ANALES DE HISTORIA NATURAL. (100) 231 iiLsectos, g*iisciiius, pequeños reptiles, y otras veces los busca eii el suelo, priucipalmeiite donde hay reses. para comerles las g’arrapatas. Además de la voz que indica, su nombre vulg-ar, tiene en el tiemi)o de los amores una especie de g’orjeo suave y no des- ag’radable. El vuelo es pesado, lento é irregmlar, i)ues después de repetidos aletazos sigme i)or poco tiemi)o con las alas ex- tendidas hasta que se ve oblig-ado á dar nuevo impulso con nuevos aletazos. He visto nidos en todo el verano. Los construve C/ dentro del follaje espeso de árboles, bejuqueras ó bambúes, con ramitas y yerbas secas, y por dentro con alg’unos materiales blandos. He indicado ya que anida en sociedad, pero falta de* cir que he visto tapados los primeros huevos por el material blando que han traido otras hembras, y encima habia otra ca- mada de huevos. Éstos son azuloso-verdes ó verdoso-azules, pero cubiertos con una sustancia calcárea-blanca, que á pri- mera vista los representa blancos. Poco á poco se ve el color verdadero por los rasg'uños producidos involuntariameiite i)or las uñas del ave: miden 0”,035 -}- 0‘",027, ó 0"’,0335 -f- 0“,02G. Xo puedo indicar el número de huevos que pone cada hem- bra; pero he encontrado en uu nido hasta diez y nueve. El polluelo, en su primer plumaje, no tiene aún el lustre me- tálico que se nota después en las })lumas del cuello, y las plu- mas chicas tienen un aspecto de lana. En esta edad no es el I)ico por encima tan adiado. Hay á veces individuos mancha- dos de blanco y otros enteramente blancos. . , ,i0X3(S0;, ((r.45(3; , (0'".188. cT Lons-ilud total., (r'.l!).-,. 5 0'".370: 'Ur,460; _ 0'".455; — 0'M8G. APUNTES PARA LA FAUNA PlIERTO-HlOUlíÑA, POR JJ O N JUAN G U N IJ L A C H . (D (Anal, de la Soc. Es-p. de Hist. Nat. Tomo vii , imH.) SEGUNDA PARTE. ORDEN CUARTO. - GYRATORES. 20.' Familia. — Columbidae. Género Ghloroenas Ueich Chloroenas inornata. — Paloma sadanera. Columba inornata, Vújors, Zool. Journ. iii, 1827, 14. Columba rufina, Gosse, Birds, 1847, 296 (non Temm.). Chloroenas inornata, Cab., Jouro. iv, 1856, 106. — Gundi, p. 312. He observado esta especie solamente en la vecindad de La- res, en dirección á la cueva de Pajita. Me indicaron también la cercanía de Utuado (en Cagmana), pero allí no he podido en- contrarla. Según otras noticias , vive también en la parte oriental de la Isla, pero en la montaña, miéntrasyo la he en- contrado en la isla de Cuba, en las sabanas y en las costas es- tériles. Torno de mis apuntes sobre la isla de Cuba las notas siguientes : pj Véase para la Primera parte la pág. 13.5. 344 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (102) No es tan arisca como las dos especies que sigmen. La carne no tiene el g-usto amarg-o que se nota en la Patagiwnas leucoce- pJiala, y así es más estimada. En Mayo encontré el nido for- mado como en todas las especies de esta familia, por alg-unas ramitas y yerbas secas, encima de otras ramas horizontales. Los dos huevos miden O'bOSSS + 0‘",0255. El color es blanco. El cf adulto tiene la cabeza, el cuello, las cobijas medianas, el pecho y el vientre de un color de chocolate-vinoso; la g-ar- g'anta es blancuzca; las remeras, las cobijas chicas y también las plumas escapulares, son ceniciento-pardas ; la rabadilla y las cobijas de la cola plomizas. Las cobijas mayores del ala son g-ris-plomizas, con la orilla externa blanca; las remeras g-randes y las timoneras morenas, las primeras con un ribete blanco en las barbas externas. El pico es de color de cuerno; los piés acarminados; el iris, alrededor de la pupila , es plomi- zo, liácia fuera bermejizo y entre ambos colores parduzco. El contorno del ojo y los párpados son acarminados. La Q tiene el color chocolate-vinoso ménos pronunciado , y en su lug'ar hay un color más plomizo. Las medidas son: En el cf un pié y cinco pulg'adas, y en la 9 un pié y cuatro pulg’adas de longitud total, y el (/ mide entre las puntas de las alas dos piés y cuatro pulgadas y media. La patria conocida son las islas de Cuba, Jamáica, Puerto- Rico, pero probablemente también la isla de Santo Doming'o. Se distingue de las dos especies siguientes, además del colo- rido, por la falta del color metálico en los lados del cuello. Género Patagioenas Reich. Patagioenas coreiisis. — Paloma turca. Columba corensis, GmeL,S. N. 1788, i, 783. — Bon.^ Coasp. ii, 1857, 54. — Sund..¡ 47. — portoricensis, Temm., Pigeons, pl. 15, 1813. — montícola, FiWZZ., N. D. xxvi , 1818,355. — imbricata, Wagl., Syst., 1827, Nr. 48. Patagioenas corensis, Cah., Journ. iv, 1856, 108. — Gundl., p. 312. Esta especie es común en todas partes de lo interior de la Isla, y fácil de conocer por el color morado del cuello, y por (103) Gundlach, — fauna puerto-riqueña . 343 no tener la cabeza por encima blanca como la esi)ecie si- ^•niente, á la cual supera en el tamaño. Es arisca. La caiaie es buena, y no he encontrado en ella el ^-iisto amar¿^'0 (pie se nota en la carne de la especie sig-uiente. No he podido ver tan ^’randes bandadas, ni los nidos en tanto número en un solo luí^-ar, como en la otra especie, sino que los nidos, hechos de l)Ocas ramitas o plantas secas, estaban aislados en árboles altos del monte, en la base de las pencas de las palmas ó encima de las plantas parásitas, ó de las ramas horizontales. Los dos huevos son muy blancos y miden 0'",{)38 d- 0'",028. El color es muy blanco. El pico del adulto es verdoso-blanco; los piés tienen escude- tes acarminados sobre un fondo rojizo-blanco; el iris es de co- lor de g*rana con un círculo de un amarillo vivo alrededor de la pupila. Los párpados son de nn color entre grana y carmín, y la parte desnuda alrededor del ojo es amarilla de ocre. Las medidas tomadas eran en el cf Longitud total, 0"',393; braza, 0"',637; cola, O™, 144. 9 — 0"’,385; — 0'",638; — O”, 144. Se encuentra la especie también en Santo Domingo y Cuba, pero no en Jamáica. Patagioenas leucocephala. — Paloma cabezillanca. Columba leucocephala, Linn. , S. N. i, 1766, 281. — Gmel. , S. N. i, 1788, 772. — LatJi.j I. O. 1790, 594. — Bon.^ Journ. v, 1825, 30; Syn. 1819. — Wagl. S. Av. 1827,52. — Axid.^ Biogr. ii , 1834,443; V, 557; Birds, iv, 1842, 315. — Gosse, Birds, 1847, 299. — Baird, Rep. 1858, p. 599. — March, Birds, 1863, p. 301. — Sund., 46. Patagioenas leucocephala, Reick, Av. Syst. Nat. 1851, p.xxv.— Ron., Consp. II, 1854, 54. — Cab., Journ. iv, 1856, 107. - Gundl., p. 312. Especie muy común en todas las localidades de la Isla, aunque desaparezca á veces por algún tiempo de algunos pa- rajes. Es bien conocida de todos y se la distingue, áun volando, por la parte superior de la cabeza blanca. Su vuelo es ligero, pronto v sostenido, y se ven á veces bandadas muy numerosas, así como en el tiempo de la cria muchos nidos en el mismo pa- raje v en un mismo árbol. Al emprender el vuelo, los prime- ros aletazos producen ruido, probablemente por tocarse un ala con otra, y luégo signe el vuelo en silencio. (Esto se ANALES DE HISTORIA NATURAL. (104) :H6 nota también en las dos especies precedentes.) Casi siempre tiene la carne un gusto amargo. El modo de anidar es el indi- cado en las otras especies. Los huevos son blancos y miden (r,036 + 0’",027. El alimento consiste en frutas y semillas. Les gustan mucho las de la palma real. El vértice del (f es de un blanco muy puro, el de la Q de un blanco algo ceniciento. Pico blanco- córneo, en la base de un tinte acarminado-oscuro; los piés con escudetes acarminados sobre un fondo rosado; contornos de los ojos blancos; párpados rojizos; ojos pajizos. En los jóvenes se ve un ribete parduzco en las plumas del lomo y de las alas. Los lados del cuello aún no tienen los visos metálicos, cf Long'itud total, 0'",360; braza, cola, 0”'‘,13ü. Se encuentra además de la isla de Puerto-Rico, en la Flori- da y en las islas Bahamas y Antillas mayores, probablemente también en las Antillas menores. Nota. Encontré en el Systema avmm de Wagler en Columba núm. 46, Vá Columba lamprauchen\^2ig\.^Col. Caribea Temm. Pig. p. 22, t. x; Pig. et Gallin., p. 114 con la patria Portorico. No tengo más noticias sobre esta especie, y la enumero como dudosa para la isla de Puerto-Rico. Acaso otros naturalistas la encuentren. Mr. Gosse la menciona en la pág. 291 de la isla de Jamáica con el nombre Columba Caribbea Linn. Tem.=(7o/. Lamp'auchen Wagl. Género Zenaida Bou. Zenaida amabilis. — Tórtola. Coluiuba Zenaida, Ron., Jouru. v, 1825, 30.— IFagrá, Isis, 1829, 7i4. — Aad., Biogr. II, 1834, 354 ; v, 558 ; Bird?, v, 1842, i. — Bryani, List, 1866.— /Swnd., 48. Zenaida amabilis, Bon., List, 1838, et Consp, ii , 1854, 82.— Gosse, Biids, 1847, 301. — Cah., Journ iv, 1856, iii. — Raw'f?, Rep, 602. — Gundl., p. 312. He observado esta especie en todas localidades , es decir, desde la orilla del mar hasta las montañas altas, pero más en los parajes cultivados y desprovistos de bosques extensos. (105) Gundlach. — fauna pufuto-riqueña. Rasca su comida en el suelo, la cual consiste en semillas, tratas, y k veces en hojas de ciertas i)lantas. La carne es exce- lente. Sn vuelo es rápido y sostenido y ])roduce nn silbido. Es arisca. Encima de ramas horizontales ó de plantas ])arásitas construye su nido de pocas ramitas ó yerbas, y ])one dos hue- vos muy blancos de O^.OSOS -f 0'".0235. Las medidas del adulto son : (f Longitud total, (r,288; braza, (r,485; cola, ()'“,100. Q — 0“,275; — (r,460; — 0"’,096. El pico es negro, en los ángulos de la boca algo encarnado. piés con escudetes acarminados; ojos pardos, muy oscuros. Se conoce la 9 por el menor tamaño y los colores ménos puros. La patria se extiende desde los Estados meridionales de la Union norte-americana hasta las Antillas mayores y las Baha- mas, y aunque no esté indicada como existente en la isla de Santo Domingo, no queda duda que existe allí también. Género Geotrygon Gosse. Geotrygon martinica. — Perdiz. Columba martinica, Gmel., S. N. i , 1788, 781 (non Temm.). — montana, Aud.^ Biogr. ii, 1834, 382 (non Linn.). Zenaida montana, Bon., List, 1838. Oreopeleia martinicana, Reich.., Av. syst. 1851 , p. xxv. Geotrygon martinica, 5on., Consp. ii , 1854, 74. — Ca&., Journ. iv, 1856, 108.— Gundl.., p. 313. Oreopeleia martinica, Baird, Rep. 1858, p. 607. Especie rara. No he podido observarla por mí mismo en Puerto-Rico, sino que la he visto en la colección de mi amigo Blanco, y un dibujo de ella en el álbum del Dr. Bello. En la isla de Cuba he podido cazarla á menudo, y la he tenido tam- bién enjaulada. Esta especie y sus congéneres viven más en el suelo que en las ramas altas de los árboles, y ])refíere los bosques á la ma- leza. Camina con el cuello recogido y la cola un poco levan- tada, y busca semillas, frutas y á veces caracolitos entre la ho- jarasca, que revuelve con el pico. Cuando está satisfecha suele ANALES DE HISTORIA NATURAL. (106) ;i4S jiosarse en una ramita ó en un bejuco liorizontal y desjirovi.sto (le hojas. Principalmente en el tiempo de los amores se oye sn voz casi monosílaba , cpie parece á ó á la voz de los bo- \eios ó pastores de reses, cuando quieren que la res se pare. Esto le valió en Cuba el nombre de l)oyevo. He notado que su voz paiece a \ eces (como la de un ventrílocuo) lejana, cuando en lealidad está cercana y vice A^ersa. El vuelo empieza con ruido, poique las alas deben batirse con fuerza para levantar su cuerpo, pesado en proporción ai tamaño de ellas. Si se aproxima el cazador sigmiendo la voz, debe hacerlo muy pausadamente y sin ruido, pues al menor pelig-ro sus- pende la perdiz su Amz, y si el pelig-ro sig-ue, se aleja sin dar lug-ar á tirarla, pues la espesura del bosque lo impide. El ma- }oi numero de nidos encontrados estaba encima de plantas parásitas, hechos con pocas ramitas. Los dos huevos son de un color blanco-ocráceo, y medían 0'",0315 -j- 0'",024. Esta especie se disting-ue de la sig-uiente principalmente pol- la laya o línea ancha, blanca, desde la mandíbula inferior por debajo del ojo hasta el occipucio, y por el color del vértice pardo con reflejos purpúreos ó verdes. Las medidas son: cú Long-itud total, 0'L295: braza, 0'",490; cola, O'",llo. 9 — 0'".284; — 0"',484; — 0"',112. 8e encuentra además de la Martinica, en Santo Doming-o y Cuba, pero no está indicada de la isla de Jamáica. Vive también en los cayos de la Florida. Geotrygon montana.— Columba montana, S. N. e, 1766, ¿81. — Gmel.^ S. N. i, 1788, 772. S. Av. 1827, 75. — martinica, Temm., Pig. A, 29 (non Linn.). Peristera montana, Gray^ Genera, ii, 475. Geotrygon montana, Gosse, Birds, 1847, 320.— Ca¿., Journ. iv, 1856, 109. — March, Birds, p. 300, 1863.— Swnd., 50.— p!313. He observado la especie desde la vecindad inmediata á Ala- yag-üez hasta lo interior de la Isla, aunque no en muchos ca- sos. Vivia en los campos de café provistos de muchos árboles de sombra, y en bosques no muy espesos. En sus costum- bres y en su voz no he notado diferencia con la especie pre- cedente ; pero difiere de ella por el tamaño menor, y por te- Gundlach. — fauna puerto-riqueña. ner la faja del pico debajo del ojo lavada de berinejo-claro (y no blanca), y el vértice del mismo color que el lomo (y no con visos verdes). El modo de anidar es también como en í([^Geot. martinica, difiriendo los linevos ])or sn menor tamaño, que es 0'",0285 O™, 021. El ave mide ; cf Longdtiid total, 0”,255: braza, (r,446; cola, ü"',09ü. 9 — o*", 247; — ()"’,44(); — ()™,082. 8e encuentra en todas las Antillas mayores. Género Ghamaepelia Swains. CdiamaBpelia passerina. — Rola, volita. Columba passerina, Linn., S. N. i, 1766, 28o. — GmeL, S. N. 1788, 787. — Latli., I. O. II, 1790, 61 1. — Wils., A. O. iv, 1811, 15. — Wagl., Syst. 1827, 88. — Aud., Biogr., ii, 1834, 471 ; v, 1839, 558; Birds, V, 1842, p. 19. — Sund., 49. — (Goura) passerina, Bon., Obs. 1825, Nr. 181; Syn. 1828, 120. Charníepelia passerina , Swains., Z. J. iii, 1827, 358. — Bon., List, 1838. Consp. II, 1854,77. — Gosse, Birds, p. 311, 1847. — Coh., Journ. IV, 1856, iii. — Baird, Rep. 1858, 606. — March, Birds, 302. — Bryant, List, 1866. — Gundl., p. 313. — trochilus, Bon. Taylor B>andevall). Esta especie es abundante en todas las localidades, y no so- lamente en las islas de Baliama y las Antillas, sino también en ambos Continentes americanos. En todas partes es sedentaria. Vive en las orillas de los bosques, en las sabanas, en los terrenos labrados y basta en los jardines de las poblaciones; no es arisca, y vive en pequeños g-rupos ó en familias. Busca en el suelo su alimento, y éste consiste en semillas chicas de todas especies, y á veces en plantas tiernas. Cuando camina lleva la cola un poco levantada , y cuando quiere descansar se posa sobre las ramas, los muros ú otros puntos elevados. Su voz es un arrullo suave, se puede decir triste , y además deja oir un sonido como hup, sencillo, pero no tan profundo como el de los Geotrygon. No causa daño al hombre en lo más mínimo; ántes bien le ofrece una carne muy delicada. Por lo reg-ular, los in- dividuos de una familia están siempre en paz, excei)to en el (108) ANALES DE HISTORIA NATURAL. tiempo (le los amores, en cine pelean los machos, y he visto al- f, linos enjaulados, que se habian despellejado la cabeza por no poder huir de la pelea. Su vuelo es alg*o ruidoso, poco elevado, rajiido, pero de corta duración. Desde Marzo he visto nidos en los arbustos, como matas de café, de limones, entre los retoños de árboles, encima de los ra- cimos de los plátanos, encima de las plantas parásitas, y en los portales de las casas de campo, encima de las soleras. El nido consta de no pocos materiales, y no tiene el forro blando como los nidos de los pájaros pequeños. Los dos huevos son muy blancos, lisos, con las extremidades casi io-uales, y miden 0"\021 + 0-",017, (í 0^,020 -f- 0-,0165. Las medidas del ave son : Long’itiid total 9 — , 0"‘,173; braza, 0™,267; cola, 0"’,170; — ()'",260; — 0"‘,060. 0™,050. ORDEN QUINTO. — RASORES. 21. Familia. — Tetraonidae. Género Ortyx Stepli. Ortix cuhanensis ?— Codorniz. Ortyx virginianus Linn., Gosse, Birds, 1847, 328.~Sunc/., o4. — cuhanensis Gonld, Gundl..^ p. 313. Esta especie no es indíg-ena sino introducida en la isla de Puerto-Rico, por D. Ramón Soler, en la hacienda de Santa Inés en Veg-a-baja. lo he visto en la colección de Hjalmarson en Arecibo el in- dividuo llevado al profesor Sundevall , y me pareció entera- mente ig-iial al Orlyx cuhanensis Gould,’y no al O. rirginia- nus Linn. No he podido ir al lug-ar donde existe hoy la especie. Daré, pues, alg-unas noticias de mis apuntes sobre Cuba. Hay en la isla de Cuba tradiciones que dicen que la especie fué introducida y propag-ada primero cerca de la Habana, y des- pués llevada á Santiag-o de Cuba. Pero comparada con la espe- cie virg-iniana, se ven diferencias que motivaron la separación en dos esjiecies. hecha por Mr. John Gonld en Lóndres. (100) Gundlach. — fauna puerto-riqukña. 351 Como no se ha visto la especie cubana en otro ])aís, se debe suponer que la tradición carece de fundamento y que acaso la especie fné traida á la Habana de otro i)arajo de esta Isla, acaso de las sabanas de la parte más occidental de Cuba. Pero esta cuestión no pertenece acá, y diré alg‘o sobre sus costumbres. Prefiere el campo labrado, las sabanas y las orillas de los bosques, pero no entra en éstos. Casi siempre anda por el suelo buscando semillas, frntasyá veces hojas tiernas. Sinota nn peli^-ro deja oir un mnrmiillo, levanta el moño y el cuello, y corre con la cola muy abierta á un lugar seguro. Si el peli- gro aumenta, vuela bajo, derecho, con ruido i)í)r la fuerza de los aletazos para levantar el cuerpo, pesado en proporción al tamaño de las alas; pero cuando una vez está volando, acaba el ruido, y los aletazos son ménos frecuentes y basta interrum- pidos por intervalos. El vuelo no es muy sostenido, y apeona después por el suelo para esconderse más. También se nota que levantada la bandada, signen los individuos en diver- sas direcciones, pero liiégo se reúnen otra vez llamándose con sus gritos. Tiene diferentes sonidos, según las circuns- tancias, principalmente en el tiempo de la cria. Entónces, verbi gracia, está posado el macho en una rama, encima de nn tronco, piedra ó terrón grande, llamando á la hembra con dos ó tres sonidos, que en algo parecen á la palabra ortyx, que se ha dado al género. Si un perro espanta la bandada y sigue la- drando, se posan si hay un árbol por allí, donde permanecen basta que el perro se lia alejado. Miéntras el perro ladra debajo del árbol , quedan las codornices inmóviles basta el extremo de poderlas coger con nn lacito de crin fijado en la punta de una varita delgada. Si la bandada se levanta volando sin peligro, todos vuelan en la misma dirección. Su carne es blanca , muy estimada y muy abundante en proporción al tamaño del cuer- po. Desde Abril basta Julio reúne en nn lugar, abrigado por algunas plantas ó en una concavidad del suelo, algunas yer- bas secas para su nido, y pone en él de diez á diez y ocho hue- vos blancos, que tienen una extremidad gruesa y la otra del- gada. Miden 0'",032 -f 0'",025, ó fr,0.30 + 0“0235. Las aves adultas miden : o-’ Long. tot., 0"',238 — 0'",242 : braza, 0"',. 355-0 '",3 66; cola 0'",062 g _ 0'",204; — (r-.32(). 352 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (110) 22.* Familia. — Numididae. Género Numida Linii. Numida meleagris. — Gallina de Guinea. Numida meleagris, Linn., S. N. i, /|766, 273.— Gmel, S. N. i, 1788, 744.— Gosse, Birds, 1847, 323. — Nimc?., ^'r,—Gundl.., p. 313. Esta especie tampoco es indíg'ena, sino introducida ó huida del cuidado del hombre. La especie en estado manso no queda alrededor de la casa como la g-allina, sino que se va al campo y á la manig'ua, pero vuelve por la tarde á dormir cerca de las habitaciones y recibe casi siempre por la mañana, en compa- ñía de las otras aves, una ración de maíz, y así se queda, y no teme la aproximación de las personas. Pero si una vez se alza y vive en el monte, es muy arisca y huye al más pequeño rui- do. En Puerto-Rico, lo mismo que en algainos parajes de Cuba, hay gallinas de Guinea silvestres, y éstas son más estimadas por tener la carne más sabrosa; se alimentan de semillas y fru- tas del monte, y van también á los campos de maíz, de arroz, de batatas, á los ¡Dlatanares; y por comer plátanos pintones y maduros, causan así algain daño. ,Se conocen las mansas i)or las plumas blancas del ala, del l)echo y otras partes; también por sus dedos más ó ménos ro- sadc-blancos. miéntras las silvestres carecen de estos carac- téres. No siendo especie indíg-ena, he descuidado tomar las medidas en comparación con los individuos domésticos. ORDEN SEXTO. — GRALLATORES. 23.* Familia. — Ardeidae. Género Ardea Linn. Ardea Herodias. — Garzón ceniciento. Ardea Herodias, Linn., S. N. i, 1766, 237.— Gme/., S. N. 1788, 630.— Laí/¿., J. O. II, 1790, 692.— If'¿7s., A, O. viii, 1814, 28.— Obs. 1823, Gundlach. —-fauna PUERTO-RIQUEÑA. 353 188. TFa^'Z., Syst. 1827, Nr. t. — Aud., Biogr. iii, 1835, 87; v, 599; Birds, VI, 1 849, 1 22.— G^ossc, Birds, 1 847, 346.— 7?ow., Consp. ii, 1 855, 112.— Ca6., Jouru. iv, 1856, 340.— iSain?, Rep. 668.— 76.— Gundl., 313. Ardea hudsonias, Linn., S. N. i, 1766, 238.-(ymeZ., S. N. 1788, i, 631. Estci Gsp6cÍ6 no es rara y aun abunda en las ciénag*as forma- das al lado de g'randes esteros ó de lag'unas. Su principal co- mida consiste en peces, pero come también diferentes rep- tiles y á veces polluelos de pájaros, ratoncitos é insectos. De dia está en parajes pantanosos, pero al oscurecer se retira á alg-imas ramas secas ó desprovistas de hojas para pasar allí la noche. Durmiendo ó descansando tiene el cuerpo muy enco- gido , así que no se percibe el pescuezo , y parece que la ca- l)eza está entre los hombros. Suele volver al mismo dormito- rio si no la han espantado. Parece que es ménos sociable que otras especies de esta familia , y que no se mezcla con las ban- dadas de las otras. La voz es como en todas las de esta familia, un g’raznido fuerte. Es muy arisca, camina con cierta g'racia y mirando á todos lados. Para atisbar su presa encorva primero su pescuezo, y enderezándolo de repente alcanza la presa. Su carne no es estimada. Herida ó presa se defiende con el pico, cuyas heridas pueden ser pelig'rosas, si dirig-e el picotazo á la cara de su enemig*o. Vuela con aletazos lentos y reg’ulares, lle- vando como todas las especies de esta familia el cuello encog*ido y doblado sobie su base, tanto que el pico parece salir del tronco del cuerpo. Las patas quedan extendidas hácia atrás durante el vuelo. Cuando quiere posarse extiende primero el pescuezo para g'uardai asi mejor el equilibrio, y posada vuelve á encog*erlo. Cuando quiere anidar reúne encima de ramas horizontales ramitas más ó ménos g-randes y plantas, y forma un nido plano. En él pone dos ó tres huevos de un azuloso-blanco sin lustre y de las dimensiones 0”,068 + O^OdG ó 0™,065 -f 0™,049. El tiempo de anidar no es siempre el mismo, sino que varía. He visto pi- chones ya plumecidos en el principio de Noviembre y huevos frescos en Enero. Se ha observado la especie en los Estados- Unidos, en Cuba, Jamáica, lasBahamas, y no dudo que exista en Santo Domingo. El ave adulta mide : cf Longitud total, 1"',218; braza. I-", 834; cola, 0'",185. 9 — l’",154: — INSOS. ANALES DE BIST. NAT.— VII. 23 354 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (112j Género Audubonia Bon. Audubonia occidentalis.— blanco. Ardea occidentalie, Aud., Biogr. iii, 1835, 5?2; v, 596; Birds, vi, 1843, 110.— Bon.^ List, 1838. ITerodias occidentalis, Cah., Journ. iv, 1856, 340. Audubonia occidentalis, Bon., Consp. 1 855, 1 15.— BmVí?, Rep., 1858, 670.— Gundl., p. 313. Aunque yo no he muerto la especie, ni visto ejemplar cogádo en la Isla por otra persona, la enumero en este catálog-o, por- que vi en la orilla de la lag-una de Guanica una g-arza blanca que por su tamaño no puede ser otra que la especie occidentalis. Además me asegmró mi amig-o D. Tomás Blanco haberla obser- vado en sus excursiones desde la capital. En la isla de Cuba he cogido algmnos individuos , tanto en los cayos del mar como en las lag-unas de agma dulce y en la ciénag-a de Zapata. La especie fué descubierta en la Florida, y además de Cuba y Puerto-Rico, vive en Jamáica. No dudo que se encontrará también en Santo Doming'o y otras islas. Difiere de la especie sigaiiente por su tamaño y por el color del pico y de las patas. La forma del pico es distinta, más parecida á la de la especie precedente. Faltan al adulto también las plumas lar- g’uísimas con las barbas separadas en filamentos, que tiene la Her odias Egretta. (f Longitud total, P'',240; braza, l'“,704; cola, 0'",164. 9 — 1”,228; — 1™,688. El pico es por encima oliváceo-pardo; por debajo amarillento- blanco, más anaranjado en la punta de ambas mandíbulas; entre el pico y el ojo hay una estría oscura, por encima de la cual la piel desnuda es verdoso-amarillenta, y alrededor del ojo azulosa; piés por delante del tarso y encima de los dedos oliváceo-pardos; en la tibia, detrás del tarso y en la planta pá- lido-amarillo-verdoso; iris de un amarillo vivo, pero claro. (113) Gundlach. — fauna puerto-riqueña. 355 Género Herodias Boie. Herodias Egretta.— (ríífM real. Ardea Egretta, Gmel., S.N. i, n»8, 629.— Aaí/i., I. O. ii, 1799, 694.-1^3., A. O. VII, 1813, 106. — Wagl.^ S. A. 1827, 7. — Aud., Biogr, iii, 1835, 136; V, 605;Bird8, vi, 1843, 156. — Bryant, List, 1866. — Sund., 75. Ardea alba, Bon., Obs. 1825, Nr. 189; Syn. 1828 (non Linn.). Ardea leuce Illig., Licht., Verz. 1823. Egretta leuce, Bon., List, 1 838.— Gosse, Birds, 1847, 346. Herodias Egretta, Gray, Gen. in, 555. — CaJ., Journ. iv, 1 856, 341 . — Baii'd, Rep. 1858, 666. — Gundl., p. 313. Esta especie es muy común en las lagunas que forma la mar, ó sea en las salinas, en los esteros y en las lagunas grandes de agua dulce. A isita también las orillas de los rios grandes, los campos anegados y los cañaverales de azúcar recien corta- dos, para recoger allí reptiles, insectos, moluscos y crustá- ceos. Ya por sí sola forma bandadas, pero casi siempre está reunida con las garzas menores. Cuando una bandada pesca en una laguna, que está secándose, he visto que los indivi- duos no guardan siempre la misma posición relativa, sino que los últimos vuelan á la delantera y así sucesivamente. En otras especies no he notado esta costumbre. Al ponerse el sol se reúnen encima de los árboles en las orillas de los rios ó del mar para dormir, y con ellas se mezclan las gar- zas menores. Los cazadores les hacen poco caso, porque la carne no tiene estimación. En Febrero he muerto ya adultos con el plumaje de boda, que consiste en las plumas del dorso larguísimas, derechas, cuyas barbas forman unos filamen- tos separados, semejantes á pelos; estas plumas caen después de sacar los polluelos. Al principiar la cría se les ve continua- mente pelear entre sí, con la garganta hinchada y las plu- mas largas del dorso erizadas, presentando un hermoso as- pecto. Entóneos principalmente entonan su graznido ronco, que por el gran número de individuos que hay en los lugares donde anidan, se oye de léjos. He observado (en Cuba) los nidos en los cayos y en los manglares grandes. Están formados como en todas las especies de esta familia, de ramitas y plantas, y ANALES DE HISTORIA NATURAL. (IM) :<5() son casi planos. Anidan todas en un mismo lug*ar y á veces mezcladas con los nidos de las otras especies. Los dos ó tres huevos que ponen son lisos, pálido-azules, con un viso verdoso, y miden 0"’,056 -1- 0'“,038. Esta especie vive en el Continente norte-americano y en to- das las Antillas. El pico del adulto y su cara desnuda son de un hermoso ama- rillo. Entre el pico y el ojo el cútis desnudo es verdoso, el pico tiene en la parte superior de la punta una estría neg’ra, y un poco encima del borde en el áng’ulo de la boca una raya ne- «•riizca; los pies son enteramente neg’ros y el iris es amarillo- pálido. c/ Longátud total, 1'''.084; braza, 1”,500; cola, O"", 172. Género Demiegretta Blyth. Demiegretta ruficollis. — Garza. ,\rdea ludoviciana, lE¿7s., A. O. vin, 1814, 13 (non Gmel,). — Bon., Obs. 1825, Nr. m —Aud., Biogr. iii, 1 835, 1 36; v, 1839, 605; Birds, vr, 1843, 156. Ardea lencogaster, ^F^7s., Ord’ri odie., viii, 1825. — Wagl.., S. A. 14. Egretta ludoviciana, Bon.., List, 1838. — ruficollis, Gosse, Birds, 1847, 338. H erodios leucoprymna Licht. , Bon.^ Consp. 1855, p. 12 i. — ruficollis Gosse, Cah., Journ. iv, 1856, 342. I.'einicgretta ludoviciana, Baird, Rep. 663, 1858. — ruficollis, Gundl., p. 313. Segamel doctor Cabanis, esta especie fué confundida por los autores con la Ardea leucogastra Gmel. que es menor, aunque de colorido ig-ual,y así encuentra justifícada la denominación por Gosse para la especie que habita los Estados-Unidos, Mé- jico y las Antillas. El nombre ludoviciana no vale porque Gme- lin dió este nombre á la Ardea virescens Linn. (Véase más abajo Ocniscus virescens.) He visto esta especie muy abundante en las orillas del Boque- ron , en la parte S. O. de la Isla. No es arisca y vive reunida con las otras especies de g-arzasde las cuales no difiere en sus cos- tumbres. En Cuba la he visto anidando con las otras g’arzas y (115) Gundlach. — fauna puerto-riqueña. 35" con los cocos (Eudodmus) . El nido y el color del huevo no di- ferian de los de las ^-arzas menores sigaiientes. Las dimensiones del huevo son 0“,046 -f- 0™,031 ó 0'",042 -f- 0"’,033. Fácilmente se conoce la especie por el vientre blanco, siendo las partes superiores y el cuello de un pnrpúreo-aznl claro con algmiias modifícaciones. rf Longdtud total, 0'’’,670; braza, O'^hHl ; cola, ()"’,09(). 9 — 0“,636; — 0‘‘’,939; — 0'",088. Género Garzetta Bou. Garzeta candidissima. — Garza. Ardea caudidissima, N. i, 1788, 633. — Wils.^ A. O. vii,1813, 120. — Bon., Obs. 1825, 194; Sin. 1828, 305.— IFa^rZ., S. A. 1827, Nr. ii.— Aud., Biogr. iii, 1834, 317; v, 1839, 606; Birds, vi, 1843, 163. — carolinensis, Wils., Ord’ed. vii, 1825, 125. Egretta candidissima, Bon., List, 1838. — Gosse, Birds, 1847, 336. Herodias candidissima, Gray, Gen. m, 55. — (7a&., Journ. iv, 1856, 342. Garzetta candidissima, Bon., Consp. 1855, 119. — Baird, Rcp. 1858, 665. — GundJ., p. 313. He encontrado esta especie en pequeñas bandadas ó familias en las embocaduras de los rios y en las lag-unas orillas del mar. Se encuentra en todas las Antillas y en el Continente. En sus hábitos no difiere de las otras g-arzas, y se le puede aplicar lo que de ellas se dice. Los dos ó tres huevos que pone, miden ()‘“,041 -j- 0“‘,030 ó ()m^Q39 _|_ 0"q032. El plumaje enteramente blanco disting-ue la especie del joven de la sigmiente, pues éste tiene las puntas de las remeras g*rises. El adulto se distingue por las plumas lar- gas del vértice, de la delantera de la parte inferior del pescuezo y del dorso, que son de barbas desunidas, y las plumas del dorso tienen además las puntas encorvadas hácia arriba. Longitud total, 0“,590; braza, 0"’,945; cola, 0'",100. Género Florida Baird. Florida caerulea. — Garza. Ardea cícrulea, Linn.. S.N. i, 1766, 239. Gmel.., 8. N. i, 1788, 631. Lath., ANALES DE HISTORIA NATURAL. (116) :^8 I. O. I. 1790, 689. — Wils., A. O. vii, ISIS, 117. — Bon., Obe. 1825, 487. — Aud., Biogr. iv, 1838, 58; Birds, vi, 148. — Bryant, List. — Sund., 74. Ardea cyanopus?, Gmel., S. N. i, 1788, 644 (¿será en la muda?). — cserulescens?, Lath., I. O. ii, 1790, 6S9.— Wagl., S. Av. 1827, 15. — (Botaurus) cierulea, Bon., Syn. 1828, 360. Egretta Cíerulea, Bon., List, 1838.— (rosse, Birds, 1847, 337. — nivea, Gosse, Birds, 1847, 334 (el joven). Herodias ceerulea, Gray, Gen. iii, ñ66. — Bon., Consp. 1855, \23.~Cab., Journ. IV, 1856, 343. Florida Cíerulea, Baird, Rep. 1858, Ql\ .—Gundl.,-p. 313. Esta especie es común y la más conocida, y se encuentra no tan solo en las Antillas sino también en el Continente. Vive no solamente en parajes donde hay agma, sino que visita también los campos recien arados y los cañaverales cortados. Su ali- mento consiste en reptiles, peces chicos, insectos, crustáceos y moluscos. Se posa en las ramas desprovistas de follaje ó en lug-ares despejados, para poder mejor vigilar ó atisbar su presa; es muy arisca. Al oscurecer se retiran los individuos ó banda- das á sus dormitorios acostumbrados, donde se reúnen muchos de diferentes puntos, y al amanecer vuelven otra vez á los co- mederos. Para coger con más segmridad su presa, dobla y en- coge el pescuezo , y luégo , estirándolo con mucha velocidad y destreza, logra casi siempre su objeto. Su vuelo, más pronto en proporción que el de las especies mayores de esta familia, es ligero, con aletazos iguales; y cuando desciende para posarse, suele hacerlo sin movimiento de las alas. La carne no es mala, pero no buscada por los caza- dores. La voz es un gTaznido. Cuando llega la estación de anidar, que suele ser de Mayo hasta Julio, forma su nido de ramitas, hojas y yerbas secas en los árboles ó arbustos, las más veces en los manglares y en unión con otras especies. Los huevos son como los de las otras especies, de un color pálido entre azulado y verdoso, y sus diámetros son 0“,044 -j- 0“,032. Los polluelos recien nacidos tienen un cútis verdoso , cubierto con un plumón blanco-ama- rillento. Los jóvenes en su primer plumaje son blancos, las remeras mayores tienen la punta gris ; también tienen las plumas del vértice un viso azuloso-ceniciento. Gundlach. — fauna puerto-riqueña. 359 (IH) Más tarde aparecen las plumas ceniciento-azules entre las blancas , aumentan en número y desaparecen las blancas. Las dimensiones son; cT Long’itnd total, 0™,595; braza, I"", 000; cola, 0"',lir). Género Ocniscus Cab. Ocniscus virescens. — Martinete. Ardea virescens, Linn.j S. N. i, 1766, 238. — Gmel., S. N. i, 1788, 63d. — Wils., A. O. VII, 1813, Obs. 1826, Nr. 125, ]90.— Wagl., S. A. 1827, Nr. 3Q.—Aud., Biogr. iv, 1738, 274; Birds, vi, 1843, 105. — Suncl, 7 8. — ludoviciana, Gmel.^ S. N. i, 1788, 630 (véase lasiuonimia de Demie- gretta ruficollis). Herodias virescens, Bon., List, 1838.— Gosse, Birds, 1847, 340. Egretta virescens, Sioains., 2 }4 cents. 1838, Nr. 156. Butorides virescens, Bon., Consp. ii, 1855, 128. Baird, Rep., 1858, 676. Agamia virescens, BcicJi., Icones, t. 131, f. 489, 490. Ocniscus virescens, Cah., Journ. iv, 1856, 343. — Gundl , p. 313. Esta especie es abundantísima en todos los lugares donde hay agua, y se la encuentra hasta en la montaña donde un ojo de agua ha formado un pantano ó donde corre agua por una cañada , y por otro lado se la encuentra hasta entre las raíces de los mangles ó entre la yerba de los terrenos bajos cogiendo varios insectos , pequeños crnstáceos , caracolitos , pececitos y reptiles chicos. Camina con paso firme, pero ligero, y á veces corre ligera- mente; vuela con aletazos regulares , pero algo pausados. Suele quedar en el mismo paraje. Cuando se cree en peligro ó se le acerca alguna persona, levanta las plumas del vértice, deja oir unos sonidos monosílabos de poca fuerza, como para indi- car su sobresalto ; pero luégo lanza un grito fuerte y emprende el vuelo. Por lo regular tiene el pescuezo tan encogido, que la cabeza parece nacer del tronco del cuerpo, peí o lo extiende con rapidez para alcanzar la presa con el pico. A menudo me- nea lateralmente la cola. Corre más que las gaizas a lo laigo de las ramas y entre las ramificaciones , y no se asocia en ban- dadas como ellas, ni se une con ellas. No es arisca y perma- ANALES DE HISTORIA NATURAL. (118) ;j60 nece aveces muy cerca de las casas de campo, cuando éstas no están léjos del ag'ua. Desde Abril hasta Julio he encontrado nidos en las ramificaciones horizontales de los árboles ó ar- bustos en la orilla de las ag*uas. Los tres ó cuatro huevos que pone, tienen el mismo color azul-claro con viso verdoso como en los huevos de las g-arzas. Miden 0“,036 -f- 0”,028 ó 0"’,039 -j- 0“,030. La especie es bien conocida, y como no puede confundirse con otra me parece innecesaria su descripción. Las medidas son: cd Long-itud total, 0”,488; braza, 0”,695; cola, 0"’,070. 9 — 0”,458; — 0”,683; — 0"',068. Se encuentra esta especie también en los Estados-Unidos, en las islas de Bahamay en todas las Antillas mayores. Género Ardetta Gray. Ardetta exilis. — Martinete (chico). Ardea exilis, Gme?. , S. N. i, 1788, A. O. viii, 1814,37.— Wagl., S. A. 1827, Nr. k^.—Aud., Biogr. iii, 1835, 77; v, 1839, 606; Birds, vi, 1843, K^.—Bryant, List, 1 866.— 8Mncí., Nr. 77. Ardeola exilis, Bon., Obs., 1825, 191; Syn. 1828, 308; List, 1838; Consp. 1855, 134. — Gosse, Birds, 1847, 343. Ardetta exilis, Grag, Genera, 1842, iii, 556.— CJa&., Journ. iv, 1856, 345.— GundL, p. 313. Es la especie más chica de esta familia y poco conocida por el vulg-o, pues vive casi siempre entre los juncos y la yerba ó entre las cañas en las orillas de las lag-unas y de los rios. Muy raras veces se posa en las ramas bajas ó en las cañas inclina- das. La he visto las más veces, después que se levantó de en- tre la yerba, bajar otra vez al mismo punto, y desde allí debe haber corrido más léjos, pues ya no se levantaba más del lu- gfar donde había descendido. Su alimento es el mismo de la especie precedente. Herida se defiende contra su enemig-o, encog-iendo el pescuezo y erizando las plumas. Descansando tiene también el cuello encog'ido y el pico dirig-ido hácia arriba, así que parece que sale el pico del lomo. Su voz es también áspera, pero débil por lo pequeña que es. Gundlach. — fauna puerto-riqueña. :m Iiiiicontré en 7 de Mayo en las orillas del rio Arecibo nn nido sobre la ramificación de un arbusto, que tenía tres huevos del color azul-claro propio de la familia. Los diámetros eran 0'“,032 + 0",0245. Las medidas de los pájaros adultos son; (/ Long-itud total, 0™,364; braza, 0'”,456; cola, 0~,040. — 0“,353; — 0™,432. Como patria se conocen las islas de Puerto-Rico, Cuba y Jamáica, además una parte del Continente norte-americano. M. Rryant no la indica de las islas Bahamas ni de Santo Do- ming-o, pero es de creer que no faltará allí. Género Botaurus Stepii. Botaurus lentiginosus. Ardea stellaris, var. Botaurus freti-hudsonis, Gmel., S. N. i, 1788, 635. — lentiginosa, Montagu^ Orn. Dict. Supp. 1813. — Aud.^ Birds. vi, 1843, 94. — minor, Wils., k. O. viii, 1814, 35. — Bon., Obs, 1825, 186.— AmíZ., Biogr. IV, 1838, 296. — mokoho, Vieül, N. D. xvi, 440. — WagL, S. A. 1827, 29. Botaurus lentiginosus, Stph., xi, 1819, t)%.—Baird, Rep. 1858, 674. — Gundl., p. 313. — minor, Bon., List, 1838; Consp. ii, 1855,136. — Gosse, Birds, 1847, 346. — Cab., Journ. iv, 1856, 346. Observé en Noviembre esta especie en la lag-una g-rande de Guanica. Vive entre los juncos y yerbas de las lagunas, y aunque es bastante común en Cuba, allí nunca la lie visto en un lugar libre de vegetación, ni posada sobre un árbol ó ar- busto. Recuerdo haberla encontrado posada sobre una caña de azúcar inclinada sobre el agua. Siendo en Cuba ave de paso, debe serlo también en Puerto-Rico. Muy raras veces se ve un individuo posado, sino que levanta el vuelo, y como deja aproximarse mucho el cazador, es fácil matarla. Al levan- tarse emite unos sonidos roncos , de poca fuerza. Su vuelo es lento , y solamente al empezar el ave da aletazos más acelera- dos, y no vuela muy léjos, bajando á esconderse entre una ve- getación más alta, si allí existe. Herido se defiende , y he visto 362 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (120) un individuo al aproximarse un perro tomar la defensiva, ba- jando el cuerpo por delante, abriendo un poco las alas y do- blando el cuello, de modo que el lomo con las alas parecían un disco, de cuyo centro se elevaba el pico como punta. 9 Longitud total, 0”,630; braza, 0"',975; cola, 0"’,093. De su patria, que es el Continente norte-americano, llega á Puerto-Rico, Cuba y Jamáica. Probablemente se la encontrará también en las islas de Bahama y Santo Domingo, hoy aún poco conocidas. Aunque en tamaño y por otros motivos se parezca á las ya- boas, ó sean las dos especies sigmientes, difiere á primera vista por sus ojos menores y amarillos y el pico más delgado. El adulto nunca tiene un moño como las yaboas. Género Nyctiardea Swains. Nyctiardea Gardeni.— Ardea nasvia, Bodcl., Pl, en). 939, 1784 (el joven). — Gardeni, Gmel., S. N. i, 1788, 645. — nycticorax, Wils., A. O. vii, 1813, 101. — Bon., Obs., 1825,193. — Aud., Biogr. iii, 1835, 275; v, 1839, 600; Birds, vi, 1843, 82.— Sund., 79. — (Botaurus) discors, NuU., Man. ii, 1834, 54. Nycticorax americanus, Bon., List, 1838. — Gosse, Birds, 1847, 344. — vulgaris, D'Orh., in Sagra, edic. esp. Aves, p. 148. — Gardeni Jard., Bon , Consp. ii, 1855, 141. — Cab., Journ. iv, 1 856, 346. Nyctiardea Gardeni, Baird, Rep. 1858, 678. — GundL, p. 313. Esta especie no es rara; al contrario, se encuentran á veces muchos individuos en un mismo paraje, principalmente en el tiempo de la cria. Es más bien especie nocturna, pues durante los crepúsculos es cuando más busca su comida, que consiste en especies chicas de reptiles, peces, crustáceos, en molus- cos, insectos y sus larvas. De dia suele estar posada en los ár- boles frondosos, y descansar parada en un solo pié. El vuelo es á veces bastante largo, con aletazos firmes y regulares. Es arisca y muy vigilante; cuando emprende el vuelo se oyen unos aletazos ruidosos; pero luégo continúa volando sin ruido; (121^ Gundlach. — fauna puerto-riqueña. 303 SUR movimientos no tienen gracia, pnes anda con el cuello encogido; herida se defiende á picotazos y con las nñas. La carne es mny buena. La voz es un g-raznido fuerte y ronco parecido á la sílaba cua. Cuando lleg-a el tiempo de anidar suelen reunirse las pare- jas en ciertos lng\ares y formar el nido de ramitas encima de una bifurcación de una rama, ó encima de las ramificaciones horizontales á diferente altura del suelo ó del agua. Si no se destruyen los nidos suelen volver en otra estación al mismo lug’ar y usar los nidos antiguos, añadiendo algunas rami- tas. Los tres ó cuatro huevos que pone son de color azul- verdoso claro, propio de los huevos de las especies de esta familia , y miden 0"’,052 -f- 0"*,038, ó 0“,058 -j- 0'",038, ó O^jOSl -h 0'",037, ó 0“,054 -|- 0™,040, ó O"’, 055 0^,036. Los adultos difieren totalmente de los de la especie siguiente por su colorido , pues tienen el vértice y el lomo negros con viso verde-metálico, por las plumas blancas acanaladas que forman un moño, y la falta de plumas larg’as en el dorso. Pero los jóvenes en su primera edad tienen el plumaje parecido. El carácter para distinguir ambas especies con seguridad con- siste en la extensión de la parte desnuda de la tibia, en esta especie de 0'",032, y de 0'“,058 en la siguiente. En el tercer año el plumaje es completo. 9 Long'itud total, 0"’,600; braza, 1“',150; cola, 0'",123. Se encuentra la especie en el Continente norte-americano, en las islas de Cuba, Jamaica y Puerto-Rico; pero no la veo indicada de las Bahamas y Santo Domingo , aunque debe en- contrarse allí también. Género Nyctherodius Reich. Nyctherodius violaceus. — Ytihoa. Ardea violácea, Linn.^ S. N. i, 1766, 238. — Gmel ^ S. N. i, 1788, 631. Lath., I. O. I, 1790, 690.~ir¿^s., A.O. viii, 181 4, 26.— /?on., Obs. 1825, Nr. 196.-AMfZ.,Biogr. iv, 1838, 290; Birds, vi, 1843, 89.- Sund., 80. — jamaicensis, Gmel., S. N. i, 1788, 625. — cayennensis, Gmel., S. N. i, 1788, 626. 361 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (122) Ardea sex-setacea, N. D, xiv, 436. — callocephala, Wagl., Syst. 1827, 34. Nycticorax violaceus, Bon. Nyctiardea violácea, Swains., ii, 1831, 354. Nyctherodius violáceos, Í2e¿c7i., Icones, 1853, p. xvi. — Bon., Consp. ii, 142. — Cab,, Journ. iv, 1856, 346. — Baird, Rep. 1858, 679. — Gundl., p. 313. lili SUS costumbres , en el vuelo, en el modo de anidar, etc., no difiere de la especie anterior, por cuya circunstancia no repito lo dicho. Los huevos median O^jOSO -j- 0“,038, y el ave adulta tenía las medidas: of Longitud total, 0”’,595; braza, 0“,970; cola, 0“,100. El plumaje del adulto es enteramente diferente del de la especie precedente respecto al color, y también en la forma de las plumas, pues las que forman el moño no son acanaladas y las del lomo son largas y cuelgan sobre la parte posterior del cuerpo. La diferencia del jóven se ha indicado ya en la especie precedente. Sobre la patria, véase lo dicho en la especie anterior, salvo que ha sido observada también en las islas de Baliama por M. Bryant. 24/ Familia. — Tantalidae. Género Eudocimus Wagl. Eudocimus albus.— Coco. q’antalus albus, Linn., S. N. i, 1766, 242. — Cme7.,S. N. i, 1788, 651. — Lath., I. O. II, 1790. — Wils., A. O. VIII, 1814, 43. — coco, Jacquin, Beitr., 1784. — Gme7., S. N. i, 1788, 652. Ibis alba, Vieill., N. D. xvi, 1817, 23.— Bon., Obs. 1825, Nr. 179; Litit, 1838. — Aud., Biogr. iii, 1835, 178; v, 1839, 593; Birds, vi, 1843, 54; Baird, Rep. 1858, 684. Eudocimus albus, Wagl., S. Av. 1827, 5; Isis, 1832, 1232. — Bon., Consp. ii, 1855, 1 56. -Ca6., Journ. iv, 1856, 3ií3.—Gundl., 313. Hay poca seguridad para comprender esta especie entre las puerto-riqueñas. Yo, en mi primer viaje á esta Isla, supe de (123) Gundlach. — fal’NA puerto-tiiqueña . 365 un coco blanco , y durante el seg*unclo viaje me hablaron otras personas , asegurándome que existían cocos blancos en la parte Nordeste de la Isla, y que solian allí criarlos en los pa- tios. Otras personas que merecen el mismo crédito lo niegan. Espero que los Sres. Blanco y Stalil, que visitan á veces tales parajes, aclararán las dudas, y acaso los encuentren en los cayos ó islas pequeñas de la costa oriental de Puerto-Rico. Doy á continuación algunos apuntes de los mios sobre Cuba que pueden servir, si la especie existe verdaderamente en Puerto-Rico. Esta especie vive en parajes donde hay lagunas con orillas fangosas, en pantanos y ciénagas tanto de aguas saladas como de aguas dulces. No coge su alimento, que son animalitos chicos y ciertas semillas ó frutas á modo de las garzas, sino sondeando el fango con su pico, que en la punta tiene el tacto tan fino, que puede el ave saber si un objeto sirve ó no para el alimento, aunque esté dentro del fango, y por lo tanto no lo vea. Se dejan criar fácilmente, amansándose pronto y entóneos se alimentan de las diferentes materias cocidas y crudas, matan y comen muchas cucarachas y otras sabandijas. Su carne es abundante y para quitarle cierto gusto á marisco, la desuellan los cazadores. Por la tarde se reúnen los cocos en ciertos para- jes para dormir, que suelen ser los mismos de las g’arzas y por la mañana se separan otra vez por familias y vuelven al come- dero. La voz con que se llaman y que dejan oir á menudo es un coco algo ronco. Vuelan pronto y á veces á mucha altura como para reconocer mejor el terreno y luégo descienden de repente, hacen un segundo reconocimiento y se lanzan desde luégo al suelo ó se posan primero en un árbol. Cuando vuelan en bandadas lo efectúan en líneas casi trasversas pero con cier- to orden; aletean rápidamente, y por intervalos suprimen los aletazos, continuando sin movimiento miéntras dura el impul- so. Si se matan ó hieren algunos individuos, los otros después de varias vueltas, vuelven al mismo lugar si el cazador perma- nece sin movimiento ó escondido. He encontrado nidos desde Abril hasta Setiembre, pero siempre en parajes distantes de los habitados. El nido (á veces muchos en un solo árbol) se compone de ramitas y tallos puestos sobre las ramificaciones horizontales de los árboles, ó si faltan árboles, sobre las tunas ó arbustos. Los tres huevos que ponen varían de color y tamaño: los poseo de un 366 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (124) color cenicieiito-blanco con manchas grandes y chicas olivá- ceo-pardas, ferrug'inosas y morenas, unas bien limitadas, otras desvanecidas en sus bordes; otros blanco-verdosos, con man- chas mal limitadas'y confluentes oliváceas y oliváceo-pardas: otros pálido-ocraceos con manchas muy claras ceniciento-mo- radas. Las medidas son; 0“,055 -j-0"’,038 ó 0“,056-f O"*, 037, ó O"”, 55 -f- 0"',35, ó 0"',57 0'’',041. El plumaje del jóven difiere de el del adulto. Las partes superiores del cuerpo y de las alas oliváceo-pardas, la cabeza y el pescuezo rayados por plumas más cenicientas; rabadilla, base de las timoneras, base interna de las remeras y partes inferiores desde el cuello hácia atrás, blancas. El plumaje del adulto es enteramente blanco con las puntas de las remeras mayores neg'ras con un viso azuloso ó verde. Iris de color azuloso ó de perla. Su patria es, además del Continente norte-americano, Cuba y Jamáica. Género Falcinellus Bechst. Falcinellus Ordiié — Coco. Tantalus mexicanus?, Gmel., S. N. i, 1788, 652.— OrcZ, J. A. N. Se. 1817,53. Ibis falcinellus, Bon., Obs. 1825, 199; Syn. 1828, 312; A. O. iv, 1831, 23. — Aud., Biogr. iv, 1838, 608; Birds, vi, 50 (non Linn.). Ibis Ordii, Bon., List, 1838. — Baird, Rep. 1858, 685. Falcinellus Ordii, Bon., Consp. ii, 1855, 159. — Gundl., p. 313, Enumero esta especie éntrelas aves puerto-riqueñas, porque la encontré dibujada en el álbum del Dr. Bello en Mayag-üez. He observado la especie en la isla de Cuba (Cárdenas y Ciénag’a de Zapata), No he notado diferencia en el modo de buscar su alimento y en el modo de volar con la especie precedente ; su tamaño es menor. He anotado las medidas. (f Longitud total, 0"‘,518; braza, 0'",903; cola, 0”,110. 9 — 0”,462; — 0n712; — 0"',105. No se puede equivocar esta especie con el jóven de la ante- rior, porque además de tener el lomo y las alas de un color verde-oscuro con reflejos de tornasol purpúreos, etc., le falta enteramente el color blanco. Anida en Cuba y tiene además por patria el Continente norte- americano. (125) Gundlach. — fauna püerto-riqueña . 3(J7 *25/ Familia. — Scolopacidae. Género Numenius Liini. Numenius hudsoiiiiis. — Parece que Clioflo debe ser el nombre viilg-ar de las especies de este ¿j-énero , aunque el vulg’o lo dé también á otras. Scolopax borealis, Gmel., S. N. i, 1788, 654 (non Fovster, 1772, véase la es- pecie siguiente). — Wils., A. O. vii, 1813, 22. Numenius borealis, OrcZ, ed. Wiis. vii, 1825, (non Lath.- véase la especie siguiente). — budsonius, I. O. ii, 1790, 712. — Obs., 1825, Nr. 201. — Swains.j F. B., ii, 1831, 377. — Aud., Biogr. iii, 1835, 283; V, 1839, 589; Birds, vi, 42, \ Si3.—Baird, Eep. 1858, 744. Una sola vez encontré esta especie en la orilla del rio en Punta-arenas al Sur de Mayag-üez. Nada he podido observar sobre sus costumbres. Es la primera vez que se cita de las Antillas. Q Long-itud total , braza, 0'“,825; cola, 0"’,095. Numenius borealis. — Chorlo. Scolopax boreaÜK, For8tei\ Phil. Tr. Lxii, 1772, 411. Numenius borealis, Lath., I. O. ii, 1790, 712. — Bon., Syn. 1828,314; List, 1838. — Swains., F. B. ii, 1831, 378. — Aud., Biogr. iii, 1835, 69; V, 1839, 590; Birds, vi, 1843, 45. — GundL, p. 313 (sin nombre ). — brevirostris, Licht., Verz. 1823, Nr, 774. — Baird, Rep. 1858, 744, Tampoco de esta especie se lia conseg’uido más que un solo ejemplar. Éste me fué reg-alado por mi ainig-o D. Tomás Blanco. Nada puedo decir sobre sus costumbres, etc., por no haberla observado. Hasta ahora no la veo en ning-una lista sobre las Antillas. 368 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (126) Género Limosa Briss. Limosa fedoa. — Su nombre vulg-ar será también Chorlo, Scolopax fed09, Linn., S. N. i, X. ed., 1758, U6; XII. ed., 1766, UL-Cxviel. S. N. I, 1788, 663.- im., A. O. vir, 1813, 30. — raarmorata, Latli.^ I. O. ii, 1790, 720. Limicula fedoa, Vieill., N. D. iii, 1816, 248. — marmorata, F^e^7á, N. D. iii, 1816, 248. Limosa fedoa, Ord, ed. Wils. vh, 1 825. — , Obs. 1825, Nr. 202; List, 1838.— *SW?ís , F. B. H, 1831, 395. -.Awí?., Biogr. iii, 1835, 287; V, 1839, 590; Birds, v, 1842, 331. — Cah.^ Journ. iv, 1856, 350. — Haird, Rep. 1858, 740. El Único ejemplar observado vivia en la ciénag'a de ag-ua salada al lado del Boquerón , que está en la costa Sudoeste de la Isla. No he podido observarla viva, y tampoco he tenido ocasión en Cuba, donde existe, pero es rara. Q Long-itud total, 0'“,495; braza, 0'",760; cola, 0’",083. Tso la encuentro en las listas de Jamáica, Santo Doming'oy las Baliamas, pero como existe en Puerto-Rico y Cuba, se en- contrará también en las otras. Género Gallinago Leacli. Gallinago — Becacina. Scolopax gallinago, Wils., A. O. vi, 1812, 18 (non Linn.). Wilsonii, Temm., pl. col. v, 1824 (?)— J5on., Syn. 1828, Nr. 330. Swains,, F. B. ii, 1831, 401. - Nuit., Man. ii, 185. — Aud., Biogr. III, 1835, 322; v, 1739, 583; Birds, v, 1843, 839.-^ Sund., 61. — Brehmii Kaup, Bon., Obs. 1825, Nr. 204. — delicata, Ord. ed. Wils. ix, 1825, 218. — Drummondii?, Douglassii? et leucurus?, /Stearns. , F. B. ii, 1831. Gallinago Wilsonii, Bon. , List, 1838. — Gosse, Birds, 1847, 353 Cab Journ. IV, 1856, 3nO.— Baird, Rep. 1858, l^O.—Gundl p’ 313. (1-27) Gundlach. — fauna puerto-riqueña. Esta especie llega de paso de los Estados-Unidos en Setiem- bre y permanece basta la primavera. Vive donde hay fango con vegetación baja, ó en lugares sombríos; así la lie encon- trado en la orilla de manglares formados por la Avicennia ní- tida, Conocarpns ereclns, etc., en las zanjas, en las orillas con yerba de las lag'iinas, en los cañaverales no espesos, etc. Se levanta casi delante de los piés del cazador, pero una vez es- pantada, es muy arisca. Cuando se espanta, se eleva con un vuelo rápido, luégo sigue con alguna calma y se precipita casi de repente al suelo detrás de un arbusto, de un espeso de yer- bas más altas ó de otros objetos que la ponga á cubierto; una vez en tierra, corre por el suelo y si es perseguida, se levanta de nuevo, vuela más alto, da unas vueltas y se posa en un paraje más distante. No me acuerdo haberlas visto en agua entera- mente salada. Al emprender el vuelo emiten su voz que consiste en dos sonidos no muy fuertes. En dias muy claros espera más la aproximación del enemigo que en los nublados y lluviosos, y como se la ve llegar al oscurecer á las orillas limpias de las lagunas, creo que es más bien ave nocturna que diurna. Lleva casi siempre el pico inclinado hácia el suelo, donde si es fan- goso, lo introduce continuamente hasta donde puede, son- deando para encontrar lombrices, insectos y sus larvas, cara- colitos, crustáceos pequeños, etc. La carne es sumamente estimada. Longitud total, 0"',275; braza, 0'",433; cola, 0'",062. Género Symphemia Rafinesque. Symphemia semipalmata. — Chorlo. Scolopax semipalmata, Gmel., S. N. i, 1788, 659. — Wils., A. O. viii, 1813, 27. Totanus crassirostris, VieilL, N. D. vi, 1816, 406. — speculiferus, Cuvier, Régae animal, 1817, II. ed. i, 531. — semipalmatus, Temm., Manuel. — jBow.,Obs. 1825. — Swains., F. B. II, 1831, 388. — Aud., Biogr. iii, 1835, 510; v, 1839, 585; Birds, V, 1842, 324. — ( Catoptrophorus ) semipalmatus, Bon., Syn. 1828, 328. — Nutt., Man. II, 1834, 144. — Gosse, Birds, 1847, 354. Symphemia semipalmata, Cah., Jouru. iv, 1856, 351. — Baird, Rep., 1858, 729.— J/arcá, 1864, p. 67. ANALES DE BIST. NAT. — VII. 24 370 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (128) Solamente en las playas cenag-osas vive esta especie. Casi siempre se la ve en familias ó bandadas chicas; creo que anida en la Isla. Si el cazador anda lentamente, puede pastorear los individuos, reunirlos en un punto, y matar así varios de un tiro. Tiene la particularidad de correr casi de lado cuando huye del cazador, como si quisiera no perder de vista á su per- seg'uidor. Cuando se levanta, vuela con rapidez y deja oir su voz que se parece á su nombre vulgnr americano, willei; g’iita también á veces cuando está posada. Es fácil de reconocer por la mancha blanca que forma la base del mismo color de las remeras primarias y de las secundarias más próximas, pues en ning'uua otra especie existe y es A’isible de léjos en el ala extendida. En ésta y en las restantes especies de la familia, se observan dos plumajes, uno más uniforme en el color en el lomo , y éste es el de invierno; y el otro más va- riado, que es el de verano. He visto alg-unas veces individuos posados en las ramas horizontales alg'o g-ruesas, no muy ele- vadas del suelo. La carne tiene g'usto á marisco. Es notable esta especie por su tamaño variable, que ha dado motivo para separar la variedad mayor con el nombre de specu- liferus. Yo teng-o en mis apuntes sobre Cuba lalong-itud del cd un pié y una pulg-ada como mínimum, y un pié tres pulg’adas como máximum. Mi amig’o el doctor Stalil en Bayamoiíposee ig'ualmente ambas variedades muertas en sociedad. Género Gambetta Kaup. Gambetta melanoleuca. — Chorloí Scolopax melanoleucus, Gmel., S. N. i, 1788, 659. — vociferus, Wils.^ A. O. vii, 1813, 57. Totanus melanoleucus, Vieill.., N. D, vi, 1816,398. — Licht., Verz. 1823, Nr. 750. — Aud., Biogr. iv, 1838, 68. — Gosse, Birds, 1847, 352. — Sund., 68. — sasashew, Vieill., N. D. vi, 1816, 412. — vociferus, Aud., Birds, v, 1842, 316. Gambetta melanoleuca, Be??., Compt. 1856. — Baird, Rep. 1858,731. — Gundl., p. 313. Glottis melanoleuca, Cab., Journ. iv, 1856, 351. ('■29) Gundlach. — fauna puerto-riqueña. :r7i Esta especie vive en las marismas y alrededor de las lag'unas de ag’iia dulce y en cualquier terreno faug-oso. Parece ser de paso anual, viniendo del Continente norte-americano en Setiem- bre, pues desde entonces hasta Abril abunda. Vive en bandadas pequeñas ó en familias. Entra en el agaia hasta el vientre y busca su comida en el fang*o. Suele estar con las otras especies de esta familia. Su voz, que se oye de léjos, consiste en pocos sonidos sencillos, y si el cazador sabe imitarlos, puede atraer la bandada. Si ha muerto algninos individuos y se queda escon- dido, suelen los otros volver al lug'ar donde están los muertos ó heridos. El vuelo es rápido, alto y sostenido. Cuando se posa no recog’e al momento las alas , sino que las conserva un mo- mento abiertas y levantadas, como para guardar el equilibrio y para asegurarse de la firmeza del suelo. Parada, se balancea, subiendo ó bajando el cuerpo sin doblar las patas. Se encuentra también en Cuba, Jamáica y las Bahamas. Tienen librea de verano y otra de invierno, pero raras veces está el plumaje perfecto, sino que las plumas más uniformes en el color y cenicientas del invierno, están mezcladas con las variadas del verano. cV Longitud total, 0''',340; braza, 0"’,608; cola, 0“',008. 9 _ 0-,370; — 0“,655; — 0“,010. Gambetta flavipes. — Chorloí Scolopax flavipes, Gmel., S. N. i, '1788, 659. — Wils., A. O. vii, '1813, 55. Totanus flavipes, VieilL, N. D. vi, 1816, 400. — Sioains.., F. A. ii, 1831 , 390. — Aucl, Biogr. III, 1835, 573; v, 1859, 586; Birds, v, 1842, 313.— Gosse, Birds, 1847, 351 .—Cah., Journ. iv, 1856, 352.— Smwí?., 67. — fusco-capillus, VieilL, N. D. vi, 1816, 400. — natator, VieilL, N. D. vi, 1816, 409. Gambetta flavipes, Bon., Compt. 1856. — Baird, Rep. 1858, 732. — Gundl., p. 313. Esta especie es tan parecida en el colorido, en la forma, en su aspecto, etc., á la precedente, que lo dicho de ella se puede aplicar á ésta. Difiere solamente por el tamaño que es : cf Longitud total, 0"’,268; braza, 0“,510; cola, 0“',065. 9 _ 0”,274; — 0™,510; — O^OGb. Se encuentra también en las mismas localidades que la an- terior. 372 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (130) Género Rhyacophilus Kaiip. Rhyacophilus solitarius. — Patilla. Tringa solitaria, Wils., A. O. vii, 1813, 53. Totanos chloropygius, Vieill., N. D. vi, 1816, 401. — Bon., Obs. 1825, 210. >S(iüa¿ws.,F.B. 11,293.— Man. ii, 1834, 1 59.— MW., Biogr. III, 1835, 576; v, 1839, 583.— Gosse, Birds, 1847, 350.- Ca&., Journ. IV, 1856, 352. — glareola, Ord, ed. Wils. vii, 1825, 57 (non Linn.). — solitarius, Aud.^ Birds, v, 1842, 309. — 66. Rhyacophilus chloropygius, Bon., Compt. 1856. — solitarius, Baird, Rep. 1858, 733. — Gundl., p. 313. Desde la seg'unda mitad de Setiembre llega esta especie de paso del Continente septentrional y se la ve en todos los panta- nos de agua dulce , buscando en el fang'o insectos, lombrices y caracolitos. Con razón le dió Wilson el nombre de solitario, pues no vive en bandadas ó familias como las otras especies de putillas, sino aislada. A veces se posa encima de las ramas ó raíces libres. No es arisca, y si el peligro no es fuerte se levanta casi delante de la persona y se posa de iiueAm á corta distan- cia; en otro caso se levanta más, revolotea un poco, y si del reconocimiento aparece que no hay peligTO, desciende de re- pente. No hay notable diferencia entre el plumaje de invierno y el de verano. Los cazadores hacen poco caso de ella por ser pequeña y por no poder matar muchas de un solo tiro. En Abril desaparece. Vive también en Cuba y Jamáica. Sus medidas son ; (S Longitud total, 0“,222; braza, 0'",422; cola, 0"’,060. Género Tringoides Bon. Tringoides macularius.— Tringa macularia, Linn., S. N. i, 1766, 249. Gmcl,, S. N. i, 1 /88, 672. Wils., A. O. vil, 1813, 60. (131) Gundlach. — fauna puerto-iuqufña. 3ih Totanus macularius, Temm., Man. ii, 1820, 656. — lion., Obe. 1826,211. — ■ Nuit., Man. ii, 1834, 162. — And., Bicgr. iv, 1838, 81; Birds, v, 1842, 303. Actitis macularius, List, 1838. — (rosse, Birds, 1847,349. — Cai., Journ. IV, 1856, 417 (macularia). — Siind., 65. Trigoides macularius, Gray, 1855. — Baird, Ecp. 1858, 735. — Bryant, List, 1866. — Gundl., p. 313. Esta especie vive más bien en las orillas del mar, de los rios y en zanjas que en lagunas; viene en Setiembre de paso y se queda hasta Abril. La he encontrado también en las orillas de los rios en lo interior de la Isla. Corre por encima de las pie- dras, de las raíces ó ramas que están sobre el agua, ó por la arena ó tierra, meneando continuamente la cola y el cuerpo como balanceándose. El vuelo es ligero, pero no rápido, sos- teniendo las alas por intervalos sin aletazos, la punta más baja que el brazo. La voz es suave, formada de dos sonidos varias veces repetidos. Rara vez vuela alto, sino casi rozando con la punta del ala el agua. Vive más bien solitaria que en banda- das ó en familias. Su patria es el Continente americano, pero se la ha encontrado también , aunque accidentalmente , en Eu- ropa. En cada año llega también á Cuba , y siendo muy común en Puerto-Rico y en Cuba, es de extrañar que no se la indique de Santo Domingo y Jamáica. Tiene esta especie dos plumajes bien diferentes. El uno, será el del adulto , tiene en las partes inferiores manchitas pardo- oscuras redondas, mayores en el pecho, y allí se ve en los la- dos un tinte oscuro; el otro plumaje carece de las manchitas. En todos casos se puede reconocer la especie por el color pardo- ceniciento con un poco de lustre en el lomo y en las alas , cada pluma con unas fajas oscuras trasversas. 9 Longitud total, 0‘",200; braza, 0“*,356; cola, 0'“,052. Género Micropalama Baird. Micropalama himantopus. — Putilla. Tringa himantopus, /Dn., Ann. ii, 1826, 157. Sioains., F. B. ii, 1831, 380. Aud., Biogr. iv, 1838, 332; Birds, v, 1842, 2/1. — (Hemipalama) himantopus, Bon., Syn. 1828, 316; Am. Orn. iv, 1832, 89.—NuU., Man. ii, 1834, 138. ‘.m ANALES DE HISTORIA NATURAL. (132) Tringa Douglassi, Swains., F. B. ii, 1031, 379. — (Hemipalama) Audubonü, Nutt., Man, ii, 1834, 140, Hernipalama himantopua, Bon., List, 1838, — Cah., Journ. iv, 1836, 418. Micropalama himantopus, Baird, R'^p. 1858, 726. — Gundl., p, 313, Ereunetes himantopus, Sund., 64. Esta especie lleg*a en Setiembre de paso desde los Estados- Unidos y se la encuentra desde entónces en los parajes panta- nosos y en las orillas de las guandes lag'iinas. A veces entra en el ag*iia hasta el vientre. Su voz, que deja oir buscando la comida, es un murmullo, pero tiene otros sonidos para lla- marse. La comida consiste como en las demás especies, en g-u- sanos, insectos y otros animalitos. La carne es muy buena. El vuelo es lig'ero, pronto y sostenido. Creo que observaciones posteriores probarán que existe también en Santo Doming-o y las Bahamas, pues además de Puerto-Rico vive en Cuba y Ja- máica. El plumaje es como en otras especies de esta familia, dife- rente en las dos estaciones, invierno y verano. Se puede reconocer la especie por sus patas y pico largos, y por el vientre con fajas trasversales oscuras. 9 Longitud total, 0”,232; braza, 0“,420; cola, 0"',053. Género Ereunetes Illig. Ereunetes pusillus.— Tringa pusilla?, Linn., S. N. i, 1766, 252. Ereunetes petrificatus, Illiger, Prodroinus, 1811, 262. — Baird, Rep. 1858, 724. Tringa semipalmata, Wils.^ A. O. vii, 1813, \3‘\ .—Swains. , B. ii, 1831, 381. — Aud , Biogr, v, 1839, iii; Birds, v, 1042, 227. — (Hemipalama) semipalmata, Bon., Obs. 1825, 212. — (Heteropoda) semipalmata, A’míí., Man. ii, 1834, 136. Heteropoda Mauri, Ron., Comp. List, 1838. Hemipalama simipalmata, et minor, Gundl., in Lembeye, Aves de Cuba, 1 850. Ereunetes semipalmatus, Journ. iv, 1856, 419. — Ro?i., Compt. xliii, 1856. — Mauri, Cah., Journ. iv, 1856, 419. -- pusillus, Sund., 63. — Gundl., p. 313. (138) Gundlach. — fauna puerto-iiiqueña. T,r, Como se ve de la sinonimia, se ha nombrado la especie de diferente modo, y la causa fué por un lado la semejanza de la coloración en alg’unas especies, y por otro lado el diferente ta- maño que se observa. Así se liabia aplicado el nombre de Linné, Trinca piisilla, también al Aclodromas minulilla (véase más adelante), que difiere muy notablemente por la falta de la mem- brana entre los dedos, pero es igual en la coloración. Y por el tamaño diferente se liabia dado el nombre Maufi Bon. á los mayores ejemplares, y minor Gundl. á los más chicos. Esta especie es también de paso y lleg-a con las demás con- g-éneres en Setiembre, anda como ellas en bandadas chicas y deja oir también una especie de murmullo. Se alimenta ig-ual- mente de gusanos, lombrices, insectos, etc., y tiene buena carne. Aunque son chicos los individuos, vale la pena de ca- zarlos, pues á veces se pueden matar muchos de un solo tiro. Su vuelo es rápido y ligero. Espantada vuela haciendo varias evo- luciones, volviendo generalmente al mismo punto de donde salió. Suelen armar querella al mismo tiempo que aman la so- ciedad ; no son ariscos , y después de un tiro vuelven los que escaparon al mismo lug’ar donde yacen los compañeros. 9 Longitud total, 0“,168; braza, O^.SIS; cola, 0™,044. La distribución geográfica es la misma que la de las ante- riores. Género Actodromas Kaup. Actodromas macúlala. — Piitilla. Tringa maculata, Vieill, N. D. xxxiv, 1819, 465. — pectoralis, Say^ Long’tJ Exped. i, 1823, 171. Bon., A. O. iv, 1832, 43. — Nutt., Man. ii, 1834, 111. — Aud., Biogr. ni, 1835, 601; v, 1839, 582; Birds, v, 1842, 2^9—Sund., 62. — campestris, ñ¿c7i¿., Verz. 1 823, 74 (non Meill.]. Pelidna pectoralis, Cah., Journ. iv, 1856, 421. Actodromas (Tringa) maculata, Buird, Rep. 1858, p.720. Gundl. ^ p. 313. Especie de paso anual desde el Continente septcntiional \ visita igualmente desde Setiembre hasta fines de Abiil las is- las de Cuba y Bahamas. No la veo indicada en los catálogos de Santo Domingo y Jamáica. La he encontiado a ^eccs en los charcos que forman los aguaceros en los caminos reales á donde ANALES DE HISTORIA NATURAL. (131- no acuden las otras especies cong-éneres, y así parece que es ménos social, aunque se la encuentra á veces en compañía con las otras especies de esta familia. El alimento, la carne, el vuelo, son también como en las otras especies. Se la puede reconocer con facilidad g'enéricamente por la falta de membrana interdig-ital , y específicamente por el ta- maño, así como por su rabadilla negra, pues el Aciodromas Bonapartii la tiene blanca. 9 Longitud total, 0"’,220; braza, 0",420; cola, 0“,055. Actodromas miiwxúWd,. —Piitilla. Tringa pusilla, Wils., A O. v, 1812, 37 (non Linn. Véase Ereunetes pusillus más arriba).— A Mí?., Biogr. vi, 1838, 180; Birds, v, 1842, 280. — minutilla, VieilL, N. D. xxxiv, 1819, 466. — Wilsonii, Nuit., Man. ii, 1834, 121. Pelidna pusilla, Bo7i., List, 1838.— (rosse, Birds, 1847, 348.— Cai., Journ. iv, 1856, 422. Tringa Temminchii Leissl., D'Orh., 1839, en Sagra, Aves, ed. hisp. 167. Actodromas (Tringa) Wilsonii, Baircl, Rep. 1858, 721 . — minutilla, Gundl., p. 313. En la especie Ereunetes '¡pusillus he puesto una nota sobre el nombre y en la precedente sobre la diferencia de Act. Bona- partii que aún no se lia observado en la isla de Puerto-Rico. Diré que en todo se parece esta especie á la precedente , salvo en el tamaño , que es : (/ Longitud total, 0”,145; braza, 0'",280; cola, 0'",040. Es también de paso y tiene la misma distribución geo- gráfica. Género Galidris Cuv. Calidris arenaria. — Tringa arenaria, Linn., S. N. i, 1766, 251 .— S. N. i, 1788, 680.— Aud., Biogr. iii, 1835, 231; Birds, v, 1842, 287. Cliaradrius calidris, S. N. i, 1866, 255. — Gmel.,^. N. i, 1788, 689. Wils., A. O. VII, 1713, 68; (plumaje de invierno). — rubidus, Gmel, S. N. i, 1788, 688.— lTT7s., A. O. vii, 1813, 129 (plumaje de verano). Gimdlach. — fauna puerto-iuqueña. Tñ Calidris arenaria, Illiger^ Prodromus, 1811, 249. — Swains., F. B. ii, 1831, 366. — Nutt., Man. ii, 1834, 4. — Gosse, Birde, 1847, 354, — Cah., Journ. IV, 1856, 422.— /^azVfZ, Rep. 1858, 723. Pringa tridactyla, Pallas, Zoog. ii, 1811, 198. Calidris americana, Brehm, Vogel Deutschlands, 1831, 675. Esta especie se conoce no solamente en la América septen- trional, sino también en Europa (Alemania). Llega de paso á la isla de Puerto-Rico y á la de Cuba y Jamáica. En Cuba la he muerto en Setiembre. No he observado yo mismo la especie en Puerto-Rico, pero tengo delante de mí un muerto y prepa- rado por mi amigo el doctor D. Agustín Stalil en Bayamon. Este ejemplar tiene el plumaje ceniciento en sus partes su- periores. De Cuba tengo también un ejemplar con el plumaje variado. No he tenido lugar de observar sus costumbres, cd Longitud total, 0"’,190; braza, 0'",370; cola, 0’“,058. Q — 0'»,204; — 0"',389; — 0'",060. Género Macrotarsus Lacép. Macrotarsus nigricollis. — Playante. Una persona me dijo que se llamaba y eg ilila. Recurvirostra himantopus, Wils., A. O. vil, 1813, 48. tíimantopus nigricollis, Vieill., N. D. x, 1817, 42. — Nutt., Man. 1834, 8. — Aud., Biogr. iv, 1838, 247; Birds, vi, 1843, 31. — Gosse, Birds, 1847, ‘m.—Baird, Rep. 1858, 704.— 69. — mexicanas, Ord, ed. Wils. vii, 1824, 52. — TFa^'Z., Isis, 1831, 520. — Bon., List, 1838. Macrotarsus nigricollis, Cah., Journ. iv, 1856, Mi.—Gundl., p. 313. Esta especie no es de paso, sino que permanece siempre en los mismos lugares, que son las marismas, tanto de agua sa- lada como de aguas mezcladas al lado de las embocaduras de los rios. La he observado también en aguas enteramente dul- ces: en la isla de Puerto-Rico sólo la he encontrado en la ve- cindad de Puerto-Real, de Cabo-Rojo, en las marismas del Bo- querón, en las orillas del rio Arecibo; pero en la isla de Cuba la he observado suficientemente. ANALES DE HISTORIA NATURAL. (136) TS Extracto lo siguiente: se alimenta de animalitos, como gu- .sanos, larvas, insectos, pequeños crustáceos y moluscos. Muchas veces está metida hasta el vientre en el agua. Cuando cae herida en el agua, nada bien, pero en estado sano ñola he visto nadando. Es muy arisca y avisa con un grito sencillo, pero varias veces repetido, á las compañeras, si hay peligro. En una noche oscura, navegando yo en un bote enfrente de la costa, percibieron los playantes nuestra aproximación y for- maron un alboroto que aún duraba cuando ya estábamos léjos. Como su carne es poco estimada, los cazadores no la persiguen con empeño. El vuelo es pronto, con aletazos regulares y du- radero. Durante él lleva el ave el cuello y las patas extendidas. Vive en familias pequeñas. En el mes de Mayo encontré su nido en un lugar ya seco de una ciénaga, compuesto de yerbas secas y ramitas. Los cuatro huevos que habia eran pálido- amarillentos con marcas ó manchas irregulares y líneas more- nas más ó menos oscuras; miden 0'",043 0'",032. En el jóven del primer plumaje, las partes que en el adulto son negras y lustrosas, son negro-pard uzeas, las puntas de las plumas de la cabeza y del cuello pardo-cenicientas, así como las márgenes de las plumas del lomo y de las escapulares, precediéndolas un color negro más intenso: lo mismo sucede en las tectrices me- dias, que en lo demás, así como las tectrices menores y las remeras son como en el adulto neg’ras con un viso verde-metá- lico. Las remeras secundarias en el borde del ápice blancuz- cas, cobijas de la cola con punta bermejiza, pasando por este color un tinte negruzco ; cola cenicienta, la punta y una parte de los lados de las timoneras bermejizo-blancas, precediendo un color negruzco; pico negro, la base del inferior rojizo pardo- clara; piés ceniciento-blancos, iris pardo. El adulto en ambos sexos tiene el vértice , la parte posterior del pescuezo , el lomo y las alas en el cf negro -intensos y en la Q algo cenicientos. La frente, una mancha encima del ojo y otra debajo del mismo, la rabadilla y todas las partes inferiores de un blanco puro; cola ceniciento-blanca; pico negro; piés rosados; iris de color de vermellon vivo. Longitud total, 0'",370; braza, 0'",ü6G; cola, 0’",068. Q Algo más chica. La especie vive en todas las Antillas mayores y en el Conti- nente septentrional. (137) Gundlach. — fauna pueuto-riqueña. 37!) Familia. — Gharadriidae. Género Strepsilas Illig*. Strepsilas interpres. Tringa interpres, Linn., S. N. i, 1766, 248, — GmeL, S. N, i, 1788, 671.— Wils., A. O, VII, 1813, 32 (adulto). — moriuella, Linn., S. N. i, 1766, 249. — GmeL, S. N. i, 1788, 671 (joven). Strepsilas interpres, Illiger, Prodromus, 1811, 263. — Swains.^ F. B. ii, 1831, 371. — Nutt., Man. ii, 1834, 30. — Aud., Biogr. iv, 1838, 31; Birds, V, 1842, 231. — Gosse, Birds, 1847, 333. — Cab., Journ. iv, 1856, í'23.—Baird, Rep. 1858, 10\ .—Sund.,13.—GundL,^. 313. — collaris, Temm.j Man. ii, 1835. Esta especie será ave de paso y no sedentaria. He encontrado muchos en Setiembre, durante los meses del invierno y áiin en Mayo la he muerto en Arecibo. Es una especie que se en- cuentra en Europa, en los Estados-Unidos norte-americanos, en las islas de Bahama, en Cuba, Jamáica y Puerto-Rico, pero no la veo indicada de Santo Doming'o, donde no puede faltar, ni en las Antillas menores. Los individuos observados corrian y buscaban su alimento encima de los arrecifes, revolviendo con el pico pequeñas pie- dras, conchas, etc., para recoger los animalitos que estaban debajo; también recogen los caracolitos menudos que están en los arrecifes. Cuando se levantaban por miedo, volaban á poca distancia, pero espantados se alejaban con un vuelo bastante rápido. Suelen estar muy juntos uno á otro. a'-' Longitud total, 0'",240; braza, 0"’,482; cola, 0'",065. 9 — 0'",247; — 0^485; — 0'",068. Género Haematopus Linn. Heematopus palliatus. Plaematopus ostralegus, Wils., A. O. viii, 1814, 15 (non Linn.). — palliatus, Temm., Man. ii, 1820, 532.— And., Biogr. iii, 1835, 181; V, 1838, 580; Birds, v, 1842, 236. — Cab., Journ. iv, 1856, i23.—Baird, Rep. 1858, Q99.—Gundl., p. 313. 380 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (138) Mi amig-o el señor Blanco mató esta especie cerca de la capi- tal. Yo la he observado en la isla de Cuba en varios meses, en Enero, Mayo y Julio. No sé si anidará en estas islas ó si emig'ra al Continente septentrional. Anda por encima de los arrecifes y se alimenta de los moluscos, rompiéndoles la concha con su fuerte pico: es muy arisca, volando emite á veces unos sil-' hidos que se oyen de léjos y que repite tres ó cuatro veces. El vuelo es rápido y prolong'ado. Se me extraviaron las medidas. Emig'ra también ó vive en el Continente meridional de América. Género Squatarola Cuvier. Squatarola helvética. Tringa helvética, Linn., S. N. i, 1766, 250 (en el plumaje de verano}.— Gmel, S N. i, 1788, 676. — squatarola, Linn., S N. i, 1766, 252 (en el plumaje de invierno). — Gmel, S. N. i, 1788, 682. Charadrios hypomelas, Pallas, Zoogr. ii, 1811, 138. — Wagl, S. Av. Nr. 43. — pardela, Pallas , Zoogr. ii, 1811, 142. — apricarius, Wils., A. O. vii, 1813, 41 (non Linn.). Squatarola helvética , Cuv., Régne An. 1817. — Gosse, Birds, 1847, 333. — Cah., Journ. iv, 1856, í'iS.—Baird, Rep. 1858, p. 697. — cinérea, Cuv., Régne An. 1817. Vanellus melanogaster, Bechst. — Tenim., Man. ii, 547. — helveticus, Yieill.., Ene. 1820. Lharadrius helveticus, Licht., Verz. 1827, Nr. 728.— Aiíd., Biogr. iv, 1838, 280; Birds, v, 1839, 199. La causa de una sinonimia tan numerosa consiste en que la especie tiene por patria la Europa, el Continente norte-ameri- cano y las islas Bahamas, Cuba, Jamáica y Puerto-Rico (acaso también Santo Doming'o), y en que el ave tiene seg'un la esta- ción del año un plumaje muy diferente, siendo durante el verano en el vientre , etc., neg'ra. Los ejemplares que yo he muerto en la isla de Cuba estaban en las marismas, pero sé que se halla también en las orillas de las lag'unas de ag’ua dulce. En Puerto-Rico ha sido muerto en los contornos de la bahía de la capital. La carne es buena. Gundlach. — FAUNA puerto-fiqueña. :íi^i Un cT adulto tenía de longdtud, O™, 393; braza, 0"',600; cola, 0'“,076. € Género Gharadrius Linn. Charadrius virginicus. Gharadrius pluvialiSjTUYs., A. O. vii, 1813, 1\.—Siüains., F. B. 1731, 623.— Nutt., Man, ii, 1834, 16. — Aud., Biogr. iii, 1835, 623 (non Linn.)r — pectoralis?, . Um7¿., N. D. xxvii, 1819, 145. Charadrius virginicus Borkh. et Beclist. , Licht., Verz. 1823, 729, — Gosse, Birds, 1847, 333. — Cah., Journ. iv, 1856, m.—Baird, Rep. 1858, 690. — Gundl., p. 313, Charadrius marmoratus, TUa^Z. , Syst. 1827, i2.—Aud., Biogr. v, 1839, 575; Birds, V, 1842, 203. Charadrius pluvialis Linn. americanus, Sund., 70. Esta especie será de paso en los Estados-Unidos, así como lo es en la isla de Cuba y Jamaica. No está en el catálog*o de las aves de Santo Doming-o, ni en el de las Baliamas. Se lia encon- trado también en la América meridional y en Europa. Visita las playas, las orillas pantanosas de lag-unas y los terrenos inundados. Cuando siente un peligro corre con velocidad y se pára por intervalos como para observar, balanceando el cuerpo. Cuando busca su alimento que consiste en insectos , g'usanos , lombri- ces, etc., suele dar con velocidad golpes repetidos con un pié sobre el fango, por cuyo sacudimiento salen los animalitos asustados de sus cuevas. Al ser espantada vuela rápidamente, describe varias evoluciones en el aire, baja á veces casi hasta tocar el suelo y se eleva de nuevo siguiendo hasta encontrar un lugar seguro y propio para descender y buscar alimento. Su voz es suave y la carne muy buena. 9 Longitud total, 0™,268; braza, 0'",570; cola, 0"’,070. Género Ochthodromus Reich. Ochthodromus Wilsonius. — Playero, playante. Charadrius Wilsonius , Ord, ed. Wils. ix, 1825, 77. — Nutt., Man. ii, 1834, 21. — Aud., Biogr. iii, 1835, 73; v, 1839, 577; Birds, v, 1842, 214. 382 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (140) Charadrius crassirostris?, Spix^ Aves Brasilise, ii, 182o, 77. — Wilsonii, Wagl., Syst. 1827, 26. .¿Egialtes Wilsonius, Bon.^ List, 1838. Ochthodromus Wilsonius, Reich.^ Syst. Av. 1853, p. xviii. — Cah.^ Journ. IV, 1856, 424. — Baird, Rep. 1858, 693. — Gundl., p. 313. Solamente en las playas y las marismas lie encontrado la especie. Su voz suave me indicó muchas veces la presencia de alg*u- nos individuos, porque no viéndolos por delante, el color del lomo se confunde con el color de la arena. Corren ligeros y se paran á cada rato como para cerciorarse de si hay ó no peligro ó para ver si hay comida por allí. Cuando hay un peligro se le- vantan, pero no vuelan léjos; pero si el peligro sigue , entón- ces desaparecen. El vuelo es muy rápido, pero poco elevado. La comida consiste en animalitos como en todas las especies de esta familia. Es fácil de reconocer por su pico, en propor- ción muy grande, y por las medidas, que son : cf Longitud total, 0“,205; braza, 0“,400; cola, 0“,050. 9 — 0'",210; — 0“,408; — 0™,050. Anida en la Isla. Pone cuatro huevos en una concavidad del suelo sin material alguno; son ocráceo-hlancos, con puntos grandes y pequeños, morenos y blancos; miden 0™,033 -|-0"',025. Vive en el Continente norte-americano y también en el Brasil y en las islas Bahamas, Cuba, Jamáica y Puerto-Rico. Género Oxyechus Reich. Oxyechus vociferus. — Playero, playanie. Charadrius vociferus, Linn., S. N. i, 1766, 253. — Gmel., S. N. i, 1788, 685.— A. O. VII, 1813, 13.— Wagl., S. Av. 1827, 29.— Nutt., Man. Ii, 1834, ^‘i.—Aiid., Biogr. iii, 1835, 191 ;v, 1839, 577; Birds, v, 1842, 207. — Sund., 72. — torquatus, Linn., S. N. i, 1766, 255. — Gmel., S. N. i, 1788, 685. — jamaicensis, Gmel., S. N. i, 1788, 685. .^gialtes vociferus, Bon., List, 1838. — (rosse, Birds, 1847, 330. Hiaticula vocifera, Grag, Genera, 1855, iii, 544. Oxyechus vociferus, Reich., Syst. Av. 1853. — Cab., Journ., iv, 1856, 424. —Baird, Rep. 1858, ñ^^i.—Gundl, 313. Olí) Giindlach. — fauna puerto-riqueña. Es sedentaria esta especie y existe también en ambos Conti- nentes de la América y en las Antillas. Frecuenta no sola- mente las orillas de las lag-unas, de los rios, etc., sino tam- bién las sabanas, los campos recien cultivados, los bateyes de las fincas aunque no teng-an ag-ua; busca su alimento no sola- mente de dia, sino también de noche, y cuando lo busca suele dar con un pié repetidos g*olpes en el fang-o ó en la tierra, pues por este sacudimiento salen los animalitos de sus cuevas y son cogidos. Su vuelo es lig-ero, rápido y sostenido. Suposición es por lo reg-ular recta, sin doblar las patas y con el pescuezo encogido ; corre con muclia velocidad y con eleg'ancia, y se pára de repente como para cerciorarse de si tiene seguridad: no es arisca , y solamente cuando le amenaza de cerca un pe- ligro emprende el vuelo. La voz, que se parece al nombre in- glés de la especie kildeer varias veces repetido, se oye de léjos, tanto cuando el ave vuela como cuando ve un peligro , siendo así un centinela involuntario para los otros pájaros, que sin estos gritos acaso no hubieran notado el peligro. En el mismo momento de emprender el vuelo grita con más fuerza, y cuando tiene huevos ó polluelos alarma con sus gritos á todos sus compañeros, que en seguida se ponen á vmlar alrededor del enemigo, echándose los padres en el suelo con las alas abier- tas como si estuviesen heridos , y corriendo en seguida en dis- tintas direcciones, todo para engañar al enemigo y para lle- varle á otro paraje distante de donde tiene la cria. Si el hombre quiere encontrar el nido, lo logra mejor quedándose un rato escondido y observando el ave, que cuando se cree libre del pe- ligro vuelve al nido, que es una concavidad del suelo, v. gr., la hecha por la pisada de un animal grande. Los tres ó cuatro huevos que pone, están á veces sobre algunas yerbas, y tienen un color amarillo-ceniciento pálido, con manchas y puntos cenicientos y morenos, más grandes hácia el extremo grueso. Miden 0'“,037 + 0”,027 y otros 0"*,040 d- 0™,026. Se notará que los huevos están puestos en el nido de modo que el extremo delgado corresponde al centro del nido, y el grueso hácia afuera. El polluelo recien nacido está cubierto de un plumón que en la cola forma una borla; encima de la cabeza y del lomo tiene un color pardo-ceniciento salpicado de negro; una faja negra frontal pasa por la nuca y se ensancha en ella; hay un solo n84 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (142) collar negro, pero entero; por el ala cerrada y los flancos pasa nna línea negra que acaba en la cola; en la frente tiene una faja trasversa blanca que se une debajo del ojo con el collar blanco. La punta del ala y las partes inferiores son blancas, éstas liácia atrás bermejizas; pico negro, piés pálido-encarna- dos, las coyunturas oscuras, iris muy oscuro, los párpados con un viso anaranjado. Se conoce el ave joven que acaba de plumecer por las orillas de las plumas del lomo y de las alas ferrug*inosas, y por el apéndice plumoso de las timoneras. En lo demás es como el adulto. Long-itud total, 0"‘,242; braza, 0^,477; cola, O", 090. Género .^gialeus Reicli. .ffigialeus semipalmatus. — Playero, playante. Cbaradrius semipalmatus, Bon., Obs. 1825, 219; Syn. 1828; A. O. 1832. — l{aup, Isis, 1825, 1375. — Wagler, Syst. Av. 1 827, Nr. 23. — Nutt., Man. ii, 1 834, 24. — Sivains., F. B. ii, 1 831 , 367. — Aud., Biogr. IV, 1838, 256; v, 1839, 579; Birds, v, 1842, 218.— Sund., 71 . Tringa hiaticula, Wils., A. O. vii, 1813, 65 (non Linn.). Cbaradrius hiaticula. Ore?, ed. Wils. vii, 1824 (non Linn.). iEgialtes semipalmata, Bon., List, 1838. — Gosse, Birds, 1847, 333. Hiaticula semipalmata, Gray, Genera, m, 544. yEgialeus semipalmatus, Reich., Syst av. 1853, wiu. — Baird, Rep. 1858, 694. — Gundl.y p. 314. iEgialitis semipalmatus, Cah., Journ. iv, 1856, 425. En el mes de Setiembre he visto muchos individuos en las marismas y en las orillas de las lagmnas, mezclados con varias especies de putillas. En los meses del invierno mismo no los he visto más, pero sí después, en Abril, Mayo y Junio. No he visto jamás nidos ni polluelos, y así ig-noro si anida en la Isla. Se encuentra la especie también en las Bahamas, en Ja- máica, Cuba y en los Estados-Unidos. En sus costumbres se parece al Ochthodromus , pero difiere en que visita también las ag-uas dulces. Gundlach. — fauna puerto-riqueña. :3s5 El jóven se parece al adulto, pero la frente y el collar son del color del lomo, y no neg-ros. cT Long-itud total, 0'",180; braza, 0'",390; cola, 0'",055. ^gialeus melodus.— ^layante. Charadriua hiaticula, var. Wils.^ A. O. v, 1812, 30, melodus, Orel , ed. Wils. vn 1824, 71 .—Pon., A. O. iv, 1832, 74.— A’níí., Man. ii, 1834, 18.— dwí/., Biogr. iii, 1835,154; V, 1858, 578; Birds, v, 1842, 223. Okeni, Syst. Av, 1827, 24. .íEgialtes melodus, fion., List, 1838. Hiaticula meloda, Gvay^ Genera, 111, 544. ^gialitis melodus, Gosse, Birds, 1847, 330.— (7ai., Journ. iv, 1856, 424. iEgialeus melodus, Baird^ Rep. 1858, 695.— GuníZZ., 314. Todos los individuos observados estaban en la playa y las marismas , y creo que esta especie no visita las lag'unas. Ade- más del Continente septentrional vive en las islas Bahamas, Puerto-Rico, Cuba y Jamáica. Probablemente se encontrará también en Santo Doming-o, pero no está comprendido en la lista de sus aves. Lo dicho sobre las costumbres del Ochthodro- mus Wilsoni%s se aplica también á esta especie. Long-itud total, 0‘",177; braza, 0'",273; cola, 0”,052. 27.* Familia. — Rallidae. Género Parra Linn. Parra jacana. Parra jacana, Linn.^ S, N. i, 1766,259. — Gmel., S. N. i, 1788,707. — Lath.^ I. O. II, 1790, gen. 78, 5 p. 1. — VieilL, Ene. 1820, p. 1053. — Cafe., Journ. IV, 1856, 425. Fúlica spinosa, Linn., S. N. i, 1758 (el jóven). Parra braeiliensis, Gmel., S. N. i, 1788, 708 — Lath., I. O. ii, 1790, y en 78, p. 3. — Vieill., Ene. 1820, p. 1054. — nigra, Gmel., S. N. i, 1788, 708. — Lath., I. O. y en 78, sp. 2. — Vieill., Ene. 1820, p. 1054. — variabilis, Gmel., S. N. i, 1788, 708 (el jóven). — Lath., I. O. y en 78, p. 5. — Vieill., Ene. iii, p. 1055. — chilensis, Vieill., N. D. xvi, 1817, 445; Encyel. iii, p, 1055. ANALES DE HIST. NAT.— VII. 25 386 ANALES DE HISTORIA NATURAL. .(141) Mi amig*o el Sr. Blanco recibió un ejemplar, en mal estado, de Trujillo. Parece que la especie es muy rara en la Isla. En Cuba abunda en todas las lagunas que tienen plantas acuáticas con hojas flotantes, v. gr., Nymphcea, Nwpliar, Pistia, etc., sobre las cuales camina buscando su alimento , que consiste en ani- malitos. También va á las orillas donde hay fango. Es especie de la América meridional y no observada en la Florida, etc. En Cuba es muy abundante. No la veo indicada en los catálogos de Jamáica y de Santo Domingo. La carne no es estimada; por lo regular no son ariscas; pe- lean mucho entre sí, sirviéndose como arma de la púa de la parte interna del pliegue del ala; por lo regular andan en familias de dos á seis individuos, pero los he visto también reunidos en gran número. Se llaman con unas notas ménos fuertes que cuando están espantadas ó cuando han visto algún peligro, pues entonces gritan con más fuerza y vuelan á otro lugar poco distante ; el vuelo es corto , recto y al parecer pe- sado; recien posadas conservan por un rato las alas extendidas hácia arriba, plegándolas luégo. Los dedos, y sobre todo las uñas del dedo posterior, son muy largas y ayudan al ave á correr sobre las plantas flotantes, sin que éstas se sumerjan. He encontrado sus nidos desde el mes de Marzo hasta Setiem- bre. Éstos consisten en algunas yerbas medio podridas pues- tas sobre las hojas flotantes, y los tres ó cuatro huevos que ponen, no son perjudicados por la humedad. El color del huevo es amarillento con líneas en zic-zas más ó ménos finas, que se extienden en todas direcciones, predominando en ellas el color moreno muy oscuro y lustroso. Los diámetros son 0"’,030 + 0”,024, ó 0“,031 -j- 0“,024. Parece que hacen varias puestas en el año. La 9 defiende el nido ó su cria con mucho ánimo, y si no puede proteger los polluelos los atemoriza con fuertes gritos, y entóneos éstos se sumergen poco á poco de- jando fuera del agua solamente el pico. La madre corre con las alas abiertas ó se queda encima de las plantas, llamando sobre sí misma la atención del que los persigue, alejándose poco á poco cuando lo ha logrado. Pasado el peligro vuelve á reunirse con su cria. Las medidas son: Longitud total, 0“,235; braza, 0“,422; cola, 0“,042. 9 -- 0“,260; — 0™,475; — 0“,052. (145) Gundlacli. — fauna puerto-riqueña. :tó7 Se conoce el joven, además del colorido alg*o diferente de las partes superiores, por las partes inferiores blancas. Género Aramus Vieill. Aramus giganteus. — Carrao. Rallus giganteus, Bon.^ Journ. 1825, 31. Aramus scolopaceus, Bon., A. O. iii, 1828, 111; Consp. ii, 1835, 104 (el jo- ven); Syn. 309. — Nutt., Man. ii, 1834, 68. — And., Biogr. iv, 1 838, 543; Birds, v, 1 842, 1 81 .—Gosse, Birds, 1 847, 355. Notherodius (scolopaceus?) holostictus, Journ. iv, 1856, 426. Aramus giganteus, Baird, Rep. 1858, 657. — Bryant, List, 1866. — Bund., ^Q. — Gundl., p. 314. Esta especie fiié confundida ántes con la especie del Conti- nente meridional fN. scolopaceus Gmel.), que tiene manchas blancas solamente en la nuca y sobre el pescuezo, miéntras que en el giganteus se ven las manchas sobre las plumas chi- cas de todo el cuerpo. Esta especie vive en el Continente septentrional , y existe en abundancia en la isla de Cuba, en varios parajes de Puerto- Rico y Santo Doming’o. Parece faltar en Jamáica. Se la encuentra principalmente en tierras bajas y pantano- sas, pero también en los campos próximos al monte, en terre- nos de pastos, etc. Su principal comida consiste en moluscos y además en lombrices de tierra, insectos, crustáceos, etc. Si encuentra las Hélices mayores (caracoles), les ag-ujerea la cás- cara con un picotazo por un lado y saca el molusco. Des- truye también muchos siete-cueros , ^ sea el molusco ó babosa sin concha, que es tan perjudicial al cultivo. Por todo esto, y por ofrecer utilidad su carne buena y abundante, es una de las especies más útiles entre las aves. Camina con g'ra- cia, moviendo á cada paso la cola, y registra con su pico el piso en busca de alimento. En parajes solitarios no es arisca, pero sí en los frecuentados por el hombre. Espantada ó al reti- rarse á descansar vuela á los árboles, si los hay, en la orilla del bosque ó de la laguna, y se posa encima de la copa cu- ^ bierta por bejuqueras. A veces se posa también en las ramas gruesas. Allí deja oir por intervalos su voz, que muchas veces 388 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (146) advierte al cazador su presencia. Pero tienen además un g'ríto fuerte que parece en alg*o á sus nombres vulg-ares carráo en Puerto-Rico, gmreao en Cuba, y que se oye de léjos, y en el tiempo de las ag’uas se la oye principalmente durante la noche. Cuando uno g'rita, suelen otros responder. Cuando tienen pollue- los y los amenaza algún peligro, emiten unos gritos fuertes para advertir á aquéllos que se escondan entre la yerba alta, des- pués de lo cual la madre se aleja á alguna distancia, repitiendo sus gritos miéntras no desaparece el peligro. Los individuos vi- ven en paz y casi asociados. Rara vez entran en el agua, pero obligados, V. gr., heridos en el ala, saben nadar. El vuelo es pesado, corto, al principio del cual lleva el ave las patas col- gando, que después quedan tendidas hácia atrás. He observado que anidan á fines de Diciembre y en Enero. El nido estaba formado de yerbas secas y era plano, unas veces puesto sobre juncos y yerba deprimida cerca del suelo, otras veces sobre unas ramas horizontales y sobre plantas parásitas , pero siem- pre á muy corta altura. Pone de tres á cinco huevos, pálido- amarillentos, con manchas ó líneas irregulares pardas, mas aproximadas en el extremo gTueso. Miden CT" ,059 -j- 0'”,045 ó 0’",061 4- 0”,046. Los jóvenes difieren por el plumaje más pálido y más man- chado. cT Longitud total, 0'",690; braza, 1”,150; cola, 0’",150. 9 _ 0'“,678; — 1“,100: — 0”,143. Género Rallus Linn. Rallus crepitans. — Polla del 'mangle. Rallus crepitans, GweZ., S. N. i, 1788, l\Z.—Wils., A. O. vii, 1813, 112 (no lalámina).— Row.jObs. 1825.— fiud., Biogr. iii, 1835, 331 ; v, 1839, 570; Birds, 1842, 165. — Ca&., Journ. iv, 1856, 427. — Baird, Rep. 1858, líl.—Gundl, p. 314 (sin nombre). He encontrado esta especie en las marismas del Boquerón y la han muerto también cerca de la capital. Es posible que se encuentre en las lagunas con yerba y en los campos más retirados del mar otra especie, el Rallus elegans (1-n) Gundlach. — fauna puerto-riqueña. m And. que es mayor (longitud total delcf de la Q 0”409), y tiene los lados y la parte delantera del pescuezo y la mayor parte del pecho de un color anaranjado-pardo, en el Rallus cre- pitans son azuloso-cenicientos, la parte delantera del pescuezo con un tinte pálido, amarillo-pardo. En lo demás no veo dife- rencia, salvo que los huevos son menores (en el elegans 0'",049 -f 0'",034, y en el crepitans 0"',042-|- 0'",030). Se puede observar que éste guista de parajes con agua salada y el elegans con agua dulce. Su alimento consiste en insectos, crustáceos y caraco- les pequeños, y en semillas. Por tener su cuerpo compri- mido, puede correr sin dificultad entre las plantas sin que se observe en ellas movimiento , y de este modo se sustrae á la persecución, siempre que el cazador no vaya provisto de perro. Casi siempre busca su salvación corriendo , y solamente cuando el peligro es inminente ó cuando el terreno ya no ofrece abrigo, levanta el vuelo, que es pesado, corto, y con las patas col- gando, pero luégo baja á tierra y sigue corriendo. Camina con pasos lentos, con el cuerpo casi horizontal, la cola levantada, la cual mueve á cada paso mirando á uno y otro lado en busca de su alimento. Su voz es muy fuerte y desagradable. La carne es estimada. He encontrado nidos en diferente tiempo, las más veces du- rante los meses del verano; están construidos con ramitas y otros materiales sobre una elevación del suelo ó monton de yerba, encima de los arbustos bajos, dentro del fango ó el agua, á los que sube por una especie de puente. Muchas veces tiene el nido la entrada por un solo lado , porque la yerba ó follaje cubre los otros. Pone hasta diez huevos, que son de un color blanco-ceniciento, unas veces con un viso azuloso, otras rojizo, con manchitas carmelitas y color de lila en su extremo grueso, y miden 0'",042 + O", 030. El polluelo recien nacido está cubierto por un plumón negro. of Longitud total, 0'",380; braza, 0”,528; cola, 0'",066. Q _ 0"',354; — 0,488; — 0"‘,064. Se encuentra además en el Continente septentrional, en Cuba y en las islas de Bahama. Existe también en Jamáica según Gosse. 390 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (148) Género Porzana Vieill. Porzana cBxolivídi.—Llagaretilla. Rallus carolinus, S. N. i, 1766, S. N. i, 1788, 715.— Aud., Biogr. iii, 1835, 251; v, 1839, m%—Bnjant, List, 1866.— Sund., 57. Gallínula Carolina, Lath.^lnd. ii, 1790, 711. Rallus stolidus, Vieill, N. D. xxviii, 1819, 567. — melanops, Vieill, N. D. xxviii, 1819, 553. — (Crex) carolinus, Bon., Obs. 1825, 230.— ÍVmíL, Man. ii, 1834, 209. Ortygometra Carolina (Leach), Gosse, Birds, 1847, 371. Porzana Carolina, Cah., Journ. iv, 1856, i2S.—Baird, Rep. 1858, 749.— Gundl., p. 314. Esta especie es de paso y llega eu otoño de los Estados-Uni- dos, retirándose á fines de Abril. Llega también á Cuba y Ja- máica, y en todas partes es común, viviendo entre la yerba de las lagunas, de las orillas de los rios, de las zanjas, y en los cañaverales inundados. Se alimenta principalmente de semillas, de plantas gramí- neas, de insectos y moluscos, y su carne es muy buena. Se la ve salir de entre la yerba, caminando con mucha precaución y gracia, y con la cola levantada, sobre el fango, sobre las plan- tas flotantes (NympJma, Pistia, etc.). Nada bien. Cuando per- cibe un peligro se esconde entre la yerba, y si éste se aproxima levanta el vuelo , que es corto , pesado y con las patas colgando. Su voz es suave, y los sonidos bajan semejantes á la escala mu- sical. A veces he sorprendido á muy poca distancia algunos individuos, y al dar una palmada el pájaro «v*«j^ose sumergió, dejando fuera del agua solamente el pico hasta los ojos y mi- rándome fijamente, y entónces he podido cogerle por las patas, que colgaban en el agua, pasando yo los brazos debajo de las plantas que cubrían la superficie del agua y protegieron esta operación. cf Longitud total, 0'",227; braza, 0'",360; cola, 0“,050. (Z/. /\/ , /S'S^,AZ?> . , r\ /; ry (149) Gundlach. — fauna püerto-riqueña. 391 Género Grybastus Cab. Crybastus Gossei. — Llagaretilla. Rallus minutus, var., GmeL, S. N. i, nSB, 719. Ortygometra minuta (Leach), Gosse, Birds, 1847, 372. Laterirallus Gossei , Bon. Crybastus Gossii, Cah., Journ. iv, 1856, 428 (en vez de Gossei). Encontré esta especie encima de la yerba flotante en el rio Arecibo, donde no era rara, aunque sí difícil de cazar. Lo di- cho en la especie precedente sobre sus costumbres se aplica también para ésta, pues no he podido ver diferencia. of Longútud total, 0“,163; braza, O"", 235; cola, 0"',025. g _ 0'",157; — 0"',230; — O"*, 023. Género Gallínula Briss. Gallínula galeata. — Llagaveta, GdlldTeta. Crex galeata, Licht., Verz., 1828, 80. Gallínula chloropus, Bon.^ Syn. 1828, 336 (non Linn.). Áud.^ Biogr. iii, 1835, 330; Birds, v, 1842, 132. — galeata, A. O. iv, 1832, 128; List, 1838. — Nutt., Man. ii, 1834, 221.— Gosse, Birds, 1847, 381.~Ca&., Journ. iv, 1856, 428.— Baird, Rep. 1858, im.—Bryant, List, 1866.— 58.— Giindl., p. 31 4. Es sedentaria esta especie y se encuentra además en las otras Antillas, las Bahamas y los Estados-Unidos. Es abundante en las orillas de los rios donde hay bastante veg-etacion, en las lag'unas v en los cañaverales inundados. La encontré en gran abundancia en el rio Arecibo, donde l‘d ^ic/íOViiid dzuTCd cubre el ag’ua en muchos sitios. En los parajes donde el agua se ag’ota, desaparece, hasta que ésta vuelve otra vez. Come yerbas tiernas, semillas, insectos, gusanos, caraco- les, etc., y ofrece una carne buena, pero segnm me parece, in- 392 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (150) ferior en calidad á la de los Rallus. Cuando no sospechan al- g-un peligro, salen de la yerba á parajes limpios, caminando con gracia, la cola levantada y meneándola á cada paso, lo mismo que la cabeza. Vuela pocas veces, pues solamente cuando el pelig-ro es inevitable, suele emprender su vuelo, que es á poca altura, con aletazos lig-eros y rápidos, con el pescuezo y las patas extendidas. Cuando quiere trasladarse á otro lug-ar suele volar poco más alto que el ag-ua, con las patas colg’ando, casi rozando con ellas la superficie ó el suelo. Sabe nadar y zambullirse. Se la puede criar y entónces es mansa. He encon- trado los nidos desde Junio hasta Diciembre en la yerba alta ó encima de un arbusto á poca altura del suelo; estaba formado en la yerba tendida con otra traida por el ave, y tenía una es- pecie de calzada por entre la yerba viva, que protege los lados y la parte superior. Pone hasta nueve huevos , de color par- duzco-blanco, con manchas carmelitas, mezcladas á veces con otras cenicientas. Miden 0’",042 O”, 030. El polluelo recien nacido está cubierto con un plumón (como pelo) negro, y en la garganta un poco blancuzco. Entre el pico y el ojo hay unas cerdas negras y lustrosas; la piel es ro- jiza, y sobre los ojos azulosa. La especie es muy parecida á la Qallinula chloropus de Eu- ropa, pero la placa frontal es mucho mayor, aunque del mismo color de vermellon. En el jóven la placa y el pico son oliváceos. Longitud total, O^^.SSO; braza, 0'",586; cola, 0",078. 9 — 0™,365; — O™, 572; — 0”,072. Género Porphyrula Blyth. Porphyrula mdxümcdi.—Llagareta, Gallareta. Fúlica martinica, Linn., S. N. i, 1766, 259. — martinicensis, Jac^., Beitr. 1784, 12.— GweZ., S. N. i, 1788, 700 (el adulto). — flavirostris, Gmel., S, N. i, 1788, 699 (el jóven). Gallínula martinica, Lath., I. O. ii, 1790, 169.— Bon., Obs. 1825, 231. Nutt., Man. ii, 221.— Hwd, Biogr. iv, 1838; 37; Birds, v, 1839, 2S. — Bryant, List, 1866. — Sund., 59. Porphyrio tavoua, F{eí7¿., N. D. xxviii, 1819, 30 (adulto). — cyaneicollis , Vieill., N. D. xxviii, 1819, 28 (jóven). (1511 Gundlach.— -FAUNA puerto-riqueña. 393 Porphyrio flavirostris, Vieill., Encycl. 1820, iii, p. 1049. Crex martinica, Licht., Verz. 1823, 79. Gallínula porphyrio, Wils.^ A. O. ix, 1824, 69. Porphyrio martinica, Gosse, Birds, 1847, 377. — Cab., Journ. iv, 1856, 429. Jonornis martinicensis, Reich., Syst, Av. 1853, p. xxi. Gallínula (Porphyrula) martinica, Baird, Rep. 1858, 753. Porphyrula martinica, Gundl., p. 314. Esta especie se encuentra en ambos Continentes americanos y en las Antillas, es sedentaria y muy común en todos los ter- renos pantanosos, principalmente en los sembrados de arroz. En terrenos donde se ag-ota en ciertos tiempos el ag*ua, des- aparece por este motivo, pero aparece de nuevo con ella. Causa mucho daño á los arrozales, no solamente por lo que come , sino porque quiebra las cañitas ántes de haber brotado la espiga, para formarse un asiento ó nido , y después las quie- bra también por posarse encima de las espigas reunidas. Nada V se zambulle bien, mueve la cabeza continuamente v corre con velocidad entre la yerba y sobre las plantas flotantes ; el vuelo es pesado y poco elevado, llevando los piés colgando. Cuando camina, lleva la cola levantada y la mueve á cada mo- mento en dirección vertical. Si hay árboles en la vecindad se posa en ellos y trepa por entre las ramitas y enredaderas , di- ferenciándose así de la especie precedente, ála que no he visto posada en los árboles. Se puede criar esta especie y se domes- tica fácilmente; su voz es fuerte y sonora, y la repite en com- petencia con los demás individuos. En el modo de anidar no se nota diferencia con la especie precedente. Los seis á doce hue- vos que pone, son roj izo-blancos, á veces parduzco-blancos con manchitas cenicientas y roj izo-pardas. Los diámetros son 0®,040 + O™, 029 ó 0™,041 -4- 0'",030. Los polluelos están cubiertos con un plumón negro, rígido, como pelos. Por el color del pico difiere del polluelo de la es- pecie precedente, pues es negro, en la base acarminado, luégo como marginado de este color con un anillo blanco , y la punta es otra vez negra con la escamita del embrión blanca. Longitud total, O^jSSO; braza, 0"‘,576; cola, O™, 080. m ANALES DE HISTORIA NATURAL. (152) Género Fúlica Linn. Fúlica americaina. — Gallinazo. Fúlica americana, N. i, 1788, lOí.—Bon., Obs. 1826, 23L—Aud., Biogr. III, 291, 183o; v, 1839, 568; Birds, vi, 1742, 138.— Birds, 1847, 3Si.—Cab., Joiirn. iv, 1856, m.-Baird, Rep. 1858, 16‘\.—Sund., 60. — Gundl., p. 314. — Wiisonii, Steph., in Shaw’s Zool. xii, 1824, 236. — atra, Wils.^ A. O. ix, 1825, 61 (non Linn.). Aunque sé que esta especie anida también en las Antillas, debo creer que muchos individuos emig’ran en la primavera hácia el Continente americano por ser mayor el número de in- dividuos en el invierno que en el verano; vive en parajes con mucha ag*ua, principalmente donde ésta no tiene mucha cor- riente. xAsí no la he visto en los ríos del interior. Suele reunirse en bandadas , cuyos individuos están tan juntos el uno al otro que forman como una mancha; nada bien, con movimientos continuos de la cabeza hácia adelante, y se zambulle ; cuando camina lo hace con g-racia y cui- dado, y lleva la cola levantada. Cuando emprende el vuelo corre primero un poco sobre el suelo ó sobre la superficie del ag-ua para cog-er aire y aligerarse así. El vuelo es de poca du- ración, pero pronto y con aletazos continuos. La voz es sencilla y suena como su nombre inglés cooi. Se le puede criar con las demás aves domésticas. Se alimenta de yerbas tiernas, semi- llas y animalitos pequeños. No causa daño al hombre, y al contrario , le ofrece una carne que es buena aunque no exqui- sita. Se le suele desollar para quitarla cierto gusto poco agra- dable. A veces sale del agua para tomar el sol, y advirtiendo el menor peligro se lanza al agua y nada al centro de la laguna ó se esconde entre la yerba. Rara vez vuela sin motivo , y es- tando entre la yerba no se levanta sino cuando siente muy cerca el peligro. He observado muchos nidos en Noviembre, y también entón- ces que un macho tenía toda la placa frontal hinchada, blanca, y no como los demás, con la parte que entra más sobre la (153) Gundlach. — fauna puerto-riqueña. 395 frente de color castaño. Supongo que esto resultará solamente en los individuos que crian. Los nidos se parecen á los descri- tos en la Gallínula galeata. Pone de nueve á doce huevos ama- rillentos, con manchitas rojo-violadas y violado-morenas, y miden 0’",043 + 0'",035 ó 0™,043 -P 0‘“,031 , ó 0™,048 H- 0"',034, ó 0"’,046 4- 0“,033. Los piés son plomizos con los escudetes gran- des, oliváceos. La parte desnuda de la tibia pasa del amarillo al rojo. El iris es rojo, más fuerte en el tiempo de la cria. (/ Longitud total, 0“,410; braza, 0"',665; cola, 0”,048. 9 — 0'",365; — 0"’,640; — 0“,046. ORDEN SÉTIMO.— NAT ATORES. *28.* Familia. — Colymbidae. Género Podiceps Lath. Podiceps dominicus. — Saramagullon ó zaramagullón , ligua. Colymbus dominicus, Linn.., S. N. i, 1766, 223. — Gmel,., S. N. i, 1788, 593. (7a&., Journ. iv, 1856, 430. Podiceps dominicus, Lath. ^1.0. ii, 1790. — Gosse, Birds, 1847, 440. — Gundl., p. 314. Esta especie es ménos conocida en la isla de Puerto-Rico que la siguiente, y parece que vive solamente en algunos pa- rajes, pues tan sólo la he encontrado en la laguna de Gua- nica: no existe en el Continente septentrional, pero si en el meridional, en Jamáica, Santo Domingo y Cuba. Como las demás especies de la familia , queda siempre en el agua , se zambulle por mucho tiempo buscando debajo del agua su co- mida, que consiste en insectos y caracolitos. Muchas veces juegan ó pelean entre si los individuos, ele- vando el cuerpo y pasando como corriendo sobre la superñcie del agua y dejando oir su voz, que es más bien un trino algo fuerte. Otras veces están por mucho tiempo inmóviles sobre el 396 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (154) ag*ua, probablemente descansando. Cuando ven un peligro se zambullen y aparecen á mayor distancia, y si aún existe el pelig’ro se zambullen de nuevo; pero cuando es g*rande la causa del espanto se zambullen dejando ó sacando luég’o sola- mente el pico hasta las ventanas de la nariz fuera del ag-ua para respirar. He observado el nido en Cuba casi en todas las épocas del año, pero con más frecuencia en principios del tiempo de las ag-uas. Para formar éste colocan yerbas muertas ó arrancadas unas sobre otras en la superficie del ag-ua, cons- truyendo así una isla flotante; pero rara vez es ésta suelta, porque se entrelazan alg-unas plantas vivas entre las muertas, que sujetan el nido en su lug-ar como una ancla á una embar- cación. Cuando el nido tiene ya un espesor tal que su fondo cóncavo queda sobre el ag-ua , entónces pone de seis á nueve huevos, y cada vez que la madre deja el nido (sin ser espantada) los cubre primero con yerbas podridas, las cuales ensucian y manchan los huevos, que al principio eran blancos con un viso verdoso, ó mejor dicho, verdosos con una capa delg-ada blanca y calcárea con superficie áspera: miden 0“,036 -j- 0”,025 . El polluelo, tan pronto como nace, es capaz de zambullirse y nadar. Su cuerpo está cubierto por un plumón neg-ruzco , que parece pelo. En la cabeza se cuentan nueve líneas blancas ; la intermedia de éstas pasa sobre la frente y termina en una mancha de la forma de una V, de color de canela. Desde la cabeza corre por ambos lados á lo larg-o del pescuezo una línea blanca que termina en el borde anterior del ala, y otro par de líneas blancas corre desde la nuca hastala rabadilla, formando cada línea una curva sobre el lomo. Se conoce en el momento la diferencia entre esta especie y la sig-uiente por el pico, que en ésta es delg-ado, y por el ojo amarillo, miéntras que en la sig-uiente es pardo y el pico más g-rueso. No existe cola en ésta y la sig-uiente, sino unas plumas en forma de pelos. Las medidas son: cT Long-itud total desde la punta del pico hasta la punta de las plumas que representan la cola, 0'",250; braza, 0'”,420; plu- mas de la cola, 0“,035. (155) Gundlach. — fauna puerto-fiqueña. :»7 Género Podilymbus Less. Podilymbus podiceps. — Zaramagullón ó zaramagullón, sa- ramago. Colymbus podiceps, Linn., S. N. i, 1766, 223.— (rmeZ., S. N. i, 1788, 594.— SuTid., 86. ludovicianus, Gmel., S. N. i, 1788, 592, Podiceps carolinensis, Lath., I. O. ii, 1790, 785. — Bon., Syn. 1828, 367. — Sioains., F. B. n, 1831, 412. — Nutt., Man. ii, 1834,259. — Aud., Biogr, in, 1835, 359; v, 1839, 624; Birds, vii, 1844, 324. Podilymbus. carolinensis, Leas., Gosse, Birds, 1847, 438. Sylbeocyclus carolinensis, Bon., Comp. 1 838, 64. — Cab., Journ. iv, 1 856, 431 . Podilymbus lineatus, Heermann, Proc. Ac. N. Se. Phil. vil, 1854, 1179. — podiceps, Baird, Rep. 1858, 898, — Gundl., p. 314. Esta especie vive en las islas de Puerto-Rico, Jamáica y Cuba, y además en los Estados-Unidos. En todas partes abunda en las ag-uas dulces, hondas y provistas de veg’etacion, sean lagunas ó rios. Lo dicho sobre las costumbres en la especie precedente se aplica también á ésta, salvo que la voz es más fuerte y pare- cida en algo al ladrido de un perro , y que las medidas tanto de los huevos como del ave son mayores. Los huevos miden 0™,046 -f- 0"',030. El polluelo tiene la frente y una ceja angosta blancas, hácia afuera marginadas de negro; además hay sobre cada ojo una estría blanca de cuatro milímetros de largo, que converge há- cia la frente con la del otro lado. Encima de la cabeza hay una mancha de color de castaña; una estría, al principio blanca y en el centro de color de castaña, corre de un ojo al otro sobre la nuca. Desde la nuca corren tres rayas negras hasta el lomo, y en la garganta hay varias manchitas negras: lomo ceniciento con rayitas blancas. Se conoce el adulto por su garganta negra. Las medidas son; 9 Longitud total, braza, 0™,53ü. 398 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (150 29/ Familia. — Anatidae. Género Phoenicopterus Linii. Phoenicopterus ruber. — Flamenco. Phoenicopterus ruber, Linn., S. N. i, 1766, 230 (partirn),— GmeL, S. N. i, 1788, 612. — Wils., A. O. viii , 1814, 45. — Bon., Obs. 1825, 236; A. O. iii, 1828, 101; List, 1838; Consp. ii, 1855, 145. — Nutt., Man. ii, 1834, 70. — Aud., Biogr. v, 1839, 255; Birds, VI, 1843, 169. — Gosse, Birds, 1847, 390.— Cai., Journ. IV, 1856, 432. — Baird, Rep. 1858, 687. — Gundl.j p. 314. La especie es sedentaria en la isla de Cuba, en Jamáica y Puerto-Rico; acaso también en las otras Antillas y las Baba- mas. Vive también en los Estados-Unidos, pero parece que allí es tan raro, que el célebre ornitólog-o Audubon no la pudo ob- servar, y así ha dado una descripción errónea. Los flamencos viven en las marismas donde no hay vegeta- ción que les impida caminar. Los he visto en el Boquerón y me han asegurado que abundan más en la costa oriental. Se alimentan de los animalitos que buscan en el fango, son- deando á la manera de los patos, solamente que el pico sondea á la inversa, es decir, la parte superior hácia abajo y la infe- rior hácia arriba. Comiendo mueve las patas como si estuviese caminando, lo que tendrá acaso por motivo espantar los anima- litos que están en el fango. Hay diferentes opiniones sobre el gusto de la carne. En tiempo de los romanos se consideraban las lenguas del flamenco como el bocado más delicado ; son muy gruesas, y tienen una masa de manteca, por lo que mu- chas personas las usan para untar la herramienta, pues pre- tenden que así se evita la oxidación. Esta especie es muy arisca, y como vive en lugares desprovistos de vegetación alta y en sociedades de muchos individuos , siempre hay al- guno con la cabeza levantada que por casualidad y sin estar de centinela vea el peligro, dando aviso con su voz á los de- más : esta es la causa de la diflcultad de matarla ó tirarla con la escopeta. Para emprender el vuelo corre primero algu- Gundlach. — fauna ptjerto-riqueña. 399 nos pasos, batiendo las alas hasta que eleva alg-iin tanto el cuerpo. Vuela por lo reguilar cerca de la superficie del ag'ua, llevando las patas y el pescuezo extendidos con movimientos cortos de las alas , pero repetidos aceleradamente y formando todos los individuos una línea trasversal á la dirección del vuelo. Camina lentamente y entra á veces hasta el vientre en el agaia. Al sentirse herida entra más aún , y sabe nadar. Su voz es un g-raznido simple, de un solo sonido, y éste se oye tanto de noche como de dia: duerme ó descansa sobre una sola pata y con el cuello encogddo y la cabeza metida debajo del ala opuesta al pié que está levantado. No puede posarse en los árboles ó puntos elevados, ni se acuesta, y por este motivo forma su nido de fango en los mismos pantanos, dentro del agua, y de forma cónica, elevada; la cúspide truncada y algo cóncava, sin material blando. Sobre este nido elevado monta el ave con las patas á los lados del cono. Los huevos son blan- cos con un viso azul debajo de una capa áspera y blanca , y miden 0“,094 -j- 0“,055. El polluelo recien nacido está cubierto por un plumón ne- gruzco, y las patas son aún cortas, muy gruesas y blandas. El jóven en su primer plumaje es gris, lavado de rosado, con el lomo variado de pardo. Las medidas son ; cr’ Longitud total, ONTO; braza, 1"’,512. 9 — 0'",648; — 1™,296. Género Ghen Boie. Chen hyperboreus. Anser hyperboreus. Pallas, Spicil. Zool. vi, 1767,80, 25. — Bon., Syn. 1828, 376. — Swains., F. B. ii, 1831, 467. — Nutt., Man. 1834, ii, 344. — Aud., Biogr. iv, 1838, 562; Birds, vi, 1843, 212. — Cassin, Proc. viii, 1856, II. — Baird, Rep. 1858, 760. Anas hyperborea, Gmel., S. N. i, 1788, 504. — Wils., A. O. viii, 1814, 76. Chen hyperboreus, Gosse, Birds, 1847, 408. — Cah., Journ. v, 1857, 226. — Gundl., p. 314. Solamente por noticias dadas por algunas personas, sé que se ha muerto esta especie en la isla de Puerto-Rico , y no se 488, 535. Wils., A. O. VIII, 181 4, 74.— Row., Obs. 1825, 262.— AttcL, Biogr.iv, 1838, 111; Birds, vi, 1843, 287. Querquedula discors, Steph. ,w\, 1824, 1 49.— -Botwv?, Rep. 1858, 779. Gundl., p. 314. (163) Gundlach. — fauna fueuto-riqufña. <05 Anas ( Boscbas ) discors, Swains., F. B. ii, 1831,444. — Nut¿., Man. ii, 1834, 397. Cyanopterus discors, Eyton, Mon. An. 1838. — Bon., List, 1858. — Gosse, Birds, 1847, 401. — Cah., Journ. v, 1857, 228. Pterocyanea discors, Bon., Compt. Lxiii, 1856. Esta (\s la especie que llega á la Isla en Setiembre desde los Estados-Unidos en innumerables bandadas; además se en- cuentra en las otras Antillas mayores y las islas de Bahama, y probablemente se la encontrará también en las Antillas meno- res. Sn vuelo es muy rápido y ligero y produce cierto ruido cuando vuelan muchos patos en bandada. Antes de bajar al agua reconoce primero el lugar á ver si no hay peligro ó si hay comida en él. La voz parece á las sílabas qud-qud varias veces repetidas, y bajando en fuerza. La bandada nada re- unida y muchas veces sale fuera del agua, cubriendo la orilla; pero al más leve indicio de un peligro entra en el agua y nada hácia el centro de la laguna. La carne es muy sabrosa. •lamás he observado, ni tampoco en Cuba, un macho con su plumaje de boda en otoño, sino cuando ya quieren emigrar. Las medidas son: of Longitud total, 0"',408; braza, 0''’,623; cola, 0"',()65. g _ ()™.385: — O^GIS; — 0"',06(). Género Fulix Sundevall. Fulix affinis. — Pato del Medio. Fuligula marila, Aud., Biogr. iii, 1835, 226; v, 1839, 614; Biids, vi, 1843, 316 (non Linn.). — affinis, Eyton^ Mon. An. 1838, 157. — Gosse, Birds, 1847, 408. — mariloides, Vigors, Zool. Blossoin, 1839, 31. — Ccih., Journ. v, 1857, 230. Marila affinis, Bon., Compt. xliii, 1856. Fulix affinis, Baird, Rep. 1858, 791. — Gundl., p. 314. He visto una bandada innumerable eu las lagunas de Gua- nica, del Boquerón , y mis amigos Blanco y doctor Stalil la han muerto en los alrededores de la capital. Es, pues, especie co- 4116 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (164) miin, pero no indíg*eiia, sino de paso durante los meses del invierno, y en este tiempo se la encuentra también en las islas de Baliama, de Cuba y Jamáica. Suele estar en las lag*unas g’randes y muy juntos los indivi- duos de una bandada; así que vista de léjos ésta parece una mancha en el medio del agma ( y de esta circunstancia pro- viene su nombre vulg-ar). Nada y se zambulle bien, y muchas veces, cuando no hay g-ran profundidad, sumerg’e solamente la parte delantera del cuerpo, y coloca la posterior en direc- ción vertical. El alimento consiste, como el de los otros patos, en semillas, g’usanos, lombrices, insectos, crustáceos y molus- cos. La carne durante el otoño es buena; hácia la primavera se nota en ella un g'usto á marisco. Su vuelo es al principio pesado, pero luég'o rápido. Herida en el ala, raras veces se la cog’e aunque vaya un perro en su i3ersecucion, pues nada pronto y se zambulle por mucho tiempo , apareciendo en una direc- ción muy diferente á la que llevó cuando se zambulló , y así en- g’aña al enemig'o. Si puede lleg^ar donde hay veg'etacion ó raíces de un árbol en el ag-ua, se esconde, dejando solamente el pico fuera para poder respirar. Difiere de la especie sig-uiente además del color del lomo del macho adulto, por la mancha blanca del ala, que es cenicienta en la especie sig'uiente. Las medidas tomadas son: cfi Long-itud total, 0"’,445; braza, 0"’,740; cola, 0”’,064. Q ~ 0“,4.30; — 0"’,720. — 0n064. Fulix collaris.— del medio. Anas collaris, Donovan^ British bjrds, vi, 1809 (de Inglaterra). — fuligula, Wi7s., A. O. viii, 1814, 66 (non Linn.). — (Fuligula) rufitorques, Bon., Journ. iii, 1824, 381. — rufitorques, Ord, ed. Wils. viii, 1825, 61. Fuligula rufitorques, Bon., Syn. 1828, 393; List, 1838. — Sioams., F. B. ii, 1831, 454. — Nutt., Man, ii, 1834, 439. — Aud., Biogr. iii, 1835, 259; Birds, vi, 1843, 320. — Eyton, Mon. An. 1838, 158. — Gosse, Birds, 1 847, 408. — collaris, Bon., List birds Europ. 1842. — (7a&,, Journ. v, 1857, 230. Marila collaris, Bon., Compt. XLiii, 1856. ' Fulix collaris, Baird, Rep. 1855, 792. — Gundl. p. 314. Conozco esta especie como habitante de paso desde el Conti- (165) Gundlach. — fauna puerto-hiqueña. 40~ líente septentrional por mi ami^’O el Sr. Blanco, ({iiien la mató en los alrededores de la capital. Además de las islas de Ba- liama, de Cuba y Jamáica se la ha observado también acci- dentalmente en Europa (Ingdaterra). En las costumbres no difiere de la especie precedente. (f Longitud total, 0™,42,2; braza, 0“’,708; cola, ()"’,0()4. 9 — 0’",410; — 0"’,695; — 0%0(53. (¿ENERO Erismatura Bou. Erismatura rubida. — Pato chorizo. Anas rubifla, Í177s., A. O. viii, (814, 128, 130. — (Fuligula) rubida, ^Bon., Obs. 1825, 268. — jamaicensis Latli., Ord, ed. Wils. viii, 1825, 138. Fuligula (Oxyura) rubida, Bon.., Syn. 1828, 390. — rubida, Sioains., F. B. ii, 1831, 455. — Aííí?., Biogr. iv, 1838, 326; Birds, VI, 1 843, 324. — (Gymnura) rubida, Nutt., Man. ii, 1834, 426. Erismatura rubida, Bon., List, 1838. — Eyton, Mon. An. 1838, 171. — Cab., Journ. V, 1857, I^O.— Baird, Kep. 1858, M \ .—Gundl, p. 314. Encontré en la lag'una de Guanica (S. O. de la Isla) muclios individuos de esta especie que estaba empollando en Noviem- bre. Vive sedentaria entre los juncos, eneas y otras plantas, y sale nadando á los parajes desprovistos de plantas en las lagu- nas. Si percibe un peligro se zambulle casi sin movimiento visible, ó huye nadando Inicia donde hay vegetación. Sola- mente si se aproxima el peligro mucho y no puede nadar por estar espesas las plantas, se levanta volando, siendo su vuelo pronto y sostenido. Si quiere elevarse desde el agua sin vegetación, empieza con una corrida corta sobre la superficie de la misma. Nada con el cuerpo bastante sumergido y con la cola levantada. Su alimento no difiere del de los otros patos. Este género difiere mucho de los otros en la proporción del tamaño del cráneo con el grueso del pescuezo, lo que nota prin- cipalmente el naturalista desollando el ave, pues la piel del ¡lescuezo pasa sin la menor dificultad la cabeza, cuando en los otros patos no pasa y es menester abrirla. Esta y la especie 108 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (106) sig-iiiente se parecen , pero no pueden confundirse por tener ésta una mancha blanca entre el pico y el ojo, la cual falta en la sigaiiente. Se encuentra también en Cuba , las Baliamas y en el Conti- nente septentrional. d' Longitud total, O'", 380; braza, 0”,560; cola, 0'",080. Erismatura dominica. — Pato chorizo. Auas dominica, Linn., S. N. i, 1766, 20! .— Gme/., S. N. i, 1 788. -Aa¿/¿., I. O. 1790, gen 97, sp. 102. — spinosa, Gmel. S. N. i, 1788, ^ I. O. 1790, gen. 97, sp. 103. Erismatura dominica, Eyton, Mon. An. ii, 1838. — spinosa, Gosse, Birds, 1847, 404. Esta especie es propia de las Antillas, y segaiii parece no se la ha observado en los Estados-Unidos. Existe en Cuba vtam- 1/ bien en Santo Doming-o. En sus costumbres no difiere de la especie precedente, y así se la puede aplicar lo dicho de ella. En el corto tiempo de ocho dias no la he podido observar en la lag*una de Guanica, pero la he visto y reconocido en la colección de mi amig'O Hjalmar- son y en la del doctor Stahl en Bayamon. Los apéndices espi- nosos de las timoneras existen solamente en los jóvenes, resto del i)Iuniaje del cmlirion. Las medidas son; cf Long’itud total, 0'‘’,370; braza. O'”, 522; cola, 9 — 0”,331; — 0'",508; — 0~,060. 30.' Familia. — Laridae. Género Chroicocephalus Eyton. Chroicocephalus atricilla. — Gaviota boha (en el plumaje de ve- rano); gaviota forastera (en el de invierno). Larus atricilla, Linn., S, N. i, 1766, 225. — Gmel., S. N. i, 1788, 600. — /ton., Syn. 1828, 294. — A^tt/L.Man. ii, 1834,291. — And., Birds, vii, 1844, 136.— >S(nnd., 87. (i