BOLETIM DEL MUSEO MRCIOMRL TOMO Vil MÚMERO 1. Santiago de Chile IMPRÍÍ^TR ÜÑIVERSITRRIR BñrSDERR— 130 1914 PERSONAL DEL MOSEO NACIONAL EN 1914 Director: Prof. Dr. Eduardo Moore. Jefe de la Sección Vertebrados: Prof. Bernardino Quijada B. Jefe de la Sección Invertebrados: Prof. C. E. Porter. Jefe de Sección de Aracnolojía e Insectos dañinos: Prof. Cárlos Silva F. Jefe de la Sección Mineralójica: Prof. Miguel* R. Machado. Jefe de la Sección Botmiica: Prof. Francisco Fuentes M. Jefe de la Sección de Plantas Criptógamas: Prof. Marcial R. Espinosa By. Jefe de Sección de Paleontolojia: Prof Bernardo Gotschlich. Jefe de Sección de Plantas dañinas: Prof. Rojelio Sánchez C. Escribiente i Bibliotecario: Don Raúl Arrieta. Ayudante de Jeolojía: Prof. Alejandro Cortes M. Ayudante de Química: Prof. Roberto Burr V. Naturalista A?csiliar: Don Zacarías Vergara. / er Preparador: Don Eleuterio Ramírez. 2y id. Don Luis Moreira. Disector: Don Pablo Vergara. Mayordomo: Don Manuel Loyola. Tipógrafo: Don Manuel 2.® Loyola. Tres Porteros i Seis Guardianes. 4^ ^ BOLETIM MUSEO MflCIOMflL TOMO Vil (1914) t República de Chile — Ministerio de Instrucción Pública ^ boletimW DEL MUSEO rinCIOMRL DE CHILE TOMO Vil.— MÚMERO 1. Santiago de Chile IMPREÑTñ ÜÑlVERSlTñRIfl BñNDERR— 130 1914 HARVARD COLLEGE LIBRARY DEXTER FÜND MAR 271939 BOLETIN DEL MUSEO Nl^eiOmh Tomo Vil. Mayo-Diciembre de 1914. Núm. 1. MEMORIA PRESENTADA AL SEÑOR MINISTRO DE INSTRUCCION PÚBLICA POR EL DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL Señor Ministro; Tengo el honor de dar a conocer a US. el movimiento habido el año próximo pasado i las reformas impostergables que convendría introducir en el establecimiento de mi cargo. En el mes de Diciembre el Museo Nacional, esperimentó la dolorosa pérdida del ilustre sabio entomólogo, don Filiberto Germain, quien tuvo la honra de ser el primer director del Museo Nacional por decreto del Su- premo Gobierno fechado el 5 de Julio de 1853. Este trabajador infatigable que consagró y sacrificó una larga vida al progreso de las Ciencias Naturales, murió sin dejar mas herencia que la admiración i el respeto de los hombres de ciencia del mundo entero. El Supremo Gobierno haría obra de justicia, elevando un Mensaje al Congreso, solicitando una pensión de gracia para la viuda de tan ilustre sabio. La vacante dejada por el señor Germain fue llenada meses mas tarde por el señor Cárlos Silva, jefe en aquel entónces de la Sección de Insectos Dañinos, quien a su vez fue reemplazado en este puesto por Don Alejan- dro Horst. Por renuncia presentada por el portero tercero del Museo, don Apo- linario Benavides, quedó vacante este destino, llenada por don Julio Castro. El Museo Nacional, constantemente ha estado recibiendo objetos, libros, etc., ya sea adquiridos por compras, obsequios o canjes con los de- mas Museos del Mundo i cuyo detalle puede ver en las memorias de los Jefes de Sección respectivas. 6 BPLETIN DEL MUSEO NACIONAL Al finalizar el año, el Museo presentó en forma detallada la inversión de la partida de variables, siendo estas aprobadas por el Tribunal respec- tivo. Acompaño a US. el presupuesto para 1915. Insisto, señor Ministro, en la creación de la Sección Etnografía para cuya formación contamos con el siguiente material: los objetos etnográficos en un número de 1,086 ocupan 43 estantes i dos nichos en una de las gale- rías del edificio; hay trajes, armas, cerámica, momias peruanas, valiosísimos objetos de la Isla de Pascua, incluso tres maderos con jeroglíficos aun no descifrados. No escapará a la penetración de S. S. que seria un gran paso para el adelanto de la ciencia nacional la creación de una sección que cuenta con elementos que envidiarla aun el Museo de Londres i que de un golpe nos podría hacer terciar con brillo en ese debate mundial, en que han tomado parte jeneraciones no interrumpidas de los mas distinguidos sabios. No tendríamos, señor Ministro, que traspasar los límites de nuestro territorio para encontrar al hombre laborioso, para que dirijiera tan impor- tante sección, puesto que poseemos entre nuestros connacionales al señor Tomas Guevara, eminencia científica, en etnografía chilena. Para este fin consulto una partida de $ 6,000, como sueldo de Jefe de Sección. Nuevamente apelo al patriotismo de S. S. para el establecimiento de la Estación Zoolójica Marítima del puerto de San Antonio, partida que fué suprimida por la Comisión Mista de Presupuestos por razones de eco- nomía. Dicha Estación de Zoolojía Marina, la primera fundada en la costa del Pacífico de la América del Sur, por su situación jeográfica, instalaciones i servicios, estaba destinada a ser un poderoso ausiliar de trabajo del Museo Nacional. P'n el brevísimo plazo de un año que tuvo de existencia, pudo incrementar en un sinnúmero de ejemplares las colecciones de las Seccio- nes de' Vertebrados, Invertebrados i Botánica i permitir renovar mucho material destruido por la acción del tiempo. Convendria, pues, señor Ministro, volver a crear pronto la Estación Zoolójica, aprovechando la cesión que la Dirección de Obras Públicas, hizo al Museo Nacional de terreno comprendido entre el estero de Llolleo i las obras del futuro puerto de San Antonio. Conviene hacer presente que el señor Vicente García Huidobro, jene- Dr. Moore. — memoria presentada al sr. ministro de instrucción 7 rosamente obsequió al Museo Nacional una lonja de terreno, frente al ce- dido por el Gobierno, al sur del estero del Sauce, hasta llegar al mar. En el presupuesto para el próximo año he consultado una partida de $ 20,000, para construir aunque sea un galpón donde acumular i embalar el material recojido: ademas $ 3,000, que se le pagarían al Conservador de la Estación Zoolójica. El Ítem correspondiente al Naturalista Ausiliar ha sido aumentado a $ 6,000. Este puesto desde su creación jamás ha sido aumentado. Por promoción a Jefe de Paleontolojía de la persona que lo servía, la vacante fué llenada por don Zacarías Vergara que durante 28 años desempeñó con brillo i tesón el puesto de primer preparador. Por la razón apuntada mas arriba se ve la aberración que ese puesto tiene menos renumeracion que sus mismos subordinados. S. S. inspirado en espíritu de justicia tuvo a bien de reponer la partida consultada para dicho puesto, que habia sido borrada en el proyecto del Ministerio, desgraciada- mente la Comisión Mista, volvió las cosas a su antiguo estado, quizas por no estar en antecedentes de los motivos imperiosos que obligaban a esta Dirección a solicitar el aumento. Algo análogo acontece con los puestos de disector, mayordomo i por- teros. La carestía de los artículos de consumo i el alza de los arriendos de las casas, ha puesto a estos modestos servidores en condiciones angustiosas. Consulto también una partida de $ 10,000, para «Construir i trans- formar el patio en Sala de Taxidermia i Oficinas». Es verdaderamente inhumano hacer trabajar a la mitad del personal del Museo sobre un piso de ladrillos de los que brota el agua aun en ve- rano. Los gases deletéreos que se desprenden de las tinas de maceracion « infectan la atmósfera del patio, trascienden a los salones de exhibición i es así que en los dias de Apertura el público protesta del aire que se le obliga a respirar. Ademas la creación de cinco secciones nuevas en los últimos cuatro años, hace indispensable la construcción de otras tantas oficinas, ya que no poseemos ni una mala pieza donde colocarlas. Para grifos contra incendio, consulto $ 2,000. El enorme edificio del Museo Nacional que encierra tan Valiosas colecciones, en caso de incendio, seria destruido totalmente, puesto que ni fuera ni dentro de él existen grifos. Creo de estricta necesidad dotar al Museo de luz artificial. Con este fin se solicita una partida de $ 3,000. 8 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL A fin de que:S. S. pueda penetrarse de las transformaciones i adelantos que ha esperimentado el Museo Nacional en los últimos 6o años, nos hemos impuesto la penosa labor de hacer un estudio histórico de las diversas sec- ciones que lo componen, trabajo que tengo el honor de acompañárselo a S. S. i que va encabezado por uno de la misma naturaleza, empezado por don Rodulfo Amando Philippi i terminado mas tarde por su hijo don Fe- derico Philippi. Dios guarde a US. Eduardo Moore. Item 948 949 950 951 952 953 954 955 956 957 958 Dr. Moore. — presupuesto del imuseo para 1915 9 PROYECTO DE PRESUPUESTO DEL MUSEO NACIONAL PARA 1915 ADMINISTRACION Director $ 6,000 Jefe de la Sección Vertebrados 6,000 Jefe de la Sección Evertebrados 6,000 Jefe de la Sección Entomolójica 6,000 Jefe de la Sección Botánica 6,000 Jefe de la Sección Plantas Criptógamas 6,000 Naturalista ausiliar 6,000 (Aumento de $ 3,500. Este puesto desde su crea- ción jamas ha sido aumentado. La persona que ac- tualmente lo desempeña tiene 29 años de servicio en el Museo, como primer preparador i gozaba de un sueldo de $ 4,000; como un merecido ascenso esta Dirección lo promovió el año próximo pasado al puesto de Naturalista ausiliar; puesto que, por no ha- ber sido jamas aumentado, tiene ménos renta que los subordinados de dicho puesto) Jefe de la Sección Mineralójica $ 6,000 Ayudante de Jeolojía ^ 2,500 Preparador 4,000 Disector 2,200 (Aumento de $ 1,000. No ha sido aumentado, contando la persona que lo sirve con 28 años de servicio). lO BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Item 959 Escribiente i bibliotecario $ 960 Mayordomo (Se aumenta en $ 2,000. Este empleo es de gran responsabilidad material, teniendo que estar desde las 7 A. M. hasta las 7 P. M. en su puesto, sin descan- sar ni domingos ni festivos). 961 Tres porteros a razón de $ 2,000 c/u $ (Aumento de $ 3,000, es decir $ i,000 c/u. Es imposible que personas que han envejecido al servi- cio del Museo, puedan mantenerse ellos i sus familias con la insignificante renta de $ 83,33 al mes. Ade- mas, se les obligarla a hacer guardias domingos i festivos). 962 Jefe de la Sección Paleontolójica $ 963 Ayudante de Química para la Sección de Jeo- lojía 964 Jefe de Insectos Dañinos 965 Jefe de Plantas Dañinas 966 Tipógrafo 967 Segundo preparador Gastos Variables PARTIDA 19 2,196 Para adquisiciones, guardianes, viajes, estadísti- ca, fomento de la Biblioteca i demas gastos jenerales $ (Aumento de $ 10,000. Con el objeto de comen- zar las escursiones científicas de las diez secciones de que consta el Museo, i la única manera de aumen- tar los ejemplares i conocer el pais, en el sentido de 2,400 3,200. 6,000 6.000 3.000 6.000 6,000 1 ,200 2,400 30,000 Dr. Moore. — presueuesto del museo para 1915 Item su flora, fauna i constitución jeolójica del territorio, es hacer que los jefes mismos vayan a coleccionar los objetos de Historia Natural. La publicación del Boletín, que es el portavoz de la preparación científica de los Jefes de Sección, que están aptos para dar a conocer los profundos estudios que han realizado a través de largos años de investigación, se hace hoi dia en una forma, por la falta de recursos, que está mui léjos de poder dar cabida a los numerosísimos trabajos elaborados con tanta paciencia i estudio). Ahuevo Por una sola vez. — Grifos contra incendio $ (El enorme edificio del Museo Nacional que en- cierra tan valiosas colecciones, en caso de incendio seria destruido totalmente, puesto que ,ni fuera ni dentro de él existen grifos). » Para alumbrado (Con esta pequeña suma se podria hacer la insta- lación de luz en los salones principales i en las ofi- cinas de los empleados). » Para construir i trasformar el patio en sala de Taxidermia i oficinas (El presupuesto de esta sala está ya hecho por la Dirección de Obras Públicas. Es inhumano hacer trabajar a la mitad del personal del Museo sobre un piso de ladrillos por los que brota el agua aun en verano. Los gases deletéreos que se desprenden de las tinas de maceracion infestan el patio i en los dias de apertura el público protesta del aire que se les obliga a respirar). » Jefe de la Sección de Arqueolojía i Etnolojía.. 2,000 3,000 10,000 6,000 12 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Item (El Museo cuenta con un riquísimo material etno- lójico que serviría de base para la formación de tan importante sección). Nitevo Para la construcción de un galpón en San An- tonio 20,000 (Es indispensable crear nuevamente la Estación Zoolójica de San Antonio. Este galpón serviría para acumular el material colectado). (La Estación es el surtidero de ejemplares zooló- jicos i botánicos para el Museo Nacional, Escuela de Medicina i colejios de la República). ^ Conservador de la Estación Zoolójica 3 >000 (Este empleado tendría a su cargo la dirección de la Estación i se encargaría de formar un Museo Oceanográfico en San Antonio). F. Philippi.— HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 13 HISTORIA DEL Museo Nacional de Chile POR EL Dr. R. A. PHILIPPÍ PRÓLOGO Esta relación es un trabajo hecho por mi padre en 1901, quien lo dictó a SU secretario señor Gotschlich, dejándolo casi concluido, faltando sólo la enumeración de las colecciones que el Museo posee en la actualidad. He revisado el manuscrito i he hecho algunas correcciones en cuanto a la dicción de algunas partes, poniéndolas en un español corriente, i he suprimido uno que otro punto por no ser oportuno en la actualidad. Las faltas que tuve que correjir se esplica fácilmente, si se toma en cuenta que todo el trabajo fue dictado, ya que el mal estado de su vista no permitia al finado escribir i por consiguiente tampoco revisar el manuscrito. El último capítulo que da cuenta de las colecciones existentes ha sido escrito enteramente por mí, i da a conocer el estado actual de las coleccio- nes tan exactamente, como es posible en un establecimiento de esta clase. Tengo la satisfacción de poder decir que el Museo Nacional llama la aten- ción de todos los visitantes no sólo por sus estensas colecciones sino tam- bién por la buena disposición de ellas. Como se verá déla relación siguiente, la mayor parte de las existencias ha sido reunida por el doctor R. A. Philippi. Santiago, Setiembre de 1908. Federico Philippi. Dr. R. A. Philippi F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 15 I Creación i formación del Museo Hai que admirar que los hombres eminentes que rejian los destinos de la República desde sólo dos años ya pensaban en el establecimiento de un Museo de Historia Natural, como lo prueba el documento que sigue, pu- blicado en El Araucano. «La Junta Ejecutiva del Senado, reunida en la sala de Gobierno acor- dó el establecimiento de un Museo Nacional en la Universidad de San Fe- lipe. En la ciudad de Santiago a 27 del mes de Julio de 1813. Hallándose el Supremo Gobierno del Estado en acuerdo constitucional con el M. I. Se- nado, etc., resolvieron: «Segundo: que asimismo queda sancionada en todas sus partes el establecimiento del Museo Nacional en la Universidad de San Felipe con todos los demas artículos i propuestas que hizo la Comisión de Educación en su informe de 22 de Julio de 1813. Francisco A}íto7iio Pérez. — José Miguel Infante. — Agustín Eyzaguirre. — Camilo Henríquez. — Juan Egaña. — Fra?icisco Ruiz Tagle. — Joaquín de Echeverría. — Mariano Egaña, secretario.» He omitido trascribir el primer artículo que trata de la fundación del Instituto Nacional. Es mui natural que el propósito del Gobierno no pudo realizarse en aquel tiempo, cuestiones mas importantes absorbieron entónces toda la atención del Gobierno de la nueva República, pero la idea de la fundación de un Museo Nacional no fué abandonada. En el año 1822 el Director Supremo, don Bernardo O’Higgins, quiso fundar un Museo de Historia Natural i confirió a M. Juan José Dauxion Lavaysse el honroso título de director del Museo. El 26 de Junio de 1823 este mismo francés recibió ademas, la comisión de esplorar el territorio chileno para informar al Gobierno del Director don Ramón Freire, acerca de los medios mas convenientes para fomentar la co- lonización i facilitar la comunicación por mar i tierra entre los distintos puntos de la República. Este hombre era un aventurero que habia vivido en Haití, en Vene- zuela i en el Brasil, i que tenia conocimientos, pero mui superficiales de i6 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL varios ramos, lo que habla dado crédito inmerecido. Murió en 1830 sin haber cumplido en lo mas mínimo las tarcas que le hablan sido enco- mendadas (i). El 8 de Diciembre de 1828 llegó a Valparaíso don Claudio Gay, con- tratado como profesor para un colejio que quería fundar en Santiago don Pedro Chapuis, el que fracasó por varias causas, siendo una de ellas la fal- ta de alumnos, porque los ramos que se enseñaban en él no eran obligato- rios para los exámenes legales i su utilidad no era comprendida por los padres de familia. Repito: es digno de admirarse que el Gobierno de Chile haya com- prendido desde los primeros tiempos de la República la importancia del estudio de las ciencias naturales i que todos los gobernantes hayan abun- dado en estas mismas ideas i hayan trabajado para realizarlas.' Don Claudio Gay nació en Draguignan, capital del departamento del Var (Francia), el 18 de Marzo de 1800. Había estudiado en París medicina i farmacia i adquirido ademas co- nocimientos bastante buenos en física i química. Recorrió con el título de colector del Museo de Historia Natural de París, ia Grecia, algunas islas del oriente i el norte del Asia menor. Era un hombre serio i laborioso, era el hombre que Chile necesitaba. Con fecha 14 de Setiembre de 1830 celebró el Gobierno un contrato con él en el cual se le imponía una tarea mui superior a las fuerzas de un solo hombre. Nos interesa para el trabajo actual sólo el artículo i.®, inciso 5.« del contrato que dice: «Se obliga (don Claudio Gay) a formar un gabi- nete de Historia Natural que contenga las principales producciones vejeta- les i minerales del territorio, etc.»; pero sólo a fines de 1838 Gay ordenó el Museo de Historia Natural en una espaciosa sala en el palacio que hoi ocupan los Tribunales de Justicia. Gay distribuía en ella, como dice don Diego Barros Arana, las nume- rosísimas muestras de animales, vejetales i minerales que había colecciona- do en sus esploraciones. Barros Arana, p. 112, dice: «Allí daba coloca- ción a los objetos de fabricación indíjena que había podido proporcionarse con la esperanza de formar una sección de antigüedades chilenas». (0 Por los pormenores recomendamos el excelente trabajo que don Diego Barros Arana ha publicado en los «Anales de la Universidad» de 1876, con el título «Don Clau- dio Gay i su obra», que es de gran interes bajo varios puntos de vista, i al que seguimos en los párrafos siguientes. F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 17 Mi primera visita al Museo la hice con don Ignacio Domeyko en Di- ciembre de 1851 i fui sorprendido de su pobreza. No he visto entonces, p. ej., ningún vaso de los aboríjenes, pero no tuve tiempo en esa visita de estudiar el Museo prolijamente. ;Habrian acaso desaparecido muchos ob- jetos colocados por Gay en el Museo suroeste? El Museo ocupaba entonces una sala en los altos del edificio de la Bi- blioteca Nacional, ahora derrumbado, que formaba la esquina suroeste de las calles Catedral i Bandera i una pequeña pieza que sirvió después de oficina para el director i de taller para los trabajos del preparador. Cuando don Claudio Gay regresó en 1842 a Francia, el Museo fué puesto por decreto de 3 de Febrero de 1842, bajo la dirección de don Fran- cisco García Huidobro i en seguida fué confiado al Decano de la Facultad de Ciencias Físicas i Matemáticas. Así ha sido Decano i Director del Museo don Andrés Antonio de Gor- bea, i cuando yo me hice cargo del Museo lo era don Francisco de Borja Solar. En 5 de Julio de 1853 Filiberto Germain fué nombrado director interino del Museo con el sueldo de 1,200 pesos por el decreto que copio en seguida: «Nüm. 656. Santiago. 5 de Julio de i8gg. A fin de evitar el deterioro a que están espuestos los objetos de zoolo- jía i botánica del Museo Nacional por falta de una persona intelijente que cuide de ellos i deseando promover el progreso i mejora de este interesante establecimiento, con lo espuesto por el Rector de la Universidad en la nota que precede, vengo en acordar i decreto: 1.0 Se nombra Director interino del Museo Nacional a don Filiberto Germain con el sueldo de mil doscientos pesos anuales, que se le principia- rán a abonar desde que tome posesión de su destino. 2.0 El Director nombrado se recibirá del Museo bajo un inventario que se formará con intervención del Decano de la Facultad de Ciencias Fí- sicas, quien propondrá al Gobierno oyendo el dictámen del Director, las medidas que crea oportunas para el fomento del Establecimiento. 3.0 Impútese el sueldo asignado por lo que queda del presente año al ítem 2.0, partida 25 del Ministerio de Instrucción Pública. Refréndese, tómese razón i comuniqúese. — MONTT. — N. Ochagavía.y> 2 i8 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL No existia entonces en el presupuesto partida alguna para atender a las necesidades del Museo, así que era necesario pedir subvenciones espe- ciales para el establecimiento, cuando hubo que hacer algún gasto. Así, por ejemplo,' se entregaron con fecha 19 de Diciembre de 1851, quinientos pesos a don Andrés de Gorbea para este objeto, i otro tanto en 22 de No- viembre de 1852 a don Francisco de Borja Solar, i el año siguiente en 7 de Setiembre la misma suma para el Museo. En 1851 llegué a Chile para hacerme cargo de la administración de un fundo llamado «San Juan», situado en la provincia de Valdivia, que mi hermano Bernardo había comprado ántes de su viaje a Europa, donde por encargo del Gobierno debia tratar de atraer la emigración alemana hácia Chile. Mas en Octubre de 1853 me propuso el Supremo Gobierno de venir a Santiago para ocupar la cátedra de Historia Natural i asumir la dirección del Museo Nacional, oferta que acepté gustosamente porque así podía de- dicarme al estudio de las ciencias naturales en Chile, lo que correspondía a mis inclinaciones naturales. El decreto de mi nombramiento es el siguiente i fué publicado en El Araucano del 10 de Diciembre: Cuando me hice cargo del Museo i lo inspeccioné detenidamente noté, en primer lugar, que habia en él muchos objetos que no tenian ninguna re- lación con la Historia Natural. i .o Habia dos grandes estantes lujosos que contenían las banderas to- madas a los españoles en la batalla de Maipo, los que ahora se ven en el Museo Militar. 2.0 Habia un cajón de hierro que contenia los pliegos i esplicaciones relativos a los privilejios concedidos por el Supremo Gobierno i cierto nú- mero de modelos de máquinas, etc., concerniente a esos mismos, debiendo guardarse en el Museo en virtud de la lei sobre los privilejios esclusivos dada en 1840. Habia también los padrones legales de los pesos i medidas españolas ya completamente inútiles, puesto que se habia adoptado el sistema métri- co. Obtuve que éstos fueran retirados para ser conservados en la Moneda. Había también un número considerable de fenómenos: una oveja con dos cabezas, un cerdo con cinco patas, gallinas con tres pies, etc., hasta fe- nómenos humanos, por lo que se interesaban principalmente las mujeres que visitaban el Museo; todos estos fenómenos han pasado a la Escuela de Medicina. Se comprende que los objetos mencionados ocupaban una gran parte de la sala, estrechando considerablemente el espacio en que se conservaban los objetos de Historia Natural propiamente tales. 20 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Este espacio era también estrechado por un retrato al óleo de tamaño natural y de cuerpo entero de don Andrés de Gorbea, español que habia sido profesor de matemáticas en la Universidad i Decano déla Facultad de Ciencias Físicas i Matemáticas, i en consecuencia de esto, director del Mu- seo. Este retrato fué obsequiado por la colonia española de Santiago i ocu- paba una gran parte de una de las paredes cortas de la sal^. Un retrato de don Claudio Gay, de medio cuerpo, hecho en Paris por un notable pintor aleman, a espensas del Gobierno estaba colocado encima de la puerta que conducía de la única sala del Museo a la pieza pequeña que debió servir de oficina del director i de taller al preparador, como se ha dicho. Por esto se comprende que habia mui poca capacidad en esta sala para un Museo zoolójico, botánico i mineralójico i efectivamente habia mui pocos objetos chilenos referentes a estos ramos, como lo habia observado en mi visita al Museo en Diciembre de 1851. No habia casi ningún cuadrúpedo chileno, pero sí unos pocos europeos; mui pocas aves chilenas, pero también unas cuantas europeas; se me ha dicho que los objetos europeos provenían de un canje con Alemania i que aun las aves chilenas se hablan colocado casi todas en el Museo después del regreso de Gay a Francia, i que hablan sido preparadas por un tal Thornow, cazador que el doctor don Cárlos Segeth habia traído consigo. No existia ningún reptil ni pez chileno conservado en alcohol, ningún pez grande em- balsamado; pero habia un corto número de peces europeos conservados, según el antiguo método de clavar la mitad de un pez llenada convenien- temente con estopa contra una tablita, los que todavía se conservan. En dos cajones, con ancho marco dorado, se velan insectos chilenos, casi todos comidos por la polilla. El herbario chileno era bastante modesto; los papeles que contenían las plantas, no estaban reunidos en libros, sino puestos horizontalmente unos sobre otros, pero sistemáticamente. Un letrero que sobresalía hácia afuera indicaba el nombre dc/ laí^ familias. Como un año i medio mas tarde descubrí en un rincón, debajo del techo, un paquete de plantas disecadas, recojidas por el desgraciado botánico Bertero, que estuvo en Chile por los años 1828 a 1829, colección de gran importancia porque las plantas servían para co- nocer. con exactitud el nombre de las especies nuevas descubiertas por él i descriptas por el botánico italiano Colla. Había mui pocos minerales i fósiles colocados libremente sobre tablitas delgadas, en las cuales habia un letrero que indicaba el nombre de ellos. No habia otras antigüedades de aboríjenes de Chile que los objetos F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 21 figurados en las láminas números i i 2, del Atlas de la historia física i po- lítica de Chile. Habia cierto número de objetos colocados evidentemente en el Museo . después de la salida de Gay, v. gr. muestras de minerales de plata ensa- yados por Domeyko, que por importantes que fueran para la metalurjia, no eran mui dignos de ser exhibidos en un Museo, porque era imposible co- nocer por su aspecto esterior el metal que contenían. Esta pobreza me causó mucha admiración, la que aumentó todavía mas tarde por la lectura de la excelente obra arriba citada de don Diego Barros Arana, en la cual están insertos lo«5 informes de Gay sobre el resul- tado de sus viajes por la República, de los cuales resulta que ha recojido con indescriptible celo numerosísimos minerales, plantas i animales, que pa- recen haber ido a Francia. Sólo después de meses pude ocuparme del Museo. El Supremo Go- bierno me dió la comisión de hacer una esploracion del llamado Desierto de Atacama, cuyos preparativos me ocuparon desde luego durante algunas semanas. El 22 de Noviembre me embarqué en Valparaiso en el buque Jane- queo, mandado por don Manuel Escala. Tuve por compañeros al injeniero don Guillermo Dolí, que debia levantar el mapa de nuestro itinerario, i a dos mozos que eran cazadores i sabian sacar convenientemente los cueros de animales. El 24 del mismo mes anclamos en el puerto de Coquimbo, donde demoramos algunos dias, porque el comandante tenia que cumplir un encargo del Gobierno; el 29 llegamos al puerto de Caldera i el tren nos llevó al dia siguiente a Copiapó, donde debia completar el equipo i tomar noticias sobre la rejion que habia que recorrer. El señor Intendente de la provincia reunió con este fin las .personas que se decian conocedoras del desierto, pero resultó que sabian mui poco, i casi lo único que me ha servido, era que debia proveerme de herraduras para las muías i de cantimploras para llevar agua cuando habia que pasar por trechos que carecian de ella. El Intendente contrató también a don Diego de Almeida, que treinta años ántes habia hecho el viaje a través del desierto hasta San Pedro de Atacama. Este señor nos ha sido mui útil en varios casos; pero nos dió mui pocas noticias acerca del camino que debíamos recorrer, porque, como dijo, se habia fijado en su viaje únicamente en los mantos i panizos, buscando vetas de oro i plata. Mi plan era el de recorrer primero el litoral hasta Co- 22 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL bija, miéntras el buque seguía hasta ahí para poderme comunicar con él de trecho en trecho, aprovisionarme i embarcar los objetos recojidos. Zarpamos de Caldera el 7 de Diciembre i saltamos a tierra en Cha- ñaral de las Animas, desde donde visité minas de cobre i obtuve muías que nos llevaron hasta el lugar denominado Paposo. En el iiuerto de Taltal me comuniqué con la Janequeo; observo de paso que allí no vivía nadie, ni si- quiera un indio pescador, miéntras ahora hai en ese lugar unos 5,000 ha- bitantes a lo ménos. El 17 de Diciembre llegamos a Paposo, de donde las muías se vol- vieron a Chañaral, porque pude contratar nuevas muías para proseguir el viaje a lo largo del litoral hasta el punto El Cobre, donde el señor Antonio Moreno había reabierto pocos meses ántes minas de cobre. Supe aquí con gran satisfacción que había en la vecindad indios atacameños con muías, que podrían conducirnos a San Pedro de Atacama, una casualidad feliz con la cual no había podido contar. Los atacameños sacaban su sustento prin- cipalmente del trasporte de mercaderías del pueblo de Cobija a las provin- cias arjentinas de Salta i Jujui. Ahora había guerra entre Bolivia i Perú; los peruanos habían ocupado el puerto de Cobija i cortado el tráfico con la Arjentina. Algunos atacameños habían hecho por esto la especulación de ir a Paposo, donde podían esperar encontrar una gran cantidad de pes- cado seco para llevarlo a la Arjentina, mas habían quedado chasqueados, porque casi todos los indios pescadores de la costa habían ido a las minas de plata descubiertas poco ántes en Tres Puntas i había mui poco pescado seco en Paposo. Estaban, pues, mui contentos de ganar algún dinero con- duciéndonos en sus muías a San Pedro de Atacama i consintieron es- perar unos diez o quince dias, que a mi juicio necesitaba para llegar al Cobre i volver, tanto mas en cuanto había este año pasto suficiente para los animales en algunos oasis al Este de Paposo. (Paposo era entonces una hacienda i constaba únicamente de dos o tres casas en que vivía el admi- nistrador, i las casas de los indios pescadores se encontraban a bastante distancia). Habiendo una vejetacion comparativamente rica en las faldas de la costa, alimentada por las neblinas casi continuas que reinan en la mayor parte del año en este lugar, empleé algún tiempo para herborizar. El 24 de Diciembre llegamos al Cobre casi al mismo tiempo que la Ja- neqiieo. El señor José Antonio Moreno, que nos recibió con la mayor amabi- lidad, me dió las primeras noticias ciertas sobre el interior del desierto, que la superficie del terreno se levantaba suavemente desde las alturas de la F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 23 costa hasta 3 a 4,000 metros sobre el nivel del mar i que encontraríamos en ella dos grandes salares, cuya existencia el buen don Diego de Almeida habia olvidado enteramente. El 27 de Diciembre me embarqué en la Janequeo para el puerto de Mejillones de Bolivia i doblamos la Punta de Angamos, que se ha hecho célebre por un combate naval en que los chilenos tomaron al monitor pe- ruano Huáscar. Llegamos a Mejillones el 29 de Diciembre; era igualmente un lugar inhabitado, i sólo habia en la vecindad jente ocupada en recojer guano. De Mejillones volvimos a Paposo, donde anclamos el 6 de Enero. Don Diego, que se habia quedado en Paposo, i don Guillermo Dolí, quien volvió a este lugar con las muías que regresaron de El Cobre, hablan miéntras alquilado las muías necesarias para el viaje a Atacama. Como era difícil desembarcar en Paposo las provisiones i víveres para el viaje te- rrestre que teníamos que emprender, fuimos en la Janequeo a la caleta de Taltal, adonde hablan sido llevadas las muías, i nos separamos de la Jane- queo, que volvió a Valparaíso. El camino de Taltal a San Pedro de Atacama, que toma una dirección oblicua hácia el Noreste, nos dió a conocer los dos salares, lagos de agua salada, cuyas orillas frecuentemente están cubiertas de sal cristalizada, el de Punta Negra i el de Atacama, que tiene su nombre del pueblo de San Pedro de Atacama, situado en su estremidad Norte i que debe su existen- cia a un pequeño rio de agua dulce que viene del Norte. El 9 de Enero salimos de Taltal i llegamos a San Pedro de Atacama el 22 del mismo mes. Después de esta penosa travesía era necesario des- cansar i pensar en el regreso, cosa mui difícil, porque no era fácil encontrar un guía i era preciso comprar las muías necesarias una por una. Al fin encontramos un guía en el pequeño lugarejo de Paine, pero éste se negó a seguir adelante cuando todavía no habíamos hecho la tercera parte del camino. Felizmente dimos con un individuo de Copiapó que es- taba en viaje a Atacama, pero se habia arrepentido de él, i quedó mui contento de poder volver con nosotros. Nuestro camino seguia en gran parte por la alta meseta i de vez en cuando por el antiguo camino de los incas. Salimos de Atacama el 30 de Enero i llegamos al mineral de Tres Pun- tas el 24 de Febrero. Nuestras muías de carga estaban tan exhaustas que fuimos mui felices de poder mandar la carga por carretón a Copiapó, i aun las muías de silla, tenian apénas las fuerzas para llevar los jinetes. Llega- 24 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL mos a Copiapó el 27 de Febrero. El viaje por el desierto ha durado, pues, desde nuestro embarque en Caldera hasta la llegada a Copiapó, 82 dias. No necesito decir qué fatigas, qué privaciones hemos tenido que sufrir en nuestro viaje. Pero los resultados para la jeografía de una rejion hasta entonces enteramente desconocida i para las colecciones del Museo han sido mui satisfactorios. Recojí: Minerales Un gran número de muestras de rocas Fósiles Mamíferos Aves Reptiles Crustáceos Insectos Moluscos Vermes Equinodermos 8 Plantas 419 No me fué posible recojer durante el viaje peces, por haberse quedado en Valparaiso el alcohol i frascos para conservarlos. Muchos de estos animales i plantas eran nuevos para la ciencia. Una descripción detallada de este viaje acompañada de mapas, doce vistas i quince láminas de animales i plantas, ha sido publicado de órden del Su- premo Gobierno. La redacción del viaje, la clasificación de los objetos i la confección del mapa, vistas i láminas me demandaron mucho tiempo, de modo que la obra salió a luz sólo en 1860. Como se ve, este viaje ha enriquecido considerablemente la pobre co- lección de animales i plantas chilenos que habia en el Museo. El señor Germain por su parte, excelente colector, lo habia enriquecido recojiendo los animales i las plantas de los alrededores de Santiago. II Local del Museo Como se ha dicho al principio, el Museo ocupaba, cuando me hice cargo de él, una sola sala con una pieza adjunta, que servia a la vez de oficina del Director i de taller al preparador. 20 muestras 29 especies 14 33 9 10 » 50 » 97 F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 25 Algunos años mas tarde se le agregó una sala contigua que hasta ese tiempo habia estado ocupada, pero aun ésta se llenó en breve tiempo, i cuando el señor don José Tomás de Urmeneta hubo obsequiado al Museo la preciosa colección etnográfica, no habia lugar en donde colocarla, i el Supremo Gobierno me dió entónces una sala en la casa de la Intendencia. En 1866 los objetos colocados en ésta fueron trasladados a una sala del edificio de la Universidad, que recien se habia concluido i que tenia entónces algunos salones desocupados. En este año se hizo un robo irreparable. Se rompieron los vidrios de la puerta que daba al corredor, con lo que el ladrón pudo abrir la puerta, rompió en seguida las puertas del estante, el vidrio del cajón en ♦ que se guardaban los adornos de oro de una princesa inca i sustrajo la mitad de ellos, teniendo la jenerosidad de dejar al Museo lo demas. Las investigaciones del Juez del crimen, don Eulojio Altamirano, para descu- brir al autor del robo, han sido infructuosas. Observaré con esta ocasión, que han hecho repetidas veces robos de mas o ménos importancia. No ne- cesito decir que la colocación de los objetos del Museo en dos edificios dis- tintos, tenia graves inconvenientes, principalmente en cuanto a la vijilancia. Todo esto cesó con la traslación del Museo al magnífico palacio que habia sido construido para la esposicion internacional de 1875, la que fué decretada por el Supremo Gobierno con fecha 15 de Enero de 1876. Se comprende que los nuevos salones no podia desde luego llenarse completamente, i ante todo quedó desocupado en gran parte el salón cen- tral, lo que tuvo por consecuencia que el Supremo Gobierno cedió varias veces este salón para banquetes, bailes i reparticiones de premios durante grandes festividades que se celebraban en la Quinta. También sirvió el gran salón con las dos galerías durante la guerra perú-boliviana de hospital de sangre, según decreto del Supremo Gobierno de 28 de Noviembre de 1879; i en 1888 se cedió el mismo para una sección de la Esposicion de minería. Todos los salones del Museo se hallan ahora completamente ocupados, debido al continuo aumento de objetos, de modo que el local ya se hace estrecho para las colecciones i es preciso que el Supremo Gobierno piense en darle mas estension, lo que seria mui fácil, si el Instituto Agrícola se trasladara a otro punto, pues éste ocupa todo el lado Oeste del mismo edi- ficio, el que quedarla entónces para un solo objeto i bajo un solo Ministerio, mientras ahora sirve para dos fines nada relacionados entre sí i depende de dos Ministerios. 26 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL III Personal del Museo Cuando me hice cargo de la dirección del Museo, su personal se com- ponía de un director, un subdirector, que lo era don Filiberto Germain, nombrado por decreto de 20 de Octubre de 1853, i de un disector, Bernar- dino Cortés, que habla acompañado al señor Gay como sirviente en sus viajes i entendía algo del modo de sacar los cueros de aves, etc. El señor Germain presentó su renuncia en 1858, la que fué aceptada por decreto de 6 de Diciembre, i en su lugar fué nombrado don Luis Landbeck por decreto de i.® de Octubre de 1859. Este era un colono ale- mán, que se habla ocupado mucho de ornitolojía, i desempeñó su destino hasta que perdió la vista a consecuencia de su continua ocupación con el arsénico; fué jubilado por decreto de 20 Junio de 1884. Habiendo muerto Bernardino Cortés, fué nombrado disector don Pablo Ortega en 2 de Abril de 1862 i fué jubilado con fecha 17 de Octu- bre de 1885. Por decreto de 7 de Junio de 1869, se comisionó a don Edwin Reed para que prestara sus servicios en el Museo, principalmente en la clasificación de los insectos, i por decreto de 7 de Abril de 1874 se le dió el título de ayudante del Museo; cesó de serlo a fines de Diciembre de 1876. Por decreto de 15 de Mayo de 1877 se nombraron ayudantes del Museo por el espacio de dos años a los señores Luis Sanfurgo i Enrique Ibar Sierra, i a don Federico Puga por un año. Por decreto de 18 de Mar¿o de 1878 se nombró asistente del Museo a don Federico Puga Borne. Por decreto de 4 de Abril de 1881 fué nombrado ayudante del Museo don Ig- nacio López, que murió en 1885. Por decreto de 18 de Junio de 1883 fué nombrado ayudante del Museo el doctor don Luis Darapsky, que debia ocuparse principalmente del arreglo de la colección mineralójica, puesto que renunció en 18 de Octubre de 1888. Con fecha 15 de Julio de 1884 fué nombrado preparador y subdirector don Cárlos Rahmer, quien habia hecho sus estudios taxidérmicos en Stuttgart; en Marzo de i888 se me presentó inesperadamente diciendo que habia presentado su renuncia irre- vocable por poder ganar como empleado particular mayor sueldo, renuncia que fué aceptada por el Gobierno con fecha 13 del mismo mes. Estaba, F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 27 pues, sin preparador, i como no habia persona idónea en Chile para este puesto, fué necesario contratar uno en Europa, lo que demoró hasta 1889. El 17 de Octubre de 1885 se nombró a don Zacarías Vergara disector del Museo por jubilación de don Pablo Ortega. Por decreto de i 5 de Junio de 1885 se nombró segundo ayudante del Museo Nacional a don Elias Román Blanco. El Museo habia tomado ya una estension tan grande, que era mate- rialmente imposible para el director de clasificar debidamente los animales, plantas, minerales, fósiles, antigüedades chilenas i peruanas i objetos etno- lójicos. Los asistentes nombrados no tenian la preparación ni los estudios necesarios para secundarle en este trabajo i se habia hecho sentir mas i mas la necesidad de nombrar naturalistas de profesión i esperimentados para ayudar al director i para hacer el catálogo exacto de los objetos en los diferentes ramos. Estas consideraciones movieron al Supremo Gobierno a dictar con fecha 9 de Julio de 1889 un reglamento (i) del Museo Nacional, según cuyo artículo 4.0 la planta debia ser la siguiente: Un director, » jefe de la sección zoolojica, » jefe de la sección botánica, » jefe de la sección mineralójica, » preparador, disector, » mayordomo i dos porteros. Era natural que los profesores de zoolojía, botánica i mineralojía obtu- viesen también el puesto de jefe de las secciones respectivas del Museo. No habiendo una persona idónea en el pais para la cátedra de zoolo- jía en la Escuela de Medicina, el Supremo Gobierno contrató en Paris, con fecha 30 de Agosto de 1889, a don Fernando Lataste. El profesor de bo- tánica en el mismo establecimiento, don Federico Philippi, fué nombrado jefe de la sección botánica. Por decreto 'de 16 de Enero de 1889 habia sido nombrado don Ernesto Frick jefe de la sección mineralójica. En el (i) En este año se dictó por el Supremo Gobierno un nuevo reglamento, del cual se reproducirá en el último capítulo la planta de los empleados. 28 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL mismo año de 1889 vino don Federico Albert, contratado en Berlin, como preparador del Museo i quedó de disector del Museo don Zacarías Vergara. A los jefes de sección se encargó en el artículo 7.® inciso 5.0 «Formar un catálogo de los objetos de su ramo»; i en el inciso i.® del mismo ar- tículo, «Clasificar i describir todos los objetos nuevos para la ciencia que ingresen al Museo, i publicar la descripción en el periódico del Museo». Este periódico lleva el título Anales del Museo Nacional de Santiago. Sus entregas se publican a medida que hai material para ellas i han salido a luz hasta ahora 17 entregas, cuya última es «Distribución jeográfica de las Compuestas de la Flora de Chile por el doctor Reiche». Esta planta de empleados ha sufrido las variaciones siguientes; El jefe de la sección zoolójica, don Fernando Dataste, fué retirado del establecimiento, al cual no ha prestado servicio alguno, por decreto de 27 de Enero de 1892 con el encargo de formar un Museo zoolójico para la en- señanza de zoolojía en la Universidad. El nombramiento de un sucesor se retardó mucho. El doctor Ortman había solicitado este puesto, pero cuan- do se le nombró no aceptó por haber obtenido mejores condiciones en el puesto que desempeñaba en Princeton (Estados DTnidos) como profesor de la Universidad. Entonces se contrató en Alemania con fecha 16 de Julio de 1900 para jefe de la sección zoolójica del Museo Nacional i profesor de zoolojía médi- ca, al doctor Otto Bürger, quien sirvió el puesto durante los seis años de su contrato. Por decreto de 18 de octubre de 1893 comisionado don Filiberto Germain para hacerse cargo de la colección de insectos, i en Febrero de 1903 fué nombrado jeje de esta sección. Como el señor Frick fué nombrado jefe de la 4.^ sección de límites Chileno-Arjentina, i como tal no podia seguir en el Museo, se nombro para reemplazarlo al doctor Roberto Pohlmann, i después de la muerte de éste fué nombrado en Abril de 1901, don Miguel R. Machado, jefe de esta sección. El 10 de Abril de 1897 obtuve la jubilación que habia solicitado a causa de mi avanzada edad i una afección a la vista, i fué nombrado como sucesor mió, mi hijo Federico, jefe de la sección botánica, cuyo puesto re- nunció a consecuencia del nuevo nombramiento, encargándose en Mayo del mismo año el cuidado de esta sección al botánico doctor C. Reiche, profesor contratado en Europa para los liceos. En Abril de 1898 salió el señor Albert, del Museo i éste quedó con solo el segundo preparador, don Zacarías \^ergara, quien después de ha- F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 29 ber estado separado por dos años del Museo a causa de su salud, fué nom- brado preparador con el mismo sueldo del señor Albert en Marzo de 1908. El 10 de Abril de 1900 se nombró escribiente i bibliotecario del Museo a don Manuel F. Vargas Barredo, a quien sucedió en Noviembre de 1903 don Carlos G. Castro R., quien a su renuncia fué reemplazado en Marzo de 1907 por don Raúl Arrieta. Estando vacante el puesto de jefe déla sección botánica fué nombrado en Febrero de 1901 el señor don Bernardino Quijada para él, quien en Ene- ro de 1902 fué nombrado naturalista auxiliar del Museo, entrando el doctor Reiche como jefe de la sección botánica. En Marzo de 1905 se comisionó al señor Quijada de trasladarse a Europa para perfeccionar sus conocimientos en zoolojía i se nombró interi- namente en su lugar al señor Bernardo Gotschlich. Cuando el jefe de la sección zoolójica doctor Bürger cumplió su contrato fué nombrado en su lugar en Marzo de 1906 el señor Bernardino Quijada, i el señor Gotschlich fué nombrado naturalista auxiliar en propiedad. IV Viajes, compras i canjes para adquisición de objetos Para recojer los animales, plantas, fósiles, minerales, etc., de Chile, era necesario recorrer todo el territorio de la República, como ya se había prescrito en el primer decreto de 1830 por el cual se 'fundó el Museo i como lo establece el artículo 7.0, inciso 7.0 del reglamento de 1889. En va- rios museos hai empleados especiales encargados de colectar objetos, por ejemplo en la República Arjentina. Estos viajes i escursiones se han hecho en Chile por el Director i los demas empleados, principalmente durante las vacaciones o según lo per- mitían circunstancias especiales. Indicaré las principales escursiones hechas con este objeto. Las rejiones del norte han sido esploradas: primero por mí durante mi viaje a San Pedro de Atacama, del cual he hablado anteriormente. Segun- do, el viaje de esploracion hecho por don Federico Philippi, acompañado del preparador don Cárlos Rahmer i de don Otto Philippi, ha dado esplén- didos resultados en cuanto a la fauna i flora de esas rejiones, porque fué hecho por una parte mas oriental desde Antofagasta de la Sierra hasta Atacama, i desde ahí por la puna de la provincia de Tarapacá, bajando al 30 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL oasis de Pica i yendo hasta el rio de Camarones. Un viaje del doctor Pohl- man i otros del doctor Reiche a esas rejiones han enriquecido las coleccio- nes, i aun varias personas que no tenian conexión con el Museo han contri- buido mucho a hacer conocer mejor la flora de esta rejion, recojiendo plan- tas i obsequiándolas al Museo. Son los señores Francisco San Román, injeniero que ha estudiado especialmente la jeografía, don Guillermo Geisse, don Alamiro Larrañaga i otros. En Enero de i886 se mandó al preparador don Cárlos Rahmer alqui- que para recojer animales marinos, i el resultado de su viaje eran, fuera de peces pequeños, crustáceos, etc., lindos ejemplares de peces-espada (Xiphias gladius) i de peces-aguja (Histiophorus audax Ph), que son un adorno del Museo. La provincia de Coquimbo. — En Octubre de 1878 visité personalmente esta provincia para coleccionar en ella; en 1883 don Federico Philippi hizo un viaje al monte de Frai Jorje i a los baños del Toro, i él mismo recorrió en 1885, después de un invierno lluvioso, el Norte, yendo desde Caldera por Copiapó, Chañarcillo, Carrizal i Vallenar al Huasco, i en 1898 visitó el doctor Reiche el litoral i la alta cordillera de Coquimbo. Todos estos via- jes han contribuido considerablemente al conocimiento de los productos naturales de estas rejiones i enriquecido las colecciones. La provincia de Aconcagua. — En 1860 visité una parte de la provin- cia, principalmente la hacienda de Catemu, i en Diciembre de 1882 las re- jiones de Jahuel, de Santa Rosa i la parte inferior del camino a Uspallata. En Noviembre de 1862 esploró el señor Landbeck la rejion de Illapel, que posteriormente fué visitada también por don Zacarías Vergara. Provincia de Va/paraiso. — Se ha esplorado principalmente su litoral, siendo el lugarejo de Algarrobo el centro de las escursiones, donde prime- ro estuvo el señor Germain i después el señor Landbeck, i en 1884 estudió don Federico Philippi los alrededores de Concon. Provincia de Santiago. — Se comprende que esta provincia es la me- jor esplorada i creo superfluo entrar en pormenores. Provincia de Colchagua. etc. — Esta provincia i las adyacentes han sido esploradas también en varias ocasiones. La cordillera fué visitada en Octubre de 1860 por don Luis Landbeck, i el último viaje a ella fué en 1891 por don Federico Albert, quien pasó también al otro lado de la cor- dillera, de donde trajo una preciosa colección de fósiles de la formación liásica. La hacienda de Cauquénes fué visitada varias veces i mencionaré sólo F. Philippi — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 31 el viaje que hice con mi hijo hasta el ventisquero de los Cipreses i que dió una rica cosecha en plantas. No fué descuidado el litoral; en 1878 hice un viaje a Matanzas i Cáhuil, cuyo objeto principal era recojer los fósiles que abundan en esas rejiones. En 1894 don Federico Philippi visitó esa rejion para estraer el esqueleto fósil de un cetáceo hallado cerca de Navidad, que todavía no ha sido posible clasificar, pero que parece constituir un nuevo jénero. Provincias de Talca, Curicó, Lináres, etc. — Los baños de Peteroa i sus contornos fueron visitados por don Federico Albert; ya ántes el Museo habia recibido muchas e interesantes plantas de esta rejion de los señores Oscar Schónemann i Manuel Videla. El señor Filiberto Germain visitó también en 1855 una parte de la cordillera de Talca, i en 1879, mi hijo hizo una espedicion al Descabezado del Maulé, que fué mui provechosa para la sección de botánica. En 1893 visité desde los baños de Quinamávida los valles adyacentes. La provincia de Maulé es la única de la República que no ha sido es- plorada, aunque lo merezca seguramente i dará sin duda muchos objetos nuevos, sobre todo en el litoral. Sólo conocemos parcialmente su flora por un rico herbario de plantas colectadas en ella por el doctor Eduardo Moore, quien lo obsequió al Museo. Provincia de Chillan. — Esta provincia, al contrario, ha sido visitada tantas veces i en varias estaciones, que ulteriores esploraciones no darán muchas novedades al Museo. Yo he estado cinco veces en los Baños de Chillan i varias otras personas nos han traido objetos de allí. Provincias de Concepción i Biobio. — La provincia de Concepción es una de las mejor conocidas; ya en 1855 el señor Germain hizo colecciones en Talcahuano i Tomé. En Marzo de 1879 estuve en el Salto de la Laja i en varias ocasiones en los alrededores de la ciudad, en la isla de Quiriquina, el Tomé, la hacienda de Coronel, etc. Estuve igualmente en los Anjeles, i el señor Rahmer visitó en 1887 cordillera de Trapatrapa. Araucanía (Arauco, Malleco, Cautin). — La cordillera de Nahuelbuta fué visitada por primera vez en 1877 por mí i mi hijo, i en 1895 doctor Reiche. En 1879 visité la Araucanía hasta Temuco, i en 1883 la parte del litoral desde Lebu hasta Arauco i Coronel. Provincias de Valdivia i Llanqnihue . — Esta rejion es una de las mas esploradas, porque tengo un fundo en ella, en el cual solia pasar las vaca- ciones. Mui interesante es la Cordillera Pelada, de la Costa, cuya parte mas alta se eleva a mas de mil metros sobre el nivel del mar, porque presenta 32 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL en su meseta una flora en parte idéntica con la de Magallanes. Fué visita- da varias veces i entre ellas una vez por el doctor Reiche. Aun la vejeta- clon de su alta cordillera ahora es bastante conocida, pues en 1852 pude estudiar una pequeña parte de ella, i en 1887 el doctor Otto Philippi reco- jió sus plantas, miéntras acompañaba a la espedicion topográfica del capi- tán Fernández, i Zacarías- Vergara reunió también una colección de plantas cuando acompañaba al señor Ernesto Frick, jefe de la cuarta Subcomisión de Límites. El Museo debe también muchas plantas i animales al doctor Francisco Fonck, al doctor Cárlos Martin i a Germán Krause. En 1892 el señor Albert estuvo en Calbuco, recojiendo principalmente animales marinos. Provincia i Archipiélago de Chiloé. — La isla fué visitada en 1857 por el señor Germain, en Noviembre de 1870 por el señor Reed i en Enero de 1880 por el señor Federico Philippi. Pero su flora se conoce sólo incom- pletamente. Las islas de Chonos fueron visitadas por el doctor Fonck cuando acompañó una espedicion hidrográfica en el año 1857. Tenemos también muchas plantas del rio Palena, recojidas principal- mente por el doctor Federico Delfín. Muchos animales de esas rejiones han sido obsequiados al Museo por los marinos chilenos, sobre todo por don Roberto Maldonado. Magallanes. — Esta rejion es una de las mas estudiadas de Sud-Amé- rica, pues no sólo coleccionaron ahí muchos viajeros al pasar por el Estre- cho, sino que han venido también varias expediciones científicas de Europa con este objeto esclusivo. El Museo Nacional no la ha abandonado tam- poco. Mandé dos veces a don Pablo Ortega i una vez al señor Enrique Ibar, i en 1900 fueron los señores Reiche i Pohlmann acompañados del preparador don Zacarías Vergara. El Museo debe también un número con- siderable de objetos de historia natural a diferentes oficiales de la Marina Chilena, que los recojieron durante sus estudios hidrográficos. Islas oceánicas de Chile. — Estas tienen como todas las islas volcánicas mui distantes de los continentes una flora i fauna particulares, siendo que gran número de sus plantas i animales no existen en ninguna otra parte del globo i ofrecen por eso gran interes para la ciencia. En 1854 mandé al señor Germain i en 1872 al señor Reed a Juan Fer- nández. para estudiar sus plantas i animales. Yo mismo he estado sólo tres dias en la isla, acompañando a don José Tomás de Urmeneta, que se habia propuesto hacer un estudio prolijo de ella, lo que no se hizo debido a ciertas circunstancias imprevistas, que le F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 33 obligaron a volver pronto a Valparaíso. El Ministerio 'de Marina mandó en 1892 una espedicion científica a Juan Fernández, que dió por resultado el libro del doctor Johow titulado «Flora de Juan Fernández», pero esta es- pedicion no trajo ningún provecho para el Museo Nacional, pues fuera de unos pocos insectos no recibió ningún ejemplar de los recojidos. En Di- ciembre de 1900 el doctor Bürger visitó la isla con el objeto especial de recojer sus animales marinos, que son casi todos distintos de los de la costa del continente. Trajo una linda colección para el Museo. San Ambrosio i San Félix fueron visitadas en 1867 por el Capitán Simpson en la Chacabuco i en 1874 por don Francisco Vidal Gormaz^ quienes trajeron colecciones de plantas, que permitieron conocer su flora. La Isla de la Mocha fué visitada en 1871 por el señor Reed i en 1902 por los señores Reiche i Machado, quienes publicaron en el número 16 de los «Anales del Museo Nacional» el resultado de sus estudios, dando una monografía bien detallada de la isla. Este bosquejo histórico de las esploraciones hechas para recojer las producciones naturales de Chile no pretende ser una relación completa, pero dará una idea jeneral de los trabajos hechos para formar las coleccio- nes de historia natural chilena. Faltarán todavía muchos objetos chilenos hasta en las plantas, i los profesores de los liceos provinciales podrían contribuir poderosamente para llenar los vacíos, si hicieran colecciones de los animales, plantas, i minera- les de su provincia. Cosa estraña es que la sección mineralojía del Museo es la menos completa, i seria una obra patriótica, si los dueños de minas quisieran acordarse de que hai un Museo Nacional i comunicarle muestras de sus mi- nerales i de las rocas que los acompañan. El Museo posee un número bastante considerable de animales i plan- tas estranjeras. Parte de los animales ha sido comprada, v. gr. el bisonte de Norte América, la zebra, el oso blanco, etc.; algunos fueron dados por el Jardín Zoolójico, pero mas de la mitad han sido obtenidos en cambio por animales chilenos. Los museos a que debemos el mayor número de animales estranjeros son los de Leiden i Estokolmo, pero debemos también muchos a los museos de Turin, Florencia i París. Hemos enviado grandes colecciones de pieles de aves, mamíferos, etc, a los museos de Lisboa i Madrid sin que éstos hayan retornado algo. Debemos la mayor parte de los insectos estranjeros a canjes con dife- rentes particulares. 3 34 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL El número de plantas estranjeras es mui considerable; todas ellas han sido obtenidas por canje con el Jardin Botánico de Kew (Londres), Berlin i Viena i con el barón von Müller en Melbourne (Australia), el doctor Gethe en Suecia i el señor Richter Lajos en Best (Hungría) i varios botánicos norteamericanos i de Nueva Zelanda. Hemos enviado igualmente coleccio- nes de plantas chilenas a los establecimientos botánicos de Bolonia i Ná- poles sin que éstos hayan mandado algo en cambio. La colección paleontólojica de nuestro Museo ha recibido muchos fó- siles de Berlin i Viena en cambio de fósiles chilenos. La colección de antigüedades sudamericanas, es formada en parte por obsequios de particulares chilenos, en parte por compras de antigüedades chilenas hechas a los señores don Luis Montt, don José Toribio Medina i don Rafael Garrido. Las antigüedades peruanas están bien representadas después de la compra que el Gobierno ha hecho de la colección de don Nicolás Sáenz por el valor de $ 20,000. Las momias peruanas han sido casi todas obsequiadas por varias per- sonas, entre las que mencionaré sólo a los señores don Francisco San Román, doctor Néstor Calderón i doctor Juan Schulze, a quienes debemos mas de una. Una momia de una cueva de las Islas Guaitecas ha sido obsequiada por el señor don Ramón Lira. Aquí mencionaré que nuestro Museo posee dos momias ejipcias de las mas lujosas i que provienen de las mismas sepulturas subterráneas donde fueron halladas las momias de los reyes Ramses el Grande (Sesostris), etc. Una fué comprada por el Supremo Gobierno en 1,500 francos, la otra fué obsequiada por el señor Francisco Torromé. La ornamentación de los ataúdes i la coetaneidad con el rei Ramses son una prueba segura que las personas embalsamadas, vivian a lo ménos 1,300 años ántes de Jesucristo, i que las momias tienen, pues, una edad mayor de 3,000 años. La colección etnográfica del Museo es de modesta estension; sin em- bargo, ha merecido la atención de dos etnógrafos distinguidos, de un fran- cés, el señor Pinard, i del etnógrafo sueco Hjalmar Stolpe, que han demo- rado varios dias cada uno, sacando fotografías i descripciones de ciertos objetos. Tenemos una gran colección de armas i otros objetos de los habitantes de la Polinesia, cuya mayor parte proviene de un obsequio del señor José Tomas de Urmeneta, que los habia recojido en un viaje que hizo en su yate Davt a Tahití; otros provienen de la espedicion de la corbeta O' Higgins, F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 35 comandante don Ignacio Gana, hecha por orden del Gobierno de Chile a la isla de Pascua, a esta espedicion debe el Museo una colección intere- santísima de objetos de esa isla, entre ellos las dos grandes estatuas de pie- dra que se ven en la escalera grande del Museo, tres maderos cubiertos enteratnente de jeroglíficos i otros objetos preciosos. Creo que en ningún museo existe una colección mejor de esta isla que la nuestra. Al señor Luis Lecaros debemos los vestidos de Siria i de Constanti- nopla, etc.; los objetos procedentes de la India Holandesa han sido obte- nidos del Museo de Leiden en cambio de objetos araucanos. Parece superfino decir que poseemos un gran número de objetos arau- canos, como vestuarios, armas, objetos de uso doméstico, adornos de plata i de chaquiras, etc.; como también de los fueguinos. La balsa hecha de cueros de lobo ha sido comprada en 1890; este jénero de embarcaciones, que en otro tiempo era jeneral en las costas de Chile i Perú, es ahora mui rara i principia a desaparecer. Una preciosa armadura japonesa de siglos pasados i armas de lujo del mismo tiempo han sido obsequiados por el señor don Serjio Ossa. V Estado actual del Museo El Museo está instalado, como se ha dicho mas adelante, en el palacio que fué construido en 1874 para la esposicion internacional en la Quinta Normal, el que ocupa casi totalmente, con escepcion de la sección occiden- tal i la sala sud-oeste i el patio del mismo lado, que fueron destinados des- de el principio para el Instituto Agrícola. Las colecciones han aumentado de tal modo, que las salas se hacen estrechas para contenerlas i en algunas secciones los objetos se hallan mui aglomerados. Se ha tenido un cuidado especial de reunir, en primer lugar, todo lo que se refiere a Chile, i puede decirse que el Museo es bien com- pleto, tanto en productos naturales cuanto en objetos arqueolójicos chile- nos. Los objetos procedentes de otros lugares no se han dejado tampoco a un lado, i de productos tanto naturales como arqueolójicos i etnolójicos hai numerosos ejemplares, entre los cuales sobresale la colección de anti- güedades peruanas, que es la admiración de los visitantes, como llama también la atención de las personas entendidas una preciosa colección de objetos de la Isla de Pascua (Rapa-Nui), como probablemente ningún otro 36 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL museo la poseerá tan completa. Las. colecciones zoolójicas están dispuestas según los sistemas modernos, pero mientras en los mamíferos i en las aves hai dos secciones, una de las especies chilenas i otra de las estranjeras, en los demas grupos las especies chilenas se encuentran intercaladas entre las estranjeras. El herbario i la colección de frutos i semillas están también divi- didas en una sección chilena i otra estranjera. La planta de empleados es hoi dia, según el nuevo reglamento apro- bado por el Supremo Gobierno con fecha 25 de Julio de este año, la si- guiente: Un director Cuatro jefes de sección Un naturalista ayudante Un preparador Un disector Un escribiente i bibliotecario Un mayordomo i Dos porteros. ZOOLOJÍA Los mamíferos i aves se hallan en el piso bajo, todos los demas ani- males en el alto, i donde no se indica especialmente la sala, se entiende que se hallan en el gran salón occidental del piso superior. Los protozoos ocupan un estante alto, hai ejemplares de Foraminíferos al lado de dibujos aumentados i modelos de los mismos i de otros, entre ellos uno grande de infusorio. Hai en todo 51 jéneros, representados cada uno por una especie. Los celenterados ocupan dos estantes altos, dos mesones i dos grandes estantes que se hallan sobre los mesones centrales; parte de las esponjas i los poliparios están secos, los demas están conservados en alcohol. Hai 123 especies que representan 113 jéneros. Los gusanos son casi todos conservados en alcohol i ocupan dos es- tantes altos; son 93 especies repartidas en 76 jéneros, hai un bonito mode- lo de Rotatorio. Los tunicados ocupan un estante alto; hai 18 especies (12 jéneros), en- tre ellos dos bonitos modelos. F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 37 Los equinodermos ocupan un estante alto i cuatro mesones, aquellos del estante están en alcohol, los de los mesones son secos. Hai 141 especies repartidas en 57 jéneros. La colección de moluscos consta de 91 especies (72 jéneros) en alcohol, que ocupan dos estantes altos, i un número considerable de conchas i ca- racoles que pertenecen a muchas especies, de los cuales se exhibe una parte en los mesones centrales. Como el catálogo de esta sección todavía no está concluido, no puede indicarse el número de las especies i jéneros, pero puede decirse que la colección es bastante completa. Hai también una co- lección especial de conchas i caracoles chilenos en tres mesones, i sobre una mesa hai un ejemplar de la gran jibia de Chile conservada en alcohol. Los crustáceos ocupan cuatro estantes altos i dos mesones; hai 182 es- pecies, repartidas en 96 jéneros: los ejemplares antiguos son secos, aque- llos obtenidos en los últimos años están conservados en alcohol. El ejem- plar que mas llama la atención es la jaiva jigantcsca del Japón (Macrochaira Kaempferi), que ocupa por sisóla, un estante especial. Los miriápodos, arácnidos i onicóforos ocupan un estante alto; hai 32 especies en alcohol que representan 27 jéneros; lo que mas admiran los vi- sitantes del Museo, son el gran alacian del Africa i la gran araña peluda de la América tropical. La colección de insectos se halla en seis estantes, tres están en la pieza del entomólogo al lado del balcón i los otros en el vestíbulo al frente de éste. La colección de los insectos chilenos es mui rica, consta de 60,000 ejemplares mas o ménos, de los cuales la mayor parte está clasificada; el órden mas numeroso es de los coleópteros. De insectos exóticos hai unos 5,000 ejemplares, casi todos clasificados. Se ha principiado a arreglar una colección sistemática para la exhibición, que ya ocupa tres mesones en el salón grande del alto. Se está formando también el respectivo catálogo. Los peces se encuentran en el vestíbulo norte, frente al balcón. Los ejemplares grandes están embalsamados i colocados en parte dentro de una reja central junto con unos reptiles grandes. Los demas ocupan seis estan- tes en la pared, los mas se hallan en alcohol, otros están embalsados i un número de éstos que datan todavía del tiempo de don Claudio Gay, se hallan sobre una tablita, así que constan sólo de un lado del cuerpo. Hai 277 es- pecies, distribuidas en 190 jéneros. Reptiles i anfibios. — Algunas tortugas grandes i dos cocodrilos se ha- llan en el salón frente al balcón dentro de la reja central i les ejemplares restantes están colocados en la sala, esquina oeste, en dos grandes estantes Sala de los Peces F. Philippi.— HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 39 Sala de los Fósiles contiene en cada lado siete estantes i dos superpuestos i el vestíbulo cuatro estantes en la pared i uno central quiosquiforme (con los nidos i huevos); el tercero tiene en cada lado siete estantes i en el cuarto se ven cuatro estan- tes esquineros i dos intercalados i uno central quiosquiforme (con los nidos i huevos). La colección chilena se compone de 1,158 ejemplares embalsa- mados, 59 nidos, 386 huevos, 12 esqueletos i 36 cráneos que pertenecen a 283 especies repartidas en 172 jéneros. Aves estranjeras hai 2,249 embaí- esquineros i otro grande i uno chico libres. El mayor número se encuentra en alcohol i el resto está embalsamado. Hai en 102 especies (65 jéneros) de reptiles i 59 especies (30 jéneros) de anfibios. Aves — El salón norte del costado oriental i el vestíbulo central de este lado están ocupados por las aves chilenas, el gran salón que sigue de ahí al sur i el de la esquina sur-este contienen las aves estranjeras. El primero Sala de las Aves chilenas F. Philippi — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 41 samadas, 6 nidos, 501 huevos, 6 esqueletos i 12 cráneos, que representan 1,235 especies pertenecientes a 711 jéneros. Las grandes cursoras ocupan un estante colocado entre el gran salón i el vestíbulo de la gran escalera. Mamíferos. — En el gran salón central se hallan los Rumiantes, Pinipe- dios i Cetáceos que ocupan ámbos costados, miéntras en el centro dentro de una reja se ven fuera del esqueleto de una ballena de veinte varas de largo i otros de toninas, los Carnívoros grandes, una zebra, dos tapiros, un elefante, etc. En el vestíbulo frente a la entrada principal hai un estante con los monos antropomorfos i de ahí al oriente en el salón contiguo, hai en la muralla sur nueve estantes grandes i en el portal que conduce a la sala es- quina otro pequeño con los mamíferos estranjeros i unos pocos chilenos, arreglados sistemáticamente, i por el costado norte hai siete estantes con esqueletos i a mas esqueletos i cráneos libres detrás de una reja. En la sala de la esquina noreste hai cuatro grandes estantes esquineros i dos inter- calados, que contienen los mamíferos chilenos i cráneos i esqueletos peque- ños, entre los cuales hai también algunos de aves, reptiles i peces; en el centro dentro de una reja hai un esqueleto de elefante i un cráneo de ba- llena. Los mamíferos están representados por 412 especies distribuidas en 173 jéneros; hai 713 ejemplares embalsamados, 64 esqueletos i 230 crá- neos, sin contar tres esqueletos humanos. Hai en el centro del salón de la esquina oeste del alto un estante colo- cado sobre un armario con cajones, que contiene en su parte baja cajas con insectos que ilustran el mimetismo, el dimorfismo sexual i estacional i la variación jeográfica i local. En la segunda tabla hai preparaciones que demuestran el desarrollo desde el huevo hasta el estado perfecto de reptiles, batracios, peces e in- sectos, casos de simbiosis i algunas piezas anatómicas relacionadas con la biolojía. La tercera tabla contiene una colección de los mariscos mas usa- dos en Chile. • BOTÁNICA La sección botánica ocupa el salón occidental del frente en el piso bajo i el vestíbulo anexo. En el primero hai nueve estantes altos i tres centra- les; los altos contienen, dos los 117 libros con el herbario chileno, dos los 138 libros con el herbario exótico i los cinco restantes contienen una co- lección de frutos i semillas i de drogas chilenas i otra análoga de productos 42 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL estranjeros. En los estantes centrales se ve una bonita colección de made- ras chilenas, fototipias de la vejetacion chilena, tipos biolójicos como epífi- tas (Tillandsia, Sarmienta), parásitas (Cuscuta, Phrygtlanthus, Myzoden- dron), plantas de bulbo, plantas típicas de la alta cordillera en forma de co- jines, enfermedades de plantas de cultivo, etc. En la pared hai una colee* Sala de Botánica don de maderas chilenas en trozos grandes, acuarelas i dibujos de plantas interesantes chilenas (Orquídeas, Orobanche, etc.), mapas que exhiben la distribución horizontal i perfiles que muestran la distribución vertical de plantas chilenas, etc. El herbario ha sido consultado por varios botánicos extranjeros y ha suministrado también material para varios trabajos monográficos. El Gran Salón Central 44 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Sala de Mineralojía grandes mesones cada uno con un estante sobrepuesto que contiene una colección de fósiles, que habia sido del doctor R. A. Philippi i fósiles ter- ciarios de Chile. La sala de la esquina tiene cuatro estantes con cajones, un estante alto i seis mesones, todos con fósiles i sobre una mesa hai un relie- ve del Vesubio i contornos trabajados por el doctor R. A. Philippi. xMINERALOJÍA, JEOLOJÍA I PALEONTOLOJÍA Esta sección ocupa en el alto la gran sala oriental i parte de la sala es- quina al lado, i en el piso inferior la gran sala del sur. La sala del alto con- tiene i8 estantes con cajones i una vidriera encima, en los cuales se hallan las especies minerales i jeolójicas i algunos fósiles chilenos i otros doce es- tantes altos con piezas escojidas para la exhibición. En el centro hai dos F. Philippi.— HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 45 La sala sur en el bajo muestra dentro de una reja central un cráneo i dos piernas de un mastonde de Chile i vaciados de un Megaterio, cabezas de Dinoterio, Elephas ganessa, etc. En las orillas hai catorce estantes con fósiles, entre los cuales llaman la atención los restos del mastodonte chileno i del plesiosauro chileno. En las paredes hai copias de fósiles raros e inte- Sala de los Evertebrados resantes i una lámina de Archaeopteryx. Hai como 5,500 ejemplares de minerales, 3,000 de rocas i 5,385 especies de fósiles, los que sumarán en todo mas de 100,000 ejemplares, Hai también dos esqueletos de grandes Cetáceos terciarios bajo dos vidrieras en el gran salón de las aves estran- jeras. 46 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ETNOGRAFÍA Los objetos etnográficos están colocados en las galerías del norte i oriente sobre el gran salón central. Son i,o86 ejemplares diversos, trajes, armas, cerámica, momias peruanas, etc., i ocupan 43 estantes i dos nichos. Uno de éstos contiene una preciosa colección de objetos de la Isla de Pas- cua, incluso tres maderos con jeroglíficos, i dos estatuas de piedra del mismo oríjen se hallan en él descanso de la escalera principal. Ademas se ven en los dos vestíbulos contiguos al gran salón central varios objetos del tiempo del coloniaje, como piedras talladas del antiguo Arauco, un piano, mesas, un oratorio portátil, espejos, etc. i una ancla de madera de Chiloé (sacho) con su cable hecho de quelineja, como se usaban hasta mediados del siglo pasado. ARQUEOLOJÍA La colección arqueolójica consta de 1,301 objetos de Chile i 2,386 es- tranjeros que ocupan 39 estantes, nichos i mesones en la galería occidental sobre el gran salón central i el centro del vestíbulo anexo a ésta; sobresalen entre todos los demas dos momias ejipcias de gran edad i de jente pudiente, i una rica colección de antigüedades peruanas compradas a un señor Sáenz. BIBLIOTECA La biblioteca del Museo está ahora bastante bien surtida en todo lo que se refiere a la zoolojía, botánica i mineralojía, i se trata de adquirir toda obra que un jefe de sección necesita para su trabajo; sólo la sección etno- gráfica i arqueolójica es todavía pobre. Cada jefe tiene en su oficina los libros que necesita con mas frecuencia, todos los demas libros forman la biblioteca jeneral que se encuentra en dos diferentes i mui estrechos loca- les, lo que dificulta sobre manera su arreglo, pues hai que colocar las nue- vas adquisiciones adonde queda algún vacío. Este estado de cosas podrá cesar sólo cuando el Supremo Gobierno dote al Museo de un salón especial para la biblioteca; hasta que esto no suceda, no podrá tenerse nunca un buen órden que permita encontrar inmediatamente cualquier libro que se busca. F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 47 CATÁLOGOS Hasta ahora no han existido catálogos impresos de las colecciones del Museo, pero en poco tiempo mas se principiará su impresión, pues casi to- dos existen en manuscrito, así que sólo hai que ponerlos en limpio, lo que es un trabajo fácil; el de los mamíferos i el de las aves ya están del todo listos. Este trabajo, largo i demoroso por su naturaleza, se ha principiado algunos años há, pero fué retardado considerablemente por las consecuen- cias del terremoto de 1906, i la reconstrucción de las partes destruida^ del edificio, que obligaron al personal del Museo a ocuparse de otros trabajos mui distintos i que causaron ademas un trastorno completo de aquellas sec- ciones, que sufrieron mas en aquella catástrofe. Me es grato espresar aquí las mas sentidas gracias al señor Machado por las fotografías que hizo de las salas del Museo, i al señor Gotschlich por haberme prestado los clichés de que se sacaron el retrato del Dr. R. A. Phi- lippi i la vista del frente del Museo. Federico Philippi. LA SECCION VERTEBRADOS DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE (SU ORÍJEN.— su EVOLUCION.— SU ORGANIZACION ACTUAL POR Bernardino QUIJADA B. Jefe de esta Sección 4 FODÁDORES DE LA ZOOLOJÍA CHILENA Abate Juan Is^iiacio Molina (Jesuíta) (1740-1829) Naturalista e historiador chileno. Nació en Talca. Fué Bibliotecario del Colejio de Jesuítas de Santiago. En 1767 se trasladó a Italia, donde escribió varias obras sobre Historia Natural, Jeografía e Historia Jeneral de Chile. Falleció en Bolonia. B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 5 LA SECCION VERTEBRADOS DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE (SU ORÍJEN.— su EVOLUCION.— SU ORGANIZACION ACTUAL) .1 S • SUMAR/O ¡i 'v I. Oríjenes. — La Estación Zoolójica Marítima i Museo Oceanográfico de San Antonio. II. Instalación jeneral de la Sección. — i. Colecciones (Necesidad de nuevos salo- nes para dividir los Reptiles, Anfibios i Peces en Sección chilena i estranjera). — 2. Mobilario de'' esposicíoN: aj Vitrinas rectangulares i quiosquiformes; dj Estantes libres, corridos i esquineros; cj Falta de vitrinas de fierro i grandes vidrios. — 3. Anexos (Almacén de Duplicados, Taller de Taxidermia, Oficina i Biblioteca). III. Disposición i Conservación de las Colecciones. — i. Observaciones jenera- LES: aj) Series interminables de ejemplares i grupos biolójicos; dj Animales embalsamados, en esqueleto, conservados en alcohol, huevos i nidos. El prepa- rador de taxidermia debe ser artista i naturalista. — 2. Etiquetas i Clasifica- ción adoptada. — 3. CONSERVACION: Medios de combatir la acción destructora de la humedad, la hiz, el polvo i los insectos (aparato de calefacción colectiva, cortinas de fácil manejo, aparato estractor del polvo por absorción, cajones de desinfección). IV. Bosquejo de las Colecciones.— i. Colección biolójica. — 2. id. teratolójica. — 3. id. de animales domésticos. — 4. id. jeneral sistemática. V. Publicaciones sobre Vertebrados chilenos. — i. «Catálogo ilustrado i descriptivo de los Vertebrados vivientes conservados en el Museo Nacional». — 2. «Los Peces de la Colección del Dr. Píate». — 3. Enumeración de las Publicaciones chilenas i estranjeras que contienen descripciones i trabajos monográficos de Vertebrados de Chile. VI. Conclusión. Señor Director: Conforme a las instrucciones verbalmente recibidas de la Superioridad del Museo Nacional, doi a conocer en seguida la marcha de los trabajos i las necesidades de la Sección Vertebrados, englobando su oríjen, su evolu- ción i su organización actual. FUNDADOUES DE LA ZOOLOJÍA CHILENA Don Claudio Gay (1800-1873) Naturalista francés. Vino a Chile en 1828, i durante muchos años se dedicó a reunir el msterial para su monu- mental Historia Física i Política de Chile (28 tomos i 2 Atlas) que publicó por encargo del gobierno de nuestro pais (1844-1865). Falleció en Francia B. Quijada. — veri errados del museo nacional de chile 53 I ORÍJENES El Gobierno de Chile pensó ya en 1813 en la fundación de un Museo de Historia Natural; pero esta idea sólo se realizó en 1830, cuando se con- trató a Don Claudio Gay para que reuniera objetos zoolójicos i botánicos indíjenas de nuestro pais. Gay volvió a Francia en 1842 para publicar su bella i monumental «Historia Física i Política de Chile>^ (28 tomos i 2 Atlas), en cuyos dos pri- meros volúmenes de la parte zoolójica fueron descritos, por sus colabora- dores Gervais, Desmurs i Guichenot, todos los Vertebrados descubier- tos por él i por el Abate JUAN IGNACIO Molina (1740-1829), naturalista é historiador chileno, que en 1767 se trasladó a Italia, donde escribió una obra sobre nuestra historia natural orgánica, «Saggio sulla storia naturale del Chile-». El Mu«eo dejado por el sabio Gay en Santiago quedó casi abandona- do i no pocos ejemplares se perdieron i destruyeron; de suerte que en 1853, cuando el Dr. Don R. A. PniLlPPl fué nombrado Director, sólo existia una colección mui pobre en especies. Encargado de dirijir interinamente el Mu- seo, estaba en esa época en Sr. D. Filiberto Germain (5,7-20,10, 1853), quien continuó prestando sus servicios en el establecimiento en calidad de Sub-director. Desde entónces el Museo Nacional principió a merecer renombre i au- mentó rápidamente sus colecciones, ya por el intercambio i donación de objetos o por los numerosos ejemplares recojidos por el Director i los em- pleados en los muchos viajes llevados a cabo, por encargo de nuestro Go- bierno, para la esploracion de Chile. El Dr. Don R. A. Philippi jubiló en 1897 a la edad de 89 años, i su hijo don Federico Philippi fué nombrado Director, desplegando en este puesto la mas grande actividad científica, hasta su fallecimiento, acaecido el 16 de Enero de 1910. Por decreto supremo del 7 de Abril de este mismo año, se designó al señor Dr. Don EDUARDO MOORE Director del Museo Nacional, como digno sucesor del Señor Don FEDERICO Philippi. B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 55 Con el nombramiento del Dr. MOORE bien luego vino la división del primitivo departamento de Zoolojía en cuatro secciones (Vertebrados, Ever- tebrados, Entomolojía i Aracnolojía e Insectos dañinos), separación que se imponia, dada la importancia cada vez mas grande que tomaban las diver- sas colecciones. Los verdaderos fundadores del Museo Nacional, que fueron a la vez los primeros jefes de la Sección Zoolójica, señores Philippi, padre e hijo, i don FíLIBERTO Germain, contribuyeron grandemente a la conservación i al mayor adelanto de las colecciones de animales superiores. Después les sucedieron, como jefes de la Sección Zoolójica entera, los señores FERNANDO Lataste, Otto Bürger i Bernardino Quijada B. Los preparadores señores FEDERICO Albert i ZACARÍAS Vergara han aportado, en el último tiempo, su valioso concurso al desarrollo cada vez mas grande de la Sección Vertebrados del Museo. Debemos recordar también en este punto los importantes servicios que dos hombres de ciencia han prestado durante mas de dos decenios a las co- lecciones de Vertebrados de todo orden. Es el primero don LuiS Landbeck (1859-1884), ornitólogo distingui- do que, en colaboración del Dr. R. A. PíIlLIPPl, clasificó i publicó gran nú- mero de Aves chilenas en los Ana/es de la Universidad i en Wiegínm. Ar- chiv. für Natur. El segundo es el señor don CÁRLOS Rhamer (1884-1888), hábil prepara- dor de taxidermia i competente naturalista viajero, que aumentó conside- rablemente todas las colecciones de la Zoolojía grosera con ejemplares mui bien embalsamados; pues, aunque empleaba el primitivo sistema del relleno con aserrin o pasto, sabia representar las especies con todo el aspecto que ofrecen vivas en su medio circundante. El actual Director del Museo ha favorecido notablemente la marcha de la Sección Vertebrados. «El jefe de esta Sección — dice en su Memoria de 1910 — se ocupa de la confección de los catálogos, de la clasificación moderna i colocación de etiquetas a los ejemplares, de la preparación de la gran cantidad de Mamíferos i Aves acumuladas, i de la instalación de la Estación Zoolójica en San Antonio. Organiza una biblioteca de Zoolojía i pronto iniciará los trabajos sobre la revisión i publicación de la Fauna chilena». — El hecho mas importante durante la administración del Dr. MoORE ha sido sin duda la creación de: DIRECTORES DEL MUSEO NACIONAL Dr. Don Rodiilfo Amando Rliilíppi (1853-1897) DIRECTORES DEL MUSEO NACIONAL Don Federico Fhilippi (1897-1910) 58 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL La Estación Zoolójica i Museo Oceanográfico en el Puerto de San Antonio, elejido para el objeto por su cercanía de Santiago i Valparaiso. Dicha Estación de Zoolojía Marina, — la primera fundada en la Costa del Pacífico de la América del Sur, — por su situación jeográfica, instalacio- nes i servicios, estaba destinada a responder a todas las exijencias de la Cien- cia moderna i constituiria un poderoso ausiliar de trabajo del Museo Nacio- nal chileno; pero desgraciadamente la Comisión Mista, obedeciendo siempre a su espíritu de economía, suprimió el naciente Laboratorio Biolójico 'Ma- rino cuando apenas contaba con un año de existencia. En este breve lapso de tiempo, la Sección Vertebrados aumentó nota- blemente sus colecciones con los envíos de peces i aves marinas que reci- bia de San ^Antonio. Basta recorrer las diversas divisiones de la Sección para darse cuenta, de una ojeada, de la importancia que tenia esta nueva dependencia del Museo como proveedora al por mayor de toda clase de animales superiores. Convendria, pues, volver a crear pronto la Estación de Zoolojía Ma- rina. Se aprovecharia asila cesión que la Dirección de Obras Públicas hizo al Museo Nacional del terreno comprendido entre el estero de Llolleo i las obras del futuro puerto de San Antonio. Pero esto no es todo. El Señor Don VICENTE GARCÍA HuiDOBRO ha puesto jenerosamente a disposición del Museo Nacional un terreno de su propiedad situado frente a nuestra ex-Estacion Zoolójica i al sur del estero del Sauce, siguiendo hasta el mar. Con esto, nuestra Estación de Zoolojía Marítima quedaria rodeada de un conjunto ideal de condiciones físicas: frente a una playa pintoresca — donde se construiria un pequeño muelle de embarque i desembarque — cerca de campos arables i a un paso de la «Boca» del rio Maipo, cuya de- sembocadura no modifica sensiblemente la composición química del agua del mar i se presta mui bien para realizar esperiencias de piscicultura i es- tudiar la adaptación de los seres a la vida de las aguas salobres i dulces. En una de las pájinas siguientes va agregado un mapa que da a co- nocer e/ litoral comprendido entre el Puerto de San Ayitonio i la «Boca» del rio Maipo, i un cróquis que muestra el pimto elejido en Llolleo para la ins- talación del Laboratorio de Zoolojía Marina. La estension de terreno donada al Museo Nacional por el Señor Don DIRECTORES DEL MUSEO NACIONAL Prof. Dr. I). Eduardo Moore (1910) B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 6i Vicente García Huidobro para establecer dependencias de la Estación Zoolójica, está indicada en el plano de una población futura, llamada Po- blación María. En cuanto a la construcción del edificio, hai que decir que ya se tenia calculado el costo aproximado de la instalación definitiva en $.60,000, ha- biéndose alcanzado a presentar el plano i el presupuesto complete» que se necesitaba para la fundación i el sostenimiento del futuro centro científico chileno. Como puede verse en el plano de las instalaciones futuras, — hecho con la colaboración del malogrado arquitecto DON DOMINGO Baeza, — casi todo el piso bajo del edificio de la Estación Zoolójica, estaria ocupado por la sección mas interesante i de mayor importancia que iria a tener el único centro oficial sudamericano de esta clase, o sea el acuarium, constituido por una pileta central i ocho piscinas laterales, de dos metros cúbicos de capacidad cada una. • Todas estas piscinas, lo mismo que la pileta, serian alimentadas direc- tamente por una bomba que, movida a vapor — o a viento si se quiere evitar el gasto de un maquinista — estraeria el agua del mar. La pileta central se destinarla a recibir todos los animales recien reco- jidos i en ellos se conservarían, con circulación constante de agua fresca del mar, los ejemplares que es preciso hacerlos estenderse en el momento en que deben ser sorprendidos en sus formas i actitudes naturales por los dis- tintos reactivos fijadores, para darles su verdadera apariencia; pues, sucede a menudo que, molestados por los aparatos de pesca al ser tomados, se contraen o se ocultan, muriendo en estado de contracción completa. En las piscinas laterales se colocarían las formas principales que se • quieran conservar vivas para la observación i estudio de la vida i repro- ducción de los distintos tipos del reino animal, destinándose unas a los Mo- luscos, a los Equinodermos i a los Aytrópodos (Crustáceos); otras a los Gu- sanos i a los Celenterados, i las restantes a los Proto- Vertebrados (Tinúca- cados) i a los Vertebrados (Peces). El piso superior — representado al lado del dibujo de los bajos del edi- ficio— constituirla la habitación del Conservador de la Estación i el estanque o depósito de agua de mar que se necesita para establecer una renovación continua del agua de la pileta i de las piscinas. La inspección de los dibujos que aparecen en el curso de este artículo, nos dispensa de entrar en mas detalles sobre la distribución de los ser- i^‘ 1¿S0Q» ^.S ^ rt ^ Q, ^ s ^ /tfU2 • <¿^ CROQUIS DEL MUSEO NACIONAL B Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 67 (I INSTALACION JENERAL DE LA SECCION Conocidos los oríjenes de la Sección Vertebrados, estamos ya en el caso de dar una idea sumaria de la instalación jeneral de las Colecciones, del Mobiliario de esposicion i de los Anexos de esta repartición del Museo. j i Prescindiendo de la Estación Zoolójica, — cuyos últimos Colecciones , , -a 1 . I I envíos de reces 1 Aves marinas todavía se exiben por se- parado en dos estantes del gran salón central, — la Sección Vertebrados puede descomponerse en las cuatro vastas reparticiones siguientes: 1.0 Colección biolbjica (en el vestíbulo norte). 2.® » teratolójica (en el vestíbulo sur). 3.0 » de animales domésticos (vestíbulo sur i costado occiden- tal del salón grande). 4.0 Colección jeneral sistemática (7 salones del piso bajo i 2 de los altos). [1] Al entrar el visitante al Museo se encuentra en el vestíbulo norte con la colección biolbjica. Vé en las columnas los retratos de los principales representantes de la Escuela Transformista; i en dos estantes altos laterales i uno central de doble cuerpo percibe adaptaciones especiales i otras prepa- radores biólojicas. Hai todavía tres estantes mas en el portal que conduce al gran salón central, uno con el árbol jenealójico del Reino Animal i dos con modelos de embriolojía comparada (Fig. i). [2] En el vestíbulo sur tenemos instalada, en cuatro estantes parieta- les, la colección teratolójica animal. Este conjunto de seres monstruosos, exhibidos por primera vez en 1910 i que tanto ha atraido la atención del público, se arregló con el mate- rial que existia en el patio del Museo desde mucho tiempo atras. — Los dos vestíbulos, el de la entrada principal i el de la gran escalera, miden 19 m. ><( 9 m. o sean 171 m.^ de superficie. 68 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL [3] La colección de animales domésticos, — arreglada aparte para que sirva a los estudiantes de Zoolojía i Zootecnia que visiten el Museo, — Museo Nacional de Santiago Fig. I. — Estante con el árbol jenealójico del Reino Animal ocupa el costado occidental del salón grande del centro, cuya superficie es de 1,172. 80 m“. [4] En la coleccioyi jenaal sistonática hai que distinguir cinco catego- rías de animales: [a] Mamíferos. — Para darle mas ensanche a la colección de anima- les domésticos, fué necesario trasladar los Lobos, el Elefante i el Leopardo marinos al «centro del salón grande», con lo que esta parte del Museo ha 70 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL quedado destinada nada mas que a los mamíferos pisciformes (Cetáceos i Pinipedios). Los grandes Mamíferos terrestres que, en razón de su enorme talla, deben estar espuestos como gruesas piezas fuera de serie, ocupan todo el costado oriental del mismo salón grande. El resto de la colección mamalójica, tanto de las especies exóticas como de las indíjenas de Chile, están distribuidas en sus familias respecti- vas, en los diez estantes de la sala oriental contigua al vestíbulo norte i en los seis grandes estantes esquineros de la sala de la esquina noreste. Esta última sala contiene sólo los Mamíferos chilenos, i en el centro de una reja se ve un grupo de especies de gran tamaño que no caben en otra parte (Fig. 2). — Estos dos salones de Mamíferos miden 24X8 m. i 10X7 m. [h] Aves. — Las Aves ocupar? el salón norte del costado orien- tal i el vestíbulo central de este lado. Las especies estranjeras están en el salón que sigue hácia el sur i en la sala de la esquina sureste. —Las dimensiones de estos salones de Aves son 24X8 rn. i ioX7 [c-d] Reptiles i Anfibios. — Los Reptiles i Anfibios pequeños están colocados en la sala de la esquina noroeste de los altos, en dos vastos estan- tes esquineros, mas otros dos chicos libres. Las especies grandes de Loricatos i Quelonios se hallan dentro de la reja central de dicha sala, que mide 70 m' (ioX7 'ti). [e] Peces. — Los Peces, en fin, se encuentran en el vestíbulo norte de los altos, frente al balcón (10 m.XiQ m.— 190 m“), colocados los grandes ejemplares unos dentro de la reja del centro i otros sobre los seis estantes parietales, que contienen las demas especies en alcohol o embalsamados i en tablitas. Ks curioso observar que estos últimos peces, todos del Medite- rráneo, datan del tiempo de don Claudio Gay. — Instaladas como están al presente las colecciones de Vertebrados, nada parece faltar; pero no es así. Desde luego, al paso que los Mamíferos i las Aves están divididos en sección chilena i estranjera, en los Reptiles, Anfibios i Peces las especies nacionales i exóticas se encuentran fusionadas según su afinidad natural. Conviene notar también que las salas de los altos, destinadas a exhi- bir las colecciones de estas tres últimas clases (Reptiles, Anfibios i Peces), MUSEO NACIONAL DE SANTIAGO Salón de las Aves chilenas B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 73 se han hecho tan estrechas que no permiten incorporar ningún otro ejem- plar grande de estos animales; siendo, en consecuencia, enteramente inade- cuadas a su objeto actual. Ademas, dichas colecciones están mui mal ubicadas, de suerte que ante el público aparecen como injertos de la Sección Evertebrados i de la Mineralojía. Conviene, pues, trasladarlas una vez que, en el piso bajo o en los altos de la parte oriental i sur del edificio, se construyan salones vastos, cómo- dos i bien calculados. Así se armonizarían i guardarían mas relación las Colecciones de Vertebrados i no ofrecerían ninguna dificultad para el ser- vicio i la vijilancia. El buen gusto indica que los muebles de esposicion de un Museo, deben hacerse todos por un mismo modelo; pero como nuestros objetos zoolójicos han sido prepa- rados de diversas maneras, no es posible exhibirlos en armarios de cons- trucción uniforme. Con todo, para obtener siquiera en parte la armonía se han venido adoptando dos tipos jenerales de muebles de esposicion: i.° Los estantes corridos i esquineros para la colección jeneral sistemática. 2.® Las vitrinas de forrha rectangular i quiosquiformes, destinadas a las prepara- ciones biolójicas i embriolójicas i a la colección de huevos (Fig. 3). Tanto los muebles de la primera como de la segunda categoría, tienen la armazón de madera provista en cada rincón interior de un larguero cor- tado en forma de muescas, en las cuales se ajustan atravesaños que llevan tablas de tres anchos diferentes para la exhibición escalonada de los obje- tos de diversos tamaños, i que pueden aproximarse a los vidrios o al fon- do, según se necesite. A estas dos clases de muebles hai que agregar algunos armarios, — como el que contiene la colección biolójica, — que en su cuerpo inferior tie- nen series de cajones espaciosos, que son mui cómodos para guardar las pieles i los cueros de la sección de los duplicados. En cuanto a esas primorosas vitrinas hechas con la mínima parte po- sible de fierro i grandes vidrios, — como las que en la actualidad se ven en casi todos los Museos europeos i norteamericanos, — no ha sido posible to- davía introducirlas entre nosotros, a causa de los precios subidos que tie- nen estos incomparables muebles museolójicos. Por lo que hace a la disposición de los muebles, para aprovechar la mayor cantidad de luz en los dias de apertura, hemos tenido que adoptar Mobiliario de esposicion 74 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL un sistema misto, colocando en el centro las grandes vitrinas rectangulares i quiosquiformes i alineando a lo largo de las paredes los estantes corridos i esquineros. En la tarea de arreglar los objetos que no caben en los estantes, como algunos Cetáceos i Pinipedios, mucho nos han ayudado los bancos de ma- Museo Nacional de Santiago P'ig. 3. — Estante quiosquiforme con la colección de huevos (Salofi de Aifes chile?tas) dera que se ven dentro de una reja en el centro del salón grande i en la sala de los Mamíferos chilenos. Por último, para terminar con todo lo que se relaciona con el mobilia- rio de esposicion, debemos notar en este punto que en la actualidad el gran salón central del Museo aparece casi «desnudo-í) — pase la palabra — por la falta de vitrinas para los Mamíferos de gran talla; pero confiamos en B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 75 Museo Nacional de Santiago Fig. 4. — El (irán Salón Central de los Mamíferos. que en un tiempo no lejano, por lo ménos los valiosos cuadrúpedos que ocupan los costados del salón i que por su corpulencia no pueden colocarse bajo cristal, se exhibirán en galerías de vidrio que se construirian a lo largo de las paredes, aprovechando para ello las divisiones que ofrece la bella arquitectura del edificio (Fig. 4). Las dependencias del Museo Nacional anexas a la Sección Vertebrados, que funcionan en el patio o próximas a las colecciones, son tres: Anexos de la Sección 76 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL [1] El Almacén o depósito para los duplicados, que contiene una co- lección de pieles i cueros de especies chilenas i estranjeras para los canjes i los trabajos de mamalojía i ornitolojía. Como en años anteriores, se ha seguido practicando una selección de lo que debe quedar como duplicado, a fin de dejar esta pa^te de la Sección en buenas condiciones para el intercambio de objetos con otros estableci- mientos análogos nacionales, i estranjeros, en beneficio del Museo i de la mayor divulgación de la Zoolojía. [2] El Taller para los Preparadores de taxidermia, que se ocupan tanto del montaje de las pieles i cueros en seco como de los esqueletos i pre paraciones en líquidos conservadores. Falta aquí una pieza con cañones ventiladores, pues la atmósfera que en todo el IMuseo se respira, cuando se remueven los cadáveres en las ti- nas de maceracion es repugnante i deletérea. [3] La Oficina i Biblioteca de la Sección. — La pieza de trabajo del Jefe de la Sección está situada en el piso bajo, en el ala sur del edificio, con entrada independiente i vecina de las colecciones del gran salón central. Mide 27 m- de superficie. Hai necesidad de arreglar el piso que está en mui mal .estado, con muchas tablas hechas pedazos. El uso i el tiempo lo han deteriorado i ahora es imposible conservarlo con aseo. — En esta sala está instalada la Biblioteca de la Sección. En efecto, con el nuevo sistema de organización implantado por e! Dr. MOORE, se hizo necesario repartir la biblioteca zoolójica que formaba parte de la Bibliote- ca jeneral del Museo, colocada en dos diferentes i mui estrechos locales; i el infrascrito trasladó a su oficina todas las obras que tratan de los Verte- brados chilenos i estranjeros, a fin de poderlos consultar fácilmente. Fuera del Catálogo jeneral de la Biblioteca del Museo, se han arregla- do tres inventarios bibliográficos de las obras de Vertebrados: uno por fichas, otro alfabético de autores i un tercero sistemático de los libros sobre Mamíferos, Aves, Reptiles, Anfibios i Peces, tan pormenorizado como fué posible, para encontrar en poco tiempo toda la literatura de un animal dado. La primera parte del Catálogo alfabético de autores se publicó en el tomo IV, número i del Boletin del Museo Nacional; i al final del -tomo V, número i de nuestra publicación, se insertó la segunda parte de los libros de Zoolojía que pertenecieron a la antigua biblioteca científica de la suce- sión Philippi (Fig. 5). La Biblioteca Zoolójica de esta Sección es principalmente de sistemá- B. Quijada.— VERTEBRADOS DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE 77 tica, conteniendo unas 500 obras mas o menos, muchas de numerosos to- mos, i está destinada al uso de los empleados i también del público; pero no se puede sacar ningún libro del Museo según los Artículos 13 i 14 del Reglamento Fig. 5. — Biblioteca de la Sucesión Philippi, que fue' comprada para que forme parte de la del Museo Nacional «no sólo como en homenaje a la memoria de Philippi, sino como un material indispensable en todos los trabajos de investigación científica». Museo Nacional de Santiago Fig. 6. — Grupo biolójico de Loros barranqueros de Chile. Fig. 7. — Grupo biolójico de Tortolitas chilenas. B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 79 III DISPOSICION I CONSERVACION DE LAS COLECCIONES Como se sabe, desde hace algunos dece- nios en todos los Museos Zoolójicos se ha iniciado la transformación de las colecciones en el sentido de reemplazar las series interminables de ejemplares — ante los cuales el visitante pasa in- diferente— por los llamados grupos biolójicos o cuadros que representan los animales en su elemento de vida, con todo el aspecto i las actitudes natu- rales llenas de gracia, que tanto nos habian seducido ántes de su muerte. En nuestra Sección, este cambio de los ejemplares se opera poco a poco, a medida que los recursos lo permiten. Así vemos que, si bien es cierto que los Vertebrados estranjeros de la colección sistemática están montados en tarimas que se han venido adaptando desde hace mas de un siglo, las especies de Mamíferos i Aves chilenas ya comienzan a esponerse, aislados o en grupos biolójicos, en que se representa a cada individuo con la espresion mas capaz de pintar la emoción que se les supone. Sirvan de ejemplo i prueba el Calvo morador de las montañas o Cóndor de los Andes, representado biolójicamente sobre una roca; el grupo de Tri- cagües sobre un corte de terreno, que nos pone de manifiesto el trabajo de nidificacion de estos Loros barranqueros de Chile; la pareja de Carpinteros, cT i ?, sobre un tronco cortado verticalmente, para mostrar los nidos natu- rales de estos conservadores de nuestros bosques; i la Fárdela de Juan Fer- nández, en fin, cuya pollada nueva, con las crias ya del todo formadas, ani- man el cuadro. (Figs. 6 i 7). — Las colecciones de la Sección Vertebrados comprende: [i] animales embalsamados, [2] en esqueletos, [3] en alcohol i for7nalina, i [4] huevos i nidos de Aves. [i] Animales embalsamados. — Mucho han contribuido a cambiar la fisonomía de las colecciones los nuevos procedimientos que ahora se em- plean en nuestro Museo para montar las pieles i cueros. El antiguo sistema de armar los embalsamados rellenándolos con ase- Observaciones j enerales Museo Nacional de Santiago Fig. 7. — Cuerpo de paja i cáñamo con las formas del Lobo de mar. Fig. 8. — El cuerpo de paja del Lobo cubierto de una capa de greda. B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile rrin o paja, ha sido sustituido por el método de reproducir el animal, ha- ciendo un cuerpo firme con paja i cáñamo, después de haber tomado cuida- dosamente las medidas de la cabeza i demas partes del cadáver. El animal así modelado, se recubre, ántes de recibir la piel o el cuero, de una capa de greda, sobre la cual se figuran las formas anatómicas, según las indica- ciones de la osteolojía i la miolojía, para reproducir fielmente el aspecto particular del ser (Figs. 8 i 9). «El taxidermista de hoi no es, pues, el embal- samador de otro tiempo, sino un profesional que debe ser a la vez artista i naturalista, buen observador de lo vivo, para que pueda representar con la mayor naturalidad los animales ántes de colocarlos en las vitrinas». Como trabajos taxidérmicos importantes hechos en el último tiempo en la Sección, pueden citarse el bonito ejemplar de la Gran Serpiente apre- tadora, que hoi se exhibe, a la entrada del salón de los Reptiles, en su medio circundante; i el Caballito chilote, cuyo esqueleto se armará jun- to con uno de Hombre para formar un cuadro comparativo. Esta última preparación, presentada en fondo negro i acompañada de una esplicacion i de rótulos a dos tintas, mostrará que, aunque el esqueleto humano i el de un animal Vertebrado cualquiera están construidos bajo el mismo plan je- neral, ofrecen diferencias profundas en el número, forma i posición de los huesos. [2] Los esqueletos de Mamíferos grandes, están montados sobre ta- rimas teñidos con barniz negro que se lavan fácilmente; i los frájiles i piezas sueltas, así como los cráneos pequeños, se hallan protejidos en cajas rec- tangulares de vidrio i en tubos cerrados. [3] En la colección de animales en alcohol i formalina, todas las piezas están colocadas en frascos, que son de dos tipos: los frascos cilin- dricos, destinados a los objetos biolójicos i de la colección sistemática, i los frascos rectangulares para las preparaciones teratolójicas. Los frascos de una i otra clase, se cierran herméticamente por medio de discos de vidrio de borde esmerilado, que se pegan con una pasta de parafina con gutapercha. Para facilitar la inspección de algunos Reptiles, Anfibios i Peces, se han fijado, por medio de hilos, sobre vidrios que se colocan verticalmente en el interior de los frascos. Estos vidrios, de forma rectangular alargada, son de diversos colores, según los de los animales conservados, o trasparentes cuando están destinados a sostener animales dorsi ventrales o de dos caras, como el Lenguado. 6 < o fe ■< ctí o o tí ►-J :z: o o D PQ t-H tí C/3 Q '>, el Jefe de la Sección Vertebrados insertó un trabajo sobre los Métodos usados en las Estaciones de Zoolojia marina para la Nar cotización, la Fijación i la Conservación de los Organismos acuáticos. De este trabajo, — elaborado por el infrascrito después de haber teni- do ocasión de conocer bien los métodos empleados en la Estación Zooló- jica de Ñapóles, durante su permanencia en dicho Laboratorio como comi- sionado del Supremo Gobierno, — se hizo un tiraje aparte de lOO ejempla- res para repartirlos entre los Profesores de Ciencias Biolójicas residentes en los distintos puertos de la República, halagados con la idea de que a mas de un colega animarla a intentar practicar los procedimientos aplica- bles a los animales mas comunes. B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 87 — Como complemento de las jeneralidades espuestas acerca de la con- servación de los objetos de la Secion Vertebrados, reproducimos en se- guida las recetas usadas entre nosotros para fijar los Peces; i damos des- pués una trascripción de las Instrucciones para la preparación de pieles de Mamíferos pequeños, del Dr. D. O. Thomas, trabajo que también fué dis- tribuido entre los colegas que se interesan particularmente por nuestras cosas, a fin de obtener de los mismos el envío, en buenas condiciones, de todo mamífero pequeño indíjena de Chile. [i] Peces. — Para fijar los Peces con la verdadera apariencia de una vida Fig. 12. — ^Jeringa para inyecciones, con pistón de repuesto 88 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL i duración perpetua, esto es, con las formas del cuerpo i las aletas bien dis- tendidas, se deben meter aun vivos en la solución comercial de formalina, que es el líquido fijador por excelencia. En seguida se les conserva defini- tivamente en la misma formalina al 5^ o en alcohol de 70°. Como en los Teleósteos el alcohol penetra difícilmente en los intesti- nos, sobre todo cuando son grandes, es preciso hacerles una incisión en el vientre o bien se les inyecta alcohol de 90° en todo el tubo dijestivo, por el ano, con la ayuda de una jeringa de pistón (Fig. 12). Las especies de piel plateada de estos Peces se fijan algunos minutos en sublimado concentrado. Los Selacios i los Ciclóstomos pequeños se sumerjen directamente en alcohol de 70°. En las formas grandes es necesario inyectar el alcohol en el cuerpo i renovar mui a menudo el líquido. Los grandes Selacios, si se quieren conservar por algunos meses, para luego preparar el esqueleto o conservar la piel, se deben sumerjir en una solución de cloruro de sodio al 10 por ciento, una vez estraidos los intesti- nos, abriendo el vientre. Algunas especies de consistencia blanda, como el Torpedo o Raya, se fijan mejor dejándolas media hora en el ácido crómico al i por ciento. Los embriones de Selacios (de i a 10 cm. de lonjitud) se fijan con su- blimado concentrado, en el que se dejan 5 a 15 minutos, teniendo luego cuidado de lavarlos bien con alcohol iodado. Así preparado.s, pueden ser- vir también para investigaciones histolójicas. Lo Bianco ha conservado bastante bien embriones de Torpedo con toda la masa vitelina, poniéndolos en una mezcla de ácido crómico al i por ciento i sublimado concentrado en partes iguales, durante quince minutos, i pasándolos después al alcohol débil Los embriones mas grandes (de mas de lO cm. de lonjitud), se dejan próximamente una hora en ácido crómico al i por ciento, lavándolos con agua dulce ántes de pasarlos al alcohol. [2] Preparación de pieles de Mamíferos pequeTws. — i.® «Debe escribirse la etiqíieta con el cuerpo recientemente muerto a la vista. Dicha etiqueta debe ir numerada i espresar la localidad, la altura sobre el nivel del mar, en metros, el sexo, la fecha i las siguientes medidas en milímetros, tomadas sobre el cuerpo mismo. (Fig. 13): (1) el largo de la cabeza i cuerpo en conjunto; (2) el de la cola sin tomar en cuenta los pelos de la punta; B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 89 (3) el de la pata trasera sin las uñas, i (4) el de la oreja tomada desde el corte en su base hasta la punta. Al tomarse las dos primeras medidas indicadas, debe estirarse el cuerpo cuanto sea posible, doblando la cola hácia arriba en un ángulo agudo; en Fig. 13.— Modelo de la .Etiqueta. Cara : Reverso b. =» Cabeza y cuerpo ; Tí <= cola; Hf •= pata trasera ; Lar = oreja.) seguida se toman las medidas desde el mismo centro de este ángulo. (Fig. 14). La etiqueta llevará en su reverso cualquier apunte de interes referente a la localidad en que fué cazado el ejemplar. Es de importancia que la colocación de los diversos ítem, el método K Fig. 14. — A, de la cola sin los pelos de la punta; B, de la i>ata trasera sin las uñas; C, de la o?eja, tomada desde el corte den su base hasta la punta) de escribir las fechas i la dirección que lleve la letra (que debe partir desde el punto atravesado por el hilo de la etiqueta), guarden completa uniformi- dad en el modelo, a fin de que las etiquetas referentes a pieles recojidas en diversas localidades sean uniformes. 2.0 Se abre la piel con un tajo, vientre arriba, a partir del ano hasta la 90 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL punta posterior del esternón; saqúese de la abertura practicada de esta manera, una rodilla primero i después la otra, i córtense las patas traseras en la articulación de las rodillas, sepárense los principales músculos de los huesos, desollando la piel del cuerpo a todo el rededor de la base de la cola; en seguida, agarrando firmemente la piel de la base de la cola entre las uñas de índice i del pulgar, o en la horquilla de un palo bifurcado, se estraen las vértebras de la cola con las tenazuelas, gradualmente se desen- vuelve la piel del cuerpo, de los hombros i de la cabeza, cortando las patas delanteras al codo i sacando los músculos de estos del mismo modo que se usó para con las patas, evitando desde luego cuidadosamente el cortar la piel al pasar por las orejas i los ojos; se saca toda la piel de la boca cor- tando con mucho cuidado hasta llegar a los mismos labios. En esta operación prestará buenos servicios una regular cantidad de aserrin fino, en conservar secas i limpias las manos i, de consiguiente, tam- bién el pelo de la piel. 3.® Limpíese con aserrin el interior de la piel hasta dejarla libre de sangre, grasa, etc., i después frótesele por todas partes con jabón arseni- cal, teniendo especial cuidado de introducir este jabón en el interior de los miembros. En los paises húmedos debe emplearse óxido de arsénico pulverizado que sirve para secar la piel, cuidando no aspirarlo durante la Operación, ni dejarlo caer sobre el pelo de la piel. No debe ponerse ningún veneno i sobre todo ningún arsénico pulve- rizado sobre la parte esterior, peluda, de las pieles. Se puede usar pimien- ta, naftalina o alcanfor para resguardarlas de la polilla en el viaje. 4.0 Vuélvase a desenvolver la piel con el pelo hácia fuera, i llénese el hueco del cuerpo con algodón, metiéndoselo, si fuera posible, en un solo pedazo: también se puede poner la piel de reves sobre el algodón, introduciendo las tenazuelas desde la cola a través de la parte peluda de la piel i agarrando la masa de algodón, desde la boca. Es preciso tratar de rellenar la piel sin estirarla demasiado i conse- guir que todas las pieles se rellenen mas o menos en idéntica proporción. Un pedazo de alambre derecho, bastante largo para que alcance des- de la parte superior de la incisión del vientre hasta la punta de la cola, se afila una punta si necesario fuere, i después se le envuelve en algodón su- ficiente para rellenar la piel de la cola; luego se frota con jabón arsenical i se introduce la punta afilada hasta la estremidad de la punta de la piel B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 9í de la cola, la otra estremidad del alambre se coloca en el vientre, envol- viéndola con el algodón que forma el cuerpo. Póngase un poco de algodón en el hueco de las patas delanteras i de las traseras. Finalmente, cósase la incisión del vientre. Se ata la etiqueta al tobillo de la pata trasera derecha (Fig. 15). 5.0 Colóquese la piel sobre una tabla de madera o corcho, estírense Fig. 15. — Modo de atar la etiqueta al tobillo de la pata trasera derecha. Fig. 16. — Colocación de la piel sobre una tabla de madera o de corcho las patas delanteras hacia adelante i préndaseles sobre la tabla, con alfile- res, pasados a través del centro de la mano (Fig. 16). Debe cuidar de colocárseles lo mas cerca que sea posible al pescuezo o la cabeza, para evitar que las uñas se agarren a otras pieles en caso de empaquetarlos en un mismo cajoncito. Las patas traseras se estiran de igual modo hácia atras, plantillas abajo, prendiéndolas a ámbos lados de la cola Es mui importante que ni las patas delanteras ni las traseras sobresalgan lateralmente, i que no se encojan miéntras están secándose, así como también que los dedos de las patas delanteras i traseras permanezcan juntos i paralelos, no estendidos lateralmente. 6.0 Miéntras se seca la piel, es preciso tratar de dar a la cara la forma mas semejante a lo natural que sea posible. Las orejas de zorros, liebres, ratas i ratones pueden plegarse hácia atras con elegancia: en murciélagos, ardillas i demas animales, deben colo- 92 BOLPn'IN DEL MUSEO NACIONAL carse paradas verticalmente, lo que se conseguirá si se apretan entre los dedos estando ya casi secas. 7.0 Sepárese el cráneo del tronco, marcándolo con un número que corresponda al que se fijó en la etiqueta que pertenece a la piel i después déjese secar el cráneo. En un pais seco, al hacer esta operación, casi es innecesario limpiar- lo, i aun en paises húmedos poco habrá que limpiar, si se coloca el cráneo en aserrín secado artificialmente; a lo sumo, pueden sacarse los ojos i el cerebro, dejando la lengua para la protección de los huesitos del paladar. En jeneral, debe tratarse de dejar en el cráneo cuanta carne sea posi- ble, en atención al clima, evitando por supuesto, que llegue a podrirse. El mejor método es el de secar natural o artificialmente al horno con calor moderado, colocando el cráneo en aserrín, i debe evitarse el empleo de arsénico u otras materias químicas resguardándolo de insectos, median- te cajitas de latas bien cerradas i el uso de un poco de naftalina u otros de- sinfectantes en los cajones. Cráneos con gusanos de moscas, no deben colocarse junto a otros, .miéntras estén secándose. 8.0 Las pieles deben empaquetarse cuidadosamente en cajitas; una vez secas, envueltas en algodón lo bastante para evitar el movimiento; no deben envolverse aparte, en papel. Se recomienda un cajoncito forrado en corcho, como para insectos, en el cual pueden prenderse con alfileres durante el viaje las tablillas de corcho. Cuando las pieles están parcialmente secas, pueden sacarse de las ta- blas de corchó i clavarse en el fondo del cajón, una al lado de la otra, en donde pueden secarse durante el viaje. 8.0 Los murciélagos deben estenderse del mismo modo, exactamente como los demas mamíferos, pasando los alfileres a través de la coyuntura de la muñeca i de las patas traseras. Las alas deben dejarse cerradas i no estendidas, a cada lado del cuerpo, sin cubrir la piel del vientre. Los pulgares se doblan hácia adentro o hácia atras, mas no hácia afuera. También deben conservarse uno o dos ejemplares de cada especie en alcohol, si es posible. La operación de desollar animales de mayores proporciones, difiere necesariamente en algo de la arriba indicada, pero las etiquetas i el arreglo de las pieles deben concordar con estas instrucciones. Cuando el largo de la cabeza, del cuerpo i de la cola conjuntamente B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 93 excede de 75 centímetros, es preciso doblar la cola por debajo del vientre, niiéntras que las patas delanteras i traseras deben echarse hácia atras. El largo total de todo cuero de un tamaño mas mediano, como ser de zorro, etc., no debe exceder de 75 centímetros, si fuera posible, debiendo reducirse cualquier exceso con doblar las patas traseras hácia adelante, o aun con doblar la piel a través del vientre. — Solicitanse, en jeneral, todo mamífero pequeño, por común que sea, como ser ardillas, ratones, ratas (i), musgaños, topos, murciélagos, co- madrejas, hurones, etc., etc. No se necesitan, sin embargo, animales domesti- cados, ni ratones cazados en casas de ciudades. No es necesario enviar de- masiado de la misma especie, con tal que se preparen con cuidado i con las etiquetas conforme a estas instrucciones. Siempre son de interes las séries de pieles que representan las diferen- tes estaciones del año. Animales de esta clase se cazan con trampas, colocadas en sitios ade- cuados, especialmente donde existen cuevas i corridas de ratones. El colec- cionista debe llevar una serie de trampas de resorte i aprovechar de las que emplean los indíjenas de la localidad. Trampas formadas de botellas o jarros de boca ancha enterrados a nivel del suelo, a menudo pueden ser útiles» (2). (1) Solicitamos mui especialmente Múridos chilenos de los jéneros Akodon, Ory so7nys, Phyllotis, Oxyniyctei'us i Reith'odon, cuyas especies indíjenas presentan a veces un pasmoso parecido con las formas de Mus introducidas en el pais, i son llamadas, se- gún su tamaño, Rato?t o Laucha de ca7Jipo. (2) Thomas (O), Instrucciones para la preparacio7i de Ma7niferos peque7ios. 94 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL IV BOSQUEJO DE LAS COLECCIONES Tócanos ahora dar una lijera idea de las colecciones, siguiendo el mis- mo orden establecido en la Instalación Jeneral de la Secciofi. Carlos Liniieo (1707-1778) Ilustre naturalista sueco, autor del Systeina naiu7-ae (i735'U65)- Estable- ció el llamado sistema sexual de los vejetales, recomendable por su sencillez, e ideó la admirable 7iomencIatu7‘a bi7iaria, universalmente seguida i que lleva su nombre. B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 95 I , I El material de esta colección, instalada en el ves- Colección Biolóiica ,, , i i I I tibulo norte, comprende mas de 450 muestras 1 puede dividirse en tres partes: i.® Historia de la Teoría de la Evolución; Juan Bautista Lainarck (1744-1829) Naturalista francés, el mas antiguo i célebre representante de la Escuela Trasformista, en cuya Philosophie zoologique i demás obras, sostuvo la variabi- lidad de las especies i su común descendencia, atribuyendo el principal papel en las perpetuas i lentas trasformaciones de las mismas, al «uso i falta de uso de los órganos». 2.0 Pruebas e7i pro del transformismo, i 3.0 Historia jenealójica de los ani- males. [i] Historia de la Teoria de la Evolución. — Los medios directos 96 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL para esta enseñanza se reducen a una galería de retratos los principales re- presentantes de las Escuelas Trasformista i Anti-evolucionista, acompaña- dos de una biografía para dar a conocer las mas importantes opiniones que (1-49-1832) El gran jenio poético de Alemania — que tanto contribuyó a establecer la teoría de la evolución con sus trabajos sobre la Metaino7-fósis de las hojas, la Natii7-alcza del C7'á77eo i los Huesos Í7íter77iaxila7’es del Ho77ibre—r\2iC\ó en Franc- fort el 18 de Agosto de 1749 i murió en Weimer el 22 de Marzo de 1832, dicien- do: /Luz, 77ias luzl Juan Liipercio Goethe con anterioridad al gran Darwin imperaban sobre el oríjen de las especies. Se hace resaltar así la diferencia entre las Hipótesis de Creación sobrenatu- ral formuladas por LiNNEO i CuviER i las Teorías de evolución natural de B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 97 Lamark i Geoffray Saint Hilaire en Francia, Goethe i Haeckel en Alemania i Lyell i Darwin en Inglaterra. [2] Pruebas en pro del trasformismo. — Diversas preparaciones biolójicas recuerdan las pruebas del trasformismo, suministradas no sólo por Cárlos Lyell (1797-1875) Célebre jeólogo ingles, autor de la obra P7'inciples of geology, que abre la puerta de la jeolojía al evolucionismo biolójico. la Morfolojía i la Ontojenia (Órganos rudimentarios, dimorfismo, mimetismo, simbiosis, segmentación total i parcial de los huevos, mórula, blástula, gas- trula, etc.), sino también por \2, jeolojía paleo7itolójica i la jeografía animal i vejetal (cuadro de las edades paleontolójicas, fósiles embrionales, proféti- cos i sintéticos o transitorios, Ammonites mesozóicos, antepasados del Ca- ballo, etc.). (Figs. 20 i 21). [3] Historia jenealójica de los animales. — Un pequeño estante, colocado en el portal que conduce al salón grande, contiene un conjunto de 7 98 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 39 especies de todos los tipos para mostrar el árbol jenealójico del Reino Ani- mal \ las formas intermedias recientes (Monotremas, Dipnoídeos, Anfioxus, Peripatus). tr Carlos Darwiü (1809-1882) Ademas, para ilustrar la descendencia de los Mamíferos i analizar los hechos morfolójicos i paleontolójicos que hablan en favor del oríjen animal del Hombre, nos hemos servido de grabados tomados de <(~La Teoría de la Evolucion'>'> de B. Quijada B. (corte vertical de mama humana, pezones su- plementarios, cola atávica análoga a la de los Mamíferos i Reptiles, hiper- tricósis jeneral de Julio Pastrana, cráneo de Pithecantropus erectus, etc.) B Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 99 I . I Esta colección comprende las anomalías sim- Coleccioii Teratolóiica , , , ,, , I [píes, principalmente casos de albinismo i mela- nismo parcial i total (7 ejemplares de Mamíferos i 72 Aves), i las anomalías loo BOLETIN DEL -MUSEO NACIONAL graves^ como el hermafroditismo lateral de la Langosta de Juan Fernández i monstruosidades varias (33 piezas) (Fig. 17). Algunas de las preparaciones teratolójicas, — como los cráneos de Me- Fig. 18. — Brac/n'gnathistno siipertoi', G. S. H. Ternera ñata (Eos taia'us, L.) Chile. Ilihuaco o Carnero de cuatro cachos, de Vaca ñata i de Perro dogo — , han sido agregados a la Colección biolójica para dar a conocer la Teoría de las mutaciones o variaciones bruscas de Hugo de Vries, cuyo mérito B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile lOI consiste en demostrar la creación esperimental de nuevas especies por la aparición repentina de irregularidades de conformación (Figs. i8 i 19). Colección de Animales Domésticos e Industrias Zoolóiicas . ^ i tisfacer la exijencia del público i de la enseñanza de la Zootecnia i de la Zoolojía aplicada, se arregló una colección de animales domésticos, con razas que han tomado su oríjen en Europa, o estrañas a este continente. Dicha colección, compuesta de 65 Aves i 22 Mamíferos embalsamados, comprende entre estos últimos, tanto las especies de cautiverio antiguo (Guanaco, Llama, Vicuña, Alpaca), como las que ocuparon después su lugar (Caballos, Bueyes, Carneros, etc.). Como se dijo oportunamente, estos animales domésticos han quedado agrupados en el costado poniente del gran salón central i en el vestíbulo sur, en la forma que sigue: 102 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Tipo Vertebrados Clase I. Mamíferos. Orden i. Perisodáctilos. Caballo i Cebra. Orden 2 Artiodáctilos. Carnero, Cabro. Vaca ñata, Yack. Búfalo, Dromedario i Reno. Orden 3. Proboscidios. Elefante de la India. Orden 4. Roedores. Conejo común. Orden 5 . Ca rn í voros . Gato i Perro (3 razas). Clase II. Aves. Orden i . Gallináceas. Gallo (8 razas). Faisan (3 especies). Gallineta. Pavo común i Pavo real. Orden 2. Columbinas. Paloma casera (7 razas). Orden 3 Palmipedas. Pato {7 razas). Ganso (2 especies). Cisne. — Como complemento de la nueva sección de animales domésticos, se ha comenzado a arreglar un pequeño estante con otros animales que viven en compañía del hombre i por él se dejan utilizar, como la Abeja de miel, el Gusano de seda i ciertos Peces (Salmón, Trucha i Carpa) \ que en con- junto constituyen lo que se designa con la denominación de Industrias Zoolójicas (Apicultura, Bombicultura i Piscicultura) . B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 103 La colección de Mamíferos chilenos es bastante completa; i entre los estranjeros faltan algunas especies grandes que convendria adquirir, como el Rinoceronte , el Hipopótamo, el Lama^itino i el Dugungo; sobre todo estos dos últimos, pues el único orden de Placentados que no tienen representan- tes en el Museo es el de los Sirénidos. Fig, 20. — Ave del Paraíso (Fcu'adisea apoda). Dimorfismo sexual i , por Claudio Gay, se han publica- do muchos trabajos en que se trata también de especies chilenas, tanto en Pvoceedings of the Zoological Society of London como en Wiegmanns Ar- chis für Naturgeschichte, i en otras revistas científicas i relaciones de viajes. ii8 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Lo mas notable es la publicación .de R. A. Philippi en los Anales del Museo Nacional, donde en el número i trata de las Focas chilenas; en los números 2 i 7, los Ciervos; en los números 6 i 12, los Delfines chiU- 7ios; en el número 14, los Múridos chilenos; i en el número 13, los Mamífe- ros traídos de Tarapacá. B. Quij ada. — vertebrados del museo nacional de chile 119 Mastschic enumera en Ergelwiss dcr Hafnburber Maglhaensischen Sammelreice, los Mamíferos recojidos por MiCHAELSEN. [b] Aves. — Esta clase es ya mui bien conocida i no se descubrirá mucho de nuevo en ella, ya que hai tantos aficionados que hacen coleccio- nes de pájaros. Ocupan la 2.^ parte del tomo i,® de Gay i han sido tratadas por Desmurs. Después se han publicado unas cuantas especies nuevas por Philippi i Landbeck en los Anales de la Universidad i en Wiegmanns Archiv für Naturgeschichie . También hai unos cuantos trabajos sobre este grupo en Proceedings of the Zoclo gical Society of London, uno de Martens en Ergebnisse de Hamburger Magelhaensischen Sammelreice, i otro de SCHADOM en Eauna c hilen sis. El último trabajo grande es el del Dr. R. A. Philippi en el número 15 de los Anales del Museo Nacional. El SEÑOR F. Albert publicó en los Anales de la Universidad (1898- 1 899) una « Contribución al estudio de las aves chilenas'>'> con detalladas des- cripciones de muchas especies, cuya nomenclatura dió desgraciadamente lugar a una crítica poco favorable. El SEÑOR Reed publicó también un trabajo sobre aves chilenas en los Anales de la Universidad (1896). [c d] Reptiles i Anfibios. — El señor Guichenot ha tratado estos animales en la primera parte del tomo II de Gay. El Dr. R. a. Philippi ha publicado varios trabajos sobre estos ani- males, ya en los Anales de la Universidad, ya en Wiem. Archv. En el tomo II de la U. S. Naval Astronomical Expedition-^^ describen unas cuantas especies nuevas. De importancia son también los trabajos de Werner en Eauna chi- lensis i Hamb. Mag. Sanwt. Sin duda serán descubiertas todavía unas cuantas especies nuevas, pues estos animales, por su reducido tamaño i su ajilidad i por la semejan- za que frecuentemente tienen unas especies con otras, escapan fácilmente al colector. B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile I2I [e] Peces. — Aunque ya se han descrito un número considerable de estos animales como pertenecientes a la fauna chilena, creo que se descu- brirán todavía muchas especies, ante todo entre las marinas, que serán ya nuevas para Chile. El señor GuiCHENOT ha tratado este orden en la segunda parte del tomo II de Gay. El Dr. PrilLlPPl ha publicado también algunas nuevas especies, asi- mismo el Dr. Federico Delfín, quien publicó también en la Revista Chi- na de Historia Natural un catálogo mui bueno de los Peces chilenos. En la U. S. Naval Astroiiomical Expedition, tomo II, en P. Z. S. i en otras revistas de flistoria Natural europeas i norteamericanas i relaciones de los diferentes viajes, hai artículos ictiolójicas en que se tratan pocos pe- ces chilenos. El Dr. PÉREZ Canto publicó descripciones de Tiburones. En el número 3 de los Anales del Museo Nacioiial se. describen i figu- ran Peces chilenos por el Dr. PlilLIPPl. En Fauna chilensis hai un trabajo de Steindachner sobre Peces chi- lenos, i sobre los mismos hai un trabajo de LONNBERG en Hanib. Mag. Sanim. Steindachner dió también a conocer unas cuantas especies chilenas en una revista publicada en Viena.» 122 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL VI CONCLUSION De todo cuanto hemos espuesto acerca de la Sección Vertebrados, se deduce que esta repartición del Museo Nacional, a pesar de sus inevitables defectos que la afean, se encuentra en magníficas condiciones de prestar los servicios que de ella debe esperar todo el que se interese por algún estu- dio de los animales superiores i del ramo que forma el coronamiento de las ciencias biolójicas. Ménos motivo tenemos de apreciarla de otro modo, si tomamos en cuenta que todos los naturalistas que han visitado el Museo Nacional, han quedado ampliamente satisfechos de la Sección Vertebrados. Entre los especialistas que últimamente nos han venido a ver i a tomar datos acerca de la fauna ornitolójica propia del pais, se cuenta el señor Rollo H. Beck. Como el señor Director sabe, dicho naturalista es el jefe de la espe- dicion que el Museo Americano de Historia Natural de Ntieva York envió por acá con el objeto de que hiciera una esploracion ornitolójica de la cos- ta chilena. Grato es dejar constancia escrita i pública en este punto del concepto altamente favorable que este sabio yanqui se formó de nuestro Museo Na- cional, considerándolo como el primero de Sud-América, no sólo por sus completas colecciones de Aves acuáticas de todo órden, sino también por el moderno sistema según el cual están arregladas todas las reparticiones del establecimiento. Sea como fuere, en todo caso no podrá ponerse en duda que, a pesar de los escasos recursos con que cuenta el Museo Nacional, la actual Direc- ción i el personal trabajan por elevarlo, dirijiendo su actividad principal- mente a la conservación i al mayor fomento de las Colecciones, cuyo conjun- to representa un dominio importante de nuestro patrimonio nacional. Si mas no se ha hecho en la Sección Vertebrados, cúlpese a nuestra in- suficiencia i de ningún modo al incesante deseo que abrigamos de ser útil en algo en el cultivo i divulgación de la Zoolojía en Chile. Porter. — sección invertebrados 123 INFORME DEL JEFE DE LA • SECCION DE INVERTEBRADOS Señor Director: Santiago, 10 de Abril de 1^14. Cumpliendo con la orden de Ud. de informarle respecto a la marcha del departamento de mi cargo durante el pasado año administrativo, tengo el honor de elevar a esa Dirección la presente breve Memoria, la que fina- liza, como de costumbre, con la indicación de las principales necesidades del servicio. Incremento de las colecciones.— La Sección de Invertebrados se ha incrementado, en el año de que doi cuenta, con obsequios i con las es- pecies recolectadas por el que suscribe en las vacaciones de Enero, Febrero i Setiembre. Los objetos ingresados por obsequios son la mayor parte comunes, pe- ro que vienen a reemplazar ejemplares antiguos o en mal estado; i no ha dejado, por otra parte, de recibirse, entre estos obsequios, algunos que son especies nuevas para el Museo i una de ellas (una esponja en estudio, do- nada por el señor Alejandro Horst) talvez aun nueva para la ciencia. He aquí el número de especies recibidas de los señores donantes, con indicación de los órdenes o clases en que se agrupan: El señor Francisco Fuentes M., me entregó para la Sección i para su determinación: i Miriópodo, dos ejemplares de un Escorpiónido i 5 especies de Isópodos de la Isla de Pascua, todos secos i clavados; ademas un arácni- do ya determinado como Tetragnata mandibulata . El Dr. Carette me envió desde Buenos Aires un Gusano nematelminto en líquido conservador: Uncinaria mephitis. El señor Marcial Espinosa B. obsequió un Miriópodo conservado seco i encontrado sobre hongos, en Concepción. Identifiqué este miriópodo a la especie Semnosoma intricatum. 124 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL El señor Enrique E. Gigoux, a pedido mió, colectó i remitió desde Caldera: 2 Vermes marinos, varios ejemplares de Crustáceos comunes de los jéneros Xantho i Caprella, i Briozoo i varios ejemplares de Oliva pe- ruviana con el animal (cosa importante, pues en el Museo teníamos sólo la concha, como para la inmensa mayoria de los Moluscos chilenos i exóticos). El señor Zacarías Vergara obsequió uno de los dos ejemplares de On- cidiella chilerisis que me trajo para su determinación desde el gabinete de Historia Natural del Instituto Pedagójico. El señor John A. Wolffsohn envió un Aranéido (Araneus cinaberhms) i el señor Manuel de la C. Cáceres también otro Aranéido (2 ejemplares): el Glytocraniun gasteracantoides los que después de su determinación los pasé a la Sección correspondiente. El señor Rafael Valdés V. obsequió una «Culebra de pelo» (Gordius chilensis) i por último el señor Alfredo Honorato me envió ejemplares de un Camarón de Valdivia (Parastacus chilensis). Biblioteca de la Sección. — De las obras solicitadas, no ha ingre- sado en el pasado año aun ninguna otra fuera de las que di cuenta en mi informe anterior. En la distribución que los Jefes de Sección hemos estado haciendo de lo que puede ser útil para rápida consulta en nuestras oficinas, de los libros de la antigua biblioteca del Museo, he tenido la suerte de poder incorporar 21 volúmenes i folletos sobre Invertebrados; ademas el señor Silva Figue- roa, como mas propias para la biblioteca especial de mi Sección, me entre- gó las siguientes obras que estaban en el Departamento que él actualmente ocupa: <íGuide to the Crustácea, Arachnida, Onicophora & Myriapoda in the Brit. Museum (Nat. History)» i Van Beneden & Seyls de Longchamps, Tuniciers, del viaje de Béljica. Ademas he cedido para la biblioteca especial de la Sección a mi car- go, doce volúmenes i numerosos folletos sobre Invertebrados recibidos en canje de mis publicaciones. Estos aparecerán con un signo especial en el Catálogo de la Biblioteca de mi Sección, que continúo preparando. Trabajos ejecutados. — Merecen especial mención los siguientes: i.o Terminé totalmente el estudio o revisión de la coleccio7i de Crus- táceos que encontré espuesta al público en el Museo, haciendo el inventa- rio i ordenando la impresión de etiquetas, aprovechando de modernizar de acuerdo con biblioteca privada especial carcinolójica, la nomenclatura de Lám. I FASCIOLA HEPATICA, iimié. Este gusano habita el lií^ado (ca- nales biliares) de varios rumiantes, prin- cipalmente de la oveja. Produce la afec- ción llamada distotnasis {vulgarmente en Chile " t'nft'rnu'dad de los pirihumedd . La Fasdüla o Diimi tiene un de.sarro- Uo muy complicado: los embriones pa- san una parte de su vida en el agua, «)- tra en el pulmón ele un [).equeño cara- col porhn. otra en el pasto, h'l gana- do al pastar en lugares húmedos o inun- dados puede ad(juirir la duva. í .a Fasdoia hepática es un gusano perteneciente a la Clase de los Platel- mintos y al orden de los Tremátodos , La figura adjunta ilustra la anato- mía de la Fasdoia, con aumento de 5 diámetros — C. E: Portee , 19 Í4. Fotografía de uno de los ejemplares de Gusanos parásitos, que da idea de la forma en que se arregla, a partir de 1914, la Colección helmintolójica del Museo Nacional I2Ó BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL lo que ya tenia etiquetas. Se están colocando dichas etiquetas impresas a los ejemplares, a los que conservo ademas los primitivos nombres ma- nuscritos tal como se acostumbra, debe hacerse, he hecho i continuaré efectuando con las demas Clases. 2.0 He determinado la gran mayoría de los Crustáceos que traje de los Museos de Buenos i La Plata, haciendo imprimir etiquetas i exhibiendo ya muchos de ellos. 3.0 Hice el inventario de todos los Tunicados que existen en el Museo (23 especies), haciendo imprimir etiquetas para ellos. 4.0 Hice el inventario de las especies existentes de Vermes^ orde- nando la impresión de etiquetas. 5.0 Practiqué el inventario (modernizando lo que lo necesitaba) de la colección de Moluscos en alcohol^ — chilenos i exóticos, — habiéndose ya hecho las etiquetas impresas que comienzan a colocarse. 6.0 Hice el inventario de la de especies mismas i modelos (aumentados) de la colección de Foraminíferos i Radiolarios existentes en uno de los estantes del Museo, como adquiridos de Fric, de Viena, hace pocos años. 7.0 Incorporé a las colecciones, haciéndoles fabricar etiquetas, una parte de los ejemplares de moluscos traidos por mí, de mi viaje a Europa (1910-191 1). 8.0 Incorporé a las colecciones parte de las especies de Crustáceos, en perfecto estado que estaban aun sin su determinación, i parte de lo traído de mis escursiones de vacaciones. 9.0 Hice fabricar urnas de vidrio a varios de los objetos mas delicados (algunos Esteléridos, Argonauta, Nautilus, Euplectella). 10. He incorporado a las colecciones algunas especies perjudiciales a las plantas, como Helix i parásitos de animales domésticos (Cisticercos, Duvas) i algunos crustáceos comestibles, con lecturas especiales (Lám. II). 1 1. Atendí i resolví numerosas cojisultas verbales i algunas por escrito que se me hicieron sobre sistemática i bibliografía de artrópodos chilenos. 12. El mozo ha practicado, bajo mi inmediata vijilancia, el aseo de todas las estanterías arrimadas a la pared, a medida que se practicaba el inventario. 13. Para activar algo mas el incremento con especies chilenas, el 31 de Junio próximo pasado, envié a todos los señores profesores de Ciencias de los Liceos del pais i a algunos otros amigos interesados en las Ciencias Naturales, la siguiente circular, impresa en el taller tipográfico del Museo. Porter. — sección invertebrados 127 «Estimado señor: «Deseando aumentar las colecciones de Invertebrados, a mi cargo, en » el Museo Nacional i renovar los ejemplares antiguos que están en mal es- » tado, aun en especies comunes, no he trepidado en dirijirme a Ud. con » el fin de rogarle quiera tener a bien prestarme, con su entusiasmo por la » ciencia, su valioso concurso en este trabajo. El material que necesito, se » refiere principalmente a Miriópodos, Moluscos de agua dulce i Crustáceos » (Isópodos, Anfípodos i Decápodos, también de agua dulce). Para los co- » legas que vivan en puertos, el encargo se hace estensivo a las especies » marinas aun comunes de equinodermos, moluscos i crustáceos. Todo » podria venir en alcohol de 40 a 60 grados, i los gastos de envase i re- » misión por encomienda postal o bulto-equipaje, los reembolsarla el Museo » Nacional. «Esperando su respuesta i sus órdenes, queda de Ud., su S.S.» Ya diez personas han respondido, entusiastamente, ofreciendo su con- curso, i tres han enviado objetos (señores Honorato, Wolfísohn, Gigoux.) Como pasan de cuatrocientas las etiquetas que ya me ha entregado el tipógrafo del Museo, i espero, ántes de poco, me entregue unas 500 mas, creo que a mediados de año, aun sin modificarse la estantería (cosa en que no podemos pensar tan pronto), habrá de cambiar bastante la disposición i aspecto jeneral de las colecciones contenidas en dichas vitrinas. Alguna cosa he alcanzado, pues, a hacer en el Departamento a mi cargo, dentro de las comodidades i medios con. que cuenta el Museo en jeneral, i mi Sección en particular. EscursioneS. — Los escasos fondos de que dispone el Museo no ha permitido llevar a cabo la escursion tan importante a los archipiélagos de Chiloé i Chonos, que esa Dirección proyectaba para 1912 i después, para 1913, i que tan excelentes resultados habría dado para la ciencia i, en es- pecial, para el incremento de las colecciones de los distintos departamentos del Museo; tampoco pudo hacerse ni aun escursiones aisladas a provin- cias cercanas a la capital por mi Sección, a espensas del Museo. Sin embargo, durante las vacaciones de Enero i Febrero i en algunos dias de Setiembre del año próximo pasado, en mi deseo de continuar, como he podido (desde 1894) el estudio de la fauna de Invertebrados i especial- mente de los Artrópodos de nuestro país, he practicado escursiones de mi propia cuenta por algunos valles i cordilleras de la costa, tanto en el sur (Malleco, Talca, etc.), como en las provincias de Valparaiso i Aconcagua. Lám. II PARASTACUS HASSLERl mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmrnmmmmmmmmmmmmmmmmmmmamitmt» CAMARÓN Esta especit* \ jvt* en, cuevitó que piuclica en (ierra húmeda E$ comeíítíbie 5 se vciuie en cauiitiades en Quüaa v anos puirtos de las nravificias del sur. — Forma en que se arregla desde 1913 una Colección de Crustáceos i de otros Invertebrados comestibles de Chile Porter. — SECCION invertebrados 129 Fruto de esas escursiones son ejemplares frescos de especies conocidas de Crustáceos, Moluscos, Gusanos, Escorpiones, i muchas especies nuevas de Artrópodos i Vermes que tengo en estudio, de otras que estudian espe- cialistas del estranjero i las siguientes que han sido ya bautizadas: Insectos. ' Charipsella laevigata, n. gen. &n. sp. Esphalmenus Porteri, n. sp. Phloetribus, n. sp. Dinaspis, n. sp. El primero es un Himenóptero que ha descrito el especialista señor Bréthes, el 2.0 es un Pordcúlido descrito por el Dr. Malcoln Burr; el 3.0 es un Coleóptero perjudicial a los árboles i lo describirá el Dr. Bruch, i el 4.0 es un Cóccido que debe haber descrito ya el Dr. Lindenger. AnfÍpodoS: Elasmopus chilensis, que acaba de describir el señor Wal- ker, de Londres. Para terminar mencionaré tres especies nuevas de MUSGOS también descubiertas por mi: Neckera Porteri, n. sp. Hygroamblistegium Porteri, n. sp. Porotrichium Porteri, n. sp. que acaba de estudiar el especialista señor I. ThÉriot, de Francia. Aparte de esto: i. En una de mis escursiones he demostrado la pre- sencia en Chile (a lo menos nadie lo había dicho ántes, ni ménos publica- do) de un Coleóptero útil a la Agricultura, el Coccidophilus citricola Bré- THES (descubierto pocos años ha en Buenos Aires) i que destruye cóc- cidos. 2. En las cercanías de Temuco encontré el Cóccido Asterolecanium variolosun (Ratz) que se cría habitaba sólo Europa, Canadá i en algunos puntos de los EE. UU. de N. A. 3. Encontré en Arica el pez Agonus chiloensis que jamas se habia en- contrado al norte de Valparaíso. De la i.^ i 3.^ de estas especies (3 ejem- plares de la primera i i de la segunda) fueron cedidas por mi respectiva- mente a las Secciones Entomolójica i Osteozoolójica del Museo Nacional; luego tendrá el Establecimiento ejemplares de las otras especies de Insec- tos i Musgos mencionadas. 9 130 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Publicaciones. — En el «Boletín del Museo Nacional» correspondiente a 1913 se publicaron los siguientes breves trabajos inios, aparte de mi In- forme anual: «Sinopsis de los Ocipddidos de Chile'», con i lámina. «Notas para la Helmintolojía chilena-». «Bibliografía chilena de Herpetolojía i B atraco lo j ia-» . «Eljénero Pseudocorystes, M. Edwards» . «Dos cóccidos nuevos para Chilet> . Si el espacio lo permite, en el volumen del año en curso del «Bole- tín», entregaré para su publicación tan pronto Ud. se digne pedirlos con ese fin, los siguientes trabajos que en estos momentos hago sacar en lim- pio, a máquina de escribir: 1. «Los Crustáceos chilenos de la Familia Xanthidae». 2. «Sinopsis de la Familia Argiopidae». 3. Bibliografía chilena razonada de Ictiolojía; (i), los dos primeros con láminas i figuras orijinales. Canjes. — Los canjes que proporcionan muchas veces tan valiosos ob- jetos, sin mas gastos que los de franqueo o fletes de lo que se envía, apro- vechando los ejemplares repetidos, no han podido hacerse aun. Mis nume- rosísimas relaciones de hace mas de 20 años podrían proporcionar al Mu- seo, para la Sección a mi cargo, un valioso continjente de especies difíciles de obtener por compra, etc., si esa Dirección al autorizarme para usar en eso los duplicados de especies comunes de Invertebrados del país, conce- diera las cajitas de madera i su franqueo consiguiente. En el año en curso podrían fácilmente despacharse 80 a 100 cajitas de encomiendas. Oficina i Laboratorio. — En esta se necesitará llevar a efecto la aber- tura de una ventana para tener luz para los trabajos de microscopía; dotarla de una mesa especial para dichos trabajos, de bálsamo de Canadá i algunos reactivos, i de algunas tablas para colocar libros i frascos. Comisiones oficiales. — En mi calidad de profesor de Zoolojía jeneral i Entomolojía aplicada del Instituto Agrícola de Chile, se me designó en Enero próximo pasado para dictar las conferencias públicas de Parasi- (i) Este forma uno de los capítulos puestos al dia de una obra estensa que vengo preparando mas de 18 años. Va se han publicado cuatro capítulos. C Ant7'Opolojia, Aves, Vermes, Reptiles i Bat?'ac ios) en el Boletín del Museo Nacional. Porter. — SECCION invertebrados 131 tolojía de los animales domésticos de la primera cátedra ambulante (Santia- go hasta Chiloé). Al suscrito le tocó dar conferencias en los teatros de las ciudades de Talca, Chillan i Temuco. Obsequios a otras Secciones del Museo. — He cedido todo lo que he recibido como obsequios particulares i lo que he obtenido a canje por mi «Rev. Ch. de Hist. Natural» i otros trabajos mios, a cada una de las Sec- ciones del Museo según lo verá Ud. en detalle en las Memorias de cada Jefe de Sección i en tal virtud no ocupo aquí espacio en ello. Necesidades del sp:r\tcio. — En el año pasado obtuve la fabricación de un estante de regulares dimensiones, la de 1 10 trocitos de madera pinta- dos para pegar etiquetas i el alcohol mas indispensable. Como en mis anteriores informes, me permito terminar esta breve re- seña de mi modesta actuación el pasado año administrativo, a cargo de la Sección de Invertebrados, solicitando lo que la Dirección pueda conceder- me de lo que en seguida anoto, que es de la mayor urjencia: a) 360 envases para ejemplares en alcohol o formol. b) 300 tubos de fondo plano para ejemplares en líquidos. c) La mesita i las tablas a que hago referencias en otro lugar. d) Una obra moderna de Malacolojía, indicada en nota separada. e) Cantidad suficiente de alcohol para renovar el de algunos envases o reponer el evaporado en otros mal cerrados. f) Un estante para colecciones, según modelo. (Al mencionar la necesidad de la fabricación siquiera de una vitrina, debo recordar que se hace casi indispensable, con el fin de continuar una idea que ya puse en práctica, i que ha parecido bien a algunos de los com- pañeros del Museo, la que consiste en poner en una o dos vitrinas especia- les las novedades del mes o de dos meses en cada Sección, ántes de distri- buirlas en las vitrinas que sistemáticamente les corresponden, con el fin de que los visitantes asiduos del Museo, no gasten tiempo en buscar las no- vedades intercaladas entre miles de objetos que ya han visto talvez muchas veces. Estas mismas vitrinas para las novedades, las puse en práctica por primera vez en el Museo de Valparaíso en 1903). g) Una colección de fichas de papel grueso para continuar la catalo- gación de obras i aun de especies zoolójicas en la forma completa (nombre sinonimia, bibliografía, distribución jeográfica, etc.) que mucho ha gustado a algunos colegas del Museo etc., que las han visto. 132 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL h) Si ademas de lo solicitado, pudieran ser trasladadas a otro sitio las colecciones de Reptiles i Batracios, hasta hoi intercalados entre mi La- boratorio i la sala ocupada por las colecciones de Invertebrados a mi cargo,. Estante con las novedades ingresadas podría llevar a cabo, disponiendo de mayor espacio, una idea que acaricio ya dos años, cual es la de dividir el contenido de mi Sección en dos partes: una de especies chilenas i otra de las exóticas. Hasta hoi en los Invertebra- dos esta separación se ha hecho sólo con los Moluscos secos (es decir con las colecciones de conchas), pues los Moluscos mismos, en alcohol, están reunidos, como todos los demas Invertebrados, exóticos i chilenos. Com- préndese fácilmente la importancia que, para profesores i estudiantes del pais i mas aun para los visitantes estranjeros, tendria esta separación a pe- sar de que el color de las etiquetas distingue bastante la cosa. En depar- Porter. — SECCION invertebrados 133 tamentos destinados sólo a especies chilenas, corno ya, fuera de las conchas de Moluscos, lo están también los Insectos o a lo ménos los Coleópteros (en la respectiva Sección), no se distraería la atención de quien venga a estudiar sólo la fauna de nuestro pais. Antes de terminar, me permito recordar que tanto entre las especies de antiguo existentes en mi Sección como entre las las traídas por mí de los Museos estranjeros en Agosto de 1911, existen algunos centenares de duplicados que podrían enviarse al Museo de Valparaíso; asimismo de es- pecies chilenas hai repetidas varias en buen estado que podrían enviarse al Museo porteño i todavía existe material para los canjes que creo de vital importancia para la Sección. Mucho de lo propuesto podría hacerse, salvo mejor acuerdo de la Di- rección. Saluda atentamente al señor Director, S. S. S. Cárlos E. PORTER. RESEÑA HISTÓRICA DE LOS ESTUDIOS SOBRE LOS INVERTEBRADOS CHILENOS BIBLIOGRAFÍA MAS IMPORTANTE y ESTADO ACTUAL DE LA SECCION CORRESPONDIENTE EN EL MUSEO NACIONAL POR CÁRLOS E. PORTER, Jefe de la Sección de Invertebrados del Museo Nacional. SUMARIO INTRODUCCION. I. Protovertebrados. — Algunos Protovertebrados del pais. Bibliografía nacional del tipo. Representación que tienen los Protovertebrados en las Colecciones del Museo Nacional. II. Moluscos. — Mención de algunos moluscos chilenos. Los Moluscos en las obras de Molina y R. A. Philippi. Esploraciones científicas estranjeras que han reco- jido material de moluscos chilenos. La fauna malacolójica chilena. Bibliogra- fía nacional i estranjera sobre moluscos chilenos. Los moluscos chilenos i exó- ticos en las colecciones del Museo Nacional. III. Vermes. — Autores que en Chile i en el estranjero han escrito sobre Vermes de este pais. Los Vermes en las Colecciones del Museo Nacional. IV. Equinodermos. — Autores que en Chile han hecho publicaciones sobre los Equi- nodermos. Representación que el tipo tiene en nuestras colecciones. V. Miriópodos. — Reseña sobre los estudios miriopodolójicos respecto a nuestra fauna. Los trabajos de Silvestri, Attems, Kraepelin i Hansen. La representación que tienen los Miriópodos en el Museo Nacional. VI. Onicóforos. — Autores que se han ocupado de los Onicóforos chilenos. La repre- sentación de la clase en el Museo Nacional. VIL Crustáceos. — Los primeros trabajos en que se describen especies chilenas. Viajes científicos, etc. que después de la publicación de la obra de Gay han contri- buido a adelantar el conocimiento de nuestros crustáceos. Enumeración de al- gunas especies comestibles de Chile. Lista completa de los trabajos publicados en Chile sobre crustáceos. La colección carcinolójica del Museo Nacional i ne- cesidad de dar la debida representación a la fauna de nuestro pais. VIII. Merostomas. — Su representación en el Museo. IX. Celentéreos. — Autores que en el estranjero i en Chile han escrito sobre nuestros Celentéreos. Representación que el tipo tiene en el Museo Nacional. X. Esponjiarios. — Grandes progresos que desde Gay se han realizado en los estudios sobre las Esponjas de Chile. Las esponjas en el Museo Nacional. XI. Protozoos. — Los Protozoos en la obra de Gay. Trabajos publicados en 1906, 1908 i 1913 por los doctores Izquierdo, Bürger i Collin. La colección de Foraminí- feros del Museo Nacional. XII. Biblioteca de la Sección. — Existencia a la fecha y necesidad de dotarla de obras de consulta, modernas, sobre algunos tipos de Invertebrados. Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 137 RESEÑA HISTÓRICA I ESTADO ACTUAL DE LOS ESTUDIOS SOBRE LOS INVERTEBRADOS DE CHILEO POR EL Prof. CÁRLOS E. PORTER En dias pasados el señor l^irector del Museo Nacional tuvo a bien pe- dirme escribiera algunas carillas sobre el tópico que encabeza estas líneas, como un anexo al Informe del departamento a mi cargo, correspondiente al año pasado. Fio. I. — Sala de Invertebrados (mitad norte) Présteme gustoso a preparar el anexo en referencia para su inserción (*) (*) Dado el escaso tiempo de que se dispone para entregar la presente reseña, ya que no alcanzo a escribir un trabajo especial, procuraré estractar de otro nuestro lo principal en el menor número posible de pájinas, ilustrándolo con algunas figuras. BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 138 en el «Boletín del Museo Nacional», no sin recordar ántes que otro trabajo nuestro, mui somero sobre tal materia, fué publicado hace mas de tres años en la notable obra del Excmo. señor Eduardo Poirier, «Chile en 1910» i que el mismo estudio, mucho mas desarrollado, fué leído por nosotros, en sesión pública de fecha i.o de Agosto del mismo año, en los salones de la Sociedad Científica Arjentina, a nuestro paso para Europa. La mencionada Corpo- ración publicó nuestra sencilla conferencia que ocupó 45 pájinas del tomo LXX (1910) de sus «Anales» que, como se sabe, tienen gran circulación. Aun mas, tuvimos el honor de ver el mencionado estudio traducido al francés i publicado o reproducido en el número 15 de Junio de 1911 del «Bulletin de la Bibliothéque Américaine (Amérique latine)» que publican sabios profesores de la Sorbona (París). Dar cabida a materia tan vasta en el reducido marco de unas pocas carillas i en tan escaso tiempo no es, como se comprende, mui fácil tarea. Procuraremos, sin mas esplicaciones, entrar en materia. I. — Protovertebrados Al tratar de este grupo zoolójico, como de los demas que en el Museo Nacional están en nuestro cargo, adoptaremos el siguiente método que dará cierta uniformidad a la esposicion: mencionaremos primero a grandes rasgos los principales trabajos publicados en el pais; en seguida indicare- mos las principales fuentes de consulta que proporcionan al interesado las publicaciones hechas en el estranjero i, por último, indicaremos mui rápida- mente la representación que tienen en el Museo Nacional las colecciones respectivas, así como su oríjen conocido i algunas indicaciones sobre los progresos que podrían llevarse a cabo. Chile posee un reguDr número de Protovertebrados. El primer naturalista chileno, el célebre abate don JüAN IGNACIO MO- LINA, en su «Compendio de la Historia Jeográfica, Natural i Civil del Reino de Chile», fué el primero que describió el Piltre, creando el jénero Pyiira que colocó en la división «Mollusca», de sus «Vermes». La parte zoolójica de la «Historia Física i Política», del inmortal Gay, en su tomo VIII publicado en 1854, ya menciona 4 jéneros con seis es- pecies. Hace pocos años pude comprobar, en la bahía de Valparaíso, la exis- tencia de un Leptocardio, el Branqiiiostoma elongatum que se conocía án- tes de las aguas del Perú. Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 139 Fio. 2. — Estante con Protovertebrados las especies chilenas de este tipo están entre las ménos bien conocidas por los naturalistas. De las obras i Revistas que existen en el pais, sólo las tres siguientes tienen estudios sobre Protovertebrados, fuera de la obra «Viaje del Challenger», ya citada, que está también en la biblioteca del Museo Na- cional: Molina (J. I.) — Compendio de la Historia Jeográfica, Natural i Civil del Reino de Chile (existen varias ediciones). Gay (Claudio). — Historia Física i Política de Chile. Zoolojía, tomo VIII (1854), pájinas 385 i siguientes. Casi todos los viajes científicos realizados en nuestras costas, especial- mente el del «Challenger», han contribuido al conocimiento de los Proto- vertebrados chilenos en mayor o menor escala, pero estamos ciertos que 140 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Revista Chilena de Historia Natural (fundada en 1897 C. E. Porter), año XIII (1909), p. 123. Ahora, con respecto a la representación que, en las colecciones del Museo Nacional, tienen los Protovertebrados, recordaremos que están re- presentados sólo por 12 jéneros con 18 especies, casi todas del Golfo de Nápoles (4 especies ehilenas solamente) en un estante alto, a mano derecha (entrando) de la sala grande en que se exhiben las colecciones de Inver- tebrados. II. — Moluscos Los Moluscos chilenos son numerosos en jéneros i especies, existiendo un regular número de especies comestibles (ostras, choros, tacas, machas, ostiones, cholgas, locos, pulpos, etc). Dejando a un lado la obra de Molina que describe brevemente poquí- simas especies, la que describe la mayoría de nuestros moluscos (obra na- turalmente anticuada como en casi todas sus partes ante las necesidades de la ciencia moderna) es la de don CLAUDIO Gay que en su tomo VIII con- tiene entre otros animales, los Moluscos, estudiados por Hupé. Desde entonces el venerable sabio don RODULFO Amando Philippi ha publicado varios estudios sobre Moluscos del pais en los «Anales de la Universidad de Chile», en los «Anales del Museo Nacional» i en la «Re- vista Chilena de Historia Natural», sin contar con los numerosos dados a luz por dicho naturalista ántes i después de su llegada a Chile respecto al tipo del reino animal de que nos ocupamos, en que mas que en ningún otro ramo de la sistemática resaltaba su competencia. Viajes como los de la «Astrolabe», la «Beagle», la «Zelée», la «Bonite», la «Coquille», la «Eugénie», la «Novara», la «Magenta», la «N^assau» , del «Alert»,del «Cha- llenger», de la «Romanche», de la «Belgique» i las notables espediciones de D’Orbigny, Whlkes i de los Drs. Píate, Charcot, Michaelsen, etc., etc., han contribuido a hacer progresar nuestros conocimientos sobre los Molus- cos chilenos, sobre todo de Magallanes a Valparaíso. Los Moluscos de la costa chilena pertenecen a dos de las 18 provin- cias que ya en 1856 aceptaba el célebre conquiliólogo Dr. Woodward: a la 14.^ o Peruana i a la 15.^ oMagallánica i sus especies, numerosas, están en gran parte estudiadas por D’Orbigny, Philippi, Cumming, etc. Las especies Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 141 que Hupé describe, la gran mayoría tomadas de obras anteriores, alcanzan a 200, en las cuales dominan los colores oscuros. Están bien representadas las familias Trochidae, - Veneridae, Mytili- dae, Arcidae, Fisurellidae, Doi'ididae, Acmaeidae , Calyptraeidae i Chetoni- dae, etc. No es el presente artículo ni una obra en sí misma ni una introducción a ninguna otra que se ocupe de Moluscos de nuestro pais; ya lo dijimos ántes, es este un bosquejo tan reducido como lo permiten el tiempo i el espa- cio de que disponemos, a lo que se agrega que para varios grupos escribi- mos algo casi de memoria, ya que gran parte de nuestra biblioteca parti- cular (en la cual mas de 18 años no hemos dejado pasar una semana casi sin agregar literatura nacional o estranjera sobre la fauna chilena) i la ma- yoría de nuestras fichas que sirven de base a una obra que hace también años preparamos, — de la cual hai ya capítulos aislados publicados (i) i que inédita (el resto) nos ha prestado a nosotros i a otros estudiosos positivos servicios, — está encajonada a causa de un cambio de domicilio. Los principales trabajos sobre Moluscos que pueden consultarse en publicaciones nacionales son, por orden cronólojico, los siguientes: R. A. Philippi. — Observaciones sobre las conchas de Magallanes. (En los «Anales de la Universidad de Chile», 1855, p. 201). Id. Observaciones sobre las especies del jénero Helix. (En los «Anales de la Universidad de Chile», 1855, p. 213). Id. Las especies chilenas del jénero Mactra. (En los «Anales del Museo Nacional», 1893). Ph. DautzembeRG. — Liste de Mollusques du Chili. (En las «Actes de la Soc. Se. du Chili». Tome VI, 1896, pp. LXIV-LXVII). F. Cataste. — L' Helix pulchella danslesvignes de Linderos. (En las «Actes déla Soc. Se. du Chili». tome VI, 1896, p. LXXXIV). R. A. Philippi. — Especies nuevas parala Fauna de Chile. (En «Rev.Ch.de Hist. Nat.», año II, 1898, páj. 89). Gastón Lavergne. — Los caracoles de la Vid; estudio i medios de defensa. (En «Rev. Ch. de Hist. Nat.», año VI, 1902, pp. 25-34). (i) C. E. Porter. — E?isayo de una Bibliografía chileiia de Historia Natural. Co- menzó a publicarse en la «Rev. Ch. de Hist, Nat.» en 1900 i ha continuado su publica- ción por partes en la misma, en los «Anales del Museo Nacional de Buenos Aires» i en el «Boletin del Museo Nacional», Santiago. 142 bolp:tin del museo nacional M. E. DE Boury. — Sur les Scalaria du Chili. (En Rev. Ch. de Hist. Nat.» año XV, 1911, pp. 33-37). LOUIS Germain. — Les Chilina du Chili. (En «Rev. Ch. de Hist. Nat.», año XV, 1911, pp. 67-72). Id. Nouvelle espece de Physe du Chili. (Rev. Ch. de Hist. Nat.», año XVII, 1913, pp. 161-166). Siéndome imposible dar aquí la estensa lista de trabajos publicados en el estranjero sobre los Moluscos chilenos citaré en esta ocasión tan sólo los nombres de los autores de monografías i artículos aparte de Philippi, D’Orbigny, etc, ya nombrados: Bergh, Chemnitz, Dale, Fischer, Gould, Gray, 'González Hi- dalgo, Lamarck, Martens, Mabille, Plate, Reeye, Rochebrune, SowERBY, Stempel, Troschel, Tryron, Smith, Pilsbry, Quoy et Gaymard, Wiesel, etc. Recordaré aquí que el sabio naturalista arjentino Dr. E. L. HOLMBERG leyó en 1908 un trabajo sobre los Moluscos gastrópodos de Chile que está por publicarse pronto. En un anexo que llevará el Capítulo correspondiente a los Moluscos, de nuestra obra en publicación, «Ensayo de una Bibliografía Chilena de Historia Natural», algunas de cuyas partes ya conocen nuestros lectores, daremos la lista tan completa como posible de trabajos estranjeros sobre Moluscos chilenos. La colección de Moluscos (chilenos i exóticos) es la mas rica de todas las del departamento a nuestro cargo. Relativamente completa es la parte de ejemplares exóticos, habiendo mucho por hacer para completar las es- pecies chilenas i sobre todo para renovar el material de conchas .secas i adicionarlo, si fuera posible todo, con ejemplares con el animal que, en nuestros tiempos, tiene importancia en la sistemática malacolójica. Existen dos estantes altos i angostos con Moluscos chilenos i exóticos en alcohol (mas de 90 especies), dominando los europeos; en dos vitrinas horizontales están las conchas de Moluscos chilenos (que veremos modo de aumentar i renovar) i las conchas de Moluscos de todo el mundo (colec- ción reunida por el Dr. R. A. Philippi) que son millares de ejemplares, (i) ocupan los lados de los dos grandes mesones centrales. Ahí pueden admi- rarse las conchas tan hermosas de Haliotis, Argonauta, Nautilus, Murex, (i) Mas de 5,700 especies. Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 143 Cypraea, Meleagvina, Spondylus, Strombus, Pterocera, Harpa, Mitra, Co- nus, Tridacna, Turbo, Helix, Oliva, etc. A primera vista se nota que hai necesidad de reformar por completo Fig. 3. — Moluscos en alcohol. (Uno de los dos estantes. que los contienen) el modo de esposicion de las conchas i modernizar la clasificación. Este es, por el gran número de ejemplares, el trabajo mas largo de todos los que demanda mi departamento. III. — Vermes Chile posee numerosas especies de gusanos, habiendo hasta hoi sido objeto de estudios, de parte de muchos naturalistas, las especies indiferen- tes, desde el punto de vista de la sistemática. Los gusanos parásitos no han sido objeto de estudios especiales sino por contados zoólogos. 144 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL No puede para este grupo, como para la mayor parte, decirse por ahora el número total de especies descritas; ya lo hemos dicho en alguna ocasión: raros son los grupos que han sido objeto de revisiones, en cuyo caso ha podido hacerse el inventario de los jéneros i especies de la sec- ción considerada. Hai gran dispersión en los trabajos sobre vermes chilenos. Diremos algunas palabras sobre la literatura que aquí existe respecto a tan heterojéneo grupo de Invertebrados. El trabajo mas antiguo que existe al respecto en el pais es el de EMI- LIO BlancHARD, célebre especialista que en el tomo III de la parte zooló- jica de la obra de Gay, publicada en 1849, describe 43 jéneros con 61 es- pecies, en las pájs. 5-1 12. Después se han ocupado de Vermes, en las Revistas científicas del pais, «Actes de la Soc. Scientifique du Chili», «Revista Médica de Chile», «Revista Chilena de Historia Natural», «Revista Chilena de Hijiene», «Bo- letín de la Soc. Agrícola del Sur», etc., los señores R. Blanchard, Elzo Baqüedano, F. Calvanesse, L. Camerano, E E. Gigüux, L. Joubin, F. Dataste, G. Lavergne, A. Lucet, Dr. Michaelsen, J. P. Moore, C. E. PORTER, A. POUPIN, F. PUGA l^ORNE, E. RiGGEMBACH, D. ROSA, J. WlEGIIARD, etc. Una Bibliografía razonada de Helminto lo jía chilena puede leerse, pu- blicada por el que suscribe, en la «Rev. Ch. de Hist. Nat.», año XVII (1913) PP- 21-33. Con respecto a los trabajos publicados en el estranjero, mencionare- mas entre muchos otros los siguientes: Bí.anciiard. — Hivudinen (Hamb. Magelli. Samm) Michaelsen. — Oligochaeta der Sammlung Píate Á7ieliden der Samlung Píate Dr. Isler. — Nemertinen der Sammlung Píate Dr. WaCKí:. — Sobre la Temnocepliala chilensis Dr. a. Gallardo. — Sobre la Temnocephala chilensis BÜRGER. — Nemertinen en el «Tierreich», que dirije el Dr. F. E. Schulze. El Dr. R. A. Philippi publicó también unos pocos trabajos sobre ver- mes en Revistas europeas, que no tenemos a la vista, i que los conocemos Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 145 de nombre (nos hacemos un deber en declararlo) gracias a listas de traba- jos del Dr. Philippi que publicaron el Dr. Reiche i don B. GüTSCHLiCH. Gusanos chilenos se describen en la mayoría de las obras de los gran- des viajes científicos hechos hasta nuestra costa; pero ya lo hemos dicho, esta reseña que al correr de la pluma i sin espacio ni nuestros apuntes a la vista, tiene que ser deficiente. Apéndices que nuestro «Ensayo de una Bibliografía Chilena de His- toria Natural» lleva al final, dan listas lo mas completas posible de los trabajos dados a luz en el estranjero sobre cada clase del reino animal en que se mencionan especies chilenas. La colección de Vermes en el Museo Nacional se conserva en dos es- tantes angostos i altos, arrimados al costado sur de la sala de Invertebra- dos. Comprende hoi 80 jéneros con 100 especies; la gran mayoría son exóticos i mui principalmente del mar Mediterráneo. Tan pronto como pueda hacerse escursiones podrá darse la debida representación a nuestra fauna en la colección helmintolójica del Museo Na- cional. IV. — Equinodermos Este interesante tipo fué tratado en la obra fundamental sobre la fau- na chilena (CLAUDIO Gay), en el tomo VIII (1854), pp. 411-428. Descríbense en la mencionada obra, 16 jéneros con 28 especies. Grandes progresos ha hecho el conocimiento de nuestros Equinoder- mos desde Gay, pues la mayoría de los mas célebres viajes científicos han tomado ricos materiales que fueron estudiados i descritos principalmente en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos de Norte América i Francia. Respecto a los trabajos del Dr. Piiilippi, — que se ocupó de casi todas las clases del reino animal, — dejando a un lado un pequeño erizo de Magalla- nes que le remitimos en 1895 i describió en la «Revista Chilena de Historia Natural», año II (1908), p. 88, con el nombre de fueginus, todos los trabajos de dicho sabio han sido publicados en Europa. Fuera del Dr. Philippi, ya citado, los naturalistas que en el estranjero han escrito sobre los equinodermos chilenos son los señores: AgasSIZ, Clark, Dendy, Cray, Hutton, Kceller, Ludwjg, Lamarck, Lampert, LCtken, Lesson, MCller, Perrier (E.), Selenka, Semper, Troschel, Verril, Théel, etc. 10 146 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Los Equinodermos del Museo Nacional se exhiben en un estante alto (los ejemplares en alcohol) i en 4 vitrinas horizontales (los secos) arrimadas a la muralla sur. Don B. Quijada B. publicó el año de 191 1, en el «Boletín del Museo», una enumeración de dichos equinodermos; según el mencionado catálogo Fio. 4. — Tetrapygus niger (Mol.) (De una fotografía tomada para nosotros, en 1905, por don S. Figueroa V.) tenia el Museo Nacional a fines de 1910, 145 especies pertenecientes a 53 jéneros. Con lo traido de Europa por mí, esas cifras se aumentan respectiva- mente a 149 i 57. Con respecto al número de ejemplares, pasa de 200 con los duplicados ya existentes i por los ingresos en 1911-1913 con ejemplares nuevos de especies ya representadas. Los Equinodermos chilenos están, puede decirse, bastante bien repre- sentados en el Museo. V- — Miriópodos Los Artrópodos de esta Clase fueron por primera vez descritos (unos pocos) por Paul Gervais, en 1847, en la obra de Walkenaer: «Histoire Naturelle des Insectes aptéres». El mismo señor Gervais trabajó los Mirió- podos para el tomo IV de la parte zoolójica de la obra de Gay, publicado en 1849. En las pájinas 53-72 se describen sólo 7 jéneros con 12 especies. Es la de los Miriópodos una de las clases que mas progresos ha hecho a partir de 1898. Nadie habla vuelto a ocuparse de esta clase hasta que el sabio especialista italiano Dr. F. SiLVESTRi, comenzó a describir jéneros i Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 147 especies nuevas de nuestro pais, en la «Revista Chilena de Historia Na- tural». Ha publicado varios trabajos como se verá pronto. Ademas, en Italia i Alemania también han publicado el mismo Dr. Silvestri i los se- ñores Attems, Kraepelin i Hansen estudios sobre dichos Artrópodos. Los Miriópodos chilenos hasta hoi conocidos, alcanzan a 35 jéneros con 64 especies. Los únicos trabajos publicados en Chile sobre nuestros Miriópodos (i Miriópodos en jeneral), se deben al Dr. Filippo Silvestri en los tomos de 1898, 1905 i 1909 de nuestra «Revista Chilena de Histo- ria Natural» i el que esto escribe publicó, fuera de algunas notas de distri- bución jeográfica de estos i otros Artrópodos chilenos en los primeros años de la citada Revista nacional, un trabajo de conjunto: Introducción al es- E1 Dr. Filippo Silvestri (Orig.) tudio de los Miriópodos^) , con el catálogo de todas las especies, en 1899, con láminas en colores i 19 figuras intercaladas. De especies chilenas se trata en trabajos estranjeros publicados, como hemos dicho, por el mismo Dr. SiLVESTRi i por los señores Kraepelin, Attems i Hansen, entre los años 1899 i 1905. El primer Paurópodo chileno fué descrito sólo en 1902 por Hansen i el mismo autor dió la diagnósis del primer Sínfilo en 1903. (i) En nuestra Galef'ía de Natu?'alistas de Chile que a partir de 1902 venimos pu- blicando en la «Revista Ch. de Hist. Nat.» se han dado a luz retratos i bio-bibliografías ya de 26 laboradores en el campo de las Ciencias Naturales. 148 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL El Museo Nacional posee mui pocos Miriópodos del pais i otros pocos exóticos. Vése, pues, que es mucho lo que hai que hacer para que el Museo Nacional pueda dar una idea de nuestra fauna miriopodolójica al intere- sado en conocerla. VI. — Onicóforos Esta Clase, una de las mas pobres de todas las que comprende el tipo «Artrópodos», contaba con una sola especie en la «Hist. Fís. i Polít. de Chile» del ilustre Gay. Fue la descrita por Emilio Blanxhard en el tomo III (1849) de la parte zoolójica de la mencionada obra, bajo el nombre de Peripatus Blainvillei, i confundida con los Vermes, en la clase de los Mala- cópodos, familia de los Peripacianos. Pasaron muchos años sin que nadie se hubiera ocupado de los Onicóforos chilenos, hasta 1901, en que el eminente profesor de Entomolojía del Museo de Paris, Dr. E. L. BouviER, publicó un trabajo en el «Zoologisch Anzeig.» El mismo señor BouviER, el año de 1902 escribió, para la «Fauna» del Dr. Plate, un trabajo sobre la«organizacion i desarrollo de la especie en cuestión, en ZooL Jahrb., SuppL, Bd. V, pp. 675-730, con láms. Ahí la es- pecie recibe el nombre de Peripatopsis Blainvillei. Hace poco, el Dr. Fed. Johow ha descrito una nueva especie bajo el nombre de Peripatus umbrinus. He aquí la literatura que tenemos en nuestra biblioteca sobre los Oni- cóforos chilenos, por órden cronolójico: E. L. BouviER. — Caracteres et affinités d' un Onychophore du Chili, le Peri- patopsis blahivillei^\^k'SC\\\^x> (Zool. Ans., vol. XXIII, 1901, pp. 59-61). Id. Monographie des Onychophores (Ann. Se. Nat. Zool., 1904). Es esta la obra mas notable i completa sobre esta clase del Reino animal. Carlos E. Porter. — Los Onicóforos. Lección dada en la Escuela Naval («Rev. Ch. Hist. Nat.», 1905) (i). Fed. Joiiow. — Observaciones sobre los Oyiicóforos chileiios (Anales' de la Universidad de Chile. 1911). A. H. Clark. — Notes en American species of Peripatus, etc. (Smith. Mise. Coll., 1913). (i) Este pequeño trabajo fue reproducido el mismo año por notables revistas peda- gójicas de Méjico i Montevideo. Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 149 En el Museo Nacional los Onicóforos están representados por dos es- pecies: el Peripatopsis capensis i el Opistopatus blainvillei. Están en el mis- mo estante en que se conservan los Miriópodos. Vil. — Crustáceos Los Crustáceos de Chile son numerosos en jéneros i especies. El Abate Molina, en su obra otras veces citada, menciona a la lijera unas pocas especies (en ménos de 4 pájinas). POEPITG describió en los Arch. für Naturg. varios crustáceos de este pais en 1836. Milne Edwards, en su <(.Histoire Naturelle des Crustacés-» , publicada en 1837, da buenas descripciones de varias especies chilenas i D’Orbigny en su « Voyage dans V Amérique Méridionale>'> , describe i dibuja también va- rias especies. Viene en seguida la obra de don Claudio Gay, en cuyo tomo III de la parte zoolójica, publicado en 1849, se describen por NiCOLET, reprodu- ciendo muchas veces a la letra las descripciones de Milne-Edwards i de D’Orbigny, 90 jéneros con 152 especies, agrupadas en 28 familias. Desde la publicación de la obra de Gay, el Dr. R. A. Philippi, que se ocupó, como ya se ha dicho, de casi todas las clases del reino animal, prestó escasísima atención a los Crustáceos i así, desde su arribo a Chile, publicó sobre Crustáceos de este pais, tan sólo 5 artículos en Revistas ale- manas, i dos en los «Anales de la Universidad de Chile». Los viajes de la «Nassau», «Novara», «Magenta», «Challenger», del Dr. Plate, etc., etc., han aumentado muchísimo el número de especies. Los encargos de material, hecho por nosotros durante mas de i 5 años i nuestras propias colectas, agregado a lo anteriormente citado, han modificado de tal suerte lo que reza respecto a Crustáceos, la obra de Gay, que se hacia indis- pensable una revisión total del grupo, una obj'a nueva de conjunto i, mién- tras tanto, a lo ménos un Catálogo sinomímico i jeográfico de nuestras es- pecies; i si se considera el establecimiento de nuevas familias i el gran des- membramiento de los jéneros desde Gay, la necesidad de un tratado nuevo, se hace mas palpable, ya que la parte carcinolójica de la mencio- nada obra, es una de las mas anticuadas ante las necesidades de la ciencia contemporánea. Comprendiéndolo así i deseando despertar la atención sobre estos ani- males (entre los cuales se encuentran varias especies comestibles, como la Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 151 centolla, la langosta de Juan Fernández, jaiva mora, jaiva blanca, jaiva pe- luda, camarones de mar i de rio, picos, etc.), comenzamos, en 1902, la pu- blicación de estudios carcinolójicos, referentes a nuestra fauna. Desde 1898 hemos venido preparando un Catálogo sinomímico i distribución jeográfica de nuestros Crustáceos, así corno la factura de una colección de fotografías que, entre los años de 1899 i 1905, tomó a nuestros ejemplares el señor Santiago Figueroa V., Archivero i Bibliotecario, a la sazón, del Museo de Valparaíso. Los encargos numerosos i reiterados de material de estudio hechos a los marinos i a otros amigos, nos proporcionó no sólo la gran colección que cedimos al Museo de Valparaíso i que desapareció con el incendio del establecimiento en 1906, sino aun ha permitido dar representación en la fauna chilena a varias familias no representadas en la obra de Gay ni en los viajes de esploracion posteriores a dicha obra: así, figuran hoi en la fauna chilena, especies pertenecientes a las familias Homolidae i Scyllari- dae, i a los jéneros Cervimunida, Hippolysmata, etc. Fio. 5. — Cervimunida Johni, Porter (De la «Rev. Ch. Hist. Nat.», 1903) Doi en seguida la enumeración de los trabajos publicados en Chile so- bre Crustáceos, por órden alfabético de autores: Albert (Fed.). — La langosta de Juan Fernández y la posibilidad de su aclimatación en la costa de Chile. («Rev. Ch. Hist. Nat., lí, 1898). Bouvier (Dr. E. L.). — Arctus Deljini, n. sp. («Rev. Ch. Hist. Nat.», vol. XIII, 1909). Id. Quelques Crustacés de V Amé rique et du Sandwich du Sud («Rev. Ch. Hist. Nat.», vol. XIV, 1910). 152 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL BCrGER (Otto). — Un caso de hennafroditismo lateral de la langosta de Jttan Fernández («Anales de la Universidad de Chile, 1904). Nobili (Dr. GiüSEPPE). — Decapodi raccolti dal Dott. F. Silvestri nel Chile. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año VI, 1902). Philippi (Dr. R. A.) — Zoolojía chilena. Sobre los Astacus. («Anales de la Universidad.», 1882, pp. 624-628). Id. Dos palabras sobre la sinonimia de los Crustáceos Decápodos bra- quiuros o jaivas de Chile («Anales de la Univd.», 1894, pp. 369 i siguientes). PORTER (Carlos E.). — Datos para el conocimiento de los Artrópodos del de- partamento de Valparaíso («Rev. Ch. Hist. Nat.», año I, 1897). Id. Catálogo de los Artrópodos i vermes del Museo de Valparaíso. (Folle- to en 8.0, Valpso. 1899).. Id. Instrucciones para la recolección de Crustáceos. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año V, 1901). Id. Introducción a un Catálogo de los Crustáceos Malacostráceos de Chile. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año VI, 1902). Id. Breves instrucciones acerca de la recolección de objetos de Historia Natural, (i folleto en 8.0, segunda edición, 1903). Id. Lista de los Cimstáceos colectados en Coquimbo por el Dr. F. T. Del- jÍ7i i desaipcion de una especie nueva. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año VII, 1903). Id. Observaciones sobre los Lithodidae. («Rev. Ch. Hist. Nat », año VII, 1903). Id. Descripción de un nuevo Galatéido. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año VII, 1903). Id. Algunos datos sobre dos Parastácidos. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año VIII, 1904). ■Id. Nueva localidad de la Cervimunida Jhoni, Porter. (Rev. Ch. Hist. Nat.», año IX, 1905). Id. Sobre algunos Crustáceos de Juan Fernández. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año IX, 1905). Id. Sobre los Crustáceos colectados en los Vilos por don J. N. Thomas . («Rev. Ch. Hist. Nat.», año X, 1906). Id. Especie fiueva de la Familia Homolidae. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XII, 1908). Id. La Familia Pinnotheridae . («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XIII, 1909)- Porter. — reseña de los invertebrados chilenos Í53 Porter (Carlos E.) — Sinopsis de los OcypodidcE de Chile. («Boletin del Museo Nacional», año V, 1913). Id. Los Crustáceo's decápodos chilenos del Museo Nacional. Estudios crí- ticos. (Bol. Mus. Nac., Tomo V (1913) pp. 354-362). Rathbun (Mary J.). — South American Crustácea. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XI, 1907). Reed (Edwvn C.). — Catálogo de los Anfidopos i Lemodipodos de Chile. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año I, 1897, PP- 9 Richard (Jules). — Les Entomostracés d'eau douce du Chili. («Actes de la Soc. Se. du Chili», vol. II, 1892). Walker (A. O.). — A 7iew Amphipod from the Pacific coast of South Ame- rica. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XVII, 1913). Como se ve por la lista de los trabajos enumerados, la publicación nacional que mas ha contribuido al conocimiento de los Crustáceos chile- nos después de Gay (i lo mismo podemos decir con respecto a los Arácni- dos, Miriopodos, Rincotos, Neurópteros, varias familias de Himenópteros i de Hongos microscópicos es la «Revista Chilena de Historia Natural», fun- dada en 1897. Si los trabajos dados a luz en el pais después de la publicación de la obra de don Claudio Gay no alcanzan a 30, en cambio son muchísimos los dispersos en notables monografías, en obras sobre viajes i en trabajos breves insertos en Revistas publicadas en el estranjero. Ya lo hemos manifestado, espacio i tiempo nos falta para bibliografías completas i no es tampoco una breve reseña el sitio paradlas. Enumeraremos así, sólo los nombres de los principales autores que, en el estranjero, se han ocupado de Crustáceos de nuestros pais desde 1850 a la fecha: Bell, Bate, Be- NEDiCKT, Bouvier, Berg, Bigellow, Bürger, Coutiére, Cunningham, Dana, De Haan, Dollfus, Doflein & Balz, Faxon, Filhol, Güé- RIN, Gruvel, Heller, Henderson, Lenz, Jacquinot & Lúcas, Kings- LEV, Kinahan, Miers, Milne Edwards, Nobili, Ortmann, Philippi, Rathbun, Richardson, Saussure, Smith, Stlmpsün, Stebbing, Tar- gioni-Tozzetti, Terao, Walker, Weltner, White, etc., etc. I.as colecciones de Crustáceos en el Museo Nacional comprenden apé- nas 196 especies (con unos 300 ejemplares), no estando entre ellas repre- sentadas ni la quinta parte de los Malacostráceos del pais. Estas coleccio- nes se esponen al público (una parte secos i otra en alcohol) en cuatro estantes verticales angostos i en dos vitrinas contra la muralla. En una vi- 154 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL trina especial a la entrada de la sala de Invertebrados, se espone la enorme jaiva del Japón {Macvocheira Kaempfeii) . Entre los Crustáceos interesantes que el público puede ver en el Mu- seo Nacional, están las grandes langostas, Centollas, el curioso Bivgus la- tro, hermosos ejemplares de los grandes Picos de la costa (Balanus psitta- cus), el Lithodes maja, etc. Tres modelos en yeso (i en colores) ilustran al visitante respecto a la organización de pequeños Entomostráceos {Cypris, Daphnia i Cyclops), a los cuales les hemos agregada recientemente una esplicacion impresa. La colección de ejemplares secos debe reno- varse casi en su totalidad, pues muchos de los ejem- plares están completamente descoloridos (algunos aun destruidos), i apenas ilustran con respecto a su forma, habiendo la mayoría ingresado de i86o- 1880. Gran bien harian al Museo los oficiales de la Marina nacional i los señores Gobernadores i Sub- delegados marítimos, etc., que tuvieran la amabili- dad de enviar Crustáceos de la costa comprendida entre Punta Arenas i Antofagasta, de que nos faltan muchísimas especies. Hace mas de 15 años vengo preparando un Pío. 6.— Hermoso ejem- > Atlas de los Crustáceos del pais, como piar de Balanus psitta- ya he dicho, i cuyo orijinal conocen muchas per- cus, en alcohol (Orig.) sonas; es posible podamos, por fin, darlo a la estam- pa a fines del presente año, en el «Boletin del Museo Nacional». VIII. — Merostomas Esta clase de Artrópodos está representado en el Museo por un exce- lente ejemplar (conservado seco) del Xifosuro Tachipleus gigas, Müll.), que se exhibe en el estante vertical en que están las Centollas. IX. — Celentéreos La primera obra nacional (aunque impresa en el estranjero) que se ocupa de este tipo del reino animal es la de Gay, en cuyo tomo VIII de la parte zoolójica (pp. 429-457) se describen sólo I2 jéneros con 35 especies, divididos en Acálefos i Pólipos. Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 155 Mucho ha progresado el conocimiento de este tipo de nuestra fauna desde Gay, — habiéndose descrito por los señores Philippi, Mc-Murrick, Haeckel, Koelliker, Moseley, Hertwig, Hartlaub, Alemán, Rid- LEY, Write, etc., etc., numerosos jéneros i especies. Lo publicado en Chile se reduce a los siguientes trabajos: BürGER (Otto). — El jénero Hydra habitante de las aguas dulces de Chile («An. Univ. Chile», 1906). Philippi (Dr. R. A.). — Eunicea ferna^tdezensis, un nuevo Zoófito del mar de Chile. (En «Anales de la Univd., 1895). Id. Los Zoófitos chilenos del Museo Naciojial («Anales del Museo Nacio- nal», 1892). Diremos, para terminar, que el señor B. QüiJADA B. alcanzó a publi- car la lista de los Celentéreos del Museo Nacional en el tomo de 1911 del «Boletín del Museo Nacional», al que sigue la de los Esponjiarios. Los Celentéreos del Establecimiento ocupan, en la sala de Invertebra- dos, dos estantes angostos i altos i la parte superior de los dos grandes mesones centrales. El total de especies espuestas es de 161. La fauna del pais podrá estar mejor representada cuando se lleven a cabo escursiones especiales a las costas para recolectar estos i otros animales marinos, aun comunes, que faltan en nuestras colecciones. X. — Esponjiarios El tomo VIII de la parte zoolójica de la .obra de Gay (publicado en 1854) describe bajo el título de Amorfozoarios un solo jénero i una sola especie de Esponjas. ¡Cuánto no ha avanzado el conocimiento de los Esponjiarios desde entónces!... Sobre esponjas chilenas, en el estranjero, han escrito los señores Thiele, Breitfuss, etc., etc. En una vitrina se conservan los Esponjiarios que comprenden 21 es- pecies (secas). Hai ademas ejemplares de algunas de las mismas especies (chilenas) en alcohol. XI. — Protozoos En el tomo VIII de la parte zoolójica de la obra de Gay se describen apénas 9 jéneros con 16 especies. 56. BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Nadie volvió a ocuparse de esos séres microscópicos hasta el año de 1906 en que aparecieron: un trabajo notable del Dr. V. IZQUIERDO i otro del Dr. O. BCrger, publicados ámbos estudios con intervalos de po- cos meses. En 1908 el Dr. BÜRGER dió a luz un segundo trabajo i por últi- mo el año pasado el Dr. B. Collin publicó otro sobre la sub-clase de los Tentaculíferos. He aquí concretando mas esto, la bibliografía nacional de Protozoos; Izquierdo (Dr. Vicente). — Ensayo sobre los Protozoos de las aguas dul- ces de Chile. («An. Univd. Chile», 1906). Dr. Vicente Izquierdo S. (De la «Rev. Ch. Hist. Nat.», 1913) BCrger (Dr. Otto). — Estudios sobre Protozoos chilenos del agua dulce («Anales de la Univd. de Chile», 1906). Id. Nuevos estudios sobre Protozoos chilenos del agua dulce («Anales de- la Universidad de Chile», 1908). Collin (Dr. B). — Notice sur la synonymie de quelques Tentaculif 'eres du Chili («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XV^II, 1913). Siendo los Protozoos animales en gran parte cosmopolitas, se com- prende que en los tratados especiales i en obras jenerales publicadas en Porter. — reseña de los invertebrados chilenos 157 otros países se encuentran descripciones de especies ya vistas en las aguas nuestras i de muchas otras que deberán descubrirse mas tarde. Son ya muchísimas las formas que pueden los interesados determinar con los trabajos de los autores citados, que se han publicado en Chile. Los Protozoos son, como se ha visto, otro de los grupos zoolójicos en que se advierte la gran deficiencia de la obra de Gay; pero ello tiene en parte disculpa, desde que el estudio de esos diminutos seres requiere el uso de microscopios de gran poder i una técnica especial que sólo en los últimos años ha permitido estudiar ventajosamente dichos organismos, proporcio- nando así al naturalista la grata ocasión de admirarlo infinitamente grande en lo infinitamente pequeño. Los Protozoos están representados en el Museo Nacional por 51 mo- delos de Foraminiferos i Radiolarios (algunos acompañados de las Conchi- tas mismas) que ocupan un estante angosto hácia el fondo de la sala de In- vertebrados. XII. — Biblioteca de la Sección Para terminar, dos palabras sobre la Biblioteca de la Sección a nues- tro cargo en el Museo. Ella se compone de 197 volúmenes empastados, 102 id. en rústica i 725 folletos varios (i). Las obras de mayor importancia entre las escasas modernas que tenemos son las del «Challenger», «Fauna del Golfo de Nápoles» i la Zoolojía de Lankester. Faltan, para el estudio provechoso de los Vermes, Moluscos, Equinodermos i Esponjiarios, obras modernas; pero esto irá subsanándose poco a poco. (i) La gran mayoría de los folletos i cerca de 100 volúmenes que existen en nues- tra Sección fueron obtenidos de los especialistas i M.useos europeos, sin costo para el Museo Nacional por C. E. Porter, en su viaje de estudio a Europa (1910-11). 158 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE ARACNALOJÍA E INSECTOS DAÑINOS Santiago, Marzo de Señor Director: Cumpliendo con el reglamento doi cuenta a Ud. de la marcha que ha seguido durante el año pasado la Sección a mi cargo. Primeramente me ocupé en formar para el Dr. G. A. Coleman. de la Universidad de California, el material de insectos perjudiciales que so- licitaba en canje por otros insectos que ofrecia, i pude enviarle, conve- nientemente embalados, los siguientes ejemplares: Acanthinodera Cumingi, Hope, i su larva. Chiasognathus Granti, Steph. Polycaon chilensis, Er., i su larva. Bostrychus mystax, Bl., larva i ninfa. Calydon submetallicum, Bl. Sulcipalpus elegans, Burm. Callisphyris vespa, Fairm. i Germ., con su larva. Lophotus superciliosLis, Guér. Lophotus phaleratus, Er. Lophotus nodipennis, Hope. Rhyephenes Maillei, Gay i Sol. Nycterinus laevigatus, Ph. Phytolaema Herrmani, Germ. Rivera plebeja, Burm. Germ. Cantharis erytroscelis, Berg. Bostrychus sulcicollis, Germ., con su larva. Laora variabilis, F. Ph., i su capullo. Catocephala vulpina, Ph., con su larva i crisálida. Cicada rubrolineata, Spin. Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 159 En retorno, el Dr. G. A. Coleman nos envió una interesante colec- ción de Cóccidos de California i Puerto Rico, cuyos ejemplares pueden servir de tipos de comparación para determinar otros que se encuentran en Chile, i son: 1.0 Especies de California: ! Aspidiotus californicus. » densiflora. » hederae. » juglans-regia. » perniciosus. Chrysomphalus aurantii. » » var. citrinus. Diaspis boisduvalii. Epidiaspis piricola. Chionaspis salicis-nigrae. Aulacaspis rosae. » pentágona. Lepidosaphes ulmi. Fiorinia fiorinia. Eriopeltis festucae. Pulvinaria floccifera. Orthezia insignis. Coccus tomentosus. P>iococcus onuki. Asteriolecanium variolosum. Lecaniodiaspis rufescens. Saissetia oleae. Lecanium corni. CerococLis quercus. Icerya purchasi. 2.0 Especies de Puerto Rico: Aspidiotus rapax. » cyanophilli. Chrysonphalus aonidum. » personatus. Dos de las cajas de la colección de insectos perjudiciales Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS l6l Aulacaspis pentágona Asteriolecanium bambusae » pustulans Coccus mangifera Ischnaspis longirostris. Como había anunciado a Ud. en mi memoria del año pasado, me de- diqué con interés a formar una colección de los principales insectos perju- diciales a las plantas, que he dispuesto en cajas separadas, junto con Vista parcial de uno de los mesones con la colección de Entomolojía aplicada muestras de los vejetales o semillas que destruyen, disponiendo todo de la manera mas intuitiva posible, a fin de que el público en jeneral i aun hasta los niños, puedan darse una idea completa de la plaga. He añadido con este objeto a cada caja una pequeña lectura que enseña la biolojía del in- secto en referencia, i ademas, he hecho para cada cuadro dibujos esplicati- vos a tinta i a acuarela, para mayor claridad i comprensión. A indicación del señor Director, se ha agregado también a la lectura de cada grupo, una pequeña indicación del tratamiento empleado para combatir el insecto perjudicial. Las primeras cajas que forman el comienzo de la esposicion que este IÓ2 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL departamento piensa hacer al público, i que están ya espuestas en la parte norte de los altos del gran salón central, contienen los siguientes insectos dispuestos de la manera anteriormente dicha: La mosquilla blanca. — Aspidiotus hederae, Vallot. La sierra. — Callisphyris vespa, Fairm i Germ. La chicharra o cigarra. — Cicada rubrolineata, Spin. La conchuela del manzano. — Lepidosaphes ulmi, L. La conchuela del naranjo. — Lepidosaphes becki, Newm. El gusano que corta el trigo. — Rivera plebeja (Burm) Germ. » » » » » » — Phytoloema Herrmanni, Germ. El gorgojo del trigo. — Calandra granarla, L. El gorgojo del arroz. — Calandra orizae, L. El taladrillo. — Scolytus rugulosus Ratz. El pulgón laníjero de los manzanos. — Schizoneura lanígera, Hausm. El gusano de las peras i manzanas. — Carpocapsa pomonella, L. El bruco de las arvejas. — Bruchus pisi, L. El pilme. — Cantharis erythroscelis, Berg. Están también a punto de terminarse, i serán espuestas en breve, las siguientes cajas con los insectos que se espresan: La cuncunilla de las chacras.— Heliothis armígera Hubner. » » » » » — Leucania unipuncta, Haw. El pololo verde. — Sulcipalpus elegans, Burm. El gusano-babosa. — Eriocampoides limacina. De Geer. La polilla de las papas. — Phthorimaea operculella, Zell. La mosquilla negra del olivo. — Saisetia olea. Deplanches. El Rhyephenes Maillei, Gay i Sol. El pulgón del álamo. — Aphis populi, L; i otros mas. — A mediados del año fué necesario proceder a la desinfección com- pleta de toda la colección entomolójica sistemática del Museo, pues existía el peligro de que tantos i tan valiosos ejemplares fuesen destruidos com- pletamente por la polilla. La desinfección se hizo con sulfuro de carbono i en seguida se trataron las cajas con bencina, operación que fué llevada a cabo por el naturalista auxiliar señor Zacarías A^ergara. — Las observaciones practicadas sobre los pulgones de los rosales i sus parásitos, nos hicieron descubrir un himenóptero nuevo que fue descri- Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 163 to por el señor Jean Bréthes bajo el nombre de Aphidius chilensis, i cuya diagnosis se publico en el Boletín del Míiseo, tomo IV, número 2. También enviamos al señor Bréthes un nuevo díptero parásito de la familia Nycteribidae, que describió con el nombre de Cyclopodia Silvae, i cuya diagnosis, con lámina en el texto, se insertó en el Boletín, tomo V, número 2 del año pasado. — Con el objeto de tener una colección bien determinada de Microle- pidópteros de Chile, i a fin de que se estudien i describan las nuevas espe- cies que seguramente existen en el Sur de la República, hemos colectado ejemplares durante las vacaciones, de los cuales han sido remitidos algunos al señor W. Y. A. Klunder van Guijen, entomólogo holandés i gran espe- cialista en dicha familia. El infrascrito tiene en preparación algunas notas de importancia sobre la biolojía de nuevos insectos perjudiciales, tales como la Catocephala vulpi- na, Ph., el Ryephenes humeralis, Guer. dos diferentes especies de Microlepi- dópteros cuyas larvas atacan a las papas, i breves observaciones sobre el Aphidius chilensis, Bréthes, en su relación con el pulgón de los rosales en los que pone sus huevos i se desarrolla parasitariamente. El Dr. E. Amion, del Instituto Agrícola, ha tenido la bondad de hacerme una espléndida mi- crofotografía del insecto en referencia. Por último, esta sección se ha ocupado en la clasificación de insectos enviados por diferentes personas; ha resuelto varias consultas i ha contes- tado numerosa correspondencia del estranjero. En cuanto a obsequios, hemos recibido las siguientes donaciones: Una caja con Pseudoneurópteros de España, enviados con su determi- nación por el Rvdo. P. Lonjino Navás, i que contiene: ii sp. del jen. Chry- sopa, 2 sp. del jen. Cercion, 2 sp. del jen. Macronemurus, 2 sp. del jen. Pyrrhosoma, 2 sp. del jen. Sympecma, i i sp. del jen. Enallagma, i sp. del jen. Ischnura, i sp. del jen. Neuroleon, i sp. del jen. Myrmeleon con su es- tuche larvario, i sp. del jen. Platycnemis, i sp. del jen. Erythromnia i i sp. del jen. Creagris. El señor don CÁRLOS E. PORTER ha cedido también a la Sección Ento- molójica una caja de insectos que le fué enviada de Francia, conteniendo 19 sp. i 23 ejemplares de Coleópteros, la mayor parte africanos. Igual- mente obsequió otra caja conteniendo 13 Ortópteros, 2 Rincotos i i Neu- róptero, orijinarios del Asia, Africa i América Tropical i por último, ha ce- dido a la misma Sección una pequeña colección de mariposas de Europa (en número de veintidós) en perfecto estado i determinadas. Ultimamente BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 164 el señor PORTER nos obsequió con tres ejemplares de Coccidophilus citri- cola, Bréthes. — Con el señor Eujenio Giacomelli, La Rioja, República Arjentina, hemos creido conveniente establecer canje de Lepidópteros arjentinos por ejemplares chilenos del mismo órden, i a nuestra primera remesa, el señor Giacomelli ha correspondido con dos buenos envíos de numerosos ejempla- res, en buen estado i determinados. — A fin dé entrar en relaciones con algunas Estaciones Experimenta- les de los EE. UU hemos escrito a The Ohio Agricultural Experiment Station, i al Department of Agriculture — División of Zoology, Harrisburg, Pa; habiendo recibido atenta respuesta, junto con el envío de los trabajos que esas Estaciones editan, i con la promesa de continuar enviando futuras publicaciones por haber sido puesto el nombre del Museo en sus listas de canje. — La Sección a mi cargo se ha enriquecido con algunos buenos libros que por intermedio de la casa R. F'riedlánder & Sohn le han venido llegán- do últimamente, aunque fueron encargados desde el año pasado. Tales son por ejemplo: Henry. — Atlas d’Entomologie Forestiére. Perris. — Plistoire des insectes du pin maritime. Theobald. — The insect and other allied pest of orchard, bush and hot- house fruits. Perris. — Histoire des insectes du pin maritime. A. Lunardoni. — Gli insetti nocivi ai nostri orti, campi, frutteti e bos- chi; loro vita, danni e modi per prevenirli. L. F. Henneguy. — Les Insectes. M. Neveu-Lemaire. — Parasitologie humaine. E. Sergent. — Les insectes piqueurs et suceurs. E. Brumpt. — Précis de Parasitologie. Bolletino del Laboratorio di Zoologia Generale e Agraria della R. Scuo- la Superiore d’Agricoltura in Portici. Bulletin de Insectologie Agricole. Asimismo se ha continuado recibiendo las entregas de las importantí- simas obras: Genera Insectorum, Coleoterorum Catalogus i Lepidopterorum Catalogus, siendo esta última de mucho interes para esta Sección, pues a mas de contener en lengua latina los nombres, los sinónimos, las variedades, Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 65 la literatura i la distribución jeográfica de las especies de Lepidópteros del mundo entero, se menciona especialmente la literatura que trata de la bio- lojía i desarrollo de las especies perjudiciales. Conociendo la falta de fondos que hai para la compra, no sólo de libros sino que de otras muchas cosas no ménos indispensables para el Mu- seo, omitiré por ahora la lista de obras que por su importancia se hacen necesarias. Sólo quiero llamar la atención del señor Director hácia las publicaciones que mensualmente edita el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos i cuyo precio sólo es de 5 centavos oro americano, con escepcion de algunas que cuestan mas. Dada la importancia e interes que especialmente tienen para esta Sección las materias de que tratan dichas publicacione«i, seria conveniente enviar algún dinero, p. ej., $ lOO al Editor and Chief of the División of Publications, a fin de obtener los trabajos de mayor urjencia, que serian encargados sacándolos de la lista mensual que el Museo recibe con toda regularidad. Ultimamente me he hecho cargo de la Sección Entomolójica del Mu- seo, para la cual fui propuesto por el señor Director en reemplazo del sabio entomólogo don FiLiBERTO Germain, cuya muerte lamentamos hace poco. El señor Director sabe que a pesar de la gran actividad i entusiasmo que el señor Germain desplegó en el cumplimiento de su deber, del enor- me caudal de conocimientos que poseía sobre la materia i de la dedicación casi absoluta que de su tiempo hizo al estudio de estos seres, sólo con- siguió determinar la mayoría de las especies pertenecientes al Orden de los Coleópteros, no alcanzando su investigación a los demas Ordenes de la Clase, para cuyo estudio, como él mismo lo dice en su Memoria del año pasado, no basta una vida humana! A fin de continuar la magna obra de clasificación del inmenso número de especies, que había comenzado mi ilustre antecesor, yo desearía que no se interrumpieran las suscriciones a las siguientes obras que, sobre Ento- molojía, recibe el Museo: Genera Insectorum, Coleopterorum Catalogus i Lepidopterorum Ca- talogus; i ademas, rogaría al señor Director, me autorizara para encargar a la casa R. Friedlánder, algunos libros que me ayudaran en mi tarea. Como es mi intención comenzar por los Lepidópteros de Chile, pediré sólo las obras modernas mas indispensables que se refieran a este Orden: Kirby, W. F. — Handbook to the Order Lepidoptera. Bodine, D. — Taxanomic valué of the antennae of Lepidoptera. 66 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Hampson and Walsingham. — Nomenclature of Lepiclop. Edmonds, T. — Nuevos Lepidópteros de CHILE. Grote, A. R. — Classificat. of the Day Butterflies. Holland. — The Moth Book. » — The Butterfly Book. Linden, M. V. — Dessin des aísles d. Lepidop. son evolution, origine, valeur system. Chapman. — Classifi. of Butterfl. by their antennae; i otros libros mas que indicaré a usted en lista separada. Como material que se necesita con urjencia para esta Sección Entomo- lójica, tendré que citar, en primer lugar, varios estantes hechos espresa- mente para contener cajas de insectos. En ellas se guardarla la valiosa co- lección que la sucesión del señor don F. Paulsen obsequió al Museo i que actualmente se encuentra amontonada en la Biblioteca, i las nuevas cajas conteniendo el material de insectos clasificados. En todo caso, hai que hacer construir mas cajas, pues de las que habla en el patio de trabajo del Museo, se tomaron algunas (20 mas o ménos) para la Sección de Entomolojía Apli- cada i otras pocas para la de Plantas Perjudiciales. Reseña histórica i bibliográñca de la Entomolojia chilena Al tomar posesión de mi nuevo puesto como Jefe de la Sección Ento- molójica del Museo, cumplo con su encargo de hacer una breve reseña o historia del desarrollo de la Entomolojía en Chile, enumerando los princi- pales trabajos publicados sobre insectos chilenos i los mas importantes co- laboradores. De los primeros trabajos zoolójicos que se publicaron sobre nuestro pais i que incluían, naturalmente, descripciones entomolójicas, el señor don Federico Piiilippi dice lo siguiente, en su estudio sobre el «Desarrollo i estado actual de la Zoolojía en Chile». (En la obra «Chile en 1808» por don Eduardo Poirier). «El estudio de la fauna chilena fué principiado, puede decirse, por los viajes que mencionaremos en seguida en órden cronolójico, i por dos escri- tores chilenos. En 1709 estuvo en Chile el padre Feuillée, i en 1712, el injeniero Fre- zier, ámbos encargados por el rei de Francia de estudiar las tierras de Sud- América. El primer libro sobre los productos naturales de Chile, fué el del Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 167 padre FELIPE GÓMEZ DE VlDAURRE, publicado en Boloña en 1776, bajo el título Compendio de lia storia jeografica, naturale e civile del Regno del Chile, del cual apareció una traducción al aleman en Hamburgo, en 1782. En este mismo año salió a luz, en Boloña, el libro que en esos tiempos era conside- rado como el mas exacto i mas detallado sobre la Historia Natural de Chile, escrito por el abate JUAN IGNACIO MOLINA, i titulado Saggio sulla Storia Naturale del Chile, i del cual, en 1810, se publicó una segunda edición en cuarto; era un libro mui meritorio para esa época. Desde la aparición de la obra de Molina, comenzó una serie de espe- diciones científicas, que han contribuido, cual mas, cual ménos, al conoci- miento de la Historia Natural de Chile, cuyos resultados fueron publicados, ya en las descripciones de los viajes, ya en las diferentes revistas científicas. El buque ruso Rurik, en su viaje (1815-1818), bajo el comandante Kotzebue i con los naturalistas Chamisso i Eschscholtz, fué el primero que tocó en Chile. Eduardo Poeppig coleccionó, en 1826 i 1827, en Concon i en la vecindad de Antuco, i los resultados zoolójicos de su viaje fueron pu- blicados, principalmente, en Wiegniann^ s Archiv filr Naturgeschichte, en que, desde entónces, aparecieron muchos trabajos sobre animales chilenos. Un viaje mui importante fué el de los buques ingleses Aventure i Beagle, bajo el mando de King i con CÁRLOS Darwin como naturalista (1826-1832), ya que su objeto fué el estudio de las rejiones Magallánicas i de la Patagonia occidental i de la costa de Chile, i a él se debe mucho en cuanto a la fauna de estas rejiones; sus resultados fueron publicados en In- glaterra, en parte en obras especiales, en parte en los Proceedings of the Zoological Society of London. El viaje de V Astrolabe i Zelée, bajo Dumont d’Urville (1826-1829), adelantó también los conocimientos de los animales de Chile, lo que puede decirse también del viaje de la Bonite (1836-1837). Pero fué don CLAUDIO Gay quien, con sus esploraciones de las dife- rentes rejiones de Chile, enriqueció mas que nadie, la Zoolojía chilena, pues recojió, entre 1830 i 1842, con sumo celo, todos los objetos naturales de Chile, i los ejemplares zoolójicos fueron descritos en la parte zoolójica de su gran obra: Historia fisica i política de Chile, llenando ocho tomos en 8.®, que vieron la luz entre 1847 i 1854, i que van acompañados de un magní- fico Atlas de 135 láminas. Esta obra es el fundamento i la base de la Historia Natural de los ani- males chilenos, i será siempre consultada por todo el que quiera conocer la fauna chilena, no obstante que es ahora anticuada i no corresponde a las ideas que hoi dia prevalecen entre los naturalistas. i68 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL En 1831 visitó Meyen las cordilleras de Tinguiririca, el volcan de Maipo i el valle del rio Copiapó, i los animales traídos por él se describie- ron en las Actas de la Sociedad Leopoldino-Carolina; también visitó la es- pedicion norte-americana bajo el mando de Wilkes (1838-1842) las costas de Chile, lo mismo la U. S. Naval Astronomical Expedition (1849-1852) bajo el mando de Gillis, como también la fragata sueca Eugenie en su viaje al rededor del mundo en (1851-1853). Un nuevo i gran impulso recibió la zoolojía chilena desde 1853 con el nombramiento del doctor R. A. Philippi para director del Museo Nacional, quien se dedicó, con todo celo i con todo su amor a la Historial Natural, no sólo a la formación de este establecimiento, sino también al estudio i descripción de las plantas i animales de su nueva patria, trabajo que con- tinuó hasta que la debilidad de su vista i su avanzada edad le impusieron un descanso forzoso. Sus trabajos zoolójicos sobre Chile, que no es aquí el lugar para enumerarlos aisladamente, fueron publicados en los Anales de la Universidad, Anales del Museo Nacional, Viaje al Desierto de Ataca7na, Wiegmanyis Archiv für Xaturgeschichte, Zeitschrift für die Gesa^nmten Naturwissenchaftefi, Stettiner Eniomologische Zeitimg, Verhandlungen des Deutschen Wisserichaft lidien Vereins, i en Verhandlunhen der K. K. Zoo- logisch- Botanischen Gesellschaft in ¡Fien, etc. En la segnnda mitad del siglo XIX pasaron varios buques de guerra en sus viajes al rededor del mundo por Chile, donde se detuvieron por algún tiempo, i los animales chilenos obtenidos en estas ocasiones fueron descritos, ya en las obras sobre el viaje, ya en diferentes revistas científicas. También vinieron algunos naturalistas i espediciones a Chile con el objeto de estudiar sus animales i plantas o sólo los primeros. Así, pasaron por Chile la fragata austríaca Novara (1857-1859), con los zoólogos G. Fr.auexdelf i J. Celebor, la comisión de naturalistas es- pañoles (1862-1865) con el zoólogo X. de la Espada, la fragata italiana Magenta con el zoólogo GiGLiOLl. El buque ingles Nassau, comándate Charles R. Mayne i el naturalista ROBERTO O. CUNXíNGHAM, esploró du- rante los años 1866-1869 los canales de la Tierra del Füego i la Patagonia occidental; en 1872 estuvo en Chile don Luis Agassiz en un buque norte- americano, el Challenger, bajo el mando del capitán Nares en su viaje al rededor del mundo, 1873 i 1874, i pasó también por Valparaiso. El buque ingles Alert con el naturalista R. COPPIXGER esploró en 1873 i 1874 las rejiones magallánicas. Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 169 De mucho mayor importancia para el conocimiento de la fauna chilena fueron los viajes siguientes. De 1882 a 1883 estuvo en los mares de la Tierra del Fuego una espe- dicion francesa la «Mission scientifique du Cap. Horn», que publicó sus resultados en una estensa obra; el buque italiano Vittor Písani estuvo en 1883 en los mares magallánicos i canales de la Patagonia occidental. En 1892-1893 esploró el señor Michaelsen por encargo del Museo de Hambur- go las rejiones magallánicas i el Sur de Chile, alcanzando hasta Valparaíso i Santiago, con el objeto de recojer ejemplares "zoolójicos; sus colecciones están descritas en tres tomos que llevan el título: Ergebnisse der Ha7nbur- gei' Magelchaensischen Sarmelreise. Desde 1893-1895 estuvo el doctor Place en Chile, alcanzando hasta Iquique, con el objeto de recojer animales, ante todo marinos, i el resultado de su viaje salió a luz en dos tomos titu- lados: Fauna chilensis. De 1895-1896 esploró una comisión sueca las rejiones magallánicas, de cuyos resultados ya se han publicado algunos cuadernos sobre botánica i jeolojía, pero todavía no he visto ninguno sobre la zoolojía. Los viajes mas provechosos para el adelanto de los conocimientos de la fauna chilena, fueron los de MíCHAELSEN i de Plate, ya que eran destinados esclusiva- mente a la zoolojía de Chile, i en seguida la «Mission au Cap Horn» que sólo perseguía fines científicos, miéntras que todas las demas espediciones perseguían fines mui distintos, siendo la recolección de objetos de historia natural sólo secundaria. Los viajes de MíCHAELSEN i Plate son princi- palmente importantes, porque se han estudiado en ellos de preferencia, los animales inferiores, que por lo común son dejados a un lado por los colec- tores.» Desde la publicación de la obra de don CLAUDIO Gay han escrito en Chile, sobre asuntos entomolójicos los autores que a continuación se espre- san, i de los cuales trataremos de dar algunos cortos datos biográficos. i.o Don Rodulfo Amando Philippl — No creemos necesarip hacer biografía del que fué ilustre Director del Museo Nacional, pues nos parece la que ha de ser conocidísima, gracias a que ha sido escrita tantas veces, habiendo publicado un tomo especial sobre ella don Diego Barros Arana con el nombre de <(-El doctor don Rodulfo Amando Philippi, su vida i sus obrase. (Santiago de Chile 1904) en la cual el doctor Cárlos Reiche insertó una bibliografía completa de los trabajos del señor PílILIPPl. Asimismo el señor don Bernardo Gostschlich, que fué secretario particular del señor 170 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Philippi, publicó también en Setiembre de 1904 un volúmen que contiene la biografía completa del distinguido sabio, con una lista de sus obras. A pesar de que no se dedicó de preferencia a la Entomolojía, pues sus escritos abarcan todos los ramos de las Ciencias Naturales, principal- mente sobre los Moluscos del Antiguo i Nuevo Mundo, sobre la Botánica i Paleontolojía chilenas, es autor de numerosos trabajos entomolójicos que publicó en Chile i el estranjero i de los cuales damos la siguiente lista de- tallada: a) En los < Anales de la Universidad de Chile'i>. Tres especies nuevas de Coleópteros, vol. XVI, 1859, pájs. 1085-1088. Mariposas nuevas de Chile, vol. XVI, 1859, pájs. 1088-1114. Algunas observaciones jenerales sobre los insectos de Chile, vol. XVI, 1859, pájs. 634-651. Algunas especies nuevas de Coleópteros de Valdivia, vol. XVI, 1859, pájs. 656-678. Descripción de una nueva mosca, vol. XVIII, 1861, pájs. 728-730. Descripción de insectos encontrados en un viaje al volcan de Chillan, vol. XXI, 1862, pájs. 380-389. Sobre algunos insectos de Magallanes, vol. XXI, 1862, pájs. 407-414. Sobre algunos Melolontidos nuevos i el jénero Cnemalobus, vol. XXIV, 1864, pájs. 435-462. Descripción de algunos insectos nuevos de Chile, vol. XXVI, 1865, pájs. 651-660. Una nueva mariposa del jénero Erebus, vol. XXXVI, 1870, pájinas 213-215. b) En (íLinnaea Entonto lógica-i) (1859) (i). Descripción de mariposas nuevas, tomo XIV. Metamorfósis de Castnia, tomo XIV. Descripción de algunas nuevas mariposas chilenas, tomo XIV. c) En «Zeitschrift fiir die Gasammten Natunvissenschafteni> , Halle: Descripción de una nueva especie de mosca, cuyas larvas vivieron en en las narices de una mujer... año 1863. Catalógo de los Ortópteros chilenos que existen en el Museo Nacio- nal de Santiago, pájs. 217-245 i 444 447, año 1863. Descripción de un nuevo Acridium, año 1863. (i) Para este autor i para otros he traducido al castellano los nombres de los estu- dios publicados, con el fin de facilitar la consulta a las personas de este pais. Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS I71 Insectos chilenos, año 1873. d) In « Verhandlungen dev Zoologische-Botanischen Gesellschaft in J4 ien » . Enumeración de los Dípteros chilenos, vol. XV, 1865, pájs. 595-782. e) En Entomologische Zeitung^ Stettin: Metamorfosis de Castnia, año 1863. Descripción de nuevos Escarabajos chilenos: 212 especies, año 1864. Enumeración de los Ortópteros chilenos que se encuentran en el Museo Nacional, año 1863. Descripción de algunos nuevos insectos de Chile, año 1871. Descripción de insectos nuevos: 25 especies, año 1871. Descripción de los jéneros Brachyxiphus i Brachygaster, año 1871. 2.0 Don Federico Philippi. — Sucesor de don R. Amando, como Di- rector del Museo Nacional. Nació en 1838 en Italia, habiéndose educado en Alemania durante sus primeros años. Llegó después a Chile acompa' ñando a su ilustre padre, quien le enseñó a profundizar las Ciencias Natu- rales, dedicándose especialmente a la Botánica i a la Entomolojía. Desem- peñó las clases de Ciencias Naturales en el Instituto Nacional i en el Ins- tituto Agrícola, i durante 30 años, la de Botánica en la Escuela de Medicina. Fué también el primer Director del Jardin Botánico de la Quinta Normal. Sus trabajos entomolójicos son los siguientes: a) En los Anales de la Universidad de Chile: Algunas especies de Coleópteros de la provincia de Valdivia, vol. XVI, 1859, pájs. 6^6-6y8. Spec. quaedam nov^ae Coleopterorum chilensium, vol. XVIII, 1861, pájs. 742-744- Catálogo de las especies del jénero Telephorus, vol. XVIII, 1861, pájs. 33-45- Catálogo de los Coleópteros de Chile, vol. LXXI, 1887, pájs. 619-806. Monografía del jénero Rhyephenes, Schonh, vol. CIV, 1889, pájs. 81-93. Sobre la posición de Apocinocera Bl., vol. CXIII, 1903, pájs. 137-140. Enumeración de los Buprestideos chilenos, vol. CXVII, 1905. hj En el Boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura, los siguientes artículos, algunos mui cortos: Sobre la peste del naranjo, vol. XII, 1881, páj. 44. 172 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Una nueva peste de los naranjos en Quillota, vol. XII, i88i, pájs. 35- 37 i 451-456 La peste de los perales, vol. XIII, 1880, páj. 81. Remedios contra el pulgón laníjero, vol. XV, 1884, páj. 209. Escrecencias de la vid i dos insectos dañinos al agricultor, vol. XVIII, 1887, pájs. 757-758. c) En la Revista Chilena de Historia Natural: Catálogo de los Cléridos chilenos, vol. XI, 1907, pájs. 22-28. 3.0 Don Philtbert Germain. — Aunque el señor Germain dió todos los datos concernientes a su propia Biografía, en el tomo II, número i, 1910, del Boletín del Museo Nacional, considero de justicia recordar en esta bre- vísima reseña, algunos rasgos de su vida, pues ha sido él quien mas ha es- crito sobre insectos chilenos, aunque esclusivamente sobre los del Orden Coleópteros. Nacido en Francia, en la ciudad de Lyon el año 1827, manifestó, desde sus mas tiernos años, una escepcional intelijencia, al estremo que después de haber terminado sus estudios humanistas en el Colejio de los Jesuítas de Lyon, i mas tarde, en el Liceo Roanne, a los 15 años, tuvo que esperar cumplir los 16 para recibir su título. Desde niño mostró un gran entusiasmo por el estudio de los insectos, pasión que no le abandonó ni en los últimos años de su vida. En 1850 llegó a Talcahuano, pasando después a V^alparaiso i a Qui- llota, colectando en todas partes con incansable actividad, mamíferos, aves e insectos. En 1853 fué nombrado Director del Museo Nacional, puesto que meses mas tarde dió el Gobierno a don R. A. PlilLIPPI, quedando el señor Germain como Sub-director. Siguió, sin embargo, recolectando ma- teriales científicos para el Museo, haciendo escursiones i viajes a diferentes lugares de la República, como ser Ñuble, Talca, la Isla de Juan Fernández, la de Chiloé, etc. A fines del año 1858 hizo renuncia de su puesto en el Museo, a consecuencia de ciertas dificultades habidas con el Dr. Philippi, proponiéndose entónces viajar i estudiar por cuenta propia, recorriendo, por esta razón, las pampas arjentinas. Volvió a Europa en 1863, en donde estuvo hasta 1881, año en que se embarcó para el Brasil, donde coleccionó numerosísimos insectos que mandaba a Francia. Viajó en seguida por el Paraguai, volviendo a Chile en 1889, hospedándose en la ciudad de Qui Ilota. El mismo año regresó al Paraguai, donde fué contratado por nuestro Gobierno como profesor en el Liceo de Quillota, volviendo, por esta razón, Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 173 Don Filiberto Germain Desde entonces trabajó sin descanso, con un entusiasmo que quizás nunca nadie sobrepasará, en el estudio i descripción de los Coloépteros Chi- lenos. En los escritos del señor Germain se admira, junto con el valor científico de las materias que trata, la belleza de las imájenes i la galanura del estilo, porque reunía en su persona la sensibilidad esquisita del poeta a la exactitud minuciosa del sabio, i el encanto i amenidad del esplorador nuevamente a nuestro pais en el año 1890. En 1893 se le comisionó para que se hiciera cargo de la colección de insectos del Museo Nacional, i en Febrero de 1903, se le creó la Sección Entomolójica, siendo designado él como su primer jefe. 174 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL intelijente, que narra sus aventuras i cuenta sus impresiones de los parajes desconocidos que recorrió. He aquí una lista detallada de sus obras: a) En los «Anales de la Universidad de Chile->'>. I. — Descripción de 2i especies nuevas de coleópteros de Chile, año 1854, pájs. 323 a 336. II. — Apuntes diversos sobre los Coleópteros de Chile, año 1893, paji- nas 1031-1039. III. — Monografía de los Phanodesta, 10 pájinas, i lámina con 7 figu- ras, año , páj. IV. — Los Carabus chilenos, pájs. 1-59, con una lámina i 26 figuras, año 1895. pájs. 627-683. V. — Descripción de Coleópteros de diversas especies que no se hallan en la obra del señor Gay, año 1855, pájs. 386-407. VI. — Monografía de los Listroderitos, año 1895-1896. VII. — Monografía de los Cyphonotus, año 1897, pájs. 275-287. VIII. — El jénero Brachidia, año 1897, pájs. 595-604. IX. — Los Taurocerastidae, año 1897, pájs. 287-300. X. — Los Lonjicornios chilenos, año 1897-8-9 i 1900. XI. — Monografía de los Cnemalobus, año 1901, pájs. 175- 192. XII. — Monografía de los Phytoloema, año 1901, pájs. 987-1005. XIII. — Monografía de los Oryctomorphus, año 1901. XIV. — Los Helophoridae, año 1901, XV. — Monografía de los Xycterinus, año 1903, pájs. 73-96. XVI. — Compendio Histórico de la clasificación de los* Coleópteros i de su nomenclatura con anotaciones críticas, relativas al sistema tarsal. Varia- ción i variedades, año 1903, pájs. 343-365. XVII. — Rectificaciones, anotaciones i descripciones varias, año 1903, pájs. 391-445. XVII. — Monografía de los Braquisternidos chilenos, pájs. 449 506, año 1903. XIX. . — Monografía de los Bembidios chilenos, año 1905, pájs. 589-653. XX. — Monografía de los Brupestideos chilenos, año 1907, pájs. 3-31. b) En los «Anuales Entomologiques de France-»: I. — Monografía de los jéneros Maypa i Litronyx chilenos, año 1858, pájs. 721 a 746. L. Fairmaire i P. Germain. II. — Revisión des Coléoptéres du Chili, année 1858, pájs. 709-795.P. Germaix i L. Fairmaire. Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 175 c) En las «Acias de la Sociedad Científica de Chile>'>\ I. — Notas sur les Coleoptéres du Chili. Renseignement et observation de 9 espéces nouvelles, rectifications, indications de sinonymies. Años 1893. Pájs. 241-261. II. — Voyage d’ Asunción (Paraguai) a Moliendo (Pérou). Tome IX (1899), pájs. I a 30, con prólogo, pájs. 128-137. III. — De Corumbá a Santa Cruz de la Sierra. Tome X (1900), pájs. 1-52. IV. — La Prefecture de Santa Cruz de la Sierra (La Bolivie Oriental)* Tome X (1900), pájs. 318-378. V. — Trois mois dans la Vallée du Sipotuba. d) En el «Boletín del Museo Nacional-}) : I. — Catálogo de los Coleópteros chilenos del Museo Nacional. Tomo II, nüm. I, 1911, pájs. 4773- 4.0 Don Edwin C. ReeI). — Nació en Bristol, el año 1814, en cuya ciudad ocupó los puestos de Secretario ad-lionorem de la Sociedad Entorno- Don Edwin C. Reed lójica i de la Sociedad Microscópica, i en iguales condiciones el de ayudan- te del Museo de Bristol. Llegó a Chile en 1869, entrando a servir en el Museo Nacional en la ''Sección Entomolójica, pero se ocupó también de la fauna i flora del pais. BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 176 En 1873 volvió a Europa, regresando dos años mas tarde, i en 1878 se hizo cargo del Museo que habia fundado en Valparaíso el Rector del Li- ceo de aquel puerto, señor don Eduardo de la Barra, como anexo a las cla- ses de Ciencias Naturales del establecimiento. Desempeñó también las clases * de Ciencias Naturales i de Jeografía Física en la Escuela Naval. Se retiró mas tarde a Los Andes, donde estudió la fauna i flora rejional, publicando los resultados de sus estudios i observaciones en los Anales de la Ü7iiuer- sidad. En 1902 fué nombrado Director del Museo de Concepción, puesto en el cual lo sorprendió la muerte en Noviembre de 1910. Sus trabajos entomolójicos son los siguientes: a) En los Anales de la Universidad de Chile: — Catálogo de los Buprestideos chilenos, año 1871, pájs. 405-429. — La Psyche chilensis, año 1871, pájs. 197-198. — Observaciones sobre los Coleópteros chilenos, descritos por Redten- bacher, año 1872, pájs. 190-196. — Descripción de insectos recojidos por el capitán Vidal Gormaz en Llanquihue, año 1872, pájs. 354-355. — Catálogo de los Coleópteros de Chile. I (Cicindelidae Haphylinidae), año 1874, pájs. 335-356. — Las especies del jénero Carabus, año 1875, pájs. 219-226. — Catálogo de los Coleópteros de Chile. II (Pselaphidae i Buprestidae), año 1876, pájs. 274-295. — Monografía de las mariposas chilenas (con láminas), año 1877, pájs. 647-736. — Catálogo de los Dípteros chilenos, año 1888, pájs. 271-316. — Sinopsis de los Odyneridae chilenos, año 1893, pájs. 873-897. — Introducción al estudio de los Himenópteros chilenos, año 1894, pájs. 401-41 2. — Los P'osores o Avispas cavadoras de Chile, año 1894, pájs. 599-653. b) En las «Acias de la Sociedad Científica de Chiles: . — Sinonimia de los Lepidópteros i Dípteros chilenos, año 1891. — Revisión de las abejas chilenas descritas en la obra de Gay, año 1892. c) En la «Revista Chilena de Historia N atur ah: — Sinopsis de los Hemípteros heterópteros de Chile, años 1898-1901. — Cuatro especies de Himenópteros nuevos a la fauna de Chile, año 1900. — Nuevos insectos chilenos, año 1902. Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 177 — Los Dípteros pupíparos de Chile, año 1904. d) En los (íProcedings of the Zool. Society of Londo7i>'>: — Los Coleópteros jeodéfagos de Chile, año 1874. 5.0 Don W. Bartlett-Calvert. — Ingles de nacimiento, el señor Cal- vert se ocupó en Chile como profesor del Liceo de Quillota. Durante su permanencia en el pais se preocupó constantemente del estudio de los In- sectos, con preferencia de los del órden Lepidópteros. Ké aquí una lista de sus trabajos. a) En los Anales de la Universidad de Chile. — Catálogo de los Lepidópteros Ropalóceros i Heteróceros de Chile, año 1886, páj. 31 1-352. — Monografía de los Elatéridos de Chile, año 1898. — Nuevos Lepidópteros de Chile, año 1893, pájs. 813-833. Publicó también en los Anales, año 1894, la traducción de los siguien- tes trabajos sobre Lepidópteros: — Nuevos Lepidópteros de Chile, descritos por G. A. Butler. — Microlepidópteros chilenos, descritos por Ragonot. — Microlepidópteros de Chile, descritos por Zeller. — Lepidópteros colectados en el Cabo de Hornos por la Misión fran- cesa, descritos por Mabille. b) En la Revista chilena de Historia Natural. — Catálogo revisado de los Lepidópteros de Chile, año 1898. — Descripción de Scidmaenidae chilenos, tomados de la Monografía de la fam. publicada por el Dr. L. W. Schaufuss, Dresden. Alemania, 1866» año 1900. — Dónde i cómo se buscan mariposas, año 1900. — Elateridae i Eucnemidae nuevos de Chile, año 1901. c) En Trans. Ent. Soc. of London: — Descripciones de nuevas especies de Lepidópteros chilenos, año 1893, part. III, pájs. 215-222. d) Folletos. — Descripción de algunos Lepidópteros de Chile, Santiago, 1890. 6.0 El Dr. Don Vicente Izquierto. — El distinguido ex-catedrático de nuestra Escuela de Medicina ha sido también un sincero admirador de nuestra fauna Lepidopterolójica, habiendo conseguido formar una esplén- dida colección de mariposas chilenas. 12 78 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Ha publicado sobre esta materia lo siguiente: — Nota sobre los Lepidópteros de Chile, en los Anales de la Univer- sidad, año 1895, pájs. 783-835. — Sobre los líquidos arrojados por los insectos, año 1896. 7.® Don Fernando Paulsen. — Manifestó un verdadero cariño por la Entomolojía, llegando a adquirir grandes conocimientos sobre los Coleóp- teros chilenos, cuya valiosa colección fué graciosamente obsequiada por su sucesión al Museo Nacional. Pasó la mayor parte de su vida en Quillota, don- de tenia varias propiedades. Sumamente modesto, no quiso nunca publicar nada con su nombre. En la Rev. Ck. de Hist. Nal. encontramos los dos artículos siguientes que se deben a su pluma: — Instrucciones para colectar Coleópteros, año 1901. — Lámpara para cazar mariposas nocturnas, año 1908. 8.0 Don Carlos E. Porter. — Nuestro amigo, don Cárlos E. Porter, Jefe de la Sección de Evertebrados del Museo Nacional i profesor de Zoo- lojía Jeneral i Entomolojía Aplicada del Instituto Agrícola, ha escrito tam- bién algunos artículos sobre Entomolojía, que aunque no son de gran aliento, revelan el entusiasmo que él siente por esta rama délas Ciencias Naturales. Algunos de ellos son solo listas de los insectos que recojia en sus escursio- nes, cuando era Director del Museo de Valparaíso, dando así noticias de las rejiones donde ha encontrado tal o cual especie, contribuyendo de esta manera al conocimiento del área de dispersión de los insectos en referen- cia. Su trabajo mas importante, que presentó al Congreso Científico de Temuco, celebrado últimamente, es un Catálogo de los Cóccidos de Chile, que según me asegura, entrará luego en prensa. Son también interesantes, por tener carácter de investigación biolójica, los titulados: «Sobre el líqui- do que, como medio de defensa emiten algunos Coleópteros» i «Las trá- queas de la Acanthinodera Cummingui, Hoppe». La siguiente es la lista de sus publicaciones: a) En las Actas de la Sociedad Científica de Chile: 1. Pequeña contribución a la Fisiolojía de los Insectos: Sobre lí- quido que, como medio de defensa, emiten algunos Coleópteros, año 1894. 2. Escursion Zoolójica i Botánica a Chañarcillo, tomo V, año 1895. b) En la «.Revista chilena de Historia Xaturahy . 3. Datos para el conocimiento de los Artrópodos de la provincia de Valparaíso, año, I, 1897. 4. Escursion Entomolójica al valle de Marga-Marga, año I, 1897. Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 179 5. Contribución a la fauna de la provincia de Valparaiso, año II, 1898. 6. Catalogo de los Artrópodos i Vermes del Museo de Valparaiso, año III, 1899. 7. Datos para el conocimiento de los insectos del Departamento de Quillota, año 1899. 8. Datos para la fauna i flora de la Provincia de Atacama, año III, 1 899. 9. Resistencia vital de algunos Artrópodos chilenos, año IV, 1900. 10. Lista de los Dípteros tabánidos chilenos estractada del Catalogus V Tabanidarum orbis terrarum universi, del doctor Colomanus Kertesz, i adi- cionada de notas, año VI, 1902.. ' 1 1. Dípteros nuevos chilenos descubiertos por la espedicion Antártica Belga, traducción precedida de una introducción, año VII, 1903. 12. Lista de los Véspidos de Chile, estractada del «Genera Insecto- rum» i adicionada de varias notas, año VIII, 1904. 13. Adiciones a la lista de los Cóccidos de Chile, año XVI, 1912. 14. Dos insectos útiles a la agricultura, año XVII, 1913. c) En el Boletín del Museo Nacional: I. Dos Cóccidos nuevos para Chile, tomo V, 1913. d) Folletos: \ 1. Breves instrucciones para la recolección de los objetos de Historia Natural, Valparaiso, 1903. ' 2. Las tráqueas de la Acanthinodera Cummingii, Hoppe (7.0 Congreso Científico Jeneral Chileno, celebrado en Valdivia en 1903, páj. 2i). 3. Datos para una monografía del Margarodes vitium i bibliografía completa de la especie (Congreso Científico Internacional Americano de Buenos Aires, 1910) año 1911. 4. El jénero Lepidosaphes Shimer, con figuras i con láminas ordina- les, Santiago 191 1. 4. El mosquito trasmisor de la fiebre amarilla, Santiago, 1912. 9.0 Don Manuel J. Rivera. — El nombre de este distinguido Profesor de Estado en la Asignatura de Ciencias Físicas i Naturales, está intima- mente ligado en Chile al desarrollo de la Entornolojía Aplicada, pues fué quien mas se preocupó del estudio de la biolojía de los insectos chilenos en su relación con la Agricultura. Nacido en Curicó el año 1875, cursó humanidades en los Lieeos de Curicó i Talca, siguiendo después sus estudios en el Instituto Pedagójico de Santiago en cuyo establecimiento obtuvo su título de Profesor el año i8o BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 1897. Desempeñó primero las clases de su especialidad en la Escuela Nor- mal de Chillan i Liceos de aquella ciudad, i mas tarde ocupó los puestos de Profesor de Entomolojía en el Instituto Agrícola de Santiago i el de Ciencias Naturales en el Internado Barros Arana. En 1898 hizo un viaje de estudio a Estados Unidos con el fin de pro- Don Manuel J. Rivera fundizar sus conocimientos en su ciencia favorita. A causa del excesivo trabajo que se daba en sus investigaciones, se le desarrolló una grave en- fermedad que acabó con su existencia al año siguiente de su vuelta del es- tranjero. Por su carácter bondadoso i sencillo, por su trato franco i cariñoso, era sumamente estimado por cuantos le conocieron. Damos a continuación la lista de los trabajos que ha publicado sobre temas entomolójicos: a) En las «Acias de la Sociedad Científica de Chiles: Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS l8l — Desarrollo i costumbres de algunos insectos de Chile. Primera parte: Coleópteros, año 1894. — Nuevas observaciones de algunos Coleópteros cuyas larvas atacan al trigo, año 1905. — Cambios producidos en la vejetacion por las larvas de Lamelicornios i por los sembrados de trigo, año 1905. — Los insectos de los alrededores de Contulmo, año 1905. b) En la Revista Chilena de Historia Naturah^: — Biolojía de Coleópteros chilenos cuyas larvas atacan al trigo, año 1904. — El Bruco de las Arvejas, año 1904. — Ciclo biolójico de la filoxera según Balbiani, año 1907. c) En el <í.Boletin de la Sociedad Agrícola del Sur>>: — La introducción de Insectos nocivos en Chile, año 1910. — Un insecto nocivo en las arboledas de Concepción, año 1910. d) Folletos sueltos: — Programa para las clases de Entomolojía Aplicada del Instituto Agrí- cola, año 1904. — La Entomolojía Aplicada, sus progresos i sus nuevas tendencias, año 1905. — Informe sobre los Laboratorios de Entomolojía Agrícola de Estados Unidos i de Francia, año 1910 (publicado en \o^ Anales Agronómicos) . — La bomba para aplicar líquidos a los árboles, año 1909 (publicada en los Anales Agronómicos). A continuación de las publicaciones del señor Rivera consideramos oportuno indicar el desarrollo de la Entomolojía Económica en Chile, ya que fué él, como dijimos mas arriba, su mejor cultivador en este pais. Las primeras observaciones sobre esta materia pertenecen al señor don Federico Philippi, a quien recurrian en consulta los agricultores. Sus artículos pueden leerse en el «Boletín de la Sociedad Nacional de Agricul- tura», según lo hemos dejado indicado en la lista de sus obras. A conti- nuación los señores Edwvn C. Reed, Fernando Lataste i el señor don Narciso Briones, escribieron sobre el mismo tema (la langosta arjentina i la chilena, el Margarodes vitium, el Dactylopius vitis, la Filoxera). Debido al aumento de las plagas que aparecían atacando las plantaciones del pais, se creó un servicio Entomolójico fiscal sólo en 1896, fecha en que fué fun- dada la Estación de Patolojía Vejetal, encargada tanto de las enfermedades criptogámicas como de las producidas por insectos dañinos, siendo su i82 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL primer Director el señor don Gastón Lavergne. Director actual es el dis- tinguido agrónomo don Cárlos Camacho, que mantiene la Estación i sus oficinas dependientes en un pie espléndido, prestando un servicio positivo a los agricultores con el personal intelijente que ha formado para combatir las plagas Criptogámicas i Entomolójicas de la Agricultura. Como se sabe, Chile es un pais cuyo porvenir está basado grande- mente en el cultivo de sus campos i debe, por lo tanto, dedicar suma aten- ción a la Entomolojía Económica, pero no sólo como aplicación práctica, sino como ramo científico i de investigación. En el departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la Direc- ción jeneral de Entomolojía tiene un personal de cerca de 400 empleados, de los cuales 120 se ocupan únicamente de trabajos de investigación cientí- fica sobre insectos perjudiciales. Como es sabido, se necesita para combatir con éxito una plaga de insectos, el completo conocimiento de su biolojía; saber en qué tiempo son puestos los huevos, cuando nacen las larvas, en qué período muestra mayor actividad destructiva, época en que son fácilmente atacables, etc. Mui sa- bido es también que hoi dia se busca para combatir un insecto, mas que la pulverización insecticida, al parásito que es su natural enemigo i que ha de acabar con él mejor que el veneno mas poderoso, siendo esta la razón por qué sucede a veces, que un insecto no pasa a ser plaga en su pais ori jinario, a causa de los enemigos que allí tiene, pero que se trasforma en una amenaza para la Agricultura si es introducido a una rejion donde no tiene adversarios. Clásicos son los casos de las Coccinelas que devoran pulgones; de fa- milias enteras de Himenópteros, cuyos representantes ponen sus huevos en las orugas de mariposas, a quienes devoran sin piedad, etc. El Cóccido australiano (Icerya purcJiási] que diezmaba los naranjales de los Estados Unidos, fué combatido con éxito por un coccinélido que fué necesario im- portar de aquel pais, i que después sirvió para el mismo objeto en Sud- Africa, Ejipto i Portugal. De acuerdo con las breves consideraciones espuestas i a fin de dar mayor vuelo a estos estudios en el pais, como también con el objeto de di- fundir los conocimientos que sobre estas materias se poseen, fué creada en 1904, la cátedra de Entomolojía Aplicada en el Instituto Agrícola de San- tiago, i en 1912, la Sección de Insectos Dañinos en el Museo Nacional. Dijimos ya, al comienzo de esta Memoria, la forma en que esta Sección ha iniciado la importante labor de vulgarizar estos conocimientos, ilus- Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 183 trando al numeroso público que visita el Museo, mediante la esposicion de cajas que contienen los insectos i las plantas atacadas, que se continuará con la de los insectos dañinos estranjeros que atacan plantas útiles, suscep- tibles de ser introducidas en Chile (algodonero, tabaco, caña de azúcar, etc.) Por otra parte, no se descuida el estudio de la biolojía de las especies perjudiciales, i mui principalmente, su adaptación a las plantas indíjenas del país, debiéndose publicar algunas observaciones importantes en pró- ximos números de este Boletín. 10. Don Carlos S. Reed. — Hijo del distinguido naturalista don Edwyn C. Reed, heredó de su padre el amor por las Ciencias Naturales. Al principio escribió principalmente sobre /Ornitolojía, pero después, a ejemplo de Rivera, se interesó por la Entomolojía Aplicada. Al principio fué ayudante ad-honorem del Museo de Concepción i profesor de Historia Natural en varios colejios de esa ciudad. Actualmente vive en Mendoza, siendo profesor de Entomolojía Agrícola i Patolojía Vejetal en la Escuela de Viti-vinicultura i, recientemente. Director del Museo Rejional de Men- doza. Damos la lista de sus producciones entomolójicas que se refieren a Chile: aj En el «Boletín' de la Sociedad Agrícola del Sur>^: — Sobre un Lepidóptero, cuya larva es perjudicial a la Agricultura, año 1907. — Biolojía de la Pulex irritans i algunas indicaciones para atacarla, año 1907. — Biolojía de la Laora variabilis i su relación con la Agricultura, año 1907. — El gorgojo de las arvejas, año 1907. b) Folletos: — El Caliroa cerasi, nueva plaga para la Agricultura frutal en Chile, año 1908. — El Aphis gossipi en Chile, año 1908. 11. El Dr. Don Federico T. Delfín. — Aunque es conocidísimo co- mo ictiólogo de nota, por sus valiosos trabajos sobre los peces de Chile, era también el Dr. DELFIN, un gran coleccionador de Coleópteros, habiendo cedido al Museo de Valparaíso, por un precio irrisorio, la espléndida co- lección que poseia de estos insectos. En la Revista Chile?ia de Histoi'ia Natural puede leerse dos artículos suyos, titulados: i84 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL — Datos para el conocimier^to de los Coleópteros e Himenópteros del departamento de Talcahuano, año 1900. — Coleópteros nuevos chilenos descubiertos por la espedicion antár- tica belga, año 1901. 12. Don Fernando Dataste. — El insigne zoólogo francés, que llegó a Chile contratado como Sub-Director del Museo Nacional i que fué en segui- da Profesor de Zoolojía Médica en la Escuela de Medicina, escribió tam- bién, incidentalmente, algunos artículos que versan sobre materias entorno-, lójicas, en las Actas de la Sociedad Científica de Chile desde el año 1894 para adelante, i son los siguientes: — El Margarodes vitium es orijinario de Chile, o de la República Ar- jen ti na.^ — Sobre el Margarodes vitium, A. Giard. — Sobre la langosta viajera. — Cómo se alimenta la larva-pupa o quiste del Margarodes vitium.^ — Nuevas observaciones sobre el Margarodes vitium. — A propósito de dos comunicaciones del señor Briones sobre el Mar- garodes vitium. — Algunas palabras mas sobre el Margarodes vitium. — Sobre una mosca antropófaga. — El Doctylopius vitis en Chile. — Nuevas observaciones sobre la zooética del Margarodes vitium. — Tratamiento de las viñas margarodadas. — Presentación de una larva de pseudo-neuróptero de aspecto crus- taciano. — El macho del Margarodes vitium. — Sobre la cuestión del grillo saltador encontrado el año último en las provincias australes de Chile. 13. — Don Gastón Lavergne. — Primer Director de la Estación de Pa- tolojía Vejetal, ha escrito los siguientes trabajos, que se publicaron en el «Boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura», desde 1898 para ade- lante: — El pulgón laníjero de los manzanos, año 1900. — Las enfermedades de la vid en Chile, año 1901. b) En la Revista Chileyia de Historia Natural: — La filoxera en el Congreso Internacional de Viticultura de París, año 1900. Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS 185 Podemos citar todavía las siguientes publicaciones: Camacho, Carlos. — Algunos insectos perjudiciales a las legumbres cultivadas, Santiago, 1910. PÉREZ Canto, C. — Embriolojía del Margarodes vitium, Santiago. Sada, Luis. — Instrucciones para jeneralizar el cultivo de la Morera i del Gusano de seda en Chile, Santiago, 1882. Agltrre, Francisco. — Larvas de la Calliphora limensis, de las fosas nasales, Santiago, 1885. Silva F., Carlos. — Un nuevo microlepidóptero chileno cuya larva causa perjuicios a las papas. Fn el Boletín del Museo Nacional, 1913. De los autores estranjeros que han colaborado sobre asuntos entomo- lójicos en revistas científicas del pais, citaremos: BrÉTHES, Jean. — Description d’un nouveau Chironomide, Boletui del Museo Nacional, 1912. BrÉTHES, Jean. — Description d’un nouveau Hyménoptere du Chili, Boletín del Museo Nacional, 1912. BrÉTHES, Jean. — Description d’un noveau genre et d’une nouvelle es- péce de Cynipide du Chili, Boletín del Museo Nacional, 1912. BrÉTHES, Jean. — Une neuvelle espéce de Diptére pupipare du Chili. Boletín del Museo Nacional, 1913. Boi.ÍVAR Ignacio. — Revisión de los Pirgomorfinos de la Sección «Om- mexechae», en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1899. PÉREZ Jean. — Trois Magachiles nouvelles du Chili, en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1899. COCKERELL, T. D. A. — The Coccid genus «Frium» in South America, en la «Revista Chilena de Historia Natural». 1901. Fleutiaux, Fd. — Flatéridos i Fucnémidos nuevos de Chile, traduci- dos al castellano por W. B. Calvert, en la «Revista Chilena de Historia Natural, 1901. CoCKERELL, T. D. A. — Catalogue of the Coccidae of South America, en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1902. . How.vrd, o. L. — A new genus of Aphelininse from Chili, en la «Re- vista Chilena de Historia Natural», 1902. RÉGimbart, Dr. — Les Gyrinidae du Chile, en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1902. Bolívar, Ignacio. — Algunos conocefalinos sud-americanos, en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1903. i86 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Kiepter, J. J. — Observations sur un galle faussement attribuée a un Pteromaline, en la u/ 202 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL El señor Gay organizó el modesto Museo de Historia Natural en el edificio que ocupaba la Biblioteca Nacional, donde hoi está el palacio del Congreso. I en 1842 regresó a Francia, quedando los objetos colectados bajo el cuidado del Decano de la Facultad de Ciencias Físicas i Matemá- ticas. Los resultados de las observaciones de Gay i sus colaboradores se publicaron en la conocida obra Historia Física i Política de Chile, en la que aparecieron 8 volúmenes- i un atlas de botánica. En los 6 primeros to- mos da el señor Gay la traducción de las Fanerógamas, principiando por las Ranunculáceas (1845) para terminar con las Gramíneas (1853). Nuestro herbario nacional conserva igualmente en mui regular estado numerosas plantas con las etiquetas del Facsímil 2, que fueron colectadas i en parte determinadas por el hábil botánico italiano don Cárlos Bertero, durante los años 1828 a 1832. [Fac. 2] El Dr. Bertero esploró entre San Fernando i Valparaíso, sobre todo en los alrededores de Rancagua; publicó listas de plantas en El Mercurio del Puerto; envió colecciones a su patria, i se embarcó por fin en Valpa- raíso para ir a estudiar la flora de Tahití. A su regreso en una navecilla construida en esa isla se perdió para siempre. Las plantas de Chile i Juan Fernández recojidas por Bertero fueron clasificadas después por los botanistas Colla i Decaisne. Los 12 años posteriores al retiro de Gay fueron de poca actividad en el Museo; i los sabios que recorrían el pais, se llevaban todas las especies que colectaban. El mismo Gay dejó aquí un material bien escaso. P'elizmente, en 1853, Supremo Gobierno nombró director del Museo ai infatigable naturalista Dr. don RODULFO A. Philippi, reden llegado de Europa; quien dió un gran impulso al reconocimiento de la flora chilena, empezando su labor con el interesante viaje que hizo a la costa i Desierto de Atacama, de donde trajo mas de 400 plantas. Fuentes. — reseña kotaxNICa (fanErogamia) 203 Por su parte el subdirector del Museo don FiLIBERTO Germain, uno de los naturalistas que mas ha contribuido a enriquecer las colecciones de este establecimiento durante muchos años, hacia lindas cosechas de flores e insectos en las cordilleras andinas de Santiago i sus alrededores. Mas tarde, en Julio de 1889, el Gobierno dictó un reglamento del Museo, estableciendo los puestos de jefes de Sección; pues el director no podia atenderlo todo. I fué nombrado jefe de ésta, el profesor de botánica de la Escuela de Medicina don Federico Philippi, hijo del doctor; el cual continuó esplorando el territorio i colectando de norte a sur, tanto para el Museo, como para su rico herbario particular. Los jefes de las demas secciones i otros empleados del Museo, espe- cialmente los señores F. Germain, L. LxANDbeck, F. Albert, P. Ortega, E. Reed, C. Rahmer, Puga Borne, Sanfurgo i don Zacarías Vergara ayudaron poderosamente en la recolección del material botánico; según se puede saber por las etiquetas escritas por los señores Philippi, que se guar- dan con las plantas en el herbario nacional. Se pueden deducir también de éstas, los viajes que dichos empleados verificaron por las provincias, con preferencia en los meses de vacaciones. Por esta última causa se conocen mas las plantas de verano que las de primavera i otoño. Entre los particulares que han aportado colecciones de plantas para el herbario del Museo, debemos mencionar a los Drs. señores Otto Philippi, Eduardo Mov.re, H. vün Desauer, Hirtii, Wenceslao Díaz i F. Fonck; también a los señores F. San Roman, G. Geisse, A. LarraÑaga, Wolck- MANN, A. P^LÜMMANN, C. StOLP, L. NxWARRO, BORCHERS, C. MaRTIN, G. Krause, F. Delfín, M. Maldonado, capitán Simpson i F. Vid ^l Gor- MAZ. Estos dos últimos marinos coleccionaron las plantas de las islas de San Ambrosio i San Félix. Los señores Reed i Germain trajeron nume- rosas especies del grupo Juan Fernández i de diferentes rejiones del conti nente. De manera que la sección aumentó considerablemente su material de estudio i de esposicion. El Dr. Philippi revisó i describió como nuevas miles de especies que no aparecían en la obra de Gay, i las cuales fueron publicadas en los Ana- les de la Universidad i del Museo chileno, o en varias obras científicas es- tranjeras; v. gr. Linnaea de Schlechtendal, Gartenjiora, Botanische Zeitung i el periódico de jeografía física Petermanns Mitteilungen. Por otra parte, el Supremo Gobierno ordenó en Enero de 1876 trasla 204 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL dar el Museo al local que hoi ocupa; la parte botánica recibió gran incre- mento, i el Museo en jeneral alcanzaba ya una situación mui regular. A principios de 1897 FEDERICO PllILlPPI reemplazó a su señor padre en la dirección del establecimiento, i esta sección fué puesta al cuida- do del botánico aleman doctor CÁRLOS Reiche, profesor de ciencias natu- rales contratado para los liceos. En Febrero de 1901 ocupó el puesto de jefe de nuestra sección el pro- fesor don Bernardino Quijada; pero al año siguiente pasó dicho puesto definitivamente al Dr. Reiche, quedando el señor QUIJADA como natura- lista auxiliar del Museo. Por mas de diez años el señor Reiche dispuso de los herbarios para examinarlos; recorrió diferentes zonas del pais i publicó una serie de tra- bajos monográficos interesantes, tanto en los Anales de la Universidad i del Museo como en revistas i libros alemanes; v. gr. Botanische Jahrbiichey de Engler, Flora oder Allgemaine Botan. Zeitung, i Berichte der deutsch. botan. Gesellschaft. Así preparó el señor Reiche su importante revisión crítica de la Flo- ra de Chile (5 vol. i un folleto con las Escrofulariáceas i otras familias), i su magnífica Jeografia Vejetal de Chile; esta última obra es bastante comple ta i su traducción del aleman seria una labor de interes nacional. En 1910 se retiró del Museo el Dr. Reiche para trasladarse a Méjico; i a fines de I9ii.fué nombrado en su lugar el.jefe actual, que era profesor de ciencias físicas i biolójicas en el Liceo de La Serena; pero que se en- contraba en Santiago, comisionado por el Ministerio de Instrucción para continuar el estudio de la fauna i flora de la Isla de Pascua. Esta isla chile- na fué esplorada por mí en Abril de aquel año, cuando la visitamos con el Dr. Walter Knoche en la corbeta nacional Jeneral Baquedano. También en 1911 la sección botánica se dividió en tres: sección de Plantas Faneró- gamas, de Criptógamas, i de especies dañinas; entrando como jefe de la segunda don MARCIAL Espinoza i de la tercera don ROJELIO SÁNXriEZ. Durante los dos últimos años la sección fanerogámica se ha ocupad.o sobre todo en la revisión de las plantas traídas de las islas de Pascua i Juan Fernández (visitadas de regreso en 1911). Se hizo una escursion por las al tas cordilleras de Colchagua i Curicó para colectar especies de interes bio- lójico i de repuesto. En Enero del presente año visité la rejion austral hasta Calbuco, donde hice una buena recolección. Hemos principiado la modernización del herbario nacional, refundien- do las diversas colecciones en un herbario normal, que contenga las espe- Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 205 cies i formas típicas de las plantas, pegadas en cartulinas i bien rotuladas en cajas de cartón horizontales. Se ha arreglado la colección de maderas, presentándose las muestras en trozos de 40 cms. bipartidos; i se exhiben al frente de los trozos los vás- tagos floridos o con frutos de los respectivos árboles, en nueve cuadros con vidrio, de a seis en cada uno. Se ha aumentado el número de objetos botánicos en jeneral. Se pu- blicó una Reseña Botánica sobre la Isla de Pascua; i fueron revisados los jéneros Plantago i • Carex por los especialistas señores PiLGER (Berlin) i LÉVEILLÉ (Le Mans). Como aspiraciones para el futuro contamos el arreglo de todo el her- bario nacional i estranjero; la continuación del estudio crítico de la flora de Chile; el incremento de todas las colecciones que mas adelante se indi- can; la esploracion de las rejiones poco conocidas; el estudio de algunas provincias para confeccionar sus flórulas; el estudio biolójico de las espe- cies cordilleranas, id. de los llanos del litoral; el estudio químico vejetal de especies industriales, forrajeras, medicinales i alimenticias. Por último, nos falta catalogar las colecciones de la sección, inclusa la biblioteca; i modifi- car la exhibición de los objetos botánicos que sirven como materias primas, en el sentido de presentarlos acompañados de pequeños modelos o mues- tras de los artículos, muebles u otras obras en que se apliquen las produc- ciones vejetales. Así se hace ya en los mejores Museos de Europa, con el objeto de atraer mas la atención de los visitantes i educar el gusto por las industrias nacionales. Al lado de una muestra de cierta madera, p. e., se exponen mueblecitos, tablas, torneaduras, tallados, etc.; según la especialidad o bondad del material. II Descripción de las colecciones I. — LOS HERBARIOS Estos ocupan ocho estantes de arrimo colocados en el vestíbulo, sala de esposicion i biblioteca, en los bajos del lado norte poniente del Museo. Tenemos un total de 462 libros o paquetes con unas 12,500 especies Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 207 en mas de 80,000 ejemplares. De estas especies serán silvestres en el país unas 5,000. Los paquetes de plantas se guardan en su mayoría en posición verti- cal; pero se ha principiado el arreglo de las plantas en cartulinas, dentro de cajas de cartón horizontales. Conservamos las siguientes colecciones: a) Herbario de don Federico Philippi, comprado por el Museo; consta de 27 libros con plantas exóticas i 40 con especies chilenas deter- minadas. b) El herbario nacional, que ocupa dos grandes vitrinas i comprende 113 libros con plantas clasificadas, revisadas la mayor parte de las dicoti- las por el Dr. Reiche; se incluyen aquí también 19 libros con especies del Brasil, Perú i Arjentina. c) Herbario estranjero; ocupa dos vitrinas grandes con 124 libros de plantas igualmente clasificadas; recojidas éstas en diversas rejiones del globo, i adquiridas en su mayoría por canje con los jardines botánicos de Kew (Londres), Berlin i Viena, i con los señores Richter Lajos de Hungría, el Dr. Gethe de Suecia, i el barón von MüllER de Melbourne (Australia). Las etiquetas de estas plantas indican como locales la España, Hun- gría, Puerto Rico, Jamaica, Suecia, Nueva Zelanda, Norte América... d) Las especies repetidas nacionales, que han servido a los señores Philippi i Reiche para revisiones i canjes. (Con frecuencia nos piden de Europa plantas chilenas). 2. — LA COLECCION DE MADERAS Se exhiben en la sala grande 100 muestras de maderas de los árboles i de algunos arbustos de los mas comunes del pais. Hácia el lado Norte están las 54 muestras grandes en trozos bipartidos, con una cara barnizada i la otra acepillada; los vástagos con ñores i frutos se presentan en la forma indicada anteriormente. Tenemos otras lOO muestras de un tipo menor, repetidas para estu- dios comparativos i canjes. Hai también un hermoso tronco petrificado (Podocarpus). Entre los 50 ejemplares de maderas estranjeras exhibimos un artístico cuadro con 35 muestras, obsequiado por el Brasil. Mui pronto esperamos aumentar esta colección con trozos de los árboles aclimatados en el pais 14 210 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL en los últimos años; especialmente Coniferas, Eucalyptus, Arces i Amen- táceas. 3. — COLECCIONES DE FRUTOS, SEMILLAS, DROGAS I OTROS PRODUCTOS Dos vitrinas guardan 482 frascos con frutos, semillas i drogas nacio- nales del todo clasificadas; i en otras tres hai 625 frascos convenientemente arreglados con productos semejantes estranjeros. Esta colección será enri- quecida con semillas de cereales, leguminosas i plantas forrajeras naturales, una vez que tengamos los envases ya encargados. 4. — COLECCIONES DE OBJETOS BIOLÓJICOS, PLANTAS INDUSTRIALES, FOTOTIPIAS, CUADROS I MAPAS BOTÁNICOS En unas dos vitrinas grandes i dos pequeñas que ocupan lonjitudinal- mente el centro de la sala mayor, se encuentran rotulados 145 ejemplares botánicos de interes biolójico; v. gr. plantas cordilleranas en cojin, espe- cies parásitas, epífitas (Tillandsia sps.), enredaderas, etc.; i 90 preparacio- nes en formalina, entre las cuales figuran Orquídeas, Bromeliáceas, Oxali- dáceas, fenómenos de fasciacion, porciones florales i vejetativas normales i patolójicas. En el vestíbulo i muros de la sala nombrada se ven 60 muestras de secciones de árboles jigantescos, como Araucaria imbricata, roble, quillai i otros. Algunas de esas muestras se refieren a plantas de importancia tec- nolójica o puramente científica; (algodonero, lechero, Broussonetia, Dra- caena i otras especies chilenas. Unas 20 fototipias, 6 acuarelas i otros tantos dibujos representan pai- sajes de nuestra vejetacion i ciertas especies con caracteres botánicos mui particulares. Hácia el estremo oriente de la misma sala hai 4 mapas de Chile, con la distribución horizontal o área jeográfica de Coniferas, Proteáceas, Fagá- ceas, Leguminosas, etc.; i 6 cuadros con el perfil vertical de nuestra vejeta- cion entre Copiapó (26° 40') i Rio Puelo (41° 30'). Al Dr. Reiche debemos especialmente estos progresos en el estudio de la jeografía vejetal de nuestro pais; i esperamos continuar las esplora- ciones para ensanchar el conocimiento del territorio chileno, en lo concer- niente a tan importante rama de la ciencia botánica. Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 213 5. — BIBLIOTECA. ALGUNAS ANOTACIONES BIBLIOGRÁFICAS La biblioteca de la sección fanerogámica es bastante buena, i con las obras pedidas últimamente va a ser de las mas completas Como en esta pequeña historia vamos a dar sólo datos jencrales sobre nuestra sección, indicaré algunos rasgos bibliográficos referentes a la flora chilena, junto con mencionar las colecciones u obras mas importantes que tenemos a nuestra disposición. Una bibliografía e historia botánica de Chile bastante completa publi- có el Dr. Reiche en su libro citado, Grundzüge der Pflayidseyiverbreitung in Chile. (Elemen, de Jeograf. vej. de Chile), en el cual se rejistran 550 tra- bajos. Entre éstos sobresalen los de los señores Philippi padre e hijo, Reiche, Neger, Hooker, Gay, Miers, Dusén i Lavergne que escribió sobre varias enfermedades criptogámicas. El número de volúmenes que a la fecha cuenta esta biblioteca alcanza a 1300, mas unos 130 folletos. Gran parte de estas obras formaban la rica biblioteca comprada por el Gobierno a la sucesión Philippi. Damos a continuación una lista de las principales obras que tenemos. Enumeración de las obras principales de Botánica de la Sección Fanerogámica, con indicaciones bibliográficas 1. Acta Horti Petropolitani; 10 vols. 2. Alboff, N. ET Kurtz, F. — Enumération des plantes du canal de Bea- gle. Revista del Museo de la Plata 7 (1896) p. 353. Flore de la Terre de Feu. 3. Anales de la Universidad de Chile. Contiene un gran número de tra- bajos botánicos rejionales de los señores Philippi, padre e hijo, Neger, Reiche, Lybold, Johow i otros. Mas adelante indicaremos algunos ejemplares. 4. Annales des Sciences naturelles; 57 vols. en 3 séries. La parte botánica está redactada por A. Brongniart i J. Decaisne, i adornada con buenas láminas. El tomo 25 tiene Observations sur quelques plan- tes du Chili, por A. de Jussieu; en los volúmenes 4 i 7 de la 2.^ série hai estractos de cartas sobre las plantas de Chile por don Claudio Gay; i en el tomo 21 (1830) salen datos de Bertero sobre la Isla de Juan Fernández. Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 215 5. A^'kiv fór Botanic. Upsala. 6. Asa Cray. — United States exploring expedition, com. Wilkes. Botany, 1854. Texto i atlas. 7. Baillon. — Histoire des Plantes, 13 vols. con lám. intercal. Botánica sistemática. 8. BasCUÑan, a. — La Palma de Chile. Boletin de Agricultura. Santia- go, 20 (1889). 9. Bentiiam. — Flora Australiensis, 7 vols. 10. Bentham i Hooker, J. D. — Genera Plantarum, 3 vols. 11. Berichte der deutschen botanischen Gesellschaft. Obra importantísima, con láminas. El Dr. Philippi trata de algunos jéneros como Epipe- trum, Solarla i Lenzia, en el vol. 7 (1889), p. 115; i el Dr. Reichej de los jéneros Gomortega i Calandrinia vols. 4 i 15 (1896 i 1897). 12. Bertero i Colla. — Plantae rariores; i vol. adornado con láminas de varias especies chilenas. 13. Bihang till KongL Svenska Vet. Acad. 14. Botanisches Centralblatt. Organo de la asociación internacional de botanistas; 1 10 vols. 15. Botanischer Jahresbericht. Repertorio Universal de literatura botáni- ca i sistemática, dirijida por el Dr. Fedde i otros; 72 vols. desde 1873 a 191 1. Berlín. 16. Botanical Magazine, editado por Curtís, con trabajos descriptivos de W. J. Hooker. Tenemos 9 vols. con láminas en colores; años 1827 a 1836. Necesitamos completar esta obra valiosa, / pues describe • numerosas plantas de nuestro pais. 17. Botanische Zeitung, editada por Mohl, de Bary, Kraus, etc.; ii vols. con láminas {1874-84). 18. Bougainville ET Commerson. — Viaje por Magallanes. 19. Brongniart, a. — Voyage de la Coquille en 1822 a 1825, Capitán Du- perrey. Botánica fanerogámica; texto i atlas. Figuran varias gramí- neas, ciperáceas, santaláceas, etc., de Chile. 20. Buchenau, F. — Sobre el jénero Tropaeoluin i una nueva juncácea de Patagonia, Botan. Jahrbücher (Engler) 15 i 22 (1893-97), i Berichte der detsch. bot. Gesell. 19 (1901), respectivamente. 21. Bulletin de V Académie International de Botanique de Le Mans. Sec. Dr. H. Léveillé. 22. Bulletin of the Torrey Botanical Club. Excelente obra editada en Nueva York. En el tomo 32 (1905) el señor Hastings G. T. publicó 2i6 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Observations of the Flora of central Chile. Tenemos solo ii vols. con magníficas láminas. 23. Cavanilles, A. J. — Icones plantariim et descriptiones; 6 tomos con numerosas láminas. Contiene descripciones de plantas chilenas co- lectadas por el viajero Luis Née i otros. 24. Chamisso, a. de. — Describe algunas especies de Chile en unión con Schlechtendal, en la obra botánica Linnaea. 25. Contvibutions from the U. S. National Herbarium of Washington. Tiene estudios interesantes sobre gramíneas i otras plantas. 26. COOK. — Viaje por el pacífico austral (1772-75). Sus compañeros botá- nicos Forster J. i G. describieron unas treinta especies chilenas co- lectadas en el paso por las islas australes i Magallanes. 27. Dalla Torre et Harms. — Genera Siphonoganiartun, 1907. Indica 280 familias de las plantas fanerógamas. 28. DeCandolle Aug. P., Alphonso 1 Casimir. — Prodro^nus Systematis Naturalis regni vegetabilis; 17 tomos. Monographie Phanerogania- rum, 10 tomos; en el vol. VI trata las Andropogóneas el Dr. Hac- kel, i en el IX salen las Bromeliáceas por el Sr. Carolo Mez. Géogra- phie Botaniqiie raisonnée. Paris, 1855. El Ovighie des Plantes Cul- tivées. Paris 1883. Organographie et Physiologie végétale. Nouvelles recherches sm le type sauvage de la pomme de terre. 29. Delessert. — Icones Selectae, 5 vols. 30. Desvaux. — Algunas ciperáceas i gramíneas en la obra de Gay. 31. Don, D. — Descriptions of the new genera and species of compositaea. Transactions of Linn. Soc. 15 (1830). 32. Dumont d’Urville. — Voyage de r Astrolabe. Botánica fanerogámica por Richard; 2 vols. i i atlas. Paris 1832. 33. Sur la flore des lies Malouines. Ann. des scien. naturelles. Duperrev. — Voyage de la Coquille; 1. c. núm. 19. 34. DusÉN, P. — Sobre la flora de Magallanes; varios trabajos monográ- ficos sistemáticos, publicados en Englers Jahrb. 24 (1897), Report of the Princeton University Expedition to Patagonia 1896- 99 (1903)» i Wiss. Ergeb. d. schvved. Exped. nach. d. Mag. Lándern en 1899. 35. Endlicher. — Genera Plantaruni, 2 vols. 36. Engler, Adolpii. — Botanische Jahrbücher; 44 vols. con lám. Obra notable de sistemática i jeografía vejetal. Contiene varios trabajos del Dr. Reiche referentes a la flora chilena. Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 217 Engler UND Prantl. — Die Natürlíche Pjianzen fmnilien (Las fami- lias naturales de las plantas). Hasta 1908, Rejistro jeneral de la IV parte, ii vols. Esta obra es fundamental para los estudios sistemá- ticos; las familias salen por orden natural i han sido tratadas por botánicos especialistas. 37. Espinoza, Marcial. — Flora primaveral de Ancud; Revista Chilena de Hist. Nat., 9 {1905). 38. Expédition Antarctique belge, Resultats du voyage de la Bélgica en * 1897-99. Botanique; les phanérogames des terres magellaniques par E. de Wildeman, 39. Fedde, F. — Botanischer Jahresbericht. Repertorio de literatura botá- nica i sistemática de todas partes del mundo. Desde 1873-1911; te- nemos 72 vols. 40 Repertorium novarum specierum regni vegetabilis; varios tomos. 4 1 . FeuíLLÉE. — Journal des obseruations physiques, mathém. el botanique s . Figuran datos sobre algunas plantas chilenas. 42. Flora oder Allge7neine botanische zeitung; varios tomos i recibimos entregas. 43. Fuentes, F. — Reseña Botánica sobre la isla de Pascua, 1913. Boletin del Museo Nacional (Chile), V nüm. 2. 44. Gallesio. — Pomona Italiana; 3 vols. tenemos de esta obra intere- sante por las ricas láminas en colores. Necesitamos completar la co- lección. 45. Gartenjiora, redactada por el Dr. Regel i otros. Tenemos 26 vols. (1864-89); buenas láminas. En los vols. 31, 32, 33 i 38 (1882-89) Dr. Philippi trata algunas plantas chilenas como Oxalis tuberosa, Mutisia, Habranthus i Opuntia; i de algunas escursiones del Dr. i de don Federico Philippi, como los viajes a Tarapacá, Atacama, Araucanía i a Colina. 46. Gaudichaud, Ch. — Voyage autour du Monde sur les corvettes TU- ranie et la Physicienne, com. Freycinet. Botanique. Paris, 1826. Texto i atlas. 47. Gay, Cl. — Historia Física i Política de Chile. La parte botánica ocu- pa 8 tomos (1845-1852) i el Atlas con láminas coloreadas; los 6 pri- meros tratan de las fanerógamas. En la esposicion no figuran las familias según sus relaciones naturales como se procede en las obras botánicas mas modernas. Pero esta obra describe por espe- cialistas mas de 3,000 especies de Chile. Sirve, pues, de base para 2I8 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL • la revisión de nuestra flora. En los primeros 5 tomos hai índice de jéneros. Id. — Cartas de Gay a Brongniart. Aparecen extractos de estas comu- nicaciones sobre la flora i jeografía vejetal de Chile en los Ann. sciens. nat. 2.^ sér. Bot. 4. (1835) i 7 (1837). 48. Geological Survey of California. Botany by Watson. 49. Gillis, J. — The U. S. astronoinical expedition to the soiiihern hemis- phere, 1849-52. Vol. I Chile. Washington, 1855. Un estracto de este libro apareció en los Anal. Univ. Chile, 16 (1859). Da noticias* so- bre la vejetacion de la alta cordillera del pais. 50. Graham, M. — Journal of a residence in Chile during 1822 and a vo- yage ftom Chile to Brazil, 1823, London 1824. Tiene detalles sobre la flora del continente i de la isla de Juan Fernández. 51. Grisebach, a. — Publicó observaciones sistemáticas sobre las prime- ras plantas colectadas en Chile por Philippi i Lechler, También so- bre las plantas coleccionadas por el Dr. Lorentz en la Arjentina; en la revista Abhandl. d. Kgl. Gesellsch. d. Wissensch. Gottingen 1854. 52. Id. — Vegetation der Erde. 53. Haberle, E. — Contribución al estudio químico del Natri, Solanum tomatillo, Santiago, 1897. 54. Hackel,*E. — Zwei neue Gráser aus Chile. Osterr. Bot. Zeitschr. 1904. 55. Hariot, P. — Liste des plantes vasculaires observées dans le détroit de Magellan et á la Terre de Feu. Bulletin soc. bot. de France 1884 Núm. 3. 56. Id. — Liste des phanérogames et cryptogames vasculaires recoltées á la Terre de Feu par Willems et Rousson, (i 890-91). Journ. de Bot., 14.0 an, núm. 5 (1900). 57. Hartwicii, C. — Mitteilungeri aus der p liar maceutischenAbteilung des eidgen'óssischeii Polytechnikums in Zürich (Chagual-Gummi, Oxalis rosea, Acaena splendens, Gunnera). Zeitschr. d. allgem. Osterreich. Apotheker-Vereins 1896. 58. Hastings, G. T. — ‘Observations of the Flora of central Chile (Santia- go); Bull. Torrey Bot. Club, 32 (1905) p. 615-623. - 59. Harvev and SoüNDER. — Flora Capensis; 4 vols. 60. Hemslev. — Report of the scient. results of the Fxpl. Voy. H. M. Cha- llenger. Obra mui notable por los datos sobre las floras insulares Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 219 del Pacífico, incluso el grupo Juan Fernández, San Ambrosio i San Félix. De Pascua cita 12 plantas señaladas por Endlicher. 61. Id. — The giant Bromelias of Chile. Gardeners Chron. 24 (1885). 62. Hicken, C. — Chloris Platensis Argentina i otras publicaciones en las cuales figuran algunas especies de plantas arjentinas que viven en común con las de Chile. 63. Hooker, W. J. — Botanical Mis ce llany, con láminas en colores; 3 vols. En el I (1830) aparecen especies chilenas colectadas por el Doctor Gillies; como Colletias, Verbenas, Cruciferas i Umbelíferas. 64. Id. — The Journal of Botany, 8 vols. En el II (1840) hai un estudio so- bre nuestros robles del sur. 65. Id. — Lond. Journ. of Botany; figuran otras plantas chilenas descritas por el eminente botánico ingles. 66. Hooker, J. D. and Arnot, G. A. W. — Botany of the Beechefs Vo- yage. Contiene también varias especies de Chile i de algunas islas de la Oceanía. 67. Hooker, W. J. — Botanical Magazine e Ico?ies Plantarum; en estos libros citados, Hooker padre, describió varias plantas chilenas. 68. Hooker, J. D. — (Hooker hijo): Handbook of the New Zealand Flora; excelente libro para ayudarse en la clasificación de plantas de las islas de la Oceanía. 69. Id. — Flora Antárctica, testo i atlas. En The Antarctique voyage of the H. M. ships Erebus and Terror 1839-43. Com. J. Ross. 70. Hümboldt, a., Bonpland i Kunth. — Synopsis Plantarum Aequi- noctialium orbis novi; 4 vols i el Atlas. 71. JaCKSON. — Index Ketuensis; 5 vols. con el suplemento. 72. JOHOW, F. — Flora de Juan Fernández. El estudio mas completo que se ha publicado sobre estas interesantes islas. Ademas ha publica- do el Dr. Johow varios otros trabajos sobre biolojía, en la revista de la Sociedad Científica Alemana de Chile i en la de la Academia de Ciencias de Berlin. 73. loiva Geological Survey (Peport); con láminas de gramíneas i estu- dios botánicos diversos. 74. JüSSiEU, A. DE. — Observations sur quelques plantes du Chili. Ann. scien. nat. vol. 25. 75. King. — The flora of Chile. Experiments with chilian seeds potatoes. Trans. and Proceed. of the nat. hist. soc. of Glasgow (1883 a 1879). 220 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 76. KüKENTHAL, G. — Sobre los jéneros Carex i Uncinia de Sud-América; en Englers Jahrb. 27 i B. C. 82 (1900) 77. KóiilerS. — Medizinal Pjianzen; 3 vols. con lám. en colores. Figuran algunas plantas medicinales de Chile. 78. Kunth, S. — Enmneratio Plantarum; 5 vols. i un suplem. Obra impor- tante con algunas láminas de gramíneas, etc. 79. Id. Revisión des Graminées. Testo i atlas. 80. Lamarck ET Poiret. — Encyclopédie méthodique de Botanique: 20 vols., algunos con planchas. 81. Lavergne, G. — Varios trabajos sobre patolojía vejetal en el Boletín de la soc. nac. de Agricul. (1899); en las Act. de la soc. scient. du Chili II (1904), i en la Revista chil. de hist. nat. 6 (1902). 82. Lechler, W. — Berberides Americae aust7'alis. Stuttgartiae 1857. 83. LemÉtayer, P. — Valeur alimentaire des feuilles de Maytenus boaria. Act. de la soc. scient. du Chili, 3 (1893). 84. LÉVEILLÉ H. — -Oenotheracées chilieimes, Le Monde des plantes, 89 (1897). 85. Leyrold, F. — Fscribió sobre nuestras violetas i otras plantas en los Anal. Univ. Chile, vol. 16 (1859), 23 (1863) i 26 (1865). 86. Linnaea botánica. Journal fiir die Botanik, dirijida por Schlechtendal i Garcke, Berlín. Desde 1826 a 1874, 38 vols., varios con lám. en colores. F1 Dr. Philippi publicó un gran número de especies chile- nas en esta importante obra. Nos faltan los vols. de los años 1874 a 1882. 87. Malpighia. Resegiia niensil di Botánica, dirijida por el Dr. L. Busca- lioni, Catania. 88. Martin, C. — Ha escrito en aleman sobre jeografía vejetal de nuestras provincias australes en las actas de la Sociedad Científica Alemana de Chile, 3 (1898) i 4 (1899), i periódico de fisiografía Peter- nians Mitteilungen, cuaderno 12 (1878), 5 (1880), i ii a 18 (1901). 89. Martius. — Plora Brasiliensis. Obra monumental con la cooperación de botánicos especialistas. Tenemos 60 fascículos; necesitamos com- pletar la colección. 90. Meigen, F. — Publicó un estudio sobre flora i biolojía vejetal de los alrededores de Santiago a Aconcagua, desde la costa a la alta cor- dillera, en la obra de Fngler Botan. Jahresbücher, 17 (1893) i 18 (1894). Fuentes. — reseña botánica (fanekogamia) 2 21 91. Meyen, F. — Reise uin die Erde (1830-32). Contiene algunos datos so- bre la flora de la cordillera alta de Colchagua, Tarapacá, etc. 92. Miers, J. — Contributions to Botany Icono graphica and descviptive; 3 vols. con lám. Figuran varias especies de plantas que colectó en Chile a mediados del siglo pasado. Aparecen algunas de estas plan, tas también en la Revista inglesa Transad. Linn. soc., años de 1841, 1864 i 1869. 93. Miller. — Gardners Dictionary; 5 vols. con láminas en colores mui buenas. 94. Missouri Botanical Carden Reports; 12 vols. 95. Molina, I. — Saggio sulla storia naturale del Chili. Bolonia 1782. 96. MurillO, a. — Plantes medicinales du Chili. Expos. univ. de Paris, 1889, 97. Nees. — Describió algunas plantas chilenas monocotilas coleccionadas por Meyen. 98. Neger, F. W. — Publicó varios artículos botánicos en el pais i el es- tranjero, especialmente sobre criptógamas (hongos). En los Anal, de la Univ. Chile, tomos 91 (1895), 98 (1897), i 103 (1899) figuran res- pectivamente los siguientes trabajos: Sobre parasitismo, Flora de los alrededores de Concepción, i Observaciones botánicas en la cordillera de Villarrica. 99. Id. — PJlanzengeographisches aus deyi südlichen Anden 7ind Patagonien. Englers Jahrb. 28(1901). 100. Id. — Sobre la hoja del boldo; Revista chil. de hist. nat. VI (1902). 101. Notulae Systematicae; revista mensual del Museo de Paris. 102. Notisblatt des K'óngl. Bot. Garlen u. Mus. Berlin. 103. Pax, P". — Verbreitung der Südamerikanischen Caryophyllaceen, En- glers Jahrb. 18(1894). 104. Pfeiefer. — Nomenclátor Botanicus; vol. 105. Philippi, F. — Catalogas plantarum vascular ium chilensium, i Escur- sion botánica en Valdivia, etc.; Anal. Univ. Chile, tomos 59 (1881) i 27 (1865), respectivamente. 106. Id. — Ve getation of Coquimbo. Journ. of Botany. 21 (1883). Menciona las plantas de los Baños del Toro, Vicuña, Frai Jorje, etc. 107. Id. — A visit to the northernmost forest of Chile. Journ. of Botany, 22 (1884). Id. — Escursiones a Tarapacá, Atacarna, Matanzas i otras, se publi- caron en la Revista de la Sociedad Científica Alemana de Chile. 222 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 108. Philippi, R. a. — Como unos 8o trabajos entre monografías, rela- ciones de viaje, observaciones botánicas, flórulas, descripciones de plantas nuevas de Chile, comentarios estadísticos, críticos i compa- rativos sobre nuestra flora i la de otras rejiones, aparecen publica- dos en español en los AnaL Uriiv, i del Museo Nacional de Chile; i en aleman escribió en varias obras citadas anteriormente, como Bo- tanische Zeitung, Garlen Flora, Linnaea, Peter^nanns Mitteilungen i la Revista de la Soc. Cient. Alemana de Chile. Para examinar el detalle de las publicaciones del Dr. Philippi, puede consultarse la obra del Dr. Reiche, Griindzuge der PJlanzen- verbreitung in Chile, pájs. 38-40; o también la biografía del señor Philippi por el mismo botanista, en la obra alemana Berichte der deutschen bol. Gesellschaft, 22 (1904), pájs. 68-83. Berlin, 1905. Ahí se da una lista de 96 publicaciones del Dr. Philippi. Ademas, puede servir para dicho exámen la biografía del mismo sabio, escrita en Santiago por don Bernardo Gotschlich en 1904. 109. Planchón, G. ET Collin, E. — Les drogues simples d' origine végé- tale; 2 tomos. 110. POEPPIG, E. UND Endlicher. — Nova genera el spe des Plantarum; 3 vol. con muchas láminas. Se publican plantas chilenas, peruanas i de la tierra amazónica. Leipzig, 1835 i 45. 111. Id. — Viajes en Chile, Perú i Rio Amazonas. Esta excelente obra se publicó en Leipzig en 1835. Contiene detalles importantes sobre las fanerógamas nuestras que observó desde que tocó en Valparaíso en 1827. 112. PORTER, C. E. — Ha publicado el señor Porter varios trabajos de di- versos autores, como Neger, Reiche i Lavergne en la «Revista Chi- lena de Historia Natural». Una Contribución a la jiora fanerogámica de Valparaíso, i notas biográñcas sobre don Claudio Gay, aparecen escritas por el colega Porter en los tomos I (1897) i VI (1902). 113. Prese, K. B. — Reliquiae Haenkeanae. Praga, 1830-36. Junto con el botánico Bartling de Gottinga, publicaron en esta obra muchas plan- tas de Chile i las colectadas por Haenke en la América meridional, Méjico i algunas islas del Pacífico. 114. The Princeton University Expediiions lo Pa fagonia Report, en i8g6- i8gg. Boiany by George Macloskie; 4 vol., láminas en colores. Consulta detalles importantes sobre la flora patagónica i sobre biblio- Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 223 grafía e historia botánica de esta rejion, tan visitada por los sabios de diferentes naciones. 1 1 5. Reiche, K. — Unos 30 trabajos botánicos se rejistran en la biblio- grafía de la flora chilena que este mismo autor publicó en su impor- tante libro citado, Grundzüge des PJianzenverbreitung in Chile, Leipzig, 1907. Ya hemos mencionado su Flora de Chile, de la cual han salido 5 volúmenes i dos cuadernos separados con las Orquídeas (1910) i las Escrofulariáceas-Quenopodiáceas (191 1). En español escribió también para los Anal. U71ÍV. i del Museo Nacional de Chile i otras Revistas del pais, sobre las malezas, los productos indíjenas chilenos, vejetacion de la Isla de la Mocha i otras rejiones, i sobre la distribución de nuestras Compuestas. La Sociedad Científica Alemana (Chile) publicó los estudios del Dr. Reiche sobre jéneros monotípicos chilenos, los robles, plantas en cojin i las Coniferas. En la obra alemana de EnGLER Botanische Jahresbücher se encuen- tranvarios de los trabajos de investigación de este botanista, como esploraciones por las cordilleras de Curicó, Linares, Chillan i Na- huelbuta; i sobre sistemática de algunas familias, jéneros i especies, V. gr. las Violas, Oxalis, Azara, Lenzia, Umbelíferas i Calycera. En otra obra alemana, Bei'ichte der deutsch bot. Gesellschaft, el Dr. Reiche publicó trabajos sobre las calandrinias chilenas, la Go- moriega nítida i una biografía del Dr. Philippi. Sin duda que la mejor obra del Dr. Reiche es laque hemos indica- do varias veces i que desgraciadamente no ha sido traducida del aleman: Grundzüge des Pflanzenverbreitung in Chile. He aquí el plan de esta obra de jeografía botánica de Chile, con 55 figuras en el texto, 33 vistas fotográficas, 2 mapas i un total de 382 pájinas: historia de la botánica en Chile; jeografía física; familias i formaciones vejetales; división de Chile en provincias i departamen- tos florales; relación entre la flora chilena i la de otros paises; esta- dística vejetal en Chile; plantas útiles i flora advena. 1 16. Remy, J. — Observations iné dites sur les Composées de la flore du Chili. Annal. de scien. nat., 3.^ sér. 12 (1849). 117. Rivera, M. J. — Empolvaramiento de algunas Loasas. Santiago, 1899. 118. Id. — Sobre la vejetacion de la cordillera de la costa de Curicó. Act. soc. scient. du Chili, 12 (1903). 224 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 119. Rose, Eaton i otros. — Liste of plants collected by the U. S, S. Alba- tross in iSSj-gi, along the western coast of America. Contribut. from the U. S. Nat. Herb. i ñúm. 5. Washington, 1892. 120. Ruiz, H. I Pavón, J. — Flora peruviana et chilensis, 4 vol. con lam. Ma- drid, 1790-1802. Un gran número de plantas de Chile fueron des- critas por estos botánicos después que visitaron el centro de nuestro pais i el Perú. 121. Rümphii. — Herbarium Amboinense., 6 vol. con numerosas láminas. Es- ta obra del siglo antepasado es mui escasa i de importancia para la investigación sistemática de las plantas de la Oceanía austral. 122. Rusby, H. — An enumeration of the plants collected by Dr. Rusby in South- America. Bull. of the Torrey Bot. Club 18-19. 123. Sachs, JüLlUS. — Pflanzen — Physiologie. 'Leipñg, 1887. 124. SCHLECHTENDAL, D. — Plantae Lechlerianae. Linnaea 28 (1856). 125. SiERRALTA. — Fabiana imbricata (Medicina). Anal. Univ. Santiago, 69(1886). 126. Skottsberg, C. — Feuerlandischer Blutten. Wiss. Ergerb. d. schwed. Südpolar-Expedition, 1901-1903, IV, 2. 127. SOEHRENS, J. — Opuntia tunicata Lk. et Otto, Cereus Coquimbanus, Monatsschr. f. Kakteenkunde lO (1900). 128. Spegazzint, C. — Plajitae per Fuegiam collectae. Anal. Mus. Nac. Bue- nos Aires, 5 (1896). 129. StrasbuRGER, Sciienck, Sciiimper U. Noel. — Lehrbuch der Bota- nik für Hochschulen. Jena, 1895. Este excelente testo de botánica moderna puede servir como obra de consulta para los profesores i aficionados a los estudios de botánica jeneral. Está ilustrada con buenas láminas i comprende cuatro capítulos: morfolojía, histolojía, fanerogamia i criptogamia. 130. Taubert, P. — Revisión der Gattung Griselinia. Englers Jahrb. 16 (1893). 13 1. The University of California. The Silvia of Calif. WiLLlS L. Jepson, 1910. 132. Vellozo. — Flora Flimiinensis: ii vols. de Atlas. 133. Walpers. — Annales Botanicus Systematicae, 7 vol. 134. Walpers. — Repertorium Botanicus Systematicae, 6 vol. 135. Weddell, H. a. — Chloris andina. Paris, 1857. Esta obra en 2 tomos con buenas láminas, es indispensable para los estudios sistemáticos Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia) 225 de muchísimas de nuestras plantas de la alta cordillera; sobre todo para establecer la comparación de la flora chilena con la de los paises vecinos. El Dr. Weddell formó parte de la espedicion del conde F. de Castelnau, que recorrió las rejiones centrales de la América del Sur en los años 1843 a 47. <\> 15 22Ó BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE PLANTAS CRIPTÓGAMAS Santiago, Marzo ig de igirf.. Señor Director: Tengo el honor de informar a Ud. sobre la Sección de mi cargo du- rante el año 1913. Me ocupé en arreglar en cartones i cajas los heléchos traídos de Pas- cua en 191 1 i los chilenos del continente i de Juan Fernández, pertenecientes al jénero Blechnum, quedando así mui convenientes para su manejo rápido en consultas. Determiné algunas plantas sin nombre existentes en la Sección i unas Criptógamas que trajo de Cañete el señor A. NOVILLO. He continuado incrementando las colecciones, trayendo de Concep- ción, loyos i ejemplares de Usnea; de Peñaflor, equisetos; de Villa Alegre, liqúenes i hongos; de Chiñibue, gastromicetes, liqúenes i algas; de Talagan- te, una especie de Cladophora; de San Antonio, una alga marina verde i de la Quinta Normal algas verdes i hongos. Del Japón recibí, en canje, por intermedio de la Sección chilena de Bosques, una colección de 20 especies de hongos forestales clasificados i cstoi preparando los ejemplares criptogámicos chilenos que, por dicho en- vío, hai que remitir al profesor A. Yasuda de aquel pais. El señor C. Camacho obsequió un ejemplar de Myeenastrum Corium (Guers). Desv. El señor A. BenÍTEZ S. obsequió ejemplares de dihueñes (Cyttaria sp.) El señor B. TagLE obsequió una Agaricácea. El señor C. E. PORTER obsequió seis especies de musgos chilenos cla- sificados. M. R. Espinosa B. — plantas criptógamas 227 Para el arreglo conveniente de la Sección, es de necesidad el material «que tuve el agrado de indicar a Ud. en mi informe de 1913. Doi a continuación algunos datos sobre lo que ha sido la Sección i so- bre las personas que se han ocupado en escribir artículos i obras referen- tes a la criptogamia chilena; indico las obras que han escrito i menciono ademas ciertas obras en que figuran algunos datos sobre dichas plantas. La Sección de Plantas Criptógamas data del año 191 1 (Octubre), épo- ca en la cual se separó de la Sección de Plantas Fanerógamas, siendo el • que suscribe, nombrado para hacerse cargo de ella. Desde aquella fecha dos trabajos se han dirijido principalmente al arreglo sistemático de las co- decciones, a aumentarlas i completarlas para facilitar, en lo posible, los tra- 'bajos que sobre estas plantas se inicien. Se ha instalado la Sección en el sur de los altos del Museo. He aquí los trabajos sobre criptogamia chilena: Berkeley. — On an edible Fungus froin Tierra del Fuego an allied chilian species. Linn. Transact. 19, p. 37. Tab IV. Bertero C. — Lista de las plantas observadas por Bert. en 1828. El Mer- curio de Chile, Julio de 1828, N.o IV i Julio de 1829, N.° XVI. Besciierelle ET MasSALONGO. — Hepaticae novae americayiae-australes , Bull. Soc. Linn. 1876, p. 626. Id. — Hép atiques. Mission scienti fique du Cap. Horn.., 1882-1883. — Paris, 1889, pp. 201-252. Besciierelle, E. — Mousses. Id., pp. 253-312. BorGE, o. — Süssiaasser-Algen aus Südpatagonien. Bihang till Svensk. Acad. Handling. 27, afd. 3., (1901) N.® 10. Mmes BOMMER ET M. ROUSSEAU. — Cliampignons . Exped. antarct. belge. Résultats du Voyage du S. I. Bélgica en 1897-98-99. Anvers, 1905. Brackenridge, W. D. — Filices, Hidropterides and Licopodiaceae. United States Exploring Exped. during the years, 1838-1842. Philadelphia, 1854. Bresadola, J. — Hymenomycetes fuegiani a Dusen, Nordenskj'óld lecti. Wiss. Ergeb. d. schwed. Exped. nach d Magell. Lándern, 1895-1897. Band III. Brotherus, V. F. — Pleurorthotrichum, eine yieue Laubmoosgattung aus Chile. Ofvers af Finska Vetenskaps-Soc. Fórhandl. 47, (1904 1905), N.o 15. 228 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Bubak, F. — Einige nene und bekannte ausserem opaische Pilze. Osterr. bot. Zeitsch. 50, N.o 9, Sept. 1900, pp. 318-320. Cardot, M. J. — Note préliminaire sur les motisses recueillies par Uexpe- dition antarctique belge. — Revue byologique, 1900, N.o 3, pp. 38- 46. También en Rev. Chil. Hist. Nat. 4, (1900), pp. 104-106. Id. — Mousses et coupe dPeil sur la flore bryologique des Terres Magella- ñiques. Exped. antarct. belge. Résult. du Voyage du S. I. Bélgica en 1897-98-99. Anvers, 1901. Id, — Note préliminaire sur les mousses recueillies par V exped. antarct.. suédoise. Bull. Herb. Boissier, 2, séries 5, (1905), pp. 997-1011. Castillo, L. i J. 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I por último indicaré la obra de EnGLER A. UND Prantl, K., Die na- iürlichen Pflanzenfamilien en la cual se encuentran datos sobre criptóga- mas chilenas. Saluda mui atentamente a Ud. Marcial R. Espinosa Bustos. Jefe de la Sección de Plantas Criptógamas. BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 2^.6 INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE PLANTAS DAÑINAS Sajiiiago, Marzo de Señor Director: La Sección que tengo a mi cargo es de reciente creación. Como se sabe, toda planta que aparece donde no se necesita es considerada como maleza i algunas, son mas perjudiciales que otras. L"n tallo de cebada en un campo de avena es una maleza con relación a lo que se ha sembrado al último; pero un cardo es siempre una maleza. Por esto estas malas yerbas se clasifican en malezas relativas i malezas absolutas. Obedeciendo a la necesidad de estudiar i clasificar las malezas de nuestro pais, se ha creado esta Sección. Para satisfacer al público i a la enseñanza de la Botánica aplicada, se exhibirá una colección típica de las plantas dañinas, dando a conocer en cada caso ios medios empleados para evitar su propagación. Ademas de las malezas fanerógamas, la Sección se dedicará al estudio de las enfermedades de oríjen criptogáiuico, tales como la Alternarla so- lani de la papa, la cloca (Exoascus deformans) del durazno, i otras que se están haciendo tan comunes i causando no pocos daños a nuestra agricul- tura. Después de esta pequeña introducción, paso a dar cuenta a usted, señor Director, de la marcha que ha seguido la Sección a mi cargo. ]\Ie he ocupado en preparar, para esponer al público, una serie de plantas que son conceptuadas como dañinas. Las he disecado cuidadosa- mente i arreglado en cajas, en las que se ha colocado una leyenda corta en que se esplica, en términos fáciles i ajenos de tecnicismos, todo lo que con la planta se relaciona. Por el poco material de que dispone esta Sec* R. Sánchez. — plantas dañinas 237 cion, no me ha sido posible aumentar, tanto como yo habria deseado, el número de estas cajas; espero que en este año se podrá completar dicho trabajo, que está llamado a prestar tan buenos servicios a los visitantes del Museo. Muestra de las cajas con preparados de plantas dañinas Entre los obsequios que se han hecho a esta Sección mencionaré uno del señor Francisco Bórquez, de Dalcahue, consistente en un helécho que vulgarmente lo llaman «Pallantef> i que es el Hymenophillium sp. Esta planta tiene fama, en ese pueblo, como calmante a los dolores del estómago. El señor José Navarro ha obsequiado varios ejemplares de «pasto quila» gramínea de la subfamilia Agrostídeas, perjudicial en los sembrados de Chiloé. El señor Cárlos Silva F. cedió a esta Sección varias matas de papas atacadas por el hongo Alternarla solani. 238 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL El señor Cárlos Porter ha obsequiado a la biblioteca de la Sección al- gunos folletos i revistas. De acuerdo con el Jefe de la Sección de Plantas Fanerógamas, he re- visado gran parte de los herbarios repetidos i he separado de ellos las ma- lezas i plantas dañinas; en este año se terminará este trabajo. Son muchas las consultas que ha contestado esta Sección sobre cla- sificación de malezas enviadas por varios Agrónomos Rejionales. Para satisfacer cumplidamente dichas consultas, he encontrado la mejor coope- ración i buena voluntad del señor Francisco Fuentes M., Jefe de Faneró- gamas. Entre esas numerosas comunicaciones, podemos recordar las princi- pales que son: Una sobre el Jeranium corecore, St., de la familia Jeraniá- •ceas, i las restantes, la Atriplex coquimbana, Ph., de la familia Quenopo- diáceas; la Stellaria sp. de la familia Cariofiláceas; la Verónica tournefortii, Gmd., de la familia Escrofulariáceas; la Quenopodium múrale, L., de la familia Quenopodiáceas; el Mesembrantium cristalium de la familia Mesem- brantiáceas. Entre las consultas hechas por el público, podemos mencionar la del señor Zacarías Atienza sobre la cloca, enfermedad del durazno, la que se contestó dando detalles de ella e indicando la manera precisa de comba- tirla. Respecto al material i a los libros que son indispensables para esta sección, i que ya hice presente en mi última memoria, nada he podido ob- tener, debido a la falta de dinero con que se tropieza siempre, por ser tan insignificante la cantidad que se consulta en el presupuesto del Museo. El inventario de la Sección se ha enriquecido también con la cesión, que el Jefe de la Sección Vertebrados, hizo de un microscopio simple. Una de las pocas obras recibidas con regularidad es el Boletín Men- sual de Informaciones Agrícolas i de Patolojía Vejetal, que se edita en Roma. Es de suma importancia la adquisición de un buen microscopio para las observaciones de las enfermedades criptogámicas. Me permito señalar a Ud. las obras que mas falta hacen en esta Sec- ción i que, junto con las que se indicaron en la memoria última, son de imprescindible necesidad: Eegault, a. — Maladies cryptogamiques des pla7ites agricoles. R. Sánchez. — plantas dañinas 239 DumÉE, Paul. — Nouvel atlas de poche de Champignon comestibles et ve^ néneux. París, 1911-1912. M. Alpine D. — Handbook of fungas diseases of the Patato in Australia and their treatment. Melbourne, 1911. Baillon, H. — Traité de botanique medicale phanerogamique . Crooke, M. C. — Microscopic fungi. Montemartini, E. — Note di fisiopatolojia vejetal. SwiNGLE, W. T. — The grain smuts: their cause and prevention. Bergevin, E. de. — Partitions anormales du racine ch. l. fougeres. Comes, O. — Le crittogame paras site de lia Piante Agrario. André, E. — Parasite se et nialadie de la Vigne. Yesques, J. — Traité de Botanique agricole et industrielle. Briosi e Cavara. — Ftmgi parass. d. Piante coltiv. ad utili essicc. delin. edeser. Blaringhen. L, — Id hérédité des maladies des plantes ele mendélisme. Pa- rís, 1912. Id. — Note préliminaire sur V hérédité des maladies cryptogames des quel- ques especes. París, 1912. Id. — Cultures experimentales des anomalies hereditaires du mais de Pen- silvania. París, 1912. Girard, H. — Aide memoire de botanique. Erikson, J. — Origin etpropagation de la rouillev des cereales par la semence. Barrer, C. A. — Studies in root-parasitum. Bary, a. — Researches i?i to the nature of the potato fimgus. Farlow, W. G. — On a disease of olive and Orajige trees on the American Grape- Vine-mildew; List of fungi of the vicinity of Boston. Halsted, B. D. — Some fungous diseases of the síueet potato and the spinach. Kruch, o. — Le deformas dei l arni dell elce prodote dall Exoascus. Serres, Dr. José. — Las enfermedades contajiosas mas comunes al ganado, microbianas i parasitarias. SwANTON, E. W. — Fungi and how to kno7v them. Allen, Piioebe. — Garden Pests. Maiinin, a. — Les Lichens útiles. Bagnis, C. — Sulla vita e marfol. di ale. Uiedinei. La Puccinie. Mangin, L. — La cryptogamie . Christman, a. H. — Nature and deve lopment of the primary Uredospore. Crocq, J. — 5. la Haladle de la Vigne et son Champignon. Gali.oway, B. T. — Fungous Diseases of the Grape. 240 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Para terminar, debo manifestar a Ud. que es indispensable dotar a esta Sección de frascos para la colección de semillas, i de uno o dos estan- tes o muebles para la esposicion de las cajas de plantas que tengo en pre- paración. Por último, creo de mi deber hacer presente a Ud. que sobre plantas dañinas, nadie se ha ocupado hasta ahora en nuestro pais, fuera del Doc- tor señor Cárlos Reiche, que en el año 1903, publicó un estudio de algu- nas de las principales malezas que invaden los cultivos de Chile. Por lo espuesto, bien comprende, señor Director, que esta Sección tiene un ancho e inesplorado campo de desarrollo i de trabajo, i que con constancia i sin omitir esfuerzos ni sacrificios podrá aportar un valioso- continjente a la agricultura de nuestro pais. Saluda atentamente al señor Director. R. SÁNCHEZ C. R. Machado. — sección de jeolojía 241 INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE JEOLOJÍA Señor Director: En este informe anual, paso a enumerar rápidaménte los trabajos rea- lizados en la Sección de Mineralojía i Jeolojía a mi cargo, sin entrar en de- talles que se desprenden i que son inherentes a cada uno *de los trabajos ejecutados, lo que muchas veces por la concisión con que son enunciados, dejan la impresión de que ellos fluyen directamente de simples observacio- nes, cuando en realidad son el fruto de largas i pacientes investigaciones que absorben no sólo las horas de oficina dentro del Museo, sino principal- mente el tiempo que reservamos para nuestra sala particular de estudio, o bien el trabajo personal en laboratorios que cuenten con los útiles i reacti- vos necesarios o bien la consulta de obras que no se encuentran en la Bi- blioteca del Museo. Tal nos ha pasado en el estudio que desde el año anterior perseguimos tras de algunos metales raros, ya sea en arenas o en minerales. Sólo des^ pues de una larga serie de operaciones sin el menor éxito, lo que no ha sido suficiente para desanimarnos, hemos obtenido algunos resultados, como se verá en algún tiempo mas en el Boletín del Museo. Aparte de este trabajo i de atender ademas la consulta del público en’ la oficina, que como siempre ha sido abundante i variada. El personal de esta Sección ha tenido que ir ha estudiar en el terreno, en las rejiones que mas adelante detallaremos; mucho de estos reconocimientos han dado f otros a su vez darán material para publicaciones, con los datos i observa- ciones que se encuentran en nuestro poder. Entre estos viajes podemos citar varios efectuados a la rejion de Putú,. donde en Setiembre de 1911 se descubrieron aquellas famosas piedras de oro casi puro, una descripción de esto se puede ver en una publicación que 16 242 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL hicimos en la «Revista de Historia i Jeografía». Fuimos compelidos a reali- zar este nuevo reconocimiento, por haberse descubierto mui cerca del lugar ^n que se hallaron las anteriores, algunas vetas cuyo relleno se componía de minerales mui parecidos a los anteriormente encontrados, i también porque se nos mostró muchos certificados de ensayes que se decian hechos de mi- nerales de Putü, i de las vetas anteriores, los cuales acusaban mui buenas leyes industriales. Esto naturalmente nos impulsó a estudiar estas vetas, con el objeto de ver modo de encontrar el oríjen de las anteriores i ricas piedras. Desgraciadamente los resultados ha que arribamos, después de una serie de viajes que hicimos a este mineral i de muchos ensayes que hicimos hacer de minerales que nosotros mismos traíamos de la veta, los cuales nos daban leyes aceptables; pero lo curioso, es que cuando tomé precauciones Fasta el punto de no abandonar ni de dia ni de noche las muestras que per- sonalmente tomé de varias partes del laboreo, las que no me dieron ningu- na lei apreciable i casi todas ni indicios. Naturalmente desde este momen- to dejó de interesarme este trabajo; porque creo que todo esto no es mas -que una pura superchería i que pudo haberle costado mui caro, a infinida- des de personas. Viaje a Chiloé, parte Norte i Oriente, r ejiones de Manao, Pigüidp i An- ead.— Hicimos este viaje con el objeto de estudiar esos terrenos bajo el punto de vista petrolífero i poderlos comparar con algunos otros visitados en viajes anteriores i reunir así datos para la demarcación de todas aquellas formaciones que pudieran encerrar este hidro-carburo. Viaje a Salamanca i algunos puntos del interior, en donde recorrimos algunos lavaderos de oro i algunas minas de plata i cobre. Viaje a Illapel. Lo hicimos con el objeto de recojer informaciones so- bre la caida de un aereolito, fenómeno que ocurrió al principio del año 1886 i que, según noticias, debia encontrarse en un punto vecino llamado «La Cocinera» i que está situado a mas de un kilómetro al Sur de ese pueblo. De los datos recojidos se puede asegurar que el bólido ha debido caer mui distante de ese punto i aun afuera de ese estenso departamento. Esto recuerda el hecho curioso de la caida del aerolito de Febrero del presente año; que se vió caer en Valparaíso, en Santiago, al sur de la esta- ción central de los Ferrocarriles del Estado, esto mismo se siguió obser- vando mas al sur, hasta Osorno; pero lo curioso es que hasta la fecha no se R. Machado. — sección de jeolojía 243 ha podido precisar el punto de atierro; sobre esto tengo un estudio listo para su publicación. Viaje a Chillan, interior de Monte Aguila, cerca del volcan Antuco. — Hicimos este viaje con el objeto de reconocer algunos mantos de carbón ■que decian existir en gran cantidad i estension, lo que desgraciadamente no fué así. Estuvimos también en el interior de los Baños del Flaco, en unas mi- nas que se encuentran en la cordillera de Tinguiririca, naciente del rio del ■mismo nombre, en esta escursion llegamos hasta la República Arjentina. Hemos visitado algunas canteras que existen en los alrededores de Santiago, con el objeto de examinar las rocas de que se fabrican los ado- quines de esta ciudad i que se emplean en su pavimentación. Fuimos a Limache a reconocer algunos lavaderos de oro que se decia •existir con una gran abundancia de oro. La colección de rocas i minerales se ha incrementado, hasta pasar de seis mil el número de ejemplares, habiéndose catalogado las especies ingre- sadas; ademas hemos reclasificado la colección recibida el año anterior de la donación de don Francisco Echáurren, la cual en un total de 262 mues- tras ha habido que cambiar de nombre a 46, algunas de las cuales han ne- cesitado un minucioso reconocimiento, ántes de darle la clasificación defi- nitiva. Entre las muestras interesadas hai algunas de verdadero mérito, ya sea por la perfección en su cristalización o por su variedad; i otras como una de estronciano — calcita traida del cajón de Maipo, por la acción que pudiera tener sobre las aguas destinadas al consumo de esta ciudad, si se encontrara el mineral dentro del radio de captación de las nuevas obras; pues es sabido los buenos efectos fisiolójicos de aguas que contienen es- troncio en ciertas proporciones. La escasez de estantes para colocar las muestras llega a límites no previstos; estos se encuentran totalmente llenos i ha habido necesidad de colocar muestras donde se? ha podido, en la gran sala de exhibición al pú- blico i dentro de las oficinas de trabajo, llegando a veces a impedir la libre movilización dentro de ella. Por este motivo vuelvo a insistir en la urjente necesidad de fabricar muebles apropiados al objeto, en la cantidad i estilo indicados en nuestros informes anuales anteriores. Con la llegada de las obras que se mandaron a la encuadernación, perteneciente a la biblioteca de la Sección, se hace aun mas estrecho el lo- 244 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL cal de oficinas, pues la falta de estantes donde colocarlos, hacen que ocu- pen mayor espacio del que debian, aparte de la incomodidad i pérdida de. tiempo que representa el tener que consultar una obra cualquiera. Esta par- te de la Sección, como la anterior, necesita asimismo estantería apropiada^ como ya se ha dicho otras veces. El gabinete de química, necesita también materiales i reactivos asi como libros de consulta, para poder acometer con eficiencia toda clase de trabajos. Como el catálogo de minerales sube de 6,000 ejemplares, i haciéndose difícil su manejo se ha dado principio a la confección de uno nuevo, ha- biéndose adoptado el sistema de fichas individuales para cada especie. La Sección contribuyó al Congreso sobre las reservas mundiales de carbón, celebrado en Canadá en 1913, i su colaboración vió la luz íntegra,, en la obra que publicó sobre la materia el citado Congreso. Este estudia fué publicado también en el Boletín del Museo. También se publicó en el boletín, un trabajo sobre el carbón arjentino llamado Rafaelita, o carbón de oríjen de petróleo, este mismo habla sida leido en el Congreso Científico realizado en Buenos Aires en 1910, el que no habla sido publicado. Han quedado sin publicarse varios otros trabajos, por falta de espacio en el Boletin\ pero para suplir siquiera en parte esta deficiencia, se han da- do varias conferencias en la Biblioteca Nacional: sobre la rejion petrolífera i aurífera de Magallanes i una última sobre el bólido caldo a principio del presente año i que tanto ha preocupado a mucha jente que se interesaba por su paradero. También dentro de la hora de oficina se ha atendido a los estudiantes de mineralojía i jeolojía i en el año se hicieron cursos completos de estos ramos a estudiantes universitarios que lo solicitaron, así como se puso a disposición de los visitantes las colecciones de la Sección. Saluda atentamente al señor Director, S. S. S. Miguel R. Machado, Santiago, Mayo 25 de 1914. R. Machado. — mineralojía i jeolojía 245 INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE MINERALOJÍA I JEOLOJÍA Señor Director: En los párrafos que siguen paso a darle una relación lo mas suscinta posible, de lo que tenemos en la Sección de Mineralojía i Jeolojía de este Museo. ESTANTES Tenemos 16 estantes almacenes, en que únicamente la parte alta sirve para mostrar al público algunas muestras. Mts. Cada uno tiene una superficie de exhibición de 1,256 metros cua- drados, total es 20 Cada uno tiene 21 cajones, superficie total, por estante, es de... 8,085 En los 16 existe una superficie de 129,38 Doce estantes centrales en forma de mesa, con cubierta de vidrio, los que tienen un total para exhibir de 9,25 Doce vitrinas verticales tienen una superficie de 14,00 Cuatro estantes pequeños, con 4,14 Dos estantes caobas, con 1,60 Uno pequeño con 0,60 Un mueble cerrado i que tiene 30 cajones, con una superficie de 7,00 Por lo anterior se puede ver que tenemos una superficie útil de exhibición de solo 49»50 Miéntras que para guardar muestras tenemos una de 136,38 Por estos datos se notará que tenemos mui poca superficie útil para mostrar al público los minerales i rocas. También debemos añadir que por 246 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL falta de estantes nos vemos en la secesidad de estar acumulando los nuevos- materiales que nos llegan, dentro de cajones. COLECCIONES Las colecciones, tanto de elementos como de minerales i de rocas, que tenemos en este Museo, son las que siguen; muchas de estas muestras, i de un mismo mineral, se encuentran mui repetidas; si estas las hubiésemos contado, el número de muestras serian dos o tres veces el que aquí damos:; Estante núm. 182 32 muestras » » 183 • 375 de elementos i súlfuros 184 28 » escojidas. » » 185 501 » de súlfuros i cloruros » » 186 28 » escojidas » 187 504 » de óxidos metálicos » 188 30 » escojidas » » Ó\ 00 501 de silicatos » 190 30 * escojidas » » I9I 310 ■> de fosfatos, sulfatos i carbonato^ » 192 30 » escojidas » 193 411 » de carbonates i carbones » 194 24 » escojidas 195 686 » varias » » 198 131 » » » 209 123 rocas » » 210 446 » » 21 I 26 » ( escojidas » 212 • 457 » » 213 -18 » » » 214 421 » > 215 45 » » 216 424 » » 217 23 » escojidas » > 218 40 » » 219 24 » » 221 53 » de salitre » 223 .... 50 » de minerales de cobre dePotrerillo R. Machado. — mineralojía i jeolojía 247 Estantes centrales, 'Va- nos 305 rocas En la oficina 300 » » » En el estante chico, con 100 » treinta cajones 964 » Suma total 7.470 » escojidas para clasificar En lo anterior sólo hemos contado los minerales i rocas sin tomar en consideración los fósiles. LIBROS “ En cuanto a esto debemos decir que no hemos podido obtener un número exacto; porque aun no se le ha podido colocar en estantes, por carecer de estos indispensables muebles; pero su número no es en ningún caso inferior a unos mil seiscientos volúmenes. OBSERVACIONES Las necesidades que tenemos actualmente para poder trabajar con éxito, son. muchas. No tenemos un recolector de muestras, ya sean estas minerales, rocas o fósiles, el que estarla frecuentemente en el terreno; es- tos individuos son personas especiales i que se dedican solamente a esto. Ademas el gabinete de química carece casi en absoluto de todo medio de trabajo. También nos hace falta un químico especialista, para que se dedi- que solamente a investigaciones científicas. Si se pudiera conseguir algún dinero para invertirlo en lo que ya he- mos indicado; le podria casi asegurar, señor Director, que encontraríamos algunas otras fuentes de riquezas para nuestro pais i que aun se ignoran; tal como hace ya algunos años nos tocó revelarle al público de que en nuestr») subsuelo existia el petróleo, el que si aun no sale en cantidades, es debido única i esclusivamente a los hombres i no al terreno (]ue es mui bueno i que será en esto mui jeneroso. Sin mas, señor Director, lo saluda Miguel R. Machado. 248 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE PALEONTOLOJÍA Señor Director: Santiago^ 2 y de Abril de 1^14. La Sección de Paleontolojía del Museo Nacional, ha sido puesta a mi cargo por decreto supremo de 8 de Marzo de 1913; comencé los traba- jos en Abril del mismo año. Colección existente: El valioso material de que consta está repartido en distintas Salas, a saber: dos estantes grandes, centrales, en la Sala de la Sección de Jeolojía, signados con los números 224 a 251 inclusive, contiene la colección del Dr. R. A. Philippi, con numerosos ejemplares de los cinco Continentes, estando bastante bien representada la Paleontolojía chilena. El número de ejemplares guardados en estos estantas es de 18,781. En la parte superpuesta de los mismos estantes está la Colección Nogués, colo- cada por mi antecesor, el señor LuiS TORRES PINTO; no conozco el núme- ro de ejemplares de que consta. En la misma Sala, costados Oriente i Sur están los estantes números 196 a 223 inclusive, que contienen 15,728 fósiles. Hai en esta Sala un total de 34,509 ejemplares, sin contar la Colección Nogués. En la Sala Sur de los bajos, entre el Salón central i la Sección de Aves estranjeras, encuéntranse los estantes números 75 a 88 i el grupo central de esqueletos, con un total de 9,774 ejemplares. La Colección existente (no tomando en cuenta lo que fué del eminen- te jeólogo señor NOGUÉs), asciende a 44,383 ejemplares. Durante el año he colocado cuatro estantes mas en la Sala de los ba- jos, a fin de ocuparlos con los ingresos. Ajimejito por obsequios: El señor CÁRLOS E. PORTER ha obsequiado a esta Sección un precioso material paleontolójico, que sus colegas del es- B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía 249 tranjero le remitieron, para que dispusiese de él, a saber: Mr. Henri Ro- LLET, cerca de dos mil fósiles bien clasificados, del llamado «Bassin de Pa- rís»; Mr. COLLOT dieciocho ejemplares clasificados de la Cote d’Or (Francia); el señor PORTER ha obsequiado también varios trabajos impresos, recibidos del estranjero que tratan de la materia i últimamente me trajo para la Sec- ción dos obsequios mas: un conglomerado bituminoso con Helix Ramondi, incrustadas, proveniente de Pont du Chateau, Puy de Dome (Francia) con •que se fabrican ladrillos de pavimentación i asfalto de calle, i un ejemplar de Micr áster, Ag.; del cretáceo superior i terciario: parece ser Micr áster cor anguinum, Kl. El señor ISMAEL Gajardo obsequió un «caracol petrificado, encontrado •en las serranías del mineral de Caracoles en 1875», i que yo reconocí por Dactylioceras commune Sow., del lias superior. El Dr. Arturo Espina obsequió «un fósil encontrado en la Herradu- ra, Guayacan, (Coquimbo); los entendidos dicen tener mas de 2,000 años». El fósil en cuestión es Melina Gaudichaudi, D’Orbigny; encontrado también por D’Orbigny en Guayacan i en Caldera, descrito con el nombre de Perna Gaudichaudi. El Dr. R. A. Philippi, «Los fósiles terciarios i cuar- tarios de Chile», 1887, pájina 200, copia la diagnosis de D’ORBIGNY i a^re ga: «El Museo posee varios ejemplares de esta concha jigantesca, ninguno » entero. ^Habrá sido Gaudichaud (deberia haber dicho D’Orbigny!) mas » feliz ».?* El ejemplar del Dr. Espina es completo! El Dr. H. YON Ihering (véase Revista Chilena de Historia Natural, dirijida i redactada por el Prof. Carlos E. Porter, año VII, 1903, páj. 123), ha establecido para este jénero un nombre nuevo, el de Mytiloperna, tomando los caractéres de Perna americana, FORBES, por carecer de esco- tadura bisal (anal) en el borde anterior de la valva derecha i su forma es per- fectamente la de un Mytilus grande por la falta de orejuelas. Respecto a Perna Gaudichaudi, dice YON IHERING, parece pertenecer al mismo jénero Mytiloperna, en vista de la perfecta simetría de los bordes anteriores; parecen encontrarse en el cretáceo i por este lado podria calcu- larse su edad jeolójica. Trabajos hechos. — Durante el año he procurado dar término a mi tra- bajo comenzado en 1911, «Llanquihue i Valdivia», del cual hai impresas actualmente 464 pájinas i quedan 162 pájinas por imprimirse. He clasificado alrededor de 200 fósiles que no tenian etiquetas. 250 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Principié a incorporar los obsequios a la Colección i para el efecto pedí prestadas, bajo recibo, 200 cajitas de cartón a la Sección de Jeolojía. Se han contestado numerosas consultas i clasificado gran número de ejemplares fósiles i vivientes pertenecientes al P. -ANDRES HONÉ S. V. D.; jeólogo, discípulo del Prof. Weinschenk; por desgracia, el Padre HONÉ falleció en Febrero último: le debo muchas indicaciones útiles! Necesidades — A causa de la economía jeneral no se puede pensar en modernizar los estantes. De absoluta necesidad considero las siguientes adquisiciones: a) ZiTTEL, K. A., Handbuch der Palaeontologie, 5 tomos. VerlaG:: Oldenbourg. — München; precio de la última edición, 168 marcos. b) 1,500 cajas de cartón 7X5X2-3 centímetros, a $ 30 cada mil. 1,000 cajas de cartón sl^X^iXi-^S centímetros, a $ 20 cada mil. Quedo del señor Director, atento i S. S. Bernardo Gotschlich, Jefe de la Sección de Paleontolojía.. B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía 251 LA SECCION DE PALEONTOLOJÍA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE I. — Idea jeneral La Paleontolojía se ocupa de los seres que han existido en épocas jeo- lójicas anteriores a la nuestra, i que encontrarnos ahora en estado petrificado, o sean restos fósiles de animales i plantas. Esta ciencia se divide, pues, según los restos, en Paleojitolojía, (restos de plantas fósiles) i Paleozoolojia (restos de animales fósiles, distinguiéndose por antonomasia por Fósiles, los molus- cos petrificados). A la Fito i Zh¿?-paleontolojía se ha agregado también la Paleo-antro- polojía, que se ocupa del hombre primitivo. La Paleontolojía es, como ciencia independiente, la «Historia de la Creación orgánica», que estudia la colocación sistemática, modo de vivir i de desarrollo (Filojenia) del pasado orgánico i la sucesión de Faunas i Flo- ras, en los distintos períodos jeolójicos de nuestro planeta. En este sentido la Paleontolojía es una ciencia todavía nueva, que apénas principia desde tres jeneraciones atras, teniendo de común con la Paleontolojía antigua sólo el objeto (los fósiles) no el método; tomando como objeto los fósiles en sí, podemos retrotraer la Paleontolojía a tiempos bastante remotos, como los de JENÜFANES (500 a. Cr.), HerÓDOTO (450 a. Cr.), EratÓSTHENES (20a a. Cr.), Estrabon (66 a. Cr. hasta 24 de nuestra Era) i otros griegos i romanos quienes tomaban los restos fósiles como pruebas ineludibles de que el mar ha ocupado en otros tiempos partes de nuestra tierra firme actual, llegándo- se a atribuir huesos fósiles de hipopótamos a restos de una jeneracion huma- na jigante. El árabe Avicenna (980-1037) dice por primera vez que los fósiles son sólo producto^^ de la llamada vis plástica, un jérmen innato de la naturaleza, capaz de producir lo orgánico e inorgánico, pero en que solo le ha faltado la fuerza para dar vida a sus productos. 252 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Esta hipótesis i la de Alessandro DELLE Alessandri (1461-1523) de que estos restos provienen del diluvio, quedaron a firme casi esclusivamente en los siglos siguientes. Sólo algunos, que conocieron la verdadera naturaleza de las petrificaciones, opinaron en contrario como el pintor LEONARDO DA ViNCi (1452-1519) contra la vis plástica, Fracastoro (1483-1553) contraía hipótesis de la acepción jeneral, de su procedencia del diluvio. Palissy (1499-1589) disertaba públicamente sobre la projenie de los restos de animales marinos. En cambio JORJE AGRICOLA (1449-1555)! CON- RADO Gesner, quien en 1565 ya habia dibujado algunos fósiles, creian que una parte se orijinaron por la vis plástica i para otros preconizaban un oríjen orgánico. Llwyd (Luidius, 1660-1709) i Lange (Langius, 1670-1741) sostuvieron que las formas se orijinaron por medio de una brisa seminal, que se habia introducido en la tierra (aura seminalis), que en la mayoría de los casos so- lo habia producido partes de organismos como dientes, muelas, huesos, hojas, etc., pero nunca el organismo vivo. Se hicieron posteriormente mu- chas observaciones que dieron lugar a célebres polémicas; entre los pole- mistas se distinguen COLONNA (1567-1647) quien hace diferencias entre res- tos salidos de agua dulce i agua de mar; Steno (1631-86) compara los dientes fósiles de tiburón con los recientes; LiSTER (1638-1712) distingue entre res- tos de diferentes capas i construyó el primer mapa jeolójico; HOOKE (1635- 1703) nota la diferencia de fósiles antiguos con respecto al clima actual; WOODWARD (1665-1728) creyó encontrar la causa del diluvio en la erupción de un mar subterráneo; SCHEUCIIZER (1672-1733) creyó haber encontrado el esqueleto del hombre, testigo del diluvio, en uno que resultó ser de una gran salamandra, que se denominó después Andrias Scheuchzeri. Con Buffon (1707-1788) adelantó la ciencia paleontolójica, pues dió a los períodos jeolójicos un tiempo mas amplio; SOWERBY (1757-1822) acu- muló materiales de detalle, i lo mismo LamarCK (1744-1829) que dieron {)or resultado las obras definitivas de Brongniart (1801-76) i de CuviER {1769-1832), ocupando el primer lugar la obra de este último «Re- cherches sur les ossements fossiles». CuviER fundó una norma de investi- gación con la lei de la correlación de la armonía de las partes aisladas de un organismo con el todo, esplicando las diferentes revoluciones jeolójicas i el cambio, o mas bien la poca duración de las formas; AgasSIZ, Orbigny, GoldfüSS i YON SCHLOTHEIM se dedicaron a la clasificación i división de #• las especies, que mas tarde fueron catalogadas majistralmente por Bronn. Por vía de ilustración se nombran los siguientes paleontólogos que B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía 253 han contribuido a la formación de la ciencia moderna: Barrande, (fósiles del siluro, Cefalópodos, Trilobites); Benecke (formaciones del Trias); Bei- RICH (formación terciaria); CoPE (Vertebrados); Dames (Archaeopterix);^ Fraas (Vertebrados) Kayser (formación devoniana); V. KOENEN (Conchas terciarias); Marsh (Odontornithes norteamericanos); H. v. Meyer (Verte- brados); Neumayr (Ammonites); Oppel (formación jurásica); Romer (fósi- les silurianos): Sandberger (Conchas de agua dulce); WaagEN (Ammoni- tes del Jura); ZiTTEL (Esponjas i Corales); ademas los siguientes Fitopa- leontólogos: Geinitz, Goppert, Heer, Saporta, Schenk, Schimper,. Conde de Solms-Laubach, Sterzel, Stur, Weiss, Potonié. Los especialistas han multiplicado las especies, SOWERBY indicaba en 1820 i tanto sólo 752 fósiles de Inglaterra i hoi dia se conocen mas de 1 3,000. El catálogo de Bronn del año 1 849 trae 2,050 especies de plantas fó- siles (contra cerca de 72,000 vivientes) 24,300 animales fósiles (contra cerca de 100,000 vivientes), i sin embargo, esta proporción se inclina en el dia. hácia los fósiles; Barrande sólo cuenta 1,622 especies de Cefalópodos te- trabranquios de la formación siluriana, miéntras que en los mares actuales apenas viven 6; se conocen 100 especies de braquiópodos vivientes contra. 2,000 fósiles. Mui importantes son las series de fósiles propios, de cada formación i que se han denominado fósiles de guía o de reconocimiento, que nos con- ducen a través de las formaciones antiguas, mostrándonos la naturaleza del terreno que esploramos; fueron establecidos por primera vez en Inglaterra por WiLLlAM Smith en 1790 (i). (i) Obras especiales que tratan de Paleontolojía: Brongniart, Prodrome d’une His- toire des vegetaux fossiles (Paris 1828) e Histoire de vegetaux fossiles (ibid. 1828-37); Un- GER, Sylloge plantarum fossilium (Viena 1860-66): Heer, Flora fossilis Helvetiae (pri- mera entrega: Flora del carbón, Zurich 1876) i Flora fossilis árctica (1868-83 en 7 tomos); Schimper, Traité de paléontologie végétale (Paris 1869-74, 3 tomos); Saporta, Die Pflanzenwelt vor dem Erscheinen des Menschen (en aleman de Vogt-Braunschweig 1881); CONDE DE Solms-Laubach, Einleitung in die Paláophytologie (Leipzig 1887): Schenk, Los restos de plantas fósiles, die fossilen Pflanzenreste (Breslau 1888;; Poto- nié. Lehrbuch der Pflanzenpaláontologie (Berlin 1899); Zeller, Elements de paléobo- tanique (Paris, 1900); Zittel, Geschichte der Geologie un Paláontologie bis Ende des 19^ Jahrhunderts (München 1899); Zittel, Karl A., Handbuch der Palaeontologie, 5 tomos,, última edición, Verlag Oldenbourg, Munich. 254 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL II. — La vida en nuestro planeta i su desenvolvimiento El oríjen de la vida es otro problema antiguo, de altísimo interes. En los organismos debemos estudiar dos cualidades primordiales, como dice WlESNER: la fuerza de la persistencia i la de la transformación. Después de ARISTÓTELES i de GOETHE, fué Darwin quien planteó la fuerza de la evolución. Aunque la evolución por selección natural no es aceptada por muchos investigadores, tiene el mérito de haber provocado su estudio i el de la vida. La Paleontolojía i la Zoolojía deben darnos las pruebas para conocer la exactitud de la teoría evolucionista o de descendencia. La Zoolojía alcanzó su importancia por la Morfolojía comparada i la Bionomía o Jeografía animal; se esperó también obtener resultados positi- vos por la Historia de la Evolución comparada desde que FEDERICO Mü- LLER planteó la tésis que la evolución de la especie (Ontojenia), significa una abreviada i simplificada repetición del proceso de la evolución del jénero (Filojenia). Justamente esta tésis ha conducido a errores gravísimos, de modo que su aclaración debe esperarse únicamente del método histórico de la Pa- leontolojía, pero ésta está léjos de mostrarnos la serie no interrumpida de organismos vivos de organización inferior hasta las formas mas altas o per- fectas. Como procede la gallina del huevo i el manzano de la pepa, así de- berla provenir la vida de varias o aun de una célula primitiva. ^Naturalmente tales células no se podrían conservar fósiles pero seria de esperar que se encontrasen, según la teoría, animales i plantas de organiza- ción inferior en las capas mas antiguas! El CAMBRIO es la formación mas antigua que nos proporciona nume- rosos fósiles: en él aparecen todas las tribus del reino animal, a escepcion de los Vertebrados; faltan en él también las plantas; ámbos grupos se pre- sentan en el siluro. No se crea que los seres cámbricos son de la inferior organización! Los Braquiópodos i los Trilobites de entónces, presentan la misma organización que sus representantes de hoi. Del mismo modo aparecen los vertebrados con los peces catafrácticos i las plantas mas antiguas que no son sólo algas, sino también heléchos de alta organización. B. Gotschlich.— SECCION de paleontolojía 255 III, — Las épocas jeolójicas i el desarrollo de Sudamérica; en especial de la porción que abarca Chile según las investL gaciones actuales. I. — PERÍODO ARCAICO O AZOICO Chile i la Arjentina pertenecían al fondo del mar; a él pertenecen las antiguas rocas de sedimento: gneis o granito folicular, micasquita i filita. II. — PERÍODO EOZÓICO Le falta material fósil; encontramos conglomerados, arenisca, cuarzo, dolomita i esquista arcillosa. III. — PERÍODO PALEOZOICO 1. En el cambrio Chile queda siendo fondo de mar; el material de ero- sión contiene: Esponjas, Corales, Medusas, Anélidos, Conchas de Molus- cos, Caracoles, Braquiópodos i Crustáceos. 2. En el siluro inferior o superior queda en el fondo del mar. Descú- brense protozoos i peces. 3. En la época devoniana siguep erdido en el mar: aparecen Spirifer i Rhynchonella. 4. En la época carbonífera, Chile es tierra firme desde el grado 36 1. s. hasta el Cabo de Hornos; aparecen las rocas eruptivas con un período de plegaduras; predomina el granito, i siguen el pórfiro, el meláfiro, la traqui- ta i la Andesita. 5. Durante la formación permiana con que termina la antigüedad de. la tierra, desde 33'^ al Sur en seco i separado por Océano del hemisferio Norte. IV. — PERÍODO MESOZ(3iCO I. Ti'ias, el período mas antiguo de la Edad Media de la Tierra; apa- recen las Coniferas; de los Cefalópodos queda sólo el jénero Nautilus; aparecen los Belemnites. Los fósiles que nos guían al través de la época son Voltzia, Pterophyllum, Taeniopteris, Posidonomya, Ceratites, Myopho- ria, Pinacoceras, Avícula, Trachyceras, Terebratula, Encrinus. 256 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL El trias produjo tres minerales útiles: sal, yeso i carbón, de aquí su nombre. Chile desde 33° al Norte pertenece a Neptuno; hácia el Sur, en seco. 2. Formación jurásica. Los Ammonites llegan a su completo desarro- llo, siguen los Belemnites; en la tierra aparecen los saurios. Del Lyas es Gryphaea tan común en Chile; todo nuestro territorio queda trasformado en un lecho de mar a escepcion desde 38° 1. s. hasta Magallanes; la costa^ o sea la faja que hoi forman los Andes constituyó un gran foco volcánico; en esta época se orijinan el hierro i el petróleo. 3. Formación cretácea; la cal blanca de los Foraminíferos (tiza); deje- neran i desaparecen los Ammonites i alcanzan pleno desarrollo los Radioli- tes e Hippurites; de los erizos Toxaster i Micraster. Los saurios desapare- cen al final de este período, lo mismo los Belemnites. En la Flora aparecen las Fanerógamas. Sud-América queda separada de Centro América. Chile desde el grado 33 para el Norte i la rejion Cor- dillerana desde el -Norte hasta el Cabo de Hornos queda debajo del Océa- no; formóse una gran isla lonjitudinal desde 33° al Sur incluyendo las islas del Sur que forman un solo todo. No se encuentran rocas eruptivas de esta época. Fósiles: Acanthoceras, Hoplites, Crioceras, Turrilites, Baculites, Hi- ppurites, Actaeonella, Inoceramus, Toxaster, Micraster, etc. V. — PERÍODO CENOZOICO 1. a Epoca terciaria antigua o paleójena. Doblamos la hoja con una gran mortandad en la Tierra! hai continuas transgresiones i regresiones del mar, i cuanto mas se acerca a la 2. ^ Epoca: terciaria nueva o neójena, aparecen mas formas recientes que antiguas. Representantes de los saurios son los reptiles modernos. Fósiles: Nummulites, Cerithium, Corbis, Cardita, Isastraea, Conoclypeus, de la época paleójena; en la época neójena figuran: Cerithium, Cardium, Pec- tén, Tellina, Mytilus, Turbo, Chione, Cardita, Conus, Cassis, Arca, Soleno- mya, Murex, Chama Pyriila^ Pectunculus, Fusus, Spondylus, Clypeaster, Congeria, etc. En el Mioceno surje la cordillera de los Andes i se agranda el conti- nente hácia el Océano Pacífico, o sea la faja de nuestro Chile actual, con es- cepcion de la cordillera de la costa que ya existia. 3. a Epoca cuartaria. Con ella termina la Historia de la Tierra; en- B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía 257 cierra los últimos sucesos jeolójicos. Jeolójicamente no se puede probar el- Diluvio de corto tiempo. EDUARDO SUESS (de Viena) cree que fué un fenó- meno local, producido por una ola sísmica, que, viniendo del Golfo Pérsico, haya penetrado a la Mesopotamia. El gran elefante, el mastodonte, el hipopótamo, un rinoceronte i un ca- ballo antiguo vivian en la última parte del terciario i a principios del cuar- tario, i fueron aniquilados por los hielos, fenómeno producido por la trans- plantacion de los polos terrestres. IV. — Investigaciones paleontolójicas hechas en Chile Durante la Conquista i la Colonia el único objetivo eran las mdnas de metales preciosos. Constituida la República, las miras del Gobierno se di- rijian a organizaría constitucionalmente. Si bien, por la cláusula segunda del Senado Consulto de 27 de Julio de 1813, se acordó establecer un Museo Nacional en la Universidad de San Felipe, las tentativas hechas por el año 1822, confiriendo su organización a un francés, M. Jean JOSEPH Dauxion LavAISSE, fracasaron, hasta que con fecha 14 de Setiembre de 1830, se celebró un contrato con don CLAUDIO Gay, para que esplorase nuestro suelo e instalase el Museo Nacional. La actividad de Gay fué absorbida no sólo por las plantas i séres vi- vientes, sino que recojió gran número de fósiles que remitió a Francia i fue- ron descritos por HUPÉ en el tomo VIII, de la «Historia física i política de Chile». En 1838 llegó a Chile don IGNACIO DOMEYKO, quien se dedicó aquí a la Mineralojía; sus principales escursiones científicas las hizo entre los años 1839 i 1845. En la bahía de Copiapó señala, en el terreno terciario, restos de mo- luscos fósiles, semejantes a los vivientes, que indudablemente pertenecen a la transición de las épocas terciaria i cuartaria. A una altura de 2,400 varas o sean 2,004 metros, en las Juntas de Man- flas, departamento de Copiapó, descubrió hermosos ejemplares fósiles de Pecten i los mismos ejemplares encontró en el Cerro Tres Cruces, junto con Terebratula, Trigonia, Gryphaea i Ammonites. Gay encontró en 1837, departamento de Elqui, cerca de las cumbres, entre Doña Ana i Portezuelo de Tilito, un manto calcáreo con Pla- gióstomos, Ammonites, Terebrátula, etc., i Darwin en el Paso de Puquenas, 17 258 BOLETIN DEL MUSEO NACIOxNAL en una roca negra caliza, Gryphaea, Ostrea, Turritella, Ammonites, Tere- bratula, etc. En el terreno terciario de Talcahuano i Concepción localizó en 1846 impresiones de Cardium i tallos vejetales; lo mismo en la Isla Quiriquina. Los pórfidos secundarios caracterizan la cadena de los Andes desde Co- piapó a Chiloé, pero las rocas calcáreas tienen mucha estension en las pro- vincias del norte. En la parte oriental del departamento de Copiapó, en las Amolanas, se encuentran ’ capas calcáreas fosilíferas que contienen Pecten, Arnmoni- tcs i otras conchas, como veremos mas adelante. La parte inferior de la Cuesta de Manflas descansa sobre una masa gra- nítica; sin embargo, a pocos metros se llega a la capa calcárea i margosa, fosilífera, que contiene Terebratula, Pecten i Gryphaea completamente con- servados; la misma cuesta separa los valles de los rios Manflas i Pulido a 565 metros sobre el valle i a 1,995 metros sobre el nivel del mar. Este te- rreno fosilífero ha sido esplorado en los últimos años 1907 a 1912 por el Padre Andrés Honé, de la Sociedad del Verbo Divino; encuéntranse allí gran •cantidad de fósiles. En el cerro de Chañarcillo se descubrió Turritella An- dii D’Orb. i algunas variedades de Terebrátulas i Pectenes. En la Sierra de Doña Ana (departamento de Elqui) encontró DOMEYKO Terebrátulas grandes hasta de 65 milímetros de largo por 55 de ancho, el Pecten Dufrenoy, D’Orb. i algunos fragmentos de Ammonites, todos aplas- tados. En el Cajón del rio Maipo encuéntrase igualmente terreno fosilífero, principalmente en las inmediaciones del rio Yeso. En las cordilleras de San Fernando, esploradas por DOMEVKO en 1861 hai también terreno fosilífero, p. ej. en la cordillera de Tinguiririca, cruzada por el Dr. GiLLLS de Edimburgo en 1821 i mas tarde por Gav i el doctor Meven. Los fósiles están embutidos en las rocas i es casi imposible sacarlos enteros; encontráronse: Pholadomya, Cardita, Ammonites, Terebratula, Gry- phaea, Ostrea, etc. del terreno liásico. El Dr. Rodulfo Amando Philippi, quien fué Director del Museo Nacional desde el 20 de Octubre de 1853 hasta el i 5 de Abril de 1897, ha hecho notables publicaciones sobre fósiles de Chile. En 1899 dió a luz «Los fósiles secundarios de Chile»; muchos de és- tos fueron recojidos por don FEDERICO Albert en las cordilleras del Tin- guiririca i por don FEDERICO Philippi en la de Doña Ana. Según las B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía 259 localidades, provienen los ejemplares descritos de Tarapacá, Caracoles, De- sierto de Atacama, Vallenar, Juntas de Manflas, Amolanas, Jorquera, Ce- rro de Doña Ana, Tres Cruces, Aconcagua, Provincia de Santiago (recoji- dos por don CÁRLOS Stolp) Cajón del valle Tinguiririca i cordillera de Chillan. Según el número de jéneros i especies se dividen: Anomia, i; Arca, 21; Aucella, i; Aulacopleurum, 3 (véase Trigonia); Avíenla, 4; Cardinia, 5; Cardita, i; Ctenostreon, i; Exogyra, ii; Gervillia, 3; Gryphaea, 14; Ica- notia, 2; Inoceramus, 5; Lima, 14; Modiola, 9; Myoconcha, i; Mytilus, 5; Nucula, 14; Opis, i; Ostrea, 22; Pecten, 45; Perna, 3; Pinna, 3; Plagia, i; Plicatula, 2; Posidonomya, 3; Thalassites, i; Trigonia, 74. Con 42 láminas. Dejó ademas listos el 2.0 i 3.er tomo de los fósiles secundarios con sus figu- ras i que permanecen inéditos en poder de la familia Philippi; por lo ménos las figuras serian de un valor inapreciable. El tomo fué revisado por el Profesor Steinmann. En 1887 publicó Philippi Los fósiles terciarios i cuartarios de Chile. El material para esta obra fué sacado del tomo VTIl de la Historia Física i Política de Chile por don CLAUDIO Gay (fósiles descritos por Hupé); en 1858 obsequió don Ignacio Domeyko una colección de fósiles terciarios recojidos en la Hacienda «A<2 Cuevay>\ en 1868 se adquirió la colección de don Jerman Volkmann; don Luis Landbeck trajo fósiles de Algarrobo, cer- ca de Valparaíso; don Toribio Medina obsequió una colección procedente de Navidad (al sur de la Boca del rio Rapel), donde recojieron también Darwin i mas tarde SOWERBY. En 1875 fué obsequiada una colección al Museo por el señor Francisco Javier Ovalle Olivares, casi toda procedente de Lebu, i en 1877 hizo el mismo Philippi un viaje a esa ciudad; obse- quiaron también fósiles los señores Guillermo Fonck i Mac Sporran, tam- bién de Lebu; la existencia de tales fósiles no deja lugar a duda que el carbón de Lebu es de la época terciaria, como lo ha constatado el injenie- ro Lieveking. (Petermann’s Mitteilungen XXIX, 57). En 1878 hizo don RODULFO AMANDO escursiones a Coquimbo, Cá- huil, La Cueva i a la Isla Quiriquina. Don Ignacio Gana encontró Ammonites en la isla Quiriquina, lo que prueba que en Chile no hubo transición en la formación cretácea i ter- ciaria. D’Orbigny en su Voyage dans I Amérique meridionale, iS¿¡.2, enumera 29 especies de fósiles: 14 del cretáceo de la isla Quiriquina, 15 del tercia- 2ÓO BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL rio de Coquimbo i la especie Cardium auca, D’Orb., común a ambas localidades. Charles Darwin, Geological observations on South Ame tica, i8¿f.6, enumera 41 especies de fósiles chilenos; 4 especies pertenecientes al cre- táceo i las demas al terciario. D’Orbigny, Voy age de V Astrolabe et de la Zélée au Pdle du Sud, i8^y, enumera 22 especies chilenas del cretáceo. HUPÉ eti Claudio Gay, Historia Física i Política de Chile, tomo VIII, 1854, enumera 41 especies, 7 del cretáceo. HuPÉ no conocia las descrip- ciones hechas por Darwin i volvió a describir muchas de las especies como nuevas. Gabb, Proceedhigs of the Acadeniy of Natural Sciences of Philadelphia, 1860, describe 15 especies del cretáceo de Talcahuano. Conrad, United States Naval Astronomical Expeditioti, tomo II, año 1865, describe: Ostrea copiapina, Conr. de Copiapó; Perna chilensis, Conr. de Caldera; Saxicava calderensis, Conr. de Caldera. A. Rémond de Corbineau, Anales de la Universidad de Chile, XXXI, p. 407, describe 8 especies de Coquimbo i 2 de Caldera. Philippi, Fósiles terciarios i cuartarios de Chile, describe 161 especies del cretáceo, 460 especies del terciario i 27 especies del cuartario. V. — Terrenos fosiliferos terciarios i cuartarios Cerro Gordo, próximo a la costa del departamento de Antofagasta, hácia el sur del puerto o bahía de Mejillones. El comandante don Ramon Vidal Gormaz encontró a 500 metros sobre el nivel del mar, en la super- ficie del terreno, fósiles cuartarios, entre ellos Cardium ringens, Chemn., que no se encuentra en el Océano Pacífico sino en la costa africana, i lo mas curioso es que se encontraban adheridos al conglomerado los pequeñísi- mos ejemplares de Nucida pisum, Sow., i Cardita semen, Reeve, propios de Mejillones! PlllLIPPI encontró a 24^25' 1. s. el Turbo nigei , Gray. Darwin encontró cerca de Valparaíso, a 457 metros sobre el nivel del mar, Concho- lepas, Trochus, Fissurella i una Patella. Mejillones, dz 23° 1. s. — ViDAL GORMAZ recojió también aquí una can- tidad de fósiles. Caldera, 27^4' 1. s. — Los fósiles fueron recolectados por AUGUSTO Rémond de Corbineau i por el Dr. G. Steinmann. La formación ter- ciaria de Caldera es poco estensa, el manto de Los Hornos cortado a pique B. Gotschlich— SECCION de paleontolojía 261 por el mar, tiene 10 metros de espesor; la formación cuartaria toma toda la llanura entre Caldera i el valle del rio Copiapó, mas desarrollada a 3 ó 4 kilómetros al sur del puerto i sigue hasta 1 50 metros sobre el nivel del mar. Coquimbo, Herradura, Guayacan, zb 30^ 1. s. Darwin fué el primero quien estudió la formación jeognóstica de Coquimbo, especialmente la de la quebrada de la Herradura. Domeyko en los «Anales des Mines», serie 4, tom. 13, habla de la formación jeognóstica de los alrededores de Coquimbo i en. especial hace hincapié en las antiguas líneas de la ribera marítima. RÉMOND ha estudiado bien la rejion i dice que los sedimentos terciarios llenan el «bassin» graní- tico entre Herradura i el Cerro Pan de Azúcar. Su estension será de 17 kilómetros de lonjitud por 10 kilómetros de ancho con un espesor de 60 metros desde el nivel del mar a las capas coar- tarlas. En el corte del ferrocarril entre Coquimbo i Pan de Azúcar se han encontrado: Ostrea (ejemplares pequeños), Pecten, enormes Pholas i en la parte mas alta conglomerados con Oliva serena, D’Orb., Psammosolen Dom" beyi, Hupé, Venus (Chione) Hanetiana, D’Orb.; en las quebradas gran nú- mero de Terebrátulas. Si bien RÉMONI) cree que la mayor parte de la costa de Coquimbo pertenece al cretáceo, se le contrapone la opinión de G. Steinmann, quien por la colección de fósiles encontrados, la coloca en el terciario. En la bahía de Herradura encuéntranse concreciones de arenisca dura, calcárea, con restos de Cetáceos, i gran número de ejemplares de Ostrea gigantea, Hupé. Tongoi, 30^25' 1. s.; Darwin dice haber encontrado fósiles en esta parte. Valparaiso, 32^2' 1. s.; los alrededores del puerto muestran sólo sedi- mentos CLiartarios. Darwin encontró fósiles cuartarios que no se diferen- cian de los moluscos vivientes: Concholepas, Monoceros, Trochus, Fissu- rella, Crepídula, Patella, Mytilus,' Balanus, Echinus, Nullipora, etc. Curauma, a 8 kilómetros al sur de Valparaiso, rodeado por el mar en tres costados; descansa en terreno granítico; hai una pequeña quebrada con sedimentos terciarios, compuesto de caliza amarillenta. Se han estraido: Cardium multiradiatum, Sovv., i Pecten Simpsoni, Ph.; pertenecen al grupo terciario medio. El Algarrobo, 33'^2i' 1. s.; hai formación cretácea, i don LuiS LanD- 2Ó2 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL BECK encontró en verano (1862-63) gran número de fósiles i una columna vertebral fósil de Plesiosaurus chilensis, Gerv. Philippi encontró en 1882 numerosos ejemplares de Fissurella i Tro* chus. La Cueva, 34°! 6' 1. s.; San Antonio de la Cueva dista 30 kilómetros en línea recta de la costa, a 150 metros sobre el nivel del mar. DOMEYKO encontró aquí en 1858 algunos fósiles i en 1878 visitó la Hacienda el Dr. Philippi; vió algunas colinas terciarias con quebradas formadas de arenisca gris o café, que es gredosa; encontró algunos ejemplares de Mactra. En el camino entre la Cueva i Matanzas hai sedimentos terciarios que contienen carbón. Boca del Rio Rapel, Navidad, Matanzas. El rio Rapel desemboca al Océano en 33^54' 1. s. Navidad es célebre por su gran número de fósiles terciarios. Topocahna, de la misma formación de Navidad i Matanzas; aquí re- colectó Gay buena cantidad de fósiles. Cáhuil — 34^29' 1. s. al norte de la laguna de Cáhuil formada por el rio Nilagüe. Philippi encontró sedimentos cuartarios con Mactra, Chione, Kell- ya i Chama; a 7 kilómetros del mar se encontraron restos de Mytilus, Mac- tra, Concholepas i Pecten purpuratus. Isla Quiriquma, (bahía de Talcahuano) Tomé, Concepción, Hualpen, San Vicente, Tumbes; en todas estas partes encuéntranse Trigonia Hane- tiana D’Orb., Cardium acutecostatum, D’Orb. en la formación cretácea; en Penco, hai formación terciaria carbonífera; en Tomé se encontraron Baculi- íes, Nautilus, Natica, Mactra, Trigonia. El capitán Belcher encontró allí mismo Ammonites. Los señores Pedro Lucio Cuadra i Wenceslao Díaz encontraron fósi- les en Hualpen. La península de Tumbes tiene sedimentos cretáceos con fósiles de Plesiosaurus. La isla Quiriquina es rica en fósiles de la formación cretácea como Trigonia Hanetiana i numerosos restos de Plesiosaurus chilensis. Las rocas terciarias de la Quiriquina son las mismas que se encuentran en la isla de Chiloé. Puchoco, Lota i Coronel, en la bahía de Arauco, esplorada por Jerman Volkmann; se encontraron especies de Paludina, Melania, Cyclas, Tellina i Mactra. Isla Santa María. 36^58', fué esplorada por el inieniero de minas es- cocés Mac Sporran, quien encontró algunos fósiles. B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía 263 Tubul en la bahía de Arauco 37^14' 1. s. arenisca con Pecten, Cardita, Chione, Tellina i Monoceros. > ■ Millanejo, entre Tubul i Levu, tiene terrenos fosilíferos; esplorados por Volkmann. Lebu o Levu ya se ha mencionado ántes (37^36' 1; s.). Isla de Mocha, 38^22' 1. s.; consta de calcáreo en que se encuentran Turritella, Chione, Fusus; fué visitada en esploracion científica por Stockes, Edwyn Ried i en Febrero de 1902 por los señores CÁRLOS Reiche i MI- GUEL Machado. Valdivia, Corral, Llancakue, Angachilla, Catamutun, San Juan. — En Corral se han encontrado restos de Mytiliis i en Catamutun Turritella, i Mi- craster, aun mui recientes. Chiloé. — Esta isla, avistada por primera vez en 1540 por don Alonso de Camargo i esplorada en 1553 por encargo de Pedro de Valdivia, por el piloto don P'rancisco de Ulloa, visitada el 28 de Febrero de 1558 por la espedicion de don García Hurtado de Mendoza i mas tarde por otros mu- chos esploradores nacionales i estranjeros, fué esplorada por la corbeta Pilconiayo, comandante, capitán don Roberto Maldonado C., en 1895. El resultado de la espedicion fué publicado en 1890 con el título «Estudios Jeográficos e Hidrográficos sobre Chiloé». Colectó numerosos fósiles de la época terciaria, pues toda la isla gravita sobre la esquita cristalizada i la granítica, como continuación de la cordillera de la costa. Fósiles; Nautilos Maldonadi Ph., Voluta Vidali Ph., Cardiun bellum Ph.; Pecten insularis, Ph.; P. australis, Ph.; P. Leguas!, Ph.; Arca Arteagae, Ph.; Panopaea chiloénsis, Ph.; ademas Dentalium, Mitra, Turritella, Cassis, P'usus, Natica, etc. Isla Huafo, 43^12' 1. s. Visitada por Darwin; 800 metros sobre el ni- vel del mar: arenisca granulada i calcárea. F'ósiles: numerosos ejemplares de Turritella, Bulla Cosmophila, Pleu- rotoma subaequalis, Fusus Cleryanus, Tritón leucostomoides, Turritella chilensis, Cytherea sp. i Dentalium majus. Isla Ipun, 44°35' 1. s., esplorada por Darwin quien encontró: Turri- tella suturalis, Sigaretus subglobusus, Cytherea sulcosa i fragmentos de Voluta. Skiring Water, a 15 millas del oeste de Punta Arenas; sus fósiles fue- ron recojidos por Enrique Ibar. Magallanes: Recojieron fósiles los señores Jorje Schythe, Diego To- rres, Lorenzo Rodríguez i Enrique Ibar. 2 64 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Santa Cruz, 1. s. El Comandante Vidal Gormaz recojió una can- tidad de fósiles a inmediaciones de la desembocadura del rio «Santa Cruz» en la Patagonia, los arrecifes de la ribera se elevan a 355 piés (según Darwin); consta de arenisca oscura. Algunos Moluscos fósiles están envueltos en sílice, otros en espato de cal. Encontráronse los fósiles de una gran ostra, Ostrea patagónica, muchos ejemplares de Turritella, i Trigonocoelia. VI. — ^Jéneros i número de especies de fósiles terciarios i cuartarios de Chile descritos en la obra de Philippi: Acmaea, i; Actaeon, 3; Ama- thusia, 2; Amphidesma, 5; Anatina, 3; Anomia, 3; Arca, 15; Arcopagia, i; Artemis, 10; Asterias, sp; Astraea, i; Avellana, i; Avíenla, i; Balanus, 7; Buccinum, 8; Bulla, ii; Callianassa, i; Calyptraea, 3; Cancellaria, 2; Cáncer, 3; Capulus, i; Cardita, 6; Cardium, 26; Carpolithes, i; Cassidaria, i; Cassis, 2; Cellaria, i; Cellepora, 3; Cerithium, i; Chama, 2; Chenopus, 2; Chiton, 2; Chtharnalus, i; Cidarites, i; Cinulia, i; Cleodora, i; Clio, 2; Co- lurnbella. 2; Concholepas, 3; Conoclypeus, i;Conus, i; Ccirbis, i; Corbula, 2; Crassatella, 2; Crenatula, i; Crepídula, 6; Cucullaea, 2; Cumingia, i; Cyclas, 5; Cypraea, i; Cytherea, 3; Dentalium, 13; Diadema, i; Dicolpus, 5; Diplo- donta, 3; Discina, 3; Dispotaea, 1; Donacilla, 2; Echinus, 2; Encope, i; Eschara, 2; Estheria, 2; Eulima, 2; Fíenla, 2; Fimbria, 2; Fissurella, 5; Fla- bellum, 3; P'usus, 47; Gastridium, 3; Globulus, i; Haliotis, i; Holothurites, i; Kellya, 2‘ Limopsis, i; Lithodornus, i, Lithomyces, 2; Litorina, i; En- cina, 14; Lunulites, 2; Lutraria, 9; Lyonsia, i; Mactra, 59; Megathyrus, sp; Melania, i; Melina, 3; Mesodesma, i; Micraster, 2; Mitra, 4; Modíola, 8; Monoceros, 13; Monopleura, i; Montacuta, 2; Murex, 2; Mya, i; Mytilus, 15; Nassa, i; Natica, 35; Nerita, 1; Nucula, 31; Oculina, i; Oliva, ii; Os- trea, 12; Oxyrrhina, i; Paludina, 2; Panopaea, 8; Patella, i; Pecten, 17; Pectunculus. 5; Perissolax, 3; Berna, 2; Petrícola, 3; Phasianella, i; Philine, 2; Pholadomya, 2; Pholas, 2; Pinna, 4; Pinnotheres, 2; Pleurotoma, 17; Polystomella, i; Psammobia, 3; Psammosolen, i; Pugnellus, 2; Purpura, 5; Pyrula, 13; Ringicula, i; Rissoa, i; Rotella, i; Sabellaria, i; Saxicava, i; Scalaria, 8; Scutum, i; Semele, 7; Serpula, 5; Sigaretus, 3; Solarium, i; So- lecurtus, 2; Solen, 7; Solenomya, i; Sphaerococeites, i; Spirorbis, 2; Strom- bus, 2. Struthiolaria, 2; Symnista, i; Tellina, 27; Tellinides, i; Terebra, 2, Terebratula, 8; Teredina, i; Teredo, 2; Thracia, i; Thyasira, i; Trigona; B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía 265 3; Tritonium, 8; Trochita, 6; Trochus, 19; Turbinolia, i; Turbo, i; Turbo- nilla, 3; Turritella, 15; Venus, (jénero subdividido en la actualidad), Vermetus, 3; Voluta, 6. Philippi ha conservado la nomenclatura antigua i se hace absoluta- mente necesario modernizarla. Vir. — Algunos jéneros considerados con respecto a su aparición jeolójica AnxíLLARIA, Lmk. desde el cretáceo sup. al presente. Arca, Lin., desde el siluro hasta el presente, mas frecuente desde el Jura; Avellana, d’Orb., propia del cretáceo; AvÍCULA, Klein., desde el carbón de piedra hasta el presente; Ralanus, List., desde el terciario hasta el presente; BüCCINUM, Lin., cretáceo, terciario i vivientes; Bulla, Lin., desde el cretáceo hasta el presente; no es rara en el ter- ciario; Capulus, Montf., desde el cambrio hasta el carbono; raro en forma- ciones recientes; Cardita, Brug., desde el trías, frecuente en el terciario i en forma- ciones recientes; CardiüM, Lin., desde el trías; mui frecuente desde el cretáceo hasta el presente; CassiS, Lmk., en el terciario i vivientes; Cellepora, Fabr., terciaria i reciente; Cerithium, Ad., desde el trías hasta el presente; mayor desarrollo en el eoceno; Chama, frecuente en el terciario i al presente; ChitoN, Lin., aparece en el siluro; mui frecuente al presente; Conoclvpeus, Ag., desde el cretáceo superior hasta el mioceno, mui frecuente en el eoceno; CONUS, Lin., aparece en el cretáceo, solo es frecuente en el neójeño; hai mas de 500 especies vivientes; Corbula, frecuente en el terciario; existe viva; CraSSATELLA, Lmk., del cretáceo hasta el presente; mas frecuente en el eoceno i mioceno; 256 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL CüCULLAEA, Link., desde el carbono; frecuente en el Jura i el cretáceo; viviente; Cytherea, Lmk., su desarrollo máximo es en el eójeno; viviente; Dentalium, Lin. conocido en el siluro, frecuente en el terciario: hai especies vivientes; Discina, mas frecuente en formaciones paleozoicas; en la costa chilena existe la especie viva: Discina lamellosa, Brod.; Estueria, Rüpp., desde el devoniano; Fissurella, Brug., frecuente en el terciario i al presente; FUSUS, Lmk., existia en el trías i en el cretáceo; frecuente en el ter- ciario i en la actualidad; Lucina, Brug.; mui frecuente en el terciario i al presente; Lunulites, Lmk., cretáceo, terciario, viviente; MacTRA, Sch., desde el Jura; frecuente en el terciario i mui numerosa al presente; Melania, Lmk., desde el cretáceo; mui frecuente en la actualidad; MicRASTER, Ag., frecuente en el cretáceo sup. i raro en el terciario; ModÍüLA, en Sud-américa desde el Dogger superior; viviente; MonopleüRA, Math.; desde el cretáceo; Muren, Lin., raro en el cretáceo sup.; mui frecuente en el terciario i al presente; MytiluS, Lin., desde el trías hasta el presente; mui frecuente en la actualidad en el sur de Chile; NaSSA, Mart., desde el cretáceo, frecuente desde el mioceno; XatíCA, Lmk., frecuente desde el Jura; Nerita, desde el trías hasta el presente; Nucula, Lmk., desde el siluro; mui jeneral desde el Jura hasta el presente; OSTREA, Lin., mas frecuente en el Jura i el cretáceo que en la actua- lidad! OXYRRIIINA, Ag.; reciente i fósil desde el Jura; Palüdina, Lmk., fósil desde el cretáceo inf.; mui frecuente en el ter- ciario i en la actualidad; Panopaea, Men., existía en el cretáceo, bastante frecuente en el ter- ciario; existe en algunas especies vivas: Pa fella, Lin., desde el Jura, mui frecuente en la actualidad! Pec i'EN, Lmk., ha existido con variedad de formas desde la formación permiana hasta el presente; B. Gotschlich— SECCION DE PALEONTOLOJÍA 267 Pectunculus, Lmk., desde el cretáceo, mui frecuente desde el tercia- rio i en los mares actuales; Pholadomya, Sow., Jura, disminuye en el cretáceo i terciario; Pleurotoma, Lmk., raro en el cretáceo, frecuente en el eójeno; desa- rrollo máximo en el neójeno; viviente: POLYSTOMELLA, d’Orb. desde el Jura al presente; mui frecuente en el terciario; Rhynchonella, Fisch., mas de 500 especies desde el siluro al presente; Serpula, Lin., en las capas paleozoicas, raro en el trías; vive en gran- des profundidades; SOLARlüM, Lmk., en el terciario i en la actualidad; SOLEN, Lin., desde el cerciario al presente: frecuente en la costa chilena; Strombus, Lin., desde el cretáceo hasta el presente; Tellina, Lin., desde el Jura; raro en el cretáceo; existen numerosas especies vivientes; TerebráTULA, del mesozoico, pocas de la época paleozoica; Teredina, Lmk.; del eoceno; Trigonia, Brug., Jura i cretáceo; raras en el terciario i al presente; TritoniuMj Lmk., raro en el cretáceo, frecuente en el terciario; vi- viente; Troches, Lin., desde Jura; común en el terciario i en la actualidad; Turbo, Lin., desde el siluro hasta el presente; Turritella, Lmk., desde el trías; frecuente en el cretáceo; común en el terciario i en la actualidad; Venus, Lin., desde el Jura, frecuente en el terciario i mui común al presente en todos los mares. VIII. — Investigaciones posteriores Alphonse F erdinayid Nogiiés, injeniero de Minas i Profesor de la Sor- bonne, fue contratado en 1889 como Profesor de Física Industrial i Tecno- lojía de la Facultad de Ciencias Físicas i Matemáticas de la Universidad de Chile. Era conocido en Francia por notables escritos sobre Zoolojía i Pa- leontolojía desde 1856, siendo entonces sus primeros trabajos: «Géologie du département de l’Aude» i «Terrain des environs de Tuchan». En Chile presentó a la «Sociéte sientífique du Chili» varios trabajos en forma de conferencias: 268 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL’ I. Investigations géologiqties sur la bale de San Vicejite de Talcahuanoy» , en la sesión del i8 de Abril de 1892; II. «Sur le terrain crétacé de la baie de Talcahuano et ses fossiles»; IIL En las sesiones de 12 de Octubre de 1893, 14 de Junio, 13 i 17 de Diciembre de 1894 presentó un estudio sobre la edad de los terrenos ligni- tíferos de Chile i enumera los fósiles encontrados — ya conocidos — pero cuyo terreno no siempre ha sido bien determinado. Los profesores Gustavo Steimann i W. Moricke de la Universidad de Friburgo recojieron un valioso material jeolójico i paleontolójico de Chile; Moricke visitó nuestra Cordillera en los años 1889/90; Steinmann ha estado repetidas veces en Chile, la última por el año 1908, recojiendo material científico. El Dr. Plagemann también ha recojido mucho material i puéstolo a la disposición de los profesores de Friburgo. Al material cita- do hai que agregar el de la Sociedad jeolójica Senckenbergiana, recojido por el injeniero de Minas; PllILIPP en Iquique. Los trabajos de GOTTSCHE « Ueber jurassische Versteinerungen aus der argentinischen Cordillere-» i de Beiirexdsen '> i en el trabajo especial de W. Moricke: « Versteinerungen des Lias und Unteroolith von Chile-» (i). La mayor parte de los fósiles estudiados provienen de la provincia de Ataca- ma, especialmente del departamento de Copiapó, donde las capas jurásicas son ricas en fósiles. Otra parte del material procede de Caracoles en la provincia de Antofagasta i de Huantajaya de la provincia de Tarapacá. Los jéneros chilenos tratados con el número de especies son los siguientes: A. — Cephalopoda Belemmtes, Agrícola, 2; PliYLLOCERAS, Suess, i; Arietites Waa- gen, i; AecíOCERAS Neumayr i; DeroceraS Hyatt 3; HiLDOCERAS Hyatt, 6; HammatoceraS Hyatt, 6; Leioceras Hyatt, i; LüDWTGía Bayle, i; COELOCERAS Hyatt, 4; Spiiaeroceras Bayle, 6; Xautilus Aristóteles, 3» B. — Gastropoda PleüRüTüMARIA Defr. I sp. indeterminada; LiTHOTRüCIIüS Conrad, j) Schweizerbart’sche \’erlagshandlung (E. Koch), vStuttgart 1894. Este trabajo debe servir de guía en las investigaciones futuras. B. Gotschlich. — SECCION DE PALEONTOLOJÍ A 269 i; TrochuS Adams, i; Amberleya Morris and Lycett, i; HamüSINA Gem- mellaro, i; NeritoPSIS Grat. i; Natica Lam. i; Actaeonina d’Orb. i; Actaeon Montf. i; Cerithium Adanson, i. C. — Lamellibvanchiata GrypiiaeA Lam. 4; Anomva Linné, i; PlicatüLA Lam. i; Ctenos- TREON von Eichwald, 2; Plagiostoma Sow. i; Lima Brug., i; PECTEN Klein, 4; Amusium Klein, i; Vola Klein, i; PSEUDOMONOTLS Beirich i; Gervillia Defr. i; MODlOLALam. 2; Mvoconcha Sow. i; Pinna Linné i; Arca Linné, i; Trigonia Brongn. 8; Cardinia Ag. i; Astarte Sow. 4; Lucina Brug. 3; Pholadomya Sow, 4; Arcomya, Ag, i; Pleuromya Ag. 2; Gresslya Ag. i; Ceromya Ag. I sp. ind.; Cercomya Ag. 2. D. — Brachiopoda Lingula Brug. 2; Spiriferina d’Orb. 2; RiiynchüNELLA Fischer, 5; TEREBRATELA King. (emend. Davidson) 3. E. — AyitJiozoa ISASTRAEA M. E. et J. H. 3; Latimaeandra d’Orb I sp. ind., Tham NASTRAEA Le Sauvage, i sp. ind. En total 54 jéneros con iio especies! Don Alfredo Escutti Orrego publicó en el Boletín del Museo Nacional Tomo I, núm. 5, un pequeño trabajo sobre los «Fósiles del Morro de Arica», en que cita los jénéros Rhynchonella, Stephanoceras, Gryphaea i Posido- nomya. IX. — La colección paleontolójica del Museo Nacional Está repartida en dos salas: a) En la de Mineralojía hai dos grandes estantes centrales signados por divisiones con los números 224 a 251 inclusive; contienen X^^ coleccion que fué del Dr. R. A. Philippi; consta de numerosos ejemplares de los 270 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL cinco continentes. La Paleontolojía chilena está bien representada; en dichos estantes hai espuestos al público 18,781 ejemplares. La colección de Alphonse F. NoguÉS fue espuesta por mi antecesor, señor LuiS TORRES Pinto, en estantes superpuestos a los primeros; consta de mas o ménos 3,000 ejemplares no catalogados. En la misma sala, por los costados, están los estantes números 196 a 223 inclusive; hai 15,728 fósiles, sin contar las muestras de Mineralojía. b) En la sala sur de los bajos, entre el salón central i la Sección de las aves estranjeras, encuéntranse los estantes números 75 a 88 con un total de 9,774 ejemplares. En esta sala se han colocado 4 estantes mas para esponer los obsequios recibidos; estos son: del Prof. CÁRLOS E. PORTER, que éste, a su vez, ha re cibido de especialistas estranjeros, a saber: de Mr. Henry Rollet, cerca de dos mil fósiles bien clasificados, procedentes del Bassin de Paris; de M. COLLOT, 18 ejemplares de la Cote d’Or (Francia). En el centro de la misma sala se encuentran espuestos: un cajón-vi- trina con los restos fósiles de un cetáceo encontrado en terreno terciario de la boca del rio Rapel en 1894; huesos de los pies, piernas, caderas i cabeza con los colmillos de Mastodon chilensis Ph., encontrados en «Tierras Blan- cas» de La Ligua por don Francisco de P. Pérez, en 1892; modelo en yeso del esqueleto entero del Megatherium Cuvieri Desm., que vivia en las pampas arjentinas i cuyo orijinal se encuentra en el Museo de Lóndres; modelo en yeso de la cabeza de Mastodon giganteus, encontrado en Es- tados Unidos i cuyo orijinal existe en Boston; modelo en yeso de la cabeza de Dinotherium giganteum, Kaup, hallada cerca de Worms en Alemania i cuyo orijinal existe en Darmstadt; modelo en yeso de la cabeza superior, con sus enormes colmillos, de Elephas Ganessa, Falc. et Caut., hallada en Sevvalik (Indostan), cuyo orijinal existe en Lóndres. En los estantes laterales de la misma sala están espuestos, ademas del número de moluscos fósiles etc., indicados: modelo de la cabeza del Me- gaceros giganteus Blmenb., encontrada en Irlanda i cuyo orijinal se halla en el Museo de Ward; restos de planta fósil encontrados en Punta Ca- rranza en 1907; colmillos i huesos de Mastodon Andium, hallados en Ta- gua-Tagua i obsequiados al Museo por don Agustín Baeza; mandíbula in- ferior del Mastodon chilensis, obsequiada por don Eduardo Mac Clure; huesos de Mastodonte encontrados en Los Vilos por don A. G. Phillips en 1900; huesos de Mastodon Andium, encontrados en Chillan en 1877; id. encontrados en Tagua-Tagua por don Otto Philippi en 1900; columna B. Gotschlich. — SECCION DE PALEON'I'OLOJÍA 271 vertebral de Plesiosaurus chilensis, encontrada por don Luis Landbeck en Algarrobo; huesos de Plesiosaurus chilensis encontrados en la Isla de Qui- riquina; modelo en yeso de la cabeza de Machairodus neogaeus, Kaup, ha- llada en una cueva en el Brasil i cuyo orijinal se encuentra en el «Jardin des Plantes a Paris»; huesos de Dinornis (Moa), aves jigantescas que vivian en Nueva Zelanda; huesos i cabeza de Balaena Simpsoni, encontrados cerca de Ancud por el Comandante Simpson; huesos de cetáceo hallados en Tongoi por don Pedro Münnich; huesos de Megatherium Medinae, hallados en Ta- rapacá por don Belisario Jara; huesos de Megatherium de la Pampa del Ta- marugal. Modelos fijados en las paredes de la sala: Eryon arctiformis Schloth, de Eichstadt (Alemania), del Museo de Munich: Limulus Walchi, Desm., de Solenhofen, Alemania, del Museo de Munich; Ichthyosaurus intermedius, Conyb., hallado en Inglaterra; el ori- jinal existe en Londres; Pterodactylus longirostris, Cuv., de Eichstadt, del Museo de Munich; Plesiosaurus dolichodeirus, Conyb. (Inglaterra), del Mu- seo de Londres. Cuadro de Archaeopteryx; modelo en yeso de la cabeza de Rhinoceros Schleiermacheri Kaup, hallada en Atenas, i cuyo orijinal existe en el Museo de Munich; modelo en yeso de la cabeza de Rhinoceros Tichorinus Cuv, de Europa; aleta posterior del Plesiosaurus chilensis encontrada en la isla Quiriquina por el Dr. Steinmam. En el vestíbulo sur, frente a la gran escalinata está espuesto un gran cajón vitrina con los huesos fósiles de cetáceo, encontrados en el terciario de Caldera en 1899. Nuestro Museo posee también algunos huesos i pedazos de cuero de Grypotherium domesticum Roth, hallados en la Cueva Eberhardt en el seno de «Ultima Esperanza». X. — El personal de la Sección La Paleontolojía ha estado siempre reunida a la sección de Jeolojía i Mineralojía. Como la actividad del primer Director Dr. R. A. Philippi 1853-1897 era tan múltiple, se ocupaba tanto de Zoolojía (Vertebrados) como de Entomolojía, Conquiliolojía i Malacozoolojía en que era especia- lista, i de Botánica. Según el artículo 4.0 del Reglamento de 9 de Julio de 1889 el Museo Nacional se dividió en tres secciones, ’a saber: Zoolojía, Botánica i Minera- 272 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL lojía. Por decreto de 18 de Junio de 1883 fué nombrado ayudante del Mu- seo el Dr. D. Luis Darapsky con el encargo de ocuparse de la Sección de Mineralojía; renunció en 18 de Octubre de 1888. Por decreto de 16 de Enero de 1889 fué nombrado D. Ernesto Frick jefe de la sección Mineralójica, i como este fuera nombrado jefe de la 4.^ sección de límites Chileno-Argentina, fue nombrado en su reemplazo el Dr. Don Roberto Póhlmam; este murió a principios de 1901 i fue nombrado en su lugar en Abril de 1901 Don Miguel Machado. El reglamento de 25 de Julio de 1908 agregó a las secciones nombra- das la de Entomolojía, aunque la sección ya figuraba en la Ley de Presu- puesto desde 1903 i desde 1893 figuraba el Ítem. «Encargado de la Colec- ción de Insectos». Don Federico Philippi, quien desempeñaba el cargo de director del Museo Nacional desde el 15 de Abril de 1897, rí^urió el 16 de Enero de 1910; fue dombrado en su reemplazo con fecha 7 de Abril de 1910 el Dr. D. Eduardo Moore, Profesor de la F'acultad de Medicina de la Universidad de Chile. Presentó al Supremo Gobierno un plan completo de Reorgani- zación que ha sostenido con tesón i digno entusiasmo; está encaminado a convertir al Museo en una «Escuela de Altos Estudios». Si no ha conse- guido aun del todo su objeto, no es por culpa de actual Director, se debe a la precaria situación económica del pais, que está empeñado en sanear primeramente sus finanzas. Sin embargo, bastante se ha hecho; el trabajo está repartido entre 10 secciones, 2 ayudantías i un naturalista auxiliar. La sección de Antropo- lojía, Arqueolojía, i Etnolojía permanece acéfala. La sección de Paleojitolojía fue creada por la Ley de Presupuestos de 1912 i se nombró para que la sirviera, al Señor Luis Torres Pinto; este profesor desempeñaba también el puesto de Visitador jeneral de los Liceos de la República, cargo que en la Ley de •Presupuestos de 1913 fue decla- rado incompatible con cualquier otro puesto público. Debido a esta cir- cunstancia, fué nombrado el infrascrito Jefe de la Sección por decreto de 8 de Marzo de 1913. Santiago, Museo Nacional, 20 de Junio de 1914. Bernardo Gotschlich, Jefe de la Sección de Paleontolojía. Z. Vergara. — informe del naturalista ausiliar 273 INFORME DEL NATURALISTA AUSILIAR Señor Director: Adjunto remito a Ud. la memoria especificada de los trabajos ejecuta- dos en el Laboratorio de Taximetría, durante el año que ha terminado. Los preparadores necesitan con urjencia una sala para preparaciones, como la he pedido tantas veces. A Ud. mismo le consta que actualmente tienen que trabajar en el gran patio del Museo, abierto húmedo i malsano, que la mas fuerte constitución del individuo tiene que resentirse, i esto aparte que los mismos trabajos, no se preparan como seria de desear por faltar los medios indispensables para ello. El infrascrito se ha ocupado en la desinfección de todas las coleccio- nes, Entomolójicas i Botánicas, como también una parte de las aves exóticas. Esta desinfección se hacia mui necesaria porque los mismos objetos ya lo reclamaban. Todos estos ejemplares han sido desinfectados con los gases del sulfuro de carbono en el gran cajón esterilizador que hai en el establecimiento para este objeto. Por órden de la Dirección se han enviado dos colecciones de vertebra- dos la una al Museo de Valparaíso i la otra al Liceo de San Bernardo. Se ha dado principio al montaje de la colección de huevos en soportes de alambre tal como están espuestos al público en otros museos. También estol ocupado en ordenar i etiquetar con nombres modernos la colección de aves estranjeras. Dios guarde a Ud. Z. Vergara, Naturalista ausiliar. Santiago, Marzo 5 de 1914 18 274 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Lista de preparaciones hechas en el taller de Taximetria del Museo Nacional durante el año 1913 I Desmodus rotundus I Atalapha borealis I Talpa europaea I Sciurus imgrami I » sp. 1 » niger 2 Tamias striatus I » guadrivittatus I Spermophilus lateralis I Condylura cristata I Nestonra intermedius I » sp. I Mus silvaticus I Akodon albiventris I Peromiscus californiciis I » eva I Sciurus stramineus I Phyllotis boliviana I Abrocoma fuscipes I » benettu I Scalopus aquaticus 3 Putorius putorius I Fiber gibetiana I Nestoma intermedius I » sp. I Oryzomis baroni 5 Spalocopus poéppiü 3 Canis familiaris I Cariacus chilensis I Bos taurus I Ovis aries I Elephas índicus (esqueleto) I Didelphis eligans 3 Gallus ferrugineus I Pavo cristatus I Numida meleagris I Rhamphastos sp. I Guirae cacrulea I Chenops atrata I Boa constrictor. Porter. — decápodos chilenos 275 LOS CRUSTÁCEOS DECÁPODOS CHILENOS DEL MUSEO NACIONAL (’) (ESTUDIOS CRÍTICOS) POR EL Prof. Cárlos E. PORTER, C. M. Z. S., F. E. S. II. — Eljénero PILUMNOIDES, Edw. & Lucas El jénero de que hoy me ocupo fué creado en 1843 por Edwards & Lucas en la obra de D’Orbigny «Voyage dans TAmerique Méridionale», para una especie ya conocida de nuestra costa, descrita por POEPPIG en 1836 bajo el nombre de Hepatus perlatus. El estudio que los colaboradores en Carcinolojía de la mencionada obra de D’Orbigny hicieron de varios ejemplares (todos $$) de la mencio- nada especie, tomada en la costa del Perú (cerca del Callao) dió márjen a la creación del jénero Pilumnoides, ya universalmente aceptado por los espe- cialistas i que Edwards & Lucas caracterizaron con la siguiente diagnosis: « Testa suborbicularis; antennce interiores in foveolis obliquis receptíB; antenncE exteriores in canthum oculorum insertce; pedes maxillares externi articulo tertio lato, subqu adrato; pedes primi paris eras si, breves>'> . La única especie chilena del jénero es: Pilumnoides perlatus (Poepp.) He aquí, ante todo, la sinonimia de este pequeño Xántido: 1836. — Hepatus perlatus PÓPPIG, Archiv. f. Naturg. Jarg. II, Bd. I, p. 135, pl. IV, fig. 2. (*) (*) Comenzamos estos estudios en el N.° 2 del tomo V (1913) del presente «Bole- tín del Museo Nacional», pp. 354-362. 276 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 1843. — Pilumnoides perlatus Edw. & LUCAS, D’Orbigny. Voy. dans TAmer. du Sud, pt. VI, I, p, 21, pl. 9, fig. I. 1849. — Pilumnoides perlatus Nicolet, en Gay, Hist. Fís. y Polít. Chile, Zool. Vol III, p. 146. 1858. — Pilumnoides perlatus Kinahan, Journ. Roy. Soc. Dublin, Vol. I, p- 338. 1880. — Pilumnoides perlatus A. Milne-Edws., Mis. Se. au Mexique, p. 304, pl. LIV, fig. 6. 1898. — Pilumnoides perlatus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus. (Wash.), p. 586. 1902. — Piluínnoides perlatus NOBILI, Rev. Ch. Hist. Nat., VI, p. 235. 1902. — Pilu77tnoides perlatus Lenz, Zool. Jahrb. Suppl. Bd. V, p. 751. 1906. — Pilumnoides perlatus PORTER, Rev. Ch. Hist. Nat., X, p. 132, fig. 16 (Ong.), 1907. — Pilumnoides perlatus Rathbun, Rev. Ch. Hist. Nat., XI, p. 49, lám. II. 1910. — Pilumnoides perlatus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus. XXXVIII, p- 544. pl- 50, fig. 2. Caractéres. — La forma del cefalotorax es suborbicular, convexo i no- tablemente mas ancho que largo. Dicho carapacho lleva tubérculos en los dos tercios anteriores de su superficie, teniendo sus bordes látero-anterio- res dentados. Los quelípedos iguales, tuberculosos i gruesos (duros como el carapa- cho); la mano corta, en cuya mitad inferior los tubérculos, mui juntos, se Fig. i. — Pilumnoides (tamaño natural. — Orij.) Porter. — decápodos chilenos 277 disponen en líneas lonjitudinales (*); los dedos de la pinza son de color os- curo con la estremidad blanca. Los otros cuatro pares de pereyópodos son delgados i terminados en una uña de color ámbar. El color del cuerpo, siempre uniforme, es anaranjado claro i a veces amarillo sucio. Distribución jeográfica. — La literatura de la especie nos demuestra que D’Orbigny la encontró en el Callao. Gay dice; «Esta especie se halla en los mares de Valparaíso»; el Dr. SilveSTRI, en Talcahuano; el Dr. Plate en Iquique i Calbuco; Miss Rathbun la menciona com.o habitan- do desde Panamá hasta Chile. Yo la he recibido, del Dr. Delfín como tomada en Ancud; del señor E. E. Gigoux, de Caldera: áCi señor J. N. Thomas, de Los Vilos. Yo mismo la he colectado en Valparaíso i Curau- milla. Los ejemplares que posee el Museo Nacional son tomados en Corral (12 ejemplares V (p i $$) i recientemente en Valparaíso por mí. Según nuestros conocimientos a la fecha, la especie de que se trata puede decirse que habita desde Panamá hasta Ancud. (*) Equivocadamente en la obra de Gay se dice «formando líneas trasversales». 78 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DESCRIPTION D’UN NOUVEAU GENRE ET D’UNE NOUVELLE ESPÉCE DE PTILIIDAE (=TRICHOPTERYGIDAE) DU CHILI PAR JEAN BRÉTHES (Du Muséum National de Buenos- Aires) Monsieur le Professeur CARLOS E. PORTER a recueilli aux «Guindos» (prés de Santiago), sur un oranger, un intéressant Ptiliidae que je décrirai ci-aprés, en créant pour lui un nouveau genre qui tient le milieu entre Pteryx et Acrotrichis, et que j’appellerai Acrotripteryx, n. gen. La caractéristique du nouveau genre sera: Corps ovale, assez plat; tete enfoncée dans le pronotum, peu saillante; antennes de ii articles, les deux premiers gros, les six suivants petits, ornes chacun d’un verticille de poils, les trois derniers assez gros, en massue allongée; le pronotum est plus dilaté vers la base, les élytres sont tronquees et laissent le pygidium seul á découvert; le mésosternum est a peine caréné entre les coxas inter- inédiaires dont les cavités cotytoídes sont circulaires; le métasternum est large, les pleures sont larges (relativement) et s’élargissent vers l’arriére. Le ventre a sept segments. Les tibias antérieurs ont une file de courtes épines comme Ctenopteryx. Acrotripteryx Porteri Brétiies n. sp. Piceo-nigra, tibiis tarsisque testaseis. Long.: Lat.: Ovale, déprimée, subopaque, avec des poils grisátres sur tout le corps; longueur des articles des antennes: 50, 45, 25, 20, 20, 20, 20, 18, 30, 40, 45 microns; thorax deux fois plus large que long, plus large vers la base ou il est insensiblement plus large que les élytres, a cotes latéraux un peu arrondis; élytres deux fois plus longues que le thorax, presque tronquées Brétes. — nouvelle espece de ptilid^ du chili 279 á rextrémité. Dernier segment ventral avec une dent aigüe de chaqué cóté. II parait tres semblable á Actotrichis chilcnsis (F. et G.) CsiKí dont il différe cependant par le thorax et les élytres qui sont également opaques^ les élytres qui sont contigües sur toute la suture jusqu’á l’extrémité et par les segments ventraux de l’obdomen au nombre de»sept. Sans dóute qu’une comparaison directe des deux espéces donnerait d’autres caracteres diffé- renciels. 28o BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Los EQUINODERMOS Ohilenos DEL MUSEO NACIONAL POR EL Prof. Carlos E. PORTER, C. M. Z. S., F. E. S. La revisión indispensable que debe llevarse a cabo en un Museo cuan- do se trata, como en el caso presente, de dar un nuevo arreglo a los ejem- plares i confeccionarles etiquetas impresas, da lugar, siempre que hai opor- tunidad, a hacer algunas observaciones personales, tomar mediciones, ver alguna literatura estranjera que se ha ido acumulando sin haberla a veces sino apenas hojeado i catalogado, etc. Las breves notas que con el título arriba estampado publicaré a par- tir del presente año, no llevan ninguna pretensión i no tienen otro objeto que dejar en las pájinas del «Boletín del Museo Nacional» algunos lijeros datos de hechos observados por mí i de algunos dispersos en publicacio- nes estranjeras que no están al alcance de los aficionados a las Ciencias Naturales que viven en provincias, pero que reciben el presente «Boletín». Serán, pues, las notas que acompañan al nombre que aceptamos para los jéneros i especies, humildes datos que quienes se dediquen mas tarde al estudio especial de los Equinodermos habrán de aumentar enormemen- te. I de desear es que se formen entre los profesores nacionales especia- listas para varios de los grupos en que aun no existen interesados en estu- diarlos. Ya en un trabajito anterior publicado en este mismo «Boletín» (*), al, ocuparme de los Equinodermos de la Sección a mi cargo en el Museo, di brevísimas indicaciones estadísticas i bibliográficas. Ahora sólo agrega- ré que de los 57 jéneros i 149 especies pertenecientes al tipo, que se con- (*) Carlos E. Portl:r. — «Reseña histórica de los estudios sobre Invertebrados chilenos, bibliografía mas importante i estado actual de la Sección correspondiente en el Museo Nacional», pp. 135-157. Porter. — EgUINODERMOS chilenos 281 servan en el Establecimiento aludido, 4 jéneros i 26 especies corresponden a los Asteroídeos chilenos. Escritas estas breves líneas, trataremos de cada familia representada a fines de Noviembre (1914) en el Museo Nacional. I La Familia HELIASTERID^ Los Heliastéridos constituyen una de las familias de Asteroídeos i se caracterizan principalmente por su disco grande i brazos cortos coalescen" tes en la base, en número no inferior a 25. Tubos ambulacrales cuadrise- riados. La familia comprende el jénero Heliaster, creado por Gray en los Ann. & Mag. Nat. Hist., Vol. VI (1840), p, 179. Hasta ahora el jénero comprende una sola especie chilena, que pare- ce frecuente en la costa pacífica de Sud-América. Esta es: Heliaster helianthus Los autores en que puede encontrarse descripciones de la especie son: Lamarck, Gray, Gay, Dujardin, etc. Sinonimia. — He aquí la principal sinonimia: 1816. — Asterias helianthus Lamk., Hist, Nat. Anim. sans Vert., 2, p. 558. 1840. — Asterias (Heliaster) helianthus Gray, Ann. & Mag. Nat. Hist., Vol. VI, p. 179. 1842. — Asteracanthion helianthus MÜLL. ET Troschel, Syst. der Asteri- den, p. 18. 1854. — Asteracanthion helianthus Gay, Hist. Fís. y Polít. Chile, Zool., vol. VIII, p. 425. 1862. — Heliaster helianthus Dujard. & HUPÉ, Hist. Nat. Zooph., Echin. P. 344- 1888. — Heliaster helianthus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus., p. 441. 1889. — Heliaster helianthus Sladen, Voy. H. M. S. Challeítger, Zool. vol. XXX, Rep. Asteroidea, p. 556. (*) (*) Sigo en el presente trabajo, para la división en órdenes i familias, la moderní- sima clasificación del eminente especialista Prof. Edmond Perrier, Director del Mu- seo de Paris. 282 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 1891. — Heliaster helianthus Perrier, Mis. Se. Cap. Horn, Echin. 1892. — Heliaster helianthus LiNN., Meissner, Archiv. fur Naturg. Bd. I, 2 Heft, p. 184. 1896. — Heliaster helianthus Meissner, Archiv. fur Naturg., Ó2ter Jarhrg., Bd. I, p. 102. 1910. — Heliaster helianthus Clark, BuW. Mus. Comp. Zool. (Cambridge, Mass.), vol. LII, p. 338, lám, 7, fig. 2. Nombre vulgar. — El nombre vulgar es Estrella de mar i menos corrientemente Sol de mar. Caractéres. — El cuerpo es deprimido, con radios o brazos numero- sos (Gay dice 28 a 39). El ejemplar con ménos radios que yo he visto tenia Ful i. — Mellaste?- hdiant/ius {Lk.) 12 (Orig.) 26 i procedía de Curaumilla, cerca de Valparaíso; el que tenía mas poseía 40 i provenía de Coquimbo (Dr. Delfín, coll.) El color en vida es moreno por encima con las asperezas rojizas; la cara ventral o inferior es blanca o blanco-amarillento. Bol, Mus. Nac. (Chile). — 1914, Heliaster helianthus (Lamk.), cara ventral í'Ejemplar obsequiado por |el señor Erasmo Arellano D.) LÁM. i. 284 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL El diámetro de los ejemplares secos del Museo Nacional es de 200, 185 i 160 nim. El número de brazos de estos ejemplares es respectivamente de 34, 33 i 35. Hai ejemplares en alcohol en número de seis que no he medido i a los que no he contado los brazos. Esta especie, como muchas otras de Asteroídeos, viven a escasa pro- fundidad sobre las rocas, donde se les ve con suma facilidad. Distribución jeográfica.— Gay dice: «Habita Valparaíso i otras partes de la República». Yo no lo he recibido de mas al sur de San An- tonio. Ademas de en Curaumilla i Valparaíso, lo he visto en abundancia en .Iquique. Según los autores, la especie habita la costa del Ecuador, Perú i Chile e islas de Juan Fernández. Comensales. — Aprovecho la ocasión de señalar, tal vez por vez primera, casos de comensalismo en Asteroídeos chilenos. En mis notas de observaciones tengo los nombres de dos crustáceos que en mas de una ocasión he visto adheridos en la cara ventral del Heliaster helianthus . Di- chos crustáceos son formas jóvenes de Petrolisthes patagonicus i Meinertia Gaudichaudi. Una anomalía. — Antes de terminar estas breves notas sobre Helias- tey helianthus (Lamk.) creo de interes señalar la que consiste en la existen- cia de un brazo (de 38 mm.) inserto al lado de la boca, mui movible, con sus pies ambulacrales al parecer normalmente constituidos i que funcionaban como los de los brazos radiales normales. El brazo anómalo es curioso que presenta en sus caras dorsal i ventral los mismos colores que los radiales. Esta Estrella de mar anómala tiene 172 mm. de diámetro i 35 brazos normales. Me fué traida (a causa de la anomalía señalada) por mi inteli- jente amigo don Erasmo ArellanO D., quien la obtuvo en la playa de El Tabo (Provincia de Santiago). Le rogué tomar una fotografía de la cara ventral (que es la que doi en la adjunta lámina) a fin de dejar ver el brazo anómalo, que se presenta de color negro sobre fondo claro, al centro. He entregado el curioso ejemplar, inmediatamente después de tomar nota, a la sección especial que espone en el Museo las anomalías, donde los interesados podrán en breve verlo. Me es grato dejar constancia de que la magnífica fotografía que ha servido para la lámina que aquí publico, fué tomada en la Sección de De- corado i Proyecciones escolares que dirije el mismo señor Arellano. •00 Fuentes. — faun.\ de la isla de pascua :8s CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LA FAUNA DE LA ISLA DE PASCUA POR FRANCISCO FUENTES Butánico del Museo Nacional (Chile) I Reseña jeográñca e histórica La isla de Pascua o Rapa-Nui dista poco mas de dos mil millas de la costa chilena, frente a Caldera; en la latitud de 27^10' S. i en la lonjitud de 109,5° al oeste del meridiano de Londres. Es de oríjen oceánico-volcánico i está en la rejion oriental del archi- piélago polinesiano, a inmensa distancia de otras tierras. Los buques a vela demoran 12 a 15 dias en cruzar la distancia de Pas- cua a Chile. Tiene un clima agradable, marítimo, casi tropical según su tempera- tura media de 21° a 22°, su fauna i flora (i). La forma de la isla es triangular, con un perfil ondulado a causa de numerosos cerros redondeados, cubierto todo de gramíneas naturalizadas. Hácia los vértices de este triángulo isósceles se encuentran los cráteres- lagos Rana Kao al S. W., Ranaroraca o Utuite al oriente, famoso por los monumentos de piedra; i Rana Roi al N. O., con una altura superior a 500 metros. En el costado occidental con el suelo granuloso mas fértil, habita el (i) F. Fuentes. — Reseña Botá?iica sobf'e la Isla de Pascua. «Bol. del Mus. Nac.», r. V, N.® 2, p. 320. 286 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL hombre en tres parajes distintos: Mataveri, con buena casa para la admi- nistración i estación meteorolójica; Angaroa, aldea portuaria con unos 235 indíjenas polinesianos; i Tajai, mas al norte, sirve de reclusión a unos le- prosos. Pascua fué bautizada así por el almirante holandés Roggeween el.6 de Abril de 1722. Mas tarde la visitaron los capitanes Cook (1774), La Perouse i Beechey, i los buques Cassint, Topaze, 0' Higgins, Angamos, Flora, Albatross, Ab- tao, la Baquedano. Esta última corbeta ha verificado repetidos viajes a la isla. Pertenece a Chile desde 1888, fecha en que la ocupó oficialmente el capitán don Policarpo Toro. Mucho se ha escrito sobre la hidrografía i monumentos de piedra o molíais; v. gr., los autores PiNART, VlAUD, THOMPSON (i) i Philippi (2). Pero un estudio especial de su meteorolojía, fauna i flora hemos verificado con el Dr. W. Knoche, después de visitarla en Abril de 1911 a bordo de la Baquedano, de órden del Ministerio de Instrucción i con la ayuda de la Dirección Jeneral de la Armada chilena. Desgraciadamente no pudimos contar en la nave con buenos elemen- tos de pesca, i permanecimos sólo 12 dias en la isla, con lluvias frecuentes; por este motivo no me fué posible cojer bastante material de la fauna ma- rítima e insectos, debiendo dedicarme a la vez a coleccionar rocas i plantas. Ya se han publicado importantes observaciones meteorolójicas, una reseña botánica i varias informaciones sobre el idioma, jeomorfolojía, le- pra, etc. II Fauna de Pascua Como isla volcánica pequeña (118 klm.“), relativamente nueva i mui alejada de continentes o de otras islas, no presenta Pascua una fauna pro- pia bien marcada. Sin duda la mayoría de las especies terrestres allí aclimatadas se han introducido en los últimos decenios, mediante el tráfico de naves de guerra que pasan a la isla para tomar provisiones de plátanos, camotes, carne i (0 Thompson. — Tepito Te E?iua or Easter Island. Mus. New York. (2) Philippi. — La isla de Pascua. «An. Univ.», 1873, p. 365. Fuentes. — fauna de la isla de pascua 287 agua. En nuestro viaje la corbeta indicada iba infestada de gorgojo de tri- go, que debe haber quedado en la isla en los cajones con papas i otros objetos. Entre los animales naturalizados prevalecen los insectos (i) i arácnidos cosmopolitas, con representantes de casi todos los órdenes; notándose abundancia de jéneros con relación al número de especies. Este fenómeno se observa igualmente en la plantas de las islas oceánicas. Unos pocos isópodos (chanchitos) i vermes, un diplópodo (ciempiés) i una babosa (Gastrópodos) habrán llegado a la isla junto con maceteros o plantas i otros bultos trasportados por la goleta que acarrea hácia Valpa- raíso, los productos esplotados por una compañía que ha arrendado la isla durante 20 años (hasta 1915,). Los vertebrados terrestres son bien escasos en el estado salvaje: la rata (Mus rattus L.), unos lagartitos que los pascuenses llaman «moco» (Ablepharus i Lepidodactylus), la perdiz de Chile, la gallina común i el gato doméstico alzado. En cuanto a los animales domésticos, podemos creer con los primeros navegantes que visitaron la isla, hayan sido la gallina i el perro los compa- ñeros primitivos de los naturales, en sus inmigraciones polinésicas de épo- ca inmemorial. Los señores Toro (2), que ocuparon la isla en los años 1888-91, dicen que ellos introdujeron la loica, la perdiz i codorniz, i que de Tahití llevó las primeras ovejas a la isla un señor Bornier, en 1868. Poco ántes doña Isi- dora Goyenechea de Cousiño, chilena que viajó por la Oceanía, habia de- jado en Pascua los primeros vacunos i caballares. Cuando Chile adquirió la posesión de la isla tuvo que comprar los de- rechos i ganados al francés Salmón i al ingles Brander. Mas tarde esplotaron la crianza de ganados también unos misioneros franceses. Como especies desaparecidas de la isla pocos años después de haber sido introducidas, pueden citarse el conejo, el asno i las abejas. Mas interesante que la fauna terrestre es la fauna marítima de Pascua; por cuanto presenta numerosas especies de animales que guardan mas es- trechas relaciones con especies típicamente tropicales, propias de Austra- lia, islas Norfolk, Tahití i del Indo-Pacífico, que con las especies de la costa (1) Los insectos se diseminan fácilmente por el vuelo. (2) P. Toro. Informe al Ministerio de Colonización, Santiago, Noviembre 1892. 288 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL occidental de Sud-América. Tal fenómeno se ha observado particularmente en los peces, como se verá mas adelante. No faltan las jaivas, una langosta mui semejante a la de Juan Fernán- dez, erizo, estrellas i pepinos de mar, numerosos moluscos sobre todo gas- trópodos pequeños; pero siempre prevalecen los peces. Me fué imposible colectar Celenterados i Protozoos. Ni puedo asegurar la ausencia absoluta de rocas coraliníjenas en toda la costa, por no haber examinado la base de los flancos a pique del volcan Rana Kao i del vértice N.E. donde está el volcan Puukiteque o Puacatiki. Dos pequeñas piedras coraliníjenas que encontré en Vaihou, cerca de la costa de lava i escoria volcánicas, pueden haber sido traidas de otras islas por navegantes o por los naturales en sus antiguas migraciones. En todo caso esta isla esporádica es esencialmente volcánica. La costa mas rica queda oblicuamente estendida frente a Chile; sobre todo en las caletillas de Vaihou i Utuite. Por el contrario, la fauna terres- tre es mas abundante en el costado occidental. He aquí un cuadro estadístico de los tipos, clases i número de espe- cies que me fué posible observar i en gran parte pude coleccionar: Tipos Vertebrados Artrópodos Veraies Clases Núm. de especies Mamíferos 7 Aves 7 Reptiles 2 Peces 14 (i) Insectos 26 Arácnidos 4 Miriápodos ... I Crustáceos 7 Anélidos 0 í Gastrópodos 14 Moluscos ^ , ( Pelecípodos i Equinoídeos i _ . , Asteroídeos 2 hquiyiodermos Holothurioídeos i , Ophiuroídeos i (i) Véase el apéndice sobre los peces. Fuentes. — fauna de la isla de pascua 289 Celenterados Hidromedusas 2 Protozoos t Los protozoos deben ser abundantes en la costa i en el agua dulce de los cráteres; pues la fosforecencia del mar era intensa, talvez por las noc- tilucas. Lo mismo debe ocurrir con los celenterados marinos; pero no pude coleccionar mas que una Physalia i una medusa. Damos en seguida algunos datos sistemáticos sobre los animales cuya determinación he podido obtener, gracias a la ayuda de especialistas euro- peos, particularmente de los señores Regan i ROBSON, que estudiaron los peces i moluscos respectivamente. Los reptiles, aves, equinodermos i varios jénerosde otros grupos pude determinarlos por comparación i con los libros que me facilitaron en sus secciones mis distinguidos colegas señores B. QUIJADA i C. PORTER. Tam- bién el señor GOTSCHLICH me ayudó en la revisión de los moluscos. Varios insectos no han sido todavía identificados; v. gr. coleópteros, ortópteros i lepidópteros. Algunos se han deteriorado en su envío a otros países. Una colección de peces i duplicados de otros animales fueron obse- quiados al Museo de Lóndres. Especial gratitud debo a los señores Johow i Vergara, que me asegu- raron la conservación de estas colecciones en el Laboratorio Taxidérmico del Instituto Pedagójico de Chile, i al señor Director de nuestro Museo que me ha dado facilidades para este pequeño estudio. ENUMERACION DE LOS ANIMALES DE LA ISLA DE PASCUA VERTEBRATA Mammalia 1. Canis familiaris L. El perro. Poco frecuente en Angaroa. ^ , 2. Felís domestica Briss. Gato doméstico. 19 290 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Los gatos alzados atacan de noche a los corderos nuevos i gallinas. En el dia se ocultan en las cavernas solitarias que hai hacia el centro i norte de la isla. Los naturales llaman curí al gato. (i). 3. Sus domesticus L. El cerdo. No son mui comunes; pues los natura- les, en jeneral poco aficionados a la crianza de animales, son mas bien ve- jetarianos. 4. Equus caballus L. Caballo. Numerosos i bonitos ejemplares con crines mui largas en el cuello i cola hasta el suelo, se veian en todas partes, especialmente cerca del agua en los flancos del cráter Rana-Kao. 5. Bos taurus L. Buei. • 6. Ovis aries Z. Oveja. Millares de bueyes i ovejas se crian en excelentes condiciones por el buen clima i abundancia de gramíneas forrajeras. La compañía esplotadora indicada aprovecha sólo las pieles i lanas; la carne se pierde i pudre mui lijero por el aire húmedo i caliente. 7. Mus rattus L. Ratón común. Un ejemplar nuevo. Parece que es mas común el pericote, Mus decu- manus Pall, que hace perjuicios en los camotales i platanales. Aves 8. Gallus ferrugineus Gm. Gallina. La «lija» de los insulares. En el lado oriental viven salvajes, forman- do grupos de 3 a 5 individuos guiados por el gallo. A la vista del hombre huyen de carrera por has quebradas o por las orillas de barrancos i pircas. Son mas bien insectívoras; aunque en el lado poniente abunda una cura- güilla naturalizada, el «troco» Andropogoyi halepensis SiBTH. 9. Nothoprocta perdicaria Kittl. Perdiz de Chile. Los indios la llaman «viví». Es la misma especie continental que se ha multiplicado lentamente en los últimos 25 años. A cuatro ejemplares les encontré el buche lleno con forfículas, chanchitos, baratas, coleópteros, pequeñas mariposas i varias larvas o gusanos. 10. Patos silvestres. Especie (.^). Divisamos 5 ejemplares en el cráter Rana Kao; al acercarnos se ocul- (i) Viaud. Viaje de la fragata Flora. 1872. Dice este oficial que habia en Pascua muchos gatos, conejos e insectos. Fuentes.— FAUNA de la isla de pascua 291 taron léjos, entre las yerbas que cubren a manchones la parte central del cráter trasformado en laguna. Parece que no se han multiplicado desde su introducción en la isla, hace mas de 25 años. 11. Leistes superciliaris Bp. La loica de Chile. Habría unos 304 ejemplares en los alrededores de Tajai, según me aseguraron los señores Martínez, que estuvo todo el año 1911 en la isla, i un oficial de la Baquedano. Tampoco se habrían multiplicado desde hace mas de 20 años. 12. Paloma de mar o «quía-quía» (i). Gigis alba Licht. Lám. I, fig. i. Tanto el catálogo del Museo Británico como la obra de DUBOIS (Sy- nopsis avium, v. 2, 1902, p. 1019) contienen una larga sinonimia sobre esta hermosa ave de las islas del Pacífico, Indico hasta Australia, i Atlán- tico del sur. Nuestro Museo conserva un ejemplar de la isla Seychelles, i bajo el nombre de Sterna alba Sparrni. Había muchísimos ejemplares en los farellones del lado oriental del cráter Ranaroraca. 13. Anous ccei'uleus Gould. Lám. I, fig. 2. «Lehulehu». Esta golondrina de mar de la Polinesia, aparece también en las obras citadas precedentemente i en los Proc. Zool. Soc. Lond. con una sinonimia abundante. 14. A?ious stolidus, var. pileata (Scop.). A. Dubois, l. c. p. 1018. La descripción que anoté en mi libreta sobre otra golondrina marina mui deteriorada, coincide con la de esta especie, propia de mares tropica- les i subtropicales del Pacífico e Indico. Observación. — Entre Masafuera i el islote Sala i Gómez noté gran abundancia de aves de alta mar. Un solo día dejamos de ver aves en todo el trayecto del continente a la isla de Pascua. Aun cerca de nuestra isla volaban una especie de rayador, talvez Rhynchops 7iigra L.; un alcatraz, probablemente el Pelecanus fuscus Gni.; un tablero (Procelaria capensis)r; una fárdela (Puffiyitis creatopus Conesr; i sobre todo son comunes las palo- mas i golondrinas de mar, de la gran familia Sternidae. Se dice que llega a Pascua en invierno un alcatraz, que para el doctor (i) Este nombre se aplica a las gaviotas, según don Edgardo Martínez en su obri- ta Vocahidarío de la Lengua Rapa-Nui, igij. Fuentes. — fauna de la isla de pascua 293 Philippi es Tachypetes Aguila; i una fragata (Fregata agidla (Linn.) Vieill o F. ariel (Gould) ), propia de las islas del Indo Pacífico trop. i subtrop. Yo anoté en mis apuntes la presencia de una ave con dos plumas mui largas en la cola; supongo seria Phaeton sp. común en algunos mares tropicales. Reptilia 15. Ablepharus boutonii Desj. Lám. II, fig. i. «Moco». Esta lagartija, cuyo nombre mahori o polinésico coincide con un jénero de saurios de la Oceanía, es frecuente en Pascua, en los alrededores de Angaroa i Vaihou. Mide 12 cm., color pardo dorado con 2 fajas blan cas dorso-laterales; el lado ventral casi blanco. Su nombre ablefaio signi- fica sin párpados; éstos están reemplazados por bordes escamosos inmó- viles. Por lo demas son sumamente parecidos estos lagartos a los Lygoso- mas. La especie aludida tiene amplia distribución jeográfica: Mozambi- que, Java, Madagascar, Australia, Tahití, hasta según algunas obras, en el Perú. 16. Lepidodactylus lugubris Fitzing. Lám. II, fig. 2. Este reptil es del grupo de \o^ yecos o salamanguejas . Tiene 10 cm. de largo, color plomo claro; debajo de los dedos posee laminillas que le permiten trepar por los árboles i rocas. Sale de noche a buscar su presa. Tal Yecko tiene amplia distribución por la Oceanía tropical (i), según aparece en el catálogo de los reptiles del Museo de Londres, en la obra de Duméril et Bibron i en otros libros. Su sinonimia es igualmente larga. Una noche cojí un ejemplar en una higuera, cerca del volcan Ranaro- raca. Tiene el mismo color de la cáscara del árbol, i es un animalito inofen- sivo. Otro ejemplar jóven encontrado en una caverna, fué enviado al señor Boulenger, del Museo indicado. (i) ¿Cómo se esplica la presencia de reptiles en las islas oceánicas? Darwin dice en su obra Viaje de un natu7‘alista alrededor del muftdo, que los huevos de los reptiles soportan el agua marina sin perder su vitalidad, i que las corrientes oceánicas- pueden trasportarlos en troncos de árboles a las islas mas lejanas. Talvez en sus canoas los indios han repartido involuntariamente también estos ani- males, en las emigraciones polinesianas repetidas desde tiempo inmemorial. Las canoas mui toscas, varadas en las playas durante meses i años, dan albergue a insectos, lagartos, etc., que pueden ser llevados lejos, en jérmen o en completo estado de desarrollo. m Fuentes. — fauna de la isla de pascua 295 Pisces (l) SERRANID^ 17. Acanthistius fuscus Regan sp. n. Lám. III; P. Z. S. 1913, p- 3^^- A. cinctus Kendall & Radclifíe. Mem. Mus. Com. Zool. XXXV 1912, p. 107. «Copuco» . Largo del cuerpo igual a 2J el alto. Hocico tan largo como if el diá- metro del ojo. El maxilar se estiende por debajo hasta la línea del medio del ojo. Occipucio, rejion inter-orbital, mejillas i opérenlos cubiertos de escamas ciliadas; el resto de la cabeza desnudo o con escamillas incrustadas. Escamas fuertemente ciliadas, 105 en líneas lonjitudinales por encima de la línea la- teral, 17 escamas desde la base de las espinas dorsales hasta la línea lateral. Aleta D. XIII 15; cuarto, quinto i sesto rayo son los mas largos. Anal III 8; la segunda espina es la mas robusta i larga. Las pectorales i ventrales mas o ménos iguales, poco mas largas que la ^ de la lonjitud de la cabeza. La aleta caudal redondeada, gruesa i cartilajinosa. Color gris oscuro. Unos dos ejemplares de 23-24 cm. de largo fueron cojidos en Vaihou. Uno está en el Museo de Londres i el otro en el de Santiago de Chile. Según Mr. Regan esta especie se aproxima mucho al A. cinctus G\av\Ú\. de la Isla Norfolk; pero este último tiene la cabeza mas ancha, la aleta dorsal mas alta, la 2.^ espina de la anal mas larga, i el maxilar mas grande. KüHLIIDyE 18. Kuhlia 7nutabunda Kendall & Radcliffe. Lám. IV. Mem. Mus. Com. Zool. XXXV. 1912, p. 105, pl. III f. i. El «Mahori» de los pascuenses. El largo del cuerpo iguala a 2| su alto i a 3Í la lonjitud de la cabeza. El hocico es igual a f del diámetro de los ojos, que son enormes. La man- díbula inferior un poquito prominente. El maxilar se estiende por debajo (i) Por tratarse de peces nuevos para la fauna chilena, daré los dibujos i traduciré en parte a la letra las descripciones publicadas en 1913 por Mr. C. Tate Regan, en los Proceedings of the Zoological Society of Londoii; obra que no llega ahora a nuestro Museo. f é ‘rt co P u w < 298 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL hasta el J anterior del ojo. El ángulo i lado inferior del preopérculo fina- mente denticulado. Lleva 50 escamas en la línea lateral; 6 entre el estuche basilar de las espinas dorsales i la línea lateral; 13 desde dicha línea a la aleta ventral del mismo lado. Aleta D. X 1 1; la 4.a i 5.a espina mas largas, como la ^ de la lonjitud de la cabeza. Anal III ii; la 3.^ espina del largo de la 10. ^ dorsal. Las aletas pecto- rales como unos | de la magnitud de la cabeza. La aleta caudal profunda- mente ahorquillada. Color plateado, moreno oscuro en el dorso i negruzca en el borde posterior de la aleta caudal. . Obtuve 4 ejemplares de 19-20 cm. i 2 nuevos de 4-5 cm., pescados en Vaihou i Angaroa. El señor Regan opina que esta especie se relaciona con el K. humilis De Vis, de Queensland e Islas Fiji; también con K. sandvicensis Steind.y que habita en las islas Sandwich i Sociedad. GIRELLID/E Girellops Regan, gen. nov. 1. c. p. 369. Este jénero es parecido a Tephraeops; pero hai una sola serie de dientes. 19. Girellops nebulosus Kendall & Radcliffe. Lám. V. Girella nebulosa Kend. & Rad. 1. c. p. 120. Los naturales lo llaman «maahaki». El largo del cuerpo es igual a 2| su altura i a 4 veces la lonjitud de la cabeza. El diámetro ocular cabe 2 veces en el espacio interorbital. Presen- ta escamas en las mejillas, rejion temporal i en el borde superior del opér- culo. La boca es pequeña, con labios lisos. Dientes unidos a las encías en una serie con incisivos parejos, truncados los anteriores, i obtusamente tricuspidales los posteriores. Paladar denticulado. Las membranas operculares ampliamente unidas, formando un istma de pliegues trasversales. Aleta D. XVI 12, con la base escamosa; espinas robustas casi iguales desde la 5.^ a la última, la cual es un poquito menor que el primer rayo blando. La parte blanda de la dorsal es gruesa, con los rayos terminados en punta. Aleta A. III 10, carnosa en la base, la 2.^ i 3.^ espinas casi iguales i equivalentes a la ^ del largo de la cabeza. Las pectorales tan largas co- mo la cabeza i poco mayores que las ventrales. Aleta caudal lijeramente > OT 'O P (O I-, o Ji 3 2- ^ S D (U OT a o .- — < t/2 (U (U o 'ni 300 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL escotada, con unos i8 rayos cartilajinosos. Escamas ciliadas, 78 en una serie lonjitudinal, 12 ó 13 entre la línea lateral i el estuche basilar de las espinas antero-dorsales. La línea lateral no interrumpida i paralela al perfil dorsal del tronco. Color gris oscuro con manchas i rastros mas negros há- cia los costados, de un gris plateado en el lado ventral. Según Mr. Regan, el pariente mas próximo de esta especie seria el Tephraeops richardsonii, que recorre los mares desde Nueva Gales del Sur hasta la Australia occidental. Traje dos ejemplares: uno adulto media 28 cm. i el nuevo 43 mm. Es- te último presenta en lugar de trazos oscuros unas 7 bandas trasversales, casi negras, i puntitos oscuros diseminados en todo el cuerpo. Ambos ejem- plares fueron obsequiados al Museo británico. Por comparación con la jerguilla de Juan Fernández (Girella albostria- ta Steind.), lo habíamos considerado como una jirella, sin dejar de observar la diferente dentadura que dió base a la creación de este jénero nuevo. CARANGID^ 20. Caranx cheilio Snyder. Lám. VI. Caranx guara Kend. & Rad. 1. c. p. 99. «Poopó», nombre indíjena que significa aceite o sebo. Este pez de mares tropicales i templados se parece algo al C. chilensis Gay de Juan Fernández; pero las escamas armadas de la línea lateral próxi- mas a la aleta caudal, mucho mas grandes en la especie de Snyder; lo mismo, las agallas son aquí mayores, i la dentadura algo distinta. La es- pecie orijinal, dice Mr. Regan, fué cojida en el mercado de Honolulú, i mide 30 pulgadas. El ejemplar de Pascua media solo 35 cm., i está en el Museo británico. La boca regular con labios gruesos; ojos amarillentos de 7 mm. de diámetro. Aletas dorsales con 7 i 24 rayos respectivamente. Caudal pro- fundamente ahorquillada, con unos 13 rayos cartilajinosos en cada rama. Pedúnculo caudal delgado, bien marcado. Aleta anal con 21 rayos, los 3 primeros mayores. Escamas mas altas que largas oval-romboidales, con el borde punteado de negro, especialmente en la cabeza. Color verdoso claro, blanquizco en el lado ventral i algo oscuro en la rejion frontal. Los naturales lo aprecian como un buen pescado. 302 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL POMACENTRID/E 21. Pomacentrus inornatíis Regan, sp. n. Lám. VII, fig. i. Pomacentrus jenkinsi Kendall & Radclifife. Obra citada, p. 132. El nombre vulgar es «Cototi». En jeneral tiene el aspecto de nuestra «castañeta» Heliastes crusma Gthr. que pertenece a la misma familia. La altura del cuerpo cabe i| en su lonjitud, i la cabeza 3|. El hocico poco mas corto que el diámetro ocular, el cual es 3J veces menor que el largo de la cabeza. Esta es escamosa, con escepcion de los labios i hocico; lleva dos series de escamas en las mejillas; suborbitales i opérculos denti- culados. En una serie lonjitudinal se cuentan como 28 escamas, i 20 en la línea lateral. Aleta D. XIII 16; rayos óseos próximamente iguales desde el 4.° has ta el último. Aleta anal II 13. Pectoral tan larga como la cabeza; caudal profunda- mente escotada. Color gris apizarrado; escamas ribeteadas de negro; una manchita oscura sobre la axila de las pectorales. El largo total, medido en 4 ejemplares, fluctúa entre 9 i ii cm. El señor Regan observa que la descripción dada por De Vis no per mite identificar con toda seguridad sus especies. Por otra parte, encuentra pequeñas diferencias con el P. jenkinsi de las islas Sandwich; sobre todo por ser mas ancha i convexa la rejion interorbital, i menos profunda la es- cotadura de la aleta caudal en esta última especie. LABRID/E 22. Cheilio inermis Forsk. Lám. VIII, fig. i. Cuv. & Val. XIII, p. 346, pi. I. En Günther, Cat. Fish. Brit. Mus. vol. IV, p. 194- 195, aparece con larga sinonimia, fundada especialmente sobre la obra de Cuvier et Valen- cien nes Histoire Naturelle des Poissons. El nombre indíjena en Pascua es «ure-ure» (órgano viril). Su distribu- ción jeográfica se estiende desde la costa oriental del Africa hasta la por- ción occidental del Pacífico. El cuerpo es prolongado, poco comprimido; cabeza hundida, con el hocico alargado. La altura del cuerpo es como un décimo de su lonjitud. 304 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Aleta dorsal IX 13, espinas flexibles; anal III ii; caudal 14. Tiene escamas rudimentarias en la cabeza. Color moreno, con pecas oscuras en series paralelas a la línea lateral; esta última no es interrumpida. Los pascuenses lo aprecian como un buen bocado. Un solo ejemplar de 35 cm., fué remitido al Museo de Londres. 23. Julis umbrostignia Rüpp . Lám. IX. Günthr. Cat. Fish. Brit. Mus. Vol. IV^, p. 185. Julis souleyetti, Cuv. & Val. XIII, p. 457. «Pacoju». Es de las rejiones tropicales del Indo-Pacífico, desde el Mar Rojo hasta las islas Sandwich i Pascua (Vaihou). El largo del cuerpo mide 22 cm., i la altura poco mas de J de la lon- jitud. Dos grandes dientes anteriores de la mandíbula inferior encajan entre otros dos superiores. Aleta D. VIII 13, baja i estendida por casi todo el dorso. Las aletas A. II ii; C. 13; P. 1 5 rayos. El color jeneral era verdo- so, mas claro hácia el lado ventral. Las escamas anchas, con una man- chita vertical rojiza, que en la formalina cambió por violeta oscuro. Al principio de la dorsal dos manchas semejantes oscuras; en la cabeza hai puntos i rayas vermiculares oscuras. Un ejemplar está en el Museo de Lóndres i otro en el Museo chi- leno. 24. LabrichtJiys fuentesi Regan sp. n. Lám. VII, fig. 2. P. Z. S. 1913, p. 371, Pl. LVIII, fig. 2. Pseudolabrus inscriptos, Kendall & Radcliffe, 1. c. p. 137, pl. V, f. 2, pl. VI, f. I. «Cootea». La lonjitud del cuerpo es igual a 2f veces su altura; el largo de la cabeza es 3¿ veces menor que dicha magnitud. Hocico igual a i| el diá- metro del ojo; lleva en la mandíbula superior un canino posterior a cada lado i un par de caninos anteriores mas fuertes. La mandíbula inferior con dos pares de caninos anteriores. Las mejillas con 5 series de escamas; la línea lateral presenta unas 25 escamas. Aleta D. IX ii, con escamas en la parte basal. Aleta A. III 10 rayos. Pectorales semitrasparentes, mayores que las ventrales. La aleta caudal subtruncada, es gruesa i cartilajinosa. Color jeneral verdoso; 8 bandas irregulares trasversas de color rosado terminan por manchas en el dorso. La cabeza i parte dorsal del tronco con 20 3o6 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL numerosos puntitos blancos o manchitas vermiculares. La parte blanda de la dorsal i la anal con una franja marjinal rosada oscura, incluyendo man- chitas pálidas con un centro oscuro. La base de las pectorales color rosa- do, vuelto negro por la formalina. Dos ejemplares de 15-17 cm., cojidos en Vaihou, fueron dados a los Museos de Londres i Santiago. Según el señor Regan, a quien agradezco la jentileza de dedicarme esta especie, se aproxima este pez al L. luculenta Richards, que habita en Norfolk i Australia. En cambio no se asemeja a la especie de las islas de Juan Fernández, lo que prueba también el clima cálido de Pascua. 25., Anampses pulcher Regan sp. n. Lám. X i VII, fig. 3; l. c. p. 371 Pl. LVIII, fig. 3 i Pl. LIX. En la lonjitud del cuerpo cabe 2J veces su altura, i 3¿ la lonjitud de la cabeza. El largo del hocico equivale a 2^ veces el diámetro ocular. Rejion interorbital fuertemente convexa i su espacio es como ¿ del largo de la ca- beza. Una lonja desnuda se estiende desde el occipucio hasta el nacimiento de la aleta dorsal. Tiene 28 escamas en la línea lateral. La aleta dorsal IX 12 rayos; anal III 12. La pectoral mide J de la lonjitud de la cabeza; cau- dal subtruncada. Color jeneral, azul violado cuando estaba fresco. Sobre cada escama tiene una mácula azul rodeada por un anillo oscuro. La ca- beza lleva rayas horizontales o series de manchas azules; una de esas rayas pasa por la parte superior de los ojos, otra se prolonga desde el estremo del hocico hácia atras, pasando por el borde inferior de los ojos, i una ter- cera atraviesa lonjitudinalmente las mejillas. Las aletas verticales tienen manchas circulares como las del tronco, i con borde marjinal de un azul pálido casi blanco. La base de las pectorales es negruzca. Los insulares llaman «Mourí» a est hermoso pescado azul violado, con los dientes delanteros encorvados hácia afuera como en los elefantes, a que debe su nombre. Un solo ejemplar, de 21 cm., fué cojido en Utuite, cerca del volcan Ranaroraca. Mr. Regan señala entre las diferencias principales que separan esta especie del A. cceruleo punctatiis Rüpp., con el cual yo lo habia confundido, la mayor convexidad i amplitud de la rejion interorbital, i la nuca ménos escamosa en la especie de Pascua. Ademas, en la especie de RÜPPELL la coloración de la cabeza muestra rayas verticales i radiales que van de los ojos a los opérenlos. Un ejemplar de Tahití, mui parecido al de Pascua, presenta la rejion 3o8 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL interorbital ménos convexa i la faja mediana de la nuca ménos prolongada, así que no alcanza a la aleta dorsal. BLENNIID/E 26. Salarias are^iatus Bleck. Lám. VIII, fig. 2. Alticus striatus (? Cuv. & Val.) Kendall & Radcliíife, 1. c. p. 134. Gün- ther., Cat. Fish. Brit. Mus. vol. III, p. 249. Se llama «patuki» en lengua pascuense. Mide el ejemplar obsequiado al Museo de Londres, unos 9 cm.; era de un color plomo claro, blanque- cino en el tórax, azulado en los lados de la cabeza i labios. La cabeza poco aplanada debajo, i las mejillas estrechadas hácia arriba. Hocico ancho; los apéndices supra orbiculares de unos 4 mm., con dos ramitas ciliadas en la base. Numerosos dientecitos en una fila, mui aproximados i delgados. Las aletas pectorales de 2 cm. de largo con 14 rayos óseos dirijidos hácia arri- ba; las ventrales reducidas a 3 rayos i mui aproximadas entre sí; la D. XII 15; i la A. 18 rayos. La piel es desnuda, con pequeñas arrugas ahe- chadas mas visibles en la ^ posterior i lateral del tronco. Con la lente se notaban numerosos puntos oscuros casi en toda la piel. La línea media continua, encorvada hácia arriba poco atras de las pectorales. Xota. — En la playa de Vaihou observé pequeños animales que salta- ban de las escorias i lavas al agua con una rapidez estraordinaria; supongo serian de estos peces, que salen del agua para cazar afuera insectos que les sirven de alimentos. Por debajo de las escorias se internan las olas, produciendo un silbido al recojerse al mar, a causa del aire que entra o sa- le por pequeñas hendiduras del suelo. BALIS'l'ID.E 27. Pseudomonacantlius paschalis Regañí, sp. n. Lám. XI; p. 372 (Pl. LX) 1. c. Nombre vulgar «coreba». La lonjitud del cuerpo equivale a 2J su altura. Hocico puntiagudo, algo convexo en el perfil superior. El ángulo inferior de las agallas está debajo del borde anterior del ojo; miéntras que la base de las pectorales queda en la vertical del medio del ojo. La espina dorsal poco mas corta que el hocico, está encima del medio posterior del ojo; es comprimida la- 310 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL teralmente de adelante hácia atras, i está provista en los lados de 24 bar- billas óseas. La aleta dorsal blanda es mas alta por delante i tiene 35 ó 36 rayos bien marcados; la anal se parece a la anterior, con 34 rayos. Tiene un color gris, con numerosas pecas oscuras bien esparcidas por todo el cuerpo. El tamaño medio, obtenido por la medida de 6 ejemplares que traje a Santiago, es de 31 cm. No pude encontrar este lindo monacanto en la monografía de los Ba- listidae por Hollard (Ann. scien. nat.), ni en el vol. VIII del catálogo de los peces del Museo Británico por GÜNTHER, ni en los Proc. Zoo. Soc. Lond., en las obras del Challenger, etc. Según Mr. Regan esta nueva especie es propia de Pascua i se rela- ciona con una de Australia, el P. ayraudi Quoy & Gaim. Vive en el fondo del mar como sus conjéneres; pues todo su organismo está adaptado para las profundidades: cuerpo comprimido i denso, piel como lija, agallas pequeñas, dientes robustos como formones para quebrar los caracoles, hueso pectoral prolongado i robusto; la espina dorsal ante- rior movible como sierra i puede tenderse sobre una hendidura, o levantar- se como arma contra el ataque de otros peces. Los naturales me cojieron 18 ejemplares en la bahía de Angaroa, en una profundidad media de 50 metros. Constituye un buen alimento i es uno de los peces mas conocidos de la isla. Observaciones. — La isla de Pascua es rica en peces comestibles. De modo que presenta muchos recursos para abastecer la alimentación del hombre; puesto que la agricultura, crianza de ganados, fruticultura i pes- quería son susceptibles de un gran desarrollo, como lo hicimos ver a nues- tro Gobierno en un informe con el Dr. Knoche. Los pascuenses me dieron nombres i datos de muchísimos pescados buenos i mui bonitos, de colores vistosos; v. gr. el rahimea, de color verde subido con fajas rojas; el nanúe, con listas amarillas; el cotehiva, i otros que sin duda son de las grandes familias de los Labroídeos i Percoideos. Creo que abundará también el bacalao, Polyprion oxigénelos Jord. & Ei- genm., el «taremo» de los pascuenses, cuya pesca en Juan Fernández cons- tituye una industria importante. Tal especie tiene amplia distribución por el Pacífico; en Mas Afuera observé ejemplares preciosos como de 1.40 m. de largo. Igualmente hai culebras de mar (Muraena sp.), tiburones, i peces voladores. El Museo de Santiago conserva un ejemplar del jénero He- 312 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL mirhamphus, descrito por Philippi con el nombre de H. phurcatuSy (An. Univ. Chile, XLVIII, p. 263). Mr. Regan trascribe en su cuenta de la colección de peces de Pascua, una lista de otros nueve peces de la misma rejion, estudiados por Kendall & Radcliffe como habitantes de la zona oriental del Pacífico ecuatorial; i aun demuestra la semejanza de los peces de Pascua con los de la ishu Norfolk, mediante otras dos especies comunes a ámbas islas: el Trachypo- ma macracanthus Giiiith. i Bathystéthus oriéntale Regan, sp. n. He aquí la lista de peces aludida: Myripristis pralinius, Cuv. & Val. Holocentrum punctatissimum, Cuv. & Val. Decapterus sanctae-helenae, Cuv. & Val. Cyphosus cinerascenS, Forsk. Pseudupeneus multifasciatus, Quoy & Gaim. Thalassoma purpureum, P'crsk. Teuthis umbra, Jenkins. Kellogella oligolepis, Jenkins. Alticus variolosus, Cuv. & Val. Xanthichthys lineopunctatus, Hollard. ARTHROPODA (i) Insecta COr.EOPTUERA D enfiestes oblongus Sol. » vulpinus Fabr. » rufofuscus Sol. (r) Necrobia rufipes De Geer. Cosmopolita. Estos 4 insectos abundan en los restos de ovejas i otras materias or- gánicas en de.scomposicion. Son comunes a Chile i otras rejiones. Otras 3 especies- no han sido identificadas todavía; uno vive en las frutas; otro es un curculionido que ataca las hojas de las yerbas en los cráteres apuntados. Este último se llama «maumoe» entre los naturales; i (i) Varios artrópodos i otros animales invertebrados no han sido todavía identifi- cados por especialistas europeos i americanos. 313 Fuentes.— FAUNA de la isla de pascua don Filiberto Germain lo consideraba nuevo, dedicándomelo con el nombre de Otiorrhynchus fuentesi; mas no alcanzó a dar la diagnósis en sus últi- mos dias. Posiblemente existe también ahora la Calandra granarla Linn. que introdujo la Baquedano en nuestro viaje. IIIMENOPTERA Colecté entre los carrizos del Rana Kao un insecto negro, de i cm., con el aspecto de ichneumon; el único ejemplar traído está en el Museo de Lóndres. Habla también 3 especies de hormigas pequeñas en los flancos del Ranaroraca. LEPIDOPTERA Dos especies de ropalóceras o mariposas diurnas, i tres de mariposas nocturnas pequeñas, semejantes a las Plusias, abundan en la isla. Mui fre- cuentes son sus larvas en el pasto i en los árboles, causando muchísimo daño en los platanales, moreras i acacias. ORTIiOPTERA Son frecuentes 3 especies de blatidos o baratas. La mayor es rojiza, con un anillo blanco amarillento sobre el protórax i una lista del mismo color en la base del borde anterior de los élitros; se llama «coca» entre los indios i mide hasta 4 cm. de largo. A otra barata negra, con el borde an- terior del cuerpo blanco, le dicen «ata háta». I la tercera se parece a la B latía strigata. Una tijereta mui común en las sustancias en descomposición i debajo de las piedras, fué determinada por el especialista señor Malcolm Burr como Anisolabis annulipes Lucas, cosmopolita; los pascuenses la llaman «narara» . DIPTERA Musca domestica Limi., la mosca común. De otras dos especies de múscidos, una es bien parecida a nuestra mosca azul, Callysphora chilensis. 3M BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL De los culíscidos, habita en el lado occidental i en los cráteres con agua un zancudo mui molesto, que no deja dormir sin mosquetero; i no seria raro que este insecto contribuya a la propagación de la lepra, ya bastante común en Pascua desde que la importaron los tahitianos. NEUROPTERA Una Phryganea o Hemerobius? común en las yerbas que bordean los lagos de los cráteres. I un pseudoneuróptero que fué determinado por el señor Navás como Paútala jiavescens Fabr., de la América tropical. Este insecto es de los mas visibles en la isla; el nombre vulgar es «bebeque». Coleccioné larvas i la piel con máscara que deja el imago al volar en las lagunas. HEMIPTERA No escasea una Jalla, especie de chinche de campo, entre los helé- chos i pastos del cráter casi borrado Ra?ia Rol. Arachnoidea ARANEIDA F.peirar o jénero afin. Esta araña atrapa los insectos a la entrada de las cuevas que ha habitado el hombre en otra época, i que están mui dise- minadas en la isla. Los insectos caen en la tela cuando van a protejerse contra los chubascos. Plexippus paykulli Aud. Araña de amplia distribución por la América tropical. Fué determinada por Mr. HiRST, Londres. Tetragnaíha mandibulata Walck. También se encuentra en Chile; de área mui estensa Esta araña cubría un naranjo en Mataveri, donde carneaba continua- mente a unas mariposas blanquizcas, cuyas alas enredadas entre las ^hójas imitaban las flores de azahar. A 20 metros de distancia se veia el árbol cubierto de flores; eran restos de mariposas, i en un momento colecté ahí 7 arañas. Fuentes. — fauna de la isla de pascua 315 SCORPIONIDEA Un escorpión común en las ^ casas de Mataveri; no ha sido todavía identificado. Myriapoda Un pequeño diplópodo de 24 mm. es algo frecuente cerca de los pa- rajes cultivados del lado occidental. Crustácea DECAPODA Leptograpsus variegatus Fabr. Los indios la llaman «piqueúre». Es la jaiva corredora tan común en el Pacífico, entré América, Australia i Nueva Zelanda. La observé tam- bién en las islas fie Juan Fernández. Un Palinurusr mui semejante a la langosta de Juan Fernández (P.fron- talis) es algo común en la costa de Vaihou i Angaroa. Tiene caparazón mas espinudo i color mas abigarrado esta langosta de Pascua; la comen i puede ser mas tarde objeto de una industria-como la de Juan Fernández. Una jaiva comestible mas grande que la corredora existe en la costa de Anakena; pero encontré sólo despojos del caparazón. La llaman los insulares «tutu áu». ISOPODA Armadillidium vulgare (Latr.) Ligyda exótica (Roux). Porcellio scaber (Latr.) ' Estos isópodos (chanchitos) tienen el nombre vulgar de «háju-jáju»; son comunes i casi cosmopolitas. Fueron determinados por nuestro distinguido colega del Museo don Carlos E. Porter, zoólogo chileno a quien debo otras atenciones en este modesto trabajo. 3i6 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL AMPHIPODA Hyale hirtipalma (Dana)r Este anfípodo es una pulga de mar de 8-12 mm., bastante estendida en el Pacífico entre la costa chilena i Nueva Zelanda. Habia un anfípodo de agua dulce en el cráter Ranaroraca: pero se destruyeron los ejemplares en el viaje. VERMES Anélidos Allohophora calliginosa Bedd. o Helodrilus calliginosus Michaelsen. Los canacas llaman «coreja» a esta lombriz de tierra, ya mui reparti- da por todo el globo. Habia otra especie menor que no se ha determinado todavía. Un nereídeo cojido en la caleta de Vaihou, media 8 cm. de largo por 8 mm. de ancho, i tendría unos 70 anillos. El ejemplar único fué enviado al Museo de Londres para su identificación. MOLLUSCA Gastropoda Cas sis sp. Cypraea caput seipentis Lhm.r N. v. «puré» Id. id. draconis Melv.r » Gadinia sp. Littorina undulatar var. Nerita moris, Sowb. Nerita plicata, Linn. Nerita sp. Parmariou, sp. Conus sp. Plan axis mollis, Sowb. Estos moluscos son propios de varias islas del Pacífico tropical. Fuentes. — fauna ue la jsla de pascua 317 Una Nerita con la concha color oscuro (N. picea? Récluz) se encuen- tra sérni-fósil en unas artísticas casas de piedra que dejaron los primitivos pascuenses en Orongo, en el borde suroeste del hermoso cráter Rana-Kao: a una altura de 300 m. i con espléndida vista al mar. Los naturales cuentan que ántes comian mucho de esos moluscos en la isla; pero hoi sólo emplean la Conchita para arreglarle ojos a pequeñas estatuas de madera que llaman toromiros (i). Acephala Codokia (ó Lucina), sp. Un ejemplar fué enviado al Museo de Lóndres. Observación. — La identificación de los moluscos de Pascua ha ofre cido serias dificultades, i hasta la fecha se presentan varias dudas. Después de algunas confrontaciones en el Museo chileno envié dupli- cados de estas conchas al Museo de Lóndres, de donde Mr. ROBSON me ha dado los nombres apuntados. ECHINODERMATA Echinoidea Echinothyix diadema^ Lhin. El «hatuki» de los pascuenses. Es un erizo de mar de unos 8 cm. de diámetro total, color granate oscuro. No lo comen i un ejemplar de Utuite tenia su comensal Pinotheres, de los crustáceos. Asteroidea Asteria fernandensis Meissr «Pecapeca». Es una estrella de mar color rosado, con 9 brazos o pi eos. Un ejemplar algo deteriorado de Utuite coincide con la especie de ’ Juan Fernández. Asterina selkirki Metssr (i) Este nombre corresponde a la planta leguminosa Sopho?-a tet7'aptera Ait., que todavía vive en la isla. BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 318 • Esta estrellita blanca tomada en Angaroa, con 5 brazos, coincide tam- bién con la de Juan Fernández. Ophiuridea Ophio7iereis sehageri Müllet & Froscksr Un ejemplar deteriorado de este ofiuroídeo cojido en Utuite, presenta las mayores semejanzas con una especie de Juan Fernández. Observación. — Los nombres de las 3 especies precedentes los obtuve por confrontación con los ejemplares que tiene el Museo de Santiago, trai- dos de Juan Fernández i determinados por el zoólogo Dr. O. BÜRGER. Holothurioidea Dos ejemplares de un pequeño holoturioídeo (4 cm.) no han sido to- davía determinados. Los insulares llaman «pipiri» a estos animales. CCELENTER AT A Hydromedusae Phy salía sp. Medusa sp. Ambos celenterados abundan en la costa oriental de la isla; pero no conservamos ejemplares. Sin duda el señor Gana (1) se refiere a esta phy- salia cuando habla de una cymbulia en forma de botecito cartilajinoso, con un cordon colgante en el agua. En cuanto a los Protozoarios, no aportamos ningún continjente en este modesto trabajo. A los zoólogos profesionales dejaremos la tarea de completar el estudio de la fauna de esta interesante isla. (i) I. L. Gana. Memoria de Marina, 1870. B. Quijada. — batracios chilenos i estranjeros 319 CATÁLOGO DE LOS BATRACIOS CHILENOS I ESTRANJEROS CONSERVADOS EN EL MUSEO NACIONAL (i) POR Bernardino QUIJADA B. BATRACHIA ECAüDATA A.— PHANEROCLOSSA Fam. RANIDyE Rana, L. 1. R. agilis, Thomas. La Rana. a-c. En alcohol. Francia. 2. R. angolensis, Boc. La Rana. a. (f En alcohol. Cabo de Buena Esperanza. ó. 2 ^ * »»» » 3. R. arvalis, Nils. La Rana. Alemania. (i) En la colocación de las categorías sistemáticas de esta clase, hemos seguido en un todo el f^Catalogut of the Batrachia gradienta S. caudata and B atr achia a^o da in the Collection of the British Museum» i el * Catalogue of the Batr achia saliefttia S. ecaudata in the Collection of the British Museum,» second edition by G. A. Boulen- GER. En la abreviatura de los autores nos hemos atenido estrictamente ala < Lista de los autores de especies zoolójicas formada por el Museo Real de Berlin» (1896). Las especies chilenas llevan por delante un asterisco. 320 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAl. 4. R. esculenta, L. La Rana. a-g. En alcohol. Europa. h. Esqueleto. Bologna. 5. R. temporalis, L. La Rana, a. (p En alcohol. París. b. $ PZn alcohol. París. Fam. ENGYSTOMATIDzE Rhinoderma, D. B. ^'6. Rh. darwinii. D. B. La Ranita de Darwin. a-e. En alcohol. Chile austral. Phryniscus, Wiegm. •‘•7. Ph. asper, Ph. a. En alcohol. Chillan. Obs. S. P. Herrera. "^'8. Ph. nigricans, Wiegm. a. En alcohol. Chile. b. » » Montevideo. Fam. CYSTIGNATHIDzE Pseudis, Laur. 9. P. mantidactyla. Cope. a. En alcohol. Buenos Aires. Calyptocephalus, D. B. ■*4o. C. gay i, D. B. La Rana chilena común, a-d. En alcohol. Chile. e-h. Embalsamado. Chile. i-j. Esqueleto. Chile. C. coxi,Y\\\\. a. En alcohol. Chile. Obs. Sr. N. M. Cox. B. Quijada. — batracios chilenos i estranjeküs 321 Telmatobius, Wiegm. '^'12. T. marmoj'atns, D. B. a. En alcohol. Chile. '^13. T. montan US, Lat. a. En alcohol. Cord. Santiago. Hylodes, Fitz. "^'14. H. leptopus, Bell. a-d. En alcohol. Puerto Montt. Ceratophrys, Boie. 15. C. americana, D. B. a. (p En alcohol. Montevideo. h. ^ » » » 16. C. oirnata, Bell. a. En alcohol. Buenos Aires. Paludicola, Wagl. *17. P. hibronii, Tsch. a-q. En alcohol. Chile. *18. P. bufonia, Bell. a. cT En alcohol. Chile. b. $ » » » 19. P. fuscomacu lata, Stáchr. a-b. En alcohol. Montevideo. Leptodactylus, Fitz. 20. L. ocellatus, L. a. En alcohol. Buenos Aires. 2\. L, pa^cilochilus, Cope. a. En alcohol. Montevideo. 21 BOLETIN DEL JVIUSEO NACIONAL Hylorhina, Bell. *22. //. silvática. Bel!,’ a-c. En alcohol. Valdivia. Borborocoetes, Bell. *23. B. bibronii, Bell. El Sapo. a-d. En alcohol. Valdivia, Chile. *24. B. grayi, Bell. El Sapo. a-f. En alcohol. Chonos, Valdivia. *25. B. maculatus, Gthr, El Sapo. a. En alcohol. Chile. *26. B. nodosus, D. B. a-in. En alcohol. Cautin, etc. *2'] . B. roseus, D. B. a-e. En alcohol. Araucanía, Chile. Fam. BUFONID/E Bufo, Laur. . 28. B. d' Orbigny i, D. B. El Sapo. a. FLn alcohol. Buenos Aires. 29. B. Jluminensis, Lat. a-b. En alcohol. Rio Janeiro. 30. B. marinus, L. a-c. En alcohol. Mendoza, Buenos Aires. '•'31. B. paradoxus, Lat. F^l Sapo. a. En alcohol. Chile. 32. B. regularis, Reuss. a. En alcohol. Ejipto. *33. B. spinulosus, Wiegm. oc. En alcohol. Valdivia. I VAR. aspera, Wer. El Sapo. a-g. En alcohol. Chile. ’ h i. En alcohol. Araucanía, Quebrada del Diablo B. Quijada. — ha rRACio.s chilenos i estkanjeros II VAR. ornata, Wer. El Sapo, a-f. En alcohol'. Chile. III VAR. valdíviana, Wer. a-d. En alcohol. Valdivia, etc. 34. B. viridis, Laur. a. cT En alcohol, Europa. b. 2 » >> Bologne, *35. B. varié gatiis, Gthr. El Sapo. a-c. En alcohol. Chile. 36. B. vulgaris, Laur. a-b. En, alcohol. Alemania. 37. B. venustus, Ph. a, Pm alcohol. Chillan, 1899. b. En alcohol. El Recinto, 1897. Eam, HYLID^ Hyla, Laur. 38. H. albomargínata, S[)ix. a. En alcohol. Rio Janeiro 39. //. arbórea^ L. a-b. En alcohol. Paris. 40. H. pulchella, D. B. a-b. En alcohol. Buenos Aires. 41. H. rubra, Dand. a. En alcohol. Brasil. *42. H. antárctica, Ph. a-d. En alcohol. Valdivia. Phyllomedusa, Wagt. 43. Ph. lazcanoi, Lat. a b. En alcohol. Bolivia. 324 BOLETIxN DEL MUSEO NACIONAL Fam. PELOBATIDtE Peí O bates, Wagt. 44. P. fuscus, Laur. a. En alcohol. Paris. 45. '/*. cultripes^ CuvL a. En alcohol. Paris. Pelodytes, ¥itz. 46. P. piinctatus,T>2Má. a. En alcohol. Paris. Fam. DISCOGLOSID^ Bombinator, Merr. 47. B. igncus, Laur. a. En alcohol. Europa. Alytes, Wagl. 48. A. obstctricans, Laur. a. En alcohol. Paris. B.— AGLOSSA Fam. PIPID.E: Pipa, Laur. 49. P. americana, Laur. a. (p En alcohol. América tropical. b . ^ > > > B. Quijada. — ba'J'racios chilenos i esíranjerüs CAüDAJ A Fam. SALAMANDRIN.'F: Salamandra, Laur. 50. 5^. maculosa^ Laur. La Salamandra manchada. a. En alcohol. París. $ » c-d. > » Jénova. Obs. Museo Británico, i Molge, Merr. 51. M. alpestris, Laur. El Tritón de los Alpes. a-e. En alcohol. París. 52. M. cristata, Laur. El Tritón de cresta. a-f. En alcohol. Europa. 53. M. palmata, Schn. El Tritón. a-g. En alcohol. París. 54. M. vulgaris, L. El Tritón de Suiza. a-k. En alcohol. París. Salamandrina, ¥hz. 55. S. perspícillata^ Savi. La Salamandra de anteojos. a. cT En alcohol. Italia. b. $ » » » Spelerpes, Raf. 56. S. niher, Daud. a. En alcohol. América Setentrional. Fam. AMPHIUMID/E Megalobatrachus, Tsch. 57. M. maximus, Schleg. a. En alcohol. Japón, 1905. b. P^squeleto. Japón. 326 BOLE'l'lX DEL MUSEO NACIONAL Amphiuma, Gard. 58. A. tncaus, Gards. a. En alcohol. Norte América. Fam. protf:id.í: Proteus, Laur. 59. P. anguinus, Laur. El Proteo anguiforme. a. cT En alcohol. Carniola. » » » Fam. SIRENID.E Siren, L. 60. N lace} tina, L. La Sirena. a. En alcohol. Norte América. APODA Fam. CCECILIID.E Ichthyophis, Pdiz 61. /. glutinosas, L. a. P2n alcohol. Ceilan. Obs. Museo Británico, 1911. Siphonops, Wagl. 62. S. amiulatus, Mik. a. En alcohol. Brasil. La Redacción. — crónica 327 CRÓNICA Visitantes distinguidos. — En prensa ya el último pliego del pre- sente tomo del «Boletin», el Museo Nacional ha tenido el honor de recibir la visita de dos jóvenes sabios europeos que son nuestros huéspedes en Santiago desde hace dos dias. Venian presentados con especial recomen- dación al Director del Establecimiento por nuestro Ministro en la Repú- blica Arjentina, Excmo. señor don Emiliano Figueroa i a uno de los Jefes de Sección por ios Doctores C. M. Micken i Juan B. Ambrosetti. Los visitantes a que nos referimos son: Dr. SERGIO Geimann, repre- sentante del Museo Antropolójico i Etnográfico de Petrograd, i Dr. VÍC- TOR WlDACOWiCH, Profesor Suplente de la Universidad de Viena i hoi a cargo de la Cátedra de Embriolojía Comparada en la Facultad de Ciencias de Buenos Aires. El segundo de estos hombres de ciencia nos ha visitado acompañado de su distinguida esposa, mui conocida i apreciada en el mundo de las letras. Se manifestaron los profesores aludidos admirados de la riqueza del Museo Nacional en la calidad i número de las especies en él conservadas así como del arreglo de varias de las secciones. La Redacción. ^4^ 328 INDICE DEL TOMO ÍNDICE DEL TOMO VII (1914) DEL “BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL’ 1. Dr. Eduardo Moore. — Memoria presentada al señor Ministro de Instrucción Pública por el Director del Museo Nacional (con presupuesto para 1915, anexo) ; 2. Fed. Philippi. — Historia del Museo Nacional de Chile 3. Bernardino Quijada B. — La Sección Vertebrados del Museo Nacional de Chile (su oríjen, su evolución, su organización actual) 4. Cárlos E. Porter. — Informe del Jefe de la Sección de Invertebrados 5. Id. — Reseña histórica de los estudios sobre Invertebrados chilenos, Biblio- grafía mas importante i estado actual de la Sección correspondiente en el Museo Nacional 6. Cárlos Silva F. — Informe del Jefe de la Sección de Aracnolojía e Insectos dañinos (incluyendo reseña histórica) 7. Francisco Fuentes M. — Informe del Jefe de la Sección Botánica (Fanero- gamia) 8. Id. — Estadística de la Sección Fanerog'amia i Reseña histórica i descriptiva de la Sección Botánica (Fanerogamia) del Museo Nacional de Chile... 9. Marcial R. Espinosa B. — Informe del Jefe de la Sección de Plantas Criptó- gamas 10. R. Sánchez C. — Informe de la Sección de Plantas dañinas 1 1. Miguel R. Machado. — Informe del Jefe de la Sección de Jeolojía 12. Id. — Informe del Jefe de la Sección de Jeolojía i Mineralojía 13. Bernardo Gotschlich. — Informe del Jefe de la Sección de Paleontolojía 14. Id. — La Sección de Paleontolojía del Museo Nacional F5. Zacarías Vergara. — Informe del Naturalista ausiliar 16. Cárlos E. Porter. — Los Crustáceos decápodos chilenos del Museo Nacional 17. Jean Bréthes. — Description d’un nouveau genre et d’une nouvelle espece de Ptiliidíe ,=Trichopterigidic) du Chili 18. Cárlos E. Porter. — Los Equinodermos chilenos del Museo Nacional: I La tam. Heliasteridm 19. Francisco Fuentes. — Contribución al estudio de la fauna de la Isla de Pascua 20. Bernardino Quijada B. — Catálogo de los Batracios chilenos i estranjeros conservados en el Museo Nacional 21. La Redacción. — Crónica: Visitantes distinguidos ' ' ; •. / ^ y V ' ^ ■ ’ ■ - > , ,’v . .' "r' ■' ^ -