Avicennta Revista de Biodiversidad Tropical

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Resúmenes de los artículos editados en AVICENNIA se publican en Aquatic Science and Fisheries Abstracts (ASFA) y en Zoological Records, BIOSIS.

Premio Marqués de Valdecilla 2003 a la Cooperación Medioambiental con Iberoamérica

Dep. Leg. AS - 199/94 ISNN 1134 - 1785

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Diseño: Jesús Ortea y Manuel Caballer Impreso en Loredo S. L. Gijón

ÍNDICE Avicennia, 17, Marzo de 2005

La Ciencia-Arte en la perspectiva de la complejidad: un reto para la Clasificación Biológica MA A A E ATI RE IE AS AA RR A A E ] Ofiuroideos (Echinodermata: Ophiuroidea) del Caribe Mexicano: Puerto Morelos, Quintana Roo, México ALFREDO LAGUARDA-FIGUERAS, MERCEDES ABREU PÉREZ, JUAN TORRES VEGA, FRANCISCO A. SOLIS-

NARNIA FALICUSDE Ea OZ DURAN GONZALEL DS. tl iaos decia pr doo dont dabas ddusadod ponian ia clnios da cdaildibncnecnnrocnnén cacas 13 Una nueva especie de anfípodo marino del género Elasmopus (Amphipoda, Melitidae) del Archipiélago Cubano IANUEL ORTIZ SOGERIOLACANA Y CAREOS:V ARELA.C..olocaconctodinsontoscagornsoroniodigenanatontoñacónocnccnarins Sl, Nuevos registros de poliquetos para el Golfo de Batabanó y el Archipiélago de los Canarreos, SW de Cuba A E ARS: O ET E 41 Nuevos registros del Phylum Bryozoa (Ectoprocta) del Archipiélago Cubano ¡NORBERTO APEMERO PINAR Y IVIANUBL CARTA od e cocoa iasdr icon crosio indbccon tecnic ncadisndonadanonscaonarono 49

Opisthobranchs (Mollusca: Gastropoda) collected by the cruises Invemar-Macrofauna Il in the Colombian Ca- ribbean (20-150 m)

INESTORESADICA DE BADLA TRA CABO A O o rin ina tadirccnciónds 57 Descripción de dos nuevas especies del género Zeidora A. Adams, 1860 (Mollusca: Gastropoda) de las costas de Cuba

JosEÉ ESPINOSA, JESUS ORTEA Y RAUL FERNANDEZ-GARCES...ooooooccccccccncccccnccnonononononcncnnnccccnccononancnnnns 67 Descripción de tres nuevas especies del género Haplocochlias Carpenter, 1864 (Mollusca: Gastropoda)

IOSE/ESPINOSA, JESUS .ORTEA Y RAUL FERNANDEZ CTARCES 0 odcioo acia osdoncadaaiocuonccnnedocniqonanentonacnocanenens zi

Una combinación de Ciencia, Arte y Naturaleza: Especies nuevas del género Rissoella J. E. Gray, 1847 (Gas- tropoda, Heterobranchia) descritas en homenaje a las artistas de la plástica cubana A A A A A 1

Descripción de una nueva especie del género Rissoella J. E. Gray, 1847 (Mollusca, Gastropoda, Heterobranchia) del Pacifico de Costa Rica JESUS OREA JOSE ESPINOSA Y JULIO MAGAÑA dar do ii neo in dci diia cinaanar ccoo 95

Nuevos taxones y registros de la familia Polyceridae (Mollusca: Nudibranchia) en las costas de Cuba

TESUSICINTEA. VOSETESPINOSA Y INLANUEE CABATEBERO ocaoivinci no cotacannn condi donnonacad comando no nin ce annninnnna e 101 Los Moluscos como Indicadores de la Biodiversidad Marina

JESUS ORTEA, JOSE ESPINOSA, LEOPOLDO MORO Y MANUEL CABALLER.cccoocccocccoocccoccconccnnccnanannnannns 107 Especie nueva de Selio (Coleoptera: Terebrionidae: Pedini) para la República Dominicana

A O e 2 ASA RRE E A 119 Detección de actividades biológicas en microorganismos marinos aislados de la plataforma cubana

Qin sE Cova GONZALEZ, LL. GRAÑA¿L., PEREZ, (6. Y SANCHEZ, Decconoomorocoioncninvoncocronsniotano 123

Estudio de los efectos antiinflamatorios-analgésicos en extractos de dos esponjas MIGUEL D. FERNANDEZ, MIRTHA LLANIO, BETTY CABRERA, ESTRELLA CUQUERELLA Y ABEL

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Avicennia, 2004, 17: 1-12

La Ciencia-Arte en la perspectiva de la complejidad: un reto para la Clasificación Biológica

The Science-Art in the perspective of complexity: a challenge to Biological Classification

Jorge Luis Fontenla

Museo Nacional de Historia Natural. Obispo 61 La Habana 1, CP 10100, Cuba. libélula Omnhnc.inf.cu

Resumen

En la actualidad, existen dos sistemas de clasificación y nomenclatura biológicas: la cla- sificación darwinista o evolucionaria, que puede ser también filogenética, y la llamada taxo- nomía filogenética, la cual, en su práctica más ortodoxa, sólo utiliza nomenclatura filogené- tica. Ambos sistemas se encuentran en competición. Por su utilización de grupos monofiléti- cos tratados como holofiléticos, algunos exponen que ésta última no puede constituir un sis- tema de ordenamiento o clasificación evolucionario, al centrarse de manera exclusiva en el prin- cipio de la descendencia. Por este motivo, pretende traducir de manera directa filogenias en cla- sificaciones. La clasificación es una actividad compleja, porque está enraizada en la propia na- turaleza humana. Clasificar (epistemología) es dialógico (lógica diferente) con la filogenia (ontología). No existe un principio universal o un método único para clasificar. Por ello, la cla- sificación debe asimilarse como un fenómeno complejo desde la perspectiva de la ciencia- arte, no como una actividad perteneciente en exclusiva al conocimiento científico.

Abstract In the common practice of taxonomy and biological classification two systems coexist in competition: the evolutionary or Darwinist classification, which can be also a phylogene- tic classification, and the so called phylogenetic classification. This last one, in 1ts utmost or- todoxous practice, only uses phylogenetic nomenclature. Because of its exclusive using of monophyletic groups, actually treated as holophyletic, some researches claim that this sys- tem cannot be an evolutionary ordering or classification system, because only focuses in the principle of descent, and pretend translate directly phylogenies into classifications. Classification is a complex activity, because it is deeply rooted in human nature. To classify (epistemology) is dialogic (different logics) with phylogeny (ontology). There is not a universal principle or a unique method to make classifications. Because of these reasons, classification must be as- similated as a complex phenomenon from the perspective of the science-art, not only as an ac-

tivity belonging exclusively to scientific knowledge.

Palabras clave: clasificación, cladismo, complejidad, ciencia-arte. Key words: classification, cladism, complexity, science-art.

“El arte no intenta reducir la complejidad, se limita a aceptarla” (KLEE, 1975). “*...los sistemas de clasificación reflejan y dirigen a la vez nuestro pensamiento. Nuestra manera de ordenar refleja nuestra manera de pensar. Cambios históricos en el modo de

clasificar son los indicadores fosilizados de las revoluciones conceptuales.” (GOULD, 1982).

“La Naturaleza opera más como un artista que como un ingeniero.” (BoHm, 1988).

Fontenla

CONSIDERACIONES GENERALES

Segun KAUFFMANN (1993) la ciencia de finales del siglo XX y durante el XXI, de- berá confrontar la complejidad organizada; pero enfatizó que en ninguna otra ciencia como en la Biología se hace notar tanto la ausencia de herramientas conceptuales para esta confrontación. Por otra parte, NAJMANOVICH (2002) aseveró que hemos vivido bajo el hechizo del método, del que recién comenzamos a despertar. Comenzamos a navegar por los mares procelosos de la incertidumbre y la creatividad, y pagamos el impuesto al nuevo Caronte: la renuncia a la ilusión de un saber garantizado y absoluto... La renuncia a la idea de un único método no es desistir de los senderos ya probados... No es despeñarse por lo anárquico, sino abrirse a la multiplicidad de significados. La via regia de la ciencia es la búsqueda de métodos de descubrimiento y análisis, no sólo racionales, sino racio- nalizantes. La ciencia busca principios generales racionales para aplicar a casos particu- lares de fenómenos. La perspectiva de la complejidad también se interesa por los aspec- tos arracionales del pensamiento y por la comprensión y explicación de fenómenos úni- cos y singulares.

WITHGOTT (2000) ha expuesto que es quizás intrínseco a la naturaleza humana el ca- tegorizar y clasificar las entidades que percibimos. De igual modo, BENTON (2000) re- flexiona que clasificar es un atributo profundamente enraizado en nuestra naturaleza. En la biología, tales tareas pertenecen al quehacer de la taxonomía, clasificación y nomenclatura biológicas. Distinguir, describir, nombrar y clasificar a las entidades vivientes con las cuales compartimos el planeta es utilitario, necesario y, además, perentorio; pero tam- bién nos impele a ello esa reconocida e indiscutible compulsión innata, arracional. Por lo tanto, la necesidad de clasificar se debe buscar primariamente a lo interno del ser hu- mano: es un fenómeno complejo.

Taxonomía, sistemática, clasificación y nomenclatura son términos que muchas veces se emplean de manera más o menos difusa y más o menos indistinta (FONTENLA, 1999), pero todos convergen hacia una actividad básica: la de buscar una manera de ordenar y co- municar información sobre la diversidad biológica. Por una multiplicidad de razones, to- das estas actividades, que fueron largo tiempo vistas con menosprecio o conmiseración ge- neralizados, han tomado un auge notable y se encuentran en el centro de encendidas po- lémicas, sobre todo en cuanto concierne a los esquemas de clasificación y nomenclatura. Justamente, las polémicas tienen que ver con la derogación o modificación de los esque- mas clasificatorios y nomenclaturales actuales, expresados en los códigos de nomencla- tura vigentes (IUMG, 1992; ICB, 1994; ICZN, 1999), y en la adopción del llamado código filogenético (http//www.ohiou.edu/phylocode/.) basado en un esquema de taxonomía, clasificación y nomenclatura filogenéticas.

Un sistema de nomenclatura es un grupo de convenciones que especifican como de- ben ser aplicados los nombres y la regulación de ese uso (DE QUEIROZ, 1997). El manejo del término clasificación es más difuso. Por ejemplo, RIEPPEL (1988) consignó que la clasificación es el arreglo de los individuos en grupos y de grupos en sistemas. DE QUEI- ROZ (1988) propuso que la clasificación es el ordenamiento de las entidades en clases. Por otra parte, para MAYR Y Bock (2002) hay una confusión generalizada para la distin- ción entre sistemas de clasificación y sistemas de ordenamiento. Estos últimos constitu-

Clasificación Biológica

yen un término global que incluye todos los esquemas que intentan arreglar una diversi- dad de objetos en categorizaciones particulares. La clasificación la definen como “el arreglo de entidades en una serie jerárquica de clases anidadas, en la cual clases semejantes o relacionadas en un nivel jerárquico son combinadas comprensivamente dentro de clases más inclusivas en el siguiente nivel de inclusividad superior”. O dicho de manera más sucinta: “sistema ordenado jerárquicamente de clases de objetos semejantes”. Estos autores comentan acerca de los diversos significados del concepto de clase (la discusión de ello no concierne a este breve ensayo), pero puntualizan que en la clasificación biológica ja- más este concepto debe confundirse con la connotación esencialista de la lógica clásica.

En conclusión, la clasificación comprende dos actividades básicas: el agrupamiento de entidades en clases, y el ordenamiento de estas clases en un sistema jerárquico. De otra ma- nera, el arreglo obtenido a través de uno o varios criterios combinados constituye un sis- tema de ordenamiento, pero no un sistema clasificatorio. STUESSY (2001) enfatiza que las dos actividades básicas de la clasificación biológica son el agrupamiento y la jerar- quización. También se reconoce una tercera cualidad. Toda clasificación tiene como pro- pósito comunicar una información determinada a través de un sistema racional de orde- namiento. Por lo tanto, toda clasificación debe tener un carácter utilitario (BENTON, 2000; WHirGort, 2000; MAYR Y Bock, 2002).

El modo predominante de clasificar y nombrar taxones es el conocido sistema linne- ano, el cual se basa en crear un sistema de clases jerárquicas para delimitar taxones. Linne propuso el siguiente esquema de categorías de inclusividad creciente: Species, Ge- nus, Ordo, Classis y Regnum. Luego se añadieron en Zoología las categorías mandatorias de Familia y Phylum y se eliminó la de Varietas, también adoptada por Linne. Como es conocido, las categorías taxonómicas de Linne son también categorías de la lógica clásica. Ello implica que los taxones son “clases naturales” de entidades, las cuales pueden ser des- cubiertas e incluidas en el sistema clasificatorio propuesto. Para Platón y Aristóteles, y por consiguiente, para Linne, el clasificar es ubicar en clases, es situar a las entidades en su lu- gar ontológico. Este lugar comprende dos elementos lógicos: “el género próximo” y la “di- ferenciación específica”. Aristóteles precisó que los géneros eran atributos esenciales aplicados a una pluralidad de cosas que diferían entre específicamente. Así, el bino- mio nomenclatural linneano para designar a la categoría taxonómica basal, la especie, emerge directamente de una cosmovisión esencialista y fijista. Las relaciones entre entl- dades no tienen que ver con sus relaciones de descendencia, de su historia, sino de sus atri- butos esenciales, inmanentes y eternos.

Con Darwin, y después de afianzadas sus ideas, los taxones son conceptuados no como ontologías o clases naturales, sino como genealogías (EREHERSKY, 1997). La evo- lución, la descendencia con modificación tan citada por Darwin en su obra clásica, con- lleva la reflexión de que los taxones no son clases naturales lógicas, sino grupos históri- cos que descienden de un antecesor común, a través del proceso de filogenia. DE QUEIROZ (1988, 1997) plantea que el principio más general de la evolución es el de la descenden- cia. La asimilación del mismo ha conducido a lo que él denomina “la evolucionalización de la taxonomía”. Todo ello ha desembocado en la propuesta y práctica de esquemas de clasificación y nomenclaturas no linneanas (DE QUEIROZ y GAUTHIER, 1990, 1992, 1994; DE QUEIROZ, 1997; CANTINO, BRYANT, DE QUEIROZ, DONOGHUE, ERIKSSON, HILLIS y LEE,

Fontenla

1999; ERESHERSKY, 2000). En su conjunto, estos propugnan que las clasificaciones de- ben hacerse sobre la base de una hipótesis explícita de relaciones filogenéticas, es decir, a partir de un cladograma. Sólo son aceptados como taxones los grupos monofiléticos y se tiende a la desaparición de la nomenclatura binomial para designar a las especies y a la eliminación de las categorías y jerarquías linneanas y post-linneanas. La asunción implí- cita y explícita es la estructuración de una taxonomía más robusta, estable y universal.

BENTON (2000) propone que se le llame específicamente a esta perspectiva nomen- clatura filogenética. Tal sugerencia se debe a que los términos de taxonomía o sistemá- tica filogenética, como también suele llamársele a la taxonomía no linneana, pueden ser referidos por igual a la adopción del método cladístico, cuyos practicantes también cons- truyen clasificaciones y aplican nomenclatura de tipo tradicional. HARLIN (2003a), al re- ferirse al contexto taxonómico actual, resumió que existe un grupo de taxónomos que desarrolla nuevos sistemas de nomenclatura biológica, cuyo consenso es abandonar el sistema linneano y moverse hacia un enfoque explícitamente filogenético y libre de je- rarquías. Por otra parte -continúa- existen opiniones diferentes, al tiempo que el grueso de los sistemáticos se encuentra bastante al margen o ignorante sobre el tópico.

DE QUEIROZ y GAUTHIER (1990, 1994) establecieron que las definiciones filogenéticas son enunciados para especificar el significado de nombres de taxones. Los nombres deben ser definidos en términos de ancestría común, con referencia al antecesor común más re- ciente (ACMR) del clado. Así, se apartan de la concepción esencialista linneana de la definición de taxones. La sintaxis más común (Fig. 1) es como sigue: definición nodal (node-based): clado que se origina a partir del ACMR de A y B y todos sus descendien- tes; definición ramal (stem based): A y B y todos los organismos que comparten un ACMR con ellos, pero no con C; definición por apomorfía (apomorphy-based): clado que se origina a partir del ACMR en poseer el carácter X y todos sus descendientes.

SCHANDER y THOLLESSON (1995) y LEE (1996, 1998) sugirieron eliminar la referencia a antecesores de las definiciones, debido a que en los cladogramas no es posible identifi- car antecesores reales, sólo relaciones de jerarquía entre caracteres. Así, la sintaxis que- daría como sigue: nodal: el clado menos inclusivo incluyendo A y B; ramal: el clado más inclusivo incluyendo A, pero no B; por apomorfía: el grupo monofilético diagnosticado por la apomorfía X.

La delimitación de un clado es objetiva en el sentido que se hace referencia a una lo- calización en un cladograma, pero es subjetiva en cuanto a la decisión de cuales y cuán-

C

Figura 1. Diferentes tipos de defi- niciones filogenéticas. Ver explicación en el texto.

Figure 1. Different kind of phylo- genetic definitions. Explanations in text.

Clasificación Biológica

tos clados nombrar. PLENEl (1999), expone que la elección de qué clado nombrar es dic- tada por la cantidad de evidencia presente y la necesidad real de un nombre. Ello no es an- tagónico con una clasificación darwiniana o evolucionaria, que también puede nombrar ta- xones a partir de su delimitación en un cladograma, concebido éste como una hipótesis de relaciones filogenéticas. Sin embargo, la posición y la propia concepción de los taxones pueden variar si cambian las hipótesis de relaciones, es decir, los cladogramas. Por ello, BRYANT (1997) considera que se debe incluir o referenciar el cladograma a partir del cual se construye la clasificación.

Las definiciones de los nombres de taxones no han estado exentas de polémicas. GHI- SELIN (1995) expuso que los nombres de los taxones no tienen propiedades definitorias, por- que son nombres propios. Sólo son etiquetas y su definición es ostensiva, no relacional, como las propuestas de los seguidores de la nomenclatura filogenética. Concibe a los ta- xones como clases, cuyos miembros si pueden tener propiedades relacionales. A ello, DE QUEIROZ(1995) replicó que los nombres se refieren a entidades que no son estrictamente clases en el sentido lógico (sin restricción espacio-temporal), sino clases restringidas es- pacio-temporalmente. Con posterioridad, DE QUEIROZ (1997) consignó que la definición es un enunciado especificando el significado de una palabra. En el contexto de la no- menclatura biológica —prosigue- las palabras de interés son los nombres de taxones. Así, el significado de estos nombres son sus designaciones a taxones particulares.

STUESSY (2000, 2001) critica este enfoque.e insiste en que los nombres son etiquetas para individuos o grupos; estos pueden ser descritos o caracterizados, pero no sus nombres. Los taxones se circunscriben, por eso tienen características definitorias, y después se bautizan; pero estos nombres no pueden tener definiciones. Por su lado, BENTON (2000) discurre que los taxones biológicos son entidades históricas y sus nombres sólo se refie- ren a hipótesis particulares de ancestría común, mientras que SERENO (1999) consignó que el objetivo de una definición filogenética debe ser la identificación no ambigua de un antecesor común específico, dado cualquier arreglo de los taxones. Es decir, no se refiere a la definición de nombres, sino a los taxones que estos nombres denotan.

Una de las propuestas más generalizadas es la de suprimir la nomenclatura binomial para las especies. El fundamento es que no todos los géneros tienen la misma equivalen- cia, además de que no todos los géneros podrían ser grupos monofiléticos. Por ejemplo, SUNDBER y PLEDEL (1994) proponen mantener la parte genérica del nombre como un praenomen, pero sin significado genealógico. SCHANDER Y THOLLESSON (1995) conside- ran que cualquier especie, verbigracia, Polycera quadrilineata, puede ser referida como Polycera Ouadrilineata, Nudibranchia Quadrilineata, Gastropoda Quadrilineata, o cualquier combinación para suministrar información sobre la filogenia de referencias, como Gastropoda Polycera Ouadrilineata. En su expresión uninomial, en vez de Polycera quadrilineata (Miller, 1776), sería Ouadrilineata Miller, 1776.

GRAYBEAL (1997) sugiere que, si el género no es un clado, se unan el género y la es- pecie. Así, Clanopodium vulgare sería clanopodiumvulgare. CANTINO, BRYANT, DE QUEI- ROZ, DONOGHUE, ERIKSSON, HILLIS y LEE (1999) proponen otras variantes nomenclaturales. Como ejemplo, Sturnus vulgaris, podría pasar a vulgaris, o si este nombre ya está asignado a otra especie, entonces se escribiría vulgaris2, vulgaris3, etc. También sería factible Sturnus vulgaris2, Sturnus/vulgaris2, (Sturnus Yvulgaris2, vulgaris2 (Sturnus) Ó ...

Fontenla

PARAFILIA

El concepto básico para el reconocimiento de taxones darwinianos es el de monofilia. Un taxón monofilético consiste en los descendientes de un AC más cercano (MAYR, 1969; PEARSE, 1998; MAYR Y Bock, 2002). La terminología filogenético-cladista sigue la concepción de HENNIG (1966), quien definió a un taxón monofilético como aquel que comprende a todos los descendientes de un AC, incluyendo a este último. Ello introdujo una confusión, que ASHLocK (1971, 1979) intentó aclarar al definir el concepto de holo- filia. El significado de holofilia y holofilético es el equivalente al de monofilia y mono- filético hennigniano, respectivamente. En sentido general, la nomenclatura filogenética 1g- nora esta distinción y continúa valiéndose del término monofilia en el sentido de HENNIG (1966) y seguidores. Este sistema sólo valida el reconocimiento de taxones monofiléticos (en realidad holofiléticos), lo que trae aparejado diferencias drásticas en los resultados taxonómicos y en la manera de concebir el desarrollo de los procesos evolucionarios.

La nomenclatura filogenética prohíbe el reconocimiento de taxones parafiléticos. Es- tos taxones sólo contienen a parte de los descendientes de un AC. Por ejemplo, en el cla- dograma hipotético de las especies A-H (Fig. 2), es posible delimitar el taxón X (A-D) y el taxón Y (E-H). El taxón Y es monofilético (holofilético), y se origina a partir del AC (2), el cual, a su vez, evolucionó dentro del taxón X. El taxón X es un taxón parafilético, se- gún la nomenclatura filogenética, pero es monofilético, por que el AC más próximo de to- das sus especies (A-D) es AC (1). El grupo A-D X puede ser aun lo suficientemente di- ferente y distintivo con relación a su descendiente como para ser reconocido como un ta- xón, si se adopta una perspectiva darwiniana (monofilética, no holofilética).

Prácticamente, con cada análisis filogenético se revela que unos grupos se originan den- tro de otros grupos (PEARSE, 1998), sin que por ello sea necesario rechazar las clasifica- ciones previas de los grupos antecesores, que continúan siendo monofiléticos en el sentido darwiniano (MAYR Y Bock, 2002). Ese es el caso de los Reptilia, que originaron Aves y Mammalia; o el de Artiodactyla - Cetacea; Rotifera - Acantocephala; Turbellaria - Otros Platelimintos; Porifera (en parte) - Eumetazoa; Poliqueta - Pogonophora, y muchos otros casos a diferentes niveles de inclusividad.

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Figura 2. Cladograma hipotético de las especies A-H. Taxones indicados por X y Y. Números indican antece- sores comunes. X

Figure 2. Hypothetical cladograma of species A-H. Taxa are indicated by X and Y. Numbers indicate com- mon ancestors.

Clasificación Biológica

En la actualidad, un grupo tanto de taxonómos como de otros estudiosos abogan por el reconocimiento de este tipo de taxones parafiléticos (LAURENT, 1992; PRITCHARD, 1994; GREEN, 1998; PEARSE, 1998; MAYR Y Bock, 2002). PEARSE (1998) enfatiza que los taxones parafiléticos “ofrecen una perspectiva fascinante para el desciframiento de los patrones evolucionarios”. En la nomenclatura cladística, estos taxones no son acep- tados, o son definidos en términos de exclusión, como un no-grupo. Por ejemplo, DE QUEIROZ y GAUTHIER, (1990) definen Reptilia como “el ACR de Mammalia y Aves, ex- cepto Mammalia y Aves”. Ello trata a estos grupos como subordinados a su descenden- cia, lo que genera visiones y confusiones extremistas y distorsionadas sobre la evolución (LAURENT, 1992, 1992; GREEN, 1998; PEARSE, 1998). De igual modo, deja la impresión que la descendencia tenga efectos retroactivos sobre sus antecesores, lo cual no tiene sentido (MAYR Y Bock, 2002). Lo anterior es también una consecuencia de considerar exclusi- vamente como indicadores de información filogenética a las sinapomorfías (caracteres derivados compartidos), e ignorar a las simplesiomorfías (caracteres “primitivos” com- partidos). Ello ha sido criticado por LAURENT, 1992; PRITCHARD y MAYR Y Bock, 2002.

BRYANT Y CANTINO (2002) estiman que el contenido de un taxón y su ancestría pue- den ser separados. Por otra parte, HARLIN (2003b) expresa su desacuerdo, debido a que un antecesor es sólo un punto en la historia de un taxón, mientras que la ancestría se refiere a la historia entera de un clado en particular. Sin embargo, coincide con dichos autores res- pecto a que el enfoque principal de nombrar taxones debe ser la referencia a ancestrías par- ticulares. Si se utilizan/usan tanto antecesores como ancestrías en la definición de mo- nofilia, entonces tenemos una tautología, un círculo vicioso de razonamiento. Esta con- cepción justifica también, desde el punto de vista epistemológico, el reconocimiento de ta- xones parafiléticos, debido a que considera la historia, es decir, la evolución del grupo.

CLASIFICACION, CLADIFICACION Y CIENCIA-ARTE

MAYR Y Bock (2002) plantearon que todas estas variantes de enfoques cladista-filo- genetistas no son sistemas clasificatorios, sino de ordenamiento. Le denominan sistema de cladificación. Sólo tienen en cuenta el ordenamiento cladístico de ramas, o de partes de ra- mas, en el cladograma. Estas ramas muchas veces no satisfacen la condición de clases. En la cladificación sólo es necesario satisfacer, como enfatiza DE QUEIROZ (1997), el princi- pio de descendencia para la delimitación de taxones. No se tiene en cuenta un ordena- miento sobre la base de la delimitación de clases anidadas.MAYR Y Bock (2002) precisaron que en la clasificación darwiniana los taxones se delimitan por semejanza (homologías) y descendencia común. Es decir, que la genealogía por misma no basta para la cons- trucción de clasificaciones robustas. La clasificación darwiniana tiene en cuenta tanto la cladogénesis (descendencia común o genealogía) como la cantidad de cambio o anagénesis.

MAYR Y Bock (2002) aseveran que una clasificación darwiniana es tan genealógica como una cladificación, excepto que es una genealogía de grupos (clases) y no necesa- riamente de clados (grupos holofiléticos). La delimitación de clases tiene en cuenta la compartición de homologías y los resultados del proceso de la evolución. Así, es posible clasificar a las aves y a los mamíferos como grupos diferentes a los reptiles y hasta reco-

Fontenla

nocer a estos últimos como un grupo con personalidad propia. Por otra parte, KNOx (1998) espetó de manera adamantina que la clasificación cladista es un oximorón (sis- tema torpe), porque carece por completo del concepto de clase necesario para construir una clasificación. Si la evolución es descendencia con modificación, lo que es decir diversi- dad + genealogía + ecología; entonces la clasificación darwiniana es también una clasi- ficación evolucionaria. Estos autores la definen como el agrupamiento ordenado de or- ganismos en clases, de acuerdo con sus semejanzas y consistencia con una filogenia inferida.

DE QUEIROZ (1988) asevera que quizás la mejor definición general de la evolución es el enunciado de DARWIN (1859) de “descendencia con modificación”. Más adelante plantea que transitamos “hacia una verdadera sistemática evolucionaria”. Sin embargo, el sistema de clasificación (o de ordenamiento y sistematización cladista) y nomenclatura fi- logenéticas se basa sólo en un aspecto de la evolución: la descendencia. BROWER (2000) va aún más allá. En su opinión, liberar a la cladística de las asunciones tradicionales de co- nocimiento evolucionario de fondo es un paso epistemológico importante hacia el esta- blecimiento de una teoría de la sistemática lógicamente independiente. Afirma que el so- porte filosófico del enfoque cladístico es fortalecido al remover por completo la referen- cia a la descendencia con modificación. Si aceptamos que la condición lógica y ontoló- gicamente necesaria de la evolución es la acción de ambos procesos: descendencia y mo- dificación a cualquier nivel de manifestación; entonces dicho sistema no sólo está muti- lado, sino que nos ofrece un resultado mutilante en la búsqueda de congruencia entre la cla- sificación (epistemología) y la evolución filogenética o genealógica (ontología).

Ya LAURENT (1992) consideró que la teoría cladística muestra síntomas de envejeci- miento, debido a la esclerosis de algunas ideas, como la de las sinapomorfías como única opción para el establecimiento de relaciones filogenéticas informativas. PRITCHARD (1994) y MAYR Y Bock (2002) exhiben opiniones similares. DOMINGUEZ Y WHEELER (1997) consideran que el sistema linneano es más estable; aseguran que la jerarquía co- munica información limitada sobre la inclusividad de los taxones, pero el abandono de la jerarquía y de los rangos incidiaría en la pérdida de dicha información. NIXON Y CAR- PENTER (2000) abogan por la preservación del esquema tradicional, mientras que BEN- TON (2000) declara que la aplicación práctica de la nomenclatura filogenética sería de- sastrosa, al promover inestabilidad y confusión. WHITGOTT (2000) afirma que es necesa- rio un sistema efectivo de taxonomía en esta época que se caracteriza tanto por los des- cubrimientos de nuevos taxones como por las extinciones rápidas.

Para BENTON (2000) el propósito de la nomenclatura filogenética es el de traducir fi- logenias cladistas directamente en clasificaciones. A la luz de lo expuesto, ello no es po- sible. Las clasificaciones no se descubren. Es por ello que, en su opinión, la confusión fundamental radica en no comprender la diferencia entre una filogenia (que es real) y una clasificación (que es utilitaria); entonces algunos acabarían abandonando la clasificación completamente. HARLIN (2003b) enfatiza que la nomenclatura es un proceso desde arriba hacia abajo, mientras que la evolución es desde abajo hacia arriba. La nomenclatura es epistemología, no debe mezclarse con el proceso evolucionario en mismo. En su análisis, MAYR Y Bock (2002) concluyen con la recomendación a los taxónomos darwi- nistas que deben realizar análisis filogenéticos apropiados. A la vez, les sugieren a los cladistas abandonar el concepto de holofilia, porque ella excluye la posibilidad de que un sistema de ordenamiento pueda ser un sistema de clasificación.

Clasificación Biológica

El antológico SIMPSON (1961) expuso que la clasificación no puede reflejar la filoge- nia, pero puede al menos respetarla. LAURENT (1992) apoyó este criterio. BENTON (2000) hizo énfasis en el carácter utilitario que debe tener la clasificación, y que la misma trate de ser el mejor estimado actual de la filogenia. En adición, SIMPSON (1961) tam- bién declaró que la clasificación debe ser un arte útil. MAYR Y Bock (2002) reconocen que esta idea entra en conflicto con la opinión generalizada de que la clasificación debe ser “ob- jetiva”. Pero eso no es tan sencillo. Las filogenias son “objetivas”, porque son un resultado de un proceso natural: la evolución. Además son únicas e irrepetibles. Cada grupo mo- nofilético, cada especie, sólo tienen una historia filogenética. Los taxónomos, siguiendo determinados métodos y principios, construyen hipótesis filogenéticas probables.

Nunca se tiene la certeza de que la hipótesis aceptada representa la historia verda- dera, o si es tan sólo una aproximación. Los principios y métodos sobre y con los cuales se construyen las hipótesis tampoco son objetivos. Su aplicación depende de determina- dos consensos favorecidos en el momento. Y todo ello depende, básicamente, del poder de los paradigmas vigentes. Lo “objetivo” no es más que el consenso entre las subjetivi- dades de los investigadores. Como MATURANA Y VARELA (1996) han sentenciado, “todo lo que se ha dicho lo ha dicho un observador”. Resulta obvio que ningún esquema clasi- ficatorio puede ser “objetivo”. Es una construcción para facilitar una comunicación y comprensión específicas. Ni la cladificación ni la clasificación darwinista delimitan taxones al azar. Todo depende del criterio del sujeto o sujetos hacedores del ordenamiento. Las cla- sificaciones no están dadas en un cladograma, sino que se construyen a partir del mismo sobre la base de la interpretación de ese grupo en particular por los taxónomos. Vale aquí acotar la frase del célebre filósofo Nietzchel, no existen hechos, sólo interpretaciones”.

Tal vez Simpson haya llamado la atención cuatro décadas atrás sobre lo más crucial de la clasificación biológica; su carácter de arte, como fenómeno complejo. No deja de resultar perturbador asimilar la siguiente consideración de WAGENSBERG (1998): “una compleji- dad asalta a la mente. Si ésta es lo bastante simple (¡!), entonces puede aplicársele el método científico”. También afirma que todo conocimiento real es una ponderación de lo científico, lo artístico y aun de lo revelado. Novo (2004), desde la perspectiva del pensamiento complejo, utiliza el término ciencia-arte para mostrar la complementariedad entre el ser humano y la Naturaleza, entre la razón y la creación. La Naturaleza no puede describirse “tal cual es”. Nos hace comprender que las hipótesis se construyen no sólo sobre la base de conocimiento científico, sino que en ello interviene lo arracional, lo cre- ativo, lo cual es un atributo de lo artístico. Tanto la ciencia como el arte responden a la ne- cesidad de reducir la angustia que provoca el vacío, la ignorancia.

Entre las aves, los órdenes son más uniformes que entre los insectos. Ello es un resultado de la clasificación darwiniana. Es cierto que no existe un patrón de medida o equivalen- cia para establecer categorías. Abogar por su eliminación es uno de los reclamos de la clasificación (o cladificación) cladista. Sin embargo, en el contexto evolucionario de las aves y de los insectos, respectivamente, tales divisiones, si se respetan las filogenias co- nocidas o aceptadas para estos grupos, no sólo son lógicas, sino útiles y esclarecedoras. La evolución de cada grupo es única. No hay por qué concebir un mismo patrón clasificato- rio para todas. La coexistencia y la asimilación mutuas de determinados principios en los sistemas filogenéticos y evolucionarios son posibles, una vez que se acepten las comple-

Fontenla

jidades y peculiaridades de cada grupo en particular. El legendario taxónomo y evolu- cionista GOULD (2002), insistió en su monumental obra: THE STRUCTURE OF EVO- LUTIONARY THEORY acerca de la necesidad de abordar los problemas de la evolución a través de una perspectiva pluralística e implícitamente compleja. La clasificación bio- lógica debe aceptar esa complejidad y establecer sistemas de ordenamiento congruentes con ello, a través de una perspectiva evolucionaria.

La ortodoxia de las concepciones sobre el operar de la evolución implica que la es- peciación es un proceso divergente. La especiación produce divergencia de las formas ancestrales y por lo tanto resulta adecuada la imagen de la evolución de la vida como un exuberante árbol, prolífico en ramas, tanto gruesas como finas. Sin embargo, las eviden- cias de la importancia de la simbiogenésis en la generación de especies y de las grandes transiciones de la vida, incluyendo la creación de nuevos tipos (MARGULIS Y SAGAN, 2002; RYAN, 2002) obliga a un desplazamiento de perspectivas. De esta manera ya no sólo percibimos ramas divergentes en la fronda de la evolución, sino también observamos anastomosis a través de toda su anatomía; vemos gruesos nudos generadores de nuevos bro- tes de creatividad. Las fusiones también generan divergencias. La dinámica de la vida es compleja, y procesos de integración, al generar diversidad y novedades, son percibidos como divergencias. El árbol de la vida es a la vez un complejo “anillo de la vida” según proponen RIVERA Y LAKE (2004), como una consecuencia de la fusión de genomas y de la transfe- rencia horizontal de información genética. La especiación es la consecuencia de la di- vergencia y reestructuración de los genomas. Eso es cierto; pero esta divergencia no es li- neal. La distinción y exclusividad del genoma de cada especie es el resultado de una di- vergencia que ha emergido no sólo por acumulación de mutaciones, sino también por fu- siones e integración de genomas de organismos diferentes.

La sistemática se enfrenta a una interpretación del mundo que emerge de estas evi- dencias. Las especies son atractores de forma e información, y estas formas están rela- cionadas históricamente. Los grupos monofiléticos resultan cuencas de atracción, que podemos descubrir y clasificar, porque constituyen clases naturales. La especiación implica tanto fusiones como divergencias. Tal vez entonces los cladogramas no siempre nos cuentan una historia verdadera. Ante tal complejidad, es inevitable una asimetría entre las evidencias, los métodos para descubrir relaciones y los fundamentos explicativos para construir clasificaciones que, por lo general, son lineales. Mayr y Bock abogan por una clasificación más enraizada en la interpretación de otros aspectos, tal vez más narra- tiva. Las narrativas son más adecuadas para las explicaciones históricas, y posiblemente para las interpretaciones clasificatorias. Las proposiciones explicativas de la sistemática filogenética se basan en los modelos hipotético-deductivos. En sentido general, las na- rrativas son rechazadas en el ámbito de la biología comparada. Sin embargo, GOULD (2002) aseveró que tanto leyes inmanentes como narrativas (hacia las cuales existe una pro- funda e irracional reticencia, según sus palabras) son dos formas de conocimiento objetivo y abogó por una pluralidad de estilos explicativos para nuestra comprensión de “genera- lidades atadas a leyes y particulares fascinantes”. Por su parte, KAUFFMAN (2000) ase- vera que “Las biosferas demandan sus Shakespeares tanto como a sus Newtons. Tendre- mos que repensar que es la ciencia en misma Las humanidades y la ciencia pueden en- contrar una inesperada e inevitable unión” |

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Clasificación Biológica

MORRONE (2001) expresó que las ideas de HENNIG (1966) ubicaron a la sistemática en el conjunto de otras disciplinas de la biología. Estas ideas pusieron en evidencia su falta de sustentación y defendieron explícitamente la noción de que la sistemática es una ciencia y no un arte. Pero el arte no es sólo la materialización de la imaginación. Es, ante todo, una representación del mundo, no necesariamente reñida con lo lógico ni con lo científico, pero enraizada en lo intuitivo. Lo que ocurre es que el conocimiento científico no sólo es racional, sino racionalizado; pero ni siquiera el camino hacia lo racionalizado tiene que estar alienado de la intuición. Las evidencias comentadas acerca de los procesos de desa- rrollo y la especiación nos retan a construir nuevas representaciones cognitivas enriqueci- das con la aceptación de la complejidad de las relaciones entre los sistemas vivientes.

Como el propio Morrone reconoce, la cladística es un lenguaje. FEYERABEND (1975) razonó que los lenguajes y los patrones de reacción que involucran no son meramente instrumentos para describir eventos, sino que son modeladores de eventos; su “gramá- tica” contiene una cosmología, una visión comprensiva del mundo y de la sociedad de la situación del hombre que influye el pensamiento, la conducta y la percepción. Lass (1997) argumenta que el lenguaje no es algo que las personas hacen, sino algo que les sucede a sus lenguas. Los parlantes son “externos” al lenguaje. Los lenguajes tienen su pro- pia objetividad. STAMOS (2002) propugna que los lenguajes, más que sistemas de comu- nicación, son sistemas de representación del mundo. La complejidad de los fenómenos y las relaciones de la naturaleza nos hablan en su propio lenguaje. Debemos aprehender ese lenguaje para representarnos al mundo en su propia complejidad, que es su propia objetividad, para así poder construir un ordenamiento y una clasificación de esas rela- ciones. La sistemática y la clasificación intentan ordenar y hacer inteligible la compleji- dad de la vida, y Novo (2004) nos recuerda que el arte no intenta reducir la compleji- dad, sino que se limita a aceptarla.

Quisiera terminar con un pensamiento de WAGENSBERG (1998): “todo conocimiento puede simbolizarse como un punto en el espacio representado por esas tres dimensio- nes (el conocimiento científico, el artístico y el revelado). Los caminos por ese espacio del conocimiento pueden ser audaces, fraudulentos, esperanzadores, ingenuos... Percibida una complejidad, se inicia uno de estos caminos infinitos. Y esa es la cuestión.”

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Ofiuroideos (Echinodermata: Ophiuroidea) del Caribe Mexicano: Puerto Morelos, Quintana Roo, México

Ophiuroids (Echinodermata: Ophiuroidea) from the Mexican Caribbean: Puerto Morelos, Ouintana Roo, Mexico

Alfredo Laguarda-Figueras', Mercedes Abreu Pérez”, Juan Torres Vega', Francisco A. Solís-Marín' y Alicia De La Luz Durán González!

Lab. de Sistemática y Ecología de Equinodermos, Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML), Univ. Nacional Autónoma de México (UNAM), Apdo. Post. 70-305. México D F 04510.

"Instituto de Oceanología, Ave 1" N” 18406 E/ 184 y 186, Playa 12100, La Habana, Cuba.

Resumen

Como resultado de este trabajo se determinan un total de 39 especies de ofiuroideos, de estos, 13 son nuevos registros para México: Ophiolepis gemma Hendler 8 Turner 1987; Op- hiocoma paucigranulata Devaney, 1974; Ophionereis olivacea H. L. Clark, 1901; Ophio- derma guttatum Litken, 1859; Ophioderma phoenium H. L. Clark, 1918; Ophiactis rubro- poda Singletary, 1973; Amphiodia trychna H. L. Clark, 1918; Amphioplus coniortodes H. L. Clark, 1918; Amphipholis squamata (Delle Chiaje, 1828); Amphiura stimpsonii Liitken, 1859; Ophiocnida scabriuscula (Liitken, 1859); Ophiophragmus pulcher H. L. Clark, 1918 y Ophiothrix brachyactis H. L. Clark, 1915. Se presenta la lista de especies, así como un breve comentario de los nuevos registros que incluye descripciones, datos de localidad, profundidad, hábitat, distribución y fotos.

Abstract

As a result of this work, a total of 39 ophiuroid species are identified, 13 of which are new records for Mexico: Ophiolepis gemma Hendler $ Turner, 1987; Ophiocoma paucigranu- lata Devaney, 1974; Ophionereis olivacea H. L. Clark, 1901; Ophioderma guttatum Liitken, 1859; Ophioderma phoenium H. L. Clark, 1918; Ophiactis rubropoda Singletary, 1973; Amphiodia trychna H. L. Clark, 1918; Amphioplus coniortodes H. L. Clark, 1918; Amphipholis squamata (Delle Chiaje, 1828); Amphiura stimpsonii Litken, 1859; Ophiocnida scabrius- cula (Liitken, 1859); Ophiophragmus pulcher H. L. Clark, 1918 and Ophiothrix brachyactis H. L. Clark, 1915. A list of species is presented, as well as a brief comment on the new records that includes descriptions, location data, depth, habitat, distribution and pictures.

Palabras clave: Echinodermata, Ophiuroidea. Caribe, Quintana Roo, México.

Key words: Echinodermata, Ophiuroidea, Caribbean, Quintana Roo, México.

INTRODUCCIÓN

Los primeros datos sobre equinodermos de México fueron reportados por AGASSIZ Y VALENTIN (1838-1842) y AGASSIZ Y DÉSOR (1846). Muchas colectas se debieron a las expediciones de los buques oceanográficos “Challenger” (1873-76), “Albatros” (1899- 1900; 1904 -1905) y los “Velero” (1953-1954) así como las capturas efectuadas por las ex- pediciones zoológicas de la Allan Hancock Foundation, cuyas colecciones han sido dadas a conocer por H. L CLARK (1913, 1915, 1918 y 1923), ZIESENHENNE (1937-1940) y DEICHMANN (1954). Los principales estudios referentes a los ofiuroideos del mundo, in-

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Laguarda-Figueras, et al.

cluyendo áreas marítimas de México, han sido publicados por LYMAN (1882), en las mo- nografías del “Challenger”, GREGORY (1900) y HYMAN (1955) en sus trabajos de zoología.

Por más de 50 años, los equinodermos de México fueron estudiados por la Dra. Ma- ría Elena Caso Muñoz, quien desde 1941 hasta 1991 trabajó y publicó trabajos sobre las cuatro clases más representativas de este Phylum.

Dada la necesidad de llevar a cabo estudios taxonómicos, para conocer en primer tér- mino la diversidad biológica del litoral costero mexicano, se estudiaron los ofiuroideos de la laguna arrecifal de Puerto Morelos, Quintana Roo. Esta laguna ha sido escasamente estudiada, por lo que dentro del proyecto “Estudio de los Equinodermos del Caribe Me- xicano y de las Costas Cubanas” se realizaron inventarios faunísticos intensivos, durante las campañas de 1995—2000, en el área localizada en la zona nordeste de la Península de Yucatán, al sur de Punta Nizuc, Quintana Roo, México.

Con este trabajo sobre la Clase Ophiuroidea damos continuidad a una serie de publi- caciones sobre el Phylum Echinodermata de la laguna arrecifal de Puerto Morelos, Quin- tana Roo, México (ver: BRAVO ET AL., 1999; LAGUARDA-FIGUERAS ET AL., 2001, 2002).

MATERIALES Y MÉTODOS

El área de estudio, ubicada en Puerto Morelos, Quintana Roo, se encuentra entre los 20? 43' y 21% 02' de latitud norte y los 86* 46' y 867 58' de longitud oeste (Fig.1). -

Los muestreos se realizaron dentro de la laguna arrecifal, frente a la localidad mencionada, donde se estableció un total de 33 estaciones de colecta, tratando de cubrir los distintos tipos de hábitats existentes en ella, según JORDAN (1979). La ubicación de los sitios de colecta se realizó con un geoposicionador.

Las colectas se efectuaron entre los años 1993 y 2000 en las siguientes fechas: del 15 de fe- brero al 2 de marzo, del 23 de junio al 3 de julio y del 18 de octubre al 2 de noviembre de 1995; del 2 al 16 de mayo del 1996; del 15 al 31 de mayo del 1997; del 16 al 20 de agosto del 1999; del 4 al 11 de marzo y del 10 al 25 de junio del 2000.

En cada estación se realizaron muestreos cualitativos intensivos, tratando de abarcar la mayor cantidad de área posible. Las colectas se llevaron a cabo diariamente, mediante buceo autónomo (diurno y/o nocturno). En algunas estaciones también se hizo un muestreo con una pequeña rastra o red de patín.

Los ejemplares colectados se trasladaron vivos y etiquetados a los laboratorios de la estación “Puerto Morelos” del ICML, perteneciente a la UNAM, donde se sometieron a un proceso de nar- cotización con sulfato de magnesio durante una hora (en una proporción de 1gr/l L de agua de mar), manteniéndolos en oscuridad y reduciendo la temperatura a 20%C para su relajación. Poste- riormente, se acomodaron los organismos en una posición “de cometa” (acomodando sus brazos en una sola dirección y en un mismo plano) para permitir la manipulación adecuada para su identifi- cación. Una vez anestesiados y puestos en posición “de cometa” se procedió a fijarlos en una solución de formol (8%)-alcohol (70%) en una proporción de 9:1 dejándola actuar durante 12-18 horas. Posteriormente los organismos se almacenaron en alcohol etílico al 70% dentro de envases de vidrio con tapa de cierre hermético

Una parte de los ejemplares se conservaron en seco (después de fijados se secaron a tempera- tura ambiente evitando los rayos del sol y se guardaron en cajas de cartón o material acrílico bien cerradas) incluyendo los datos de colecta e identificación respectivos. Los ejemplares secos fue-

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

—_— 909 870 A, => : Cancún 7 / + . + : , o 7 Puerto Morelos . , 7 ' ' ' , 4 , 4 S : i , A 1 f A | ' E ; | ¡7 20%58 ' j . £ £ h . Er? os $ J ' 3 : O ; ! : E , ; / ] 50. 2056 y EE : be dl ] f Ñ L ; / > ES ' el : / > ANS 20054' | / ¡00 / E / 15, ko $014 . / sl $e ' Le i / -B 3 Puerto / és 22 1 . jJq an , he : E 20%50* ' E 1 SS - 5 : É y í 20%48' ES orrecite coralino 20%6: 20% 4" 3 86956' 86%54 869%52' 86250 86%8'

Figura 1. Área de estudio frente a Puerto Morelos, Quintana Roo, en el Caribe Mexicano. Figure 1. Study area off Puerto Morelos, Quintana Roo, in the Mexican Caribbean.

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Laguarda-Figueras, ef al.

ron fumigados con paradicloro-benceno, para evitar su destrucción por microorganismos.

Para la identificación del material se utilizaron las claves y descripciones de: ABREU (1983, 1987, 1990), Caso (1979), CLARK, H. L. (1933), CLARK, A. M. (1977), DEVANEY (1970, 1974b), FELL (1960, 1962), HENDLER (1979b, 1988b), HENDLER ET AL., (1995), HYmaAN, 1955 y THOMAS (1963, 1966, 1973). El material fue incorporado a la Colección Nacional de Equinodermos “Dra. María Elena Caso Muñoz” del Laboratorio de Sistemática y Ecología de equinodermos del ICML, UNAM.

En el apartado de material ej y ejs son las abreviaturas de ejemplar y ejemplares.,

LISTA SISTEMÁTICA DE ESPECIES

CLASE OPHIUROIDEA ORDEN PHRYNOPHIURIDA Familia OPHIOMYXIDAE Género Ophiomyxa Miller Troshel, 1840 Ophiomyxa flaccida (Say, 1825) Familia GORGONACEPHALIDAE Género Astrophyton Miller 8 Troschel, 1842 Astrophytum muricatum (Lamarck, 1816)

ORDEN OPHIURIDA Familia OPHIURIDAE Género Ophiolepis Múller 8 Troschel, 1840 Ophiolepis elegans Litken, 1859 Ophiolepis gemma Hendler Turner, 1987* Ophiolepis impressa Lútken, 1859 Ophiolepis paucispina (Say, 1825) Familia OPHIOCOMIDAE Subfamilia Ophiocominae Género Ophiocoma L. Agassiz, 1836 Ophiocoma echinata (Lamarck, 1816) Ophiocoma paucigranulata Devaney, 1974* Ophiocoma pumila Liitken, 1859 Ophiocoma wendti Miller Troschel, 1842 Subfamilia Ophiopsilinae Género Ophiopsila Forbes, 1843 Ophiopsila hartmeyeri Koehler, 1913 Ophiopsila rissei Litken, 1859 Ophiopsila vittata H. L. Clark, 1918 Familia OPHIONEREIDIDAE Género Ophionereis Litken, 1859 Ophionereis olivacea H. L. Clark, 1901* Ophionereis reticulata (Say, 1825) Ophionereis squamulosa Koehler, 1914

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

Familia OPHIODERMATIDAE

Género Ophioderma Miiller $ Troschel, 1840 Ophioderma appresum (Say, 1825) Ophioderma brevicaudum Litken, 1856 Ophioderma brevispinum (Say, 1825) Ophioderma cinereum Miiller Troschel 1842 Ophioderma guttatum Liitken, 1859* Ophioderma phoenium H. L. Clark, 1918* Ophioderma rubicundum Litken, 1856

Familia OPHIACTIDAE Género Ophiactis Lútken, 1856 Ophiactis quinqueradia Ljungman, 1871 Ophiactis rubropoda Singletary, 1973* Ophiactis savignyí (Múller Troschel, 1842)

Familia AMPHIURIDAE

Género Amphiodia Verrill, 1899

Amphiodia trychna H. L. Clark, 1918* Género Amphioplus Verrill,1899

Amphioplus coniortodes H. L. Clark, 1918* Género Amphipholis Ljungman,1866

Amphipholis squamata (Delle Chiaje, 1828)* Género Amphiura Forbes, 1843

Amphiura fibulata Koehler, 1913

Amphiura stimpsonii Lútken, 1859* Género Ophiocnida Lyman, 1865

Ophiocnida scabriuscula (Litken, 1859)* Género Ophiophragmus Lyman, 1865

Ophiophragmus pulcher H. L. Clark, 1918* Género Ophiostigma Liitken, 1856

Ophiostigma isocanthum (Say, 1825)

Familia OPHIOTRICHIDAE Género Ophiothrix Múller Troschel, 1840 Ophiothrix angulata (Say, 1825) Ophiothrix brachyactis H. L. Clark, 1915* Ophiothrix lineata Lyman, 1860 Ophiothix orstedii Littken, 1856 Ophiothrix suensonii Liitken, 1856

*Nuevos registros de Ofiuroideos de Puerto Morelos, Quintana Roo. México.

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Laguarda-Figueras, el al.

Ophiolepis gemma Hendler 6 Turner, 1987

Material examinado: 1 ej, ICML-UNAM 3.163.0, diámetro del disco 6 mm, largo de los bra- zos 19 mm (promedio) Localidad: Frente al hotel Caribe Reef Maya, Puerto Morelos (20? 54” 05”N, 86? 50” 29”W).

Descripción: Superficie dorsal del disco con escamas grandes, completa o incom- pletamente rodeadas de numerosas pequeñas escamas intercaladas; con tres o más co- lumnas de escamas mayores en cada campo interradial. Placa central y radial incluidas en una bien definida roseta central. Disco convexo, áspero. Las escamas mayores del disco dorsal son delgadas, con frecuencia poligonales. Tres espinas sobre las placas laterales de la mayoría de los segmentos del brazo. Segmentos del brazo terminales mas largos que an- chos. Escudos radiales lisos y aplanados.

Distribución batimétrica: Distribuida de los 3 a los 139 m (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada a 2 m.

Hábitat: Usualmente sobre escarpados y declives de arrecife, en lugares donde hay abundantes algas calcáreas, en oquedades rellenas de sedimento, entre algas, corales y esponjas. En la pared accidentada y abrupta (usualmente en un ángulo de 50 a 709) con con- centraciones dispersas de esponjas, gorgonáceos, grandes corales de platos y pequeños co- rales (HENDLER 4% TURNER, 1987).

Distribución geográfica: Sudeste del Golfo de México; suroeste de Florida; Belice; Barbados; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophiocoma paucigranulata Devaney, 1974

Material examinado: 2 ejs, ICML-UNAM 3.147.1, diámetro del disco 14 mm, largo de los brazos 78 mm (promedio). Localidad. Lado Sur de Punta Maroma (20* 43' 13.2" N, 86” 58' 14.5" W).

Descripción: Superficie dorsal del disco negra o parduzco-oscura, los brazos tienen dor- salmente una raya delgada, pálida que está muy clara cerca de la punta del brazo. Los ju- veniles, así como los adultos, pueden distinguirse fácilmente de O. wendtii (en especi- menes de tamaño similar) por sus brazos rayados y por el número de espinas en el primer segmento del brazo. Los pies ambulacrales son de color amarillo pálido o anaranjado en lugar de rojo como en O. wendtii. Las especies típicas de Ophiocominae tienen papilas den- tales orales y gránulos en el disco, sin embargo, en O. paucigranulata la porción distal de cada escudo radial es pequeña y está libre de escamas y gránulos; la superficie ventral del disco está libre de gránulos, considerando que el interradio de O. wendtii posee la re- gión V cubierta con gránulos. Las espinas dorsales del brazo son cilíndricas y van afi- nando hacia la punta, lo que las hace más delgadas; éstas son iguales en longitud que al- gunos segmentos del brazo similar a O. wendtii. Las placas dorsales del brazo de O. pau- cigranulata son simétricas y poseen el mismo número de espinas a ambos lados de cada segmento del brazo, en contraste con el arreglo asimétrico en O. wendtii y O. echinata. Hay dos escamas tentaculares, tres espinas en las primeras y segundas placas laterales de los brazos. Las espinas ventrales del brazo están ligeramente comprimidas.

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

Figura 2. Ophiolepis gemma . A, Vista aboral; B, Vista oral; C, Brazo vista oral. Ophiocoma paucigranulata. D, Vista aboral; E, Vista oral; F, Brazo vista aboral. Figure 2. Ophiolepis gemma. A, Aboral view; B, Oral view; C, Arm oral view. Ophiocoma paucigranulata. D, aboral view; E, Oral view; F, Arm aboral view.

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Laguarda-Figueras, el al.

Distribución batimétrica: Distribuida de 1 a 24 m (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada a 2 m.

Hábitat: Partes traseras y someras del arrecife; en intersticios de fragmentos de coral y algas (HENDLER ET AL., 1995).

Distribución geográfica: Belice; Cayos de la Florida; Bahamas; Islas Cayman; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophionereis olivacea H. L. Clark, 1901

Material examinado: 13 ejs; 1 ej, ICML-UNAM 3.128.0; 6 ejs, ICML-UNAM 3.128.1; 3 ejs, ICML-UNAM 3.128.2; 2 ejs, ICML-UNAM 3.128.3; 1 ej, ICML-UNAM 3.128.4. La talla de los ejemplares varió de 4 a 6 mm de diámetro del disco y de 30 a 33 mm de largo de los brazos.

Localidad: Muelle de Cubos (20* 49' 43" N, 86? 53' 20.8" W); Punta Pelícano (20? 57' 37.0" N, 86” 50' 00.0" W), Arrecife el Islote (20% 55' 41" N, 86” 49' 19.0" W) y Villas Marinas (0? 52' 34.0" N, 86% 51' 29.0" W).

Descripción: El disco es generalmente pentagonal, finamente escamado, con peque- ños escudos radiales. Tres espinas de los brazos lisas y erectas, cerca del borde del disco de los individuos grandes, en la parte más ancha del brazo, hay muchas uniones con espinas medias de los brazos un poco elongadas que pueden ser casi el doble del largo de las es- pinas ventrales y dorsales, de forma claviforme. Presenta una escama tentacular grande casi opercular, cada una cubre completamente un poro tentacular. Las placas dorsales de los bra- zos son más largas que anchas, toscamente hexagonales y más anchas cerca del centro; las placas accesorias de los brazos muestran diminutas escamas imbricadas que pueden estar asociadas a las placas accesorias del brazo en individuos grandes. El disco es gris con manchas gris verde y un patrón irregular denso o en forma de malla del mismo color. Los brazos son bandeados, con uniones pardas oscuras y grises que están separadas a in- tervalos irregulares por uniones moteadas de blanco y negro. La placa dorsal del brazo tiene a veces bordes oscuros y puede tener una serie de marcaciones formando una banda dis- continua oscura en el brazo.

Distribución batimétrica: Desde la zona intermareal hasta los 24 m (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada de 1 a 3 m

Hábitat: En áreas no turbulentas, tales como canales, mangles, lagunas y en la parte anterior profunda del arrecife, generalmente viviendo en parches de algas.

Distribución geográfica: Cayos de la Florida; Puerto Rico; Colombia; Belice; Cuba; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophioderma guttatum Litken, 1859

Material examinado: 5 ejs, 1 ej, ICML-UNAM 3.116.3; 1 ej, ICML-UNAM 3.116.4; 1 ej, ICML-UNAM 3.116.7; 1 ej, ICML-UNAM 3.116.8; 1 ej, ICML-UNAM 3.116.9. Uno de los ejemplares con un diámetro del disco de 35 mm y largo de los brazos 134 mm.

Localidad: Estación La Antena (20? 54' 40" N, 86? 51' 45" W); Arrecife Técnica Pesquera (20? 50' 36" N, 86? 52' 05." W); Arrecife entre Rodman y Estación ICML (20* 52' 16." N, 86* 51' 12.” W); Fuera del arrecife (20? 51' 31.7" N, 86% 51' 08.1" W).

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

Figura 3. Ophionereis olivacea . A, Vista aboral, B, Vista oral, C, Brazo vista aboral. Ophioderma guttatum . D, Vista aboral, E, Vista oral, F, Brazo vista oral. Figure 3. Ophionereis olivacea . A, Aboral view, B, Oral view, C, Arm aboral view. Ophioderma guttatum . D, Aboral view, E, Oral view, F, Arm oral view.

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Laguarda-Figueras, et al.

Descripción: Los gránulos del disco son planos y cubren el escudo adoral completa- mente. Como es típico en las especies de Ophioderma, cuatro hendiduras genitales en cada interradio. Cada placa dorsal del brazo está dividida en piezas muy pequeñas, cuyo número y arreglo es difícil de determinar. Las espinas del brazo son pequeñas, y las espinas dorsales son más delgadas que las típicas para las especies de Ophioderma,; en indivi- duos pequeños son particularmente más delicadas y afinadas. La superficie dorsal del disco y de los brazos es de color gris pizarra, con numerosos, pequeños y uniformemente espaciados puntos negros. La superficie ventral es amarilla, naranja o parduzco-amari- llenta con naranja o con manchas castañas.

Distribución batimétrica: Distribuida de los 1 a los 18 m (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada de 3 a 15m.

Hábitat: Alrededor de la cresta, zonas de cresta y valles de los arrecifes coralinos. Bajo losas coralinas y bajo grandes corales cerebro.

Distribución geográfica: Cayos de la Florida; Bahamas; Jamaica; Sto. Thomas; Bar- bados; Tobago; Belice; Colombia; Cuba; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophioderma phoentum H. L. Clark, 1918

Material examinado: 5 ejs. 1 ej, ICML-UNAM 3.116.3; 1 ej, ICML-UNAM 3.116.4; 1 ej, ICML-UNAM 3.168.0; 1 ej, ICML-UNAM 3.168.1; 1 ej, ICML-UNAM 3.168.3; 2 ejs, ICML- UNAM 3.168.4. Su talla varió de 8 a 21 mm de diámetro del disco; de 22 a 89.5 mm en longitud de los brazos y de 1.9 a 4 mm de ancho de los brazos.

Localidad: Frente a la Escuela Técnica Pesquera (20* 50' 36.0" N, 86? 52' 22.0" W); La Bo- cana Grande (20* 52' 42" N, 86? 50' 50" W); frente al Astillero Rodman (20? 52' 28" N, 86? 51' 06.0" W); Arrecife entre Rodman y Estación ICML (20? 52' 16.0" N, 86 51" 12.0" W).

Descripción: Disco pentagonal con indentaciones en la base de los brazos; dorsal- mente el disco es convexo y ventralmente plano, ornamentado con gránulos oblongos microscópicos, densamente agrupados al centro del disco y disminuyendo hacia el borde del mismo, dando una textura áspera al disco. El disco ventralmente con granulación si- milar a la de la parte dorsal, pero menos densa, cubriendo las placas adorales y escudos ora- les parcialmente; presenta cuatro hendiduras genitales en cada interradio, el par proxi- mal cerca de los escudos orales y el par distal con una escama genital en la parte proximal externa de las mismas. Escudos orales triangulares con ángulos redondeados, placas ado- rales cubiertas por granulación, siete a ocho pares de papilas orales: el par apical más largo, ancho y aplanado; hacia el interior de la cavidad bucal, se observan de cuatro a cinco dientes redondeados cuadrangulares, el más interno espiniforme. Placas dorsales de los bra- zos hexagonales, más anchas que largas, aquilladas, solo hacia la punta de los brazos, las placas son más largas que anchas de forma triangular y truncadas; en los últimos diez a doce segmentos imbricadas, separadas en los últimos cinco a seis segmentos. Placas laterales en vista dorsal acampanadas, en vista lateral semicirculares con pequeñas muescas en el borde distal en zona de inserción de las espinas de los brazos. De ocho a diez espinas del brazo. Placas ventrales de los brazos poligonales, tan anchas como largas, alargándose hacia la parte distal del brazo, y cambiando su forma a triangular. El borde distal cón-

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

Figura 4. Ophioderma phoenium. A, Vista aboral; B, Vista oral; C, Brazo vista oral. Ophiactis rubropoda. D, Vista aboral; E, Vista oral; F, Brazo vista oral. Figura 4. Ophioderma phoenium. A, Vista aboral; B, Vista oral; C, Brazo vista oral. Ophiactis rubropoda. D, Vista aboral; E, Vista oral; F, Brazo vista oral.

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Laguarda-Figueras, ef al.

cavo, los laterales convexos así como los proximales imbricados, nunca están separadas por las placas laterales de los brazos. El colorido disímil del disco y brazos, aunque a ve- ces sutil, es una valiosa guía para la identificación en el campo. El disco es normalmente rojo o castaño; los brazos contrastan con castaño, rosado o verde y generalmente las ban- das de los brazos son oscuras.

Los individuos pequeños tienen colorido relativamente más luminoso y más contras- tante. Sin embargo, se ha informado de individuos rojos o completamente verdes (HEND- LER ET AL., 1995).

Distribución batimétrica: Distribuida de 1 a 14 m (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada de 3 a 8m.

Hábitat: Sitios turbulentos, generalmente sobre la cresta de los arrecifes, especial- mente en la zona de crestas y valles, bajo grandes losas y esqueletos de corales y se en- cuentran sobre arena de cuarzo (HENDLER ET A£., 1995).

Distribución geográfica: Cayos de la Florida; Bahamas; Cuba; Tobago; Barbados; Be- lice; Panamá; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophiactis rubropoda Singletary, 1973

Material examinado: 3 ejs, ICML-UNAM 3.189.0. Uno de ellos con diámetro del disco de 3.5 mm, con 6 brazos.

Localidad: La Bocana Grande (20* 52' 42" N, 86” 50' 50" W); frente al Astillero Rodman (20* 327 28.0% N, 865 31. 06:0:W.).

Descripción: Presenta espinas en el disco, en la superficie central e interbraquial, un par de papilas orales; de cuatro a cinco espinas de los brazos cortas y con puntas. El cuerpo es pardo, pardo verdoso y gris, los brazos tienen bandas alternantes pálidas y os- curas del mismo color. Un caracter taxonómico diagnóstico en los ejemplares vivos es la coloración rojiza de sus pies ambulacrales.

Distribución batimétrica: Habita en zonas someras y submareales (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada a 8 m.

Hábitat: Entre esponjas incrustantes, cnidarios y cirrípedos (HENDLER ET AL., 1995). En la zona de estudio se colecto sobre sustratos arenosos.

Distribución geográfica: Cayos de Florida y Caribe Mexicano (cita actual).

Amphiodia trychna H. L. Clark, 1918

Material examinado: 1 ej, ICML-UNAM 3.162.1 (diámetro del disco 11 mm, longitud de los brazos 120 mm).

Localidad: Frente a La Ceiba (20? 51' 40.0" N, 86? 51' 48.0" W); frente al Astillero Rodman (20? 52' 28.0" N, 86” 51' 06.0" W).

Descripción: Disco con escamas gruesas, toscas, irregulares e imbricadas, con fre- cuencia abundantes; placas primitivas, prominentes; cerca del borde del disco, las escamas dorsales se encuentran con las ventrales, superponiéndose unas contra otras; escudos ra- diales dos veces más largos que anchos, unidos sobre la mitad de su longitud. De las tres,

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

e

Figura 5. Amphiodia trychna. A, Vista aboral, B, Vista oral. Amphiura stimpsonii,. C, Vista abo- ral, D, Vista oral. Ophiotrix brachyactis. E, Vista aboral, F, Vista oral. Figure 5. Amphiodia trychna. A, Aboral view, B, Oral view. Amphiura stimpsonii,. C, Arm abo- ral view. D, Aboral view. Ophiotrix brachyactis. E, Aboral view, F, Oral view.

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Laguarda-Figueras, et al.

más bien largas y romas, espinas del brazo, la tercera es la más grande, siendo casi igual a la primera y la segunda algo más larga que la longitud de una placa dorsal del brazo. To- das las espinas tienden a ser completamente aplanadas pequeñas y ásperas; brazos muy del- gados. Las placas dorsales del brazo son unas 2.5 veces más anchas que largas y muy li- geramente convexas, a veces con una cavidad central re-entrante. Las placas ventrales del brazo son 1.5 veces más anchas que largas y llevan dos escamas tentaculares. Cada me- dia mandíbula lleva tres papilas orales gruesas contiguas, de la cual la distal es la mayor. Las papilas infradentales están ampliamente separadas. El disco y los brazos son color canela claro, cada placa dorsal del brazo tiene, excepto cerca del disco, una línea transversal ancha color bronceado claro, dentro de su borde externo. Hay un reborde blanco a lo largo del borde externo. Periódicamente las bandas se oscurecen de la misma forma que los correspondientes escudos dorsales. Así se produce el bandaje secundario.

Distribución batimétrica: Distribuida de 1 a los 160 m (HENDLER ET A£., 1995). En el área de estudio fue colectada a 3 m.

Hábitat: En arena sin vegetación o fango, en parches de pastos marinos (Thalassia), canales de cayos, en manglar y en planicies de arena arrecifales (HENDLER ET A£., 1995).

Distribución geográfica: Florida; Dry Tortugas; Cuba; Puerto Rico; Tobago; Belice; Panamá; Venezuela; Brasil; Caribe Mexicano (cita actual).

Amphioplus coniortodes H. L. Clark, 1918

Material examinado: 1 ej, ICML-UNAM 3.103.2 (diámetro del disco 5 mm; los brazos se encontraban fragmentados). Localidad. Ensenada de Punta Nizuc (21* 01' 46.5" N, 86" 48' 28" W).

Descripción: Disco finamente escamado en la parte dorsal y desnudo en la ventral; es- cudos radiales unidos distalmente y separados proximalmente (algunos están cubiertos en parte por un escamado fino); espinas del brazo, tres, similares, la del centro más gruesa y las laterales ahusadas en la punta; placas ventrales de los brazos, pentagonales; dos escamas tentaculares, la más gruesa descansa al lado de la placa lateral del brazo; cada mandíbula con ocho papilas orales, la distal más pequeña; placas bucales casi ova- les, que tienden a ser tan largas como anchas; a los lados de estas se observan escudos ado- rales en forma subtriangular. El disco es gris, y los brazos generalmente son color ca- nela, emborronado con gris oscuro.

Distribución batimétrica: Distribuida de los 2 a los 5 m (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada de 1 a2 m.

Hábitat: Usualmente sobre fango sin vegetación o arena fangosa, algunas veces en par- . ches de pastos marinos.

Distribución: Cayos de la Florida; Venezuela; Cuba; Caribe Mexicano (cita actual).

Amphipholis squamata (Delle Chiaje, 1828)

Material examinado: 3 ejs. 1 ej, I[CML-UNAM 3.55.1; 2 ejs, ICML-UNAM 3.55.2. Todos de talla pequeña, diámetro promedio del disco de 1-1.5 mm, los brazos se encontraban fragmentados.

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

= IA

Figura 6. Amphioplus coniortodes. A, Vista aboral; B, Vista oral; C, Brazo vista oral. Amphipholis squamata. D, Vista aboral; E, Vista oral; F, Brazo vista oral. Figure 6. Amphioplus coniortodes. A, Aboral view; B, Oral view; C, Arm oral view.

Amphipholis squamata. D, Aboral view; E, Oral view; F, Arm oral view.

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Laguarda-Figueras, el al.

Localidad: Escuela Técnica Pesquera (20? 50' 36" N, 86? 52' 22.0 " W), y Ensenada de Punta Nizuc (21* 01' 46.5" N, 86" 48' 28" W).

Descripción: Disco redondo, enteramente cubierto de escamas grandes imbricadas. Hay una notable línea de demarcación entre las escamas de las superficies dorsal y ventral, escudos radiales unidos, dos veces más largos que anchos. Espinas del brazo tres, cor- tas, redondeadas; placas dorsales del brazo ampliamente separadas por la unión de las placas laterales del brazo y ligeramente más anchas que largas, en forma de “U” proxi- malmente y ligeramente convexas distalmente. Las placas ventrales del brazo están am- pliamente separadas por las placas laterales del brazo y algo más largas que anchas y tie- nen cinco lados, teniendo un lado externo, dos laterales y dos laterales internos. Hay dos escamas tentaculares grandes contiguas, una sobre el lado lateral de la placa ventral del brazo y otra sobre la placa lateral del brazo. Las placas laterales del brazo son grandes y visiblemente rodean todo el brazo. Hay tres pares contiguos de papilas orales, las dos proximales son similares en tamaño y en forma, el par distal largo y opercular. Las papi- las infradentales pueden estar ligeramente separadas o completamente unidas. El escudo oral es más o menos en forma de diamante y tan ancho o ligeramente más ancho que largo; los escudos aborales son grandes, unidos en sus extremos proximales, llevando una papila opercular distal oral. Esta especie es gris claro con las puntas distales y los escudos radiales blancos.

Distribución batimétrica: Distribuida de 1 a los 1330 m (HENDLER ET AL£., 1995). Los especimenes encontrados a más de 1000 m son sexualmente inmaduros (GAGE ET AL., 1983). En el área de estudio fue colectada de 1 a 3 m.

Hábitat: Se puede encontrar en rocas o arrecifes coralinos, parches de pastos marinos, algas, manglares, estuarios y otros numerosos habitas, en rompientes y aguas hipersalinas. Esta especie vive en fondos arenosos y/o rocosos, bajo losas coralinas y en colonias, gru- pos de esponjas, briozoos, almejas y plantas marinas.

Distribución geográfica: Esta especie es cosmopolita, puede vivir en condiciones extremas desde regiones polares y está reportada en todas las islas del Caribe, Cuba y Caribe Mexicano (cita actual).

Amphtiura stimpsonii Liitken, 1859

Material examinado: 1 ej, [CML-UNAM 3.188.0; diámetro del disco 2 mm, largo de los bra- zos 12 mm (promedio). Localidad. Frente al Astillero Rodman (20? 52' 28.0" N, 86? 51' 06.0" W).

Descripción: Disco completamente escamado, escamas irregulares y delicadas; es- cudos radiales tres veces más largos que anchos, estando en contacto 1/3 de su longitud y el espacio entre los escudos radiales con tres o cuatro escamas. Mandíbulas con tres pa- res de papilas, la del extremo prominente y delgado, la infradental grande en forma de bloque y la media espiniforme; una escama tentacular; de tres a cinco espinas del brazo. Las placas ventrales del brazo son mucho más largas que anchas, y las placas dorsales tienen los bordes laterales que convergen proximalmente rectos y distalmente convexos.

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

Distribución batimétrica: Distribuida de 1 a los 126 m (HENDLER £7 AL.,1995). En el área de estudio fue colectada a 4 m.

Hábitat: De la parte trasera del arrecife a la pendiente frontal del mismo; en sustratos protegidos como colchones densos de algas y la parte intrincada de las ramificaciones coralinas. Entre fragmentos de corales y restos de conchas (HENDLER ET AL.,1995).

Distribución geográfica: Cayos de la Florida; Bahamas; Dry Tortugas; Texas; Ja- maica; Haití; Puerto Rico; Islas Virginias; Islas de Sotavento; Barbados; Tobago; Antillas Holandesas; Belice; Brasil; Cuba; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophiocnida scabriuscula (Littken, 1859)

Material examinado: 3 ejs. 1 ej, ICML-UNAM 3.144.0; 2 ejs, ICML-UNAM 3.144.1. Diámetro promedio del disco 5.9mm, brazos fragmentados.

Localidad: La Bocana (20? 52' 42.0" N, 86” 50' 50" W) y frente al Astillero Rodman (20? 52' 28.0" N, 86” 51' 06.0" W).

Descripción: El disco esta cubierto parcialmente por espinas cortas y puntiagudas; los escudos radiales desnudos tres veces más largos que anchos y separados en la parte pro- ximal, lleva escudos accesorios, rodeados por escamas desnudas, alrededor de los escudos radiales. Tres espinas en el brazo, cortas, embotadas y truncadas en las puntas, dando una apariencia robusta a los brazos, las espinas dorsales y ventrales, lateralmente com- primidas; la espina media es dorsoventralmente aplanada, y cerca del medio del brazo es más larga que las otras espinas; dos escamas tentaculares. Tres papilas orales similares; los escudos orales en forma de diamante, más largos que anchos. El disco es ligero de ama- rillo a castaño amarillento, con áreas contrastantes de gris. La punta exterior de los escu- dos radiales es blanca. Los brazos son amarillo bronceado.

Distribución batimétrica: Se reporta en otros trabajos distribuida de los O a los 2m (HENDLER ET AL., 1995), sin embargo, en el área de estudio fue colectada de 4 a 6 m, esto amplia ligeramente su rango de distribución batimétrica.

Hábitat: Seibadales someros, donde los sedimentos arenosos están mezclados con restos de corales o piedras (HENDLER ET AL., 1995). En la laguna arrecifal de Puerto Mo- relos esta especie fue colectada en lugares de energía considerable como lo es “La Bocana”, donde el sedimento predominante es arena media.

Distribución geográfica: Bermuda, Florida, Tortugas, Jamaica, Puerto Rico, Islas de Virginia, Islas de Sotavento, Tobago, Venezuela, Brasil, Cuba; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophiophragmus pulcher H. L. Clark, 1918

Material examinado: 1 espécimen, ICML-UNAM 3.159.2, diámetro del disco 6 mm, brazos aparentemente largos, se encontraban fragmentados. Localidad. Norte del Islote (20? 55' 53" N, 86? 49' 42.0" W)

Descripción: Disco cubierto por escamas grandes casi iguales; en la periferia de los in- terbráqueos de la región dorsal del disco se encuentra una defensa de tres pares de papilas

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Laguarda-Figueras, el al.

Figura 7. Ophiocnida scabriuscula. A, Vista aboral; B, Vista oral; C, Brazo vista oral. Ophiophragmus pulcher. D, Vista aboral; E, Vista oral; F, Vista oral. Figure 7. Ophiocnida scabriuscula. A, Aboral view; B, Oral view; C, Arm oral view. Ophiophragmus pulcher. D, Aboral view; E, Oral view; F, Oral view.

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

cortas y fuertes; escudos radiales dos veces más largos que anchos, estando en contacto la mitad o dos tercios de su longitud; el espacio entre los escudos radiales, con dos o más es- camas. Hay tres espinas romas cortas sobre cada una de las más bien inconspicuas placas laterales del brazo. Placas dorsales del brazo casi rectangulares y más largas que anchas, y las ventrales ligeramente más anchas que largas; dos escamas tentaculares, una de las dos escamas tentaculares imbricada, sale de la placa ventral del brazo y la otra de la placa la- teral del brazo; cada mandíbula posee tres pares de papilas orales, el par infradental en forma de bloque; están separados uno de otro, el segmento del par oral y un par distal triangu- lar o aplanado. Las papilas de cada mitad de la mandíbula son contiguas; escudos orales romboidales prominentes, algo más largos que anchos y distalmente lobulados. Proxi- malmente varían desde, raramente redondeados, a agudamente redondeados. El color de esta especie es usualmente llamativo; las escamas del disco, en mayor o menor grado, están pigmentadas de verde claro, mientras que los escudos radiales son ligeramente tos- tados o blancuzcos.

Distribución batimétrica: Distribuida de 1 a los 13 m (HENDLER ET AL.,1995). En el área de estudio fue colectada a 4 m.

Hábitat: Arrecifes, seibadales y manglares, en una variedad de sedimentos con arena de Halimeda, conchas, rocas, arenas y restos de coral (HENDLER ET AL.,1995).

Distribución geográfica: Bahamas; Cayos de la Florida; Dry Tortugas; Puerto Rico; Aruba; Belice; Brasil; Cuba; Caribe Mexicano (cita actual).

Ophiothrix brachyactis H. L. Clark, 1915

Material examinado: 3 ejs. 1 ej, ICML-UNAM 3.173.0; 2 ejs, ICML-UNAM 3.173.1. Uno de ellos con diámetro del disco de 4 mm, brazos relativamente cortos. Localidad: Frente al Astillero Rodman (20* 52' 28" N, 86? 51' 06" W).

Descripción: Disco cubierto con grandes y desnudos escudos radiales y relativa- mente pocas escamas distintivas en cada una de las cuales lleva un tronco sencillo bajo y corneo. El escudo oral es mucho más ancho que largo, con bordes laterales redondeados; los escudos aborales están ampliamente en contacto y próximos al escudo oral. Las pla- cas sucesivas del brazo apenas están en contacto. Las placas ventrales del brazo son aplastadas, con esquinas angulares en el margen de la parte distal que es ligeramente cóncava, dichas placas ventrales del brazo son triangulares, con un borde exterior ancho, espeso y ligeramente cóncavo. A esta especie le faltan los troncos en forma trífida que ca- racterizan a O. angulata. Las espinas de los brazos son espiniformes. Posee las mandíbulas típicas de las especies de Ophiothrix, tienen un racimo de papillas apicales dentales y faltan las papillas orales. Esta especie en vida es de color verde.

Distribución batimétrica: Distribuida de los 1 a los 6 m (HENDLER ET AL., 1995). En el área de estudio fue colectada a 3 m.

Hábitat: Sobre o asociada al arrecife de coral, con restos y algas coralinas (HEND- LER ET AL., 1995).

Distribución geográfica: Florida; Dry Tortugas; Puerto Rico; St. Barthélemy; Granada; Barbados; Tobago; Cuba; Caribe Mexicano (cita actual).

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Laguarda-Figueras, el al.

DISCUSION Y CONCLUSIONES

Con anterioridad al Proyecto “Estudio de los Equinodermos del Caribe Mexicano y de las costas cubanas” que dio lugar al presente estudio faunístico, solamente se habían re- gistrado 26 especies en esa zona de México, según consta en los datos tomados del Pro- yecto “Catalogo de los Equinodermos Recientes de México”. Como contribución de este trabajo se identificaron 13 nuevos registros lo que da un total de 39 especies distribuidas en 2 ordenes, 9 familias y 16 géneros.

Las siguientes especies son reportadas por primera vez para el Caribe Mexicano: Op- hiolepis gemma Hendler 8: Turner 1987; Ophiocoma paucigranulata Devaney, 1974; Ophionereis olivacea H. L. Clark, 1901; Ophioderma guttatum Liitken, 1859; Ophio- derma phoenium H. L. Clark, 1918; Ophiactis rubropoda Singletary, 1973; Amphiodia trychna H. L. Clark, 1918; Amphioplus coniortodes H. L. Clark, 1918; Amphipholis squamata (Delle Chiaje, 1828); Amphiura stimpsonii Litken, 1859; Ophiocnida sca- briuscula (Liútken, 1859); Ophiophragmus pulcher H. L. Clark, 1918 y Ophiothrix brachyactis H. L. Clark, 1915.

Ningún nuevo registro de las especies aquí reportadas se puede considerar endémica o de distribución restringida en el Caribe Mexicano. La fauna de ofiuroideos de Puerto Mo- relos, Quintana Roo, está compuesta por especies de amplia distribución geográfica den- tro del Gran Caribe y las Antillas Menores (PARSLOW Y CLARK, 1963), como se espera en esa zona dada la circulación de las corrientes marinas que bañan la zona a través del Ca- ribe (DUNCAN ET AL., 1977; METCALF ET AL., 1977).

Los patrones de distribución geográfica mejor representados en estos nuevos regis- tros son: el Atlántico occidental extendido y el Atlántico occidental de aguas cálidas, lo que indica que la fauna de ofiuroideos del Caribe Mexicano incluye un importante grupo de especies tropicales que, ayudadas por las corrientes se han extendido hacia el norte en zonas de aguas mas frías. La baja o nula representatividad de especies cosmopolitas, cir- cuntropicales y anfiamericanas, de manera preliminar, podría pensarse que es producto del bajo esfuerzo de colectas realizadas hasta el momento en ambas costas, razón por la cual muchas especies comunes potenciales aún no han sido registradas.

Para conocer mejor la composición faunística de los ofiuroideos del Caribe Mexi- cano será necesario efectuar colectas mas completas, revisar el material depositado en las colecciones científicas a fin de aclarar las dudas en las identificaciones del material.

AGRADECIMIENTOS

A la Biól. Eustolia Mata Pérez, por su dedicación en la búsqueda de la información exis- tente y la catalogación de las colectas realizadas de 19953 al 2000, depositadas en la co- lección Nacional de Equinodermos ICML, UNAM, México.

Este trabajo se realizó dentro del marco de colaboración del Programa de Intercambio Académico Internacional de la UNAM: “Estudio de los Equinodermos del Caribe Mexi- cano y de las costas cubanas” y el proyecto de CONABIO (SO91) “Equinodermos del Ca- ribe Mexicano. Puerto Morelos. Quintana Roo”.

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Ofiuroideos de Puerto Morelos

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Una nueva especie de anfípodo marino del género Elasmopus (Amphipoda, Melitidae) del Archipiélago Cubano

A nev species of marine amphipod crustacean of the genus Elas- mopus (Amphipoda, Melitidae) from the Cuban Archipelago

Manuel Ortiz, Rogelio Lalana y Carlos Varela

Centro de Investigaciones Marinas, Universidad de La Habana

Resumen Se describe una nueva especie de anfípodo marino del género Elasmopus (Amphipoda, Melitidae) colectado en la zona Sur central del Archipiélago Cubano. Se ofrecen además las diferencias de esta nueva especie con las restantes del área. Es la sexta especie del género que se cita para Cuba.

Abstract A new marine amphipod crustacean species of the genus Elasmopus (Amphipoda, Me- litidae) collected at the South central region of the Cuban Archipelago, is herein described. The most important differences among this new species, and the rest known in the area, are also given. This is the sixth species of this genus recorded in Cuba.

Palabras Clave: Amphipoda, Melitidae, Biodiversidad, especie nueva, Archipiélago cubano.

Key words: Amphipoda, Melitidae, Biodiversity, new species, Cuban Archipelago.

INTRODUCCION

El género Elasmopus es uno de los más comunes en las aguas tropicales poco pro- fundas de todo el Océano Mundial.

En el Atlántico Occidental Tropical se conocen hasta el presente 9 especies del men- cionado género: Elasmopus balkomanus Thomas y Barnard, 1988, E. brasiliensis (Dana, 1853), E. levis Smith, 1873, Elasmopus rapax Costa, 1853, E. pocillimanus (Bate, 1862), E. pectenicrus (Bate, 1862), E. spinidactylus Chevreux, 1908, E. lemaitrei Ortiz y Lalana, 1994 y E. thomasi Ortiz y Lalana, 1994. De ellas, 6 han sido citadas para el Ar- chipiélago Cubano (ORTIZ Y LALANA, 1998).

Durante una colecta realizada en la zona Sur central del país, donde los crustáceos peracáridos han sido poco estudiados, se colectó un ejemplar de Elasmopus que luego de su estudio, ha resultado ser una nueva especie, que se describe a continuación.

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Ortiz, Lalana y Varela

MATERIALES Y MÉTODOS

El material objeto de este estudio ha sido colectado por el tercer autor, mediante un lavado de ma- croalgas y su posterior tamizado, luego se fijó con formalina al 10 % para su traslado al laboratorio.

La clasificación de las setas del palpo mandibular se refiere al sistema propuesto por STOCK (1974). Todas las figuras han sido confeccionadas con la cámara clara.

SISTEMATICA

Elasmopus elieri especie nueva (Figuras 1 y 2)

Holotipo: macho adulto; 6 mm de largo; Cayo Diego Pérez; 21 de Noviembre del 2003; 3 m; fondo rocoso cubierto de macroalgas; conservado en la colección de tipos del Centro de Investiga- ciones Marinas, Universidad de La Habana, número 56.

Etimología: Especie dedicada a Elier, hijo del primer autor.

Diagnosis: cuerpo liso, muy poco setoso. Ojo ovalado. Flagelo accesorio de 3 artejos, él ultimo minúsculo. Labio inferior con los lóbulos internos esbozados. Artejo 3 del palpo mandibular con 24 setas “D” y 4 “E”, solamente. Coxa 1 redondeada anterior- mente. Gnatópodo 2 muy fuerte, sin setas. Pereiópodos muy poco setosos. Urópodo 3 corto, sin vestigio de artejo 2 en su rama interna. Telson 2/3 hendido, con una espina larga y otra corta en la región apical de cada lóbulo.

Descripción del holotipo: Antena 1 con el artejo 2 del pedúnculo más corto que el uno y el 3; flagelo principal con 16 artejos, de los cuales, los 3 primeros son sub iguales y más largos que los restantes flagelo accesorio con 3 artejos, el distal vestigial, armado de 3 setas largas y otra corta. Antena 2 parcialmente rota.

Labio inferior poco setoso, con los lóbulos internos poco marcados; lóbulos mandi- bulares bien hendidos.

Mandíbulas con 3 incisivos, con el molar de mediano tamaño y poco triturador; palpo con el artejo basal desnudo; el artejo 2 con 3 setas intermedias y dos distales más fuer- tes; artejo 3 falcado, llevando 24 setas D y 4 setas E. Lacinia móvil con 4 dientes en am- bas mandíbulas. Con 3 setas accesorias en la mandíbula izquierda y 4 en la derecha.

Maxila 1 con el lóbulo interno armado con 2 setas largas terminales; lóbulo interno con 7 espinas aserradas terminales y 2 setas largas en el ángulo distal interno; artejo 2 del palpo mas largo que el 1, con 8 setas apicales y otra subdistal.

Maxila 2 con ambos lóbulos subiguales y setosos distalmente.

Maxilípedo con el lóbulo interno con 8 setas distales; lóbulo externo con 15 setas cu- briendo su margen distal; palpo con los artejos 1 y 2 setosos internamente; el 3 con varias setas distales; uña definida.

Coxa 1 con el borde anterior hendido, el ángulo antero ventral redondeado y setas largas ventrales.

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Nuevo anfípodo de las costas de Cuba

Figura 1. Elasmopus elieri n. sp. A, vista lateral del cuerpo; B, flagelo accesorio; C, labio infe- rior; D, mandíbula izquierda; E, porción distal de la mandíbula derecha; F, maxila 1; G, maxili- pedo; H, maxila 2; I, urópodo 3; J, urópodo 2; K, urópodo 1; L, telson.

Figure 1. Elasmopus elieri n. sp. A. Lateral view of body; B, accesory flagellum; C, lower lip; D, left mandible; E, distal part of right mandible; F, maxilla 1; G, maxilliped; H, maxilla 2; l, uropod 3; J, uropod 2; K, uropod l; L, telson.

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Ortiz, Lalana y Varela

E,

e

Figura 2. Elasmopus elieri n. sp. A, gnatópodo 1; B, gnatópodo 2; C, epímero 3; D, pereiópodo 3; E, pereiópodo 4; F, pereiópodo 5; G, pereiópodo 6; H, pereiópodo 7; I, dactilo del pereiópodo 7; J, dactilo del pereiópodo 6.

Figure 2. Elasmopus elieri n. sp. A, gnathopod 1; B, gnathopod 2; C, epimerum 3; D, pereiopod 3; E, pereiopod 4; F, pereiopod 5; G, pereiopod 6; H, pereiopod 7; I, dactylus of pereiopod 7;

J, dactylus of pereiopod 6.

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Nuevo anfípodo de las costas de Cuba

Gnatópodo 1 con el artejo 3 mucho más corto que el 6; con un penacho de setas largas en su borde posterior; artejo 6 con el borde palmar muy oblícuo, llevando setas muy cor- tas equidistantes; con setas antero dorsales, anteriores y posteriores largas; dactilo fi- jando la palma.

Coxa 2 redondeada ventralmente; con setas largas en su ángulo ventral posterior. Gnatópodo 2 poderoso; casi desprovisto de setas; artejo 2 corto y arqueado, con setas cortas distales anteriores y posteriores; artejo 3 corto y desnudo; artejo 4 protegido bajo el artejo 5, con setas cortas posteriores; artejo 5 formando un lóbulo posterior redondeado y recubierto de setas; artejo 6 sub triangular, muy grande, con un diente potente en la base del borde palmar, resto del mencionado borde, muy oblicuo; ángulo palmar con al- gunas setas alargadas; con su potente musculatura visible por transparencia (punteada en la Figura 2 B).

Coxas 3 y 4 redondeadas, con setas largas en su borde ventral. Pereiópodo 3 y 4 con el artejo 2 estrecho, con 2-3 setas cortas en su borde posterior; con el artejo 4 mas largo que el 5; artejo 6 tan largo como el 4; artejo 6 con una espina posterior gruesa y curvada subdistal; dactilo corto con una seta posterior. Pereiópodo 4 con una espina gruesa y corta y una seta larga en el margen posterior del artejo 5.

Coxa 5 alargada y relativamente estrecha. Pereiópodo 5 con el lóbulo posterior del artejo 2 con su borde redondeado y desprovisto de setas, con una escotadura postero ven- tral; artejo 4 mucho más estrecho que el 2; artejos 5-7 faltantes.

Coxa 6 ensanchada anteriormente; armada con una seta. Pereiópodo 6 con el borde del lóbulo posterior claramente hendido en su punto medio; desprovisto de setas; artejo 4 casi tan ancho como el 2; Artejo 6 con un penacho distal de setas largas, justamente en la parte posterior del nacimiento del dactilo; dactilo con una seta adjunta.

Coxa 7 pequeña y cuadrangular. Pereiópodo 7 con el lóbulo posterior del artejo 2 con la zona media del borde posterior paralelo al borde anterior; artejo 4 casi de la mitad del ancho del 2; artejo 6 muy semejante al del pereiópodo 6, pero con un mayor número de se- tas postero distales.

Urópodos con el pedúnculo tan largo como sus ramas. Urópodo 1 con 5 setas equi- distantes en su margen posterior; rama externa con 3 setas intermedias y 4 distales en su borde posterior y 3 en el anterior; rama interna con una seta distal.

Urópodo 2 con el pedúnculo llevando una sola espina distal posterior; con 4 setas equidistantes intermedias y 3 distales en el borde posterior de la rama externa; rama interna con 2 setas intermedias y 3 distales.

Urópodo 3 con la rama interna mucho más corta que la externa; con una seta intermedia anterior y otra posterior; con dos setas largas y dos cortas distales; rama externa con 3 setas basales, 3 intermedias y 6 distales, de las cuales 2 son largas.

Telson bilobulado, cada lóbulo con una escotadura distal y armado con una espina corta interna y otra externa larga.

Epímero 3 con el ángulo postero ventral casi recto; margen posterior finamente cre- nulado en su parte más baja.

Observaciones: Las diferencias mas notables entre E. elieri n. sp. y E. pectenicrus, la especie mas afín a la primera, por presentar el artejo 6 del segundo gnatópodo de forma

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Ortiz, Lalana y Varela

muy semejante, pero desprovisto casi totalmente de setas, en el primero, mientras que en E. pectenicrus, este está cubierto de setas tanto en su margen anterior, como posterior. El artejo 6 del gnatópodo 1 de E. elieri n. sp. es mucho más alargado que en E. pecteni- crus. El telson de E. elieri n.sp. lleva dos setas posteriores en cada lóbulo, mientras que en E. pectenicrus aparecen, al menos, 5; el artejo 2 del palpo mandibular es desnudo en E. elieri n. sp., sin embargo, está cubierto de setas en su margen interno en E. pectenicrus. Otro ca- rácter que distingue a estas dos especies es que en E. elieri n. sp. hay una ondulación me- dia en el borde posterior del artejo 2 del pereiópodo 6, mientras que en E. pectenicrus, la escotadura es más ventral y marcada. Además E. elieri n. sp. posee 24 setas “D” y 4 se- tas “E”, mientras que en £. pectenicrus son 30 o más “D” y al menos 7 “E”.

También, Elasmopous elieri n. sp. difiere de E. balkomanus Barnard, 1988, E. brasiliensis (Dana, 1853) y de E. levis (Smith, 1873), por presentar el borde posterior del artejo 6 del segundo gnatópodo casi desprovisto de setas, mientras que en las especies antes mencio- nadas este está completamente cubierto de ellas. También el ángulo postero ventral de epímero 3 no se proyecta hacia detrás como en estas 3 especies. Además, E. elieri n. sp. se diferencia de E. balkomanus, porque la espina más larga de cada lóbulo posterior del tel- son es mucho mas desarrollada. En E. brasiliensis, dicho lóbulo lleva muchas más espinas.

Por otra parte, E. elieri n. sp. se diferencia de E. thomasi, y E. pocillimanus, por po- seer un solo diente en el borde palmar, el cual va dispuesto junto a la inserción del dactilo, mientras que en las últimas dos especies mencionadas, poseen dos o más dientes. Además, E. elieri n. sp. posee la rama interna del urópodo 3 muy setosa y el lóbulo posterior del ar- tejo 2 del pereiópodo 6 es escotado, mientras que en E. pocillimanus no lleva mas que 1- 2 setas distales en la rama interna del mencionado urópodo, y el lóbulo posterior del ar- tejo 2 del pereiópodo 6 es redondeado y continuo, mientras que el artejo 6 del gnatópodo 2 posee una oquedad anterior en su cara interna, que no existe en E. elieri n. sp.

Cuando comparamos a E. elieri n. sp. con E. rapax, se diferencian fácilmente por po- ser el primero un diente junto a la inserción del dactilo, en el borde palmar del artejo 6, el cual en E. rapax lleva dicho diente mucho más atrasado, pero también lleva otros dos más cortos y posteriores. El telson de E. elieri n. sp. posee una escotadura posterior en cada uno de sus lóbulos, que es mucho más discreta que en E. rapax, armada de una espina larga y otra corta, en E. rapax son 3 cortas. Otro carácter que las diferencia es que el epí- mero 3 de E. elierí es casi liso posteriormente, siendo claramente aserrado en E. rapax.

Además, Elasmopus elieri sp. n. se distingue de E. spinidactylus por presentar el ar- tejo 6 del gnatópodo 2 con un diente grande junto al dactilo, además de presentar su borde posterior casi desnudo, mientras que en E. spinidactylus lleva dos dientes pequeños cercanos al dactilo, pero seguidos de otro mucho mayor, presentando además el borde posterior cubierto de setas. E. elieri no presenta diente postero ventral en el epímero 3- mientras que E. spinidactylus, si lo posee.

BIBLIOGRAFIA

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Avicennia, 2004, 17: 41-48

Nuevos registros de poliquetos para el Golfo de Batabanó y el Archipiélago de los Canarreos, SW de Cuba

New records of polychaetes from the Gulf of Batabano and Cana- rreos Archipelago, SW of Cuba

Diana Ibarzábal

Instituto de Oceanología, Ave 1” % 18406, Rpto. Flores, Ciudad Habana, Cuba.

Resumen Se presentan 15 nuevos registros para la fauna bentónica cubana. Cada especie aparece con la sinonimia y la bibliografía utilizada, los principales caracteres que la distinguen, la locali- dad y el número catalográfico de la colección donde están depositadas.

Abstract Fifteen new records for cuban benthic infauna are presented. Each species with the si- nonim and the consulted bibliography, the principal characters, the locality and the catalogh- raphic number of the collection were they are deposited is presented.

Palabras clave: nuevos registros, poliquetos, Batabanó, Canarreos, Cuba.

Key words: new records, polychaetes, Batabano, Canarreos, Cuba.

INTRODUCCION

La poliquetofauna del Golfo de Batabanó y el Archipiélago de los Canarreos en el SW de Cuba han sido bien estudiadas (IBARZABAL, 1990; 1997), sin embargo su alta di- versidad de especies y de hábitats, hace posible que aparezcan nuevos registros.

El presente trabajo se apoya en las colectas realizadas en fondos areno fangosos y pastos de Thalassia de la macrolaguna del Golfo y en perfiles que van desde la laguna arre- cifal hasta 30 m de profundidad, tanto en el sedimento como en el interior de piedras co- ralinas colectadas en diferentes zonas del arrecife. Se utilizó el ordenamiento sistemá- tico propuesto por ROUSE Y FAUCHALD (1997), basado en ideas filogenéticas.

El material que aquí se presenta es un nuevo aporte al conocimiento sistemático de este grupo y a la diversidad de especies del país.

SISTEMÁTICA

ORDEN SCOLECIDA Familia ORBINIUDAE Hartman, 1942 Scoloplos (Scoloplos) acmeceps Chamberlin, 1919 (Figura 1 A)

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Ibarzábal

Scoloplos acmeceps Chamberlin, 1919. - HarRTMAN, 1957: 282, Pl. 30, Figs. 1-7; TAYLOR, 1984: 1-37, Fig. 1-38 a-f.

Material examinado: IDO-05.1.0052. Restinga Prieta, Golfo de Batabanó. En arena fangosa con vegetación, 3,5 m. Un ejemplar de 8 mm de longitud y 1 mm de ancho.

Tórax con 17 setígeros y branquias a partir del setígero 14 hasta el final del cuerpo. Un- cinos curvados de extremo romo, con dientes laterales gruesos (Fig. 1A,) y setas de lira en el notopodio del abdomen. La descripción de TAYLOR (1984) se ajusta perfectamente a las características del ejemplar.

Familia OPHELIIDAE Malmgren, 1867 Armandia maculata (Webster, 1884)

Armandia maculata (Webster, 1884). - HARTMAN, 1942: 129, Fig. 14: NONATO Y Luna, 1970: 92, Figs. 84-85; UEBELACKER, 1984: 17-9, fig. 17-6 a-e.

Material examinado: IDO-05.1.0048. Punta Comegatos, Golfo de Batabanó. Arena fangosa con vegetación, 9 m.

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ON y

A rides A

A B

Figura 1. Scoloplos (Scoloplos) acmeceps: A, Uncino. Spio (Spio) pettiboneae: B, gancho suba- cicular tridentado. Pectinaria meredithi: C, setas escafoides; D, seta capilar bilimbada; E, seta capilar espinosa; F, uncino.

Figure 1. Scoloplos (Scoloplos) acmeceps: A, Uncinus. Spio (Spio) pettiboneae: B, tridentate su- bacicular hook. Pectinaria meredithi: C, scaphal setae; D, bilimbate capilar setae; E, spiny capi- lar setae; F, uncinus.

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Nuevos poliquetos para el SW de Cuba

Dos ejemplares de 15 y 20 mm con 29 setígeros, cuerpo cilíndrico muy aguzado en am- bos extremos. Son bien visibles los ojos laterales a partir del segmento 7 en número de 11 pares. Los caracteres se ajustan a las descripciones de la bibliografía utilizada.

ORDEN SPIONIDA Familia SPIONIDAE Grube, 1850 Spio (Spio) pettiboneae Foster, 1971 (Figura 1 B)

Spio (Spio) pettiboneae Foster, 1971: 35, Figs. 48-56; Day, 1973: 70, Fig. 11 a-d.

Material examinado: IDO-05.1.0372, Cayo Juan García, Cayería San Felipe. Arena entre ca- mellones coralinos en la pendiente externa arrecifal, 10 m.

Un ejemplar de 15 mm de largo con 34 setígeros, con las características principales de la especie, los ganchos subaciculares tridentados tienen el último diente muy fino casi pegado al primer diente distal, (Fig. 1B). Cuatro lóbulos anales redondeados bordeando el pigidio.

ORDEN TEREBELLIDA Familia PECTINARIIDAE Quatrefages, 1865 Pectinaria meredithi Long, 1973 (Figura 1C-F)

Pectinaria meredithi Long, 1973: 869 Fig. 5.

Material examinado: IDO-05.1. 0098, 0123,0450. Punta Parida, Ensenada de la Broa. Fondo fango-arenoso con escasa vegetación en 7 m. IDO-05.1.0122. N de los Cayuelos, Isla de la Juven- tud. Fondo rocoso con una capa fina de sedimento areno fangoso en 1,5 m.

Individuos de 9-25 mm de longitud y 3-5 mm de ancho. Con el lóbulo medio del plie- gue ventral estriado en sentido vertical y 9 setas escafoides ligeramente curvadas y aguzadas (Fig. 1C) caracteres que la separan del resto de las especies del género en el Caribe. Noto- setas de dos tipos: Capilares bilimbadas (Fig. 1D) y capilares con espinas en uno de sus la- dos con una protuberancia lateral también espinosa que separa el mango de la hoja (Fig. 18), en algunos casos el extremo de la hoja no aparece y queda el codo dentado. Uncinos con 2 bandas de 7-8 dientes grandes y una cresta de 4-5 dientes más pequeños (Fig. 1F).

ORDEN PHYLLODOCIDA Familia GLYCERIDAE Grube, 1850 Glycera oxycephala Ehlers, 1887 (Figuras 2 A-B)

Glycera oxycephala Ehlers, 1887. - HARTMAN, 1940: 248, Pl. 37, Figs. 74-75; Pl. 43, Figs. 122-124; Pl. 44, Fig. 125; Figs. 3-4; GARDINER, 1976: 163, Fig. 18 h-j.

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Ibarzábal

Material examinado: IDO-05.1.0369, Cayo Juan García, Cayería San Felipe. Pasto de Thalassia en la laguna arrecifal, 2m.

Un ejemplar de 12 mm, de color ámbar. Probóscide globular, cubierta de pequeñas pa- pilas elongadas, cada una con nueve surcos transversales (Fig. 2A) y en el extremo cuatro man- díbulas falcadas, negras, de una sola pieza. Dos lóbulos presetales elongados y redondeados en el borde, subiguales en parápodos anteriores y desiguales en los posteriores (Fig. 2B).

Familia PHYLLODOCIDAE Williams, 1851

Y o ==

B Y G H I

Figura 2. Glycera oxycephala: A, papila; B, parápodo posterior vista posterior. Notopygos or- nata: C, seta dorsal; D, seta ventral. Nothria cirrata: E, gancho tridentado del primer setígero; FE, espina compuesta del séptimo setígero. Marphysa minima: G, seta falcígera del setígero 10; H, seta falcígera del primer setígero. M. fragilis: l, gancho subacicular unidentado del setígero 20. Figure 2. Glycera oxycephala: A, papillae; B, posterior parapodium in posterior view. Notopy- gos ornata: C, dorsal setae; D, ventral setae. Nothria cirrata: E, tridentate hook from first seti- ger; F, compoud spiniger from seventh setiger. Marphysa minima: G, falciger from setiger num- ber 10; H, falciger from first setiger. M. fragilis: l, unidentate subacicular hook from setiger 20.

==»

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Nuevos poliquetos para el SW de Cuba

Phyllodoce (Phyllodoce) panamensis Treadwell, 1917

Phyllodoce. (Phyllodoce) panamensis Treadwell, 1917. - DaY, 1973: 24, Fig. 3 n-p; GARDI- NER, 1976: 117, Fig. 8e.

Material examinado: IDO-05.1.0366, Cayo Diego Pérez, Golfo de Batabanó. En el sedi- mento entre camellones coralinos, pendiente externa del arrecife, 10 m.

Dos ejemplares (102 y 150 mm) de color crema con una línea parda oscura característica a todo lo largo del cuerpo. Probóscide con papilas numerosas sin orden que cubren el anillo basal; lo que separa esta especie del subgénero Anaitides según GATHOF (1984). Cirros dorsales ovales, ligeramente aguzados en el extremo distal.

Familia POLYNOIDAE Malmgren, 1867 Harmothoe aculeata Andrews, 1891

Harmothoe aculeata Andrews, 1891. - Ebss, 1966: 496, Fig. 3 a-g, NONATO Y LUNA, 1969: 67, Fig. 26; AMARAL Y NONATO, 1982: 22, Fig.61-68.

Material examinado: IDO-05.1.0233, Cayo Juan García, Cayería de San Felipe. Dentro de una roca coralina. 10 m.

Un ejemplar de 13 mm de cuerpo muy aplanado con 34 setígeros. Están presentes las escamas características con estructuras poligonales en su superficie y tubérculos grandes y espinosos que se agrandan en el margen en los segmentos medios y posteriores.

Familia PISIONIDAE Southern, 1914 Pisione remota (Southern, 1914)

Pisione remota (Southern, 1914). - DaY, 1973: 14 Fig. 2 k-o; GARDINER, 1976: 99 Fig. 4 t-x; WOLF, 1984: 27-3, Fig. 2 a-3.

Material examinado: IDO-05.1.0201, Cayo Cantiles, Archipiélago de los Canarreos. En el sedimento arenoso de la pendiente externa, 39 m.

Un ejemplar pequeño y frágil de 18 mm de largo, posiblemente juvenil pero que pre- senta bien definidos los caracteres de la especie.

Familia CHRYSOPETALIDAE Enhlers, 1864 Paleaequor heteroseta (Hartman, 1945)

Paleanotus heteroseta Hartman, 1945: 12, Fig. 1-6; GARDINER, 1976: 100, Fig. 5 f-1; GATHOF, 1984: 26-9, Fig. 8 a-g. Bhawania heteroseta (Hartman, 1945): PERKINS, 1985: 899, Fig. 23-25.

Material examinado: IDO-05.1.0202, Cayo Cantiles. En sedimento coralino entre camellones, 10m

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Ibarzábal

Dos ejemplares de 10 y 12 mm de largo y 2 mm de ancho, con los caracteres especí- ficos bien definidos.

Familia SYLLIDAE Grube, 1850 Pionosyllis uraga Imajima, 1966

Pionosyllis uraga Imajima, 1966: 114, Fig. 37 a-g; PERKINS, 1981: 1108. Pionosyllis cf. uraga Imajima, 1966. - Day, 1973: 33, Fig. 4 k-m.

Material examinado: IDO-05.1.0203, Cayo Diego Pérez, Golfo Batabanó. En el sedimento coralino entre camellones de la pendiente externa, 10 m.

Se colectaron 4 ejemplares (5-8 mm) que coinciden con la descripción de PERKINS (1981) y difieren de la de ImaJiMA (1966) en la posición del diente faríngeo situado cerca del borde anterior.

ORDEN EUNICIDA Familia AMPHINOMIDAE Savigny, 1820 Notopygos ornata Grube, 1856 (Figura 2 C-D)

Notopygos ornata Grube, 1856. - Monro, 1933: 10-11, Fig. 5 a-d; FAUCHALD, 1977: 12.

Material examinado: IDO-05.1.0237, Cayo Juan García, Cayería San Felipe. Dentro de una roca coralina en la pendiente externa, 10 m.

Un ejemplar de 10 mm con 20 segmentos, según MONRO (1933), la coloración es un carácter específico, nuestros ejemplares tienen el cuerpo de color crema con un patrón gris oscuro casi negro dibujado en el dorso que se repite en ambos laterales como un re- flejo, éste se observó a las pocas horas de estar fijado en formol y desapareció en la pre- servación alcohólica. Branquias a partir del cuarto setígero. Setas bifurcadas con ramas de- siguales (Fig. 2 C), en las ventrales la diferencia es mayor (Fig. 2 D), este carácter lo se- para de Notopygos crinita, registrada en la región.

Familia ONUPHIDAE Kinberg, 1865 Nothria cirrata Hartman, 1944 (Figura 2 E-F)

Nothria stigmatis cirrata Hartman, 1944: 92-93, Pl. 11, Figs. 248-253. Nothria cirrata Hartman, 1944. - FAUCHALD, 1968:20.

Material examinado: IDO-05.1.0371, Cayo Cantiles, Archipiélago de los Canarreos. Pasto de Thalassia en la laguna arrecifal, 2,5 m.

Tres ejemplares (10-25 mm) con los cirros ventrales largos y delgados característi-

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Nuevos poliquetos para el SW de Cuba

cos presentes hasta el segmento 6, branquias a partir del segmento 17 y ganchos subaci- culares desde el segmento 12. Ganchos seudocompuestos tridentados en los primeros se- tígeros (Fig. 2 E), en el séptimo se sustituyen por espinas compuestas. (Fig. 2 F).

Familia EUNICIDAE Berthold, 1828 Eunice guanica (Treadwell, 1921)

Leodice guanica Treadwell, 1921: 39-40, Figs. 107-116. Eunice guanica (Treadwell, 1921). - FAUCHALD, 1992: 161, Fig. 52 f-g.

Material examinado: IDO-05.1.0246, Cayo Juan García, Cayería San Felipe. Dentro de una pie- dra coralina en fondo rocoso con escaso sedimento, 5 m.

Un ejemplar de 5 cm de largo y 3 mm de ancho con los caracteres específicos bien definidos.

Marphysa minima (Hansen, 1882) (Figura 2 G-H)

Marphysa languida Treadwell, 1921: 73, Fig. 257-258; RioJa, 1941: 712, Figs a. 6-15- HART- MAN, 1956: 286.

Material examinado: IDO-05.1.0250, Cayo Juan García, Cayería San Felipe. Dentro de una roca coralina en la zona trasera del arrecife, 2 m.

Un ejemplar de 25 mm con las características descritas por RIOJA (1941) y TREAD- WELL (1921) para Marphysa languida, que HARTMAN (1956) coloca en sinonimia con Marphysa minima. En nuestro ejemplar las branquias aparecen en el segmento 54 con 1- 2 filamentos digitiformes. Gancho subacicular ámbar, bidentado desde el segmento 42, fal- cígeras bidentadas con el diente proximal algo encorvado (Fig. 2G), falcígeras del primer setígero con el apéndice alargado y los dientes muy pequeños (Fig.2H).

Marphysa regalis Verrill, 1900 (Figura 2 1)

Marphysa regalis Verrill, 1900. - TREADWELL, 1921: 66-69, Figs. 224-234; NONATO Y LUNA, 1970: 85-86. Marphysa fragilis Treadwell, 1911: 2-5, Figs. 1-7.

Material examinado: IDO-05.1.0249, Cayo Juan García, Cayería San Felipe. Dentro de una roca coralina en la meseta arrecifal, 0,5 m.

TREADWELL (1911) describe Marphysa regalis y más tarde la coloca en sinonimia con Marphysa fragilis Verrill. Nuestro ejemplar, de 20 mm de largo, presenta la distribución de setas descrita por el autor. Branquias desde el segmento 18, pectinadas con 5 fila- mentos. Ganchos subaciculares oscuros y unidentados, con terminación roma (Fig. 21).

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Ibarzábal

BIBLIOGRAFIA

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Avicennia, 2004, 17: 49-56

Nuevos registros del Phylum Bryozoa (Ectoprocta) del Archi- piélago Cubano

New records of the Phylum Bryozoa (Ectoprocta) from the Cuban Archipelago

Norberto Capetillo Piñar' y Manuel Ortiz”

"Centro de Investigaciones Pesqueras, Ministerio de la Industria Pesquera. 5” Ave.y Calle 246, Santa Fe. Ciudad Habana, Cuba. e-mail: norbertoO cip.telemar.cu “Centro de Investigaciones Marinas. Universidad de La Habana

Resumen Se presentan seis registros nuevos de briozoos marinos para aguas cubanas. Una familia (Cupuladriidae ) y un género (Cupuladria), se consignan por primera vez para el país.

Abstract Six new records of marine bryozoos are presented for Cuban waters in this work. One family (Cupuladriidae) and one genus (Cupuladria) is consigned for the first time for the country.

Palabras clave: Sistemática, bryozoos, nuevos registros, archipiélago cubano.

Key words: Systematic, bryozoans, new records, cuban archipelago.

INTRODUCCIÓN

En Cuba los miembros del filo Bryozoa están ampliamente distribuidos en toda su plataforma y han sido citados en algunos trabajos publicados (KUCHIROVA, 1967; ZLA- TARSKI Y MARTINEZ ESTALELLA, 1982; GOMEZ, 1985; LALANA, ALVAREZ, ORTIZ, PÉREZ Y VELEDO, 1985 Y LALANA Y ORTIZ, 1992 ), los cuales no están dirigidos a la organización sistemática de éste, como lo abordan CANU Y BASSLER (1928) y más recientemente CA- PETILLO, GOMEZ, ARENCIBIA, ISLA, PÉREZ Y MOGOLLON (en prensa), siendo los únicos do- cumentos especializados en el estudio sistemático de este grupo para Cuba.

En este trabajo se adicionan 6 nuevos registros de bryozoos para la fauna marina cubana.

MATERIALES Y MÉTODOS

El material examinado se recolectó mediante buceo autónomo en varias localidades del archi- pélago cubano, y se encuentra depositado en el Centro de Colecciones Marinas del Instituto de Oceanología (IDO). En el ordenamiento taxonómico se ha seguido a D'HONDT (1997) y para la identificacion de las especies se consultaron los trabajos clásicos de CANU Y BASSLER (1928), Os- BURN (1940, 1954 ), LAGAAU (1963), BANTA Y CARSON (1977) Y FRANSEN (1986).

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Capetillo y Ortiz

SISTEMÁTICA

Clase EURYSTOMATODA Familia CRIBRILINIDAE Género Puellina Jullien, 1886

Puellina floridana Smitt, 1873 (Figura 1)

Referencia: CANU Y BASSLER (1928).

Material examinado: Dos colonias halladas en el canal de entrada de la bahía de La Habana, sobre una losa de barro a 12 m de profundidad y tres en Cabo Corrientes, sobre el coral Agaricia aga- ricites, a una profundidad de 4 m.

Diagnosis: Colonia incrustante, de color blanco, con pared frontal constituida por seis pares de costillas entre las cuales se dejan ver numerosos poros y la línea que separa a las costillas es visible. La apertura zoecial es semicircular y presenta un ancho de 0.068 a 0.07 mm y de largo oscila entre 0,10 y 0,15 mm. Los zoecios tienen un largo que oscila entre 0,44 y 0,46 mm y su ancho es de 0,35 mm aproximadamente. Presencia de un ovi- celo hiperistomial con el ectoecio muy perforado.

Figura 1. Puellina floridana Smitt, 1873, A, Porción de una colonia incrustante en la que se de- jan ver las paredes frontales de los zoecios costilladas. Se observan numerosos poros o lagunas y un zoecio ovicelado, B, Dos zoecios de una colonia, donde uno porta un ovicelo hiperistomial con ectoecio muy poroso y el otro muestra una apertura zoecial semicircular. (escala 0.5 mm). Figure 1. Puellina floridana Smitt, 1873, A, Portion of a incrust colony with walls of the zooecia costules. Numerous pores or lagoons and a zooecium with an ovicell are observed, B, Two zooe- cia of a colony. Zooecium with an ovicel hyperstomial with very porous ectocyst and other an opening semicircula. (scale barr 0.5 mm).

SO

Nuevos briozoos para Cuba

Familia PHIDOLOPORIDAE Género Reteporella Busk, 1884

Reteporella prominens Canu y Bassler, 1928 - (Figura 2)

Material examinado: Una colonia hallada en playa Guanabo, Ciudad de La Habana, sobre fragmentos de corales muertos y roca caliza a una profundidad de 2 m.

Diagnosis: Colonia libre con forma arborescente, cuyas ramas están comprimidas y son dicotómicas. Zoecios similares con una longitud que oscila entre 0,16 y 0,19 mm y se distribuyen dentro de pequeñas áreas de forma romboidal. La pared frontal de los zoe- cios es plana y ligeramente granular. El peristomio es muy saliente, de forma tubular, grueso y su extremo terminal es esférico y ranurado. En el interior del peristomio existe una pequeña corona de numerosas espículas. En los zooides que se ubican en las porcio- nes marginales de la colonia se encuentran pequeños avicularios de forma triangular.

1mm

Figura 2. Reteporella prominens Canu 4 Bassler, 1928, A, Colonia libre con forma arbores- cente, B, Zoecios distribuidos en pequeñas áreas de forma romboidal, 1, Avicularios pequeños de forma triangular, ubicado por debajo del peristomio. (30x), 2, Pequeñas espículas en el interior del peristomio (60x), C, Pared dorsal en la que se observan pequeños orificios que quedan dentro de pequeñas áreas delimitadas por finos surcos o cordones calcáreos. (50x).

Figure 2. Reteporella prominens Canu « Bassler, 1928, A, Colony arborescent, B, Zooecia in small lozenge-sape areas, 1, Small avicularia of triangular form located below the peristomie. (60x), 2, Small spicules inside the peristomie (30x), C, Basal wall with small holes which are in- side small areas defined by furrows or calcareous cords. (50x).

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Capetillo y Ortiz

Familia SCHIZOPORELLIDAE Género Stylopoma Levinsen, 1909

Stylopoma informata (Lonsdale, 1845) (Figura 3)

Referencias: WINSTON (1982), como Stylopoma spongites (Pallas); POUYET Y ANDUAGA, 1986.

Material examinado: Varias colonias en la Bahía de La Habana, sobre losa de barro a 15 m y sobre Martabanes a 30 m de profundidad y Puerto Palo Alto, sobre pilotes y raíces de Rizophora man- gle a 2 m de profundidad.

Diagnosis: Colonias unilaminares y multilaminares, formando una masa irregular de zoecios, cuyas formas varian, de rectangulares a poligonales. La pared frontal presenta mu- chos poros, y la apertura zoecial no está siempre en posición media distal del zoecio, sino en uno de sus lados. Tiene forma semicircular y su borde proximal tiene un seno alargado en forma de una ranura. Se localizan pequeños avicularios en uno de los dos la-

Figura 3. Stylopoma informata (Lonsdale, 1845), A, Porción de una colonia joven, en la cual los zoecios tienen formas rectangulares de diferentes tamaños. Nótese que la apertura zoecial se en- cuentra ubicada generalmente a uno de los lados en la región distal del zoecio. Se observan pe- queños avicularios en uno de los lados de la apertura zoecial, B, Porción más vieja de una colo- nia donde se observa a un aviculario grande interzoecial. (escala 1 mm). Figure 3. Stylopoma informata (Lonsdale, 1845), A, Portion of a young colony with the zooecia of rectangular forms of different sizes. Orificie located one of the sides in the distal region. Small avicularia in one of the sides of the orificie, B, Older portion of a colony with and big interzooe- cial avicularium. (scale barr 1 mm).

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Nuevos briozoos para Cuba

dos de la apertura zoecial en posición distal. En las partes más viejas de la colonia se pueden apreciar grandes avicularios interzoeciales, los cuales son rectos y espatulados.

Familia MARGARETTIDAE Género Margaretta Gray, 1843

Margaretta buski Harmer, 1957 (Figura 4)

Referencias: CANU Y BASSLER (1928), como Tubucellaria cereovides Ellis y Solander; Winston, 1986.

Material examinado: Segmento de una colonia hallada en playa Los Cocos, Jibacoa y otra en playa Guanabo, sobre restos de fragmentos de corales muertos. Profundidad de 3 a 5 m.

Diagnosis: Colonia de forma tubular con zoecios distribuidos de manera tal que hace que los orificios zoeciales estén opuestos unos a otros. Los zoecios tienen forma de pequeñas botellas con la pared frontal muy perforada y el ascoporo ubicado en posición distal. El pe- ristomio es muy saliente y circular.

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Figura 4. Margaretta buski Harmer, 1957, A, Segmento de una colonia de forma tubular con la apertura zoecial de los zoecios dispuestas opuestamente. (escala 0.5 mm), B, Un zoecio mos- trando su forma de botella con pared frontal muy perforada. Obsérvese el ascoporo en posición distal. (35x).

Figure 4. Margaretta buski Harmer, 1957, A, Segment of a colony of tubular form with the op- posite orificio. (scale barr 0.5 mm), B, Zooecium showing their bottle form with very perforated front wall. Ascoporo in distal position. (35x).

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Familia CUPULADRIIDAE Género Cupuladria Canu y Bassler, 1920

Cupuladria canariensis Busk, 1920 (Figura 5)

Referencia: CANU Y BASSLER (1928).

Material examinado: Dos colonias halladas en la bahía de Nipe, sobre fondo fangoso y fango arenoso entre 6 y 12 m de profundidad, y en Cayo Rabihorcado, Golfo de Ana María, sobre fondo fango-arenoso con Thalassia testudinum, a 20 m de profundidad.

Diagnosis: Colonia de vida libre de forma cupuliforme o cónica de diámetro variable. Los zoecios tienen forma poligonal o de prisma, donde su cara interna es rectangular. Presenta vibráculos cuyas setas tienen forma de “hoz” y son alargadas, las que se ubican en la región proximal del zoecio adyacente y distal al que lo porta.

Figura 5. Cupuladria canariensis Busk, 1920, A, Parte de una colonia de vida libre donde se de- jan ver la pared frontal membranosa de varios zoecios sus formas poligonales o de prismas y los vibráculos. (escala 0.5 mm), B, Zoecio portando un vibráculo cuya seta es alargada y se ubica en la región dislate del mismo. (60x). Figure 5. Cupuladria canariensis Busk, 1920, A, Colony with the membranous front wall. (scale barr 0.5 mm), Zooecia of polygonal forms with vibracula, B, Zooecium with a vibracula located in the distal region (60x).

Clase STENOLAEMATODA Familia ANNECTOCYMIDAE Género Diaperoforma d'Hondt, 1997

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Nuevos briozoos para Cuba

Diaperoforma radicata Kerkpatrick, 1888 (Figura 6)

Referencia: CANU Y BASSLER (1928).

Material examinado: Dos colonia recolectadas en el Cayo Rabihorcado, Golfo de Ana María, sobre coral y roca caliza a 4 m de profundidad, y frente al Cristino Naranjo, La Habana, sobre fondo rocoso con una capa fina de arena a 8 m de profundidad.

Diagnosis: Colonia constituida por zoecios tubulares distribuidos en líneas oblicuas a través de un eje, en número de tres y en las ramificaciones se presentan uno o dos tubos generalmente. Son de color blanco translúcido y sus paredes son muy punteadas y lisas, sin ornamentación alguna.

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. José Espinosa del Instituto de Oceanología por la revisión crítica del manuscrito y por su asistencia en la adaptación de las ilustraciones.

Figura 6. Diaperoforma radicata Kerkpatrick, 1888, A, Una colonia pequeña en la que se obser- van a los zoecios de forma tubular, los que se distribuyen de manera oblicua en número de tres. (escala 0.5 mm), B, Tres zoecios tubulares con la pared frontal con numerosos poros pequeños y

sin decoración alguna. (65x).

Figure 6. Diaperoforma radicata Kerkpatrick, 1888, A, Small colony in which are observed to the zooecia of tubular forms and it is distributed in an oblique form in number of three. (scale barr 0.5 mm), B, Three tubular zooecium with the front wall with numerous small pores without deco- ration (65x).

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BIBLIOGRAFÍA

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ZLATARSKI, V. N. Y MARTINEZ-ESTALELLA, N. 1982. Les Scléractiniaires de Cuba. IDO, ACC, p. 271.

S6

Avicennia, 2004, 17: 57-66

Opisthobranchs (Mollusca: Gastropoda) collected by the cruises Invemar-Macrofauna Il in the Colombian Caribbean (20-150 m)

Opistobranquios (Mollusca: Gastropoda) colectados por el crucero Invemar-Macrofauna ll en el Caribe Colombiano (20-150 m)

Néstor E. Ardila y Paola Rachello

Museo de Historia Natural Marina de Colombia, Instituto de Investigaciones Marinas INVEMAR, Santa Marta, A.A. 1016, Colombia. E-mail: nardila0invemar.org.col.

Abstract

A review of the opisthobranch species collected by the cruise INVEMAR MACRO- FAUNA II from the Colombian Caribbean is presented. Seven species are first recorded for the Colombian Caribbean. Aplysia sp., Pleurobranchus areolatus Morch, 1863, Pleurobran- chaea inconspicua Bergh, 1897, Hypselodoris bayeri Marcus y Marcus, 1967 and Marionia cucullata Gould, 1852 are first records in the Colombian Caribbean. Additionally, Armina muelleri (Ihering, 1886) and a recently described species, Armina elongata Ardila y Valdes, 2004 were collected in this expedition. The geographic and bathymetric ranges of all species are given, and some aspects of their taxonomy and geographic distribution are discussed.

Resumen

Revisión de las especies de opistobranquios colectados por el crucero INVEMAR MA- CROFAUNA ll en el Caribe colombiano. Cinco especies son primer registro para el Caribe co- lombiano. Aplysia sp., Pleurobranchus areolatus Morch, 1863, Pleurobranchaea inconspicua Bergh, 1897, Hypselodoris bayeri Marcus y Marcus, 1967 and Marionia cucullata Gould, 1852. Adicionalmente, Armina muelleri (Ihering, 1886) y la especie descrita recientemente, Ar- mina elongata Ardila y Valdes, 2004 fueron colectadas en esta expedición. Se discuten aspectos acerca de los intervalos batimétricos de las especies, así como de su taxonomía y distribu- ción geográfica.

Key words: Opisthobranchia, new records, Caribbean Sea, Colombia.

Palabras claves: Opisthobranchia, nuevos registros, Mar Caribe, Colombia.

INTRODUCTION

Opisthobranchs are gastropods defined by having only a gill posterior to the heart. They are detorted with the shell reduced or absent. They are mostly bilaterally symmetrical and often have parapodial lobes. Almost all species are hermaphroditic. They are exclu- sively marine, living among algae and under intertidal rocks and corals, some are pelagic (THOMPSON, 1976). The order Anaspidea is defined following to MIKKELSEN (1996). This order includs for the “sea hares” plus the family Akeridae instead of the synony- mous Aplysiomorpha. They are defined by the lack of a cephalic shield. They possess two flaplike skin extensions, or parapodia, extending from the foot up over the back where there is a plicate gill on the right side. The anaspideans are herbivores that are well represented in the eastern Pacific and reach their highest diversity in the Caribbean

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(GOSLINER, 1992). Notaspidean shells when present, are external or internal; calcareous, flat oval, or patelliform. One pair of rhinophores are present; the gill is bipectinate on right side, mantle cavity lacking (ABBOTT, 1974; Rios, 1994). The Nudibranchia, often con- sidered to be the crown group of the Ophistobranchia has aproximately 3000 species. This taxon is distributed worldwide in all oceans from the intertidal zone down to the deep sea (WOLLSCHEID Y WAGELE, 1999). Nudibranchs have attracted the attention of scientists since early times, not just because of their attractive colors and bizarre appearance but also because of their interesting biology and chemistry (AviLA, 1995).

In the Colombian Caribbean 67 species of opisthobranchs (excluding Pyramidelli- dae) have been reported but they have been poorly illustrated and studied (cf. DIAZ AND PUYANA, 1994). Recent explorations along the continental shelf of the Caribbean coast of Colombia during cruises of INVEMAR-MACROFAUNA Il in 2001, have resulted in the collection of a number of considerable range extensions from the southwestern Ca- ribbean. The present paper reports the opisthobranch species belonging to the orders Anaspidea, Notaspidea and Nudibranchia that were collected as part of this survey from trawls off the Caribbean coast of Colombia, at depths of about 20-150 m.

MATERIAL AND METHODS

Specimens were collected using a bottom trawl (9 x 1 m opening, 16 m in length) during the crui- ses INVEMAR-MACROFAUNA II, 2001 aboard the R/V Ancon, working off the Caribbean coast of Colombia in 14 stations at depths of 20, 70 and 150 m (Table 1). Specimens of opisthobranchs were sorted and preserved in 70% ethanol. General photograph were obtained with a flatbed scan- ner (REYES Y NAVAS, 2000). Subsequently, jaws and radulae were dissected and examined using a scanning electron microscope (SEM) or digital camera NIKON Dl adapted to standard micros- copy. The material examined is deposited at the Museo de Historia Natural Marina de Colombia- MHNMC, INVEMAR (INV MOL).

SYSTEMATICS

Subclass Opisthobranchia Milne Edwards, 1848 Order Anaspidea Fischer P., 1883

Family Aplysiidae Rafinesque, 1815

Genus Aplysia Linné, 1767

Aplysia sp. (Figure 1)

Material: 1 specimen, off Bahia Concha (11%22774“N, 74*%10"50"W), E-122, 150 m depth, 48 mm long alive, INV MOL3870.

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Opisthobranchs in the Colombian Caribbean

Diagnosis: The dorsal surface is light green with dirty brown areas (Fig. 1A). Internal shell thin, semi-calcareous (18 mm length; Fig. 1B). Radula has a denticulated rachidian tooth with six denticles on either side (Fig. 1C, D).

Remarks: Aplysia sp. can be distinguished from the other species occurring in the Colombian Caribbean, A. brasiliana, A. cervina and A. dactylomela, by the coloration, shell morphology and radular teeth. The first species varies from translucent yellow, brown, gray, green or black, usually with irregular patches and mottling of different shades of brown and green, and often with lighter spots of white or yellow, the second one is green with brown irregular spots, and the last species is light green with black rings.

Figure 1. Aplysia sp. A, General picture, dorsal and ventral views, B, Shell. Scanning electron micrographs: C. Radula. D. Detail of the rachidian tooth. E. Detail of lateral teeth. INV MOL3870. Figura 1. Aplysia sp. A. Vista general dorsal y ventral, B, Concha. Microscopio electrónico de barrido: C. Rádula. D. Detalle del diente raquídeo. E. Detalle de los dientes laterales. INV MOL3870.

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Order Notaspidea Fischer P., 1883 Superfamily Pleurobranchoidea Menke, 1828 Family Pleurobranchidae Menke, 1828 Subfamily Pleurobranchinae Menke, 1828 Genus Pleurobranchus Cuvier, 1804

Pleurobranchus areolatus Morch, 1863 (Figure 2)

References: Thompson, 1977: 108, figs. 12 c, d, 13 a, b; Abbott, 1974: 347, fig. 4193.

Material: One specimen, off Dibulla (1192383 “N, 73%27"78“W ), E-102, 70 m depth, 28 mm long, alive, INV MOL3871.

Figure 2. Pleurobranchus areolatus Morch, 1863. A. General picture, dorsal and ventral views. Scanning electron micrographs: B. Jaw plates. C. Detail of jaw plates. D. Detail of lateral teeth. INV MOL3871.

Figura 2. Pleurobranchus areolatus Morch, 1863. A. Vista general, dorsal y ventral. Microscopio electrónico de barrido: B. Mandíbula. C. Detalle de la mandíbula. D. Detalle del diente lateral. INV MOL3871.

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Opisthobranchs in the Colombian Caribbean

Diagnosis: Animals are frail and flattened. The dorsal surface of the mantle is cove- red by low round mammillae yellow, cream and crimson (Fig. 2A). The jaw plates are flimsy and the denticulations could be observed only by phase-contrast microscopy or SEM. There are a variable number of denticles on either side of each median cusp (Fig. 2B, C). The radula does not have a central tooth and all the teeth are smooth and hooked (Fig. 2D).

Distribution: Florida, Cayman Islands, Puerto Rico, Virgin Islands, Barbados, Costa Rica, Venezuela, Curacao, Bonaire and Brasil; eastern Atlantic Ocean side of Ghana, Pa- cific Ocean side of Panama, Gulf of California, Galapagos Islands (MARCUS Y MARCUS, 1967a, MARCUS Y MARCUS, 1967b; Work, 1969; MARCUS, 1977; THOMPSON, 1977).

Remarks: This species was originally described from St Tomas in the Virgin Is- lands, and has a wide distribution in the western tropical Atlantic. The longitudinal thic- kening in the centre of jaw plates, which was defined by THOMPSON (1977) as diagnostic features, was not found in the specimen reviewed. Although specimens recorded from the eastern Pacific and eastern Atlantic has been named areolatus, a detailed revision is ne- cessary of this amphiatlantic and amphiamerican species.

Subfamily Pleurobranchaeinae Pilsbry, 1896 Genus Pleurobranchaea Meckel in Leue, 1813

Figure 3. Pleurobranchaea inconspicua Bergh, 1897. General picture, dorsal, right lateral and ventral views. INV MOL3872. Figura 3. Pleurobranchaea inconspicua Bergh, 1897. Vista general, dorsal, lateral derecha y ventral. INV MOL3872.

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Pleurobranchaea inconspicua Bergh, 1897 (Figure 3)

References: Marcus y Gosliner (1984); Ríos (1994).

Material: Two specimens, off Dibulla (11%25"34“N, 73%27"40“W), E-100, 150 m depth, 13- 16 mm long alive, INV MOL3872, 3873. Two specimens off Buritaca (11*%1828“N, 734650“ W), E-108-109, 70 m depth, INV MOL 3874, 3875.

Diagnosis: Sepia brown with lighter mottlings. Dorsal tail-spur black. The lateral te- eth are bicuspid, largest in the middle of the half-row and smaller towards the outer bor- der. Gill attached along most of the length, with about of 26 pairs of pinnules per gill (Fig. 3). Anal papilla lies over the seventh pinnule. Border of the genital papilla with a dorsal flap pointing upward or forward.

Distribution: North Carolina, Georgia, East Florida, Dry Tortugas, Florida, Texas, Gulf of Mexico, Campeche Bank, Surinam, Brazil, Argentina; Ivory Coast to Nigeria.

Remarks: P. inconspicua is the first record of the genus from the Colombian Carib- bean. P. hedgpethi Abbott, 1952, P. hamva Marcus y Marcus, 1957 and P. gela Marcus y Marcus, 1966, are synonyms (MARCUS Y GOSLINER, 1984).

Order Nudibranchia Cuvier, 1817 Suborden Doridoidea Odhner, 1934 Family Chromodorididae Bergh, 1891 Genus Hypselodoris Stimpson, 1855

Hypselodoris bayeri (Marcus y Marcus, 1967) (Figure 4)

References: Marcus y Marcus, 1967b: 62, figs. 76-79 ; Meyer, 1977: 300; Ortea, et al., 1996: 88, figs. 11B, 63-66. Gosliner y Johnson (1999): 14, figs. 2E, 8.

Material: One specimen specimen, off Dibulla (11%23"83“N, 73%27"78“W), E-102, 70 m depth, 45 mm long alive, INV MOL3882.

Diagnosis: Notum blue with 6-10 longitudinal anastomosing yellow lines edged with black. Margin of the notum white, containing black spots of different size, bordered by a yellow line externally. A yellow ring around the deep blue rhinophores. Four to six slightly enlarged posterior glands. Two to three anterolateral glands present on either side of the head. Lateral and anterior glands absent. Jaw with simple hooks (Fig. 4B, 4C). Radular formula in type material 90x106.0.106. Length of the cusps decreasing out- wards. The cusps in the outer lateral teeth are less unequal, but the lower one is cleft and followed by blunt denticulations (Fig 4D, 4E). The inner and middle lateral teeth not pre- sent denticles below the lower cusp (Fig. 4F, 4G).

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Opisthobranchs in the Colombian Caribbean

Distribution: Known from southern Florida, northern Cuba and Panama (ORTEA ETAL., 1996; MEYER, 1977).

Remarks: The material recorded by THOMPSON (1977, 1980) from Jamaica, was erroneously identified. The rachidian tooth was absent in the specimen dissected, which is similar what was to found by RUDMAN (1984) and ORTEA ET AL. (1996).

Figure 4. Hypselodoris bayeri Marcus y Marcus, 1967. A. General picture dorsal, right lateral and ventral views. Scanning electron micrographs: B. General view of jaws. C. Detail of mastica- tory process. D. Outer lateral teeth. E. Detail outer lateral teeth. F. Middle lateral teeth. G. Inner lateral teeth. INV MOL3882.

Figura 4. Hypselodoris bayeri Marcus y Marcus, 1967. A. Vista dorsal general, lateral derecha y ventral. Microscopio electrónico de barrido: B. Vista general de la mandíbula. C. Detalle de los procesos masticatorios. D. Dientes laterales externos. E. Detalle de los dientes laterales ex- ternos. F. Dientes laterales medios. G. Dientes laterales internos. INV MOL3882.

Ardila y Rachello

Suborder Dendronotoidea Odner, 1936 Family Tritoniidae Menke, 1828 Genus Marionia VayssiEre, 1877

Marionia cucullata (Gould, 1852) (Figure 5)

References: Marcus y Marcus, 1967b: 104; Marcus, 1983: 199-200, Figs. 41-47.

Material: One specimen, off Punta Gallinas, (122945 “N, 71%43"40“W), E-87, 72 m depth, 73 mm long alive, INV MOL3884. Two specimens, off Punta Gallinas (12%29"18“N, 71%4352W), E-88, INV MOL3885, 34-41 mm long alive.

Diagnosis: Notum glossy, grayish green with a net which faded out in the course of a fortnight. The areas in the meshes of the net are darker, olivaceous green. The border of the notum is frilled and bears 12-14 tufts of gills (Fig. SA). The genital apertures lie under the third tuft and the anus 1s placed under the fifth tuft. The rachidian tooth is tricuspid and broad (140 um) with a pointed median cusp and the lateral teeth without denticulations (Fig. 5B, C). ;

Distribution: Brazil to Argentina. Remarks: This is the first record of M. cucullata for the Caribbean Sea.

Figure 5. Marionia cucullata (Gould, 1852). A. General picture, dorsal and right lateral views. Scanning electron micrographs: B. Radula. C. Detail of the rachidian tooth. INV MOL3884. Figura 5. Marionia cucullata (Gould, 1852). A. Vista general, dorsal y lateral derecho. Micros- copio electrónico de barrido: B: Rádula. C. Detalle del diente raquídeo. INV MOL3884.

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Opisthobranchs in the Colombian Caribbean

Superfamily Arminoidea Rafinesque, 1814 Family Arminidae Rafinesque, 1814 Genus Armina Rafinesque, 1814

Armina muelleri (Ihering, 1886)

References: Abbott, 1954: 83; Eyster, 1981:175, figs. 1-7 as A. tigrina; Ardila y ValdEs, 2004: Figs. 3, 4.

Material: One specimen off Salamanca Island, Colombia (11%5"46“N, 74*4035“"W), E-129, 20 m depth, 32 mm long alive, INV MOL 3901.

Diagnosis: Animals are red in color with contrasting yellow longitudinal notal rid- ges. The body is wide, elongated, flattened with a small notch on the posterior tip (Fig. 6A). The rachidian tooth is very broad and bears 3-4 large denticles on each side of the median cusp (Fig. 6B). See ARDILA Y VALDÉS (2004) for complete discussion on their anatomy.

Distribution: Western Atlantic; North Carolina, South Carolina, East Florida, West Flo- rida, Texas, Mexico (Abbott, 1954; EysTER, 1981) and Colombia.

Armina elongata Ardila y Valdés, 2004 References: Ardila y Valdés, 2004: 136-137, Figs. 5, 6.

Material: One specimen, off Manaure, Colombia (11%535“N, 72*3639“W), E-98, 22 m depth, INV MOL 3902, length 16 mm alive.

Diagnosis: The rachidian tooth is narrow, with a long and pointed median cusp, and bears approximately 20 thin and elongated denticles on either side of the median cusp (Fig. 7B). See ARDILA Y VALDÉS (2004) for complete discussion on their anatomy.

Distribution: Off Manaure, Colombia.

ACKNOWLEDGEMENTS

We would like to thank Susan Braden and Scott Whittaker (NMNH) and Jennifer Murphy (LACM) kindly helped with the SEM images. Personnel and facilities of the re- ference collection at INVEMAR, Santa Marta, made possible the assembly and impro- vement of images. This paper has been supported by INVEMAR, COLCIENCIAS (Grant No. 210509-11248) and the Colombian Ministry of the Environment. This is the Contribution No. 778 of the Research Marine Institute “José Benito Vives de Andreis” IN- VEMAR. Material was collected by Adriana Gracia (MHNMC-INVEMAR).

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Ardila y Rachello

REFERENCES

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66

Avicennia, 2004, 17: 67-70

Descripción de dos nuevas especies del Género Zeidora A. Adams, 1860 (Mollusca: Gastropoda) de las costas de Cuba

Description of two new species of the Genus Zeidora A. Adams, 1860 (Mollusca: Gastropoda) from the Cuban coasts

José Espinosa', Jesús Ortea? y Raúl Fernández-Garcés”

"Instituto de Oceanología, Avda. 1'* n” 18406, e. 184 y 186, Playa, La Habana, Cuba.

“Departamento BOS, Universidad de Oviedo, España. "Calle 41 n*. 6607, Cienfuegos, Cuba.

Resumen Se describen dos especies nuevas del género Zeidora A. Adams, 1860, procedentes de la zona nerítica ( > 30 m de profundidad) de las costas cubanas, una de la Playa Rancho Luna, Cienfuegos en el Mar Caribe, y la otra de la Playa Vista del Mar, Quiebra Hacha, Ma- riél, en el Golfo de México.

Abstract Two new species of the genus Zeidora A. Adams, 1860 from the neritic zone (> 30 m of deep) of Cuban coasts are described, one of them from Playa Rancho Luna, Cienguegos, in the Caribbean Sea, and the other from Playa Vista del Mar, Quiebra Hacha, Mariél, in the Gulf of Mexico.

Palabras clave: Moluscos, nuevas especies, Zeidora, Fissurellidae, Costas de Cuba.

Key words: Mollusks, new species, Zeidora, Fissurellidae, Cuban Coasts.

INTRODUCCIÓN

Del género Zeidora A. Adams, 1860 se han citado (PÉREZ FARFANTE, 1947) dos especies para el Atlántico Occidental Tropical: Zeidora bigelowi Pérez Farfante, 1947, descrita de la Bahía de Cochinos Cuba (Expedición del Atlantis, estación 3332, entre 320 y 412 m de profundidad) y Zeidora naufraga Watson, 1883 de la Isla Culebra, Puerto Rico (714 m de profundidad) y señalada también por PÉREZ FARFANTE (1947) de las Islas Azores (1600 m de profundidad aproximadamente), registro que merece ser confirmado.

A continuación se describen dos nuevas especies del género Zeidora, recolectadas en la zona nerítica de la plataforma marina de Cuba.

SISTEMÁTICA

Clase GASTROPODA Subclase PROSOBRANCHIA Orden VETIGASTROPODA Familia FISSURELLIDAE

67

Espinosa, Ortea y Fernández-Garcés

Género Zeidora A. Adams, 1860

Zeidora milerat especie nueva (Figura 1 A, B y C)

Material examinado: Un ejemplar recolectado muerto en Playa Rancho Luna (localidad tipo), Cienfuegos, a 28 m de profundidad, en el alga calcárea Halimeda sp. Holotipo: (3,52 mm de largo, 2,1 mm de ancho y 1,4 mm de alto) depositado en la Colección Malacológica del Instituto de Ecología y Sistemática, CITMA, La Habana, Cuba.

Descripción: Concha de tamaño pequeño, delicada y semitranslúcida, depresa, base suboval algo alargada, con sus lados ligeramente rectos y paralelos entre sí. Margen de la concha finamente crenulado, con un reborde bien desarrollado en su porción posterior, ex- tendido a ambos lados de la vuelta apical, la cual se encuentra situada justo en el eje axial de la concha, con una muy ligera inclinación a la derecha (en vista dorsal), y algo pro- yectada por fuera del borde posterior de la concha. La fasciola anal es relativamente poco profunda, extendida desde la región apical hasta la fisura, y está adornada por fi- nas líneas en forma de media luna. Fisura relativamente corta y ancha (1,2 mm de largo y 0,2 mm de ancho). La escultura es forma de retículo muy fino, observable solamente con mucho aumento; está formada por finos hilos radiales, que se extienden desde la fasciola anal y la fisura hacia los bordes de la concha, y finos hilos concéntricos, de casi igual de- sarrollo que los anteriores, y que al cruzarse forman un retículo muy fino y en algunos ca- sos pequeñísimos nodulitos en sus intersecciones. El septo es algo ancho (de aproxima- damente 0,45 mm de ancho máximo) y marcadamente arqueado. El color de la concha es blanco leche sucio, algo translúcido.

Etimología: Nombrada en honor de nuestro amigo y colega José (Pepe) Fernández Mi- lera, Investigador Adjunto del Instituto de Ecología y Sistemática del CITMA, capitán, ma- rino, poeta, naturalista y malacólogo, ferviente enamorado de la vida y de todo lo bello que en ella existe.

Discusión: Zeidora milerai, especie nueva, difiere de Z. bigelowi por su forma oval alar- gada, por tener su fisura relativamente más corta y ancha, la escultura menos marcada y fundamentalmente por la disposición de la protoconcha, ligeramente proyectada por fuera del margen de la concha. Z. naufraga, aunque comparte este último carácter, es de forma diferente, con la fasciola anal muy profunda y el septo muy ancho.

Zeidora neritica especie nueva (Figura 1 D, E y F)

Material examinado: Dos ejemplares recolectados muertos en Playa Vista del Mar (localidad tipo), Quiebra Hacha, Mariél, provincia La Habana, a 18 m de profundidad. Holotipo: (2,5 mm de largo, 1,1 mm de ancho y 0,9 mm de alto) depositado en la Colección Malacológica del Instituto de Ecología y Sistemática, CITMA, La Habana, Cuba, y paratipo (2,5 mm de largo, 1,12 mm de ancho y 1,0 mm de alto) depositado en el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, Islas Canarias.

68

Nuevas especies de Zeidora de Cuba

Figura 1. A-C, Zeidora millerai (Holotipo de 3,5mm de largo), A, vista dorsal, B, vista ventral, C, vista lateral, D-F, Zeidora neritica (Holotipo de 2,5mm de largo), D, vista dorsal, E, vista ventral, F, vista lateral Figure 1. Zeidora millerai (Holotype of 3,5 mm long), A, dorsal view, B, ventral view, C, lateral view, D-F, Zeidora neritica (Holotype of 2,5 mm long), D, dorsal view, B, ventral view, C, lateral view

69

Espinosa, Ortea y Fernández-Garcés

Descripción: Concha de tamaño pequeño, delicada y translúcida, algo depresa, de base suboval, con sus lados ligeramente convexos. Margen de la concha finamente cre- nulado, con un reborde ligeramente desarrollado en su porción posterior, que práctica- mente cubre la vuelta apical, la cual se encuentra situada justo en el eje axial de la concha, con una muy ligera inclinación a la derecha (en vista dorsal), no proyectada por fuera del borde de la concha; su núcleo es muy pequeño. La fasciola anal es algo profunda y ancha, sobre todo en porción anterior, se extiende desde la región apical hasta la fisura, y está ador- nada por finas líneas en forma de media luna. Fisura relativamente corta y ancha (1,2 mm de largo y 0,28 mm de ancho). La escultura es marcada en toda la concha, y es en forma de un retículo muy fino y apretado, formada por finos hilos radiales, que se extienden desde la fasciola anal y la fisura hacia los bordes de la concha, y finos hilos concéntricos, que al cruzarse forman pequeñísimos retículos muy finos, en ocasiones solamente como pequeñas punticulaciones. El septo es estrecho (de aproximadamente 0,3 mm de ancho má- x1Imo) y algo arqueado. El color de la concha es blanco leche translúcido.

Etimología: neritica en alusión a la zona nerítica, menos de 30 m de profundidad, donde fue recolectada esta nueva especie y que la destaca como la especie antillana del gé- nero que habita a menos profundidad.

Discusión: Zeidora neritica, especie nueva, se diferencia de Z. bigelowi por su es- cultura más fina y apretada, tener la fisura más corta y ancha y por poseer la protoconcha situada en el centro de la concha, solamente con una muy ligera inclinación a la derecha. Difiere de Z. mileral, especie nueva, por ser de forma oval con sus lados ligeramente convexos, tener su escultura mucho más marcada, el septo más estrecho y el ápice no proyectado por fuera del borde posterior de la concha. Z. naufraga es de forma muy di- ferente y no requiere ser discutida.

El paratipo comparte los mismos caracteres fundamentales del tipo, pero es una con- cha algo deteriorada y ligeramente incrustada con carbonato de calcio.

AGRADECIMIENTOS A nuestro colega y amigo Manuel Caballer de la Universidad de Cantabria y a José A.

Molina, del Servicio de Microscopía del BOS de la Universidad de Oviedo, por su apoyo en la ilustración de este artículo.

BIBLIOGRAFÍA

PÉREZ FARNFANTE, I. 1947. The genera Zeidora, Nestes, Emarginula, Rimula and Puncturella in the Western Atlan- tic. Johnsonia, 2(24): 93-148.

70

Avicennia, 2004, 17: 71-76

Descripción de tres nuevas especies del Género Haplocochlias Carpenter, 1864 (Mollusca: Gastropoda)

Description of three new species of the Genus Haplocochlias Car- penter, 1864 (Mollusca: Gastropoda)

José Espinosa", Jesús Ortea? y Raúl Fernández-Garcés?

"Instituto de Oceanología, Avda. 1'* n* 18406, e. 184 y 186, Playa, La Habana, Cuba. “Departamento BOS, Universidad de Oviedo, España. ¿Calle 41 n”. 6607, Cienfuegos, Cuba.

Resumen Se describen tres nuevas especies del género Haplocochlias Carpenter, 1864 recolectadas tanto al norte como al sur de Cuba, a la vez que se acepta la presencia en la fauna cubana de Haplocochlias swifti Vanatta, 1913, pero se rechaza la de Haplocochlias moolenbeeki De Jong y Coomans, 1988.

Abstrac Three new species of the genus Haplocochlias Carpenter, 1864 from the Cuban coasts are described, at the first time that Haplocochlias swifti Vanatta, 1913 is accepted to the Cuban fauna but Haplocochlias moolenbeeki De Jong y Coomans, 1988 is rejected.

Palabras clave: Moluscos, nuevas especies, Haplocochlias, Skeneidae, Cuba.

Key Words: Mollusks, new species, Haplocochlias, Skeneidae, Cuba.

INTRODUCCIÓN

Como continuación de los estudios sistemáticos dirigidos a completar y actualizar el inventario de los moluscos marinos del Archipiélago cubano, y en especial de sus Áreas Marinas Protegidas, nos hemos propuesto como objetivo prioritario la identificación ta- xonómica del mayor número posible de ejemplares que aún carecen de nombres científ1- cos en nuestras colecciones, muchos de los cuales han sido recolectados hace más de diez años.

Según ESPINOSA, FERNANDEZ-GARCÉS Y ROLAN (1995) el género Haplocochlias Car- penter, 1864 (Familia Skeneidae) se encontraba representado en Cuba por dos especies: Haplocochlias swifti Vanatta, 1913 y Haplocochlias moolenbeeki De Jong y Coomans, 1988. De estos dos registros mantenemos el primero pero rechazamos el segundo, a la vez que se proponen tres nuevas especies del género Haplocochlias procedentes tanto del norte como del sur de Cuba.

71

Espinosa, Ortea y Fernández-Garcés

SISTEMÁTICA

Clase GASTROPODA

Subclase PROSOBRANCHIA

Orden VETIGASTROPODA

Familia SKENEIDAE

Género Haplocochlias Carpenter, 1864

Haplocochlias onaneyi especie nueva (Figuras 1 A, B, C)

Material examinado: Un ejemplar recolectado vivo en Alamar (localidad tipo), La Habana, en el interior de una pequeña cueva a 17 m de profundidad y dos conchas encontradas en sedimentos arenosos, una en Playa Rancho Luna, Cienfuegos, en 54 m de profundidad, y la otra frente a la Playa de Varadero, Matanzas, en 15 m de profundidad. Holotipo: (2,0 mm de alto y 2,0 mm de diámetro máximo), depositado en la Colección Malacológica del Instituto de Ecología y Sistemá- tica (IES), CITMA, La Habana, Cuba. Paratipos: (1,8 mm de alto y 1,8 mm de diámetro máximo), de Rancho Luna, depositado en el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, Islas Canarias, y (2,1 mm de alto y 1,9 mm de diámetro máximo), de Varadero, depositado en el Museo de Historia Na- tural “Carlos de la Torre”, de Holguín, Cuba.

Etimología: Nombrada en honor de nuestro amigo Dr. Onaney Muñiz, destacado botánico y bio- geografo cubano recientemente fallecido, con quien tuvimos el placer de compartir muchas expe- diciones y provechosas discusiones científicas.

Descripción: Concha de tamaño pequeño, turbiniforme, de color pardo amarillento claro, adornada por cordones espirales marcados y líneas axiales de crecimiento entre la escultura espiral. Protoconcha de 0,75 vueltas, esculturada por tres hilos espirales muy finos. Teleoconcha formada por tres vueltas; la primera con tres cordones espirales entre los que hay líneas axiales de crecimiento de igual separación que los cordones espirales. En la segunda vuelta de la teleoconcha hay tres cordones espirales, uno subsutural bajo, seguido de otro aquillado y el tercero periférico; en la tercera vuelta la escultura espiral se incrementa a siete cordones, dos periféricos y los restantes distribuidos hasta la sutura. Por debajo de la periferia, hacia la base de la concha hay otros 14 cordones espirales. Abertura circular, reforzada por un grueso perístoma que parece doble, con liras cortas y de desa- rrollo variable en su parte interna y pequeños dentículos en su borde libre, como conse- cuencia de la escultura espiral externa de la concha. Seudo ombligo muy estrecho, ranu- riforme, prácticamente cubierto por la gruesa expansión parieto columelar del perístoma.

Discusión: Haplocochlas onaneyi, especie nueva, por su forma y escultura en gene- ral parece una miniatura de H. swifti Vanatta, 1913, especie de tamaño mayor, aprox1- madamente el doble (3,92 x 3,92 mm) según VANATTA, (1913), con cinco vueltas, la pri- mera de protoconcha y cuatro de teleoconcha, y posee además un mayor número de cor- dones espirales. H. moolenbeeki De Jong y Coomans, 1988 es también de tamaño ma- yor (4,4 x 4,7 mm), marcadamente umbilicada, con la escultura más delicada y el perís- toma menos desarrollado. El color de los dos paratipos es blanco leche.

15,

Nuevas especies de Haplocochlias de Cu

Figura 1. A-C, Haplocochlias onaneyi, especie nueva (Holotipo), D-F, Haplocochlias ortizi, especie nueva (Holotipo).

Espinosa, Ortea y Fernández-Garcés

Haplocochlias ortizi especie nueva (Figuras 1 D, E, F)

Material examinado: Seis conchas recolectadas en sedimentos procedentes de la playa Rancho Luna (localidad tipo), Cienfuegos, en 54 m de profundidad. Holotipo: (2,7 mm de alto y 2,75 mm de diámetro máximo) depositado en la Colección Malacológica del Instituto de Ecología y Sistemática (IES), CITMA, La Habana, Cuba. Paratipos: (3,0 mm de alto y 3,0 mm de diámetro máximo) de- positado en el IES; (2,8 mm de alto y 2,85 mm de diámetro máximo) depositado en el Museo de la Naturaleza y el Hombre, Santa Cruz, Tenerife; (2,6 mm de alto y 2,6 mm de diámetro máximo) depositado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid, España; (2,55 mm de alto y 2,50 mm de diámetro máximo) depositado en el Museo de Historia Natural “Carlos de la Torre”, de Holguín, Cuba, y (2,55 mm de alto y 2,6 mm de diámetro máximo) depositado en la colección de R. Fernández Garcés.

Etimología: Nombrada en honor del Dr. Manuel Ortiz, del Centro de Investigaciones Mari- nas, Universidad de La Habana, amigo, colega y destacado profesor en la formación de numerosas generaciones de biólogos marinos cubanos.

Descripción: Concha de tamaño pequeño, turbiniforme, de color blanco leche y es- cultura espiral muy marcada. Protoconcha de 0,5 vueltas lisas y brillantes, sin escultura no- table. Teleoconcha de unas 3,3 a 3,5 vueltas, esculturadas por fuertes costillas espirales, entre las que hay líneas axiales de crecimiento, presentes desde el comienzo de la teleo- concha hasta el final de la última vuelta. En la primera vuelta de la teleoconcha hay dos costillas espirales angulosas, hacia el final de la segunda vuelta aparece una tercera cos- tilla subsutural menos marcada que las otras; en la última vuelta hay cinco costillas espi- rales desde la sutura hasta la periferia de la vuelta, la primera subsutural muy fina, y de la periferia hacia la base de la concha hay otros diez cordones espirales, menos desarrolla- dos y equidistantemente distribuidos. Ombligo estrecho. La abertura es circular, refor- zada por un fuerte perístoma engrosado en su cara externa, frontalmente aplanado y sin es- cultura, con una prolongación notable hacia la base de la concha.

Discusión: Haplocochlias ortizi, especie nueva, difiere de H. onaneyi por ser de tamaño algo mayor, carecer de escultura espiral en la protoconcha y por tener las líneas axiales in- tercostales de crecimiento más finas. De H. swifti se diferencia por ser de tamaño menor, tener ombligo y carecer de escultura en la cara frontal del perístoma. H. moolenbeeki es una especie de tamaño mayor, ampliamente umbilicada y de perístoma poco engrosado.

Haplocochlias nuñezi especie nueva (Figuras 2 A, B y C)

Material examinado: Una concha recolectada frente al Instituto de Oceanología (localidad tipo), La Habana, Cuba, en la meseta arrecifal a 1,5 m de profundidad. Holotipo: (5,2 mm de largo y 5,7 mm de diámetro máximo) depositado en la Colección Malacológica del Instituto de Ecología y Sistemática (IES), CITMA, La Habana, Cuba.

74

Nuevas especies de Haplocochlias de Cuba

Etimología: Nombrada en honor del Dr. Antonio Núñez Jiménez, destacado geógrafo, espele- ólogo y primer Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, como reconocimiento a su extra- ordinaria labor en el desarrollo de las ciencias cubanas.

Descripción: Concha de tamaño ligeramente grande comparada con otras especies antillanas del género, turbiniforme, de color blanco sucio y escultura espiral muy mar- cada. Protoconcha de una vuelta, sin escultura visible posiblemente por efecto del desgaste. Teleoconcha formada por 4 y 3/4 vueltas. Hacia el final de la primera vuelta de teleo- concha hay cuatro cordones espirales, entre los cuales hay finas líneas axiales prosoclimas. En el último tercio de la última vuelta hay cuatro angulaciones o quillas periféricas y en- tre ellas finos cordones espirales: entre la sutura y la primera quilla periférica hay 16 cor- dones espirales, entre la primera y segunda quilla hay siete cordones espirales, entre la se- gunda y tercera hay seis y entre la tercera y la cuarta hay cuatro cordones. Entre la cuarta quilla periférica y el grueso cordón umbilical hay unos 20 cordones espirales. Ombligo se- ñalado y profundo. Abertura circular, de borde cortante y algo engrosado hacia la base.

Figura 2. A-D, Haplocochlias nuñezi, especie nueva (Holotipo de 5,2 mm de alto)

—] 9

Espinosa, Ortea y Fernández-Garcés

Discusión: Por su tamaño y disposición de su escultura espiral Haplocochlias nu- ñezi, especie nueva, no guarda relación con ninguna de las especies antillanas conocidas del género. Haplocochlias sp. A (n* 66), de REDFERN (2001) parece corresponder con esta nueva especie. Según dicho autor la protoconcha de los individuos inmaduros po- see de tres a cuatro finos hilos espirales, los que no se observan en nuestro holotipo, po- siblemente por el desgaste de esa parte de la concha.

AGRADECIMIENTOS

A nuestro colega y amigo Manuel Caballer de la Universidad de Cantabria y a José A. Molina, del Servicio de Microscopía del BOS de la Universidad de Oviedo, por su apoyo en la ilustración de este artículo.

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76

Avicennia, 2004, 17: 77-94

Una combinación de Ciencia, Arte y Naturaleza: Especies nuevas del género Rissoella J. E. Gray, 1847 (Gastropoda, Heterobran- chia) descritas en homenaje a las artistas de la plástica cubana

A combination of Science, Art and Nature: New species of the ge- nus Rissoella J. E. Gray, 1847 (Gastropoda, Heterobranchia) named in honor of woman painters from Cuba

Jesus Ortea'”? y Jose Espinosa”

' Departamento Bos, Universidad de Oviedo, España “Instituto de Oceanologia, Avda. 1* n* 18406, E. 184 y 186, Playa, La Habana, Cuba

Resumen Descripción de siete especies nuevas del género Rissoella J. E. Gray, 1847, recolectadas en ambientres arrecifales de Cuba describiendo la concha y el color de los animales vivos.

Abstract Seven new species of the genus Rissoella J. E. Gray, 1847 collected on tha arrecifal am- bients of Cuba are described, the shell and coloration of living animals is described too.

Palabras claves: Mollusca, Heterobranchia, Risoella, especies nuevas, Cuba.

Key words: Mollusca, Heterobranchia, Risoella, new species Cuba.

INTRODUCCIÓN

El género Rissoella J. E. Gray, 1847, único en la familia Rissoellidae y de distribución cosmopolita, comprende micro caracoles marinos cuyas conchas apenas llegan a supe- rar un milímetro de altura en los animales más grandes. A pesar de sus reducidas dimen- siones tienen el cuerpo muy coloreado, destacando los conspicuos diseños y tonalidades de la glándula hipobranquial, visibles a través de las delgadas paredes de la concha. Pre- sentan una cabeza tetralobulada, con un morro bífido, cuyos lóbulos orales se prolongan hacia delante formando unos falsos tentáculos centrales, en cuya base se encuentran los ten- táculos verdaderos o cefálicos, anteriores a los ojos. La miniaturización de su cuerpo, con la correspondiente simplificación de las estructuras anatómicas, unida a su condi- ción de hermafroditas simultáneos, han hecho de estos animales unos auténticos peregri- nos de la Sistemática Malacológica, cuya posición por debajo del nivel de Clase ha ido va- riando según el criterio de unos autores u otros. Así, THIELE (1929) los sitúa en Rissoacea, FRETTER Y GRAHAM (1954) en Opisthobranchia, PONDER Y YO0O (1977) en Heterogastro- poda, Rios (1985), FRETTER Y GRAHAM (1962 y 1978), KEEN (1971) en Mesogastropoda,

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Ortea y Espinosa

VAUGH (1985) en Neogastropoda, PONDER Y WAREN (1988), SKOGLUND (2002) en la subclase Heterobranchia, orden Heterostropha y REDFERN (2001) en Heterobranchia, su- perfamilia Rissoelloidea. HAZSPRUNAR (1985) considera que la familia representa un ni- vel intermedio entre Prosobranchia y Heterobranchia, y más tarde (HAZSPRUNAR, 1988) como parte de Allogastropoda (Heterobranquia), apoyando esta última hipótesis estudios moleculares posteriores (HARASEWYCH, ADAMKEWICZ, BLAKE, SAUDEK, SPRIGG Y BULT, 1997) que encuentran en Rissoellidae al grupo hermano de los Pyramidellidae y de otros grupos básales de Heterobranquios.

Al revisar la Historia Natural del género, destaca la escasez de estudios anatómicos con anterioridad a las propuestas taxonómicas realizadas entre 1954 y 1988, hasta el punto que la anatomía fina de los animales sólo había sido estudiada (FRETTER, 1948), en dos es- pecies del Atlántico Este: Rissoella diaphana (Alder, 1848) y Rissoella opalina (Jef- freys, 1848). Otras dos especies son bien estudiadas posteriormente, Rissoella ornata Si- mone, 1995 del Brasil, de descripción original ejemplar (SImMONE, 1995) y la especie ca- ribeña Rissoella caribaea Rehder, 1943, redescrita por WISE (1998), cuya amplia distri- bución geográfica, desde Florida al Brasil (ABBOTT, 1974; Rios, 1994), precisa ser revi- sada. Estas dos últimas especies junto con Rissoella galba Robertson, 1961, de las Bahamas y Rissoella gandocaensis Ortea y Espinosa, 2001, del Caribe de Costa Rica, son las cua- tro especies descritas hasta el presente en el Atlántico Americano.

THIELE (1929) propone cuatro subgéneros dentro de Rissoella basándose en la es- tructura radular de 7 especies, propuesta que es mantenida en número por PONDER Y Yoo (1977) en la revisión del género; uno de estos cuatro subgéneros es considerado por HAZSPRUNAR (1988) con categoría de género.

La ausencia de larvas nadadoras en las especies de Rissoella, hecho que implica una reducida capacidad de dispersión y su asociación a micro habitas selectos del sistema arrecifal, sustratos rocosos y manglares, aventuran la posibilidad de un incremento noto- rio de especies en el futuro, en la medida que se avance en la realización de muestreos se- lectivos para su recolección y estudio.

En este trabajo describimos siete especies nuevas del litoral de Cuba, recolectadas en micro habitas de fondos arrecifales entre 5 y 30 metros de profundidad; todas han sido ob- servadas en vivo y presentan animales con coloraciones llamativas en el cuerpo y origi- nales diseños por lo que hemos querido rendir un homenaje a las artistas de la plástica cu- bana a quienes dedicamos estas nuevas especies. Con ello queremos reconocer la extin- ción del falocentrismo en la pintura cubana que ocurre en la segunda mitad del Siglo XX, momento en el que se consagra la maestra Amelia Peláez, y la mujer tiene las mis- mas oportunidades vitales que el hombre, desde el fusil al pincel, vive para pintar, no pinta para vivir y quiere cambiar una Historia del Arte en la que no hay, un Murillo, ni un Velazquez, Van Gogh, Matisse, Kandinsky, Dali o Picasso, de género femenino.

Para facilitar la identificación hemos dividido las especies del género Rissoella en el Atlántico Americano en dos grupos, según tengan o no una arista o expansión preumbi- lical en la concha. Estos grupos pueden a su vez ser subdivididos según tengan el diges- tivo y la gónada pigmentados de manera uniforme o diferencial, o si la glándula hipo- branquial está bien formada y pigmentada o es vestigial.

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Nuevas especies de Rissoella de Cuba

La relación de especies es la siguiente:

A - Con el ombligo abierto y sin arista preumbilical: A-1 - Con la gónada y el digestivo de coloración uniforme Rissoella caribaea Rehder, 1943 Rissoella galba Robertson, 1961 Rissoella ameliae especie nueva Rissoella belkisae especie nueva A-2 - Con pigmentación diferencial en la gónada y en el digestivo A-2a Con la glándula hipobranquial desarrollada y coloreada Rissoella gandocaensis Ortea y Espinosa, 2001 Rissoella dianae especie nueva A-2b - Con la glándula hipobranquial vestigial o despigmentada Rissoella ornata Simone, 1995 B - Con una arista o cordón preumbilical (*) o en el borde superior del ombligo (1) *Rissoella zaidae especie nueva *Rissoella florae especie nueva *Rissoella elsae especie nueva ARissoella taniae especie nueva Rissoella diaphana (Alder, 1848), especie tipo del género, pertenecería al grupo A-2b.

MATERIALES Y MÉTODOS

Todas las especies nuevas que se describen han sido recolectadas vivas y sus animales observados y dibujados en movimiento poco después de su recolección. La información sobre las especies ya descritas se ha recopilado de la literatura y se ha incluido para facilitar estudios posteriores.

El ángulo de la espira ha sido trazado teniendo en cuenta que, en general, la última vuelta y la antepenúltima están alineadas, mientras que la penúltima vuelta sobresale más que ellas por uno de los lados o por los dos, por lo que los lados del ángulo de la espira la cortan.

SISTEMATICA

CLASE GASTROPODA

Subclase HETEROBRANCHIA Orden Rissoelloidea

Familia Rissoellidae J. E. Gray, 1850

Género Rissoella J. E. Gray, 1847

Nombrado en honor de G.A. Risso (1777-1845) profesor de la Facultad de Medicina de Niza como reconocimiento a su contribución al estudio de la fauna mediterránea.

Especie tipo: Rissoa ? diaphana Alder, 1848.

R. diaphana, por su concha transparente, translúcida.

En PONDER Y YO0O (1977) se discute la problemática del género y de la especie tipo.

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Ortea y Espinosa

DIAGNOSIS: Concha delgada, de superficie lisa, umbilicada, transparente, dejando ver la coloración del animal en su interior. Protoconcha simple. Abertura simple y entera. Opérculo pauciespiral, con el núcleo en la mitad de su borde columelar donde hay un corto saliente o percha del que surgen tres aristas radiales. Animales de cabeza tetralobulada, con el morro bífido, cuyos lóbulos parecen tentáculos y con dos tentáculos verdaderos en cuya base y posterior a ellos se encuentran los ojos. Fórmula radular n x 1-1-R-1-1. Glándula hipobranquial vestigial o bien desarrollada y pigmentada.

Rissoella diaphana (Alder, 1848) (Figura 1A)

(Adaptado de FRETTER Y GRAHAM, 1978). Concha transparente y frágil, con 45 vuel- tas de espira que presentan suturas marcadas y oblícuas en relación con el eje de la espira; última vuelta ocupando el 60-70% de la altura total; abertura = 45% de la altura. Proto- concha lisa, de aproximadamente 1/2 vueltas. Relación altura/anchura = 175. Ángulo de la espira: S50*.

Los labios forman un perístoma giboso hacia afuera. El labio externo es delgado y sobresale de las vueltas de la concha. La columela es estrecha y tiene el borde redondeado bajo el cual hay un pequeño y estrecho ombligo.

El animal tiene el morro bífido y cada rama es tentaculiforme. Los tentáculos verda- deros son cilíndricos con el extremo redondeado y los ojos son posteriores a su base. El borde del manto es liso. A la derecha del cuerpo y en la cavidad del manto hay una hen- didura con una papila que señala la abertura femenina y un corto pené. El pie presenta el borde anterior hundido en el centro y los lóbulos laterales redondeados.

El opérculo tiene la forma de la apertura, el núcleo llega a la mitad del borde columelar y está rodeado por 5-6 arcos concéntricos, en el núcleo hay un proceso en forma de per- cha con 3 cordones radiales, los más externos forman un ángulo con los lados orienta- dos según el borde columelar y el tercero (bisectriz) cruza el opérculo hasta el margen del labio.

La coloración del animal en el interior de la concha es blanco-amarillento con manchas pardas aisladas o confluentes que dan al animal un aspecto oscuro. También hay pig- mento oscuro a cada lado del pie y en el dorso del morro, cabeza y nuca. Una conspicua e invariable mancha oval muy oscura se sitúa cerca del ano. La glándula digestiva y la gó- nada tienen pigmentación diferencial, la primera parda y la segunda naranja.

Las cápsulas ovigeras son ovales y miden 480 micras de largo por 250 de ancho, en su interior hay 1-2 huevos de 200 micras de diámetro. El desarrollo es rápido, sin estados lar- varios libres. Se alimentan de diatomeas y detritus asociados a finas algas rojas.

Observaciones: En la descripción que FRETTER Y GRAHAM (1978) dan de la especie tipo no hay una referencia expresa a la coloración de la glándula hipobranquial ni tampoco se dice si es vestigial, como en R. ornata Simone, 1995 que, al igual que R. diaphana, tam- bién tiene pigmentación diferencial de la gónada y del digestivo. En la segunda de las

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Nuevas especies de Rissoella de Cuba

especies europeas Rissoella opalina (Jeffrerys, 1848) dichos autores describen tres grupos oscuros de células glandulares en el manto que podrían corresponder a dicha estructura. El animal de R. opalina es de color oscuro, moteado de pardo purpúreo o negro, con los tentáculos y la suela del pie amarillentos. La concha (Fig. 1B) es globular y casi transpa- rente, con una tonalidad pardo-amarillenta y un lustre refringente. Su abertura es en forma de D, con el borde columelar recto y una hendidura umbilical estrecha; presenta 3- 4 vueltas de las cuales la protoconcha ocupa 1 y 1/4 de vuelta; el ángulo de la espira es de 757 y la relación altura/anchura = 147.

A)- Grupo de especies sin cordón o arista preumbilical

A-1)- Con la gónada y el digestivo pigmentados de manera uniforme dentro de las primeras vueltas de espira.

Rissoella caribaea Rehder, 1943 (Figura 1B)

Relación altura/anchura = 146. Angulo de la espira: 60%; ángulo umbilical: 25*.

Adaptado de WISE (1998) y modificado: presenta conchas umbilicadas de l a 1%8 mm de altura de dos a tres vueltas adultas (teloconcha). La última vuelta ocupa del 75 - 80% del total de la concha y la abertura el 50%. Protoconcha de 1,25 vueltas. Ombligo estre- cho, delimitado anteriormente por una expansión del borde columelar, con cordones bá- sales en relieve y sin cordón ni quilla preumbilical; al ser un ombligo quebrado sus pare- des forman un ángulo de 50” en la región externa y de 25” en la interna o vértice. El borde columelar no presenta apenas ángulo y la abertura de la concha es en forma de D.

La cabeza está coloreada de castaño rojizo oscuro a negro. Lóbulos orales y tentácu- los cefálicos de igual color que la cabeza: castaño oscuro, gris o negro. Los primeros son iguales o algo más largos que los segundos. (el animal es negro en la descripción original).

Pie ancho anteriormente y bifurcado en el medio, estrechándose por detrás. Dorsalmente carece de manchas conspicuas y es gris-blanquecino translúcido; la suela está también despigmentada, hialina. Masa visceral de color gris blanquecino a castaño con manchas dispersas o agregadas de células negras o castaño rojizas. La glándula hipobranquial pig- mentada forma un órgano oblongo, curvado, fragmentado en varias celdillas, cuyos tabi- ques o proyecciones se disponen de forma paralela al eje principal de la glándula. El pe- rímetro (entero o partido) y sus segmentos son de color blanco amarillento, con las áreas internas del color oscuro de la masa visceral. En el manto, por delante de la glándula hi- pobranquial hay estrías negruzcas.

Observaciones: La estructura del diente raquídeo de R. caribaea (WISE, 1998, fig. 14) con el borde cortante hendido y liso, es muy distinta del diente con fuertes cúspides presente en R. ornata y R. peruviana, las otras dos especies del género en América cuya rádula es conocida (SIMONE, 1995, fig. 7-8; PONDER Y WORSFOLD, 1994, Fig. 31 F y G) he-

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Ortea y Espinosa

cho que puede llevar en el futuro a una clasificación con subgéneros, como las propues- tas por THIELE (1929) y PONDER Y YOO (1977) e incluso en géneros, combinando otros ca- racteres. En los dientes lateral y marginal ocurre algo similar y los bordes finamente ase- rrados de la especie del Caribe contrastan con los fuertes dentículos que existen en las dos especies del Hemisferio Sur.

En REDFERN (2001, Lám. 63, fig 576A y lam 113 fig. 576B) se puede ver el aspecto de la concha y de los animales vivos de R. caribaea en las Bahamas. Los animales son negros, con el perímetro y segmentos de la glándula hipobranquial pigmentados de amarillo y con las manchas interiores de color castaño rojizo oscuro. Aunque su coloración es si- milar a la de los animales de La Florida descritos por WISE (1998), su glándula hipo- branquial no tiene los lados mayores del perímetro paralelos y está comprimida en su tercio posterior.

Los ejemplares de Nicaragua determinados por ROLAN Y HERNANDEZ (2004, Lám. 1, fig. 9) como Rissoella caribaea Rehder, 1943 (escrito caribbea) podrían pertenecen a otra especie ya que su glándula hipobranquial tiene forma rectangular con celdillas a su vez rectangulares y los ojos no tienen un área circular despigmentada rodeándolos.

Figura 1. Especies del género Rissoella descritas en el Atlántico europeo y americano. Figure 1. Described species of Rissoella from european and american Atlantic Ocean. A, R. diaphana (Alder, 1848), B, R. opalina (Jeffrerys, 1848), C, R. caribaea Rehder, 1943, La Florida, D, R. caribaea Rehder, 1943, Bahamas, E, R. galba Robertson, 1961,

F, R. ornata Simone, 1995. (escala 1 mm) (scale bar 1 mm).

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Nuevas especies de Rissoella de Cuba

Rissoella ameliae especie nueva (Figura 2A, Láminas lA y 2A )

Material examinado: Siete ejemplares recolectados en la pendiente arrecifal del Reparto Ala- mar (localidad tipo) La Habana, Cuba, entre 15 y 18 m de profundidad. Holotipo (1,62 mm de largo y 1,1 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemática, La Habana, Cuba. Paratipo (1,25 mm de largo y 0,80 mm de ancho) depositado en el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, Islas Canarias.

Etimología: En honor de la pintora Amelia Peláez (1896-1968) natural de Yaguajay, Sancti Spiritus, maestra indiscutible de la plástica cubana, cuya obra merece ser redes- cubierta como base de una pintura de género femenino que comenzó a tener trascenden- cia internacional.

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil. Protoconcha for- mada por media vuelta y un núcleo relativamente grande; vueltas postnucleares en nú- mero de tres, de perfil convexo y separadas por una marcada sutura de forma acanalada y profunda. La última vuelta ocupa aproximadamente el 75% del largo total de la concha y la abertura, de forma semicircular, el 50%. Ombligo estrecho y profundo, con una fasciola umbilical ranuriforme, relativamente grande y estrecha, cuyas paredes inicialmente paralelas convergen hacia el interior del ombligo formando un ángulo de 18”.

Relación altura/anchura de la concha = 157. Angulo de la espira: 45*.

La cabeza del animal es rosa pálido, con los lóbulos orales más anchos y cortos que los tentáculos cefálicos y de forma diferente, ya que no se estrechan hacia el ápice y se cur- van hacia afuera. La coloración general de lóbulos y tentáculos es hialina con una estria- ción central rosa-violáceo, pero los tentáculos tienen el ápice blanco nieve y los lóbulos no. Dorsalmente el pie es hialino, con un estría violácea en cada lateral posterior flan- queando al opérculo, el cual es blanco. La suela del pie es grisácea y el borde anterior está muy hendido en el centro, lo que le da un aspecto claramente bifurcado. Los ojos no están pigmentados (no se aprecian a través de la concha por transparencia). La glándula hipobranquial pigmentada tiene forma de calcetín con los bordes de su perímetro lobula- dos y su coloración es amarilla con manchas redondeadas violáceas; en el manto y por de- lante de la glándula hipobranquial hay dos manchas semilunares violáceas y otra circular en la región del corazón. Masa visceral en el interior de las primeras vueltas de espira de color violáceo uniforme.

Discusión: Por su tamaño Rissoella ameliae, especie nueva, sólo puede ser comparada con Rissoella caribaea Rehder, 1943, especie asociada a las raíces del mangle de la Flo- rida cuyos animales son de coloración muy diferente, con un diseño reticular amarillo en la glándula hipobranquial.

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Ortea y Espinosa

Figura 2. Nuevas especies de Rissoella de Cuba. (escala 1 mm). Figure 2. New species of Rissoella from Cuba. (scale barr 1 mm). A, R. ameliae, especie nueva, B, R. belkisae, especie nueva, C, R. dianae, especie nueva, D, R. zaidae, especie nueva, E, R. florae, especie nueva, F, R. elsae, especie nueva, G, R. taniae, especie nueva.

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Nuevas especies de Rissoella de Cuba

Rissoella belkisae especie nueva (Figura 2B, Laminas 1B y 2B)

Material examinado: Dos ejemplares recolectados en la pendiente arrecifal frente a Cayo Arenas (localidad tipo), costa norte de la provincia Pinar del Río, Cuba, entre 20 y 27 m de pro- fundidad. Holotipo (1,2 mm de largo y 1,0 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemática, La Habana, Cuba.

Etimología: En homenaje a Belkis Ayon, La Habana (1967-1999) pintora de la espi- ritualidad africana inherente a la raza negra en Cuba, preocupada por el papel de la mu- jer en el entorno de los ñáñigos (sociedad secreta Abakúa) .

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil. Protoconcha for- mada por media vuelta y un núcleo relativamente pequeño; vueltas postnucleares en nú- mero de dos y tres cuarto a tres, de perfil convexo y separadas por una sutura estrecha y poco profunda; La última vuelta ocupa el 80% del largo total de la concha y la abertura, que es de forma semicircular, el 50%. El ombligo, pequeño y aparentemente poco profundo, está delimitado por la expansión de la pared columelar del labio y un fino cordón interno en su borde anterior, el cual no produce escultura exterior; la fasciola umbilical es relati- vamente pequeña, en forma de una estrecha y corta ranura.

Relación altura/anchura = 138. Angulo de la espira: 60%; ángulo umbilical: 25* ex- cluyendo el cordón interno que lo delimita por arriba y 50* incluyéndolo.

La cabeza del animal tiene la misma coloración que la masa visceral en las primeras vueltas de espira, gris oscuro a negruzco, con los lóbulos orales de igual color; éstos son algo más anchos que los tentáculos cefálicos e igual de largos, siendo estos últimos de co- lor blanco. El pie es blanco hialino con su borde anterior algo bifurcado. Los ojos no es- tán pigmentados (no se aprecian por transparencia). La glándula hipobranquial tiene forma de calcetín con los bordes de su perímetro aserrados o ligeramente lobulados, no forma retículo y su coloración es amarilla con manchas negruzcas de distinto tamaño; en el manto y alrededor de la glándula hipobranquial hay grandes manchas negruzcas sobre un fondo gris pálido, una de ellas en la región del corazón. Ventralmente, al nivel de la co- lumela, presenta una conspicua mancha rojo ladrillo. Masa visceral en el interior de las vuel- tas de espira de color gris oscuro uniforme.

Discusión: Rissoella belkisae, especie nueva, puede ser comparada con Rissoella galba Robertson, 1961, de Las Bahamas cuyo animal es también amarillo (predomi- nante) y negro, aunque su patrón de diseño no se conoce con exactitud. La concha de R. galba presenta una banda blanca bordeando externamente al ombligo, banda que falta en R. belkisae donde hay un cordón interno. Adicionalmente la concha de R. galba es más pe- queña (077 mm) y su perístoma también es continuo.

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Ortea y Espinosa

A-2) Especies con pigmentación diferencial en la gónada y en el digestivo A-2a) -Con glándula hipobranquial bien desarrollada y coloreada

Rissoella gandocaensis Ortea y Espinosa, 2001 Avicennia, Suplemento 4, 36, Lámina IIA

Según ORTEA Y ESPINOSA (2001), modificado, la cabeza del animal en el interior de la concha presenta una banda violeta que rodea a los ojos, los cuales son de color negro y se encuentran en áreas circulares despigmentadas dentro de ella. “Los lóbulos orales y los ten- táculos cefálicos son blancos, presentando los primeros una mancha negra en forma de frí- jol en su base; la forma es similar en ambos pero los lóbulos son el doble de largos que los tentáculos. El pie es del mismo color que los tentáculos y tiene el borde anterior poco hendido en el centro. La glándula hipobranquial pigmentada es amarilla con manchas violeta y tiene los bordes de su perímetro lobulados. En el manto y por delante de la glándula hipobranquial hay dos manchas reniformes de color violeta oscuro sobre un fondo lila hialino, una gran mancha de igual color se sitúa por debajo de la glándula y otra posterior en la región del corazón. Sobre la glándula y en la penúltima vuelta de es- pira, la masa visceral tiene pigmentación diferencial de la parte digestiva y de la gónada, con conspicuas manchas carmín rodeadas de lila oscuro, este último color es único en el interior de la primera vuelta.

La concha del único ejemplar recolectado hasta ahora (Holotipo) depositado en el Instituto Nacional de Biodiversidad de Costa Rica, no ha podido ser examinada para la elaboración de este artículo. La Unidad de Malacología de INBio fue cerrada por la Ins- titución en septiembre de 2003 y tanto la tipoteca como la colección de Moluscas están pen- dientes de su ubicación definitiva a la hora de entrar en prensa esta publicación.

(*en la descripción original y por error, se llaman falsos tentáculos laterales a los ten- táculos cefálicos en lugar de llamar falsos tentáculos centrales a los lóbulos orales)

Rissoella dianae especie nueva (Figura 2C, Lámina 1C y 2C)

Material examinado: Un ejemplar recolectado en la pendiente arrecifal frente al Instituto de Oce- anología (localidad tipo), La Habana, Cuba, entre 25 y 30 m de profundidad. Holotipo (1,15 mm de largo y 0,80 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemática, La Habana, Cuba.

Etimología: En homenaje a Diana Balboa, Cienfuegos, 1945, pintora de la historia de la musica cubana, expresada en sus lienzos de forma alegórica, y de su influencia en la

vida cotidiana del cubano, imposible de concebir sin musica.

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil. Protoconcha for- mada por media vuelta más el núcleo; vueltas postnucleares en número de tres a tres y

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Nuevas especies de Rissoella de Cuba

cuarto, de perfil convexo y separadas por una sutura estrecha y profunda. El ombligo es abierto y relativamente grande, redondeado y profundo, parcialmente cubierto por la porción columelar del labio interno, sin expansión preumbilical delimitándolo y con pe- queñas líneas muy finas en relieve que mueren en su interior.

Relación altura/anchura = 1%6. Angulo de la espira: 40%; ángulo umbilical: 30*. La última vuelta ocupa el 75% de la altura y la abertura el 44%.

La cabeza del animal en el interior de la concha es blanca, con una estría negra que pasa entre los ojos y se continúa por los lóbulos orales formando una horquilla; por detrás de la horquilla y antes de la glándula hipobranquial hay un tinte naranja. Los lóbulos orales son blancos, con una estría negra longitudinal y los tentáculos cefálicos completamente blan- cos, siendo igual la forma y longitud de unos y otros. El pie es del mismo color que los ten- táculos y tiene el borde anterior hendido en el centro; el opérculo es blanco. La glándula hipobranquial es poco conspicua y su perímetro no es continuo, estando sus bordes defi- nidos por una banda lisa, interrumpida por detrás, de color amarillento pálido (amarillo azufre). En el manto y por delante de la glándula hipobranquial hay manchitas blanco nieve. La masa visceral en el interior de las vueltas de espira tiene una pigmentación di- ferencial de la parte digestiva y de la gónada, formándose arcos de color amarillo azufre cuyo interior es castaño muy oscuro. En vista ventral, la masa visceral del animal dentro de la última vuelta de la concha es de color castaño, rodeada por una banda irregular de color amarillo azufre.

Discusión: Una pigmentación diferencial de la glándula digestiva y de la gónada en las primeras vueltas de espira está presente en R. ornata Simone, 1995 del Brasil y en R. gandocaensis Espinosa y Ortea 2001, del Caribe de Costa Rica, pero en R. ornata la glándula hipobranquial es vestigial y en R. gandocaensis constituye un Órgano compacto de bordes continuos y de color y diseño diferentes al de R. dianae, especie nueva. Los animales son además de coloraciones muy diferentes.

Rissoella galba Robertson, 1961, de las Bahamas (véase REDFERN, 2001, lám. 63, fig. 577), es de pequeño tamaño (07 mm) y tiene el ombligo amplio y abierto por de- lante como R. dianae, especie nueva, pero sus animales son muy diferentes y su concha es muy característica, presenta una banda blanca que bordea anteriormente al ombligo y carece de los cordones preumbilicales de R. dianae; además en R. dianae el peristoma es contínuo y no sobresale de la penúltima vuelta por su lado externo. En REDFERN (2001, Lám. 63 fig. 577) hay una fotografía de la concha de esta especie.

R. caribaea Rehder, 1943, es de concha muy similar a R. dianae, aunque de menor ta- maño, y también tiene cordones en relieve en la región preumbilical pero con estructura diferente. La coloración de los animales es muy distinta al carecer R. caribaea de pig- mentación diferencial en gónada y digestivo.

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A-2b)- Con glándula hipobranquial vestigial o no pigmentada

Rissoella ornata Simone, 1995 (Figura 1F)

Relación altura/anchura = 161. Angulo de la espira: 509; ángulo del ombligo:

La última vuelta ocupa el 76% de la altura de la concha y la abertura el 45%.

Altura de la concha 13 mm, teloconcha 3 vueltas, protoconcha 1 vuelta.

Según SIMONE (1995) los animales tienen la cabeza y el pie de color blanco amari- llento con pigmento pardo en los laterales del pie y alrededor de los ojos; éstos son oscuros y situados en un corto abultamiento nucal. Su glándula hipobranquial es vestigial, por lo que no presenta el conspicuo dibujo que suele tener esta estructura, visible a través de la concha. Su carácter más singular es la pigmentación diferencial de la gónada (oscura) y la glándula digestiva (clara) visible a través de la concha que le dan a ésta un aspecto “or- namentado” con varios arcos en las vueltas de espira, origen del nombre especifico ornata.

Los ejemplares de Yucatán, México, determinados por ROLAN Y HERNANDEZ (2004, Lam 1, fig.10) como Rissoella ornata Simone, 1995 podrían pertenecen a una especie no descrita; ya que tienen una glándula hipobranquial pigmentada de amarillo oro, glán- dula que es vestigial en R. ornata, por lo que los animales no puede presentar el dibujo de esa estructura que figuran ROLAN Y HERNANDEZ (2004); adicionalmente, en R. ornata la cabeza del animal es blanco amarillenta, los ojos son bien visibles y hay pigmentación di- ferencial de la gónada y de la glándula digestiva en las primeras vueltas de espira, carac- teres que faltan en los animales de Yucatán.

B- Con una arista o cordón preumbilical o en el borde superior del ombligo

Rissoella zaidae especie nueva (Figura 3A, Lámina 1E y 3A)

Material examinado: Nueve ejemplares recolectados en la pendiente externa del arrecife situado frente al Reparto Alamar (localidad tipo), La Habana, entre 15 y 18 m de profundidad. Holotipo (1,0 mm de largo y 0,8 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemática, La Habana. Paratipo (1,0 mm de largo y 0,82 mm de ancho) depositado en el Museo de Historia Natural de Tenerife, Islas Canarias.

Etimología: En honor de la pintora Zaida del Río (Villa Clara, 1954) artista que se re- crea en escenas sensuales en las que sus dibujos se entrelazan cubriendo al cuerpo desnudo con manifestaciones de la Naturaleza, especialmente del Reino Vegetal.

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil. Protoconcha for- mada por media vuelta y un núcleo grande; vueltas postnucleares en número de dos y media a dos y tres cuarto, de perfil convexo y separadas por una sutura estrecha y profunda. La última vuelta ocupa el 78% de la altura de la concha y la abertura el 50%. El ombligo

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Nuevas especies de Rissoella de Cuba

está bien desarrollado y su abertura delimitada por la pared columelar del labio interno, que es muy delgada; la fasciola umbilical es semicircular, relativamente pequeña y profunda, delimitada por un tabique preumbilical de igual altura que la pared columelar.

Relación altura/anchura = 163. Angulo de la espira: 507; ángulo umbilical: 30*.

La cabeza del animal en el interior de la última vuelta de la concha es lila pálido por detrás de los ojos y lila oscuro por delante de ellos y en los lóbulos orales, tanto en la cara dorsal como en la ventral; los tentáculos cefálicos son más pálidos y su forma y ta- maño es igual a la de los lóbulos. El pie tiene el borde anterior poco hendido en el centro, siendo su aspecto apenas bifurcado, es completamente hialino en el dorso y en la suela, con el opérculo transparente; los flancos del animal son negro - violáceos (lila oscuro) con- trastando con el pie. Ojos negros, rodeados por un área despigmentada. La glándula hi- pobranquial pigmentada forma un órgano oblongo, curvado, en el que se dibujan tres o cua- tro celdillas. El perímetro y los segmentos transversales son de color amarillo oro y las áreas internas de las celdillas presentan manchas irregulares de color lila oscuro sobre un fondo violeta claro. En el manto, por delante y por debajo de la glándula hipobranquial, hay grandes manchas lila oscuro. En la última vuelta y en vista ventral, existe un rosario de manchas amarillo oro por debajo de la masa visceral lila oscuro; esta última es también de color lila oscuro, negruzco y uniforme, en el interior de las vueltas de espira.

Discusión: Por la coloración del animal vivo, R. zaidae especie nueva, puede ser comparada con R. caribaea, aunque el color de la masa visceral en R. caribaea va desde el castaño rojizo al negro y en R. zaidae es lila, siendo el diseño de la glándula hipo- branquial bastante similar en ambas especies; sin embargo las manchas oscuras llenan por completo el interior de las celdillas de R. caribaea y solo una parte en R. zaidae, donde destacan sobre un fondo lila pálido. Las conchas son bien diferentes, siendo más pe- queñas las de R. zaidae para el mismo número de vueltas de espira. Adicionalmente, en R. zaidae hay un tabique preumbilical que falta en R. caribaea.

Rissoella florae especie nueva (Figura 3B, Lámina 1F y 3B)

Material examinado: Cuatro ejemplares recolectados en la pendiente externa del arrecife situado frente al Instituto de Oceanología (localidad tipo), La Habana, entre 25 y 30 m de profundidad. Holotipo (1,18 mm de largo y 0,9 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemá- tica, La Habana. Paratipo (1,20 mm de largo y 0,90 mm de ancho) depositado en el Museo de His- toria Natural de Tenerife, Islas Canarias.

Etimología: En honor de Flora Fong (Camagiiey, 1949), pintora del paisaje cubano sen- sitivo, en el que unas veces el agua y sus criaturas y otras la palma real, símbolo patrio, jue-

gan un papel fundamental, vacilante en su representación, nítida o espectral.

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil. Protoconcha for- mada por media vuelta y un núcleo relativamente grande; vueltas postnucleares en nú-

89

Ortea y Espinosa

Lámina 1.

Nuevas especies de Rissoella de Cuba

(escala 1 mm)

Plate 1.

New species of Rissoella from Cuba

(scale barr 1 mm)

A, R. ameliae

B,R. belkisae

C, R. dianae

D, R. zaidae

E, R. florae

FR. elsae

G, R. taniae

90

Nuevas especies de Rissoella de Cuba

Lámina 2. Nuevas especies de Rissoella de Cuba. (escala 1 mm). Plate 2. New species of Rissoella from Cuba. (scale barr 1 mm). A, R. ameliae, B, R. belkisae, C, R. dianae, D, R. zaidae, E, R. florae, F, R. elsae, G, R. taniae.

91

Ortea y Espinosa

mero de tres, de perfil convexo y separadas por una sutura estrecha y profunda. El ombligo es pequeño y profundo y la fasciola umbilical aparece como una profunda excavación de la concha, quebrada en forma de bumerang, cuyas paredes forman en cada quiebro un ángulo de 15 - 18” La última vuelta ocupa el 79 % de la altura de la concha y la abertura el 55%.

Relación altura/anchura = 1? 35. Angulo de la espira: 609; ángulo umbilical: 18*.

La cabeza del animal en el interior de la concha es negra por delante y por detrás de los ojos, los cuales se sitúan en un área circular de color naranja. Los lóbulos orales son tam- bién negros y los tentáculos cefálicos gris pálido o blanco hialino, siendo los tentáculos algo más largos y de base más ancha que los lóbulos. El pie tiene el borde anterior poco hen- dido en el centro y es hialino con dos grandes manchas dorsales negras cercanas al borde anterior; el opérculo es casi transparente en el centro y presenta un borde castaño oscuro en todo su contorno; los flancos del animal son anaranjados. La glándula hipobranquial es de color amarillo limón con alguna manchita negra, forma un órgano oblongo, de an- chura regular en toda su longitud y con su perímetro lobulado. En el manto, por delante y a los lados de la glándula hipobranquial hay también alguna manchita negra. La masa visceral en el interior de las vueltas de espira es de color castaño grisáceo con reflejos naranja en la zona media de cada vuelta.

Los animales hicieron puestas formando pares de racimos, con huevos de color castaño rojizo en el interior de cápsulas esféricas.

Discusión: La coloración del animal vivo es la principal característica diferencial de esta bella especie que no puede ser comparada con ninguna de las descritas en el Atlán- tico Americano.

Rissoella elsae especie nueva (Figura 3C, Lámina 1G y 3C)

Material examinado: Cuatro ejemplares recolectados en la pendiente externa del arrecife situado frente al Instituto de Oceanología (localidad tipo), La Habana, entre 15 y 25 m de profundidad. Holotipo (1,15 mm de largo y 0,8 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemá- tica, La Habana. Paratipo (1,20 mm de largo y 0,8 mm de ancho) depositado en el Museo de His- toria Natural de Tenerife, Islas Canarias. |

Etimología: en homenaje a Elsa Mora (Holguín, 1971), cuyas imágenes de la naturaleza rozan el subrealismo y utiliza con frecuencia la espiral de los caracoles como elemento fi- gurativo.

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil. Protoconcha for- mada por media vuelta y un núcleo relativamente pequeño; vueltas postnucleares en nú- mero de tres aproximadamente. El ombligo es poco visible en los cuatro ejemplares es- tudiados, al tener su abertura muy cerrada por la expansión del borde columelar del labio interno y la expansión preumbilical, la cual es gruesa y algo más alta que la pared colu- melar. La última vuelta ocupa el 76% de la altura de la concha y la abertura el 50%.

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Nuevas especies de Rissoella de Cuba

Relación altura /anchura = 169. Angulo de la espira: 45%; ángulo umbilical: 25”.

La cabeza del animal fuera de la concha es lila oliváceo lo mismo que los lóbulos orales y los tentáculos cefálicos; estos últimos son de igual forma que los lóbulos orales pero más cortos. La pigmentación verde del manto en el interior de la concha no permite ver el resto de la cabeza, incluidos los ojos. El pie es blanquecino por completo y tiene el borde anterior poco hendido en el centro y apenas bifurcado. La glándula hipobranquial pigmentada forma un órgano oblongo, curvado, cuyo perímetro está delimitado por una banda blanco nieve de bordes enteros y cerrada por completo, en cuyo interior existen manchas de color verde oscuro sobre un fondo blanquecino; cuatro grandes o tres grandes y tres pequeñas posteriores, en los ejemplares examinados. En el manto, por delante de la glándula hipobranquial hay una mancha verde oscuro similar a las de ella. La masa visceral en el interior de las vueltas de espira es de color verde aceituna, uniforme, idéntico a la co- loración del manto en la última vuelta.

Discusión: La forma del ombligo, con la expansión preumbilical que lo delimita más alta que la columelar y la coloración del animal hacen que R. elsae no puede ser compa- rada con ninguna otra especie del género descrita en el Atlántico Americano

Rissoella taniae especie nueva (Figura 3D, Lámina 1H y 3D)

Material examinado: Un ejemplar recolectado en el arrecife frontal situado frente a la Playa Ji- bacoa (localidad tipo), provincia La Habana, a 15 m de profundidad. Holotipo (1,1 mm de largo y 0,85 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemática, La Habana.

Etimología: En homenaje a Tania Brugueras (La Habana, 1968), artista que incur- siona en la vida real del cubano a la vez que se preocupa por el mundo que la rodea a través de la migración, moviendo su discurso por el aire.

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil. Protoconcha for- mada por media vuelta más un núcleo grande; vueltas postnucleares en número de dos y media. El ombligo es amplio y está delimitado por una expansión vertical del borde co- lumelar y por un espesamiento o quilla adaumbilical. La última vuelta ocupa el 82% de la altura de la concha y la abertura el 52%.

Relación altura/anchura = 14. Angulo de la espira: 65”; ángulo umbilical: 43*.

La cabeza del animal es verde oscuro (verde olivo) con los lóbulos orales y los tentá- culos cefálicos de igual color; ambos son de igual forma, pero los primeros son propor- cionalmente mayores que los segundos. El manto del animal en el interior de la última vuelta de la concha es transparente con alguna manchita verde, lo que permite ver el resto de la cabeza y de la masa visceral cuyo color es también verde oscuro; no se observaron ojos pig- mentados. El pie es blanco hialino por completo y tiene el borde anterior apenas bifurcado. La glándula hipobranquial, de color blanco nieve con manchitas verde oscuro, forma un órgano oblongo, curvado y comprimido en su tercio posterior, cuyo perímetro está más lo-

93

Ortea y Espinosa

bulado en el borde superior que en el inferior. En el manto, por delante de la glándula hipobranquial, hay una mancha verde muy oscura y por debajo varias manchitas de color verde olivo, una de ellas en la región del corazón. La masa visceral en el interior de las vuel- tas de espira es de color verde oscuro, uniforme, idéntico a la coloración de la cabeza.

Discusión: Por la coloración del animal en el interior de la concha, Rissoella taniae, especie nueva, no puede ser comparada con ninguna otra especie del género descrita en el Atlántico Americano

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Avicennia, 2004, 17: 95-100

Descripción de una nueva especie del género Rissoella J. E. Gray, 1847 (Mollusca, Gastropoda, Heterobranchia) del Pací- fico de Costa Rica

Description of a new species of the genus Rissoella J. E. Gray, 1847 (Mollusca, Gastropoda, Heterobranchia) from Costa Rican Pacific coast

Jesus Ortea'”?, José Espinosa” y Julio Magaña? ' Departamento Bos, Universidad de Oviedo, España.

“Instituto de Oceanologia, Avda. 1” n* 18406, E. 184 y 186, Playa, La Habana, Cuba. > Universidad Nacional Estatal a Distancia. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Costa Rica.

Resumen Descripción de una nueva especie del género Rissoella J. E. Gray, 1847, del Pacífico de Costa Rica, caracterizada por presentar un cordón en el ombligo, dando datos de la coloración del animal y de la anatomía interna.

Abstract A new species of the genus Rissoella J. E. Gray, 1847, from the pacific coast of Costa Rica 1s described. It is caracterized by its umbilical ring. Coloration and anatomical dates are given.

Palabras claves: Mollusca, Heterobranchia, Risoella, especies nuevas, Cuba.

Key words: Mollusca, Heterobranchia, Risoella, new species Cuba.

INTRODUCCION

De las siete especies atribuidas a Rissoella por KEEN (1971, p. 372) en el Pacifico americano y de las 8 que considera ABBOT (1974), sólo Rissoella tumens (Carpenter, 1856) y Risoella hertleini Smith y Gordon, 1948, son mantenidas dentro del género por Pon- DER Y WORSFOL (1994) en su discusión de Rissoella peruviana Ponder y Worstold, 1994; estos autores incluyen tambien a Cythnia asteriaphila Carpenter, 1864, (loc. tipo Cabo San Lucas), como especie de Rissoella del Pacifico americano, cuya concha es transparente y profundamente umbilicada, sin embargo, el nombre asteriaphila se debe a su condi- cion de parásito de estrellas de mar y su opérculo sólo tiene estrías concéntricas, caracteres impropios de Rissoella.

SKOGLUND (2002) no considera el trabajo de PONDER Y WorsFoL(1994) (quizás por- que estos autores se refieren al Atlantico Este en la discusión y no al Pacífico Este), y mantiene dentro de Rissoella las mismas especies que ABBOT (1974), las cuales corres- ponden a la lista de KEEN (1971) con la adición de Rissoella californica (Tryon, 1865) (=Jef-

95

Ortea, Espinosa y Magaña

freysia translucens Carpenter, 1866) cuya concha tiene cinco vueltas de espira, carece de ombligo y la rádula según KEEN (1971) es de Assiminea Fleming, 1828.

En nuestra opinión, tres especies de microcaracoles marinos se podrían incluir dentro del género Rissoella en el Pacífico Americano, y las dos primeras con cierta duda:

|-Rissoella tumens (Carpenter, 1856), desde Cabo San Lucas hasta Mazatlan.

2-Rissoella hertleini Smith y Gordon, 1948, de Monterey Bay, California. 3-Rissoella peruviana Ponder y Worsfold, 1994, de las costas del Peru y Norte de Chile.

Una cuarta especie sería el ejemplar determinado por PONDER Y WoRSFOL (1994, fig. 31A) como Rissoella cf. peruviana

-R. tumens presenta un cordón delimitando el borde superior del ombligo, caracter que existe en Rissoella aimeae Espinosa y Ortea, 2004, descrita anteriormente.

-R. hertleini es de concha pardo-amarillenta (caracter no usual) y grande (22 mm de alto) en relación con otras especies del género.

-R. peruviana tiene cuatro vueltas de espira (3 de teloconcha) para una altura de 17 mm, es más cónica que otras especies (relación /altura anchura = 168 ) con un ángulo de la es- pira de 45” grados y la hendidura umbilical es muy pequeña.

De ninguna de estas especies se han descrito los animales vivos y sólo en R. peru- viana se ha estudiado la rádula.

Una especie abundante en el Parque Nacional Manuel Antonio, en el Pacifico de Costa Rica, no tiene relación aparente con ninguna de ellas y si con la especie caribeña Ris- soella caribaea Rehder, 1943, esta nueva especie la describimos a continuación.

SISTEMATICA

CLASE GASTROPODA

Subclase HETEROBRANCHIA Orden Rissoelloidea

Familia Rissoellidae J. E. Gray, 1850

Género Rissoella J. E. Gray, 1847

Rissoella dalii especie nueva (Figuras 1 y 2)

Material examinado: 12 ejemplares recolectados en el Parque Manuel Antonio (localidad tipo), Océano Pacífico de Costa Rica. Holotipo (1,23 mm de largo y 0,91 mm de ancho) depositado en el Museo Nacional de Historia Natural de La Habana. Paratipo (1,22 mm de largo y 0,90 mm de ancho) depositado en el Instituto de Ecología y Sistemática de Cuba. Paratipo (1,22 mm de largo y 0,90 mm de ancho) depositado en el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, Islas Canarias.

Las conchas tanto del holotipo como de los paratipos están algo erosionadas por efecto del al- cohol empleado en su conservación inicial, actualmente se guardan en seco.

9%

Nueva especie de Rissoella del Pacífico de Costa Rica

0,5 mm

Figura 1. Rissoella dalii especie nueva, A, dibujo de campo del animal vivo, B, concha, C, ani- mal fijado dentro de la concha, D, diseños de la glándula hipobranquial. Figure 1. Rissoella dalii new species, A, field drawings of the living animal, B, shell, C, preser- ved animal inside the shell, D, hipobanchial gland desings.

97

Ortea, Espinosa y Magaña

, B, armadura labial y uncinos, C, semihilera

lo dula.

opércu

>

Figura 2. Rissoella dalii especie nueva, A

de la Figure 2. Rissoella dalii new species, A, opercula, B, Jaw and jaw rodlets, C, radular teeth

98

Nueva especie de Rissoella del Pacífico de Costa Rica

Etimologia: Nombrada en homenaje al genial pintor Salvador Dali, en el Centena- rio de su nacimiento. Dali incorporó con frecuencia caracoles en sus obras, desde la in- dividual Concha (1928) al Camino del Enigma (1981), pasando por los dibujos de cara- coles terrestres de 50 Secretos Magicos para pintar (1947) y Dali ilustre Casanova (1967); destacando especialmente La Madonna de Port Lligat (1949 y 1950). El depósito del tipo en la ciudad de La Habana, donde aún es posible encontrar una esquina doblada al doblar una esquina, portando uno de sus relojes, forma parte de nuestro homenaje.

Descripción: Concha de tamaño muy pequeño, translucida y frágil (Fig. 1 B). Proto- concha formada por media vuelta y un núcleo relativamente grande; vueltas post nuclea- res en número de dos y tres cuarto a casi tres, de perfil redondeado, separadas por una sutura estrecha y poco profunda. El ombligo es relativamente pequeño y profundo, par- cialmente cubierto por la marcada expansión del callo parietocolumelar y con un fino cordón interno que no produce escultura exterior; fasciola umbilical estrecha y algo alar- gada, en ángulo de 30 a 40”. Abertura semicircular, con el labio externo simple.

El opérculo (Fig.2A) mide 062 x 04 mm en una concha de 1 mm de alto y tiene un fuerte y pronunciado saliente de unas 150 ¡um de alto.

La cabeza del animal tiene la misma coloración que la masa visceral en las primeras vueltas de espira, gris muy oscuro a negro, con los lobulos orales y los tentáculos cefali- cos de color blanco; los primeros son más largos que los segundos e igual de anchos (Fig. 1 A). El pie es gris hialino con su borde anterior algo bifurcado. Los ojos no se aprecian por transparencia, enmascarados por el pigmento negro del manto. La coloración de la glándula hipobranquial forma una figura rectangular-irregular subdividida en celdillas con el interior negro, cuyo perimetro y segmentos son de color amarillo oro. El número de celdillas (manchas negras) y su forma (Fig 1D) varía desde animales con 5-6 grandes manchas a otros que presentan 4 grandes manchas posteriores y 3 pequeñas anteriores, 1n- dependientes o más o menos fundidas entre si.

En los animales fijados (Fig.1C) las primeras vueltas de espira muestran coloración diferencial.

La mándibula (Fig. 2B) de unas 75 um de alto, esta formda por dos piezas trapezoida- les armadas con uncinos planos, algo aguzados e imbricados unos en otros como tejas en un tejado, tres de estos uncinos ocupan un segmento de 25 um. La rádula (Fig. 2C) presentó en tres ejemplares de 1 mm de altura de la concha la fórmula: 15 x 1.1.R.1.1, in- cluyendo dos o tres hileras en el saco; el diente raquideo es ancho, con el ápice bilobado formando dos cúspides a veces desiguales; su altura es intermedia entre la de los dientes lateral (40-50 um) y marginal (25 um), los cuales son ganchudos simples.

Discusion: En el conjunto de los ejemplares de Rissoella dalii, especie nueva, exa- minados en vivo, hemos encontrado dibujos de la glándula hipobranquial similares a los representados por ROLAN Y HERNANDEZ (2003) en animales de color negro del Caribe Centroamericano que identifican como R. caribaea de Nicaragua (Lam 1,9) y R. ornata de Yucatan (Lam. 1,10). A pesar de la simpleza de sus ilustraciónes, hay una diferencia de Rissoella dalii con los animales de estas especies determinadas por ROLAN Y HERNAN-

99

Ortea, Espinosa y Magaña

DEZ (2003) como R. caribaea y R. ornata: los lóbulos orales y los tentáculos cefálicos son negros en ellas y blancos (despigmentados) en R. dalis.

Aunque la coloración general de nuestros ejemplares (salvo en tentáculos y lóbulos) recuerda a la verdadera R. caribaea hay otros caracteres que las diferencian como la es- tructura del ombligo y el tubérculo opercular más desarrollado de R. dalii, la rádula con la mitad de hileras en R. caribaea, para animales de igual tamaño y el diente medio más alto en R. dalii.

Por otra parte, Rissoella dalii, especie nueva, está relacionada con el entorno de especies o subespecies que existen bajo el nombre de Rissoella confusa Ponder y Yoo, 1977, dis- tribuidas por el Pacífico Tropical (islas Salomon, Nueva Caledonia, Nueva Hebridas y Australia) de las cuales sólo se conoce la coloración del animal vivo de la subespecie no- minal Rissoella (Jeffreysilla) confusa confusa, la cual, según PONDER Y Y0O (1977), pre- senta una glándula hipobranquial amarilla con su perímetro en forma de 8, los tentáculos orales están pigmentados de gris oscuro sólo en el dorso, tiene manchas oscuras en el manto y la región visceral es negra o pardo oscuro. Al igual que sucede con R. dalii, las conchas de las subespecies de R. confusa presentan un cordón preumbilical, los opérculos un tubérculo muy saliente y la rádula, cuando se conoce, similar estructura.

AGRADECIMIENTOS

A las autoridades del Parque Nacional Manuel Antonio por su apoyo durante la fase de colecta y a nuestros amigos Chico, Soco y Chumi, por su colaboración inestimable.

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Avicennia, 2004, 17: 101-106

Nuevos taxones y registros de la familia Polyceridae (Mollusca: Nudibranchia) en las costas de Cuba

New taxa and new records of the family Polyceridae (Mollusca: Nudibranchia) from the coasts of Cuba

Jesus Ortea', José Espinosa? y Manuel Caballer”

' Departamento BOS, Universidad de Oviedo, España. “Instituto de Oceanologia, Avda. 1*n” 18406, E. 184 y 186, Playa, La Habana, Cuba. z Depto de CC y TT del Agua y del Medio Ambiente, Universidad de Cantabria, España.

Resumen Se describe un nuevo género y una nueva especie de la familia Polyceridae en las costas de Cuba y se citan por vez primera, Polycera odhneri Marcus, 1955 y Polycera manzanillo- ensis Ortea, Espinosa y Camacho, 1999.

Abstract A new genus and species of Polyceridae from the coasts of Cuba is described, and two spe- cies, Polycera odhneri Marcus, 1955 and Polycera manzanilloensis Ortea, Espinosa y Ca- macho, 1999 are recorded for first time.

Palabras clave: Polyceridae, nueva subfamilia, nuevo género y especie, nuevos registros.

Key words: Polyceridae, new subfamily, new genus and species, new records.

INTRODUCCION

El inventario de los doridos Fanerobranquios en Cuba y en especial el de la familia Poly- ceridae es muy incompleto, como lo es en todo el Caribe, en general. Hasta el momento nuestra aportacion se reduce a un solo artículo (ORTEA, ESPINOSA Y CAMACHO, 1997) en el que citamos Polycera herthae Marcus y Marcus, 1963 y Polycera rycia Marcus, 1970 en aguas de Cuba, a la vez que describimos Polycera manzanilloensis Ortea, Espinosa y Camacho, 1999, del Caribe continental de Costa Rica.

Los muestreos regulares que venimos realizando en las costas de Cuba nos han pro- porcionado material de otras especies de la familia, aunque siempre con pocos ejempla- res; sobre este nuevo material basamos el presente artículo en el que citamos por vez pri- mera dos especies de Polycera Cuvier, 1816, y describimos un animal para el que creemos necesario proponer dos taxa supraespecificos, un género y una subfamilia nuevos.

En EDMUNDS Y JusT (1985) encontramos la primera referencia al animal que describimos en este artículo, nombrado como Polyceridae-undescribed species; en la discusión, di- chos autores indican que no puede ser asignado a ninguno de los géneros conocidos hasta el momento y que difiere con claridad de todas las especies de la familia relacionadas en MARCUS (1977). El hecho de disponer de un solo ejemplar y las dudas que surgieron del

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Ortea, Espinosa y Caballer

estudio radular, son las razones por las cuales Edmunds y Just no describieron esta singular especie, alertando en su artículo a los investigadores del Caribe sobre este distintivo animal.

REDFERN (2001, Plt. 118, fig 719 A y B) ilustra en color esta bella especie a la que de- nomina Polycerid sp.

En marzo de 2001, colectamos el primer ejemplar de este animal, moribundo y tera- tológico, en una muestra obtenida por cepillado en la meseta arrecifal de la costa Norte de Cuba a 18 m de profundidad; un segundo ejemplar, vivo, fue recolectado dos años después y en él basamos la descripción de este nuevo género y nueva especie. Ningún ejemplar adi- cional ha sido recolectado en años posteriores, a pesar de ser buscado con intensidad.

SISTEMATICA

Orden NUDIBRANCHIA Cuvier, 1817 Familia Polyceridae Alder y Hancock, 1855

Doridos fanerobranquios, limaciformes, con el cuerpo liso o papiloso y el borde del manto reducido a un cordón en los laterales del cuerpo, además de un velo anterior uni- forme o fragmentado y expansiones en los laterales de las branquias. Rinoforos perfolia- dos, retráctiles o no en una vaina. BURN (1967) sugiere dividir la familia en cuatro sub- familias: Polycerinae, Triophinae, Nembrothinae y Kalinginae, división que es mante- nida por RUDMAN (1998). En ninguna de estas subfamilias es posible incluir al animal que describimos en este trabajo para el que proponemos una subfamilia nueva, además de un género y una especie nuevos.

Subfamilia KANKELIBRANCHINAE nueva subfamilia

Con los caracteres distintivos del género. Etimología: Derivada del género

Discusión:

Las papilas ramificadas relacionan Kankelibranchinae con Triophinae (Kalopocla- mus) pero en esta subfamilia los rinóforos son retractiles en vainas, la rádula es ancha, con placas numerosas y las branquias son tripinnadas. Los rinóforos y la rádula estrecha la relacionan a su vez con Polycerinae (F.R: 2-8.2.0.2.8-2), pero la rádula de Kankelibran- chinae tiene un solo diente marginal y los laterales son diferentes, sin el estribo basal, las mandibulas son también diferentes, las papilas del cuerpo son ramificadas y las bran- quias unipinnadas. Polycera rycia Marcus, tiene las papilas anexas a la branquia con protubernacias, pero no son ramificadas. La subfamilia Kalinginae, con procesos arbo- rescentes en el cuerpo y también monotipica, [Kalinga ornata (Alder 8: Hancock, 1864) animal de hasta 150 mm de largo], tiene una estructura radular opuesta a Kankelibranchinae, con diente medio y hasta 135 dientes laterales (F.R. 135.1.135), además sus rinóforos son retractiles y las branquias tripinnadas. La última de las subfamilias (sensu RUDMAN, 1998), Nembrothine, la constituyen animales cuyas rádulas tienen un diente raquideo distintivo y carecen de arborizaciones en el cuerpo.

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Nueva Subfamilia de Polyceridae

Género Kankelibranchus nuevo género

Descripción: Animales con papilas ramificadas en el cuerpo. Branquias unipinnadas, Rádula estrecha, formada por 2 dientes laterales ganchudos simples, de tamaño similar y uno marginal vestigial. Fórmula 1.2.0.2.1. Mandíbulas complejas, con laminas internas que forman un voladizo anterior y un tabique oblicuo.

Con la discusión de la subfamilia.

Etimología: Nombrado con motivo de la descripción del taxon Malacologico nú- mero 300 por el primero de los autores, Jesús Ortea (Kankel) de los cuales 175 son Opis- tobranquios, especies a los que los restantes miembros de su grupo de trabajo llaman co- loquialmente Kankelibranquios (Opistobranquios de Kankel).

Kankelibranchus incognitus especie nueva (Figuras 1 y 2) Referencias: Polyceridae - undescribed species: EDMUNDS Y JusT, 1985, 57-58, Figs 2F, 4A. Polycerid sp. REDFERN, 2001, 174, Plate 118, figs 719A y B.

Material examinado: Playita de 14/16, (localidad tipo) La Habana, Cuba, dos ejemplares de 6 y 7 mm en extensión obtenidos en muestras de cepillados en el arrecife a 18 m. Holotipo depositado en las colecciones del Instituto de Ecología y Sistemática (IES) de La Habana, Cuba.

Descripcion: Los animales vivos (Fig. 1 A) son de un llamativo color naranja bri- llante con pequeños puntos negros en todo el cuerpo, a veces agrupados en manchas pe- queñas por delante de la branquia. Las branquias, las papilas arborescentes y en general todas las estructuras elevadas del cuerpo son amarillo pálido. En el velo frontal hay largos procesos ramificados, además de alguna papila simple. En los flancos y por debajo del borde del manto hay tambien procesos ramificados y papilas de tamaños desiguales, siendo mayores los que están a la altura de las branquias; estos procesos ramificados se continúan por la cola, en la zona medio dorsal y en en los laterales. Rinóforos naranja, con el tallo y las laminillas de aspecto robusto y un mucrón apical muy aparente. Hasta 12 laminillas en el animal de 7 mm. Ojos situados muy por detrás de los rinóforos. Branquia formada por cinco hojas unipinnadas de color amarillo pálido; el ano se situa posterior al semi- circulo branquial. Abertura genital en el lado derecho, a la altura del tercio anterior del cuerpo. Borde anterior del pie bilabiado, con los ángulos redondeados. Suela del pie amarillenta, con algún puntito negro.

Las mandíbulas son muy complejas, concavas, casi rectangulares y de color ámbar (Fig.1 B), interiormente están parcialmente cerradas en la región anterior por una lámina que tiene un saliente, formando una cuchara, en la cavidad resultante hay a su vez otra ca- vidad auriculiforme cuya apertura está en la base del borde anterior de la mandíbula (Fig. 1 C). Cada hemimandíbula mide 430 um de largo por 230 um de ancho.

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Ortea, Espinosa y Caballer

La rádula (Fig. 2 A-B) del ejemplar de 7 mm presentó la fórmula 20 x 1.2.0.2.1; los dos dientes laterales son espatulas ganchudas simples y de altura similar, su base es oblonga y carece del estribo de los Polycerinae; el diente marginal es muy pequeño y en forma de pirámide triangular. Los dientes laterales (Fig. 2 C) midieron 65 um en la zona media y 30 um en la región anterior; en esta última los dos dientes laterales son algo distintos uno de otro, parecidos a los que representan EDMUND Y Just (1985, fig. 2F).

Figura 1. Kankelibranchus incognitus género nuevo, especie nueva, A, vista dorsal del animal vivo, B, vista de una mandíbula, C, detalle del borde anterior de la mandíbula y tabique interno. Figure 1. Kankelibranchus incognitus new genus, new species, A, dorsal view of living animal, B, inner view of jaw, C, detail of anterior jaw border and inner strengthening.

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Nueva Subfamilia de Polyceridae

La puesta, descrita en EDMUNDS Y JusT (1985) es una cinta de color naranja enrollada formando un círculo abierto.

Etimologia: K. incognitus, por el tiempo que ha tardado en ser descrito a causa de las dudas y caracteres no vistos, que surgieron de sus primeros estudios anatómicos.

Discusión: Las arborizaciones del cuerpo, propias de las subfamilias Triophinae y Kalinginae, junto a caracteres de Polycerinae como los rinóforos perfoliados, no retráctiles, además de caracteres propios como la estructura radular y la complejidad de las mandíbulas hacen de Kankelibranchus incognitus, especie nueva, una especie unica, para la que he- mos propuesto la creación de un género y una subfamilia nuevos, al no poder ser asignada a ningún género conocido ni a ninguna de las subfamilias de Polyceridae propuestas en cla- sificaciones reciente (RUDMAN, 1996).

Figura 2.

Kankelibranchus incognitus género nuevo,

especie nueva,

A, región anterior de la rádula, B, semihilera de la rádula,

C, dientes radulares.

Figure 2.

Kankelibranchus incognitus new genus,

new species,

A, radular anterior region, B, half radular plate,

C, radular tooth

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Ortea, Espinosa y Caballer

Especies que se citan en Cuba por vez primera

Polycera odhneri Marcus, 1955

Material: Círculo Naútico de La Habana, marzo de 2001, dos ejemplares de 5 mm de longitud en vivo recolectados sobre Zoobotryom verticillatum a 1 m de profundidad.

Distribución: Citada en Brasil (MARCUS, 1955 y 1958), Curacao (MARCUS 62 MARCUS, 1970), Barbados (EDMUND Y JusT, 1985) y Bahamas (REDFERN, 2001), la presente cita es la primera para el archipiélago cubano.

Polycera manzanilloensís Ortea, Espinosa y Camacho, 1999

Material: Playita de 14/16, La Habana, Cuba, un ejemplar de 5 mm recolectado en el arrecife a 25 m de profundidad.

Observaciones: El ejemplar recolectado tiene casi la misma coloración que los de la descripción original, con el tono verde oliva del cuerpo algo más pardusco y la mancha ne- gra posterior a las branquias más reducida. Conocida sólo de la localidad tipo en el Caribe arrecifal de Costa Rica, la presente cita es la primera para Cuba y el Caribe insular.

BIBLIOGRAFIA

Burn, R. 1967. Notes on an overlooked nudibranch genus Roboastra Bergh, 1877, and two allied genera (Mo- llusca: Gastropoda). Australian Zoologists 14: 212-221

EDMUNDS, M. Y JusT, H. 1985. Dorid, Dendronotid and Arminid Nudibranchiate Mollusca from Barbados. J. moll. Stud. 51: 52-63.

MARCUS, ER. 1955. Opisthobranchia from Brazil. Boletin Faculdade filosofia, ciencias e letras Univ. Sao Paulo, Zoologia 20, 89-262

MARCUS, Er-1958. On western Atlantic Opisthobranchiate Gastropods. American Museum Novitates n* 1906: 1-82.

MARCUS, ER. Y MARCUS, Ev. 1970. Opisthobranch from Curagao and faunistically related regions. Studies fauna Curacao and other Caribbean island, 33: 1-129

ORTEA, J, ESPINOSA, J Y CAMACHO, Y. 1999. Especies del género Polycera C uvier, 1816 (Mollusca: Nudi- branchia) recolectadas en la epifauna de algas rojas del Caribe de Costa Rica y Cuba. Avicennia, 10/11: 157- 164.

REDFERN, C. 2001. Bahamian Seashelle. A Thousand Species from Abaco, Bahamas. Boca Ratón, Florida, 280 pp., 124 Lam.

RUDMAN, W.B. 1996. Suborden Doridina pp. 990-1001, En: Mollusca The Southern Synthesis. Fauna de Aus- tralia Vol 5. CSIRO publishing.

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Avicennia, 2004, 17: 107-118 Los Moluscos como Indicadores de la Biodiversidad Marina

Molluscs as Marine Biodiversity Indicators

José Espinosa', Jesús Ortea?, Leopoldo Moro? y Manuel Caballer?

"Inst. de Oceanología, Avda. 1'* n* 18406, E. 184 y 186, Rpto. Flores, La Habana, Cuba. ? Departamento BOS, Universidad de Oviedo, España.

* Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente, Gobierno de Canarias, España.

* Dep. C.C. y T.T. del Agua y de Medio Ambiente, Universidad de Cantabria, España.

Resumen Se propone hacer uso de los Moluscos para evaluar la biodiversidad marina y en especial la de las reservas naturales, las cuales serían a su vez categorizadas de acuerdo con dos indi- ces establecidos en base al número de especies y al de endemismos locales.

Abstract The use Molluscs as marine biodiversity evaluators is proposed, specially in natural reserves, that would be categorized in agreement with two indexes based on the number of species and local endemisms.

Palabras clave: Moluscos marinos, Biodversidad, evaluación, inventario.

Key words: Marine molluscs, Biodiversity, evaluation, inventory.

INTRODUCCIÓN

Los estudios de la biodiversidad en su concepción más actual están dirigidos tanto a la evaluación y conservación de los ecosistemas como a los inventarios de las especies que los habitan. La diversidad de hábitats, la riqueza de especies y la diversidad genética son las fuentes del surgimiento y sostén de la vida en la Tierra y su conocimiento es fundamental para la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.

Las reservas naturales marinas en los países tropicales como Cuba, por lo general abarcan varios tipos diferentes de ecosistemas marinos y costeros, que incluyen los man- glares, los pastos marinos y los arrecifes coralinos (los de mayor complejidad y diversi- dad de especies en el Mar Caribe). Esto implica, necesariamente, que para determinar la riqueza de especies en las áreas protegidas marinas, a partir de inventarios rigurosos del número de especies, haría falta un gran esfuerzo de muestreo, con la participación de nu- merosos especialistas en la taxonomía de los distintos grupos de la flora y de la fauna, y de un considerable tiempo para el procesamiento posterior de las muestras y la ordenación y georeferenciación de la información. Estos problemas atentan contra el carácter práctico y económico de realizar dichos inventarios.

Otro aspecto del problema es “el impedimento taxonómico” (NEw, 1984) o dificultad para identificar especies y la carencia de nombres científicos en los estudios faunísticos,

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Espinosa, Ortea, Moro y Caballer

ecológicos y conservacionistas, motivado por la carencia actual de taxónomos especialistas en numerosos grupos de la flora y la fauna marina, grupos que forman parte importante de la exuberante biodiversidad presente en nuestra compleja región biogeográfica.

Como consecuencia de lo anterior surge otra dificultad, “la incompetencia del taxo- nomo” que sin la formación adecuada o con una visión meramente ecológica de los eco- sistemas, aborda con excesiva ligereza los inventarios, donde confunde y mezcla especies, realizando su redacción a la baja, infravalorando las posibilidades de las áreas de estudio y minimizando en ellas el papel relevante que pueden tener los invertebrados, papel que raramente se plantea ante quienes deben abordar la “toma de decisiones”.

De esta forma y por lo general, no existen elementos diferenciadores entre las reser- vas naturales marinas sobre la base de la riqueza de las especies que las habitan, y sólo ad- quieren relevancia cuando existen en ellas algunos vertebrados singulares (especies ca- rismáticas), como pueden ser delfines, manatíes, cocodrilos o flamencos por poner algu- nos ejemplos, u otro tipo de macro elementos que conforman paisajes singulares, como for- maciones arrecifales, cenotes..., o constituyen áreas de reproducción de especies de peces con interés comercial, elementos de indiscutible importancia para la conservación, pero que pueden ser apoyados además por una adecuada valoración de la riqueza de especies pre- sente en estas reservas.

Por estas razones, y de forma similar a lo que se realiza en algunos estudios ecológi- cos, ALCOLADO (inédito), ESPINOSA Y ORTEA (2001) señalan que sería preferible evaluar la biodiversidad ecológica o riqueza de especies en áreas marinas de interés sobre la base de determinados taxocenos o grupos focales, que sean capaces de reflejar la riqueza de es- pecies de todo el ecosistema.

Desde el punto de vista teórico la selección de estos grupos focales tiene su funda- mento en los criterios expuestos por MARGALEF (1977, 1993) y FRONTIER Y PICHOD- VIALE (1991), sobre la tendencia general hacia el comportamiento paralelo de la diversi- dad de cada uno de los componentes de una biocenosis, y lo señalado por el propio MAR- GALEF (1977, 1982) al expresar que: "si la diversidad es calculada sobre un grupo taxo- nómico cuyo espectro ecológico general sea amplio, por tener miembros especializados en direcciones muy diversas, puede ser un buen indicador de la diversidad total”.

A continuación se presenta la propuesta de un indicador de la magnitud relativa de la biodiversidad total (en categorías, no en valores absolutos), para evaluar las reservas naturales y áreas marinas de interés conservacionista, sobre la base del número de espe- cies de Moluscos y el posible endemismo local de este grupo.

ANTECEDENTES

HALFFTER (1996) en su exposición “Medir la biodiversidad” señala que “la diversi- dad biológica no es únicamente una causa-consecuencia de las distintas posibilidades de organización de los seres vivos (justamente lo que estudia la ecología). Es ante todo, historia: un proceso ocurrido en el tiempo y que mantiene hasta nuestros días muchas de sus expresiones (no todas, porque ha habido extinciones). Como toda historia, tiene mu- chísimo de repetición, de despilfarro, de impreciso, de caótico”.

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Los moluscos como bioindicadores marinos

La formulación de propuestas dirigidas a evaluar la biodiversidad global es un tema controvertido en estos momentos, en los que apenas se comienzan a dar los primeros pa- sos en sus definiciones y en la búsqueda de las posibles soluciones. Lo complejo del pro- blema es que se imponen severos condicionantes de tiempo y recursos financieros ante la urgente necesidad de la conservación del medio ambiente y el uso sostenible de los recursos naturales, ya que el propio hombre, principal actor del actual despilfarro ambiental, es paradójicamente una de las especies amenazadas del planeta (LEAKEY Y LEWIN, 1997).

Es obvio que los inventarios y los catálogos completos de especies en determinadas áreas, sobre todo son extensas y paisajísticamente complejas, no parecen ser soluciones prácticas para estimar la biodiversidad global y no lo son por varias razones, algunas de las cuales ya expusimos en la introducción. Sin embargo, como señala HALFFTER (1996) “se pueden escoger unos pocos grupos que permitan hacer análisis cuantitativos sobre lo que ocurre con la biodiversidad: una muestra de la diversidad total”. Este autor enfa- tiza el término indicador de las tendencias que está experimentando la biodiversidad y no un sustituto de la riqueza total en especies.

Aún no son muchas las referencias sobre trabajos realizados con grupos indicadores de la biodiversidad y no conocemos ninguna para el medio marino. Al respecto podemos señalar las propuestas de PEARSON (1994), FAVvILA Y HALFFTER (1997), HALFFTER (1998) MCGEOCH (1998), MCGEOCH Y CHOWN (1998), CarO Y O” DOHERTY (1999) sobre gru- pos indicadores dentro de los insectos terrestres. También es interesante la propuesta de MORENO Y HALFFTER (2000) para evaluar las relaciones que existen dentro de un paisaje entre el número puntual de especies (diversidad alfa), el recambio de especies entre pun- tos o en el tiempo (diversidad beta) y el número de especies del paisaje (diversidad gamma).

Uno de los primeros intentos de aplicación de indicadores a la biodiversidad, fue la bús- queda de funciones que reflejaran la relación entre riqueza de especies y distintos niveles taxonómicos supraespecíficos, lo que tiene su planteamiento lógico: El número de taxo- nes de alto rango puede ser inventariado más rápidamente que el número total de especies, sencillamente porque hay menos y son más fácilmente identificables. Algunos ejemplos de esta propuesta se pueden encontrar en HAWKSWORTH (1995) y GASTON (1996).

Sin embargo, como señala MARTIN-PIERA (1996), estos tipos de modelos predictivos tienen el inconveniente de no ser universales, y han de particularizarse para cada región y grupo de organismos. Tal vez puede resultar práctica su aplicación para áreas medianas o grandes y grupos hiperdiversos de insectos terrestres, como Coleoptera, Hymenoptera y Lepidoptera, pero no para la fauna marina, por lo general con un número mucho más re- ducido de taxones supraespecíficos y específicos y en muchos casos con pocas diferencias numéricas entre ellos.

Otros intentos en la búsqueda de grupos indicadores de la biodiversidad fueron el “Taller Iberoamericano sobre Diversidad Biológica”, Viña del Mar, Chile, 22-25 abril, 1996; el Taller “Estrategias para el Análisis de la Biodiversidad Local y Regional con los Es- carabajos del Estiércol”, Xalapa, Veracruz, México, 2-3 de octubre, 1997; y el Curso Ta- ller “Diseño de Inventarios y Uso de Grupos Indicadores”, Villa de Leyva, Boyacá, Co- lombia, 25 noviembre-5 diciembre, 1999. Todos enfocados a la biodiversidad de ecosis- temas terrestres.

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Espinosa, Ortea, Moro y Caballer

Entre los aportes teóricos y prácticos más importantes a este tema, destaca el manual propuesto por HALFFTER E£7 AL. (2001) para evaluar la biodiversidad en Reservas de la Biosfera, pero como en los casos anteriores, también está enfocado a la problemática de la biodiversidad terrestre.

RESULTADOS

Los Moluscos como indicadores de la diversidad de especies de los hábitats ma- rinos caribeños

Los Moluscos pueden constituir un excelente indicador de la riqueza de especies en los hábitats marinos tropicales caribeños, principalmente en los arrecifes coralinos (ESPI- NOSA Y ORTEA, 2001). Su selección como grupo indicador de la biodiversidad está sus- tentada por las siguientes consideraciones:

1-Los moluscos poseen una elevada radiación evolutiva, cuyo segmento de la fauna ma- rma de Cuba comprende entre 1500 y 1700 especies (ESPINOSA, FERNANDEZ-GARCÉS Y ROLAN (1995) y datos inéditos) que los convierten en el mayor grupo zoológico marino de nuestro archipiélago con inventario conocido, superior incluso a los peces (unas 1200 es- pecies potenciales; R. Claro, comunicación personal).

2-Viven en todos los hábitats marinos y costeros (manglares, costas rocosas y arenosas, fondos blandos y duros, pastos marinos, arrecifes coralinos...), siendo dominantes, muchos de ellos, tanto en número de especies como en individuos. Por estas cualidades ya fueron señalados como un bioindicador de la riqueza de especies para los fondos blandos por ALCOLADO Y ESPINOSA (1996), para las evaluaciones ecológicas y monitoreos rápidos.

3-Tienen un amplio espectro trófico, que abarca prácticamente todas las formas co- nocidas: depredadores de las presas más variadas, muchas veces exclusivos, de algas, es- ponjas, hidroideos, corales, briozoos, gusanos, crustáceos, tunicados, e incluso peces, además de presentar especies comensales y parásitas, filtradoras, detritófagas, etc.

El caso de los depredadores exclusivos es muy relevante, sobre todo cuando son mo- luscos que se alimentan de grupos zoológicos con deficit de taxónomos (esponjas. brio- zoOs, hidrarios, tunicados...), el inventario del depredador implica, necesariamente, el de su presa y con ello un avance en el inventario general del área. Además, cuando los de- predadores son formas conchadas en lugar de babosas marinas, el inventario de las presas se puede lograr a partir de la identificación de sus depredadores en las tanatocenosis.

4-Muchas especies de Moluscos tienen tamaño relativamente grande formando parte importante del megazoobentos marino (> 4 mm de largo), y resultan fáciles de muestrear.

5-La concha, como caracter distintivo de la mayoría de las especies, rica en caracteres, permite una determinación visual rápida sin necesidad de disecciones complejas. Su fácil almacenamiento y manejo permite la realización de colecciones de referencia en las áreas naturales, por especialistas cualificados, y da a los especialistas locales un herra- mienta de primer orden para los monitoreos.

6- La alfa taxonomía del grupo está relativamente bien conocida, con abundante lite- ratura reciente y es uno de los grupos de invertebrados marinos con mayor número de taxónomos para realizar los inventarios.

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Los moluscos como bioindicadores marinos

7- Los estudios sobre Moluscos de baja capacidad de dispersión (con desarrollo directo o lecitotrófico) permiten detectar la presencia de posibles especies endémicas para de- terminadas áreas Oo localidades, y su cuantificación ofrece un índice adicional para la evaluación y comparación de las reservas. El número de especies de moluscos marinos en- démicos, aunque sea muy bajo y zoogeográficamente despreciable, tiene una gran im- portancia para resaltar los valores del área como zona de especiación singular.

Sirva de ejemplo para demostrar la utilidad de los Moluscos, a la hora de realizar ca- tegorizaciones en función de la riqueza de especies, los resultados observados en el lito- ral de la isla de Tenerife, en el archipiélago canario.

Las primeras referencias al conocimiento científico de la biota marina en las islas Ca- narias se remontan a los albores del siglo XIX, si bien ha sido en las últimas tres décadas cuando se han llevado a cabo inventarios metódicos en gran parte del archipiélago, al- canzándose la cifra actual de 5.232 especies (MORO ET AL, 2003). El 82'4 % de la biota ma- rina corresponde a la fauna: 4.311 especies (Fig. 1, página siguiente), de los que aproxi- madamente un tercio son Moluscos (1.381 especies). Además, elaborando mapas de riqueza, mediante la aplicación del Banco de Datos de Biodiversidad del Gobierno de Canarias, Atlantis Mar 2.0, y tomando como base el área comprendida desde el intermareal hasta la cota batimétrica 200 m, un total de 3.036 cuadrículas de 500 m de lado, se observa una clara correspondencia entre la riqueza de moluscos y la de la fauna marina en general (gráficas

M2

Gráfica 1 (Fauna marina)

n" de especies

100 told; 0 1 2531 501 qu 1001 4234. 1501. 1751 2001 2231. ..2501. . 2731 3001

cuadrículas

Gráfica 2 (Moluscos)

n* de especies N O O

300 a Al TN A 0 rad A a 1d] a a 1 291 501 751 +UO! 1251 1501 1751 2001 2239 2501 273 3U01

cuadrículas

Gráficas 1 y 2. Correspondencia entre riqueza de moluscos y fauna marina en general. Graphics 1 « 2. Correspondence between molluscs richness and marine faune.

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Espinosa, Ortea, Moro y Caballer

Fauna marina (165 spp.)RESTO' Anélidos(325 spp.)

Vertebrados* (747 spp.) ;

A A r 1 Artrópudus*

Poriferos 1(1122 spp.)

E

* Briozoos (142 spp )

Mollíscos Cnigarios (180 spp.) (1381 spp.) Equinodermos (92 spp.) “Resto Braquivpouos (15 >yp.) Urucurdados (25 >pp.) $

Sipunculidos (15 spp.)

—UItenotoros (/ spp.) Equiúridos (2 spp.) Quinorrincos (1 spp.) Nemerunos

2 , —FUIUnmadeos (4 spp.) Vertebradus

Platelmintos (37 spp.,

Protuzuus (35 spp.)

Kepuies (2: spp.)Mamiteros (92 spp.) Conarictios

(4 >pp-)

¿Artrópodos

(11 spp.) Picnogónidos y

Ostácudos> | emipedos (1 >pp.) (42 spp.) ES

458 ) Copépedios

(principalmente

Usteíctios(624 SpE ) planctónicos,

Malacostráceos (598 >pp.)

Cirripedos (12 spp.,

Figura 1. Distribución de la Fauna Marina en Canarias. Figure 1. Distribution of Marine Fauna in Canary islands.

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Los moluscos como bioindicadores marinos

METODOLOGIA

La metodología que proponemos comienza por la realización de inventarios intensivos de las especies de Moluscos del área a evaluar. Para ello se emplearán todas las técnicas de muestreos directos (censos visuales en diferentes hábitats y biocenosis) e indirectos (arrastres, remonte de algas, raspado de sustratos, etc.), descritos en ESPINOSA Y ORTEA (2001). Se pueden utilizar las tanatocenosis y las listas de especies derivadas de las eva- luaciones y monitoreos ecológicos.

Todos los datos importantes sobre la morfología (coloración del animal, tamaño, es- tructuras del cuerpo, etc.) y la biología de las especies (hábitat o microhábitat, relacio- nes tróficas, época de reproducción, etc.) deben ser tomados de animales vivos. Estos da- tos resultan útiles y a veces imprescindibles, para las determinaciones taxonómicas es- pecíficas de muchos grupos de moluscos marinos.

De ser posible, es deseable contar con el inventario y cartografía detallada de los há- bitats marinos y costeros representativos del área a estudiar, lo que posibilita la posterior georefenciación de la biodiversidad estimada para cada hábitat en particular.

Según nuestra propia experiencia, el tiempo de duración de un buen inventario inten- sivo puede estar entre dos y tres años, en dependencia de la complejidad paisajística del área, el esfuerzo real invertido en los muestreos, el número de participantes y sobre todo de la experiencia del equipo de investigadores en este tipo de estudio.

Para realizar evaluaciones cuantitativas entre diferentes áreas o hábitats, a partir del nú- mero de especies de moluscos, se proponen 5 clases fundamentales y cinco intermedias entre ellas, para un total de 10 categorías jerárquicas diferentes, basadas en una progresión geométrica de razón 4.3 (logaritmo de base 4.3) de FRONTIER (1981), que según dicho autor se acerca lo más posible a la escala espontánea que un observador emplea al dife- renciar categorías de abundancia como "muy raro", "raro", "escaso", "común", "abun- dante" y "muy abundante" (Tabla 1).

Clases n* de especies Clases n” de especies Valores | de moluscos - Intermedias - de moluscos _ centrales 1 3 he. ¿E | Zz ES A. ls 2 5218 8 E e | | 2,5 aprox. 18 Sa A 3 19 a 80 | ] ECETIA EOI 7 TAI | E o] Aprox. 80... Ta dr 3 81 a 350 AE y a E, 4,5 ANTOx. IO > £ 5 351 a 1500 E ORTA 9 aprox. 1500

Tabla 1. Clases propuestas para estimados de la magnitud de la riqueza de especies en Reservas Naturales Marinas, basadas en la abundancia de especies de moluscos.

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Espinosa, Ortea, Moro y Caballer

Modificado de FRONTIER (1981). S1 se repite el análisis para el número de especies de moluscos endémicos y las espe- cies descritas originalmente del área (designada como localidad tipo), se obtiene una ca- tegorización adicional de la reserva.

El empleo de estas categorías permite obtener categorías de la riqueza de especies global de las reservas naturales marinas, sobre la base de los moluscos como grupo indi- cador, su posible endemismo o significación como localidad de referencia taxonómica (los individuos de una especie procedentes de la localidad tipo se denominan “ecotipos” y tienen especial importancia en los estudios sistemáticos, sobre todo cuando se carece de los tipos). Esta información puede ser utilizada por las autoridades y gestores para la for- mulación de planes de manejo más integrales y apoyaría, como elemento adicional, la solicitud de recursos financieros para garantizar la conservación, regulación, vigilancia y posibles usos sostenibles del área.

La inclusión de clases y subclases intermedias permite ganar mayor precisión en las eva- luaciones y comparaciones, las que no tienen que ser necesariamente solo entre áreas di- ferentes, sino también pueden implicar diferentes hábitats o una misma reserva en el tiempo o después de algún evento catastrófico extremadamente severo.

EJEMPLOS DE APLICACION DEL INDICADOR PROPUESTO

Con la excepción del Parque Nacional Guanahacabibes, Cuba, cuyo estudio dio origen a este artículo, no existe ninguna otra reserva natural cubana con inventarios intensivos de sus moluscos marinos, lo cual limita la posibilidad de aplicación de esta metodología al Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Sólo se dispone de información parcial de algunas áreas protegidas del Archipiélago Sabana—Camagúey, obtenidas en el marco del pro- yecto GEF/PNUD CUB/98/G32 (datos propios inéditos), que, aunque incompleta, será uti- lizada en los ejemplos siguientes.

Otras reservas, como el Parque Nacional Jardines de la Reina, posiblemente una de las áreas del Mar Caribe insular más importantes por su biodiversidad marina, solamente tiene registradas hasta el presente 62 especies de moluscos (IBARZABAL ET AL., 1999) y no puede ser incluida en el análisis. Sin embargo, reflejo de su importancia conservacio- nista es que, aún sin inventarios :ntensivos del grupo, de esta Reserva se han descrito ya 8 nuevas especies de moluscos marinos, algunas de ellas muy singulares como Typhina jar- dinreinensis (Espinosa, 1985), único representante viviente conocido del género en el hemisferio occidental (E. Vokes, comunicación personal), y Caribeginella flormarina Espinosa y Ortea, 1998, cuya posición supragenérica es totalmente incierta.

Un área caribeña que si es posible incluir en el análisis es el Parque Nacional Cahuita y el Refugio Nacional de vida silvestre Gandoca-Manzanillo (REGAMA ), del Mar Caribe de Costa Rica, reserva natural bien estudiada durante cinco años por el Instituto de Nacional de Biodiversidad (INBio), según los inventarios de ESPINOSA Y ORTEA (2001, 2003).

114

Los moluscos como bioindicadores marinos

Aplicando las escalas propuestas en esta metodología se obtiene:

Total de especies de moluscos:

Parque Nacional Guanahacabibes: 576 especies = categoría 5 Área Protegida Varahicacos Galindo: 108 especies = categoría 4 Parque Nacional Caguanes: 48 especies = categoría 3 REGAMA (Costa Rica): 538 especies = categoría 5

Total de especies endémicas o descritas del área:

Parque Nacional Guanahacabibes: 29 especies = categoría 3 Área Protegida Varahicacos Galindo: 2 especies = categoría 1 Parque Nacional Caguanes: 3 especies = categoría 1 REGAMA: 47 especies = categoría 3

Este resultado permite una mejor visualización de la importancia de estas reservas naturales para la conservación de la biodiversidad marina. En primer lugar llama la aten- ción que para ambos casos el Parque Nacional Guanahacabibes y el REGAMA obtuvie- ron las mayores categorías (y posiblemente los máximos valores de la escala), esto ratifica a Guanahacabibes como una de las zonas más notables de la biodiversidad marina en el Mar Caribe Occidental insular y el Golfo de México, lo que evidencia su relevancia como posible centro emisor de riqueza de especies hacia los cayos y costas continentales del oriente de Norteamérica y también para el propio occidente de Cuba.

La importancia de la diversidad ecológica del REGAMA había sido destacada ante- riormente (ESPINOSA Y ORTEA, 2001, 2003), incluso hay autores (PETUCH, 1987 Y Diaz-MER- LANO Y PUYANA, 1994) que han propuesto a esta zona del Mar Caribe continental como una provincia zoogeográfica independiente de la provincia Caribeña sensu BRIGGS (1974), criterio que no compartimos por estar basados solamente en la riqueza de especies de gasterópodos marinos.

Aparentemente el Área Protegida Varahicacos Galindo obtuvo una categoría por debajo de sus potencialidades, ya que esta reserva abarca amplias zonas arrecifales que no han sido aún debidamente inventariadas. Para el Parque Nacional Caguanes consideramos que los valores (posiblemente los más bajos de la escala) se ajustan bien con la realidad. Su ubicación en aguas interiores, en un ambiente cambiante y fluctuante e histórica- mente sometido a un fuerte impacto antrópico, hacen que la biodiversidad marina no sea un aspecto destacado entre los numerosos valores naturales, paisajísticos e históricos que encierra este parque.

115

Espinosa, Ortea, Moro y Caballer

DISCUSIÓN

La presente propuesta para realizar categorizaciones de la magnitud de la riqueza de especies de las reservas naturales y áreas de interés conservacionista marinas, tiene como principal objetivo aprovechar la información adicional que pueden aportar los va- lores de la riqueza de especies y el endemismo de los moluscos, sin pretender suplantar o reducir los inventarios y monitoreos de la biodiversidad marina sólo a este grupo de in- vertebrados en dichas áreas. Resulta obvio, sin embargo, que la riqueza de especies de- Moluscos es un indicador de la riqueza potencial de especies de la biodiversidad marina en un área. Siendo más faciles de inventariar y de monitorear resulta tambien más facil para los gestores establecer Áreas Protegidas que contengan el mayor número de especies por unidad de superficie, ya que con ello protegen también una mayor riqueza de especies marinas. Optimizando lo anterior, si las Reservas Naturales Marinas de un País alberga- ran en su territorio el 100% de la fauna de Moluscos, ese País podría tener protegido el 100% de su biodiversidad marina en áreas desde las que siempre es posible la dispersión natural de larvas y juveniles de las disitntas especies hacia áreas limítrofes o distantes donde son deficitarias.

Como ha enfatizado HALFFTER (1996), se propone un indicador de las tendencias que está experimentando la biodiversidad y no un sustituto de la riqueza total de especies. Este indicador opera en dos direcciones, la riqueza de las especies representadas y su po- sible endemismo local, aspectos muy difíciles de evaluar en el medio marino y que, sin em- bargo, son fundamentales para las áreas protegidas terrestres.

Como toda nueva propuesta, este indicador puede estar sometido a debates de índole diversa y sobre todo si es práctica u objetiva su aplicación, pero como señala FONTENLA (2004) “lo objetivo no es más que el consenso entre las subjetividades de los investiga- dores”. Desde el punto de vista práctico, la única limitación que tiene es la realización de inventarios intensivos confiables de moluscos, pero una vez obtenido esto, la metodolo- gía es muy sencilla y las clasificaciones que se obtienen pueden ser interpretadas como in- dicadoras de la riqueza de especies global marina y el posible endemismo del área estu- diada, permitiendo la comparación posterior entre áreas (o hábitats), independientemente de su ubicación, extensión o complejidad paisajista, aspectos que no se tienen en cuenta en los indicadores propuestos.

Tal vez los manglares sean el único hábitat marino y costero donde los moluscos no re- presenten un indicador confiable Ce la riqueza de especies, pero para el resto de los habitats, incluidos los fondos particulados aledaños a los manglares lo son, y principalmente para el complejo arrecifal. Por lo tanto pueden ser buenos indicadores para un área natu- ral en su conjunto, aún con manglares si hay otros hábitats representados.

Como el endemismo en el mar es muy bajo, y por lo general se manifiesta solamente para una determinada zona o región más o menos extensa, se le confiere el mismo valor a una especie posiblemente endémica, que aquellas para las cuales un área es su localidad tipo, ya que, desde el punto de vista conservacionista, el valor en ambos casos es equi- valente.

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Los moluscos como bioindicadores marinos

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Avicennia, 2004, 17: 119-122

Especie nueva de Sellio (Coleoptera: Tenebrionidae: Pedinini) para la República Dominicana

New species of Selio (Coleoptera: Tenebrionidae: Pedinini) from Dominican Republic

Orlando H. Garrido

Calle 60 n* 1706 entre 17 y 19, Marianao 13, La Habana, Cuba.

Resumen Se describe e ilustra una nueva especie para la Ciencia de Sellio, género endémico Antillano.

Abstract A new species to science of the genus Sellio, endemic to the West Indies, is herein described and illustrated.

Palabras clave: Nueva especie, Sellio, Coleoptera, Tenebrionidae, República Dominicana.

Key Words: New species, Sellio, Coleoptera, Tenebrionidae, Dominican Republic.

INTRODUCCION

El género Sellio Mulsant y Rey, es endémico de Las Antillas. Sólo dos especies han sido descritas, S.coarctatus Mulsant y Rey, de la Isla La Española y registrado también para St. Kitts (San Cristóbal); y S. tibidens Quedenfeldt, para La Española, St. Thomas y Puerto Rico (MARCUZZI 1962; 1989;1998).

WoLcorTT (1948) señala, que Mr. K.G. Blair del Brithish Museum, identificó tentati- vamente la especie Sellio tibidens Quedenfeldt para Puerto Rico. Sin embargo expone, que fueron hallados en abundancia debajo de bostas secas de vaca en Boquerón y Salinas en el verano de 1923. Añade que el Dr. Stuart T. Danforth tenía ejemplares de la Isla de De- secheo, que cuando vivos, tenían un lustre azuloso no percibido en ejemplares de mu- seo. “When alive thay have a noticeable bluish bloom which is not apparent in museum specimens”- Es necesario hacer notar, que en el Catálogo de MARCUZZI (1984) el autor de Sellio tibidens aparece como Quensel, mientras que en el libro de WoLcoTT (1948), como Quedenfeldt.

El autor, en compañía de Antonio Pérez Asso, colectó una pequeña serie de siete in- dividuos a dos millas al este del Río Jueyes, y a 200 metros al oeste del Río Cañas. Este hallazgo, corrobora la presencias de Sellio tibidens en la isla de Puerto Rico.

En el invierno de 2002, se llevó a cabo una expedición entomológica a la República Do- minicana. La misma estaba integrada por los especialistas cubanos, Antonio Pérez Asso, Julio Antonio Genaro, Esteban Gutiérrez y Giraldo Alayón. Entre el material colectado de

119

Garrido

la familia Tenebrionidae, vinieron 8 ejemplares diferentes de las dos especies de Sellio co- nocidas. A esta población de la provincia de Pedernales, propongo nombrarla como:

Género Sellio Mulsant y Rey, 1859 Mulsant y Rey: Annls. Soc. Agric. Lyon 1859:169.

Sellio gladiator, especie nueva (Fig. 1)

Holotipo.- Macho O.H.G. 2641. Colectado en Cabo Rojo, provincia de Pedernales por Esteban Gutiérrez, 5 de Febrero de 2002. Depositado en el Museo Nacional de Historia Natural de Cuba.

Paratipos.- Machos O.H.G. 2628, 2639, 2670, 2678, 2867. Hembras O.H.G. 2627, 2637. Mis- mos datos que el holótipo, depositados en la colección O..H.G. del autor.

Toda la serie fue colectada en la manigua costera.

Etimología.- Del latín, en base a sus armados miembros, dentados y espinosos.

Diagnosis.-Una especie de Sellio caracterizada por: tamaño mediano, 7 mm. Colora- ción negra opaca y mate. Cabeza muy grande que casi ocupa la zona apical del pronotum. Antenas finas y cortas. Pronotum grande, convexo, subcuadrado, prácticamente negro y liso. Escutelo grande y semi-triangular. Élitros negros, abovedados, alargados, abruptamente estrechados a los lados del apex. Con unas ocho hileras en cada élitro de leves punciones. Miembros pardos, con los tarsos más claros. Tibias dentadas en el primer par de patas, es- pecialmente en los machos. Espinosos en el segundo y tercer par de patas en ambos sexos.

A species of Sellio characterized by: medium size, 7 mm. Black and dull all over; head very large, occupying almost the apical area of the pronotum. Antennae thin and short. Pronotum large, convex, sub-squarished, black and smooth. Scutellum large and almost triangular. Elitrae black, enlarged, vaulted, abruptly narrower near the apical zone. With about eight rows of slightly punctured striae on each elytra. Legs brownish, with lighter tarsi. Tibia toothed in the first pair of legs, specially in males. Spiny in the se- cond and third pair of legs in both sexes.

Description.- Tamaño, 7 mm. Cabeza. Grande, semi-redondeada, negra mate, con el clypeus apenas discernible. Ojos grandes, con las facetas oscuras. Parte más ancha por de- trás de los ojos, casi al nivel de la zona apical del pronotum. Labrum bien delimitado. Partes bucales testáceas, del mismo color que las antenas. Éstas finas y cortas, que no al- canzan la base del pronotum. Los tres últimos artejos mayores, similares en tamaño y más amarillentos. Los seis que le anteceden, similares en tamaño, el segundo y el tercero son más alargados, siendo el segundo el más largo de todos. El primero pegado al es- capo, es el más pequeño de todos y redondeado.

Pronotum. Negro mate, con muy ligero lustre en el disco. Convexo y abovedado. Semi-cuadrado, ligeramente más ancho en la base y en el apex. Costados laterales muy ar- queados, con la zona apical ligeramente más estrecha que la base, que es decididamente mayor que la de los élitros. Completamente recta, sin sinuosidad alguna. La zona apical ligeramente menos recta debido a la agudéz de cada apex; sin embargo, ambas seccio- nes terminan en ángulo recto. Superficie prácticamente lisa, aunque se detectan diminu-

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Nueva especie de Coleoptero de República Dominicana

tas puntuaciones. Prosternum semi-triangular, con la base muy larga y lanceolada, so- brepasando las pro-coxas en su mitad. Punzado y con viso rojizo. Proepisternum y alre- dedores del mesosternum, lisos.

Escutelo. Grande liso y triangular.

Élitros. Alargados, el doble del pronotum, abovedados y más convexos en el disco. Ne- gro mate sin lustre alguno. Más estrecho en los hombros, y dilatándose paulatinamente ha- cia su mitad. Estriato-punzado, aunque con los puntos visibles y alineados, muy superfi- ciales, casi imperceptibles en la mitad del disco a lo largo de la fisura media que funde a los élitros. Partes inferiores, más pardas que las superiores, y con un leve lustre. Esterni- tes conspicuamente estriados.

Miembros. En machos, los artejos de los tarsos del primer par de patas, más dilatados que los de las hembras y de tamaño escalonado. El primero pequeñito, el segundo lige- ramente mayor, el siguiente aún mayor, y el cuarto tan pequeño como el primero. Tibias bien dilatadas en la parte superior, con el borde interior uniformemente dentado; el exte- rior liso. En el segundo par de patas, el borde interior con la dentición más espaciada y en forma de espinas; el exterior con cerdillas o espinitas más uniformemente unidas. La misma situación en el tercer par de patas, pero con menor número de apéndices en el borde exterior. Los fémures muy anchos, casi tres veces el grosor de las tibias, de ma- yor tamaño, y algo arqueados. Los tarsos del segundo par de patas, semejantes a los del pri- mero, no así los del tercer par que son todos más estrechos. Las hembras presentan el mismo patrón de los machos en los tres miembros, pero menos desarrollados, especialmente en los dos primeros pares de tibias; además de presentar los artejos de los dos primeros pa- res de patas sin dilatar. Al igual que en los machos, todas las tibias, en las coyunturas con los tarsos, se hallan armadas con un par de espinitas, una a cada lado.

Variación. La serie es muy similar en coloración y tamaño en ambos sexos (6.5-7.0 mm), variando sólo en las diferencias expuestas en los miembros.

Comparaciones. Sellio coartatus es mayor, 9.5 mm, más lustroso, con las antenas mucho más gruesas y la cabeza más pequeña y con las punciones más profundas. El pro-

Figura 1. Selio gladiatorespecie nueva

Figure 1. Selio gladiator new species

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Garrido

notum rectangular, muy sinuoso en la base y con una puntuación fina, pero bien mar- cada. La conformación de los élitros similar, pero con las punciones de las hileras mayores y profundas. Tibias del primer par de patas, armadas con una especie de espina o espolón, el resto de las tibias sin denticiones o espinitas.

Sellio tibidens es más parecida, sobre todo en el tamaño. Sin embargo, esta especie com- parte los caracteres del género con $. coarctatus, en base al espolón tibial del primer par de patas; la forma del cuerpo y de los élitros, y la ausencia de otros apéndices en las tibias. Es también menos negro que la nueva especie, más parduzca, con la puntuación del pro- notum bien marcada y su base más sinuosa. Élitros con las punciones más profundas y al- gunas confluentes. Espacio entre las punciones punteado uniforme. Partes inferiores más parduzcas; proepisternum más rugoso. La lengieta lanceolada del prosternum, dividida al medio, con la parte superior más punzada y lustrosa. Esternites con estrías muy cortas solamente en una pequeña porción de su parte superior, en las uniones entre unos y otros.

DISCUSION

Conservadoramente, he descrito este nuevo táxon bajo el género Sellio, a pesar de las diferencias existentes, especialmente en los miembros en relación con los otros dos táxones conocidos. Existen dos motivos que me abstienen a considerar el táxon como nuevo gé- nero: uno, el señalamiento del ejemplar del Museo Británico donde dice que el macho está armado en la tibia anterior como en el género Sellio, y en segundo lugar, por no te- ner acceso a ese ejemplar. El ejemplar del Museo Británico fue tildado como nuevo género según señala MARCUZZI (1962:31), donde expone, * Hispaniola. Santo Domingo, 1 ex. Brithish Museum (N.H.), labelled as “nov. gen., obs, anterior tibia in male armed as in the genus Sellio”. Sería interesante constatar, si en el futuro aparecen ejemplares en La Es- pañola de Sellio tibidens.

De no ser por las diferencias morfológicas de los miembros, la configuración de los tres táxones es muy similar. Marcuzzi, en el propio trabajo, muestra una fotografía en blanco y negro de Sellio coartatus y $. tibidens.

AGRADECIMIENTOS

A Víctor L. González por la colaboración brindada, así como a los miembros de la expedición entomológica de Santo Domingo, Antonio Pérez Asso (Miriápodos- mancaperros), Julio Antonio Ge- naro (Himenoptera-abejas y avispas), Esteban Gutiérrez (Dictioptera-cucarachas) y Giraldo Ala- yón (Aracnidae-arañas). Mi reconocimiento a los biólogos locales esposos Ivonne y Sixto Incha- ústegui, por la colaboración brindada a la expedición. A Giorgio Marcuzzi, por el envio de litera- tura especializada.

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Avicennia, 2004, 17: 123-130

Detección de actividades biológicas en microorganismos mari.- nos aislados de la plataforma cubana

Detection of biological activities in isolated marine microorga- nisms of the Cuban platform

UnizuEs Cova E”. Gonzalez, L**., Graña, L”., Pérez G. y Sánchez, S*.

*Instituto de Oceanología. CITMA. Ciudad de la Habana, Cuba. **Centro de Ouímica Farmacéutica. MES. Ciudad de la Habana, Cuba.

Resumen En este trabajo se evaluaron 126 cepas de bacterias y actinomicetos marinos aislados de diferentes regiones de la plataforma cubana. Los resultados evidencian el potencial biotec- nológico de estos microorganismos aislados ya que presentaron actividad contra patógenos con- siderados como intratables clínicamente y hongos fitopátogenos. Además se detectaron mi- croorganismos potencialmente productores de antitumorales.

Abstract In this work 126 strains of bacterias and actinomycetes marine isolated of differents regions of the Cuban platform were evaluated. The results evidence the biotechnological potential of these isolated ones since they presented activity against pathogens considered clinically ace un- sociable and mushrooms phytopathogens. Microorganism's potentiality producing of antitu- mor agents was also detected.

Palabras claves: bacteria marina, actinomicetos, antibióticos, Cuba.

Key words: marine bacteria, actinomycetes, antibiotics, Cuba.

INTRODUCCIÓN

Los Océanos ocupan alrededor del 72% de la superficie de la Tierra. Sin embargo, aunque constituyen un enorme reservorio de biodiversidad, se estima que sólo el 15% de las especies conocidas pertenecen a este hábitat (BRIGGs, 1994). Actualmente se apre- cian nuevas facetas de la biodiversidad marina que van desde las profundidades y las re- giones polares, hasta los niveles jerárquicos de organización biológica más bajos, cons- tituidos por la diversidad inexplorada de las comunidades microbianas (bacterias, hon- gos, levaduras, protozoos, virus y algas).

En los últimos años, se ha hecho evidente la importancia del estudio de la Microbio- logía Marina para comprender el papel que juegan los microorganismos en los procesos biológicos que ocurren en el océano. Además, el potencial de éstos para proveer produc- tos naturales bioactivos es inmenso a juzgar por la extensión y diversidad taxonómica de este grupo. Su potencial es aún más importante ya que las formas de vida de este hábitat han evolucionado y están expuestas a condiciones ambientales totalmente diferentes a las que habitan en el medio terrestre, y estas diferencias son la causa principal de que es- tos organismos produzcan moléculas totalmente nuevas (BARBIER Y PRIEUR, 1991).

123

Ortiz et al.

En las últimas décadas, se han intensificado las investigaciones en la detección de nuevas sustancias biológicamente activas producidas por microorganismos marinos, como son antibióticos, antitumurales, enzimas y otros. Muchos de los compuestos bioactivos descubiertos provienen de un pequeño grupo microbiano, es por ello que se han aunado los esfuerzos en la búsqueda de nuevos microorganismos, porque existe la certeza que serán descubiertos novedosos metabolitos (FENICAL Y JENSEN, 1993).

Es por ello que nos propusimos evaluar potencialidades biológicas de microorganis- mos aislados de diferentes regiones de la plataforma cubana.

MATERIALES Y MÉTODOS

Microorganismos empleados Se trabajó con 126 cepas microbianas aisladas de aguas y sedimentos de la plataforma cubana

que pertenecen a la a la Colección de Bacterias Marinas (CBM) del Instituto de Oceanología (CITMA) (Tabla 1).

cad E y Zona de aislamiento a a cis ] ea sel Frecuencia | Bibliografía

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Tabla 1. Frecuencia de microorganismos evaluados por las diferentes zonas de aislamiento. Table 1. Frequency of evaluated microorganisms from different isolation areas.

Obtención de extractos

En el caso de los actinomicetos se transfirieron 100 uL de cada cultivo en medio RASS (WeE- LLITONG, 1996) para tubos que contenían 20 mL de medio de producción de antibióticos (Kutzner, 1981). Se incubó durante 48, 72 y 96 horas a 28 *C en zaranda rotatoria a 200 r/m. Al terminar cada fermentación se centrifugó 1mL de los caldos durante 10 minutos a 5000 r/m (PEÑA, 1997).

Para las bacterias heterótrofas se prepararon suspensiones de células en caldo nutriente esté- ril, a partir de cultivos puros obtenidos en medio n” 6 agarizado (GORVIENKO, 1961).

Estos extractos fueron utilizados para los ensayos de susceptibilidad antibiótica, producción de sustancias intercalantes de ADN y actividad hemolítica.

Ensayo de susceptibilidad antibacteriana La determinación de la actividad antibiotica de los extractos fue realizada en dos etapas. Pre-

viamente estos se evaluaron en un tamizaje primario con cepas reveladoras que incluían bacterias Gram+, Gram-, hongos y levaduras. Posteriormente, aquellos que desarrollaron actividad antibió- tica se sometieron a un tamizaje secundario donde se amplió el espectro de actividad.

En las siguientes tablas aparecen las bacterias indicadoras utilizados en cada experiencia.

En la Tabla 3 aparecen las levaduras y hongos patógenos para cada tamizaje.

124

Actividades biológicas en microorganismos marinos cubanos

Origen Caracteristicas

George Jacoby (Massachusetts General Hospital USA) Vado A ATCCO6GI3 | Susceptible a antibióticos

le amizaje Cepa

Escherichia coli Susceptible a antibióticos |

| Primario

Bacillus subtilis

Escherichia coli __ [ATCC 10536 mE Susceptible a antibióticos es Staphylococcus aureus |ATCC 6538 |Susceptible a antibióticos | Bacillus cereus _ [ATCC 14579 |Cepatipo i ]

Resistente a vancomicina, aminoglucósidos, macrólidos, AA | quinolonas y B-lactámicos | AO YI AAN | Susceptible a antibióticos 1QB | | Cepa tipo

lan Chopra Pharmaceutical Beecham Co, TF Resistencia a (-lactámicos y| IN | ácido clavulánico

Hospital Gineco-Obstétrico

Enterococcus sp. Pinta Arias

Corynebacterium flaccum

¡| Secundario Xanthomona maltophilia

Staphylococcus aureus 1426 UK

Acinetobacter _ | calcoaceticus

lan Phillips S St. Hors. Hospital UK Resistente a meticilina

Hospital Quirúrgico “Joaquín Albarrán” Resistencia a Imepenen

Tabla 2. Bacterias indicadoras utilizadas en los ensayos de susceptibilidad antibiótica. Table 2. Indicative bacterias used in the rehearsals of antibiotic susceptibility.

Tamizaje Cepas utilizadas —Garactéristicas > ES EA Candida albicans Patógeno humano Y albicans ATCC Patógeno humano Primario 0231 paERE => EIPPIeGeocus Patógeno humano neoformans ] 5 Aspergillus niger | Contaminante ambiental e a Penicillium chrysogenum Fitopatógeno que ataca el maní, la soya y cítricos AA | Fusarium oxysporum Fitopatógeno que ataca el plátano, cebolla, col, pimiento, | a, LEA pepino, boniato, tomate, arroz, papa y maíz 1 | Fitopatógeno que ataca el tomate, caña, tabaco, papa, '| Secundario Rhizoctonia solani frutabomba, zanahoria, frijol, malanga, cítricos, café, soya, ' | A lechuga y pimiento | | Colletotrichum musae Fitopatógeno que ataca el plátano | Botrytis cinerea _ | Fitopatógeno que ataca cereales y trigo | Sclerotium rofsíí Fitopatógeno que ataca la cebolla, ajo y tomate

Tabla 3. Hongos y levaduras indicadoras utilizadas en los ensayos de susceptibilidad antibiótica. Table 3. Mushrooms and indicative yeasts used in the rehearsals of antibiotic susceptibility.

La detección de la actividad antibacteriana y antifúngica para actinomicetos se determinó por el método de difusión en placas Petri según la metodología descrita por PEÑA (1997).

Para el caso de las bacterias heterótrofas estas determinaciones se realizaron por el método de réplica en placa (ORTIZ, 1990). Estas placas se incubaron durante 1 hora en refrigeración para la di- fusión de los extractos. Para la actividad antibacteriana las placas fueron incubadas a 35 *C y luego de 24 horas se realizó la medición del halo de inhibición.

En el caso de las levaduras las placas se incubaron a 28”C y las lecturas del ensayo se realiza- ron en un rango de 18-24 horas. Para los hongos las placas se dejaron incubar a 25”C hasta que el crecimiento fúngico se hizo lo suficientemente visible como para permitir la medición de zonas de inhibición. Los ensayos se realizaron por duplicados y se evaluaron con respecto al medio de cul- tivo estéril. Este ensayo se realizó siguiendo los lineamientos establecidos por la NCCES para la de- terminación de la actividad antibiótica (NCCLES, 1992).

125

Ortiz et al.

Búsqueda de sustancias intercalantes de ADN Para determinar la producción de sustancias intercalantes de ADN como posibles

agentes antitumorales de bajo peso molecular se siguió el método descrito por STEIN- BERG, PETERSON, WHITE Y MAIESE (1985) modificado por MIRAVET, LUGIOYO, MORETA Y ENRIQUE (1994).

Actividad hemolítica

Esta actividad se determinó por el método de réplica en placa en medio Agar Sangre. Las placas se incubaron a 30 *C por 24 horas y se evaluó la formación o no de halo de li- sis alrededor de la colonia.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La producción de sustancias antibióticas en el tamizaje primario contra 5 microorga- nismos indicadores de actividad antibacteriana y antifúngica, se ejemplifica en la Figura 1.

En esta figura se evidencia la producción de antibióticos de las cepas evaluadas de la CBM determinadas por zonas claras de los microorganismos reveladores que representan la inhibición del crecimiento.

De las 126 cepas evaluadas, 34 fueron capaces de inhibir el crecimiento de al menos una de las cepas indicadoras. De estos microorganismos 22 presentaron actividad anti- bacteriana, 7 mostraron actividad antifúngica y 3 fueron capaces de inhibir el creci- miento de bacterias y hongos.

Figura. 1.

Resultados obtenidos del tamizaje primario: contra

Candida albicans (a) y Aspergillus niger (b)

Figure. 1.

Obtained results of the prescreening:

against

Candida albicans (a) and

Aspergillus niger (b)

126

Actividades biológicas en microorganismos marinos cubanos

Las bacterias heterótrofas evaluadas presentaron un bajo por ciento de actividad an- timicrobianas (12.7%). Estos resultados pudieran estar determinados por el uso de sus- penciones de células en caldo nutriente estéril y no caldos fermentados en un medio de pro- ducción de antibióticos, como los extractos evaluados de actinomicetos. No obstante, es- tas evaluaciones se realizaron anteriormente para el resto de las bacterias de la colección en las mismas condiciones. Los resultados arrojaron que de 335 cepas aisladas de fuentes marinas cubanas, 185 (55%) mostraron actividad antimicrobiana ante Bacillus subtilis ATCC 6633; Escherichia coli ATCC 8739; Candida albicans ATCC 10231 y Aspergillus niger (PÉREZ, 1998).

En el tamizaje primario de actividad antimicrobiana, las cepas más sensibles fueron Ba- cillus subtilis y Candida albicans De las levaduras y hongos utilizados en el tamizaje primario, el más resistente fue Aspergillus niger. La gran mayoría de las cepas que mos- traron actividad antifúngica, la desarrollaron contra las 3 cepas sensibles ensayadas.

De las 11 cepas de actinomicetos que mostraron actividad antibacteriana en el tamizaje primario, 6 (35%) fueron capaces de inhibir el crecimiento de al menos una de las espe- cies bacterianas indicadoras utilizadas en el tamizaje secundario, e incluso mostraron ac- tividad contra especies bacterianas resistentes a antibióticos B- láctamicos (Tabla 4; Los valores representan los halos de inhibición expresados en mm).

Las cepas indicadoras más resistentes fueron Enterococcus sp. y Acinetobacter cal- coaceticus, ya que no se imhibió su crecimiento en presencia de los extractos evaluados. Las cepas indicadoras Enterococcus sp. Staphylococcus aureus 1426 UK resistente a vancomicina y meticilina, respectivamente, hasta el momento han sido consideradas como intratables clínicamente, sin embargo, en nuestro estudio, una de las cepas más sensibles fue S. aureus 1426 UK. Las cepas de actinomicetos aislados que desarrollaron actividad contra esta bacteria, representan un potencial terapéutico importante a desarro- llar por la industria en el futuro.

Los 12 actinomicetos que desarrollaron actividad antifúngica en el tamizaje primario el 100% inhibieron el crecimiento de al menos uno de los hongos fitopatógenos utilizados en el tamizaje secundario.

La cepa más sensible en el tamizaje secundario de hongos fue Fusarium oxysporum. Este resultado fue similar al obtenido por PÉREZ, ROSALES Y GRAÑA (1999) al evaluar la producción de sustancias antibióticas producidas por bacterias marinas. En presencia de la cepa indicadora Sclerotium rofsii no se detectó la producción de estos compuestos.

Gram negativas

Tabla 4. Resultados del tamizaje secundario para las cepas de actinomicetos contra bacterias. Table 4. Results of the secondary screening for the actynomycetes strains against bacterias.

127

Ortiz et al.

*Los valores representan los halos de inhibición expresados en mm.

Tabla 5. Resultados del tamizaje secundario para las cepas de actinomicetos contra hongos patógenos. Table 5. Results of the secondary screening for the actinomycetes strains against pathogens mushrooms.

Las cepas aisladas AM-5 y AM-8 fueron las de mayor actividad antibacteriana y las de mayor actividad antifúngica fueron AM-8 y AM-19. Es evidente que la cepa AM-8 es una fuente potencial de compuestos antimicrobianos y evidencia que una misma cepa de actinomicetos puede producir combinaciones de antibióticos (DEMAIN, 1988).

Los resultados de este estudio sugieren que las cepas marinas productoras de sustan- cias antimicrobianas detectadas o sus compuestos antimicrobianos, podrían ser de interés para la biomedicina y la agricultura. No obstante, el verdadero valor de estos microor- ganismos debe esperar por una identificación de la naturaleza y mecanismos de acción de los compuestos responsables de las actividades detectadas.

Actividad intercalante de ADN

Las cepas estudiadas fueron evaluadas para determinar su capacidad de producción de sustancias intercalantes de ADN como posibles agentes antitumorales de bajo peso mo- lecular. El 4.8% (6) de las cepas desarrollaron actividad intercalante de ADN, y la cepa AM- 36 fue la más representativa de esta actividad.

STEINBERG, PETERSON, WhrTE Y MAIESE (1985) aseguraron que los compuestos con actividad intercalante de ADN pueden presentar actividad antibiótica, de manera que además del halo de fluorescencia alrededor de las muestras se observa un halo de inhibi- ción del crecimiento de la bacteria luminiscente. Los resultados arrojaron que las cepas eva- luadas no presentaron actividad antibiótica contra Photobacterium leiognathi.

Trabajos del grupo de Tokio incluyen el aislamiento de un alcaloide monoterpeno de novedosa estructura, llamado altemicidida, a partir de una cepa marina de Streptomyces sio- yaensis SA-1758 (TAKAHASHI, KUROZAWA, ÍKEDA, OKAMI, Y TAKEUCHI, 1989). Este in-

128

Actividades biológicas en microorganismos marinos cubanos

teresante alcaloide fue detectado por tamizajes de toxicidad contra Artemia salina y dis- tintos reportes muestran que esta toxicidad se traduce en una sorprendente actividad an- titumoral (MEYER, FERRIGNI, PUTNAM, JACOBSEN, NICHOLS Y MCLAUGHLIN, 1982).

En cuanto al arsenal de sustancias antitumorales de origen microbiano marino, la li- teratura especializada es bastante reducida, a pesar de que en los últimos años, la pro- ducción de compuestos antitumorales por microorganismos ha cobrado mayor interés por el bajo costo de su producción, por las ventajas del proceso fermentativo y además, por las posibilidades actuales de la genética microbiana (PÉREZ, ENRIQUEZ; GRAÑA Y BE- LLOTA 1995).

Actividad hemolítica

Los resultados de la actividad hemolítica de las cepas evaluadas arrojaron que el 14 % presentaron esta propiedad. Este ensayo facilita la diferenciación de especies del género Streptococcus, que permite una rápida clasificación taxonómica de estos microorganismos (WorLD, 1999).

Además constituye un método de selección de microorganismos potencialmente pro- ductores de tensioactivos, ya que estos compuestos tienen la propiedad de lisar los glóbulos rojos (MULLIGAN, CHOW Y GIBBS, 1989). Por otra parte, aunque se ha comprobado que mu- chos microorganismos que producen tensioactivos no lisan los glóbulos rojos, esta técnica permite una rápida detección de estas sustancias (24 h), al compararse con tamizajes ba- sados en vías fermentativas a partir de sustratos hidrófobos, que necesitarían largos perí- odos de incubación.

Es necesario señalar que las evaluaciones realizadas por el método de réplica en placa, permitieron diagnosticar en mayor número de cepas simultáneamente (hasta 46, según la actividad a evaluar), que el método de difusión en placas. Esto permitió ahorro considerable de recursos materiales y humanos.

CONCLUSIONES

El 27% de las cepas estudiadas presentaron actividad antimicrobiana frente al menos uno de los gérmenes sensibles empleados en el tamizaje primario.

El 55% de los actinomicetos que desarrollaron actividad antibacteriana en el tamizaje primario, fue capaz de inhibir el crecimiento de al menos una de las especies bacteria- nas indicadoras en el tamizaje secundario. De los actinomicetos aislados que mostraron ac- tividad antifúngica en el primer tamizaje, el 100% también desarrolló esta actividad en el tamizaje secundario frente al menos una de las especies fitopatógenas ensayadas.

En el tamizaje primario de actividad antimicrobiana, las cepas más sensibles fueron Ba- cillus subtilis y Candida albicans. En el tamizaje secundario los más sensibles fueron la bacteria Staphylococcus aureus y el hongo Fusarium oxysporum. La cepa AM-8 fue la ma- yor productora de sustancias antimicrobianas.

El 5% de los microorganismos aislados produjo sustancias intercalantes de ADN, los que pueden ser interés como posibles agentes antitumorales de bajo peso molecular. La cepa AM-36 fue la más representativa en este ensayo.

129

Fernandez et al.

En los últimos 20 años hay un gran desarrollo en la obtención de compuestos natura- les marinos, ya que los mismos representan una fuente de nuevas estructuras químicas y de sustancias con actividad antiinflamatoria (PAYA, FERRANDIZ, SANZ, BUSTOS, BLASCO, RIOS Y ALCARAZ, 1993) que permitirán profundizar en el conocimiento del proceso inflamato- rio y de nuevos mecanismos de acción de agentes terapéuticos (JACOBS ET AL., 1993).

Así tenemos que, a partir de la esponja Luffariella variabilis, se obtuvo primera- mente el Manoalido, compuesto antiinflamatorio capaz de inhibir la fosfolipasa A, de di- versos orígenes y que también manifiesta acción analgésica en algunos ensayos; y pos- teriormente otros análogos estructurales como Luffariellolido, Secomanoalido, Luffarie- linas A y B y Luffolido, que también inhiben la fosfolipasa A, (POTTS ET AL., 1992).

La situación gegráfica, de Cuba y la abundancia de esponjas en sus costas, permiten es- tudiar la posible presencia de compuestos antiinflamatorios-analgésicos en extractos ob- tenidos a partir de ellas, tal y como hacemos a continuación.

MATERIALES Y METODOS

Los ejemplares de las especies de esponjas, Dysidea etherea y Mycale laxissima fue- ron colectados en la costa norte de Ciudad de La Habana, determinados por especialistas del Instituto de Oceanología y conservados a -20”C hasta el momento de preparar los ex- tractos de acuerdo al procedimiento descrito por GARCIA, MARTINEZ, ANEIROS, ACOSTA, LLANIO, DIAZ, CONCEPCION, COWLEY, MORALES, PEREZ, GONZALEZ Y LLORENTE (1993), los que posteriormente se liofilizaron.

Inhibición de fosfolipasa A, de veneno de abeja: Se utilizó una modificación de la técnica de LEON, MARTINI, MUSTELIER Y HENRIQUEZ (1984) de cromatografía en capa

delgada. Para la reacción enzimática se empleó veneno de abeja como fuente de enzima (30 ug/mL ), 0,83 mg de fosfatidilcolina como sustrato, 20 mg del extracto y el control po- sitivo fue indometacina (100 uM). Se realizó la cromatografía con Sílica gel G-60. El re- sultado es cualitativo.

Edema de la pata de la rata: Se utilizaron ratas Wistar machos, de 180-200 g, a las que se les inyectó intraperitonealmente (1.p.) el extracto en dosis de 30 mg/Kg, u otros com- puestos tales como indometacina, benadrilina o ciproheptadina (controles positivos) en do- sis de 10 mg/Kg o solución salina (control negativo). A los 30 min se inyectó por vía subplantar A carragenina (300 ug/pata), histamina (400 ug/pata) o serotonina (4 ug/pata) para inducir la inflamación (NEVES, NEVES, ZANINI, MEDEIROS, YUNES, Y CALIXTO, 1993). Las mediciones se realizaron en un pletismómetro en los tiempos 0, 30 y 60 min para histamina y serotonina, y O y 240 min para carragenina. Como medida de la infla- mación se escoge la diferencia entre la media del tiempo 0 y las restantes según el irritante de que se trate (WINTER, RISLEY Y Nuss , 1962).

Edema de la oreja del ratón: Se utilizaron ratones OF1 machos de 25 a 30 g a los que se les inyectó 1.p. en dosis de 50 mg/Kg el extracto o los controles positivos indometacina

132

Extractos de esponjas

o ácido nordihidroguarético (NDGA) y solución salina como control negativo. A los 30 min se les administró tópicamente aceite de croto (40 ug/oreja) o ácido araquidónico (1mg/oreja). Transcurridas 6 horas de haber aplicado el aceite de croto (TUBARO, DRI, MELATO, MULAS, BIACHINI, DEL NEGRO Y DELLA LOGGIA, 1986) o 1 hora en el caso del ácido araquidónico (YOUNG, SPIRES, BEDORD, WAGNER, BALLARON Y DE YOUNG, 1984), los animales se sacrificaron por tracción cervical y se realizó un ponchete en cada oreja de 7mm de diámetro, los que se pesaron en una balanza analítica. Como medida de la in- flamación se toma la diferencia de peso (mg) entre los dos ponchetes de cada animal.

Contorsiones inducidas por ácido acético en ratón: Se utilizaron ratones machos OF] de 18 a 22 g a los que se le inyectó 1.p. extracto o indometacina (control positivo) en do- sis de 5, 10 ó 20 mg/Kg; o solución salina (control negativo). A los 30 min se inyectó (1.p.) ácido acético al 0,8 %. Los ratones se observaron durante 20 min registrándose el nú- mero de contorsiones del cuerpo y los estiramientos de las extremidades (COLLIER, DIN- NEN, JOHNSON Y SCHNEIDER, 1968).

Estadística: Como método estadístico se utilizó la prueba de Student comparando con el control negativo.

RESULTADOS Y DISCUSION Inhibición de fosfolipasa A, de veneno de abeja

Es conocido que la inflamación conlleva un gran número de procesos diferentes, en- tre los que se encuentra la acción de la fosfolipasa A, sobre los fosfolípidos de las mem- branas celulares que trae como consecuencia la liberación de ácido araquidónico, el que por la vía de la ciclooxigenasa puede producir prostaglandinas (fundamentalmente PGE, ), tromboxanos (fundamentalmente TXA,) o prostaciclinas (PGL,) y por la vía de la lipooxigenasa puede producir leucotrienos (LTA, LTB,, LTC,, LTD,, LTE, y LTF) y otros compuestos (DE VRIES, AMDAHL, MOBASSER, *WENZEL Y WHEELER, 1988).

En este modelo el extracto de Mycale laxissima no mostró actividad a la concentración ensayada mientras que Dysidea etherea inhibió la enzima de forma parcial y no total. Esto puede deberse:

1.- Al hecho de que los extractos son mezclas de diferentes compuestos que pueden ac- tuar incluso antagónicamente.

2.- A que al tratarse de un pesquisaje la concentración del extracto que se utilizó fue una sola. Si se hubieran utilizado concentraciones más elevadas posiblemente la inhibición podría haber sido total.

Por otra parte Mycale laxissima no mostró actividad en la concentración ensayada.

El hecho de que la fosfolipasa A, utilizada fuera de veneno de abeja y no de otras fuentes impide la posibilidad de que los extractos puedan demostrar mayor especificidad lo que también pudiera explica que este extracto no resultara efectivo en este ensayo.

133

Fernandez et al.

Edema de la oreja inducido por | aceite de croto

DOSIS (50mg/ka

Dysidea etherea| 0.18+0.04 * 5.0 +0.9 * 0.85 + 0.07 10.08::1:87 7 00 br 000 O 0.045 + 0.009 * 3.74 + 0.7* 67

Edema de la pata inducido por carragenina. DOSIS (30mg/kg

Tabla 1. Inhibición de los edemas de la pata de la rata inducido por carragenina y de la oreja del ratón inducido por aceite de croto (n=6). Table 1. Rat paw oedema carragenan-induced and mouse ear oedema cortón oil-induced inhi- bitions (n-6).

Edema de la pata de la rata inducido por carragenina y edema de la oreja del ratón inducido por aceite de croto.

Como se observa en la tabla 1, Dysidea etherea imhibió significativamente la infla- mación provocada por ambos irritantes mientras que Mycale laxissima no mostró efecto en estos modelos.

Algunos autores plantean que son los fármacos inhibidores de lipooxigenasa los que inhiben el edema de la pata inducido por carragenina (ZANIN Y FERREIRA, 1978; D1 MAR- TINO, GRISWOLD, BERKOWITZ, POSTE Y LEWIS, 1987) mientras que otros opinan que el mismo es sensible a inhibidores de la ciclooxigenasa (IsHr, MOTOYOSHI, KAWATA, NA- KAGAWA Y TAKEYAMA, 1994). Sin embargo la mayor parte de ellos coinciden en que este modelo al igual que el del edema de la oreja inducido por aceite de croto conlleva a la formación de PGE, (DE FARIAS ET AL., 1993; KRAUSE Y KUHNE, 1994; REANGMONG- KOL, MATSUMOTO, WATANABE, SUBHADHIRASAKUL, TAKAYAMA Y SAKAI, 1995) por lo que se puede suponer que otro de los efectos mostrados por el extracto de Dysidea ethe- rea pudiera ser la inhibición de la vía ciclooxigenasa, lo que se correspondería con las acciones demostradas por el antiinflamatorio marino Escalaradial (IRELAND, COPP, FOSTER, Mc DONALD, RADISKY Y SWwERSEY, 1993) y la indometacina que también inhibe la for- mación de prostaglandina E, (Garcia, 1981; PIGNAT, KIENZLE, Y BÓTTCHER, 1986; VANE Y BOTTING, 1995).

Los resultados sugieren que el extracto que muestra actividad en los modelos de edema de la pata de la rata inducido por carragenina y edema de la oreja de ratón inducido por aceite de croto actúa inhibiendo la ciclooxigenasa-2 que provoca liberación de pros- taglandinas, las que junto a proteasas y otros mediadores dan lugar a la inflamación (VANE Y BOTTING, 1995).

Edema de la oreja de ratón inducido por ácido araquidónico Ninguno de los extractos presentó diferencias significativas con respecto al control

negativo en este modelo que se plantea para evaluar fundamentalmente inhibidores de la vía lipooxigenasa (YOUNG ET AL, 1984; CRUMMEY, HARPER, BOYLE Y MANGAN, 1987;

134

Extractos de esponjas

INOUE, NAGATA Y KOSHIHARA, 1993; NEVES ET AL, 1993; IsHt1 ET AL, 1994; BLAZSO Y GA-

BOR, 1995) por lo que estos extractos no parecen mostrar efecto sobre la formación de leucotrienos.

Edema de la pata de la rata inducido por serotonina e histamina

En el proceso inflamatorio intervienen también otros mediadores como la histamina y la serotonina, por lo que incluimos en la evaluación de los extractos los modelos de edema de la pata de la rata inducidos por estos compuestos.

El extracto de Dysidia etherea presentó diferencias significativas en este modelo in- ducido por serotonina en los dos tiempos evaluados con porcientos de inhibición de 54 y 53 % respectivamente, aunque la misma está muy por debajo de lo obtenido con la ci- proheptadina (91 % en ambos tiempos). El extracto de Mycale laxissima no mostró dife- rencias significativas.

Ninguno de los extractos mostró inhibición en el modelo de edema de la pata inducido por histamina.

Contorsiones inducidas por ácido acético en ratón. El proceso inflamatorio tiene asociado otro signo que es el dolor. Ambos extractos

inhibieron significativamente las respuestas inducidas por ácido acético la mayor parte de las dosis ensayadas como se observa en la tabla 2.

| Sadal, Dosis ORTO RA

scada e | 5 mg/kg 10 mg/kg 20 mg/kg X + SEM X+SEM | inhibición | X+SEM etherea

laxissima

15.2 +5.2* 65 O 10+0.6*

Tabla 2. Inhibición de las contorsiones inducidas por ácido acético en ratón (n=6) Table 2. Inhibition of writhing acetic acid-induced in mice (n-6)

En este modelo, como es conocido se produce un aumento de la sensibilidad de los re- ceptores nocioceptivos (hiperalgesia), proceso que involucra en cierto aspecto a los me- diadores inflamatorios (prostaglandinas y leucotrienos) (LEvINI, LAU, KwIAT Y GOETZL, 1984). La mayoría de los autores coinciden en que este modelo permite tener una me- dida de la analgesia periférica pero no involucra la acción de los opioides centrales (NE- VES et al., 1993; De FARIAS et al., 1993).

Es conocido que fármacos antiinflamatorios como la aspirina y la indometacina dis- minuyen el dolor por inhibir la síntesis de prostaglandinas (FERREIRA, MONCADA Y VANE, 1974) y la sensibilidad de los receptores periféricos nocioceptivos (FERREIRA, NA-

135

Fernandez et al.

KAMURA Y CASTRO, 1978; DUBINSKY, GEBRE-MARIAM, CAPETOLA, ROSENTHALE, 1987; BERKENKOPF Y WEICHMAN, 1988).

Por todo lo anterior podemos plantear que el extracto de Dysidea etherea parece actuar a través de diferentes mecanismos del proceso inflamatorio. Por una parte interviene en las fases iniciales del mismo al disminuir el efecto de la serotonina, y también inhibe de ma- nera parcial la acción de la fosfolipasa A,. Por último parece inhibir la formación de prostaglandinas a través de la vía ciclooxigenasa. El extracto de Mycale laxissima no mostró efectos antiinflamatorios a la dosis ensayada y ambos extractos presentan efectos analgésicos periféricos.

El presente trabajo refuerza el interés en el estudio de los organismos marinos de nuestra plataforma como fuente de compuestos con actividad antiinflamatoria y analgé- sica para lo que será necesario evaluar extractos de otras especies, realizar los ensayos donde los resultados fueron satisfactorios a otras dosis y continuar el proceso de aisla- miento y purificación de los mismos.

CONCLUSIONES

El extracto de Dysidea etherea inhibió parcialmente la fosfolipasa A, de veneno de abeja mientras que el de Mycale laxissima no tuvo actividad frente a esta enzima.

El extracto de Dysidea etherea inhibe modelos de edema que están relacionados con la formación y/o liberación de prostaglandinas a través de la vía ciclooxigenasa.

Ambos extractos muestran efecto analgésico en el modelo de contorsiones inducidas por ácido acético.

AGRADECIMIENTOS Al Dr. Pedro Alcolado del Instituto de Oceanología de Cuba por la determinación de las esponjas estudiadas.

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Avicennia, 2004, 17: 139

A LA MEMORIA DE ABEL ANETROS

Abel Aneiros Sánchez murió trágicamente el 28 de Agosto del 2004 en la Ciudad de La Habana, Cuba. Su trayectoria científica comenzó en el año 1974, fe- cha en que concluyó la Licenciatura en Biología en la Universidad de la Habana. Fue el fundador del Departamento de Neurotoxinas Marinas del Instituto de In- vestigaciones Fundamentales del Cerebro. Autor de más de 60 publicaciones, participó en alrededor de 50 eventos nacionales e internacionales con más de 80 ponencias y fue tutor de numerosas tesis de grado.

Durante sus 30 años de actividad científica estableció relaciones de coopera- ción con Instituciones nacionales tales como: Facultad de Biología y Facultad de Química de la Universidad de La Habana, Instituto de Cardiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba. En el plano internacional mantuvo relaciones de coo- peración con el Instituto del Cerebro de Rusia; el Centro Biomédico de Upsala, Sue- cia; el Instituto de Toxicología de la Universidad de Kiel, Alemania; el Instituto de Fisiología de Puebla, México y el Instituto de Neurobiología de la Universidad de Puerto Rico. Fue el primero en demostrar la presencia de toxinas con acción so- bre canales iónicos activados por voltaje en anémonas marinas.

Sus trabajos aparecen en revistas especializadas de gran impacto científico como Biochima et Biophysica Acta, Brain Research, FEBS Letters, British Jour- nal of Pharmacology, Toxicon y Journal of Chromatography entre otras. Abel recibió diversas condecoraciones y reconocimientos científicos entre los que se des- tacan el Premio Científico Anual en Biomedicina de la Academia de Ciencias de Cuba (1992), la Distinción “Juan Tomas Roig” (2004) por su permanencia en el sector de la Ciencia por más de 30 años y la Orden “Carlos J. Finlay”, que es la con- decoración superior que se otorga en el ámbito científico en Cuba, y que le era con- cedida con carácter póstumo por su contribución destacada al desarrollo científico de su País. Fue miembro de diferentes sociedades científicas entre ellas la Socie- dad Internacional de Toxicología.

En 1992 fundó el Centro de Bioactivos Marinos. Sus colaboradores y amigos lo recuerdan por su sencillez y modestia, por su crítica constructiva en el queha- cer científico y por su dedicación y entrega al trabajo. Por sus principios éticos mo- rales y por los resultados destacados de su labor constituyó un ejemplo permanente para su colectivo del que fue su líder científico hasta su trágica muerte.

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Avicennia NORMAS DE PUBLICACIÓN

La revista Avicennia publica artículos científicos, notas breves y monografías, sobre temas re- lacionados con la oceanología, ecología y biodiversidad tropical.

Se entiende por artículo un trabajo de investigación de más de 5 páginas mecanografiadas, in- cluidas láminas, gráficos y tablas. Las notas son trabajos de menor extensión. Las monografías son trabajos sobre un tema único, de extensión superior a las 40 páginas de la revista y que serán pu- blicadas en un número único de la misma.

Los artículos, notas y monografías deberán ser originales e inéditos y deberán presentarse me- canografiados en papel DIN A-4, por una sola cara a doble espacio. Los trabajos se entregarán acompañados por una versión en disco de ordenador, utilizando procesadores de texto WordPerfect o MsWord. Los artículos deben llevar un título en castellano e inglés. A continuación figurarán el nombre y apellidos del autor o autores, direcciones de los mismos, y un resumen en ambos idiomas. Cada artículo debe constar, siempre que sea posible, de introducción, material y métodos, resulta- dos y discusión, junto con un apartado de agradecimientos y bibliografía. El texto del trabajo podrá estar redactado en inglés o en castellano. Deben evitarse notas a pie de página y ningún título se es- cribirá por completo en mayúsculas. Las notas breves se presentarán de la misma forma pero sin re- sumen. Los autores que deseen publicar en Avicennia deberán abonar el importe completo del ar- tículo a precio de coste.

Las referencias bibliográficas irán en en el texto con minúsculas o versalitas: FRETTER Y GRA- HAM (1962) ó (FRETTER Y GRAHAM, 1962). Si son más de dos autores se deberán citar todos la pri- mera vez que aparecen en el texto (SMITH, JONES Y BROWN, 1970) y SMITH ET AL., 1970 las si- guientes. Si un autor ha publicado más de un trabajo en un año se citarán con letras: (DAviISs, 1989a; Davis, 1989b). No se aceptarán referencias de artículos en prensa o en preparación.

Al final del trabajo se confeccionará la lista bibliográfica con todas las citas del texto, en orden alfabético, con letras minúsculas o versalitas y seguidas del año de publicación, por ejemplo:

BARLOW, G. M. 1974. Contracts in social behaviour between Central American ciclid fishes and coral reef surgeon fishes. Am. Zool., 14 (3): 9-34.

HARTMAN, O. 1968. Atlas of errantiae polychaetous annelids from California. Allan Hancock Foundation, University of Southern California, Los Angeles, 828 pp.

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Las gráficas e ilustraciones deben ser originales y presentarse sobre papel vegetal o similar en tamaño no superior a DIN A-4, con tinta china negra y ajustado al formato de caja de la revista (180 x 125 mm) o proporcional a éste. Las fotografías deberán ser siempre contrastadas, en el mismo formato que los dibujos. Las escalas de dibujos y fotografías deben ser gráficas y en el sis- tema métrico decimal. Los pies de figuras y los títulos de las tablas deberán estar redactados en castellano e inglés. Sólo los nombres en latín y los taxones genéricos y específicos deben llevar subrayado o ir en cursivas.

Los artículos que no se ajusten a las normas de publicación serán devueltos al autor. El comité editorial comunicará al primer autor la fecha de recepción del trabajo, la fecha de aceptación y el nú- mero de Avicennia en el que se espera que será publicado. Si lo considera conveniente podrá soli- citar a los autores las modificaciones que los revisores consideren oportunas. En este caso el autor deberá enviar una copia impresa del trabajo corregida y una copia en soporte informatico.

Cada autor recibirá gratuitamente 25 separatas de su trabajo? Aquellos autores que deseen más deberán indicarlo al devolver las pruebas de imprenta. El autor deberá abonar el importe del exceso.

Los interesados en publicar en Avicennia deberán dirigirse a:

Dr. Jesús Ortea Rato.

Dpto. de Biología de Organismos y Sistemas Laboratorio de Zoología

Universidad de Oviedo

33005 Oviedo. Asturias. España

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