fal SS ON A, 5 S S Avicennia Revista de Ecología y Oceanología Tropical COMITÉ EDITORIAL Universidad de Oviedo Dr. Jesús Ortea Dr. Germán Flor Dr. Lorenzo Pueyo Instituto de Oceanología Ing. Jorge Foyo Dr. José Espinosa Instituto de Ecología y Sistemática Dr. Pedro Pérez Avicennia se puede obtener por intercambio con otras publicaciones de contenido similar O por suscripción. Precio de suscripción anual: 30 US$ Toda la correspondencia debe ser enviada a: Dr. Jesús Ortea Depto. de Biología de Organismos y Sistemas Universidad de Oviedo 33005 Oviedo. Asturias. España Ing. Jorge Foyo Instituto de Oceanología Academia de Ciencias de Cuba Ave. 1* entre 184 y 186, n* 18406 Municipio Playa. Ciudad de La Habana. Cuba Dr. Pedro Pérez Instituto de Ecología y Sistemática Carretera de Varona. Km 3,5 Capdevilla. Boyeros. Ciudad Habana. Cuba Portada: Mangle rojo (Rhizophora mangle) Avtcennta Revista de Ecología y Oceanología Tropical Volumen 0 (Oviedo, 1993) Entidades patrocinadoras Universidad de Oviedo. España. Institutos de Oceanología y de Ecología y Sistemática. Cuba. Dep. Leg. AS-199/94 Diseño y maquetación: Ángel Valdés Impresión: Loredo, $. L. - Gijón PRESENTACIÓN Es obligado recordar, al escribir estas líneas de presentación, que ha pasado casi un si- glo desde que Rafael Altamira, ilustre profesor de la Universidad de Oviedo, abriera nuestra cooperación con Iberoamérica al pronunciar un ciclo de conferencias en La Habana. Desde aquel momento hasta la actualidad, la cooperación científica entre nuestra Institu- ción y Cuba ha oscilado en intensidad, según las circunstancias sociales, económicas y cien- tíficas de cada momento histórico. Afortunadamente, desde 1990 nuestra relación se for- talece sostenidamente. En marzo de ese año se celebró la Semana de la Universidad de Oviedo en La Habana. En esa fecha se dió a conocer la nueva imagen de la Universidad de Oviedo en la década de los 90 y se inició una intensa colaboración con diversas Uni- versidades, como las de La Habana, Central de las Villas, Instituto Superior Técnico de Cienfuegos, e Instituciones, como la Academia de Ciencias de Cuba. Fruto de esta cola- boración es el elevado número de profesores e investigadores cubanos, de las más diver- sas disciplinas, que han concluido o están realizando estudios de doctorado en la Uni- versidad de Oviedo, así como el largo centenar de profesionales que han cursado estancias cortas de formación, docencia e investigación en ambos países. Llega ahora, con la Revista que presentamos, una nueva forma de cooperación: la pu- blicación de los resultados de estos esfuerzos. Con el apoyo a esta Revista y a futuras publicaciones, la Universidad de Oviedo pretende facilitar la difusión de los trabajos na- cidos de su cooperación con Iberoamerica en los más diversos campos. Avicennia, nom- bre de árboles que necesitan de la cooperación entre la tierra y el mar para exisitir, parece un título adecuado para iniciar una serie que pretende este importante objetivo. La coo- peración intelectual está dirigida por criterios de rigor, perseverancia y calidad. Estos cri- terios deben también marcar el rumbo de nuestra Revista para que el futuro le conceda el ras Vieta Lorenzo Pueyo Vicerrector de Investigación Universidad de Oviedo reconocimiento de los mejores. a A. AN En A pro e E » e >sepublimsta a ES E p cs al ma h ' EA A A js yA Avicennia, 1993, 0: 1- 8 Reporte preliminar de algunas propiedades de extractos y se- creciones de moluscos gasterópodos colectados en las costas de Cuba. Preliminar report of some properties of secretions and extracts of gastropods from Cuban waters. Meana García-Alonso*, José Ramón Martínez*, Angel Valdés**, Katia Acosta*, Circe Mesa*, Maritza Pérez*, Abel Aneiros* y Jesús Ortea**, * Centro de Bioactivos Marinos, Instituto de Oceanología, Academia de Ciencias de Cuba. Loma y 37, Alturas del Vedado, Código Postal 10600, Ciudad de la Habana, Cuba. ** Departamento de Biología de Organismos y Sistemas, Laboratorio de Zoología, Universidad de Oviedo. Jesús Arias de Velasco s/n, 33005 Oviedo, Asturias, España. Resumen Se evaluaron la toxicidad y características químicas de las secreciones y/o extractos de tejidos de 5 especies de gasterópodos abundantes en las costas cubanas: Aplysia dactylomela, Aplysia juliana, Bur- satella leachi, Petalifera ramosa y Onchidella floridiana. Los resultados obtenidos aportan nueva in- formación sobre la actividad biológica de las sustancias químicas de estas especies. Sólo algunas mues- tras de las especies del género Aplysia fueron tóxicas en cangrejos y peces. En al menos uno de los ex- tractos de cada especie estudiada se detectó actividad anticolinesterásica. Abstract The toxic and chemical characteristics of fluid and tissue extracts of 5 species of gastropods were evaluated: Aplysia dactylomela, Aplysia juliana, Bursatella leachi, Petalifera ramosa, On- chidella floridiana. The reported results provide new information concerning the biological activity of the chemical products of these species. Only some samples from Aplysia species were toxic to crabs and fishes. Anticholinesterasic activity were detected in at least one of the samples from all the studied species. Palabras clave: extractos bioactivos marinos, tinta, actividad anticolinesterásica, tox1- cidad, gasterópodos marinos. Key words: bioactive marine extracts, fluid, anticholinesterasic activity, toxicity, ma- rine gastropods. INTRODUCCIÓN Muchos de los compuestos descubiertos en plantas y animales marinos son biológi- camente activos y presentan gran importancia debido a sus propiedades antivirales, anti- bacterianas, antitumorales, anti-inflamatorias, cardiovasculares y neuroactivas, entre otras (HALSTEAD, 1978; RINEHART, HOLT, FREGEAN, KEIFER, WILSON, PERUN, SAKAI, THOMPSON, STROH, SHIELD Y SEIGLER, 1990; SCHMITZ Y Y ASUMOTO, 1991). García-Alonso et al. Se ha demostrado que los extractos y secreciones de varias especies de moluscos, en particular de la clase gasterópodos, contienen sustancias lipofílicas de bajo peso mole- cular con acciones citolíticas, antineoplásicas y antibacterianas (FUSETANI, WOLSTEN- HOLME Y MATSUNAGA, 1991; FAULKNER, 1990; CIMINO, DESTEFANO, DEROSA, MORRONE Y SODANO, 1985; NORTE, CATALDO, GONZÁLEZ, RODRÍGUEZ Y RuIzZ-PÉREZ, 1990). Estos compuestos son adquiridos por los animales fundamentalmente a través de la dieta y provienen del metabolismo secundario de sus presas (generalmente algas y esponjas), pero en algunos casos son modificados e incluso sintetizados por el propio molusco (CI- MINO, DEROSA, DESTEFANO, SODANO Y VILLANI, 1985). Más recientemente se han en- contrado también compuestos bioactivos de alto peso molecular en algunos opistobranquios (KAMIYA, MURAMOTO, GOTO, Y AMAZAKI, 1988; KISUGI, KAMIYA Y Y AMAZAKI, 1987). No obstante la presencia de sustancias hidrofílicas en estos animales ha sido muy poco es- tudiada. En el presente se ha incrementado el interés por el estudio de bioactivos en los moluscos gasterópodos que habitan en las costas de Cuba, constituyendo el objetivo del presente tra- bajo la obtención y caracterización preliminar de las fases hidrosolubles de extractos y/o secreciones de 5 especies, 4 de ellas opistobranquios, relativamente abundantes en la plataforma cubana. MATERIALES Y MÉTODOS Colecta El material de A. dactylomela, A. juliana, B. leachi y P. ramosa procede de distintos puntos de la Ciudad de la Habana, costa Norte de Cuba, mientras que el material de O. floridiana se colectó en Jucaral, Bahía de Cienfuegos, Sur de Cuba. Todos los animales fueron capturados entre los meses de mayo y junio de 1993, excepto los ejemplares de A. dactylomela que se colectaron y procesaron en enero de 1991. El material de Petalifera y Onchidella se congeló a -20* C hasta su procesamiento. Los especímenes de Aplysia y Bursatella se trasladaron vivos al laboratorio donde se colectó el mucus que los mismos secretan espontáneamente y posteriormente se les extrajo la tinta de la cavidad del manto previo estrés mecánico. Estos materiales se congelaron a -207C hasta su procesamiento. Finalmente se disecaron los mantos de A. juliana y B. le- achi y el pie de A. dactylomela que también se congelaron a -20*C. Preparación de extractos Después de separar la fracción etérea, se le realizaron los diferentes ensayos pro- puestos a la fase acuosa. De manera análoga se procesó el músculo del pie de A. dactylomela (PAd), aunque en este caso la extracción se hizo con agua destilada y no se delipidó el material. Tinta: Se descongeló la tinta colectada a partir de A. juliana y B. leachi (TAj y TBI) y después de centrifugar se liofilizó el sobrenadante. Se pesaron 200 mg del liofilizado y se le adicionaron 4 ml de agua destilada, se agitó durante 30 min y se centrifugó a 3000 Extractos y secreciones de moluscos gasterópodos de Cuba rpm. El sobrenadante se delipidó con éter de petróleo y a la fase hidrosoluble se le reali- zaron los diferentes ensayos propuestos. Mucus: Se descongeló la secreción colectada a partir de la A. juliana (MAj) y des- pués de centrifugar se liofilizó el sobrenadante. Se pesaron 200 mg del liofilizado y se le adicionaron 4 ml de agua destilada, se agitó durante 30 min y se centrifugó a 3000 rpm. Al sobrenadante se le realizaron los diferentes ensayos propuestos. Con O. floridiana se preparó un extracto total utilizando una mezcla metanol: ace- tona (1:1) y una relación S:L (1:4). Se homogeneizó durante 1-2 min en un homogeneizador y se centrifugó 10 min a 6500 rpm. El sobrenadante se evaporó al vacío a 40*C y se le ex- trajo la fase lipofílica con éter de petróleo. Después de separar la fracción etérea se liofi- lizó la fase acuosa. 200 mg del material liofilizado se disolvieron en 4 ml de agua desti- lada, agitándose durante 30 min y centrifugándose 20 min a 3000 rpm. Al sobrenadante se le realizaron los diferentes ensayos propuestos. Evaluación de toxicidad Ensayos de toxicidad en cangrejos: Se utilizaron cangrejos machos de la especie Uca thayert, de 1-2 g de peso, inyectando en ei hemocele 0.01ml de muestra por g de animal (dosis de 0.5 mg/g, n=3). Las muestras fueron evaluadas como tóxicas (T') si provoca- ban parálisis y/o imposibilidad de volteo a los 10 min de administradas (GALETTIS Y NORTON, 1990). Ensayos de toxicidad en peces: Se utilizaron peces machos adultos de la especie Poe- cilia reticulata, de 85-95 mg de peso. Se adicionaron 0.5 ml de muestra a un volumen de 20 ml de agua (dosis de 1 mg/ml, n=3) y se siguió el test de Mebs modificado (GARCÍA- ALONSO, MARTÍNEZ, ANEIROS, ACOSTA, LLANIO, DÍAZ, CONCEPCIÓN, COWLEY, MORALES, PÉREZ, GONZÁLEZ Y LLORENTE, 1993). Los animales fueron observados durante 24 h y los efectos provocados por las muestras se evaluaron como tóxicos (T) si alteraban el patrón de conducta de los peces en los primeros 30 min después de administradas. Determinaciones analíticas Se determinó la concentración de carbohidratos por el método del fenol-sulfúrico (DubBoIs, GILLs, HAMILTON, REBERT Y SMITH, 1956) y la de proteínas según el método de LowrY (1951). La cromatografía en placa fina se desarrolló empleando silica-gel como fase estacionaria y como fase móvil mezclas de cloroformo: metanol: agua (7:5:0.9) y 1- bu- tanol: ácido acético: agua (12:3:5). Las placas se revelaron en una cámara saturada con iodo. Los espectros UV-Visible se registraron en agua destilada, en un espectrofotómetro Shi- madzu UV-160A. Todas las determinaciones se hicieron por duplicado. La actividad anticolinesterásica se determinó por el método de ELLMAN, COURTNEY, ÁN- DRES Y FEATHERSTONE (1961), utilizando acetiltiocolina como sustrato y como fuente en- zimática la colinesterasa de suero equino. Para conocer la capacidad de inhibición de co- linesterasa, se incubaron 200 ul de las muestras en estudio (9 mg/ml) con 50 ul de la en- zima durante 10 min a 25*C. Los resultados se obtuvieron como unidades de absorbancia por minuto y se reportan como porciento de inhibición de la actividad de la enzima. Las determinaciones se hicieron por duplicado. García-Alonso et al. RESULTADOS Se estudiaron los extractos y/o secreciones de 4 especies de Opistobranquios del orden Anaspidea y de una especie marina de la subclase de los Pulmonados. Los resultados de la caracterización se muestran en la tabla 1. Un análisis comparativo entre los resultados de la caracterización química de las muestras de las diferentes espe- cies evidencia que por lo general el pH es neutro, excepto para el MAj (ligeramente bá- sico) y el MaPr (ligeramente ácido). La concentración de proteína en TAj es relativamente más elevada que en los extrac- tos y secreciones de las otras especies y el contenido de carbohidratos en Of es práctica- mente el doble de lo encontrado para el resto de las muestras. La actividad anticolinesterásica fue significativa en las secreciones TAj y TBl y en los extractos MaPr, PAd y Of. En los espectros de los extractos de todas las especies se observaron 2 máximos- cerca de los 250 y 320 nm, este último con menor intensidad, lo cual es indicativo de la presencia de compuestos con insaturaciones conjugadas. No obstante se encontraron di- ferencias en la posición específica de estos máximos, fundamentalmente en el segundo. El PAd posee bajas actividades hemolítica, fosfolipásica y tiene acción. Por otra parte la tinta y el extracto del manto de A. juliana, resultaron tóxicos en can- grejos y peces. A los 10 min de inyectados los cangrejos con MaAj se observó una li- gera parálisis y aunque a los 15 min los animales no podían voltearse, se recuperaron a las 24 h. En los peces este extracto provocó saltos e intranquilidad extrema durante la primera hora pero a partir de las 2 h se observó inmovilidad tónica. Los cangrejos inyectados con TAj mostraron parálisis rígida a los 5 min, notable cambio de color y pérdida de la capacidad de volteo a partir de los 10 min. A las 24 h el 50% de los animales había muerto. En los peces también se apreció a los 10 min el cam- bio de color acompañado de inmovilidad tónica y disminución de los movimientos pec- torales y branquiales. A las 2 h se observó gran intranquilidad. El extracto PAd provocó parálisis y engarrotamiento en cangrejos a los 15 min de in- yectados pero no resultó tóxico en peces. DISCUSIÓN De la clase Gasterópodos (Phylum Moluscos) se han aislado varios compuestos bio- lógicamente activos que se piensa juegan un importante papel en el mecanismo de de- fensa de estos animales contra sus depredadores potenciales. La mayoría de estas sus- tancias son lipofílicas y de bajo peso molecular, derivadas de las algas y esponjas que le sirven de dieta, aunque en algunos casos pueden ser biosintetizadas por el propio animal. Dentro de los opistobranquios, las especies pertenecientes al orden Anaspidea tienen bien desarrollado su mecanismo de defensa química. De B. leachi se obtuvo la bursatellina y de diferentes especies de Aplysia se han aislado compuestos como el dictyol y la aply- kurodinona con fuerte actividad ictiotóxica y deterrente (CIMINO ET AL., 1985), lectinas Extractos y secreciones de moluscos gasterópodos de Cuba aglutinantes de bacterias marinas (KAMIYA Y SHIMIZU, 1981), y glicoproteínas con pro- piedades citolíticas antitumorales y antineoplásicas (KAMIYA ET AL., 1988; KISUGI ET AL., 1987). También se han encontrado toxinas y antibióticos en estos animales (KAMIYA ET AL., 1989). Aunque la mayoría de estos compuestos se han obtenido de hepatopáncreas, glándula femenina, huevos y tinta, se conoce que las sustancias utilizadas por el animal para su defensa se almacenan en el tejido del manto, por lo que decidimos iniciar la búsqueda de los compuestos bioactivos en las secreciones y los extractos de este tejido. Como parte de los estudios recientemente comenzados sobre las sustancias bioactivas de los moluscos gasterópodos de las costas de Cuba se acometió la obtención y caracte- rización preliminar de las fases hidrosolubles de extractos y/o secreciones de A. juliana, A. dactylomela, B. leachi, P. ramosa y O. floridiana. Las determinaciones analíticas realizadas evidenciaron diferencias cualitativas y cuantitativas entre los extractos y secreciones de las distintas especies así como entre las diferentes preparaciones de una misma especie. En general la concentración de proteína en las muestras fue relativamente baja y va- riable. Por su parte el contenido de carbohidratos libres determinado en los extractos del manto fue mayor que en las secreciones. No obstante en estas últimas la concentración de polisacáridos pudiera ser alta en correspondencia con lo reportado en la literatura para las secreciones de los anaspídeos (CIMINO ET AL., 1985; KAMIYA ET AL., 1988). La baja concentración de proteina y carbohidratos en MAj, unido a un alto porcentaje de cenizas (68%), es característico de las secreciones mucosas de otros invertebrados (cnidarios y es- ponjas) (GARCÍA-ALONSO Y ANEIROS, 1992). Los resultados de la cromatografías en placa fina pusieron de manifiesto la mayor complejidad de los extractos de tejidos respecto a las secreciones, encontrándose además diferencias cualitativas entre todas las muestras, particularmente interesantes entre las tintas de A. juliana y B. leachi. En correspondencia con lo anterior los espectros de ambas secreciones también fueron diferentes, notándose que en TB] no se observan máximos por debajo de 300 nm mientras que en TAj sólo aparece un máximo de absorbancia a 262 nm. Consecuentemente con el color púrpura de TBl, en el espectro de esta muestra aparecen máximos solapados a 495 y 548 nm. Los responsables del color en la tinta de los animales de este orden han sido relativamente poco estudiados, aunque se reporta que en la tinta de Aplysia kurodai esta coloración está asociada a la presencia de diterpenos brominados (Y AMAMURA Y TA- KEDA,1977). Sólo la tinta y el extracto del manto de A. juliana resultaron tóxicos en cangrejos y pe- ces, mientras que el extracto del pie de A. dactylomela resultó también tóxico en cangre- jos. La toxicidad en cangrejos de la tinta de A. juliana fue reportada por KAMIYA ET AL. (1989) sólo en la fase de la secreción soluble en n-hexano. En general se reporta que los compuestos lipofílicos son los causantes de la letalidad que provocan las secreciones de moluscos en animales de sangre fría. El extracto acuoso de A. dactylomela administrado en ratones por vía 1p (dosis 250 mg/Kg) es letal en menos de 24 h y provoca un cuadro tí- pico depresivo del sistema nervioso central (GARCÍA-ALONSO ET AL., 1992). García-Alonso el al. *DUDIPIA0]f D]]9P1YIUYQ IP O19P.NXI :JO "p9M10G49Dp viSAidy IP 3 [SP O19PNXI :PVA "DSOUDA DA9/1012 4 IP OYURUI [SP OJ9P.N XI :IAPIN pub mI visA dy Ip OJURUL [IP 0198.)X9 :MVeJA :1/9D9] D]]210SANZ IP OJURUU [SP OJ98.0X9 1 LIN puvimí visá dy ap eyun : y L en3e :091938 :[OUBINGE yx :1/9D9] D]]910SAMZ IP PLIUN 19 L vubimí vis dy ap saonul : y JA] en3e :[OUBJaU :OULIOJOJO[D) y <<———AAA _ — —0 —_—_—— _ — — — ——— — — _ ———<—<—<—<——Á—<—_<—_<—<_ v3S'0 890-0560 080 -£Z 0 :9Y0 :9€80 :£1'0 Ty 871 109 67€ -6b7 OL LN LN JO s9'0 «vr 0 050 “pTO "SEO «PIO 86 D'€ E9 LTE «TIT T9 LN > IJPIN LL'O -v9'0 -ZV O S90:“ETO “-9£80-820-vT 0 LI 65 18 9€€£ “057 08 LN LN ESLIÍN s9'0 “9170 ee 0 :L7.0 ZO =TTO 19 91 9'S 8pS -S6p “87€ 99 LN LN TaL , d Op 6€ 0'0€ 9T€ SL LN AL PVd 080 -99'0 870-910 -0 -E£ 0-10 E vL 07 v67 -1S7 Pl E L [VEA TLO 680 8L'0 -9€0 670-710 8S 9'y y TI 090T 69 dl £ (vL s9'0 9€'0 “970 :vE'O -8T'0 6 éx0) 90 OL7 6L LN LN [VIA E O E, E A AA A A A A Rs A A SA ES * Ja (UOISIQHqut 9%) (%) (%) (vu *xbul) sad9g sofardue) edeo u9 ere. 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En la zona oceánica distante de la costa este efecto es menos importante, por lo que el aumento detectado debe estar relacio- nado con otros factores oceanográficos, como pudieran ser las corrientes oceánicas y el propio aporte de materia orgánica a través de las aguas de la plataforma cubana. El análisis de la distribución espacial de la concentración de bacterias heterótrofas en cada crucero, permite reconocer, en general, cinco zonas de mayor abundancia de bacte- rias que coinciden con las regiones de mayor riqueza plactónica (PÉREZ, GIL, Y LOZA 1990), y que se corresponden además, con zonas de afloramientos o hundimientos, o son regiones muy influenciadas por las aguas enriquecidas de la plataforma (Fig.3). En la region W de la Fosa de Jagua, existe una gran influencia del aporte de materia or- gánica procedente de la Ciénaga de Zapata, así como de los propios manglares que rodean los pequeños cayos que se encuentran en esta zona. Además, debe considerarse la in- fluencia del aporte de materia orgánica alóctona procedente de la bahía de Cochinos, que unido al propio sistema de circulación de las aguas, favorecen la fertilización de esta re- 29 Distribución espacio-temporal de bacterias heterótrofas 81 78* 78* A - ==" 3 1,.7-3,8 x 10 UFC/mi D BATABANO ; a Y “ A Y P TA FRANCES, 21? 2 a o e, e Caiman Brac Caiman Chito Y> Caiman Grande 8q* er RA: 75* od Fig. 3. Representación del esquema general de circulación de las aguas y zonas de mayor con- centración de bacterias heterótrofas. Fig. 3. Schematic representation of water circulation in the sam-pling region and zones with hig- hest values of heterotrophics bacteria. Lodi: Y MENOS 1200 I700 MAS (UFC/ML) / Fig. 4. Concentración de bacterias heterótrofas en la época de lluvias en la region de trabajo. Fig. 4. Mean concentration of heterotrophic bacteria in the rainning season in the sampling area. 30 Miravet y Lugioyo A A MENOS 1200 1700 MAS (UFC/ML) AS 25), GOLFO DE ES Le y ANA JARIA l Fig .5. Concentración de bacterias heterótrofas en la época de seca en la region de trabajo. Fig. 5. Mean concentration of heterotrophic bacteria in the dry season in the sampling area. gión del Golfo de Cazones. Estas condiciones son muy favorables para el desarrollo de co- munidades bacterianas heterótrofas que tienen garantizada la fuente de carbono y energía necesaria para llevar a cabo su actividad descomponedora. En la region central, frente a la Bahía de Cienfuegos, el efecto de las aguas de la ba- hía no parece ser el principal causante del enriquecimiento, ya que los mayores valores de concentración de bacterias se detectaron hacia el SE de la bahía, posiblemente asociados a eventos dinámicos verticales, más que al efecto de la bahía. Según FERNÁNDEZ ET AL.(1990),los valores de concentración de nutrientes en esta zona reflejan que el efecto de las aguas de la bahía sobre la Fosa es casi nulo. Hacia la region E de la Fosa de Jagua, el aporte de las aguas de la plataforma sur-orien- tal, que comprende los golfos de Ana María y Guacanayabo, parece ser la principal causa del enriquecimiento de bacterias, obteniéndose valores de concentración que variaron en- tre 1.2 y 1.7 x 103 UFC/ml. En cuanto a la region comprendida entre Cabo Francés y Punta Francés (fig.3), es precisamente por donde salen las aguas que penetraron al Golfo de Batabanó por su parte oriental, por tanto, en su movimiento hacia el W se enriquecen con la mate- ria Organica producida en los diferentes biotopos del Golfo, así como el aporte terrí- geno de la isla que trae consigo materia orgánica y bacterias, que si bien en su ma- yoría no son de origen marino, su transición gradual a un ambiente de mayor salini- dad puede causar la adaptación de muchas formas microbianas a las condiciones marinas. En esta region oeste de la Zona Exclusiva Económica de Cuba, se han descrito zo- nas frontales que favorecen el ingreso de nutrientes a la columna de agua (VICTORIA ET AL., 1990), lo que contribuye al desarrollo de bacterias heterótrofas que utilizan estos 31 Distribución espacio-temporal de bacterias heterótrofas compuestos en la síntesis de su propia biomasa. En esta zona se encontraron tambien altas concentraciones de organismos planctónicos (PÉREZ ET AL.,1990.) Según Jacobsen, Pomeroy y Blanton (1983), en una zona frontal frente a las costas de Georgia, E.E.U.U., se detectó que los valores de biomasa bacteriana no fueron esta- dísticamente diferentes a los encontrados en los alrededores del mismo, pero sí se obtu- vieron valores altos de actividad bacteriana heterotrófica en la zona frontal. Este com- portamiento demuestra que en esta zona predominan las comunidades de bacterias he- terótrofas y que la presencia temporal de altas concentraciones de nutrientes no necesa- riamente conducen a un aumento en la producción de biomasa (OVERBECK Y SAKO, 1988). En aguas oceánicas, donde predominan condiciones oligotróficas, las bacterias se adaptan a estas condiciones adecuando sus requerimientos nutricionales. No obs- tante, ante un aumento de la concentración de nutrientes puede estimularse el desarro- llo del fitoplancton y por tanto, hay mayor materia orgánica disponible para ser degra- dada por los microorganismos, por lo que se ve favorecido el proceso de mineraliza- ción. De igual forma,al sur de Cabo Cruz hasta Santiago de Cuba, el comportamiento di- námico de la masa de agua facilita el ingreso de nutrientes a la columna de agua, debido a la formación de una zona frontal en los límites de un hundimiento localizado al oeste del Golfo de Ana María, y un afloramiento detectado al suroeste de Cabo Cruz (VICTORIA ET AL., 1990). A esta situación oceanográfica se une el constante aporte de materia orgá- nica procedente del complejo montañoso Sierra Maestra (fig. 3). En el análisis espacial de las variaciones de la concentración de bacterias heterótrofas hemos detectado que existe una cierta correspondencia entre las zonas de mayor abundancia de bacterias y la presencia de eventos dinámicos verticales. Así mismo, esta correspondencia se Observa en zonas de constante influencia del aporte aguas de la plataforma insular y en aquellas regiones donde es marcado el efecto del escurrimiento terrestre, aunque éste úl- timo, en menor medida, considerando el efecto de dilución que tiene lugar por la con- fluencia de aguas oceánicas (fig. 3). En cuanto a las variaciones estacionales, los resultados se agruparon según las épocas de lluvia y seca, que comprenden los cruceros de verano e invierno, respectivamente, te- niendo en cuenta que son las épocas de mayor influencia en nuestro clima. En el caso de la Fosa de Jagua, coinciden las áreas de mayor abundancia de bacte- rias en las dos épocas, notándose una mayor extensión del área enriquecida en el perí- odo lluvioso, lo que evidentemente es el resultado de un mayor efecto del drenaje de ma- teria orgánica terrestre y bacterias adventicias que se incrementa producto de las preci- pitaciones (figs. 4 y 5). En la region oceánica que comprende la Zona Exclusiva Económica, también coinci- den los valores más altos de concentración en la época de lluvias, excepto en el sur de Cabo Cruz hasta Santiago de Cuba, donde encontramos un permanente enriquecimiento, inde- pendientemente de la época del año (figs. 4 y 5). Este comportamiento puede estar asociado al efecto de la corriente oceánica que circula bordeando la plataforma cubana en sentido noroeste y al propio aporte del fitoplancton que en esta época resultó más abundante (PÉREZ ET AL.,1990). Miravet y Lugioyo CONCLUSIONES |. El valor promedio de concentración de bacterias heterótrofas en la region oceánica al sur de Cuba fue de 1.5 x 103 UFC/ml, variando los valores en general, entre 0.3 y 3.8 x 10% UFC/ml. 2. Las zonas de mayor abundancia de bacterias heterótrofas coincidieron con las de ma- yor riqueza planctónica, así como, con zonas donde se describieron eventos dinámicos verticales o se encuentran influenciadas por las aguas enriquecidas de la plataforma insular cubana. 3. El valor relativamente más alto de concentración de bacterias heterótrofas se encontró durante el crucero de julio-agosto de 1989. 4. En el período lluvioso se detectó la mayor abundancia de bacterias heterótrofas en la region de trabajo, destacándose en particular, la zona al sureste de Cabo Cruz, donde se encontraron valores altos de bacterias heterótrofas independientemente de la época del año. BIBLIOGRAFÍA ANISHENKO, E. 1967. Distribución de bacterias heterótrofas en aguas del Golfo de México y del Mar Caribe. 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Ave. 1%, n* 18406, entre184 y 186, Municipio Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. ** Centro de Investigaciones Químicas Resumen En el presente trabajo se reporta la detección y selección de bacterias marinas degradadoras de petróleo que son capaces de producir biosurfactantes al cultivarse sobre diferentes hidro- carburos como única fuente de carbono. Para la detección se siguió el criterio de la hemólisis positiva, y para la selección se midieron la tensiones superficiales e interfaciales a los caldos de cultivo, se determinó la concentración micelar crítica (CMC) de los biopolímeros, así como su actividad emulsionante. La reducción de las tensiones superficiales e interfaciales (hasta 30 y 10 mN/m respectivamente) y los valores de la concentración micelar crítica (0.5-4%), in- dican la producción de compuestos con alta actividad superficial. La recuperación del polímero se realizó por precipitación con acetona fría y se obtuvieron rendimientos de 2-5 g/l. Abstract Marine microorganisms capable of synthesizing biosurfactants from hydrocarbon subs- trates were screened by their hemolytic activity on blood agar plates . The microorga- nisms,ability to produce surfactants was related to the hemolysis halo around the colonies. The ability of these species of marine bacteria to produce active compounds has been tested using a mineral salts medium containing different hydrocarbons as the sole carbon source. The parameters measured included surface and interfacial tensions, emulsification and criti- cal micelle concentration (CMC). The polymers were recovered by precipitation with chi- lled acetone. Surface and interfacial tensions were reduced to 30-40 mN/m and 10-17 mN/m respectively. Critical micelle concentration measurements indicated the production of appre- ciable quantities of biosurfactant (0.5-4% W/V). These polymers also had emulsifying properties (40-80 %). The extracellular biosurfactants yield were 2-5 g/l. Palabras clave: Biotensioactivos, surfactantes microbianos, bacteria marina, degrada- ción de hidrocarburos, tensión superficial, actividad emulgente. Key words: Biosurfactants,microbial surfactants,marine bacteria, hydrocarbon degrada- tion, surface tension,emulsification test. INTRODUCCIÓN 34 Los biosurfactantes son agentes con actividad superficial sintetizados por cultivos mi- crobianos específicos (BOSCH, ROBERT, MERCADÉ, ESPUNY, PARRA Y GUINEA, 1988). Quí- Josheph et al. micamente están constituidos por diferentes tipos de glicolípidos, lipopéptidos, fosfolípi- dos y lípidos neutros y son producidos principalmente por algunos microorganismos cul- tivados sobre hidrocarburos (ROSENBERG, 1986; ZAJIC Y SEFFENS, 1984).Estos compuestos se han estudiado intensamente en los últimos años, especialmente debido a sus aplicacio- nes potenciales en la industria (GUTNICK, 1984; L1, LANG, WAGNER, WITTE Y WRAY, 1984; RAMBELOARISOA, RONTANI, GIUSTI, DUVNJAK Y BERTRAND, 1984 y ZAJIC Y SEFFENS, 1984). Muchas aplicaciones de los biosurfactantes han sido descritas. Tal es el caso de la re- cuperación mejorada del petróleo (GERSON Y ZAJIC, 1979), la solubilización del petróleo en tanques de almacenamiento en refinerías y supertanqueros (GUTNICK Y ROSENBERG, 1977 ) y la descontaminación de sitios naturales (bahías, ensenadas, costas y lagunas) crónicamente contaminados con petróleo (ATLAS, 1981). Un uso indirecto de los biosurfactantes, es que facilitan el crecimiento de los micro- organismos sobre hidrocarburos, y numerosos productos útiles pueden ser obtenidos de estos sustratos, como son una gran cantidad de aminoácidos individuales, azúcares, poli- sacáridos, ácidos nucleicos, vitaminas , pigmentos (ABBOT Y GLEDHILL, 1971) y agentes floculantes producidos sobre keroseno (ZAJIC Y KNETTIG, 1971). Los surfactantes de origen biológico pueden ser tan eficaces como algunos surfac- tantes sintéticos, presentan estructuras químicas y propiedades físicas inusuales y son más biodegradables y menos tóxicos que los sintéticos (DUVNJAK, COOPER Y KOSARIC, 1982). Estos agentes con actividad superficial, generalmente son productos extracelulares de microorganismos o componentes íntegros de la pared celular microbiana (SINGER Y FINNERTY, 1983). CEPAS TENSIÓN SUPERFICIAL (mN/m) 17 45.1 5) 42.3 36 39.0 56 38.2 84 37.2 91 42.7 102 45.3 110 44.8 111 45.7 224 44.8 269 42.1 291 40.9 503 43.2 Bacillus subtilis AYCC 6633 30.3 Control (medio salino) 59.0 Agua destilada 72.0 Tabla 1. Tensiones superficiales de los caldos de cultivos fermentados por las cepas de microor- ganismos marinos productoras de surfactantes. Table 1. Surface tensions measurements of culture broths of biosurfactant producing strains of the marine microorganisms. 55 Producción de biosurfactantes La excreción del biosurfactante requiere del crecimiento de los microorganismos so- bre algunos hidrocarburos y frecuentemente dicho crecimiento se acompaña de una emulsificacíon de la fuente insoluble de carbono en el medio de cultivo. Esta capacidad de metabolizar los hidrocarburos constituye la razón principal del estudio de estos microor- ganismos para la producción de surfactantes (ROSENBERG, PERRY, GIBSON Y GUTNICK, 1979; ZAJIC Y PACHAL, 1976). La producción de biosurfactantes ha sido reportada en cul- tivos sobre carbohidratos y otros sustratos solubles en agua (ARIMA, KAKINUMA Y TA- MURA, 1968; SUZUKI, TANAKA, MATSUHARA Y KINOSHITA, 1969; COOPER, LISS, LONGAY Y ZAJIC, 1981; COOPER, ET AL., 1982 y GUERRA-SANTOS, KAPPELI Y FIECHTER, 1984). COOPER Y ZAJIC (1980) escribieron una síntesis de la naturaleza de los agentes emul- sionantes identificados en los medios de cultivos después del desarrollo de los microor- ganismos sobre hidrocarburos, cuyos agentes fueron capaces de emulsionar esos sustra- tos hidrofóbicos. En Cuba no se ha registrado ningún antecedente con respecto a la producción de bio- surfactantes , por lo que su desarrollo sería de gran utilidad en diferentes industrias que em- plean tensioactivos en grandes cantidades en sus tecnologías, como son la industria petrolera, de cosméticos, alimentaria, textil y de pulpa y papel. El objetivo de este trabajo fue el aislamiento y selección de microorganismos marinos productores de surfactantes y la evaluación de la actividad superficial de los mismos, con vistas a considerar sus posibles aplicaciones potenciales en diferentes campos industriales. MATERIALES Y MÉTODOS Se ubicaron 30 estaciones de muestreo en el tramo de la costa NW de Cuba,com- prendido entre las bahías de Mariel y Cárdenas así como otras 13 en la bahía de Cien- fuegos. Se tomaron muestras tanto del agua superficial como de los sedimentos. Para el aislamiento se utilizó la técnica de enriquecimiento (FINNERTY, 1987 y SOLANAS, 1985) en el medio salino descrito por VELA Y RALSTON, 1978, empleando como fuentes de car- bono crudo pesado. Se realizaron tres subcultivos sucesivos cada 5 días, en el mismo medio de cultivo estático y a temperatura ambiente (28+207C).Se sembraron diluciones de los cul- tivos en medio No. 6 (GORVIENKO, 1961) y agar petróleo (FINNERTY, 1987) para aislar las bacterias Ooxidadoras de hidrocarburos. Los cultivos se conservaron en medio No. 6 (JOSEPH, CAPÓ, BELLOTA, RAMOS, FUENTES CAMPOS, DÍAZ, RODRÍGUEZ Y MORETA, en prensa). Las cepas potencialmente productoras de surfactantes se detectaron por el método de lisis de los glóbulos rojos de carnero (FINNERTY Y SINGER, 1984 y MULLIGAN, COOPER Y NEUFELD, 1984) , ya que las zonas de hemólisis alrededor de las colonias puede estar rela- cionada con la habilidad de los microorganismos de producir surfactantes. Las cepas selec- cionadas se cultivaron en un medio salino que contiene 4g de K,HPO,, 6g de NaH,PO,, 0.2 g de MgSO,. 7H,0, 0.01 g de CaCl,. 2H,0, 0.01 g de FeSO,. 7H),0 ,0.004 g de Na,EDTA, 1 g de extracto de levadura, 5.67 g de NH,Cl, para 1 | de medio de cultivo sa- lino, con pH= 7, es suplementado con keroseno al 2% como fuente de carbono, a tempera- tura de 28-30%C, durante un tiempo de incubación de 5 días con agitación en Zaranda. 36 Josheph et al. El caldo de cultivo se centrifugó a 8000 rpm durante 30 min.; el sobrenadante se filtró por papel para separar completamente la capa oleosa y después por filtros de membrana de acetato de celulosa de 0.22 um de diámetro de poro. Para la recuperación del polímero ex- tracelular, el caldo acuoso libre de células se trató con tres volumenes de acetona fría y se dejó reposar durante la noche a 4*C. El precipitado obtenido se separó por decantación y posteriores lavados con acetona fría. Se secó al vació a temperatura ambiente, terminando de esta forma la recuperación del polímero crudo. Se determinaron las características ten- siométricas de los caldos de cultivo fermentados, derivados del crecimiento de los micro- organismos sobre keroseno, con vistas a la evaluación de la producción de biosurfactantes. Las tensiones superficiales e interfaciales se midieron a 25*C por el método del anillo du Nouy, utilizando un tensiómetro CENCO (DUVNJAK ET AL., 1982). Las clases generales se consideraron por Finnerty y Singer (1984) como un modo vá- lido para reconocer y seleccionar microorganismos capaces de sintetizar productos con ac- tividad superficial. La concentración micelar crítica (CMC) se determinó gráficamente representando el logaritmo vulgar de las tensiones superficiales como función de las concentraciones del biosurfactante (polímero redisuelto en agua o diluciones sucesivas del caldo). GERSON Y ZAJIC (1979) reportan que la inflexión de la curva así obtenida corresponde a CMC. La actividad emulsionante se determinó según COOPER Y GOLDENBERG (1987) y BOScH ET AL. (1988), mezclando volúmenes iguales del medio de cultivo acuoso y kero- seno, en un vórtex a alta velocidad por 10 min. CEPAS H TS (1041 CMC E RP (mN/m) (mN/m) (PP/V) (%) (g/l) ¡9! + 45.7 17,2 1.3 40 4.0 91 + A 19.2 4.0 60 3 56 + 45.9 14.7 0 70 bh 84 + 38.2 12.6 0.5 65 2.6 36 + 39.0 17.0 MS 80 4.4 B. subtilis - 30.2 10.2 1.0 71 3.0 ATCC-6633 Control medio 59.0 30.0 de cultivo Agua destilada IPS 49.0 Tabla 2. Evidencias de la producción de surfactantes por las cepas seleccionadas. Abreviaturas: H - hemolisis; TS - tensión superficial; TI- tensión interfacial contra keroseno; CMC - concen- tración crítica micelar; E- porcentaje de emulsificación; RP- rendimiento del polímero. Table 2. Evidence about biosurfactants production by the selected strains. Abreviatures: H- he- molisis; TS surface tension; TI- Interfacial tension against kerosene; CMC - critical micelle con- centration; E- Porcentage of emulsification; RP - yield of polymere. Producción de biosurfactantes Cepas Tensiones superficiales (mN/m) G H G+H PCV PJ PLR K O HEP 84 54.5 46.4 HEEZ 47.5 46.8 47.7 45.4 45.9 44.9 S6 52.1 46.9 50.1 50.4 44.6 36.8 45.9 48.1 45.6 36 53.0 47.2 JLS 46.3 44.4 o 44.4 50.9 45.0 E 60.0 61.3 61.5 396 55.6 IS22 ST2 55.0 55.0 Tabla 3. Tensiones superficiales en medios de cultivo con diferentes fuentes de carbono. Abre- viaturas: G - glucosa; H - hexadecano; G + H - glucosa+ hexadecano; PCV -petróleo crudo Vara- dero; PCJ - petróleo crudo Jaruco; PLR- petróleo lígero Romashkino; K -keroseno; O - n-oc- tano; HEP - heptano; C- Control. Table 3. Surface tensions in culture media with different carbon sources.Abreviatures: G - glu- cose; H - Hexadecane; G+H - glucose +Hexadecane; PVC- crude oil Varadero; PCJ - crude oil Jaruco; PLR - light oil Romashkino; K- kerosene; O- n-octane ; HEP -heptane; C- Control. Transcurrido 24 h de reposo se miden la altura de la capa emulsionada y la altura to- tal. El cociente de ambos valores multiplicado por 100 representa el índice de emulsión (E 24). Se realizaron 3 repeticiones de cada prueba. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Se aislaron, purificaron y evaluaron 528 cepas de microorganismos, procedentes de las aguas y sedimentos de la plataforma cubana. Los géneros Pseudomonas, Flavobacte- rium, Bacillus, Acinetobacter y Achromabacter fueron los más abundantes de acuerdo al estudio taxonómico realizado a dichas bacterias (JOSEPH ET AL., en prensa ). Del total de microorganismos degradadores de hidrocarburos aislados se detectaron 180 hemolíticos, con capacidad potencial para producir surfactantes. Los microorganismos se clasificaron en tres grupos de acuerdo con su habilidad para alterar la tensión superfi- cial, siguiendo el criterio de FINNERTY Y SINGER (1984): * Disminuyen la tensión superficial del medio de cultivo. * Aumentan la tensión superficial del medio. * No modifican la tensión superficial del medio de cultivo. El número de microorganismos con estas características fue de 80, 70 y 30, respecti- vamente. Del total de bacterias, pertenecientes a las 3 clases generales, 67 presentan la capaci- dad de formar emulsiones estables (durante 24 h ) con el keroseno durante la fermentación. Según ZAJIC ET AL. (1976) y GUTNICK Y ROSENBERG (1977), el crecimiento de los micro- organismos sobre hidrocarburos se acompaña frecuentemente de la emulsificación de la fuente de carbono insoluble en el medio de cultivo. En la mayoría de los casos esto se atribuye a la producción de agentes extracelulares emulsificantes durante la fermenta- ción de los hidrocarburos. GOMA, PAREILLEUX Y DURAND (1973); Roy , BHAGAT Y BARUAH (1979); RAMBELOA- RISOA ET AL. (1984); MATTEL Y BERTRAND (1985) aislaron cepas puras y asociaciones mi- Josheph et al. TS (mN/m) 60 o | | | | 50 0,01 0,02 0,05 0,1 0,5 1,0 CONC % (pesofvol) Fig 1. Producción del polímero de la cepa marina productora de biotensioactivo IDO -84. Fig 1. Production of the polymere by the biosurfactant producing marine strain IDO -84. crobianas capaces de producir compuestos que emulsionan el petróleo crudo cuando cre- cen sobre él. Lo hallado por ROSENBERG ET AL. (1979), quienes describieron un surfac- tante producido por una cepa pura de Arthobacter (RAG-1) capaz de emulsionar varios t1- pos de hidrocarburos confirma este resultado. Al observar una reducción significativa de las tensiones superficiales en el medio de cultivo fermentado con respecto al control , se confirmó la producción extracelular de biosurfactante en 13 de las cepas (Tabla 1). BOscH ET AL. (1988) observó disminución de las tensiones superficiales desde 30 mN/m hasta 55 mN/m en diferentes cepas aisladas del suelo y agua sobre diferentes hi- drocarburos. También COOPER ET AL. (1981) utilizaron cepas de Pseudomonas y Myco- bacterium obtuvo reducciones de 33 mN/m hasta 53 mN/m comparándola con el control 65 mN/m. Las cepas donde se obtuvieron los menores valores de tensión superficial se ensaya- ron para la producción del polímero, utilizando keroseno como única fuente de carbono en el medio de fermentación. En la Tabla 2 se observan algunas propiedades superficiales de la cepas seleccionadas y de la cepa tipo Bacillus subtilis ATCC-6633, con respecto a las tensiones superficiales, interfaciales, concentración micelar crítica (CMC) y poder emulsificante,bajo las mis- mas condiciones de cultivo. Otros autores (COOPER ET AL ., 1981, 1982: DuvNJAk Y Ko- SARIC, 1985) registran valores similares en bacterias de los géneros Corynebacterium, Pseudomonas y Mycobacterium. 39 Producción de biosurfactantes Los valores de las CMC varían en el intervalo de 0.5-4 % P/V en los polímeros pro- ducidos por las diferentes cepas marinas. La cepa 84 N produjo un valor de CMC de 0.5 o. P/V siendo el valor menor alcanzado entre los diferentes polímeros , incluyendo el producido por la cepa tipo Bacillus subtilis AYCC 6633 estudiada (1%P/V). En la fig 1 se muestra la curvas típica de la tensión superficial como función del polímero. La CMC de otra cepa tipo de Bacillus subtilis AYCC 21332, productora también de Surfactin, fue un valor muy bajo de 0.25 % y 1.6 % de acuerdo a que el sustrato utilizado fuera glu- cosa e hidrolizado de turba, siendo de 1 % cuando utiliza hidrocarburos (COOPER ET AL., 1981 y SHEPPARD Y MULLIGAN, 1987). Las bacterias marinas estudiadas disminuyen la tensión superficial cuando se culti- van en varios medios líquidos en diferentes fuentes de carbono. En la Tabla 3 se aprecia el comportamiento de 3 cepas marinas en diferentes fuentes de carbono. Estos organismos crecen bien sobre una amplia variedad de hidrocarburos y glucosa, siendo los mejores sustratos para la disminución de la tensión superficial los hidrocarburos lineales y el pe- tróleo crudo, no comportándose así con la glucosa. GERSON Y ZAJIC (1979) y DUVNJAK Y KOSARIC (1985) plantean que Corynebacterium lepus produce gran cantidad de surfactante extracelular sobre hidrocarburos, sin em- bargo que cuando la bacteria crece sobre glucosa como única fuente de carbono, el sur- factante es intracelular, liberándose sólo si se le añade hexadecano u otro alcano después de crecer en glucosa. ZAJIC, GUIG Y GERSON (1977) y RONTANI Y GUISTI (1986), manifiestan que existe in- fluencia del sustrato en la composición de los biosurfactantes, especialmente en el caso de los microorganismos marinos. El rendimiento de los polímeros fue de 2-5 g/l. El rendimiento de la 84 N fue menor (2.6 g/l) comparado con la cepa 36 y 111 (4.4 y 4 g/l) respectivamente; pero analizando la CMC podemos observar que el valor menor y por supuesto mejor es el de la cepa 84N (0.5 % P/V ); aun comparándola con la cepa tipo de Bacillus subtilis ATCC 6633. ZAJIC ET AL. (1977); REDDY, SING, PATHAK, BHAGAT Y BANUAH (1983) y COOPER ET AL. (1987) registran producciones similares para diferentes microorganismos. CONCLUSIONES De los microorganismos degradadores de hidrocarburos se detectaron 180 hemolíticos con capacidad potencial para producir surfactantes. Se confirmó, en 13 de ellos, la pro- ducción extracelular de biotensioactivos al observarse una reducción significativa de la ten- sión superficial con respecto al control. La reducción de las tensiones superficiales e interfaciales (hasta 30 y 10 mN/m, res- pectivamente) y los valores de la concentración micelar crítica (0.5-4 % P/V), indican la producción de biosurfactantes con alta actividad superficial. | El polímero de la cepa 84N produce una CMC de 0.5% (P/V) siendo el valor menor y mejor alcanzado entre los biopolímeros estudiados. La recuperación del polímero de las cepas seleccionadas fue de 2-3 g/l. 40 Josheph et al. BIBLIOGRAFÍA ABBOT, B. J. Y GLEDHILL, W. E. 1971. The extracellular acumulation of metabolic products by hydrocarbon degrading microorganisms. Adv. Appl. Microbiol., 14: 249-388. ARIMA, K., KAKINUMA, A. Y TAMURA, A. 1968. 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Ave. 1%, n* 18406, entre184 y 186, Municipio Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. Resumen Se presentan los resultados sobre dinámica, distribución por grupos y variaciones esta- cionales extremas de la fauna asociada a la agarófita B. triquetrum, durante 60 dias de cultivo. Los crustáceos constituyeron más del 90 % de los integrantes de esta epibiosis, representados mayormente por anfípodos y tanaidáceos. Durante el verano se observó un incremento nota- ble en la densidad de moluscos y decápo dos. Resultó significativo el predominio de los co- pépodos en los estadíos iniciales de la sucesión que experimenta dicha comunidad. Tanto an- fípodos como moluscos ascoglosos constituyeron factores de riesgo para el cultivo, y, los primeros en particular, fueron capaces de devastar irreversiblemente las plantas cultivadas cuando rebasaron cinco individuos por g de biomasa fresca. Abstract Results concerning taxonomical attributes, successional dynamics and seasonal charac- teristics of mesofaunal assemblages associated to the agarophyte B. triquetrum through sixty days of in situ culture are discussed. Crustaceans, mostly represented by amphipods and ta- naidaceans, reached more than 90 % of the observed organisms. Copepods were significa- tive in early stage of the succession. Molluscs and decapods density increases during summer. Amphipods and ascoglossan molluscs were risk factors in the mariculture of this agarophyte. The former ones, in winter, can destroy plants when they reach more than five individuals per g of fresh biomass. e Palabras clave: epibiosis, mesoherbívoros, agarófita, variaciones estacionales, cultivo. Key words: epibiota, mesoherbivores, agarophyte, seasonal variations, mariculture INTRODUCCIÓN Los factores bióticos revisten especial importancia en el control de la cobertura y la dis- tribución espacial de los vegetales marinos. En arrecifes coralinos los fitófagos pueden con- sumir desde un 60 hasta el 97 % de toda la producción derivada de la comunidad algal (HATCHER Y LARKUM, 1983; CARPENTER, 1986), y aún en la cenoclina litoral, sometida a Dinámica, estacionalidad y efectos de la epifauna colonizadora un conjunto de tensores ambientales cuyo impacto físico es quizás el más intenso del medio acuático, la persistencia de la flora responde tanto a su inaccesibilidad como al grado de tolerancia manifestado ante un intenso ramoneo (Cunrr, 1984). La epibiosis algal puede llegar a poseer los atributos propios de una verdadera co- munidad, estructurada a partir de un conjunto de hábitats con niveles escalonados de su- bordinación (KATO, NAKAMURA, HIRAI Y KAKINUMA, 1961; AokI Y KIKUCHI, 1990). Ex- perimenta asimismo variaciones típicamente estacionales (ARECES, DEL VALLE, IBARZÁBAL, POL Y HERNÁNDEZ, 1992), es influida por la actividad metabólica del tejido ve- getal (SIEBURTH Y CONOVER, 1965; RYLAND, 1974; MIRAVET, LUGIOYO Y ARECES, 1983) y adquiere importancia biogeográfica cuando en el seno de corrientes oceánicas constituye una via de difusión de las especies que la integran (OLIVEIRA, UGADIM Y DE PAULA, SS Los efectos de la fauna sobre la biomasa propagada mediante maricultivo pueden ser múltiples, ocasionando en algunas circunstancias incrementos de la tasa de crecimiento del vegetal (CANCINO, MUÑOZ Y ORELLANA, 1987) y, en otras, la devastación de la planta (SHACKLOCK Y CROFt, 1981; KATAYAMA, 1982). En Cuba, el estudio de la fauna asociada a macroalgas bentónicas ha sido llevado a cabo por LALANA (1984), LALANA, CAPETILLO, BRITO, DÍAZ Y CRUZ (1989) y ARECES ET AL., (1992). No obstante, la caracterización de esta comunidad y su dinámica estacional en algas cultivadas, objeto del presente trabajo, no había sido abordada con anterioridad en el país. MATERIALES Y MÉTODOS Sin otro propósito que el de establecer la evolución de los grupos dominantes en el transcurso del cultivo y describir el efecto de las variaciones climáticas extremas sobre sus proporciones relativas, resultó innecesario identificar los organismos colectados mas allá del nivel de Orden. La clasificación de la fauna solo en categorías taxonómi- cas mayores (EGLOFF Y BRAKEL, 1973; PIELOU, 1975) o en subconjuntos a partir de atri- butos como la forma, el tamaño y el color (CAIRNS Y KENNETH, 1971), permite soslayar la especialización sistemática y facilita la rápida segregación de la muestra en grupos y clases para con ellos calcular diversos bioíndices (PATIL Y TAILLIE, 19767 KEEFE Y BER- GERSEN, 1977) o bien evaluar directamente las trasformaciones experimentadas por la comunidad. Acorde a este objetivo, el cultivo se ciñó a los dos períodos climáticos más signifi- cativos del año: invierno y verano, en los cuales transcurrió por espacio de sesenta días; desde el 26 de diciembre de 1985 hasta el 24 de febrero de 1986 y a partir del 20 de junio al 19 de agosto de 1986. El material utilizado en los dos ensayos fue colectado manualmente, pocas horas an- tes de ser efectuada la siembra, a poca distancia de una rada pequeña situada aproxima- damente 1 km al W de la desembocadura del río Quibú, en el litoral de la ciudad de La Ha- bana (Fig. 1). 44 Areces y Martínez-Iglesias 250 500m Fig. 1. Zona Experimental y área de ubicación del banco de B. triquetrum. El circulo sombreado muestra el lugar de colocación de la estructura de soporte. Fig. 1. Experimental zone and settlement of B. triquetrum bed. The black circle indicates the ubi- cation of the supporting structure. Y a en el laboratorio, las plantas se escardaron, se seccionaron en pedazos de 25 y 50 g y se lavaron profusamente en agua de mar percolada a través de un filtro de grava y arena. Cada ejemplar se colocó en el interior de una bolsa de malla de polipropileno de 6 cm de luz, confeccionada con un paño cuadrangular de 33 cm de lado. Treinta bolsas con ejemplares de cada peso se amarraron a intervalos de 30 cm en cuerdas de polipropileno de 8 mm de grueso. Los dos trenes así constituidos, uno con ejemplares de 50 g y el otro de 25 g, se suspendieron en la columna de agua, a no más de 0,50- 0,75 m de la superficie y 3,0 m del fondo. Su sustentación se efectuó mediante una estructura flexible colocada en el interior de la rada, a cuyos cabos laterales de unión se amarraron los extremos de ambos trenes (Fig. 2). Las cinco bolsas que ocupaban las posiciones terminales en los dos trenes, se extraían sin reemplazamiento a intervalos de diez días con el fin de determinar el crecimiento de las algas y evaluar el proceso de colonización. Para este propósito cada bolsa, después de introducirse sin brusquedad en un sobre de polietileno, se seccionaba de la cuerda guía y se transportaba al laboratorio. Una vez en él, su contenido era preservado de inmediato me- diante la adición de formalina al 10 % neutralizada con tetraborato de sodio. Cuando iba a ser procesado, el sobre se vertía sobre un tamiz de 0,25 mm, enjuagándose en agua corriente al efecto de desprender los organismos. La identificación y separación de los mismos se efectuó a partir de pequeñas alícuotas vertidas en una cámara Bogoroff. 45 Dinámica, estacionalidad y efectos de la epifauna colonizadora 10,0 m 25-3,0 m Fig. 2. Estructura de sustentación y disposición de las cuerdas con el material cultivado. Fig. 2. Supporting structure and rope arrangement with cultivated material. Los organismos, desecados previamente a 100%C por espacio de 24 horas en una es- tufa con circulación forzada de aire, fueron pesados en una balanza analítica con precisión de 0,1 mg. Para evaluar la equitatividad comunitaria se diseñó un índice de asimetría, expuesto mediante la formulación: LA= [X(Ni/Mt - 1/x)2]12 donde Nt es el número total de organismos, Ni el número de organismos en la categoría iésima y k el número de categorías (i=1...n). El índice oscila entre O, cuando la distribu- ción es equitativa y 1, con la máxima asimetría. La variabilidad relativa del número de individuos por muestra se obtuvo mediante el coeficiente de variación (V), corregido para sesgo (SOKAL Y RoHL, 1981): V= 100(1+ 1/4n) s/X, donde X corresponde a la media muestreal, n equivale al tamaño de la muestra y ses su desviación estándar. Para el cálculo del crecimiento diario (C. D.) de las plantas cultivadas se empleó la ex- presión: C.D.= 100 [log e (Pf/Pi)] t 7! donde Pf= peso final y Pi= peso inicial (HASTINGS Y GUTKNECHT, 1976). 46 Areces y Martínez-Iglesias El contraste estadístico de las diferencias de densidad, biomasa y asimetría, se efectuó mediante la prueba U de Mann-Whitney (Siegel, 1970). La regresión lineal entre el cre- cimiento de la planta y su densidad en anfípodos se llevó a cabo con el sistema gráfico es- tadístico para microprocesador STATGRAFICS. E. 9, 4 4, , ÍN 29 ERA y 0 AO P. "TUN Y 9 LN Y $ LR 4 Y =S le) ON OOOO OOOO XX RR, X RR (LL > O - TRES ASA RR SARIAN AIANICN ROOTS EEE TOO E IC IR EE OCT O O O AO RRE ITA CIRO A OTC O A O ISR A TOO EOFO DC TA CO OOO EA OR CRC AO e..*.0.. 1.1.0.0... 0%. “o ..... 0 ..%0. 0.000.006 8. .10 1020 A OIC OO SORA ARE TOA TIO ESOO O ORCOS MOTOR AIR a ass a a a a EN a a ad a O a AO a e ROTA OPORTO ICAO AO ON OS PIO OS OI ROI OA AAA ISSO O AOS O O A IR SOI A ICAO ARO AO Sc A aa as o o q aa ja ao a a O AO O DOORS O E CCOO OA A ON IO ICO PORCIÓN VOTO RC A ICA OL Pad als as A a a A AA AI AA AAA AAA a a aña .e..........1....'.*. AO O OO OA O ICI CIC ORO OO OS o 98 RIRS RRE SS e 99% LIDO A NASA TY VY O IA 10 20 pe Be Dias en cultivo PY Crustacea KV Anelida Molusca Nematoda Fig. 3. Distribución por categorías taxonómicas mayores de la biomasa (p.s.) de los organismos asociados a B. triquetrum y su marcha durante la etapa de mayor rendimiento del cultivo. (Valo- res referidos a ejemplares con 50 g de peso inicial). Fig. 3. Biomass (d.w.) distribution, according to taxonomical categories of organisms associated to B. triquetrum,and its evolution during the most productive stage of the culture. (Values refered to individuals with 50 g). 47 Dinámica, estacionalidad y efectos de la epifauna colonizadora RESULTADOS Y DISCUSIÓN El desarrollo del proceso de colonización en estaciones climáticas contrapuestas ori- ginó un patrón de sucesión y abundancia diferente (Fig.3). En invierno los crustáceos predominan e incrementan paulatinamente su biomasa durante los cuarenta días iniciales del cultivo, período donde éste alcanza su mayor rendimiento (ARECESs, 1987). En el ve- rano sin embargo, la irrupción masiva de opistobranquios constituyó el evento más so- bresaliente de la sucesión experimentada por dicha comunidad. CATEGORIA PERIODO VERANO INVIERNO NEMERTINEA NEMATODA . . ANNELIDA Polychaeta . . Oligochaeta MOLLUSCA Bivalvia . Gastropoda . . Nudibranchia . . Polyplacophora* . ARTHROPODA Pyenogonida Crustacea Nebaliacea* . Ostracoda Copepoda Stomatopoda Cumacea Tanaidacea Isopoda Amphipoda Brachyura Anomura Penaeidea Caridea . . SIPUNCULIDA ECHINODERMATA Echinoidea . - Ophiuroidea . . Holothuroidea . . CHORDATA Ascidiacea . . Peces (Osteichthyes) . * No incluido por HERRERA Y MAURISSET (1980) en la relación de categorias taxonómicas encontradas en am- bos tipos de substrato artificial. Tabla 1. Composición de la epifauna asociada a Bryothamnion triquetrum en relación al total de taxones hallados por HERRERA Y MAURIRISSET (1980) en colectores de madera o barro colocados en el mismo sitio, después de un proceso de colonización de 60 y 81 días respectivamente. Table 1. Composition of epifauna associated to Bryothamnion triquetrum in relation to total taxa found by HERRERA AND MAURISSET (1980) in wood or clay collectors settled in the same | place after a colonization process of 60 and 81 days respectively. 48 Areces y Martínez-Iglesias VERANO Anfipoda Decapoda Isopoda Cumacea Stomatopoda Tanaidacea INVIERNO Anfipoda Decapoda Isopoda Cumacea Stomatopoda Tanaidacea OSTRACODA COPEPODA MALACOSTRACA Fig. 4. Distribución porcentual con respecto al número total de epibiontes de las clases Ostracoda, Copepoda y de los ordenes que integran la clase Malacostraca. Muestras con 50 g de peso inicial. Fig. 4. Percentage of individuals belonging to classes Ostracoda and Copepoda as well as to the orders integrating the class Malacostraca. Samples with 50 g of initial weight. El comportamiento estacional de la biomasa coincide, en líneas generales, con lo observado por algunos autores en la plataforma insular cubana. IBARZÁBAL (1982) halló que tanto por la densidad como por la biomasa de la infauna mesobentónica, el verano constituye la época mas productiva en la región NW de la plataforma, a semejanza de lo referido por GÓMEZ, IBARZÁBAL Y SILVA (1980) y ALCOLADO, JIMÉNEZ, MARTÍNEZ- ESTALELLA, IBARZÁBAL, MARTÍNEZ-IGLESIAS, CORVEA, ABREU Y LÓPEZ-CÁNOVAS, (1990) en su zona SW. JIMÉNEZ E IBARZABAL (1982) también observaron entre los me- ses de febrero y junio sustanciales variaciones de la biomasa de foraminíferos, molus- cos y decápodos en tres macrolagunas de la región NE de la plataforma. GONZALEZ-PE- LEGRÍN (1984) por otra parte, encontró en dos biotopos cercanos al área de cultivo valo- res de la biomasa mesobentónica superiores en agosto en comparación con febrero. Esta regularidad fué asimismo corroborada por HERRERA (1983), el cual consignó en zonas costeras abiertas un abrupto incremento de la densidad total de la mesofauna desde abril hasta septiembre. Si bien en relación al período invernal la biomasa colectada durante el verano fué su- perior a lo largo de casi todo el proceso de colonización (U¿¿=0.01), no ocurrió así con la densidad. La cantidad de organismos asociados a este sustrato siempre fué más elevada en el invierno, tanto en los ejemplares de B. triquetrum de mayor tamaño (U¿=0.01) como en los más pequeños (U¿¿=0.01). La variación anual de esta epibiosis algal en cuanto a bio- masa y densidad adquiere pues una naturaleza particular. Sin una subordinación evidente 49 Dinámica, estacionalidad y efectos de la epifauna colonizadora Densidad (n org Le] ) 70 TA Anfipodos Vie 2 Copepodos Y NY 60 Tanaidaceos pe FA, Poliquetos q 3) Otros grupos 10) 10 20 30 40 50 60 Días en Cultivo Fig. 5. Densidad total de organismos y marcha de la proporción de los principales grupos que inte- graron la epibiosis en relación con el crecimiento diario (C.D.) del vegetal durante su cultivo en la etapa invernal ( — y EA, para ejemplares de 50 g de peso inicial; - - - y L] para ejemplares de 25g). Fig. 5. Total density of organisms in the epibiota and evolution of the proportions of its principal groups according to daily growth (C.D.) of the cultivated plant during winter. ( — and EXA for in- dividuals with 50 g of intial weight; - - - and U for those with 25 g). entre s1, ambos factores son regidos no solo por el cambio estacional en el aporte de los moluscos y decápodos a su balance total; la etapa de la sucesión en la cual se halla la co- munidad y el estado funcional de la planta que le sirve de sustrato influyen en su com- posición y determinan la magnitud de estas variables. Aún así, apenas hay diferencias en la composición global de los taxa que la integran y, de los 21 grupos encontrados en ella, solo cuatro dejaron de colectarse en los dos períodos climáticos (Tabla 1). Excluyendo a nebaliáceos y poliplacóforos, todos ellos aparecen además en muestreadores suspendidos con sustrato artificial conformado por cestas llenas de bolas de barro o multiplacas de madera (HERRERA Y MAURISSET, 1980). No fueron encontrados ni foraminíferos, comunes en asociaciones fitófilas del meso- litoral rocoso (ARECES, ET AL., en prensa), ni nemertíneos, oligoquetos o sipuncúlidos. Tampoco se registraron anomuros. Arácnidos pertenecientes a los ordenes Pycnogonida SO Areces y Martínez-Iglesias — —- - invierno verano 10 20 30 40 50 60 Días Fig. 6 A. Valores medio del índice de asimetría (1.A) asociados a todas las recombinaciones acu- mulativas posibles, con respecto a la suma total de unidades muestreales. (- - - invierno, — ve- rano; L] peso inicial de 25 g, O con peso inicial de 50 g) B. Comportamiento del valor medio del LA y del cociente de variabilidad de la abundancia (V) durante el cultivo. Muestras con 50 g de peso inicial (Cotas verticales referidas a valores extremo; O, LA; AV). Fig. 6A. Mean values of the asymmetry index (1.A) associated to all possible accumulative re- combinations with respect to total amount of sampling units. (- - - winter, — summer; Ul initial weight of 25 g, O initial weight of 50 g). B. Behavior of the asymmetry index mean value and of the coefficient of variation of the abundance (V) during the culture. Samples with 50 g of initial weight (Vertical bars refered to extreme values: O, LA; A,V). 51 Dinámica, estacionalidad y efectos de la epifauna colonizadora Biomasa (9) (mg) 10 20 30 40 50 60 Días en cultivo Fig. 7. Evolución de la biomasa media (p.s.) de opistobranquios en relación con el incremento promedio en peso (p.h) de los ejemplares cultivados de B. triquetrum. Verano. Especímenes de 50 g. (Cotas verticales correspondientes a valores extremos). Fig. 7. Evolution of opistobranchia mean biomass (w.w.) in relation with mean increment in weight (w.w.) of cultivated B. triquetrum plants. Summer. Individuals with 50 g of initial weight. (Vertical bars refered to extreme values). y Acarina, presente este último en la fauna asociada al quitón Acanthopleura granulata (VA- LLE Y FERNANDEZ DE ALAIZA, 1986) también estuvieron ausentes. A tono con otras observaciones sobre la composición de la fauna asociada al fito- bentos (ORTIZ Y SUÁREZ, 1983; LALANA, 1984, LALANA, Díaz, BRITO, KODJO Y CRUZ, 1987; LALANA ET AL., 1989), los crustáceos también predominan por su abundancia. En ve- rano, más del 92.3 % y en invierno el 91.0 % del total de organismos colectados, lo inte- graron crustáceos provenientes en su gran mayoría de la clase Malacostraca. El porcentaje de poliquetos resultó muy inferior y osciló solo entre un 8.2 % en invierno y el 5.7 % durante el verano. Ninguno de los tres grandes grupos restantes; moluscos, nemátodos y equinodermos rebasó siquiera el 1%. La constancia registrada en la cifra total de crustáceos no refleja obviamente las marcadas variaciones, -en apariencia de corte estacional, que los mismos experimentan (Fig. 4). Los anfípodos, que constituyeron el 75.8 % de todos los organismos cuantificados en los meses invernales, disminuyen hasta el 11.5 % durante el verano en oposición a los tanaidáceos, predominantes en dicho período (69,4 %) y poco representados durante el in- vierno (12.8 %). E Areces y Martínez-Iglesias A Biomasa [IB]= 2,03-0,10 [DeA] Y = -0,83 45 densidad (n.org.g”) Fig. 8. Regresión lineal entre el incremento neto de biomasa (p.h) y la densidad de anfípodos presentes. Muestras con 23 y 50 g de peso inicial. Invierno. (A= 0.02; F, 11.286). Fig. 8. Linear regression between net plant biomass increment and amphipods density. Samples with 25 and 50 g of initial weight. Winter. Esta alternancia entre los dos grupos puede, no obstante, haber sido inducida por fac- tores ajenos al ciclo climático. De hecho, en otras comunidades fitófilas estudiadas los an- fípodos registran su mayor abundancia en el transcurso del verano (LALANA, 1984; ARE- CES ET AL., 1992) o bien en noviembre (LALANA ET AL., 1987). La senescencia del vegetal, provocada en este caso por su cultivo bajo condiciones ecológicas adversas, parece incl- dir en el predominio de los anfípodos. Tampoco pueden soslayarse las variaciones esta- cionales en la intensidad de la depredación que tiene lugar en el propio seno de esta co- munidad. Omnívoros oportunistas como los camarones, capaces de consumir anfípodos (NELSON, 1979), aumentan significativamente su biomasa durante los meses estivales. Los tanaidáceos, propios mas bien del medio marino, parecen por otra parte depender del régimen pluviométrico en ambientes mixohalinos. En ellos su densidad aumenta en co- rrespondencia con el período de seca, coincidiendo con el invierno en las condiciones propias de la plataforma insular cubana (LALANA, 1984). De cualquier modo, al igual que en otras comunidades fitófilas asociadas a los mantos de algas existentes en algunas lagunas costeras del S de Cuba (LALANA, 1984; GONZÁLEZ-SANSÓN Y AGUILAR, 1984), más del 50 % de los integrantes de esta epibiosis pertenece a uno de los dos órdenes. Los isópodos y los decápodos experimentaron asimismo variaciones estacionales en su densidad (Fig. 4). En el caso particular de este último grupo, ello se debió al aumento Dinámica, estacionalidad y efectos de la epifauna colonizadora de los peneídos, aumento que si bien no fué numéricamente importante en comparación con las magnitudes de variación de otros grupos, originó el incremento sustancial de la bio- masa de los decápodos observado en el verano. Los copépodos, por el contrario, no mostraron oscilaciones estacionales apreciables (Fig. 4). Codominantes junto a los nemátodos en la fauna asociada a quitones propios de áreas no contaminadas (VALLE Y DEL CASTILLO, 1988), y muy abundantes en la epifauna colonizadora de sustratos artificiales donde constituyeron hasta el 32 % del total de or- ganismos colectados (HERRERA Y MAURISSET, 1980), apenas alcanzan en esta epibiosis una proporción del 8 % . Sin embargo, durante el proceso de colonización su marcha muestra cambios cuan- titativos notables caracterizando de hecho la etapa inicial de la sucesión que tiene lugar. En la fauna asociada a colectores artificiales integrados por cestas rellenas de bolas de barro, CARVAJAL (1982) encontró un predominio de los copépodos, sucedidos por nemá- todos y ostrácodos a los 13 días de colocación. Esta situación cesa con la sustitución de- finitiva de los copépodos por los anfípodos en la escala de dominancia, después de trans- curridos 24 días de colonización. Un hecho semejante tiene lugar en la comunidad estu- diada; con valores a los 10 días superiores al 60 %, ya a los 20 días de iniciado este pro- ceso los mismos declinan bruscamente (Fig. 5). En el verano, a partir de los 30 días, no re- basan más del 11.3 % en muestras con 50 g de peso inicial. Cuando el sustrato vegetal mantiene su vitalidad, como ocurre en ambas etapas cli- máticas con las muestras de mayor tamaño, la densidad global de los crustáceos disminuye en etapas tardías del proceso de colonización (Fig.5). Este fenómeno coincide con ob- servaciones efectuadas en otras comunidades de este tipo. DEAN Y CONNELL (1987a) en- contraron los máximos de abundancia del grupo en estadios intermedios de la sucesión al- gal. En la fauna asociada a colectores artificiales, CARVAJAL (1982) refirió una disminu- ción incluso de grupos dominantes como los anfípodos después de los 40 días. La dis- minución de los crustáceos durante el verano también fué en este caso ostensible (de 5.1 a 1.9 organismos por g de biomasa), desde los 40 hasta los 60 días de cultivo. A pesar de resultar dificil asumir que la comunidad estudiada logra un cierto grado de madurez en tan corto período de tiempo, el comportamiento de indicadores estructurales como el grado de asimetría es consistente con algunas predicciones de carácter teórico sobre la evolución de una comunidad en el trascurso de su sucesión. En algunas comunidades de invertebrados asociadas a macroalgas ha sido demos- trado que el incremento de la complejidad estructural del hábitat condiciona un aumento tanto en la riqueza específica como en la abundancia de invertebrados (DEAN Y CON- NELL, 1987b). La asimetría comunitaria respondió de igual modo a las peculiaridades fí- sicas del sustrato y al final del período de observación, después de transcurridos sesenta días de colonización, fué significativamente mayor en los ejemplares pequeños (Fig. 6A) tanto en invierno (U; p= 0.0096) como en verano (U; p= 0.00006). Por otro lado, su marcha en esta última estación evidencia que a medida que se de- sarrolla el proceso de colonización tiende a disminuir en valor (Fig. 6B), fenómeno con- cordante con el aumento de la equitatividad postulado en etapas tardías de una sucesión (Opum, 1969). Otros factores parecen intervenir durante el invierno provocando un aumento 54 Areces y Martínez-Iglesias de la variabilidad muestreal y secuencial del índice (Fig. 6B), lo cual dificulta la observación de una tendencia semejante en dicho período. Algo similar también ocurre en invierno con la variabilidad relativa calculada para la abundancia. El nivel de agregación de la fauna es mayor y más acusada su oscilación a lo largo del proceso de colonización (Fig. 6B). Sin embargo, durante el verano la distribu- ción muestreal del número de organismos denota una mayor homogeneidad (Fig. 6B). La frecuente alteración de los patrones de migración ocasionada por la fuerte remoción de la comunidad epibentónica y el efecto dispersivo sobre la fauna causado por las tormentas invernales generan una variación intrínsecamente mayor de los factores que conforman la epibiosis. Esta diferenciación climática favorece durante la estación invernal el predo- minio de organismos con menor especialización trófica y limita la estabilización de la depredación intracomunitaria, nexo postulado como uno de los de mayor connotación en la regulación interna de este tipo de comunidad (DEAN Y CONNELL, 1987c). IMPLICACIONES FITOTÉCNICAS En el maricultivo de algas propias del ecosistema arrecifal los factores fitotécnicos adquieren quizás una importancia capital. Bien organizado espacialmente, las asociacio- nes que lo integran se hayan sometidas a una intensidad de depredación y herbivorismo capaz de reducir la exclusión competitiva entre presas, manteniendo el nivel de sus po- blaciones por debajo de la capacidad de sustentación del ambiente físico. Bajo estas circunstancias, la ubicación del área de siembra, la distancia al substrato del medio de sostén, su tipo y el período de propagación, rigen el carácter e intensidad del her- bivorismo y determinan por ende el rendimiento potencial del cultivo. El manejo adecuado de los dos primeros factores permite regular la actividad de pe- ces fitófagos y erizos. Aunque ambos grupos compiten entre sí (HAY Y TAYLOR, 1985), en arrecifes sometidos a un intenso esfuerzo pesquero estos últimos pasan a ser los principales herbívoros (OGDEN, BROWN Y SALESKY, 1973) y el ramoneo asociado a peces tiende a aumentar solo con la profundidad (HAY, 1984). Sin embargo, cuando la explotación ha sido moderada los peces constituyen los macrofitófagos más importantes (RANDALL, 1961). Generan por efecto de la actividad de las chopitas (Pomacentridae) y otros herbívoros territoriales un mosaico espacial en la distribución de la cobertura y riqueza algal a escala de hábitat (HIxON Y BROSTOFF, 1983) y, provocan globalmente, gradientes de abundancia florística inversamente correlacionados con la biomasa, densidad y diversidad de loros (Sca- ridae) y barberos (Acanthuridae) (Lewis, 1984; Russ, 1984). Los ascoglosos (Mollusca: Opistobranchia) integran otro de los grupos potencial- mente perjudiciales para el cultivo. Con numerosas especies cuyas poblaciones son esta- cionales e irruptivas, pueden ocasionar una masiva destrucción de la cobertura vegetal en altas latitudes cuando la razón biomasa poblacional:biomasa vegetal expresada en peso seco rebasa el 1 % (CLARK, 1975). Junto a la ictiofauna fitófaga han sido considerados los principales consumidores de algas sifonales en arrecifes coralinos. En ellos no obstante, sus poblaciones son por lo general pequeñas y agregadas debido a la elevada especialización 55 Dinámica, estacionalidad y efectos de la epifauna colonizadora del grupo en la selección del hábitat y al parchismo inherente a este ecosistema (CLARK Y DEFREEZE, 1987). Aun así, pueden generar ciclos migratorios de corta duración, coloni- zando y deprimiendo la productividad del vegetal hospedero incluso en niveles alejados más de dos metros del fondo (Fig. 7). Las máximas densidades de individuos, así como la mayor diversidad de especies, ha sido encontrada en el Caribe entre el manglar y los le- chos de arena coralina (CLARK Y DEFREEZE, 1987), zona de transición muy apropiada por el carácter de su hidrodinamismo y la naturaleza trófica del agua para el maricultivo. En especies como B. triquetrum, cuyo talo da lugar a una estructura policríptica, la de- nudación causada por la actividad de los mesoherbívoros (comúnmente anfípodos, isópo- dos, camarones, gasterópodos y poliquetos), puede llegar a ser intensa. Dicha actividad, a pesar de manifestar poca afectación ante metabolitos inhibitorios del herbivorismo exu- dados por el vegetal (HAY, RENAUD Y FENICAL, 1988), es regulada en condiciones natura- les por efecto de la fuerte depredación ejercida sobre estos organismos (EDGAR, 1983; Ro- BERTSON Y LUCAS, 1983). Cuando se vulnera este equilibrio a causa del surgimiento de una barrera física (e.g. distancia inapropiada al sustrato) que impida o limite la actividad pre- dadora de los peces, así como la dispersión de esta epifauna en mantos de algas circun- dantes con condiciones similares de refugio y alimentación, la misma incrementa su den- sidad con gran rapidez si ello se conjuga con un estado fisiológico desfavorable de la planta hospedera (Fig. 5). Los anfípodos en particular, considerados homólogos de los in- sectos en el mundo acuático (HAY, DuFFY Y PFISTER, 1987) pueden consumir a diario un equivalente no menor al 20 % del peso respectivo (SHACKLOCK Y CROFT, 1981) y son ca- paces de destruir la cobertura en algas filamentosas del sustrato cuando sus densidades au- mentan a un individuo por cm? (BRAWLEY Y ADEY, 1981). Carentes de estadío larvario, su número en la epibiosis algal dependerá de la densidad previa de progenitores y de la in- tensidad de depredación a la que son sometidos. Por lo general dominantes en las comu- nidades fitófilas (NAGLE, 1968), durante el verano los mismos representan hasta el 49 y el 33.6 % de los organismos asociados respectivamente a Sargassum spp. y Laurencia pa- pillosa, especies dominantes en el mesolitoral rocoso no contaminado (ARECES ET AL., 1992) y pueden alcanzar hasta 7,8 individuos por g de alga fresca en asociaciones alta- mente productivas de Cladophora spp. y Enteromorpha spp., existentes en la laguna cos- tera “El Basto”, en el litoral SE de Cuba (LALANA, 1984). Al sobrepasar la tasa neta de conversión a biomasa del vegetal, su herbivorismo torna irreversible la destrucción de rámulas y ápices en crecimiento de la planta hospedera. Se altera así desfavorablemente la proporción de tejido joven con metabolismo activo y el talo pierde vitalidad, acelerándose su recubrimiento con detrito y microepífitas que provocan, además de su sofocación, el incremento de la actividad de ramoneadores y detritófagos y dan lugar a un proceso de deterioro cuya constante retroalimentación finaliza sólo con la destrucción del vegetal. El aumento de la densidad de anfípodos en el cultivo lo favorece la conjunción de di- versos factores adversos, entre ellos una colocación incorrecta del sistema de soporte con respecto al fondo, el empleo de medios de fijación y retención de biomasa como las bolsas, que limitan el intercambio del vegetal con el medio y posibilitan su oclusión con sedi- mentos. Influye asimismo un período de propagación inadecuado bien por ser este dema- S6 Areces y Martínez-Iglesias siado extenso o por corresponder a una etapa climática en la cual la planta se pueda en- contrar fisiológicamente deprimida. En el cultivo de B. triquetrum este proceso de denudación parece desarrollarse de manera irreversible cuando la densidad de la mesofauna alcanza valores en el entorno de los 20 organismos por g de biomasa fresca (Fig. 5), o en ella los anfípodos rebasan 5 in- dividuos por g de biomasa. Una vez que el fenómeno tiene lugar, la correspondencia en- tre la cantidad de anfípodos presentes en la epibiosis y el incremento en peso de la planta resulta de naturaleza inversa y adquiere incluso un carácter lineal (Fig. 8). Ello denota la importancia que pudiera revestir cuantificar su número en la fauna asociada a algas cultivadas como criterio ecológico de optimización fitotécnica. CONCLUSIONES 1. Los crustáceos constituyeron más del 90 % de los integrantes de la epibiosis algal, representados mayormente por miembros del orden Anfipoda o Tanaidacea. Ambos gru- pos se alternaron estacionalmente; en verano predominan los tanaidáceos (69.4 %) y du- rante el invierno los anfípodos (75.8 %). 2. Debido al significativo incremento en la cantidad de moluscos y decápodos que tuvo lugar en el transcurso del verano, la biomasa estival de esta epibiosis resultó superior a la invernal durante casi todo el proceso de colonización. No ocurrió así con la densidad, que siempre fué mayor en invierno. 3. Los copépodos predominan en etapas tempranas de la sucesión. En invierno reba- san el 60% de los organismos colectados a los diez días de iniciado el proceso de colo- nización. A partir de los veinte días decaen bruscamente para, durante el verano, no so- brepasar más del 11.3% después de transcurridos treinta días. 4. La asimetría comunitaria resultó al final del período de cultivo significativamente mayor en los ejemplares con 25 g de peso inicial. Su valor tiende a disminuir en el transcurso del proceso de colonización que tiene lugar durante el verano. A causa del aumento de la variabilidad muestreal y secuencial del índice, fué dificil distinguir en el in- vierno una tendencia similar. 5. Anfípodos y moluscos ascoglosos constituyen factores de riesgo en el cultivo de B. triquetrum. Ambos grupos fueron capaces de deprimir su productividad y en particular los primeros, cuando rebasaron una densidad de 5 individuos por g de biomasa desvastaron irreversiblemente al vegetal. Los ascoglosos mostraron a diferencia de los anfípodos un comportamiento irruptivo y típicamente estacional. El aumento de los anfípodos en la epibiosis parece, por el contrario, estar asociado a un manejo fitotécnico capaz de depri- mir la vitalidad de la planta. BIBLIOGRAFÍA ALCOLADO, P. M., JIMENÉZ, C., MARTÍNEZ ESTALELLA, N., IBARZABAL, D., MARTÍNEZ-IGLESIAS, J. C., CORVEA, A., ABREU, M., Y LÓPEZ-CANOVAS, C. 1990. El Bentos de la Macrolaguna del Golfo de Batabanó. Ed. 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En 63 cen- sos visuales mediante buceo autónomo se encontró 87 especies de peces, entre los que pre- dominaron por su densidad los de la familia Clupeidae (fundamentalmente Jenkinsia lam- protaenia -71%) y por su biomasa, Lutjanidae (46,1%) y Haemulidae (40,1%). Los valores más altos de diversidad, riqueza, densidad y biomasa de peces están relacionados con condiciones favorables de intercambio de agua entre las macrolagunas y el océano abierto. La densidad y biomasa de peces en los manglares muertos o afectados por la hipersalinización de las ma- crolagunas resultó 3-6 veces inferior a la existente en los manglares no afectados. Los efectos antrópicos en las macrolagunas han afectado en primera instancia la biomasa, en segundo la densidad y por último y con menor intensidad, la riqueza y diversidad. Esta secuencia se debe a que las condiciones adversas en las macrolagunas actúan primero sobre las poblacio- nes de invertebrados que sirven de alimento a los peces, aumentando la mortalidad de estos y disminuyendo el tamaño de sus poblaciones. La diversidad y riqueza resultaron menos afec- tadas gracias a la capacidad de movimiento y a la tolerancia de los peces a los limites actua- les de salinidad. Abstract Fish community structure and composition from mangroves of the Insular Group Sa- bana-Camaguey were studied. As a consecuence of daming terrestrial runoff and the cons- truction of bermed roads through the macrolagoons in order to interconnect the main island with the keys, changes on the hydrological regime are taking place which may provoke a deplec- tion of macrolagoon”s bioproductivity. In 63 diving visual censuces there were observed 87 fish species. The Clupeidae (mainly Jenkinsia lamprotaenia -71%) were dominant in density, but Lutjanidae (46%) and Haemulidae (40,1%) by its biomass. Higher values of fish diversity, richness, density and biomass were related with favourable conditions for water exchange between the macrolagoons and open sea. Fish density and biomass in dead mangroves or at si- tes afected by hypersalinisation, have resulted in 3-6 times lower than observed in healthy mangroves. Antropic effects on the macrolagoons have been reflected in first instance on fish biomass, in second order on density and finally and in lesser extend on richness and diversity. This secuency is due to the fact that adverse conditions on the macrolagoons primarilly pro- voke a diminution of invertebrate populations which serve as food for fishes, increasing its mor- tality and diminishing the stocks. Diversity and richness were less affected thank to fish capacity for migration and their tolerance (at least temporally) to actual salinity limits. Palabras claves: Peces; estructura de comunidades; manglares; Cuba. Key words: Fishes; community structure; mangroves; Cuba. 60 Claro y García Arteaga INTRODUCCIÓN Los manglares estuarinos son considerados como importantes zonas de cría de muchos peces e invertebrados marinos (HEALD Y OpuMm, 1969; RuTZLER, 1969; Austin, 1971; AUSTIN Y AUSTIN, 1971), razón de por sí suficiente para establecer medidas para su pro- tección. Pero además en dicho biotopo se ha reportado una alta densidad y biomasa de pe- ces adultos (VALDÉSs-MUÑOZ, 1981; VALDÉs-MUÑOZ, CLARO, GARCÍA-ARTEAGA Y SIE- RRA-SIERRA, 1990) muchos de los cuales forman parte de las pesquerías multiespecíficas que se realizan en el complejo de praderas marinas y arrecifes de la plataforma cubana y otras regiones de la zona tropical. Tanto los manglares, como la ictiofauna asociada al mismo, están sujetas a la nociva actividad antrópica derivada de la explotación de la zona costera, además de ser, por sus condiciones estuarinas, un ambiente inestable, no pronosticable. En la cayería norte de Cuba (Grupo Insular Sabana-Camagiiey) se ha iniciado un vasto plan de construcción de instalaciones para el turismo, que incluye la construcción de viaductos que unen la isla principal con dichos cayos y estos entre si, lo cual pudiera provocar serias alteraciones del régimen hidrológico, con graves consecuencias para el eco- sistema marino especialmente los manglares y organismos asociados a estos. El objetivo principal de este trabajo fue describir la composición, estructura y algunos aspectos de la ecología de las comunidades de peces asociadas a los manglares de la re- gión mencionada, como elemento básico de manejo ambiental, en la planificación física del territorio, y para evaluar los probables cambios provocados por el manejo del ecosis- tema. MATERIALES Y MÉTODOS Entre 1986 y 1989 se realizaron 6 cruceros de investigación a la zona NE de la plata- forma cubana (Grupo Insular Jardines del Rey o Sabana-Camagúiey ), desde Punta Hicacos hasta cayo Sabinal, durante los cuales se realizaron 63 censos visuales con buceo autó- nomo en los manglares de los cayos (Fig. 1). En cada estación, se censaron los peces ob- servados en 2 a 4 tramos de 100 m a lo largo de la costa del manglar. Para ello, se colocó previamente una cuerda de igual longitud paralela a la pared formada por las raíces del manglar. Con este método solo pueden ser censados los manglares donde la profundidad permite la flotación del buzo (más de 30 cm). Extensas líneas de manglares de los cayos en esta zona poseen menos de esa profundidad, no obstante, se pudo observar que la canti- dad de peces en estos es mínima. Todos los peces observados desde la pared hasta 2 m de ésta fueron registrados. En una tablilla, se anotaba la especie, número de individuos y ta- lla estimada de cada uno. Con esos valores se calculó posteriormente el peso total de los individuos de cada especie en el muestreo, empleando para ello las relaciones largo-peso, previamente calculados (BOHNSACK Y HARPER, 1988; CLARO Y GARCÍA-ARTEAGA, en prensa). En los pocos casos en que no se contó con ecuaciones de este tipo para la espe- cie, se empleó la de aquella del mismo género cuya forma corporal fuese más semejante. 61 Estructura de las comunidades de peces Cayo Carballo Cayo Santa Maria AS Cayo X_ _ Guillermo BANCO DE BAHAMAS Fig. 1. Ubicación de las estaciones muestreadas en los manglares de tres subzonas del Grupo In- sular Sabana- Camagúey: Punta Hicacos- cayo Verde (A), Boca de Sagua la Grande- cayo Gui- llermo (B) y cayo Coco- cayo Sabinal. Fig. 1. Position of censuced stations on mangroves in three subzones of Insular Group Sabana- Camagúey: Punta Hicacos- cayo Verde (A); Boca de Sagua la Grande- cayo Guillermo (B) y cayo Coco- cayo Sabinal (C). 02 Claro y García Arteaga En cada estación se calculó: densidad y biomasa total, por especie y familia, así como los índices de diversidad -H' (Shannon y Weaver, 1949), de riqueza -R' (Margalef, 1951), y de equitatividad - J' (Pielou, 1966). Para establecer el grado de similitud entre estaciones y en- tre biótopos y sub-zonas, se empleó el coeficiente de comunidad de GOODALL (1973): CG =nc / (nj + nk - nc) donde: nc es el número de especies comunes a dos muestreos; nj y nk indican el número de especies en los muestreos j y k. Para evaluar la riqueza de especies se empleó además las curvas de rarefacción (SANDERS, 1960). La estructura de la ictiofauna se analizó me- diante el método de frecuencia-abundancia descrito por MASON Y BRIANT (1974) para combinar, en un solo indicador la abundancia en número o peso de cada especie, con su frecuencia de aparición en los muestreos. Para ello se establecieron arbitrariamente tres ni- veles de frecuencia: Á, especies que aparecen en más de 67% de los muestreos; B, entre 33 y 67%; C, en menos de 33%. El porcentaje en número o en peso se subdividió a su vez en cuatro niveles de abundancia y peso: 1, densidad o biomasa mayores de 10%; 2, entre | y 10%; 3, entre 0,1 y 1% y 4, menores de 0,1%. Se calculó además el índice de jerarquía -IJ (ranking index) para cada especie, multi- plicando el porcentaje de la frecuencia de ocurrencia por el porcentaje de individuos y jerarquizando después los valores obtenidos. De acuerdo con las peculiaridades de su hábitat los peces se clasificaron de la si- guiente forma: a) residentes - especies que utilizan el manglar como hábitat principal. Sus mecanis- mos defensivos se encuentran relacionados con el relieve (refugios). Algunas especies pueden realizar migraciones nocturnas de alimentación pero regresan siempre al biótopo. b) territoriales - especies residentes que defienden o limitan su actividad a un territo- rio fijo en el manglar. Cc) transeúntes - especies que utilizan más de un biótopo a la vez o que transitan de uno a otro en su actividad de forrajeo, o que utilizan el manglar como hábitat secundario. d) visitantes - especies que no son residentes del manglar y recorren diferentes bióto- pos en su actividad de forrajeo. Generalmente son peces pelágicos que no emplean el re- fugio como elemento defensivo. Considerando la gran extensión de la zona (10 118 km2), y la existencia en ellas de di- ferentes condiciones ambientales, se dividió la misma en tres sub-zonas, de acuerdo con sus peculiaridades geográficas y ecológicas, las cuales describimos brevemente a conti- nuación: Subzona 1 - Peninsula de Hicacos-cayo Verde. Comprende las Bahias de Cárde- nas y Santa Clara, bordeadas exteriormente por un rosario de cayos que las separan del mar abierto (Fig. 1A). Salvo la entrada a la Bahía de Cárdenas, el intercambio con este se limita a los pasos y canales entre los cayos. Debido a que en muchos lu- gares la región es poco profunda, con bajos que afloran a la superficie durante la ba- jamar, son muchos los manglares a cuyas orillas no es posible llegar buceando, o la profundidad es inferior a 0,3 m, lo cual imposibilita la realización de muestreos en 63 Estructura de las comunidades de peces Estación Area No. spp. Els Rj J Densidad Biomasa mé ind/m g/m En manglares vivos l 400 112 1,01 0,91 0,28 11,1475 45,40 9 500 20 1,92 1,45 0,44 17,4760 509,66 10 700 22 DI 137. 0,52 15,4746 200,96 11 660 21 $95 2,36 0,32 3,1029 22,64 25 900 34 1,83 2,23 0,36 31,3076 340,95 30 600 24 0,69 92 0,15 61,4582 168,98 Sl 800 18 0,58 1,26 0,14 14,1600 142,78 32 760 33 2,47 2,38 0,49 7,2126 113,98 49 800 23 0,02 1,27 0,01 199,8211 144,12 Medias 24 40,1997 187,72 E DE y 62,3735 151,86 Medias transformadas por log 19,2754 134,31 DE 3,1432 2,45 Medias ponderadas 54 48,9397 195,95 Medias ponderadas sin cardúmenes52 2,4552 168,01 En manglares afectados 8 800 12 1,24 0,83 0,34 11,6587 256,12 12 450 13 1,48 1,05 0,40 6,3578 12,41 13 600 24 174 1,86 0,37 8,9833 47,11 19 400 IS 2,14 127 0,58 1,7475 96,69 33 340 26 0,53 1,62 0,11 53,7381 141,53 63 200 0 1,66 0,90 0,59 0,5100 17,43 Medias 16 13,833 95,21 + DE 7 20,0010 93,21 Medias transformadas por log 3,6313 57,38 IDE 4,3547 237 Medias ponderadas 2 13,7301 62,40 Medias ponderadas sin cardumes 30 0,8786 61,91 En toda la subzona Medias Al 30,7325 149,34 + DE 8 48,9320 131,41 Medias transformadas por log 11,7827 93,39 ¿DE 4,1368 2,90 Medias ponderadas Dl 34,1695 166,33 Media ponderadas sin cardúmenes 54 1,9406 148,41 Tabla 1. Valores de densidad, biomasa y de algunos indicadores ecológicos de las asociaciones de peces en los manglares de la subzona Punta Hicacos- cayo Verde. Table 1. Values of density, biomass and some ecological indexes of fish assemblages on mangro- ves from Punta Hicacos- cayo Verde subzone. ellos. Por ello, muchos de los censos se realizaron en canales y pasas, donde la pro- fundidad es mayor. La circulación en la zona está muy limitada por la compleja topografía que determina la multitud de cayos en su interior y que la bordean exteriormente. Los pocos ríos que 64 Claro y García Arteaga 60 H=1,33 R'=3,08 J'=23 2 2 D= 48,27 ind/m B= 19:69/m 'sl N=54 40 20 4.0 80 12,0 16,0 20,0 249,0 Número de individuos x10* 60 Ls) o o o a 40 2 H'=3,01 E S R'=2,53 N=52 Sl J'=0,6! z 86191 £ 20 N =30 Z 20 4,0 6,0 8,0 10,0 12,0 140 Número de individuos x 10? Fig. 2. Curvas de rarefacción y otros indicadores de la estructura de las comunidades de peces en los manglares afectados o muertos (1) y en los manglares vivos (2), de la subzona Punta Hicacos- cayo Verde. Arriba, considerando todas las especies censadas; Abajo, eliminando las especies que forman cardumen. Abreviaturas: H”: índice de diversidad; R”: índice de riqueza: J”: índice de equitatividad; D: densidad de peces: B: biomasa de peces. Fig. 2. Rarefaction curves and other indicators of fish community structure on dead (1) and non afected (2) mangroves of Punta Hicacos- cayo Verde subzone. Upper figure, including all censu- ded species; down, without schooling species. H'”: diversity index; RI: richness index; J: even- ness index; D: fish density; B: fish biomass. 65 Estructura de las comunidades de peces Y 9 T-7/V 9671 88I7 LITE ERO EZSEO Z6TTO 6SSTO snpodo snublin7 A 97 7-v/9 Lb'€ 98'S ZO'0 Sb00'0 69000 19000 L£00%0 s1ipub snuvlan7 90090y LLLL ita FIPFO TT O £67H0 69v£€0 AVAINVILOT A b€ E-p/9 LO 8z0 Z00 TOO S000%0 +v100'0 0x0) 12QNA XUDAD) A 8€ E-v/9 LO 670 100 £€Z00'0 1Z00%0 01000 19000 SAID] XUDAD) A Ep b-p/2 10'0> TO'0> 100> T1000'0> - 1000'0> = 19DU10]0Y110Q XUDAD) vE0 850 £00 S9000 92000 2000 v070'0 AVUIONVYAVI A Ep b-p/9 ZOO £00 10'0> TO00'0 Z0000 10000 1000%0 19DU0Q DILIAOLIIA A] A cp 4/0) +00 900 10'0> TO00'0 a 10000 ; sniv144s snjoydouidz 0N0) 800 10'0> 70000 Z000%0 Z000%0 1000%0 AVUINVAYAS Y S E-7/4 890 y171 sg 09760 £00ty0 Ov9Y0 99YSZ SadyS SNAOWOUIIYIY 9L0 671 9L — DPTPI £00b0 SO9LT'I 99YSZ AVOINIAAHLV Ñ € b-p/8 £0'0 s0'0 ZOO L£00%0 ZZ000 Ev000 0£000 pDUWOp1ydDA SNANSO]A L sz b-p/4 v0'0 900 vtO0 08000 LZ00'0 08000 61100 DIDJOU DANJÁSUOLIS LO0 IO 900 8II00 6v000 bZ100 6b10%0 AVAINO TA E Ep b-p/9 100> TO0> 10'0> 1000'0> o 1000'0> ; snimspu snjpyda3038 Y 1000> TO'0> 10'0> 1000'0> 7 1000'0> . 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BRESO TEPOO SSI 86€S0 p]02dn]3 DNSUADY 0y9 0801 8678 +pZISOI LL80%6 6LLSE b789'67 AVATAdN TO 3 cp JO) 10%0 ZOO 10'0> 1000'0> - 1000'0> - DIDUIDI DUPIYIZ 10%0 00 10'0> T1O000'0> > 1000'0> : AVUAINIVANIA L Ep b-p/9 LO0 (ARO) 10'0> £0000 Z0000 Z0000 90000 sisua91vwol snydojO./) E Ep E-p/9 10 ¿60 10'0> TO00'0 Z000%0 - 10000 DUDIALIWD SUYDÁSDG 070 10) 10'0> +0000 £000%0 £0000 L0000 AVAILVASVA de Ep E-p/9 +90 801 10'0> 1000'0> : 1000'0> a UNIDAM1) DULOISOUIÁ TULL) +90 801 10'0> 1000'0> S 1000'0> = IVAIIO TOLIAJO odoj01q 9 q-8/4 % ¿U1/3 % ¿UU/pul ¿u/pur ¿Uu1/pur ¿u/pur sanadsq U09 UQE Y MI eLI039]e ) eSseuIorg pepisusg pepisusg pepisusg pepisusg SVITINVA € 7 I Buoz 19] BpoL seuozqnas '£2NSDUD )-DUDADS ÁNOLL) AD]NSU] 21 WOLÍ SUONOJS 13D 10f ([]) 9X9pU] SUYUDY PUD SI1108 9109 SSVDU -01-2IUDPUNAD/AJUINIIAÍ “SSDUIOIQ “KISUDP PUD “SIUOZQNS 294Y] WOAÍ SIA0LSUDU YO SINSUDP DANDO NUNMI pUd UOINSOAUOS SALIIAS YSIA “T INABL :K3NSRUe)-PUeqes Je[nsu] Odn.10) [a UI SOPBZI[L9L SIUOLDPISI SE] SOPO] IP (f]) ebieJof ap a91Pur 9 (q-8/4) PSEUOIq-ero0uepunqe/ernuana -9.1J SPLIOG3JLI “PSPUIOIQ “PPpISUDP Á “SBUOZQNS SIM SP] IP SOJE[SUBUL SO] US SADIA IP PAHE|NUNIE pepisuap Á sardadsa 10d UOIDISOAUIO) 7 BIQU.L Claro y García Arteaga Y 6£ 7/0) 860 s9'I 100 TIOO'0 860 s9'1 10'0'. 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La temperatura del agua es en general alta: 24-25%C en invierno y 30*C en verano y la salinidad en la Bahía de Santa Clara fluctúa entre 37 y 44%o (P.M. Alcolado, comunicación personal). Subzona 2 -Boca de Sagua a cayo Guillermo. Comprende el llamado Puerto Sagua la Grande, la Bahía San Juan de los Remedios y la Bahía de Buenavista. Al igual que la subzona Peninsula de Hicacos-cayo Verde, se encuentra bordeada de cayos, que limitan su intercambio con el océano, aunque en la primera bahía mencionada, este es superior que en las demás. La circulación interior también está muy limitada por la compleja topo- grafía que determinan los numerosos cayos y bajos de las macrolagunas (Fig. 1B). Salvo en los canales y pasas, la profundidad es generalmente inferior a 3-4 m y en grandes ex- tensiones inferior a 2 m. En el acuatorio de La Isabela, la salinidad en época de seca alcanzó 37,2%0 (en superficie, según datos de 1976-1979, LLuIs RIERA (1984)), mientras que en la región al N de Caibarien alcanzó 47.5%o en 1990 (P.M. Alcolado, comunicación personal). En el período de lluvias la salinidad baja bastante: a 29,2 %o. en la Isabela (1982) y a 34,7%o. en la segunda región (datos de 1982 según Lluis-Riera, 1984), aunque en 1990 el valor mnimo encontrado fue de 37%o (P.M. Alcolado, comunicacin personal). La región de La Isabela es la única de la sub-zona que recibe un importante aporte de aguas terrígenas, gracias al Rio Sagua la Grande, y además presenta un buen inter- cambio con el océano. En la Bahía de Buenavista, sin embargo, P.M. Alcolado (comuni- cación personal) encontró salinidades de 38 a 43%o en época de seca. Subzona 3 - Cayo Coco-cayo Sabinal. Esta región se caracteriza por la presencia de islas relativamente grandes, como los cayos Coco, Romano, Guajaba y Sabinal, los cua- les delimitan un mar interior muy poco profundo (menos de 1,5 m) que forma las Bahías de Los Perros, Jiguey, La Gloria y Ensenada de Sabinal. El intercambio de agua entre estos acuatorios con el océano es extremadamente pobre al igual que el escurrimiento desde tierra, lo cual unido a la intensa evaporación, determina condiciones hipersalinas. Esta situación se agrava con la construcción de viaductos que limitan aún más la circulación en las macrolagunas. La flora y fauna bénticas son muy pobres, limitadas a solo algunos organismos adaptados a tales condiciones extremas (ALCOLADO ET AL., 1990). En la Bahía Los Perros, después de la construcción del viaducto que une la isla con cayo Coco, se ha reportado un continuo incremento de la salinidad, que alcanzó, durante el Periodo de seca de 1990, hasta 79%o., aunque esta bajó a 25%o. durante las lluvias (P.M. Alcolado, comunicación personal). RESULTADOS Subzona Punta Hicacos-cayo Verde. De los 15 censos visuales realizados, cinco de ellos se efectuaron en manglares ya muertos o seriamente afectados por la elevación de la salinidad (ALCOLADO Y MENÉNDEZ, 1993), cuyas ramas se encontraban completa- mente secas, sin hojas, aunque conservan sus raíces en el agua. En estos últimos, se en- 70 Claro y García Arteaga contró que la densidad y biomasa son muy inferiores a las de los manglares no afecta- dos (Tabla 1). Los valores de H', R; y J' fueron muy bajos y variables en ambos hábitats, lo cual es- tuvo dado por la alta dominancia de algunas especies que forman cardúmenes numerosos. Por ello, se calcularon también estos índices eliminando tales especies, a saber: Jenkinsia lamprotaenia, Harengula spp., Atherinomorus stipes y Anchoa liolepis. De tal forma también se obtuvo un valor de H' superior en los manglares afectados debido evidentemente a mayor dominancia en los manglares vivos, que presentaron una densidad 3 veces mayor. No obstante, tanto el valor de R, como las curvas de rarefacción (Fig. 2) y el número de especies calculado para 60 000 individuos (S), demuestran mayor riqueza de especies en los manglares vivos (S = 45) que en los muertos (S = 34). Las curvas de rarefacción, que excluyen las especies de cardumen (Fig. 2B), mostraron un cuadro muy similar al de las curvas con todos los datos, debido a que evidentemente se mantiene, en gran medida, la proporción entre las especies y su densidad, aunque las diferencias más marcadas se ob- Categorías Densidad Biomasa no. de tróficas ind/m2 % g/m2 % especies Sub-zona Punta Hicacos-cayo Verde Omnívoros 0,0152 0,1 0,10 0,1 3 Herbívoros 0,0570 0,2 2,98 1,3 f2 Planctófagos 32,5946 94,5 19,94 12,4 6 Bentófagos 1,4332 4,2 74,38 46,1 24 Ictiófagos 0,2048 0,6 45,8 28,4 7 Ictiobentófagos 0,1540 0,4 18,94 1477 4 Sub-zona Bocas de Sagua la Grande-cayo Guillermo Omnívoros 0,0099 0,1 0,08 0,1 S Herbívoros 0,0920 060: 5,96 4,3 15 Planctófagos 15,0376 89,2 12,9 958 5 Bentófagos 1,2785 7,6 58,15 41,8 35 Ictiófagos 0,1726 120 36,18 26,0 10 Ictiobentófagos 0,2590 13 25,83 18,6 7 Sub-zona cayo Coco-cayo Sabinal Omnívoros 0,0082 0,1 0,09 0,1 3 Herbívoros 0,0690 03 4,23 1.3 10 Planctófagos 9,4653 83,9 4,42 1,5 y Bentófagos PISO 99 107,52 37,6 253 Ictiófagos 0,2504 22 101,35 0 7 Ictiobentófagos 0,3848 3,4 68,04 23,8 5 Total Omnívoros 0,0105 0,1 0,08 0,1 5 Herbívoros 0,0785 0,5 4,78 259 15 Planctófagos 14,2445 88,7 10,95 6,7 6 Bentófagos 1,2826 Ms) 69,54 42,3 42 Ictiofagos 0,1904 1,2 48,26 29,4 10 Ictiobentófagos 0,2524 1,6 30,63 18,6 7 Tabla 3. Estructura trófica de las asociaciones de peces en los manglares del Grupo Insular Sa- bana- Camagúiey. Table 3. Trophic structure of fish assemblages on mangroves from the Insular Group Sabana- Camagúey. 71 Estructura de las comunidades de peces Tabla 4. Valores de densidad, biomasa y algunos indicadores ecológicos de las asociaciones de peces en los manglares de la subzona Bocas de Sagua la Grande-cayo Guillermo. Table 4. Values of density, biomass and some ecological indicators of fish assemblages on man- groves from Bocas de Sagua la Grande-cayo Guillermo subzone. Estacion Area no. spp. le Rj JE Densidad Bimasa m ind/m g/m La Isabela 2 800 25 0,99 178 0,21 18,501 3,12 47 500 24 ZO 2,26 0,55 2,344 111,39 46 800 26 3,24 2,44 0,69 USA 833 36 800 20 073 1,61 0,16 39,022 272,46 50 280 23 1,54 1,86 0,33 27,035 177,60 34 800 ys 175 2,04 0,39 Z¿107 85,05 26 400 13 2,62 13 0,71 1,435 61,48 2 800 Sil 6 2,40 US 7,309 87,57 16 1300 25 SA 2,60 0,82 0,273 27,67 15 600 a 2 1,99 0,56 3,586 24,40 Medias 24 10,612 98,49 + DE 5, 13,383 76,34 Medias transformadas por log 3329 75,66 +DE 4,263 2,08 Medias ponderadas 60 10,612 104,55 Medias ponderadas sin cardúmenes 55 1,349 96,19 Caibarien 147 760 28 2 2,13 0,69 8,733 236,86 3 600 5) 0,57 2339 0,11 37,900 197 54 600 14 0,77 1,02 0,2 11:328 208,25 3 600 30 0,96 92 0,2 17,171 201,69 52 400 19 1,07 ¡519 0,25 88,117 205,94 51 400 24 095 107 0,2 34,680 104,16 SO 400 28 1:89 1,96 0,29 34,830 243,90 48 400 Da 2,45 1,96 0,55 4,235 257,43 44 400 23 1,0 1,6 0:22 33037 133,26 43 400 13 20] 1,43 0,69 0,825 36,54 42 400 S DO 1,88 0,66 0,435 16,57 41 400 18 2,89 LT 0,69 23D 96,64 40 600 26 1,66 1,64 0,35 66,758 356,29 39 400 15 2,06 1,24 0,53 6,212 167,47 38 400 14 2,78 1,61 0,73 0,685 36,55 7 400 2 2,03 2,08 0,43 14,647 205,95 24 400 17 2,14 1,66 0,52 12907 54,93 Medias 22 23,842 162,01 EDE 6 26,642 93,60 Medias transformadaspor log 9,202 125,47 + DE DES 2,28 Medias ponderadas 56 26,985 176,16 Medias ponderadas sin cardúmenes 51 2,436 131,33 Bahia de Buenavista 18 600 23 120 1,40 0,27 42,557 128,69 45 600 15 2,04 ISA 0,52 1,048 70,76 29 600 az 0,56 1,42 0,12 48,235 376,61 28 600 26 1,38 1,80 0729 25,547 231,74 23 600 28 0,60 1,86 0,20 39,840 436,46 22 800 29 095 2,09 0,20 13,346 283,00 Ted Claro y García Arteaga Tabla 4. Continuación. Table 4. Continuation. Estacion Area n? spp. EN Rj y Densidad Biomasa m? ind/m2 g/m 220 385 22 3,10 2,04 0,69 3,299 86,34 2 1800 92 0,77 Zo 0,15 11,279 91,54 > 1000 24 0,85 1,90 0,19 4,137 37,74 E 1300 17 1,81 p-13 0,44 14,411 96,66 6 1200 17 2,95 137 0,72 0,961 33,3) Medias 23 19,062 170,26 DE 5 18,370 140,19 Medias transformadas por log 9,424 122,64 +DE 4,132 2,30 Medias ponderadas 78 16,611 138,80 Medias ponderadas sin cardúmenes 73 1,820 126,21 En toda la subzona Medias 38 18,790 147,60 + DE 6 21,588 106,89 Medias transformadas por log 7,554 109,24 E DE 4,787 2,30 Medias ponderadas 64 14,089 145,94 Medias ponderadas sin cardúmenes 60 1,690 130,06 servan en las manjúas (Jenkinsia lamprotaenia), los roncos (Haemulidae) y los pargos (Lutjanidae), especialmente en las formas juveniles de éstas y otras especies. La densidad de juveniles fue 5,6 veces menor que en los manglares muertos. La biomasa de especies de interés comercial fue casi tres veces mayor en los manglares vivos (159,0 g/m?) que en los muertos (57,5 g/m2). Las diferencias mencionadas pudieron ser mayores pero debido a que aún se en- cuentran muy cerca (pocas decenas de metros) los sectores sanos del manglar de aque- llos afectados, los peces pueden moverse de un lugar a otro en su actividad de forrajeo. El coeficiente de comunidad (GOODALL, 1973) entre los manglares vivos evidencia un ni- vel de similitud relativamente bajo entre pares de muestreos: como promedio 0,41 + 0,08DE. Entre los manglares muertos el promedio fue semejante: 0,40 + 0,11DE. Sin embargo, al com- parar los promedios ponderados de ambos grupos se obtuvo un nivel mayor: 0,52. En los muestreos realizados en toda la región, se encontró 59 especies (Tabla 2), aun- que el promedio por muestreo fue solo de 21 + 8 . Por su densidad, la familia Clupeidae constituyó 87% de todos los individuos, representada casi totalmente por la manjúa o sardina enana, Jenkinsia lamprotaenia (1J = 1, categoría A/1-1). Esta especie estuvo pre- sente en la mayoría de los muestreos, casi siempre con una alta densidad. Le siguió en abun- dancia Atherinomorus stipes (IJ = 2) aunque con mucho menor frecuencia y abundancia (categoría B/2-2). Tal dominancia de dichas especies influyó en los valores bajos de los índices de diversidad y equitatividad. Las mayores densidades de estas especies se ob- 23 Estructura de las comunidades de peces A H'=2,21 H'=1,70 H'=2,23 80 R'=3,68 R'=3,72 R'=3,11 J':0,37 J'=0,28 J'=0,38 D=10,612 D=14,00 D=26,985 B=104,5 B=145,9 B=176,2 N=60 N=64 N=56 + LA ISABELA BUENAVISTA CAIBARIEN Número de especies 20 40 80 120 160 200 240 280 Número de individuos x 10% B H'=3,84 H'=3,22 R'=4,14 R'=4,22 J'=:0,61 y'=0,57 O 60 B=96,14 = 190, Nz55 N=60 -)) o o 03) e Y 40 Li) o) o pu Los) E paja ] Zz 20 4,0 8/0 12,0 160 200 Fig. 3. Curvas de rarefacción y otros indicadores de las comunidades de peces en los manglares de tres regiones de la subzona Bocas de Sagua la Grande- cayo Guillermo. (Leyenda igual que en Fig. 2). Fig. 3. Rarefaction curves and others indicators of fish community structure on mangroves from three regions of Bocas de Sagua la Grande- cayo Guillermo subzone. (Legend like in Fig. 2) 74 Claro y García Arteaga servaron en los lugares donde el intercambio de agua entre la plataforma y el océano mantiene una salinidad no muy alta (cercana a la normal del océano abierto). En las regiones interiores donde la salinidad es superior a 40%o. o sufre grandes fluctuaciones, dichas es- pecies generalmente estuvieron ausentes. Tanto la densidad como la biomasa fueron muy variables, en lo cual influyó notable- mente la gran movilidad de los peces a lo largo de la linea costera en horas del día, o su agregación en parches o cardúmenes, como es el caso de la manjúa y otras sardinas. Estación Area n? spp. H 2 400 3 4 950 26 56 600 13 37 600 24 58 720 26 61 600 23 62 600 14 Medias 18 + DE 9 Medias trasformadas por log + DE Medias ponderadas 47 Medias ponderadas sin cardúmenes 44 14 600 ZN 59 600 30 60 600 33 Medias 30 + DE 3 Medias transformadas por log + DE Medias ponderadas 42 Medias ponderadas sin cardúmenes 39 Medias 22 + DE % Medias transformadas por log + DE Medias ponderadas 54 Medias ponderadas sin cardúmenes 51 En los manglares interiores 0,08 0,83 0,57 3 2,08 533 1,34 R¡ 0,24 2,07 1,08 21 2,31 2,54 1,33 En los manglares de los cayos exteriores e 0,73 2,28 En toda la sub-zona 2,62 1,85 2,63 0,62 0,15 0,43 Densidad ind/m2 2,5873 0,4195 1,6083 89,6933 7,7103 33,0000 49,1891 10,3609 5,2325 33,0038 33372 11,5409 ZII 3,1710 3,7482 11,3199 1,8318 Biomasa g/m2 17,96 101,06 40,84 89,21 112,00 144,32 122,67 89,72 45,15 74,81 2,00 94,43 91,46 244,29 1053,16 e E 763,73 450,82 634,68 1,96 763,75 756,08 291,93 390,54 142,08 3,31 286,56 282,26 Tabla 5. Valores de densidad, biomasa y de algunos indicadores ecológicos de las asociaciones de peces en los manglares de la región cayo Coco- cayo Sabinal. Table 5. Values of density, biomass and some ecological indicators of fish assemblages on man- groves from cayo Coco- cayo Sabinal subzone. 75 Estructura de las comunidades de peces A H!'=2,04 R'=3,4 1 l J'=0,37 D=2,342 B=94,4 N= 47 50 40 n H!'=1,12 o R'=2,59 S J'=0,2 | a 30 D=33,004 a B=763,7 > N=42 po] o a 20 E pj ) 2 Ko) 6 12 18 24 30 36 Número de individuos x 103 B 50 H'=3,82 R'=3,95 y'=0;70 ¡ P=0,4195 B =91,46 40 N =44 2 117) o H'=2,68 o R'=2,87 a 30 Jy=0,51 9 D=5,337 B=756,08 3 N=3 2 w 20 E =3) Z 10 lO. 20. 30)... 49: "80 60 Número de individuos x10> Fig. 4. Curvas de rarefacción y otros indicadores de las comunidades de peces en los manglares exteriores (1) e interiores (2) de la subzona cayo Coco- cayo Sabinal. (Leyenda igual que en Fig. 2). Fig. 4. Rarefaction curves and others indicators of fish community structure on offshore (1) and inshore (2) mangroves from cayo Coco- cayo Sabinal subzone. (Legend like in Fig. 2) 76 Claro y García Arteaga Los valores más altos de biomasa estuvieron dados por la presencia de los roncos (Haemulidae), principalmente el ronco amarillo, Haemulon sciurus (1J =3) que aportó cerca de 40% de esta, y en segundo lugar por los pargos (Lutjanidae), representados por el caballerote, Lutjanus griseus y el cají, E. apodus (IJ = 6 y 9 respectivamente). Estas dos familias constituyeron 82% de la biomasa íctica en este biótopo. Aunque los peces planctófagos resultaron por su número 94,5% del total de indivi- duos, estuvieron representados por solo 6 especies, con solo 12,4% de la biomasa. Los ben- tófagos e ictiófagos fueron más importantes: 86,4% de la biomasa (Tabla 3). Subzona Boca de Sagua la Grande-cayo Guillermo. Esta sub-zona presenta espe- cial interés por las grandes perspectivas para la explotación turística de sus cayos y por los planes de construcción de viaductos de acceso a los mismos a través de la plataforma. Por ello, se realizó un mayor número de muestreos en los manglares de sus macrolagunas. En los 38 censos visuales realizados se encontraron 78 especies de peces, aunque como pro- medio había solo 23 + 6 en cada estación. Los índices de diversidad, riqueza y equitatividad fueron más altos que en las otras dos subzonas. Dado que en esta sub-zona se pueden delimitar tres regiones con caractersticas propias, como se ha señalado anteriormente, hemos separado las estaciones correspondientes a cada una, a las cuales llamaremos: La Isabela, Caibarien, y Buenavista, de acuerdo con su ubicacin geográfica (Fig. 1B). No se observan diferencias notables en los valores de H', R¡ y J entre las esta- ciones de las tres regiones (Tabla 4). La densidad y biomasa de peces en La Isabela fueron inferiores a los otros dos acuatorios (diferencia significativa para p > 0,05). La región de Caibarien por el contrario, presentó los más altos valores de estos dos indicadores (diferencias altamente significativas de las medias transformadas, en to- dos los casos: P > 0,999), debido a mayor abundancia relativa de manjúa, Jenkinsia lamprotaenia), pargos (Lutjonidae) y roncos (Haemulidae). Los valores más altos de densidad y biomasa se encontraron en las estaciones ubicadas en la región al NE de Caibarien. Esta región recibe las aguas eutróficas de la Bahía de Buenavista, que son empujadas por los vientos predominantes hacia el W y encuentran salida al mar abierto por este lugar. A juzgar por nuestros datos y los de las capturas (CLARO Y GARCÍA-ARTEAGA, en prensa), esta región es una de las de mayor producción pes- quera en toda la costa norte. En las estaciones situadas hacia el W y al S de cayo Fragoso, donde el intercambio de aguas con el océano es pobre y la salinidad sobrepasa los 40%o, la densidad y biomasa de peces es mucho menor. Sin embargo, en los canales que atraviesan dicho cayo, donde es muy fuerte el flujo de agua provocado por la marea, entre la macrolaguna y el mar abierto, la biomasa y densidad de peces es alta. La densidad de manjúa en esa regin de Caibarien (14,33 ind/m2) fué mayor que en los cayos al N de Buenavista (11,9 ind/m2) y en la Isabela (7,4 ind/m2). La densidad del resto de las especies también fué dos veces mayor en la región de Caibarién (5,6 ind/m?) que en La Isabela (2,2) y Buenavista (2,0), aunque las diferencias en biomasa fueron menos marcadas. HA Estructura de las comunidades de peces 100 o DS eo S 2 a H=2,22 177 R=4, 13 o 60 l J'0,35 2 H51, 03 D= =16,6 | | E 4'=1,37 R'=3,18 B=139,8 E 40 R'=3,29 y =0,8 Nte O y D'=34,169 E Y'=0,24 8 :166,3 *3 Del11,320 N =59 d 2 Ba = sas e 4.0 8,0 12,0 16,0 20,0 24,0 28,0 320, 36,0 100 Número de individuos x 10% o B 3 80 2 2 (77) H 23,55 (0) pe 60 H'=2,70 R'=462 A | R'=3,76 J':0,57 E J's 0,47 D=1,820 L 40 H'=2,98 De 1,991 Bs 126,2 = He B= 148,4 Na 73 E N= 54 2) 2 20 0 40 8,0 12,0 16,0 20,0 24,0 28,0 320 36,0 Número de individuos x 103 Fig. 5. Curvas de rarefacción y otros indicadores de las comunidades de peces en los manglares del Grupo Insular Sabana- Camagúey. 1- subzona Punta Hicacos- cayo Verde, 2- Bocas de Sa- gua la Grande- cayo Guillermo; 2 - cayo Coco- cayo Sabinal (3). (Leyenda igual que en Fig. 2). Fig. 5. Rarefaccion curves and others indicators of fish community structure on mangroves from the Insular Group Sabana- Camagúiey. 1- Punta Hicacos- cayo Verde subzone; 2- Bocas de Sagua la Grande- cayo Guillermo subzone; 3- cayo Coco- cayo Sabinal subzone (Legend like in Fig. 2). La biomasa de especies comerciales también fué superior en la región de Caibarién (143 2/m2) que en Buenavista (91,8) y La Isabela (73,5). Los valores del coeficiente de comunidad entre muestreos fluctuaron de 0,31 a 0,54 (0,41 + 0,07 DE), evidenciando relativamente poca coincidencia de especies entre esta- ciones. Sin embargo, al comparar los valores ponderados de todos los muestreos reali- zados en cada una de las tres regiones, se encontró valores del coeficiente de comunidad 78 Claro y García Arteaga relativamente altos: 0,61 entre las macrolagunas de La Isabela y Caibariém, 0,70 entre La Isabela y Buenavista, y 0,69 entre Caibariém y Buenavista. Considerando la subzona en su conjunto, los mayores valores de densidad, biomasa y riqueza de especies, se observaron en los manglares, donde por su cercanía con el océano, las condiciones de circulación y salinidad del agua son mas favorables, como los cayos Fran- cés, Cobo, Boca Chica, Flores, Contrabando, etc. La manjúa, Jenkinsia lamprotaenia, fué la especie predominante (59,7% de todos los peces censados) y causante principal de la alta densidad encontrada en este biotopo (Ta- bla 2, Fig. 3). Le sigue en importancia (IJ = 2), aunque en mucho menor densidad, la sar- dina de ley, Harengula humeralis (1J = 2; F/a-b = B/2-2). Esta especie también constituye un recurso potencial apreciable, tanto para consumo humano (preferiblemente en con- servas) como carnada viva para la pesca de atunes y otras especies. La biomasa más alta correspondió a Haemulon sciurus (42,3 g/m), que además ocupó el tercer lugar por su índice de jerarquía. No obstante, los pargos en su conjunto, apor- taron mayor biomasa (55,6%) que los roncos (30,3%) y constituyeron las principales es- pecies comerciales observadas en dicho biotopo, especialmente el caballerote, Lutjanus gri- seus y el cají, L. apodus. Al igual que en la sub-zona Punta Hicacos-cayo Verde, los peces bentófagos fueron pre- dominantes por su biomasa (86,4%), aunque por su densidad los planctófagos fueron más abundantes, gracias a la abundancia de peces de la familia Clupeidae (Tabla 3). Subzona cayo Coco - cayo Sabinal. La circulación en las macrolagunas de esta sub- zona se ha visto muy afectada por la construcción de un viaducto que atraviesa de S a N la Bahía de Jiguey, el cual entorpece el movimiento residual de las aguas de E a W pro- vocado por el régimen de vientos. Más recientemente se construyó el viaducto que une cayo Coco con cayo Romano, y otro que conecta este con cayo Paredón Grande. Estos obstá- culos, que entorpecen el intercambio con el océano, unidos al pobre aporte de aguas te- rrígenas y el alto nivel de evaporación, determinan altos valores de salinidad en las ma- crolaguna. En esta sub-zona solo pudieron ser censados siete manglares ubicados en los canales que separan los cayos unos de otros, (donde la salinidad y turbiedad son relativamente altas, aunque no tanto como en el interior de las macrolagunas) y tres muestreos en man- glares situados en los cayos exteriores donde prevalecen condiciones muy cercanas a las de mar abierto. Los manglares de la parte S de los cayos que bordean las macrolagunas y los existentes en los cayos interiores y tierra firme, no pudieron ser estudiados, debido a la alta turbidez del agua. Al analizar por separado los muestreos realizados en los manglares interiores de los ca- nales que separan los cayos Coco, Romano, Guajaba y Sabinal, y aquellos existentes en los cayos exteriores de la plataforma (cayos Cruz, Antón y Corúa), se observaron notables diferencias en la estructura de la comunidad. En los primeros, la diversidad, riqueza, equitatividad, densidad y biomasa promedios por estaciones son inferiores a las obtenidos en los manglares que mantienen buen intercambio con las aguas oceánicas (Tabla 5, Fig. 4). En los manglares exteriores la densidad de manjúas, por ejemplo, alcanzó 27,5 79 Estructura de las comunidades de peces 100 vn 80 v o a H o 60 R o J no D E B ENS N -3 Z 20 0 8P 16,0 24,0 320 40,0 480 560 64,0 72,0 Número de individuos x 10? 100 as E E H =3,38 o R =5,08 sud H'=3,38 y =0,93 ES R'=4,67 D= |,852 ho] J=059 B=152,8 o D =2,881 N=83 = 40 B=196,7 AS N=73 z 20 (o) 80 160 24,0 32,0 40,0 48,0 560 640 72,0 Número de individuos x lO Fig. 6. Curvas de rarefacción y otros indicadores de las comunidades de peces en los manglares del Golfo de Batabanó (1) y del Grupo Insular Sabana- Camagúey (2). (Leyenda igual que en Fig. 2). Fig. 6. Rarefaccion curves and others indicators of fish community structure on mangroves from Batabanó Gulf (1) and the Insular Group Sabana- Camagúey. (Legend like in Fig. 2). - 1nd/m?, mientras que en los interiores fué solo de 1,6 ind/m?. Las biomasas encontradas en los primeros fué 8 veces mayor y las más altas observadas en este trabajo. En los cayos exteriores la biomasa de especies comerciales alcanzó 714 g/m?, mien- tras que en los canales de los cayos solo llegó a 89,8 g/m2. El primer valor mencionado puede estar influido por la cercanía de esos cayos a los arrecifes de parche y la pendiente arrecifal, donde abundan los peces de mayor talla. Las diferencias de los valores medios transformados de densidad y biomasa fueron altamente significativos (P > 0,999). 80 Claro y García Arteaga Es necesario recalcar que los muestreos de los manglares interiores se realizaron en es- taciones ubicadas en los canales que sirven de comunicación a las bahías con el océano, y por tanto en ellos la influencia oceánica mejora las condiciones con relación a las exis- tentes en el interior de las macrolagunas, donde es de esperar afectaciones mayores de la ictiofauna. Los pargos (Lutjanidae), en los cayos exteriores presentaron una biomasa acumulativa de 400 g/m?, representados fundamentalmente por Lutjanus griseus y L. apodus, y en los manglares interiores la biomasa de pargos fué seis veces menor (69 g/m). Los roncos, que presentaron valores de 322 g/m? en los cayos de afuera, alcanzaron solo 9 g/m? en los interiores. Tal densidad de peces en los manglares exteriores determinó valores muy ba- jos del índice de diversidad debido a una alta dominancia de algunas especies. No obstante, al eliminar las especies que forman cardúmenes, el valor de estos indicadores aumenta sus- tancialmente, aunque se mantienen las relaciones descritas anteriormente para H', Ry y J (Fig. 4B). Los peces juveniles fueron raros en los manglares interiores, lo cual evidentemente es resultado de condiciones desfavorables para su alimentación y crecimiento. El coeficiente de comunidad entre ambos grupos de muestreos fué relativamente alto (0,65) evidenciando una notable similitud en la composición por especies en ambos bió- topos. Considerando en su conjunto todos los muestreos realizados en los manglares de la subzona, se encontró en total 54 especies de peces (Tabla 2). La especie predominante en ambos grupos de muestreos fué la manjúa, Jenkinsia lamprotaenia (1J =1), seguida de los pargos y los roncos, al igual que en las otras subzonas. Los planctófagos predominaron por su densidad, pero los bentófagos e ictiófagos constituyeron la biomasa principal (Tabla 3). DISCUSIÓN En los 63 censos visuales realizados en los manglares del Grupo Insular Sabana-Ca- maguey, se encontró 87 especies de peces, pertenecientes a 30 familias. En todos los acuatorios predominaron por su número las de la familia Clupeidae (83%), principal- mente Jenkinsia lamprotaenia (71%) y por su biomasa los pargos (46,1%) y roncos (40,1%) (Tabla 2). Todas estas especies utilizan el manglar como refugio durante el dia, y se dispersan de noche para alimentarse, por las praderas de fanerógamas o los fondos fan- gosos de las macrolagunas. Por ello, las relaciones tróficas de estos peces están supeditadas a las condiciones ambientales de ese biótopo. Aproximadamente 90% de la biomasa de los peces encontrados dependen para su alimentación de los organismos bentónicos, cuya biomasa ha sido seriamente afectada por los cambios desfavorables del medio, que se es- tán produciendo en estas macrolagunas (ALCOLADO, JIMÉNEZ, ESPINOSA, IBARZABAL, MARTÍNEZ, DEL VALLE, HERNÁNDEZ, ABREU, VEGA Y RAMÍREZ, 1990 a y b). Los valores más altos de diversidad, riqueza y equitatividad se observaron en la sub- zona Bocas de Sagua la Grande-cayo Guillermo (Fig. 5). Sin embargo, los valores por es- taciones indican que las diferencias reales parecen estar vinculadas no a la región, sino a 81 Estructura de las comunidades de peces las condiciones ambientales locales en cada estación: la mayor diversidad y riqueza coin- cide generalmente con condiciones favorables de intercambio de agua con el océano. Este mismo factor determina tambien los más altos valores de densidad y biomasa. Así, por ejemplo, aunque la mayor biomasa se encontró en la subzona cayo Coco-cayo Sabinal, su valor está determinado por los muestreos realizados en los manglares exteriores de la ca- yería (Tabla 5). Los factores que más influyen en la ausencia de peces en los manglares secos son la disminución del área de sombra y refugio, así como la pérdida paulatina de organismos sé- siles (plantas y animales) sobre las raices, lo cual además de disminuir la complejidad fí- sica del biótopo, afecta la base alimentaria de los peces. Tanto en este caso, como en las demás regiones donde se observó condiciones am- bientales adversas (alta salinidad, pobre intercambio de aguas con el océano, etc), su efecto influyó, en primera instancia sobre la biomasa de peces, en segundo sobre la den- sidad y por último, y con menor intensidad sobre la riqueza y diversidad. Ello se debe a que tales condiciones adversas afectan primero a la biomasa de invertebrados bentóni- cos que sirven de alimento a los peces, lo cual incide directamente sobre el crecimiento de estos, su mortalidad natural y el tamaño de sus poblaciones. Es evidente que la mayoría de las especies encontrados en este biótopo son capaces de tolerar, al menos temporalmente, el nivel de afectación ambiental existente en el momento de los muestreos (alta salini- dad, pobre base alimentaria). Por otra parte, la capacidad de movimientos de los peces les permite cierta compensación, al permitirles forrajear por toda la zona y migrar hacia lugares menos afectados. Por tales razones, la diversidad y riqueza de peces no siempre se ven disminuidas por las condiciones adversas. No obstante, las grandes diferencias en biomasa de peces entre regiones interiores es- tresadas por la salinización y de aquellas donde no se manifiesta aún su efecto, constituye una muestra de las grandes afectaciones a que puede conducir la salinización de los acuatorios, aún en su fase de desarrollo. Tales daños deberán reflejarse sobre las pesque- rías de la región, en los próximos años, si no se toman medidas para incrementar el in- tercambio de agua de las macrolagunas interiores con el océano. Considerando la zona en su conjunto, los índices de diversidad, riqueza y equitatividad encontrados fueron inferiores a los observados en el Golfo de Batabanó (VALDÉs- MUÑOZ ET AL. 1990), pero la densidad fué muy superior en la cayeria norte (Fig. 6A). Sin embargo, al eliminar por igual en las muestras a las especies que forman cardumen, resulta que la diversidad y equitatividad son muy semejantes y la riqueza es mayor en la zona norte, al punto que las curvas de rare- facción se invierten (Fig. 6B). En cambio, la densidad y biomasa resultan más altas en el Golfo de Batabanó. AGRADECIMIENTOS Deseamos dejar constancia de nuestro agradecimiento a la tripulacin del barco de in- vestigaciones “Tritón” y a los buzos de apoyo del Instituto de Oceanologia, por su coo- peracin en los muestreos, y a los compañeros Jorge L. Hernández y Germán Acosta, por 82 Claro y García Arteaga su asistencia té,cnica. Así mismo agradecemos al Dr. Pedro Alcolado por sus sugeren- cias y análisis crítico de este trabajo. BIBLIOGRAFÍA ALCOLADO, P.M., C. JIMÉNEZ, J. ESPINOSA, D. IBARZABAL, J.C. MARTÍNEZ, R. DEL VALLE, N. MARTÍNEZ, A. HERNÁNDEZ, M. ABREU, L. VEGA AND E. RAMÍREZ. 1990. Ecología Marina. 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Avicennia, 1993, 0: 84- 111 Distribución y abundancia de la macrofauna bentónica vágil en tres arrecifes de la plataforma suroccidental de Cuba. Distribution and abundance of vagile macrobenthic fauna on three reefs from the southwestern cuban shel]f. Diana R. Ibarzábal Instituto de Oceanología de la Academia de Ciencias de Cuba.1*, n* 18406, Municipio Playa, Ciudad de la Habana, Cuba. Resumen Se estudió la macrofauna vágil de los sustratos rocoso y arenoso de tres arrecifes de ba- rrera de la región suroccidental de la plataforma cubana. Se demostró la influencia de las condiciones ambientales a que están sometidos sobre la infauna y la criptofauna y sus diferencias en cada uno de los arrecifes determinada por la posición geográfica que ocupan cada uno de ellos. Se comparan las abundancias y la distribución de los principales grupos taxonómicos en las zonas del perfil estudiado, desde la laguna arrecifal hasta 25 m en la pendiente externa, así como las diferencias y particularidades de la infauna presente en el sustrato arenoso y en las cavidades rocosas. Abstract Vagile macrofauna of both, sandy and rocky substrates of three barrier reefs in south- western region of cuban shelf are studied. The influence of differents environment conditions produced by the geographic position of each reef inside the distribution and abundance of principal taxonomic groups are demonstrated. Differences between the sandy infaunal groups and cryptofaunal groups are studied from the reef lagoon to 23 m deep in outer slope. Palabras clave: fauna vágil, bentos, arrecife, Cuba. Key words: vagile faune, benthos, reef, Cuba. INTRODUCCIÓN La plataforma cubana cuenta con una extensa franja de arrecifes coralinos que la ro- dean. Estos se han estudiado desde diferentes puntos de vista, ZLATARSKI Y MARTÍNEZ-ES- TALELLA (1980) realizaron un estudio muy completo de la fauna de corales escleractí- neos alrededor de toda Cuba. Otros trabajos como los de ALCOLADO (1979, 1985 y 1989) sobre esponjas y los de HERRERA Y ALCOLADO (1986 y en prensa) sobre gorgonáceos completan el conocimiento de la principal fauna sésil arrecifal. La fauna bentónica vágil de los arrecifes presenta una marcada importancia en la riqueza de este biotopo entre otras razones por el gran número de especies que la componen y que encuentran en él alimento y refugio al mismo tiempo que constituyen una fuente de alimento para los depreda- dores bentófagos del arrecife, resultando de esta forma un gran aporte a la trama trófica del mismo. 84 Ibarzábal En el borde de casi toda la plataforma suroccidental se encuentran los más bellos y exu- berantes arrecifes de barrera cubanos. Su estudio sistemático y ecológico se desarrolló durante los años 1987 y 1988 y en él se abarcan casi todos los grupos animales y vegeta- les de nuestra fauna marina, tanto los sésiles como los vágiles. Sobre estos últimos solo se contaba hasta el presente con los resultados de Martínez- ESTALELLA (1983) y los obtenidos en el arrecife de Punta del Este, Isla de la Juventud, donde se realizó un estudio ecológico sobre la fauna bentónica del lugar y del cual se deriva- ron distintos artículos sobre la distribución de peces, poliquetos y moluscos (VALDÉS- Muñoz, 1981; IBARZÁBAL, 1985 y ALCOLADO Y CORTÉS, 1987). El presente artículo trata sobre la distribución de la macroinfauna bentónica de los sus- tratos blandos y rocosos de tres arrecifes de barrera de la costa SW cubana. La fauna del sustrato arenoso se estudió de forma preliminar en un trabajo que se realizó a modo de pros- pección en esta misma zona (IBARZÁBAL, en prensa), en cambio los resultados que se muestran aquí sobre la criptofauna son los primeros que se obtienen en Cuba. MATERIALES Y MÉTODOS El trabajo se realizó en tres arrecifes de la plataforma SW de Cuba, el de Cayo Juan Gar- cía, al SW del Golfo de Batabanó (219 59” 30” N, 84? 39” 30” W); el de Cayo Cantiles (21? 35” 04” N, 819 57” 04” W) y el de Diego Pérez (22” 21” 00” N, 81? 31” 00” W), situados al S y al E respectivamente del ya citado Golfo (Fig. 1). En cada uno de éstos se situaron 9 estaciones en un perfil perpendicular a la barrera que se extendió desde la laguna arrecifal hasta 25 m de profundidad en la pendiente externa, Gea. 1). Para la fauna del sustrato blando se situaron dos estaciones en la laguna arrecifal (1 y 1-A), la primera en el seibadal denso que cubre el centro de la misma y la segunda más cer- cana a la barrera donde la vegetación se empobrece y aparecen parches de arena limpia. Las estaciones 2, 4, 5, 6, 7 y 9 corresponden en cada arrecife a la zona trasera, la zona de embate, la explanada abrasiva (en 5 m) y la pendiente externa en 10, 15 y 25 m de pro- fundidad. El sedimento de la barrera arrecifal no se pudo muestrear por la dificultad de lle- gar con los equipos de muestreo hasta las pequeñas pocetas de arena que se encuentran en el centro de la misma. Las muestras de sedimento se tomaron con una draga de succión acoplada a un bote- lla de aire comprimido operada por medio de buceo autónomo. Este método modificado por IBARZÁBAL (1987), fue utilizado con buenos resultados en biotopos arenosos y seiba- dales, pero su mayor ventaja en los muestreos en arrecife, ya establecida por otros autores (THOMASSIN, 1978) es posibilitar la toma de muestras en los estrechos canales de arena de la pendiente externa , donde cualquier otro muestreador resulta casi imposible de utilizar de forma eficaz. Las muestras se tomaron dentro de un área de 0,1 m? y se colectaron 5 réplicas en cada estación en los meses de febrero (invierno) y julio (verano) de 1987. En el caso de la criptofauna, se muestrearon las mismas estaciones, con la diferencia de que en la laguna arrecifal no se distinguieron dos localidades sino que se colectaron las 85 Macrofauna bentónica 80" E JUAN PS 4 NEO BE IAEA, AA s e GARCIA As = C.CANTILES 30 0 | > ; 5 , / O D-1 D-2 D-3D4 D-6 o UL P2 coreo PEREZ pr X F3o p- Fig. 1. Mapa de la ubicación de las estaciones en los tres arrecifes. Fig. 1. Map of studied reefs showing the transects and stations sampled. piedras coralinas que se encuentran presentes en toda su extensión (est. 1), por otra parte, en la meseta arrecifal (est. 3) se tomaron fragmentos de Acropora palmata muerta y la úl- tima estación de la pendiente externa se hizo en 20 m de profundidad (est. 8). Las colectas se realizaron en febrero y julio de 1988, mediante buceo autónomo, des- prendiendo con un cincel y un martillo los pedazos de las rocas coralinas que forman los camellones, los cabezos coralinos y la meseta arrecifal. En algunas localidades se toma- ron las piedras coralinas dispersas en el fondo. Se tomaron 10 muestras en cada estación, cada una de ellas con un volumen que va- rió entre 300 y 1200 ml, haciendo un volumen total para cada estación entre 3,4 y 9,9 1. So- bre este aspecto CLAUSADE (1970), calculó 1 dm3 como volumen mínimo de muestreo, aun- que HUTCHINGS (1978), plantea que el volumen puede variar de acuerdo a las caracterís- ticas de cada habitat. 86 Ibarzábal - 7 > 4, ; e ¿e Pa * “Y , ; he 2 > E + AMA . cal a A “ . p » 2... dos . Y á 0 7 E "e E eS 4 le e 4 E e. se e O OS e a AE ee E. > N kE : is a Hgo E e dl E 7 > ES A y ER TAME e cd A, 4 ds ab PP E Fig. 2. Método para la extracción de los organismos de la criptofauna en artesas de cristal. Fig. 2. Method for the extraction of cryptofauna in laboratory glass containers. Cada muestra se colectó en sacos de tela que se sellaron inmediatamente y se llevaron al laboratorio donde a cada fragmento de roca se le desprendieron las esponjas, las asci- dias y los gorgonáceos. Posteriormente cada uno de ellos se fraccionó en 4 ó 5 pedazos más pequeños, los cuales se colocaron rápidamente sobre una malla metálica de 2,5 cm de abertura dentro de artesas de cristal de 5 y 7 1 de capacidad llenas de agua de mar (Fig. 2). Se midió el volumen desplazado por la piedra y se le agregó a cada artesa 40 ml de for- mol al 4% por cada litro de agua que contenía. A continuación se cubrieron con polieti- leno y se dejaron en reposo hasta el día siguiente en el que se extrajeron los pedazos ro- cosos y se revisaron cuidadosamente para desprender los animales aún adheridos a su superficie como algunas anémonas y poliquetos que morían antes de salir completa- mente de sus galerías. Las artesas se lavaron y su contenido se pasó por un tamiz de 1 mm de abertura. Los animales se separaron y se conservaron en alcohol al 70 % con glicerina para su posterior identificación. Posteriormente a modo de comprobación se desmenuzaron los pequeños fragmentos de roca y de esta forma se obtuvieron algunos sipunculidos y bivalvos perfo- radores, los cuales penetran muy profundo en la piedra, del resto de los grupos no se en- contró ningún animal. Este método es recomendable por su facilidad en comparación con el fraccionamiento de las piedras con cincel y martillo utilizado por la mayoría de los au- tores, el cual resulta en ocasiones agobiante además del daño que causa a los organismos los cuales quedan a veces indeterminables. Con respecto a los métodos de colecta y pro- cesamiento de muestras y datos, HUTCHINGS (1978, 1986) se ha referido a la necesidad de 87 Macrofauna bentónica estandarizar éstos con el fin de hacer comparables los resultados de diferente regiones. Los trabajos realizados hasta el momento muestran gran variedad en los métodos utilizados (PEYROT-CLAUSADE, 1974, 1979; HuTcHINGS, 1974; HuTCHINGS Y WEATE, 1977; REI- CHELT, 1979), por lo que es difícil establecer criterios de abundancia en los estudios cuan- titativos. Para la caracterización de cada arrecife se tomaron muestras de sedimentos para el aná- lisis del contenido de materia orgánica por el método de GRIGG Y KIWALA (1970) y el tipo de sedimento y tamaño de la partícula (Md). Se tomaron además los valores del índice de agitación del agua (IAA ), basado en el método propuesto por ALCOLADO (1981). Los animales se separaron por grupos taxonómicos y se pesaron con el fin de obtener los valores de densidad y biomasa. Esta última se obtuvo en peso seco, después de colo- car los organismos en una estufa a SOPC durante 24 horas. Est. Md (mm) Tipo de sedimento IAA MOP J. Garcia l 0,13-0,73 arena fina- arena gruesa - 0,30-0,60 7 0,51-2,69 arena gruesa- grava media 98 0,10-0,30 3 0,48 arena media - — 4 0,82-2,69 arena gruesa- grava media 100 0,00-0,10 3) 0,45-1,77 arena gruesa- grava fina 99 0,10 6 0,44-0,67 arena media- arena gruesa 79 0,10-0,30 7 0,39-0,86 arena media- arena gruesa 43 0,20-0,40 8 0,38-0,79 arena media-arena gruesa 3 0,46-0,40 9 0,61-1,00 arena gruesa-grava fina + 0,10-0,40 Cantiles l 0,16-0,58 arena fina-arena gruesa - 0,10-0,35 2 0,20-0,43 arena fina-arena media 4 0,00-0,30 3 0,47 arena media - — 4 0,26-2,53 arena media-grava fina 79 0,00-0,10 5 0,65-1,30 arena gruesa-grava fina 71 0,00 6 0,71-0,86 arena gruesa 24 0,00 y 0,44-0,78 arena media- arena gruesa 9 0,10-0,20 8 0,52-0,55 arena gruesa - 0.30-0,35 9 0,98-1,16 arena gruesa- grava fina - 0,30-0,50 Diego Pérez l 0,18-0,48 arena fina- arena gruesa - 0,30-1,00 z 0,25-0,65 arena fina- arena gruesa 21 0,25-0,90 2) 0,35 arena media - — 4 0,49-0,84 arena media- arena gruesa 33 0.00-0.10 a 0,40-1,08 arena media- grava fina 23 0,00-0,20 6 0,41-1,04 arena media- grava fina 17 0,10-0,20 7 0,11-0,91 arena media- arena gruesa 9 0,10-0,50 8 0,30-1,22 arena media- grava fina 1 0,20-0,45 9 0,32- 0,80 arena media- arena gruesa - 0,20-0,50 Tabla 1. Valores del diámetro medio de la partícula (Md), el tipo de sedimento, el índice de agi- tación del agua (IAA) y el contenido de materia orgánica en los sedimentos (MOP). Table 1. Values of median diameter of the sand particle (Md), type of sediment, agitation index 88 of water (IAA) and content of organic matter in sediment (MOP). Ibarzábal AS 7 o A CS 00 35.83 Densidad lA] | do ( SON BOOS ROS VIO As Y h e Biomasa LoOrFA 2 estaciones estaciones EA polig. Ejmolusc. ES] nemar [*.] cefalocord PA crust. Meauin. Po] arquian. PA sipunc. [_Jotros Fig. 3. Composición de la fauna vágil en el sustrato blando (A) y en el rocoso (B) a lo largo del perfil del arrecife de Juan García. Fig. 3. Composition of the vagile fauna in soft bottom (A) and in rocky substrate (B) along the transect in Juan García reef. Los valores de abundancia se ubicaron en la escala de Frontier (FRONTIER E IBAÑEZ, 1974). Se utilizó el Indice de Asimetría (1.A.) propuesto por ARECES Y MARTÍNEZ-IGLESIAS (en este número) para establecer la equitatividad comunitaria en ambos sustratos. Las prue- bas de significación se realizaron con la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney (SIE- GEL, 1974). RESULTADOS Arrecife de Cayo Juan García Descripción del arrecife. | El arrecife de cayo Juan García, se encuentra en el borde SW del Golfo de Bata- banó, por donde sale una fuerte corriente que trae consigo las aguas enriquecidas pro- 89 Macrofauna bentónica Grupo taxonómico Sustrato arenoso Sustrato rocoso l II 00 l Il 00! Nemátodos . . . Arquianélidos . Escafópodos . Cefalocordados Poliquetos Bivalvos Gasterópodos Poliplacóforos Sipuncúlidos Picnogónidos Ostracodos Cumáceos Tanaidaceos Isopodos Anfípodos Braquiuros Carideos Anomuros Ofiuros Equinoideos Holoturoideos Bets Actinias Estomatópodos Copepodos Cefalópodos Asteroideos Tabla 2. Presencia de los grupos taxonómicos encontrados en los sustratos arenoso y rocoso en las tres zonas del perfil estudiado. I- laguna arrecifal, II- zona trasera, meseta y zona de embate, IIl- pendiente externa. Table 2. Presence of taxonomic groups founded in sandy and rocky substrates in the three zones of studied transect. I Reef lagoon, UU Back reef, reef crest and high spur zone of fore reef, HI Ou- ter reef slope. venientes de la macrolaguna del Golfo (PopPOwskI Y BORRERO, 1989 y en prensa; Fa- BRÉ, 1985) (Fig. 1). Este es un arrecife de barrera, formado en su parte superior por la laguna arrecifal, la zona trasera, la meseta y la zona de embate y en su parte inferior por la pendiente ex- terna (Fig. 1). Presenta en general altos índices de agitación, que traen como consecuencia gran inestabilidad en los sedimentos, los cuales presentan grandes variaciones granulométricas temporales sobre todo en las zonas más bajas del arrecife. Por otra parte el contenido de materia orgánica de los sedimentos es elevado por el aporte que recibe de la macrola- guna del golfo. La sedimentación es muy intensa y se observa hasta en las zonas más profundas (Tabla 1). La laguna arrecifal, esta formada por un seibadal de Thalassia testudinum con algas verdes, entre las que se destacan Halimeda simulans y Penicillus capitatus. En el sedi- mento arenoso hay abundantes cascajos y piedras coralinas sobre las que se desarrolla una 90 Ibarzábal 2 BIOMASA o N Oo N2 GRUPOS Ar 12 4 5 SUE TAES ESTACIONES ESTACIONES Fig. 4. Abundancia de la fauna en el sustrato blando (A) y en el rocoso (B) a lo largo del perfil del arrecife de Cayo Juan García. Las líneas contínuas (——-) representan los datos del muestreo de invierno (febrero), y las discontínuas (- - -) el de verano (julio). Las líneas gruesas representan los valores de la Escala de Frontier (E.F.). Fig. 4. Abundance of fauna in soft bottom (A) and in rocky substrate (B) along the transect in Juan García reef. Continue line (—-) represent winter sampling (february) and discontinue line (- - - ) represent summer sampling (july). Gross line represent Frontier Scale values (EF). 91 Macrofauna bentónica J. García Cantiles D. Pérez p p p invierno D7217 0,055 0,478 verano 0,001 0,001 0,014 Tabla 3. Valores de p obtenidos con la prueba U de Mann-Whitney aplicada a los valores del In- dice de Asimetría (IA) para comparar la infauna con la criptofauna. (0. =0,05) Table 3. Values of “p” obtained with U Mann-Whitney test, aplied to Asimetric Index Values (LA) in order to compare infaune and cryptofaune abundance.(0 =0,05). abundante fauna sésil. En la medida en que se acerca a la barrera, Thalassia comienza a disminuir en densidad, se acortan sus hojas y se observan dispersos Penicillus. La zona trasera es un área arenosa de escasa profundidad (1-2,5 m), donde se levantan cabezos coralinos entre parches de Thalassia muy pobre, que alternan con arena y sustrato rocoso. Estan presentes las algas Dyctiota dichotoma, Halimeda sp. y Amphiroa sp.. Aun- que tiene la protección de la barrera, esta zona es muy agitada, sobre todo en épocas de vientos fuertes como los “sures” y la entrada de sistemas frontales del norte. La meseta arrecifal de cayo Juan García es pequeña, está constituída por un conglo- merado macizo, aplanado, de coral muerto (Acropora palmata) cubierto de algas. La profundidad varía desde el centro hacia los bordes entre 0,5 y 1 m. En toda la zona hay abundantes restos de corales y masas de Halimeda spp. en las cavidades rocosas. Es una zona muy movida, afectada por un oleaje muy fuerte que produce intensa abrasión y se- dimentación. Hacia el exterior de la meseta arrecifal se encuentra la zona de embate, que alcanza en- tre 2 y 4 m de profundidad. Esta es una zona donde el sedimento arenoso alterna con par- ches de sustrato rocoso. Se hacen notar colonias muy grandes de A. palmata, cuyos pedazos muertos se encuentran distribuidos en el fondo de toda el área. La casi ausencia de gor- gonáceos propios de este biotopo pone de manifiesto que la zona está expuesta a un ba- timiento muy severo, el cual provoca gran inestabilidad en los sedimentos, cuya capa su- perficial se observa en constante movimiento. La parte inferior del arrecife comienza con una explanada abrasiva entre 4 y 7 m de pro- fundidad, formada por un fondo llano con algas filamentosas que se encuentran cubiertas de arena. Se observan pequeñas y escasas pocetas de arena donde el sedimento alcanza poco espesor. Son abundantes los fragmentos de corales entre aislados cabezos coralinos de pequeño tamaño. A partir de la explanada abrasiva la pendiente externa va incrementando la profundidad de forma irregular, con elevaciones y depresiones en forma de canales transversos cu- biertos de arena. En la zona de 10 m, el relieve del fondo está formado por camellones anchos y bajos, entre los que se encuentran canales de arena. El sustrato rocoso se observa cubierto de al- gas filamentosas y una capa muy fina de sedimento. 9% Ibarzábal FS 2 2% DITA o e TA SALES .... e .. *C*%7 o. ... ..o ......o%0...* o. DENSIDAD » A A pi AA, GU, Eh Tor O ad 5 á e Y 1 y y . - q ÚS DA h á Ma A SAA lodo : ! $ ñ h y di "] o se Ag ls de « yl a nal Sd 6 ME Y - * Y a AO ÓN ed 28 E e Ea => d y nd E E ais AE A AAN a, a a IS A O o A Ss ANO E PAS EN E A A oe Avicennia NORMAS DE PUBLICACIÓN La revista Avicennia publica artículos científicos, notas breves y monografías, sobre cualquier tema relacionado con la oceanografía, biología, ecología, geología, física, química y farmacología tropical. Se entiende por artículo un trabajo de investigación de más de 5 páginas de texto, mecanografia- das, incluidas láminas, gráficos y tablas. Las notas son trabajos de menor extensión. Las monografías son trabajos sobre un tema único, de extensión superior a las 40 páginas de la revista y que serán pu- blicadas en un número único de la misma. Los artículos, notas y monografías deberán ser originales e inéditos y deberán presentarse meca- nografiadas en papel DIN A-4, por una sola cara a doble espacio, con tres centímetros de margen por cada lado. Los trabajos se entregarán por triplicado (original y dos copias), acompañados por una ver- sión en disco de ordenador, utilizando los procesadores de texto WordPerfect y MsWord en sus versiones de PC o Macintosh. Los artículos deben ir precedidos de un título en castellano e inglés. A continua- ción figurarán el nombre y apellidos del autor o autores, direcciones detalladas de los mismos, y un re- sumen en ambos idiomas. Cada artículo debe constar siempre que sea posible de introducción, mate- rial y métodos, resultados, discusión y conclusiones, junto con un apartado de agradecimientos y bi- bliografía. Pueden unirse los apartados de resultados y discusión o discusión y conclusiones. El texto . del trabajo podrá estar redactado en inglés o castellano. Deben evitarse notas a pie de página y ningún título se escribirá por completo en mayúsculas. Las notas breves se pueden presentar de la misma forma pero sin resumen. Cada subscriptor tendrá derecho a la publicación gratuita de 20 páginas mecanografiadas, incluyendo ilustraciones, gráficas o tablas. El exceso deberá ser abonado a precio de coste. Los no subscriptores que deseen publicar en la revista deberán abonar el importe completo del mismo. Las referencias bibliográficas irán en el texto con minúsculas o versalitas: FRETTER Y GRAHAM (1962) o (FRETTER Y GRAHAM, 1962). Si son más de dos autores se deberán citar todos la primera vez que aparecen en el texto (SMITH, JONES Y BROWN, 1970) y Smith et al., 1970 las siguientes. Si un au- tor ha publicado más de un trabajo en un año se citarán con letras: (DAVIS, 1989a; Davis, 1989b). Al final del trabajo se confeccionará la lista bibliográfica con todas las citas del texto, en orden al- fabético, en letras minúsculas o versalitas y seguidas del año de publicación, por ejemplo: BARLOW, G. M. 1974. Contracts in social behaviour between Central American ciclid fishes and coral reef surgeon fishes. Am. Zool., 14 (3): 9-34. HARTMAN, O. 1968. Atlas of errantiate polychaetous annelids from California. Allan Hancock Foun- dation, University of Southern California, Los Angeles, 828 pp. JONES, N. S. 1971. Diving. En: Methods for the study of marine benthos. N. A. Holme y A. D. McIntyre (eds.). IPB Handbook, No. 6, pp. 71-79. - VIVIEN, M. L. Y PEYROT-CLAUSADE, M. 1974. Comparative study of the feeding behaviour of three co- ral reef fishes (Holocentridae), with special reference to the Polychaeta of the reef cryptofauna as prey. En: Proc. Second Int. Coral Reef Symp. Brisbane, Great Barrier Committe, vol 2, pp. 179-192. Las gráficas e ilustraciones deben ser originales y presentarse sobre papel vegetal o similar, con tinta china negra y ajustado al formato de caja de la revista (180 x 125 mm) o proporcional a éste. Las fo- tografías deberán ser bien contrastadas y sin retocar, en el mismo formato que los dibujos. Las escalas de dibujos y fotografías deben ser gráficas y en el sistema métrico decimal. Los pies de figuras y los tí- tulos de las tablas deberán estar redactados en castellano e inglés. Solo los nombres en lafín y los taxones genéricos y específicos deben llevar subrayado o ir en cursivas. Los artículos que no se ajusten a las normas de publicación serán devueltos al autor con las indi- caciones de los cambios necesarios. El comité editorial comunicará al primer autor la fecha de recep- ción del trabajo, la fecha de aceptación y el número de Avicennia en el que se espera será publicado. Si lo considera conveniente podrá solicitar a los autores las modificaciones que los revisores consideren oportunas. En este caso el autor deberá enviar una copia impresa del trabajo corregida y una copia en disco de ordenador. Cada autor recibirá gratuitamente 25 separatas de su trabajo. Aquellos autores que deseen más deberán hacerlo al devolver las pruebas de imprenta. El autor deberá abonar el importe del exceso. Los interesados en publicar en Avicennia deberán dirigirse a: Dr. Jesús Ortea Rato Ing. Jorge Foyo Depto. de Biología de Organismos y Sistemas Instituto de Oceanología Laboratorio de Zoología Academia de Ciencias de Cuba Universidad de Oviedo Ave. 1* entre 184 y 186, n* 18406 33005 Oviedo. Asturias. España Municipio Playa. Ciudad de La Habana. Cuba. ÍNDICE. SUMMARY Avicennta, vol. 0, 1993 Reporte preliminar de extractos y secrecciones de moluscos gasterópodos colectados en las costas de Cuba. Preliminar report of some properties of secretions and extracts of gastropods from cuban waters. I. García, J. R. MARTÍNEZ, A. VALDÉS, K. ACOSTA, C. MESA, M. PÉREZ, A. ÁNEIROS Y J. ORTEA.....acoocoronoooonoressi0n02 dos doBR RADIO AE 1 Nuevos registros de crustáceos decápodos (Crustacea, Decapoda) en la plataforma marina de Cuba. New reports of crustacean decapods (Crustacea, Decapoda) from cuban marine shelf. J, C. MARTÍNEZ-IGLESIAS, O. GÓMEZ, A. CARVACHO Y R. RÍOS ....ccccccoconccnccanenoss 9 Edad y crecimiento de la sardina de ley, Harengula humeralis (Pisces, Cupleidae) en la pla- taforma suroccidental de Cuba. Age and grownth of red-eared sardine, Harengula hu- meralis (Pisces, Cupleidae) from the Southwestern Cuban shelf. J. P. GARCÍA-ARTEAGA...c0nicinaniionoó 100 enoiarao 14 Distribución espacio-temporal de bacterias heterótrofas en la zona oceánica al S de Cuba. Temporal-space distribution of heterotrophic bacteria in the South oceanic wa- ters of Cuba. M. E. MIRAVET Y M.. LUGIOYO o. co ceoraruosós dla Ie o 26 Producción de biosurfactantes por bacterias marinas degradadoras de hidrocarburos. Biosurfactant production by hydrocarbon-degrading marine bacteria. L N. JosePH, M. C. CAPÓ, M. BELLOTA, F. RODRÍGUEZ ACOSTA Y A. FIOL....... 34 Dinámica, estacionalidad, y efectos de la epifauna colonizadora sobre el cultivo de la * agarófita Bryothamnion triquetrum (Gmelin) Howe. Dynamics, seasonal variations and potential hazards of epibiosis associated to the agarophyte Bryothamnion triquetrum (Gmelin) Howe during in situ culture. A. J, ARECES Y J. C. MARTÍNEZ-IGLESIAS noi 43 Estructura de las comunidades de peces asociados a los manglares del Grupo Insular Sa- bana-Camaguey, Cuba. Fish community structure on mangroves from the Insular Group Sabana-Camaguey, Cuba. R. CLARO Y J. P. GARCÍA-ÁRTEAGA :.000 0000 60 Distribución y abundancia de la macrofauna bentónica vágil en tres arrecifes de la plata- forma suroccidental de Cuba. Distribution and abundance of vagile macrobenthic fauna on three reefs from the south western cuban shelf. D. R. IBARZÁBAL.....coocuocoonsionorovas sn ar7o 0D eee E E O 83