha, hasta la profundidad de 23 pies (7 metros) debajo de aguas bajas ordinarias, lo que produciría un volumen de tosca de 400.000 á 500.000 metros cúbicos ó sean 500.000 4 1.000.000 de toneladas. La longitud del ea- nal que se protegería hasta tener mayores datos del relleno en el ex- tremo exterior de más de 17 pies de agua, sería la de los 10 kilóme- tros comprendidos entre el kilómetro 1 y el 11. « Como el dragado á 23 pies debe ejecutarse en beneficio del puer- 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA to, su costo no podría atribuirse á la construcción de la defensa para la buena conservación del canal. » (El del Sud). Insistiendo sobre este punto he de volver á tratarlo al ocuparme de la excelente conferencia que nos acaba de dar el señor ingeniero Mercan. Nadie ha tomado en consideración esta idea (muy vieja como se ve y que habría ahorrado mucho dinero), porque el gremio de ingenieros está sistemáticamente deprimido, carece de autoridad, en él ha muer- to el espíritu de iniciativa en interés de las obras públicas, punto sobre el que luego daré una explicación explícita. Como dije al principio, el relleno del canal del Sud fué el pretexto para introducir el proyecto de puerto con el canal del Norte que no debía rellenarse. Yo no me alarmé por ese relleno; calculaba la carga de las chatas á vapor en 100 metros cúbicos, y tenía presente que había medios para disminuirlo. A mi salida de la Dirección de las obras, el relleno por el simple hecho de estimarse la carga de las chatas en 165 metros cúbicos, en cuya proporción se pagó el dragado del canal Norte, el pretexto aumentó en 65 por ciento de importancia, y se han necesitado 18 años de observaciones para que la carga de las mismas chatas se estimen nuevamente en 115 metros cúbicos. Entretanto los promotores de la construcción del canal Norte, con la promesa antes dicha, llegaron á su construcción real y efectiva y cuando se apercibieron de que se rellenaba más que el del Sud, no han estudiado nada, no han pensado nada, no han atinado á nada, sino á proponer un tercer canal: el desatinado canal lateral de La Plata á Buenos Aires. Si los canales se rellenaban en el Río de la Plata, en compensación los terraplenes se vaciarán en sus playas. Pero, en los 25 años de estancamiento ó retroceso de la Ingeniería Argentina en materia de obras públicas; por la fuerza de los hechos inevitables, maestros del exterior han contribuido á facilitar la reso- lución del problema del puerto, con los recursos y el apoyo de los Poderes Públicos que la detuvieron y con el aplauso é iniciativa de los que la obstruyeron y las aprovecharon en beneficio personal. El ingeniero señor Elmer L. Corthell vino al país como ingeniero consultor contratado por el Gobierno, y al reconocer (por la grita pública) que el sistema de diques en ristra no permitía el buen acceso á los ferrocarriles ni álos buques, tuvo el tino de proponer el sistema de diques denticulares ó tipo en peine, bien dotado de una red de vías auxiliares (triage) y al mismo tiempo quedar bien con el gobierno conservando el canal del Norte, y también el poco tino de proponer LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 267 obras de defensa para los canales, tan desatinadas en sus efectos (si se me permite la expresión), como lo son los terraplenes en el ca- nal lateral internado en el Río de la Plata, de La Plata á Buenos Aires. No había terminado el año 1902, en el que el señor Corthell pre- sentó (febrero 28) su proyecto de puerto, cuando á puerta cerrada, el gobierno hacía estudiar otro proyecto bajo la dirección de otro in- geniero del exterior, con la cooperación mecánica de ingenieros em- pleados, de la Nación del cual, siguiendo las alternativas de trámites reservados ha resultado el infeliz alumbramiento del proyecto de puerto con el acceso del canal lateral de La Plata á Buenos Aires, que he examinado. El ensanche del puerto consiste en la construcción de 4 diques sis- tema denticular ó tipo en peine, afirmando su bondad, también como el señor Corthell, en contradicción del sistema de los diques existentes. Este proyecto contiene, como idea, dos cosas buenas y dos pési- mas: la del sistema de diques y_la supresión del canal del Norte; y la falta de accesoálos ferrocarriles, ya que suprimió el canal del Norte, y el canal lateral en conjunto y en detalle. Parece que aún no se han pagado estos estudios y ya surge otro proyecto de puerto, preparado en condiciones de reservado, como el anterior, y en el cual se da cima á la idea que se viene elaborando y que debe aparecer como el sumun de la ciencia y la experiencia de los que han intervenido; entre los que se hará figurar á los ingenie- ros nacionales autómatas que dibujaron, hicieron perforaciones, le- vantaron planos, copiaron informes y renegaron «dle su papel forzado de máquinas y á los que, con el mismo desparpajo que en el prece- dente, se podrá citar como autoridades y personas que han favorecido con sus datos los estudios del canal de Buenos Aires á La Plata. Este sistema de prestigiar proyectos, acumulando nombres con in- tervención material de irresponsables, no es nuevo; es análogo al que se practicó en 1882 para introducir el canal del Norte en las obras del puerto, en el que se hizo intervenir al ingeniero señor Candiani, como empleado nacional, para trazar las líneas y hacer cálculos indi- cados por legos en la materia, y se comprometió el nombre del enton- ces presidente del Departamento de Ingenieros de la Nación, señor ingeniero Guillermo White. Y el canal se hizo, aunque el presidente ingeniero White y todo el Departamento de Ingenieros de la Nación informaron en contra de la introducción de ese segundo canal que «consideró innecesario », 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y «cuya supresión permitía introducir mejoras en el proyecto» (1). Y cuando fué necesario manifestar y sostener sus ideas propias, el señor White se vió forzado á presentar su renuncia del puesto de Presidente del Departamento de Ingenieros de la Nación (2), y el señor Candiani continúa en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, enseñando ex catedra los inconvenientes de la existencia del canal del Norte en las obras del puerto de Buenos Aires. A esta práctica de poner á disposición de extraños para sus nego- cios particulares, en obras públicas, á ingenieros diplomados de nues- tra universidad, nacionales y extranjeros, se debe lo que en otras ocasiones he expresado, sin explicaciones ni comentarios, con los ca- lificativos de depresión y achatamiento del gremio de ingenieros. El estudiante que durante seis años ha recibido el ejemplo del cum- plimiento del deber, que me consta, es una de las preocupaciones de la casi totalidad del cuerpo académico y del de Profesores de nuestra Facultad, el día que recibe su diploma de Ingeniero ha afianzado más la moral que trajo del hogar paterno, ó lleva á la vida pública ideas más ó menos extensas de lo que ella importa para la propia concien- cia y para el respeto y consideración de la sociedad en que ha actua- dlo y en la que le corresponderá actuar en adelante. El ingeniero que llega luego 4 ocupar un puesto público, que cree que le corresponde, y se encuentra en el caso de desempeñar funcio- nes inferiores á su capacidad; que es destinado á servicios profe- sionales fuera de la acción de los jefes naturales que el presupuesto de la nación le designa; que es colocado á las órdenes de personas extrañas á la Administración con capacidad inferior á la suya, debe sentirse mortificado en percibir un sueldo que no corresponde al ínfimo servicio de amanuense que presta, debe establecer compa- ración entre la escuela del cumplimiento del deber que ha de- jado y la del desórden y favoritismo en que ha entrado, debe sentir un profundo desencanto, un profundo desprecio por el Jefe superior del ramo de la administración y por el árbitro que lo ordena, sin derecho, desde afuera de la administración. El empleado que no se inmuta cuando se ve degradado en las fun- ciones naturales de su puesto y sólo toma interés en la percepción de (1) Informe del Departamento ds Ingenieros de la Nación, de febrero 25 de 1886. (2) Carta del ingeniero señor White, de 17 de marzo de 1886 en La Prensa y en la entrega 2% de mis publicaciones. LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 269 un sueldo, no llevó ni sacó de la Universidad la más mínima noción dle moralidad, y en la nueva escuela se convertirá en un sér peligroso para la sociedad. Cobrará dieta por los viajes de paseo (1), defraudará á sus clientes, pondrá en subasta los altos intereses de su patria y arrojará descrédito sobre todo el gremio profesional. Muy mala escuela se ha implantado con motivo de las obras del puerto de Buenos Aires, hay que combatirla de frente sin tregua ni descanso. Mucho me felicito que el señor ingeniero Mercau haya confirmado, anticipadamente, en su conferencia, lo que yo traía escrito respecto á confección de proyectos de puerto, por empleados de categoría de la Nación, como él, diplomado y profesor de nuestra Facultad, ocu- pado de peón en el trabajo material, contribuyendo directamente á hacer subir los honorarios de cualquier Juan de Afuera y sin haber tenido autoridad ni independencia, para agregar una idea que pudiera avaluarse en un centavo, á su trabajo mecánico. Y mucho más me felicito que venga á hacer declaración pública de considerarse desligado del compromiso del secreto, una vez que el proyecto es del conocimiento general, y venga á combatir la idea de ese proyecto como contraria á los intereses del país. El proyecto de puerto á que me refería antes de esta digresión, ha sido presentado el 15 de Marzo de 1906, con la firma del ingeniero A. J. Pagnarde, ex ingeniero en jefe de los constructores del puerto del Rosario, separado de la dirección de aquellas obras como es de pública notoriedad, y luego empleado del Gobierno para confeccionar el nuevo proyecto, lo que no es tan generalmente conocido. Dejo la parte más importante de la descripción de las obras al mismo señor Pagnarde en el extracto siguiente de su informe: PROYECTO DE ENSANCHE DEL PUERTO DE LA CAPITAL «Disposiciones generales. — El proyecto ha sido redactado en la hi- pótesis de la ejecución del canal de La Plata á Buenos Aires, permi- tiendo el pasaje en todo tiempo de vapores calando 7*70 (257) y 925 (307) con marea alta. «No obstante, el proyecto permite también el acceso porlos canales (1) Hay que fijarse que no digo honorarios. 270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Norte y Sud, hasta que el canal de La Plata no se haya ejecutado. «Entre todos los sistemas posibles de ensanche del puerto, el. que ha parecido preferible es aquel que admite el tipo en peine, disposi- ción verdaderamente práctica que permite el acceso fácil de los va- pores á los muelles de carga y un servicio de vías férreas que asegure la llegada y salida rápida de las mercaderías ya sea de los muelles ó de los depósitos ubicados á lo largo de los mismos. «La disposición comprende por lo tanto: una dársena ó canal de pasage de 250 metros de ancho y 4500 metros de largo aproximada- mente, á continuación del futuro canal de La Plata y cuyo eje pasa al Norte á 400 metros más ó menos al Este de la Dársena Norte. En una Dársena de maniobras al mismo tiempo que de espera para los vapores que entren al nueyo puerto, sirviendo también de unión entre el canal de La Plata al Sud y el del Paraná de Las Palmas al Norte. «Este canal de pasaje, está protegido por un dique del lado del Río de la Plata, poniéndolo completamente al abrigo del mal tiempo. «Sobre este canal se escalonan seis dársenas oblícuas de 150 me- tros de ancho y de largo variable entre 1000 metros y 430 metros se- paradas por terraplenes de 200 metros de ancho. «Del lado norte, más allá de la Dársena Norte desembocando sobre el canal del Paraná de las Palmas, se han proyectado para los infla- mables (petróleo, carbón, etc.), dos dársenas oblícuas, una de 650 me- tros y la otra de 550 metros de largo. «Más allá hay espacio suficiente para dársenas futuras, si las nece- sidades lo requieren. «Para asegurar un servicio fácil, cómodo y rápido del nuevo puerto, ya sea por vías férreas ó por caminos carreteros, me ha parecido ne- cesario modificar un poco el pasaje por los diques actuales. Efectiva- mente, para asegurar un buen servicio, debe tenerse un acceso con- tinuo y sin interrupción para los trenes y los carros y evitar ya la de- tención de éstos ya la abertura de un puente, ya la detención de la maniobra de entrada de los vapores debido al cierre del mismo puente. «Con la ejecución de una primera sección de los nuevos muelles con grandes profundidades, los vapores que pasan actualmente por la Dársena Norte no tendrán ya ningún interés de entrar á los diques actuales. Los yapores de menores dimensiones podrán siempre llegar á los diques actuales pasando por la Dársena Sud, y es pues posible suprimir en esa época sin mayor inconveniente la esclusa Norte y es- tablecer sobre ella un puente metálico que permita el pasaje de LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS (59) 71 las vías férreas y calzadas necesarias para el servicio del nuevo puerto ». El ingeniero señor Pagnarde toma como punto de arranque para la confección de su proyecto de puerto, la existencia del canal lateral le La Plata á Buenos Aires; es decir, de una obra, cuyo proyecto no ha sido informado por ninguna oficina técnica de la nación, que el Congreso no ha estudiado y menos aprobado, y que la naturaleza no permitirá que se construya. La descripción del puerto corresponde exactamente al que tuve el honor de presentar al gobierno en 1882. Un solo canal de acceso. Un canal de pasaje (el mismo título) protegido por un dique del la- do del Río de la Plata. El sistema adoptado es del tipo en peine (cuyo nombre no existía en aquella fecha, y para ridiculizarlos se llamaron á los diques para- lelos « dientes de vieja »). Sobre ese canal se escalonarán ocho dársenas dejando espacio su- ficiente para otras futuras, como en 1882 se escalonaban siete dárse- nas : 1 para ejecutarse inmediatamente, 6 para mostrar el sistema y próxima construcción, dejando á continuación espacio para dársenas futuras. Acceso continuo y sin interrupción á los muelles de los diques pa- ra los trenes y los carros, como en el primitivo. Crítica de los puentes; los que se evitaban en 1882. Supresión de la esclusa Norte, de las que ninguna existía en el proyecto de 1882. A los 20 años los proyectos formulados sucesivamente por los in- genieros Corthell, Offermann y Pagnarde, pagados por el gobierno y aceptados como sistema por todos, se viene á confirmar la previsión, la razón, la justicia y el patriotismo delos ingenieros nacionales y extranjeros que se reunieron espontáneamente en asamblea, estudia- ron los sistemas de puertos en discusión, y declararon bajo su firma lo siguiente: «1% No son necesarios para el servicio del puerto de la Capital de la República, dos canales de entrada; 2% No hay razón alguna que aconseje no aprovechar de la traza del canal que actualmente sirve de base á las obras construídas en el Riachuelo, y por el contrario, hay conveniencia real en conservarla, prolongándola si resultase necesario, al punto en que termina la del proyecto de los señores Hawkshaw Son y Hayter; 272 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 3 Los diques transversales á la costa son los que más ventajas ofrecen para el puerto de la Capital de la República; 4” No es indispensable ni conyeniente el uso de esclusas para el puerto de la Capital ; 5” Considéranse suficientes para el movimiento comercial presente de la Capital de la República, de ocho á nueve mil metros lineales de muelle; 6% Los diques transversales son los que, dadas las condiciones lo- cales, presentan mayores facilidades para futuros ensanches ; 7 El sistema de diques transversales es el que con mayor facili- dad se presta al establecimiento de vías férreas y otras vías de comunicación para el servicio del puerto ; so No hay ventajas económicas, dada la localidad, en extender el malecón exterior con el objeto de ganar terreno al río. Y en virtud de las conclusiones anteriores que solucionan las cuestiones fundamentales á que debe satisfacer el puerto de la Capi- tal, la Asamblea declara » : ete. (entrega 2*, páginas 189 á 191). El tiempo ha confirmado al pie de la letra las conclusiones á que arribó la Asamblea de ingenieros de 1886. ¿ Qué se debería hacer ahora ? Aceptado como hoy lo está el tipo de peine para obras de puerto, no sólo para Buenos Aires, para todas las localidades posibles, los poderes públicos, en mi opinión, deberían hacer formular por sus ofi- cinas técnicas, llenas de ciencia y de conciencia, el proyecto definitivo con amplio acceso por tierra y por agua, amplios muelles, amplia posibilidad de extensión futura, respetando hasta donde sea posible las obras existentes, siempre que no estorben el mejor servicio que deben prestar las nuevas. Presento á ustedes un plano de modernización de obras de puerto. La corporación de Liverpool ha destruído muelles de piedra, relle- nado espacios de agua y. calzado paredes, sustituyendo el todo con cuatro diques del tipo en peine. ¿ Debe el canal de entrada limitarse á la profundidad de 26 pies? En el Congreso de 1898, como ya he indicado, sostuve la tesis de que al canal de acceso debería dársele 23 pies de profundidad, y pro- puse obras de defensa para evitar el relleno por escurrimiento, cre- ciente con el aumento de esa profundidad, demostrando la imperiosa necesidad de ella para el buen gobierno de los buques. Al año siguiente, 1899, en la conferencia leída por el señor Dob- son ante el Instituto de ingenieros civiles de Londres, uno de los in- LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 273 genieros que proyectaron el actual sistema de diques y el canal del Norte, manifestó : (Discussion on Buenos Aires Harbour Works, page 55). « Respecto á la profundidad del canal, debe también recordarse que en la actualidad no hay 21 pies de agua en el Río de la Plata, frente á Montevideo, así que sería de poca utilidad el hacer más hondos los canales hasta que algo se hiciera en lo que prácticamente es la barra del Estuario «. El señor ingeniero Dobson agregó, página 63 : «Si alguna vez debiera conservarse el canal del Norte á 23 pies, ello representaría un gran volumen de dragado entre la barra y Montevideo, donde en muchos puntos de ese derrotero y frente á Montevideo, como ha di- cho el señor Hawkshaw, hay solo 21 pies bajo cero ». Por las exigencias naturales de la navegación, sin previa ley auto- ritativa del Congreso, ni decreto del gobierno y solo por la ley impe- rativa de la necesidad al canal del Norte se le está manteniendo á la profundidad de 23 pies, sin que «ello represente un gran volu- men de dragado entre la barra y Montevideo ». En el año de 1900, viendo afirmarse definitivamente el aumento rápido de la capacidad de los buques, por verdaderas necesidades en el tráfico entre los grandes puertos, en la traducción de la conferencia del señor Dobson, que publiqué, llegué entre otras, á la siguiente conclusión : «El puerto de Buenos Aires exige: «1 Un solo canal de entrada de 26 pies de profundidad en aguas bajas ordinarias, susceptible de mayor profundidad en el futwro. Y este canal no puede ser otro que el del Sud que llega al centro de las obras ejecutadas. En la nota número 32 de esa traducción, página 52, indiqué : «El dragado de 65 kilómetros de longitud con 200 metros de an- cho y á 26 pies de profundidad en aguas bajas, en el paso de Punta del Indio, con costo de 1.500.000 pesos oro ». En la segunda sesión del Congreso científico latino americano que se celebró en Montevideo en 1901, sostuve la opinión de que en ese puerto de un pueblo hermano, debía aspirarse á una profundidad in- mediata de 8 metros (26 pies) y próxima de 10 metros (32 pies). El capitán de navío, del Uruguay, señor Jorge V. Bayley, publicó en la época el folleto El puerto de Montevideo. Proyecciones futwras, y describió así esta parte de la discusión, página 51: « Se sostuvo por algunos de nuestros ingenieros que la profundi- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 18 274 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dad de nuestro puerto debía someterse á la del puerto de Buenos Alres, y los ingenieros argentinos tomaron la palabra en defensa de la ciencia; especialmente el señor Huergo que defendió las verdade- ras teorías, y por consiguiente indicaba para nuestro puerto la mayor profundidad posible, sin fijarse para nada en lo bueno ó lo malo del puerto de Buenos Aires. «Sostuvo con palpable evidencia y con toda razón que los calados aumentan, los buques se hacen cada vez mayores, y por consiguien- te, las puertos tienen que tener agua, mucha agua, cuanto más agua, mejor. « Aunque se pretendió discutir, la fuerza de la razón dejó con la palabra al señor Huergo, quien defendía los intereses futuros de nuestra república ya que sus hijos no habían sabido defenderlos ». Quitando la exageración de las últimas palabras, los ingenieros uruguayos creían que el máximum de profundidad de agua, á que económicamente debían aspirar para su puerto nacional, era la de 21 pies, fundados precisamente en la profundidad del sistema lujoso de los canales de acceso (dos tiros de cañón con doble gasto de pól- vora) al puerto de Buenos Aires, y en las aserciones de los Hawk- shaw, los Dobson y algún otro ingeniero importado por ellos, y que cualquiera otra mayor profundidad en las obras era un gasto super- tiuo en el que no debían incurrir. Se encontraban casi accidentalmente envueltos en una «discusión para la que no se habían preparado con anticipación; fueron sor- prendidos por la idea de que nosotros pudiéramos tener mejores co- nocimientos de sus intereses sobre un punto esencialísimo. Pero, cuando se les demostró que la profundidad de los dos ca- nales no respondía á las necesidades del puerto, que solo se mante- nía, perjudicando al país, por el capricho de hombres políticos influ- yentes que, comprometidos en la introducción del canal del Norte en las obras, no querían oir razones para su supresión, y para la acu- mulación lógica de todos los elementos y de todos los recursos en la profundización de un solo canal, lo que debía suceder una vez que el país volviera á quicio en la cuestión, y se procediera con estudio y honestidad; cuando se les puso por ejemplo, lo que se hacía en otros puertos y se demostraron las ventajas económicas del transpor- te en los grandes vapores, es cierto que guardaron silencio, pero fué un silencio de consideración, de prudente reserva, de reflexión. Al día siguiente la mayoría de los ingenieros uruguayos, concu- rrentes á las sesiones del Congreso, manifestaban que consideraban LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 275 acertadas nuestras indicaciones y que aceptaban con agradecimiento la lealtad de nuestros argumentos. Poco tiempo después los estudios con que complementaron nues- tros primeros consejos de formarse su idea propia y consciente, les llevó al resultado de aconsejar á su gobierno la adopción de 10 me- tros para la profundidad de sus obras de puerto. Hoy las condiciones en que se construye el puerto de Montevideo, sirve para discursos patrioteros de los que preparan sus grandes ne- gocios con las ideas que flotan en la atmósfera, y que están en la mente hasta de los últimos iletrados ciudadanos : acceso á los gran- des buques. En su proyecto (?) de canal lateral de La Plata á Buenos Aires, el señor ingeniero Offermann se expresa como reproduzco en extenso, página 55 : COMPETENCIA DEL NUEVO PUERTO DE MONTEVIDEO <« La construcción del nuevo puerto de Montevideo ha seguido, á pesar de la revolución, y todas las obras han sido ejecutadas para una profundidad de 10 metros ó sea 35 pies. <« La comparación de esta profundidad con la de 21 pies bajo cero del puerto actual de Buenos Aires en los canales de acceso, demues- tra la enorme importancia téenica de la construcción del puerto de Montevideo para todo el Río de la Plata y sus tributarios, el Paraná y el Uruguay. « Es cierto que Buenos Aires tiene una zona mucho más vasta y un comercio muy superior al de Montevideo. « Pero por el mejoramiento extraordinario de sus condiciones na- turales para el movimiento comercial, dará Montevideo un gran paso adelante, y se atraerá una gran parte del tráfico. « Esta condición se impondrá al comercio universal espontánea- mente, el puerto de Buenos Aires tomará paulatinamente una posi- ción de segundo orden, y se utilizará como puerto para buques alijados en su carga; los buques completarán la carga en Montevideo. « La República Argentina no ganaría nada con adoptar medidas prohibitivas. Las consecuencias perjudiciales recaerían sobre sí misma. « El único medio efectivo que corresponde es el mejoramiento fun- 276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA damental de las condiciones de su puerto de Buenos Aires, tanto en el acceso, como el puerto mismo. « Se ha tratado en este informe sobre el acceso, tanto por el canal, como por la barra de Punta del Indio; en lo siguiente se trata del puerto (1). « Por lo expuesto se deduce que no se puede recurrir á medidas pequeñas. La cuestión de un puerto de aguas profundas en Buenos Aires, debe resolverse á fondo, para allanar en todo el futuro, y de una vez todas las dificultades que se puedan presentar. » Estoy muy de acuerdo con estas ideas, y me parece que han de ser las mismas que las del primer bienvenido á esta tierra hospitala- ria, que ha de extrañar que en el Uruguay, los hombres de gobierno, á pesar de la y de las revoluciones, hayan emprendido la construc- ción de su puerto nacional, y lo realicen con eficacia con 10 metros de profundidad, y la República Argentina que tomó la delantera de 28 años en la construcción del suyo, y cuyo estado económico ha asombrado al mundo por la rapidez de aumento de su producción, se haya estancado 20 años en la de 640 y se entretengan sus gober- nantes en jugar á las escondidas para la fabricación de proyectos de mejoras de su puerto, recurra á medidas pequeñas, material y moral- mente, ocupe el tiempo de sus empleados en examinar proyectos de obras de evidente imposibilidad, de construcción y navegación, en lugar de resolverse y estudiar á fondo las necesidades del gran puer- to, y de los grandes puertos nacionales. Hemos ayudado (con consejos) á los hombres de Montevideo á que hagan su puerto nacional lo más perfeccionado posible. No queremos vecinos débiles en el Río de la Plata, queremos vecinos prósperos y fuertes y por la misma razón nos duele que nos quede- mos atrás. El único medio que corresponde para resolver nuestras cuestiones portuarias, es dejarnos de conversaciones insípidas, de rencillas Ca- seras, de recriminaciones por los errores pasados, y ponernos resuelta- mente al trabajo, sin miras de hostilidad á los puertos de nuestros vecinos y á los puertos vecinos propios; pero sí, con miras amplias de prosperidad para el Río de la Plata. El programa ó plan de obras de puertos que, por ahora, tenemos (1) Como la Memoria no contiene el presupuesto, no se sabe cuánto se ha tra- tado por uno y por el otro. El precio por proyecto tan mal estudiado no ha de tener influencia en el monto del tesoro público. LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 217 que resolver, que, en mi opinión, no ofrecen dificultades científicas ni económicas mayores, á mi juicio, es : 1* El acceso al puerto de Buenos Aires (y naturalmente su ensan- che de diques) por un canal de 30 pies de profundidad. 2” El acceso al puerto del Rosario y un futuro puerto militar in- terno, por un canal, al Río de la Plata y Paraná de Las Palmas, de 30 pies de profundidad. 3" El acceso á la ciudad de Bahía Blanea por un canal de 30 pies de profundidad en marea baja. Antes de entrar á fundar la razón de este programa, debo felicitar muy sinceramente al señor ingeniero Mercau por el objeto y excelen- te exposición de su conferencia; por los datos importantísimos que ha aportado para la más acertada solución de algunos de nuestros grandes problemas portuarios, en el programa de obras que someto á la consideración de los señores de la Sociedad Científica; por la con- cluyente demostración de las ventajas materiales y económicas, para el país, y para los armadores, de la navegación desde Buenos Aires al Paraná de las Palmas y Río Uruguay por el Río de la Plata, sobre la misma por un canal lateral y por su desprendimiento en poner al servicio del país sus estudios y su labor. Yo tenía conocimiento del proyecto del canal lateral de Buenos Aires á La Plata en sus detalles más importantes, y uno general del de Buenos Aires al Paraná de las Palmas, había formado á su res- pecto juicio pleno, y había manifestado la decidida intención de dar una conferencia á fines del mes ó á principios de junio, para conside- rar el estado actual de la cuestión del puerto, de la cual no puedo ni quiero desligarme, aunque haya hecho abandono del ejercicio de la profesión y actúe solamente por amor al arte y por deber de ciuda- dano. La oportunidad de la conferencia del señor Mercau me ha obli- gado á adelantar la mía, pues, considero que ambas se complementan, dándome algunos datos presentados por el señor Mercau, nuevos motivos para extender mi argumentación. No debe extrañarse que me presente con un archivo de antecedentes. La navegación del Paraná de las Palmas me ha preocupado desde muchos años y tengo ideas al respecto, que la exposición del señor Mercau viene á confirmar, la unión de estos con los ríos Uruguay y Paraná Guazú, por el Barca Grande, me llama, en esta noche, se- riamente la atención por primera vez. El proyecto del señor Mercau viene á establecer un plan, base de la mejora de navegación marítima y de cabotaje de nuestros grandes 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ríos, que, en mi opinión, merece mi más completo apoyo y debe me- recerlo de todos los que se interesen en el progreso del país. La dirección del Barca Grande no es diferente del de muchos de los cursos de aguas profundas, que unen el Guazú con el Palma, y de- muestran que si aquellos están definitivamente formados, éste es ni más ni menos que uno en formación. Por mi parte, declaro que acepto la invitación que nos hace el se- nor ingeniero Mercau, para prestigiar la idea, estudiándola y propa- gándola y desde ya me pongo al servicio de ella. Paso á considerar los tres puntos que abarca el programa que he mencionado. EL PUERTO DE BUENOS AIRES Y SU CANAL DE ACCESO He demostrado que el acceso al puerto por un canal de 25 á 26 pies de profundidad está ya realizado, y puede ser habilitado en un año, sin gasto alguno extraordinario, abandonando la conservación de los 10 primeros kilómetros del canal del norte y acumulando el dragado que en él se efectúa, en el canal del sur y su prolongación. Dije en 1900, que el canal que el puerto exigía ya de 26 pies, de- bería ser susceptible de mayor profundidad, creo que ha llegado el aso de resolver la ejecución de un canal de 30 pies de profundidad. El canal tendría en este caso una longitud total desde el arranque en el Riachuelo hasta la curva del nivel de los 30 pies, de 35 kilóme- tros la mayor parte de barro blando, euyo costo de excavación nunca podría ser mayor de 600.000 pesos oro. Aquí viene la objeción de que el relleno de los canales aumenta por escurrimiento en mayor proporción que la del aumento de la pro- fundidad, y se me citará que yo mismo lo he demostrado, como lo dice el señor ingeniero Offermann á foja 21 de su proyecto de canal lateral, sancionado en marzo próximo pasado, por el señor ingeniero Pagnarde. En segundo lugar, debo contestar que el canal lateral está trazado en la mayor parte de su extensión sobre igual naturaleza del terreno, que siendo muchísimo menor la sección del canal, será mucho mayor la acción del paso de los vapores para producir escurrimiento y que siendo mayor el peso de los terraplenes, el escurrimiento será mayor, y que « la pendiente que se forma en el fondo del río hacia el canal » LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 279 por desalojo del barro fluido, haría bajar el terraplén y lo precipita- ría en cualquier momento, obstruyendo totalmente su cuneta de solo 4() metros de anchura. En primer lugar, si se me cita como uno de los autores de la de- mostración del creciente relleno, creo que es equitativo que se me cite como el primero ó único que ha propuesto medios económicos de evitar ese relleno, tanto más que la demostración está seguida por el remedio en la Memoria que presenté al Congreso Científico Latino Americano en Buenos Aires, y que es muy diferente de lo que indica el señor Offermann como si hubiera sido propuesto por alguien. Él dice en la página 22 : « Hay que prescindir pues de aumentar en 5 pies la profundidad de los canales (para llegar á 26 pies) y más aún, de una profundidad de 10 pies (para llegar á 31 pies) porque aun suponiendo que esto fuera posible por medio de un dragaje forzado, el costo del mismo, y más todavía, el de conservación que crecería desproporcionalmente con la profundidad. « La defensa de los canales por malecones laterales, para reducir el costo del dragaje, sería también muy costoso. « La duración de una construcción liviana sobre el fondo blando y expuesta á la marejada del río abierto, sería muy dudosa, y su acción sobre el fondo, y las orillas del Plata, es incalculable. Agréguese á esto la dificultad de saneamiento de una playa rellenada y pantano- sa, y se impondrá la convicción de la imposibilidad del dragaje de los canales á la profundidad requerida, así como de la construcción cos- tosa de 50 á 60 kilómetros de malecones. » Si tuviera la autoridad de un Sarmiento, contestaría : « Buen se- hor, no eche pelos en la leche », aunque se trate de cuestiones gra- ves; pero hay que contestar con la seriedad que las objeciones re- quieren. Conociendo que la acción de la marejada en río abierto y las orillas del Plata es incalculable, no se comprende cómo propone un dique de defensa ó malecón de tierra entre la agua del Río de la Plata, para de- fender de la misma al canal lateral de La Plata á Buenos Aires; construcción la más liviana, de material desmenuzado, que puede en- contrarse. Venimos, pues, á estar conformes en que el dique de de- fensa del canal lateral de La Plata á Buenos Aires se desharía como un pan de azúcar envuelto en acíbar. Habiendo seguido, en cuanto he podido, todo lo que se ha publi- cado y aún propuesto en reserva, referente á las obras de puerto de 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la capital, creo que debo declarar que no conozco más proyectos de defensa de los dos canales y de un canal que los del señor ingeniero Corthell de 1902 y el mío de 1898. El del señor Corthell proyectaba un verdadero malecón de fajinas, revestido de piedra, el mío no era, ni de fajina, ni de piedra, ni liviano, ni pesado; no era malecón, no estaba sobre el fondo blando, no estaba tampoco expuesto á la mare- jada, ni era una adivinanza. Era un muro de contención que arranca- ba de la superficie del lecho y se introducía en el mismo lecho, hacia abajo, mirando á la marejada hacia arriba. No hay hasta ahora, fuera de la mía, más que dos defensas proyectadas para proteger canales de navegación marítima en el Río de la Plata; la del señor Offermann que ya he demostrado, sería ineficaz, hasta el punto de no poderse construir, y la del señor ingeniero Corthell. Voy á permitirme emitir juicio respecto de los malecones de defen- sa de los dos canales del proyecto del ingeniero consultor del gobier- no, señor Elmer L. Corthell. Creo que es la primera vez que se estu- dia para el público interesado. El señor Corthell defendía los canales laterales para evitar el re- lleno, por medio de un malecón á cada lado de los dos canales, hasta la profundidad de 21 pies. Los malecones consistían de colchones de enfajinado, revestidos de piedra, descansando en el lecho del río, y con altura que llegaba al nivel constante de 3 metros sobre cero. El presupuesto de esta obra asciende á la suma de 21.342.548 pe- sos moneda legal. No expresa la Memoria del proyecto, si, como parece, el objeto es impedir el relleno del canal por causa del arrastre del material de las superficies laterales, por las corrientes transversales. Pero parece que también quiere evitarse el dragado empleando, en sustitución, las fuerzas naturales, producidas por las diferencias de nivel, entre el arranque en tierra y la desembocadura ó canal defen- dido, en la curva de nivel de 21 pies de la canal del Río de la Plata. Se desprende evidentemente del siguiente párrafo : « En efecto, entre la escollera norte, los diques actuales y la esco- llera sur, se forma un gran reservotr de 25.000.000 de metros cuadra- dos de superficie, con salida única entre escolleras y dirección del canal norte. « Entonces la gran cantidad de agua almacenada durante el flujo, obligada á salir durante el reflujo por un canal relativamente estre- cho adquirirá una velocidad. bastante para mantener el canal algunos kilómetros más afuera y quizá para profundizarlo. » LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 281 I think so myself, y me parece que el poeta dle los congresos de na- vegación habría procedido acertadamente, como ingeniero, en agre- gar á estas cuatro palabras de descripción, otras cuatro letras de comprobación y limitación de la velocidad ; por ejemplo, las cuatro Veamos la bondad de la idea en la práctica y, equitativamente como en el caso del canal lateral, aceptemos que los malecones se hayan construído en toda su extensión y altura. La distancia desde la costa de Quilmes á la de la Colonia en líne: recta, de 39 kilómetros, pasando por la desembocadura del canal de- fendido, será dividida por los malecones en dos partes : una al este de 26 kilómetros, otra al oeste de 13 kilómetros. Los malecones actuarán como un espigón; la sección del río de 200.000 metros cuadrados al cero, será dividida en dos partes : una al Este de unos 130.000 metros cuadrados, la otra al Oeste de unos 70.000 metros cuadrados. Las aguas de los ríos Uruguay, Paraná, Luján, etc., tendrán que pasar entre el extremo de los malecones y la costa oriental con la sección reducida en la tercera parte: á la de 150.000 metros cuadrados. El volumen de las aguas de los ríos será retenido en la parte su- perior del malecón, y pasará con mayor velocidad por la abertura dejada de 26.000, y empujado al Este por él mismo, cambiará el régimen del Río de la Plata. El canal del Infierno, será trasladado de Martín García al Farallón así como los canales entre los bancos de las Limetas, Conchillas, Santa Ana y del Medio ocuparán otra posición en el Banco Ortiz, estableciendo una nueva «Rada Exterior » más próxima á la costa oriental, llenando con sus arrastres la rada actual y dejando en seco la entrada al puerto de la Plata. Entre tanto en los doce kilómetros de canal, para que corra el agua en el reflujo, habrá siempre una altura mayor en el arranque desde el depósito que en la desembocadura, y por consiguiente en todos los puntos del malecón entre el lado interior y el exterior en el Río de la Plata. La diferencia de nivel entre un lado y otro del malecón del Sud, puede ser en muchos casos, más que suficiente para que se imponga la ley física de los vasos comunicantes, que establecida por un con- ducto abierto en el barro fluido del lecho del río, pronto adquirirá grandes dimensiones dejando huecos que serán llenados por hundi- mientos del malecón. 282 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las aguas retenidas á mayor nivel por el malecón del Norte, habrán estado corriendo á lo largo del pie de éste, abriendo cauce y estarán prontas para comunicarse, por las causas ya explicadas, con las aguas dlel canal abriendo brecha y hundiendo al malecón. Por estas pequeñas causas el malecón espigón sería hundido, el anal obstruido con faginas y piedra, el canal de la Rada Exterior echado á la costa oriental, y los puertos argentinos quedarían en seco. Vamos á examinar la importancia de las cuatro letras que el poeta, señor Corthell, ha omitido de tomar en consideración, á propósito de la «velocidad para mantener el canal algunos kilómetros más afuera y quizá profundizarlo », en su bellísima pieza de literatura descriptiva dle la mejora anhelada y salada del acceso al puerto de Buenos Aires. Tenemos la fórmula : VIEICA ARE La longitud del canal es de 12.000 metros. Tomemos una diferencia de nivel de cuatro metros entre el depósito de 25.000.000 metros cuadrados de superficie y la desembocadura del canal. Esta diferencia ocurre con mucha frecuencia como ya se ha dicho. Mouchez recuerda la del 531 de julio de 1838, de 650. Los señores Lobo y Riudabet dicen : «Ha habido casos de diminuciones extraordinarias de aguas con temporales duros del Noroeste al Sudoeste. Una de éstas, ocurridas en 1792 alteró durante tres días el curso de las aguas del Plata, y dejó en seco casi toda la parte superior de este gran río. «Una cosa muy parecida acaeció en la guerra de la Independencia. Habiendo quedado varados, en la rada, los buques españoles que bloqueaban á Buenos Aires, concibieron sus enemigos la idea de atacarlos, haciendo pasar artillería sobre los bancos que estaban en seco. Un bergantín que se había tumbado á causa de la calidad dura del fondo, sobre el cual se hallaba, íba á ser atacado por varias pie- zas de campaña que colocaban cerca de él, cuando la subidas de las aguas, que obligó á los argentinos á retirarse, impidió su destrucción. Y fué tal la fuerza con que aquéllas crecieron, que á pesar de la prisa con que anduvieron para retirar la batería, cuando ésta llegó á la Rada pequeña, los caballos tenían el agua por la cabeza. Si se demo- ran algunos instantes más, todos hubieran perecido. Hablando el senor de Azara del Río de la Plata, dice : «Puede considerarse como un golfo del mar, aunque conserva el LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 283 E agua dulce y potable hasta 25 ó 30 leguas al Este de Buenos Aires. No se advierten en él las mareas que son tan fuertes en la costa pa- tagónica, ni el subir, ni el bajar de las aguas pende del crecimiento de los ríos, sino de los vientos, porque el Este y el Sudeste las hacen subir hasta siete ó más pies (19), y los vientos opuestos las bajan á proporción. Pero el año de 1795, estando yo en el Paraguay, bajó tanto el agua en un día de calma, que descubrió en Buenos Aires tres leguas de playa, conservándose así un día entero, y después volvió á su estado natural espaciosamente. » Los elementos para el caso dan, en definitiva, V= velocidad en el canal = 264 por segundo. Tomando cualquier « Manual del Ingeniero», que tengamos á la vista, como, por ejemplo, el de Philippe Hugenin, tenemos en la pá- gina 205 : «Le tableau suivant donne les vitesses en m que Veau ne doit pas dépasser dans les canaux si Pon ne veut pas que le fond et les paroíis du lit soient entraimés. VITESSE Nature du lit a á la surface moyenne au fond Terres détrempées ou terres glaise brunes. 0-15 0.11 0.08 ROS EE oo o alo oo oia oe ca OE 0.30 0.23 0.16 SAN oa ardía ola o AI 60 0.46 0.31 Ei ao oo ao lA 22 0.36 0.70 ¡BIELSA ia ae 1.52 1.23 0.94 Schistes tendres poudings......o......... 2.22 1.86 1.49 Rodies On CONOS: soso consesocooVan an. 2.15 2.27 1.82 Basta Basta Basta Basta Tenía mucha razón el señor ingeniero Corthell en maliciar que la velocidad podría abrir y mantener por aleunos kilómetros un canal en la dirección del canal del Norte, en linea recta al banco Ortiz, y más que quizá profundizar el entre malecones, aun cuando el fondo y los taludes fueran de piedras rotas, poudings ó rocas pizarrozas. Con la velocidad encontrada de 264 metros por segundo, el canal no solamenwe se va á profundizar sino que la capita de arena y los taludes de barro fluído, sin revestimiento, pero con la berna cargada con una obra pesada, van á ser arrastrados en masa (entrainés), los malecones se van á inclinar hacia el interior y á resbalar adentro del canal, rellenándolo de faginas y piedra, como para que las dragas no 284 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vuelvan á ocuparse de su conservación. Los buques que accidental- mente se encuentren entre malecones, serán aprisionados y perdidos, salvándose los que lleguen á la desembocadura al pronunciarse la corriente, porque la velocidad de ésta de 10 kilómetros por hora no les permitirá aproarla. La pérdida para el país no será, en dinero, solamente de pesos 21.342.548 moneda nacional legal, pues los presupuestos son de tres pesos por metro cúbico de algunos millones de metros cúbicos de fa- ginas y ocho pesos por metro cúbico de piedra, ambos colocados cuando hace 24 años se pagaron en el puerto de la Plata pesos 4.90 por metro cúbico de fagina, de unos pocos miles de metros cúbicos y pesos 9.90 por metro cúbico de piedra, colocadas ambas en paraje abrigado, en poca profundidad de agua, y con empleo de mano de obra mucho más barata. El costo de esta obra : «the greatest fascine work in the world » costaría, en realidad, alrededor de 40 millones de pesos moneda na- cional de curso legal, y sería un gasto eficaz para concluir con la na- vegación de los dos canales de acceso al puerto de Buenos Aires. La única obra proyectada por el ingeniero Corthell, como ingenie- ro consultor del Gobierno de la República Argentina, á la que dedicó puede decirse, toda su atención durante dos años, auxiliado por in- genieros, dibujantes y un numeroso cuerpo de empleados máquinas, fué el del proyecto de puerto de Buenos Aires y el acceso por canales defendidos con estos célebres grandiosos malecones que, con justicia permiten decir: « Este poeta dió su opimo fruto. » Admití que los malecones se hubieran terminado, tal cual lo había imaginado y descripto el señor ingeniero Corthell, para demostrar de una vez las horribles consecuencias para la navegación del Río de la Plata y para el puerto de Buenos Aires; pero, ellos no podrían llegar al nivel de tres metros sobre cero, sino con un costo de más de seis, ocho ó diez veces su presupuesto primitivo. En mi Memoria de 1898 cité (pág. 107) que buques como el vapor San Prancisco, la zumaca María Lwisa y otros, que se habían ído á pique en la rada, se habían hundido en el lecho y desaparecido com- pletamente. Por ésta sola causa los malecones de faginas cargadas con piedra se habrían hundido, con mayor ó menor rapidez, desde el principio de la construcción y, para mantener el coronamiento á tres metros LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 285 sobre el cero, de un modo estable, habrían exigido la acumulación de muchos millones de toneladas de piedra, hasta comprimir la arcilla suficientemente para resistir su peso. Con un costo enorme se habrían obtenido dos resultados : 1” Que la parte superior al lecho alterara completamente el régi- men del Río de la Plata, echara los canales de agua honda á la costa oriental, y embancara los puertos de La Plata y Buenos Aires; 2% Que la parte inferior de la obra actuara como muro de conten- ción, impidiendo que el barro fluído del exterior afluyeraá su interior, evitando así el relleno del canal por escurrimiento, único objeto racional de todos los proyectos de defensa de relleno que se pueden formular. Para hacer una obra eficaz y de costo insignificante, no hay más que suprimir toda la obra que está 4 mayor nivel que el lecho del río, y sustituir las faginas y piedra por un material más adecuado y de un valor mucho menor. El primer holandés que se encuentre por la calle, con alguna ex- periencia de obras en arcillas blandas, dirá que los materiales ante- riores deberían ser sustituídos por arena ó tosca, como ya lo dije. El procedimiento se reduciría á dragar, paralelamente al eje del zamal, un foso de unos ocho metros de anchura y á diez metros de profundidad bajo cero atravesando la capa de barro fluido, pene- trando algunos metros en la arcilla blanda, y en algunos puntos en la arcilla plástica, y en término medio siete metros y medio de profun- didad, para llegar á un nivel inferior á la solera del canal de 30 pies debajo del cero. Este foso se iría llenando de arena gruesa pesada procedente del Río Uruguay, bancos de las Conchillas, etc., y tam- bien con tosca, á medida que se fuese dragando. La arena del río Uruguay podría venir por el curso del Barca Grande, para utili- zar desde ya el camino más corto que nos acaba de indicar el señor Mercanu. El término medio de profundidad del muro de contención lo estimo para la defensa de una longitud de los primeros diez kilómetros del canal del Sud, ó sean 20.000 metros lineales. Estimando el costo del dragado en (0.40) cuarenta centavos moneda nacional legal por metro cúbico, y el de arena del relleno en (pesos 1.60) un peso sesenta centavos; el costo de cada metro cúbico del muro de contención sería de pesos 2.00 moneda nacional legal, y para el largo total, resultaria : 20.000 < 8 < 7,5 >< 2 = 2.400.000 $ m/, de curso legal. 286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El costo, pues, de la defensa de 10 kilómetros empleando una cons- trucción aplicada con éxito desde siglos, es menor de la mitad del costo del presupuesto de 2.275.000 pesos oro presentado por el señor Mercau por 6,5 kilómetros que antes de tomazx la palabra he oído de- cir que es muy bajo. No conozco la idea de sistema que tenga el se- nor Mercau : pero su presupuesto es muy elevado, aunque sea una insignificancia comparado con el solo dique de defensa del canal late- ral de la Plata á Buenos Aires ó con los malecones de defensa pro- yectados por el señor Corthell. Hasta ahora, por razón de la regularidad de la marea, y por no ser inconveniente mayor el mal gobierno de los buques, cuando hay am- plio espacio, el fondo de Punta de Indio, de solo 19 pies de profun- didad, no ha sido un obstáculo para la navegación de los buques más pesados, y de más calado, destinados al Puerto de Buenos Aires. Los buques mayores han pasado siempre aun cortando 2 y más pies del lecho del río, sin otro inconveniente que el mayor gasto de com- bustible, mientras que en los canales de acceso al puerto, es muy frecuente que los buques no encuentren suficiente profundidad de agua para su calado exacto, y aún con dos ó tres pies de agua debajo de la quilla, el buque gobierna mal y está expuesto á irse sobre los taludes del canal. Estimo que una profundidad en Punta de Indio cuatro pies menor que en un canal de acceso al puerto, presenta mejores condiciones de navegación; de manera que para un canal de acceso al puerto de 30 pies de profundidad sería comparable la de 26 pies en la travesía de Punta de Indio; pero no llevarla á la misma de 30 pies, sería una economía mal entendida por los retardos accidentales y por el mayor gasto permanente de combustible. El costo de 1.500.000 pesos oro, que mencioné en el folleto publi- cado en 1901, ereo que cubriría con exceso el costo del dragado de un canal de 200 metros de ancho y 26 pies de profundidad en un lecho blando que, como demostré en 1898, puede ser profundizado por la acción misma de las hélices de los vapores, levantándolo del reposo y poniéndolo en movimiento por la acción del flujo y reflujo, y depositándolo per gravitación sobre una gran extensión, que en nada afectaría el nivel del lecho en general. Las sumas necesarias para obtener una ruta de 30 pies de profun- didad desde el Océano hasta el puerto de la capital, con el gasto más reducido posible de conservación por el estuario del Río de la Plata, como creo haber demostrado, es incomparablemente menor que las LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 287 que se requieren, tanto para la construcción como para la conser- vación de una ruta que comprenda la navegación de un canal lateral desde La Plata al mismo puerto de la capital. Permítaseme expresar que todo el tiempo empleado en llegar á esta conclusión ha sido malgastado por mí, por los que han tenido la bon- dad de escucharme y por los que hayan de leer la conferencia escrita. La idea de la construcción de un canal lateral al Río de la Plata, con todos los inconvenientes para su navegación y conservación, y sobre el mismo lecho geológico, no requería un minuto de pensamiento para merecer el más concienzudo rechazo. En resumen, respecto al puerto de Buenos Aires, parece que des- pués de 25 años de discusión, que tengo ansiedad de ver terminada, la opinión de la gran mayoría se ha uniformado: 1” Que no son necesarios para el servicio del puerto de la capital de la república, dos canales de entrada, siendo suficiente uno, con la mayor anchura y profundidad posibles y el menor gasto de consel- vación aconsejado por la ciencia y la experiencia adquiridas en otras obras; 2” Que el sistema de diques paralelos ó tipo en peine proyectado en Buenos Aires hace 25 años, adoptado y ejecutado en Londres en 1884, en los Tilbury docks, en la modernización de los antiguos di- ques de Liverpool, y proyectado para los diques modernos de Ambe- res ya aprobados y para los de Paris, port de mer, en discusión, es el más conveniente para el de Buenos Aires, lugar de su origen; 3” Que el Jocal apropiado para la ubicación del sistema es al exte- rior de las obras existentes, hacia el río. La razón es lógica; considerándola bajo el punto de vista de que la ribera natural se ha trasladado al exterior de los edificios de los eraneros del puerto; 4” Que el acceso de los ferrocarriles debe responder á las exigen- cias de los transportes modernos, suprimiéndose los obstáculos que se presentaran. El aumento de la capacidad de los vagones utilizaría mejor la ex- tensión de los muelles. En mi opinión, los diques deben ser de una profundidad de 35 436 pies bajo cero, y tener bastante longitud, consistente con la existencia de tosca á profundidad conveniente para fundaciones, de modo que no se extiendan con demasiada rapidez y la administración se concentre en lo posible. Cuando el gobierno confíe la confección del proyecto á sus oficinas 288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA propias ó á una comisión de ingenieros respetable en todo sentido, cualquiera sea la solución del problema, lo que algunos han dado en Mamar mi amor propio, obstinación ó terquedad, habrá terminado con eran satisfacción de conciencia. EL PUERTO DEL ROSARIO Y UN FUTURO PUERTO MILITAR INTERIOR El conferenciante señor ingeniero Mercau, al fundar su idea de establecer la navegación al Paraná de las Palmas, Guazú y Uruguay por un canal artificial uniendo el canal de la Barra Exterior con el Paraná de las Palmas, ha mencionado un hecho de la más alta impor- tancia en sí mismo y para demostrar la realización de la idea. El que en los pocos años que se ha ocupado relevando el lecho del Río de la Plata, ha observado y verificado un avance considerable en el extremo Sud Este, hacia aguas abajo, de la curva de 17 pies en el placer de la Playa Honda, y otro de mayor importancia hacia el Norte de profundización de la canal de la Rada Exterior. Esto confirma el resultado de los estudios practicados por el inge- niero señor Julian J. Revy, en 1571, expresado así: « En el Río de la Plata los bancos se levantan y los canales se profundizan. » Testigo secular de la exactitud de estas observaciones es el anti- guo Estuario del río de la Plata, en el cual las aguas del Paraná, desalojando las del mar, han vagado entre anchos límites formando bancos que se transforman en islas, y por el espacio ocupado por és- tos, reduciendo su sección de gran anchura y poco fondo á límites menores y gran profundidad. La apreciación de los tiempos requeridos para que se hayan efee- tuado estas transformaciones, se podrá empezar á hacer cuando, en época muy lejana, numerosas perforaciones muestren la constitución geológica del antiguo lecho de mar, las alteraciones que sufrió, la naturaleza de las tierras que colmaron el estuario y muchos otros elementos de juicio que requieren tiempo y costos tan erandes que quizá nunca serán justificados. Para nuestro objeto basta y sobra el ligero examen del estado ac- tual de los trabajos realizados por la naturaleza. En tiempos desconocidos, el río Paraná se bifurcó á la altura de la « Isla de las Palmas» en dos brazos: Paraná Guazú y de las Pal- mas, que corrían con otros por una antigua Playa Honda. LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 289 La Playa Honda, formándose continuamente, transformándose en islas y caminando hacia la desembocadura del Río de la Plata, era seguida por los dos grandes cursos de agua; el Guazú y el Palmas, que avanzaban y se profundizaban á medida que la parte superior de la playa se levantaba. Al mismo tiempo del mismo Guazú se desprendían menores cur- sos de agua que corrían en dirección Sudoeste, á unirse con el Palmas encausándose con la elevación de la Playa y su transforma- ción en islas. No hay objeto en entrar en apreciaciones de las causas probables. En la actualidad la Playa Honda ha avanzado alrededor de 200 kilómetros y los Paraná han avanzado junto con ella y cortán- dola lentamente, acompañados por los cursos de agua, hoy definitiva- mente encausados de Las Carabelas, Paraná Miní y otros menores. La Playa Honda sigue su marcha hacia la desembocadura del Río de la Plata, y los Paraná la siguen hasta que cuando ella haya avanzado unos 50 kilómetros más, el Paraná Guazú, por los terrenos duros de la costa habrá avanzado con mayor ó menor rapidez, anchura y pro- fundidad por la proximidad de la costa oriental y el de las Palmas, separado de aquel por la actual Playa, habrá llegado por la costa occidental con una anchura y profundidad aproximadamente igual á la presente, hasta el frente de la ciudad de Buenos Aires, dejando formado entre las islas el cauce en formación de la Barca Grande, nuevo río de unión entre el Paraná Guazú y el de las Palmas. Esta marcha lenta, en proporción de las materias depositadas aca- rreadas por los ríos y depositadas sobre los bancos, ó arrancadas del lecho del Río de la Plata por los vientos del Sudeste y remontadas á la parte superior de las costas, no causa trastornos apreciables; los bancos se elevan constantemente y los canales se profundizan. La canal del río de la Plata tiene profundidad de más de 30 pies al interior de la barra de Punta de Indio, el Paraná de las Palmas, según los datos del estudio del ingeniero señor Revy, de 1871, tiene un ancho medio de 350. metros y una profundidad media de 38 pies. Lo primero que se ocurre á cualquiera que se llegue á interesar en la navegación de nuestro gran sistema de ríos, hasta hoy casi total- mente abandonada, es la unión de estos profundos cauces para llevar los beneficios de la navegación marítima lo más posible al interior de las tierras. Varias ideas y proyectos han surgido en diferentes épocas, todas con la mira exclusiva de prolongar hacia aguas hondas el cauce del Paraná de las Palmas, equivocando la acción de malecones parale- AN. SOC. CIENT. ARG.— T. LXI. 19 290 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los de encauzamiento de desembocaduras de ríos que desaguan en mares sin marea, con corrientes transversales como las del golfo de Méjico, mar Báltico, Mediterráneo, etc. El proyecto que hizo más camino fué el presentado por los señores J. H. Wheeler y compañía, en 1888, que obtuvo un despacho favora- ble de la comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados, y consistía en términos generales : «De una série de alas del sistema Wheeler colocadas á distancias convenientes y en ángulos apropiados con la corriente del río, » para canalizar con su propia acción una anchura de 400 metros desde Las Palmas hasta frente á la Avenida de Circunvalación del territorio de la Capital, y de 700 metros desde dicha avenida hasta las aguas pro- fundas del río, frente 4 Quilmes, con una profundidad mínima de seis metros cincuenta centímetros en baja marea ordinaria. «De un eran malecón de 17 kilómetros de largo, desde la Avenida de Circunvalación al Norte, hasta 2400 metros al sud de la Boca del Riachuelo, con «una avenida en toda su extensión de 100 metros de ancho, debiendo dejar un paso de 40 metros en los canales del Ria- chuelo, otro enla dársena del Norte, otro en el arroyo de Maldonado. » Las obras deberían quedar terminadas en el plazo de quince años. Aunque la idea y el resultado era y debía ser muy pequeña y muy pequeño, el éxito. prometido y el costo eran muy grandiosos. El proyecto se tramitaba, como se ve, al mismo tiempo que se cons- truían los diques actuales y se dragaban los canales Sud y Norte. Dando por ejecutado el proyecto, después de haber dragado mu- chos millones de metros cúbicos de tosca que existe en su trazado para llegar á los 650, el resultado habría sido: Que al pasar la sec- ción del canal de 400 á 700 metros de ancho, el material acarreando en suspensión aguas abajo se habría depositado frente á la ciudad para bloquear la entrada á la dársena norte y al Riachnelo en los pasos de 4() metros de anchura; que el flujo y el reflujo de la marea habría se- guido siempre por el thalweg del río de la Plata, y que el acceso al puerto de Buenos Aires ni al Paraná de las Palmas no se habría con- servado con la hondura propuesta, sino con el empleo de un batallón, un regimiento ó un ejército de dragas. El proyecto de los señores Wheeler y compañía, no era como idea, como costo y como resultado, menos estudiado, menos económico, ni más perjudicial, para el puerto de Buenos Aires y para la navega ción del río de la Plata, que los proyectos de los señores ingenieros Offerman y Corthell, estaba, sí, redactado en el mismo estilo, dog- LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 291 mático y ampuloso, tanto en la parte prosaica como en la poética. Años después se ha mejorado el acceso á los ríos Paraná y Uru- guay por el canal del Infierno, que á pesar de haber sido señalado como favorable á la navegación, desde 1854, por el vapor Watervitch, de la marina de guerra de los Estados Unidos, era evitado por los marinos, dándose en los Mamuales de Navegación, instrucciones pata «tener la seguridad de no entrar en él. » La ruta que conduce á ese canal se ha dragado á la profundidad de 18 pies bajo cero, y en parte sobre un fondo tan duro, que, como ha dicho el señor Mercau, ya ha causado la pérdida de tres grandes vapores. La ruta para sustituir la actual, propuesta por el señor Mercau, tiene ventajas inmensas desde los primeros tiempos de su ejecución ; no altera el régimen del río de la Plata por obras en su lecho que formen obstáculo á las corrientes, que ofrezcan resistencia á las ma- rejadas; acorta las distancias á los puertos interiores, mejora la na- vegación constantemente sin aventurar sumas de mayor importancia y llega á establecer definitivamente la cooperación de las fuerzas naturales que han de conducir á obtener un canal dentro de casa, :apaz de satisfacer todas las necesidades futuras del comercio, y atre- viéndome á emitir una idea fuera de la órbita de mi experiencia, pre- senta la oportunidad de adquirir un paraje seguro y económico para establecer un arsenal y crear una escuadra, para la defensa del río de la Plata, capaz de tomar la mar. El avance considerable del extremo Sudeste del baneo de la Playa Honda, y no el de toda la curva de 17 pies, indica que él se debe á una causa local. Esta es, en mi opinión, causada por los trabajos de dragado ejecutados aguas arriba y por el paso continuo de los gran- des vapores, removiendo con sus hélices y poniendo á flote el mate- rial de la superficie del lecho. A medida que el canal se ha ido pro- fundizando y el lecho removiéndose, las materias en suspensión, transportadas por las corrientes, han ido levantando el banco confi- nante, en proporción superior al resto del perímetro, mostrándonos cómo el pasaje de los vapores es una fuerza gratuita para la profun- dización de nuestro río. El avance considerable de la canal de la Barra Exterior obedece á la misma causa; el movimiento de la hélice pone á flote las mate- rias que constituyen el lecho del río, la onda de marea penetra con mayor velocidad, por causa de la mayor profundidad y volumen, y continuamente levanta el material removido transportándolo á depo- sitarlo en las profundidades menores: en los bancos. 292 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El Paraná de las Palmas se abre su cauce lentamente hacia la ca- nal del río de la Plata, por la acción de la gravedad; la canal del río de la Plata se abre su cauce hacia el Paraná de las Palmas, por la acción de la onda de la marea, con la cooperación de la hélice que ha sustituido con gran eficacia á los antiguos garfios empleados en el Loira, el Missisipi, ete., y propuesto aún en 18 niero Bateman para remover el lecho del Riachuelo. La unión de éstos cauces profundos es cuestión de tiempo; es cues- 7 2 por el señor inge- tión de siglos, si se deja sin ayudar á las fuerzas naturales visible- mente en acción. Pero, con el auxilio de los poderosos elementos que tiene hoy el hombre para ayudar á la naturaleza, es cuestión de muy poco tiempo y de relativo poquísimo gasto comparado con lo que importan los pro- yectos tan ineficaces y que, sin embargo, han logrado llamar la aten- ción de los poderes públicos. Un canal de unión de 100 metros de ancho y 19 pies de profundi- dad al cero, abierto con las dragas hoy en uso, no podría costar 800.000 pesos oro. El mayor valor de éste, respecto al existente por el canal del Infierno, con sólo 18 pies, puede estimarse en razón de los cubos de los calados posibles, ó de sus respectivas profundidades como 6 á 7; luego viene la economía en el tiempo por el menor reco- rrido, lo que ha explicado el señor Mercau, y lo que es aún más im- portante, la consideración de que el lecho es de arena ó barro, en el que pueden varar sin peligro los vapores. La menor capacidad de carga por el canal actual, el mayor recorri- do por la ruta obligada, el peligro de naufragio por los fondos duros, los paga directamente, en definitiva, el país, pagando mayores fletes. igual á la del peor paso (el del Paraguayo) en el Paraná hasta el Ro- sario complementado con el canal de unión entre el Paraná de las Palmas, el Guazú y el río Uruguay, como lo propone el señor Mercau, no podría exigir un gasto mayor de 2.300.000 pesos oro. Un canal de igual anchura al anterior y 21 piés de profundidad, El señor ingeniero Mercau nos presenta ahora un presupuesto para la profundización á 26 piés de los canales de unión al Paraná de las Palmas, al Guazú y Uruguay, en éstos tres renglones, y la explica- ción con que los ha acompañado : LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 293 Pesos oro Dragado del canal á las Palmas 20.238.000 metros cua- iiacdos dl MEOOS Oy 11 Odo o00sVe0sscocosoror rocas 3.440.460 Dragado del canal Barca Grande (19) á pesos 0,17 oro. 348.250 Defensa de 6,5 kilómetros de canal á pesos 350 oro... 2.265.000 MI oa E Edd 6.253.710 El precio del dragado de pesos 0,17 oro es pesos 0,036 oro mayor que el que hoy cuesta en el de los canales del puerto; la defensa de los 6,5 kilómetros al precio de pesos 350 oro por metro corrido, en el que también ha estimado las defensas del canal Sud del puerto, es pesos 240 oro mayor del alto que yo he deducido para la mism: obra, lo que importa una diferencia, en menos, en la partida C de pesos 1.440.000 oro. El canal por Barca Grande profundizado á 26 pies, podría exigir el dragado de alrededor de 7.000.000 de metros cúbicos y un costo má- ximo de pesos 1.200.000 oro, dejando un exceso de pesos 240.000 co- mo economía sobre su presupuesto. Con la suma, pues, de pesos 6.000.000 oro, se puede unir la canal del río de la Plata con los ríos Paraná de las Palmas, Guazú y Uru- guay, por medio de dos canales directos de 100 metros de ancho y 26 pies de profundidad, al cero del Riachuelo. Así, sin más gasto extraordinario que el de 1.080.000 pesos oro para la defensa del relleno de los primeros 10 kilómetros del canal del Sud del puerto de la Capital, digamos 1.500.000 pesos oro para el dragado de la Barra de Punta de Indio y 6.000.000 para el draga- do de los canales de los rios Paraná y Uruguay, se podría obtener una navegación de 26 pies de profundidad al cero de la escala del Riachuelo, desde el Atlántico hasta los mencionados ríos con un cos- to total de 8.600.000 pesos oro. Y es amor propio, ó deber ineludible el sostener mis viejas ideas con calor, y adherirme con entusiasmo á las del ingeniero señor Mercau, cuando se puede demostrar que se pueden realizar obras infinitamente mejores para el acceso á éste puerto, al del Rosa- rio, y á otros de menor importancia, en el interior, por el ancho y majestuoso río de la Plata, sin violentar las leyes de la naturaleza, sin exponer millones de pesos á la furia de los temporales del río y con economía de más de 50.000.000 de pesos oro de los necesarios para la construcción de un canal lateral sólo desde La Plata al Para- ná de las Palmas, que pretende tener menores gastos de conservación defendido de la marejada por simples terraplenes, no defendidos los 294 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA taludes de su cuneta por revestimientos de ninguna clase, y expuesto á una destrucción segura por los elementos que actúan tanto á su ex- terior como á su interior ? Y digo intencionalmente más de 50 millones, porque el señor Mer- au presenta como presupuesto, formulado por otros, de las obras del canal lateral la suma de 56 millones de pesos oro, de la cual atribu- ye la de 34.500.000 al costo de la sección de La Plata á Buenos Aires; mientras que cualquier ingeniero que quiera empezar á estimar el costo que pueda tener en la práctica un dique de defensa apropiado á su destino, y ubicado en la traza del de tierra, propuesto por el señor ingeniero Offermann, no lo puede estimar en un primer valor menor de 800 á 1000 pesos oro por cada metro corrido, costo, que por sí sólo es ya mucho mayor que el total para toda la obra. Quizá ha llamado la atención de que yo no haya hablado de llevar las defensas contra los escurrimientos en el canal del Sud hasta los 22 kilómetros, ó más, del canal hasta el thalweg del río de la Plata, como proyectó el señor ingeniero Corthell los malecones. Pero, si se tiene en cuenta que los malecones de fajina y piedra, estaban des- tinados á estorbar la propagación de la onda de la marea y á cegar la canal exterior desviándola hacia el Este, mientras que por el pro- yecto que considero, la onda de marea debe propagarse hasta el Pa- raná de las Palmas, con mayor volumen, rapidez y consiguiente poder de aumentar la anchura y profundidad de la misma, se comprenderá que no hay objeto en gastar dinero en hacer defensas que han de des- aparecer con la mayor anchura y profundidad. Para completar el programa de la navegación desde el Atlántico hasta el puerto del Rosario, tendríamos que considerar : 1% El costo del aumento de profundidad de la Barra de Punta de Indio en terreno que hasta ahora se considera todo de barro blando, fácil de levantar con dragas bombas, en una extensión de 70 kilóme- tros, una anchura de 200 metros, y 1%20 más de profundidad que, á razón de 0,06 pesos oro por metro cúbico, importaría un gasto de: Pesos oro 70.000 X 200 X 1,20 = 16.800.000 metros cúbicos á pe- SOSPO OOO coco ed 1.008.000 Que agregados al costo anterior de la profundización á 219 mies Osos dooonocooococosoccooro sI segoroo sono 1.500.000 Lo que representa para la canalización de Punta de In- dio á treinta pies de profundidad ...ooo.o.oo.oo.ooo.-. 2.508.000 20 El costo de la profundización del canal de acceso al gl LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 29 puerto de Buenos Aires con 30 pies de profundidad, que ya hemos estimado ed... 600.000 El costo de las defensas contra el relleno por escurri- miento de 10 kilómetros de longitud estimadas en... 1.080.000 1.680.000 Con el costo de la profundización de Punta de Indio de 2.508.000 (A) representa para el acceso del Atlántico al puerto de Buenos Aires, tocando en el puerto de La Plata, un GASTO (Os ss 000 piantao pode PIPA aa ao 0.000 ao ob 0 4.188.000 3 La profundización de los canales desde el del Sud al Paraná de las Palmas, al Guazú y al río Uruguay con 26 pies de profundidad estimados ed... ..o.oo.o.oo.... 6.000.000 La profundización adicional del canal de unión entre el del Sud y el Paraná de las Palmas de 40.000 X< 100 X 1,20 = 4.800.000 metros cúbicos á pesos 0,17 oro. 816.000 La profundización adicional del canal de Barca Grande al Paraná Guazú y río Uruguay de 34.000 X 100 < 1,20 = 4.080.000 metros cúbicos á pesos 0,17 oro... 693.600 En el Paraná Guazú la profundidad mayor es de unos 130 pies, la general varía de 40 á 80 pies, con pocas de 30 pies y son menores solamente los pasos la Pa- loma de 22 pies, de la isla de las Hermanas de 24 pies, del Tonelero de 23 pies, y del Paraguayo de 21 pies, y ya se ha dicho que la de las Palmas es en término medio de 38 pies : la profundización de los cuatro pa- sos mencionados á los 30 pies, nunca podrá alcanzar UCA ti E 1.301.400 40 La adquisición de un tren de dragado adicional lo ESTIMACIONES 2.000.000 Y tendremos un costo total..... A so sole bi0.d 15.000.000 Si por acaso se hubiera sufrido algún pequeño error en la aprecia- ción de los volúmenes ó de los precios por unidad, se podría agregar al costo total la suma de otros pesos 15.000,000 oro (quince millones de pesos oro) y siempre resultaría una pequeña economía en el costo del conjunto de estas obras de canalización á 30 pies de profundidad sobre el canal lateral á 25 pies, de 30.000.000 de pesos oro (treinta millones de pesos oro). La adquisición de la profundidad de 30 pies para los puertos de la Plata, Buenos Aires, Rosario y puertos intermedios, creo que, por ahora, satisfaría al comercio y á la navegación que vienen reclaman- do desde muchos años el aumento de la profundidad de los 21 pies de los canales de acceso al puerto de Buenos Aires, y la de los 18 pies al del Rosario y demás puertos del río Paraná. 296 “ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dejo al estudio de nuestros ilustrados marinos el valor que pueda tener la posibilidad de la construcción de un puerto militar en el in- terior de las tierras, á la cabecera del río de la Plata. Si la idea tuviera una buena acogida, me permitiría señalar, como uno de los puertos indicados para su establecimiento, por quedar fuera del tráfico de los vapores, á la laguna San Pedro, que en su mayor extensión encierra una superficie de 130 hectáreas con una profundidad mínima de 18 pies y una máxima de 60 pies en rio bajo. EL PUERTO DE BAHÍA BLANCA La barra á la entrada del puerto Belgrano tiene una profundidad 7 de 27 pies en marea baja, en una extensión como de cuatro kiló- metros. Desde la barra la canal aumenta de profundidad hasta 70 pies, 2 ta para disminuirla, á la distancia de 30 kilómetros, 4 7 aguas arriba del puerto militar, á la de 30 pies. kilómetros Desde éste punto la profundidad disminuye á los 36 kilómetros á 10 pies, aumenta hasta Puerto Nuevo, aguas arriba de Bahía Blanca, á la distancia 42 kilómetros, á una profundidad variable de 25 á 28 pies y llega al Puerto Cuatreros, aguas arriba del puerto Maldonado, á la distancia de 50 kilómetros, á una profundidad de 18 pies. En la menor profundidad, la de 10 pies en marea baja, el suelo es duro, de tosca, lo que ha estorbado siempre la propagación de la ma- rea al interior de la ría, la que, sin embargo, ha profundizado en él largos trechos, de varios kilómetros á 25 y 28 pies, y llegado á man- tener un mínimum de 18 pies hasta unos 4 kilómetros aguas arriba de Puerto Cuatreros. Los sondajes los he verificado en persona, en toda la ruta, en los años 1899 y 1900. Cualquier canal que se abra entre las aguas hondas de Puerto Belerano (40 á 70 pies) y las relativamente hondas (28 pies) de los alrededores del puerto de Bahía Blanca, cortando la protuberancia de la tosca en la de 10 pies, propagará la marea en la ría con mayor volumen y mayor velocidad y no solamente lo mantendrá abierto, sino que limpiará el cauce superior del limo acumulado por siglos. Hace 7 ú 8 años que la compañía del Ferrocarril del Sud abrió un canal de 1500 metros de longitud con 50 metros de ancho y 18 pies LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 297 de profundidad en la protuberancia indicada, y por la acción de la marea se conserva sin necesidad de dragado. El canal de entrada al Puerto Militar, abierto sobre la playa are- nosa de Puerto Belgrano, exige un dragado permanente para su con- servación. Creo que habría conveniencia para el país en tener un puerto si- quiera para los grandes buques del comercio, y supongo también, para nuestros futuros grandes buques de guerra, y delos puntos has- ta ahora bien conocidos y bien dotados de ferrocarriles, considero que el más indicado es el puerto de Bahía Blanca. Las obras de un canal de acceso hasta « Puerto Nuevo » con s0 metros dle anchura y 30 pies en marea baja, permitiendo la navega- ción de buques de 36 pies de calado á media marea, y su prolonga- ción hasta « Puerto Cuatreros » con anchura media de 60 metros y profundidad de 25 pies, permitiendo la navegación de buques de 30 pies de calado requeriría el dragado de un volumen, en su mayor parte de barro blando, de unos cinco millones y medio de metros cúbicos, el que, para cualquier eventualidad, puede aumentarse en números redondos á seis millones de metros cúbicos, que al elevado precio de 0,20 pesos oro el metro cúbico, representan un costo de construcción de un millón doscientos mil pesos oro (1.200.000 pe- SOS 010). Al hablar de buques de guerra hasta de 36 pies de calado, no preten- do tener conocimiento alguno, ni como ex capitán de artillería (hecho de una plumada) ni como ex ingeniero; es una indicación pasajera de ciudadano, que quizá pudiera, por la cuestión del calado, ó por el sobrante de agua debajo de la quilla, ser recogida por la oficialidad de nuestra marina para alguna aplicación de su ramo. Quizá no se encontraría fuera de lugar, observar que si á la altura de Bahía Blanca, una escuadra puede ser embotellada, también lo puede ser en el actual puerto militar; que las baterías «ctuales pu- dieran, por casualidad ó por sorpresa, ser tomadas de revés, y vol- verse contra nuestros propios buques ; que un buque enemigo pudie- ra pasar aguas arriba del puerto actual, y bombardearlo á mansalva, sin riesgo alguno; quizá que mucho menos expuesto parece un puer- to en Bahía Blanca, á 20 kilómetros aguas arriba del que una escua- dra pueda salir á fondear al mismo Puerto Belgrano, en cualquier momento, que es difícil ó imposible de ser sorprendido, y que puede ser defendido en un canal de acceso estrecho de 12 kilómetros de largo, con terrenos laterales de suficiente resistencia para soportar 298 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA construcciones pesadas, independientemente de que el mismo canal quizá presente facilidades para colocar y retirar con rapidez lo que los marinos de guerra llaman miñas y torpedos. No he perdido un momento de vista el objeto de mi ex abrupta conferencia, en apoyo de la del señor Mercau y en confirmación de las ideas que vengo sosteniendo hace treinta y más años, con diez años de trabajos en el terreno y treinta en la discusión. En 1873, después de haber estudiado y tomado parte en la discu- sión de las sucesivas mejoras del puerto á resolución de la legislatu- ra de la Provineia de Buenos Aires, desde 1867, de haber comprado en Europa la primera draga que vino al país y que bautizé : La Ria- chuelo (1), leí en esta sociedad una Memoria de propaganda á favor dle estudios serios y meditados en la adopción de proyectos de obras de puerto, en contra de los iniciados y prestigiados por intereses par- ticulares, por lo que en la publicación en folleto le di el título de Los Intereses Argentinos en el Puerto de Buenos Atres. La propaganda prosperó con la cooperación de esta sociedad que contaba entonces, como ahora, con miembros que figuraban en el gremio de ingenieros en primera línea por sus conocimientos y su honestidad. Iniciadas las obras modestísimas que se emprendieron en 1876, ellas dieron por resultado su utilización por buques mercantes de to- das las banderas, y la concurrencia al puerto abrigado de los grandes paquetes de pasajeros, siguiendo las huellas del paquete ltalia, re- presentante de la nación de su nombre. Con la constitución definitiva de la nacionalidad argentina en 1880, los ejércitos fratricidas que concurrían año tras año al campo de ba- talla, los soldados ciudadanos empuñaron el arado. para concurrir á la lucha moderna de las naciones, en el campo de la producción y de la industria. De allí nació la necesidad de la confección de un plan de obras de puerto definitivo que abarcara para el futuro, un desarrollo de servi- cios en consonancia con los grandes progresos que se preveían. Pero, á pesar de todos los esfuerzos, y de todas las demostraciones los intereses particulares triunfaron, se introdujo en las obras de puerto un segundo canal de acceso que desbarató todo sistema de en- sanche racional, y se construyó un puerto que ha costado positiva- (1) Draga iniciadora de la canalización en la República Argentina, cuyo mo- delo se encuentra en nuestra Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 299 mente 50 millones de pesos oro, en sustitución de otras obras con mayores comodidades y del relativamente modesto costo de 15 millo- nes. Los otros 35 millones pudieron destinarse á la construcción del puerto del Rosario, del de Bahía Blanca, y de muchos puertos en la costa del Río de la Plata y del Atlántico, hasta el estrecho de Maga- llanes. Durante 20 años, la falta de aceeso al puerto por mar y por tierra, la dificultad de su ensanche, han venido perjudicando á la producción del país y á la navegación de propiedad extranjera, hasta llegar el escándalo á resonar en los recintos del Instituto de Ingenieros Civi- les de Londres, de la Sociedad de Ingenieros Civiles de Francia, de los congresos de navegación y aún del parlamento de Inglaterra. Hoy, después de evidenciado todo el daño que ha hecho al país la malhadada introducción del segundo canal de acceso al puerto, se tra- ta de introducir inconscientemente un tercer canal de acceso al mismo, de consecuencias previstas, y que acabamos de demostrar, más fu- nestas que las del segundo. Se trata de gastar una suma, nunca menor de 80 millones de pe- sos oro, no ya en daño de « Los intereses argentinos en el puerto de Buenos Aires », sino en el de « Los intereses argentinos en los gran- «les puertos nacionales : el de Buenos Aires, con su satélite el de La Plata; el del Rosario, con un futuro puerto militar interno; el de Bahía Blanca, con un futuro puerto militar de mar, todos de mayor profundidad que la del tercer canal de La Plata á Buenos Aires y Paraná de las Palmas y con un costo relativamente ínfimo de la quin- ta parte de los 80 millones, con el modesto costo de 16 millones, in- clusive el de la adquisición de un tren de dragado de 2 millones de pesos. El canal lateral del Río de la Plata, desde el puerto de La Plata al Paraná de las Palmas, sin incluir la profundización de la barra de Punta de Indio, con la mezquina anchura de 40 metros, con 25 pies de profundidad que en cualquier momento se puede obtener, sin gas- to alguno extraordinario en el anchuroso Río de la Plata, con « una hilera de cajones de cemento armado de 1*50 de ancho con relleno de arena ó tierra, con la cima al nivel de 1*50 sobre el cero », « para formar un pie firme é indestructible, malecón firme de material resis- tente, para sostener un dique de tierra de defensa (1); « en equilibrio estático, que no está expuesto á una presión de agua de un solo lado, (1) Offermann, año 1906, páginas 45 y 46. 300 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA con la cima de 2 metros de anchura á 4730 » (1); « que está expues- to á la marejada del río abierto, cuya acción sobre el fondo y las ori- llas del Plata es incalculable » (2); « sin revestimientos de los talu- des interiores » (3); «una vez estudiado por cualquier ingeniero, de cualquiera nacionalidad, con conocimiento superficial de la localidad, y mejorado para que las pequeñas olas no desalojen la arena ó tierra de los cajones de cemento armado, ni las grandes pasen en masa por encima de la cima de 2 metros, ni el paso de los vapores sea funesto para la conservación de los taludes, ni las corrientes, por gran dife- rencia de nivel casi repentino, se lleven en masa los taludes, ni ofrez- can tantos y tan diversos motivos de destrucción completa, digo, que cualquier ingeniero'ó individuo que copie de los antiguos mamotretos, las obras de naturaleza análoga ó que aplique la enseñanza práctica de las existentes, ó las leyes y reglas de los autores didácticos de la ingeniería moderna, nunca podrá llegar á fabricar un presupuesto honesto y verídico del costo de construcción de ese canal lateral me- nor de S0 millones de pesos oro, cuyo interés al 5 por ciento, repre- senta la suma anual de 4 millones de pesos oro. El ahorro de cuatro anualidades del interés de este capital, de ame- nazante inversión, para arruinar al puerto de Buenos Aires, daría lo necesario para hacer las mejoras indicadas en los accesos de nuestros grandes puertos, quizá en los mismos cuatro años, probablemente con el aplauso y estímulo de las naciones amigas, inclusive la pro- pietaria de nuestro puerto rival : Montevideo, y aún con el del pue- blo argentino que podría inaugurarlas en festejo del centenario de nuestra independencia, con cohetes, bombas y otros ruídos costeados por ahorros de gastos en los intereses y en la economía total del ca- pital. Con 40 millones de pesos oro, ó sea la mitad del costo de un canal de herencia lateral á beneficio de inventario, se podrían hacer además de los accesos, muchas de las obras de puerto, que el país reclama á gritos desde hace muchos años. En toda la superficie de la Argentina, desde Salta y Jujuy hasta (1) Offermann, año 1906, páginas 25, publicado probablemente en el Central blatt Bawverwaltung (pág. 22), que aparece en Berlín, quizá con la nómina de las autoridades y personas que han favorecido los estudios de este canal de La Plata á Buenos Aires. Gracias por el honor tan enteramente inmerecido. (2) Offermann, año 1906, página 22. (3) Otffermann, año 1902-9053. Archivo M. O. P., página 22. *“Chimdela. vasá de Bombas: LA PLATA O Chum.Luz£lectrica. q———————A AA A | a PLANO vagnana ora gemas RÍO DE LA PLATA Ha. Gorda . MOSTRANDO EL' CANAL DEL INFIERNO y belisco a . SN M.Morro O EL CANAL BUENOS AIR 3 E EL CANAL LATERAL Á LAS PALMAS JAN d ASES AS y Y EL DEL RÍO DE LA PLATA > E z : Ñ XQ a % Á LAS PALMAS, URUGUAY Y GUAZÚ - 7 TorreSan Ro Sn z > NE SN NE S > ÁNCARMELO = z 5 E 5 y NS Arbol a Hermanas Py o H INS Llas aHmanas N NA EN SOZ04 JONVIO VIYVO 739 Punta del Temor Sa Cup.Iglemja SA < : BELGRANO ENS A TAN Chi Villalonga NO Da SN Din CerveorriaDieckert oca l TorreEntelgleni O Y 7 Chto NuevaQailmea O MiS QUILMES - REFERENCIAS Chim Destíloria- o des CONCHITAS Fondos hasta 17! Chim. Dentíleri o VILLA ELISA É Fondos de más de 171 LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 301 el estrecho de Magallanes y Tierra del Fuego, desde las entrañas de la tierra en las minas de oro, plata y cobre de vieja explotación, has- ta las de carbón argentino de reciente iniciación, no hay producción ni industria que no sufra las consecuencias de las deficiencias evi- dentes de nuestros grandes puertos nacionales, que todos las conoce- mos y pagamos, y que la prensa diaria hace conocer en toda la su- perficie habitable de la tierra. ¿ Es posible guardar silencio y dejar postergar indefinidamente el principio de las mejoras de nuestros puertos, tan urgente é imperio- samente reclamadas ? Cada uno de los colegas debemos concurrir, sin demora, al llamado que nos ha hecho el ingeniero Mercau, al terminar su conferencia; para ilustrar estas cuestiones con los conocimientos que hemos ad- quirido en la Universidad y que se nos han dado gratuitamente por el estado. El país debe esperar que cada uno cumpla su deber (1). El atraso que sufre el país por el deficiente estado de nuestros grandes puertos, y la razón con que reclama la opinión pública su mejora á costa de cualquier sacrificio, no es excepcional para nuestro caso, es común para los grandes puertos de todas las naciones. El bien conocido economista Douglas Owen lo expresa en la Revue Economique Internationale de marzo último, con estas palabras : « Los grandes puertos de un país son armas poderosas y medios sólidos de defensa en la lucha industrial de los estados entre sí : Sirven ó deberían servir de estimulante á las grandes empresas de armadores, que son de gran utilidad para toda la nación. Un puerto no puede existir sin transformarse en el centro activo de una ciudad igualmente activa, que él ha creado y sostiene. <« Cada bulto cargado ó descargado en el puerto, deja un beneficio á los innumerables intermediarios que lo llevan, lo almacenan, lo transfieren y lo aseguran ; remuneraciones que, para las mercaderías propias ó de destino extranjero, constituye una ganancia neta para el estado. « El puerto es el corazón del comercio de un país; la canalización interior, los vagones y los caminos de hierro son sus arterias y ve- nas. Que se interrumpan ó se entorpezcan estos pasajes, una conges- tión será la consecuencia. Si el corazón es insuficiente ó se debilita, (1) Plagio humilde de Nelson en la batalla de Trafalgar dando gloria:á su pa- tria, y pagándola con su vida : England expects every manto do his duty. 302 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA todos los centros de producción y de consumo que él alimenta, tienen que ser perjudicados, quizá sin que ellos sepan, ni se aperciban del origen del mal que los aqueja. « Ningún sacrificio de dinero, ningún esfuerzo debe considerarse exagerado cuando se trata de mejorar y desarrollar los puertos na- cionales ». APENDICE Todavía no se ha terminado la impresión de la Conferencia, cuan- do ya ocurre un caso que sería fatal para el régimen del Río de la Plata y la destrucción de los canales de entrada al puerto, por las obras propuestas por el ingeniero señor Corthell y fatal también para el canal lateral de La Plata á Buenos Aires, según proyecto del in- geniero señor O. Offermann. Los diarios de hoy contienen la noticia que copio de dos de ellos: La Prensa, dice : «En el Río de la Plata. Bajante extraordinaria. — En el día de ayer el río experimentó una bajante rápida y extraordinaria, como pocas veces se ha visto en nuestro puerto. El nivel de la marea des- cendió á los 15 pies 4 pulgadas en el canal del Sud, de 9 á 10 de la mañana. «Con este descenso tan intenso de las aguas vararon todos los bu- ques de ultramar cargados que se hallaban fondeados en la rada y amarrados en el Riachuelo. «Como la bajante fué rápida, se produjo en la rada mucha corren- tada, la cual impulsó á algunos buques. d garrear de sus fondeaderos, yendo á chocar con otras embarcaciones. Entre los buques que resulta- ron con averías está el vapor italiano Jeanne Marcelle. » El Diario : « Choque de buques. — A más del vapor Jeanne Marcelle, recibieron ayer averías el vapor inglés Ravenstone y barca noruega Duncrag, á causa de la correntada que se prodmjo en la rada por la rápida bajante del rio.» Deberes premiosos del momento me impiden hacer mayores co- mentarios. Basta preguntar: ¿que habría sucedido si hubieran existido los dos malecones de defensa de los canales propuestos por el señor Cor- LOS INTERESES ARGENTINOS EN SUS GRANDES PUERTOS 303 thell, ocupando una tercera parte de la sección del Rio de La Plata? ¿ Cómo habrían resistido á la correntada el fondo y los taludes de esos dos canales y los del canal lateral de La Plata á Las Palmas ? ¿ Cuál habría sido el efecto de los vapores, tomados por sorpresa por la correntada en los canales de entrada reducidos á SO metros de an- chura por el proyecto del señor Corthell, y en el canal lateral pro- puesto de 40 metros de ancho por el señor Offerman, probablemente atravesados á la correntada y sirviendo de diques de represa. Es suficiente comparar grosso modo lo que ha sucedido en rada abierta, en medio del Rio de la Plata, con lo que debería suceder en los canales angostos. En mi opinión los canales de los dos proyectos habrían sido destruídos y obstruídos. Sin embargo ni la sudestada, ni el pampero han sido extraordinarios. Jamás se ha proyectado hacer á un país un mal tan inmenso con una inconciencia mayor. | Llamo la atención del profesor de Puertos y Canales de la Facul- tad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de nuestra Universi- dad, sobre la importancia de estos hechos naturales en el Río de la Plata, como dignos de ocupar una parte de su tiempo en la enseñanza de la materia aplicada á las obras que han de constituir la base prác- tica de la Ingeniería Nacional. Luis A. HUERGO. Buenos Aires, junio 5 de 1906. BIBLIOGRAFÍA Exposición de cargos, contra la Academia de la Facultad de Ciencias Médicas, hecha por el Centro de estudiantes de medicina. Un folleto de 55 páginas en 8% menor. — Buenos Aires, 1906. Son de todos conocidos los disturbios, más aún, la rotura completa de relacio- nes oficiales ocurrida entre la Academia de ciencias médicas i los alumnos de la misma Facultad. El folleto que acabamos de recibir contiene tantas i tales acu- saciones, formuladas i garantidas por todos los estudiantes de los diversos años — 0 poco menos — contra dicha facultad, que acusan en esa administración importantísima de nuestros estudios superiores un estado de descomposición, de desmoralización que, con el desquicio inevitable, tendrá por consecuencia inme- diata la relajación de los vínculos de recíproca estimación que deben existir entre profesores i alumnos. : Podrá discutirse la justeza de los cargos de carácter técnico hechas por los estudiantes; pero no así las que afectan á la moral colectiva del personal académico y menos aun los que toman un carácter realmente individual, espe- cialmente los referidos desde la página 16 a la 21 inclusive del folleto que men- tamos. Los disturbios estudiantiles, — no siempre justificados, lo decímos sin amba- jes — tienen por esto mismo sus gradaciones características y, por más que en aquellos pueda hallarse siempre un fondo de verdad sino son a todas luces razo- nables quedan circunscriptos a un año determinado, o menos aún, a una fracción del mismo; pero cuanto toda la falanje estudiantil, especialmente la de los cuatro ó cinco años superiores, se asocia unánimemente para hacer una exposición de cargas tan graves como esta, que ha dado lugar al cierre de la Facultad de Medicina; cenando esa agrupación de jóvenes intelectuales no se arredra ante la idea de perder años de estudios, a pesar de su afán por llegar á la meta de sus nobles aspiraciones, es porque efectivamente algo grave, algo injusto o algo impropio debe haber en esa repartición de la enseñanza nacional. La renuñcia de uno de los más antiguos, de los más doctos profesores de la Facultad, que es a la vez un perfecto caballero y un carácter completamente reposado, el doctor Juan José Naón, ha dado mayor seriedad al movimiento de los estudiautes, pues habiendo sido rechazado inconsideradamente su misión de pacero, queda por lo menos probado que hay intransigencia en al cuerpo acadé- mico de la Facultad de Medicina en sus relaciones con los alumnos. Somos los primeros en condenar las huelgas estudiantiles, y sus consecuentes disturbios, cuando no están justificadas; somos los primeros en sostener que debe salvarse a todo costo la disciplina cuando se pretende violarla sin razón alguna pero también entendemos que pueden errar los señores académicos, en cuyo Laso, si no reconocen noblemente su error, se relaja más sensiblemente la disciplina. por la pérdida de estimación a sus superiores de parte de los estudiantes cuan- do se convencen que sus profesores no rinden culto a lo justo a lo equitativo. La prepotencia en estos casos es tanto o más dañosa que la insubordinación. Hacemos, pues, votos porque el Ministerio de instrucción pública, la Facultad de ciencias médicas, 1 los mismos estudiantes, traten de llegar a una solución que no lesione ni el principio de autoridad, ni el de equidad, i salve sobre todo, el de moralidad, bases absolutamente necesarias para el regular funcionamiento de la importante institución médica argetina. S. F BARABINO. A Italia Atti della LR. Accad. di Scienze Lettere ed Arti degli Agiati, Royereto — Atti della R. Accall. dei Fisiocritici, Siena. — Riv. Li- re, Genova. — Riv. di Artiglieria e Genio, ma. — Boll. della Soc. Geografica Italiana, — Ann. della Soc degli Ing. e degli chitetti, Roma. —< II Politecnico», Milano. S “Boll. della Soc. Zoologica Italiana, Ro- ma. — Gazz. Chimica Italiana, Roma. — L'E- ttricitá, Milano. — Boll. Scientifico, Pavia. — Riv. Italiana di Scienze Naturali e Boll. del Naturalista Collettore, etc., Siena. — Atti “della Soc, dei Naturalisti, Modena. — Boll. a Soc. Entomologica Italiana, Firenze. — oll. della Soc. Médico Chirurgica, Pavia. — tti della Soc. Linguistica, Genova. — Bol. del R. Comtato Geologico d Utalia, Roma. — - Boll. della R. Scuola Super. Agricultura, Portici. — Atti della Assoc. Elettrotecnica Ttaliana, Roma — ll monitore Tecnico, Mi- no. — Boll. del R. Orto Botanico, Palermo. )mmissione Speciale d'Igiene del Muni- Y , Roma — Boll. Mensuale dell'Osserva= torio Centrale del R. Colegio Alberto in nealieri, Torino. — Atti del R. Instituto d'Incoraggiamento, Napoli. — Accad. delle Scienze, Torino. — Atti della Soc. Toscana di Scienze Naturali, Pisa. — Ann. del Museo ¿Civico di Storia Naturale, Genova. — Osserya- o Vaticano, Roma. — Rass. delle Scienze logiche in Italia, Roma. — L'Ingegneria - Ferroviaria, Roma. — Atti della R. Accad. di Scienze, Lettere ed Arti, Modena.- — Studi Sassaresi, Sassari. — Riv. Tecnica Italiana, toma. — Osservatorio della K. Universitá, orino. — Atti del Collegio degli Ingegneri -e Architetti, Palermo. ON Japón The Botanical Magazine, Tokyo. — The rnal. of Geography, Tokyo. — Annota- ms Zoological Japaness, Tokyo. — The oological Society, Tokyo. ; ; Méjico Bol. del Observ. Astronómico Magnético _Metereológico Central, Méjico. — Bol. del - BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS (conclusión) ARGENTINA Observ. Nacional, Tacubaya. — An. del Museo | Nacional, Méjico. — La medicina científica, Méjico. — Memoria y Rev. dela Soc. cientí= fica, Antonio Alzate. — La Farmacia, Mejico. — An. del Inst. Médico Nacional, Méjico. — Bol. del Inst. Geológico, Méjico. y : Natal Geological Survey of the Colony, Natal. Paraguay An. de la Universidad, Asunción. Portugal Bol. da Soc. Broteriana, Coimbra. — Jor= nal da Soc. das Sciencias Médicas, Lisboa. — Acad. R. das Sciencias, Lisboa. — Bol. da. Soc. de Geographia, Lisboa. -- 0 Insttiuto Rev. Scient. é Litteraria, Coimbra. — Bol. do Observ. Metereológico é Magnético, Coim- bra. — Jornal das Sciencias Matemáticas é Astronómicas, Coimbra. — Bol. do Observ. da Universidade, Coimbra. — Bol. do Observ- Meterológico do Infante Dom Louis. Lisboa. Perú (Lima) An. de Minas. — Bol. de la Soc. Geográ- fica. — La Gaceta Cientifica. — Informacio- nes y Memorias de la Soc. de Ingenieros del Perú. — Rev. de Ciencias. SA Rumania Bol. d Soc. Geográfica, — Bucuresci. . Rusia Soc. de Sciences Expérimentales, Khal kow. — Bul. de la Soc. de Geographie, Helsingfors. — Memoires de la Acad. Imper.. des Sciences, San Petersbourg. — Bull. de la Soc. Polithécnique, Moscow. — Rey. des Sciences Mathématiques, Moscow. — La Br blioteca Politecnica, San Petersbourg.— Las Ciencias Físico Matemáticas en la Actualidad y en el Porvenir, Moscow. — Soc. pro Fauna et Flora, Filandia, Helsingfors, Rusia. = Bull. de la Soc. -Impér. dó Moscow. — An. de la Soc. Phisico Chimique, San Petersbourg. — Bull. de la Soc. Imper. de Geographie, San Petersbourg. — Phisi- calische Central Observatorium, San Peters- burg. — Bull. du Jardin Imper. de Botanique. - San Petersburg. — Korrespondensblat de * Natufors Vereins, Riga. — Bull. du Comité “Géologique, San Petersbure. — Bull. Soc. des Naturalistse de la Nouvelle Russie, - Odesa. San Salvador . o Metereológico y seo: El Salvador. Suecia y Noruega - Sveriges geologisca Underskning, Stoc- kolm. — Bull. of the Geological Inst. Uni- versity of Upsala, Suecia. — -Kongl. Vetens- kaps. HAkademiens. Acad. des* Sciences, NACIONALES Buenos Aires Rev. de la Fac. de Agronomía y Veterina=- ria, La Plata. — Rev. del Centro Universi- tario. La Plata. — Bol. de la Biblioteca - Pública, La Plata. — An. del Museo, La Plata. = Oficina Químico Agrícola, La Plata. — An. del Observ: Astronómico, La O = Rey. Mensual de la Cámara Mercantil, Barra- 0as El Sud. Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos Aires. — Ar- chiyos de Criminalogía, Medicina legal y í Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geográfico Ar- gentino..— Bol. de Estadística Municipal. = So Rev. Farmacéutica. — La Ingeniería. — An. - del Depart. Nacional de Higiene. — Rev. Nacional. — Rev. Técnica. — An. de la Soc. Rural Argentina. — An. del Museo Nacional de Buenos Aires. — Bol. Demográfico Ar- “SUBSCRIPCIONES Paris Annales des. Ponts et Chaussées. — « Re= vue ». — Contes Rendus de l'Académie des Sciences. — Annales de Chimie et de Pbysi- que. — NouveJles Annales de Maihe ro igeeS —- « La Nature ». — Nouvelles Annales de la Construction (Oppermann). — Revue Scien- - tifique. — Revue de Deux Mondes. des Naturalistes, $ dy E Litterarum, Vidensk Seskabes, Cristiani . l de la . — Giornale del Genio Civile. - sellschaft. Zurich. — Soc. Hevéltique «Rural. — Bol. de la Enseñanza Primaria _naderia y Agricultura. tebo Orgensi ; “Suiza ; "Bull. Tecnique de la Suisse Romande, Lau-- ssanne. — Gengraphich Ethnographiche ea es Sciences Naturelles, Berna. — Bull. de la. Soc. Neufchateloise de Beographies Uruguay (Montevideo) Vida Moderna: — Rev. de la ASGciacia Bol. del Observ. Metereológico, a Colón. — An. de la Universidad. — An. del Museo Nacional. — Bol. del Obsery. Metereorológico, Municipal. — An. del Departamento de > a Argentina. gentino. — Rev. de a £ ntes de — Rev. de la As acio us. geniería. — Re la Lig. a aria. — Re Jurídica y de u. usas Soc uies. — Bol, de la Unica Indust . Argenuna. — Bol. del - Centro Naval. = sul Monitor de La Educaci Común. — Enciclopedia Militar. — La” Se= mana Jédica. — Anuario de la Direccion de Estadística. — Rev. del Círculo Militar. Córdoba Bol. de la Acad. Nac. de fiencias. Entre-HKios An, de la Soc. Rural: Tucumán Anuario Estadístico. d 3 Koma Trattato Generale dell'Arte delIngegnes, Milano na — L'Elettricitá. Londres The Builder. ANALES DE LA OCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dirscror : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO Secretarios : Doctor JuLto J. GATTI y señor EMILIO REBUELTO SU GlAN 1487 sco Dl aL > e Eh dy 20Ly Ze, AN CO EsISLY blo Ce An so7unpseoo =e: ES - > MOL? DIMB4Lp) eZ -9-0-6-9-0— Ñ 2 > : ON Se SETI Ss q . AS SN IN : S JS Ss z ER — EL OS e >. ES ==> AKAÉáA A AAX IA Y / s (05 y E : E SAA so Lg z A pers AS S= 04 0 A= COP. 10/0733 E Ez e O A E Y a SoLo. SS SE eunbez S a NS A > ¿e NIÁGARA GRAFITO ARTIFICIAL El reloj Sol de las edades se ha llamado á las cataratas del Niágara, debido al hermoso ejemplo geológico que representa, la estratificación (le las rocas por donde han cortado su camino, pudiéndose determinar de una manera evidente el número de años que han sido necesarios para abrir su cauce. Los geólogos han deducido teorías en cuanto á la antigúiedad de la tierra, queriendo probar: Que aquel quien la hizo y reveló su fecha á Moisés, se equivocaba en su edad. Existe la tosca de cuando era un mar de agua salada y también de la época glacial, cuando toda esa región estaba cubierta de hielo, que venía del Norte, semejante como el que cubre actualmente á « Greenland. » Esta edad de hielo, según se determina, aproximadamente duró 50.000 años y terminó hace 200.000 años. Después tienen. «Goat-Island » que es el Paraíso de los geólogos. Aunque hay algunas tierras en los alrededores que no han sido eculti- vadas por el hombre, la parte Oeste de esta Isla es absolutamente un pedazo único de tierra virgen. De acuerdo con los cálculos más exactos, la opinión conjunta de los geólogos, es que han pasado 35.000 años desde que las cataratas estaban en « Lewiston » que quedaá siete millas de donde actualmente están; y difícilmente puede dudarse que los depósitos fluviales en la isla empezaron desde que el río subió sobre su borde al pie del Lago Erie. Toda esta. magnificencia de la transformación de la naturaleza, el curso de los años y el agua que busca su nivel, forman hoy las 330 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cataratas del Niágara, cuya caída impone por su grandeza y fuerza. Se calcula en 5.000.000 los caballos de fuerza que pueden emplearse y la infinidad de fábricas é industrias que ya se han establecido bus- cando esta fuerza barata, hacen hoy uso de más de medio millón de caballos. Me voy á referir á una de estas fábricas, que por lo general pasa desapercibida, y que tiene sumo interés por ser una industria recien- te, y un producto geológico artificial. En 1891, Mr. E. G. Acheson hacía experimentos para producir una forma de carbón cristalino mediante la mezcla de cal y coke en un horno eléctrico. El resultado de ellos fué el descubrimiento de una composición de carbon y silicio bien conocida ahora por el celebrado « Carborum- dum ». Mientras fabricaba ésto en el horno eléctrico, Mr. Acheson encontraba frecuentemente una forma de carbón que tenía todas las propiedades del grafito, y por investigación encontró que esto se for- maba por la descomposición del carburo de silicio, pues al aumentar la temperatura, el compuesto se divide en sus elementos; el silicio es eliminado en forma de vapor y el carbon queda en forma de gra- fito puro. Después de haber desarrollado la manufactura del carburo de sili- cio, se ocupó de la manufactura comercial de grafito por medio del carbón amorfo. El hecho que el grafito es formado por la descompo- sición del carburo de silicio, sugestionó la idea que otros carburos po- drían también rendir grafito cuando son descompuestos por medio de altas temperaturas. Esto probó ser cierto, pues encontróque se podría producir grafito de un gran número de carburos, tales como los carbu- ros de aluminio, magnesia, hierro, etc. Pero en la mayor parte de los carburos, el peso del elemento que forma el carburo, es mucho mayor que el del carbón; por ejemplo, el carburo de silicio contiene (70 %,) setenta por ciento del material que forma el carburo, es decir, silicio; por consiguiente de 100 kilos de ese carburo, se pueden producir solamente 30 kilos de grafito, y es necesario tener la suficiente ener- gía en calor para evaporizar 70 kilos de silicio. Sin embargo, mientras se progresaba en la investigación se descubrió que si una cantidad relativamente pequeña del material que forma el carburo, fuera ínti- mamente mezclado con el carbon amorfo, éste se convertía en grafito, siendo la explicación de ésto, la hipótesis de una acción de catalisis. El primer empleo práctico de este grafito fué en la manufactura de electrodos para trabajos electrolíticos y electro-metalúrgicos. Se cons- GRAFITO ARTIFICIAL 331 truyen como un carbón ordinario, tales como los usados en las lám- paras de arco, que se le agrega una cierta cantidad de la substancia que forma el carburo. Cuando se calienta el electrodo en el horno eléctrico, el elemento que forma el carburo reacciona con el carbon, formando un carburo y á una temperatura más alta, es desalojado, dejando al electrodo en la forma de grafito perfectamente puro. Son por consiguiente esos electrodos, inapreciables en casi todas las ramas de la industria electro-química debido á su pureza, su alta conductibilidad eléctrica, uniformidad, su resistencia á oxidación y á la acción de desintegración. La densidad es 2,25, y la resistencia eléctrica específica es de $00 ><107* Ohm por centímetro cúbico en contra de 4000 >< 107"; del carbon ordinario amorfo. En ciertos empleos como en la descom- posición de soluciones de cloruro de sodio en la manufactura de cloro y soda cáustica, tiene una vida de cuatro á ocho veces más que el mejor carbón de retorta. Otra gran ventaja que tiene sobre cualquier otra forma de material de carbón, es con la facilidad que este grafito es trabajado á máquina. Barras y platos pueden ser hecho en forma económicas de anodos, y para los trabajos en hornos eléctricos, juntas entrecaladas se pueden hacer en electrodos y cambiarlas mientras alimenten el horno uno tras otro, según consumo. Los artículos de grafito también son em- pleados en otra clase de trabajos eléctricos, como ser, cepillos para dinamos y motores, contactos movibles, terminales de interruptores. Para este uso tiene la propiedad de no formar arco. Por el proceso de Mr. Acheson al hacer carburo de silicio el horno se Calienta por medio de una corriente eléctrica que pasa por un alma de carbon granulado. Después que se ha trabajado en el horno mu- chos de los granos de coke, se encuentran que consisten de una exce- lente clase de grafito, y su examen ha demostrado que su formación depende de la materia contenida en el coke original. El grafito, sin embargo, no es uniforme, como podría esperarse, pues la distribución es irregular de la materia que forma el carburo. Pero la producción de este grafito dió la idea que un grafito superior y más satisfactorio podría obtenerse si se encontrara un material carboroso uniforme y homogéneo; con este objeto en vista, se hicieron numerosos experi- mentos en varios materiales carbonosos y se encontró que podía pro- ducir el grafito generalmente más útil del carbón antracita. También se encontró que el coke de petroleum rendía un grafito muy satisfactorio para ciertos casos. 332 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los hornos empleados para la transformación del carbón antracita en grafito son de una forma larga y angosta, construídos de ladrillos dle máquina y rebocado con un material refractario adecuado. A cada extremo del horno, tiene un terminal construído de barras de carbón, de'los cuales están conectados los cables que llevan la corriente. El horno se llena de carbon antracita, en el cual se introduce una barra de carbón para hacer la conexión eléctrica entre los terminales. El carbón antracita es un mal conductor de electricidad; por eso la ne- cesidad de la barra de carbón. Una corriente que desarrolla mil caba- llos de fuerza, se emplea para trabajar cada horno; ahora se han instalado hornos con una capacidad de 2000 caballos cada uno. La temperatura á la cual se eleva el carbón antes que se convierta en erafito es muy alta. Uno se da cuenta de esto observando el depósito de sílice en las paredes de los hornos. Durante la operación el sílice del carbón antracita es reducido y el silicio se combina con carbón para formar carburo de silicio; eventualmente esto es descompuesto y el silicio es expulsado fuera del horno en la forma de vapor incan- descente, que quema en el aire, depositando sílice en la forma de un polvo fino y blanco en las paredes de ladrillo. En la misma manera los otros constituyentes de la escoria, tales como hierro y aluminio, son vaporizados y disipados. Cuando el horno se ha enfriado se saca el grafito, llevándolo á un molino donde se rompe; y finalmente separado en pedazos según los varios usos en que se emplea. En el caso de grafitos naturales, cuando se desea un producto puro, se tiene que emplear un proceso costoso y trabajoso de purificación por ácidos y lavados; pero desde que Mr. Acheson produce grafito átem- peraturas donde todos los cuerpos, menos el carbón, son vaporizados, es lógico que su pureza depende en la calidad de tiempo de que ha sido calentado. Para objetos comerciales, es la costumbre de dejar de uno á diez por ciento de impurezas en el grafito. Es posible, sin em- bargo, hacerlo químicamente puro, pues se hace grafito que contiene tres partes de escoria en 10.000; pero para usos ordinariamente co- merciales, tan alto grado de pureza es innecesario, y es natural que el grafito tan puro es mucho más caro. Cuando el grafito es quemado, todas las impurezas se encuentran en la escoria del residuo, que con- sisten principalmente de silicio, hierro y aluminio, predominando el primero. Otra de las aplicaciones más importantes del erafito artificial, es la manufactura de capas protectivas para las estructuras de hierro y GRAFITO ARTIFICIAL 333 acero, que en grandes cantidades se usan ahora en Estados Uni- dlos para ese objeto, lo que por su calidad de pureza, uniformidad y su inactividad química lo hacen especialmente valioso. Las únicas impurezas presentes son: carburo de silicio, uno de los cuerpos quí- micos de menos actividad y trozos de sílice, óxido de hierro y alúmi- na. Desde que el grafito artificial se hace á una temperatura, que todos, menos los compuestos más estables químicos, dejan de existir; todos los cuerpos descomponibles se destruyen. JORGE NEWBERY. VARIEDADES Xx” Congreso Jeolójico Internacional 1906 — Hemos reci- bido de Méjico, donde debe realizarse el décimo Congreso Internacional de Jeolo- jía, la 32 Circular relativa al mismo. Las sesiones del Congreso se inaugurarán en la capital mejicana el jueves 6 de satiembre i se cerrarán el 14 del mismo mes. Tomarán parte en ellas los más notables jeólogos europeos i americanos, lo que garantiza un resultado favorable para el progreso de esta rama de las ciencias naturales. Los miembros del congreso harán — antes i después de las sesiones — varias escursiones. Antes de la apertura tendrá lugar la ESCURSIÓN AL SUR que durará 9 días (del 20 al 29 de agosto, sólo para 30 congresistas). Visitarán au Oaxaca, en viaje arcaico al cañón de Tomellin; las ruínas de Mitla; tobas riolí- t.cas de Tlacolula; concluyendo por ver el cretáceo inferior fosiláfero de Zapotit- lín. En seguida emprenderán la ESCURSIÓN AL ESTE que durará 3 días (del 2 al 4 de setiembre), en la que tomarán parte 250 per- sonas. Verán las rocas neovolcánicas yendo a Jalapa; en los alrededores de ésta, los fenómenos neovolcánicos. Los que lo deseen podrán visitar el Paleoplioceneo de Santa María Tatetla (paleoplioceneo fosilifero). Luego visitarán el Cerro de Esca- mela (cretáceo medio con rudistas); entre Orizaba i Méjico tectónica de la Sierra Madre Oriental. Otra comitiva hará al mismo tiempo la ESCURSIÓN AL JORULLO que durará 13 días (del 20 de agosto al 1% de setiembre), limitando a 30 el nú- mero de escursionistas. Irán al Volcán Toluea i visitarán los cráteres ; pasarán por Morelia, Patzcuaro, Ario i Mata de Plátano, al pie del Jorull9, cuyo cráter i cono visitarán; en seguida visita a Malpaís i Hornitos. VARIEDADES 335 Simultáneamente se realizará la ESCURSIÓN DEL SAN ANDRÉS I COLIMA que durará 12 días (del 21 de agosto al 1% de setiembre), limitada a 30 escur- sionistas. Irán a 4gua Fría a ver los domos basalticos, las fuentes termales. Luego los jeiseros estinguidos de San Andrés; los pequeños jeiseros i turbacos de Lutlan; el volcán de Colima, que examinarán. Terminadas las sesiones del Congreso se harán las siguientes visitas : ESCURSIÓN DEL NORTE % que durará 20 días (del 15 de setiembre al 4 de octubre) i en la que tomarán parte 250 escursionistas, para visitar : los cráteres de esplosión del valle de Sam- tiago; las minas de plata i la jeolojía de Guanajato; la jeolojía de los alrededores de Zacatecas : trias superior fosilífero 1 rocas volcánicas — minas de plata del Bote; las minas plomo-arjentíferas de Mapimí ; las minas de azufre de Conejos i el calcá- reo rudístico; las capas cretáceas fosilíferas del cerro de Muleros, relación entre la tectónica 1 la masa eruptiva; la jeolojía de las cercanías de Parral, rocas volcáni- eas, la mina de plata de Quebradilla; la jeolojía de los alrededores de Parras, cre- táceo superior, tectónica. En viaje a Mazapil : relación entre la tectónica i la masa eruptiva, capas jurásicas 1 cretáceas; visita a la mina de cobre de Aranzazú; escur- sión á la sierra de Santa Rosa (8 horas a pie); serie superjurásica i cretácea fosi- lífera. Relación entre la tectónica i la masa eruptiva; ¡jeolojía de Las Esperanzas : eretáceo superior fosi ifero; alrededores de Monterrey : cretáceo superior; en Ramos Arispe; tectónica, cretáceo superior fosilífero; en Cárdenas i Canoas, cretáceo supe- rior fosilifero. Los escursionistas que lo deseen podrán visitar los pozos de petróleo de Ebano. Al volver visitarán la caverna de Choi (calcáreos capriníticos). En seguida emprenderán la ESCURSIÓN AL ISTMO DE TEHUANTEPEC (que durará S días (del 6 al 13 de octubre) i se limitará a 60 personas. En viaje : tectónica de la Sierra Madre Oriental; en El Hule, plioceno fosilifero ; idem en Santa Rosa; en viaje a Coatzacoalcos, mioceno superior fosilífero, cretáceo medio fosilífero, tectónica de la sierra del Istmo; en viaje a Chivela tectónica de la sierra del Istmo; esquistos cristalinos ; en San Jerónimo rocas graníticas i porfídi- cas. Visita á los alrededores de Tehuantepec : arcaica. Visita de los alrededores del puerto de Salina Cruz : rocas graníticas. Estas escursiones se harán parte en ferrocarril, parte a caballo o a pie; se viajará, en lo posible, de noche, i algunas se dormirá bajo carpa, incomodidades bien conocidas de los jeólogos que no les arredrarán por cierto. Conviene observar que el gobierno de Méjico pagará el 50 por ciento de los gastos en los buques de las compañías de navegación que tocan en los puertos 336 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mejicanos. Las compañías ferroviarias norteamericanas harán también un des- cuento en las tarifas. En los ferrocarriles mejicanos se ha fijado ya este des- cuento en 50 por ciento. Por si alguno de nuestros ¡eólogos “nacionales desea intervenir en aquel cer- tamen, agregamos el formulario con el que pueden dirijirse al señor Secretario Jeneral del Congreso: Feuille d'inscription 1. Le soussigné s'inscrit comme membre du X'”* Congrés Géologique Inter- national. 2. Il désire obtenir un exemplaire du Livret-guide des excursions et prendre part aux excursions suivantes: Excursions avant la session: Ia, Exeursion de Est; Ib. Excursion du Sud; 1 ey d, Excursion de 1”Ouest. Excursions apres la session: II a, Excursion du Nord; II b, Excursion a 'Isthme de Tehuantepec. 3. Il se propose d'arriver au Mexique: a, par la ligne de navigation... (prie- re d'indiquer la route.) b, par le chemin de fer... (voir les indications sur la carte) et de retourner: a, parla ligne de navigation... b, par le chemin «le fer... Nom... Eta... Adresse... (On est prié d'écrire en l.tres bien visibles et de biger les mentions superflues). Ls prix d'inscription est, fixé a 20 francs (S piastres mexicaines, 4 Dollar, 16 Mark, 16 Shilling). Lo prix du Livret-guide est fixé á 10 francs, (4 piastres, mexicaines, 2 Dollar, S Mark, $ Shilling.) Pour chaque excursion, á laquelle on désire prendre part, on est prié dV'envoyer la somme de 20 frances, quí sera perdue par les personnes qui ne suivront pas les excursions, et qui diminuera les frais des excursions pour les participants. (Signature) Priére d'adresser le présent bulletin 4 M. Ezequiel Ordónez, Secrétaire général du Comités WVorganisation du Xme Congrés Géologique International, 5% del Ciprés, No 2728, Mexico, D. F. La cotisation doit étre remise au Trésorier du Comité d'organisation, M. Juan de Villarello, 52 dlel Ciprés, No 2728, Mexico, D. F. Des mandats poste pour le Mexique peuvent étre envoyés de la Grande Bretagne, de France, dV'Allemagne et des Etats Unis. Hacemos votos porque el feliz éxito que se prevé para el X% Congreso Inter- nacional de Jeolojía sea una lisonjera realidad. S. E. BARABINO. Elinjeniero Pagnard. — Este señor nos dirije una carta, con «motivo de un párrafo de la conferencia del injeniero Huergo, publicada en los 4nales, en el que incidentalmente el conferenciante dice que el señor Pagnard, exinjeniero jefe de los constructores del puerto del Rosario, separado de la dirección de es- tas obras, había sido empleado por el gobierno nacional para confeccionar el nue- yo proyecto del puerto de la Capital. He aquí las aclaraciones del señor Pagnard : «He sido, no ingeniero en jefe, pero sí director general y representante de-la VARIEDADES 337 empresa del puerto del Rosario y, como tal, he tenido el honor de discutir y fir- mar el contrato de concesión del puerto el 16 de octubre de 1902. Me parece inútil agregar que creo haber defendido bien, como siempre acostumbro hacerlo, los intereses que me fueron confiados. «En lo referente 4 mi separación de la dirección de las obras, que el señor injeniero Huergo dice ser de pública notoriedad, me limitaré á reproducir á con- tinuación la carta que el jefe de la casa Hersent, que dejaba, escribió á un dia- rio del Rosario, pareciéndome superflua cualquiera otra explicación : « Rosario. 11 agosto 1905. Señor Director de « La Capital ». Presente. — Muy señor mio : La publicación en su respectable diario relativo al cambio en la dirección de las obras, dirijidas hasta ahora por el señor Abel J. Pagnard, pudiendo dar margen á equivocaciones me corresponde espontáneamente pedirle se sirva hacer saber : que la salida del señor Pagnard obedece á circunstancias personales para poder interesarse en otras obras, quedando sin embargo á nuestra disposición por todo cuanto podrá ser útil á la empresa del puerto y yo tengo 4 reconocer sus buenos servicios durante 18 años que ha estado en nuestra casa. Saluda á Vd. atenta- mente pidiéndole la publicación de la presente carta. — G. Hersent. » «Por decreto de 10 enero pasado, publicado en el Boletin Oficial con fecha 13 del mismo y reproducido los días siguientes por los diarios de Buenos Aires y de las provincias, tuve el honor de ser encargado por el gobierno de hacer cier- tos estudios determinados, lo que paréceme ser de suficiente notoriedad pública ». Satisfecho el pedido del injeniero Pagnard, nos permitimos significarle que convendría más en todo sentido, dejando susceptibilidades á un lado, tratara la cuestión de fondo, ya sea refutando, ya aprobando las aserciones técnicas del señor injeniero Huergo, relativas á un tema de tan vital importancia para el país, como es la solución racional de su máximo puerto comercial. (La Dirección). AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXI. 29 BIBLIOGRAFÍA Teoría de las tarifas. Estracto de las conferencias dadas en la Facultad de In- jeniería por el catedrático de la asignatura, injeniero ALBERTO SCHNEIDEWIND. Un folleto de 80 pájinas i 14 figuras intercaladas. Como el título lo dice, la Teoría de las tarifas forma parte integrante del curso de ferrocarriles que el profesor Sehneidewind dicta, con su notoria competencia, en nuestra Facultad de Ciencias Exactas. El autor, que en un principio se había concretado a enseñar las ideas emitidas por el profesor Launhardt, hoi, gracias a su larga práctica profesional, ha llegado a constituir, puede decirse, una teoría propia, especialmente en lo que atañe a su aplicación en la Arjentina. Él mismo se expresa así : « Para llegar al fin que me he propuesto, o sea el desarrollo del problema de la teoría de las tarifas, he estudiado i considerado las condiciones especiales de nuestro país, su estensión territorial, la densidad i límite máximo de las diver- sas zonas de producción, el beneficio que puede alcanzar el público 1 el razona- ble que deben obtener las compañías ferroviarias. » « Con estos elementos i sin pretensión alguna espero que este trabajo pueda ser de utilidad, no sólo a mis alumnos, sino también a los que se dedican a di- rijir i fiscalizar la esplotación de los ferrocarriles arjentinos. » He aquí el índice de los capítulos : I. Definiciones ; II. Gastos de esplotación ; III. Coeficiente de transporte ; IV. Ecuacioues fundamentales ; V. Influencia de la densidad de producción; VI. Ta- rifas sencillas ; VII. Tarifas diferenciales ; VIII. Tarifas parabólicas ; IX. Tari- fa con cuota terminal ; X. Comparación de los diferentes sistemas de tarifas; XI. Influencia de las estaciones ; XII. Competencia de los carros, Tarifas por zonas ; XIII. Tarifa normal ; XIV. Tarifa más conveniente, Ganancia ó lucero del productor, Coeficiente de densidad ; XV. Tarifas de combinación ; XVI. In- fluencia de la cotización del oro sobre las tarifas ; XVII. Elementos que influyen en la fijación de las tarifas ; XVIII. Disposiciones legales ; XIX. Zona de un fe- rrocarril i distribución de las vías en la misma; XX. Competencia i fusión de ferrocarriles ; XXI. Competencia de la navegación con los ferrocarriles ; XXIT. Tarifas especiales i ordinarias para frutos del país i cargas en jeneral. Como se ve una serie de temas de la mayor importancia económica para el país, tratados con maestría por el autor. Nimio resultaría hacer resaltar mayor- BIBLIOGRAFÍA 339 mente la bondad del trabajo, pues los hechos han corroborado de una manera fehaciente la exactitud de las conclusiones del injeniero Sehneidewind. S. E. BARABINO. Tratado elemental de Aritmética, de acuerdo con las ideas modernas y mé- todos más rigurosos por C. C. DasseN, Ingeniero Civil; doctor en ciencias físico matemáticas, profesor de matemáticas superiores de la Facultad de Cien- cias Exactas, etc., etc. Un volumen, en 8% menor, de XIv-548, pájinas, con 30 figuras intercaladas en el testo i 1300 ejercicios escolares, escojidos, con sus respectivas soluciones. Casa editora, Coni hermanos. Buenos Aires, 1906. Precio: 5 pesos. Con esta obra el doctor Dassen ha completado la serie de testos de matemáti- cas elementales que, a pedido de los editores, escribió con destino a las escue- las i colejios de enseñanza secundaria, siguiendo un plan moderno, de más se- guros resultados, según el autor, inspirándose, por loque a la presente obra atañe, en los trabajos de Tannery i Capelli, en las Enciclopedias de ciencias mate- máticas, revistas en los testos modernos de Romero Rubira, Drouard, Claret i Mannery, etc. El autor agregó una sección de aritmética amena, consultando las obras de Lucas, Ball, Vinot, etc. Negar razón al doctor Dassen cuando sostiene que deben modificarse los méto- dos de enseñanza sería negar el progreso de la enseñanza científica, debida a la novedosa amplitud . que van tomando las ciencias mismas, ora sea en el fondo, ora en sus aplicaciones. En cuanto a si ha sido feliz en la aplicación de los métodos modernos de la enseñanza de las materias elementales, aunque le hayan servido de guía jeó- metras de reconocida competencia profesional, corresponde establecerlo a los que han aceptado i aplicado los testos del doctor Dassen. Debemos en honor de la verdad hacer constar que algún profesor ha creído hallar en los prefacios del doctor Dassen, la intención de juzgar poco menos que irracionales los métodos de enseñanza de las matemáticas elementales que rijen aún hoi, en jeneral, en todas partes, i, por consiguiente, un juicio, aunque ve- lado, deprimente para los demás profesores o autores. Algo bueno han de tener los demás testos de enseñanza i maestros que les aplican cuando con ellos, i a pesar de todo, han conseguido alumnos distinguidos que figuran entre los primeros injenieros i entre los mismos doctores en ma- temáticas. j Que ésto sea mejor que aquello no obsta para que ambos sean buenos. En este concepto, basta la buena intención para aplaudir los sanos propósitos del doctor Dassen i para aconsejar a sus colegas en la enseñanza el análisis sin prejucio de la obra del intelijente i laborioso colega i su aplicación como ensayo. La ciencia, aún elemental, debe ser ecléctica. El libro ha sido bien editado, lo que no es de estrañar habiendo salido de los talleres de la casa Coni Hermanos. S. E. BARABINO. 340 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El riego en los altos de Córdoba (cómo i en qué debe aprovecharse) por JUAN BIALeET MassÉ. Un volumen de 240 pájinas en 8% menor, con nume- rosas figuras en el testo. — Córdoba 1906. Se trata de un nuevo trabajo del doctor Bialet Massé, i no de los menos útiles por cierto. Pero, ante todo el hombre : siento el deseo, la necesidad de manifestar a este activo e infatigable pioneer del progreso del país, mi profunda simpatía por su carácter indomable, que no han podido vencer ni la felonía de los hombres, ni la prepotencia de mandones seudocristianos que actuaban pisoteando las máxi- mas del mártir del Gólgota ; ni las contrariedades pecuniarias que llamaron más de una vez a las puertas de su hogar; ni la indiferencia, ni la ingratitud de los mismos que había beneficiado con sus obras ; ni los cerrojos de las mazmorras cordobesas que le hospedaron para premiarle por haber construído la obra más importante que posee hasta hoi la República; no puedo dejar de esteriorizarle mi profunda estima por la nobleza de su carácter que no se deja abatir por las adversidades, sino que sigue impertérrito su ruta accidentada por el esca- broso sendero de la existencia, siempre en marcha progresiva hacia la noble meta de sus aspiraciones intelectuales, de sus actividades materiales, todas bien intencionadas, muchas de real utilidad para el país ; no puedo menos que mani- festarle mi admiración por su talento múltiple que recorre ávido de saber los campos de la medicina, de la jurisprudencia, de la injeniería, cosechando sana mies en todos ellos, para sembrarla á su vez en beneficio, más que propio, ajeno. El doctor Juan Bialet Massé es todo un hombre, intelectual i moralmente con- siderado. Constructor del famoso i monumental dique de San Roque ; fabricante de ca- les i cementos, en beneficio del país i perjuicio propio ; jurisconsulto e injeniero, escribe una obra de positiva utilidad sobre injeniería legal, que no ha podido hacer pública por falta de apoyo de los mismos que serían beneficiados por ella, i de cuya bondad buena prueba ham dado los capítulos sueltos que se publicaron en la Revista Técnica; la cuestión obrera dale tema para escribir una memoria llena de sanas ideas económicas i de buenos consejos prácticos ; ahora se lanza al campo de la hidráulica agrícola para batallar en pro del riego racional que debe ser el fundamento inconmovible del progreso de la agricultura nacional. y El pequeño volumen que acaba de dar a luz el doctor Bialet Massé, si bien es dedicado a la provincia de Córdoba — pagando con una obra buena el mal que en ella le hicieran — tiene observaciones i enseñanzas de aplicación jeneral. Es un estracto de una obra de mayor aliento sobre Riego que tiene en preparación el propio autor. El libro está escrito en una forma sencilla i clara a la vez que concisa i prác- tica, lo que le hará útil a aquellos a quienes está destinado. He aquí el índice de las materias tratadas : Introducción : Jeneralidades so- bre el riego. Capítulo 1, Necesidad del riego i sus modalidades ; II, Indice i coe- ficiente de imbibición i permeabilidad ; II, Relaciones entre el clima i el riego ; IV, Teoría del riego ; V, Del modo de regar; VI, Del tiempo de regar ; VII, Del riego en los cultivos especiales ; VIII, Economía rural de la zona de riego. BIBLIOGRAFÍA 341 Terminaremos incitando al doctor Bialet Massé a perseverar en su labor sana i provechosa, i poniendo a su disposición las columnas de los 4nales para la pu- blicación de sus trabajos científicos. S. E. BARABINO. La diga di derivazione sul rio V, in Villa Mercedes di San Luis. Memo- moria di ORESTE VULPIANI, ingegnere direttore dei lavori, ora ispettore ge- nerale d” irrigazione al Ministerio dei Lavori Pubblici della Repubblica Ar- gentina. Un volumen de 78 pájinas con dos láminas litografiadas i 15 vistas fotográficas de los trabajos en sus diversos estados. Es una interesante monografía escrita espresamente por el injeniero Vulpiani para la esposición de Milán que acaba de inaugurarse. En ella da cuenta de la razón de ser de la obra, estudia el réjimen del río Y i el criterio del proyecto realizado, describiendo : a) El dique sumerjible ; b) La cabecera izquierda i la torre ; ec) La cabecera derecha ; d) La toma ; e) El desarenador ; f) El revestimiento a monte de la toma ; gy) La defensa de la marjen izquierda ; h) La escollera i su muro de sostén ; 1) Las compuertas Stoney. En cuanto a la ejecución de los trabajos se ocupa : a) De los materiales i su transporte ; b) De la fabricación de los bloques artificiales ; c) Del teléforo o cable-way Lidgerwood ; d) Del desarrollo de los trabajos. Pasando a la distribución i administración analiza : a) La distribución (zona regable, consumo de agua, etc.) ; bd) La administración ; ec) Las contribuciones. Si la publicación que mentamos tiene su real interés, lo ofrece aún más la obra en sí misma, pues se trata de una hermosa construcción, la primera que se efectúa en el país mediante bloques artificiales de hormigón, la cual sometida ya a duras pruebas ha confirmado las previsiones optimistas de su autor, el injenie- ro Vulpiani. Oportunamente ampliaremos esta breve nota bibliográfica, haciendo conocer detalladamente la importancia de esta obra. S. E. BARABINO. El gobierno escolar de la provincia de Buenos Aires, desde 1906, por MaA- NUEL B. BAHía, director general de escuelas i presidente del Consejo je- neral de educación. La Plata, 1906. Un folleto en 8% menor, de 55 pájinas. Contiene el informe elevado al Consejo jeneral de Educación de la provincia de 342 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Buenos Aires por su presidente, el doctor M. B. Bahía, historiando su actuación durante los cuatro años que viene dirijiendo las escuelas de la misma. Es mui difícil narrar lo que uno mismo ha hecho en una administración sin caer en ego- tismos no siempre bien recibidos por el lector; pero el doctor Bahía ha sabido salvar este escollo dando a sus palabras tal espresión de sencilla sinceridad que desaparece su persona i queda, en quien le lee, la sensación de una - administra- ción activa, inteligente i honrada, lo que no nos parece poco. S. E. BARABINO. Revista Chilena de Historia Natural. Organo del museo de Valparaíso. Di- rector i redactor, profesor Carlos E. Porter. Hemos recibido esta interesante revista chilena en 1 volumen de 420 pájinas, constituído por las 12 entregas de la Revista i las otras 12 del Boletín del Museo, correspondientes al año de 1905. Contiene 27 trabajos orijinales, 11 de los cuales de su director el profesor Porter ; 2 reproducciones ; 18 estractos de otras revistas del mismo director ; una sección de Crónica, Correspondencia i variedades ; otra destinada a Biblio- grafía ; un Boletín Metereolójico ; otro Estadístico i de Canjes i una Lista de las especies descritas en este volumen. Muchas figuras intercaladas en el testo, ilustran las materias contenidas. Para hacer resaltar lo interesante de la publicación, nos bastará decir que en ella se describen 21 especies nuevas del reino animal i 85 del reino vejetal. S. E. B. Monografía storica dei porti dell'lantichita nella penisola italiana. Un volumen de 400 pájinas en 4% mayor, exornado con interesantes figuras i mapas intercalados en el testo. Roma, 1905. Esta notable publicación, hecha recientemente bajo los auspicios del Ministerio de Marina de Italia para ser presentada al Congreso internacional de navegación en Milán, fué confiada por el ministro almirante Carlo Mirabello a la benemérita Societa Ligure di Storia Patria, cuyo presidente, el marqués Cesar Imperiale, enco- mendó su redacción a diversos señores de reputación hecha como competentes en estas materias. Para que resalte lo interesantísimo que es este trabajo, damos el índice de los puertos historiados. Para los puertos de la Liguria antigua: Introducción sintética, por el profesor comendador Antón Julio Barrili, vice- presidente de la S. L. di S. P. De Niza a San Remo, por el profesor comendador Jerónimo Rossi, Inspector Real de escavaciones i monumentos. De San Remo á Albenga, por el abogado Bernardo Mattiauda (dela $. L. di S. P.) De Albenga a Voltri, por el profesor comendador Victorio Poggi, Bibliotecario comunal de Savona. BIBLIOGRAFÍA 343 De Voltri a Jénova e Camogli, por el Cab. Luis A. Ceryetto, bibliotecario de la Cívico Beriana di Genova. De Portofino a Chiavari, por el señor Arturo Ferreto, miembro de la real dipu- tación de historia patria. De Chaviari a Lavagna, por el marqués abogado José Pessagno, del Real ar- chivo di Jénova. De Riva Trigoso a Viareggio, por el doctor Ubaldo Mazzini, bibliotecario comunal en Spezia. El puerto pisano en la antigiiedad, por el profesor caballero Pedro Vigo, ex- profesor de la Real Academia Naval de Liorna. Los puertos de las marismas toscanas, por el señor Turio Lenzi, director de la Revista Numismática, de Orbetello. Los puertos del litoral romano, Introducción, por el ingeniero Pablo Orlando, Presidente del Comité «Pro-Roma Marittima ». De Puerto Clementino a Terracina, por el caballero oficial Augusto Zeri, biblio- tecario en el Ministerio de Marina. Los puertos de la Italia meridional. Advertencia, por el profesor caballero oficial José de Blasiis, presidente de la «Societá Napoletana di Storia Patria ». De Gaeta a Brindisi, por el profesor caballero oficial Luis Correra, profesor dé Historia en la Universidad de Nápoles. Los puertos antiguos del Adriático, por el profesor comendador Cesar A. Levé, director de los museos de Torcello i Murano. Acompañan á estas monografías las planchas siguientes: 1, Parte ligure de la lámina pentingeriana. —2, Parte del plano de Liorna, con indicación de los vesti- gios del antiguo puerto de Pisa. — 3, Civitavecchia (grabado del 1600). —4, Planta de los puertos de Ostia, de Claudio i Trajano. — 5, Claudie et Traiane Impp, ad- mirabilium portuum osthbiensium, orthosraphia per Stephanum Du Perach Archi- tectum, juxta antigue vestigia accuratissime delineata, Roma, 1575. —6, Planta del puerto antiguo inuevo de Anzio, por Mareschal en 1748. — 7, Planimetría jeneral del puerto de Terracina. — 8, Hadriaticum mare quod et superum. — 9, Nueva Italia, del Atlas de Berlinghieri conservado en Ravena. Intercaladas en el testo figuran : 1, Carta náutica construída en 1625 por An- giolino. — 2, Torre en la Magnale. — 3, Puerto de Claudio (bajo relieve antiguo). — 4, Castillo de Ostia. — 5, Maschio di S. Michele. — 6, Torre Boacciana. — 7, Canal de Frumiciano. — 8, Neptuno (de una estampa de 1630). — 9, Castillo de Astura. Numerosísimos son los puertos historiados 1 descritos en esta Memoria, con abundancia de datos históricos jeográficos, hidrográficos i constructivos, que ponen al lector en conocimiento de los progresos hechos por las construcciones hidráulicas marítimas i el comercio internacional, desde los tiempos en que domi- naban los mares las galeras romanas. Es un trabajo erudito que se podrá consultar con gusto iprovecho en la Bi- blioteca de la Sociedad Científica, donde figura, gracias a nuestro preclaro conspcio correspondiente en Italia, el injeniero Luis Luiggi, de gratísima recordación, a quien debemos ya otras atenciones en pro de la sociedad i del que esperamos la docta colaboración que nos tiene prometida. S. E. BARABINO: 344 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Laghi, fiumi e canali navigabili. — Monografia illustrata. — Un volumen de 228 pájinas en 4 mayor, con numerosas i hermosas ilustraciones panorá- micas, cuadros estadísticos i cartas hidrográficas. — Milan, 1905. Hermosa e interesante publicación hecha por el Ministerio de Obras Públicas de Italia, cuya redacción fué encomendada a los imjenieros del Jenio Civil ita- liano, señores Luis Cozza i Juan Grillo Della Berta. El trabajo abarca la descrición sumaria de las condiciones actuales i del por- venir de la navegación interior en Italia. Fué dividida en tres partes, cuya im- portancia se deduce de la simple lectura del índice de las materias tratadas: Primera parte. — Orijen i desarrollo de la navegación interior italiana. Con- diciones actuales de las vías navegables. Lejislación moderna en materia de na- vegación. Clasificación legal de las vías navegables. Dirección, vijilancia i con- servación de las mismas. Tráfico actual i futuro. Segunda parte. — Descrición sumaria de las vías navegables existentes: LAGOS NAVEGABLES. — Maggiore, Lugano, Como, Iseo, Garda, lagos manto- vamos i de Italia Central. RÍOS NAVEGABLES. — Ausa, Corno, Stella, Tagliamento, Lemene, Livenza, Meduna, Noncello, Piave, Sile, Musestre, Brenta, Bacchiglione, Garzone, Adigé, Tartaro, Po, Ticino, Adda, Oglio, Mincio, Secchia, Panaro, Arno, Tevere, Gari- gliano, Volturno, etc. CANALES NAVEGABLES: 4) Red Lombarda. — Vizzola o Victor Manuel III, Naviglio Grande i nuevo canal industrial a Turbigo, Naviglio de Bereguardo, id. de Pavia, canal de Mezzola, de Paderno, de la Martessana, Fossa interna de Milan, Fossai fossetta de Ostiglia. b) Red véneta: Naviglio de Legnago, Canal Bianco, canale-fossa Poleselle, Canal Cavanella de Po, Maviglio Adigetto, Scortico, Naviglio de Loreo, Valle, Busola, Bisatto, Este e Monselice, Battaglia, Pontelongo, Brentella, Padova, Piovego, Roncajette, Brenta, Mirano, Fiume novissimo, Trevigiana i Friuliana. e) Canales de la Emilia: Reggio Emilia, Modena, Bologna, Volano, Primaro, Canales de saneamiento i desagiie. d) Canales toscanos: Emisarios del lago Massaciuccoli, canal de Ripafratta, navegable de Pisa, Livorno, Bientine, Usciana, Canales de la marisma tos- cana. Canales Pontinos: Canales i ríos del saneamiento pontino. Cuadro resumen de los principales datos hidrográficos, hidrométricos, comercia- les i administrativos relativos á los ríos navegables de Italia. Cuadro resumen de los datos hidrográficos i administrativos relativos á los ca” nales navegables de Italia. Tercera parte. — Porvenir de la navegación interna en Italia. Proyectos de iniciativa privada. Proyectos iniciados por el gobierno. Conclusión. La Italia que, puede decirse, fué la cuna de la hidráulica ide las construccio- nes hidráulicas, debido ásu fraccionamiento político, tuvo que localizar su acción en ese sentido. De aquí que mientras otros estados, Francia, por ejemplo, apro- vechando de las enseñanzas de los grandes hidráulicos lombardos, entre los que primaron Leonardo i Guglielmini, éste sujetando á principios los fenómenos flu- viales, aquel creando las esclusas que, permitiendo salvar desniveles, posibilita- ron la navegación interior, dieron mayor impulso a sus vías navegables; sus BIBLIOGRAFÍA 345 injenieros se pusieron á la cabeza de los hidráulicos modernos, quedando Italia en posición secundaria. Conseguida su unidad e independencia, la península, llevando por lema el fa- moso «Fara da se », se lanza con fe i bríos a recuperar el tiempo perdido. La rejimentación de sus ríos, la desecación de sus lagunas i marismas, la construe- ción de canales navegables e industriales van colocándola de nuevo en la primera fila, de la que nunca habría salido, sino la hubieran torturado, empobrecido i enervado tanto tiranuelo teocrático i monárquico despótico, afortunadamente relegados hoi a un rincón de la historia tenebrosa de la rehabilitada « espresión jeográfica » de Metternich. Sus establecimientos hidro-eléctricos honran tanto a sus físicos como a sus hidráulicos modernos. La obra que nos inspira estos comentarios tiene por objeto hacer conocer lo hecho e indicar lo por hacer en el terreno de la hidráulica práctica aplicada a las industrias i al comercio. Para terminar sólo agregaremos que también debemos a nuestro egrejio socio correspondiente en Italia injeniero Com. Luis Luiggi la posesión de obra tan interesante. S. E. BARABINO. Porti marittimi. — Monografia illustrata. Notizie sui porti marittimi italiani, raccolte dagl” ingegneri del Genio Civile E. COEN-CAGLI e O. BERNARDINI. 1 volumen en 4% mayor de 285 páginas i numerosas figuras panorámicas, plan- - tas de puertos, cartas hidrográficas, etc. — Milán, 1905. También debemos a la atención del injeniero Luis Luiggi este interesantísimo trabajo de los injenieros Coen i Bernardini, hecho, como el anterior, por encargo del Ministerio de Obras Públicas italiano. Los injenieros indicados compilaron esta monografía, valiéndose en gran parte de los trabajos de los injenieros del Jenio Civil, señores Fiorentino, Perilli, Lo Gatto, Limoncini, Pirola, Cucchini, Selvaggi i otros. Previa una noticia jeneral de los puertos italianos, del punto de vista administrativo, los compiladores pa- san a describir, en 7 capítulos más, los siguientes puertos: En los golfos de Jénova i de Spezia: (Tirrenosuperior) San Remo, Porto Mau- rizio, Oneglia, Savona, Genova, Spezia (mercantil), etc. En el Tirreno medio, los de Livorno, Civitayecchia i otros menores. En el Tirreno inferior i mar Jonio, los puertos de Nápoles, Salerno, Reggio, Taranto i otros menores. En Sicilia los de Palermo, Messina, Catania, Siracusa, Empédocle, Trapani, etc. En Cerdeña, Cagliari, Puerto Torres i otros. En el Adriático inferior, los de Brindisi, Bari, Barletta, etc. En el Adriático superior, los de Ancona, Ravenna, Venecia i otros. En la bibliografía precedente acabamos de hablar de otra monografía hecha i publicada bajo los auspicios del Ministerio de Marina de Italia para el Con- greso de Navegación; pero esta se refiere a los puertos antiguos; mientras la actual describe los modernos de la península italiana, todos interesantes, algu- nos grandiosos como el de Jénova. Somos amigos personales del señor injeniero Bernardini, con quien visitamos el puerto de Jénova, después de los desperfectos causados en su gran muelle esterior por el temporal estraordinario desencadenado en el golfo jenovés en no- 346 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA viembre de 1898. Tuvimos con ese motivo ocasión de reconocer en el señor Ber- nardini no solo un perfecto caballero, sino también un ilustrado injeniero. Me es mui grato, pues, poder confirmar esta mi opinión ante la escelente monografía portuaria que ha redactado en unión del injeniero Coen-Cagli. Como dijimos para los canales, también para los puertos de mar se inicia, a partir de la constitución de Italia, una reacción favorable para la construcción, ampliación i reforma de sus puertos comerciales, i prueba de ello son los impor- tantes puertos de Jénova, Savona, Livorno, Napoles, Palermo i Venezia, para no hablar sino de los mayores. Ciento tres puertos están diseminados a lo largo de las costas de Italia, de los cuales 42 son de refujio. Casi todos presentan cireuns- tancias desfavorables (calado, aterramientos, poco abrigo, etc.), lo que hace más interesante a esta monografía, que da cuenta de los medios adoptados para ven- cer las dificultades. Según los injenieros Coen i Bernardini el gobierno ha invertido desde 1862 hasta 1903 cerca de 450.000.000 de liras en las obras portuarias; cifra enorme para la nueva Italia; pero se justifica fácilmente el gasto recordando que el mo- vimiento de mercancías ha aumentado en 10 años (1894-1903) en un 50 por ciento, es decir, de 13 a 19 millones de toneladas; i que el de pasajeros ha alcanzado en 1903 la cifra de 1.253.000; que el mismo año entraron en los puertos 218.500 buques con 72.950.000 toneladas, carga neta, mientras de 1861 a 63 la media fué de sólo 12.640.000. Figuran en esta obra numerosas vistas panorámicas, la distribución de los mue- lles, rompeolas, malecones; de las instalaciones, tipos de muelles, de edificios ; espigones, escolleras, diques secos, flotantes, etc. Tanto esta como la anterior, son dos espléndidas monografías, lujosamente impresas, con ilustraciones nítidas 1 bien elegidas, de la que pueden enorgullecerse no sólo los compiladores sino tam- bién el Gobierno que las hizo compilar i publicar a su coste. No queremos terminar sin agradecer a nuestro ilustre consocio injeniero Luiggi, el empeño con que trata de enriquecer la biblioteca social con obras de positivo mérito. S. E. BARABINO. Progetto di piano regolatore e d'ampliamento della regione d'Albaro. ,1 yolume di 60 pagine con due tavole grandi. — Genova, 1906. El injeniero Luis Luiggi nos remite esta publicación sobre un proyecto de re- gularización que entiende llevar á la práctica la municipalidad de Jénova, en su arrabal de San Francisco de Albaro, situada en una posición pintorescamente dominante respecto de la ciudad. ] Aunque no ofrezca para nosotros interés directo, lo tiene esta publicación en cuanto hace ver con qué sano criterio se estudian allá los problemas edilicios que afectan a la estética, a la hijiene i a la comodidad de la población urbana. La honorable Junta Municipal nombró en comisión a los injenieros senador Tor- tarolo, comendador Luiggii marqués diputado Reggio, para estudiar e informar sobre este ensanche edilicio de la soberbia capital lígure, los que se espidieron con la competencia que era lójico esperar de técnicos tan insignes. -S. E. B. BIBLIOGRAFÍA 347 Istrumenti di topografia, La Filotecnica. Ingegnere A. SALMOIRAGHI. — Milano. En un folleto de 110 pájinas en 8% mayor, ilustrado profusamente con hermo- sas figuras, nuestro egrejio amigo el comendador injeniero Anjel Salmoiraghi, ha catalogado los numerosos instrumentos de precisión que, bajo la hábil direc- ción del mismo, se construyen en la renombrada fábrica La Filotécnica, fundada por el creador de la taquimetría injeniero Porro, i llevada a su estado actual de prosperidad y fama por el propio señor Salmoiraghi, propietario sucesor de aquel ilustre jeómetra. El lector, con la descripción cualitativa de los instrumentos i su precio res- pectivo, hallará en este catálogo la lista de los grandes universales, teodolitos, taquímetros, clepes, taquímetros-clepes, taquímetros-fotográficos, niveles, plan- chetas, brújulas i demás instrumentos requeridos por el levantamiento topográfi- co, el dibujo en jeneral, etc., etc. Creemos escusado recomendar los productos de la reputada casa Salmoiraghi, por ser bien conocidos en nuestro país por su bondad i baratura a la vez. S. E. BARABINO. Hemos recibido de la casa Ch. Béranger las siguientes obras : Manuel pratique de minéralogie. Introduction a l'étude scientifique des mi- néraux par le professeur HENRY A. MIERS (D. Sc. M. A. F. R. 5S.). Traduit de Vanglais par O. Chemin, ingénieur en chef et ancien professeur a 1"Ecole Na- tionale. 1 volume de x-690 pages in-8% grand, avec 716 figures dans le texte et 2 planches en couleur. — Ch. Béranger. Paris, 1906. Prix cartonné : 20 fr. Le tachéometre et ses applications aux leyers des plans et aux tracés des che- mins de fer. Autoréduction, photogrammétrie, par JOSEPH D”ANGELO, ingénieur civil. 1 volume in-8% de 203 pages, avec 164 figures, prix broché: 10 fr. Por hoi nos concretamos a acusar recibo de estas obras. I'année électrique, electrothérapique et radiographique par le DY FOVEAU DE COURMELLES. Sixiéme année, 1 volume de 330 pages, in-80 petit. Ch. Béranger, éditeur, Paris, 1906. Prix 3,50 frances. Pasa revista a los progresos de la electricidad en 1905, i por lo nutrido i no- vedoso no desmerece de los volúmenes anteriores. Método gráfico para la predicción de ocultaciones i eclipses de sol, por el injeniero ENRIQUE LEGRAND. Un folleto de 30 pájinas, con 4 planchas con- teniendo 5 figuras. — Montevideo, 1906. El injeniero Enrique Legrand no es un desconocido para los arjentinos, que le vieron actuar mui distinguidamente en las' memorables sesiones del primer Congreso Científico Latino-Americano, realizado en esta capital en mayo de 1898. En el prólogo dice el injeniero Legrand que los métodos indicados por los se- ñores Ugueto, Beufi Perrin i Cruls para la predicción de las ocultaciones son ana- líticos, no entrando el graficismo sino como traducción de aquellos resultados. 348 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA I agrega : El método que espongo (estendiéndolo a los eclipses de sol), en cambio, es puramente gráfico i sólo requiere unos 6 o 10 minutos de trabajo, re- ducido este a un dibujo de facilísima ejecución ; 5 ilo juzgo más fácil i menos espuesto a errores que los otros. Escusamos hacer resaltar el interés que ofrecen las ocultaciones de estrellas para la determinación de las lonjitudes, i, por consiguiente, la conveniencia de un método sencillo, seguro i suficientemente exacto que facilite su predicción. He aquí los capítulos de la obra : I. Teoría: Predicción para el centroi para un punto de la Tierra; II. Reglas prácticas ; III. Ejemplo práctico (hemisferio boreal). Uso i precisión de la ob- servación de ocultación ; IV. Eclipses de sol. Ejemplo práctico. La enseñanza universitaria en 1905. Informe presentado por EDUARDO ACEVEDO, rector de la Universidad de Montevideo. 1 volumen de 344 pájinas en 4% mayor. — Montevideo, 1906. Este volumen contiene el informe elevado por el doctor Acevedo al Honorable Consejo Universitario de Montevideo, en su calidad de rector, dando cuenta de los trabajos de reorganización i ensayos efectuados i de los considerables progre- sos hechos por la Universidad montevideana, con el concurso de los decanos i del Honorable Consejo, i el apoyo decidido del presidente de la República i mi- nistros de Fomento i Hacienda. Es con verdadero placer que consignamos estos meritorios esfuerzos de la in- telectualidad oriental por el progreso científico de ese hermoso país, desgracia- damente torturado por las pasiones políticas que no le dejan adelantar a pasos de jigante, como querría, podría i se merece. Al señor rector i a sus dignos colaboradores nuestro aplauso sincero por sus nobles esfuerzos en pro del progreso intelectual de esa tierra hermana. S. E. BARABINO. Les acides 2hlorhydrique, azotique, sulfurique (sulfate de sodium et eau régale) et les chlorures décolorants (eau de Javel, eau de Labarraque, chlorure de chaux) par H. PECHEUX, professeur de chimie a 1École Nationale d'arts et métiers d'Aix. 1 vol. in-16, de 96 pages, avec 34 figures, cartonné J. B. Bailliére et fils, éditeur, Paris, 1906. Prix : 1,50 fr. Trata de las propiedades físico-químicas del ácido clorhídrico, del sulfato de sodio, de los ácidos nítrico, sulfúrico i pirosulfúrico, de su estracción, 1 apli- caciones, i termina con la fabricación del cloro i cloruros descolorantes, usos 1 clorometría. Esta obrita interesante forma parte de la conocida Encyclopedie Tcchnologique et commerciale (vol. 12) que publica la casa de Bailliere é hijos. Juan Facundo Quiroga. — Contribución al estudio de los caudillos arjenti- nos. — Conferencias dadas en la Facultad de Filosofía i Letras (con amplia- BIBLIOGRAFÍA 349 ciones i notas) por el doctor David Peña. 2* edición. Editores: Coni Her- manos. — Buenos Aires, 1906. Un volumen en 8% mayor, de xIr-445 pájinas, con un retrato de Facundo i facsímiles de cartas interesantísimas de Rosas, Quiroga, etc., primorosamente impreso por la casa editorial de Coni Hermanos. No es en los 4nales donde podríamos hacer un examen de esta obra, pájina de la historia política de nuestro país en los albores de su accidentada constitución ; ni estaríamos habilitados para ello por la índole diversa de nuestros estudios ; pero hai algo que escapa a una clasificación dogmática, que puede considerarse sin necesidad de ser especialistas i figurar sin inconveniencia en una publica- ción destinada a intelectuales; razón por la cual vamos a decir dos palabras re- ferentes a este interesante trabajo del doctor Peña. Estábamos perfectamente convencidos, no sólo por el Facundo de Sarmiento, sino por cuanto historiador nacional hemos leído, que el caudillo riojano era poco menos que un condottiero, de valor lejendario, pero con toda la disposición delictuosa de que podía estar dotado un criminal nato. De niños le oíamos men- tar como el cuco; su nombre se cernía en el ambiente entre fulgores de incendio i tornasolados sanguinolentos. Estábamos, pues, preparados para resistir la tentativa de reivindicación del feroz Tigre de los Llanos que pretendía hacer un ¡joven é intelijente escritor na- cional, el doctor Peña. Leímos con creciente interés las conferencias del autor iconfesamos que hemos modificado casi sustancialmente la manera de apreciar a aquel batallador de nuestras contiendas primitivas. Nos remontamos con el pensamiento a la época aciaga i azarosa, cuando los hijos de esta tierra daban sus primeros pasos en la vida de pueblos libres; recordamos el retrógrado sistema seguido por el go- bierno hispano respecto de las colonias americanas, en las que no veía sino una fuente inagotable i caudalosa de recursos pecuniarios para mantener el fausto en la Corte i los vicios de mandones prepotentes; rememoramos el atraso indus- trial, la ignorancia intelectual, el desconocimiento casi absoluto de los derechos del pueblo, para el cual todas eran obligaciones; comprendimos la lójica exis- tencia del rejionalismo en aquellas pocas poblaciones perdidas como oasis en el inmenso desierto arjentino, bautizadas con el pomposo título de provincias; vimos entre brumas históricas cómo las grandes figuras de la Independencia empezaban a ser sustituídas por caudillos tiranuelos locales, cuya máxima re- presentación, los más poderosos, eran los de las provincias de mayores recursos, las del litoral, López, Ramírez, Rosas, representantes de la masa bruta de los pueblos que subyugaban, i, por ende, enemigos natos de todo lo que trascendía a libertad, a instrucción, a cultura social. Nada más lójico, entonces, que los intelectuales de todas aquellas incipientes proyincias autónomas, que, como era natural, tenían su concentración en el punto más importante del organismo nacional, Buenos Aires, fueran mal vistos 1 causaran recelos en la masa del pueblo inculto, primitivo. El error de los intelectuales de aquel tiempo fué el no haber preparado previa- mente el terreno en el cual querían arrojar la semilla de la civilización europea. La creación de una autoridad nacional, superior a las gobernaciones i sujeta a una constitución dada, implicaba para los mandones, llámeseles gobiernos provin - 350 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ciales, el temor de ver limitada su libertad de acción i la duración de su imperio sobre las poblaciones que estaban acostumbrados a considerar como cosa propia. La reacción, sino justificada, era natural por las circunstancias en que los he- chos se producían. Quiroga no fué sino una de aquellas reacciones provinciales, en las que por cierto no ha sido peor que otros, a los que la historia ha juzgado con menor severidad. No entendemos criticar los juicios emitidos a su respecto por tanto historiador nacional; pero es indudable que debe haber influído en ellos la biografía del caudillo hecha por Sarmiento. Pero Sarmiento, coetáneo 1 militando en bando contrario, pudo haber abultado los hechos sujestionado por la rivalidad, cosa no imposible en él, si se recuerda su carácter violento, más aún, agresivo. El doctor Peña, convencido de ello, procura convencer a los demás de que el jeneral Quiroga no fué el tigre que todo el mundo ha creído hasta la fecha; le analiza desde su juventud, en la que resalta sin disputa su amor filial; le ye fi- gurar con honor en las postrimerías de las luchas por la independencia; desgra- ciadamente más tarde, sujestionado, lucha contra Rivadavia; pero luego reconoce su error; fusila, pero más tarde confiesa que pudo haber evitado ese acto de bar- barie... que los demás también cometían, comprendidos los mismos unitarios; defiende su credo federal sin darse cuenta exacta de la necesidad de un gobierno nacional, que luego contribuye a fomentar, i lo hace con entera buena fe i espo- niendo valientemente su vida para hacerlo triunfar; en sus luchas victoriosas con el jeneral La Madrid, la figura de Quiroga se ajiganta, mientras su contrario se achica. Este defenderá la buena causa, pero sus procederes son menos correc- tos, por cierto, que los de aquel caudillo. Vencido por Paz, Quiroga baja a Buenos Aires, donde comienza a reaccionar contra las suspicacias lugareñas. Quiroga se acerca al ideal de Rivadavia; es de- cir se aleja de los caudillos del litoral, que en sustancia son los que dan la orien- tación en el mare magnum político que domina a las provincias. Otro personaje va acentuando su fatídica personalidad. El caudillo bonaerense ve en el riojano un serio peligro para la consecusión de sus planes tenebrosos. Quiroga está con- denado. Se le acaricia, sele engaña, se le hace asesinar cobardemente en Barranca- Yaco. En esos momentos se ajitan las pasiones; los unitarios ven caer al brazo poderoso que les destruyera; los federales rechazan la responsabilidad del eri- men; i para demostrarlo hacen que los Reinafé, Pérez i otros más, meros sicarios, caigan fusilados por el plomo federal o vayan a la ergástula a purgar su crimen nefando. De esta situación sin norte surje la más cruel de las tiranías que desola al país por más de 20 años! Surje el grande aborto de la ferocidad humana, Rosas ! Y me pregunto ¿quién fué peor, Quiroga o López, o Ramírez, o Bustos, o Ibarra, o Rosas? No santificamos al jeneral Quiroga; pero confesamos que la lectura de la obra del doctor Peña nos ha hecho modificar la visión de un Facundo, símbolo de la máxima barbarie, por otro, fruto lójico de los tiempos, más fatal que vituperable. Recomendamos a nuestros lectores la lectura del interesante Jibro del doctor Peña, seguros de que, sea cual fuere el modo de .encarar los problemas políticos de las primeras décadas de nuestra emancipación, suavizarán, a su vez, el juicio severo que pesa sobre el prestijioso caudillo riojano. S. E. BARABINO. ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO SEXAGÉSIMOPRIMERO Bartolomé Mitre, por el injeniero S. E. BARABINO.....o0oooooor 1 Informe general sobre la vialidad en el territorio de Misiones, por el ingeniero MISAS TORIZA Ai IS 5 Las restingas del Uruguay, por el ingeniero ALEJANDRO FOSTER... .....000.2.. 38 Tratamiento i eliminación de basuras (conclusión) por S. E. BARABINO.......-- 65 Informe sobre las observaciones de magnetismo terrestre realizadas en el Obser- vatorio Nacional de la Plata, por el doctor ALBERTO ALESSIO 000.0... ... 74 Sistema telefónico de Nueva York, por el ingeniero JORGE NEWBERY .......... 91 El cemento armado en la construcción de canerías de desagiie ó de agua potable, porfelf e enero DOMINGO A 103 Nuestras instalaciones hidroeléctricas, por el ingeniero Evaristo V. MORENO.. 130 Contribución al estudio de las cónicas características de la geometria del triángulo, por el ingeniero P. DE LEPINEY.........ooooooooc oo 133 Memoria anual del Presidente de la Sociedad Científica Argentina (período XXXIII). 150 Lenguas americanas. — Estudio bibliográfico lingiiístico de las obras del padre Luis Valdivia sobre el Araucano y el Allentiak, con un diccionario razonado del Allentiak, por BARTOLOMÉ MIRE 165 Los intereses argentinos en sus grandes puertos. — Conferencia dada en la So- ciedad Científica Argentina por elingeniero Luis A. HuErGo, el ¿demayo de1906. 239 La cuestión geográfica del río Pilcomayo por el explorador ALBERTO FRIC..... 305 Niágara, grafito artificial, por el ingeniero JORGE NEWBERY. .....0.0ooooooco 329 VARIEDADES Xo Congreso Jeolójico Internacional 1906, Méjico. — 32 Circular, por el ingeniero SETA RABINO AS Saona ota bas oe O ES E 334 Elec co Sci: 336 BIBLIOGRAFÍA Breves instrucciones para la recolección de objetos de historia natural, por el ¡protesoniC arios HE AB OIC ME 42 352 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Catálogo razonado de los trabajos histórico-naturales, por el doctor C. E. Por- A EA arden acosado no aca oa oros orboe oa Revista chilena de historia natural, director €. E. Porter (S. E. B.)............ Lecciones elementales de fisiolojía é hijiene, por C. E. Porter (S. E. B.)........ Programa de morfolojía y fisiolojía del hombre, por C. E. Porter (S. E. B.) Traité théorique et pratique de métalurgie générale, por L. Babu (S. E. B.) Construction des usines, por Maniguet (SB Praité de la fabrication de la soude, por H. Sehreib (S. E. B.)................. El México desconocido, por Carlos Lumholtz (S. E. BJ... Exposición de cargos contra la Facultad de Ciencias Médicas hecha por el Cen- trodesestudiantes| de medicina (BI Teoría de las tarifas, por el ingeniero Alberto Sehneidewind (S. E. B.)......... Tratado elemental de aritmética por el ingeniero C. C. Dassen (S. E. B.) El riego en los altos de Córdoba, por Juan Bialet Massé (S. E. B.)............. La diga di derivazione sul rio V, in Villa Mercedes di San _Lwis, por Orestes Vip SE Ba Elgobierno escolar de la Provincia de Buenos Aires, por Manuel B. Bahía (S. E. B.). Revista chilena de historia natural, director C. E. Porter (S. E. B.)............ Monografía storica dei porti dell antichita nella penísola italiana (S. E. B.)..... Laghi, fuumi e canali navigabili por Luis Cozza y Juan Grillo della Berta (S. E. B.). Porti marittimi, monografía de los ingenieros del Genio Civil Italiano, señores EC OEA CAMI AO ABC A Progetto di piano regolatore por los ingenieros Luiggi, Tortarolo y Reggio (S. E. B.). Da ilotecnica, Istrumenti di topografia (SMED) e Manuel pratique de minéralogie por H. A. Miero DER CNEOME CAD ORITOS ADAME A NN T'année électrique, por el doctor Foveau CourmelleS...ooooooccooc o Método gráfico para la predicción de ocultaciones y eclipses de Sol, por el inge- mero nt quere an IB La enseñanza universitaria en 1905, por Eduardo Acevedo (Montevideo) — (SiDB te e ver io NARA Les acides chlorhidrique, azotique, sulfurique et les chlorures décolorants, por H. PechHeaz (SUBES Br A o O TN A Juan Facundo Quiroga, por el doctor David Pema.....oo..oococooooocc ro 43 43 44 45 46 46 47 47 304 338 339 340 341 341 342 342 343 345 346 347 347 347 347 347 348 348 348 TIOS Mexico. v ER Montevideo. aga Rodolfo di Montevideo. allemant, Germat . Mendoza. A Co . Córdoba. Pals l. de Año N SRA Lio Janeiro. q VA E Mendoza. - —Corthell, Elmer L........... New York - Guimaráes, Rodolfo.......... Elba (Portug.) 4 Lafone Quevedo, Samuel A... La Plata. RT Tucuman. 4 Abella, Juan, -Achaval, Sandalio. P. “Adamoli, Pedro A. -Adano, Manuel. Ader, Enrique A. Aguirre, Eduardo. Albarracín, Alberto J. Alberdi, Francisco N. Albert, Francisco. Aldunate, Julio C. . manza, Felipe G. Alric, Francisco. Ñ Alvarez, Fernando. ÉS Alvarez de Toledo, Julio Anasagasti, Horacio E Ambrosetti, Juan B. -Amoretti, Alejandro, Anaya, Elvio Car'os. Arata, Pedro N. Araya, Agustín. Artaza. Evaristo. Artaza, Miguel. —Arigós, Máximo. -—Arrivillaga, Marcelino. Arce, Manuel J. Arce, Santiago. Ardili, Horacio. Arroyo, Franklin. -Aubone, Carlos. Avila Méndez, Delfin. Avila, Alberto Ayerza, Rómulo Aztiria, Ignacio. Aztis, Julio M. Bahia, Manuel B. “Baliña, Manuel R. 'Bancalari, Evrique A. Barrera, HEM Barrio Ñueyo, Drias A. Barabino, Santiago E. arilar 1, Mariano S E A Federico. —Battilana, Pedro. -Baudrix, Manuel C, Bazan, Pedro. Berrutti, José Julio. Berro Madero, Carlos. Bernardez, Joaquín. -Bimbi, José. Bell, Carlos H. Lillo, Miguel......... Acevedo Ramos, R. de.| “sOCIos HONORARIOS an JJ. Kale. — Ing. Luis A. Huergo (padre. — Dr. Florentino Ameghino e Ing. J. Mendizábal Tamborrel. — Dr. Estanislao S. Zeballos SOCIOS CORRESPONDIENTES Luigi Morandi, Luis ......... Nordenskjiold, Otto... Paterno, Manurl....... Patrona Porter, Carlos E Reid, Walter F Scalabrini, Spegazzini, Carlos.....-. Tobar, Carlos R........ SOCIOS ACTIVOS Besio Moreno, Nicolás. Biraben, Federico. Bonorino, Ignacio. Bosch, Benito $. Bosch, Eliseo P. Bosch, Aureliano R. Bonanni, Cayetano. Borus, Adrián. “Bosque y Reyes, F Brané, Eugenia. Brian, Santiago Brindani, Medardo Broens, Guillermo Buschiazzo, Juan A. Buschiazzo, Juan €. Bustamante, José L. Caimi, Ramon. Candiani, Exnilio Cáicena Augusto. Cáceres, Dionisio. Cagnoni, Alejanjlro N. Cagnoni, Juar:M. Calderón de la barca, A. Camus, Nicol:s. Caminos, Zacarías. Candioti, Marcial R. Canale, Hunaberto. Capelle Cb: :anourdie, R. Carvalho.,' Antonio J Cano, Ro] berto. Canton, Lorenzo. Carranría, Marcelo Carab.elli, AGO Cardibso, Ramón. Carr,.aann, Ernesto. Crarossino, Jacinto T: Casullo, Claudio. Carrizo Rueda, Alvaro. Castellanos, Cárlos T. Castro, Vicente. Castro, Eduardo B. Claypole, Jorge. Cerri, César. Cevallos Sosas, CM Cerdeña, Fernando. Cereselo, Juan. Cilley, Luis P. Cívit, Julio Nilo. Chanourdie, Enrique Chapiroff, Nicolás dle Chueca, Tomás A. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock, Guillermo. Collet, Carlos. “Coni, Alberto M. Coria, Valentin F. Coruejo, Nolasco F. Corvalán Manuel S. Coronel, Policarpo. Cottini, Arístides. Courtois, U Gremona, Andrés Y Cremona, Víctor. Cuomo, Miguel. Curutchel, Luis. Curutchel, Pedro. Damianovich, E. A. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. > Dates, Germán. Díaz de Vivar, M. Dobranich, Jorge W Dominico, Guillermo Dominguez, Juan A- Dorado, Enrique. Debenedeltti, José. De Diego, Alberto. Demarchi, Torcu.toT. A Delgado, Fausto Donovan Antonio. Duuce, Raimundo. Doyle, Juan. Dubois, Alfredo F. Duhau, Luis. Ducros, Pablo. Duncan, Cárlos D. Durrieu, Mauricio. Durand, José €. Durelli, Amilcar. Echagie, Carlos. Eppens, Gustavo. Esteves, Luis. Espinasse, Jorge Etcheverry, Angel. Etchagaray, Leopoldo A. Ezcurra, Pedro. Fasiolo, "Rodolfo 1. Ferrari, Santiago A Fernández, Alberto J Chiocci, Icilio. Pedro... Gándara, Géneva. Villa Colon (U Gothemburgo. Palermo (lr. Lima. Valparaíso. Lóndres Corrientes. La Plata. Fernández, Pedro A. Fernández Poblet, A. Ferreyra, Miguel. Figueredo, Juan M. Eynn, Enrique. Flores. Emilio M. Fornati, Vicente. Foster, Alejandro. Friedel, Alfredo. Gaiuza, Alberto de. Galtero, Alfredo. Gallardo, Augel. Gallardo, José L. Gallardo, Garlos R. Gallego, Manuel. Gallivo, Adolfo. Federico W. Garat, Enriane — Garay, José de. Garcia, Carlos A. García, Jesús M. Gatti, Julio J. Gentilini, Pascual. Geyer, Carlos. Ghigliazza, Sebaslián. Giménez, Joaquín. Ginéuez, Angel M. Gjuliani, José. Girado, José 1. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. Girondo, Eduardo. Goldemhorn, Simou Gonzáles, Arturo. González, Agustín- González! "azón Vicente. González Gastellú, J. V.- onzález Carlos P. Granero, Miguel. Gradin, Carlos. Greaven Andrew. Gregorina, Juan. Gregorini, Juan A. Grieben, Arturo. Guido, Miguel. Guasco, Larlos. Gutiérrez, Bicardo J Guzmán Gutiérrez, Y Harringlon, Duniel. Fernández Díaz, A. Hermitle, Enrique. Herrera Vega, Rafael. HerreraVega, Marceline Herrera, Nicolás M. Herrero, Ducloux E. ; Herlitzka, Mauro. lez Henry. Julio Hicken, Cristóbal M. Holmberg, Eduardo L. Holmberg Eduardo A. Hoyo, Arturo. Hubert, Juan M. Huergo, Luis A. (hijo). Huergo, RicardoJ. Hughes, Miguel. Isartua, Julio F. Igartua, Eulogio M. Iriarte, Juan. Iribarne, Pedro. Isbert. Casimiro Y Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo C. Isaurralde, Alfredo D. Iturbe, Miguel. Iturburo, Feliciano. Jacobo, Cándido. Jurado, Ricardo. Justo, o 1 Krause, Olto. Krause, Julio. Klein, Hermán. - Kliman, Mauricio. Labarthe, Julio. Lacroze, Pedro. Lagos García, Carlos Lagrange, Carios. Lanús, Eduardo M. Langdon, Juan A. Laporte Luis B. Larreguy, José ———bargl los, Lalzina, Eduardo, La valle, Francisco Lavalle, Francisco P. Lavergne, Agustín. Lea Allan B. Leguizamón, Martiniano Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo de Lehmann, Rodolfo R. Letiche, Enrique. 300 López, Aniceto E. , A López, Martín J. SN López, Gomara Augusto No Lucero, Apolinario. ; Lugones, Arturo M. Lugones Velasco, Sdor. Lniggi, Luis. Luro, Rufino. q Ludwig, Carlos. , Luzio, Nlcolás Machado, Angel. Madrid, Enrique de Maglione, José L. Magnin, Jorge, Maligne Eduardo. Mallol, Benito J. Mamberto, Beuito. Maradona, Santiago. Marín, Plácido. Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. Marenco, Eleodoro. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Marengo, José. Marino, Alfredo. Martínez Pita, Rodolfo. | Martini, Rómulo E. Marti, Ricardo. Maschwitz, Carlos. Massini, Cárlos. Massini, Estevan. | Massini, Miguel. Maupas, Ernesto. Maza, Juan. Mattos, Manuel E. de. Mendizábal, José S. Mercáu Agustín. Merian, Eduardo. Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Miguens, Luis. Miguaqui, Luis P. Millan, Máximo. Molina, Arturo'B. Molina y Vedia, Delfina Molina y Vedia, Adolfo Moeller. Ednardo. Molina, Waldino. Molina Civit, Juan. Mon. Josué R. Morales, Carlos María Morales Bustamante, J. Moreno, Jorge Moreno, Evaristo V. Moreno, Josué F. Moron, Ventura, Moron, Teodoro F. Mosconi, Enrique Mugica, Adolfo Mussini, Jos? Naon, Alho+s! Narbone Navari: * Newtos, K Newton, R Niebuhr, : Niebuhr, Oti Nielsen, Juan. Nistrómer, Carlos Newbery, Jorge. Newbery, Ernesto. Noceti, Domingo Nogués, Pablo, Nougues, Luis E. Novas, Manuel N. Nouguier, Pablo. Obligado Alejandro. campo, Manuel $. Ochoa, Arturo. Olazábal Alejandro M. Olivera, Carlos E. Oliveri, Alfredo. Orcoyen, Francisco Orús, José M. | Ottanelli, Atilio. Orgeira,' Mauricio A. Ortúzar, Alejandro de Orzábal, Arturo. Otamendi, £duardo. Otamendi, Rómulo Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otero Russi, Ildefonso Padilla, José. Padilla, Isaías. Pais y Sadoux, C. Paita, Pedro J. Palacip, Emilio. Palacio, Alberto. Palma, Edmundo. Palmarini, Armando. Pasman, Raúl G. | Páquet, Carlos. Pascual, José L. Pastoriza, Rodolfo. Pastoriza, Luis. Paltó, Gustavo Pelizza, José. Pelleschi, Juan. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J. Perilló.., Rodolfo. Peró, Gabriel. - Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Santiago. Piana, Juan. Piaggio, Antonio. Píñero, Antonio F. Pizzurno, Pablo A Plá Cárdenas, Carlos. Posadas, Carlos Pouyssegur, Hipólito B. Puente, Guillermo A. Pueyrredon, Carlos A. Puiggari, Pio. Puiggari, Miguel M. Prins, Arturo. Quirno, Jorge. Guicaga, Modesto. Rodírguez, tubos Roffo, Juan. Rojas, Estébaw Rojas, Félix. Romero, Armandóx Romero, Carlos L. yx Romero, Félix R. Romero, Julián. Romero, Antonio. Rosetti., Emilio. Rossi, Enrique L. Rospide, Juan. Ronge, Marcos. Rouquelte, Augusto. Rubiv, José M; Rua, José M. de la Saenz Valiente, Ed. Saenz, Valiente Anselmo Sagastume, José M. Outes, Felix F. Sánchez Díaz, José. > Sanchez Díaz, Abel. Sanglas, Rodolfo. Sarrabayrouse, Jugenlo Santangelo, Rodolfo. - Segovia, Fernando. Sáuze, Eduardo. Sauri, Joaquín. Segovia, Vicente, Servente, Juan L. Saralegui, Luis. Sarhy, José S. Sarhy, Juan F. Scala, Augusto. , Schaefer, Guillermo F. Schickendantz,Emilio. Schneidewind, Alberto - Seguí, Francisco. Selva, Domingo. Senat, Gabriel. Senillosa, Juan A. Silva, Angel. Silveyra, Ricardo. , Simonazzi, Guillermo. - Siri, Juan M. - 3 Sisson, Enrique D. Solari, Lorenzo. Soldano, Ferruccio. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio Spinedi, Hermeneg.F. Swenson, U TaminiCrannuel, L.A, Taiana, Alberto. MR Taiana, Hugo. + Tejada Sorzano, Carlos. Tello, Julio. . Texo, Federico Thedy, Héctor. ; Toepecke, Ernesto. —*- Toledo, Enrique A. de. Torres Armengol, M. Torres, Luis M. Me Torrado, Samuel. Trovati, Fraucisco. Traverso, Nicolás. "riarte Castro Alfredo. huro, Arenales bella, Colón B. ala, Moisés ronte A. “les, Luis el EN E A 0) » USES Vi. "0L, Volpa: * 7 Wauter.s 1.00 Wernicke, obte, * White, Gui 1000 White, Guiller:. Yanzi, Amadeo. Zakrzewski, Bernai:: Zamboni, José J. Zamudio, Eugenio. Zoccola, Aníbal. Ar ie AECA CT 8 01357 2714