A A CAN E MN u' A Me a a E AENA ECON ANUN NOS DIOS ANS IN y AN ANO y A A 0 AO PUSO A Ca A oa o > po Pa eS e UA me py O RARAS A A os O “ E 7% a SÍ, E 2, TES Es ss EL NOAA YO PONT A SEN ASNO: A RNA e OS o yA % > AS => eL JE/AR » el | | E 7) ES %Z an EN! » Mya AAA AECA | Me la Ve , QRO SOLA TO S y /: h a im 4 PRADO AE 3 » 4 mp hr: b DA ue, MI x ó 4 HS A AAA pr ó a | . Des réseaux souterrains a haute tension reliés métalliquement aux lignes aériennes. 6. État actuel de études sur les surtensions et sur les systemes de prévention et de protection quí sy rapportent. 7. De la construction et de Pemploi des interrupteurs automati- ques. S. Le probleme du refroidissement dans le transformateurs de di- mensions moyennes. 9. Convertisseurs, redresseurs et moteurs-genérateurs. 10. Le probleme de la transformation de la fréquence. 11. Le moteur triphasé a vitesse variable, considéré spécialement dans son application aux laminoirs et aux machines a papier. 12. De Pinfluence technique et économique des lampes a filement métallique et des lampes á are avec charbons métallisées, sur DPin- dustrie de Péclairage. 13. La traction monophasée et la traction triphasée sur lignes de erand trafic. 14. La traction monophasée et la tractión a courant continu a hau- te tension sur les lignes interurbaines. 15. La ligne de prise de courant dans les chemins de fer électri- ques. 16. De Pacier obtenu directement du minerai par Pemploi de fours électriques, 17. De la stérilisation de Peau par les procédés qui utilisent Pelee- tricité. 15. Le compteur électrique, eu égard a la nature et aux différents régimes de charge. 19. Du timbrage des compteurs électriques. 20. Méthodes rationnelles pour la mesure commerciale de Pénergie électrique. 21. Le probleme de Paugmentation du facteur de charge dans les centrales électriques. 40 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 22. Les applications de Pélectricité aux bateaux submersibles. 25. Téléphonie ordinaire a grandes distances. 24. La téléphonie sans fils. 25. Les systemes téléphoniques automatiques et semi-automatiques sous leurs rapports avec Péconomie et le perfectionnement des com- munications dans les grandes villes, 26. Le probleme du secret dans les communications radiotélégrafi- ques. 27. État actuel et développement futur du chauffage électrique. 28. Étude comparative de la fiscalité directe et indirecte sur 'éner- gie électrique dans les différents pays. 29. La legislation sur la transmision électrique de Pénergie. 530. De la distribution de Pénergie électrique pour les travaux agri- coles. 531. Divers sistemes de télégraphie multiple. BIBLIOGRAFÍA PUBLICACIONES FRANCESAS. Géologie nouvelle. Théorie chimique de la formation de la Terre et des roches terrestres, par HENRI LENICQUE, ingénieur des arts et manufactures. Un vo- lume de xv1-270 pages. Avec 56 figures dans le texte. A. Hermann et fils, éditeurs. Prix broché, 7 franes. El injeniero Lenicque presentó en 1906 a la Sociedad de injenieros civiles de Francia una nueva teoría química de la formación de las rocas terrestres. Entre los jeólogos e injenieros de minas halló partidarios i adversarios, i, lo que es de lamentar, el desdén de los sabios redactores de periódicos científicos i de los jeólogos pontífices. Sin entrar a juzgar ahora las nuevas vistas del injeniero Lenieque, sólo entiendo protestar contra la conspiración del silencio con que la pedantería majisterial com- bate a los que errónea o acertadamente se atrevan a tocar los dogmas de las sectas científicas. Pocas teorías han entrado sin dificultad en el cambiante escenario de la ciencia; en ésta, como en las artes o en las industrias, la rutina es una gran rémora ; otras veces son el fanatismo, la supertición, la simple sujestión religiosa, los que luchan desesperadamente por desvirtuar conceptos científicos que chocan contra creencias seculares que arrastran al torbellino de las violentas controversias é inducen en error a hombres indiscutiblemente doctos como Moigno, Lapparent, ete. I, sin embargo, ¿qué va quedando de algunos principios científicos reputados inconeusos i que los iones, los electrones, los rayos X, los N, el radio, el helio, el uranio, han sacudido i desmembrado, dando marjen a nuevas concepciones sobre la constitución de la materia, que van conquistando a los sabios del mundo entero ? La ciencia no es una entidad jenial fija, invariable, cristalizada; es una eterna condensación multiforme, progresiva, de la intelectualidad mundial, debida a las constantes investigaciones, a la discusión razonada i a la esperimentación metó- dica de los estudiosos del mundo entero; es hija de la mente i del laboratorio. i tal cual la intelijencia se desarrolla i los laboratorios se perfeccionan, así se perfecciona i desarrolla el producto de ese lójico connubio. I basta de protesta. 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El hecho es que el injeniero Leniecque, ampliando su primer concepto itomando en cuenta las objeciones que le hicieron, espone nuevas vistas jeojénicas funda- das en la acciones químicas a altas temperaturas, teoría que no podemos ni es- poner, ni analizar en una corta bibliografía; pero que reputamos dignas de ser tomadas en cuenta por los señores jeólogos, como lo ha hecho con singular inde- pendencia el distinguido injeniero señor F. Bunau-Varilla, quien dice al autor : «Vuestra teoría tendrá su hora de triunfo; pero ¿cuándo llegará? El cálculo de las resistencias pasivas de la intelijencia humana no ha encontrado aun su Poncelet... Armaos de paciencia. » Veamos el plan de la obra. En su primera parte estudia las propiedades químicas de los cuerpos a altas temperaturas i sostiene que en ésta las combinaciones son binarias ino oxijena- das; discute las causas que la enseñanza actual atribuye a los fenómentos jeoló- jicos ia la formación de las rocas; i discurre sobre la formación de cuarzos, sílices 1 otros diversos minerales. En la segunda parte, trata de la formación de la tierra, que sostiene haber pa- sado por los estados de nebulosa, sol i planeta; entra luego en el estudio de las formaciones calcáreas ; atribuye a orijen eruptivo los esquistos i las marnas: a sedimentario las arcillas i gres, ia metamórfico los mármoles: investiga el ori- gen de la hulla i demás combustibles minerales; analiza la relación existente entre la progresión de la vida orgánica i las formaciones de las rocas. En se- guida se ocupa de la vida de la tierra, de los volcanes i terremotos i de la luna, desprendida violentamente de la tierra. Constituyen la tercera parte del libro, una serie de anexos, diez, en los que figuran adhesiones i refutaciones hechas a la teoría química Lenicque, interesan- tes por cierto porque sirven para aclarar el punto controvertido. Nos guardaremos de entrar, como dijimos ya, en el detalle de la tesis del inje- niero Lenicque, en esta simple nota bibliográfica, pero sí deseamos dejar cons- tancia de nuestra conformidad de vistas relativamente a laacción físico-química en la jeobiogenia cósmica. S. E. BARABINO. La photographie des couleurs par VICTOR CRÉMIER. Un volume in 16, (19 « 12), de vin-111 pages. Gauthier Villars, éditeur. París, 1911. Prix bro- ché, 2,75 frances. A pesar de los grandes progresos realizados por el arte fotográfico, tanto en sus aparatos (cámaras, lentes, mecanismos), cuanto en sus placas ó películas im- presionables, en sus elementos químicos de revelación i fijación, queda aún en pie, no del todo resuelto, el interesantísimo problema de la iluminación de las vistas (paisajes, retratos, etc.). La verdad es que ese tinte claroscuro monótono no podía satisfacer al es- píritu de perfeccionamiento innato en el hombre. La química i la física fotográ- fica han sido castigadas con tesón por los profesionales, eu busca de un método que permitiera dar a las imájenes su policromía natural. Desde Seebeck (1810), Daguerre, Becquerel (1848), Nieppe, Poitevin, Saint Florent, ete., que no consi- guieron triunfar, hasta el profesor Lippmann, cuyo método interferencial causó dd BIBLIOGRAFÍA 43 la admiración de sus colegas, bien que en la práctica no haya correspondido á su perfección teórica; desde el método de dispersión espectral, sin resultados real- mente prácticos, pasando por el método trieromo por superposición de Cros i Du- cos de Hauron, fundados en la reconstitución de todos los colores del iris por la mezcla apropiada de sólo tres colores (rojo naranjado-verde i azul violeta), por cuya razón empleaban tres placas de los indicados colores; llegamos al método también trieromo pero por yustaposición del propio Ducos du Hauron, con una sola placa, que ha permitido á los señores Lumiere, preparar sus placas autocro- mas, de elementos mierosecópicos polieromos, Sin embargo, el empleo de estas placas autocromas no ha entrado aún de lleno en las práticas de los aficionados. El señor Crémier se ha propuesto darlas a conocer debidamente para que el sistema sea por todos adoptado sin reservas. He aquí el índice de los capítulos tratados : a) El problema de la fotografía de colores. 1, Histórico; HL, La placa autocroma ; b) Práctica de la autocromía. 1, Preliminares; 1, Colocación i esposición ; UI, Tra- tamiento de las placas; IV, Reforzamiento de la imajen; V, Insucesos 1 acciden- tes; VI, Operaciones complementarias; VIT, Estereoscopía de colores; VII, Mul- tiplicación de las imájenes ; e) Importancia de la autocromía. 1. Colores, su impor- tancia. Para terminar, agregaremos que este manual forma parte de la enciclopedia fotográfica que publica la casa Gauthier-Villars, bajo la denominación de Biblio- theque photographique, la que comprende ya un buen número de publicaciones mui interesantes. S. E. BARABINO. PUBLICACIONES CHILENAS. Lejislación minera carbonifera, por José DEL C. FUENZALIDA GRANDÓN i EDUARDO LEMAITRE, injenieros de minas. Santiago de Chile, 1910. El injeniero Fuenzalida Grandón, presentó un resumen de este trabajo al Con- greso científico internacional americano, indicando cuáles materias debía com- prender la Lejislación minera carbonifera chilena i establecía las siguientes con- clusiones : a) Necesidad de declarar que el subsuelo en las pertenencias de carbón, de petróleo, etc., debe ser propiedad del Estado ; b) Necesidad de recomendar a los gobiernos el estudio de una lejislación «am- plia i liberal que proteja la vida de los operarios que trabajan en el interior de las minas; ec) Conveniencia de que la lejislación minera sea estudiada por comisiones mistas de injenieros de minas i abogados, nombradas ad hoc, no pudiendo los lejisladores modificar las bases técnicas formuladas por los injenieros. Estas conclusiones fueron aprobadas por unanimidad por la sección ciencias jeolójicas del indicado congreso. En el folleto que analizamos el injeniero Fuenzalida, asociado al injeniero Le- maítre; presenta ahora codificada i reglamentada en detalle la lejislación minera. 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA = Es un estudio interesante de dos especialistas que leerán con interés en nues- tro propio país los que de minas se interesan, empezando por nuestra división de minas del ministerio de Agricultura. 5. E. BARABINO. Astrónomos alemanes en Chile, por el doctor F. W. RISTENPART, director del Observotorio astronómico nacional. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1910. Folleto estracto de Los alemanes en Chile, publicación de la Sociedad científica alemana de Santiago para la celebración del centenario de la independencia de Chile. El autor rememora los astrónomos alemanes que han actuado en Chile, a partir del doctor Carlos Moesta en 1852, que catalogó 999 estrellas [V. Observaciones astronómicas (1853 a 55) por el doctor C. G. Moesta. Santiago, 1859] e hizo tras- ladar el observatorio a la quinta Normal, donde aun se halla para evitar la in- fluencia que el cerro de Santa Lucía ejercía en las observaciones azimutales, si tuación hoi inconveniente debido a los progresos de la capital chilena. De 1856 a 1860 catalogó otras 2309 estrellas, que hizo públicas en 1875, hallándose ya en Dresden. Ayudóle en estas observaciones otro alemán don Ricardo Sehuma- cher. La mayor parte de los trabajos del doctor Moesta se han perdido, pues los llevó a Alemania i no han sido hallados. Otros dos astrónomos alemanes Wickman ¡1 Marense, fallaron. Otro alemán don Luis Grosch trabajó con Wickmann i se ocupó de observaciones meteoro- lójicas. El observatorio chileno vejetaba sin dar frutos apreciables hasta que el finado presidente Montt, llamó al actual director, profesor Ristenpart, quien, dándose cuenta del estado de inanición en que se hallaba esa institución científica, pro- cedió a reformarla, a levantarla, a hacerla útil, con cuyo objeto contrató al doctor Gualterio Zurhellen para encomendarle la carta celeste i al doctor Ricardo Prager, dándole la jefatura de las secciones de cálculos i de los ecuatoriales; 1 creó una escuela especial para preparar astrónomos teórico-prácticos. Ya se ha contratado un refractor de 60 centímetros, el mayor de Sud Amé- rica; un círeulo meridiano de 175 milímetros de abertura; dos máquinas para medir las planchas topográficas de la carta celeste; un gran espectógrafo, etc. Como mecánico fué contratado Ricardo Wust, de la casa Zeiss de Jena. El nueyo edificio para observatorio está ya construyéndose con todas las innovaciones que impone de la ciencia moderna. Se le anexará, aunque independiente, un obser- vatorio meteorolójico. El actual director del observatorio, profesor Ristenpart, procede consciente 1 empeñosamente al estudio del cielo austral. Para el centenario debía tener listas ocho mil observaciones de estrellas; antes había observado el eclipse anular de sol, desde Buena Vista (Corrientes, Arjentina) realizando observaciones de mu- cho mérito científico (51 planchas fotográficas); predijo la aparición del Cometa Perrine b; las publicaciones del observatorio alcanzan ya a cuatro tomos; pu- blicó en 1910 un almanaque astronómico; se ha introducido en Chile la hora cinco de atraso con Greenwich, husos horarios, los que pronto serán un hecho también en la Arjentina (hora 4). BIBLIOGRAFÍA 45 En el observatorio actual chileno, econ los medios que posee no se puede hacer más. ara terminar haremos un cargo al profesor Ristenpart: al comenzar su me- moria menciona como creadores de la astronomía moderna a Copérnico, a Ke- pleri a Newton i abandona en las tinieblas del olvido al inventor del telescopio, al grande Galileo, verdadero creador de la astronomía esperimental. S. E. BARABINO. La lei de regadío de la República Arjentina, por SANTIAGO MARÍN VICUÑA, miembro del Instituto de injenieros de Chile. Santiago de Chile, 1910. Acusamos recibo de este folleto en el que el autor reproduce un artículo so- bre política hidráulica en la Arjentina. En él analiza atinadamente nuestra lei de riego poniendo de manifiesto su bondad i sus deficiencias. El injeniero Marín Vicuña, que fué nuestro apreciado huésped durante las fies- tas centenarias mayas, pudo personalmente imponerse i ponderar, no sólo la lei de riego, objeto de sa monografía, sino que también de otros problemas de inje- niería resueltos o por resolver aun entre nosotros, por lo que es de esperar que al actual sigan otros trabajos de análisis i crítica profesional, para lo que está habilitado por su competencia personal. S. E. BARABINO. Calendario astronómico para la parte austral de la América del Sur (Argentina, Chile, Paraguai ¿ Uurguai). Buenos Aires, 1911. El distinguido astrónomo que dirije el observatorio astronómico en Santiago de Chile, doctor F. W. Ristenpart, de acuerdo con decisiones tomadas por la sección ciencias físicas i matemáticas del Congreso científico internacional ameri- cano, realizado en ¡julio de 1910 en esta ciudad de Buenos Aires, con motivo del centenario de la revolución de mayo, procedió, coadyuvado eficazmente por el calculista doctor Ricardo Prager i los astrónomos auxiliares Rosauro Castro, Rómulo Grandón i Juan Waidele, á confeccionar este almanaque astronómico, haciendo uso de los husos horarios (1) que van adoptando todos las naciones civilizadas, con aplicación a las cuatro repúblicas australes Arjertina, Chile, Uruguai 1 Paraguai. Es el primero que se publica en su jénero, i su compilador, el doctor Risten- part, tiene la certeza de que, sin ser completo, puede prestar útiles servicios, los que podrán ser mayores con el concurso de los entendidos que se sirvan indicar las mejoras o agregados que a juicio de ellos convenga introducir en esta nueva efeméride, con euyo objeto se ruega a los mismos envíen sus observaciones a cualquiera de los miembros de la Comisión antes del 1% de abril de 1911. Es digna de aplauso la iniciativa del doctor Ristenpart i es de desear que con (1) Corresponde la hora —4,respecto del meridiano de Greenwich, a la Argentina, Bolivia, parte interior del Brasil, Venezuela, Uruguay, Guayanas i Paraguai; la hora —5 a Chile, Perú Ecuador, Colombia, Paraná; la —6 a las repúblicas centroamericanas; las —6 i —7 a Méjico ; ide --5a —8 a Estados Unidos. (Vota de la Dirección.) 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el concurso i consejos de sus colegas, dé a esta obra internacional sudamericana la importancia técnica que debe tener. S. E. BARABINO. VARIAS. Noticia dos estudos e obras contra os effeitos da secca por ÁNTONIO OLYNTO DOS SANTOS PIRES (extrahido do Boletín do ministerio da viacdo e obras públicas, tomo TIT, anno 2%, n% 3, abril de 1910, con un capítulo addicional en resposta aos censores daquellas obras). Imprensa nacional. Río de Janeiro, 1910. Un volumen en 8% mayor, con 12 erandes planchas i nueve fotografías. . , Eu) o Como el título lo dice, es un estracto del Boletín del ministerio de obras públi- cas brasileño. En su trabajo el señor Olyntho dos Santos Pires, en su carácter de superinten- dente de los estudios i obras contra los efectos de la seca, espone las diversas obras que a su juicio deben evitar los perjuicios de la seca; pero el doctor Tho- maz Pompeu de Souza Brasil, en su obra denominada O Ceará no comego do se- culo XX, critica los trabajos que la mencionada superintendencia había hecho en ese Estado. A su vez, en la cámara de diputados, el representante de Minas Geraes, señor Pandiá Cologeras, censuró los indicados trabajos de la superitendencia. Debido a ello, el señor Antonio Olintho dos Santos Pires, ha hecho esta tirada aparte de su memoria publicada, agregándole un capítulo Resposta a 0s censores, en el que refuta a ambos críticos. He aquí los puntos que trata el autor con acopio de datos científicos i esta- dísticos : EsTAaDO DO CEARÁ. — Clima, regiáo arida do Brasil. Seccas e inundacoes. Chu- vas no Ceará. Alvitres propostos para conjurar os effeitos da sececa. Acude do Quixadá (con 6 planchas). Obras feitas pelo governo. Acude Acarahu-Mirin. Pe- queños acudes. Sondagens e pocos tubulares. RÍO GRANDE DO NORTE. — Desobstruccáo do valle do Ceará-mirim. Desobs- truccao do Maxaranguape. Acudes. Pocos. EsTaDpO DE PARAHYBA. — Datos sobre a construecáo de acudes, probando que como no Cereará e no Río Grande do norte o unico recurso para enfrentar com a calamidade das seccas, e o agude ou a cacimba, muito embora náo exista alli un só acude de importancia. ESTADO DE PIaNHY. — Confirma el autor sus anteriores opiniones relativas a los otros Estados. I termina con un frase que encierra un concepto que tiene aplicación en todos los países del mundo donde existen aristarcos de buena o mala fe. « Pretender suggerir alvitres — dice — aconselhar obras ou criticar o esforco alheio, sem conhecer e estudiar pessoalmente as condicoes locales, é um máu servico que se faz aos habitantes da zona arida. E esses doutrinadores theoricos pululam, desde as primeiras tentativas para a solucáo do problema da secca; e BIBLIOGRAFÍA 47 a elles em grande parte cabe a responsabilidade de maioria dos erros commettidos e do retardamento das obras planejadas »... El autor concluye levantando las observaciones hechas a su trabajo por los señores ya indicados. Cuando la crítica es sana, cuando en ella no va involucrada la idea de dañar personalmente a los que trabajan, sino el deseo de contribuir a la más acertada solución de los trascendentales problemas que afectan las obras públicas, dicha crítica es la « bienvenida ». Tal auguramos que ocurra en este caso para bien de los estados brasileños interesados. S. E. BARABINO. Manual de química moderna porel padre Ebuarbo Vrrokrra. Un volumen de unas 400 pájinas formato menor, con 170 figuras en el testo. Tipografía :atólica. Barcelona. 1910. La industria química de Barcelona, ocupándose de esta obrita dice : « Formando un elegante volumen de impecable presentación, acaba de ver la luz el Manual del padre Vitoria; va dirigido especialmente á los escolares que por primera vez saludan á la hermosa ciencia de Lavoisier, de modo que su plan y método expositivo han sido magistralmente adaptados á tal objeto. Después de los preliminares de rúbrica, entra el libro en el estudio de los metaloides, á la cabeza de los cuales coloca el hidrógeno, siguiendo la tradición establecida; en :ada epígrafe importante, ha dispuesto el autor un apartado en el cual expone algunas experiencias de cátedra, útiles para aclarar las ideas de los alumnos en el asunto deseripto. Á continuación resume las aplicaciones de que es susceptible el cuerpo estudiado. Dedica una parte de la obra á la química del carbono, que expone teniendo en cuenta los últimos adelantos de la ciencia. Sigue á esta parte del libro, la química de los metales, que traza con sobriedad y precisión, cuali- dades que, por así decirlo, establecen el verdadero valor de una obra didáctica elemental. Termina la obra con una exposición razonada de las teorías funda- mentales de la química general y de la físico-química, teorías fácilmente asequi- bles al estudiante, después que, en el curso de la parte descriptiva, se ha hecho cargo de las propiedades de los cuerpos, del mecanismo de las reacciones, ete. Á nuestro entender, la idea de colocar esta parte de la obra al final, resulta ati- nadísima, y, sin duda alguna, es el fruto de la experiencia adquirida en la prác- tica de la enseñanza. El libro del padre Vitoria va profusamente ilustrado con un verdadero lujo de grabados, de trazado clarísimo y pulcra ejecución. Bien venido sea el volumen del padre Vitoria, que ha de contribuir sin duda alguna al lucimiento de nuestros escolares, tan faltados de libros de estudio, que á la brevedad, unan la claridad y estén desarrollados según un plan relativamente completo. » Por nuestra parte sólo agregaremos que este manual del padre jesuita Vitoria adolece el defecto inherente a toda obra escrita por los profesionales de un culto relijioso, cualquiera sea éste, vale decir, que sujestionados por sus ereencias relijiosas no trepidan en sentar aforismos científicos anacrónicos que chocan con los progresos realizados por la ciencia moderna. Todos hemos observados i observamos este fenómeno, mui sujerente por cierto. Aquí, en Buenos Aires, hemos visto obritas didácticas, mui bien planeadas ides- AS ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA arrolladas por algunos maestros de las Escuelas cristianas, que adolecían del mismo mal apuntado, en aquellos pasos en los cuales la ciencia moderna podría real o aparentemente discrepar de los preceptos establecidos como verdades inconcusas por la iglesia católica. En este caso del padre jesuita Vitoria nos bastará trascribir el primer párrafo de la obra en la que sienta una monstruosidad biolójica. Dice el autor : « 1. CUERPOS. MATERIA. A los seres que nos rodean perceptibles por nuestros sentidos, los llamamos cuerpos : todos ellos son materiales, es decir, formados por una substancia especial llamada materia, la cual es enteramente distinta de otra substancia incomparablemente más noble (*) en su sér i en sus operaciones, que se llama espíritu. El hombre es un compuesto de materia 1 espíritu (*): los demás seres, los minerales, las plantas, LOS ANIMALES, carecen de espíritu (*), por lo cual se le llaman simplemente materiales. » Huelean los comentarios. Ca] S. E. BARABINO. (*) Subrayado por esta Dirección. | - Ameghino. — Ing. J, Mendizábal Tamborrel. — Dr. Estanislao S. Zeballos. — Enrique Ferri Dr. César Lombroso. — Ing. Guillermo Marconi ' 3 SOCIOS CORRESPONDIENTES o - Aguilar, Rafael. ........... Méjico. Moretti, Cayetano......... Milán. - Arechavaleta, José......... Montevideo. Martinenche, Ernesto...... París. Arteaga, Rodolfo de....... Montevideo. MOP OA 0 Nueva York. - Aye-Lallemant, German.... Mendoza. Montané, Luis,............ Habana. Alfonso Paulino........... Sgo. de Chile. Medina, José Toribio....... Sgo. de Chile. Ballvé, Horacio ........... IL. de Año N. Montessus de Ballore...... Sgo. de Chile. Bodenbender, Guillermo... Córdoba Nordenskjiold, Otto........ Gothemburgo. Bolívar, Ignaci0........... Madrid. Paterno, Manuel........... Palermo (It.). MBertoni; MOISÉS ........01.. P. Bertoni (P.). A El A do Lima. MBalley, WillisS.......«.. Washingtón. Porter! Marias dos Valparaíso. Bruce, William............ Edimburgo. Pena, Carlos M. de........ Montevideo. Carvalho, José Carlos...... Río Janeiro. Poirier, Eduardo .......... Sgo. de Chile. OTI TOS Sui aida ea Mendoza. Pérez Verdia, Luis ........ Méjico. Corthell, Elmer............ New York. Re WalternEios iran paran Londres. lelage, Y Ves... o. ¿o0im... París. Risso Patrón, Luis......... Sgo. de Chile. - Fuenzalida, José del C..... Sgo. de Chile. Ristempart, Federico ...... Sgo. de Chile. Fontana, Luis Jorge....... San Juan. Reiche, Carlos............ Sgo. de Chile. Guignard, León........... París. Scalabrini, Peero.......... Corrientes. Guimaráes, Rodolfo........ Amadora (P.). | Sklodonska, Curie......... París. AROS IAEA EAS Corrientes. Spegazzini, Carlos......... La Plata. Kinart, Fernando.......... Amberes. Shepherd, Williams R..... Colum. Univer. Lafone Quevedo, Samuel A. La Plata. Nueva York. MO Mia aaa Tucumán. Tobar GarlosiR "2420. Quito. Luiggi, Luis.............. Roma. Torres Quevedo, Leonardo.. Madrid. LgO, AMÉTICO..-....x.... Santo Domingo UAM a Lima. da A AR Bordeos. Villareal, Federico......... Lima. Larrabure y Unánue Eugenio Lima. Von Ihering, Hermán...... San Paulo (B). MOTO LUIS. ro ee Villa Colón (U) VOMerra NILO + Sua iia > Roma. Acevedo Ramos, R. de. Adamoli, Pedro A. Adamoli, Santos $. Adano, Manuel. Aguirre, Eduardo. Aguirre, Pedro. Aguirre, Rafael M. - Aita, Antonio. Alberdi, Francisco. Albert, Francisco. - Aldunate, Julio C. Almanza, Felipe G. Alric, Francisco. Alvarez, Fernando, Alzaga, Federico. Amadeo, Tomás. -Amoretti, Alejandro. - Anasagasti. Horacio. Filadelfía. SOCIOS ACTIVOS Ambrosetti, Juan B. Anello, Antonio. Angelis, Virgilio de. Angli, Gerouimo. Arambarri, Alberto. Aráoz, Alfaro Gregorio. Arata, Pedro N. Araya, Agustín. Artaza, Evaristo. Artaza, Miguel. Arigós, Máximo. Arce, Manuel J. Arcansol, Adolfo. Arce, Santiago. Arditi, Horacio, Arroyo, Franklin. Astrada Pape, Ismael, Atarez, Guillermo. SOCIOS HONORARIOS Dr. Juan J. J. Kyle. — Ing. Luis A. Huergo (padre). — Dr. Florentino Aubone, Carlos. Avila Méndez, Delfín, Avila, Alberto. Ayerza, Rómalo. Aztiria, Ignacio. Aztiz, Julio M. Babacci, Juan. Bado, Atilio A. Bade, Fritz. Bachmann, Alois. Ballester, Rodolfo E. Baldi, Jacinto. Barabino, Santiago E. Barbará, Nicolás. Barbieri, Antonio. Barilari, Mariano S. Barzi, Federico. Battilana, Pedro. Baudrix, Manuel C. Bazán, Pedro. Bernaola, Víctor J. Bell, Carlos H. Bargara, Ulises. Besio Moreno, Nicolás. Besio Moreno, Baltasar. Biraben, Federico. Boatti, Ernesto C. Bolognini, Héctor. Bordenave, Pablo E. Bosch, Benito $. Bosch, Eliseo P. Bosch, Aureliano R. Bosisio, Anecto. Bonanni, Cayetano. Bonneu Ibero, León M. Bosque y Reyes, F. Borús, Adriano. Brané, Eugenio. Breyer Trant, Adolfo. Breyer Trant, Alberto. Brian, Santiago. Brindani, Medardo. Bruch, Carlos. Broggi, Hugo. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Butty, Enrique. Caimi, Ramón. Candiani, Emilio. Cálcena, Augusto. Cáceres, Dionisio. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, Juan M. Camus, Nicolás. Candioti, Marcial R. Canale, Umberto. Canonica, Mauricio. Capelle, Raúl. Cano, Roberto. Cantón, Lorenzo. Carranza, Marcelo. Carrasco, Benito J, Cardoso, Ramón. Carbonell, José. Carossino, Jacinto T. Carvallo, Raúl. Casas, Bernardo. Castellanos, Carlos T. Castro, Vicente. Carelli, Amadeo. Carelli, Humberto H. Carette, Eduardo. Castro, Eduardo B. Claypole, Jorge. Cerri, César. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Cevallos Socas, €. M. Cerdena, Fernando. Cilley, Luis P. Civit, Julio Nilo. Chanourdie, Enrique. Chapaz, Raul. Chapiroíf, Nicolás de. Chaudet, Augusto. Chiappe, Leopoldo J. Chiocci, Icilio. Chueca, Tomás A. Clara, Angel. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock, Guillermo. Cogliatti, Alejandro. Collet, Carlos. Contin, Diego T. R. Compte, Riqué Julio. Correa Morales, Elina G. A. de. Coria, Valentín F. Cornejo, Nolasco F. Corvalán, Manuel S. Coronel, Policarpo. Cottini, Arístides. Courtois, U. Cremona, Andrés. Cremona, Víctor. Crinin, Demetrio. Cucullu, Carlos. Cuomo, Miguel. Curutchet, Luis. Curutchet, Pedro. Curutchet, Gabriel. Damianovich, E. A. Damianovich, Horacio. Danieri, Bartolomé. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. Dates, Germán. Debenedetti, José. Dellepiane, Luis J. Demarchi, Torcuato T. A. Demarchi, Marco. Demarchi, Alfredo (hijo). Delgado, Fausto. Doello Jurado, Martín. Dobranich, Jorge W. Domínico, Guillermo. Domínguez, Juan A. Dorado, Enrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhau, Luis. Duarte, Jorge N. Dubois, Alfredo F. Ducco, Camilo L. Ducros, Pablo. Duncán, Carlos D. Durrieu, Mauricio. Durán, José C. Duranona, Ricardo. Eguia, Máximo. Eppens, Gustavo. Elías, Adolfo (hijo). Escudero, W. E. Esteves, Luis P. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro. Faverio, Fernando. Fernández, Alberto J. Fernández Díaz, A. Fernández, Pedro A. Fernández, Poblet A. Fernández, Daniel. Ferreyra, Miguel. Ferrari, Ricardo. Fynn, Enrique. Fliess, Alois. Flores, Emilio M. Flores, Agustina J. Fornati, Vicente. * Forragini, Augusto. Fortt, Pedro P. Franchini, Carlos L. Frank, Paul. Friedel, Alfredo. Frumento, Antonio R. Fuschini, José. Fumasoli, Roque H. Gainza, Alberto de. Galtero, Alfredo. Gallardo, Angel. Gallardo, Carlos R. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. Gandára, Federico W. Garat, Enrique. Garay, José de. García, Carlos A. García, Jesús M. Gatti, Julio J. Gentilini, Pascual. Gerardi. Donato. Geyer, Carlos, Ghigliazza, Sebastián. Giménez, Angel M. Giuliani, José. Girado, José I. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. González, Arturo. González, Agustín. pe O A : sl EM A E , - Y o ES e ” 1.6" » o 7 > > db mo E o DE LA DAD CIENTI o ARGENTINA - Dinecror : Ixcenieno SANTIAGO E, BARABINO FEBRERO 1911. — ENTREGA Il. — TOMO LXXI V E 3 ES: os ÍNDICE. E Panxor, Théorie des foyers dans les sections coniques....... LE a 49 3 AoumLes. Cecuint PucnaLr, La economía en los proyectos de construcciones de ce- eS mento A A A AT 64 z SANTIAGO E. BaraBino, Variedades............. TAR aaa 85 0 -Sayriaco E. Barabino, Bibliografía............ A e A 88 -. BUENOS AIRES . IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS A 684 — CALLE PERÚ — 684 191] JUNTA DIRECTIVA Prestdente e A Is .«... Doctor Francisco P. Moreno Vaceprestdente do: ata dni e Ingeniero Vicente Castro Vicepr estdente iD mereció Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actas............ Doctor "Comás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco TES MET e leia Doctor Antonio Vidal BIDIDILLa TO a ISE Doctor Abel Sánchez Díaz 'Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo A A a < Arquitecto Raúl G. Pasman % j | Ingeniero Benito Mamberto | Ingeniero Nicolás Besio Moreno ¡Ingeniero Pedro Aguirre Ene NOS II e ONIS a Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctorJuan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan 3. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte. doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Vobranich, senor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmADEO y doctor Horacio DAMIANOVHCH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Conj hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. / La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias Pesos moneda nacional PONIMes a ec els tale IA AA q 1.00 PORO A O SIA Ue 12.00 Númeroralrasado rai a le id 2.00 - para los Soci0s.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA | El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES La théorie des coniques, telle qwelle est exposée dans les traités de géométrie élémentaire, et ensuite dans ceux de géométrie analyti- que, ne permet pas de découvrir facilement, dans la pratique des problemes, que le lienu géométrique Pur point est une courbe du se- cond degré, Il nous a semblé plus logique d'étudier ces courbes comme sections planes une surface du second degré, et en particulier du cóne de révolution. Cette étude ne nécessite que la connaissanse des propriétés élé- mentaires des divisions homographiques et involutives, dont Vensei- gnement, des le début de la géométrie analytique, ne présente aucune difticulté. (1) Nos complacemos en publicar este interesante capítulo de ¡eometría analí- tica que forma parte de la obra Lecciones de jeometría analítica moderna, próxima a aparecer, i cuyo autor es el distinguido injeniero don Félix Pernot, asesor téenico en el ministerio de guerra de la República Oriental. Nos ha sido remitida por nuestro consocio el doctor C. M. Morales, quien nos manifiesta que el injeniero Pernot seguirá colaborando en nuestros .Inales, adop tando la lengua castellana. Como notarán nuestros lectores, el señor Pernót emplea un estilo elaro, llano i conciso a la vez, mérito mui apreciable en obras didáticas, i que sólo se consign: cuando se posee la materia tratada. (La Dirección.) AN. SOC. CIENT. ARG, — T. LXXI 1 tIBRAR NEW YO) BOTANIC AARDE! 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA On peut ainsi conserver á la géométrie analytique son vrai carac- tere, Cest-a-dire appliquer Palgebre a la géométrie apres avoir épuisé toutes les considérations géométriques. L'avantage qui en résulte est une grande simplification dans les calculs nécessaires, gráce a un choix heureux Vaxes de coordonnées et de systeme de coordonnées. La génération du cóne du second degré s'explique par Pintersec- tion de plans quí passent par deux droites fixes concourantes, ces plans se correspondant homographiquement. La section plane, ren- contrée par une droite en deux points, c'est-a-dire du second degré, prend le nom de conique; on en déduit les trois genres, ellipse, hy- perbole, parabole par la considération des points a Pinfini. Cela posé, nous étudions la conique dans son plan. L'étude de la polaire Yun point devient celle du diametre une direcvion, quand le point s'éloigne a V'infini dans cette direction: on établit existence Yun centre unique, póle de la droite a Pinfini. La constatation de VPinvolution du faisceau de directions conjuguées conduit a la déconverte des directions principales, rayons rectangu- laires de Pinvolution. Sachant que la conique a deux axes de symétrie, considérons en particulier le cóne du second degré bitangent au cóne isotrope de méme sommet, et étudions ses sections planes. Nous employons la représentation de la descriptive, plus commode pour les démonstra- tions que la perspective, en prenant comme plan vertical le plan passant par Paxe du cóne perpendiculairement au plan sécant, et un plan horizontal parallele au plan sécant, de facon que la conique se projette en vraie grandeur. La figure correspond au cas de la section elliptique, mais la démonstration est la méme dans tous les cas. Ayant pour but de découvrir les propriétés focales, si commodes peur les construetions relatives aux coniques, nous cherchons a dé- duire de considérations purement géométriques la définition de Pliicker qui, en interprétant Péquation focale, appelle foyer «un cercle de rayon nul bitangent a la conique aux points Vintersection imaginaires avec la directrice» ou un point Pou Pon peut mener a la conique deux tangentes isotropes. Nous allons justifier cette définition en la généralisant, ce quí per- mettra de démontrer toute une série de théoremes nouveaux, et en méme temps Vexpliquer a priori les lois de la réflexion de la lumiere. Soient c' et e”, les cercles de contour apparent de deux spheres quelconques inserites dans le cóne le long des paralleles p” et p”, (fig. 1). Le plan sécant Q” coupe la sphere e” suivant un cercle a 9 THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 51 bitangent a la section plane du cóne aux points VPintersection avec ! la droite debout +“; de méme Q' coupe ce”, suivant un cercle bitangent á la conique. Soit M un point de la section plane, projeté en m'm. SM la géné- ratrice correspondante du cóne, tangente aux spheres e! et e' points projetés en y”, p”,- "0 py , Une tangente menée de M au cercle a est tangente a la sphere c'; elle est done égale a Pautre tangente a la sphere projetée suivant m'2'; de méme la tangente menée de M a Pautre cercle a' 2”, a pour longueur la vraie grandeur de m'¿',. On en conclut que la somme de ces deux tangentes mt + mt, est égale a la vraie grandeur de 99”, c'est-á-dire a p'p”,. Cette somme est indépendante de la position de M sur la section plane. Si le point est y, y.' en dehors de Pintervalle des cordes de contact, est la diftérence des tangentes qui est constante. D”ou le théoreme suivant : Théoréme. — Si Von considere deux cercles bitangents á une eoni- 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que, la somme ou la différence des tangentes menées (Pun point de la conique a chacun des deux cercles est constante. Théoreme. — Le rapport entre la longueur d'une tangente et la distance á la corde des contacts correspondante est constant. La lon- cueur de la tangente mt est la vraie grandeur de m'o”, cest-a-dire m,p' (obtenue en amenant par rotation autour de Paxe la génératrice SM en S'm, tacts a pour vraie grandeur m'-'. Nous voulons démontrer que: dans le plan vertical) la distance md a la corde des con- m,p' —— = constante. mx /p et mm, étant paralleles par construction, Ap: IES Am, . A'm on Ap Ay A'M_ Ap” —A'm —A'x cest-a-dire A'p CN mp. my ce qui peut s'éerire m,p' ASA —— = — = constante. m e A , Foyers. — Considérons un plan KR” bitangent aux deux spheres aux points f' et f',. Le point f* correspondant au cercle 4'f* précé- dent, doit étre considéré comme un cercle de rayon nul bitangent a la conique R' aux points V'intersection, imaginaires dans ce cas, avec la droite debout 2' (fig. 1). Les théoremes précédents s'appliquent évidemment. Les longueurs des tangentes aux cercles de rayon nul sont Mf et Mf, ; dans le cas 1 de Vellipse, le point M est toujours entre les cordes de contact ; done Mf + Mf, = constante = K, En appliquant aux sommets A et B: i AF + Af, =K THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 0) Af + Bf + Af, + Bf, =2K = 24B = 4a K == 2d On voit aisément que, dans le cas de la section hyperbolique, Mf — MF, := 2a. Le second théoreme donne Mf —= = Constante. = €. MS Cette constante s'appelle Pexcentricité ; 1l est aisé de voir qu'elle est inférieure a 1 dans le cas de VPellipse, supérieure a 1 dans le cas de Phyperbole, et égale a 1 pour la parabole; il suftit Vétudier la va- , ; 7 A p' der leur du rapport établie précédemment : —— dans les différents cas. , 4 Nous Winsistons pas pour ne pas allonger inutilement cet article; on retombe sur le théoreme bien connu de Dudelin, quí se trouve étre un cas particulier du théoreme que nous avons démontré, Toutes les autres propriétés des foyers et des directrices se déduisent des pre- cédentes par les méthodes connues. Autres théoremes. — Les théoremes que Pon peut déduire des pre- cédents sont tres nombreux ; nous nous contenterons (Ven augmen- ter quelques-uns a titre d'exemple. ] Considérons le cerele bitangent a une ellipse aux sommets du petit axe. Appliquant le premier théoreme a ce cerele et au cercle de rayon nul F (fig. 2): MF + MT = K. en particulier, pour B BEE donc KK =4 (1) MF + MT = a; pour le point A AF + AT" =4; AF = a —e Pou (2) AT' =C. D4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA : MIS AT C a Le rapport > Zo > constante = — (3) valeur de Pexcentricité. MN AO a Si Pon considere le cerele osculateur en A,, de centre w, on trouve de méme la somme des tangentes au cercle o et au cercle 6 : (4) MT M0: = AT =:C, En prenant les deux cercles uv y w” osculateurs en A et A' MT + MO =C M6" — MT =C d'ou (5) M0 + Mb” = 2c. On trouve des théoremes analogues pour le cas de Phyperbole. Dans le cas de la parabole, si Pon prend le cercle osculateur au sommet, ayant comme centre uv, tel que IN E on a (fig. 3) ME =—="MT'= K En appliquant cette relation au point A, la longueur de la tangente est nulle ; il reste AF == K, c'est-á-dire E Cette relation permet de construire un appareil simple pour le tra- cé continu de la parabole. THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 3 e MT Ex On voit également que MI l, valeur de Pextrémité de la para- bole, de méme que dans le cas de Pellipse (fig. 2) M0 B0 ( MK Be a excentricité de Pellipse. La considération des tangentes communes a deux cereles bitan- gents fournit un autre ensemble de théoremes dont la démonstration est immédiate. Vette conception des foyers permet d'expliquer, jusqu'a un certain La] point, pourquoi les ondes sphériques, lumineuses ou sonores, s'ada]- tant a ne surface de révolution, par exemple, produisent un maxi- mum de concentration au foyer de la méridienne, considéré comme une sphere de rayons nul de raccordement avec la surface. Au point de vue des ondes attractives, on sait que leur sphéricité résulte de la loi de Pinverse du carré de la distance; on arrive ains! a concevoir le centre d'émanation comme un cerele de rayon nul, bitangent a la trajectoire, e'est-á-dire que le corps attirant ne peut étre placé qu'au foyer de la trayectoire. La théorie des courbes focales dans les surfaces du second degre, devient une conséquencee naturelle des théories précédentes. 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ÉTUDE DIRECTE DES PROPRIÉTÉS FOCALES DANS LE PLAN ll nous semble préférable de commencer Venseignement de la géo- métrie analytique par la géométrie a trois dimensions; cependant, 11 est possible comme nous allons le montrer, Vintroduire les idées pré- cédemment exposées dans Pétude directe des courbes du second de- gré, qu'on démontre ensuite étre identiques aux sections planes du cóne du second degré. Pour cela étudions dVPabord les propriétés des cercles bitangents a une conique; ces cercles ont évidemment leur centre sur Pun des axes ; les points de contact sont aux pieds des normales menées du centre du cercle a la conique. Pour mener les normales (un point extérieur P a une ellipse, par exemple (fig. 4), soit PN une des normales; le point N est Pintersec- tion du diametre ON avec la perpendiculaire PN au diametre conju- gué ON' de ON, parallele a la tengente NT. Prenons deux diametres conjugués OM, OM “; cherchons le lieu de Pintersection de l'un des diametres avec la perpendiculaire a Pautre diametre menée par P ; le point N appartiendra á ce lieu. Comme les rayons OM et PN se correspondent homographique- THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES DT ment, le lieu de M est une conique quí passe par O et P; ses direc- tions asymptotiques sont celles des axes de Pellipse. On retrouve ainsi Phyperbole connue sous le nom Phyperbole PA- pollonias, ou hyperbole équilatere aux pieds des normales. Si le point P est sur un axe (fig. 5) Phyperbole en question pas- sant par O, P et le point a Pinfini sur OP, se décompose en cette droite OP et une autre perpendiculaire. Pour obtenir cette seconde droite, considérons les diagonales du rectangle OABO, quí forment, comme on le sait, un systeme de di- rections conjuguées. En menant de P une perpendiculaire sur AB, on obtient en IL, a Pintersection avec 00, un point de Phyperbole (PApollonius, quí se réduit ainsi á OP et 1Q perpendiculaires. 10) rencontre Pellipse en N et N”, pieds des normales issues de P:; le cercle de centre P et de rayon PX est bitangent a Vellipse. Soit T le point ou la tangente en N rencontre OA. On voit que si Pon se donne P, QN et par suite NT sont déterminées uniquement ; si Pon se donne P, la polaire NN * et par suite NP est déterminée uniquement ; done les points P et T se correspondent homographiquement. Si T Yéloigne a Pinfini, P vient en O; si P sS'éloigne á VPintini, il en est de méme de NN'; le póle T de NN' devient le póle de la droite a Pintini, Cest-a-dire le centre O. Comme les homologues des points a Pinfini dans les deux divisions coincident, la correspondance homographique de P et T est involu- tive. Les points doubles de Pinvolution sont ceux en lesquels P et T sont confondus : or 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PT = 0 et PQ reste fini; done PN, rayon du cercle bitangent, de- vient nul quand P et T se confondent. Les deux points doubles de Pinvolution sont done les centres de cercles de rayon nul bitangents a VPellipse. Ce sont ces points que nous appelons foyers de la conique. P et T étant confondus, les tangentes TN, TN ' sont les tangentes menées á un cercle depuis son centre; ce sont les asymptotes du cer- cle ou les droites isotropes issues de son centre. On peut done dire aussi bien que le foyer est un point Pou Pon peut mener á une coni- que deux tangentes isotropes. Pour construire les foyers, il suftit de faire passer un cerele quel- conque par P et T; OF? est la puissance de O par rapport a ce cet- cele. La corde des contacts des tangentes NN ' est la polaire du point 'T. Quand T est au foyer, la corde des contacts imaginaires, appelée directrice, reste la polaire du foyer. On la construit alsément en em- ployant le procédé qui a servi pour déterminer NN” en partant de P. De F nous abaissons une perpendiculaire sur AB jusquía la rencon- tre en D avec OC; la perpendiculaire DD ' menée de D menée sur Paxe est la directrice. En appliquant les mémes considérations a Paxe OB, on voit que les points doubles de Pinvolution sont imaginaires ; il y a done sur le petit axe deux foyers imaginalres. PROPRIÉTÉS DES FOYERS ET DIRECTRICES Les propriétés connues se déduisent facilement de la théorie pré- cédente. Nous allons en citer quelques-unes a titre Vexemple. Théoreme. — La normale et la tangente sont les bissectrices des rayons vecteurs qui joignent les foyers au point considéré. En effet les points P et T, en involution, sont conjugués harmoniques par rap- port aux points doubles F et F'. Donc le faisceau N(FF'PT) est harmonique: comme NP et NT sont rectangulaires par construction, ce sont les bisectrices des deux autres droites NF et NF?, Théoreme. — Le rapport des distances Pun point de la conique au foyer et a la directrice correspondante est constant. Soit K le point ou MM ' quelconque rencontre la directrice (fig. 6): la polaire de K passe par F, póle de la directrice; soit FL cette po- laire ; les droites FK et FL sont en involution: les rayons doubles THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 5) de cette involution sont les tangentes menées de E a la conique, e est- á-dire les droites isotropes de Fon sait que, dans ce cas, les rayons homologues de Pinvolution sont rectangulaires, KF est perpendicu- laire á FL. Nous démontrons incidemment de cette maniere un autre théoreme connu. Il Yen suit que FK et FI sont les bissectrices des droites MF et MF ';ona donc propriété de la bissectrice extérieure. autre part KM MD KM" MD" (Pon MEF MD M'F M'D' ou = == = Constante. Cette constante est Pexcentricité. On en déduit la propriété MR == MEP" = La. Comme on peut le voir dans les traités de géométrie élémentaire, et toutes les autres propriétés en découlent. A ce moment, on peut passer á la démonstration des théoremes de Daudelin. 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En suivant cet ordre d'idées, on est amené a justifier la définition employée pour les foyers en démontrant directement, mais beaucoup moins simplement, la propriété générale des cercles bitangents que nous avons établie au début. Cette démonstration directe nous a fourni Vintéressantes proprié- tés relatives á la génération des quadriques de révolution et au tracé mécanique des coniques. Cherchons le lieu des points M, tels que la somme ou la différence des longueurs des tangentes menées á deux cercles € et C” reste constante (fig. 7) MiIS= "MD 2K. Soit une tangente quelconque au cercle (0; T” son contact. Pre- nons T'I =2K, K étant donné. Le lieu du point l est une circonférence concentrique a 0” de ra- yon C'I. Cette circonférence coupe le cercle O en deux points P et Q, réels ou imaginaires, qui appartiennent évidemment au lieu cherché. Il faut trouver, sur la tangente TI, les points M tels que MT = MI, MT étant tangente au cercle O. On aura bien ains: MPAA MB EMI TL DK Le point M, tel que MI —= MT, appartient au lieu des puints d'égale puissance par rapport au cercle € et au cercle de rayon nul I, c/est-a- dire á Vaxe radical de ces deux cercles; cet axe radical, perpendicu- laire á TC, ligne des centres, passe par le point R, intersection de la tangente IR avec la corde PQ. Cest la droite RM, quí fournit un seul point M du lieu. De Pautre cóté, on obtient de méme un autre point M' du lieu. Sur une infinité de droites tangentes au cercle (O, on Wobtient que deux points du lieu. Étant donné que chaque point se trouve né- cessairement sur une tangente, on peut conclure que le lieu est une courbe du second degré. En P, comme en Q, il y a deux points confondus sur la circonfé- rence €; done la conique-lieu est bitangente au cercle UC en P et Q. On trouve de méme que le lieu est bitangent a C* en P* et Q' a Pin- tersection avec la circonférence concentrique a O. Si Von prend une tangente en T,, en dehors de Pintervalle compris entre PQ et P'Q', la méme construction fournit le point M, tei que la diftérence des longueurs des tangentes soit constante. THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 61 Si les points P, Q, P', Q/, sont imaginaires, une seule génération, soit par la somme, soit par la différence des tangentes constantes, convient. C'est ce quí arrive en particulier sí € et € sont de rayon nul, eest-a-dire si les points O et (* sont les foyers. Pour Pellipse, le point est toujours entre les cordes des contacts, “est la somme des rayons vecteurs qui est constante. Pour Phyperbole, est la différenee quí est constante. Points a Uinfini. — M s'éloigne a Pinfini quand RM et MT” sont paralleles, ou quand CL et T'M sont perpendiculaires. Nous allons voir comment se distribuent les droites perpendicu laires en La T'I et nous chercherons celles quí passent par €. Ces droites enveloppent évidemment un cercle de centre O” tan- gent a la corde 15, perpendiculaire a 1P''. Si du point € on peut tra cer des tangentes a ce cerele, il y a deux points a Pinfini, la conique est une hyperbole; si € est intérieur au cerele, la conique est une ellipse ; si € est.sur la circonférence, comme cela se vérifie par ha- sard dans le cas de la figure, la conique est une parabole. 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Done si la distance des centres 0073 2K hyperbole COA=2K parabole CO” <2K ellipse Vérification analytique. — Prenons 00” pour axe des x, avec une origine quelconque. Les équations de C et C” sont O=x4 + y —2x+c=0 O" =a + y —2%'x +. =0. La longueur Vune tangente a O est la racine carrée de la puissance du point M(x, y), Cest-a-dire , C; on aura done pour un point du lieu VO e (0 =2K O=4K? + 0" E 4KyC" (E == 000 5 0% (2(a* — aja — 4K”) = 16K” (1* + y" — 24 'x + c”) équation une conique dont un axe est 0. Le genre de la conique dépend du signe du coefticient de «7 puis- que celui de y” est toujours positif. Le coefficient de a* est A O (2K $ a— a) QK + a' — a) On peut supposer Porigine telle que 4 — 4 > 0 et K > 0; done, si 2K + a —a >U ou a—a' < 2K ou MOM on a une ellipse 0C* > 2K hiperbole CC: = 2K parabole THÉORIE DES FOYERS DANS LES SECTIONS CONIQUES 65 ce qui est bien Paccord avec la discussion géométrique précédente. ll West pas facile, par le calcul, de distinguer les points de la coni- que qui correspondent a la somme des longueurs des tangentes cons- tantes de celles qui correspondent a la différenee constante. Conclusion. — Cette théorie des foyers, que nous croyons nouvelle au point de vue purement géométrique, et sur laquelle nous serions heureux Pavoir Pavis des professeurs, nous parait utile pour mon- trer que la définition de Pliicker, présentée sous forme (VPinterpréta- tion de Péquation focale, loin VPétre artificielle, correspond mieux que les définitions élémentaires usuelles aux propriétés essentielles des toyers. D'autre part, elle nous a permis Pexpliquer d'une facon plus logique, et par suite plus mnémonique, la génération des quadriques de révolution et Pétude de leur intersection. FÉLIX PERNOT, Ancien éléve de École Polytechnique de Paris. LA ECONOMÍA EN LOS PROYECTOS DE CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO Las construeciones de cemento armado, consideradas en su con- junto, presentan una característica casi exclusiva. Pal es la gran va- riedad «le sistemas, cada uno de los cuales tiene detractores y admira- dores, pues, por regla general, cada construetor pregona ser el sistema por él adoptado el que mayores ventajas reune. Esas ventajas se con- centran principalmente en el orden económico, pues en lo relativo á la resistencia, dos construcciones igualmente bien calculadas y bien construídas deben ser equivalentes. Pero hay aún más. Cuando en el cálculo de un elemento construe- tivo, tras largas y laboriosas operaciones, se llega á obtener las di- mensiones que dan á la pieza calculada una determinada resistencia, queda la duda de si no habrá otra disposición de los materiales, ó, en general, otras relaciones entre las variables, que permitan á igualdad de resistencia, reducir el coste. Lo mismo puede decirse cuando el cálculo se base sobre ábacos ó sobre cantidades tabulares. Hay, sin embargo, la posibilidad de evitar esa incertidumbre, pe- culiar del cemento armado, por medio de los cáleulos que á continua- ción iremos exponiendo. CONSIDERACIONES GENERALES Los elementos principales de una construcción en cemento armado, pueden dividirse y subdividirse así : CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 65 4 > , ., | a) vigas; 1% Piezas sometidas á la flexión ) ; b) plataformas ; 22 Piezas sometidas á la compresión : pilares, Vigas. — Adoptando para los cálculos la teoría límite superior, ad- mitiremos que el cemento presente una resistencia nula á la extensión, descargando tal esfuerzo sobre una armazón de hierro convyeniente- mente colocada. En tal hipótesis, consideremos la forma general de una sección trans- versal de una viga horizontal cargada de un determinado sistema de pesos. El corte será de la forma que indica el siguiente eroquis : Para simplificar el cálculo, haremos siempre abstracción de las ar- maduras secundarias, introduciendo, cuando el caso se presente, los oportunos coeficientes de corrección. : Sea AA la posición del eje neutro, el que estará á una distancia - de la fibra superior de la sección ; sea b el ancho de la viga y h la al tura comprendida entre la fibra superior y el baricentro de la sección del hierro que se emplea. En lo sucesivo consideraremos nula la cantidad £, lo que simplifi- 'ará notablemente los cáleulos en su desarrollo, sin influir en los re- sultados dentro de los límites de las aproximaciones de los mismos. De la disposición del eroquis resulta que en la parte rasgueada el cemento resistirá á la compresión, mientras inferiormente á la línea AA solo el hierro (de área s) resistirá á la extensión. Aplicando la ley de Hooke, según la cual las secciones planas que- dan tales después de la deformación originada por la flexión, esta- blezcamos la relación que expresa que el momento estático total de la sección respecto del eje neutro AA es nulo. De tal modo quedará £ Jada la posición de dicho eje neutro. Teniendo presente que la relación entre los módulos de elasticidad AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 66 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (o de Joung) del hierro y del cemento es próximamente 10, escribi- renos: o (1) y de - — 10s (h — 2) = 0. Llamemos ahora KR = resistencia unitaria del cemento á la compresión en kilogra- mos por centímetro cuadrado. 3” = resistencia unitaria del hierro á la extensión en kilogramos por centímetro cuadrado. s = área de la sección del hierro en centímetros cuadrados. M = momento de flexión, debido á las fuerzas agentes en kilogra- mos por centímetro. m = coeficiente relativo al momento de tlexión, debido al peso pro- pio en kilogramos por centímetro. Pp, = precio del hormigón de cemento en pesos, por centímetro cú- bico. p, = precio del hierro en pesos, por centímetro cúbico. Pp, = precio de la armadura necesaria de madera en pesos, por cen- tímetro cuadrado. [gualando el momento total de flexión al de las fuerzas elásticas, tendremos ba? (ham (2) M + mbh = R pS + 10s SA 2) 4 Xx Ñ 3 y dar Enel 000 108. (h— ay (5) Mi MON. == Ez + 10s (h — E donde mbh es el momento de flexión debido al peso propio de la viga. Llamando P el peso de 1 centímetro cúbico de hormigón y siendo L la longitud de la viga en centímetros, dicho momento será : J Je ; E (a) Pbh 3 para una viga simplemente apoyada ; (0) Pb0h 10 para una viga empotrada en sus extremidades :; (e) Pbh 10 para una viga semi empodrada en sus extremidades; ó simplificando: CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 67 L” (a) M=1 S L* (b) MW= T 19 ES (e) == 10 El segundo miembro de la (2) es el producto del coeficiente de resis- tencia unitaria del cemento por la relación entre el momento ideal de inercia de la sección y la distancia de la fibra más comprimida al eje neutro AA; análogamente, el segundo miembro de la (3) es el producto del coeficiente de resistencia unitaria del hierro por la relación entre el momento ideal de inercia de la sección y la distancia del baricentro de la sección del hierro al eje neutro AA. Se llama, en este caso, momento ¿deal de inercia por haberse obte- nido considerando el área del hierro como décupla de su valor (105) para mantenerse en las condiciones relativas á la fórmula (1). Con las fórmulas (1), (2) y (3) es posible obtener el valor de xv; b:s: cuando sean determinadas las cantidades R; R“; M;m; h; es decir que: « Para una viga de determinada altura h, en dadas condiciones fí- sicas (apoyo; empotramiento; semi empotramiento), sujeta á un deter- minado momento de flexión M, es posible determinar el ancho ) y la sección s dlel hierro necesarios para que la viga resista á la carga acci- dental, sin que sobre el cemento y el hierro actúe una carga unitaria superior á sus respectivas cargas de seguridad R y R/ ». Se obtiene en efecto : 2) PR O 1 EM A: 5 RR” R[RA+2R (BR ER)]—4m(R"E Ry El costo € de esta viga, por unidad de longitud, será: (7) p, hb + p,s + p,2 (h + b) = €. Nuestro estudio tiene por fin hacer mínima esta cantidad C, que- 65 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dando siempre en las condiciones del problema; es decir, encontrar en cada caso, cuáles son los valores de las variables que dan el mínimo costo de la viga de que se trata, sin que, en ninguna de sus partes, el esfuerzo unitario sobrepase al que se establezca como carga de segu- ridad. Como se ve, el valor de € está formado por tres cantidades : p,hb precio del hormigón; p,s precio del hierro ocupado en la viga y p,2 (h + b) precio de la armazón de madera que se necesita para moldear y construir la viga, siendo éste último proporcional al perímetro de la sección transversal. Así planteado, el problema puede subdividirse en dos casos que son los que usualmente se presentan en la práctica, según que h sea va- riable ó constante. Primer caso : h variable. Suele presentarse en las construcciones, principalmente en los ci- mientos de las mismas, en los que, por no haber trabas originadas por razones arquitectónicas, puede darse á la viga la forma y dimensiones que se quiere (dentro de ciertos limites), siendo la economía una de las principales causas directivas. Si en la (7) se eliminan los valores hb y s, se obtiene : 5 4M : SS Ps R [R*h +2R'(R'+R)] — 4m (R' + Ry An 1 R? R:+R M ; =— E A Dl O TP RO REA (BER) m6 ER? a e y 2p. (h ZEN a / a Pa h R|R*“h+2R'(R' + R)] — 4m (R' + R)/ que es la forma bajo la que consideraremos en lo sucesivo la expre- sión del costo. Examinando la (S) se ve que el costo € es función de tres variables : des Es digno de notarse en efecto, que R y R' son verdaderas variables. El cálculo nos dirá en adelante, y el simple raciocinio lo indica a priori, que no siempre el mínimo valor de € corresponde al contem- poráneo máximo admisible de R y R”. a] Seguramente, una de esas dos cantidades, Ró R”, deberá tener su CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 69 máximo valor. pero la otra en general tendrá un valor inferior al es- fuerzo unitario máximo de seguridad correspondiente. Llevando, en efecto, el razonamiento al límite, si el hierro fuese gratuito (p, O). no habría razón alguna para someterlo á su resistencia máxima, y, si al mismo tiempo fuese p, = 0, convendría hacer la viga totalmente de hierro, adoptando para KR” cualquiera valor. Entonces podremos considerar alternativamente cada una de las dos 'antidades indicadas como igual á sua máximo valor, es decir, á una constante. De esto se desprende que, para resolver el caso presente, deben con siderarse dos solas variables á un tiempo, las que serán : (a) hy R' (R —= constante) (b) hy R(R' = constante). Para mayor simplicidad, resolveremos el problema en la forma si- oniente: (a) Buscaremos una ecuación f (h) == 0, que de el valor de h corres- pondiente al mínimo O, para R' == constante; en seguida otra ecuación F(R') =0, que nos dé el valor de R” al que corresponde el mínimo O para h = constante. (hb) Análogamente F" (h) = 0 para R = constante F"(K) = 0 para h = constante. Cada ecuación de las indicadas representa algebraicamente una línea que puede construirse por puntos ; y cada par de ecuaciones dará pun- tos de intersección de dichas líneas, puntos que resuelven el problema, como indican los siguientes diagramas : En los casos (a) y (b) los respectivos valores h = QT; R' = OT y h=0Q'T';¡R= 0'T' resolverán el problema propuesto de la máxi- ma economía. Subdivisión (a). — Supongamos en la (S) R* = constante, R - constante y h variable independiente. Para obtener el valor de h, altura de la viga á la que corresponde la máxima economía (es decir el mínimo costo €) bastará efectuar la de- rivada de la (S) con respecto á h é igualarla á cero. Ejecutando esta operación, las simplificaciones algebraicas consi 70 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA guientes y ordenando según las potencias decrecientes de h, se ob- tiene: : ENT 15 (9) A NOS EI j > 15 =- R Ñ 5 ES . , DN D 13 h? D Ro) 4p,R*R'*(R' + R) + 16m"p, (R' + R)" — ¿LN YM RP! » 32 Ñ 3 » » y 1 , D k”/ — 1l6mMRR /Da (R o E)” =— 2p,MR* (K + 1 10 p,M R” ' =p D M E 180 — (R4+RY— 8 5 (R + Ry RR — 2m (Ro KR) =0- Esta es la ecuación general que para cada valor de R” y de R da la altura h de la viga á la que corresponde la máxima economía. h | j f | a) | le 0 | E 7 T us OA 1 T TR Fig. 2 Fig. 3 Si en esta ecuación consideramos h== F(R') podremos construir por puntos (y por tangentes si se desea) la curva que en el diagrama (a) hemos indicado con £ (h) = 0. Volviendo ahora á la ecuación (8). consideremos en ella h constante y R' variable independiente. Pero R' tiene un campo de variación limitado, pues no puede ser negativo ni superior al máximo admisible. Esas dos condiciones se expresan á un tiempo substituyendo á R' por R* — + donde R' ESA 0 CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 71 En esta desigualdad R' ya no es variable, sino que representa el máximo trabajo unitario admisible en el hierro; será la variable in- dependiente. Si se efectúa en la (5) la substitución indicada, se deriva con res- pecto á e, se iguala á cero la derivada, se hacen las reducciones opor- tunas y se ordena según las potencias decrecientes de «1, se obtiene la siguiente ecuación : 1 ph / 10 p,h + 2, Ñ + 10) 2+ae ) Rh— R — 3R'— (R — 2m) + 1033R'? + 2RR'h + 2RR'+(2KR'+R*— 3mk — l Ph — imR') = — 10 p,h + 2p, + ERP R*—RER ERRE Y . / + R"R' — 3MRR' — mR* — 2mkR'*) — A 10 p,h + 2p, En esta ecuación debe ponerse por R y R' sus respectivos valores máximos aceptables; entonces, considerando á « como función de h y haciendo variar este última, podremos construir una curva que para cada valor de h dé el valor ó los valores de « que responden á la má- xima economías y si buscamos los correspondientes valores de R'— ., tendremos la curva F(R') = 0, indicada en el diagrama (4). Como hemos dicho, las intersecciones de £ (h) y F(R') resuelven el problema propuesto para el caso que estamos tratando. Con respecto á la ecuación (10) deben hacerse las siguientes obser- JACIONES : De los 3 valores de «, que en general se pueden obtener para cada 'alor de h, deben eliminarse las raíces negativas por condición, porque ellas aumentarían el valor de R” más allá del límite máximo, de modo que la solución sería imposible porque no podemos, para llegar á la máxima economía, hacer trabajar el hierro á un esfuerzo unitario R '— > > R' máximo. Deben asimismo rechazarse las raíces que den + > R” porque la cantidad R'* — x* no puede ser negativa, por condición también. Además, la misma ecuación (10) confirma lo que antes hemos dicho, que : <« La máxima economía no corresponde siempre al caso en que am bos materiales de la viga trabajen á su esfuerzo unitario máximo, 712 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA siendo al contrario ese un caso particular », posible sólo cuando se ve- rifique la ecuación siguiente: (11) h=-2>+1+( (RR * + R*R' — 3mRR' — mR* — 2mR '”) ] z ph EZ 1 10 RR? Ú ph + 2p, cuyo valor de h es al mismo tiempo raiz de la (9). La (11) se obtiene igua- lando á cero el término de la (10) independiente de .. Otro hecho digno de notarse, y que no podía preverse a priori, es que ni la (10) ni la (11) contienen el momento de las fuerzas externas M. Es decir que se puede sacar la siguiente conclusión : « En general, para una viga de determinada altura h, la máxima eco- nomía se realiza cuando uno de sus componentes (en este caso el ce- mento) trabaja á su máxima resistencia R y el otro (en este caso el hierro) soporta un esfuerzo unitario inferior al máximo aceptable R' en una cantidad que depende solamente de los precios de las varias partes de la viga y de las condiciones físicas de la misma (apoyo, em- potramiento, semiempotramiento, y no de las fuerzas externas agen- tes sobre la viga misma. » Puede, no obstante, presentarse el caso de que la (10) no admita nin- euna raíz real positiva inferior á R' máximo. Eso indicaría que el caso hasta ahora estudiado no rige y que debe considerarse la subdi- visión (0). Subdivisión (b). — Refiriéndonos al diagrama (0), se obtiene fácil- mente la curva f” (h) = 0 basándonos en la (9), poniendo en ella por DE 2” su máximo valor aceptable, y considerando h como función de R, a cuyo variable se dan sucesivos valores diversos. Para obtener ahora la f” (R) = 0 se procede análogamente á lo que se hizo para la subdivisión (a). Es decir, se considera, en la (8), h constante y R variable, pero substituyendo en lugar de esta última cantidad R — «x, con la condi- ción de que sea siempre R > x > 0 porque, análogamente al caso anterior, R no puede cambiar de signo por tener que resistir el cemento á la compresión, ni puede superar el máximo valor R aceptable. Efectuada la substitución en la (S) se la deriva con respecto á 1, se simplifica, se ordena según las potencias decrecientes de e y se ob- tiene : CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO (12) (R — 1) ) 2p,h + 4p, — Pa (A o 77 MES > + ¡a dl LO 0% F A, > 3 y y! 2 P, , , + (R— 2) ) SR ' (p,h + 2p,) — a E (R'* — SmR' + 2m) ) y ENS a 4P y E +(R — 10932 (3hR'* + 2R'” y AA —= (R'* — h ) ,) k En el x (a 2Pa lpm) — 10mR'* + 4mR 3) ¿+(R — 2)38KR'* (p, +4 )===Ñ Ñ / h DA) ) 14 =P» | + 4R ( p, + 17 0. Esta ecuación, si se considera h constante, dará el valor de R — + al que corresponde la máxima economía ; y, si se considera R — . fun- ción de h, nos dará el modo de construir la curva £” (R)==0 del dia erama (0). Del mismo modo podemos obtener de la (12) la condición para que la máxima economía corresponda a la máxima solicitación de los ma- teriales, condición expresada por la (13) 1?) 2p,R'R' + y PB + Sp, RR"? + 6p,R'R 4 1 ) > —A 4p,R'R' — 5 p,R*(R' — 6m) + 16p,R*R'? E. p,R*(R'* — — SMR' + 2m) + 4p,RR'* + 12p,R*R '* — - p,R"R' (R'* — .) : ) — 10mk' + 4m) + Sp, RK'* — ñ p,mkR + 4p,R'” _ + Sp¿R"R'? + 16p,RR'*+8R'*p. =0; la que se obtiene haciendo en la (13) + — 0. Debe al mismo tiempo quedar satisfecha la (9). Sobre las ecuaciones (12) y (13) se pueden hacer análogas conside raciones y deducir análogas conclusiones á las expuestas tratando de las (10) y (11). De lo que hemos expuesto resulta el siguiente corolario : < La condición necesaria y suficiente, para que la máxima economia 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA corresponda al caso del trabajo máximo admisible en los dos mate- riales que constituyen una viga de cemento armado, es que las ecua- ciones (9), (11) y (13) admitan una raíz común real y positiva ». En este caso la raíz h será la altura de la viga á la que corresponde la máxima economía, y depende de todas las condiciones del problema propuesto. Ahora, como en general el espesor de las armaduras secundarias es proporcional al esfuerzo de resbalamiento que se puede considerar constante, aun variando las dimensiones de la viga, el costo de dichas armaduras puede considerarse proporcional á la altura de la viga y expresarse con p,h, término que introducido en el costo, no afectará á las ecuaciones (10), (11), (12) y (13) pues sólo actúa sobre la (9). Pero, en la práctica conviene subdividir la sección del hierro ten- dido á fin de aumentar la adherencia. Es lo que induce, en las vigas anchas, á componer la sección total con secciones menores, las que indirectamente vienen á aumentar el costo de las armaduras secunda- rias proporcionalmente al ancho de la viga misma. Se puede entonces, con un pequeño error, considerar el costo de es- tas armaduras proporcional al perímetro de la viga, lo que nos pone con respecto á este precio en ijenales condiciones que las del precio de la armazón de madera, de costo p,. Basta entonces, al calcular p,, aumentarlo de modo que quede in- cluído p,, con lo que rigen perfectamente los cálculos anteriores en su totalidad. Lo mismo puede decirse para el caso siguiente. Segundo caso : h = constante. — Puede ocurrir muchas veces, por razones constructivas ó estéticas, que no se pueda dar á la viga una altura cualquiera, si no que sea dada «a priori. Como es fácil ver, esa faz del problema está ya resuelta en la trata- ción que hemos hecho del primer caso (h variable). Basta, entonces, descartar la fórmula (9) y aplicar sólo las (10), (11), (12) y (13), según el caso. Pero esta faz de la cuestión se presta á ulteriores consideraciones. Las cuatro ecuaciones indicadas son independientes del momento M de las fuerzas externas, es decir que, para una serie de vigas en condiciones iguales, pero diversamente sobrecargadas, cuando tengan igual altura, basta encontrar las condiciones que dan la máxima eco- nomía y después hacer el ancho de cada una y el área de la sección del hierro directamente proporcionales al momento M. Entonces, cuando por razones constructivas /h sea suficientemente CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 18 pequeña con respecto á M, conviene más un tipo de plataforma única (caso de un piso en una construcción civil) y no uno de vigas con pla taformas entre ellas. Ejemplo : Caleular una viga simplemente apoyada en sus extremos, de longitud L = 4 metros, entre las verticales de apoyo. Sean : Ei= 45 ko/em?; AI L000 ko /cm; p, = 30 $/m* = 0,00003 $/cm?; Pp, = 1425 $/m* = 0,001425 $/cm?; p, = 1,50 $/m* — 0,00045 $/cm?; P = 1000 kg/m = 10 kg/cm -= carga accidental. Resulta : M = 200000 km/en:; m.-=:0 kg. Aplicando la (9) se obtiene: hh = metros 0,116. Si substituímos este valor en la (10) se obtiene a? — 24611” + 3981416x — 602568913 = 0; la que admite una raiz real y positiva comprendida entre 0 y 1000. Por otra parte la (11) y la (13) no admiten una raíz común con la (9), por consiguiente, en este caso, el máximunm de economía no corres- ponde á una viga en la que los materiales soporten el esfuerzo máxi- mo, si no á una disposición tal que el hierro soporte un esfuerzo infe- rior á ese máximo, cuyo valor podrá encontrarse construyendo las dos curvas del diagrama (4). Plataforma. — Para el cálculo de una plataforma tomemos en con- sideración una faja de la misma de ancho igual á la unidad; no ten- dremos en cuenta la acción que cada faja ejerce sobre las colaterales. En general, el eroquis de la sección transversal de dicha faja será como el de la figura 3. Manteniendo las anotaciones anteriores, AA será el eje neutro, á distancia + de la fibra más comprimida; / la altura de la plataforma. comprendida entre la fibra más comprimida y el baricentro del hierro, cuya sección tiene un área s. 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Con un procedimiento análogo al que hemos empleado para una viga, podremos establecer las condiciones de resistencia con las fór- mulas siguientes : (1) Es 10s (h — xx) =0 (9 a os 0 (2) ] E DAN a” (3) M + mh == : 4(h—u) _ 10s (h == LE) de las que se obtiene: 3 (4) ae =M( ROA R S (R' + R) É fi: 2, - = (5) f M RBA 2B5 + E AA NE A SN NN Le E Fan)" (R'+Ry+MR*(R+2R>) 1 R'"+R (6) e a 1 1 E A v v NV + Asegurada así, por medio de las (5) y (6), la resistencia, pasemos á considerar la máxima economía. El costo de una longitud unitaria de la faja considerada será: (7) p,k + p,s =-0 Ó, más exactamente, será la cantidad que debemos hacer mínima. En ella no se incluye el costo de la armazón de madera, pues de- biendo ésta extenderse sólo en la parte inferior, es decir, sobre una su- perticie constante, no puede sufrir modificación. Ciertamente, ese costo depende también de la altura h porque es función del peso por sopot- tar, pero descuidando la influencia de la variación de ese término. quedamos en el orden de las aproximaciones que haremos más ade- lante. o CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 77 Siendo, en general, el peso propio suficientemente pequeño compa rado con la carga accidental, substituimos en la (7) los valores de h y s, considerando á m = 0. Ahora, en lugar de hacer mínima la cantidad C, conviene, para eli minar el radical, buscar el mínimo de (7, ER PPIPP PAPA AAA PARRA AAA, AA IE. y ; E, Ta a a a A aunadeca ale bubrre” = Y mM | PA | ZY ” == Ésa S 4] 7? a) y* a) TIN O) ea A == ¿a — A RI]=0 Y* di | (== dy p . ¡ qdo) Ls= 3 | [a ES IR | | Con las simplificaciones indicadas, resulta : WO Rar. les RN? eN: A €)! v En esta función existen dos cantidades que pueden considerarse co- mo variables : R y R”, las que, sin embargo, en el caso que tratamos no pueden serlo simultáneamete. Caso (a). — Consideremos á R constante é igual á su máximo valor yáR' variable independiente. Conviene, como en los casos anteriores, modificar la variable po- niendo en lugar de R' la cantidad R' — x con la condición que se tenga íS ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA RASO NO Efectuando la substitución indicada en la (S) y derivándola con respeeto á x, simplificando, igualándola á cero, se obtiene una ecuación de segundo grado en x, la que resuelta da: RÍE DRÍAAR NES R (9) - =* S Au LoS ! V e ) == 16 (E + 20 ) =:00 ) . 4 pS a 1 A la raíz debe dársele el signo negativo para mantenernos en los límites impuestos por la condición (10) A Al) como asimismo debe resultar Ep o NV (1) y, por ende, 1 UA Ñ PENES (11) ia NE NS y == Py lo que en las condiciones usuales queda realizado. Vaso (b). — Ahora, si en la (S) queremos considerar á KR como varla- ble, obtendremos análogamente : 12) ma 242080 (9, +p,) (12 — (R— 10) = AR — 0)" (5 P» | — 10 R 0 E > a) , a! > LILA ES — (6 (R — 21) p,R — Sp, R == 0) ecuación de tercer grado en R — e, que nos da directamente el valor más económico por adoptar en este caso para la resistencia del ce- mento. De la (12) resulta que la condición necesaria y suficiente para que la máxima economía corresponda al caso de la máxima solicitación de ambos materiales es que entre los varios precios y las resistencias (+) Análogamente á lo que se hizo anteriormente, esta variable « no debe con- fundirse con la otra x de las (1), (2), (3) y (4). CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 79 máximas unitarias subsista la relación expresada por la siguiente ecuación : o o , | | , ' (13) == Rip, +2RR' (=p, +p, | — 6p¿R'*R — 8p,R'* =0. 10 á 5 a / De lo que antecede se desprenden las siguientes conclusiones : « En el caso de una plataforma la máxima economía corresponde veneralmente á una disposición tal que el cemento trabaje al máximo aceptable y el hierro soporte un esfuerzo unitario inferior á su máximo de una cantidad que depende de los materiales empleados y de sus precios y no del conjunto de fuerzas externas que accionan sobre la plataforma ». Es decir que, en una localidad donde sean constantes los precios y la calidad de los materiales, el cáleulo de la máxima economía se hace una vez por todas, aplicando la (9) 6 la (12), según el caso, y dedu- ciendo después la altura h y la sección total, por metro de faja, del hierro por medio de las (5) y (6) para cada caso particular, substitu- yendo en estas últimas por R' ó R respectivamente una cantidad 1" —xóR— e en la que R' ó R son el máximo aceptable y x lo que resulte de la (9) ó de la (12). PIEZAS COMPRIMIDAS Pilares. — La sección horizontal de un pilar de cemento armado, cargado de punta y sometido á compresión simple, en general corres- vonderá al eroquis de la figura 4: 2s decir, un cuadrado de lado b, de cemento que contiene una can tidad de hierro, cuya área total de la sección indicaremos con s. Sea P la carga total que grava sobre el pilar; fundándonos en la > SU ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA relación existente entre los módulos de elasticidad de los materiales, que es igual 4 10, podremos establecer la fórmula (1) P= RK (b* + 9s) donde R es un coeficiente que expresa la carga unitaria de seguridad aplicable á la superficie ideal formada por el área de la seeción total del cemento y por el décuplo del área del hierro. Es importante esta definición, porque si el pilar fuese únicamente de cemento, no podría R superar los 25 kilogramos por centimetro cua- drado; mientras en el caso de que se trata puede alcanzar con toda seguridad á 50 kilogramos por centímetro cuadrado como se ha visto en varias construcciones. El costo de una longitud unitaria del pilar de que se trata será (2) pb" + p,s + 4p,b = € b que es la cantidad que debemos hacer minima. Si en la (2) substituímos bó s por el valor que resulta de la (1) se obtiene : (3) pb" o a 3F 4p.,b — siendo bh la variable independiente. Efectuando la derivación se obtiene que el valor de la variable que , hace mínima la (3) es una constante (4) A ==: == Pero si observamos las variaciones en el campo de la derivada 2* dee 7 22 se nota que TE es negativa en las condiciones usuales del mercado, un porque p, Á< y P» lo que indica que la curva dirige su concavidad ha- cia abajo ó hacia el eje de las e, en la representación cartesiana; por consiguiente la (4) no representa un mínimo sino un máximo. Cambiamos, entonces, la variable. Tomemos una cantidad tal que se tenga (5) s = bq CO NSTRUCCIONES DE CEMENTO AKMADO N] deductremos : 9 REI (6) MES O e y d+ Si en la (2) se substituye los valores hb y sen función de q, se deriva con respecto á q, y se simplifica, se obtiene la siguiente ecuación que resuelve el problema : (7) 65614" (P,P, — 18P,P, + z p 0 Ls E + sq O sip”, yd 15p, pal «GN y =R -R R E Y Y o s1y R (4p,P, 3 108p, p, 7 9P») En ol Pp / p P A A O MS DS == 0) dar q KR Lu Esta ecuación indica también que no siempre es económico un pilar de cemento armado, pues puede costar menos otro equivalente de hierro ó de cemento ó de hormigón solamente. En este último caso s = 0 ó lo que es lo mismo q = 0. La condición para que ésta sea la forma más económica se obtiene ¡gualando á cero en la (7) el término independiente de la variable q, lo que, efectuando las simplificaciones oportunas, da: LE AN (s) p=R a ie: US Pero por la observación que hemos hecho anteriormente, la cantidad R de la (8) no podrá ser la misma R de la (7), pues en la (5) es la carga unitaria de seguridad del pilar sin armaduras, es decir, del cemento ú hormigón. Si no se verificara la condición (Ss) y la (7) no admitiera raices reales positivas, convendría más hacer el pilar exclusivamente de hierro, siempre que no sobreviniera la posibilidad de la tflexopresión, lo que falsearía los cálculos. Debe observarse además, que los resultados de estas fórmulas no pueden acatarse como definitivos por las razones que vamos dá exponer. Si de la (7) resultase un valor demasiado pequeño de q con respecto AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXVI 6 82 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA á b, no podría ser adoptado, pues la práctica ha demostrado que si la relación entre b* y s es mayor que 100, no puede darse á R el valor que hemos asignado de 45 4 50 kilogramos por centímetro cúbico, sino que debe reducirse. En tal caso, conviene proceder por falsa posición haciendo variar á R según el valor de q hasta obtenerse dos valores de q y KR concordantes. Si al contrario el valor de q resulta excesivo con respecto á b, la economía buscada podría resultar ilusoria, porque la resistencia uni- taria del hierro es en realidad mucho mayor que 10 veces la del ce- mento. En el caso presente debemos admitirla como tal porque, para evitar agrietaduras, las deformaciones de los dos materiales deben ser iguales; pero convendría entonces verificar si no sería más conve- niente un pilar de hierro solamente, en el que este material pudiese desarrollar todo el trabajo de que es capaz, dándole un simple re- vestimiento de cemento para que resulte resistente contra el fuego (fire proof). APÉNDICE Es ahora oportuno volver á considerar el caso de una viga. Muchas veces varios constructores no ponen hierro selamente en la parte tendida de la viga de cemento armado, si no que agregan una armadura de hierro también en la parte comprimida. El objeto es, na- turalmente, reducir la cantidad de cemento de que la viga está for- mada, descargando parte del esfuerzo de compresión sobre la nueva armadura interpuesta. Aquí también se presenta el problema de co- nocer cuándo es económica la introducción de dicha armadura y en qué proporción debe introducirse para obtener la máxima economía. Supongamos haber calculado una viga determinada, con los méto- dos anteriormente expuestos, de modo que sus dimensiones, forma, superficie del hierro tendido, ete., sean las que dan el mínimo gasto. Nuestro propósito es calcular otra viga, equivalente pero más econó- mica, en la que exista una armadura de hierro también en la parte comprimida. Conservando las anotaciones anteriores, el eroquis de la sección transversal de las dos vigas será del tipo de la figura 5: E La viga (a) es la que se ha calculado ya; la (d) es la de que se bus- can las dimensiones y que debe ser equivalente á la (a). La diferencia entre una y otra consiste en que en la segunda se ha CONSTRUCCIONES DE CEMENTO ARMADO 55 introducido una armadura de hierro, en la parte comprimida, cuya área total de sección se expresa con s' y, en consecuencia, se ha redu cido el ancho de b4á b”, dejando iguales todas las demás dimensiones. Gyntidades incógnitas b' y s'. a) al) TAO A * IEPIGA ; Y Para no alterar la posición del eje neutro, la armadura s' se coloca de modo que su baricentro quede á una distancia 7 de la fibra más ) comprimida. Basándonos en las hipótesis anteriormente hechas para establecer la equivalencia de las secciones comprimidas en una y otra viga, po- dremos escribir: (1) be=b'x +98”. El costo de una longitud unitaria de la viga (d) se expresa con : (2) p,d'h + p.s* +2p,b'h=0' que es la cantidad que se debe hacer mínima. Tomemos ahora, una cantidad q, tal que resulte : s4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA donde q será la variable independiente y s' y b'funciones de q. En efecto, lx 1-0 SS ; A MAN (4) ) E MN + y / az A A Na (5) Qi = Y pal E ñ a 1 10 7 Eo IS q Procediendo con el mismo sistema hasta ahora usado, derivemos O * con respecto á q é igualemos á cero la derivada. Resultará una función d (6) — (p,h + 2p,) + 3 Los valores de las derivadas de b' y s” se obtienen de las (4) y (5) y se substituyen en las (6); simplificando y eliminando las raíces cua- dradas (con una elevación al cuadrado), se obtiene : SON 2 00 ] l E (7) 9 qóp,xb* + qób ( gar — 4p,h— 8p, + 3 pe —p h—2p,=0; la que es de cuarto grado aparente en q; si se pone q? = ¿se ve que la (7) resulta de segundo grado en 2, la cual para ser nula, requiere que 5) a 9P, Si de la (7) resultase 2 un número imaginario, no habría convenien- cia en introducir hierro en la zona comprimida. No puede entonces hacerse cuestión de sistema con respecto a la introducción ó no de una armadura en la parte comprimida; sino que cuando no medien consideraciones extrañas á la economía, debe con- siderarse cada caso práctico aisladamente. Córdoba, octubre 28 de 1909, Aquiles Cechini Pugnal?, Ingeniero en la Dirección general de puentes y caminos de la Nación. VARIEDADES UNIÓNINTERNACIONAL HISPANO-AMERICANA DE BIBLIOGRAFÍA Y TECNOLOGÍA CIENTÍFICAS Á las importantes reparticiones públicas y hombres de ciencia, nacionales y extranjeros, que se han adherido con vivo interés al proyecto de los ingenieros Torres Quevedo y Barabino, sobre creación de una oficina internacional hispano-americana encargada de fomen- tar las publicaciones de carácter científico, reeditar las agotadas y traducir las extranjeras que lo merecieren, así como la compilación de un diccionario tecnológico, tenemos queagregar las siguientes que damos en orden de fechas : Círculo de la prensa de Buenos Aires. — Manifiesta que: « Unifor- formar el tecnicismo cientifico es á la vez que facilitar la compren- sión, cultivar la pureza del lenguaje, dar á los vocablos expresión exacta y verdadera, propósitos en los cuales esa Junta será á no du- darlo secundada por todas las intelectualidades. » Instituto Central Metereolójico i jeofísico de Uhile; el cual «ofrece su colaboración en lo posible. » Museo Nacional de Montevideo, cuyo director nos comunica que tan- to el museo de su dirección como él personalmente prestarán su apo- yo al proyecto, deseando su más inmediata realización. Real Academia de la Historia de Madrid, cuyo secretario nos eseri- be que dicha ilustre corporación «considera oportuno prestar su apoyo al proyecto de Bibliografía y tecnología cientificas ». Centro Nacional de Ingenieros de Buenos Aires, declarando: que dicho proyecto es de la mayor utilidad para los países del habla cas tellana y que el Centro Nacional de Ingenieros vería con agrado que fuera un hecho antes de mucho, para lo cual se puede contar con su decidido apoyo. Asociación Rural del Uruguay, de Montevideo, la cual dice: «La Comisión Directiva se complace en manifestar que esa comisión de S6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA propaganda puede contar con el apoyo moral, que sin reserva le ofre- ce esta asociación, para cooperar en la conquista de los elevados fines que persigue, y que desea conocer la forma en que pudiera colaborar a fin de hacer efectivo su ofrecimiento... » Oficina hidrográfica de Valparaíso, la cual manifiesta: « La sola enunciación de este proyecto basta para hacer ver su importancia, y es de desear que se lleve á cabo cuanto antes su realización entre todas las repúblicas americanas. Si la oficina de mi cargo pudiese prestar no sólo su adhesión, sino su cooperación material al importante proyecto que patrocina, sería indudablemente para su personal una gran satis- facción hacerlo en la medida que le permitieran sus elementos. » Sociedad Geográfica de Lima, cuyo presidente nos escribe: « Puesta en conocimiento de la Junta Directiva de esta sociedad su estima- ble comunicación, me es grato manifestarle que sus indicaciones han sido bien acogidas y que desde luego ha resuelto que la Sociedad Geográfica de Lima se adhiera á ellos. » Dirección General del Instituto Geográfico y estadístico. Ministerio de Instrucción pública y bellas artes de España, comunica : «Me es muy erato manifestar á usted que esta Dirección general prestará toda la ayuda que las circunstancias permitan, al laudable proyecto de Bi- bliografía i¡ Tecnología científicas...» Instituto médico nacional de México : su Director nos escribe mani- festando que: «con gran satisfacción me he impuesto del proyecto de Bibliografía y tecnología científicas, y que este instituto y personal- mente yo, lo aplaudimos... » Observatorio Meteorológico de Veracruz, Méjico: « ofrece su apoyo y cooperación para llevar á cabo tan hermosa idea. » Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales de Madrid. — El señor secretario nos comunica que esta ilustre corporación acordó en sesión general : « prestar todo su apoyo moral á dicho pro- yecto, que, una vez realizado, tanto ha de contribuir á estrechar Jos lazos de unión entre los hombres de ciencia de ambos paises. Proyec- to tanto más interesante para la Academia cuanto que su delegado en el Congreso Científico Internacional Americano, señor Torres y Quevedo, ha sido uno de los iniciadores de tan feliz pensamiento. » Es tanto más importante esta adhesión cuanto que precisamente se trata de publicaciones científicas que son de la incumbencia de este centro colegiado. Observatorio meteorológico de León, Guanajuato, Méjico: «Aplaude de toda buena voluntad el proyecto de Bibliografía y tecnología científicas VARIEDADES 87 que estima de grandísima importancia y procurará, hasta donde sea posible, ayudar á la realización de tan bella idea. » Instituto Geográfico Argentino. — Se adhiere al proyecto de Biblio grafía y tecnología científicas y pone á disposición de los encargados de levar á la práctica la obra, todos los elementos de que dispone la bi blioteca del Instituto. Museo Nacional de Caracas, Venezuela, — Expresa que le es alta mente satisfactorio participar que con el mayor gusto é interés pres tará todo su apoyo moral á dicho proyecto, cuya realización considera de gran importancia para todos los paises que hablan la lengua caste llana. » Museo de historia nacional de Lima, Perú. -— El señor director de es- te museo nos comunica su adhesión á la idea capital de nuestro proyec tode Unión internacional bibliográfica y tecnológica; pero disiente en algunos detalles. Por ejemplo: entiende que no conviene radicar en Madrid sino en Buenos Aires la sede principal de la oficina proyee- tada, y que debe concretarse á publicaciones cientificas, ete., de la América latina tan solo. No podemos aceptar la indicación, porque sería desvirtuar el fun damento primordial que hemos tenido en vista al proyectar esta unión internacional hispano-americana.. Universidad Nacional de San Salvador. — Comunica que « está dis puesta á prestar en lo que vale su apoyo moral al referido proyecto. » Real Sociedad Geográfica de Madrid. — Remite un ejemplar del bo- letín Revista de Geografía, ete., en el que se insertó el acta de la sesión en que se dió cuenta del proyecto de Bibliografía, ete., «feliz inicia- tiva en favor de la lengua castellana y del fomento y desarrollo de la labor científica que realizan todos los que hablan en aquel idioma. » Por consiguiente, la Real sociedad geográfica ofrece su concurso moral á la comisión encargada de realizar el proyecto y está dispuesta á cooperar en los trabajos de la misma con decisión y entusiasmo. Como se ve, la idea de esta unión internacional entre los elemen- tos estudiosos de América latina y España, en pro del mayor lustre de nuestra hermosa lengua, encuentra apoyo y simpatia en todos los intelectuales, colegiados ó particulares. Esperamos de nuestro conso- cio y compañero de tareas, el ilustrado ingeniero Torres Quevedo, co municaciones relativas al apoyo prestado al mismo proyecto en la ma dre patria, las que no pueden ser sino favorables, BIBLIOGRAFÍA CASA EDITORIAL CH. BÉRANGER, PARIS. La géologie et les richesses minerales de l'Asie. Historique, industrie, pro- duction, avenir, métallogénie [Sibérie, Oural, Caucase, Turkestan, Mer Egée, Asie mineure, Perse, Inde, Insulinde, Indo-chine, Chine, Japon, ete., par L. DE LAUNAY, ingénieur en chef des mines, professeur á 1”École supérieure des mi- nes et á École de ponts et chaussées. Un volume in 8%, de 816 pages, avec 82 figures dans le texte et 10 planches hors texte, dont 3 en couleur. Ch. Béran- ger, éditeur. París, 1911. Prix relié, 55 frances. Es una obra voluminosa, continuación de la otra homóloga, publicada con igual fin en 1903, sobre Les richesses minérales de l' Afrique. El autor hace 25 años que viene ocupándose en un trabajo sintético de conjunto, sobre vetas metalíferas o sea un tratado de metalojenia, rama de la ¡jeolojía que requiere para afirmarse para progresar e imponerse, que se sistematicen los conocimientos parciales, lo- cales, jeneralizándolos especialmente del punto de vista tectónico, i teniendo pre- sente las leyes de la físicoquímica más modernas. El trabajo actual del profesor De Launay es una fuerte contribución en ese sentido; aunque el propio autor no desconoce que puede presentar lagunas, fá- cilmente esplicables, dada la localización de los estudios. Su obra abarca la economía industrial i la metalojenia. En la primera diserta sobre la evolución dela industria minera asiática desde antaño hasta el presente, i sobre los caracteres jenerales de esta industria, el desarrollo económico del Asia, la estensión progresiva de su red ferroviaria, la división en grandes Zonas de in- fluencia i el movimiento autóctono nacionalista, cada vez más marcado, i, por fin, las condiciones especiales de los centros de estracción. En la segunda — la esencialmente jeolójica — hace la historia jeolójica del Asia, estableciendo cómo con el correr del tiempo se han modificado los contornos i relieyes de los conti- nentes; trata jeográficamente de: la división del Asia en grandes provincias na- turales, de historia independiente, correspondiendo a condiciones medias diferen- tes de plegado, disjunción, inyección ignea, metamorfismo i erosión: estudia las riquezas metalíferas teniendo en vista los fenómenos ígneos o hidrotermales i las acciones sedimentarias. En resumen, el libro consta de tres grandes secciones: industria, ¡jeolojía (es- BIBLIOGRAFÍA Sy tratigrafía 1 tectónica) i metalojenia rejional. La primera abarca : historia de la industria minera en Asia, caracteres jenerales del desarrollo minero netual, re- partición estadística, estudio especial de la industria minera en cada rejión. La segunda, comprende la jeolojía del Asia (estratigrafía i tectónica) estudiada en su conjunto i rejionalmente. La tercera se oenpa de la metalojenia rejional, deseri biendo las principales rejiones metaliferas. S. E. BARABINO. Traité de chimie organique par R. ANScHÚtz, professeur 4 l'Université de Bonn, directeur de l'Institut chimique de 1"Université de Bonn et G. ScHkdsrER, professeur a 1/Université de Bonn. Premiere édition francaise traduite déapres la onziéme édition allemande par H. Gault, chargé de cours a la Faculté des Sciences de 1"Université de Besancon. Tome premier, serie acyelique. Un vo lume in-8% de xXIV-884 pages. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 25 frances. Su traductor, el profesor Gault, dice en su introducción : «El tratado de quí mica orgánica de Richter-Anschiitz goza de renombre universal; hemos creído que una traducción de esta obra podrá prestar reales servicios á los químicos »... Por su parte, el profesor Haller, de la Universidad de París i miembro del Instituto, ratifica la precedente opinión, diciendo que pocos tratados de química como el actual, cuyo primer autor fué V. Vox RICHTER han alcanzado de 30 años a esta parte, un éxito tan lejítimo i tan constante, por lo ordenado, la ¡uiciosa elección de las cuestiones expuestas, redacción sobria i su concisión sin perjuicio para la claridad. En las sucesivas ediciones la obra, siguiendo paso a paso los progresos de la química, ha ido aumentando de doctrina i, por ende, de mole, talmente, que la 114 edición ha debido aparecer en dos grandes volúmenes. Hai que confesar que en la nueva disposición dada a la obra de Richter por sus doctos continuadores, los profesores Anschiitz 1 Sehreter, éstos han conse euido, no sólo ponerla al día, sino conservarle sus buenas cualidades. Veamos el programa desarrollado en este primer volumen : Introducción (composición de las combinaciones orgánicas, establecimiento de la fórmula química, constitución de las combinaciones orgánicas, nomenclatura 1 propiedades físicas o de las combinaciones orgánicas, acción de la luz, del calor ide la electricidad, combinación directa del carbono con los otros elementos. clasificación de las combinaciones orgánicas). Combinaciones acíclicas o de cadena abierta. Serie aciclica, grasa o asfáltica. [Carburos de hidrójeno, hidrocarburos, derivados halójenos de los carburos]. Derivados oxijenados de los carburos saturados. — [Alcoholes monovalentes 1 pro- duetos de oxidación correspondientes, dialcoholes, alcoholes bivalentes i produe- tos de oxidación correspondientes. Trialcoholes, alcoholes trivalentes : glicerinas i productos de oxidación correspondientes, alcoholes tetravalentes i productos de oxidación correspondientes, alcoholes pentavalentes, pentitas i productos de oxi dación correspondientes, alcoholes exa i polivalentes (polialcoholes) 1 productos de oxidación correspondientes. Apéndice : Éteres de los poliácidos superiores, sustancias animales i vejetales de constitución desconocida. 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA No me detendré a hacer resaltar lo bondad de esta obra : la autorizada opinión dle los profesores Haller i Gault, 1 sobre todo, la aceptación pública del trabajo que, aun conservándose en una lengua poco difusa como la alemana, ha alcan- zado once ediciones, son garantías más que suficientes para establecer su posi- tiva utilidad. S. E. BARABINO. Poussée des terres. Deuxieme partie. Théorie des terres cohérentes, applica- tions, tables numériques, par Jean RÉsaL, inspecteur général, professeur a PÉcole de ponts et chaussées. Un volume grand in-8% de xI-340 pages, avec 115 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix broché, 15 frances. Constituye la segunda parte de la obra que el mismo autor publicó en 19053, sobre el equilibrio de las tierras sin cohesión, como las arenas o gravas puras: pasa como en la mayoría de los casos, las tierras por sostener que encuentra en su práctica el injeniero, están dotadas, poco o mucho, de cohesión, las condicio- nes de empuje i de resistencia i, por ende, de equilibrio, cambian sensiblemente. El injeniero Résal, protesta contra el consejo dado por Rankine; i que en mérito a los méritos del consejero, es seguido por la mayor parte de los injenieros de «no tomar en cuenta la cohesión de las tierras al calcular el empuje de las mismas ». Resal asevera que en vez de conseguir un exceso de estabilidad siguiendo esa prescrición, la práctica de estas obras prueba lo contrario. A la regla de Rankine atribuye la causa de los desperfectos que con frecuencia ocurren. l agrega : «Si en los terrenos arcillosos se despreciara en absoluto la cohesión habría que darlas un talud de cuatro i aun mismo de seis de base por uno de altura; a los muros de sostén, espesores enormes, con un coste elevadísimo, que no justificaría la razón de la seguridad. » También protesta el autor contra la costumbre reinante entre los constructo- res de dar a priori a una clase de tierra determinada un ángulo único de roza- miento, cualquiera sean la disposición i dimensiones de una obra, siendo así que puede oscilar entre límites mui sensibles por causas diversas, especialmente por la altura de las tierras por contrarrestrar. Por estos fundamentos, el autor se ha decidido a emprender el estudio racio- nal del empuje de las tierras admitiendo la cohesión. Tal es el objeto de esta se- sunda parte de su trabajo. Creemos útil seguir someramente al autor eun sus observaciones al respecto. Adopta la opinión de Coulomb, vale decir que para las tierras coherentes la resistencia al deslizamiento es proporcional a la extensión de la superficie de fractura (fuerza de cohesión), 1 proporcional también a la presión normal de las dos superficies desunidas (fuerza de rozamiento), i llega a una solución rigu- rosa del problema, deduciendo fórmulas prácticas aplicables al estricto equili- brio, actuando el rozamiento i la cohesión; es decir, al cálculo de los muros de sostén, de acuerdo con las condiciones de estabilidad de los macizos de tierra. El profesor Résal declara que en ninguno de los tratados científicos o técni- eos que pudo consultar ha hallado normas aceptables sobre la coherencia i án- enulo de fricción de las tierras arcillosas. Los valores atribuidos a la cohesión BIBLIOGRAFÍA 91 on bajos i los del ángulo de frotamiento elevados (triples o enádruples de su valor real), por cuya razón, a falta de un valor esperimental, adoptó en sus ejemplos numéricos un tipo hipotético de tierra coherente 1, por ende, de su ceo- hesión i ángulo de rozamiento. Sin embargo, las experiencias que están reali zando al respecto los injenieros Jacquinot i Frontard, relativas a dichos coefi cientes, parecen ¡justificar la apreciación de Résal. Resulta de dichas experiencias : 4) que la definición de Coulomb relativa a las tierras coherentes es exacta, anun sobrepasando la carga máxima de 5 ke'em adoptado en la práctica; b) que en el ángulo de rozamiento para las tierras arci llosas (que Résal presentía no debe llegar a 157) en ningún caso le hallaron aque llos esperimentadores, inferior a 8%, ni superior a 10% 30%; e) que los ángulos de 25 a 40%, indicados en los tratados, están en contradicción con la realidad; d) que la cohesión ce, a la que Résal da un valor 24 en sus aplicaciones, no fué hallada inferior a A ni superior a 34, es decir, que la media de dichos valores, concuerda con la apreciación del autor; e) no está probado que la proporción de agua influya sobre el ángulo de rozamiento. Tal vez influya pero muni poco : los 'alores estremos hallados para el ángulo 2 nunca fueron 8 (tierra mui mojada ni 10? 3” (tierra casi seca), este último dato, inseguro: f) en cambio, el agua mucho influye sobre la cohesión c, que, en dichas esperiencias, varió entre a, para las tierras empapadas, hasta 1,54, o mejor, 24, para las casi secas; 9) la compacidad de las tierras parece no influir en el ángulo de rozamiento pero sí sobre la cohesión. La relación Ñ = 1 para tierra comprimida a mano, ascendió « 2 1 aun a 3 para tierras enérgica i prolongadamente comprimida, es decir, que el apisonado i el batido aumentarían la cohesión sin modificar la fricción. El profesor Résal ha dividido su trabajo en tres secciones. En la primera, Teoría del equilibrio de las tierras dotadas de cohesión, estudia las propiedades de éstas, su equilibrio, línea de rotura, equilibrio de los macizos, ete. ; en la segnn- da, Movimientos de tierra, su deslizamiento, los taludes, ete.; en la tercera, Mu- ros de sostén, los terraplenes libres, inclinados, el cáleulo del empuje, la resisten- cia al deslizamiento en su base, su estabilidad, etc. Agrega cuatro tablas numéricas para la práctica aplicación de sus fórmulas, i termina con una nota sobre la presa de tierra del reservatorio de Charmes (Haute Marne). S. E. BARABINO. Traité de topographie, par ANDRÉ PELLETAN, inspecteur général des mines. professeur á École nationale supérieure des mines. Deuriéme édition, revue et considérablement augmentée. Un volume erand in-8% de Xx1-528 pages, avec 348 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. ¿s conocido de los injenieros el tratado de topografía del profesor Pelletan. obra de carácter científico, fundamental, a la yez que práctica. Esta nueva edición ha sido convenientemente ampliada por el autor hasta su Si sección (fotogrametría), la cual por el inesperado i lamentable fallecimiento del mismo, fué revisada i puesta al día por el señor Mouronval, amigo i colabo- rador del profesor Pelletan. Para los que no conozcan esta obra daremos algunos datos al respecto. 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Está dividida en dos grandes secciones : la primera trata de las ciencias que necesita conocer el topógrafo; la segunda, de los instrumentos 1 métodos topo- oráficos. En la primera, están comprendidas la óptica jeométrica (teoría de Gauss i de sus continuadores Hamilton, Seidel i Sehwarzschild): es decir, abarca las leyes de la óptica, propiedades principales de un haz de rayos, homografía óptica, sistemas isoaxiales, jeometría de las superficies de ondas, el eikonal, aberraciones jeométricas i cromáticas, lentes, anteojo astronómico, óptica de las lentes ¡ objetivos fotográficos. Siguen varios capítulos dedicados a la astronomía del punto de vista de las aplicaciones : nociones de astronomía, tiempos i coordenadas astronómicas diver- sas, problemas de astronomía, determinación de la meridiana, ídem de las coor- denas jeográficas de un lugar por observaciones astronómicas. Pasa el autor a estudiar con algún detalle, la teoría de los errores, cuyo co- nocimiento es tan útil en los cálculos : comienza por dar nociones sobre el cálculo de las probabilidades, la lei de la repartición de los errores, los principios funda- mentales de la teoría de los errores, de la compensación en jeneral i de una trian- enulación, método simplificado. En la segunda sección dedicada, como dijimos, a los instrumentos i operaciones figuran los métodos topográficos, teniendo ó no en cuenta la curvatura terres- tre; el análisis de los instrumentos, limbos, niveles, anteojos 1 sus elementos característicos, teodolitos, instrumentos de reflexión. brújulas, deeclinatorios, aparatos para medir lonjitudes, telémetros, niveles, instrumentos de agrimen- sura, i por lo que a levantamientos se refiere, triangulación (preliminares, me- dida de bases i ángulos, orientación, coordenadas) ; levantamiento de los detalles, nivelaciones (ordinaria i de precisión); levantamiento subterráneo (con teodo- lito, con brújula); nivelación de las minas, orientación de los planos subte- rráneos. I termina con los capítulos relativos a la fotogrametría 1 los levantamientos panorámicos. Es un interesante trabajo. S. E. BARABINO. Lecons s1r Vexoloitation dos mines et en particulier sur l'exploitation des houilléres par F. Hrrsk, professeur et directeur de l'École des mines de Bo- chum et FE. HerBstT, professenr a École technique supérieure d'Aix-la-Cha- pelle. Tome [, traduit de lallemand par Y. G. Bousquet, ingénieur des arts et manufactures, avec la collaboration de MM. P. Bouzanquet, insénieur des arts et manufactures; €. Dupont, ingénieur civil des mines et £. Lécrivain, ingé- nieur civil des miues. Un volume grand-in-89, de xx11-727 pages, avec 583 figu- res dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Los profesores Heise i Herbst dicen que no es posible, ni sería conveniente, una obra completa que abarcara todo el complejo arte de las minas: lo primero, por lo enorme amplitud del trabajo; lo segundo, porque son tan rápidos los pro- eresos en este ramo que, terminada la obra, resultaría ya vieja... Mui justa la observación. Es lo que oenrre con ciertas enciclopedias, especial- mente españolas, que tardan varios años en ser publicadas: cuando concluyen son viejas. BIBLIOGRAFÍA gd: 12) Por eso los autores se han decidido a hacer obra esclusivamente relativa a la esplotación de las hulleras, destinada más que a los hombres del oficio, alos estudiantes de las escuelas de minas, para que les sirva de euía, dán- doles a conocer los hechos permanentes e importantes basados científicamente i juzgándolos a la luz de una crítica seria; i estudiando en cambio, someramente los casos de explotaciones de minas destinadas á sufrir pronto modificaciones, Los traductores hacen notar que, aparte de los tratados clásicos, se hacía sen tir la necesidad de una obra elemental como la presente, en la cual el estudiante hallara tras de la teoría, un ejemplo de aplicación práctica en cada caso. La obra comprende : I, Jeolojía i yacimiento; II, Investigación de los yacimientos; TIL, Derribo (estracción); 1VY, Esplotación; V, Ventilación. Estas cinco grandes secciones están desarrolladas con la necesaria amplitud, menos la primera que, como es lójico, se conereta a dar los conocimientos jeo- lójicos, mineralójicos i meteorolójicos necesarios para la mejor comprensión del testo. Para terminar, agregaremos que son dignas de encomio las figuras, esque- mas, ete., intercaladas en la obra, por su notable perfección. S. E. BARABINO. L'annee electrique, ¿lectrothérapique el radiographique. Revue annuelle des pro- gres électriques en 1910, par le docteur FOVEAU DE COURMELLES, lauréat de lPAcadémie de médecine, membre de diverses sociétés savantes, professeur d'électrologie et radiologie médicales, etc., ete. Onziéme année. Un volume de 315 pages. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix 3,50. Bien conocido es el anuario del doctor Foveau de Courmelles, recopilación sin- tética de cuanto de mayor interés se ha producido durante el año fenecido en el campo de las aplicaciones eléctricas. Nos coneretaremos, pues, a indicar los ca- pítulos que lo constituyen : I, Aparatos i hechos nuevos; II, Electroquímica; HI, Luz; IV, Calefacción : V, Tracción eléctrica; VI, Telégrafos 1 señales ; VII, Marconigrafía; VII, Elec- tricidad atmosférica; IX, Fuentes diversas de electricidad; X, Aplicaciones di- versas; XI, Hijiene i seguridad eléctricas; XII, Electrofisiolojía 1 electroterapia; XII, Radiografía; XIV, Radioterapia; XV, Fototerapia ; XVI, El radio i la ra- dioactividad; XVIT, Jurisprudencia; XVIII, Necrolojía 1 noticias. Etude théorique et pratique sur le transport et la manutentión mecani- ques des matériaue et marchandises dans les usines, las magasins, les chantiers, les mines, etc. par GEORG VON HANFESTENGEL, traduit de lallemand par Maurice Chavane, ingénieur civil des mines. Tome deuxieme : Transport par charges isolées. Un volume de 11-292 pages, grand in-S%avec 445 figures dans le texte. Ch. Bé- ranger, éditeur. París, 1911. Prix relié, 15 franes. Recordarán nuestros lectores que, en la entrega de abril de 1910, nos ocupamos favorablemente del primer tomo de esta importante obra del profesor von Hanfi stengel, de la escuela real técuaica de Berlín. La misma opinión nos hemos fol 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mado al examinar esta segunda parte de su trabajo, i con tanta mayor razón cuanto que aborda problemas de más difícil solución analítica, por las complica- ciones que importan las variaciones en la dirección i en la velocidad de los mo- vimientos de los mecanismos, pues estudia los llamados trasportadores disconti- nuos, mientras el primer tomo lo dedicó a los continuos. Como era lójico, el autor teniendo en vista esencialmente la economía de los trasportes no entra en detalles de construcción de los mecanismos sino en cuanto importa conocer para conseguir aquélla. Las materias tratadas son las siguientes : I, Vías férreas : vagones para mercaderías, volcadores de vagones, vía de dos rieles sin tracción continua, vía monoriel, sistema inglés de vía de cable (cablecarril); IL, Montacargas : montacargas aceionadas con moyimiento continuo, ídem de movimiento alterno; II, Gruas i puentes rodantes : de trasporte, disposi- ción del cable, torno i carro rodante, armazón de la grúa, utilización de las orúas. Repetiremos aquí la crítica de detalle que hicimos al dar cuenta del primer tomo de esta obra. Decíamos : «Si el autor alemán procedió mal dando las siglas a su antojo, de conformidad con su propia lengua, el traductor debió corregirlas, sustituyéndolas con las universalmente adoptadas. Así hora no es st sino h; ni minuto, min sino m; segundo s i no sek; el caballo vapor se indica en todas par- tes con HP (horse power) i no con PS; el peso específico por ino F; con f representamos el rozamiento i no superficie; 1 así varias de las otras anotaciones i abreviaciones. Estas siglas caprichosas sino desfavorecen al fondo del trabajo, son por lo menos fastidiosas para los que deben estudiar el testo. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL U. HOEPLI, MILÁN. Trattato teorico pratico di costruzioni, civili, rurali, stradali e idrauliche. Volume II. Lavori in terra, strade, opere d'arti stradali, costruzioni idrauli- che, condotta dei layori, legislazione, per l'ingegnere C. Levr. Un volume di 720 pagine, con 377 incisioni nel testo. Ulrico Hoepli, editore. Milamo, 1911. Prezzo, 12 lire. Es el segundo volumen de la obra emprendida por el profesor Levi, conocido ya ventajosamente por otros trabajos de positivo mérito, que figuran en los bien nutridos catálogos de la grande casa editora milanesa de Ulrico Hoepli. El autor explica la demora en aparecer este segundo volumen con un hecho que importa el mejor elojio que puede hacerse a su trabajo. Dice el profesor Levi : « Pido escusas a los corteses lectores por la prolongada demora con que, a pe- sar mío, he hecho aparecer este segundo volumen, pues habiéndose agotado la edición del volumen primero, tuve que atender también a la preparación de una nueva edición del mismo, notablemente aumentada. » Solo cuando una obra es de positivo interés, puede merecer del público profe- sional tan notable aceptación como para ser agotada sin dar tiempo a que apa- rezca el segundo volumen de la misma; porque hai que tener en cuenta que los BIBLIOGRAFÍA 95 enltores de la ciencia de la construcción son relativamente pocos i que el coste de estas publicaciones, siempre elevado por las ilustraciones, no está, especial mente en Europa, al alcance de todos los bolsillos. No conocemos dicho primer volumen, razón por la cual nos reservamos dar cuenta del mismo en la anunciada próxima aparición de la segunda edición. En cuanto al volumen segundo que acabamos de examinar, debemos ante todo hacer resaltar la admirable impresión, clara, nítida, a pesar del tipo pequeño empleado (cuerpo 8), i con figuras bien diseñadas i grabadas, presentando un as- pecto simpático que convida a leerlo. Nos recuerda las publicaciones de nuestros editores, señores Coni hermanos, los que, como es sabido, rivalizan con las mejores casas editoriales de Europa i Norte América. En cuanto al fondo de la obra, el profesor Levi, desarrolla en este volumen las siguientes materias : 1, Movimientos de tierra 1 carreteras (nociones ¡jenerales, caminos, su trazado, proyecto, construcción, superestructura); 11, Obras de arte riales (fundaciones, muros de sostenimiento, túneles, nociones constructivas de puentes de mampostería, estabilidad de los mismos, puentes oblicuos, cimbra- miento i descimbramiento de las bóvedas, nociones sobre puentes de hierro, puentes de tramos rectilíneos, ídem, ídem, continuo, tramos curyilíneos, puentes de hierro, arco, ídem colgantes, puentes de madera; IL, Construcciones hidráuli- cas (canales i obras de arte correspondientes, datos de construcción pertinentes a los diversos jéneros de canales, conductos cloacales, acueductos, obras de reji- mentación 1 de defensa en torrentes i ríos); IV, Ejecución de los trabajos, leyes ¡ reglamentos, pliegos de condiciones (marcha de los trabajos, legislación rela- tiva a trabajos realizados por el Estado, legislación sobre carreteras i ferroca- rriles, legislación sobre aguas, espropiaciones, pericias, arbitrajes, pliego de con- diciones en los diversos casos). Amplio programa que justifica lo voluminoso de la obra. En el desarrollo de la misma, el autor ha puesto a contribución a los más reputados tratadistas 1 profesores, cuyos nombres cita, lo que da mayor autoridad a su trabajo. Como el título lo indica, a la teoría acompaña, cuando es necesario, el ejemplo numérico que hace práctica la enseñatiza del testo. Manuale di livellazione pratica, compilato da Mano VEGLIO, asistente nel corpo del Genio Civile. U testo. Ulrico Hoepli, editore. Milano, 1911. Lire 2. nh volume di pagine xIr-130, con 47 incisioni nel El objeto del autor es presentar en un libro manual, compendiadamente, los métodos prácticos para proyectar i efectuar una nivelación ordinaria, los que, en jeneral, se hallan involucrados en las obras jenerales de topografía. El trabajo está dividido en tres secciones : 4) Descripción de los diversas sis- temas de niveles jeneralmente empleados; b) procedimientos i eriterios por se- guir para verificar una operación altimétrica; e) nivelación taquimétrica. Dada la importancia de las nivelaciones en los estudios de injeniería lójico es admitir que un libro destinado a facilitar su ejecución 1 asegurar su exactitud en forma realmente práctica, ofrece ventajas que fomentarán su adquisición por los profesionales. El manual del señor Veglio forma parte de la valiosa colección de Manual 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hoepli, de reputación mundial, la que cuesta ya con más de 1100 volúmenes, sobre todas las ramas del saber humano. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL HERMANN A. FILS, PARIS. Traite de chimie générale, par W. NERNST, professeur a l1Université et di- recteur de chimie-physique de Université de Berlin. Ouvrage traduit sur la 6* édition allemande par 4. Corvisy. professeur agrégé des sciences physiques au lycée Gay-Lussae, professeur suppléant a École de medecine et de pharma- cie de Limoges. Premiere partie : Propriétés générales des corps. Atome et molé- cule. Un volume de 510 pages, grand in-8% ayec 33 figures dans le texte. A. Hernimmann et fils, éditeurs. París 1911. Prix broché, 12 franes. Seis ediciones alemanas de la obra del profesor Nernst justifican plenamente . a) publicación de una edición francesa. Su traductor, el profesor Corvisy, hace notar que la favorabilísima acojida «ue el trabajo del profesor Nernst ha tenido en el mundo científico no estriba sólo en el mérito personal del sabio autor, sino que también en las sobresalientes cualidades del tratado, el cual ha servido de norma a muchos otros posterior- mente aparecidos en Europai América. El autor divide su trabajo en cuatro libros : en el primero, se ocupa de las propiedades jenerales de la materia, fundado en hechos reales establecidos por la experiencia; en el segundo, se consagra al desarrollo de la hipótesis molecular 1 así como en el anterior predomina el estudio físico, este segundo libro entra más especialmente en el dominio de la química. Los dos últimos libros se ocuparán del estudio de la afinidad química en esta forma : el tercero tratará de la trans- Formación de la materia 1 el cuarto de la transformación de la enerjía. Ahora, he aquí el índice en síntesis : Introducción a algunos principios fundamentales de la física moderna, estados vaseoso, líquido i sólido, mezclas físicas, soluciones diluídas, teoría atómica, teo- ría cinética de las moléculas, determinación del peso molecular, constitución de las moléculas, propiedades físicas i arquitectura molecular, disociación de los wases, disociación electrolítica, propiedades físicas de las soluciones salinas, teo- ría atómica de la electricidad, el estado metálico, la radioactividad, estado eoloi- dal, magnitud absoluta de las moléculas. Los temas tratados, como se ve, no pueden ser ni más modernos ni más atrayentes; 1 tratados majistralmente por el autor aseguran un éxito envidiable a esta vulearización francesa, que pone a la obra al alcance de la mayoría de los estudiosos, que desconocen el alemán. 5. E. BARABINO. OMISIÓN ¿n el número anterior de los ANALES, apareció sin firma al pié, un artículo sobre la Determinación de la intensidad de la coloración de los pimentones i su apli- cación como base para la clasificación de los mismos. Dicho trabajo es debido al doctor F. AURELIO Mazza, quien, como ya lo hicimos constar lo presentó al Congreso de Medicina é Higiene en mayo del año pasado. La Dirección. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) González, Castaño R. González, Calderón A. González, Juan B. Granero, Miguel. Gradin, Carlos. Gregorino, Juan. Gegorini, Juan A. Grieben, Arturo. Grianta, Luis. Groizard, Alfonso. Guido, Miguel. Guidi, José. Guasco, Carlos. Guglielmi, Cayetano M. Guglialmelli, Luis €. Gutiérrez, Ricardo J. Guesalaga, Alejandro. Hauman, Merck Lucien. Haffter, Rodrigo. Harrington, Daniel. Hermite, Enrique. Herrera Vega, Rafael. Herrera Vega, Marcelino. Herrera, Nicolás M. Herrero, Duecloux E. Henry, Julio. Hicken. Cristóbal M. Holmberg, Eduardo R. Hoyo, Arturo. Huergo, Luis A. (hijo) Huergo, Eduardo. Hughes, Miguel. Ibarra, Luis de. Iriarte, Juan. Iiibarne, Pedro. Isbert, Casimiro Y. Issouribehere, Pedro J. Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo C. Iturbe, Miguel. Ivanissevich, Ludoyico. Jatho, Alfredo. Jacobacci, Guido. 7 Jonas, Godofredo L. Jonas, Justo B. Jurado, Ricardo. Ketzelman, Feda. “Kock, Víctor. Krause, Otto. Krause, Julio. Klein, Hermán. Kreusberg, Jorge. Lafone Quevedo, Samuel A. Labarthe, Julio. Lahille, Fernando. Langdon, Juan A. Landeira, Pedro Y. Laporte, Luis B. Larreguy, José. Larco, Estebán. Larguía, Carlos. Lassalle, León. Lathan Urtubey, Augusto. Latzina, Eduardo. Lavarello, Pedro. Lavergne, Agustín. Lea, Allan B. Lederer, Osvaldo. Leguizamón, Martín M. Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo de. Lesage, Julio, Letiche, Enrique. Levylier, H. M. López, José M. López, Martín J. Longobardi, Ernesto. Lovigne, Pedro 6. Lugones, Lorenzo. Lugones, Arturo M. Lucero, Octavio. Luro, Rufino. Ludwig, Carlos. Lutscher, Andrés A. Madrid, Enrique de. Magy, Luis A. Magnin, Jorge. Magliano, Augusto. Malbran, Carlos. Maligne, Eduardo. Mallol, Benito 4. Mamberto, Benito. '.Manzanarez, Enrique. Maradona, Santiago. Marín, Plácido. Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. Marotta, Pedro. Marino, Alfredo. Martínez Pita, Rodolfo. Marti, Ricardo. Massini, Estéban. Maupas, Ernesto. Mattos, Manuel E. de. Mazza, Aurelio F. Medina, José A. Meoli, Gabriel. Mercáu, Agustín. Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Miguens, Luis. Mignaqui, Luis P. Millan, Máximo. Molina y Vedia, Delfina. Molina y Vedia, Adolfo. Monge Muñoz, Arturo, Moeller, Eduardo Molina, Waldino. Molina Civit, Juan. Mon, Josué K. Morales, Carlos María. Morel, Camilo. Moreno, Francisco P. Moreno, Jorge. Moreno, Evaristo Y. Moreno, Josué EF. Morón, Ventura Mormes. Andrés. Morón, Teodor +» F. Morteo, Carlos F. Morteo, Ignacio A. Mosconi, Enrique. Mugica, Adolfo. Mussini, José A. Narbondo, Juan L. Nagera, Juan José. Navarro Viola, Jorge. Natale, Alfredo. Negri, César. Newton, Artemio R. Niebuhr, Adolfo. Nielsen. Juan. Nystrómer, Carlos. Newbery, Jorge. Newbery, Ernesto. Noceti, Domingo. Nogués, Domingo. Nougues, Luis F. Novas, Manuel N. Nouguier, Pablo. Nunez, Guillermo. Ocampo, Jorge. Ochoa. Arturo. Olivera, Carlos E. Oliveri. Alfredo. Orcoyen, Francisco. Orús, José M. Orús, Antonio (hijo). Otanelli, Atilio. Ortúzar, Alejandro de. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otamendi, Belisario. Outes. Felix EF. Padilla, José. Padilla, Isaías. Paganini, Carlos. Paita, Pedro J. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Palacio, Emilio. Palet, Luciano. Panelo, Estéban. Palmarini, Armando. Paoli, Humberto. Parodi, Edmundo. Pascali, Justo. Pasman, Raú! 6. Pastore, Franco. Páquet, Carlos. Parckinson, Pedro P. Pascual, José L. Pastore, Franco. Pattín, Enrique. Pattó, Gustavo. Pelizza, José. Pelosi, Elías. Pelleschi, Juan. Perazza, Alfredo. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J. Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Ssutiago. Piana, Juan. Piaggio, Antonio. Pingel, Juan. Piñero, Horacio 6. Pouyssegur, Hipólito B. Pisani, Mario. Podestá, Santiago. Pol, Víctor de. Ponte, Federico. Popolizio, Fernando. Porro de Zomenzi, F. Posadas, Carlos. Puente, Guillermo A. Pueyrredón, Carlos A. Puiggari, Pío. Puiggari, Miguel M. Prins, Arturo. Quiroga, Atanasio. Rabinovich, Delfín. Raffo, Jacinto T. Ramos Mejía, Ildefonso P. Razenhoffer, Oscar. Recagorri, Pedro $. Rebuelto, Emilio. Rebuelto, Antonio. Retes, Antonio. Repetto, Agustín N. Repetto, Roberto. Repos$sini, José. Reynoso, Higinio. Riccheri, Pablo. Rivara, Juan. Roasenda, Carlos E, Roffo, Juan. Rojas, Estéban €. Rojas, Félix. Romero, Julián. Romero, Antonio. Rossel Soler, Pedro A. Rospide, Juan. Rouge, Marcos. Rouquette, Augusto. Rouquette, Augusto (hijo). Rubio, José M. Rua, José M. de la. Rumi, Tomás J. Rus, Pablo. Sabatini, Angel. Sáenz Valiente, Edmundo. Sáenz Valiente, Aselmo. Sagastume, José M. Sánchez Díaz, Abel. Sánchez, Juan A. Sánchez, Zacarías. Sanglas, Rodolfo. Sanromán, Iberio. Santangelo, Rodolfo. Santillán, Carlos R. Segovia, Fernando. Sáuze, Eduardo. Segovia, Vicente. Sarmiento, Nicanor. Saralegui, Luis. Sarhy, José $. Sarhy, Juan EF. Saubidet, Alberto. Scala, Augusto. Schaefer, Guillermo F. Schneidewind, Alberto. Seguí, Francisco. Seitun, Emilio. Seeber, Raúl E. Selva, Domingo. Sella, Federico. Senat, Gabriel. Senillosa, Juan A. Severini, D. Silva, Angel. Silveyra, Ricardo. Simonazzi, Guillermo. Sires, Marcelo €. Sirí, Juan M. Sisson, Enrique D. Solari, Lorenzo. Soldano, Ferruccio. Soldati, José. Sordelli, Alfredo. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio. Spinedi, Hermeneg F. Storni, Segundo. Tallibart, Benjamín. Tamini Crannuel, LA Taiana. Alberto. Taina, Hugo. Tarelli, Carlos A. Tejada Sorzano, Carlos. Tello, Eugenio. Tieghi, Segundo. Thedy, Héctor. Tobal, Miguel A. Toepecke, Ernesto. Toledo, Enrique A. de. Torres Armengol, M. Torres, Luis M. Torre, Bertucci Pedro. Torrado, Samuel Turner Piedra Buena, Geró- nimo. Trovati, Francisco. Traverso, Nicolás. Ugarte, Trifón. Uriarte Castro, Alfredo. Uriburu, Arenales. Uriburu, David. Vallebella, Colón B. Vaccario, Pedro. Vilar, Juan. Valenzuela, Moisés.” Valentini, Argentino. Valerga, Orente A. Valiente Noailles, Luis. Valle, Pastor del Varela, Rufino (hijo). Vassalli, Miguel E, Velasco, Salvador. Veyga, Francisco de. Vignau, Pedro T. Vidal, Antonio. Videla, Baldomero. Villanova Sanz, Florencio. Virasoro, Valentín. Vivot, Eduardo. Volpatti, Eduardo. Wauters, Carlos. Willams, Adolfo. Wernicke, Roberto. Wernicke, Raúl. White, Guillermo. White, Guillermo J Zakrzewski, Bernardo. Zamboni, José J, Zamudio, Eugenio. Zappi, Enrique Y. Zavalla Carbó, José M. Zuberbúbler, Carlos E. -— a rr AO IRIS, ys 5 é ” ' A ANA » F MISTER e ANALES — SOOIEDAD OIENTÍELO ARGENTINA y o DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO ) O A a, ? ÍNDICE L. Mancnis, L'industrie sidérurgique et les grands moteurs á gaz............... 97 d AQUILES CEcHIN1 PuGNaALI, Algunas consideraciones sobre las relaciones entre las OCA E AR AL E Io E AAA 126 VARIA DE de ae a ao da aloja Do ANNA pao e NARA A NA 140 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS | 684 — CALLE PERÚ — 684 VITT JUNTA DIRECTIVA Presidente ln Ie: ad dt Doctor Francisco, P. Moreno Vicepresidente 4.............. Ingeniero Vicente Castro Vacepre dente: aio Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actas............ Doctor "Pomás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco E ESA a Doctor Antonio Vidal BIDUROLECA O pr Doctor Abel sánchez Díaz S Ingeniero Horacio Anasagasti ¡ Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo AA A es AE NS Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mam berto Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre A A Señor Juan Botto Ñ REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctorJuan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Vobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amab£o y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. / Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN / Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias Pesos moneda nacional POTIMES A ado Dos EE : 1.00 POLO A O E do 12.00 Número “atrasado. 00 arar cio atea aia e 2.00 =- para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano , Ñ z ; 4 OCT 18 1911 L'INDUSTRIE SIDERURGIOUE ET LES GRANDS MOTEURS Á GAZ (1) Par L. MARCHIS Professeur á la Faculté des Sciences de Paris 1. Développement de la production de la force motrice par les moteurs 4 gaz. — La production de la force motrice par les moteurs a gaz a pris depuis quelques années un développement considérable. Les multiples applications de Vélectricité a Véclairage, a la commande des machines-outils, á ka manutention des appareils de levage, et méme á la mise en marche des laminoirs, ont conduit les industriels á créer des usines centrales électriques, distribuant la puissance mo- trice á distance, et permettant ainsi de supprimer les machines mo- (1) ALLEN, Construction et fonctionnement des grands moteurs «4 gaz. Enginee- ring, 1908, LXXXV. Revue de Métallurgie, Extraits, 5% année, aoút 1908, n? 8, p. 601; DeraYs-LaUSER, Épurateuwr Sépulchre. Revue de Métallurgie, 5% année, mars 1908, n0 5; DURAND-PERROUX, La nouvelle usine électrique du chemin de fer d'Orléans a Tours. Génie Civil, 30% amnée, t. LVI, n* 2, 13 novembre 1909 ; GRADEWITZ, Un dispositif 'épuration des gaz de hauts-fourneaux. (Gvenesci Zei- tung, 1907, Revue de Métallurgie, 4% année, juin 1907; L. GREINER, Production économique de la force motrice dans les usines métallurgiques pour Putilisation du gaz des hauts-fourneaus et des fours ú coke. Revue Universelle des Mines, 51% an- née, 4* série, t. XVIII, avril 1907 ; E. CUVELETTE, Note sur Putilisation direct du gaz de fouwr a coke dans les moteuwrs ú explosion. — Bulletin de la Société des In- génieurs Civils, février 1909; LeroMBE, Les moteurs ú yaz de grande puissance. — Bulletin de la Société des Ingénieurs Civils, LXI, 6% série, 1908; MatHOT, Les pro- gres de la construction des moteurs 4 gaz. Bulletin de la Société des Ingénicurs Ci vils, LXII, 6* série, 1909. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 98 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA trices isolées, si couteuses au point de vue de la conduite et de Pen- tretient. Il y a dix ans á peine, aucun ingénieur 1 eut songé a utiliser le gaz pauvre comme source d'énergie capable Vactionner les dyna- mos de ces usines centrales. Aujourd'hui le nombre de ces installa- tions ne se compte plus et je vais vous en citer quelques-unes de caractéristiques. 2. Installations de production de la force motrice par les moteurs « gaz. — La Compagnie d'Orléans a récemment installé a Tours une usine électrique destinée a desservir Vensemble des services de ses deux gares de Tours et de Saint-Pierre-des-Corps, qui constituent actuellement le centre le plus actif de la compagnie. Neuf lignes y convergent, ce quí a conduit a y placer un dépót tres important et, par suite, des ateliers de montage et de réparations tres bien outil- lés ; Vintensité du mouvement des marchandises y a fait multiplier les organes de manutention mécanique et créer tout un systeme «Vé- clairage á incandescence et á are, dont on peut comprendre Pimpor- tance, si on remarque que le développement total des voies dans les deux gares atteint environ 70 kilometres. Les quatre dynamos W est- inghouse (760 amperes, 525 volts) de Pusine de Tours sont comman- dées par quatre moteurs a gaz du type Niitremberg, a deux eylindres en tandem, chacun a double effet; chacun de ces moteurs est capable de produire 600 chevaux, ce quí porte a 2400 chevaux la puissance motrice de Pinstallation. Le vaz nécessaire a lPalimentation de ces moteurs est produit par huit groupes de gazogenes Fideel et Steur- tey, a sole tournante, consommant des charbons anthraciteux du Nord et du Pas-de-Calais; un gazogene du type Ridré, utilisant les co- peaux et déchets de toutes sortes produits par les machines a bois des ateliers, est adjomt aux gazogenes précédents. La Société Cockerill a Seraing (Belgique) commande a distance les 550 moteurs électriques de ses ateliers, au moven de deux stations centrales d'électricité, dans lesquelles la force motrice est produite par des moteutrs a gaz alimentés, les uns par les gaz des hauts-fout- neaux, les autres par des gaz de fours a coke métallurgique. Mise en marche en 1901, la centrale a gaz des hauts-fourneaux a vu augmen- ter Vannée en année le nombre de ses unités; elle peut développer actuellement environ une puissance de 6500 kilowatts, fourrie par deux moteurs de 700 HP, quatre moteurs de 1400 HP et un moteur de 2000 HP. La puissance de la centrale á gaz des fours a coke est de 500 kilowatts ; elle comprend deux moteurs de 550 HP. La Société / Cockerill dispose done actuellement de 7300 kilowatts, soit pres de L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 99 10.000 chevaux effeetifs, produits par les gaz de ses hauts-fourneaux et de ses fours a coke. La Compagnie des Mines d'Eschwerler, a Alsdorf, pres d'Aix-la- Chapelle, a commencé en 1904 a supprimer ses machines 4 vapeur isolées et á installer une grande station contenant des dynamos ac tionnées par des mcteurs a gaz, alimentés par des fours a coke. On mit Vabord en marche deux moteurs de 500 HP, du type Niiremberg, aecouplés directement a des dynamos pour courant tripolarisé a 500 volts. Ces machines furent bientót suivies, de 1904 a 1907, de trois autres, deux de 1000 HP et une de 1200 HP; en 1907, de deux mo teurs tandem jumeaux de 2400 a 2600 HP chacun; en 1908, de deux moteurs de 2600 a 2500 HP chacun. Actuellement la puissancee totale des moteurs á gaz en service dépasse 15.000 HP. Outre le service des points qui se trouvent a proximité de la station centrale Vélee- tricité, celle-er commande les machines de points situés á une grande distance. C'est ainsi qu'une partie du courant, transformé de la ten- sion de 5500 volts a celle de 35.000, est transmise a la mine V'Exh- werler, á 18 kilometres de distance, pour servir a divers usages, épui- sement des eaux, etc. Ces exemples, que je pourrais multiplier, montrent Pimportance prise, dans ces cinq dernieres années, par la production de la force motrice au moyen des meteurs a gaz. Les appareils capables VPali- menter des moteurs de grande puissance appartiennent a des types tres nombreux, suivant quwils utilisent des charbons anthraciteux, des combustibles goudronneux, ou de ces charbons bitumineux, qui permettent la récupération de sous-produits ammoniacaux. 1l serali trop long de passer tous ces appareils en revue. Je me contenteral Vétudier le róle que les moteurs a gaz jouent dans Pindustrie sidé- rurgique, en utilisant non-seulement le gaz des hauts-fourneaux et des fours ú coke, mais encore celui que produit les fowrs « cuivre. 3. Plan de Vétude. — Nous examinerons done suecessivement les points suivants : 1% Intensité de production et nature des gaz combustibles fournis par Cindustrie sidérurgique ; 2% Modes d'épuration de ces gaz suivant leur utilisation, et notam- ment powr leur emploi « la production de la force motrice ; 3% Moteurs de grande puissance qui permettent Putilisation deces yaz ; 4% Prix de revient de la force motrice et influence de Putilisation de ces gaz sur la marche économique des usines métallurgiques et des char bonnages. 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 4. Gaz de haut-fourneau. Composition. Volume. Produit. Puissance calorifique. — Les gaz quí sortent á la partie supérieure du haut- fourneau, ou guenlard comme on dit dans Pindustrie, sont combusti- bles ; 1ls contiennent environ 25 pour cent dVoxyde de carbonne et 4 pour cent d'hydrogene. Par tonne de coke brúlé dans le haut-fout- neau, ou par tonne de fonte, on peut compter sur une production moyenne de 4500 metres cubes de ces gaz, mesurés a 00 et sous une pression de 76 centimetres de mercure. Un haut-fourneau, produi- sant 100 tonnes de fonte par 24 heures, produit done pendant ce temps 450.000 metres cubes de gaz ou 18.750 metres cubes par heure. La quantité de chaleur dégagée par la combustion complete de ce vaz est égale a environ 900 calories-kilogrammes par metre cube me- suré a 0* centigrade et sous la pression normale. La combustion de la production horaire (un fourneau de 100 tonnes produit environ 16.000.000 de calories, c*est-a-dire la quantité de chaleur qui serait suf- fisante pour élever de 100 degrés la température de 160 tonnes Y eau. Comment va-t-on utiliser cette source énorme d'énergie, qui cor- respond a un développement de 100 millions de chevaux ? >. Gaz de haut-fourneau. Combustion dans les Cowper. — En pre- mier lieu, pour réaliser une économie notable de combustible, il con- vient de chauffer a 600 ou 5007 Pair insufflé par les tuyeres. On y parvient en faisant passer ce vent dans des chambres dont les parois réfractaires ont été portées a une tres hante température par la com- bustion (une partie des gaz du gueulard. Cette consommation de vaz atteint par heure environ 40 a 45 pour cent de la production du haut-fourneau, soit environ 7500 metres cubes de gaz. 6. Gaz de haut-fournean. Excédent «a utiliser pour la force motrice. — Il reste done 55 a 60 pour cent du gaz produit. Si on compte 10 pour cent pour les fuites, Pexcédent de gaz, apres le chauftage du vent, s'éleve a 50 pour cent environ de la production du fourneau. Ve sont ces 50 pour cent que Pon va utiliser pour la production de la force motrice. A ce point de vue, il faut Vabord songer a la puissance motrice nécessaire pour actionner les souffleries, donner de Pair aux tuyeres, les pompes, tous les services accessoires d'un haut-fourneau. Lorsque cette puissance aura été évaluée, la puissance restante constituera vraiment un excédent utilisable. Or, pour produire de Pénergie mécanique avec le gaz de haut- fourneau, on peut employer deux méthodes. Ou bien, on peut pro- L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 101] duire de la vapeur Peau en brálant ce gaz sous des chaudieres:; ou bien on peut Pemployer directement dans les moteurs a gaz. 7. Gaz de haut-fournean. Soufflantes d vapeur. — La premiere mé- thode (combustion du gaz sous des chaudiéres) a été VPabord emplo yée. Elle a permis de constater que le service du haut-fourneau exi geait dans ces conditions 35 pour cent environ du gaz produit. Ce chiftre élevé provient de ce que beaucoup de machines soufílantes a vapeur ont une marche peu économique et de ce que toutes les au- tres machines, souvent dispersées et situées a de grandes distances des générateurs, consomment énormément de vapeur et donnent lieu a de grandes pertes par condensation. De plus, le rendement des chaudieres est peu élevé, surtout lorsque le gaz y est envoyé sans épuration préalable, comme cela a lieu Phabitude. Lorsqw'on emploie la vapeur pour produire la puissance motrice nécessaire au service Puan haut-fourneau, il reste environ 15 pour cent de gaz disponible, soit 2500 metres cubes par heure. Si on compte qw'il faut brúler environ 17 metres cubes de gaz sous les chaudieres pour produire dans les machines a vapeur un cheval-heure effectif, on voit que les 2500 metres cubes de gaz seraient capables de produire 2800, A . .p 65 chevaux-heures effectifs, soit 1,65 chevaux-heures effectifs par tonne de fonte produite en 24 heu- Pres. Lorsqw'on épure le gaz avant de lenvoyer aux Cowper (chambres de échauffage du vent) et aux chaudieres, la quantité du gaz disponi- ble devient un peu plus grande. Mais le travail correspondant atteint difficilement 3 4 3.5 chevaux-heures effectifs par tonne de fonte produite en 24 heures. 8% az de haut-fournean. Soufflantes € gaz. — 1 wen est plas de méme si on utilise directement la combustion du gaz de haut-fout- neax dans des moteurs a gaz. Considérons le 50 pour cent de gaz que Pon peut utiliser pour la production de la force motrice. Hs correspondent á une production horaire de 9375 metres cubes de gaz. Or, en marche industrielle, on peut actuellement produire dans un moteur á gaz le cheval-heure ettectif avec une dépense de trois metres cubes de gaz a 900 calories par metre cube. autre part, sion a des soufflantes actionnées directement par 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA des moteurs a gaz; si les pompes, treuils..., sont commandés par des électromoteurs recevant le courant d'une usine centrale Vélectricité, dans laquelle les dynamos sont également actionnés Vune maniére directe par des moteurs á gaz, le service complet du haut-fourneau Wabsorbe plus que 15 pour cent du gaz produit. Il reste done en excédent 35 pour cent du gaz produit, soit par heure 15.750 >< 0,35 = 6560 metres cubes environ. Ces 6560 metres cubes correspondent a 6560 = 2200 chevaux-heures effectifs environ, 0 e) sott 22 chevaux heures effectifs par tonne de fonte produite en 24 heures. Avec des soufflantes á gaz et une centrale électrique desservie par des moteurs a gaz, on dispose Vun excédent de puissance au moins 7 fois plas grand, qwW'avec des soufflantes á vapeur et des machines a vapeur disséminées dans les divers services du haut-fournean. Ce rapport entre les deux excédents de puissance est certainement moindre, si Pon a une centrale électrique avec dynamos comman- dées par des turbines a vapeur, et si le service des hauts-fourneaux est fait depuis la centrale au moyen d'électromoteurs. On peut comp- ter qu'avec une turbine á vapeur de 2000 kilowats, tournant á 1500 tours et alimentée avec de la vapeur surchauftée a 300 degrés, on pro- duit un kilowatt-heure avec 5500 calories environ (á peu pres 6,5 kilos a 7 kilos de vapeur par kilowatt). Or, avee un moteur a gaz de haut-fourneau on produit le kilowatt-heure avec 3700 calories. On peut done énoncer la proportion suivante : Disposant d'une certaine quantité de gaz de haut-fourneau, son utili- sation directe dans des moteurs 4 combustion permet de développer 2 4 2.5 fois la puissance que prodwiraient des turbines ou les machines « piston les plus économiques, si cette méme quantité de gaz était brúlée sous des chaudicres. 9. Gaz de fours 4 coke. Composition. Volume produit. Pouvoir calo- rifique. — Nous venons Vétudier la production directe de la force motrice au moyen du gaz des hauts-fourneaux ; mais ceux-cl ne cons- tituent pas la seule source ('énergie susceptible d'étre utilisée dans les moteurs a gaz. Le combustible employé dans le haut-fourneau est du coke métallurgique. Celui-ci est obtenu par la distillation en vase L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 103 celos du charbon ; sa fabrication est analogue á celle du vaz VPéclai- rage; le produit principal, au lieu d'étre le gaz, est le coke. Mais le gaz dégagé dans ces conditions est, nous venons de le dire, un produit analogue au gaz VPéclairage. 1 est beaucoup plus riche en hydrogene que le gaz de haut-fourneau; il contient en outre du métbane, de Poxyde de carbonne, des carbures lourds, ete. La com position en volume correspond a 40 ou 45 pour cent Phydrogene, el 20 a 25 pour cent de méthane. En bráúlant, ce gaz dégage par metre cube, environ 4000 calories-kilogrammes (vapeur Peau non conden sée); et par kilogramme, environ 5900 calories-kilogrammes (vapen (Peau non condensée) (poids spécifique == 0,45 kilogramme). La distillation V'une tonne dVhouille a coke produit en moyenne 220 metres cubes de gaz, vapeur Peau condensée. Si on admet que le rendement en coke est égal a S0 pour cent, on voit que Pon obtient 275 metres cubes de gaz par tonne de coke produit, soit 1.100.000 calories-kilogrammes, ou une énergie de plus de 2500 chevaux. La plus grande partie de ces gaz combustibles est employée au chauffage des fours. Nous ne pouvons entrer ici dans le détail des modes de construction des fours a coke. Nous devons seulement signaler quw'on a réalisé un grand perfectionnement en chauffant Pair nécessaire a la combustion, au moyen des gaz brúlés, comme dans les Cowper des hauts-fourneaux et dans les fours Siemens-Martin. Dans les batteries de four alnsi comprises, on envoit les produits de la combustion quí s'effectae dans les carneaux, alternativement dans deux carneaux paralleles, garnis de briques réfractaires disposées de maniere a offrir une grande surface de contact. Lorsque la tempéra- ture Pune de ces chambres a briques a atteint celle du gaz brúlé, c'est-a-dire 600 a 500 degrés, on fait passer ce gaz dans Pautre cham- bre, et au moyen un systeme de vannes, on admet, dans la premie- re, Pair quí s*échaufte ainsi, avant son introduction dans les carneaux des fours. Proposons-nous maintenant de nous rendre compte de la quantite de gaz qui va pouvoir étre utilisée a la production de la puissance motrice. 10. Gaz des fours « coke. Proportion nécessaire «u chaufage des Fours. Excédent apres ce chauffage pour la production de la force mo trice. — Le volume de gaz quí doit brúler dans les carneaux pour produire la cokéfaction, varie avec le degré de perfection du four, la nature du combustible, etc. Toutefois on peut évaluer a environ 65 pour cent de la production totale le volume de gaz nécessalre. Ápres 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA le chauffage des fours, sur le volume de gaz qui reste en excédent, il faut prélever : a) La puissance nécessaire aux différents appareils (Penfourne- ment et Vextinction; b) Celle quí est nécessaire aux pompes et aux extineteurs du gaz. Il faut également déduire une petite partie du gaz quí doit pro- duire la vapeur nécessaire aux colonnes de distillation des sous- produits. D'un autre cóté le gaz disponible diminue, si le degré d'humidité des charbons augmente; car la quantité de gaz admise dans les car- neaux doit étre plus grande par tonne de charbon, ce quí correspond á une augmentation de la durée de cuisson. C'est ainsi que chaque pour cent (eau que contient le charbon, absorbe le 0,7 pour cent de tout le gaz produit. Pour ces différentes raisons, il est prudent de ne compter, comme volume de gaz réellement disponible, que sur 30 pour cent du volu- me total produit par les fours, soit 66 metres cubes par tonne de houille enfournée ou 55 metres cubes par tonne de coke produite. Si or admet une cokéfaction moyenne de 25 a 30 heures, on voit que le volume réellement disponible par 24 heures, qui correspond a la production une tonne de coke, West pas supérieur a 66 metres cu- bes ou a 66 < 4000 — 264.000 calories-kilogrammes. Si on admet qu'íun moteur a gyaz produit le kilowatt-heure effectif avec 3700 calo- ries-kilogrammes, les 264.000 calories-kilogrammes donnent nais- 264.000 24 >< 3700 heure effectifs par tonne de coke produite. sance a = 3 kilowatts-heure effectifs ou environ 4 chevauzx- Telle est la véritable puissance disponible dont on peut disposer, quand on utilise directement les gaz de fours a coke dans les moteurs da gaz. Nous venons de montrer a quel degré les gaz de hauts-fourneaux et les gaz de fours a coke constituent des sources Vénergie disponi- ble quand on les emploie a Palimentation des fours a gaz. Mais il est possible de faire une telle utilisation qwáa la condi- tion de faire une épuration suffisante de ces gaz. C'est cette épura- tion que nous allons maintenant étudier. 11. Épuration du gaz de haut:fourneau. Poussiéres. — La grande difficulté que Pon aít a vaincre dans Untilisation du gaz de haut.four- neau réside dans VPélimination des poussiéres quéil contient en suspen- sion. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 105 Ces poussieres sont de trois sortes. Les poussieres yrosses, se dépo rent aisément dans des épurateurs a see, dans des conduites ou dans des caisses tout pres du haut-fourneau ; les poussieres moyennes peu- vent s'éliminer facilement avec des serubbers, des colonnes 4 coke a circulation d'eau. Ces poussieres, assez peu génantes, se. rencontrent dans les gaz des usines qui font des fontes hématites avec des minerais durs en morceaux ou en mélange avec des purple ores (minerais pour pres). Mais dans les usines quí traitent des minerais oolithiques dont la gangue est une sorte VP'argile que la chaleur desséche, les gaz produits tiennent en suspension des poussieres tres fines, quí ne se déposent ni dans les conduites de plusieurs centaines de metres, ni dans les serubbers les plus perfectionnés. Ces poussieres Pune finesse extré me, quí forment avec le gaz une sorte «(Pémulsion, se déposent en partie dans les boites de soupapes (Padmission qwWelles obstruent, sS'introduisent dans le eylindre et arrétent bientót le fonetionnement du moteur. 12. Epuration du gaz de haut-fournean. Teneur maxima des fines poussiéres pour Pemplot dans les motewrs «4 gaz. — Pour utiliser le gaz de haut-fourneau dans les moteurs a gaz, il est indispensable d'abais- ser la teneur de ces poussieres á un maximun quí ne dépasse pas 0%02 par metre cube de gaz. Encore dans ces conditions, est-on obligé de nettoyer tous les mois les boites des soupapes admission. 13. Epuration du gaz de haut-fourneau. Formation de Cémulsion eau-poussiére. — Or le seul moyen pratique VParréter ces poussieres fines consiste dans la circulation du gaz au travers un brouillard formé Peau liquide amenée a un état de division extréme et compa- rable comme finesse a celui de la poussiere. L'expérience montre que, dans ces conditions, les vésicules eau du brouillard retiennent les poussiéres, forment avec elles une sorte d'émulsion, qw'il suffit ensuite de séparer du gaz pour obtenir une épuration suflisante. l"enlevement des poussieres fines du gaz comporte done deux opé- rations : 1% Le mélange a Pémulsion gaz-poussiere Vune quantité de brouil- lard VPeau suffisante pour la saturation de toute la poussiere : 2” La séparation de Pémulsion poussiere-eau de la masse gazeuse. La premiere opération se fait dans des appareils auxquels on peut donner le nom de saturateurs ; la seconde a lieu dans les saturateurs. Mais il importe, pour réussir une telle opération, que les gaz sor tant du guenlard soient suffisamment refroidis avant Parriver aux sa turateurs. S1, en effet, on envoyait des gaz chauds au travers du 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA brouillard des saturateurs, il se produirait de la vapeur d'eau et Pépu- ration ne se produirait pas. De plus, on enverrait aux moteurs des gaz trop chargés de vapeur eau qui, en se condensant, au moment de la mise en marche, sur les pieces isolées des appareils d'allumage. produirait des coutts-circuits et des ratés Vallumage. 14. Epuration des gaz de hauts-fourneaux. Epuration en deux temps. — Nous venons de parler de Pépuration des gaz envoyés dans les moteurs. Mais il y a aussi intérét a envoyer au Cowper des gaz qui ne soient pas trop chargés de poussiéres. Celles-ci, en effet, en se déposant sur les parois intérieures des chambres a chauftage du vent, y forment un enduit mauvais conducteur de la chaleur, quí diminue beaucoup Pefficacité et le rendement de ces appareils. La regle adoptée par les maitres de forges est actuellement la suivante : 1 Epuration de la totalité des gaz produits jusqu'a une teneur de 0%5 par métre cube ; 2% Epuration plus complete des gaz envoyés dans les moteurs jusquéa la teneur de 0%02 par metre cube. Quels sont maintenant les appareils quí permettent de réaliser ces deux phases de Pépuration ? Nous citerons quelques-uns de ceux qui ont donné jusqw ici les meilleurs résultats. 15. Epuration des gaz de hauts-fourneaux. Appareil Bian. — Lap- pareil Bian semble répondre parfaitement au but tout spécial du refroidissement des gaz et de leur premiere épuration jusquia la teneur qui convient aux Cowper. 11 consiste essentiellement en une carcasse métallique a Vintérieur de laquelle tourne lentement un arbre hori- zontal muni Vune série de disques verticaux de 3%20 de diametre constitués par des treillis métalliques. Ces disques plongent jusqWa la moitié de leur diameétre dans de eau quí est constamment renou- velée. En circulant au travers des lamelles d'eau adhérentes aux treillis, le gaz non-seulement se refroidit, mais abandonne une partie de ses poussieres. Un appareil quí tourne a 10 tours par minute per- met de ramener a 30? la température du gaz qui vient du haut-fout- neau. Quand il est couplé un ventilateur a injection d'eau, il exige environ 3 litres eau par metre cube de gaz épuré (2 litres pour le Bian et 1 litre pour le ventilateur) ; Vensemble de ces deux appareils demande á peine 45 HP, pour Pépuration de la totalité des gaz pro- duits par un fourneau de 100 tonnes de fonte (par 24 heures). Pour un tel fourneau, Pinstallation un Bian avec son ventilateur et son moteur électrique, coúte environ 44.000 frances. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 107 Le gaz qui sort du Bian peut étre envoyé aux Cowper, mais il doit subir une épuration plus complete quand on doit Putiliser dans les moteutrs. 16. Epuration des gaz de haut-fournean. Epurateurs dynamiques ; ventilateurs ú imjection ; épurateurs «€ détente lun gaz comprimé «au contact d'un jet Peau. — Les appareils quí réalisent cette derniere épuration appartiennent a deux classes principales : 1% Les épurateurs statiques ; 2% Les épuratenrs dynamiques. Nous laisserons de cóté les épurateurs statiques, dans lesquels on débarasse le gaz de ses poussiéeres en le faisant passer au travers de filtres appropriés, pour ne nous oceuper que des épurateurs dyna miques, quí sont les seuls vraiment efficaces. Dans ces épurateurs, on lance en quelque sorte les unes contre les autres les minuscules gouttes VPeau du brouillard saturateur et les particules des poussieres contenues dans le gaz a épurer, Ces multi ples chocs favorisent Pabsorption instantanée de la poussiere par le brouillard. Pour donner naissace a de brouillard Veau liquide, dont les diver- ses vésicules VPeau sont animées une grande vitesse, on peut em- ployer deux méthodes : a) Dans le ventilateur « injection d*eau, le brouillard nécessaire est obtenu par la pulvérisation de Peau injectée, sous le choc extréme- ment violent des palettes de la turbine tournant á une tres grande vitesse. bh) Cette pulvérisation est réalisée, dans Pépurateur systeme Sé- pulchre, par la détente d'un gaz comprimé au contact un jet Veau. Dans le premier type (épurateurs (ventilateurs a injection eau) c'est la force centrifuge qui, en projetant le brouillard chargé de pous- siere contre Penveloppe du ventilateur, en agelutine les grains en gonttes et assure ainsi la séparation. Dans le second type (épurateur Sépulehre) le gaz chargé de Pémul sion eau-poussiére est amené a une tres faible distance de la surface (Vune masse d'eau, sous forme une lame tres mince, d'un dévelop- pement considérable et animée Vune grande vitesse. Le choc violent que subit cette lame contre la surface de Peau, au moment ou elle subit un brusque changement de direction, a pour effet de provo quer la séparation de Pémulsion eau-poussiere, quí est absorbée pal Peau. 17. Epuration des gaz de haut-fourneau. Epurateur dynamique 108 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Theisen. — Le prototype des ventilateurs a injection eau est Pépura- teur Theisen, actuellement tres répandu dans Pindustrie métallur- gique. Il se compose essentiellement un tambour tournant sur des pa- liers a trellis avec une tres grande vitesse (40 metres par seconde a la périphérie). Sa surface porte implantées presque normalement des allettes tres courtes. Le gaz entre par une des extrémités du tam- bour et un courant eau entre par Pextrémité opposée. L'eau char- gée de poussieres est projetée contre les parois du ventilateur et se rend dans des baes convenables ; le gaz sortant ne rencontre que de Peau propre et ne peut pas entrainer eau chargée de poussieres. Cet épurateur, quí ne fonetionne bien qwa la condition de ne re- cevoir que des gaz froids (a une température ne dépassant pas 307) présente divers inconvénients qu'il convient de signaler. 1” ll est couteux, car il nécessite Pemploi de matériaux de tout premier choix et une construction extrémement solgnée ; 2” Les frais (entretien et de réparation sont tres élevés et le taux dWPamortissement est tres considérable, a cause de la erande vitesse de rotation et de Pusure rapide due aux poussieres ; 3 La dépense de force motrice est tres élevée et estimée de 324.5 pour cent de la puissance des moteurs a gaz qu'il alimente ; 4” La dépense Veau est considérable et atteint en moyenne deux litres par metre cube de gaz épuré. 18. Épuration des gaz de haut-fourneau. Epurateur Sépulchre ú dé tente un gaz comprimé. — Dans VPappareil Sépulchre le gaz com- primé, agent de pulvérisation, est le gaz de haut-fourneau lui-méme, préalablement épuré. De plus Pécoulement simultané du gaz détendu et de Peau pulvérisée produit lPaspiration du gaz a épurer et assure son écoulement. Dans des essais exécutés aux usines d'Homécourt de la Société des Forges et Aciéries de la Marine. on a constaté que cet épurateur présentait sur le Theisen les avantages suivants : La consommation d'eau (eau au serubber et eau vaporisée) est égale a peu pres a un litre par metre cube de gaz épuré : elle est a peu pres moindre qwWavec le Theisen. Quant a la dépense de force motrice (absorbée au compresseur) elle est égale a un pour cent de la puissance des moteurs a gaz alimentés. La conduite de Pappareil est (Pailleurs tres facile et les dépenses Ventretien assez minimes. Comme le Thei- sen, traduit Vailleurs la teneur en poussieres a 0,03 grammes par metre cube. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 109 On voit done qu'avec un laveur Bian suivi un Theisen ou (un épurateur Sépulchre, on obtient un gaz de haut-fonrneau assez pur pour étre employé dans les moteurs. 19. Gaz de fours ú coke. Sous-produits. — Étudions maintenant Pé puration des gaz de fours « coke. Ce gaz entraine avec lui des goudrons, des composés ammonia “aux, des benzols, de Phydrogene sulfuré, du sulfure de carbone, des composés cyanés, dont il est absolument nécessaire de le débarrasser, avant de Penvoyer aux moteurs. En particulier, a son entrée dans le moteur, le gaz ne doit contenir que de 0,02 a 0,05 grammes de gou- drons par meétre cube et 0,2 a 0,5 grammes de soufre. Le goudron a pour effet Venerasser les soupapes Padmission ; par les résidus char- bonneux et incandescents auxquels donnerait lieu sa combustion incomplete, il pourrait produire des allumages intempestifs, déplora- bles pour la conservation des moteurs. D'hydrogene sulfuré et le sul- fure de carbone, en se transformant en anhydride sulfureux, puis en acide sulfurique en présence de Peau, donnent lieu a une attaque des métaux. Le cuivre et le bronze sont rapidement rongés ; la fonte Pest moins ; le nickel et Pacier au nickel résistent mieux ; les siéges des soupapes sont Pailleurs les parties les plus attaquées. Ce eyanogene et les composés cyanés attaquent les gazometres, les canalisations et les éléments des machines. D'ailleurs la séparation des sous-produits (composés ammonlacaux, benzols) est une source de bénéfices pour le maitre de forges. Le charbon á coke contient de 16 4 30 pour cent de matieres vola- tiles. A la limite inférieure, on retire en général une tonne de houille seche: 7 kilogrammes de sulfate Vammoniaque, 185 kilogram- mes de goudron et $40 kilogrammes de coke. A la limite supérieure, on obtient 17 kilogrammes de sulfate d'ammoniaque, 60 kilogrammes de goudron et 650 kilogrammes de coke. On retire également de 250 a 1000 grammes de benzol (tonne de charbon sec). 20. Épuration des gaz de fours ú coke. Épuration en deux temps. — Au sortir des fours, le gaz passe Pabord dans un barillet, ou il est refroidi par Peau, de maniere á éviter le plus possible le dépot des brais dans les conduites quí Pamene aux condenseurs des sous-pro- duits. Ce gaz, repris par des extracteurs, est refoulé au travers des aj» pareils qui le débarrassent des sous-produits (goudrons, eaux ammo- niacales, benzols). Apres cette premiere épuration, et au sortir de Pusine de récupéra- 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tion des sous-produits, une partie du gaz est envoyée aux fours pour le chautfFage. "autre partie, qui est utilisée dans les moteurs, doit subir une secon- de opération physique et chimique, capable de réduire aux proportions indiquées plus haut les goudrons et les composés sulfurés et cyanés. 21. Epurateurs des gaz de fours ú coke. Récupérateurs des sous-pro- duits. — Nous Wentrerons pas dans tous les détails de la premiere éparation (récupération des sous-produits). Nous ferons seulement remarquer qw'elle doit contenir des réfrigérants, des séparateurs de goudron (type Pelouse-Audouin), des laveurs a benzols, indispensa- bles pour arréter les goudrons. On emploi aussi souvent des laveurs rotatifs (appareil Eschocke)á liquide appropriés pour retenir, en méme temps que le goudron, une partie de la naphtaline, du benzol, de Vhydrogene sulfuré et du cyanogene. 22. Epuration du gaz de fours coke. Epuration du gaz qui doit étre utilisé dans les moteurs. — Au sortir de Pusine de récupération des sous-produits, le gaz quí doit étre utilisé dans les moteurs, se rend a VPusine 'épuration, qui a pour but de réduire autant que possible les proportions d'hydrogene sulfuré, de sulfure de carbonne et de cyano- gene. La teneur du gaz en hydrogene sulfuré et sulfure de carbone est VPautant plus faible que la récupération de Pammoniaque et du ben- zol a été plus complete dans Pusine de récupération, c'est-a-dire que la température du gaz est plus basse. Dans ces conditions les sulfu- res et sulfocyanures se disolvent mieux dans le laveur a ammonia- que, ainsi que le sulfure de carbone dans le laveur a benzol. TD'épuration chimique du gaz destiné aux moteurs se fait á sec au moyen de mélange Laming, ou de mineras de fer des praieries (Rasen- cisenery, des allemands) seul ou mélangé de sciure de bois ou de tan- née. Ce mélange Laming a pour composition moyenne: Kilogrammmes A A A EN 152 (MIEL E a a AN AA 6 Sutatell He ad ot 1 ¡MELO A ca: AA 50 a 60 pour cent Matlerestorsaniques ais. oe o 20 a 25 = IEA o o ab Dala oO e 1045 za Silice, alumine, chaux, magnésie....... Reste L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 10 La masse épurante est placée dans de larges cuves en couches 30 4 60 centimetres (P'épaisseur. Le gaz, en la traversant, donne du sul- fure de fer, du sulfocyanure de fer, du ferrocyanure ferreax. La masse est revivifiée en la soumettant a Paction de Pair dont Poxygene trans- forme le sulfure de fer, suivant la formule Fe?8S? + 30 + 3H*0 = Fe(OHY' + 38. Le ferrocyanure ferreux est transformé par oxydation en bleu de Prusse. La masse peut étre revivifiée 10 fois en moyenne. Chargée de sou fre et appauvrie en oxyde de fer (transformé en bleu de Prusse) elle est vendue aux fabricants de bleu de Prusse ou de prussiates. On en extrait le soufre, le sulfure VPammonium et les composés eya- nés. Le minerai des prairies peut se charger de 30 pour cent de sou fre et de 10 pour cent de bleu de Prusse et sulfocyanure Pammo- nium. Ves masses Vépuration sont Vailleurs tres encombrantes. On le comprendra facilement, si on se représente que, pour Pinstallation de 15.000 chevaux des mines (P'Alsdorf, Eschwerler ('/, en réserve, soit 12.000 en fonctionnement) il est nécessaire de traiter aux épu- rateurs 200.000 metres cubes de gaz par jour. Aux mines de Lens. ot se trouve également une installation importante de moteurs a gaz de coke, il faut traiter jusquwa 100.000 metres cubes de gaz par jour. (Yuels sont maintenant les moteurs dans lesquels on peut utiliser, apres épuration préalable, les gaz de hauts-fourneaux et les gaz de fowes a coke? 23. Moteurs utilisant les gaz de hauts.fourneaux et les gaz de fours € coke. — Ces moteurs appartiennent a deux types principaux : a) Les moteuts a quatre temps; b) Les moteurs a deux temps. 24. Motewrs « quatre temps. Types employés. — Le premier erand moteur a quatre temps a gaz de hauts-fourneaux est le moteur mono- cylindrique á simple effet de 600 chevaux, exposé a Paris en 1900 par la Société Cockerill. Ce moteur, quí fonctionne encore, a 130 Valésage et 150 de course; il a un volant de 33 tonnes et un poids total de 127 tonnes. Pour obtenir la régularité nécessaire a la commande des dvnamos 112 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA WVéclairage, les constructeurs de grands moteurs a gaz wWemploient plus aujourd'hui que les moteurs a double effet jumelles ou en tan- dem, ou méme a la fois tandem et jumelles. En croisant les temps, on peut avoir une course motrice par course du piston, ce qui arrive au maximum de régularité dans la marche. Examinons quelques points de la construction de ces meteurs a quatre temps. 25. Motewrs € quatre temps. Báti Cockerill. Báti de Núremberg. — Les grands moteurs á gaz sont généralement horizontaux. On ren- contre généralement deux types principaux de bátis: le type Cockerill, dans lequel les deux cylindres tandem sont en quelque sorte emboités entre deux longerons, et le type « collerette de la So- ciété Y Augsbourg, Niiremberg. Dans le type Cockerill, les eylindres placés entre les deux longe- rons en fonte, sont attachés par une de leurs extrémités. La partie quí porte les paliers de autre coude, est seule fixée solidement sur la fondation : les longerons y sont pas attachés ; 1ls sont seulement portés, a lVendroit du milieu de chaque eylindre, sur des pieds en fonte, sur lesquels ils peuvent elisser en s'allongeant. Les eylindres, reposant sur les longerons par Pintermédiaire des saillies eloisonnées dont 1ls sont munis, y sont fixés longitudinalement par des clavettes doubles et latéralement par des vis quí empechent les longerons de s'écarter. Ce mode de construction présente de tres grands avantages, soit au point de vue de la transmission des efforts, quí se fait suivant les longerons dont Paxe coincide avee celai du moteur; soit a celui de la parfaite accessibilité de tous les organes (nettoyages des soupapes, visites des guides et des patins, enlevement facile une piece au moyen un pont roulant). Le báti du moteur de Niiremberg est caractérisé par une forte col- lerette sur laquelle peut s'assembler le eylindre. Il est fixé aux fon- dations sur toute sa longueur: a peu pres symétrique par rapport a Paxe longitudinal de la machine, il porte les deux coussinets de VPar- bre moteur. Dans les machines tandem, les deux eylindres sont reliés entre eux par une entretoise munie d'une glissiere, dans laquelle se déplace la crone quí réunit et soutient les deux pistons. Cette glissie- re présente a la partie supérieure une large ouverture, quí permet de sortir les fonds des ceylindres et facilite la visite des soupapes. 26. Moteurs a quatre temps. Refroidissement des cylindres des pis- tons, des tiges de pistons et soupapes. — La principale difficulté que L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE TS Von rencontre dans la construction des grands moteuts a gaz est ve- nue de la nécessité de refroidir suffisamment les eylindres et les pis- tons. Or les grands eylindres sont plus difficiles a refroidir que ceux de petites dimensions pour les deux raisons suivantes : a) Les surfaces sont plus réduites par rapport aux volumes; b) Les augmentations de diametre entratnent un acroissement WVe- paisseur des parols. Méme en faisant circuler beaucoup VPeau dans les enveloppes, de telle facon que Vélévation de température de cette eau ne dépasse pas 154207, il subsiste cependant une différence de température parfois considérable entre les parois interne et externe des eylindres. Si alors certaines parties sont mal refroidies, le métal est soumis a des dilatations inégales qui amenent des ruptures. autre part un refroidissement insuffisant produit un graissage imparfait et des allumages anticipés, qui génent la marche et causent des ruptures VPorganes. Il devient done nécessaire non-seulement de conduire par des tuyaux intérieurs Peau jusqu'aux endroits les moins accessibles des enveloppes, mais encore de refroidir par des eirculations Peau les pistons, tiges de pistons et soupapes. Les eylindres doivent étre faits en fonte, sans surépaisseurs dans les chambres explosion, et avec des enveloppes Veau a circulation aisée. On a essayé sans sueces de substituer Pacier coulé a la fonte. Comme VPacier donne un frottement tres défectueux, on est alors obligé de garnir les eylindres, sur toute Pétendue de leur alésage, avec une chemise mince en fonte. Outre Pinconvénient un prix de revient élevé, la double épaisseur des parois rend le refroidissement presque impossible. 27. Moteurs ú quatre temps. Boítes de soupape. — Pour éviter les tensions initiales de fonderie, il y a intérét a répartir uniformément sur les surfaces des eylindres les orifices des lumieres dont ils doivent étre garnis. Dans ce but les boites admission et d'échappement sont, le plus souvent, placées en regard aux extrémités un méme diametre ver: tical, suivant Pusage adopté pour la construction des machines a va- peur á soupapes. Les soupapes (Padmission sont généralement au- dessus des cylindres ; les soupapes Véchappement au-dessous. Cette disposition rend assez laborieuse Popération du démontage de ces soupapes. 28. Moteurs « quatre temps. Double allumage. — Les chambres de AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXVI 8 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA compression de ces moteurs sont tres étendues. De plus, comme pour le gaz de haut-fourneau, on a intérét a pousser la compression jus- qua 13 et méme jusqu'a 15 kilogrammes, le piston doit étre amené tres pres du fond du eylindre. Le mélange comprimé est alors divisé en deux parties, ce qui nuit a la propagation de Pexplosion au mo- ment de l'allumage. De plus, pour éviter de trop découper les eylin- dres on laisse les soupapes (admission et d'échappement a quelque distance de Palésage; on constitue ainsi dans la chambre de com- pression des recoins, dans lesquels le mélange gazeux sS'allume diffi- cilement. Aussi est-il nécessaire de déterminer Pallumage de la charge a la fois dans les deux boites de soupapes par deux inflammateurs distincts fonetionnant en méme temps. importance de ce double allumage est telle que, si Pon arréte momentanément le fonctionne- ment de Pun des inflammateurs, on voit par une réduction de la sur- face des diagrammes, qwW'une partie du mélange passe a Péchappe- ment sans avoir brúlé. 29. Motewrs a quatre temps. Cylindres. Pistons. Tiges de pistons. — Les cylindres sont généralement faits en trois pieces; une partie ey- lindrique centrale, a laquelle on raccorde les tétes de ceylindres sur lesquelles se trouvent les boites de distribution. Les pistons sont des eylindres creux fermés aux deux bouts, dans lesquels on fait une circulation Veau sous une pression de 4, 5 et 6 kilogrammes, suivant la vitesse. On évite ainsi les coups de bélier qui résulteraient du mouvement alternatif du piston, si la continuité de Pécoulement v'était pas assurée. DPacier au nickel est fréquemment employé pour les tiges de piston. Pour éviter les usures des eylindres on a été amené a faire porter les pistons par leurs tiges. Dans certains cas, celles-ci sont droites et présentent une section suftisante ; dans d'autres elles sont légerement courbées, de maniére a se trouver rectifiées par Paction du poids du piston, quí flotte en quelque sorte dans le eylindre, Pétanchéité étant assurée par les segments. Dans les moteurs a un seul eylindre, les tiges sont le plus souvent portées sur deux glissieres, une a Pavant et une a Varriere. Dans les eylindres en tandem, il y a trois eglissie- res ; une a Pavant, une au milieu et la troisieme a Parriere. 1l est bon de faire ces elissieres plates et assez lasses, de facon qu'elles ne soient pas une géne pour Penlevement des fonds des cylindres. Le nettoya- ve des chambres Vexplosion peut se faire ainsi parfaitement:; et, pour huiler les pistons, il suffit de les amener sur les glissiéeres. Les garnitures des tiges de pistons se font entierement métalliques L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 115 au moyen d'anneaux en fonte, fendus comme des cercles de piston, mais dont la tension est en sens inverse de cenx-ci. Les arbres sont presque toujours coudés. Hs résistent mieux alnsianx efforts anormaux quí peuvent se produire par des allumages anticipés, 30. Moteurs € quatre temps. Soupapes. — Dans chaque demi-eylin dre, la distribution du mélange gazeux est effectuée au moyen de trois ou quatre soupapes « axe vertical, la soupape Péchappement et les deux soupapes d'admission. De ces deux derniéeres soupapes, Pune sert a fermer completement le eylindre a la fin de Paspiration, pendant les périodes de compres- sion, de détente et Véchappement. Nous lui donnons plus particulie rement le nom de soupape d'admission. DPautre soupape (admission est une soupape a double siege équili brée. Dans certains moteurs, elle sert a la fois pour Parrivée de Pair et du gaz (moteur Ehrhardt et Schmer). Dans (autres (moteur de Niiremberg, moteur Cockerill) cette soupape a donble siege sert uni- quement a Parrivée du gaz; on lui donne le nom de soupape a gaz; un oreane spécial, dit obturateur «4 atr, sert pour Parrivée de Pair. La soupape équilibrée a double siege est généralement sous la dépen dance du régulateur ; la commande se fait au moyen Vexcentriques el de voies € rouleauxe, quí rendent doux et silencienux le mouvement de distribution et diminuent les réactions sur ses Oorganes. 31. Moteurs a quatre temps. Régulation. — Une question impor- tante á examiner est celle de la régulation des moteurs, c'est-a-dire Popération quí consiste a réduire la surface des diagrammes, de facon que la vitesse reste constante, quelles que soient les variations de la puissance. Il convient Pailleurs de remarquer, avec M. Letombe, que la régulation, pour étre économique, doit étre telle que la surface des diagrammes soit diminuée, mais sans que leur forme soit modi- tiée. En particulier, il importe que la régulation soit telle que le régime de la combustion ne soit pas changé, que Pexplosion se pro- page aussi bien a puissance réduite qua pleine charge. Deux modes de réglage sont actuellement usés dans les grands moteurs a gaz : 1% Le réglage € compression variable, admission totale et compression constante ; 2% Le réglage € compression constante, admission variable et compres- sion variable. 32. Réglage d compression variable, admission totale et compression constante. — Dans le premier mode de réglage, on agit sur la quan- 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tité du gaz combustible admis á chaque aspiration. On VPapplique actuellement de la maniere suivante. On fait une admission Pair pur, que Pon fait suivre d'une admission variable de plus en plus retar- dlée, avec la diminution de la charge, un mélange de compression constante. Ce mélange Vair et de gaz doit étre admis jusquwá la fin de la course du piston, de maniere a former au fond du cylindre une couche bien inflammable au voisinage des allumeurs. La soupape équilibrée a deux sieges se ferme toujours a la fin de la course Vaspira- tion, mais s'ouvre pendant la course du piston a des moments varia- bles. Dans ces conditions, on voit que le cylindre est toujours com- pletement rempli et que la compression reste constante. Si, malgré les mouvements du piston, le mélange combustible ne se mélange pas trop avec Pair pur; si, comme on le dit souvent, la stratification se fait bien, 1l Wy a pas de ratés, méme aux plus faibles admissions du mélange combustible. Les moteurs de Niiremberg et certains mo- teurs Cockerill fonctionnent avec ce mode de réglage; les ingénieurs de Seraing les préconisent pour les moteurs «4 grande vitesse et pour ceux quí exigent une tres grande régularité de marche, comme les mo- teurs actionnant les alternateurs. M. Letombe critique beaucoup ce procédé de réglage. Il fait remar- quer avec raison que Phypothese d'une bonne stratification est un peu hasardée. Gráce au mouvement du piston, le mélange combusti- ble appauvrit nécessalrement en se mélangeant a Pair. Les mélan- ves introduits brúlent alors plas ou moins lentement; les diagram- mes se déforment. La flamme ne se propage pas dans toute Vétendue du mélange tonnant, et ne rejette a Péchappement une partie du gaz combustible admis. Il résulte de la des consommations plus grandes aux faibles charges. 33. Réglage 4 composition constante. Admission variable et compres- sion variable. — Dans Pautre mode de réglage (composition constante, admission variable et compression variable) Pair et le gaz sont admis dans une proportion toujours constante. Abstraction faite de la diffu- sion dans les gaz résiduaires, le mélange introduit présente done une composition uniforme. Aux faibles charges, la quantité de mélange est réduite par Paction du régulateur, soit sur la section de passage, soit sur la durée de Padmission du mélange, en coupant cette admis- sion par Pemploi d'une valve spéciale. Il convient de remarquer qwil est difficile de faire des admissions variables (un mélange de composition constante. En effet, quand on aspire en méme temps deux gaz de densités différentes, comme de L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 117 Pair et du gaz, les moindres variations de perte de charge dans les conduites ou dans les lumieres du eylindre déterminent des déchets sen- siblement variables des deux éléments qui doivent constituer le mé lange. O est ce quí arrive notamment lorsqw?il y a réduction Padmis sion par laminage, les soupapes de mélange restant ouvertes pendant le maximum du temps Paspiration, mais s'ouvrant Pautant moins que la machine est plus déchargée. Dans ces conditions la composition du mélange tonnant ne reste pas constante, parce que les laminages causent dans les orifices des pertes de charge variables. Sur les dia- erammes, on voit que les combustions se font Pune facon de plus en plus ralentie, et au fur et a mesure que les dépressions a Padmission augmentent dans les eylindres. Il ne semble pas qu'on puisse accorder une grande supériorité au systeme quí consiste a mouvoir les soupapes par Pintermédiaire de leviers a déclic, on provoque le déclanchement de ceux-cl a un mo- ment variable de leur course, de facon a couper brusquement les ad- missions. Les organes de distribution sont soulevés Pun mouvement continu ; est par la rencontre d'un obstacle dont la position dépend des mouvements du régulateur que le déclic se produit. Des lors, pendant toute la durée des admissions, les lumieres sont découvertes de quantités quí varient suivant la charge du moteur. Ces variations (VPouverture suffisent a troubler le mélange et a conduire a des dia grammes déformés. Le dispositif, préconisé par M. Letombe, semble le seul capable VPintroduire dans le motéur un mélange de composition invariable. La soupape de mélange est commandée par le mouvement méme de la soupape (admission. Ve mouvement est disposé de telle maniere que Pouverture de la soupape de mélange soit tres accélérée, pour arriver en un temps aussi court que possible a Pouverture maxima et a y rester a un état de repos, en attendant le moment ou le déclic refer- me brusquement la soupape. La soupape de mélange, méme aux plus faibles charges, s"ouvre done toujours en grand, mais le déclic se produit d'autant plus vite que la charge est plus faible. Méme pour de tres courtes admissions, pendant le temps que durent les aspira- tions, il ne peut y avoir aucune modification de pertes de charge dans les conduites ou lumieres, soit d'air, soit de gaz, du fait méme de la distribution. Quand la charge diminue, la surface du diagram- me se réduit, mais la forme de ce diagramme ne change pas. Les com- bustions se font (une maniere plas parfaite quWavec le mode de re- alage á composition variable. 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA. Ce mode de réglage est particulierement adopté dans les moteurs a marche lente qui actionnent des machines soufflantes et qui doivent étre soumis a de grandes variations de vitesse. ll présente quelques inconvénients. 1* Il faut varier la compression dans de larges limites. Or les effets Vinertie des masses en mouvement doivent étre équilibrés par la compression ; e?est pourquoi ce réglage convient bien a la commande des machines souftlantes, la pression dans le souftlet s'ajoutant á la compression dans le ecylindre a gaz. Toutefois si les coussinets des tétes de bielle ont pas été ajustés avec soin, cette marche á com- pression variable donne lieu a des choes. 2” Il exige, en raison de la production aux faibles charges, d'un vide considérable a la fin des aspirations, des ressorts tres forts aux soupapes (ressorts accusant, une fois montés, une tension centrale de S00 grammes environ par centimetre carré de section utile de sou- pape) ou un verrouillage convenable. 34. Moteurs 4 deux temps. Introduction du mélange tonnant. — A coté des moteurs a quatre temps, on utilise dans Vindustrie sidéruz- gique, les moteurs a deux temps, soit du type CEchelhiáuser, soit du type Kuerting. Au point de vue théorique, le fonctionnement des moteurs a deux temps est le méme que celui des moteurs a quatre temps: dans un méme cylindre, on réalise Padmission, la compression, Vallumage et la détente Yun mélange combustible. Ces deux types de moteurs ne se différencient que par la facon Vintroduire le mélange tonnant dans les eylindres apres lPexplosion et la détente des gaz brúlés. Dans le moteur a quatre temps, deux courses sont employées a cet eftet : la course (échappement et la course d'admission. Dans le moteur a deux temps, Pexpulsion des gaz brúlés et VPad- mission du mélange combustible se fait a la fin de la course de dé- tente et au début de la course de retour du piston, durant laquelle se produit la compression. A la fin de la course de détente, et pendant la durée de */, de tour de manivelle environ, ces deux opérations se font par Pemploi de pompes explosives. Les gaz brúlés sont d'abord expulsés ; cette phase est suivie une admission Pair pur (phase de rincage) ; enfin le eylindre recoit le mélange combustible, qui est alors comprimé. 35. Moteurs ú deux temps. Nécessité de tres larges surfaces d'échap- pement. — Comme la phase Vadmission suit presque immédiatement la phase de détente, alors qw'elle en est séparée par une course de L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 119 piston dans les moteurs a quatre temps, Pair introduit a pas seule- ment pour but de refroidir le eylindre, mais encore de jouer le róle de tampon inerte entre les gaz brúlés quí s*échappent du eylindre et le mélange combustible qui y est introduit. Pour qu'il en soit ainsi, il est nécessaire que cet air arrive pas avec une grande vitesse, qui aurait pour eftet de produire des tourbillonnements favorisant un mélange avec les gaz brúlés. La pression de Pair fourni par une pon pe spéciale Wexcédant que de 0,4 a 0,6 Patmosphere la pression atmosphérique, il faut que Pexces de pression des gaz brúlés soit Iuij- méme réduit a environ | , atmosphere. Or, cet abaissement de pres- sion doit se faire pendant un temps tres court, quí peut atteindre, dans certains cas, */,,, de seconde. D'échappement ne peut done se faire que par de tres larges surfaces, comme des couronnes de lumiéres percées dans les parois du eylindre, couronnes en relation avec un espa ce suffisamment grand, pour annuler autant que possible la contre-pres- sion « Péchappement, 1 est impossible Vemployer comme organe dé chappement une soupape a laquelle on serait obligé de donner une section incompatible avee la sécurité d'un bon fonctionnement. 35. Moteuwrs « deux temps. Moindre rendement que les moteurs « qua tre temps. —- Les pompes (une pour Pair, Pautre pour le gaz) jouant le róle Vorganes VPalimentation et de distribution, et non le róle de compresseuts, la puissance absorbée v'est pas tris considérable. Ce- pendant elle atteint parfois 13 pour cent de la puissance totale de la machine et West jamais descendue au-dessus de S pour cent. Or dans le moteur a quatre temps, cette puissance passive de changement ne dépasse pas 3 pour cent de la pruissance totale dans les machines bien établies. autre part, la stratification (séparation tres accusée de Pairet du mélange combustible) ne se fait pas avec la régularité que suppose la théorie ; il peut y avoir mélange avec cet air et par suite appau- vrissement du mélange tonnant ; il peut méme se produire des pertes de mélange combustible par Péchappement. Les moteurs a deux temps ont done un rendement inférieur á celui des moteurs á quatre temps. Oe genre de machines ne sera vraiment intéressant qwáa partir du moment ou il sera vendu á un prix notable- ment inférieur a celui du moteur a quatre temps, car on poutra con sidérer comme négligeable la différence des consommations. Or il Wapparait pas que Pon soit entré dans cette voie de construction éco nomique. 36. Moteurs «€ deux temps. Moteur Ulchelhiuser. — Le moteur 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Echelháuser est un moteur a simple effet, dans lequel deux pistons s'écartent ou se rapprochent Pun de Pautre. L'admission et VPéchap- pement se font par des couronnes de lumieres percées dans la paroi du eylindre et placées á ses deux extrémités ; les pistons, en décou- vrant ou recouvrant ces lumieres, rendent possibles les diverses pha- ses de la distribution. Une pompe a double effet, dont Paxe coincide avec celui du eylindre principal, comprime Pair Yun coté et le gaz de Pautre; ces gaz ayant une compression de 0%30 a 050, passent dans des réservoirs en relation avec les lumieres d'admission. Le réglage du moteur en faisant varier le volume de Pair de bala- yage et la composition du mélange tonnant. Nous Winsisterons pas sur les détails; nous signalerons seulement, pour en donner une idée, que le diametre de son eylindre est égal a 675 millimetres pour 500 chevaux, 915 millimetres pour 1000 che- vaux et 1100 millimetres pour 1500 chevaux. 31. Moteurs € deux temps. Moteur Koerting. — Le moteur Koerting est un moteur a deux temps a double effet. Les orifices d'évacuation sont des couronnes de lumieres percées dans la paroi du eylindre:; celles-ci sont situées dans la partie médiane; le piston moteur vient les ouvrir et les fermer. Les orifices d'admission, situés aux deux ex- trémités du cylindre, sont constitués par deux soupapes a large ou- verture; introduction de Pair de rincage et du mélange de gaz et Vair se fait au moyen de deux pompes, Pune a air, Pautre a gaz, qui se trouvent sur les cótés du eylindre. La régulation se fait encore el en faisant varier (une part le volume de Pair de rincage, et d'autre part la composition du mélange tonnant. ll nous reste, pour terminer cette étude, a comparer le prix d'ins- tallation d'une centrale électrique-turbine et celui une centrale avec moteurs a gaz; enfin a déterminer le prix de revient du kilowatt- heure obtenu dans ces dernieres conditions. Ce sont lá des questions assez délicates, sur lesquelles les divers ingénieurs ne sont pas en- tierement Paccord. Pour le cas particulier de Vindustrie sidérurgique, nous suivons les indications que M. L. Greiner a données dans le remarquable mémoire que nous avons déja eu plusieurs fois l'oecca- sion de citer. 38. CUomparaisons pour des unités de 2000 chevaux, des encombre- ments Pune installation de machines 4 vapeur et d'une installation de moteurs 4 ygaz. — Si on compare des installations modernes et impor- tantes, utilisant d'une part des machines ou des turbines á vapeur avec leurs chaudieres, et VPautre part des moteurs a gaz de puissance L'INDUSTRIE SIDERURGIQUE 121 sensiblement égale, on constate que la surface occupée est sensible ment la méme dans les deux cas. Pour des unités de 2000 chevaux, il West pas raisonnable de des. cendre au-dessous des nombres suivants : Décimeétres car: par cheval effectif (EH) Chaudieres, surchauflenurs, réchantieurs, pompes et ANN O A 15 Machine a vapeur horizontale avec dynhamo......... 10 Turbo-dynamo avec condenseur, ebl................ | MOTO AZ ANeo ANDAMO. a e 12 Appareils d*épuration du gaz, pompes et tuyantieres . 6 I"encombrement total minimum est done : Pour des installations comprenant machines a piston AMBOCACO AULA LOTOS OIC at oe lefal edo censos 25 Pour des installations comprenant des turbo-dynamo o A a OO OA 19 Pour des installations comprenant des moteurs a gaz AVECIOPUEALION O aloe ee haa 18 Dans cette comparaison, il West pas tenu compte des appareils qui efftectuent un premier nettoyage des gaz des hauts-fourneaux, car cette opération est aussi utile aux chaudieres qu'aux moteurs a gaz. Les chiffres s'appliquent aux appareils qui completent Pépuration et quí sont nécessaires pour obtenir le degré de propreté exigé pour la bonne marche des moteurs a gaz. 39. Prais (installation pour des moteurs de 2000 chevanx. — (Quant aux frais ('installation, ils sont approximativement les suivants, pour des unités de 2000 chevaux : Franes par EHP Turbo-dynamo avec condenselt o... ooo... ..onos 120 Chaudieres, surchauffenr, déchautleur, ete......... sU MEANS a A ON 200 Moteur 4 Saz avec Íynhamo.........o..oooooom.... 140 Tuyauteries d'appareils d'épuratiod............... 00 MOI a tre gs rt arnes 175 11 faut ajouter á ces dépenses les bátiments et les fondations, qui représentent une somme plus élevée pour les moteurs a gaz que pour les installations á vapeur. 122 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA [1 reste toutefois une économie VPenviron 10 pour cent en faveur de Putilisation directe du gaz dans des moteurs. 40. Prix de revient de la force motrice par moteurs «4 gaz de hauts Fourneauz et de fours ú coke. — Le prix de revient de la force motrice résulte : 1” Des dépenses directes Vexploitation ; 2” Des charges Vamortissement ; 0 3" Des frais généraux. l. Dépenses directes d'exploitation. — Elles comprennent : 4) La main 'euvre; b) Le graissage ; c) Le nettoyage, Pentretien courant et les réparations. a) Main d'euvre. — Pour assurer le service d'un moteur a gaz de erande puissance, il suffit d'un homme gagnant de 3,1524 franes par jour et d'un gamin ne recevant que 1,75 a 2 franes par jour. Pour une turbine, 1l suffit certainement d'un seul machiniste: mais 11 faut un personnel spécial pour les appareils de condensation et les chaudieres. La mise en marche un moteur a gaz est moins délicate que celle (Pune turbine; dans ce dernier cas, il faut agir lentement et avec prudence, lorsqu'on veut éviter les fácheux effets de la dilatation. A la main d'euvre propre a chaque unité, il faut ajouter, dans une station centrale d'électricité, la main-d'euvre des électriciens et du contre-maitre en chef. Cette dépense totale de main-d euvre est égale a. environ £5 pour cent de la dépense totale d*exploitation. b) Graissage. — Les consommations Vhuile sont les suivantes : Grammes par HP-heure Machine a vapeur a piston de grande puissance . 1,542 Turbine á vapeur de grande puissance ......... 0,1 MOTEL fe ita pans ae dde o aa 1,5 En comptant Phuile pour les machines et les turbines a vapeur au prix de 50 franes les 100 kilos ; et Phuile pour les moteurs a gaz au prix de 25 franes les 100 kilos, on trouve les dépenses suivantes pour une marche 4 pleine charge. [Ne L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE ] Centimes par HP-heur: BOU ES AUDI ES ei a aaa ata eo ola 0,005 Pour “les machines Y VAPeuUT ..... oo coommm».ros. 0,1 Roum les Motaurs Aa. oa eri 0,0375 En service courant, la dépense occasionnée par le graissage des moteurs € gaz, dynamos et appareils d'épuration Pune station centrale W'électricité représente environ 20 pour cent de la dépense totale VP'exploi- tation. c) Nettoyage, entretien courant et réparations. — 1ls v'interviennent pas pour plus de 35 pour cent dans la dépense totale VPexploitation. En résumé, on peut répartir de la maniéere suivante les dépenses directes Pexploitation pour une centrale électrique mue par des mo- teurs a gaz de grande puissance. Pour cent de la dépense totale d'exploitation Personnel mécanicien et électricien................. 15 CTUISA RS ate aleteo Eeaago apio 20 Nettoyage, entretien et réparatioDS................. 35 IL. Dépenses Vinstallation. Francs par kilowatt Moteur a gaz, dynamo, fondations, tuyauteries desrendement. es oia elle 225 a 250 Moteur a gaz, dynamo, fondations, appareils d'épuration, pompes de circulation eau, ¡ER a a EE SN 300 a 350 Ces dépenses se répartissent ainsi: Pour cent MODAS o iaa 15 Ie ads o e o 15 Bátiment. Pont-roulant et aménagement intérieur.... 15 HORA a as ate aaa spare 5 Épuration, CUNA nenes aaa llas la 00 ose 15 Pombpes, túuyauteries d ea .....oo.oomoscrccoro.... 5 11. OCharges d"amortissement. Les usines métallurgiques prévoyant Pamortissement de leur ou- tillage en 10 ans, la charge d'amortissement annuelle correspond a 15 pour cent du capital immobilisé, celui-ci portant intérét a 5 pour cent. 124 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 41. Prix de revient du kilowatt-heure. — Soit une installation de K kilowatts qui marche n < 8760 heures par an; soient d'autre part A VPamortissement et E la dépense VPexploitation, on aura : : : A + E Prix du kilowatt-heure = ———=G=5 = n >< 8s760 >< K n est le coefficient Vutilisation de Vinstallation, eest-a-dire entre le nombre de kilowatts-heure produits annuellement et le nombre de kilowatt-heure quí auraient été produits, si toutes les unités avaient fonctionné pendant les 8760 heures de Pannée, en développant régu- lerement une puissance normale. Les valeurs du coefticient Vutilisation n sont assez variables. Eelairage électrique Villes de 20.000 a 100.000 habitants........ 0,08 a 0,09 Usinestmetallurclquiesi.. ada ie 0,25 Force motrice Industries quí travaillent jour et nuit sans arrét hebdomadaire, conme les hauts-four- EE io Sa ERE ANS 0,90 Industries quí travaillent jour et nuit, mais avec arréts hebdomadaires, comme les acié- PASA A NON 0,70 Industries qui travaillent le jour seulement, comme les ateliers de construction....... 0,35 Usines comprenant des charbonnages, hauts- fourneaux, laminoirs, ateliers (force motri- CONOUIC CAMARO) ta Rueda ee 0,60 42. Prix du kilowatt-an. — Souvent on prend n = 1 et on consi- dere le quotient A + E K auquel on donne le nom de prix de revient du kilowatt-an. Aux usines VCockerill, en 1906-1907, le prix de revient du kilo- watt-heure, pour 1 = 0,50 a été égal a 1,53 centimes [0,653 centimes pour les dépenses VPexploitation|, ce quí donne pour le kilowatt-an 183 ><.0,50.>< 8160 = 80,15 franes. L'INDUSTRIE SIDÉRURGIQUE 125 43. Influence de Putilisation du gaz de hanuts-fourneaur et de fours ú coke sur la marche économique des usines métallurgiques. — Les dispo- nibilités de 22 chevaux-heure effectifs par tonne de fonte produite (vaz de haut-fourneau) et de 4 chevaux-heures effectifs par tonne de coke (gaz de fours a coke) que nous avons citées plus haut, peuvent avoir une grande influence sur la marche économique des usines mé- tallurgiques. Prenons, par exemple, une usine métallurgique quí lamine annuel- lement 300.000 tonnes (Pacier. Elle trouve dans le gaz de ses hauts fourneaux et celui de ses fours a coke une puissance disponible de 23.000 a 24.000 chevaux. Or, pour produire les 1000 tonnes VPacier par jour, il lui faut une puissance de 15 a 17.000 chevaux environ. On voit qw'apres avoir fait le service de Paciérie, Pusine centrale électrique disposera encore Pun excédent de puissance important, quí lui permettra non-seulement VPéclairer Pusine, mais encore Pac tionner des fours électriques, dont Pemploi se généralise de plus en plus pour la production de Pacjer. On sait, en effet, que la tendance actuelle est de commencer la production de Pacier sur sole ou dans un convertisseur et de la finir dans un four électrique, ou. le métal est maintenu pendant une demi-heure a une heure, a la température de 2000 degrés et a Pabri de tout courant gazeux. Cette production de force motrice par les moteurs a gaz alimentés par les gaz de hauts-fourneaux et les gaz de fours a coke, permet de réunir dans un méme groupement : La fabrication du coke métallurgique ; La production de la fonte ; Paffinage et le laminage. Or un tel groupement présente de egrands avantages économiques, solt par la vente des sous-produjts, soit par la production de toute la force motrice nécessaire a Paciérie et aux laminoirs. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LAS RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK Tres hipótesis principales se han dado hasta ahora para explicar el fenómeno complejo del trabajo elástico de las piezas sujetas á soli- citaciones mixtas de flexión, torsión, compresión, tensión, etc. La primera, que es aún la más generalmente aceptada, es la de Rankine, la que enuncia el siguiente principio: «Cuando un material elástico es solicitado hasta la rotura por un sistema de fuerzas externas, se rompe bajo la acción del esfuerzo unitario máximo originado por el conjunto de fuerzas agentes. » Esa hipótesis aparece á primera vista como la más plausible cuan- do el material de que se trata es homogéneo ó puede considerarse tal. La segunda hipótesis es la de Saint-Venant, la que puede expre- sarse del modo siguiente: «Un material elástico, sujeto á una solicitación mixta, se rompe por efecto del máximo alargamiento (positivo Ó negativo) unitario causado por el conjunto de las fuerzas agentes. » Lá última ley de Guest, afirma que en esos casos «la rotura sobre- viene por efecto del máximo esfuerzo unitario de resbalamiento y por efecto del máximo resbalamiento relativo unitario que son concomi- tantes. » Los experimentos de Gruest y los de L. B. Turner, efectuados sobre caños, confirman esta última hipótesis; que corrobora á su vez las experiencias llevadas á cabo en la Universidad de Londres por el profesor O. A. Smith utilizando barras de acero de sección llena. RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 127 En todas esas experiencias los esfuerzos á que fué sometido el ma terial han sido : torsión, tensión-torsión y compresión ; y todo induce á creer que, por lo menos dentro de los límites de los experimentos efectuados, la ley de Guest es exacta. Pueden ponerse de relieve las diferencias principales entre las tres hipótesis indicadas expresándolas por medio de fórmulas del modo siguiente : Llamemos : E, el coeficiente de elasticidad ; R, el esfuerzo unitario de tensión ó de compresión, según el caso; R,, el esfuerzo unitario de escurrimiento generado por la torsión ; ¿, el alargamiento máximo unitario; ¿., el escurrimiento máximo unitario ; R,,, el esfuerzo unitazio máximo resultante; R, Por la hipótesis de Rankine, se tendria el esfuerzo máximo de escurrimiento unitario. . MI) o » l 1 )»2 AZ R, ==u+ == R* == RR. = constante: 9 4 Según Saint-Venant Ri = MB 0= constantes Según Guest ¡a , o == Vi R* + KR," = constante; y al mismo tiempo Rs m +? == constante para todas las experiencias que se efectúen sobre piezas de un mismo material. De las últimas y más cuidadosas experiencias resulta que estas fórmulas son las que responden mayormente á la realidad del feno- meno, y, por consiguiente, en base á ellas debería calcularse toda pieza sujeta á solicitaciones mixtas. Existe, sin embargo, una repugnancia muy marcada de parte de la veneralidad de los ingenieros en aceptar esa última hipotesis, por varias razones, principalmente por la de haberse efectuado las expe- 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA riencias en su mayor parte sobre caños, faltando confirmar la misma ley de un modo general. Pero se puede dar otra razón, tal vez de mayor peso que la ante- rior: Si se somete un material á un esfuerzo de simple tensión hasta provocar la fractura, se dice que se rompe bajo el esfuerzo de tensión. Ahora si se hace entrar en juego aunque sea una pequeña fuerza de escurrimiento ó cizalla (bajo forma de torsión) junto con una gran fuerza de tensión, resultará, según la ley de Guest, que la rotura se produce no ya por tensión sino por resbalamiento. Un cambio tan importante y substancial por una causa á veces de apariencia nimia, es lo más difícil de aceptar; por eso más nos ineli- namos á creer justa la hipótesis de Rankine, la que nos mantiene en el curso usual de nuestras ideas de que la rotura sea efecto del es- fuerzo máximo resultante. La causa principal de esta reluctancia reside justamente en la ley de Hoock; tan es cierto que si se admite que esta última es falsa ó sólo groseramente aproximada, la ley de Guest, comprobada por las experiencias, resulta perfectamente aceptable. Según Hoock las secciones planas de un sólido quedan planas des- - pués de las deformaciones que en él producen las fuerzas que accio- nan sobre el mismo. Para que ésto sea posible en el caso de un sólido sujeto á tensión simple se necesita que el esfuerzo total de tensión se reparta igual- mente en toda el área de la sección normal, es decir, que el esfuerzo máximo unitario de tensión resulte igual al esfuerzo medio : > LS a ep as == A donde T es la tensión total y A el área de la sección normal. Pero si ahora se admite por un momento que la ley de repartición de la tensión (en el caso de un cilindro recto circular) sea, por ejem- plo, parabólica, los varios puntos de la sección circular plana primi- tiva vendrían á formar después de la deformación un paraboloide de revolución alrededor del eje del cilindro, como indica la figura 1. En este caso, si se divide la sección circular en Zonas circulares de ancho infinitésimo dr, el esfuerzo específico de tensión será ¡gual para todos los puntos de una misma zona, pero será diferente de zona á zona y máximo en la zona externa. lr RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 129 Resulta que, á lo largo de las superficies cilíndricas que tienen por generatrices las varias circunferencias de separación de las varias zonas, se generarán esfuerzos de escurrimiento: por consiguiente, aun en el caso de la simple solicitación por tensión se presentaría un esfuerzo de resbalamiento. Se podría concebir entonces cómo, llegando á producirse la rotura del sólido, ésta sobrevendría ó por haberse superado en igual tiempo la resistencia unitaria á la rotura por tensión y resbalamiento, res pectivamente en la zona externa de aneho dr y en el cilindro cuya directriz tiene un radio r-dr; ó por haberse superado el límite de elasticidad del resbalamiento en ese último cilindro si el material es Í Lo “E E 7 LE AA | 1É l e Fig. 1 de estructura fibrosa, y después, en consecuencia, el de tensión en la Zona externa, la que no está ya como antes sostenida por las zonas más internas. Entonces, si esa fuera la distribución del esfuerzo de tensión, la rotura del sólido sería efecto de la fuerza de resbalamiento máxima generada y la ley de Guest no sólo sería aplicable al caso especial de las solicitaciones mixtas, sino que sería justa para cualquier forma de solicitación en general. Veamos ahora si entre los hechos conocidos existe aleún indicio de la posibilidad de esa hipótesis de distribución de los esfuerzos inter- nos y si es lógicamente admisible. Supongamos que aplicamos un esfuerzo de tensión simple á la su- perficie externa de un sólido cilíndrico. Para que fuese admisible la hipótesis de Hoock sería necesario su poner que el sólido estuviese constituído por segmentos cilíndricos AN. SOC. CIENT. ARG. — To. LXXI 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA infinitésimos de substancia perfectamente rígida, alternados con seg- mentos de materia elástica. De este modo podría el sólido sufrir mo- vimientos elásticos tales que la posición relativa de sus moléculas varíe en el sentido axial y quede invariable en el sentido radial. Como se ve, esa suposición está muy lejos de la realidad. Si, al contrario, se supone que la distribución de los esfuerzos es la que se indica en el diazrama anterior, equivale á admitir que á un movimiento axial relativo de las moléculas de un cilindro hueco infi- nitésimo corresponde otro movimiento relativo de la misma natura- leza entre dos moléculas de dos zonas concéntricas consecutivas, lo que es más lógico, puesto que según nuestras nociones actuales no existe una conexión invariable de dos moléculas de un cuerpo, y las acciones se ejercen de cerca. En este caso cada zona transmitiría á la zona inmediata interna parte del esfuerzo recibido y ayudaría, por así decir, á la zona inme- diata externa á soportar el esfuerzo que sobre ella se ejerce, descar- eándola parcialmente. Veamos las consecuencias : Es notorio que la resistencia de un sólido es mucho mayor en una acción instantánea que no en una acción prolongada. Este fenómeno no tiene una explicación satisfactoria si se admite como justa la ley de Hoock, mientras se explica fácilmente si se ad- mite la hipótesis que hemos hecho. En efecto, en este caso, aunque con el esfuerzo instantáneo se su- pere el límite de elasticidad para la zona ó las zonas externas, las internas, que quedan inalteradas, porque el esfuerzo no ha tenido el tiempo de transmitirse á ellas, reaccionan sobre las primeras atra- yendo nuevamente las moléculas que á ellas pertenecen á la primitiva distancia relativa, renovando asi la cohesión preexistente y, por ende, la elasticidad del sólido, la que aparece así no haber sido alterada. De este modo puede también explicarse el desaparecer de las de- formaciones permanentes cuando sean de un orden relativamente pequeño respecto de las dimensiones del sólido y cuando se deje á este último en descanso por un tiempo suficiente. En este caso las zonas internas del sólido, que no han sufrido una solicitación anormal, efectuarían una acción de llamada sucesiva so- bre las zonas más externas, hasta reconducirlas al estado primitivo. Un alambre de acero tiene siempre una resistencia notablemente superior, en igualdad de condiciones, á la de un prisma del mismo material. RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 131 Por lo general, se atribuye ésto al efecto de la laminación ; pero la diferencia es muchas veces demasiado notable para que se pueda aceptar esa sola explicación ; mientras muy bien podría aceptarse la que ese hecho depende de que en el alambre, dada su pequena di- mensión transversal, actúa prácticamente la sola solicitación por tensión, mientras en el prisma subsiste también la de escurrimiento, á la que el material resiste menos por su estructura fibrosa. El tratamiento térmico mejora las cualidades mecánicas de los ma- teriales de hierro y de acero. Hasta puede duplicarse la resistencia elástica; lo que es mucho más explicable con nuestra hipótesis que no con las otras. En efecto, el tratamiento térmico destruye el en- erudecimiento superficial, y, como la zona superficial es la que so- porta el esfuerzo máximo, es la que debe encontrarse en mejores condiciones de resistencia, para que pueda eficazmente transmitir ese esfuerzo á las internas. Pero hay también otros hechos de orden diferente que hacen, « priori, nuestra hipótesis lógicamente posible. Los fenómenos de la compresión de los materiales, cuando se ex- cluya la flexopresión, son correlativos de los de la tensión. Ahora, la práctica ha aceptado y reconocido implícitamente nues- tra hipótesis en un caso notorio. Los ejes de las hélices marinas, y, en general, los pernos destinados á transmitir un esfuerzo axial y uno de torsión, se construyen de sección cilíndrica hueca y no llena. Eso se hace porque, mientras el esfuerzo de torsión se distribuye principalmente en la periferia del eje, en la parte central resulta má- ximo el calentamiento y máximo el desgaste de eje y cojinete, y se aumenta la resistencia unitaria á la compresión, lo que se explica con nuestra hipótesis, pues en la parte central es mínima la compre- sión unitaria. Eso indica que en la compresión los esfuerzos deben repartirse según una ley curvilínea, y, por consiguiente, los acortamientos de las fibras deben transformar la sección primitivamente plana en una superficie de revolución si el esfuerzo es perfectamente axial y el só- lido un cilindro recto circular. Lógico resulta, por consiguiente, admitir a priori que en el easo de la tensión se verifiquen los mismos fenómenos que en el de la com- presión, según una ley invertida, como la que hemos expuesto. Entre las varias leyes curvilíneas posibles de distribución de los esfuerzos internos, resulta lógico admitir una distribución parabó- lica, por lo menos como primera aproximación. Á eso induce también 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la observación de los fenómenos de rotura de los cuerpos de estrue- tura fibrosa, los que nunca se rompen según una sección plana, sino según una superficie curva que manifiesta claramente haberse pro- ducido un movimiento relativo de las fibras poco antes ó al mismo tiempo que la rotura por tensión. Interesante sería seguir realizando una serie de experiencias para comprobar la exactitud de la hipótesis recién expuesta. Esas expe- riencias deberían realizarse ante todo en las solicitaciones simples y especialmente de la de tensión. La primera de dichas experiencias debería tender á la comprobación de una consecuencia lógica de la hipótesis indicada, que es la siguiente : Una barra de acero laminado de suficientes dimensiones transver- sales y longitud, debe romperse, si es de sección constante, con pre ferencia cerca de sus extremidades en el caso de que se la solicite por tensión. Debe presentar una resistencia igual á la primitiva, aunque en la parte central se practique una cavidad axial. Obtenida la rotura, examinando miceroscópicamente una seccion transversal efectuada entre la zona de rotura y el extremo más pró- ximo de la barra, deben observarse signos de escurrimiento longitu- dinal de las fibras. Interesa efectuar los experimentos indicados y los que son su con- secuencia, pues si por la ley de Guest se demuestra que, á igual coe- ficiente de seguridad, nuestras calderas son demasiado pesadas y nuestros ejes demasiado livianos, por nuestra hipótesis, que puede considerarse una consecuencia de la de Guest, si fuese confirmada, resultarían demasiado pesados nuestros mayores puentes. H Buscaremos ahora las fórmulas alrededor de las que deben des- arrollarse los experimentos para obtener la comprobación de la hipo- tesis que hemos hecho. Consideremos el caso de un sólido homogéneo de forma cilíndrica, sujeto á un esfuerzo de tensión simple, y otro sólido en iguales con- diciones pero de diámetro distinto. AA y A'A' son dos secciones planas efectuadas en los sólidos 1) y 2) antes de la deformación. Estas secciones planas se transformarán > J.» RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 13: según nuestra hipótesis en dos paraboloides de revolución alrededor del eje del cilindro, respectivamente QOS y Q'0'5'. Estas dos su- perficies pueden interpretarse como diagramas de distribución de los esfuerzos internos ó como diagramas de los alargamientos de las fibras que constituyen el sólido, por ser estas dos cantidades propor- cionales entre sí. La cantidad / será entonces igual para los dos sólidos si imagina- mos que se los someta hasta el límite de elasticidad del material de que están constituidos, y las dos superficies deformadas deberán te- ner iguales parámetros; por consiguiente, las dos parábolas indicadas en la figura, referidas á sus vértices, se expresarán con la fórmula: pa = Y. Será entonces 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA d? " AS == "D5= YU máx. 1 A pD? Y; MA P 7 AE 4 D? == * A E S 1 Y — Y, =- p(D*— ad”) Asumiendo ahora como origen de lo ejes repectivamente l > dos parábolas serán : ) O | po =D IZ — — S PD VA ED Las ordenadas medias del paraboloide referidas al vertice 1 A Yin = ye Yuma.) N = serán : , ( 1 Ue = e pd? l : Va == gpD" y las mismas referidas á k y á k” respectivamente : (2) RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK LSD y por consiguiente : - | , 00 ¿Dd (1) $ 11) A 0 n— (2) de donde resulta: Yin — Y am == Y — YX, — E p(D* — d*). (b) De las (a) y (0) se deduce : PISO: y substituyendo los valores de las resistencias R,, medias unitarias, se obtiene: Las primeras experiencias deben, por consiguiente, tender á ave- riguar si existe efectivamente esta relación constante de proporcio- nalidad entre las resistencias medias unitarias y los diámetros de los sólidos que se examinen, ó, más exactamente, entre las diferencias de las resistencias medias unitarias y de los cuadrados de los diá- metros. Consideremos ahora algunas consecuencias matemáticas de la hi- pótesis que hemos admitido y encontraremos la explicación de algu- nos fenómenos que la práctica ha revelado y que hasta hoy no tienen una justificación satisfactoria. Si se ejerce un esfuerzo de flexión sobre un sólido de sección rec- tangular, como se indica en la figura 3, conservando las condiciones del caso anterior, una sección plana AA se transformará en dos su- perficies cilíndricas que tendrán por directriz respectivamente los dos troneos de parábola indicados en el eroquis. La práctica enseña que la resistencia unitaria á la flexión debe asumirse como una fracción de la correspondiente á la tensión, prin- cipalmente para piezas de dimensiones notables. Se acepta en ge- neral : 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA siendo ésta una fórmula puramente empírica. Creemos interesante considerar á qué resultado conduce en este caso la hipótesis que he- mos hecho. El momento resistente de la pieza indicada será : b ¿e = M..=:2 / ¿day = 22 / / | yxdx ; pero, siendo o el origen de las coordenadas, será : ! b* UE PLY 4 y por consiguiente : b ps k ? N 1? / pb? M+=28 1 (pa +y'e—p a 2 da ==6 7 (y — p A ) uv 0 lo que se puede escribir : DS Za S 4 (Bimás. UY S Ñ ó también, introduciendo el valor del momento de inercia de la see- ción (1) y la distancia del eje neutro á la fibra más solicitada (v): RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 1357 2 ss ll YI 0 E o a A al = S a l Discusión de la fórmula El número p es bastante pequeño para que en la práctica pueda descuidarse el término por restar. Por consiguiente, cuando se deba calcular piezas pequeñas hay lugar á aumentar el coeficiente de resistencia unitaria hasta de un 50 por ciento. Si ahora las dimensiones de la pieza son tales que los puntos l y k coincidan econ O, resultará: > E 2, umáx. $ pi y por consiguiente: ] o el An » M, = 4 v a resultando así excesivo para las grandes piezas inflexas el coeficiente adoptado en la práctica. Se concibe entonces y se explica fácilmente que para las piezas usuales este coeficiente dé resultados satisfactorios y se llegue asi á conocer su origen. Pasando ahora á otro orden de ideas, consideremos los fenómenos que acompañan la rotura por flexión de una pieza de madera. Este material se presta muy bien á la observación porque en él los esfuerzos de resbalamiento de las fibras se ponen de manifiesto muy claramente. Si la pieza de madera es de pequeñas dimensiones se t10- tará que primeramente el límite de elasticidad es superado por el escurrimiento de las fibras próximas al eje neutro, lo que se explica con nuestra hipótesis, porque en este punto el esfuerzo de escurri- miento será : F = Rias, — PO y cuando + sea pequeño puede F resultar bastante grande para ven- cer la cohesión de las fibras. Para una pieza de mayores dimensiones se notará al contrario que el máximo escurrimiento de las fibras tiene lugar en la proximidad de las más distantes del eje neutro. 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Esto es porque en la madera el número p debe ser suficientemente grande para caer fácilmente bajo la observación, dado que es inver- samente proporcional al módulo de elasticidad de los materiales. Por consiguiente, cuando se trate de piezas de madera al aumentar las dimensiones nos acercamos rápidamente al caso en que resulte == DORA y entonces será F = 0; y la rotura será causada por el resbalamiento de las fibras extremas. Consideremos nuevamente el caso de la figura 1 y su proyección 1” para estudiar á qué esfuerzo de escurrimiento da lugar una dis- tribución de los esfuerzos internos como la indicada en nuestra hipó- tesis. Consideremos la parábola como diagrama de los alargamientos de las fibras. En la proximidad de la circunferencia de diámetro d, el esfuerzo de escurrimiento (es decir, la variación del esfuerzo de tensión) en correspondencia de un elemento superficial de la sección, será da Erdz Y — 2%pe daEr de y para toda la circunferencia será: F = 2px . dí E que se ejerce sobre un área lzd: por consiguiente, el esfuerzo unita- rio será: E — E l l pero, siendo R e hs , no l=— t. máx. (donde E es el módulo de elasticidad) 4 >) resulta : d D) PA 12 ) Pescnre MÁ E > 0 Vt. máx. La cantidad.p que aparece en esta fórmula no es la misma que se RELACIONES ENTRE LAS LEYES DE GUEST Y HOOK 139 encontró al principio de este estudio, sino proporcional 4 ella, como lo es el alargamiento de la fuerza. Para darle el mismo valor debemos por consiguiente, dividirla por E, y la fórmula resulta : R -_ y Ml Vescurr. máx. siendo » _e ás Es == 8 e p 7 (p para un mismo material es constante sólo cuando R tante). La fórmula e) indica que para un material determinado el esfuerzo max. E cons unitario de escurrimiento será directamente proporcional al diámetro de la pieza que se examine, cuando se le carga hasta su límite de elasticidad. Cuando se trate de dos piezas de materiales distintos, el esfuerzo unitario de escurrimiento variará dependiendo de cuatro cantidades á la vez E; p; R;,; d, cuyo efecto no puede asignarse a priori. Dada entonces la facilidad con que nuestra hipótesis explica mu- chos fenómenos cuya explicación resultaría imposible con la de Hoock, la que opinamos deba considerarse como aproximada solo grosso modo, estimamos que revestiría interés una serie de experien- cias tendientes á comprobar la exactitud de la fórmula : R,, — R' PTE lo que representa el punto de partida de una nueva serie de estu- dios. Buenos Aires, 20 de noviembre de 1909. Aquiles Cechini Pugnal?, Ingeniero en la Dirección general de puentes y caminos de la Nación. VARIEDADES EL DIRIGIBLE ESPAÑOL «TORRES QUEVEDO » (1) El dirigible tripulado é ideado por don Leonardo Torres Quevedo, ha sido muy bien acogido por las revistas técnicas francesas, que pon- deran las novísimas disposiciones en él adoptadas, citándose como prueba de la importancia de la invención el hecho de que la Société de constructions aéronautiques Astra ha comprado todas las patentes ex- tranjeras á su inventor. El señor Torres Quevedo, ya desde hace cinco años, se venía preo- cupando del importante problema de la construcción naval aérea, ob- teniendo, en 1906, una primera patente de invención y construyendo en Guadalajara, por el año 1905, un primer dirigible de experimenta- ción, de reducidas dimensiones, con una capacidad de 1000 metros cúbicos, cuyos resultados satisfactorios hicieron concebir muy buenas esperanzas sobre las innovaciones introducidas en su construcción, encaminadas, principalmente, á obtener una gran estabilidad y, sobre todo, la rigidez, sin necesidad de emplear armazón metálico. En 1909 hubo de acudir á Francia para construir un nuevo dirigi- ble de mayor cubicación, unos 4000 metros cúbicos, añadirle una cola neumática y ultimar ciertos pormenores de construcción, verificán- dose la primera prueba en los talleres de la sociedad «Astra», en 22 de octubre pasado. (1) Trascribimos complacidos el siguiente elojioso artículo que publica £l Co- mercio de New York i que se refiere á nuestro estimado consocio el injeniero don L. Torres Quevedo. Agregaremos que los telegramas publicados por nuestros gran- des diarios han dado cuenta del triunfo del señor Torres Quevedo en los ensayos que están haciéndose en Francia con el dirijible que lleva su nombre. (La Direc- ción). VARIEDADES 14] Este dirigible se caracteriza por tener en su interior una especie de armazón ó de viga armada, formada, exclusivamente con cables y que tiene la forma de un prisma triangular, terminado por sus extremos por tetraedros de aristas curvas tangentes á las del prisma. Las tres aristas de este prisma de cables, están unidas entre sí por otros cables dispuestos según una serie de secciones rectas equidis- tantes. Sobre esta armazón de cables va fijada la envolvente, formando so bre las tres caras del prisma central, tres lóbulos semicilíndricos, terminando cada uno de ellos en dos semiconos, de modo que la sección transversal del dirigible está formado por un triángulo equilátero y tres semicircunferencias iguales, trazadas sobre sus lados como diá metros. La armazón de cables queda tensa por la misma presión del vas, re- sultando, de esta manera un conjunto perfectamente rígido ú pesar de no serlo ninguno de los elementos que lo forman. También es muy curioso el método de suspensión de la barquilla. ln los dirigibles no rígidos es un problema difícil la unión de la bar- quilla con el envolvente, por falta de elementos rígidos de donde sus- pender la barquilla, cuyos puntos de suspensión deben resistir, sin de. formar el globo, no sólo el peso de la barquilla, sino también los efec tos del sistema motopropulsor. Por esto en este dirigible constituye un gran mérito la solución de este problema, pues la barquilla es sumamente corta y ligera, próxi- ma al cuerpo y, sobre todo, el sistema de cuerdas exteriores de sus- pensión queda reducido al mínimo. Para ello, cuatro pares de cables unen los cuatro vértices superio- res de la barquilla con cuatro puntos de la arista inferior del tetrae dro, y de cada uno de estos puntos parten cinco ramificaciones por cada lado que se dirigen á puntos de las aristas superiores. Los movimientos de dirección y de estabilidad están encomendados á una cola neumática. Esta cola tiene la misma sección y forma tri- lobulada que el cuerpo del dirigible, y en sus tres aristas entrantes ó cables van colocados tres bastidores triangulares cubiertos de lona. Esta cola, además, presenta otra particularidad importante, que consiste en su movilidad, lo cual permite utilizarla, ya como timon de altura, por su movimiento ascendente ó descendente, ya como ti- món lateral por su movimiento de izquierda á derecha, ó bien como es- tabilizador transversal por el alabeamiento de las aletas triangulares. ¿stos movimientos se logran á voluntad del piloto, por medio de va- 142 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rios cables que terminan en la extremidad de la cola y van á parar á la barquilla, atravesando por dentro del globo en el interior de una manga de caucho. El sistema motopropulsor está constituido por dos motores « An- toinette », de ocho cilindros y cuarenta caballos, que accionan cada uno una hélice de acero de dos palas y 160 de diámetro. Este dirigible, por su forma especial, tiene dos balones de aire, compensadores de las pérdidas de gas por difusión, situados en los dos lóbulos inferiores, el de la derecha hacia adelante y el de la izquierda hacia atrás, y en los cuales se inyecta el aire por un ventilador movi- do por el motor de la derecha. Además, también lleva un saco de lastre de veinte kilogramos, que sirve de contrapeso móvil y que desde la barquilla puede ser dirigido, por medio de cuerdas, hacia varios puntos, sirviendo también de esta- bilizador longitudinal. BIBLIOGRAFÍA Practicas administrativas, por el doctor MaNuEL M. ZokrkiLLa. Buenos Ai- res, L9YI. Do Un volumen de 330 pájinas, formato menor, que comprende una serie de capí- tulos atinentes a las prácticas administrativas arjentinas. Parte de este trabajo ha sido ya publicado en forma de artículos en los diarios bonaerenses. El doctor Zorrilla, cuya brillante actuación en los importantes cargos públicos que ha desempeñado, entre otros, la subsecretaría del ministerio del interior i la intendencia municipal, es notoria, es voz autorizada para determinar las máculas que afean nuestro organismo administrativo oficial i los desperfectos que entor- pecen su funcionamiento i, por ende, sus observaciones i sus consejos, son las del clínico competente que hace el diagnóstico i el pronóstico del morbo que produce disturbios serios i perjudiciales en la marcha de nuestras oficinas públicas. El fomento agrícola, especialmente en la zona del río Negro, es otro de los temas desarrollados por el autor, fundado en su conocimiento personal de dicha región. Pero lo que hace más simpática la obra del doctor Zorrilla es la sinceridad con que manifiesta sus ideas, siempre impersonales, teniendo constantemente en vista el bien jeneral del país. He aquí el índice : Advertencia. El espediente. Los documentos oficiales. El presupuesto. Refun- dición de oficinas. Trabajos inútiles. ll inciso está agotado. Los empleados pu- blicos. El público en las oficinas. Pasajes oficiales. Pensiones 1 jubilaciones. La licitación pública. El ejército. Centralización administrativa. El público i las autoridades administrativas. Territorios nacionales. La tierra pública (primeras medidas, enajenación, latifundio, reservas, facilidades a la población). El rio Ne- gro (primeros trabajos, ganadería, agricultura, colonia Roca, últimos progresos). Como se ve, no pueden ser más sujerentes los temas tratados por el doctor Zorrilla, i, por nuestra parte, nos reservamos volver sobre ese trabajo de nues- tro distinguido amigo, para discurrir sobre algunos de los temas indicados. Indudablemente, el doctor Zorrilla ha hecho una obra beneficiosa, sobre la cual creemos mui propio llamar la atención de nuestros hombres públicos, los que constituyen nuestros poderes lejislativo 1 administrativo, pues hallaráan en ella no pocos buenos consejos que le permitieran más conscientemente proyectar, decretar i hacer cumplir un buen número de las reformas que requieren el bien estar i el más rápido progreso de nuestro país. S. E. BARABINO. 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La frontera arjentina brasilena. Estudios i demarcación jeneral. 1887-1904. División de límites internacionales. Buenos Aires, 1910. La obra consta de dos tomos respectivamente de 600 ¡1 316 pájinas, formato mayor, con varios planos i figuras en el testo, 1 una carpeta de planos sueltos. El trabajo ha sido preparado por el reputado jeógrafo señor Zacarías Sánchez, de acuerdo con el decreto del poder ejecutivo de 30 de enero de 1906. El primer tomo contiene en seis capítulos el proceso de la demarcación, del principio al fiv, i en un sétimo capítulo un examen del Mapa de las cortes. El se- egundo tomo comprende la documentación internacional correspondiente i las ac- tas de los trabajos realizados por las comisiones reales españolas i portuguesas (1752-1801) i por las arjentinas i brasileñas de 1887 a 1904. Los planos son 41. Siete van en el primer tomo (mapa de las costas, portugués, 1749); plano topográfico de Varela y Ulloa (español, 1789); plano de Misiones i otro de las posesiones españoles en 1800; dos ilustrativos de las embocaduras de los ríos Pepiry-Guazú (de los demarcadores de 1759) i Pepiry de la Carta (des- cubierto por Gundin en 1788); i, por fin, uno de las cabeceras de este último río ¡del San Antonio de Oyarvide. Los otros 34 planos, que encierra la carpeta, son : 1% límite oriental entre el Uruguai i el Iguazú; 2% i 3 límite del río Uruguay con el Brasil, desde la boca del Cuareim hasta el Pepiry ; 4% salto del Iguazú; 5% frontera entre el Pepiry i el San Antonio, con las partes altas del terreno comprendida entre ellas; 6% je- neral de toda la frontera; 7% río Iguazú, desde la boca del San Antonio i 27 planos topográficos más (del 8% al 349) de las islas arjentinas en el Uruguai i en el Ionazú. Las materias tratadas sou : Tomo I. Capítulo 1%: Antecedentes históricos, las tierras del Amazonas, el te- rritorio de la Colonia. Capítulo 2%: Primera demarcación (1759). Capítulo 30: Segunda demarcación (1789-1791), primera subdivisión, demarcación de Chuy, demarcación del Tahim; segunda subdivisión, navegación i reconocimiento del Paraná, competencia, reconocimiento de los ríos leuazú i San Antonio, reco- cimiento del Pequiry o Pepiry-Guazú, descrición del río Pequiry, nueva discu- sión. Capítulo 4%: Notas, la cuestión Misiones. Capítulo 5%: Reconocimiento de los ríos i territorio litijioso, tratado para la esploración del territorio litijioso, organización 1 trabajos preliminares de la comisión mista, trabajos principales de la comisión mista 1 sus resultados, armonías 1 diverjencias, estensión e im- portancia del territorio cuestionado, informe jeneral del primer comisario arjen- tino, memorias de las comisiones demarcadoras, diario de la comisión mista. Ca- pítulo 6%: Demarcación definitiva, resultado jeneral, los hitos, deserición jeneral de la línea, los planos. Capítulo 7%: El alegato del Brasil. Tomo II. Tratados 1 documentos diplomáticos, actas de las conferencias (1886 a 88), notas 1 decretos, actas parciales, decretos i actas de la demarcación defi- nitiva, actas principales. La obra publicada importa, pues, el archivo de lo actuado por los gobiernos primero español i portugués i luego arjentino i brasileño, sobre el secular litijio relativo a nuestra frontera con el Brasil, hoi bien o mal terminada, pero feliz- mente terminada. S. E. BARABINO. In —Á PS Y AA BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1 PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE Ú lAssoc. des Ing. Electriciens Institute Mon- tefiore. — Liége. ' EXTRANJERAS Alemania Zeftschrift der Gesellschaf fur Erdkunde, Berlin. — Verhandlungen des Naturhisto- rischen Vereins der preussischen Rhina- lande-Westfalens, etc., Bonn. —Abhandlungen herausgegeben von Naturwissenschaftiichen Verein, Bremen. — Deutsche Geographische Clátter, Bremen. -- Abh. der Kaiserl. Leop. Barol. DeutschenAkademie der Naturforscher, Halle. — Nachrichten von der Konigl Ges- lelschaft der Wissenschaften, Gottingen. — Sitzungsberichte und Abhandlungen der Na= turwissenschaftlichen Gesellschaft, Dresden. — Naturforschenden Gesellschaft, Leipzig. — Mitheilungen aus dem Naturhistorischen Museum, Hamburg. — Berichte uber die Verhandlungen der Koniglich Sachsischen Gesellschaft der Wissenschaften, Leipzig. — Mittheilungen der geographischen Gesells- chaft, Hamburg. — Berichte der Natur- forschenden Gesellschaft, Freiburg. — Jahres Berfchte des Naturwissenschaftlichen, El- berield. — Mathematisch Naturwissenschaf- tlichen Mitheilungen, Stuttgart. — Schriften der Phisikalisch — Okonomischen gesells- chaft, Kónigsberg. Australia Records of the geological Survey, Sydney. Austria-Hungría Verhandlungen des naturforschen des Ve- reines, Brinn. — (Agram)Societe Archeologi- - ches « Croate », Zagreb. — Annalen des K. Naturhistorischen of Museums, Viena. — . Verhandlungen der K. K. Zoologisch Botanis- chen gesellschaft, Wien. — Sitzungsberichte des deutschen naturwissenchaftlich Medi- cinischen Vereines fur-Bohmen, « Lotos » Praga. — Jarhbuch des Ungarischen Kapathen Vereines, Iglo. Bélgica Acad. Royale des Sciences, des Letres et des Beaux Arts, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Entomologique, Bruxelles. — Ann. de la Soc. - Royale Malacologique, Bruxelles. — Bull. de Brasil - Boletim da Sociedade de Geographia, Rio Janeiro. — Bol. do Museo Paraense, Pará. — Rev. do Centro de Sciencias.Letras e Artes, Campinas. — Rev. da Federacao de Estudian- tes Brasileiros, Rio Janeiro. — Bol. da Agri- cultura, S. Paulo. — Rev. de Sciencias, Ín- dustria, Politica é Artes, Rio Janeiro. — Rev. do Museo Paulista, S. Paulo. — Bol. da Co- missao Geográphica é Geologica do Estado de Minas Geraes, San Joao del Rei. — Co- missao Geográphica € Geologica, San Paulo. — Bol. do Observ. Metereológico, Rio Ja- neiro. — Bol. do Inst. Geographico é Etno- graphico, Rio Janeiro. — Escola de Minas, Ouro Preto. Colombia An. de Ingenieria. Soc. Colombiana de Ingenieros, Bogotá. Costarica Oficina de Depósito y Cange de Publica- ciones, San José. — An. del Museo Nacional San José. — An. del Inst. Físico Geográfico Nacional, — San José. Cuba Universidad de la Habana, Cuba. Chile Rev. de la Soc. Médica, Santiago. — El Pensamiento Latino, Santiago. — Verhan- dlungen des Deutschen Wissenschaftlichen Vereines, Santiago. — Actas de la Soc. Le n tífica de Chile, Santiago. — Rev. Chilena de Hijiene, Santiago. — Ofic. Hidrográfica de la Marina de Chile, Valparaíso. — Rev. Chi- lena de Historia Natural, Valparaíso. Ecuador Rev. de la Soc. Jurídico-Literaria, Quito. — An. de la Universidad Central del Ecua dor, Quito. España ho Bol. de la Soc. Geográfica, Madrid. — Bol. de la R. Acad. de Ciencias, Barcelona. — R. Acad. de Ciencias, Madrid. — Rev. de la Unión Ibero-Americana, Madrid. — Rev. de Obras Públicas, Madrid. — Rev. Tecnológica Industrial. Barcelona. — Rev. Industria é invenciones, Barcelona. — Rey. Arqnitectura y Construcciones, Barcelona. — Rev. Minera Metarlúrgica y de Ingeniería, Madrid. — La Fotografía, Madrid. Estados Unidos Bull. of the Scientific Laboratoires of De- nison University. Granville, Ohio. — Bull. of the Exxex Institute, Salem Mas. — Bull. Phi- losophical Society, Washington. — Bull. of the Lloid Library of Botany, Pharmarcy and Materia Medica, Cincinati, Ohio. — Bull. of University. of Montana, Missoula, Montana.— | Bull. of the Minesota Academy of Natural Sciences, Minesota. — Bull. of the New York Botanical Garden, New York. — Bull. of the U. S. Geological and geographical Survey of the territoires, Washington: — Bull. of the Wisconsin Natural History Society Milwankee, Wis. — Bull. of the University, Kansas. — Bull. of the American Geographical Society, New York. — Journal of the New Jersey Natural History, New Jersery. Trenton. — Journal of the Military Service Institution. of the U. States. — Journal of the Elisha Mitchell Scientific Society, Chapel Hill. Nord-Carolina. — « La América Cientifica », New York. — Librarian Augustana College, RockIslad, New York. — Memoirs of the National Academy of Sciences, Washington. — M. Zoological Gar- den, New York. — Proceeding of the En- ineers Club, Filadelfia. — Proceeding of the Boston Society of Natural History, Bos- ton. — Ann. Report Missouri Botanical Gar- den. San Luis M. 0. — Ann. Report of the Board of trustes of the Public Museum, Mil- wankee. — Association of Engineering So- ciety, San Louis, Mas. — Ann. Report of the Bureau of Ethnology, Washington. — Ame- rican Museum of Natural History, Ne v York. — Bull. of the Museum of Comparative Zoo- logy, Cambridge-Mas. — Bull. of the Ameri- can Mathematical Society, New York. Trasaction of the Wisconsin Academy of Sciences, Arts and Letters, Madison Wis. — Trasaction of the Academ. of Sciences, San Louis. — Transactions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences, New Haven. — Trensactions Kansas Academy of Sciences, Topekas, Kansas. — The Engineering Ma- gazine, New York. — Sixtenth Annual Re- port of the Agricultural Experiment Station, Nebraska. — The Library American Asso- ciation, for the Advancement of Sciences. Care of the University, Cincinati Ohio. — N. Y. Vassar Brothers Institutes, Ponghtepsie. — Secretary Board of Commisioners Se- cond Geological Survey of Pensylvania, Phi- ladelphia. — The Engineering and Mining Journal, New York. — Smithsonians Institu- tion, Washington. — U. S. Geological Sur- vey, Washington. — The Museum of the Brooklin Institute of Arts and Sciences. — The Ohio Mechanics Institute, Cincinati — University of California Publications, Berke- ley, — Proceeding of Enginneer Society of Western, Pensylvania. — Proceeding of the Davemport Academy, Jowa. — Proceeding and transaction of the Association, Meride. Conn. — Proceeding of the'Portland Society of Natural History, Portlad. Maine. — Pro- ceeding American Society Engineers, New York. — Proceeding of the Academy of Natu- ral Sciences, Philadelphia. Proceeding ofthe American Philosophical Society, Philadel- phia. — Proceeding of the Indiana Academy - of Sciences, Indianopolis. — Proceeding of - the California Academy of Science, — San Francisco. — The University uf Colorado. « Studies ». Colorado. be Filipinas z Bol. del. Observ. Meteorológico. — Manila Francia Bull. de la Soc. Linnennée du Nord de la France, Amiéns. — Bull. de la Soc. d'Etudes - Scientfiques. Angers. — Bull de la Soc. des Ingénieurs Civils de France, Paris. — Bull. de L'Université, Toulouse. — Ann. de la Fa- culté des Sciences, Marseille. — Bull. de la - Soc. de Géographie Commerciale, Paris. — Bull. de la Acad. des Sciences et Lettres, Montpelier. — Bull. de la Soc. de Topographie - de France, Paris. — Rev. Générale des Scien- ces, Paris. — Bull. de la Soc. de Géographie, - Marseille. — Recueil de Médecine Vétéri- naire, Alfort. — Travaux Scientifiques de PUniversité, Rennes. — Bull. de la Soc. de Géographie Commerciale, Bordeaux. — Bull. de la Soc. des Sciences Naturelles et Ma- tbematiques, Cherbourg. — Ann. des Mines, Paris. — Min. de l'Instruction Public et des Beaux Arts, Paris. — La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. — Rev. Géographique In- ternationale, Paris. — Ann. de la Soc. Lin- néenne, Lyon. — Bull. de la Soc. de Géogra phie Commerciale, Havre. — Bull. de la Soc. d'Etude des Sciences Naturelles, Reims. Holanda Acad. R. des Sciences, Amsterdam. — Ne- derlandche Entomolog. Verseg, Rotterdam. Inglaterra The Geological Society, London. — Minutes of Proceeding of the Institution of Civil - Engineers, London. — Institution of Civil Engineers of Ireland, Dublin. — The Mine- ralogical Magazine Prof. W. J. Lewis M. A. F.C. S. the New Museums, Cambridge. — The Geographical Journal, London. — Bris- tish Association for the Advancement of Science, Glasgow. — The Guaterly Journal of the Geological Society, London, (Concluirá en el próximo número.) ANALES . X 8 DE LA Aj 0% h | 3 ARGENTINA 0 3 > 0 | Dinscror : Inceniero SANTIAGO E. BARABINO dd ABRIL 1911. — ENTREGA IV. — TOMO LXXI E 4 ÍNDICE - Memoria anual correspondiente al XXXVIIT* período. ........<.0ooooooooooooo.ooo 145 bi Horacio DamiANovicH, La generación espontánea : su evolución y estado actual.. 153 E 14 e ly y Ñ e DA, Y Y IA A y % BUENOS AIRES 3 A IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS He 684 — CALLE PERÚ — 684 y 1911 ¿ . JUNTA DIRECTIVA Prestlehte dai ado Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente Ai: Ingeniero Vicente Castro Vaceprestaente io Doctor Hioracio G. Pinero Secretario de actas............ Doctor "Comás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco TESOACRO Doctor Antonio Vidal Biblrotecario ino al Doctor Abel sánchez Díaz ¡Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo Vocales: a art Ho al Lote Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mamberto | Ingeniero Nicolás Besio Moreno A Ingeniero Pedro Aguirre GOMERA ode > Señor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctorJuan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer— nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Dobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amaprko y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias / Pesos moneda nacional ROTIMEE EOS AU Ue olla are 1.00 Por A elo 12,00 Número atrasados oe Ie 2.00 E — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano ms 109 1311 31 MEMORIA ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA CORRESPONDIENTE AL XXXVI!" PERÍODO (1% ABRIL DE 1910 Á 31 DE MARZO DE 1911) LEÍDA EN LA ASAMBLEA DE ABRIL DE 1911 Senores Consocios : De acuerdo con los prescripciones reglamentarias voy á daros cuen ta de la gestión de la Junta directiva que he tenido el honor de pre- sidir. Junta directiva. — En la asamblea del 1% de abril del año próximo pasado quedó constituida en la siguiente forma : Presidente : Doctor Ángel Gallardo. Vicepresidente 1”: Ingeniero Vicente Castro. Vicepresidente 2% : Doctor Horacio G. Pinero. Secretario de actas : Doctor Tomás J. Rumi. Secretario de correspondencia : Ingeniero Esteban Larco. Tesorero : Ingeniero Alejandro Guesalaga. Bibliotecario : Doctor Abel Sánchez Diaz. Vocales : Ingenieros Horacio Anasagasti, Alfredo Galtero y Rodol- fo Santángelo, arquitecto Raúl G. Pasman, ingeniero Benito Mam- berto, contralmirante Manuel J. García Mansilla é ingeniero Pedro Aguirre. Por renuncia del doctor Ángel Gallardo del cargo de presidente, del ingeniero Alejandro Guesalaga del de tesorero y por fallecimiento del vocal contralmirante García Mansilla, fueron designados para des empenñar dichos cargos, respectivamente, los señores doctores Fran cisco P. Moreno y Antonio Vidal é ingeniero Nicolás Besio Moreno, AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en las asambleas del 20 de abril, 22 de junio y 31 de agosto del año próximo pasado. En las veintitrés sesiones celebradas, la atención de la Junta direc- tiva ha debido recaer en asuntos diversos, pero debo manifestaros, desde luego, que la celebración del Congreso científico internacional americano, cuyo éxito era la preocupación general, ha impedido que dedicáramos mayores esfuerzos tendientes á que la sociedad conti- nuase progresando en la forma á que es acreedora por el papel que ha desempeñado hasta el presente en las cuestiones científicas del país. En primer término, debo manifestaros que el brillo alcanzado por dicho certamen científico y que es ya de todos vosotros conocidos, es el resultado del esfuerzo realizado por la comisión organizadora del mismo, cuya incansable actividad y raro acierto han justificado ampliamente la confianza que en ella depositara la sociedad. La exploración de la laguna Iberá, de cuya organización se dió cuenta detallada en la memoria correspondiente al período anterior, está á punto de terminarse; y después de la conferencia que sobre dicha expedicción diera el teniente coronel Uhart, en la que expuso los primeros trabajos realizados, la Junta directiva espera el informe completo que en breve presentará, llegando entonces la oportunidad de haceros conocer al resultado de la última parte de los estudios practicados. Una de las principales preocupaciones de la Junta fué, sin duda, la celebración de conferencias que al mismo tiempo que sirvieran de ex- ponente de nuestra vida intelectual, contribuyeran á vincular á los asociados. De acuerdo con estas ideas, se resolvió facilitar la acción de instituciones análogas poniendo á su disposición el local social, y, para estrechar la relación con dichas sociedades, se acordó enviarles invitaciones para las conferencias que auspiciaba la sociedad. El nú- mero de ellas alcanzó á once, de las cuales tres fueron patrocinadas por el « Instituto de enseñanza general », una por el « Ateneo popu- lar» y las restantes por nuestra sociedad, habiendo estado á cargo de los ingenieros Domingo Selva y Luciano Haumann-Merck; doctores Antonio de Gregoris, Eduardo Imbeaux, Fernando Lahille y Horacio Damianovich; profesores Carlos E. Porter y Ernesto Nelson y el te- niente coronel don Pedro Uhart. La circunstancia de necesitarse para dos de estas conferencias, un epidiescopio que la sociedad no posee aun, dió ocasión á que el Centro nacional de ingenieros, con la mayor ventileza, ofreciese su local para hacer uso de ese aparato. MEMORIA DEL PRESIDENTE 147 La razón ya apuntada al comienzo de esta memoria no ha permiti- do que fueran más numerosas las conferencias durante el ejercicio transcurrido, aunque la Junta directiva contaba con la cooperación de varios socios que habían prometido su concurso. Otra cuestión que mereció nuestra preferente atención fué el fo mento de la biblioteca. Teniendo en cuenta los pocos recursos con que cuenta la Sociedad, la Junta directiva inspirada en el deseo de au mentar las obras existentes, solicitó de los ministerios nacionales, gobiernos provinciales, Comisión nacional del centenario, Intendencia municipal, Museo Mitre y diferentes reparticiones nacionales, el envio de las publicaciones que hubiesen editado, y tengo la satisfacción de comunicaros que en todas partes nuestro pedido tuvo la más favora ble acogida. Con las obras así recibidas y las remitidas por las casas editoras de Ch. Beranger, Hermann et fils, Gauthier-Villars y Felix Alcan de Paris y otras donaciones, el total de publicaciones ingresadas alcanza a 194 volúmenes, 76 folletos y 4 mapas y planos. Entre las donacio- nes más importantes figuran las de la mayor parte de los delegados chilenos al certamen científico de julio, de la Universidad portuguesa de Coimbra y de los socios señores Luis Luiggi, Francisco P. More- no, Florentino Ameghino, ete. Considerando que este aumento, siendo apreciable, no basta para satisfacer las necesidades de los socios, la Junta directiva se propuso arbitrar medios para llenar los claros que el tiempo y el adelanto de las ciencias han producido en nuestra biblioteca, dirigiéndose al efecto a la honorable Cámara de diputados de la nación, solicitando un sub- 'sidio para el fomento de aquélla, impulsar los trabajos cientificos que pudiera iniciar la sociedad y, al mismo tiempo, dar caomplimiento á los votos formulados por el Congreso científico internacional americano. ls satisfactorio dejar constancia del resultado de tal gestión en vir- tud de la cual se asignó á la sociedad un subsidio de quinientos pesos mensuales. Compenetrada de laimportancia que, para instituciones como lanues- tra, tienen los congresos científicos, ha concurrido, ó resuelto concu- vrrir á un buen número de ellos, nombrando, cuando ha sido posible, sus representantes ; es así que para el XVII Congreso internacional de los americanistas reunido en esta capital, fueron designados en tal carácter los socios doctores Florentino Ameghino, Francisco P. Mo reno y los señores Samuel A. Lafone Quevedo y Juan B. Ambrosetti ; al adherirse al XI Congreso geológico internacional y á la 1 Conferen- 148 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cia agrogeológica internacional por celebrarse en Suecia, nombróse re- presentante al socio correspondiente doctor Otto Nordenskjiold ; ade- más se adhirió al Congreso internacional de medicina é higiene de Buenos Aires nombrando al señor doctor Horacio G. Piñero para que la representase; al Universal races congress por reunirse en Londres en julio de 1911, al IL Congreso nacional de bibliotecas; al X Congreso internacional de geografía por celebrarse en Roma en octubre de 1911; al Congreso internacional de higiene de Bruselas y al Il Congreso internacional del frío, en Viena. Entre otras resoluciones importantes, pueden mencionarse las si- guientes : Cooperar, en unión de otras asociaciones, á los festejos oficiales ofrecidos á los delegados extranjeros que vinieron á esta capital con motivo de nuestro centenario. Crear un archivo fotográfico, de láminas, mapas, etc., referente al suelo del país y la actividad del hombre en él, dirigiéndose á los so- cios pidiendo su cooperación en tal sentido. Adherirse á los trabajos de la Comisión popular pro monumento á Rivadavia resolviendo al efecto asistir en corporación al acto de la colocación de una placa en la tumba del esclarecido estadista é iniciar entre los asociados una recolección de fondos, encabezado por la so- ciedad con la suma de cien pesos moneda nacional. De acuerdo con el voto formulado por la sección de ciencias físi- cas y matemáticas del Congreso científico internacional americano se designó delegado argentino ante el Comité internacional de tablas de físico-químicas de Paris, al doctor Horacio Damianovich. Con motivo de haber solicitado el diputado nacional don Eduardo Castex la opinión de la sociedad respecto del proyecto de ley que ha presentado á la cámara de que forma parte, en el sentido de establecer como hora oficial de la República, la del tiempo medio de Greenwich disminuido de cuatro horas, se resolvió encomendar el estudio de este asunto á los señores ingenieros Nicolás Besio Moreno y Esteban Lar- co, quienes se expidieron en un bien meditado informe aconsejando propiciar la iniciativa de dicho legislador; la Junta acordó hacer suyo dicho informe y publicarlo en los Anales. Habiendo el tesorero doctor Antonio Vidal, solicitado licencia, por ausentarse al interior de la República, se designó al vocal arquitecto Raul G. Pasman para desempeñar dicho cargo mientras dure la au- sencia del titular. MEMORIA DEL PRESIDENTE 149 Socios. — El número de socios activos el 31 de marzo de 1910 era de 510, el de honorarios 6 y el de correspondientes 31. Han ingresado durante el período terminado 56 socios activos, se han reincorporado 5 y han salido 14, quedando actualmente un total de 555 socios activos. Los socios honorarios alcanzan a 7 y los correspondientes a DO. Á este respecto debo haceros notar que, teniendo en cuenta la uti lidad evidente que significa para la sociedad la ineorporación de hom bres de estudio que radicados en el extranjero y en el interior del pais le ofrecen el concurso de su inteligencia para la mejor realización de los fines á que aquella responde, la Junta directiva propició compla- cida la iniciativa de varios socios que propusieron el nombramiento de 25 miembros correspondientes, muchos de los cuales, al quedar en esa forma vinculados á nuestra asociación han remitido ya diversas publicaciones. Ñ Durante el período transcurrido la sociedad ha tenido que lamentar el fallecimiento de los socios : contralmirante Manuel J. García Man- silla, ingenieros Alberto L. Albarracín é Higinio Reinoso, doctor Rafael Herrera y general Arturo Orzábal. Teniendo conocimiento de que algunos socios que figuraban como ausentes se hallaban de regreso en la capital, la junta directiva se di- rigió á ellos, por circular, invitándolos á reincorporarse. Asambleas. — La sociedad ha celebrado ocho asambleas generales en el transeurso del período que fenece hoy, en las cuales se ha proce- dido á la lectura y aprobación de la memoria anual correspondiente al XXXVII período administrativo, renovación de la Junta directiva, integración de la misma por renuncia del presidente doctor Angel Gallardo, tesorero ingeniero Alejandro Guesalaga y por fallecimiento del vocal contralmirante Manuel J. García Mansilla, nombramiento de un miembro honorario y veinticineo miembros correspondientes y renovación del cuerpo de redactores de los Anales. Anales. — En la asamblea de 30 de noviembre próximo pasado que- daron constituídos los cuerpos de dirección y redacción en la forma que se expresa á continuación : Director : Ingeniero Santiago E. Barabino. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amadeo y doctor Hora cio Damianovich. Redactores : Doctor Florentino Ameghino, coronel Arturo M. Lu- 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA eones, doctor Jorge Magnin, ingenieros Juan José Carabelli y Guiller- mo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fernando Lahille, ingeniero Jorge W. Dobranich, profesor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Federico W. Gándara, señor Juan A. Domínguez y doctor Er- nesto Longobardi. La acertada gestión del ingeniero Barabino al frente de esta pu- blicación merece mencionarse y ha permitido la aparición regular de la misma. En vista del aumento de socios y de nuevos canges admitidos, fué menester aumentar á 1000 los ejemplares de cada número de los Ana- les, de los cuales 108 corresponden á subseripciones. Secretarías : Desempeñadas, la de actas por el doctor Tomás J. RKu- mi y la de correspondencia por el ingeniero Esteban Larco, han deb do atender y despachar todos los asuntos entrados y considerados por la Junta directiva y asambleas, como así también la correspon- dencia oficial, lo que representa una ardua labor, significada, en par- te, por el número de 234 notas y 20 comunicaciones varias envia: das. Tesorería : Estuvo á cargo del ingeniero Alejandro Guesalaga has- ta el 15 de junio próximo pasado en cuya fecha presentó su renuncia por tener que ausentarse de la capital. Nombróse en su lugar al doc- tor Antonio Vidal quien desempeñó dicho puesto hasta el 19 de oe- tubre en que solicitó licencia por la circunstancia de que, en desem- peño de una comisión oficial en las provincias, debió alejarse de esta ciudad. La Junta directiva en sesión de la misma fecha, nombró al vocal arquitecto Raúl G. Pasman para hacerse cargo interinamente de la te- sorería. Los cuadros que se agregan á esta memoria demuestran el estado financiero de nuestra sociedad. En ellos no figura la partida de cien mil pesos que entregara la Comisión nacional del centenario para la organización y realización del Congreso científico internacional ameri cano como tampoco la de cincuenta mil pesos que el gobierno de la nación suministró para la exploración de la laguna Iberá, por cuanto cada una de estas cuentas se lleva por separado. El estado de dichas cuentas es el siguiente: MEMORIA DEL PRESIDENTE LH Congreso cientifico internacional americano, Importe recibido de la honorable Comisión nacional del centenario para gastos de organi- zación y realización del referido congreso... g£ —100.000.00 Importe de lo pagado por sueldos, impresiones, fiestas, excursiones, acuñación de medallas conmemorativas y varios otros gastos...... $ 76.958,28 Cuentas en carpeta por: Impresión del primer volumen. (Relación general del congreso)... » 6.500,00 Cuenta por 50 calendarios astronómicos para A o bas: se ab » 85.00 83.563.28 saldo en depósito en el Banco de la Nación Argentina afectado al pa eo de la publicación de los trabajos del congreso. Exploración y estudio de la laguna Iberá. Importe recibido de la Tesorería general de la Nación para gastos de exploración y estudios de la laguna Iberá ................ $ 50.000,00 Importe de lo pagado por sueldo del personal de la comisión ex- ploradora, compra de embarcaciones, herramientas y demás úti- les de cuyo importe se ha rendido cuenta documentada á la contaduria seneralide la mación. at ea a aa » 41.962,23 ¡necanalo ma caos rado o ao O oa ap lalo y ola o O oO OIO TE SOS que ha sido invertido posteriormente á dicha rendición, en gastos re- lativos á la exploración, y de cuyo importe se rendirá cuenta docu- mentada á la Contaduría general de la Nación en el presente mes de abril. Con el propósito de subsanar algunas deficiencias y atrasos obser- ados en el cobro de las cuotas mensuales de cierto número de so- cios, se envió á éstos una nota circular encareciéndoles la regulariza- ción de su situación, con lo cual, sino se alcanzó aún todo el resultado deseado, se ha obtenido un mejoramiento apreciable, debido, en pri- mer término á la actividad del señor Pasman durante su interinato. Biblioteca y archivo. — El doctor Abel Sánchez Díaz desempeno el cargo de bibliotecario y ha continuado la ordenación del Archivo so- cial, cuya clasificación estaba suspendida desde 20 años atrás, con lo cual, en breve plazo, será posible tener catalogados todos nuestros documentos. 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La biblioteca es frecuentemente consultada por los señores socios, cuya tarea de investigación se ha facilitado permitiéndoles retirar temporalmente las obras que les interesasen y en tal concepto fueron solicitadas 175 publicaciones. Alcanza á 336 el número de revistas que se reciben en virtud del cange establecido con los Anales, procediendo aquellas de 34 países diferentes. La catalogación de la Biblioteca por el sistema decimal, iniciada ya en el período anterior, ha continuado efectuándose y llega en la fecha a 1715 el total de volúmenes así clasificados. Con el objeto de terminar ese trabajo se ha encargado al ingeniero Federico Birabén y tres empleados más la tarea de concluir dicha catalogación dentro de un plazo que vence el día 30 del corriente mes. Gerencia. — El señor Juan Botto que la ocupa ha colaborado efi- cazmente en los trabajos de secretaría y tesorería, estando también á su cargo la contabilidad social. De acuerdo con el artículo 16 del reglamento, los miembros salien- tes de la Junta directiva son los siguientes : Ingenieros Vicente Cas- tro, Horacio Anasagasti, Alfredo Galtero, Rodolfo Santángelo, Benito Mamberto, Pedro Aguirre, Nicolás Besio Moreno; arquitecto Raúl G >asman. Quedando como vocales los señores : Doctores Francisco P. More- no, Horacio G. Piñero y Tomás J. Rumi; ingeniero Esteban Larco, y doctores Antonio Vidal y Abel Sánchez Díaz. En consecuencia en la presente asamblea hay que elegir los seno- res socios que han de desempeñar durante el XXXIX período admi- nistrativo los cargos de presidente, vicepresidente 1% y 2%, secreta- rios de actas y de correspondencia, tesorero, bibliotecario y un vocal. Senores consocios : Al terminar mi gestión en la presidencia de esta sociedad, de la que acabo de dar cuenta en forma sucinta, agradezco la colaboración de mis compañeros de la Junta directiva y hago votos para que la co- misión que ha de continuar nuestra tarea, realice una labor profi- cua que afiance los éxitos que hasta la fecha han coronado las distin- tas iniciativas auspiciadas por la Sociedad Científica Argentina. F. P. MORENO. PANDO TREN A LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA: SU EVOLUCIÓN Y ESTADO ACTUAL” Por HORACIO DAMIANOVICH La fisio-química, con sus preciosos métodos de investigación, llegará á establecer experimen talmente la evolución de la vida, que acompaña á la organización gradual de la materia. INTRODUCCIÓN El problema de la generación de los seres vivos á expensas de la materia inorgánica y de las fuerzas físico-químicas que sobre ella ac- túan, es tan antiguo como la humanidad misma. Desde que el hombre empezó á hacer sus primeras reflexiones so- bre los seres y fenómenos de la naturaleza que impresionaban direc- tamente sus sentidos, germinó en su espíritu investigador, la idea de una posible explicación, de uno de los fenómenos más maravillosos : el origen de los seres vivos. Germinar esta atrevida idea en la imaginación despierta del hom- bre que trata de escudriñar los misterios de la naturaleza y comenzar la fatigosa marcha por los atrayentes senderos que conducen á lo ig- noto, todo fué obra de un momento en la historia de la evolución del pensamiento humano. Sabios, filósofos, metafísicos y poetas impulsa dos por el irresistible deseo de sumergirse en las bellas regiones que ofrece al espíritu la armónica obra de la naturaleza, tratan de unificar sus tendencias en una sola entidad y haciendo un supremo esfuerzo (1) Conferencia organizada por el Instituto de Enseñanza General y dada en los salones de la Sociedad Científica Argentina. 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de síntesis, comienzan á extraer de las entrañas de la gran creadora, el secreto de la vida. Y después de largo sueño de 24 siglos en las regiones de lo ideal y de lo bello, el amargo despertar de la realidad hace al hombre positi- vo de nuestra época, lanzar la escéptica exclamación, ese ¿gnoramus que brota espontáneo de los labios de todo espíritu realmente supe- rior. Y dirán los escépticos, ¿4 qué tantos afanes y desvelos si después de 24 siglos el gran adelanto de la ciencia y de la filosofía en este problema, se reduce sólo á un paso imperceptible hacia lo infinito? ¿no vale más renunciar á los problemas metafísicos que surgen de los diferentes capítulos del libro de la ciencia, á esos problemas que se denominan génesis y evolución de la materia cósmica, constitución y unidad de la materia y de las fuerzas, origen y evolución de la ma- teria viva, génesis y evolución de las fuerzas psíquicas, que son del dominio de las ciencias físico-químicas, de la biología y de la psico- logía ? Éste es el eterno problema que plantean los decepcionados cuando aleún entusiasta por el estudio, se empecina en demostrar la gran utilidad que al hombre enlto prestan esas especulaciones que se apar- tan de las cosas materiales y de los objetivos inmediatos de la vida diaria. Ante él no creo que deba pretenderse buscar una solución sa- tisfactoria y menos aun verdadera; en efecto, es tan discutible, cuan- do se colocan las personas en un terreno absoluto, la utilidad de las altas especulaciones de la ciencia y de la filosofía, como la de nuestra vida misma. ¿Qué valemos? ¿Para qué sirven nuestras producciones, si después ha de venir una nueva capa de tierra á darnos un abrazo terrible y á destruir en un minuto todos los afanes, todas las mise- rias, todas las vanidades que condecoran desde hace siglos, la socie- dad de los hombres? Á pesar de la partícula de verdad que encierra tanto escepticismo, es nuestro deber luchar contra ese enemigo temible que apaga los más acariciados deseos, y aun cuando no podamos probar de un mo- do absoluto, la utilidad de semejantes esfuerzos, nos quedará siempre el consuelo de estimularnos á nosotros mismos, diciendo que lo hace- mos simplemente porque nos causa placer. Tal es el problema que á mi se me presenta en este momento difi- cil, al pretender exponeros un tema tan escabroso como el de la ge- neración espontánea. No sé hasta qué punto puede seros útil esta disertación, pero me LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 155 anima el pensar que no me guía la más mínima idea de ser original, al modo de ciertas personas, que desconociendo casi en absoluto la historia del asunto, se atreven á emitir como nuevas, ideas sobre la continuidad de la vida en los diferentes estados de evolución de la materia que ya habían sido expuestas de un modo admirable por Leibnitz. Descartando esta pretensión se ve claramente mi objeto: exponer en la forma más sintética y ordenada posible, el examen de una serie de hechos aislados sobre el origen de los seres vivos, que necesitan ser armonizados y luego presentar algunas conclusiones que lógica mente se deducen de ellos. Y si no es útil materialmente para vos otros esta exposición, por lo menos espero que el tema, atrayente por más de un concepto, despertará en vuestro espíritu la necesaria in quietud que despiertan los asuntos que dejan en pie más incógnitas que las que modestamente resuelven. Si no logro este intento la culpa será mia. En la primera parte seguiremos paso á paso el examen de las di- ferentes etapas que constituyen el ciclo completo de la evolución de la doctrina de la generación espontánea, edificada por los filósofos eriegos, pues sólo así podremos formarnos una idea exacta del origen y alcance de esta doctrina y de las acepciones más variadas que ha tenido aquella expresión. En la segunda parte, haremos un examen de conjunto de los hechos que demuestran las analogías y diferencias entre los organismos y los inorganismos, desde el triple punto de vis- ta de la materia, forma y fuerza, y las principales experiencias fisico- químicas modernas, llevadas á cabo con el objeto de producir artifi- cialmente algo que se asemeje por sus caracteres fundamentales « los seres vivos inferiores. PRIMERA PARTE LA DOCTRINA DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA LIGERA RESEÑA DE SU EVOLUCIÓN Desde que se emitieron las primeras ideas acerca del origen de los seres vivos, dos grandes hipótesis dominaron el campo de acción del pensamiento científico y filosófico : la de la Biogénesis y la de la Abio- génesis (generatio equivoca) Ó generación espontánea. Los defensores de la primera admitían que la existencia de un sér vivo por rudimen- tario que fuera se debe á otro ser ancestral análogo; por el contrario los partidarios de la última afirmaban que el sér vivo proviene di- rectamente de la materia inorgánica. Es fácil cerciorarse de que am- bas hipótesis han dominado alternativamente desde la época de los oriegos hasta nuestros días. Adoptando el plan desarrollado por el profesor Osborn en una de sus últimas obras (1), dividiremos esta ligera reseña histórica de la doctrina de la generación espontánea, en dos partes correspondientes respectivamente, al período de evolucionismo griego y al período de evolucionismo moderno que comprende á su vez la fase filosófica y la fase cientifica. PERÍODO GRIEGO Tales de Mileto (624-548 a. C.), de la escuela Jónica, emitió la idea de que los seres vivos tenían su origen en las aguas de los grandes océanos, y viene á ser por consiguiente, el fundador de una de las teo- rías actualmente más aceptadas. Más ó menos en la misma época, Anaximandro (588-524 a. €.) que (1) E. F. OsBORN, Dai Grecia Darwin, disegno storico dello sviluppo dell'idea dell" Evoluzione, página 10, traducción del doctor G. Nobili, 1901. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 157 según Haeckel es el precursor de Kant y Laplace en cosmogonía y de Lamarek y Darwin en biología (1) expone por primera vez las bases de la teoría de la abiogénesis. Á pesar de lo grosero de las ideas de Anaximandro, pues admitía que las anguilas y otras formas análo- gas eran producidas directamente por la materia desprovista de vida, él dió un paso hacia adelante con relación á algunos mitos de los tiempos primitivos, según los cuales era el hombre el que surgía di- rectamente de la tierra como si fuera una planta. Más tarde su discípulo Anaximenes (588-524 a. €.) atribuyó al aire la causa primera de todas las cosas (2). Este elemento según él toma ba la forma de espíritu y difundía vida, movimiento y pensamiento en los animales. También introdujo la idea del primitivo barro terres tre mezcla de tierra y agua, del cual, bajo la infhuenecia del calor solar se desarrollaban directamente de un modo abiogenético, las plantas, los animales y los hombres. Diógenes, también de la escuela JFónica, participaba de estas ideas. Xenofanes (576-450 a. 0.), fundador de la escuela eleática y según se cree discípulo de Anaximandro y su disei- pulo Parménides, sostenían esa misma idea de la existencia de un ba- rro primitivo del cual surgían, las plantas, los animales y el hombre. En la escuela de los materialistas primitivos (Eráclito, Empédocles Demócrito y Anaxágoras) se nota una transformación bien manifies- ta de las vagas nociones de metamórfisis y de abiogénesis de origen Jónico, en elementos integrantes de la verdadera doctrina de la evo lución (3). Empédocles de Agrigento (495-435 a. C.) que fuéá la vez fisico, fi- lósofo, poeta, biólogo y músico, sobrepasó en mucho á sus predeceso- res y puede ser llamado con justicia según Osborn, el padre de la idea de la evolución. Él trató de explicar el origen de la vida apo- vándose en la abiogénesis ó generación espontánea, pero al mismo tiempo hizo notar que la naturaleza no debía producir las formas ele- vadas y las inferiores simultáneamente: primero surge la vida vege- tal, y la vida animal se desarrolla sólo después de una larga serie de tentativas. Todos los organismos se han ido generando de un modo eradual por la acción de dos fuerzas, una combinante o amor y otro separante ú odio, sobre los cuatro elementos, el fuego, el aire, el agua y la tierra. (1) Loc. cit, pág. : (2) Loc. cit., pág. 33. (3) Loc. cit., pág. 37. 158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Según este filósofo los animales aparecían primeramente como in- dividuos incompletos, como partes de individuos y recién después de vencido el odio ó fuerza disociante por el amor ó fuerza combinante, estas partes se atraen para engendrar un organismo completo. Con estas ideas él intentó una interpretación de ciertas creaciones de la mitología griega (animales de naturaleza extraordinaria: hombres con cabeza de animal, ete.) como resulta de la interpretación que más tarde dió Lucrecio, exponiendo en verso aquellas hipótesis (1). Haciendo abstracción de esto último, encontramos en las ideas de Empédocles el germen de la teoría moderna de la fecundación. En efecto, el espermatozoide y el óvulo por separado, son dos individuos incompletos incapaces de asimilar, en tanto que por su atracción que se considera como la resultante de las cargas eléctricas de signo contrario (negativa para el espermatozoide y positiva para el óvulo), engendra una célula ó individuo completo (con las dos polaridades) susceptible de asimilar y desarrollarse. ¿ Estas dos fuerzas denomina- das por Empédocles el amor y el odio, la una asociante y la otra di- sociante, no son acaso las que el biólogo y el químico moderno invo- can á cada paso para la interpretación de la metamórfosis de la materia inorganizada y de los seres vivos? Demócrito (450 a. O.), el que presentó las bases de la filosofía ato- mista, no llegó á la altura de Empédocles en la interpretación del ori- ven de los seres vivos, puesto que aceptó la primitiva hipótesis del barro terrestre (hipótesis de Anaxímenes) y Anaxágoras (500-428 a O.) radicó el origen de los animales, de las plantas en los gérmenes que preexistían en el aire y en el éter (2). Después Aristóteles (354-322 a. C.), imbuído en las ideas de sus an- tecesores que discute á cada paso, emite su célebre «principio per- feccionante» de la naturaleza y acepta de lleno la hipótesis de la ge- neración espontánea. Según él, la naturaleza procede constantemente por transiciones graduales de lo que es más imperfecto á lo que es más perfecto y constituye una unidad en lo que se refiere á su causa- lidad. « El estado más ínfimo es el inorgánico el cual pasa al orgáni- co por metamórfosis directa dando lugar á la aparición de la vida (3). o (1) Véase Osborn, loc. cít., pág. 38. (2) Loc. cit., pág. 42. (3) Loc. cit., pág. 49. «Se debe á la resistencia de la materia á la forma el que la naturaleza sólo pueda pasar por grados de las formas inferiores á las superio- res. » Loc. cit., pág. 52. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 159 Sin embargo él admitía la abiogénesis de Anaximenes y sostenía que no sólo los animales inferiores, sino tambien las ranas, las serpientes y las anguilas surgían espontáneamente del barro. Entre los continuadores de la obra de los griegos, que precedieron al período moderno del evolucionismo citaremos especialmente a Lu- crecio (99-55 a. 0.) áSan Agustín (353-430) y á J. Bruno (1545-1600) que pertenecieron á épocas muy distintas. El primero, poeta y filóso- fo al mismo tiempo, resucitó en su célebre poema Pe rerum natura, la doctrina de Epicuro y las ideas de Empédocles, sobre la evolución de la vida, pero sostuvo como Parménides, Dentócrito y Anaxágoras la hipótesis de la generación espontánea de los animales superiores. San Agustín adoptó según Osborn un temperamento medio entre la biogénesis y la abiogénesis y supuso la existencia de dos clases de vérmenes de los seres vivos, los gérmenes visibles eran puestos por primera vez por el ereador en los animales y las plantas y los gérme- nes invisibles ó latentes, que pasan á ser activos bajo ciertas condi- ciones de combinación y de temperatura (loc. cit., pág. 72): estos últimos son los que producen los animales y las plantas sin ninguna cooperación de seres vivos. Bruno, continuador de Aristóteles en ideas científicas, precedió á Bacon (loe. cit., pág. 79) en el método in- ductivo: su lema era que la investigación de la naturaleza en las lu- ces libres de la razón, constituirá la única guía hacia la verdad. Admitía el surgimiento de la vida animal y vegetal de la materia inorgánica. PERÍODO MODERNO La larga serie de especulaciones de los filósofos griegos, deja pre- parado el terreno al evolucionismo inductivo moderno, euyo punto de partida, fueron las concepciones de los filósofos de la naturaleza, entre los cuales figuran Bacon, Descartes, Leibnitz, Houme, Kant, Lessing y Scheling. Después de esta primera parte del período moderno (que compren- de desde 1600 á 1800), el rápido progreso de la botánica, zoologla y paleontología, provoca el evolucionismo inductivo que se prolonga desde Buffon y Lamarek á Saint-Hilaire y sufre luego una decaden- cia para dar nacimiento á una nueva fase en la que se establece la evolución como ley de la naturaleza, á la vez por el método deduecti- 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vo é inductivo. Aquí aparecen los grandes naturalistas Lamarck, Darwin, Wallace y Haeckel. ín lo que sigue de nuestro desarrollo mencionaremos lo más rápi- damente posible, las principales ideas emitidas sobre el origen de los seres vivos y las tentativas de orden experimental que se han llevado á cabo para demostrar la generación espontánea, hasta la época de las célebres discusiones de Pouchet con Pasteur en Francia, y Bas- tián con Tyndall en Inglaterra. Leibnitz, el autor del célebre aforismo natura non facit saltum (1) que sirvió de lema á toda una escuela de filósofos naturalistas, maz- ca una nueva etapa con su genial principio de continuidad. Alfredo Fouillée resumió el pensamiento de Leibnitz más ó menos en los si- guientes términos (2). La continuidad existe en todas las cosas del mundo y la vida existe donde quiera que haya organización. El mi- neral se halla ya organizado en sus elementos primitivos; nada se ha- lla inerte en la naturaleza, la vida es universal. Lo que denominamos en particular seres vivos, son concentraciones de energías vitales es- parcidas por el universo y que constituyen un conjunto con las fuer- Zas motrices. Causa de movimiento, fuerza, actividad, vida. son sinó- nimos en el fondo. Según esta doctrina no hay reino inorgánico pero sí, un solo reino orgánico, cuyas formas minerales, vegetales y anima- les, son desarrollos diversos. Estas ideas de Leibnitz se hallan de acuerdo en gran parte, con la doctrina moderna de la generación espontánea (representada por Haeckel y su escuela) que no admite el surgimiento brusco de los seres vivos superiores de la materia orgánica, como lo suponían los anti- guos, ni tampoco acepta la idea errónea de algunos modernos, que sostienen que cualquier precipitado químico con forma más ó menos parecida á la de un organismo tiene vida. En una palabra, se halla en. armonía con la doctrina que trata de demostrar que la ciencia actual es capaz, por sus métodos perfeccionados de investigación, de esta- blecer artificialmente esa continuidad, ese desarrollo diverso de la vida de los diferentes reinos que se halla intimamente ligado al des- arrollo gradual de su organización físico-química y anatómica. (1) Según Perrier, Lineo hizo suyo este aforismo. (Véase OSBORN, Dai Grecia Darwin, traducida del inglés por G. Nobili. pág. 133, 1901.) (2) A. FouILLÉE, Le mouvement positiviste et la conception sociologique du monde, pág. 110, 1896. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 161 Más tarde Bonet (1) (1720-1793) y Robinet (1635-1720) se encargan de continuar la doctrina Leibnitz. Bonet se inspiró en la ley de con- tinuidad y después de una serie de razonamientos llegó á las mimas conclusiones que el filósofo alemán (2). Para él, toda la creación for- ma una cadena continua desde el mineral al término de la escala ani mal, desde el átomo hasta el hombre y el pasaje gradual de un térmi no al otro, de una especie á la otra, á través de los eslabones (varieda- des), se hace á expensas de las fuerzas internas del universo (« prin cipio perfeccionante interno» de Aristóteles). Esta doctrina la des- arrolló en dos obras fundamentales publicadas respectivamente en 1764 y 17685: Contemplations de la nature y la Palingénesie philosophi- que ou idées sur Vétat passé et sur Pétat futur des étres (Osborn, loe. cit., pág. 125). Robinet desarrolló su doctrina en dos obras: De la Nature (1786) y Considérations philosophiques sur la gradation naturelle des formes de Pétre (1768) en las cuales según la opinión del profesor Osborn (3), tuvo notables conceptos de la evolución. Aplicó el principio de Leib- nitz al origen de la vida, negando toda diferencia entre los cuerpos inorgánicos y los orgánicos y supuso la existencias de gérmenes que seguían la ley de continuidad ya sea que ellos pertenecieran á la ma- teria animada ó á la inanimada. Según él, estos gérmenes son capaces de desarrollarse en todas las formas posibles: toda la materia es vi- viente y existe un solo reino, el reino animal. Oken (1776-1851) contribuyó también al adelanto de la doctrina de la generación espontánea y se le puede considerar como un conti- nuador de la teoría de Anaximandro (4). Su manual de filosofía de la naturaleza apareció en 1809 (5), es decir en el mismo año en que La- mark publicó su obra fundamental de Filosofía zoológica. Aldecir de Haeckel, en la obra de Oken se encuentra un eran núme- ro de ideas justas y profundas mezcladas con otras erróneas y fantás- ticas. Como entre las primeras existen algunas que Haeckel conside- ra proféticas, las transcribimos de la obra donde este renombrado na- turalista las interpreta (Historia de la creación de los seres: teoría de evolución de Goethe 4 Oken, 70). (1) Osborn, loc. cit., pág. 121. 2) Osborn, pág. 123. (5) Loc. cit., pág. 125. (4) Loc. cit. págino 127. (5) Ya en 1802 él había publicado un esquema de esta obra (Osborn, pág. 228). AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 11 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Oken sostenía que el punto de partida de los fenómenos vitales de todos los órganos á substratum químico común, era una especie de substancia viva general y simple que él denominó substancia coloide primitiva (Urschleim). Todo lo que es organizado proviene según él, de una substancia coloide: es simplemente materia coloide diversa- mente modelada. Esta substancia primitiva se produce en el mar ó de la materia inorgánica, durante la evolución del planeta y evolucio- na cambiando constantemente de forma, engendrando los diferentes organismos. La base del mundo orgánico está constituída por una in- finidad de vesículas del coloide primitivo y los organismos más sim- ples no son otra cosa que vesículas aisladas y todo organismo desarro- llado de un rango elevado es una agregación ó síntesis de las mismas. Cada vesícula ó infusorio como él le denominaba, tiene forma esférica y se desarrolla del modo siguiente: primero es un agregado de un nú- mero casi infinito de puntos orgánicos y luego debido á un proceso de oxidación la forma fluída original es substituída por una vesícula con líquido interior y una periferia sólida (1). Por lo expuesto se ve que Oken no sólo viene á ser el precursor de la teoría celular de Schleiden y Sehwann, sino que ha previsto la im- portancia grande del coloide protoplasmático como unidad físico-quí- mica de la materia viva. Erasmo Darwin (1731-1502), que pertenece al grupo de los grandes naturalistas del siglo XVut y también según Osborn al de los poetas de la evolución, como Empédocles, Lucrecio y Goethe, sostuvo la hipótesis de la generación espontánea basándose en ideas análogas á las de Oken. En una de sus obras (Temple of nature, publicada en 1502 después de su muerte é interpretada por el doctor Ernesto Krau- se) expone en forma poética sus ideas que difieren de la de los filóso- fos griegos porque considera la generación espontánea aplicable sólo a los seres infinitamente pequeños (2). Transcribimos textualmente de la obra del profesor Osborn, las siguientes ideas de Erasmo Darwin, por lo significativas que son desde el punto de vista de la filosofía bio- lógica: «Sin progenitores, por generación espontánea se han formado los primeros puntos de materia animada... La vida orgánica nació bajo las ondas marinas y creció en las límpicas grutas del océano; primero, Formas no visibles con lente alguna, se movieron en el fango y navegaron (1) Osborn, loc. cit. pág. 129. (2) Loc. cit., pág. 144. LA GENERACIÓN ESPONT ÍÁNEA 163 en la masa acuosa y cuando sucesivas generaciones surgieron, adqui- rieron nuevas facultades y órganos más grandes; entonces aparecieron innumerables grupos de vegetales y animales capaces de respirar y provistos de plumas, garras y alas. Después vinieron formas interme dias entre las marinas y las terrestres (anfibios) y por último las for mas terrestres de la vida. Gradualmente se fueron adquiriendo nue vas facultades. » Lamarek (1744-1529) que puede considerarse como el fundador de la teoría moderna de la evolución, primero pareció rechazar la doctrina de la abiogénesis pero más tarde, en 15802, colocó como base de su es- cala de «Evolución», el origen y generación continua de las formas infimas de la vida á expensas de la materia orgánica. «En el agua se reunen pequenisimas masas de materia mucilaginosa. Bajo la influen- cia de la luz, ciertos elementos como el calor y la electricidad, entran en estos corpúsculos. Ellos se hacen capaces de recibir y emitir gases: comienzan los movimientos vitales y de tal manera surge á la vida una planta ó un animal elemental. Probablemente aun las formas más elevadas de la vida, como los parásitos intestinales, se originan de tal suerte. La naturaleza se halla entonces en continua creación...» « De estas masas de materia agrupadas en conjunto por atracción, se formó un tejido celular, que contenía y se hallaba dotado de movimientos vitales; que estas pequeñas formas de vida fueron los habitantes pri- mitivos del globo y además, que la generación espontánea de tales or- vanismos se producía todavía continuamente». Como lo hace notar Osborn (1), esta teoría fué expuesta primero que la análoga de Oken. Treviranus, naturalista alemán (1776-1837), que conjuntamente con Lamarek en 1502 tuvo la idea de reunir bajo la denominación general dle biología los principios fundamentales de la botánica y de la zoolo- gía, admitía también la producción de las formas vivientes por la ae- ción de las fuerzas físicas sobre la materia inoreánica (amorfa) (2). En el siglo XIX Ernesto Haeckel, Pfluger y Leo Herrera clausura- ron la fase filosófica del periodo moderno, con una hipótesis que cons- tituye un perfeccionamiento ó complemento de la doctrina de la gene- ración espontánea, tal como la han entendido Oken y Lamarek. Esta nueva tendencia se halla en armonía, como ya hemos tenido ocasión de manifestarlo, con el principio de continuidad de Leibnitz. (1) Loc. cit., pág. 183. (2) Loc. cit. pág. 197. 164 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Haeckel supone que en tiempos muy lejanos, cuando la tierra había dejado de ser una masa lgnea y el agua comenzaba á formarse, la ma- teria inorgánica se organizó por la acción de las fuerzas físicas, dando por resultado la aparición espontánea de las formas inferiores de la vida. Esta hipótesis y la del «carbono» relativa á la naturaleza de las funciones vitales de la materia (emitida en 1866), ha tenido por origen los notables estudios que este naturalista hizo en 1544 sobre las mo- neras, organismos extremadamente simples, constitvídos por peque- nos corpúsculos vivos, de naturaleza albuminoidea, aparentemente sin vestigios de organización (1) véase la descripción de la Protomixa auwrantiaca y el árbol genealógico unitario de las protistas (Historia de la creación). Haeckel se opuso abiertamente y con sobradas razones, contra aquellos que buscaban un refugio en el milagro de una creación sobre- natural, incomprensible, desechando todos los datos positivos y espe- culativos que la ciencia y la filosofía les proporcionaban. Desde un principio se declaró partidario decidido de la generación espontánea y podemos decir con justicia, que de los contemporáneos, él es el que ha planteado este problema de un modo más claro y preciso y sobre todo, el que lo ha defendido con más empeño sosteniendo esas luchas apasionadas características de los espíritus convencidos. En su Historia de la creación de los seres comienza por determinar de un modo sumario las propiedades fundamentales de los cuerpos con- siderados sin vida y de los cuerpos vivos, con el objeto de hacer re- saltar lo que es común y lo que es especial á cada uno, teniendo en cuenta para ello el triple aspecto de la materia forma y fuerza. Insiste en este punto generalmente descuidado, porque es necesario para te- ner una idea unitaria y monista del conjunto de la naturaleza. Según la teoría del carbono de Haeckel, los fenómenos caracteriísti- cos del movimiento y la forma de la vida orgánica no son la manifes- tación de una fuerza vital especial, sino simplemente modos de acti- vidad (inmediata ó mediata) de los cuerpos albuminoideos (combina- ciones del plasma) y las otras combinaciones más complicadas del carbono (Morfología general, 1866 y Enigmas del universo, 1899). Esta teoría formulada en el año 1866 se apoya en los principios fundamen- tales siguientes, establecidos por la química fisiológica y que el men- (1) Las primeras observaciones hechas por el profesor Haeckel tuvieron lugar en 1860 en Niza: más tarde él descubrió otras moneras en las aguas de las islas Canarias y en el estrecho de Gibraltar. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 165 Y cionado filósofo enumera en sus Enigmas del universo (traducción de Camille Bos, Théorie carbogéne, pág 205, 19053) : I[. En los cuerpos naturales orgánicos no entran elementos que no sean inorgánicos. II. Las combinaciones de elementos pertenecientes á organismos y que determinan sus «fenómenos vitales», consisten en plasma, del erupo de los albuminoides. IL. La vida orgánica es un proceso físico-químico, engendrado por cambios nutritivos entre los plasmas albuminoideos. IV. El único elemento que es capaz de construir albuminoides com plejos combinándose con otros elementos (oxígeno, hidrógeno, nitro- geno, ete.) es el carbono. V. Estas combinaciones de plasma á base de carbono se distinguen de la mayor parte de las otras combinaciones químicas por su estruc- tura molecular muy compleja, por su instabilidad y por el estado gela- tinoso de sus agregados. Haeckel entiende por « generación espontánea », la producción de un individuo orgánico sin parientes, sin el coneurso de un organismo generador y admite dos variedades de este fenómeno: la autogonia (ge neración de sí mismo) y plasmogonia (generación del plasma). Por auto- gonia él designa la producción de un individuo orgánico muy simple en una solución generatriz inorgánica, es decir en un líquido que con- tenga al estado de disolución y bajo forma de combinaciones simples y estables, los materiales necesarios á la composición del organismo (ácido carbónico, amontaco, sales binarias, ete.). Y por plasmogonia la generación espontánea de un organismo en un líquido que contiene las substancias necesarias bajo forma de compuestos del carbono, complejos, é inestables, por ejemplo albúmina, grasa, hidratos de car- bono, ete. (1). Las experiencias hechas hasta ahora se han relacionado más con la plasmogonia que con la autogonia. « Estos ensayos de antogonia, dice Haeeckel, no han dado hasta el presente, resultado positivo. Por consiguiente, tenemos derecho de afirmar que estas experiencias no han demostrado de ninguna manera la generación espontánea. La mayor parte de los naturalistas que han tratado de resolver estas cuestiones experimentalmente y que, después de haber tomado las precauciones más minuciosas y operado en con diciones bien determinadas, no han visto aparecer organismo alguno, (1) E. HarckeL, Historia de la ercación. 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA han afirmado, basándose en este resultado negativo que ningún orga- nismo puede nacer espontáneamente sin parientes. « Esta afirmación temeraria é irreflexiva se apoya únicamente en un resultado experimental negativo, que sólo prueba que en tales ó cuales condiciones artificiales en que se han colocado los experimen- tadores, ningún organismo se ha formado. Pero de estos ensayos ten- tados en condiciones puramente artificiales no estamos autorizados á concluir de un modo general que la generación espontánea sea impo- sible. La imposibilidad del hecho no puede establecerse. En efecto, ¿Qué medios tenemos para saber si, durante aquellas épocas primiti- vas, infinitamente lejanas, no existian condiciones muy diferentes de las actuales, condiciones en cuyo seno la generación espontánea era posible ?... Más bien nos hallamos en el derecho de afirmar que, en las edades primitivas, las condiciones generales de la vida han debido diferir absolutamente de las condiciones actuales. Tengamos presente que las enormes cantidades de carbono del período hullero, acumuladas en los terrenos carboníferos, han sido fijados únicamente por el fun- cionamiento de la vida vegetal y son los residuos prodigiosamente comprimidos, de innumerables plantas acumuladas durante millones de años. Ahora, en la época en que el agua se depositó al estado líquido sobre la corteza terrestre enfriada y los organismos se formaron por la primera vez por generación espontánea, estas inmensas cantidades de carbono existían bajo otra forma probablemente, en gran parte al estado anhidrido carbónico mezclado econ la atmósfera. La compo- sición de la atmósfera difería entonces mucho de la composición actual. Además, como se puede deducir de consideraciones químicas, físicas y geológicas, la densidad y el estado eléctrico de la atmósfera eran distintos. El mar que envolvía entonces la superficie terrestre por completo, tenía igualmente una constitución química y física parti- culares. La temperatura, la densidad, el estado salino, etc., de este mar debía diferir mucho de lo que se observa en los mares actuales. En todo caso y sin que sea necesario invocar otras razones, no se puede negar, que una generación espontánea, posible entonces, en condicio- nes distintas, pueda realizarse hoy. » Después de hacer notar que debido al maravilloso progreso de la química será posible tarde ó temprano llegar á obtener artificialmente en el laboratorio las substancias protoplasmáticas y de poner de re- lieve la importancia grande de las moneras, primitivos antepasados de todos los otros organismos (véase árbol genealógico unitario de las protistas), Haeckel termina sus consideraciones generales sobre la LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 167 doctrina de la generación espontánea con las siguientes frases (1). « Si se desecha la hipótesis de la generación espontánea, es forzoso re- curtir para este punto solamente, de la teoría de la evolución al mila- ero de una creación sobrenatural. El creador habría producido, en su estado actual, los primeros organismos de los cuales todos los demás han descendido, por lo menos la más simple de las moneras, los cito- dos primitivos y luego le habría dado la facultad se desarrollarse me- 'ánicamente. Dejaré á cada uno de vosotros elegir entre esta idea y la hipótesis de la generación espontánea. Suponer que en este solo punto de la evolución regular de la materia el Creador haya interve- nido caprichosamente, cuando todo marcha sin su cooperación, es ésto, me parece (dice Haeckel) una hipótesis poco satisfactoria tanto para el corazón del creyente como para la razón del sabio. Expliquemos al contrario, el origen de los primeros organismos por la generación es- pontánea (hipótesis que apoyada por los argumentos precedentes y sobre todo por el descubrimiento de las moneras, no ofrece serias difi- cultades) y entonces habremos ligado por un encadenamiento ininterrum- pido y natural la evolución de la tierra y de los seres engendrados por ella y aquí donde subsisten puntos dudosos, nosotros proclamaremos la unidad de la naturaleza entera, la unidad de las leyes de su des- arrollo ». (Loc. cit. y Morfología general, L, pág. 164) (2). Más tarde en sus Enigmas del universo (1899), hace notar que el concepto de procreación ó « generación espontánea » es todavía em- pleado en sentidos muy diferentes : la obscuridad de este término y su aplicación contradictoria dá distintas hipótesis antiguas y modernas, muy diferentes, son precisamente las causas de que este importante problema se cuente entre las cuestiones más confusas y debatidas de las ciencias naturales (3). Por esta razón, Haeckel limita el término de arquegonía 6 abiogénesis á la primera aparición del plasma vivo que sucede á las primeras combinaciones inorgánicas del carbono y dis- tingue en este comienzo de la abiogénesis ó despertar de la vida orgá- nica dos períodos : 1% La autogonia Ó aparición de los cuerpos plásmicos más simples en un líquido generador inorgánico. E (1) Osborn, loc. cit., pág. 144. (2) Véase : LEIBNITZ, Principio de continuidad. (3) Es éste uno de los motivos que nos ha inducido á hacer esta reseña históri- ca, que al mismo tiempo nos pone en evidencia las diferentes acepciones de aque- lla expresión y el desarrollo gradual de la doctrina que nos ocupa. 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 2" La plasmogonia ó individualización en organismos primitivos, de estas combinaciones del plasma bajo forma de moneras. Estas ideas de Haeckel, como vemos, tienen muchos puntos de con- tacto con las emitidas por Oken en 1805, á quien él defiende con em- peño en la obra mencionada. (Hist. de la création. Théorie de Pévolu- tion de Goethe d Oken, 1% edic.). Como justameute lo observa Henry de Varigny en su interesante obra La naturaleza y la vida (trad. de E. Lozano), la biología actual re- chaza la hipótesis de <« la generación espontánea » tal como la enten- dían Aristóteles, Van Helmont y Pouchet, pero no tiene opinión ca- tegóricamente hostil á la doctrina presentada por Haeckel y otros naturalistas. El célebre botánico belya Leo Herrera defiende también en su En- sayos de filosofía botánica (2? curso, 1900) esta doctrina y llega á afirmar que «si la generación espontánea no se ha realizado hasta el presente en el laboratorio, no quiere decir que no sea realizable » (1). Pasemos ahora á examinar brevemente las tentativas que se han llevado á cabo (hasta la célebre discusión de Pasteur y Pouchet), con el objeto de demostrar experimentalmente la realidad de la generación espontánea. Como hemos visto en la exposición histórica, la mayor parte de los partidarios de la doctrina de la generación espontánea del período eriego, admitían que seres superiores en organización como las an- vuilas, los peces, etc., surgían directamente del barro. Esta creencia en la generación espontánea de los organismos superiores, se encuen- tra en el siglo XVI y aun en el siglo xvi. Van Helmont célebre mé- dico alquimista del siglo XVI admitía que el agua cristalina de la fuente más pura, al contacto de un fermento, engendraba gusanos y la albahaca fermentada, se convertía en verdaderos escorpiones y el trigo envuelto en una camisa y hecho fermentar daba lugar al nael- miento de ratones. Buffon (1707-1788) sostenía que las moléculas or- ceánicas provenientes de los cuerpos putrefactos eran capaces de en- eendrar por asociaciones diversas, animales ó vegetales relativamente erandes (gusanos, hongos ete.). Según se cree (2) el primero que se levantó contra esta creencia (1) Henry de Varigny, loc. cit., pág. 19. (2) Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, editada por J. Espasa, t. 1 Abiogenesia, pág. 442. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 169 general fué el médico italiano Redi, perteneciente al siglo xvIt, quien demostró, que los gusanos observados en la carne putrefacta eran lar vas nacidas de huevos de moscas. impidiendo el acceso de estos ani- males á la carne por medio de una simple gasa fina, los gusanos no aparecieron. Swammerdann (1637-1650) demostró que las abejas nacían de hue- vos como las moscas y en vista de ello se declaró contrario acérri- mo de la abiogénesis. Sus experiencias fueron confirmadas más tarde por Malpighi, Ramur y Geer. » Debido al descubrimiento del microscopio, hecho que fué realizado á fines del siglo xvIr por Lewenhocek (1632-1733) y Hartsoekir, la faz experimental del problema cambió considerablemente, iniciándose una nueva era llena de alternativas, de discusiones apasionadas y de resultados fecundos para la microbiología. El primero de estos inves- tigadores leva la discusión al mundo de los infinitamente pequeños: observa una gota del líquido proveniente de una infusión orgánica, la encuentra poblada de seres extremadamente pequeños (infusorios) é inmediatamente se lanza contra los abiogenistas. Pero éstos por su parte se defienden y encuentran en el hecho anterior, un nuevo argu- mento en apoyo de su hipótesis: la existencia de esos seres mieros- cópicos no podía explicarse según ellos, sino se admitía la generación espontánea. Poco después, Spallanzani (1) puso en evidencia que introduciendo una infusión de heno dentro de un recipiente con agua pura, después de haber sometido á la ebullición el vegetal, manteniéndolo privado del contacto del aire, se observaba un número muchísimo menor de infusorios que en las condiciones normales (agua fría y contacto con el aire). Como fácilmente se comprende, estas experiencias lejos de resolver la cuestión, excitó más el entusiasmo de los abiogenistas. Los descubrimientos que tuvieron lugar á principios del siglo pa- sado sobre fermentaciones, hicieron renacer con más apasionamiento aun, las célebres discusiones sobre generación espontánea, ocupando intensamente la atención del público por espacio de siete años (15858 á 1865). Boulet, en su interesante obra sobre Pasteur y sus discípulos, comenta la impaciencia que experimentaba este genial investigador, por responder á las diferentes preguntas que se le dirigían acerca de las generaciones espontáneas. Aguijoneado por la curiosidad, Pasteur (1) Loc. cit. 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA no tardó en poner manos á la obra y con la idea anticipada de que se podría impedir las fermentaciones, usando un método apropiado, co- mo lo era el de Redi respecto de los gusanos de la carne, emprendió una serie de experiencias minuciosas que fueron coronadas por el éxi- to. Sometió el líquido fermentescible previamente calentado á más de 1007, á la acción del aire y comprobó que en él no tenía lugar la for- mación del fermento láctico, ni butírico. La fermentación no se pro- dujo tampoco cuando él colocó las uvas libres de polvo ó su jugo es- terilizado, debajo de una campana llena de aire filtrado á través de algodón. Demostró, además, que el fenómeno de las fermentaciones era producido por pequeños organismos vivos que provenían del aire. Á partir de este momento interviene Pouchet, quien intenta poner en evidene:a la generación espontánea valiéndose de una experiencia sencilla, análoga á la efectuada anteriormente por Spallanzani, para demostrar lo contrario. Dentro de la cuba de mercurio colocó un fras- co tapado con la boca invertida, en el cual había introducido agua hirviendo y una vez enfriada ésta, hizo llegar á dicho frasco una mez- ela de oxígeno y nitrógeno en las proporciones que estos elementos se encuentran en el aire y añadió al mismo tiempo un haz de heno pre- viamente sometido á una temperatura de 1007, durante veinte minu- tos (1). Transcurridos ocho días se observaron mieroorganismos en la infusión de heno así formada (mohos, infusorios, etc.). Tanto Pouchet que comunicó este resultado á la academia de ciencias de Paris en 1858. como Joly y Musset que á él se habían asociado, vieron en di- cha experiencia, una prueba irrefutable de las generaciones espontá- neas (2). : Tal fué el entusiasmo con que tomaron Pasteur y Pouchet y sus co- laboradores. este importante problema experimental, que no vacilaron en hacer ascensiones peligrosas á las montañas (los abiogenistas á la Maladetta que es una de las más altas de los Pirineos españoles: 3400 metros y Pasteur á Montauvert), con el objeto de recoger aire á diver- sas alturas y poder así, proseguir su discusión sobre la teoría de los vérmenes (panspermia y semi-panspermia). (1) Boutker, Pasteur y sus discípulos, traducción de N. Estévanez, 1899. Capítulo VII, generaciones espontáneas, materialismo y espiritualismo, una lección magis- tral de Pasteur. (2) Loc. cit. pág. 109 y Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana (ed. Espasa), Abiogenesia, t. 1., pág. 443. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 171 Después de una larga lucha de seis años, Pasteur se decide cerrar la discusión dando una conferencia en la Sorbona, cuyas conclusiones principales extractamos de la obra de Boutet. En ella comienza haciendo una breve reseña histórica, sobre todo de las opiniones de Van Helmont, Buften y Michelet y después de afirmar que su auditorio saldría con el cabal convencimiento de que la generación espontánea de los seres microscópicos era una quimera, comunica el resultado de sus experiencias más importantes. Por ellas puso en evidencia, que era el mercurio usado en la cuba, el que había inducido en error á Pouchet: en efecto, todo el polvo atmosférico que se hallaba adherido á la superficie libre del metal, se reconcentraba en la parte donde se introducía un objeto (varilla de vidrio) por capi- laridad y los gérmenes microscópicos penetrando por la boca del fras- co engendraban más tarde los microorganismos. En presencia del au- ditorio demostró experimentalmente, que si se hiciera hervir una in- fusión de materia orgánica en un recipiente de cuello retorcido y des- pués se le dejara enfriar no se alteraría el líquido de la infusión. La prueba de ello es que él había conseguido por ese medio, conservar durante algunos años los infusiones orgánicas sin observar la más mí- nima alteración: la curvatura del cuello impedía la penetración del polvo atmosférico (1). Como vemos en esta célebre discusión, Pasteur sale vencedor, de- mostrando el error en que habían incurrido Pouchet y sus colaborado- res, pero el debate queda aun abierto, puesto que él no demostró de ninguna manera la imposibilidad de la generación espontánea tal como la concibe Haeckel y su escuela. Más tarde, en Inglaterra, Tyndall demuestra la inexactitud de las experiencias de Bastian en favor de la abiogénesis 6 heterogénesis como este último le denomina. (1) Pasteur desde un principio abandonó el mercurio á causa de este inconve- niente. SEGUNDA PARTE LAS INVESTIGACIONES MODERNAS SOBRE GENERACIÓN ESPONTÁNEA Kn esta segunda parte de nuestro trabajo, haremos un estudio erí- tico de las investigaciones experimentales modernas, de indole quími- ca y físico-quimica, tendientes á dilucidar el problema de las analogías y diferencias entre seres vivos é inorganismos y el relativo á la gene- ración de la materia viva organica y organizada á expensas de la ma- teria denominada «inerte ». Analogías y diferencias entre los organismos y los inorganismos (1) Estas analogías y diferencias las consideramos desde el doble pun- to de vista estático (materia y forma) y dinámico (fuerza y funciones), teniendo en cuenta los datos suministrados por la bioquímica y por la físico-química de las soluciones verdaderas y coloidales. PUNTO DE VISTA ESTÁTICO (2) $ L, Constitución química y física de los organismos elementales y de los inorganismos Ya Buffon (1707-1788) habiendo notado ciertas diferencias entre la «materia bruta» y la «materia viva» emitió la idea de que una subs- (1) Adoptamos esta denominación de Haeckel para expresar agrupaciones de materia bruta que aparentemente manifiestan los atributos esenciales de la vida orgánica elemental. (2) La materia y forma en los organismos é i¡norganismos LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA LES tancia particular, las moléculas orgánicas, constituían los seres vivos, animales y plantas. (Leo Herrera, Une force vitale ? Extension de Uuni- versité libre de Bruxelles, 1899-1900, lec. TIL, pág. 2.) Después de los adelantos sorprendentes de la bioquímica ha que- dado demostrado que el protoplasma ó substratum de la materia viva, es un sistema complejo constituído por substancias albuminoideas y substancias minerales disueltas en el jugo protoplasmático. Este sis- tema es capaz de efectuar la operación fundamental de los seres vivos; la asimilación, es decir, capaz de llegar por síntesis sucesivas á partir los elementos C, H, O, N hasta constituir las especies químicas orgáni- :'as de más en más evolucionadas, con desarrollo de energía. Es por esta 'azón, que se ha llegado á considerar á los albuminoides como los por- tadores de la vida y á suponer la existencia de moléculas vivientes (A. Gautier y Le Dantec). En lo que sigue daremos una idea sumaria de las principales teorías emitidas en estos últimos tiempos acerca de la constitución química del protoplasma vivo. Según Amstrong (1) (15805), el protoplasma debe presentar puntos activos reunidos en forma de cadenas: la actividad del protoplasma vivo estaría entonces intimamente ligada al encadenamiento de cier- tas agrupaciones. « Es evidente, dice Le Dantec (2), que para hablar con conocimiento de causa de las substancias vivientes, será necesario saber cuál es su constitución atómica. Ahora bien, la química está bien lejos todavía de hacerlo. Los protoplasmas son compuestos muy delicados en los cuales una acción química un poco enérgica, destruye precisamente la función protoplasma; una vez destruida esta función, los cuerpos de los platidas quedan como substancias muertas que aun asimismo, son extremadamente complicadas: ellas parecen pertenecer al grupo de los compuestos llamados albuminoides á causa de cierta semejanza con la albúmina de huevo. No conocemos todavía la constitución atómica de estos albuminoides muertos que parecen ser cuerpos muy vecinos de los protoplasmas, no podemos entonces esperar á conocer tan pronto la química de las substancias vivas». Más adelante, agrega: «Todo sucede como si los protoplasmas bu- vieran además de los caracteres comunes debidos al grupo atómico P, (1) Lorw y Pozzi Escor, Lénergie chimique primaire de la matiére vivante. (2) La matiére vivante, pág. 32. 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA caracteres específicos debidos á los grupos funcionados específicos que existen en su constitución química general; por ejemplo, un con- junto de protoplasmas que tienen en común un grupo correspondiente á la síntesis de la celulosa, constituirán los protoplasmas vegetales; si tienen un grupo correspondiente á la síntesis de la quitina serán los protoplasmas de los atropodos, ete. «De una manera general, pa- rece establecido que todas las propiedades de un sér vivo son inhe- rentes á la composición química del protoplasma de su huevo, que todos los fenómenos considerados como misteriosos, por ejemplo, la adaptación, son reductibles á fenómenos químicos. Tal es según Le Dantec, la base química de la teoría de las funciones vitales. Armando Gautier (1), al estudiar el funcionamiento y organización seneral de la célula, hace ver que se ignoran aún las relaciones que ligan cada uno de los modos de fusionamiento con la organización que caracteriza á cada clase de materia viva. Sin embargo, este mismo autor nos muestra claramente, que es posible sacar partido de algu- nas consideraciones generales que en química permiten ligar la cons- titución de la molécula con las funciones que ella desempeña, para aclarar algo el problema de la función vital del protoplasma. Efeecti- vamente, todo edificio quimico, toda especie química definida está formada de grupos atómicos que por sua modo de arreglo y naturaleza imprimen á todo el conjunto ó á cada sección importante de dicha arquitectura molecular, propiedades y modo de actuar específicos. Un ejemplo sencillo bastará para precisar la idea fundamental de Gautier y es el que nos proporciona la leucina, ácido amidado de cons- titución bien establecida: (H*N—0'"H*"—COOH) que encierra un erupo central 0?H*” unido por un lado á un amidógeno y por otro á un carboxilo. Examinando esta fórmula dice el citado autor: « Estas dos aptitudes opuestas, estas dos funciones, la función amina ó alcalina y la función ácida, aunque diferentes y aun hasta contrarias, pertenecen una y otraá la vezá la leucina y cada una de estas funciones distintas poseen en esta substancia su órgano propio, á saber, el radical espe- cífico NH? que lleva la función básica y el grupo COOH que introdu- ce la función ácida; estas dos funciones diferentes y contrarias coexis- ten en la molécula de leucina. » Los párrafos siguientes ponen de manifiesto la idea fundamental que perseguía Gautier al tomar á dicho compuesto de constitución simple como ejemplo de organización molecular. (1) A. GAUTIER, La chimique de la célule vivante, pág. 12. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 175 «El modo de actuar, de funcionar de la molécula química, es decir, su manera de influenciar la materia ambiente y de ser influenciada por ella, es correlativa á su organización química porque lo que acabamos de decir de la leucina se dirá de otra substancia. Los diversos modos según los cuales cada molécula definida nos revela su actividad, de- penden, en efecto, como se ha establecido suficientemente, de estas partes específicas, amidógenos, carboxilos, oxhidrilo, carbonilo, sulfu- rilo, ete., de los cuales ella está constituida y de las relaciones de es- tas partes con el resto del edificio. En una palabra, cada uno de estos erupos ó radicales que el químico puede transportar de un ser quimi- co al otro, son los órganos elementales de este organismo ya complejo, la molécula. Observemos sin embargo, que en todos los seres vivos, desde los más simples que encierran una multitad de células diferenciadas que conservan su función común, los órganos verdaderamente activos y específicos, están esencialmente formados por materiales albuminoides. « Ahora, éstas son las más complicadas de las substancias, en las cuales el peso molecular es el más elevado, los elementos más nume- rosos, los grupos radicales más diversos, aquellos que son los más ines- tables, que el calor, las sales, los reactivos más débiles modifican fácil- mente, aquellos en los cuales los arreglos atómicos especificos son los más numerosos y los más delicados. Se comprende entonces « priori, según las consideraciones precedentes, que la organización puramente química delas substancias albuminoides ofrece un conjunto de funciones moleculares múltiples muy delicadas, es decir, una aptitud de actuar según los modos más diversos, según que intervengan tales ó cuales agentes químicos ó físicos. Esta aptitud relacionada á la comprobación de que las substancias albuminoideas forman siempre la trama de cada célula, basta para explicar lo delicada y múltiple de las acciones pro- vocadas en el protoplasma vivo por los agentes físicos ó químicos más diversos. «¿Las funciones del protoplasma son simplemente la consecuencia y como la suma de las funciones químicas propias de los albuminoides y de las otras substancias de lascuales está constituído ? Nos guarda- mos ir tan lejos, dice Gautier; pero se entreve aquí, cómo el funcio- namiento de la célula está ligado al de sus moléculas integrantes fun- damentales y cómo la organización físico-química del protoplasma inflaye sobre su funcionamiento general en virtud de esta ley que es- tablece, que el modo de funcionamiento deriva de su modo de organi- £ zación... (loc. cit., pág. 15). 176 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA «¿Cómo el protoplasma llega á modificar especificamente la mate- ria inerte ? ¿qué relaciones existen entre su organización compleja y sus funciones? Es difícil precisarlo. Observemos solamente que los protoplasmas están formados de partes desemejantes, de substancias liquidas contenidas en una trama fibrilar y que en virtud del prinei- pio del electrotonus capilar, cada vez que tales arreglos vienen á cam- biar de forma aparecen fenómenos eléctricos. Estas masas proto- plasmáticas no homogéneas, cuando se deforman se hacen fuertes de electricidad á débil tensión. Es muy probable que la energía así pro- ducida en el seno de la célula, sea una de las causas directas de estas reacciones llamadas vitales, nacidas en el protoplasma albuminoi- de. » Vemos, pues, que tanto Haeckel, como Le Dantec, como Gautier, dan á los albuminoideos protoplasmáticos una intervención directa é importante en la producción de los fenómenos vitales. Según Piluger, el carácter químico de los albuminoides muertos se modifica cuando entran á formar parte de la célula viva. Latham admite que durante el pasaje de la materia del estado vivo al estado inerte se produce un cambio químico de la estructura molecular. Nene- ki atribuye un papel importantísimo á la formación de las moléculas albuminoideas labiles durante el proceso vital. Ebrlich supone que en el protoplasma existe un núcleo fundamental que da carácter propio ó individualidad á las moléculas protoplasmá- ticas y ramificaciones del mismo, cadenas laterales Ó grupos funciona- les secundarios, capaces de desempenñar funciones diversas y de contri- buir por lo tanto á mantener intacto el complejo atómico central. Los cambios del medio hacen variar la naturaleza de las cadenas laterales y con ello el sentido de la fanción protoplasma. Con esta concepción de las cadenas laterales, Ebrlich sienta las bases fundamentales de una teoría general sobre las funciones vitales de la materia y queda reservada al químico biólogo la tarea de descubrir en cada caso el ca- rácter íntimo de dichas agrupaciones atómicas. Según Loew, las materias proteicas se encuentran bajo dos formas isoméricas, una estable que constituye losalbuminoides ordinarios y la otra labil característica de la materia viva. Este investigador y Bo- korny han podido aislar una variedad de albúmina activa, que por la acción de las bases orgánicas, se conelomera en forma de esferitas 0 proteosomas, las cuales encierran en sus moléculas grupos aldeídicos y amidógenos provistos de gran labilidad. Por trasposición molecular estos grupos pierden su labilidad y engendran la forma isomérica es- LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA Ur table característica de los albuminoides muertos. Todo agente quími- co ó físico capaz de provocar la transposición molecular anterior, puede considerarse como nocivo para el protoplasma. Loew (1) sostie- ne que no es en los átomos mismos sino en su posición labil, donde re- side el origen de la energía vital. El coloide protoplasmático está constituido por la substancia inter- eranular y por las partículas coloidales que se hallan en suspensión debido á las cargas eléctricas de igual signo que adquieren por el con- tacto con el líquido. Estos hechos justifican la idea de Loew, quien asegura que el protoplasma vivo es un edificio de estructura ¿nesta- ble construído con materiales á su vez individualmente inestables. En resumen, la función protoplasma parece depender del estado de equilibrio coloidal de los agregados moleculares albuminoideos y del estado de equilibrio labil de los grupos atómicos de la molécula de proteína. Cualquier agente físico ó químico capaz de modificar ó des- truir á uno de estos estados de equilibrio, modifica ó destruye la fun- ción de ser el protoplasma vivo. Vemos por todo lo expuesto hasta aquí, que la casi totalidad de los investigadores que han estudiado á fondo la constitución de la mate- ria viva orgánica y organizada representada en su forma más simple por el protoplasma, consideran á los albuminoides como el substra- tum fundamental del conjunto de propiedades que denominamos vi- tales. En vista de ésto, si se quieren establecer comparaciones entre los inorganismos y los organismos, desde el punto de vista de su consti- tución físico-química, lo más lógico será elegir entre los compuestos orgánicos, los más evolucionados en cuanto á su estructura y á sus fun- ciones. Y con mayor razón se deberán acudir á estos compuestos cuya asociación físico-química con los electrolitos disueltos forman el pro- toplasma, si se pretende llegar, aprovechando de los adelantos de la química y de la físico-química, á la síntesis misma de los complejos vitales. Sin embargo, ésto que parece elemental y lógico, es precisamente lo que más han descuidado ciertos experimentadores modernos, que se han imaginado demasiado fácil el problema de la génesis de la ma- teria viva. En efecto, á ellos les ha parecido que la parte química es la de menor importancia, puesto que llegan hasta admitir, que un eris- tal 6 un corpúsculo cualquiera que sea su naturaleza química, es casi (1) Lorw Y Pozzt, Escort, £*énergie chimique primaire de la matiere vivante. AN. SOC, CIENT. ARG. — T. LXXI 12 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un verdadero sér vivo que nace espontáneamente y ven en ellos la asi- milación, la reproducción y hasta la posibilidad de la transmisión por herencia de los caracteres adquiridos (!) cuando en realidad en lo úni- co que se asemejan á los seres vivos, es en su forma y movimientos elementales. Esta idea no resiste 4áun examen un poco atento y podemos asegu- rar que ella ha sido el resultado de un error de observación y de in- terpretación. Todas las investigaciones modernas de la química, mues- tran que la hipótesis más aceptable de la génesis de los complejos vi- tales, es la que supone una exolución lenta y gradual de las especies químicas. La organización de los verdaderos complejos vitales y des- arrollo pleno de sus principales funciones no es un fenómeno brusco, sino más bien el resultado de la acumulación progresiva de los elemen- tos primordiales diferentemente coordinados y de las fuerzas físico- químicas conocidas y de otras que aun lenoramos. Afirmar lo contra- rio sería negar completamente la evolución y relegar la doctrina de La- marck y Darwin, solamente al período transcurrido entre las moneras de Haeckel representadas por el protoplasma albuminoideo y el hombre. Estas consideraciones nos lleva á admitir en el período preproto- plasmático, una verdadera evolución de las especies químicas más sim- ples, originada por la asociación física y química de los elementos, hasta los compuestos de estruetura molecular y funciones más diver- sificadas como los albuminoides ; en una palabra, ellas nos inducen á admitir como muy probable una verdadera filogénesis química y una ontogénesis química. Los términos filogénesis y ontogénesis química han sido ya aplica- dos por Danilewsky y el distinguido fisiólogo italiano Virgilio Duc- ceschi (actualmente profesor de la universidad de Córdoba, República Argentina), para interpretar los datos químicos obtenidos en el campo de la morfología comparada. En lo que sigue daremos á conocer á grandes rasgos esta doctrina desarrollada por Dueceschi en una obra reciente (1). En esta importante obra, Ducceschi aborda el aspecto químico de la doctrina de la evolución apoyándose en los datos suministrados por la química fisiológica comparada y examina la hipótesis de Danilews- ky (2) sobre el desarrollo filogenético de la molécula albuminoidea. (1) VirciLIO DUCCESCHI, LEvoluzione chimica e evoluzione morfologica, 1904. (2) Expuesta en el congreso médico internacional de 1895. La sostanza fonda- mentale del protoplasma. Atti : volumen l, 1895, pág. 307. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 179 Según este investigador ruso, los compuestos albuminoideos, que en el protoplasma de los organismos inferiores, no contienen todos los erupos fundamentales propios de la albúmina tipo, sufren un desarro- llo filogenético, que consiste en la agregación sucesiva de nuevos erupos correspondientes á una forma de adaptación de la molécula á las condiciones químicas del ambiente (loc., cit., pág. 72: Lo sviluppo Ji- logenetico della sostanza proteica secondo il Danilewsky). Los albuminoides que componen algunos organismos inferiores ca- recen comolosostiene Danilewsky, de los grupos dela serie aromática, en tanto, que en los organismos superiores ellos forman parte integran- te y se han hecho tan indispensables que no se podría admitir la vida sin su existencia. Ducceschi después de examinar los hechos mencionados anterior- mente y de tratar de averiguar, si correlativamente á la evolución morfológica existe una evolucion química de los organismos, llega á las siguientes conclusiones que transcribimos por su interés : 1% « Existe una filogénesis química que se nos revela como un au- mento numérico delas substancias proteicas contenidas en los organis- mos, en relación á la mayor diferenciación del protoplasma de los te- jidos. 2% « La diferenciación química de las substancias proteicas, que acompaña á la diferenciación estructural, es debida más probablemen- te, á modificaciones en las relaciones cuantitativas de los grupos ele- mentales que constituyen la molécula proteica y á variaciones isomé- ricas en la posición relativa de aquellos grupos, que á una agregación progresiva de ellos. 32 «Á la diferenciación y adaptación de la estructura citológica, parece corresponder fenómenos análogos en la constitución química de las substancias proteicas, en el sentido de una participación cuali- tativa y de una disposición estéreo-química más útil de los grupos elementales según su aptitud química ; á la división funcional del tra- bajo sirve probablemente de base la diferenciación entre las propieda- des químicas de los núcleos elementales que componen la molécula proteica. » En resumen : la diferenciación estructural de los organismos en su evolución, está acompañada de una diferenciación química, en la cual se verifica una verdadera adaptación de los constituyentes fundamen- tales del protoplasma ó sealde las substancias proteicas. Un fenómeno semejante de diferenciación y adaptación tiene lugar en el desarrollo actual ontogenético de los seres organizados. 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Según Dueceschi se puede dar un paso más respecto á la interpre- tación del aspecto químico de los fenómenos evolutivos del organismo tomando como base el estudio de la constitución de las substancias proteicas, pero una doctrina de las relaciones de los fenómenos obser- vados en la filogénesis y ontogénesis, no podría ser formulada hasta que nuestros conocimientos sobre la constitución química del proto- plasma estén más avanzados. Es, pues, á la química fisiológica que le está reservado el papel de ¿integrar el aspecto morfológico, por el cual se revelan á nosotros los fenómenos evolutivos, econ el aspecto funcional y químico. El examen de los más superficiales problemas bioquímicos de la doctrina de la evolución, basta según Ducceschi, para demos- trar cuán lejos nos hallamos de la posesión de los elementos de estu- dio necesarios para la conquista de las leyes generales de la vida. Si la doctrina de la evolución presenta grandes lagunas en lo que se refiere á la diferenciación química estructural y fundamental de los organismos, no nos debe extrañar que su aplicación á los desarrollos estructurales y funcionales que tienen lugar probablemente en las especies químicas, presente mayores dificultades aun. Es quizá por esta razón que la doctrina de la evolución de las especies químicas no ha sido formulada todavía. Falta poner en evidencia la parte de la evolución comprendida en- tre el elemento y la molécula albuminoidea viviente, que no es menos importante que la comprendida entre los seres unicelulares y el hom- bre. Si se pretende con sobradas razones, reproducir artificialmente un complejo orgánico y organizado como el protoplasma, ésto sólo podrá realizarse cuando se hayan acumulado los datos necesarios sobre asi- milación vital (oxidaciones orgánicas provocadas por los agentes dias- tásicos, síntesis por reducciones y deshidrataciones, etc.), como para poder reconstruir teórica y experimentalmente la molécula proteica y su asociación físico-química, á partir de los elementos tales como el 0, N,O, H, etc. La clave de este primer problema, la tenemos en el estudio bioquímico de la asimilación y en las experiencias de labora- torio sobre síntesis de las substancias albuminoideas tan admirable- mente inauguradas por Fischer y otros investigadores. Los que han pretendido crear una ciencia nueva (plasmogénesis!), llegan la mayor parte de las veces á comparar con la materia viva, substancias químicas cualesquiera de las más simples, guiados exclu- sivamente por el empirismo y la observación más superficial basada en la sóla inspección de las formas y movimientos elementales. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 18] Seguir este camino, implica nada menos que despreciar toda la par- te química de la evolución, sin la cual no es posible interpretar la génesis de los complejos vitales (1). Como conclusión de esta parte podemos afirmar, que á pesar de los heroicos y dignos esfuerzos de los químicos, no es posible por ahora, establecer una analogía legítima entre la materia de los organismos rudimentarios y la de los inorganismos obtenidos artificialmente. Sin embargo, esperanzas bastante fundadas halagan en estos mo mentos, al espíritu del investigador, haciendo postergar sus desfalleci- mientos á veces prematuros por lo menos hasta un lejano futuro. Sólo una confianza grande en el porvenir de la química podrá ayudar á estos héroes de la ciencia en la grandiosa tarea que se han impuesto. Los bellos trabajos de Fischer, Abderhalden y sus escuelas, hacen esperar en una verdadera realización del problema de la síntesis de los albuminoides protoplasmáticos, de la cual dependen en gran parte la obtención artificial de la materia viva. yg HI. La forma en los organismos y en los inorganismos En este campo, el número de datos experimentales acumulados en los últimos tiempos es verdaderamente inmenso. Ha sido posible, por medio de experiencias bien combinadas operando con soluciones ver- daderas ó eristaloideas y con soluciones coloidales, obtener imitacio- nes, desde las estructuras más simples de las membranas hasta las formas tejidos y de organismos inferiores. En lo que sigue expondremos las más importantes, consultando para ello los trabajos recientes de Benedikt (2) y de Leduc. Transeribimos en este lugar, de una publicación reciente que el profesor Leduc á tenido á bien enviarnos (3), una ligera reseña histó- rica sobre la obtención de formas organizadas, hecha por el profesor Quincke (de Hidelberg) en 1902. (1) En la excelente obra de Jacques Duclaux se encuentran ideas generales acertadas sobre el estado actual de la química de la materia viva. Véase especial- mente el capítulo XI, que trata sobre algunos caracteres químicos de la vida y de la muerte. (La chimique de la matiére vivante, 1910.) (2) BENEDIKT, Biomécanisme ou néovitalisme en médicine et en biologie. — 2* par- tie (la formation des cristaux et le biomécanisme du developpement des tissus), tra- ducción de Robert Tessot, París, 1904. (5) LEDUC, Les croissances osmotisques et Porigine des étres vivants, 1909. 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Gustavo Rose en 1837 observó la formación de esferocristales en el precipitado determinado por la acción de los carbonatos alcalinos so- bre el cloruro de calcio. Estos cristales á veces con forma de estre- llitas y rosetas y discos con bordes ondulados aumentaban de volumen antes de pasar á ser romboedros. Más tarde (1839 y 1855) Linke y Benige describen la formación de ciertos precipitados eranulares de sulfuros y ferrocianuros coloidales. Del examen de sus preparados sobre el papel del filtro, Benige cree legítimo sacar la conclusión de que en ellos intervienen además de la capilaridad otra fuerza que puede considerarse como representante elemental de la fuerza vital en acción en los animales y plantas. En el año 1865, Rud Bottger obtuvo vegetaciones inorgánicas in- troduciendo cristales de cloruros de fierro y de cobalto, sulfato de manganeso y nitrato de cobre en soluciones acuosas de silicato de sodio de densidad 1.18. Un año más tarde, Moritz Traube consiguió imitar algunas formas celulares con precipitados coloidales, por la acción de tanino sobre gelatina, el acetato de cobre y plomo sobre soluciones de silicato y de cloruro de cobre, acetato de plomo y cobre y nitrato mercúrico sobre soluciones acuosas de ferrocianuros. Las células y membranas artificiales de Traube fueron estudiadas sucesivamente por Hugo de Vries, Reinke, Cohon y Leduc, quienes observaron su transformación gradual hasta perder sus propiedades osmóticas. Estas membranas no están constituidas por mallas de subs- tancias sólidas, como el mismo Traube creía, sino que son precipitados coloidales ricos en agua que luego Pluiffer utilizó para reemplazar en el osmómetro las membranas de origen animal y vegétal. Aquí mere- cen especial mención las experiencias de Tamaun, que consistían en poner en contacto soluciones de cloruros y sulfatos de metales pesa- dos con soluciones de fosfatos, silicatos, ferrocianuros y otras sales : las membranas obtenidas eran permeables y podían compararse con sus propiedades y membranas líquidas. Butehli que se ha ocupado de la imitación de la estructura del protoplasma por medio de emulsio- nes, ha efectuado observaciones microscópicas de las membranas de ferrocianuros de cobre. Harting, de Holanda, estuvo observando durante treinta años las transformaciones ofrecidas por los cuerpos inorgánicos, en el momento de su pasaje del estado de solución al estado sólido (1). Él pudo produ- (1) BENEDIKT, loc. cif., pág. 37. Los trabajos de Hartings fueron comunica- LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 155 cir formas análogas á las orgánicas precipitando una solución de sal de calcio (CI*0a) por un carbonato alcalino (de Na ó K). En la superficie de contacto se formó una masa gelatinosa, transparente y plegada que se asemejaba á una membrana. Dicha membrana (fig. 1, a) perdía poco á poco su transparencia y daba lugar después de su contracción, á la formación de corpúsculos refringentes, al principio muy pequeños y agrupados (b), y luego de mayor volumen (€). Los corpúsculos más erandes poseen una especie de núcleos y contenido granuloso que se aglutinan como los glóbulos rojos de la sangre (d) y cuando son radia- dos, su aspecto morfológico se asemeja á células. Estas células inor- gánicas de Harting presentan á menudo el fenómeno de división (e), Fig. 1 un esfero-cristal radiado da lugar á la formación de varios individuos cristalinos. Conjuntamente con estos corpúsculos se observan crista- les romboédricos de aspecto calcáreo. Estos fenómenos de formación cristalina son influenciados por di- ferentes factores como la concentración de las soluciones, la tempera- tura, el movimiento, el tiempo y la adición de substancias extrañas. Las soluciones diluídas favorecen la formación del estado floconoso. El reposo y el frío retardan el proceso: el movimiento y el calor lo aceleran. Cuanto más lento es el fenómeno mayor es el tamaño de los corpúsculos y menor su número (1). La adición de líquidos vegetales mucilaginosos como la goma arábiga y el almidón no tiene influencia : si dichas substancias son de origen animal el efecto es muy grande. Estas últimas experiencias de Harting, cuyos resultados á continua- dos á la Academia de ciencias de Amsterdam en 1873, en una memoria sobre Investigaciones de morfología sintética. (1) Loc. cit., pág. 40. 1 84 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción enumeramos, se hallan descriptos con bastante detenimiento en la obra de Benedikt en el capitulo tercero, referente á Plasma y mor- Fogénesis. Después de dos semanas próximamente del contacto de las solucio- nes de eloruro de calcio y de bicarbonato de sodio, en el seno coloidal de albúmina de huevo diluída, se observa que el precipitado membra- noso de carbonato de calcio está constituido por corpúsculos, cuyo diámetro llega hasta 150 y. Estos son generalmente redondeados y algunos encierran un núcleo: muchos de los de mayor tamaño se hallan formados por una serie de anillos concéntricos (fig. 2 a), y con- tenido granular. Otros contienen un cuerpo celular nucleado, una de cuyas regiones ¡la correspondiente al nivel del líquido) se halla trun- cada y luego prolongada en un reborde en forma de copa (fig. 2 b). Existen también algunos que además de esta particularidad, presen- tan prolongaciones en forma de espinas de gran tamaño (fig. 2 €). Más adelante veremos el significado importante que tienen estas formacio- nes desde el punto de vista geológico. Las formas anteriores están constituidas por una mezcla de albú- mina y carbonato de calcio. Este último desaparece cuando sobre ellas se hace actuar ácido acético, pero queda el molde albuminoide llama- do por Harting globulina. Las reacciones químicas de esta elobulina se asemejan á las de la quitina. Operando con fluoruros después de la desaparición del fluoruro de calcio formado en la doble descomposición queda un cilindro hueco que sobrepasa el nivel del líquido y cuyo borde superior es duro como cartílago y sólo contiene vestigios de carbonato de calcio bajo forma de células grandes con núcleos, la parte de la masa privada de cal se LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 185 halla horadada por pequeños agujeros visibles á simple vista (1) que se hallan rodeados por láminas membranosas: estas láminas poseen fibrillas que se asemejan á las del tejido conjuntivo. Debajo del nivel del líquido las laminillas se hallan fuertemente plegadas y contienen corpúsculos redondeados ó poliédricos nueleados. Después de elimi- nar el compuesto cálcico, el tejido que queda se parece de un modo notable al tejido glandular, como Harting lo hace notar (fig. 3). Vogelsang ha podido probar que los globuloides.que constituyen el precipitado de CO*Ca, aumentan de número á medida que se agre- ga gelatina. Hansen, continuando las experiencias de Hartay consi- dera la gelatina y albúmina que retardan la eristalización, como me- dios apropiados á la formación de esfero-eristales. Pero como Butehli Fig. 3 ha demostrado, la presencia de estos agentes coloidales no es necesa- ria para la formación de los estero-cristales de VO*Oa. Hace próximamente 21 años, el profesor Otto von Schroen, de Ná- poles, emprendió una serie de interesantes investigaciones sobre lós fenómenos de cristalización en las soluciones concentradas de un eran número de sales y sebre la morfología y fisiología de los individuos cristalinos así obtenidos. En vista de su importancia para los estudios de estructura del es- tado cristalino (morfología mineral) y para la físico-química de la gé- nesis del cristal en su solución madre, resumiremos brevemente la teoría de Sehroen extractando los puntos esenciales que el profesor Benedikt desarrolla en la obra ya mencionada. Sehyoen empieza por dar mucha importancia al estado precristalino (1) Benedikt, loc. cit., pás. 69. 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA en el proceso de la génesis de los cristales. Al principio se forma una masa de aspecto finamente granuloso, denominada por él petroplasma y después aparecen redes y espesamientos. El llama petroblastos á los elementos más pequeños conocidos del reino mineral y divide en dos fases principales la evolución morfoló- vica del petroplasma hasta constituir la petrocélula. En la primera fase, en un momento dado de la evolución de la petrocélula madre, se forman petroblastos por la conjunción de los filamentos del protolito- plasma (que constituyen su envoltura) y de deuterolitoplasma (que cons- tituye el centro ó contenido) provenientes de la diferenciación del pe- troplasma. En la seguda fase, correspondiente al estado precristalino, los petrobastos contenidos en células semejantes á esporangios, for- man núcleos que expulsados por la petrocélula madre, vienen á engen- drar células nuevas. Éstas á su vez crecen atrayendo material, se multiplican por división y producen petrobastos que son expulsados. La figura 4 muestra una petrocélula de ácido salicílico expulsando un núcleo, y la figura 5 representa el estado precristalino del mismo com- puesto donde se observa netamente la fase celular (división celular y formación de cristales en el interior de las células). Como lo observa Benedikt, si no se supiera que estos fenómenos tienen lugar en una solución de ácido salicílico, uno se creería en presencia de células orgá- nicas. En resumen: Sehroen se opone abiertamente y con sobradas razones, contra aquellos que guiados por una idea preconcebida, admiten que el cristal se forma instantáneamente y que posee por consiguiente desde el principio una forma característica y matemática. El cristal se forma, según él, paso á paso, recorriendo una serie de fases que tie- nen cada una su morfología propia. Estas ideas del profesor Schroen, LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 1Ss7 tienen la importancia de ponernos de relieve, que la evolución morfo- lógica no es un fenómeno «aislado relegado solamente al reino de la mate- ria viva orgánica y organizada. Alfonso Herrera, de Méjico, ha conseguido unos precipitados inor- eánicos que no tienen nada de común con los organismos que él ha pretendido imitar (1). En ciertos casos ellos afectan formas de lo más diversas, que pueden asemejarse tanto á un infusorio como á un pre- cipitado químico tan frecuente en las dobles descomposiciones que dan nacimiento á un compuesto insoluble y coloidal. Insistimos, por nuestra parte, en afirmar que en ciertas ocasiones se ha querido dar un 'alor exagerado á estas formas inorgánicas de Herrera, que nada tie- nen que ver con los organismos vivos. Las experiencias del profesor Leduc que vamos á describir en seguida, son más ingeniosas y dan un esquema sencillo y bastante aproximado de cómo pueden actuar las fuerzas osmóticas imprimiendo formas orgánicas á la materia. Las primitivas experiencias de Leduec se llevaban á cabo de una manera análoga á las de Traube, con la diferencia que el primero de estos investigadores utiliza sacarosa para desarrollar grandes pre- siones osmóticas, que sin ella no se podrían obtener. Para ello se pre- paran granos ó «semillas» compuestas de una parte de azúcar y una ó dos partes de SO'Cu y luego se les «siembra» á la temperatura de 407, en un líquido formado por una parte de agua, 10 6 20 de solución de gelatina al 10 por ciento, > á 10 partes de una solución saturada de ferrocianuro de potasio y 5 á 10 partes de solución saturada de cloruro de sodio. Operando de este modo se obtienen crecimientos 0s- móticos de grandes dimensiones y que al decir de Leduc (2) presentan formas de órganos análogas á las que se observan en los vegetales : rizomas, raíces, tallos ramificados, hojas, etc. (fig. 6, 7, 5,9 y 10). (3). La gelatina tiene la ventaja de solificarse y de dar preparados que (1) Basta ver las fotografías insertas en uno de sus trabajos (Sr Pimitation des organismes et de la matiére vivante, Méjico, 1904) para cerciorarse de lo ante- rior : los precipitados de silicato de calcio afectan formas variadas según las condiciones de la experiencia y uno puede hallar en ellos las analogías que más desea. (2) S. LeDuc, Les croissances osmotiques et Vorigine des étres vivants. 1909. (3) Estas fotografías han sido reproducidas por el señor Luis Navarro de las originales del doctor Ledue, que me fueron cedidas amablemente por el señor Víctor Delfino. 188 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA fácilmente se pueden transportar. Leduc observa que el fenómeno de crecimiento osmótico es uno de los que ha desempeñado un papel pre- ponderante en el pasado de la tierra. Después de deseribir sus ingeniosas imitaciones de forma obteni- das con cloruro de calcio y carbonato de sodio (1), hace ver la influen- cia grande que tiene la alteración de las condiciones físicas de la expe- riencia, que haciendo variar la presión osmótica, determina también * el cambio de forma. El crecimiento es tanto más rápido y los tallos tanto más ramificados cuanto más concentradas son las soluciones : lo contrario sucede con las soluciones diluídas. La adición de sales tiene también influencia. (1) Loc. >clb. y Biochemische Zeichrift, 1908. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 159 Leduc, se ha dedicado, sobre todo en estos últimos tiempos, á ex- perimentar con sales de caleio, debido al papel preponderante que ellas desempeñan en la formación de esqueletos ó caparazones de seres vivos. Entre ellos podemos citar los que se relacionan con la imita- ción de la estructura física del nacar y de las coquillas de ciertos moluscos (véase loc. cit., pág. 2). Se pueden aceptar sin inconveniente, las conclusiones de este au- tor, de que los fenómenos de ósmosis han intervenido en la adquisición de la forma de los seres inferiores, que se admite con sobradas razo- nes hayan surgido del fondo de los mares (teoría de Anaximandro y de la mayor parte de los filósofos griegos); pero afirmar que estos se- res vivos son crecimientos osmoóticos, es afirmar una cosa que no tie- ne sentido, es sostener algo demasiado vago. ¿Orecimientos osmóti- cos, de qué? ¿ De cualquier precipitado mineral formado por combina- ción química? Esto implicaría, en primer lugar, creer demasiado sencillo el problema del origen de los seres vivos, puesto que bastaría provocar un precipitado de silicato de calcio, carbonato de calcio, ete., para engendrar estos seres, que con toda probabilidad se han forma- do por la lenta evolución necesaria para que la materia mineral se transforme en orgánica y organizada y manifieste los atributos esen- ciales de la vida, y en segundo lugar, sería confundir una fuerza que desempeña un papel preponderante en algunos fenómenos secundarios de la vida de los organismos, con la fuerza que ha dado origen á estos últimos. Esta sería una afirmación errónea que debemos evitar si no quere mos que aquellas experiencias pierdan aun la poca importancia que tienen desde el punto de vista de la biogénesis. Su importancia estri- ba solamente en que permitirán interpretar ciertos fenómenos de ós- mosis, de redistribución de la materia proveniente de la asimilación, de formación de membranas y estructuras parecidas á las organiza- das, etc. Hay que tener presente que á un hecho relativamente senci- llo no puede exigírsele más de lo que legítimamente puede darnos; de lo contrario, incurriremos en exageraciones perjudiciales para la im- portante causa que la biología moderna persigue. Las nuevas investigaciones de Leduc y de otros autores, son útiles, sobre todo porque en ellas ponen en guardia á los que basándose pu- ramente en las apariencias, pretenden descubrir bajo las formas ¡nor- gánicas, seres provistos de vida. La forma es la resultante de las ac- ciones de la fuerza sobre la materia; estos últimos factores son los esenciales de la producción de los seres vivos y aquella es la con- 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA secuencia y muchas veces suele ser un accidente completamente se- cundario. Por otra parte, fuerzas exteriores completamente distintas, actuando sobre cuerpos de diferente constitución química, pueden engendrar formas análogas. En la historia de la doctrina de la generación espontánea existen casos realmente interesantes que han dado lugar á que se tomen como formas de orgauismos lo que era simplemente el resultado de una acción química ó física sobre la materia inorgánica. Sólo mencionare- mos en este lugar los casos del Bathybius Haekella y del Hozoons canadiensis. En el año 1872, el célebre zoólogo inglés Huxley descubrió un agre- gado material que por su forma se semejaba á una simple monera, en vista de lo cual le asignó el nombre de Bathybius Haekelli (del grie- g0, que significa que vive en las grandes profundidades). Este in- vestigador, estudiando los materiales recogidos en 1872 por el Uha- llenger (1) halló una materia gelatinosa, provista de movimientos, con corpúsculos calcáreos en su interior, que á veces constituían verda- deras redes. Haeckel y Huxley consideraron á aquellas masas como protoplasma dotado de un especie de vida difusa. En vista de todo esto, se creyó que ellos representaban la gelatina primitiva de Oken, que debiera recubrir de una delgada película vi- viente, las grandes profundidades del mar. Al decir de algunos, era el primer esfuerzo de la materia bruta para conquistar su organiza- ción. Más tarde, M. Buchanan (Prev. Royal, lec XXIV), demostró que dicha substancia gelatinosa no contenía materia orgánica y que esta- ba exclusivamente constituida por sulfato de calevo amorfo, cuya pre- cipitación se debía al alcohol empleado en los recipientes de la expe- dición del Challenger. Además, esta substancia se disolvía nuevamente y podía precipitar otra vez por la adición de un nuevo volumen de alcohol, bajo forma de pequenas agujas cristalinas, correspondientes á la forma cristalográfica del sulfato de calcio natural (2). Con estas experiencias queda desalojado el Bathybius del grupo de las moneras de Haeckel, donde se le había ubicado. (1) La expedición del Challenger ha sido la expedición científica más magna del siglo pasado. Fué dirigida por W. Thompson y duró tres años y medio. (2) LAPPARENT, (Gréologie, pág. 140. En la Enciclopedia universal ilustrada de Espasa dice que este punto se dilucidó en el Congreso científico reunido en Seftield en el año 1879. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 191 Mac Mullen (1) en el año 18653, descubrió en el Laurentico un agrega- do material que Dawison después deseribió como de naturaleza ani- mal, dándole el nombre de Hozoon. Hahn y Weinland (2) en 1879 y 1550, llamaron momentáneamente la atención de los paleontologistas y de los naturalistas, con un descubrimiento que ellos creyeron haber realizado: anunciaban el hallazgo de todo un yacimiento de plantas y animales primitivos en las rocas más antiguas y en los me- teoritos. Hahn (abogado alemán), los consideraba como vegetales y por eso le dió el nombre de eofilios y no de eozoon: el calcáreo del Cana- dá se considera como el sedimento más antiguo de la tierra, razón por la cual se admitía, que el eofilio era el primer testimonio de la creación de los seres vivos. Estos mismos agregados se observaron más tarde en el granito, en el gneiss, en la serpentina, en el talco, en ciertas arenas, en el basalto y hasta en el fierro meteórico (Benedikt, loc. cit., pág. 75). Como lo establece Lapparent en su tratado de geología (pág. 677) á los paleontologistas mas competentes (Zittel, Hanbuch der Pa- leontologie, Y, pág. 132) y el estudio minucioso efectuado por Mobius, han hecho descender definitivamente al eozoon al rango de un simple accidente mineralógico, susceptible de producirse en todas las mez- elas de calcita con un piroxeno. Estas confusiones no se deben como lo eree Leduc á la falta de defi- niciones de la vida, que en general son inútiles y á veces hasta perju- diciales porque llevan á los investigadores á ocultar bajo las palabras, la ignorancia que se tiene acerca de las causas íntimas de los fenóme- nos, sino más bien á la falta de datos relativos á las formas diferentes que la materia inorgánica puede afectar por la acción de los diversas agentes. Si las experiencias de este autor y las demás que se han rea- lizado en el terreno de la morfología mineral, consiguen evitar en el fu- turo, semejantes confusiones (que sólo tienen lugar cuando se consi- dera únicamente las apariencias ó el aspecto externo de los objetos estudiados), habrá prestado un inmenso servicio. Leduc también cree que se ha confundido la producción de la vida con la síntesis de los albuminoides y se opone abiertamente á la teoría que se basa en este proceso, diciendo que la vida es de carácter diná- mico, un fenómeno físico ó mecánico. (1) LAPPARENT, pág. 667. (2) BENEDIKT, loc. cit., pág. 41 y 75. Según este autor, en dicho fenómeno pa- rece haber intervenido las formas de Harting, que ya hemos examinado (conos batos). 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lo que en realidad pretenden los que como Haeckel dan tanta im- portancia á los albuminoides, es producir artificialmente un subs- tratum material, análogo al que constituye el protoplasma y lo sufi- cientemente evolucionado desde el punto de vista de su estructura física y química, como para poder desempeñar las funciones de la materia viva. Esta tendencia es perfectamente lógica, pues es sabido (como ya lo ha sostenido Gautier) que á la diversificación de fuancio- nes, acompaña siempre, una diversificación de estructura molecular de la materia que sirve de sostén á aquéllas, y por otra parte, es también acertado, que si se quiere imitar la vida del protoplasma, se empiece por imitar su constitución química y físico-química que servirá de base á sus funciones vitales. En resumen, las ingeniosas experiencias efectuadas hasta aquí en este campo de investigación, son útiles para esquematizar ciertas es- tructuras y ciertos fenómenos físico-químicos que tienen lugar en el seno de los seres vivos, sin que ello implique, por ejemplo, que los organismos sean simples crecimientos osmóticos de cualquier subs- tancia inorgánica. Admitir esto sería, como ya lo hemos observado más de una vez, descuidar la fase química del problema de la evolu- ción, esto es, lo parte quizá más esencial. Dichas esquematizaciones de estructura servirán también para po- ner en alerta á los investigadores y evitar así que se cometan errores al considerar los agregados materiales sólo por sus apariencias mot- fológicas, ya sean éstos macroscópicos Ó microscópicos. En efecto, todos los trabajos de estos últimos años, muestran de un modo evidente, que en cuanto á su forma, en muchos casos, no existen di- ferencias esenciales entre los organismos vivos inferiores y los inorganis- mos ; entre las estructuras orgánicas y las inorgánicas. PUNTO DE VISTA DINÁMICO. LA FISIOLOGÍA DE LOS ORGANISMOS Y DE LOS INORGANISMOS En este lugar, haremos un examen de los principales hechos que ponen en evidencia las analogías y diferencias que existen entre los organismos inferiores y los inorganismos, desde el punto de vista de las fuerzas que ellos manifiestan. Movimientos. — Quincke ha podido imitar con gotas de aceite en soluciones diluídas de carbonato de sodio, los movimientos de emisión de seudopodios de las amibas y los movimientos de las partículas BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS (conclusión) Italia Atti della 1. R. Accad. di Scienze Lettere ed Arti degli Agiati, Rovereto. — Atti della R. Accad. dei Fisiocritici, Siena. — Riv. Li- gure, Genova. — Riv. di Artiglieria e Genio, Roma. — Boll. della Soc. Geografica Italiana, Roma. — Ann. della Soc. degli Ing. e degli Architetti, Roma. — «Il Politecnico », Milano. — Boll. della Soc. Zoologica Italiana. Ro- ma. — Gazz. Chimica Italiana, Roma. — L'E- lettricitá, Milano. — Boll. Scientifico, Pavia. — Riv. Italiana di Scienze Naturali e Boll. del Naturalista Collettore, etc., Siena. — Atti della Soc. dei Naturalisti, Modena. — Boll. della Soc. Entomologica Italiana, Firenze. — Boll. della Soc. Médico Chirurgica, Pavia. — Atti della Soc. Linguistica, Genova. — Boll. del R. Comtato Geologico d Utalia, Roma. — Boll. della R. Scuola Super. Agricultura, Portici. — Atti della Assoc. Elettrotecnica Italiana, Roma — Il monitore Tecnico, Mi- lano. — Boll. del R. Orto Botanico, Palermo. — Commissione Speciale d'Igiene del Muni- cipio, Roma — Boll. Mensuale dell'Osserva- torio Centrale del R. Colegio Alberto in Moncalieri, Torino. — Atti del R. Instituto d'Incoraggiamento, Napoli. — Accad. delle Scienze, Torino. — Atti della Soc. Toscana di Scienze Naturali, Pisa. — Ann. del Museo Civico di Storia Naturale, Genova. — Osserva- torio Vaticano, Roma. — Rass. delle Scienze Geologiche in Italia, Roma. — L'Ingegneria Ferroviaria, Roma. — Atti della R. Accad. di Scienze, Lettere ed Arti, Modena.- — Studi Sassaresi, Sassari. — Riv. Tecnica Italiana, Roma. — Osservatorio della R. Universitá, Torino. — Atti del Collegio degli Ingegneri e Architetti, Palermo. Japón The Botanical Magazine, Tokyo. — The - Journal. of Geography, Tokyo. — Annota— tions Zoological Japaness, Tokyo. — The Zoological Society, Tokyo. Méjico Bol. del Observ. Astronómico Magnético Metereológico Central Méjico. — Bol. del Observ. Nacional, Tacubaya. — An. del Museo Nacional, Méjico. — La medicina científica, Méjico. — Memoria y Rev. de la Soc. cientí- fica, Antonio Alzate. — La Farmacia, Mejico. — An. del Inst. Médico Nacional, Méjico. — Bol. del Inst. Geológico, Méjico. Natal Geological Survey of the Colony, Natal. Paraguay An. de la Universidad, Asunción. Portugal Bol. da Soc. Broteriana, Coimbra. — Jor- nal da Soc. das Sciencias Médicas, Lisboa. — Acad. R. das Sciencias, Lisboa. — Bol. da Soc. de Geographia, Lisboa. — 0 Insttiuto Rev. Scient. é Litteraria, Coimbra. — Bol. do Observ. Metereológico é Magnético, Coim- bra. — Jornal das Sciencias Matemáticas é Astronómicas, Coimbra. — Bol. do Observ. da Universidade, Coimbra. — Bol. do Observ. Meterológico do Infante Dom Louis. Lisboa. Perú (Lima) An. de Minas. — Bol. de la Soc. Geográ- fica. — La Gaceta Cientifica. — Informacio- nes y Memorias de la Soc. de Ingenieros del Perú. — Rev. de Ciencias. Rumania Bol. d Soc. Geográfica, — Bucuresci. Rusia Soc. de Sciences Expérimentales, Khar- kow. — Bul. de la Soc. de Geographie, Helsingfors. — Memoires de la Acad. Imper. des Sciences, San Petersbourg. — Bull. de la Soc. Polithécnique, Moscow. — Rev. des Sciences Mathématiques, Moscow. — La Bi- blioteca Politecnica, San Petersbourg. — Las Ciencias Físico Matemáticas en la Actualidad y en el Porvenir, Moscow. — $00. pro Fauna et Flora, Filandia, Helsingfors, Rusia. — o o a ENS Bull. de la Soc. Impér. des Naturalistes, Moscow. — An. de la Soc. Phisico Chimique, San Petershourg. — Bull. de la Soc. Imper. de Geographie, San Petersbourg. — Phisi- calische Central Observatorium, San Peters- burg. — Bull. du Jardin Imper. de Botanique, San Petersburg. — Korrespondensblat de Natufors Vereins, Riga. — Bull. du Comité Géologique, San Petersburg. — Bull. de la Soc des Naturalistse de la Nouvelle Russie, Odesa. San Salvador Observ. Meteorológico y Astronómico, El Salvador. Suecia y Noruega Sveriges geologisca Underskning. Stoc- kolm. — Bull. of the Geological Inst. Uni- | Nacional. — Bol. del Observ. Metereorológico versity of Upsala, Suecia. — Kongl. Vetens- | Municipal. — An. del Departamento de Ga- kaps. Akademiens. Acad. des Sciences, | naderia y Agricultura. NACIONALES Buenos Aires Rev. de la Fac. de Agronomía y Veterina- ria, La Plata. — Rev. del Centro Universi- tario. La Plata. — Bol. de la Biblioteca Pública, La Plata. — An. del Museo, La Plata. — Oficina Químico Agrícola, La Plata. — An. del Observ. Astronómico, La Plata. — Rev. Mensual de la Cámara Mercantil, Barra- cas al Sud. Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos Aires. — Ar- chivos de Criminalogía, Medicina legal: y Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geográfico Ar- entino. — Bol. de Estadística Municipal. — der. Farmacéutica. — La Ingeniería. — An. del Depart Nacional de Higiene. — Rev. Nacional. — Rev. Técnica. — An. de la Soc. Rural Argentina. — An. del Museo Nacional de Buenos Aires. — Bol. Demográfico Ar- SUBSCRIPCIONES Paris Annales des Ponts et Chaussées. — « Re- vue ». — Contes Rendus de l'Académie des Sciences. — Annales de Chimie et de Pbysi- que. — Nouvelles Annales de Mathématiques. — « La Nature ». — Nouvelles Annales de la Construction (Oppermann). — Revue Scien- tifique. — Revue de Deux Mondes. E AAA ' y d Vide Na cK yu" YH > ' * E Ne e N / LANEA pes 4 Stockolm. — Reggia Soc. Scientiarum, et Litterarum, Góteborgensis. — Porhandl y Vidensk Selskabet, Cristiania. Suiza Bull. Tecnique de la Suisse Romande, Lau- ssanne. — Gengraphich Ethnographiche ge- sellschaft. Zurich. — Soc. Heyéltique des Sciences Naturelles, Berna. — Bull. de la Soc. Neufchíiateloise de Geographie. Uruguay (Montevideo) Vida Moderna. — Rev. de la Asociacion Rural. — Bol. de la Ensenanza Primaria. — Bol. del Observ. Metereológico, Villa Colón. — An. de la Universidad. — An. del Museo gentino. — Rey. de la Soc. Médica Argentina. — Rey. de la Asociacion Estudiantes de In- geniería. — Rev. de la Liga Agraria. — Rey. Jurídica y de Ciencias Sociales. — Bol. de la Union Industrial Argentina. — Bol. del Centro Naval. — El Monitor de La Educacion: Común. — Enciclopedia Militar. — La Se- mana Médica. — Anuario de la Direccion de Estadística. — Rev. del Círculo Militar. Córdoba Bol. de la Acad. Nac. de iiencias. Entre-HKíios An. de la Soc. Rural. Tucumán Anuario Estadistico. Roma Mm Trattato Generale dell'Arte dell'Ingegnere. - — Giornale del Genio Civile. y Milano Il Costruttore. — L'Elettricitá. Londres The Builder. e AS e YT A E A A A e dy A ES MA AN IAN t AND e or . » 4 ee DE LA Ñ A pe SOCIEDAD CIENTÍ ARGENTINA A DIRECTOR : ÍNGENIERO SANTIAGO E. BARABINO MAYO 1911. — ENTREGA V. — TOMO LXXI o AN A E A e AS ÍNDICE Horacio DAmIiaNovicHn, La generación espontánea : su evolución y estado actual COMEMOS PATA O SEA 193 JORGE MAGNIN, Nuevo método de destrucción de la materia orgánica por el bromo. 231 NE ESIO MORENO” Pbro a ba dao 235 SANTIAGONES BARABINO.BIbllOgraia nt la UA ME 238 A BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 VIDL SIN EA AREA IAN IN JUNTA DIRECTIVA ] Presidentes ci RN Doctor Francisco P. Moreno Vicepresidente A NA Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente na Mas eo Doctor Horacio G. Pinero Secretario de actas............ Doctor "Tomás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco LESOTO AI IC E Doctor Antonio Vidal Bibliotecario o... Doctor Abel sánchez Díaz Ingeniero Horacio Anasagasti Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo Vocales: MN A y Arquitecto Raúl G. Pasman | Ingeniero Benito Mamberto : Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre Gerente ti eos e A eN " Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Florentino Ameghino, doctorJuan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro €. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. Vobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmADEO y doctor Horacio DAmIANOVvICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. : Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional AS Mo. JUE Ide ER ME 1.00 POMO A e UE OT. 12.00 Número atrasado ia da ea lao 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 40 pasado meridiano A Y LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 193 protoplasmáticas (corrientes protoplasmáticas) y al mismo tiempo ha tratado de dar una interpretación de ellos basándose en estos esque- mas algo defectuosos pero útiles. Con alcohol amílico ó anilina sobre agua hemos conseguido algo parecido. En las experiencias de Ledue se observan también, algunos movimientos osmóticos, que podrán uti- lizarse para imitar ciertos fenómenos que tienen lugar en los vege- tales. Asimilación. — Este fenómeno fundamental que se opera en el seno del protoplasma vivo, no es una simple adición de materia semejante, sino el resultado de verdaderos fenómenos de análisis y síntesis que tienden á mantener constantes entre ciertos límites la composición del protoplasma. « Es el conjunto de estos fenómenos vitales, cuyo resul- tado es la constancia de la composición y la conservación de todas las propiedades del sér vivo, que se puede llamar asimilación en el sentido etimológico de la palabra. » (Le Dantec, La matiere vivante, pág. 108). Al mismo tiempo que hay síntesis de la materia específica, puede ha- ber en ciertas plástidas, otras síntesis de cuerpos más simples, de cuer- pos ternarios, por ejemplo (almidón, celulosa, etc.), (substancias de re- serva) que se hallan esparcidos en el seno del protoplasma al estado de vida elemental manifiesta. En resumen, una gran parte de la ener- gía procedente de la destrucción de las substancias específicas de su plástida en las reacciones de la vida elemental, es empleada precisa- mente en la síntesis de una nueva cantidad de esta substancia especí- fica y es esto lo que constituye el fenómero de asimilación. Estas sín- tesis se pueden hacer en ciertos casos directamente por medio de elementos químicos simples (caso del aspergilius) ; en los vegetales en general, se constata la misma posibilidad hasta cierto punto, en tan- to que los animales no pueden asimilar en general más que substan- cias complejas... (loc. cit.) A. Gautier, después de examinar á grandes rasgos el fenómeno de asimilación concluye (y en esto están de acuerdo todos los bioquímicos) que el mecanismo por el cual una célula crece no es un simple fenóme- no de intusucepción, un fenómeno de endósmosis física, ni como lo han denominado á menudo, una especie de atracción electiva que cada célula ejerce sobre los materiales disueltos en conjunto, en el medio heterogéneo nutritivo que le ofrece el plasma sanguíneo ó linfático que lo baña. « Introduciendo tres cristales, de alumbre, de cloruro de sodio y de nitrato de sodio, en una solución saturada á la vez de es- tas tres sales, cada una de ellas, según su naturaleza, se apropiará la materia que le convenga ásu crecimiento y dejará las otras dos (y esto AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lo hará sin provocar desdoblamientos, ni síntesis, ni grandes despren- dimientos de energía): el alumbre atraerá al sulfato de aluminio y de potasio ; la sal marina crecerá á expensas del cloruro de sodio; el ni- trato de sodio á expensas del nitro, sin que ni uno ni otro cristal to- que las otras sales disueltas (salvo en el caso de substancias isomor- fas que dan cristales de mezcla). Las cosas no pasan así en la economía vital. Tenemos la prueba en el hecho de que las substancias alimen- ticias las más diversas, cuando han penetrado en el organismo, se transforman en especies químicas á menudo muy lejanas de las que habían dado los alimentos. Bien diferente del cristal que crece, el sér vivo se nutre modificando, transformando las materias alimenticias, identificándolas, las asimila en una palabra, á sus propias substan- cias constitutivas » (1). < Oualquiera que sea la idea que se tenga sobre la constitución de la molécula viva (expresión defectuosa), esta molécula es por sí mis- ma inerte como todas las moléculas químicas... Pero mientras que las moléculas químicas de los cuerpos brutos no se pueden encontrar más que en dos condiciones : la indiferencia y la destrucción, las molé- culas vivas pueden encontrarse bajo una tercera condición de síntesis, esto es de vida manifiesta. Es cierto que las moléculas minerales, también toman nacimiento cuando ciertas condiciones se hallan reu- nidas; pero cuando ellas se forman así, no son ellas las que manifies- tan su propiedad, sino las substancias de donde provienen. En las moléculas vivas no sucede ésto ; cuando ellas se sintetizan es cuando manifiestan sas propiedades, aunque haya simultáneamente destruc- ción parcial de ciertas de susagrupaciones atómicas. Se puede obser- var, por otra parte, que los cristales fragmentados ó truncados, colo- cados en su agua madre, reparan el trozo afectado (regeneración) y crecen, pero en este tubo no existe reacción alguna de síntesis, puesto que sus moléculas preexisten en el agua madre, ni manifestación de sus propiedades específicas. Es por esto que nosotros decimos que sólo las moléculas vivas pueden encontrarse en tres condiciones : la condición de síntesis, la condición de destrucción y la de indiferencia química. Es á esto que se denomina comunmente, pero no con exacti- tud, la vida activa, la muerte y la vida latente » (2). La condición de síntesis y de desdoblamiento característicos res- (1) A. GAUTIER, La chimie de la célule vivante, pás. Tl1. (2) LAUMONIER, La physioloyie générale: réactions chimiques internes des étres vivants, cap. MI, pág. 59. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 195 pectivamente de los vegetales y de los animales pueden ser represen - tados de un modo simbólico por las ecuaciones siguientes : que expresan las dos leyes fundamentales de la bioquémica. [. 00” + HO + N 0 — albuminoides + hidrato de carbono + grasas. H. Albuminoides + hidrato de carbono + grasas + O =00? + H*O + N... Estos son como vemos dos operaciones inversas (1) que se compen- san: la materia se restablece y la energía total absorbida durante el proceso fotoclorofiliano es liberada bajo forma de calor, movimiento, fuerza nerviosa, etc., por el organismo animal. No está demás adver- tir, que en los vegetales se observa también los procesos analíticos y en los animales los sintéticos, pero tanto en uno como en otro caso adquieren un carácter secundario. enedikt, de Viena, en un trabajo reciente (titulado el Biomecanis- mo ó neovitalismo en medicina y en biología, traducción de E. Robert Tissot, 1904), inspirado por las notables investigaciones del profesot- Schroen (que ya hemos examinado en parte), después de examinar detenidamente la teoría de este último, concluye diciendo que es á los mineralogistas más que á los biólogos á los que corresponde hacer el homenaje á su método perfecto y luego agrega : « Existe una diferencia esencial entre el cristal y el sér vivo. El cristal es el cadá- ver rígido de una sal. Disuelto de nuevo, este cristal, como el fénix, resucitará. El cadáver de un animal ó de un vegetal, cuando más, se conserva, pero no resucita. Además, el cristal es incapaz de emplear para formarse substancias extrañas que él transforma en cuerpos que se hacen semejantes á su propia substancia: el cristal no puede, como hace la célula, asimilar los materiales nutritivos y las energías que ellos contienen. Él tampoco es capaz de producir trabajo descompo- niéndose : él no se reproduce. Su vida ó más bien la vida de la sal de donde deriva es entonces una vida distinta de la de la célula. Si se tienen en cuenta estas diferencias se hace posible á cada uno juzgar, hasta qué punto los fenómenos que tienen lugar en las soluciones pueden ser considerados como vitales » (2). Pero el hecho de que no haya ninguna semejanza entre el creci- miento de un cristal y el crecimiento de un organismo por asimila- (1) En la primera intervienen los fenómenos de reducción, deshidratación y sínte- tesis y en la segunda intervienen los fenómenos de oxidación, hidratación y análisis. (2) BENEDIKT, loc. cit., pág. 62. > pag 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción (1), ¿nos autoriza á negar que actualmente sea posible imitar es- te complicado é importante proceso funcional de los organismos ? Es precisamente lo contrario lo que puede observarse en vista de los adelantos recientes de la bioquímica y físico-química. Las experien- cias siguientes ponen en evidencia que es posible imitar por separado algunos procesos bioquímicos de asimilación que hasta hace poco se creía imposible reproducir en el laboratorio. a) Síntesis vegetal. — Daniel Berthelot y Herry Gaudechon en una nota presentada á la Academia de ciencias de París, el 13 de junio de 1910, describen las experiencias que confirman las hipótesis sos- tenidas por Boussingault, Berthelot y Bayer (hipótesis de la aldehida). Estos investigadores han realizado por vía foto-quéímica con la luz ultravioleta las principales reacciones que tienen lugar durante este proceso bioquímico á saber: 1% descomposición reversible del CO? en CO y O; 200* 200 + O”; 2% descomposición reversible del vapor de agua : 2H*0 =2H”* + O*; 3% combinación reversible de COH para dar aldeida fórmica : CO + H* — CHO y 4” polimerización de la aldeida fórmica para dar hidratos de carbono. Con todo esto se demues- tra que la síntesis de los hidratos de carbono es un fenómeno físico- químico que la luz puede producir fuera de las plantas y se aclara por lo tanto el mecanismo de la asimilación celorofiliana. Ellos han conseguido además la síntesis de la formámida (H—CO—N H”) por la acción de CO + NH? y la luz ultravioleta, lo cual les permitirá pensar que ella representa el punto de partida de la formación de las materias albuminoideas en las plantas. Los partidarios de la teoría que admitía la intervención constante de la fuerza vital, creían que no era posible que en el laboratorio se realizara la síntesis de los compuestos elaborados por aquella fuerza en el seno de los organismos animales y vegetales, ni mucho menos imitar procesos bioquímicos. Ambas afirmaciones han perdido su valor ante los recientes progresos de la química y físico-química : en efecto, Wohler y Berthelot desterraron la primera creencia y actual- mente se ha conseguido imitar una serie de procesos como las accio- nes diastásicas (kinasas artificiales y oxidaciones y reducciones cata- líticas, la síntesis fotoclorofiliana, la fecundación, el eruzamiento, ete., que en seguida pasaremos en revista. (1) Algunos ignorando los datos más elementales de la química de los seres vi- vos han llegado hasta pretender que un cristal asimila en la misma forma que un organismo ! LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 197 b) Acciones diastásicas : analogías entre las acciones bioquímicas de las diastasas naturales y artificiales : oxidaciones catalíticas. — Desde que comenzó el florecimiento de la físico-química de los coloides, los investigadores dieron mucha importancia al estudio de las acciones que ellos provocaban, para la interpretación de ciertos fenómenos que tienen lugar en el organismo vivo. Se afirmaba á cada paso que las soluciones coloidales eran indispensables para la inteligencia de los procesos de defensa, de nutrición y de desarrollo de los orga- nismos vivos. Se estudiaba las acciones ofrecidas por coloides de los más diversos sobre los líquidos del organismo, los glóbulos rojos, los microbios (1), etc. Pero, á pesar de aquellos adelantos, siempre existía la duda y se preguntaba á menudo si era posible con los coloides artificiales, repro- ducir una de las acciones que no habían podido ser reproducidas hasta entonces, más que en los cuerpos que el organismo vivo elabo- raba.-No se creía, por ejemplo, que fuese posible volver activo un jueo pancreático puro sin agregarle quinasa elaborada por un orga- nismo vivo. Este último problema ha sido resuelto por Largier des Bancels, quien en una serie de experiencias realizadas en el laboratorio de fisiología de la Sorbona, ha conseguido volver activo el jugo pan- ereático por adición de coloides y electrolitos convenientemente ele- gidos. Lo interesante es hacer notar, que para llegar á este resultado, Largier des Bancels, no ha hecho más que aplicar directamente al jugo pancreático y á la albúmina, los resultados de sus investiga- ciones sobre la influencia producida por los electrolitos en las accio- nes recíprocas de diferentes coloides. Es sabido que el jugo pancreático puro no es capaz de digerir la albúmina de huevo y sólo lo hace cuando se le vuelve activo, agre- eándole una diastasa ó fermento soluble denominado quinasa (que se encuentra en los glóbulos blancos, en la levadura de cerveza, en los venenos de serpientes y en muchos bacterios). Se considera además que estas quinasas se hallan en el jugo pancreático al estado de pro- fermento cuyo complemento es la quinasa. (La acción completa estaría representada por el esquema : protripsina + quinasa = tripsina). Uno de los métodos empleados por Largier de Bancels es el si- (1) Actualmente en el terreno de la inmunidad están dando resultados bas- tante halagadores los estudios físico-químicos sobre coloides (véase investiga- ciones de Víctor Henry y otros). 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA guiente : Se sumergen cubos de albúmina durante varias horas en la solución de coloides positivos, tales como el azul de toluidina, el azul de metilo, el rojo de magdala, ete., y luego que haya absorbido una débil cantidad de coloide se le lava y se le introduce en el jugo pan- creático al cual se le ha agregado una débil cantidad de electrolito (NO,),Ba, ete.) Después de 12 horas, el cubo es digerido por el ju- go pancreático. Se ha conseguido de este modo activar el jugo pancreático, sin adi. ción de quinasa natural y solo por la acción combinada del coloide arti- Hhicial y del electrolito. Parece, según Henry, que el coloide colorante fijado sobre la albúmina desempeña el papel de quinasa y el electro- lito el de mordiente. Lo que sorprende en este hecho es la cantidad mínima de colorante fijado sobre la albúmina (un cubo de albúmina de 0%25 fija un cen- tésimo de miligramo de azul de toluídina). Y sin embargo, esta can- tidad mínima es capaz de provocar la digestión pancreática de la albúmina cuando se le agrega el electrolito (1). vecientemente Henry y otros investigadores han aplicado este método de experimentación al estudio del fenómeno de inmunidad con resultados bastante positivos, que hacen entrever un adelanto considerable de la terapéutica racional. c) Los fermentos metálicos. — Los fermentos son, como sabemos, pro- duetos de actividad de la célula viva y pertenecen al grupo de los albuminoides. Ellos son muy sensibles á la acción del calor y del alcohol y sufren verdaderas intoxicaciones con los venenos. Debido á las bellas investigaciones de Bredig y de sus continuadores, se ha podido probar que los llamados fermentos metálicos ó inorgánicos pre- sentan muchas semejanzas con los naturales (2). Estas soluciones coloidales metálicas que están constituídas por suspensiones de partículas finísimas del metal, tienen un poder ca- talítico muy grande. Ya Berzelius, en 1830, había mostrado que la esponja y el musgo de platino descomponían el agua oxigenada, tal como lo hacía la fibrina de la sangre. (1) V. HENRY, Découverte des kinases artificielles : Revue générale des sciences, pág. 640, 1905; A. GALLARDO, Importancia del estudio de las soluciones coloi- dales para las ciencias biológicas : Anales de la Sociedad científica argentina, pág. 113, 1906. (2) Véase ROBIN, Les ferments métalliques en thérapeutique, pág. 36; DUCLAUX. La chimie de la matitre vivante, pág. 112, 1910; Suplemento de Selmi, año 1901; VARIGNY; La naturaleza y la vida, pág. 39. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 199 Este investigador llegó á la conclusión de que la mayor parte de las acciones vitales que se operan en el seno del organismo tienen «por causa probablemente las acciones catalíticas que se operaba entre los tejidos y líquidos constituyentes de aquellos. Más tarde (Deville y Dehaz, Hoppe-Seyler : Robin, loc. cit., pág. 36, 1904), se pudo operar la transformación del formiato de calcio en HCO? y CO*Ca por el iridio y rodio finamente dividido, tal como lo hacen ciertos bacterios. Se ha probado también: la posibilidad de la ¿inversión hidrolitica de la sacarosa por el paladio, platino y oro al estado de extrema división y la oxidación del alcohol por el musgo de platino, como lo hace el micoderma acett. Todos estos hechos que demuestran la semejanza grande que existe entre ciertas diastasas naturales y los metales divididos, han sido continuados con éxito por Bredig en 1901, quien en vista de ello in- trodujo la denominación de fermentos metálicos. Tanto las diastasas elaboradas durante la vida celular de los fermentos figurados, como las soluciones coloidales metálicas, azulean la tintura de guayaco, transforman la hidroquinona en quinona, el pirogalol en productos humicos. Según Bredig, los metales coloidales pueden ser consi- derados como los modelos de las diastasas inorgánicas (1). Además, todas estas transformaciones provocadas por los fer- mentos metálicos pueden ser aceleradas, retardadas ó inbibidas por los agentes capaces de influenciar las acciones de las diastasas natu- rales: ellos tienen también sus agentes nocivos y sufren verdade- deras intoxicaciones. Así, por ejemplo, Bredig y Muller v. Berneck ha demostrado que el platino coloidal adicionado de 13 diez milloné- simos de miligramo de ioduro de cianógeno, posee menos acción sobre el H*0* y una dosis de un millonésimo de miligramo mata completa- mente (si se permite la expresión) al fermento metálico. Si la dosis es inferior á 20 millonésimos el fermento metálico puede «curarse », esto es, recuperar las propiedades primitivas después de eliminación del veneno. Existen coloides y electrolitos que actúan « protegiendo » (como agente inmunizante) á un coloide metálico contra la acción tóxica de otro electrolito, y en ciertos casos (solución coloidal de sul- furo de arsénico + Cl*Ba) se observa que el coloide se «acostum- bra» á la acción del electrolito, sopertando (como el organismo en el aso de las toxinas) una dosis mayor que la dosis tóxica, siempre que (1) Comptes-rendus de la Ae. des Scien. de Paris, pág. 476, 1901; Robrx, loc. C16., Ppász.37. 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA se tenga la precaución de añadir á este último en dosis sucesivas en vez de agregarlo completamente desde el primer momento. Lo más sorprendente es que, si se construyen dos tablas numéri- cas que representen las dosis tóxicas de ciertos cuerpos, respecto a los fermentos metálicos y á los fermentos naturales, se observa que ambos guarismos son análogos (!): la dosis en que ciertos agentes actúan como tóxicos de las diastasas protoplasmáticas, corresponden a los que se refieren á los fermentos artificiales. También las sabstan- clas que activan (álcalis) las acciones de unos, activan las del otro. Y todos estos actos son los que hasta hace poco se creía imposibles de reproducir fuera del dominio de la fuerza vital del organismo! Como lo ha demostrado Gabriel Bertrand el manganeso viene á constituir el principio activo de ciertas oxidasas del grupo de la lacasa (extraída de la laca del Japón): la adición de pequeñas can- tidades de protóxido de manganeso á una oxidasa pobre en manga- neso y poco activa, ha determinado un aumento considerable de su actividad. Trillat basándose en estos estudios de Bertrand puso en evidencia la acción favorable de la albúmina, gelatina ó suero sanguíneo sobre la oxidación producida por el manganeso (en presencia de álcalis). Este mismo autor ha preparado soluciones órgano-metálicas (á base de manganeso) que muestran las principales propiedades de las oxida- sas de origen vital. Introduciendo una esponja impregnada de esta solu- ción en una de tanino contenida en una probeta con mercurio y aire, se observa primeramente absorción de oxigeno y luego desprendi- miento de CO?. Todo sucede como si el ácido tánico hubiese respirado un instante. Las anteriores experiencias prueban la importancia que tienen los elementos inorgánicos que se hallan al estado de trazas en la célula viva y al mismo tiempo demuestran la posibilidad de reproducir arti- ficialmente una serie de transformaciones que se creían exclusivas de los organismos. Bach (1), en estos últimos años, basándose en una serie de minu- ciosas investigaciones, se opone á la teoría de Bertrand que admite al manganeso como el único principio activo de las oxidasas. Par- tiendo de ciertas hojas él ha podido preparar oxidasas por un método especial, muy activas y que sin embargo no encerraban ni fierro ni (1) Revue générale de sciences : Chimie biologique (1910) : La théorie des oxidases, y Archives des sciences physiques et naturelles, 4% sér., tomo XXIX, pág. 640. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 201 manganeso. No puede entonces atribuirse la acción oxidásica á estos elementos. Pero las mismas experiencias de Bach demuestran que las sales de fierro y de manganeso aceleran la acción de las oxidasas exactamente como el sulfato ferroso acelera la acción oxidante del agua Oxigenada. Existe un paralelismo evidente entre las acciones producidas por este compuesto y las oxidaciones diastásicas donde las diastasas «actúan dando verdaderos peróxidos con el oxígeno del aire. En todas estas acciones predominan las transformaciones de descomposición ó desdoblamiento (1) (análisis), y se hace por lo tanto necesario investigar mucho todavía con el objeto de hallar diastasas artificiales capaces de provocar los fenómenos de síntesis, que dan por resultado la formación de las substancias amiláceas, grasas y albu- minoideas. d) Fermentación alcohólica. — Al principio se atribuía la fermenta- ción alcohólica á la acción de la fuerza vital porque no se conocía en la química transformación alguna que se asemejara á ella. Traube (1858) y Berthelot (1360) supusieron que la fermentación alcohólica era producida por una diastasa capaz de desdoblar la glucosa en alcohol! y anhidrido carbónico, así como el almidón bajo la influencia de la amilasa puede transformarse en maltosa. Pero en vista de las difi- cultades de orden experimental, ésta hipótesis suscitó una viva dis- cusión entre Berthelot y Pasteur, el último de los cuales admitía la necesidad de la célula viva de levadura. La idea fundamental de Pasteur era que las fermentaciones en vez de ser originadas como lo sostenía Liebig, por reaciones químicas, se debía a organismos vivos. De manera que el descubrimiento de la zimasa de Buchner (1597) no venía á echar por tierra la teoría de Pasteur (2), puesto que ella era producida por la célula viva de levadura y porque, según J. Duclaux (loc. cit., pág. 121), el jugo que se obtiene comprimiendo la levadura es protoplasma apenas modificado y no una solución de diastasa. La zimasa no ha sido separada de la substancia viva: ella queda aún por descubrirse (Duclaux). Las experiencias recientes de H. Schade. (Biochem. Zeitschr.,t. Y, pág. 299-326, 1908), han resuelto en parte el problema de la produc- ción artificial de la fermentación alcohólica. Este autor en un intere- (1) JACQUES DUCLAUX, La chimie de la matiere vivante, pág. 179, 1810. (2) Según Ronx, Pasteur hizo ensayos para aislar la alcoholasa, y aunque sus tentativas no dieron resultado, él creía posible su existencia, aunque no la consi- 1 | deraba una realidad. (J. DucLaux, loc. cit., pág. 113.) 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sante articulo titulado: Sobre los procesos de fermentación alcohólica considerados desde el punto de vista de la catalisis, prueba que los cata- lizadores minerales transforman el azúcar en aleohol en tres fases su- cesivas : 1% glucosa en ácido láctico (por la acción de los álcalis); 2* ácido láctico en aldehida + ácido fórmico (por la acción del ácido sulfúrico diluido); 3% aldehida — ácido fórmico en alcohol + anhi- drido carbónico (por la acción del musgo de rodio). Según Schade. éstas son las tres fases más importantes del proceso natural de la fer- mentación alcohólica. Estas primeras tentativas aun cuando no hayan resuelto definiti- vamente el problema tan calurosamente discutido, abre por lo menos un nuevo rumbo á la investigación que con toda seguridad ha de ser muy fruetuoso en resultados. División celular Es al doctor Angel Gallardo al que cabe el honor de haber impues- to una orientación definida á este dificil problema. Con la introduc- ción de la noción de la bipolaridad de las fuerzas físicas, él ha hecho adelantar una de las partes más importantes de la biología : el capí- tulo de la división celular. Recientemente, apoyándose en los estudios de Lilie y en las investigaciones físico-químicas sobre coloides, ha conseguido dar una interpretación bastante acertada del proceso mencionado. Con la atribución de una carga negativa al coloide ero- matina y una positiva al coloide citoplasmático radicado en ambos centrosomas, explica según la opinión autorizada de J. Delage, hasta en sus más mínimos detalles el espectro cariocinético. Pero ésto, á pesar de ser ya mucho, no es lo único que á su teoría se debe: ella ha tenido la virtud de provocar una serie de investiga- ciones que han venido á constituir las primeras tentativas en la re- producción artificial de las figuras cariocinéticas. En unas se han utilizado las fuerzas de difusión (espectro de difusión y huso acro- mático de Leduc) y en otras se ha hecho intervenir la misma fuerza bipolar eléctrica, la cual ha sido capaz de segmentar un coloide, cuando se ha adoptado un dispositivo de acuerdo con aquella teoría (honopolaridad de los centrosomas y bipolaridad del fenómeno de di- visión celular). recientemente Pentimalli ha demostrado experimentalmente, ope- rando con las células de las raicesillas de jacintos, que el polo positi- LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 203 vo atrae á la cromatina y con tanto más energía cuanto más avan- zado se halla el proceso de cariocinesis. Con ésto la teoría del doctor Gallardo ha pasado á ser un hecho demostrado. No podemos dejar de llamar la atención en este lugar, sobre el sig- nificado que aquellos hechos tienen desde el punto de vista de la metodología. Ellos vienen á constituir, tal como se han ido produ- ciendo, un verdadero éxito de la aplicación del método deductivo á las ciencias biológicas : de la teoría se pasó á la experimentación y luego se llegó á la observación. Este hecho no debe pasar desapercibido y debe más bien alentar á los experimentadores en las futuras aplica- ciones de este método de investigación á los delicados problemas de la biología celular. Fecundación artificial y cruzamiento Loeb se opone á las « explicaciones » simplistas que se han querido dar del fenómeno de la fecundación y sostiene que el método más seguro para llegar á una concepción experimental de la acción fe- cundante del esparmatozoide, consiste en investigar si ciertos agen- tes fisicos y químicos la reproducen en sus rasgos esenciales. Ya en 1556 Tichomiroff había mostrado que los huevos no fecun- dados del gusano de seda (Bombyx morix) pueden ser conducidos á su desarrollo si se les frota ligeramente con un cepillo ó si se les coloca durante un cierto tiempo en ácido sulfúrico concentrado. Pero más tarde se probó que esos huevos podían desarrollarse partenogenética- mente sin la intervención de aquellos agentes, por lo cual el anterior descubrimiento perdió mucho de su importancia. Para asegurarse de que la acción fecundante del espermatozoide pue- de ser reproducida por medios físicos ó químicos, Loeb experimentó so- bre huevos que en las condiciones naturales no se desarrollaba parte- nogenéticamente. Hertwig (en 1895) pudo demostrar que si se colocaban huevos de erizos no fecundados en una solución al 0,1 por ciento de sulfato de estrienina y luego se les trasladaba al agua de mar, los huevos pre- sentaban las figuras cariocinéticas y aleunos se segmentaban. Mead (en 1898) observó que los huevos de ciertos anélidos marinos (Chae- topterus), que normalmente no expulsaban sus glóbulos polares sino después de haber sido fecundados, pueden hacerlo sin necesidad de que haya verdadera fecundación, si se añaden pequeñas cantidades 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de cloruro de potasio al agua de mar. El cloruro de sodio no produce el mismo efecto. Morgan también emprendió una serie de experien- clas comenzadas ya por Loeb, sobre la acción del agua de mar hiper- tónica sobre los huevos de erizo fecundados, pero según este autor las segmentaciones no llegaban jamás á la formación de embriones. Loeb (1), que comenzó sus experiencias en 15899, hahallado que es posible obtener larvas normales con huevos de erizo de mar no fe- cundados en los cuales no se notaban partenogenesis alguna en las condiciones naturales. Para conseguir ésto, bastaba dejar los hue- vos no fecundados de arbacia durante dos horas en agua de mar cuya concentración se había elevado á 40 Ó6 50 por ciento (el au- mento de concentración se obtiene agregando substancias diver- sas (cloruros de sodio, potasio, Ó, magnesio, urea, azúcar). Cuando los huevos son fecundados se colocan en agua de mar hipertómica, por efecto de osmosis pierde agua y se contraen, pero cuando se les vuelve á colocar en agua de mar normal, ellos vuelven á absorber el agua. Según las experiencias sólo el primer fenómeno es esencial. Para atenuar la diferencia grande que se observaba entre el por- centaje de la segmentación de los huevos fecundados y de los huevos tratados por agua de mar hipertómica (de 100 á 20 %/, y hasta 1 %/,). Loeb trató de perfeccionar el método, empleando ácidos de la serie erasa en soluciones décimo normales (50 em” de H*0O de mar + 3cm?* de ácido fórmico, acético, ete., 0 )- Si después de cinco minutos de la formación de la membrana se trasladan los huevos al agua de mar hipertónica (100 em? de agua de mar + 0,5 em? ClINa 2,5 N) y se dejan unos 40 á 45 minutos (á la temperatura de 18”) se ven segmen- tar todos ó casi todos los huevos y cierto número de ellos se desarro- lla rápidamente en larvas normales que nadan sobre la superficie. Los huevos que habían sido tratados primero con agua de mar hiper- tónica y después por el ácido, no se desarrollaban : se portaban como si hubieran sido tratados solamente por ácidos y se destruyen al cabo de aleunas horas. La formación de la membrana desempeña papel importante en este proceso. Como se ve, ya se posee un método por medio del cual podemos re- producir, en sus rasgos esenciales el proceso que resulta de la pene- tración del espermatozoide en el óvulo. (1) LorB, 4m. Jou., of Physiology, vol. TIT, pág. 1535. 1899; pág. 434, 1900; vol. IV, pág. 178. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 205 También Loeb ha podido aplicar los procedimientos de partenoge- nesis artificial á los huevos de estrella de mar. Se introducen los hue- vos de asterina durante un minuto y medio en una solución formada por 50 centímetros cúbicos de H*0 de mar + 50 centímetros cúbicos = de ácido acético ó butírico 9 Para que cuando se les coloque en agua de mar se forme la membrana. Se ha conseguido además aumentar el porcentaje de segmentaciones de los huevos de asterias ya natural- mente partenogenéticos, tratándolos durante diez minutos por el agua de mar acidulada. Delage ha descubierto que el tratamiento de los huevos de asterias por el agua saturada de OO? produce un número extremadamente elevado de larvas partenogenéticas. En estos últimos años Lefevre (1905) ha comprobado que los hue- vos no fecundados de un gusano (Thalaosema mellita), después de una estadía de algunos minutos en agua de mar acidulada, forma una membrana y se desarrolla cuando se les sumerge en el agua de mar normal. Las larvas eran tan rigorosas como las que provenían de huevos fecundados (1). Un hecho curioso: cuando la segmentación se hace normalmente las larvas obtenidas en el agua de mar hipertónica sola no son tan vi- vaces como aquellas cuyo desarrollo se ha provocado después de la formación de una membrana. Loeb ha operado con moluscos (Lottia gigantea) y obtenido larvas que sólo vivían poco tiempo; aplicando el procedimiento del doble tratamiento por agua hipertónica y acido este mismo investigador llegó á resultados más halagadores aún. Por lo expuesto en estos últimos párrafos se ve que el adelanto de este problema de fecundación artificial, está íntimamente ligado al perfeccionamiento de la técnica: al principio sólo se conseguía pro- vocar la formación de membranas, después, segmentaciones sucesi- vas, luego aumento del porcentaje de estas últimas y en fin, aumento del número y tiempo de vitalidad de las larvas producidas reempla- zando el espermatozoide por un ácido. Este agente actúa proba- blemente dando al óvulo la carga eléctrica negativa que le falta para producir los fenómenos bipolares de la cariocinesis que dan por resul- tado las segmentaciones sucesivas. En 1908 Delage ha conseguido obtener la partenogenesis artificial- (1) JacqUuEs, LOEB, La dynamique des phénomenes de la vie, 1908, pág. 310. a 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA por las descargas eléctricas, dando á los huevos sucesivamente una carga positiva y otra negativa. Las experiencias que hemos tenido ocasión de hacer permitirán quizá interpretar el hecho anterior pues- to que ellas demuestran que es posible la segmentación de un coloide por la acción bipolar de la corriente eléctrica. Cruzamiento. — Una vez que se hubo probado que en general la fe- cundación resultaba de la unión del óvulo ó germen femenino con el espermatozoide (salvo los huevos partenogenéticos), diferentes inves- tigadores trataron de resolver experimentalmente el problema del eruzamiento de las especies. Los primeros ensayos se deben á Spa- lanzani. Pfluger, Bonn, Hertuzy, Diresch, Boreri y Berscon, que ope- raron con diferentes especies, pero recién en 1903 Loeb pudo dar al problema un verdadero viso experimental. En efecto, todas las tentativas para fecundar los óvulos de, erí- ZOs con espermatozoides de estrellas de mar fracasaron hasta que Loeb (1) tuvo la idea de modificar la constitución química del agua de mar. Agregando pequeñas cantidades de carbonato de sodio al agua de mar neutra, Loeb ha conseguido la fecundación artificial de huevos de erizo (Strongylocentratus purpuratus) por los espermato- zoides de estrellas de mar. Basta agregar uno á dos centímetros cúbi- cos de solución 7 de Na (OH) á 100 centímetros cúbicos de agua de mar para obtener resultados positivos. Las proporciones de huevos fecundados varía según la especie de espermatozoides empleados. Estas experiencias se han generalizado y en 1906 el doctor Kupel- wecer en el laboratorio de Loeb pudo fecundar huevos de erizo con espermatozoides de moluscos (Mytilus). Se ve, pues, por este procedimiento de experimentación que la fe- cundación depende de la constitución del medio líquido en el cual se produce la atracción del óvulo y el espermatozoide y que ella no es específica, puesto que no sólo se ha llegado á provocar el eruzamiento entre especies vecinas, sino también entre especies alejadas, como la rana y la salamandra, los erizos y las estrellas de mar. La biofotogénesis 6 producción de luz por los animales. — Hasta el año 1886 el mecanismo de la producción de luz por los animales (gu- (1) LorB, University of Californican publications, vol. 1, pág. I, abril 1903; PFLUGERS, Archif, (vol. XCIX, pág. 323 y 657, 1903 y CIV, pág. 325, 1904 ; J. LorB, La dynamique des phénomenes de la vie traducción de Dadin y G. Schaef- fer, 1908, pág. 293. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 207 sanos de luz, ciertos moluscos, etc.), se consideraba uno de los fenó- menos más impenetrables á las investigaciones más perspicaces y pacientes. Se veía en la fosforescencia animal la luz que exterioriza- ba la misteriosa fuerza vital, que sólo podría realizarse en los seres provistos de vida y que el hombre en su laboratorio no podía repro- ducir. Sin embargo, el profesor Rafael Dubois, después de sus célebres investigaciones sobre los Elateridios luminosos (Parts, 1886), consiguió demostrar que el fenómeno luminoso se debía al conflicto de dos subs- tancias contenidas en el órgano fotógeno. La existencia de estas dos substancias que él había previsto y denominado respectivamente luci- ferina y luciferasa, ha sido confirmada por numerosos trabajos hechos sobre ese molusco : el Pholade dactyle. introduciendo los órganos fotó- venos de este animal en un embudo que se halla colocado sobre un frasco con alcohol absoluto y encerrando el conjunto en un vaso com- pletamente tapado cuyo aire ha sido reemplazado por vapores de cloroformo (emanados de un cristalizador), se observa, al cabo de cierto tiempo, que escurre de dichos órganos un líquido que forma con el alcohol un coágulo soluble en agua una vez libre de alcohol. La disolución acuosa agitada al contacto del aire no produce efecto alguno, pero si se añade una partícula de permanganato de potasio, aparece en seguida una luz neta. Si en vez de cloroformo, se emplea éter, el coágulo encierra á su vez las dos substancias (el principio oxi- dante luciferasa y el principio oxidable) y brilla sin adición de subs- tancia alguna en el agua y en el aire (1). Dubois, en vista de ésto, admite que el fenómeno de biofotogéne- sis que no difiere en los animales y vegetales, se reduce en último análisis á una acción diastásica. Si se tiene presente que las propiedades principales de las diasta- sas se han podido producir sin la intervención de la materia viva, no miraremos desde ahora con tanto misterio el fenómeno de la biofoto- vénesis, que el hombre puede producir, arrebatando esa luz de la vida á los seres que la ostentan, para estudiarla más de cerca junto con los otros fenómenos de fosforescencia observados en los cuerpos Inorgánicos. De todo lo expuesto en esta última parte se deduce que ha sido posible imitar ó reproducir artificialmente con más ó menos aproxi- (1) R. Dubo1s, Comptes-rendus de la Soc. de biologie, n* 24, t. UI, 1901 y Phy- sique biologique, D' Arsonval, 1905. 208 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mación un gran número de las funciones desempeñadas por los seres vivos, peco aun á pesar de ello, no se puede establecer la menor ana- logía entre el organismo más rudimentario imaginable y un complejo artificial constituído por una asociación conveniente de substancias orgánicas é inorgánicas. Es necesario emprender nada menos que la laboriosa tarea de asociar los fenómenos elementales, de un modo consciente y escrupu- loso, para poder llegar á concentrar en un sistema material dado las fuerzas físico-químicas que concurren á la producción del acto vital complejísimo en su aparente simplicidad. Los delicados métodos que la físico-química utiliza para investigar la constitución y funcionamiento de los diferentes sistemas materia- les (constitución y propiedades de los cuerpos puros y de las mez- clas), servirán de auxiliar poderoso para conseguir aquel resultado y podemos llegar hasta asegurar, que mientras esta aplicación no se intente de un modo riguroso, las iniciativas permanecerán estériles ó por lo menos no darán los frutos que de ellas esperan frecuentemente los experimentadores que se conforman con el simple examen super- ficial de los hechos. El juicio que puede sacarse de la sola observa- ción de la forma y movimientos externos, casi siempre ha llevado y seguirá llevando á estos últimos á concepciones groseras y erróneas. ALGUNAS EXPERIENCIAS RECIENTES SOBRE GENERACIÓN ¿SPONTÁNEA (1) En este lugar sólo examinaremos las contribuciones experimenta- les de Bastian y de Dubois, Burke y Kuekuek, que han llamado úl- timamente la atención del mundo científico. Experiencias de Bastian sobre soluciones salinas sobrecalentadas. — Este investigador, en el año 1872, llevó á cabo una defensa enérgica de la doctrina de la arquebiosis (nombre adoptado por el autor para indicar producción primordial á partir de la materia bruta) en su libro titulado El comienzo de la vida (The begining of life). El trabajo fué objeto de una ruda crítica que duró varios años, á la cual no contestó debido á que, según él, las personas que la hacían (1) Sólo por comodidad y por ser más conocido seguimos usando este término incorrecto, que no expresa fielmente la naturaleza del fenómeno. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 209 no se dignaban repetir sus experiencias. En el año 1877, Bastian tuvo una fuerte discusión, especialmente con Tyndall en Inglaterra y con Pasteur en Francia. Después de esta época él guardó silencio durante veinticinco años y recientemente, en 1907, dió á la publicidad una interesante obra titulada La evolución de la vida. En esta obra, después de dar una reseña general sobre el aspecto actual del problema (la tierra como mundo habitado en medio de una multitud de mundos habitados, la constitución de la materia, la evo- lución orgánica, consecuencia natural de la evolución inorgánica, las condiciones del problema y los métodos de investigación, etc.), re- plica los resultados experimentales de Pasteur y de Tyndall y pasaá describir las nuevas experiencias efectuadas en soluciones salinas sobrecalentadas. "artiendo de la idea de que dadas las condiciones de nuestro pla- neta en el periodo de aparición de la vida, ésta debía haber surgido directamente de la materia inorgánica, Bastian elige las soluciones salinas libres de materia orgánica como medio de realizar las condi- ciones requeridas. Los tubos empleados eran primeramente esterilizados y tenían una altura de 7,5 centímetros y 2,5 centímetros de diámetro. La tempera- tura apropiada la obtenía con baños de CPCa (1157 hasta 130%) 6 aceite. Una vez introducidas las soluciones 4 experimentar, los tubos eran colocados durante cierto tiempo en los baños á diferentes tem- peraturas (100*, 1157, etc.), cerrados á la lámpara y por último man- tenidos durante un tiempo variable (10 días á 2 meses) á 32-37” en estufa ó6 incubadora. Con la idea de reemplazar el carbono del protoplasma por otros elementos, ensaya con soluciones salinas que contienen N, O, H y otros elementos como el silicio, el bario, cromo, aluminio y fierro. Se- eún Bastian, con excepción de aquéllas en que el carbono era reem- plazado por el silicio, ninguna de las soluciones contenía seres vivos después de hervirla y de cerrar los tubos que las contenían. Experiencias con nitrato férrico y silicato de sodio. — Una solución que contenía diez gotas de solución débil de nitrato de fierro y siete gotas de la solución de silicato de sodio en 30 centímetros cúbicos de agua destilada, sometida á la ebullición durante quince minutos y cerrada á la lámpara produjo grumos semigelatinosos amarillo na- ranja que se depositaba durante la ebullición. Después de treinta días la reacción era ligeramente ácida y sobre uno de los grumos se AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA encontraba una pequeña masa blanca del tamaño de la cabeza de un alfiler, la cual, examinada al microscopio se presentaba bajo forma de pequenos filamentos sin trazas de fructificación. Según Bastian, este es un organismo que tiene la apariencia de un hongo vivo. Con otras soluciones (30 centímetros cúbicos de H*0O + 0*'1 de fosfato de amonio + 5 gotas de solución concentrada de silicato de sodio), obtuvo resultados diferentes según que ellas fueran ácidas ó alcalinas. «La adición de ácido fosfórico parece modificar los resul- tados, porque cuatro soluciones ligeramente alcalinas con las cuales se habían hecho las experiencias, quedaron absolutamente estériles, mientras que tres soluciones sobre cinco, cuya alcalinidad había sido neutralizada por un ácido, contenían organismos ó masas especiales de fibras (1). Entre ellos, Bastian halla algunos corpúsculos de natura- leza incierta. Experiencias con silicato de sodio, fosfato de amonio y ácido fosfó- rico. — La reacción de la solución tiene mucha importancia: «Los que se hallan ligeramente ácidos se han mostrado más productivos que los otros que sólo diferían de ella en que contenían una á dos votas menos de ácido fosfórico diluido, ó lo que es lo mismo, un poco más de la solución alcalina de silicato. La solución ácida hervida es más productiva mientras que la solución ligeramente alcalina hervida es estéril lo más á menudo, lo cual (según Bastian) contradice de nuevo los datos de Pasteur fundados en un estudio más limitado de hechos de este género ». Las soluciones empleadas en estas experiencias son las siguientes : A. Silicato de sodio 2 Ó 5 gotas (solución concentrada), fosfato de (1) Bastrax, £*évolution de la vie, pág. 209, 1908. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 211 amonio (0%256 á 0%384), ácido fosfórico diluído 4 ó 5 gotas y 30 cen- tímetros cúbicos de agua destilada. AA. BSilicato de sodio 4 ó 5 gotas, fosfato de amonio (02256 á 02384), ácido fosfórico diluído 4 6 5 gotas y 30 centímetros de agua destilada. B. Silicato de sodio 3 gotas solución nitrato férrico (farmacopea in- alesa) S gotas y 30 centímetros cúbicos de agua destilada. BB. Silicato de sodio 6 gotas, solución de nitrato férrico S gotas y 50 centímetros cúbicos de agua destilada. Á continuación enumeramos los principales resultados obtenidos en estas condiciones por Bastian (1), de cuya obra reproducimos algu- nas microfotografías. 1 Á 1007 durante 10 minutos en frascos cerrados. — Bacterios y 20 3 tórulas sobre grumos de SiO? en solución A (plancha EL, figura Y» A de Bastian (tiempo, 2 semanas). Corpúsculos de tórulas rodeados de bacterios hallados en soluciones (1) BastraNn, £L*évolution de la vie. 58 partie. Nouvelles expériences avec des solutions salines surchautffées, pág. 199 y siguiente. 212 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA AA después de dos meses á la luz (plancha IL, fig. 5 B de Bastian). Bacilos coma 0 vibriones de solución A y 3 semanas á la luz (plancha IL, fig. 6 de Bastian) vease (fig. 11). Tórulas y micrococus de solución BB después de 14 días á la laz (plancha UL, fig. 7 de Bastian). (fie. 12) Tórulas asociadas, de solución B (plancha IL, fig. 7 B de Bastian. En la materia granulosa del precipitado se encuentran, según Bastian, numerosos micrococos libres, en A un loculo coloreado con eosina (1) y en B tres lóculos no coloreados (plancha ITI, fig. 9 A y B de Bastian) (fig. 13). Largos filamentos provenientes de microorganismos (plancha III, fig. 9 O de Bastian. En ciertas soluciones calentadas á 1307, Bastian cree encontrar mierococos de igual especie, pero él no ha hallado en ninguno de los tratados de bacteriología que ha consultado, la descripción de microorganismos de este género (loc. cit., fig. 220). 2% A 1007 en tubos herméticamente cerrados durante 10 minutos. — Efectuando experiencias más exactas en tubos previamente esterili- zados, en los cuales se calentaba la solución á ensayar durante diez minutos á la ebullición del agua después de cerrarlos completamente, Bastian encontró en solución A, grumos de SiO” recubierta de bacte- rios, mezclados con conereciones inorgánicas mucho más refringentes, pero difícil de distinguirlas de los numerosos microorganismos aislados (loc. cit., fig. 221). En el caso de las soluciones de silicato de sodio los organismos de Bastian se hallan siempre inmóviles en grumos ú so- bre ellos y engendrados al parecer en el mismo sitio en que se les en- contró al observarles (loc. cit.). En un tubo que contenía solución AA, el líquido fué llevado á la ebullición calentándolo directamente á la llama con el objeto de ex- pulsar el aire, después se cerró y por último se sometió á la acción del agua hirviendo durante siete minutos. Pranscurridas cinco sema- nas (tiempo durante el cual fueron expuestos á la luz), Bastian los examinó y halló grumos de sílice recubiertos de cuerpos análogos á los mierococos, y llegó á la conclusión de que era imposible decir por las apariencias sí los cuerpos cociformes eran de naturaleza orgánica 6 inorgánica. Sin embargo, él eree que la mayor parte eran corpúsculos inoreánicos (2). La figura 15 muestra, según él (en A, B y C), los tres (1) La sílice coloidal y en polvo tiene la propiedad de absorber las materias colorantes. (2) Loc. cit., pág. 222. LA GENERACIÓN ESP: INTÁNEA 213 primeros estados de crecimiento de un moho (plancha Y, fig. 15 A, B y O de Bastian): él cree además que el corpúsculo que se encuen- tra en B es de naturaleza inorgánica (« C*était probablement dans les deux cas une particule inorganique »). 32 Á 120” y 130” en tubos herméticamente cerrados durante 10 y 20 minutos respectivamente. — Después de seis semanas de reposo, Bas- tian halló en un tubo que había sido calentado á 1207, algunos mi- erococos y mohos diseminados sobre los grumos de sílice: la figura 21 de Bastian, plancha VII muestra, según él, uno de estos últimos organismos (loc. cit., pág. 228). Á estas experiencias que Bastian trae en apoyo de la arquebiosis ó generación espontánea, se les pueden hacer objeciones bastante serias. En primer lugar, él sólo se basa para clasificar entre los seres vivos á los corpúsculos obtenidos, en la forma sumamente variable según las condiciones de temperatura y tiempo. Y este eriterio de la forma lo lleva á veces á él mismo á dudar si algunos de los corpúseu- los son ó no organismos, pero al fin se decide sin base firme alguna, unas veces por la afirmativa y otras por la negativa. Si á ésto agre- vamos que dichos seudoorganismos no tienen uno solo de los atri- butos de los verdaderos organismos, á nuestro modo de ver no pode- mos vacilar en considerar las experiencias de Bastian como despro- vistas de fundamento. Por nuestra parte, hemos tenido la oportunidad de repetirlas, con soluciones de silicato de sodio, fosfato de amonio y ácido fosfórico, po- niéndonos en iguales condiciones, y hemos podido comprobar que el se- dimento formado en los diferentes tubos estaba constituído casi exelu- sivamente por sílice (coloidal en unos casos y de aspecto vítreo en otros) capaz de afectar, según el modo de actuar de los agentes exte- riores (calor, luz, etc.), formas de las más diversas (gránulos, baston- cillos, etc.). Desde el punto de vista quéímico este resultado no nos debe extrañar si tenemos en cuenta que los silicatos tratados por un ácido dan (con más ó menos rapidez, según la concentración de las soluciones) un precipitado de sílice coloidal. Estos hechos, harto co- nocidos por los químicos, están de acuerdo con lo hallado por Bas- tian, quien pone en evidencia la «fecundidad» de las soluciones ácidas y la «esterilidad >» de las soluciones alcalinas. Teniendo pre: sente este hecho, se explica por qué el autor no ha hallado la deserip- ción de estos organismos (?) inmóviles en ningún tratado de bacterio- logía. En resumen, las experiencias de Bastian sobre soluciones salinas 214 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA sobrecalentadas carecen por completo de valor desde el punto de vista de la génesis de los seres vivos, por cuanto este investigador ha tomado como único eriterio la forma y ha llegado á resultados erróneos, creyendo encontrar organismos donde sólo existe precipita- dos inorgánicos que no desempeñan ninguna de las funciones de los seres vivos (movimiento, nutrición, reproducción, ete.). No pueden aceptarse como probada experimentalmente ni la generación del sér vivo, ni la substitución del carbón por el silicio en el protoplasma, hasta tanto no se lleven á cabo investigaciones verdaderamente minu- ciosas y alejadas de todo error. Las experiencias recientes sobre «cultivos minerales ». Naturaleza química de los eobios y mierobiodes de Dubois (1). — Las experiencias sobre «cultivos minerales >». fueron emprendidas por primera vez, en 1904, por Rafael Dubois, profesor de la Universidad de Lyon. Depo- sitando un cristal de cloruro de bario y de radio sobre un caldo gela- tinoso para cultura de microbios luminosos, este distinguido fisiólogo observó un fenómeno extraño é interesante: al cabo de un corto in- tervalo de tiempo se formó una cantidad considerable de pequenos corpúsculos que penetraban de más en más en la capa de gelatina, aumentando de volumen y cuyo conjunto constituía una colonia aná- loga á la que dan los mohos al estado de esporos. Observándola al microscopio, él distinguió unas granulaciones redondeadas de diver- sos tamaños, de las cuales las más voluminosas, segmentadas tenían la apariencia de huevos de esporos en el comienzo de la división ce- lular. Dichos corpúsculos coloreables por diferentes reactivos se ase- mejan á vacuolidos (expresión de Dubois) y el mencionado autor los considera como el estado más simple de organización de la materia viva ó bioproteón. Un año más tarde, John Butler Burke (Nature, 25, 1905, pág. 78). director del laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge (Sur Paction spontanée des corps radioactifs sur la gélatine), expuso la gelatina á la acción de las sales de radio y otras sales débil- mente radioactivas y obtuvo en la superficie de aquélla contenida en los tubos, una cultura especial como si los bacterios hubiesen hecho irrupción en ellas. Una de las culturas presentaba el aspecto de cier- tas culturas microbianas y el examen microscópico reveló la presen- (1) Conferencia dada en la sección «ciencias biologicas » del Congreso científi- co internacional realizado en Buenos Aires en julio de 1910. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 215 cia de objetos redondos que no se asemejaban á ninguna forma vital hasta ahora conocida. Contienen núcleos, miden alrededor de dos milésimos de milímetro y cuando alcanzan cierto volumen se subdivi- den. Según Burke, son capaces no sólo de crecer sino de reprodu- cirse y también se observa en ellos una especie de declinación y muerte. Para distineuir estas substancias de los microbios é indicar al mismo tiempo su semejanza con los mismos, éste autor les adjudica el nombre de radiobios. El profesor S. Woodhead (microbiologista), después de someter los tubos á un examen declaró que ellos no eran bacterios y al mismo tiempo emitió la hipótesis de que eran cristales. Las tentativas de identificación con el carbonato de calcio y los demás resultados obtenidos no han permitido al autor establecer dicha analogía con los cuerpos cristalizados. Además, las microfoto- erafías por ellos obtenidas muestran que estos cuerpos no tienen ninguna simetría propia á las substancias cristalizadas. En resumen: Burke está casi convencido que son cuerpos organi- zados, aun cuando no sean bacterios. Kenwood, profesor de bacteriología en la Universidad de Cam. bridge, tomó con cierto escepticismo las experiencias de Burke y emitió la opinión de que es imposible después de la experiencia de Pasteur y Tyndall, creer en la realización de la generación espontá- nea, sobre todo si se toman todas las precauciones para evitar el error. Estas experiencias de Burke llamaron intensamente la atención del mundo científico y uno de los primeros en tomarlas en considera ción fué Dubois, quien en una nota publicada en 1905 en la Revue des idées, reclama la prioridad del descubrimiento (1) y llega á las si- euientes conclusiones: « Al menos por ahora (Le Radium, 1905, agosto 15, página 2 del suplemento), dice Dubois, sólo faltan á estos corpúsculos para ser asimilables á partículas organizadas, la facultad de dar lugar á va- rias generaciones sucesivas de seres semejantes. Parecen desprovis- tos de lo que se llama energía evolutiva ó ancestral. Como ellos, se- gún Dubois, nacen, crecen, se mueven, se segmentan, envejecen y mueren volviendo al estado cristaloidal, como todos los seres vivos, (1) R. Dubois envió una memoria á la Academia de ciencias de París y dos co- municaciones á la Sociedad de biología en 1904. Dió también una conferencia en la Universidad de Lyon con motivo de su apertura el 3 de noviembre de 1904 (La creación del sér vivo y las leyes naturales). 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA propone el nombre genérico de Eobios (aurora de vida), porque el de radiobios que le da Burke no es apropiado, desde el momento que las sales de radio no son necesarias para su producción. El autor termina su nota afirmando que los antisépticos orgánicos perturban considerablemente la formación, el crecimiento y la seg- mentación de los eobios y resume sus conclusiones de la siguiente manera : «1" Por el contacto de ciertos eristaloides con los coloides orgáni- cos, se obtienen granulaciones que presentan los caracteres ópticos y morfológicos del estado más simple, más rudimentario, del biopro- teón ó materia viva « vacuólida »; 2% Estos vacuólidos oreánico-minerales y organizados nacen, ere- cen, se segmentan, envejecen y mueren volviendo al estado cristali- no, como todos los seres vivos ; 3 Ellos representan el estado de organización y sobre todo de funcionamiento más simple y quizá más vecino del bioproteón ó ma- teria viva y, por estos motivos, yo propongo el nombre genérico de eobios (aurora de vida). Después de este primer trabajo, el profesor Dubois continuó sus investigaciones y presentó una memoria (1) al congreso de la Associa- tion francaise pour Pavancement des sciences reunido en Lyon en 1906, en la cual lega á conclusiones análogas á las anteriores, que hemos tenido ocasión de transcribir. En esta última memoria se nota, sin embargo, una ligera modifica- ción en sus afirmaciones. Sostiene, en efecto, que no parecen repro- ducirse ni multiplicarse y que no son más que corpúsculos cristalinos semejantes á los radiocristales de Harting. Pero como á menudo ofre- cen una organización, él los sigue considerando como el estado más. simple de la materia viva. Según Dubois, los corpúsculos no son vivientes en el propio senti- do de la palabra, puesto que no poseen lo que él ha denominado «energía ancestral evolutiva», pero su descubrimiento demuestra mejor todavía que los del mismo género efectuados anteriormente, que entre el mundo organizado y el mundo inorganizado, no existe abismo alguno y que en ciertas circunstancias, la materia inanimada puede presentar algunas de las propiedades morfológicas y dinámicas de la substancia animada ó bioproteón. (1) RararL Dubols, Sur la prétendue génération spontanée par les radiobes. Con- gres de Lyon, 1906. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 217 Recientemente (1907), Kuckuek (1), después de hablar en términos venerales sobre la resolución del problema de la generación espontá- nea, da un impulso mayor á las experiencias de los eobios de Dubois. Él siembra una sal de bario sobre una mezcla de gelatina, peptona, asparagina, glicerina y agua de mar y obtiene corpúseculos que se parecen del todo á verdaderas células, que presentan como éstas, fe nómenos de nutrición, de crecimiento, de reproducción, de herencia, de locomoción y que se reunen en colonias. Kuckuek va más allá to davía y ensaya de buscar cuáles son entre los seres vivos, los más próximos parientes á estos seres artificiales y él designa á ellos un lugar en la clasificación natural. Tal es el estado actual de la cuestión de los cultivos minerales con Fio. 14 sales de bario y de los eobios ó mierobioides de Dubois. Estos dimi- nutos corpúsculos se hallan ya ubicados en el cuadro general de la clasificación de los seres vivos. ¿Cuál es la naturaleza química de estos cultivos? — Con la inten- ción de repetir las curiosas experiencias de Dubois, preparé una so- lución salina de gelatina del comercio y después de obtener las colo- nias blancas con el eloruro de bario (fig. 15 a), llevé al microscopio la preparación sacada de una de las colonias. Pude contemplar en efecto, en el campo de este aparato (fig. 14) (2), una cantidad considerable de (1) Kuckuck, Die Loung des problems der Urzengung, Leipzig, 1907. Gracias á la amabilidad del profesor Augusto Scala, he podido enterarme del trabajo anterior así como del análisis que de él hace la Revue Scientifique (abril 1909). (2) Esta y las otras microfotografías fueron obtenidas en el gabinete fotográfi- 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pequenos corpúsculos de aspecto cristalino, redondos la mayor parte yv algo cúbicos otros (provistos de la agitación ya conocida con el nombre de movimientos brownianos), que aumentaban de volumen y que al cabo de varias horas de formados presentaban una línea de división en el medio. En resumen, ellos presentaban todos los carac- teres exteriores deseriptos por los autores mencionados. No pudiendo admitir la precipitación de la gelatina por el electroli- to Cl*Ba, pues se trataba de una coloide estable (que á veces se usa como coloide protector para evitar la acción precipitante de las solu- ciones coloidales inestables como las de oro metálico). ¿qué subs- tancias químicas podían producir estos corpúsculos ? Tampoco podían ser fragmentos del cristal primitivo de Cl“Ba, porque no se disolvían en agua. Necesariamente debía existir en la velatina del comercio alguna substancia capaz de dar con el Cl*Ba un compuesto insoluble en agua. Como la solución acuosa de ClBa depositado en forma de gotas sobre la gelatina solidificada daba también lugar á la formación de co de la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales, por el señor Luis Navarro á quien agradezco en este lugar. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 219 colonias blancas (tig. 15 d), tuve la idea de tratar la gelatina en so- lución por otra solución de cloruro de bario. Inmediatamente cons- taté un precipitado blanco que tenía todos los caracteres del sul fato de bario, insoluble en HCl, agua regia, etc. La acidez de la solución daba á su vez á sospechar que ella contuviera ácido sulfú rico libre. Dado este resultado de las primeras experiencias, era lógico su- poner que las colonias blancas se debían á la combinación del ácido sulfúrico ó sulfatos de la gelatina comercial con el cloruro de bario, y que los corpúsculos microbioides (?) estaban constituidos por dimi- nutos cristales de sulfato de bario, impregnados probablemente por algo del coloide gelatinoso (por absorción). Para verificar esta suposición efectué las experiencias siguientes : a) Traté la gelatina en solución al 1 por ciento próximamente por una cantidad un poco mayor de Cl*Ba de la que se necesitaba para combinarse con todo el ácido sulfúrico libre y combinado; filtré, eva- poré hasta consistencia siruposa y dejé enfriar hasta solidificación. La solución sólida de gelatina así obtenida no dió lugar á la forma ción de colonias (fig. 15 b). b) Depositando sobre la superficie de esta solución un cristal de SO'Na?, obtuve la formación de colonias del mismo aspecto que las 220 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA de la gelatina primitiva á la cual no se le había eliminado el ácido sulfúrico y sulfatos (fig. 15 c). c) El agaragar (de Kahlbaun) disuelto como para dar una solución sólida, después de un cierto tiempo dió una colonia apenas percepti- ble (fig. 16 «). Agregando á esta solución cantidades crecientes de SO'H?, obtuve al depositar el CFBa sobre la superficie, colonias idénticas á las que se formaban sobre la gelatina comercial y cuya intensidad aumentaba á medida que la cantidad de SO"H? agregada era mayor (fig. 16 b y c). Una vez averiguada la naturaleza quimica del precipitado blanco de las colonias cristalinas, quedaba aun por interpretar la forma de los cristales que constituían los corpúsculos. Si ellos estaban real- mente constituidos por sulfato de bario, ¿por qué no presentaban una de las formas cristalinas del sistema rómbico que caracteriza 4 este compuesto ? Este segundo problema no presenta dificultades de orden experi- mental. Basta recorrer uno cualquiera de los tratados de mineralogía para tener una idea de la variedad erande de formas cristalinas del sulfato de bario. Habitualmente él se presenta en cristales de forma prismá tica del sistema rómbico, pero en la naturaleza se observan á menudo cristales en forma de rosetas, de bastoncillos, de losange, de cresta de gallo, ete. El profesor Sehroen, de Nápoles, ha estudiado minuciosa- mente la forma globular (véase Benediekt, El biomecanismo y neovita- lismo en medicina y biología). Además de estas variedades naturales pueden producirse otras LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 221 provocando la cristalización en medios viscosos y coloidales. Las mi- crofotografías de las figuras 17 y 15 muestran con gran aumento las formas que afecta el sulfato de bario precipitado en medio coloidal sólido de gelatina y en las colonias de Dubois. La microfotografia de la figura 19 muestra la forma de los cristales de SO Ba en solución semisolida de gelatina. En la microfotografía de la figura 20 se obser van los corpusculos de SO,Ba con una diferenciación central que les da la apariencia de nucleos. Pero esto se debe á un fenómeno puramen te óptico que hemos provocado intencionalmente poniendo fuera de foco á los cristales, con el objeto de demostrar que ese error de técni ca microscópica en este caso puede llevarnos asegurar la existencia de núcleos en dichos corpúseulos. Sin embargo en ciertas preparaciones se observan inclusiones de naturaleza incierta en el centro de los eris- tales deformados de SO, Ba. Provocando la precipitación del SO,Ba en el seno de una solución coloidal de goma se obtienen eristales en forma de losange, algunos aislados y otros en eruz ó formando X (mierofotografía de la figura 21). Este hecho de la variación de la forma eristalina por adición de substancias orgánicas á la solución que va á dar origen á aquellos, fué descubierto por Foureroi y Vauquelin en 1801 (variación de las for- mas del CINa y CINH? por la adición de urea) y estudiado más tarde por P. Gaubert, quien se ha ocupado mucho de estas cuestiones (Les états physiques de la nature, Ch. Maurian, 1910, página S7). Haciendo cristalizar nitrato de plomo en una solución que contenía azul de me tileno, Gaubert ha conseguido modificar la forma regular octaédrica : basta 2000 de este colorante orgánico para provocar el pasaje hacia 4 222 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la forma cúbica. A menudo los cristales absorben en pequeña canti- dad las materias extrañas que intervienen coloreando el eristal, si se trata de un caso análogo al anterior. Ledue ha obtenido unas curio- sas modificaciones en la forma de los eristales cúbicos del CINa: la cristalización de este compuesto en una solución coloidal produce rosetas y ramificaciones variadas (Les bases physiques de la vie, 1906, pág. 10), (fig. 22). Como vemos, la modificación de la forma eristalina no es un hecho aislado. En el caso de las colonias de Dubois obtenidas en medio coloidal de gelatina, el sulfato de bario afecta principalmente la for- ma globular (esferocristales análogos á los de Hartine) y de losange (se observan también formas cúbicas). LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA VAS Basándonos en esta serie de experiencias, creemos poder sostener que las afirmaciones de Dubois carecen de valor desde el punto de vista de la biogénesis, puesto que si realmente las colonias por él obtenidas están formadas por cristales de sulfato de bario modifica- das en su forma por la acción del coloide é impregnados de pequeñas cantidades de substancia orgánica, no podemos considerarlas como próximas al estado viviente. ln tal caso, las denominaciones de eobios y mierobioides no tendrán significado alguno. Al realizar este pequeño trabajo no me ha guiado otra idea que la de investigar la verdad en cuestiones tan apasionantes como son todas aquellas que directa é indirectamente se relacionan con la gé- nesis de la materia viva. Por consiguiente, deseo intensamente que los profesores Dubois, Burke y Kuckuek y todos aquellos que se interesen por tema de tal naturaleza, dediquen un momento á fin de dilucidar el verdadero sig- nificado de aquellas experiencias, así como la naturaleza química de los corpúsculos que constituyen las colonias minerales. Creemos que aun cuando se hubiera tomado al sulfato de bario cristalizado como el representante del estado rudimentario de la materia viva, las expe- riencias de Dubois no pierden su valor, porque si bien es cierto que ellas no tendrían relación ninguna con la biogénesis, no podemos ne- ear que constituirían un capítulo interesante de la físico-química del estado cristalino. De las experiencias que hemos efectuado se deducen las siguientes conclusiones : 1 Cuando se depositan cristales de cloruro de bario ó gotas de una solución de este mismo compuesto sobre la superficie de una solución coloidal sólida de gelatina del comercio, impura, se forman colonias constituidas por pequeños cristales globulares de sulfato de bario, debido al ácido sulfúrico libre y combinado que aquélla contiene. 2” Eliminando el ácido sulfúrico libre y combinado de esta misma velatina por el cloruro de bario y evaporando la solución sólida co- loidal, no se producen las colonias cristalinas, operando como en el caso anterior. Si la cantidad de cloruro de bario agregada excediía á la necesaria para precipitar todo el ácido sulfúrico libre y combinado, se produci- rán dichas colonias por la adición de un sulfato soluble ó ácido sul- fúrico sobre la gelatina coloidal, como era fácil preveer. 3 En las condiciones en que se han colocado Dubois y Kuekuek y otros investigadores, es muy probable que hayan tomado al sulfato 224 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de bario cristalizado (forma globular, ete.) como al representante del estado rudimentario de la materia viva. En tal caso, las denomina- ciones de eobios, microbioides y otras análogas perderían completa- mente el significado atribuido por estos autores. CONSIDERACIONES GENERALES La doctrina de la generación espontánea en el pasado y en el presente. Algunas reflexiones sobre el origen de los seres vivos y los métodos modernos de investigación. La ligera reseña histórica que hemos tenido ocasión de hacer, basta para mostrarnos que la « doctrina de la generación espontánea », ha sufrido una evolución profunda y significativa desde la época de Anaximandro hasta nuestros días, pasando del dominio de los seres relativamente superiores, al de los infinitamente pequeños. En la primera fase de su evolución (fase biológica, empírica y ra- cional), su adelanto estuvo intimamente ligado al de las ciencias na- turales que lo consideraron sucesivamente desde los puntos de vista empírico y racional. En el período de empirismo se acudía á la obser- vación simple, la mayor parte de las veces poco eserupulosa, que «laba lugar á síntesis incompletas y por consiguiente á un edificio tilosófico inestable. Más tarde (período racional) se profundizó el análisis y debido á observaciones numerosas se llegó al descubrimiento de seres verda- deramente interesantes (moneras de Haeckel), lo cual permitió radicar el problema en el estudio de pequeños corpúsculos de substancia albu- minoide. Al mismo tiempo que se produce esta diferenciación en lo que se refiere á la materia viva, se opera otra intimamente relacionada A las funciones vitales, ó sea á las funciones desempeñadas por aquélla. Como estas funciones desde el principio eran múltiples, el biólogo «comenzó á estudiarlas aisladamente para preparar el terreno á las futuras investigaciones químicas. Después sucedió un periodo más analítico aun, que tuvo como punto de partida los datos suministrados por la quimica orgánica y la bioquímica. El químico empezó á escudrinar la composición de la célula animal y vegetal y fué reemplazando poco á poco aquella uni- «lad biológica compleja en su aparente simplicidad, por un sistema LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 225 heterogéneo de agregados de moléculas albuminoideas y substancias minerales y por último llegó al albuminoide mismo, que sometió á una serie de procedimientos de descomposición y de análisis. Este proceso de descomposición iniciado por la química, tenia por objeto hacer la diagnosis de los grupos funcionales contenidos á modo de órganos en la molécula compleja de los albuminoides y averiguar al mismo tiem- po, la naturaleza de las funciones que ellos desempeñan. Las investi- gaciones químicas así orientadas se asemejan á las que efectúa el biólogo, cuando lleva á cabo el estudio anatómico de un organismo y el análisis profundo de las funciones que sus diversos órganos cum- plen. Pero los métodos analíticos empezaron á sentirse deficientes debido á que no permitían formar una idea clara y precisa del conjunto al cual ellos se aplicaban, ya sea porque siendo demasiado violentos sólo se podían conseguir fragmentos informes del edificio molecular, ó bien porque surgía la duda de si esos fragmentos obtenidos por desdoblamiento, formaban realmente parte integrante del conjunto primitivo. En efecto, parte de ellos podían haberse formado recién por la acción del agente físico ó químico. El adelanto grande que experimentaba la química orgánica á me- diados del siglo XIX, en cuya época ya se hallaban en auge los métodos sintéticos, permitió la resolución de una serie de problemas de capi- tal importancia. La aplicación de estos métodos, llevó á la obtención en el laboratorio de un cúmulo de substancias cuya síntesis se crela sólo obra de esa misteriosa fuerza vital que se escondía en las partes más ocultas de los seres vivos para poder efectuar libremente sus hazañas, substrayéndose á la curiosa mirada del químico. Una vez dado este primer paso, se pensó en la síntesis de los cons- tituyentes principales de la substancia de los seres vivos, los albumi- noides, los hidratos de carbón y las grasas, para poder llegar después á la síntesis del protoplasma mismo! Plantear este grave é intere- sante problema y comenzar á su realización, todo fué obra de un se- gundo en el último periodo de la evolución de la química. Las bellas investigaciones de Schuntzemberger, Fischer, Abderhalden y sus alumnos sobre albuminoides y las que se han inaugurado recientemen- te sobre sintesís vegetal, no dejan duda ya acerca del éxito final que ha de coronar á esta heroica obra. Estos adelantos de la química repercutieron inmediatamente en el terreno de las ciencias naturales y Haeckel, uno de los filósofos natu- ralistas más caracterizados del siglo XIX, supo interpretar fielmente AN. SOC. CIEN'T. ARG. — T. LXXI 15 ) 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la orientación que tomaba el problema, y formuló basándose en cua- tro principios fundamentales establecidos por la química fisiológica, la teoría de la arquegonia ó generación espontánea (1) más acertada que existe en nuestros días. Á partir de esta época, el problema de la generación espontánea se liga de más en más íntimamente con las investigaciones relativas a las analogías y diferencias entre los organismos y los ¡norganismos, desde el triple punto de vista de la forma, de la materia y de la fuer- Za. Actualmente los abiogenistas tratan de establecer experimental- mente la continuidad de la vida entre la materia inorgánica y la ma- teria orgánica y organizada y armonizan por consiguiente, con el importante principio de Leibnitz. Antes de emprender experimentalmente este problema, los inves- tigadores modernos han averiguado si era posible establecer analo- gías legítimas entre los organismos vivos y la materia bruta, como para poder pensar en la realización de la génesis del sér vivo á ex- pensas de esta última y de las fuerzas físico-químicas. Un breve examen de los descubrimientos realizados en este sentido nos lleva á establecer: 1% que desde el punto de vista de la forma no es posible en muchos casos hallar diferencias netas entre los organismos imferiores y las organizaciones de materia bruta (estructuras artificiales ;) 2 que hasta el presente no se ha conseguido reproducir artificialmente ni la materia ni el conjunto de las funciones vitales de los organismos ele- mentales. Las tentativas efectuadas en estos últimos años, demuestran que es posible obtener en el laboratorio, un sistema material semejante al de estos últimos (pero desprovisto de sus propiedades esenciales) y una serie de fenómenos elementales aislados, que se creían caracte- rísticos de los seres vivos. Falta ahora reunir, asociar de un modo armónico, los tenómenos elementales obtenidos en el anterior proceso de síntesis, empleando un dispositivo físico-químico adecuado para reproducir las tres prin- cipales funciones de un sér vivo elemental: el movimiento, la asimi- lación y la reproducción. La realización de esta árdua tarea constituye nada menos que la cima de las aspiraciones de las ciencias físico-químicas modernas y (1) Como ya hemos visto, Haeckel cambia la expresión « generación espontá- nea» por la de arquegonía ó abiogénesis, debido á las diferentes acepciones que á ella se le ha dado en las teorías antiguas y modernas y que han motivado graves confusiones. LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 227 no podrá contemplarse coronada por el éxito hasta tanto no haya transcurrido un eran número de años. Desde ya se hace sentir mucho la necesidad de un método ade- cuado de investigación y tanto más si tenemos presente que existe toda una escuela modernista que cree haber creado una ciencia nueva (la plasmogenia) y que utiliza procedimientos basados puramente en el empirismo y dirigidos por la idea preconcebida de que es facilísima la resolución del problema, hasta el punto de que basta según ellos, producir un precipitado inorgánico cualquiera, con una forma pare- cida á la de un organismo, para no dudar de la génesis artificial del sér vivo. Este método, que tiene cierto valor cuando se le adopta con pruden- cia, se hace verdaderamente pernicioso cuando se halla entre manos de personas inexpertas que á veces ignoran las nociones fundamen- tales de las ciencias físico-químicas. Basándonos en los datos adquiridos por la físico-química, podemos hacer algunas consideraciones acerca del problema metodológico que debe resolverse antes de emprender la larga serie de experiencias ne- cesarias para llegar á un resultado positivo. Á los métodos analíticos y sintéticos que utiliza con provecho la química, es necesario agregar otro que es propio de la físico-química moderna, sin el cual no sería posible continuar con éxito las investi- gaciones químicas comenzadas en este sentido. Las leyes estequiométricas, que relacionan las propiedades físicas, químicas y físico-químicas á la constitución de los agregados mate- riales que le sirven de substratum, se establecen como sabemos, comparando una misma propiedad en una serie de compuestos de estructura molecular distinta (se eligen especialmente los compues- tos orgánicos puros cuya constitución se ha establecido perfecta- mente por análisis y síntesis) y en una serie de mezclas homogéneas (soluciones verdaderas, por ejemplo) y heterogéneas (soluciones coloi- dales) de composición físico-química distinta. Ellas, una vez estable- cidas, vienen á dar nacimiento á un nuevo método de investigación de la estructura molecular de los compuestos y de la constitución de las mezclas á estudiar, que utiliza como reactivo de esta constitución, propiedades físicas de fácil experimentación. Procediendo de este modo se ha llegado á establecer las funciones fisiológicas de ciertas agrupaciones de materia (propiedades antitér- micas de los grupos NH* y NH, propiedades anestésicas de los gru- 228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pos 0*H”, ete.), y no es aventurado suponer que él pueda servir de base al establecimiento de las leyes que rigen las funciones vi- tales de la materia y los grupos funcionales que les sirven de sostén. Sería necesario ante todo someter al protoplasma, que se nos presenta como una mezcla heterogénea de soluciones coloidales al- buminoideas y de soluciones de electrolitos, á un estudio experi mental prolijo para aplicar por vía analítica aquel método de inves- tigación. Para ello habrá que modificar á estos últimos de un modo conve- niente, pues de otro modo quizá no sería posible aplicarlos al estudio del protoplasma. Una vez hallado el método experimental se somete- ría á los microorganismos á la acción de las diferentes formas de la energía y de los agentes químicos, con el objeto de seguir paso á pa- so la variación de la función vital de los mismos. Los métodos ópticos y eléctricos serían por ahora los más apropia- dos para tales determinaciones. Asi, por ejemplo, el mieroscopio co- mún sirve cuando se eligen microorganismos provistos de movimien- tos y se hacen actuar sobre ellos agentes tóxicos como las materias colorantes capaces de dejar su rastro en el plasma celular : la combi- nación química ó absorción físico-química del colorante por el proto- plasma de los mieroorganismos, que acompaña á la muerte de éstos, se exterioriza por una diminución de sus movimientos. El ultrami- croscopio denotaría los cambios de constitución física de los agrega dos vitales cuando sobre ellos actuaran los agentes tóxicos, porque es capaz de revelarnos las partículas infinitesimales de que están constituídas las soluciones coloidales. El microscopio arreglado para las observaciones fotográficas con luz ultrovioleta (inventado recién en 1904 por Kohler), reemplazando nuestra vista dejaría impresionadas en la placa fotográfica, las varia- ciones íntimas de la constitución molecular del protoplasma de los mi- croorganismos, que acompañan sin duda á las variaciones de la función vital. También sería conveniente emplear un miero-espectroscopio para la luz ultravioleta especialmente construído, pues él podría eviden- ciar las bandas de absorción ultravioletas provocadas en. la luz natural al atravesarlos constituyentes del protoplasma de una amiba, por ejem- plo, y las variaciones posibles de dichas bandas cuando sobre el proto- plasma se hicieran actuar los agentes fisicos capaces de atenuar su función vital. Las aplicaciones del método eléctrico han dado á Loeb, Delage y La LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA 229 y otros autores, resultados preciosos en el estudio de ciertos fenóme- nos biológicos. Conjuntamente con todas estas aplicaciones y otras más que sería largo enumerar, habría que levar á cabo el estudio también físico- químico de las principales funciones vitales de un organismo algo desarrollado ; trabajo que apenas está en sus albores (emisión de seudopodios, corrientes protoplasmáticas, fenómenos de quimiotaxis- mo, asimilación, respiración y reproducción). Con todo ésto se conseguiría disociar el fenómeno vital complejo en los fenómenos elementales que lo constituyen. Pero aun faltaría asociar artificialmente y de un modo armónico todos estos factores, para llevar á cabo la síntesis del fenómeno (complejo) primitivo. Esta cons- titulría la faz físico-quéímica puramente sintética en la cual se apro- vecharían los elementos de estudio recolectados en el proceso de aná- lisis. La química daría todo lo relativo á la materia y la físico-quí- mica tomaría estos datos (sobre constitución íntima de los albumi- noides, etc.), y agregaría los suyos propios relativos á las mezclas heterogéneas que forman el substratum del protoplasma (moléculas de al- buminoides, electrolitos, ete.), y trataría por último de ligar esta cons- titución química y físico-química con las funciones vitales que separada- mente había estudiado. Conseguidas las partes faltaría mucho todavía: faltaría nada me- nos que asociarlas convenientemente para llegar á constituir ese con- Junto complejísimo que denominamos protoplasma y que desempeña las funciones primordiales que caracterizan la vida orgánica. Este ligero bosquejo se halla más que todo, destinado á advertir la necesidad imprescindible de adoptar un método para las investiga- ciones físico-químicas sobre el mecanismo de la materia viva, que son las investigaciones del porvenir. De lo contrario, nuestro espíritu se hallará más de una vez, envuelto en el desorden y la confusión ante el número considerable de hechos aislados, que es necesario correla- cionar siguiendo un plan determinado. No opino que el camino seña- lado sea el único para llegar á la meta, ni tampoco tengo la preten- sión de afirmar que sea el mejor. Adoptemos el método que creemos se halle más en armonia con los recientes adelantos en la ciencia, pues sin un norte, sin una idea di- rectriz destinada á encausar la experimentación por un sendero racio- nal, nos veremos más de una vez expuestos á desfallecer ante las enor- mes dificultades que nos presentará un problema tan difícil. Y después 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA prosigamos con fe por el sendero que nos hemos trazado, seguros de que este importante capítulo común á la físico-química y á la biología, nos ha de proporcionar más de un momento de incertidumbre y de placer, más de un desengaño y de una conquista. Y esperemos también, con resignación, al Franklin que nos ha de brindar con las leyes de estos maravillosos fenómenos, después de haber arrebatado del seno del pro- toplasma el rayo de la vida. 3 de octubre de 1910. H. DAMIANOVICH. NUEVO MÉTODO DE DESTRUCCIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA POR EL BROMO APLICABLE ESPECIALMENTE EN TOXICOLOGÍA Y EN CUALQUIER OTRO CASO EN QUE SEA NECESARIO DESTRUIR UNA COMBINACIÓN ORGÁNICA (1) Los métodos empleados para la destrucción de la materia orgánica son muchos y muy variados. En ellos se emplean el ácido sulfúrico, el ácido nítrico, el oxígeno, el cloro y muchos otros agentes capaces de descomponer la materia orgánica transformándola en compuestos minerales. Pasaremos en revista los más importantes : Flandin y Danger emplearon el ácido sulfúrico adicionado luego de ácido nítrico. Dicho método fué modificado por Gautier evitando la formación de cloruros volátiles, especialmente de arsénico, engendra- dos á expensas de los cloruros existentes en las materias á destruir. Guutier invirtió los términos, destruyendo primero por el ácido ní- trico y luego por el sulfúrico, de este modo, los compuestos del arsé- nico eran oxidados y transformados en productos no volátiles (ácido ATrséNICO). Pouchet empleaba el bisulfato de potasio y el ácido nítrico. Villiers emplea el ácido clorhídrico y el ácido nítrico adicionando la mezcla de algunas gotas de una sal de manganeso, que tiene la propiedad de acelerar la oxidación. Denigés modifica el procedimiento de Villiers, con una técnica es- pecial y agregándole ácido sulfúrico. (1) En este trabajo he sido secundado eficazmente por el señor Amancio Fer- nández, jefe de sección la de oficina química del Departamento nacional de hi- viene. 232 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por el procedimiento de Dutlos y Millon, modificado por Fresenius y Babo, se destruye la materia orgánica por el cloro naciente. El clo- ro se obtiene por la accion del ácido clorhídrico sobre el clorato de potasio. Se coloca la materia orgánica á destruir en una cápsula ó en un matraz, se le agrega ácido clorhídrico y poco á poco se le proyec- ta pequeñas cantidades de clorato de potasio. No se forma cloruro de arsénico volátil á causa del poder oxidante del cloro. El antimonio puede transformarse en cloruro volátil debido á su bacisidad. El es- taño se transforma también en cloruro volátil. El mercurio, el plomo, el cobre, el bismuto y la plata se transforman en cloruros no volátiles. Ogier modificó el procedimiento suprimiendo algunos inconvenien- tes. Para evitar el agregado de grandes cantidades de clorato de po- tasio y de ácido clorhídrico coloca la substancia en un matraz agre- eándole el elorato de potasio y hace llegar una corriente de gas celor- hídrico lavado, el que actúa asi más efizcamente. El procedimiento de Ogier es uno de los más usados. Sehlagdenhaufen y Pagel emplean el cloruro de cromilo, obtenido por la acción del cloruro de sodio sobre el bieromato de potasio y áci- do sulfúrico, ese cuerpo actúa por el cloro y el oxígeno que deja des- prender al descomponerse, la ecuación es la siguiente: 20r0?*0CP = UrO? + 04 + O El procedimiento de destrucción por el oxígeno bajo presión em- pleando la bomba calorimétrica de Berthelot ó de Maler tiene algunos inconvenientes, entre otros, el de la poca cantidad de substancia que puede ser destruída cada vez. Á pesar de todo, mucho se ha adelantado desde el año 1826 en el cual Devergié empezó á emplear el carbón animal para descolorar la materia objeto del análisis y Orfila empleó el cloro con el mismo obje- to sin darse cuenta de la importancia del método reformado más tarde por Dutlos y Millon, Fresenius y Babo y por Ogier. Ya Rapp propo- nía en la misma época que Orfila, un método de destrucción por el fue- go, proyectando la materia orgánica en un crisol enrojecido; pero el resultado era desastroso, muchos tóxicos, especialmente el arsénico y el mercurio, los tóxicos más usados en aquella época, se perdían al estado de vapor. Recién en 1836, aparece el aparato de Marsh que modifica substancialmente la investigación del arsénico. Todos sabe- mos que su aparato más ó menos modificado se usa aun hoy para in- vestigar dicho tóxico. DESTRUCCIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA POR EL BROMO 2359 En 1839 Orfila modifica el procedimiento de Rapp y propone una 'alcinación moderada en presencia de nitrato de potasio. Barse, substituye, al año siguiente, el nitrato de potasio por el áci- do sulfúrico, método modificado luego en 1841 por Flandin y Danger y ya descripto anteriormente. Todos los métodos mencionados tienen sus inconvenientes y en ge- neral son largos y delicados. Si consideramos el procedimiento de Fresenius y Babo modificado por Ogier, nos encontramos con la ne- cesidad de emplear un aparato relativamente costoso, con rodajes de vidrio y con el mayor inconveniente del cuidado que hay que tener durante todo el tiempo que dura la operación. Se emplean además tres substancias cuyo grado de pureza debemos verificar, el ácido sul- fúrico, el ácido clorhídrico y el clorato de potasio. ara tratar de evitar esos inconvenientes he substituído el cloro por el bromo, el cual debido á su estado líquido es más fácil de ma- nejar. Se opera del modo siguiente: En un matraz de cuello largo se colo- :a la substancia objeto del análisis, se agrega luego una cierta canti- dad de bromo y se coloca al baño-maría. El bromo en esas condicio- nes actúa del mismo modo que el eloro destruyendo la materia orgá- nica. Para mayor precaución puede colocarse al matraz, un refrigerante ascendente ó un tubo de desprendimiento cuya extremidad se sumer- ge en un recipiente con agua, sin embargo creo que esa modificación no es necesaria y los ensayos que hemos efectuado con el arsénico y con el mercurio nos dieron resultados del todo satisfactorios operan- do con un matraz sencillo y de cuello relativamente corto. Actual- mente seguimos estudiando la aplicación del procedimiento á los demás tóxicos, pero por los resultados obtenidos hasta la fecha, creo que puede asegurarse un resultado del todo positivo. Podemos agre- ear también que el líquido obtenido es más claro; por consiguiente más puro que el que hemos conseguido en una infinidad de operacio- nes operando con el cloro. En resumen las ventajas del procedimiento, son las siguientes : Mayor rapidez en la operación. Facilidad de efectuar varias destrue- ciones al mismo tiempo en vista del material poco voluminoso y tam- bién poco costoso. No necesita vigilancia de ninguna clase y se aban- dona la operación que se efectúa sola sin peligro ninguno. Uso de una sola substancia, cuyo grado de pureza se investiga fácilmente. Para eso recomiendo colocar el bromo en un recipiente de cierto ta- maño, para no tener que reconocer su pureza más que una sola vez. 234 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Menos volatilidad de los productos obtenidos, lo que evita pérdidas, tal es el caso del antimonio y del estaño. Esa menor volatilidad de los bromuros sobre los cloruros es de una importancia muy grande y evita así el uso de aparatos costosos é in- cómodos. Se evita también el uso del cloro que es siempre desagradable y se obtiene por último, y eso es el resultado de varias operaciones efec- tuadas por nosotros, un líquido más claro y más puro. Las operaciones subsiguientes se efectúan del mismo modo que en la destrucción por el cloro. Se hace pasar una corriente de anhidrido sulfuroso, se evapora un tiempo al baño maría y se hace pasar una corriente de hidrógeno sulfurado, para precipitar los sulfuros. Dejo, pues, establecido un método nuevo de destrucción de la ma- teria orgánica que ofrece ventajas indiscutibles sobre los métodos usados hasta el presente. Mayo 15 de 1911. DOCTOR JORGE MAGNIN, Director de la oficina química del Departamento nacional de higiene. BIBLIOGRAFÍA CASA EDITORIAL GAUTHIER-VILLARS, PARIS. Mécanique sociale par SPIRU C. HARET, docteur es-ciences professeur a 1?Uni- versité et a École de ponts et chaussées de Bucarest, membre de l'Académie roumaine, ministre d'état. 1 volume de 16 < 24, de 254 pages et nombreuses figures dans le texte. Paris, Gauthier-Villars y Bucarest, Ch. Góbl, 1910. Se trata de una aplicación del método matemático á las investigaciones sociales : estática y dinámica social estudiadas con el rigor de la fórmula y del número. El primer capítulo sólo trata de diversas nociones matemáticas que es indispensable recordar para el desarrollo subsiguiente : en particular presenta el concepto de rariable y función, representación de funciones, fórmulas usuales en mecánica, interpolación, asímptotas, método de las aproximaciones sucesivas. Luego entra en materia estudiando los fenómenos sociales y tratándolos por el método mate- mático; deduce una ley de continuidad de los fenómenos sociales; los principios de estabilidad y equilibrio social, centro de gravedad del cuerpo social, axiomas de la dinámica social; sus problemas. Principios de la conservación de la energía y de la menor acción. Difusión de las masas sociales. La vida, la inteligencia, el capital como fuerzas sociales. Noticia general sobre la civilización. ¿s este el valiente trabajo de un espíritu independiente y aguerrido así en las agitaciones y acciones y reacciones de las multitudes como en la inmutable rigi- dez de las soluciones matemáticas. Para que pueda juzgarse acerca de la impor- tancia del trabajo, me bastará decir que es peligrosa tarea la sola empresa de hacer su bibliografía; en todas las que se hagan del importante trabajo descu- brirá el autor sea la deficiencia de los conocimientos matemáticos, sea la del mecanismo de las fuerzas y movimientos sociales. El contacto que intenta pro- ducir el hombre público qué es autor de este famoso ensayo, reune ó acerca dos ciencias demasiado dislocadas hasta hoy para que los que tienen dominio ó peri- cia en uno de los campos pueda tenerlos en el otro, cuando todavía vivimos en la especialización, creyendo en la unidad de la ciencia. Famoso ensayo hemos dicho y lo es efecto: famoso por el camino que descubre; ensayo, porque en sus páginas se apercibe esa aspereza de lo que no ha adqui- rido el final relieye. Varias veces fué preciso leerlo. 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA per voler esser certo di quella fede que vince ogni errore. Este trabajo — comienza el autor en la introducción — es un ensayo de apli- cación del método científico al estudio de las cuestiones sociales. En realidad debe entenderse que se trata de la aplicación de las matemáticas como método, á la resolución de problemas sociales, pues acaso ninguna ciencia como las socia- les hayan aplicado de tan antiguo, métodos científicos en sus investigaciones. Bien es cierto que, sea por la complejidad de sus cuestiones y por la permanente variabilidad de los principios que las sustenta, no es posible fijar leyes generales ni inmutables. La filosofía contemporánea presenta como uno de sus caracteres interesantes el de formular un concepto nuevo sobre las ciencias matemáticas, Ó por lo me- nos, una faz nueva de su mecanismo : independientemente de su propio proceso de ciencia pura, las matemáticas han invadido el campo de otras ciencias, que parecían enteramente alejadas de ellas, desempeñando en esa intervención el papel de método. Y es dado decir que hasta ahora, ha logrado conducir á resul- tados sorprendentes, en particular en las ciencias biológicas y en las psicológi- cas; no alcanzará á tener en ellas el papel preponderante que tienen en las cien- cias físicas y en algunas ramas de las ciencias naturales, pero no hay duda que simplificará considerablemente algunas resoluciones y singularmente, las presen- tará en un lenguaje incontrovertible. Por lo tanto, no puede parecer excesiva- mente aventurado el ensayo de introducirlas en las ciencias sociales. Pero ¿en la obra en estudio hay ya elementos de utilidad apreciable y solucio- nes decisivas ? Sin duda alguna, como se verá, aun cuando sea solo, por hoy, un primer paso. Para dar un ejemplo feliz, elijamos el de la pájina 27 en que con una expre- sión de la forma y = f (%), se trata de determinar la proporción de la mortali- dad para las diferentes edades con datos tomados de la experiencia y de la esta- dística. Los datos, pertenecientes 4 Deparcienx son los siguientes : Edad Proporción de mortalidad MAA AE 4.86 WAFANDOS ns mi id E 0.64 AN A Aloe 1.09 DONADOS a dera es aa io 2.69 OEA A e 3,00 La expresión analítica de la ley de mortalidad sería, teniendo en cuenta estos cinco datos : y=4+4a0+Fa,0*+aao<+ aa el término independiente «a respondería á los nonatos. si en la ecuación escrita, introducimos sucesivamente los valores m=> 1 é y = 4,86 2 A é Yi == 004660: formamos cinco ecuaciones de primer grado con cinco incógnitas que nos resuel- ven los valores de 4, 4,, 4,, 4,, 4,, 4,, de manera que la ecuación de la ley á resolverse para cualquier valor de la edad pero los queda determinada y podr BIBLIOGRAFÍA 237 «dlatos de Deparcienx, tienen que variar de las ciudades á las campañas; de un pueblo á otro y de ahí que el resultado no puede ser general. Deberán variar igualmente con el estado de la higiene pública y por tanto de la civilización lo- 'al, luego tampoco podrán ser inmutables. Nada puede ser inmutable de cuanto se relaciona con la inquieta evolución humana; tanto la fortaleza física como los sentimientos ó la mentalidad varían incesantemente y con ellos las institu- ciones, los dogmas, el pensamiento y cuanto alienta. La justicia misma que pa- recería tener un origen superior á la propia humana naturaleza evoluciona y se transforma; ella ha sido la base y fundamento de tan sanas doctrinas como la democracia, el cristianismo y después de los siglos transcurridos á su sombra. cabe aún preguntarse si procuran la máxima felicidad humana posible ó si son el vehículo de la vigorización mental ó física del hombre. La igualdad política y la igualdad y mansedumbre social que predican una y otro, pueden no ser el método apropiado para formar la humanidad del futuro, que tendrá tanto menos que nosotros que luchar con la naturaleza y entonces restadas tantas luchas, acaso sus energías desmedren pavorosamente. La primera ley social que Havet establece es la siguiente : Zodos los fenómenos sociales son continuos, pero su demostración no tiene el carácter de las demos- traciones matemáticas, ni es con el concurso de éstas que lo hace; la pre- senta más bien como un hecho de observación y es por medio del raciocinio puro que la discute, usando más bien del principio de la razón suficiente que del ri- sorismo matemático. Indudablemente que, apenas presentada, tal ley aparece al entendimiento como una verdad demostrada, pero siendo tan fundamental y tan inicial se impondría una discusión más formal y completa. Es hábil y feliz la comparación y paralelismo que establece entre el punto ma- terial y el individuo y el sistema material y el cuerpo social, constituído uno y otros por las fuerzas de atracción y repulsión recíprocas que ejercen sus elementos entre sí. Ahora bien, el cuerpo social en perpetua evolución, es el resultado, en- tre otras fuerzas, de las que resultan de las variaciones de la familia, la cual á su vez es el de las causas originarias que la han conducido á su posición pre- sente; esto es, el cuerpo social es función de la familia y ésta de determinadas causas anteriores : luego el cuerpo social es una función de función. Y nada es tan cierto. Havet llegando á la representación de las fuerzas y fenómenos sociales supone que un individuo social queda caracterizado cuando se conocen sus tres coorde- nadas w, y, 2 Ó sea la potencia económica, la intelectual y la moral del individuo. Entonces el sistema cartesiano nos conduce á formar un espacio social. Un nú- mero infinito de individuos sociales con sus coordenadas propias nos constituirán el cuerpo social representado por coordenadas cartesianas. Pero el estado social del individuo varía y por tanto tendremos una serie de puntos que determinan una línea la que representa el lugar de dichos puntos, esto es, el fenómeno de las variaciones del estado social del individuo. Pero anotamos que estamos siguiendo demasiado de cerca ú4 Haret y ésto nos llevaría demasiado lejos. Digamos tan sólo que, como podía haberse supuesto, el espacio de tres dimen- siones no puede ser suficiente para representar las variaciones del cuerpo social, y pronto llega Havet al hiperespacio, ó sea á los cuaterniones y espacios de cinco, seis y n dimensiones. 238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las propiedades del centro de gravedad del cuerpo social y de los grupos que lo constituyen le permiten fijar con bastante exactitud las conveniencias del con- junto, en vista de la cuestión especial que se trate de resolver, llegando á una de n No Be ecuación de la forma == — B£ Ac de gravedad del sistema. Con respecto al equilibrio social, lo establece para el que determina la posición buscada del centro e caso en que el individuo guarde una situación social constante, esto es, cuando su estado económico, intelectual y moral son invariables; y cita como ejemplo las sociedades salvajes. Pero ¿es ello posible ? ¿ puede haber estabilidad ó equili- brio en un cuerpo social ? Desde luego puede afirmarse que no, porque el propio individuo no es estable, porque no es invariable el mismo cuerpo social desde que sus individuos se van renovando incesantemente y en breve plazo y finalmente porque los fenómenos de la naturaleza que lo rodea, tampoco son inmutables ni lo son las relaciones entre ese cuerpo social y los de las agrupaciones próximas. En las sociedades humanas, pues, no puede existir el equilibrio ni aun en estado transitorio, como no existe en los cuerpos materiales sino como una ficción útil para los raciocinios, y á ello llega el mismo Havet después de la discusión mate- mática de la cuestión y los había establecido con certeza Spencer en sus famosos Primeros principios. Y si otros autores afirman la existencia ó posibilidad del equilibrio social, es indudable que para ellos la palabra equilibrio no está escrita en su sentido matemático. Toda la discusión precedente puede servir para ilustrar la naturaleza y el mé- rito del libro de Havet que en su doble carácter de matemático y de sociológo y hombre de estado, nos abre un hermoso campo de aplicaciones para las cada día más fecundas ciencias matemáticas. N. BeEsi0o MORENO. VARIAS. Geometría e trigonometría espherica por RODOLPHO GUIMARAES. Como medio de propaganda de instrucción para portugueses 1 brasileños una empresa editora de Lisboa, siguiendo el ejemplo de otra española — imitando ambas a la casa creadora, Sonzogno de Milán — ha emprendido la publicación de una Bibliotheca do povo e das escolas, constituídas por pequeños volúmenes, formato menor, de 64 pájinas, constituyendo cada uno una cartilla elemental completa sobre diversos ramos de las ciencias, artes o industrias, o bien un agre- sado de conocimientos útiles e indispensables, espuestos suscinta i llanamente, al alcance de todas las intelijencias. Es digno de encomio, no sólo el móvil jeneroso de poner al alcance del pueblo en forma económica lo más esencial de los conocimientos humanos, sino que tam- bién, i aun más, que los profesores i profesionales más reputados no desdeñen el tomar a su cargo la redacción de estas cartillas. Hai a veces más mérito en salir airosos en estas pequeñas publicaciones de vulgarización científica, artística o industrial, que en los tratados completos, pues en éstos el autor dispone de la amplitud necesaria para esplicarse detalla- damente, en aquellas, limitada la magnitud del libro, hai que esencializar la mate- ria tratada, conservándose claros, convincentes. 1 ésto es siempre dificultoso. BIBLIOGRAFÍA 239 Por ésto, nos hemos detenido sobre una obra aparentemente sin importancia, pero que tiene apreciables proyecciones jenerosas e instructivas. Del examen que hemos hecho del librito de jeotrigonometría esférica, com- puesta por nuestro estimado consocio el injeniero R. Guimaráes, deducimos com- placidos que ha sido bien planeado i desarrollado. Discúlpenos, pues, nuestro distinguido colega, si contrariando sus deseos da- mos cuenta del mismo. S. E. BARABINO. Proyecciones estereograficas de la bóveda sideral por JosÉ F. Arta. Mon- tevideo, 1909-1911. Acusamos recibo de las planchas I 1 11, relativas a las proyecciones del cielo, que contienen todos las constelaciones visibles en la latitud austral de 357 para el día 5 de los ocho meses de enero á abril i de setiembre a diciembre. Pronto aparecerá la plancha HI correspodiente á los cuatro meses restantes. Las proyecciones limitadas por el horizonte racional, tienen marcados los cuatro puntos cardinales, el zénit, el ecuador sideral, el plano vertical primario, el me- ridiano de culminación de los astros, los horarios de hora en hora, los paralelos de declinación de 15 en 159, el círculo de las estrellas cenitales i el de las cir- cumpolares límites. Se indica, además, con una D, que las acompaña, las estrellas dobles; con Y las variables ; con N, las nebulosas. ¡Dio D): Lastarria i su tiempo (1817-1888), su vida, obras e influencia en el desarrollo político e intelectual de Chile, por ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDÓN, profe- sor de estética en la escuela de Bellas Artes 1 de historia en el Instituto na- cional. Tomo Ii II. Santiago de Chile, 1911. La Universidad de Chile confió, en 1906, al señor A. Fuenzalida Grandón la compilación e impresión de las obras de don José Victorino Lastarria, persona- lidad política descollante en Chile i hombre de letras de primera fila en la Amé- rica latina. El profesor Fuenzalida Graudón, cumpliendo la honrosa misión que recibiera ha tomado con empeño su tarea i se propone no sólo realizar la compilación de los trabajos del poderoso pensador chileno, sino que también estudiarle i presen- tarle en las múltiples fases de su talento, como político, como historiador, filó- sofo, orador, lejislador, catedrático, educacionista, ete. Con dicho objeto examinó i reunió la extensa producción de Lastarria, i en vista de la magnitud de la misma, formó su plan editorial, que abarcará, en unos quince volúmenes, las siguientes materias agrupadas por afinidad : a) Estudios políticos 1 constitucionales ; b) Discursos parlamentarios; €) Inves- tigaciones históricas; d) Opúsculos literarios i críticos; e) Cuentos i novelas, poe- sías 1 teatro; £) Disertaciones jurídicas i forenses; y) Jeografías i viajes ; h) Mis- celánea. Por decisión posterior se autorizó al señor Fuenzalida para encabezar las obras del eminente repúblico chileno, con la biografía del mismo, tarea facilitada al intelijente compilador por haber anteriormente publicado dicha biografía como 240 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA resultado de un concurso en Santiago, en cuyo concurso el señor Fuenzalida, resultó vencedor, de acuerdo con el dictamen de los señores Diego Barros Arana, B. Dávila Larrain i Valentín Letelier. Las dos volúmenes, pues, que aparecen encabezando las obras de Lastarria, están constituidos por igual trabajo, reimpreso hoi con aumentos 1 anotaciones que le completan. Nos parece mui acertado dar los rasgos biográficos más salientes del ilustre intelectual chileno, i presentar las condiciones políticas, científicas i aun sociales de la época en que hubo de desarrollar sus enerjías, pues ello permite al lector darse cuenta más consciente de la actuación del mismo. S. E. BaRABINO. PUBLICACIONES ARGENTINAS. Anales del Museo Nacional de Buenos Aires. Serie II, tomo HI. Un volu- men de 573 pájinas, formato mayor, con 12 láminas i 78 figuras en el testo. Buenos Aires, 1911. Hemos dado cuenta ya de las memorias que contiene este tomo de los Anales de nuestro Museo Nacional, a medida que han ido apareciendo i nos eran remi- tidas las sucesivas monografías. Nos coneretamos, pues, á dar el índice de éstas : F. Ameghino, L avant derniéere dentition dans le tapir. — Una nueva especie de tapir (Tapirus Spegazzini). — Enumération chronologique et critique des notices sir les terres enites et les seories anthropiques des terrains sédimentaires néogenes de l' Argen- tine, parues jusqu a la fin de Pannée 1907. Montaneia anthropomorpha. Un jénero de monos hoi estinguido en la isla de Cuba. — Sur VPorientation de la calotte du diprothomo. Une nouvelle industrie lithique. — L?industrie de la pierre fendue dans le tertiai- re de la région litorale au sud de Mar del Plata. H. Damianovieh, 4plicaciones esperimentales a la biología de las propiedades de las soluciones coloidales. R. E. Lateham, 4rqueología chilena. — Diversos tipos de insignia lítica hallados en territorio chileno. C. Porter, Bibliografía chilena de antropolojia i etnolojía. J. Brethes, Himenópteros argentinos. — Dipteros nuevos ojpoco conocidos de Sud América. C. Spegazzini, Mycetes argentinenses. L. M. Torres, £l totemismo, su orijen significado, efecto i supervivencia. MÍ a nó ala 2 AA e A SOCIOS HONORARIOS Dr. Juan J. J. Kyle. — Ing. Luis A. Huergo (padre). — Dr, Florentino Ameghino. — Ing. J. Mendizábal Tamborrel. — Dr. Estanislao S. Zeballos. — Enrique Ferri Ing. Guillermo Marconi SOCIOS CORRESPONDIENTES ; Aguilar, Rafael. ooh... Méjico. Arechavaleta, José........ . Montevideo. Arteaga, Rodolfo de....... Montevideo. Ave-Lallemant, German.... Mendoza. Alfonso Paulino........... Sgo. de Chile. Ballvé, Horacio ........... L de Ano N. Bodenbender, Guillermo... Córdoba. Bolívar, Ignacio........... Madrid. Bertoni, Moisés........... Bale y WII a a Washingtón. Bruce, William............ Edimburgo. Carvalho, José Carlos...... Río Janeiro. COrtL Jose Sii. oro Mendoza. Corthell, Elmer ........... New York. Delage VES. oem París. Fuenzalida, José del C..... Sgo. de Chile. Fontana, Luis Jorge....... San Juan. Guignard, León........... París. Guimaráes, Rodolfo........ Amadora (P,). CET E Te Corrientes. Kinart, Fernando.......... Amberes. Lafone Quevedo, Samuel A. La Plata. Lillo, Miguel....... TL Tucumán. A Ai Roma. Ugo, Américo. loo at Santo Domingo Porn He so Bordeos. Larrabure y Unánue Eugenio Lima. Morandi, Luis... Moore, Clarence........... Filadelfía. SOCIOS Acevedo Ramos, R. de. - Adamoli, Pedro A. Adamoli, Santos S. Adano, Manuel. Aguirre, Eduardo. - Aguirre, Pedro. Aguirre, Rafael M. Aita, Antonio. Alberdi, Francisco. - Albert, Francisco. - Aldunate, Julio C. - Almanza, Felipe 6. - Alric, Francisco. - Alvarez, Fernando. Alvarez, Agustín. - Alzaga, Federico. Amadeo, Tomás. ed: - Amoretti, Alejandro. - Anasagasti. Horacio. Ambrosetti, Juan B. P. Bertoni (P.). Villa Colón (U). Anello, Antonio. Anon Suarez, Vicente. Angelis, Virgilio de. Angli, Gerovimo. Arambarri, Alberto. Aráoz, Alfaro Gregorio. Arata, Pedro N. Araya, Agustín. Artaza, Evaristo. Artaza, Miguel. Arigós, Máximo. Arce, Manuel J. Arcansol, Adolfo. Arce, Santiago. Arditi, Horacio. | Arroyo, Franklin. Astrada Pape, Ismael, Atarez, Guillermo. | Aubone, Carlos. | Avila Méndez, Delfín, Milán. París. Nueva York. Habana. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Moretti, Cayetano......... Martinenche, Ernesto...... Moore, John B....... AS Montané RISA Oe Media, José Toribio....... Montessus de Ballore...... | Nordenskjiold, Otto........ Gothemburgo. Paterno, Manuel........... Palermo (It.). PatmromriBablO a Lima. Porter Carlos; Exc. 005 Valparaíso. Pena, Carlos M. de........ Montevideo. Poirier, Eduardo .......... Sgo. de Chile Pérez Verdia, Luis ........ Méjico. Redal oca Londres. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Risso Patrón, Luis......... Ristempart, Federico ...... REICHeiiuarios oa ao al Scalabrini, Pedro.......... Corrientes. Sklodonska, Curie......... París. Spegazzini, Carlos......... La Plata. Shepherd, Williams R..... Tobar "Carlos Rt. 0. aio Quito. Torres Quevedo, Leonardo.. Madrid. Dale Mario Ue toas Lima. Villareal, Federico......... Lima. Von Ihering, Hermán...... OIL a VILO ooo ta: de Roma. ACTIVOS Avila, Alberto. Ayerza, Rómulo. Aztiria, Ignacio. Aztiz, Julio M. Babacci, Juan. Bado, Atilio A. Bade, Fritz. Bachmann, Alois. Ballester, Rodolfo E. Baldi, Jacinto. Barabino, Santiago E. Barbará, Nicolás. Barbieri, Antonio. | Barilari, Mariano S. Barzi, Federico P. Battilana, Perdo. | Baudrix, Manuel C. Bazán, Pedro. Bernaola, Víctor 3. Bell, Carlos H. Colum. Univer. Nueva York. San Paulo (B). A > ERA O e pl e A ' AMAS A ad O ¡ pe 4 y es A vi de Ñ SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Bergara, Ulises. Besio Moreno, Nicolás. Besio Moreno, Baltasar. Bianchedi, Rómulo. Biraben, Federico. Boatti, Ernesto €. Bolognini, Héctor. Bordenave, Pablo E. Bosch, Benito $. Bosch, Eliseo P. Bosch, Aureliano R. Bosch, Jorge E. Bosisio, Anecto. Bonanni, Cayetano. Bonneu Ibero, León M. Bosque y Reyes, F. Borús, Adriano. Bouchonville, Alejandro. Brané, Eugenio. Breyer Trant, Adolfo. Breyer Trant, Alberto. Brian, Santiago. Brindani, Medardo. Bruch, Carlos. Broggi, Hugo. Bunge, Carlos. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Butty, Enrique. Caimi, Ramón. Candiani, Emilio. Cálcena, Augusto. Cáceres, Dionisio. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, Juan M. Camus, Nicolás. Candioti, Marcial R. Canale, Umberto. Canonica, Mauricio. Capelle, Raúl. Cano, Roberto. Cantón, Lorenzo. Carabelli, Juan José. Carranza, Marcelo. Carrasco, Benito J. Cardoso, Ramón. Carbonell, José. Carossino, Jacinto T. Carballo, Raúl. Casas, Bernardo. Castellanos, Carlos T. Castro, Vicente. Carelli, Amadeo. Carelli, Humberto H. Carette, Eduardo. Castro, Eduardo B. Cassagne Serres, Alberto. Claypole, Jerge. Cerri, César. Cevallos Socas, C. M. Cerdeña, Fernando. Cilley, Luis P. Civit, Julio Nilo. Chanourdie, Enrique. Chapaz, Raul. Chapirolf, Nicolás de. Chaudet, Augusto. Chiappe, Leopoldo J. Chiocci, Icilio. Chueca, Tomás A. Clara, Angel. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock, Guillermo. Cogliatti, Alejandro. Collet, Carlos. Contin, Diego T. R. Compte, Riqué Julio. Correa Morales, Elina 6. A. de. Coria, Valentín F. Cornejo, Nolasco F. Corvalán, Manuel S. Coronel, Policarpo. Corti, Emilio A. Cottini, Arístides. Contaret, Emilio B. Courtois, U. Cremona. Andrés. Cremona, Víctor. Crivin, Demetrio. Cucullu, Carlos. Cuomo, Miguel. Curutchet, Pedro. Curutchet, Gabriel. Damianovich, E. A. Damianovich, Horacio. Danieri, Bartolomé. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. : Dates, Germán. Debenedetti, José. Dellepiane, Luis J. Demarchi, Torcuato T. A. Demarchi, Marco. Demarchi, Alfredo (hijo). Delgado, Fausto. Doello Jurado, Martín. Dobranich, Jorge W. Domínico, Guillermo. Domínguez, Juan A. Dorado, Enrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhau, Luis. Duarte, Jorge N. Dubois, Alfredo F. Ducros, Pablo. Duncán, Carlos D. Durrieu, Mauricio. Durán, José C. Duranona, Ricardo. Edo, Juan Manuel. Eguia, Máximo. Eppens, Gustavo. Elías, Adolfo (hijo). Escudero, W. E. Esteves, Luis P. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro. Faverio, Fernando. Fernández, Alberto J. Fernández Díaz, A. Fernández, Pedro A. Fernández, Poblet A. Fernández, Daniel. Ferreyra, Miguel. Ferrari, Ricardo. Eynn, Enrique. Fliess, Alois. Flores, Emilio M. Flores, Agustina J. Fornati, Vicente. Fortt, Pedro P. Franchini, Carlos L. Frank, Paul. Friedel, Alfredo. Frumento, Antonio R. Fuschini, José. Fumasoli, Roque H. Gainza, Alberto de. Galtero, Alfredo. Gallardo, Angel. Gallardo, Carlos R. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. Gandara, Federico W. Garat, Enrique. Garay, José de. García, Carlos A. García, Jesús M. Gatti, Julio J. Gentilini, Pascual. Gerardi. Donato. Geyer, Carlos, Ghigliazza, Sebastián. Giménez, Angel M. Girado, José I. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. González, Arturo. / ANALES DE LA £ SOCIEDAD CIENTÍFICA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO ; JUNIO 1911. — ENTREGA VI. — TOMO LXXI ÍNDICE Rosauro CASTRO, Memoria sobre una comisión en el observatorio astronómico de LAA es a LR a AS le el ocn RA RR OO) JU EE LAO 241 José S. Coxt1, La latitud de la colonia Alvear (Mendoza)......oooocccccocccoo 247 SANTIAGO E. BARABINO, Bibliografía a NS RS E E 250 INDIORFGRNERA TD DEL: TOMO VIRAL A o 285 BUENOS AIRES IMPRENTA y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 1 00 JUNTA DIRECTIVA Prestdentes: ao ia atar Doctor Francisco P. Moreno Vaceprestdente 4. ia a olaa ea Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente vo A pi Doctór Horacio G. Pinero Secretario de actas............ Doctor "Tomás J. Rumi Secretario de correspondencia.. Ingeniero Esteban Larco TESOPETO A A Doctor Antonio Vidal BIOROTCA IO NS Doctor Abel Sánchez Díaz ¡Ingeniero Horacio Anasagasti | Ingeniero Alfredo Galtero Ingeniero Rodolfo Santangelo Vecales EAT AIN e. «Arquitecto Raúl G. Pasman Ingeniero Benito Mamberto Ingeniero Nicolás Besio Moreno Ingeniero Pedro Aguirre COTA NS Ll cia Señor Juan Botto REDACTORES " Doctor Florentino Ameghino, doctorJuan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingenie- ro Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, ingeniero Enrique Hermitte, doctor Fer- nando Lahille, coronel ingeniero Arturo M. Lugones, ingeniero Jorge W. VDobranich, senor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Federico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmabEo y doctor Horacio DAmMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. 4 Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional Por Mes cs lolo Se 1.00 Porno A eS ef 12.00 Número atrasado ola ele 2.00 = _ para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano hr MEMORIA COMISIÓN EN EL OBSERVATORIO ASTRONOMICO DE LA PLATA % Por ROSAURO CASTRO Astrónomo ayudante de la sección ecuatoriales del Observatorio astronómico de Santiago de Chile Por decreto número 6167, de fecha 4 de octubre de 1910 fuí comi- sionado por el superior gobierno á fin de proseguir el curso del come- ta de Halley perdido para nuestro Observatorio á mediados de agosto del mismo año, y por lo tanto era imposible para nosotros continuar la hermosa serie de 118 determinaciones exactas que hemos ejecuta- do con nuestro modesto refractor Repsold de 24 centimetros de aber- tura. El cometa era invisible por su posición detrás del sol. La espectativa de redescubrir al astro con un anteojo más podero- so cuando volviese á aparecer en el cielo matutino, hizo pensar en el eran ecuatorial que posee el Observatorio nacional de La Plata de 43 centímetros, que en tales momentos era el único de Sud América favorable para encontrar el famoso cometa. El presidente de la Universidad de La Plata, doctor J. V. Gonzá- lez, asintió cortesmente al deseo expresado por el profesor Risten- part de continuar la ruta del astro con el gran refractor Gauthier, y con este fin me trasladé al Observatorio de La Plata. El 17 de octu- bre fuí recibido por el director interino doctor Fortunato Devoto y por los jefes de las secciones anexas al Observatorio. (1) El señor injeniero N. Besio Moreno, encargado del Observatorio astronó- mico de La Plata, nos remite copia de este informe del astrónomo chileno don Rosauro Castro, al cual damos cabida gustosos en los 4nales como un acto de solidaridad científica entre las repúblicas hermanas. (S. E. Barabino.) AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 16 LIBRARY NEW YORK BOTANICAL GARDEM, 242 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las suntuosas construcciones, desparramadas en el vasto terreno que ocupa el Observatorio, impresionan gratamente al que ve por pri- mera vez el estilo elegante de los pabellones que contienen los ins- trumentos destinados á explorar el cielo. La cúpula del gran ecua- torial Gauthier, monumental por su aspecto exterior, encierra el anteojo por el momento más poderoso de Sud América que pronto será superado por el refractor de 60 centímetros que Gubb, en Dublin, construye para nuestro Observatorio. Mi primer cuidado fué corregir el instrumento de los errores que dificultaban la exploración del cielo; felizmente las partes vitales del anteojo, lentes y mierómetro estaban en excelente estado. Los círculos de calaje incorrectamente colocados dieron origen á diversas determinacioues por medio de estrellas brillantes á fin de conocer la graduación instrumental correspondiente al ecuador ce- leste. Asimismo se debió hallar el error de calaje para los ángulos horarios. No fué necesario, como se vió después, hacer una rigurosa determinación de los errores de flexión, inclinación del eje polar y acimut por cuanto era bastante la aproximación dada por el calaje ya corregido para encontrar cualquier astro. El micrómetro del gran anteojo fué estudiado especialmente con mucho cuidado con el objeto de obtener la constante de una revolu- ción del tambor micrométrico. Dicho micrómetro está compuesto de una red de láminas metálicas delgadas en número de tres para ascen- ción recta y otras seis perpendiculares á las primeras para declina- ción: éstas son movibles por medio de un tornillo provisto de un tambor dividido en dos, y en los cuales se leen las vueltas completas del tor- nillo y los milésimos de vuelta. Además de estos seis hilos hay otro paralelo á ellos y fijo que pasa por el centro de la red. Determiné con eran cuidado y por varios métodos el valor de una vuelta de dicho tornillo y me convencí de que es esencialmente libre de errores progresivos y periódicos. El valor medio de mis determinaciones es 14560. Concluídas las operaciones antedichas preliminares de mi trabajo me dediqué al objeto de mi comisión, esto es, volver á encontrar al cometa Halley : pero fué necesario ensayar la potencia visual del an- teojo con otro cometa débil que afanosamente había sido buscado acá en el Repsold de nuestro Observatorio tres meses antes durante su visibilidad plena sin éxito ninguno para nuestro débil refractor, me refiero al cometa D” Arrest, sólo visible al telescopio é importante por ser uno de la familia Júpiter. COMISIÓN EN EL OBSERVATORIO DE LA PLATA 243 Empleando una extensa efeméride de más de un año de posiciones calculadas por M. Leveau, cuya reciente muerte lamenta el mundo científico, pude descubrir al cometa D”Arrest, con eran facilidad, de- bido á la exacta situación del lugar calculado. El aspecto del astro era el de una nebulosa redondeada y difusa con una condensación central, esto es, una coma con su núcleo. Pero lo importante no era | en este momento conocer los detalles del aspecto, sino fijar su posi- ción en el cielo para poder corregir con exactitud el camino calcula- do, lo que hice determinando la diferencia de sus coordenadas con las de una estrella conocida, del mismo modo que lo había ya hecho muchas veces en Santiago. Una circunstancia que puso de manifiesto la bondad del instru- mento Gauthier es que los haces luminosos de la ciudad y el espesor de la capa de aire en la cercanía del horizonte no influyeron notable- mente al efecto de empañar las imágenes ni la visibilidad del núcleo, pequeñísima condensación de la materia cometaria. Como esta noche del 25 de octubre, en la que tan favorable obser- vación pude llevar á cabo, tuve otras en los días siguientes despeja- dos 30 y 51. Este día 31, el director del Observatorio, señor Devoto, hizo su primera observación de posición en este gran refractor. Tam- bién el señor Devoto con el instrumento de pasaje Repsold determi- naba el valor de la corrección del péndulo patrón con una aproxima- ción suficiente para garantizar el décimo de segundo de la época. Durante los días se leía la cinta del cronógrafo y se hacía la reduc- ción provisoria de las observaciones nocturnas dejando la reducción definitiva para mi vuelta al Observatorio de Santiago donde dispon- dría de todos los elementos. El 10 de noviembre se anunció de la Central-stelle de Kiel que Ce- rulli de Teramo había descubierto un cometa y se daba allí la posi- ción para encontrarlo. El director interino del Observatorio tomó eran interés por observar el nuevo astro; por este motivo á la hora siguiente de la recepción del telegrama tenía el cometa al alcance de mi vista, y fijé su posición inmediatamente. El senor Devoto agregó una observación más á la que yo acababa de completar. Así continuaron las observaciones por todo el mes de noviembre de los dos cometas ya mencionados. Desesperaba ya de hallar á Ha- lley por cuanto se alejaba más y más del sol; pero tenía á mi favor la circunstancia importantísima de que la tierra en su movimiento de traslación se acercaba al cometa de tal modo que su brillo debería permanecer casi invariable durante el tiempo en que ambos astros se 244 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA trasladaban en el mismo sentido. También ya se podía contar con la salida del cometa, al amanecer, un poco más temprano que en los pri- meros días de mi trabajo. Así esperé la luna nueva para enfocar al viajero celeste, y en los primeros días de diciembre nada pude ver á causa del mal tiempo. Por fin el 6 de diciembre distinguí al astro Halley ya sumamente de- bilitado, pero fácilmente observable. Determiné su posición esa ma- nana é inmediatamente envié un telegrama cifrado según el código de números á nuestro director Ristenpart, quien anunció á los demás observatorios del mundo por intermedio de la Central-stelle que el cometa Halley todavía era visible para nuestro hemisferio (1). Las esperanzas renacieron en mí al reconocer que podía acumular aun datos preciosos sobre el célebre cometa desde el instante en que po- día seguirlo ya sin interrupción durante varios meses. En la región en que se movía el cometa al comenzar las observa- ciones ó sea en la constelación del Cuervo, existen numerosas nébu- las telescópicas y el astro de que me ocupo pudo ser comparado en su brillo con aquellas que al mismo tiempo eran visibles en el campo del anteojo. Así sucedió el caso de tener el cometa muy poca distan- cia en sus coordenadas con las de una nebulosa anotada en el catálo- go de Dreyer: para el observador no había diferencia notable en el brillo de ambos astros. Jomo no era posible perder observaciones del astro errante, hubo casos en que se comparó con una estrella anónima ó indeterminada debido á la ausencia de estrella conocida favorable para hacer las diferencias de la observación. Después se hizo una determinación de la estrella desconocida por medio de otra determinada en catálogo de precisión. Durante el mes de diciembre podía observar los tres cometas que he mencionado. La última observación de D”Arrest tiene fecha 22 de diciembre y la última de Faye, 20 de enero. Desde esta época sólo el cometa Halley podía ser observado cuando la luz lunar lo permitía. (1) Ese telegrama no ha sido despachado á la Central-stelle por falta de aten- ción de la parte del observatorio de Río Janeiro. Este observatorio recoge todas las noticias que se reciben por el cable de Inglaterra y tiene que comunicarlas á los observatorios de Sud América. Al contrario, él recibe también los telegra- mas que salen de los observatorios sudamericanos para mandarlos á Europa. No es esta la primera vez que ha faltado al cumplimiento de su misión y se ha es- tablecido una reclamación para evitar tal descnido en lo futuro. (Director del Observatorio astronómico de Santiago). COMISIÓN EN EL OBSERVATORIO DE LA PLATA 245 En los intervalos de tiempo en que Halley no se veía, hacía explo- raciones del cielo con ayuda del buscador de cometas Zeiss ó bien con el ecuatorial mismo. Por este medio logré descubrir tres nebulo- sas aun no catalogadas, y determiné sus posiciones. Á fines de marzo era Halley de magnitud cercana á 15, y sólo po- día observarlo cuando estaba próximo á su culminación y durante muy poco tiempo. Entonces hice comparaciones micrométricas tanto en declinación como en ascención recta y para esto último hice mar- char el reloj que imprime al anteojo el movimiento diurno de la esfe- ra celeste. Por último y como punto final á mis observaciones despedí al co- meta Halley del continente sudamericano el 22 de abril de 1911, al astro milenario que ha visto el desarrollo de nuestra humanidad, al silencioso testigo de muchos grandes acontecimientos de la historia. El decano de los cometas, el envejecido astro de las leyendas y tra- diciones se revistió de sus mejores galas, se rejuveneció para asistir al regocijo con que dos hermanos gemelos, la estrella solitaria de Sep- tiembre y el sol de Mayo, festejaban el cumplimiento de sus cien años de vida. Por eso he despedido al astro de mis desvelos con la pena profunda de no volverlo á ver, y ya cuando regrese á visitarnos dentro de 76 años, cuando de la generación presente no queden sino escasos vi- vientes, entonces podremos recibirlo como al antiguo amigo de otros tiempos ; le pediremos que nos revele los secretos de su viaje y nos descubra los enigmas del infinito en que navega. Las observaciones que, tanto el doctor Devoto como el que subs- cribe, hemos llevado á término en La Plata con el fin de extender la serie de puntos conocidos de la trayectoria serán de gran valor para predecir el retorno del astro al sol con mayor precisión que en la apa- rición pasada. Como resumen numérico de mis observaciones doy el cuadro si- guiente: De. Halley ot a ana ld eta ro 25 obser. DON, coo dra rado do ion Oo NOE 34 — DE IA A O NO de 20 — Nebulosas indeterminadasS.............- 3 Nebulosasticonocidasi inerte a aaa 3 ESTO totor alone ja padel tai ot 10 MiCTOMELO eta e an a e 80 deter. 246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Termino dejando constancia de la gentileza con que el presidente de la Universidad de La Plata, doctor J. V. González atendió la comisión que el supremo gobierno me ha otorgado. Asimismo quiero recordar la afabilidad del doctor Devoto y la sincera cordialidad de los demás miembros del Observatorio, especialmente del ingeniero don Jorge E. Bosch, jefe de la sección meteorológica, del doctor Gal- dino Negri, jefe de sismología y del ingeniero don Raúl Gómez, ex director de la oficina internacional de latitud de Oncativo. LA LATITUD DE LA COLONIA ALVEAR (MENDOZA) Por encargo de la empresa del Ferrocarril central Buenos Aires al Pacífico tuve que determinar la latitud astronómica de un punto si- tuado en Colonia Alvear al sur de la provincia de Mendoza. Para ello me valí de un instrumento universal de Bamberg, con cír- culo vertical de 16 centímetros de diámetro, provisto de un nivel Horrebow-Talcott de 2” 1, y con micrómetro en el ocular del anteojo. Mi propósito era de trabajar dos noches por el método de Sterneck, tomando cada noche cuatro grupos de S estrellas cada uno, dedicando otras dos noches á determinaciones por el método de Talcott. Desgraciadamente el tiempo no me favoreció, y tuve que aprove- char lo mejor que un nublado persistente me ofreciera, observando culminaciones en tres noches, y tomando cireunmeridianas otra noche. La noche del 24 de abril sólo pude observar ocho culminaciones, ob- teniendo como latitud del punto observado el valor — 3458 '40'7 con un error probable de +0"60. La noche del 27 pude observar 34 culminaciones, con el resultado 49"6 + 032. La noche del 25 tomé 14 circunmeridianas de 2 Crucis al sur y otras tantas de z Virginis al norte, prácticamente ambas series á igual dis- tancia del cénit, con el resultado 43"4 + 064 por f Crucis, y 40"7 HE 085 por a Virginis, siendo 42"05 el promedio de las dos series. Por último, la noche del 29 pude observar 25 culminaciones, con el resultado 42"6 + 029. 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Combinando los cinco valores observados, dando á cada uno de ellos un peso proporcional á la recíproca del cuadrado del respectivo error probable, adopté como valor final, para latitud del punto obser- vado: SD 4274 OPDDS Mi experiencia con el instrumento empleado, me hace esperar un error probable de +18 en una observación aislada; y calculando, con ésto, el error probable correspondiente al promedio de la diversas series, tengo el cuadro siguiente : Número de Error probable Fecha Latitud E —__ observaciones Calculado Obtenido A MERO Lee 07 8 064 060 A ROO 2.56 3 0.31 0.32 A ANA 3d 14 0.48 0.64 Ao OSA 077 14 0.48 0.85 AO A 26 28 0.34 0.29 Promedio final... 98 018 0:25 La comparación de los errores probables calculados, con los real- mente obtenidos, es bastante satisfactoria los días 24 y 27. El día 28 los errores obtenidos son muy superiores á los calculados, á causa, probablemente, de algún error en el estado del cronómetro. El día 29 el error obtenido es inferior al calculado, porque el valor 1'"S tomado como base del cálculo, es el relativo al ocular que da 25 aumentos, mientras que el 29 trabajé con uno de 35 aumentos. El error del promedio final es superior al calculado, debido á la in- fluencia de las observaciones del 28. Nótese que las dos series del 285, una al norte y otra al sur, difieren en sus resultados, de 27, pero su promedio es sólo 035 inferior al promedio general de todas las observaciones. Esto hace suponer algún error en la graduación del círculo vertical, en la parte usada para las cireunmeridianas, error que no se siente en las culminaciones, cuyo promedio resulta de un gran número de lecturas hechas en distintas partes del círculo graduado. Ligado, después, por acimut y distancia, el punto de observación al centro del monumento colocado en medio de la plaza de Colonia Alvear, la latitud de este monumento la fijo en: LA LATITUD DE LA COLONIA ALVEAR 249 Tomadas individualmente las observaciones hechas, hay algunas que dan discrepancias un poco fuertes, debido á que en muchos casos la puntería ha sido muy imperfecta, habiendo tenido que adivinar la posición de algunas estrellas entre las partes ralas de las nubes. Pero, en conjunto, y debido precisamente á haber tomado mitad de las ob- servaciones con círculo este y mitad con círculo oeste, y á haber po- dido tomar estrellas tanto al norte como al sur del cénit, el resultado final es bastante satisfactorio, dado el tiempo poco favorable con el cual me he visto obligado á operar. José Ñ. Corti. Mendoza, mayo de 1911. BIBLIOGRAFÍA PUBLICACIONES ARJENTINAS. Esplotación del petróleo de Comodoro Rivadavia. Buenos Aires, 1911. Aeusamos recibo de la nota de la dirección jeneral, fundando su pedido de 2.000.000 de pesos para proseguir los trabajos. Entre los miembros de dicha dirección hubo disconformidad de vistas. El doc- tor Arata, en disidencia con sus colegas, al renunciar el cargo manifestó que a su juicio en vez de emplear los 2.000.000 de pesos en intensificar la esplotación de los yacimientos petrolíferos de C. Rivadavia, era más conveniente invertirlos en nuevas investigaciones sobre otros posibles yacimientos de la República, entre- gando los indicados a la esplotación privada. La mayoría de la comisión en cambio opina que debe ampliarse en toda su po- tencialidad la esplotación del yacimiento de Rivadavia, sin perjuicio de realizar ateos en todas las rejiones del país en las que pueda presumirse la existencia del valioso combustible. Firman esta conclusión los señores injenieros Luis A. Huergo, como presidente, i¡ Enrique M. Hermitte como vocal secretario de la comisión. Creemos conveniente, tratándose de una cuestión de tanta trascendencia eco- nómica — i hasta diríamos política, teniendo en vista su importancia como com- bustible para los motores de los buques de guerra — publicar las conclusiones dle la indicada mayoría de la comisión : Conclusiones. — Con lo dicho, esta comisión piensa haber demostrado, cómo fué ad- quiriendo poco á poco la profunda convicción de que el yacimiento de petróleo de Co- modoro Rivadavia, constituirá, para la República Argentina, una riqueza incalculable y que era indispensable no omitir sacrificio alguno para establecer dentro de un tiem- po prudencial, su verdadero valor, de manera que el país sepa á ciencia cierta el por- venir que le depara la nueva riqueza, que debe, á juicio de esta comisión, ser el punto de partida de futuras investigaciones en numerosos otros puntos de la República, donde se manifiesta el petróleo desde tiempo inmemorial, bajo la forma de manantiales del mismo líquido ó depósitos de asfalto. Y ha de ser Comodoro Rivadavia el punto de partida, porque así lo requiere su privilegiada situación económica y la naturaleza misma del producto. En cuanto á la situación económica, sobre la cual anteriormente se han hecho algu- BIBLIOGRAFÍA 251 nas consideraciones de carácter general, ella representa un ahorro efectivo, según se ha comprobado para los yacimientos similares de Trinidad. En efecto, allí el yacimiento está situado sobre la costa y se estima el costo de carga del petróleo en los vapores tanques, á seis peniques la tonelada contra siete chelines para la mayor parte de los yacimientos del mundo (Estados Unidos, Rumania, Rusia, etc.), porque exigen la ins- talación de canerías ó pipe lines hasta la costa, en un trayecto de centenares de kiló- metros; y en cuanto á la naturaleza del mineral, ya hemos visto que está probada su aplicación inmediata á los motores Diesel y á los hogares de las calderas, lo que, por el momento, satisface ampliamente las necesidades del país, sin dejar por eso de re- conocer, que los derivados, que muy posiblemente podrá aprovecharse, constituyen si es posible, mayor riqueza, desde que no invalidan la utilización de los residuos de destilación á los mismos fines que hasta ahora ha sido aplicado al petróleo natural. Es á propósito que esta comisión no ha querido insistir respecto á este último punto. para no verse en el caso de extenderse demasiado y, por eso, nos limitaremos á dejar constancia que en nuestro país á semejanza de lo que sucede en el Canadá, los agri- cultores serán sin duda alguna, fuertes consumidores de nafta y gasolina que utili- Zarán para arar, cosechar, trillar y aun llevar al mercado sus productos. En máquinas elevadoras, tan solo la Asociación noroeste de cerealistas de Canadá, ha consumido de agosto á diciembre de 1910, de 8.500.000 litros á 13.300.000 litros de naftas, y ésto puede dar una idea del desarrollo que puede tomar en nuestro país la industria del petróleo bruto. Esta comisión, en resumen, ha concretado sus ideas alrededor de la necesidad de poner de manifiesto el valor del yacimiento de Comodoro Rivadavia en el término de un año ó año y medio, tratando así de recuperar en lo posible el tiempo perdido desde su descubrimiento, y cree para ello, que son necesarias veinte perforaciones de una profundidad media de 600 metros, lo que representa al precio de 50.000 pesos en ci- fras redondas para una perforación, la suma de 1.000.000 de pesos moneda nacional. Agregando á esa suma el costo de los depósitos, cañerías, material de bombeo. se- paradores de gas, instalación de carga y, sobre todo, de extracción de las materias volátiles, se llega á la suma de 2.000.000 de pesos moneda nacional, con los cuales cree indispensable debe contar, por más que las adquisiciones de los últimos elemen- tos sean paulatinas y sólo se producirán en el caso que la producción de los pozos revele su necesidad. Al terminar esta nota, réstanos pedir á V. E. se digne disculpar su extensión La importancia del asunto tratado justifica, sin embargo, á juicio de esta comisión, el abundamiento de datos con que ha querido evidenciarla:; pero era necesario, además, desvirtuar opiniones circulantes motivadas, probablemente, por impresiones superfi- ciales y dejar netamente establecido el carácter de este alto interés público que re- viste la resolución del superior gobierno de explotar administrativamente los yaci- mientos petrolíferos de Comodoro Rivadavia. Saludo al señor ministro con toda consideración. — Lurs A. HuerGo. Enrique M. Hermitte. vocal secretario. No es posible, en esta simple bibliografía, entrar en detalles, pues la memoria de la comisión, que constituye un folleto de 76 pájinas de nutrido material, ilus- trado con un croquis de ubicación de las perforaciones en Comodoro Rivadavia, en la escala de 1:20.000, levantado por el injeniero E. López Aldana, ¡jefe de la sección hidrolojía, es ya de por sí un resumen de las discusiones habidas i reso- luciones tomadas por la mayoría de la comisión. Pero el índice de los puntos ventilados en el seno de la misma, bastará para interesar al lector a leer ponderadamente los utilísimos datos suministrados por el informe relativamente a una cuestión de tanta importancia. 252 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sólo sí haremos observar que se nota en esta Memoria uma erudición técnica i estadística que pone de manifiesto una vez más la estudiosidad, el empeño del injeniero Huergo para llenar las misiones que se le confían consciente 1 práctica- mente, dando una vez más el anciano profesional, un ejemplo digno de ser imi- tado por nuestra juventud, en jeneral poco afecta al estudio de los grandes pro- blemas nacionales. Ahora, he aquí el índice : Visita de la comisión a los yacimientos de Comodoro Rivadavia. Sus resultados. — Estado de los trabajos. — Condiciones económi- cas del yacimiento. — Aplicación del petróleo á las locomotoras y otros hogares. — Economía proveniente del uso del petróleo. — Necesidad de proceder á la provisión de agua y construcción del puerto de Comodoro Rivadavia. — Dispo- siciones tomadas por la comisión. — Recursos. — Argumentos sobre los cuales se apoyan las conclusiones de la comisión. — Proporción entre los resultados positivos y negativos. — Estudio jeolójico de la reserva, confirmación de los resultados prácticos. — Profundidad del yacimiento comparado con otros. — Pro- ducción comparativa de los pozos de Comodoro Rivadavia. — Lo que significa un yacimiento de petróleo. — Importancia del mineral. — Necesidad de conocer la importancia real del yacimiento de Comodoro Rivadavia. — Desarrollo de una región petrolífera. — Número de pozos que se construyen en un año. — Condi- ciones de explotación de un nuevo yacimiento. — Condiciones de explotación de Comodoro Rivadavia. — Costo comparativo de los pozos. — Aplicaciones de- petróleo. — Ventajas del petróleo como combustible en jeneral. — En los hoga- res terrestres. — En la marina. — En los buques de guerra. — Diminución del peligro. — Ventajas establecidas en cifra. — En las locomotoras. — Precio que puede pagarse por el petróleo. — Incremento de su empleo. — En los buques mercantes. — En los buques de guerra. — Medidas de previsión tomadas por los gobiernos. — En Inglaterra. — En la República Arjentina. — Estableci- miento de depósitos de aprovechamiento en Inglaterra, Alemania, Italia, ete. — Construcción de buques tanques. — Consideraciones sobre los motores á com- bustión interna. — Sus enormes ventajas. — Primeros buques propulsados por motores á combustión interna. — Progresos recientes. — Aplicación de los mo- tores á combustión interna á los buques de guerra. — Conclusiones. Como se ve, el problema es de real importancia para el país 1 es de desear el acierto del gobierno al resolverlo. Mui buenos elementos le ha preparado la co- misión que le facilitarán la solución. S. E. BARABINO. Museo social de Buenos Aires. Economía social. Fundamentos i anteproyec- to por el injeniero Tomás AMADEO, profesor de economía rural en las univer- dades de Buenos Aires i La Plata. Un folleto de 80 pájinas, formato grande. Imprenta de Coni hermanos. Buenos Aires, 1910. El injeniero agrónomo Tomás Amadeo, uno de los jóvenes profesores que más honrosamente actúa en nuestras universidades bonaerenses, por su preparación, por su estudiosidad, por su amor á la rama científica a que ha dedicado su inte- lijente i activa enerjía, se ha propuesto con fe inquebrantable dotar al país de una institución que sería el agitat molem de su economía social, i euya indiscuti- ble utilidad nadie podría negar sino preconcebidamente. BIBLIOGRAFÍA 253 Dice el injeniero Amadeo, que su apostolado tiene por objeto dar forma ma- terial, condensar una idea que flota en nuestro ambiente intelectual; i como sus proyecciones son tan grandes, las cuestiones que afecta tan importantes, sólo en- tiende presentar un anteproyecto de creación del Museo social, buscando leal- mente tanto el concurso de los intelectuales i de los hombres de activa potencia- lidad económica, cuanto los auspicios de las autoridades, llamadas en países nue- vos como el nuestro, a fomentar toda iniciativa que importe una fuerza más al servicio del progreso material i moral de la Nación. El profesor Amadeo está decidido a crear el Museo social con los primeros cien cooperadores que quieran acompañarle, convencido que la institución ini- ciada echará profundas raíces, aunque a su patriótica iniciativa hubiere de co- rresponder la indiferencia oficial o social. Observa, u la vez, que no pretende haber inventado nada nuevo; sólo acepta como idea orijinal la de hermanar la propaganda a la acción social. No busca en ello el aplauso, sino el éxito de una institución útil al país, per- siguiendo «la satisfacción íntima, son sus palabras, del cumplimiento de un de- ber de solidaridad social i de patriotismo ». Pero cuáles son los propósitos de este Museo social ? Lo dice el autor en la primera parte de su estudio, en el que trata de señalar a grandes rasgos las deficiencias de nuestro ambiente urbano, rural i de relación internacional, en cuanto a organización económico-social ; demostrando a la vez la conveniencia de crear el Museo social de Buenos Aires con fines de investiga- ción i altos estudios sociales, por aplicar luego en beneficio del pueblo. Con este objeto desarrolla el siguiente tema : I. Necesidad de un centro de altos estudios 4 de vulgarización de los mismos, ¿studia primero la organización social arjentina, en el ambiente urbano, en el rural i en el internacional; pasa luego a analizar la acción de los intelectuales del libro, del periódico i de la cátedra, de los lejisladores i de los iniciadores de obras sociales, los cuales, según las fuentes en que beben, no se armonizan, di- verjen ; otros improvisan, casi todos flaquean ; observa que influye en todo ello, la poca preparación del pueblo, el cual resulta refractario, i, por ende, establece como base de eficacia la necesidad de educarle, de prepararle para dicho objeto. Deduce lójicamente que es necesario establecer una disciplina al respecto, i se pregunta : ¿Quién llenará este fin? A juicio del injeniero Amadeo deben realizarse estudios i observaciones sobre el terreno mismo, vale decir, en el ambiente en que se suscitan i desarrollan las cuestiones sociales; i ésto sólo puede realizarlo una entidad representativa que reuniendo todas las fuerzas, todas las energías intelectuales dispersas, diver- jentes o converjentes, las rejimente i utilice aplicándolas al bien del pueblo, a quien deben ser impartidas en forma que pueda asimilarlas. Para establecer quién debe llenar esta misión, pasa previamente a hacer cono- cer instituciones estranjeras cuyo fin guarda analojía con el Museo social que proyecta. Entre éstas el de París, creado gracias a la jenerosa donación del conde de Chambrun, que legó toda su fortuna al mismo, i cuyo objeto es : recojer i dar informes sobre economía social; aconsejar a quienes desean fundar instituciones en pro del obrero, del pueblo (sociedades de socorros mutuos, caja de ahorros, de retiro, seguros, cooperativas, etc.). Los medios son : una esposición perma- nente de economía social, bibliotecas, salones de trabajos gratuítos, informacio- 254 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nes, consultas, conferencias de enseñanza i vulgarización, misiones de estudio, publicaciones, premios, ete. A esto debe agregarse otras instituciones : a) los círeulos de estudios, o sean asociaciones de intelectuales que dedican sus estudios al bien del pueblo, abor- dando los problemas sociales i combatiendo los prejuicios, aclarando los equívo- cos, corrijiendo errores i aconsejando a los pueblos la vía evolutiva contra la subversiva o revolucionaria; bh) los secretariados, cuya acción radica esencialmente en protejer, o sostener los centros sociales creados, previendo sus fracasos o errores para salvarlos; e) los comités de patronatos, o reunión de personas influ- yentes, que tutelan una obra de beneficencia social, estudiando las cuestiones e investigando los hechos, creando ¡ entreteniendo el movimiento, propagando las ventajas de la obra, tratando de conseguir el apoyo de adherentes i de los pode- res públicos; d) las bibliotecas que contribuyen a ilustrar al obrero vulgarizando los conocimientos de las profesiones, oficios, etc.); e) los museos profesionales, en los que se esponen cuanto útil o producto atañe a las diversas profesio- nes. Rememora en seguida el injeniero Amadeo el Centro de estudios sudamericano propuesto por el doctor Francisco P. Moreno en el Congreso científico interna- cional americano (julio 1910), asociación que tendría por objeto primordial reunir en su biblioteca i archivo, para estudiar en sus laboratorios i publicar luego, los resultados de la investigación del suelo y de la historia política 1 económica de los países de habla española de América; así, con materiales de primera mano, se daría a conocer la jeografía, la jeolojía, lo biolojía, la historia física del hombre, de las tribus, de los pueblos, de las naciones que habitaron o habitan estas tie- rras hispano americanas, sus recursos, sus actividades. La finalidad del centro propuesto por el doctor Moreno, difiere no poco del Museo social del injeniero Amadeo, pues mientras aquel se refiere más especial- mente al estudio jeoantropolójico de la América latina, éste se relaciona mayor- mente con la faz económica social de los pueblos. Después de dar cuenta de la iniciativa social de los delegados norteamericanos señores Strong i Dangerfield, pasa el injeniero Amadeo a establecer la necesidad de establecer en Buenos Aires una institución de altos estudios de economía so- cial i de vulgarización de los mismos, haciendo notar, a la vez, que sobran entre nosotros los elementos necesarios para sostenerla i hacerla prosperar. Agrega que, una vez instituído, este Museo social tendrá que cumplir dos erandes fines, uno de orden interno, centrípeto, de constitución; otro esterno, centrífugo, de espansión, esteriorización, de aplicación. Ante todo, debe organi- zarse, erear fuerzas, elevar el potencial de la institución acumulando elementos morales, intelectuales i materiales, para luego aplicarlos en beneficio del pueblo aconsejándole, ilustrándole isocorriéndole, según los casos. Pero — dada nuestra idiosincrasia nacional presente — el injeniero Amadeo, agrega a esta misión del Museo — que es análoga a las instituciones similares estranjeras — la necesidad de que proceda a hacer una propaganda amplia, in- tensiva hasta hacerla integral, con el objeto de darnos á conocer, i llamar al país al elemento trabajador — pensante i obrero — capaz de vigorizar i apresu- “ar su progreso. Hace observar cuán mal conocidos somos en el estranjero, por los mismos in- telectuales, que de paso sea dicho, agrego yo, debieran conocernos. Recuerdo al BIBLIOGRAFÍA 255 respecto que en mi primer viaje a Europa tuve ocasión de leer en una, por otra parte interesante, jeografía, que « Buenos Aires era la capital de la República de Montevideo llamada también confederación por la poca concordia reinante en el país » ! Esta jeografía había sido premiada en un congreso jeográfico ! Esto era en 1877. Hoi han cambiado las cosas, pero mui poco. Por esto encontramos mui racional la idea del injeniero Amadeo de crear un centro de propaganda racio- nal, franco, leal, sin grandes espejismos que luego descorazonan, ni pesimismos que retraen aún a los elementos más resueltos. I esta propaganda debe ser na- cional e internacional, para ilustrar a la vez a las poblaciones arjentinas sobre los elementos que cada una de las otras naciones puede suministrarles, i a las estranjeras sobre las que podemos ofrecerles nosotros, mucho más teniendo en cuenta que por ahora, i por muchos años aún, somos i seremos un país etnográ ficamente apto para atraer i asimilar grandes masas inmigratorias que confun- diendo, eruzando los elementos étnicos más variados, entrados o por entrar en la Arjentina, nos den la unidad de raza que debe constituir la verdadera fuerza de nuestra nacionalidad en el futuro. Pero para que la propaganda del punto de vista inmigratorio sea racional, es menester seleccionarle en lo posible; i digo «en lo posible » porque desafortunada- mente no es posible evitar que entre la masa inmigratoria espontánea que se dirije a nuestro país, en busca de Jauja o Eldorado, figure un porcentaje, por desgracia importante, de elementos nocivos para el país, ácratas feroces, espe- culadores de la caridad pública, delincuentes profesionales i otros de equiva- lentes raleas; pero la propaganda oficial 1, más que la propaganda, la acción oficial pueden elejir los elementos étnicos que necesitamos i traerlos, fomentar su venida al país, destinados ya a rejiones determinadas de la República, facili- tándole los primeros elementos de instalación que le permitan la producción ne- cesaria para independizarse de la férula oficial. Así, nuestras tierras australes de- mandan jente de rejiones frías, del norte de Europa o América; i consecuente- mente nuestras zonas templadas i cálidas las requieren de otras rejiones isotérmicas. Así nuestras rejiones cafeteras, yerberas, azucareras, vinícolas, tri- gueras, maiceras, piden el concurso de personas, no sólo hábiles en cada caso, sino que también climatéricamente semejantes. Contra lo que afirman no pocos escritores i pensadores nacionales i estranjeros, que la propaganda oficial es desastrosa, concuerdo con el injeniero Amadeo, en que la propaganda oficial es necesaria, inevitable; pero manteniéndola dentro de límites prudenciales de oportunidad i alcance. La buena fe debe ser la base de toda propaganda para ser eficaz. La clientela aumenta con el crédito, no hay que olvidarlo. ¿Cuál deben ser el carácter i forma de la propaganda en el esterior ? Dustrar a los intelectuales mediante publicaciones confiadas a hombres de cien- cia, técnicos, artistas, de reconocida competencia que pongan á aquellos en con- diciones de juzgarnos con conocimiento de causa; hacer conocer de los industria- les, comerciantes, agricultores, ete., cuáles son los elementos que ofrece el país, jeo-topo-hidrográficos, cuáles sus recursos i productos, para que puedan aplicar con certeza su potencialidad económico-profesional. El conocimiento de la naturaleza física de los terrenos, de sus accidentes hipso- métricos, de su riqueza acuosa, para un país como el nuestro que debe esperarlo casi todo de su desarrollo agrícola, es un dato de la mayor importancia econó- e 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mica que el Museo social podría suministrar sirviendo de garantía al interesado su insospechable autoridad. La propaganda, según el injeniero Amadeo, debe ser permanente sin intermi- tencias, metódica, veraz, centralizada i autorizada. 1 no pudiendo confiarse al estado, a las compañías i demás entidades interesadas la organización i dirección de la propaganda, claro está que debe llenar esa misión una institución indepen- diente. Coneretando : el Museo social. Pero ¿con cuáles recursos podrá llenar éste su trascendente cometido ? La solución de este fundamental problema económico, tienta resolverla el in- jeniero Amadeo en la última parte de su concienzudo trabajo. Indica en 27 artículos las bases para la constitución del museo social, los cua- les, naturalmente, sólo constituyen un proyecto por discutir una vez formalizada la creación del museo; luego, fundado en los datos estadísticos que le suminis- tran las instituciones análogas (Museo social de París, Sociedad humanitaria de Milán, British institute of social service de Londres, Volsksverein alemán, ete.) proyecta la fuente de recursos para hacer frente a los gastos de instalación, sos- tenimiento i fondo de reserva; que no discutiremos porque está esencialmente basado en el contributo de los poderes públicos, nacionales, provinciales i mu- nicipales ; en las cuotas de los asociados i en el apoyo de sociedades poderosas como el Jockey Club. Ciertamente el pueblo i el gobierno arjentino no deberían eludir su deber, porque un deber es para los encargados de velar por el bienestar i progreso del pueblo i para este mismo, que sería el beneficiado, contribuir con buena volun- tad, mas aun, con entusiasmo a la creación de una entidad social — el Museo social — que importaría honra i provecho para todos. Cualquiera sea la suerte que espera al proyecto del intelijente injeniero Ama- deo, me complazco en asegurarle que ha proyectado obra buena, por lo que le felicito de veras. S. E. BARABINO. La irrigacion en la Arjentina por Y. A. SOLDANO, injeniero civil, profesor en la Universidad nacional de Córdoba. Buenos Aires, imprenta de G. Kraft. 190: Más vale tarde... En realidad de verdad, el adagio es racionalmente aplicable al caso; pero nuestra demora en ocuparnos de este trabajo de nuestro estimado colega, el in- jeniero Soldano, está justificada por diversas razones que reputo innecesario es- poner aqui. El hecho es que no queremos pasar en silencio un esfuerzo intelectal, mui in- teresante por cierto, que abarca el estudio de uno de los problemas económica- mente más importantes para el país : el riego de nuestras inmensas tierras de cultivo, mediante el aprovechamiento racional de su potencialidad hidráulica. El trabajo publicado por el injeniero Soldano, i presentado a nuestro Congreso científico internacional americano, formaun volumen de unas 250 pájinas formato mayor, ilustrado con 58 autotipias, un mapa, 21 planos, 4 diagramas i 8 figuras intercaladas en el testo, 1 constituye un estudio descritivo, técnico i crítico a la BIBLIOGRAFÍA 257 vez, del riego en la Arjentina. Él viene a enriquecer nuestra literatura hidráu- lica, mui escasa hasta la fecha, pues sólo la han cultivado con seriedad los inje- nieros Cassaffousth, Wauters, Romero, Bialet-Massé, Candiani, ete. El injeniero Soldano que como hemos dicho se propuso presentar ante los miembros del congreso del Centenario de mayo, cuáles zonas de regadío existían en nuestro país i las condiciones técnicas en que se habían construído las obras afectadas al riego de las mismas (canales, muros de embalse, represas, mecanis- mos), i sus resultados prácticos, no sólo del punto de vista hidráulico, si que también económico, ha dividido su labor en rejiones o provincias. Después de historiar a grandes rasgos el proceso intensivo del riego entre nos- otros i dar una síntesis jeográfica, más exactamente físico-jeográfica, vale decir, jeolójica, hidrográfica, meteórica, etc., del territorio arjentino, pasa a estudiar el delicado problema de la distribución del agua, por volúmenes fijos 0 propor- cionales, 1 entra en el examen particular de cada zona de riego existente, comen- zando por el riego en Mendoza, a partir de los primitivos trabajos indíjenas hasta los más recientes. Estudia el réjimen del río Mendoza, describe el dique de Luján, su ruptura i reconstrucción, i espone los errores técnicos que produjeron el desperfecto. Ana- liza los diques sobre el canal Zanjón i el sistema de riego a que satisfacen. Otro tanto hace respecto de los ríos Tunuyán i Diamante. En seguida se ocupa al ré- jimen administrativo i legal. Pasando luego a la provincia de San Juan, procede análogamente, estudiando el réjimen del río homónimo, el arroyo Zonda i el canal Pocito, los diques de San Emiliano, de la Puntilla i de Zonda. Analiza las rupturas del de la Puntilla 1 su reconstrucción, así como su substitución por otro proyectado por la dirección de irrigación. Otro tanto hace el injeniero Soldano respecto de la provincia de San Luis, en la que actúan los diques del Morro, de los Trenes, del Chorrillos, de Villa Mer- cedes en el que por primera vez en el país se adoptó las compuertas del tipo Stoney. En Córdoba, estudia los ríos Primero, Tercero i Cuarto; el ya famoso embalse de San Roque, tanto por su capacidad estraordinaria en relación a la pequeñez de la azud, cuanto por la diverjencia de opiniones relativas a las dimensiones de ésta; las obras proyectadas en los ríos Tercero i Cuarto i Seco: el dique de Quilino, ete. asa luego, a la provincia de Santiago del Estero donde toma en cuenta los ríos Salado i Dulce, los canales de Tuama, i de la Cuarteada, cuyas obras ana- liza con algún detalle. Ocupándose de Tucumán describe el sistema hidrográfico de la provincia, el riego en la capital i en Cruz Alta; historia el fracasado canal de San Miguel, estudia el embalse de Timbó, el dique en la Aguadita, el proyecto de dique en El Cadillal, el réjimen del río Salí, las zonas regadas, las de regadío; el réjimen hidráulico administrativo, etc. En Rioja i Catamarca, examina el río del Valle, el riego de Albigasta, el área regada, los proyectos de diques en Huaco i Chilecito, ete. Después de describir someramente el estado de la irrigación en las provincias del noroeste, nos trasporta el autor al Nilo arjentino, según la feliz idea del ma- logrado injeniero Cipolletti, vale decir, al río Negro, donde estudia el sistema AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 17 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA hidrográfico, la cuenca del río Negro, el valle, el réjimen del río, las condiciones físicas del mismo, el embalse de los lagos andinos, la cuenca de Vidal, el dique del Neuquen, los riegos actuales, los riegos en Palazones, etc. [ termina su meritísima obra, el injeniero Soldano, dando un capítulo de sín- tesis que creemos mui oportuno trascribir íntegro : Conclusión. — El análisis que acabamos de trazar, recorriendo la región árida de la República Argentina, nos ha mostrado en todas sus particularidades, la solución que el problema del riego ha tenido en las diversas zonas de esa región, el cuadro geográfico y los rasgos tradicionales propios de cada una, las características más salientes de las obras de riego existentes ó en ejecución, sin descuidar el estudio de: las formas variadas y diversas que ofrece la organización administrativa y legal de esos núcleos regados. Hemos anotado los trabajos primitivos y rudimentarios realizados por las antiguas poblaciones indígenas ó por los conquistadores que las dominaron; describimos luego las escasas construcciones llevadas á cabo durante el siglo pasado hasta 1880, lapso de tiempo dedicado á la organización definitiva del país y poco propicio, por lo tanto, para el tranquilo desenvolvimiento del arte de la irrigación, que es arte de la paz, por excelencia. Nos hemos detenido, por último, en el análisis de la obra realizada desde aquella fecha hasta hoy, obra que con todas sus deficiencias, — inevitables por tratarse de un problema nuevo en un país nuevo, también, — y á pesar de haber sido llevada á efecto con escasos conocimientos de los ríos y tierras beneficiadas, y, por ende, jalonada, á veces, con fracasos y errores, acusa, sin embargo, un asiduo trabajo de perfeccionamiento sucesivo y continuo y constituye una interesante página en la historia del progreso material y moral del país. Del punto de vista constructivo podemos clasificar las obras estudiadas en dos gran- des grupos; diques sumergibles de distribución y diques de embalse. No hemos hu- llado construcciones especiales destinadas al aprovechamiento de aguas subterránens para el riego, exclusión hecha del dique de afloramiento de Quilino, en la provincia de Córdoba. Las obras del primer grupo, simples diques de distribución, las encontramos de preferencia en los cursos de agua andinos ó en algunos otros que bajan de las sierras centrales, en la región situada al sur del paralelo 32%. Tales ríos, y especialmente los del Negro, si bien adolecen de un régimen netamente torrencial, ofrecen estiajes de caudal stema andino, como el San Juan, Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel y Río considerable y suficiente para alimentar, sin especiales obras de almacenamiento, los :anales de riego actualmente existentes. Las características de esos diques son uniformes para todos: se trata de simples muros sumergibles, transversales á la corriente y que provocan un remanso ó sobre- elevación del nivel del agua, permitiendo así la provisión de canales de riego en cada margen del río, cuyas boca-tomas, provistas de compuertas están mús ó menos en án- gulo recto con la dirección del muro. Tales son los diques de Luján, sobre el río Men- doza, y de La Carrodilla, sobre el Zanjón: el del río Tunuyán, en Rivadavia; el de La Puntilla, en San Juan y el del río Quinto, en Villa Mercedes. Hemos visto tam- bién un dique de esta clase en Tucumán, sobre el río Salí, próximo á La Aguadita. El escaso éxito de la mayor parte de tales obras, demostrado en tantos años de ex- periencia, reconoce como causa fundamental la errónea disposición de esos muros su- mergibles continuos, desprovistos de aberturas de suficiente luz que permitan el rá- pido escurrimiento de las crecidas estivales, evitando así que la excesiva sobreeleva- ción del nivel del agua produzca, al verterse ésta desde la cresta del muro con una fuerza viva considerable en algunas ocasiones, erosiones en el macizo del muro (dique de Luján), socavaciones en el lecho del río inmediatamente aguas abajo (dique de La Puntilla), y embancamientos de la zona del cauce aguas arriba de tales obras, como hemos visto en la mayor parte de los diques naiveladores estudiados. BIBLIOGRAFÍA 259 Los diques recientemente proyectados para el río Diamante y Atuel, el del Neuquen. en Cuenca Vidal y el del Patagones sobre el río Negro, modifican notablemente esa estructura, adoptando el tipo de dique-puente, formado por una serie de galerías ó luces separadas por pilares y cubiertas por un tablero de puente desde el cual son manejadas las compuertas que constituyen el verdadero dique, esencialmente movi- ble como se ve. Levantando más ó menos tales compuertas es posible graduar á vo- luntad el agua que entra en el canal derivado, y abiertas completamente en caso de erecidas, están calculadas aquellas galerías como para dejar pasar íntegramente el caudal de avenidas. Estas nueva s, prestigiadas por muchos años de experiencia en otros países cuyos ríos ofrecen iguales características que los nuestros, vienen á suprimir los defectos de los diques sumergibles en mamposterías y reducen el funcionamiento de tales obras al de un verdadero y simple edificio regulador. Al norte del paralelo 32% hallamos sistemas hidrográficos de menor importancia, formados por cursos de agua torrenciales, casi secos en invierno, alimentados por fuertes crecidas en verano y que para ser aprovechados para la irrigación requieren trabajos previos de embalse, formando pantanos ó lagos artificiales que regularicen el régimen del río. Responden á ese objeto el dique existente de San Roque, sobre el río Primero, en Córdoba, el del Potrero de Funes, sobre el río Chacras, en San Luis, los pequeños diques de San Bernardo, Ampas 'achi y Pampa Grande, en Salta, y los di- ques en construcción ó proyectados sobre el río Tercero, rio Seco y río de Los Sauces, en Córdoba; el del Valle, en Catamarca: el del Cadillal, en Tucumán; el del Huaco, en La Rioja; el de Lerma, en Salta y los de Las Maderas y Las Ciénagas, en Jujuy. Hemos analizado la forma y las característica peculiares á cada una de esas obras : ellas son, por lo general, de mampostería, con perfiles variables acusando á veces ex- ceso de espesor y extremada economía otras. Los últimos modelos proyectados reve- lan un notable cuidado respecto del cálculo de las dimensiones transversales del muro habiéndose adoptado, al mismo tiempo, los mejores dispositivos con relación á las distin- tas partes de la construcción : vertederos, galerías descarga ó de toma, compuertas, etc. Las obras secundarias, dársenas de distribución, canales, reguladores, ete., no ofre- cen detalles dignos de mención : recordamos sólo algunos de los canales más largos en explotación, entre los cuales el Canal Zanjón, con 40 kilómetros de longitud y el de La Paz, con 53 kilómetros, ambos en Mendoza; el del sur en los Altos de Córdoba, con 43 kilómetros; el de Santa Rosa, con 60 kilómetros y el de colonia Pinto, con 70 kilómetros; los dos en Santiago del Estero, sin contar los canales actualmente en contrucción, entre los cuales citaremos el del sur de rio Dulce, que, una vez prolon- gado hasta el río Salado, alcanzará una longitud de 95 kilómetros. La explotación de todas esas obras ha dado lugar á la organización de núcleos de regantes, de mayor ó menor importancia, variando notablemente de uno á otro el sis- tema administrativo y legal vigente. Las provincias de Cuyo han adoptado desde hace mucho los antiguos sistemas espa- noles, con sus colectividades de regantes, sus inspectores, repartidores, jueces de agua, ete. Hemos recorrido esas zonas de regadío y observado el éxito de tal organización que parece haberse adaptado y aclimatado definitivamente, contituyendo tal sistema el “fundamento más sólido de la prosperidad y adelanto de la agricultura en esa región. En el resto del país la organización del riego ha dado lugar al establecimiento de un sistema basado en la acción directa del gobierno, en cuyas manos están concentra- dos todos los resortes de esa explotación. Los regantes no tienen intervención alguna en ella, limitándose á ser clientes del estado, quien les vende el agua por volúmenes fijos, como en Córdoba, Ó6 proporcionalmente á la extensión regada, según hemos o0b- servado en las demás zonas de riego. Hace excepción á esto la provincia de Catamarca, en la cual subsisten aun los anti- guos derechos de propiedad del agua, habiendo allí rios que pertenecen á particulares 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y cuyo aprovechamiento escapa á la intervención del Estado. Este ejempo de organiza- ción, que en la mayor parte de los casos no tiene más fundamento que la tradición en la transmisión de aquellos derechos, es hoy un contrasentido, legal y económicamente considerado, pues, si por una parte se oponen á esa forma de la constitución de la propiedad del agua las propias prescripciones del Código Civil, por la otra no es me- nos cierto que ella substrae á la riqueza pública uno de sus factores esenciales, espe- cialmente en regiones como Catamarca donde el agua es de importancia capital. Las leyes y reglamentos, anticuados en su mayor parte, que rigen en todos estos organismos autónomos, ofrecen en numerosos casos disposiciones de todo punto con- trarias al espíritu de la ley civil, lo mismo que á las modernas prácticas agrícolas, y no hacen sino dificultar la rápida solución del problema del riego. Todas esas vetustas reglamentaciones necesitan de una manera ineludible una seria reforma en todo lo re- lativo á concesiones de agua, su duración, derechos y servidumbres de los usuarios y demás prescripciones, que deberán basarse en cada caso en las disposiciones funda- mentales del Código. Esa unidad virtual en la legislación de aguas de todo el territorio, influirá sin duda eficientemeute en los progresos y futuro desarrollo de la irrigación. Contribuyendo á esos progresos y sirviendo de base á la reglamentación técnica de todos esos centros agrícolas, habrá que abordar de una vez el establecimiento en todo el país de numerosas chacras experimentales, donde sea posible estudiar científica- mente las características peculiares á los cultivos de cada zona. En esas chacras se determinará prácticamente las especies de cultivos que más convengan y mejor respon- dan á las condiciones naturales y económicas de cada región, teniendo en cuenta los dos factores esenciales que en ellos intervienen : tierras y clima, y, lo que más im- porta para la solución del problema de que tratamos, se llegará á fijar experimental- mente la cantidad de agua que cada cultivo necesita, indicando el número de riegos, su duración y volumen de agua empleado en cada uno. Sólo después de obtener una larga serie de datos prolijos sobre tales puntos, será posible establecer de una manera segura y precisa, libre de rutina y empirismos, los consumos unitarios de agua para cada cultivo y las especies vegetales más adapta- bles y de más alto rendimiento para cada zona de nuestra región árida. Con lo primero se habrá conseguido un más amplio y eficaz aprovechamiento de las aguas de esa región y, por lo tanto, un considerable aumento en la riqueza de ese vasto territorio; lo segundo indicará rumbos exactos al regante con relación á los cul- tivos á que debe dedicar su actividad, suprimiendo dudas y evitando engañosos mi- rajes, con lo cual quedará definitivamente afianzado el éxito en la explotación agrí- cola de todos esos núcleos regados. Verdaderamente el injeniero Soldano, como el injeniero Wauters, i los pocos más que se han empeñado en poner de manifiesto nuestro riego actual, defec- tuoso, irracional en su mayor parte, i que han gastado parte de su enerjía inte- lectual en aconsejar lo que debe hacer el país para intensificar el abono hidráulico, persiguiendo la idea patriótica del riego integral, indicando las necesidades, apuntando las deficiencias, aconsejando lo que debe hacerse para alcanzarlo, ha hecho obra buena, meritoria de aplauso, tanto del punto de vista científico como administrativo. Lástima grande que la penosa labor a que se ha sujetado no sea debidamente apreciada, no digo por el público beneficiado —- cuya indiferencia por sus bene- factores es proverbial — sino por los poderes públicos quienes debieran oficial- mente premiar i fomentar trabajos de esta índole, esto es, que contribuyen efi- :azmente al progreso material de la Nación. S. E. BARABINO. BIBLIOGRAFÍA 261 Chloris platensis argentina, par CkistóBAL M. HickeEN, doctor en ciencias naturales, profesor de botánica en la Universidad de Buenos Aires i en la Es- cuela normal superior. Trabajo presentado al Congreso científico internacional americano reunido en Buenos Aires en 1910. Tratándose de un trabajo presentado al Congreso científico internacional ame- ricano i publicado ya en los Apuntes de historia natural, repetiremos lo que en dicha publicación dice el eximio naturalista doctor Holmberg, cuya opinión no puede ser más autorizada. «El doctor Hicken — dice —nos presenta un catálogo de la vejetación indíjena i naturalizada que se encuentra en las riberas del Plata arjentino, desde el Tigre hasta La Plata, pero abarcando la faja que estudia unos pocos kilómetros tierra adentro. Al mismo tiempo menciona algunas especies citadas de la comarca por botánicos precursores, i que no se han vuelto a encontrar aquí, incluyendo a la vez no pocas que han estado figurando como de la misma; pero que en verdad, sólo representan un desconocimiento supino de la jeografía de esta parte de América, como él mismo lo recuerda. «Su obra no es un repertorio en el sentido estricto de la palabra sino un tra- bajo erítico, protocolizado con los ejemplares de su rico herbario, al que dió co- mienzo hace más de diez años, cuando todavía era alumno de la Facultad de cien- cias, i cuyo estudio ha podido llevar a cabo consultando su biblioteca botánica, la más completa de Buenos Aires, i en particular para la flora arjentina. « Indicar al lector cuáles son las aplicaciones de esta Chloris sería ofensivo para él; tanto valiera esplicarle a un carpintero para que sirve un martillo. «Su método i caracteres de la obra están a la vista; pero debe resaltar tam- bién que el autor desea publicarla como un homenaje al centenario. Ojalá puedan ornar la frente de la patria, en el gran día, millares de laureles como éste, 1 que, cuando resuenen las palabras del himno: 4quí el brazo arjentino triunfó, se levanten estas pájinas como uno de tantos testigos de que también sabe triunfar el cerebro arjentino ! » Por nuestra parte, sólo agregaremos los datos estadísticos que ponen de mani- fiesto la intelijente laboriosidad de nuestro consocio el doctor Hicken, que mar- cha con paso decidido, sin desfallecimientos, escudado por el estudio, hacia la cumbre de las ciencias naturales en la Arjentina. Conviene recordar que el único catálogo botánico existente, publicado en 1889 por Bettfreund, enumera 536 especies distribuídas en 342 ¡jéneros i 98 familias; pero como dicho señor, colecionista pero no botánico, errara al catalogar espe- cies que no correspondían a la flora indíjena, esas cifras, según el señor Hicken quedarían reducidas a 461 especies, distribuídas en 294 jéneros i en 76 familias. . . a Ahora bien, las especies catalogadas por el autor alcanzan : Númerorto ba Mdemespeciesó. ento. talados 1.261 Númerostotaldesénenos; e qeeisateiete arado pra oler eye 546 Númerortotaldetanla tao tatoo taleia (o 119 que se distribuyen por grupos, así : ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Grupos Familias Jéneros Especies Criptógamas 0... or o OI ENE 6 19 29 Gimnospermas.......... as e FAA 1 1 1 Monocotiledóneas a a 23 111 324 Apétalasi dialipétalaS....o...o mom .mo..o.o.s 61 210 477 Gamopétalas ¡SUP e 20 93 207 Gamopétalas INÍeroY ooo 8 112 223 COS pole 119 346 1.261 Como se ve nuestro consocio honra realmente a las ciencias naturales arjen- tinas, las que deben esperar mucho de nuestro joven botánico. S. E. BARABINO. L'age des formations sédimentaires tertiaires de l'Argentine, en rélation avec l'antiquité de l"homme, par FLORENTINO AMEGHINO. Buenos Aires, 3 de febrero de 1911. Folleto de 30 pájinas, estracto de los .1nales del Museo Nacional de Buenos Ai- res, tomo XXII (serie 32, t. XV), pájinas 45 a 75. A propósito de una memoria del doctor Aldobrandino Mochi. publicada por éste en el Archivio per Pantropologia e "etnología (1910) con el título de Appunti sulla paleoantropologia argentina, el doctor Ameghino hace observar que, aunque importante, el trabajo del doctor Mochi demuestra haber sido fundado en obser- vaciones hechas con lijereza, las que han inducido en error al autor. Como el doctor Mochi refuta aleuna de las conclusiones del doctor Ameghino, éste, replicándole, defiende sus propias opiniones mediante un cúmulo de razones de orden jeoantropolójico, i cita al respecto las opiniones de otros naturalistas de nota que apoyan las propias. Por nuestra parte, no creyéndonos autorizados para entrar en el fondo de la cuestión, nos concretamos a obseryar que por lo menos puede preguntarse ¿cómo se permite el doctor Mochi dilucidar puntos de tanta transcendencia sin más au- toridad que una permanencia de pocos días en Buenos Aires? ¿Cómo, dónde, cuándo pudo examinar las formaciones jeolójicas del país; cómo imponerse de las opiniones de los naturalistas, arjentinos i estranjeros, residentes aquí ? Yo no sé si el doctor Ameghino se ha equivocado o no; pero si este concien- zudo i docto naturalista, con cuarenta años de labor profesional, que ha exami- nado el terreno, que ha recojido elementos de estudio, que los ha estudiado con la intelijencia i dedicación con que procede siempre; si el doctor Ameghino, digo, en condiciones tan favorables pudo errar ¿no es más racional admitir que el doctor Mochi puede haberse equivocado con mayor facilidad ? El doctor Ameghino hace notar al doctor Mochi los errores en que, a su juicio, ha incurrido i le invita a estudiar mejor. con mayores elementos de experimen- ción, el punto controvertido. Es dle esperarlo así en pro de la seriedad de la ciencia. S. E. BARABINO. BIBLIOGRAFÍA 263 La antigúedad del hombre en la República Arjentina, por FLORENTINO AMEGHINO. Un opúsculo de 52 pájinas, estracto de la revista Atlántida, tomo TI. Coni hermanos, editores. Buenos Aires, 1911. El doctor Mochi, del Museo nazionale d*antropologia de Florencia, a pesar del corto tiempo que estuvo entre nosotros, se ha creído habilitado para opinar defi- nitivamente sobre la orientación del cráneo del diprothomo platensis (Ameghino), 1 ha publicado en el 4Archivio per ("antropologia e la etnologia (vol. XL) un estenso artículo sobre dicho tema, discordando con el doctor Ameghino, quien en la me- moria actual refuta á su vez las conclusiones del doctor Mochi. Creo lójico traseribir algunos párrafos del doctor Ameghino : «Es una contribución mui importante — dice — que seguramente contribuirá a dilucidar los diversos problemas relacionados con la cuestión de la antigiiedad del hombre en la América del Sur. Empero, al recorrerla, se advierte en seguida que ha sido redactada según observaciones hechas con demasiada prisa. Esto es mui sensible, porque el autor, al querer hacer crítica, ha caído con bastante fre- cuencia en errores aun más considerables que los que ha pretendido enmendar. Además, se ocupa de cuestiones por demás complicadas; por ejemplo, la de la antigiiedad de las formaciones sedimentarias cenozoicas en la Arjentina, en la que llega a conclusiones mui distintas de los mías, pero tratándola superficial- mente, sin poseer ni un mediocre conocimiento de los hechos, ni de la literatura correspondiente. « Por lo demás, respecto del Homo pampeus, señala, varios errores en que he incurrido, por lo que le quedo mui agradecido, pues así contribuye a amplial mis conocimientos ; i supongo que él no tomará á mal que a mi vez corrija los suyos i defienda mis ideas fundadas sobre hechos positivos que él desconoce. » Pasa el doctor Ameghino á discutir la parte jeolójica de la memoria del doctor Mochi i termina diciendo : «Se ve, pues, que desde cualquier punto de vista que nos coloquemos, sea por la antigiiedad i abundancia de huesos humanos fósiles, sea por la variedad i la eran diferenciación de los hominídeos fósiles, sea por la presencia de vestigios óseos de los precursores del hombre i de los hominídeos, que en Europa faltan totalmente, sea, en fin, por los vestigios industriales, la América del Sud posee documentos más antiguos, más numerosos i más probatorios que los suministra- dos hasta ahora por el antiguo continente. «No se trata de fantasías, ni de hipótesis, ni siquiera de teorías, sino de he- chos positivos interpretados á la luz de un criterio lójico, 1 según un material que será tan insuficiente cuanto se quiera, pero que queda siempre infinitamente superior al que hasta ahora se ha encontrado en las demás rejiones terrestres...» El doctor Ameghino termina sa memoria prometiendo ocuparse de la parte an- tropolójica del artículo del doctor Mochi. S. E. BARABINO. La calotte du diprothomo d'apres l'orientation frontoglabellaire par FLOREN- TINO AMEGHINO. 1 folleto de nueve pájinas i cuatro láminas fotografiadas. Bue- nos Aires, 19 de enero de 1911. Artículo estracto de los Anales del Museo nacional de Buenos Aires. Tomo XXII 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (sec. 3%, tomo XV, p. 1409). Escrito de polémica a propósito de la orientación que debe darse al casquete del diprothomo para estudiarle. El doctor Ameghino, ratificándose en su opinión al respecto, sostiene que la orientación que en el craneorientador toma el casquete del diprothomo es abso- lutamente la misma de la que le diera en vista de los caracteres morfolójicos. L'age des formations sédimentaires tertiaires de 1'Argentine en relation avec lantiquité de l"homme. Note supplémentaire par FLORENTINO AMEGHINO. Un folleto de diez pájinas. Buenos Aires, 31 de marzo de 1911. Artículo estracto de los Anales del Museo nacional de Buenos Aires. Tomo XXII (serie 32, tomo XV, páj. 169 a 179). El doctor Ameghino refuta algunas opiniones del doctor Mochi i llega a la conclusión de que la presencia de 4rctotheriuwm en los depósitos cuaternarios de la América del norte, contrariamente a lo que sostiene el doctor Mochi, consti- taye una nueva prueba de la grande antigiiedad jeolójica de la formación pam- peana i de las formaciones aun más antiguas que en la Arjentina contienen restos de animales de este mismo grupo. Observations au sujet des notes du docteur Mochi sur la paléoan- thropologie argentine par FLORENTINO AMEGHINO. Un folleto de 50 pájinas, con 16 figuras en el testo. Buenos Aires, 1% de mayo de 1911. En este trabajo estracto de los 4nales del Museo nacional de Buenos Aires. Tomo XXII (serie 32, tomo XV, páj. 181 a 230), el doctor Ameghino agradece al doc- tor Mochi su estudio sobre el material del museo nacional, que califica de altamente importante; pero sobre aleunos puntos en que ambos naturalistas están disconformes, el director de nuestro museo refuta las opiniones del doctor Mochi que adolecen, según el doctor Ameghino, de la falta de más detallado co- nocimiento de los mismos. A los que se interesen por este jénero de estudios 1 deseen entrar en el fondo de la controversia, les recomendamos la lectura de los trabajos siguientes : Nota preventiva sul Diprothomo platensis Ameghino, del dottore Aldobrandino Mochi, del Museo nazionale di antropología di Firenze, in Rivista del Museo de La Plata, tomo XVII, páj. 69-70, Luglio, 1910. Sur VPorientation de la calotte du Diprothomo, par F. Ameghino, en Anales del Museo Nacional de Buenos Aires, serie 3%, tomo XIII, pájinas 319 i 327. Setiem- bre 1910. D'áge des formations sédimentaires tertiaires de Y Argentine en relation avec l'anti- quité de l'homme, por F. Ameghino, en Anales del Museo nacional de Buenos Aires, serie 32%, tomo XV, pájinas 45 1 78. Febrero 1911. Appunti sulla paleoantropologia argentina, per il dottor A. Mochi, en el 4rchivio per Pantropologia e la etnología, volume XL, pájinas 203 1 254. 1910. Las escorias i tierras cocidas de las formaciones sedimentarias neóje- nas de la Republica Arjentina, por el teniente coronel ANTONIO A. Ro- MERO, estudio ampliatorio del informe presentado al Congreso científico inter- BIBLIOGRAFÍA 265 nacional americano, sección Ciencias antropolójicas, en su carácter de relator oficial del tema titulado £l problema de las escorias i tierras cocidas de las forma- ciones sedimentarias neójenas de la República Arjentina. Un folleto de 44 pájinas, en 8% mayor, ilustrado con cinco planchas fotografiadas. Buenos Aires, enero 26 de 1911. En este trabajo el coronel Romero corrobora la opinión manifestada por el doctor Ameghino relativamente a este tema tan controvertido. Dice el autor : « De manera, pues, que la única hipótesis admisible es la planteada por el doctor Ameghino, es decir, la que supone de orijen antrópico a las escorias i tie- rras cocidas. No cabe en el concepto lójico de los hechos ninguna otra, como creo haberlo demostrado. » Tendrá o no razón el señor Romero — no podemos decidirnos — pero nos place sobre manera la forma reposada como discute el punto. Como los lectores no ignoran, el profesor Outes opina, contrariamente, que las tales escorias son de orijen volcánico; ino está solo, pues le acompañan en su opinión los doctores H. Biickins, E. Herrero Dueloux i últimamente el profesor Boule, quien, en L?anthropologie (XXII, 68 i siguientes, París, 1911), de la que es redactor en jefe, sin dejar de rendir el debido honor al talento del doctor Ame- ghino, confirma las conclusiones del joven e intelijente profesor Outes. La controversia seguirá — no lo dudamos — en el terreno calmo, prudente de la ciencia. Es una cuestión de hecho que se impondrá a los que hayan errado, sin que ello importe mengua alguna. Errare humanum est, i solo yerran los dignos de respeto : los que trabajan. S. E. BARABINO. Los tiempos prehistóricos i protohistóricos en la provincia de Córdoba por FÉLIx F. OUTES, secretario i director de publicaciones del Museo de la Plata, profesor en las universidades de Buenos Aires i La Plata. Buenos Aires. Imprenta de Coni hermanos. 1% de marzo de 1911. El laborioso profesor Outes nos remite éste su trabajo de pre i protohistorias cordobesas, estracto de la Revista del Museo de La Plata, tomo XVIL (segunda serie, tomo IV, pájinas 261 a 374). Desde 1906 viene preocupándose el intelijente profesor de reunir en una mo- nografía todos los datos existentes i sus propias observaciones antropolójicas re- lativas a la provincia de Córdoba i la demora en presentar esta memoria fué debi- da primero a falta material de tiempo, i, luego, a que ha debido « utilizar un fondo histórico documental harto abigarrado, somero, ambiguo, hasta contradictorio; i aun memorias de especialistas, aparecidas en los últimos tiempos, que se rez sienten de falta de dirección i ausencia de método, por cuyas causas sus obser- vaciones aparecen embrolladas ». Debido a ello tuvo que « completar e ilustrar los capítulos referidos, mediante un aparato erudito en cierto modo copioso », que supone sabrán apreciar en su justo valer los que están en condiciones de juzgar la importancia i la estricta disciplina de los procedimientos analíticos eríticos aplicados a las investigaciones científicas. 2656 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El material que pudo estudiar fué : 1% El del Museo de La Plata, que comprende las colecciones del doctor Ame- vhino ; 20% Objetos reunidos por los doctores Cárcano, F. P. Moreno, Roth i Wolff 1 otros ; 3% Piezas selectas del Museo politécnico de Córdoba; 40 El recojido personalmente por el autor en dicha provincia. Hace notar, el autor, que por razones ajenas a su voluntad no pudo aprove- char de la coleción que fué del malogrado doctor Bialet Massé, ni de la mui im- portante reunida por el padre Cabrera, ni de la del museo de la Universidad, a cargo del doctor Bodenbender, por estar ausente. Creeríamos escusado decir lo interesante de esta monografía, importante con- tribución para la etnografía nacional. Nos bastará dar el índice de las materias tratadas : PRIMERA PARTE. — Periodo paleolítico. Il, Antecedentes; II, Material del Museo La Plata. SEGUNDA PARTE. — Período neolítico. 1, Antecedentes; II, Frescos rupestres, petroglifos; IM, Material de museos i colecciones : 1. Objetos de piedra (instrumentos, armas, adornos, objetos de uso indetermi- nado, técnico). 2. Objetos de hueso (instrumentos, armas, adornos, indetermina- dos, residuos). 3. Objetos de concha (adornos). 4. Objetos de metal. 5. Alfarería (lisa, con impresiones de textiles, con ornamentos grabados, pesos para el huso, figuras antropomórtficas, modelado, adornos, indumentaria. Apéndice : Al testo sirve de complemento una amplia i erudita anotación, que aclara o funda el concepto del autor. S. E. BARABINO. Los aborígenes de la República Argentina. Manual adaptado a los pro- eramas de las escuelas primarias, colegios nacionales i escuelas normales, por FéLix F. OuTEs, secretario i director de publicaciones del Museo de La Plata ; profesor en las universidades de Buenos Aires i La Plata; i CArLOS BRUCH, jefe de la sección zoolójica del Museo i profesor en la Universidad de La Plata. Un pequeño volumen de 150 pájinas, ilustrado con 146 erabadosi una lámina en color. Buenos Aires, 1910. Como su título lo indica, es una obra de carácter elemental, didáctica, desti- nada a los estudiantes arjentinos, de acuerdo con los programas oficiales. Pequeño manual de etnografía prehistórica arjentina, sumamente interesante, ha sido planeado i desarrollado por sus autores en la siguiente forma : L, Definiciones; 1L, Nociones de jeolojía (las rocas, divisiones cronolójicas 1 es- tratigeráficas, caracteres de las eras, rocas arcaicas, era terciaria, era cuaternaria, la especie humana durante la era cuaternaria); HI. El tallado intencional 4 la cla- sificación de los tiempos históricos; IV, Las investigaciones antropolójicas en la Repú- blica Arjentina (los tiempos prehistóricos, nociones sobre las series neójenas, pre- histócenas 1 homolócenas, el tetraprothomo argentinus 1 el diprothomo platensis, los pobladores prehistóricos. Los pueblos históricos en las montañas del noroeste (el medio físico i el hombre, caracteres físicos de los habitantes, caracteres lin- BIBLIOGRAFÍA 267 giiísticos, caracteres sociológicos). Los pueblos históricos de las selvas chaquen- ses (el medio físico i el hombre, los matacos, los chorotes, los tobas, los ehiri- guanos). Los pueblos históricos del litoral de los erandes ríos (el medio físico i el hombre, los charrúas, los cainguás). Los pueblos históricos de las llanuras (el medio físico i el hombre, los querandíes, los puelches, los araucanos). Los pue- blos históricos de la Patagonia (el medio físico i el hombre, caracteres físicos de los habitantes, caracteres lingiiísticos, caracteres sociolójicos). Los pueblos his- tóricos de los archipiélagos magallánicos (el medio físico i el hombre, los onas, los yamanas o yahganes). Bibliografía esencial, bibliografía accesoria. Es un bello trabajo, lo repetimos, mui interesante. Sin embargo, en su parte teórica, por más elemental que se haya teutado conseguir, no lo es tanto que pueda ser utilizada por pequeños alumnos de las escuelas primarias: para éstas en cambio, serán de muchísimo provecho, por su propiedad mnemónica, los ma- pas etnográficos que acompañan al manual de los profesores Outes i Bruch, los que deben ser, naturalmente, objeto de la enseñanza oral de los maestros. En :ambio, será mui bien aprovechado por los estudiantes de las escuelas normales i colejios nacionales, por amoldarse mayormente a sus conocimientos, tanto en el fondo como en la forma. Por lo demás el trabajo de los profesores Outes i Bruch, es no solo útil para los estudiantes, sino que también para toda persona ilustrada que no sea de esta es- pecialidad. S. E. BARABINO. Algunos datos para el estudio de la tenería i su practica en la Repuú- blica Arjentina. Tesis presentada para optar al grado de doctor en química, por Tomás J. Rumt, farmacéntico, químico de la Oficina química nacional, jefe de trabajos prácticos de física farmacéutica en la facultad de ciencias mé- dicas. Buenos Aires, 1910. Imprenta Juan A. Alsina, 1910. El señor Rumi ha presentado en un folleto de 180 pájinas, formato mayor, una notable disertación a la Facultad de ciencias exactas, físicas i naturales, como última prueba de estudiante aprovechado, para doctorarse en química. El tema elejido por el intelijente químico no puede revestir mayor importancia en la Arjentina, país clásico de la tenería, dados sus inmensos ganados. Como resultado de sus estudios i esperiencias el doctor Rumi presenta las si- guientes conclusiones : 1% El mecanismo que preside la formación del cuero presenta dos fases : a) Fijación del curtiente ; b) Insolubilización de las fibras que constituyen la piel. 20 El primero de estos fenómenos puede obedecer a causas físicas o físico- quí- micas; en el segundo, tendrán lugar necesariamente acciones químicas ; 3% En el proceso de insolubilización la piel parece esperimentar una oxidación. Los elementos peroxidados que pueden acompañar a los curtientes, actuarán concurrentemente en esa insolubilización ; 40 Nuestro país cuenta con un buen número de vejetales aplicados al curtido de las pieles. 53 Es de absoluta necesidad efectuar un estudio sistemático que fije la moda- 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA lidad de los taninos de esos vejetales i determine su influencia en cada una de las propiedades del producto obtenido; 6% Es mui conveniente ensayar la aclimatación de los vejetales tánicos insusti- tuíbles, de que el país no disponga, para evitar la importación de los mismos. Es posible el curtido del zamaque en el país; 71% La tenería en la Arjentina puede dar actualmente productos de mui buena calidad. Los cueros malos que se observan son probablemente debidos a una cur- tiembre mal conducida, lo que corrobora la necesidad de una enseñanza teórica, oficial o privada, que forme curtidores científicamente idóneos; s% Las especiales cualidades de los cueros salteños son debidos probablemente al clima i al réjimen de vida de los animales en aquella provincia. Nada nos parecería necesario agregar sobre la interesante tesis del doctor Rumi; pero no podemos resistir al deseo de manifestarle que nadie más indicado que él mismo, con los datos que ha acumulado 1 su predilección por el tema, para abordar el problema cuya solución propone en su conclusión quinta, rela- tiva al estudio sistemático de los vejetales tánicos arjentinos. S. E. BARABINO. Política portuaria de la Republica Arjentina. Conferencia dada en el Cen- tro Naval el 12 de noviembre de 1910, por el injeniero ARTURO CASTAÑO. Buenos Aires, 1940. Imprenta de Coni hermanos. En un folleto de 48 pájinas, el injeniero Arturo Castaño ha publicado su inte- resante conferencia sobre política portuaria, con especial aplicación a nuestro país. Es admirable el tesón, la constancia de este conocido injeniero arjentino, em- pleados en la consecución de un puerto ultramarino por crear en la ensenada de San Borombón. Conocida es la lucha, realmente desigual, que ha sostenido con empresas estranjeras radicadas en el país, las que, si por una parte son un efi- ciente factor de nuestros progresos materiales, de otros puntos de vista importan una verdadera toxina para toda iniciativa de empresa arjentina en el país. Todo esfuerzo nacional para emprender grandes construcciones, que puedan directa o indirectamente poner en peligro la privilejiada acción de ciertas em- presas estranjeras, halla en éstas un poderosísimo enemigo, pues son precisa- mente ellas las que tienen afectado el capital que debiera servir para fomentar aquellas El injeniero Castaño ha batallado con la fe de un convencido; ha pasado años enteros en los mercados monetarios europeos abogando por la realización de su puerto; ha tenido que romper una a una las barreras que le cerraban el camino de sus aspiraciones, más que personales, patrióticas; i hoi todavía, después de quince años de incansable batallar presenta a la consideración de los políticos, de los marinos i de los injenieros de su país, sus vistas al respecto, concretándolas en las siguientes conclusiones : 1% La importancia comercial de nuestro país exije imperiosa e inmediatamente un cambio radical en nuestra política portuaria ; 20 Para que esta política esté de acuerdo con la universalmente aceptada, en BIBLIOGRAFÍA 269 base de los principios e intereses que la amparan, se requieren grandes puertos de fácil acceso para toda capacidad flotante ; 30 Entre las múltiples soluciones que en tal concepto nos ofrece nuestra vasta costa del Atlántico, la ensenada de San Borombón, por su situación i su fácil aceeso por mar i tierra, es la más indicada para nuestro gran puerto de ultramar ; 40 En cambio, el proyectado ensanche del puerto de la Capital, en la zona que se ha elejido, a pesar de exijir inmensos caudales, no salva ni los inconvenientes del actual, ni su defecto absorbente de centralización; antes bien, de los puntos de vista del tráfico i de la hijiene, está en abierta oposición con lo que establecen las autoridades más competentes. Vadie es profeta en su tierra si no para aquellos á quienes pueden aprovechar las profecías. Tuvimos un sólo profeta feliz, el finado señor Madero, otro caso arjentino ra- ro de constancia i de lucha por obtener la concesión de un puerto; i que lo obtu- vo, desgraciadamente mal ideado, incompleto i carísimo. Además, no se trataba de una empresa que corriera el albur de perder en la ejecución de las obras. El pa- gano era el país. El concesionario sólo corría, como corrió, el peligro de perci- bir su enorme comisión, no ya sobre los 20 millones pactados, sino sobre 35 6 40 millones que costó el puerto. Hacemos, pues, votos porque el injeniero Castaño pueda ver sus esfuerzos co- ronados por el éxito. S. E. BARABINO. Glucósidos jeneradores de ácido cianhídrico. Tesis presentada para optar al título de ingeniero agrónomo por ALEJANDRO BOorTTO, profesor adjunto de química analítica (primer curso) de la Facultad de ciencias naturales de la Universidad nacional de La Plata. Talleres gráficos de Christmann y Crespo. La Plata, 1910. El señor Botto, uno de los más aventajados ex alumnos de la Facultad de agronomía i veterinaria de La Plata, no se ha concretado a presentar un trabajo pro formula, para cumplir con la cláusula reglamentaria del diplomado, sino que ha querido cerrar dignamente su etapa estudiantil presentando un estudio serio i útil sobre los compuestos glucósidos que enjendran el ácido cianhídrico en las plantas, teniendo en cuenta que las experiencias químicas de los últimos años han demostrado que se hallan en un número mucho mayor de especies que las admitidas hasta hace poco, hecho que reviste no poca importancia para esplicar las intoxicaciones de los animales que injestionan dichos vejetales. El señor Botto ha dividido su trabajo en una introducción, tres secciones i un apéndice. En la introducción, historia el estudio de estos vejetales continentes compues- tos glucósidos i, por ende, ácido cianhídrico; analiza las propiedades de los glu- eósidos, sus reacciones i el desdoblamiento de los mismos, su clasificación i su función en el organismo vejetal. En la primera sección, deseribe los glucósidos jeneradores de ácido cianhídrico conocidos hasta hoi, agregando a éstos los de las Stipas hystricina 1 lentotachya, 270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Heim i Hébert, en Francia) el de la HAymenoxys Tweedii (Dr Spegazzini) i el del Chloris distichophylla (que sospechó el profesor Spegazzini i confirmó el propio señor Botto); y de los métodos de dosificación para determinar el ácido cianhí- drico, i obtener por el cálculo el cuantitativo del glucósido. En la segunda parte discurre sobre los procedimientos para la determinación cualitativa de los glucósidos en jeneral, especialmente de los ciánicos, presen- tando una serie de importantes observaciones fruto de sus propias esperiencias. En la tercera sección, se ocupa de algunas plantas que contienen glucósidos ciánicos coneretándose a dar los principales caracteres morfolójicos i hacer algu- nas consideraciones toxicolójicas. En el 4péndice, da el cuadro sinóptico de las plantas que contienen ácido cian- hídrico, presentado por Greshott, en 1906, a la 76% asamblea de la British Asso- ciation (New-York), variado en la forma por el doctor Botto, quien presenta las plantas por orden alfabético. El autor llega a las siguientes conclusiones : «Los glucósidos jeneradores de ácido cianhídrico están mui difundidos en el reino vejetal i todos ellos son tóxicos por el ácido que desprenden al desdoblarse bajo la acción de encimas ó fermentos especiales. Hasta el presente estos cucrpos están repartidos en 85 jéneros de fanerógamas, entre las cuales se encuentran algunas destinadas a usos medicinales (amigdalus communis; primus lauro-cerassis ; corqnocarpus loevigata; sambucus nigra; linum usitatrosimum, etc.) ; otras de ali- mentación humana (phaseolus lunatus; sorghum vulgare; jatropha manihot, etc.) ; i otras como forrajeras (lotus arabicus; vicia augusti folia ; stida hystricina ; stipa leptosta chya; hymenoxis tweedii; chloris distichophylla). En 43 ¡jéneros el ácido cianhídrico va asociado al aldehido benzoico; en 16 a la acetona; i en los res- tantes a una sustancia indeterminada. » Sobre el mérito científico de la tesis del injeniero Botto, me concretaré a dar una opinión más autorizada ciertamente que la mía : la de la propia Facultad, la cual de acuerdo con el artículo 46 del reglamento, resolvió costear su impre- sión por su marcado valor científico. S. E. BARABINO. El estudio de la contabilidad desde la cátedra, por el profesor A. CASSAGNE SERRES, contador público nacional, profesor en la Escuela superior de comer- cio de la nación, ete, etc. Un folleto de 27 páginas. Buenos Aires, Cabaut y compañía, 1911. Constituye la conferencia inaugural del curso de cuarto año de peritos mercan- tiles de la Escuela superior de comercio, dada por el autor en marzo de 1911. El profesor Cassagne Serres sintetiza la importancia de la contabilidad en este aforismo : « La contabilidad es la ciencia que trata de la organización de los capitales para su prosperidad, dándoles el valor moral que les corresponde; con- serva la historia de las evoluciones de dichos capitales i brinda esperiencia para el futuro ». Acompañamos al profesor Cassagne en la importancia que atribuye a la con- tabilidad en todas sus ramas, i en la utilidad que sa conocimiento presenta no sólo para los profesionales, contadores, peritos comerciales, etc., sino que tam- bién — i mucha — para el mismo comerciante. al BIBLIOGRA FÍA 2 Al de I cuando se piensa en el desarrollo asombroso del comercio arjentino, tanto interno como esterior, se comprende fácilmente por qué los poderes públicos nacio- les se han preocupado con tanto interés de fomentar el estudio de la matemática comercial. S. E. BARABINO. Reglamento italiano de edilidad en rejiones sísmicas (publicación oficial). San Juan, 1911. Folleto de 16 pájinas que contiene el reglamento que rije en Calabria para la construcción de edificios, en vista de los fenómenos sísmicos reinantes en aque- llas rejiones. El gobierno de San Juan, fundado en que las poblaciones donde él fué aplicado los terremotos no han causado daño, i considerando que la adopción de dicho reglamento es de utilidad jeneral para los países situados en Zonas sísmicas, como el de esa provincia andina, decretó la traducción i publicación del reglamento mencionado, encargando a la vez al doctor Luis Jorje Fontana la confección de un reglamento especial apropiado a las condiciones i necesidades de la provincia referente a construcciones contra temblores. Es muy posible que tanto el reglamento italiano objeto de este folleto, como el que más tarde confeccione el doctor Fontana, no sean perfectos, vale decir, no eliminen por completo el peligro de los derrumbes; pero siempre será digno de encomio el interés demostrado hacia su pueblo por aquel gobierno, i mui hu- manitario, el disminuir siquiera, en poco o en mucho las fatales consecuencias de tan terribles cataclismos. El gobierno de San Juan, pues, ha hecho obra patriótica, humanitaria. S. E. BARABINO. El señor doctor José INGEGNIEROS ha remitido a la Sociedad Científica Arjen- tina los siguientes folletos, que mucho agradecemos. Publicados en 1910: Locura, simulación i criminalidad. El delito i la pena ante la filosofía biolójica. Las bases del derecho penal. El envenedador Castruccio, estudio sicopatolójico. Publicados en 1911: Sistema penitenciario. Clasificación de los delincuentes según su sicopatolojía. La criminolojía. La evolución de la antropolojía criminal. Instituto de criminolojía, fundado en 1907. La defensa social. El doctor Ingegnieros, como nuestros lectores no ignoran, es director del Ins- tituto de criminolojía, profesor en la Universidad de Buenos Aires, director de 272 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los Archivos de siquiatría i criminolojía, etc. Es uno de los jóvenes injenios más po- derosos i fecundos del país. Su nombre, en alas de sus numerosas i meditadas producciones, traspasando las fronteras arjentinas, es conocido mui favorable- mente por los hombres de ciencia de todas las naciones civilizadas, especialmente por los que dedican sus facultades especulativas al estudio de la morbolojía so- cial, de la antropolojía criminal, de sus causas, efectos i remedios más eficaces. No nos toca a nosotros discutir sus vistas al respecto, sino corroborar aquí lo que es ya axiomático entre nosotros, vale decir, que el doctor Ingegnieros por su intelijencia i laboriosidad honra a su patria. S. E. BARABINO. Sociedad Cientifica Argentina. Congrero científico internacional ameri- cano. Relación general del funcionamiento del congreso. Volumen 1. Publicación dirigida por los injenieros SANTIAGO E. BARABINO, presidente de la comisión de publicaciones, i NicuLás Bresio MORENO, secretario jeneral. Im- prenta de Coni Hermanos. Buenos Aires, 1910, ¿s este el primer volumen que se publica relativo i bajo los auspicios del con- greso científico que tuvo lugar en esta capital del 10 al 25 de julio de 1910, en homenaje al centenario de mayo. Como su título lo indica en sus 632 pájinas, se da cuenta de la constitución i realización de ese por muchos conceptos notable certamen científico que, al honrar la grande efeméride patria, ha honrado a la República poniendo de manifiesto ante propios i estraños la potencialidad inte- lectual de la nación Arjentina, al cumplir la primera centuria de su emancipa- ción política, pero en realidad a los 50 años de su verdadera existencia nacional, institucional. Porque si bien es cierto que un siglo pasara desde el día que arrojó de sí el pesado manto del coloniaje, no lo es menos que solo en 1862 entramos deveras en el concierto de las naciones serias i laboriosas. En este primer volumen, luego de trascribir la lei que autorizara este congreso, se da cuenta de la constitución de las comisiones, honoraria, directiva i de pro- paganda; de los trabajos de organización del certamen; de las diversas comisio- nes 1 subcomisiones seccionales, relativas a las ciencias : constructivas, físicas, matemáticas i astronómicas, químicas, jeolójicas, antropolójicas, biolójicas, jeo- aráficas e históricas, jurídicas i sociales, militares, navales, psicolójicas i agra- rias, con el reglamento a que se ajustó el certamen. En seguida, figuran la nómina de los delegados al congreso (de los gobiernos, municipios, universidades, institutos, sociedades científicas, ete.), estranjeros i nacionales; la lista de los miembros efectivos; la de los trabajos realmente pre- sentados ; las actas de las sesiones de las diversas secciones 1 las plenas de éstas y del congreso; los discursos pronunciados, fiestas i escursiones celebradas, fac- símil de la medalla conmemorativa del congreso, ete. A través de esas pájinas el observador interesado nota complacido la marcha sin desvíos, la acción sistemática, con rumbo fijo de una organización normal, prevista, que debía conquistar a este congreso científico, el aplauso del pueblo, de las autoridades i, lo que es más característico i honroso a la vez, el aplauso del gran congreso internacional político que actuó simultánaemente al científico en esta capital. Consuela aun más pensar que si en tan corto plazo como el contado pudimos BIBLIOGRAFÍA 273 realizar esta potente manifestación intelectual americana, realzada por el con- curso fraternal de los hombres de ciencias de otros continentes, con mayor tiempo más lucida habría sido la actuación del congreso, más real la representa- ción mental del nuevo continente en jeneral i de la Arjentina en particular. Pero no nos quejemos : hemos conseguido hacer obra buena, útil. Basta. Otros harán más. Así se: S. E. BARABINO. Memoria descritiva de la división bomberos. Policía de la capital federal. Su pasado, su presente i su futuro. Apuntes trazados por el coronel Jos María CALAZA, inspector jeneral de dicha división. Buenos Aires, 1911. El señor coronel Calaza, que, parodiando a Luis XIV, podría decir: el cuerpo de bomberos... c/est moi, tanto es el continjente intelectual i material que desde hace casi medio siglo viene aportándole, hace en las 175 grandes pájinas de texto — formato album — en la serie de diferentes cuadros estadísticos que le acompañan ien las 104 hermosas fototipías que exornan la obra, la historia documentada del pasado i presente de la hoi gallarda institución de bomberos; pone de manifiesto las contingencias que retardaron su desarrollo; indica las deficiencias que aun existen 1 que salvadas pondrán á este cuerpo selecto de la policía en condicio- nes de eficacia iguales, sino superiores, a los similares estranjeros mejor organi- zados, como serían los norteamericanos, los ingleses, ete. En el desarrollo sintético de su tema — tratado por el coronel Calaza con ma- yor amplitud en las numerosas publicaciones que lleva hechas al respecto — se ocupa de los siguientes puntos: I, Ojeada retrospectiva; 11, El cuartel central hoi; HI, Réjimen interno; IV, Del servicio actual i sus diversas formas; V, Ali- mentación 1 uniformes; VI, Materiales del presente ; VII, Plan de defensa i se- guridad contra incendios en la ciudad i puerto de Buenos Aires; VIII, Apéndice con datos sobre incendios ocurridos, causas, vidas salvadas, etc. Es una obra interesante i útil que recuerda dos cosas sabidas; la consagración del señor Calaza al cuerpo que — puede decirse — ha creado i hecho prosperar, 1 las deficiencias que no permiten al mismo desarrollar la potencialidad necesaria para prevenir o neutralizar con la eficacia deseable, los siniestros que aumentan progresivamente con el crecer de la población 1 del comercio en nuestra capital. Es de esperar que las autoridades a quienes toca velar por la seguridad e inte- reses de la población traten de satisfacer las justas indicaciones del benemérito coronel Calaza. S. E. BARABINO. Tratamiento quirúrjico de los quistes hidatídicos en jeneral i abdomi- nales en particular. Tesis presentada a la Facultad de ciencias médicas para obtar al título de doctor en medicina, por ARMANDO (GIUSTI, ex practi- cante esterno por concurso en el hospital Cosme Argerich, ete. Un volumen de 110 pájinas, formato mayor. Buenos Aires, 1911. Son conocidos los terribles efectos que produce la tenia equinococo, que vive en el intestino delgado de los perros, gatos, lobos, etc., cuando consigue en- trar en el organismo del hombre, del buey, del carnero, etc., 1 pasar, venciendo AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXI 18 274 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA no pocos obstáculos, al sistema circulatorio sanguíneo, para injertarse en los ór- ganos ó tejidos, especialmente en el hígado i en el pulmón, transformándose entonces en una hidátide, vale decir, en una vesícula blanquecina llena de lí- quido claro como el agua, cuando el parásito vive, la cual aumentando de volu- men, reproduciéndose, constituye precisamente el temible quiste hidatídico ó hi- dático. Es este una de las plagas más temibles que agobian a la pobre humanidad i, por ende, el tema elejido por el señor Giusti para su tesis doctoral, no podía ser más útil, no trepido en decir, más humanitario. El estudiante de ayer, el doctor de hoi, es bien conocido; tiene una buena foja de servicio, pues como alumno de la Facultad ha figurado entre los más aven- tajados 1 como practicante ha demostrado una intelijencia 1 contracción que mucho le favorecen. Son precisamente estas condiciones de estudioso i observa- dor que dan al médico novel el peso que requiere para ser tratado el difícil tema elejido. He aquí el plan seguido por el doctor Giusti en su tesis : I, Preliminares (el parásito, sa desarrollo i localizaciones); II, Anatomía pato- lójica; YI, Métodos quirúrjicos : a) punción simple; b) punción evacuatriz con tra- tamiento de la cavidad; ce) marsupialización i drenaje; d) oclusión sin drenaje; IV, Elección de método : a) hígado; b) pulmón; e) cerebro; d) bazo ; e) peritoneo; f) órganos abdominales; y) otras localizaciones. Se trata, como se ve, de un trabajo serio que abona en favor del nuevo escula- pio a quien deseamos persista en la vía del estudio que ha de darle el acierto necesario en su humanitaria profesión. S. E. BARABINO. PUBLICACIONES AMERICANAS. Sommations par une formule d'Euler. De l'usage qu'on peut en faire pour résoudre de nombreux problemes, por ENRIQUE LEGRAND. Buenos Aires, im- prenta de Coni hermanos, 1911. Se trata de la fórmula Y) , ' h? rio de =1,50) (0H) — GB, 0—F(0)+ BOI) => empleada como método de cálculo aproximado de integrales definidas, en la cual h_es un incremento finito i constante de la variable i B,, B,, B,, ete., los núme- ros de Bernouilli. El injeniero Legrand dice : Esta fórmula invertida, por decirlo así, i empleán- dola, como lo he hecho, para la determinación de 2 f(x), cuando es conocida la integral de la función, es susceptible de numerosas aplicaciones. De ella se deduce 7 E 0= / d+ (PORRO) 48 F0—=F'(0)— / 7 15% ($"(b) = pa) (1) + d0D BIBLIOGRAFÍA 275 Efectuando las operaciones se obtienen los valores de f(x) correspondientes las variables a, a + h, a + 2h (a + nh), siendo el correspondiente a esta, b. Si las derivadas de f(w) son limitadas, por grande que Ne a sea h, el resultado es exacto ; i sólo aproximado si es indefinido el número de derivadas Cuanto a los números de Bernoulli, aunque aumentan rápidamente, el término complementario resulta mui pequeño para valores de n poco considerables, i, por ende, casi siempre despreciable. Por ejemplo : TE = 0,00000 00000 00000 21749. sor = 0900000 00000 00000 2174 Propónese el injeniero Legrand mostrar cuán vasto es el campo de las aplica- ciones de la indicada fórmula de Eulero. Con este objeto divide las aplicaciones en tres series : las que dan solución exacta en absoluto; las aproximadas i las averiguaciones de límites. Daré una aplicación, la primera, para aclarar esta bibliografía. Sumación de un polinomio de potencias enteras de x, para valores de x en progresión aritmética Sea el polinomio Y =D donde m es un entero cualquiera i a, b, ... coeficientes numéricos. Averigiiemos la suma de los valores de y correspondientes a los de la variable PP+h,p+2h,...p+mh donde h es un número finito cualquiera que debe satisfacer a la única condición p + ah = q donde n es entero i q el último término de la progresión. Apliquemos la fórmula de Eulero i se calculará la integral entre p i q 1 qm +1 pe eee binm—1x4 al yd (+ — + =—,) “y m + AN mo MIA i luego las derivadas sucesivas, siendo las de orden impar las únicas que entran en las fórmulas. Según que m sea par ó impar se irá respectivamente hasta la derivada de orden m — 1om— 2 Le Sean , / 7) NS : Yo, Ya) Y pp Y a Y 9 Y a Vw Va +. los valores del polinomio i de sus derivadas impares correspondientes á los valo- res extremos de p 1 q de la variable; tendremos 3 AN a a Us / ydx a > (Ya + Yp) + 50 1D) — 720 ia Oo) DL (*) Recordamos que ! es el signo factorial. 276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Aplicando al caso de un polinomio numérico y=W +2 +x hallemos la suma de los valores correspondientes a los de x 0, 4,812, 16 ... 40 vale decir que los tendremos DE==00 q =40 h = 4, i¡ — omitiendo las constantes — la integral de y será 2 aq? SE y? Sia q? 6 4 2 i las derivadas primera i tercera y! = 5a* +60 + 1; y" = 60x* + 12 Luego el segundo miembro de la (2) dará AS 1 /40* 40* 40? 18 término - ) AS 2 2 20 término E (407 + 2 X 40%? + 40%) =+ 51.264.020 3% término 26 XxX 40t+6Xx40%) =+ 4.269.066 ?/, 40 i último A == 8.533 */, Suma = 226.512.220 Se ve con qué facilidad la fórmula de Eulero da la suma buscada. El trabajo del señor Legrand es mui interesante, especialmente para los que se dedican a las especulaciones matemáticas. La instrucción pública primaria, en la República Oriental del Uruguai. Noticia preparada para la Esposición internacional de Turín de 1911, por la Dirección jeneral de instrucción primaria. Montevideo, 1911. En un opúsculo de más de ochenta pájinas la dirección jeneral de instrucción pública da cuenta de la organización i reforma de la instrucción primaria; indica sus caracteres, es decir, los diversos jéneros de escuelas (infantes, urbanos, rura- les, normales, de aplicación, etc.); espone los medios complementarios de ense- ñanza (museos, bibliotecas, edificios, maestros, etc.). Se ocupa del cuerpo mé- dico escolar, de las rentas, de las jubilaciones i pensiones, de la enseñanza do- méstica, agrícola e industrial, de las iniciativas de las autoridades escolares en el decenio 1900-1910 i del estado actual de la instrucción primaria. Como Anexo da el catálogo del material escolar enviado a la mencionada expo- sición de Turín. Acompañan a esta memoria 46 grabados relativos a las escuelas orientales. BIBLIOGRAFÍA 277 Debo agregar que, con mui buen criterio, la dirección jeneral de instrucción primaria ha reunido en un volumen mui manual la edición castellana i las ver- siones italiana i francesa, lo que le rinde aprovechable para todos los visitantes de aquella esposición. S. E. BARABINO. Ciencias económicas i sociales. Trabajos de la sétima sección. Volumen IX de los trabajos del cuarto Congreso científico latino americano (1% panameri- cano) celebrado en Santiago de Chile del 25 de diciembre de 1908 al 5 de enero de 1911. Publicado bajo la dirección de JULIO PHILIPPI, secretario de la sec- ción i de la subcomisión organizadora respectiva. Tomo IT. Santiago de Chile, ESMAS Acusamos recibo de este bello volumen de 440 pájinas, formato mayor, de nu- trido material, con cuadros i mapas ilustrativos. Comprende 31 memorias de miembros del congreso, entre los que figuran los siguientes de arjentinos : A Juan Vucetich : a) Necesidad de crear en cada país una oficina central de identi- ficación ; b) Estadística de criminalidad; e) Ficha o cédula informativa de canje uni- versal. Eusebio Gómez, El trabajo carcelario en la penitenciaria de Buenos Aires. Vicente Centurión, Profilaxis pública de la sífilis en la provincia de Buenos Aires ¡utilización de la dactiloscopía. S. E. BARABINO. Flora de Chile por el doctor CARLOS REICHE, ¡jefe de la sección botánica del Museo nacional. Un volumen de 176 pájinas, en 8% mayor. Imprenta Barcelona. Santiago de Chile, 1911. Es la undécima entrega, la cual corresponde al tomo VI, parte l, de dicha pu- blicación. Numerosas son las especies, jéneros i familias estudiadas por el doctor Reiche, el sabio naturalista que tuvimos el placer de tratar en esta capital con motivo del Congreso científico internacional americano. Creemos inútil enaltecer el mérito de un trabajo tan concienzado como impor- tante 1 útil. I como no es posible dar detalles sobre el mismo, siendo menester estudiarlo con detención, nos concretamos a recomendar su lectura a nuestros naturalistas. S. E. BARABINO. La défense contre l'ophidisme par le docteur VitaL BRAZIL, directeur de Iostitut sérumthérapique de 1'état de S. Paul. (Travail de Y Institut de Bu- tantan.) Un volume de 180 pages, avec 31 photogravures dans le texte. Im- primerie Pocai et Weiss. S. Paul, 1911. La lucha contra el ofidismo, vale decir, contra el envenenamiento que tiene por causa la picadura de serpientes, tiene mucha importancia en países, como el Brasil, donde los ofidios venenosos abundan; 1 también la tiene, siquiera sea re- lativa, en los demás, en los cuales no dejan de existir sierpes victimarias. 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El instituto de Butantan, pues, satisface a una real necesidad al estudiar cuá- les medios terapéuticos son más aptos para neutralizar la acción venenosa de los ofideos. Para que se vea que no se trata tan solo de un problema humanitario sino que también económico, el doctor Brazil observa que siendo las víctimas 4800 por año en todo el Brasil i adoptando la media de cinco contos de reis — 8000 fran- ecos — por cada vida perdida, resulta que los ofidios causan una pérdida efectiva para aquel país de 14.000.000 de pesos en vidas humanas, sin contar los demás perjuicios causados en animales, etc. El doctor Brazil, ha dividido su trabajo en una introducción i tres secciones. En la introducción, trata de la defensa contra el ofidismo — resultados obteni- dos en el Instituto de Butantan i en otros puntos del Brasil. — Analiza los acci- dentes, la mortalidad i los perjuicios causados por los ofidios. En la primera parte, estudia las serpientes en ¡jeneral i particularmente las del Brasil, especialmente las venenosas. En la segunda parte, trata de la profi- laxis del ofidismo, medios de protección i destrucción. En la tercera parte, se ocupa de la terapéutica del ofidismo, revista los tratamientos supersticiosos 1 em- píricos, el tratamiento químico fisiolójico, i por último el específico, el seroterá- pico (preparación del suero, pruebas de su valor preventivo i curativo, etc.). Termina su trabajo con una nutrida bibliografía sobre la materia. S. E. BARABINO. Codigo mnemotelegraphico con applicacio a meteorologia, pelo ingenheiro Nuno DuaArtE, chefe de seccáo de meteorologia e physica do globo. Rio de Janeiro, 1911. Typographia Luzinger. El doctor H. Monzi, en el prefacio que ha escrito para esta obra, dice : «O seguinte trabalho, engenhosamente confeccionado pelo doutor Duarte Silva tem por fim facilitar e abreviar a traduegáo dos telegrammas meteorologicos dia- riamente en pedidos pelas muitas estacóes que fazem observagóes simultaneas. Para alcanzar este fim, lancou máo do proceso mnemonico de J. de D. no qual cada algarismo corresponde a uma o duas consoantes, que auxiliadas por vogaes quaesquer, servem a formar palabras que representam cada uma un numero... Além dessa vantagem, que e consideravel, o mesmo codigo offerece a de substi- tuir palayras aos grupos de algarismos ou de lettras habitualmente utilizados, 0 que torna mais diffiseis os erros de trasmissáo, pois a experiencia telegraphica tem demostrado que estes sáo mais frequentes no segundo caso do que no pri- meiro. Para maior seguranca, os enganos possiveis seráo facilmente descobertos e remediados pelo emprego da palavra de verificacáo, cujo modo de usar se en- contra no respectivo codigo. » Creemos escusado manifestar cuán útiles son en ¡jeneral los métodos mnemó- nicos, i, por ende, el actual propuesto por el doctor Duarte. Il. a propósito, el mismo señor, ha publicado el complemento siguiente : Addenda ao codigo mnemotelegraphico con applicagáo a meteorologia, pelo engenheiro NuMo DUARTE, chefe de secgáo de meteorología e physica do glo- BIBLIOGRAFÍA 279 bo da directoria de meteorologia e astronomia. Rio de Janeiro, 1911. Typogra- phia Leuzinger. Es un folleto de 17 pájinas destinado por el autor para « sanar ainda qualquer duvida relativa ao emprego do nosso Codigo mnemotelegraphico no preparo do te- legramma diario das observacóes simultáneas a sarem transmitidas, COrrespon- dentes ao meio dia medio de Greenvich, ou 907 a. m. T. M. do Rio de Janeiro. resolvemos dar publicidades a este Addenda, contendo un ezemplo typico, deta- lhadamente exposto destinado á servir de guia exclusivamente «aos observadores encarregados das estacoes meteorologicas pelo nosso vasto territorio distri- buidas. » Como se ve se trata de un complemento interesante, puesto que aclara con un ejemplo práctico el modo de emplear conscientemente su Código mnemolegráfico. S. E. BARABINO. Revista de Colombia. Volumen del centenario, dirijido por el doctor MIGUEL TrIANa. Publicación patriótica, destinada a manifestar los recursos del país al finalizar su primera centuria independiente, hecha sin apoyo ni carácter oficial, como homenaje particular del director a la patria. Bogotá, 1910. Un volumen de 484 pájinas de nutrido material que comprende: editoriales patrióticos, descriciones del país, asuntos sociolójicos, ciudades de Colombia, vías públicas, industrias, riqueza mineral. Miscelánea. Numerosos e interesantísimos grabados ilustran el testo. Para nosotros que, fuerza es confesarlo, conocemos de Colombia tan poco como ellos de Arjentina, i quizá menos aún, la lectura de esta obra, es altamente ¡ins- tructiva, haciéndonos conocer las condiciones políticas, sociales e intelectuales de la república hermana al celebrar el primer centenario de su independencia. Pero, puesto que el móvil de esta publicación era el de presentar ante el mundo los progresos alcanzados por Colombia en los cien años trascurridos desde el fausto día de su independencia, nos parece que el doctor Triana debió dar mayores informaciones estadísticas de su patria, relativos a la producción total agrícola e industrial, al monto del movimiento comercial de importación i espor- tación, a su superficie territorial ia su población integral i rejional, a las mate- rios primas que son o que esperan aún ser esplotadas, al estado jeneral de los adelantos educacionales, primarios, secundarios i profesionales ; a las condiciones sociales, especialmente por lo que respecta a los problemas políticos, relijiosos, que comprueben como la república amiga ofrece amplia libertad al pueblo para ejercer sus derechos cívicos, para profesar sus creencias relijiosas, para esterio- rizar sus ideas sin previas censuras, ni posteriores molestias. Porque el doctor Triana no nos negará que en cuestión de progresos se re- quieren hechos fehacientes, que demuestren cómo un país ha aprovechado del adelanto universal implantando, dentro de las leyes, la libertad de pensamiento i de acción, sin despotismos oficiales, sin rémoras sectarias, sin imposiciones doctrinarias, como entendemos ocurre en la progresista república hermana, pero que desearíamos ver debidamente establecido, comprobado por los escritores co- lombianos, mediante la prueba convincente del número, de la estadística, con el concurso irrefragable de los hechos. 280 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA De todos modos, el doctor Triana ha hecho obra patriótica i no le negamos nuestro sincero aplauso; sólo sí deseamos podérselo dar amplio, entusiasta, cuando complete las lagunas apuntadas en su Revista de Colombia en 1910, que lo será en la de 1911, sin duda alguna. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL CH. BÉRANGER, PARÍS. Manuel de l'ingénieur. Nouvelle édition francaise da manuel de la SocrétÉ HUTTE. Traduit par L. Desmarest, membre de la Société des ingénieurs civils de France, directenr de papeteries. Deux tomes, de xxx11-1322 et xx-935 pa- ges, respectivement. Ch. Béranger, editeur. Paris et Liége, 1911. El manual del injeniero de la Sociedad Hiitte, no necesita presentación. Los injenieros del mundo entero le conocen. Sólo nos coneretaremos, pues, ú decir que esta nueva edición francesa en dos tomos, hecha sobre la última edición ale- mana, comprende las 21 secciones siguientes: 1, Matemáticas : tablas diversas, aritmética, funciones cirenlares e hiperbólicas, cáleulo infinitesimal. probabilida- des i teoría de los errores, jeometría analítica, superficies i volúmenes, perspec- tiva paralela; IL, Mecánica de los cuerpos sólidos i de los fluidos líquidos : foronomía mecánica física, estática i dinámica de los sólidos, rozamientos, estática i diná- mica de los fluídos líquidos; HI, Calor : propiedades de los cuerpos del punto de vista del calor, trasmisión, termodinámica, gases perfectos, vapores, corrientes de gases i vapores, combustión, presión del viento i resistencia del aire; IV, Teoría de la resistencia de materiales : barras rectas i curvas, resortes, placas i re- cipientes; V, Conocimiento de los materiales : metales, minerales. piedras artificia- les, maderas, morteros, cementos, vidrios, caucho, asfalto, ete. ; VI, Órganos de máquinas; VIL, Máquinas motrices : motores animados, hidráulicos. calde 'AS, Má- quinas de vapor, motores de combustión; VII, Máquinas de laboreo : útiles, ele- vadores, prensas, estractores, transportadores, bombas i ventiladores. ete. ; IX, Ciencia de las medidas: lonjitudes, ángulos, alturas. triangulación, poligona- ción, ete. ; X, Construcción : fundaciones, mamposterias, cubiertas, obras com- plementarias, obras especiales; XI, Ventilación y calefacción ; XII, Abastecimiento de agua: propiedades, volumen necesario, captación, purificación, depósitos i distribución; XIII, 4leantarillado ; XIV, Caminos : construcción. conservación i lejislación ; XV, Estática de las construcciones : puentes, techos, muros de sos- tén, bóvedas, cemento armado; XVI, Construcción de puentes : infraestructura, superestructura, vías, etc. ; XVII, Construcción de navíos i de sus maquinarias ; XVII, Tecnolojía ferroviaria : construcción, material de esplotación, esplotación, :ablecarriles, tranvías; XIX, Siderurjia : minerales férreos, fundición, hierro ma- leable, laminadores ; XX, Tecnolojía eléctrica : pilas, dínamos, transformadores, canalizaciones, alumbrado, tranvías, reglamento de la Sociedad de electricistas alemanes, tablas; XXI, Fabricación del gas. Buen programa, como se ve, i conciso, pero majistralmente espuesto. S. E. BARABINO. BIBLIOGRAFÍA 281 Conditions et réglementation du travail dans les chemins de fer. Code du travail des agents de chemin de fer. Recueil annoté des lois, décrets et reglements concernant les conditions et la réglamentation du travail, Vhy- giéne, la sécurité etla retraite des ouvriers et employés de chemin de fer, par L. MEUNIER, contróleur du travail des agents des chemins de fer. Un volume de 185 pages in-8%. Ch. Béranger, éditeur. Paris et Liége, 1911. Este manual tiene por objeto reunir las leyes i reglamentos vijentes relativos a los empleados de ferrocarriles franceses, clasificados de acuerdo con el método adoptado por la comisión de codificación de leyes obreras. - Es una recopilación interesante que conviene consultar por lo que pudieran aprovechar nuestras administraciones ferrocarrileras. S. E. BARABINO. Les machines de briqueterie. Leur construction, leur emploi et leurs résul- tats pratiques, par RICHARD PANTZER et RICHARD GALKE, directeur et ingé- nieur en chef des ateliers de construction de machines de briqueterie. Traduit de Pallemand par £L. Descroix, ingénieur, ancien éleve de l1YÉcole polytechni- que. Un volume in-8% de vi-354 pages, avec 125 dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 10 frances. Existiendo buenas publicaciones relativas a la cerámica aplicada a las cons- trucciones, los autores se han especializado con lo que atañe a las necesidades de la práctica, vale decir, con lo referente a la maquinaria para hacer ladrillos, no sólo del punto de vista mecánico sino que también económico, para que sirva de guía a los fabricantes de estas cerámicas, para estudiar, proyectar, instalar i esplotar racionalmente un plantel de esta especie. He aquí los importantes temas tratados : I, Arcilla, su estracción, propiedades 1 empleo; IL, Moldeadora; 1, Elección de las máquinas, consejos sobre su ma- nejo ; IV, Bases para establecer un proyecto de ladrillería; V, Moldeo mecánico de los ladrillos; VI, Máquinas ladrilleras; VII, Aparatos de transporte; VIII, Aparatos automáticos de alimentación; IX, Despedregadoras; X, Trituradoras mezcladoras; X1, Mojadoras mezcladoras; XII, Granuladoras; XIII, Trituradoras cilíndricas; XIV, Cortadoras de arcilla; XV, Propulsores de hélice; XVI, Má- quinas para ladrillos; XVII, Aparatos cortadores; XVII, Ídem recortadores; XIX, Hileras; XX, Trasportadores; XXI, Lavadores de arcilla; XXII, Mezclador central; XXIII, Estructura de los ladrillos; XXIV, Prácticas de las máquinas ladrilleras, resultados; XXV, Secamiento i cocción de los productos cerámicos; XXVI, Medios de evitar los accidentes i presericiones relativas. A la bondad de la obra, hai que agregar, no sólo la buena impresión, sino que también las hermosas ilustraciones que la exornan. S, E. BARABINO. Cours de mécanique, rédigé conformement aux nouveaux programmes des écoles nationales d'arts et métiers, par L. GUILLOT, professeur de mécanique a PÉcole nationale d'arts et metiers et a 1'École “régionale de Beanx-arts. Tome deuxieme : mécanique spéciale des fluides, hydraulique, thermodinamique 282 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA air comprimé. Un volume de 350 pages grand in-8%, avec 202 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 10 frances. Nos ocupamos ya de esta obra del profesor Guillot, al dar cuenta de la apari- ción del primer tomo de la misma. Es un curso de mecánica especialmente industrial, práctica, redactado de acuer- do con los nuevos programas oficiales franceses de 1910. Nada tenemos que modificar en nuestra opinión ralativa a esta obra que espre- samos oportunamente en los Anales, pues este segundo tomo teóricamente no desmerece del primero, pero prácticamente adolece del mismo defecto de falta de suficientes aplicaciones numéricas. Nos concretaremos, pues, a dar los temas tratados : I, Hidrostática e hidrodinámica; 11, Hidráulica (orificios, vertedores, adicionales, tubos, canales); IL, Máquinas hidráulicas (motores, ruedas, turbinas de diversos tipos, bombas de émbolo i rotativas, ariete, centrífugas, ventiladores, aparatos hidráulicos, nociones de termodinámica, aire comprimido, compresores, conduc- ciones de aire, receptores. S. E. BARABINO. Force motrice d'atelier, guide pratique pour le choix et l'instalation de la force motrice dans les ateliers, par E. ALLAIN-LAUNAY. Un volume de 160 pages avec figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. París, 1911. Prix bro- ché, 4 frances. Numerosas son las estaciones centrales de gran poder que proveen de corriente elétrica a la industria privada i las mismas empresas de alumbrado eléctrico i a gas también han estendido su servicio a las oficinas o talleres particulares. Es, pues, un hecho real que el empleo de fuerza motriz ya estendiéndose de las gran- des oficinas a los pequeños talleres. El señor Allain-Launay se ha propuesto con su libro poner a los industriales en condiciones de poder elejir conscientemente la fuerza motriz que pueden utilizar, con la mayor economía posible. Con este objeto trata de los gastos de primera instalación i de los de esplota- ción, agregando una serie de consideraciones pertinentes de real utilidad; luego se ocupa de los motores eléctricos i de la tarificación de la enerjía eléctrica. Como anexo de las instrucciones jenerales para la provisión i recepción de las máquinas i trasformadores eléctricos del sindicato de las oficinas eléctricas i el decreto reglamentario de los mecanismos de vapor. Numerosos cuadros hacen más aprovechables las indicaciones de la obra. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL A. HERMANN ET FILS. Traité complet d' analyse chimique appliquée aux essais industrielles, par J. PosrT, professeur honoraire a 1"Université de Goettingue et B. NEUMANN professeur a la Technique Hochschule de Darmstadt, avec la collaboration de divers chimistes et spécialistes. Deuxiéme édition francaise, entierement réfondue, traduit d'apres la 31e édition allemande et augmentée de nombreuses addi- tions, par G. Chenu, ingénieur E. P. C., et M. Pellet, ingénieur I. N. A., li- cenciés es-sciences. Tome I, 4% fascieule. 1 volume de 491 pages, grand in-89, avec 210 figures dans le texte et 36 planches hors texte comprenant 101 BIBLIOGRAFIA 283 photographies. A. Hermann et fils, éditeurs. Paris, 1911. Prix broché, 18 franes. Siendo este volumen continuación de la misma obra de la cual nos hemos ocu- pado en estas mismas columnas, sólo tenemos que ratificarnos aquí en lo que ma- nifestamos entonces sobre el mérito escepcional de este trabajo. Nos conecretare- mos, pues, a dar los títulos de los capítulos que la constituyen : X, Sales metálicas; XI, Metalografía microscópica; XII, Acidos inorgánicos; XIII, Sosa; XIV, Sales de potasa; XV, Potasa i salitre; XVI, Bromo; XVI, Cloro i cloruro de cal; XVIII, Sulfuro de sodio, hiposulfito de sodio, Alúmina i sulfato de alúmina. Apéndice: Análisis espectral. Suplemento al tomo 1: Combus- tibles, gas, aceites minerales, grasas, hierro, fundición, aceros. S. E. BARABINO. Contribution a l'histoire de la chimie, a propos du libre de M. Ladenburg sur 1 histoire du développement de la chimie depuis Lavoisier, par A. COLSON, professeur a 1”École polytechnique. 1 volume de 130 pages, grand in-8% A, Hermann et fils, éditeurs. Paris, 1910. Prix broché, 3 franes. El autor reconoce los grandes méritos científicos del profesor Ladenburg que le capacitan para historiar dignamente «a la ciencia química; pero, con todo, hace notar que su obra ha sido vivamente criticada, pues no ha guardado en toda ella la serena imparcialidad de los primeros capítulos. Hai preconcebida preferencia por las obras alemanas, lo que sin duda depende de conocer, como es lójico, mayormente las de s1 connacionales que no las de los profesores es- tranjeros. El autor trata de salvar estos defectos de la obra de Ladenburg, por lo menos «por lo que a Francia corresponde. El trabajo del profesor Colson es pequeño de mole, pero substancial, lo que a mi juicio es un mérito. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL GAUTHIER-VILLARS. Précis de télégraphie sans fils. Complément de l'ouvrage. Les oscillation elec- tromagnétiques et la télégraphie sans fils, par le docteur J. ZENNECK, professeur de physique á l'École technique supérieure de Brunswick. Ouvrage traduit de Vallemand par P. Blanchin, G. Guerard et E. Picot, officiers de marine. Un volume in-8 (25 X 16) de x-385 pages, avec 333 figures dans le texte. Gau- thier-Villars, éditeurs. Paris, 1911. Prix broché, 12 frances. Como lo observan los traductores i como resulta del mismo título de la obra, los lectores deben previamente proveerse de la otra obra indicada del mismo au- tor, pues ésta es un desarrollo de aquella puesta al día (1% enero 1911). Dicha obra ha sido traducida al francés i editada también por la casa Gauthier-Villars. Los capítulos desarrollados en ésta son : I, Las oscilaciones propias de los circuitos con condensador; Il, Oscilaciones abiertas; IM, Circuito de corriente alterna de alta frecuencia; IV Sistemas aco- plados ; V, Curvas de resonancia; VI, La entena; VII, Emisor para oscilaciones amortiguadas ; VIII, Emisor para escitación por impulsión i por oscilaciones no 284 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA amortiguadas; IX, Propagación de las ondas a lo largo de la superficie de la tierra; X, Los detentores de ondas; XI, Receptor; XII, Telegrafía dirijida. Con- clusión : Evolución de la telegrafía sin hilos en 1906, 1907 i 1908. S. E. BARABINO. Chemins de fer funiculaires. transports aériens par A. Levy LAMBERT, ingénieur, chef des services de léclairage et du chauffage du chemin de fer du nord. Deuxiéme édition, revue et augmentée. Un volume de 530 pages, in-80 erand, avec 213 figures dans le texte. Gauthier-Villar, éditeur. Paris, 1911. No se trata de un libro nuevo, pero que lo es si se tiene en cuenta los enormes progresos hechos por este sistema de trasporte, en virtud del asombroso adelanto realizado por los mecanismos para la tracción eléctrica, sistemas de reí/rena- miento, ete., que han dado un gran desarrollo a las aplicaciones funiculares. El autor después de historiar i clasificar los diversos sistemas funiculares, trata los siguientes temas : I, Funiculares de movimiento alterno, accionadas por máquinas fijas (principios, teoría, descrición de planos inclinados diversos, vía, poleas, cremallera, cables, motores, material rodante, costo de primer plantel, esplotación); 1, Funiculares de contrapeso de agua (principios, teoría, descrición de varios tipos, vía, crema- llera, mecanismos, material rodante, gastos de primer plantel, esplotación); II, Funieulares de cable sin fin (principios, historia, jeneralidades, descrición de va- rios tipos, vía, cables, motores, gastos de primer establecimiento, esplotación); IV, Cables trasportadores aéreos (principio, historia, diversos tipos, detalles de construcción, gastos de instalación, esplotación, jeneralidades). Completan la obra ocho anexos : 1, Cuadro comparativo de los diversos siste- mas. 2, Peso i dimensiones de los alambres 1 aceros, diámetros de los cables en función del de los alambres. 3, Peso por metro lineal de cable helicoidal, com- puesto de seis ramales 1 seis hilos con alma de cáñamo, ete, ete. Una abundante bibliografía pone al interesado en condiciones de intensificar sus conocimientos al respecto. Este volumen forma parte de la reputada Lneyclopédie des travaux publies, fan- dada por M. C. Lechalas, inspector jeneral de puentes i caminos de Francia, la que, como se sabe, ha sido premiada con medalla de oro en la esposición universal de 1889. S. E. BARABINO. Recherche pratique et exploitation des mines d'or par GEORGES PROUST, ingénieur civil. Un volume in 16 (19 X 12) de 1v-112 pages, avec 14 figures dans le texte. Gauthier-Villars, éditeurs. Paris, 1911. Prix broché, 2,75 frances. El autor da las nociones jeolójicas necesarias para la investigación del mine- ral, pasa en revista el cateo, el herramental, la esplotación i el tratamiento del oro; a lo que agrega un pequeño diccionario jeolójico. He aquí la lista de temas tratados : Elementos de mineralojía, rocas, rocas eruptivas, yacimientos, el oro, cateo, estudio, ensayos, copelación, herramental, esplotación, tratamiento. S. E. BARABINO. ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO SEPTUAGÉSIMOPRIMERO Présentation de documents concernant la faune entomologique armoricaine, par CAPHEOUEBER DA fio teria): AO Ue AO DAS as do ROO O 5 Estudio jeológico de nuestro continente, por el teniente coronel ANTONIO A. Ro- MEA O telefe opta GOB OD da Doo aooldpb oa SO 'A:D10/Qi0/01d did O O iDa.dIb.O O Dio a lab lola 21 Adopción de un idioma internacional. osas os dale sea ote e sense tolajaiacae e 25 Determinación de la intensidad de coloración de los pimentones, por el doctor F. AURELIO MAZZA.......... ISO O ao d no eo Po Ia DEJE O 32 Théorie des foyers dans les sections coniques, par lPingénieur F. PeErRNOT....... 49 La economía en los proyectos de construcciones de cemento armado, por el in- geniero A. CECHINI PUGNALT .............. 00 0od once boo boa eos ado 64 L'industrie sidérurgique et les grands moteurs á gaz, par le professeur L. Mar- CEM oe Oo opa ud OO ona e Bb alo doo 00 97 Algunas consideraciones sobre las relaciones entre las leyes de Guest y Hook, ponjelinoenterorA. AC EGHINI EUCENADI lalola lalalala oleo ala > Menor aman al AS ITA rio O ia ieele leona cuatro 145 La ¡jeneración espontánea, su evolución i estado actual, por el doctor fM. Da- ¡ONO NAO la pelo. oía 0 aa Dl OA ao OS DIO O oa Ca 153 Nuevo método de la destrucción de la materia orgánica, por el doctor J. MaGNiIx. 23 Memoria sobre una comisión en el Observatorio de La Plata, por Rosauro OLER 00 00 00.00 OOOO SO OE IO O oa ODO O AUdO Opus poco plo omaoa a blo ole O O 241 La latitud de la colonia Alvear, por el injeniero JosÉ S. CorTl.....o.o..o.o.o.o.. 247 VARIEDADES Congrés international des applications électriques, Turin, 191l................. 35 Unión internacional hispano-americana de bibliografía y tecnología científicas, Dor Ne 105 13% 000007 ado persas osado laa oo aaa aca O ode 85 Elidimniciplerespañol *« Torres Quevedo batata ie beta leia oleo o ole Pe sos alas 140 BIBLIOGRAFÍA POR EL INJENIERO S. E. BARABINO Géologie nouvelle, par lingénieur Hen Lecniquerslnepro ey ariee o eel ole ie ojo leo ao 41 La photographie des couleurs, par Victor Cremiel....oooooooooo.. A A 42 286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Lejislación minera carbonífera, por J. del €. Fuenzalida Grandón i Eduardo LOMartre A ad mue o a AN Astrónomos alemanes en Chile, por el doctor F. W. Ristenpart........ SOS Óo OS La lei de regadío de la República Arjentina, por el injeniero S. Marín Vicuña... Calendario astronómico (para la parte austral de la América del Sud), por el doc- LOL ELA WIR A lao leal ls TN Noticia dos estudos e obras contra os effeitos da seeca, por A. O. dos Santos Pires . Manual de química moderna, por el padre E. Vitoria........ oo 0 os OR doo La géologie et les richesses minérales de l' Asie, par Vingénieur L. de Launay... Tratvtenderchinmerorganique, Park ADSCOhUIZ a de NE NON AMO Poussée des terres (2me partie), par l'ingénieur Jean Resal......... E RIN Mrarté deltopographte, por ABellotado.. cos caiaa o elo acota ASS SO So Lecons sur Uexploitation des mines, par F. Heise et F. Herbst....... ADOOS IPannée électrique, ete., par le docteur Foveau de Courmelles .......... 106 H00D Etude théorique el pratique sur le transport et la manutention mécanique, ete., PARC ANO EAS ton lt at Mota Alas ich oro oo: Sao a lao dba e ; Prattato teorico-pratico di costruzioni civili, rurali, stradali e idrauliche, per Vin- EEncro (Ey Iamio codos nor ooo o aan pao o y yo papado do pon bo daa OOO Manuale di livelazione pratica, di Mano Vegli0..........oooo.ooooms... Oca Traté ndenchimie génerale, por W.. Nerd8Sbd.. cocino eater AA ON Prácticas administrativas, por el doctor M. M. Zorrilla......... OO 5 La frontera arjentino-brasileña, por Z. Sánchez........... omo as do dá Mécanique sociale, par Spiru C. Haret (N. Besio Moreno)................. ae Geometria e trigonometria spherica, por Rodolfo Guimaraes.....o.oo.o.ooooooo.. 2 Proyecciones estereográficas de la bóveda sideral, por J. F. Alia. ...oo..o..o.o.... Lastarria i su tiempo, por A. Fuenzalida Grandón ...........oooo.. AO REIR Anales del museo nacional de Buenos Aires, serie 11, tomo TMI........ rs Esplotación del petróleo de Comodoro Rivadavia, por los injenieros Luis A. Huergo Bermeo: Buenos Altres Ll a Cl RSE Museo social de Buenos Aires, por el injeniero Tomás Amade0.....o..o..o... SS La irrigación en la Arjentina, por el injeniero F. A. Soldan0.............o..... Chloris platensis argentina, por el doctor Cristóbal M. Hicken... ..0ooooooo.o... L'áge des formations sédimentaires tertiaires de l' Argentine en relation de l'an- tiquité de l' homme, por el doctor Florentino AmeghiM0......oooooooomccooom... La antigiiedad del hombre en la República Arjentina, por el doctor Florentino INN AD ODO SS OO O ODO O SIEO dos Ebo Sao DIO b S IO La calolte du diprothomo d'apres Porientation frontoglabellaire, por el doctor Elorenti o RATO e SO lo separado oro NINO: EI rf L'áge des formations sédimentaires de l' Argentine en relation avec l'antiquité de homme, por el doctor Florentino AmeghiN0..........o.ooo.o.oo... Ob agao pon ol Observations au sujet des notes du docteur Mochi sur la paléoanthropologie argen- tuve porelMdoctoraB. ALO Sn O eat de ateo alertar to etapa AS IE Las escorias i tierras cocidas de las formaciones sedimentarias neojenas de la Re- pública Arjentina, por el teniente coronel A. A. Romero...... E A Los tiempos prehistóricos i protohistóricos en la provincia de Córdoba, por el pro- O a o ooo ado Los aboríjenes en la República Arjentina, por los profesores Félix F. Outes Garros Bruc ale aria dere a le lr da a IR sde Algunos datos para el estudio de la tenería i su práctica en la República Arjen- tina, por el doctor Tomás ERRE SONO ¿ds Política portuaria de la República Arjentina, por el injeniero Arturo Castaño... Glucósidos jeneradores de ácido cianhídrico, por el injeniero Alejandro Botto.... El estudio de la contabilidad, por el profesor A. Cassagne Ñerres............ Sí 94 95 96 143 144 235 238 239 239 24 250 252 256 261 262 ÍNDICE Reglamento italiano de edilidad en rejiones seísmicas, publicado por el gobierno de la provincia de San Juan Varias monografías sobre siguiatria ¿ criminolojía, por el doctor José Ingeg- MARIO du. b0on odo Relación jeneral del funcionamiento del Congreso científico internacional ameri- COMO a AE Memoria descritiva de la división bomberos, por el coronel J. M. Calaza........ Tratamiento quirúrjico de los quistes hidatídicos en jeneral i abdominales en par- ticular, por el doctor Armando Giusti Sommations par une formule d' Euler, por el injeniero E. Legrand La instrucción pública primaria en la República Oriental del Urugudiooo.... Ciencias económicas i sociales. Vol. IX del 40 Congreso científico americano.... NORIA CAO e POL OMCO CLOACAS ato sotano sella acens La défense contre l'ophidisme, por el doctor F. Brazil............c0.......... Código mnemotelegraphico con applicacao «a meteorología, por el injeniero NADA Addenda «0 codigo mnemotelegraphico, ete., por el injeniero N. Duarte Revista de Colombia, por el doctor M. Triana Manuel de Uingénieur. Société Hiitte.. Conditions et réglamentatian du travail dans les chemins de fer, por L. Meunier. Force motrice d'atelier, por E. Allan-Launay.. Contribution a Uhistoire de la chimie, por el profesor A. ColsO0dM......o.oomooo.o.. Traité complet analyse chimique appliquée aux essais industriels, por los pro- oras dle ROSAL 1d NGN ts ad oooO dabas o obra olO pi yo oooO Précis de télégraphie sans fils, por el doctor J. Zenneck Chemins de fer funiculaires, transports aériens, por A. Levy Lambert Recherche pratique et exploitation des mines d'or, por Georges Proust.......... SARA ORO “44 282 ¡A ES 00 00 Yo Qu 18) Re oe [8] 7 ú 1 AA E» Po ice A” AN E Ñ » Me AE e. ye » NA J ; Algo E pr A e em Á > A AE EAS DN b a RIÓ A ADA Dd 0: sa e a ode Pee ME PR A 6 E IÓN r ] AS A e) io y | e ds OA MO Ai e pÁ E e 0, ape 1 ' A AT E DTS ME ye7 O A ñ Mir vr IO : Ml cs 30 Por o VU Je » : PO AA cr Al a MN E ÓN ol A e 317 SA A Para Ae PA UL IS iO AE (AA a A A UA e HA Er ¡RA VAN cast EN pa O NDS e PA e, CN AAN A Ala AN cd Dd ya PT LE AS AD poe Ñ eN PS MOE ; Ú ki Ls Putas as de dd " Ds ARO 4 5, ia NM O Ñ ra 1 SRL: UN et CA O EAS ANI: ei e de o: 0 A. A A A 0 La . p- NA Mi e k Ñ ye da. : PAS EN A ; A a A A O e y CN ra) ; e A e A WE Y ON UN Po et A 2 a o UNA NN y EA 5 Ds > p » A ' raja CIÓN MEN j 2 UI pe 'N do LS Ñ es p E O 140 ' 4 ¿ e. MN ¿4 mn 5 o $ De de ES É A lb AI h y Seca, lada ei y á 1 A á Js y " h A 1 A ET 0 A A á Pe ADOS SN 1d A O ñ Ñ h y ¿0 MM : 7 % á 7 kl he 4 K PO y p ". 1 hs Ye AS a '/ 3 A de E de . j lo a E ' Ñ - 1d e 44 Y y 1 MH > ¡As . PA Wi ed y i AR ER dl IN e e " A e al HEY E ] 4 5 20 Ñ' MY kl e yA ad bis PY ) Tes P 0 ' y ¿7 a " % E od A e PA ba A p e a ' Ss El f - e ' a ' ) 4 N y »% , ) S a A A b . " ! A . A ' er ” AMAR A ke "MÍ y y ni oh y j + ¿ $ ¡A e pa Ñ WES ER A Y y e. EN GAN - González, Agustín. - González, Castaño R. p González, Calderón A. - Granero, Miguel. Gradin, Larlos. - Gregorino, Juan. - Gegorini, Juan A. - Grieben, Arturo. - Grianta, Luis. Groizard, Alfonso. Guido, Miguel. Guidi, José. Guglielmi, Cayetano M. - Guglialmelli, Luis €. - Gutiérrez, Ricardo J. - Guesalaga, Alejandro. - Hauman Merck, Lucien. - Haffter, Rodrigo. - Harrington, Daniel. ] Hermitte, Enrique. - Herrera Vega, Rafael. Herrera Vega, Marcelino. - Herrera, Nicolás M. Herrero, Ducloux E. Henry, Julio. Hicken. Cristóbal M. Holmberg, Eduardo L. - Hoyo, Arturo. Huergo, Luis A. (hijo) Huergo, Eduardo. Hughes, Miguel. Ibarra, Luis de. Iriarte, Juan. Iribarne, Pedro. Isbert, Casimiro Y. Issouribehere, Pedro J. -Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo C. Iturbe, Miguel. Ivanissevich, Ludovico. - Jatho, Alfredo. -Jacobacci, Guido. ona Godofredo L. ) | , | s Jonas, Justo B. Jurado, Ricardo. - Ketzelman, Feda. _Kock, Víctor. Krause, Otto. Krause, Julio. Klein, Hermán. - Kreusberg, Jorge. - Lafone Quevedo, Samuel A. —Labarthe, Julio. - Lahille, Fernando. Langdon. Juan A. - Landeira, Pedro Y. — Laporte, Luis B. Y 4 ES e, Pl A Larreguy, José. Larco, Esteban. Larguía, Carlos. Lassalle, León. _Lathan Urtubey, Augusto. Latzina, Eduardo. Lavarello, Pedro. Lavergne, Agustín. Lea, Allan B. Lederer, Osvaldo. Leguizamón, Martín M. Lejeune, Luis M. Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo de. Lesage, Julio. Letiche, Enrique. Levylier, H. M. López, José M. López, Martín J. Longobardi, Ernesto. Lovigne, Pedro 6. Lugones, Lorenzo. Lugones, Arturo M. Lucero, Octavio. Luro, Rufino. Ludwig, Carlos. Lutscher, Andrés A. Madrid, Enrique de. Mégy, Luis A. Magnin, Jorge. Magliano, Augusto. Malbrán, Carlos. Maligne, Eduardo. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Manzanarez, Enrique. Maradona, Santiago. Marín, Plácido. Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. Marotta, Pedro. Marino, Alfredo. Martínez Pita, Rodolfo. Marti, Ricardo. Massini, Estéban. Maupas, Ernesto. Mattos, Manuel E. de. Mazza, Aurelio F. Medina, José A. Meoli, Gabriel. Mecante, Victor. Mercáu, Agustín. Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Miguens, Luis. Mignaqui, Luis P. Millan, Máximo. SOCIOS: ACTIVOS (Continuación) Molina y Vedia, Delfina. Molina y Vedia, Adolfo. Monge Munoz, Arturo. Moeller, Eduardo. Molina, Waldino. Molina Civit, Juan. | Mom, Josué R. Morales, Carlos María. Morel, Camilo. Moreno, Francisco P. Moreno, Jorge. Moreno, Evaristo Y. Moreno, Josué F. Morón, Ventura. Mormes. Andrés. Morón, Teodor» F. Morteo, Carlos F. Morteo, Ignacio A. Mosconi, Enrique. Mugica, Adolfo. Munoz Gonzalez, Luis. Mussini, José A. Narbondo, Juan L. Nágera, Juan José. Navarro Viola, Jorge. Natale, Alfredo. Negri, César. Newton, Artemio R. Niebuhr, Adolfo. Nielsen. Juan. Nystrómer, Carlos. Newbery, Jorge. Newbery, Ernesto. Noceti, Domingó. Nogués, Domingo. Nougues, Luis EF. Novas, Manuel N. Nouguier, Pablo. Nunez, Guillermo. Ocampo, Jorge. Ochoa. Arturo. Olivera, Carlos E. Oliveri. Alfredo. Orcoyen, Francisco. Orús, José M. Orús, Antonio (hijo). Otanelli, Atilio. Ortúzar, Alejandro de. Otamendi, Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otamendi, Belisario. | Outes. Felix F. Padilla, José. Padilla, Isaías. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Paganini, Carlos. Paita, Pedro J. Palacio, Emilio. Palet, Luciano. Panelo, Estéban. Palmarini, Armando. Paoli, Humberto. Parodi, Edmundo. Pascali, Justo. Pasman, Raúl! 6. Pastore, Franco. Paquet, Carlos. Parckinson, Pedro P. Pascual, José L. Pattín, Enrique. Pattó, Gustavo. Pelizza, José. Pelosi, Elías. Pelleschi, Juan. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J. Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Ssntiago. Piana, Juan. Piaggio, Antonio. Pingel, Juan. Piñero, Horacio G. Pouyssegur, Hipólito B. Pisani, Mario. Podestá, Santiago. Pol, Víctor de. Ponte, Federico. Popolizio, Fernando. Porro de Somenzi, F. Posadas, Carlos. Puente, Guillermo A. Pueyrredón, Carlos A. Puiggari, Pío. Puiggari, Miguel M. Prins, Arturo. Quiroga, Atanasio. Rabinovich, Delfín. Raffo, Jacinto T. Ramos Mejía, Ildefonso P. Ranzenholffer, Oscar. Recagorri, Pedro $. Rebuelto, Emilio. Rebuelto, Antonio. Retes, Antonio. Repetto, Agustín N. Repetto, Roberto. Repossini, José. Reynoso, Higinio. Riccheri, Pablo. Rivara, Juan. Rodriguez Etchart, Carlos, Roffo, Juan. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Romero, Julián. Romero, Antonio. Rossel Soler, Pedro A. Rospide, Juan. Rouge, Marcos. Rouquette, Augusto. Rouquette, Augusto (hijo). Rubio, José M. Rua, José M. de la. Rumi, Tomás J. Rus, Pablo. Sabatini, Angel. Sáenz Valiente, Edmundo. Sáenz Valiente, Anselmo. Sagastume, José M. Sánchez Díaz, Abel. Sánchez, Juan A. Sánchez, Zacarías. Sanglas, Rodolfo. Sanromán, Iberio. Santángelo, Rodolfo. Santillán, Carlos R. Segovia, Fernando. Sáuze, Eduardo. Segovia, Vicente. Sarmiento, Nicanor. Saralegui, Luis. Sarhy, José $. Sarhy, Juan F. Saubidet, Alberto. Scala, Augusto. Schaefer, Guillermo F. Schneidewind, Alberto. Seguí, Francisco. Seitun, Emilio. Seeber, Raúl E. Selva, Domingo. Sella, Federico. Senat, Gabriel. Senillosa, Juan A. Severini, D. Silva, Angel. Silveyra, Ricardo. Simonazzi, Guillermo. ! Sires, Marcelo C. Sirí, Juan M. Sisson, Enrique D. Solari, Lorenzo. Soldano, Ferruccio. Soldati, José. Sordelli, Alfredo. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio. Spinedi, Hermenegildo F. Storni, Segundo. Tallibart, Benjamín. Tamini Crannuel, L. A, Taiana. Alberto. Taiana, Hugo. Tarelli, Carlos A. Tejada Sorzano, Carlos. Tello, Eugenio. Tieghi, Segundo. Thedy, Héctor. Tobal, Miguel A. Toepecke, Ernesto. Toledo, Enrique A. de. Terragini, Augusto. Torres Armengol, M. Torres, Luis M. Torre, Bertucci Pedro. Torrado, Samuel. Turner Piedra Buena, Geró- nimo. Trovati, Francisco. Traverso, Nicolás. Ugarte, Trifón. Uriarte Castro, Alfredo. Uriburu, Arenales. Uriburu, David. Vallebella, Colón B. Vaccario, Pedro. Vilar, Juan. Valenzuela, Moisés. Valentini, Argentino. Valerga, Orente A. Valiente Noailles, Luis Valle, Pastor del Varela, Rufino (hijo). Vassalli, Miguel E, Velasco, Salvador. Veyga, Francisco de. Vignau, Pedro T. Vidal, Antonio. Videla, Baldomero. Villanova Sanz, Florencio. Virasoro, Valentín. Vivot, Eduardo. Volpatti, Eduardo. Wauters, Carlos. Williams, Adolfo. Wernicke, Roberto. Wernicke, Raúl. White, Guillermo. White, Guillermo J. Zakrzewski, Bernardo. Zamboni, José J. Zamudio, Eugenio. Zappi, Enrique V. ¿ Zavalla Carbó, José M. | Zuberbúbler, Carlos E. ANALES SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA Si e A SA má - 3 DAA A ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO TOMO LXXII Segundo semestre de 1911 ——— NEW YORK BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 Al * ] í . 19 y “4 Y 5% El 4 Le Ñ $ ño .z La P pa AS y xi O a ¡dá e de pl o $ a A Am] NN Y Y n e AVANT" ¿Y 7 UE y en qe A IO í y el A p . W his 4 h Y q mo AN ” / MÍ o dl y e » ef + nm ñ , ' ¿e FA ñ h í q» ¿ A Fl sd E AN eS "id É y > . ai! mis Uv ESA, E » E ld ) A de eS YE CT NUI > RAT nd M A A % Ñ sa O % DE LA SOCIEDAD CIENT! DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO / JULIO 1941. — ENTREGA I. = TOMO EXXII ÍNDICE AcusTíy ÁLvAREz, La genesis del;educador...... lo. Picnic ret leo 5 EUGENIO GIACOMELLI, Lepidópteros riojanos nuevos ó poco conocidos...... A 19 bl 7 INEHIS TAS DE? PUBLICACIONES o Ao tibss la cine sa adicto ala pOolee 41 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 E E 1911 6 DEA End PER MA AS 7 DIRECTIVA Presidente... a eE Ingeniero Vicente Castro se ] Vicepresidente. .oooo.o.o omo. Doctor Francisco P. Lavalle Vicepresidente P....... OO Ingeniero Nicolás Besio Moreno Secretario de actas............ Profesor Juan Nielsen Secretario de correspondencia.. Doctor Abel sánchez Díaz TESOEO ¡AN A Arquitecto Raúl G. Pasman Bibliotecario MIR Doctor Victor J. Bernaola + Coronel Arturo M. Lugones ¡ Doctor Francisco P. Moreno : > Doctor Horacio G. Pinero z Focal E es 2... ¡Doctor "Tomás J. Rumi Doctor Antonio Vidal E 2 ' Ingeniero Esteban Larco >> EAS Ingeniero Pedro Aguirre AA A MEA Senor Juan Botto 3 REDACTORES : E 3 Doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingeniero Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, doctor Luciano Palet, doctor Fernando Lahille, ingeniero Arturo Hoyo, inge- niero Jorge W. Dobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Fe- derico W. Gándara. z j 3 E : Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amabro y doctor Horacio DAMIANOVICH 3 A ps ADVERTENCIA - Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. e: Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. A Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. - PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional POMBO ai 7 aan 33 1.00 E POMO a ia 12.00. Número atrasado...... E 2.00 = para los socios......... pS 1.00 - LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA O El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano - LA GENESIS DEL EDUCADOR La Argentina del momento presente es el resultado nacional de las fuerzas sociales que han actuado hasta el presente, en la ordenación teológica medioeval, que heredamos de la madre patria, y en la orde- nación racional, que después hemos copiado ó importado de la Fran- cia, los Estados Unidos, la Inglaterra, la Alemania y la Italia, -y en la cual han sido muchos los actores, pero ninguno en la intensidad y 2n la extensión, ni con la clarovidencia y la voluntad inquebrantable de Sarmiento, por cuyas circunstancias, su biografía está profunda- mente incrustada en la sociología argentina, formando con ésta un solo cuerpo. Es necesario, por lo tanto, considerar el alcance de esas dos orde- naciones de la vida, que descansan sobre la causalidad sobrenatu- ral la una, y sobre la causalidad natural la otra, y que han determi- nado conjuntamente la vida argentina, para explicarse como surgió Sarmiento de la primera y cual fué su actuación en la segunda. Se ha dicho que la razón nos auxilia en las pequeñas contrarieda- des y nos abandona en las grandes, y la misma cosa podríamos decir del dinero que llevamos de ordinario en el bolsillo: que nos alcanza para las compras menores y nos falla para las mayores, pues en los recursos intelectuales, como en los pecuniarios, todo depende de la cuantía. Cuando un caballo enganchado á un carro y castigado, no puede hacerlo rodar, se engancha otro ú otros caballos, hasta que puedan, y del mismo modo se procede cuando un hombre no puede levantar un fardo cuyo peso excede á su fuerza muscular. El creyente más sincero en la causalidad sobrenatural no recurrirá jamás á los milagros de los 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA muertos para que un solo caballo pueda arrastrar el carro que nece- sita tres, pero rezará para que no le sucedan desgracias, ó para que sanen sus enfermos, Ó para que le salgan bien los negocios que ha hecho mal. Hay, pues, un orden de fenómenos en los cuales la causalidad so- brenatural es increíble, aun para las más bajas inteligencias, y nadie arregla á ella su conducta, y hay otros órdenes de fenómenos en los que es creíble, aun para las inteligencias superiores aclimatadas á ello desde el estado infantil. Este es el vasto campo de las supersti- ciones, que el desarrollo de la inteligencia por la cultura liberal, en las naciones civilizadas, reduce progresivamente. Hay, por lo tanto. en la acción humana, una parte que es siempre racional, no obstante la irracionalidad de las creencias a priori, y de la diferente extensión relativa de la una y de la otra, depende el resultado positivo ó nega- tivo de la vida. Cuando tenemos la inteligencia en pequeño sólo nos sirve para las dificultades menores de la vida, y tenemos que tenerla en grande si la queremos para los conflictos grandes. «Cada uno supera el miedo tan pronto como entiende precisamente el peligro y aprende los me- dios de resistirlo », dice Emerson. Cada uno está propenso al pánico que es, exactamente, el terror de la ignorancia envolviendo á la ima- ginación. El conocimiento es el envalentonador, el saber que saca el miedo del corazón, saber y hábito que es conocimiento en práctica. Puede conquistar el que cree que puede. El que ha realizado el hecho una vez no tiembla de acometerlo otra vez. El marinero pierde el miedojen cuanto adquiere el dominio de las velas, los aparejos y el vapor. La experiencia de los conflictos pasados le libra de los terrorí- ficos riesgos que hacen largas las horas y los minutos al pasajero. Para él una vía de agua, un huracán, un tifón, es tanto más trabajo y nada más. En resumen, el coraje consiste en igualdad del hombre con el problema que tiene por delante. El estudiante está intimidado delante del examinador por un problema de aritmética, porque no sabe cómo resolverlo. El valor es igualdad al problema, en negocios, en ciencia, en comercio, en consejo ó en acción; consiste en la con- vicción de que los agentes á afrontar no son superiores en fuerza á los recursos del espíritu. » No por la ayuda de los poderes sobrenaturales, sino por la de una palanca, puede un hombre solo remover una piedra que de otro modo necesitaría el concurso de cuatro hombres ; ó con un chorizo de dina- mita la que requeriría el concurso de cien hombres; ó transportar LA GÉNESIS DEL EDUCADOR 7 con el vapor y la locomotora la carga que requeriría cinco mil mulas y cuatrocientos cincuenta hombres ; ó encontrar por un procedimiento científico la solución de un problema sanitario insoluble para el resto de los mil seiscientos millones de habitantes de la tierra. Y es así como la igualación progresiva del hombre con los problemas del mundo, es la obra de las ciencias naturales y no es la obra de las ciencias sobrenaturales. + Nada de lo que la edad presente tiene en más de lo que tuvo la edad media ha salido de las fuerzas sobrenaturales por vía de la sú- plica, sino de las fuerzas naturales, por vía de la inteligencia huma- na, que es la primera de todas. Lo único que ha salido de aquéllas por el miedo de los hombres y mayormente por el de las mujeres, es el poder de las iglesias para retardar el advenimiento y obstruir el desenvolvimiento de las segundas. La inteligencia, la libertad de pensamiento y de acción, la escuela, el libro y la verdad naturales, que son los ingredientes de la civiliza- ción moderna, difieren tan diametralmente de la fe, la autoridad, la escuela, el libro y la verdad sobrenaturales, que son los ingredientes de todas las religiones reveladas, como los bienes póstumos, que son el objetivo de éstas, difieren de los bienes reales que son el objetivo de aquéllas. La contienda entre estos sistemas opuestos de vida humana, era de suyo inevitable, y el racionalismo, ó no pudo surgir, ó sucumbió completamente en los países musulmanes y ortodoxos, mientras pudo crecer y desenvolverse en el occidente, afrontando la persecución furiosa de todas las iglesias, hasta llegar á producir esas maravillas de la inteligencia humana, de que ya no pueden prescindir ni los fa náticos más ciegos, que peregrinan en ferrocarril á sus Mecas tradi- cionales. La historia de la edad media está caracterizada por las luchas en- tre cristianos y paganos; entre cristianos de oriente y cristianos de occidente ; entre cristianos y musulmanes. La de la edad moderna la llenan las luchas entre católicos y protestantes; entre la teología y la ciencia, entre el espíritu de libertad y el espíritu de autoridad ; y la contemporánea se inicia con la substitución de la razón ilustrada al dogma heredado, y del principio de libertad y de progreso al de autoridad y estabilidad. Por fin, en la era presente, las supersticiones vencidas, en cuanto han perdido toda posibilidad de triunfar en el futuro, pero no rendi- das, cambian de táctica y pretenden el privilegio exclusivo de ense- Po] ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nar 4 las nuevas generaciones lo que han condenado, maldecido é impedido aprender á las generaciones pasadas, es decir, que la igle- sia, que tiene remedios sobrenaturales para todos los males de este mundo y del otro, se aviene á enseñar las ciencias que se proponen remediar los males de este mundo por los medios de este mundo, á fin de hacer aprender conjuntamente los dos procedimientos, por te- mor bien fundado de que se prescinda del suyo, que no tiene el abono de la experiencia. Con ésto, en la imposibilidad definitiva de extirpar del mundo á la ciencia, las iglesias consiguen, por lo menos, retardar el progreso en el país en que actúan, para prolongar lo más posible su poder, y su prestigio en decadencia. Así, el Bill de tolerancia fué dictado en 1688 en Inglaterra, y la inquisición española fué abolida, entre nosotros, por la asamblea de 1513, y ese siglo y cuarto de prolongación de la edad media en la América española, es el antecedente principal de la barbarie preexis- tente en la patria de Rosas y Facundo, é inexistente en la de Wash- ington y Franklin á la época de la respectiva emancipación. Porque la barbarie en la América del Sud era el efecto natural de la incultura, la ignorancia y las supersticiones del blanco, del negro, del indio y del mestizo, englobados en el régimen tutelar de los reyes y dle los papas, sólo ha cesado en la medida y en la proporción del progreso de la instrucción racional de los elementos coloniales. La superstición era la nodriza de la ignorancia en la psicología del español, informada por estos dos refranes populares : «fíate á la vir- gen y no corras », «suerte te dé Dios, hijo, que el saber de nada te vale», y que Taine describe así: « El español, católico y exaltado, se representa la vida á manera de los cruzados, enamorados y caballe- ros, y, abandonando el trabajo, la libertad y la ciencia, se arroja, de- trás de la inquisición y de su rey, en la guerra fanática, en la ociosi- dad romancesca, en la obediencia supersticiosa y apasionada, en la ¡enorancia voluntaria é irremediable. » Si se entiende que el pensamiento y la acción son inútiles porque todo depende de la suerte y del favor del cielo, la esterilidad humana es el resultado natural de la ociosidad, de la ignorancia y de la espe- ranza de los bienes fortuitos. La descalificación del trabajo se traduce siempre en la proliferación de frailes, vividores, pordioseros y píca- ros, del tiempo de Gil Blas de Santillana, pues el individuo sólo puede vivir de su trabajo ó del ajeno. Pero «la ociosidad es la madre de todos los vicios», porque las LA GÉNESIS DEL EDUCADOR 9 energías humanas no pueden estar sin salida ó empleo útil ó inútil, en la vigilia; sin una ocupación, sin una preocupación, ó sin una dis- tracción, so pena de aburrimiento, ó de degeneración, y las energías sociales se encuentran en el mismo caso. Es por ésto que el circo su- cedió al campamento en Roma, y la iglesia al circo en la edad media, y que la escuela, la fábrica, el teatro, el hipódromo, el turismo, suce- den hoy al campamento, al circo y á la iglesia. Porque toda fuerza social necesita un bunto de aplicación, externo ó interno, fecundo ó infecundo. Terminada la expansión romana, las energías vacantes en las fronteras aniquilaron por extorsión la vida nacional, y al término de la expansión de los árabes, la alta civiliza- ción que habían alcanzado sucumbió al fanatismo sin empleo en el exterior, y por ello congestionado sobre la vida interior. La misma cosa le aconteció á la España, al terminar las guerras religiosas contra los moros y los protestantes, que habían hecho de ella la primera nación militar del siglo XVI: el fanatismo religioso, vacante del empleo externo, en la difusión de la fe, se contrajo á la intensificación de la fe en el interior, y las energías nacionales, trans- feridas para ese efecto, de los generales á los jesuítas y á los inquisi- dotes, investidos con los poderes más extraordinarios que haya cono- cido el mundo, ahogaron la vida interna de la nación, en una manera de suicidio involuntario, como el de los árabes. Coincidiendo este hecho con la conquista y la colonización del nuevo mundo, que fue- ron la más grande ocasión política que haya desaprovechado una nación moderna, se ha atribuído el aminoramiento de la España á lo que pudo y debió ser la causa de su mayor prosperidad, que no reco- menzó, por cierto, al cesar la pretendida causal con la pérdida de las colonias. Algo de ésto nos ocurrió también á nosotros al terminar la guerra de la independencia y quedar vacantes las energías sociales suscita- das por el entusiasmo de la libertad. Para los hombres que habían disfrutado ó aspirado á disfrutar la fruición de la gloria y las delicias del poder, no eran ya programa la vida sin horizontes, la ganadería, las fiestas de iglesia, los bailes y las riñas de gallos de la época pre- cedente, y todas las ambiciones de fortuna y de posición social, para las que aun no había caminos abiertos, en la miseria y la estrechez del régimen colonial, afluyeron á la política interna, y las mismas fuerzas sociales que hoy engendran la prosperidad nacional en la in- dustria y el comercio, engendraron las calamidades nacionales en las guerras civiles, cuando la miseria general era tanta que los gober- 10 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nantes no podian enriquecerse en el poder, sino por medio de extor- siones y confiscaciones, porque no había que robar en las arcas siem- pre exhaustas del tesoro público, mientras la prosperidad nacional continuó á cargo de la divina providencia. Ciertamente, la invención de la vida y de los intereses espirituales, fué un correctivo de aquel furor oriental de los intereses económicos, incontrolado por ningún sentimiento humanitario, que había corrom- pido la vida romana. Pero, en la santificación de la vida medioeval por la pobreza, el remedio excedió á la enfermedad, y se llegó por el camino opuesto á las mismas miserables condiciones sociales de que se había querido escapar. Lo que había cesado bajo una faz, reapare- ció bajo otra faz, y el furor de los bienes celestiales no fué menos inhumano, menos duro, cruel y sanguinario, que lo que había sido el furor de los bienes terrenales, y en la miseria y la opresión consecu- tivas y universales, la posesión del poder volvió á ser la tabla de salvación para los que lograban atraparlo, en la edad media europea como en la edad media argentina. La resignación y la devoción, que son la solución religiosa de los problemas de la vida, se han mantenido por siglos en fracaso crónico é inveterado, porque cerraron á la inteligencia humana todos los ca- minos por donde otras soluciones pudieran ser buscadas, haciendo del hecho sólo de pensar en otra cosa el más grave de los delitos so- ciales, para cuya represión fué instituido en España el monstruoso tribunal del santo oficio, que era innecesario en Rusia, en Turquía y en Marruecos, porque sus funciones estaban desempeñadas en estos países por la población misma, hombres, mujeres y niños, sacerdotes y laicos. Pues, cuando una superstición, ó digamos religión, ha sido obliga- toria en una región durante una serie de generaciones y desalojado á toda otra forma de actividad mental, llega al estado de sentimiento universal, y convertida así en despotismo popular, es irresistible. Desde ese momento es innecesario que la imponga nadie, puesto que se impone ella misma contra cada uno por la fuerza de todos, siendo, de hecho, tan impotente contra la animadversión universal, el más prestigioso de los déspotas asiáticos como el último de los es- clavos. Tal es la génesis del más horroroso de los despotismos que puedan eravitar sobre la vida humana : el despotismo de las supersticiones y de los sentimientos universales, dentro de los cuales hay siempre im- becilidad forzosa y fuera de los cuales no hay salud social para la LA GÉNESIS DEL EDUCADOR a1aL personalidad, y de los que dependen en primer término las posibili- dades y las imposibilidades del progreso en los diferentes países y las diversas épocas, y que un tiempo impusieron la eremación de las viudas en la India budista y la de los herejes en la Europa cristiana. De ese género era el despotismo espiritual que había anulado en el pueblo español las altas funciones de la inteligencia humana, re- ducida á la rutina teológica secular, contra la cual se estrelló, en el interior, la revolución triunfante en el exterior sobre los ejércitos es- pañoles y portugueses. La reforma eclesiástica en la que se está es- trellando Canalejas, nos costó la caída de Rivadavia, la tiranía de Rosas y la readmisión de los jesuítas. En San Juan fué la caída de del Carril, derribado al grito de «religión ó muerte » por el guardia de cárceles, sublevado por los frailes, siendo ésta la oportunidad en que Sarmiento, á la sazón de quince años de edad, de familia federal y sobrino de tres sacerdotes, pudo ver de cuerpo entero al más eran- de obstáculo para el desenvolvimiento de la cultura, de la libertad y del progreso en nuestro país, abrazando desde entonces la causa de la civilización contra la barbarie, del racionalismo contra el dogma- tismo, de la educación común contra la ienorancia tradicional. La religión griega y la romana no nacieron perseguidoras porque no nacieron perseguidas, y de esta circunstancia nació la civilización clásica de la antigiiedad, fruto natural de la más grande oportunidad en el pasado para el pensamiento filosófico y el sentimiento artístico. Naciendo perseguidos el cristianismo y el mahometismo, la ne- cesidad de anular á los adversarios, suprimir á los rivales presentes é impedir el surgimiento de rivales futuros, les llevó á proseribir toda otra forma de actividad mental, imposibilitando así la elabora- ción de nuevo pensamiento para la nutrición de la inteligencia, y de mejores instrumentos para la valorización del esfuerzo humano, con- dición deplorable que sólo fué alterada para el primero por el renaci- miento de las ciencias y las artes griegas. Pero, comparemos solamente aquel inesperado y prodigioso des- pertar de las energías civiles y militares, políticas y literarias, laten- tes en el último medio siglo de esa vida colonial, que era un sepulero intelectual, y que se hicieron patentes cuando la revolución les pre- sentó la ocasión de manifestarse entre nosotros, continuando aletar- gadas en el Paraguay, por la prolongación del quietismo colonial, bajo la dictadura de Francia, que era hechura colonial de los jesuitas de Córdoba. Si el retardo intelectual de las sociedades es la obra directa de las 12 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA religiones sobrenaturales, el retardo moral es su obra indirecta. La servidumbre y la esclavitud, las más grandes causas permanentes de degradación moral, han convivido por siglos y siglos con todas las teologías, para sucumbir, finalmente, á los influjos de la filosofía mo- derna, con la más grande de las guerras en la América del Norte, en la segunda mitad del siglo pasado, y en el último tercio del mismo en el Brasil, con ocasión de haber llegado al poder los positivistas. Pues, siendo el sentido moral un efecto del ambiente social, las clases envilecidas lo degradan en las clases superiores, cuyos indivi- duos adquieren en aquéllas el hábito de maltratar y desconsiderar al prójimo en situación despreciable, que luego aplican al prójimo de la misma condición social en situación adversa ú odiosa. Y los horro- res de las luchas civiles consisten, simplemente, en aplicar, por ex- traordinario, á los hombres de valía el tratamiento que se aplica, de ordinario, á los miserables ordinarios. Porque hay una solidaridad natural entre los diversos componen- tes de la misma sociedad, y la clase más despojada de toda acción social y política, la más deprimida y embrutecida, es la que tiene el mayor influjo indirecto sobre todas las clases que le están superpues- tas, á las que les hace el ambiente de vileza, de perversidad, de de- eradación, de donde emana constantemente el contagio de todos los vicios y las depravaciones: es el molejón en que se afila constantemen- te el menosprecio á la vida ajena, porque el sentido moral, tendiente á la conservación de la especie, desciende al cero de la escala delante de los ejemplares de la especie indignos de ser conservados, y aun más abajo del cero enfrente de los perjudiciales á la conservación de la especie. Entre la canalla de nuestros bajos fondos, que se desprecia á sí misma, la injuria atroz es la moneda menuda y la cuchillada es sim- plemente la moneda mayor, en el trato mutuo. Criado y educado en- tre los siervos y los villanos, el noble medioeval resultaba villano y medio en su conducta con los inferiores y los adversarios. salteador de los caminos públicos, ladrón de vacas, despojador de huérfanos y viudas, matador por cualquier ofensa Ó agravio, grandes ó peque- ños, — pues, como dice Juan A. García en La ciudad indiana «no se vive impunemente rodeado de siervos y miserables. Los conceptos sobre la vida, la moral, el deber, que inculca la servidumbre parasi- taria al niño con ese método decisivo del ejemplo, forzosamente imi- tado, serán los motivos de la voluntad del adulto, las fuerzas ocultas que gobernarán su conducta ». LA GÉNESIS DEL EDUCADOR 13 En las colonias españolas de América, el trabajo forzoso del indio, bajo el látigo del capataz y á la vista del encomendero, á quien la in- quisición había familiarizado con la implacable crueldad de la tortura y la hoguera, degradaba simultáneamente el sentido moral del blan- co, del mestizo y del indio, ó del negro en su caso, siendo la subordi- nación de la personalidad humana á los bienes materiales, por obra y eracia del pretendido espiritualismo. La capacidad social de un país es la resultante intelectual y moral de los diferentes elementos que lo constituyen, y la mente es la par- te del individuo susceptible de mayor desenvolvimiento por el ejer- cicio, y la gerarquía particular de motivos de conducta en orden á su importancia para la conservación de la especie, que llamamos senti- do moral, y que, de ordinario se edificaba á latigazos y puntapiés, antes de la invención de la pedagogía, es un producto artificial del ambiente sobre un fondo de aptitudes y calidades naturales, diferen- te en cada individuo y en cada pueblo, y variable con los cambios del ambiente, al influjo de los cuales se destempla ó se retempla, como lo ha constatado la psicología popular: «dime con quien andas, y te diré quien eres». Los colonizadores de la América del Norte no sometieron ni asimi- laron al indio, y su media general no fué rebajada por este elemento en retardo, y en lugar de la moral religiosa, y de la inquisición, para la conservación y la exaltación de la fe, tuvieron la ley de tolerancia que permitió el desenvolvimiento de la moral laica, para la conserva- ción y la exaltación de la vida, que ha sido la característica, cada vez más pronunciada de la civilización anglo-americana. La nación que formaron al separarse de la madre patria, estableció la libertad so- bre la dignificación del pueblo por la instrucción obligatoria, y la única mancha negra en su estandarte moral, fué la esclavitud de los negros hasta el advenimiento de Lincoln, y es todavía la degrada- ción moral del negro, por la que el blanco se siente impulsado á mal- tratarlo. En España se entendía que la religión es para bien del hombre después de muerto y á condición de que le sea sacrificado en vida. Vale decir que imperaba todavía en absoluto, en lugar del sentido moral el sentido religioso, esto es, una gerarquización particular de los motivos de conducta, según el orden de su importancia teológica pura la conservación de la fe, que había diezmado por las armas y la hoguera la población de los Países Bajos, y por la expulsión de los moros y de los judíos la de la península. Sobre esta moral para el 14 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mañana y no para el presente, por la que la religión era obligatoria y la instrucción estaba prohibida, la domesticación del indio y la im- portación del negro, rebajaron las posibilidades sociales, haciendo impracticables las formas liberales de gobierno, que reclaman el con- curso inteligente y la vigilancia permanente del gobernado. Asi, la diferencia de posibilidades sociales entre ingleses y espa- noles, entre norte y sudamericanos, no dependió nunca de las cosas de la sangre, ó de la raza, ó del suelo, sino de las cosas de la mente, a virtud de las cuales hicieron un diferente uso de los mismos ele- mentos naturales, de los mismos agentes sobrenaturales y de los mis- mos poderes intelectuales, y como los resultados de las acciones de los hombres no se acomodan á sus deseos, sino á la eficacia ó á la in- eficacia de los medios empleados para conseguirlos, hay una inmensa diferencia entre el producto de las energías empleadas solamente en iglesias y conventos ó mezquitas, y el de las energías empleadas tam- bién en escuelas, bibliotecas, laboratorios, máquinas y caminos. Al separarnos de la España, los sudamericanos seguimos emplean- do las energías humanas sobre el plan español, con el mismo y á ve- ces peor resultado que en España, cuando las condiciones sociales eran las mismas ó eran peores que las de España. La necesidad de cambiar el empleo de las energías humanas para cambiar el resulta- do, no fué sentida sino tibiamente por la generalidad de nuestros hombres dirigentes, y sólo completa y excepcionalmente por Rivada- via, que fracasó en la empresa, y por Sarmiento que llevó adelante la suya. Por la acción especialísima de éste, que podría ser llamado el pri- mer norteamericano de la América del Sur, nosotros hemos consegui- do transferir, parcialmente á lo menos, el espiritu, del salmo de la muerte al salmo de la vida, y en el momento preciso en que, por efec- to de ésto, nuestro comercio exterior ha llegado á exceder en casi un tercio al de la España, cuya población misma atraemos con más fuerza que ningún otro estado hispano-americano, aparece entre nos- otros un gobierno que se inclina visiblemente, en el ministerio del ramo, á restablecer el plan español, substituyendo la instrucción lai- ca, que ha hecho la grandeza de la América del Norte, por la ins- trucción religiosa que ha hecho el atraso de la España y de la Amé- rica española. El pensamiento y la acción de los hombres se explican por sus citr- cunstancias, aunque rara vez sean éstas tan sencillas como en el easo de aquella princesa, que no podía comprender cómo hubiese LA GÉNESIS DEL EDUCADOR 15) ventes que se muriesen de hambre, cuando el remedio era tan senci- llo: comer. Es necesario, en efecto, haber estado en la condición de los deshe- redados para comprenderla, y es por ésto que los afortunados no pue- den sentirla. Lo que ha hecho posible antes y ahora la miseria inne- cesaria en los pueblos miserables, es la circunstancia de estar libres de ella los poderosos, que pueden remediarla, y faltos de poder y de medios de remediarla, los infortunados que la sufren. Hasta la Revolución francesa, en el continente europeo, y hasta la Revolución de mayo, entre nosotros, el individuo estaba condenado á vivir y morir en la condición en que había nacido, como en las cas- tas de la India. Después de la revolución, todas las condiciones so- ciales quedaron accesibles á los desheredados con talento é iniciativa, y esta ocasión abierta á las energías nacionales, tuvo más parte que el genio de Napoleón en la dominación de la Europa continental por la Francia. La ambición, virtud fácil y abundante, basta en la generalidad de los casos para escapar individualmente á la miseria común, y para supri- mirla, no basta la abnegación, la más difícil y escasa de las virtudes humanas, sino que es aun más indispensable el acierto en la elección de los medios para conseguirla, pues en ninguna empresa humana se han malgastado más energías sociales que en ésta, siendo la historia de los verdugos y de los mártires de las ideas y de los principios, el abultado testimonio de la abnegación humana, que se ha derrochado estérilmente en el pasado. Y el martirio, activo ó pasivo, ha sido la forma propia de la abne- vación humana, mientras se ha entendido que el hombre era refor- mable por el castigo y se ha ignorado que era mejorable por la edu- cación. Porque el individuo necesita ser respetado aun sin ser respetable, la primera cosa á que apela el hombre natural para mejorar la con- ducta de los otros á su respecto, es el palo, que sirve al justo para hacerse justicia y al injusto para hacer injusticia, siendo naturalmen- te mayor la predisposición á usarlo en el más bruto que en el menos bruto. Por otra parte, la capacidad muscular y la capacidad psíquica, es- tán, de ordinario, en razón inversa, desde que, saliendo entrambas del mismo fondo común, lo que la una lleve en más la otra lo llevara en menos, y quedando las dos al estado natural, en la sociedad en que las relaciones sociales estén regidas por la intimidación y el te- 16 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mor, la superioridad social corresponderá á los más audaces, muscu- losos, perversos, sagaces y atrevidos, y de ahí provienen el caciquis- mo, el caudillismo, las dictaduras y los despotismos accidentales 6 permanentes, de los paises analfabetos ó semianalfabetos del Oriente y del Occidente. Por el contrario, donde las dos capacidades sean cultivadas simul- táneamente, siendo la capacidad mental susceptible de mayor desen- volvimiento que la muscular, la superioridad social corresponderá á los más inteligentes, que vendrán á encontrarse delante de los que tienen la fuerza bruta, en la misma relación en que están las nacio- nes civilizadas con las salvajes, y de ahí proviene la atenuación y la cesación progresivas de los despotismos en Europa, á proporción que crece la cultura intelectual de los pueblos, y de ahí también la in- existencia en la América del Norte, de esas vergiienzas políticas que ellos han tenido en menos y nosotros en más. Y el éxito extraordinario de nuestro gran reformador provino de haber comprendido que no estaba en la intimidación de los malos y de los bellacos, sino en la valorización de los buenos y de los mansos, la solución positiva del problema político y social, que los errores de la dominación española habían dejado pendiente en la América espa- nola: en haber pensado en la educación del pueblo cuando todos pen- saban solamente en la organización de gobiernos fuertes, para enfre- nar á las masas ineducadas y semibárbaras: la misma fórmula de solución en que habían fracasado por siglos y siglos los objetivos so- ciales de todas las instituciones religiosas. Porque las religiones son instituciones metafísicas con fines meta- físicos, y á la vez instituciones sociales con fines sociales. Lo primero pertenece á la fe y está fuera de la ciencia; lo segundo pertenece á la ciencia, concerniendo á la geografía, á la historia, á la estadística, y particularmente á la sociología. Los dogmas son asuntos del fuero interno, pero los resultados sociales son hechos sociales y pertene- cen al fuero externo. Los cielos y los infiernos pertenecen á sus res- pectivos creyentes, pero la tierra pertenece á sus habitantes, y el título de presunto propietario de aquéllos no puede conferir un ma- yor ó mejor derecho sobre los asuntos de la tierra. «Polibio no trepida en decir que la religión romana ha sido inven- tada por políticos hábiles, y los felicita sinceramente por haber en- contrado un medio tan excelente de contener á los hombres. Si fuera posible, dice, que un estado sólo se compusiera de sabios, semejante institución sería inútil, pero como la multitud es naturalmente in- LA GÉNESIS DEL EDUCADOR 17 constante, llena de arranques desenfrenados y de cóleras locas, ha sido necesario apelar á esos temores de lo desconocido y á todo ese aparato de ficciones aterradoras para dominarla.» Pero lo que no era posible un siglo antes es posible veinte siglos después de la era eris- tiana, cuando un simple bachiller sabe mil veces más que Polibio cuando la educación de la multitud ha llegado en los países escandi- navos á la supresión total del analfabetismo y de la pordiosería, con él, y á reducirlo á sólo el once por ciento en Alemania y en Estados Unidos. Pero en la época en que apareció Sarmiento, la multitud salida analfabeta y supersticiosa de la tutela colonial, y habituada al régi- men del orden por el terror, que es siempre y en todas partes «pan para hoy y hambre para mañana », necesitaba ser tutelada y enfrena- da por el terror y eran sus directores temporales y espirituales quie- nes la llevaban á la matanza y el exterminio, para salvarla de sus enemigos, esto es, de los conductores rivales. Una combinación de circunstancias es siempre necesaria para que germine una simiente ó para que surja una idea, y fué así una gran suerte para nosotros, que Sarmiento naciera después de la emancipa- ción, en una familia pobre y distinguida, con una inteligencia pode- rosa, un corazón noble y varonil y una voluntad férrea. Si hubiese legado antes habría sido tratado, condenado y aplasta- do como hereje por la iglesia colonial, para la que no había herejía más peligrosa, y por lo tanto más odiosa, que la de pretender que fuese necesaria la instrucción al pueblo que tiene la protección sobrenatural de los santos y la curatela de la iglesia infalible, y por la cual podría llegarse á descubrir que, para los pueblos como para los hombres instruídos, el freno y el tutor espiritual están demás y cuestan caro. Naciendo y creciendo pobre, pudo conocer directamente los infor- tunios inmerecidos, que son el ambiente propio de la escasez. Man- teniéndose sin bienes de fortuna toda su vida, su espíritu no fué nunca embargado por ellos, porque los bienes que poseemos nos po- seen, y pudo así pertenecer íntegramente á su grande ideal nacional y americano. Porque su inteligencia era grande, le bastaron los escasos conoci- mientos que había podido atrapar en el mísero ambiente intelectual de la colonia, para comprender en toda su amplitud la conveniencia y urgencia de abrir las posibilidades dependientes de la instrucción pública, á las masas confinadas en las posibilidades de la ignorancia y la superstición. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 2 15 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Porque tenía un gran corazón no empleó, como el común de los hombres, su vasta inteligencia en substraerse individualmente á los males comunes, sino en substraer 4 sus compatriotas todos, de ese infierno de miserias que es el ambiente común de la ignorancia y la superstición universales. Desempenñados todos los menesteres del hogar paterno por las per- sonas de la familia, el joven Sarmiento pudo adquirir en tal ambiente el sentido moral de la clase superior, no embotado por el cuidado de los intereses económicos, no rebajado por el trato y el contacto del elemento servil, y por el contrario, herido y enardecido por esa iniqui- dad colonial de la degradación del trabajo y del saber profano, que son los únicos medios honestos de vida para los desheredados de la fortuna en toda sociedad civilizada. Asi, en su calidad de transformador del quietismo intelectual de la colonia por el temor y la esperanza del mañana, en la sociedad actual del presente, per el eultivo de la capacidad de pensar y obrar, en la escuela racional, Sarmiento es un hecho autónomo extraordina- rio, sin equivalente en ningún otro pueblo de lengua española. Si se piensa en el camino que hemos recorrido al influjo de las ideas de Sarmiento, desde aquel tiempo en que las iglesias sobresa- lían cuatro pisos por encima de las casas, hasta este momento en que las casas empiezan á sobresalir más de cuatro pisos por encima de las iglesias; si se piensa en las enormes cantidades que se malgastan todavía sobre el remanente colonial de fe en la suerte, alma mater de la más numerosa prole de vicios y degradaciones, se ve cuán ex- traordinario fué el plan del maestro infantil de adultos en San Fran- cisco del Monte, que se proponía substituir el saber al azar y el es- tudio á la rutina, mientras sus propios tíos eclesiásticos disertaban sobre el viejo tema: creer, temer y esperar. En todo tiempo los espíritus miopes se han quejado de la falta de ideales. Pero, mientras haya ignorancia, superstición, fanatismo, in- salubridad y miseria, iniquidades, torpezas é imbecilidades, mientras haya una condición humana que pueda ser mejorada por acción hu- mana, será un crimen de lesa humanidad decir que no hay ideales para los hombres y las mujeres que quieran aportar su concurso á una grande y noble acción humana. AGUSTÍN ÁLVAREZ. LEPIDOPTEROS RIOJANOS NUEVOS 0 POCO CONOCIDOS Por EUGENIO GIACOMELLI Doctor en ciencias naturales INTRODUCCIÓN Los lepidópteros que aquí describo como nuevas especies podrían ser en parte conocidos, y algunas de éstas haberse escapado á un exa- men y estudio de casi diez años, que ha sido, sea dicho sin modestia, severo y concienzudo. Pero en el estado actual de la lepidopterología, nadie puede jactarse de que un trabajo sea completo ó exento de ulte- rior corrección. Todas las especies más raras que presento, y que cons- tituyen los tipos de mi colección y de otra regional del señor A. Ca- rreras, han sido estudiadas por mí, y la mayor parte de ellas han sido estudiadas sobre el ejemplar ó sobre una pintura lo más fiel posible, por los principales especialistas de los grandes museos de Europa y Norte América, y declaradas nuevas ó no conocidas por eminencias en el ramo, como los señores: Hampson, Schaus, Waterhouse, Do- enin, P. Mabille, doctor Dyar, Heron, Prout, Druce, etc., y todos estos apellidos son por demás ilustres y muy conocidos en la ciencia. Ésto es para mí un consuelo y una salvaguardia, por si en alguna publica- ción nueva, se descubriera algún error mío, ó alguna sinonimia que yo lgnorara (1). He trabajado lejos de los grandes centros científicos y esto me val- (1) A esta obrita, seguirá en algún tiempo más un catálogo general y auto- crítico donde figurarán estas mismas especies conjuntamente á las comunes de toda la provincia de La Rioja y donde serán oportunamente marcadas las correc- ciones, observaciones y addenda relativas 4 esta publicación. 20 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA drá de disculpa. Acepten todos esos colegas generosos el agradeci- miento infinito que aquí les expreso con toda sinceridad. La Rioja (Rep. Argentina), Julio de 1911. Il. — RHOPALOCERA Fam. PIERIDAE Gen. TERIOCOLIAS ROBER 1. Feriocolias riojana GIAC. n. sp. Esta notabilísima especie, pertenece al grupo, creo único en el género, Atinas Hew., pero es de ésta completamente distinta. Es mu- cho más grande (44 mm. de expansión); las alas anteriores son de color amarillo limón, con un borde obscuro, casi negro, que ocupa el ángulo apical y casi tres cuartos del borde externo: además hay una pequeña mancha reniforme en la nervadura recurrente; el ángulo interno tiene algunos átomos negros; el borde anterior es ligeramente rojizo, como también la franja; las alas del segundo par tienen un color amarillo de huevo bastante intenso, y en ellas se destaca clara- mente una línea fina, negra, irregular, casi paralela al borde anterior de las alas del segundo par que parte del centro mismo del disco y llega hasta el borde externo; más ó menos á la mitad de su trayecto sale una línea recta, delgada, también negra, seguida más allá hacia el lado externo, de otra á ella paralela, menos visible; además hay vestigios de átomos negros anterior y posteriormente y algunos hacia el ángulo interno. Hacia el ángulo anal el color es más débil, casi cetrino. Todo ésto se refiere á la superficie anterior de las alas. La superficie inferior del ala del primer par es igual á la superficie superior, pero falta la bordura negra, que está substituida por otra amarillo rojizo claro, casi color aurora; además la pequeña mancha reniforme es desvanecida é incompleta. El ala del segundo par es posteriormente color crema en el fondo, pero salpicado éste de finisi- mos, casi imperceptibles, átomos color rojizo aurora intenso, que cubren casi toda la superficie del ala, exceptuando una porción cerca del centro del disco, y el borde interno que son más claros, casi color LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 21 del fondo; además se destacan algunas líneas ferruginosas, más inten- sas, absolutamente idénticas en número y posición que en T. Atinas Hew. El cuerpo es negruzco superiormente y cubierto de pubescencia bien marcada de color amarillo limón; la cabeza, vértice y palpos, superiormente son rojizo-aurora, las antenas gris rojizo impuro supe- riormente y más claras inferiormente; los palpos y el tórax inferior- mente son del color dominante aurora-rojizo de las alas del segundo par; el abdomen es blanco inferiormente. En el conjunto esta especie recuerda en la superficie anterior á Meganostoma Coesonia Stoll y en la posterior á 7. Atinas Hew. y aun un poco á los machos de Terias Nicippe Cram. aunque muy diferente en realidad. He cazado un ejemplar solamente de esta rarísima espe- cie, que juzgaría ser hembra. Fué encontrado en junio 1906 en la finca del señor KR. Navarro (La Rioja, lado sur). Jamás la había visto en más de 20 años de residencia casi continua, y constituye quizá el ejemplar más raro de mi colección. Gen. CATOPSILIA HUEBNER 2. Catopsilia Statira Cram. Hembra forma pseudomas Giac. — Existe, en esta especie común, una curiosísima forma de las hembras, que creo no ha sido deseripta aún. Éstas son del mismo color amarillo limón de los machos norma- les, y no se parecen nada á las hembras normales que yo conozco y poseo y que son de color amarillento paja, y que poseen una bordura ancha obscura en las alas del primer par y otra más estrecha en las del segundo; además tienen un punto central del mismo color muy grande y visible al extremo de la célula discoidal del ala del primer par. Las que yo describo, tienen sólo la bordura de las primeras alas y el punto discal, pero mucho más pequeño y que falta á veces en mis ejemplares; además el color es cetrino como en los machos, pero no está separado como en éstos en dos porciones (una externa más clara y brillante como raso y otra interna mate), por el contrario se confunden insensiblemente una con otra. El examen del aparato geni- tal externo revela con seguridad que se trata de ejemplares femeni- nOs; son pues hembras con facies masculina, cosa muy frecuente en las Piéridas y sobre todo en las especies de color blaneo y amarillo. Por esto voy á distinguir esta forma de las hembras, que tengo en arios ejemplares bien definidos, llamándola O. Statira Cram. forma 22 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA pseudomas Giac. y la encontré en el Saladillo á dos leguas de La Rio- ja, á S00 metros de altitud más ó menos. Estaba mezclada con ejem- plares machos de los normales, pero no habían hembras normales. No creo que se trate de la hembra de una nueva especie, sino de una forma especial, tal vez regional, de la hembra de €. Statira. Conozco también la forma llamada Neleís, de la cual poseo un ma- cho, que es completamente distinta de éstas. ¿Será la especie citada dimorfa para el macho y para la hembra ? Fam. NYMPHALIDAE Gen. PHYCIODES HUEBN. 3. Phyciodes saladillensis 1. sp. Esta especie de Phyciodes, pertenece indudablemente al grupo de Phyciodes Tharos Cram. pero presenta las diferencias siguientes : es más grande (38 mm. exp. al.); en la superficie superior es del mismo color fulvo, ó algo más rojizo, pero tiene el reticulado de líneas negras de las alas del primer par completo y no interrumpido por un área fulva como en Tharos; en las alas del segundo par hay más semejanza entre ambas especies, aunque la faja externa negra es más ancha que en Tharos y forma una serie de lúnulas fulvas bien distintas y gran- des; en la superficie inferior hay muchísima diferencia entre ambas especies; la que describo tiene un color más uniformemente amarillo que predomina en las alas del segundo par, donde sólo está interrum- pido por una faja rojizo-vinoso obscuro que se extiende transversal- mente desde la proximidad del ángulo anal casi hasta el borde ante- rior, encorvándose en forma de media luna hacia el borde externo; esta faja está atravesada por puntos rojizo-fulvo; hay además algu- nos otros esparcidos en la superficie del ala, uno más visible al borde anterior y una línea de lúnulas fulvas estrechas cerca del borde externo y paralelas á las líneas de puntos ya deseriptos, una en cada célula. No existe en esta especie la mácula blanquecina semilunar á la mitad del borde externo que tan claramente se ve en Tharos. El ala del primer par de la especie que deseribo, se parece, en su superficie inferior aun menos á Tharos : en la mía el color amarillo es interrum- pido por varias áreas de color más intenso, casi fulvo, irregularmente esparcidas; además hay paralelamente al borde externo más allá del LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 253 centro del ala dos fajas lineares negras paralelas que se unen hacia el medio, casi formando una figura en X irregular, que encierra algu- nas lúnulas amarillo-fulvo. Los palpos son superiormente fulvo-obs- curo; inferiormente blancos en la base y terminados por pelos amari- los; cuerpo superiormente obscuro, interiormente blanco; antenas negras superiormente, inferiormente blancas, maza negra, fulva al ápice; los anillos blaneos son un cuarto más ó menos del largo de los Negros. Encontré esta especie poco común en el Saladillo y Santa Oruz en la región serrana; tengo muy pocos ejemplares que parecen ser ma- chos; uno lo envié á Londres al British Museum, donde quedó sin nom- brarse la especie; otro á Dresden, donde tampoco fué posible clasifi- carlo. El señor H. H. Druce ha tenido también la bondad de examinar un dibujo mío y cree que es nueva. Tipo: en mi colección. Fam. ERYCINIDAE Gen. APODEMIA Ferb. 4. Apodemia minuscula n. sp. Exp. alar. anter. 22-23 mm. Pequeña especie elegante; cuerpo y superficie anterior de todas las alas de un color fuseo amarillento, incluso las franjas que están interrumpidas con partes blanquecinas; las antenas son del mismo color, anilladas de blanco y blancas antes de la maza que es fusca; palpos fuscos. Paralelamente al borde externo, hay una faja estrecha compuesta de manchitas semilunares de color amarillo naranja, que se continúa en las dos alas y que tiene al exterior, es decir muy cerca del borde otra serie de manchitas negras, una al lado de cada mancha anaranjada; el resto del ala está salpicado de manchas amarillo-cre- ma, á veces un poco tendientes al rojizo, muy resaltantes en el fondo muy obseuro. En la superficie inferior, transparecen en el ala del pri- mer par, las manchitas de color crema en el fondo fusco, pero ésto no sucede en el segundo par de alas. Éstas son de un color ceniza claro hacia la base y hacia el borde externo; de este color es también el ápice de las alas del primer par. En las alas del segundo hay además una serie de manchas negruzcas que atraviesan el disco, formando una especie de faja muy irregular, que parte del borde anterior y 24 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA llega casi al ángulo anal. Antes del borde externo, hay una faja de manchitas rojo obscuro, una en cada célula marginal. La línea misma del borde es rojo-carmín obscuro y la franja es eris ceniciento, inte- rrumpida de negro. La parte inferior del cuerpo es cenicienta. Las hembras son algo diferentes del macho ya descripto: en ellas la superficie anterior de todas las alas es de un color amarillo de oro, que se hace más intenso hacia el borde externo, de manera que apa- rece toda el ala de color áureo con manchitas fusco-negras; idéntica- mente se presentan en la superficie inferior de las alas, las del primer par. Las del segundo son de color ceniciento como en el macho, pero salpicadas de manchitas amarillo intenso casi naranjado, siendo de este color también las nervaduras y la línea bordal anterior á la franja. Hacia el centro del disco, pero algo más al exterior hay una nubécula fusco-ceniciento. Antenas, cuerpo, ete., como en el macho. Esta especie se encuentra en general en los parajes áridos en el llano y en la sierra, pero siempre escasa. Tipo: en mi colección. Fam. HESPERIADAE Subfam. PAMPHINLINAE Secr. B. Gen. THYMELICUS ? HUEBN. 5. Thymelicus*? Schrottkyi n. sp. Exp. alar. anter. 26 mm. Superficie superior de las alas, cuerpo y palpos de color fasco ama- rillento intenso; franjas superior é inferior un poco más claras. En las alas anteriores se notan tres líneas de color negro aterciopelado; la mayor al centro mismo, las otras más bajas paralelas al borde interno; al lado derecho de la última más chica, hay una pequeña pero visible mancha amarillo oro. La línea aterciopelada más grande central está precedida por una manchita amarillo crema semitrans- parente; además hay dos manchas del mismo color á la derecha de la línea central negra, de las cuales la más próxima á ésta, más grande y más visible; siguen al borde anterior y como á dos tercios de la longitud del ala tres puntos también amarillo claro y semitranspa- rentes, que se aproximan á los anteriores formando un arco de man- chas semitransparentes casi no interrumpido. Las alas del segundo LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 25 par son uniformemente fuseo amarillento, con una línea de manchas más claras al disco, apenas visible. En la superficie inferior todo es muy diferente: en todas las alas predomina un color amarillento ligeramente tendiente al verde oliva, uniforme, que cubre todas las alas del primer par, excepto una gran área negruzca que ocupa parte de la base, todo el borde interno y Mega casi al centro del disco; además se notan los puntos de la super- ticie superior con poca modificación de forma y apariencia. En las alas del segundo par el color amarillo es completamente uniforme y sólo deja ver una visible fajita compuesta de seis pequeñas pero muy resaltantes manchas blanco de plata, que atraviesan el disco poco más allá del centro, desde el áneulo anterior hasta el anal, sin llegar á éste. Palpos inferiores blanquecinos; patas amarillento fuasco, super- ficie inferior del tórax cubierta de una pubescencia gris amarillenta. Esta singularísima especie se parece en la superficie superior á Pamphila Otho Seudd., pero es completamente diferente en la super- ficie inferior de ésta y de todas las numerosas y variadas especies de Pamphila y géneros afines, que poseo en gran número en mi colección. El único ejemplar macho, desgraciadamente incompleto, que poseo, es de las inmediaciones de La Rioja. Dedico esta especie á mi buen amigo y distinguido naturalista señor €. Sehrottky. Gen. VORATES GOoDM. SALV. 6. Vorates Mabillei n. sp. Expans. alar. anter. 27 mm. Superficie superior de las alas de un color fasco amarillento; este último color bajo cierto ángulo, hace aparecer el color fusco como dorado, sobre todo en los ejemplares perfectos. En este color fusco se destacan en las alas del primer par siete puntos translúcidos, de color amarillo claro, en posición casi igual á los de Carystus Mycilla Burm. = Lerodea enfala Seudd. con la diferencia que esta especie última tiene normalmente ocho; en la mía son normalmente siete, que ocupan : tres muy pequeños y unidos en línea recta los ramos externos de la subcostal, cerca del ángulo apical, y dos, el inferior de los cuales más grande y visible que todos los demás, en el centro mismo del ala, ocupando la base de la segunda y tercera célula mar- ginal (según la nomenclatura de los autores ingleses; según las des- eripciones de Burmeister, que cuenta en orden inverso á éstos pri 26 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mera y segunda); además hay dos manchitas accesorias, que á veces faltan, completando, cuando presentes, el número siete ya citado; la primera pequeña, colocada cerca de la mayor sobre la última nerva- dura marginal á mitad de la longitud de ésta, y otra también peque- na, colocada más arriba del centro del disco, cerca de la mitad del borde anterior, en el punto donde empiezan á separarse los ramos de la subcostal de manera que viene á quedar en proximidad de las otras erandes ya descriptas. Las alas del segundo par son del color fusco amarillento dorado uniforme ya descripto. En la superficie inferior el color dominante es amarillo ocráceo dorado más claro que el de arri- ba, y en las alas del primer par está interrumpido por una gran áre: fusco-negra que ocupa casi la mitad posterior del ala y el borde interno. Los puntos amarillo translúcido son iguales como arriba pero menos visibles, sobre todo los más pequeños. En el campo uniforme de las alas del segundo par aparece claramente (en los ejemplares perfectamente conservados) un arco compuesto de 3-5 puntos amaril- llo claro, perfectamente paralelo á la límea del borde externo y situado á una distancia igual de ésta y del centro mismo del ala. Franjas tanto de arriba como de abajo fusco gris poco intenso. Cabeza, ante- nas, cuerpo y palpos, superiormente fasco-dorado como las alas ; infe- riormente antenas amarillento como también los palpos; lo mismo las patas, la parte inferior del tórax gris amarillento; el abdomen infe- riormente amarillo claro, casi blanco. Me permito dedicar esta especie á mi distinguido colega el reve- rendo padre Mabille, que recibió algunos ejemplares que declaró per- tenecer al género Vorates, siendo la especie para él desconocida. Las hembras son extremadamente parecidas á los machos y sólo pueden distinguirse de éstos por tener el abdomen más grueso. Tipo : en mi colección. £| LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 27 TT. — HETEROCERA Fam. SPHINGIDAE (SPHINGIDAE ASEMANOPHORAE) Subtam. ACHERONTINAE Tribu: Sphingicae Gen. PROTOPARCE BURMEISTER 7. Protoparce Carrerasi n. sp. Exp. alar. anter. 32 mm. Cuerpo 30 mm. Antenas 7 mm. Especie notabilísima, próxima á Protoparce bergi R. y Jord., á la cual se parece bastante aunque especificamente bien distinta. Al ter- minar la descripción señalaré brevemente las diferencias con la espe- cie ya citada. Color general del cuerpo y de las alas rosado aurora pálido: son completamente de este color la cabeza superiormente, el tórax y la parte inferior del abdomen; éste es superiormente negro como carbón con insignificantes vestigios de anillos rosados; las antenas son supe- riormente rosadas; inferiormente negruzcas. Los palpos, la superficie inferior de la cabeza, las patas y las aberturas genitales negras. El lado inferior del tórax es rosado ceniciento; los lados del abdomen rosados, avanzan hacia la parte negra de arriba, como anillos incom- pletos que se insinúan en ésta. Los dos primeros anillos del abdomen superiormente tienen el color rosado más intenso y más tendiente á carmín claro, el segundo es interrumpido por el color negro, el extre- mo del abdomen es rosado con átomos negros. En las alas anteriores superiormente se notan á partir de la base cuatro líneas negruzcas completas paralelas en zig-zag: la primera y la segunda muy próximas una á otra á un tercio de la longitud del ala; la tercera, que es la más visible y más ancha hacia el borde ante- rior, está poco más allá de la mitad; la cuarta le sigue á muy poca distancia; además hay una de color rosado más vivo entre la tercera y la cuarta paralela á ambas; después de la cuarta hay una quinta rosado intenso también y paralela á ésta; esta faja rosada en los dos extremos termina por líneas y átomos negruzcos; todas estas fajas parten del borde anterior y se dirigen al interno, recorriendo antes 28 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un areo y siendo paralelas unas á otras; hacia el borde anterior son más anchas y negras. La franja es rosada. Las alas del segundo par son superiormente negruzcas, exceptuando la base, la franja y una línea paralela al borde externo, que se insinúa en el color negro desde el ángulo anal hacia el ápice sin llegar á éste, y siendo paralela á la franja y del mismo ancho más Ó menos. En la superficie inferior predomina en las alas el color gris, siendo el fondo rosado como arriba; de manera que en las alas del primer par se destacan en un fondo gris rosado casi uniforme dos fajas más obscuras negruzcas; una ultracelular y la otra submarginal, paralela á ésta; ambas no bien definidas y más vale esfumadas y que parten del borde anterior y van hasta el borde interno en arco, como las descriptas en la superficie anterior. Las nervaduras obscuras son visibles y terminan en tres ó cuatro manchitas negruzcas cada una á la extremidad de una nervadura, y sobre la franja que es rosada; estas manchitas se observan aunque más débiles también en la super- ficie superior antes descripta á partir del ángulo externo. Las alas del segundo par son inferiormente rosadas, sobre todo en la base y en el ángulo anal donde el color rosado tiende al carmín pálido; del mismo color es un dibujo bien visible en forma de cruz casi al centro del ala y todo el espacio que dejan las fajas paralelas al borde externo, de las cuales la primera, más intensamente negra colinda con la cruz ya descripta, y es más ancha hacia el borde ante- rior del ala; la segunda que le sigue es formada por pequeñas man- chas sagitiformes no bien definidas que siguen cada una á una nerva- dura y la tercera más ancha y pálida que las demás termina exterior- mente con la franja que es uniformemente rosada. Las nervaduras son Negruzcas pero poco resaltantes. Esta interesantísima especie distínguese de Protoparce bergi R. y Jord. por los siguientes caracteres: es la mitad más pequeña y más aun; tiene el abdomen muchísimo más negro superiormente; el color rosado es mucho más claro y limpio que en P. bergi ; los palpos y las patas de la descripta son negros, mientras que en P. bergií son rosa- dos; ésta tiene el borde externo de las primeras alas casi recto ó ape- nas cóncavo en su parte inferior; en la que describo es completamente convexo. La distribución de las fajas es también algo diferente; en P. bergi son más numerosas y más rectas y en la página inferior no hay dibujo en forma de cruz. Por todas estas razones creo que es una especie enteramente diferente y la dedico á su desenbridor, señor Al- berto Carreras que la conserva como tipo en su colección y que me LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 29 permitió cortesmente estudiarla y dibujarla. La cazó en la misma ciudad de La Rioja, en el verano 1908. El ejemplar presente parece ser hembra. Fam. AEGERIIDAE Gen. MELITTIA HuEBx. s. Melittia Arcangelii Grac. n. sp. Exp. alar. anter. 33 mm. Cuerpo 19 mm. Antenas 12 mm. Patas posteriores ¡ 25 mm.! (¡en su parte visible !). Notabílisima especie, comparable á M. Cyanifera Walk. por el tamaño y á M. cucurbitae Harris por la coloración y aspecto, pero completamente diferente de la última que poseo y de la primera cuya descripción conozco. (Macho ?) Cuerpo, antenas y palpos superiormente negros; de este color son también las franjas, las nervaduras y todos los bordes excepto el interno de las alas del primer par; vértice amarillento; de este color son : un collar detrás de los ojos, las dos líneas pterigoida- les y dos copos grandes y visibles, casi triangulares en el primer ani- llo del abdomen, uno á la derecha y otro á la izquierda; de este color aunque menos puro es toda el ala del primer par excepto los bordes y un vestigio hacia el centro del ala y el borde interno. e ya citados Las alas del segundo par son hialinas y resaltan en ellas visiblemente las nervaduras negras. Superficie inferior: como arriba las alas; los palpos son inferior- mente amarillo ocre; de este color es también el lado interno de las tibias del primero y segundo par de patas (que en lo demás son negras) y el lado interno y externo ¿de los fémures ? (imposible exa- minarlos bien sin destruir un ejemplar valiosísimo) del tercer par que es enormemente desarrollado (¡25 mm.!) y que tiene al lado inferior interno al principio de las ¿ tibias? una mancha blanco puro y que termina por cuatro pequeños copos de color negro aterciopelado, flo- tantes y de los cuales pueden verse sólo tres mirando el ejemplar de frente. Este inestimable y precioso ejemplar, que juzgaría ser macho por las antenas ciliadas en su lado anterior y por el extremo del abdomen delegado, cónico y provisto de un pequeño copo de pelos amarillos SU ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA. ARGENTINA inferiormente y negros superiormente, fué cazado por mí en los días más calurosos del verano 1909 sobre una planta de Tasi ó Doca (Morrenia) donde volaba de un modo parecido á las Sesía y junto á himenópteros como los Pepsis y otros, cuyo aspecto, remeda miméti- camente de una manera admirable. Dedico esta notabilísima especie á mi distinguido amigo y ex pro- fesor G. Arcangeli, de Pisa, al cual debo eterna gratitud por su eficaz y paciente ayuda durante mis estudios. Hembra (¿ de la especie descripta ?). Me es imposible el asegurarlo por ahora, aunque mucho me inclino á creerlo por sus antenas no pectinadas y por el examen del abdomen; pero la coloración es tan diferente que pudiera equivocarme. Lo que sí puedo asegurar que este ejemplar es seguramente hembra, pues puso como 30 ó 40 huevos de color rojizo obscuro, de forma de un erano de trigo y muy pequeños (1 mm. más ó menos en su mayor longitud). Su eclosión artificial, fué desgraciadamente imposible. Descripción sumaria : Antenas, todos los bordes de las alas excepto el interno de las alas del primer par, negro azulado; de este color y muy brillante el cuerpo y las patas anteriores y posteriores superior y inferiormente, excepto tres copos blanco puro en las patas poste- riores larguísimas como en el ejemplar deseripto antes y que están situados al lado externo-inferior de la ¿ tibias y fémures ? El campo del ala del primer par que dejan libres los bordes es amarillo ocre superiormente y del lado inferior es rojizo naranjado; de este color es la superficie superior é inferior de las alas del segundo par y las ner- vaduras de éstas, excepto las células marginales que son hialinas más acá del borde obscuro. Palpos color ocre amarillo, con el último artí- culo negro; de color amarillo también un collar poco visible detrás de los ojos. Tengo, por ahora, dos ejemplares de esta rarísima especie. Fué encontrado uno, casualmente, en el patio de mi casa, otro lo obtuve en la chacra de don Pedro Alem, en la misma localidad donde fué cazado el que describo como macho, lo que me hace suponer sean el par de la misma especie. Nota. — Los lepidópteros del género Melittia son raros en las colec- ciones y escasos los de Sud América; tengo varias especies para com- paración de Norte y Sud América. Conservo los tipos en mi colección. LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 39L Fam. HYPSIDAE Gen. CYANOHYPSA GIac. ¿n. gen.? 9. Cyvanohypsa Stefanellii Grac. ¿n. sp. et gen. ? 1* Descripción provisoria del género « Cyanohypsa» hasta ulterior estudio. — Cuerpo grueso y recogido; cabeza pequeña y muy escon- dida por el prototórax (como en las Adelocephala); ojos relativamente erandes y visibles. Los palpos cubiertos de largos pelos, cortos y poco visibles. Antenas más ó menos de la media del ala anterior en longitud, pectinado-ciliadas como indica el esquema, con cilia cortas de grueso casi igual en extensión y bien separadas una de otra, un poco más cortas hacia el ápice del antena, más largas hacia el centro; eje de la antena más delgado en los dos extremos y más grueso en el medio (fusiforme). Las patas no parecen ofrecer caracteres particula- res que, por otra parte, es imposible describir sin sacrificar el ejem- plar. Abdomen que sobrepasa de poco las alas del segundo par. Vista la escasez de ejemplares me es imposible por ahora describir mejor el vénero. La nervulación se verá en el esquema, aunque tampoco puedo dar perfecta idea de ella, sin destruirlas. Si el género es nuevo como ereo, será deseripto mejor después. Me limito por ahora á la descripción de la especie, que creo nueva, pues en ninguno de los más importantes museos incluso el British Museum de Londres pudieron clasificarla. En cuanto al género es probable que se encuentre cerca de Hypsa y Gnophaela 6 algún otro de los pocos conocidos é interesantes Hypsidae. 2* Descripción de la especie. — Exp. alar. anter. 38 mm. Cuerpo 153 mm. Antenas 9-10 mm. Color general negro con reflejo bien visible azul violáceo (azul de Prusia intenso); antenas negras doblemente ciliadas; se destacan en el ala del primer par dos manchas casi ci1- culares blanco puro de dos milímetros de diámetro más ó menos, que en la superficie inferior tienden á unirse una con otra, y situadas á la mitad más ó menos de la longitud del ala, una casi al borde ante- rior, la otra al interno. Alas del segundo par uniformemente negro azul arriba; en la superficie inferior un punto blanco pequeño visible casi al centro del ala. Palpos inferiormente, vértice, proto y metato- rax superiormente amarillo-naranja intenso; de este color la extremi- dad abdominal y ano. 32 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En un ejemplar ¿ aberrante ? entre las dos manchas blancas hay una tercera mancha pequena (en la superficie superior) y un vestigio Gen. CYANOHYPSA : nervulación. —A 1,2 Al. Ejemplar abe- rrante en su nervulación: | alas izquier- | das inverti- das, es decir tomadas en la página in- ferior. | ile | Ejemplar nor- Lá Aumentadas mal : alas co- mo en la an- terior. | Gen. CYANOHYPSA : antenas, aumentadas miz | EN de una cuarta pequeña también fusionada con la del borde interior y sobre éste. Todas estas manchas en la superficie inferior aparecen fusionadas en una faja única. LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS E) Rarísima. Pocos ejemplares de esta especie provienen : uno de la chacra del señor P. Alem y varios de la del doctor G. N. Gómez, á ésa inmediata (La Rioja, lado sur). Volaban sobre algunas Mimosa y cerca de las Jatropha (mn. vulgar higuera del zorro). Inspeccionando cuidadosamente por muchos años seguidos y en la misma época del hallazgo, esos lugares, jamás pude obtener otros, ni encontrar las orugas. La primera mariposa de éstas me fué traída por el joven A. Aranda, que por entonces me ayudaba en mis cazas entomológicas. Dedico esta notable especie á mi buen amigo el profesor cav. P. Ste- fanelli, de Florencia, notable entomólogo italiano al cual envié un ejemplar de esta especie; otro lo posee el British Museum de Londres, que loobtuvo de mi colección. En ésta figuran pocos ejemplares, uno de los cuales tiene como dije las manchas blancas casi fusionadas; otro es completamente aberrante en su nervulación (véase fig.). Tipos: en mi colección. Fam. LASIOCAMPIDAE Gen. ARTACE WaLKkER 10. Artace Lilloi n. sp. Exp. alar. ant. 22 mm. Cuerpo 12 mm. De color uniforme ceniciento claro tanto en la superficie superior como en la inferior de las alas y cuerpo. Las patas son más obscuras con anillos más fuscos aún, pero no muy visibles. Las alas anteriores tienen una pequeña línea negra en forma de coma que marca la ner- radura recurrente y además una línea oblicua negra casi recta que va desde la mitad del borde interno hacia el ángulo apical sin llegar á éste; en uno de mis ejemplares falta esta línea y toda el ala es uni- formemente cenicienta. Las nervaduras son negras y bien visibles en todas las alas. En la franja, que es gris, se destacan puntos negros alternados que no coinciden con la extremidad de las nervaduras sino que alternan con éstas. La Rioja. Pocos ejemplares en verano. Dedico esta especie á mi estimado amigo y distinguido naturalista el doctor Miguel Lillo, de Tucumán. 11. Artace*”? bipunctata n. sp. El género es dudoso; pudiera ser también Tolype Huebn. 6 Titya AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 3 5] 34 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Walk. pero me parece cuadrar mejor con Artace á pesar de su color amarillento, al menos así resulta de la comparación que hice con ejem- plares de éste. Exp. alar. anter. 31 mm. Cuerpo 11 mm. Toda de un color uniformemente blanco amarillento, excepto un vestigio negruzco al ápice de las alas del primer par superiormente que transparece un poco en la superficie inferior además dos man- chitas ovoideas bien resaltantes de color canela obscuro, una al cen- tro mismo del ala, la otra próxima á ésta pero un poco más abajo hacia el borde posterior. Patas vellosas de color amarillo-blanquecino impuro, con anillos más obseuros poco resaltantes. Antenas amari- llentas. Un ejemplar tipo. Colección Carreras. La Rioja. Fam. CERATOCAMPIDAE Gen. DRYOCAMPA HARRIS 12. Dryocampa bilineata Burn. Forma inverso-atomosa Giac. Macho. Indico con este nonibre los ejemplares machos, en que los átomos Negruzeos son más numerosos y densos, cuya superficie anterior y posterior está, en todas las alas, cubierta de átomos gris-negruzco especialmente en la superficie anterior de las alas del primer par y en la superficie posterior de las del segundo; en lo demás no difiere nada del tipo de Burmeister. El macho que tomé como tipo de esta torma está en la colección Carreras. La Rioja. Nota. — Hago observar respecto á DP. bilineata Burm. (típica) que la hembra de esta especie parece ser aun no descripta; al menos no pude encontrar su descripción. Yo poseo un solo ejemplar hembra. No difiere del macho sino en su tamaño casi doble, en no tener el abdomen rojizo, sino blaneo, con una línea carmín rojizo en la parte superior y en las antenas características del sexo, que son simples en la hembra; en lo demás es igual. 13. Dryocampa inversa n. sp. a) Típica. — Esta notable especie de Pryocampa de la cual conozco sólo un ejemplar macho, perteneciente á la colección Carreras (tipo), LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 30 es del mismo tamaño que D. bilineata y es semejante á ésta, pero con todos los colores invertidos. El ala del primer par es superiormente ceniciento obscuro, y deja una faja blanco puro en la misma posición que la faja obscura longitudinal de DP. bilineata; la costa es rosado intenso. El ala del segundo par es blanca con una esfumadura eris ancha, pero poco resultante al borde externo. En la superficie inferior de las alas es igual á arriba pero el color gris se desvanece hacia el borde externo é interno, siendo éstos casi blancos; la faja mediana blanca es más ancha que del lado de arriba, y la costa rojiza mucho más ancha y visible. Las alas del segundo par son blancas con una faja gris que parte del ángulo basal y termina en punta al ángulo apical donde toca con una manchita redonda gris también. Al ángulo anal se nota también un vestigio de mancha gris : las nervaduras son eris elaro, casi blanco. En el cuerpo y patas no hay diferencias nota- bles con 0D. bilineata, aunque todo lo gris, en la que describo, es más intenso. Rara. La Rioja ¿1906? Parece ser variedad de ésta (aunque pudiera ser una especie) la siguiente: b) Dryocampa inversa, macho f. inverso-atomosa Giac. — Probable- mente una variedad de la anterior en que todas las nervaduras y la costa son visiblemente rojizas, y lo son también las líneas de los bor- des; el color ceniciento toma también un tinte rojizo; todas las alas están anterior y posteriormente salpicadas de átomos fuscos como en la forma atomosa de PD. lineata; en lo demás es absolutamente igual á D. inversa (típica a) en la parte superior; en la inferior carece de la fajita triangular y de la mancha gris ya descriptas, pero en cambio está salpicada de átomos fuscos. Tipo: un ejemplar macho de la colección Carreras. Rara. La Rioja, ano 1906. Fam. NOCTUIDAE Gen. ELOUSA WALKER 14. Elousa Schausi n. sp. Exp. alar. anter. macho 26 mm., hembra 30 mm. Macho. Superficie superior : color del fondo amarillento pálido con ligero viso dorado; las alas del primer par ceniciento fuliginoso no dejan ver ese color del fondo sino en tres fajas más claras; la primera 36 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA que va desde el borde anterior hasta el interno á la altura de la man- cha orbicular atravesándola, la segunda empieza también al borde anterior y va hasta la reniforme, y de color más claro casi blanque- cino, siendo paralela á la primera: la tercera menos visible sigue unida al borde externo; todas ellas precedidas y limitadas por líneas finas en Zigzag irregular (que son más visibles en el ejemplar hem- bra). Alas del segundo par del color del fondo ya descripto, con ligera esfumadura neegruzca al borde externo, y hacia el áneulo anal; esta esfumadura precedida por una línea fina, negruzca, paralela al borde externo, evanescente en el macho, muy pronunciada en la hembra. Macho. Superficie inferior. Todo amarillento claro con viso dorado: dos manchas negras famosas, una á la mitad del borde anterior, la segunda en proximidad del ángulo apical; otra pequeña redonda al angulo anal, además algunos átomos negruzcos al borde anterior de las alas del segundo par. Cuerpo amarillento ventralmente, dorsal- mente negruzco. Antenas amarillento fusco. La hembra presenta además de las diferencias ya señaladas la superficie inferior mucho más clara, casi blanquizca, uniforme; al borde anterior de las primeras alas una línea negruzca á dos tercios de la longitud del ala, que se dirige hacia el borde interno, evanes- cente, y se continúa débilmente en las segundas alas. Dedico esta modesta, pero interesante especie, que volvió del British Museum no especificada, á mi excelente amigo W. Schaus, notable y bien conocido lepidopterólogo. El macho lo obtuve criando la larva que vive sobre una Mimosa. Localidad : chacra del señor P. Alem. La Rioja, sur. Tipos: en mi colección. Gen. HETEROPYGAS GUENÉE 15. Heteropygas angulum 1. sp. Exp. alar. anter. 36 mm. Superficie superior de las alas del primer par amarillo crema un poco tendiente á gris; un triángulo fusco va desde la base de las alas al ángulo apical y casi al externo; este triángulo es interrumpido por dos líneas de color crema agrisado que van una paralelamente al borde externo, próxima á éste, muy delgada y bien marcada; la segunda que también lo es corre un poco más acá casi paralela á la primera y se encorva antes de llegar al borde posterior en ángulo obtuso hacia la base del ala donde llega, dejando hacia la abertura = LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 37 del ángulo una parte del triángulo fusco ya citado que se destaca muy visiblemente en el fondo, dejando hacia el borde anterior un área del cclor general crema gris que resalta sobre el fondo fusco del triángulo. Alas del segundo par crema casi puro, un área compuesta de áto- mos fuseos poco visible paralela al borde externo y antes de éste (más visible en la hembra). Superficie inferior de las alas y cuerpo color crema en el macho que poseo, salpicadas de átomos ferrugíneos en la hembra, con un vestigio en ésta, de una faja paralela á los bordes externos de las dos alas y antes de estos bordes, y un puntito á la extremidad de la dis- coidal. Antenas ceniciento-fusco; patas amarillo-crema. Tipos : en mi colección; el macho no es de la provincia de La Rioja sino de Tucuman. 16. a) Heteropygas Dognini n. sp. Exp. alar. ant. 25 mm. Más pequeña que la anterior y mucho más fusca. Superficie supe- rior de las alas del primer par toda fasca en general y con un dibujo semejante al de la especie anterior; el triángulo fisco grande central está profundamente inciso en su lado anterior, es decir el que está próximo al borde anterior, por una ensenadura clara en ángulo agu- do, que forma parte de la gran área clara próxima al borde interior; en el centro de ella se nota un puntito fusco bien visible. Alas del segundo par uniformemente fusco, un poco más intenso hacia la franja, aleo más clara. Superficie inferior de las alas uniformemente fusco con viso ama- rillento dorado, algo más claro que de arriba; de este color son el cuerpo arriba y abajo, las patas y antenas. Saladillo y La Rioja. Esta especie, también fué enviada al British Museum donde sólo determinaron el género. Tengo pocos ejemplares cazados en verano. Tipo : en mi colección. bd) H. Dogmnini ab *? pallida Grac. Un ejemplar de la anterior es perfectamente igual en todo al tipo, excepto el gran triángulo fusco de las alas del primer par, que des- aparece dejando sólo un vestigio de sombra en su lugar; el puntito fuseo existe aún pero poco visible; así el ala anterior toma un aspecto 38 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA uniforme: el fondo de ésta es en este ejemplar tendiente á gris, y algo más claro que en el tipo. Habita La Rioja. Gen. PLUSIA OCHSENHEIMER 17. Plusia atrata n. sp. Exp. alar. anter. 26 mm. Color general gris acero con viso áureo bajo cierto ángulo; sólo es un poco más clara el área basal de las alas del segundo par arriba y abajo. Cuerpo, antenas y patas fusco gris. El y característico de mu- chas especies de Plusia queda obliterado y apenas visible. En el con- junto la especie se parece á una pequeña P. nu Guén. en que todo el color fusco predomina uniformemente en todas partes. Pero me parece especie distinta de ésta. Un ejemplar : tipo. La larva vive sobre Erigeron. Habita La Rioja. Fam. GEOMETRIDA Gen. IRA WALKER 18. Ira Prouti n. sp. Exp. alar. ant. 50 mm. Color general fusco-umbrino arriba y abajo; un poco más claro casi amarillento hacia los bordes externos de la superficie superior. En ésta se destacan dos manchas irregulares visibles una casi al ángulo apical; la otra un poco más abajo: éstas se continúan en dos líneas finas fuscas en Zigzag que atraviesan todas las alas; la interna más | visible se observa también en la superficie inferior; además un punto negro, discoidal en cada ala, visible también en la superficie inferior. Ambas superficies salpicadas de átomos fuscos, más visibles en la inferior. Cuerpo, palpos, antenas y patas del color del fondo. | Dedicada á mi estimado amigo señor L. B. Prout, uno de los más | distinguidos lepidopterólogos de Inglaterra. Tipo (probablemente hembra): en mi colección. Habita La Rioja. LEPIDÓPTEROS RIOJANOS NUEVOS Ó POCO CONOCIDOS 39 Gen. METICULODES GUENÉR 19. Meticulodes Carrerasi n. sp. Exp. alar. anter. 42 mm. Cabeza, tórax y abdomen, de color obscuro oliváceo; alas anterio- res del mismo color; en éstas se destaca una línea negra que parte del borde anterior, cerca del ángulo apical, pero un poco más acá, paralela casi al borde externo, y llegando al borde interno. Al lado externo esta línea colinda con otra clara, casi blanca; al interno se esfuma en una faja obscura que se desvanece hacia el interior. Ade- más hay en el centro del ala y llegando hasta el borde interno una línea negra en zigzag que se destaca sobre el fondo. Las alas del segundo par tienden al color amarillento impuro, salpicadas de finísi- mos átomos negruzcos; al borde externo cerca del ángulo anal hay tres puntos negros y otro más allá cerca del ángulo anterior; además hay una línea estrecha negruzca paralela al borde externo incomple- ta, que sale cerca del ángulo anal. Superficie inferior toda en general gris amarillento impuro cubier- ta de finísimos átomos gris-ceniciento-oliváceo, que invaden cuerpo y alas. Patas y palpos grises; antenas gris amarillento. Tipo: un ejemplar. Colección Carreras. Habita La Rioja. Gen. ISCHNOPTERYX ? HUEBN. 20. Ischnopteryx*? Seriéi n. sp. Exp. alar. ant. macho ? 42, hembra? 50. De este curioso lepidóptero tengo dos ejemplares; el macho ? es pro- veniente de Tucumán, la hembra ? es de La Rioja. Pertenece al grupo Selidoseminae Warren. Descripción : Cuerpo y superficie superior de las alas del primer par fusco ceniciento intenso, más aun en el macho; estas alas atrave- sadas por dos líneas finas negras resaltantes en el fondo, más en la hembra que en el macho; la primera parte del borde anterior cerca de la base, va hasta el borde interno y siguiendo un pequeño trecho por la franja de éste remonta de nuevo al borde anterior, un poco más allá de la longitud total de éste, encorvándose antes en un arco dirigido un poco hacia el ángulo apical pero muy distante de éste; en el macho esta desviación forma una línea en zigzag irregular. Línea +) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bordal que precede la franja también negra, muy neta, franja del color del fondo. Alas del segundo par en su superficie superior mucho más claro en un viso, que es general en todas amarillento rosado; dos fajas fuscas no resaltantes esfumadas : la primera delgada parte en arco desde el borde anterior y va al borde abdominal, la segunda mucho más ancha, precede paralela á Ja primera al borde externo; la primera delgada es precedida por un punto discoidal poco visible en la hembra muy claro en el macho. Franja clara, casi blanca. La superficie inferior de las alas es más clara, casi blanca, sobre todo las alas del segundo par, el pecho y abdomen, y una mancha muy resaltante en la hembra, obliterada en el macho que ocupa la proximi- dad del borde externo, contigua á éste y á la mitad de su longitud. Poda la superficie clara citada de las alas está salpicada de átomos y estriolas fuseo ceniciento que en las alas anteriores se unen en un campo fusco casi uniforme, sobre el cual se destacan más fuscos aún, un punto discoidal y una faja anterior al borde externo, contigua al área clara ya descripta; esta faja sigue en la misma posición en las alas del segundo par y además va precedida, pero sólo en la hembra, por otra más delgada paralela á ella, que parte del borde anterior y va hasta el centro del ala más ó menos, precedida á su vez por el punto discoidal obscuro. Patas anilladas de amarillento y fusco; palpos fuscos. Dos ejemplares solamente. Tipo en mi colección. Dedicada á mi querido amigo señor P. Serié, del Museo nacional de Buenos Aires. AEVISTA DE PUBLICACIONES U El integrador mecanico para las ecuaciones diferenciales lineales de primer orden y para otras ecuaciones diferenciales, por el profesor En- NESTO PascaL (Nápoles). El profesor Pascal ha presentado en el Congreso de la Sociedad Italiana para el Progreso de las Ciencias y en la Academia dei Lincei un aparato de su inven- ción cuyo principio es el mismo, aunque mejor utilizado, que el del conocido in- tésrafo de Abdank Abakanowicz. Este último, como se sabe, | construye mecánicamente y en modo continuo la curva integral de una dada, ó sea una curva cuyas ordenadas representan á cada instante la integral definida, desde una abscisa fija, hasta la del punto que consi- deramos de una cierta función de A representada por una curva. El principio cinemático en el cual está fundado ese aparato consiste en la ten- dencia de una pequeña rueda, de plano vertical apoyada en uno horizontal, á man- tener su plano en esa posición; si se hace de manera que por medio de un para- lelógramo articulado, ese plano sea tangente á la curva integral en cada instante y que la rueda esté unida á un carrito móvil (que en cada posición represente el punto correspondiente de la curva integral), que además se deslice á lo largo de una barra móvil que se conserve perpendicular al eje de las x, de manera que el movimiento de la ruedita en su plano implique el deslizamiento del carrito sobre su guía, se tiene todo lo necesario para el intégrato de Abdank. Sin embargo, este principio, es susceptible de una aplicación mucho más amplia adaptándolo á la integración de ecuaciones diferenciales de diferentes formas. El instrumento, que ha sido construído bajo la dirección de los profesores Pas- cal y Ajello, resuelve las ecuaciones diferenciales de primer grado que pueden siempre reducirse á la del tipo canónico ; a Y OS Puede también servir para ecuaciones más complejas del tipo en que m es constante y que se reduce á la precedente para m = 0 — (1) Desde el presente número, abrimos esta sección que estará á cargo de distinauidos profeso- res y estudiantes de nuestra Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales. (La Dirección). 42 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Este nuevo intégrafo ejecuta una operación analítica más complicada que la cuadratura, y, sin embargo, es de más fácil construcción que el intégrafo de Abakanowiez. E El aparato puede servir, además, como compás logarítmico y, por lo mismo, construir con sencillez y continuidad la curva logarítmica; puede igualmente cons- truir la catenaria y resolver como el intégrafo de Abakanowiez las ecuaciones algebraicas. R. BIANCHEDI. Investigación de las soluciones enteras y positivas de la ecuación «ax + by = k cuando los tres números conocidos d, hb y k son enteros y posi- tivos, prof. G. BERNARDI (Bologna). Este trabajo ha sido también presentado al congreso de la Sociedad Italiana para el Progreso de las Ciencias ; en él se expone un método del autor sensible- mente más breye que el conocido de Hermite. Dada la ecuación ax + by = k se deduce otra az, + by, = k, en que A O A po e Y] E => A k— a ; donde r”, es el resto de la división ——— y r”, el de la 77 UyOS Cocien; 14 ) g ZQ 14 ” tes enteros son q', y q";- De la ax, + by, = k, se deducirán las otras ar DY Sd. E DY, == kg go. Un 1 E OY RA A A 0 de manera que se tenga, en general 2 Ma + Db) 22 rn, 18 nn”. llamando respectivamente »”,, y r”,, los restos de las divisiones —>1b k y a h => Y nl cuyos cocientes enteros se llamarán q”, y q”... Se llegará á encontrar una ecuación ax, -, +by,-; =Xk,_, cuyo término co- ==> 11) A E = Ta Cu — 1 nocido k,—, será tal que el resto de aqueila de las dos divisiones a y A que tenga por divisor el menor de los coeficientes a y b de las in- . cógnitas, será nulo, ó bien el resto de la otra de las mismas divisiones que ten- drá por divisor el coeficiente mayor, será nulo ó divisible por el coeficiente me- nor. En el primer caso, en la ecuación ax, + by, = k,, que se deducirá de la ya considerada az, + by, = k,-, de la manera expuesta, el término conocido k, resultará divisible por el mayor de los dos coeficientes «a y hb, mientras en los otros dos casos resultará divisible por el menor. Se calcularán en seguida todas las soluciones enteras y positivas de la última ecuación az, + dy, = K, REVISTA DE PUBLICACIONES 43 atribuyendo sucesivamente, cuando el término conocido l, sea divisible por el coeficiente a de la incógnita x, en las dos fórmulas : Lo, %.= == — bn a Y, = UN, á la letra n el valor 0 y todos los valores enteros y positivos menores que el co- ciente entero de la división de = por b; ó bien, atribuyendo sucesivamente, 7 cuando el término conocido k, es divisible por el coeficiente bh de la otra in cógnita y, en las otras dos fórmulas : á la letra n el valor cero y todos los valores enteros y positivos menores que el cociente entero de la división de 3 PT 4. Después se calculan los dos números ) Fa' y Sq' determinados por a YM, +. .+(=1- NOR QU == da =— ar + ls E al + Si + (= 1 = 1 aia Finalmente se calculan todas las soluciones enteras y positivas de la ecuación dada ax + by = k mediante las dos fórmulas : == a HS Da MEAR AAA en las cuales se substituirá sucesivamente á las dos incógnitas x, é y,, de la- última ecuación ax, + by,, = k, las soluciones enteras y positivas de la misma, ya halladas. R. BIANCHEDI. Física molecular. Écartement des partienles dans les mouvements browniens al'aide des chocs sonores tres rapides. Samuel Lifehitz. €. R. de P' Académie de Sciences. Tomo 152, número 12. página 761. Paris, 20 de marzo de 1911. El autor observa en el ultramicroscopio, el efecto de ondas sonoras muy rápi- das (descarga de la chispa de un condensador) sobre partículas en suspensión de humo y de cloruro de amonio. Al producirse la chispa en el condensador, nota primero un desplazamiento en masa de las partículas, y luego una separación brusca de éstas en todos sentidos de manera que sus posiciones recíprocas se mo- difican. Este desplazamiento es tanto más grande cuanto mayor es la energía de la descarga del condensador, y que el período de las oscilaciones producidas es más vápido. Ha operado con oscilaciones que variaban entre 250.000 y varias dece- nas de millones por segundo. 44 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Física molecular. Étude cinématographique de l'écartement des particules ul- tramicroscopiques produit par des choes sonores tres rapides. Victor Henri et Samuel Lifehitz. €. R. de UP. Académie de sciences. Tomo 152, número 14, página 953. Paris, 3 de abril de 1911. Á fin de poder hacer un estudio minucioso del fenómeno observado por Lifehitz, hacen uso de la impresión cinematográfica del movimiento de las partículas en suspensión, adaptando el cinematógrafo al ultramicroscopio. Obtienen imágenes muy netas de las partículas, cuyo estudio los conduce á los siguientes resultados : 19 El fenómeno de desplazamiento de las partículas ultramicroscópicas es de- bido á vibraciones propagándose en el aire, es una acción mecánica ; 20 Este fenómeno es independiente de la carga de las partículas; 3 Bajo la influencia de choques aéreos muy rápidos, partículas microscópicas distantes entre ellas de 204 á 304 se desplazan á menudo en direcciones opuestas : estos desplazamientos son más rápidos y más grandes que los debidos á los mo- vimientos brownianos. Conclusión. — En el caso de choques muy rápidos que se producen en el aire, hay formación de touwrbillons de muy pequeño radio que separa las partículas mi- croscópicas unas de otras. RaúL WERNICKE. Física. Sur la théorie cinétique des gaz et la réalisation d'un rayonnement ma- tériel d*origine cinétique, par L. DUNOYER. El fin que se propone demostrar el autor, por medio de un experimento, es que las moléculas de un gas recorren el espacio en que se hallan, siguiendo trayectorias rectilíneas Á. M. Dunoyer le parece que la experiencia en cuestión, pone en evi- dencia la agitación molecular en el seno de un gas en la forma prevista por la teoría cinética. En un tubo cilíndrico de unos 20 centímetros de longitud, dispuesto vertical- mente, coloca dos diafragmas que lo dividen en tres compartimientos. En el in- ferior coloca Na, hace el vacío (quedando la tensión de los vapores de Na á la temperatura ambiente), y calienta el compartimiento inferior con el metal á 400”. Obsérvanse al poco rato los hechos siguientes : 1% En el compartimiento medio se nota un depósito extremadamente delgado que aumenta de espesor á partir del diafragma inferior, donde es nulo, hasta el dia- fragma superior; 20 En las paredes laterales del compartimiento superior no se nota ningún de- pósito ; 32 En el fondo (parte superior) del tercer compartimento, se nota una mancha metálica, cuyo centro es netamente más obscuro y los bordes se esfuman hasta perderse. Este fenómeno es debido á la selección de las moléculas hechas por los diafragmas, que no dejan penetrar en el último compartimiento, más que aquéllas cuyas trayectorias estaban comprendidas en el interior de dos conos que se apo- yan sobre los bordes de cada uno de los diafragmas y cuyos vértices están —uno entre los dos diafragmas, y otro en la prolongación de la recta que une sus cen- tros — obteniéndose, en consecuencia, un depósito de sodio más abundante (sombra) REVISTA DE PUBLICACIONES 45 en el lugar donde se superponen los dos conos, y una parte más clara (penumbra) donde había uno solo. El autor asimila este hecho al producido por dos diafrao- mas interpuestos entre una superficie luminosa y una pantalla; 40 Un obstáculo colocado entre el segundo diafragma y la pared impide que se deposite Na en el lugar que estaría ocupado por su «sombra ». M. Dunoyer se objeta, que el fenómeno puede ser debido á destilación ; aun- que así fuera no quedaría menos demostrada la mancha en línea recta de las par- tículas de « Na gas ». A. SORDELLI. investigacion del bromo en presencia de iodo en los órganos humanos por M. A. LaBat. Bulletin de la Société chimique de France, número 8. Abril 20 de 1911. En la memoria intitulada Contribución al estudio de la presencia del bromo en los órganos del hombre, presentada á la Société chimique de France por M. Labat, estudia su autor los distintos procedimientos propuestos hasta la fecha para la investigación del bromo como elemento constante y normal en los órganos huma- nos, señalando las distintas técnicas, con acopio de datos bibliográficos y con las merecidas críticas de cada una, llega 4 considerar como único método de relativo “alor el de Baubieny y Rivals, que consiste en caracterizar el bromo, haciendo pasar sus vapores sobre un papel á la fluoresceína, que se enrojece debido á la formación de eosina. Pero este método peca de un grave defecto y es que el cloro y el iodo que suelen estar presentes en los órganos humanos, hacen virar al rosa el papel de fuoresceína, como lo hiciera notar E. Pribram. M. Labat trata de salvar el inconveniente y modifica la reacción apuntada, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones : en solución acuosa, el bromo y el iodo dan un producto rojo con la fluoresceína, pero cosa interesante, las so- Inciones obtenidas presentan espectros de absorción muy diferentes, que fueron va estudiados por Royer. Es así, que para el derivado bromado, la banda de fluoresceína, situada en el límite del azul y del verde, se encuentra netamente «desplazada hacia la derecha, al mismo tiempo que una banda muy delgada per- siste en lugar de la primera; el espectro del compuesto iodado, al contrario, se confunde prácticamente con el de la fluoresceína. Basado sobre esos hechos M. Labat propone la siguiente modificación á la técnica de Baubieny : 45 6 10 centímetros cúbicos de agua conteniendo bromo libre en solución, se agrega un décimo de centímetro cúbico de solución alevhólica de fluoresceína al 02025 por ciento y 5 gotas de NH, ; con 0200003, de bromo se percibe una coloración rosada; con 0,00005, se puede ver bien el espectro de dos bandas, de la eosina en solución diluída. En caso de hallarse en presencia el bromo y el iodo, basta emplear un décimo de centímetro cúbico de fluoresceína, como se indicó; el bromo entra primero en reacción y el iodo es apenas modificado. Para que reaccione, es necesario diez á doce veces esa cantidad de fluoresceína. Termina su memoria con la descripción de la técnica por él empleada en la in- vestigación del bromo en cuerpos tiroides humanos ú otros órganos, aplicando la reacción de Baubieny y Rivals modificada en la forma que hemos visto. Llega así á comprobar espectroscópicamente €,00003 de bromo. LUCIANO PALET. 46 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Un nuevo reactivo del niquel y del cobalto. Su empleo en la diferen- ciacion de estos dos metales por H. WriL. Bulletin de la Société chimique de France, número 1. Enero 5 de 1911. El procedimiento propuesto por el autor, está basado sobre la formación en medio neutro, de precipitados de cromatos básicos de niquel y de cobalto. Cobalto. — Si á una solución de una sal de cobalto, se agrega una solución de K,CrO, al 10 por ciento, en cantidad suficiente, se forma un precipitado rojo pardo de Cr0,Co, CoO, aq. (ecromato básico de cobalto). Si la solución es suficientemente y casi intantá- y concentrada (más de 2 %/,, en Co) el precipitado se forma en frío neamente. En soluciones diluídas hay que llevar á la ebullición. El precipitado formado se adhiere fuertemente al vidrio; es soluble en los ácidos, aun diluídos, y en el NH,. Según los datos señalados por el autor, pudo, por ese medio, comprobar 02000052 de Co. Niquel. — Este precipitado no se forma sino muy lentamente en frío, aun tra- tándose de soluciones concentradas. Es, pues, necesario lleyar á la ebullición. El precipitado de CrO, Ni, 2Ni0, es de color pardo chocolate, poco adherente al yi- drio, soluble en los ácidos y en el amoníaco. Sensibilidad, según Weil : 08000028 de Ni. Niquel y cobalto. — Cuando estos metales se encuentran en cantidades equiva- lentes y suficientemente grandes (sea una solución encerrando 0800321 de Co y 08r00139 de Ni), se agrega un poco de K,Cr0O, al 10 por ciento; el cobalto pre- cipita en frío. Se filtra; el Ni y un poco de Co, no precipitado. Se lleva á 100%, el precipitado de niquel se forma con su coloración pardo chocolate caracte- rística. Sea, ahora, una solución que contiene grandes cantidades de cobalto en relación al niquel, el filtrado se lleva á la ebullición y el niquel precipita con un poco de cobalto. Para reconocer el niquel, se disuelve el precipitado en NH, al medio y en frío; la solución amoniacal se coloca en una cápsula, se calienta hasta la des- aparición del NH, y concentración de la solución ; si hay niquel el precipitado de cromato básico aparece con su coloración característica, mientras que la del eromato de cobalto vira al verde sucio. Es necesario lavar los precipitados á fin de desembarazarlos del exceso de cromato alcalino. Se puede encontrar así 1 p. de Nien presencia de 100 de Co. El autor hace notar que estas reacciones sólo se producen en medio neutro. LUCIANO PALET. Sobre el anális de los nitratos por el método de Grandval y Lajoux y sobre un nuevo reactivo sulfosalicilico por CARON Y RAQUET. Annales de chimie analytique, número 3, Marzo 15 de 1911. Conocida era desde hace varios años la influencia de los cloruros en la dosifi- cación de los nitratos por el método de Grandval y Lajoux, tanto que, el mismo M. Lajoux, había señalado el hecho y aconsejado, en el caso de aguas fuertemente cloruradas, el tratamiento previo por óxido de plata húmedo. MM. Perrier y Farey sacaron á relucir últimamente esta causa de error, pro- poniendo distintos procedimientos para evitar el inconveniente. Los autores critican en su primera memoria los métodos propuestos por Pe- REVISTA DE PUBLICACIONES 47 rrier y Farey y observan que otros factores intervienen en esas decoloraciones, en particular las condiciones de la reacicón y la naturaleza del reactivo em- pleado. Cuando después de la evaporación de un nitrato adicionado de cloruro, se deja enfriar para agregar el reactivo, el cloruro toma rápidamente la humedad y la pequeña cantidad de agua así absorbida, modifica los resultados acentuando con- siderablemente la decoloración. Por eso se explica la diferencia de cifras obtenidas con un mismo reactivo, reaccionando sobre iguales proporciones de nitrato y de cloruro, según se opere ó no rápidamente. Ahora bien, el reactivo reacciona de diferente modo según que haya sido pre- parado en frío ó en caliente. Vemos, pues, la influencia de la naturaleza del reactivo. Los autores han observado y comprobado, que un reactivo obtenido disol- viendo el fenol en el H,SO, de manera á evitar una elevación de temperatura demasiado grande y usado poco después de su preparación. no da lugar á de. coloración alguna, sea cual fuere la cantidad de eloruro mezclada al nitrato- Con el tiempo el reactivo se modifica y entonces es influenciado por los cloruros. Tleual cosa sucede si se le prepara en caliente. En síntesis : el empleo de un reactivo recientemente preparado permite la do- sificación de los nitratos, en las aguas cloruradas, sin tener que efectuar corree- ciones, ni eliminar estos cuerpos. Á fin de evitar la pesada y la manipulación tra- bajosa del fenol sólido, recomiendan disolver en el momento del uso : 1 centí- metro cúbico de fenol (fenol 100, H,O, 10 gramos) en 10 centímetros cúbicos de H,S0, puro. En la segunda memoria, MM. Caron y Raquet proponen un nuevo reactivo : el sulfosalicílico preparado disolviendo 5 gramos de ácido salicílico en 40 centí- metros cúbicos de H,5SO,. La investigación de nitratos se efectúa como en el pro- cedimiento clásico : 10 centímetros cúbicos del agua se evapora á sequedad, al residuo se agrega 1 centímetro cúbico del reactivo, 10 centímetros cúbicos de agua y 10 centímetros cúbicos de NH,. La adición del agua de reactivo fresco y concentrado provoca una cristalización del ácido salicílico, pero que asimismo da la reacción pues se disuelve al agregar el amoníaco. Según los autores es de mayor sensibilidad que el sulfofénico y debe en su uso observarse las mismas precauciones que para este último: 1% Evitar la acción de la humedad, operando rápidamente ó dejando enfriar bajo secador; 20 Usar un reactivo recientemente preparado á fin de evitar la acción de los cloruros. Mientras que el reactivo sulfofénico es sensible, al día siguiente de su pre paración á los cloruros, el reactivo propuesto sólo es influenciado al cabo de 5 á 6 días. LUCIANO PALET. Recherches sur la polarisation rotatoire naturelle et la polarisation ro— tatoire magnétique, par M. E. DarmoIs, Annales de Chimie et Physique, fé- vrier 1911, tomo XXITI. 48 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El autor expone rápidamente los fenómenos que se observan cuando un rayo de luz polarizada linealmente atraviesa las diversas substancias (poder rotato- rio natural, molecular y cristalino, dispersión rotatoria natural, normal y anormal). Estudia luego los fenómenos de rotación magnética y las leyes que los rigen. Cita las conclusiones de las investigaciones de Faraday sobre estas cuestiones, quien ha estudiado en particular el fenómeno de la rotación magnética en los cuerpos dotados de poder rotatorio natural. Expone en seguida una serie de medidas practicadas por Wildemann sobre la esencia de trementina francesa (levógira) para las rayas de Fraunhofer, las que parecen confirmar su ley según la cual «las dos rotaciones son proporcionales » y por consiguiente el cociente de las dos rotaciones (natural y magnética) debe ser constante. Cita también los resultados de las experiencias practicadas por Dish sobre siete líquidos activos con el fin de comprobar la exactitud de la ley mencionada. En sus investigaciones este autor se ha limitado al espectro visible (656 ¿uz á 436 p3); encontrando anomalías para algunas substancias, que aumentan con la concentración ; trata de explicarlas por una hipótesis diferente á la que ha- bía sido formulada por Biot y otros investigadores. Darmois en su trabajo hace objeciones á las experiencias y conclusiones de Dish y con el fin de investigar si la ley de Tiedemann se aplica también á los caierpos dotados de poder rotatorio molecular se propone efectuar una serie de determinaciones en este sentido. Divide su trabajo en tres partes : 1% Aparatos y métodos de medida de la polarización rotatoria molecular y mag- nética ; 20 Estudio físico y químico de los cuerpos empleados ; 3 Indicaciones sobre la transparencia de los cuerpos estudiados y las medidas ex el espectro ultra- violeta. En su trabajo el autor se ocupa de la primera de estas cuestiones, prometien- do completar su estudio en nuevas publicaciones. J. J. BERNAOLA. Ey BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS Alemania Zefischrift der Gesellschaf fur Erdkunde, > Berlin. — Verhandlungen des Naturhisto- rischen Vereins der preussischen Rhina- lande-Westfalens,etc., Bonn. —Abhandlungen herausgegeben von Naturwissenschaftiichen Verein. Bremen. — Deutsche Geographische Clátter, Bremen. -- Abh. der Kaiserl. Leop. Barol. Deutschen Akademie der Naturforscher, Halle. — Nachrichten von der Konigl Ges- lelschaft der Wissenschaften, Gottingen. — Sitzungsberichte und Abhandlungen der Na- turwissenschaftlichen Gesellschaft, Dresden. — Naturforschenden Gesellschaft, Leipzig. — Mitheilungen aus dem Naturhistorischen Museum, Hamburg. — Berichte uber die Verhandlungen der Koniglich Sachsischen Gesellschaft der Wissenschaften, Leipzig. — Mittheilungen der geographischen Gesells- chaft, Hamburg. — Berichte der Natur forschenden Gesellschaft, Freiburg. —Jahres Berfchte des Naturwissenschaftlichen, El- berield. — Mathematisch Naturwissenschaf- tlichen Mitheilungen, Stuttgart. — Schriften - der Phisikalisch — Okonomischen gesells- chaft, Kónigsberg. Australia Records of the geological Survey, Sydney. Austria-Hungría Verhandlungen des naturforschen des Ve- reines, Brúnn. — (Agram,Societe Archeologi- ches « Croate », Zagreb. — Annalen des K. K. Naturhistorischen of Museums, Viena. — Verhandlungen der K. K. Zoologisch Botanis- _chen gesellschaft, Wien — Sitzungsberichte des deutschen naturwissenchaftlich Medi- cinischen Vereines fur-Bohmen, « Lotos > Praga. — Jarhbuch des Ungarischen Kapathen Vereines, Iglo. y Bélgica Acad. Royale des Sciences, des Letres et des Beaux Arts, Bruxelles. — Ann. de la Soc. -— Entomologique, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Royale Malacologique, Bruxelles. — Bull. de An. de P'Assoc. des Ing. Electriciens Institute Mon- _tefiore. — Liége. Brasil Boletim da Sociedade de Geographia, Rio Janeiro. — Bol. do Museo Paraense, Pará. — Rev. do Centro de Sciencias.Letras e Artes, Campinas. — Rev. da Federacao de Estudian- tes Brasileiros, Rio Janeiro. — Bol. da Agri- cultura, S, Paulo. — Rev. de Sciencias, [n- dustria, Politica é Artes, Rio Janeiro: — Rev. do Museo Paulista, S. Paulo. — Bol. da Co- missao Geográphica é Geologica do Estado de Minas Geraes, San Joao del Rei. — Co- missao Geográphica é Geologica, San Paulo. — Bol. do Observ. Metereológico, Rio Ja- neiro. — Bol. do Inst. Geographico é€ Etno- graphico, Rio Janeiro. — Escola de Minas, Ouro Preto. Colombia An. de Ingenieria. Soc. Colombiana de Ingenieros, Bogotá. Costarica Oficina de Depósito y Cange de Publica- ciones, San José. — An. del Museo Nacional San José. — An. del Inst. Físico Geográfico Nacional, — San José. Cuba Universidad de la Habana, Cuba. Chile Rev. de la Soc. Médica, Santiago. — El Peusamiento Latino, Santiago. — Verhan- dlungen des Deutsehen Wissenschaftlichen Vereines;, Santiago. — Actas de la Soc. L en tífica de Chile, Santiago. — Rev. Chilena de Hijiene, Santiago. — Ofic. Hidrográfica de la Marina de Chile, Valparaíso. — Rev. Chi- lena de Historia Natural, Valparaíso. Ecuador Rey. de la Soc. Jurídico-Literaria, Quito. la Universidad Central del Ecua- dor, Quito. España Bol. de la Soc. Geográfica, Madrid. — Bol. de la R. Acad. de Ciencias, Barcelona. — R. Acad. de Ciencias, Madrid. — Rev. de la Unión Ibero-Americana, Madrid. — Rev. de Obras Públicas; Madrid. — Rev. Tecnológica Industrial. Barcelona. — Rey. Industria é invenciones, Barcelona. — Rev. Arqnitectura y Construcciones, Barcelona. — Rev. Minera Metarlúrgica y de Ingenierta, Madrid. —- La Fotografía, Madrid. Estados Unidos Bull. of the Scientific Laboratoires of De- nison University, Granville, Ohio. — Bull. of the Exxex Institute, Salem Mas. — Bull. Phi- losophical Society, Washington. — Bull. of the Lloid Library of Botany, Pharmarcy and Materia Medica, Cincinati, Ohio. — Bull. of University of Montana, Missoula, Montana. — Bull. of “the Minesota Academy of Natural Sciences, Minesota. — Bull. of the New York Botanical Garden, New York. — Bull. of the U. S. Geological and geographical Survey of the territoires, Washington. — Bull. of the Wisconsin Natural History Society Milwankee, Wis. — Bull. of the University, Kansas. — Bull. of the American Geographical Society, New York. — Jonrnal of the New Jersey Natural History, New Jersery, Trenton. — Journal of the Military Service Institution. of the U. States. — Journal of the Elisha Mitchell Scientific Society, Chapel Hill. Nord-Carolina. — « La América Cientifica », New York. — Librarian Augustana College, RockIslad, New York. — Memoirs of the National Academy of Sciences, Washington. — M. Zoological bar- den, New York. — Proceeding of the En- gineers Club, Filadelfia. — Proceeding of the Boston Society of Natural History, Bos- ton. — Ann. Report Missouri Botanical Gar-> den, San Luis M. 0. — Ann Report of the Board of trustes of the Public Museum, Mil- wankee. — Association of Engineering So- ciety, San Louis, Mas. — Ann. Report of the. Bureau of Ethnology, Washington. — Ame- rican Museum of Natural History, Ney York. — Bull. of the Museum of Comparative Zoo- logy, Cambridge-Mas. — Bull. of the Ameri- can Mathematical Society, New York. Trasaction of the Wisconsin Academy of Sciences, Arts and Letters, Madison Wis. — Trasaction of the Academ. of Sciences, San Louis. — Transactions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences, New Haven. —Trensactions Kansas Academy of Sciences, Topekas, Kansas. — The Engineering Ma- gazine, New York. — Sixtenth Annual Re- port of the Agricultural Experiment Station, Nebraska. — The Library American Asso- ciation for the Advancement of Sciences. Care of the University, Cincinati Ohio. — N. Y. Vassar Brothers Institutes, Ponghtepsie. — Secretary Board of Commisioners Se- cond Geological Survey of Pensylvania, Phi- ladelphia. — The Engineering and Mining Journal, New York. — Smithsonians Institu- - Scientfiques, Angers. — Bull de-la Soc. des dEtude des Sciences Naturelles, Reims. tion, Washington. — U. S. Geological Sur- vey, Washington. — The Museum of the Brooklin Institute of Arts and Sciences. — The Ohio Mechanics Institute, Cincinati — University of California Publications, Berke- ley. — Proceeding of Enginneer Society of Western, Pensylvania. — Proceeding of the Davemport Academy, Jowa. — Proceeding and transaction of the Association, Meride, Conn. — Proceeding of the Portland Society of Natural History, Portlad. Maine. — Pro- ceeding American Society Engineers, New - York. — Proceeding of the Academy of Natu- ral Sciences, Philadelphia. Proceeding of the American Philosophical Society, Philadel- phia. — Proceeding of the Indiana Academy of Sciences, Indianopolis. — Proceeding of the California Academy of Sciénce, — San Francisco. — The University of Colorado. « Studies ». Colorado. : Filipinas : Bol. del Observ. Meteorológico. — Manila + - Francia Bull. de la Soc. Linnennée du Nord de lé France, Amiéns. — Bull. de la Soc. d'Etudes Ingénieurs Civils de France, Paris. — Bull. de L'Université, Toulouse. — Ann. de la Fa- culté des Sciences, Marseille. — Bull. de la Soc. de Géographie Commerciale, Paris. — Bull. de la Acad. des Sciences et Lettres, Montpelier. — Bull. de la Soc. de Topographie de France, Paris. — Rev. Générale des Scien- ces, Paris. — Bull. de la Soc. de Géographie, Marseille. — Recueil de Médecine Vétéri- naire, Alfort. — Travaux Scientifiques de PUniversité, Rennes. — Bull. de la Soc. de Géographie Commerciale, Bordeaux. — Bul. de la Soc. des Sciences Naturelles et Ma- thematiques, Cherbourg. — Ann. des Mines, Paris. — Min. de l'Instruction Public et des Beaux Arts, Paris. — La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. — Rev. Géographique In- ternationale, Paris. — Ann. de la Soc. Lin- néenne, Lyon. — Bull. de la Soc. de Géogra phie Commerciale, Havre. — Bull. de la Soc. Holanda Acad. R. des Sciences, Amsterdam. — Ne- derlandche Entomolog. Verseg, Rotterdam. Inglaterra The Geological Society, London. — Minutes of Proceeding of the Institution of Civil Engineers, London. — Institution of Civil 5 Engineers of Ireland, Dublin. — The Mine- $ ralogical Magazine Prof. W. J, Lewis M. A. > F.C. S. the New Museums, Cambridge. == The Geographical Journal, London. — Bris- tish Association for the Advancement of Science, Glasgow. — The Guaterly Journal of * the Geological Society, London. — e 'Concluirá en el próximo número.) « + DE La E Y . 4 q - DIRECTOR : ÍNGENIERO SANTIAGO E. BARABINO E E AGOSTO 1911. — ENTREGA Il. — TOMO LXXII Mi > E , y RS ÍNDICE ES C. C. DasseN, Adopción de un idioma auxiliar internacional ES EE 49 Luis DiweLL1, Estudio sobre el vuelo plano de las aves... ..oooooococcccocoo 719 REVISTA DE PUBLICACIONES.......... SE AS dal RS 92 —— AA BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 o TO JUNTA DIRECTIVA Ingeniero Vicente Castro Doctor Francisco P. Luvalle Ingeniero Nicolás Besio Moreno Profesor Juan Nielsen Doctor Abel Sánchez Díaz Arquitecto Raúl G. Pasman Doctor Victor J. Bernaola Coronel Arturo M. Lugones Doctor Francisco P. Moreno Doctor Horacio G. Pinero Doctor "Tomás J. Rumi Doctor Antonio Vidal Ingeniero Esteban Larco Ingeniero Pedro Aguirre Senor Juan Botto Presidente OS Viceprestaente Acs ca N Vicepresidente “a Secretario de actas............ Secretario de correspondencia... E A A A O Bibliotecario. ns Hai ads e Vocales. ..... O O O E CORONEL A A, REDACTORES Doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingeniero Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, doctor Luciano Palet, doctor Fernando Lahille, ingeniero Arturo Hoyo, inge- niero Jorge W. Vobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Fe- derico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás Amapreo y doctor Horacio DAMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- ES Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores senores Coni ermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolome Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias s A A Pesos moneda nacional A ls So No A 1.00 A E, IA ARA 12.00 Número atrasados tas alto o jolo ; 2.00 1.00 = para los socios........ A LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano A A A TWTUV £¿£yJ 1717 HISTORIA DE LA DELEGACIÓN PARA LA ADOPCIÓN DE UN IDIOMA AUXILIAR INTERNACIONAL ADOPCIÓN DEL «IDO» LA «UNIÓN» DE LOS PARTIDARIOS DE LA LENGUA INTERNACIONAL Mientras se celebraba la exposición universal de París en el año 1900, varias sociedades y congresos tenidos allí con ese motivo, comprobaron prácticamente las dificultades cada vez más sensibles de la diversidad de lenguajes; y con el objeto de salvarlas en lo fu- turo, resolvieron nombrar delegados para estudiar el problema de la lengua auxiliar internacional. El 17 de enero de 1907 esos delegados firmaron colectivamente la siguiente declaración : Los infrascriptos, delegados de dive1sos congresos y sociedades para estudiar la cuestión relativa á una lengua auxiliar internacional, han que- dado de acuerdo en los siguientes puntos : 1% Hay caso para elegir y difundir una lengua auxiliar internacional des- tinada, no á reemplazar en la vida individual de cada pueblo á los idiomas nacionales, sino á utilizarse para las relaciones escritas y orales entre perso- nas de distinta habla. 2% Para que una lengua auxiliar internacional pueda útilmente desempe- ñar su misión, debe llenar las siguientes condiciones : a) Ser capaz de servir para las relaciones usuales de la vida social, para los intercambios comerciales y para las relaciones científicas y filosóficas ; b) Ser de fácil adquisición para toda persona de mediana instrucción elemental y especialmente para las personas de civilización europea ; ec) No ser una de las lenguas nacionales. 3" Conviene organizar una delegación general que represente el conjunto AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 4 LIBRARY NEW YORK BOTANICAL UARDEN, 50 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de personas que comprenden la necesidad, así como la posibilidad de una lengua auxiliar y se interesen en su empleo. Esta delegación nombrará un comité compuesto de miembros que puedan reunirse durante cierto tiempo. La misión de este comité queda determinada en los artículos siguientes : 4 La elección de la lengua auxiliar corresponde, en primer lugar, á la Asociación internacional de las academias; en caso de insuceso, al comité á que se refiere el artículo 3%. 5% Como consecuencia de lo anterior, la primera misión del comité será de solicitar de la Asociación internacional de las academias, en la forma que corresponda, la determinación de una lengua auxiliar, presentándole al efecto los votos emitidos por las sociedades y congresos adherentes, invi- tándole respetuosamente á ocuparse del asunto. 6% El comité podrá crear una sociedad de propaganda á fin de difundir el empleo del idioma auxiliar fijado. 7% Los infrascriptos, actualmente delegados de diversos congresos y so- ciedades, resuelven gestionar de todas las sociedades de sabios, de comer- ciantes y de turistas sus adhesiones á la presente declaración. Á este programa se adhirieron numerosas sociedades de todos los países. Simultáneamente, académicos y profesores de universidades diversas, aprobaban con su firma el proyecto formulado por la decla- ración recomendándolo á las sociedades sabias que forman parte de la Asociación internacional de las academias (1). La marcha de la delegación y de las firmas de los académicos á que acabamos de referirnos está puesta en evidencia á continuación : Diversos estados de la delegación 17 de enero de 1901 (iniciación), 24 sociedades adherentes. 25 de febrero de 1902, 72 sociedades adherentes. 29 de abril de 1902, 79 sociedades adherentes. 14 de julio de 1902, 104 sociedades adherentes. 16 de abril de 1903, 150 sociedades adherentes (entre las que las seis argentinas siguientes: Centro nacional de ingenieros, Socie- (1) La Asociación internacional de las academias, fundada en 1900 está cons- tituída por las academias ó sociedades de ciencias de Amsterdam, Berlín, Bru- selas, Budapest, Christiania, Copenhague, Goetingue, Leipzig, Londres (Royal Society), Munich, París (Academia de ciencias, íd. de ciencias morales, íd. de inscripciones), San Petersburgo, Roma (Academia dei Licei), Estocolmo, Viena y Washington. Celebra una asamblea general cada tres años (París, 1901; ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL El dad científica argentina, Centro jurídico y de ciencias sociales, Cen- tro naval, Sociedad estímulo de bellas artes, Instituto geográfico argentino, Asociación « La línea recta »). 5 de junio de 1903, 159 sociedades adherentes. 15 de noviembre de 1903, 172 sociedades adherentes. 20 de junio de 1905, 219 sociedades adherentes (entre las que las dos argentinas: Centro estudiantes de medicina, Círculo militar y Unión industrial argentina.) 1” de julio de 1907, 402 sociedades adherentes. Firmantes de la petición internacional á las academias 15 de noviembre de 19053, 591 firmantes. 1% de mayo de 1904, 670 firmantes (entre los que 13 miembros de la Facultad de ciencias exactas, físicas y naturales de la universidad de Buenos Aires. 1” de marzo de 1905, 720 firmantes. 1* de enero de 1906, 505 firmantes. 1” de julio de 1906, 520 firmantes. 1% de diciembre de 1906, 9856 firmantes. 1% de enero de 1907, 1011 firmantes. 1? de julio de 1907, 1251 firmantes. Durante todo ese período de tiempo los doctores Couturat y Leau, tesorero y secretario respectivamente de la delegación, prepararon la vía de la solución, publicando trabajos de transcendencia para la resolución del problema. Entre ellos mencionaremos los siguientes : Une langue internationale, est-elle possible ? por L. Leau (un folleto en 163. Pour la langue internationale, 1902, por L. Couturat (un folleto en 16%, de 30 pág., traducido en varios idiomas). Sur la langue internationale, 1902, por L. Couturat (un folleto en 8”, de 11 pág.) Londres, 1904 ; Viena, 1907); en los intervalos está representada por un comité. El artículo 10 de sus estatutos establece que: «Para tomar en consideración, estudiar Óó preparar empresas ó investigaciones científicas de interés interna- cional, pueden constituirse comisiones internacionales especiales, para lo cual se requiere la propuesta de una ó varias de las academias asociadas. Esas comi- siones serán creadas ya por la asamblea general, ya, en los intervalos, por el comité. ANALES DE La SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA | [59 Eine weltsprache oder drei ? 1903, por L. Couturat (un folleto en S', de 17 páginas, contestación al profesor Diels.) Histoire de la langue universelle, 1904, por L. Couturat y L. Leau (un volumen grueso de 600 pág., en S%, en el que se estudia y critica todos los proyectos de idiomas universales, desde los más antiguos hasta la fecha de la obra). Les nouvelles langues internationales, por los mismos autores, 1907, continuación hasta la fecha, de la obra anterior (un tomo en s”, de 120 pág.) Además, conviene mencionar los siguientes opúsculos : Die Weltsprache, por D. W. Ostwald, profesor der Physikalischen Chimie an der universitat Leipzig-Stuttgeart. Rapport sur le mouvement tendant « la création d'une langue auxi- liaire internationale, por Hugo Schuchardt, miembro de la Academia imperial de Viena. Á fines del año 1906 se creyó oportuno afrontar la solución del asunto porque debía celebrarse en Viena la tercera asamblea general de la Asociación internacional de las academias, y algunos miembros de la delegación abrigaban la esperanza de que aquel cuerpo acep- taría la misión de elegir la lengua internacional á adoptar. Esa es- peranza no era en verdad, compartida por todos, pues si bien se con- taba con la buena voluntad de numerosos académicos, algunos muy ilustres, se sabía en cambio, que otros de conocida influencia eran hostiles. Pero, como las sesiones de la Asociación internacional de las academias sólo tienen lugar de tres en tres años, hubiera sido necesario esperar hasta 1910 si no se aprovechaba la sesión de 1907, y como los progresos generales de la delegación y la difusión cada vez mayor del Esperanto exigían una pronta determinación so pena de que una mayor demora lo malograra todo, se resolvió, previa con- sulta general á los delegados, derogar lo establecido en el artículo 5” de la declaración, por no haber tiempo (1) de nombrar el comité por ese artículo establecido, é iniciar inmediatamente la presenta- ción oficial ante la Academia de Viena. Al efecto, se dirigió á esta última la siguiente comunicación : (1) Las peticiones á las academias deben ser hechas con tres meses de antici- pación á la reunión de la asamblea general. ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 975) París. 15 de enero de 1907. Señor presidente de la Academia imperial de ciencias de Viena. La delegación para la adopción de una lengua auxiliar internacional, fundada en 1904, asume hoy la representación de 257 federaciones, socie- dades y congresos internacionales ; ha recibido las adhesiones de más de mil miembros de academias y de universidades de todos los países, quienes por medio de una petición que han firmado, aprueban su programa y lo re- comiendan á las sociedades sabias que forman parte de la asociación inter- nacional de las academias. Ese programa está formulado en una declaración euyo texto adjuntamos, y que contiene el siguiente artículo : «40 La elección de la lengua internacional auxiliar corresponde en pri- mer término á la Asociación internacional de las academias, y luego en caso de insuceso, al comité establecido por el artículo 3%.» (Comité electo por la delegación.) Por otra parte, los miembros de la delegación, previamente consultados, nos han autorizado para entablar ante la Academia imperial de ciencias de Viena, las gestiones necesarias á fin de que la Asociación internacional de las academias se pronuncie sobre la cuestión en la forma que reglamenta- riamente corresponda. Por consiguiente, es en el nombre de aquellos y en el de los firmantes de la petición que venimos á solicitar del señor presi- dente con el mayor respeto, quiera servirse invitar á la Academia imperial á inscribir la cuestión de la lengua auxiliar internacional á la orden del día de la próxima asamblea general de la Asociación de las academias. Nos dirigimos á la Academia imperial, preferentemente á cualquiera otra, en primer lugar porque le corresponde este año la presidencia de la Asocia- ción, luego porque ella ha tomado la primera decisión oficial relativa á nuestra obra, al encargar con fecha 4 de julio de 1902 al señor profesor Hugo Schuchardt de seguir el movimiento de los trabajos en pro de la crea- ción de una lengua auxiliar internacional y de tener la academia al corriente del mismo. La memoria que ese ilustre filólogo presentó, en cumplimiento de su mandato, ante la academia en el mes de diciembre de 1903 ha hecho conocer á ella la existencia de la delegación, terminando su informe con una conclusión enteramente favorable á la misma ; nos permitiremos recot- dar los términos en que está redactado : « ... interesa á las academias aprovechar el momento favorable á fin de dirigir y levar á buen término un movimiento que, según todas las apa- riencias no se dejará vencer y, de esta manera se impondrá á la larga en las relaciones científicas. » Creemos poder afirmar que ese «momento favorable » ha llegado ; por lo menos, tal es la opinión de la mayoría de las personas que se interesan por d4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la delegación, y cuyas instancias y votos han determinado la medida que tomamos hoy, los miembros de la delegación y las sociedades que repre- sentan, están listos y resueltos á adoptar la lengua auxiliar que determine la Asociación de las academias, siempre que satisfaga á las tres condiciones expresamente establecidas en la declaración : 1* Sea capaz de servir para las relaciones usuales de la vida social para los intercambios comerciales y para relaciones científicas y filológicas : 2" Ser de fácil adquisición para toda persona de mediana instrucción elemental, y especialmente para las personas de civilización europea. 3% No ser ninguna de las lenguas nacionales. Permitidnos insistir sobre esta cireunstancia, que en manera alguna solici- tamos la Asociación de las academias que adopte para su propio uso, una len- gua auxiliar ; deseamos sencillamente tomarla como ¡juez supremo, ó como arbitrio altamente autorizado en una cuestión que pertenece al orden cien- tífico y práctico á la vez. Como muy bien lo ha dicho el profesor Sehuchardt en su relación : «Las academias no se comprometerían con ella, en manera alguna, á servirse en general de la nueva lengua auxiliar artificial sino, so- lamente, á no usar ninguna otra en caso de necesidad. » Por otra parte, es del caso hacer notar que la parte práctica del problema no sólo interesa al mundo sabio, sino también, y quizá más aun al comercio, á la industria así como á los viajeros, turistas y gente de sport, según re- sulta de las adhesiones recibidas entre las que se notan de muchas socieda- des de esta clase. Aun suponiendo que la adopción de una lengua de este género no fuera útil para los sabios de profesión, ello no sería una razón, y nuestro juicio, para que las academias rehusaran desempeñar el rol de pe- rito que deseamos se sirvan asumir. El único fin de su intervención sería elegir dicha lengua cuya utilidad y necesidad no es dudosa para nuestros mandantes. Algunos académicos dudan de la competencia de la asociación de las aca- demias para ocuparse del asunto de la lengua internacional. Estamos per- suadidos de lo contrario basándonos en el parágrafo 3 de los estatutos de la asociación. « La Asociación se propone preparar ó promover trabajos científicos de interés general... así como, de una manera general, facilitar las relaciones científicas entre los diversos países. » Ahora bien, de acuerdo con muchos sabios, consideramos que el empleo de una lengua auxiliar es la mejor manera « de facilitar las relaciones cien- tíficas entre los diversos países » y que elestablecimiento del idioma es « un trabajo científico de interés general ». En particular, así también opina el profesor Sehuchardt al terminar su informe : « La Asociación de las academias no se saldría de la esfera de acción que se ha trazado, al ocuparse del pensamiento de universalidad que se encon- traba ya hace dos siglos, tan profundamente anclado, en el alma de aquél que puede absolutamente llamarse El Académico. » (Leibniz.) A t ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 50 Por otra parte, sea cual fuere lo que se piense de esa cuestión de competencia, creemos que sólo á la Asociación pertenece resolverla; para ello debe ser llamada á pronunciarse sobre el particular. No sería posible, pues, á nuestro juicio, oponer legítimamente á nuestro pedido « la cuestión previa ». Por último, séanos permitidos observar que el problema no interesa me- nos las ciencias matemáticas y naturales que las filosóficas é históricas. Pues si dicho problema deriva ante todo de la filología y de la lingúística en lo relativo á los fundamentos de la lengua en su parte usual, deriva igualmente de todas las demás ciencias, tanto naturales como intelectuales, en lo rela- tivo á sus vocabularios técnicos. Varios congresos han creado y fijado ya, la nomenclatura internacional de ciertas ciencias (para la Anatomía, en Basilea, en 1595; para la Botánica, en Viena, en 1905). Es evidente que esas nomenclaturas deberán incorporarse á la lengua internacional, y que, para fijar los vocabularios técnicos de las otras ciencias, será menester re- cwrrir á la competencia de los especialistas eminentes. Por estas razones creemos deber rogar, al señor presidente, quiera servirse poner nuestra pro- posición á la discusión de la asamblea general de la academia imperial, á tin de que ella sea presentada á las dos secciones de la asociación (Ciencias y Letras), y no á una sola, la que podría tener un concepto algo «uniteral » del problema. De esa manera se responderá á los anhelos de tantos sabios eminentes, matemáticos, físicos y naturalistas, quienes, al aprobar nuestra obra, han testimoniado que ella interesa igualmente á todas las ramas del saber humano. Tenemos á la disposición de la academia imperial : por una parte, las co- municaciones oficiales de las sociedades adherentes que acreditan sus dele- gados ; por otra, las hojas de la petición con las firmas originales y auténti- cas de las que acompañamos una lista impresa. En el caso, muy sensible á nuestro entender, de que recibamos una con- testación negativa ó dilatoria de la Academia imperial ó de la Asociación internacional de las academias, la delegación se vería en el caso, de acuerdo con su programa, de encargar la elección de la lengua auxiliar á un comité internacional electo por ella, y constituída por los sabios más notables que, hasta la fecha han patrocinado su empresa en las principales naciones. El malogrado general De Tilly decía ante la academia real de Bélgica, el 9 de enero 1904, refiriéndose á la delegación : « El movimiento en favor de una lengua auxiliar internacional está hoy tan bien organizado, que nada podrá detenerlo ni desviarlo de su objeto. La lengua internacional se hará ; pero puede hacerse con el apoyo de las aca- demias ó sin él. En el interés de la ciencia y de las mismas academias, es de desear, evidentemente, que tomen en esa creación, la parte que les corres- ponde... Tienen el honor, hasta cierto punto, comprometido en ello ». Abrigamos la firme esperanza de que las academias responderán á este llamado. Esperamos también con confianza la favorable acogida de la acade- 56 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA mia imperial respecto de nuestra solicitud. Mientras tanto, expresamos al senor presidente el testimonio de nuestro mayor respeto. El tesorero, El secretario general, L. Couturat, L. Lean, Doctor en letras. Doctor en ciencias. Una copia de este documento fué enviado á las otras academias que constituyen la « Asociación internacional de las academias », así como á los ilustres sabios Apell, Carnot, Fórster, Jespersen, Mourlon, y Ostwald. Estos hombres eminentes firmaron esas copias y las remi- tieron en señal de adhesión á la academia de Viena, con cuyo acto contribuyeron eficazmente á que la academia en cuestión tomase en consideración el pedido. | El 21 de febrero, la academia deliberaba sobre la petición. El 22 enviaba á las demás academias de la asociación la siguiente comuni- cación : Viena, 22 de febrero de 1907. A la Academia de... La delegación para la adopción de una lengua auxiliar internacional, en París, nos ha dirigido bajo la firma del doctor Luis Couturat, una carta, de la que adjuntamos seis ejemplares, y que tiene por objeto «invitar la Aca- demia imperial de Viena á inscribir la cuestión de la elección de una lengua auxiliar internacional á la orden del día de la próxima asamblea general de la Asociación de las academias. Este pedido ha sido apoyado por los siguientes sabios : P. Apell, decano de la Facultad de ciencias, miembro de la Academia de ciencias de París : A. Carnot, inspector general de minas, miembro de la misma academia ; J. B. de Courtenay, profesor honorario de la universidad y miembro ceo- rresponsal de la Academia imperial de ciencias, San Petersburgo ; L. Couturat, tesorero de la delegación para la adopción de una lengua internacional, París ; W. Forster, director del Observatorio real, Berlín ; O. Jespersen, profesor de la universidad, miembro ordinario de la socie- dad danesa real de ciencias, Copenhaga : M. Mourlon, miembro y antiguo director de la clase de ciencias de la aca- demia real de Bélgica, Bruselas: W. Ostwald, miembro de las academias de ciencias de Amsterdam, Berlín, Budapest, Boston, San Petersburgo, Viena, y de las sociedades de ciencias de Góttingen y de Leipzig, en Leipzig. ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 0 De acuerdo con el reglamento del 16 y 17 de abril de 1901 que reprodu- cimos á continuación, os invitamos á pronunciaros á favor ó en contra de la inscripción del pedido en la orden del día de la próxima asamblea general. Nos permitimos agregar lo siguiente : De acuerdo con el párrafo 3* de los estatutos, un tema no puede ser puesto en discusión si no ha sido propuesto por una de las academias asociadas : por eso, hemos tenido previamente que pedir á nuestra academia si había lugar, á su juicio, para presentar semejante propuesta. El resultado de nuestras deliberaciones que sería una falta de consideración silenciar un pe- dido apoyado por los estimados sabios cuyo nombre hemos transeripto, así como también, según entendemos, por un número mueho meyor de perso- nalidades de consideración ; por otra parte, teníamos por delante, en primer lugar las dificultades inherentes á la cuestión misma, además existen tam- bién los estrechos límites que el párrafo 3% de nuestros estatutos impone á la acción de la asociación. Nos ha parecido que la necesidad de una lengua auxiliar internacional se hace sentir más bien en el dominio comercial y técnico que en el de las cien- cias y sobre todo de las letras ; nos hemos preguntado además, si esta cues- tión no pondría de manifiesto los intereses divergentes de las diversas nacio- nes respecto de los cuales la asociación, por su constitución, no es cierta- mente la más apta para juzgar y conciliar. Por eso, nos parece que, si debe darse una satisfacción al pedido, ella se hallará por la vía empírica seguida hasta ahora, es decir, con ensayos racio- nales y con una esmerada adaptación, á las necesidades reales, mas bien que por un examen teórico. Encarada la cuestión bajo ese punto de vista, la academia se cree en el caso de proponeros : 1% Que la Asociación internacional se sirva inscribir el pedido de la de- legación á la orden del día de la próxima asamblea general ; 2 Que la Asociación internacional se sirva resolver que: «La Asocia- ción internacional, sin entrar en el fondo de la cuestión no se cree hábil para proceder á la elección de una lengua auxiliar internacional. » La presidencia de la academia imperial de ciencias : SUESs. Von LANG. Anexo: La carta de la delegación á la academia de Viena, fechada el 15 de enero de 1907. Reglamento relativo á la presentación de los proyectos y proposiciones d so0s- tener ú la consideración de la Asociación internacional de las academias. (Adoptado en las sesiones plenarias del 16 y 17 de abril de 1901) 1. Ninguna nueva proposición podrá ser puesta á votación y resuelta defi- 58 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nitivamente sin haber sido remitida con tres meses de anticipación á todas las academias de la Asociación internacional. 2. Recibida una nueva proposición, el presidente del comité provocará por correspondencia un voto de las academias constituyentes respecto de si dicha proposición es de aquellas que puedan útilmente ser estudiadas y dis- cutidas en la Asociación internacional. 53. Sólo podrá ponerse á la orden del día la proposición si la mayoría de las academias constituyentes se han expedido por la afirmativa. 4. En caso contrario, el presidente del comité hará conocer detalladamente el resultado de la votación, á fin de que las academias que eran favorables á la discusión puedan, si lo estiman conveniente, concertarse á dar al asunto las ulterioridades que les pareciera pertinente. Indicamos á continuación el resultado de esa comunicación á las academias: La Academia real de ciencias de Dinamarca, por moción del profe- sor Jespersen, resolvió, el S de marzo, votar favorablemente la pri- mera proposición y delegar la resolución de la segunda á una comi- sión especial. La de Bélgica (seccion ciencias) resolvió el 13 de abril votar la pri- mera proposición y rechazar la segunda. La de Inseription et Belles Lettres de París rechazó el pedido. Se asegura que fué influenciada por falsas consideraciones patrióticas basadas en una pretendida internacionalidad del idioma francés que no convendria exponer. Iguales consideraciones provocaron el mismo resultado en la Academia de ciencias morales y políticas en esa capl- tal. En cuanto á la Academia de ciencias de París, en la que se conta- ba con una mayoría favorable, el asunto fué víctima de un verdadero obstruccionismo. El resultado final fué igualmente adverso en las de- más academias, de suerte que, con fecha 5 dejulio contestaba la Aca- demia de Viena á la delegación, que la Asociación internacional de las academias había resuelto en su sesión de 30 de mayo de 1907 no ocuparse del asunto. En resumen, la actitud de esa Asociación, no ha sido desfavorable á la idea, se ha limitado á resolver una cuestión de competencia sin entrar en el fondo del asunto, al contrario, la Academia de Viena en su comunicación á las demás admite que la solución se encontraba preferentemente «en la vía empírica seguida hasta ahora, mediante ensayos racionales y por medio de una esmerada adaptación á las necesidades reales ». Al afirmar ésto la academia de Viena reconoce implícitamente la utilidad de la obra de la delegación y la posibili- ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 59 dad de una solución práctica del problema de adopción de una lengua internacional. Pero las academias declaraban que los interesados debían ellos mismos resolver la cuestión. En previsión del resultado adverso de las gestiones ante las aca- demias y mientras ellas tenían lugar, el secretario y el tesorero de la delegación habían consultado los delegados respecto de la composi- ción del comité previsto por el artículo 13 de la declaración. Se resolvió que dicho comité se compondría de 13 miembros y de dos secretarios ; que no podrían ser miembros del comité los autores de lenguas internacionales, que la elección del comité se efectuaría en una sola votación por mayoría relativa; que el comité podría ad- juntarse uno ó más miembros suplentes; y que, por último, las deci- siones del mismo se adoptarían por mayoría relativa... Adoptadas todas esas resoluciones por la delegación, fueron invi- tados los delegados á votar, para miembros del comité, por las perso- nas indicadas en una lista preparada por el secretario y el tesorero de la delegación, en baseá las siguientes ideas : No tratándose de un comité de patrocinio de índole honorífica, si- no, al contrario, que tendrá que reunirse y trabajar en común, era menester renunciar á hacer figurar en él á personas de gran especta- bilidad muy favorables á la delegación y muy gustosos de prestar su nombre en esta oportunidad, pero que no tendrían tiempo de prestar un concurso activo, ó cuya salud no se lo permitiría. Por eso se propuso la siguiente lista : Alemania. Profesor W. Forster, miembro de la academia de Berlín. presidente del Comité internacional de pesas y medidas. Prof. W. Ostwald, miembro de las academias de Amsterdam, Berlín, Budapest, Boston, San Petersburgo y Viena, y de las sociedades de ciencias de Gottingen y Leipzig. Austria. Profesor Hugo Schuchardt, miembro de la academia de Viena, correspondiente del instituto de Francia y de la academia de Munich, socio extranjero de las academias de Budapest, Roma, etc. Bélgica. Profesor €. Le Paige, director de la clase de ciencias de la Academia real de Bélgica, administrador inspector de la universi- dad de Lieja. Dinamarca. Profesor Otto Jespersen, miembro de la academia real danesa, profesor de la universidad de Copenhaga, Estados Unidos. Señor Jorge Harvey, editor del The North Ameri- can Review y del Harper?s Weekly (Nueva York). 60 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Francia. Profesor Emilio Boirae, rector de la universidad de Dijon. Profesor Carlos Bouchard, miembro de la academia de ciencias y de la academia de medicina de París. Grecia. Profesor Lambros, antiguo rector de la universidad de Ate- nas, secretario general del comité de los juegos olimpicos, organizador del primer congreso arqueológico internacional. Hungria. Profesor P. Eótvós, miembro de la academia húngara de ciencias, presidente de la sociedad matemática y física de Budapest. Perú. Señor Manuel C. Barrios, decano de la facultad de ciencias médicas de Lima, presidente del senado del Perú. Rusia. J. Baudoin de Courtenay, profesor de la universidad de San Petersburgo, miembro correspondiente de la academia de San Peters- burgo, miembro de la academia de Cracovia. Estos personajes, previamente consultados, habían manifestado que, no obstante sus múltiples ocupaciones, y la perspectiva para al- gunos de tener que hacer un largo viaje, estaban dispuestos á aceptar la misión que se proyectaba confiarles. Todos ellos se habían ya preo- cupado y tenían estudiada la cuestión de la lengua internacional, estando de acuerdo en aceptar una lengua « posteriori, así como en acoger y apreciar las proposiciones que les fuera sometido á sus deli- beraciones, con un espiritu de probidad científica y de imparcialidad. La reunión eventual del comité se fijaba en París el 1* de julio de 1907, de acuerdo con las opiniones y conveniencia de los candidatos haciéndose presente en las comunicaciones pasadas á los delegados que, á fin de evitar, previéndolos, los impedimentos de última hora, algunos candidatos habían expresado el deseo de poder hacerse reem- plazar por otras personas de su confianza que pudieran votar y opinar en su nombre; con esta substitución se podía evitar también que tal ó cual idioma importante no estuviese representado en el comité. Se solicitaba, pues de los delegados, que acordaran á los miembros que resultasen electos para constituir el comité, la facultad de poder hacerse reemplazar por substitutos, debidamente acreditados por los titulares y munidos por éstos de plenos poderes. Por último, se avi- saba á los delegados que las gestiones hechas en el sentido de que en el comité figuraban dos ó tres sabios ingleses y japoneses no habían aún recibido una contestación, pero que, en virtud de la propuesta fa- cultad del comité de poder incorporar en su seno uno ó más miembros suplementarios, cualquiera deficiencia de esta naturaleza podría sal- varse una vez acordada aquélla. La insaculación parcial de votos tuvo lugar en París, en 1” de ju- ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 61 nio, estando presente el profesor Lalande y el general Sebert ; la de- finitiva se efectuó en la misma ciudad, el 25 del mismo mes en presen- cia del comandante Cugnin, quien firmó el acta respectiva. He aquí el resultado obtenido : Número de electores inscriptos (delegados)... 331 Número de votos recibidos ................. 253 Wotosten blanco nO ta cia aia a 2 Delos 253 votos, más de 242 resultaron favorables, en los candida- tos presupuestos, aceptándose también por 239 votos la facultad de que dichos miembros pudieran hacerse reemplazar en la forma solici- tada. Quedaron también nombrados, secretarios del comité los candi- datos propuestos doctores Couturat y Lean. Conviene señalar con placer, el número relativamente considerable de votos remitidos ; sabido es en efecto con cuanta indiferencia aco- gen, los miembros de una sociedad, aun las de carácter financiero, las invitaciones para votar. Además, setenta delegados han enviado cartas en las que expresan sus opiniones respecto de la elección de la lengua auxiliar interna- cional. La reunión del comité fué definitivamente fijada para el mes de octubre. El 1” de octubre 1907, la delegación se componía de 307 sociedades adherentes y continuaba recibiendo numerosas adhesiones de miem- bros de universidades de todos los países. Haciendo uso de la facultad conferida el comité, antes de reunirse, resolvió incorporar en su seno á los siguientes miembros suplemen- tarios : profesor Gustav Rados miembro de la Academia húngara de ciencias (en reemplazo del señor Eótvós, renunciante); señor Y. T. Stead, editor de la Revierw of Review (Londres). Además, en sú sesión de la mañana, del 16 de octubre se adjuntó el profesor G. Peano, de la universidad de Turín, miembro de la acade- mia de los Lincei y de la academia de ciencias de Turín; por últi- mo, en la sesión nocturna de 22 de octubre quedaron adjuntados los secretarios Couturat y Leau. Por otra parte, el profesor Bouchard se hizo representar por el doctor Pablo Rodet, de París ; el señor Hervey, por el abate Dimnet, profesor de lenguas vivas de París; el señor Stead, por el señor Pablo Hugon, de Letehworth (Inglaterra). Finalmente, no pudiendo el pro- fesor Boirac asistir á todas las sesiones, se hizo representar por el 62 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA senor Gaston Moch, de París, que asistió á todas las sesiones á con- tar de la sesión nocturna de 17 de octubre. La inauguración de las sesiones del comité tuvo lugar en París, en el Colegio de Francia, el 15 de octubre de 1907, se prolongaron aque- llas hasta el 24 del mismo mes habiéndose celebrado 18 sesiones. El profesor W. Fórster, fué nombrado presidente honorario; el profesor W. Ostwald, presidente; los señores Baudoin de Courtenay y Jes- persen, vicepresidentes. No es el caso dar aquí una reseña detallada de las sesiones del co- mité, nos bastará indicar los datos más salientes. Desde ya conviene recordar que la materia del estudio y de las discusiones del comité había sido preparada con anticipación por los secretarios en su Histo- ria de la lengua universal y en la continuación de ésta titulada: Las nuevas lenguas internacionales empezadas á publicar desde el año 1903 y en las que, como ya dijimos, los autores historian y analizan casi todos los proyectos de lenguas universales conocidos. Además, en una relación de más de 120 páginas, dirigida al Comité, los doe- tores Couturat y Leau hicieron un resumen de los votos formulados por los miembros de la delegación relativamente á la lengua univer- sal, así como de las proposiciones, memorias, críticas de todo género re- cibidas por correspondencia durante más de siete años. Acompaña- ban ciertas conclusiones relativamente á la elección más conveniente bajo los puntos de vista teórico y práctico. Por lo demás, los autores de los principales proyectos de lenguas internacionales habían sido invitados á explicar y defender su obra ante el comité, ya personal- mente, ya por medio de representantes. Así, el doctor Zamenhof, au- tor del Esperanto había encargado al señor de Beaufront de repre- sentarlo. Otros enviaron cartas ó memorias, las que fueron leídas en el comité. Éste ha recibido también durante sus sesiones, memo- rias de varios autores que tenían conocimiento de su reunión sólo por haberla visto anunciada en los diarios. Por último, debe también te- nerse presente que la delegación había ya recibido memorias proce- dentes de la Virginia, de las Filipinas y de la Nueva Zelandia; de manera que no puede dejarse de observar que la investigación preli- minar que sirvió de base á los trabajos del comité era tan completa y extensa, como desear se pudiera. He aquí el objeto de las principales discusiones del comité : Discutió con el doctor Nicolás los principios del Spokil proyecto de lengua nacional de que es aquél autor. Con el señor Bollak los prin- cipios de la Lengua azul. ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 63 Discutió igualmente los proyectos de lengua internacional remi- tidos en forma de memorias por el senor Wise de Filipinas, por el señor Lundstróm de Elberfeld, por el señor Thaiist de Tolón; estudió el Dilpok del abate Marchand. Todos estos proyectos son de lenguas a priori, rechazados en principios por el comité, porque al prescindir esas lenguas de las lenguas vivas y adoptar un vocabulario entera- mente arbitrario, por muy ingenioso que él sea, se tropezaría en la práctica con tales dificultades, mnemotécnicas especialmente, que su fracaso podría darse por descontado de antemano. Concluída la discusión de las lenguas a priori, pasó el comité al es- tudio de las a posteriori, ó sea las que sacan sus elementos de las len- euas naturales (vivas ó muertas). Examinó el Apolema ó Lengua pacifista recientemente publicada por el conocido sociólogo y linguista Raúl de la Grasserie; luego el Master language es S. €. Houghton de los Estados Unidos; el Logo, del señor Edgardo Darde, de Makievka (Rusia); el Paria, del señor Carl Spitzer, de Heidelberg; el Universal 6 Panroman, del doctor H. Molenaar de Miinchen ; el Idiom neutral, obra de la Academi interna- sional de lingua universal. Con motivo de la discusion de este proyec- to, el comité tuvo ocasión de ocuparse largamente del llamado prin- cipio de internacionalidad, á saber: cómo debe entenderse y aplicarse. El profesor Jespersen observó al respecto, que al avaluar la interna- cionalidad, no debe contarse el latín como una lengua aparte, porque no es una lengua viva y sus elementos no existen ni son conocidos sino en cuanto pertenecen á las lenguas vivas; por tanto, no tienen derecho á figurar en la lengua internacional sino en la medida en que sean comunes á varias lenguas modernas; considerar entonces al latín, como lengua aparte, es favorecer con exceso esos elementos y exagerar su internacionalidad. La fórmula que ha sido aceptada por parecer la más justa, es que, para avaluar la internacionalidad de un radical, es menester contar cuántos hombres de civilización europea lo conocen por su propia lengua, ya como palabra, ya como deri- vado. El comité se ocupó también de estudiar un Proyekt de neutral re- Formed, del señor Rosenberger; escuchó la opinión del señor Eugenio Menseur, profesor de lingiiística de la universidad libre de Bruselas respecto del /diom neutral. Examinó luego el Novilatin, del señor 3eermann; un proyecto del señor Andrés Blondel de París, y un Bosquejo de gramática ecléctica, del profesor Jespersen. Inicióse luego el estudio y discusión del Esperanto con la lectura 64 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA hecha por el señor Baudoin de Courtenay, de extractos ó resúmenes de una memoria en que hace una discusión científica y profunda del folleto de los profesores Brugmann y Leskien de Leipzig titulado: Zur Kritik der Kimstlichen Weltsprachen. El señor de Beaufront, re- presentante del doctor Zamenof, expuso luego al comité los principios esenciales del Esperanto. Según él, esos principios le confieren una superioridad sobre las demás lenguas. He aquí las principales carac- terísticas: Designación de las principales partes del discurso por me- dio de finales gramaticales que permiten así al debutante efectuar inmediata é infaliblemente la construcción de las frases; además. tienen esas finales la ventaja de servir de almohadones eufónicos en- tre las palabras, contribuyendo así á dar al Esperanto su carácter sonoro, armonioso, sonoro y fluido; luego, el principio de la descom- posición de todos los vocablos en elementos invariables y aislables, cada uno con su significado especial, de suerte que es fácil analizar y construir lógicamente todas las palabras. Esta propiedad aglutinante sirve de base á un sistema de derivación regular y autónomo, indepen- diente de las derivaciones sin lógica y falsas de nuestras lenguas ; alivia la memoria de los adeptos, pues que permite formar, con un mínimun de raíces á aprender, el máximo de palabras utilizables. Por último, la elección de los elementos de la lengua ha sido hecha en base al principio del máximo de internacionalidad ; esta circuns- tancia, unida á las otras, hace el Esperanto en extremo fácil de apren- der y manejar. El Esperanto á diferencia de la mayor parte de las otras lenguas rivales que no han podido resistir á la tentación de asi- milar palabras internacionales enteramente constituídas, cualquiera que fuera la irregularidad de su formación, sólo asimila los radicales internacionales que necesita y con ellos forma derivados compuestos y autónomos, muchas veces originales. De allí la riqueza y fecundi- dad del vocabulario Esperanto con un restringido número de elemen- Los. En otra sesión, el comité discutió el Estudio sobre la derivación en Esperanto, de que es autor el doctor Luis Couturat y que está funda- do en el «principio de la reversibilidad de las raíces» el que consiste en establecer que si se pasa en virtud de cierta regla de una palabra 4 otra de la misma raíz, por ejemplo, del verbo al adjetivo, es menes- ter poder pasar inversamente del adjetivo al verbo mediante una regla inversa ; de otra manera, no se volvería al punto de partida. ob teniéndose así dos palabras de la misma forma y distinto significado. Pasó luego el comité á estudiar el proyecto llamado de /do, del que ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 65 sus miembros acababan de recibir la gramática elemental, la gramá- tica completa un Exercaro y un espécimen de diccionario. Este pro- yecto, según observó el señor Moch, no consistía sino en el Esperanto disciplinado de acuerdo con las conclusiones de la relación prepara- da por los secretarios : por eso propuso que el comité, á fin de abreviar tiempo, se limitara á discutir ese proyecto en lo que se diferencia- ra del Esperanto clásico. Aceptada esa indicación, el proyecto sirvió de base de discusión durante cinco sesiones consecutivas. Á conti- nuación indicamos los puntos más salientes de la discusión : No habiendo nadie apoyado las letras acentuadas del Esperanio, quedó inmediatamente resuelto que la lengua internacional debía con- tentarse con el alfabeto romano. La cuestión de las consonantes do- bles (digramas) dió lugar á una acalorada discusión después de la cual, por cuatro votos contra dos (es la única resolución que no ha sido tomada por unanimidad), el comité adoptó la siguiente deci- sión : El comité admite en la lengua internacional las dos consonantes com- puestas CH y SH con el sonido que tienen ordinariamente en imglés. Es de observar que los doctores Couturat y Leau, secretarios del comité pero no miembros de él en ese momento, no han tomado parte en esa votación ; y que esá consecuencia de esa misma votación que el comité resolvió adjuntarse sus secretarios en calidad de miembros activos. Respecto de la fonética y de la gramática, adoptóse en general las ideas de Ido. Anotemos entre otras cosas: el rechazo del acusativo obligatorio y de la concordancía entre el adjetivo y el sustantivo. Después de 17 sesiones, dedicadas al estudio y á la crítica de los diversos proyectos de lengua internacionales, el comité, en su última sesión (24 de octubre á la tarde) hizo la siguiente declaración: Las discusiones teóricas quedan cerradas designándose el comité perma- nente cuya primer misión será estudiar y fijar los detalles de la len- gua á adoptar. Esta comisión estará constituída por los señores Ost- wald, presidente del comité; Baudoin de Courtenay y Jespersen, vice- presidentes; Couturat y Leau, secretarios. Luego agregó: Que ningu- na de las lenguas sometidas á su examen podía ser adoptada en globo y sin modificaciones. Por último, una larga discusión se suscitó relativa- mente á la lengua á adoptar. Los profesores Moch y Hugon hicieron valer todas las consideraciones de orden práctico que podían entrar a considerarse no para resolver cuál sería la mejor solución teórica del asunto, sino la mejor solución práctica en base á los hechos exis- AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 5 6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tentes. Ya el presidente honorario del comité, profesor Fórster, había aconsejado á los miembros de éste, en nombre de su experiencia, ad- quirida en las obras científicas y sociales de interés internacional, á no tener en cuenta solamente la perfección lógica y linguística de una solución, sino también su valor dinámico y económico, es decir su gra- do de difusión, su capacidad de expansión y su velocidad adquirida; había hecho presente también el interés que tendría el comité en apo- yarse sobre una « comunidad » ya existente y que la lengua adoptada en esas condiciones podría luego despojarse de sus imperfecciones por vía autónoma. Seguramente por las anteriores consideraciones, el co- mité adoptó la siguiente decisión : El comité ha decido adoptar, en principio, el Esperanto 4 causa de su perfección relativa y de las aplicaciones numerosas y variadas á que ha dado ya lugar, bajo la reserva de ciertas modificaciones que ejecutará la comisión permanente en el sentido definido en la relación preparada por los secretarios y por el proyecto de Ido, tratando de ponerse de acuerdo con el comité lingitístico esperantista. Durante esta última sesión del comité, el profesor Jespersen, con motivo de la duda que abrigaban algunos miembros respecto de saber hasta dónde una lengua es propiedad de su autor ó de la comunidad que la usa y practica, hizo una declaración que por su índole teórica no creyó el comité deber votar, pero que resolvió anexar en el acta y en la memoria. Damos á continuación el texto de esa declaración : Una lengua, sea ella natural ó artificial, no existe por su misma natu- raleza ó esencia sino para y por las personas que se valen de ella para comunicar sus ideas á otras personas. Oada cual puede, consciente ó in- conscientemente introducir modificaciones en la misma. Sinadie le imita, sus reformas quedan muertas de por sí. Inversamente, si encuentra imi- tadores ó si varias personas simultáneamente introducen las mismas re- formas, ella se vuelve regla, á medida que se adoptan con más frecuencia. Pretender ajustar una lengua estrictamente á un libro único como norma invariable, para todo el mundo y para siempre, equivaldría á petrificar- la. Deigual manera una sola persona ó una sola academia aun cuando ella hubiera sido designada por todos los gobiernos del mundo civilizado, no podría jamás prescribir leyes absoluta é inviolables en materia de lenguas, cualquiera que sea la autoridad que pudiera tener para dar con- sejos relativos al mejor uso. Efectivamente, en esa cuestión, interesa especialmente dará la lengua que se adopte una libertad de desarrollo indefinida. Si con- viene fijar de una manera estable los principios y las reglas esenciales ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 67 del idioma, es menester cuidarse de consagrar como intangibles, for- mas y palabras que puede convenir modificar más tarde á medida que el lenguaje mismo progrese. La última resolución del comité ha sido de incorporar la comisión permanente al profesor de Beaufront en mérito á su especial compe- tencia en la materia. Conviene observar que todas las decisiones to- modas por el comité en su última sesión fueron votadas por unanimi- dad estando presentes los señores Ostwald, Baudouin de Courtenay, Jespersen, Dimnet, Hugon, Moch, Rodet, Couturat y Leau. De acuerdo con lo resuelto con el comité, la comisión permanente inició las gestiones para obrar de concierto con el comité lingiiista esperantista. Mas éste ni siquiera examinó á fondo las reformas pro- puestas habiéndose opuesto á discutir con la comisión cuya indepen- dencia desconoció alegando que. por el solo hecho de haber aceptado en principio al Esperanto, caía el comité de la delegación bajo la jurisdicción del « Lingua Komitato». Formalizada la ruptura de relaciones con una circular dirigida el 18 de enero 1908 «á to- dos los esperantistas » por el mismo doctor Zamenhof, no quedaba á la comisión permanente otra cosa que hacer sino terminar su tarea con toda independencia. Es lo que hizo el 25 de febrero dejando esta- blecido los caracteres de la lengua adoptada que ha recibido el nom- bre de Lingua internaciona y que sólo se diferencia del Esperanto en los siguientes puntos : 1% Supresión de las letras acentuadas, con lo que se hace posible la impresión en todas partes de los textos escritos en esa lengua, con- servando la ortografía fonética, y restableciendo á menudo la ortogra- fía internacional ; 2% Supresión de algunas reglas gramaticales inútiles y muy molestas para la mayoría de los pueblos y especialmente para las personas de instrucción elemental (acusativo, concordancia del adjetivo) ; 3 Regularización de la derivación, única manera de impedir la in- ración de los idiotismos nacionales y de suministrar una base sólida para la elaboración de un vocabulario científico y téenico, indispen- sable para la difusión de la lengua internacional en el mundo sabio; 4% Enriquecimiento del vocabulario con la adopción de nueva raíces cuidadosamente escogidas de acuerdo con el principio del máximo de internacionalidad. La comisión permanente ha confeccionado los manuales, dicciona- rios y ejercicios de la nueva lengua. Esta len gua internacional adop- tada no tiene hasta la fecha un nombre definitivo: se la llama provi- 68 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA soriamente « Lengua internacional de la delegación (sistema Ido) » y, como se ha dicho, viene á ser el esperanto reformado de acuerdo con las conclusiones del informe de los doctores Couturat y Leau y del autor Ido, seudónimo que ocultó por bastante tiempo el verdadero nombre del mismo, el cúal resultó ser el marqués Luis de Beaufront, cuya importante actuación en pro del Esperanto le ha hecho dar el apodo de «Segundo padre del Esperanto ». «Ido» en un folleto titulado Los verdaderos principios de la lengua auxiliar, sienta y prueba que: esos verdaderos principios implican el rechazo de toda preferencia sistemática, de todo radical inexplicable ó enigmático de toda alteración de forma, de todo cambio de signifi- sado, toda derivación defectuosa, de toda falsa composición y de todo elemento superfluo : debe dar preferencia al grafismo respecto del fo- netismo, suprimir todo signo diacrítico y todo sonido demasiado es- pecial. Por su parte, los doctores Vouturat y Leau, en su Estudio sobre la derivación en Esperanto, demuestran que el sistema de derivación de una lengua auxiliar debe ser reversible, es decir, que si una regla permite de un vocablo obtener derivados, una regla inversa debe permitir pasar del derivado al vocablo original; este principio de reversibilidad se viola en el Esperanto, por cuya razón es menester reformarlo convenientemente; fuera de ello, el sistema de derivación de esta lengua es el rasgo más característico de la misma y que con- tribuye más que ningún otro á darle ese carácter de sencillez y clari- dad lógica que tanto han apreciado los sabios, pero que el inconve- niente señalado perjudicaba seriamente. Estos mismos autores en su «relación » al comité, relacion que rea- sumía siete años de estudios imparciales y objetivos del asunto, lle- van á las siguientes conclusiones : La lengua que tiene hoy por hoy las mayores probabilidades de ser ge- neral é inmediatamente aceptada por el conjunto de los interesados, tanto por sus cualidades intrínsecas como por el éxito ya adquirido; tanto por su organización como por los servicios que presta, es el Esperanto simplificado y perfeccionado de acuerdo con las siguientes indicaciones : IT. Supresión de todos los signos diacríticos ; empleo del alfabeto romano (6 inglés). IL. Diminución del uso de las consonantes compuestas th, sh y ch (chuin- tantes) ; supresión de los diptongos aj, ej, 0) uj ; por lo menos como fina- les. HI. Supresión de las 45 partículas del cuadro, de las que deberán reem- ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 69 plazarse por raíces a posteriori, conservando las correlaciones más útiles y naturales. IV. Adjetivo invariable en número, salvo cuando se encuentra aislado. V. Acusativo facultativo, y por consiguiente suprimido prácticamente del uso corriente. VI. Plural de los substantivos en ¿ substituídos á la final o. VII. Regularización de la derivación, supresión de los derivados reñidos con la lógica, obseuros, ó por demás complejos ; todo lo cual deberá reem- plazarse por radicales internacionales ; adopción de algunos nuevos afijos internacionales, especialmente necesarios para la lengua técnica. VIII. Revisión de los radicales de acuerdo con el principio de la máxima internacionalidad, conservando por entero la sencillez y regularidad de la gramática y de la formación de las palabras. Hemos visto que la resolución del comité de la comisión perma- nente ha estado de acuerdo con todas las conclusiones de «Ido» y de los secretarios Couturat y Leau que acabamos de transcribir y resumir. Al adoptar en principio el Esperanto reformado de acuerdo con esas conclusiones sintetizadas en la forma y términos que hemos más arriba subrayado, ha realizado el voto de numerosos sabios y da- do la solución á unos de los problemas más interesantes y útiles de los que han preocupado hasta ahora la humanidad. Realizando el proyecto de su presidente, el profesor Ostwald, pro- puesto por el mismo desde el 23 de noviembre de 1907, la Comisión permanente resolvió fundar una revista mensual llamada, Progreso consagrada á la propagación y libre discusión y perfeccionamiento constante de la lengua internacional. El primer número de esta revista apareció en marzo 1908 y ha con- tinuado apareciendo con toda regularidad y con éxito creciente hasta la fecha. Progreso suministra informaciones auténticas y exactas rela- tivas á la marcha de la delegación de la que ha sido órgano oficial. Después de disuelta ésta es órgano de su sucesora la Unión de los amigos de la lengua internacional. Es una tribuna abierta á la libre discusión científica de cuestiones lingiiísticas; en esa revista se ela- boran los vocabularios técnicos indispensables para la difusión de la lengua internacional en el terreno científico. La difusión que ha dado al Esperanto reformado, ha demostrado la superioridad indiscutible de éste tanto bajo la faz teórica, como bajo la práctica; esa lengua resulta así responder al desideratum de la mayor parte de los espe- rantistas inteligentes é independientes, así como el deseo de los sabios que han criticado al Esperanto aunque reconociendo sus méritos y no TO ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA han querido adoptarlo ya sea á causa de su defectos, ya sea á causa dle las intransigencias dogmáticas de algunos jefes esperantistas. Los doctores Couturat y el marqués de Beaufront, los dos grandes paladines del triunfo de la lengua auxiliar internacional, cuyos prin- cipios victoriosos ellos trazaron, han continuado su obra prepa- rando los diversos diccionarios : internacional-francés y viceversa: internacional-inglés, así como gramáticas y vocabularios diversos. Los profesores Otto Jespersen y P. D. Hugon han preparado también otros diccionarios y elosarios. Es indudable, por otra parte, que es necesaria la consagración de una autoridad internacional para diri- gir especialmente en sus comienzos la nueva lengua así como para la elaboración definitiva de diccionarios y manuales á fin de asegurar la unidad y la continuidad del idioma adoptado. Únicamente así, puede la lengua internacional mantenerse sin interrupción á la altura del progreso científico y técnico. Esa autoridad existe actualmente repre- sentada por la « Academia » de la que más abajo hablaremos. Agregaremos también que ya existe una estenografía de la lengua internacional (sistema Ido). Como todas las palabras se forman con raíces internacionales, es decir, comunes á la mayoría de las lenguas europeas, ellas resultan conocidas de antemano por la mayoría ae los hombres medianamente instruídos. Se ha dicho, en consecuencia, que la lengua nueva es la quinta esencia de las lenguas europeas, pero tiene sobre todas ellas la enorme ventaja de ser de una adquisición incomparablemente más fácil, pues que carece de reglas arbitrarias é inútiles así como de excepciones. La experiencia ha demostrado, además, la poca ó ninguna influencia de las diversas variantes de pronunciación para las diversas razas ó nacionalidades. El doctor Jespersen dió la siguiente definición : « La mejor lengua internacioual es la que ofrece la mayor facilidad al mayor número de personas. » La forma cómo se ha confeceionado el idioma nuevo mo- dificando al «esperanto» de acuerdo con las conclusiones que hemos mencionado, reune las condiciones de la definición singularmente ex- presiva del profesor Jespersen. Así, pues, después de diez anos de labor quedó cumplido el pro- grama que se había trazado la delegación. Varias sociedades ameri- canas formaron parte de la delegación; como tal, han contraído el compromiso moral de acatar y difundir las conclusiones á que se ha llegado. Fuera de ello, nadie puede poner en duda las ventajas inhe- rentes á una lengua internacional cualquiera que ella fuera; pero un ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 71 círculo vicioso impedía la solución del problema: cada cual estaría conforme en aprender una lengua internacional pero á condición de ser verdaderamente «la lengua internacional », ¿cuál es ella? ¿quién asegura que mientras uno aprenda una lengua otros aprendan otras que destronará la primera ? Mejor entonces es esperar que los demás adopten todos una determinada lengua para entonces decidirse á afrentarla. Ese es el círculo vicioso. Pues bien, á deshacer ese círcu- lo han respondido el programa y los trabajos con todo éxito llevado á cabo por la delegación, constituída por más de 300 sociedades ad- herentes y con la aprobación de más de 1200 sabios de todas las na- cionalidades. Es deber, de todos entonces, cooperar en el éxito defini- tivo de este asunto difundiendo por todos los medios á su alcance la nueva lengua internacional. Antes de hablar de la disolución de la delegación señalaremos los siguientes opúsculos publicados bajo su patrocinio : Para la lengua auxiliar neutra, por Luis Couturat. La reforma justificada, por el mismo. La elección de una lengua internacional, por el mismo. La lengua internacional y la ciencia, por L. Couturat, O. Jespersen, R. Lorentz, W. Ostwald y L. Pfaundler. En esta última obra, el profesor Pfaundler invita á todos los sabios á cooperar á la constitución de la lengua internacional en provecho de las mismas investigaciones científicas. Para probar el valor prác- tico de la lengua internacional, cita el caso de una curiosa experiencia relativa á una doble traducción de una página escrita por el profesor Gomperz. Esa página fué vertida una primera vez del alemán al ¿do y luego nuevamente vertida, por otro conducto, del ¿do al alemán, resultando esta última de una fidelidad verdaderamente asombrosa según manifestación del mismo profesor Gomperz. Esa experiencia dice mucho en pro de la lengua internacional adoptada. Como curiosidad, y á objeto de demostrar la facilidad con que la nueva lengua se maneja, los profesores Couturat y Pearson han tra- ducido al ido el Enkhiridion de Epícteto y el profesor Pfaundler, miembro de la Academia de ciencias de Viena, la versión en la mis- ma lengua de la descripción y teoría del juego chino-japonés llama- do go. Diremos también que el profesor Enoch, ha publicado en el núme- ro de febrero de 1910 del Larousse mensuel ¿llustré un artículo muy exacto y preciso sobre el ¿do, su origen y principios en el que se re- conoce también la ingeniosa sencillez de dicha lengua. El señor L. 72 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA de Guesnet en la revista idista Avíacado ed aeroplani publicó en ido un discurso pronunciado sobre la volación por el profesor Paul Pain- levé, miembro de la Academia de ciencias de París. Terminaremos esa reseña señalando la versión en ¿do de los térmi- nos contenidos en el diecionario téenico en seis idiomas del ingeniero Alfredo Sehlomann. Pasemos ahora á referir lo relativo á la disolución de la delegación : Á consecuencia del obstruecionismo que los jefes esperantistas han opuesto con apasionamiento á las reformas, así como de los ata- ques que los mismos han organizado desde mediados de 1908, se em- pezó á organizar una liga de defensa y de propaganda: por otra parte, en febrero de 1909, el comité permanente declaraba haber ter- minado su misión debiendo, antes de disolverse, dejar fundado de acuerdo con el artículo VI de la declaración, una sociedad de propa- ganda para difundir la lengua elegida. Fundada la revista Progreso para la libre discusión de la lengua, y dicha sociedad para protegerla y difundirla, el comité había realmente concluido con su papel. La «Liga» fué la sociedad heredera del comité, quedando organizada por éste con el título de « Uniono di Pamiki de la lingua interna- ciona ». Los estatutos definitivos de esa « Uniono » elaborados en marzo de 1910 son los que á continuación transcribimos: Art. 1%”. — La « Unión de los amigos de la lengua internacional » tiene por único objeto aunar en una acción común todas las personas que aprue- ben la idea de la lengua internacional tal cual está definida por la deeclara- ción de la delegación para la adopción de la lengua auxiliar internacional. Art. 2%. — Como el comité elegido por la delegación ha sido hasta ahora la autoridad más competente á la vez que la más imparcial en lo relativo á la lengua internacional, la Unión adopta y propaga la « Lengua interna- cional de la delegación », tal cual ella resulta de los trabajos y decisiones del comité y de la comisión permanente. No considera esa lengua como perfecta é intangible, sino como constantemente perfeccionable de acuerdo con los mismos principios que dirigieron los mencionados trabajos y deci- siones. Art. 3. — La Unión está constituída por miembros de ambos sexos y de todas las nacionalidades (de 18 años como mínimum). Todos los miembros prometen aprender y practicar la lengua tal cual ella ha sido definida por el comité de la delegación y de la academia de la Unión y de difundirla según sus medios y recursos. ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 73 Art. 4%. — Cada miembro se subseribe anualmente en una pequeña cuota que será fijada por el comité según sus necesidades ; la mitad de esa suma estará destinada á la academia, la otra mitad al comité (ver art. 6%. Los miembros que de una vez se subseriban en 50 francos serán miembros per- manentes ; los que lo hagan en 100 francos ó más serán miembros protec- tores. Esas sumas serán repartidas en partes iguales entre el comité y la academia. Art. 5%. — Todos los mien.bros inscriptos y que hayan pagado su cuota durante el año en curso tienen derecho á tomar parte en la elección de los representantes en la siguiente forma y proporción. Cada miembro al ins- cribirse declarará cuál es su lengua natural. Cada lengua tiene tantos repre- sentantes cuantos cientos de miembros adeptos tiene la Unión. Todos los adeptos á la misma lengua eligirán los representantes de esa lengua por lista (un voto por cada representante). Sin embargo, podrán ser divididos en varios distritos electorales (según comarcas ó regiones), por decisiones del comité á solicitud de los interesados, Art. 6%. — Los representantes son electos por tres años y son reelegibles. Ellos eligen los miembros del comité y de la academia por medio de listas generales (cada cual vota por cada uno de los miembros de las dos corpora- ciones). Los representantes no pueden ser simultáneamente miembros del comité y de la academia. . € Art. 71%. — El comité se compondrá de 36 miembros como máximo y la academia de 24 miembros. Pero en su comienzo el comité contendrá solo 12 miembros y la academia 6. Cada año se renovarán una y otra por ter- ceras partes y cada corporación decidirá en cada una de esas elecciones sobre el aumento del número de sus miembros (así como sobre los nuevos puestos á llenar). Establecerá además la lista de los candidatos cuyo número puede ser superior al de los puestos vacantes. Cada una resolverá acerca de su organización interna (creación de empleos y elección de los empleados). Art. 8”. — La academia es enteramente independiente aun financiera- mente del comité (art. 4%. Se ocupará exclusivamente de lo relativo al des- arrollo y perfeecionamiento de la lengua. Debe responder en el plazo de seis meses á toda cuestión ó proposición presentada por tres representantes. Por lo demás, podrá responder á otras cuestiones y publicar decisiones cuando ello le parezca conveniente. Su órgano oficial es la revista Progreso. Art. 9%. — El comité administra la Unión y la representa exteriormente ; en cada caso ocurrente nombra delegado doquier le parezca conveniente, no existiendo grupos locales adherentes á la Unión. El deber de tales dele- gados, así como de los presidentes de los grupos es recoger informes y remi- tirlos al comité, reclutar adherentes, organizar cursos, grupos, oficinas para las aplicaciones prácticas de la lengua (comercio, turismo, oficinas para tra- ducciones, etc.). Art. 10. — Los votos para las elecciones pueden hacerse por carta. Las elecciones se harán por mayoría absoluta (la mitad más uno) de los vo- 74 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tantes en la primera votación y por mayoría á la segunda. Todas las deci- siones del comité y de la academia deben ser tomadas por la mayoría abso- luta de los miembros votantes. Si algún miembro del comité de la academia falta sin causa suficientemente justificada á tres citaciones sucesivas se le considerará dimitente. Estas dos corporaciones pueden reunirse una Ó más veces al año; cada miembro debe estar avisado y consultado por escrito respecto de las cuestiones sometidas á resolución, y podrá votar por carta. Para las resoluciones que modifiquen otras ya precedentemente decididas ya sea por el comité permanente de la delegación, ya de la misma academia se necesitará las dos terceras partes por lo menos de los miembros votantes. Art. 11. — Si varios miembros de la Unión se asocian en cualquier forma, en grupos ó sociedades locales, regionales ó especiales, esa asocia- ción será completamente independiente de la Unión. Sin embargo, la Unión inseribirá como adherente á ella cualquier asociación que lo solicite bajo las siguientes condiciones : 1* la asociación tendrá como exclusivo ó como principal objeto la propagación de la lengua auxiliar de la delegación ; 2*% formarán parte de ella por lo menos cuatro miembros de la Unión. Por consiguiente, esas asociaciones deben comunicar al comité sus estatutos y los nombres de los cuatro miembros de la Union. Art. 12. — La disolución de la Union podrá ser resuelta á pedido de la mayoría absoluta de sus miembros ; simultáneamente se resolverá el uso á dar al haber de la Unión. Art. 153. — La expulsión de un miembro de la Union por cualquier mo- tivo podrá ser resuelta por el comité por la mayoría de las dos terceras partes de sus miembros. Art. 14. — Cualquier modificación á los estatutos de la Union ó á sus propósitos podrá ser decidida por el comité con la mayoría de las dos tet- ceras partes de sus miembros y sancionada por los representantes con la misma mayoría. Art. 15. — Todas las cuestiones decididas por la academia ó por el co- mité (inclusive las propuestas de cambios en la lengua ó en los estatutos, de disolución de la Unión, etc.) serán publicadas en Progreso para su libre y pública discusión con la anticipación por lo menos de tres meses. En 31 de julio de 1910, la dirección de la delegación pasó la si- guiente circular : París, 31 de julio de 1910. Señor delegado : Los propósitos de la delegación, establecidos por su programa, nos pa- recen eumplidos. La lengaa auxiliar de la delegación está definitivamente constituída. Dispone para su uso corriente de diccionarios en alemán, in- ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL 15 glés, francés, ruso y sueco, así como de manuales, guías ó claves en ita- liano, danés, holandés, español, teheque, polaco y finlandés ; varios voca- bularios han aparecido ya ó están preparándose. La comisión permanente establecida por el comité el 24 de octubre de 1907 para estudiar y fijar los detalles de la lengua auxiliar á adoptar, comisión de la que formaban parte los señores Ostwald, Beaudouin de Courtenay y Jespersen, presi- dentes y vicepresidentes del comité, ha certificado por unanimidad que esos manuales y diccionarios están realmente conformes con las decisiones tomadas por el comité y por la comisión permanente (Progreso, n% 12, pág. 714, y 15, pág. 34). Unánimemente ha estado conforme en fundar la revista Progreso, para la discusión de cuestiones lingúísticas. Por último, ha fundado en febrero de 1909, en virtud del artículo 6% de la declaración, la «Unión de los amigos de la lengua internacional », dirigida por dos cuerpos electivos, el comité y la academia. Es á esta Unión que corres- ponde, de ahora en adelante, propagar y desarrollar la lengua auxiliar. De todo ello os hemos dado cuenta á su tiempo por medio de circulares suce- sivas. En esas condiciones nos parece que la delegación carece ya de objeto en vista de sus estatutos ; es ésta también la opinión de las personalidades dirigentes de la Union, señores Jespersen, Ch. Lemaire, Ostwald y Pfaund- ler, á quien hemos consultado. La delegación podría haberse disuelto tan luego como se fandó la Unión, pero convenía esperar de que ella estuviera definitivamente constituída (los estatutos provisorios elaborados por la de- legación han sido reemplazados por los definitivos recién en marzo de 1910): así como que hubiera empezado á funcionar á fin de que pudiérais apreciar su obra, la lengua y su organización. Consecuentemente Os proponemos : 1% De reconocer la regularidad de los actos de la delegación y de su co- misión permanente hasta el 31 de julio de 1910; 2% De declarar disuelta la delegación en la misma fecha, autorizándonos á traspasar á la Uniono di Pamiki di la linguo internaciona los archivos de la delegación y todos los documentos á ella relativos. Os rogamos contestación antes del 15 de octubre de 1910. Vuestro si- lencio será considerado como un asentimiento. Es nuestro deseo especial agradecer al señor delegado, así como á la sociedad que representáis, el concurso que habéis dispensado á la delega- ción durante una colaboración que, para algunos, alcanza hasta diez años. Abrigamos la esperanza que esa colaboración no se terminará sino que re- vestirá otra forma. Sabéis que la Uniono tiene por objeto aunar en una común acción, por una parte, los partidarios de la lengua internacional, por otra, los grupos ó sociedades que trabajan para propagarla. Os invi- tamos, pues, á asociaros á ella (si ya no lo habéis hecho), á buscarles adhe- rentes, especialmente entre los miembros de la sociedad que representáls y á esforzaros con el concurso de éstos en introducir el uso de la lengua 76 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA auxiliar en esa sociedad en sus relaciones internacionales, en su correspon- dencia, en su revista, etc. La revista Progreso que es y queda el órgano oficial de la Uniono podrá teneros al corriente de los progresos de la lengua internacional. Sería muy satisfactorio para nosotros recibir vuestra colaboración eventual. Tenemos la firme esperanza, y aun el convencimiento, que la lengua internacional triunfará pronto merced á la unión de todos sus partidarios desinteresados. Recibid, señor delegado, ete. Luis Couturat, DL. Lean, Tesorero. Secretario general. En fecha 15 de octubre, último plazo fijado, se recibieron 28 con- testaciones: 14 aprobatorias, 5 desaprobatorias, y como el silencio era considerado aprobación, quedó disuelta la delegación y reco- nocida su sucesora la Uniono di PAmilei dí la linguo internaciona, á quien se pasaron los documentos y el archivo de la delegación. La constitución actual de esta última es la que á continuación se expresa : CONSTITUCIÓN DE LA «UNIÓN DE LOS AMIGOS DE LA LENGUA INTERNACIONAL » Presidente honorario: Doctor W. Ostwald, emérito de la univer- sidad de Leipzig, miembro de la Sociedad de Ciencias de Sajonia. Comité directivo Presidente honorario: Doctor L. Pfaundler, profesor de la Uni- versidad de Graz, miembro de la Academia imperial de ciencias de Viena. Presidente : R. Lorenz, profesor (Francoforte del Meno). Vicepresidentes: L. Leau (París), H. Peus (Dessau). Secretario : F. Schneeberger (Liisslingen de Solothurn. Suiza). Tesorero: A. Waltisbúhl (Bahuhofstrasse, 46, Ziirich). Vocales: P. Ahlberg (Estocolmo), L. Bollack (París), G. Donnan profesor (Liverpool), A. Giminne (Bruselas), C. Liesche (Berlín), P, Marcilla (Madrid), J. Phoebus (Nueva York), A. Populus (Ver- dun). ADOPCIÓN DE UN IDIOMA INTERNACIONAL =] -] Academia Presidente: Doctor O. Jespersen, profesor de la Universidad de Copenhague, miembro de la Academia real danesa de ciencias. Secretario : Doctor L. Couturat, profesor de filosofía de París. Prosecretario: P. D. Hugon (Londres). Vocales: L. de Beaufront (Francia), doctor J. Casares (Ferrol. doctor Hermann (Graz), P. de Janko (Constantinopla), A. Kofman (Odesa), P. Lusana (Biela), B. Mackensen (San Antonio), doctor W. Ostwald (véase más arriba), F. Schneeberger (véase ut supra). Representantes Por la lengua inglesa, señor H. Croxford (Londres). Por la lengua francesa, señores E. Breon (París) y A. Beauchemin (Montreal). Por la lengua alemana, señores A. Hauge (Munich) y L. Mainzer (Carlsruhe). Por la lengua rusa, señor Kapustyanskiy (Armavir). Tal es la historia del movimiento más serio realizado hasta la fecha en pro de la adopción de un idioma auxiliar internacional, movi- miento que no puede sino triunfar por poco que cada cual ponga algo de buena voluntad. Desde ya se cuenta con 200 sociedades ¿distas, es decir, que han adoptado el ¿do como lengua internacional; existen once revistas idistas, entre las que se destaca la revista oficial Progreso. En cuanto á manuales, gramáticas y otros libros de enseñanza se cuenta un centenar. No es el caso de reabrir aquí la discusión respecto del problema de la lengua internacional en lo que toca á su posibilidad y especial- mente sobre su conveniente solución por medio de una lengua arti- ficial, de preferencia á una nacional. Véase á ese respecto el folleto del profesor Couturat Pour la langue internationale, pero habiéndose recientemente hablado del fracaso de la solución por medio de una lengua artificial, arguyendo las escisiones promovidas entre los es- perantistas y transeripto palabras del profesor Lorentz, dándolas como asertóricas de este fracaso, es el caso de observar que la histo- TS ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ria sucinta de la delegación que acabamos de esbozar importa el mayor desmentido á esa manifestación. El profesor Lorentz, según ha podido verse, es nada menos que el presidente del comité diree- tivo de la Uniono, y si ha hablado alguna vez de las deficiencias del esperanto ha sido para corregirlo en el sentido de las conclusiones del Comité internacional de la delegación, comité que no era espe- rantista, ni tenía ningún proyecto de lengua preconcebido. Su tra- bajo, desarrollado dentro de la más estricta neutralidad, al terminar con la adopción del ¿do, representa el esfuerzo internacional más imparcial y competente de todos los habidos, y la solución que ha dado, la más genuina y viable que puede desearse. Los que no quie- ran adoptarla ni reconocerla en su validez y expresión, no serán tam- poco quienes van á resolver el problema por otra vía. Ya dijimos, y lo repetimos para terminar esta reseña histórica, que el problema de la lengua internacional importa en la forma que se pretende ordi- nariamente resolverlo un círeulo vicioso, pues cada cual, ó espera que todos los demás adopten una solución para adoptarla á su vez, y entretanto nada hace, ó quiere imponer la suya; de esta manera ó nada se hace ó se cruzan y chocan los proyectos, desacreditán- dose los unos á los otros, dejando indefinidamente aplazada la solu- ción. La única forma seria y racional es la que ha seguido la delega- ción : aunar energías, reunir adhesiones, no para que se adopte tal ó cual lengua, con anticipación establecida, sino para comprometer á todos á adoptar la que resulte elegida en base al procedimiento fijado de antemano cuando dichas energías y compromisos acumu- lados fueran suficientes para asegurarle su éxito. De la historia que hemos esbozado no otra cosa resulta haber hecho la delegación. O. C. DASSEN. ESTUDIO SOBRE EL VUELO PLANO DE LAS AVES “ POSIBLE SIMPLIFICACIÓN DE LAS MÁQUINAS VOLANTES Por LUIS DINELLI Naturalista ¿ Existen aves de vuelo plano solamente ? Hay varias, y son perfectos modelos. El estudio que presento es el resultado de largas observaciones hechas sobre el vuelo plano de las aves, las que me han permitido formar ciertos criterios que anhelo comunicar, para contribuir á la solución de la vialidad aérea. Antes de pasar á detallar el vuelo del mejor modelo entre todas las aves de vuelo plano, voy á citar unos ejemplos que merecen ser considerados. Todas mis observaciones se refieren únicamente al vuelo plano. Primer ejemplo. — Un día de primavera, estando sentado en una peña en la cumbre de Tafí Viejo (Tucumán), á unos dos mil metros de altura, presencié el siguiente caso: soplaba viento más bien impe- tuoso, y desde aquella peña apercibí un punto negro que aparecía suspendido en el aire en el fondo de una larga y ancha quebrada. Aquel punto mal distinguible era un Sarcorhamphus gryphus (vulgat- mente, cóndor) que haciendo frente al viento, no adelantaba ni retro- cedía ; sólo se elevaba verticalmente. Observé atentamente ascensión tan rara, rápida, constante y asom- brosamente fácil, tal que el ave, á los pocos minutos, de una profun- didad grandísima se cernió sobre mí á una altura igualmente grande. (1) Trabajo presentado por el autor al Congreso científico internacional ame- ricano. su ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La elevación vertical de las grandes aves, obtenidas con pocas in- clinaciones, proporciona un dato que nos induce á tentar la elevación libre de los cometas ; cuya elevación será en retroceso. Segundo ejemplo. — Una tarde calma de otoño sorprendí un falcó- nido (el Buteo Swainsoni), vulgarmente conocido por águila langoste- ra, que con vuelo plano se entretenía en cazar langostas. El falcón, más ó menos á treinta metros de altura, se había situado en un cam- pecito descubierto. Volaba sin dirección fija y efectuaba vueltas limi- tadas en el pequeño campo, siempre con alas extendidas rígidas. Yo me acosté en el cesped para observar aquel vuelo plano y calmo. Los movimientos del ave eran los siguientes: cuando concluía de devorar una langosta se preparaba para cazar otra ; entonces, se diri- gía con alas menos extendidas, en contra de un insecto, recorriendo así una recta inclinada hacia abajo. El insecto escogido estaba siem- pre situado más bajo que el falcón y la dirección del vuelo del in- secto, en el momento de ser capturado, era contrario á la del ave, de manera que éste prefería tomar el insecto de frente. En el momento del encuentro sucedía que el falcón adelantaba una garra y cogía fácilmente al lento acridio. Luego de cogida la presa daba vueltas indecisas, ocupándose en devorar lentamente al insecto. La operación de comer obligaba al ave á tomar una posición viciosa, poniendo de manifiesto que en ese momento el vuelo se efectuaba despreocupada- mente. Sin embargo, devorada la langosta, el ave se hallaba más arriba del punto en que la había cazado. Tercer ejemplo. — Durante el paso de eypsélidos, herí de muerte un Ohaetura zonatres. El ave se precipitó dando tumbos ; pero como á diez metros de caída se recompuso y antes de llegar al suelo extendió sus alas. Cesó entonces la caída y empezó á moverse casi horizontal- mente; pasó delante de mí boqueando sangre, sin aletear, y, con vuelo plano, continuó hasta chocar con un arbolito; entonces cayó al suelo. Corrí, sin demora, para recogerla y la hallé aun boqueando, con sus alas siempre rígidas y tendidas, muriendo un par de minutos después. Estoy convencido que en los doscientos metros de vuelo plano, el ave agonizante no se preocupó del vuelo y que el trayecto recorrido fué el resultado de una perfecta formación de las alas y de un perfecto equilibrio. Es probable que si ningún obstáculo hubiera interrumpido el vuelo, éste habría continuado por los tres minutos que duró la agonía. SOBRE EL VUELO PLANO DE LAS AVES 8] Cuarto ejemplo. — Sorprendí un cóndor parado sobre una peña saliente ; le tiré con carabina sin herirlo. Asustado por la detonación, el cóndor se dejó caer cabeza abajo, con las alas plegadas: á unos diez metros de caída extendió sus alas y describió una curva hasta tomar una dirección horizontal; se dió al largo en el espacio deseri- biendo varias vueltas, alternando las bajadas con las subidas. Á los pocos minutos el mismo cóndor pasó sobre mi cabeza á una altura que era ya inútil tirarle, pues la distancia hacía imposible calcular el punto de mira. Todo el vuelo fué plano, como lo es siempre el vuelo del cóndor. El aleteo en los cathartes es una excepción. Quinto ejemplo. — Un cóndor parado sobre una peña extendió sus alas, haciendo frente al viento que soplaba fuerte, y sin aletear y sin bajar empezó á adelantar horizontalmente en el espacio. Estas pocas observaciones bastarían para convencer que el vuelo plano de las aves merece toda nuestra atención y un estudio dete- nido. Desde ya me permito decir que el vuelo de las aves de sólo vuelo plano demuestra que la vialidad aérea no debe necesitar de motores, y sin duda no está lejano el día que prácticamente quedará plena- mente demostrada mi aserción. Mis observaciones sobre el vuelo de las aves datan de mucho tiempo. Dádome cuenta de las varias formas de vuelo, me dediqué á estudiar sólo el del Gathartes aura, ave que se puede decir, sólo conoce el vuelo plano. CATHARTES AURA Esta ave pesa un kilogramo y medio; tiene veinticinco decímetros cuadrados de superficie alaria. Sus alas forman un plano, exuberante en comparación de otras aves de vuelo plano. El plano caudad no es timón ; más adelante diré cuál es la función de las plumas caudales. Esta ave es el mejor modelo de vuelo plano, pues no conoce el aleteo. Si el Cathartes aura consigue ir á todas las alturas y á todas las profundidas sin aletear, nosotros debemos poderlo imitar. La disposición de las alas de los cathartes durante el vuelo es muy AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 6 92 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA inclinada hacia arriba, lo que presenta la ventaja de mantener un perfecto desequilibrio; pero es privilegio sólo de las aves que sobre- abundan de superficie alaria. Las figuras A y B dan una idea de la posición y de la forma de las alas de este cathartes. La primera, de frente, muestra la inclinación de las alas durante el vuelo; la segunda (en plano) demuestra la am- plitud de la superficie alaria. Esta ave tiene forma más ó menos igual á la de los cóndores. Todas las aves de fácil vuelo plano, tienen las alas alargadas más Colharl ES IUSZ EIáKAk«á<>—— ES AE 2 — Ae E GIA 17/7777 So. 4) uva / SS => - e "Ts TRE bien que redondeadas, y el mayor apoyo en el aire está siempre lejos del cuerpo, por las alas inclinadas hacia arriba. En día de fuerte viento el Cathartes aura puede elevarse desde un plano sin necesidad de aletear; apenas destacado del suelo empieza á adelantar horizontalmente. El hecho que los cathartes pueden prineipiar su movimiento en el aire sin aleteo, es para nosotros un ejemplo de capital importancia. La continuidad del vuelo es obtenido por una serie de Jentas incli- naciones, las que se limitan á cuatro. 1% La de bajada, que da por resultado el aumento de velocidad. 2% La de subida, da la elevación luego de haber adquirido mayor velocidad en la primera ó sea de bajada. 32 y 4% La de derecha y la de izquierda, ó sean laterales, que las emplean para obtener las evoluciones ó cambio de dirección. Por la primera, el aumento de velocidad es tanto más rápido cuanto mayor es el ángulo de inclinación (considerando á 0 grados la hori- SOBRE EL VUELO PLANO DE LAS AVES 83 zontal); por la segunda, la elevación es tanto más breve y rápida cuanto más grande es el ángulo de subida. Estas dos máximas valen en los días de calma. Por la tercera y cuarta, el radio de la evolución será más corto cuanto mayor sea el ángulo de inclinación. El centro del radio de cualquier evolución está del lado de la extremidad del ala baja. El ala alta es el timón. En los días de fuertes vientos las aves de vuelo plano no llenan las reglas antedichas y parece que á la bajada se le oponga el viento, mientras las subidas son rápidas. Se nota en las aves cierta inquie- Lvoluccon anormal Evolución rap A derecha e¿squierdo / Horizontal tud á pesar que poseen todos los medios para no precipitar. Se com- prende que el inconveniente del viento fuerte es que impide la rapi- dez y corrección de sus movimientos. Las cuatro inclinaciones antedichas son indispensables y constan- temente ejecutadas por todas las aves de vuelo plano; pero siempre más lentas y menos pronunciadas en las de mayor mole. Si observamos la elevación espiral de las grandes aves, hallaremos que es efectuada mediante tres inelinaciones: una constante del círculo (tercera ó cuarta) y dos alternadas, primera y segunda. Diremos que la lateral determina el avance circular. La primera, ó sea de bajada, es efectuada siempre con viento atrás para poder aumentar la velocidad. La segunda, de subida, al contrario de la primera, tiene lugar en contra de viento y es más breve que la primera ; sin embargo, al ter- minar este arco (ó medio círculo) el ave se halla más alto del punto que principió la primera de bajada. Explica este fenómeno el hecho que el ángulo de bajada es mucho menor que el de subida. Para demostrar que el recorrido de subida s4 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA es menos largo que el de bajada, está el dato de que el ave es llevada á notable distancia en la dirección del viento. La espiral es siempre irregular, y esta irregularidad se acentúa cuando el viento es más fuerte. La elevación antedicha, comunmente efectuada por las grandes aves, tiene por fin elevarse á grande altura para orientarse primero y tomar luego una determinada dirección, ó sea para explorar el lu- Direccion LL Hel Vento Porizontal Llevocion espiral El arco punteado es de bajada: el lleno de subida gar. En ambos casos, el ave quiere elevarse sin alejarse mucho del lugar de salida. He citado sólo cuatro inclinaciones porque no he encontrado, en mis observaciones, otro movimiento necesario. En cuanto á la utilidad de las plumas caudales, según mi criterio no es muy importante. He podido notar que los movimientos de la cola en el vuelo plano no corresponde al cambio de dirección, sino que son relativos á la dirección del viento, pues el ave no quiere recibir presión sobre las caudales que ocasionaría una fatiga excesiva á la articulación de los húmeros con los homóplatos. La cola sirve para sostener el abdomen, debiendo ésta recibir siempre el viento en su parte baja: de ésto viene que se notan movi- mientos caudales que secundan la dirección del viento y no están relacionados con la evolución. Basta desplumar un ave de larga cola para persuadirse que las rectrices son necesarias para sostener la parte posterior del cuerpo. Y así observamos las series de aves de largo pescuezo (cicognidos, anátidos, ardeides, etc.), veremos que la mayor parte de las aves de esta familia tienen cola apenas rudimental, debido á que el pescuezo muy largo equilibra el peso abdominal. Sabemos que durante el vuelo plano las aves apoyan sus alas en el aire: apoyo constante que el ave puede apreciar por la sensibilidad de sus miembros; debe ser uniforme en cualquiera dirección que SOBRE EL VUELO PLANO DE LAS AVES S5 adelante y el esfuerzo muscular de los brazos corresponde, en todo caso, al peso del cuerpo, y cuando el ave se dirige á grande velocidad en bajada, tal esfuerzo se reduce considerablemente en razón de la velocidad adquirida. De todos modos, el plano alario está formado con plumas remeras cuya resistencia es muchas veces superior á la necesaria. Podemos considerar que durante el vuelo plano, la forma cóncavo- convexa de las alas desaparece y que toma forma casi plana debido á la presión del viento que levanta algo la parte posterior de las re- meras por ser menos resistentes en su extremidad. Las remeras pri- marias, que son las más fuertes, en su extremidad toman una forma arqueada hacia arriba muy pronunciada, pues en este punto el aire ejerce mayor presión. El efecto del apoyo del aire en los planos alarios, es por eso mani fiesto que es más acentuado y aprovechado á la extremidad de las alas. APARATOS DE EXPERIMENTACIÓN Terminado de estudiar el vuelo plano del Cathartes aura, es nece- sario pasar á la formación de pequeños aparatos de costo imsignifi- cante por su sencillez. Con estos aparatos se pueden conocer todos los defectos de una máquina y hallar las correcciones y modificacio- nes necesarias. Las pruebas por mí tentadas desde el año 1901 me han convencido de que mi estudio conduce á una solución definitiva y favorable. Los aparatos por mí construídos, eran largados desde una altura de tres metros solamente. Después de varias pruebas con éxito semi- negativo (pero siempre instructivo) conseguí que, antes de tocar el suelo, más ó menos á un metro de altura, mi aparato tomara movi- miento horizontal, doblando á los pocos metros, porque tenía un timón, y entonces con viento de costado continuó la horizontal empezada hasta chocar contra una pared. Es indudable que la demostración obtenida refleja la reproducción fiel de la forma de un cathartes y que la colocación del peso añadido estaba situado en la posición que determinaba el equilibrio nece- sario. No debemos suponer que un aparato perfectamente construído tenga una caída precipitada en ningún caso, sino que debe poderse S6 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA llevar á considerable distancia y con suma lentitud, aun no pudiendo obtener, por un accidente, las inclinaciones necesarias ó gobierno de la máquina. Los aparatos de prueba deben ser largados desde una altura con- veniente, é indicar cuál será la forma más apropiada; cuál el mate- rial que se debe emplear; el peso máximo que se podrá agregar y el punto de colocación de dicho peso; la utilidad y el lugar de coloca- ción de un timón ; el máximo y el mínimo de inclinación que se podrá dar al aparato (excluyendo la de subida) y, por fin, la resistencia y el peso de la armazón y de la tela del plano. Según mis observaciones, el método de vuelo que expongo será de utilidad y posible para una sola persona, pues se trataría de tener que adaptar los movimientos del aparato con relación á la exigencia del caso, debiendo el piloto formar cierta sensibilidad que le indique la situacion y el movimiento de su máquina ; ésto significa un apren- dizaje dificultoso en especie si el piloto no ha podido estudiar deteni- damente el vuelo de las aves de vuelo plano. Debemos tener muy en cuenta que el plano alario de las aves es formado de tal manera que no puede dar lugar á retroceso, debido á que las barbas y la terminación de las plumas del ala se oponen al movimiento antedicho (y en este caso tiene mucha acción el plano caudal). Quiero decir que las alas no forman un plano que sólo se opone á la caída; están preparadas también para adelantar. En una máquina volante para el hombre debemos tentar de darles las mismas propie- dades. Entretanto, tenemos las siguientes advertencias : 1* El plano alario en función nunca debe cesar de apoyar en el aire; 2* La presión del aire en las alas no debe formar el plano alario, en cuyo caso será la resistencia de la armazón y de la tela que deberá vencer la fuerza del viento; 3” La parte ó borde posterior del plano alario no puede llevar filo de resistencia, pues el aire debe tener libre escape atrás ; 4* La forma cóncavo-convexa del plano alario hacia arriba deter- mina la inversión de la máquina, la que no pudiendo tener lugar por tener un peso que obligue el equilibrio, la máquina adelanta con diti- eultad y solamente es propicia á una lenta bajada ; 5” Las alas de las aves durante el vuelo forman un plano un poco cóncavo hacia arriba en su parte anterior : SOBRE EL VUELO PLANO DE LAS AVES 87 6?* El miembro alario corta el aire con tendencia á una dirección algo más de subida que la recorrida por el eje del ave. He podido observar que ciertas aves han podido bajar rápidamente con alas exageradamente extendidas y en posición horizontal. Este hecho demuestra que, ó el ave puede dejar libre escape á una parte de aire á través de las remeras, 6, lo que es más probable, puede dar una posición tal á sus alas que el plano no sea propenso á adelantar. He dicho antes, que las aves no emplean las timoneras como timón, MAA Visto de cos/3ao Las /es y posterones d./ limon vistas de krente 6, á lo menos, no las necesitan, pues no tendrían lugar las inclinacio- nes laterales. En una máquina volante no sabemos aún si será más convenien- tes y más fácil adaptar un timón que haga las veces del ala alta ó tentar de obtener las inclinaciones laterales. Si se adapta un timón éste deberá tener como posición fija la hori- zontal indispensable en casos de retroceso, econ un manubrio que per- mita darle dos movimientos, uno por cada lado. Con este aparato, la máquina conservará sú posición horizontal lateral durante las evo- luciones. No es de desechar la utilidad de las inclinaciones, ni debemos con- siderarlas imposibles; más bien podemos adelantar desde este mo- mento que las máquinas volantes pueden tener y no tener timón. Ya sabemos que las inclinaciones laterales inducen al movimiento circu- lar debido á la posición que toma el ala alta; entonces nos queda SS ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA por resolver en forma sencilla el manejo de la máquina para obtener estas inclinaciones, buscando de evitar un aflojo posible y un golpe seco. El apoyo necesario para estos movimientos lo tenemos en el peso del piloto. Las inclinaciones de bajada y de subida se deberán obtener me- diante el aumento del brazo anterior que rige la nave de asiento. Estas inclinaciones de bajada y de subida (primera y segunda) se deberán obtener con manubrio, pues he constatado que el cambio de lugar del peso de equilibrio no es eficaz ni sería prudente. Estas dos inclinaciones no creo se puedan obtener mejor con el medio de un timón. La posición del piloto estará determinada de manera de obligar al aparato á una sola posición invariable, la que será de bajada con un ángulo mínimo, para que el aparato tenga una corrida casi horizontal en bajada, al mismo tiempo que lo más lento posible, así se tendría una caída á grande distancia y menos violenta. Una bajada lenta vertical será posible, péro exigiría un manejo probablemente dificultoso. El retroceso debe ser salvado por el timón abandonado. En cuanto á las dos alas, éstas deberán ser tendidas en un solo armazón y no debemos pensar por el momento á la reducción del plano, lo que sería muy conveniente cuando un viento impetuoso sorprenda el aparato en función, en cuyo accidente la bajada se hará SOBRE EL VUELO PLANO DE LAS AVES SY sumamente difícil si no se provee de antemano. Lo que se puede ha- cer es, dar mayor inclinación á los planos alarios hacia arriba, igual- mente útil para determinar una bajada más rápida sin ser peligrosa. El piloto deberá ser situado bastante más abajo del eje de la má- quina para evitar la inversión del aparato; de todos modos, siendo bien conocidas las causas que las produce, podemos de antemano conjurar tan funesto accidente. La inversión de las pequeñas pruebas por mí ensayadas, fué la co- a > , Cóaelura 2Z0NDF(S visto «e “rente Fosciron delos elos Lepocs unerficio >») NÓ vesto de plano locación del peso demasiado alto, lo que no determinaba el equilibrio necesario. Es interesante tener presente el peso de las alas de las aves com- parado con lo del cuerpo entero de la misma. Un cóndor tiene un peso medio de doce kilos y las alas solas pesan dos kilos, ó sea una proporción de 1 : 6. De estos dos kilos uno y medio pertenece á los brazos. Se ve, pues, que este peso está situado muy cerca del cuerpo, lo que es propicio para mantener el necesario equilibrio. Si nos internamos en los cálculos comparativos para estudiar todas las aves que nos puedan proporcionar datos sobre el vuelo plano, de- beremos pasar por los cypsélidos, aves pequeñas, que podemos con- siderar como los más poderosos voladores de nuestra tierra. Entonces estaríamos en presencia de un caso muy curioso. El Chaetura zonaris es el ave que ofrece menos superficie alaria de todas las aves de vuelo mixto; pero sus alas son sumamente largas y estrechas, terminan en punta, y son de una resistencia y de un peso 90 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA notable. El cypsélido merece ser estudiado, á pesar de no ser para nosotros un buen modelo, pues en el vuelo plano inclina sus alas hacia abajo. Tal es la disposición de las alas en el vuelo plano de todas las aves de poca superficie alaria, como los anátidos, los psittácidos, etc. Tal disposición es forzosa; el aire en vez de ser empujado hacia afuera, se dirige en contra del cuerpo, resultando así más utilizada la superficie alaria de las pequeñas remeras, ó sea lo contrario de lo que sucede con los grandes cathartes. He dicho que no puede servir de modelo el vuelo plano de los eyp- sélidos, porque la disposición de sus alas deja muy elevado el cen- tro de gravedad, lo que constituye una seria dificultad para mantener el equilibrio y evitar la desastrosa inversión del aparato. El plano alario de las aves en sus vuelos planos no corresponde á la superficie que nosotros podemos medir. Sus miembros no se ex- tienden totalmente, el húmero queda siempre muy en contacto con el cuerpo. No es posible precisar las causas de ciertos movimientos de las aves, que se notan durante su vuelo plano, ni es muy fácil conocer los efectos que producen, siendo que el ave juega en el aire y muchos rápidos movimientos no tienen importancia. Según los datos que he podido reunir en mis observaciones, ha- biendo viento algo fuerte será posible elevarse desde el suelo plano y en los días de calma será suficiente largarse desde una estación de unos diez metros de altura. Siendo posible construir un aparato sin motor, tendríamos una considerable reducción de peso y de superficie alaria, lo que permiti- ría dar mayor solidez á la armazón de los planos alarios. Debemos considerar que el manejo de tales aeroplanos es más bien intuitivo que calculado; en este caso, tenemos la grande ventaja de poderlos entregar á pilotos de poco peso y muy probablemente se podrán entregar á jovencitos, los que por su agilidad pueden hacer prodigios, como los que realizan con las bicicletas. Estoy plenamente convencido que no debe ser más difícil el apro- vechamiento de un aparato aéreo sin motor que el de un aparato ro- dante. Los aparatos que propongo ensayar tienen también su mayor in- conveniente en la bajada. SOBRE EL VUELO PLANO DE LAS AVES 91 Ante todo se deberá aprender á bajar, sea que se obtenga la eleva- ción desde el suelo en los días de viento, sea que se esté obligado á largarse desde una altura. Es lógico que ante todo se aprenda á salvaguardar el aparato en cualquier circunstancia que se presente. Haber aprendido á bajar equivale á conseguir parar donde con- viene y con la lentitud necesaria. Obtenido éso ya está dado el mayor paso hacia el perfecto manejo de un aparato aéreo sin motor. Tucumán, mayo de 1910. REVISTA DE PUBLICACIONES Eau polimérisé et cau de cristalisation. La température et les conditions de deshidratation, por A. ROSENSTIEHL. Bulletin de la Société chimique de France, tome IX, 5 avril 1911, pages 281, 284 y 291. Rosenstiehl ha presentado á la Sociedad química de Francia, sobre este tema interesante de la físico-química de las sales hidratadas, tres memorias consecuti- vas que reuniremos en un solo extracto. Un problema experimental importante que es necesario resolver de antemano es el relativo á las condiciones de deshidratación. Para esta operación se usan prin- cipalmente dos métodos : el elásico y el de Lecoq de Boisbodran. En el primero se procede á la separación de la sal cristalizada del agua madre mecánicamente (con papel de filtro, porcelana despulida, etc.), y luego sometiendo los cristales á la acción del calor y del alcohol que actúa como deshidratante. En el segundo método, la deshidratación se realiza al contacto del agua madre agregando un vermen cristalino de especie diferente que contenga una molécula de agua menos. El autor pasa en revista los compuestos estudiados con el método clásico y re- sume los resultados referentes á las temperaturas de deshidratación, agrupando las sales hidratadas según el número de moléculas de agua de cristalización (para los detalles, véase la memoria original y las tablas de Biedermann). En una de sus memorias Rosenstiehl (agua polimerizada y agua de cristalización, loc. cit., pág. 281), muestra la concordancia que existe entre las propieda- SS. des del agua de cristalización y las del «agua polimerizada » : una de las más evidentes es la relativa á los coeficientes 2 y 3, que se encuentran con una fre- cuencia notable (sobre todo el último) en el número de moléculas de agua de cristalización (véase la lista que el autor saca de la agenda de Biedermann (Che- miker kalender, pág. 56 y 57. 1909, donde se hallan 178 sales hidratadas). Si se tiene en cuenta que los cuerpos que encierran 4, 7 y 10 moléculas, pierden por deshidratación fácilmente una molécula, ellos pueden considerarse como formados de dos grupos de moléculas de agua de cristalización, uno de una molécula y otro de tres moléculas ó6 múltiplo de 3 (1 + 3,1 +56, 1 +09, etc). En tal caso el número de combinaciones con tres moléculas ó múltiplos de tres es de 100 en 178 sales, lo cual arroja un porcentaje de 56. El coeficiente 3 predomina y el 2 adquiere un valor apreciable. REVISTA DE PUBLICACIONES 93 Estos hechos, el autor los interpreta basándose en los anteriores trabajos de Roentgen (1891), de Sutherland (1900) y Bonsfield y Loury (1910), sobre polime- rización del agua. En el reciente congreso de la Sociedad Faraday, reunido en Londres (1910), este último investigador demostró experimentalmente la vera- cidad de las hipótesis de Sutherland, que admite al agua, como constituída por una mezcla ternaria de vapor (H,0) agua líquida (H,0), y agua sólida (H,O),. Duclaux. (Soc. de Phys, 18 nov. 1910), basándose en la fórmula de Van't Hoff ha hallado para el peso molecular del agua sólida, la cifra 54 (próximamente) que se halla de acuerdo con la fórmula (H,0),. El autor supone que la formación de subs- tancias con agua de cristalización se debe á la combinación de la sal anhidra con el agua sólida (H,0), que cristaliza como otras tantas combinaciones en una forma que le es propia. Esta unión es lo suficientemente fuerte como para man- tener al estado sólido al agua de cristalización á una temperatura superior á la de la fusión del hielo. Tomando como base las condiciones de deshidratación (véase agua de eristali- zación, loc. cit., pág. 291) y la existencia de diferentes grados de polimerización del agua, él clasifica las sales hidratadas en tres grupos, correspondientes á la deshidratación total, á la deshidratación en grupos de tres moléculas ó múltiplos de tres y á la deshidratación parcial en tres y una molécula. El conjunto de estos tres grupos forman cinco progresiones paralelas cuyos primeros términos son res- pectivamente R.H,O, R (H,0), y R (H,0), (R = sal anhbidra cualquiera) y sus razones H,O y (H,0O),. Para dar una idea de conjunto hemos reunido en el cuadro sinóptico siguiente las cinco progresiones que sirven de base á la clasificación del autor : Sales hidratadas (Clasificación de Rosenstiehl en cinco progresiones paralelas) Progresiones Fórmula general Sales tipos Cuyo 1er térm. / (1) vazón ) > R '0) 10) SO, Cu. E. O0=S80,CnH, O 2 es (H,0) (ra- (ESOJSN E A A) O), y ) (2) razón ) SO,R+7H,0O y zón (H,O), y / (2) razón ) R(E_O) +1(B,0), Ú a e (MO y ] (H,0)4)- (H,O), Y a 273 ( CO¿Na, +10a=C0,Na. H,0+3(H,0), / (3) razón " R(H_O HO Ss. 0 4 (HO ] o Ce els Cuyo 1er térm, IÓ Ss Oi: 44) razón |) R(H,0), - n(H,0); Ba0, (H,0), + 2 (H,0), es (H,0),(ra- (H,0), $ (único término) zón (H,0).). a E y ; 20) (estas dos progresiones son pobres en términos y las condiciones de dishidratación no han sido bien estudiadas). Cuyo 1er térm. es (HO), esta es Ed a UR. 2(H,0), =R +6 a... cloratos isomorfos una progresión importante que es k A E pues $) E RS ELO) == 0 sulfato férrico comprende 77 sales — la fórmu-/ y ;qO , SO a li E SS 2 == Kv y A arsenito de sodio la general es R(H,O)¿+ nm (H,0), 5 (Bab) ma z ; ee d sa O E O 0 LD nitrato de aluminio — los compuestos de esta pro- NS í e : PA . |R.6(H,0),=R+18S».. sulfato de Al é isomortos eresión pierden agua por deshi- A > 4 = E E ETAMEISO). O existe: no existe dratación sólo por grupos de a RES(EGO):— RL ZL: alumbres (H,0);. La existencia de estos diversos hidratos permitirá estudiar por medio de las propiedades físicas, el agua que caracteriza los tres estados de polimerización. En 94 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el congreso de la Sociedad Faraday (Londres, abril 1911), se ha prestado mucha atención al agua polimerizada : Loury y Bonsfield han determinado varias cons- tantes (índice de refracción, volumen molecular, calor específico, calor latente de fusión, ete.), pero aun no han llegado á una conclusión definitiva. Puede admi- tirse desde ya que siendo el disolyente una mezcla de tres especies, será posible estudiar en el mismo cristal que se separa de la solución madre, la naturaleza de aquellas por un procedimiento físico-químico análogo. En resumen, estos importantes trabajos de Rosentiehl que vienen á llenar un vacío dando una clasificación racional de las sales hidratadas, prueban que los hechos químicos están de acuerdo con la teoría de Roentgen basada en hechos físicos, é indican al mismo tiempo un nuevo método para efectuar las investigaciones re- lativas á las propiedades físicas de los polímeros (H20), y (H,0),. H. DAMIANOVICH. El instituto aerotécnico Henry Deutsch de la Meurthe. Resumen de un ar- tículo de J. M. Simon, £'4érophile, 15 de marzo de 1911. La creación de este instituto debido á la generosidad de Henry Deutsch de la Meurthe y próximo á inaugurarse, tiene por objeto procurar á los especialistas y á todas las personas que se ocupan de aeronáutica, las indicaciones necesarias para la verificación de las fórmulas teóricas y de permitir al mismo tiempo la de- terminación fácil de las formas más prácticas por adoptar para la construcción de las máquinas de volación y de los aparatos de aerostación. El edificio se halla emplazado en Saint Cyr, sobre un terreno de 71.000 me- tros cuadrados de superficie. Una parte está destinada á los servicios adminis- trativos y á los estudios y la otra á la instalación de laboratorios y talleres. El edificio de la administración comprende un cuerpo central y dos pabellones ; en uno de ellos de tres pisos se encontrarán las oficinas de la dirección, la secreta- ría, la contabilidad, la biblioteca, los archivos. El segundo pabellón tiene salas de dibujo, despacho del ingeniero, salas de fotografía, de heliografía, de apara- tos de precisión. Este conjunto ocupa una superficie de 400 metros cuadrados para los tres pisos y el conjunto de los servicios. Uno de los pabellones tiene una terraza para los ensayos en altura ; el segundo termina (altura 20 metros) por una platatorma que sirve para las observaciones meteorológicas. La superficie de las construc- ciones para los trabajos prácticos es de 2840 metros cuadrados ; estas construc- ciones comprenden un hall para los aparatos en montaje y en ensayo; de cada lado en anexos, se encuentran dos cuerpos (640 metros cuadrados en total) para los laboratorios, ensayos de materiales, cuerdas y tejidos. Además existen salas de generadores y máquinas motrices, de máquinas útiles para hierro y madera, de revisión, regulación, etc. El total forma una superficie de 3840 metros cua- drados así repartidos : Metros enadrados Servicios administrativos y sala de conferencias. .....oo..... 1000 Hallldesmontaje..... ed No cie: 1200 Laboratorio ; talleres de ensayOS....ooooocorrrrororrrmoss- 640 Talleres de conservación y Teparaciones ...o.ooocoomoom... 400 Talleres de regulación; depósitoS......oooooooorrroo mm. ..o.: 400 Generadores y MÁQUINAS. ....o.oooooococrodrr creo 200 REVISTA DE PUBLICACIONES 95 De los numerosos problemas de aerodinámica que tendrá que examinar el ins- tituto, prestará preferente atención á los ensayos en espacio cerrado y al aire li- bre sobre una pista de 1400 metros aproximadamente. Los ensayos sobre pista comprenderán : 1% Aquellos relativos á las resistencias útiles, reacciones sobre las superficies sustentadoras ó de dirección de los aeroplanos y dirigibles ; 20 Aquellos relativos á los propulsores ; 39 Los relativos á las resistencias nocivas, reacción del aire sobre los aerona- ves, sobre los elementos de construcción, montantes, cuerdas, ete. Los ensayos se harán por medio de vehículos movidos por electricidad, trans- portadores de los elementos por ensayar. Estos vehículos estarán dotados de todos los aparatos necesarios para registrar lo más exactamente posible la velocidad del movimiento, el espacio recorrido, las reacciones diversas y los gastos corres- pondientes de energía ; mediciones que no es posible hacer sobre los aparatos en vuelo libre. Se les imprimirán velocidades que alcancen y sobrepasen las de los aparatos en uso, es decir, de 39 m/s á 107 km/h. La pista de ensayos es rectilínea y horizontal para que no intervenga más que la energía suministrada por la corriente eléctrica. Á fin de permitir para las ve- locidades muy grandes, un desamarre fácil, en el origen existe una pendiente de 0,01m. por metro en una longitud de 50 metros. Los vehículos reciben la co- rriente eléctrica por dos rieles conductores, con el objeto de eliminar las tomas aéreas que hubieran obstaculizado las experiencias. La instalación motriz comprende un motor á vapor de 120-150HP con su di- namo destinada á accionar los vehículos de ensayo ; un segundo motor de 30-40 HP para la excitación de la primera dinamo, para accionar los motores eléctri- cos de la pista cubierta y para el servicio de alumbrado. Como los ensayos en la pista descubierta no podrían hacerse más que durante unos 100 días del año, y como muchos de ellos necesitarían ensayos previos, se ha construído una pista cubierta que permitirá efectuar ensayos en cualquier épo- ca del año, para ser luego confirmados en la pista descubierta. Los ensayos he- chos en esta pista cubierta, serán de dos géneros ; los de propulsores de peque- ha dimensión, menores de un metro de diámetro y de gran velocidad, y los de superficies planas ó curvas, de dimensiones reducidas y de formas diversas aná- logas á las ensayadas por Langley. Parala fabricación, reparación, regulación, ete., delos aparatos de ensayo, se dispondrá de una importante instalación de máquinas útiles, así como de máqui- nas para ensayar la resistencia de los materiales por emplear. Completarán los elementos de trabajo descriptos, una biblioteca en formación, en donde se encontrarán todas las obras especiales sobre la aeronáutica, la vyo- lación y las ciencias que con ella se relacionan. Existen además un museo y una oficina bajo la dirección de un ingeniero, que estudiará los aparatos por ensa- yar; á esta oficina se adjuntará un laboratorio de heliografía para reproducir los planos de construcción ú otros documentos necesarios á los constructores ó á los especialistas extranjeros. Habrá también laboratorios de física y química destinados á los estudios de la aeronáutica y como anexo un laboratorio de fotografía. El instituto publicará un boletín con los resultados de los estudios generales efectuados por su personal y por los especialistas y profesores. Los ensayos 96 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA efectuados por cuenta de los constructoros no se publicarán sin su consenti- miento. Todas las dependencias del instituto estarán á cargo de un director general, de un ingeniero jefe de los trabajos prácticos, de un ingeniero electricista, de un químico físico, de un cajero contador, obreros especiales, mecánicos, modelado- res, torneadores, chauffeurs, maquinistas, y en fin, los demás ayudantes necesarios para cada servicio. Fácil es comprender la importancia que reviste la existencia de tales labora- torios para el adelanto de este ramo de las ciencias aplicadas, cuya existencia se debe á la experimentación. JORGE W. DOBRANICH. Investigación del fósforo en toxicología, por M. B. C. NIEDERSTADT. Jour- ” nal de pharmacie et de Chimie, tomo III, serie 7, número 1, enero 1911. El procedimiento Mitscherlich es quizás el único usado hoy día para la inves- tigación del fósforo, pero resulta defectuoso en algunos casos, especialmente en presencia de algunos hidrocarburos : bencene, fenol, esencia de trementina y al- eunos otros. El señor Niederstadt propone tratar la substancia objeto del análisis después de diluída con agua y de calentarla en una atmósfera de anhidrido car- bónico, por una solución de nitrato de plata. Se obtiene así fosfuro de plata ne- ero. El precipitado bien limpio se coloca en un aparato productor de hidrógeno el que arde en caso afirmativo, con una llama verde. JORGE MAGNIN. Investigacion de la colchina en quimica legal, por M. H. FUÚHnNER, Jow- nal de pharmacie el de Chimie, tomo III, serie 7, número 1, enero de 1911. M. H. Fiihner modifica la reacción de Zeisel, agregando en un tubo de ensayo á 3,5 centímetros cúbicos de la solución sometida al análisis poco más Ó menos > gotas de HCl diluído (15-20 %/,). Sometido luego el tubo de ensayo por espacio de media hora al baño-maría, se le agrega gota á gota 3 4 5 gotas de percloruro de hierro hasta la obtención de una coloración verde inalterable. Una vez enfriado, se agrega un cuarto á un tercio de su volumen de clorofor- mo, el cual se colorea de amarillo y rojo ó granate, según la cantidad de colchi- cina encontrada. Cuando los colores obtenidos son muy opacos, se diluye con agua y cloroformo. Con una dilución muy fuerte la coloración rojo granate cam- bia en amarillo pasando por el pardo. El límite para la coloración rojo granate ha sido encontrado 2,5 miligramos. Para la investigación biológica de pequeñas cantidades de colchicina se utili- zam lauchas blancas, las cuales mueren en 24 minutos con 0,0001 gramos de col- chicina. Las ranas sobre las cuales el veneno no tiene acción, se intoxican sin embargo cuando se eleva la temperatura á 30-32 grados. En esas condiciones mueren entre dos y cuadro días. Á esa temperatura la colehicina es más Ó menos 500 veces más tóxica que á la temperatura ordinaria. JORGE MAGNIN. y “ BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS (conclusión) Italia Atti della 1. R. Accad. di Scienze Lettere ed Arti degli Agiati, Rovereto — Atti della R. Accad. dei Fisiocritici, Siena. — Riv. Li- gure, Genova. — Riv. di Artiglieria e Genio, Roma. — Boll. della Soc. Geografica Italiana, Roma. — Ann. della Soc. degli Ing. e degli Architetti, Roma. — «Il Politecnico », Milano. — Boll. della Soc. Zoologica Italiana, Ro- ma. — Gazz. Chimica Italiana, Roma. — L'E- lettricitá, Milano. — Boll. Scientifico, Pavia. — Riv. Italiana di Scienze Naturali e Boll. del Naturalista Collettore, etc., Siena. — Atti della Soc. dei Naturalisti, Modena. — Boll. della Soc. Entomologica Italiana, Firenze. — Boll. della Soc. Médico Chirurgica, Pavia. — Atti della Soc. Linguistica, Genova. — Boll. del R. Comtato Geologico d Utalia, Roma. — Boll. della R. Scuola Super. d'Agricultura, Portici. — Atti della Assoc. Elettrotecnica Italiana, Roma. — [l monitore Tecnico, Mi- lano. — Boll. del R. Orto Botanico, Palermo. — Commissione Speciale d'Igiene del Muni- cipio, Roma — Boll. Mensuale dell'Osserva- torio Centrale -del R. Colegio Alberto in Moncalieri, Torino. — Atti del R. Instituto d'Incoraggiamento, Napoli. — Accad. delle Scienze, Torino. — Atti della Soc. Toscana di Scienze Naturali, Pisa. — Ann. del Museo Civico di Storia Naturale, Genova. — Osserya- torio Vaticano, Roma. — Rass. delle Scienze Geologiche in Italia, Roma. — L'Ingegneria Ferroviaria, Roma. — Atti della R. Accad. . di Scienze, Lettere ed Arti, Modena.- — Studi Sassaresi, Sassari. — Riv. Tecnica Italiana, Roma. — Osservatorio della R. Universitá, Torino. — Atti del Collegio degli Ingegneri e Architetti, Palermo. Japón The Botanical Magazine, Tokyo. — The Journal. of Geography, Tokyo. — Annota- tions Zoological Japaness, Tokyo. — The Zoological Society, Tokyo. Méjico Bol. del Observ. Astronómico Magnético Metereológico Central Méjico. — Bol. del Observ. Nacional, Tacubaya. — An. del Museo Nacional, Méjico. — La medicina científica, Méjico. — Memoria y Rev. de la Soc. cientí- fica, Antonio Alzate. — La Farmacia, Mejico. — An. del Inst. Médico Nacional, Méjico. — Bol. del Inst. Geológico, Méjico. Natal Geological Survey of the Colony, Natal. Paraguay An. de la Universidad, Asunción. Portugal Bol. da Soc. Broteriana, Coimbra. — Jor- nal da Soc. das Sciencias Médicas, Lisboa. — Acad. R. das Sciencias, Lisboa. — Bol. da Soc. de Geographia, Lisboa. — 0 Insttiuto Rev. Scient. é Litteraria, Coimbra. — Bol. do Observ. Metereológico é Magnético, Goim- bra. — Jornal das Sciencias Matemáticas é Astronómicas, Coimbra. — Bol. do Observ. da Universidade, Coimbra. — Bol. do Observy. Meterológico do Infante Dom Louis. Lisboa. Perú (Lima) An. de Minas. — Bol. de la Soc. Geográ- fica. — La Gaceta Cientifica. — Informacio- nes y Memorias de la Soc. de Ingenieros del Perú. — Rev. de Ciencias. Rumania Bol. d Soc. Geográfica, — Bucuresci. Rusia Soc. de Sciences Expérimentales, Khar- kow. — Bul. de la Soc. de Geographie, Helsingfors. — Memoires de la Acad. Imper. des Sciences, San Petersbourg. — Bull. de la Soc. Polithécnique, Moscow. — Rev. des Sciences Mathématiques, Moscow. — La Bi- | plioteca Politecnica, San Petersbourg. — Las Ciencias Físico Matemáticas en la Actualidad y en el Porvenir, Moscow. — Soc. pro Fauna et Flora, Filandia, Helsingfors, Rusia. — Bull. de la Soc. Impér. des Naturalistes, Moscow. — An. de la Soc. Phisico Chimique, San Petershourg. — Bull. de la Soc. Imper. de Geographie, San Petersbourg. — Phisi- calische Central Observatorium, San Peters- burg. — Bull. du Jardin Imper. de Botanique, San Petersburg. — Korrespondensblat de Natufors Vereins, Riga. — Bull. du Comité Géologique, San Petersburg. — Bull. de la Soc des Naturalistse de la Nouvelle Russie, Odesa, San Salvador Observ. Meteorológico y Astronómico, El Salvador. Suecia y Noruega Sveriges geologisca Underskning, Stoc- kolm. — Bull. of the Geological Inst. Uni- | Nacional. — Bol. del Observ. Metereorológico versity of Upsala, Suecia. — Kongl Vetens- | Municipal. — An. del Departamento de Ga- kaps. Akademiens. Acad. des Sciences, | naderia y Agricultura. : NACIONALES Buenos Aires Rev. de la Fac. de Agronomía y Veterina- ria, La Plata. — Rev. del Centro Universi- tario. La Plata. — Bol. de la Biblioteca Pública, La Plata. — An. del Museo, La Plata. — Oficina Químico Agrícola, La Plata. — An. del Observ Astronómico, La Plata. — Rey. Mensual de la Cámara Mercantil, Barra- cas al Sud. Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos, Aires. — Ar- chivos de Criminalogía, Medicina legal y Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geográfico Ar- gentino. — Bol. de Estadística Municipal. — Rev. Farmacéutica. — La Ingeniería. — An> del Depart Nacional de Higiene. — Rev. Nacional. — Rev. Técnica. — An. de Ja Soc. Rural Argentina. — An. del Museo Nacional de Buenos Aires. — Bol. Demográfico Ar- SUBSCRIPCIONES Paris Annales des Ponts et Chaussées. — « Re- vue ». — Contes Rendus de l'Acadéemie des Sciences. — Annales de Chimie et de Physi- que. — Nouvelles Annales de Mathématiques. — « La Nature ». — Nouvelles Annales de la Construction (Oppermann). — Revue Scien- tifique. — Revue de Deux Mondes. A y E e LS CIA a a E Stockolm. — Reggia Soc. Scientiarum et Litterarum, Góteborgensis. — Porhandl y Vidensk Selskabet, Cristiania. «Suiza Bull. Tecnique de la Suisse Romande, Lau- ssanne. — Geographich Ethnographiche ge- sellschaft. Zurich. — Soc. Hevéltique des Sciences Naturelles, Berna. — Bull. de la Soc. Neufchateloise de Geographie. 4 Uruguay (Montevideo) Vida Moderna. — Rey. de la Asociacion Rural. — Bol. de la Enseñanza Primaria. — Bol. del Observ. Metereológico, Villa Colón. — An. de la Universidad. — An. del Museo gentino. — Rev. de la Soc. Médica Argentina. — Rev. de la Asociacion Estudiantes de In- geniería. — Rey. de la Liga Agraria. — Rey. Jurídica y de Ciencias Sociales. — Bol. de la Union Industrial Argentina. — Bol. del Centro Naval. — El Monitor de La Educacion Común. — Enciclopedia Militar. — La Se- mana Médica. — Anuario de la Direccion de Estadística. — Rev. del Círculo Militar. Córdoba Bol. de la Acad. Nac. de Ciencias. Entre-Hios An. de la Soc. Rural. "Tucumán Anuario Estadístico. Roma Trattato Generale dell'Arte dell'Ingegnere. — Giornale del Genio Civile. ] Milano Il Costruttore. — L'Elettricitá. Londres The Builder. 7 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍE ARGENTINA DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO SEPTIEMBRE 1911. — ENTREGA III. — TOMO LXXII ÍNDICE GALDINO Ne6ri, Sulla velocitá media apparente dei primi tremiti preliminari di CA o a tl pe e Aaa TE A NA ALE Ñ ERNESTO LONGOBARDI, Algunas investigaciones sobre los petróleos argentinos... 119 BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 19L1 JUNTA DIRECTIVA ss Presidenta o lo rr Eo Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente no ae Doctor Francisco P. Lavalle Vicepresidente DL Ingeniero Nicolás Besio Moreno Secretario de actas ns . Profesor Juan Nielsen ; e Secretario de correspondencia.. Doctor Abel Sánchez Díaz A A e Arquitecto Raúl G. Pasman E Bibliotecario ......... AA Doctor Victor J. Bernaola Coronel Arturo M. Lugones i Doctor Francisco P. Moreno Doctor Horacio G. Pinero Vocales. dr eo E AOS: M7 Doctor Tomás J. Rumi Doctor Antonio Vidal , Ingeniero Esteban Larco Ingeniero Pedro Aguirre GCOrENte EN RA de Señor Juan Botto REDACTORES Doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi, doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingeniero Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, doctor Luciano Palet, doctor Fernando Lahille, ingeniero Arturo Hoyo, inge- niero Jorge W. Dobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Fe- derico W. Gándara. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmADEO y doctor Horacio DAMIANOVICH . ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. 5 La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional Pormes Ti ES On a > 1.00 Poriados Ls A E e Tr Ide 12.00 Número atrasado aa e oe oe 2.00 =- para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de $ á 10 pasado meridiano SULLA VELOCITA MEDIA APPARENTE DEI PRIM PREMIT PRELIMINARO DI TERREMOTL VICIN Per GALDINO NEGRI Nella mia nota Velocidad de propagación de las ondas sísmicas 1911, La Plata, valendomi di molte osservazioni eseguite in stazioni sparse per tutto il mondo, misi in evidenza alcune relazioni fra le velocita medie apparenti delle onde sismiche corrispondenti alle differenti e successive sezioni o sotto fasi di un telesismogramma. Se dette relazioni gia accennano a sussistere verso i mille chilo- metri circa, affermandosi sempre pia collaumentare della distanza, non e cos1, per distanze epicentrali minori di mille chilometri circa. Per tali distanze, non sussisteranno adunque piu le relazioni : ne S + 1000 a 128 ATA > TS E e nemmeno non sussistera piú la costanza dei rapporti anarmonici gia considerati. »] : VA VE NE Ñ . o E Pure la serie : + => + €cc., non sará pin una progressione arit- VE metica come trovai pei telesismi. Seopo mio, adunque, con questa nota e, valendomi di alcune osser- vazioni, specialmente giapponesi e italiane, di eseguire una investi- gazione, per giungere possibilmente a determinare la variazione della velocitá media apparente dei primi tremiti preliminari, per distanze minori di circa 1000 chilometri, cioe pei terremoti vicini. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII Í 9S ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Come al solito chiamero con V,Y,S rispettivamente la velocita dei primi tremiti preliminari, la durata di questi sul sismogramma, e la distanza epicentrale misurata sullarco di cireolo massimo. ll ben noto sismologo dottore Omori, di Tokio, dalPesame di un buon numero di sismogrammi corrispondenti tutti a terremoti giapponesi, determino fra Y, Y, ed S la seguente relazione, valevole per distanze epicentrali comprese fra 50 e 250 chilometri circa : S = 6,56 (Y, + Y,) + S; (ove Y, e la durata sul sismogramma dei secondi tremiti 1 SS z EE preliminari) da cui Y, + Y, = Ed Che questa relazione coincida a )LOD sensibilmente colla realta, lo si puo scorgere dal seguente quadro: TERREMOTI GIAPPONESI (OMORI) Stazioni | Distanza E 23.0 a ie E | ; | ts q S—8| Diffe- Data d'osserva- | epicentrale |+= 23 |(Y, + Y.=- E e a 20 | Dz 6,56 renza zione in chilometri | GA | 1] | > | A A A AA A | | | | Mtaprile 1906 .02.. | Taiman | 53 ) ( 86 ) 6 novembre 1904... .| Taiman | 64 60 ) 8,3 ' Ss6 7156 —1s0 17 marzo 1906.......| Taichu 65 ) NEO 17 marzo 1906. cl Taiman | 19 8,7 6 novembre 1904. Taichu 7 6 novembre 1904 Hokoto 85 83 9,0 10,7 10,9 +0,2 14 aprile 1906 .......| Taichu | 88 | | 12,0 | 24 aprile 1904 ..-....| Hokoto | 90 12.7 Maple 0D Es Hokoto | 98 13,0 24 aprile 1904... | Taichu | 98 y 14 24 aprile 1904 .......| Taito | 98 ;102.4 ¿12,8 12,9 13,8 | +0,9 17 marzo 1906 ....... ¡ Hokoto | 101 / 11,5 | | 6 novembre 1904.....| Taito 117 11553) 17 marzo 1906 .......| Taihoku| 188 21,5 6 eS (ODE TI dad 202 E W 28,8 / 98.9 28.7 0,2 14 aprile 1906 .......|Taihoku | 210 Á / 30,6 ' 24 aprile 1904 ....... |Taihoku | 221 SAT Per distanze superiori ai 250 chilometri, fino prossimo ai 6064 chi- lometri, Omori, fra gli stessi elementi, valendosi sempre d'osserva- zioni dirette, determino la relazione seguente : SNA OS PRIMI TREMITI PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 99 dalla quale ricavo la cui soddisfacente sufficienza si seorge dal quadro seguente : TERREMOTI GIAPPONESI (OMORI) O A A A AA A Distanza Y 4 Y E DIF Stazioni epicentrale Cia E ») [Eje Yi=- 2 isa A > . | metodo diretto s 1,27 renza in chilometri A : 350 y 4750 / 4350 Mio 5- ARES 1 365 ( CSI AI ELIO A 392 AOS E 8s5 +03 suk uba ANASOT Ñ ) 43,04 ) 15,04 AM Só 60,0 61,7 | Mizusawa | 567 (60 Id A de o NE as 003 Mia o : 1.598 $ (WETESHO y (TAO ) | S Fino ai 250 chilometri, anziche la Y, + Y, = —=—- potro usare a 6,56 E ES : a b Si ÓN la relazione piú semplice Y, + Y, = 355+ € dai 250 fino prossimo ó (40 S — 38 ai 600 chilometri, anziche la relazione Y, + Y, =-—7: potro 1,21 a ; En 5 E e S usare la relazione pia semplice Y, + Y, = 3 € E che queste due nuove espressioni pia semplici, si possono tispet- tivamente sostituire alle suaccennate relazioni di Omori, senza sensi- bile errore, lo si puo rilevare dai seguenti prospetti : Fino a 250 chilometri circa : 5) Ñ o S— 8 . ES S poN Y + Yo == Y, + Y, = Diflerenza S 6.86 5 in chilometri CO (ON 850 + 054 8 10,9 ; s a o ea AO A O 13,8 | 13,7 l 0 A 28:10) TT E Da 250 fino a 600 chilometri circa : 100 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y A e Dirt in chilometri . ¿AD y hh YX.= $ iflerenza ASS a 4855 : 1980 155 , 0 16156 A (608 55 PA o dl 74,8 y AZ y 911 Con lettura diretta Omori trovo i seguenti valori di Y: Distanza Ss Y, Stazione epicentrale Ñ e | (lettura diretta) in chilometri ROTO Ra aa 350 350 MITO RAE E 350 43, IU A A 380 47,0 Miyako. motas > o 610 78,0 Questi valori di Y, soddisfano sensibilmente essi pure alla rela- HOME NA a come si puo rilevare dal seguente quadro : S Ni [ S ) na : a EN Differenza in chilometri lettera diretta 8 DD a 430 1357 +07 0 430f_. TS +0,7 Ñ ES 510% E DOS - ol 47,0 47,5 l +0,5 610: 78,0 76.3 —1,7 Ne viene di conseguenza che cosi essendo, fino a 660 chilometri circa, si avrá sensibilmente : S S a e VS dovrá percio sensibilmente fino verso ai 600 chilometri circa, essere Y, = 0; 0oalmeno molto piccolo in confronto di Y,, tale da poterlo quasi trascutrare. In base adunque a quanto esposi sara lecito serivere il quadro se- guente : S de S S , 8 in chilometri MAS in chilometri a 200 aeRR 68 250 LS NS LS LO 13,4 SOON 37.5 MA 20,2 SODA 43.7 A e 26,9 400. 50.0 USO 56,2 OO sE 62,5 PRIMI TREMIT[ PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 101 Facendo la differenza fra ciaseun termine e quello che immediata- mente lo precede, rispetto ai valori di Y, seritti nel suesposto quadro, ottengo : 1354 — 658 = 6%6 (A) 20,2 — 13,4 = 6,8 ) media 6%7 circa 26,9 — 20,2 = 6,7 3185 = 31852 = 6%3 MU ==> (Ds (B) 50,0 — 43,7 = 6,3 , media 653 circa DOS OO 102 62,5 = 56,2 = 6,3 Fino a 250 chilometri adunque, ad ogni aumento di 50 chilometri nella distanza epicentrale, le corrispondenti Y, aumentano di circa 6%7; e da 250 chilometrti fino ai 500 circa, le corrispondenti Y,, aumen- tano di 63 per ogni aumento di 50 chilometri nella distanza epicen- trale stessa. La differenza fra 6%7 e 65, e abbastanza piecola perche si possa considerare il quadro (B) come una continuazione senza soluzione di continuita del quadro (A); potremo percio assumere quale differenza comune pei due quadri, la media delle due differenze cioe; 65. Sara quindi anche sensibilmente, da 50 fino a 500 o 600 chilometri, Y AN E A eS LAS 7as) = 777 atan PercionS 4110 ME: Cio premesso, considero le V. Fra V, e V, comeal solito sussistera la relazione : ESA VES E de VEO, e sapendo che 7 = 1,8 circa, sara: 1 Vi: T O ESET e poiche Sl S y 1 == EN Ud ottengo : V, = 6,16 chilometri per secondo. 1 102 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Percio fino a 500 o 600 chilometri circa la V, si manterrebbe co- stante ed uguale a 6 chilometri cirea per secondo. Si e visto pero nella nota sopra 1 telesismi, che per S = 1000 chilo- metri, V, e uguale a 6 chilometri per secondo; ne concludo adunque che la velocita dei primi tremiti preliminari, si manterrebbe costante, e sensibilmente uguale a circa 6 chilometri per secondo, fino a circa 1000 chilometri dalPepicentro. e valevole da 250 fino . a . y Y 5 S1 € visto ancora che (Y, + Y,) = == 600 chilometri circa; ed essendo per tali distanze Y, = g' Sara: C ¡5 — 38 S 0,735 — 304 S — 416,4 . 2.) == = =5 m7 E = z elrca. (,21 S 995,16 (9,6 S — 416,4. . ; SS —5— € piccola relativamente a —3—- ed e per (9,6 1.2! questo che in principio dissi che Y, per piecole distanze e sensibil- La frazione mente zero. Per S = 416,4 chilometri, Y, e effettivamente zero, poiche per tale 0,735 — 304 25,16 Per tutti i valori di S minori di 416 chilometri circa, Y, sará nega- valore dí S si annulla la frazione tivo; e pei valori di S maggiori di 416 chilometri Y, si manterrá sem- pre positivo. Le osservazioni rispetto alla velocitáa delle onde sismiche per pie- cole distanze, cioe inferiori ai 1000 chilometri circa, e specialmente inferiori ai 500, non solo non sono cosi abbondanti come quelle ri- spetto a grandi distanze, ma generalmente sono affette da errori pin rilevanti, essendo molto facile incorrere in errori, poiche differenze anche di pochi secondi nel computo delPora delPinizio del sismogram- ma, danno, se si tratta di piecole distanze epicentrali, errori notevo- lissimi nella rispettiva velocita, mentre che quanto pia grande e la distanza epicentrale, tanto meno Perrore nel computo delPinizio del sismogramma, si fara sentire sul valore vero della velocita. Ed ora con quel poco materiale che mi sono direttamente procurato, vediamo se i risultati ottenuti con metodo diretto per la velocita del primi tremiti preliminari, rispetto a terremoti vicini, si accostano piu o meno al valore sopra determinato, cioe di sei chilometri per secondo. PRIMI TREMITI PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 103 Terremoto di Calabria del 28 dicembre 1908 (Malladra) v. - Distanza pa pe : metodo diretto calcolato epicentrale ; : : z ñ Z ; Ñ : in chilometri in chilometri in echilometri per secondo per secondo DOORS TIA o e E SO) 6 SLOT Lo 6,08 6 Terremoto di Kashgar del 22 agosto 1905 (Omori) ¿ v V Distanza Len : NN E metodo diretto calcolato Stazione epicentrale E , E : : ; z E l in chilometri in chilometri in chilometri per secondo per secondo Rashkeonan 590 6.5 6 Terremoto di Geyo del 2 giugno 1905 (Omori) RODEO at RE 264 6,29 6 Osaka e ad dedos 292 2,13 6,18 6 Moka AL ERES EA 6953 6,54 6 Riassumendo in un prospetto unico questi tre quadri ottengo : Distanz e No istanza É E metodo diretto calcolato epicentrale : : : : : , Xi y A in chilometri in chilometri in chilometri per secondo per secondo DI 6,29 6 ID E AS : 5,13 6 IS e EN 5,35 6 UA 6,50 6 DITA et ae: 6,54 6 SAO A ai leo 6,08 6 Da questo prospetto si vede a colpo d*occhio che le V, ottenute con metodo diretto, e le V, calcolate, si accordano sensibilmente. Il sismologo giapponese Imamura, rispetto alle velocita delle onde lunghe o principali, relative ad alcuni grandi terremoti, per piccole distanze epicentrali, trovo con metodo diretto i seguenti valor : 104 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Terremoti giapponesi (Imamura) ] E de Velocitá delle onde Distanza di Tokio 1 ] incivali (V E unghe o principali Data dall epicentro ; , E Ns) ] z E metodo diretto in chilometri A z 4 in chilometri per secondo aprilia - E 110 3,23 6 marzo 1396-22... 120 3,43 INALOSLO ML 450 3,23 24 aprile 1896 ........ E 70 3,04 16 agosto 1897... E 300 3,26 AA ME s0 3,30 Per distanze inferiori a 500 o 600 chilometri, non e il caso di par- lare di V, ed a maggior ragione di V,V, ecc. Percio considerando che la massima distanza che figura nel quadro di Imamura e di 450 chilometri, le velocita calcolate dal Imamura stesso col metodo diretto in base alle registrazioni sismografiche, ap- parterranno alla terza o al piu alla quarta sezione del sismogramma ; (V,,) per tali distanze epicentrali cosi piecole, sara sensibilmente poco differente da V.. Si sa che fra V, e V, sussiste la relazione V, = 1,5V,; nel nostro y =1,8V 3, In conseguenza, moltiplicando per 1,8 le V,, ottenute da Imamura caso percio sara sensibilmente V rispetto ai suaccennati terremoti vicini, dovro ottenere valori poco differenti delle corrispondenti V, che raduno nel quadro seguente: Distanza di Tokio Valori delle V, dedotti dall epicentro dalle V,, di Imamura in chilometri in chilometri per secondo 110 3,16 120 6,17 450. 5,81 TO. 5,47 300. 5,86 AS e 5,84 Media . 5,84 I valori adunque di V,, dedotti dalle V,, di Imamura, si accostano sensibilmente ai valori che determinai dapprima, cioe a sei chilometri per secondo. Radunando tutte le V, ottenute direttamente da difte- renti esperimentatori in diverse parti del mondo, rispetto a distanze epicentrali inferiori a 1000 chilometri, (terremoti vicini) ottengo il seguente prospetto che avvalora quanto esposi : PRIMI TREMITI PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 105 y Né vo Distanze a P k metodo diretto calcolato epicentrali , : : : , o p E 2 in chilometri in chilometri in cbilometri per secondo per secondo Ae dad 5,47 6 SU El : 5,94 6 OA AS 00 3,76 6 AO s (555 7 6 264... : 6,29 6 AE RN 9,13 6 DOS : e 5,86 6 450... h A 5,81 6 460... AA e) 6 590. E ; 6,50 6 (ss Ad 6,54 6 SLOEE : y 6,08 6 Media 6,96 6 Questo valore di sei chilometri circa al secondo viene, indiretta- mente se si vuole, confermato in una nota del distinto scienziato dot- tore José Comas Solá, direttore dell osservatorio di Fabra (Barcello na) Caleul de la profondeur des hypocentres sismiques 1909, In detta nota, esponendo appunto un suo metodo speciale pel cal: colo della profondita del centro sismico, il dottore Comas Solá, consi- derando distanze epicentrali non superiori a 500 chilometri, discuten- do in rispetto alla velocitá da segnarsi in una certa sua espressione riguardo alle onde lunghe o della terza fase, per detta distanza epi- centrale, cos1 si esprime : «La vitesse est sensiblement uniforme et égale, VPapres les plus recentes et exactes observations, a 3,4 kilometres par seconde.» Osservando che il dottore Comas Solá considero distanze epicentrali non superiori a 500 chilometri, ed essendo come dissi piú sopra per ta- le distanza la velocitá della seconda sotto fase V, sensibilmente ugua- le a quello delle onde lunghe (sensibilmente V,,) sará V, = 1,8 V,, ossia : V, =1,8.3,4 = 6,14 chilometri per secondo; in altri ter- mini, la velocitá dei primi tremiti preliminari lungo dette distanze, sarebbe pressoche costante, ed uguale a 6,14 chilometri per secondo circa, risultato che concorda coi valori gia ottenuti. Ritenendo adunque quale valore di V,, sei chilometri per secondo A AS 6 (ove t, eil tempo impiegato dai primi tremiti preliminari ) per percorrere lo spazio epicentro-stazione). 106 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SA E 7.7" Sara : Y. = 6 = 1,28 circa; quindi t, = 1,25Y,. Pero, parlando in altra nota sui tele- sismi, trovai per questi t, = 1,25Y,; potremo dunque dire che t, = Ed essendo come gia abbiamo visto Y, = 1,25Y,, vale per qualsiasi distanza, essendo trascurabile la differenza fra i due valori di £,. E qui torna opportuno un confronto fra le due espressioni di Y : S SS y S + 1000, Y == === e Y — , LA ; 15 valevole la prima fino a cirea 1000 chilometri dal epicentro, e la se- conda da 1000 chilometri in avanti, cioe pel telesismi. Nel punto in cui cessa di essere valida la prima espressione, inco- mincierá a valere la seconda; percio la differenza fra le due espres- sioni, dovrá continuamente diminuire fino a ridursi a zero verso 1 1000 chilometri circa; da questo punto continuando ad aumentare la distanza, la differenza aumenterá continuamente cambiando pero di segno come si puo vedere dal prospetto seguente : E A: Y, = + Y, = eS Differenza 300... 3650 8656 + 5056 400. 50,0 93,6 2303 aa... 56,0 96,3 + 40,3 500... : 63,5 100,0 1203615 600... 77,0 106,8 19978 700... : 91,0 113,0 + 22,0 800... A 104.0 120,0 + 16,0 900... 118,0 126,0 + 8,6 1000. . 2 a 132,0 133,0 + 1,0 1012. . ES: 134,0 134,0 =853050 MINO O 201,1 166,0 AO) A e A 270,0 200,0 — 7050 3000... ae 107,0 266,0 == Solamente, adunque, fino a 1000 chilometri circa, sará valida la re- A NO) ¡DA o) p 3 UN: . . lazione Y, ==.» € da 1000 chilometri in avanti, la relazione (4/1 a S + 1000 ye A IAS 15 Considerero qualche altro esempio di terremoti vicini. TRIMI TREMITI PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 107 Colla registrazione del terremoto del 31 luglio 1901, il eui epicen- tro giaceva ad Alvito nelle vicinanze di Sora, (Toscana, Italia), ot- tenuta a Roma al Collegio Romano, col grande sismometrografo Cancani a registrazione veloce continua, misurando direttamente sul sismogramma riprodotto sul lavoro del dottore Agamennone La regi- strazione del terremoti di Griovanni Agamennone, Roma, 1906, ottengo : lime io 9 Sara percio:£, = L7* crea, e quindi': > 100 A : ; : NA a 5,8 chilometri per secondo; essendo la distanza epicen- Ú trale vera di circa 100 chilometri. Colle registrazioni del terremoto di Mendoza, dell?S gennaio 1910, ottenute in detta stazione, con un sismografo Omori-Bosch, misuran- do direttamente sul sismogramma ottengo : Sulla componente E-W ........... NE is == 1100) a e q ra > > e media Y, =4055 Sulla componente N-S............ == o == 0) Sará S = 7,68Y, = 311 chilometri circa, e percio :t, = 51% circa; E >11 A: ; : in conseguenza V, = 7 = 6 chilometri per secondo approssimati- 91,2 vamente. Come si vede questi esempi confermano ancora la costanza della velocitáa del tremiti preliminari dei terremoti vicini. Fino a 250 chilometri piu o meno dal epicentro, si e visto che sus- siste sensibilmente la relazione : S = 6,86 (Y, + Y,) + 8; sussistera contemporaneamente la relazione generale giá tante volte vista trat- tando dei telesismi : v,V a 1 3 T 1h S=>— (Y Ms a ed essendo per terremoti vicini sensibilmente V, = V,, la seritta re- lazione diventa : 5 VN AY == _——— (dá, le NG) == o ; (Y, E Y); E S 0,8 a da cui y 0,58 V E ) 108 ed essendo sara OSSIa avro : ANALgS DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA SS y A e 6.86 0.88 . 6.86 VA == xl - SOS 5.58 Y 2 Si vede chiaramente che per qualunque distanza epicentrale $, V, sará maggiore di 5,5 chilometri per secondo, infatti da detta relazione ottengo : ceNE E Chilometri Chilometri per secondo y Per SON da V, =6,5 Gt LD. a e eb LA VA=="650 EStISi==320 0 o Va = 001 Media... MA = (050 Ed ancora abbiamo visto piú sopra che, da 250 chilometri fino a circa 1000 chilometri dalP epicentro, resse sensibilmente la relazione o seguente: S = 7,27 .(Y, + Y,) + 38; dalla quale analogamente, alla formola precedente, ottengo : da cul ricavo D'espressione 3 l l ll ll l 9,9 Chilometri Chilometri per secondo 300. l : 1035 ADO Add V,=864 O V, = 6,3 600... Vii =16;:2 800. Vv, = 6,1 OO te V,=6 10004. Ms. v, =6 Media....... == 00% S : ad : ns 38 (che da i valori di V, per distanze minori di PRIMI TREMITI PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 109 1000 km.) a misura che essa distanza aumenta, avvicinandosi ai 1000 chilometri, si avvicina sempre piú al valori di V, data dalla espressione v 128 x Sa -1000 espressione quest'ultima valevole solamente per distanze epicentrali maggiori di 1000 chilometr1. Anche qui, come sopra, vi sará un punto in cul cessa di essere va- lida la prima, per incominciare a valere la seconda espressione. Eguagliando adunque le due espressioni, si otterrá un eguaglianza, che solo sará soddisfatta per S = 1000 chilometri circa. Sará adunque : DS AS SNESS MISE000 dalla quale: S = 1009 chilometri, valore molto prossimo a 1000 chi- lometri, come era da prevedersi. Continuando nel investigazione, ricordero che Omori con lettura diretta sul sismogrammi ottenne i seguenti valori per Y. Chilometri Lettera diretta Porn tE—) Y, = 4350 Bor 1930 E O ; Y, = 47,0 eS ll 718,0 Applicando la relazione y VAS y == = V, —V, : sará : AVI S = 2 Y, 0,8 e quindi: Ma ISES AE dalla quale ottengo : 110 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA . ; Chilomewri Chilometri ; per secondo A == ES A A, Va = 7 LS LO e dea vi =B,2 Media VEIS 11 professore Stiattesi, direttore delPosservatorio geodinamico di Quarto Castello (Firenze), dallesame di registrazioni sismografiche trovo che per Pltalia la formola determinata di Omori dava risul- tati un po” maggiori del vero, rispetto al calcolo della distanza epi- centrale in funzione della durata dei tremiti preliminari. Egli ne ricerca le cause nella differente elasticita delle roccie pro- fonde, e nel fatto che le formole di Omori sono state dedotte, in gran parte, da sismogrammi non posteriori al 1902: dati quindi da istru- menti assai pia torpi pei primi tremiti preliminari degli istrumenti sensibilissimi, adottati in questi ultimi anni da osservatoril italiani e stranierl. Comunque sia, lo Stiattesi trovo che pei terremoti italiani vicini, da buon risultato la relazione: S = 5,52 (Y, + Y,) + 45; e quindi col solito metodo ottengo : a 0.8 S 448 Y EN ASA dalla quale ricavo : Le E Chilometri Chilometri per secondo PEN Os toa AE V, = 5,20 Per A A Y, == 0,00 A Y, = 5,00 A V, = 5,00 Media WI=5305 Per piccole distanze epicentrali (S < 1000 km.), in Giappone, Omori con una serie di sismogrammi, avrebbe adunque ottenuto per Va Giappone circa 6 chilometri per secondo, e Stiattesi in Italia, circa 5 una media di circa 6 chilometri per secondo; Imamura, pure al chilometri per secondo. Osservando questi risultati, si capisce che il professore Stiattesi non deve essere lontano dal vero, quando afferma che due sono 1 fat- PRIMI TREMITT PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 111 tori che fanno variare la velocita dal massimo di sei al minimo di ein- que chilometri per secondo : la diversa elasticita delle roecie, e la dif- ferente sensibilita degli istrumenti. Tanto per finire Panalisi delle relazioni che si determinarono fra eli elementi considerati, citero uWaltra formola che Omori propose, frutto sempre di una serie V'osservazion1. S =7,5Y, + 24,9; dalla quale ricavo : Chilometri Chilometri per secondo Per 300. 0. Didi Y. = 6,6 OTIS OO A do Den d EN Va == 0: Pon == OO Al. 643 eri 0 == Media VE == 008 Prima di coneludere considerero ancora due registrazioni dell'os- servatorio di Catania, a proposito di due terremoti di terra vicina, e di cul la distanza epicentrale e ben nota. Dal bollettino sismologico delPosservatorio di Catania del mese di aprile 1911 rilevo: 4 aprile 1911. Terremoto a due riprese di origine relativamente vicina, a chilometri 487 circa, a SSE di Catania, con epicentro in fondo del Mediterraneo, avvertito da qualche persona. Le registrazioni sismografiche rilevate da detto bollettino damno : Microsismografo Vicentini B, = 16'45%54* 3, =16 47 14 16 47 14 16 48 14 Ill In cui B, B, B, B,,, sono rispettivamente le ore in cul si inizia il si- smogramma, la seconda sottofase preliminare (Y), la terza sottofase preliminare (Y ,), e Ponda di massima ampiezza. Con questi dati ottengo A 0 1 le UN 0) 487 = —- = 4.87 km. per sec. 00 LS ' t, =1,25Y,= 100* Y y 487 487 i Wi = == = 9,71 km. per sec. PERA ISO 112 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA D”altra parte : VE 4.87 => === =I=2. 1 Km. per sec: ; 1,8 1,8 che conferma il primo risultato di Y, E 487 dtasr! ¿er AA ERA) 100, 1 140 ENBLO A AS Applicando la relazione di Stiattesi: S = 5,52Y, + 45, ottengo : S = 486,6, mentre che applicando la formola di Omori, avrei un ri- sultato un po” maggiore. DalPanalisi di questo sismogramma e dai relativi caleoli deduco adunque: 1* Che Y, = 0; infatti sará: Y, = B, — B, =0, come altre parte deve essere e feci osservare piú sopra; — 2” Che il rapporto E anche per piecole distanze si aggira attorno e) al valore di 1,8; 3” Che il valore di V, si aggira attorno al valore di 5 chilometri per secondo e che la formola Stiattesi da risultati soddisfacenti per PIta- lia, dimostrando la necessita che ha ogni paese di modificare le co- stanti delle relazioni generali per terremoti vicini. Grande sismografo Stiattesi B, = 16%45"53* B, =16 47 17 B, =16 47 17 B,, =16 47 23 Sará adunque: Y, =0 Y, =B, =B, =16 4717 16'45"53=84* 10M 05 . 487 , == 35 1,64 km. per sec. 105 , 487 487 : V, = =——b= ¿27 =2,6 km. per sec. E AO PRIMI TREMIT1 PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI TS D'altra parte zi NW 4,64 === === 2.95 5 1,8 1,8 valore prossimo al valore 2,6 gia ottenuto. É 4817 487 487 V A = = 2,4 km. per sec. A O ErO0 7 195 Questa registrazione fatta col grande pendolo Stiattesi del mede- simo terremoto vicino, nel medesimo osservatorio di Catania, confer- ma tutte le deduzioni dedotte dalla registrazione del sismografo Vi- centini non solamente, ma dimostra altresi che per piecole distanze, V, deve essere molto prossimo a V, o V,,, essendo gia, come dissi al- trove, per piccole distanze V,, sensibilmente eguale a V, o V,,. Applicando la formola Stiattesi otterro S = 508 chilometri, valore prossimo alla distanza vera di 4587 chilometri circa. Sempre dal bollettino delPosservatorio di Catania rilevo : > aprile 1911. Terremoto vicino, con epicentro circa a 230 chilome- tri da Catania. Le registrazioni sismogratiche di detto bollettino danno : Microsismografo Vicentini B, = 16'29” 3* B, = 16 29 38 B, =16 29 38 v yo , Da dette registrazioni ricavo : E A 0 Applicando la relazione Stiattesi: S = 5,52Y, + 45, ottengo : S = 238 chilometri circa, valore che sensibilmente coincide colla di- stanza vera epicentrale di 230 chilometri circa. 230 ON D Ea DESEA O E A E PON == 20M) == 445 Circa; == = 5,2 km. per sec. 414 e 230 230 V = 2,91 km. per sec.; AN 79 AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 114 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Paltra parte V 02 : 2 E — 2,9 km. per sec. S 1,S 1,8 Grande sismomelrografo Stiattesi B, = 16'29" 9* B, =16 29 45 B, = 16 29 45 B,, = 16 29 48 Da queste registrazioni ricavo: NE == Y. == 0 ON Vi == 31 km. per see: WES = 2.8 km. per sec. V — 92.74 km. per sec. e dalla relazione Stiattesi ottengo : S = 245 km. per sec. Si vede poi che V,,, in conformita con quanto dedussi dalPanalisi generale, e quasi uguale a V,. Dalla considerazione, dunque, tanto delle formole giapponesi dedot- te da numerose osservazioni con sismogrammi relativi a terremoti vicini glapponesi, quanto dalle formole italiane rispetto a terremoti vicini italiani, si scorge che la velocita dei primi tremiti preliminari si mantiene pressoche costante fino verso 1 1000 chilometri circa, co- stante rappresentata da sei chilometri per secondo circa pel terremoti eiapponesi, e di cinque chilometri per secondo pei terremoti italiani. Ammesso anche che col perfezionarsi maggiormente del sismografi, da future osservazioni, possano venire un po? modificati tali valori, cio non avrebbe punto importanza rispetto al fatto, di rappresentare essi una costante fino verso ai 1000 chilometri dalP epicentro circa. Questa conclusione viene recentemente confermata da un valente sismologo il dottore G. B. Rizzo, direttore dellosservatorio geodina- mico di Messina, in un suo recentissimo studio pubblicato a Torino per cura della Reale Accademia delle Scienze nel 1910 : Sulla propaga- zione dei movimenti prodotti dai terremoti di Messina del 28 dicembre 1908. A pagina 62 di detta memoria si legge : uWaltro risultato notevole PRIMI TREMITI PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI 115 e questo : fino alla distanza di circa 1500 chilometri dalPepicentro, cioe, fino alla distanza di angolare di 135, la velocitá di propagazione delle diverse fasi del movimento, stimata sulla superficie terrestre, rimane costante. Cio dimostra che fino a quella distanza, cioe fino a tanto che il movimento del terremoto si propaga nella calotta sferica che ha Paltezza di (1 — cosen 675), ossia 7 millesimi del raggio ter- restre (circa 44 km.) la velocitá e costante ed uguale aquella con cui i movimenti medesimi si propagano alla superficie. Oltre quella pro- fonditá, le onde sismiche dei tremiti preliminari incominciano ad in- contrare un mezzo nel quale acquistano velocita di propagazione piu erande. Le onde che costituiscono i diversi gruppi della fase principale con- tinuano invece a propagarsi sulla superficie perche le corrispondenti curve odografe non indicano aleun aumento di velocita che non si possa spiegare cogli ordinari aumenti dei modoli di elasticita in rela- zione colle variazioni di periodo e dellampiezza delle oscillazioni del suolo. In oltre, il professore Rizzo, in detta nota, conferma quanto dico nella memoria Velocidad de propagación de las ondas sísmicas rispetto al telesismi; e cioe che le velocita dei tremiti preliminari si possono considerare uraltra volta costanti dopo gli 5000 chilometri dalPepi- centro. Infatti dalla relazione : : 128 V, 1% a S + 1000 ottengo : É 4 Chilometri Chilometri Ñ per secondo Bon i= AS ODO Tide so dE V, = 10,66 Per S = 20,000. WA == 10 clas La differenza adunque di chilometri 0,77 nella velocita, su una dif- ferenza di 12.000 chilometri nello spazio, autorizza a ritenere costante la velocitá V, dopo circa 5000 chilometri; per quanto sensibilmente tale costanza, la si possa ammettere anche dopo 1 5000 chilometri, poiche stando sempre alla suaccennata relazione si avrebbe : Chilometri per secondo WE = 00) Vo =="10,66 AS Chilometri Per S Per S 8.000 Per S = 20,000 [ QU e >? (>) ! 116 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Se la costanza e sensibile per V, dopo 8000 ed anche dopo 1 5000 chilometri dal epicentro, per la stessa ragione detta costanza sará sensibile per Y, (cioe per la velocita corrispondente a secondi tremiti 3 preliminari) dopo detta distanza. Infatti si avra, sapendo che 7 == OE 2 Chilometri Chilometri AO ESTIMO 000/5042 ; ns Wi= 005 ESAS 000 A Te WE = 10% Per S = 20.000........ e ele Wo = (0508 Per quanto in questa nota mi sta proposto di non parlare delle ve- locitá riguardanti i telesismi, cioe da 1000 o 1500 chilometri in avan- ti, avendone giá parlato in altra memoria, pur tuttavia non posso tra- lasciare di rilevare che, malgrado gli errori (osservazione, (errori molte volte quasi impossibile ad evitare per cause istrumentali, ora- rie, ecc.), le velocitá V, V, V,... ecc., relative al terremoto di Messina del 28 dicembre 1908, pazientemente ed intelligentemente raccolte dal dottore Rizzo nel suo gia menzionato lavoro, seguono in moltissi- me stazioni sensibilmente le relazioni che determinai rispetto alle ve- locitá di propagazione pel telesismi. Riassumendo quanto fin quí esposi potro adunque dire : 1% Che la velocita media dei primi tremiti preliminari (V,) si man- terrebbe pressoche costante, col valore di cinque o sei chilometri per secondo fino ai 1000, o, al massimo, fino ai 1500 chilometri dalPepi- centro : 2% Ohe la durata dei secondi tremiti preliminari (Y,) si puo sensi- bilmente considerare zero fino verso i 500 chilometri dal” epicentro ; 3 Che dai 1000 o 1500 chilometri in avanti, tutte le V seguono le relazioni seguenti : IN rapporto armonico del gruppi : NN VA AA VEN VES E a MV Vo Vi EME ES si mantiene sensibilmente costante ed uguale a 0,354 qualunque sia la distanza epicentrale. Ll rapporti PRIMI TREMITT PRELIMINARI DI TERREMOTI VICINI lA 1 1 VINE DS V, V, Wi SR formano una progressione aritmetica erescente di ragione 0,8. La velocita media apparente dei primi tremiti preliminari, rimane adunque pressoche costante fin verso 1 1000 o 1500 chilometri dal- Pepicentro; poi aumenta rapidamente fino alla distanza di circa 5000 chilometri dalPepicentro stesso. Da questo punto fino alPantipodo la menzionata velocitáa si mantiene ancora pressoche costante. Di modo che, si puo dire che la distanza epicentrale in cul avviene la variazione della velocita, e compresa fra circa 1 1500 e gli 5000 chi- lometri, cioe luneo un arco di cireolo massimo di circa 6500 chilo- metrl. Oggi giorno quasi tutti 1 sismologhi ammettono che i tremiti preli- minari percorrono approssimativamente la corda di cireolo massimo passante peri due punti epicentro-stazione; essendo Pareo di circolo massimo del globo di 1000 o 1500 chilometri pochissimo differente in lunghezza della corda corrispondente, ne viene di conseguenza che per terremoti vicini la velocitá media apparente dei tremiti preliminari, sará pure sensibilmente la velocitá media reale degli stessi tremiti. Ed ora, giunti a questo punto viene spontanea la domanda se cioe all Argentina per terremoti vicini si dovranno usare le costanti giap- ponesi, le italiane, o ne le une ne le altre. Si capisce a priori che questo problema non lo si puo risolvere cos sui due piedi; ocecorrono molte osservazioni regionali, che disgraziata- mente finora mancano. Cos1 ad esempio, in questa nota si e visto che rispetto al terremoto di Mendoza del? S gennaio 1910, valendomi delle costanti giapponesi ottenni: S = 7,68Y, = 310 chilometri; applicando invece la relazione italiana S = 5,52Y, + 45, otterrei: S = 268 chilometri, essendo Y, =40*5; e quindi anziche sei chilometri per secondo come si e vi- sto, si avrebbe per la velocitá dei primi tremiti preliminari 5,25 chi- lometri per secondo circa. Per quanto le modificazioni non possano essere rilevanti, pur tutta via la costante dovrebbe essere modificata da regione a regione; pero come giá dissi, oecorrono molte osservazioni, che ci dará il servizio sismologico futuro della Repubblica. Non essendo troppo discoste fra di loro le due costanti, giapponesi ed italiane, le stazioni andine argentine, in presenza di sismogrammi, 118 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA in cui Y, sia minori di 135” circa, potranno pel calcolo delle distanze epicentrali assumere la media aritmetica dei risultati ottenuti dalle due relazioni. Aecontentiamoci per ora di questo valore, finche non si presenti Popportunita (e speriamo che non sia lontana) di intraprendere una serie Posservazioni regionali rispetto a terremoti vieini andini, per poter modificare convenientemente le costanti considerate, e portare con un servizio sismico Nazionale Argentino, il dovuto contributo re- gionale e generale agli studii sismologici del paese e del mondo intero. La Plata, 1911. GALDINO NEGRI. ALGUNAS INVESTIGACIONES SOBRE LOS PETROLEOS ARGENTINOS INTRODUCCIÓN Hace más de treinta años que nuestro distinguido profesor, el doctor Kyle, analizó, por encargo del gobierno nacional, un petróleo de la provincia de Jujuy, cuyos resultados expuso en una conferencia que dió en esta sociedad (1), llamando al mismo tiempo la atención, con palabras entusiastas, sobre la conveniencia que habría de interesarse en la explotación de este producto en el país. Desde entonces se han efectuado algunos análisis y ensayos de pe- tróleos argentinos de distintas procedencias, con el objeto de determi- nar su valor industrial ; pero faltaba un trabajo de conjunto, que, ade- más de perseguir ese mismo fin, se propusiera estudiar detenidamen- te estos petróleos y deducir por su comparación con los más impor- tantes de Norte América, Rusia, Galitzia, ete., á cuáles de ellos se asemejaban en sus propiedades y composición, lo que además de su interés cientifico, contribuiría en parte á la solución del problema de su explotación, haciéndolos conocer y sugiriendo los sistemas más apro- piados para su elaboración. Con objeto de llenar esta laguna, nos propusimos dicho estudio, te- niendo en cuenta que para realizarlo, era condición indispensable, ob- tener resultados que pudieran ser comparados con los que tomábamos por guía, para lo cual debíamos preocuparnos preferentemente de las clasificaciones y de los métodos empleados. Estos han sido elegidos convenientemente, evitando sin embargo, entrar en largas discusiones que hubieran alterado la indole de este trabajo. Los petróleos que hemos estudiado, procedían de la mayor parte de (1) Anales de la Sociedad Cientifica Argentina. Mayo, 1879. 120 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los puntos en que se han encontrado en la República Argentina. Sólo nos han faltado representantes de Cacheuta y de la Laguna de la Brea: pero ésto nos ha sido menos sensible por el hecho de poseer los datos que nos facilitó amablemente el profesor Engler, de Karlsruhe, para el primero y los publicados en estos anales, por el doctor Kyle, para el último. La profundidad en que se han encontrado son : Metros Petróleo de Comodoro Rivadavia..... 237 — San Rate Ao 215 -— Cached... 115 Los de Laguna de la Brea, Tartagal, Aguaray y Yacuiba procedían de exudaciones y perforaciones poco profundas. PROPIEDADES FÍSICAS Y FRACCIONAMIENTO DE LOS PETRÓLEOS BRUTOS Los petróleos argentinos, son generalmente espesos y obscuros ; así los de Jujuy y Neuquen son pardos vistos por transparencia y casi negros, sin ningún reflejo, por reflexión ; los del Chubut (Comodoro Rivadavia) y Mendoza (San Rafael) son francamente negros, tanto por transparencia como por reflexión ; el de Cacheuta (Mendoza) es negro parduzco, pero tiene una ligera fluorescencia verdosa, y los de Salta (Tartagal y Aguaray), que son los que tienen mejor aspecto, son de un color pardo rojizo por transparencia y presentan una hermosa fluorescencia verdosa vistos á la luz refleja. Lo mismo puede decirse del petróleo de Yacuiba, siendo éste más fluído que los anteriores. En cuanto al olor, son más ó menos parecidos al kerosene, los de Salta, Jujuy, San Rafael (Mendoza) y Neuquen, teniendo estos dos últimos, además. un olor oliáceo, que se nota sobre todo cuando se destilan, y que indica contener substancias orgánicas sulfuradas. Los de Cacheuta y Comodoro Rivadavia tienen el olor no desagradable ca- racterístico de las esencias ; lo que se explica si se tiene en cuenta que ambos petróleos procedían de perforaciones profundas, 115 me- tros el primero y 537 metros el segundo, lo que les ha permitido con- servar sus productos más volátiles. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 121 Por lo general, el olor del petróleo, varía sin relación alguna con el tono; ciertos petróleos poco coloreados, tienen un olor desagradable, mientras que otros, de tono muy acentuado, tienen un olor nada re- pugnante. Esto último es, como vemos, lo que sucede con los petróleos argentinos, que son generalmente obseuros y no tienen mal olor, con- trariamente á lo que afirma, generalizando, el doctor €. Schaedler en su Technologie der Mineralóle : que los aceites minerales de Sud Amé- rica tienen peor olor que los norteamericanos, europeos y asiáticos. Esta afirmación tampoco es exacta para los petróleos del Perú y Bolivia. DENSIDAD La densidad de los petróleos varía entre límites muy amplios. Se conocen petróleos muy livianos, como los de Harmony (Pennsylva- nia) cuya densidad no es superior á 0,770, 6 ciertos petróleos excep- cionales de California, en los que no pasa de 0,740 y otros que son más densos que el agua, como los de Zante de 1,020, California 1,060 y de Mambú (India) 1,002. Sacamos de Engler y Ubbelohde (1) los límites comunes de las densidades de algunos petróleos importantes : Bao 0,850 — 0,885 Pensilvania..... 0,793 — 0,829 Galia 0,807 — 0,879 Según estos mismos autores, sólo tratándose de los aceites de un mismo distrito, se pueden sacar aleunas conclusiones respecto á la relación de la densidad y la composición industrial, es decir, el rendi- miento en esencias, kerosene, ete., siendo en este caso una regla ge- neral que los aceites brutos de densidad elevada, encierran mayor cantidad de substancias de alto punto de ebullición y son, por conse- cuencia, más pobres en bencinas y kerosenes ; pero cuando los petró- leos son de diferente procedencia, no se puede de ninguna manera compararlos entre sí; es así, que mientras un petróleo de Pensilva- nia de densidad 0,5855 no da casi kerosene, un petróleo del Cáucaso de igual densidad, da un buen rendimiento de esta fracción (2). La razón de este hecho reside, comolo veremos más adelante, en la diferencia de composición química existente entre los petróleos reco- gidos en las diversas regiones. (1) Petróleo, ete., Post y NEUMAN, Traité complet d'analyse chimique. (2) ENGLER y UBBELOHDE. 122 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA La densidad de los petróleos argentinos, que hemos determinado por medio de la balanza de Mohr y Westfal, cuando la consistencia de éstos lo ha permitido y, en caso contrario, petróleos de Comodoro Ri- vadavia y San Rafael, sirviéndonos del pienómetro, y las densidades determinadas por diversos autores, son las siguientes : Procedencia del petróleo Densidad á 150 C. MAGUID A. alao e ar l 0.8980 Lasuna de la Brea (1): 2 se 0.9290 Masuna de la Brea (2) ei 0.9320 MALA A are E 0.9088 NOAA aa e ae 0.9270 Cacheuta (3) densidad á 171%.......... 0.9032 Sab Rafael. iba Ra e 0.9310 Sierra Lotena (di rte reos 0.9450 Sierra Lota (DU) e oie: 0.9282 SICA MO A Ni i 0.9150 Comodoro RivadaMia as 0.9570 Como vemos, por el cuadro anterior, la densidad de estos petróleos es elevada, no sólo para los procedentes de excavaciones superficiales sino también para los de perforaciones profundas, y se acerca y aun supera, á los de los petróleos rusos. Si á ésto se agrega el buen rendi- miento de algunos petróleos argentinos en aceites de iluminación, se desprenderá una primera analogía con aquellos petróleos, que son, co- mo acabamos de ver, los que dan todavía con esas densidades, pro- porciones elevadas de esos productos, cosa que no sucede con los pe- tróleos americanos. VISCOSIDAD Esta propiedad, que tiene gran importancia para los aceites lubri- ficantes, pues se sabe que la acción mecánica de éstos depende única- camente de su viscosidad específica á la temperatura de los cojinetes, la tiene menor para los petróleos brutos. Sin embargo, cuando se trata de petróleos pesados, como en el caso de los argentinos, algunos de los (1) KxLE, J. J. J., Anales de la Sociedad Científica Argentina, Mayo 1879. (2) Zurer, R., Informe sobre el petróleo de la Laguna de la Brea. Bol. de la Aca- demia de ciencias de Córdoba, tomo 10, pág. 440-447. (3) ENGLER, C. UND OTTEN, G. Ueber ein Erdoel aus argentinien. Dingler's poly- techn. Journal, 1888 Dd. 268 S. 876 ff. (4) HerrerRO DucLoux, E., Petróleo de Neuquen. Anales de la Sociedad Científica Argentina, tomo 55. 19053. (5) QUIROGA, A., citado en el artículo anterior. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 123 cuales, por ciertas cualidades, pueden utilizarse de una manera ven- tajosa para la extracción de aceites minerales lubrificantes, es conve- niente la determinación de este dato á distintas temperaturas. Para esta determinación hemos empleado el viscosímetro de Eneler. Este aparato que no da la viscosidad especifica, sino una cierta me- dida de Ja viscosidad, tiene por objeto comparar los tiempos respee- tivos de pasaje á través de un tubo de dimensiones determinadas, de 200 centímetros cúbicos de aceite y 200 centímetros cúbicos de agua á20* C. El cociente de estos dos resultados es llamado grado de fluidez, pero esta determinación, es impropia, puesto que un grado de fluidez más elevado debería corresponder, según el sentido de la pala- bra, á una viscosidad más débil, mientras que significa por el contra- rio una viscosidad mayor. Es por esto que Engler ha reemplazado esta denominación por la de grados Engler, evitando ex profeso emplear la palabra viscosidad, puesto que el grado Engler no da ninguna expresión exacta de la viscosidad. Los resultados que hemos obtenido son los siguientes: Grados Engler Procedencia del petróleo A A 350 ÁTO*C MACUL o Es E: 4.20 1.70 O O NO 9.60 2.40 ACUM E Y SUS AZ 2.36 Cacha a dejare 11.00 == Sankatacla ts oie cais la No pasa — SIErra oleadas dans 15.70 3.00 Comodoro Rivadavia ........... No pasa 13.20 TEMPERATURAS DE INFLAMACIÓN Y DE COMBUSTIÓN El conocimiento del punto de inflamación de un petróleo, tiene eran importancia para el transporte, é indica la temperatura hasta la cual se debe calentar aquél para que sus vapores se enciendan acercando una lama. Por punto de combustión se entiende la temperatura á la cual el mismo líquido se inflama y que es superior á la de inflamación. La temperatura de inflamación está también en relación directa con la volatilidad de los hidrocarburos contenidos en el petróleo y su cantidad ; cuanto menor es esta cantidad tanto mayor es la tempe- ratura de inflamación. Para muchos petróleos livianos, la tempera- tura de inflamación oscila alrededor de 0? ; para otros entre 20* y 30 124 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA para los petróleos pesados entre 307 y 45”, siempre que procedan de perforaciones. Para determinar la temperatura de inflamación en los petróleos que hemos examinado, nos hemos servido de los aparatos de Abel 6 de Pensky-Martens, según que aquella fuera más ó menos baja. El punto de combustión, lo hemos determinado en vaso abierto, poniendo en una pequeña cápsula de porcelana una cantidad de petro- leo y calentando sobre un baño de arena mientras agitábamos con un termómetro y era tomado cuando el liquido se encendía permanente- mente al arrimarle una pequeña lama. De esta manera obtuvimos los siguientes datos : Punto Punto Procedencia de inflamación de combustión Grados Grados MAA UA aos OO , a) 160 ANUAL fatal ai 90 165 MACU a las Sa AS 70 — GAChEndia o o 15 90 Samara ee — —= Sierra Mobtena tr O iS) 150 Comodoro Rivadavía........ 10 s0 Vemos que las temperaturas de inflamación y de combustión de los petróleos de Salta, Neuquen y San Rafael sobrepasan en mucho los límites que se asignan generalmente á los petróleos pesados, pero ésto no debe llamar la atención si se tiene en cuenta que cuando ana- lizamos estas muestras, habían perdido la mayor parte de sus pro- ductos volátiles, lo que no sucede con los de Cacheuta y Comodoro Rivadavía, que aunque densos, tienen puntos de inflamación y de combustión sensiblemente más bajos. El petróleo de Yacuiba tiene un punto de inflamación relativa- mente bajo si se considera que también procede de exudaciones super- ficiales. PODER CALORÍFICO La composición de los petróleos es tal, que ellos constituyen subs- tancias susceptibles de saministrar por combustión directa, una gran cantidad de calor y ser, por consiguiente, ventajosamente utilizables para la calefacción industrial. El poder calorífico de los petróleos varía entre límites muy aproxi- mados, estando generalmente comprendido entre 10.000 y 11.000 calorias. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 125 Estos números establecen netamente la superioridad del poder calorífico de los petróleos sobre el de las hullas de mejor calidad. Si se agrega á esta ventaja, las que podrían resultar del empleo de un combustible que quema sin dejar cenizas, cuya introducción en los hogares de las calderas puede ser efectuada fácil y automáticamente de una manera uniforme y regular, suprimiendo el trabajo penoso de los foguistas y produciendo una temperatura constante, que no varía, como en el caso de la hulla, con el espesor de la carga sobre las parri- llas, se comprende la importancia que tienen todos los ensayos rela- cionados con esta aplicación del petróleo. Por estas razones, cuya importancia aumenta por el hecho de no conocerse en la República Argentina yacimientos carboniferos ex plo- tables, nos hemos preocupado de determinar el poder caloriífico de los petróleos argentinos que hemos examinado, para lo cual hemos empleado el método de combustión directa en una bomba calorimé- trica de Malher, modificada por Kroeker con objeto de permitir el dosaje de los gases de la combustión. Las muestras analizadas habían estado en contacto, durante mucho tiempo, con fragmentos de cloruro de calcio fundido, en un recipiente cerrado, asegurándose asi la eliminación del agua sin perder las subs- tancias volátiles. Damos en seguida los resultados obtenidos por nosotros con los petróleos argentinos y el poder calorifico de algunos petróleos impot- tantes, que sacamos de Tassart (1) : Calorías Petróleo pesado de Pensilvania............ 10.672 pesado de OO ds e a 10.399 pesado deba e to ias 10.800 — ano de Bs 11.064 Ade MacUibDa q l o le 10.864 AIN os SO IA O AA 10.525 iden Tara latido lleida a iso 10.716 = ide Sam Ratael. carte seee te ole 9.704 =- desierta Mota. tara as 10.510 — de Comodoro Rivadavía.......... 10.519 DESTILACIÓN FRACCIONADA Esta operación, es la que mejor conviene para reconocer el carác- ter de un petróleo bruto, en particular desde el punto de vista de su (1) Pexploitation du pétrole. 126 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rendimiento en bencinas, kerosenes, aceites lubrificantes, ete., el que puede ser extremadamente variable conformemente á la diversidad de composición de los aceites brutos. Los resultados dados por la destilación, difieren esencialmente, según la disposición y el tamaño de los aparatos empleados y según la velocidad con que ha sido llevada. Es por lo tanto necesario efec- tuar la destilación según las conveniencias de cada caso y teniendo en cuenta continuamente el objeto perseguido. Es así, que se deben distinguir ante todo, los ensayos técnicos: que deben hacerse con aparatos que respondan en lo posible á las condi- ciones exigidas por el fin propuesto y los ensayos de destilación para los usos comerciales y aduaneros : que deben dar resultados compara- bles siempre y que puedan ser reproducidos en todas partes, y que deben por lo tanto efectuarse con aparatos de construcción y dimen- siones perfectamente definidas por convención. Como nosotros teniamos el doble interés de estudiar técnica y científicamente los petróleos argentinos que teníamos á nuestra dis- posición ; en el primer caso, para conocer los resultados que aproxi- madamenute darían dichos productos si se le sometieran á la destila- ción en erande escala, es decir su valor industrial; y en el segundo, para someter aquellos resultados á una comparación con los obteni- dos con el mismo método, con petróleos bien estudiados y poder dedu- cir de esta manera el mayor número de conclusiones rigurosas, hemos adoptado los dos métodos de ensayos que acabamos de mencionar y elegido para llevarlos á cabo, los aparatos que reunieran mayores condiciones de comodidad, exactitud y sobre todo de universalidad. a) Destilación normal (método de Engler). — El método que hemos adoptado para efectuar la destilación fraccionada de laboratorio es el de Eneler, modificado por Ubbelohde, y que ha sido aceptado por el Congreso internacional del petróleo, reunido en Bucarest. Este método consiste en destilar 100 centímetros cúbicos de petró- leo en un balón de vidrio difícilmente fusible, de forma y dimensiones perfectamente determinadas. En el primitivo aparato de Engler, se unia á dicho balón, un tubo de cobre, acodado, que penetraba en una bureta rodeada por un refri- verante en el que circulaba agua fría. La marcha de la destilación era discontinua, es decir, que una vez alcanzado el límite de tempera- tura deseado, se quitaba la llama hasta que el termómetro descendia veinte grados y se volvía á colocar hasta alcanzar nuevamente el límite. Esta operación se repetía tantas veces hasta que no pasara LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 127 más líquido debajo de dicha temperatura y entonces se continuaba la destilación hasta otro límite. Las fracciones se median en la bureta y á veces se pesaban. Nosotros hemos creído conveniente adoptar las modificaciones á que nos hemos referido y que consisten en reemplazar el tubo de cobre y la bureta, por un refrigerante de vidrio de dimensiones tam- bién determinadas y tubos graduados y destilar sin interrupción. El comienzo de la destilación es en este método, por convención, la temperatura que indica el termómetro en el instante en que la pri- mera gota cae de la extremidad del tubo refrigerante. La velocidad de la destilación debe ser tal que permita recoger 2,5 centímetros cúbicos por minuto. Como pequeñas cantidades de agua podían perjudicar en la desti- lación, por las sacudidas violentas que su presencia ocasiona cuando se destila y que pueden fácilmente hacer desbordar el petróleo, hemos agitado previamente éstos con cloruro de calcio fundido y dejado repo- sar por largo tiempo el frasco que lo contenía, bien tapado, sobre una superficie caliente (507 á 607), para facilitar de esta manera la separación del agua y su absorción por el cloruro de calcio. Á pesar de estas precauciones, algunos petróleos como los de Comodoro Riva- davía y Neuquen, que contenían grandes cantidades de agua y de la que se separaba con dificultad, dada su consistencia espesa y asfal- tosa, nos obligaron á calentar suavemente durante largo tiempo, hasta que toda el agua hubo destilado y recién entonces activar la operación. Otro punto importante para fijar, por lo que le hemos dedicado espe- cial atención, era el relacionado con el modo de fraccionamiento y cla- sificación de los destilados. Se puede decir sin temor de exagerar, que no hay dos autores que adopten el mismo sistema, lo que trae, á menudo, confusiones en la interpretación de los resultados. Además, es común ver análisis por destilación de petróleos, en los que se ha fraceionado y clasificado los productos siguiendo sistemas adoptados especialmente á las necesidades industriales de aleunos países, y, á veces, sólo de algunas fábricas, sin tenerse en cuenta el fin propuesto por un análisis de laboratorio y mucho menos la proce- dencia de los petróleos sometidos á examen, que, como veremos, trae consigo diferencias no sólo cuantitativas, sino también cualitativas respecto á la composición de los mismos en productos industriales. Nosotros, siguiendo el fin propuesto de adoptar clasificación más general, hemos seguido la de Engler, que por lo demás se imponía desde que forma parte del método de destilación ideado por éste 128 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA autor. Esta clasificación adoptada también por el Congreso del Pe- tróleo de Bucarest, consiste en dividir los destilados por temperatu- ras en tres grandes grupos, que son : Productos que destilan antes de 1507 O. (Esencias). Productos que destilan entre 150" 0,4 3007 O, (Aceites de iluminación). Productos que destilan sobre los 3007 €. (Residuos). De manera que una destilación fraccionada, puede reducirse sim- plemente á separar y medir estos tres grupos de destilados ; pero con- viene, cuando se quiere hacer un examen más minueioso de un petró- leo, fraccionar de veinte en veinte grados y determinar de cada frac- ción : el volumen, la densidad. la solubilidad, el índice de refracción, ete., datos que además de hacernos ver detalladamente la marcha de la destilación, nos permiten hacer algunas inducciones sobre la natu- raleza química de los componentes del petróleo. En el cuadro del frente se verán los resultados que hemos obtenido del fraccionamiento por el método de Engler, de los petróleos argen- tinos y de algunos petróleos importantes (Sumatra, Texas), que se introducen en la República Argentina por la Compañía Nacional de. Petróleos para ser refinados. También tomamos de Engler los resulta dos de la destilación fraccionada de algunos petróleos importantes y la del petróleo de Cacheuta, dando de ésta en el cuadro común, nada más que los resultados finales ; porque el sistema de fraccionamiento seguido con este petróleo, de 25 en 25 grados, no permitía colocarlo junto á los otros. Sin embargo va enseguida el fraccionamiento completo de este petróleo. Comienzo de la destilación......... AO 100 centimetros cúbicos dieron : SAI e a eS ME o 3.6 Derio o ca NE IAE 2.8 LO E SN 4.0 AA A aa totE 3.3 A O NE 248) LL DI Peas Ei 4.4 UE UA RE 5.0 SAA 3.6 UMSS ID dba NAS 6 No nos ha sido posible incluir en nuestro cuadro, las destilaciones fraccionadas efectuadas por el doctor Zuber (1), con el petróleo de la (1 “Loc: CLb: 129 NTINOS ARGE OS a Y PETROLE LOS S p> O ES NS O O o > = C'Gp 08 S*96 0L GT c 10d “00 (SBIOU9S 5) o00€ 210) ou 15) [Es] -J Q o ) nm 18 E = (ATTONAH Ha 086 ÑO RO 3 J 159) (5%) St E OCOLHI) OZUI TULIO; ) U1<6'0 Scr6'0 8060 8$06*0 8660 s6s'0 £82'0 0580 8380 6580 TOS*0 ¿[Y pepisuo( U0rNB][1sIp Bl 3p VAVNOTOOVHA NOTOVILLSIA YT Hd OAVYLTASHA oquiq os—ogad [pp vou padola * + * *guejor] AO 9090 ot; 'Ávaeno y eq nor "BUBUNS "o RIZJOE) + eg “*RIUBA[ISUOJ 130 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Laguna de la Brea (Jujuy), y los doctores J. J. J. Kyle (1), con el mismo petróleo y A. Quiroga (2) y E. Herrero Ducloux (3) para el de Sierra Lotena: en el caso del primer petróleo, por haber sido efec- tuadas aquellas en condiciones completamente distintas de las nues- tras, y en el de este último, porque desconociamos en absoluto estas condiciones. De todos estos resultados podemos deducir, que los petróleos argen- tinos, tal como se han hallado superficialmente, no contienen esen- cias ni kerosenes ; siendo las fracciones destiladas antes de los 3000 demasiado pesadas para su empleo para el alambrado. El petróleo de Cacheuta se mostró completo, es decir, conteniendo esencias y kerosenes, pero sabemos que éste procedía de buena profundidad. También el petróleo de Yacuiba muestra un porcentaje bastante ele- vado de productos que destilan antes de los 300%, que llama la aten- ción, sobre todo si se tiene en cuenta que también procedía de infil- traciones superficiales. También los datos de los doctores Kyle y Zuber, sobre el petróleo de la Laguna de la Brea, permiten deducir, que también este petróleo estaba desprovisto de esencias y kerosenes livianos, siendo rico en aceites pesados, lo mismo que los que hemos analizado procedente de otros terrenos petrolíferos. En efecto, el ensayo del fraccionamiento, efectuado por el doctor Kyle sobre ese petróleo, dió en la primera destilación, llevada hasta 'arbonización del residuo, solo 10 por ciento, aproximadamente, de productos que destilaban antes de los 3007C., pasando los aceites restantes después de esta temperatura. Sometiendo después á una segunda y tercera destilación la totalidad de los aceites destilados cuya densidad era 0,561 y que constituían el 90 por ciento del pe- tróleo, obtuvo con relación al petróleo bruto empleado : Densidad Por ciento Natbai(antes idolo 0) coa et 0,740 6,0 Keroseno MD OO a e all ales 0,827 34,0 Aceites densos (sobre los 300%).......... 0,900 50,0 De manera, que por estas rectificaciones sucesivas, la cantidad de productos destilados antes de 3007, aumentó de 10 por ciento á 40 por ciento; dando así 6 por ciento de nafta y 34 por ciento de kero- sene, cuando sólo tenía en el origen 10 por ciento de kerosene pesado (1) Loc. cit. (2) Loc. cit. (3) Loc. cit. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 131 mapto para la iluminación. Este hecho no nos debe extrañar porque sabemos que destilando en esa forma, se ha favorecido la disociación (cracking) de los productos pesados y generación á sus expensas de otros más livianos. Hemos insistido algo sobre la manera cómo se ha efectuado este ensayo, para mostrar la razón que nos ha inducido á tomar el resul- tado de la primera destilación, y no los resultados finales, para poder compararlo, dentro de lo posible, con los nuestros, con los que están de esta manera completamente de acuerdo. En otra destilación del petróleo de esta misma procedencia, efec- tuada por el doctor Zuber, pasa algo análogo, es decir, aumento del rendimiento en kerosene producido por el cracking; pero en este caso no son las destilaciones sucesivas, sino la lentitud de la destila ción, la causa originaria del fenómeno, como lo demuestra el hecho que de dos destilaciones del mismo petróleo, efectuadas por este autor, una sobre 50 centímetros cúbicos y rápidamente, y la otra sobre 500 y lentamente, obtuvo en la primera 19,4 por ciento y en la segunda 44,3 por ciento de kerosene. Este hecho no tendría mayor importancia para nosotros, si de este análisis no pretendiera deducir su autor conclusiones respecto á la naturaleza química de los componentes de este petróleo. En efecto, basándose en las oscilaciones del punto de ebullición que, según él, se produjeron varias veces en la segunda destilación, á pesar de mantener constante la temperatura, y que atribuye, con justa razón, á una parcial descomposición de los hidrocarburos pe- sados, este autor saca la conclusión de que este petróleo está cons- tituído por los mismos hidrocarburos de la fórmula general C,H.,, que están contenidos en los petróleos rusos ; porque estos se descom- ponen, según él, notoriamente, con mucha más facilidad que los de la fórmula 0, H.,,,, contenidos en los petróleos norteamericanos. Otra comprobación de su manera de pensar, lo consistía también el hecho de que agitada la fracción de ese petróleo correspondiente al kerosene, con ácido sulfúrico, la mezcla se calentaba considerable- mente y desprendía anhidrido sulfuroso y el ácido se cargaba de una regular cantidad de substancias resinosas. No nos parece que estos hechos sean de naturaleza de permitir sacar deducciones de ese orden, que sólo son posibles por un estudio físico y químico detenido de los productos de fraccionamiento. Los fenómenos de descomposición que ha observado Zuber y de los cuales ha sacado esas consecuencias, son generales en las destilaciones de 132 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA petróleos y no insistiremos sobre ellos. Sólo diremos que las con- diciones en que ha operado dicho autor la segunda destilación eran muy irregulares y deficientes, pues calentaba con una lámpara de alcohol, á doble tiro, que no tenía suficiente fuerza para hacer pasar tantos aceites como en la primera destilación ; por lo que tuvo que interrumpirla cuando quedaba todavía una tercera parte del petróleo en la retorta. De esta manera, nos explicamos perfectamente la in- tensidad de la descomposición y que se tradujo en las frecuentes y grandes oscilaciones del punto de ebullición que Zuber observó durante la destilación y que atribuyó en último análisis, á la existen- cia predominante en este petróleo, de los hidrocarburos contenidos en los petróleos rusos. Por lo que respecta al calentamiento y desprendimiento de anhi- drido sulfuroso, producido cuando se trataba de kerosene por ácido sulfúrico, y de regular cantidad de substancias reinosas que éste arras- traba consigo, también son hechos comunes en la refinación de los petróleos, cualquiera que sea su procedencia, y de los que tampoco es posible sacar conclusiones sobre la naturaleza química de los princi- pios inmediatos del petróleo. Estos fenómenos se producen siempre que se tratan con el ácido sulfúrico los productos destilados, con el objeto de purificarlos, y especialmente los que provienen del cracking; el que produce, como sabemos, gran cantidad de hidrocarburos etilé- nicos, absorbibles por el ácido sulfúrico con producción de sulfoáci- dos. También los productos asfaltosos son atacados por el ácido, lo mismo que ciertos hidrocarburos á peso molecular elevado y todo esto con formación de productos resinosos que son arrastrados por el ácido sulfúrico que se ennegrece. Hechas las anteriores consideraciones, veamos las consecuencias que se pueden sacar de la comparación de los resultados de la desti- lación fraccionada de los petróleos argentinos, con los de los petróleos más importantes. Á primera vista parecería imposible tal comparación, dado que las muestras de petróleos argentinos que hemos destilado, eran todas in- completas, es decir, que estaban desprovistas de las partes más volá- tiles, debido á su procedencia superficial en la mayor parte de los casos, cosa aque no sucede con los petróleos extranjeros cuyos análisis se dan en el cuadro de destilación procedente: pero, relacionando es- tos resultados de la destilación fraccionada de los petróleos brutos, con las densidades de los mismos, podemos deducir aleunas conse- cuencias importantes. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 133 Ya hemos dicho, al tratar la densidad, que los petróleos americanos de 0,5585 de densidad, no dan generalmente, casi, productos que des- tilan antes de 3007, mientras que los petróleos rusos de igual densi- dad, suministran buenas cantidades de dichos productos. Los petróleos argentinos se asemejan en ésto á los petróleos rusos, pues con densidades superiores á 0,900, dan todavía, como se puede ver, regulares cantidades de la fracción inferior á 306 Los resultados de la destilación del petróleo de Cacheuta, permi- ten, tratándose de un petróleo completo, hacer mejor una compara- ción ; cosa que ya su autor hizo declarando que el contenido en kero- sene de dicho petróleo es mucho menor que el de Pensilvania, que tiene hasta 75 por ciento, pero que alcanza casi al del petróleo de Bakú con 25 á 28 por ciento. hb) Destilación técnica (método Boverton Redwood). — Para que un ensayo de destilación de este género, pueda dar resultados directa- mente utilizables para el trabajo industrial, es necesario que el apa- rato utilizado, reproduzca, tan exactamente como sea posible, las condiciones de la operación industrial, destilando ya sea á fuego di- recto ó al vapor de agua. Como raras veces es posible realizar perfecta- mente esta similitud, no se puede contar siempre que los resultados del ensayo de laboratario concuerden con la destilación en gran escala. Esta operación la hemos efectuado en el laboratorio de la refinería que la Compañía Nacional de Petróleos tiene en Campana, bajo la di- rección del ingeniero-químico don Rodolfo Reichart, competente espe- cialista en la materia. El aparato que hemos utilizado, cuyas dimensiones y modo de em- pleo están, según nos lo ha manifestado dicho químico, en relación con la capacidad de las grandes calderas de destilación y la forma como se efectúa ésta, consiste en una pequeña caldera vertical de tres litros de capacidad. La forma de esta caldera es cilíndrica, redondea- da en la parte inferior y abierta en la superior donde tiene un rebotr- de que permite cerrar herméticamente con una tapadera cuyo ajuste se hace perfecto mediante una rodaja de chapa de amianto y tornillos de presión. La tapadera tiene dos agujeros en uno de los cuales se adapta un termómetro de 360* y por el otro sale un tubo de despren- dimiento, también metálico. Los vapores son condensados perfecta- mente por pasaje á través de un largo refrigerante de metal por el cual circula abundante agua fría. La calefacción se hace por medio de un potente mechero á gas y se impide el enfriamento del aparato por nna camisa metálica que lo rodea. 134 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Según el ingeniero Reichart, este aparato es igual al que emplea el conocido especialista en petróleos Sir Boverton Redwood, por lo que operando con él ha obtenido siempre resultados comparables á los obtenidos por este autor. La manera de operar es la siguiente : se colocan en la caldera tres litros de petróleo, previamente separado del agua que pudiera conte- ner y se calienta gradualmente. Cuando cae la primera gota de desti- lado de la estremidad del refrigerante, se anota la temperatura y desde entonces se recogen fracciones del 5 por ciento del volumen total ó sea de 150 centímetros cúbicos cada una, anotando la temperatura en el preciso momento en que cada fracción comienza y termina de destilar. La velocidad de la destilación debe ser tal que cada fracción destile RESULTADO DE LA DESTILACIÓN TÉCNICA (MÉTODO BOVERTON REDWOOD) Tartagal l Neuquen | Comodoro Rivadavia E D. 0,9088 | 0.9150 l 0.9570 A Te Tatur: Temperatur: | Temperature Jensidac e AC | Densidad l e ES | DS l de dd i da E | | V....| 150 4283* | 0,8605 || 2255 4268" [| 0,8285 || 202.4 282* - DI ELSA ZOO 0,8692 || 268 » 282 0,8375 || 282 » 304 — 3....1 295 »304 | 0,8742 | 282 »295 | 0,8450 | 304 »315 as 1...) 304 »315 | 0,8809 | 295 »308 | 0,8480 || 315 »318 = 5.... 3815 »326 | 0,8858 | 308 »315 | 0,8520 | 318 » 324 E 6 326 »335 | 0,8885 315 » 321 0,8550 | 324 » 32: ua 7 335 »341 | 0,8886 [| 321 »323 | 0,8570 || 323 » 320 - Si 0,8859 | 323 »324 | 0,8590 || 320 »314 = AN de | 0,8818 || 324 »326 | 0,8620 || 314 » 301 En lOs E | 0,8797 | 326 »328 | 0,8650 | 301 »298 E Sl - | =— FOSO 1 323 >» 321 | 0,5660 298 » 294 | = o A 0,8700 | 327 »332 | 0,8690 | 294 »283 = Stade 2d 0,8690 | pe 0,8720 | 283 » 280 qn A Ss | 0,8670 || e 0,8750 | 280 »291 | == TEA = | 0,8650 | = 0,8800 | Coke poes 165 Le Els 0,8630 | Es 0,8840 pe 2 A > 0.8630 E 0,8840 | a. de AAN q 0,863 sa | 0,8810 | SÍ El OIEA — | Coke 72 cm* 0,8920 || — — DOS = | » | — Coke | = = (1) Un inconveniente imprevisto nos impidió determinar las densidades de las fracciones de este petróleo. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 1x5) en diez minutos ó sea para la destilación total tres horas y media. Cuando la temperatura se acerca al límite del termómetro, conviene sacar éste y continuar la destilación hasta la carbonización del residuo. Sobre cada una de las fracciones obtenidas de la manera que he- mos indicado, se determina la densidad á 15* C. Generalmente ésta aumenta progresivamente hasta llegar á un momento, que corres- ponde á la producción de humos blancos en el interior del aparato y veneralmente á oscilaciones del punto de destilación. Ya sabemos á qué atribuir estas variaciones. Como esta operación requiere por lo menos tres litros de petróleo, de los que no siempre hemos dispuesto, nos hemos visto limitados á efectuarla tan sólo con los de Tartagal, Neuquen y Comodoro Riva- davia, cuyos resultados van enfrente. Por lo que respecta á la clasificación, como se trata de operaciones industriales, son muy variables de una fábrica á otra con la natura. leza de los petróleos y las necesidades de cada una. Creemos lo mejor, adoptar la que se sigue en la refinería de Campana que es la si- cuiente : Productos que destilan antes de 120"......... Esencias livianas. ==> 120 4 150.... Nafta (bencina). — 150 4250.... Kerosene liviano. — 250 4 280.... Kerosene pesado. — 280 4 300.... Aceites intermediarios. — 300 4 360.... Aceites para gas. —= SODESHO Ordo Residuos ó aceites lubrificantes. Hemos dicho, que estas clasificaciones se modifican teniendo en cuenta la naturaleza de los petróleos, debido á que, como veremos en el próximo capítulo, para aceites de distintas procedencias, existen diferencias, algunas veces notables, de densidad para las fracciones que destilan éntre los mismos límites de temperatura. Por ésto se admiten como kerosenes las fracciones que destilan entre (1): Para losipetróleos. americanos. er alerta 150 y 300 — ANCONS a O qlo SIA $ 150 y 285. =— ENG AMAIA 150 y 275. Cuando se quiere deducir de los datos obtenidos en la destilación técnica, el porcentaje de los diferentes productos según tal ó cual clasificación, se toma el número de todas las fracciones comprendidas (1) ENGLER y UBBELOHDE, loc. cit. 136 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA dentro de los límites de temperatura asignados para cada producto, Ó que más se aproximen á dichos límites, y se multiplica por 5, que es el porcentaje que representa cada fracción. Para ser más exacto, conviene anotar los volúmenes cuando el ter- mómetro indica las temperaturas límites de cada producto. Así vemos de los análisis anteriores, que la cantidad de productos que destilan antes los 3007 €. varía en los petróleos argentinos entre 10 y 22 por ciento; el de Comodoro Rivadavia tiene 10 por ciento; el de Tartagal, 15 por ciento; el de Aguaray (1), 14 por ciento y el de Neuquen, 22 por ciento, correspondiente en su mayor parte á la fracción denominada kerosenes pesados; que no sirven pata la ilu- minación sino se les mezcla con kerosenes más livianos de los cuales estos petróleos recogidos en la superficie, están privados, lo mismo que de esencias. Esta misma conclusión se desprendía, como se recor- dará de las destilaciones según Engler. Los resultados de la destilación téenica, no son siempre suficientes, especialmente cuando se trata de petróleos pesados, para dar la can- tidad exacta de productos que se obtendrían por una destilación in- dustrial. Así el petróleo de Comodoro Rivadavia que en el ensayo técnico dió aproximadamente 10 por ciento de kerosene pesado y po- cas gotas de esencias y kerosenes para iluminación, en la destilación efectuada en la refinería de Campana, sobre 16.000 litros de producto dió los siguientes resultados : Densidad Promedio Por ciento BENCINA lote Rd 0.690-0,750 0,723 1,2 encinas pesadas. coa 0,750-0, 775 0,768 0,3 RIN A E A cra 0,775-0,860 0,846 4,8 'ACOIMesesolareS taa ise so 0.5860-0,885 0,880 8,3 Aceites: lubrificantes........... 0,885-0,950 0,904 27,5 Residuorastaltos0. aa aereos —= — 35,1 Pérdida en la destilación....... — — 2,8 Son de preveer estas diferencias entre los ensayos de laboratorio y las operaciones en grande escala, porque en éstas, las pequenas cantidades de productos volátiles pueden escapar sin condensarse 6 ser retenidos por la enorme masa relativa de aceites pesados que con- tienen los petróleos muy densos. (1) De este petróleo teníamos los resultados finales de la destilación técnica que nos facilitó el ingeniero Reichart. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS EST PRECIPITACIÓN FRACCIONADA Este sistema de fraccionamiento puede hacerse por el empleo del frío Ó por el de disolventes apropiados. Así como el calor provoca la destilación de los hidrocarburos del petróleo, por orden de sus volatilidades; el frío determina la solidifi- cación, en orden inverso, de cierto número de los más pesados de es- tos compuestos, no sucediendo ésto con los hidrocarburos menos den- sos, cuyo punto de solidificación es más bajo. Así el éter de petróleo es solamente viscoso á la temperatura del aire líquido (1907 bajo cero) propiedad que permite aprovecharlo como lubrificante en las máquinas de licuar aire. En la industria, el frío se aprovecha para separar las parafinas de los aceites pesados que las contienen. Nosotros ensayamos la acción del frío en los petróleos brutos y en los residuos de la destilación de éstos, no obteniendo separación de parafina en ningún caso, aun enfriados á —12” con la mezcla frigorí- fica de hielo y sal. Á esta temperatura sólo tomaban mayor consis- tencia estos productos. Esto es muy importante bajo el punto de vista de su utilización como lubrificantes, pues la solidificación de la parafina, puede ser perjudicial á la acción mecánica que deben cumplir estos aceites. Sin embargo, no se puede deducir de estas experiencias, que los petróleos que hemos examinado no conten- gan parafinas: porque la facilidad de la separación de estas subs- tancias por la acción del frío, está en razón inversa del contenido de los petróleos en aceites densos y ya sabemos que los petróleos argen- tinos son ricos en esta clase de aceites. La precipitación fraccionada por medio de los disolventes no se utiliza industrialmente, pero tiene gran importancia en los laborato- rios para el aislamiento y estudio de las especies químicas de alto peso molecular cuya separación por medio del calor sería imposible dada su inestabilidad frente ádicho agente. Así K. V. Charitehkof (1) ha mostrado que se puede fraccionar el petróleo, precipitándolo de su solución en alcohol amílico, por cantidades crecientes de alcohol eti- lico y volviendo á disolver en alcohol amílico las fracciones precipi- tadas y sometiendo á la misma operación, se llega á fracciones cuyas propiedades son constantes y que tienen los caracteres de especies (1) Jour. Soc. Phys. Russe, tomo 35, páginas 1287-1289. 138 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA químicas definidas. De esta manera, dicho autor, ha separado de la nafta de Grosny. los hidrocarburos siguientes, pertenecientes al gru- po de los dinaftenes : Densidad á 150 Sólido Cebajo de nl oo e 0 0,8935 —20* Capas tac oo. 0,9050 —16” Oia nlilayo ooo noo IO 0,9160 67 Aplicando este método de fraccionamiento á los distintos petróleos «del Cáucaso, dicho autor encontró que estaban formados por los mis- mos constituventes, pero en proporciones diversas. El método por fraccionamiento en frío, es muy útil para la resolu- ción de diversas cuestiones técnicas; él permite estudiar un petróleo bajo el punto de vista de su contenido en aceites lubrificantes:; se puede decir que en los residuos de petróleo después de la eliminación de los productos resinosos y atacables por el ácido sulfúrico, el con- tenido en aceites lubrificantes es proporcional á la cantidad de hi- drocarburos insolubles en la mezcla á volúmenes iguales de alcoholes amílico y etílico. DOSAJE DEL ASFALTO También la precipitación por medio de disolventes, permite efec- tuar ciertos ensayos de gran valor técnico, como son el dosaje del as- falto en los petróleos y aceites lubrificantes. Este dosaje tiene mucha importancia, pues la presencia de compuestos asfálticos en los pe- tróleos brutos, los hacen menos aptos para su elaboración. En cuanto á los aceites lubrificantes, la existencia en ellos, de as- faltos en disolución, es nociva, sobre todo, cuando deben estar ex- puestos á temperaturas elevadas. Tal es el caso de los compresores de aire, de los cilindros á vapor y de los motores á gas. En estas cireunstancias, las substancias asfálticas, cuyo peso mo- lecular es elevado, tienden á descomponerse mucho más que los otros elementos del aceite y forman residuos sólidos que pueden per- judicar bajo el punto de vista de su acción mecánica. Para los acel- tes de este género, debe darse gran importancia á la presencia del as- falto y aun exigirse su ausencia total. En el caso de los petróleos argentinos, el dosaje del asfalto tenía para nosotros un doble interés ; uno que se refería á su aplicación como lubrificantes, dadas sus propiedades favorables de densidad, viseosidad, temperaturas de inflamación y combustión y de no sepa- rar parafina por enfriamiento y otro más científico que nos podria LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 139 dar algunas indicaciones respecto á la asfaltización de estos petró- leos, dadas sus condiciones de exposición á la atmósfera. Se sabe que los asfaltos son productos de oxidación y condensa- ción de los aceites minerales, cuya naturaleza química es poco cono- cida. Además de las notables cantidades de oxígeno, contienen, casi siempre, azufre y nitrógeno. Esta oxidación y condensación de los petróleos es producida lentamente en la naturaleza, pero puede serlo rápidamente, artificialmente, obteniéndose productos muy semejantes á los naturales. Así la Standard Oil Company, obtiene, tratando los residuos de la destilación del petróleo de California por el aire calen- tado á 3007, un producto muy semejante al asfalto natural. Ahora bien, como los petróleos que hemos examinado provenían, casi todos, de infiltraciones superficiales, y que, en algunos casos, ha- bían sufrido por mucho tiempo la acción atmosférica, como el petró- leo del Neuquen, ereímos interesante ver si á mayor exposición al ambiente, correspondía mayor alteración (oxidación, ete.) medida por la cantidad de asfalto contenido, En los petróleos hay que distinguir tres variedades de asfaltos que se caracterizan por su diferente consistencia é insolubilidad en diver- sos disolventes. Asi se tiene : a) Asfalto duro, insoluble en éter de petróleo (duro á los 1007). b) Asfalto más blando, soluble en el éter de petróleo pero insoluble en una mezcla de 1 volumen de alcohol y 2 volúmenes de éter (se ablanda á los 1007). c) Asfalto blando, soluble en éter de petróleo y en alcohol éter (1: 2, pero insoluble en alcohol amiílico (blando á la temperatura or- dinaria, muy viscoso á 1007). Cuanto más duro es el asfalto, más elevado es su contenido en oxi- Yeno. Tres métodos de dosaje han sido basados en la insolubilidad de estas tres variedades de asfalto en los disolventes mencionados. Nosotros no nos hemos ocubado más que de la primera variedad, es decir, del asfalto duro á 1007, y hemos seguido para dosatlo el método de Holde, que consiste en agitar vivamente 5 gramos de pe- tróleo con 200 de éter de petróleo (el que nosotros usamos tenía una densidad de 0,663 y procedía de la casa Poulenc). Al cabo de 24 ho- ras, se decanta la mayor parte de la solución sobre un filtro y se lava el precipitado, primero por decantación y después sobre el filtro, con el mismo disolvente, hasta que éste no deje aceite por evaporación después del lavaje. 140 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Hecho esto, se disuelve el asfalto, sobre el mismo filtro, con la me- nor cantidad de bencene caliente, se recoge la solución en un erista- lizador tarado, se evapora el disolvente, se seca á 105" y se pesa. Con este método hemos obtenido los siguientes resultados que son la me- dia de dos determinaciones : Asfalto duro por ciento Petróleo de Comodoro Rivadavla.......... «e... 2,2540 O NU QUE NN pS 2,1790 — ANAL A RAS JE 0,2026 Por un inconveniente imprevisto, no hemos podido hacer esta de- terminación con los petróleos de Aguaray y Yacuiba, pero una prue- ba anterior nos había mostrado que las cantidades de asfalto insolu- ble en éter de petróleo, contenidas en estos productos, eran ín- fimas. Los petróleos de Comodoro Rivadavia y del Neuquen tienen ma- yor cantidad de asfalto que los de Salta lo que era de prever dada la coloración de los petróleos brutos y la consistencia de los residuos. Una primera conclusión se puede sacar de estos datos, apoyados por los otros caracteres que hemos visto, y que es: que los petróleos de Salta se prestan para la elaboración de aceites lubrificantes. En cuanto á las relaciones entre el grado de asfaltización de estos pro- ductos con la mayor ó menor exposición á la atmósfera, creemos que estas experiencias son insuficientes para mostrarlas en caso de que existieran ; pues vemos que petróleos como el de Comodoro Rivadavia, proveniente de pozos profundos tienen mayor cantidad de asfaltos que el del Neuquen, muy expuesto á la atmósfera y que los otros que tam- bién provenían de exudaciones. EXAMEN DE LOS RESIDUOS Otro punto digno de la mayor atención, era el examen de los resi- duos ; llamando con este nombre el petróleo privado de los productos que destilan antes de los 300” y que en los petróleos argentinos cons- tituyen la mayor parte (de 69 á 91 por ciento). Deseraciadamente en este punto, tropezamos con la dificultad de no poseer los medios necesarios para hacer el ensayo técnico, que era el único que nos podría informar sobre la conveniencia de utili- zar estos productos como materia prima para la elaboración de acel- LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 141 tes lubrificantes y la extracción de parafina y las propiedades de es- tos productos. Es sabido que para la destilación de las fracciones correspondien- tes á los aceites lubrificantes, es indispensable emplear el vapor de agua bajo presión y la condensación fraccionada, y aun, á veces, re- currir al vacío, como se hace en la industria, porque sin estos medios no es posible obtener cifras comparables, puesto que Jos aceites lu brificantes sufren una profunda descomposición por la acción del calor. Para realizar estas condiciones, se necesitan grandes aparatos de metal en los que, como en el de Engler (1), el vapor es producido por una caldera y sobrecalentado á unos 3007 antés de entrar en el aparato que contiene el aceite, el que es á su vez calentado sobre un hornillo. La usina de Campana no tenia este dispositivo para análisis; pues la fabricación de lubrificantes es secundaria en esa fábrica, y no sien- do posible improvisarlo porque los generadores de vapor estaban muy lejos del laboratorio, tuvimos que limitarnos á hacer las pocas deter- minaciones que pudimos, con mucho pesar nuestro, pues algunos pe- troleos como los de Salta y Yacuiba, nos mostraban por muchos ca- racteres ser aptos para la elaboración de aceites lubrificantes. Engler se dedicó con detenimiento al análisis y elaboración de los residuos del petróleo de Cacheuta (2), que constituían el 73,22 por ciento en peso del petróleo bruto. Estos residuos tenían un olor dé- bil, algo picante y una consistencia fuertemente viscosa, asfaltosa. El color era negro por reflexión y negro pardo por transparencia, á través de capas delgadas; al mismo tiempo se observaba una ligera fluorescencia. El olor de los residuos de los petróleos de Tartagal, Aguaray, Yacuiba, San Rafael, Neuquen y Comodoro Rivadavia, que hemos analizado, era, por lo general, igual al producto de origen, pero con el olor picante característico de los petróleos calentados. El color aumentaba de intensidad y la fluorescencia disminuía. Lo mismo puede decirse de los otros caracteres: densidad, viscosidad, tempe- ratura de inflamación y de combustión. La densidad del residuo del petróleo de Cacheuta era 0,925 á 177C.; las determinadas por nosotros eran á 15: Tartagal 0,918, => Aguaray 0,940, Yacuiba 0,914, Neuquen 0,932, Comodoro Rivada (1) ENGLER y UBBELOHDE, loc. cit. (2) ENGLER y OTTER, loc. cit. En este análisis el residuo era todo lo que desti- laba sobre 310%. 142 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA via 0,965. Estos dos últimos residuos tenían consistencia asfaltosa. Los residuos del petróleo de Cacheuta no eran aptos para su em- pleo directo como lubrificante, dada su consistencia asfaltosa, por lo que Engler dirigió su atención á investigar si por sucesivos trata- mientos era posible obtener lubrificantes y parafinas y de qué cali- dad. Para ésto adoptó el sistema de destilación al vapor sobrecalen- tado y la condensación fraccionada, empleando el aparato por él ideado y cuyo principio hemos descripto brevemente. De la destilación de 3 kilogramos de residuos obtuvo 20 por ciento de una mezcla de aceites solares y de gas (mitschól) de densidad 0,578 á 17, 70 por ciento de aceites pesados, ricos en parafina y 10 por ciento de resi- duo. Á causa de la consistencia parafinosa de los aceites, había que dejar de pensar en su utilización para lubrificante y tratar de extraer la parafina, lo que se consiguió por destilaciones fraccionadas suce- sivas mediante el vapor de agua. De esta manera se obtuvieron des- tilados de consistencia de ungiiento, ricos en parafina, la que dosada por el método de Zaloziecki (precipitación fraccionada mediante el alcohol amilico y el etílico) dió un rendimiento medio en dos opera- ciones de 55,5 por ciento del residuo ó sea 25,52 por ciento del pe- tróleo bruto. Engler concluyó de estas experiencias, que el porcentaje de para- fina de dicho petróleo era extraordinariamente elevado, pero que era de advertir que estaba compuesto en su mayor parte de parafina blanda que funde ya á los 35€, En cuanto al rendimiento en para- fina dura era tan ínfimo que no sería de ninguna manera conveniente su extracción. H PROPIEDADES DE LOS PRODUCTOS DE FRACCIONAMIENTO Y COMPOSICIÓN QUÍMICA Esta parte la hemos consagrado al examen de algunas propiedades de las diversas fracciones de los petróleos argentinos, con el objeto de poder hacer algunas indueciones acerca de la naturaleza química de los hidrocarburos que los componen y también hacer extensivos para estos petróleos los trabajos que se han hecho con muchos otros de diversas procedencias y de los cuales se han sacado importantes conclusiones respecto á la génesis de este producto natural. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS q DENSIDAD Hemos dicho que el peso específico de las fracciones de un mismo petróleo, aumenta á medida que aumenta su punto de ebullición. Mendelejeff (1), estudiando comparativamente los petróleos ameri- :anos, encontró, después de muchas destilaciones fraccionadas, una relación simple entre la densidad de las diversas fracciones y sus temperaturas de ebullición; para las fracciones que hervían entre 180-240” encontró d = 112,9 + 0,56 €, siendo 1000 la densidad del agua y t las indicaciones termométricas no corregidas. De las inves- tigaciones de este mismo autor, resulta que el coeficiente de variación de la densidad con la temperatura es constante dentro de los límites ordinarios de temperatura, para un mismo hidrocarburo. Este coefi- ciente decrece á medida que la densidad ó el coeficiente de homolo- vía aumenta. Comparando, entre sí, cuadros de destilación de petróleos de dife- rentes procedencias, se nota que no siempre corresponden densidades iguales para los productos que destilan entre los mismos límites de temperatura; existiendo en algunos casos, especialmente entre los rusos y americanos, diferencias notables. Lisensko (2), estudiando comparativamente los petróleos america- nOs y Caucásicos, observó que las fracciones de estos últimos, tenían mayor densidad que las fracciones de los petróleos americanos de igual punto de ebullición; lo que le indujo á suponer que los petro- leos caucásicos, debían estar constituidos por diferentes especies quí- micas, que las que componían los petróleos americanos. Esta suposi- ción fué comprobada más tarde por una serie de químicos, quienes demostraron que dichos petróleos estaban constituidos, en efecto, por hidrocarburos cuyos pesos específicos, entre otras propiedades, eran distintos á los de los hidrocarburos predominantes en los petróleos americanos, siendo mayores á iguales puntos de ebullición. Se han hecho numerosas determinaciones de la densidad de las fracciones de los distintos petróleos correspondientes á iguales lími- tes de temperatura. Así se han encontrado para las fracciones que (1) Bulletin Société chimique de Paris, €. 47, pág. 543. (2) Ber. deutsche chem. Ges., 1878, pág. 341. 144 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA destilan entre 957 y 110* de los petróleos de Rusia, Norte América y Galitzia las siguientes densidades, á las que agregamos la determi- nada por nosotros á 15% para la misma fracción del petróleo de Co- modoro Rivadavia obtenida por cinco rectificaciones con la columna de Hempel. Petróleo de Norte América........ 0,7100 — Comodoro Rivadavia... 0,7265 — CUA RO 0,7290 - RUTA OS 0,7480 También Engler, determinó las densidades de diversas fracciones de petróleos de distintas procedencias que comparó entre sí. Para los petróleos argentinos, hemos determinado la densidad de algunas fracciones que destilaban dentro de los mismos límites de temperatura que las fracciones americanas y rusas examinadas por Engler y con cuyos resultados comparamos en el siguiente cuadro: la pebióleo a A a! Erección 140? -160* 190? -2102 2407-2602 2902-3100 - MAME A ao 0,7550 0,7860 0,3120 0,8325 BUS pios aida aa 0,7820 0,8195 0,8445 0,8640 MAC e — -— 0,8371 0,8626 Marta aa e atento coa — o 0,8541 0,8767 IS ANNO = — =- 0,8997 NETA oa = = 0,8306 0,8506 Comodoro Rivadavia....... 0,7672 0,5020 0,5431 — Estas determinaciones muestran que, en general, las densidades de las fracciones de los petróleos argentinos, se acercan cada vez más, á medida que aumenta el punto de ebullición, á las densidades de las correspondientes fracciones rusas, llegando hasta superarlas, en la mayor parte de los casos, para las fracciones que destilan entre 290-3107 (1). Las densidades de las fracciones del petróleo del Neu- quen, que son las menores y las que se alejan más de las densidades de las fracciones rusas conservan, sin embargo, mayor aproximación con estas, que con las densidades de las fracciones americanas. Las fracciones más volátiles del petróleo de Comodoro Rivadavia (la que (1) Esta elevación de densidad en las fracciones pesadas, puede ser debido á la presencia de hidrocarburos aromáticos, como lo han demostrado Markovnikott y Oglobine para los petróleos del Cáucaso (Annales de chimie et physique, serie 6, t. IL, pág. 444). LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 145 destila entre 95-110”) se acerca más á las fracciones americanas que á las rusas, pero es mayor su aproximación con la densidad de la mis- ma fracción del petróleo de Galitzia, que como veremos más adelante, tiene caracteres intermediarios entre los petróleos rusos y america- nos ; pero á medida que aumenta el punto de ebullición de aquéllas, las densidades se van aproximando cada vez más á las fracciones rusas. ara el petróleo de Cacheuta, Engler encontró (1) que la densidad de la fracción correspondiente al kerosene (0,509), se acercaba más á ladensidad de los kerosenes americanos, siendo considerablemente más liviano que los de Rusia; pero de esta observación no sacó ninguna conclusión respecto á la naturaleza química de los hidrocarburos con- tenidos en dicho petróleo. Más todavía, esta analogía de densidad del kerosene de Cacheuta con el de Norte América, no le impidió deducir de otras experiencias, como veremos pronto, que en dicho petróleo predominaban los hidrocarburos correspondientes á la fórmula general C,H,, iguales á los contenidos en gran cantidad en los petróleos de Bakú. F. Reichert (2), basándose en los pesos específicos de las fracciones principales del petróleo de Comodoro Rivadavia, ha deducido que este petróleo es muy semejante al de Bakú y Oeldeim y que toda com- paración con los de Pensilvania, es imposible. La importancia práctica de la determinación de las densidades co- rrespondientes á los diferentes puntos de destilación, es grande, por- que permite juzgar con mayor criterio sobre el rendimiento de los pe- tróleos brutos, en aceites de iluminación, tratándose de una propie- dad que es necesario tener en cuenta para su utilización como tales. Ya sabemos que por esta razón, las fracciones que se toman como kerosene, son variables para los petróleos de Norte América, Rusia y Galitzia. También la relación de la densidad con el punto de ebulli- ción, permite fraccionar por orden de densidades en la operación in- dustrial, que es lo más práctico tratándose de aparatos enormes en los que es difícil tomar la temperatura de los vapores que destilan y es por ésto, que la destilación técnica se impone antes de elaborar un petróleo, porque permitiendo relacionar las temperaturas de destila- ción de los productos con sus densidades, sirve de guía á la destila- ción en gran escala. (1) Loc. ció. (2) Algunas comunicaciones sobre el petróleo de Comodoro Rivadavia. Revista del Centro de estudiantes de agronomía y veterinaria, núm. 2, año 1908. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXIT 10 146 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ÍNDICE DE REFRACCIÓN Una propiedad física que puede suministrar algunos datos sobre la naturaleza de los hidrocarburos que constituyen un petróleo, es el indice de refracción. También el valor de esta propiedad aumenta con el aumentar del punto de ebullición y se ha encontrado, que las fracciones de los pe- tróleos rusos tienen índices de refracción más elevados que sus co- rrespondientes de los petróleos americanos. Esto no quiere decir que las fracciones de petróleo de un mismo país tengan índices de refrac- ción iguales. Riche y Roume han encontrado que para diversas frae- ciones de petroleos americanos de 0,500 de densidad, los índices de refracción eran 1,4425 y 1,4450. Nosotros, dándonos cuenta de la importancia que tenía esta propie- dad para el fin que nos proponíamos, y siguiendo nuestro plan hemos determinado los índices de refracción de las mismas fracciones cuyos indices de refracción en los petróleos rusos y americanos, habían sido determinados por Engler. Para ésto nos hemos servido, lo mismo que dicho autor, de un aparato construído según Abbe, y que nos permitía operar con pequeñas cantidades de líquido. Los resultados que hemos obtenido, los hemos colocado para com- pararlo, en el siguiente cuadro, junto con los obtenidos por Engler con los petróleos norteamericanos y rusos y con algunas determina ciones del mismo autor efectuadas sobre el petróleo de Cacheuta : Proccdsncia delfpotro co ErACción Fracción peacción Fracción 1400-1600 1900-2100 2400-2600 2909-3100 Bensilvania 1,4220 1,4390 1,4540 1,4630 NO Ue ION 1,4360 1,4540 1,4670 1,4750 MACU — — 1,4619 1,4775 Tartas — 1,4489 1,4685 1,4850 INCISOS OO — - — 1,4895 Cacheutas lo 1,1350 == 1,4730 — Neuquen ió — 1,4450 1,4594 1,4705 Comodoro Rivadavia . 1,4280 1,4447 1,4628 1,4798 ' Podemos decir de esta propiedad, lo mismo que hemos dicho de las densidades : que los índices de refracción de las fracciones de los petróleos argentinos, se acercan y aun sobrepasan, á medida que au- LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 147 menta el punto de ebullición, á los índices de las correspondientes fracciones rusas. En cuanto á las fracciones más livianas (140 *-160' ), la de Cacheuta tiene un índice que se aproxima, casi hasta alcanzar, al de la correspondiente fracción rusa; no sucediendo lo mismo con el de la fracción del petróleo de Comodoro Rivadavia, que es más próximo al de la correspondiente fracción americana. Ya Engler, de la determinación de los índices de refracción de va- rias fracciones del petróleo de Cacheuta, dedujo que este petróleo es- taba constituído, en sua mayor parte, por hidrocarburos de la fórmula general C,H.,,, lo que confirmó con las experiencias que más ade- lante expondremos. Creemos poder sacar la misma conclusión de la analogía de los índices de refracción de las fracciones de los petróleos argentinos que hemos examinado, con los índices de las mismas fracciones de los petróleos rusos; pero preferimos no hacerlo hasta haber estudiado otra propiedad importante bajo el punto de vista comparativo que nos hemos propuesto y que se refiere á la solubilidad de los productos de fraccionamiento. SOLUBILIDAD (ENSAYO DE ¿RICHE Y HALPHEN) Riche y Halphen (1) han mostrado que, para una misma densidad, las fracciones de los diversos petróleos americanos, presentaban solu- bilidades, en una mezcla á volúmenes iguales de cloroformo y alcohol, próximas entre sí, pero muy diferentes de las solubilidades de las fracciones de la misma densidad de los petróleos rusos, que á su vez también eran vecinas entre sí. Basándose en esta propiedad, dichos autores han fundado un mé- todo para reconocer la procedencia de estas dos clases de petróleo. Para ésto se toma la densidad de las fracciones á 15*6., luego se pesa 4 gramos de cada una, en un pequeño balón de Erlenmeyer, se agrega en seguida poco á poco á dicho balón, con ayuda de una bu- reta graduada, una mezcla de volúmenes iguales de cloroformo anhi- dro y alcohol á 93”, agitando después de cada adición; se produce así un enturbiamento, que aumenta al principio, pero que disminuye después y desaparece súbitamente, lo que indica el fin de la operación. (1) Journal de pharmacie et de chimie, serie 5, tomo 30, pág. 238. 14s ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sucede, á veces, que los productos pesados conservan en suspensión ligeros copos á pesar de haberse aclarado la mezcla; en este caso se agrega todavía medio centímetro cúbico de la solución cloroformo-al- cohólica; si, á pesar de ésto, los copos no desaparecen, se anota el pri- mer número. Aplicando este método sobre 28 petróleos americanos y 13 rusos, los autores nombrados han obtenido cifras con las que han construi- do una curva media para los petróleos rusos y americanos, llevando en un sistema de coordenadas, las densidades sobre el eje de las abscisas y los centímetros cúbicos empleados sobre las ordenadas. Examinando estas dos curvas (fig. 1), se nota que, para las fraccio- nes más livianas de dichos petróleos, las gráficas se hallan próximas entre sí, pero que se separan más y más á medida que aumenta la densidad de los productos, manteniéndose las correspondientes á los petróleos rusos, mucho más paralela al eje deflas abscisas que la relati- va al petróleo americano. Considerando que esta diferencia de solubilidad es consecuencia de la diferente composición química de dichos petróleos, hemos creído que sería interesante aplicar este método á los petróleos argentinos y ver por los resultados obtenidos, á cuál de aquellos petróleos se apro- ximaban en su comportamiento respecto á dicha propiedad. Para ésto hemos seguido exactamente el método indicado, con el mayor número de fracciones posible, sólo que hemos usado un alcohol a 9352 loque no ha alterado el resultado final; pues de una cantidad de experiencias efectuadas con alcohol de diversas graduaciones, se LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 149 ha deducido que la curva no hace más que transportarse paralela- mente sin perder su carácter particular (1). Los resultados que hemos obtenido son los siguientes : Petróleo de Comodoro Rivadavia Centímetros cúbicos Densidad empleados ODIA ER a e ENE 3,4 DIMAS a o De 3,1 Dr tao EE 3.8 OPUS DO OITAGEA td st 3,8 DATO o ate La rad 3,9 OO rn ts a. 4,4 OMS o ar oa 4,4 O o 4,2 DESAMOR a da Rs 4,6 OSMA Ri 5,0 DAS os tallas ia 5.8 EA AO 6,0 ODA ne role e ee aeTEo Ne 11,3 Petróleo de Tartagal Centímetros cúbicos Densidad empleados O e E 6,0 OSI o tactil e 6,5 DISTA tes 7,2 DES DIS to la = Ub joa 50 UA SN 8,1 OI ti 9,5 Petróleo de Aguaray Centímetros cúbicos Densidad empleados DIS oro UI ANACO Dl DI ee tata te 6,7 Petróleo de Neuquen Centímetros cúbicos Densidad empleados DES So ral IO OO OE 4,8 DS lala sra till DD Dio ocio a da ós oca a ojo te 7,8 (1) Rosst, G., 4nnali del laboratorio chimico delle gabelle, tomo IV, pág. 383. 150 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Con estos resultados, hemos construído de la manera que hemos indicado, es decir, llevando sobre las ordenadas el número de centí- metros cúbicos gastados para disolver 4 gramos de las fracciones y sobre las abscisas las densidades de éstas, las gráficas adjuntas (fig. 1) que hemos colocado junto á las obtenidas por Riche y Halphen con los petróleos rusos y americanos. La simple inspección de estas gráficas, muestra claramente la se- mejanza del comportamiento de los petróleos argentinos con los de Rusia. En efecto, la curva del petróleo de Comodoro Rivadavia, que es la más completa por haber sido construida con datos de 14 fracciones obtenidas de la destilación industrial, cuyas densidades variaban des- de 0,694 hasta 0,904 y que, en las fracciones de menor densidad, se acerca á la de los petróleos americanos, cosa que por lo demás tam- bién hace la de los petróleos rusos, va destacándose poco á poco de aquella, para seguir y entrecruzarse en un buen trecho con la de estos petróleos, hasta que, en la proximidad de las fracciones de 0,530 de densidad, comienza á separarse también de ésta, pero en el sentido de disminuir su inclinación hacia el eje de las abscisas : comportándose por lo tanto, también en esta segunda parte, más conformemente á los petróleos rusos que á los americanos. La curva del petróleo del Neuquen, sigue perfectamente el trazo de la de los vetróleos rusos, entrecruzándose y casi superponiéndose á ella. La de Tartagal parece la continuación natural de la gráfica del pe- tróleo de Comodoro Rivadavia y podemos decir, que la completa en un trecho, en el cual no habíamos podido hacer observaciones, por no tener fracciones de esas densidades. En cuanto á la de Aguaray, que es la que se aparta más de todas, está, sin embargo, más próxima á la curva de los petróleos rusos que á la de los americanos y entre las de los petróleos argentinos se acerca más á la del petróleo de Tartagal. El examen comparativo de estas diferentes propiedades, que aca- bamos de hacer, nos muestra una vez más la perfecta analogía de los petróleos argentinos con los rusos. Ahora bien, si se tiene en cuenta que estas propiedades están en estrecha relación con la composición misma de los petróleos, como que son consecuencias, podemos decir, que los petróleos argentinos están constituídos en su mayor parte por los mismos componentes químicos que los que constituyen los petróleos rusos, es decir, por hidrocarburos de la fórmula general C,H., (naftenes). LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 151 Sólo las propiedades de las fracciones más livianas, que destilan antes de 1507, del petróleo de Comodoro Rivadavia, muestran mayo- res analogías con las de las mismas fracciones americanas ; pero ésto en lugar de constituir una diferencia con los petróleos rusos, hace más completa su semejanza; pues veremos que las esencias de estos petróleos están constituidas por los mismos componentes de los pe- tróleos americanos, lo que se puede ver claramente observando las curvas de solubilidad de dichos petróleos. No hay que excluir tampoco la existencia, en estas fracciones livia- nas, de hidrocarburos nafténicos, sobre todo si se tiene en cuenta que la fracción que destila entre 95”-110” tiene, como hemos visto, una densidad intermedia, análogamente á la respectiva fracción del pe- tróleo de Galitzia, que está constituído por una mezcla de estas dife- rentes series de hidrocarburos. ACTIVIDAD ÓPTICA Dijimos que en esta parte nos ocuparíamos de algunas propiedades de los productos del fraccionamiento de los petróleos argentinos, que nos darían algunas ideas sobre la composición química de éstos y de otras que nos permitirían generalizar á dichos productos, los impor- tantes estudios efectuados por algunos investigadores, sobre petró- leos de distintas procedencias, con el objeto de resolver la tan deba- tida cuestión de la génesis de este producto natural. De las primeras propiedades ya nos hemos ocupado; ahora nos falta ver las que tienen importancia para la explicación del origen del petróleo. No es nuestro propósito, tratar detenidamente, ni siquiera enume- rar, las numerosas y variadas teorías relativas al origen del petróleo que se han emitido, porque saldríamos del objeto que nos hemos pro- puesto para este trabajo; sólo diremos, que éstas se pueden clasifi- car en dos grandes grupos: teorías inorgánicas, según las cuales el petróleo se habría formado de substancias minerales simples, por síntesis (Mendelejeff, Berthelot, Ross, Sabatier y Senderens, etc.), y teorías orgánicas, según las que el petróleo sería un producto de descomposición, debido á diversos factores, de substancias organiza- das, animales ó vegetales (Engler, Hoeter). La mayor parte de estas teorías, tienen en su apoyo experiencias más ó menos convincentes, pero la existencia del poder rotatorio de 152 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los petróleos, ha venido, en estos últimos años, á inclinar las opinio- nes del lado de las teorías orgánicas. En 1599, el profesor P. Walden, llamó la atención sobre el poder rotatorio de los petróleos, descubiertos por Biot en 15835. Dicho au- tor, considerando que la actividad óptica es originada por la asime- tria de las moléculas de los compuestos activos y que éstos obtenidos por síntesis total se presentan siempre bajo la forma racémica y que sólo los compuestos activos pueden originar productos que también lo sean, ha llegadoá la conclusión de que únicamente los cuerpos ac- tivos de origen orgánico han podido originar los petróleos dotados de poder rotatorio. En cuanto á la substancia á la que se debe el po- der rotatorio, Mareusson supuso que fuese la colesterina contenida abundantemente en la grasa de los pescados, á cuya descomposición, por acción de la temperatura y la, presión, se debería el petróleo (Engler). Rakusin (1) fué el primero en obtener un apoyo experimental á favor de la idea de Marcusson, efectuando, con resultado positivo, la reacción cromática de Tschugajeff, sobre diversos derivados del pe- tróleo. Esta reacción, sensible al 1:80.000, consiste en agregar al ácido tricloroacético anhidro fundido, una pequeña cantidad de la substancia á analizar, la que, si contiene colesterina, produce her- mosas coloraciones que varian desde el rosa claro hasta el rojo frutilla. El mismo Marcusson, empleando métodos iodométricos, llegó « resultados experimentales que estaban de acuerdo con los de Raku- sin y apoyaban su propia hipótesis de que la colesterina fuese la causa de la actividad óptica de los petróleos. Sin embargo, á pesar de estas experiencias, al parecer concluyen- tes, dichos autores creyeron conveniente aislar la colesterina de los petróleos, para confirmar con seguridad su existencia. La necesidad de esta confirmación se ha hecho más sentida desde la contribución experimental de Neuberg, quien ha conseguido separar, agregando al ácido oleico químicamente puro algo de ácido d-valeriánico ó d-capró- nico, destilados destrogiros, cuyas desviaciones, análogas á los desti- lados del petróleo, aumentaban con el punto de ebullición y daban la reacción de Lieberman de la colesterina. Después de Neuberg, continuó Engler el trabajo y pensó por un tiempo que la colesterina era el substracto del poder rotatorio de los petróleos:; sin embargo, terminó por esperar el resultado de los tra- (1) Chemiker Zeitung, n% 85, año 1906, pág. 1041-1042. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 1583 bajos emprendidos por Marcusson sobre la separación de la coleste- rina (1). Molinari y Fenaroli (2), que han estudiado la acción del ozono so- bre la colesterina, han buscado si este método les permitiría caracte- rizar dicho cuerpo en los petróleos ópticamente activos. Sus investi- vaciones, efectuadas sobre un petróleo ruso y uno rumano, los han conducido á esta conclusión: no existe en estos petróleos ningún rastro de colesterina; la actividad óptica subsiste después del pasaje del ozono y no puede, por consiguiente, ser atribuida 4 ningún com- puesto á doble ligazón como es la colesterina. Á pesar de estos resultados contradictorios, nos ha parecido inte resante ensayar la reacción de Tschugajeff con las fracciones de los petróleos argentinos que estudiábamos, además de hacer la medida de su actividad óptica, dato indiscutiblemente muy importante. Los resultados obtenidos han sido colocados en el cuadro, del fren- te junto á algunos que da Rakusin; las medidas de la rotación las hemos efectuado con un polarímetro de Laurent y expresado, lo mis- mo que dicho autor, en grados sacarimétricos. Vemos por dicho cuadro, que todos los petróleos argentinos examinados manifiestan el poder rotatorio; sus valores son compara- bles á los obtenidos por Rakusin, y generalmente de signo positivo; sólo la fraccion de petróleo de Tartagal que destila entre 1597 y 285 ha manifestado una pequeña rotación á la izquierda. En cuanto á la reacción de Tcehugajeff, ha sido positiva en un gran número de frae- ciones del petróleo de Comodoro Rivadavia y negativa ó dudosa en los petróleos del Neuquen y Tartagal. Atribuimos esta diferencia al hecho de que las fracciones del primer petróleo, procedían de una destilación industrial, conducida moderadamente y ayudada por el vacío para facilitar la vaporización de las fracciones lubrificantes, mientras que la de los otros dos habían sido obtenidas por calefae- ción rápida y á fuego directo de sólo tres litros de producto, lo que habría, á nuestro criterio, descompuesto la substancia Ó substanelas desconocidas que producen la coloración roja con el ácido trielor- acético. (1) ENGLER, Berichte, n217, 1909, pág. 4629,ha obtenido la reacción de Pschn- vajeft con los hidrocarburos de alto peso molecular producidos por la condensa- ción del hexilene por calefacción en tubos cerrados y alta temperatura. (2) Beriehte, n* 41, pág. 3704-3707. 154 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Producto Reacción de Tschugajeft Densidad Rotación HH 3,6 | Rojo intenso 0,4 — DNS Rojo sangre 0,4 | 3 0.3 Rosa amarillento Aceite de máquinas (Bakú) ¿9077 | Aceite de máquinas americano ,9024 Aceite lubrificante liviano (Bakú) ... 18955 ¿LO Aceite lubrificante ¡viano, americ.. DO Kerosene (Bakú) 38252 Liseroina (Grosny) 1 0,7467 0,2 | Rastros de coloración a Bencina (Grosny) |-0.7036 0,2| Ninguna coloración Petróleo de Comodoro Rivadavia N* 14 (diluída al tercio 0,9040 Pe Rojo frutilla 0,8585 : Lo Ad: 0,8480 dde ep idl: 0.8170 Rosado 0,8100 Rojo sangre Fracción ( DA Amarillo al principio 0,7946 . . después anaranjado 0.7848 Amarillo al principio después anaranjado 7 (| Amaril ¿ incipio 0,7700 Amarillo al principi después anaranjado O 0,7655 = Apenas rojizo Las fracciones 5, 4, 3, 2 1 — + 0,0 Ninguna coloración Petróleo de Neuquen Fracciones 4 4 9 (juntas) 0.8335 | 1.8 | Coloración indefinible e 1] Petróleo de Tartagal Fracción 1? (150%-2857) 1 0,8605 | — 0.5 | Coloración indefinible Nota. — Las demás fracciones eran muy obscuras para poder ser observadas. COMPOSICIÓN QUÍMICA Composición elemental. — Los petróleos brutos, están constituidos, en su mayor parte por carbono é hidrógeno y accesoriamente contienen pequeñas cantidades de oxígeno, azufre y nitrógeno. La proporción de los principales constituyentes varía entre 79.5 y 88,7 por ciento de LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 155 carbono y 9,6 á 14,8 por ciento de hidrógeno. El resto, que es muy pequeño, está constituido sobre todo por oxígeno, azufre y nitrógeno. El oxígeno puede ser considerado como de diferente origen: una primera fracción, que parece preexistir, se encuentra en el petróleo, principalmente, al estado de combinaciones fenólicas y ácidas ; mien- tras que la otra, parece provenir de oxidaciones efectuadas por con- tacto del aire. Se observa, en efecto, que esta parte gumenta con el tiempo y que ciertos aceites asfaltizados son ricos en oxígeno. Bous- singault ha encontrado en un aceite asfáltico de Egipto, 6,22 por ciento de oxígeno; Markovnikoff (1) ha encontrado 5,25 por ciento de oxígeno en la fracción de un petróleo ruso, que destilaba entre 2207 y 230 El azufre se encuentra en proporciones que varían desde simples rastros hasta 2 por ciento (2). Se han encontrado muy pocos petró- leos libres completamente de azufre; entre éstos deben contarse Jos de Tegernsee y los aceites de los yacimientos del noroeste del Canadá. La presencia de este cuerpo en los petróleos le confiere un mal olor y color difíciles de eliminar, lo que hace que los aceites minerales que lo contengan en cierta cantidad, desmerezcan en mucho su valor. Por esta razón, nos hemos ocupado de la determinación de este cuer- po en los petróleos argentinos que hemos tenido á nuestra disposición. Esta operación la hemos efectuado sobre los productos de la combus- tión en la bomba calorimétrica, para lo cual lavamos perfectamente el interior de ella con agua destilada, después de haber producido la com- bustión de una cantidad de petróleo ; sobre las aguas de lavaje preci- pitamos el ácido sulfúrico formado con cloruro de bario, después de haber acidulado con ácido clorhídrico. Este método sencillo permite una completa oxidación del azufre contenido en el petróleo y tiene la ventaja sobre el antiguo método de Sauer, de ser rápido y fácil. En el siguiente cuadro damos la cantidad de azufre contenido en algunos petróleos importantes y la determinada por nosotros en pe- tróleos argentinos : Azufre por ciento Petróleo de Rusia........ 0.0640 OO 0,500-0,700 = Macul: 0,0700 — Aguaray..... 0.1598 = Neuquen... 0,8192 San Rafael... ¿2400 (1) Anales de chimie el physique, serie 6, t. IL, 1884. (2) ENGLER y UBBELOHDE, loc. cit. 156 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Vemos por los datos anteriores, que los petróleos argentinos tienen cantidades pequeñas de azufre que los colocan, respecto al contenido en dicho cuerpo, entre los buenos petróleos; sólo los del Neuquen y San Rafael muestran un porcentaje bastante elevado, lo que era de prever por el olor característico que tenía el petróleo bruto durante la destilación y que era más intenso en las fracciones correspondien- tes á los aceites intermediarios. La presencia del nitrógeno también ha sido constatada en los acel- tes minerales, donde se halla al estado de bases pirídicas y de otros compuestos. Sin embargo, este elemento no existe más que en peque- has cantidades en los petróleos naturales, mientras que los carburos producidos artificialmente por la descomposición de las substancias animales, lo contienen en gran cantidad. Se ha pretendido ver en este hecho un argumento contra las teo- rías que admiten para el petróleo un origen animal, pero las expe- riencias de Beilby (1) han levantado esta objeción demostrando que, cuando se destila un petróleo, el nitrógeno se acumula en los resi duos. Se concebiría entonces, que por destilación natural en el inte- rior de la tierra, se hayan producido petróleos pobres en nitrógeno. Hubiéramos podido también dosar este elemento, en los productos de combustión de los petróleos en la bomba calorimétrica, pero no lo hemos hecho, debido á que el oxígeno que empleábamos contenía de por sí pequeñas cantidades de nitrógeno, pues procedía del aire atmos- férico: además no se trataba de un dato de mayor importancia para NOSOÉTOS. Naturaleza química de los hidrocarburos contenidos en los petróleos argentinos. — En lo que precede, hemos visto continuamente, la se- mejanza que, en todas sus propiedades, tienen los petróleos argenti- nos con los rusos ; pero es principalmente por el estudio de algunas propiedades de los productos de fraccionamiento, que dicha seme- janza se muestra más evidente y que nos lleva á la conclusión de que los petróleos argentinos están constituidos, análogamente á los pe- tróleos rusos, por naftenes en su mayor parte y que contienen ade- más pequeñas cantidades de hidrocarburos saturados en las primeras fracciones y de hidrocarburos aromáticos en las fracciones más pe- sadas. Hubiéramos terminado aquí nuestro trabajo, pero la lectura de una (1) Moniteur scientifique, 1893, pág. 115. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 157 memoria del doctor Luis Harperath (1), profesor de la Universidad de Córdoba, nos obliga á detenernos sobre aleunas de sus afirmaciones relativas á la composición química de los petróleos argentinos. Dice el autor nombrado en los comienzos de ese trabajo (pág. 115): «Sobre la cantidad del petróleo 6 simplemente sobre la posibilidad de una explotación comercial, faltan aún, en todas partes, datos defi- nitivos; sólo la calidad está químicamente determinada por la analo- gía completa en todas sus propiedades con el petróleo de Pennsylva- nia (E. U.)». Más adelante, después de una erítica de los análisis del petróleo de la Laguna de la Brea, efectuado por Zuber y de las con clusiones que dicho autor saca de ellos, es decir, su analogía quími- ca con los petróleos de Rusia, Harperath dice: « Por el estudio de es te análisis é informe me inclino á creer, que Zuber ha estado bajo la impresión, de que el petróleo de Jujuy debía ser distinto del de Cacheuta, y como Engler había llamado la atención sobre el hecho, que el kerosene obtenido del petróleo crudo de Cacheuta, peso específi- co 0,509, se parecía mucho al de Pennsylvania, pero que era considera- blemente más liviano que el del Cáucaso (Bakú), y como tenían «los aceites pesados una cantidad tal de parafina, como no he podido ob- servar en ningún petróleo hasta ahora», mientras que los de Bakú están hasta libres de parafina, entonces Zuber, involuntariamen- te, encontraba la causa de cualquier fenómeno en una diferencia fundamental de las dos materias primas » y más adelante todavía, después de criticar á Zuber por no haber seguido el método de desti- lación de Engler y de describir dicho método, continúa diciendo: <« Era, pues, fácil trabajar como Engler y recoger los destilados á las mismas temperaturas y así Zuber se hubiese persuadido en el acto, que los dos petróleos son idénticos y además con un gran exceso de parafina y de la fórmula: 0,H,, ,,, igual al de Pennsylvania, como mis múltiples análisis lo demuestran claramente. » Nosotros nos hemos ocupado extensamente de los análisis de Zuber llel petróleo de la laguna de la Brea, á los que se refiere Harperath, y hemos mostrado que de ellos no se podían sacar las conclusiones, como su autor lo pretendía, respecto á la composición química de ese petróleo. Además, y en ésto estamos de acuerdo con el doctor Har- perath, las destilaciones efectuadas por aquel autor, no reunían las condiciones necesarias para que sus resultados pudieran ser compa- (1) Petróleo y sal. Boletín de la Academia de ciencias de Córdoba, t. XVIII, entre- va 2, diciembre 1905. 158 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA rados entre sí y mucho menos, con los obtenidos por Engler del aná- lisis del petróleo de Cacheuta ; pero ésto no justifica las afirmaciones completamente opuestas que el doctor Harperath hace respecto á la composición química de los petroleos argentinos, que el da como compuestos, análogamente á los de Pennsylvania, por hidrocarburos de la fórmula general €C,H ,,,, basándose, por una parte, en los resultados de Engler que se refieren solamente á la densidad del ke- rosene y al alto contenido en parafina del petróleo de Cacheuta, y por otra, en análisis propios á los que se refieren cuando dice: «como mis múltiples análisis lo demuestran claramente ». Por lo que se relaciona á los resultados del trabajo de Engler sobre el petróleo de Cacheuta, veremos bien que Harperath no los conocía más que incompletamente, porque de otra manera no se ex- plicaría que los tomara en apoyo de su opinión respecto de la natu- raleza química de los petróleos argentinos, cuando Engler, por in- vestigaciones especiales al respecto, llega á conclusiones completa- mente opuestas á las de Harperath, como lo mostraremos en seguida. Enegler, en el trabajo que hemos citado tantas veces (1), después de dar los resultados de las medidas del índice de refracción de las fracciones del petroleo de Cacheuta, dice lo siguiente: « Ya con estos resultados puede deducirse que el petroleo de Mendoza se constituye en su mayor parte por hidrocarburos de la serie (,H,,, lo que se confirma con las experiencias que siguen ». Más adelante, en la parte titulada Naturaleza quémica de los hidrocarburos del petróleo de Men- doza, expone una serie de experiencias que describiremos rápida- mente. Primero determina en las fracciones del petróleo que destilan hasta 3107, por agitación con ácido sulfúrico (medio ingles y medio fumante), la cantidad de hidrocarburos no saturados y encuentra que un 20 por ciento. correspondiente á olefinas, hidrocarburos aromáti- cos y otros no saturados, es absorbido por el ácido y el S0 por ciento restante, correspondiente á los hidrocarburos grasos saturados y naf- tenes, no es atacado. Sobre la fracción del petróleo que hierve entre 200? y 2407, purificada previamente con ácido sulfúrico, soda cáus- tica y agua y redestilada sobre cloruro de calcio, efectuó dos análisis elementales, obteniendo los resultados siguientes : (DD) ENSGLER und OTTEN, Ueber ein Erdoel aus Argentinien. Dinglers polytechn. o Journal, 1888, t. 267, p. 375. LOS PETRÓLEOS ARGENTINOS 159 Por ciento Por ciento l9GCarbono...... 86,39 Hidrógeno.... SATA 20 Carbono...... 86,28 Hidrógeno.... 13,88 Las conclusiones que Engler sacó de estos análisis, están expresa das en el párrafo siguiente, que copiamos al pie de la letra de su tra- bajo: «Siendo que un hidrocarburo de la serie 0, H,,., por ejemplo el tridecileno C,, H,,, con un punto de ebullición de 2327, contiene 585,11 por ciento de carbono y 14,29 por ciento de hidrógeno, debe deducirse por los datos de estos análisis elementales, apoyados por los índices de refracción, como comprobada la presencia predomi- nante de hidrocarburos de la serie 0,H,,. No debe excluirse tam- poco, la presencia de hidrocarburos más pobres en hidrógeno, de las series C,H,, —., por ejemplo, que se han encontrado en el petró- leo de Bakú. > Creemos innecesario insistir sobre este asunto después de lo que se ha visto. En cuanto á los análisis personales que Harperath cita también en apoyo de su opinión, es de sentir que no indique dónde los ha publicado; todos los esfuerzos que hemos hecho para encon- trarlos en la bibliografía que existe al respecto, no nos han dado resultado. Para terminar, diremos que también constató Engler por su méto- do, la presencia de hidrocarburos aromáticos en el petróleo de Mendoza. Para ésto trató 20 centímetros cúbicos de la fracción 150-150” con una mezcla de 66 centímetros cúbicos de ácido sulfú- rico concentrado y 33 centímetros cúbicos de ácido nítrico de densi- dad 1,45. El producto nitroso obtenido se purificó y después de repetidas cristalizaciones en alcohol absoluto, se obtuvo un cuerpo á punto de fusión constante (2327), lo que demostró la presencia del trinitrome- sitileno. Es de advertir que no ha sido posible aislar de dicho petro- leo, el doble derivado de trinitromesitileno y trinidropseudocumol, á punto de fusión constante (167), como Engler lo ha obtenido de un eran número de aceites minerales naturales. CONCLUSIONES 1* Los petróleos de Jujuy, Salta, Mendoza y Neuquen (zona andi na) y los del Chubut (zona oceánica) son semejantes entre sí en un 160 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ¿ran número de propiedades fisicas y químicas, lo que permite supo- ner aleuna relación entre estas dos zonas ; 2* Los petróleos de Yacuiba, Aguaray y Tartagal tienen entre si vrandes semejanzas, lo que hace muy verosímil la hipótesis de que pertenezcan á la misma formación petrolífera; 3% Los petróleos de Yacuiba, Aguaray y Tartagal son menos alte- rados que los de Jujuy, Mendoza, Neuquen y Chubut, como lo de- muestran ciertas propiedades y el menor contenido en substancias asfálticas. Ésto los hacen aptos para un mayor número de aplicacio- nes industriales, entre las que se debe contar la de dar más fácil- mente y en mejor calidad y cantidad, aceites lubrificantes ; 4* Las propiedades de los petróleos argentinos, lo mismo que su composición en productos industriales, los hacen muy semejantes á los petróleos rusos ; >” Los poderes calorificos de los petróleos argentinos son mayores á medida que aumenta su densidad y son comparables á los de sus similares los petróleos pesados de distintas procedencias ; 6* Todos los petróleos argentinos están dotados de actividad óp- tica, lo que parece apoyar su origen Orgánico; 1? Los petróleos argentinos están compuestos, analogamente á los petróleos rusos, por naftenes en su mayor parte; contienen además pequeñas cantidades de hidrocarburos grasos y aromáticos y otros compuestos oxigenados y sulfurados. ERNESTO LONGOBARDI, Doctor en química. SOCIOS HONORARIOS / Dr. Juan J. J. Kyle. — Ing. Luis A. Huergo (padre) Ing. J. Mendizábal Tamborrel. — Dr, Estanislao S. Zeballos. — Enrique Ferri Ing. Guillermo Marconi SOCIOS CORRESPONDIENTES Aguilar, Rafael............ Arechavaleta, José........ G Arteaga, Rodolfo de....... Ave-Lallemant, German... EA ITONSOPP AUN AS Ballyé, Horacio .:......... Bodenbender, Guillermo... Bolívar, Ignacio........... Bertoni, Moisés........... Bailey, Willis............. Bruce Walla cs Carvalho, José Carlos...... Conta doseS IM rt pa a Corthell Elmer tud Dele Yves: as ds Fuenzalida, José del C..... Fontana, Luis Jorge....... Guignard, León........... Guimaráes, Rodolfo........ Lafone Quevedo, Samuel A. Dto Mene AOL Pues ita da LURO NAMenCco e A AT Larrabure y Unánue Eugenio MOT ISE A NES Moore, Clarence........... Acevedo Ramos, R. de. Adamoli, Pedro A. Adamoli, Santos $. Adano, Manuel. Aguirre, Eduardo. Aguirre, Pedro. Aguirre, Rafael M. Aita, Antonio. Alberdi, Francisco. Albert, Francisco. Aldunate, Julio C. Almanza, Felipe G. Alric, Francisco. Alvarez, Fernando. Alvarez, Agustín. Alzaga, Federico. Amadeo, Tomás. Amoretti, Alejandro. Anasagasti. Horacio. Ambrosetti, Juan B. Anello, Antonio. Anon Suarez, Vicente. Angelis, Virgilio de. Méjico. Moretti, Cayetano......... Montevideo. Martinenche, Ernesto...... Montevideo. Moore, Jobn B............ Mendoza. ¡ Montané, LUIS... 0... 0. Sgo. de Chile. Medina, José Toribio....... I. de Año N. Montessus de Ballore...... Córdoba. Nordenskjiold, Otto........ Madrid. Paterno, Manuel........... BBentonr (Ba Patrón Pablo. cata Washingtón. BonteriiCarlos Eric: Edimburgo. Pena, Carlos M. de........ Río Janeiro. Pomer Eduardo aude: Mendoza. Pérez Verdia, Luis ........ New York. Reid Walter E 0 París. Risso Patrón, Luis......... Sgo. de Chile. Ristempart, Federico ...... San Juan. Reiche, Carlos... o París. Scalabrini, Pedro.......... Amadora (P.). | Sklodonska, Curie......... Corrientes. Spegazzini, Carlos......... Amberes. Shepherd, Williams R..... La Plata. | Tucumán. Tobars Carlos Rinde Roma. Torres Quevedo, Leonardo. . Santo Domingo UM Bordeos. | Villareal, Federico......... Lima. Von Ihering, Hermán...... Villa Colón (U). MOL Vito era: Filadelfía. SOCIOS ACTIVOS Milán. París. Nueva York. Habana. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Gothemburgo. Palermo (1t.). Lima. Valparaíso. Montevideo. Sgo. de Chile. Méjico. Londres. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Sgo. de Chile. Corrientes. París. La Plata. Colum, Univer. Nueva York. Quito. Madrid. Lima. Lima. San Paulo (B). Roma. Angli, Geronimo. Arambarri, Alberto. Aráoz, Alfaro Gregorio. Arata, Pedro N. Araya, Agustín. Artaza, Evaristo. Artaza, Miguel. Arigós, Máximo. Arce, Manuel J. Arcansol, Adolfo. Arce, Santiago. Arditi, Horacio. Arroyo, Franklin. Astrada Pape, Ismael, Atarez, Guillermo. Aubone, Carlos. Avila Méndez, Delfín, Avila, Alberto. Aye1za, Rómulo. Aztiria, Ignacio. Aztiz, Julio M. Babacci, Juan. Bado, Atilio A. Bade, Fritz. Bachmann, Alois. Ballester, Rodolfo E. Baldi, Jacinto. Barabino, Santiago E. Barbieri, Antonio. Barilari, Mariano $. Barzi, Federico P. Battilana, Perdo. Baudrix, Manuel C. Bazán, Pedro. Bernaola, Víctor J. Bell, Carlos H. Bergara, Ulises. Besio Moreno, Nicolás. Besio Moreno, Baltasar. Bianchedi, Rómulo. Biraben, Federico. Boatti, Ernesto C. Bolognini, Héctor. Bordenave, Pablo E. Bosch, Benito $. Bosch, Eliseo P. SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Bosch, Aureliano R. Bosch, Jorge E. Bosisio, Anecto. Bonanni, Cayetano. Bonneu Ibero, León M. Bonarelli. Guido. Bosque y Reyes, F. Borús, Adriano. Bouchonville, Alejandro. Brané, Eugenio. Breyer Trant, Adolfo. Breyer Trant, Alberto. Brian, Santiago. Briano, Juan. A. Brindani, Medardo. Bruch, Carlos. Broggi, Hugo. Bunge, Carlos. Buschiazzo, Juan A. Bustamante, José L. Butty, Enrique. Caimi, Ramón. Candiani, Emilio. Cálcena, Augusto. Calvo, Edelmiro. Cáceres, Dionisio. Cagnoni, Alejandro N. Cagnoni, Juan M. Camana, Raquel. Camus, Nicolás. Candioti, Marcial R. Canale, Umberto. Canonica, Mauricio. Capelle, Raúl. Cano, Roberto. Cantón, Lorenzo. Carabelli, Juan Jose. Carranza, Marcelo. Carrasco, Benito J. Cardoso, Ramón. Carbonell, José. Carossino, Jacinto T. Carballo, Raúl. Casas, Bernardo. Castellanos, Carlos T. Castro, Vicente. Carelli, Amadeo. Carelli, Humberto H. Carette, Eduardo. Castro, Eduardo B. Cassagane Serres, Alberto. Claypole, Jerge. Cerri, César. Cevallos Socas, €. M. Cerdeña, Fernando. Cilley, Luis P. Civit, Julio Nilo. Chanourdie, Enrique. Chapaz, Raul. Chapiroff, Nicolás de. Chaudet, Augusto. Chiappe, Leopoldo J. Chiocci, Icilio. Chueca, Tomás A. Clara, Angel. Clérice, Eduardo E. Cobos, Francisco. Cock, Guillermo. Cogliatti, Alejandro. Collet, Carlos. Contin, Diego T. R. Compte, Riqué Julio. Correa Morales, Elina 6. A. de. Coria, Valentín F. Cornejo, Nolasco F. Corvalán, Manuel S. Coronel, Policarpo. Corti, Emilio A. Cottini, Arístides. Coutaret, Emilio $. Courtois, U. Cremona, Andrés. Cremona, Víctor. Crinin, Demetrio. Cucullu, Carlos. Cuomo, Miguel. Curutchet, Pedro. Curutchet, Gabriel. Damianovich, E. A. Damianovich, Horacio. Danieri, Bartolomé. Darquier, Juan A. Dassen, Claro €. Dates, Germán. Debenedetti, José. Dellepiane, Luis J. Demarchi, Torcuato T. A. Demarchi, Marco. Demarchi, Alfredo (hijo). Delgado, Fausto. Delgado, Agustín. Doello Jurado, Martín. Dobranich, Jorge W. Domínico, Guillermo. Domínguez, Juan A. Dorado, Enrique. Douce, Raimundo. Doyle, Juan. Duhau, Luis. Duarte, Jorge N. Dubois, Alfredo EF. Ducros, Pablo. Duncán, Carlos D. Durrieu, Mauricio. Durán, José €. Duranona, Ricardo. . Edo, Juan Manuel. Eguia, Máximo. Eppens, Gustavo. Elías, Adolfo (hijo). Escudero, W. E. Escobar, Justo Y. Esteves, Luis P. Etcheverry, Angel. Ezcurra, Pedro. Faverio, Fernando. Fernández, Alberto J. Fernández Díaz, A. Fernández, Pedro A. Fernández, Poblet A. Fernández, Daniel: Ferreyra, Miguel. Ferrari, Ricardo. Fynn, Enrique. Fliess, Alojs. Flores. Emilio M. Flores. Agustina J. Fornati, Vicente. Fortt, Pedro P. Franchini, Carlos L. Frank, Paul. French, Alfredo. Friedel, Alfredo. Frumento, Antonio R. Fuschini, José. Fumasoli, Roque H. Gainza, Alberto de. Galtero, Alfredo. Gallardo, Angel. Gallardo, Carlos R. Gallego, Manuel. Gallino, Adolfo. Gándara, Federico W. Garat, Enrique. Garat, Justo V. Garay, José de. García, Carlos A. García, Jesús M. Gatti, Julio J. Gentilini, Pascual. Gerardi. Donato. Geyer, Carlos, Ghigliazza, Sebastián. Giménez, Angel M. Girado, José I. Girado, Francisco J. Girado, Alejandro. Girondo, Juan. Godoy, Sebastian. González, Arturo. González, Joaquín V. González Litardo, Donato. González Litardo, Justo. González, Agustín. González, Castano R. González, Calderón A. Granero, Miguel. Gradin, Carlos. Gregorino, Juan. Gegorini, Juan A. ) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFTO | ARGENTINA DIRECTOR : ÍNGENIERO SANTIAGO E. BARABINO OCTUBRE 1911. — ENTREGA IV. — TOMO LXXII Z ÍNDICE: SANTIAGO E. BARABINO, Ameghino (Necrolo Slap. tettos ls sue eletoal slo las) laa a SANTIAGO!) EXBA RABINO VElidiomarinterna cional da aa Lohela 0 obs óleo aa MicuEL Lino, Descripción de plantas nuevas pertenecientes á la flora argentina. Juan A. SáncuEz, Nuevo método para la determinación volumétrica de los carbo- natos de sodio y de potasio en las aguas potables y minerales............... Peoro UHART, Memoria del viaje de exploración á los esteros de lberá......... TOSEIS A WORTL, Análisis del faire confinados a leo aa le BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 VOL .. e qe a SA ds de E NIT AT x A e APR EN ALO A q A CIN el e A. ANA a ' ei A ee 3 JUNTA DIRECTIVA o A SA US Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente A AR Doctor Francisco P. Luvalle Vicepresidente Mia. Ingeniero Nicolás Besio Moreno Secretario de actas............ Profesor Juan Nielsen Secretario de correspondencia.. Doctor Abel Sánchez Díaz TOSDRCRO AS A ee Arquitecto Raúl G. Pasman BiDUOTEGATTO: e Doctor Victor J. Bernaola A ¡Coronel Arturo M. Lugones Doctor Francisco P. Moreno Doctor Horacio G. Pinero Vocales RIAS RNE ¿Doctor Fomás J. Rumi Doctor Antonio Vidal Ingeniero Esteban Larco Ingeniero Pedro Aguirre (AAA OS AA Señor Juan Botto ' > REDACTORES Doctor Juan A. Dowínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi. doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingeniero Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, doctor Luciano Palet, doctor Fernando Lahille, ingeniero Arturo Hoyo, inge- niero Jorge W. Vobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Fe- derico W. Gándara. : Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmApEo y doctor Horacio DAmMIANOVICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores señores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a Ja Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias Pesos moneda nacional POTES e E S 1.00 LA A E o NE RA 12.00 Número dlfasado les e roer 2.00 — para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 40 pasado meridiamo FLORENTINO AMEGHINO Reproducción del óleo hecho por encargo de la Sociedad. Cientifica Argentina AMEGHINO HABLADA OS EOS DE 191 La lei fatal de la trasfromación de la materia; las fuerzas incons- cientes que la mueven, la deforman, la desagregan i la reconstituyen ; esa indefinible acción que reproduce, desarrolla 1 agosta, ese gran misterio, que nos niega el conocimiento del orijen i del fin de las cosas, dle los seres, nos han arrebatado para siempre aquella cósmica molécula fundente, que se consumiera devorada por el fuego de su numen jenial. La muerte, esa abstracción humana creada por la ignorancia del hombre para atribuirle la trasformación dinámica de los elementos orgánicos, la torpe muerte, digo, nos ha privado para siempre no sólo de un sér útil a la humanidad, como hombre honesto i laborioso, sino que también de uno de los más elevados faros que hayan irradiado sus brillantes destellos sobre el mar inmenso de la ciencia mundial. El doctor Florentino Ameghino, ha fallecido cuando más necesaria, cuando más útil era su existencia, cuando sazonaban los frutos de su cerebro poderoso; pero su labor de casi medio siglo, intensa, sin solu- ciones de continuidad; sus creaciones jeniales, que le colocaron entre los primeros sabios del siglo XIX, perdurarán mientras haya hombres que estudien, mientras haya hombres que mediten. I tanto mayor es el mérito del doctor Ameghino, cuanto que, siendo un desheredado de la fortuna, ha estudiado, trabajando para poder hacerlo ; se ha visto obligado a dividir su tiempo entre el trascenden- tal estudio de la naturaleza i la venta de fruslerías libreras al por menor. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 11 LIBR NEw BOTA» dARL 162 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Le conocimos en 1569. Fuimos condiscíipulos en la primera Escuela normal establecida en Buenos Aires, dirijida por el venerable doctor Luis J. de la Peña, hoi Escuela José Manuel Estrada. Objeto de nuestra curiosidad fué aquel compañero, un niño como nosotros, pero con aspecto de hombre serio. Activo, intelijente, estudioso, le tratábamos con mucha consideración, i cuando nos separamos por haber pasado nosotros a estudiar a la Facultad de ciencias exactas, ¡ Ameghino a hacerse cargo de la Escuela municipal de la villa, hoi ciudad de Mercedes (B. A.). conservamos grabado en nuestra memo- ria al apreciado y meritorio condiscípulo. Lo que para otros hubiera sido desaparecer, caer en el olvido en que yacen los pobres maestros de escuela, fué para Ameghino la causa eficiente de su gloriosa carrera científica. Allí, en esa rejión, donde los derrumbes de las márjenes del río Luján ponían en descu- bierto a los grandes mamíferos de las faunas estinguidas, allí halló el joven maestro elemental los primeros materiales que, cimentados por su potente intelijencia, debían constituir el gran edificio paleontoló- jico, su gloria personal, el orgullo de la Arjentina. Pero no sólo tuvo que luchar por la existencia, el doctor Ameghino, sino que también controvertir con adversarios científicos, de credo distinto, a comenzar del sabio doctor Burmeister, empecinado anti- trasformista, a quien desconcertaron las avanzadas ideas del novel naturalista, sin prever su futuro triunfo. Pero lo que a otros habría descorazonado, fué para Ameghino un incentivo que le impulsó a intensificar sus estudios, sus observacio- nes, a defender sus ideas con profundidad de vistas, con bríos de con- vencido, aleunas veces acentuados. Era un filósofo 1 un naturalista consciente; su buena fe le permitíla reconocer su error cuando se le demostraba que había incurrido en él. Sus últimas actividades fueron dedicadas al Congreso científico internacional americano, celebrado con motivo del Centenario de Mayo. A él más que a nadie se debió el notable éxito de la Sección ciencias antropolójicas, de la que fué presidente. Por ésto la comisión directiva de dicho congreso, entre otras manifestaciones de homenaje, unánimemente votó una placa de bronce conmemorativa, por colocar sobre la tumba del malogrado sabio. Pero, no vamos a entrar aquí en el detalle de su obra. La Sociedad Científica, de la que, sin herir a nadie, podemos decir que fué su más elevado esponente, ha resuelto publicar un suplemento especial de los Anales, en honor i memoria del sabio, del grande estinto. Allí tra- AMEGHINO 165 taremos de sintetizar la vida de Florentino Ameghino, como hombre ¡ como intelectual. Aquí sólo queremos dejar constancia, del duelo inmenso que la desaparición del doctor Ameghino, produjo en nuestro país, al que hicieron eco todas las sociedades científicas del mundo civilizado. La intensidad de este duelo público, tan grande como sincero, sólo puede medirse por la que causara en la Nación el fallecimiento de sus más eminentes próceres; i, en verdad, Ameghino en la obra de la inte- lijencia, en el campo de la ciencia, no es inferior a los que merecieron bien de la patria por sus grandes hechos militares o por sus triunfos políticos. Ameghino: ante el sepulcro silencioso donde yacen tus despojos inertes, donde reposa tu grande cerebro de luchador intelectual, la Sociedad Científica Arjentina i la Dirección de sus Anales se descu- bren reverentes, mientras llega la hora de tu apoteosis, que será digna de nuestro inmortal consocio, de nuestro sabio colaborador! SANTIAGO E. BARABINO. EL IDIOMA INTERNACIONAL Hemos publicado en la entrega primera del tomo LXXI (enero 1911), una memoria sobre adopción de un idioma internacional, presentada el año pasado al Congreso científico internacional americano. En el fascículo primero del tomo actual (LXXILE, julio 1911), hici- mos lo mismo respecto de otra memoria de nuestro consocio el doctor Dassen, en la que historia documentadamente la jénesis del idioma internacional (do, modificación racional del preexistente esperanto, hecha teniendo en vista su mayor simplificación gramatical i, por ende, su más fácil difusión universal. Cuando publicamos la primera memoria — una relación del Comité de la Unión científica internacional — en nota puesta al pie, mani- festamos nuestra discordancia relativa, prometiendo fundarla más tarde. Es lo que vamos a hacer someramente. No hai persona ilustrada, aun diré medianamente culta, que no acepte como axiomática la alta conveniencia de una lengua interna- cional, que, sin perjuicio de los respectivos idiomas patrios, sirva para el intercambio - intelectual i comercial entre los países civilizados; lengua que aprenderíamos desde la ninez en las escuelas elementales de nuestros respectivos países. Pero si esto no se discute ya, es aún motivo de controversia cuál ha de ser ese idioma. ¿ Debe serlo algunas de las lenguas muertas ? ¿ Debe aprovecharse aleuna de las vivas o actuales ? ¿ Conviene que sea neojénica, proce- diendo a crearla en condiciones de normalidad i regularidad tales que resulte gramaticalmente un idioma completo, invariable, fácil i mne- mónico? A nuestro juicio, pretender, como lo hacen algunos, que la primera EL IDIOMA INTERNACIONAL 165 solución es la más aparente, adoptando el latín como lengua interna- cional, más que erróneo es ilójico, pues la hermosa lengua que pose- yeron los grandes conquistadores del orbe antiguo, si es rica en voces jurídicas, militares i civiles, en cuyas manifestaciones tanto descolla- ron, es hoi de una pobreza tal en vocablos científicos, artísticos, téc- nicos, etc., que obligaría á crear un sinnúmero de ellos. Agrégese la evolución analójica 1 sintáctica, las trasformaciones ortolójicas 1 ortográficas que han realizado las lenguas actuales deri- radas del latín, 1 se aceptará sin dificultad que éste no se presta ya para el objeto indicado. Es lójico : el desarrollo intelectual de los pueblos, descubriendo o in- ventando tanto hecho nuevo, ha obligado al hombre á crear nuevos elementos lingiiísticos que le permitieran manifestar sus nuevas ideas, describir los nuevos objetos. Si nuestro propio idioma ha evolucionado hasta modificar en pocos siglos su estructura, en forma tal que el habla del sabio autor de Las siete partidas, no era ya la del archipreste de Fita i menos aun la de Cervantes; ni la de este insuperable injenio es la nuestra, se inferirá lójicamente la enorme distancia que nos separa de la lengua latina, a pesar de que las voces que de ella derivan constituyen casi todo el caudal del léxico castellano. Menos que el latín podrá apelarse a otras lenguas muertas — sáns- erito, hebreo, griego — por sus condiciones aun más desfavorables; luego la primera solución debe descartarse. Por otra parte, no siendo lójico que los pueblos se decidan a apren- der varias lenguas vivas, de gramática jeneralmente complicada por sus irregularidades, natural es que instintivamente, por conveniencia recíproca, adopten una de ellas, ya que no existen otras, diré así, teó- ricas, que puedan llenar el objetivo de la internacionalidad; 1 entre aquellas, la que por su influencia social es razonable que se imponga. Tal fué la causa prima de la adopción voluntaria del francés en los últimos siglos, debida a la prolongada e indiseusa hejemonía política, a la supremacía científico-literaria de la nación francesa; pero no por- que el francés fuera ni más fácil, ni más hermoso, ni más rico que otros idiomas neolatinos, por ejemplo, el español 1 el italiano. L esto esplica lo que dice el Comité de la unión científica interna- cional, en la memoria a que nos hemos referido 1 que observamos, res- pecto de las causas que indujeron a las clases ilustradas, dirijentes, a adoptar provisionalmente el francés como lengua internacional. Pero los tiempos han cambiado; la que ayer era la primera poten- 166 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tencia del mundo por su ciencia, su literatura, su poder militar, su comercio isu industria, hoi tiene más de un competidor afortunado. Inglaterra i Alemania, por ejemplo, han adquirido hoi mayor poder, mayor importancia comercial i tanto o más influencia científica que Francia, además de los muchos millones de esceso en sus poblacio- nes isoglotas. Natural es que no sólo por emulación, que es un noble estímulo, sino que también por orgullo o egoísmo nacional tiendan a desterrar la hermosa lengua de Francia, o por lo menos, a compartir con ella su empleo en el concierto internacional. Tan es así que, en todos los congresos internacionales que hoi se realizan, son lenguas oficiales el inglés, el alemán, el francés i última- mente el italiano. Es sabido que los que hablamos el castellano, esta- mos haciendo empeños porque se acepte también el español. Ya no basta, pues, una lengua viva. El mismo francés, dados el po- derío, la estensión, la oposición de otras naciones que persiguen sin tregua una superposición científico-económica, hasta cierto punto justificada, no basta ya para poder concurrir convenientemente a los certámenes internacionales, ó para el intercambio comercial, etc. ; se requieren por lo menos tres : el alemán, el inglés i el francés, i subsi- diariamente el italiano i el español. Es menester, entonces — i de ello estamos todos convencidos — volver á la lengua única, para facilitar 1, por ende, fomentar las rela- ciones internacionales en sus fases intelectual, política 1 económica. ¿ Debemos volver al francés ? Basta para contestar categórica i negativamente las consideracio- nes que acabamos de hacer : se opondrían tenazmente Alemania, en primer término, luego Inglaterra, i así otras naciones. Esto fija de antemano el fracaso de tal propósito, e insistir en ello sería perder el tiempo en tentativas infructuosas. De insistir en que debe ser una lengua viva, otras hai que con igua- les sino superiores literaturas que la francesa, tanto o más ricas en vocablos, tanto o más hermosas que el francés, llenarían perfec- tamente la misión de servir de lengua única, sin encontrar en los de- más estados motivos de fuerte oposición, tanto porque no las infun- dirían temor de supremacía internacional, cuanto porque sería de más fácil aprendizaje : lójico es ver que nos referimos al italiano i al español. Es a uno de estos dos idiomas que habríamos de recurrir si se creyera necesario adoptar una de las vivas para solucionar el pro- blema de la lengua única internacional ; especialmente al español, por EL IDIOMA INTERNACIONAL 167 su inmensa futura espansión en dos tercios de toda América, en Es- paña 1 sus antiguas colonias. Sin embargo, como hicimos observar ya, las dificultades gramati- 'ales de las lenguas vivas, llenas de irregularidades, de escepciones, analójicas, sintácticas, ortolójicas 1 ortográficas, no son las más apa- rentes para hacer adoptar una de ellas. La lengua internacional debe presentar una estructura regular, con reglas invariables, ortografía eufónica, con sonidos i signos simples, que no den lugar á dudas sobre el empleo verbal o gráfico de los vo- cablos; en una palabra, debe ser de fácil aprendizaje i recordación. Ninguna lengua viva satisface a estas condiciones, pues las considera- ciones jenealójicas son causa prima de que ellas conserven sus imper- fecciones, especialmente las ortográficas, aferrados pedantesca 1 ruti- nariamente a la etimolojía, rama de la lingiiística, a la que se da una importancia exajerada, por lo menos de nuestro punto de vista prác- tido, sin que entendamos negarle su eficaz influencia en las investi vaciones filológicas, tanto en lo que concierne a los oríjenes 1 deriva- ciones de los idiomas, como a la relación de afinidad existente entre ellos. Hablamos de ortografía, porque así como el lenguaje oral es el conjunto de sonidos articulados con que esteriorizamos nuestros pen- samientos, el escrito, que derivó de aquél por el deseo o la necesidad de trasformar una percepción audible, desvaneciente, en otra gráfica mnemónica, permanente, está constituído por un sistema convencio- nal de signos que hacen a la escritura tanto más perfecta e invariable i, por ende, más fácil, cuanto mayor sea la concordancia entre los signos 1 los sonidos. No tenemos por qué remontarnos a la escritura ideográfica, simbó- lica, en la que cada figura entendía representar, más 0 menos feliz- mente, una palabra, un pensamiento; las lenguas en el estado actual de los conocimientos humanos se han enriquecido de tal manera que a su vez han arribado a producir, gracias al abecedario, la represen- tación fónica sin limitación, base fecunda de las lenguas actuales de flexión. Pero, para que la escritura contribuya a facilitar el aprendizaje de una lengua, debe satisfacer a una ortolojía racional : cada signo sim- ple debe estar representado por un sonido elemental i viceversa. Ni el italiano satisface a esta regla; ni, menos aun, el castellano. Les lástima, porque con un poco de buena voluntad i mucho menos de rutina, podría obtenerse para ambos ese desideratum lingiiístico. 168 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA l no queremos hablar de las ortografías inglesa, francesa, etc., por- que, francamente, cuesta creer que países tan adelantados, con tan notables tilólogos, con tanto hombre de ciencia; naciones que marchan a la cabeza de la civilización, del progreso humano, tengan ortogra- fías tan irracionales como ridículas... El idioma internacional, pues, que se adopte debe ser regular, sim- ple, no sólo analójica i sintácticamente, sine que también ortolójica i ortográficamente. Luego hai que descartar las lenguas vivas por cuan- to no pueden satisfacer a estas condiciones. Sólo queda, como solución racional, la creación de una lengua arti- ficial, filosófica, diré, fundada en una sana lójica i ajustada en lo posi- ble a lo que podríamos llamar la «media aritmética de la universali- dad vocabularia actual ». Creo inútil entrar a demostrar esta proposición, pues bastará, para fundarla, pensar en que lo que caracteriza a cada lengua es el sistema eufónico; así, mientras en el italiano i el español predominan las voca- les, los franceses abundan en sonido nasales; en lenguales i dentales los alemanes, etc. La filolojía, en efecto, demuestra que el italiano combina para cada once o doce consonantes diez vocales, i de éstas la menos empleada es la 4; mientras, por ejemplo, en el alemán esa relación está en la proporción de nueve a cinco; predominando la e; abusa de dobles i tri- ples consonantes; del sonido eh (jota): de la h aspirada, etc. Agréguese el diverso acento prosódico, grave i oxífono en el francés: esdrújulo erave 1 agudo el castellano i el italiano; cargantes en la primera síla- ba el inglés 1 el alemán, etc.; 1 no se titubeará en aceptar que ninguna lengua viva podría imponer su morfolojía, sua eufonismo a las demás. En la creación de una lengua universal, pues. se impone, como decíamos, la adopción de vocablos en relación al número de naciona- lidades que le emplean; vale decir un método ecléctico, de selección. o, más precisamente, de proporción. Alguien ha pretendido decir que esta lenena internacional, artifi- cial, sujeta a reglas absolutas, sería — como ha ocurrido con las len- guas vivas actuales — corrompida en la práctica por la diversa idio- sincrasia étnica de pueblos tan distintos. Es sencillamente paradojal. La lengua artificial, estaría en las condiciones del latín actual, el cual, dentro de ciertos límites, es más lengua internacional que la francesa: ¿ cuándo, quién, qué pueblo ha corrompido al latín, después que dejó de ser lengua plebeya, popular, para elevarse a idioma clásico, de personas ilustradas ? EL IDIOMA INTERNACIONAL 169 Lo mismo ocurrirá con el idioma artificial. No estará sujeto a la acción corruptora del pueblo analfabeto o poco ilustrado, el cual, en sustancia, es el que produce los cambios, algunas veces felices, en jeneral irracionales, en las lenguas vulgares, vale decir, vivas. Los que le cultivaran, podrían, sí, pronunciarlo con acento recípro- 'amente estraño, exactamente como ocurre hoi al hablar un idioma que no es el propio; pero ni su ortografía, ni su eufonismo variarían, ni, por consiguiente, su significación. Ahora bien, admitido que la lengua internacional debe ser filosó- fica, vale decir, racionalmente preparada, con la perfección relativa de toda obra humana, ¿cuál ha de ser ella? No diseurriremos sobre las que pasaron como exhalaciones i que, sin embargo, habían conseguido rápidamente un apoyo, una acepta- ción entusiasta, especialmente el volaptik; queremos, para no esten- dernos inútilmente, coneretarnos a la que actualmente tiene conquis tadas fuertes i numerosas posiciones : nos referimos al esperanto, creación del doctor Zamenhof, sumamente interesante por el singular acierto de su conjunto. Este valioso proyecto de lengua internacional, posee no sólo su eramática, su diccionario i su literatura, cimentada en una profusión de obras, fruto lójico del entusiasmo, de la fe que creara en casi todos los países de Europa i América; pero — ya véis que hai un pero — su estruetura no era irreprochable, podía ser beneficiosamente modi- ficada en sus detalles, haciéndola más lójica, más natural, vale decir, más fácil, sin perjuicio de su acertado plan jeneral. Esto es precisamente lo que condujo á numerosos filólogos e inte- lectuales, de toda nacionalidad, a constituir una liga de corporaciones científicas i literarias, de hombres de ciencia i escritores, de todos los países, con el propósito que estudiara definitivamente el pro- yecto de una lengua internacional, tomando en consideración las pre- existentes, 1 resolviera adoptar una de ellas o erear una nueva, pero sin hacer de este problema una cuestión de alta filolojía que lo com- plicara innecesariamente, casi diríamos que lo hiciera insoluble. El estudio jenealójico i morfolójico de los idiomas será muy intere- sante, lel punto de vista etnográfico, ya lo reconocimos, para resol- ver las afinidades lingiiísticas de las diferentes naciones, de las diver- sas razas entre sí, cuando se persigue un fin histórico, especulativo, ideolójico, indagando el orijen de los mismos; pero cuando — como es el caso nuestro — no buscamos la jénesis de ningún idioma, no nos interesa saber si es monosilábico, 6 aglutinante, o si ha llega- 170 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA do ya a la meta, amalgamando raíces i dando forma a la palabra, va- le decir, si es una lengua de inflexión; cuando nuestro único objeto, es investigar el modo de llegar a erear una lengua racionalmente orgánica, espigando proporcionalmente en las existentes para que resulte lo más universal posible; cuya morfolojía satisfaga al mayor número (que los menos deben sacrificarse por los más); i cuya regula- ridad gramatical sea tal que resulte por la invariabilidad de sus ele- mentos constituyentes : raíces, radicales, afijos, inflexiones i desinen- cias, así como por su inmutabilidad analójica i sintáctica, su eraficis- mo eufónico 1 simple, fácil de aprender i recordar; en nuestro caso, en fin, no hai que perdernos en disquisiciones filolójicas, sino estudiar con sinceridad un organismo lingiiístico que permita pronto i defini- tivamente a los hombres estudiosos entenderse uniformemente con todo el orbe civilizado. I como ésto debía ser objeto de una delegación, como lo fué, lo que debemos hacer ahora es investigar qué se ha hecho al respecto. La delegación a quien se confió la designación o creación de la len- gua internacional más conveniente ¿ha estudiado debida i conscien- temente el punto? ¿Está bien cimentada su autoridad científica i moral? ¿Ha procedido con altura e independencia? Reconocemos sinceramente la autoridad de la Delegación inter- nacional, que contó, como dijimos, con el concurso de numerosas ins- tituciones cientificas de la mayor importancia; de hombres de ciencia, filólogos i literatos de la mayor nombradía; no podemos poner en duda su acción reposada, cireunspecta, progresiva — como pues los hechos la comprueban incontrastablemente por consiguiente sus decisiones son dignas de respeto, merecen i deben ser acatadas. Por esto — en nuestra calidad de delegado de la Sociedad Cientí- fica Argentina — hemos prestado acatamiento a lo resuelto por la mayoría de la docta Delegación central, i trataremos de que pronto pueda dictarse en los salones de la Sociedad un curso de Ido que sirva de base a la intensificación de su enseñanza en la República. SANTIAGO E. BARABINO. DESCRIPCIÓN DE PLANTAS NUEVAS PERTENECIENTES Á LA FLORA ARGENTINA En el mes de agosto del año pasado publiqué un opúsculo titulado Contribución al conocimiento de los Árboles de la Argentina; en él pro- ponía varias especies nuevas; pero por falta de tiempo no di las corres- pondientes descripciones, lo que me propongo hacer en el presente tra- bajo. En seguida daré á conocer varias especies que conservo inéditas en mi herbario, en su mayoría de la provincia de Tucumán. Mex argentina LiLLo LILLO, Contrib. Conoc. Arb. Argent., 7, n* 20 (1910). Euilex : Ramulis albescentibus, sulcatis, rectis; foliis petiolatis, tran- sovatis, leviter acuminatis; serratis, ad basin integris; cortaceis glabris ; supra opacis, subtus pallidioribus, reticulatis, punctis glan- dulosis carentibus. Stipulis minutissimis, triangularibus, caducts. Inflorescentia axillare, fasciculata, pauciflora. Corolla tetrapetala, petalis ad basin coalitis, triangularibus, extremitate obtusa, albis. Stamina 4, petalis aequilongis vel paullo minoribus. Ovario ovoi- deo, stigma conico sessile. Drupa ellipsoidea, calyce persistente basin cireumeincta, stigmate ornata, obseure rubescente vel nigra. Obs. l1lex paraguariensis St. Hil. afjiinis, a qua foliis supra haud nitentibus, minus coriaceis, inflorescentia pauciflora petiolo aequale vel paullo majore differt. 172 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ramitas blanquecinas, surcadas, derechas. Hojas pecioladas, transovadas, ligeramente acuminadas, aserradas, hacia la base enteras, coriáceas, lampinas, al secarse ennegrecen; por encima opacas, por debajo más pálidas, reticuladas, sin puntos glan- dulosos. Peciolo canaliculado por encima, por debajo estriado. Estípulas pequenísimas, triangulares, caducas. Inflorescencia axilar, fasciculada, econ pocas flores (3 6 4), igual á los peciolos ó muy poco más larga. Cáliz de cuatro divisiones, glabro, lóbulos deltoideos. Corola con cuatro pétalos, soldados por la base, triangulares, con la extremidad mocha, blancos. Estambres cuatro, del largo de los pétalos ó un poco menor. * Ovario ovoideo, estigma cónico sentado. Drupa elipsoidea, revestida en la base por el cáliz persistente y coronada por el estigma ; de color rojizo obscuro ó negro. Peciolo 10-15 milímetros de largo, lámina 70-55 mm. de largo por 26-40 mm. de ancho. Cáliz 1-2 milímetros de diámetro, pétalos 1-15 mm. de largo por 0.5-1 mm. de ancho. Drupa de 6 milímetros de largo por 4 mm. de ancho. Árbol de 12 metros altura mayor, cuyo tallo alcanza hasta 70 cen- tímetros de diámetro. Especie aliada al 1lex paraguariensis St. Hil., de la que difiere prin- cipalmente por sus hojas que no son relucientes por encima, menos coriáceas y su inflorescencia pauciflora igual ó muy poco mayor que el peciolo, el cual también es más largo que en la especie citada. Nombre vulgar : Roble. Palo de yerba. Este árbol es bastante común en las sierras bajas de la provincia de Tucumán, la altitud que prefiere es de 500 á 1300 metros. Es un elemento característico de la zona de transición entre las selvas sub- tropicales y las del Aliso; generalmente está asociado al Prunus tucu- manensis Lillo. Ejemplares examinados : Provincia de Tucumán, Alto de Las Sali- nas (Herb. Lillo, n* 2388, 26, IL, 1900, con frutos). En la misma localidad (Herb. Lillo, n* 2444, 12, IV, 1900, con flores). Provincia de Tucumán, Sierra de San Javier, altitud 1200 (Herb. Lillo, n* 4565, 15, X, 1905, con flores). Florece dos veces por año en primavera y otono. DESCRIPCIÓN DE PLANTAS NUEVAS 1 -] o Prunus tucumanensis Lino LILLO, Contrib. Conoc. Arb. Argent., 86, n% 282 (1910). Laurocerasus : Ramulis rubescentibus, glabris, rugosis, rectis; foliis petiolatis oblongo-lanceolatis, acuminatis, serratis, raro integris, coriaceis, glabris, supra nitentibus, subtus opacis; stipulis caducis. Inflorescentia in racemis axillaribus disposita; foribus albis ; ca- lyce monophyllo, campanulato quinquedentato ; dentibus rectis, tri- angularibus, obtusis, corolla quinquepetala; Staminibus viginta ad calycem alternatim incurvatis; Ovario oblongo, stylo subulato, stigma depresso, capitato. Drupa oblonga, fere exsucca, monos- perma. Obs. Differt a Prunus sphaerocarpa Sw. praecipue foliis frequenter serratis drupaque oblonga haud sphaerica. Laurocerasus : Ramitas rojizas, eglabras, rugosas, derechas; hojas pecioladas oblongo-lanceoladas, acuminadas, aserradas Ó rara vez enteras, coriáceas, glabras, por encima relumbrosas, por abajo opa- as; peciolo y nervio medio de color rojo-obscuro. Estípulas caedizas. Inflorescencia dispuesta en racimos axilares, del largo de la mitad de las hojas ó menos. Flores blancas inodoras; cáliz monofilo, campanulado con cinco dientes, derechos, triangulares obtusos; corola de cinco pétalos sub- redondeados. Estambres veinte, alternativamente encorvados al interior del cáliz. Ovario oblongo, estilo subulado, estigma deprimido, capitado. Drupa oblonga, casi seca, monosperma. Árbol de 5-10 metros de altura. Hojas de 120-100 milímetros de largo, por 45-33 mm. de ancho; peciolo de 9-7 mm. de largo; racimos de 50-60 mm. de largo. Flores de 5 milímetros de diámetro, tubo del cáliz de 3 mm. de largo, pétalos 1,5 milímetros. Fruto 15 milímetros de largo por 10 mm. de ancho. Árbol muy común en las sierras bajas de 1000 á 1200 metros de altitud, en donde junto con 1lexw argentina Lillo, forma bosques inter- mediarios entre la región subtropical y la del Aliso. Esta especie es muy parecida al Prunus sphaerocarpa Sw., difiere 174 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA principalmente por tener las hojas más comunmente aserradas y por el fruto que es oblongo y no esférico. Nombre vulgar: PDuraznillo del cerro. Palo luz. Ejemplares examinados: Provincia de Tucumán, Siambon, Que- brada del Anta, altitud 1220 metros (Herb. Lillo, n* 1030, 25, XI, 15553, fructifera). Provincia de Tucumán, Alto de Las Salinas, altitud 1200 metros (Herb. Lillo, n* 2557, 9, IX, 1901, florífera). Provincia de Tucumán, Las Cuchillas, altitud 1050 metros (Herb. Lillo, n* 5401, 14, XII, 1906, fructífera). Provincia de Tueumán, Sierra de San Javier, altitud 1200 metros (Herb. Lillo, n* 9731, Ss, IX, 1909, florífera). Florece en septiembre y tiene frutos maduros en diciembre. Blepharocalvx gigantea LiLLo LiLLo, Contrib. Conoc. Arb. Argent., 67, n* 219 (1910). Eublepharocalyx : Ramaulis oppositis, glabris, rectis; foltis oppositis, petiolatis, integris, chartaceis, oblongis acuminatis, glaberrimis nitentibus; nervo medio supra immerso, subtus elevato; venis utra- que facie elevatis; lamina glandulis pellucidis creberrime obsita. Inflorescentia axillare, septemflora im cyma dichotoma divisa; Hore sessile in quaqua dichotomia. Calycis tubo turbinato, glandu- loso, 4-partito, lacimis concavis caducissimis: petalis 4, deltoideis, ciliatis. Staminibus numerosissimis plurifariis. Ovario biloculare, loculis 12-16 ovulatis. Bacca globosa, glabra, flavescente. Seminibus 1-2, embryone spiraliter revoluto, radicula longissima, cotyledoni- bus minutissimis. var. montana LILLO A typo fructibus succulentioribus majoribus pluriseminatis (2-4) differt. Eublepharocalyx : Ramitas opuestas, glabras, derechas; hojas opuestas, pecioladas, enteras, 'artáceas, oblongas acuminadas agu- das, completamente glabras y relucientes; nervio medio por encima deprimido, por abajo sobresaliente, venas en las dos caras sobresa- lientes; lámina enteramente llena de glándulas transparentes. Inflorescencia axilar, con siete flores dispuestas en cima dicotómica, con una flor sentada en cada dicotomia, lamitad más corta quelas hojas. DESCRIPCIÓN DE PLANTAS NUEVAS 175 Tubo del cáliz turbinado, eglanduloso, con cuatro lacinias cóncavas muy caedizas. Pétalos cuatro blancos, deltoideos, ciliados. Estambres muy numerosos dispuestos en varias filas. Ovario bilocular con 12 á 16 óvulos en cada lóculo. Bayas globosas, glabras, amarillentas. Semillas 1 á 2, embrión arrollado en espiral, radícula muy larga, cotiledones pequenisimos. Arbol hasta de 30 metros de altura y tallo de un metro de diáme- bro, corteza rugosa no caediza como en otras mirtáceas. Hojas de 80-75 milímetros de largo por 32-26 mm. de ancho; pe- ciolo 6 milímetros. Pedúnculo principal 22 milímetros. Tubo del cáliz 1,5 milímetros, pétalos 2 mm., baya 4-6 mm. var. montana LILLO Blepharocalyx montana Lillo, op. cit., 67, n* 221. Difiere del tipo por sus frutos más jugosos y grandes con más semi- llas (2 Ó 4), en todo lo demás es igual. Nombre vulgar: Horco molle. Cocha molle. Árbol muy común en las selvas subtropicales, constituyendo uno de sus principales elementos. La variedad montana se encuentra hasta 1200 metros de altitud. Ejemplares examinados: Provincia de Tucumán, Tafí Viejo, alti- tud 800 metros (Herb. Lillo, n* 258, 24, IX, 1885, florífera). Provincia de Tucumán, Yerba Buena (Herb. Lillo, n* 2205, Ss, L, 1599, fructífera). De la variedad montana : Provincia de Tucumán, Alto de Las Sali- nas (Herb. Lillo, n* 2843, 10, IL, 1902, fructífera). Provincia de Tucumán, Sierra de San Javier (Herb. Lillo, IX, 1907, florífera). Observación. — En el Boletín de la Oficina Química, 1, 74 (1888), publiqué esta especie como Calyptranthes sp. En esa época no tenía la bibliografía necesaria para determinar el género correctamente ni mucho menos la especie. MIGUEL LILLO. Tucumán, 15 de agosto de 1911. (Continuard) NUEVO METODO PARA LA DETERMINACIÓN VOLUMÉTRICA LOS CARBONATOS DE SODIO Y DE POTASIO EN LAS AGUAS POTABLES Y MINERALES El objeto de este trabajo es la dosificación volumétrica en las aguas potables y minerales, de los carbonatos de sodio y de potasio, independientemente de los de calcio y de magnesio á que suelen ha- lNarse asociados como bicarbonatos. En nuestras aguas de pozo, por lo general, la alcalinidad total su- pera á la que correspondería la proporción del calcio y del magnesio calculados como carbonatos. Es evidente, pues, que existen bicarbo- natos que al pasar á carbonatos neutros por ebullición, no precipitan ; siendo estos (carbonatos de sodio y potasio), los que nos proponemos dosificar con el procedimiento volumétrico que hemos ideado y que é continuación deseribimos. PRINCIPIO Es posible efectuar el análisis volumétrico de una solución de car- bonato sódico ó potásico, mediante otra solución titulada de cloruro bárico, empleando como indicador la fenolftaleína, siempre que á la so- lución se adicione su volumen de alcohol á 95*. En estas condiciones, la decoloración completa de la fenolftaleina se efectúa en el preciso momento en que todo el carbonato alcalino se ha transformado en cat- bonato bárico. LOS CARBONATOS DE SODIO Y DE POTASIO AT La presencia del alcohol á 95” es necesaria, y sólo cuando su volu- men iguala al de la solución alcalina, el método da resultados exactos y comparables; razón por la cual, preparamos el líquido valorado de cloruro de bario, en solución hidroalcohólica al 50 por ciento de al- cohol. El papel desempeñado por el alcohol en nuestro procedimiento, se explica fácilmente admitiendo que reduce notablemente el coeficiente de solubilidad en el agua de los carbonatos alcalino-térreos, é impi- de, á la vez, su hidrólisis. En efecto, si á un volumen dado de solución normal décima de carbonato sódico, por ejemplo, previa adición de fenolftaleina, se vierte cloruro de bario también normal décimo, no podremos apreciar el término de la total transformación del primero en carbonato bárico, porque la decoloración del indicador no se pro- ducirá, quedando por el contrario un tinte rosado que tiende á inten- sificarse con el tiempo. En cambio, si la experiencia se ejecuta em - pleando alcohol en las proporciones indicadas anteriormente, el final de reacción es neto. PREPARACIÓN DE LOS REACTIVOS Solución decinormal de cloruro de bario. — Se disuelven 24,4 eramos de cloruro de bario puro y eristalizado en 500 centímetros cúbi- cos de agua destilada hervida y se completa con alcohol 4 957 hasta obtener el volumen de 1000 centímetros cúbicos á 1775. Solución decinormal de carbonato de sodio. — Para verificar la solu- ción anterior, preparamos otra de carbonato sódico de igual título, calcinando en una cápsula de platino ó de porcelana, 10 gramos de bicarbonato de sodio hasta que su peso no varíe, con lo que se habrá transformado la sal en carbonato neutro. Se deja enfriar en desecador de ácido sulfúrico ó de cloruro de calcio, y se pesan luego, 5,3 gra- mos que, colocados en un matraz aforado de 1 litro, se disuelven en agua, y se completa después hasta el aforo. Esta solución deberá corresponder volumen á volumen con la de cloruro de bario hidroalcohólica, procediendo para su titulación de la manera siguiente : Se coloca, en cápsulas de porcelana, 1-10-20 centímetros cúbi- dos de la solución decinormal de carbonato sódico; se agregan tres gotas de fenolftaleina al 1 por ciento, y, respectivamente, 1,10 y 20 AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 12 178 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA centímetros cúbicos de alcohol á 95*, mezclando bien los líquidos con varilla de vidrio. Colocada en una bureta la solución equivalente de cloruro bárico, se la vierte gota á gota hasta que los líquidos se de- coloren por completo, teniendo la precaución de agitarlos mientras dure la titulación. Si la solución de cloruro de bario está bien preparada, deberá em- plearse en estos tres ensayos, 1,10 y 20 centímetros cúbicos para ob- tener la exacta neutralización. En el easo de que dicha solución hubiese resultado fuerte, se hará las correcciones empleando para ello mezclas de agua y alcohol en volúmenes iguales. INFUENCIA DE LOS CARBONATOS DE CALCIO Y DE MAGNESIO En el estudio de nuestro procedimiento en su aplicación al análisis de las aguas, hemos debido tener en cuenta la coexistencia de los car- bonatos de calcio y magnesio con los de sodio y potasio, que en esta- do de bicarbonatos se encuentran con frecuencia en aquellas, á fin de establecer la influencia que pudieran ejercer en los resultados anali- ticos. Al efecto, hemos realizado numerosas experiencias empleando soluciones y lechadas de carbonatos cálcico y magnésico en diversas proporciones, y podemos anticipar que carecen de acción en las detet- minaciones de los carbonatos de sodio y de potasio. CARBONATO DE CALCIO Tanto la solución saturada como las lechadas de esta sal, ofrecen reacción alcalina á la fenolftaleina, fenómeno imputable por una parte, á su coeficiente de solubilidad en el agua, y, por la otra, á un proceso de hidrólisis en el que los ¡ones hidroxilos actúan sobre el indicador; pero cuando se las adiciona de su volumen de alcohol á 957, desapa- rece totalmente la coloración rosada, no acusando ya, sino reacción neutra. Y decimos neutra, por cuanto si dejamos caer en los líquidos hidroaleohólicos una sola gota de la solución valorada de carbonato sódico, inmediatamente se manifestará la coloración rosada de la fe- nolftaleina de una manera persistente, siendo necesario para que des- LOS CARBONATOS DE SODIO Y DE POTASIO 1474, aparezca, agregar una gota de la solución de cloruro de bario deci- normal. Este comportamiento del carbonato cálcico con respecto á la fenolf- taleína en medio hidroaleohólico, nos demuestra claramente que no ejerce influencia en la dosificación de los carbonatos sódico y potásico, pues se conduce como si no tuviera reacción alcalina. Podemos, pues, realizar las determinaciones cuantitativas de los carbonatos alcalinos por nuestro procedimiento, aun en presencia del de calcio, sin que los resultados experimenten la menor alteración. CARBONATO DE MAGNESIO Debemos tener presente que existe un gran número de combina- ciones de óxido é hidrato magnésico con el ácido carbónico, de las cuales algunas obedecen á fórmulas sumamente complejas. Estos com- puestos no actúan de igual manera sobre la fenolftaleína en un me- dio hidroalcohólico, y las experiencias efectuadas por nosotros para investigar la causa de esta diferente acción, nos han permitido reco- nocer las precisas condiciones en que los hidrocarbonatos pueden dar reacción neutra ó alcalina. De todos los hidrocarbonatos de magnesio, el que corresponde á la fórmula de constitución: 300"Mg, Mg (OH)? 3H?0, es el único que, desleído en agua alcoholizada, al 50 por ciento de alcohol 4.957, ofre- ce reacción neutra á la fenolftaleina. Pero, como siempre es posible transformar los bicarbonatos y los hidrocarbonatos de magnesio, cual- quiera que sea su composición y ya se hallen disueltos ó precipitados en el agua, en el compuesto de la fórmula, mediante prolongada ebulli- ción, fácil nos será obtener dicho compuesto en las aguas potables y minerales como residuo de la vaporización por ebullición. Sin embargo, el hidrocarbonato á que nos referimos es susceptible de descomponerse ó de disociarse parcialmente, cuando la tempera- tura á que se le obtiene es superior á 1007 ; en cuyo caso, hay forma- ción de hidrato magnésico de reacción fuertemente alcalina aun en un medio hidroalcohólico, lo que es un grave inconveniente para la aplicación de nuestro método. Á continuación, consignamos algunas experiencias que demuestran las condiciones en que debe operarse para evitar dichos inconve- nientes. 180 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA CASOS EN QUE SE PRODUCE DISOCIACIÓN DEL BICARBONATO DE MAGNESIO Estudiando la constitución del precipitado de hidrocarbonato de magnesio que se obtiene cuando se hierve una solución de sulfato ó cloruro de la mencionada base con otra de carbonato sódico, sin que este último predomine, hemos llegado á establecer que la temperatu- ra desempeña un papel importantísimo en su disociación. Así, mien- tras la desecación del precipitado de hidrocarbonato de magnesio se hace á 1007, no se altera su constitución, lo que se demuestra des- liéndolo en un pequeño volumen de agua y añadiendo varias gotas de fenolftaleina, por la desaparición completa del color rosado del indi- cador al agregar igual volumen de alcohol 4 957”; pero si la deseca- ción se lleva á cabo á temperaturas superiores á 1507, se notan co- mienzos de disociación, pues sometido el hidrocarbonato á las opera- ciones anteriores, el color rosado persiste en el líquido hidroalcohóli- co aun cuando el volumen de alcohol sea muy superior al del agua empleada. Esto demuestra, evidentemente, que la temperatura de 1507 influye en la composición de la molécula del hidrocarbonato de magnesio y que una parte de éste se separa como hidrato ó como óxido. Nosotros explicamos este proceso valiéndonos de la ecuación es- quemática siguiente: /OMg(OH) /0 de 2) CO + =400 Mg + M2(OH)* SOMg(OH) NO siendo este hidrato el que tiene función alcalina y cuya solución acuosa, enrojecida por el indicador, no es influenciada por el alcohol, ni aun empleando volúmenes superiores á los del agua. Aumentando más la vemperatura, se logra activar la disociación del hidrocarbonato, acrecentando no sólo la formación de hidrato sino que también la de óxido magnésico, á tal punto que hacia los 3007, ya no existen sino trazas de anhídrido carbónico. De estas consideraciones se deduce la necesidad de no elevar á más de 1007 la temperatura de la estufa á que se somete el residuo del LOS CARBONATOS DE SODIO Y DE POTASIO 181 agua que se analiza, para tener la seguridad al hacer los ensayos al- 'alimétricos con nuestro método, de estar en presencia de hidrocar- bonato de magnesio y no de hidrato ú óxido cuya coexistencia impo- sibilitaría las reacciones en que se basa aquél. Ahora bien, como una ebullición prolongada basta para transfor- mar todos los bicarbonatos de un agua en carbonatos neutros, pode- mos con toda seguridad, colocarnos en excelentes condiciones para valorar la alcalinidad soluble de los carbonatos de sodio y de potasio, suspendiendo la evaporación antes de llegar á obtener el residuo seco; añadir luego un volumen conocido de agua, otro igual de al- cohol á 957, tres gotas de fenolftaleina y efectuar la titulación con la solución decinormal de cloruro de bario hidroalcohólica. APLICACIÓN DEL MÉTODO Á LA DETERMINACIÓN DE LOS CARBONATOS SOLUBLES EN LAS AGUAS POTABLES Y MINERALES Las operaciones que deben efectuarse para dosificar los carbona- tos alcalinos solubles en las aguas, son las siguientes: 1* Emporar por ebullición, 100 centímetros cúbicos del agua, ó mayor cantidad si la alcalinidad total es débil, hasta obtener un resí- duo húmedo, en cápsula de porcelana 2* Añadir 10 centímetros cúbicos Ge agua destilada y hervida y tres gotas de fenolftaleina (solución alcohólica al 1 por ciento) ; 3” Agregar 10 centímetros cúbicos de alcohol neutro á 95* y mez- clar bien los líquidos mediante una varilla; 4* Titular los carbonatos solubles con la solución decinormal de cloruro bárico hasta conseguir la completa decoloración del indi- cador ; | 9” Multiplicar el número de centímetros cúbicos empleados por 0,0053 para calcular la alcalinidad en carbonato de sodio, ó bien por 0,0084 si se desea en carbonato ácido de sodio ; 6” Si el agua analizada tuviera sulfatos, determinación que es ne- cesario hacer previamente, descontar del número de centímetros cú- bicos gastados de cloruro bárico decinormal, los que correspondan al SO” dosificado, operación que no presenta la menor dificultad. 182 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ALCALINIDAD TOTAL Y ALCALINIDAD DEBIDA Á LOS CARBONATOS INSOLUBLES Obtenida la alcalinidad total del agua por cualquiera de los méto- dos conocidos, la diferencia entre el número de centímetros cúbicos del ácido decinormal empleado y los centímetros cúbicos de la solu- ción de cloruro de bario decinormal invertido en la dosificación de la alcalinidad soluble, corresponderán á la alcalinidad insoluble, es de- cir, á la alcalinidad proveniente de los carbonatos cálcico y magné- sico. Para caleularla, si el agua no contuviera magnesio, lo haríamos multiplicando dicha diferencia de centímetro cúbico por 0,0050 que es el factor de transformación del carbonato de calcio; y, dado el 'aso de hallarse presente el magnesio, nos bastaría practicar una do- sificación del calcio, para deducir luego el magnesio como carbon ato neutro, por un cálculo análogo. DOocTOR JUAN A. SÁNCHEZ. (¿uímico, Profesor en las facultades de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y de Medicina. Buenos Aires, octubre de 1911. MEMORIA DEL VIAJE DE EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ Á fines de 1909 la Sociedad Científica Argentina obtuvo del go- bierno nacional cincuenta mil pesos para sufragar los gastos de una expedición á los esteros conocidos con el nombre de Iberá. En diciembre del mismo año fuí nombrado jefe de la comisión y me trasladé á Buenos Aires para hacer los preparativos de viaje. Sabía que dentro de la región que iba á recorrer había de encon- trar erandes extensiones de aguas libres; que la existencia de islas, ó por lo menos islotes, era segura, puesto que desde las costas se ven erupos de palmas y otros árboles, y que en ciertas épocas del año debían quedar en seco muchos malezales inundados, porque los in- cendios se propagaban mucho hacia el interior. No conociendo la profundidad de las aguas, era prudente usar embarcaciones de muy poco calado, pero que al mismo tiempo tu- vieran la capacidad suficiente para servir de alojamiento y depósito de provisiones. Era también fácil de prever que entre una y otra extensión de agua libre encontraría bajíos, pajonales, juncales, em- balsados y otros obstáculos que aumentando la duración de los tra- yectos pudieran ocasionar el fracaso de la expedición por fatiga ó por hambre. resultaba de aquí la necesidad de un personal relativamente nu- meroso, para allanar los obstáculos previstos en el menor tiempo posible, á fin de no tener que transportar un peso considerable de provisiones. El ministerio de Obras públicas tenía entonces desocupado un 184 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA vapor de rueda propulsora atrás, de regular tonelaje y cuyo calado, con la carga que la expedición necesitaba para su sostén, no pasaría de sesenta centimetros. La Sociedad Científica Argentina lo solicitó, pero no lo consiguió, y como no se halló otra embarcación de tan buenas condiciones, resolví adquirir canoas grandes y un remolcador. El cambio de opinión tenía sus ventajas. Llevando varias canoas podría trasbordar la carga de una á las demás, cuando la poca profun- didad impidiera el paso; adelantar la descargada hasta cierta distan- cia; enviar á ella, por partes, la carga de otras dos y adelantar éstas. Así contra la fatiga tenía los alojamientos siempre próximos y con- tra el hambre una reserva de víveres considerable. El remolcador era para no estar subordinado al viento en las gran- des extensiones de aguas libres, si la profundidad llegaba hasta el punto de que los botadores fueran inútiles. Las experiencias de Bauzá, Vargas y Reboratti habían demostrado que la hélice no era el propulsor adecuado, pero no encontrando cosa mejor y para no demorar demasiado la partida, resolví conformarme con lo que se hallara á la mano. Después de muchas pesquisas infructuosas, encontré en el taller de Miguel Sinópoli, en San Fernando, una lancha próxima á termi- narse, capaz de admitir un motor á nafta relativamente poderoso y en la cual podrían albergarse cuatro personas. El precio de esta embarcación dotada de un motor Sterling, de 30-50 HP. alcanzaba a 11.650 pesos moneda nacional y las condiciones de admisión eran : una corrida de diez horas á toda velocidad y un viaje á marcha re- eular de 600 kilómetros, sin que el consumo de nafta pasara de 20 litros por hora. Aceptadas estas condiciones, la embarcación fué adquirida. En esos días el ingeniero agrónomo Galarza propuso la venta de una lanchita á nafta con motor Otto de cuatro caballos, de su pro- piedad, al precio de 3200 pesos moneda nacional, y juzgando conve- niente disponer de una embarcación de poco consumo para reco- nocimientos de corta duración, informé que me sería útil, y la Socie- dad Cientifica la compró, después de una ligera prueba. Habiendo determinado que el número de hombres no pasaría de doce, necesitaba alojamiento para ocho personas, puesto que en la lancha Sterling ya tenía para cuatro. Resolví entonces comprar en Esquina algunas canoas. La Sociedad Científica contrató los servicios del doctor Hipólito Pouyssegur como naturalista y del señor Armando Esteve como in- EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 185 geniero de la expedición; yo había tomado como capataz al señor Ernesto Rufer y el doctor Pouyssegur al señor Alejo Tinao, como ayudante preparador; faltaban por consiguiente, solo siete peones para completar el personal. En un plan de exploración que años atrás me había hecho hacer el señor coronel ingeniero don Arturo M. Lugones, yo había pro- puesto penetrar por Ituzaingó y hacer algunos perfiles transversa- les de los esteros hasta llegar á Paso Olaro; el costo de esta ope- ración estaba calculado en 65.000 pesos, contando con personal es- cogido de las tropas de ingenieros; naturalmente, con la reducción de recursos, se imponía estudiar un plan nuevo. Atendiendo las indicaciones del señor ingeniero don Valentín Virasoro, propuse penetrar por el río Corrientes, dirigirme hacia Paso Claro y de allí buscar un camino hacia Ituzaingó, no haciendo perfiles transversales sino uno longitudinal equidistante en lo po- sible de las márgenes de los esteros. Este plan fué aceptado por la Sociedad Científica Argentina. El día 13 de marzo de 1910 marcharon á Esquina el doctor Pouys- segur y el capataz Rufer. Este mismo día fué botada al agua la lan- cha Sterling. El 15 de marzo nos embarcamos en el canal de San Fernando el ingeniero Esteve, el preparador Tinao y yo, llevando para las prue- bas del motor y como encargado de su entrega, al mecánico de la casa Mantels, Santiago Semeria. Algunos accidentes inevitables en embarcaciones de construeción reciente y el mal estado del río Paraná demoraron nuestra llegada á Esquina hasta el 26 de marzo; pero esta demora sirvió para poner de manifiesto todas las deficiencias que había que subsanar antes de salir de Esquina. El motor satisfizo todas las pruebas. En Esquina compré dos canoas grandes y dos chicas y elegí el número de peones que necesitaba. El doctor Pouyssegur notó que aun le hacían falta algunas cosas y volvió á Buenos Aires á com- prarlas, llevándose al preparador Tinao que desistía del viaje. Yo había convenido con la casa Mantels que me remitiera á Es- quina 500 litros de nafta y 4500 litros más á Chavarría, pero el 17 de abril llegó una embarcación á vela conduciendo á Esquina 120 cajones y seis tambores de nafta. De golpe venía á encontrarme con cinco toneladas más de carga que transportar. El 19 de abril estuvieron terminados todos los preparativos y la comisión con su personal completo compuesto como sigue: 1586 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El jefe, ingeniero Armando Esteve; naturalista, doctor Hipólito Pouyssegur; capataz, Ernesto Rufer; baqueano, Pedro Mantilla. Peones: Basilio Silva, Silvestre Chamorro, Clemente Obregón, Juan Zapata, Daniel Sánchez, Dionisio Solis y Silvano Quintana. Cocinero, César Panzeri. El peón Juan Zapata desertó á último momento. Antes de partir convine con el subprefecto de Esquina, señor José Salcedo, que dejaría en depósito en la subprefectura seis tambores de nafta para los que no encontraba acomodo en las embarcaciones, y como más tarde podía hacerme falta combustible, dejé la lancha Otto para que cuando se pidiera nafta desde Chavarría, se me en- viara en una chalana remolcada por la lancha. Otro motivo me im- pulsó á dejar esta embarcación y era que el movimiento del árbol motor no podía invertirse, de manera que cuando la hélice envolvía camalotes no había otro modo de limpiarla sino cortando al tanteo con ganchos afilados. El mismo día 19 empezamos á remontar el río Corrientes, llegando á Chavarría el 2 de mayo. Á causa del remolque pesado contra la corriente bastante rápida, el motor había perdido la compresión y en los accesorios se habían producido algunas averías. Para reparar los desperfectos pedí á Buenos Aires un mecánico para que ejecutara los siguientes trabajos : 1” Reposición de las guarniciones en las tapas de los cilindros; 2% Compostura del tubo de toma de nafta, que por defectos de una junta y mala calidad de una llave de paso dejaba escapar mucho combustible; 3% Colocación de un filtro separador de agua en el mismo tubo. Desde nuestra salida de Esquina el río Cerrientes estaba cre- ciendo, y al llegar á Chavarría había desbordado. Iniciamos el reco- nocimiento de un canal hacia el interior y conseguimos llegar andan- do á vela y á botador hasta la laguna de Itatí Rincón. Durante la primera quincena de mayo no hubo ni un día de viento favorable, y como la navegación era demasiado penosa, resolví sus- penderla hasta que el motor estuviera compuesto. El 14 de mayo, extrañando que el mecánico pedido no llegara, des- paché al ingeniero Esteve á traerlo, encargándole además, solicitara dinero y se proveyera de algunas herramientas y accesorios de re- puesto para el motor. Durante su ausencia se hicieron algunas reparaciones en el casco de las embarcaciones y se le colocaron á la lancha dos marchapiés á EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 187 los costados para manejarla á botador cuando no pudiera funcionar la hélice. El trabajo en estos días fué particularmente penoso, y el peón Ba- silio Silva desistió de continuar el viaje. Fué reemplazado por Rai- mundo Almirón. El 24 de mayo volvió el ingeniero Esteve trayendo consigo al me- cánico Santiago Semeria de la:casa Mantels y los accesorios encar- eados; la Sociedad Científica le había provisto de 5000 pesos moneda nacional. El 26 de mayo, mientras se componía el motor, el ingeniero Esteve midió una base de S00 metros sobre la línea del Ferrocarril noreste argentino colocando una señal en cada extremo. Los días siguientes se invirtieron en nivelar la base y colocar las señales del puente del ferrocarril Caá-Guazú y Capitá-miní; otras señales colocadas antes no prestaron servicios por ser difícilmente visibles. Para alivar el trabajo de remolque hice descargar y depositar en casa de Romualdo Falcón 50 cajones de nafta. El 29 de mayo el ingeniero Esteve midió los ángulos de los extre- mos de la base á las señales de Caá-Guazú y Puente. El horizonte muy brumoso impidió que se viera la señal de Capitá-mini. El 30 de mayo quedó listo el motor para funcionar y se presento el mecánico Augusto Hunanlt, contratado para formar parte de la ex- pedición. Ese mismo día, á la 1 p. m. se emprendió el viaje hacia Caá- Guazú. El río completamente desbordado había formado una laguna muy extensa, siendo muy difícil mantenerse en el canal, de aquí resulta- ban frecuentes baradas y tirones que cortaban los cabos de remolque. Debido á ésto la jornada no pasó de quince kilómetros, llegando á Caá- Guazú bastante tarde. El 31 se midieron los ángulos en la señal de Caá-Guazú. El teodolito empleado era un Throughton del Ministerio de Obras públicas cuya apreciación era de diez segundos, pero cuando se controló el cierre del triángulo base Caá-Guazú, se notó un error de cierre de más de un minuto; por consiguiente fuera de tolerancia. El 1” de junio siguió el avance hasta Capitá-miní y en una isla res- petada por la creciente se midió otra base quebrada, con un lado de S00 metros y otro de 700. Medidos los ángulos en los extremos y en el punto de intersec- ción, volvió á repetirse el error de cierre superior á la tolerancia. Quatro reiteraciones en las medidas dieron discordancias de lectura 18s ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA superiores á un minuto, luego no valía la pena de emplear el teodo- lito. En Capitá-miní recibimos la visita del propietario del campo, señor Aguirre, que ofreció sus servicios y nos obsequió con carne fresca. Los días 2 y 3 de junio fueron tormentosos. El 4 marchamos de Capitá-mini hacia un puesto de la estancia de Thomas, que á consecuencia de la creciente ha sido abandonado por sus pobladores. El cauce del río se ensancha bruscamente en este paraje, dividiéndose el caudal de agua en un gran número de canales angostos, limitados por embalsados de carrizo, espadaña y camaloti- llo. Á poca distancia al noreste vemos un gran palmar inundado: tal vez sea éste el citado en la memoria de Vargas. El 5 de junio la niebla densa nos detiene hasta las 9 a. m. Avanza- mos por un brazo muy tortuoso y de corriente rápida, á las 3 p.m. enfrentamos á un islote arbolado y vemos algunos otros entre los embalsados al noroeste. Estos islotes no llegan á tener un hectárea de superficie. En cuanto á los embalsados alcanzan hasta dos metros de espesor. El agua es tan diáfana como si fuera destilada; las pro- fundidades son hasta de cinco metros. El fondo está cubierto de ve- sgetación que se eleva hasta mny cerca de la superficie y que se en- vuelve en la hélice, lo que nos obliga á parar para limpiarla. Á las 6 p. m. fondeamos. Tenemos á la vista hacia el noreste la costa alta y boscosa de Itatí Rincón. El día 6 reanudamos la marcha á las 7 a. m. dirigiéndonos hacia el promontorio de Itatí Rincón donde llegamos á las 10 y 30, fondeando en la costa del campo de Amarillas. Encontramos aquí un aflora- miento de gres rojo, á lo largo de la costa, en una extensión de varios kilómetros. Entre las asperezas del banco de gres se halla cascajo erueso constituído por nódulos de pedernal, ágata, calcedonia, ete. El cres afecta una estructura tabular en las grandes masas, y hay trozos en que se divide en hojas de uno á dos centímetros de espesor; se nota á simple vista que la separación en hojas es debida á la presen- cia de mica. De cuando en cuando se encuentran dividiendo la masa de la roca, fisuras llenas de cuarzo conerecionado como si antes hu- bieran sido manantiales calientes. El cuarzo hialino abunda entre el cascajo y las arenas. Llama la atención la identidad del cascajo de Itat1 Rincón y del Alto Paraná. En la costa de enfrente de Itatí Rincón hay otro afloramiento de la misma roca, que está indicado en el mapa de Zacarías Sánchez EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 189 como cerro «Ibicuy ». Entre estos dos afloramientos hay una distancia no menor de diez kilómetros. Al norte y al sur el lecho se ensancha formando al norte la laguna de Itatí Rincón y al sur una serie de ba- nados que son desbordes del río Corrientes en su origen. Encontramos vestigios de haber existido aquí un gran obraje en época no muy lejana. Todavía se explota el bosque sacando postes. Ya no quedan árboles anosos. Próximo á nuestro fondeadero hay un barco á pique. Frecuentemente llegan desde Concepción chalanas que vienen á cargar madera, lo que prueba que aun se mantiene libre algún canal de los que antes recorría el vapor de Reboratti. Cerca de nuestro fondeadero, entre el banco de gres y cerro Ibicuy, hay un islote poblado por dos ó tres familias ; en él han crecido algu- nos ombúes muy grandes que aprovechamos para apoyar una torre cuadrangular de doce metros de altura, con soporte aislado para ins- trumentos. Aun cuando no se practiquen medidas angulares, se ob- tiene una buena exploración del horizonte mirando desde arriba. El 10 de junio, á la madrugada, el cocinero Panzeri que dormía en la canoa de los víveres, avisó que la embarcación hacía agua con mu- cha rapidez. Inmediatamente se la varó, pero el aviso era un poco tardío porque se habían mojado casi todos los víveres secos, especial- mente la provisión de galleta, y se inutilizó más de la mitad de los cartuchos para escopeta. Hubo necesidad de sacar esta embarcación á tierra para componer- la y poner á secar los víveres; pero el tiempo nebuloso desde días antes se volvió lloviznoso hasta el día 14 que se compuso, saliendo el sol á las 9 a. m. Hay necesidad de alquilar caballos para ir á buscar provisiones hasta una casa de negocio situada en campo de Álvarez como á dos leguas de nuestro campamento; aquí se renovará la provisión de charque como para un mes. Los víveres mojados van secándose á fue- go. Hemos perdido una buena cantidad de azúcar, sal, café y yerba: nos queda galleta más que suficiente para llegar hasta Paso Claro si no surgen nuevas complicaciones. El ingeniero Esteve, que dirige la construcción de la torre en el islote me avisa que los peones que él ocupa no quieren trabajar; fe lizmente el amago de huelga no era tan grave como él lo pintaba y la resistencia desaparece. El día 15 se aprovechó en colocar una señal en un islote denomi- nado «Tala» que dista unas dos leguas al nordeste del islote de la 190 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA torre. La compostura de la canoa está concluída, se la bota al agua y se ve que no hay temor de filtraciones ; vuelven á cargarse las provi- siones que se han podido secar. Con el tiempo tan variable se ha puesto mal una cantidad de charque nuevo. Estamos ya listos para continuar el viaje. El doctor Pouyssegur ha hecho aquí una buena cosecha de observaciones y muestras. El 16 el ingeniero Esteve mide algunos ángulos en la torre, sin más objeto que dar un primer rumbo al itinerario. El 17 amanece muy brumoso. Despeja á las 11 a. m. y emprende- mos viaje con rumbo al nordeste á través de la laguna de Itatí Rincón. La cancha en que navegamos tiene un ancho de cuatro á cinco kiló- metros ; el agua es muy diáfana y la profundidad alcanza hasta cinco metros. El fondo es arenoso y cubierto de plantas cuyo tallo se eleva hasta muy cerca de la superficie. Las márgenes están formadas por embalsados de espadaña y payrirí, el carrizo ha desaparecido. Se ven entre los embalsados algunos islotes con grupos de árboles, palmas y tacuaras:; los ombúes son muy frecuentes. Á las 4 p. m. llegamos á una mancha de caa-tay y penetramos en un canal muy tortuoso y angosto que pronto estará completamente obstruído por la vegetación. En un momento la hélice se convierte en un ovillo de filamentos y la marcha cesa; estamos á un kilómetro po- co más ó menos del islote Tala. Limpia la hélice, continuamos adelante. El canal, aunque angosto, es profundo y de corriente relativamente rápida. En las vueltas ce- rradas, las canoas que vienen á remolque entran en los embalsados de las orillas produciéndose tirones que cortan los cabos de remol- que. Á las 5 p.m. paramos por falta de luz. El tiempo está amena- zador. Á las 7 p. m. cae una ligera lluvia, que no alcanza á durar cinco minutos. El 18 amanece despejado. Á las 7 a. m. se marcha con mucha len- titud porque el canalito está muy obstruido por el caa-tay entre el que crecen juncos y espadanas. Á las 8 y 15 salimos á un riacho bastan- te correntoso que nos dirige hacia el este. Paramos á las 9 porque se ha caldeado el eje. Vemos á nuestro rededor islotes con árboles, pal- meras y tacuarales. Uno de ellos, situado como á dos kilómetros al noroeste del sitio en que estamos, tiene una extensión de dos hectáreas poco más ó menos y está cubierto de palmas. Tal vez sea éste el ci- tado por Vargas en su memoria. Enfriado el eje continuamos avanzando. Las márgenes del riacho EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ LOA son embalsados en que el payrirí y la espadaña alcanzan á tres me- tros de alto. En ciertas vueltas vemos bajo el agua espigones de ban- cos de arena muy limpia. Alas 11 a. m. entramos en un canal sin sali- da y nos vemos obligados á parar. En este paraje pululan los pececi- tos de todas clases, entre los que se hacen notar unos rojos puros y otros rojos con pintas negras. Á las 12 y 30 volvemos atrás para buscar salida. Entramos en otro 'anal muy estrecho que corre de norte á sur por entre juncales muy espesos. Á la una nos corta el camino un embalsado á pique, detrás del cual se ve el agua libre de la laguna Trim. Se hacen pasar á bra- zo las embarcaciones y á las 2 p. m. estamos del otro lado del obs- táculo. La laguna Trim es una vasta extensión de agua libre, limitada por pajonales en todo su contorno; á distancia se ven islotes cubiertos de tacuarales. De cuando en cuando se cae en grandes manchas de vegetación muy tupida que se levanta del fondo casi hasta flor de agua. Cruzamos en una hora la laguna de oeste á este, llegando á la boca de un canal cuyo ancho alcanza á veinte metros y donde la co- rriente es muy rápida. Cerca de este paraje han construído su ran- chada dos cazadores llamados Castaneda y Dupont. Este último, desde 18 años atrás viene haciendo su viaje anual y es muy conocedor de los esteros. Á las cinco fondeamos. El 19 amaneció nublado y con viento fuerte del este. Marchamos á las Y piloteados por Castaneda. El canal es muy limpio y profundo y está limitado á los costados por pajonales muy altos y espesos : corre de noreste á sudeste. Á las S y 40 tropezamos econ un pedazo de embalsado, á través del cual se pasan á brazo las embarcacio- nes; tenemos, después de salvado este paso, que recorrer un arroyo muy tortuoso y á las 9 y 30 nos encontramos en la laguna Medina. Aquí se despide Castañeda. Esta laguna es mucho más extensa que la de Trim y con el viento reinante hay marejada muy fuerte; caleu- lo en tres kilómetros la anchura de la laguna, en cuanto á su largo no puede apreciarse desde aquí porque apenas se alcanza á distinguir hacia el nordeste algún grupo de árboles. Los botadores de cuatro me- tros alcanzan en algunos parajes el fondo. El agua es siempre diáfana. Á las 10 llegamos á un paso entre dos juncales; á la izquierda con. tinúa despejada hasta pérdida de vista la cancha que conduce á Con- cepción. Nosotros nos apartamos hacia el este. Á las 10 y 30 penetra- mos en un riacho llamado el Plumero, de ancho variable entre 20 y 100 metros, la corriente es rápida y la profundidad pasa de cuatro 192 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA metros. Á las 4 p.m. llegamos á un grupo de islotes y atracamos á un albardón de la margen izquierda del Plumero. Frente á nuestro fondeadero el riacho tiene la misma apariencia de un brazo del Para- ná. Hay en la margen derecha una isla como de cinco hectáreas de superficie en la que un señor Rojas ha establecido un puesto con bas- tante hacienda vacuna mestiza. | Hacia el este vemos un eran número de islotes arbolados. El Plumero se prolonga hacia el norte hasta pérdida de vista. No será facil explorar todos los riachos y lagunas en poco tiempo ; calcu- lo, por lo entrevisto, que se necesitarán tres á cuatro años trabajando varias comisiones, Esta noche Hovizna un poco. El 20 amaneció de tal manera brumoso, que no se vela á diez me- tros de distancia. Resolvimos tomar un día de descanso. El albardón en que estamos es una loma de un extenso bajío por el cual anda como en tierra firme la hacienda de Rojas. Crecen con pro- fusión los helechos, camalotillo (que es una planta muy parecida á la eramilla blanca) la espadilla y sagitarias. > En las aguas son abudantes los dorados y los pececitos de que hice mención antes, pero la pesca no da resultados, tal vez á causa de lo cristalina que es el agua. Excavando un poco en el albardón hallamos trozos de gres rojo y muchos huesos de yacarés, carpinchos, ciervos y otros animales. Son frecuentes los hallazgos de concha de esa especie de almeja de agua dulce tan común en el Paraná. El día 21 emprendemos la marcha á las 7 a. m. apartándonos hacia el este del Plumero, por un arroyito muy sinuoso y angosto. Toda la maniobra es á botador y el día se anuncia muy caluroso. Las canoas avanzan á través del juncal con relativa facilidad mientras la lancha queda rezagada por culpa de la hélice que recoge todas las plantas. La profundidad del arroyito no pasa de un metro y á uno y otro lado se extienden bañados de 50 á 60 centímetros de hondura, por donde pueden avanzar las canoas cortando camino. Estamos rodeados de islotes boseosos y en las aguas pululan los pececitos. Se conoce el cauce del arroyo por la sagitaria que crece dentro del lecho; fuera de él hay helecho y camalotillo; son más raros el junco y la espadaña; de cuando en cuando se ven matas de cortadera. Á distancia, al este, se ven grandes cortaderales rodeando los islotes: en ese rumbo nos dirigimos. Á las 9 a. m. el termómetro marca 28* á la sombra. EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 193 La maniobra es muy penosa y á cada rato hay que bajar de las em- barcaciones para empujar á brazo. Á las 5 p.m. hacemos alto sin necesidad de fondear porque las em- barcaciones quedan como clavadas entre la maleza. Los mosquitos llegan en verdaderas nubes y las arañas invaden todo y trabajan sus telas como para instalarse definitivamente en las embarcacio- mes El arroyo que seguimos se llama el Curivú. Estamos ya en pleno estero, donde no hay propietarios. Se nota que ha principiado la bajante de las aguas por las señales en los tallos de las plantas. El 22 amanece nublado y sopla viento fuerte del este. Á las 6 a.m. marchamos por el canalito que cada vez tiene menos agua. Este derro- tero está marcado por los cazadores con jalones de tacuara, pero ellos andan con canoas muy livianas y nosotros no tenemos embarcación que pese menos de dos toneladas. Los islotes son muy frecuentes y distan entre sí de dos á tres kilómetros. A las 10 a. m. calma el vien- to y empieza á hacerse sentir el calor. Á la tarde entramos á una eran mancha de caa-tay. Á las 5 paramos. El avance en estos dos últimos días se puede calcular en ocho kilómetros. El tiempo amenaza tor- menta. El 23, á la madrugada, empieza á soplar viento huracanado del sudeste. El día se presenta nublado lloviznando á ratos; hace bas- tante frío. Á las 7 se inicia la marcha y como no hay agua suficiente para la lancha, tenemos que destinar casi todos los peones á empujar- la á brazo. El baqueano y un peón van de descubierta en una canoa, seguimos el capataz Rufer, el cocinero Panzeri y yo en la otra, y el resto del personal en la lancha. Á las 5 p. m. paramos cerca del islote Curiyú. Pasada la mancha de caa-tay la vegetación del banado es de helechos, cortaderas, que llenan de tajos manos y pies, y sarandies. En los islotes se ven timbóes, talas, lapachos jóvenes y espinillos; abundan también los ombúes, palmas y tacuaras. El 24 sigue nublado y con viento frío del sur. Se prosigue avanzan- do á brazo, siendo la maniobra muy fatigosa. Á la hora de almorzar los peones rechazan la comida y protestan. Están todos ebrios. El ingeniero Esteve y el doctor Pouyssegur han hecho una copiosa dis- tribución de caña á los que arrastraban la lancha y de ella participa- ron los que enviamos de las canoas á ayudar. Felizmente, después de una siesta, los ánimos se apaciguan. Á las 4 p. m. llegamos á un embalsado muy espeso, á través del AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 13 194 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cual pasa un canalito que tendremos que ensanchar. Este embalsado es casi todo de espadilla, tan tupida, que se pueden contar de 104 15 tallos por decimetro cuadrado. El día 25,4las 6 a. m., se empieza el corte del embalsado. Á las 10 queda un paso para las canoas pero no para la lancha. Sin embargo, haciendo una especie de andamiajes con tablas y botadores y después de una maniobra muy fatigosa, pasa también ella y nos encontramos en un riacho despejado que corre de norte á sur con bastante veloci- dad. Este riacho es el Carayá, que nace en la laguna del mismo nom- bre, y va á desaguar en la de Fernández. Cerca del corte del embal- sado, hacia el sur, hay una ranchada de cazadores. Desde el paraje en que estamos vemos ya con claridad la estancia de Cabral (Rincón del Socorro) al sudeste, á unos veinte kilómetros al norte, se descubre la costa del departamento de Ituzaingó, en forma de una cadena de lo- mas suaves y sin bosques. Hacia el oeste vemos todos los islotes que hemos dejado atrás como si fueran una sola isla muy grande y cu- bierta de bosques. Á las 12 m., funcionando el motor, tomamos á remolque las canoas y empezamos á remontar el Carayá, cuyas márgenes son pajonales muy espesos entremezclados con pay-1ir1. Una marcación hecha antes de emprender la marcha indica que la distancia entre Puesto de Rojas y la orilla del Carayá es de unos quince kilómetros rumbo al este. Durante la marcha notamos que cada vez son más comunes los ombúes, no ya aislados sino en grupos. Salvo las márgenes, el Carayá parece uno de los brazos del Paraná, por su anchura y profundidad. Por primera vez vemos caza y está fuera de tiro. En una de las bifur- caciones del riacho andaban un lobito y dos carpinchos. Remontamos el Carayá como diez kilómetros y á las 4 p.m. salimos otra vez al bañado para dirigirnos al islote Carayá. La maniobra es a botador pero ahora hay más agua y la vegetación no es tan espesa como en el Curiyú. Haciendo rumbo al noreste, llegamos á las 4 y 30 á la isla Carayá. Ésta es un albardón como de media hectárea de superficie, de suelo alto y arenoso, cubierta de timbóes, talas. lapachos y tacuaras. Hay vestigios del paso reciente de cazadores. Este islote, así como el ria- cho Carayá, debe ser muy fácil de abordar partiendo de la costa sur de los esteros. Algunas excavaciones hechas con pala ponen en descubierto un estrato de huesos de yacaré, mamiferos y aves; se han encontrado EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 195 también un trozo de mandíbula inferior de hombre y una piedra re- dondeada y acanalada como para boleadoras ó bola perdida. Á juz- var por las señales que ha dejado el agua en algunos árboles de la orilla, la bajante es muy rápida. Colocamos en un sitio donde no hay corriente, un escala provisoria que revisaremos antes de partir para ver cuánto baja por día; también fijamos una bandera en uno los árboles más altos. El día 26 amanece muy nebuloso; vamos á visitar la escala provi- soria y constatamos que el agua ha bajado seis milímetros en catorce horas. Á las 9 despeja la niebla y emprendemos la marcha rumbo al nord este. La profundidad del bañado pasa de 60 centímetros y son raros los parajes en que hay que llevar á brazo la lancha. Las canoas an- dan con mucha facilidad y si hubiera buen viento podrían andar a vela. La vegetación es de junco y espadaña, son raras las manchas de camalotillo y espadilla. De cuando en cuando se llega á pozos de agua limpia de plantas, donde la profundidad lega á dos metros ó más ; entonces el fondo es limoso y al hincar los botadores salen grandes burbujas de gas. El día es sofocante; los mosquitos y jejenes andan en nubes. Hacia el norte y sur se ven innumerables islotes arbolados; las distan- cias entre islotes nunca son menores de un kilómetro y en el derrote- ro que hemos seguido hemos hallado separaciones de cinco y seis ki lómetros entre uno y otro islote. Hoy se termina la provisión de charque. El 27 amanece nublado; hacia el sur está lloviendo; á las 7 se marcha hacia el norte siguiendo la faja de sagitarias que marca la ma yor profundidad de agua; á las S y 30 enfrentamos al islote Destron- cado, cambiando rumbo al este hasta las 9 que volvemos hacia el norte. Á las 3 p.m. llegamos á un riacho despejado que nos conduce á la laguna Ombú. Aquí funciona el motor y tomamos las canoas á re- molque. Esta laguna no es muy grande y dentro de poco desaparecerá entre pajonales. La profundidad es de unos 3 0 4 metros y todo su fondo está cubierto de una espesa capa de plantas acuáticas. Se ven en la orilla del este algunos islotes en que crecen casi exclusivamente ombúes. Aquí abundan los yacarés y son muy confiados; el capataz Rufer mata dos en un momento. No hay ejemplares de más de dos metros ; más erandes se encuentran en el río Corrientes que aquí. Á las 3 y 40 196 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA enfrentamos ¿4 la isla Ombú y salimos de la laguna hacia el este por un arroyito profundo y de corriente rápida pero muy angosto y si- nuoso que se pierde en los bañados á poco andar. Estamos siempre rodeados de islotes; vemos ahora, á unos veinte kilómetros al sudeste, los bosques del Rincón del Socorro; al este las costas altas de los esteros y al norte las del departamento de Ituzain- g6. El calor ha sido hoy extraordinario. Los bañados en que hemos entrado son en un todo semejantes á los anteriores. El 25 amanece brumoso, á las 7 se marcha rumbo al este. Á esta hora marca el termómetro 28”. Á las 8 pasamos muy cerca de un is- lote en que crecen únicamente ombúes. Se ha visto un buen ejemplar de curiyú que estaba armado en un árbol y huyó al notar nuestra proximidad. Hoy llegamos á parajes en que no hay agua suficiente para la lancha y hay que recurrir á la maniobra á brazo. Á las 5 pa- ramos á unos dos kilómetros al este del islote de los Ombúes. Parece que la alimentación sin carne no es práctica cuando hay que trabajar cuatro ó cinco horas metido en el agua y haciendo esfuerzos conside- rables. El 29 amanece nublado y con bruma ligera. Á las 7 se ve lo sufi- ciente y prosigue el avance con mucho trabajo. Evidentemente las fuerzas declinan. Á las 9 y 30 llegamos al islote de las Hormigas cuyo suelo es un solo hormiguero. La superficie de este islote no al- canza á media hectárea. Hay grandes árboles y tacuaras gigantes- cas. Aquí encontramos unos cazadores que cambian campamento más hacia el este por no encontrar caza suficiente. Después de dejar colo- cada una bandera en el islote proseguimos hacia el este parando á las 3 p.m. El 30. con tiempo despejado y fuerte viento del este, seguimos la marcha. Vemos hacia el nordeste un grupo de islotes mayores que los encontrados antes. Estos islotes están muy próximos á la costa orien- tal de los esteros, uno de ellos ha recibido el nombre de « Isla negra » y ha sido visitado ya por Dupont y sus compañeros. Á las 3 p. m. llegamos al borde de un embalsado de espadilla muy espesa. Parte se corta y luego á brazo se hacen pasar las embarcacio- nes. Estamos ahora en agua libre, en una laguna de un kilómetro de ancho por cinco de largo poco más ó menos. En la orilla del oeste hay un islote donde ha vivido un hombre que dicen desapareció de im- proviso, y como era sordo, al islote lo han bautizado los cazadores con el nombre de «Sordo Cué». La orilla norte de la laguna está formada EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 197 por un embalsado muy curioso; sobre un tejido de raices y filamentos de más de un metro de espesor hay una capa de tierra muy arenosa de diez á quince centímetros y en ella crecen camalotillos, helechos, sa- randíes y cortaderas :; bajo el embalsado se nota una corriente hacia el sur. Hasta ahora no habíamos notado que las burbujas gaseosas que salen del fondo de los esteros cuando se hinean los botadores, tuvieran olor, pero este día, con el corte del embalsado y la maniobra á brazo pisoteando el tejido de tallos el desprendimiento de gas ha saturado el aire de un olor muy parecido al del hidrógeno sulfurado. Sin embargo, antes de la maniobra, el agua era purísima y momen- tos después de haber pasado vuelve á quedar lo mismo. De este pa- raje á Paso Olaro hay unas tres leguas largas pero como los víveres están concluyéndose, mando al baqueano Mantilla en una canoa chi- ca á buscar carne á Puesto Eulogio. En la isla del Sordo volvemos á encontrar los cazadores que vimos en las Hormigas, son dos hombres y una mujer que vienen desde Es- quina. La laguna del Sordo parece que ha sido antes un riacho, que vi- niendo desde Luna desaguaba en la laguna Fernández. La profundi- dad es muy uniforme no pasando de tres metros, el fondo es de arena y se nota corriente hacia el sur. La costa del este es parte de bañados y parte de embalsados. Hacia el sudeste hay un islote en el bañado y más al sur un gran sarandisal. Se puede calcular en treinta kilóme- tros la distancia desde Carayá hasta esta laguna. El 1* de julio sigue el viento fuerte del este y el tiempo despejado. Cruzamos á vela la laguna del Sordo y nos internamos unos doscien- tos metros en el bañado del este. La profundidad en este bañado no pasa de 60 centímetros. Felizmente, á un kilómetro de aquí, vuelve á encontrarse el agua libre de la laguna Iberá. La tarea es muy fatigosa; van adelantando una por una las em- barcaciones. Á las 4 p.m. se suspende el trabajo por extenuación. Kl avance del día será de unos S00 metros. En este bañado crecen casi exclusivamente helechos, camalotillo y sarandies, en los pozos hay sagitarias juncos y espadaña. El 2 de julio se continúa adelantando las embarcaciones una por una, con mucho trabajo. Á las 5.30 p. m. se suspende el avance; la distancia recorrida será de unos 300 metros cuando más. Estamos ahora próximos al islote que veíamos ayer al sudeste; tocando el borde de un embalsado formidable, á través del que corre un canalito con bordes y fondo del mismo embalsado, muy tortuoso y playo. 198 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Al anochecer se inicia un incendio en un pajonal al sudoeste. Si el viento cambia nos veremos en situación crítica. El 3 de julio al amanecer llega el baqueano Mantilla trayendo carne fresca. Había estado detenido por la fuerte marejada de la laguna Iberá y aprovecho el recalmón del día 2 para volver. Durante todo el día se ha trabajado para pasar á través del embalsado las dos canoas erandes dejando la lancha para mañana. Se coloca una bandera en el islote y una escala provisoria en el bañado. El 4 de julio después de tres horas de trabajo se consigue hacer pasar la lancha á través del embalsado. Nos encontramos ahora en un riacho de aguas muy cristalinas y profundas, con orillas de embalsado y pajonal. Sobre un trozo de embalsado hay una ranchada donde volvemos á encontrar los cazadores del Carayá. El día está muy frío y loviznoso; sopla un viento huracanado del sudeste, por lo que no dejamos la posición abrigada en que estamos. Á la tarde ensayamos la pesca, con mediano resultado; hay muchas palometas y mojarras de gran tamaño. Obtenemos un ejemplar muy raro, que inmediatamente de sacado pasa á manos del doctor Pouys- segur, pero á tiempo que se preparaba para hacer un examen con- cienzudo el pescado se le escapa y cae al agua. No hemos podido sacar otro. El 5 de julio amanece despejado, sopla viento del sudeste con ten- dencia á aumentar; el frío es intenso. Á las S funciona el motor y tomando á remolque las canoas empren- demos la marcha. Á poeo andar salimos á la laguna Iberá que está muy agitada. El agua es turbia aunque no tanto como la del Paraná. La costa del Rincón del Socorro apenas se alcanza á distinguir. El oleaje es tan fuerte como en la rada de Buenos Aires y el viento aumenta. El motor funciona irregularmente porque con el cabeceo el paso de nafta se interrumpe. El sondaje da profundidades de dos á tres metros ; el fondo está cubierto de una capa de limo negro de unos treinta centímetros de espesor, bajo la cual hay arena. Aparentemente este limo es de ceni- Zas y polvo de carbón. Al este y oeste vemos las costas que deben distar entre sí unos diez kilómetros. Al nordeste no se ve más que cielo y agua. Á las 9.30 entramos en un canal entre pajonales que rodean isletas de bosque: a las 10 cruzamos Paso Claro y vamos á fondear cerca de las casas EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 199 de Nemesio Romero, al este de la desembocadura de Cama-trapo. La posición elegida no es muy cómoda para soportar el viento y una serie de olas fuertes empujan las embarcaciones sobre la arena de la playa. La lancha ha sufrido algunos golpes violentos. Este paraje está poblado por varias familias y abundan los recur- sos, de modo que ya no tendremos que preocuparnos por los víveres. Según informes de los vecinos el agua baja con rapidez pero si en este mes llueve habrá un repunte grande. Esto me anima para demo- rar unos días mientras se reparan las embarcaciones que están bas- tante estropeadas pero si no llueve y la bajante continúa nos vere mos obligados á esperar la creciente del año que viene. La Sociedad Científica Argentina había formulado un programa de las investigaciones que debíamos realizar; hasta ahora, debido al exceso de trabajo físico no hemos podido hacer más que observacio- nes aisladas; desde hoy en adelante, dedicaremos todos los momentos disponibles á las observaciones exigidas en el programa y á ordenar las que hemos recogido. El 6 de julio amanece nublado y con viento fuerte del sudeste: á ra- tos Novizna. La marejada nos impide reconocer la laguna. Los peones aprovechan la inacción forzosa para gastarse los sueldos ganados, en bebidas. El agua sigue bajando. Las embarcaciones hacen mucha agua. El 7 amanece despejado y sereno ; empezamos la compostura de las embarcaciones. Aprovechando la descarga de las canoas resolvemos que todo aque- llo que no sea absolutamente indispensable á bordo, sea llevado por tierra hasta Ituzaingó ; donde nosotros esperamos llegar después de fines de septiembre. El ingeniero Esteve llevará lo descargado « Ituzaingó y practicará durante el viaje una nivelación desde Paso Claro hasta el Paraná. Así podremos cargar más víveres por si nos demoranios más de lo calculado. Hoy recibimos la visita de los señores Dámaso Esquivel, Silvio Mar- tínez y Nemesio Romero que nos colman de atenciones. Más tarde llega el señor Juan Carlos Ávalos, comisionado por el señor Eulogio Cabral. propietario del Rincón del Socorro, para ofrecernos cuanto pudiéra- mos necesitar. El día S estuvimos á punto de perder la lancha; al ir el mecánico á extraer el aceite del motor acercó un fósforo encendido á la caja de las bielas y un poco de vapor de nafta que había adentro hizo explo- sión quemándole las manos y la cara. Por suerte muy rara no estallo el depósito. 200 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Las embarcaciones están ya descargadas y se ha empezado la com postura de los cascos. El tiempo es muy variable pero no sobrevienen lluvias. El 13 de julio marchó el ingeniero Esteve hacia Ituzaingó practi- cando la nivelación que se le encomendó. La compostura de las embar- caciones quedó terminada el 15 y empezamos á reconocer la laguna Iberá. Desde la desembocadura del bañado Camatrapo hasta la última bandera colocada en el islote del embalsado norte, hay unos veinti- cinco kilómetros de distancia y el ancho medio de la laguna es de diez kilómetros. En Paso Claro la distancia entre el Rincon del Socorro y el campo de Cáceres es de dos kilómetros; en este paraje hay una balsa de unas ocho toneladas de capacidad que presta servicios muy especiales. La profundidad es muy uniforme no siendo nunca menor de dos metros ni mayor de tres y medio. El fondo es arenoso. Los continuos vientos del sudeste levantan marejadas muy fuertes y las olas sacan á las orillas arena cuarzosa muy limpia. En el Rincón del Socorro vuelve á manifestarse el afloramiento de gres rojo, que en partes tiene una estructura tabular perfectamente marcada, tanto que se separa en grandes placas de uno á dos centí- metros de espesor, con poco trabajo. Es notable la diferencia entre la margen del este y la del sur. Esta última está cubierta de bosques mientras que en aquella son muy raros los árboles indígenas, habiéndose visto los propietarios obliga- dos á plantar naranjos, casuarinas y eucaliptus. Las aguas de Iberá son turbias y están pobladas de muchas varie- dades de peces de poco tamaño, predominando las palometas que son muy destructoras y atacan á los que se bañan produciendo heridas muy dolorosas. En un balde salió una vez un cangrejito idéntico á un camarón ; no hemos podido conseguir otro ejemplar. El día 17 visitamos la escala provisoria del islote norte, consta- tando un descenso de seis centímetros. Las lluvias demoran y arries- gamos quedar encerrados por un año en Iberá. Empezamos á tomar medidas para transportar la lancha portierra hasta Itatí Rincón, mien- tras con las canoas se sigue el viaje de exploración. Despaché entonces á reconocer caminos al capataz Rufer con las dos canoas y la orden de volver, si el nivel del agua permitía el paso de la lancha, descargada. El doctor Pouyssegur me hace saber que necesita hacer un viaje á Mercedes para estudiar el banco de gres E EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 201 rojo que se extiende hasta allá y que se explota para construcciones. Partirá dentro de algunos días. El día 21 empieza el tiempo á volvérsenos favorable porque ama nece lloviznoso ; así se mantiene hasta la noche del 22 que graniza y luego despeja ; la cantidad de agua caida es insignificante. El 23 por la tarde vuelve el capataz Rufer con buenas noticias ; la laneha podrá pasar por el mismo camino que hemos traído porque las embarcaciones una vez descargadas han podido navegar á vela hasta el islote « Las Hormigas» desde donde se dirigieron hacia el noreste por bañados fáciles de recorrer hasta Naranjito, paraje situa- do en el departamento de Ituzaingó á unas dos leguas de tierra firme y como á doce del pueblo de Ituzaingó. Allí quedó una bandera de senal. Desde el día 24 hasta el 28 por la noche caen aguaceros frecuen- tes. El 25 por la mañana, con una lluvia torrencial marcha el doctor Pouyssegur á Mercedes. El 29 se compone el tiempo y aunque no hemos podido hacer pro- visión de charque porlas lluvias. tomamos bastantes víveres y empren- demos el viaje hacia « Las Hormigas». Hasta dicho punto el itinera- rio. es conocido y á pesar de la bajante las embarcaciones descargadas se mueven con relativa facilidad habiendo puntos en que se aprovecha el viento para hacer que las canoas remolquen la lancha. El viento del sudeste persiste y nos resulta muy favorable. Hacia el oeste se ven erandes humaredas de incendios de pajonales. El 3 de agosto se destaca la lancha y una de las canoas con orden de esperarnos en la laguna Ombú y aprovechamos el viento del sur: repetimos el itinerario de Rufer remontando hacia Ituzaingó; efecti- mente, los bañados no tienen tanto camalotillo y el pajonal es menos espeso de modo que se marcha á más de seis kilómetros por hora. Oruzamos sin dificultad la laguna Carayá, seguimos por un arroyo angosto llamado « Encontrado », cuyo curso se reconoce por las sagl- tarias que crecen solo en su lecho y en el que se nota una débil co- rriente hacia el sudoeste. Este arroyo nace en la laguna del mismo nombre; que es una pequeña extensión de agua libre, entrecortada por bajíos cubiertos de espadilla y juncos. El fondo está casi comple- tamente cubierto de vegetación acuática, que con la bajante lega á la superficie del agua. Salimos de la laguna « Encontrado», por un arroyo igual al anterior, que á poca distancia se pierde en un bañado donde el agua tiene cerca de un metro de profundidad y en el que los pozos profundos son fre- 202 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cuentes, pareciendo que antes fuera éste el cauce de un riacho cauda- loso. Á las 5 p. m. entramos en la laguna Naranjito y poco después llegamos á la bandera. Á poca distancia al norte vemos la costa que se levanta en pen- diente suave. Las isletas de bosque son muy raras. Hemos pasado en este recorrido por entre muchos islotes cubiertos de palmas. tacuara- les, lapachos, ete., pero no hemos visto ninguna extensión de tierra dedimensiones superiores á dos hectáreas. La distancia entre uno y otro islote no es nunca inferior á un kilómetro. Calculamos haber andado hoy unos sesenta kilómetros, sin tocar los botadores más que en dos malos pasos, las entradas á laguna Carayá y Encontrado. El 4 de agosto, persistiendo el viento del sudeste emprendemos el regreso á botador. La canoa liviana como ha quedado, toma una velo- cidad bastante apreciable. Recién ahora podríamos organizar racio- nalmente una expedición, porque antes veniamos sobrecargados de peso que hacia lento el avance y penoso en extremo el trabajo. En enuanto á remolcador es preciso renunciar á las embarcaciones de hélice: un bareo con rueda propulsora á popa y de calado no mayor de 50 centímetros, hubiera podido navegar en casi todas partes. Á las 3 p.m. lNegamos á laguna Carayá y tratamos de salir de ella por el riacho Carayá, pero tropezamos con un embalsado muy unido y tenemos que volver atrás. Á las 7 p. m. guiado por las luces de las otras embarcaciones, llegamos á la orilla norte de la laguna Ombú. Los incendios de pajonales hacia el norte y oeste continúan. El día 5, á vela y botador, alcanzamos á llegar á la isla Carayá. La escala provisoria que habíamos colocado en el viaje de ida acusa un descenso de 30 centímetros en el nivel de las aguas. Á las 2 p.m. hemos descendido por el Carayá y lNegamos al embalsado que limita los bañados del Curivú. Á brazo se hacen pasar las embarcaciones hasta cerca del islote Curiyú. Hay muchos parajes donde la profun- didad no llega á 50 centimetros. El 6 continúa el avance de las canoas á vela: la lancha se lleva á brazo y el trabajo es muy penoso. El 7 ensayamos el remolque á vela, pero los tirones son demasiado bruscos, cortándose los cabos á cada momento ; también corremos el riesgo de romper los palos de las canoas, por lo que volvemos á la maniobra á brazo. El S á la tarde salimos después de mucho trabajo al Plumero; frente á Puesto Rojas. Aquí el descenso de las aguas es de más de medio EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 208 metro. Esta tarde renovamos la provisión de carne en Puesto Rojas. El día 9 descendemos el Plumero, eruzamos la laguna Medina, llegando á las 6 p. m. al límite norte de la laguna Prim. El 10 atravesamos la laguna Trim; descendemos con mucho traba- jo por el riacho de Caa-taisal, casi completamente obstruído por la vegetación y á la tarde penetramos en un canal sin salida. Manana habrá que volver atrás. El 11, marchando desde las 7 a. m. hasta las 5 y 30 p. m., llegamos á Chavarría. El agua ha bajado unos dos metros en este paraje; sin embargo, en paso Capitá-miní la profundidad pasaba de un metro. Aquí recogeremos la nafta que dejamos depositada y se nos InCOrpo- rará el doctor Pouyssexur. Mi intención es poner en seguridad las embarcaciones y trasladar la comisión á Ituzaingó para desde allí continuar el reconocimiento hasta la señal de Naranjito. El 12 amanece nublado. Se hacen pasar las embarcaciones al otro lado del puente del ferrocarril y vamos al pueblo á buscar carros para acarrear los cajones de nafta. Se avisa al doctor Pouyssegnr que lo esperamos. El 13 de agosto amanece lloviendo. Llegó de Mercedes el doctor Pouyssegur. Los días 14, 15 y 16, llueve torrencialmente con pequenos interva- los, en la noche del 16 graniza. El 17 se ha compuesto el tiempo. Se carga la nafta. El 18 emprendemos viaje aguas abajo. El río tiene ahora bien mar- cado el lecho, las orillas son de arcilla obscura muy arenosa y se des- ploman con facilidad; el canal tiene un ancho entre 50 y 100 metros: con la bajante han quedado descubiertos grandes bancos de arena. Á pesar de que hay muy poca agua, al decir de los conocedores del rio, las profundidades pasan ordinariamente de los dos metros; en Paso Lucero hay cerca de un metro y medio. El 20 de agosto, á las 9 a. m., llegamos á Esquina, encontrando casi completamente cortado el brazo del río que desagua en el Para- ná. Es indispensable sacar de aquí la lancha Sterling porque la bajan- te no ha terminado todavía y arriesgamos no poder salir hasta nueva creciente. Aquí tampoco hay cómo hacer unas reparaciones urgentes. Autorizado para vender las canoas, dejé en Esquina al capataz Rufer, encargado de la operación ; el doctor Pouyssegur debía diri- ceirse á Corrientes en uno de los vapores de la carrera. El ingeniero Esteve tenía ya instrucciones para cuando llegara á Ituzaingó y yo 204 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA me puse en viaje para llevar á Corrientes la lancha Sterling. Al salir de Esquina hubo necesidad de pasar á brazo la embarcación á través de un banco de arena en el cual había escasamente medio metro de agua. Llegué á Corrientes el 24 de agosto y tomé las medidas necesarias para la compostura de la lancha encontrando ayuda eficaz en el señor jefe de la comisión del Alto Paraná que pidió autorización al ministe- rio de Obras públicas para hacer las reparaciones en los talleres de la comisión. Recibí en Corrientes un telegrama llamándome á Buenos Aires, donde llegué el 29 de agosto, habiendo dejado á cargo de la comisión al doctor Pouyssegur con nuevas instrucciones para el ingeniero Es- teve, quien, terminado el trabajo que se le confió, no tenía ya qué hacer en la comisión. El capataz Rufer quedaría en Esquina hasta que se realizara la venta de las canoas y de la lancha Otto. Mi permanencia en Buenos Aires duró hasta el 9 de octubre, que emprendi viaje de regreso con instrucciones para obtener perfiles transversales de los esteros y ligar la nivelación al cero del Riachue- lo. Los últimos fondos disponibles fueron 3109,64 pesos moneda na- cional. El 14 de octubre llegué á Corrientes. Tenía la intención de recono- cer la costa occidental de los esteros, sobre la cual se encuentran los pueblos de Concepción, San Miguel y Loreto, así como grandes esta- blecimientos de campo y caminos bastante frecuentados. De Corrien- tes volví á Chavarría para iniciar el reconocimiento que duró desde el 17 de octubre hasta el 31 del mismo mes. El camino recorrido va por una faja de antiguos médanos, cubiertos ahora por un manto de gramilla y limitada al este por los esteros de Iberá y al oeste por los del Batel y Batelito. De vez en cuando hay bañados que cruzan de este á oeste y que probablemente han sido comunicaciones entre los esteros nombrados. Fuera del afloramien- to de gres rojo existente en el campo de Pujato no se encuentra pie- dra en toda esta región. Numerosos brazos de los esteros de Ibera limitan los llamados Rincones, que no son sino lenguas de tierra de poca altura, antiguos bancos de arena, consolidados por la eramilla y probablemente asentados sobre el gres rojo. El más nota- ble de los brazos de Iberá es el estero Ipucú, del cual sale el arroyo Ibicuy que constituye actualmente un desagiie bastante importante. Desemboca este arroyo en el Alto Paraná, á una distancia de poco más ó menos 50 kilómetros hacia el oeste de Htuzaingó. EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 205 El pie de las barrancas del Alto Paraná, desde Ibicuy hasta Ttu- Zaimgó, es de gres rojo muy cavernoso, sobre él está asentado un es- trato como de diez á doce metros de espesor, de arena con muy poca arcilla; en algunas partes, donde la gramilla ha desaparecido, se ve que toda esta orilla es una faja medanosa. Como á un metro de altura sobre el nivel de las aguas del Paraná, brota de la barranca una napa de agua que va á parar al río, y que procede, sin duda, de los esteros. Esta filtración constante se hace en una extensión de no menos de 50 kilómetros, comprendida entre la boca del Ibicuy y la de la zanja de Loreto. El día 2 de noviembre, después de haber mandado todo el equipo de la comisión á Ituzaingó, llegué áeste punto. La cordial acogida que merecí de los señores César Resoagli, Juan Giménez, Francisco Conti, los hermanos Hsteva y otros caballeros me animaron á conti- nuar con la tarea aun cuando los fondos de que disponía eran muy pocos. Me proponía partir de Ituzaingó para llegar á la señal de Naranji- to, é iniciar desde la costa oriental de los esteros el levantamiento de una serie de perfiles transversales. La prolongada sequia que se hizo sentir en todo el país, había reducido de tal modo la cantidad de agua de los esteros, que se podía penetrar á pie hasta algunos islotes próximos á la orilla norte; pero este sistema no nos permitía aventu- 'arnos mucho, porque no podíamos cargar víveres para varios días y la marcha por el malezal fangoso era bastante fatigosa. Resolví en- tonces esperar la creciente y para aliviar los gastos despaché los peones y pedí autorización para suspender la comisión hasta tanto llegara la estación lluviosa y pudiéramos movernos en canoas. Mientras me llegaba la autorización pedida proseguimos el recono- cimiento á pie, á buscar huellas de un antiguo cauce del Paraná has- ta la salida de la zanja de San Miguel. En esta investigación no tu- vimos éxito porque la altura de la barranca de la margen izquierda del Paraná es casi siempre de diez á doce metros. Numerosas restin- gas de gres rojo cruzan el cauce produciendo aceleraciones de corrien- te y á veces desniveles bastante apreciables como el de Apipé, por ejemplo. Estas restingas son espigones «del manto de gres rojo sobre que descansan las barrancas medanosas. Lo más probable es que de Ita-Ibaté hasta Apipé hayan existido unos diques transversales que embalsando las aguas del río le hayan obligado á pasar por Ituzaingó é inmediaciones hacia los esteros de Iberá. Como fundamento para esta creencia citaré los depósitos de 206 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cascajo encontrados en Itatí Rincón que son de iguales materias que los cascajos del Alto Paraná. Demolidos los diques del cauce, las aguas del Paraná bajaron y fueron entonces las del estero que afluyeron al río produciendo con las variaciones anuales del caudal, los bancos que el viento convirtio en médanos. Hasta hoy las aguas del estero fluyen al Paraná por las filtraciones que se ven desde Ibicuy hasta la zanja de Loreto. Se dice que esta zanja es obra de los jesuítas que querían hacer un canal para evitar el salto de Apipé. Actualmente consiste la zanja en un corte de unos doce metros de profundidad por treinta de ancho que se interna en la faja de méda- nos consolidados que separa el Paraná de Iberá. Hasta unos tres kilómetros de su desembocadura en el Paraná la zanja conduce agua muy pura y en ciertos pozos hay palometas y dientudos que proceden del río en la época de creciente. La profundi- dad y anchura de la zanja decrecen hasta casi borrarse al penetrar en los esteros á reunirse con los primeros vestigios de la zanja de San Miguel, entonces ya no lleva agua; pero los vecinos han constatado que anualmente las filtraciones producen desplomes y arrastres de manera que cada vez va internándose más la Zanja en los esteros. La diferencia de nivel entre las aguas del Paraná y las del estero á la entrada y á la desembocadura de la zanja de Loreto fué, según la nivelación del ingeniero Esteve, de trece metros ; siendo las del es- tero las más elevadas. El movimiento de tierras que habría que ejecutar para que la zanja de Loreto fuera un desagiie considerable de los esteros sería muy pequeño relativamente y con esta obra el departamento de Ituzaingó rescataría una extensión no menor de veinte leguas de campos hoy inundados. La zanja de San Miguel no ha llegado nunca á ser un desagiie, pues su fondo está más alto que las aguas del estero. Las aguas de éste están solamente cuatro metros más altas que las del Paraná á la sa- lida de la zanja de San Miguel. Estos datos son sacados de la nive- lación practicada por el ingeniero Esteve. Á todo ésto los fondos de la comisión estaban á punto de agotarse y me ví obligado á enviar al capataz Rufer á Esquina para ver si se realizaba la venta de la lancha Otto por la cual el señor subprefecto me había hecho propuestas ventajosas, que yo había aceptado, pero demoraban en llegar á la práctica. Oasi al mismo tiempo recibí órde- nes de trasladarme á Corrientes para entregar á la comisión del Alto EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 207 araná la lancha Sterling comprada por ella. Cumplí lo ordenado y en vista de lo difícil que era adelantar con rapidez la exploración por la falta de agua y de recursos volvi á proponer se suspendieran las operaciones hasta la Negada de la estación propicia. Habiendo recibido la autorización solicitada me trasladé á Buenos Aires, llegando el 30 de diciembre. Todavía el capataz Rufer no había podido conseguir la venta de la lancha Otto por lo que propuse se llevara dicha embarcación á Co- rrientes para buscar allí comprador. Esta resolución faé comunicada por el señor Rufer al señor Salcedo, subprefecto de Esquina, sin que este señor manifestara disconformidad de ninguna especie; pero cuando el señor ingeniero Zelada, jefe de la comisión del Alto Paraná, se presentó á recoger la lancha el señor subprefecto se negó á en- tregarla pretextando que se le debían 1400 pesos por reparaciones que él había hecho efectuar. Á pesar de los numerosos pedidos que he hecho al señor subprefee- to de Esquina para obtener la devolución de la lancha Otto, todavía no he recibido contestación de él. DESCRIPCIONES Los esteros de Iberá abarcan una superficie no menor de seis mil kilómetros cuadrados según hemos podido estimar; en ellos se repre- san según las épocas de tres á cuatro kilómetros cúbicos de agua. Al norte están limitados por una faja de antiguos médanos consoli- dados hoy por una capa de gramilla. La anchura de esta faja no pasa de seis kilómetros á la altura de la zanja de Loreto, al este del pueblo de Ituzaingó. La costa se va ele- vando en pendiente muy suave hacia el norte, para caer bruscamente formando entonces la barranca del río Paraná. El espesor de la capa de arena que forma esta costa es de doce metros á la orilla de la barranca y á través de ella fluye una napa de agua, que después de proveer á los pozos de Ituzaingo, va á parar al rio Paraná. La arena reposa sobre un manto de gres rojo muy cavernoso en partes y muy compacto en otras que de cuando en cuando lanza un espigón transversal al curso del rio; estos espigones de gres forman una serie de restingas bastante numerosas comprendidas entre Itá 2085 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ibaté y Apipé, á través de las cuales pasa el Alto Paraná formando rápidos que fuera del de Apipé no embarazan mayormente la nave- vación. Esta parte de la costa no es boscosa, á trechos se ven grupos pe- queños de árboles y tacuarales, que se hacen muy raros entre Ibicuy y Apipé. Las restingas aludidas antes sugieren la idea de que á la altura de Ituzaingó, el Paraná cuyo cauce no estaba tan socavado como en la época presente, se embalsaba hasta alcanzar á pasar por encima del manto de gres rojo, penetrando en los esteros para salir al Uruguay por los ríos Aguapey y Miriñay y al Paraná por el Corrientes, Batel y Batelito. Todavía hoy los bañados de Aguapey comunican con los esteros de Iberá por San Solano, Osopaso y Cama-trapo. Otro paso del Alto Paraná se dirigía á través de las restingas 4 unirse con el Paraguay. Este brazo es el que destruyó parte de las restingas y socavó el cauce hasta darle la capacidad de gasto ac- tual. Me afirma en esta creencia la cireunstancia de haber hallado gran cantidad de pedregullo entre la arena, bastante lejos de la orilla del río ; siendo este pedregullo idéntico al del cauce del Paraná. Asimis- mo se encuentra igual material acarreado en Itatí Rincón. Es frecuente encontrar al pie de las barrancas y aun á cierta altura unos nódulos huecos cuyo tamaño varía desde el de una nuez hasta el de una cabeza humana. El espesor de la envoltura es de cinco milímetros á dos centimetros y en el interior contienen arena cuarzo- sa húmeda ó arcilla muy fina mojada. La contextura de la envoltura es muy parecida á la de un cemento fraguado y su color al del choco- late. Interiormente están coloreados de rojo bermellón ó de ocre y exteriormente se les ha adherido pedregullo dándoles toda la apa- riencia de conglomerados. Varios hallazgos que no habían terminado de endurecerse indican que estos nódulos no son de acarreo sino que se forman en plaza. Tal vez sean rodados ó tal vez se formen en las cavernas del gres por moldeo. También se encuentran grandes trozos de eres tan llenos de alvéolos como una esponja, que presentan como pinceladas de cuarzo concrecionado ; á esta clase de piedra la Hlaman «piedra quemada ». De norte á sur cortan la faja medanosa dos desagiies cuyo caudal, según dicen los vecinos, va aumentando de año en año, son éstos el arroyo Ibieuy, prolongación del bañado Ipucú y la zanja de Loreto. Emoración De 7 LAJAGUNA+]BERÁ ==0) > Año 1910 Itinerario — Cróquis , Y co Sy 29" ITUZAINGO VYUIES 730 SO4 Zo y Bangeza Prato ATI EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 209 Inmediatamente al oeste del pueblo de Ituzaingó, las filtraciones están abriendo un nuevo canal de desagiie. En éste, el trabajo de de- molición del agua que viene de los esteros, es muy rápido y no tarda- rá mucho en alcanzar las dimensiones de la zanja de Loreto. El manto de gres rojo á que antes he aludido hace su primer atlora- miento en Corrientes y sigue toda la margen izquierda del Alto Para- ná hasta la boca de la zanja de San Miguel, por lo menos; puesto que hasta allí no hemos encontrado y más allá no llegamos. El nivel de su superficie difiere poco del de las aguas del Paraná en época de bajante. Todo conduce á suponer que cuando el Paraná socavó suficiente- mente su cauce actual, dejando de suministrar agua á los esteros, fueron éstos los que estuvieron desaguando en el Alto Paraná por una capa de agua muy extensa y poco profunda, que gradualmente fué depositando arena y que las alternativas de crecientes y bajantes die- ron tiempo al viento para formar una cadena de médanos borrando el desagiie aparentemente. Al este el límite de los esteros es otra cadena de médanos viejos, en un todo semejantes á la del límite norte, y como aquella, desprovista de bosques. Esta faja medanosa está cortada cada cinco ó seis kilómetros por bañados, que en la época de crecientes, comunican los bañados de Aguapey con los esteros de Iberá. Los más notables son San Solano, Oso Paso y Cama-trapo. Todos ellos son vadeables durante todo el año y la división de aguas entre uno y otro estero no le hace ningún desnivel apreciable sino los malezales que impiden el escurrimiento libre en una ú otra dirección exclusivamente. El largo de la faja medanosa en cuestión, desde Paso Claro hasta [tuzaingó, es de ciento cincuenta kilómetros, y el ancho varía de cinco á veinte. Á lo largo, es decir de norte á sur, va el antiguo camino de Ituzain- 26 á Mercedes, ya descripto por Azara. Este camino es relativamente frecuentado y pasa por establecimientos de campo muy valiosos. Fue- ra de la leña, todos los recursos son abundantes y no escasearían ni aun cuando hubieran de establecerse allí durante mucho tiempo cuatro Ó cinco mil obreros que se ocuparan en la canalización. En estos parajes suelen encontrarse, bajo el estrato de arena, man- chones de tosca y donde ésta falta, se da en el gres rojo cavernoso. Estos datos los obtuve de vecinos que han hecho pozos en parajes en que no hay bañados. La profundidad á que han encontrado tosca ó eres varía entre ocho y doce metros. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 14 210 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El camino de Mercedes á Ituzaingó, desde Paso Claro hasta este úl- timo punto, fué nivelado por el ingeniero Esteve, encontrando que las aguas en Paso Claro están cuatro metros más altas que las del Para- ná frente á la desembocadura de la zanja de Loreto. Las aguas del estero frente á Ituzaingó están nueve metros más altas que en Paso Claro lo que da una pendiente de norte á sur en el interior del estero de un metro por cada 16 kilómetros. Desde la costa oriental se ven las siguientes lagunas : Iberá, Luna, Galarza, Disparo, Ombucito, Conte y Naranjito. Paso Claro es una estrechura de la laguna Iberá, que en este para- je presenta costas altas y libres de embalsados ; puede considerarse como origen del río Mirinay. Aquí empieza la costa sur de los esteros siendo bastante alta y boscosa; hasta aquí ha legado el arrastre de pedregullo y la arena que la marejada arroja á la playa es de cuarzo 'asi puro; la mica no se nota ni aun con microscopio, en cambio hay muchos fragmentos de nácar. En el Rincón del Socorro vuelven á presentarse los afloramientos de gres rojo compacto que en partes presenta una estructura tabular muy marcada, pudiéndose separar en chapas de uno á dos centíme- tros de espesor; aparentemente hay interposición de mica entre las superficies de contacto de las chapas. Los afloramientos se prolongan hasta la ciudad de Mercedes por el sur, y hasta Itatí Rincón por el oeste. En este último paraje los esteros vuelven á estrecharse saliendo las aguas que forman el río Corrientes por entre dos afloramientos de gres; el de la margen derecha está señalado en el mapa de Zaca- rías Sánchez con el nombre de « Cerro Ibicuy », el de la margen iz- quierda es Itatí Rincón. Aquí se encuentra hasta en tierra firme entre las asperezas de la roca, una gran cantidad de pedregullo compuesto de pedernal, ágata, calcedonia, perlita, ete., como si la laguna de Itatí Rincón hubiera estado sujeta á fuertes marejadas. Abunda el cuarzo hialino en gra- NOS STUESOS. Pasada la estrechura de Htatí Rincón empiezan los esteros del río Corrientes, que en época de bajante, quedan casi por completo en seco. Al oeste la costa vuelve á ser medanosa; no encontrándose más aflo- ramiento de gres que el del cerro Ibicuy. En esta faja de médanos se encuentran los pueblos de Concepción, San Miguel y Loreto, casi aislados del resto de la provincia por falta de caminos. Á través de EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ SÍ 2 estos médanos, filtra agua de los esteros de Iberá hacia los de Batel v Batelito. No conocemos la diferencia de nivel entre las márgenes oriental y occidental de los esteros pero es evidente que la oriental es la más alta de las dos. En la costa occidental son escasos los árboles añosos sea porque en otra época han sido talados ó porque recién estén formándose los bosques ; en cambio hay muchos campos cubiertos de gramilla, y los brazos de Iberá se internan mucho en tierra, de manera que, aun en tiempo de sequía, las haciendas encuentran sustento. Por ésto se sos- tienen numerosos establecimientos ganaderos y tres pueblos de relati- va importancia. La apariencia de esta región con sus tierras arenosas, la carencia de bosques y la suavidad de las ondulaciones, induce á creer que su for- mación es muy reciente y debida á los vientos que han amontonado la arena. Los esteros de Iberá no presentan á la vista más que tres desagiies y éstos son : Hacia el norte, el arroyo Ibicuy, que desemboca en el Alto Paraná. Al sudeste, el río Mirinay. Al sudoeste, el río Corrientes. Dentro de los esteros hay grandes lagunas libres de embasados en que las aguas alcanzan profundidades de más de cuatro metros; algu- nas presentan el fondo perfectamente limpio de vegetación acuática pero la mayor parte van llenándose de plantas, que en época de ba- jante, llegan hasta la superficie del agua, dificultando la marcha de las embarcaciones. Las márgenes de estas lagunas, cuando no tocan tierra firme, están formadas en su totalidad por embalsados, que son entretejimientos de tallos y raíces flotantes. El agua circula por deba- jo de ellos, con velocidad bastante apreciable en algunos parajes. Se hallan también riachos profundos y correntosos, cuyas orillas son también de embalsado. Desde la costa occidental se ven las lagunas de Itatí Rincón, Trim, Medina, Paraná, Encontrado y Naranjito. Casi todas ellas están unidas por riachos ó arroyos que corren ordinariamente de nordeste á sudoes- te; fuera de que los bañados establecen una comunicación permanente entre las aguas. Por los datos recogidos en nuestro viaje por el interior y por lo que se ve desde las costas, se deduce que en otra época han existido, por lo menos, tres grandes canales naturales por donde pasaba el río Pa- raná en dirección al sudoeste. 212 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA El primer canal que se puede reconocer desde tierra por la sucesión de lagunas que están á la vista, costea la orilla oriental, pasando por las lagunas Conte, Ombucito, Galarza, Luna, El Sordo é Iberá. Éste formó el río Mirinay. El segundo empieza á manifestarse en Naranjito, pasa por las la- eunas Encontrado y Carayá, allí se bifurca enviando un brazo hacia la laguna Ombú y otro riacho, visto pero no reconocido, que corre paralelo á la costa sur, hacia el este. El otro brazo es el riacho Cara- vá que desagua en la laguna Fernández. Es probable que desde allí vayan á unirse los dos brazos en la laguna de Itatí Rincón. El tercer canal se reconoce desde laguna Paraná; pasa por el ria- cho Camba, el Plumero, las lagunas Prim, Medina é Itatí Rincón. De esta última nace el río Corrientes. Es indudable que existen otros thalwegs y brazos de comunicación entre ellos pero el corto tiempo que hemos tenido para la exploración así como la escasez de personal nos han impedido hacer un reconoci- miento más completo. Entre los canales existen grandes extensiones de terreno anegado bajo una capa de agua de 50 á 60 centímetros de profundidad ; estos terrenos están cubiertos de vegetación propia de los bañados y sembrados de un número incalculable de islotes de pequeña supetr- ficie, en que crecen palmas, lapachos, timboes, tacuaras, espinillos, ete. No hemos encontrado islas de superficie apreciable y si los jesuitas, viajeros ó tribus indígenas han visitado el interior de los esteros, no han dejado huellas de su paso. Parece que antiguamente la superficie de los islotes ha sido mayor que ahora (lo que aminoraba las distancias entre ellos) y que han esta- do habitados por especies animales de nuestra época, porque bajo un primer estrato de mantillo se encuentran huesos de mamíferos y sau- rios. En el islote Carayá encontró el capataz Rufer un trozo de maxi- lar inferior de hombre y una bola de gres rojo idéntico al que se halla en Itatí Rincón. Esto significaría que el nivel de las aguas es ahora más alto que antes ; lo que concuerda con los datos que suministran las vecinos más antienos y conocedores de estos parajes. Además, en la memoria de Vargas, se encuentra que antiguamente navegaban por el río Co- rrientes barcos hasta de nueve pies de calado, cosa que hoy no suce- de quien sabe si por dificultades de navegación ó por falta de merca- derías para transportar. De paso haré constar que dicho río, en los EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 213 llamados pasos, estando las aguas bajas, tiene una profudidad no me- nor de un metro y medio. Hasta fecha muy reciente, el señor Reboratti ha tenido en servicio una embarcación á vapor que hacía viajes desde Chavarría hasta Concepción ; gradualmente fueron obstruyéndose los canales con la vegetación entre las lagunas de Htati Rincón, Prim y Medina hasta que, resultándole los viajes demasiado costosos, los suspendió. La obstrucción de dichos canales ha influido mucho en el régimen del río Corrientes. Las crecientes son más tardías, el canal de agua menor y las bajantes llegan más temprano y son de mayor duración. Pronto quedará completamente cortado el brazo de este río, que des- agua en el Paraná frente á Esquina. Por lo que respecta al rio Miriñay, su capacidad de emisión debe también haberse reducido porque desde Yuqui Cuá hasta PTuvan-tuva está obstruído por embalsados, de los que Azara no hace mención en su memoria. Teniendo pues en cuenta : 1” La pérdida de capacidad emisora de los ríos Corrientes y Mi- rinay : 2% La pérdida de capacidad filtrante de las zonas medanosas que limitan los esteros, por el arrastre de partículas finas que hacen las aguas de lluvia al resumirse; 3 La invasión de las plantas acuáticas en los parajes donde las aguas no tienen circulación; Se nota que la creencia general, de que los esteros ganan en exten- sión, es muy fundada. Actualmente, las aguas de los esteros están realizando un trabajo activo para abrirse paso hacia el Alto Paraná; cuando la zanja de Loreto, el arroyo Ibicuy y algunos otros cauces que están ya en prin- cipio, tengan la suficiente capacidad de emisión el nivel de las aguas bajará y no es exagerado suponer que quedarán en seco de cuatro á cinco mil kilómetros cuadrados de territorio. Aunque el trabajo del agua es lento, en el estado de cosas presente, es incontrastable, podrá acelerarse ayudándolo y guiándolo de modo que se obtengan re- sultados prácticos más ó menos inmediatos; pero detenerlo parece imposible. Terminada esta ligera descripción, pasaré á dar las respuestas á cada uno de los puntos que la Sociedad Científica fijó en su programa de investigaciones. 1* ¿ Existe alguna relación entre las crecientes del río Paraná y de la 214 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA laguna? — La única relación que puede existir es la coincidencia de las épocas lluviosas en la cuenca del Paraná superior y en la parte nordeste de la provicia de Corrientes. Las aguas de los esteros proce- den únicamente de las lluvias que caen en una superficie territorial de treinta mil kilómetros cuadrados; cuyo suelo, muy permeable por estar formado casi exclusivamente de arena, descansa sobre una pla- taforma de gres rojo, cuyos afloramientos se ven desde Esquina hasta Paso Claro por el sur y desde Corrientes hasta cerca de Posadas por el norte. El Boletín meteorológico da una altura media anual de lluvia en la provincia de Corrientes, superior á un metro, lo que origina un alma- cenamiento anual de treinta kilómetros cúbicos de agua; ésta afluye á las depresiones de la plataforma de gres formando los esteros y la- gunas. Según las indicaciones de las escalas (muy rudimentarias) que establecimos en los esteros, cada metro cuadrado de superficie evapo- ra tres metros cúbicos por año; lo que da un gasto por evaporación de diez y ocho kilómetros cúbicos al año, quedando doce kilómetros cúbi- cos para gastarse por los emisores y filtraciones. Estas últimas cifras se aproximan muy sensiblemente á lo que sucede en realidad. Por otra parte, el lecho de los esteros desde Ituzaingó hasta Paso Claro, está siempre más elevado que la superficie de las aguas del Paraná y cualquiera que sea la creciente del río, el sentido de la corriente, en la zanja de Loreto y en el arroyo Ibicuy, es de los esteros del Paraná. Recién á la altura de la desembocadura de la zanja de San Miguel vienen á estar las aguas del Paraná al mismo nivel que las de Paso Claro ; siendo la distancia entre ambos puntos de 150 kilómetros y siendo Paso Claro el límite sur de los esteros de Iberá. El ingeniero Esteve, que practicó la nivelación desde Paso Claro hacia Ituzaingó, halló que las aguas en Paso Claro estaban cuatro metros más altas que las del Paraná en la desembocadura de la Zanja de Loreto y que el mismo desnivel existia entre éste último punto y la desembocadura de la zanja de San Miguel. Asimismo, encontró que la orilla norte de los esteros, á flor de agua, estaba nueve metros más alta que la orilla sur. 2% ¿Existen vertientes en el lecho ? — Durante el viaje de Itatí Rin- cón hasta Paso Claro y desde aquí á Naranjito, hemos encontrado con frecuencia pozos de profundidad variable, libres de vegetación, de cuyo fondo, al hincar los botadores, se desprendían como en chorros ascendentes partículas de sedimento como si bajo un primer depósito EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 215 de limo hubiera una capa de materiales más pesados que detuvieran corrientes ascendentes. No hubiera sido ésto notable si siempre hu- biera habido desprendimiento de burbujas gaseosas pero en muchos casos, sin escape de gas, se han notado las corrientes de abajo hacia arriba. Sin más elementos de juicio, hemos tenido que suponer que dichos pozos estaban formados por agua surgente. Por otra parte, los afloramientos de gres rojo presentan venas de cuarzo conerecionado, como si por las grietas hubiera escapado agua muy cargada de sílice; aun cuando no hemos podido constatar el he- cho, es muy probable que aun existan funcionando, es decir, arrojan- do agua, algunas fisuras del gres. Uno de los empleados en la oficina del telégrafo nacional en Itu- ZaMmgó, nos dijo que en un pozo abierto en campo de Berestain se en- contró agua á temperatara muy alta. Tampoco hemos comprobado este dato, pero la presencia del eres cavernoso y las concreciones de cuar- ZO, nOs han hecho parecer muy verosímil el relato del telegrafista mencionado. 3% ¿Existen huellas de antiguo cauce del Paraná en las cercanías de la laguna ? — Desde que empezamos á remontar el río Corrientes nos llamó la atención la existencia, entre las arenas, de pedregullo y eris- tales de cuarzo hialino; materiales completamente distintos de los que constituyen el territorio de la provincia. Más tarde, en Itatí Rincón hallamos depósitos considerables de cascajo idéntico al que el río Paraná ha traído hasta Ituzaingó y que se encuentra en toda la faja de arena que separa el río de los es- teros. Es evidente que los ríos de la provincia de Corrientes no han teni- do de dónde sacar estos materiales. Por otra parte, la faja que separa el río de los esteros es de médanos consolidados por una capa de gra- milla y de formación tan reciente que todavía no se han formado bos- ques en ella. Las numerosas restingas que cortan el curso del río Paraná de- muestran que han existido muchos diques transversales que embalsa- ban las aguas, obligándolas á Negar á un nivel tal, que pudieran pa- sar entre Ibicuy é Ituzaineó con rumbo al sudoeste, á través de la provincia de Corrientes. Un solo brazo del Paraná iba á buscar la confluencia con el Paraguay. Más tarde, cuando los diques fueron demolidos por la acción de las aguas, y el cauce suficientemente socavado, el Paraná dejó de cruzar los esteros y fueron éstos los que enviaron sus aguas al río hasta que 216 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA los baneos de arena se transformaron en médanos, obstruyendo apa- rentemente los desagiies pero dejando pasar siempre una napa de agua que corre de los esteros hacia el Paraná. Esta suposición vendría á explicar la formación de las grandes islas de Apipé, que están consti- tuidas por depósitos de limo sobre bancos de arena. Gradualmente, la capacidad filtrante de la zona que separa el río de los esteros, va disminuyendo y como al mismo tiempo, la capacidad de desagiie de los emisores disminuye, el agua ha empezado á abrirse cauces nuevos. Una prueba de que los esteros de Batel é Iberá son solidarios es que á medida que disminuía el caudal del río Corrientes, el del río Batel ha ido en aumento. Otra prueba del paso del Paraná á través de la provincia de Co- rrientes la suministra la masa de arenas que forma las barrancas del río Corrientes y las márgenes de los esteros. Esta arena no puede proceder solamente de la erosión del gres rojo, sino que debe haber venido de fuera, lo mismo que la que se acumula en el cauce del Alto Paraná ; los materiales son idénticos. 4 Naturaleza de la faja de tierra entre la laguna y el pueblo de Itu- zaimgyó. — Partiendo de la orilla de los esteros de Iberá hacia el norte, la costa va elevándose en pendiente muy suave hasta el borde mismo de la barranca del Alto Paraná, donde la caída es á pico. La distancia entre uno y otro borde es de seis kilómetros siguiendo el trazado de la Zanja de Loreto y va aumentando á medida que se aleja al este y al oeste de dicho trazado. El pueblo de Ituzaingó está asentado sobre el río Paraná lindando su éjido, por el sur, con los esteros. El suelo es de arena cuarzosa muy pura como todo el resto de la zona que se extiende desde Ibicuy hasta la salida de la zanja de San Miguel. Los pozos de balde tienen una profundidad media de doce metros, debiendo ser calzados hasta el fondo porque la arena se desploma con mucha facilidad. El estrato de arena reposa sobre gres rojo. El agua de los pozos no procede del Paraná sino de los esteros ; así pudimos constatarlo gracias á la prolongada bajante del río Paraná que dejó á la vista el borde del estrato de gres y la napa de agua que se desli- za sobre él, de los esteros hacia el río. En esta zona no hay bosques: los árboles que se encuentran son naranjos, algunos eucaliptos y otras plantas indígenas puestas artifi- cialmente. A pesar de ser el suelo tan permeable y carecer de tierra vegetal, EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 217 es muy fértil y si los cultivos son escasos es porque las invasiones de langosta han acobardado á los propietarios. Entre la arena se encuentran frecuentemente fragmentos redondea- dos de pedernal, ágata, calcedonia, ete., y unos nódulos huecos de que he hablado antes, que los vecinos llaman « cambuchi ». De estos últimos he traído algunos ejemplares. 5 Relación entre la superficie libre y la cubierta de vegetación. — Los datos que sobre este punto se pueden dar son solamente aproximati- vos puesto que, en el corto tiempo que ha durado el reconocimiento, no hemos podido medir líneas con la suficiente aproximación para de- terminar superficies. Hemos calculado que la extensión total de los esteros es de seis mil kilómetros cuadrados de los cuales se pueden descontar treinta, co- rrespondientes á la suma de la superficie de los islotes y veinte más por la que ocupan los embalsados. El resto es agua libre ó bajíos en que crecen juncos, espadañas, pay-rirí, ete., que aunque dificultan la circulación de las aguas, no cubren por completo la superficie ni impiden la evaporación. Se puede calcular en mil kilómetros cuadrados, la extensión total de aguas libres; de éstos, corresponden poco más ó menos: Kilómetros Pagina deta O e 100 — MA a tocas 100 — Medina ear: 200 — DATA a aa ESO id 200 = EUNDIA dle L ba 200 — Calar a a musas ds cons 50 El resto se distribuye por partes casi iguales entre las lagunas Carayá, Encontrado, Disparo, Sordo, Ombú, Ombucito, Conte, Naran- jito y otras. Hemos entrevisto algunas otras extensiones de agua libre pero no pudimos calcular sus dimensiones. Creo, sin embargo, que la relación entre la superficie total de los esteros y de las aguas libres es de cuatro por uno; debiéndose enten- der, que fuera de los islotes y de los embalsados, no hay superficie de aguas completamente á cubierto por la vegetación. Para aclarar esto último servirá el dato siguiente: en los embalsados pueden contarse de diez á quince tallos por decímetro cuadrado; en los bajíos apenas habrá uno por decímetro cuadrado. 218 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Respecto de la creencia de que las aguas de los esteros están sujetas á mareas, hemos podido constatar que no tiene fundamento real. Cuando en Iberá sopla persistentemente el viento del sudeste (cosa frecuente) se levanta marejada muy fuerte que va á batir los embal- sados de la orilla norte. Ola tras ola, va penetrando el agua al male- Zal, que por ser muy tupido, impide la vuelta. Naturalmente, cuando el viento cesa, se nota que el nivel del agua libre ha bajado. Poco á poco vuelve á fluir el agua del malezal á la laguna, recobrando ésta su nivel habitual. Este fenómeno lo hemos presenciado varias veces. 6 4 floramiento del terreno terciario. — Aun cuando no hemos po- dido dedicar tiempo á la pesquisa de fósiles ú otros rasgos que carac- terizan los terrenos, ciertos indicios nos hacen suponer que el estrato de aluvión que forma las barrancas del río Corrientes y las costas de los esteros, es de depósito muy reciente y que antes ha estado comple- tamente al descubierto el manto de gres rojo á que he hecho repetidas veces mención. Esta roca presenta todos los caracteres del Old red sand stone y tal vez una exploración sistemática demuestre, por fósiles de la época, que nuestra presunción es fundada. Los afloramientos de gres se encuentran por primera vez en Esqui- na, en la margen izquierda del río Corrientes ; más al este aparecen en Itatí Rincón, Mercedes y Rincón del Socorro. Al norte se ven, si- guiendo la margen izquierda del Paraná, desde Corrientes hasta- Apipé. Es posible que sigan más adelante pero nosotros no prosegui- mos más al este sino que volvimos atrás desde este paraje. Sobre el espesor del manto de gres, y sobre los materiales que se encuentran debajo, no tenemos ningún dato, porque los pocos sonda- jes hechos por los propietarios han tenido por objeto buscar agua, de manera que se paraban los trabajos en cuanto se tropezaba con la piedra. 1% ¿Sería conveniente un drenaje de los fondos de la laguna ? — He manifestado antes que el agua de los esteros parece proceder, en casi su totalidad, de las lluvias; que el descenso en su nivel corresponde á una evaporación de ocho litros diarios por metro cuadrado de super- ficie, más una salida de 33 millones de metros cúbicos por los emisa- rios en cada día. ¿stas cifras, dada la altura media anual de lluvia, corresponden á una cuenca de treinta mil kilómetros cuadrados de superficie. Si la cuenca fuera menor ó hubiera pérdida de agua por resumirse, , EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 219 ya estarían en seco muchos bajíos que hoy están cubiertos de agua. Pero si el agua no se resume es debido á la presencia de un fondo impermeable que en este caso bien podría ser el manto de gres rojo, y entonces el drenaje de los fondos sería una tarea de probabilidades muy discutibles y de ningún provecho. Si los agentes naturales siguen trabajando siempre como hasta ahora, dentro de poco tiempo, dos riachos bastante caudalosos patr- tiendo de los esteros irán á desaguar en el alto Paraná. Éstos serán el arroyo Ibicuy y la zanja de Loreto. Cuando así suceda, bajará el nivel de la napa de agua y al mismo tiempo que el norte de la provincia de Corrientes podrá tener caminos fácilmente transitables, quedarán en seco grandes superficies de te- rreno, con comunicaciones fluviales hacia el Alto Paraná. Para que los pueblos de Concepción y San Miguel estén también en comunicación fácil con los puertos del Paraná bastaría sacar la vegetación que va poco á poco obstruyendo canales que antes han sido navegados, y este trabajo, muy fácil, aseguraría mayor caudal al río Corrientes ; con lo que en la parte sudoeste de los esteros también se rescatarían tierras. El río Miriñay exigiría, para transformarse en vías de comunica- ción, un trabajo más serio, quizá el desmonte en gres rojo. Pero si sólo se tratara de aumentar su capacidad emisora, basiaria atacar la vegetación existente entre Yuqui-Cuá y Turvan-Tuva. Es mi convicción, que emprender la obra de encauzar las aguas dentro de los esteros y regularizar el gasto por los emisarios actuales sería de resultados muy benéficos para la provincia de Corrientes y que su ejecución no sería ni larga ni costosa. Los fundamentos de esta convicción los he dado ya en la deseripeión de los parajes. s* Temperatura del agua para la aclimatación posible de peces. — Nuestra permanencia en el interior de los esteros fué en invierno, de modo que no conocemos la temperatura máxima de verano ; pero sí la mínima de invierno. Así, pues, dos noches el termómetro bajó á dos erados bajo cero y en el día se han notado temperaturas de ocho á doce grados ; pero estos casos no se han repetido con frecuencia. Más bien el ambiente ha oscilado entre templado y caluroso manteniéndo- se el agua entre 12 y 18 erados en los parajes poco profundos, donde las fhuetuaciones de temperatura se transmitían con rapidez. En aguas profundas (de tres á cuatro metros) la temperatura no ha sido nunca menor de 17 grados. 220 ANALES DE LAS SOCIEDAD CIENTÍFICA AREENTINA No teniendo aparatos registradores, no conocemos las variaciones durante la noche. Las aguas de los esteros están habitadas por gran cantidad de va- riedades de peces de pequeño tamaño. En Iberá abundan las moja- rras y palometas:; dicen los vecinos que hay dorados pero no hemos visto NINGUNO. Únicamente en la laguna Iberá se encuentra agua turbia, en todas las demás así como en los riachos y bañados comprendidos en los es- teros de Iberá, las aguas son admirablemente diáfanas. 9" Colección de peces y animales vivientes en las aguas para poder apreciar la posibilidad económica de su explotación ó utilidad. 10. Colección de plantas de las riberas é islas. — Estos dos puntos eran de competencia del naturalista doctor Pouyssegur, quien repeti- das veces me ha manifestado que necesitaba tiempo para redactar su memoria. 11. ¿ En los terrenos drenados podría cultivarse el arroz? — Tan evi- dente es la posibilidad de este cultivo que ya han presentado, en años anteriores, aleunos agricultores extranjeros, solicitudes para conse- euir las tierras anegadizas de las márgenes del río Corrientes con ob- jeto de dedicarlas á dicho cultivo. Estas solicitudes no merecieron la atención del gobierno de la provincia. Dada la diferencia de alturas del agua según las épocas del año, se comprende la facilidad de inundar ó secar á voluntad los terrenos cultivados, condición necesaria para la cultura del arroz. Es mi opi nión, sin embargo, que están en lo cierto los vecinos que piensan que los campos que se rescatarán estarían siempre cubiertos de abun- dantes pastos tiernos y serían inmejorables para dedicarlos á la ga- nadería. 12. Presencia del ombú en aquellas regiones. — La expedición ha en- contrado ombúes no sólo aislados como en Itatí Rincón sino agrupa- dos, con exclusión de otros árboles, en los islotes de la laguna Ombú ; distante unas tres ó cuatro leguas de la costa del departamento de Mercedes. Se les encuentra con mucha frecuencia en todos los demás islotes notándose que no alcanzan desarrollo considerable sino cuando están aislados. 13. ¿La reducción 6 desaparición de la laguna podría modificar las condiciones climatéricas de la región? — Á este respecto, sólo pode- mos hacer conjeturas, por el corto tiempo que hemos permanecido en la región. Es evidente que no siempre han existido los esteros, así como que EXPLORACIÓN Á LOS ESTEROS DE IBERÁ 221 desaparecerán en un plazo relativamente corto; de manera que la intervención humana sea para acelerar ó retardar el hecho puede te- ner alguna influencia en las condiciones climatéricas si es verdad que las grandes masas de agua son reguladoras de temperatura. Es creencia general en la provincia de Entre Ríos que llueve siem- pre, después de algunos días de viento norte. Eso mismo hemos podi- do constatar encontrándonos en los esteros y ordinariamente compo- nía el tiempo al pasar el viento al sur ó al oeste. Luego las lluvias no sobrevenían por condensación del agua evaporada de los esteros. Pero el agua acumulada en los esteros de Iberá no debe reputarse como una gran masa, puesto que hemos notado variaciones muy brus- cas en las temperaturas y ha sido muy frecuente la oscilación de 22 0.467,40” y aun á —2”. Este último caso se repitió dos veces. De manera que más bien es el territorio circundante el que influye en las condiciones climatéricas de los esteros. Podría objetarse, que suprimida una gran parte de superficie libre de las aguas, se alteraría la cantidad de agua evaporada, pero hay que tener en cuenta que la masa de vegetación que eubriera los terrenos secados suministraria una cantidad igual ó mayor que la producida por el agua libre. Se supone que el desagiie de algunas lagunas en Italia han altera- do las condiciones climatéricas de la región circundante pero ésto no está bien probado y las opiniones son discordantes al respecto. Oreo que un juicio más fundado podría obtenerse cuando se vean los resultados de la supresión de los Everglades de Florida (Estados Unidos). 14. Paludismo y fiebres infecciosas. — Hemos tenido ocasión de ha- blar con Dupont, uno de los cazadores que mejor conocen los esteros y por él supimos que había sufrido de fiebre intermitente. El señor cura párroco de Ituzaingó me dijo en diciembre de 1910 que en Loreto y San Miguel había muchos enfermos de fiebre sin que por los datos suministrados pudiera decirse que fuera palúdica. Sin embargo, esta enfermedad cunde en verano y casi desaparece en in- vierno; podría suponerse que fuera una forma de paludismo aun cuando para tener datos seguros lo mejor sería recurrir á informes de médicos que conocieran la región. En la época que nosotros estuvi- mos no había médico en ninguno de los dos pueblos citados. 15. Plankton. PEDRO UHART, Jefe de la comisión. ANÁLISIS DEL AIRE CONFINADO En la sesión tenida el 1% de mayo en París, en la Academia de ciencias, se ha leído un trabajo de los señores Henriet y Boussy, en el cual éstos dan á conocer un método que ellos han ideado para medir el grado de viciación del aire confinado. Basándose no en el aumento de la proporción del gas carbónico, ni en la diminución de la del oxígeno, sino en la presencia de los productos que excreta el organismo de los seres que ocupan el local en estudio. Los autores manifiestan que la cantidad de gas carbónico existente en el aire indica más bien el grado de ventilación, que no el de vicia- ción, á causa del fenómeno de condensación que limita la solución. Dado que el aire puro es siempre oxidante, mientras que los pro- ductos de la excreción (fermentaciones, transpiraciones cutáneas, expiraciones pulmonares, etc.) son todos reductores, la medición de las propiedades reductoras del aire deberá dar números rigurosa- mente proporcionales á la viciación. Las substancias extrañas que el aire contiene, casi siempre de origen orgánico, son condensables por el vapor de agua. Basados en estas consideraciones los autores proponen un método de análisis que consiste: 1” en recoger por condensación un cierto volumen del vapor de agua contenido en la atmósfera en estudio; 2% en medir el volumen de aire correspondiente ; 5” en la dosificación de las substancias reductoras por medio del agua recogida. 1” Condensación. — Al efecto, los autores emplean un recipiente metálico cilindro-cónico, niquelado por fuera, y de una capacidad de tres litros. En él se puede introducir á rozamiento suave un segundo recipiente idéntico al primero, lleno de una mezcla de hielo y sal. ANÁLISIS DEL AIRE CONFINADO 223 Sobre el recipiente exterior se produce la condensación en forma de escarcha, la que se licúa tan pronto como se retira el interior, con lo cual puede recogerse el líquido resultante. 2” Medición del volumen de arre. — De la fórmula que da la masa de un gas ó vapor se deduce m(l + at) 76 V o ad ; en la que + = volumen de la mezcla de aire y vapor át” y á la pre- sión H m = masa del vapor ; 4 = peso de un centímetro cúbico de aire ; d = densidad del vapor ; F = tensión del mismo. Reduciendo á 0? y á la presión 760 milímetros el volumen de la mezcla, se tendrá : 1 mH El , Do == ——= >. == ¿245 === Bastará, pues, medir H y £ por medio de un higrómetro y un ter- mómetro, para saber á qué volumen de aire corresponde una masa dada de vapor condensado. En la práctica los autores emplean siem- pre una masa de agua de cinco gramos. 3% Dosificación de las substancias reductoras. — En un pequeño ma- traz de 50 centímetros cúbicos se introduce primero 5 centímetros cúbicos de agua condensada y después 10 centímetros cúbicos del licor A (%). Se hace hervir durante cinco minutos, se deja enfriar y (%) He aquí la composición de los líquidos empleados para la dosificación de las substancias reductoras : A. Licor que en cada litro contiene 316 miligramos de permanganato de po- tasi (MnO0*Ka) y 425 miligramos de ácido crómico (CrO*?) libre de ácido sulfúrico. La presencia del ácido crómico es necesaria para que, operando el licor ácido, no se ponga en libertad el ácido clorhídrico de los cloruros que suele contener la atmósfera, cuyo ácido clorhídrico por sí solo reduciría el permanganato, fal- seando los resultados del análisis. B. Solución que contiene 10 gramos por litro de sulfato de hierro amonia- cal y 10 centímetros cúbicos de ácido sulfúrico puro á 667. C. Solución de permanganato de potasio 4 N/500, es decir, á un grado de concentración que es 1/500 de la concentración de la solución normal N, la cual contiene una molécula-eramo, es decir, 158 gramos de permanganato de potasio por litro. 224 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA se agrega 10 centímetros cúbicos de la solución B; el líquido toma un color verdoso; y por medio de una bureta se agrega la solución € hasta que se manifieste un tinte rosado. La diferencia que ofrece la lectura de la bureta con la que corresponde á la que se obtiene repi- tiendo la operación sin agua de condensación, dará á conocer el vo- lumen del permanganato que ha sido reducido por las substancias que provienen del aire viciado. Se deduce el peso del oxígeno corres- pondiente y se refiere los resultados expresados en miligramos, á 100 metros cúbicos de aire. He aquí algunos números que por este método han obtenido los autores en Paris: ¡Are amos terco renan parque ee 1 Airefatmóstericorenila cada da ION 10 Piezas en que viven cobayos, conejos y Mmonos....... 13 INEA AN card ala pro oooO o SUE CS 13 EScrLtornomalyentlado: is II 14 Corredor obscuro mal ventilado dl Taller de costura, de 104 metros cúbicos, en el que trabajan 20 obreras, cuyas ventanas, úá los efectos de este ensayo, han permanecido cerradas durante A O OO Sa O DOS O 21 Mendoza, julio de 1911. JOSÉ S. CORUL. AA nu”, Dr A A 7 Co j , - Grieben, Arturo. Grianta, Luis. Griffin, Clodomiro. Groizard, Alfonso. Guido, Miguel. Guidi, José. Guglielmi, Cayetano M. Guglialmelli, Luis C. Gutiérrez, Ricardo J. Guesalaga, Alejandro. e Hauman Merck, Lucien. Haffter, Rodrigo. Harrington, Daniel. Hermitte, Enrique. Herrera Vega, Rafael. Herrera Vega, Marcelino. Herrera, Nicolás M. Herrero, Ducloux E. Henry, Julio. Hicken. Cristóbal M. Holmberg, Eduardo L. Hoyo, Arturo. - Huergo, Luis A. (hijo) Huergo, Eduardo. Huergo, José M. Hughes, Miguel. Ibarra, Luis de. Iriarte, Juan. Iribarne, Pedro. Isbert, Casimiro V. Issouribehere, Pedro J. Isnardi, Vicente. Israel, Alfredo (. Iturbe, Miguel. Ivanissevich, Ludovico. Jatho, Alfredo. Jacobacci, Guido. 3onas, Godofredo L. Jonas, Justo B. Jurado, Ricardo. Ketzelman, Feda Kock, Víctor. y Krause, Otto. Krause, Julio. Klein, Hermán. Kreusberg, Jorge. Kuhn, Franz. Lafone Quevedo, Samuel A. Labarthe, Julio. Lahille, Fernando. Langdon. Juan A. Landeira, Pedro V. Lanteri Renshaw, Julieta. Laporte, Luis B. Larreguy, José. Larco, Esteban. - Larguía, Carlos. Lassalle, León. Lathan Urtubey, Augusto. Latzina, Eduardo. Laub, Jacobo J. Lavarello, Pedro. | Lavergne, Agustín. Lea, Allan B. Lederer, Osvaldo. Ledesma, Pedro M. Leguizamón, Martín M. Lejeune, Luis M. Lemos, Carlos, Lepori, Lorenzo. Leonardis, Leonardo de. Lesage, Julio. Letiche, Enrique. Levylier, H. M. López, José M. López, Martín J. Longobardi, Ernesto. Lovigne, Pedro 6. Lugones, Lorenzo. Lugones, Arturo M. Lucero, Octavio. Luro, Rufino. Ludwig, Carlos. Lutscher, Andrés A. Madrid, Enrique de. Mégy, Luis A. +. Magnin, Jorge. Magliano, Augusto. Malbrán. Carlos. Maligne, Eduardo. Mallol, Benito J. Mamberto, Benito. Manzanarez, Enrique. Maradona, Santiago. Marcenaro, Adolfo. Marín, Plácido. Marreins, Juan. Marcó del Pont, E. Marotta, Pedro. Marino, Alfredo. Martínez Pita, Rodolfo. Marti, Ricardo. Massini, Estéban. Maupas, Ernesto. Mattos, Manuel E. de. Mazza, Aurelio F. Medina, José A. Meoli, Gabriel. Mecante, Victor. Mercáu, Agustín. Mermos, Alberto. Meyer Arana, Felipe. Meyer, Camilo. Miguens, Luis. Mignaqui, Luis P. Millan, Máximo. Molina y Vedia, Delfina. Molina y Vedia, Adolfo. Monge Munoz, Arturo. Moeller, Eduardo, SOCIOS Ñ ACTIVOS (Continuación) Molina, Waldino. Molina Civit, Juan. Mom, Josué K, Morales; Carlos María. Morel, Camilo. ¡| Moreno, Francisco P. Moreno, Jorge. Moreno, Evaristo Y. | Moreno, Josué F. Morón, Ventura Mormes. Andrés. Morón, Teodor» F. Morteo, Carlos EF. Morteo, Ignacio A. Mosconi, Enrique. Mugica, Adolfo. Munoz Gonzalez, Luis. Narbondo, Juan L. Nágera, Juan José. Navarro Viola, Jorge. Natale, Alfredo. Negri, Galdino. - Negri, César. Nelson, Ernesto. Newton, Artemio R. Niebuhr, Adolfo. Nielsen. Juan. Nystrómer, Carlos. Newbery, Jorge. Newbery, Ernesto. | Noceti, Domingo. Nogués, Domingo. ougues, Luis F. Novas, Manuel N. Nouguier, Pablo. | Nunez, Guillermo. Ocampo, Jorge. Ochoa. Arturo. Olmos, Miguel. Olivera, Carlos E. Oliveri. Alfredo. Orcoyen, Francisco. Orús, José M. Orús, Antonio (hijo). Otanelli, Atilio. Otamendi. Eduardo. Otamendi, Rómulo. Otamendi, Alberto. Otamendi, Juan B. Otamendi, Gustavo. Otamendi, Belisario. Outes. Felix F. Padilla, José. Padilla, Isaías. Paganini, Carlos. Paita, Pedro J. Paitoví Oliveras, Antonio. Palacio, Emilio. Palet, Luciano. Panelo, Estéban. PAI, y FRY o Ll a E Ye e Y f y Pad e o a SOCIOS ACTIVOS (Continuación) Tejada Sorzano, Carlos. Tello, Eugenio. Tieghi, Segundo. Thedy, Héctor. Tobal, Miguel A. Toepecke, Ernesto. Toledo, Enrique A. de. Terragini, Augusto. Rossel Soler, Pedro A.: Rospide, Juan. Rouge, Marcos. Rouquette, Augusto. Rouquette, Augusto (hijo). Rubio, José M. Rua, José M. de la. Rumi, Tomás J. Palmarini, Armando. Paoli, Humberto. Parodi, Edmundo. Pascali, Justo. Pasman, Raúl! G. Pastore, Franco. Paquet, Carlos. Parckinson, Pedro P. Pascual, José L. Pattín, Enrique. Paz, José M. Pattó, Gustavo. Pelizza, José. Pelosi, Elías. Pelleschi. Juan. Peralta Ramos, Enrique. Pereyra, Emilio. Pérez, Alberto J. Pettis, Antonio. Petersen, Teodoro H. Pigazzi, Ssntiago. Piana, Juan. Piaggio, Antonio. Pinero, Horacio G. Pouyssegur, Hipólito B. Pisani, Mario. Podestá, Santiago. Pol, Víctor de. Ponte, Federico. Popolizio, Fernando. Porro de Somenzi. F. Posadas, Carlos. Puente, Guillermo A. Pueyrredón, Carlos A. Puiggari, Pío. Puiggari, Miguel M. Prins, Arturo. Quiroga, Atanasio. Rabinovich, Delfín. Raffo, Jacinto T. Rus, Pablo. Sabatini, Angel. Sáenz Valiente, Edmundo. Sáenz Valiente, Anselmo. Sagastume, José M. Sánchez Díaz, Abel. | Sánchez, Juan A. Ramos Mejía, Ildefonso P. Ranzenhoffer, Oscar. Recagorri, Pedro $. Rebuelto, Emilio. Rebuelto, Antonio. Retes, Antonio. Repetto, Roberto. Repossini, José. Reyna Almandas, Luis. Sánchez, Zacarías. Sanglas, Rodolfo. Sanromán, Iberio. Santángelo, Rodolfo. Santillán, Carlos R. Sarrat, Rodolfo, Segovia, Fernando. Sáuze, Eduardo. Segovia, Vicente. Sarmiento, Nicanor. Saralegui, Luis. Sarhy, José $. Sarhy, Juan F. Saubidet, Alberto. Scala, Augusto. Schaefer, Guillermo E. Seguf, Francisco. Seitun, Emilio. Seeber, Raúl E. Selva, Domingo. Sella, Federico Senat, Gabriel. Senillosa, Juan A. Serra Renón, José. Severini, D. Silva, Angel. Silveyra, Ricardo. Simonazzi, Guillermo. Sires, Marcelo C. Sirí, Juan M. Sisson, Enrique D. Solari, Lorenzo. Soldano, Ferruccio. Soldati, José. Torres Armengol, M. Torres, Luis M. Torre, Bertucci Pedro. Torrado, Samuel Turner Piedra Buena, Geró nimo. Trovati, Francisco. Traverso, Nicolás. Ugarte, Trifón. Uhart, Pedro. Uriarte Castro, Alfredo. Uriburu, Arenales. Uriburu, David. Vallebella, Colón B. Vaccario, Pedro. Vilar, Juan. Valenzuela, Moisés. Valentini, Argentino. Valerga, Orente A. Valiente Noailies, Luis. Valle, Eduardo del Valle, Pastor del Valle Iberlucea, Enrique del Varela, Rufino (hijo). : Vassalli, Miguel E, Vazquez de Novoa, Vicente. Velasco, Salvador. Veyga, Francisco de. Vignau, Pedro T. Vidal, Antonio. Videla, Baldomero. Villanova Sanz, Florencio. Virasoro, Valentín. | Vivot, Eduardo. Volpatti, Eduardo. Vucetich, Juan. Wauters, Carlos. Williams, Adolfo. Wernicke, Roberto. Wernicke, Raúl. White, Guillermo. White, Guillermo J. Zakrzewski, Bernardo. Zamboni, José J. Zamudio, Eugenio. Zappi, Enrique Y. Zavalla Carbó, José M. Zemborain, Saturnino (hijo) Zelada, José. Sordelli, Alfredo. Suárez, Eleodoro. Spinetto, Silvio. Spinetto, Alfredo L. Spinedi. Hermenegildo F. Storni, Segundo. Tallibart, Benjamín. Riccheri, Pablo. Rivara. Juan. Rivarola, Enrique. Rivarola, Rodolfo. Rodriguez Etchart, Carlos. Roffo, Juan. Rojas, Estéban C. Rojas, Félix. Rojas, Ricardo, Romero, Julián. Romero, Antonio. Tamini Crannuel, L. A. Taiana. Alberto. Taiana, Hugo. | Tarelli, Carlos A. Zuberbúbler, Carlos E. ANALES DE LA SOCIEDAD CIEN ARGENTINA 2 * DIRECTOR : INGENIERO SANTIAGO E. BARABINO NOVIEMBRE 1911. — ENTREGA V. — TOMO LXXII EN DAD: INRANCISUO"P: ULA VALDE Le chardon de Castilla ad al a di P. Franck, De la superficie de segundo orden de Lie en relación á un punto de una SUN ERC cu QUIE a eo AA E ora oe a sol Luis GUGLIALMELL!, La función revelatriz del dioxidiaminoarsenobenzol, preparado ARE so0or0 salvarsamade Prlrlich= Hala acoso Elan bo ria boa bese ee dao ajos BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 TOTE JUNTA DIRECTIVA Presidentes Ti AOS Ingeniero Vicente Castro VAcepresident q a cas Doctor Francisco P. Luvalle Vicepresidente ers aos aa Ingeniero Nicolás Bbesio Moreno Secretario de aclas............ Profesor Juan Nielsen Secretario de correspondencia.. Doctor Abel Sánchez Díaz DOSRIUS Arquitecto Raúl G. Pasman Biblia era E E Doctor Victor J. Bernaola Coronel Arturo M. Lugones Doctor Francisco P. Moreno Doctor Horacio G. Pinero Vocales: ¿E E ANA NS Doctor Tomás J. Rumi Doctor Antonio Vidal Ingeniero Esteban Larco Ingeniero Pedro Aguirre (erente o Eo AE o CU Senor Juan Botto REDACTORES Doctor Juan A. Domínguez, doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Ernesto Longobardi. doctor Jorge Magnin, ingeniero Juan J. Carabelli, ingeniero Guillermo Cock, doctor Claro C. Dassen, doctor Luciano Palet, doctor Fernando Lahille, ingeniero Arturo Hoyo, inge- niero Jorge W. Dobranich, señor Augusto Scala, ingeniero Domingo Selva, doctor Fe- derico W. Gándara. 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PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerías Pesos moneda nacional Por mesi ia blia aL Tolo ave 1.00 Po AO A A ita 12.00 Número. . atrasado A E 2.00 — para los Soci0oS.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano LE CHARDON DE CASTILLA Le Oynara cardunculus, plante déja citée par Columella (1) dans son livre De re rustica, vers le milieu du premier siecle de notre ere, est connu vulgairement sous le nom de Chardon de Castilla. Cette déno- mination qui paraitrait lui assigner la flore espagnole comme origine, quoique, cependant, il est logique supposer qw'il formait partie de la flore américaine précolombienne, car il est pas possible Vadmettre que les conquérants ou les premiers colons espagnols, se soient préoe- cupés importer la graine (une plante sauvage maleré qw elle était utilisable comme coagulant du lait. Supan (2) dit que les graines du chardon arriverent au pays en 1769, apportées ('Espagne sur les poils de la peau d'un áne auxquels elles se trouvaient adhérées. Ce moyen VPimportation assigné á la eraine d'un végétal quí devait envahir, en vertu de son extraordinaire puissance reproductive, d'énormes zones de territoire jusqwa s'éten- dre a tout le pays, ne peut étre plus grotesque et méme, si Pon veut, plus invraisemblable. Nous ignorons également qui a pu donner á Supan une version si curieuse sur Papparition du chardon dans Pancienne viceroyauté de la Plata, nouvelle qui, méme étant vraie, devait étre fondée sur une simple hypothese ; mais le fait est que la présence de ce végétal fut signalée dans la viceroyauté cette méme année. Il serait aventuré affirmer que le chardon existait en Europe dans les temps les plus reculés, et que déja Pon connut les propriétés coa- egulantes de son ferment; mais ce que P'on peut assurer, c'est que cette (1) COLUMELLA, De re rustica. (2) SUPAN, Grudzúge der physischen Erdkunde (4 Auflage, Seite 869). AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 15 LIBRAR1 BOTA NIC 4 GARDEN. 226 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA plante est un exemple typique de la facon dont certains végétaux peuvent entrer dans un territoire et Venvahir en s'étendant avec des proportions colossales. La végétation du chardon dans les plaines de l?*Amérique du Sud et son exhubérance dans certaines parties, donnent un caractere spécial aux terrains qu'il oceupe, ce qui, des le début, appela Pattention des voyageurs et des explorateurs, circonstance alaquelle on doit que la littérature du Chardon de Castilla soit si riche. Dans la traduction allemande du Voyage de Darwin autour du monde (années 1836-1838), éditée par le célebre géographe Alfred Kirchhoff (1) nous lisons les renseignements suivants: « Pres de La Guardia nous trouvons la limite sud de deux plantes européennes qui sont aujourd'hui tres communes : le fenouil et le chardon. « Le fenouil recouvre sur de grandes étendues les rives de petites rivieres voisines de Buenos Aires, Montevideo et autres villes; mais le chardon, Cynara cardunculus, s'est développé beaucoup plus et se trouve sous ces latitudes, de chaque cóté de la Cordillere, dans toute lPétendue du continent. Je Pai vu dans les lieux dépeuplés du Chili, Entre Rios et Républiquede Uruguay. Dans ce dernier pays beaucoup de lieues sont couvertes exclusivement par cette plante, de telle facon que ni hommes ni animaux ne peuvent pénétrer dans les champs qwW elle oceupe. Sur les cóteaux aucun autre végétal ne peut se développer á ses cotés. Probablement, avant Pimportation de cette plante, tous ces champs devaient étre couverts (une végétation parasitaire. Je doute qwil y ait un autre exemple aussi caractéristique de la substitution Vune plante étrangere aux plantes indigenes. J'ai déja fait noter que je ne Pai pas trouvée au Sud du Salado; il est cependant probable que Pavancement de la population aménera aussi celle du chardon qui y étendra ses limites. » Plus loin Darwin cite a Hooks: «selon lui Popinion des botanis- tes est que Palcachofa et le chardon sont des variétés d'une méme plante ». Cette plante svelte et gréle, dont la hauteur atteint celle d'un homme et qui constitue avec son énorme téte violette une es- pece Vornement des champs, s'est étendue dans toutes les directions, mais avec préférence du voisinage des lieu peuplés. Au mois de dé- cembre, époque de sa maturité, le vent emporte les fruits et leurs pap- pus, par millions, les répandant dans Pimmensité de la pampa et (1) KIRCHHOFFE, Reise Darwins um die Welt, pages 125 y 529. Années 1836-1838. LE CHARDON DE CASTILLA 227 de la mer. Dans les rues de Buenos Aires, autrefois, et encore au- Jourd”hui, ils volent et planent dans Patmosphéere comme de erands flocons de neige, pénétrant dans les coins les plus reculés des mai- sons. Quoiqwil s'agisse une plante tres commune, tres vuleaire et tres connue, je crois convenable d'en faire une description quelque peu étendue, en tenant compte que Darwin, Hookes, De Candolle (1) y Hallier (2) se sont limités a donner ses caracteres principaux. De sa racine partent en général plusieúrs tiges, plas ou moins ra- meuses, avec des feuilles quí remplissent les interstices, formant ainsi de petits arbustes qui ordinairement ne constituent pas des eroupes massifs mais plutót disséminés. En champ ouvert sa hauteur atteint 075, mais dans les lieux ou les riviéeres ou les ruisseaux déver- sent une plus grande humidité, il arrive jusqu'a acquérir la hauteur Pun homme. D”apres plusieurs auteurs, entre autres Darwin et Kirchhoft, le chardon se développe, de préférence, au voisinage de parages habi- tés; mais Speggazzini observe que dans ce phénomene, peut influer Vamélioration du sol, comme le défrichement de Pherbe dure de la Pampa, remplacée par une autre plus tendre et laugmentation d'hu- midité produite par la plus grande perméabilité que la culture donne a la terre. De mon cóté je puis ajouter que je Pai trouvé étendu a des parages déserts, loin de toute habitation, mais jamais sur des ruines. La tige est sillonnée par une vingtaine de cannelures plus pronon- cés pres du sol comme pour favoriser la conduite de l'humidité aux 'acines. Le tronc ainsi que le pétiole des feuilles et le péduncule des fleurs sont couverts (une dense couche de poils quí servent a dimi- nuer la transpiration de la plante et donnent a cette partie une couleur blanche argentée, quí atteint également le sommet des feuil- les. Si Pon observe ces poils au microscope on voit qwils sont formés par de nombreux globules placés sur de petites branches incolores et qui examinés a la lumiere solaire ont Paspect Pun foyer lumi- neux. Probablement le róle que ces petits globules sont appelés a jouer dans la plante, est celui de transformer la lumiere directe, en lu- (1) DE CANDOLLE, Prodromus Systematis Naturalis Regni Vegetalis, VI, 626. An 1837. (2) HaLLIER, Flora von Deutschland, XXX, 90, 1837. 228 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA miere diffuse, en empéchant son entree trop intense dans le tissu WPassimilation. Ces globules se trouvent aussi disséminés a la partie inférieure des feuilles. La plante quí nous occupe produit dans les champs un joli effet or- nemental, spécialement au printemps quand ses feuilles, formant ro- settes, couvrent le sol; quand la tige développée, les feuilles s'éle- vent a leur tour semblables a des ares quí remplissent Pespace. Les feuilles sont tres piriformes et ont de 12415 paires de segments en forme de lancettes de 20 centimetres de longueur. Dans ces sey- ments la superficie de la feuille suit la tige pendant 2 centimetres de longueur. La base des feuilles aux segments piriformes représente com- munément une sorte ('oreillette du cóté opposé a la tige. Ces oreil- lettes constituées par des segments piriformes opposés se touchent presque et déterminent un vrai divortium acquarum, car, de ce cóté, la partie extérieure des feuilles conduit Peau de pluie aux radicel- les qui se trouvent a la périphérie et de Pautre la partie interne ame- ne Peau a la tige. Les segments piriformes terminent en épines fines, de couleur vio- lacée pále, de 1 a 2 centimetres de long, de méme que les nervures laté- rales plus fortes. Ces segments, bien développés, sont précédés parquel- ques paires de petites feuilles, dont la superficie va se réduire á mesu- re qwelles se rapprochent du tronc, s'étendant par le pétiole dans Pespace de quelques centimetres et formant des amas. A mesure qwelles s'éleyvent en hauteur, elles diminuent de développement et de dimen- sion. Les feuilles supérieures se dirigent obliquement vers le haut et la superficie de leurs segments se transforme dans Je centre en conduite quí amene Peau de pluie a la tige. La fleur est un panicule, sa cloche antérieure est incurvée, ovoide, de 5 centimetres de long sur 4,5 de large. Ses feuilles, qui forment la couverture, peuvent se distribuer en buit cercles paralleles pas bien uniformes, ou mieux dans le méme nombre de files obliques ascendan- tes Uun angle de 60% plus ou moins. Leur nombre équivaut, par conséquent, a 3838 64. Elles ont la forme d'un trianele isocele, dont Vangle du sommet est de 30". Au centre elles sont ligneuses et recourbées vers Vextérieur. La base du sommet présente des fruits de couleur vert pourprée et la pointe des épines est une couleur jaune marron. La base de la fleur est légerement cintrée en direction vers le haut. LE CHARDON DE CASTILLA 229 Cette configuration et sa substance pulpeuse, blanche et tendre, la font ressembler á la partie charnue de certains champignons. Elle sert, probablement, comme dépót a Porgane de réserve dont les fruits naissants retirent des aliments. L'importance physiologique de cet organe dans la nutrition, se démontre clairement dans la facon de faire des panicules quejai recueillies et conservées dans Peau : les feuilles de la tige se fermerent et les fleurs en bouton s'ouvrirent au bout de quelques jours, et se développerent un mode parfait. La base de la fleur est semée de nombreux poils semblables a du crin, qui arrivent jusqu'au col de la couronne (tig. 1.) Leur mission est, peut-étre, de défendre la substance tendre de la base contre les attaques des insectes et des oiseaux. Cela s'observe également dans le chardon et Partichaut. Le calice chevelu (fig. 2 et 3) consiste en de nombreux poils placés en plusieurs lignes quí a leur base terminent en anneau. Dans le fruit, arrivé a maturité, ils se dirigent dans toutes les directions, effectuant ainsi facilement la dissemination des fruits par le vent. Le tube de la couronne est tres mince, incolore et de trois centime- tres de long; plus tard il se dilate, en emprisonnant les fils libres Wétambres; termine en cinq extrémités légerement spatulées (un centimetre de longueur, lesquelles entourent le pistil du pollen et le protegent. Quand dans les fleurs naissantes le pistil passe entre le tube des étamines, on le voit se recouvrir de poussiere jaunátre qui reste adhérente á ses petites dents. Le fruit a quelque resseln- blance avec la graine de blé, 1l est de forme ovalaire invertie et pour- vu de trois á quatre bords émoussés; son axe longitudinal est quel- que peu incurvé. On attribue aux fleurs des propriétés médicinales qui ont été utilisées en d'autres époques pour le traitement des maladies rhuma- tismales, hépatiques et les fievres intermittantes. Elles contiennent une matiéere colorante et un ferment qui coagule le lait et dont je ais mn occuper avec quelque extension. Le jardin botanique de Buenos Aires cultive quelques exemplaires de Cynara cardunculus : Virrigation wy fait point défaut et cest pour cela que ces plantes ont transformé leurs épines en poils mous. Cepen- dant les épines des fruits subsistent encore et elles nous démontrent qwil ne sagit pas Vartichauts cultivés mais bien de vrais chardons. Le chardon se cultive aux environs de Buenos Aires comme légume avec deux variétés distinctes; de la premiere, appelée chardon (cardo) on mange les tiges; de la seconde que Pon désigne sous le 230 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA nom VPartichaut (alcachofa) on utilise la base charnue des bractées de Pinvolucre. Ces variétés se distinguent de la forme sauvage par la réduction des épines, par un développement plus apparent et des capitules beaucoup plus egrands, dont les dimensions surpassent de plus de la moitié celles de la plante sauvage. Le caractere le plus manifeste quí sert a distinguer les trois formes que montrent les trois exemplaires décrits, est fourni par les bractées des capitules : celles de la plante sauvage terminent en épines aigués et planes (fi- gure 4) celles du chardon cultivé en angle ligneux de 307 (fig. 5) et dans Partichaut, le segment terminal se présente comme une forma- tion membraneuse, ovalaire et caractéristique (fig. 6). L'HUILE Les graines sont tres appréciées par les oiseaux et, en état de maturité, contiennent de 15418 pour cent Vhuile. Celle-ci de couleur et Podeur agréable n'est pas siccative, elle est comestible et peut remplacer avantageusement par son bon goút beaucoup dhuiles végétales connues. On peut VPextraire de la graine soit par la pression, soit par les dissolvants ordinaires. Celle quí m'a servi pour les essais qui font Pobjet de cette étude, a été obtenue au moyen du sulfure de carbone a chaud dans un appareil Soxhlet et ses caracteres sont les suivants : DA A ad pl jaune d'or DEA A PO lo 0.923 Desré;oléométrique Leleyre.. e. e 24? Acidité libre en degrées BurstyD............ 328 Indice de Hehner (acides gras combinés).... 83.125 Indice de Kottstorfer (saponification)....... 187.720 Dent Maumnen radica oro peos 58500 Point de solidification des acides libres..... +11 4 +17” Déviation a l'oléo-réfractometre (25%)...... + 25 Indice de réfraction (a 25”) Ferrl.......... 1.4732 Indice de réfraction (a 25) Wolny-Zeiss.... 1.4733 ndreonde HDI o ar Rio ts ola 97.79 J'ai utilisé une autre quantité de produit, extrait par pression, dans la préparation de quelques mets culinaires au lieu de beurre et huile Polives, et le changement na offert aucun inconvénient ni a la saveur ni a Podeur. £ LE CHARDON DE CASTILLA 231 LE LAIT ET SES COAGULANTS Il est hors de doute que les substances coagulantes du lait, tant VPorigine animale que végétale, sont connues depuis la plus haute antiquité et appliquées a la fabrication du fromage. Je dis que le fait west pas douteux, car il ne se base point sur des hypotheses plus ou moins fondées, ni sur une propagation par la tradi- tion orale, mais sa connaissance s'appule sur des documents écrits. Les hébreux connaissaient déja Pexistence et Papplication de ces ferments, comme le démontre le verset 18 du chapitre XVII du Li- vre I de Samuel (1) qui dit: « Et ces dix fromages de lait tu les porteras au capitaine...» Le ferment coagulant était connu et utilisé par les hellenes aux temps héroiques d' Homere, mille ans avant J. €. L'Odysée (2), au livre IX, nous montre le eyclope Polyphéeme trayant les brebis et falsant coaguler une partie du lait, probablement au moyen du ferment des figues déja mentionné dans Pllliade. ll está remarquer que le premier ferment dont il est fait mention dans les documents éerits, fut Vorigine végétale. 11 est cependant permis de supposer qw'un hasard fit connaitre aux grees primitifs, qui employaient pour leurs sacrifices les entrailles VPanimaux, les propriétés coagulantes du sue gastrique, bien que ce fait ne soit mentionné peur le premiere fois que par Aristote (3), au Iv” siecle avant Pere du Christ. Ce philosophe gree dans son Histoire des Ani- maux, livre HL, chapitre 21, ditque dans Pestomac des veaux morts récemment, on trouve le lait coagulé mais que la température de Pani- mal est nécessaire pour que cette coagulation se réalise. Varron (4), appelé le plus savant des Romains, dans son livre De re rustica, disait: In lactis duos congios addunt magnitudine oleae ut colat quod melius leporinum et aedinum quam aginum. Alei pro coagulo addunt de fici ramo loc et acetum. Le premier qui s'est oceupé du chardon, eta mentionné sa pro- priété coagulante a été Columelle, Pagronome le plus savant de Pantiquité, celui qui a rédigé différents ouvrages sur Pagriculture et, (1) Biblia, Samuel, livre I, chapitre XVII, verset 18. (2) Odisea, livre IX. (3) ARISTOTELES, De animalius historiae, libri decem., livre HI, chapitre 21. (4) VARRO, De re rustica. [5 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA t entre autres, le De re rustica dans lequel il dit (livre VIII, cap. 8): Sed lacte fieri debet sincero et quam recentissimo, nam, requietum vel mistum, celeriter acorem concipit id plerumque cogi agni aut hoedi coagullo ; quamvis possit et agrestis cardui fore conduci et seminibus onect, nec minus ficulneo lacte, quod emittit arbor, si egus vircutem fau- cies corticum. Verum optimus caseus est, quid exigum medicaminis habet. Cassianus Bassos (1) en 970, mentionne aussi le ferment du chardon et, spécialement, celui des poils dans son traité De re rustica. Sal etiam torrefactus lac coagulat et fiel suecus et teneri ipsius ramauli aut Folia et pili quí in verticulis cinarae enascuntur, qui enepti sunt ad cibum. Cinq cents ans s'écoulent sans que dans aucun autre traité, des- tiné a lVétude de matieres agricoles, le chardon soit mentionné, jusqu'a ce que en 1646 nous retrouvions sa propriété coagulante dans Opus ruralium commodorum Petri de Crescentis (2) ou Pon lit: Caseum coagulamus sincero lacte coagulis agni vel edi vel pellicula que solet púillorum ventribus adhaerere nel agrestis cardui floribus vel lacte ficul- neo, ent serum debit anne deduci ut et ponderibus vigeatur. En 1571 Conrad de Hersboch (3) éerit dans son Rei rusticae, libri quattuor : Ali untuntur pellicula que avium ventribus adheret vel agres- tis cardui floribus. Dans les livres que plus tard se firent sur le lait on mentionne quoique sommairement les ferments. Fabricius Bartoletti (1619) pré- pare Palbumine du lait et le lactose; A. von Leuvenhook (1697) dé- couvre les globules du lait; Boerhave (1732) signale la coagulation de ce liquide au moyen de Poleum tartari y Scheele (1750) étudie sa composition sans indiquer les ferments. Berzelins (4) au contraire, fait Veux une minutieuse étude et arrive finalement a la conclusion «qw'il ne peut sS'expliquer comment se pro- duit la coagulation », explication a laquelle arrive Duclaux 44 ans plus tard, quí déclare que «le probleme de la coagulation du lait, est simplement un probleme de mécanique moléculaire ». Les investigations pratiquées dans le monde des infiniment petits, amenerent la découverte de microorganismes tels que: le bacille pyocyaneus, mesentericus vulgatus et le prodigiosus, spécialement étu- (1) CAssIaNO BAssos, Geoponisorum sive de rustica, libri XX. (2) Opus ruralium commodorum Petri de Crescendiis. (3) CONRAD HERSBOCH, Rei rusticae, libri IV. Koln, 1571. (4) BERZELIUS, Lehrbuch der Chemie, 1840, page 679. —_——— ——————————— —_——— _—— _—_—_—— —_——_ —Ñ_ _ _ _—_ — _ __ ——_€ __ € _-E_AA--==——=2=2=2=24241441 a a LE CHARDON DE CASTILLA 233 diés par Gorini et qui produisent des ferments coagulants du lait. Le professeur Rasetti a pratiqué en Italie des études tendant á établir la nature du ferment contenu dans les leurs du Oynara cardun- culus, et pour cela il a préparé une solution, en faisant digérer pen- dant quelques heures dans de Peau portée a 30”, une certaine quan- tité de fleurs seches de chardon. Le liquide de couleur obscure et de réaction acide détermine une rapide coagulation du lait frais si les conditions de température sont favorables. Si on neutralise le liquide, la coagulation s'effectue avec plus de lenteur et va pas lieu quand le lait a été bouilli au préalable. Pour déterminer la température optima de VPaction de la eynarase, 11 fait agir le méme liquide sur du lait frais á des températures difté- rentes et en opérant dans ces conditions, évidemment défectueuses, attendu que la présence de matieres étrangeres exerce une influence marquée sur ces températures et que la solution préparée de la facon que nous avons indiquée, les contient toujours, il a trouvé que la température optime était de 507. Avec la méme macération, il a fait des études pour déterminer la température de destruction du ferment qwil fixe, approximativement, en 657. Meyer a fixé en 66” la température de destruction du ferment ani- mal, chiffre quí ne differe pas tant de Vantérieur pour déduire que les deux ferments sont diftérents. D'un autre cóté Fleischman a fixé en 407 la température optime du ferment animal, tandis que celui de la eynarase est de 50”. Ici la différence est plus grande et Rasetti s'appuie sur elle pour établir la dualité des deux ferments. En 1593 Green (1) a étudié les effets coagulants de P- Acanthocys- tios horrida cucurbitacée de Pouest africain; du Witamia coagulans, solanée de P”Afohanistan; de la Datura stramonium :; de la Olematis vi- talba et du Pinguicula vulgaris. Peters (2), Vautre part, a étudié a nouveau les propriétés coagulan- tes des figues seches et du Galium molugo ; et déclare que le Cardus macrocephalus, le Carduus summanas et la Causinia hystrix contiennent le ferment, tandis qw'il est absent dans le Carduus benedictus. Entin Raginsky (5) a aussi rencontré le ferment dans le Cynara secolymus. (1) La Nature, XXXVIII, pages 274-276. (2) PETERS, Untersuohunger ber das Lab und die labahnlichen Fermente. (3) Ztschr. fir physiol. Chemie, VII, 211. 234 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Le ferment se trouve formé dans les étamines quand la fleur est arrivée en pleine maturité, ce quí se produit comme nous Pavons dit, au mois de décembre, généralement dans la seconde quinzaine. On recueille alors le fruit avec le plus grand soin, on Pétend sur une table on Passujettit par une extrémité et on attache les étamines, que Von met en macération avec le double de leur poids d'une solution al- coolique tres diluée, a 5 pour cent par exemple, pour éviter la décom- position du liquide. On laisse en contact pendant 48 heures et ensuite, apres expression, on filtre. Le liquide filtré se concentre dans le vide á une température qui ne dépasse pas 40”, on traite ensuite par Valcool et on laisse en repos pendant 24 heures. Le précipité, produit par Palcool, se recueille sur un filtre, on lave plusieurs fois á PValeool et on laisse sécher a la température ordinaire. Le produit est dissout dans Peau distillée, on filtre et on précipite encore par Palcoo!. ll faut répéter cette opération plusieurs fois jusqwá purification complete de la substance, qui ainsi préparée, est de couleur gris jaune, Vune odeur rappelant celle de la plante, friable, se noircissant au contact de Pair, elle est soluble dans Peau avec laquelle elle forme une solution de couleur caramel tres limpide. Dans le produit ainsi puri- fié on recomnait la présence de OC, H, N et $. Pour déterminer le O et le H, j/ai fait la combustion avec du chro- mate de plomb, á cause de la présence du soufre en suivant le mé- thode indiquée por Carlus : 022 de substance donnent 0,4378 de CO” ou soit 0,1194 de €, équivalent a 54,272 de O; et 0,1188 de H*0 ou soit 0,0132 de H équi- valent a 6 pour cent de H. Pour la détermination de Pazote j'ai employé la méthode de Kjel- dahl : 0,15 de produit ont donné 0,0141 de NH? ou soit 0,0116 de N equi- valent á 7,73 pour cent de N. Le soufre a été déterminé por la méthode Liebig (fusion avec KOH y NOK); 0212 de substance donnerent 0,0174 de SO'*Ba ou soit 0,0024 de S équivalent a 2 pour cent de $. Des chiffres indiqués il s'ensuit que la composition centésimale de la substance est la suivante : 07 q N? S. a LE CHARDON DE CASTILLA 235 En comparant ces chiffres avec ceux de Pémulsine et de Palbumine nOUS AVONS : ISSO O 54.272 39.9 53185) O 6.000 Ec! deal AS o a 7.750 14.5 15.6 aos 2.000 1.2 136 tor 29.998 37.3 22.4 Ces faits indiquent que notre ferment correspond au groupe des albuminoides. | ACTION DU FERMENT Pour tous les essais, j'ai employé une solution obtenue par macé- ration Pune partie de fleurs légerement desséchées, avec dix parties «(Peau. Cette solution aqueuse a une réaction acide. Premier essat. — J'ai cherché a connaítre la température que pou- vait supporter le ferment, et j?al trouvé comme limite 72” GC. Le fer- ment quí a été obtenu a cette température ne coagule plus le lait; de méme le lait chautffé a cette température ne se coagule plus par addi- tion de ferment. Cependant, quelquefois dans ce dernier cas, le lait se coagule parce que Paddition du ferment a froid fait baisser la tem- pérature du liquide. A 72” aussi le ferment se trouble par suite de la précipitation de substances pectiques. Deuxieme essa. — T'objet de cet essai a été de vérifier PVinfluence de la réaction du ferment et celle du milieu ambiant dans la rapidité de la coagulation. On sait que le lab agit en milieu neutre, alcalin et acide, mais avec plus de rapidité dans ce dernier. Ainsi, si a 20 centimetres cubes de lait a 31? de température, on ajoute dix gouttes de ferment neutre, la coagulation a lieu apres cinq minutes; avec un ferment alcalin apres 32 minutes et avec un ferment acide, apres 5 minutes. J'ai répété Pessai a 70” et Pinfluence de la réaction est devenue plus évidente. Le lait traité dans la forme antérieure, s'est coagulé en trois minutes a 70” avec un ferment acide et au bout de trois heures avec un ferment neutre. Pour éviter dans les essais suivants Paction de Pacide qui, par lui méme peut coaguler le lait, "ai employé le ferment neutre, en tenant compte que la température la plus favorable pour la coagulation, au moyen du lab est la température animale. 236 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA I'essai suivant tend a établir le degré optime de la température pour le ferment du chardon. Troisiéme essai. — A 20 centimetres cubes de lait j'ai ajouté 15 gouttes de ferment neutralisé et la coagulation s'est effectuée dans la forme suivante : Temps nécessaire pour Numéro d'ordre Température la coagulation Minutes o dei Ae 15 Pas de coagulation RS SS EE 297 15 O Na 30' y) A ON 35 5 stato slo Se 405 2 e de oí 50? 15 A o 70? 180 Les conditions dans lesquelles le ferment produit la coagulation, dépendent aussi de la quantité du ferment en relation avec le milieu a coaguler. (uatrieme essat. — : , emps nécessaire pour Lait employé Ferment s X Numéro d'ordre la coagulation Cm? Gouttes MOS IA 20 2 42 td ajetaós E 20 5 16 a 20 10 6%, de 20 15 67, O a 20 20 6%, is ee 20 25 6! On voit done que, dans certaines limites, le temps nécessaire pour la coagulation est inversement proportionnel a la quantité du fer- ment, mais en dépassant une limite determinée Paugmentation du ferment ne diminue pas le temps. Cinquieme essa. — Cet essai tend a démontrer Pinfluence de la dilu- tion sur la coagulation. Lait Eau Ferment Temps Centimetres cubes Centimetres cubes Gouttes Minutes 50 0 15 S 50 25 15 14 30 50 15 32 50 15 15 rien apres 3 heures 15 rien apres 3 heures ¿E E LE CHARDON DE CASTILLA 237 Il résulte, done, prouvé, que la dilution retarde la coagulation et passé certaine limite elle Pempéche. On a observé dans Pétude des ferments, que la présence de certai- nes substances influait précisément en la coagulation. Ainsi, par exem- ple, pour que celle-ci s'effectue, la présence des sels de chaux est nécessalre, mais ces sels peuvent aussi étre remplacés par ceux de Ba et de Sr. O. Nasse, dans ses investigations sur la diastase, ferment du pan- créas et de la salive, a étudié ses effets en présencee de certains sels quí varierent avec les différents ferments, démontrant ainsi que ceux-ci Métaient pas identiques. Peters a employé les sels de Pacide chlorhydrique, nitrique et sul- furique, de potasse, soude et ammonium. A 25 centimetres cubes de lait pur, il a ajouté 4 pour cent de corps étrangers avec les résul- tats sulvanús : Substance Temps en minutes A Oe e E A e al DM od os Se 3 NOA apo ANN 4 4 SO ae riot 1 SS oa Sa 3 CE ANO Ne a 1 Í ON toa cds 5 Sa ACI e aaa 7 NO NE aa bi iio 7 TOMES NE ao AN E J'ai répété ces essais a égalité de conditions avec le ferment du chardon et j'ai obtenu les résultats suivants : Sixieme essai. — Á 25 centimetres cubes de lait ai ajouté 4 pour cent de substance. Substance Temps en minutes 1 O 6 A MN ona Se 9.5 NO a tren roads 2103) A IA old lec 0o oe Buses 9.5 3) NS A DO 6 NON a at de 9%5 A ISOENAS rca 9 e ACNE o Sado OJO Ioy 950 DIESANOAIN II A A 15 OSO NO e AL pe Le tableau antérieur démontre que les substances ont agi de la méme 238 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA facon que dans les essais de Peters. Cependant, pour faire plus rigou- reusement Pobservation, j'ai refait les essais en employant le lait dilué avec égal volume (eau et j'ai noté les résultats du Septieme essat. — A 15 centimetres cubes de lait on a ajouté 15 centimetres cubes d'eau et 4 pour cent de substance opérant a la température ambiante de la chambre qui était de 37* a 38”. Substance Temps en minutes MI A 25 DO o e Tn 25 NOK pss a iS 25 OS CA A blo SS rien dans 2 heures CUNA di er: 25 67 INONI nos dro a AS, a 217 a MSODENA ai OS 35 3 COIN a ao o oN 28 ANNO EN e 26 TO SONES into rien dans 2 heures Des essais pratiqués, on déduit qw'en général les sels retardent la coagulation, mais operent un mode distinet suivant qwil sagit du lab ou du ferment de chardon. Le tableau suivant démontre Pordre d'actuer des sels relativement au temps de coagulation avec chaque ferment. En présence du lab En présence du (Peters) ferment du chardon O o AS HO A A ota O o poca E CIH de (Mies ol alo dass yayo ota NO?*K A O NS RE a o ole ClNa NOD e talados age ¡31 tal o talado e NO?NH* A a SO OO NO?Na TORSO TES od lo hoi vesap ade CINH* SPRINT lato SO Na” NANI a ret til lbs e SO*K? 105 SO NE O SsO(NH9? ll résulte done que les sels d'amonium sont ceux qui retardent Peffet coagulant du lab, et que ceux de Pacide sulfurique sont ceux quí diminuent Paction du ferment du chardon. On a employé ensuite les chlorhydrates de caféine, quinine, mor- phine, stryehnine, et Peters dit avoir observé les résultats suivants pour le lab. A 50 centimetres cubes d'un mélange d'eau et de lait en volumes uta LE CHARDON DE CASTILLA 239 égaux on ajoutte deux gouttes de lab et huit des solutions des alca- loides mentionnés, á deux pour cent, on obtint : Substance Temps en minutes E A SO 13 AA INS oo be SO 1 O AE sy oO O 7 1 SUCIO os ola Le E Cal ala loros 11 De mon cóté Pai pratiqué Vessai dans les conditions suivantes : A un mélange a volumes égaux de lait et eau, j'ai ajouté deux centimetres cubes Pune solution á 2 pour cent des dites substances et 10 gouttes de ferment de chardon, en ayant bien soin que les solu- tions fussent bien neutres. Les résultats obtenus sont indiqués dans le tableau suivant : Substance Temps en minutes dE DE LO cute O A O A ER del A 3 AMO ee íí AS UL CANINO liada 3 Dt A AR 3 Neuvieme essai. — Pour caractériser encore mieux les différences Jal répété Pessai dans les conditions suivantes : A 10 centimetres cubes de lait j'ai ajouté 20 centimetres cubes VPeau et un de la solution sous indiquée et cinq gouttes du ferment avec les résultats ci-apres : Substance Temps en minutes IS o AS Pas de coagulation PA Us OO a O OE 27 MAN toto 15 a SMA MDI y oooO 25 HAC ALCOR anotadas 5 Le tableau suivant indique VPordre de prélation des substances par rapport au temps employé pour chaque coagulation : En présence En présence du ferment du lab du chardon Quinine. Caféine. Morphyne. Strychnine. Strychnine. Quinine. Caféine. Morphyne. Eau. 240 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Il résulte que ces substances agissent presque en ordre inverse, suivant que Pon a employé le lab ou le ferment du chardon. En utili- sant ces substances, la réaction des deux ferments est complétement distincte; fait quí attire Pattention dPautant plus, que tous les fer- ments végétaux étudiés par Peters agissaient de le méme facon que le lab. Nous avons vu par le sixieme essai que la présence de substances etrangeres dans le lait, retardait Vaction du ferment et du lab. Ceci posé, la présence des sels de chaux étant nécessaire pour la coagulation, quel effet produira sur le lait Paugmentation de ces sels ? Peters dans son étude sur Paction du lab, employa Veau de chaux et arriva a la conclusion que Paddition de celle-ci retarde la coagula- tion et, en plus grande quantité Pempéche. De mon cóté, j'ai fait le méme essal avec le ferment du chardon et Je suis arrivé aux mémes résultats. Pour démontrer que ce rest pas la plus grande dilution du lait conséquence de VPaddition de Peau de chaux, quí retarde la coagulation, j'ai fait une essai parallele en ajou- tant les quantités d'eau distillée au lait comme le démontre le Dixieme essai. — A 25 centimetres cubes Pun mélange á volume égal de lait et d'eau j'ai ajouté a la moitié : du Ca(HO»” et, á Pautre moitié : des quantités correspondantes d'eau; et cinq gouttes de fer- ment du chardon a chacune des dites moitiés et il en est résulté : Temps de la E E E Eau de chaux Eau A Numéro d'ordre A ER coagulation Cm? Cm? z Minutes teta tio ise 1 29 A edo alo 1 19 ES 2 45 O 2 20 ns er 3 185 A OO 3 24 NA tano de a 4 aucune coagulation Aa 4 3) Le retard de la coagulation est dá, peut-étre, a Valcalinité de Peau de chaux, raison pour laquelle j'ai employé pour Pessai suivant des quantités variables de solution de Cl*Ca bien neutre Onziéme essai. — A un mélange a volumes égaux de lait et d'eau j'ai ajouté les cantités suivantes une solution de 10 pour cent de (1?0a et cingq gouttes de ferment et j'al obtenu | LE CHARDON DE CASTILLA 241 Eau Solution de Cl*Ca Pemps de la Numéro d'ordre coagulation Cm* Cm? Minutes MAA 1 20 AA 1 immédiatement o E 2 21 o NA 2 immédiatement AE A 3 25 Di PANA 3 immédiatement A OD ore 4 36 O 4 immédiatement Par le tableau antérieur on voit que la présence des sels neutres dle Ca favorise beaucoup la coagulation. Pour nous rendre compte que les sels de Ca par eux mémes ne produisent pas la coagula- tion, j'ai répété Pessai dans la méme forme, sans ajouter de ferment, et apres une demi-heure je Wai point observé de coagulation. COMMENT AGIT LE FERMENT DU LAIT ? Sans insister sur les différentes classes de matieres albumineuses que contient le lait, je rappellerai que la plus importante de toutes est la caséine qui s'y trouve en état de caséinate de calcium. Hammersten pense que Paction du ferment consiste a transformer Palbumine en deux substances : une soluble et Pautre insoluble. Acidulant le lait, ai préparé une quantité VPalbumine, Papres la méthode d'Engel (1) obtenant ainsi de Palbumine libre de graisse et de lactose, que Pai fait dissoudre dans la plus petite quantité possible VPeau de chaux. Douziéme essat. — A 25 centimetres cubes de cette solution, j'ai ajouté 5 gouttes de ferment et, apres coagulation, j'al séparé par fil- tration, VPalbumine insoluble. Dans le filtrat, d'autres quantités de ferment ron point produit de coagulation, mais en Pacidulant et en chauffant j'ai obtenu un précipité d'une nouvelle quantité dVPal- bumine. Treizieme essaí. — Cette expérience a eu pour objet (étudier Pac- tion du ferment sur Palbumine de Peeuf. Aprés action de la soude caustique Palbumine de Poeuf se trans- forme en une gelée qui, bien lavée, se dissout dans Peau bouillante (1) ENGEL ET MOITESSIER, Chimie biologique, page 251. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 16 242 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA et apres refroidissement, Palbumine se précipite par Pacide acétique. Ainsi précipitée, on la dissout dans Peau de chaux, on ajoute a la so- lution du ferment quí précipite une partie de Palbumine et dans le filtrat Pacide acétique produit une nouvelle coagulation, démontrant, ainsi, que Paction du ferment a transformé aussi Palbumine de Pweuf en deux produits : Pune soluble et Pautre insoluble. (Quatorzieme essat. — Dans cet essai j/al étudié Paction du ferment sur Palbumine (origine végétale. J”ai traité Palbumine du blé avec une solution a un pour mille de NaOH ;¡ayant précipité P'albumine avec Pacide acétique, j'ai dissout a nouveau avec Peau de chaux neutralisant la solution. Cette épreuve wa fourni le résultat suivant : Une partie sans ferment exposée a 40* Ya pas coagulé. Une partie avec ferment, portée a 40* a coagulé. J'ai, en outre, verifié que, comme dans Pessai précédent, Paction de notre ferment consiste dans la transformation de Palbumine en une modification soluble et une autre insoluble. RÉSUMÉ En résumant les conclusions de ces essais on déduit : 1” La température optima pour Paction du ferment du chardon est de 41” GC. comme pour le lab; 2” Le ferment du chardon ainsi que le lab agissent de la méme fa- con sur Palbumine (origine végétale et d'origine animale; 3 Paction du ferment du chardon comme celle du lab consiste dans un dédoublement de Palbumine en deux parties Pune soluble et Pautre insoluble; 4” Le ferment et le lab agissent sur le lait cru et cuit, mais sur ce- lui-ci Paction est plus tardive ; 5” Le ferment et le lab agissent seulement en présence des sel de chaux ; 6” Le ferment et le lab agissent en quantités variables en raison inverse du temps, mais apres de certaines limites, des quantités plus erandes de Pun et de Pautre rabregent point le temps Vaction ; 7” Le ferment et le lab perdent leur action coagulante avec lPébul- lition; s” Le ferment et le lab agissent lentement dans les solutions di- luées; LE CHARDON DE CASTILLA 243 9” Les sels de chaux diminuent la coagulation par le ferment et le lab ; 10% Malgré ces propriétés communes qui paraissent les identifier, le ferment vest pas égal au lab parce qwW'en présence de sels étran- gers ils agissent (une facon tres distincte, comme le mettent en evi- dence les expériences VI, VIL, VIII et IX. MATIERE GRASSE En traitant les tleurs du chardon avec de Péther, dans un appareil Soxhlet, et en faisant évaporer la solution éthérée on obtient un corps gras, solide, VParome tres agréable, dont les caracteres princi- paux sont les suivants : Bomb defuson aie ld a O Bomb de SoldiHicatione a yo Degré de fusion des acides libres....... AO: Degré de solidification des mémes...... 42* C. ar suite de la quantité trop faible de ce produit, je Wai pu faire une étude complete de ce corps. CENDRES La plante comme la fleur fraiche laissent par calcination de 242 et demi pour cent de matieres minérales. Celles ci sont blanches ou Vune légere couleur verdátre et leur composition est la suivante : O o SU ole 37.82 CAOS Morada doreneiat alga e 16.48 MIO) dae IR O UCHO OO 7.56 Her OS MD O atole dh vestiges NO eo aora dois alega Lo Rodo vestiges AOS ooo ORO Ola 2.20 AO TU DIO a 1.10 AO o OSO E 13.56 CIA ar it ll 15.04 COR casara coat Sr 1.96 Si Pon observe avec attention les principaux composants de ce pro- 244 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA duit. il est facile de déduire compte de la quantité de sels comme engrais par suite de son acide phosphorique assimilable. son importance industrielle, en tenant a base de potasse et de son application CONCLUSIONS Des plantes qui eroissent spontanément sur le sol de la République Argentine, une des plus intéressantes et utiles est la Cynara cardun- culus : 1* Par 2% Par Phuile de ses fruits; 3% Par son huile concrete; 4 Par la composition de ses cendres riches en matieres minérales utiles a Pagriculture. le ferment contenu dans ses fleuts ; FRANCISCO P. LAVALLE. DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE LIE EN RELACIÓN Á UN PUNTO DE UNA SUPERFICIE CUALQUIERA $ 1. Los teoremas de Lie ; coordenadas de las seis asíntotas. En una conferencia pública dada por el gran matemático noruego Lie, en el año 1896, sobre el tema de la transformación imaginaria de contacto, que reduce rectas á esferas, sostuvo como cosa cierta las siguientes proposiciones : Teorema 1. — Trazando por un punto de una superficie las dos curvas asintóticas, eligiendo sobre una de ellas dos puntos infinita- mente aproximados al punto de partida y llevando por estos tres puntos las tangentes asintóticas de la segunda serie, determinan éstas una superficie de segundo orden idéntica á la que se formaría de las tangentes asintóticas de la primera serie llevadas por los tres puntos infinitamente aproximados de la otra curva asintótica y la que parte dlel mismo origen. Aceptada esta proposición, deducimos de ella como consecuencia inmediata y mediante la transformación mencionada de Lie, el siguiente teorema : Teorema 2. — Trazando por un punto de una superficie las dos líneas de curvatura, eligiendo sobre una de ellas dos puntos infinita- mente aproximados de aquel y construyendo en los tres puntos las esferas principales de curvatura agregadas á la otra serie de líneas de curvatura, determinan estas una cíclida de Dupin. Asimismo puede formarse ésta de aquellas esferas, que resultan, si se toman en la segunda línea de curvatura dos puntos infinitamente próximos al punto dado y construyendo en estos tres puntos las esferas principa- les de curvatura de la primera serie. La primera parte de esta monografía se ocupará de la demostra- 246 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ción de la primera proposición. En la presente figura entendemos por G, y G', las tangentes asintóticas del punto P, considerado sobre la superficie dada. En la curva asintótica de la primera serie tomare- mos los puntos P, y P, inmediatos á y por éstos llevamos las tangen- tes asintóticas de la segunda serie; lla- mámoslas G', y G',. Del mismo modo consideremos en la curva asintótica de la segunda serie que pasa por P,, los puntos P', y P”, aproximados infinita- mente al punto P, y trazamos por éstos las tangentes G, y G, á las curvas asin- tóticas de la primera serie. El punto P, no está sobre la recta G, y Ea : 3) de acuerdo con una propiedad conocida de las curvas asintóticas, £ tampoco lo está sobre la G”',; á pesar de esto los dos puntos, están en el plano tangencial á la superficie en el punto P.. La superficie está determinada por las siguientes ecuaciones : x= % (uv) y = Y (uv) 2 = 2 (uv) (1) estas magnitudes determinan á la vez para valores fijos de u y v las coordenadas del punto P,. Los cosenos de los ángulos que forman las rectas G, y G”, con los ejes del sistema de coordenadas pueden expresarse por el momento en esta forma : de dx du p dede e E 34 pe ds du ds Je ds A dy dydu dy dv Pr = al (2a) ds Ju ds Je ds de de. du d2do A == E ñl OR du ds de ds y E da” da du! da do' Oñi== == ; = - ds' du ds dv ds a dy' dy du' dy do ' (2h A AN de ds! | de' de du' de du' "A ABS US do ds' DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE Las coordenadas del punto P, son LIE Y. =0 3 de = 0 + ads Y => UG Y Y sde! (3a) 2 =8 + de= 2 + yds y las del punto P”, a, =0 Pp de =x0 + a de' Y, =Y + dy' =y + B'de' (3D) 2, =2 Y de: =2 + y de' De un modo igual los cosenos directores de la recta G, pueden por el momento tomar los siguientes valores : de . == 2 — ds ñ ds de f , 1 Ú , Z 8, =P + 37 ds (4a) dá ds de ' == 1 AS | ; ds ] y de la recta G', da ' a. =u + —> ds! Ñ ds a" dE de” 1 4b' 0 =>) as ds (40) , , dy" = | Sa A > ds ] Al formar las coordenadas del punto P,, es de notar que este punto no está sobre la recta G, ; por consiguiente valen las siguientes ex- presiones : 15% 0, =0 + 20 + dix =x + 2 des + q ds? : ES la EY AYNA Y, == Y + 2dy + dy = y + 2% ds + qe ds” (5a) : UA Z =2 + 2d + de = 2 + 2y de + ds” 248 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y para el punto P”, dex! A a',=xw + 22' de" + —, des'* ds'* , 3N! 2 " dy” 1) ; Y". =Y + 28' ds" + PUE de ó (5b) , , 1 diz! 9 2" =2 + 2y' ds' - — ds*'* USES De la misma manera tenemos para los cosenos directores de la recta G, : da 0 dais A 2 —ds' + 55 des'* ds ds'* 0 Q 9) dí , Ñ 212 » == 0h — de” $ =3 08 (6a) ds ds dy dy 2 19) 4 SE 4 12 Y =vY1>+2 ds' + 5 de 13 4 ds , ds 12 y para los de la recta G', l : do Des A ds 7 ds” ds ds” Ñ k d3' daoS a B'., =P" +2 ds + 7 ds” (6h) ds ds dy dia Ya =xy" +2 de 4 — ds* ds ds? $2. Fórmulas de la teoría de las superficies. Cálculo de los valores en las fórmulas arriba indicadas y de las combinaciones de éstos. El plano tangencial del punto «e, y, 2 de la superficie está determi- nado en el sistema de coordenadas 2, 7, í por la siguiente ecuación : YX (€ — 1) = 0. Como queda dicho, pueden definirse las curvas asintóticas, teniendo en vista que el punto P, ó el punto P”, está sobre el plano tangen- cial del punto x, y, 2. Reemplazando 3, 7, £ por los valores obtenidos en las igualdades (54) parágrafo 1 para las coordenadas del punto P, resulta que 23 XxX da Rd) DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE LIE 249 Pero sabemos que YX dx = 0, por lo tanto IX dis = 0. (1) Diferenciando YX de = 0, obtenemos YXAX de + YX dix= 0 y combinando esta igualdad con la (1) YaXx de = 0. (2) En lo que sigue, hago referencia en cuanto á las fórmulas de la teoría de las superficies á la obra de Luigi Bianchi, Lezioni di geome- tria differenziale, vertido al alemán por Max Lukat. Utilizando las formulas señaladas en la página S7 de la obra citada, deducimos de la igualdad (2): Ddu* + 2D 'dudv — D'"dv? = 0 y en realidad es esta la ecuación diferencial de las curvas asintóticas. Consideramos ahora estas curvas como lineas paramétricas. De- seando expresar los cosenos directores de las tangentes de las líneas paramétricas, hemos de elegir, según Bianchi, página 65, las siguien- tes fórmulas : due 1 de A dy 1 y de 1 de A == == —= — DNiE=E == A y = e =— [ ds VG 90 Ñ dis vG 30 , ds y G 90 ni da ' 1 da . dy' 1 dy A 1 dz 40 AT JE du DSi VE du "ds" ¡Bd st Estas fórmulas son susceptibles de ser colocadas en lugar de las (24) y (2b), parágrato 1. Si comparamos nuestras fórmulas (4a) y (4b) con las mencionadas en el parágrafo 1, resulta lo que sigue : du de 1 E == =0 — == —— (Sa) dis ds vG du' 1 do' == == ES 0 (50) ds vE ds Además tenemos D=D"=30 (6) de acuerdo con el doble carácter que hemos atribuido á las líneas pa- ramétricas. du dv”. En el caso general habría que calcular de la (5) al a aprove- i do” du chando la fórmula del cuadrado del elemento lineal encontramos los 250 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA du de du' dv' x valores para ==» —»=— y 5—- Estas magnitudes contienen diferen- ds ds ds ds' ciaciones parciales de segundo orden y se reducen mediante las ecua- ciones citadas bajo (6) á los valores (5a) y (5b). Idénticamente tienen 2% 1y2 0," diferenciaciones parciales de segundo orden, eli- siendo arbitrariamente las curvas paramétricas. Notaremos de paso que estas diferenciaciones se destruyen tan sólo en las condiciones involucradas en la ecuación (6). Tratándose de los cosenos directores de la mormal de la superficie, valdrán las siguientes proposiciones : AE 1 dy dz d2 oy o yEG—F? WS do Ju do Si 1 de dae N) a VEG—F? Vudw Jud, 1) 7 1 daedy IydrN | Li - — = JEG—F? ud qu Ju) Luego son válidas también las relaciones : de da ra) ==, al DA pa do / yx (Ss) NN E sad “dl. DO y pl ye yi?X de _, ye A EA D' Vx da yx da yx E (9) A O A | NN ED NA Ego TA IES AAA Véase Bianchi, páginas S6 y S7 y la proposición (6). Siguiendo á Bianchi en su obra citada, en la página 151, tendremos: de d 1 E da y ES pet pica du Ju EGB ¡ de MU) (10) 02 Dd 1 Da d% Y — aL ÉN 7, oy ni > (E - == x <=) d A E RO du!) DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE LIE 251 Si combinamos las fórmulas (6) con las de Bianchi, página 90, resulta: IX D/ da da == S(EB==G=) du EG—F? 1” y du! | (lalO) 0 e OD [pE¿A | do BEER do "Yu! y combinando las (10) y (11) $ de Z y vEG—F*%3X du JUNE D' du / (12) y Y E ONE 107 do Comparando las mismas fórmulas (6) con las de Bianchi de la pá- gina S9, tenemos : Pa 11 o du Cde 2 Sd PE 12/00 112 ) da , : =tT— = — > — Y, (1 Ju d o Ta o ») Ya 22) 0 (22) da ts +) E (ox do (1 2 nm Siguiendo al mismo autor, página 67, notamos las siguientes pro- posiciones : » AE O) JE. _DE EF LEE O o o 1 Yu al do du MEN) E O (0 ds == — FF — ¿4 — E 2 (EG —F3)3, | O 12 JE dG 9) y) AE 2 ' PE E AN > EF os 2% LN dl du (14) , SLV UU 9 == 1 NE == 18 A E 2 (ESF), (=ES, —Fy, > (EC q ' 22 / E dG > JE JE é A de AE 2 Ly —=— a bo | de a 1 du o DA 22 pl 22 E ALO: A] dG oR JE a d du EDO 252 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y como su consecuencia, resaltamos especialmente : ALL 0 E A 2 Yu yieYz_y1l/wv da y 11) y 10d LEA Mos] | 2 $ dal du Dd O Lead Des Du Dolo) 1 2 2 di NA a sad Yu du (LON PEN di 2 du IN =- (15) dae da 11 ll JE 1 3E e bo O, ===: cmd YO Y” AN (DN du 2 dv ida Ja as 12 1 3G AN A pe p) Era q) CEA A al dv Yu Di (EN EN 2 Yu dad”: 12 22 IG A E Ed E Jo Lal Ju dv? OA DAN 2 Dd Ahora considerando las ecuaciones (5) es forzoso aceptar dd DUAL da ds du dee y E du o según (4) ds il Jl da ds' e ¿E du y G do y diferenciando, se obtiene DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DH = dx di da de a A AE ds' “E | de du (a | VG du dv N) LS l IG E Resulta que y G / 2G yG Ju Aprovechando esta fórmula y la segunda fórmula indicada bajo (13) parágrafo 2, tenemos por resultado : ds l 12 Ae LIGA de == [Dx +) Le El) pa ES ds' y EG 1 $ du UN DGA DU) De la quinta fórmula (15), parágrafo 2, tenemos : Vai) AICA Zi) (AA TACA ll de modo que da 1 É 1 ¿ Jx —==-—=|DX—=23 (E a ds' yEGL NAS, N du Asimismo deducimos de las (5), parágrafo 2 : dar de” do. (1d ds dv ds y G de ó según (4b) TA A ds MY G dv Ñ V E du | Por cálculos análogos dedúcese : da ' DAS y Le Ú N) ño = Pa (ESF) (17) de yEGL IAS du Luego, combinando (4) y (5), parágrafo 2, resulta =15do) y y) D dix do Da de O 1 ds? ds 0 ds á God CG y diferenciando se tiene dix III ds? Y G ( 2 LIE 206 pa 254 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA En atención á las ecuaciones (13), parágrafo 2, resulta que dix 11/22/23 sd | 22) 1 a ds? CNO y 2) 2G Ju) do y de otra parte de la sexta fórmula (15), parágrafo 2 a DG... EN022a) (22 G de Gi Sigue de aquí que da Ta 1 (22) (E da G dE, ASNO: (15 dv E) y del mismo modo llegamos á dix' OL zan A | DE Da ds'* Edu de Edm!/ E 2E du Ju - du”. ó según (13), parágrafo 2 de, y11,0 real: nd po 2 dv. de (An 10 da? TE De la primera fórmula (15), parágrafo 2, deducimos (a ME ae O A A y por consiguiente resulta que dio' Je y dal / E a ds'? A AA: Jo du da da ] Combinando las fórmulas (4a) y (4b), parágrafo 2, resulta e AI: 1 /dydz dz dy IN a Y% ER IA ( A vEG du do du dv ó en atención á las (7) DÍA E, a ? YvEG ES PY n= v9 = — > = xo Y EG Despréndese además de las fórmulas (4a) y (16), parágrafo 2 da ON a Ly EJE E») d de F ¡12 , /dy dz Ji Ñ == E e ) — qe "ds ds Gy E do du) * El 21 'dm00 (18) (19) (20) DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE LIE 255 De un modo análogo se obtiene a Ay , Ue 1 d - 02 F (112) /dydz 32d a O LA A) 0 2) ds ds EyG de du G/ 1) Mudo dud y de estas fórmulas, combinándolas con las (7) y (12), parágrafo 2 =. dB E IX O ON >) 0, ARM (21) E O E E Ne ES EN 4 ABS EVE (E? 1 ON y, por fin, combinando las (16) y (17), parágrafo 2, tenemos ds" ds ds" ds EGG !1)| de dy' dy da ds ED Ñ - 02 Y AD MN DLE fade Y A Sn Y—22)— du Ju ) ES no do de dyN 7 PAEZ ALO (dy de de IN ) 30 AN Je IM A y e E E du Mu, EG (1021 du do du do ¡ ó en atención á las ecuaciones (7) y (12) da dy dy de' (EG: =— PF? (1 (TANDO A / y SV, x | a (E) | +EF) E 0) Ae E LA 5] 0) x ds' ds ds' ds E*G? a o pole DUELO TOTES +E(r (El (A 2 4) do Ea a SES q ó aprovechando las igualdades (15) de dy' dy de' a | EZ ALZs A == - | (EG— F* XxX ds' ds ds' ds E*G?* A j ) AAA al 3. Demostración del teorema 1 LO pS O Para que las dos rectas 256 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA y O AN aa! (1) E 2=2 + b.y == A (2) a ! a |! + kh — se encuentren, es necesario y suficiente se cumpla la siguiente con- dlición : 1h 0 0 04 |p2z— 2 A Ó sea Y (22) (By —76) =0. (4) En lo que sigue, nos ocuparemos del grado de aproximación de las sels asintotas. Á primera vista han de tener las rectas G, y G',, y G, y G”, así mismo como G', y G, un punto de intersección perfectamente defini- do. De lo contrario no podemos afirmar lo mismo con respecto á las rec- tas G, y G', asimismo como G', y G,. Si consideramos las rectas G, y EG”, y en vista de las ecuaciones (1), (2a), (5a) y (6a), parágrafo 1, tenemos es = do 2 —= == 20 ds == => ds* as” el == d' d3', es dp: As > (Py ALO 4) N 4 ER b ls a 4 TS O ls? e er e o pS 52 1? (o 16") * ds Ss ) AS: '* ds” por consiguiente, despreciando los valores infinitamente pequeños de cuarto orden, se transforma la relación (4) en pa] o y 0 (By ¿(AER Ye 2) ds + Ba (By Ye 1 ) —, dea DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE LIE 257 ly" la” ly +4Y Ae — Y a ds ds sana ds "ds ' ds? +2 IN O d*3 ) ls ++ 0 ys) ( 1 SY > (1S” - AGA == y aa ds? ds? Pero Por consiguiente redúcese la relación indicada en E REI des dy' dB, die Y er — 18) 73 0 + DE A A A ds ds / ds? Para que esta condición tenga valor también para magnitudes infi- nitamente pequeñas de segundo orden, necesario es se cumpla la SE y (ea) RAR 0; (6a) y si la condición mencionada debería satisfacerse hasta las magnitu- relación des infinitamente pequeñas de tercer orden, fuese necesario, también se cumple : a » —— = () Ta ds ) ds? a) dy" d8'x die Sí KE A 4 Considerando las (15) y (20), parágrafo 2, resulta que dix y EG EG — FP? y 22) de ses E x | EAN E Fry xo —6 Mie a z Notamos desde luego que la condición (6a) se realiza en efecto de las ecuaciones (S), parágrafo 2. Si consideramos (18) y (21), pará- erafo 2, encontramos que A A a NS as cds? GvE (11LE(214J do ó por las ecuaciones (8) y (9), parágrafo 2 AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 258 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA ALA da y de EG? ( 99 A ls e o Evidentemente no se ha cumplido la condición (7a): es decir, teniendo en vista las magnitudes infinitamente pequeñas de segundo orden, resulta tener las rectas G, y G', un punto de intersección, pero no lo tienen para las magnitudes infinitamente pequeñas de ter- cer orden. Investigando las condiciones de intersección de las rectas G', y G,. llegamos á la conclusión de que son indispensables las siguientes relaciones as de da de d2 ? da" : dy ñ ( ds' as) dy ds' MT na ó Py d?3 1) DY > a A 14 gr3 EL 0 % a das % . 772) ds" +... =0. e == ES l SR E | a, -l 2, qa l O (5h) va a PD =0 2 > A 3) = ( ds SNE Por lo tanto redúcese la condición mencionada á dia" h a] de daN dix' : y (36 dee o.N (En 99). eS ==>) Y 0 Í PE ale al ds' dis” ) ds'* y / de dax die A 0 Tb 2 ds' y E) ds? (qe Se encuentra que la condición (6b) está cumplida; por otra parte de- ducimos de las fórmulas (19) y (21), parágrafo 2 € ds dida: EC) PEE VIO] da y (; —— Y po E 2 6 ¡ES dd de as ds ASUS n,yG 2 G 1) do DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE LIE 259 0 da ix da IX da Et Na AN do Ny da y ómd DU ¿med DU YO TIA ó según las fórmulas (8S) y (9), parágrafo 2 Y e do, : don dia” IG a amd ds' SA E — 6 > y S ds'? E? v G or) l (Sb) No se ha cumplido por lo tanto la condición (7b). Se puede afirmar por consiguiente que las rectas G-', y G, se encuentran tan sólo con- siderando magnitudes infinitamente pequeñas de segundo oraen. En el caso de las rectas G, y G', resultan de las relaciones (30), (30), (4a) y (4b), parágrafo 1 las siguientes xx — m= ads — ads = = dy d' dy da z O ARA AD b a / Pp , Br — 18 =(8Y 18) + (4 —y HL) de —(8 L—., Jas : y , , CS “ds AS ( ds” | de dy' dy de” e (== => ) ds ds ds' ds ds ds; Por consiguiente, coordenando á la condición (4) las ecuaciones (5a) y (5b), parágrafo 3, tendremos dy' de' Y AN den — y o (4 - Y ) ds ds — a (8 E—y' 2) de ds" TS ds ES ds di dy' dy df' . + Y»a (ES Dala, ia! ) ds? ds" — ed Mas de SITES AS dy de N , Il E E ds ds *=0 ¿2 ds ds ds' ds y si esta relación ha de verificarse en consideración á magnitudes infinitamente pequeñas de segundo orden, ha de cumplirse : A dy pr cd h za) de; EA Ad En a ( ds “de 15 Ya 0 E ! ds AS y si han de considerarse también las magnitudes de tercer orden, he- mos de aceptar además : N cl di dy' MS dy de' E ass "Xds' ds ds' ds da dy' dy d8' a E 2 = 0) (10) Aral ds ds ds' ds Consecuentemente con las fórmulas (4a), (4b) y (22), parágrafo 2, ten- dremos 260 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ya a Ur AL di >) MO | E y 192 ] Y y > wd | pu SAS “ds A do du NE 2, Ay -d8 1 yEG—F*[F/12]/ y y IX de EAN AUS Ñ A o NS ds" EG ra y do du do ó sea de las fórmulas (5) y (9), parágrafo 2 a dy' df' EG — F* ] y a" 8 4 a y 15 ) A A D / naa ds ds EG (11) d+ de ¿EG — F* Na e) Dan pa ds' ds EG Las ecuaciones (4a), (4b) y (253), parágrafo 2, dan: dí dy' dy d3' EGZES O IAS LL 207 e rs Ha )=" - G | ma—e>) is De Ta dd 3 ds" ds ds' ds E?G? vG 17:24 Jo ¿IgE y, 1 y 2: DY 4d YU JU 2. JU “mal dv du NI da dy' O ae EG ES GP? (12)/12] - 0 LE NE ds ds ds S E?G? vE E ud 2 ¡Y Sn > DENIA da ALE IX da a ( E DE X dx O > e Lal YU DU 2 du ás du Yu ó por las (8) y (9), parágrafo 2 ds' dy' dy df' y EG—F* /DE : NE HO) D asa ds ds ds' ds 2EG y G 10, / | (12) ds' dy' dy den EG—F? /0G* a E mal ds ds ds: ds 9EG2 VE du Se ha cumplido, por lo visto, la condición (9), pero no la (10). Supo- niendo ds = ds', bastaría sólo : Y dg dy' dy d' ] LN di dy' dy de' 0 > E ” ) Y ! , cal ds' ds ds' ds cd ds' ds ds' ds Pero ni esa condición en general no es posible se cumpla en vista de las (12). Por consiguiente encuéntranse también las rectas G, y G”, únicamente en el caso de despreciar las magnitudes infinitamente pequeñas de tercer orden para arriba. En adelante despreciaremos totalmente magnitudes de este calibre. DE LA SUPERFICIE DE SEGUNDO ORDEN DE LIE 261 Fijándose en las rectas G, y G/, y aplicándoles las relaciones (30), (4a), (5a) y (6b), parágrafo 1, tenemos: = = A r—w= x'ds' — ads — — ds* ds? (2 7 (8 , n ) 7) d , dis | 1 yr — y 8 = (By UN E A ds (0 AR Pi 1 Ñ Ú ds' ds" ) il dy' den 2 ds ES ) ds 4 En la última expresión ya pueden suprimirse las magnitudes infini- tamente pequeñas de segundo orden, puesto que multiplicándolas por el valor de + — « obtenido en la primera igualdad, producirían magnitudes infinitamente pequeñas de tercer orden. Manteniendo en vigencia la condición impuesta á ellas en la ecuación (4), parágrafo 2 y coordenándola con las (54) y (5h), parágrafo 3, hemos de aceptar: AEREA dy Y ; 9 ae E SS A (a: dy y ABN | Y de pe de O pal 0 | ) A L a F 21 == dl ds ASUS, ya $ Pero estas dos ya se cumplen según las ecuaciones (6a) y (9), pará- grafo 3. Por consiguiente podemos considerar las líneas G, y G, también como rectas secantes. Del mismo modo podemos demostrar esta propiedad para las rectas G', y G.. Dirigiendo nuestra atención á las rectas G, y G,, obtenemos de acuerdo con las (54), (5b), (64) y (6b), parágrafo 1: 5 = a 1 Y de 1 : fi dix 1 213 dex " E ev — x= 2%a'ds' — 2ads = As '* — 5 d8 ds '*? ds 262 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA (Ed de" O ds ds ÚS y La condición (4), parágrafo 3, exige según (54) y (50), parágrafo 5: TP UA y (By' ds se yB”) ds NUERA y (By' ÉL yB”) Sl ds? 12 des”? / 2 AS de dí Ñ + 4 y a | $ le ¡dsds' + ds' E de 18 A Yala E — y 0 1 ds xXx Pero esta condición implica á su vez las que siguen: y do dix" Vr —wr 3 =0 Vir —1)]2=0 LISA ds A ds? / (14) / Es o) / q a, A ES dis sad NO dls sas Pero estas condiciones ya eran cumplidas en las ecuaciones (64), (6b) y (9), parágrafo 3. Bajo el punto de vista aceptado, tienen por consi- suiente las rectas G, y G', también un punto de intersección. Despréndese de lo que antecede que las rectas G',, G/, y G', se encuentran con las rectas G,, G, y G,, únicamente á condición de despreciar en las ecuaciones mencionadas las magnitudes infinita- mente pequeñas desde tercer orden arriba. Síguese de aquí que las rectas pertenecen á una y misma superficie de segundo orden. Ade- más podemos suponerla formada, sea por las rectas G,, 6, y G, ó por las rectas G',, G*, y G*,. Con esto queda demostrado el teorema 1. Por consiguiente puede suponérsele relacionada á cada punto de una superficie evalquiera una otra de segundo orden, como también y en particular una cíclida de Dupin. Propondría de mi parte deno- minar estas como superficies de segundo orden y cíclidas de Lie. Tra- taremos en los capítulos siguientes el cálculo de la ecuación de las superficies de segundo orden de Lie. DR. P. FRANCK, Catedrático de matemáticas eu el Instituto nacional del profesorado secundario y de física matemática en la Universidad de La Plata LA FUNCIÓN REVELATRIZ DIOXIDIAMINOARSENOBENZOL PREPARADO NÚMERO 606 Ó SALVARSAN DE EHRLICH-HATA Al intentar poner de manifiesto las propiedades reductoras del dioxidiaminoarsenobenzol concebidas a priori, sólo se trata de verifi- :'ar ciertas leyes relativas á las funciones revelatrices con el objeto de confirmar las posiciones de ciertas agrupaciones atómicas funcio- nales contenidas en la molécula de este preparado y demostrar también que el arsénico trivalente disimulado al estado orgánico no destruye esta propiedad. Si bien los fines mencionados fueron los únicos que se tuvieron en vista, creemos conveniente estudiar también otros puntos que acaso no debieran entrar en este trabajo, pero que conceptuamos interesantes. En la presente memoria describiremos primeramente los derivados arsenicales considerados como precursores del diaminodioxiarseno- benzol y también, muy someramente, el método de sintesis. En segul- da pasaremos en revista algunas relaciones y analogías que en su ma- nera de actuar presentan ciertos cuerpos, haciendo notar el importante papel que desempeñan varias agrupaciones atómicas en los compuestos de la serie aromática y sobre todo la influencia especifica que tienen las posiciones de esos grupos en la molécula orgánica para producir determinadas propiedades. Terminaremos este primer capitulo con una parte experimental y las conclusiones que de ésta hemos deducidos. En la segunda parte veremos ciertas consideraciones de orden gene- ral y una serie de dedueciones que mostrarán la importancia de los estudios de Ehrlich quien implanta á nuestro juicio las verdaderas 264 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA bases racionales de una nueva rama de la terapéutica experimental llamada quimioterapia. Bunsen, con sus clásicas experiencias sobre los cacodilos, consiguió disimular el arsénico en la molécula orgánica. Aunque Baeyer conti- nuó este mismo camino con sus notables trabajos sobre el ácido metil- arsínico, poco se hubiera adelantado en este nuevo campo de síntesis si las pacientes investigaciones de A. Gautier no hubieran mostrado la utilidad de esos derivados arsenicales, desde el punto de vista te- rapéutico. La poca toxicidad del arsénico orgánico en estos compues- tos despertó gran interés y llevó á estudiar otros derivados; además, el descubrimiento del atoxil por Beechamp, haciendo actuar el ácido arsénico sobre la anilina, vino á abrir un nuevo horizonte de experi- mentación cuando fué dilucidada por Ehrlich y Bertheim su verdadera constitución química. (Berifte Gress. 40, p. 3292.) La acción enérgica y notable de este compuesto revelada y apro- vechada por Laveran y Mesnil para contrarrestar y tratar las tripa- nosomiasis que producen las enfermedades conocidas con los nombres de nagana, durina, mal de caderas y mal de sueño, hicieron entrever el gran partido que de los derivados arsenicales podría sacarse. En efecto, Ehrlich estudiando los diferentes derivados del atoxil llegó á preparar con la colaboración de Bertheim el compuesto arsenical que es objeto de la presente memoria. Preparación de 606.— El diclorhidrato de dioxidiaminoarsenobenzol es obtenido por reducción del ácido oxiaminofenilarsínico 1, 2, 4. Es un derivado arsoico de análoga estructura molecular que los azoicos como puede verse por su fórmula probable de constitución. / HOZ As = Así OH NH? .CIH NH? . CIH Dichos autores han pantentado diversos métodos de síntesis, basa- dos casi todos en reducciones de los ácidos oxiarilarsínico obtenidos por distintos procedimientos. (Patentsehrift iiber das Ehrlich Hatasche priparat 606.) Las diferentes reacciones que tienen lugar en la pre- paración de este compuesto se pueden sintetizar de la siguiente ma- nera. La acción del ácido arsénico sobre la anilina da el atoxil; produ- ciéndose la reacción en dos fases; LA FUNCIÓN REVELATRIZ DEL DIOXIDIAMINOARSENOBENZOL 265 pel E 20151 OH 1 ¿NH? 4 HO—ASs=0 =H'0O + NH == As=0 E OH OH anilina + ácido arsénico agua ! arsenanilida eS OH OH as NH—AsS0 —NH? AsE0 0H OH arsenanilida atoxil a) Esta reacción es semejante á la que tiene lugar cuando se pre- para el ácido sulfanilico con anilina y ácido sulfúrico. Este se somete á la diazotación en solución ácida con nitrito de so- dio, obteniéndose el diazoico correspondiente : AA HO Ma OZAs: NH*FO=N=0= OTASsí ¿N=N—0H4H*0 HO — HO, — atoxil ácido nitroso diazoatoxil ES agua El líquido filtrado es llevado á la ebullición dando por pérdida de nitrógeno el derivado oxiarilarsínico como lo muestra la ecuación. HO , pel OH a O=As: MN=N—OH=N?*+ 0O=As OH EA oH4 Y Acido oxiarilarsínico Si se hace actuar el ácido nítrico, en determinadas condiciones so- bre este último compuesto, se obtiene el derivado orto-nitrado que por reducciones sucesivas da un derivado para-oxi-meta-aminado y des- pués un derivado oxi-meta-amino-para-oxi-fenilarsínico OH HO. MENOS | NE OZAs 0H + 3H? = 280 E | OH HO E L As=0 OH Ácido orto-nitro-oxi-aril-arsínico Ácido orto-amido-para-oxi-aril-arsínico E Es HO JASZO + 2H? =2H?0 + OH< As=0 A 0H NH? óxido para oxi-meta-amido-fenil-arsínico 266 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA el cual por reducción ulterior da el dioxidiaminoarsenobenzol OH OH NE» [o NNER , q rl (304 + 2H* =2H*0 + | | Moa = [0.0] — As OH OH INT ES 7 5) HON 1 NH” O! [00 == AS> dioxi-diamino-arsenobenzol Fué esta estructura molecular la que nos hizo entrever la posibili- dad de emplearlo como revelador. Si embargo como veremos más ade- lante, ni la posición de los grupos atómicos funcionales, oxidrilos y amidógenos, ni su gran avidez por el oxígeno son causas suficientes para que pueda desarrollar la imagen latente. Por eso antes de pasar á la parte experimental conviene ver algunas relaciones respecto á los compuestos reductores que muestran las condiciones que debe po- seer un reductor para que sea un verdadero revelador, condiciones éstas que sirven de base á las relaciones halladas por A. y L. Lumie- re entre la constitución química y las propiedades revelatrices de ciertos Cuerpos orgánicos. Los reveladores son compuestos reductores, es decir, sumamente oxidables, que para ser capaces de desarrollar la imagen latente de una placa seca al gelatino bromuro, deben reunir una serie de condi- ciones establecidas por diferentes leyes que, para simplificar este es- tudio, hemos englobado en el principio general siguiente : Para que una substancia de la serie aromática tengan propiedades revelatrices es preciso que encierre en su molécula, por lo menos, dos grupos ató- micos activos (dos amidógenos, dos oxidrilos, ó bien, un oxidrilo y un amidógeno situados en el mismo núcleo aromático) en posición orto ó para. Estas leyes han sido deducidas por los hermanos Lumiere después de una serie de investigaciones metódicas. Hacen ver la influencia notable que ejercen en el desarrollo de la imagen latente diversos gru- pos atómicos considerados desde el punto de vista de su posición en la molécula. Es conveniente hacer notar que las relaciones que existían entre LA FUNCIÓN REVELATRIZ DEL DIOXIDIAMINOA RSENOBENZOL 267 las materias colorantes y su poder colorante fueron las que indujeron á dichos autores á emprender estudios análogos á fin de poner de ma- nifiesto relaciones entre la constitución de ciertos cuerpos y sus fun- ciones revelatrices (Seyewet, Contribution de la chimie aux récents progrés réalisés par la photographie) y que esas mismas relaciones como veremos más adelante fueron también las que indujeron á Ehrlich á preparar el 606. No obstante y á pesar de estar comprendido el compuesto arsenical de Ehrlich por su fórmula química de constitución en este enunciado general se nos presentaba la duda de que aun siendo cierta las posi- ciones de los grupos funcionales oxidrilo y amidógeno en cada núcleo bencénico, el arsénico bajo la forma de As = As — pudiera des- truir completamente esta propiedad. La experiencia que más abajo detallamos demuestra que el arsénico en estas condiciones parece te- ner notable influencia pero no destruye del todo la función revelatriz. PARTE EXPERIMENTAL baño de desarrollo, — El diclorhidrato de dioxidiaminoarsenobenzol es conocido en el comercio con el nombre de 606 ó salvarsán. Viene en ampollas de vidrio cerradas á la lámpara con un contenido de 0260. Ys conservado en una atmósfera inerte por ser muy alterable al aire. Es un polvo de color amarillo limón sumamente liviano, soluble en agua, ácido clorhídrico é hidrato de sodio (1). Para preparar el baño de desarrollo se tomó el contenido de una ampolla y se disolvió en una solución de sulfito de sodio bien puro preparada con agua destilada hervida. Una placa fotográfica común al bromuro de plata fué fuertemente expuesta y revelada en el baño de desarrollo así preparado. En pocos minutos se obtuvo una imagen débilmente impresa adquiriendo la gelatina de la placa en este baño una coloración amarilla muy intensa. Además el baño se coloreó vi- siblemente en amarillo pardo y perdió con suma rapidez sus propie- dades reductoras. De la experiencia y consideraciones anteriores podemos deducir : que una vez más, varias de la leyes relativas á las propiedades reve- (1) Para otras propiedades ver L. P. J. PaLer, 4cción de algunos reactivos quí- micos sobre el diamidodioxiarsenobenzol, 1911. 268 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA latrices se verifican. Esto nos permite afirmar por lo tanto que, las posiciones de ciertas agrupaciones atómicas activas, es decir, los erupos funcionales amidógenos y oxidrilos que dicho compuesto con- tienen en ambos núcleos bencénicos, están en posición orto respectiva- mente. Además que el arsénico trivalente disimulado al estado orgá- nico y bajo la forma de — As = As — en posición para con respecto á la agrupación atómica funcional oxidrilo no destruye esta propiedad. Antes de terminar esta primera parte es conveniente hacer presen- te que debemos desechar toda posibilidad de usar en la práctica este compuesto como revelador. No ha sido como hemos dicho nuestra in- tención utilizarlo como tal, desde que, nuestro criterio al respecto es que un nuevo reductor en el sinnúmero de reveladores orgánicos ya conocidos por sus óptimos resultados y consagrados por la práctica corriente, no tendría la más mínima ventaja ni traería consigo per- feccionamiento alguno. Ha sido, pues, por puro interés científico que se experimentó sobre dicho compuesto arsenical. CONSIDERACIONES GENERALES Dado el gran valor de este compuesto arsenical hemos creído nece- sario antes de terminar esta pequeña contribución hacer algunas con- sideraciones relativas á la importancia que tienen para estos estudios el capítulo tan interesante de la físico-química que trata de las rela- ciones entre la estructura molecular de los compuestos orgánicos y sus propiedades físicas y químicas. Los estudios de Lumiere, por ejemplo, además de mostrar las relaciones estrechas, el paralelismo perfecto que existen entre las funciones revelatrices con las materias coloran- tes, relaciones éstas que parecen existir también con las acciones dias- tásicas, tintóreas, tanantes, ete., pueden aplicarse como un medio de diagnosis sobre la posición de ciertas agrupaciones atómicas en la molécula orgánica. Teniendo en cuenta el papel tan importante que desempeñan las agrupaciones atómicas desde el punto de vista de su posición en la molécula así como aleunas analogías que existen entre esta posición y sus propiedades, es lógico concebir entonces que ciertas relaciones existieran también entre la constitución química de un cuerpo y su acción fisiológica. Precisamente la realización de tales ideas era lo que perseguía con ardor el sabio profesor de Frankfurt, quien las consi- deraba como las verdaderas bases de una terapéutica racional. LA FUNCIÓN REVELATRIZ DEL DIOXIDIAMINOARSENOBENZOL 269 Los notables trabajos sobre la acción de ciertos compuestos orgá- nicos en el tratamiento de las tripanosomiasis llevaron á este autor, después de una cantidad muy grande de productos experimentados, — con ciertos de estos, — á la curación completa de animales inocu- lados con aquellas enfermedades. Entre los diversos grupos ensayados eligió preferentemente ma- terias colorantes y compuestos arsenicales. Entre los primeros es- tudió aleunos derivados del trifenilmetane; colorantes básicos como la fuscina y el violeta de metilo. Algunos derivados azoicos; colo- rantes ácidos como el tripanroth y el tripanblau. Entre los segundos, diferentes derivados arsenicales; desde el ato- xil, arsacetina arsenofenol, arsenofenilelicina, acetoaminoarsenoben- zol, ete., hasta el 606. Laveran ya en 1903 había observado que el ácido arsenioso tenía una acción notable sobre la tripanosomiasis, pero era insuficiente para curarla. Esta actividad del arsénico fué inmediatamente aprovechada en una combinación orgánica, el atoxil, que se mostró mucho más enérgico. Ehrlich y Bertheim comprobaron en 1906 la fórmula verdadera de este cuerpo y demostraron que era un derivado para-aminofenilarsí- nico y no una arsenanilida como lo había considerado Beechamp en 1863. La constatación de este hecho tiene especial importancia desde que siendo un derivado aminado del ácido fenilarsínico es por con- siguiente un compuesto no sólo estable sino también susceptible de dar combinaciones numerosas. Efectivamente, partiendo de este cuer- po por substituciones y combinaciones diversas se obtuvieron una serie de compuestos á cual más interesante. La verdadera constitución del atoxil hizo entrever las ventajas y el partido que podía sacarse de este cuerpo; fué, como decía Ehrlich, un primero y verdadero progreso. Es, pues, ála importancia y significación de la constitución química de este ácido paro-aminofenil-arsínico que se debe el descubrimiento del dioxidiaminoarsenobenzol, fruto de lar- sos años de esfuerzos y trabajos y no debido al azar como han pretendi- do ciertos autores. Mucho se ha discutido y escrito sobre el verdadero valor del 606; no vamos á discutir aquí su eficacia, pero desde el punto de vista químico debemos dejar constancia de nuestra profunda disi- dencia con la opinión vertida por ciertos autores, algunos eminentes, que no sólo han llegado á desconocer el mérito debido al descubri- miento de este derivado arsenical, sino también á confundirlo por su constitución química con el atoxil. 270 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Ninguna duda puede subsistir ya, como se ve por su método de pre- paración y propiedades, sobre su constitución química y desde el pun- to de vista de su estructura molecular el atoxil vendría á ser al dioxi- diaminoarsenobenzol lo que el ácido sulfanílico á un derivado azoico de este mismo ácido. Esta última relación nos lleva á considerar á este derivado arsenical por su fórmula y por sus propiedades como á una materia colorante. En efecto, teniendo en cuenta que es un derivado arsoico Ó arsenoico de ¡eual configuración molecular que los azoicos, cuyas analogías y propiedades son del todo semejantes á los colorantes oxiaminoazolcos pues, como éstos, no sólo se fija en baño de tintura neutro ó ligera- mente alcalino sobre las fibras animales (lana y seda) sino que tam- bién precipita como un colorante básico con los siguientes colorantes ácidos ensayados : Fuscina $ (ácida) ......... Abundante precipitado rojo violeta NUevaicocCna eloos Abundante precipitado rojo carmín AULA ada liada Abundante precipitado naranja Cromotropo a sta Abundante precipitado rojo Dinitroalfanaftol.......... Abundante precipitado amarillo Roncero Precipitado rojo Tropeolinma 000 Abundante precipitado rojo ETIOSMA aaa Precipitado amarillo naranja Amarillo naftol S ......... Abundante pricipitado amarillo Burdeos ala a ote le: Precipitado pardo Acido pieriCO. o ocaso sos Precipitado amarillento De igual modo, no precipita con ninguno de los colorantes básicos siguientes : fascina, erisoidina, pardo de Bismark, azul de metileno, safranina, verde de malaquita, rojo neutro, azul de toluidina y azul de Noche. Por otra parte, debemos tener presente que dicho compuesto es susceptible de diazotarse y copularse con diferentes aminas y fenoles, puesto que tratado por el ácido nitroso en medio ácido, da coloracio. nes intensas con las aminas fenólicas y en medio alcalino con los fe- noles, formando probablemente un bis-azoico-arsoico, si se supone los dos grupos amidógenos diazotables como puede verse en la ecuación siguiente : LA FUNCIÓN REVELATRIZ DEL DIOXIDIA MINOA RSENOBENZOL 271 OH 4 ANH!O=N ¿OH OH | ANN e. (ON=N—0H As | ) [ = 2H?0 + Ñ AS As ¡| N=N—OH | As OH WWINEEO 22 0H OH Por copulación en medio alcalino con el ¿-naftol, previa diazotación del derivado arsenical, hemos obtenido un compuesto rojo que por la cantidad de ácido nitroso empleado parece responder á esta fórmula de constitución. OH OH NN A (> ' ) AS AS pas l As S ATRAS | | ES 24 ¡ JN=N 4 > OH OH. (Las soluciones de los colorantes empleados tenían aproximada- mente igual concentración que la solución de dioxidiaminoarsenoben- zol preparada, es decir, 1 en 10.000.) Desde luego, estas nuevas materias colorantes arsenicales abren un interesante capítulo en los ya amplios dominios de la química or- gánica. Es grande la importancia que presenta un compuesto arseni- al que por sus propiedades esté intimamente ligado á los colorantes azoicos, en ese sentido estaban encaminados los estudios de Sigha, Nicolle y Mesnil que con diversas materias colorantes y Ehrlich con sutripanroth (colorante azoico sulfonado) quienes, si bien encontraron compuestos con propiedades curativas, no llegaron realmente 4 ser eficaces hasta el descubrimiento del arsoico que dió á aquellos colo- rantes la actividad y energía que les faltaba por la introducción en 272 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA la molécula del arsénico trivalente, viniendo así á confirmar que no eran infundadas las previsiones teóricas de dichos sabios sobre la in- munización, que no pudieron alcanzar con las materias colorantes co- munes. Este descubrimiento viene á reforzar los fundamentos de la cromo- terapia, aunque nos parecería más adecuado llamar quimioterapia experimental á estos transcedentales estudios cuya última manifesta- ción son los resultados sorprendentes producidos por este primer suero artificial que sintetizan las pacientes investigaciones de 25 años de trabajos consecutivos. Podemos por lo tanto, sin aventurarnos, decir que es la primera avanzada colocada en el nuevo campo de las síntesis orgánicas que se abre hoy de los sueros artificiales, el primer jalón plantado en este nuevo y vastísimo horizonte y que marcará sin duda una etapa en la quimioterapia fundada por el eximio profesor de Frankfurt : Paul Ehrlich. LUIS GUGLIALMELLI. BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS Alemania Zefischrift der Gesellschaf fur Erdkunde, Berlin. — Verhandlungen des Naturhisto- rischen Vereins der preussischen Rhina- lande-Westfalens,etc., Bonn. —Abhandlungen herausgegeben von Naturwissenschaftiichen Verein, Bremen. — Deutsche Geographische Clátter, Bremen. -- Abh. der Kaiserl. Leop. Barol. DeutschenAkademie der Naturforscher, Halle. — Nachrichten von der Konigl Ges- lelschaft der Wissenschaften, Gottingen. — Sitzungsberichte und Abhandlungen der Na- turwissenschaftlichen Gésellschaft, Dresden. — Naturforschenden Gesellschaft, Leipzig. — Mitheilungen aus dem Naturhistorischen Museum, Hamburg. — Berichte uber die Verhandlungen der Koniglich Sachsischen Gesellschaft der Wissenschaften, Lejpzig. — Mittheilungen der geographischen Gesells- - chaft, Hamburg. — Berichte der Natur forschenden Gesellschaft, Freiburg. — Jahres Berfchte des Naturwissenschaftlichen, El- berield. — Mathematisch Naturwissenschaf- tlichen Mitheilungen, Stuttgart. — Schriften der Phisikalisch — Okonomischen gesells- chaft, Kónigsberg. Australia Records of the geological Survey, Sydney. Austria-Hungría Verhandlungen des naturforschen des Ve- reines, Brúnn. — (Agram)Societe Archeologi- ches « Croate », Zagreb. — Annalen des K. K. Naturhistorischen of Museums, Viena. — Verhandlungen der K. K. Zoologisch Botanis- chen gesellschaft, Wien — Sitzungsberichte des deutschen naturwissenchaftlich Medi- cinischen Vereines fur-Bohmen, « Lotos » Praga. — Jarhbuch des Ungarischen Kapathen Vereines, Iglo. Bélgica > Acad. Royale des Sciences, des Letres et des Beaux Arts, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Entomologique, Bruxelles. — Ann. de la Soc. Royale Malacologique, Bruxelles. — Bull. de VAssoc. des Ing. Electriciens Institute Mon- tefiore. — Liége. Brasil Boletim da Sociedade de Geographia, Rio Janeiro. — Bol. do Museo Paraense, Pará. Rev. do Centro de Sciencias.Letras e Artes, Campinas. — Rey. da Federacao de Estudian- tes Brasileiros, Rio Janeiro. — Bol. da Agri- “cultura, S. Paulo. — Rev. de Sciencias, In- dustria, Politica é Artes, Rio Janeiro. — Rev. do Museo Paulista, S. Paulo. — Bol. da Co- missao Geográphica é Geologica do Estado de Minas Geraes, San Joao del Rei. — Co- missao Geográphica é Geologica, San Paulo. — Bol. do Observ.* Metereológico, Rio Ja- neiro. — Bol. do Inst. Geographico é Etno- graphico, Rio Janeiro. — Escola de Minas, Ouro Preto. Colombia An. de Ingenieria. Soc. Golombiana: de Ingenieros, Bogotá. Costarica Oficina de Depósito y Cange de Publica- ciones, San José. — An. del Museo Nacional San José. — An. del Inst. Físico Geográfico '" Nacional. — San José. Cuba Universidad de la Habana, Cuba. Chile Rev. de la Soc. Médica, Santiago. — El Pensamiento Latino, Santiago. — Verhan- dlungen des Deutsrhen Wissenschaftlichen Vereines, Santiago. — Actas de la Soc. LC en tífica de Chile, Santiago. — Rev. Chilena de Hijiene, Santiago. — Ofic. Hidrográfica de la Marina de Chile, Valparaíso. — Rev. Chi- lena de Historia Natural, Valparaíso. Ecuador Rev. de la Soc. Jurídico-Literaria, Quito. — An. de la Universidad Central del Ecua- dor, Quito. España Bol. de la Soc. Geográfica, Madrid. — Bol. de la R. Acad. de Ciencias, Barcelona. — R. Acad. de Ciencias, Madrid. — Rev. de la Unión Ibero-Americana, Madrid. — Rev. de Obras Públicas, Madrid. — Rev. Tecnológica Industrial. Barcelona. — Rev. Industria é invenciones, Barcelona. — Rev. Arqnitectura y Construcciones, Barcelona. — Rev. Minera Metarlúrgica y de Ingeniería, Madrid. — La Fotografía, Madrid. Estados Unidos Bull. of the Scientific Laboratoires of De- nison University, Granville, Ohio. — Bull. of the Exxex Institute, Salem Mas. — Bull. Phi- losophical Society, Washington. — Bull. of the Lloid Library of Botany, Pharmarcy and Materia Medica, Cincinati, Ohio. — Bull. of University of Montana, Missoula, Montana. — Bull. of the Minesota Academy of Natural | Sciences, Minesota. — Bull. of the New York Botanical Garden, New York. — Bull. of the U. S. Geological and geographical Survey of the territoires, Washington. — Bull. of the Wisconsin Natural History Society Milwankee, Wis. — Bull. of the University, Kansas. — Bull. of the American Geographical Society, New York.+— Jonrnal of the New Jersey Natural History, New Jersery, Trenton. — Journal of the Military Service Institution. of the U. States. — Journal of the Elisha Mitchell Scientific Society, Chapel Hill. Nord-Carolina. — « La América Cientifica », New York. — Librarian Augustana College, RockIslad, New York. — Memoirs of the National Academy of Sciences, Washington. — M. Zoological Gar- den, New York. — Proceeding of the En- gineers Club, Filadelfia. — Proceeding of the Boston Society of Natural History, Bos- ton. — Ann. Report Missouri Botanical Gar— den. San Luis M. 0. — Ann Report of tie Board of trustes of the Public Museum, Mil- wankee. — Association of Engineering So- ciety, San Louis, Mas. — Ann. Report of the Bureau of Ethnology, Washington. — Ame- rican Museum of Natural History, New York. — Bull. of the Museum of Comparative Zoo- logy, Cambridge-Mas. — Bull. of the Ameri- can Mathematical Society, New York. — Trasaction of the Wisconsin Academy of Sciences, Arts and Letters, Madison Wis. — Trasaction of the Academ. of Sciences, San Louis. — Transactions of the Connecticut Academy of Arts and Sciences, New Haven. — Trensactions Kansas Academy of Sciences, Topekas, Kansas. — The Engineering Ma- gazine, New York. — Sixtenth Annual Re- port of the Agricultural Experiment Station, Nebraska. — The Library American Asso- ciation for the Advancement of Sciences. Care of the University, Cincinati Ohio. — N. Y. Vassar Brothers Institutes, Ponghtepsie. — Secretary Board of Commisioners Se- cond Geological Survey of Pensylvania, Phi- ladelphia. — The Engineering and Mining Journal, New York. — Smithsoníans Institu- s Pa / 7 = e VB tion, Washington. — U. S. Geological Sur- vey, Washington. — The Museum of the Brooklin Institute of Arts and Sciences. — The Ohio Mechanics Institute, Cincinati — University of California Publications, Berke- ley. — Proceeding of Enginneer Society of Western, Pensylvania. — Proceeding of the Davemport Academy, Jowa. — Proceeding and transaction of the Association, Meride, “Conn. — Proceeding of the Portland Society of Natural History, Portlad, Maine. — Pro- ceeding American Society Engineers, New - York. — proce of the Academy of Natu- ral Sciences, Philadelphia. Proceeding of tbe American Philosophical Society, Philadel- phia. — Proceeding of the Indiana Academy of Sciences, Indianopolis. — Proceeding of the California Academy of Science, — San Francisco. — The University uf Colorado. « Studies ». Colorado. Filipinas Bol. del Observ. Meteorológico. — Manila Francia Bull. de la Soc. Linnennée du Nord de le France, Amiéns. — Bull. de la Soc. d'Etudes Scientfiques, Angers. — Bull de la Soc. des Ingénieurs Civils de France, Paris. — Bull. de L'Université, Toulouse. — Ann. de la Fa- culté des Sciences, Marseille. — Bull. de la Soc. de Géographie Commerciale, Paris. — Bull. de la Acad. des Sciences et Lettres, Montpelier. — Buil. de la Soc. de Topographie de France, Paris. — Rey. Générale des Scien= ces, Paris. — Bull de la Soc. de Géographie, Marseille. — Recueil de Médecine Vétéri- naire, Alfort. — Travaux Scientifiques de PUniversité, Rennes. — Bull. de la Soc. de Géographie Commerciale, Bordeaux. — Bull. de la Soc. des Sciences Naturelles et Ma- thematiques, Cherbourg. — Ann. des Mines, Paris. — Min. de Instruction Public et des. Beaux Arts, Paris. — La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. — Rev. Géographique In- ternationale, Paris. — Ann. de la Soc. Lin- néenne, Lyon. — Bull, de la Soc. de Géogra phie Commerciale, Havre. — Bull. de la Soc. d'Étude des Sciences Naturelles, Reims. Holanda Acad. R. des Sciences, Amsterdam. — Ne- derlandche Entomolog. Verseg, Rotterdam. Inglaterra The Geological Society, London. — Minutes of Proceeding of the Institution of Civil Engineers, London. — Institution of Civil Engineers of Ireland, Dublin. — The Mine- ralogical Magazine Prof. W. J. Lewis M. A. F.C. S. the New Museums, Cambridge. — The Geographical Journal, London. — Bris- tish Association for the Advancement of Science, Glasgow. — The Guaterly Journal of the Geological Society, London. (Coneluirá en el próximo número.) ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTI ARGENTINA DIRECTOR : ÍNGENIERO SANTIAGO E. BARABINO j DICIEMBRE 1911. — ENTREGA VI. — TOMO LXXII ÍNDICE AtiLro A. Bano, Potabilidad dc las aguas subterráneas de Buenos Aires.......... ERNESTO LONGOBARDI Y NicoLas Camus, Existencia de vanadio en algunos petró- SUNTIAGO: DB BARABINO: ¡DIDHURTAA does e o ASA ls a AIN INDICE "GENERAL DEL TOMO EXA e O le el a elo e a de BUENOS AIRES IMPRENTA Y CASA EDITORA DE CONI HERMANOS 684 — CALLE PERÚ — 684 19 273 JUNTA DIRECTIVA PRESTAN TC LO IIS So Ingeniero Vicente Castro Vicepresidente l.......o....... Doctor Francisco P. Livalle VADep res vlente ao. Amo Usa Ingeniero Nicolás Besio Moreno Secretario de actas............ Profesor Juan Nielsen Secretario de correspondencia.. Doctor Abel Sánchez Díaz TOsOr eno E O ora. o O Arquitecto Raúl G. Pasman BAbIOLECA RON. Ii Doctor Victor J. Bernaola Coronel Arturo M. Lugones Doctor Francisco P. Moreno Doctor Horacio G. Pinero Vocales. aa e TT Doctor "Fomás J. Rumi Doctor Antonio Vidal Ingeniero Esteban Larco Ingeniero Pedro Aguirre GOneRie a a da AS Señor Juan Botto Ú REDACTORES Ingeniero Enrique Butty, ingeniero Jorge W. Dobranich, ingeniero Mauricio Durrieu, doctor Federico W. Gándara, ingeniero Arturo Grieben, doctor Eduardo L. Holmberg. doctor Enrique Herrero Ducloux, doctor Cristobal M. Hicken, doctor Ernesto Longo- bardi, doctor Martiniano M. Leguizamón Pondal, doctor Jorge Magnin, doctor Aurelio F. Mazza, profesor Camilo Meyer, doctor José M. de la Rua, doctor Pedro T. Vignau. Secretarios : Ingeniero agrónomo Tomás AmaDEo y doctor Horacio DamIANOVvICH ADVERTENCIA Los colaboradores de los Anales, que deseen tirada aparte de 50 ejemplares de sus ar- tículos deben solicitarlo por escrito a la Dirección, la que le dará el tramite reglamenta- rio. Por mayor número de ejemplares deberán entenderse con los editores senores Coni hermanos. Tienen, además, derecho a la corrección de dos pruebas. Los manuscritos, correspondencia, etc., deben enviarse a la Dirección Bartolomé Mitre, 1960. Cada colaborador es personalmente responsable de la tesis que sustenta en sus escritos. La Dirección. PUNTOS Y PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN Local de la Sociedad, Cevallos 269, y principales librerias Pesos moneda nacional Por. MES: 0. rs rata A Eos - 1.00 POR AMO ON AA ee 12.00 Número ¡atrasados out Aaa ae 2.00 —- para los socios.......... 1.00 LA SUBSCRIPCIÓN SE PAGA ADELANTADA El local social permanece abierto de 8 á 10 pasado meridiano A A Lib POTABILIDAD DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS DE BUENOS AIRES La cuestión de la potabilidad de las aguas que, merced al empleo de pozos semisurgentes, consume parte de la población de la ciudad dle Buenos Aires en los barrios adonde no alcanzan las obras de salubridad, ha sido objeto de más de un comentario de parte de auto- ridades científicas, con el propósito de establecer los límites dentro de los cuales puede variar la composición de las mismas para que su uso sea permitido. Basándome en los datos que proporcionan los numerosos análisis de esas aguas efectuados en el laboratorio químico, á mi cargo, de las obras de salubridad de la nación, y considerando los antecedentes importantes que sobre el particular suministra el laboratorio bacte- riológico de la misma repartición, me propongo establecer los límites de potabilidad de dichas aguas, que permiten clasificarlas como aptas ó no para la alimentación. Prescindiendo, pues, del agua del rí0 de la Plata que consume la mayor parte de la población y que las Obras de salubridad suministran en excelentes condiciones higié- nicas, sólo consideraré las subterráneas de la primera capa (1) consu- midas por una buena parte de habitantes de la ciudad. Para fijar ese criterio de potabilidad no es posible aplicar los razo- namientos y conclusiones aceptadas por congresos Ó asociaciones científicos europeos, desde que, indudablemente la composición de (1) Se entiende por primera capa, no la de las aguas freáticas, sino la vul- gar é impropiamente llamada segunda. AN. SOC. CIENT, ARG. — T. LXXII 185 LIBRAR NEW YO| BOTANIC GUARDO 274 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA un agua dependerá de la de las capas por donde corre; por consi- guiente, coneretándonos á nuestro caso particular de las aguas sub- terráneas de Buenos Aires, deberá considerarse la naturaleza del terreno que atraviesan y llegar á conclusiones que sólo á ellas podrán aplicarse. En mérito á esas consideraciones, cuando se haga el estudio ge- neral de las aguas de la República habrá que dividirla en zonas rela- tivamente pequeñas para que los límites de potabilidad por esta- blecer tengan un valor real y exacto, cuestión que ya fué propuesta y aprobada en el Congreso científico internacional americano, que se realizó en Buenos Aires en julio de 1910. Y en la misma capital federal será menester que se haga una divi- sión análoga, porque las aguas analizadas presentan caracteres y composición diferente en diversas zonas de la ciudad, según hemos podido comprobar en este laboratorio. De acuerdo con el objeto que me propongo, en los cuadros que siguen transcribo la proporción por ciento en que se encuentra cada uno de los elementos de las aguas; para ello he considerado aproxi- madamente 500 análisis de muestras de diferentes puntos de la ciudad. Residuo entre 100-105* €. Por ciento de los análisis comparados ASCO ADO E A O E 40.5 DA de AN: ESE 29.5 TE A e O a e 11.5 A o O CI Y OA A, ti EN 4.0 EZ DO e NI MA o ER 6.0 ATADO O EN 1.5 Dureza en grados franceses Hasta VU A A 67.5 =D A O E e 24.5 —= A O e E RRA AA 4.5 Arriba do OSOS. E a 3.5 Cloro en Cl Hasta OO A ve 15.0 = OOOO a 47,0 POTABILIDAD DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS A UE O A = E OOOO E o oc ds — 0,1500 OOOO o ES — 0,0020 — 0,0025 — 0,003 Hasta 0 Vestigios. Cantidad dosificable Amontaco Vesta o NECIO NE Cantidad dosificable Hasta 0 Vesticios Hasta OOO a O o — 0,020.. + POROS Dt op o iio RE OO la lan cl RG — 0,050 Oxido de calcio ASA OO DA e TR Cd NOOO od OO ZO ti a o ROS — 0,050 Por ciento de los análisis comparados 16. SNS MS NON o Qi Ot Y o o Y [a Oo Yu a TONOS [=>] 275 276 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Por ciento de los análisis comparados Hasta ¡0-00 A 5.0 a OOO AO E els arial. 0 4.0 O O ta NEO RN 2.0 ALTDO IA do A 2.0 Óxido de magnesio Hasta 0 200207 Lo RA EIA 29.0 NL A. 43.5 RR OZOZ 0: AOS ad aro AN a OA 16.0 E o oi e 5.0 O A 2.0 A OI a e 4.5 Anhidrido sulfúrico E A lalo 6.5 A A O e 56.5 Hasta 050030... o Le, LAO 6.0 A PAOAOLODO A ADN JE JO EOL a E A MO 9.5 OOOO A RS SON 5.0 OA SO RS TAB Ego 150 OOO in ds TOR 1.5 AUS A A A Eco 2.0 ATT Ade LO 3.0 Teniendo en cuenta los datos que proporcionan los cuadros prece- dentes, trataré de fijar los límites máximos de cada elemento que han de permitirse en las aguas consideradas potables, estableciendo después las conclusiones á que aquellos permiten llegar y que di fieren de las que el doctor Francisco P. Lavalle consigna en un tra- bajo que presentó al VII” congreso internacional de química apli- cada, reunido en Londres en 1909 (1). Residuo 4 105” O. — Constituido por todas las sales en disolución, generalmente oscila entre 0,45 4 0,65 gramos por mil, pero puede alcanzar á 0,85; pasando de este límite el agua es inapta para el (1) F.P. LavaLte, Classification de certaines eaux potables de la République Argen- tine en Acts of the seventh International congress of app. chemistry. Section VIH A, página 30. 1909. POTABILIDAD DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS 277 consumo por la presencia de substancias de origen sospechoso ó por la cantidad excesiva de algún elemento normal. Dureza total. — En nuestras aguas es inferior 420” (G. F.); siendo la permanente menor de 5. Admitimos 30”, dando á este dato el valor relativo que tiene; casi siempre éste está íntimamente ligado con las cantidades de óxido de calcio y de magnesio. Oxigeno necesario para oxidar la materia orgánica (1). — La can- tidad de oxígeno que se necesita para ese fin por medio del perman- ganato de potasio en solución ácida, es raro que llegue á 0,001; para ciertas aguas hemos comprobado que la oxidabilidad alcanza 4 0,0025 gramos por mil. Cloro. — Su proporción varía para cada lugar; no es lógico re- chazar un agua por contener una cantidad mayor del límite asignado por los autores europeos, pues ella puede provenir de terrenos cons- tituídos por algo de ese elemento. Como se ha visto por los análisis practicados, hemos podido comprobar que es muy raro encontrar muestras con una proporción mayor de 0,10 gramos de cloro por litro. Anhidrido sulfúrico. — Generalmente las aguas de la ciudad no contienen sulfatos; aleunas llegan á tener una proporción muy pe- queña, no alcanzando sino excepcionalmente á 0,05 gramos por mil de anhidrido sulfúrico. Nitratos. — Existen en general en todas las muestras consideradas en proporción relativamente alta; admitimos como máximo 0,04 gra- mos de anhidrido nítrico por litro; pero más adelante volveremos sobre esto. Anhidrido nitroso y amoníaco. — Su presencia aún en pequena cantidad es indicio seguro de contaminación, puesto que las aguas que nos han dado estos elementos, ó uno de ellos, contienen otros que siempre nos han permitido sacar una deducción segura. En conse- cuencia admitimos solamente vestigios de ambos. Nunca se ha comprobado la existencia de hidrógeno sulfurado. Óxido de calcio. — Su proporción no pasa de 0,08 gramos por mil ; en algunas que atraviesan terrenos calcáreos disuelven hasta 0,10 gramos por mil. Óxido de magnesio. — No alcanza en la mayoría de los casos á 0,025 gramos por mil, pudiendo llegar á 0,035 cuando atraviesa Cao terrenos con dolomita. La relación del es generalmente de 2. o ÉS) (1) Solución ácida. 278 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Es raro que las aguas de composición normal contengan sulfato de magnesio y de sodio; la totalidad del anhidrido sulfúrico está com- binado con el óxido de calcio, y el exceso de éste y de óxido de mag- nesio lo están al de bicarbonatos. La suma de los óxidos de hierro y de aluminio no sobrepasa de 0,006 gramos por mil, siendo la mayor parte óxido de hierro. Para poner de manifiesto la concordancia de los criterios químico y bacteriológico al juzgar la potabilidad de las aguas subterráneas, transcribo á continuación los resultados de algunos análisis bacterio- lógicos efectuados en el laboratorio respectivo de las Obras de salu- bridad, á cargo del doctor Silvio Tatti, 4 quien debo la atención de habérmelos proporcionado. Dichos resultados, excepto el último, se refieren á muestras de aguas que habían sido declaradas no potables por su composición química de acuerdo con los límites que he fijado. Agua número 1 Por mil REL A 1.338 Cloro CI 0.180 Anhidrido sulfúrico 0.220 Resultado bacteriológico : mala por el número de microorganismos. Agua número 2 Por mil Residual A 0.9944 A O o E 0.1250 OL, A 0.1300 Resultado bacteriológico : mala por el número y calidad de microorganismos. Agua número 3 Por mil Residuo ta LD 0.9484 CloTo 15 MEA Ad 0.1250 Oo de a AA TS TOR q 0.1060 Resultado bacteriológico : mala por la calidad de microorganismos. Agua número £ Por mil Residuora 0 1.1994 Cloro O oa 0.1700 SO 0.2000 Resultado bacteriológico : mala por la calidad y número de microorganismos. POTABILIDAD DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS Agua número 5 Por mil ResIidUo : 1.3182 Cl 0.1250 SO o 0.2140 279 Resultado bacteriológico : mala por el número y calidad de microorganismos. Agua número 6 Por mil Oxido de calcio A ORIO 0.05 Resultado bacteriológico : mala por el número de microorganismos. Agua número 7 Por mil Oxido de calcio 0.1270 Oxido de magnesi0......... 0.0107 Resultado bacteriológico : mala por el número de microorganismos. Agua número $ Por mil A A IE 0.13135 NEO in NEO 0.06800 Resultado bacteriológico : regular. Agua número 9 Por mil RESIAUO OA A 1.5810 O E OO 0.2000 Resultado bacteriológico : regular. Agua número 10 Por mil O NAO sao 0.11760 Óxido de magnesio ........ 0,04549 Resultado bacteriológico : mala. Agua número 11 Por mil Residuor add 1.2288 Coro 0.2840 NO o AE vestigios NO a et ad 0.0500 Oxidabilidad en 0.......... 0.00115 Resultado bacteriológico : mala. 280 Aqua número 12 Por mil EEOsiduo LO O A E 0.9480 CLA A e 0,2272 NO E a 0.0420 Dureza total (G. F.)........ 60* Resultado bacteriológico : mala. Agua número 13 Por mil LOBA tas aa 0.10295 NO A A o 0 2 0.10000 Resultado bacteriológico : buena. Agua número 14 Por mil RESIduOo. a 1.32800 COLO o e e dC 0.13825 A RN e 0.08400 Resultado bacteriológico : mala. Agua número 15 Por mil OxIdabilidad A E 0.00260 ClOTORAS N 0.12760 Resultado bacteriológico : mala. Agua número 16 Por mil A a e ,0,12425 SO 0.19570 Li o eo ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Resultado bacteriológico : mala por el número de microorganismos. Agua número 17 Por mil Cloro ae a RATES ee 0.18525 O : 0.06800 Resultado bacteriológico : mala por el número de microorganismos. Agua número 18 Por mil RESALTA e ON 1.27960 CLORO 0.44375 NO a e NM IE 0.05000 POTABILIDAD DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS 281 0.00130 0.11800 Resultado bacteriológico : mala por el número y calidad de microorganismos. Agua número 19 Por mil Residuo AS 1,2440 Oxidábilidad (0)........ 0.0023 Cloro 21 A ; 0.2660 so 0.1339 Resultado bacteriológico : mala por la cantidad y calidad de microorganismos. Agua número 20 Por mil Resido e A A 1.21200 Oxidabilidad (0)... 0.00390 Cloro 0.17040 Resultado bacteriológico : mala, peligrosa por la cantidad y calidad de mieroor- ganismos. Agua número 21 Por mil Cloro (sospechosa) 0.10650 Resultado bacteriológico : buena. Como se ve, las aguas (1) cuyo residuo es superior á 0,900; que contienen más de 0,100 gramos por mil de cloro; cuya proporción de anhidrido sulfúrico es elevada y pequeña y dosificable la de amo- níaco y anhidrido nitroso; como igualmente las que tienen en can- tidad elevada óxido de calcio y de magnesio, han resultado química y bacteriológicamente malas. En cuanto al anhidrido nítrico debemos hacer una observación, pues hay algunas que, como la número 13, contienen de él una pro- porción muy elevada y son consideradas buenas por el anális bacte- riológico; mientras que algunas como la número 11 que sólo con- tiene 0,05 gramos por mil de N,O, son bacteriológicamente malas. Ésto que parece significar una anomalía puede explicarse, á mi Juicio, considerando que cuando las aguas contienen nitratos que las (1) He tomado al azar estos ejemplos comparativos y creo innecesario repro- ducir más análisis, pues todos siguen la misma relación. 282 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA hacen suponer contaminadas, tienen una composición química dife- rente según la época en que se haya producido la contaminación. En efecto, cuando ésta es reciente, actual, el agua contiene materias orgánicas, amoníaco y anhidrido nitroso en proporción apreciable; mientras que cuando la contaminación es remota, si ella se ha pro- ducido anteriormente, desaparecen esos elementos para transfor- marse en nitratos que hacen del agua un medio poco apto para el desarrollo de las diferentes clases de bacterias, ya sea por falta de materias nutritivas, ya, quizá, por la influencia negativa que los ni- tratos mismos tienen en la marcha del proceso; lo mismo que pasa con la alcalinidad del medio (1). Cabría preguntar cómo pueden clasificarse estas aguas y sl los nitratos ejercen una influencia nociva al organismo, lo que podría ser objeto de un estudio biológico. CONCLUSIÓN Para la clasificación de un agua de la capa semisurgente de la ciudad de Buenos Aires, propongo los siguientes límites, que sólo tienen un valor relativo, desde que para realizar aquélla y establecer el criterio de potabilidad, debe considerarse el conjunto de los datos del análisis, más que el antecedente de la proporción en que se en- cuentra cada uno de los elementos : Dureza dor A 30* Residuo entre LO0-TOS adi 0.850-1,000 gr. */,, Oxígeno consumido (sol. ácida) ........... 0.0001-0.,0025 AN A A OS a 0,100 Anhidrido sulfúrico en SO,............... 0.050 Amhidrido nítrico en N,O.. Anmhidrido nitroso en N,O, vestigios AMONÍACO A On vestigios Oxido de¡calcio en Cal ajo ade 0.085-0.100 Óxido de magnesio en MgO.............o. 0,035 Laboratorio químico de las Obras de salubridad de la Nación, agosto de 1911. A'TILIO A. BADO. (1) Nouvelles contributions a Vetude de la nitrification; CALMETTE, L'épuration des eaux dV'égout, 79, UI. EXISTENCIA DE VANADIO EN ALGUNOS PETRÓLEOS ARGENTINOS Deseando hallar un argumento químico á favor ó en contra de la opinión de Bodenbender, quien, por diversas razones de orden geoló- gico, llegó á la conclusión de que el carbón de San Rafael no era tal, sino un asfalto carbonizado (1), decidimos buscar en el petróleo de la misma localidad, un carácter que nos permitiera ver si entre esos dos combustibles existía la relación que debería haber en caso de que dicha suposición fuera exacta, siendo el asfalto á su vez un producto de origen petrolífero. La particularidad más notable del carbón de San Rafael es, como se sabe, la descubierta por nuestro sabio profesor, el doctor J. J. JJ. Kyle (2), quien analizando las cenizas de dicho combustible, halló en ellas grandes proporciones de vanadio, carácter que lo diferenciaba netamente de la generalidad de los carbones de piedra. Esta particularidad nos indujo á investigar la existencia del vana- dio en el petróleo de San Rafael. El petróleo, cedido amablemente por el señor Enrique Berduc, era un líquido sumamente viscoso á la temperatura ordinaria, de color negro brillante, con una densidad de 0,989 á 15*C.; siendo su poder (1) BODENBENDER, G., Sobre el carbón y asfalto carbonizado de la provincia de Mendoza. Boletín de la Academia de Ciencias de Córdoba, tomo XIII, entrega 2%, páginas 151-170. 1893. (2) KxuLeE, J. J. J., Apuntes sobre la existencia del vanadio en el carbón de piedra de San Rafael (prov. de Mendoza). Anales de la Sociedad Científica Argentina, tomo XXXI, páginas 174-175. 1891. 284 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA calorífico de 9704 calorías. Oontenía 1,24 por ciento de azufre y gran cantidad de asfalto (1). El método seguido para la investigación del vanadio es el siguiente: Se incineraron cada vez 100 eramos de petróleo, obteniéndose 0,0377 por ciento de cenizas de color pardo-verdoso, las que fueron fundidas con un gramo de hidrato sódico para eliminar el hierro y transformar el vanadio que pudiera contener en vanadato alcalino, soluble. El producto de la fusión, extraído con agua caliente y filtra- do, se neutralizó perfectamente con ácido nítrico, filtrándose en se- evida para eliminar un pequeño precipitado blaneo de alúmina. Sobre el líquido concentrado, se han practicado las siguientes reac- ciones características del vanadio : Con tanino : Coloración intensa de color azul-negro. Con el ferrociazuro de potasio : Precipitado verde-elaro, voluminoso, insoluble en los ácidos. Con el sulfuro de amonio : Coloración roja de sulfovanadato y por adición de pequeña cantidad de ácido sulfúrico, precipitado pardo de sulfuro de vanadio. Con nitrato mercurioso : Precipitado amarillo-naranja de vanadato mercurioso, soluble en ácido nítrico. Con éter saturado de agua oxigenada y acidulado fuertemente con ácido clorhídrico: Coloración rojo-parduzca de la capa inferior, que- dando el éter incoloro. Las cenizas tratadas directamente con ácido clorhídrico, dan un líquido de color azul-verdoso. Todas estas reacciones, de carácter francamente positivo, nos han permitido deducir la existencia de vanadio en el petróleo de San Rafael. Al efectuar reacciones con el tanino sobre soluciones tipo de vana- dio, hemos observado que si éstas se acidulaban fuertemente con ácidos minerales enérgicos, no se producía con el tanino la coloración azul- negra característica, sino una hermosa coloración rojo-violácea pare cida á la del permanganato potásico y muy fugaz, de intensidad variable con el contenido en vanadio de la solución empleada, y tan sensible que aun se manifestaba en soluciones de vanadio al 1 en 150.000. Con ácido acético no se producia dicha coloración, sino la azul, como con soluciones neutras. (1) LonGOoBARDI, E., Algunas investigaciones sobre los petróleos argentinos. Anales de la Sociedad Científica Argentina, tomo LXXII, páginas 119-160. 1911. EXISTENCIA DE VANADIO 285 También con las soluciones obtenidas de las cenizas del petróleo de San Rafael, por el método que hemos indicado, esta reacción ha dado resultado positivo en las condiciones antedichas Una vez comprobada de una manera indiscutible la existencia de 'anadio en dicho petróleo, hemos procedido á dosificarlo, adoptando, en vista de la pequeña cantidad de este elemento existente el método colorimétrico estudiado por Maillard (1), fundado en la coloración roja que se produce cuando se mezcla á una solución de vanadato alcalino fuertemente acidulada con ácido clorhídrico, éter saturado de agua oxigenada, método que, según los estudios de dicho autor, reune las condiciones de rigurosa exactitud necesaria para la dosificación de exiguas cantidades de vanadio. La manera como hemos operado es la siguiente : La solución neutra de vanadato, obtenida por el tratamiento indi- cado anteriormente, y correspondiente á 100 gramos de petróleo, fué concentrada hasta 10 centímetros cúbicos, á los que se agregó 10 centímetros cúbicos de éter saturado de agua oxigenada y cuatro centímetros cúbicos de ácido clorhídrico. Se agitó, se dejaron separar las capas, tomando la inferior para la observación al colorímetro de Duboseq, comparándola con una solución titulada de vanadio que había sufrido el mismo tratamiento. De esta manera se obtuvo gramos 0,0045 de anhidrido vanádico por 100 eramos de petróleo de San Rafael; lo que corresponde á gramos 11,93 de V, O, por 100 de cenizas. La cantidad de anhidrido vanádico hallada por el doctor Kyle en las cenizas del carbón de San Rafael era 38,22 por ciento. Esta parti- cularidad y otra que también llamo la atención á dicho profesor y que consistía en el alto contenido de ese carbón en azufre (4,23 %,), que no guardaba relación con la pequeña proporción de cenizas (0,63 %,), y que lo indujo á suponer que el azufre se hallaría en ese combustible al estado libre ó de combinación orgánica y no de piri- tas, nos hace pensar, comparando con la elevada proporción de azu- fre de este petróleo y la riqueza de sus cenizas en vanadio, que real- mente la suposición de Bodenbender puede contar con un argumento de orden químico á su favor. Ampliando nuestro trabajo, hemos investigado el vanadio en los petróleos de Sierra Lotena (Neuquen), de Comodoro Rivadavia (Chu- but) y de Tartagal (Salta). (1) Bulletin de la Société Chimique de París XXUIL, página 559. 1900. 286 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA n los dos primeros lo hemos hallado en proporciones muy inferio- res á la del petróleo de San Rafael, siendo las cantidades de vanadio contenido tan pequeñas que no nos permitieron obtener con las ínfimas cantidades de cenizas disponibles, todas las reacciones indicadas an- teriormente ; pero tres de ellas, muy características, la del tanino en medio neutro y ácido y la del agua oxigenada, dieron resultado fran- camente positivo. La dosificación por el método descripto nos dió: gramos 0,000317 de anhidrido vanádico por 100 gramos de petróleo de Sierra Lotena y eramos 0,000246 de anbidrido vanádico por 100 gramos de petróleo de Comodoro Rivadavia. ra En cuanto al petróleo de Tartagal, sólo la sensibilidad de las dos reacciones con el tanino nos permitió comprobar la presencia de ras- tros de vanadio, que por su exigiiidad no han podido ser dosificados. Con respecto al origen de este elemento en los petróleos examina- dos, creemos como muy probable que sea debido á la acción de éstos sobre las rocas adyacentes, pues es muy conocida la propiedad de los petróleos de disolver ciertos elementos minerales, habiéndose hallado algunos cuyas cenizas contenían rastros de oro y plata; pero para demostrarlo sería necesario el análisis de dichas rocas, lo que podría tener además un interés práctico para el descubrimiento de algunas, ricas en vanadio. ERNESTO LONGOBARDI. — NICOLÁS CAMUS, De la Oficina química nacional. REVISTA DE. PUBLICACIONES Contribución al estudio de los feldespatos y arcillas. Algunos datos sobre materiales silícicos y arcillosos de la Republica Argentina por VícToOR BERNAOLA. Tesis presentada á la Facultad de ciencias exactas físicas y naturales de Buenos Aires, para optar el grado de doctor en química. Un volumen de 111 páginas. Imprenta Alsina. 1911. El trabajo consta de dos partes principales ; una teórica, donde el autor des- arrolla con un buen número de datos bibliográficos, el estado actual de los estu- dios relativos á la constitución, estructura, propiedades y clasificación de los feldespatos, origen de los caolines y de ¡os productos de descomposición de los feldespatos (arcillas, etc.), y la otra experimental, que comprende el estudio de la constitución química y mineralógica de los materiales arcillosos y silícicos de la República Argentina. En la primera parte, después de hacer un resumen breve de las diversas espe- cies de feldespatos y de la composición de las plagioclasas (donde hace resaltar la importancia de los estudios físico-químicos que llevan á algunos autores (Tscher- mak entre otros), á suponer á estas especies mineralógicas como mezclas isomor- fas de albita y anortita), se detiene especialmente en la constitución y clasificación de los feldespatos. Estas especies pueden considerarse ya sea como silicatos dobles de aluminio y de un metal alcalino ó alcalino terroso, ó bien, como mezclas isomor- fas y en vista de ello, es lógico suponer, como lo deja entender el autor, que la aplicación de los métodos de investigación de la físico-química (1), permitirán dilucidar si se trata realmente de aquellas asociaciones ó de soluciones sólidas análogas á las que forman los constituyentes de las aleaciones. En un cuadro sinóptico se hallan combinadas hábilmente las clasificaciones más aceptadas, las cuales, van acompañadas de las proporciones en que se asocian los tipos funda- mentales para constituir las diferentes mezclas isomorfas. El capítulo termina (1) Estos métodos físico-químicos se aplican con provecho, siempre que el análisis químico, se muestre deficiente en la determinación de la constitución de las mezclas ó las de asociaciones moleculares. 288 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA con un resumen de los importantes trabajos realizados en el terreno de la mi- neralogía sintética. Al hablar del origen de los caolines y arcillas desarrolla sucesivamente, los estudios relativos á las transformaciones de las rocas por la acción de los dife- rentes agentes y se detiene con especial atención, en el examen crítico de las dife- rentes hipótesis emitidas para interpretar este importante fenómeno mineralógico. En otro capítulo destinado á los productos de descomposición de las rocas y feldespatos, estudia la constitución, clasificación y propiedades de los caolines y arcillas. Merecen especial mención los párrafos que se refieren á la constitución física, plasticidad y fusibilidad de las arcillas que él desarrolla con cierto de- tenimiento, haciendo resaltar la influencia que sobre esos fenómenos ejercen los diferentes constituyentes y enumerando los trabajos más recientes sobre coefi- ciente de fusibilidad. Respecto á la constitución física, el autor se aparta completamente de la opi- nión de los diferentes investigadores y llega ú4 establecer la hipótesis original de que las formas cristalinas observadas en los caolines pueden ser seudomórficas de los feldespatos de los cuales derivan. Si esta hipótesis, que desde ya tiene bastante pro- babilidades, se confirma experimentalmente, quedará explicada la formación de cristales monoclínicos y triclínicos ya observados por diversos autores en los cao- lines y arcillas: unos y otros serían respectivamente variedades seudomórficas de los feldespatos mono y triclínicos. La segunda parte contiene algunos datos útiles sobre materiales arcillosos y silícicos de la República Argentina. Aquí el autor, debido á la carencia de trabajos relativos al estudio geológico de los yacimientos, estructura y rendi- miento de aquellos minerales, se ve obligado á concretarse exclusivamente á su análisis químico y racional. Después de describir detenidamente este último procedimiento, resume los resultados numéricos obtenidos en el análisis de cinco muestras y llega 4 la conclusión de que las arcillas estudiadas son de mediana cali- dad y poco apropiadas para ser usadas en la industria cerámica, pudiendo sólo em- plearse en la fabricación de objetos de calidad inferior. Respecto á la alteración de la roca examinada, opina que ella puede relacionarse con los fenómenos de cao- linización. Sería conveniente que el autor de esta tesis continuara ocupándose de la parte experimental, á fin de poder verificar su hipótesis relativa á la constitución físi- ca de las arcillas y de completar los datos relativos á los materiales arcillosos de nuestro país. Esta observación ha sido hecha con el propósito de estímulo y no desmerece en lo más mínimo, el valor de este trabajo interesante por más de un concepto, que prestará á sus lectores una utilidad indiscutible. H. DAMIANOVICH. Nuevos datos sobre el jurásico y el cretáceo en México, por el doctor CAk- LOS BURCKHARDT. Parergones del Instituto geológico de México, tomo TI, núme- ro 5, páginas 257 á 301, México, 1910. Se inicia el estudio con una breve noticia histórica del conocimiento en Méji- co del jurásico medio; del jurásico superior mejicano, presenta datos más com- REVISTA DE PUBLICACIONES 289 pletos, describiendo el aspecto físico y la fauna fósil de los diversos pisos ú horizontes oxfordiano, kemeridgiano, portlandiano, ete., todos paleontológica- mente clasificados. En el cretáceo inferior, describe las capas amonitíferas del berriasiano propia- mente dicho, sobre el cual se encuentran las potentes capas de sedimentos cal- cáreos del cretáceo inferior y medio, características para Méjico central. Para el cretáceo superior sólo da datos preliminares, pues el autor no ha terminado aún el análisis de su fauna, que se describirá en los números siguientes de esta revista. De acuerdo con la práctica de esta publicación del Instituto geológico de Mé- xico, el trabajo está acompañado con las cinco fichas necesarias para clasificarlo por autor, por materia (jurásico y cretáceo), por lugar geográfico y por proce- dencia de la publicación. N. Brsio MORENO. Empleo del alquitrán en el cuerpo de la calzada; ensayos hechos en Aix-les-Bains de 1906 a 1910, por M. LuYa. Annales de Ponts et Chaussées. Parte técnica, enero y febrero, París, 1911. Noticia relativa á las experiencias personales del autor realizadas con materia- les previamente alquitranados é incorporados á las calzadas por el sistema de agregamiento por capas cilindradas, en varios caminos de Aix-les-Bains, donde la circulación de vehículos pesados es abundante. Según dichos ensayos, después dle estos agregamientos, sólo ha sido necesario anualmente efectuar un alquitra- nado superficial como se realiza en los demás sistemas de alquitranado. El autor ha notado que el apisonamiento es mucho más fácil y rápido con los materiales alquitranados que con los comunes y que se prestan perfectamente para la colocación ámano cuando ello es necesario. El equilibrio de la calzada es más perfecto, es más elástica y más silenciosa que en los métodos comunes de alquitranados. Se presenta un tipo de máquina rústica para efectuar el alquitra- nado, la composición de una cuadrilla de empedradores, el costo de la ejecución dle estas operaciones, modo de ejecución de los trabajos, ete. Las experiencias encuadran dentro de la conclusión de los dos Congresos in- ternacionales del camino, reunidos en París y en Bruselas en 1908 y 1910. M. Bresio MORENO. Resolucion directa del problema de Dirichlet para una corona circular. — Un caso particular del fenómeno de la difusión. — Medida simul- tánea de las velocidades de las ondas luminosas y electromagnéticas El último número llegado de los Comptes-rendus de 1? Académie des Sciences nos trae un trabajode Henri Villat presentado á la academia por Emilio Picard sobre el problema de Dirichlet respecto á una corona circular. El autor resuelve este problema célebre por un procedimiento directo y efecti- vo valiéndose de las funciones elípticas como instrumento de análisis y logra de- terminar en forma de una suma de dos integrales una función que llama 2 (2) AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 19 290 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA cuya parte real P (x, y) es la función armónica de Dirichlet para la corona cir- cular propuesta. El problema de Dirichlet se reduce en el caso más general á la determinación de una función Y armónica en un dominio T limitado por una superficie S, cuyo valor Vm en un punto cualquiera M del mismo dominio tienda al valor bm que toma otra función + (bien definida en cada punto de la superficie S) en un punto My de la misma cuando el punto M tiende hacia el punto M, por cualquier ca- mino, siempre que no salga del dominio T. Los geómetras se dedicaron primero á demostrar que el problema es siempre posible : es la demostración del principio de Dirichlet. La primera demostración fué dada por Riemann : si unafunción V está sujeta- da á tomar valores dados en los varios puntos de una superficie que sirve de lí- mite á un volumen determinado en que la función y sus derivadas son conti- nuas, la integral : MO - OA no se puede anular ; luego admite un mínimo, y es fácil probar que este mínimo corresponde al caso en que la función V satisface á la ecuación de Laplace. Pero esta demostración de Riemann carece de rigor, pues se pueden hacerle todas las objeciones que resultan de la continuidad de las funciones definidas por el cálculo de las variaciones. Por esto, muchos geómetras trataron de fundar el princi- pio sobre bases más sólidas. Recordaremos las investigaciones de Sehwartz (1) limitadas al caso de dos variables ; las de Neumann que suministró una solución general del problema cuando la superficie S es convexa ; el procedimiento de Ro- bín que se refería también á esta clase de superficies. Más adelante otros métodos más ó menos complicados y llamados en general métodos alternantes permitieron generalizar los resultados al caso de superficies de forma cualquiera y también al caso de varias superficies aisladas. Pero á Hen- ri Poincaré debemos una solución del problema aplicable á todos los casos po- sibles, por un método elegante y original que llamó procedimiento del bala- yage. Observaremos que los métodos dados por los que precedieron 4 H. Poincaré eran á la vez procedimientos de demostración con objeto de probar la posibili- dad del problema, y también métodos de cálculo destinados á resolverlo efecti- vamente. Como procedimientos de demostración se puede decir que, á pesar de la complicación, se completaban mutuamente y satisfacían al rigor más exigente. Pero como métodos de cálculo eran casi inaplicables. Para no citar sino los menos complicados, ó sea los de Neumann y Robín, llevaban á cálculos inextricables, cuando se trataba por ejemplo de aplicarlos á la distribución electrostática en la superficie-de un conductor eléctrico. El método del balayage de H. Poincaré constituye al contrario una demostra- ción que no deja nada que desear con respecto al rigor y como procedimiento de cálculo tiene la ventaja de generalizarse á todas las superficies, sean ó no con- vexas. (1) Programa de la escuela politécmica de Zurich, 1869. Monatsberichte de la academia de Ber- lín, 1870. REVISTA DE PUBLICACIONES 291 Sin embargo, así y todo y cualquiera sea la elasticidad del procedimiento que permite á un analista hábil de aplicarlo con ventaja á cada caso particular, ado- lece en parte del mismo defecto que los demás en este sentido que no se puede considerarlo como si fuera una solución general y efectiva del problema de Di- richlet. Pero hay motivos para creer que tal defecto es característico de la natu- raleza del mismo problema y es probable que no se encuentre nunca una solu- ción general directa, ó sea una fórmula que se preste á todos los casos. Las so- luciones particulares directas al contrario son posibles en unos casos dados, como la que propone Henri Villat para una corona circular. Del mismo modo antes ya se había resuelto el problema en el caso de un círculo y una esfera. Recordaremos algunos de los principios relativos á la difusión. Según la ley de Fick (1) la cantidad de sal ó de sólido disuelto (medida en gra- mos-masas ó con una unidad cualquiera) que atraviesa en cada instante á la unidad de superficie de un plano es proporcional á la diferencia de concentración del lí- quido á ambos lados del plano. Si pues se imaginan dos planos paralelos distantes de dx, cuyo uno de ellos está colocado á la distancia x de otro plano de referen- cia, designándose por k cierto coeficiente característico de la difusión, la cantidad de sal que atraviesa durante el tiempo dt, según la mormal á los planos, á la unidad de superficie del plano más próximo al de referencia es igual á : — k eq dt da siendo q la concentración de la solución en un punto. Durante el mismo tiempo dt, la cantidad de sal que atraviesa al segundo pla- no es dada por la expresión : d de Ñ A a de GRA SE + TES da | dt. dx de : En el espacio comprendido entre los dos planos se encuentra aumentada la sal de una cantidad igual á: dq 2 4 k dxdt por unidad de superficie, lo que significa : por unidad de volumen. Por otra parte, la concentración q del líquido entre los dos planos ha variado de: lo que da la relación : Es la ecuación diferencial de Fourier. Antonio Garbasso comunicó á la Reale (1) Anales de Poggendor[, 1855. 292 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Academia dei Lincei una memoria interesante que trae el último número llegado de los Rendiconti delle sedute de la misma, sobre un fenómeno particular de difu- sión. Valiéndose de la ecuación de Fowrier estudia la hipótesis en que siendo nu- la la concentración q de la substancia en todo el espacio en el origen de los tiem- pos, después de un tiempo : Y 9 t=-— toma la misma el valor k sobre el plano de referencia = 0, y lo conserva hasta la época : Y y, == 5 para volver á decrecer tendiendo otra vez hacia cero. De ahí deduce, para el caso que t viene á tomar valores muy grandes, una fór- mula que da el valor de q correspondiente, y después estudia como procede el fenómeno, buscando como, en cada instante, sigue distribuída la concentración. Logra de este modo construir para t = constante las curvas referidas á un siste- ma de ejes, en que x es la abscisa y q la ordenada, y correspondientes á cuatro instantes consecutivos. Después, Antonio Garbaso estudia el fenómeno considerando x« como constante lo que le permite construir otras curvas referidas á las variaciones de t como ab- cisa y q como ordenada. El estudio de estas curvas da así al autor de la memoria la ocasión de poner de relieve ciertas particularidades notable del proceso del fenómeno. Sabemos que el excitador de Hertz engendra fuerzas de inducción en el cam- po ambiente, y si se coloca en este campo un hilo metálico largo, las mismas fuerzas engendran en la parte cercana del hilo corrientes alternadas ó sea una perturbación electromagnética que se propaga á lo largo del hilo. Se sabe también que, para obligar á las perturbaciones electromagnéticas á re- correr un hilo, se idearon varios procedimientos, y uno delos más perfeccionados es el método electromagnético de Blondlot. El estudio de la propagación de estas perturbaciones presentaba sumo interés pues solo con él se podía probar el parentesco que une la electricidad con la luz : si se conseguía probar que las ondas electromagnéticas se propagan con la mis- mo velocidad que las ondas luminosas, de ahí se podía deducir el común origen de los dos fenómenos. Para ello, conociendo la frecuencia de las oscilaciones da- das por el gran excitador de Hertz que es de 50 millones por segundo, bastaba tener un medio de medir la lonsitud de onda, ó sea el camino recorrido por la perturbación durante una oscilación. Se deducía después muy fácilmente la ve- locidad de propagación que se podía comparar con las medidas ya tomadas ante- riormente de la velocidad de la luz. Todos los experimentos han dado por resultados diferencias bastante pequeñas para que, teniendo en cuenta los errores inevitables de la experimentación, se: legítimo admitir la igualdad de las dos velocidades de propagación. Por otra parte, siempre habrá una causa experimental de reducción para la velocidad de propagación de las ondas electromagnéticas, mientras no se pueda conseguir frecuencias mucho más grandes. En efecto, el hilo conductor ofrece á REVISTA DE PUBLICACIONES 293 las corrientes, además de la sel£-inducción, una resistencia óhmica análoga al frota- miento. Por lo tanto si la parte anterior de la onda adelanta siempre con la misma velocidad que teóricamente ha de ser la de la luz, la parte posterior anda mucho más despacio, de tal modo que la longitud de hilo ocupado por la perturbación se hace cada vez mayor. Esto es lo que Fizeau llamó la difusión de la corriente. Pero el fenómeno tiene una influencia tanto menor sobre los resultados cuanto menor es el período de las oscilaciones, y esta influencia se anularía del todo, si se pudiera conseguir una frecuencia muy grande. Así se explica cómo en todos los experimentos realizados se observó siempre que la velocidad es, para las ondas electromagnéticas, algo menor que para las ondas luminosas. Por otra parte, observaremos que la comparación no se había podido verificar sino por el medio de experimentos distintos que servían para medir las dos ye- locidades cada una por separado. Sin embargo Abraham y Lemoine habían seña- lado la posibilidad de hacer la comparación directamente por un experimento único que permitiese medir á las dos velocidades simultáneamente. Esto es lo que C. Gutton de Nancy acaba de realizar, pues leemos en el ulti- mo número que nos ha llegado de los Comptes-rendus de l' Académie des Sciences la descripción de un procedimiento experimental muy ingenioso ideado por este físico y el análisis de los resultados que pudo conseguir. Es el objeto de una memoria con el título de Comparaison des vitesses de propa- gation de la lumiere et des ondes électromagnétiques le long des fils presentada por H. Poincaré en la sesión del 13 de mayo de 1911. Damos á continuación un resumen del procedimiento. Se admite generalmente que hay simultaneidad perfecta entre la carga de un condensador y la birrefringencia tomada por el dieléctrico del mismo. €. Gutton, sin embargo, en vista de que este punto no ha sido demostrado todavía con todo rigor, prefiere valerse de un método que no supone dicha simultaneidad. El aparato se compone de dos pequeños condensadores idénticos encerrados 'ada uno en un tubo de vidrio lleno de sulfuro de carbono y unidos á un oscila- dor por líneas dobles de hilos. Una corredera permite hacer variar de un modo continuo la longitud de cada uno de los hilos. Un condensador de luz pro- yecta la luz de una lámpara en el dieléctrico de los condensadores que son colo- cados entre dos nicoles eruzados, cuyas secciones principales tienen una inelina- ción de 45* sobre la dirección del rayo luminoso. Cargado el primer condensador por las ondas la luz que lo atraviesa se despo- lariza y se propaga hasta el otro condensador. Pero si cuando lo alcanza la fuerza eléctrica tiene en él el mismo valor que en el primer condensador, la polariza- ción rectilínea aparece de nuevo en virtud del cruzamiento, y el nicol no deja pasar ningún rayo de luz. Esta condición no será llenada sino cuando el tiempo que necesiten las ondas electromagnéticas para recorrer la línea, aumentado en el tiempo que la luz precisa para salvar la distancia entre los dos condensadores, sea igual al tiem- po que necesitan las ondas eléctricas para ir del oscilador al segundo conden- sador. Si no se verifica esta igualdad, éste no compensa exactamente la despola- rización del primero y el nicol deja pasar alguna luz. Se comprende que, al cambiar la corredera, se pueda determinar esta diferen- cia en caso que se verifique. 294 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA C. Gutton, con un hilo de cobre de 0,95 milímetros de diámetro, pudo cercio- rarse de que las velocidades de propagación son iguales con una aproximación de ] A 00 de 1,80 metros. menos z 1 para las ondas de 0,85 m. de longitud y cerca de 100 PAra las ondas Así se comprobó otra vez por el experimento directo y simultáneo la pequeña diferencia á favor de la velocidad de las ondas luminosas, que ya resultaba de la experimentación anterior y cuya explicación dimos más arriba. CAMILO MEYER. La filosofia positiva y la clasificación de las ciencias, por F. ENRIQUES. (Scientia : Rivista di scienza : organo internazionale di sintesis scientifica. Año IV, 1910, n* 2, pág. 269.) El autor de este importaute trabajo trata de demostrar la necesidad de oponer un concepto sintético del saber, al concepto analítico que prevalece actualmente en los centros científicos y especialmente en los institutos de enseñanza y para ello, él adopta un temperamento imparcial, cuidando de no caer en el extremo de una generalización sin base positiva. Su idea fundamental es la que tiende á difundirse entre los filósofos de la ciencia : para él, como para estos últimos, no existen ciencias separadas y distintas susceptibles de seriarse en una jerarquía natural, sino una sola ciencia dentro de la cual por diversas razones de orden histórico y económico, se han ido formando ciertos grupos ó secciones estrecha- mente vinculadas entre sí. Después de dar un vistazo á las clasificaciones de Comte y de Cournotá las cuales critica considerándolas como la causa del «particularismo científico » (sobre todo á la de Comte que excluye á la psicología como ciencia independien- te), pasa á examinar el criterio positivista de la afinidad objetiva de los fenóme- nos, que sirve de sostén á aquellas clasificaciones. Partiendo del hecho perfecta- mente establecido de que ni los objetos ni las experiencias fundamentales perte- necen á una ciencia determinada, ataca la idea de la afinidad objetiva, conside- rándola como falsa y llega á la interesante conclusión de que «el criterio que preside úá las agrupaciones y distinciones científicas establecidas empírica- mente no es un criterio objetivo sino subjetivo ». En efecto, las relaciones espa- ciales ó geométricas, por ejemplo, son separadas idealmente de la realidad física de la cual forman parte, es decir, por obra de un proceso de abstracción. Lo mismo sucede cuando se quieren establecer distinciones netas entre las propieda- des mecánicas y eléctricas, entre las propiedades físicas y químicas, etc. Examinando la fase histórica del problema, con el objeto de ver hasta qué punto las abstracciones sucesivas que han dado origen á los conceptos científicos, se presentan como grados de un proceso psicológico, emanado de la realidad concreta, Enriques hace resaltar que, al formular Comte la ley de los tres esta- dos de la evolución del pensamiento humano, puso en evidencia al mismo tiempo de un modo indirecto, que el sistema positivista implica una metafísica preexis- tente. Desde este punto de vista Comite no rompe con las tradiciones filosóficas como algunos historiadores lo han sostenido guiándose sólo por las apariencias. La física matemática y las ideas metafísicas de la escuela cartesiana, han ser- REVISTA DE PUBLICACIONES 295 vido de base á Comte para edificar una representación matemática de los fenó- menos, «un determinismo mecánico universal que se traduce en las ecuaciones del umiverso ». Según el autor, en todo ésto Comte presupone una metafísica materia- lista. Por un proceso análogo se llegaría á fundar una metafísica química que, partiendo de los hechos primitivos de la acción y la reacción, vislumbre una nueva hipótesis de la construcción del mundo. Las cosas cambian de aspecto cuando á la metafísica materialista que sirve de base á la clasificación de Comte se le substituye una metafísica opuesta como el idealismo absoluto, en la cual se trata de reconstruir la realidad, contemplando el saber en su génesis y tomando como dato primitivo el pensamiento. En tal concepto las ciencias resultan de las diversas modalidades, aspectos ó puntos de vista que adopta el espíritu humano con relación á los objetos del saber y por consiguiente su clasificación se reduce á una ordenación que tiene por base la psicología. Es importante hacer constar que ciertas ramas del saber, distan- ciades cuando se tenía como criterio de clasificación la concepción mecánica, adquiere por el contrario una afinidad grande cuando se la considera desde el punto de vista psicológico : esto es lo que sucede con las matemáticas, la lógica y la gramática que pueden ser consideradas como forma del pensamiento exacto. Es claro que este punto de vista varía á su yez según el concepto que se forme de la psicología. El autor pasa luego á estudiar la división del trabajo científico en relación 4 la economía y hace un examen de las leyes que sigue aquélla para dar origen á las agrupaciones de ciencias tal como se les observan en los institutos científicos y didácticos. Éstas son análogas á las leyes económicas generales que rigen á todas las formas de la producción, no en el sentido exclusivo que el desarrollo del saber teórico sea subordinado á las aplicaciones prácticas, porque muchos institutos tienen por objeto dar valor á los conocimientos teóricos fuera de toda aplicación, sino en el sentido de hacer máximo el efecto útil de los esfuerzos individuales merced á una conveniente colaboración. Existen, sin embargo, entre ambos órdenes de producción diferencias esencia- les. En tanto que la producción industrial está subordinada casi exclusivamente al factor económico, el progreso de las ciencias exige la más grande libertad de iniciativa y variedad de coordinación, al punto de que cada investigador siga su camino propio, corriendo el riesgo de no producir nada práctico. También se necesita la libertad algo más positiva, de disponer de laboratorios ó institutos de investigación donde no se le someta al autor, á esa rígida clasificación del sa- ber que se traduce en ciertas agrupaciones de pruebas ante distintos jueces. Pe- ro aun los que han pasado por todas estas pruebas y han conquistado la ansia- da libertad de pensar fuera de límites prefijados, « ve perdida su independencia por el peso de la opinión intolerante que le reprocha el perder tiempo y fati- ga en trabajos improductivos ». Si hay trabajos que puedan considerarse como productivos al máximo, son aquellos que tienen en vista llenar las lagunas de la clasificación común, aque- llas que buscan relaciones nuevas entre las ramas del saber generalmente divi- dido y provocan asociaciones de ciertas aptitudes para abrir rumbos originales á la investigación de la verdad. La colaboración en el producto exige la indivi- dualidad en la investigación, la cual en último análisis es inherente á la cous- trucción libre de las imágenes que cada investigador coordina alrededor de su 296 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA propia representación metafísica del mundo. « La libertad del pensamiento, así entendida, es la llama intensa que realza el valor de la persona y vivifica el árbol de la ciencia. » Tales son, según Enriques, las condiciones del progreso científico, que no podrá realizarse con toda amplitud mientras domine el concepto de la jerarquía positi- vista, según el cual, el saber, debe hallarse cirecunscripto dentro de categorías irreductibles. En efecto, este concepto no sólo es erróneo según él, sino que es también dañoso á la producción científica, puesto que contribuye al distancia- miento de los cultores de las diferentes ciencias é impide la verdadera intuición filosófica que es la única capaz de destruir el particularismo estrecho, substitu- yéndolo por esa unidad suprema, condición primitiva del pensamiento humano. Es necesario eliminar la lucha estéril que en nuestros tiempos se ha entablado entre filósofos y científicos, tratando de dar al pensamiento una nueva posición desde la cual pueda contemplar la realidad en toda su plenitud. Así termina el importante estudio del profesor Enriques, del cual hemos hecho un extenso extracto, por considerarlo de gran utilidad para todos aquellos que deseando abordar los difíciles problemas que plantea la filosofía de las ciencias, sienten la necesidad imperiosa de una guía que los oriente. H. DAMIANOVICH. Formazioni mitocondriali negli elementi sessuali maschili dell Hel- leborus foetidus, por el doctor F. NricoLosr RONCaAtI. De Rendiconti della R. Accademia delle scienze fisiche e matematiche de Nápoles. Fasc. 5% y 6%. Mayo y junio de 1910. En una comunicación hecha por Benda en 1897 á la Physiologische Gesellschaft de Berlín, llamaba la atención de los biólogos sobre especiales formaciones gra- nulares del citoplasma, que, si bien es cierto fueron entrevistas anteriormente por otros (v. La Vallette St. George, Henking, Vilcox, v. Brund, Prennant), tau sólo fueron hechos objetos de especiales investigaciones por aquel sabio histólogo; quien hacía notar la generalización de tales elementos en las células somáticas y sexua- les de numerosos vertebrados y muchos invertebrados, y. su constante presencia en todos los estados evolutivos de los elementos seminales, así también como su transmisibilidad de célula á célula en las diversas fases del proceso mitótico. Daba, á estos nuevos organitos el nombre de mitocondrios Ó condriomitos, y para diferenciarlos de cualquier otro granito celular instituyó un método específico de fijación y coloración electiva. Desde entonces tales formaciones figuradas del protoplasma bajo denominaciones variadas (condriscontes, condrisomas de Meves; cromidios, de Goldschmidt; seudocromosomas, de Heidenhain), fueron objeto de investigaciones de índole diversa, ya sea en cuanto á los métodos para ponerlos de manifiesto ó formular teorías á su respecto, pero poco se había hecho respecto á la presunta probabilidad de su existencia en el campo de la citología vegetal. Meves las inició en la Nymphea alba quien pudo constatar la presencia en ella de lange unregelmiissig gawundene, ziemlich dicke Fiáden, que en una ó dos regiones de la célula se reunen formando espesos ovillos. P. Bouin volvió á examinar algunas Liliaceas (Lilium candidum; L. tigrinum ; L. Martagon; Tulipa sylvestris; Fritillaria imperialis) y todas ellas confirmaron las REVISTA DE PUBLICACIONES 297 vistas formuladas, sin que sin embargo se pudiera homologar tales formaciones con los mitocondrios de Benda. Para consolidar tal afirmación el autor de la presente nota analizada, instituyó otras investigaciones en la Ranunculacea citada, y valiéndose de especiales mé- todos de fijación y coloración pudo confirmar definitivamente las observaciones anteriores, hablar de la presencia y comportamiento de los mitocondrios en las faces espermatogenéticas del Helleborus y llegar álas conclusiones siguientes : 1% Existen en todas las faces de maduración de las células sexuales masculinas del Helleborus, así cómo en las del tapiz, formaciones especiales fundamental- mente granulares que constituyen un aparato típico y que por su comportamiento y electiva colorabilidad podemos considerar símiles á los mitocondrios, á los con- driomitos y 4los condriocontes de Benda y de Meves ; 20 Tal aparato mitocondrial presenta particulares figuras cinéticas que condu- cirán, verosímilmente, á su bipartición en las dos células hijas. De donde pode- mos distinguir, siguiendo á Giglio-Tos tres procesos de división en la vida de la célula : la cariodieresis ó división del núcleo, la condriodieresis ó división del con- drioma y la citodieresis ó división total del cuerpo celular. Acompaña el autor su notable trabajo por una lámina con seis figuras ilustrativas, tres de las cuales coloreadas, mostrando todas claramente la típica formación condriomática de los elementos sexuales masculinos del Helleborus fotidus. AUGUSTO C. SCALA. La polinuclearita nella microspora della Dammara robusta por T. Nico- LosI RoONCcATI. C. Moore. (Nota preliminare). Folleto aparte del publicado en el Bullettino dell Orto Botánico della R. Universitá de Napoli, tomo Il, fase. 2%. Desde algunos años al presente, la estructura del microsporo de las Gimnos- permas, ha sido objeto de numerosas investigaciones, fecundas en importantes resultados. El estudio del mierosporo en las Cicadaceas dió á Hirase é Ikeno el descubri- miento de los espermatozoides ciliados, que puso de manifiesto, así la analogía entre esta clase de Gimnospermas y las Criptogamas vasculares, en modo especial las Pteridófitas heterosporcas. Recientes investigaciones hechas en las Coníferas habían afianzado que el grano polénico ó microsporo consta generalmente de tres células, de las cuales dos re- presentan residuos de las células vegetativas del protalio; siendo la tercera, de mayor tamaño y núcleo más aparente, la célula espermatógena.. En la germinación: ésta se divide pronto en una célula madre anteridial y en una célula hermana estéril, que va á adosarse á las dos preexistentes células protalares. Por disolución de esta última, la célula madre del anteridio puede quedar en libertad y emigrar al tubo polénico. Al poeo tiempo, ó bien, como ya fué observado, cuando aun se halla unida á las otras células que constituyen el microsporo, da nacimiento, por división á dos células hijas idénticas, es decir, las células generadoras, los elementos sexuales masculinos. Este fué el resultado de las investigaciones y éstas las nociones que se tenían respecto el mierosporo de las Coníferas y á su germinación. Precedentemente ya, Hofmeister, en las Tarineas y Juniperineas y Strasburger lo confirmó en el Juníperus virginiana desde 1872, había observado la formación de 295 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 1-6 células libres, esféricas, en la extremidad del tubo polénico en el momento de la fecundación. Juel, en 1904, y más recientemente Noren en el Cupressus (Groweniana llegó á constatar mayor número de núcleos generadores (hasta veinte) en el tubo polé- nico antes que éste haya alcanzado los arquegonios, Noren en el tubo polénico de Juniperus communis, notó que éste presentaba, además de los dos núcleos gene- radores libres, una aglomeración de tres núcleos grandes colocados dentro de un estrato plasmático común, apenas recorrida la mitad del camino á través de la nucela. Pero, Lopriore de Catania presentó una comunicación al congreso internacio- nal de Viena (1905), donde anunciaba, que ocupándose de los procesos -esperma- togenéticos de la 4raucaria Bidwillia, había encontrado una marcada pluralidad de núcleos, no solamente en el tubo polénico sino también en el mismo microspo- ro y antes que éste hubiera alcanzado á la madurez germinativa. Thomson, el mismo año, dice haber hallado, sobre la membrana del megasporo de las Gimnospermas, seis ó siete núcleos en el tubo polénico de otra Araucariea, la Agathis australis. El autor, dice en su nota haber estudiado por su parte, el grano polénico de la Dammara australis C. Moore, sirviéndose como fijadores el bicloruro mercúri- eo alcohólico-acético y para la coloración el violeta de genciana de £hrlich- Biz- zozero que dió también buenos resultados á Lopriore en su trabajo sobre la Araucaria Bidwillii. De sus investigaciones pudo notar la presencia constante de seis, ocho y has- ta diez núcleos agrupados alrededor del núcleo vegetativo de tamaño algo mayor. Esta pluralidad de núcleos además de confirmar las observaciones de Lopriore demuestran la mayor generalidad del fenómeno que forma así un carácter pecu- liar de las 4raucarieas, sugeriendo deducciones de orden filogenético. El autor apoya las afirmaciones de Lopriore, quien dice que la división celu- lar que se manifiestan en la germinación del microsporo deben considerarse como una formación anteridial y se halle en conexión con la aglomeración plu- ricelular encontrada en los microsporos de las Cordaites fósiles que Olivier con- sidera como representando un espermogonio ó mejor todavía, un anteridio. La polinuclearidad en el mierosporo de las 4raucarieas constituye por tanto un carácter filogenético de manifiesta importancia desde que vendría á estable- cer la mayor afinidad de estas últimas entre las Coníferas con grupos primi- tivos. AUGUSTO C. SCALA. Estudio morfológico y biológico de la Ismene Hamancaes por el doctor CIRO NAPANGA AGUERO. Tésis presentada para optar el título de doctor en la Facultad de ciencias. De Revista de Ciencias, abril, mayo y ¡junio de 1910. Lima. Perú. Estudia el autor, esta interesante Amarilidacea peruana, desde varios puntos de vista, deteniéndose especialmente en sus caracteres morfológicos y bioló- Yicos. Va precedida por la historia de la planta, deteniéndose en la etimología del REVISTA DE PUBLICACIONES 299 nombre específico Hamancaes, derivado de Hamancay que es á su vez una con- tracción de Hama-na-cay ; siendo Hama un substantivo quechua que significa planta olorosa; n, forma contraída del genitivo na, del aimará; y cay, seró existir, sufijo que en quechua designa nombres abstractos. Agrega, además, la opinión de otros sabios lingiiistas respecto á la etimología de esta palabra ; el doctor Patrón dice que es formada por las dos palabras aman y kei: corona amarilla; y Minddendof, opina que Hamancaes es voz quechua usa- da para las plantas que tienen semejanza con el Lirio. Da en seguida la distribución geográfica y sinonimia, aceptando el genérico de Salibury : Ismene (1). Estudia la inflorecencia, flor y tactismo especial de las anteras ; polinización, ovario, fruto, semillas, hojas, bulbo, estructura histológica de la raíz, bulbo pe- dúnculo floral, hoja, filamento, antera, polen, ovario, estilo, estigma y semi- lla; ilustrando los diferentes tópicos tratados con fotograbados muy explica- bivos. Termina el interesante trabajo por una mención de los usos á que es y podría ser destinada la preciosa planta, ya sea como adorno, en la alimentación después de hervidos los bulbos para destruir el principio amargo; y en perfumería, ha- biendo podido el autor extraer un estearopteno correspondiente al aceite esencial que contiene. La planta ha sido objeto de preferente atención en Inglaterra y Bélgica. AUGUSTO C. SCALA. Contribución al estudio de las arenas argentinas. Su aplicación en la fa- bricación de vidrios. Tesis presentada para graduarse de doctor en química por Luis GRIANTA, químico de primera del laboratorio químico de las Obras de salubridad de la nación. Buenos Aires, 1911. Con este título el autor ha presentado á nuestra Facultad de ciencias un buen trabajo que, presentado en un folleto de cien páginas, viene á ser una prueba más de la constante é inteligente dedicación al estudio, que ha caracterizado su paso por las aulas. La observación de que en nuestras fábricas de vidrio se utilizan materias pri- mas casi en su totalidad extranjeras, ha inducido al señor Grianta á investigar si en nuestro territorio existían arenas utilizables con éxito en la mencionada industria. Antes de entrar en el fondo de la cuestión estudia las rocas metamórficas que dan origen á las arenas en la República Argentina y la clasificación de éstas. Se ocupa luego de la naturaleza de las arenas utilizadas en la fabricación de vidrios; trae algunos datos acerca del desarrollo de la industria del vidrio en el país; pasa en revista las distintas teorías sobre la composición molecular del vidrio y señala las relaciones existentes entre la composición química del vidrio y su fu- sibilidad. (1) Par, en su monografía de las Amarilidaceas, publicada en Natiirlichen Piauzenfamilien, incluye el género Ismene en Hymenocallis del mismo Salisbury, y por tanto, la especificaría co- mo Hymenocalli Hamancaes. 300 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Apunta las condiciones que han de llenar los materiales utilizados y abunda el punto principal de su estudio : la posibilidad de utilizar las arenas argentinas en esta industria. Estudia 21 muestras de arenas, de las cuales 16 proceden de distintos puntos de nuestro territorio, especialmente de la provincia de Entre Ríos. Efectúa el análisis mecánico y químico y el estudio microscópico y microfoto- gráfico con luz natural y polarizada de las mismas, describiendo á grandes ras- gos la manera de operar en cada caso. Es especialmente digna de encomio esta parte del trabajo, no sólo por la gran labor realizada, sino también por la prolijidad y acertado criterio con que ha sido realizada. Merecen transcribirse las conclusiones á que llega el doctor Grianta : 1% Por la naturaleza geológica de nuestro suelo y la diversidad de composición de las rocas, es difícil encontrar depósitos de arenas en condiciones de ser explo- tadas, en las regiones cercanas á la parte montañosa de la República ; 2% Las arenas que podrían emplearse tienen que ser buscadas en las regiones del litoral, donde las acciones de los agentes externos, sobre todo de las aguas, influyen para eliminarles las impurezas ; 39 Es posible substituir las arenas extranjeras, actualmente usadas en la fa- bricación de vidrios en nuestro país, por las argentinas; 40 De las arenas estudiadas, las que mejor responden para la obtención de vi- drios incoloros son : las de Diamante, Arroyo Molino (C. del Uruguay), Concor- dia, Bajada Grande (Paraná) y Corrientes que, sometidas á un lavaje previo con ácido clorhídrico diluído, podrían competir con las mejores extranjeras ; 5% La existencia de óxido de titano en todas nuestras arenas y su proporción relativamente alta, hacen innecesaria, en la mayoría de los casos, la agregación de ciertos descolorantes : 6% Las llamadas arenas del río de la Plata, Saladillo (provincia de Buenos Ai- res) y Mar del Plata, á pesar de tener los caracteres físicos semejantes á los de las arenas propiamente dichas, presentan una composición química que las acerca á las arcillas; 7% Las arenas anteriores pueden utilizarse para la fabricación de vidrios im- puros, entre otras causas, por contener una proporción elevada de alúmina, la cual impide ó retarda la devitrificación. Esta tesis, que pone en evidencia, una vez más, la inclinación bastante gene- alizada entre los egresados de nuestra escuela de química hacia los temas de indole industrial, implica un laudable esfuerzo y contribuye eficazmente al cono- cimiento de las riquezas de nuestro territorio. TJ. RUMI: BIBLIOGRAFÍA PUBLICACIONES ARGENTINAS. La educación sexual, por la señorita RAQUEL CAMAÑA en la Atlántida, revista mensual dirijida por el doctor Davib PEÑA. Tomo IV. Octubre 1911 Número 10. Coni hermanos, editores. Buenos Aires. En esta atrayente revista de ciencias, letras, arte, historia americana, admi- nistración, etc., i en su fascículo número 10, que acabamos de recibir, figura, entre otros trabajos de positivo mérito, la conferencia sobre La educación sexual, leída en los salones de la Sociedad Científica Arjentina, por la ilustrada señorita Raquel Camaña, graduada de nuestra Facultad de filosofía i letras. Asistimos a aquel acto con la duda en nuestro espíritu, porque tan escabroso tema abordado por una señorita — ¡pase si hubiera sido una señora ! — nos parecía de difícil sino de imposible dilucidación, tanto en la forma como en el fondo. Veíamos i escuchábamos por primera vez a la intelijente conferencista, la cual después de una elojiosa presentación al auditorio, hecha por la conocida propagandista, señora doctora Julieta Lanteri de Renshaw, dió comienzo a la lectura de su meditado trabajo. Más de uno ¿no era lójico ? se aprestaba, no sin cierta malicia, a juzgar sin benevolenciaa una niña que se atrevía discurrir sobre un argumento que los reglamentos sociales del presente sólo permiten ventilar al hombre profesional, médico, naturalista o moralizador propagandista. Pero, cuando la señorita Camaña comenzó la lectura de su voluminoso manuscrito, el numeroso público que llenaba por completo, que se ayiñaba, en el vasto salón de la Sociedad Científica, se apercibió in continenti que la valerosa conferenciante era un espíritu culto, sincero, digno de la mayor atención. Su presentación sin falsa modestia ni afectaciones feminiles, su voz modulante ¡ de timbre simpático; su dieción clara, pausada; el tono de sincero convenci- miento con que se espresara, le granjearoo la unánime simpatía del auditorio, que la escuchó con manifiestas señales de aprobación durante dos horas largas «¡ue parecieron cortas, i que debían terminar en una calurosa, espontánea i pro- longada salva de aplausos al terminar la interesante lectura. 302 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Nuestros lectores que no hayan asistido a la notable conferencia de la señorita Camaña, léanla en ATLÁNTIDA i verán con que talento ha tratado tema tan tras- cendental, esquivando hábilmente sus escabrosidades morales, de tal manera que bien pudo concluir su trabajo clamando, como el monarca inglés ante la ma- licia cortesana : Honni soit qui mal y pense! T no es solo el fondo, científico, moral, el que por sus fundamentos cautivara la atención de los oyentos; no menos interesante fué el ropaje literario con que la hábil conferenciante exornó su tesis. Pero ¿qué pretende probar en ésta la señorita Camaña ? Mucho. El problema biolójico es para la sociedad de capital importancia; i, sin embargo, debido a la sujestión ancestral, á los falsos mirajes de una mo- ral convencional, a la pretensa existencia i supremacía de un espíritu inherente i superior á la materia, descuidamos lo real por lo ficticio, lo objetivo por lo subje- tivo; procedemos inconscientemente a la conservación de la especie, negándonos a nosotros mismos lo que con tanto afán concedemos a nuestros propios animales: la selección física, que traería aparejado para el hombre el perfeccionamiento moral, puesto que las acciones humanas son hijas de su cerebración, i ésta es tanto más perfecta cuanto más perfecto i sano es el organismo humano. Basta pedir a los clínicos la estadística de las miserias mórbidas que llenan i se renuevan en las salas hospitalarias; basta recurrir a la antropolojía eriminal para darse rápida cuenta de la correlación entre el dejenerado i sus procreado- res; basta penetrar en los tugurios del ínfimo orden social, para hallar al sifi- lítico, al tuberculoso, en cuyas carnes el virus ha hecho presa sin oposición, por- que la miseria no combate; basta estudiar, no decimos profundamente, lijera- mente esta procreación inconsciente de vidas humanas, sin que la dignifiquen, ni la fortalezcan el amor i la salud, para tildar de delito social la indiferencia de nuestras leyes al respecto. Las lacras fisicas del hembre no pueden, no deben medicinarse con terapéu- ticas seudomorales. Son anacrónicas con nuestros progresos científicos; sólo se aplican curaciones superhumanas en los pueblos más atrasados donde la supers- tición prima sobre la ciencia. Cuanta razón tiene la señorita Camaña cuando dice : «La humanidad ha sido nutrida durante siglos i siglos por un ideal contrario a la vida. Debemos reaccionar, condenando como mala toda idea relijiosa, por bella i consoladora que sea en apariencia, si contiene la negación o deformación de la vida tal cual nos es dado conocerla... « Religión» i « ciencia » son antagó- nicas siempre que la religión dé ilusiones por verdades... » Lamentamos no poder trascribir las numerosas e importantes afirmaciones de la señorita Camaña, porque daríamos a esta simple noticia bibliográfica una es- tensión mui poco menor que la memoria que comentamos. Sintetizando, pues, diremos cuáles son sus ideales respecto de la educación sexual : que se eduque por igual al hombre i la mujer, cuando adolescentes, para que sepan a qué atenerse sobre su misión social ¡ cuáles elementos físicos ésta demanda; para que instruyan oportuna i honestamente a su prole sobre su fu- tura misión, sin hipócritas melindres, lo que pondrá al cubierto a la mujer de los avances del otro sexo, que hoi por hoi es el foco más fecundo de prostitu- ción. Quiere la señorita Camaña que no se haga un misterio de lo que es natural e inevitablemente notorio; sino que ilustrados i educados los dos sexos, aprendan BIBLIOGRAFÍA 303 a amarse, no como las bestias, sin finalidad, sólo por la satisfacción sensual, sino teniendo en vista la felicidad conyugal i el problema noblemente humanitario de poner en el mundo seres intelijentes i sanos, capaces a su vez de luchar, amar, procrear i educar, contribuyendo al perfeccionamiento de la raza i, por ende, de la sociedad. No pueden ser más nobles las aspiraciones de la interesante conferencista, i, por consiguiente, más justificada, más meritoria su jenerosa propaganda. La hi- jiene social, cuya profilaxis abarca por igual la lucha contra la morbicidad física como contra la dejeneración moral, necesita de estos espíritus levantados, estu- diosos 1 altruistas, que recuerden a los gobiernos la obligación en que se hallan de velar por la salud de los pueblos. Pero algún inconveniente debemos hallarle — ¿es posible en el estado ac- tual de la sociedad introducir de lleno en los programas de la enseñanza prima- ria esta reforma tan lójica, como sana i bienhechora ? Las reformas sociales deben proceder por evolución continua, progresiva, in- tensificando los medios hasta integrarlas. 1 la que propone la ilustrada conferen- cista es de aquellas que requieren el concurso de la mujer para realizarlas. Se impone, pues, la formación previa de las maestras que deben ilustrar a las niñas del porvenir, pues confiar al hombre la enseñanza sexual, sería fomentar— de- bemos ser francos — el mal que precisamente queremos evitar. No impunemente puede confiarse a sexos diversos la tratación de argumentos como el que nos ocupa. El confesionario, las escuelas, nos dan prueba fehaciente de nuestro aserto. Abelardo i Heloisa lo confirman. Peccare humanum est! Em muchos casos, la su- gestión sexual prima sobre la razón, la intelijencia se ofusca, i vence la béte hu- maine cuando precisamente se trataba de aniquilarla. Pero, en fin, lo esencial es establecer la necesidad de impartir la educación sexual a nuestros niños para llegar a un eficaz perfeccionamiento de la raza. Aceptado ésto como axioma educacional, corresponde a los sicólogos i pedago- vos hallar la forma i oportunidad de impartirla. Sea como fuere, nos complacemos en reiterar aquí nuestras felicitaciones a la 'alerosa e ilustrada propagandista, a la interesante conferencista señorita Raquel Camaña. S. E. BARABINO. Anales del Museo nacional de historia natural de Buenos Aires. Serie III, tomo XIV, con 17 láminas, dos planos i 19 figuras. Hemos recibido este nuevo volumen de los 4nales de nuestro máximo museo nacional, cuyo contenido es el siguiente : Tercera contribución al conocimiento de las gramíneas arjentinas, con cuatro lámi- nas, por T. Stuckert. 15 de mayo de 1911. Iconographie de bryozoaires fossiles de U Argentine (2% partie)», con 12 láminas por F. Canu. 26 junio 1911. Sobre la existencia del huemul de Bolivia y Perú, odocoileus (hippocamelus) anti- sensis (Orb.) i del avestruz petizo Rhea Darwini Gould en el noroeste de la Repú- blica Arjentina, con una lámina por Roberto Dabbene. 23 de junio de 1911. Buenos Aires en 1536 por Aníbal Cardoso. 29 de julio de 1911. 304 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Variación del índice cefálico según el sexo i la edad, por V. Mercante. 25 de agosto de 1911. Ídolo zoomorfo del Alto Paraná, contribución a la etnolojía americana. 25 de agosto de 1911. Isopodes du Sandwich du Sud, por H. Richardson. 25 de agosto de 1911. Sur quelques amphipodes de ¡les Sandwich du sud, por E. Chevreux. 25 agosto de 1911. Algunos animales marinos de las islas Sandwich (25 de agosto de 1911), por E. Chevreux. 25 de ugosto de 1911. Pyenogenidas, por M. E. L. Bouvier. 26 de agosto de 1911. Variaciones ¡anomalías anatomoantropolójicas en los huesos del cra- neo de los primitivos habitantes del sur de Entre Ríos, por FÉLIX F. Outes, secretario i director de publicaciones del museo de La Plata; profe- fesor en las universidades de Buenos Aires i La Plata. Buenos Aires. Imprenta Coni hermanos. 1911. Folleto de 91 pájinas, formato mayor, con 24 figuras intercaladas en el testo ; ha sido estracto de la Revista del Museo de La Plata, tomo XVIII (22 serie, tomo Y, páj. 53 a 144). Este nuevo trabajo del estudioso profesor Outes debió formar parte de una estensa memoria sobre la morfolojía de los' primeros habitantes del sur de Entre Ríos, la cual por razones que espresa, no realizó. Nada mejor que transcribir algunas indicaciones que hace el propio autor : « Tratándose de material antiguo, probablemente prehispánico, por lo ¡jeneral en mal estado de conservación, dada su procedencia, he debido prescindir del examen de ciertos huesos del cráneo cerebral i facial, etmoideo, ungiiis, vo- mer, etc., que se hallan casi del todo destrozados. Haré notar, asimismo, que si bien adopté el orden deseritivo observado en los tratados clásicos de anatomía he prescindido, en ciertos casos, de la mención de caras, bordes o ángulos que no ofrecen particularidades dignas de rejistrarse. También he dejado de lado el estudio de la dentadura, destruída por el profundo desgaste de sus elementos, muy rara vez semiconservados ». El doctor Outes ha estudiado el material pertinente del museo nacional de 3uenos Aires i el de su propia colección. El primero consta de los provenientes de los cementerios indíjenas de la cuenca del Paraná-Pavón, recojidos por el ma- logrado esplorador Lista, i de los recojidos por el señor Oscar Durand Savoyat en las fuentes del Yuncay i Rincones del Ibicuí. El de propiedad del señor Outes fue exhumado del enterratorio de Mazaruca (Paraná-Pavón) como los otros en el departamento de Gualeguaichú, los que le fueron donadas por los señores José S. Alvarez i Rafael Escriña. Los restos óseos, en su mayoría corresponden a adultos; los hai maduros i se- niles; i en pocos ha podido el profesor Outes determinar con seguridad el sexo. Ahora, he aquí el plan desarrollado : I. Cráneo cerebral : a) frontal; b) esfenoides (grandes alas, procesos pterigoi- «leos); e) occipital (basiooccipital, escama del occipital, exoccipital); d) parietal ; e) temporal (porciones escamosa, mastoidea i petrosa). Il. Cráneo facial : a) maxilar superior (cuerpo, procesos frontal, alveolar i pa- BIBLIOGRAFÍA 305 latino); b) malar; c) huesos propios de la nariz; d) palatino; e) mandíbula (cuer- po, ramas). Avaloran la obra 33 cuadros estadísticos de nutrido material. Buena i meritoria es la ruta que sigue nuestro ilustrado consocio, el profesor Outes, en la que no dudamos persistirá para honra propia i progreso de la cien- cia nacional. S. E. BARABINO. Velocidad de la propagación de las ondas sísmicas, por el doctor GAr- DINO NEGRI, traducción de Alfredo Torcelli. Un volumen de 140 pájinas. La Plata, 1911. Este trabajo fué presentado por el autor al Congreso Científico Internacional Americano (centenario de mayo, 1910) i su publicación se hace hoi por el Obser- ratorio astronómico de la universidad nacional de La Plata. Dicho congreso adhiriéndose a las ideas manifestadas por el doctor Negri 1 compartidas por el coronel Fontana, resolvió recomendar a las naciones que no se hubiesen adherido a la comisión internacional sísmica de Estrasburgo, lo ha- gan sin mayores dilaciones; dirijirse a la cuarta Conferencia panamericana pi- diéndole patrocine el voto de que arjentina, Chile, Bolivia i Perú establezcan una provincia sudandina; i solicitar de los gobiernos sudamericanos, especial- mente a los de Arjentina, Bolivia, Chile, Perú i Uruguai, constituyan una provincia sismolójica i establezcan definitivamente sus servicios sísmicos. En cuanto al verdadero objeto de esta memoria Velocidad de propagación de las ondas sísmicas, el autor llega a las siguientes conclusiones : « Los resultados obtenidos con las ecuaciones jenerales de Omori, verificados con los sismogramas obtenidos en quince estaciones distintas, relativamente al gran terremoto indiano del 4 de abril de 1905, i otros once grandes terremotos; los obtenidos por los sismólogos Oddone, Jordán, Zoepritz, Oldham, Bendorf, Milne, Rosenthal, Ricco, Agamennone, Rizzo, Cancani, Rudolph i otros; los ha- llados mediante los sismogramas de los observatorios de Roma, Florencia, Cata- nia, Ischia, Rocca di Papa, Ebro, Fabra, Uecle, ete., avoloran, confirmándolas, estas dos proposiciones : I. La relación anarmónica es sensiblemente igual á 0,354. VE E : TI. Las relaciones E ==» —=,... forman una progresión aritmética creciente, cuya 2 razón es sensiblemente constante e igual a 0,8 a partir de 1200 a 1400 kilómetros adelante. La verdad es que en un territorio como el nuestro, con dilatadas rejiones sísmicas, no sólo es conveniente, sino un deber en sus gobiernos el establecimiento de es- taciones sismolójicas que contribuyan al mayor conocimiento local i universal de estas convulsiones telúricas que siembran el espanto, la ruina, la muerte en sus centros poblados. Duras pruebas ha tenido la Arjentina a este respecto para que creamos nece - sario insistir en la obligación, no digo conveniencia, de crear i fomentar las ob- servaciones sismolójicas enel país. S. E. BARABINO. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 20 306 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El instituto de criminalojia, ha obsequiado a la biblioteca de nuestra socie- dad con los siguientes folletos, estractos de su revista : La condena condicional por el doctor Rodolfo Rivarola, profesor en la Univer- sidad de Buenos Aires. Primer censo carcelario. Resultados jenerales, por Antonio Ballvé, director de la Penitenciaría Nacional. El jurado en materia criminal, por el doctor Antonio Sagarna, presidente del Su- perior tribunal de justicia del Paraná. Nuevas tendencias penales, en el congreso pentenciario de Washington, por el doctor Armando Clarós, director de la Penitenciaría Nacional. Patronato de encarcelados, por el doctor Eusebio Gómez, del Instituto de crimi- nolojía. El trabajo carcelario, por el mismo señor. La reforma de la justicia arjentina, por el doctor Tomás de Veyga, profesor en la Universidad de Buenos Aires, miembro de la cámara en lo criminal. Los lunfardos, psicolojía de los delicuentes profesionales, por el doctor Fran- cisco de Veyga del Instituto de criminolojía, profesor en la Universidad de Bue- nos Aires. Los auxiliares de la delincuencia, por el mismo autor. Nuevo método gráfico para fijar la herencia, por el doctor Luis Agote, profesor en la Facultad de medicina, No entramos ni a analizar, ni a juzgar las monografías apuntadas. No son de nuestro resorte; pero nos place hacer resaltar un hecho mui honroso para la Ar- jentina, i es la preocupación de sus juristas, de sus sicólogos, por estudiar i aportar elementos que faciliten la solución de uno de los problemas más difíciles de la sociolojía moderna : el estudio sicofisiolójico del dejenerado, del delin- cuente, base esencial de una lejislación penal racional ; sólido fundamento de toda medida de prevención o represión de los actos anómalos de los predestinados, de los desgraciados que obran bajo el impulso avasallador de su siquis enfermiza, de su físico dejenerado. La antropolojía criminal, la escuela criminalójica italiana, es una de las glo- rias más puras de Italia; i en esta fiebre honrosa de humanitarismo racional, nos place sobremanera ver a nuestro país, tomar parte activa e intelijente en tan no- ble tarea. S. E. BARABINO. Boletín del Centro de estudiantes de injenieria. Tomo I, número 1. Córdoba Setiembre 1911. Un nuevo compañero de tarea en el desarrollo de las especulaciones científi- cas, con especial aplicación a la injeniería, acaba de aparecer en Córdoba. Es un buen síntoma. Órgano de los estudiantes de injeniería, revela en ellos una noble emulación por penetrar en el vasto campo de las disciplinas matemáticas 1 constructivas. La Arjentina marcha; pero bueno es hacer constar que no es sólo en el sen- tido de poblar con haciendas sus campos o de estraer del humus de sus tierras fecundas el fruto de la labor agrícola, sino que también en la vía esplendorosa de los progresos científicos, camino escabroso, sembrado de dificultades, pero BIBLIOGRAFÍA 307 lleno de satisfacciones, sino materiales, morales. Lo prueba fehacientemente este surjimiento de intelectualidad joven, robusta, en nuestra nación hasta hoy ex- cesivamente mercantilista. Cuando la juventud, despreciando los fáciles goces del juego, de las distrac- ciones inútiles, prefiere meditar sobre el libro, pidiendo al cerebro que le desci- fre los secretos de la ciencia para aplicarlos al bien de su patria, a la vez que al propio, quiere decir que el futuro ciudadano arjentino desea proceder consciente- mente en su actuación como parte integrante de su país, substituyendo a la rutina estacionaria las progresivas conquistas de la ciencia, al elemento intelectual estraño, indiferente, el nacional, que no sólo se preocupa del bien personal sino que también del de la patria. La labor científica en la Arjentina ha estado necesariamente en sus comienzos 1 lo está todavía en gran parte — como no puede aún dejar de ser — confiada a los profesionales, los viejos, entre ellos — en su mayor parte un distinguidí- llamados a com- partir fraternalmente la tarea de crear el cuerpo nacional, no diré de sabios — simo núcleo de intelijentes hombres de estudio estranjeros, que no todos pueden serlo — pero si de hombres de ciencias encargados de inmo- cular en la juventud que surje como una esperanza de futura grandeza para nuestra patria, la simiente científica que ha de conseguir para ella no sólo que sea rica, sino industriosa, intelectual. Hoi, como se ve, los jóvenes, con noble emulación, siguen los pasos de sus maestros, aplicando sus enseñanzas, coadyuvándoles en la labor especulativa: numerosas son las revistas científicas literarias de diverso orden que han visto la luz en la República i que, contra lo que podía suponerse, viven, lo cual prueba que el terreno está preparado ya para dar buenos frutos. Hoi los jóvenes no quieren ser como el busto de la fábula : desean tener una cabeza pensante ; aspiran a que el cráneo contenga un cerebro, que vibre por el estudio, que medite i produzca. Bien venido sea, pues, el boletín de los estudiantes cordobeses, al que desea- mos vida larga i provechosa. El primer número que aparece, dirijido por el señor Augusto Schmiedecke, teniendo por secretario al señor J. Benjamín Barros, i como administrador a don J. Ceballos Reyes, contiene los siguientes trabajos : Aprovechamiento industrial, agrícola del agua en la provincia de Córdoba, por Luis Achával. Conferencia sobre el dique de San Roque, por E. Girardet. El progreso moderno de la máquinas i su influencia sobre los adelantos contemporá- neos, por M. Dacker. Notas lijeras, por M. Gil. Verificación de las condiciones de estabilidad de los muros de embalse, por Bb. Ferrer. Hijiene de la construcción ¿ habitación urbana, por J. Del Viso. La escuela industrial i la escuela normal de profesoras, por A. F. Avalos. La Universidad de Córdoba i la revolución de mayo, por J. B. Barros. Homenaje a Sarmiento (discursos), sección oficial, bibliografía, Ameghino. S. E. BARABINO. 308 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El abastecimiento de agua potable en La Plata, por el injeniero ERNESTO BeYHukrst. La Plata, octubre de 1911. El injeniero Beyhurst, en este su folleto, entiende demostrar : 1% Que el agua freática que esplota el servicio de aguas corrientes en La Plata es de superior calidad; 20 Que el sistema de bombeo de la misma, empleado en la oficina de la Plaza de Armas, es defectuoso como seguridad, eficacia i economía; siendo, por tanto, necesario sustituirlo por otro eléctrico ; 3% Que la nueva instalación en pocos años resarciría el gasto de la construcción de una oficina hecha con todos los adelantos modernos. Opinamos por nuestra parte, que la administración correspondiente debe tomar en cuenta esta opinión, que nos ha parecido bien fundada. S. E. BARABINO. Ameghino. Conferencia dada por el señor J). W. Gez, en la Escuela normal re- jional, el 19 de setiembre de 1911. En un folleto de 28 pájinas, editado por cuenta del Consejo superior de educa- ción de Corrientes, el señor Gez publica una sentida conferencia sobre el doctor Ameghino, el malogrado sabio tan prematuramente arrebatado a la ciencia ar- jentina, en la que hace resaltar la grande i meritoria labor del ilustre extinto, así como su jenialidad incomparable. Es un bello trabajo como fondo i como forma. S. E. BARABINO. Graminaceas argentinas. Tercera contribución del doctor TEODORO STUCKER. Un volumen de 214 pájinas, en 8% mayor, con cuatro hermosas planchas lito- erafiadas. Memoria estracta de los Anales del Museo nacional de Buenos Aires (tomo XXI, serie III, tomo XIV). Buenos Aires, 15 de mayo de 1911. En esta, como en las dos contribuciones precedentes, el señor Stucker observa que las determinaciones i diagnosis de formas, variedades i especies, ya descri- tas o nuevas son debidas al distinguido agrostógrafo, profesor i doctor Eduardo Hackel. Agrega, después de indicar algunas repeticiones 1 correcciones, que en esta serie figuran ejemplares mui interesantes, muchos nuevos para la ciencia, algunos recojidos a altitudes hasta de 5000 metros, en Tucumán, por el señor Lillo; otros por el doctor Illin en el Chubut; otros por el injeniero Mario Estrada coleccionados en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca, etc.; otros por el doctor Acosta, proveniente de Benites 1 Resistencia: otros por la señorita Marcenaro, de la colonia Margarita Belén (Chaco); algunos por el señor Burceo, de la provincia de Buenos Aires; i algunos más por el injeniero Cáceres, de Río Gallegos; i por el doctor Hicken, de diversos puntos. También le han suministrado algunos ejemplares el señor Roth, de Canals; el señor Thays, del Parque 3 de febrero; ¡el señor González, de Cañada Alegre (Tu- cumán). El propio señor Stuckert, con el fin de aumentar las colecciones, hizo varias es- enrsiones a las provincias de Córdoba, La Rioja, ete., con mui buenos resultados. BIBLIOGRA FÍA 309 En esta tercera contribución el autor sólo enumera las especies válidas, agre- gando a cada una, su forma, variedad o subespecies; e intercala los dibujos de algunas especies nuevas para su mayor comprensión. No determina, en cambio, una serie de especie críticas, que requieren ser confrontadas con las típicas de los grandes herbarios nombrados i una amplia revisión de la literatura corres- pondiente. He aquí la reseña jeneral que da una idea de la importancia del vurabajo del doctor Stuckert : Total de especies citadas, 379. Categoría I. Variedades i especies observadas en provincias no indicadas aún, 120. - , variedades 8) e Categoría Il. Novedades para la tercera contribución ) A (ER especies 91 1) y variedades 17 ) Categoría III. Idem para la R. A. E = ML / especies 34 | formas 36 Categoría IV. Idem para la ciencia , variedades 25 ' = 180% especies 25 Aumento total de citas nuevas entre formas, variedades i especies, 232. En las cuatro láminas se presentan : Lámina I. Aristida multiramea, Hackel (n* 1253). Lámina II. Stipa polyclada, Hackel (n* 149). Lámina III. Stipa Stuckertiíi, Hackel (n* 151). Lámina IV. A. Calamagrostis Hackelii, Lillo (n* 199). C. Calamagrostis pulvinata, Hackel (n* 217). El autor promete seguir la recolección de ejemplares, su estudio i clasificación, que publicará oportunamente. S. E. BARABINO. Causa de la clorosis hípica argentina por el doctor GODOFREDO Cassar. Un folleto de 25 pájinas, estracto de la revista del Centro de estudiantes de agro- nomía i veterinaria. Buenos Aires, 1911. Como lo dice el autor, es un tema de actualidad, especialmente, agregamos nos- otros, desde que la comisión del ejército francés pusiera tan por el suelo al ca- ballo arjentino, declarándole impropio para el servicio del arma de caballería. El doctor Cassai estudia el caballo criollo, censa la poblacion equina del país ; estudia los requisitos a que debe satisfacer el caballo en la actualidad; las causas que dificultan su cría; cuáles condiciones debe tener para ser utilizable en gue- rra; el modo de conseguirlo; i establece que debe intervenir en ello el gobierno; echa sobre la sociedad del Jockey Club no poca responsabilidad por su acción insuficiente i errada, pues no debe reducirse al inútil caballo de carrera, que sólo sirve para enviciar en el juego a gran parte de la población, en vez de con- seguir un tipo mestizo, criollo, fuerte, ájil, ejercitado, habituado a cargar pesos, saltar vallas, etc. El autor agrega que la Argentina — « mejor que cualquier otro país moderno » — puede formar caballos militares, especialmente para caballería, mediante una 310 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA selección racional de las yeguas i la intervención de padrillos árabes, angloárabes, turkenstanos O caucásicos. En un pequeño grabado presenta, al efecto, los tipos de padrillos de pura sangre árabe, turcomanos, karabagh cáucaso, de Berbería, anglo-árabe i pura sangre inglesa. Bien venido sea el bofetón dado por los oficiales del ejército francés a los cria- dores arjentinos : la reacción intelectual se ha iniciado, lo prueba el doctor Cas- sai; ya vendrá la del Jockey Club i la del gobierno, para borrar con hechos prác- ticos tan inconveniente prejuicio europeo, que importa un enorme perjuicio econó- mico para nuestro país. S. E. BARABINO. Nota sobre el meteorito de El Perdido por el doctor E. HERRERO DUCLOUX vicedirector del museo de La Plata. Abril 24 de 1911. Un folleto de cinco páji- nas, estracto de lar Revista del Museo de La Plata, tomo XVIII (2? serie, tomo V). El señor Bennike envió al museo un fragmento de piedra meteórica hallada en El Perdido, cerca de Bahía Blanca. El doctor Schiller, mineralojista del mu- seo, se trasladó al sitio indicado i la adquirió para el mismo. Pesa 30.260 gramos. Después de dar el análisis físico del meteoro, el doctor Herrero Ducloux lo es- tudia del punto de vista químico, hallando que la composición centesimal de los fragmentos es la siguiente : ME AS ION 35,091 — 34,500 Oxido “tertoso (Eo O). vo toco adas 5,844 — 6,151 EE TEICO Be O ai 17,994 — de aluminio (Al Oo... 5.505 — de manganeso (Mn O).......... 0,431 — 0,440 equ (NO tt tas 0,695 — 8,798 A SACACIO NCAA ee 2,220 de masnesio Moa O) 18,397 O potasio (USO) a les 0,056 deso MO Na O) acto qe 1,205 Eliernommetalco (Belt acoso rlaje riot 6,571 Níquelimetalico (NI) rocio pe ciareia 0,550 UA PEI o kl 1.986 Datos sobre la acción de las sales de cobalto i vanadio en los vejeta- les por el doctor E. HERRERO DUCLOUX i la señorita María Luisa COBA- NERA. La Plata, 20 de julio de 1911. Un folleto de 19 pájinas estracto de la Revista del Museo de La Plata, tomo XVIII (2? serie, tomo V). Los autores presentan en él las primeras investigaciones emprendidas, que prometen continuar, relativas a estudios químicos aplicados a la biolojía vejetal vale decir, a la investigación de las funciones que ejercen en la vida de las plantas la substancias minerales. Su propósito es estudiar la importancia de las sales de cobalto, vanadio i uranio, primero en pequeñas cantidades, como exci- tantes, i luego en dosis mayores, para determinar su influencia en el desarrollo, BIBLIOGRAFÍA 311 en la nutrición; su localización en órganos determinados i su poder sustitutivo dle elementos de acción conocida, del mismo grupo natural. Varios fotograbados de los cultivos, diagramas, ete., ilustran mayormente las investigaciones realizadas por el doctor Herrero 1 su colaboradora la señorita Cobanera. S. E. BARABINO. Contribución al estudio de la micromeria eugenioides (Hieronymus) (mu- nAa-muña), por el doctor ENRIQUE HERRERO DUCLOUX, vicedirector del Museo de La Plata. 1 folleto de 13 pájinas formato mayor. Estracto de la Revista del Museo de La Plata, tomo XVIII, segunda serie, tomo V. La Plata, 25 de marzo de 1911. El doctor Herrero Ducloux se había propuesto estudiar en forma completa la esencia i el principio activo que encierra la micromeria eugenioides ; pero incon- venientes insuperables de recolección, trasporte, ete., le han dificultado la realiza- ción de su propósito, resolviéndose por ahora, a publicar ésta su contribución al mejor conocimiento de dicha planta. Después de establecer que el jénero micromeria, familia de las labiadas está representada en la rejión serrana del país por tres especies, la eugenioides, la bo- liviana i la odorum (vulgo, peperiaa o piperita), describe la eugenioides 1 pasa a realizar el análisis inmediato para determinar las proporciones de los principios más importantes ; estudia la composición de las cenizas de las hojas; la extrac- ción del principio activo básico i sus reacciones, que autorizan al doctor He- rrero a afirmar que en las hojas de muña-muña hai un principio básico con los 'aracteres jenerales de los alcaloides i otros particulares diferentes de los cono- cidos, aunque insuficientes para establecer su individualidad. Por la existencia de una saporina en las hojas, sospecha la principios de des- composición de naturaleza compleja i caracteres confundibles con los alcaloides. Estudiando esta saponina el autor ha obtenido, sobre diez gramos de hojas se- cas pulverizadas i como media de dos ensayos, el análisis cuantitativo siguiente : 1 2 Precipitado saponina-barita..........o.o.o.oo.... 0,1522 0,1510 Carbonato de bario..... A OS loro 4. 0,0150 0.0140 Anhidrido carbónico del Ba BO,.............. 0,0033 0,0031 SAPO ale eos a NN 0,1405 0,1401 esto es, las hojas analizadas contenían de 1,401 a 1,505 por ciento de saponina. S. E. BARABINO. Ehrlich-Hata-606. Traitement abortif de la syphilis, par le docteur Luis C. MAGLIONI. Ex-chirurgien de 1" Hospicio de las Mercedes a Buenos Aires. Berlín, 1911. El doctor Luis C. Maglioni nos remite de Berlín este su folleto sobre el famoso salvarsán, preparado por el sabio doctor alemán Ehrlich isu colega i ayudante japonés el doctor Hata. OZ ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA El doctor Maglioni, sin desconocer la eficaz acción inmediata del 606 en las enfermedades sifilíticas, duda del éxito definitivo del tratamiento Ehrlich. La razón que da no nos hace mui felices : Este descubrimiento procede de la química — dice — i la terapéutica nada debe a la química; el diagnóstico, algo; la industria, mucho. No nos convence. Negar la eficaz ayuda de la química en la terapéutica nos pa- rece paradojal. Recuerda el doctor Maglioni que también el mercurio fué preconizado como específico contra el mismo mal i dió fiasco : el mercurio no ha curado un solo caso de sífilis. Aun ayer, Dieulafoy presgonaba una cura maravillosa de paquimeninjitis sifilítica mediante inyecciones de ioduro de hidrarjirio, pero admitiendo las re- cidivas. Entra en seguida el autor a dar cuenta sumaria del congreso de Kónisberg, en el que fué tan festejado Ehrlich, ien el que se manifestaron opiniones en pro, en contra i dudosas respecto del 606; se hicieron restricciones a la aplicabilidad del remedio en los casos de concomitancia con otras causas patolójicas; se indica- ron recidivas del mal después de algún tiempo; se señaló la necesidad de aso- ciar el mercurio al salvarsán en casos en los cuales este último solo no sería eficaz ; en fin, se sostuvo la supremacia del mercurio en algunos. Hace observar el doctor Maglioni que en Alemania, especialmente en Berlín, el 606 ha causado poco entusiasmo. 1 no deja de ser curiosa la opinión del céle- bre i discutido Doyen, quien encabezó un su artículo publicado en Le Matim de París : 606 = cero, Los métodos terapéuticos son así: en voga por algún tiempo, caen luego en el descrédito; por lo menos la mayor parte. , El profesor Kreibich, de Praga, hace notar el peligro del salvarsán para el sistema nervioso, los nervios óptico, acústico, etc., ila conveniencia de emplearle en unión con el mercurio. El mismo Ehrlich lo admite. El doctor Maglioni pasa a estudiar el problema del « tratamiento abortivo » de la sífilis, atacándola antes que afecte al organismo, por un procedimiento lo- cal en su período primitivo, por ejemplo, por el termocauterio. El doctor Maglioni recuerda que hace veintisiete años publicó en Montevideo un trabajo precisamente titulado Tratamiento abortivo de la sífilis. Opina que los procedimientos químicos no sirven. El gran congreso realizado en París en 1910, se ocupó de fisioterapia, pero no de químicoterapia. En tera- péutica la física vence a la química. En substancia, el doctor Maglioni no da al salvarsán más importancia que la que tuvieron el mercurio i el atoxil : se trata de un buen recurso auxiliar, pero la cura de la sífilis, debe ser preventiva, abortiva. Francamente, sin ser médicos, opinamos que la cura abortiva es racionalísima; pero que no siempre será posible conseguirla por culpa o ignorancia del paciente. En tales casos — i éste es el problema difícil — ¿cómo se debe neutralizar el veneno sifilítico ? Él autor dice que por ahora calla; pero deja sospechar que, dentro de algunos años, terminados los estudios que está verificando, podrá presentar algo eficaz. Así sea. De todos modos, tenga o nó razón el doctor Maglioni, estas controversias tie- nen la ventaja de refrenar los fáciles entusiasmos; crear, con la duda, la pruden- BIBLIOGRA FÍA 313 cia en la aplicación de ajentes terapéuticos, cuya acción no está del todo probada i cuyos efectos sobre el organismo pueden obligar a establecer contraindicaciones, pues ni el grado de infección es en todos igual, ni todos los temperamentos son iguales, ni la resistencia a la acción morbífica es la misma. S. E. BARABINO. Ehrlich-Hata-606 par el docteur R. Herrrer. Buenos Aires, 1911. Un folleto de 100 pájinas, formato 27 X 14. Precio 2 pesos. La obra consta de tres partes : en la primera, el autor discurre sobre la ava- riosis, orijen, efectos, medios preventivos: en la segunda, presenta las conferen- cias del propio Ehrlich i sus colaboradores sobre el 606; historia del. descubri- miento, indicaciones i contraindicaciones; preparación de la inyección, etc.; la tercera, se ocupa de la aplicación del remedio entre nosotros, su importancia, ete. La obra es indiscutiblemente de actualidad ; pero por su índole, la novedad del descubrimiento i el poco tiempo de esperimentación, creemos que por ahora valen los comentarios que acabamos de hacer sobre la obra del doctor Maglioni. S. E. BARABINO. Influencia del clero en la independencia argentina (1810-1820), por mon- señor AGUSTÍN PIAGGIO, capellán de la armada i diputado a la lejislatura de Buenos Aires, Estudio premiado en el certamen hispano americano celebrado por la Academia literaria del Plata el 30 de mayo de 1910. Un volumen, for- mato menor, de 430 pájinas. Editor, Luis Gili. Barcelona, 1912. El autor, sacerdote arjentino, trata de poner de manifiesto, lo que a su juicio no han hecho hasta hoi los historiadores arjentinos, la importante contribución moral i material aportada por el clero nacional, al iniciarse las luchas por la in- depencia arjentina (1810-1820). Es a la vez un trabajo de historia i polémica, con el cual el autor entiende hacer la debida justicia a los sacerdotes que intervinieron en favor de la libertad de la tierra arjentina; pero encuentro que el autor ha magnificado esa actuación del clero nacional, atribuyéndole proyecciones mayores de las que en realidad de verdad ha tenido. Esta es la impresión que me ha causado la lectura del libro, encontrando, por lo demás, humana la cosa en sí, 1 conveniente, por las controversias a que puede dar lugar, lo que será de real utilidad para la verdad histórica de los he- chos que han constituído la epopeya de nuestra independencia en su primera década. Desaprobamos, en cambio, en monseñor Piaggio, el tono irrespetuoso con que juzga las opiniones contrarias de los historiadores arjentinos. En su Advertencia, estampa esta frase : «Que si ellos (los historiadores indicados) guiados por un espiritu de secta i escudándose en un falso liberalismo. que es verdadero fanatismo, callaron la exis- tencia de esos documentos... » No, monseñor Piaggio, no es acusando preconcebidamente de falta de sinceri- dad a los que opinan diversamente que nosotros que se establecen las verdades históricas. Igual juicio puede merecer la obra de monseñor Piaggio a aquellos 3141 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Falsos liberales, a aquellos sectarios, a aquellos fanáticos. 1 bien sabe, monseñor Piaggio, que no se han escatimado al clero esos mismos calificativos, 1 aun otros más mortificantes, por escritores liberales que han incurrido en las mismas exajeraciones que él. Las controversias históricas, ya de por sí caldeantes, nos parecen absoluta- mente inútiles, peor aun perjudiciales por lo inmorales, cuando los contendien- tes empiezan por descalificar al adversario. Un sectario, un fanático, sea liberal o clerical, no tiene derecho a iniciar, a sostener una discusión intelectual. En nuestro caso ¿qué fe puede merecer al lector un historiador que antes de entrar en materia, refiriéndose a los que no la piensan como él, dice en el pró- logo de su trabajo : « Además... los liberales que se llaman a sí mismos patria, para, amparados por ese nombre sagrado, dar salida a sus odios sectarios, iniciaron la persecución ante la ielesia. El clero era ya un limón esprimido; podía, pues, desecharse...» ¿Que fe puede prestarse a un historiador que no trepida en estampar la más inverosímil, la más falsa de las aseveraciones, demostrando una de dos, o que la pasión partidista, sectaria i fanática, como dice él de sus discordantes, le do- mina por completo, o que su buena fe pasa de los límites de lo prudente, de lo consciente ? ¿ Cuándo, dónde, a quién el grande estadista Cavour, tan grande por su talento como por su honestidad política — lo que le diferencia i aventaja so- bre Bismarck — ha dicho las palabras que monseñor Piaggio estampa al finali- zar su capítulo MI? Vale la pena reproducir este sujerente párrafo de monseñor : «Muchos — dice — de los que llenos de escrúpulos farisáicos condenan la acti- tud de Funes (1) — porque llevaba sotana actitud justificable i justificada — aplauden la obra de Cavour, la unidad italiana, porque ella despojó al papa de sus lejítimos dominios. Pues bien, no olviden estos eserupulosos i sépanlo si lo ienoran, que Cavour — no sé si con franqueza o con cinismo (!) se complacía en repetir : Si hubiéramos hecho por nosotros lo que hemos hecho por Italia seríamos unos grandes bribones... ¿Puede ser más falso, más anacrónico el dicho atribuído a un gran hombre, a quien todo el mundo civilizado respeta ? ¿ No descorazona que sea un sacerdote quien estampe, quien se haga eco de tamaña afrentosa calumnia ? Cavour murió en 1861, i el papa conservó sus estados hasta 1870, cuando el erande estadista hacía ya nueve años que debía haberse presentado a aquel Dios de verdad del que monseñor Piaggio entiende ser ministro. Pero aun suponiendo que Cavour hubiera entrado en Roma el 20 de setiembre de 1870, protejido por las tropas de Cadorna, ¿cabe en cabeza humana que un hombre de la fe, del patriotismo, de la honestidad de Cavour pudiese tildar a sí mismo i a sus nobles compañeros en la epopeya itálica de... bandidos ? No, monseñor Piaggio, usted más que nadie, por su sagrado ministerio debe tener presente siempre que las disquisiciones históricas requieren una calma, diré seráfica — ya que condice con sa misión en la tierra — ipor ende, la pri- mera condición de un historiador es respetar al adversario, reconociendo su buena fe, demostrando su error si se eree que en él ha incurrido; teniendo siem- pre presente que, convencidos sinceramente del error ajeno, los equivocados po- (1) Se le acusa de delator de sus antiguos correlijionarios. BIBLIOGRAFÍA 315 demos ser nosotros. Vea la serena 1 respetuosa refutación del doctor Avellaneda a las aseveraciones de Sarmiento, que usted mismo ha insertado como apéndice en su obra. Cuando se tiene conciencia hecha sobre la mala fe del historiador contrario, no se le contesta, no se le ataca, se le desestima; mucho más cuando los arjen- tinos tenemos muchísima razón en estar orgullosos de la contribución patriótica de nuestro clero en las horas de temor i esperanza, de triunfos i de desastres, de fe i sacrificios, que constituyeron la alborada gloriosa de nuestra emancipación política. Tenga presente, monseñor Piaggio, que no hai, que no puede haber un arjen- tino honesto, liberal ó clerical, que pueda poner en duda la acción conjunta du- rante el ciclo de luchas heroicas por la libertad, de los hombres de todas las creencias, de todas las condiciones, intelectuales i sociales, del clero i hasta de la mujer arjentina, la que espera aun al historiador patrio que le haga ¡usticia, inscribiendo en el libro de oro de nuestra independencia la abnegación, los sa- crificios, el patriotismo de que diera prueba. T si algunos liberales al historiar ese período glorioso no han creído en la influen- cia del clero arjentino durante el mismo; i si algunos clericales al juzgar esos mis- mos hechos la engrandecen en detrimento de aquéllos, ambos bandos proceden mal. Los hechos, son independientes de los partidos, de sus opiniones banderizas; i la verdad, pese a los ofuscados, se abrirá camino entre la maleza de las aseve- raciones infundadas, para presentarse en su imponente desnudez, bella i triun- fante. S. E. BARABINO. Dios i la naturaleza por NICOLÁS A. ZABaALa. Folleto de 62 pájinas, formato menor. Jujuí, 1910. Acusamos recibo de este opúsculo del señor N. A. Zabala, quien entiende de- mostrar la existencia de Dios, visto bajo el aspecto de la naturaleza, problema arduo de filosofía trascendental que no podemos juzgar a la lijera. Trataremos de leerlo con atención i oportunamente volveremos sobre él. S. E. BARABINO. Radicalismo i conservatismo. Consideraciones sujeridas por nuestro ambiente político i social, por RAÚL VILLARROEL, doctor en derecho i ciencias sociales, periodista, profesor de instrucción secundaria. Folleto de 125 pájinas, formato menor. Santa Fe, 1911. El autor cumpliendo la misión que se ha impuesto, de divulgar en las masas populares las nociones de la democracia i de la ciencia moderna, recopila en este folleto varios de sus artículos, que reputa de palpitante actualidad, pues opina que debe suplirse con el libro, el periódico, la conferencia, con la «estensión universitaria », en fin, la actual escasez de instrucción de la masa popular; i es- tablece este aforismo : «mientras unos siembran trigo, pan material, siembran otros ideas libres, pan moral ». Los propósitos del señor Villarroel no pueden ser más sanos. S. E. BARABINO. 516 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Sarcosporidios de los animales domesticos. Estudios sobre su morfolojía i localización. Tesis presentada a la Facultad de agronomía i veterinaria de la Universidad nacional de Buenos Aires, para optar al título de doctor en medi- cina veterinaria por EDUARDO CAREtTE, jefe de trabajos prácticos en la Fa- cultad. Un folleto de 140 pájinas, con una lámina conteniendo 10 figuras foto- tipiadas. Buenos Aires, 1911. Manifiesta el autor que su trabajo versa sobre un tópico que cree no ha sido aun tratado en el país; pero el tema es vasto i en su tesis se ha concretado a una especie de introducción a la materia, esperando establecer bien pronto no solo el estudio zoolójico de estos parásitos sino que también su interés patolójico. No pudiendo hacer un estracto del trabajo del doctor Carette, nos complace- mos en establecer sus conclusiones : 1% Los sarcosporidios, parásitos con una distribución jeográfica mui estensa, son comunes en los hervíboros en la República Arjentina, principalmente en el caballo i en el buei; 2% En el caballo se pueden encontrar en todos los músculos estriados, volunta- rios, repartiéndose en ellos como en el cerdo la triquina i localizándose prefe- rentemente cerca de las inserciones tendinosas; 20 3% La membrana estriada de los quistes fusiformes que los sarcosporidios for- man dentro del tejido muscular, debe considerarse como producción propia del parásito; la división de los esporos dentro del quiste es fenómeno jeneral para los sarcosporidios delos animales domésticos. S. E. BARABINO. Agchylostoma conepati, nova species. Parásito del conepatus suffocans. Azara, 1811 (Zorrino). Tesis presentada a la Facultad de agronomía i veterinaria de la Universidad nacional de Buenos Aires para optar al título de doctor en me- dicina veterinaria, por EMILIO SOLANET. Un volumen de 170 pájinas, formato mayor, con 14 láminas conteniendo 29 figures ilustrativas. Buenos aires, 1911. La tesis del señor Solanet, refleja los estudios hechos por él sobre una especie parasitaria perteneciente a la subfamilia 4gchylostomino, Looss, 1905, hallada por primera vez en la República Arjentina i que denomina Agchylostoma conepati. El autor ha dividido su trabajo en tres partes : I. Historia, nomenclatura, clasificación, método de investigación, resumen de las autopsias. Evolución, infección, frecuencia, número de anquilostomas i su ubicación, acción patógena. Conformación esterior. II. (Anatomia). Sistemas tegumentarios, muscular, nervioso, dijestivo, circula- torio, excretor, jenital. TIL. Caracteres différentiels de 1? Agchylostoma conepati, nova species, avec i' Agchy- lostoma caninum (Ercolani, 1859). Es una buena contribución al conocimiento de la parasitolojía arjentina. S. E. BARABINO. El guano argentino por el injeniero F. PEDRO MAROoTTA, adscrito a la cátedra de agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, 1911. BIBLIOGRAFÍA 317 El autor ha publicado en un folleto de 16 pájinas el artículo inserto en el pe- riódico Agronomía. Afirma el injeniero Marotta : 1% Que el guano arjentino es sui generis, pobre en ázoe i ácido fosfórico, que son los que dan importancia comercial a este producto; 2% Que como fertilizante es mui limitado, 1, en el mejor de los casos, sólo podrá emplearse económicamente en los alrededores de Buenos Aires i Rosario; 39 Que, en tal virtud, su costo (50 pesos la tonelada) es exorbitante. El mismo señor nos ha remitido otro folleto, que es una sentida necrolojía so- bre Lurs GRANDEAU, notable agrónomo francés, fallecido en París en setiembre próximo pasado. S. E. BARABINO. Buenos Aires en 1536 por ANÍBAL CARDOSo, encargado honorario de la sec- ción numismática. Casa editora, imprenta J. A. Alsina. Buenos Aires, 29 de julio de 1911. Un folleto de 63 pájinas, con varios croquis ¡1 mapas, estracto de los 4nales del Museo nacional de Buenos Aires, tomo XXI (serie 32, tomo XIV). Buenos Aires en 1536 por ANÍBAL CARDOSO. Parte histórica (1536-1542). Casa editora, imprenta J. A. Alsina. Buenos Aires, 1911. El autor ha donado a la biblioteca de la Sociedad Científica Arjentina, estos dos interesantes folletos, que constituyen una ampliación del trabajo que con igual título presentara al Congreso científico internacional americano en ¡julio de 1910. Es una contribución, bien documentada, para la solución del problema histó- rico relativo a la fecha de la fundación de Buenos Aires por don Pedro de Men- doza, i al sitio donde fuera ubicada. Es un tema interesante, para los arjentinos espesialmente, este problema arqueo- lójico, de lo que podríamos llamar nuestra prehistoria, dada la carencia o la im- precisión de los pocos datos que las crónicas de aquella época nos han dejado. El señor Cardoso rechaza en absoluto que Buenos Aires haya sido fundado por Mendoza en los terrenos bajos de la marjen del Riachuelo ; i sostiene que lo fué en la meseta adyacente ; tampoco admite que el Riachuelo corriera antaño al pie de la barranca actual, sino por donde aun corre. S. E. BARABINO. PUBLICACIONES AMERICANAS IV Congreso científico americano. Trabajos de la VII sección. Ciencias eco- nómicas i sociales, publicadas bajo la dirección de JuLro PHILIPPI, secretario de la sección i de la subcomisión organizadora respectiva. Volumen X, tomo III. Un volumen de 380 pájinas. Santiago de Chile, 1911. IV Congreso científico americano. Trabajos de la III sección. Ciencias natu- rales, antropolójicas i etnolójicas, publicados bajo la dirección del profesor CAr- 318 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Los E. PorTER, secretario de la sección i de la subcomisión orgadizadora res- pectiva. Volumen XI, tomo I. Santiago de Chile, 1911. En un tomo de 520 pájinas, en 8% mayor, la secretaría del IV Congreso cien- tifico americano publica los siguientes trabajos presentados al mismo : Razas i monumentos históricos del altiplano andino, por Arturo Posnansky. Estudio de la lengua veliche, por Alejandro Cañas Pinochet. La jeografía de la Tierra del Fuego i noticia de la antropolojía i etnografía de sus habitantes, por A. Cañas Pinochet. Orijen de la lengua araucana, ensayo lingiiístico, por José Miguel Barriga. Antropolojía i etnolojía de las razas americanas, ete., por Ezequiel Cándido de Souza Britos. Estudios jeolójicos en el Brasil, por Orvile A. Derby. Necesidad de celebrar una conferencia fonética internacional, para la adopción de un alfabeto fonético universal, por Rodolfo Lenz. El orijen del salitre chileno, etc., por Lorenza Sundt. IV Congreso cientifico americano. Trabajos de la VIII sección. Ciencias pe- dagójicas i filosofía, publicados bajo la dirección de MoIsÉs VARGAS, secretario de la sección i de la subcomisión organizadora respectiva. Volumen XII, tomo I. Un volumen de 464 pájinas, exornado con los retratos de los grandes educa- cionistas Horacio Mann, Andrés Bello i Domingo F. Sarmiento. Santiago de Chile, 1911. IV Congreso científico americano. Trabajos de la VIII sección. Ciencias pedagógicas i filosofía, publicados bajo la dirección de Moisés VARGAS M., secretario de la sección y de la subcomisión organizadora respectiva. Volumen XIII, tomo II. Un volumen de 440 pájinas, con numerosas figuras intercaladas en el texto. Santiago de Chile, 1911. Acabamos de recibir estos cuatro nuevos volúmenes de las publicaciones del IV Congreso científico americano realizado en Chile a fines de 1908. Creemos escusado hacer resaltar lo interesante de estas publicaciones que com- prenden las memorias presentadas a aquel certamen científico. Como todos los que le preceden estos nueyos tomos de las publicaciones del IV Congreso demuestran la importancia que tuyo el mismo. Demuestra más aun: la constancia, la laboriosidad de los encargados de su publicidad i el apoyo eficaz del gobierno chileno para que la república hermana cumpla relijiosamente su compromiso de honor. S. E. BARABINO. Revista chilena de historia natural. Año XV. Febrero 15 de 1911. Número 1. París. El doctor Porter, que partió para Europa, hace precisamente un año, no ha querido que la revista de que es fundador, director i redactor, dejara de aparecer, por cuya razón estando en París, publicó el fascículo de que damos cuenta. Es conocidá de nuestros lectores esta útil publicación, a la que su director imprime un carácter especial, por lo que nos coneretaremos a dar el índice de la BIBLIOGRAFÍA 319 materias realmente interesantes : Profesor Porter, Don Edwyn C. Reed; Pierre Lesne, Un type générique nouveau d' Annobiide appartenant a la faune chilienne; doe- teur Luis Mangin, Instruction pour la récolte des algues marines et d'eau douce; E. Le Cerf, Description d'une nouvelle espece de castnia; E. de Boury, Sur le scalaria du Chili; J. Thériot, Breutelia (eubreutelia) subplicata Broth, sp. nov., ined. ; Angel Cabrera L., Catálogo sinonímico de los filidae sudamericanos; Jeam Pérez, Mellif- res nouveaux du Chili, recueillis par M. le professeur C. E. Porter en 1899; J. A. Wolffsohn, Estractos de un diario de viaje; docteur L. Germain, Les ehilina du Ciile. Profesor C. E. Porter : Vocabulario ornitológico de Chile; novedades cien- tíficas, crónica 1 correspondencia, bibliografía. yA 2. BARABINO. L'anthropologie, la flore et la faune chiliennes, esquisse historique, déve- loppement et état actuel des études, par CArLOS E. PORTER, directeur du mu- séum de Valparaíso, etc. París, 15 de junio de 1911. Folleto de 25 pájinas, estracto del Bulletin de la bibliotheque américaine (Améri- que latine). Nuestros lectores conocen este trabajo, pues es la conferencia dada por el autor en el local de la Sociedad Científica Arjentina, el 1% de agosto de 1910, publi- cada luego en nuestros 4nales. S. E. BARABINO. Naturalistas americanos. Retratos biográficos breves, bibliografías, por el profesor CARLOS E. PORTER, C. M. Z. S. Director de la Revista chilena de his- toria natural, oficial de instrucción pública, etc. Nos complacemos en anunciar la próxima aparición de este nuevo trabajo del laborioso director del museo de Valparaíso, el doctor Porter. En ella figurarán 150 distinguidos naturalistas de América, cuya vida i obras serán concisa pero completamente puestas de manifiesto por el autor, lo que per- mitirá a los colegas americanos apreciarse debidamente i entrar en relaciones científicas 1 amistosas entre sí. El precio de la obra, a la rústica, ha sido fijado en 15 francos, precio que está al alcance de todos. Los señores que deseen subscribirse pueden dirijirse directamente al profesor Porter [Casilla 2352, Santiago de Chile], pidiéndole ser anotados como abonados i enviando claramente el nombre i la dirección postal. S. E. BARABINO. Diccionario de chilenismos, por don MANUEL ANTONIO RoMÁN, individuo correspondiente de la Real academia española, etc. Tomo II. Letras Ch., D, E i F i suplemento a estas letras. Santiago de Chile, 1908 á 1911. El doctor Porter ha tenido la deferencia de remitirnos este segundo tomo del diccionario del chantre, señor Román, atención que mucho le agradecemos. 320 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Nos hemos ocupado con alguna estensión de esta obra del señor vicario gene- ral del arzobispado de Santiago, cuando recibimos el tomo I de la misma. Nos ratificamos por completo en lo que oportunamente dijimos, pues el trabajo del señor Román conserva invariables las condiciones que le diera desde el prin- cipio. Sólo una cosa haremos resaltar : que su condición de individuo de la Real academia española, con que ésta le honrara, le obligue a decir que Chile debe perder el verdadero honor de ser la primera nación de habla española que hay: implantado una ortografía racional. Es lamentable. Vea el señor Román, aunque Chile renegara hoi de su obra progresista, vol- viendo a la caprichosa ortografía académica, no obstará para que más o menos pronto o tarde la reforma haya de ser un hecho. Es racional, se impondrá. S. E. BARABINO. Analisis del agua del Río de la Plata, por ANTONIO PELUFFO ji CARLOS NEGROTTO, respectivamente director i perito químico de la Oficina municipal de análisis. Montevideo, 1911. Un folleto de diez pájinas, con diagramas, fotograbados i tres cuadros estadís- ticos, estracto de la Revista del Centro farmacéutico uruguayo. Los químicos esperimentadores dicen, concretando su opinión en lo que respecta ala utilización del agua del río en el riego de la ciudad de Montevideo, que di- cha agua por su riqueza en sales es apta para ese empleo, pues las sales de magnesio i calcio al quedar como residuo de la evaporación mantienen una humedad sufi- ciente para fijar por algún tiempo el polvo de las calles, lo que la hace superior a la del río Santa Lucía, pobre en sal; pero el agua debe ser estraída de puntos lejanos de las bocas de desagiie de los colectores. S. E. BARABINO. La molécule cyclique. Une nouvelle hypothese sur le benzene. Allotropie et polymérie, par ANIBAL CHACÓN, assistant de chimie analytique á la Faculté de mathématiques. Montevideo, 1911. El autor trata los siguientes puntos : I, Fórmula del benzeno. Los núcleos carbonosos acetilénicos no se destruyen en la molécula cúbica ; IL, Isomerías de los derivados sustituídos del benzeno. La fórmula de Kekulé responde, en realidad, a cuatro isomeros bisustituídos ; 1, Fórmula de la naftalina, naftalinas hipotéticas. IV, Fórmula del antraceno i del fenantreno; esplicación del isomerismo de es- tos Cuerpos; V, Fórm llas de los compuestos cíclicos que encierran en el núcleo elementos diferentes del carbono ; VI, Jeneralización de la hipótesis de las moléculas cíclicas ; esplicación de los fenómenos de polimería i alotropía. El autor llega a estas conclusiones : 1% Principio de los cuerpos alotrópicos : un cuerpo simple puede existir bajo dos BIBLIOGRAFÍA 321 ó más estados, diferenciándose entre sí por el número de átomos que encierra la molécula del cuerpo en cada uno de esos estados ; 20 Principio de los cuerpos polímeros : algunos cuerpos compuestos pueden pro- ducir otros en los que cada molécula está formada de dos o más moléculas pri- mitivas que se saturan recíprocamente; saturación debida a valencias preexis- tentes no satisfechas, o que, satisfechas, sufren un cambio de dirección en el momento de formarse el nuevo cuerpo ; 3% Principio de los ciclos moleculares : los átomos o las moléculas de los cuerpos simples i las moléculas de los compuestos se saturan mutuamente en forma cí- clica cuando están reunidos en número de tres para constituir una molécula alo- trópica Ó polimérica. Moléculas no idénticas o aun mismo, simples átomos pueden hallarse reemplazando moléculas simples primitivas de un polimero cíclico. S. E. BARABINO. Lavajes intra-uterinos post-partum. Tesis presentada para optar al título de doctor en medicina 1 cirujía, por ALEJANDRO ARCE, ex médico de la Asistencia Pública, jefe de clínica de la sala de maternidad. Un folleto de 60 pájinas. Asunción, Paraguay, 1911. Publicación autorizada por la Facultad de ciencias médicas de la Universidad nacional de la capital paraguaya. El autor no entiende esponer métodos nuevos, sino presentar el resultado de sus observaciones sobre la profilaxis i terapéutica de las infecciones puerperales, verificadas en la sala de maternidad. S. E. BARABINO. La heredo-sífilis. su profilaxis i tratamiento. Tesis presentada para optar al grado de doctor en medicina i cirujía, por ENRIQUE DOMÍNGUEZ, farmacéu- tico, ex ayudante de anatomía patolójica i de la oficina química i bacteriolójica municipal; ex practicante de la policía, ex cirujano de la quinta zona militar. Un folleto de 109 pájinas. Asunción, Paraguay, 1911. Hace el autor un estudio de los peligros que la sífilis importa para la socie- dad, de su contajio i de si herencia, de la profilaxis de la sífilis adquirida i heredada; analiza los compuestos terapéuticos usados en la sífilis, hasta el famoso 606 de Ehrlich Hata; i termina ocupándose de los nuevos métodos de diagnóstico bacteriolójico i sociolójico de la sífilis i de la seroreacción de Was- sermann, ete. También la publicación de esta tesis ha sido autorizada por la Facultad de ciencias médicas de la Universidad nacional de Asunción. S. E. BARABINO. Republica de Colombia. Hemos recibido de la sección 32% del ministerio de re- laciones esteriores de Colombia, por vía de información i como canje, las si- guientes publicaciones : Informe del ministro de hacienda (parte espositiva) al congreso nacional en sus actuales sesiones. AN. SOC. CIENT. ARG. — T. LXXII 21 322 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Informe del ministro de relaciones esteriores ala misma corporación. The Independent, de New-York, número del 17 de agosto próximo pasado, donde está inserto el artículo de Mr. H. G. Granger. The stain an anarflag — en el cual con toda hidalgía da razón a Colombia en «su incidente diplomático tenido con los Estados Unidos a propósito de Panamá. Agradecemos este envío i esperamos otras publicaciones que nos permitan co- nocer a la república hermana en toda su potencialidad intelectual i económica. S. E. BARABINO. Escuela industrial nacional de la República de Panama. 1911. El señor E. Guarini, director de esta escuela industrial de Panamá, nos ha re- mitido un interesante folleto relativo a la creación de la misma, en el cual figu- ran, después de un prefacio sobre la enseñanza técnico-industrial, escrito por el propio señor Guarini, el decreto del gobierno panameño creando la Escuela in- dustrial sobre la base de la de artes i oficios, i otros decretos reglamentándola; fijando los programas sintéticos que rejirán, el objeto i la metodolojía de los cursos que serán dictados, i el personal directivo, administrativo i docente de la misma. Los programas abarcan : moral é instrucción cívica, castellano, historia, jeogra- fía, ciencias naturales, francés, inglés, música, ete. En la enseñanza técnica teórica : aritmética, áljebra, jeometría, trigonometría, jeometría descritiva, agricultura, física, química jeneral, mecánica industrial, táctica militar, cálculo gráfico, jeometría analítica, resistencia de materiales, contabilidad, electricidad, medidas, tecnolojía de los talleres, historia de las ar- tes i de los oficios, hijiene, economía i lejislación. Para la enseñanza práctica: dibujo imitativo, jeométrico, de máquinas ; mode- lado, composición decorativa, manipulaciones mecánicas, químicas i físicas; prác- tica de medidas, talleres des artes industriales, de carpintería, herrería, fundi- ción mecánica, artes gráficas, hojalatería, fontanería i calderería, talleres de electro mecánica i de construcciones, ejercicios físico 1 militares. La enseñanza teórico-práctica especial abarca: construcción de máquinas, electrotécnica, medidas eléctricas, química industrial i tecnolojía química. Como se ve, el programa es vasto, 1, si se comple, dará frutos apreciables, creando hombres útiles en la nueva república americana de centro américa, a la que deseamos sinceramente vida próspera, material é intelectual. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL CH. BÉRANGER, PARÍS Traité pratique de charpente, par E. BarBEROr, architecte (S. C.). Un fort volume, grand in-8%, de 612 pages, avec 1369 figures dans le texte. Ch. Bé- ranger, éditeur. Paris, 1911. Prix cartonné, 25 frances. La mayor parte de nuestros lectores deben conocer las otras obras publicadas por el arquitecto Barberot (tratados de cerrajería, de carpintería de taller, de construcciones civiles, de lejislación, ete.), que le han dado notoriedad entre los BIBLIOGRA FÍA 323 cultores de las construcciones civiles i autoridad en el campo de la literatura técnica. La actual obra que puede considerarse como el complemento de la de carpin- tería de taller (menviserie), no desmerece de las precedentes, por lo que nos con- cretamos a dar el interesante programa desarrollado : J, Ensambladuras i empalmes; 11, Piederechos; 111, Tabiques de madera; IV, Dinteles, platabandas, vigas; V, Pisos; VI, Cubiertas, VII, Apuntalamientos ; VIII, Andamiaje; IX, Aparatos elevadores; X, Cimbras; XI, Carpintería para fundaciones i obras hidráulicas; XII, Pasaderas; XIII, Puentes de servicio; XIV, Escaleras; XV, Nomenclatura, propiedades, cubicación, conservación, ete., de las maderas de armaduras; XVI, Resistencia de las maderas; XVII, Datos diversos. El autor da a cada capítulo el desarrollo conveniente, abundando en las ilus- traciones — 1369 figuras dibujadas por él mismo — de manera que consigue presentar una obra no sólo teórica, sino que también, i mui especialmente, prác- tica. S. E. BARABINO. Soude, potasse, sels, dénaturalisation des sels, par P. MÉkER, chimique prin- cipal du laboratoire central au ministere de finances. Un volume de 245 pages. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 5 francs. Matiéres tanantes, cuirs, gélatines, colles, noirs, cirages, par J. JACOME', chimiste principal au laboratoire central du ministere des finances. Un volume de 241 pages avec 20 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. París, 1911. Prix relié, 5 frances. Huiles minérales, pétroles, benzols, brais, paratfflnes, vaselines, ozokérite, par HENRI DELEHAYE, chimiste en chef du laboratoire du ministere des finan- ces, á Rouen. Un volume de 215 pages. Ch. Béranger, éditeur, Paris, 1911. Alcools. alcool, alcool dénatureé, dénaturants par M. Lourls CALVEr, chimiste en chef du laboratoirre central du ministere des finances. Ch. Béranger, édi- teur. Paris, 1911. Prix relié, 6 frances. Los cuatro volúmenes forman parte de la Collection des manuels pratiques d'ana- lyses chimiques a Uusage des laboratoires officiels et des experts, que publica la casa Béranger de París, bajo la dirección del señor Bordas, director del laboratorio del ministerio de Hacienda francés i del señor Roux, director del servicio de revresión de fraudes del ministerio de Agricultura. Esta colección constará de 24 volúmenes formato in-8% jesus, 1 está destinada a servir de guía a los químicos peritos i a los industriales cuyos productos deben ser examinados por los primeros. S. E. BARABINO. Traité théorique et pratique de chauffage et de ventilation. Guide pour le calcul et l'établissement des projets et installations de chauffage et de yen- 324 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA tilation a l'usage des ingénieurs, constructeurs, architectes, entrepreneurs, etc., par le docteur H. RIErTscHEL, ingénieur, conseiller intime du gouvernement, professeur a École des hautes études techniques de Berlin, traduit de lalle- mand sur la quatrieme édition, par Léon Lasson. Deux forts volumes in-8", dont un de texte, de vi-576 pages, avec 92 figures et un avec 25 tables et 35 planches. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 30 frances. Obra esencialmente práctica, limita la parte preceptiva á lo necesario para aplicar conscientemente las fórmulas del texto, dando con este objeto las necesa rias aplicaciones numéricas. Las tablas i datos preparados por el doctor Rietschel son ya de uso jeneral en Alemania, Austria, Suiza, i parte de Francia, lo que hace fe sobre la bondad de los mismos. He aquí el índice sumario : I. Fentilación : propiedades del aire, necesidad e importancia de su renova- ción, cómo se renueva; disposición, ejecución i determinación de las respectivas diferentes partes de las dimensiones de una instalación de ventilación (toma, de- puración, desecación i conducción), proyectos i cálculos. II. Calefacción : producción i utilización del calor, cantidad de calor necesaria para caldear un local cerrado, jeneralidades sobre las instalaciones de calefac- ción, local con agua caliente, con vapor de alta presión, con vapor de baja pre- sión, misto, combinado, con aire caliente. Refrijeración de los locales, adjudica- ción de las instalaciones de ventilación i calefacción, ensayo de instalaciones. Apéndice. Como dijimos, las aplicaciones a los diversos casos son numerosas e intere- santes. S. E. BARABINO. Trempe, recuit. ceomentation et conditions d'emploi des aciers, par L. GRENET, ingénieur civil des mines. Un volume in-8% de 495 pages avec 71 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix relié, 16 frances. El autor se propone demostrar como pocos conceptos simples permiten clasificar los conocidos fenómenos relativos a los aceros, i servir de guía en los tratamien- tos térmicos. Ha querido también hacer conocer cuáles consideraciones conducen a poder elejir un acero. He aquí el programa desarrollado por el autor: PRIMERA PARTE. — Nociones útiles de conocer para el empleo i tratamiento térmico de los aceros : T, Coeficientes numéricos que definen a un acero; II, Equilibrio de los constituyentes de los aceros carburados en función de la temperatura; III, Constitución de los aceros que contienen proporciones importantes de elementos que no son el hierro o el carbono; IV, Clasificación de los aceros según la tem- peratura de transformación al enfríamiento; V, Acción de los tratamientos tér- micos sobre las propiedades de los aceros; VI, Resumen de los datos que con- viene conocer para el tratamiento térmico de los aceros. SEGUNDA PARTE. — Procedimientos para el tratamiento de los aceros : 1, Influen- cia sobre el efecto del tratamiento ulterior del estado bajo el cual es dado el acero; II, Jeneralidades sobre el tratamiento de los aceros; III, Cementación; BIBLIOGRAFÍA 325 IV, Los cuatro grupos de aceros en función del tratamiento térmico; V, Propie- dades de un acero después de diferentes tratamientos térmicos. TERCERA PARTE. — LElección de un acero : I, Razones que determinan la elec- ción de un acero de construcción; 11, Datos de resistencia para los varios casos. CUARTA PARTE. — Aceros diversos : 1, Aceros del primer grupo, al carbono; II, Aceros especiales del primero i segundo grupo; III, Aceros especiales del tercer grupo; IV, Aceros del cuarto grupo- QUINTA PARTE. — Acero moldeado. Fundición, fundición maleable: 1, Aceros moldeados; IL, Fundiciones. El trabajo concluye con una bibliografía pertinente. S. E. BARABINO. Les matieres cellusosiques, lextiles et artificiels, pátes 4 papier et papiers, par Francis J. G. BELTZER, ingénieur chimiste, professeur de chimie industrielle ; et JULES PERSOZ, directeur de la condition des soies et du laboratoire d'essai des papiers de Paris. Un volume de xvi-454 pages et 44 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Para hacer el estudio de las materias celulosas, los autores toman como unidad de comparación el algodón de Luisiana maduro, purificado i preparado especial- mente, definido por sus constantes físicas, composición centesimal i reacciones precisas. Se han visto obligados a adoptar esta unidad celulósica convencional, por la ausencia de toda otra con base científica determinada. Después de describir i clasificar las celulosas simples i compuestas, entran a estudiar las pastas para papel, los papeles i los ensayos de los mismos, descar- tando las consideraciones teóricas con el objeto esclusivo de dar a los lectores nociones prácticas sobre tan interesantes argumentos. Este volumen forma parte de los Manuels pratiques (analyses chimiques, publi- cados bajo la dirección de los señores Bordas i Roux. S. E. BARABINO. Traité pratique des constructions en beton arme. Ouvrage établissant des formules simples pour le calcul des organes et donnant des renseignements uti- les á la redaction des notes de caleuls et a l1élaboration des projets par LÉON CosYN, architecte principal des chemins de fer de l'état Belge. Un volume grand in-39 de 280 pages, avec 131 figures dans le texte. Ch. Béranger, édi- teur. Paris et Liége, 1911. Obra destinada a los que se dedican a las construcciones de cemento armado, espone la teoría clásica para el cálculo de los miembros constructivos de este sistema, descartando lo que no es de práctica utilidad, de manera de llegar a fórmulas precisas, que sapriman los tanteos, i aplicándolas a ejemplos prácticos. Para establecer estas fórmulas, el autor se ha visto obligado a calcular 4100 coeficientes i a rejistrar otros 1300 datos numéricos. S. E. BARABINO. Mécanique générale. Cours professé á 1'École Centrale des arts et manufactu- res par A. FLAMANT, inspecteur général des ponts et chaussées en rétraite. 326 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Deuxiéme édition, revue et augmentée. Un volume de 620 pages, in-8% grand, avec 205 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Nos ocupamos de este útil trabajo del profesor Flamant, al aparecer de la pri- mera edición. El nombre del autor garantiza su bondad. Sólo debemos hacer constar que, como era lójico, esta segunda edición es una ampliación correjida de la anterior. Recordaremos, sin embargo, los capítulos que la constituyen : I, Síntomas lineales; Centro de gravedad, momentos de inercia; HI (Cinemá- tica), Estudio jeneral del movimiento de un punto; IV, Determinación del movi- miento de un punto ; V, Sistemas invariables en movimiento; VI, Movimientos simultáneos i relativos; VII, Leyes ¡jenerales del movimiento de los sistemas; VII (Mecánica). Leyes físicas del movimiento; IX Teoremas jenerales de la me- 'ánica; X, Fuerzas vivas, trabajo; XI, Equilibrio, máquinas simples; XII, Me- 'ADÍSmos. Todo ello desarrollado en la forma majistral que sabe hacerlo el profesor Fla- mant. S. E. BARABINO. Machines dynamo-électriques, traité théorique et pratique par SILVANUS P. THOMPSON, directeur du college technique de Finsbury, a Londres. Traduit et adapté de Panglais sur la septieme édition par E. Boistel, électricien, lauréat de la société d'encouragement pour lPindustrie nationale, expert pres les cours et tribunaux; arbitre-rapporteur pres le tribunal de commerce de la Seine; expert en douane. Quatriéme édition frangaise. COURANT CONTINU. 1 volume de xvui-1050 pages in-8% grand avec 602 figures dans le texte. Ch. Béranger, éditeur. Paris, 1911. Prix cartonné, 35 francs. Tuvimos ocasión de hablar de este importante trabajo del profesor Thompson al ocuparnos de la publicación de la traducción del tomo pertinente a las co- rrientes alternas. Este es uno de aquellos trabajos que no necesitan presentacion. Basta enun- ciarlos. El traductor esplica por qué este volumen, que se refiere a las corrientes con- tinuas, ha tardado tanto en aparecer; pero hace notar que el hecho ha producido un real beneficio para el lector, pues, estando en continua relación con el autor quien ha puesto su trabajo (7% edición inglesa) al día, puede presentar esta tra- ducción en mejores condiciones. Damos a continuación el orden de los capítulos de la obra : I, Introducción; IL, Notas históricas; TI, Teoría física de los dinamos; IV, Principios magnéticos i propiedades magnéticas del hierro; V, Formas de los inductores; VI, Aplicación de los cálculos magnéticos a los dinamos; VII, Cál- culos relativos al cobre, encarretado; VIII, Materias aisladoras, sus propiedades ; IX, Acciones 1 reacciones eléctricas en el inducido; X, Conmutación, condiciones de supresión del chispeo; XI, Teoría elemental del dinamo, máquinas magnéti- cas i de excitación independiente, máquinas autoexcitadoras; XII, Característi- cas; XII, Teoría del enrollamiento de inducido; XIV, Construcción del inducido; XV, Parte magnética del estudio i de la construcción de los dinamos; XVI, Co- BIBLIOGRAFÍA 327 lectores, escobillas i portaescobillas; XII, Valuación de las pérdidas, caldeo i 'aída de tensión; XVIII, Estudio de la construcción de los dinamos de corriente continna; XIX, Análisis de estudios de dinamos realizados; XX, Ejemplos de dinamos modernos (para alumbrado i tracción) ; XXI, Máquinas galvanoplásticas i¡ electro metalúrjicas; XXII, Dinamos de alta tensión para intensidad constante, enderezador de corriente; XXIII, Tipos especiales de dinamos; XXIV, Motores jeneradores e inversores; XXV, Motores de corriente continua; XXVI, Regula- dores, reóstatos, combinadores, acopladores i desamarradores: XXVII, Ensayos, pruebas i manejo de los dinamos i motores; XXVIII, Apéndice. Lo estenso del programa desarrollado por el profesor Thompson justifica, como se ve, la mole de la obra. Para terminar con esta somera noticia, vamos a indicar cuán conyeniente se- ría que nuestros físicos, especialmente nuestros profesores de electrotecnia pro- cedieran a establecer la verdadera versión castellana de los neolojismos estran- jeros, creándolos, si fuera necesario. La obra de Thompson les ofrece ancho campo para una útil labor lingiiística tecnolójica. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL, GAUTIER-VILLARS, PARIS. Principes de la technique de l'éclairage, par le docteur ingénieur L. BLocH. Traduit par J. Rey, chef des travaux de physique a la Faculté de sciences de Dijon. Un volumen in-8% (25 X 16) de 184 pages, avec 40 figures. Gautier- Villars. Paris 1911. Prix broché, 5 frances. El doctor Bloch, más que describir detalladamente las fuentes luminosas arti- ficiales, los aparatos de alumbrado i los métodos de medición empleados, como hacen en jeneral los autores, trata especialmente de la medida i cálculo del alum- brado. Teniendo en cuenta el desarrollo de éste, tanto público como privado, i la ne- cesidad de conocer los principios que rijen su técnica, comienza su trabajo espo- niéndolos ; da luego métodos simplificados para obtener la intensidad media, esférica 1 hemisférica, 1 termina tratando del alumbrado indirecto, tema de posi- tiva importancia. Véase el índice de los capítulos : I, Unidades fundamentales de la técnica del alumbrado; IL, Medida i cálculo de la intensidad luminosa; 111, Estudio erítico del alumbrado; IV, Cálculo del alumbrado; V, Medida del alumbrado; VI, Alumbrado indirecto. Apéndice. Este volumen forma parte de la interesante Bibliotheque de l'éleve-ingénieur, que edita don Julio Rey en Grenoble. Como es sabido, esta biblioteca ha sido dividida en cinco secciones : matemá- ticas, mecánica, física, electricidad i economía industriales. Consta ya de diez volúmenes. S. E. BARABINO. Petit traité d'astronomie pratique, a l'usage de l'astronome amateur, par le commandant CH. HeNRIONNET, avec une préface de Camile Flamm arion. Bro- chure in-80 (22 X 14) de 52 pages, avec 3 figures. Gautiers-Villars, éditeur. Paris, 1911. Prix broché, 1,75 frances. , ) 328 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA Dice Flammarion en su prefacio : « He aquí un librito que prestará verdadero servicio a los amigos de la más bella de las ciencias. ¿Cuántos neófitos del culto de Urania no se detienen al comenzar, ante lijeras dificultades, fáciles de vencer sin embargo, si se les da una manito ? «Se desea iniciarse prácticamente en los misterios del cielo; se conoce las ma- ravillas celestes por las desericiones que se ha leído i se aspira a hacer observa- ciones directas mediante instrumentos fáciles de manejar. Un guía práctico es mui agradable si sabe allanar las dificultades, indicando lo que la esperiencia personal le ha enseñado. El comandante Henrionnet ha sabido realizar admira- blemente este programa redactando este mannal. » Por mi parte, ante tanto elojio, me concretaré a indicar los puntos tratados por el autor: I, Primeras observaciones del cielo i reconocimiento rápido de las principales constelaciones, libros de astronomía, instrumentos, cúpula, datos prácticos de la observación ; 1I, Observaciones del sol, de la luna, de los planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno); II, Las estrellas : águila, andromeda, ballena, aries, boyero, cáncer, capricornio, can mayor, can menor, cisne, delfin, gemelos, hércules, león, lira. osa mayor o carro de David, osa me- nor, ofiucus, orión, pegaso, pléyades, piscis, escorpión, toro, acuario, virgen. Conclusión. Creo inútil recordar a los lectores que estas nociones de astronomía práctice han sido escritas teniendo en cuenta el hemisferio boreal, pues tratándose de «aficionados » podrían desconocer el cielo indicado por el señor Henrionnet. S. E. BARABINO. CASA EDITORIAL U. HOEPLI, MILAN. Le carni conservate col freddo artificiale, del dottor UBERTO FERRETTI. Un volume di pagine xIv-500, con 83 incisioni. Ulrico Hoepli, editore. Milano, 1911. Prezzo cartonato, lire 5. La industria de las carnes conservadas es sin disputa una de las cuestiones so- ciales que más preocupa a los gobiernos. Es un problema realmente internacio- nal. Su solución importa resolver dos puntos de trascendencia indiscutible, la humanitaria, para aquellos países en que el exceso de población i, por ende, la carencia de grandes zonas de pastoreo que permitan la cría de haciendas con destino a la alimentación del pueblo, les priva o les dificulta, por lo caro, el uso de la carne como alimento; la económica, para todos, tanto para las naciones que, como Arjentina, poseen extensas tierras de pastoreo, donde pacen muillo- nes de animales que proveen las reses que, beneficiadas i conservadas por el frío, van a satisfacer las necesidades de aquéllas, como para las que no las tie- nen, por el precio relativamente bajo a que pueden conseguir la carne de ali- mentación. No es menester magnificar la importancia que para nosotros tiene toda obra que trate de la conservación de las carnes por el frío artificial, i mui especial- mente cuando, como en el caso presente, sus autores tienen conquistada indiscu- tible reputación de competencia. Me concreto, pues, a dar el índice de los capítulos : BIBLIOGRAFÍA 329 I, Producción del frío; IT, Mecanismo de acción de las bajas temperaturas so- bre les sustancias orgánicas i especialmente sobre las carnes; II, Primeras es- periencias de conservación de las carnes mediante el frío artificial; 1V, Empleo del frío artificial en los mataderos; V, Carnes conservadas por el frío; VI, Otros procedimientos para conservar las carnes por el frío; VII, Valor alimenticio de las carnes conservadas por el frío; VII, Establecimientos frigoríficos arjentinos i australianos; IX, Inspección sanitaria en los frigoríficos arjentinos; X, Tras- portes frigoríficos marinos i ferroviarios; XI, Comercio de las carnes conserva- das mediante el frío; XII, Las carnes conservadas con el frío en relación con la deficiencia de animales de matadero; XIII, Provisión del ejército con carnes conservadas por el frío; XIV, Los congresos internacionales del frío i sus votos relativos a las carnes conjeladas i refrijeradas. Como se ve, el autor trata de nuestros frigoríficos i lo hace con abundancia de datos i elojiando calurosamente la importancia i las condiciones de los mismos. S. E. BARABINO. L'industria frigorifera del professore PasQUALE ULIVI, chimico industriale abi- litato all'insegnamento della fisica applicata a l'industria. Un volume de Xvi- 272 pagine, con 74 incisioni e 28 tabelle nel testo. 22 edizione, riveduta e am- pliata. Ulrico Hoepli, editore, Milano, 1912. Prezzo, 3 lire. Este manual se complementa con el precedente. El interés del tema es el mis- mo. Ambos tienden a vulgarizar los conocimientos requeridos para la produc- ción del frío artificial i su aplicación a la industria alimenticia. En esta segunda edición, el profesor Ulivi, ha ampliado i puesto al día la primera, que tan favorable acojida tuyo en el público interesado. El autor estudia los sistemas físico-químicos para obtener el frío; los planteles frigoríficos, el hielo natural i el artificial i el modo de conservarlo, las aplica- ciones al trasporte, los medios de trasporte (vagones, buques), la couservación de las carnes, de la volatería, huevos, pescado, frutas, verdura, leche i sus pro- ductos derivados (manteca, quesos), el frío en la fabricación de las cervezas, de los vinos, en las chocolaterías, en la floricultura, en la sericultura, ete. Ambos manuales forman parte de la famosa colección de manuales sobre cien- cias, artes e industrias, que ha dado notoriedad mundial a la casa editorial del comendador Hoepli, colección que alcanza ya a la enorme cifra de 1200 volúme- nes. Ella importa decir que los autores son de competencia comprobada, lo que es una garantía real de la bondad técnica de las obras, i, al mismo tiempo, que la impresión tipográfica es artísticamente bella. S. E. BARABINO. VARIAS Travaux du IX* congres International de Médicine Vétérinaire a La Haye. 13-19 septembre de 1909. Tome 1 : Rapports des séances générales. Tome II : Rapports des séances des sections. En la imposibilidad de dar cuenta de las interesantes memorias que compren- 2. 330 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA den estos dos voluminosos tomos, formato 8% mayor, vamos a indicar los temas tratados por los señores congresales veterinarios. En las sesiones jenerales : TL. Lucha oficial contra la neumonia contajiosa i la peste en los puercos, según las investigaciones recientes sobre la etiolojía, vacuna, suerovacuna, etc. Trataron el lema los señores Dorset, Hutyra, Ostertag, Stockman; IL. La protección del ejercicio de la medicina veterinaria. Presentaron trabajos los señores Cagny, Kotlar i Preusse. IL. Acción oficial del veterinario como funcionario, en las cuestiones zootécnicas. Estudiaron el lema los señores Elsner, Matthiessen, Lavalard, Van der Poel. IV. Condiciones para optar al grado de doctor en medicina veterinaria. Disertaron los señores Hutyra, Leclainche i Sehmaltz. V. El contralor oficial de la leche i la inspección de las carnes rejidas por la lei. Disertaron los señores Edelmann, Martel, Melvin, Porcher, Rievel i Trotter. VI. Métodos de tratamiento de cadáveres i carnes deterioradas para hacerlos in- ofensivos. Presentaron trabajos los señores Moreau, Puntigam i Zwick. VII. Profilaxis i patolojía de las enfermedades protozoarias (piroplasmosis, tripa- nosomosis, ete.) con presentación de los parásitos específicos i de los animales trasmisores (garrapatas, mosquitos, etc.). Trataron el tema: Dschunkousky, Lubs, Knuth, Lignieres, Motas, Penning, Piot, Theiler. VII. Contralor oficial de los sueros i de los productos microbianos i su preparación para el uso confiada al gobierno. Presentaron memorias los señores Leclainche, Reeser 1 Titze. IX. La tuberculosis de las aves en su relación con la de los mamáferos. Disertaron los señores Arloing, O. Bang, Mohler i Washburn. X. Esterilidad de los bovinos i su relación con las enfermedades infeciosas de los órganos jenitales. Se ocuparon de ello los señores Albrechtsen i Hess. XI. Lucha oficial contra la tuberculosis basada sobre los modos de infección de esta enfermedad. Presentaron trabajos los señores B. Bang, Dewar, Ostertag 1 Poels. XII. Construcción e interior de los establos en relación con la profilaxis de las enfer- medades de los animales, especialmente la tuberculosis i con la hijiene de la leche. Trataron el punto los señores Dammann, Kroon i Lloyd. En las sesiones de las secciones : Primera sección : 1. El control oficial de los pescados, caza, volatería, erustáceos, moluscos 1 otras materias alimenticias animales no tratadas en las sesiones jenerales (tema V) en relación con la hijiene del hombre. Presentaron memorias los señores Cesari i Oppenhein». 2. El seguro del ganado en relación con la inspección obligatoria de las carnes. Lo estudiaron los señores Edelmann, Pirocchi i Hendrickx. 3. Desinfección de los medios de trasporte i de los productos animales en vista del tráfico internacional. Trataron el tema los señores Conte i Overbeck. BIBLIOGRAFÍA 33 4. La seroterapia, la seroprofilaxis i la vacuna de la fiebre aftosa i su impor- tancia del punto de vista de la policía sanitaria. Presentaron memorias los señores Leclanche i¡ Vallés, Lóffler, Laurens i Pe- rroncito. Segunda sección : 1. Medios reveladores en el diagnóstico de las enfermedades contajiosas de los animales, con exclusión del empleo de la tuberculina i de la maleína por la vía subcutánea. Estudiaron el lema los señores De Blieck, Lienieres, Panissot, Sehniirer i Schiitz. 2. Etiolojía 1 patojenia de los tumores malignos, especialmente del cáncer. Lo trataron los señores Apolant, Bachford i Jaeger. 3. Vacuna contra la tuberculosis. Presentaron trabajos los señores Eber Heymans, Klimmer, Vallée, Sehiitz 1 Arloing. 4. Diagnóstico anatomo e histopatolójico de la rabia. Lo estudiaron los señores Frothengham, Hartl i von Ratz. Tercera sección : 1. Enteritis crónica específica de los bueyes. Presentaron memorias B. Bang, Bongert, Liénaux, Markus, Miessner i Stuurman. 2. Pleuroneumonia infecciosa de los caballos. Trataron el tema : Malkumus, Spilzman, Tartakowsky ¡ Kovuetff. 3. La hemostasis en los métodos modernos de castración. Estudiaron el punto : Degine, Frick, Labas, Macqueen, Plósz, Vennerholm i Vrijburg. 4. Patolojia i terapia de los streptococeus en los animales domésticos. Lo estudiaron Labat, Lignieres, Pison i Turro. 5. La artritis crónica deformante en los caballos. La trataron los señores Jacoulet 1 Joly. Cuarta sección : 1. Fisiolojía de la secreción de la leche. Relación entre el esterior de la vaca su leche. Fué estudiade por Godbile i Kronrcher. 2. Influencia de los diversos alimentos sobre las calidades de los productos (carne leche); aplicación de los principios de Kellner en la alimentación de los animales del punto de vista de la producción de la leche, de la carne i del trabajo muscular. Presentaron memorias los señores Maignon i Weiser. 3. Profilaxis de los inconvenientes de la enajenación de las especializaciones de los animales. Trató el tema el señor Dammann. 4. La enseñanza en zootecnia. Presentaron trabajos : Dechambres, Heidema i Rudowsky. (Juinta sección : 1. La hijiene de los trasportes marítimos del ganado. Los estudiaron Hoogkomer i Rickmann. 3392 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA 2. Policía sanitaria en las colonias. Fué tratado por Gilrulh, Penning i Rickmann. 3. Enseñanza i laboratorio de investigación de las enfermedades tropicales. Presentaron trabajos De Bileck, De Does, Knulh i Vallée. Para un país como el nuestro, uno de cuyos factores más importantes de su riqueza es la cría de ganados, los temas tratados en el Congreso internacional de medicina veterinaria no pueden ser más importantes. Por eso hemos detallado los temas e indicado los reputados profesores que los han estudiado. Nuestros estancieros tienen mueho que aprovechar leyendo esta publicación. S. E. BABABINO. II* Congres international d'hygiéne alimentaire et de l'alimentation ra- tionnelle de 1'homm, sous le haut patronage de S. M. le roi et du gou- vernement. Bruxelles, 4-8 octobre 1910. Volume 1: Organisation générale du congrés, sections 1 a TH. Volume IT : sections IV á VII. Bruxelles, 1910. Tarea inútil nos parece magnificar la importancia científica de la presente obra del punto de vista higiénico, con especial aplicación a la alimentación del hombre. Ella reune en sus dos grandes volúmenes, las opiniones de un núcleo numeroso de distinguidos profesionales i especialistas de las naciones más ade- lantadas de Europa 1 América. No cansaremos la atención del lector dando los nombres de los sapientes miem- bros del congreso que han contribuído con sus trabajos al mayor lucimiento de tan importante certamen; ni detallaremos las numerosas memorias presentadas ; pero sí indicaremos, para mayor utilidad de los hijienistas, hombres públicos, estudiosos en jeneral, los temas tratados en cada una de las siete secciones : I, Física biolójica 1 enerjética; II, Fisiolojía 1 química fisiolójica, alimentación racional i dietética; III, Hijiene alimenticia, bacteriolojía, parasitolojía, intoxicaciones alimenticias; IV, Composición de los artículos de consumo, análisis, falsificaciones; V, Aguas potables; VI, Lejislación, represión de los fraudes, vigilancia, estadística; VII, Enseñanza i vulgarización de la alimentación racional i de la hijiene ali- menticia, cooperativas, administraciones alimenticias, asistencia alimenticia, di- versas aplicaciones sociales. Acompañan a la obra muchos fotograbados i numerosos cuadros estadísticos, que son la más sólida base del concepto inductivo, sobre la que los profesionales pueden fundar con seguridad sus conclusiones científicas. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones i lo repetiremos una vez más. Pese a los señores pesimistas, estos congresos científicos, aparte de la ventaja social, por los vínculos internacionales que ligan entre sí a los científicos de las naciones civilizadas, tiene la otra más importante aún de contribuir al adelanto de los conocimentos humanos, como resultado de una fraternal controversia o concor- dancia entre los intelectuales del mundo entero. En este caso, basta pensar en que se trata de nuestra propia alimentación para darse cuenta de la importancia social del congreso realizado. S. E. BARABINO. ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO SEPTUAGÉSIMOSEGUNDO La génesis del educador, por el doctor AGUSTÍN ALVAREZ... .......oo.ooo.o.. Ada: Lepidópteros riojanos nuevos ó pocos conocidos, por el doctor E. GTACOMELLL.. Adopeión de un idioma auxiliar é internacional, por el doctor C. C. DASSEN.... Sulla velocitá media aparente dei primi tremiti preliminari di terremoti vicini, POLGATDIENO NE CRI e mola aa Telar ooioeddee at ias Algunas investigacienes sobre los petróleos argentinos, por el doctor E. LoNGo- DS o aaa o poa Pa AA OO OO OSO O PSA E Feo oe Ae SINO APO MAD ARABE O sito ll ias cit IS A NE El idioma internacional, por el ingeniero S. E. BARABINO......o.cococccormr... Descripción de plantas nuevas, perteneciente á la flora argentina, por M. LiLLo. Nuevo método para la determinación volumétrica de los carbonatos de sodio i de potasio, en las aguas potables y minerales, por el doctor J. A. SÁNCHEZ..... Memoria del viaje de exploración á los esteros de Iberá, por P. UnarT........ Le chardon de Castilla, par le docteur F. P. LAVADLE.....oooerocmoco co .om.... De la superficie de segundo orden de Lie, en relación á un punto de una super- ficie cualquiera, por el doctor P. FRANCK........ leia rato SCAN La función revelatriz del dioxidiaminoarsenobensol, preparado 606, 6 salvarsán definicion tl re acen ieleeos RAS E BIO ANO ae? Existencia de vanadio en algunos petróleos argentinos, por los doctores E. LoN- COBARDIS)A MESA MO relata dake det bee II VARIEDADES Ama lsis del arercontnado por Ji. 19. CORTI. ds REVISTADUDE: PUBLICACIONES 0 asis oi AS 41, 92 334 ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA BIBLIOGRAFÍA La educación sexual, por la señorita Raquel Camaña....oooooooooomooo.. O Anales del Museo Nacional, serie ITT, tomo XIV....0.o..o.ooooomo o... 00D poe Variaciones y anomalías anátomoantropológicas, ete., por p. _. QUO Velocidad de propagación de las ondas sísmicas, por el doctor G. Negri........ Imstituto de crrmiumnologia (Lolo aca oa lee feia le le dueto an Boletín del Centro de estudiantes de Córdoba, tomo 1, número l................ El abastecimiento de agua potable en La Plata, por el ingeniero E. Beyhurst... AMegAUVO DOLO lateral eat fel 000000000000 Ono. > Gramináceas argentinas, 32 contribución, por el doctor T. Stueker.....oo.o....o.. Causa de la elorosis hípica argentina, por el doctor G. Cassal...... 20005000 de Meteorito El Perdido, por el doctor E. Herrero DuclouX ........o..... O od Datos sobre las sales de cobalto i vanadio en los vegetales, por el doctor E. He- rrero Ducloux i señorita M. L. Cobanera............ oO ol olajo ta Micromeria eugenioides (muña-muña), por el doctor Enrique Herrero Dueloux. Ehrlich-Hata 606, por el doctor L. C. Magliodi.......... cola ajo odas SAO Bala E Elhvrlich-Hata 606, por el doctor R. Hefter........... ooo sido doo ba GAO Influencia del clero en la independencia argentina, por monseñor A. Piaggio.... Dios y la naturaleza, por N. A. Zabala... ooo ele taea atela liNals O Radicalismo y conservatismo, por el doctor R. Villaroel.......... SS oa Sarcosporidios de los animales domésticos, por E. Carette....oooo.o.oooo.. co00000o Agchylostoma conepati, por E. Solaret.........oooooomooo... malas oa odos ao oo El guano argentino, por F. P. Masotta.......o..oooo... odo an de IS BOS Luis Grandear, por FE. P. Masotta.....cooooooocooomos- e Ptos OS Buenos Aires en TIO POr A. Cardoso. ai sae SE GOA IV Congreso científico americano (Chile), volumen X, XI, XII, XIIL. 000029 ato Revista chilena de historia natural, año XV, número l......... TIAS > L'anthropologie, la flore et la faune chiliennes, por el profesor C. E. Porter.... Naturalistas americanos, por el profesor €. E. Portel......oooooooo.o.. E Diccionario de chilenismos, por M. A. Romád......o.o.oo... RO So BOo O Análisis del agua del río de la Plata, por los señores Peluffo i Negrotto........ La molécule eyclique, por A. ChacoN......oooocooococrooo... A A Lavajes intrauterinos post partum, por A. ATC. .ooooococono SOON aaa. La heredo-sifilis, profilaxis, tratamiento, por E. Domínguez....oocooccooomooo.. República de Colombia, varias pubicaciones...ooocoooommmmm... O No oa Escuela industrial de Panamá, por E. GuarIdl.........o.o.o..oooouorsne ras Traité pratique de charpente, par E. Barber0t...oooocccoocccnccn rr Je Soude, potasse, sels, par P. Meker....ooooccccccccrorc corro Matitres tanantes, cuirs, ete., par J. JacoMmet.......o.ooooooo.oo... E OO Huiles minérales, pétroles, etc., par H. Delehaye......ooooomo.... AOS eo Alcools, alcool, alcool dénaturé, par L. Calvet......... oo oooooooocnras.s. Ea Trailé théorique et pratique de chauffage et ventilation, par le docteur H. Riéts- A O AA OO DUDA Ds AOIEIOS O ooo a, ES Trempe, réenil, cómentation, ete., des aciers, par lingénieur L. Grenet......... Les matitres cellulosiques, ete.. par lingénieur F. I. G. Beltzer............... Construction en béton armé, par arch. L. CosyD.....ooooooooomooomorroororo.. Mécanique générale, par A. FlaMadt...oooocoooororocrnn rr Machines dynamo-électriques. par S. P. Thompson, traduit par E. Boistel...... Principes de la téchnique de Uéclairage, par ingénieur Bloch e ÍNDICE 335 Petit trarté diastronomie pratique, par Ch. Henrionnet.........o..ooomorsrmo.. 327 Le carni conservate col freddo artificiale, dal dottore U. Ferretti. ...ooooooooo.. 328 industria frigorifica, del professore P. Ulivi................ O O O 329 Travauz du LX*e congres international de médicine vétérinaire 4 La Hayt...... 329 TIe Congres international d'hygiene alimentaire et de Ualimentation rationnelle de ROTITEAIBLclos sa e O a ANN 332 - Ferroviaria, Roma. BIBLIOTECA DE LA SOCIEDAD CIENTIFICA ARGENTINA PUBLICACIONES RECIBIDAS EN CANGE EXTRANJERAS (conclusión) Italia Observ. Nacional, Tacubaya. — An. del Museo Au della LR Accad. dí Scienze Lettere | Májico. — Memoria y Ml e eS ed Arti degli Agiati. Rovereto — At della | fica, Antonio Alzate: — La Farmacia, Mejico. R. Accad. del ano, Pan — Riv. Li- | — An. del Inst. Médico Nacional, Méjico. — gure, Genova. — Riv. di Articlieria e Genio, : ts AÍTO , Roma. — Boll. della Soc. Geografica Italiana, Bol. del Inst. Geológico, Méjico. Roma. — Ann. della Soc. degli Ing. e degli Natal Architetti, Roma. — «!l Politecnico », Milano. — Boll. della Soc Zoologica Italiana, Ro- ma. — Gazz. Chimica Italiana, Roma. — L'E- lettricitá, Milano. — Boll. Scientifico, Pavia. — Riv. Italiana di Scienze Naturali e Boll. del Naturalista Collettore, etc., Siena. — Atti della Soc.* dei Naturalisti, Modena. — Boll. della Soc. Entomologica Italiana, Firenze. — Boll. della Soc. Médico Chirurgica, Pavia. — Atti della Soc. Linguistica, Genova. — Boll. del R. Comtato Geologico d Utalia, Roma. — Boll. della R. Scuola Super. d'Agricultura, Portici. — Atti della Assoc. Elettrotecnica Italiana, Roma — Il monitore Tecnico, Mi- lano. — Boll. del R. Orto Botanico, Palermo. — Commissione Speciale d'Igiene del Muni- cipio, Roma — Boll. Mensuale dell'Osserva- torio Centrale del R. Colegio Alberto in Moncalieri, Torino. — Atti del R. Instituto d'Incoraggiamento, Napoli. — Accad. delle Scienze, Torino. — Atti della Soc. Toscana di Scienze Naturali, Pisa. — Ann. del Museo Civico di Storia Naturale, Genova. —Ússerva- torio Vaticano, Roma. — Rass. delle Scienze Geologiche in Italia, Roma. — L'Ingegneria — Atti della R. Accad. di Scienze, Lettere ed Arti, Modena.- — Studi Sassaresi, Sassari. — Riv. Tecnica Italiana, Roma. — Osservatorio della KR. Universitá, Torino. — Atti del Collegio degli Ingegneri e Architetti, Palermo. Japón The Botanical Magazine, Tokyo. — The Journal. of Geography, Tokyo. — Annota- tions Zoological Japaness, Tokyo. — The Zoological Society, Tokyo. Méjico Bol. del Observ. Astronómico Magnético Metereológico Central Méjico. — Bol. del Geological Survey of the Colony, Natal. Paraguay An. de la Universidad, Asunción. Portugal Bol. da Soc. Broteriana, Coimbra. — Jor- nal da Soc. das Sciencias Médicas, Lisboa. — Acad. R. das Sciencias, Lisboa. — Bol. da Soc. de Geographia, Lisboa. — 0 Insttiuto Rev. Scient. € Litteraria, Coimbra. — Bol. do Observ. Metereológico é Magnético, Goim bra. — Jornal das Sciencias Matemáticas é Astronómicas, Coimbra. — Bol. do Observy. da Universidade, Coimbra. — Bol. do Obsery. Meterológico do Infante Dom Louis. Lisboa. Perú (Lima) An. de Minas. — Bol. de la Soc. Geográ- fica. — La Gaceta Cientifica. — Informacio- nes y Memorias de la Soc. de Ingenieros del Perú. — Rev. de Ciencias. Rumania Bol. d Soc. Geográfica, — Bucuresci. Rusia Soc. de Sciences Expérimentales, Khar- kow. — Bul. de la Soc. de Geographie, Helsingfors. — Memoires de la Acad. Imper. | des Sciences, San Petersbourg. — Bull. de la Soc. Polithécnique, Moscow. — Rev. des Sciences Mathématiques, Moscow. — La Bi- blioteca Politecnica, San Petersbourg. — Las Ciencias Físico Matemáticas en la Actualidad y en el Porvenir, Moscow. — Soc. pre Fauna et Flora, Filandia, Helsingfors. Rusia. — Bull. de la Soc. Impér. des Naturalistes, Moscow. — An. de la Soc. Phisico Chimique, San Petersbourg. — Bull. de la Soc. Imper. de Geographie, San Petersbourg. — Phisi- calische Central Observatorium, San Peters- burg. — Bull. du Jardin Imper. de Botanique, San Petersburg. — Korrespondensblat de Natufors Vereins, Riga. — Bull. du Comité Géologique, San Petersburg. — Bull. de la Soc des Naturalistse de la Nouvelle Russie, Odesa. San Salvador Observ. Meteorológico y Astronómico, El Salvador, Suecia y Noruega Stockolm. — Reggia Soc. Scientiarum y Litterarum, Góteborgensis. — Porhandl et Vidensk Selskabet, Cristiania. Suiza Bull. Tecnique de la Suisse Romande, Lau- ssanne. — Gengraphich Ethnographiche ge- sellschaft. Zurich. — Soc. Hevéltique des Sciences Naturelles, Berna. — Bull. de la Soc. Neufchateloise de Geographie. Uruguay (Montevideo) Vida Moderna. — Rev. de la Asociacion Rural. — Bol. de la Enseñanza Primaria. — Bol. del Observ. Metereológico, Villa Colón. Sveriges geologisca Underskning, Stoc- | — An. de la Universidad. — An. del Museo kolm. — Bull. of the Geological Inst. Uni- | Nacional. — Bol. del Observ. Metereorológico versity of Upsala, Suecia. — Kongl. Vetens- | Municipal. — An. del Departamento de Ga- kaps. Akademiens. Acad. des Sciences, | naderia y Agricultura. NACIONALES Buenos Aires Rev. de la Fac. de Agronomía y Veterina- ria, La Plata. — Rev. del Centro Universi- tario. La Plata. — Bol. de la Biblioteca Pública, La Plata. — An. del Museo, La Plata. — Oficina Químico Agrícola, La Plata. — An. del Observ. Astronómico, La Plata. — Rey. Mensual de la Cámara Mercantil, Barra- cas al Sud. Capital An. del Círculo Médico Argentino. — An. de la Universidad de Buenos Aires. — Ar- chivos de Criminalogía, Medicina legal y - Psiquiatria. — Bol. del Inst. Geográfico Ar- gentino. — Bol. de Estadística Municipal. — Rev. Farmacéutica. — La Ingeniería. — An. del Depart Nacional de Higiene. — Rev, Nacional. — Rev. Técnica. — An. de la Soc. Rural Argentina. — An. del Museo Nacional de Buenos Aires. — Bol. Demográfico Ar- gentino. — Rev. de la Soc. Médica Argentina — Rev. de la Asociacion Estudiantes de In- geniería. — Rev. de la Liga Agraria. — Rev. Jurídica y de Ciencias Sociales. — Bol. de la Union Industrial Argentina. — Bol. del Centro Naval. — El Monitor de La Educacion Común. — Enciclopedia Militar. — La Se- mana Médica. — Anuario de la Direccion de Estadística. — Rey. del Círculo Militar. Córdoba Bol. de la Acad. Nac. de (Ciencias. Enlre-Kíos An. de la Soc. Rural. Tucumán Anuario Estadístico. SUBSCRIPCIONES Paris Annales des Ponts e: Chaussées. — « Re- vue ». — Contes Rendus de l'Académie des Sciences. — Annales de Chimie et de Physi- que. —- Nouvelles Annales de Mathématiques. — « La Nature ». — Nouvelles Annales de la Construction (Oppermann). — Revue Scien- tifique. — Revue de Deux Mondes. | Koma Ñ Trattato Generale dell'Arte dell'Ingegnere. — Giornale del Genio Civile. E Milano Il Costruttore. — L'Elettricitá. Londres The Builder. Pe ATT / de E GAO «* e 4 y eN: e 10 de » CN U BAM NE YN UTA A oi ea / NN Al es ax Yu Fix q pb AN, k y n o AN UE 17) A VISTE DIARIA UCA VO AO A A MO A IIA vi A 309) /Ñ LINE ES y E gen 4 EN O A NE YE » 4 AN db A BN z k E a S IC 7 8456 ESE E 3 PE PIPRIIII II 2 w RA AR a Ñ E ANA MS CAS A HA a USAS A A EN NAS a A AN SN NS Ns E CN SA e Y AS