BOLETIM
DEL
MUSEO MRCIOMRL
TOMO Vil MÚMERO 1.
Santiago de Chile
IMPRÍÍ^TR ÜÑIVERSITRRIR
BñrSDERR— 130
1914
PERSONAL DEL MOSEO NACIONAL EN 1914
Director: Prof. Dr. Eduardo Moore.
Jefe de la Sección Vertebrados: Prof. Bernardino Quijada B.
Jefe de la Sección Invertebrados: Prof. C. E. Porter.
Jefe de Sección de Aracnolojía e Insectos dañinos: Prof. Cárlos Silva F.
Jefe de la Sección Mineralójica: Prof. Miguel* R. Machado.
Jefe de la Sección Botmiica: Prof. Francisco Fuentes M.
Jefe de la Sección de Plantas Criptógamas: Prof. Marcial R. Espinosa By.
Jefe de Sección de Paleontolojia: Prof Bernardo Gotschlich.
Jefe de Sección de Plantas dañinas: Prof. Rojelio Sánchez C.
Escribiente i Bibliotecario: Don Raúl Arrieta.
Ayudante de Jeolojía: Prof. Alejandro Cortes M.
Ayudante de Química: Prof. Roberto Burr V.
Naturalista A?csiliar: Don Zacarías Vergara.
/ er Preparador: Don Eleuterio Ramírez.
2y id. Don Luis Moreira.
Disector: Don Pablo Vergara.
Mayordomo: Don Manuel Loyola.
Tipógrafo: Don Manuel 2.® Loyola.
Tres Porteros i Seis Guardianes.
4^ ^
BOLETIM MUSEO MflCIOMflL
TOMO Vil (1914)
t
República de Chile — Ministerio de Instrucción Pública
^ boletimW
DEL
MUSEO rinCIOMRL
DE CHILE
TOMO Vil.— MÚMERO 1.
Santiago de Chile
IMPREÑTñ ÜÑlVERSlTñRIfl
BñNDERR— 130
1914
HARVARD COLLEGE LIBRARY
DEXTER FÜND
MAR 271939
BOLETIN DEL MUSEO Nl^eiOmh
Tomo Vil. Mayo-Diciembre de 1914. Núm. 1.
MEMORIA PRESENTADA
AL SEÑOR MINISTRO DE INSTRUCCION PÚBLICA POR EL
DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL
Señor Ministro;
Tengo el honor de dar a conocer a US. el movimiento habido el año
próximo pasado i las reformas impostergables que convendría introducir
en el establecimiento de mi cargo.
En el mes de Diciembre el Museo Nacional, esperimentó la dolorosa
pérdida del ilustre sabio entomólogo, don Filiberto Germain, quien tuvo
la honra de ser el primer director del Museo Nacional por decreto del Su-
premo Gobierno fechado el 5 de Julio de 1853.
Este trabajador infatigable que consagró y sacrificó una larga vida al
progreso de las Ciencias Naturales, murió sin dejar mas herencia que la
admiración i el respeto de los hombres de ciencia del mundo entero. El
Supremo Gobierno haría obra de justicia, elevando un Mensaje al Congreso,
solicitando una pensión de gracia para la viuda de tan ilustre sabio.
La vacante dejada por el señor Germain fue llenada meses mas tarde
por el señor Cárlos Silva, jefe en aquel entónces de la Sección de Insectos
Dañinos, quien a su vez fue reemplazado en este puesto por Don Alejan-
dro Horst.
Por renuncia presentada por el portero tercero del Museo, don Apo-
linario Benavides, quedó vacante este destino, llenada por don Julio Castro.
El Museo Nacional, constantemente ha estado recibiendo objetos,
libros, etc., ya sea adquiridos por compras, obsequios o canjes con los de-
mas Museos del Mundo i cuyo detalle puede ver en las memorias de los
Jefes de Sección respectivas.
6
BPLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Al finalizar el año, el Museo presentó en forma detallada la inversión
de la partida de variables, siendo estas aprobadas por el Tribunal respec-
tivo.
Acompaño a US. el presupuesto para 1915.
Insisto, señor Ministro, en la creación de la Sección Etnografía para
cuya formación contamos con el siguiente material: los objetos etnográficos
en un número de 1,086 ocupan 43 estantes i dos nichos en una de las gale-
rías del edificio; hay trajes, armas, cerámica, momias peruanas, valiosísimos
objetos de la Isla de Pascua, incluso tres maderos con jeroglíficos aun no
descifrados.
No escapará a la penetración de S. S. que seria un gran paso para el
adelanto de la ciencia nacional la creación de una sección que cuenta con
elementos que envidiarla aun el Museo de Londres i que de un golpe nos
podría hacer terciar con brillo en ese debate mundial, en que han tomado
parte jeneraciones no interrumpidas de los mas distinguidos sabios.
No tendríamos, señor Ministro, que traspasar los límites de nuestro
territorio para encontrar al hombre laborioso, para que dirijiera tan impor-
tante sección, puesto que poseemos entre nuestros connacionales al señor
Tomas Guevara, eminencia científica, en etnografía chilena.
Para este fin consulto una partida de $ 6,000, como sueldo de Jefe
de Sección.
Nuevamente apelo al patriotismo de S. S. para el establecimiento de
la Estación Zoolójica Marítima del puerto de San Antonio, partida que
fué suprimida por la Comisión Mista de Presupuestos por razones de eco-
nomía.
Dicha Estación de Zoolojía Marina, la primera fundada en la costa del
Pacífico de la América del Sur, por su situación jeográfica, instalaciones i
servicios, estaba destinada a ser un poderoso ausiliar de trabajo del Museo
Nacional. P'n el brevísimo plazo de un año que tuvo de existencia, pudo
incrementar en un sinnúmero de ejemplares las colecciones de las Seccio-
nes de' Vertebrados, Invertebrados i Botánica i permitir renovar mucho
material destruido por la acción del tiempo.
Convendria, pues, señor Ministro, volver a crear pronto la Estación
Zoolójica, aprovechando la cesión que la Dirección de Obras Públicas, hizo
al Museo Nacional de terreno comprendido entre el estero de Llolleo i las
obras del futuro puerto de San Antonio.
Conviene hacer presente que el señor Vicente García Huidobro, jene-
Dr. Moore. — memoria presentada al sr. ministro de instrucción 7
rosamente obsequió al Museo Nacional una lonja de terreno, frente al ce-
dido por el Gobierno, al sur del estero del Sauce, hasta llegar al mar.
En el presupuesto para el próximo año he consultado una partida de
$ 20,000, para construir aunque sea un galpón donde acumular i embalar
el material recojido: ademas $ 3,000, que se le pagarían al Conservador
de la Estación Zoolójica.
El Ítem correspondiente al Naturalista Ausiliar ha sido aumentado a
$ 6,000. Este puesto desde su creación jamás ha sido aumentado. Por
promoción a Jefe de Paleontolojía de la persona que lo servía, la vacante
fué llenada por don Zacarías Vergara que durante 28 años desempeñó con
brillo i tesón el puesto de primer preparador.
Por la razón apuntada mas arriba se ve la aberración que ese puesto
tiene menos renumeracion que sus mismos subordinados. S. S. inspirado en
espíritu de justicia tuvo a bien de reponer la partida consultada para dicho
puesto, que habia sido borrada en el proyecto del Ministerio, desgraciada-
mente la Comisión Mista, volvió las cosas a su antiguo estado, quizas por
no estar en antecedentes de los motivos imperiosos que obligaban a esta
Dirección a solicitar el aumento.
Algo análogo acontece con los puestos de disector, mayordomo i por-
teros. La carestía de los artículos de consumo i el alza de los arriendos de
las casas, ha puesto a estos modestos servidores en condiciones angustiosas.
Consulto también una partida de $ 10,000, para «Construir i trans-
formar el patio en Sala de Taxidermia i Oficinas».
Es verdaderamente inhumano hacer trabajar a la mitad del personal
del Museo sobre un piso de ladrillos de los que brota el agua aun en ve-
rano. Los gases deletéreos que se desprenden de las tinas de maceracion
«
infectan la atmósfera del patio, trascienden a los salones de exhibición i es
así que en los dias de Apertura el público protesta del aire que se le obliga
a respirar.
Ademas la creación de cinco secciones nuevas en los últimos cuatro
años, hace indispensable la construcción de otras tantas oficinas, ya que
no poseemos ni una mala pieza donde colocarlas.
Para grifos contra incendio, consulto $ 2,000. El enorme edificio del
Museo Nacional que encierra tan Valiosas colecciones, en caso de incendio,
seria destruido totalmente, puesto que ni fuera ni dentro de él existen
grifos.
Creo de estricta necesidad dotar al Museo de luz artificial. Con este fin
se solicita una partida de $ 3,000.
8
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
A fin de que:S. S. pueda penetrarse de las transformaciones i adelantos
que ha esperimentado el Museo Nacional en los últimos 6o años, nos hemos
impuesto la penosa labor de hacer un estudio histórico de las diversas sec-
ciones que lo componen, trabajo que tengo el honor de acompañárselo a
S. S. i que va encabezado por uno de la misma naturaleza, empezado por
don Rodulfo Amando Philippi i terminado mas tarde por su hijo don Fe-
derico Philippi.
Dios guarde a US.
Eduardo Moore.
Item
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958
Dr. Moore. — presupuesto del imuseo para 1915
9
PROYECTO DE PRESUPUESTO
DEL MUSEO NACIONAL PARA 1915
ADMINISTRACION
Director $ 6,000
Jefe de la Sección Vertebrados 6,000
Jefe de la Sección Evertebrados 6,000
Jefe de la Sección Entomolójica 6,000
Jefe de la Sección Botánica 6,000
Jefe de la Sección Plantas Criptógamas 6,000
Naturalista ausiliar 6,000
(Aumento de $ 3,500. Este puesto desde su crea-
ción jamas ha sido aumentado. La persona que ac-
tualmente lo desempeña tiene 29 años de servicio en
el Museo, como primer preparador i gozaba de un
sueldo de $ 4,000; como un merecido ascenso esta
Dirección lo promovió el año próximo pasado al
puesto de Naturalista ausiliar; puesto que, por no ha-
ber sido jamas aumentado, tiene ménos renta que
los subordinados de dicho puesto)
Jefe de la Sección Mineralójica $ 6,000
Ayudante de Jeolojía ^ 2,500
Preparador 4,000
Disector 2,200
(Aumento de $ 1,000. No ha sido aumentado,
contando la persona que lo sirve con 28 años de
servicio).
lO
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Item
959 Escribiente i bibliotecario $
960 Mayordomo
(Se aumenta en $ 2,000. Este empleo es de gran
responsabilidad material, teniendo que estar desde
las 7 A. M. hasta las 7 P. M. en su puesto, sin descan-
sar ni domingos ni festivos).
961 Tres porteros a razón de $ 2,000 c/u $
(Aumento de $ 3,000, es decir $ i,000 c/u. Es
imposible que personas que han envejecido al servi-
cio del Museo, puedan mantenerse ellos i sus familias
con la insignificante renta de $ 83,33 al mes. Ade-
mas, se les obligarla a hacer guardias domingos i
festivos).
962 Jefe de la Sección Paleontolójica $
963 Ayudante de Química para la Sección de Jeo-
lojía
964 Jefe de Insectos Dañinos
965 Jefe de Plantas Dañinas
966 Tipógrafo
967 Segundo preparador
Gastos Variables
PARTIDA 19
2,196 Para adquisiciones, guardianes, viajes, estadísti-
ca, fomento de la Biblioteca i demas gastos
jenerales $
(Aumento de $ 10,000. Con el objeto de comen-
zar las escursiones científicas de las diez secciones
de que consta el Museo, i la única manera de aumen-
tar los ejemplares i conocer el pais, en el sentido de
2,400
3,200.
6,000
6.000
3.000
6.000
6,000
1 ,200
2,400
30,000
Dr. Moore. — presueuesto del museo para 1915
Item
su flora, fauna i constitución jeolójica del territorio,
es hacer que los jefes mismos vayan a coleccionar
los objetos de Historia Natural.
La publicación del Boletín, que es el portavoz de
la preparación científica de los Jefes de Sección,
que están aptos para dar a conocer los profundos
estudios que han realizado a través de largos años
de investigación, se hace hoi dia en una forma, por
la falta de recursos, que está mui léjos de poder dar
cabida a los numerosísimos trabajos elaborados con
tanta paciencia i estudio).
Ahuevo Por una sola vez. — Grifos contra incendio $
(El enorme edificio del Museo Nacional que en-
cierra tan valiosas colecciones, en caso de incendio
seria destruido totalmente, puesto que ,ni fuera ni
dentro de él existen grifos).
» Para alumbrado
(Con esta pequeña suma se podria hacer la insta-
lación de luz en los salones principales i en las ofi-
cinas de los empleados).
» Para construir i trasformar el patio en sala de
Taxidermia i oficinas
(El presupuesto de esta sala está ya hecho por la
Dirección de Obras Públicas. Es inhumano hacer
trabajar a la mitad del personal del Museo sobre un
piso de ladrillos por los que brota el agua aun en
verano. Los gases deletéreos que se desprenden de
las tinas de maceracion infestan el patio i en los
dias de apertura el público protesta del aire que se
les obliga a respirar).
» Jefe de la Sección de Arqueolojía i Etnolojía..
2,000
3,000
10,000
6,000
12
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Item
(El Museo cuenta con un riquísimo material etno-
lójico que serviría de base para la formación de tan
importante sección).
Nitevo Para la construcción de un galpón en San An-
tonio 20,000
(Es indispensable crear nuevamente la Estación
Zoolójica de San Antonio. Este galpón serviría para
acumular el material colectado).
(La Estación es el surtidero de ejemplares zooló-
jicos i botánicos para el Museo Nacional, Escuela de
Medicina i colejios de la República).
^ Conservador de la Estación Zoolójica 3 >000
(Este empleado tendría a su cargo la dirección de
la Estación i se encargaría de formar un Museo
Oceanográfico en San Antonio).
F. Philippi.— HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
13
HISTORIA
DEL
Museo Nacional de Chile
POR EL
Dr. R. A. PHILIPPÍ
PRÓLOGO
Esta relación es un trabajo hecho por mi padre en 1901, quien lo dictó
a SU secretario señor Gotschlich, dejándolo casi concluido, faltando sólo la
enumeración de las colecciones que el Museo posee en la actualidad.
He revisado el manuscrito i he hecho algunas correcciones en cuanto
a la dicción de algunas partes, poniéndolas en un español corriente, i he
suprimido uno que otro punto por no ser oportuno en la actualidad. Las
faltas que tuve que correjir se esplica fácilmente, si se toma en cuenta que
todo el trabajo fue dictado, ya que el mal estado de su vista no permitia
al finado escribir i por consiguiente tampoco revisar el manuscrito.
El último capítulo que da cuenta de las colecciones existentes ha sido
escrito enteramente por mí, i da a conocer el estado actual de las coleccio-
nes tan exactamente, como es posible en un establecimiento de esta clase.
Tengo la satisfacción de poder decir que el Museo Nacional llama la aten-
ción de todos los visitantes no sólo por sus estensas colecciones sino tam-
bién por la buena disposición de ellas. Como se verá déla relación siguiente,
la mayor parte de las existencias ha sido reunida por el doctor R. A.
Philippi.
Santiago, Setiembre de 1908.
Federico Philippi.
Dr. R. A. Philippi
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
15
I
Creación i formación del Museo
Hai que admirar que los hombres eminentes que rejian los destinos de
la República desde sólo dos años ya pensaban en el establecimiento de un
Museo de Historia Natural, como lo prueba el documento que sigue, pu-
blicado en El Araucano.
«La Junta Ejecutiva del Senado, reunida en la sala de Gobierno acor-
dó el establecimiento de un Museo Nacional en la Universidad de San Fe-
lipe. En la ciudad de Santiago a 27 del mes de Julio de 1813. Hallándose
el Supremo Gobierno del Estado en acuerdo constitucional con el M. I. Se-
nado, etc., resolvieron:
«Segundo: que asimismo queda sancionada en todas sus partes el
establecimiento del Museo Nacional en la Universidad de San Felipe con
todos los demas artículos i propuestas que hizo la Comisión de Educación
en su informe de 22 de Julio de 1813.
Francisco A}íto7iio Pérez. — José Miguel Infante. — Agustín Eyzaguirre.
— Camilo Henríquez. — Juan Egaña. — Fra?icisco Ruiz Tagle. — Joaquín
de Echeverría. — Mariano Egaña, secretario.»
He omitido trascribir el primer artículo que trata de la fundación del
Instituto Nacional.
Es mui natural que el propósito del Gobierno no pudo realizarse en
aquel tiempo, cuestiones mas importantes absorbieron entónces toda la
atención del Gobierno de la nueva República, pero la idea de la fundación
de un Museo Nacional no fué abandonada.
En el año 1822 el Director Supremo, don Bernardo O’Higgins, quiso
fundar un Museo de Historia Natural i confirió a M. Juan José Dauxion
Lavaysse el honroso título de director del Museo.
El 26 de Junio de 1823 este mismo francés recibió ademas, la comisión
de esplorar el territorio chileno para informar al Gobierno del Director don
Ramón Freire, acerca de los medios mas convenientes para fomentar la co-
lonización i facilitar la comunicación por mar i tierra entre los distintos
puntos de la República.
Este hombre era un aventurero que habia vivido en Haití, en Vene-
zuela i en el Brasil, i que tenia conocimientos, pero mui superficiales de
i6
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
varios ramos, lo que habla dado crédito inmerecido. Murió en 1830 sin
haber cumplido en lo mas mínimo las tarcas que le hablan sido enco-
mendadas (i).
El 8 de Diciembre de 1828 llegó a Valparaíso don Claudio Gay, con-
tratado como profesor para un colejio que quería fundar en Santiago don
Pedro Chapuis, el que fracasó por varias causas, siendo una de ellas la fal-
ta de alumnos, porque los ramos que se enseñaban en él no eran obligato-
rios para los exámenes legales i su utilidad no era comprendida por los
padres de familia.
Repito: es digno de admirarse que el Gobierno de Chile haya com-
prendido desde los primeros tiempos de la República la importancia del
estudio de las ciencias naturales i que todos los gobernantes hayan abun-
dado en estas mismas ideas i hayan trabajado para realizarlas.'
Don Claudio Gay nació en Draguignan, capital del departamento del
Var (Francia), el 18 de Marzo de 1800.
Había estudiado en París medicina i farmacia i adquirido ademas co-
nocimientos bastante buenos en física i química.
Recorrió con el título de colector del Museo de Historia Natural de
París, ia Grecia, algunas islas del oriente i el norte del Asia menor.
Era un hombre serio i laborioso, era el hombre que Chile necesitaba.
Con fecha 14 de Setiembre de 1830 celebró el Gobierno un contrato
con él en el cual se le imponía una tarea mui superior a las fuerzas de un
solo hombre. Nos interesa para el trabajo actual sólo el artículo i.®, inciso
5.« del contrato que dice: «Se obliga (don Claudio Gay) a formar un gabi-
nete de Historia Natural que contenga las principales producciones vejeta-
les i minerales del territorio, etc.»; pero sólo a fines de 1838 Gay ordenó
el Museo de Historia Natural en una espaciosa sala en el palacio que hoi
ocupan los Tribunales de Justicia.
Gay distribuía en ella, como dice don Diego Barros Arana, las nume-
rosísimas muestras de animales, vejetales i minerales que había colecciona-
do en sus esploraciones. Barros Arana, p. 112, dice: «Allí daba coloca-
ción a los objetos de fabricación indíjena que había podido proporcionarse
con la esperanza de formar una sección de antigüedades chilenas».
(0 Por los pormenores recomendamos el excelente trabajo que don Diego Barros
Arana ha publicado en los «Anales de la Universidad» de 1876, con el título «Don Clau-
dio Gay i su obra», que es de gran interes bajo varios puntos de vista, i al que seguimos
en los párrafos siguientes.
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
17
Mi primera visita al Museo la hice con don Ignacio Domeyko en Di-
ciembre de 1851 i fui sorprendido de su pobreza. No he visto entonces,
p. ej., ningún vaso de los aboríjenes, pero no tuve tiempo en esa visita de
estudiar el Museo prolijamente. ;Habrian acaso desaparecido muchos ob-
jetos colocados por Gay en el Museo suroeste?
El Museo ocupaba entonces una sala en los altos del edificio de la Bi-
blioteca Nacional, ahora derrumbado, que formaba la esquina suroeste de
las calles Catedral i Bandera i una pequeña pieza que sirvió después de
oficina para el director i de taller para los trabajos del preparador.
Cuando don Claudio Gay regresó en 1842 a Francia, el Museo fué
puesto por decreto de 3 de Febrero de 1842, bajo la dirección de don Fran-
cisco García Huidobro i en seguida fué confiado al Decano de la Facultad
de Ciencias Físicas i Matemáticas.
Así ha sido Decano i Director del Museo don Andrés Antonio de Gor-
bea, i cuando yo me hice cargo del Museo lo era don Francisco de Borja
Solar. En 5 de Julio de 1853 Filiberto Germain fué nombrado director
interino del Museo con el sueldo de 1,200 pesos por el decreto que copio
en seguida:
«Nüm. 656.
Santiago. 5 de Julio de i8gg.
A fin de evitar el deterioro a que están espuestos los objetos de zoolo-
jía i botánica del Museo Nacional por falta de una persona intelijente que
cuide de ellos i deseando promover el progreso i mejora de este interesante
establecimiento, con lo espuesto por el Rector de la Universidad en la nota
que precede, vengo en acordar i decreto:
1.0 Se nombra Director interino del Museo Nacional a don Filiberto
Germain con el sueldo de mil doscientos pesos anuales, que se le principia-
rán a abonar desde que tome posesión de su destino.
2.0 El Director nombrado se recibirá del Museo bajo un inventario
que se formará con intervención del Decano de la Facultad de Ciencias Fí-
sicas, quien propondrá al Gobierno oyendo el dictámen del Director, las
medidas que crea oportunas para el fomento del Establecimiento.
3.0 Impútese el sueldo asignado por lo que queda del presente año al
ítem 2.0, partida 25 del Ministerio de Instrucción Pública.
Refréndese, tómese razón i comuniqúese. — MONTT. — N. Ochagavía.y>
2
i8
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
No existia entonces en el presupuesto partida alguna para atender a
las necesidades del Museo, así que era necesario pedir subvenciones espe-
ciales para el establecimiento, cuando hubo que hacer algún gasto. Así,
por ejemplo,' se entregaron con fecha 19 de Diciembre de 1851, quinientos
pesos a don Andrés de Gorbea para este objeto, i otro tanto en 22 de No-
viembre de 1852 a don Francisco de Borja Solar, i el año siguiente en 7
de Setiembre la misma suma para el Museo.
En 1851 llegué a Chile para hacerme cargo de la administración de
un fundo llamado «San Juan», situado en la provincia de Valdivia, que mi
hermano Bernardo había comprado ántes de su viaje a Europa, donde por
encargo del Gobierno debia tratar de atraer la emigración alemana hácia
Chile.
Mas en Octubre de 1853 me propuso el Supremo Gobierno de venir
a Santiago para ocupar la cátedra de Historia Natural i asumir la dirección
del Museo Nacional, oferta que acepté gustosamente porque así podía de-
dicarme al estudio de las ciencias naturales en Chile, lo que correspondía
a mis inclinaciones naturales.
El decreto de mi nombramiento es el siguiente i fué publicado en El
Araucano del 10 de Diciembre:
Cuando me hice cargo del Museo i lo inspeccioné detenidamente noté,
en primer lugar, que habia en él muchos objetos que no tenian ninguna re-
lación con la Historia Natural.
i .o Habia dos grandes estantes lujosos que contenían las banderas to-
madas a los españoles en la batalla de Maipo, los que ahora se ven en el
Museo Militar.
2.0 Habia un cajón de hierro que contenia los pliegos i esplicaciones
relativos a los privilejios concedidos por el Supremo Gobierno i cierto nú-
mero de modelos de máquinas, etc., concerniente a esos mismos, debiendo
guardarse en el Museo en virtud de la lei sobre los privilejios esclusivos
dada en 1840.
Habia también los padrones legales de los pesos i medidas españolas
ya completamente inútiles, puesto que se habia adoptado el sistema métri-
co. Obtuve que éstos fueran retirados para ser conservados en la Moneda.
Había también un número considerable de fenómenos: una oveja con
dos cabezas, un cerdo con cinco patas, gallinas con tres pies, etc., hasta fe-
nómenos humanos, por lo que se interesaban principalmente las mujeres
que visitaban el Museo; todos estos fenómenos han pasado a la Escuela de
Medicina.
Se comprende que los objetos mencionados ocupaban una gran parte
de la sala, estrechando considerablemente el espacio en que se conservaban
los objetos de Historia Natural propiamente tales.
20
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Este espacio era también estrechado por un retrato al óleo de tamaño
natural y de cuerpo entero de don Andrés de Gorbea, español que habia
sido profesor de matemáticas en la Universidad i Decano déla Facultad de
Ciencias Físicas i Matemáticas, i en consecuencia de esto, director del Mu-
seo. Este retrato fué obsequiado por la colonia española de Santiago i ocu-
paba una gran parte de una de las paredes cortas de la sal^. Un retrato de
don Claudio Gay, de medio cuerpo, hecho en Paris por un notable pintor
aleman, a espensas del Gobierno estaba colocado encima de la puerta que
conducía de la única sala del Museo a la pieza pequeña que debió servir de
oficina del director i de taller al preparador, como se ha dicho.
Por esto se comprende que habia mui poca capacidad en esta sala
para un Museo zoolójico, botánico i mineralójico i efectivamente habia mui
pocos objetos chilenos referentes a estos ramos, como lo habia observado
en mi visita al Museo en Diciembre de 1851.
No habia casi ningún cuadrúpedo chileno, pero sí unos pocos europeos;
mui pocas aves chilenas, pero también unas cuantas europeas; se me ha
dicho que los objetos europeos provenían de un canje con Alemania i que
aun las aves chilenas se hablan colocado casi todas en el Museo después del
regreso de Gay a Francia, i que hablan sido preparadas por un tal Thornow,
cazador que el doctor don Cárlos Segeth habia traído consigo. No existia
ningún reptil ni pez chileno conservado en alcohol, ningún pez grande em-
balsamado; pero habia un corto número de peces europeos conservados,
según el antiguo método de clavar la mitad de un pez llenada convenien-
temente con estopa contra una tablita, los que todavía se conservan.
En dos cajones, con ancho marco dorado, se velan insectos chilenos,
casi todos comidos por la polilla.
El herbario chileno era bastante modesto; los papeles que contenían las
plantas, no estaban reunidos en libros, sino puestos horizontalmente unos
sobre otros, pero sistemáticamente. Un letrero que sobresalía hácia afuera
indicaba el nombre dc/ laí^ familias. Como un año i medio mas tarde descubrí
en un rincón, debajo del techo, un paquete de plantas disecadas, recojidas por
el desgraciado botánico Bertero, que estuvo en Chile por los años 1828 a
1829, colección de gran importancia porque las plantas servían para co-
nocer. con exactitud el nombre de las especies nuevas descubiertas por él i
descriptas por el botánico italiano Colla.
Había mui pocos minerales i fósiles colocados libremente sobre tablitas
delgadas, en las cuales habia un letrero que indicaba el nombre de ellos.
No habia otras antigüedades de aboríjenes de Chile que los objetos
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
21
figurados en las láminas números i i 2, del Atlas de la historia física i po-
lítica de Chile.
Habia cierto número de objetos colocados evidentemente en el Museo .
después de la salida de Gay, v. gr. muestras de minerales de plata ensa-
yados por Domeyko, que por importantes que fueran para la metalurjia, no
eran mui dignos de ser exhibidos en un Museo, porque era imposible co-
nocer por su aspecto esterior el metal que contenían.
Esta pobreza me causó mucha admiración, la que aumentó todavía
mas tarde por la lectura de la excelente obra arriba citada de don Diego
Barros Arana, en la cual están insertos lo«5 informes de Gay sobre el resul-
tado de sus viajes por la República, de los cuales resulta que ha recojido
con indescriptible celo numerosísimos minerales, plantas i animales, que pa-
recen haber ido a Francia.
Sólo después de meses pude ocuparme del Museo. El Supremo Go-
bierno me dió la comisión de hacer una esploracion del llamado Desierto
de Atacama, cuyos preparativos me ocuparon desde luego durante algunas
semanas.
El 22 de Noviembre me embarqué en Valparaiso en el buque Jane-
queo, mandado por don Manuel Escala. Tuve por compañeros al injeniero
don Guillermo Dolí, que debia levantar el mapa de nuestro itinerario, i a
dos mozos que eran cazadores i sabian sacar convenientemente los cueros
de animales. El 24 del mismo mes anclamos en el puerto de Coquimbo,
donde demoramos algunos dias, porque el comandante tenia que cumplir
un encargo del Gobierno; el 29 llegamos al puerto de Caldera i el tren nos
llevó al dia siguiente a Copiapó, donde debia completar el equipo i tomar
noticias sobre la rejion que habia que recorrer.
El señor Intendente de la provincia reunió con este fin las .personas
que se decian conocedoras del desierto, pero resultó que sabian mui poco,
i casi lo único que me ha servido, era que debia proveerme de herraduras
para las muías i de cantimploras para llevar agua cuando habia que pasar
por trechos que carecian de ella.
El Intendente contrató también a don Diego de Almeida, que treinta
años ántes habia hecho el viaje a través del desierto hasta San Pedro de
Atacama. Este señor nos ha sido mui útil en varios casos; pero nos dió mui
pocas noticias acerca del camino que debíamos recorrer, porque, como dijo,
se habia fijado en su viaje únicamente en los mantos i panizos, buscando
vetas de oro i plata. Mi plan era el de recorrer primero el litoral hasta Co-
22
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
bija, miéntras el buque seguía hasta ahí para poderme comunicar con él de
trecho en trecho, aprovisionarme i embarcar los objetos recojidos.
Zarpamos de Caldera el 7 de Diciembre i saltamos a tierra en Cha-
ñaral de las Animas, desde donde visité minas de cobre i obtuve muías que
nos llevaron hasta el lugar denominado Paposo. En el iiuerto de Taltal me
comuniqué con la Janequeo; observo de paso que allí no vivía nadie, ni si-
quiera un indio pescador, miéntras ahora hai en ese lugar unos 5,000 ha-
bitantes a lo ménos.
El 17 de Diciembre llegamos a Paposo, de donde las muías se vol-
vieron a Chañaral, porque pude contratar nuevas muías para proseguir el
viaje a lo largo del litoral hasta el punto El Cobre, donde el señor Antonio
Moreno había reabierto pocos meses ántes minas de cobre. Supe aquí con
gran satisfacción que había en la vecindad indios atacameños con muías,
que podrían conducirnos a San Pedro de Atacama, una casualidad feliz con
la cual no había podido contar. Los atacameños sacaban su sustento prin-
cipalmente del trasporte de mercaderías del pueblo de Cobija a las provin-
cias arjentinas de Salta i Jujui. Ahora había guerra entre Bolivia i Perú;
los peruanos habían ocupado el puerto de Cobija i cortado el tráfico con
la Arjentina. Algunos atacameños habían hecho por esto la especulación
de ir a Paposo, donde podían esperar encontrar una gran cantidad de pes-
cado seco para llevarlo a la Arjentina, mas habían quedado chasqueados,
porque casi todos los indios pescadores de la costa habían ido a las minas
de plata descubiertas poco ántes en Tres Puntas i había mui poco pescado
seco en Paposo. Estaban, pues, mui contentos de ganar algún dinero con-
duciéndonos en sus muías a San Pedro de Atacama i consintieron es-
perar unos diez o quince dias, que a mi juicio necesitaba para llegar al
Cobre i volver, tanto mas en cuanto había este año pasto suficiente para
los animales en algunos oasis al Este de Paposo. (Paposo era entonces una
hacienda i constaba únicamente de dos o tres casas en que vivía el admi-
nistrador, i las casas de los indios pescadores se encontraban a bastante
distancia). Habiendo una vejetacion comparativamente rica en las faldas
de la costa, alimentada por las neblinas casi continuas que reinan en la
mayor parte del año en este lugar, empleé algún tiempo para herborizar.
El 24 de Diciembre llegamos al Cobre casi al mismo tiempo que la Ja-
neqiieo.
El señor José Antonio Moreno, que nos recibió con la mayor amabi-
lidad, me dió las primeras noticias ciertas sobre el interior del desierto, que
la superficie del terreno se levantaba suavemente desde las alturas de la
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
23
costa hasta 3 a 4,000 metros sobre el nivel del mar i que encontraríamos
en ella dos grandes salares, cuya existencia el buen don Diego de Almeida
habia olvidado enteramente.
El 27 de Diciembre me embarqué en la Janequeo para el puerto de
Mejillones de Bolivia i doblamos la Punta de Angamos, que se ha hecho
célebre por un combate naval en que los chilenos tomaron al monitor pe-
ruano Huáscar. Llegamos a Mejillones el 29 de Diciembre; era igualmente
un lugar inhabitado, i sólo habia en la vecindad jente ocupada en recojer
guano. De Mejillones volvimos a Paposo, donde anclamos el 6 de Enero.
Don Diego, que se habia quedado en Paposo, i don Guillermo Dolí,
quien volvió a este lugar con las muías que regresaron de El Cobre, hablan
miéntras alquilado las muías necesarias para el viaje a Atacama. Como
era difícil desembarcar en Paposo las provisiones i víveres para el viaje te-
rrestre que teníamos que emprender, fuimos en la Janequeo a la caleta de
Taltal, adonde hablan sido llevadas las muías, i nos separamos de la Jane-
queo, que volvió a Valparaíso.
El camino de Taltal a San Pedro de Atacama, que toma una dirección
oblicua hácia el Noreste, nos dió a conocer los dos salares, lagos de agua
salada, cuyas orillas frecuentemente están cubiertas de sal cristalizada, el
de Punta Negra i el de Atacama, que tiene su nombre del pueblo de San
Pedro de Atacama, situado en su estremidad Norte i que debe su existen-
cia a un pequeño rio de agua dulce que viene del Norte.
El 9 de Enero salimos de Taltal i llegamos a San Pedro de Atacama
el 22 del mismo mes. Después de esta penosa travesía era necesario des-
cansar i pensar en el regreso, cosa mui difícil, porque no era fácil encontrar
un guía i era preciso comprar las muías necesarias una por una.
Al fin encontramos un guía en el pequeño lugarejo de Paine, pero éste
se negó a seguir adelante cuando todavía no habíamos hecho la tercera
parte del camino. Felizmente dimos con un individuo de Copiapó que es-
taba en viaje a Atacama, pero se habia arrepentido de él, i quedó mui
contento de poder volver con nosotros. Nuestro camino seguia en gran
parte por la alta meseta i de vez en cuando por el antiguo camino de los
incas.
Salimos de Atacama el 30 de Enero i llegamos al mineral de Tres Pun-
tas el 24 de Febrero. Nuestras muías de carga estaban tan exhaustas que
fuimos mui felices de poder mandar la carga por carretón a Copiapó, i aun
las muías de silla, tenian apénas las fuerzas para llevar los jinetes. Llega-
24
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
mos a Copiapó el 27 de Febrero. El viaje por el desierto ha durado, pues,
desde nuestro embarque en Caldera hasta la llegada a Copiapó, 82 dias.
No necesito decir qué fatigas, qué privaciones hemos tenido que sufrir
en nuestro viaje. Pero los resultados para la jeografía de una rejion hasta
entonces enteramente desconocida i para las colecciones del Museo han
sido mui satisfactorios. Recojí:
Minerales
Un gran número de muestras de rocas
Fósiles
Mamíferos
Aves
Reptiles
Crustáceos
Insectos
Moluscos
Vermes
Equinodermos 8
Plantas 419
No me fué posible recojer durante el viaje peces, por haberse quedado
en Valparaiso el alcohol i frascos para conservarlos.
Muchos de estos animales i plantas eran nuevos para la ciencia. Una
descripción detallada de este viaje acompañada de mapas, doce vistas i
quince láminas de animales i plantas, ha sido publicado de órden del Su-
premo Gobierno. La redacción del viaje, la clasificación de los objetos i la
confección del mapa, vistas i láminas me demandaron mucho tiempo, de
modo que la obra salió a luz sólo en 1860.
Como se ve, este viaje ha enriquecido considerablemente la pobre co-
lección de animales i plantas chilenos que habia en el Museo. El señor
Germain por su parte, excelente colector, lo habia enriquecido recojiendo
los animales i las plantas de los alrededores de Santiago.
II
Local del Museo
Como se ha dicho al principio, el Museo ocupaba, cuando me hice
cargo de él, una sola sala con una pieza adjunta, que servia a la vez de
oficina del Director i de taller al preparador.
20 muestras
29 especies
14
33
9
10 »
50 »
97
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
25
Algunos años mas tarde se le agregó una sala contigua que hasta ese
tiempo habia estado ocupada, pero aun ésta se llenó en breve tiempo, i
cuando el señor don José Tomás de Urmeneta hubo obsequiado al Museo
la preciosa colección etnográfica, no habia lugar en donde colocarla, i el
Supremo Gobierno me dió entónces una sala en la casa de la Intendencia.
En 1866 los objetos colocados en ésta fueron trasladados a una sala
del edificio de la Universidad, que recien se habia concluido i que tenia
entónces algunos salones desocupados.
En este año se hizo un robo irreparable. Se rompieron los vidrios de
la puerta que daba al corredor, con lo que el ladrón pudo abrir la
puerta, rompió en seguida las puertas del estante, el vidrio del cajón en ♦
que se guardaban los adornos de oro de una princesa inca i sustrajo la
mitad de ellos, teniendo la jenerosidad de dejar al Museo lo demas. Las
investigaciones del Juez del crimen, don Eulojio Altamirano, para descu-
brir al autor del robo, han sido infructuosas. Observaré con esta ocasión,
que han hecho repetidas veces robos de mas o ménos importancia. No ne-
cesito decir que la colocación de los objetos del Museo en dos edificios dis-
tintos, tenia graves inconvenientes, principalmente en cuanto a la vijilancia.
Todo esto cesó con la traslación del Museo al magnífico palacio que
habia sido construido para la esposicion internacional de 1875, la que fué
decretada por el Supremo Gobierno con fecha 15 de Enero de 1876.
Se comprende que los nuevos salones no podia desde luego llenarse
completamente, i ante todo quedó desocupado en gran parte el salón cen-
tral, lo que tuvo por consecuencia que el Supremo Gobierno cedió varias
veces este salón para banquetes, bailes i reparticiones de premios durante
grandes festividades que se celebraban en la Quinta. También sirvió el gran
salón con las dos galerías durante la guerra perú-boliviana de hospital de
sangre, según decreto del Supremo Gobierno de 28 de Noviembre de 1879;
i en 1888 se cedió el mismo para una sección de la Esposicion de minería.
Todos los salones del Museo se hallan ahora completamente ocupados,
debido al continuo aumento de objetos, de modo que el local ya se hace
estrecho para las colecciones i es preciso que el Supremo Gobierno piense
en darle mas estension, lo que seria mui fácil, si el Instituto Agrícola se
trasladara a otro punto, pues éste ocupa todo el lado Oeste del mismo edi-
ficio, el que quedarla entónces para un solo objeto i bajo un solo Ministerio,
mientras ahora sirve para dos fines nada relacionados entre sí i depende
de dos Ministerios.
26
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
III
Personal del Museo
Cuando me hice cargo de la dirección del Museo, su personal se com-
ponía de un director, un subdirector, que lo era don Filiberto Germain,
nombrado por decreto de 20 de Octubre de 1853, i de un disector, Bernar-
dino Cortés, que habla acompañado al señor Gay como sirviente en sus
viajes i entendía algo del modo de sacar los cueros de aves, etc.
El señor Germain presentó su renuncia en 1858, la que fué aceptada
por decreto de 6 de Diciembre, i en su lugar fué nombrado don Luis
Landbeck por decreto de i.® de Octubre de 1859. Este era un colono ale-
mán, que se habla ocupado mucho de ornitolojía, i desempeñó su destino
hasta que perdió la vista a consecuencia de su continua ocupación con el
arsénico; fué jubilado por decreto de 20 Junio de 1884.
Habiendo muerto Bernardino Cortés, fué nombrado disector don
Pablo Ortega en 2 de Abril de 1862 i fué jubilado con fecha 17 de Octu-
bre de 1885. Por decreto de 7 de Junio de 1869, se comisionó a don
Edwin Reed para que prestara sus servicios en el Museo, principalmente
en la clasificación de los insectos, i por decreto de 7 de Abril de 1874 se
le dió el título de ayudante del Museo; cesó de serlo a fines de Diciembre
de 1876.
Por decreto de 15 de Mayo de 1877 se nombraron ayudantes del
Museo por el espacio de dos años a los señores Luis Sanfurgo i Enrique
Ibar Sierra, i a don Federico Puga por un año. Por decreto de 18 de Mar¿o
de 1878 se nombró asistente del Museo a don Federico Puga Borne. Por
decreto de 4 de Abril de 1881 fué nombrado ayudante del Museo don Ig-
nacio López, que murió en 1885. Por decreto de 18 de Junio de 1883 fué
nombrado ayudante del Museo el doctor don Luis Darapsky, que debia
ocuparse principalmente del arreglo de la colección mineralójica, puesto
que renunció en 18 de Octubre de 1888. Con fecha 15 de Julio de 1884
fué nombrado preparador y subdirector don Cárlos Rahmer, quien habia
hecho sus estudios taxidérmicos en Stuttgart; en Marzo de i888 se me
presentó inesperadamente diciendo que habia presentado su renuncia irre-
vocable por poder ganar como empleado particular mayor sueldo, renuncia
que fué aceptada por el Gobierno con fecha 13 del mismo mes. Estaba,
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
27
pues, sin preparador, i como no habia persona idónea en Chile para este
puesto, fué necesario contratar uno en Europa, lo que demoró hasta 1889.
El 17 de Octubre de 1885 se nombró a don Zacarías Vergara disector
del Museo por jubilación de don Pablo Ortega.
Por decreto de i 5 de Junio de 1885 se nombró segundo ayudante del
Museo Nacional a don Elias Román Blanco.
El Museo habia tomado ya una estension tan grande, que era mate-
rialmente imposible para el director de clasificar debidamente los animales,
plantas, minerales, fósiles, antigüedades chilenas i peruanas i objetos etno-
lójicos. Los asistentes nombrados no tenian la preparación ni los estudios
necesarios para secundarle en este trabajo i se habia hecho sentir mas i
mas la necesidad de nombrar naturalistas de profesión i esperimentados
para ayudar al director i para hacer el catálogo exacto de los objetos en
los diferentes ramos.
Estas consideraciones movieron al Supremo Gobierno a dictar con
fecha 9 de Julio de 1889 un reglamento (i) del Museo Nacional, según cuyo
artículo 4.0 la planta debia ser la siguiente:
Un director,
» jefe de la sección zoolojica,
» jefe de la sección botánica,
» jefe de la sección mineralójica,
» preparador,
disector,
» mayordomo i
dos porteros.
Era natural que los profesores de zoolojía, botánica i mineralojía obtu-
viesen también el puesto de jefe de las secciones respectivas del Museo.
No habiendo una persona idónea en el pais para la cátedra de zoolo-
jía en la Escuela de Medicina, el Supremo Gobierno contrató en Paris, con
fecha 30 de Agosto de 1889, a don Fernando Lataste. El profesor de bo-
tánica en el mismo establecimiento, don Federico Philippi, fué nombrado
jefe de la sección botánica. Por decreto 'de 16 de Enero de 1889 habia
sido nombrado don Ernesto Frick jefe de la sección mineralójica. En el
(i) En este año se dictó por el Supremo Gobierno un nuevo reglamento, del cual
se reproducirá en el último capítulo la planta de los empleados.
28
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
mismo año de 1889 vino don Federico Albert, contratado en Berlin, como
preparador del Museo i quedó de disector del Museo don Zacarías Vergara.
A los jefes de sección se encargó en el artículo 7.® inciso 5.0 «Formar
un catálogo de los objetos de su ramo»; i en el inciso i.® del mismo ar-
tículo, «Clasificar i describir todos los objetos nuevos para la ciencia que
ingresen al Museo, i publicar la descripción en el periódico del Museo».
Este periódico lleva el título Anales del Museo Nacional de Santiago.
Sus entregas se publican a medida que hai material para ellas i han salido
a luz hasta ahora 17 entregas, cuya última es «Distribución jeográfica de
las Compuestas de la Flora de Chile por el doctor Reiche».
Esta planta de empleados ha sufrido las variaciones siguientes;
El jefe de la sección zoolójica, don Fernando Dataste, fué retirado del
establecimiento, al cual no ha prestado servicio alguno, por decreto de 27
de Enero de 1892 con el encargo de formar un Museo zoolójico para la en-
señanza de zoolojía en la Universidad. El nombramiento de un sucesor se
retardó mucho. El doctor Ortman había solicitado este puesto, pero cuan-
do se le nombró no aceptó por haber obtenido mejores condiciones en el
puesto que desempeñaba en Princeton (Estados DTnidos) como profesor de
la Universidad.
Entonces se contrató en Alemania con fecha 16 de Julio de 1900 para
jefe de la sección zoolójica del Museo Nacional i profesor de zoolojía médi-
ca, al doctor Otto Bürger, quien sirvió el puesto durante los seis años de
su contrato.
Por decreto de 18 de octubre de 1893 comisionado don Filiberto
Germain para hacerse cargo de la colección de insectos, i en Febrero de
1903 fué nombrado jeje de esta sección.
Como el señor Frick fué nombrado jefe de la 4.^ sección de límites
Chileno-Arjentina, i como tal no podia seguir en el Museo, se nombro para
reemplazarlo al doctor Roberto Pohlmann, i después de la muerte de éste fué
nombrado en Abril de 1901, don Miguel R. Machado, jefe de esta sección.
El 10 de Abril de 1897 obtuve la jubilación que habia solicitado a
causa de mi avanzada edad i una afección a la vista, i fué nombrado como
sucesor mió, mi hijo Federico, jefe de la sección botánica, cuyo puesto re-
nunció a consecuencia del nuevo nombramiento, encargándose en Mayo
del mismo año el cuidado de esta sección al botánico doctor C. Reiche,
profesor contratado en Europa para los liceos.
En Abril de 1898 salió el señor Albert, del Museo i éste quedó con
solo el segundo preparador, don Zacarías \^ergara, quien después de ha-
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
29
ber estado separado por dos años del Museo a causa de su salud, fué nom-
brado preparador con el mismo sueldo del señor Albert en Marzo de 1908.
El 10 de Abril de 1900 se nombró escribiente i bibliotecario del Museo
a don Manuel F. Vargas Barredo, a quien sucedió en Noviembre de 1903
don Carlos G. Castro R., quien a su renuncia fué reemplazado en Marzo de
1907 por don Raúl Arrieta.
Estando vacante el puesto de jefe déla sección botánica fué nombrado
en Febrero de 1901 el señor don Bernardino Quijada para él, quien en Ene-
ro de 1902 fué nombrado naturalista auxiliar del Museo, entrando el doctor
Reiche como jefe de la sección botánica.
En Marzo de 1905 se comisionó al señor Quijada de trasladarse a
Europa para perfeccionar sus conocimientos en zoolojía i se nombró interi-
namente en su lugar al señor Bernardo Gotschlich. Cuando el jefe de la
sección zoolójica doctor Bürger cumplió su contrato fué nombrado en su
lugar en Marzo de 1906 el señor Bernardino Quijada, i el señor Gotschlich
fué nombrado naturalista auxiliar en propiedad.
IV
Viajes, compras i canjes para adquisición de objetos
Para recojer los animales, plantas, fósiles, minerales, etc., de Chile, era
necesario recorrer todo el territorio de la República, como ya se había
prescrito en el primer decreto de 1830 por el cual se 'fundó el Museo i
como lo establece el artículo 7.0, inciso 7.0 del reglamento de 1889. En va-
rios museos hai empleados especiales encargados de colectar objetos, por
ejemplo en la República Arjentina.
Estos viajes i escursiones se han hecho en Chile por el Director i los
demas empleados, principalmente durante las vacaciones o según lo per-
mitían circunstancias especiales. Indicaré las principales escursiones hechas
con este objeto.
Las rejiones del norte han sido esploradas: primero por mí durante mi
viaje a San Pedro de Atacama, del cual he hablado anteriormente. Segun-
do, el viaje de esploracion hecho por don Federico Philippi, acompañado
del preparador don Cárlos Rahmer i de don Otto Philippi, ha dado esplén-
didos resultados en cuanto a la fauna i flora de esas rejiones, porque fué
hecho por una parte mas oriental desde Antofagasta de la Sierra hasta
Atacama, i desde ahí por la puna de la provincia de Tarapacá, bajando al
30
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
oasis de Pica i yendo hasta el rio de Camarones. Un viaje del doctor Pohl-
man i otros del doctor Reiche a esas rejiones han enriquecido las coleccio-
nes, i aun varias personas que no tenian conexión con el Museo han contri-
buido mucho a hacer conocer mejor la flora de esta rejion, recojiendo plan-
tas i obsequiándolas al Museo. Son los señores Francisco San Román,
injeniero que ha estudiado especialmente la jeografía, don Guillermo Geisse,
don Alamiro Larrañaga i otros.
En Enero de i886 se mandó al preparador don Cárlos Rahmer alqui-
que para recojer animales marinos, i el resultado de su viaje eran, fuera de
peces pequeños, crustáceos, etc., lindos ejemplares de peces-espada (Xiphias
gladius) i de peces-aguja (Histiophorus audax Ph), que son un adorno del
Museo.
La provincia de Coquimbo. — En Octubre de 1878 visité personalmente
esta provincia para coleccionar en ella; en 1883 don Federico Philippi hizo
un viaje al monte de Frai Jorje i a los baños del Toro, i él mismo recorrió
en 1885, después de un invierno lluvioso, el Norte, yendo desde Caldera
por Copiapó, Chañarcillo, Carrizal i Vallenar al Huasco, i en 1898 visitó el
doctor Reiche el litoral i la alta cordillera de Coquimbo. Todos estos via-
jes han contribuido considerablemente al conocimiento de los productos
naturales de estas rejiones i enriquecido las colecciones.
La provincia de Aconcagua. — En 1860 visité una parte de la provin-
cia, principalmente la hacienda de Catemu, i en Diciembre de 1882 las re-
jiones de Jahuel, de Santa Rosa i la parte inferior del camino a Uspallata.
En Noviembre de 1862 esploró el señor Landbeck la rejion de Illapel, que
posteriormente fué visitada también por don Zacarías Vergara.
Provincia de Va/paraiso. — Se ha esplorado principalmente su litoral,
siendo el lugarejo de Algarrobo el centro de las escursiones, donde prime-
ro estuvo el señor Germain i después el señor Landbeck, i en 1884 estudió
don Federico Philippi los alrededores de Concon.
Provincia de Santiago. — Se comprende que esta provincia es la me-
jor esplorada i creo superfluo entrar en pormenores.
Provincia de Colchagua. etc. — Esta provincia i las adyacentes han
sido esploradas también en varias ocasiones. La cordillera fué visitada en
Octubre de 1860 por don Luis Landbeck, i el último viaje a ella fué en
1891 por don Federico Albert, quien pasó también al otro lado de la cor-
dillera, de donde trajo una preciosa colección de fósiles de la formación
liásica.
La hacienda de Cauquénes fué visitada varias veces i mencionaré sólo
F. Philippi — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
31
el viaje que hice con mi hijo hasta el ventisquero de los Cipreses i que dió
una rica cosecha en plantas. No fué descuidado el litoral; en 1878 hice un
viaje a Matanzas i Cáhuil, cuyo objeto principal era recojer los fósiles que
abundan en esas rejiones. En 1894 don Federico Philippi visitó esa rejion
para estraer el esqueleto fósil de un cetáceo hallado cerca de Navidad, que
todavía no ha sido posible clasificar, pero que parece constituir un nuevo
jénero.
Provincias de Talca, Curicó, Lináres, etc. — Los baños de Peteroa i
sus contornos fueron visitados por don Federico Albert; ya ántes el Museo
habia recibido muchas e interesantes plantas de esta rejion de los señores
Oscar Schónemann i Manuel Videla.
El señor Filiberto Germain visitó también en 1855 una parte de la
cordillera de Talca, i en 1879, mi hijo hizo una espedicion al Descabezado
del Maulé, que fué mui provechosa para la sección de botánica. En 1893
visité desde los baños de Quinamávida los valles adyacentes.
La provincia de Maulé es la única de la República que no ha sido es-
plorada, aunque lo merezca seguramente i dará sin duda muchos objetos
nuevos, sobre todo en el litoral. Sólo conocemos parcialmente su flora
por un rico herbario de plantas colectadas en ella por el doctor Eduardo
Moore, quien lo obsequió al Museo.
Provincia de Chillan. — Esta provincia, al contrario, ha sido visitada
tantas veces i en varias estaciones, que ulteriores esploraciones no darán
muchas novedades al Museo. Yo he estado cinco veces en los Baños de
Chillan i varias otras personas nos han traido objetos de allí.
Provincias de Concepción i Biobio. — La provincia de Concepción es una
de las mejor conocidas; ya en 1855 el señor Germain hizo colecciones en
Talcahuano i Tomé. En Marzo de 1879 estuve en el Salto de la Laja i en
varias ocasiones en los alrededores de la ciudad, en la isla de Quiriquina,
el Tomé, la hacienda de Coronel, etc. Estuve igualmente en los Anjeles, i
el señor Rahmer visitó en 1887 cordillera de Trapatrapa.
Araucanía (Arauco, Malleco, Cautin). — La cordillera de Nahuelbuta fué
visitada por primera vez en 1877 por mí i mi hijo, i en 1895 doctor
Reiche. En 1879 visité la Araucanía hasta Temuco, i en 1883 la parte del
litoral desde Lebu hasta Arauco i Coronel.
Provincias de Valdivia i Llanqnihue . — Esta rejion es una de las mas
esploradas, porque tengo un fundo en ella, en el cual solia pasar las vaca-
ciones. Mui interesante es la Cordillera Pelada, de la Costa, cuya parte mas
alta se eleva a mas de mil metros sobre el nivel del mar, porque presenta
32
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
en su meseta una flora en parte idéntica con la de Magallanes. Fué visita-
da varias veces i entre ellas una vez por el doctor Reiche. Aun la vejeta-
clon de su alta cordillera ahora es bastante conocida, pues en 1852 pude
estudiar una pequeña parte de ella, i en 1887 el doctor Otto Philippi reco-
jió sus plantas, miéntras acompañaba a la espedicion topográfica del capi-
tán Fernández, i Zacarías- Vergara reunió también una colección de plantas
cuando acompañaba al señor Ernesto Frick, jefe de la cuarta Subcomisión
de Límites.
El Museo debe también muchas plantas i animales al doctor Francisco
Fonck, al doctor Cárlos Martin i a Germán Krause. En 1892 el señor
Albert estuvo en Calbuco, recojiendo principalmente animales marinos.
Provincia i Archipiélago de Chiloé. — La isla fué visitada en 1857 por
el señor Germain, en Noviembre de 1870 por el señor Reed i en Enero de
1880 por el señor Federico Philippi. Pero su flora se conoce sólo incom-
pletamente. Las islas de Chonos fueron visitadas por el doctor Fonck
cuando acompañó una espedicion hidrográfica en el año 1857.
Tenemos también muchas plantas del rio Palena, recojidas principal-
mente por el doctor Federico Delfín. Muchos animales de esas rejiones
han sido obsequiados al Museo por los marinos chilenos, sobre todo por
don Roberto Maldonado.
Magallanes. — Esta rejion es una de las mas estudiadas de Sud-Amé-
rica, pues no sólo coleccionaron ahí muchos viajeros al pasar por el Estre-
cho, sino que han venido también varias expediciones científicas de Europa
con este objeto esclusivo. El Museo Nacional no la ha abandonado tam-
poco. Mandé dos veces a don Pablo Ortega i una vez al señor Enrique
Ibar, i en 1900 fueron los señores Reiche i Pohlmann acompañados del
preparador don Zacarías Vergara. El Museo debe también un número con-
siderable de objetos de historia natural a diferentes oficiales de la Marina
Chilena, que los recojieron durante sus estudios hidrográficos.
Islas oceánicas de Chile. — Estas tienen como todas las islas volcánicas
mui distantes de los continentes una flora i fauna particulares, siendo que
gran número de sus plantas i animales no existen en ninguna otra parte
del globo i ofrecen por eso gran interes para la ciencia.
En 1854 mandé al señor Germain i en 1872 al señor Reed a Juan Fer-
nández. para estudiar sus plantas i animales.
Yo mismo he estado sólo tres dias en la isla, acompañando a don José
Tomás de Urmeneta, que se habia propuesto hacer un estudio prolijo de
ella, lo que no se hizo debido a ciertas circunstancias imprevistas, que le
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
33
obligaron a volver pronto a Valparaíso. El Ministerio 'de Marina mandó en
1892 una espedicion científica a Juan Fernández, que dió por resultado el
libro del doctor Johow titulado «Flora de Juan Fernández», pero esta es-
pedicion no trajo ningún provecho para el Museo Nacional, pues fuera de
unos pocos insectos no recibió ningún ejemplar de los recojidos. En Di-
ciembre de 1900 el doctor Bürger visitó la isla con el objeto especial de
recojer sus animales marinos, que son casi todos distintos de los de la costa
del continente. Trajo una linda colección para el Museo.
San Ambrosio i San Félix fueron visitadas en 1867 por el Capitán
Simpson en la Chacabuco i en 1874 por don Francisco Vidal Gormaz^
quienes trajeron colecciones de plantas, que permitieron conocer su flora.
La Isla de la Mocha fué visitada en 1871 por el señor Reed i en 1902
por los señores Reiche i Machado, quienes publicaron en el número 16 de
los «Anales del Museo Nacional» el resultado de sus estudios, dando una
monografía bien detallada de la isla.
Este bosquejo histórico de las esploraciones hechas para recojer las
producciones naturales de Chile no pretende ser una relación completa,
pero dará una idea jeneral de los trabajos hechos para formar las coleccio-
nes de historia natural chilena.
Faltarán todavía muchos objetos chilenos hasta en las plantas, i los
profesores de los liceos provinciales podrían contribuir poderosamente para
llenar los vacíos, si hicieran colecciones de los animales, plantas, i minera-
les de su provincia.
Cosa estraña es que la sección mineralojía del Museo es la menos
completa, i seria una obra patriótica, si los dueños de minas quisieran
acordarse de que hai un Museo Nacional i comunicarle muestras de sus mi-
nerales i de las rocas que los acompañan.
El Museo posee un número bastante considerable de animales i plan-
tas estranjeras. Parte de los animales ha sido comprada, v. gr. el bisonte
de Norte América, la zebra, el oso blanco, etc.; algunos fueron dados por
el Jardín Zoolójico, pero mas de la mitad han sido obtenidos en cambio
por animales chilenos. Los museos a que debemos el mayor número de
animales estranjeros son los de Leiden i Estokolmo, pero debemos también
muchos a los museos de Turin, Florencia i París.
Hemos enviado grandes colecciones de pieles de aves, mamíferos, etc,
a los museos de Lisboa i Madrid sin que éstos hayan retornado algo.
Debemos la mayor parte de los insectos estranjeros a canjes con dife-
rentes particulares.
3
34
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
El número de plantas estranjeras es mui considerable; todas ellas han
sido obtenidas por canje con el Jardin Botánico de Kew (Londres), Berlin
i Viena i con el barón von Müller en Melbourne (Australia), el doctor Gethe
en Suecia i el señor Richter Lajos en Best (Hungría) i varios botánicos
norteamericanos i de Nueva Zelanda. Hemos enviado igualmente coleccio-
nes de plantas chilenas a los establecimientos botánicos de Bolonia i Ná-
poles sin que éstos hayan mandado algo en cambio.
La colección paleontólojica de nuestro Museo ha recibido muchos fó-
siles de Berlin i Viena en cambio de fósiles chilenos.
La colección de antigüedades sudamericanas, es formada en parte por
obsequios de particulares chilenos, en parte por compras de antigüedades
chilenas hechas a los señores don Luis Montt, don José Toribio Medina i
don Rafael Garrido. Las antigüedades peruanas están bien representadas
después de la compra que el Gobierno ha hecho de la colección de don
Nicolás Sáenz por el valor de $ 20,000.
Las momias peruanas han sido casi todas obsequiadas por varias per-
sonas, entre las que mencionaré sólo a los señores don Francisco San
Román, doctor Néstor Calderón i doctor Juan Schulze, a quienes debemos
mas de una.
Una momia de una cueva de las Islas Guaitecas ha sido obsequiada
por el señor don Ramón Lira.
Aquí mencionaré que nuestro Museo posee dos momias ejipcias de las
mas lujosas i que provienen de las mismas sepulturas subterráneas donde
fueron halladas las momias de los reyes Ramses el Grande (Sesostris), etc.
Una fué comprada por el Supremo Gobierno en 1,500 francos, la otra fué
obsequiada por el señor Francisco Torromé. La ornamentación de los
ataúdes i la coetaneidad con el rei Ramses son una prueba segura que las
personas embalsamadas, vivian a lo ménos 1,300 años ántes de Jesucristo,
i que las momias tienen, pues, una edad mayor de 3,000 años.
La colección etnográfica del Museo es de modesta estension; sin em-
bargo, ha merecido la atención de dos etnógrafos distinguidos, de un fran-
cés, el señor Pinard, i del etnógrafo sueco Hjalmar Stolpe, que han demo-
rado varios dias cada uno, sacando fotografías i descripciones de ciertos
objetos.
Tenemos una gran colección de armas i otros objetos de los habitantes
de la Polinesia, cuya mayor parte proviene de un obsequio del señor José
Tomas de Urmeneta, que los habia recojido en un viaje que hizo en su yate
Davt a Tahití; otros provienen de la espedicion de la corbeta O' Higgins,
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
35
comandante don Ignacio Gana, hecha por orden del Gobierno de Chile a
la isla de Pascua, a esta espedicion debe el Museo una colección intere-
santísima de objetos de esa isla, entre ellos las dos grandes estatuas de pie-
dra que se ven en la escalera grande del Museo, tres maderos cubiertos
enteratnente de jeroglíficos i otros objetos preciosos. Creo que en ningún
museo existe una colección mejor de esta isla que la nuestra.
Al señor Luis Lecaros debemos los vestidos de Siria i de Constanti-
nopla, etc.; los objetos procedentes de la India Holandesa han sido obte-
nidos del Museo de Leiden en cambio de objetos araucanos.
Parece superfino decir que poseemos un gran número de objetos arau-
canos, como vestuarios, armas, objetos de uso doméstico, adornos de plata
i de chaquiras, etc.; como también de los fueguinos.
La balsa hecha de cueros de lobo ha sido comprada en 1890; este
jénero de embarcaciones, que en otro tiempo era jeneral en las costas de
Chile i Perú, es ahora mui rara i principia a desaparecer. Una preciosa
armadura japonesa de siglos pasados i armas de lujo del mismo tiempo han
sido obsequiados por el señor don Serjio Ossa.
V
Estado actual del Museo
El Museo está instalado, como se ha dicho mas adelante, en el palacio
que fué construido en 1874 para la esposicion internacional en la Quinta
Normal, el que ocupa casi totalmente, con escepcion de la sección occiden-
tal i la sala sud-oeste i el patio del mismo lado, que fueron destinados des-
de el principio para el Instituto Agrícola.
Las colecciones han aumentado de tal modo, que las salas se hacen
estrechas para contenerlas i en algunas secciones los objetos se hallan mui
aglomerados. Se ha tenido un cuidado especial de reunir, en primer lugar,
todo lo que se refiere a Chile, i puede decirse que el Museo es bien com-
pleto, tanto en productos naturales cuanto en objetos arqueolójicos chile-
nos. Los objetos procedentes de otros lugares no se han dejado tampoco
a un lado, i de productos tanto naturales como arqueolójicos i etnolójicos
hai numerosos ejemplares, entre los cuales sobresale la colección de anti-
güedades peruanas, que es la admiración de los visitantes, como llama
también la atención de las personas entendidas una preciosa colección de
objetos de la Isla de Pascua (Rapa-Nui), como probablemente ningún otro
36
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
museo la poseerá tan completa. Las. colecciones zoolójicas están dispuestas
según los sistemas modernos, pero mientras en los mamíferos i en las aves
hai dos secciones, una de las especies chilenas i otra de las estranjeras, en
los demas grupos las especies chilenas se encuentran intercaladas entre las
estranjeras. El herbario i la colección de frutos i semillas están también divi-
didas en una sección chilena i otra estranjera.
La planta de empleados es hoi dia, según el nuevo reglamento apro-
bado por el Supremo Gobierno con fecha 25 de Julio de este año, la si-
guiente:
Un director
Cuatro jefes de sección
Un naturalista ayudante
Un preparador
Un disector
Un escribiente i bibliotecario
Un mayordomo i
Dos porteros.
ZOOLOJÍA
Los mamíferos i aves se hallan en el piso bajo, todos los demas ani-
males en el alto, i donde no se indica especialmente la sala, se entiende que
se hallan en el gran salón occidental del piso superior.
Los protozoos ocupan un estante alto, hai ejemplares de Foraminíferos
al lado de dibujos aumentados i modelos de los mismos i de otros, entre
ellos uno grande de infusorio. Hai en todo 51 jéneros, representados cada
uno por una especie.
Los celenterados ocupan dos estantes altos, dos mesones i dos grandes
estantes que se hallan sobre los mesones centrales; parte de las esponjas i
los poliparios están secos, los demas están conservados en alcohol. Hai 123
especies que representan 113 jéneros.
Los gusanos son casi todos conservados en alcohol i ocupan dos es-
tantes altos; son 93 especies repartidas en 76 jéneros, hai un bonito mode-
lo de Rotatorio.
Los tunicados ocupan un estante alto; hai 18 especies (12 jéneros), en-
tre ellos dos bonitos modelos.
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
37
Los equinodermos ocupan un estante alto i cuatro mesones, aquellos
del estante están en alcohol, los de los mesones son secos. Hai 141 especies
repartidas en 57 jéneros.
La colección de moluscos consta de 91 especies (72 jéneros) en alcohol,
que ocupan dos estantes altos, i un número considerable de conchas i ca-
racoles que pertenecen a muchas especies, de los cuales se exhibe una parte
en los mesones centrales. Como el catálogo de esta sección todavía no está
concluido, no puede indicarse el número de las especies i jéneros, pero
puede decirse que la colección es bastante completa. Hai también una co-
lección especial de conchas i caracoles chilenos en tres mesones, i sobre
una mesa hai un ejemplar de la gran jibia de Chile conservada en alcohol.
Los crustáceos ocupan cuatro estantes altos i dos mesones; hai 182 es-
pecies, repartidas en 96 jéneros: los ejemplares antiguos son secos, aque-
llos obtenidos en los últimos años están conservados en alcohol. El ejem-
plar que mas llama la atención es la jaiva jigantcsca del Japón (Macrochaira
Kaempferi), que ocupa por sisóla, un estante especial.
Los miriápodos, arácnidos i onicóforos ocupan un estante alto; hai 32
especies en alcohol que representan 27 jéneros; lo que mas admiran los vi-
sitantes del Museo, son el gran alacian del Africa i la gran araña peluda de
la América tropical.
La colección de insectos se halla en seis estantes, tres están en la pieza
del entomólogo al lado del balcón i los otros en el vestíbulo al frente de
éste. La colección de los insectos chilenos es mui rica, consta de 60,000
ejemplares mas o ménos, de los cuales la mayor parte está clasificada; el
órden mas numeroso es de los coleópteros. De insectos exóticos hai unos
5,000 ejemplares, casi todos clasificados. Se ha principiado a arreglar una
colección sistemática para la exhibición, que ya ocupa tres mesones en el
salón grande del alto. Se está formando también el respectivo catálogo.
Los peces se encuentran en el vestíbulo norte, frente al balcón. Los
ejemplares grandes están embalsamados i colocados en parte dentro de una
reja central junto con unos reptiles grandes. Los demas ocupan seis estan-
tes en la pared, los mas se hallan en alcohol, otros están embalsados i un
número de éstos que datan todavía del tiempo de don Claudio Gay, se hallan
sobre una tablita, así que constan sólo de un lado del cuerpo. Hai 277 es-
pecies, distribuidas en 190 jéneros.
Reptiles i anfibios. — Algunas tortugas grandes i dos cocodrilos se ha-
llan en el salón frente al balcón dentro de la reja central i les ejemplares
restantes están colocados en la sala, esquina oeste, en dos grandes estantes
Sala de los Peces
F. Philippi.— HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
39
Sala de los Fósiles
contiene en cada lado siete estantes i dos superpuestos i el vestíbulo cuatro
estantes en la pared i uno central quiosquiforme (con los nidos i huevos); el
tercero tiene en cada lado siete estantes i en el cuarto se ven cuatro estan-
tes esquineros i dos intercalados i uno central quiosquiforme (con los nidos
i huevos). La colección chilena se compone de 1,158 ejemplares embalsa-
mados, 59 nidos, 386 huevos, 12 esqueletos i 36 cráneos que pertenecen a
283 especies repartidas en 172 jéneros. Aves estranjeras hai 2,249 embaí-
esquineros i otro grande i uno chico libres. El mayor número se encuentra
en alcohol i el resto está embalsamado. Hai en 102 especies (65 jéneros) de
reptiles i 59 especies (30 jéneros) de anfibios.
Aves — El salón norte del costado oriental i el vestíbulo central de este
lado están ocupados por las aves chilenas, el gran salón que sigue de ahí
al sur i el de la esquina sur-este contienen las aves estranjeras. El primero
Sala de las Aves chilenas
F. Philippi — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
41
samadas, 6 nidos, 501 huevos, 6 esqueletos i 12 cráneos, que representan
1,235 especies pertenecientes a 711 jéneros. Las grandes cursoras ocupan
un estante colocado entre el gran salón i el vestíbulo de la gran escalera.
Mamíferos. — En el gran salón central se hallan los Rumiantes, Pinipe-
dios i Cetáceos que ocupan ámbos costados, miéntras en el centro dentro
de una reja se ven fuera del esqueleto de una ballena de veinte varas de
largo i otros de toninas, los Carnívoros grandes, una zebra, dos tapiros, un
elefante, etc. En el vestíbulo frente a la entrada principal hai un estante con
los monos antropomorfos i de ahí al oriente en el salón contiguo, hai en la
muralla sur nueve estantes grandes i en el portal que conduce a la sala es-
quina otro pequeño con los mamíferos estranjeros i unos pocos chilenos,
arreglados sistemáticamente, i por el costado norte hai siete estantes con
esqueletos i a mas esqueletos i cráneos libres detrás de una reja. En la sala
de la esquina noreste hai cuatro grandes estantes esquineros i dos inter-
calados, que contienen los mamíferos chilenos i cráneos i esqueletos peque-
ños, entre los cuales hai también algunos de aves, reptiles i peces; en el
centro dentro de una reja hai un esqueleto de elefante i un cráneo de ba-
llena.
Los mamíferos están representados por 412 especies distribuidas en
173 jéneros; hai 713 ejemplares embalsamados, 64 esqueletos i 230 crá-
neos, sin contar tres esqueletos humanos.
Hai en el centro del salón de la esquina oeste del alto un estante colo-
cado sobre un armario con cajones, que contiene en su parte baja cajas con
insectos que ilustran el mimetismo, el dimorfismo sexual i estacional i la
variación jeográfica i local.
En la segunda tabla hai preparaciones que demuestran el desarrollo
desde el huevo hasta el estado perfecto de reptiles, batracios, peces e in-
sectos, casos de simbiosis i algunas piezas anatómicas relacionadas con la
biolojía. La tercera tabla contiene una colección de los mariscos mas usa-
dos en Chile.
• BOTÁNICA
La sección botánica ocupa el salón occidental del frente en el piso bajo
i el vestíbulo anexo. En el primero hai nueve estantes altos i tres centra-
les; los altos contienen, dos los 117 libros con el herbario chileno, dos los
138 libros con el herbario exótico i los cinco restantes contienen una co-
lección de frutos i semillas i de drogas chilenas i otra análoga de productos
42
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
estranjeros. En los estantes centrales se ve una bonita colección de made-
ras chilenas, fototipias de la vejetacion chilena, tipos biolójicos como epífi-
tas (Tillandsia, Sarmienta), parásitas (Cuscuta, Phrygtlanthus, Myzoden-
dron), plantas de bulbo, plantas típicas de la alta cordillera en forma de co-
jines, enfermedades de plantas de cultivo, etc. En la pared hai una colee*
Sala de Botánica
don de maderas chilenas en trozos grandes, acuarelas i dibujos de plantas
interesantes chilenas (Orquídeas, Orobanche, etc.), mapas que exhiben la
distribución horizontal i perfiles que muestran la distribución vertical de
plantas chilenas, etc.
El herbario ha sido consultado por varios botánicos extranjeros y ha
suministrado también material para varios trabajos monográficos.
El Gran Salón Central
44
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Sala de Mineralojía
grandes mesones cada uno con un estante sobrepuesto que contiene una
colección de fósiles, que habia sido del doctor R. A. Philippi i fósiles ter-
ciarios de Chile. La sala de la esquina tiene cuatro estantes con cajones, un
estante alto i seis mesones, todos con fósiles i sobre una mesa hai un relie-
ve del Vesubio i contornos trabajados por el doctor R. A. Philippi.
xMINERALOJÍA, JEOLOJÍA I PALEONTOLOJÍA
Esta sección ocupa en el alto la gran sala oriental i parte de la sala es-
quina al lado, i en el piso inferior la gran sala del sur. La sala del alto con-
tiene i8 estantes con cajones i una vidriera encima, en los cuales se hallan
las especies minerales i jeolójicas i algunos fósiles chilenos i otros doce es-
tantes altos con piezas escojidas para la exhibición. En el centro hai dos
F. Philippi.— HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
45
La sala sur en el bajo muestra dentro de una reja central un cráneo i
dos piernas de un mastonde de Chile i vaciados de un Megaterio, cabezas
de Dinoterio, Elephas ganessa, etc. En las orillas hai catorce estantes con
fósiles, entre los cuales llaman la atención los restos del mastodonte chileno
i del plesiosauro chileno. En las paredes hai copias de fósiles raros e inte-
Sala de los Evertebrados
resantes i una lámina de Archaeopteryx. Hai como 5,500 ejemplares de
minerales, 3,000 de rocas i 5,385 especies de fósiles, los que sumarán en
todo mas de 100,000 ejemplares, Hai también dos esqueletos de grandes
Cetáceos terciarios bajo dos vidrieras en el gran salón de las aves estran-
jeras.
46
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
ETNOGRAFÍA
Los objetos etnográficos están colocados en las galerías del norte i
oriente sobre el gran salón central. Son i,o86 ejemplares diversos, trajes,
armas, cerámica, momias peruanas, etc., i ocupan 43 estantes i dos nichos.
Uno de éstos contiene una preciosa colección de objetos de la Isla de Pas-
cua, incluso tres maderos con jeroglíficos, i dos estatuas de piedra del mismo
oríjen se hallan en él descanso de la escalera principal.
Ademas se ven en los dos vestíbulos contiguos al gran salón central
varios objetos del tiempo del coloniaje, como piedras talladas del antiguo
Arauco, un piano, mesas, un oratorio portátil, espejos, etc. i una ancla de
madera de Chiloé (sacho) con su cable hecho de quelineja, como se usaban
hasta mediados del siglo pasado.
ARQUEOLOJÍA
La colección arqueolójica consta de 1,301 objetos de Chile i 2,386 es-
tranjeros que ocupan 39 estantes, nichos i mesones en la galería occidental
sobre el gran salón central i el centro del vestíbulo anexo a ésta; sobresalen
entre todos los demas dos momias ejipcias de gran edad i de jente pudiente,
i una rica colección de antigüedades peruanas compradas a un señor Sáenz.
BIBLIOTECA
La biblioteca del Museo está ahora bastante bien surtida en todo lo
que se refiere a la zoolojía, botánica i mineralojía, i se trata de adquirir toda
obra que un jefe de sección necesita para su trabajo; sólo la sección etno-
gráfica i arqueolójica es todavía pobre. Cada jefe tiene en su oficina los
libros que necesita con mas frecuencia, todos los demas libros forman la
biblioteca jeneral que se encuentra en dos diferentes i mui estrechos loca-
les, lo que dificulta sobre manera su arreglo, pues hai que colocar las nue-
vas adquisiciones adonde queda algún vacío. Este estado de cosas podrá
cesar sólo cuando el Supremo Gobierno dote al Museo de un salón especial
para la biblioteca; hasta que esto no suceda, no podrá tenerse nunca un
buen órden que permita encontrar inmediatamente cualquier libro que se
busca.
F. Philippi. — HISTORIA DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
47
CATÁLOGOS
Hasta ahora no han existido catálogos impresos de las colecciones del
Museo, pero en poco tiempo mas se principiará su impresión, pues casi to-
dos existen en manuscrito, así que sólo hai que ponerlos en limpio, lo que
es un trabajo fácil; el de los mamíferos i el de las aves ya están del todo
listos. Este trabajo, largo i demoroso por su naturaleza, se ha principiado
algunos años há, pero fué retardado considerablemente por las consecuen-
cias del terremoto de 1906, i la reconstrucción de las partes destruida^ del
edificio, que obligaron al personal del Museo a ocuparse de otros trabajos
mui distintos i que causaron ademas un trastorno completo de aquellas sec-
ciones, que sufrieron mas en aquella catástrofe.
Me es grato espresar aquí las mas sentidas gracias al señor Machado
por las fotografías que hizo de las salas del Museo, i al señor Gotschlich por
haberme prestado los clichés de que se sacaron el retrato del Dr. R. A. Phi-
lippi i la vista del frente del Museo.
Federico Philippi.
LA SECCION VERTEBRADOS
DEL
MUSEO NACIONAL DE CHILE
(SU ORÍJEN.— su EVOLUCION.— SU ORGANIZACION ACTUAL
POR
Bernardino QUIJADA B.
Jefe de esta Sección
4
FODÁDORES DE LA ZOOLOJÍA CHILENA
Abate Juan Is^iiacio Molina (Jesuíta)
(1740-1829)
Naturalista e historiador chileno. Nació en Talca. Fué
Bibliotecario del Colejio de Jesuítas de Santiago. En 1767
se trasladó a Italia, donde escribió varias obras sobre
Historia Natural, Jeografía e Historia Jeneral de Chile.
Falleció en Bolonia.
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
5
LA SECCION VERTEBRADOS
DEL
MUSEO NACIONAL DE CHILE
(SU ORÍJEN.— su EVOLUCION.— SU ORGANIZACION ACTUAL)
.1
S • SUMAR/O
¡i 'v
I. Oríjenes. — La Estación Zoolójica Marítima i Museo Oceanográfico de San Antonio.
II. Instalación jeneral de la Sección. — i. Colecciones (Necesidad de nuevos salo-
nes para dividir los Reptiles, Anfibios i Peces en Sección chilena i estranjera).
— 2. Mobilario de'' esposicíoN: aj Vitrinas rectangulares i quiosquiformes;
dj Estantes libres, corridos i esquineros; cj Falta de vitrinas de fierro i grandes
vidrios. — 3. Anexos (Almacén de Duplicados, Taller de Taxidermia, Oficina i
Biblioteca).
III. Disposición i Conservación de las Colecciones. — i. Observaciones jenera-
LES: aj) Series interminables de ejemplares i grupos biolójicos; dj Animales
embalsamados, en esqueleto, conservados en alcohol, huevos i nidos. El prepa-
rador de taxidermia debe ser artista i naturalista. — 2. Etiquetas i Clasifica-
ción adoptada. — 3. CONSERVACION: Medios de combatir la acción destructora
de la humedad, la hiz, el polvo i los insectos (aparato de calefacción colectiva,
cortinas de fácil manejo, aparato estractor del polvo por absorción, cajones de
desinfección).
IV. Bosquejo de las Colecciones.— i. Colección biolójica. — 2. id. teratolójica. — 3. id.
de animales domésticos. — 4. id. jeneral sistemática.
V. Publicaciones sobre Vertebrados chilenos. — i. «Catálogo ilustrado i descriptivo
de los Vertebrados vivientes conservados en el Museo Nacional». — 2. «Los
Peces de la Colección del Dr. Píate». — 3. Enumeración de las Publicaciones
chilenas i estranjeras que contienen descripciones i trabajos monográficos de
Vertebrados de Chile.
VI. Conclusión.
Señor Director:
Conforme a las instrucciones verbalmente recibidas de la Superioridad
del Museo Nacional, doi a conocer en seguida la marcha de los trabajos i
las necesidades de la Sección Vertebrados, englobando su oríjen, su evolu-
ción i su organización actual.
FUNDADOUES DE LA ZOOLOJÍA CHILENA
Don Claudio Gay
(1800-1873)
Naturalista francés. Vino a Chile en 1828, i durante
muchos años se dedicó a reunir el msterial para su monu-
mental Historia Física i Política de Chile (28 tomos i 2
Atlas) que publicó por encargo del gobierno de nuestro
pais (1844-1865). Falleció en Francia
B. Quijada. — veri errados del museo nacional de chile
53
I
ORÍJENES
El Gobierno de Chile pensó ya en 1813 en la fundación de un Museo
de Historia Natural; pero esta idea sólo se realizó en 1830, cuando se con-
trató a Don Claudio Gay para que reuniera objetos zoolójicos i botánicos
indíjenas de nuestro pais.
Gay volvió a Francia en 1842 para publicar su bella i monumental
«Historia Física i Política de Chile>^ (28 tomos i 2 Atlas), en cuyos dos pri-
meros volúmenes de la parte zoolójica fueron descritos, por sus colabora-
dores Gervais, Desmurs i Guichenot, todos los Vertebrados descubier-
tos por él i por el Abate JUAN IGNACIO Molina (1740-1829), naturalista é
historiador chileno, que en 1767 se trasladó a Italia, donde escribió una
obra sobre nuestra historia natural orgánica, «Saggio sulla storia naturale
del Chile-».
El Mu«eo dejado por el sabio Gay en Santiago quedó casi abandona-
do i no pocos ejemplares se perdieron i destruyeron; de suerte que en 1853,
cuando el Dr. Don R. A. PniLlPPl fué nombrado Director, sólo existia una
colección mui pobre en especies. Encargado de dirijir interinamente el Mu-
seo, estaba en esa época en Sr. D. Filiberto Germain (5,7-20,10, 1853),
quien continuó prestando sus servicios en el establecimiento en calidad de
Sub-director.
Desde entónces el Museo Nacional principió a merecer renombre i au-
mentó rápidamente sus colecciones, ya por el intercambio i donación de
objetos o por los numerosos ejemplares recojidos por el Director i los em-
pleados en los muchos viajes llevados a cabo, por encargo de nuestro Go-
bierno, para la esploracion de Chile.
El Dr. Don R. A. Philippi jubiló en 1897 a la edad de 89 años, i su
hijo don Federico Philippi fué nombrado Director, desplegando en este
puesto la mas grande actividad científica, hasta su fallecimiento, acaecido
el 16 de Enero de 1910.
Por decreto supremo del 7 de Abril de este mismo año, se designó al
señor Dr. Don EDUARDO MOORE Director del Museo Nacional, como digno
sucesor del Señor Don FEDERICO Philippi.
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
55
Con el nombramiento del Dr. MOORE bien luego vino la división del
primitivo departamento de Zoolojía en cuatro secciones (Vertebrados, Ever-
tebrados, Entomolojía i Aracnolojía e Insectos dañinos), separación que se
imponia, dada la importancia cada vez mas grande que tomaban las diver-
sas colecciones.
Los verdaderos fundadores del Museo Nacional, que fueron a la vez
los primeros jefes de la Sección Zoolójica, señores Philippi, padre e hijo, i
don FíLIBERTO Germain, contribuyeron grandemente a la conservación i
al mayor adelanto de las colecciones de animales superiores.
Después les sucedieron, como jefes de la Sección Zoolójica entera, los
señores FERNANDO Lataste, Otto Bürger i Bernardino Quijada B.
Los preparadores señores FEDERICO Albert i ZACARÍAS Vergara
han aportado, en el último tiempo, su valioso concurso al desarrollo cada
vez mas grande de la Sección Vertebrados del Museo.
Debemos recordar también en este punto los importantes servicios que
dos hombres de ciencia han prestado durante mas de dos decenios a las co-
lecciones de Vertebrados de todo orden.
Es el primero don LuiS Landbeck (1859-1884), ornitólogo distingui-
do que, en colaboración del Dr. R. A. PíIlLIPPl, clasificó i publicó gran nú-
mero de Aves chilenas en los Ana/es de la Universidad i en Wiegínm. Ar-
chiv. für Natur.
El segundo es el señor don CÁRLOS Rhamer (1884-1888), hábil prepara-
dor de taxidermia i competente naturalista viajero, que aumentó conside-
rablemente todas las colecciones de la Zoolojía grosera con ejemplares mui
bien embalsamados; pues, aunque empleaba el primitivo sistema del relleno
con aserrin o pasto, sabia representar las especies con todo el aspecto que
ofrecen vivas en su medio circundante.
El actual Director del Museo ha favorecido notablemente la marcha
de la Sección Vertebrados. «El jefe de esta Sección — dice en su Memoria
de 1910 — se ocupa de la confección de los catálogos, de la clasificación
moderna i colocación de etiquetas a los ejemplares, de la preparación de
la gran cantidad de Mamíferos i Aves acumuladas, i de la instalación de la
Estación Zoolójica en San Antonio. Organiza una biblioteca de Zoolojía i
pronto iniciará los trabajos sobre la revisión i publicación de la Fauna
chilena».
— El hecho mas importante durante la administración del Dr. MoORE
ha sido sin duda la creación de:
DIRECTORES DEL MUSEO NACIONAL
Dr. Don Rodiilfo Amando Rliilíppi
(1853-1897)
DIRECTORES DEL MUSEO NACIONAL
Don Federico Fhilippi
(1897-1910)
58
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
La Estación Zoolójica i Museo Oceanográfico
en el Puerto de San Antonio, elejido para el objeto por su cercanía de
Santiago i Valparaiso.
Dicha Estación de Zoolojía Marina, — la primera fundada en la Costa
del Pacífico de la América del Sur, — por su situación jeográfica, instalacio-
nes i servicios, estaba destinada a responder a todas las exijencias de la Cien-
cia moderna i constituiria un poderoso ausiliar de trabajo del Museo Nacio-
nal chileno; pero desgraciadamente la Comisión Mista, obedeciendo siempre
a su espíritu de economía, suprimió el naciente Laboratorio Biolójico 'Ma-
rino cuando apenas contaba con un año de existencia.
En este breve lapso de tiempo, la Sección Vertebrados aumentó nota-
blemente sus colecciones con los envíos de peces i aves marinas que reci-
bia de San ^Antonio. Basta recorrer las diversas divisiones de la Sección
para darse cuenta, de una ojeada, de la importancia que tenia esta nueva
dependencia del Museo como proveedora al por mayor de toda clase de
animales superiores.
Convendria, pues, volver a crear pronto la Estación de Zoolojía Ma-
rina. Se aprovecharia asila cesión que la Dirección de Obras Públicas hizo
al Museo Nacional del terreno comprendido entre el estero de Llolleo i las
obras del futuro puerto de San Antonio.
Pero esto no es todo. El Señor Don VICENTE GARCÍA HuiDOBRO ha
puesto jenerosamente a disposición del Museo Nacional un terreno de su
propiedad situado frente a nuestra ex-Estacion Zoolójica i al sur del estero
del Sauce, siguiendo hasta el mar.
Con esto, nuestra Estación de Zoolojía Marítima quedaria rodeada de
un conjunto ideal de condiciones físicas: frente a una playa pintoresca —
donde se construiria un pequeño muelle de embarque i desembarque —
cerca de campos arables i a un paso de la «Boca» del rio Maipo, cuya de-
sembocadura no modifica sensiblemente la composición química del agua
del mar i se presta mui bien para realizar esperiencias de piscicultura i es-
tudiar la adaptación de los seres a la vida de las aguas salobres i dulces.
En una de las pájinas siguientes va agregado un mapa que da a co-
nocer e/ litoral comprendido entre el Puerto de San Ayitonio i la «Boca» del
rio Maipo, i un cróquis que muestra el pimto elejido en Llolleo para la ins-
talación del Laboratorio de Zoolojía Marina.
La estension de terreno donada al Museo Nacional por el Señor Don
DIRECTORES DEL MUSEO NACIONAL
Prof. Dr. I). Eduardo Moore
(1910)
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
6i
Vicente García Huidobro para establecer dependencias de la Estación
Zoolójica, está indicada en el plano de una población futura, llamada Po-
blación María.
En cuanto a la construcción del edificio, hai que decir que ya se tenia
calculado el costo aproximado de la instalación definitiva en $.60,000, ha-
biéndose alcanzado a presentar el plano i el presupuesto complete» que se
necesitaba para la fundación i el sostenimiento del futuro centro científico
chileno.
Como puede verse en el plano de las instalaciones futuras, — hecho con
la colaboración del malogrado arquitecto DON DOMINGO Baeza, — casi todo
el piso bajo del edificio de la Estación Zoolójica, estaria ocupado por la
sección mas interesante i de mayor importancia que iria a tener el único
centro oficial sudamericano de esta clase, o sea el acuarium, constituido
por una pileta central i ocho piscinas laterales, de dos metros cúbicos de
capacidad cada una. •
Todas estas piscinas, lo mismo que la pileta, serian alimentadas direc-
tamente por una bomba que, movida a vapor — o a viento si se quiere evitar
el gasto de un maquinista — estraeria el agua del mar.
La pileta central se destinarla a recibir todos los animales recien reco-
jidos i en ellos se conservarían, con circulación constante de agua fresca del
mar, los ejemplares que es preciso hacerlos estenderse en el momento en
que deben ser sorprendidos en sus formas i actitudes naturales por los dis-
tintos reactivos fijadores, para darles su verdadera apariencia; pues, sucede
a menudo que, molestados por los aparatos de pesca al ser tomados, se
contraen o se ocultan, muriendo en estado de contracción completa.
En las piscinas laterales se colocarían las formas principales que se •
quieran conservar vivas para la observación i estudio de la vida i repro-
ducción de los distintos tipos del reino animal, destinándose unas a los Mo-
luscos, a los Equinodermos i a los Aytrópodos (Crustáceos); otras a los Gu-
sanos i a los Celenterados, i las restantes a los Proto- Vertebrados (Tinúca-
cados) i a los Vertebrados (Peces).
El piso superior — representado al lado del dibujo de los bajos del edi-
ficio— constituirla la habitación del Conservador de la Estación i el estanque
o depósito de agua de mar que se necesita para establecer una renovación
continua del agua de la pileta i de las piscinas.
La inspección de los dibujos que aparecen en el curso de este artículo,
nos dispensa de entrar en mas detalles sobre la distribución de los ser-
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CROQUIS DEL MUSEO NACIONAL
B Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
67
(I
INSTALACION JENERAL DE LA SECCION
Conocidos los oríjenes de la Sección Vertebrados, estamos ya en el
caso de dar una idea sumaria de la instalación jeneral de las Colecciones,
del Mobiliario de esposicion i de los Anexos de esta repartición del Museo.
j i Prescindiendo de la Estación Zoolójica, — cuyos últimos
Colecciones , , -a 1 .
I I envíos de reces 1 Aves marinas todavía se exiben por se-
parado en dos estantes del gran salón central, — la Sección Vertebrados
puede descomponerse en las cuatro vastas reparticiones siguientes:
1.0 Colección biolbjica (en el vestíbulo norte).
2.® » teratolójica (en el vestíbulo sur).
3.0 » de animales domésticos (vestíbulo sur i costado occiden-
tal del salón grande).
4.0 Colección jeneral sistemática (7 salones del piso bajo i 2 de los altos).
[1] Al entrar el visitante al Museo se encuentra en el vestíbulo norte
con la colección biolbjica. Vé en las columnas los retratos de los principales
representantes de la Escuela Transformista; i en dos estantes altos laterales
i uno central de doble cuerpo percibe adaptaciones especiales i otras prepa-
radores biólojicas.
Hai todavía tres estantes mas en el portal que conduce al gran salón
central, uno con el árbol jenealójico del Reino Animal i dos con modelos
de embriolojía comparada (Fig. i).
[2] En el vestíbulo sur tenemos instalada, en cuatro estantes parieta-
les, la colección teratolójica animal.
Este conjunto de seres monstruosos, exhibidos por primera vez en
1910 i que tanto ha atraido la atención del público, se arregló con el mate-
rial que existia en el patio del Museo desde mucho tiempo atras.
— Los dos vestíbulos, el de la entrada principal i el de la gran escalera,
miden 19 m. ><( 9 m. o sean 171 m.^ de superficie.
68
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
[3] La colección de animales domésticos, — arreglada aparte para que
sirva a los estudiantes de Zoolojía i Zootecnia que visiten el Museo, —
Museo Nacional de Santiago
Fig. I. — Estante con el árbol jenealójico del Reino Animal
ocupa el costado occidental del salón grande del centro, cuya superficie es
de 1,172. 80 m“.
[4] En la coleccioyi jenaal sistonática hai que distinguir cinco catego-
rías de animales:
[a] Mamíferos. — Para darle mas ensanche a la colección de anima-
les domésticos, fué necesario trasladar los Lobos, el Elefante i el Leopardo
marinos al «centro del salón grande», con lo que esta parte del Museo ha
70
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
quedado destinada nada mas que a los mamíferos pisciformes (Cetáceos i
Pinipedios).
Los grandes Mamíferos terrestres que, en razón de su enorme talla,
deben estar espuestos como gruesas piezas fuera de serie, ocupan todo el
costado oriental del mismo salón grande.
El resto de la colección mamalójica, tanto de las especies exóticas
como de las indíjenas de Chile, están distribuidas en sus familias respecti-
vas, en los diez estantes de la sala oriental contigua al vestíbulo norte i en
los seis grandes estantes esquineros de la sala de la esquina noreste.
Esta última sala contiene sólo los Mamíferos chilenos, i en el centro de
una reja se ve un grupo de especies de gran tamaño que no caben en otra
parte (Fig. 2).
— Estos dos salones de Mamíferos miden 24X8 m. i 10X7 m.
[h] Aves. — Las Aves ocupar? el salón norte del costado orien-
tal i el vestíbulo central de este lado.
Las especies estranjeras están en el salón que sigue hácia el sur i en
la sala de la esquina sureste.
—Las dimensiones de estos salones de Aves son 24X8 rn. i ioX7
[c-d] Reptiles i Anfibios. — Los Reptiles i Anfibios pequeños están
colocados en la sala de la esquina noroeste de los altos, en dos vastos estan-
tes esquineros, mas otros dos chicos libres.
Las especies grandes de Loricatos i Quelonios se hallan dentro de la
reja central de dicha sala, que mide 70 m' (ioX7 'ti).
[e] Peces. — Los Peces, en fin, se encuentran en el vestíbulo norte de
los altos, frente al balcón (10 m.XiQ m.— 190 m“), colocados los grandes
ejemplares unos dentro de la reja del centro i otros sobre los seis estantes
parietales, que contienen las demas especies en alcohol o embalsamados i
en tablitas. Ks curioso observar que estos últimos peces, todos del Medite-
rráneo, datan del tiempo de don Claudio Gay.
— Instaladas como están al presente las colecciones de Vertebrados,
nada parece faltar; pero no es así. Desde luego, al paso que los Mamíferos
i las Aves están divididos en sección chilena i estranjera, en los Reptiles,
Anfibios i Peces las especies nacionales i exóticas se encuentran fusionadas
según su afinidad natural.
Conviene notar también que las salas de los altos, destinadas a exhi-
bir las colecciones de estas tres últimas clases (Reptiles, Anfibios i Peces),
MUSEO NACIONAL DE SANTIAGO
Salón de las Aves chilenas
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
73
se han hecho tan estrechas que no permiten incorporar ningún otro ejem-
plar grande de estos animales; siendo, en consecuencia, enteramente inade-
cuadas a su objeto actual.
Ademas, dichas colecciones están mui mal ubicadas, de suerte que
ante el público aparecen como injertos de la Sección Evertebrados i de la
Mineralojía.
Conviene, pues, trasladarlas una vez que, en el piso bajo o en los altos
de la parte oriental i sur del edificio, se construyan salones vastos, cómo-
dos i bien calculados. Así se armonizarían i guardarían mas relación las
Colecciones de Vertebrados i no ofrecerían ninguna dificultad para el ser-
vicio i la vijilancia.
El buen gusto indica que los muebles de
esposicion de un Museo, deben hacerse todos
por un mismo modelo; pero como nuestros objetos zoolójicos han sido prepa-
rados de diversas maneras, no es posible exhibirlos en armarios de cons-
trucción uniforme. Con todo, para obtener siquiera en parte la armonía se
han venido adoptando dos tipos jenerales de muebles de esposicion: i.° Los
estantes corridos i esquineros para la colección jeneral sistemática. 2.® Las
vitrinas de forrha rectangular i quiosquiformes, destinadas a las prepara-
ciones biolójicas i embriolójicas i a la colección de huevos (Fig. 3).
Tanto los muebles de la primera como de la segunda categoría, tienen
la armazón de madera provista en cada rincón interior de un larguero cor-
tado en forma de muescas, en las cuales se ajustan atravesaños que llevan
tablas de tres anchos diferentes para la exhibición escalonada de los obje-
tos de diversos tamaños, i que pueden aproximarse a los vidrios o al fon-
do, según se necesite.
A estas dos clases de muebles hai que agregar algunos armarios, —
como el que contiene la colección biolójica, — que en su cuerpo inferior tie-
nen series de cajones espaciosos, que son mui cómodos para guardar las
pieles i los cueros de la sección de los duplicados.
En cuanto a esas primorosas vitrinas hechas con la mínima parte po-
sible de fierro i grandes vidrios, — como las que en la actualidad se ven en
casi todos los Museos europeos i norteamericanos, — no ha sido posible to-
davía introducirlas entre nosotros, a causa de los precios subidos que tie-
nen estos incomparables muebles museolójicos.
Por lo que hace a la disposición de los muebles, para aprovechar la
mayor cantidad de luz en los dias de apertura, hemos tenido que adoptar
Mobiliario de esposicion
74
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
un sistema misto, colocando en el centro las grandes vitrinas rectangulares
i quiosquiformes i alineando a lo largo de las paredes los estantes corridos
i esquineros.
En la tarea de arreglar los objetos que no caben en los estantes, como
algunos Cetáceos i Pinipedios, mucho nos han ayudado los bancos de ma-
Museo Nacional de Santiago
P'ig. 3. — Estante quiosquiforme con la colección de huevos
(Salofi de Aifes chile?tas)
dera que se ven dentro de una reja en el centro del salón grande i en la
sala de los Mamíferos chilenos.
Por último, para terminar con todo lo que se relaciona con el mobilia-
rio de esposicion, debemos notar en este punto que en la actualidad el
gran salón central del Museo aparece casi «desnudo-í) — pase la palabra —
por la falta de vitrinas para los Mamíferos de gran talla; pero confiamos en
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile 75
Museo Nacional de Santiago
Fig. 4. — El (irán Salón Central de los Mamíferos.
que en un tiempo no lejano, por lo ménos los valiosos cuadrúpedos que
ocupan los costados del salón i que por su corpulencia no pueden colocarse
bajo cristal, se exhibirán en galerías de vidrio que se construirian a lo largo
de las paredes, aprovechando para ello las divisiones que ofrece la bella
arquitectura del edificio (Fig. 4).
Las dependencias del Museo Nacional anexas
a la Sección Vertebrados, que funcionan en el
patio o próximas a las colecciones, son tres:
Anexos de la Sección
76
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
[1] El Almacén o depósito para los duplicados, que contiene una co-
lección de pieles i cueros de especies chilenas i estranjeras para los canjes
i los trabajos de mamalojía i ornitolojía.
Como en años anteriores, se ha seguido practicando una selección de
lo que debe quedar como duplicado, a fin de dejar esta pa^te de la Sección
en buenas condiciones para el intercambio de objetos con otros estableci-
mientos análogos nacionales, i estranjeros, en beneficio del Museo i de la
mayor divulgación de la Zoolojía.
[2] El Taller para los Preparadores de taxidermia, que se ocupan
tanto del montaje de las pieles i cueros en seco como de los esqueletos i pre
paraciones en líquidos conservadores.
Falta aquí una pieza con cañones ventiladores, pues la atmósfera que
en todo el IMuseo se respira, cuando se remueven los cadáveres en las ti-
nas de maceracion es repugnante i deletérea.
[3] La Oficina i Biblioteca de la Sección. — La pieza de trabajo del
Jefe de la Sección está situada en el piso bajo, en el ala sur del edificio, con
entrada independiente i vecina de las colecciones del gran salón central.
Mide 27 m- de superficie. Hai necesidad de arreglar el piso que está
en mui mal .estado, con muchas tablas hechas pedazos. El uso i el tiempo
lo han deteriorado i ahora es imposible conservarlo con aseo.
— En esta sala está instalada la Biblioteca de la Sección. En efecto,
con el nuevo sistema de organización implantado por e! Dr. MOORE, se hizo
necesario repartir la biblioteca zoolójica que formaba parte de la Bibliote-
ca jeneral del Museo, colocada en dos diferentes i mui estrechos locales; i
el infrascrito trasladó a su oficina todas las obras que tratan de los Verte-
brados chilenos i estranjeros, a fin de poderlos consultar fácilmente.
Fuera del Catálogo jeneral de la Biblioteca del Museo, se han arregla-
do tres inventarios bibliográficos de las obras de Vertebrados: uno por
fichas, otro alfabético de autores i un tercero sistemático de los libros sobre
Mamíferos, Aves, Reptiles, Anfibios i Peces, tan pormenorizado como fué
posible, para encontrar en poco tiempo toda la literatura de un animal dado.
La primera parte del Catálogo alfabético de autores se publicó en el
tomo IV, número i del Boletin del Museo Nacional; i al final del -tomo V,
número i de nuestra publicación, se insertó la segunda parte de los libros
de Zoolojía que pertenecieron a la antigua biblioteca científica de la suce-
sión Philippi (Fig. 5).
La Biblioteca Zoolójica de esta Sección es principalmente de sistemá-
B. Quijada.— VERTEBRADOS DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE
77
tica, conteniendo unas 500 obras mas o menos, muchas de numerosos to-
mos, i está destinada al uso de los empleados i también del público; pero
no se puede sacar ningún libro del Museo según los Artículos 13 i 14 del
Reglamento
Fig. 5. — Biblioteca de la Sucesión Philippi, que fue' comprada para que forme parte de
la del Museo Nacional «no sólo como en homenaje a la memoria de Philippi, sino
como un material indispensable en todos los trabajos de investigación científica».
Museo Nacional de Santiago
Fig. 6. — Grupo biolójico de Loros barranqueros de Chile.
Fig. 7. — Grupo biolójico de Tortolitas chilenas.
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
79
III
DISPOSICION I CONSERVACION DE LAS COLECCIONES
Como se sabe, desde hace algunos dece-
nios en todos los Museos Zoolójicos se ha
iniciado la transformación de las colecciones en el sentido de reemplazar
las series interminables de ejemplares — ante los cuales el visitante pasa in-
diferente— por los llamados grupos biolójicos o cuadros que representan los
animales en su elemento de vida, con todo el aspecto i las actitudes natu-
rales llenas de gracia, que tanto nos habian seducido ántes de su muerte.
En nuestra Sección, este cambio de los ejemplares se opera poco a
poco, a medida que los recursos lo permiten. Así vemos que, si bien es
cierto que los Vertebrados estranjeros de la colección sistemática están
montados en tarimas que se han venido adaptando desde hace mas de un
siglo, las especies de Mamíferos i Aves chilenas ya comienzan a esponerse,
aislados o en grupos biolójicos, en que se representa a cada individuo con
la espresion mas capaz de pintar la emoción que se les supone.
Sirvan de ejemplo i prueba el Calvo morador de las montañas o Cóndor
de los Andes, representado biolójicamente sobre una roca; el grupo de Tri-
cagües sobre un corte de terreno, que nos pone de manifiesto el trabajo de
nidificacion de estos Loros barranqueros de Chile; la pareja de Carpinteros,
cT i ?, sobre un tronco cortado verticalmente, para mostrar los nidos natu-
rales de estos conservadores de nuestros bosques; i la Fárdela de Juan Fer-
nández, en fin, cuya pollada nueva, con las crias ya del todo formadas, ani-
man el cuadro. (Figs. 6 i 7).
— Las colecciones de la Sección Vertebrados comprende: [i] animales
embalsamados, [2] en esqueletos, [3] en alcohol i for7nalina, i [4] huevos i
nidos de Aves.
[i] Animales embalsamados. — Mucho han contribuido a cambiar
la fisonomía de las colecciones los nuevos procedimientos que ahora se em-
plean en nuestro Museo para montar las pieles i cueros.
El antiguo sistema de armar los embalsamados rellenándolos con ase-
Observaciones j enerales
Museo Nacional de Santiago
Fig. 7. — Cuerpo de paja i cáñamo con las formas del Lobo de mar.
Fig. 8. — El cuerpo de paja del Lobo cubierto de una capa de greda.
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
rrin o paja, ha sido sustituido por el método de reproducir el animal, ha-
ciendo un cuerpo firme con paja i cáñamo, después de haber tomado cuida-
dosamente las medidas de la cabeza i demas partes del cadáver. El animal
así modelado, se recubre, ántes de recibir la piel o el cuero, de una capa
de greda, sobre la cual se figuran las formas anatómicas, según las indica-
ciones de la osteolojía i la miolojía, para reproducir fielmente el aspecto
particular del ser (Figs. 8 i 9). «El taxidermista de hoi no es, pues, el embal-
samador de otro tiempo, sino un profesional que debe ser a la vez artista i
naturalista, buen observador de lo vivo, para que pueda representar con la
mayor naturalidad los animales ántes de colocarlos en las vitrinas».
Como trabajos taxidérmicos importantes hechos en el último tiempo
en la Sección, pueden citarse el bonito ejemplar de la Gran Serpiente apre-
tadora, que hoi se exhibe, a la entrada del salón de los Reptiles, en su
medio circundante; i el Caballito chilote, cuyo esqueleto se armará jun-
to con uno de Hombre para formar un cuadro comparativo. Esta última
preparación, presentada en fondo negro i acompañada de una esplicacion i
de rótulos a dos tintas, mostrará que, aunque el esqueleto humano i el de
un animal Vertebrado cualquiera están construidos bajo el mismo plan je-
neral, ofrecen diferencias profundas en el número, forma i posición de los
huesos.
[2] Los esqueletos de Mamíferos grandes, están montados sobre ta-
rimas teñidos con barniz negro que se lavan fácilmente; i los frájiles i piezas
sueltas, así como los cráneos pequeños, se hallan protejidos en cajas rec-
tangulares de vidrio i en tubos cerrados.
[3] En la colección de animales en alcohol i formalina, todas las
piezas están colocadas en frascos, que son de dos tipos: los frascos cilin-
dricos, destinados a los objetos biolójicos i de la colección sistemática, i los
frascos rectangulares para las preparaciones teratolójicas.
Los frascos de una i otra clase, se cierran herméticamente por medio
de discos de vidrio de borde esmerilado, que se pegan con una pasta de
parafina con gutapercha. Para facilitar la inspección de algunos Reptiles,
Anfibios i Peces, se han fijado, por medio de hilos, sobre vidrios que se
colocan verticalmente en el interior de los frascos. Estos vidrios, de forma
rectangular alargada, son de diversos colores, según los de los animales
conservados, o trasparentes cuando están destinados a sostener animales
dorsi ventrales o de dos caras, como el Lenguado.
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Jefe de la Sección Vertebrados insertó un trabajo sobre los Métodos usados
en las Estaciones de Zoolojia marina para la Nar cotización, la Fijación i la
Conservación de los Organismos acuáticos.
De este trabajo, — elaborado por el infrascrito después de haber teni-
do ocasión de conocer bien los métodos empleados en la Estación Zooló-
jica de Ñapóles, durante su permanencia en dicho Laboratorio como comi-
sionado del Supremo Gobierno, — se hizo un tiraje aparte de lOO ejempla-
res para repartirlos entre los Profesores de Ciencias Biolójicas residentes
en los distintos puertos de la República, halagados con la idea de que a
mas de un colega animarla a intentar practicar los procedimientos aplica-
bles a los animales mas comunes.
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
87
— Como complemento de las jeneralidades espuestas acerca de la con-
servación de los objetos de la Secion Vertebrados, reproducimos en se-
guida las recetas usadas entre nosotros para fijar los Peces; i damos des-
pués una trascripción de las Instrucciones para la preparación de pieles de
Mamíferos pequeños, del Dr. D. O. Thomas, trabajo que también fué dis-
tribuido entre los colegas que se interesan particularmente por nuestras
cosas, a fin de obtener de los mismos el envío, en buenas condiciones, de
todo mamífero pequeño indíjena de Chile.
[i] Peces. — Para fijar los Peces con la verdadera apariencia de una vida
Fig. 12. — ^Jeringa para inyecciones,
con pistón de repuesto
88
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
i duración perpetua, esto es, con las formas del cuerpo i las aletas bien dis-
tendidas, se deben meter aun vivos en la solución comercial de formalina,
que es el líquido fijador por excelencia. En seguida se les conserva defini-
tivamente en la misma formalina al 5^ o en alcohol de 70°.
Como en los Teleósteos el alcohol penetra difícilmente en los intesti-
nos, sobre todo cuando son grandes, es preciso hacerles una incisión en el
vientre o bien se les inyecta alcohol de 90° en todo el tubo dijestivo, por
el ano, con la ayuda de una jeringa de pistón (Fig. 12).
Las especies de piel plateada de estos Peces se fijan algunos minutos
en sublimado concentrado.
Los Selacios i los Ciclóstomos pequeños se sumerjen directamente en
alcohol de 70°. En las formas grandes es necesario inyectar el alcohol en
el cuerpo i renovar mui a menudo el líquido.
Los grandes Selacios, si se quieren conservar por algunos meses, para
luego preparar el esqueleto o conservar la piel, se deben sumerjir en una
solución de cloruro de sodio al 10 por ciento, una vez estraidos los intesti-
nos, abriendo el vientre.
Algunas especies de consistencia blanda, como el Torpedo o Raya, se
fijan mejor dejándolas media hora en el ácido crómico al i por ciento.
Los embriones de Selacios (de i a 10 cm. de lonjitud) se fijan con su-
blimado concentrado, en el que se dejan 5 a 15 minutos, teniendo luego
cuidado de lavarlos bien con alcohol iodado. Así preparado.s, pueden ser-
vir también para investigaciones histolójicas.
Lo Bianco ha conservado bastante bien embriones de Torpedo con
toda la masa vitelina, poniéndolos en una mezcla de ácido crómico al i por
ciento i sublimado concentrado en partes iguales, durante quince minutos,
i pasándolos después al alcohol débil
Los embriones mas grandes (de mas de lO cm. de lonjitud), se dejan
próximamente una hora en ácido crómico al i por ciento, lavándolos con
agua dulce ántes de pasarlos al alcohol.
[2] Preparación de pieles de Mamíferos pequeTws. — i.® «Debe escribirse
la etiqíieta con el cuerpo recientemente muerto a la vista. Dicha etiqueta
debe ir numerada i espresar la localidad, la altura sobre el nivel del mar,
en metros, el sexo, la fecha i las siguientes medidas en milímetros, tomadas
sobre el cuerpo mismo. (Fig. 13):
(1) el largo de la cabeza i cuerpo en conjunto;
(2) el de la cola sin tomar en cuenta los pelos de la punta;
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
89
(3) el de la pata trasera sin las uñas, i
(4) el de la oreja tomada desde el corte en su base hasta la punta.
Al tomarse las dos primeras medidas indicadas, debe estirarse el cuerpo
cuanto sea posible, doblando la cola hácia arriba en un ángulo agudo; en
Fig. 13.—
Modelo de la .Etiqueta.
Cara :
Reverso
b. =» Cabeza y cuerpo ; Tí <= cola; Hf •= pata trasera ; Lar = oreja.)
seguida se toman las medidas desde el mismo centro de este ángulo.
(Fig. 14).
La etiqueta llevará en su reverso cualquier apunte de interes referente
a la localidad en que fué cazado el ejemplar.
Es de importancia que la colocación de los diversos ítem, el método
K
Fig. 14. — A, de la cola sin los pelos de la punta; B, de la i>ata
trasera sin las uñas; C, de la o?eja, tomada desde el corte
den su base hasta la punta)
de escribir las fechas i la dirección que lleve la letra (que debe partir desde
el punto atravesado por el hilo de la etiqueta), guarden completa uniformi-
dad en el modelo, a fin de que las etiquetas referentes a pieles recojidas en
diversas localidades sean uniformes.
2.0 Se abre la piel con un tajo, vientre arriba, a partir del ano hasta la
90
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
punta posterior del esternón; saqúese de la abertura practicada de esta
manera, una rodilla primero i después la otra, i córtense las patas traseras
en la articulación de las rodillas, sepárense los principales músculos de los
huesos, desollando la piel del cuerpo a todo el rededor de la base de la
cola; en seguida, agarrando firmemente la piel de la base de la cola entre
las uñas de índice i del pulgar, o en la horquilla de un palo bifurcado, se
estraen las vértebras de la cola con las tenazuelas, gradualmente se desen-
vuelve la piel del cuerpo, de los hombros i de la cabeza, cortando las patas
delanteras al codo i sacando los músculos de estos del mismo modo que se
usó para con las patas, evitando desde luego cuidadosamente el cortar la
piel al pasar por las orejas i los ojos; se saca toda la piel de la boca cor-
tando con mucho cuidado hasta llegar a los mismos labios.
En esta operación prestará buenos servicios una regular cantidad de
aserrin fino, en conservar secas i limpias las manos i, de consiguiente, tam-
bién el pelo de la piel.
3.® Limpíese con aserrin el interior de la piel hasta dejarla libre de
sangre, grasa, etc., i después frótesele por todas partes con jabón arseni-
cal, teniendo especial cuidado de introducir este jabón en el interior de
los miembros.
En los paises húmedos debe emplearse óxido de arsénico pulverizado
que sirve para secar la piel, cuidando no aspirarlo durante la Operación, ni
dejarlo caer sobre el pelo de la piel.
No debe ponerse ningún veneno i sobre todo ningún arsénico pulve-
rizado sobre la parte esterior, peluda, de las pieles. Se puede usar pimien-
ta, naftalina o alcanfor para resguardarlas de la polilla en el viaje.
4.0 Vuélvase a desenvolver la piel con el pelo hácia fuera, i llénese
el hueco del cuerpo con algodón, metiéndoselo, si fuera posible, en un
solo pedazo: también se puede poner la piel de reves sobre el algodón,
introduciendo las tenazuelas desde la cola a través de la parte peluda de
la piel i agarrando la masa de algodón, desde la boca.
Es preciso tratar de rellenar la piel sin estirarla demasiado i conse-
guir que todas las pieles se rellenen mas o menos en idéntica proporción.
Un pedazo de alambre derecho, bastante largo para que alcance des-
de la parte superior de la incisión del vientre hasta la punta de la cola, se
afila una punta si necesario fuere, i después se le envuelve en algodón su-
ficiente para rellenar la piel de la cola; luego se frota con jabón arsenical
i se introduce la punta afilada hasta la estremidad de la punta de la piel
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
9í
de la cola, la otra estremidad del alambre se coloca en el vientre, envol-
viéndola con el algodón que forma el cuerpo.
Póngase un poco de algodón en el hueco de las patas delanteras i de
las traseras. Finalmente, cósase la incisión del vientre. Se ata la etiqueta
al tobillo de la pata trasera derecha (Fig. 15).
5.0 Colóquese la piel sobre una tabla de madera o corcho, estírense
Fig. 15. — Modo de atar la etiqueta al tobillo de la pata trasera derecha.
Fig. 16. — Colocación de la piel sobre una tabla de madera o de corcho
las patas delanteras hacia adelante i préndaseles sobre la tabla, con alfile-
res, pasados a través del centro de la mano (Fig. 16).
Debe cuidar de colocárseles lo mas cerca que sea posible al pescuezo
o la cabeza, para evitar que las uñas se agarren a otras pieles en caso de
empaquetarlos en un mismo cajoncito.
Las patas traseras se estiran de igual modo hácia atras, plantillas
abajo, prendiéndolas a ámbos lados de la cola Es mui importante que ni
las patas delanteras ni las traseras sobresalgan lateralmente, i que no se
encojan miéntras están secándose, así como también que los dedos de las
patas delanteras i traseras permanezcan juntos i paralelos, no estendidos
lateralmente.
6.0 Miéntras se seca la piel, es preciso tratar de dar a la cara la forma
mas semejante a lo natural que sea posible.
Las orejas de zorros, liebres, ratas i ratones pueden plegarse hácia
atras con elegancia: en murciélagos, ardillas i demas animales, deben colo-
92
BOLPn'IN DEL MUSEO NACIONAL
carse paradas verticalmente, lo que se conseguirá si se apretan entre los
dedos estando ya casi secas.
7.0 Sepárese el cráneo del tronco, marcándolo con un número que
corresponda al que se fijó en la etiqueta que pertenece a la piel i después
déjese secar el cráneo.
En un pais seco, al hacer esta operación, casi es innecesario limpiar-
lo, i aun en paises húmedos poco habrá que limpiar, si se coloca el cráneo
en aserrín secado artificialmente; a lo sumo, pueden sacarse los ojos i el
cerebro, dejando la lengua para la protección de los huesitos del paladar.
En jeneral, debe tratarse de dejar en el cráneo cuanta carne sea posi-
ble, en atención al clima, evitando por supuesto, que llegue a podrirse.
El mejor método es el de secar natural o artificialmente al horno con
calor moderado, colocando el cráneo en aserrín, i debe evitarse el empleo
de arsénico u otras materias químicas resguardándolo de insectos, median-
te cajitas de latas bien cerradas i el uso de un poco de naftalina u otros de-
sinfectantes en los cajones.
Cráneos con gusanos de moscas, no deben colocarse junto a otros,
.miéntras estén secándose.
8.0 Las pieles deben empaquetarse cuidadosamente en cajitas; una vez
secas, envueltas en algodón lo bastante para evitar el movimiento; no deben
envolverse aparte, en papel.
Se recomienda un cajoncito forrado en corcho, como para insectos, en
el cual pueden prenderse con alfileres durante el viaje las tablillas de
corcho.
Cuando las pieles están parcialmente secas, pueden sacarse de las ta-
blas de corchó i clavarse en el fondo del cajón, una al lado de la otra, en
donde pueden secarse durante el viaje.
8.0 Los murciélagos deben estenderse del mismo modo, exactamente
como los demas mamíferos, pasando los alfileres a través de la coyuntura
de la muñeca i de las patas traseras. Las alas deben dejarse cerradas i no
estendidas, a cada lado del cuerpo, sin cubrir la piel del vientre.
Los pulgares se doblan hácia adentro o hácia atras, mas no hácia
afuera. También deben conservarse uno o dos ejemplares de cada especie
en alcohol, si es posible.
La operación de desollar animales de mayores proporciones, difiere
necesariamente en algo de la arriba indicada, pero las etiquetas i el arreglo
de las pieles deben concordar con estas instrucciones.
Cuando el largo de la cabeza, del cuerpo i de la cola conjuntamente
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
93
excede de 75 centímetros, es preciso doblar la cola por debajo del vientre,
niiéntras que las patas delanteras i traseras deben echarse hácia atras.
El largo total de todo cuero de un tamaño mas mediano, como ser de
zorro, etc., no debe exceder de 75 centímetros, si fuera posible, debiendo
reducirse cualquier exceso con doblar las patas traseras hácia adelante, o
aun con doblar la piel a través del vientre.
— Solicitanse, en jeneral, todo mamífero pequeño, por común que
sea, como ser ardillas, ratones, ratas (i), musgaños, topos, murciélagos, co-
madrejas, hurones, etc., etc. No se necesitan, sin embargo, animales domesti-
cados, ni ratones cazados en casas de ciudades. No es necesario enviar de-
masiado de la misma especie, con tal que se preparen con cuidado i con
las etiquetas conforme a estas instrucciones.
Siempre son de interes las séries de pieles que representan las diferen-
tes estaciones del año.
Animales de esta clase se cazan con trampas, colocadas en sitios ade-
cuados, especialmente donde existen cuevas i corridas de ratones. El colec-
cionista debe llevar una serie de trampas de resorte i aprovechar de las
que emplean los indíjenas de la localidad. Trampas formadas de botellas o
jarros de boca ancha enterrados a nivel del suelo, a menudo pueden ser
útiles» (2).
(1) Solicitamos mui especialmente Múridos chilenos de los jéneros Akodon, Ory
so7nys, Phyllotis, Oxyniyctei'us i Reith'odon, cuyas especies indíjenas presentan a veces
un pasmoso parecido con las formas de Mus introducidas en el pais, i son llamadas, se-
gún su tamaño, Rato?t o Laucha de ca7Jipo.
(2) Thomas (O), Instrucciones para la preparacio7i de Ma7niferos peque7ios.
94
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
IV
BOSQUEJO DE LAS COLECCIONES
Tócanos ahora dar una lijera idea de las colecciones, siguiendo el mis-
mo orden establecido en la Instalación Jeneral de la Secciofi.
Carlos Liniieo
(1707-1778)
Ilustre naturalista sueco, autor del Systeina naiu7-ae (i735'U65)- Estable-
ció el llamado sistema sexual de los vejetales, recomendable por su sencillez, e
ideó la admirable 7iomencIatu7‘a bi7iaria, universalmente seguida i que lleva su
nombre.
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
95
I , I El material de esta colección, instalada en el ves-
Colección Biolóiica ,, , i i
I I tibulo norte, comprende mas de 450 muestras 1
puede dividirse en tres partes: i.® Historia de la Teoría de la Evolución;
Juan Bautista Lainarck
(1744-1829)
Naturalista francés, el mas antiguo i célebre representante de la Escuela
Trasformista, en cuya Philosophie zoologique i demás obras, sostuvo la variabi-
lidad de las especies i su común descendencia, atribuyendo el principal papel en
las perpetuas i lentas trasformaciones de las mismas, al «uso i falta de uso de los
órganos».
2.0 Pruebas e7i pro del transformismo, i 3.0 Historia jenealójica de los ani-
males.
[i] Historia de la Teoria de la Evolución. — Los medios directos
96
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
para esta enseñanza se reducen a una galería de retratos los principales re-
presentantes de las Escuelas Trasformista i Anti-evolucionista, acompaña-
dos de una biografía para dar a conocer las mas importantes opiniones que
(1-49-1832)
El gran jenio poético de Alemania — que tanto contribuyó a establecer la
teoría de la evolución con sus trabajos sobre la Metaino7-fósis de las hojas, la
Natii7-alcza del C7'á77eo i los Huesos Í7íter77iaxila7’es del Ho77ibre—r\2iC\ó en Franc-
fort el 18 de Agosto de 1749 i murió en Weimer el 22 de Marzo de 1832, dicien-
do: /Luz, 77ias luzl
Juan Liipercio Goethe
con anterioridad al gran Darwin imperaban sobre el oríjen de las especies.
Se hace resaltar así la diferencia entre las Hipótesis de Creación sobrenatu-
ral formuladas por LiNNEO i CuviER i las Teorías de evolución natural de
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
97
Lamark i Geoffray Saint Hilaire en Francia, Goethe i Haeckel en
Alemania i Lyell i Darwin en Inglaterra.
[2] Pruebas en pro del trasformismo. — Diversas preparaciones
biolójicas recuerdan las pruebas del trasformismo, suministradas no sólo por
Cárlos Lyell
(1797-1875)
Célebre jeólogo ingles, autor de la obra P7'inciples of geology, que abre la
puerta de la jeolojía al evolucionismo biolójico.
la Morfolojía i la Ontojenia (Órganos rudimentarios, dimorfismo, mimetismo,
simbiosis, segmentación total i parcial de los huevos, mórula, blástula, gas-
trula, etc.), sino también por \2, jeolojía paleo7itolójica i la jeografía animal i
vejetal (cuadro de las edades paleontolójicas, fósiles embrionales, proféti-
cos i sintéticos o transitorios, Ammonites mesozóicos, antepasados del Ca-
ballo, etc.). (Figs. 20 i 21).
[3] Historia jenealójica de los animales. — Un pequeño estante,
colocado en el portal que conduce al salón grande, contiene un conjunto de
7
98
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
39 especies de todos los tipos para mostrar el árbol jenealójico del Reino Ani-
mal \ las formas intermedias recientes (Monotremas, Dipnoídeos, Anfioxus,
Peripatus).
tr
Carlos Darwiü
(1809-1882)
Ademas, para ilustrar la descendencia de los Mamíferos i analizar los
hechos morfolójicos i paleontolójicos que hablan en favor del oríjen animal
del Hombre, nos hemos servido de grabados tomados de <(~La Teoría de la
Evolucion'>'> de B. Quijada B. (corte vertical de mama humana, pezones su-
plementarios, cola atávica análoga a la de los Mamíferos i Reptiles, hiper-
tricósis jeneral de Julio Pastrana, cráneo de Pithecantropus erectus, etc.)
B Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
99
I . I Esta colección comprende las anomalías sim-
Coleccioii Teratolóiica , , , ,, ,
I [píes, principalmente casos de albinismo i mela-
nismo parcial i total (7 ejemplares de Mamíferos i 72 Aves), i las anomalías
loo
BOLETIN DEL -MUSEO NACIONAL
graves^ como el hermafroditismo lateral de la Langosta de Juan Fernández
i monstruosidades varias (33 piezas) (Fig. 17).
Algunas de las preparaciones teratolójicas, — como los cráneos de Me-
Fig. 18. — Brac/n'gnathistno siipertoi', G. S. H. Ternera ñata (Eos taia'us, L.)
Chile.
Ilihuaco o Carnero de cuatro cachos, de Vaca ñata i de Perro dogo — , han
sido agregados a la Colección biolójica para dar a conocer la Teoría de
las mutaciones o variaciones bruscas de Hugo de Vries, cuyo mérito
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
lOI
consiste en demostrar la creación esperimental de nuevas especies por la
aparición repentina de irregularidades de conformación (Figs. i8 i 19).
Colección de Animales Domésticos e Industrias Zoolóiicas . ^
i tisfacer la
exijencia del público i de la enseñanza de la Zootecnia i de la Zoolojía
aplicada, se arregló una colección de animales domésticos, con razas que
han tomado su oríjen en Europa, o estrañas a este continente.
Dicha colección, compuesta de 65 Aves i 22 Mamíferos embalsamados,
comprende entre estos últimos, tanto las especies de cautiverio antiguo
(Guanaco, Llama, Vicuña, Alpaca), como las que ocuparon después su
lugar (Caballos, Bueyes, Carneros, etc.).
Como se dijo oportunamente, estos animales domésticos han quedado
agrupados en el costado poniente del gran salón central i en el vestíbulo
sur, en la forma que sigue:
102
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Tipo Vertebrados
Clase I. Mamíferos.
Orden i. Perisodáctilos.
Caballo i Cebra.
Orden 2 Artiodáctilos.
Carnero, Cabro.
Vaca ñata, Yack.
Búfalo, Dromedario i Reno.
Orden 3. Proboscidios.
Elefante de la India.
Orden 4. Roedores.
Conejo común.
Orden 5 . Ca rn í voros .
Gato i Perro (3 razas).
Clase II. Aves.
Orden i . Gallináceas.
Gallo (8 razas).
Faisan (3 especies).
Gallineta.
Pavo común i Pavo real.
Orden 2. Columbinas.
Paloma casera (7 razas).
Orden 3 Palmipedas.
Pato {7 razas).
Ganso (2 especies).
Cisne.
— Como complemento de la nueva sección de animales domésticos, se
ha comenzado a arreglar un pequeño estante con otros animales que viven
en compañía del hombre i por él se dejan utilizar, como la Abeja de miel,
el Gusano de seda i ciertos Peces (Salmón, Trucha i Carpa) \ que en con-
junto constituyen lo que se designa con la denominación de Industrias
Zoolójicas (Apicultura, Bombicultura i Piscicultura) .
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
103
La colección de Mamíferos chilenos es bastante completa; i entre los
estranjeros faltan algunas especies grandes que convendria adquirir, como
el Rinoceronte , el Hipopótamo, el Lama^itino i el Dugungo; sobre todo estos
dos últimos, pues el único orden de Placentados que no tienen representan-
tes en el Museo es el de los Sirénidos.
Fig, 20. — Ave del Paraíso (Fcu'adisea apoda). Dimorfismo
sexual i , por Claudio Gay, se han publica-
do muchos trabajos en que se trata también de especies chilenas, tanto en
Pvoceedings of the Zoological Society of London como en Wiegmanns Ar-
chis für Naturgeschichte, i en otras revistas científicas i relaciones de viajes.
ii8
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Lo mas notable es la publicación .de R. A. Philippi en los Anales
del Museo Nacional, donde en el número i trata de las Focas chilenas;
en los números 2 i 7, los Ciervos; en los números 6 i 12, los Delfines chiU-
7ios; en el número 14, los Múridos chilenos; i en el número 13, los Mamífe-
ros traídos de Tarapacá.
B. Quij ada. — vertebrados del museo nacional de chile
119
Mastschic enumera en Ergelwiss dcr Hafnburber Maglhaensischen
Sammelreice, los Mamíferos recojidos por MiCHAELSEN.
[b] Aves. — Esta clase es ya mui bien conocida i no se descubrirá
mucho de nuevo en ella, ya que hai tantos aficionados que hacen coleccio-
nes de pájaros.
Ocupan la 2.^ parte del tomo i,® de Gay i han sido tratadas por
Desmurs.
Después se han publicado unas cuantas especies nuevas por Philippi
i Landbeck en los Anales de la Universidad i en Wiegmanns Archiv für
Naturgeschichie .
También hai unos cuantos trabajos sobre este grupo en Proceedings
of the Zoclo gical Society of London, uno de Martens en Ergebnisse de
Hamburger Magelhaensischen Sammelreice, i otro de SCHADOM en Eauna
c hilen sis.
El último trabajo grande es el del Dr. R. A. Philippi en el número
15 de los Anales del Museo Nacional.
El SEÑOR F. Albert publicó en los Anales de la Universidad (1898-
1 899) una « Contribución al estudio de las aves chilenas'>'> con detalladas des-
cripciones de muchas especies, cuya nomenclatura dió desgraciadamente
lugar a una crítica poco favorable.
El SEÑOR Reed publicó también un trabajo sobre aves chilenas en los
Anales de la Universidad (1896).
[c d] Reptiles i Anfibios. — El señor Guichenot ha tratado estos
animales en la primera parte del tomo II de Gay.
El Dr. R. a. Philippi ha publicado varios trabajos sobre estos ani-
males, ya en los Anales de la Universidad, ya en Wiem. Archv.
En el tomo II de la U. S. Naval Astronomical Expedition-^^ describen
unas cuantas especies nuevas.
De importancia son también los trabajos de Werner en Eauna chi-
lensis i Hamb. Mag. Sanwt.
Sin duda serán descubiertas todavía unas cuantas especies nuevas,
pues estos animales, por su reducido tamaño i su ajilidad i por la semejan-
za que frecuentemente tienen unas especies con otras, escapan fácilmente
al colector.
B. Quijada. — vertebrados del museo nacional de chile
I2I
[e] Peces. — Aunque ya se han descrito un número considerable de
estos animales como pertenecientes a la fauna chilena, creo que se descu-
brirán todavía muchas especies, ante todo entre las marinas, que serán ya
nuevas para Chile.
El señor GuiCHENOT ha tratado este orden en la segunda parte del
tomo II de Gay.
El Dr. PrilLlPPl ha publicado también algunas nuevas especies, asi-
mismo el Dr. Federico Delfín, quien publicó también en la Revista Chi-
na de Historia Natural un catálogo mui bueno de los Peces chilenos.
En la U. S. Naval Astroiiomical Expedition, tomo II, en P. Z. S. i en
otras revistas de flistoria Natural europeas i norteamericanas i relaciones
de los diferentes viajes, hai artículos ictiolójicas en que se tratan pocos pe-
ces chilenos.
El Dr. PÉREZ Canto publicó descripciones de Tiburones.
En el número 3 de los Anales del Museo Nacioiial se. describen i figu-
ran Peces chilenos por el Dr. PlilLIPPl.
En Fauna chilensis hai un trabajo de Steindachner sobre Peces chi-
lenos, i sobre los mismos hai un trabajo de LONNBERG en Hanib. Mag.
Sanim.
Steindachner dió también a conocer unas cuantas especies chilenas
en una revista publicada en Viena.»
122
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
VI
CONCLUSION
De todo cuanto hemos espuesto acerca de la Sección Vertebrados, se
deduce que esta repartición del Museo Nacional, a pesar de sus inevitables
defectos que la afean, se encuentra en magníficas condiciones de prestar los
servicios que de ella debe esperar todo el que se interese por algún estu-
dio de los animales superiores i del ramo que forma el coronamiento de las
ciencias biolójicas.
Ménos motivo tenemos de apreciarla de otro modo, si tomamos en
cuenta que todos los naturalistas que han visitado el Museo Nacional, han
quedado ampliamente satisfechos de la Sección Vertebrados.
Entre los especialistas que últimamente nos han venido a ver i a tomar
datos acerca de la fauna ornitolójica propia del pais, se cuenta el señor
Rollo H. Beck.
Como el señor Director sabe, dicho naturalista es el jefe de la espe-
dicion que el Museo Americano de Historia Natural de Ntieva York envió
por acá con el objeto de que hiciera una esploracion ornitolójica de la cos-
ta chilena.
Grato es dejar constancia escrita i pública en este punto del concepto
altamente favorable que este sabio yanqui se formó de nuestro Museo Na-
cional, considerándolo como el primero de Sud-América, no sólo por sus
completas colecciones de Aves acuáticas de todo órden, sino también por
el moderno sistema según el cual están arregladas todas las reparticiones
del establecimiento.
Sea como fuere, en todo caso no podrá ponerse en duda que, a pesar
de los escasos recursos con que cuenta el Museo Nacional, la actual Direc-
ción i el personal trabajan por elevarlo, dirijiendo su actividad principal-
mente a la conservación i al mayor fomento de las Colecciones, cuyo conjun-
to representa un dominio importante de nuestro patrimonio nacional.
Si mas no se ha hecho en la Sección Vertebrados, cúlpese a nuestra in-
suficiencia i de ningún modo al incesante deseo que abrigamos de ser útil
en algo en el cultivo i divulgación de la Zoolojía en Chile.
Porter. — sección invertebrados
123
INFORME DEL JEFE
DE LA
• SECCION DE INVERTEBRADOS
Señor Director:
Santiago, 10 de Abril de 1^14.
Cumpliendo con la orden de Ud. de informarle respecto a la marcha
del departamento de mi cargo durante el pasado año administrativo, tengo
el honor de elevar a esa Dirección la presente breve Memoria, la que fina-
liza, como de costumbre, con la indicación de las principales necesidades
del servicio.
Incremento de las colecciones.— La Sección de Invertebrados se
ha incrementado, en el año de que doi cuenta, con obsequios i con las es-
pecies recolectadas por el que suscribe en las vacaciones de Enero, Febrero
i Setiembre.
Los objetos ingresados por obsequios son la mayor parte comunes, pe-
ro que vienen a reemplazar ejemplares antiguos o en mal estado; i no ha
dejado, por otra parte, de recibirse, entre estos obsequios, algunos que son
especies nuevas para el Museo i una de ellas (una esponja en estudio, do-
nada por el señor Alejandro Horst) talvez aun nueva para la ciencia.
He aquí el número de especies recibidas de los señores donantes, con
indicación de los órdenes o clases en que se agrupan:
El señor Francisco Fuentes M., me entregó para la Sección i para su
determinación: i Miriópodo, dos ejemplares de un Escorpiónido i 5 especies
de Isópodos de la Isla de Pascua, todos secos i clavados; ademas un arácni-
do ya determinado como Tetragnata mandibulata .
El Dr. Carette me envió desde Buenos Aires un Gusano nematelminto
en líquido conservador: Uncinaria mephitis.
El señor Marcial Espinosa B. obsequió un Miriópodo conservado seco
i encontrado sobre hongos, en Concepción. Identifiqué este miriópodo a
la especie Semnosoma intricatum.
124
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
El señor Enrique E. Gigoux, a pedido mió, colectó i remitió desde
Caldera: 2 Vermes marinos, varios ejemplares de Crustáceos comunes de
los jéneros Xantho i Caprella, i Briozoo i varios ejemplares de Oliva pe-
ruviana con el animal (cosa importante, pues en el Museo teníamos sólo la
concha, como para la inmensa mayoria de los Moluscos chilenos i exóticos).
El señor Zacarías Vergara obsequió uno de los dos ejemplares de On-
cidiella chilerisis que me trajo para su determinación desde el gabinete de
Historia Natural del Instituto Pedagójico.
El señor John A. Wolffsohn envió un Aranéido (Araneus cinaberhms)
i el señor Manuel de la C. Cáceres también otro Aranéido (2 ejemplares):
el Glytocraniun gasteracantoides los que después de su determinación los
pasé a la Sección correspondiente.
El señor Rafael Valdés V. obsequió una «Culebra de pelo» (Gordius
chilensis) i por último el señor Alfredo Honorato me envió ejemplares de
un Camarón de Valdivia (Parastacus chilensis).
Biblioteca de la Sección. — De las obras solicitadas, no ha ingre-
sado en el pasado año aun ninguna otra fuera de las que di cuenta en mi
informe anterior.
En la distribución que los Jefes de Sección hemos estado haciendo de
lo que puede ser útil para rápida consulta en nuestras oficinas, de los libros
de la antigua biblioteca del Museo, he tenido la suerte de poder incorporar
21 volúmenes i folletos sobre Invertebrados; ademas el señor Silva Figue-
roa, como mas propias para la biblioteca especial de mi Sección, me entre-
gó las siguientes obras que estaban en el Departamento que él actualmente
ocupa:
<íGuide to the Crustácea, Arachnida, Onicophora & Myriapoda in the
Brit. Museum (Nat. History)» i Van Beneden & Seyls de Longchamps,
Tuniciers, del viaje de Béljica.
Ademas he cedido para la biblioteca especial de la Sección a mi car-
go, doce volúmenes i numerosos folletos sobre Invertebrados recibidos en
canje de mis publicaciones. Estos aparecerán con un signo especial en el
Catálogo de la Biblioteca de mi Sección, que continúo preparando.
Trabajos ejecutados. — Merecen especial mención los siguientes:
i.o Terminé totalmente el estudio o revisión de la coleccio7i de Crus-
táceos que encontré espuesta al público en el Museo, haciendo el inventa-
rio i ordenando la impresión de etiquetas, aprovechando de modernizar de
acuerdo con biblioteca privada especial carcinolójica, la nomenclatura de
Lám. I
FASCIOLA HEPATICA, iimié.
Este gusano habita el lií^ado (ca-
nales biliares) de varios rumiantes, prin-
cipalmente de la oveja. Produce la afec-
ción llamada distotnasis {vulgarmente en
Chile " t'nft'rnu'dad de los pirihumedd .
La Fasdüla o Diimi tiene un de.sarro-
Uo muy complicado: los embriones pa-
san una parte de su vida en el agua, «)-
tra en el pulmón ele un [).equeño cara-
col porhn. otra en el pasto, h'l gana-
do al pastar en lugares húmedos o inun-
dados puede ad(juirir la duva.
í .a Fasdoia hepática es un gusano
perteneciente a la Clase de los Platel-
mintos y al orden de los Tremátodos ,
La figura adjunta ilustra la anato-
mía de la Fasdoia, con aumento de 5
diámetros —
C. E: Portee , 19 Í4.
Fotografía de uno de los ejemplares de Gusanos parásitos, que da idea de la forma en que se
arregla, a partir de 1914, la Colección helmintolójica del Museo Nacional
I2Ó
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
lo que ya tenia etiquetas. Se están colocando dichas etiquetas impresas
a los ejemplares, a los que conservo ademas los primitivos nombres ma-
nuscritos tal como se acostumbra, debe hacerse, he hecho i continuaré
efectuando con las demas Clases.
2.0 He determinado la gran mayoría de los Crustáceos que traje de los
Museos de Buenos i La Plata, haciendo imprimir etiquetas i exhibiendo ya
muchos de ellos.
3.0 Hice el inventario de todos los Tunicados que existen en el Museo
(23 especies), haciendo imprimir etiquetas para ellos.
4.0 Hice el inventario de las especies existentes de Vermes^ orde-
nando la impresión de etiquetas.
5.0 Practiqué el inventario (modernizando lo que lo necesitaba) de la
colección de Moluscos en alcohol^ — chilenos i exóticos, — habiéndose ya
hecho las etiquetas impresas que comienzan a colocarse.
6.0 Hice el inventario de la de especies mismas i modelos (aumentados)
de la colección de Foraminíferos i Radiolarios existentes en uno de los
estantes del Museo, como adquiridos de Fric, de Viena, hace pocos años.
7.0 Incorporé a las colecciones, haciéndoles fabricar etiquetas, una
parte de los ejemplares de moluscos traidos por mí, de mi viaje a Europa
(1910-191 1).
8.0 Incorporé a las colecciones parte de las especies de Crustáceos,
en perfecto estado que estaban aun sin su determinación, i parte de lo
traído de mis escursiones de vacaciones.
9.0 Hice fabricar urnas de vidrio a varios de los objetos mas delicados
(algunos Esteléridos, Argonauta, Nautilus, Euplectella).
10. He incorporado a las colecciones algunas especies perjudiciales a
las plantas, como Helix i parásitos de animales domésticos (Cisticercos,
Duvas) i algunos crustáceos comestibles, con lecturas especiales (Lám. II).
1 1. Atendí i resolví numerosas cojisultas verbales i algunas por escrito
que se me hicieron sobre sistemática i bibliografía de artrópodos chilenos.
12. El mozo ha practicado, bajo mi inmediata vijilancia, el aseo de
todas las estanterías arrimadas a la pared, a medida que se practicaba el
inventario.
13. Para activar algo mas el incremento con especies chilenas, el 31 de
Junio próximo pasado, envié a todos los señores profesores de Ciencias de
los Liceos del pais i a algunos otros amigos interesados en las Ciencias
Naturales, la siguiente circular, impresa en el taller tipográfico del Museo.
Porter. — sección invertebrados
127
«Estimado señor:
«Deseando aumentar las colecciones de Invertebrados, a mi cargo, en
» el Museo Nacional i renovar los ejemplares antiguos que están en mal es-
» tado, aun en especies comunes, no he trepidado en dirijirme a Ud. con
» el fin de rogarle quiera tener a bien prestarme, con su entusiasmo por la
» ciencia, su valioso concurso en este trabajo. El material que necesito, se
» refiere principalmente a Miriópodos, Moluscos de agua dulce i Crustáceos
» (Isópodos, Anfípodos i Decápodos, también de agua dulce). Para los co-
» legas que vivan en puertos, el encargo se hace estensivo a las especies
» marinas aun comunes de equinodermos, moluscos i crustáceos. Todo
» podria venir en alcohol de 40 a 60 grados, i los gastos de envase i re-
» misión por encomienda postal o bulto-equipaje, los reembolsarla el Museo
» Nacional.
«Esperando su respuesta i sus órdenes, queda de Ud., su S.S.»
Ya diez personas han respondido, entusiastamente, ofreciendo su con-
curso, i tres han enviado objetos (señores Honorato, Wolfísohn, Gigoux.)
Como pasan de cuatrocientas las etiquetas que ya me ha entregado el
tipógrafo del Museo, i espero, ántes de poco, me entregue unas 500 mas,
creo que a mediados de año, aun sin modificarse la estantería (cosa en que
no podemos pensar tan pronto), habrá de cambiar bastante la disposición
i aspecto jeneral de las colecciones contenidas en dichas vitrinas.
Alguna cosa he alcanzado, pues, a hacer en el Departamento a mi
cargo, dentro de las comodidades i medios con. que cuenta el Museo en
jeneral, i mi Sección en particular.
EscursioneS. — Los escasos fondos de que dispone el Museo no ha
permitido llevar a cabo la escursion tan importante a los archipiélagos de
Chiloé i Chonos, que esa Dirección proyectaba para 1912 i después, para
1913, i que tan excelentes resultados habría dado para la ciencia i, en es-
pecial, para el incremento de las colecciones de los distintos departamentos
del Museo; tampoco pudo hacerse ni aun escursiones aisladas a provin-
cias cercanas a la capital por mi Sección, a espensas del Museo.
Sin embargo, durante las vacaciones de Enero i Febrero i en algunos
dias de Setiembre del año próximo pasado, en mi deseo de continuar, como
he podido (desde 1894) el estudio de la fauna de Invertebrados i especial-
mente de los Artrópodos de nuestro país, he practicado escursiones de mi
propia cuenta por algunos valles i cordilleras de la costa, tanto en el sur
(Malleco, Talca, etc.), como en las provincias de Valparaiso i Aconcagua.
Lám. II
PARASTACUS HASSLERl
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmrnmmmmmmmmmmmmmmmmmmmamitmt»
CAMARÓN
Esta especit* \ jvt* en, cuevitó que piuclica en (ierra húmeda
E$ comeíítíbie 5 se vciuie en cauiitiades en Quüaa v anos
puirtos de las nravificias del sur. —
Forma en que se arregla desde 1913 una Colección de Crustáceos
i de otros Invertebrados comestibles de Chile
Porter. — SECCION invertebrados
129
Fruto de esas escursiones son ejemplares frescos de especies conocidas
de Crustáceos, Moluscos, Gusanos, Escorpiones, i muchas especies nuevas
de Artrópodos i Vermes que tengo en estudio, de otras que estudian espe-
cialistas del estranjero i las siguientes que han sido ya bautizadas:
Insectos.
' Charipsella laevigata, n. gen. &n. sp.
Esphalmenus Porteri, n. sp.
Phloetribus, n. sp.
Dinaspis, n. sp.
El primero es un Himenóptero que ha descrito el especialista señor
Bréthes, el 2.0 es un Pordcúlido descrito por el Dr. Malcoln Burr; el 3.0 es
un Coleóptero perjudicial a los árboles i lo describirá el Dr. Bruch, i el 4.0 es
un Cóccido que debe haber descrito ya el Dr. Lindenger.
AnfÍpodoS: Elasmopus chilensis, que acaba de describir el señor Wal-
ker, de Londres.
Para terminar mencionaré tres especies nuevas de MUSGOS también
descubiertas por mi:
Neckera Porteri, n. sp.
Hygroamblistegium Porteri, n. sp.
Porotrichium Porteri, n. sp.
que acaba de estudiar el especialista señor I. ThÉriot, de Francia.
Aparte de esto: i. En una de mis escursiones he demostrado la pre-
sencia en Chile (a lo menos nadie lo había dicho ántes, ni ménos publica-
do) de un Coleóptero útil a la Agricultura, el Coccidophilus citricola Bré-
THES (descubierto pocos años ha en Buenos Aires) i que destruye cóc-
cidos.
2. En las cercanías de Temuco encontré el Cóccido Asterolecanium
variolosun (Ratz) que se cría habitaba sólo Europa, Canadá i en algunos
puntos de los EE. UU. de N. A.
3. Encontré en Arica el pez Agonus chiloensis que jamas se habia en-
contrado al norte de Valparaíso. De la i.^ i 3.^ de estas especies (3 ejem-
plares de la primera i i de la segunda) fueron cedidas por mi respectiva-
mente a las Secciones Entomolójica i Osteozoolójica del Museo Nacional;
luego tendrá el Establecimiento ejemplares de las otras especies de Insec-
tos i Musgos mencionadas.
9
130
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Publicaciones. — En el «Boletín del Museo Nacional» correspondiente
a 1913 se publicaron los siguientes breves trabajos inios, aparte de mi In-
forme anual:
«Sinopsis de los Ocipddidos de Chile'», con i lámina.
«Notas para la Helmintolojía chilena-».
«Bibliografía chilena de Herpetolojía i B atraco lo j ia-» .
«Eljénero Pseudocorystes, M. Edwards» .
«Dos cóccidos nuevos para Chilet> .
Si el espacio lo permite, en el volumen del año en curso del «Bole-
tín», entregaré para su publicación tan pronto Ud. se digne pedirlos con
ese fin, los siguientes trabajos que en estos momentos hago sacar en lim-
pio, a máquina de escribir:
1. «Los Crustáceos chilenos de la Familia Xanthidae».
2. «Sinopsis de la Familia Argiopidae».
3. Bibliografía chilena razonada de Ictiolojía; (i), los dos primeros con
láminas i figuras orijinales.
Canjes. — Los canjes que proporcionan muchas veces tan valiosos ob-
jetos, sin mas gastos que los de franqueo o fletes de lo que se envía, apro-
vechando los ejemplares repetidos, no han podido hacerse aun. Mis nume-
rosísimas relaciones de hace mas de 20 años podrían proporcionar al Mu-
seo, para la Sección a mi cargo, un valioso continjente de especies difíciles
de obtener por compra, etc., si esa Dirección al autorizarme para usar en
eso los duplicados de especies comunes de Invertebrados del país, conce-
diera las cajitas de madera i su franqueo consiguiente. En el año en curso
podrían fácilmente despacharse 80 a 100 cajitas de encomiendas.
Oficina i Laboratorio. — En esta se necesitará llevar a efecto la aber-
tura de una ventana para tener luz para los trabajos de microscopía; dotarla
de una mesa especial para dichos trabajos, de bálsamo de Canadá i algunos
reactivos, i de algunas tablas para colocar libros i frascos.
Comisiones oficiales. — En mi calidad de profesor de Zoolojía jeneral
i Entomolojía aplicada del Instituto Agrícola de Chile, se me designó en
Enero próximo pasado para dictar las conferencias públicas de Parasi-
(i) Este forma uno de los capítulos puestos al dia de una obra estensa que vengo
preparando mas de 18 años. Va se han publicado cuatro capítulos. C Ant7'Opolojia, Aves,
Vermes, Reptiles i Bat?'ac ios) en el Boletín del Museo Nacional.
Porter. — SECCION invertebrados
131
tolojía de los animales domésticos de la primera cátedra ambulante (Santia-
go hasta Chiloé). Al suscrito le tocó dar conferencias en los teatros de las
ciudades de Talca, Chillan i Temuco.
Obsequios a otras Secciones del Museo. — He cedido todo lo que
he recibido como obsequios particulares i lo que he obtenido a canje por mi
«Rev. Ch. de Hist. Natural» i otros trabajos mios, a cada una de las Sec-
ciones del Museo según lo verá Ud. en detalle en las Memorias de cada
Jefe de Sección i en tal virtud no ocupo aquí espacio en ello.
Necesidades del sp:r\tcio. — En el año pasado obtuve la fabricación
de un estante de regulares dimensiones, la de 1 10 trocitos de madera pinta-
dos para pegar etiquetas i el alcohol mas indispensable.
Como en mis anteriores informes, me permito terminar esta breve re-
seña de mi modesta actuación el pasado año administrativo, a cargo de la
Sección de Invertebrados, solicitando lo que la Dirección pueda conceder-
me de lo que en seguida anoto, que es de la mayor urjencia:
a) 360 envases para ejemplares en alcohol o formol.
b) 300 tubos de fondo plano para ejemplares en líquidos.
c) La mesita i las tablas a que hago referencias en otro lugar.
d) Una obra moderna de Malacolojía, indicada en nota separada.
e) Cantidad suficiente de alcohol para renovar el de algunos envases o
reponer el evaporado en otros mal cerrados.
f) Un estante para colecciones, según modelo.
(Al mencionar la necesidad de la fabricación siquiera de una vitrina,
debo recordar que se hace casi indispensable, con el fin de continuar una
idea que ya puse en práctica, i que ha parecido bien a algunos de los com-
pañeros del Museo, la que consiste en poner en una o dos vitrinas especia-
les las novedades del mes o de dos meses en cada Sección, ántes de distri-
buirlas en las vitrinas que sistemáticamente les corresponden, con el fin de
que los visitantes asiduos del Museo, no gasten tiempo en buscar las no-
vedades intercaladas entre miles de objetos que ya han visto talvez muchas
veces. Estas mismas vitrinas para las novedades, las puse en práctica por
primera vez en el Museo de Valparaíso en 1903).
g) Una colección de fichas de papel grueso para continuar la catalo-
gación de obras i aun de especies zoolójicas en la forma completa (nombre
sinonimia, bibliografía, distribución jeográfica, etc.) que mucho ha gustado
a algunos colegas del Museo etc., que las han visto.
132
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
h) Si ademas de lo solicitado, pudieran ser trasladadas a otro sitio
las colecciones de Reptiles i Batracios, hasta hoi intercalados entre mi La-
boratorio i la sala ocupada por las colecciones de Invertebrados a mi cargo,.
Estante con las novedades ingresadas
podría llevar a cabo, disponiendo de mayor espacio, una idea que acaricio
ya dos años, cual es la de dividir el contenido de mi Sección en dos partes:
una de especies chilenas i otra de las exóticas. Hasta hoi en los Invertebra-
dos esta separación se ha hecho sólo con los Moluscos secos (es decir con
las colecciones de conchas), pues los Moluscos mismos, en alcohol, están
reunidos, como todos los demas Invertebrados, exóticos i chilenos. Com-
préndese fácilmente la importancia que, para profesores i estudiantes del
pais i mas aun para los visitantes estranjeros, tendria esta separación a pe-
sar de que el color de las etiquetas distingue bastante la cosa. En depar-
Porter. — SECCION invertebrados
133
tamentos destinados sólo a especies chilenas, corno ya, fuera de las conchas
de Moluscos, lo están también los Insectos o a lo ménos los Coleópteros
(en la respectiva Sección), no se distraería la atención de quien venga a
estudiar sólo la fauna de nuestro pais.
Antes de terminar, me permito recordar que tanto entre las especies
de antiguo existentes en mi Sección como entre las las traídas por mí de
los Museos estranjeros en Agosto de 1911, existen algunos centenares de
duplicados que podrían enviarse al Museo de Valparaíso; asimismo de es-
pecies chilenas hai repetidas varias en buen estado que podrían enviarse al
Museo porteño i todavía existe material para los canjes que creo de vital
importancia para la Sección.
Mucho de lo propuesto podría hacerse, salvo mejor acuerdo de la Di-
rección.
Saluda atentamente al señor Director, S. S. S.
Cárlos E. PORTER.
RESEÑA HISTÓRICA
DE LOS
ESTUDIOS SOBRE LOS INVERTEBRADOS CHILENOS
BIBLIOGRAFÍA MAS IMPORTANTE
y
ESTADO ACTUAL DE LA SECCION CORRESPONDIENTE
EN EL MUSEO NACIONAL
POR
CÁRLOS E. PORTER,
Jefe de la Sección de Invertebrados del Museo Nacional.
SUMARIO
INTRODUCCION.
I. Protovertebrados. — Algunos Protovertebrados del pais. Bibliografía nacional
del tipo. Representación que tienen los Protovertebrados en las Colecciones del
Museo Nacional.
II. Moluscos. — Mención de algunos moluscos chilenos. Los Moluscos en las obras
de Molina y R. A. Philippi. Esploraciones científicas estranjeras que han reco-
jido material de moluscos chilenos. La fauna malacolójica chilena. Bibliogra-
fía nacional i estranjera sobre moluscos chilenos. Los moluscos chilenos i exó-
ticos en las colecciones del Museo Nacional.
III. Vermes. — Autores que en Chile i en el estranjero han escrito sobre Vermes de
este pais. Los Vermes en las Colecciones del Museo Nacional.
IV. Equinodermos. — Autores que en Chile han hecho publicaciones sobre los Equi-
nodermos. Representación que el tipo tiene en nuestras colecciones.
V. Miriópodos. — Reseña sobre los estudios miriopodolójicos respecto a nuestra fauna.
Los trabajos de Silvestri, Attems, Kraepelin i Hansen. La representación que
tienen los Miriópodos en el Museo Nacional.
VI. Onicóforos. — Autores que se han ocupado de los Onicóforos chilenos. La repre-
sentación de la clase en el Museo Nacional.
VIL Crustáceos. — Los primeros trabajos en que se describen especies chilenas. Viajes
científicos, etc. que después de la publicación de la obra de Gay han contri-
buido a adelantar el conocimiento de nuestros crustáceos. Enumeración de al-
gunas especies comestibles de Chile. Lista completa de los trabajos publicados
en Chile sobre crustáceos. La colección carcinolójica del Museo Nacional i ne-
cesidad de dar la debida representación a la fauna de nuestro pais.
VIII. Merostomas. — Su representación en el Museo.
IX. Celentéreos. — Autores que en el estranjero i en Chile han escrito sobre nuestros
Celentéreos. Representación que el tipo tiene en el Museo Nacional.
X. Esponjiarios. — Grandes progresos que desde Gay se han realizado en los estudios
sobre las Esponjas de Chile. Las esponjas en el Museo Nacional.
XI. Protozoos. — Los Protozoos en la obra de Gay. Trabajos publicados en 1906, 1908
i 1913 por los doctores Izquierdo, Bürger i Collin. La colección de Foraminí-
feros del Museo Nacional.
XII. Biblioteca de la Sección. — Existencia a la fecha y necesidad de dotarla de obras
de consulta, modernas, sobre algunos tipos de Invertebrados.
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
137
RESEÑA HISTÓRICA I ESTADO ACTUAL
DE LOS ESTUDIOS SOBRE LOS
INVERTEBRADOS DE CHILEO
POR EL
Prof. CÁRLOS E. PORTER
En dias pasados el señor l^irector del Museo Nacional tuvo a bien pe-
dirme escribiera algunas carillas sobre el tópico que encabeza estas líneas,
como un anexo al Informe del departamento a mi cargo, correspondiente
al año pasado.
Fio. I. — Sala de Invertebrados (mitad norte)
Présteme gustoso a preparar el anexo en referencia para su inserción (*)
(*) Dado el escaso tiempo de que se dispone para entregar la presente reseña, ya
que no alcanzo a escribir un trabajo especial, procuraré estractar de otro nuestro lo
principal en el menor número posible de pájinas, ilustrándolo con algunas figuras.
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
138
en el «Boletín del Museo Nacional», no sin recordar ántes que otro trabajo
nuestro, mui somero sobre tal materia, fué publicado hace mas de tres años
en la notable obra del Excmo. señor Eduardo Poirier, «Chile en 1910» i que
el mismo estudio, mucho mas desarrollado, fué leído por nosotros, en sesión
pública de fecha i.o de Agosto del mismo año, en los salones de la Sociedad
Científica Arjentina, a nuestro paso para Europa. La mencionada Corpo-
ración publicó nuestra sencilla conferencia que ocupó 45 pájinas del tomo
LXX (1910) de sus «Anales» que, como se sabe, tienen gran circulación.
Aun mas, tuvimos el honor de ver el mencionado estudio traducido al
francés i publicado o reproducido en el número 15 de Junio de 1911 del
«Bulletin de la Bibliothéque Américaine (Amérique latine)» que publican
sabios profesores de la Sorbona (París).
Dar cabida a materia tan vasta en el reducido marco de unas pocas
carillas i en tan escaso tiempo no es, como se comprende, mui fácil tarea.
Procuraremos, sin mas esplicaciones, entrar en materia.
I. — Protovertebrados
Al tratar de este grupo zoolójico, como de los demas que en el Museo
Nacional están en nuestro cargo, adoptaremos el siguiente método que
dará cierta uniformidad a la esposicion: mencionaremos primero a grandes
rasgos los principales trabajos publicados en el pais; en seguida indicare-
mos las principales fuentes de consulta que proporcionan al interesado las
publicaciones hechas en el estranjero i, por último, indicaremos mui rápida-
mente la representación que tienen en el Museo Nacional las colecciones
respectivas, así como su oríjen conocido i algunas indicaciones sobre los
progresos que podrían llevarse a cabo.
Chile posee un reguDr número de Protovertebrados.
El primer naturalista chileno, el célebre abate don JüAN IGNACIO MO-
LINA, en su «Compendio de la Historia Jeográfica, Natural i Civil del Reino
de Chile», fué el primero que describió el Piltre, creando el jénero Pyiira
que colocó en la división «Mollusca», de sus «Vermes».
La parte zoolójica de la «Historia Física i Política», del inmortal Gay,
en su tomo VIII publicado en 1854, ya menciona 4 jéneros con seis es-
pecies.
Hace pocos años pude comprobar, en la bahía de Valparaíso, la exis-
tencia de un Leptocardio, el Branqiiiostoma elongatum que se conocía án-
tes de las aguas del Perú.
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
139
Fio. 2. — Estante con Protovertebrados
las especies chilenas de este tipo están entre las ménos bien conocidas por
los naturalistas. De las obras i Revistas que existen en el pais, sólo las tres
siguientes tienen estudios sobre Protovertebrados, fuera de la obra «Viaje
del Challenger», ya citada, que está también en la biblioteca del Museo Na-
cional:
Molina (J. I.) — Compendio de la Historia Jeográfica, Natural i Civil del
Reino de Chile (existen varias ediciones).
Gay (Claudio). — Historia Física i Política de Chile. Zoolojía, tomo VIII
(1854), pájinas 385 i siguientes.
Casi todos los viajes científicos realizados en nuestras costas, especial-
mente el del «Challenger», han contribuido al conocimiento de los Proto-
vertebrados chilenos en mayor o menor escala, pero estamos ciertos que
140
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Revista Chilena de Historia Natural (fundada en 1897 C. E. Porter),
año XIII (1909), p. 123.
Ahora, con respecto a la representación que, en las colecciones del
Museo Nacional, tienen los Protovertebrados, recordaremos que están re-
presentados sólo por 12 jéneros con 18 especies, casi todas del Golfo de
Nápoles (4 especies ehilenas solamente) en un estante alto, a mano derecha
(entrando) de la sala grande en que se exhiben las colecciones de Inver-
tebrados.
II. — Moluscos
Los Moluscos chilenos son numerosos en jéneros i especies, existiendo
un regular número de especies comestibles (ostras, choros, tacas, machas,
ostiones, cholgas, locos, pulpos, etc).
Dejando a un lado la obra de Molina que describe brevemente poquí-
simas especies, la que describe la mayoría de nuestros moluscos (obra na-
turalmente anticuada como en casi todas sus partes ante las necesidades de
la ciencia moderna) es la de don CLAUDIO Gay que en su tomo VIII con-
tiene entre otros animales, los Moluscos, estudiados por Hupé.
Desde entonces el venerable sabio don RODULFO Amando Philippi
ha publicado varios estudios sobre Moluscos del pais en los «Anales de la
Universidad de Chile», en los «Anales del Museo Nacional» i en la «Re-
vista Chilena de Historia Natural», sin contar con los numerosos dados a
luz por dicho naturalista ántes i después de su llegada a Chile respecto al
tipo del reino animal de que nos ocupamos, en que mas que en ningún
otro ramo de la sistemática resaltaba su competencia. Viajes como los de
la «Astrolabe», la «Beagle», la «Zelée», la «Bonite», la «Coquille», la
«Eugénie», la «Novara», la «Magenta», la «N^assau» , del «Alert»,del «Cha-
llenger», de la «Romanche», de la «Belgique» i las notables espediciones
de D’Orbigny, Whlkes i de los Drs. Píate, Charcot, Michaelsen, etc., etc.,
han contribuido a hacer progresar nuestros conocimientos sobre los Molus-
cos chilenos, sobre todo de Magallanes a Valparaíso.
Los Moluscos de la costa chilena pertenecen a dos de las 18 provin-
cias que ya en 1856 aceptaba el célebre conquiliólogo Dr. Woodward: a la
14.^ o Peruana i a la 15.^ oMagallánica i sus especies, numerosas, están en
gran parte estudiadas por D’Orbigny, Philippi, Cumming, etc. Las especies
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
141
que Hupé describe, la gran mayoría tomadas de obras anteriores, alcanzan
a 200, en las cuales dominan los colores oscuros.
Están bien representadas las familias Trochidae, - Veneridae, Mytili-
dae, Arcidae, Fisurellidae, Doi'ididae, Acmaeidae , Calyptraeidae i Chetoni-
dae, etc.
No es el presente artículo ni una obra en sí misma ni una introducción
a ninguna otra que se ocupe de Moluscos de nuestro pais; ya lo dijimos
ántes, es este un bosquejo tan reducido como lo permiten el tiempo i el espa-
cio de que disponemos, a lo que se agrega que para varios grupos escribi-
mos algo casi de memoria, ya que gran parte de nuestra biblioteca parti-
cular (en la cual mas de 18 años no hemos dejado pasar una semana casi
sin agregar literatura nacional o estranjera sobre la fauna chilena) i la ma-
yoría de nuestras fichas que sirven de base a una obra que hace también
años preparamos, — de la cual hai ya capítulos aislados publicados (i) i que
inédita (el resto) nos ha prestado a nosotros i a otros estudiosos positivos
servicios, — está encajonada a causa de un cambio de domicilio.
Los principales trabajos sobre Moluscos que pueden consultarse en
publicaciones nacionales son, por orden cronólojico, los siguientes:
R. A. Philippi. — Observaciones sobre las conchas de Magallanes. (En los
«Anales de la Universidad de Chile», 1855, p. 201).
Id. Observaciones sobre las especies del jénero Helix. (En los «Anales de
la Universidad de Chile», 1855, p. 213).
Id. Las especies chilenas del jénero Mactra. (En los «Anales del Museo
Nacional», 1893).
Ph. DautzembeRG. — Liste de Mollusques du Chili. (En las «Actes de la
Soc. Se. du Chili». Tome VI, 1896, pp. LXIV-LXVII).
F. Cataste. — L' Helix pulchella danslesvignes de Linderos. (En las «Actes
déla Soc. Se. du Chili». tome VI, 1896, p. LXXXIV).
R. A. Philippi. — Especies nuevas parala Fauna de Chile. (En «Rev.Ch.de
Hist. Nat.», año II, 1898, páj. 89).
Gastón Lavergne. — Los caracoles de la Vid; estudio i medios de defensa.
(En «Rev. Ch. de Hist. Nat.», año VI, 1902, pp. 25-34).
(i) C. E. Porter. — E?isayo de una Bibliografía chileiia de Historia Natural. Co-
menzó a publicarse en la «Rev. Ch. de Hist, Nat.» en 1900 i ha continuado su publica-
ción por partes en la misma, en los «Anales del Museo Nacional de Buenos Aires» i en
el «Boletin del Museo Nacional», Santiago.
142
bolp:tin del museo nacional
M. E. DE Boury. — Sur les Scalaria du Chili. (En Rev. Ch. de Hist. Nat.»
año XV, 1911, pp. 33-37).
LOUIS Germain. — Les Chilina du Chili. (En «Rev. Ch. de Hist. Nat.», año
XV, 1911, pp. 67-72).
Id. Nouvelle espece de Physe du Chili. (Rev. Ch. de Hist. Nat.», año
XVII, 1913, pp. 161-166).
Siéndome imposible dar aquí la estensa lista de trabajos publicados
en el estranjero sobre los Moluscos chilenos citaré en esta ocasión tan sólo
los nombres de los autores de monografías i artículos aparte de Philippi,
D’Orbigny, etc, ya nombrados:
Bergh, Chemnitz, Dale, Fischer, Gould, Gray, 'González Hi-
dalgo, Lamarck, Martens, Mabille, Plate, Reeye, Rochebrune,
SowERBY, Stempel, Troschel, Tryron, Smith, Pilsbry, Quoy et
Gaymard, Wiesel, etc.
Recordaré aquí que el sabio naturalista arjentino Dr. E. L. HOLMBERG
leyó en 1908 un trabajo sobre los Moluscos gastrópodos de Chile que está
por publicarse pronto.
En un anexo que llevará el Capítulo correspondiente a los Moluscos,
de nuestra obra en publicación, «Ensayo de una Bibliografía Chilena de
Historia Natural», algunas de cuyas partes ya conocen nuestros lectores,
daremos la lista tan completa como posible de trabajos estranjeros sobre
Moluscos chilenos.
La colección de Moluscos (chilenos i exóticos) es la mas rica de todas
las del departamento a nuestro cargo. Relativamente completa es la parte
de ejemplares exóticos, habiendo mucho por hacer para completar las es-
pecies chilenas i sobre todo para renovar el material de conchas .secas i
adicionarlo, si fuera posible todo, con ejemplares con el animal que, en
nuestros tiempos, tiene importancia en la sistemática malacolójica.
Existen dos estantes altos i angostos con Moluscos chilenos i exóticos
en alcohol (mas de 90 especies), dominando los europeos; en dos vitrinas
horizontales están las conchas de Moluscos chilenos (que veremos modo
de aumentar i renovar) i las conchas de Moluscos de todo el mundo (colec-
ción reunida por el Dr. R. A. Philippi) que son millares de ejemplares, (i)
ocupan los lados de los dos grandes mesones centrales. Ahí pueden admi-
rarse las conchas tan hermosas de Haliotis, Argonauta, Nautilus, Murex,
(i) Mas de 5,700 especies.
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
143
Cypraea, Meleagvina, Spondylus, Strombus, Pterocera, Harpa, Mitra, Co-
nus, Tridacna, Turbo, Helix, Oliva, etc.
A primera vista se nota que hai necesidad de reformar por completo
Fig. 3. — Moluscos en alcohol. (Uno de los dos estantes. que los contienen)
el modo de esposicion de las conchas i modernizar la clasificación. Este es,
por el gran número de ejemplares, el trabajo mas largo de todos los que
demanda mi departamento.
III. — Vermes
Chile posee numerosas especies de gusanos, habiendo hasta hoi sido
objeto de estudios, de parte de muchos naturalistas, las especies indiferen-
tes, desde el punto de vista de la sistemática. Los gusanos parásitos no
han sido objeto de estudios especiales sino por contados zoólogos.
144
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
No puede para este grupo, como para la mayor parte, decirse por
ahora el número total de especies descritas; ya lo hemos dicho en alguna
ocasión: raros son los grupos que han sido objeto de revisiones, en cuyo
caso ha podido hacerse el inventario de los jéneros i especies de la sec-
ción considerada.
Hai gran dispersión en los trabajos sobre vermes chilenos.
Diremos algunas palabras sobre la literatura que aquí existe respecto
a tan heterojéneo grupo de Invertebrados.
El trabajo mas antiguo que existe al respecto en el pais es el de EMI-
LIO BlancHARD, célebre especialista que en el tomo III de la parte zooló-
jica de la obra de Gay, publicada en 1849, describe 43 jéneros con 61 es-
pecies, en las pájs. 5-1 12.
Después se han ocupado de Vermes, en las Revistas científicas del
pais, «Actes de la Soc. Scientifique du Chili», «Revista Médica de Chile»,
«Revista Chilena de Historia Natural», «Revista Chilena de Hijiene», «Bo-
letín de la Soc. Agrícola del Sur», etc., los señores R. Blanchard, Elzo
Baqüedano, F. Calvanesse, L. Camerano, E E. Gigüux, L. Joubin,
F. Dataste, G. Lavergne, A. Lucet, Dr. Michaelsen, J. P. Moore,
C. E. PORTER, A. POUPIN, F. PUGA l^ORNE, E. RiGGEMBACH, D. ROSA,
J. WlEGIIARD, etc.
Una Bibliografía razonada de Helminto lo jía chilena puede leerse, pu-
blicada por el que suscribe, en la «Rev. Ch. de Hist. Nat.», año XVII (1913)
PP- 21-33.
Con respecto a los trabajos publicados en el estranjero, mencionare-
mas entre muchos otros los siguientes:
Bí.anciiard. — Hivudinen (Hamb. Magelli. Samm)
Michaelsen. — Oligochaeta der Sammlung Píate
Á7ieliden der Samlung Píate
Dr. Isler. — Nemertinen der Sammlung Píate
Dr. WaCKí:. — Sobre la Temnocepliala chilensis
Dr. a. Gallardo. — Sobre la Temnocephala chilensis
BÜRGER. — Nemertinen en el «Tierreich», que dirije el Dr. F. E.
Schulze.
El Dr. R. A. Philippi publicó también unos pocos trabajos sobre ver-
mes en Revistas europeas, que no tenemos a la vista, i que los conocemos
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
145
de nombre (nos hacemos un deber en declararlo) gracias a listas de traba-
jos del Dr. Philippi que publicaron el Dr. Reiche i don B. GüTSCHLiCH.
Gusanos chilenos se describen en la mayoría de las obras de los gran-
des viajes científicos hechos hasta nuestra costa; pero ya lo hemos dicho,
esta reseña que al correr de la pluma i sin espacio ni nuestros apuntes a la
vista, tiene que ser deficiente.
Apéndices que nuestro «Ensayo de una Bibliografía Chilena de His-
toria Natural» lleva al final, dan listas lo mas completas posible de los
trabajos dados a luz en el estranjero sobre cada clase del reino animal en
que se mencionan especies chilenas.
La colección de Vermes en el Museo Nacional se conserva en dos es-
tantes angostos i altos, arrimados al costado sur de la sala de Invertebra-
dos. Comprende hoi 80 jéneros con 100 especies; la gran mayoría son
exóticos i mui principalmente del mar Mediterráneo.
Tan pronto como pueda hacerse escursiones podrá darse la debida
representación a nuestra fauna en la colección helmintolójica del Museo Na-
cional.
IV. — Equinodermos
Este interesante tipo fué tratado en la obra fundamental sobre la fau-
na chilena (CLAUDIO Gay), en el tomo VIII (1854), pp. 411-428.
Descríbense en la mencionada obra, 16 jéneros con 28 especies.
Grandes progresos ha hecho el conocimiento de nuestros Equinoder-
mos desde Gay, pues la mayoría de los mas célebres viajes científicos han
tomado ricos materiales que fueron estudiados i descritos principalmente
en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos de Norte América i Francia.
Respecto a los trabajos del Dr. Piiilippi, — que se ocupó de casi todas
las clases del reino animal, — dejando a un lado un pequeño erizo de Magalla-
nes que le remitimos en 1895 i describió en la «Revista Chilena de
Historia Natural», año II (1908), p. 88, con el nombre de fueginus,
todos los trabajos de dicho sabio han sido publicados en Europa.
Fuera del Dr. Philippi, ya citado, los naturalistas que en el estranjero
han escrito sobre los equinodermos chilenos son los señores: AgasSIZ,
Clark, Dendy, Cray, Hutton, Kceller, Ludwjg, Lamarck, Lampert,
LCtken, Lesson, MCller, Perrier (E.), Selenka, Semper, Troschel,
Verril, Théel, etc.
10
146
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Los Equinodermos del Museo Nacional se exhiben en un estante alto
(los ejemplares en alcohol) i en 4 vitrinas horizontales (los secos) arrimadas
a la muralla sur.
Don B. Quijada B. publicó el año de 191 1, en el «Boletín del Museo»,
una enumeración de dichos equinodermos; según el mencionado catálogo
Fio. 4. — Tetrapygus niger (Mol.)
(De una fotografía tomada para nosotros, en 1905, por don S. Figueroa V.)
tenia el Museo Nacional a fines de 1910, 145 especies pertenecientes a 53
jéneros.
Con lo traido de Europa por mí, esas cifras se aumentan respectiva-
mente a 149 i 57.
Con respecto al número de ejemplares, pasa de 200 con los duplicados
ya existentes i por los ingresos en 1911-1913 con ejemplares nuevos de
especies ya representadas.
Los Equinodermos chilenos están, puede decirse, bastante bien repre-
sentados en el Museo.
V- — Miriópodos
Los Artrópodos de esta Clase fueron por primera vez descritos (unos
pocos) por Paul Gervais, en 1847, en la obra de Walkenaer: «Histoire
Naturelle des Insectes aptéres». El mismo señor Gervais trabajó los Mirió-
podos para el tomo IV de la parte zoolójica de la obra de Gay, publicado
en 1849.
En las pájinas 53-72 se describen sólo 7 jéneros con 12 especies.
Es la de los Miriópodos una de las clases que mas progresos ha hecho
a partir de 1898. Nadie habla vuelto a ocuparse de esta clase hasta que el
sabio especialista italiano Dr. F. SiLVESTRi, comenzó a describir jéneros i
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
147
especies nuevas de nuestro pais, en la «Revista Chilena de Historia Na-
tural». Ha publicado varios trabajos como se verá pronto. Ademas, en
Italia i Alemania también han publicado el mismo Dr. Silvestri i los se-
ñores Attems, Kraepelin i Hansen estudios sobre dichos Artrópodos.
Los Miriópodos chilenos hasta hoi conocidos, alcanzan a 35 jéneros
con 64 especies. Los únicos trabajos publicados en Chile sobre nuestros
Miriópodos (i Miriópodos en jeneral), se deben al Dr. Filippo Silvestri
en los tomos de 1898, 1905 i 1909 de nuestra «Revista Chilena de Histo-
ria Natural» i el que esto escribe publicó, fuera de algunas notas de distri-
bución jeográfica de estos i otros Artrópodos chilenos en los primeros años
de la citada Revista nacional, un trabajo de conjunto: Introducción al es-
E1 Dr. Filippo Silvestri (Orig.)
tudio de los Miriópodos^) , con el catálogo de todas las especies, en 1899,
con láminas en colores i 19 figuras intercaladas.
De especies chilenas se trata en trabajos estranjeros publicados, como
hemos dicho, por el mismo Dr. SiLVESTRi i por los señores Kraepelin,
Attems i Hansen, entre los años 1899 i 1905.
El primer Paurópodo chileno fué descrito sólo en 1902 por Hansen i
el mismo autor dió la diagnósis del primer Sínfilo en 1903.
(i) En nuestra Galef'ía de Natu?'alistas de Chile que a partir de 1902 venimos pu-
blicando en la «Revista Ch. de Hist. Nat.» se han dado a luz retratos i bio-bibliografías
ya de 26 laboradores en el campo de las Ciencias Naturales.
148
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
El Museo Nacional posee mui pocos Miriópodos del pais i otros pocos
exóticos. Vése, pues, que es mucho lo que hai que hacer para que el Museo
Nacional pueda dar una idea de nuestra fauna miriopodolójica al intere-
sado en conocerla.
VI. — Onicóforos
Esta Clase, una de las mas pobres de todas las que comprende el tipo
«Artrópodos», contaba con una sola especie en la «Hist. Fís. i Polít. de
Chile» del ilustre Gay. Fue la descrita por Emilio Blanxhard en el tomo
III (1849) de la parte zoolójica de la mencionada obra, bajo el nombre de
Peripatus Blainvillei, i confundida con los Vermes, en la clase de los Mala-
cópodos, familia de los Peripacianos.
Pasaron muchos años sin que nadie se hubiera ocupado de los Onicóforos
chilenos, hasta 1901, en que el eminente profesor de Entomolojía del Museo
de Paris, Dr. E. L. BouviER, publicó un trabajo en el «Zoologisch Anzeig.»
El mismo señor BouviER, el año de 1902 escribió, para la «Fauna» del
Dr. Plate, un trabajo sobre la«organizacion i desarrollo de la especie en
cuestión, en ZooL Jahrb., SuppL, Bd. V, pp. 675-730, con láms. Ahí la es-
pecie recibe el nombre de Peripatopsis Blainvillei.
Hace poco, el Dr. Fed. Johow ha descrito una nueva especie bajo el
nombre de Peripatus umbrinus.
He aquí la literatura que tenemos en nuestra biblioteca sobre los Oni-
cóforos chilenos, por órden cronolójico:
E. L. BouviER. — Caracteres et affinités d' un Onychophore du Chili, le Peri-
patopsis blahivillei^\^k'SC\\\^x> (Zool. Ans., vol. XXIII, 1901, pp.
59-61).
Id. Monographie des Onychophores (Ann. Se. Nat. Zool., 1904).
Es esta la obra mas notable i completa sobre esta clase del Reino
animal.
Carlos E. Porter. — Los Onicóforos. Lección dada en la Escuela Naval
(«Rev. Ch. Hist. Nat.», 1905) (i).
Fed. Joiiow. — Observaciones sobre los Oyiicóforos chileiios (Anales' de la
Universidad de Chile. 1911).
A. H. Clark. — Notes en American species of Peripatus, etc. (Smith. Mise.
Coll., 1913).
(i) Este pequeño trabajo fue reproducido el mismo año por notables revistas peda-
gójicas de Méjico i Montevideo.
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
149
En el Museo Nacional los Onicóforos están representados por dos es-
pecies: el Peripatopsis capensis i el Opistopatus blainvillei. Están en el mis-
mo estante en que se conservan los Miriópodos.
Vil. — Crustáceos
Los Crustáceos de Chile son numerosos en jéneros i especies.
El Abate Molina, en su obra otras veces citada, menciona a la lijera
unas pocas especies (en ménos de 4 pájinas).
POEPITG describió en los Arch. für Naturg. varios crustáceos de este
pais en 1836.
Milne Edwards, en su <(.Histoire Naturelle des Crustacés-» , publicada
en 1837, da buenas descripciones de varias especies chilenas i D’Orbigny
en su « Voyage dans V Amérique Méridionale>'> , describe i dibuja también va-
rias especies.
Viene en seguida la obra de don Claudio Gay, en cuyo tomo III de
la parte zoolójica, publicado en 1849, se describen por NiCOLET, reprodu-
ciendo muchas veces a la letra las descripciones de Milne-Edwards i de
D’Orbigny, 90 jéneros con 152 especies, agrupadas en 28 familias.
Desde la publicación de la obra de Gay, el Dr. R. A. Philippi, que se
ocupó, como ya se ha dicho, de casi todas las clases del reino animal,
prestó escasísima atención a los Crustáceos i así, desde su arribo a Chile,
publicó sobre Crustáceos de este pais, tan sólo 5 artículos en Revistas ale-
manas, i dos en los «Anales de la Universidad de Chile».
Los viajes de la «Nassau», «Novara», «Magenta», «Challenger», del
Dr. Plate, etc., etc., han aumentado muchísimo el número de especies. Los
encargos de material, hecho por nosotros durante mas de i 5 años i nuestras
propias colectas, agregado a lo anteriormente citado, han modificado de tal
suerte lo que reza respecto a Crustáceos, la obra de Gay, que se hacia indis-
pensable una revisión total del grupo, una obj'a nueva de conjunto i, mién-
tras tanto, a lo ménos un Catálogo sinomímico i jeográfico de nuestras es-
pecies; i si se considera el establecimiento de nuevas familias i el gran des-
membramiento de los jéneros desde Gay, la necesidad de un tratado
nuevo, se hace mas palpable, ya que la parte carcinolójica de la mencio-
nada obra, es una de las mas anticuadas ante las necesidades de la ciencia
contemporánea.
Comprendiéndolo así i deseando despertar la atención sobre estos ani-
males (entre los cuales se encuentran varias especies comestibles, como la
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
151
centolla, la langosta de Juan Fernández, jaiva mora, jaiva blanca, jaiva pe-
luda, camarones de mar i de rio, picos, etc.), comenzamos, en 1902, la pu-
blicación de estudios carcinolójicos, referentes a nuestra fauna. Desde 1898
hemos venido preparando un Catálogo sinomímico i distribución jeográfica
de nuestros Crustáceos, así corno la factura de una colección de fotografías
que, entre los años de 1899 i 1905, tomó a nuestros ejemplares el señor
Santiago Figueroa V., Archivero i Bibliotecario, a la sazón, del Museo de
Valparaíso.
Los encargos numerosos i reiterados de material de estudio hechos a
los marinos i a otros amigos, nos proporcionó no sólo la gran colección
que cedimos al Museo de Valparaíso i que desapareció con el incendio del
establecimiento en 1906, sino aun ha permitido dar representación en la
fauna chilena a varias familias no representadas en la obra de Gay ni en
los viajes de esploracion posteriores a dicha obra: así, figuran hoi en la
fauna chilena, especies pertenecientes a las familias Homolidae i Scyllari-
dae, i a los jéneros Cervimunida, Hippolysmata, etc.
Fio. 5. — Cervimunida Johni, Porter
(De la «Rev. Ch. Hist. Nat.», 1903)
Doi en seguida la enumeración de los trabajos publicados en Chile so-
bre Crustáceos, por órden alfabético de autores:
Albert (Fed.). — La langosta de Juan Fernández y la posibilidad de su
aclimatación en la costa de Chile. («Rev. Ch. Hist. Nat., lí, 1898).
Bouvier (Dr. E. L.). — Arctus Deljini, n. sp. («Rev. Ch. Hist. Nat.»,
vol. XIII, 1909).
Id. Quelques Crustacés de V Amé rique et du Sandwich du Sud («Rev.
Ch. Hist. Nat.», vol. XIV, 1910).
152
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
BCrGER (Otto). — Un caso de hennafroditismo lateral de la langosta de
Jttan Fernández («Anales de la Universidad de Chile, 1904).
Nobili (Dr. GiüSEPPE). — Decapodi raccolti dal Dott. F. Silvestri nel Chile.
(«Rev. Ch. Hist. Nat.», año VI, 1902).
Philippi (Dr. R. A.) — Zoolojía chilena. Sobre los Astacus. («Anales de la
Universidad.», 1882, pp. 624-628).
Id. Dos palabras sobre la sinonimia de los Crustáceos Decápodos bra-
quiuros o jaivas de Chile («Anales de la Univd.», 1894, pp. 369 i
siguientes).
PORTER (Carlos E.). — Datos para el conocimiento de los Artrópodos del de-
partamento de Valparaíso («Rev. Ch. Hist. Nat.», año I, 1897).
Id. Catálogo de los Artrópodos i vermes del Museo de Valparaíso. (Folle-
to en 8.0, Valpso. 1899)..
Id. Instrucciones para la recolección de Crustáceos. («Rev. Ch. Hist. Nat.»,
año V, 1901).
Id. Introducción a un Catálogo de los Crustáceos Malacostráceos de Chile.
(«Rev. Ch. Hist. Nat.», año VI, 1902).
Id. Breves instrucciones acerca de la recolección de objetos de Historia
Natural, (i folleto en 8.0, segunda edición, 1903).
Id. Lista de los Cimstáceos colectados en Coquimbo por el Dr. F. T. Del-
jÍ7i i desaipcion de una especie nueva. («Rev. Ch. Hist. Nat.»,
año VII, 1903).
Id. Observaciones sobre los Lithodidae. («Rev. Ch. Hist. Nat », año VII,
1903).
Id. Descripción de un nuevo Galatéido. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año VII,
1903).
Id. Algunos datos sobre dos Parastácidos. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año
VIII, 1904).
■Id. Nueva localidad de la Cervimunida Jhoni, Porter. (Rev. Ch. Hist.
Nat.», año IX, 1905).
Id. Sobre algunos Crustáceos de Juan Fernández. («Rev. Ch. Hist.
Nat.», año IX, 1905).
Id. Sobre los Crustáceos colectados en los Vilos por don J. N. Thomas .
(«Rev. Ch. Hist. Nat.», año X, 1906).
Id. Especie fiueva de la Familia Homolidae. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año
XII, 1908).
Id. La Familia Pinnotheridae . («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XIII, 1909)-
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
Í53
Porter (Carlos E.) — Sinopsis de los OcypodidcE de Chile. («Boletin del
Museo Nacional», año V, 1913).
Id. Los Crustáceo's decápodos chilenos del Museo Nacional. Estudios crí-
ticos. (Bol. Mus. Nac., Tomo V (1913) pp. 354-362).
Rathbun (Mary J.). — South American Crustácea. («Rev. Ch. Hist. Nat.»,
año XI, 1907).
Reed (Edwvn C.). — Catálogo de los Anfidopos i Lemodipodos de Chile.
(«Rev. Ch. Hist. Nat.», año I, 1897, PP- 9
Richard (Jules). — Les Entomostracés d'eau douce du Chili. («Actes de la
Soc. Se. du Chili», vol. II, 1892).
Walker (A. O.). — A 7iew Amphipod from the Pacific coast of South Ame-
rica. («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XVII, 1913).
Como se ve por la lista de los trabajos enumerados, la publicación
nacional que mas ha contribuido al conocimiento de los Crustáceos chile-
nos después de Gay (i lo mismo podemos decir con respecto a los Arácni-
dos, Miriopodos, Rincotos, Neurópteros, varias familias de Himenópteros i
de Hongos microscópicos es la «Revista Chilena de Historia Natural», fun-
dada en 1897.
Si los trabajos dados a luz en el pais después de la publicación de la
obra de don Claudio Gay no alcanzan a 30, en cambio son muchísimos los
dispersos en notables monografías, en obras sobre viajes i en trabajos
breves insertos en Revistas publicadas en el estranjero. Ya lo hemos
manifestado, espacio i tiempo nos falta para bibliografías completas i no
es tampoco una breve reseña el sitio paradlas. Enumeraremos así, sólo los
nombres de los principales autores que, en el estranjero, se han ocupado
de Crustáceos de nuestros pais desde 1850 a la fecha: Bell, Bate, Be-
NEDiCKT, Bouvier, Berg, Bigellow, Bürger, Coutiére, Cunningham,
Dana, De Haan, Dollfus, Doflein & Balz, Faxon, Filhol, Güé-
RIN, Gruvel, Heller, Henderson, Lenz, Jacquinot & Lúcas, Kings-
LEV, Kinahan, Miers, Milne Edwards, Nobili, Ortmann, Philippi,
Rathbun, Richardson, Saussure, Smith, Stlmpsün, Stebbing, Tar-
gioni-Tozzetti, Terao, Walker, Weltner, White, etc., etc.
I.as colecciones de Crustáceos en el Museo Nacional comprenden apé-
nas 196 especies (con unos 300 ejemplares), no estando entre ellas repre-
sentadas ni la quinta parte de los Malacostráceos del pais. Estas coleccio-
nes se esponen al público (una parte secos i otra en alcohol) en cuatro
estantes verticales angostos i en dos vitrinas contra la muralla. En una vi-
154
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
trina especial a la entrada de la sala de Invertebrados, se espone la enorme
jaiva del Japón {Macvocheira Kaempfeii) .
Entre los Crustáceos interesantes que el público puede ver en el Mu-
seo Nacional, están las grandes langostas, Centollas, el curioso Bivgus la-
tro, hermosos ejemplares de los grandes Picos de la costa (Balanus psitta-
cus), el Lithodes maja, etc.
Tres modelos en yeso (i en colores) ilustran al visitante respecto a la
organización de pequeños Entomostráceos {Cypris,
Daphnia i Cyclops), a los cuales les hemos agregada
recientemente una esplicacion impresa.
La colección de ejemplares secos debe reno-
varse casi en su totalidad, pues muchos de los ejem-
plares están completamente descoloridos (algunos
aun destruidos), i apenas ilustran con respecto a
su forma, habiendo la mayoría ingresado de i86o-
1880.
Gran bien harian al Museo los oficiales de la
Marina nacional i los señores Gobernadores i Sub-
delegados marítimos, etc., que tuvieran la amabili-
dad de enviar Crustáceos de la costa comprendida
entre Punta Arenas i Antofagasta, de que nos faltan
muchísimas especies.
Hace mas de 15 años vengo preparando un
Pío. 6.— Hermoso ejem- > Atlas de los Crustáceos del pais, como
piar de Balanus psitta- ya he dicho, i cuyo orijinal conocen muchas per-
cus, en alcohol (Orig.)
sonas; es posible podamos, por fin, darlo a la estam-
pa a fines del presente año, en el «Boletin del Museo Nacional».
VIII. — Merostomas
Esta clase de Artrópodos está representado en el Museo por un exce-
lente ejemplar (conservado seco) del Xifosuro Tachipleus gigas, Müll.),
que se exhibe en el estante vertical en que están las Centollas.
IX. — Celentéreos
La primera obra nacional (aunque impresa en el estranjero) que se
ocupa de este tipo del reino animal es la de Gay, en cuyo tomo VIII de la
parte zoolójica (pp. 429-457) se describen sólo I2 jéneros con 35 especies,
divididos en Acálefos i Pólipos.
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
155
Mucho ha progresado el conocimiento de este tipo de nuestra fauna
desde Gay, — habiéndose descrito por los señores Philippi, Mc-Murrick,
Haeckel, Koelliker, Moseley, Hertwig, Hartlaub, Alemán, Rid-
LEY, Write, etc., etc., numerosos jéneros i especies.
Lo publicado en Chile se reduce a los siguientes trabajos:
BürGER (Otto). — El jénero Hydra habitante de las aguas dulces de Chile
(«An. Univ. Chile», 1906).
Philippi (Dr. R. A.). — Eunicea ferna^tdezensis, un nuevo Zoófito del mar
de Chile. (En «Anales de la Univd., 1895).
Id. Los Zoófitos chilenos del Museo Naciojial («Anales del Museo Nacio-
nal», 1892).
Diremos, para terminar, que el señor B. QüiJADA B. alcanzó a publi-
car la lista de los Celentéreos del Museo Nacional en el tomo de 1911 del
«Boletín del Museo Nacional», al que sigue la de los Esponjiarios.
Los Celentéreos del Establecimiento ocupan, en la sala de Invertebra-
dos, dos estantes angostos i altos i la parte superior de los dos grandes
mesones centrales. El total de especies espuestas es de 161. La fauna del
pais podrá estar mejor representada cuando se lleven a cabo escursiones
especiales a las costas para recolectar estos i otros animales marinos, aun
comunes, que faltan en nuestras colecciones.
X. — Esponjiarios
El tomo VIII de la parte zoolójica de la .obra de Gay (publicado en
1854) describe bajo el título de Amorfozoarios un solo jénero i una sola
especie de Esponjas.
¡Cuánto no ha avanzado el conocimiento de los Esponjiarios desde
entónces!...
Sobre esponjas chilenas, en el estranjero, han escrito los señores
Thiele, Breitfuss, etc., etc.
En una vitrina se conservan los Esponjiarios que comprenden 21 es-
pecies (secas). Hai ademas ejemplares de algunas de las mismas especies
(chilenas) en alcohol.
XI. — Protozoos
En el tomo VIII de la parte zoolójica de la obra de Gay se describen
apénas 9 jéneros con 16 especies.
56.
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Nadie volvió a ocuparse de esos séres microscópicos hasta el año de
1906 en que aparecieron: un trabajo notable del Dr. V. IZQUIERDO i
otro del Dr. O. BCrger, publicados ámbos estudios con intervalos de po-
cos meses. En 1908 el Dr. BÜRGER dió a luz un segundo trabajo i por últi-
mo el año pasado el Dr. B. Collin publicó otro sobre la sub-clase de los
Tentaculíferos. He aquí concretando mas esto, la bibliografía nacional de
Protozoos;
Izquierdo (Dr. Vicente). — Ensayo sobre los Protozoos de las aguas dul-
ces de Chile. («An. Univd. Chile», 1906).
Dr. Vicente Izquierdo S.
(De la «Rev. Ch. Hist. Nat.», 1913)
BCrger (Dr. Otto). — Estudios sobre Protozoos chilenos del agua dulce
(«Anales de la Univd. de Chile», 1906).
Id. Nuevos estudios sobre Protozoos chilenos del agua dulce («Anales de-
la Universidad de Chile», 1908).
Collin (Dr. B). — Notice sur la synonymie de quelques Tentaculif 'eres du
Chili («Rev. Ch. Hist. Nat.», año XV^II, 1913).
Siendo los Protozoos animales en gran parte cosmopolitas, se com-
prende que en los tratados especiales i en obras jenerales publicadas en
Porter. — reseña de los invertebrados chilenos
157
otros países se encuentran descripciones de especies ya vistas en las aguas
nuestras i de muchas otras que deberán descubrirse mas tarde.
Son ya muchísimas las formas que pueden los interesados determinar
con los trabajos de los autores citados, que se han publicado en Chile.
Los Protozoos son, como se ha visto, otro de los grupos zoolójicos en
que se advierte la gran deficiencia de la obra de Gay; pero ello tiene en parte
disculpa, desde que el estudio de esos diminutos seres requiere el uso de
microscopios de gran poder i una técnica especial que sólo en los últimos
años ha permitido estudiar ventajosamente dichos organismos, proporcio-
nando así al naturalista la grata ocasión de admirarlo infinitamente grande
en lo infinitamente pequeño.
Los Protozoos están representados en el Museo Nacional por 51 mo-
delos de Foraminiferos i Radiolarios (algunos acompañados de las Conchi-
tas mismas) que ocupan un estante angosto hácia el fondo de la sala de In-
vertebrados.
XII. — Biblioteca de la Sección
Para terminar, dos palabras sobre la Biblioteca de la Sección a nues-
tro cargo en el Museo. Ella se compone de 197 volúmenes empastados,
102 id. en rústica i 725 folletos varios (i). Las obras de mayor importancia
entre las escasas modernas que tenemos son las del «Challenger», «Fauna
del Golfo de Nápoles» i la Zoolojía de Lankester. Faltan, para el estudio
provechoso de los Vermes, Moluscos, Equinodermos i Esponjiarios, obras
modernas; pero esto irá subsanándose poco a poco.
(i) La gran mayoría de los folletos i cerca de 100 volúmenes que existen en nues-
tra Sección fueron obtenidos de los especialistas i M.useos europeos, sin costo para el
Museo Nacional por C. E. Porter, en su viaje de estudio a Europa (1910-11).
158
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
INFORME DEL JEFE
DE LA
SECCION DE ARACNALOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
Santiago, Marzo de
Señor Director:
Cumpliendo con el reglamento doi cuenta a Ud. de la marcha que ha
seguido durante el año pasado la Sección a mi cargo.
Primeramente me ocupé en formar para el Dr. G. A. Coleman. de
la Universidad de California, el material de insectos perjudiciales que so-
licitaba en canje por otros insectos que ofrecia, i pude enviarle, conve-
nientemente embalados, los siguientes ejemplares:
Acanthinodera Cumingi, Hope, i su larva.
Chiasognathus Granti, Steph.
Polycaon chilensis, Er., i su larva.
Bostrychus mystax, Bl., larva i ninfa.
Calydon submetallicum, Bl.
Sulcipalpus elegans, Burm.
Callisphyris vespa, Fairm. i Germ., con su larva.
Lophotus superciliosLis, Guér.
Lophotus phaleratus, Er.
Lophotus nodipennis, Hope.
Rhyephenes Maillei, Gay i Sol.
Nycterinus laevigatus, Ph.
Phytolaema Herrmani, Germ.
Rivera plebeja, Burm. Germ.
Cantharis erytroscelis, Berg.
Bostrychus sulcicollis, Germ., con su larva.
Laora variabilis, F. Ph., i su capullo.
Catocephala vulpina, Ph., con su larva i crisálida.
Cicada rubrolineata, Spin.
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
159
En retorno, el Dr. G. A. Coleman nos envió una interesante colec-
ción de Cóccidos de California i Puerto Rico, cuyos ejemplares pueden
servir de tipos de comparación para determinar otros que se encuentran
en Chile, i son:
1.0 Especies de California: !
Aspidiotus californicus.
» densiflora.
» hederae.
» juglans-regia.
» perniciosus.
Chrysomphalus aurantii.
» » var. citrinus.
Diaspis boisduvalii.
Epidiaspis piricola.
Chionaspis salicis-nigrae.
Aulacaspis rosae.
» pentágona.
Lepidosaphes ulmi.
Fiorinia fiorinia.
Eriopeltis festucae.
Pulvinaria floccifera.
Orthezia insignis.
Coccus tomentosus.
P>iococcus onuki.
Asteriolecanium variolosum.
Lecaniodiaspis rufescens.
Saissetia oleae.
Lecanium corni.
CerococLis quercus.
Icerya purchasi.
2.0 Especies de Puerto Rico:
Aspidiotus rapax.
» cyanophilli.
Chrysonphalus aonidum.
» personatus.
Dos de las cajas de la colección de insectos perjudiciales
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
l6l
Aulacaspis pentágona
Asteriolecanium bambusae
» pustulans
Coccus mangifera
Ischnaspis longirostris.
Como había anunciado a Ud. en mi memoria del año pasado, me de-
diqué con interés a formar una colección de los principales insectos perju-
diciales a las plantas, que he dispuesto en cajas separadas, junto con
Vista parcial de uno de los mesones con la colección de Entomolojía aplicada
muestras de los vejetales o semillas que destruyen, disponiendo todo de la
manera mas intuitiva posible, a fin de que el público en jeneral i aun hasta
los niños, puedan darse una idea completa de la plaga. He añadido con
este objeto a cada caja una pequeña lectura que enseña la biolojía del in-
secto en referencia, i ademas, he hecho para cada cuadro dibujos esplicati-
vos a tinta i a acuarela, para mayor claridad i comprensión. A indicación
del señor Director, se ha agregado también a la lectura de cada grupo, una
pequeña indicación del tratamiento empleado para combatir el insecto
perjudicial.
Las primeras cajas que forman el comienzo de la esposicion que este
IÓ2
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
departamento piensa hacer al público, i que están ya espuestas en la parte
norte de los altos del gran salón central, contienen los siguientes insectos
dispuestos de la manera anteriormente dicha:
La mosquilla blanca. — Aspidiotus hederae, Vallot.
La sierra. — Callisphyris vespa, Fairm i Germ.
La chicharra o cigarra. — Cicada rubrolineata, Spin.
La conchuela del manzano. — Lepidosaphes ulmi, L.
La conchuela del naranjo. — Lepidosaphes becki, Newm.
El gusano que corta el trigo. — Rivera plebeja (Burm) Germ.
» » » » » » — Phytoloema Herrmanni, Germ.
El gorgojo del trigo. — Calandra granarla, L.
El gorgojo del arroz. — Calandra orizae, L.
El taladrillo. — Scolytus rugulosus Ratz.
El pulgón laníjero de los manzanos. — Schizoneura lanígera, Hausm.
El gusano de las peras i manzanas. — Carpocapsa pomonella, L.
El bruco de las arvejas. — Bruchus pisi, L.
El pilme. — Cantharis erythroscelis, Berg.
Están también a punto de terminarse, i serán espuestas en breve, las
siguientes cajas con los insectos que se espresan:
La cuncunilla de las chacras.— Heliothis armígera Hubner.
» » » » » — Leucania unipuncta, Haw.
El pololo verde. — Sulcipalpus elegans, Burm.
El gusano-babosa. — Eriocampoides limacina. De Geer.
La polilla de las papas. — Phthorimaea operculella, Zell.
La mosquilla negra del olivo. — Saisetia olea. Deplanches.
El Rhyephenes Maillei, Gay i Sol.
El pulgón del álamo. — Aphis populi, L; i otros mas.
— A mediados del año fué necesario proceder a la desinfección com-
pleta de toda la colección entomolójica sistemática del Museo, pues existía
el peligro de que tantos i tan valiosos ejemplares fuesen destruidos com-
pletamente por la polilla. La desinfección se hizo con sulfuro de carbono i
en seguida se trataron las cajas con bencina, operación que fué llevada a
cabo por el naturalista auxiliar señor Zacarías A^ergara.
— Las observaciones practicadas sobre los pulgones de los rosales i
sus parásitos, nos hicieron descubrir un himenóptero nuevo que fue descri-
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
163
to por el señor Jean Bréthes bajo el nombre de Aphidius chilensis, i cuya
diagnosis se publico en el Boletín del Míiseo, tomo IV, número 2.
También enviamos al señor Bréthes un nuevo díptero parásito de la
familia Nycteribidae, que describió con el nombre de Cyclopodia Silvae, i
cuya diagnosis, con lámina en el texto, se insertó en el Boletín, tomo V,
número 2 del año pasado.
— Con el objeto de tener una colección bien determinada de Microle-
pidópteros de Chile, i a fin de que se estudien i describan las nuevas espe-
cies que seguramente existen en el Sur de la República, hemos colectado
ejemplares durante las vacaciones, de los cuales han sido remitidos algunos
al señor W. Y. A. Klunder van Guijen, entomólogo holandés i gran espe-
cialista en dicha familia.
El infrascrito tiene en preparación algunas notas de importancia sobre
la biolojía de nuevos insectos perjudiciales, tales como la Catocephala vulpi-
na, Ph., el Ryephenes humeralis, Guer. dos diferentes especies de Microlepi-
dópteros cuyas larvas atacan a las papas, i breves observaciones sobre el
Aphidius chilensis, Bréthes, en su relación con el pulgón de los rosales en
los que pone sus huevos i se desarrolla parasitariamente. El Dr. E. Amion,
del Instituto Agrícola, ha tenido la bondad de hacerme una espléndida mi-
crofotografía del insecto en referencia.
Por último, esta sección se ha ocupado en la clasificación de insectos
enviados por diferentes personas; ha resuelto varias consultas i ha contes-
tado numerosa correspondencia del estranjero.
En cuanto a obsequios, hemos recibido las siguientes donaciones:
Una caja con Pseudoneurópteros de España, enviados con su determi-
nación por el Rvdo. P. Lonjino Navás, i que contiene: ii sp. del jen. Chry-
sopa, 2 sp. del jen. Cercion, 2 sp. del jen. Macronemurus, 2 sp. del jen.
Pyrrhosoma, 2 sp. del jen. Sympecma, i i sp. del jen. Enallagma, i sp. del
jen. Ischnura, i sp. del jen. Neuroleon, i sp. del jen. Myrmeleon con su es-
tuche larvario, i sp. del jen. Platycnemis, i sp. del jen. Erythromnia i i sp.
del jen. Creagris.
El señor don CÁRLOS E. PORTER ha cedido también a la Sección Ento-
molójica una caja de insectos que le fué enviada de Francia, conteniendo
19 sp. i 23 ejemplares de Coleópteros, la mayor parte africanos. Igual-
mente obsequió otra caja conteniendo 13 Ortópteros, 2 Rincotos i i Neu-
róptero, orijinarios del Asia, Africa i América Tropical i por último, ha ce-
dido a la misma Sección una pequeña colección de mariposas de Europa
(en número de veintidós) en perfecto estado i determinadas. Ultimamente
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
164
el señor PORTER nos obsequió con tres ejemplares de Coccidophilus citri-
cola, Bréthes.
— Con el señor Eujenio Giacomelli, La Rioja, República Arjentina,
hemos creido conveniente establecer canje de Lepidópteros arjentinos por
ejemplares chilenos del mismo órden, i a nuestra primera remesa, el señor
Giacomelli ha correspondido con dos buenos envíos de numerosos ejempla-
res, en buen estado i determinados.
— A fin dé entrar en relaciones con algunas Estaciones Experimenta-
les de los EE. UU hemos escrito a The Ohio Agricultural Experiment
Station, i al Department of Agriculture — División of Zoology, Harrisburg,
Pa; habiendo recibido atenta respuesta, junto con el envío de los trabajos
que esas Estaciones editan, i con la promesa de continuar enviando futuras
publicaciones por haber sido puesto el nombre del Museo en sus listas
de canje.
— La Sección a mi cargo se ha enriquecido con algunos buenos libros
que por intermedio de la casa R. F'riedlánder & Sohn le han venido llegán-
do últimamente, aunque fueron encargados desde el año pasado. Tales son
por ejemplo:
Henry. — Atlas d’Entomologie Forestiére.
Perris. — Plistoire des insectes du pin maritime.
Theobald. — The insect and other allied pest of orchard, bush and hot-
house fruits.
Perris. — Histoire des insectes du pin maritime.
A. Lunardoni. — Gli insetti nocivi ai nostri orti, campi, frutteti e bos-
chi; loro vita, danni e modi per prevenirli.
L. F. Henneguy. — Les Insectes.
M. Neveu-Lemaire. — Parasitologie humaine.
E. Sergent. — Les insectes piqueurs et suceurs.
E. Brumpt. — Précis de Parasitologie.
Bolletino del Laboratorio di Zoologia Generale e Agraria della R. Scuo-
la Superiore d’Agricoltura in Portici.
Bulletin de Insectologie Agricole.
Asimismo se ha continuado recibiendo las entregas de las importantí-
simas obras: Genera Insectorum, Coleoterorum Catalogus i Lepidopterorum
Catalogus, siendo esta última de mucho interes para esta Sección, pues a
mas de contener en lengua latina los nombres, los sinónimos, las variedades,
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
65
la literatura i la distribución jeográfica de las especies de Lepidópteros del
mundo entero, se menciona especialmente la literatura que trata de la bio-
lojía i desarrollo de las especies perjudiciales.
Conociendo la falta de fondos que hai para la compra, no sólo de
libros sino que de otras muchas cosas no ménos indispensables para el Mu-
seo, omitiré por ahora la lista de obras que por su importancia se hacen
necesarias. Sólo quiero llamar la atención del señor Director hácia las
publicaciones que mensualmente edita el Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos i cuyo precio sólo es de 5 centavos oro americano, con
escepcion de algunas que cuestan mas. Dada la importancia e interes que
especialmente tienen para esta Sección las materias de que tratan dichas
publicacione«i, seria conveniente enviar algún dinero, p. ej., $ lOO al Editor
and Chief of the División of Publications, a fin de obtener los trabajos de
mayor urjencia, que serian encargados sacándolos de la lista mensual que
el Museo recibe con toda regularidad.
Ultimamente me he hecho cargo de la Sección Entomolójica del Mu-
seo, para la cual fui propuesto por el señor Director en reemplazo del sabio
entomólogo don FiLiBERTO Germain, cuya muerte lamentamos hace poco.
El señor Director sabe que a pesar de la gran actividad i entusiasmo
que el señor Germain desplegó en el cumplimiento de su deber, del enor-
me caudal de conocimientos que poseía sobre la materia i de la dedicación
casi absoluta que de su tiempo hizo al estudio de estos seres, sólo con-
siguió determinar la mayoría de las especies pertenecientes al Orden de los
Coleópteros, no alcanzando su investigación a los demas Ordenes de la
Clase, para cuyo estudio, como él mismo lo dice en su Memoria del año
pasado, no basta una vida humana!
A fin de continuar la magna obra de clasificación del inmenso número
de especies, que había comenzado mi ilustre antecesor, yo desearía que no
se interrumpieran las suscriciones a las siguientes obras que, sobre Ento-
molojía, recibe el Museo:
Genera Insectorum, Coleopterorum Catalogus i Lepidopterorum Ca-
talogus; i ademas, rogaría al señor Director, me autorizara para encargar a
la casa R. Friedlánder, algunos libros que me ayudaran en mi tarea. Como
es mi intención comenzar por los Lepidópteros de Chile, pediré sólo las
obras modernas mas indispensables que se refieran a este Orden:
Kirby, W. F. — Handbook to the Order Lepidoptera.
Bodine, D. — Taxanomic valué of the antennae of Lepidoptera.
66
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Hampson and Walsingham. — Nomenclature of Lepiclop.
Edmonds, T. — Nuevos Lepidópteros de CHILE.
Grote, A. R. — Classificat. of the Day Butterflies.
Holland. — The Moth Book.
» — The Butterfly Book.
Linden, M. V. — Dessin des aísles d. Lepidop. son evolution, origine,
valeur system.
Chapman. — Classifi. of Butterfl. by their antennae; i otros libros mas
que indicaré a usted en lista separada.
Como material que se necesita con urjencia para esta Sección Entomo-
lójica, tendré que citar, en primer lugar, varios estantes hechos espresa-
mente para contener cajas de insectos. En ellas se guardarla la valiosa co-
lección que la sucesión del señor don F. Paulsen obsequió al Museo i que
actualmente se encuentra amontonada en la Biblioteca, i las nuevas cajas
conteniendo el material de insectos clasificados. En todo caso, hai que hacer
construir mas cajas, pues de las que habla en el patio de trabajo del Museo,
se tomaron algunas (20 mas o ménos) para la Sección de Entomolojía Apli-
cada i otras pocas para la de Plantas Perjudiciales.
Reseña histórica i bibliográñca de la Entomolojia chilena
Al tomar posesión de mi nuevo puesto como Jefe de la Sección Ento-
molójica del Museo, cumplo con su encargo de hacer una breve reseña o
historia del desarrollo de la Entomolojía en Chile, enumerando los princi-
pales trabajos publicados sobre insectos chilenos i los mas importantes co-
laboradores.
De los primeros trabajos zoolójicos que se publicaron sobre nuestro
pais i que incluían, naturalmente, descripciones entomolójicas, el señor don
Federico Piiilippi dice lo siguiente, en su estudio sobre el «Desarrollo i
estado actual de la Zoolojía en Chile». (En la obra «Chile en 1808» por
don Eduardo Poirier).
«El estudio de la fauna chilena fué principiado, puede decirse, por los
viajes que mencionaremos en seguida en órden cronolójico, i por dos escri-
tores chilenos.
En 1709 estuvo en Chile el padre Feuillée, i en 1712, el injeniero Fre-
zier, ámbos encargados por el rei de Francia de estudiar las tierras de Sud-
América. El primer libro sobre los productos naturales de Chile, fué el del
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
167
padre FELIPE GÓMEZ DE VlDAURRE, publicado en Boloña en 1776, bajo el
título Compendio de lia storia jeografica, naturale e civile del Regno del Chile,
del cual apareció una traducción al aleman en Hamburgo, en 1782. En este
mismo año salió a luz, en Boloña, el libro que en esos tiempos era conside-
rado como el mas exacto i mas detallado sobre la Historia Natural de Chile,
escrito por el abate JUAN IGNACIO MOLINA, i titulado Saggio sulla Storia
Naturale del Chile, i del cual, en 1810, se publicó una segunda edición en
cuarto; era un libro mui meritorio para esa época.
Desde la aparición de la obra de Molina, comenzó una serie de espe-
diciones científicas, que han contribuido, cual mas, cual ménos, al conoci-
miento de la Historia Natural de Chile, cuyos resultados fueron publicados,
ya en las descripciones de los viajes, ya en las diferentes revistas científicas.
El buque ruso Rurik, en su viaje (1815-1818), bajo el comandante
Kotzebue i con los naturalistas Chamisso i Eschscholtz, fué el primero que
tocó en Chile. Eduardo Poeppig coleccionó, en 1826 i 1827, en Concon i
en la vecindad de Antuco, i los resultados zoolójicos de su viaje fueron pu-
blicados, principalmente, en Wiegniann^ s Archiv filr Naturgeschichte, en
que, desde entónces, aparecieron muchos trabajos sobre animales chilenos.
Un viaje mui importante fué el de los buques ingleses Aventure i
Beagle, bajo el mando de King i con CÁRLOS Darwin como naturalista
(1826-1832), ya que su objeto fué el estudio de las rejiones Magallánicas i
de la Patagonia occidental i de la costa de Chile, i a él se debe mucho en
cuanto a la fauna de estas rejiones; sus resultados fueron publicados en In-
glaterra, en parte en obras especiales, en parte en los Proceedings of the
Zoological Society of London. El viaje de V Astrolabe i Zelée, bajo Dumont
d’Urville (1826-1829), adelantó también los conocimientos de los animales
de Chile, lo que puede decirse también del viaje de la Bonite (1836-1837).
Pero fué don CLAUDIO Gay quien, con sus esploraciones de las dife-
rentes rejiones de Chile, enriqueció mas que nadie, la Zoolojía chilena, pues
recojió, entre 1830 i 1842, con sumo celo, todos los objetos naturales de
Chile, i los ejemplares zoolójicos fueron descritos en la parte zoolójica de
su gran obra: Historia fisica i política de Chile, llenando ocho tomos en 8.®,
que vieron la luz entre 1847 i 1854, i que van acompañados de un magní-
fico Atlas de 135 láminas.
Esta obra es el fundamento i la base de la Historia Natural de los ani-
males chilenos, i será siempre consultada por todo el que quiera conocer la
fauna chilena, no obstante que es ahora anticuada i no corresponde a las
ideas que hoi dia prevalecen entre los naturalistas.
i68
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
En 1831 visitó Meyen las cordilleras de Tinguiririca, el volcan de
Maipo i el valle del rio Copiapó, i los animales traídos por él se describie-
ron en las Actas de la Sociedad Leopoldino-Carolina; también visitó la es-
pedicion norte-americana bajo el mando de Wilkes (1838-1842) las costas
de Chile, lo mismo la U. S. Naval Astronomical Expedition (1849-1852)
bajo el mando de Gillis, como también la fragata sueca Eugenie en su viaje
al rededor del mundo en (1851-1853).
Un nuevo i gran impulso recibió la zoolojía chilena desde 1853 con el
nombramiento del doctor R. A. Philippi para director del Museo Nacional,
quien se dedicó, con todo celo i con todo su amor a la Historial Natural,
no sólo a la formación de este establecimiento, sino también al estudio i
descripción de las plantas i animales de su nueva patria, trabajo que con-
tinuó hasta que la debilidad de su vista i su avanzada edad le impusieron
un descanso forzoso. Sus trabajos zoolójicos sobre Chile, que no es aquí el
lugar para enumerarlos aisladamente, fueron publicados en los Anales de
la Universidad, Anales del Museo Nacional, Viaje al Desierto de Ataca7na,
Wiegmanyis Archiv für Xaturgeschichte, Zeitschrift für die Gesa^nmten
Naturwissenchaftefi, Stettiner Eniomologische Zeitimg, Verhandlungen des
Deutschen Wisserichaft lidien Vereins, i en Verhandlunhen der K. K. Zoo-
logisch- Botanischen Gesellschaft in ¡Fien, etc.
En la segnnda mitad del siglo XIX pasaron varios buques de guerra
en sus viajes al rededor del mundo por Chile, donde se detuvieron por
algún tiempo, i los animales chilenos obtenidos en estas ocasiones fueron
descritos, ya en las obras sobre el viaje, ya en diferentes revistas científicas.
También vinieron algunos naturalistas i espediciones a Chile con el objeto
de estudiar sus animales i plantas o sólo los primeros.
Así, pasaron por Chile la fragata austríaca Novara (1857-1859), con
los zoólogos G. Fr.auexdelf i J. Celebor, la comisión de naturalistas es-
pañoles (1862-1865) con el zoólogo X. de la Espada, la fragata italiana
Magenta con el zoólogo GiGLiOLl. El buque ingles Nassau, comándate
Charles R. Mayne i el naturalista ROBERTO O. CUNXíNGHAM, esploró du-
rante los años 1866-1869 los canales de la Tierra del Füego i la Patagonia
occidental; en 1872 estuvo en Chile don Luis Agassiz en un buque norte-
americano, el Challenger, bajo el mando del capitán Nares en su viaje al
rededor del mundo, 1873 i 1874, i pasó también por Valparaiso. El buque
ingles Alert con el naturalista R. COPPIXGER esploró en 1873 i 1874 las
rejiones magallánicas.
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
169
De mucho mayor importancia para el conocimiento de la fauna chilena
fueron los viajes siguientes.
De 1882 a 1883 estuvo en los mares de la Tierra del Fuego una espe-
dicion francesa la «Mission scientifique du Cap. Horn», que publicó sus
resultados en una estensa obra; el buque italiano Vittor Písani estuvo en
1883 en los mares magallánicos i canales de la Patagonia occidental. En
1892-1893 esploró el señor Michaelsen por encargo del Museo de Hambur-
go las rejiones magallánicas i el Sur de Chile, alcanzando hasta Valparaíso
i Santiago, con el objeto de recojer ejemplares "zoolójicos; sus colecciones
están descritas en tres tomos que llevan el título: Ergebnisse der Ha7nbur-
gei' Magelchaensischen Sarmelreise. Desde 1893-1895 estuvo el doctor
Place en Chile, alcanzando hasta Iquique, con el objeto de recojer animales,
ante todo marinos, i el resultado de su viaje salió a luz en dos tomos titu-
lados: Fauna chilensis.
De 1895-1896 esploró una comisión sueca las rejiones magallánicas,
de cuyos resultados ya se han publicado algunos cuadernos sobre botánica
i jeolojía, pero todavía no he visto ninguno sobre la zoolojía. Los viajes
mas provechosos para el adelanto de los conocimientos de la fauna chilena,
fueron los de MíCHAELSEN i de Plate, ya que eran destinados esclusiva-
mente a la zoolojía de Chile, i en seguida la «Mission au Cap Horn» que
sólo perseguía fines científicos, miéntras que todas las demas espediciones
perseguían fines mui distintos, siendo la recolección de objetos de historia
natural sólo secundaria. Los viajes de MíCHAELSEN i Plate son princi-
palmente importantes, porque se han estudiado en ellos de preferencia, los
animales inferiores, que por lo común son dejados a un lado por los colec-
tores.»
Desde la publicación de la obra de don CLAUDIO Gay han escrito en
Chile, sobre asuntos entomolójicos los autores que a continuación se espre-
san, i de los cuales trataremos de dar algunos cortos datos biográficos.
i.o Don Rodulfo Amando Philippl — No creemos necesarip hacer
biografía del que fué ilustre Director del Museo Nacional, pues nos parece la
que ha de ser conocidísima, gracias a que ha sido escrita tantas veces,
habiendo publicado un tomo especial sobre ella don Diego Barros Arana
con el nombre de <(-El doctor don Rodulfo Amando Philippi, su vida i sus
obrase. (Santiago de Chile 1904) en la cual el doctor Cárlos Reiche insertó
una bibliografía completa de los trabajos del señor PílILIPPl. Asimismo
el señor don Bernardo Gostschlich, que fué secretario particular del señor
170
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Philippi, publicó también en Setiembre de 1904 un volúmen que contiene
la biografía completa del distinguido sabio, con una lista de sus obras.
A pesar de que no se dedicó de preferencia a la Entomolojía, pues
sus escritos abarcan todos los ramos de las Ciencias Naturales, principal-
mente sobre los Moluscos del Antiguo i Nuevo Mundo, sobre la Botánica
i Paleontolojía chilenas, es autor de numerosos trabajos entomolójicos que
publicó en Chile i el estranjero i de los cuales damos la siguiente lista de-
tallada:
a) En los < Anales de la Universidad de Chile'i>.
Tres especies nuevas de Coleópteros, vol. XVI, 1859, pájs. 1085-1088.
Mariposas nuevas de Chile, vol. XVI, 1859, pájs. 1088-1114.
Algunas observaciones jenerales sobre los insectos de Chile, vol. XVI,
1859, pájs. 634-651.
Algunas especies nuevas de Coleópteros de Valdivia, vol. XVI, 1859,
pájs. 656-678.
Descripción de una nueva mosca, vol. XVIII, 1861, pájs. 728-730.
Descripción de insectos encontrados en un viaje al volcan de Chillan,
vol. XXI, 1862, pájs. 380-389.
Sobre algunos insectos de Magallanes, vol. XXI, 1862, pájs. 407-414.
Sobre algunos Melolontidos nuevos i el jénero Cnemalobus, vol. XXIV,
1864, pájs. 435-462.
Descripción de algunos insectos nuevos de Chile, vol. XXVI, 1865,
pájs. 651-660.
Una nueva mariposa del jénero Erebus, vol. XXXVI, 1870, pájinas
213-215.
b) En (íLinnaea Entonto lógica-i) (1859) (i).
Descripción de mariposas nuevas, tomo XIV.
Metamorfósis de Castnia, tomo XIV.
Descripción de algunas nuevas mariposas chilenas, tomo XIV.
c) En «Zeitschrift fiir die Gasammten Natunvissenschafteni> , Halle:
Descripción de una nueva especie de mosca, cuyas larvas vivieron en
en las narices de una mujer... año 1863.
Catalógo de los Ortópteros chilenos que existen en el Museo Nacio-
nal de Santiago, pájs. 217-245 i 444 447, año 1863.
Descripción de un nuevo Acridium, año 1863.
(i) Para este autor i para otros he traducido al castellano los nombres de los estu-
dios publicados, con el fin de facilitar la consulta a las personas de este pais.
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
I71
Insectos chilenos, año 1873.
d) In « Verhandlungen dev Zoologische-Botanischen Gesellschaft in
J4 ien » .
Enumeración de los Dípteros chilenos, vol. XV, 1865, pájs. 595-782.
e) En Entomologische Zeitung^ Stettin:
Metamorfosis de Castnia, año 1863.
Descripción de nuevos Escarabajos chilenos: 212 especies, año 1864.
Enumeración de los Ortópteros chilenos que se encuentran en el Museo
Nacional, año 1863.
Descripción de algunos nuevos insectos de Chile, año 1871.
Descripción de insectos nuevos: 25 especies, año 1871.
Descripción de los jéneros Brachyxiphus i Brachygaster, año 1871.
2.0 Don Federico Philippi. — Sucesor de don R. Amando, como Di-
rector del Museo Nacional. Nació en 1838 en Italia, habiéndose educado
en Alemania durante sus primeros años. Llegó después a Chile acompa'
ñando a su ilustre padre, quien le enseñó a profundizar las Ciencias Natu-
rales, dedicándose especialmente a la Botánica i a la Entomolojía. Desem-
peñó las clases de Ciencias Naturales en el Instituto Nacional i en el Ins-
tituto Agrícola, i durante 30 años, la de Botánica en la Escuela de Medicina.
Fué también el primer Director del Jardin Botánico de la Quinta Normal.
Sus trabajos entomolójicos son los siguientes:
a) En los Anales de la Universidad de Chile:
Algunas especies de Coleópteros de la provincia de Valdivia, vol.
XVI, 1859, pájs. 6^6-6y8.
Spec. quaedam nov^ae Coleopterorum chilensium, vol. XVIII, 1861,
pájs. 742-744-
Catálogo de las especies del jénero Telephorus, vol. XVIII, 1861, pájs.
33-45-
Catálogo de los Coleópteros de Chile, vol. LXXI, 1887, pájs. 619-806.
Monografía del jénero Rhyephenes, Schonh, vol. CIV, 1889, pájs.
81-93.
Sobre la posición de Apocinocera Bl., vol. CXIII, 1903, pájs. 137-140.
Enumeración de los Buprestideos chilenos, vol. CXVII, 1905.
hj En el Boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura, los siguientes
artículos, algunos mui cortos:
Sobre la peste del naranjo, vol. XII, 1881, páj. 44.
172
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Una nueva peste de los naranjos en Quillota, vol. XII, i88i, pájs. 35-
37 i 451-456
La peste de los perales, vol. XIII, 1880, páj. 81.
Remedios contra el pulgón laníjero, vol. XV, 1884, páj. 209.
Escrecencias de la vid i dos insectos dañinos al agricultor, vol. XVIII,
1887, pájs. 757-758.
c) En la Revista Chilena de Historia Natural:
Catálogo de los Cléridos chilenos, vol. XI, 1907, pájs. 22-28.
3.0 Don Philtbert Germain. — Aunque el señor Germain dió todos
los datos concernientes a su propia Biografía, en el tomo II, número i, 1910,
del Boletín del Museo Nacional, considero de justicia recordar en esta bre-
vísima reseña, algunos rasgos de su vida, pues ha sido él quien mas ha es-
crito sobre insectos chilenos, aunque esclusivamente sobre los del Orden
Coleópteros.
Nacido en Francia, en la ciudad de Lyon el año 1827, manifestó, desde
sus mas tiernos años, una escepcional intelijencia, al estremo que después
de haber terminado sus estudios humanistas en el Colejio de los Jesuítas de
Lyon, i mas tarde, en el Liceo Roanne, a los 15 años, tuvo que esperar
cumplir los 16 para recibir su título. Desde niño mostró un gran entusiasmo
por el estudio de los insectos, pasión que no le abandonó ni en los últimos
años de su vida.
En 1850 llegó a Talcahuano, pasando después a V^alparaiso i a Qui-
llota, colectando en todas partes con incansable actividad, mamíferos, aves
e insectos. En 1853 fué nombrado Director del Museo Nacional, puesto
que meses mas tarde dió el Gobierno a don R. A. PlilLIPPI, quedando el
señor Germain como Sub-director. Siguió, sin embargo, recolectando ma-
teriales científicos para el Museo, haciendo escursiones i viajes a diferentes
lugares de la República, como ser Ñuble, Talca, la Isla de Juan Fernández,
la de Chiloé, etc. A fines del año 1858 hizo renuncia de su puesto en el
Museo, a consecuencia de ciertas dificultades habidas con el Dr. Philippi,
proponiéndose entónces viajar i estudiar por cuenta propia, recorriendo,
por esta razón, las pampas arjentinas. Volvió a Europa en 1863, en donde
estuvo hasta 1881, año en que se embarcó para el Brasil, donde coleccionó
numerosísimos insectos que mandaba a Francia. Viajó en seguida por el
Paraguai, volviendo a Chile en 1889, hospedándose en la ciudad de Qui
Ilota. El mismo año regresó al Paraguai, donde fué contratado por nuestro
Gobierno como profesor en el Liceo de Quillota, volviendo, por esta razón,
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
173
Don Filiberto Germain
Desde entonces trabajó sin descanso, con un entusiasmo que quizás
nunca nadie sobrepasará, en el estudio i descripción de los Coloépteros Chi-
lenos. En los escritos del señor Germain se admira, junto con el valor
científico de las materias que trata, la belleza de las imájenes i la galanura
del estilo, porque reunía en su persona la sensibilidad esquisita del poeta a
la exactitud minuciosa del sabio, i el encanto i amenidad del esplorador
nuevamente a nuestro pais en el año 1890. En 1893 se le comisionó para
que se hiciera cargo de la colección de insectos del Museo Nacional, i en
Febrero de 1903, se le creó la Sección Entomolójica, siendo designado él
como su primer jefe.
174
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
intelijente, que narra sus aventuras i cuenta sus impresiones de los parajes
desconocidos que recorrió.
He aquí una lista detallada de sus obras:
a) En los «Anales de la Universidad de Chile->'>.
I. — Descripción de 2i especies nuevas de coleópteros de Chile, año
1854, pájs. 323 a 336.
II. — Apuntes diversos sobre los Coleópteros de Chile, año 1893, paji-
nas 1031-1039.
III. — Monografía de los Phanodesta, 10 pájinas, i lámina con 7 figu-
ras, año , páj.
IV. — Los Carabus chilenos, pájs. 1-59, con una lámina i 26 figuras,
año 1895. pájs. 627-683.
V. — Descripción de Coleópteros de diversas especies que no se hallan
en la obra del señor Gay, año 1855, pájs. 386-407.
VI. — Monografía de los Listroderitos, año 1895-1896.
VII. — Monografía de los Cyphonotus, año 1897, pájs. 275-287.
VIII. — El jénero Brachidia, año 1897, pájs. 595-604.
IX. — Los Taurocerastidae, año 1897, pájs. 287-300.
X. — Los Lonjicornios chilenos, año 1897-8-9 i 1900.
XI. — Monografía de los Cnemalobus, año 1901, pájs. 175- 192.
XII. — Monografía de los Phytoloema, año 1901, pájs. 987-1005.
XIII. — Monografía de los Oryctomorphus, año 1901.
XIV. — Los Helophoridae, año 1901,
XV. — Monografía de los Xycterinus, año 1903, pájs. 73-96.
XVI. — Compendio Histórico de la clasificación de los* Coleópteros i de
su nomenclatura con anotaciones críticas, relativas al sistema tarsal. Varia-
ción i variedades, año 1903, pájs. 343-365.
XVII. — Rectificaciones, anotaciones i descripciones varias, año 1903,
pájs. 391-445.
XVII. — Monografía de los Braquisternidos chilenos, pájs. 449 506,
año 1903.
XIX. . — Monografía de los Bembidios chilenos, año 1905, pájs. 589-653.
XX. — Monografía de los Brupestideos chilenos, año 1907, pájs. 3-31.
b) En los «Anuales Entomologiques de France-»:
I. — Monografía de los jéneros Maypa i Litronyx chilenos, año 1858,
pájs. 721 a 746. L. Fairmaire i P. Germain.
II. — Revisión des Coléoptéres du Chili, année 1858, pájs. 709-795.P.
Germaix i L. Fairmaire.
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
175
c) En las «Acias de la Sociedad Científica de Chile>'>\
I. — Notas sur les Coleoptéres du Chili. Renseignement et observation
de 9 espéces nouvelles, rectifications, indications de sinonymies. Años
1893. Pájs. 241-261.
II. — Voyage d’ Asunción (Paraguai) a Moliendo (Pérou). Tome IX
(1899), pájs. I a 30, con prólogo, pájs. 128-137.
III. — De Corumbá a Santa Cruz de la Sierra. Tome X (1900), pájs.
1-52.
IV. — La Prefecture de Santa Cruz de la Sierra (La Bolivie Oriental)*
Tome X (1900), pájs. 318-378.
V. — Trois mois dans la Vallée du Sipotuba.
d) En el «Boletín del Museo Nacional-}) :
I. — Catálogo de los Coleópteros chilenos del Museo Nacional. Tomo
II, nüm. I, 1911, pájs. 4773-
4.0 Don Edwin C. ReeI). — Nació en Bristol, el año 1814, en cuya
ciudad ocupó los puestos de Secretario ad-lionorem de la Sociedad Entorno-
Don Edwin C. Reed
lójica i de la Sociedad Microscópica, i en iguales condiciones el de ayudan-
te del Museo de Bristol.
Llegó a Chile en 1869, entrando a servir en el Museo Nacional en la
''Sección Entomolójica, pero se ocupó también de la fauna i flora del pais.
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
176
En 1873 volvió a Europa, regresando dos años mas tarde, i en 1878
se hizo cargo del Museo que habia fundado en Valparaíso el Rector del Li-
ceo de aquel puerto, señor don Eduardo de la Barra, como anexo a las cla-
ses de Ciencias Naturales del establecimiento. Desempeñó también las clases *
de Ciencias Naturales i de Jeografía Física en la Escuela Naval. Se retiró
mas tarde a Los Andes, donde estudió la fauna i flora rejional, publicando
los resultados de sus estudios i observaciones en los Anales de la Ü7iiuer-
sidad. En 1902 fué nombrado Director del Museo de Concepción, puesto
en el cual lo sorprendió la muerte en Noviembre de 1910.
Sus trabajos entomolójicos son los siguientes:
a) En los Anales de la Universidad de Chile:
— Catálogo de los Buprestideos chilenos, año 1871, pájs. 405-429.
— La Psyche chilensis, año 1871, pájs. 197-198.
— Observaciones sobre los Coleópteros chilenos, descritos por Redten-
bacher, año 1872, pájs. 190-196.
— Descripción de insectos recojidos por el capitán Vidal Gormaz en
Llanquihue, año 1872, pájs. 354-355.
— Catálogo de los Coleópteros de Chile. I (Cicindelidae Haphylinidae),
año 1874, pájs. 335-356.
— Las especies del jénero Carabus, año 1875, pájs. 219-226.
— Catálogo de los Coleópteros de Chile. II (Pselaphidae i Buprestidae),
año 1876, pájs. 274-295.
— Monografía de las mariposas chilenas (con láminas), año 1877, pájs.
647-736.
— Catálogo de los Dípteros chilenos, año 1888, pájs. 271-316.
— Sinopsis de los Odyneridae chilenos, año 1893, pájs. 873-897.
— Introducción al estudio de los Himenópteros chilenos, año 1894,
pájs. 401-41 2.
— Los P'osores o Avispas cavadoras de Chile, año 1894, pájs. 599-653.
b) En las «Acias de la Sociedad Científica de Chiles:
. — Sinonimia de los Lepidópteros i Dípteros chilenos, año 1891.
— Revisión de las abejas chilenas descritas en la obra de Gay, año
1892.
c) En la «Revista Chilena de Historia N atur ah:
— Sinopsis de los Hemípteros heterópteros de Chile, años 1898-1901.
— Cuatro especies de Himenópteros nuevos a la fauna de Chile, año
1900.
— Nuevos insectos chilenos, año 1902.
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
177
— Los Dípteros pupíparos de Chile, año 1904.
d) En los (íProcedings of the Zool. Society of Londo7i>'>:
— Los Coleópteros jeodéfagos de Chile, año 1874.
5.0 Don W. Bartlett-Calvert. — Ingles de nacimiento, el señor Cal-
vert se ocupó en Chile como profesor del Liceo de Quillota. Durante su
permanencia en el pais se preocupó constantemente del estudio de los In-
sectos, con preferencia de los del órden Lepidópteros.
Ké aquí una lista de sus trabajos.
a) En los Anales de la Universidad de Chile.
— Catálogo de los Lepidópteros Ropalóceros i Heteróceros de Chile,
año 1886, páj. 31 1-352.
— Monografía de los Elatéridos de Chile, año 1898.
— Nuevos Lepidópteros de Chile, año 1893, pájs. 813-833.
Publicó también en los Anales, año 1894, la traducción de los siguien-
tes trabajos sobre Lepidópteros:
— Nuevos Lepidópteros de Chile, descritos por G. A. Butler.
— Microlepidópteros chilenos, descritos por Ragonot.
— Microlepidópteros de Chile, descritos por Zeller.
— Lepidópteros colectados en el Cabo de Hornos por la Misión fran-
cesa, descritos por Mabille.
b) En la Revista chilena de Historia Natural.
— Catálogo revisado de los Lepidópteros de Chile, año 1898.
— Descripción de Scidmaenidae chilenos, tomados de la Monografía de
la fam. publicada por el Dr. L. W. Schaufuss, Dresden. Alemania, 1866»
año 1900.
— Dónde i cómo se buscan mariposas, año 1900.
— Elateridae i Eucnemidae nuevos de Chile, año 1901.
c) En Trans. Ent. Soc. of London:
— Descripciones de nuevas especies de Lepidópteros chilenos, año
1893, part. III, pájs. 215-222.
d) Folletos.
— Descripción de algunos Lepidópteros de Chile, Santiago, 1890.
6.0 El Dr. Don Vicente Izquierto. — El distinguido ex-catedrático
de nuestra Escuela de Medicina ha sido también un sincero admirador de
nuestra fauna Lepidopterolójica, habiendo conseguido formar una esplén-
dida colección de mariposas chilenas.
12
78
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Ha publicado sobre esta materia lo siguiente:
— Nota sobre los Lepidópteros de Chile, en los Anales de la Univer-
sidad, año 1895, pájs. 783-835.
— Sobre los líquidos arrojados por los insectos, año 1896.
7.® Don Fernando Paulsen. — Manifestó un verdadero cariño por la
Entomolojía, llegando a adquirir grandes conocimientos sobre los Coleóp-
teros chilenos, cuya valiosa colección fué graciosamente obsequiada por su
sucesión al Museo Nacional. Pasó la mayor parte de su vida en Quillota, don-
de tenia varias propiedades. Sumamente modesto, no quiso nunca publicar
nada con su nombre. En la Rev. Ck. de Hist. Nal. encontramos los dos
artículos siguientes que se deben a su pluma:
— Instrucciones para colectar Coleópteros, año 1901.
— Lámpara para cazar mariposas nocturnas, año 1908.
8.0 Don Carlos E. Porter. — Nuestro amigo, don Cárlos E. Porter,
Jefe de la Sección de Evertebrados del Museo Nacional i profesor de Zoo-
lojía Jeneral i Entomolojía Aplicada del Instituto Agrícola, ha escrito tam-
bién algunos artículos sobre Entomolojía, que aunque no son de gran aliento,
revelan el entusiasmo que él siente por esta rama délas Ciencias Naturales.
Algunos de ellos son solo listas de los insectos que recojia en sus escursio-
nes, cuando era Director del Museo de Valparaíso, dando así noticias de
las rejiones donde ha encontrado tal o cual especie, contribuyendo de esta
manera al conocimiento del área de dispersión de los insectos en referen-
cia. Su trabajo mas importante, que presentó al Congreso Científico de
Temuco, celebrado últimamente, es un Catálogo de los Cóccidos de Chile,
que según me asegura, entrará luego en prensa. Son también interesantes,
por tener carácter de investigación biolójica, los titulados: «Sobre el líqui-
do que, como medio de defensa emiten algunos Coleópteros» i «Las trá-
queas de la Acanthinodera Cummingui, Hoppe». La siguiente es la lista de
sus publicaciones:
a) En las Actas de la Sociedad Científica de Chile:
1. Pequeña contribución a la Fisiolojía de los Insectos: Sobre lí-
quido que, como medio de defensa, emiten algunos Coleópteros, año 1894.
2. Escursion Zoolójica i Botánica a Chañarcillo, tomo V, año 1895.
b) En la «.Revista chilena de Historia Xaturahy .
3. Datos para el conocimiento de los Artrópodos de la provincia de
Valparaíso, año, I, 1897.
4. Escursion Entomolójica al valle de Marga-Marga, año I, 1897.
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
179
5. Contribución a la fauna de la provincia de Valparaiso, año II, 1898.
6. Catalogo de los Artrópodos i Vermes del Museo de Valparaiso,
año III, 1899.
7. Datos para el conocimiento de los insectos del Departamento de
Quillota, año 1899.
8. Datos para la fauna i flora de la Provincia de Atacama, año III, 1 899.
9. Resistencia vital de algunos Artrópodos chilenos, año IV, 1900.
10. Lista de los Dípteros tabánidos chilenos estractada del Catalogus
V
Tabanidarum orbis terrarum universi, del doctor Colomanus Kertesz, i adi-
cionada de notas, año VI, 1902.. '
1 1. Dípteros nuevos chilenos descubiertos por la espedicion Antártica
Belga, traducción precedida de una introducción, año VII, 1903.
12. Lista de los Véspidos de Chile, estractada del «Genera Insecto-
rum» i adicionada de varias notas, año VIII, 1904.
13. Adiciones a la lista de los Cóccidos de Chile, año XVI, 1912.
14. Dos insectos útiles a la agricultura, año XVII, 1913.
c) En el Boletín del Museo Nacional:
I. Dos Cóccidos nuevos para Chile, tomo V, 1913.
d) Folletos: \
1. Breves instrucciones para la recolección de los objetos de Historia
Natural, Valparaiso, 1903. '
2. Las tráqueas de la Acanthinodera Cummingii, Hoppe (7.0 Congreso
Científico Jeneral Chileno, celebrado en Valdivia en 1903, páj. 2i).
3. Datos para una monografía del Margarodes vitium i bibliografía
completa de la especie (Congreso Científico Internacional Americano de
Buenos Aires, 1910) año 1911.
4. El jénero Lepidosaphes Shimer, con figuras i con láminas ordina-
les, Santiago 191 1.
4. El mosquito trasmisor de la fiebre amarilla, Santiago, 1912.
9.0 Don Manuel J. Rivera. — El nombre de este distinguido Profesor
de Estado en la Asignatura de Ciencias Físicas i Naturales, está intima-
mente ligado en Chile al desarrollo de la Entornolojía Aplicada, pues fué
quien mas se preocupó del estudio de la biolojía de los insectos chilenos
en su relación con la Agricultura.
Nacido en Curicó el año 1875, cursó humanidades en los Lieeos de
Curicó i Talca, siguiendo después sus estudios en el Instituto Pedagójico
de Santiago en cuyo establecimiento obtuvo su título de Profesor el año
i8o
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
1897. Desempeñó primero las clases de su especialidad en la Escuela Nor-
mal de Chillan i Liceos de aquella ciudad, i mas tarde ocupó los puestos
de Profesor de Entomolojía en el Instituto Agrícola de Santiago i el de
Ciencias Naturales en el Internado Barros Arana.
En 1898 hizo un viaje de estudio a Estados Unidos con el fin de pro-
Don Manuel J. Rivera
fundizar sus conocimientos en su ciencia favorita. A causa del excesivo
trabajo que se daba en sus investigaciones, se le desarrolló una grave en-
fermedad que acabó con su existencia al año siguiente de su vuelta del es-
tranjero.
Por su carácter bondadoso i sencillo, por su trato franco i cariñoso,
era sumamente estimado por cuantos le conocieron.
Damos a continuación la lista de los trabajos que ha publicado sobre
temas entomolójicos:
a) En las «Acias de la Sociedad Científica de Chiles:
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS l8l
— Desarrollo i costumbres de algunos insectos de Chile. Primera parte:
Coleópteros, año 1894.
— Nuevas observaciones de algunos Coleópteros cuyas larvas atacan
al trigo, año 1905.
— Cambios producidos en la vejetacion por las larvas de Lamelicornios
i por los sembrados de trigo, año 1905.
— Los insectos de los alrededores de Contulmo, año 1905.
b) En la Revista Chilena de Historia Naturah^:
— Biolojía de Coleópteros chilenos cuyas larvas atacan al trigo, año
1904.
— El Bruco de las Arvejas, año 1904.
— Ciclo biolójico de la filoxera según Balbiani, año 1907.
c) En el <í.Boletin de la Sociedad Agrícola del Sur>>:
— La introducción de Insectos nocivos en Chile, año 1910.
— Un insecto nocivo en las arboledas de Concepción, año 1910.
d) Folletos sueltos:
— Programa para las clases de Entomolojía Aplicada del Instituto Agrí-
cola, año 1904.
— La Entomolojía Aplicada, sus progresos i sus nuevas tendencias,
año 1905.
— Informe sobre los Laboratorios de Entomolojía Agrícola de Estados
Unidos i de Francia, año 1910 (publicado en \o^ Anales Agronómicos) .
— La bomba para aplicar líquidos a los árboles, año 1909 (publicada
en los Anales Agronómicos).
A continuación de las publicaciones del señor Rivera consideramos
oportuno indicar el desarrollo de la Entomolojía Económica en Chile, ya
que fué él, como dijimos mas arriba, su mejor cultivador en este pais.
Las primeras observaciones sobre esta materia pertenecen al señor don
Federico Philippi, a quien recurrian en consulta los agricultores. Sus
artículos pueden leerse en el «Boletín de la Sociedad Nacional de Agricul-
tura», según lo hemos dejado indicado en la lista de sus obras. A conti-
nuación los señores Edwvn C. Reed, Fernando Lataste i el señor don
Narciso Briones, escribieron sobre el mismo tema (la langosta arjentina i
la chilena, el Margarodes vitium, el Dactylopius vitis, la Filoxera). Debido
al aumento de las plagas que aparecían atacando las plantaciones del pais,
se creó un servicio Entomolójico fiscal sólo en 1896, fecha en que fué fun-
dada la Estación de Patolojía Vejetal, encargada tanto de las enfermedades
criptogámicas como de las producidas por insectos dañinos, siendo su
i82
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
primer Director el señor don Gastón Lavergne. Director actual es el dis-
tinguido agrónomo don Cárlos Camacho, que mantiene la Estación i sus
oficinas dependientes en un pie espléndido, prestando un servicio positivo
a los agricultores con el personal intelijente que ha formado para combatir
las plagas Criptogámicas i Entomolójicas de la Agricultura.
Como se sabe, Chile es un pais cuyo porvenir está basado grande-
mente en el cultivo de sus campos i debe, por lo tanto, dedicar suma aten-
ción a la Entomolojía Económica, pero no sólo como aplicación práctica,
sino como ramo científico i de investigación.
En el departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la Direc-
ción jeneral de Entomolojía tiene un personal de cerca de 400 empleados,
de los cuales 120 se ocupan únicamente de trabajos de investigación cientí-
fica sobre insectos perjudiciales.
Como es sabido, se necesita para combatir con éxito una plaga de
insectos, el completo conocimiento de su biolojía; saber en qué tiempo son
puestos los huevos, cuando nacen las larvas, en qué período muestra mayor
actividad destructiva, época en que son fácilmente atacables, etc. Mui sa-
bido es también que hoi dia se busca para combatir un insecto, mas que
la pulverización insecticida, al parásito que es su natural enemigo i que ha
de acabar con él mejor que el veneno mas poderoso, siendo esta la razón
por qué sucede a veces, que un insecto no pasa a ser plaga en su pais ori
jinario, a causa de los enemigos que allí tiene, pero que se trasforma en
una amenaza para la Agricultura si es introducido a una rejion donde no
tiene adversarios.
Clásicos son los casos de las Coccinelas que devoran pulgones; de fa-
milias enteras de Himenópteros, cuyos representantes ponen sus huevos en
las orugas de mariposas, a quienes devoran sin piedad, etc. El Cóccido
australiano (Icerya purcJiási] que diezmaba los naranjales de los Estados
Unidos, fué combatido con éxito por un coccinélido que fué necesario im-
portar de aquel pais, i que después sirvió para el mismo objeto en Sud-
Africa, Ejipto i Portugal.
De acuerdo con las breves consideraciones espuestas i a fin de dar
mayor vuelo a estos estudios en el pais, como también con el objeto de di-
fundir los conocimientos que sobre estas materias se poseen, fué creada en
1904, la cátedra de Entomolojía Aplicada en el Instituto Agrícola de San-
tiago, i en 1912, la Sección de Insectos Dañinos en el Museo Nacional.
Dijimos ya, al comienzo de esta Memoria, la forma en que esta Sección
ha iniciado la importante labor de vulgarizar estos conocimientos, ilus-
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
183
trando al numeroso público que visita el Museo, mediante la esposicion de
cajas que contienen los insectos i las plantas atacadas, que se continuará
con la de los insectos dañinos estranjeros que atacan plantas útiles, suscep-
tibles de ser introducidas en Chile (algodonero, tabaco, caña de azúcar, etc.)
Por otra parte, no se descuida el estudio de la biolojía de las especies
perjudiciales, i mui principalmente, su adaptación a las plantas indíjenas
del país, debiéndose publicar algunas observaciones importantes en pró-
ximos números de este Boletín.
10. Don Carlos S. Reed. — Hijo del distinguido naturalista don
Edwyn C. Reed, heredó de su padre el amor por las Ciencias Naturales.
Al principio escribió principalmente sobre /Ornitolojía, pero después, a
ejemplo de Rivera, se interesó por la Entomolojía Aplicada. Al principio
fué ayudante ad-honorem del Museo de Concepción i profesor de Historia
Natural en varios colejios de esa ciudad. Actualmente vive en Mendoza,
siendo profesor de Entomolojía Agrícola i Patolojía Vejetal en la Escuela
de Viti-vinicultura i, recientemente. Director del Museo Rejional de Men-
doza. Damos la lista de sus producciones entomolójicas que se refieren a
Chile:
aj En el «Boletín' de la Sociedad Agrícola del Sur>^:
— Sobre un Lepidóptero, cuya larva es perjudicial a la Agricultura,
año 1907.
— Biolojía de la Pulex irritans i algunas indicaciones para atacarla,
año 1907.
— Biolojía de la Laora variabilis i su relación con la Agricultura, año
1907.
— El gorgojo de las arvejas, año 1907.
b) Folletos:
— El Caliroa cerasi, nueva plaga para la Agricultura frutal en Chile,
año 1908.
— El Aphis gossipi en Chile, año 1908.
11. El Dr. Don Federico T. Delfín. — Aunque es conocidísimo co-
mo ictiólogo de nota, por sus valiosos trabajos sobre los peces de Chile, era
también el Dr. DELFIN, un gran coleccionador de Coleópteros, habiendo
cedido al Museo de Valparaíso, por un precio irrisorio, la espléndida co-
lección que poseia de estos insectos. En la Revista Chile?ia de Histoi'ia
Natural puede leerse dos artículos suyos, titulados:
i84
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
— Datos para el conocimier^to de los Coleópteros e Himenópteros del
departamento de Talcahuano, año 1900.
— Coleópteros nuevos chilenos descubiertos por la espedicion antár-
tica belga, año 1901.
12. Don Fernando Dataste. — El insigne zoólogo francés, que llegó a
Chile contratado como Sub-Director del Museo Nacional i que fué en segui-
da Profesor de Zoolojía Médica en la Escuela de Medicina, escribió tam-
bién, incidentalmente, algunos artículos que versan sobre materias entorno-,
lójicas, en las Actas de la Sociedad Científica de Chile desde el año 1894
para adelante, i son los siguientes:
— El Margarodes vitium es orijinario de Chile, o de la República Ar-
jen ti na.^
— Sobre el Margarodes vitium, A. Giard.
— Sobre la langosta viajera.
— Cómo se alimenta la larva-pupa o quiste del Margarodes vitium.^
— Nuevas observaciones sobre el Margarodes vitium.
— A propósito de dos comunicaciones del señor Briones sobre el Mar-
garodes vitium.
— Algunas palabras mas sobre el Margarodes vitium.
— Sobre una mosca antropófaga.
— El Doctylopius vitis en Chile.
— Nuevas observaciones sobre la zooética del Margarodes vitium.
— Tratamiento de las viñas margarodadas.
— Presentación de una larva de pseudo-neuróptero de aspecto crus-
taciano.
— El macho del Margarodes vitium.
— Sobre la cuestión del grillo saltador encontrado el año último en las
provincias australes de Chile.
13. — Don Gastón Lavergne. — Primer Director de la Estación de Pa-
tolojía Vejetal, ha escrito los siguientes trabajos, que se publicaron en el
«Boletín de la Sociedad Nacional de Agricultura», desde 1898 para ade-
lante:
— El pulgón laníjero de los manzanos, año 1900.
— Las enfermedades de la vid en Chile, año 1901.
b) En la Revista Chileyia de Historia Natural:
— La filoxera en el Congreso Internacional de Viticultura de París,
año 1900.
Silva F. — ARACNOLOJÍA E INSECTOS DAÑINOS
185
Podemos citar todavía las siguientes publicaciones:
Camacho, Carlos. — Algunos insectos perjudiciales a las legumbres
cultivadas, Santiago, 1910.
PÉREZ Canto, C. — Embriolojía del Margarodes vitium, Santiago.
Sada, Luis. — Instrucciones para jeneralizar el cultivo de la Morera i
del Gusano de seda en Chile, Santiago, 1882.
Agltrre, Francisco. — Larvas de la Calliphora limensis, de las fosas
nasales, Santiago, 1885.
Silva F., Carlos. — Un nuevo microlepidóptero chileno cuya larva
causa perjuicios a las papas. Fn el Boletín del Museo Nacional, 1913.
De los autores estranjeros que han colaborado sobre asuntos entomo-
lójicos en revistas científicas del pais, citaremos:
BrÉTHES, Jean. — Description d’un nouveau Chironomide, Boletui
del Museo Nacional, 1912.
BrÉTHES, Jean. — Description d’un nouveau Hyménoptere du Chili,
Boletín del Museo Nacional, 1912.
BrÉTHES, Jean. — Description d’un noveau genre et d’une nouvelle es-
péce de Cynipide du Chili, Boletín del Museo Nacional, 1912.
BrÉTHES, Jean. — Une neuvelle espéce de Diptére pupipare du Chili.
Boletín del Museo Nacional, 1913.
Boi.ÍVAR Ignacio. — Revisión de los Pirgomorfinos de la Sección «Om-
mexechae», en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1899.
PÉREZ Jean. — Trois Magachiles nouvelles du Chili, en la «Revista
Chilena de Historia Natural», 1899.
COCKERELL, T. D. A. — The Coccid genus «Frium» in South America,
en la «Revista Chilena de Historia Natural». 1901.
Fleutiaux, Fd. — Flatéridos i Fucnémidos nuevos de Chile, traduci-
dos al castellano por W. B. Calvert, en la «Revista Chilena de Historia
Natural, 1901.
CoCKERELL, T. D. A. — Catalogue of the Coccidae of South America,
en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1902.
. How.vrd, o. L. — A new genus of Aphelininse from Chili, en la «Re-
vista Chilena de Historia Natural», 1902.
RÉGimbart, Dr. — Les Gyrinidae du Chile, en la «Revista Chilena de
Historia Natural», 1902.
Bolívar, Ignacio. — Algunos conocefalinos sud-americanos, en la
«Revista Chilena de Historia Natural», 1903.
i86
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Kiepter, J. J. — Observations sur un galle faussement attribuée a un
Pteromaline, en la u/
202
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
El señor Gay organizó el modesto Museo de Historia Natural en el
edificio que ocupaba la Biblioteca Nacional, donde hoi está el palacio del
Congreso. I en 1842 regresó a Francia, quedando los objetos colectados
bajo el cuidado del Decano de la Facultad de Ciencias Físicas i Matemá-
ticas.
Los resultados de las observaciones de Gay i sus colaboradores se
publicaron en la conocida obra Historia Física i Política de Chile, en la
que aparecieron 8 volúmenes- i un atlas de botánica. En los 6 primeros to-
mos da el señor Gay la traducción de las Fanerógamas, principiando por
las Ranunculáceas (1845) para terminar con las Gramíneas (1853).
Nuestro herbario nacional conserva igualmente en mui regular estado
numerosas plantas con las etiquetas del Facsímil 2, que fueron colectadas
i en parte determinadas por el hábil botánico italiano don Cárlos Bertero,
durante los años 1828 a 1832.
[Fac. 2]
El Dr. Bertero esploró entre San Fernando i Valparaíso, sobre todo
en los alrededores de Rancagua; publicó listas de plantas en El Mercurio
del Puerto; envió colecciones a su patria, i se embarcó por fin en Valpa-
raíso para ir a estudiar la flora de Tahití. A su regreso en una navecilla
construida en esa isla se perdió para siempre.
Las plantas de Chile i Juan Fernández recojidas por Bertero fueron
clasificadas después por los botanistas Colla i Decaisne.
Los 12 años posteriores al retiro de Gay fueron de poca actividad en
el Museo; i los sabios que recorrían el pais, se llevaban todas las especies
que colectaban. El mismo Gay dejó aquí un material bien escaso.
P'elizmente, en 1853, Supremo Gobierno nombró director del Museo
ai infatigable naturalista Dr. don RODULFO A. Philippi, reden llegado de
Europa; quien dió un gran impulso al reconocimiento de la flora chilena,
empezando su labor con el interesante viaje que hizo a la costa i Desierto
de Atacama, de donde trajo mas de 400 plantas.
Fuentes. — reseña kotaxNICa (fanErogamia)
203
Por su parte el subdirector del Museo don FiLIBERTO Germain, uno
de los naturalistas que mas ha contribuido a enriquecer las colecciones de
este establecimiento durante muchos años, hacia lindas cosechas de flores e
insectos en las cordilleras andinas de Santiago i sus alrededores.
Mas tarde, en Julio de 1889, el Gobierno dictó un reglamento del
Museo, estableciendo los puestos de jefes de Sección; pues el director no
podia atenderlo todo. I fué nombrado jefe de ésta, el profesor de botánica
de la Escuela de Medicina don Federico Philippi, hijo del doctor; el cual
continuó esplorando el territorio i colectando de norte a sur, tanto para el
Museo, como para su rico herbario particular.
Los jefes de las demas secciones i otros empleados del Museo, espe-
cialmente los señores F. Germain, L. LxANDbeck, F. Albert, P. Ortega,
E. Reed, C. Rahmer, Puga Borne, Sanfurgo i don Zacarías Vergara
ayudaron poderosamente en la recolección del material botánico; según se
puede saber por las etiquetas escritas por los señores Philippi, que se guar-
dan con las plantas en el herbario nacional. Se pueden deducir también de
éstas, los viajes que dichos empleados verificaron por las provincias, con
preferencia en los meses de vacaciones. Por esta última causa se conocen
mas las plantas de verano que las de primavera i otoño.
Entre los particulares que han aportado colecciones de plantas para el
herbario del Museo, debemos mencionar a los Drs. señores Otto Philippi,
Eduardo Mov.re, H. vün Desauer, Hirtii, Wenceslao Díaz i F. Fonck;
también a los señores F. San Roman, G. Geisse, A. LarraÑaga, Wolck-
MANN, A. P^LÜMMANN, C. StOLP, L. NxWARRO, BORCHERS, C. MaRTIN,
G. Krause, F. Delfín, M. Maldonado, capitán Simpson i F. Vid ^l Gor-
MAZ. Estos dos últimos marinos coleccionaron las plantas de las islas de
San Ambrosio i San Félix. Los señores Reed i Germain trajeron nume-
rosas especies del grupo Juan Fernández i de diferentes rejiones del conti
nente.
De manera que la sección aumentó considerablemente su material de
estudio i de esposicion.
El Dr. Philippi revisó i describió como nuevas miles de especies que
no aparecían en la obra de Gay, i las cuales fueron publicadas en los Ana-
les de la Universidad i del Museo chileno, o en varias obras científicas es-
tranjeras; v. gr. Linnaea de Schlechtendal, Gartenjiora, Botanische Zeitung
i el periódico de jeografía física Petermanns Mitteilungen.
Por otra parte, el Supremo Gobierno ordenó en Enero de 1876 trasla
204
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
dar el Museo al local que hoi ocupa; la parte botánica recibió gran incre-
mento, i el Museo en jeneral alcanzaba ya una situación mui regular.
A principios de 1897 FEDERICO PllILlPPI reemplazó a su señor
padre en la dirección del establecimiento, i esta sección fué puesta al cuida-
do del botánico aleman doctor CÁRLOS Reiche, profesor de ciencias natu-
rales contratado para los liceos.
En Febrero de 1901 ocupó el puesto de jefe de nuestra sección el pro-
fesor don Bernardino Quijada; pero al año siguiente pasó dicho puesto
definitivamente al Dr. Reiche, quedando el señor QUIJADA como natura-
lista auxiliar del Museo.
Por mas de diez años el señor Reiche dispuso de los herbarios para
examinarlos; recorrió diferentes zonas del pais i publicó una serie de tra-
bajos monográficos interesantes, tanto en los Anales de la Universidad i
del Museo como en revistas i libros alemanes; v. gr. Botanische Jahrbiichey
de Engler, Flora oder Allgemaine Botan. Zeitung, i Berichte der deutsch.
botan. Gesellschaft.
Así preparó el señor Reiche su importante revisión crítica de la Flo-
ra de Chile (5 vol. i un folleto con las Escrofulariáceas i otras familias), i su
magnífica Jeografia Vejetal de Chile; esta última obra es bastante comple
ta i su traducción del aleman seria una labor de interes nacional.
En 1910 se retiró del Museo el Dr. Reiche para trasladarse a Méjico;
i a fines de I9ii.fué nombrado en su lugar el.jefe actual, que era profesor
de ciencias físicas i biolójicas en el Liceo de La Serena; pero que se en-
contraba en Santiago, comisionado por el Ministerio de Instrucción para
continuar el estudio de la fauna i flora de la Isla de Pascua. Esta isla chile-
na fué esplorada por mí en Abril de aquel año, cuando la visitamos con el
Dr. Walter Knoche en la corbeta nacional Jeneral Baquedano. También
en 1911 la sección botánica se dividió en tres: sección de Plantas Faneró-
gamas, de Criptógamas, i de especies dañinas; entrando como jefe de la
segunda don MARCIAL Espinoza i de la tercera don ROJELIO SÁNXriEZ.
Durante los dos últimos años la sección fanerogámica se ha ocupad.o
sobre todo en la revisión de las plantas traídas de las islas de Pascua i Juan
Fernández (visitadas de regreso en 1911). Se hizo una escursion por las al
tas cordilleras de Colchagua i Curicó para colectar especies de interes bio-
lójico i de repuesto. En Enero del presente año visité la rejion austral hasta
Calbuco, donde hice una buena recolección.
Hemos principiado la modernización del herbario nacional, refundien-
do las diversas colecciones en un herbario normal, que contenga las espe-
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
205
cies i formas típicas de las plantas, pegadas en cartulinas i bien rotuladas
en cajas de cartón horizontales.
Se ha arreglado la colección de maderas, presentándose las muestras
en trozos de 40 cms. bipartidos; i se exhiben al frente de los trozos los vás-
tagos floridos o con frutos de los respectivos árboles, en nueve cuadros con
vidrio, de a seis en cada uno.
Se ha aumentado el número de objetos botánicos en jeneral. Se pu-
blicó una Reseña Botánica sobre la Isla de Pascua; i fueron revisados los
jéneros Plantago i • Carex por los especialistas señores PiLGER (Berlin) i
LÉVEILLÉ (Le Mans).
Como aspiraciones para el futuro contamos el arreglo de todo el her-
bario nacional i estranjero; la continuación del estudio crítico de la flora
de Chile; el incremento de todas las colecciones que mas adelante se indi-
can; la esploracion de las rejiones poco conocidas; el estudio de algunas
provincias para confeccionar sus flórulas; el estudio biolójico de las espe-
cies cordilleranas, id. de los llanos del litoral; el estudio químico vejetal de
especies industriales, forrajeras, medicinales i alimenticias. Por último, nos
falta catalogar las colecciones de la sección, inclusa la biblioteca; i modifi-
car la exhibición de los objetos botánicos que sirven como materias primas,
en el sentido de presentarlos acompañados de pequeños modelos o mues-
tras de los artículos, muebles u otras obras en que se apliquen las produc-
ciones vejetales.
Así se hace ya en los mejores Museos de Europa, con el objeto de
atraer mas la atención de los visitantes i educar el gusto por las industrias
nacionales. Al lado de una muestra de cierta madera, p. e., se exponen
mueblecitos, tablas, torneaduras, tallados, etc.; según la especialidad o
bondad del material.
II
Descripción de las colecciones
I. — LOS HERBARIOS
Estos ocupan ocho estantes de arrimo colocados en el vestíbulo, sala
de esposicion i biblioteca, en los bajos del lado norte poniente del Museo.
Tenemos un total de 462 libros o paquetes con unas 12,500 especies
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
207
en mas de 80,000 ejemplares. De estas especies serán silvestres en el país
unas 5,000.
Los paquetes de plantas se guardan en su mayoría en posición verti-
cal; pero se ha principiado el arreglo de las plantas en cartulinas, dentro
de cajas de cartón horizontales.
Conservamos las siguientes colecciones:
a) Herbario de don Federico Philippi, comprado por el Museo;
consta de 27 libros con plantas exóticas i 40 con especies chilenas deter-
minadas.
b) El herbario nacional, que ocupa dos grandes vitrinas i comprende
113 libros con plantas clasificadas, revisadas la mayor parte de las dicoti-
las por el Dr. Reiche; se incluyen aquí también 19 libros con especies del
Brasil, Perú i Arjentina.
c) Herbario estranjero; ocupa dos vitrinas grandes con 124 libros de
plantas igualmente clasificadas; recojidas éstas en diversas rejiones del
globo, i adquiridas en su mayoría por canje con los jardines botánicos de
Kew (Londres), Berlin i Viena, i con los señores Richter Lajos de Hungría,
el Dr. Gethe de Suecia, i el barón von MüllER de Melbourne (Australia).
Las etiquetas de estas plantas indican como locales la España, Hun-
gría, Puerto Rico, Jamaica, Suecia, Nueva Zelanda, Norte América...
d) Las especies repetidas nacionales, que han servido a los señores
Philippi i Reiche para revisiones i canjes. (Con frecuencia nos piden de
Europa plantas chilenas).
2. — LA COLECCION DE MADERAS
Se exhiben en la sala grande 100 muestras de maderas de los árboles
i de algunos arbustos de los mas comunes del pais. Hácia el lado Norte
están las 54 muestras grandes en trozos bipartidos, con una cara barnizada
i la otra acepillada; los vástagos con ñores i frutos se presentan en la
forma indicada anteriormente.
Tenemos otras lOO muestras de un tipo menor, repetidas para estu-
dios comparativos i canjes. Hai también un hermoso tronco petrificado
(Podocarpus).
Entre los 50 ejemplares de maderas estranjeras exhibimos un artístico
cuadro con 35 muestras, obsequiado por el Brasil. Mui pronto esperamos
aumentar esta colección con trozos de los árboles aclimatados en el pais
14
210
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
en los últimos años; especialmente Coniferas, Eucalyptus, Arces i Amen-
táceas.
3. — COLECCIONES DE FRUTOS, SEMILLAS, DROGAS I OTROS PRODUCTOS
Dos vitrinas guardan 482 frascos con frutos, semillas i drogas nacio-
nales del todo clasificadas; i en otras tres hai 625 frascos convenientemente
arreglados con productos semejantes estranjeros. Esta colección será enri-
quecida con semillas de cereales, leguminosas i plantas forrajeras naturales,
una vez que tengamos los envases ya encargados.
4. — COLECCIONES DE OBJETOS BIOLÓJICOS, PLANTAS INDUSTRIALES,
FOTOTIPIAS, CUADROS I MAPAS BOTÁNICOS
En unas dos vitrinas grandes i dos pequeñas que ocupan lonjitudinal-
mente el centro de la sala mayor, se encuentran rotulados 145 ejemplares
botánicos de interes biolójico; v. gr. plantas cordilleranas en cojin, espe-
cies parásitas, epífitas (Tillandsia sps.), enredaderas, etc.; i 90 preparacio-
nes en formalina, entre las cuales figuran Orquídeas, Bromeliáceas, Oxali-
dáceas, fenómenos de fasciacion, porciones florales i vejetativas normales
i patolójicas.
En el vestíbulo i muros de la sala nombrada se ven 60 muestras de
secciones de árboles jigantescos, como Araucaria imbricata, roble, quillai i
otros. Algunas de esas muestras se refieren a plantas de importancia tec-
nolójica o puramente científica; (algodonero, lechero, Broussonetia, Dra-
caena i otras especies chilenas.
Unas 20 fototipias, 6 acuarelas i otros tantos dibujos representan pai-
sajes de nuestra vejetacion i ciertas especies con caracteres botánicos mui
particulares.
Hácia el estremo oriente de la misma sala hai 4 mapas de Chile, con
la distribución horizontal o área jeográfica de Coniferas, Proteáceas, Fagá-
ceas, Leguminosas, etc.; i 6 cuadros con el perfil vertical de nuestra vejeta-
cion entre Copiapó (26° 40') i Rio Puelo (41° 30').
Al Dr. Reiche debemos especialmente estos progresos en el estudio
de la jeografía vejetal de nuestro pais; i esperamos continuar las esplora-
ciones para ensanchar el conocimiento del territorio chileno, en lo concer-
niente a tan importante rama de la ciencia botánica.
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
213
5. — BIBLIOTECA. ALGUNAS ANOTACIONES BIBLIOGRÁFICAS
La biblioteca de la sección fanerogámica es bastante buena, i con las
obras pedidas últimamente va a ser de las mas completas
Como en esta pequeña historia vamos a dar sólo datos jencrales sobre
nuestra sección, indicaré algunos rasgos bibliográficos referentes a la flora
chilena, junto con mencionar las colecciones u obras mas importantes que
tenemos a nuestra disposición.
Una bibliografía e historia botánica de Chile bastante completa publi-
có el Dr. Reiche en su libro citado, Grundzüge der Pflayidseyiverbreitung
in Chile. (Elemen, de Jeograf. vej. de Chile), en el cual se rejistran 550 tra-
bajos. Entre éstos sobresalen los de los señores Philippi padre e hijo,
Reiche, Neger, Hooker, Gay, Miers, Dusén i Lavergne que escribió
sobre varias enfermedades criptogámicas.
El número de volúmenes que a la fecha cuenta esta biblioteca alcanza
a 1300, mas unos 130 folletos. Gran parte de estas obras formaban la rica
biblioteca comprada por el Gobierno a la sucesión Philippi.
Damos a continuación una lista de las principales obras que tenemos.
Enumeración de las obras principales de Botánica de la
Sección Fanerogámica, con indicaciones bibliográficas
1. Acta Horti Petropolitani; 10 vols.
2. Alboff, N. ET Kurtz, F. — Enumération des plantes du canal de Bea-
gle. Revista del Museo de la Plata 7 (1896) p. 353. Flore de la Terre
de Feu.
3. Anales de la Universidad de Chile. Contiene un gran número de tra-
bajos botánicos rejionales de los señores Philippi, padre e hijo,
Neger, Reiche, Lybold, Johow i otros.
Mas adelante indicaremos algunos ejemplares.
4. Annales des Sciences naturelles; 57 vols. en 3 séries. La parte botánica
está redactada por A. Brongniart i J. Decaisne, i adornada con
buenas láminas. El tomo 25 tiene Observations sur quelques plan-
tes du Chili, por A. de Jussieu; en los volúmenes 4 i 7 de la 2.^
série hai estractos de cartas sobre las plantas de Chile por don
Claudio Gay; i en el tomo 21 (1830) salen datos de Bertero sobre
la Isla de Juan Fernández.
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
215
5. A^'kiv fór Botanic. Upsala.
6. Asa Cray. — United States exploring expedition, com. Wilkes. Botany,
1854. Texto i atlas.
7. Baillon. — Histoire des Plantes, 13 vols. con lám. intercal. Botánica
sistemática.
8. BasCUÑan, a. — La Palma de Chile. Boletin de Agricultura. Santia-
go, 20 (1889).
9. Bentiiam. — Flora Australiensis, 7 vols.
10. Bentham i Hooker, J. D. — Genera Plantarum, 3 vols.
11. Berichte der deutschen botanischen Gesellschaft. Obra importantísima,
con láminas. El Dr. Philippi trata de algunos jéneros como Epipe-
trum, Solarla i Lenzia, en el vol. 7 (1889), p. 115; i el Dr. Reichej
de los jéneros Gomortega i Calandrinia vols. 4 i 15 (1896 i 1897).
12. Bertero i Colla. — Plantae rariores; i vol. adornado con láminas
de varias especies chilenas.
13. Bihang till KongL Svenska Vet. Acad.
14. Botanisches Centralblatt. Organo de la asociación internacional de
botanistas; 1 10 vols.
15. Botanischer Jahresbericht. Repertorio Universal de literatura botáni-
ca i sistemática, dirijida por el Dr. Fedde i otros; 72 vols. desde
1873 a 191 1. Berlín.
16. Botanical Magazine, editado por Curtís, con trabajos descriptivos de
W. J. Hooker. Tenemos 9 vols. con láminas en colores; años 1827
a 1836. Necesitamos completar esta obra valiosa, / pues describe
• numerosas plantas de nuestro pais.
17. Botanische Zeitung, editada por Mohl, de Bary, Kraus, etc.; ii vols.
con láminas {1874-84).
18. Bougainville ET Commerson. — Viaje por Magallanes.
19. Brongniart, a. — Voyage de la Coquille en 1822 a 1825, Capitán Du-
perrey. Botánica fanerogámica; texto i atlas. Figuran varias gramí-
neas, ciperáceas, santaláceas, etc., de Chile.
20. Buchenau, F. — Sobre el jénero Tropaeoluin i una nueva juncácea de
Patagonia, Botan. Jahrbücher (Engler) 15 i 22 (1893-97), i Berichte
der detsch. bot. Gesell. 19 (1901), respectivamente.
21. Bulletin de V Académie International de Botanique de Le Mans. Sec.
Dr. H. Léveillé.
22. Bulletin of the Torrey Botanical Club. Excelente obra editada en
Nueva York. En el tomo 32 (1905) el señor Hastings G. T. publicó
2i6
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Observations of the Flora of central Chile. Tenemos solo ii vols.
con magníficas láminas.
23. Cavanilles, A. J. — Icones plantariim et descriptiones; 6 tomos con
numerosas láminas. Contiene descripciones de plantas chilenas co-
lectadas por el viajero Luis Née i otros.
24. Chamisso, a. de. — Describe algunas especies de Chile en unión con
Schlechtendal, en la obra botánica Linnaea.
25. Contvibutions from the U. S. National Herbarium of Washington.
Tiene estudios interesantes sobre gramíneas i otras plantas.
26. COOK. — Viaje por el pacífico austral (1772-75). Sus compañeros botá-
nicos Forster J. i G. describieron unas treinta especies chilenas co-
lectadas en el paso por las islas australes i Magallanes.
27. Dalla Torre et Harms. — Genera Siphonoganiartun, 1907. Indica
280 familias de las plantas fanerógamas.
28. DeCandolle Aug. P., Alphonso 1 Casimir. — Prodro^nus Systematis
Naturalis regni vegetabilis; 17 tomos. Monographie Phanerogania-
rum, 10 tomos; en el vol. VI trata las Andropogóneas el Dr. Hac-
kel, i en el IX salen las Bromeliáceas por el Sr. Carolo Mez. Géogra-
phie Botaniqiie raisonnée. Paris, 1855. El Ovighie des Plantes Cul-
tivées. Paris 1883. Organographie et Physiologie végétale. Nouvelles
recherches sm le type sauvage de la pomme de terre.
29. Delessert. — Icones Selectae, 5 vols.
30. Desvaux. — Algunas ciperáceas i gramíneas en la obra de Gay.
31. Don, D. — Descriptions of the new genera and species of compositaea.
Transactions of Linn. Soc. 15 (1830).
32. Dumont d’Urville. — Voyage de r Astrolabe. Botánica fanerogámica
por Richard; 2 vols. i i atlas. Paris 1832.
33. Sur la flore des lies Malouines. Ann. des scien. naturelles.
Duperrev. — Voyage de la Coquille; 1. c. núm. 19.
34. DusÉN, P. — Sobre la flora de Magallanes; varios trabajos monográ-
ficos sistemáticos, publicados en Englers Jahrb. 24 (1897),
Report of the Princeton University Expedition to Patagonia 1896-
99 (1903)» i Wiss. Ergeb. d. schvved. Exped. nach. d. Mag.
Lándern en 1899.
35. Endlicher. — Genera Plantaruni, 2 vols.
36. Engler, Adolpii. — Botanische Jahrbücher; 44 vols. con lám. Obra
notable de sistemática i jeografía vejetal. Contiene varios trabajos
del Dr. Reiche referentes a la flora chilena.
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
217
Engler UND Prantl. — Die Natürlíche Pjianzen fmnilien (Las fami-
lias naturales de las plantas). Hasta 1908, Rejistro jeneral de la IV
parte, ii vols. Esta obra es fundamental para los estudios sistemá-
ticos; las familias salen por orden natural i han sido tratadas por
botánicos especialistas.
37. Espinoza, Marcial. — Flora primaveral de Ancud; Revista Chilena
de Hist. Nat., 9 {1905).
38. Expédition Antarctique belge, Resultats du voyage de la Bélgica en
* 1897-99. Botanique; les phanérogames des terres magellaniques
par E. de Wildeman,
39. Fedde, F. — Botanischer Jahresbericht. Repertorio de literatura botá-
nica i sistemática de todas partes del mundo. Desde 1873-1911; te-
nemos 72 vols.
40 Repertorium novarum specierum regni vegetabilis; varios tomos.
4 1 . FeuíLLÉE. — Journal des obseruations physiques, mathém. el botanique s .
Figuran datos sobre algunas plantas chilenas.
42. Flora oder Allge7neine botanische zeitung; varios tomos i recibimos
entregas.
43. Fuentes, F. — Reseña Botánica sobre la isla de Pascua, 1913. Boletin
del Museo Nacional (Chile), V nüm. 2.
44. Gallesio. — Pomona Italiana; 3 vols. tenemos de esta obra intere-
sante por las ricas láminas en colores. Necesitamos completar la co-
lección.
45. Gartenjiora, redactada por el Dr. Regel i otros. Tenemos 26 vols.
(1864-89); buenas láminas. En los vols. 31, 32, 33 i 38 (1882-89)
Dr. Philippi trata algunas plantas chilenas como Oxalis tuberosa,
Mutisia, Habranthus i Opuntia; i de algunas escursiones del Dr. i
de don Federico Philippi, como los viajes a Tarapacá, Atacama,
Araucanía i a Colina.
46. Gaudichaud, Ch. — Voyage autour du Monde sur les corvettes TU-
ranie et la Physicienne, com. Freycinet. Botanique. Paris, 1826.
Texto i atlas.
47. Gay, Cl. — Historia Física i Política de Chile. La parte botánica ocu-
pa 8 tomos (1845-1852) i el Atlas con láminas coloreadas; los 6 pri-
meros tratan de las fanerógamas. En la esposicion no figuran las
familias según sus relaciones naturales como se procede en las
obras botánicas mas modernas. Pero esta obra describe por espe-
cialistas mas de 3,000 especies de Chile. Sirve, pues, de base para
2I8
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
• la revisión de nuestra flora. En los primeros 5 tomos hai índice de
jéneros.
Id. — Cartas de Gay a Brongniart. Aparecen extractos de estas comu-
nicaciones sobre la flora i jeografía vejetal de Chile en los Ann.
sciens. nat. 2.^ sér. Bot. 4. (1835) i 7 (1837).
48. Geological Survey of California. Botany by Watson.
49. Gillis, J. — The U. S. astronoinical expedition to the soiiihern hemis-
phere, 1849-52. Vol. I Chile. Washington, 1855. Un estracto de este
libro apareció en los Anal. Univ. Chile, 16 (1859). Da noticias* so-
bre la vejetacion de la alta cordillera del pais.
50. Graham, M. — Journal of a residence in Chile during 1822 and a vo-
yage ftom Chile to Brazil, 1823, London 1824. Tiene detalles sobre
la flora del continente i de la isla de Juan Fernández.
51. Grisebach, a. — Publicó observaciones sistemáticas sobre las prime-
ras plantas colectadas en Chile por Philippi i Lechler, También so-
bre las plantas coleccionadas por el Dr. Lorentz en la Arjentina;
en la revista Abhandl. d. Kgl. Gesellsch. d. Wissensch. Gottingen
1854.
52. Id. — Vegetation der Erde.
53. Haberle, E. — Contribución al estudio químico del Natri, Solanum
tomatillo, Santiago, 1897.
54. Hackel,*E. — Zwei neue Gráser aus Chile. Osterr. Bot. Zeitschr. 1904.
55. Hariot, P. — Liste des plantes vasculaires observées dans le détroit de
Magellan et á la Terre de Feu. Bulletin soc. bot. de France 1884
Núm. 3.
56. Id. — Liste des phanérogames et cryptogames vasculaires recoltées á la
Terre de Feu par Willems et Rousson, (i 890-91). Journ. de Bot.,
14.0 an, núm. 5 (1900).
57. Hartwicii, C. — Mitteilungeri aus der p liar maceutischenAbteilung des
eidgen'óssischeii Polytechnikums in Zürich (Chagual-Gummi, Oxalis
rosea, Acaena splendens, Gunnera). Zeitschr. d. allgem. Osterreich.
Apotheker-Vereins 1896.
58. Hastings, G. T. — ‘Observations of the Flora of central Chile (Santia-
go); Bull. Torrey Bot. Club, 32 (1905) p. 615-623. -
59. Harvev and SoüNDER. — Flora Capensis; 4 vols.
60. Hemslev. — Report of the scient. results of the Fxpl. Voy. H. M. Cha-
llenger. Obra mui notable por los datos sobre las floras insulares
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
219
del Pacífico, incluso el grupo Juan Fernández, San Ambrosio i San
Félix. De Pascua cita 12 plantas señaladas por Endlicher.
61. Id. — The giant Bromelias of Chile. Gardeners Chron. 24 (1885).
62. Hicken, C. — Chloris Platensis Argentina i otras publicaciones en las
cuales figuran algunas especies de plantas arjentinas que viven en
común con las de Chile.
63. Hooker, W. J. — Botanical Mis ce llany, con láminas en colores; 3 vols.
En el I (1830) aparecen especies chilenas colectadas por el Doctor
Gillies; como Colletias, Verbenas, Cruciferas i Umbelíferas.
64. Id. — The Journal of Botany, 8 vols. En el II (1840) hai un estudio so-
bre nuestros robles del sur.
65. Id. — Lond. Journ. of Botany; figuran otras plantas chilenas descritas
por el eminente botánico ingles.
66. Hooker, J. D. and Arnot, G. A. W. — Botany of the Beechefs Vo-
yage. Contiene también varias especies de Chile i de algunas islas
de la Oceanía.
67. Hooker, W. J. — Botanical Magazine e Ico?ies Plantarum; en estos
libros citados, Hooker padre, describió varias plantas chilenas.
68. Hooker, J. D. — (Hooker hijo): Handbook of the New Zealand Flora;
excelente libro para ayudarse en la clasificación de plantas de las
islas de la Oceanía.
69. Id. — Flora Antárctica, testo i atlas. En The Antarctique voyage of the
H. M. ships Erebus and Terror 1839-43. Com. J. Ross.
70. Hümboldt, a., Bonpland i Kunth. — Synopsis Plantarum Aequi-
noctialium orbis novi; 4 vols i el Atlas.
71. JaCKSON. — Index Ketuensis; 5 vols. con el suplemento.
72. JOHOW, F. — Flora de Juan Fernández. El estudio mas completo que
se ha publicado sobre estas interesantes islas. Ademas ha publica-
do el Dr. Johow varios otros trabajos sobre biolojía, en la revista de
la Sociedad Científica Alemana de Chile i en la de la Academia de
Ciencias de Berlin.
73. loiva Geological Survey (Peport); con láminas de gramíneas i estu-
dios botánicos diversos.
74. JüSSiEU, A. DE. — Observations sur quelques plantes du Chili. Ann.
scien. nat. vol. 25.
75. King. — The flora of Chile. Experiments with chilian seeds potatoes.
Trans. and Proceed. of the nat. hist. soc. of Glasgow (1883 a 1879).
220
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
76. KüKENTHAL, G. — Sobre los jéneros Carex i Uncinia de Sud-América;
en Englers Jahrb. 27 i B. C. 82 (1900)
77. KóiilerS. — Medizinal Pjianzen; 3 vols. con lám. en colores. Figuran
algunas plantas medicinales de Chile.
78. Kunth, S. — Enmneratio Plantarum; 5 vols. i un suplem. Obra impor-
tante con algunas láminas de gramíneas, etc.
79. Id. Revisión des Graminées. Testo i atlas.
80. Lamarck ET Poiret. — Encyclopédie méthodique de Botanique: 20
vols., algunos con planchas.
81. Lavergne, G. — Varios trabajos sobre patolojía vejetal en el Boletín
de la soc. nac. de Agricul. (1899); en las Act. de la soc. scient. du
Chili II (1904), i en la Revista chil. de hist. nat. 6 (1902).
82. Lechler, W. — Berberides Americae aust7'alis. Stuttgartiae 1857.
83. LemÉtayer, P. — Valeur alimentaire des feuilles de Maytenus boaria.
Act. de la soc. scient. du Chili, 3 (1893).
84. LÉVEILLÉ H. — -Oenotheracées chilieimes, Le Monde des plantes, 89
(1897).
85. Leyrold, F. — Fscribió sobre nuestras violetas i otras plantas en los
Anal. Univ. Chile, vol. 16 (1859), 23 (1863) i 26 (1865).
86. Linnaea botánica. Journal fiir die Botanik, dirijida por Schlechtendal
i Garcke, Berlín. Desde 1826 a 1874, 38 vols., varios con lám. en
colores. F1 Dr. Philippi publicó un gran número de especies chile-
nas en esta importante obra. Nos faltan los vols. de los años 1874
a 1882.
87. Malpighia. Resegiia niensil di Botánica, dirijida por el Dr. L. Busca-
lioni, Catania.
88. Martin, C. — Ha escrito en aleman sobre jeografía vejetal de nuestras
provincias australes en las actas de la Sociedad Científica Alemana
de Chile, 3 (1898) i 4 (1899), i periódico de fisiografía Peter-
nians Mitteilungen, cuaderno 12 (1878), 5 (1880), i ii a 18 (1901).
89. Martius. — Plora Brasiliensis. Obra monumental con la cooperación
de botánicos especialistas. Tenemos 60 fascículos; necesitamos com-
pletar la colección.
90. Meigen, F. — Publicó un estudio sobre flora i biolojía vejetal de los
alrededores de Santiago a Aconcagua, desde la costa a la alta cor-
dillera, en la obra de Fngler Botan. Jahresbücher, 17 (1893) i 18
(1894).
Fuentes. — reseña botánica (fanekogamia)
2 21
91. Meyen, F. — Reise uin die Erde (1830-32). Contiene algunos datos so-
bre la flora de la cordillera alta de Colchagua, Tarapacá, etc.
92. Miers, J. — Contributions to Botany Icono graphica and descviptive; 3
vols. con lám. Figuran varias especies de plantas que colectó en
Chile a mediados del siglo pasado. Aparecen algunas de estas plan,
tas también en la Revista inglesa Transad. Linn. soc., años de
1841, 1864 i 1869.
93. Miller. — Gardners Dictionary; 5 vols. con láminas en colores mui
buenas.
94. Missouri Botanical Carden Reports; 12 vols.
95. Molina, I. — Saggio sulla storia naturale del Chili. Bolonia 1782.
96. MurillO, a. — Plantes medicinales du Chili. Expos. univ. de Paris,
1889,
97. Nees. — Describió algunas plantas chilenas monocotilas coleccionadas
por Meyen.
98. Neger, F. W. — Publicó varios artículos botánicos en el pais i el es-
tranjero, especialmente sobre criptógamas (hongos). En los Anal, de
la Univ. Chile, tomos 91 (1895), 98 (1897), i 103 (1899) figuran res-
pectivamente los siguientes trabajos: Sobre parasitismo, Flora de
los alrededores de Concepción, i Observaciones botánicas en la
cordillera de Villarrica.
99. Id. — PJlanzengeographisches aus deyi südlichen Anden 7ind Patagonien.
Englers Jahrb. 28(1901).
100. Id. — Sobre la hoja del boldo; Revista chil. de hist. nat. VI (1902).
101. Notulae Systematicae; revista mensual del Museo de Paris.
102. Notisblatt des K'óngl. Bot. Garlen u. Mus. Berlin.
103. Pax, P". — Verbreitung der Südamerikanischen Caryophyllaceen, En-
glers Jahrb. 18(1894).
104. Pfeiefer. — Nomenclátor Botanicus; vol.
105. Philippi, F. — Catalogas plantarum vascular ium chilensium, i Escur-
sion botánica en Valdivia, etc.; Anal. Univ. Chile, tomos 59 (1881) i
27 (1865), respectivamente.
106. Id. — Ve getation of Coquimbo. Journ. of Botany. 21 (1883). Menciona
las plantas de los Baños del Toro, Vicuña, Frai Jorje, etc.
107. Id. — A visit to the northernmost forest of Chile. Journ. of Botany, 22
(1884).
Id. — Escursiones a Tarapacá, Atacarna, Matanzas i otras, se publi-
caron en la Revista de la Sociedad Científica Alemana de Chile.
222
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
108. Philippi, R. a. — Como unos 8o trabajos entre monografías, rela-
ciones de viaje, observaciones botánicas, flórulas, descripciones de
plantas nuevas de Chile, comentarios estadísticos, críticos i compa-
rativos sobre nuestra flora i la de otras rejiones, aparecen publica-
dos en español en los AnaL Uriiv, i del Museo Nacional de Chile; i
en aleman escribió en varias obras citadas anteriormente, como Bo-
tanische Zeitung, Garlen Flora, Linnaea, Peter^nanns Mitteilungen i
la Revista de la Soc. Cient. Alemana de Chile.
Para examinar el detalle de las publicaciones del Dr. Philippi,
puede consultarse la obra del Dr. Reiche, Griindzuge der PJlanzen-
verbreitung in Chile, pájs. 38-40; o también la biografía del señor
Philippi por el mismo botanista, en la obra alemana Berichte der
deutschen bol. Gesellschaft, 22 (1904), pájs. 68-83. Berlin, 1905. Ahí
se da una lista de 96 publicaciones del Dr. Philippi.
Ademas, puede servir para dicho exámen la biografía del mismo
sabio, escrita en Santiago por don Bernardo Gotschlich en 1904.
109. Planchón, G. ET Collin, E. — Les drogues simples d' origine végé-
tale; 2 tomos.
110. POEPPIG, E. UND Endlicher. — Nova genera el spe des Plantarum; 3
vol. con muchas láminas. Se publican plantas chilenas, peruanas i
de la tierra amazónica. Leipzig, 1835 i 45.
111. Id. — Viajes en Chile, Perú i Rio Amazonas. Esta excelente obra se
publicó en Leipzig en 1835. Contiene detalles importantes sobre las
fanerógamas nuestras que observó desde que tocó en Valparaíso en
1827.
112. PORTER, C. E. — Ha publicado el señor Porter varios trabajos de di-
versos autores, como Neger, Reiche i Lavergne en la «Revista Chi-
lena de Historia Natural».
Una Contribución a la jiora fanerogámica de Valparaíso, i notas
biográñcas sobre don Claudio Gay, aparecen escritas por el colega
Porter en los tomos I (1897) i VI (1902).
113. Prese, K. B. — Reliquiae Haenkeanae. Praga, 1830-36. Junto con el
botánico Bartling de Gottinga, publicaron en esta obra muchas plan-
tas de Chile i las colectadas por Haenke en la América meridional,
Méjico i algunas islas del Pacífico.
114. The Princeton University Expediiions lo Pa fagonia Report, en i8g6-
i8gg. Boiany by George Macloskie; 4 vol., láminas en colores.
Consulta detalles importantes sobre la flora patagónica i sobre biblio-
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
223
grafía e historia botánica de esta rejion, tan visitada por los sabios
de diferentes naciones.
1 1 5. Reiche, K. — Unos 30 trabajos botánicos se rejistran en la biblio-
grafía de la flora chilena que este mismo autor publicó en su impor-
tante libro citado, Grundzüge des PJianzenverbreitung in Chile,
Leipzig, 1907.
Ya hemos mencionado su Flora de Chile, de la cual han salido 5
volúmenes i dos cuadernos separados con las Orquídeas (1910) i las
Escrofulariáceas-Quenopodiáceas (191 1).
En español escribió también para los Anal. U71ÍV. i del Museo
Nacional de Chile i otras Revistas del pais, sobre las malezas, los
productos indíjenas chilenos, vejetacion de la Isla de la Mocha i
otras rejiones, i sobre la distribución de nuestras Compuestas.
La Sociedad Científica Alemana (Chile) publicó los estudios del
Dr. Reiche sobre jéneros monotípicos chilenos, los robles, plantas en
cojin i las Coniferas.
En la obra alemana de EnGLER Botanische Jahresbücher se encuen-
tranvarios de los trabajos de investigación de este botanista, como
esploraciones por las cordilleras de Curicó, Linares, Chillan i Na-
huelbuta; i sobre sistemática de algunas familias, jéneros i especies,
V. gr. las Violas, Oxalis, Azara, Lenzia, Umbelíferas i Calycera.
En otra obra alemana, Bei'ichte der deutsch bot. Gesellschaft, el
Dr. Reiche publicó trabajos sobre las calandrinias chilenas, la Go-
moriega nítida i una biografía del Dr. Philippi.
Sin duda que la mejor obra del Dr. Reiche es laque hemos indica-
do varias veces i que desgraciadamente no ha sido traducida del
aleman: Grundzüge des Pflanzenverbreitung in Chile.
He aquí el plan de esta obra de jeografía botánica de Chile, con 55
figuras en el texto, 33 vistas fotográficas, 2 mapas i un total de 382
pájinas: historia de la botánica en Chile; jeografía física; familias i
formaciones vejetales; división de Chile en provincias i departamen-
tos florales; relación entre la flora chilena i la de otros paises; esta-
dística vejetal en Chile; plantas útiles i flora advena.
1 16. Remy, J. — Observations iné dites sur les Composées de la flore du Chili.
Annal. de scien. nat., 3.^ sér. 12 (1849).
117. Rivera, M. J. — Empolvaramiento de algunas Loasas. Santiago, 1899.
118. Id. — Sobre la vejetacion de la cordillera de la costa de Curicó. Act.
soc. scient. du Chili, 12 (1903).
224
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
119. Rose, Eaton i otros. — Liste of plants collected by the U. S, S. Alba-
tross in iSSj-gi, along the western coast of America. Contribut. from
the U. S. Nat. Herb. i ñúm. 5. Washington, 1892.
120. Ruiz, H. I Pavón, J. — Flora peruviana et chilensis, 4 vol. con lam. Ma-
drid, 1790-1802. Un gran número de plantas de Chile fueron des-
critas por estos botánicos después que visitaron el centro de nuestro
pais i el Perú.
121. Rümphii. — Herbarium Amboinense., 6 vol. con numerosas láminas. Es-
ta obra del siglo antepasado es mui escasa i de importancia para la
investigación sistemática de las plantas de la Oceanía austral.
122. Rusby, H. — An enumeration of the plants collected by Dr. Rusby in
South- America. Bull. of the Torrey Bot. Club 18-19.
123. Sachs, JüLlUS. — Pflanzen — Physiologie. 'Leipñg, 1887.
124. SCHLECHTENDAL, D. — Plantae Lechlerianae. Linnaea 28 (1856).
125. SiERRALTA. — Fabiana imbricata (Medicina). Anal. Univ. Santiago,
69(1886).
126. Skottsberg, C. — Feuerlandischer Blutten. Wiss. Ergerb. d. schwed.
Südpolar-Expedition, 1901-1903, IV, 2.
127. SOEHRENS, J. — Opuntia tunicata Lk. et Otto, Cereus Coquimbanus,
Monatsschr. f. Kakteenkunde lO (1900).
128. Spegazzint, C. — Plajitae per Fuegiam collectae. Anal. Mus. Nac. Bue-
nos Aires, 5 (1896).
129. StrasbuRGER, Sciienck, Sciiimper U. Noel. — Lehrbuch der Bota-
nik für Hochschulen. Jena, 1895. Este excelente testo de botánica
moderna puede servir como obra de consulta para los profesores i
aficionados a los estudios de botánica jeneral. Está ilustrada con
buenas láminas i comprende cuatro capítulos: morfolojía, histolojía,
fanerogamia i criptogamia.
130. Taubert, P. — Revisión der Gattung Griselinia. Englers Jahrb. 16
(1893).
13 1. The University of California. The Silvia of Calif. WiLLlS L.
Jepson, 1910.
132. Vellozo. — Flora Flimiinensis: ii vols. de Atlas.
133. Walpers. — Annales Botanicus Systematicae, 7 vol.
134. Walpers. — Repertorium Botanicus Systematicae, 6 vol.
135. Weddell, H. a. — Chloris andina. Paris, 1857. Esta obra en 2 tomos
con buenas láminas, es indispensable para los estudios sistemáticos
Fuentes. — reseña botánica (fanerogamia)
225
de muchísimas de nuestras plantas de la alta cordillera; sobre todo
para establecer la comparación de la flora chilena con la de los
paises vecinos.
El Dr. Weddell formó parte de la espedicion del conde F. de
Castelnau, que recorrió las rejiones centrales de la América del Sur
en los años 1843 a 47.
<\>
15
22Ó
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
INFORME DEL JEFE
DE LA
SECCION DE PLANTAS CRIPTÓGAMAS
Santiago, Marzo ig de igirf..
Señor Director:
Tengo el honor de informar a Ud. sobre la Sección de mi cargo du-
rante el año 1913.
Me ocupé en arreglar en cartones i cajas los heléchos traídos de Pas-
cua en 191 1 i los chilenos del continente i de Juan Fernández, pertenecientes
al jénero Blechnum, quedando así mui convenientes para su manejo rápido
en consultas.
Determiné algunas plantas sin nombre existentes en la Sección i unas
Criptógamas que trajo de Cañete el señor A. NOVILLO.
He continuado incrementando las colecciones, trayendo de Concep-
ción, loyos i ejemplares de Usnea; de Peñaflor, equisetos; de Villa Alegre,
liqúenes i hongos; de Chiñibue, gastromicetes, liqúenes i algas; de Talagan-
te, una especie de Cladophora; de San Antonio, una alga marina verde i
de la Quinta Normal algas verdes i hongos.
Del Japón recibí, en canje, por intermedio de la Sección chilena de
Bosques, una colección de 20 especies de hongos forestales clasificados i
cstoi preparando los ejemplares criptogámicos chilenos que, por dicho en-
vío, hai que remitir al profesor A. Yasuda de aquel pais.
El señor C. Camacho obsequió un ejemplar de Myeenastrum Corium
(Guers). Desv.
El señor A. BenÍTEZ S. obsequió ejemplares de dihueñes (Cyttaria sp.)
El señor B. TagLE obsequió una Agaricácea.
El señor C. E. PORTER obsequió seis especies de musgos chilenos cla-
sificados.
M. R. Espinosa B. — plantas criptógamas
227
Para el arreglo conveniente de la Sección, es de necesidad el material
«que tuve el agrado de indicar a Ud. en mi informe de 1913.
Doi a continuación algunos datos sobre lo que ha sido la Sección i so-
bre las personas que se han ocupado en escribir artículos i obras referen-
tes a la criptogamia chilena; indico las obras que han escrito i menciono
ademas ciertas obras en que figuran algunos datos sobre dichas plantas.
La Sección de Plantas Criptógamas data del año 191 1 (Octubre), épo-
ca en la cual se separó de la Sección de Plantas Fanerógamas, siendo el
• que suscribe, nombrado para hacerse cargo de ella. Desde aquella fecha
dos trabajos se han dirijido principalmente al arreglo sistemático de las co-
decciones, a aumentarlas i completarlas para facilitar, en lo posible, los tra-
'bajos que sobre estas plantas se inicien.
Se ha instalado la Sección en el sur de los altos del Museo.
He aquí los trabajos sobre criptogamia chilena:
Berkeley. — On an edible Fungus froin Tierra del Fuego an allied chilian
species. Linn. Transact. 19, p. 37. Tab IV.
Bertero C. — Lista de las plantas observadas por Bert. en 1828. El Mer-
curio de Chile, Julio de 1828, N.o IV i Julio de 1829, N.° XVI.
Besciierelle ET MasSALONGO. — Hepaticae novae americayiae-australes ,
Bull. Soc. Linn. 1876, p. 626.
Id. — Hép atiques. Mission scienti fique du Cap. Horn.., 1882-1883. — Paris,
1889, pp. 201-252.
Besciierelle, E. — Mousses. Id., pp. 253-312.
BorGE, o. — Süssiaasser-Algen aus Südpatagonien. Bihang till Svensk.
Acad. Handling. 27, afd. 3., (1901) N.® 10.
Mmes BOMMER ET M. ROUSSEAU. — Cliampignons . Exped. antarct. belge.
Résultats du Voyage du S. I. Bélgica en 1897-98-99. Anvers, 1905.
Brackenridge, W. D. — Filices, Hidropterides and Licopodiaceae. United
States Exploring Exped. during the years, 1838-1842. Philadelphia,
1854.
Bresadola, J. — Hymenomycetes fuegiani a Dusen, Nordenskj'óld lecti. Wiss.
Ergeb. d. schwed. Exped. nach d Magell. Lándern, 1895-1897.
Band III.
Brotherus, V. F. — Pleurorthotrichum, eine yieue Laubmoosgattung aus
Chile. Ofvers af Finska Vetenskaps-Soc. Fórhandl. 47, (1904 1905),
N.o 15.
228
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Bubak, F. — Einige nene und bekannte ausserem opaische Pilze. Osterr. bot.
Zeitsch. 50, N.o 9, Sept. 1900, pp. 318-320.
Cardot, M. J. — Note préliminaire sur les motisses recueillies par Uexpe-
dition antarctique belge. — Revue byologique, 1900, N.o 3, pp. 38-
46. También en Rev. Chil. Hist. Nat. 4, (1900), pp. 104-106.
Id. — Mousses et coupe dPeil sur la flore bryologique des Terres Magella-
ñiques. Exped. antarct. belge. Résult. du Voyage du S. I. Bélgica
en 1897-98-99. Anvers, 1901.
Id, — Note préliminaire sur les mousses recueillies par V exped. antarct..
suédoise. Bull. Herb. Boissier, 2, séries 5, (1905), pp. 997-1011.
Castillo, L. i J. De y. — La Jeog. bot. del curso inf. del rio Valdivia i sus
inmediaciones. An. Agronóm. Año II, 3.er trim. 1907, N.o 3, pp.,
419-506.
ChriST, H. — Les différentes formes de Polystichuiit aculeatum. Bull. de la
Soc. Bot. siiisse. Livr. III, 1893. Berna, 1893.
Id. — Die Faryikrauter der Erde. Jena, 1897.
Id. — Über die australen Polystichum Arten. Arkiv for Bot. Band, 4, N.o-
12, (1905).
CllRiSTENSEN, C. — On somes species of ferns coll. by Dr. Skottsberg in
Températe South America. Arkiv for Bot. Band 10, Háfte 1, N.° 2.
Upsala and Stockholm, 1910.
Id. — Index Eilicum. Hafniae, 1906.
Cleve, P. T. — Report 07i the diatoms of the Magellan territorios. Wiss.
Ergeb d. schwed. Exp. nach den Magell. Lándern. Band III, N.® j
(1900).
Colla, A. — Plantae rariores in regionibus chilensibus a Bertero nuper de-
tectae. Mem. d. R. Accad. de Se. di Torino. Tom. XXXIX. 1832.
ClIORIS, L. — Voyage pittoresque autour du monde. Paris, 1822.
Crombie, J. M. — On the liche?is collected by Cunningham in the Ealkland'
Islands, Euegia, Patagonia, and the Island of Chiloe during the voy.
of Nassau i86y-i86g. Journal of Linn. Soc. XV. Bot., 1875-1877.
Cunningham, R. — Notes on the natural history of the Strait of Magellan
and West Coast of Patagonia. Edimburgh, 1871.
Dietel, P. und Neger, P. W. — Uredinaceae chilenses. I. Engl. Jahrb. 22,
(1896), pp. 348-358; II. 1. c. 24, (1897), pp. 153-162; III. 1. c. 27;
(1899), pp. I-I6.
Dietel, P. — Über Melampsora Fagi Diet. et N. Ann. myc. I, pp. 41 5-41 7-
M. R. Espinosa B. — plantas criptógamas
229
D’Urville et Bory de St. Vincent. — Botanique, Criptogamie in Voy.
autou)' du m. sur '> ,
vorzüglich in der Magellanstrasse, 1890, pp. 1-48.
SCHIMPER, W. P. — Muscorum chilensium species novae. París, 1836.
SCHWÁGRICHEN, F. — Über einige Moose. — Linnaea XVIII, 1884, p. 557.
Skottsberg, C. — Zur Kenntnis der subantark. u. antarktischen Meeres-
algen. — Wiss. Ergeb. d. schwed. Südpolar Exped., 1901-1903.
Stockholm, 1907.
Spegazzini, C.' — Aecidium patagonii, n. sp. Rev. Ch. Hist. Nat. Año XIII,
1908, pp. 21-22.
Id. — Breve nota de micolojía. Rev. Ch. Hist. Nat. Año XII, 1909,
p. 20.
Id. — Laboulb enláce as nuevas chilenas. Rev. Ch. Hist. Nat. Año XIV,.
1910, pp. 71-72.
Id. — Uyedináceas nuevas chilenas. Rev. Ch. Hist. Nat. Año XIV, 1910,
pp. 139-141-
Id. — Fungi Chilenses. Buenos Aires, 1910.
Stepiiani, F. — Beitrage zur Lebermoos-Flora Westpatagonien und des
Südlichen Chile. Bihang till K. swenska Vetensk.-Akad. handl. 26,
Afd. III, N.o 6, pp. 1-69. Stockholm, 1900.
Id. — Hépatiques. Exped. antarct. belge. Résultats du Voyage du S. I.
Bélgica Q.W 1897-98-99. Anvers, 1901.
StÜRM, J. W. — Besreibung ziveier neiier Farne aus Valdivia. Flora, 1853,.
p. 361.
Id. — Enumeratio plantaruni vasculariiun cryptogainicanim chilensium.
Abhandl. d. Naturhist. Ges. Nürnberg 2, (1858) p. 1-52.
SULLIVAN, W. S. — Notice of several neto species of mosses and hepaticae
from Tierra del Fuego. Journ. of Botany, 1850.
SVEDELIUS, N. — Algen aus den Landern der Magellanstrasse. Wiss. Ergeb.
d. schwed. Exped. nach den Magellanlánder. Band III, N.® 8, Stoc-
kholm, 1898.
Sydow, H. und P. — Urophlyctis hemisphaerica (Speg.) Syd. Ann. mycolo-
gici I, 1903, pp. 517-518.
Toni, J. B. de. — Über einige Algen aus Feuerland und Patagonien. Hedí
wigia I, 1899, pp. 24-26.
Id. — Sylloge Algarum.
M. R. Espinosa B. — plantas criptógamas
235
Toni, de, ET Levi, D. — Algac nonnullae qiias in ciramnavigationis itinere
ad Magellani fretiiin 1884. legit A. Ciiboni. Bull. d. Soc. Veneto-
Trentina di se. nat. IV, N.o i, pp. 1-4.
ThÉRIOT, i. — Breutelia (Eubreutelia) subplícata 71. sp. Rev. Ch. Hist. Nat.,
año XV, 191 1, p. 88.
Wainio, Ed. a. — Lichens. Exped. antarc. belge. Résultats du Voyage du
S. I. Bélgica en 1897-98-99. Anvers, 1901.
WiNTER, G. — Pilze vom Cap Ho/n. Hedwigia 26, (1887) p. 15.
Zahlbrukner, a. — Neue Flechten. Ann. Mycologici. Vol. VI, N.® 2,
(1908) pp. 129-134.
I por último indicaré la obra de EnGLER A. UND Prantl, K., Die na-
iürlichen Pflanzenfamilien en la cual se encuentran datos sobre criptóga-
mas chilenas.
Saluda mui atentamente a Ud.
Marcial R. Espinosa Bustos.
Jefe de la Sección de Plantas Criptógamas.
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
2^.6
INFORME DEL JEFE
DE LA
SECCION DE PLANTAS DAÑINAS
Sajiiiago, Marzo de
Señor Director:
La Sección que tengo a mi cargo es de reciente creación. Como se
sabe, toda planta que aparece donde no se necesita es considerada como
maleza i algunas, son mas perjudiciales que otras. L"n tallo de cebada en
un campo de avena es una maleza con relación a lo que se ha sembrado al
último; pero un cardo es siempre una maleza. Por esto estas malas yerbas
se clasifican en malezas relativas i malezas absolutas.
Obedeciendo a la necesidad de estudiar i clasificar las malezas de
nuestro pais, se ha creado esta Sección. Para satisfacer al público i a la
enseñanza de la Botánica aplicada, se exhibirá una colección típica de las
plantas dañinas, dando a conocer en cada caso ios medios empleados para
evitar su propagación.
Ademas de las malezas fanerógamas, la Sección se dedicará al estudio
de las enfermedades de oríjen criptogáiuico, tales como la Alternarla so-
lani de la papa, la cloca (Exoascus deformans) del durazno, i otras que se
están haciendo tan comunes i causando no pocos daños a nuestra agricul-
tura.
Después de esta pequeña introducción, paso a dar cuenta a usted,
señor Director, de la marcha que ha seguido la Sección a mi cargo.
]\Ie he ocupado en preparar, para esponer al público, una serie de
plantas que son conceptuadas como dañinas. Las he disecado cuidadosa-
mente i arreglado en cajas, en las que se ha colocado una leyenda corta
en que se esplica, en términos fáciles i ajenos de tecnicismos, todo lo que
con la planta se relaciona. Por el poco material de que dispone esta Sec*
R. Sánchez. — plantas dañinas
237
cion, no me ha sido posible aumentar, tanto como yo habria deseado, el
número de estas cajas; espero que en este año se podrá completar dicho
trabajo, que está llamado a prestar tan buenos servicios a los visitantes del
Museo.
Muestra de las cajas con preparados de plantas dañinas
Entre los obsequios que se han hecho a esta Sección mencionaré uno
del señor Francisco Bórquez, de Dalcahue, consistente en un helécho que
vulgarmente lo llaman «Pallantef> i que es el Hymenophillium sp. Esta
planta tiene fama, en ese pueblo, como calmante a los dolores del estómago.
El señor José Navarro ha obsequiado varios ejemplares de «pasto quila»
gramínea de la subfamilia Agrostídeas, perjudicial en los sembrados de
Chiloé.
El señor Cárlos Silva F. cedió a esta Sección varias matas de papas
atacadas por el hongo Alternarla solani.
238
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
El señor Cárlos Porter ha obsequiado a la biblioteca de la Sección al-
gunos folletos i revistas.
De acuerdo con el Jefe de la Sección de Plantas Fanerógamas, he re-
visado gran parte de los herbarios repetidos i he separado de ellos las ma-
lezas i plantas dañinas; en este año se terminará este trabajo.
Son muchas las consultas que ha contestado esta Sección sobre cla-
sificación de malezas enviadas por varios Agrónomos Rejionales. Para
satisfacer cumplidamente dichas consultas, he encontrado la mejor coope-
ración i buena voluntad del señor Francisco Fuentes M., Jefe de Faneró-
gamas.
Entre esas numerosas comunicaciones, podemos recordar las princi-
pales que son: Una sobre el Jeranium corecore, St., de la familia Jeraniá-
•ceas, i las restantes, la Atriplex coquimbana, Ph., de la familia Quenopo-
diáceas; la Stellaria sp. de la familia Cariofiláceas; la Verónica tournefortii,
Gmd., de la familia Escrofulariáceas; la Quenopodium múrale, L., de la
familia Quenopodiáceas; el Mesembrantium cristalium de la familia Mesem-
brantiáceas.
Entre las consultas hechas por el público, podemos mencionar la del
señor Zacarías Atienza sobre la cloca, enfermedad del durazno, la que se
contestó dando detalles de ella e indicando la manera precisa de comba-
tirla.
Respecto al material i a los libros que son indispensables para esta
sección, i que ya hice presente en mi última memoria, nada he podido ob-
tener, debido a la falta de dinero con que se tropieza siempre, por ser tan
insignificante la cantidad que se consulta en el presupuesto del Museo.
El inventario de la Sección se ha enriquecido también con la cesión,
que el Jefe de la Sección Vertebrados, hizo de un microscopio simple.
Una de las pocas obras recibidas con regularidad es el Boletín Men-
sual de Informaciones Agrícolas i de Patolojía Vejetal, que se edita en
Roma.
Es de suma importancia la adquisición de un buen microscopio para
las observaciones de las enfermedades criptogámicas.
Me permito señalar a Ud. las obras que mas falta hacen en esta Sec-
ción i que, junto con las que se indicaron en la memoria última, son de
imprescindible necesidad:
Eegault, a. — Maladies cryptogamiques des pla7ites agricoles.
R. Sánchez. — plantas dañinas
239
DumÉE, Paul. — Nouvel atlas de poche de Champignon comestibles et ve^
néneux. París, 1911-1912.
M. Alpine D. — Handbook of fungas diseases of the Patato in Australia
and their treatment. Melbourne, 1911.
Baillon, H. — Traité de botanique medicale phanerogamique .
Crooke, M. C. — Microscopic fungi.
Montemartini, E. — Note di fisiopatolojia vejetal.
SwiNGLE, W. T. — The grain smuts: their cause and prevention.
Bergevin, E. de. — Partitions anormales du racine ch. l. fougeres.
Comes, O. — Le crittogame paras site de lia Piante Agrario.
André, E. — Parasite se et nialadie de la Vigne.
Yesques, J. — Traité de Botanique agricole et industrielle.
Briosi e Cavara. — Ftmgi parass. d. Piante coltiv. ad utili essicc. delin.
edeser.
Blaringhen. L, — Id hérédité des maladies des plantes ele mendélisme. Pa-
rís, 1912.
Id. — Note préliminaire sur V hérédité des maladies cryptogames des quel-
ques especes. París, 1912.
Id. — Cultures experimentales des anomalies hereditaires du mais de Pen-
silvania. París, 1912.
Girard, H. — Aide memoire de botanique.
Erikson, J. — Origin etpropagation de la rouillev des cereales par la semence.
Barrer, C. A. — Studies in root-parasitum.
Bary, a. — Researches i?i to the nature of the potato fimgus.
Farlow, W. G. — On a disease of olive and Orajige trees on the American
Grape- Vine-mildew; List of fungi of the vicinity of Boston.
Halsted, B. D. — Some fungous diseases of the síueet potato and the spinach.
Kruch, o. — Le deformas dei l arni dell elce prodote dall Exoascus.
Serres, Dr. José. — Las enfermedades contajiosas mas comunes al ganado,
microbianas i parasitarias.
SwANTON, E. W. — Fungi and how to kno7v them.
Allen, Piioebe. — Garden Pests.
Maiinin, a. — Les Lichens útiles.
Bagnis, C. — Sulla vita e marfol. di ale. Uiedinei. La Puccinie.
Mangin, L. — La cryptogamie .
Christman, a. H. — Nature and deve lopment of the primary Uredospore.
Crocq, J. — 5. la Haladle de la Vigne et son Champignon.
Gali.oway, B. T. — Fungous Diseases of the Grape.
240
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Para terminar, debo manifestar a Ud. que es indispensable dotar a
esta Sección de frascos para la colección de semillas, i de uno o dos estan-
tes o muebles para la esposicion de las cajas de plantas que tengo en pre-
paración.
Por último, creo de mi deber hacer presente a Ud. que sobre plantas
dañinas, nadie se ha ocupado hasta ahora en nuestro pais, fuera del Doc-
tor señor Cárlos Reiche, que en el año 1903, publicó un estudio de algu-
nas de las principales malezas que invaden los cultivos de Chile.
Por lo espuesto, bien comprende, señor Director, que esta Sección
tiene un ancho e inesplorado campo de desarrollo i de trabajo, i que con
constancia i sin omitir esfuerzos ni sacrificios podrá aportar un valioso-
continjente a la agricultura de nuestro pais.
Saluda atentamente al señor Director.
R. SÁNCHEZ C.
R. Machado. — sección de jeolojía
241
INFORME DEL JEFE
DE LA
SECCION DE JEOLOJÍA
Señor Director:
En este informe anual, paso a enumerar rápidaménte los trabajos rea-
lizados en la Sección de Mineralojía i Jeolojía a mi cargo, sin entrar en de-
talles que se desprenden i que son inherentes a cada uno *de los trabajos
ejecutados, lo que muchas veces por la concisión con que son enunciados,
dejan la impresión de que ellos fluyen directamente de simples observacio-
nes, cuando en realidad son el fruto de largas i pacientes investigaciones
que absorben no sólo las horas de oficina dentro del Museo, sino principal-
mente el tiempo que reservamos para nuestra sala particular de estudio, o
bien el trabajo personal en laboratorios que cuenten con los útiles i reacti-
vos necesarios o bien la consulta de obras que no se encuentran en la Bi-
blioteca del Museo.
Tal nos ha pasado en el estudio que desde el año anterior perseguimos
tras de algunos metales raros, ya sea en arenas o en minerales. Sólo des^
pues de una larga serie de operaciones sin el menor éxito, lo que no ha
sido suficiente para desanimarnos, hemos obtenido algunos resultados, como
se verá en algún tiempo mas en el Boletín del Museo.
Aparte de este trabajo i de atender ademas la consulta del público en’
la oficina, que como siempre ha sido abundante i variada. El personal de
esta Sección ha tenido que ir ha estudiar en el terreno, en las rejiones que
mas adelante detallaremos; mucho de estos reconocimientos han dado f
otros a su vez darán material para publicaciones, con los datos i observa-
ciones que se encuentran en nuestro poder.
Entre estos viajes podemos citar varios efectuados a la rejion de Putú,.
donde en Setiembre de 1911 se descubrieron aquellas famosas piedras de
oro casi puro, una descripción de esto se puede ver en una publicación que
16
242
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
hicimos en la «Revista de Historia i Jeografía». Fuimos compelidos a reali-
zar este nuevo reconocimiento, por haberse descubierto mui cerca del lugar
^n que se hallaron las anteriores, algunas vetas cuyo relleno se componía de
minerales mui parecidos a los anteriormente encontrados, i también porque
se nos mostró muchos certificados de ensayes que se decian hechos de mi-
nerales de Putü, i de las vetas anteriores, los cuales acusaban mui buenas
leyes industriales. Esto naturalmente nos impulsó a estudiar estas vetas,
con el objeto de ver modo de encontrar el oríjen de las anteriores i ricas
piedras.
Desgraciadamente los resultados ha que arribamos, después de una
serie de viajes que hicimos a este mineral i de muchos ensayes que hicimos
hacer de minerales que nosotros mismos traíamos de la veta, los cuales nos
daban leyes aceptables; pero lo curioso, es que cuando tomé precauciones
Fasta el punto de no abandonar ni de dia ni de noche las muestras que per-
sonalmente tomé de varias partes del laboreo, las que no me dieron ningu-
na lei apreciable i casi todas ni indicios. Naturalmente desde este momen-
to dejó de interesarme este trabajo; porque creo que todo esto no es mas
-que una pura superchería i que pudo haberle costado mui caro, a infinida-
des de personas.
Viaje a Chiloé, parte Norte i Oriente, r ejiones de Manao, Pigüidp i An-
ead.— Hicimos este viaje con el objeto de estudiar esos terrenos bajo el
punto de vista petrolífero i poderlos comparar con algunos otros visitados
en viajes anteriores i reunir así datos para la demarcación de todas aquellas
formaciones que pudieran encerrar este hidro-carburo.
Viaje a Salamanca i algunos puntos del interior, en donde recorrimos
algunos lavaderos de oro i algunas minas de plata i cobre.
Viaje a Illapel. Lo hicimos con el objeto de recojer informaciones so-
bre la caida de un aereolito, fenómeno que ocurrió al principio del año
1886 i que, según noticias, debia encontrarse en un punto vecino llamado
«La Cocinera» i que está situado a mas de un kilómetro al Sur de ese
pueblo.
De los datos recojidos se puede asegurar que el bólido ha debido caer
mui distante de ese punto i aun afuera de ese estenso departamento.
Esto recuerda el hecho curioso de la caida del aerolito de Febrero del
presente año; que se vió caer en Valparaíso, en Santiago, al sur de la esta-
ción central de los Ferrocarriles del Estado, esto mismo se siguió obser-
vando mas al sur, hasta Osorno; pero lo curioso es que hasta la fecha no se
R. Machado. — sección de jeolojía
243
ha podido precisar el punto de atierro; sobre esto tengo un estudio listo
para su publicación.
Viaje a Chillan, interior de Monte Aguila, cerca del volcan Antuco. —
Hicimos este viaje con el objeto de reconocer algunos mantos de carbón
■que decian existir en gran cantidad i estension, lo que desgraciadamente
no fué así.
Estuvimos también en el interior de los Baños del Flaco, en unas mi-
nas que se encuentran en la cordillera de Tinguiririca, naciente del rio del
■mismo nombre, en esta escursion llegamos hasta la República Arjentina.
Hemos visitado algunas canteras que existen en los alrededores de
Santiago, con el objeto de examinar las rocas de que se fabrican los ado-
quines de esta ciudad i que se emplean en su pavimentación.
Fuimos a Limache a reconocer algunos lavaderos de oro que se decia
•existir con una gran abundancia de oro.
La colección de rocas i minerales se ha incrementado, hasta pasar de
seis mil el número de ejemplares, habiéndose catalogado las especies ingre-
sadas; ademas hemos reclasificado la colección recibida el año anterior de
la donación de don Francisco Echáurren, la cual en un total de 262 mues-
tras ha habido que cambiar de nombre a 46, algunas de las cuales han ne-
cesitado un minucioso reconocimiento, ántes de darle la clasificación defi-
nitiva.
Entre las muestras interesadas hai algunas de verdadero mérito, ya
sea por la perfección en su cristalización o por su variedad; i otras como
una de estronciano — calcita traida del cajón de Maipo, por la acción que
pudiera tener sobre las aguas destinadas al consumo de esta ciudad, si se
encontrara el mineral dentro del radio de captación de las nuevas obras;
pues es sabido los buenos efectos fisiolójicos de aguas que contienen es-
troncio en ciertas proporciones.
La escasez de estantes para colocar las muestras llega a límites no
previstos; estos se encuentran totalmente llenos i ha habido necesidad de
colocar muestras donde se? ha podido, en la gran sala de exhibición al pú-
blico i dentro de las oficinas de trabajo, llegando a veces a impedir la libre
movilización dentro de ella. Por este motivo vuelvo a insistir en la urjente
necesidad de fabricar muebles apropiados al objeto, en la cantidad i estilo
indicados en nuestros informes anuales anteriores.
Con la llegada de las obras que se mandaron a la encuadernación,
perteneciente a la biblioteca de la Sección, se hace aun mas estrecho el lo-
244
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
cal de oficinas, pues la falta de estantes donde colocarlos, hacen que ocu-
pen mayor espacio del que debian, aparte de la incomodidad i pérdida de.
tiempo que representa el tener que consultar una obra cualquiera. Esta par-
te de la Sección, como la anterior, necesita asimismo estantería apropiada^
como ya se ha dicho otras veces.
El gabinete de química, necesita también materiales i reactivos asi
como libros de consulta, para poder acometer con eficiencia toda clase de
trabajos.
Como el catálogo de minerales sube de 6,000 ejemplares, i haciéndose
difícil su manejo se ha dado principio a la confección de uno nuevo, ha-
biéndose adoptado el sistema de fichas individuales para cada especie.
La Sección contribuyó al Congreso sobre las reservas mundiales de
carbón, celebrado en Canadá en 1913, i su colaboración vió la luz íntegra,,
en la obra que publicó sobre la materia el citado Congreso. Este estudia
fué publicado también en el Boletín del Museo.
También se publicó en el boletín, un trabajo sobre el carbón arjentino
llamado Rafaelita, o carbón de oríjen de petróleo, este mismo habla sida
leido en el Congreso Científico realizado en Buenos Aires en 1910, el que
no habla sido publicado.
Han quedado sin publicarse varios otros trabajos, por falta de espacio
en el Boletin\ pero para suplir siquiera en parte esta deficiencia, se han da-
do varias conferencias en la Biblioteca Nacional: sobre la rejion petrolífera
i aurífera de Magallanes i una última sobre el bólido caldo a principio del
presente año i que tanto ha preocupado a mucha jente que se interesaba
por su paradero.
También dentro de la hora de oficina se ha atendido a los estudiantes
de mineralojía i jeolojía i en el año se hicieron cursos completos de estos
ramos a estudiantes universitarios que lo solicitaron, así como se puso a
disposición de los visitantes las colecciones de la Sección.
Saluda atentamente al señor Director, S. S. S.
Miguel R. Machado,
Santiago, Mayo 25 de 1914.
R. Machado. — mineralojía i jeolojía
245
INFORME DEL JEFE
DE LA
SECCION DE MINERALOJÍA I JEOLOJÍA
Señor Director:
En los párrafos que siguen paso a darle una relación lo mas suscinta
posible, de lo que tenemos en la Sección de Mineralojía i Jeolojía de este
Museo.
ESTANTES
Tenemos 16 estantes almacenes, en que únicamente la parte alta sirve
para mostrar al público algunas muestras.
Mts.
Cada uno tiene una superficie de exhibición de 1,256 metros cua-
drados, total es 20
Cada uno tiene 21 cajones, superficie total, por estante, es de... 8,085
En los 16 existe una superficie de 129,38
Doce estantes centrales en forma de mesa, con cubierta de vidrio,
los que tienen un total para exhibir de 9,25
Doce vitrinas verticales tienen una superficie de 14,00
Cuatro estantes pequeños, con 4,14
Dos estantes caobas, con 1,60
Uno pequeño con 0,60
Un mueble cerrado i que tiene 30 cajones, con una superficie de 7,00
Por lo anterior se puede ver que tenemos una superficie útil de
exhibición de solo 49»50
Miéntras que para guardar muestras tenemos una de 136,38
Por estos datos se notará que tenemos mui poca superficie útil para
mostrar al público los minerales i rocas. También debemos añadir que por
246
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
falta de estantes nos vemos en la secesidad de estar acumulando los nuevos-
materiales que nos llegan, dentro de cajones.
COLECCIONES
Las colecciones, tanto de elementos como de minerales i de rocas,
que tenemos en este Museo, son las que siguen; muchas de estas muestras,
i de un mismo mineral, se encuentran mui repetidas; si estas las hubiésemos
contado, el número de muestras serian dos o tres veces el que aquí damos:;
Estante núm.
182
32
muestras
»
»
183
• 375
de elementos i súlfuros
184
28
»
escojidas.
»
»
185
501
»
de súlfuros i cloruros
»
»
186
28
»
escojidas
»
187
504
»
de óxidos metálicos
»
188
30
»
escojidas
»
»
Ó\
00
501
de silicatos
»
190
30
*
escojidas
»
»
I9I
310
■>
de fosfatos, sulfatos i carbonato^
»
192
30
»
escojidas
»
193
411
»
de carbonates i carbones
»
194
24
»
escojidas
195
686
»
varias
»
»
198
131
»
»
»
209
123
rocas
»
»
210
446
»
»
21 I
26
» (
escojidas
»
212
• 457
»
»
213
-18
»
»
»
214
421
»
>
215
45
»
»
216
424
»
»
217
23
»
escojidas
»
>
218
40
»
»
219
24
»
»
221
53
»
de salitre
»
223 ....
50
»
de minerales de cobre dePotrerillo
R. Machado. — mineralojía i jeolojía
247
Estantes centrales, 'Va-
nos
305
rocas
En la oficina
300
»
» »
En el estante chico, con
100
»
treinta cajones
964
»
Suma total
7.470
»
escojidas
para clasificar
En lo anterior sólo hemos contado los minerales i rocas sin tomar en
consideración los fósiles.
LIBROS “
En cuanto a esto debemos decir que no hemos podido obtener un
número exacto; porque aun no se le ha podido colocar en estantes, por
carecer de estos indispensables muebles; pero su número no es en ningún
caso inferior a unos mil seiscientos volúmenes.
OBSERVACIONES
Las necesidades que tenemos actualmente para poder trabajar con
éxito, son. muchas. No tenemos un recolector de muestras, ya sean estas
minerales, rocas o fósiles, el que estarla frecuentemente en el terreno; es-
tos individuos son personas especiales i que se dedican solamente a esto.
Ademas el gabinete de química carece casi en absoluto de todo medio de
trabajo. También nos hace falta un químico especialista, para que se dedi-
que solamente a investigaciones científicas.
Si se pudiera conseguir algún dinero para invertirlo en lo que ya he-
mos indicado; le podria casi asegurar, señor Director, que encontraríamos
algunas otras fuentes de riquezas para nuestro pais i que aun se ignoran;
tal como hace ya algunos años nos tocó revelarle al público de que en
nuestr») subsuelo existia el petróleo, el que si aun no sale en cantidades, es
debido única i esclusivamente a los hombres i no al terreno (]ue es mui
bueno i que será en esto mui jeneroso.
Sin mas, señor Director, lo saluda
Miguel R. Machado.
248
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
INFORME DEL JEFE
DE LA
SECCION DE PALEONTOLOJÍA
Señor Director:
Santiago^ 2 y de Abril de 1^14.
La Sección de Paleontolojía del Museo Nacional, ha sido puesta a
mi cargo por decreto supremo de 8 de Marzo de 1913; comencé los traba-
jos en Abril del mismo año.
Colección existente: El valioso material de que consta está repartido en
distintas Salas, a saber: dos estantes grandes, centrales, en la Sala de la
Sección de Jeolojía, signados con los números 224 a 251 inclusive, contiene
la colección del Dr. R. A. Philippi, con numerosos ejemplares de los cinco
Continentes, estando bastante bien representada la Paleontolojía chilena.
El número de ejemplares guardados en estos estantas es de 18,781. En la
parte superpuesta de los mismos estantes está la Colección Nogués, colo-
cada por mi antecesor, el señor LuiS TORRES PINTO; no conozco el núme-
ro de ejemplares de que consta.
En la misma Sala, costados Oriente i Sur están los estantes números
196 a 223 inclusive, que contienen 15,728 fósiles. Hai en esta Sala un total
de 34,509 ejemplares, sin contar la Colección Nogués.
En la Sala Sur de los bajos, entre el Salón central i la Sección de Aves
estranjeras, encuéntranse los estantes números 75 a 88 i el grupo central de
esqueletos, con un total de 9,774 ejemplares.
La Colección existente (no tomando en cuenta lo que fué del eminen-
te jeólogo señor NOGUÉs), asciende a 44,383 ejemplares.
Durante el año he colocado cuatro estantes mas en la Sala de los ba-
jos, a fin de ocuparlos con los ingresos.
Ajimejito por obsequios: El señor CÁRLOS E. PORTER ha obsequiado
a esta Sección un precioso material paleontolójico, que sus colegas del es-
B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía
249
tranjero le remitieron, para que dispusiese de él, a saber: Mr. Henri Ro-
LLET, cerca de dos mil fósiles bien clasificados, del llamado «Bassin de Pa-
rís»; Mr. COLLOT dieciocho ejemplares clasificados de la Cote d’Or (Francia);
el señor PORTER ha obsequiado también varios trabajos impresos, recibidos
del estranjero que tratan de la materia i últimamente me trajo para la Sec-
ción dos obsequios mas: un conglomerado bituminoso con Helix Ramondi,
incrustadas, proveniente de Pont du Chateau, Puy de Dome (Francia) con
•que se fabrican ladrillos de pavimentación i asfalto de calle, i un ejemplar
de Micr áster, Ag.; del cretáceo superior i terciario: parece ser Micr áster
cor anguinum, Kl.
El señor ISMAEL Gajardo obsequió un «caracol petrificado, encontrado
•en las serranías del mineral de Caracoles en 1875», i que yo reconocí por
Dactylioceras commune Sow., del lias superior.
El Dr. Arturo Espina obsequió «un fósil encontrado en la Herradu-
ra, Guayacan, (Coquimbo); los entendidos dicen tener mas de 2,000 años».
El fósil en cuestión es Melina Gaudichaudi, D’Orbigny; encontrado
también por D’Orbigny en Guayacan i en Caldera, descrito con el nombre
de Perna Gaudichaudi. El Dr. R. A. Philippi, «Los fósiles terciarios i cuar-
tarios de Chile», 1887, pájina 200, copia la diagnosis de D’ORBIGNY i a^re
ga: «El Museo posee varios ejemplares de esta concha jigantesca, ninguno
» entero. ^Habrá sido Gaudichaud (deberia haber dicho D’Orbigny!) mas
» feliz ».?*
El ejemplar del Dr. Espina es completo!
El Dr. H. YON Ihering (véase Revista Chilena de Historia Natural,
dirijida i redactada por el Prof. Carlos E. Porter, año VII, 1903, páj.
123), ha establecido para este jénero un nombre nuevo, el de Mytiloperna,
tomando los caractéres de Perna americana, FORBES, por carecer de esco-
tadura bisal (anal) en el borde anterior de la valva derecha i su forma es per-
fectamente la de un Mytilus grande por la falta de orejuelas.
Respecto a Perna Gaudichaudi, dice YON IHERING, parece pertenecer
al mismo jénero Mytiloperna, en vista de la perfecta simetría de los bordes
anteriores; parecen encontrarse en el cretáceo i por este lado podria calcu-
larse su edad jeolójica.
Trabajos hechos. — Durante el año he procurado dar término a mi tra-
bajo comenzado en 1911, «Llanquihue i Valdivia», del cual hai impresas
actualmente 464 pájinas i quedan 162 pájinas por imprimirse.
He clasificado alrededor de 200 fósiles que no tenian etiquetas.
250
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Principié a incorporar los obsequios a la Colección i para el efecto pedí
prestadas, bajo recibo, 200 cajitas de cartón a la Sección de Jeolojía.
Se han contestado numerosas consultas i clasificado gran número de
ejemplares fósiles i vivientes pertenecientes al P. -ANDRES HONÉ S. V. D.;
jeólogo, discípulo del Prof. Weinschenk; por desgracia, el Padre HONÉ
falleció en Febrero último: le debo muchas indicaciones útiles!
Necesidades — A causa de la economía jeneral no se puede pensar en
modernizar los estantes.
De absoluta necesidad considero las siguientes adquisiciones:
a) ZiTTEL, K. A., Handbuch der Palaeontologie, 5 tomos. VerlaG::
Oldenbourg. — München; precio de la última edición, 168 marcos.
b) 1,500 cajas de cartón 7X5X2-3 centímetros, a $ 30 cada mil.
1,000 cajas de cartón sl^X^iXi-^S centímetros, a $ 20 cada mil.
Quedo del señor Director, atento i S. S.
Bernardo Gotschlich,
Jefe de la Sección de Paleontolojía..
B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía
251
LA SECCION DE PALEONTOLOJÍA
DEL
MUSEO NACIONAL DE CHILE
I. — Idea jeneral
La Paleontolojía se ocupa de los seres que han existido en épocas jeo-
lójicas anteriores a la nuestra, i que encontrarnos ahora en estado petrificado,
o sean restos fósiles de animales i plantas. Esta ciencia se divide, pues, según
los restos, en Paleojitolojía, (restos de plantas fósiles) i Paleozoolojia (restos
de animales fósiles, distinguiéndose por antonomasia por Fósiles, los molus-
cos petrificados).
A la Fito i Zh¿?-paleontolojía se ha agregado también la Paleo-antro-
polojía, que se ocupa del hombre primitivo.
La Paleontolojía es, como ciencia independiente, la «Historia de la
Creación orgánica», que estudia la colocación sistemática, modo de vivir i
de desarrollo (Filojenia) del pasado orgánico i la sucesión de Faunas i Flo-
ras, en los distintos períodos jeolójicos de nuestro planeta. En este sentido
la Paleontolojía es una ciencia todavía nueva, que apénas principia desde
tres jeneraciones atras, teniendo de común con la Paleontolojía antigua sólo
el objeto (los fósiles) no el método; tomando como objeto los fósiles en sí,
podemos retrotraer la Paleontolojía a tiempos bastante remotos, como los
de JENÜFANES (500 a. Cr.), HerÓDOTO (450 a. Cr.), EratÓSTHENES (20a
a. Cr.), Estrabon (66 a. Cr. hasta 24 de nuestra Era) i otros griegos i romanos
quienes tomaban los restos fósiles como pruebas ineludibles de que el mar
ha ocupado en otros tiempos partes de nuestra tierra firme actual, llegándo-
se a atribuir huesos fósiles de hipopótamos a restos de una jeneracion huma-
na jigante. El árabe Avicenna (980-1037) dice por primera vez que los
fósiles son sólo producto^^ de la llamada vis plástica, un jérmen innato de
la naturaleza, capaz de producir lo orgánico e inorgánico, pero en que solo
le ha faltado la fuerza para dar vida a sus productos.
252
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Esta hipótesis i la de Alessandro DELLE Alessandri (1461-1523) de
que estos restos provienen del diluvio, quedaron a firme casi esclusivamente
en los siglos siguientes. Sólo algunos, que conocieron la verdadera naturaleza
de las petrificaciones, opinaron en contrario como el pintor LEONARDO DA
ViNCi (1452-1519) contra la vis plástica, Fracastoro (1483-1553) contraía
hipótesis de la acepción jeneral, de su procedencia del diluvio.
Palissy (1499-1589) disertaba públicamente sobre la projenie de los
restos de animales marinos. En cambio JORJE AGRICOLA (1449-1555)! CON-
RADO Gesner, quien en 1565 ya habia dibujado algunos fósiles, creian que
una parte se orijinaron por la vis plástica i para otros preconizaban un oríjen
orgánico.
Llwyd (Luidius, 1660-1709) i Lange (Langius, 1670-1741) sostuvieron
que las formas se orijinaron por medio de una brisa seminal, que se habia
introducido en la tierra (aura seminalis), que en la mayoría de los casos so-
lo habia producido partes de organismos como dientes, muelas, huesos,
hojas, etc., pero nunca el organismo vivo. Se hicieron posteriormente mu-
chas observaciones que dieron lugar a célebres polémicas; entre los pole-
mistas se distinguen COLONNA (1567-1647) quien hace diferencias entre res-
tos salidos de agua dulce i agua de mar; Steno (1631-86) compara los dientes
fósiles de tiburón con los recientes; LiSTER (1638-1712) distingue entre res-
tos de diferentes capas i construyó el primer mapa jeolójico; HOOKE (1635-
1703) nota la diferencia de fósiles antiguos con respecto al clima actual;
WOODWARD (1665-1728) creyó encontrar la causa del diluvio en la erupción
de un mar subterráneo; SCHEUCIIZER (1672-1733) creyó haber encontrado
el esqueleto del hombre, testigo del diluvio, en uno que resultó ser de una
gran salamandra, que se denominó después Andrias Scheuchzeri.
Con Buffon (1707-1788) adelantó la ciencia paleontolójica, pues dió a
los períodos jeolójicos un tiempo mas amplio; SOWERBY (1757-1822) acu-
muló materiales de detalle, i lo mismo LamarCK (1744-1829) que dieron
{)or resultado las obras definitivas de Brongniart (1801-76) i de CuviER
{1769-1832), ocupando el primer lugar la obra de este último «Re-
cherches sur les ossements fossiles». CuviER fundó una norma de investi-
gación con la lei de la correlación de la armonía de las partes aisladas de
un organismo con el todo, esplicando las diferentes revoluciones jeolójicas
i el cambio, o mas bien la poca duración de las formas; AgasSIZ, Orbigny,
GoldfüSS i YON SCHLOTHEIM se dedicaron a la clasificación i división de
#•
las especies, que mas tarde fueron catalogadas majistralmente por Bronn.
Por vía de ilustración se nombran los siguientes paleontólogos que
B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía
253
han contribuido a la formación de la ciencia moderna: Barrande, (fósiles
del siluro, Cefalópodos, Trilobites); Benecke (formaciones del Trias); Bei-
RICH (formación terciaria); CoPE (Vertebrados); Dames (Archaeopterix);^
Fraas (Vertebrados) Kayser (formación devoniana); V. KOENEN (Conchas
terciarias); Marsh (Odontornithes norteamericanos); H. v. Meyer (Verte-
brados); Neumayr (Ammonites); Oppel (formación jurásica); Romer (fósi-
les silurianos): Sandberger (Conchas de agua dulce); WaagEN (Ammoni-
tes del Jura); ZiTTEL (Esponjas i Corales); ademas los siguientes Fitopa-
leontólogos: Geinitz, Goppert, Heer, Saporta, Schenk, Schimper,.
Conde de Solms-Laubach, Sterzel, Stur, Weiss, Potonié.
Los especialistas han multiplicado las especies, SOWERBY indicaba en
1820 i tanto sólo 752 fósiles de Inglaterra i hoi dia se conocen mas de
1 3,000. El catálogo de Bronn del año 1 849 trae 2,050 especies de plantas fó-
siles (contra cerca de 72,000 vivientes) 24,300 animales fósiles (contra cerca
de 100,000 vivientes), i sin embargo, esta proporción se inclina en el dia.
hácia los fósiles; Barrande sólo cuenta 1,622 especies de Cefalópodos te-
trabranquios de la formación siluriana, miéntras que en los mares actuales
apenas viven 6; se conocen 100 especies de braquiópodos vivientes contra.
2,000 fósiles.
Mui importantes son las series de fósiles propios, de cada formación i
que se han denominado fósiles de guía o de reconocimiento, que nos con-
ducen a través de las formaciones antiguas, mostrándonos la naturaleza del
terreno que esploramos; fueron establecidos por primera vez en Inglaterra
por WiLLlAM Smith en 1790 (i).
(i) Obras especiales que tratan de Paleontolojía: Brongniart, Prodrome d’une His-
toire des vegetaux fossiles (Paris 1828) e Histoire de vegetaux fossiles (ibid. 1828-37); Un-
GER, Sylloge plantarum fossilium (Viena 1860-66): Heer, Flora fossilis Helvetiae (pri-
mera entrega: Flora del carbón, Zurich 1876) i Flora fossilis árctica (1868-83 en 7 tomos);
Schimper, Traité de paléontologie végétale (Paris 1869-74, 3 tomos); Saporta, Die
Pflanzenwelt vor dem Erscheinen des Menschen (en aleman de Vogt-Braunschweig
1881); CONDE DE Solms-Laubach, Einleitung in die Paláophytologie (Leipzig 1887):
Schenk, Los restos de plantas fósiles, die fossilen Pflanzenreste (Breslau 1888;; Poto-
nié. Lehrbuch der Pflanzenpaláontologie (Berlin 1899); Zeller, Elements de paléobo-
tanique (Paris, 1900); Zittel, Geschichte der Geologie un Paláontologie bis Ende des 19^
Jahrhunderts (München 1899); Zittel, Karl A., Handbuch der Palaeontologie, 5 tomos,,
última edición, Verlag Oldenbourg, Munich.
254
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
II. — La vida en nuestro planeta i su desenvolvimiento
El oríjen de la vida es otro problema antiguo, de altísimo interes. En
los organismos debemos estudiar dos cualidades primordiales, como dice
WlESNER: la fuerza de la persistencia i la de la transformación.
Después de ARISTÓTELES i de GOETHE, fué Darwin quien planteó la
fuerza de la evolución. Aunque la evolución por selección natural no es
aceptada por muchos investigadores, tiene el mérito de haber provocado
su estudio i el de la vida.
La Paleontolojía i la Zoolojía deben darnos las pruebas para conocer
la exactitud de la teoría evolucionista o de descendencia.
La Zoolojía alcanzó su importancia por la Morfolojía comparada i la
Bionomía o Jeografía animal; se esperó también obtener resultados positi-
vos por la Historia de la Evolución comparada desde que FEDERICO Mü-
LLER planteó la tésis que la evolución de la especie (Ontojenia), significa una
abreviada i simplificada repetición del proceso de la evolución del jénero
(Filojenia).
Justamente esta tésis ha conducido a errores gravísimos, de modo que
su aclaración debe esperarse únicamente del método histórico de la Pa-
leontolojía, pero ésta está léjos de mostrarnos la serie no interrumpida de
organismos vivos de organización inferior hasta las formas mas altas o per-
fectas. Como procede la gallina del huevo i el manzano de la pepa, así de-
berla provenir la vida de varias o aun de una célula primitiva.
^Naturalmente tales células no se podrían conservar fósiles pero seria de
esperar que se encontrasen, según la teoría, animales i plantas de organiza-
ción inferior en las capas mas antiguas!
El CAMBRIO es la formación mas antigua que nos proporciona nume-
rosos fósiles: en él aparecen todas las tribus del reino animal, a escepcion
de los Vertebrados; faltan en él también las plantas; ámbos grupos se pre-
sentan en el siluro.
No se crea que los seres cámbricos son de la inferior organización! Los
Braquiópodos i los Trilobites de entónces, presentan la misma organización
que sus representantes de hoi. Del mismo modo aparecen los vertebrados
con los peces catafrácticos i las plantas mas antiguas que no son sólo algas,
sino también heléchos de alta organización.
B. Gotschlich.— SECCION de paleontolojía
255
III, — Las épocas jeolójicas i el desarrollo de Sudamérica; en
especial de la porción que abarca Chile según las investL
gaciones actuales.
I. — PERÍODO ARCAICO O AZOICO
Chile i la Arjentina pertenecían al fondo del mar; a él pertenecen las
antiguas rocas de sedimento: gneis o granito folicular, micasquita i filita.
II. — PERÍODO EOZÓICO
Le falta material fósil; encontramos conglomerados, arenisca, cuarzo,
dolomita i esquista arcillosa.
III. — PERÍODO PALEOZOICO
1. En el cambrio Chile queda siendo fondo de mar; el material de ero-
sión contiene: Esponjas, Corales, Medusas, Anélidos, Conchas de Molus-
cos, Caracoles, Braquiópodos i Crustáceos.
2. En el siluro inferior o superior queda en el fondo del mar. Descú-
brense protozoos i peces.
3. En la época devoniana siguep erdido en el mar: aparecen Spirifer i
Rhynchonella.
4. En la época carbonífera, Chile es tierra firme desde el grado 36 1. s.
hasta el Cabo de Hornos; aparecen las rocas eruptivas con un período de
plegaduras; predomina el granito, i siguen el pórfiro, el meláfiro, la traqui-
ta i la Andesita.
5. Durante la formación permiana con que termina la antigüedad de.
la tierra, desde 33'^ al Sur en seco i separado por Océano del hemisferio
Norte.
IV. — PERÍODO MESOZ(3iCO
I. Ti'ias, el período mas antiguo de la Edad Media de la Tierra; apa-
recen las Coniferas; de los Cefalópodos queda sólo el jénero Nautilus;
aparecen los Belemnites. Los fósiles que nos guían al través de la época
son Voltzia, Pterophyllum, Taeniopteris, Posidonomya, Ceratites, Myopho-
ria, Pinacoceras, Avícula, Trachyceras, Terebratula, Encrinus.
256
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
El trias produjo tres minerales útiles: sal, yeso i carbón, de aquí su
nombre. Chile desde 33° al Norte pertenece a Neptuno; hácia el Sur, en
seco.
2. Formación jurásica. Los Ammonites llegan a su completo desarro-
llo, siguen los Belemnites; en la tierra aparecen los saurios. Del Lyas es
Gryphaea tan común en Chile; todo nuestro territorio queda trasformado
en un lecho de mar a escepcion desde 38° 1. s. hasta Magallanes; la costa^
o sea la faja que hoi forman los Andes constituyó un gran foco volcánico;
en esta época se orijinan el hierro i el petróleo.
3. Formación cretácea; la cal blanca de los Foraminíferos (tiza); deje-
neran i desaparecen los Ammonites i alcanzan pleno desarrollo los Radioli-
tes e Hippurites; de los erizos Toxaster i Micraster. Los saurios desapare-
cen al final de este período, lo mismo los Belemnites.
En la Flora aparecen las Fanerógamas. Sud-América queda separada
de Centro América. Chile desde el grado 33 para el Norte i la rejion Cor-
dillerana desde el -Norte hasta el Cabo de Hornos queda debajo del Océa-
no; formóse una gran isla lonjitudinal desde 33° al Sur incluyendo las islas
del Sur que forman un solo todo. No se encuentran rocas eruptivas de
esta época.
Fósiles: Acanthoceras, Hoplites, Crioceras, Turrilites, Baculites, Hi-
ppurites, Actaeonella, Inoceramus, Toxaster, Micraster, etc.
V. — PERÍODO CENOZOICO
1. a Epoca terciaria antigua o paleójena. Doblamos la hoja con una
gran mortandad en la Tierra! hai continuas transgresiones i regresiones del
mar, i cuanto mas se acerca a la
2. ^ Epoca: terciaria nueva o neójena, aparecen mas formas recientes
que antiguas. Representantes de los saurios son los reptiles modernos.
Fósiles: Nummulites, Cerithium, Corbis, Cardita, Isastraea, Conoclypeus,
de la época paleójena; en la época neójena figuran: Cerithium, Cardium, Pec-
tén, Tellina, Mytilus, Turbo, Chione, Cardita, Conus, Cassis, Arca, Soleno-
mya, Murex, Chama Pyriila^ Pectunculus, Fusus, Spondylus, Clypeaster,
Congeria, etc.
En el Mioceno surje la cordillera de los Andes i se agranda el conti-
nente hácia el Océano Pacífico, o sea la faja de nuestro Chile actual, con es-
cepcion de la cordillera de la costa que ya existia.
3. a Epoca cuartaria. Con ella termina la Historia de la Tierra; en-
B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía
257
cierra los últimos sucesos jeolójicos. Jeolójicamente no se puede probar el-
Diluvio de corto tiempo. EDUARDO SUESS (de Viena) cree que fué un fenó-
meno local, producido por una ola sísmica, que, viniendo del Golfo Pérsico,
haya penetrado a la Mesopotamia.
El gran elefante, el mastodonte, el hipopótamo, un rinoceronte i un ca-
ballo antiguo vivian en la última parte del terciario i a principios del cuar-
tario, i fueron aniquilados por los hielos, fenómeno producido por la trans-
plantacion de los polos terrestres.
IV. — Investigaciones paleontolójicas hechas en Chile
Durante la Conquista i la Colonia el único objetivo eran las mdnas de
metales preciosos. Constituida la República, las miras del Gobierno se di-
rijian a organizaría constitucionalmente.
Si bien, por la cláusula segunda del Senado Consulto de 27 de Julio de
1813, se acordó establecer un Museo Nacional en la Universidad de San
Felipe, las tentativas hechas por el año 1822, confiriendo su organización
a un francés, M. Jean JOSEPH Dauxion LavAISSE, fracasaron, hasta que con
fecha 14 de Setiembre de 1830, se celebró un contrato con don CLAUDIO
Gay, para que esplorase nuestro suelo e instalase el Museo Nacional.
La actividad de Gay fué absorbida no sólo por las plantas i séres vi-
vientes, sino que recojió gran número de fósiles que remitió a Francia i fue-
ron descritos por HUPÉ en el tomo VIII, de la «Historia física i política de
Chile».
En 1838 llegó a Chile don IGNACIO DOMEYKO, quien se dedicó aquí
a la Mineralojía; sus principales escursiones científicas las hizo entre los
años 1839 i 1845.
En la bahía de Copiapó señala, en el terreno terciario, restos de mo-
luscos fósiles, semejantes a los vivientes, que indudablemente pertenecen a
la transición de las épocas terciaria i cuartaria.
A una altura de 2,400 varas o sean 2,004 metros, en las Juntas de Man-
flas, departamento de Copiapó, descubrió hermosos ejemplares fósiles de
Pecten i los mismos ejemplares encontró en el Cerro Tres Cruces, junto con
Terebratula, Trigonia, Gryphaea i Ammonites.
Gay encontró en 1837, departamento de Elqui, cerca de las
cumbres, entre Doña Ana i Portezuelo de Tilito, un manto calcáreo con Pla-
gióstomos, Ammonites, Terebrátula, etc., i Darwin en el Paso de Puquenas,
17
258
BOLETIN DEL MUSEO NACIOxNAL
en una roca negra caliza, Gryphaea, Ostrea, Turritella, Ammonites, Tere-
bratula, etc.
En el terreno terciario de Talcahuano i Concepción localizó en 1846
impresiones de Cardium i tallos vejetales; lo mismo en la Isla Quiriquina.
Los pórfidos secundarios caracterizan la cadena de los Andes desde Co-
piapó a Chiloé, pero las rocas calcáreas tienen mucha estension en las pro-
vincias del norte.
En la parte oriental del departamento de Copiapó, en las Amolanas,
se encuentran ’ capas calcáreas fosilíferas que contienen Pecten, Arnmoni-
tcs i otras conchas, como veremos mas adelante.
La parte inferior de la Cuesta de Manflas descansa sobre una masa gra-
nítica; sin embargo, a pocos metros se llega a la capa calcárea i margosa,
fosilífera, que contiene Terebratula, Pecten i Gryphaea completamente con-
servados; la misma cuesta separa los valles de los rios Manflas i Pulido a
565 metros sobre el valle i a 1,995 metros sobre el nivel del mar. Este te-
rreno fosilífero ha sido esplorado en los últimos años 1907 a 1912 por el
Padre Andrés Honé, de la Sociedad del Verbo Divino; encuéntranse allí gran
•cantidad de fósiles. En el cerro de Chañarcillo se descubrió Turritella An-
dii D’Orb. i algunas variedades de Terebrátulas i Pectenes.
En la Sierra de Doña Ana (departamento de Elqui) encontró DOMEYKO
Terebrátulas grandes hasta de 65 milímetros de largo por 55 de ancho, el
Pecten Dufrenoy, D’Orb. i algunos fragmentos de Ammonites, todos aplas-
tados.
En el Cajón del rio Maipo encuéntrase igualmente terreno fosilífero,
principalmente en las inmediaciones del rio Yeso.
En las cordilleras de San Fernando, esploradas por DOMEVKO en 1861
hai también terreno fosilífero, p. ej. en la cordillera de Tinguiririca, cruzada
por el Dr. GiLLLS de Edimburgo en 1821 i mas tarde por Gav i el doctor
Meven.
Los fósiles están embutidos en las rocas i es casi imposible sacarlos
enteros; encontráronse: Pholadomya, Cardita, Ammonites, Terebratula, Gry-
phaea, Ostrea, etc. del terreno liásico.
El Dr. Rodulfo Amando Philippi, quien fué Director del Museo
Nacional desde el 20 de Octubre de 1853 hasta el i 5 de Abril de 1897, ha
hecho notables publicaciones sobre fósiles de Chile.
En 1899 dió a luz «Los fósiles secundarios de Chile»; muchos de és-
tos fueron recojidos por don FEDERICO Albert en las cordilleras del Tin-
guiririca i por don FEDERICO Philippi en la de Doña Ana. Según las
B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía
259
localidades, provienen los ejemplares descritos de Tarapacá, Caracoles, De-
sierto de Atacama, Vallenar, Juntas de Manflas, Amolanas, Jorquera, Ce-
rro de Doña Ana, Tres Cruces, Aconcagua, Provincia de Santiago (recoji-
dos por don CÁRLOS Stolp) Cajón del valle Tinguiririca i cordillera de
Chillan.
Según el número de jéneros i especies se dividen: Anomia, i; Arca, 21;
Aucella, i; Aulacopleurum, 3 (véase Trigonia); Avíenla, 4; Cardinia, 5;
Cardita, i; Ctenostreon, i; Exogyra, ii; Gervillia, 3; Gryphaea, 14; Ica-
notia, 2; Inoceramus, 5; Lima, 14; Modiola, 9; Myoconcha, i; Mytilus, 5;
Nucula, 14; Opis, i; Ostrea, 22; Pecten, 45; Perna, 3; Pinna, 3; Plagia, i;
Plicatula, 2; Posidonomya, 3; Thalassites, i; Trigonia, 74. Con 42 láminas.
Dejó ademas listos el 2.0 i 3.er tomo de los fósiles secundarios con sus figu-
ras i que permanecen inéditos en poder de la familia Philippi; por lo
ménos las figuras serian de un valor inapreciable. El tomo fué revisado
por el Profesor Steinmann.
En 1887 publicó Philippi Los fósiles terciarios i cuartarios de Chile.
El material para esta obra fué sacado del tomo VTIl de la Historia
Física i Política de Chile por don CLAUDIO Gay (fósiles descritos por Hupé);
en 1858 obsequió don Ignacio Domeyko una colección de fósiles terciarios
recojidos en la Hacienda «A<2 Cuevay>\ en 1868 se adquirió la colección de
don Jerman Volkmann; don Luis Landbeck trajo fósiles de Algarrobo, cer-
ca de Valparaíso; don Toribio Medina obsequió una colección procedente
de Navidad (al sur de la Boca del rio Rapel), donde recojieron también
Darwin i mas tarde SOWERBY. En 1875 fué obsequiada una colección al
Museo por el señor Francisco Javier Ovalle Olivares, casi toda procedente
de Lebu, i en 1877 hizo el mismo Philippi un viaje a esa ciudad; obse-
quiaron también fósiles los señores Guillermo Fonck i Mac Sporran, tam-
bién de Lebu; la existencia de tales fósiles no deja lugar a duda que el
carbón de Lebu es de la época terciaria, como lo ha constatado el injenie-
ro Lieveking. (Petermann’s Mitteilungen XXIX, 57).
En 1878 hizo don RODULFO AMANDO escursiones a Coquimbo, Cá-
huil, La Cueva i a la Isla Quiriquina.
Don Ignacio Gana encontró Ammonites en la isla Quiriquina, lo
que prueba que en Chile no hubo transición en la formación cretácea i ter-
ciaria.
D’Orbigny en su Voyage dans I Amérique meridionale, iS¿¡.2, enumera
29 especies de fósiles: 14 del cretáceo de la isla Quiriquina, 15 del tercia-
2ÓO
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
rio de Coquimbo i la especie Cardium auca, D’Orb., común a ambas
localidades.
Charles Darwin, Geological observations on South Ame tica, i8¿f.6,
enumera 41 especies de fósiles chilenos; 4 especies pertenecientes al cre-
táceo i las demas al terciario.
D’Orbigny, Voy age de V Astrolabe et de la Zélée au Pdle du Sud, i8^y,
enumera 22 especies chilenas del cretáceo.
HUPÉ eti Claudio Gay, Historia Física i Política de Chile, tomo VIII,
1854, enumera 41 especies, 7 del cretáceo. HuPÉ no conocia las descrip-
ciones hechas por Darwin i volvió a describir muchas de las especies
como nuevas.
Gabb, Proceedhigs of the Acadeniy of Natural Sciences of Philadelphia,
1860, describe 15 especies del cretáceo de Talcahuano.
Conrad, United States Naval Astronomical Expeditioti, tomo II, año
1865, describe: Ostrea copiapina, Conr. de Copiapó; Perna chilensis, Conr.
de Caldera; Saxicava calderensis, Conr. de Caldera.
A. Rémond de Corbineau, Anales de la Universidad de Chile, XXXI,
p. 407, describe 8 especies de Coquimbo i 2 de Caldera.
Philippi, Fósiles terciarios i cuartarios de Chile, describe 161 especies
del cretáceo, 460 especies del terciario i 27 especies del cuartario.
V. — Terrenos fosiliferos terciarios i cuartarios
Cerro Gordo, próximo a la costa del departamento de Antofagasta,
hácia el sur del puerto o bahía de Mejillones. El comandante don Ramon
Vidal Gormaz encontró a 500 metros sobre el nivel del mar, en la super-
ficie del terreno, fósiles cuartarios, entre ellos Cardium ringens, Chemn., que
no se encuentra en el Océano Pacífico sino en la costa africana, i lo mas
curioso es que se encontraban adheridos al conglomerado los pequeñísi-
mos ejemplares de Nucida pisum, Sow., i Cardita semen, Reeve, propios de
Mejillones! PlllLIPPI encontró a 24^25' 1. s. el Turbo nigei , Gray. Darwin
encontró cerca de Valparaíso, a 457 metros sobre el nivel del mar, Concho-
lepas, Trochus, Fissurella i una Patella.
Mejillones, dz 23° 1. s. — ViDAL GORMAZ recojió también aquí una can-
tidad de fósiles.
Caldera, 27^4' 1. s. — Los fósiles fueron recolectados por AUGUSTO
Rémond de Corbineau i por el Dr. G. Steinmann. La formación ter-
ciaria de Caldera es poco estensa, el manto de Los Hornos cortado a pique
B. Gotschlich— SECCION de paleontolojía
261
por el mar, tiene 10 metros de espesor; la formación cuartaria toma toda
la llanura entre Caldera i el valle del rio Copiapó, mas desarrollada a 3 ó
4 kilómetros al sur del puerto i sigue hasta 1 50 metros sobre el nivel del
mar.
Coquimbo, Herradura, Guayacan, zb 30^ 1. s. Darwin fué el primero
quien estudió la formación jeognóstica de Coquimbo, especialmente la de
la quebrada de la Herradura.
Domeyko en los «Anales des Mines», serie 4, tom. 13, habla de la
formación jeognóstica de los alrededores de Coquimbo i en. especial hace
hincapié en las antiguas líneas de la ribera marítima. RÉMOND ha estudiado
bien la rejion i dice que los sedimentos terciarios llenan el «bassin» graní-
tico entre Herradura i el Cerro Pan de Azúcar.
Su estension será de 17 kilómetros de lonjitud por 10 kilómetros de
ancho con un espesor de 60 metros desde el nivel del mar a las capas coar-
tarlas.
En el corte del ferrocarril entre Coquimbo i Pan de Azúcar se han
encontrado: Ostrea (ejemplares pequeños), Pecten, enormes Pholas i en la
parte mas alta conglomerados con Oliva serena, D’Orb., Psammosolen Dom"
beyi, Hupé, Venus (Chione) Hanetiana, D’Orb.; en las quebradas gran nú-
mero de Terebrátulas.
Si bien RÉMONI) cree que la mayor parte de la costa de Coquimbo
pertenece al cretáceo, se le contrapone la opinión de G. Steinmann, quien
por la colección de fósiles encontrados, la coloca en el terciario.
En la bahía de Herradura encuéntranse concreciones de arenisca dura,
calcárea, con restos de Cetáceos, i gran número de ejemplares de Ostrea
gigantea, Hupé.
Tongoi, 30^25' 1. s.; Darwin dice haber encontrado fósiles en esta
parte.
Valparaiso, 32^2' 1. s.; los alrededores del puerto muestran sólo sedi-
mentos CLiartarios. Darwin encontró fósiles cuartarios que no se diferen-
cian de los moluscos vivientes: Concholepas, Monoceros, Trochus, Fissu-
rella, Crepídula, Patella, Mytilus,' Balanus, Echinus, Nullipora, etc.
Curauma, a 8 kilómetros al sur de Valparaiso, rodeado por el mar en
tres costados; descansa en terreno granítico; hai una pequeña quebrada con
sedimentos terciarios, compuesto de caliza amarillenta. Se han estraido:
Cardium multiradiatum, Sovv., i Pecten Simpsoni, Ph.; pertenecen al grupo
terciario medio.
El Algarrobo, 33'^2i' 1. s.; hai formación cretácea, i don LuiS LanD-
2Ó2
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
BECK encontró en verano (1862-63) gran número de fósiles i una columna
vertebral fósil de Plesiosaurus chilensis, Gerv.
Philippi encontró en 1882 numerosos ejemplares de Fissurella i Tro*
chus.
La Cueva, 34°! 6' 1. s.; San Antonio de la Cueva dista 30 kilómetros
en línea recta de la costa, a 150 metros sobre el nivel del mar. DOMEYKO
encontró aquí en 1858 algunos fósiles i en 1878 visitó la Hacienda el Dr.
Philippi; vió algunas colinas terciarias con quebradas formadas de arenisca
gris o café, que es gredosa; encontró algunos ejemplares de Mactra.
En el camino entre la Cueva i Matanzas hai sedimentos terciarios que
contienen carbón.
Boca del Rio Rapel, Navidad, Matanzas. El rio Rapel desemboca al
Océano en 33^54' 1. s.
Navidad es célebre por su gran número de fósiles terciarios.
Topocahna, de la misma formación de Navidad i Matanzas; aquí re-
colectó Gay buena cantidad de fósiles.
Cáhuil — 34^29' 1. s. al norte de la laguna de Cáhuil formada por el rio
Nilagüe. Philippi encontró sedimentos cuartarios con Mactra, Chione, Kell-
ya i Chama; a 7 kilómetros del mar se encontraron restos de Mytilus, Mac-
tra, Concholepas i Pecten purpuratus.
Isla Quiriquma, (bahía de Talcahuano) Tomé, Concepción, Hualpen,
San Vicente, Tumbes; en todas estas partes encuéntranse Trigonia Hane-
tiana D’Orb., Cardium acutecostatum, D’Orb. en la formación cretácea; en
Penco, hai formación terciaria carbonífera; en Tomé se encontraron Baculi-
íes, Nautilus, Natica, Mactra, Trigonia.
El capitán Belcher encontró allí mismo Ammonites.
Los señores Pedro Lucio Cuadra i Wenceslao Díaz encontraron fósi-
les en Hualpen. La península de Tumbes tiene sedimentos cretáceos con
fósiles de Plesiosaurus.
La isla Quiriquina es rica en fósiles de la formación cretácea como
Trigonia Hanetiana i numerosos restos de Plesiosaurus chilensis. Las rocas
terciarias de la Quiriquina son las mismas que se encuentran en la isla de
Chiloé.
Puchoco, Lota i Coronel, en la bahía de Arauco, esplorada por Jerman
Volkmann; se encontraron especies de Paludina, Melania, Cyclas, Tellina i
Mactra.
Isla Santa María. 36^58', fué esplorada por el inieniero de minas es-
cocés Mac Sporran, quien encontró algunos fósiles.
B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía
263
Tubul en la bahía de Arauco 37^14' 1. s. arenisca con Pecten, Cardita,
Chione, Tellina i Monoceros. > ■
Millanejo, entre Tubul i Levu, tiene terrenos fosilíferos; esplorados
por Volkmann.
Lebu o Levu ya se ha mencionado ántes (37^36' 1; s.).
Isla de Mocha, 38^22' 1. s.; consta de calcáreo en que se encuentran
Turritella, Chione, Fusus; fué visitada en esploracion científica por Stockes,
Edwyn Ried i en Febrero de 1902 por los señores CÁRLOS Reiche i MI-
GUEL Machado.
Valdivia, Corral, Llancakue, Angachilla, Catamutun, San Juan. — En
Corral se han encontrado restos de Mytiliis i en Catamutun Turritella, i Mi-
craster, aun mui recientes.
Chiloé. — Esta isla, avistada por primera vez en 1540 por don Alonso
de Camargo i esplorada en 1553 por encargo de Pedro de Valdivia, por el
piloto don P'rancisco de Ulloa, visitada el 28 de Febrero de 1558 por la
espedicion de don García Hurtado de Mendoza i mas tarde por otros mu-
chos esploradores nacionales i estranjeros, fué esplorada por la corbeta
Pilconiayo, comandante, capitán don Roberto Maldonado C., en 1895. El
resultado de la espedicion fué publicado en 1890 con el título «Estudios
Jeográficos e Hidrográficos sobre Chiloé». Colectó numerosos fósiles de la
época terciaria, pues toda la isla gravita sobre la esquita cristalizada i la
granítica, como continuación de la cordillera de la costa.
Fósiles; Nautilos Maldonadi Ph., Voluta Vidali Ph., Cardiun bellum
Ph.; Pecten insularis, Ph.; P. australis, Ph.; P. Leguas!, Ph.; Arca Arteagae,
Ph.; Panopaea chiloénsis, Ph.; ademas Dentalium, Mitra, Turritella, Cassis,
P'usus, Natica, etc.
Isla Huafo, 43^12' 1. s. Visitada por Darwin; 800 metros sobre el ni-
vel del mar: arenisca granulada i calcárea.
F'ósiles: numerosos ejemplares de Turritella, Bulla Cosmophila, Pleu-
rotoma subaequalis, Fusus Cleryanus, Tritón leucostomoides, Turritella
chilensis, Cytherea sp. i Dentalium majus.
Isla Ipun, 44°35' 1. s., esplorada por Darwin quien encontró: Turri-
tella suturalis, Sigaretus subglobusus, Cytherea sulcosa i fragmentos de
Voluta.
Skiring Water, a 15 millas del oeste de Punta Arenas; sus fósiles fue-
ron recojidos por Enrique Ibar.
Magallanes: Recojieron fósiles los señores Jorje Schythe, Diego To-
rres, Lorenzo Rodríguez i Enrique Ibar.
2 64
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Santa Cruz, 1. s. El Comandante Vidal Gormaz recojió una can-
tidad de fósiles a inmediaciones de la desembocadura del rio «Santa Cruz»
en la Patagonia, los arrecifes de la ribera se elevan a 355 piés (según
Darwin); consta de arenisca oscura.
Algunos Moluscos fósiles están envueltos en sílice, otros en espato de
cal. Encontráronse los fósiles de una gran ostra, Ostrea patagónica, muchos
ejemplares de Turritella, i Trigonocoelia.
VI. — ^Jéneros i número de especies de fósiles terciarios
i cuartarios
de Chile descritos en la obra de Philippi: Acmaea, i; Actaeon, 3; Ama-
thusia, 2; Amphidesma, 5; Anatina, 3; Anomia, 3; Arca, 15; Arcopagia,
i; Artemis, 10; Asterias, sp; Astraea, i; Avellana, i; Avíenla, i; Balanus,
7; Buccinum, 8; Bulla, ii; Callianassa, i; Calyptraea, 3; Cancellaria, 2;
Cáncer, 3; Capulus, i; Cardita, 6; Cardium, 26; Carpolithes, i; Cassidaria, i;
Cassis, 2; Cellaria, i; Cellepora, 3; Cerithium, i; Chama, 2; Chenopus, 2;
Chiton, 2; Chtharnalus, i; Cidarites, i; Cinulia, i; Cleodora, i; Clio, 2; Co-
lurnbella. 2; Concholepas, 3; Conoclypeus, i;Conus, i; Ccirbis, i; Corbula, 2;
Crassatella, 2; Crenatula, i; Crepídula, 6; Cucullaea, 2; Cumingia, i; Cyclas,
5; Cypraea, i; Cytherea, 3; Dentalium, 13; Diadema, i; Dicolpus, 5; Diplo-
donta, 3; Discina, 3; Dispotaea, 1; Donacilla, 2; Echinus, 2; Encope, i;
Eschara, 2; Estheria, 2; Eulima, 2; Fíenla, 2; Fimbria, 2; Fissurella, 5; Fla-
bellum, 3; P'usus, 47; Gastridium, 3; Globulus, i; Haliotis, i; Holothurites,
i; Kellya, 2‘ Limopsis, i; Lithodornus, i, Lithomyces, 2; Litorina, i; En-
cina, 14; Lunulites, 2; Lutraria, 9; Lyonsia, i; Mactra, 59; Megathyrus, sp;
Melania, i; Melina, 3; Mesodesma, i; Micraster, 2; Mitra, 4; Modíola, 8;
Monoceros, 13; Monopleura, i; Montacuta, 2; Murex, 2; Mya, i; Mytilus,
15; Nassa, i; Natica, 35; Nerita, 1; Nucula, 31; Oculina, i; Oliva, ii; Os-
trea, 12; Oxyrrhina, i; Paludina, 2; Panopaea, 8; Patella, i; Pecten, 17;
Pectunculus. 5; Perissolax, 3; Berna, 2; Petrícola, 3; Phasianella, i; Philine,
2; Pholadomya, 2; Pholas, 2; Pinna, 4; Pinnotheres, 2; Pleurotoma, 17;
Polystomella, i; Psammobia, 3; Psammosolen, i; Pugnellus, 2; Purpura, 5;
Pyrula, 13; Ringicula, i; Rissoa, i; Rotella, i; Sabellaria, i; Saxicava, i;
Scalaria, 8; Scutum, i; Semele, 7; Serpula, 5; Sigaretus, 3; Solarium, i; So-
lecurtus, 2; Solen, 7; Solenomya, i; Sphaerococeites, i; Spirorbis, 2; Strom-
bus, 2. Struthiolaria, 2; Symnista, i; Tellina, 27; Tellinides, i; Terebra, 2,
Terebratula, 8; Teredina, i; Teredo, 2; Thracia, i; Thyasira, i; Trigona;
B. Gotschlich. — SECCION de paleontolojía
265
3; Tritonium, 8; Trochita, 6; Trochus, 19; Turbinolia, i; Turbo, i; Turbo-
nilla, 3; Turritella, 15; Venus, (jénero subdividido en la actualidad),
Vermetus, 3; Voluta, 6.
Philippi ha conservado la nomenclatura antigua i se hace absoluta-
mente necesario modernizarla.
Vir. — Algunos jéneros considerados con respecto a su
aparición jeolójica
AnxíLLARIA, Lmk. desde el cretáceo sup. al presente.
Arca, Lin., desde el siluro hasta el presente, mas frecuente desde el
Jura;
Avellana, d’Orb., propia del cretáceo;
AvÍCULA, Klein., desde el carbón de piedra hasta el presente;
Ralanus, List., desde el terciario hasta el presente;
BüCCINUM, Lin., cretáceo, terciario i vivientes;
Bulla, Lin., desde el cretáceo hasta el presente; no es rara en el ter-
ciario;
Capulus, Montf., desde el cambrio hasta el carbono; raro en forma-
ciones recientes;
Cardita, Brug., desde el trías, frecuente en el terciario i en forma-
ciones recientes;
CardiüM, Lin., desde el trías; mui frecuente desde el cretáceo hasta
el presente;
CassiS, Lmk., en el terciario i vivientes;
Cellepora, Fabr., terciaria i reciente;
Cerithium, Ad., desde el trías hasta el presente; mayor desarrollo
en el eoceno;
Chama, frecuente en el terciario i al presente;
ChitoN, Lin., aparece en el siluro; mui frecuente al presente;
Conoclvpeus, Ag., desde el cretáceo superior hasta el mioceno, mui
frecuente en el eoceno;
CONUS, Lin., aparece en el cretáceo, solo es frecuente en el neójeño;
hai mas de 500 especies vivientes;
Corbula, frecuente en el terciario; existe viva;
CraSSATELLA, Lmk., del cretáceo hasta el presente; mas frecuente en
el eoceno i mioceno;
256
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
CüCULLAEA, Link., desde el carbono; frecuente en el Jura i el cretáceo;
viviente;
Cytherea, Lmk., su desarrollo máximo es en el eójeno; viviente;
Dentalium, Lin. conocido en el siluro, frecuente en el terciario: hai
especies vivientes;
Discina, mas frecuente en formaciones paleozoicas; en la costa chilena
existe la especie viva: Discina lamellosa, Brod.;
Estueria, Rüpp., desde el devoniano;
Fissurella, Brug., frecuente en el terciario i al presente;
FUSUS, Lmk., existia en el trías i en el cretáceo; frecuente en el ter-
ciario i en la actualidad;
Lucina, Brug.; mui frecuente en el terciario i al presente;
Lunulites, Lmk., cretáceo, terciario, viviente;
MacTRA, Sch., desde el Jura; frecuente en el terciario i mui numerosa
al presente;
Melania, Lmk., desde el cretáceo; mui frecuente en la actualidad;
MicRASTER, Ag., frecuente en el cretáceo sup. i raro en el terciario;
ModÍüLA, en Sud-américa desde el Dogger superior; viviente;
MonopleüRA, Math.; desde el cretáceo;
Muren, Lin., raro en el cretáceo sup.; mui frecuente en el terciario i
al presente;
MytiluS, Lin., desde el trías hasta el presente; mui frecuente en la
actualidad en el sur de Chile;
NaSSA, Mart., desde el cretáceo, frecuente desde el mioceno;
XatíCA, Lmk., frecuente desde el Jura;
Nerita, desde el trías hasta el presente;
Nucula, Lmk., desde el siluro; mui jeneral desde el Jura hasta el
presente;
OSTREA, Lin., mas frecuente en el Jura i el cretáceo que en la actua-
lidad!
OXYRRIIINA, Ag.; reciente i fósil desde el Jura;
Palüdina, Lmk., fósil desde el cretáceo inf.; mui frecuente en el ter-
ciario i en la actualidad;
Panopaea, Men., existía en el cretáceo, bastante frecuente en el ter-
ciario; existe en algunas especies vivas:
Pa fella, Lin., desde el Jura, mui frecuente en la actualidad!
Pec i'EN, Lmk., ha existido con variedad de formas desde la formación
permiana hasta el presente;
B. Gotschlich— SECCION DE PALEONTOLOJÍA
267
Pectunculus, Lmk., desde el cretáceo, mui frecuente desde el tercia-
rio i en los mares actuales;
Pholadomya, Sow., Jura, disminuye en el cretáceo i terciario;
Pleurotoma, Lmk., raro en el cretáceo, frecuente en el eójeno; desa-
rrollo máximo en el neójeno; viviente:
POLYSTOMELLA, d’Orb. desde el Jura al presente; mui frecuente en el
terciario;
Rhynchonella, Fisch., mas de 500 especies desde el siluro al presente;
Serpula, Lin., en las capas paleozoicas, raro en el trías; vive en gran-
des profundidades;
SOLARlüM, Lmk., en el terciario i en la actualidad;
SOLEN, Lin., desde el cerciario al presente: frecuente en la costa chilena;
Strombus, Lin., desde el cretáceo hasta el presente;
Tellina, Lin., desde el Jura; raro en el cretáceo; existen numerosas
especies vivientes;
TerebráTULA, del mesozoico, pocas de la época paleozoica;
Teredina, Lmk.; del eoceno;
Trigonia, Brug., Jura i cretáceo; raras en el terciario i al presente;
TritoniuMj Lmk., raro en el cretáceo, frecuente en el terciario; vi-
viente;
Troches, Lin., desde Jura; común en el terciario i en la actualidad;
Turbo, Lin., desde el siluro hasta el presente;
Turritella, Lmk., desde el trías; frecuente en el cretáceo; común en
el terciario i en la actualidad;
Venus, Lin., desde el Jura, frecuente en el terciario i mui común al
presente en todos los mares.
VIII. — Investigaciones posteriores
Alphonse F erdinayid Nogiiés, injeniero de Minas i Profesor de la Sor-
bonne, fue contratado en 1889 como Profesor de Física Industrial i Tecno-
lojía de la Facultad de Ciencias Físicas i Matemáticas de la Universidad de
Chile. Era conocido en Francia por notables escritos sobre Zoolojía i Pa-
leontolojía desde 1856, siendo entonces sus primeros trabajos: «Géologie
du département de l’Aude» i «Terrain des environs de Tuchan».
En Chile presentó a la «Sociéte sientífique du Chili» varios trabajos en
forma de conferencias:
268
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL’
I. Investigations géologiqties sur la bale de San Vicejite de Talcahuanoy» ,
en la sesión del i8 de Abril de 1892;
II. «Sur le terrain crétacé de la baie de Talcahuano et ses fossiles»;
IIL En las sesiones de 12 de Octubre de 1893, 14 de Junio, 13 i 17 de
Diciembre de 1894 presentó un estudio sobre la edad de los terrenos ligni-
tíferos de Chile i enumera los fósiles encontrados — ya conocidos — pero
cuyo terreno no siempre ha sido bien determinado.
Los profesores Gustavo Steimann i W. Moricke de la Universidad
de Friburgo recojieron un valioso material jeolójico i paleontolójico de
Chile; Moricke visitó nuestra Cordillera en los años 1889/90; Steinmann
ha estado repetidas veces en Chile, la última por el año 1908, recojiendo
material científico. El Dr. Plagemann también ha recojido mucho material
i puéstolo a la disposición de los profesores de Friburgo. Al material cita-
do hai que agregar el de la Sociedad jeolójica Senckenbergiana, recojido por
el injeniero de Minas; PllILIPP en Iquique. Los trabajos de GOTTSCHE
« Ueber jurassische Versteinerungen aus der argentinischen Cordillere-» i de
Beiirexdsen '> i en el trabajo especial de
W. Moricke: « Versteinerungen des Lias und Unteroolith von Chile-» (i). La
mayor parte de los fósiles estudiados provienen de la provincia de Ataca-
ma, especialmente del departamento de Copiapó, donde las capas jurásicas
son ricas en fósiles. Otra parte del material procede de Caracoles en la
provincia de Antofagasta i de Huantajaya de la provincia de Tarapacá.
Los jéneros chilenos tratados con el número de especies son los siguientes:
A. — Cephalopoda
Belemmtes, Agrícola, 2; PliYLLOCERAS, Suess, i; Arietites Waa-
gen, i; AecíOCERAS Neumayr i; DeroceraS Hyatt 3; HiLDOCERAS Hyatt,
6; HammatoceraS Hyatt, 6; Leioceras Hyatt, i; LüDWTGía Bayle, i;
COELOCERAS Hyatt, 4; Spiiaeroceras Bayle, 6; Xautilus Aristóteles, 3»
B. — Gastropoda
PleüRüTüMARIA Defr. I sp. indeterminada; LiTHOTRüCIIüS Conrad,
j) Schweizerbart’sche \’erlagshandlung (E. Koch), vStuttgart 1894. Este trabajo debe
servir de guía en las investigaciones futuras.
B. Gotschlich. — SECCION DE PALEONTOLOJÍ A
269
i; TrochuS Adams, i; Amberleya Morris and Lycett, i; HamüSINA Gem-
mellaro, i; NeritoPSIS Grat. i; Natica Lam. i; Actaeonina d’Orb. i;
Actaeon Montf. i; Cerithium Adanson, i.
C. — Lamellibvanchiata
GrypiiaeA Lam. 4; Anomva Linné, i; PlicatüLA Lam. i; Ctenos-
TREON von Eichwald, 2; Plagiostoma Sow. i; Lima Brug., i; PECTEN
Klein, 4; Amusium Klein, i; Vola Klein, i; PSEUDOMONOTLS Beirich i;
Gervillia Defr. i; MODlOLALam. 2; Mvoconcha Sow. i; Pinna Linné i;
Arca Linné, i; Trigonia Brongn. 8; Cardinia Ag. i; Astarte Sow. 4;
Lucina Brug. 3; Pholadomya Sow, 4; Arcomya, Ag, i; Pleuromya Ag.
2; Gresslya Ag. i; Ceromya Ag. I sp. ind.; Cercomya Ag. 2.
D. — Brachiopoda
Lingula Brug. 2; Spiriferina d’Orb. 2; RiiynchüNELLA Fischer,
5; TEREBRATELA King. (emend. Davidson) 3.
E. — AyitJiozoa
ISASTRAEA M. E. et J. H. 3; Latimaeandra d’Orb I sp. ind., Tham
NASTRAEA Le Sauvage, i sp. ind.
En total 54 jéneros con iio especies!
Don Alfredo Escutti Orrego publicó en el Boletín del Museo Nacional
Tomo I, núm. 5, un pequeño trabajo sobre los «Fósiles del Morro de Arica»,
en que cita los jénéros Rhynchonella, Stephanoceras, Gryphaea i Posido-
nomya.
IX. — La colección paleontolójica del Museo Nacional
Está repartida en dos salas:
a) En la de Mineralojía hai dos grandes estantes centrales signados
por divisiones con los números 224 a 251 inclusive; contienen X^^ coleccion
que fué del Dr. R. A. Philippi; consta de numerosos ejemplares de los
270
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
cinco continentes. La Paleontolojía chilena está bien representada; en dichos
estantes hai espuestos al público 18,781 ejemplares.
La colección de Alphonse F. NoguÉS fue espuesta por mi antecesor,
señor LuiS TORRES Pinto, en estantes superpuestos a los primeros; consta
de mas o ménos 3,000 ejemplares no catalogados.
En la misma sala, por los costados, están los estantes números 196 a
223 inclusive; hai 15,728 fósiles, sin contar las muestras de Mineralojía.
b) En la sala sur de los bajos, entre el salón central i la Sección de las
aves estranjeras, encuéntranse los estantes números 75 a 88 con un total
de 9,774 ejemplares.
En esta sala se han colocado 4 estantes mas para esponer los obsequios
recibidos; estos son: del Prof. CÁRLOS E. PORTER, que éste, a su vez, ha re
cibido de especialistas estranjeros, a saber: de Mr. Henry Rollet, cerca
de dos mil fósiles bien clasificados, procedentes del Bassin de Paris; de
M. COLLOT, 18 ejemplares de la Cote d’Or (Francia).
En el centro de la misma sala se encuentran espuestos: un cajón-vi-
trina con los restos fósiles de un cetáceo encontrado en terreno terciario de
la boca del rio Rapel en 1894; huesos de los pies, piernas, caderas i cabeza
con los colmillos de Mastodon chilensis Ph., encontrados en «Tierras Blan-
cas» de La Ligua por don Francisco de P. Pérez, en 1892; modelo en yeso
del esqueleto entero del Megatherium Cuvieri Desm., que vivia en las
pampas arjentinas i cuyo orijinal se encuentra en el Museo de Lóndres;
modelo en yeso de la cabeza de Mastodon giganteus, encontrado en Es-
tados Unidos i cuyo orijinal existe en Boston; modelo en yeso de la cabeza
de Dinotherium giganteum, Kaup, hallada cerca de Worms en Alemania
i cuyo orijinal existe en Darmstadt; modelo en yeso de la cabeza superior,
con sus enormes colmillos, de Elephas Ganessa, Falc. et Caut., hallada en
Sevvalik (Indostan), cuyo orijinal existe en Lóndres.
En los estantes laterales de la misma sala están espuestos, ademas del
número de moluscos fósiles etc., indicados: modelo de la cabeza del Me-
gaceros giganteus Blmenb., encontrada en Irlanda i cuyo orijinal se halla
en el Museo de Ward; restos de planta fósil encontrados en Punta Ca-
rranza en 1907; colmillos i huesos de Mastodon Andium, hallados en Ta-
gua-Tagua i obsequiados al Museo por don Agustín Baeza; mandíbula in-
ferior del Mastodon chilensis, obsequiada por don Eduardo Mac Clure;
huesos de Mastodonte encontrados en Los Vilos por don A. G. Phillips en
1900; huesos de Mastodon Andium, encontrados en Chillan en 1877; id.
encontrados en Tagua-Tagua por don Otto Philippi en 1900; columna
B. Gotschlich. — SECCION DE PALEON'I'OLOJÍA
271
vertebral de Plesiosaurus chilensis, encontrada por don Luis Landbeck en
Algarrobo; huesos de Plesiosaurus chilensis encontrados en la Isla de Qui-
riquina; modelo en yeso de la cabeza de Machairodus neogaeus, Kaup, ha-
llada en una cueva en el Brasil i cuyo orijinal se encuentra en el «Jardin des
Plantes a Paris»; huesos de Dinornis (Moa), aves jigantescas que vivian en
Nueva Zelanda; huesos i cabeza de Balaena Simpsoni, encontrados cerca de
Ancud por el Comandante Simpson; huesos de cetáceo hallados en Tongoi
por don Pedro Münnich; huesos de Megatherium Medinae, hallados en Ta-
rapacá por don Belisario Jara; huesos de Megatherium de la Pampa del Ta-
marugal.
Modelos fijados en las paredes de la sala:
Eryon arctiformis Schloth, de Eichstadt (Alemania), del Museo de
Munich: Limulus Walchi, Desm., de Solenhofen, Alemania, del Museo de
Munich; Ichthyosaurus intermedius, Conyb., hallado en Inglaterra; el ori-
jinal existe en Londres; Pterodactylus longirostris, Cuv., de Eichstadt, del
Museo de Munich; Plesiosaurus dolichodeirus, Conyb. (Inglaterra), del Mu-
seo de Londres.
Cuadro de Archaeopteryx; modelo en yeso de la cabeza de Rhinoceros
Schleiermacheri Kaup, hallada en Atenas, i cuyo orijinal existe en el Museo
de Munich; modelo en yeso de la cabeza de Rhinoceros Tichorinus Cuv,
de Europa; aleta posterior del Plesiosaurus chilensis encontrada en la isla
Quiriquina por el Dr. Steinmam.
En el vestíbulo sur, frente a la gran escalinata está espuesto un gran
cajón vitrina con los huesos fósiles de cetáceo, encontrados en el terciario
de Caldera en 1899.
Nuestro Museo posee también algunos huesos i pedazos de cuero de
Grypotherium domesticum Roth, hallados en la Cueva Eberhardt en el
seno de «Ultima Esperanza».
X. — El personal de la Sección
La Paleontolojía ha estado siempre reunida a la sección de Jeolojía i
Mineralojía. Como la actividad del primer Director Dr. R. A. Philippi
1853-1897 era tan múltiple, se ocupaba tanto de Zoolojía (Vertebrados)
como de Entomolojía, Conquiliolojía i Malacozoolojía en que era especia-
lista, i de Botánica.
Según el artículo 4.0 del Reglamento de 9 de Julio de 1889 el Museo
Nacional se dividió en tres secciones, ’a saber: Zoolojía, Botánica i Minera-
272
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
lojía. Por decreto de 18 de Junio de 1883 fué nombrado ayudante del Mu-
seo el Dr. D. Luis Darapsky con el encargo de ocuparse de la Sección de
Mineralojía; renunció en 18 de Octubre de 1888.
Por decreto de 16 de Enero de 1889 fué nombrado D. Ernesto Frick
jefe de la sección Mineralójica, i como este fuera nombrado jefe de la 4.^
sección de límites Chileno-Argentina, fue nombrado en su reemplazo el Dr.
Don Roberto Póhlmam; este murió a principios de 1901 i fue nombrado en
su lugar en Abril de 1901 Don Miguel Machado.
El reglamento de 25 de Julio de 1908 agregó a las secciones nombra-
das la de Entomolojía, aunque la sección ya figuraba en la Ley de Presu-
puesto desde 1903 i desde 1893 figuraba el Ítem. «Encargado de la Colec-
ción de Insectos».
Don Federico Philippi, quien desempeñaba el cargo de director del
Museo Nacional desde el 15 de Abril de 1897, rí^urió el 16 de Enero de
1910; fue dombrado en su reemplazo con fecha 7 de Abril de 1910 el Dr.
D. Eduardo Moore, Profesor de la F'acultad de Medicina de la Universidad
de Chile. Presentó al Supremo Gobierno un plan completo de Reorgani-
zación que ha sostenido con tesón i digno entusiasmo; está encaminado a
convertir al Museo en una «Escuela de Altos Estudios». Si no ha conse-
guido aun del todo su objeto, no es por culpa de actual Director, se debe
a la precaria situación económica del pais, que está empeñado en sanear
primeramente sus finanzas.
Sin embargo, bastante se ha hecho; el trabajo está repartido entre 10
secciones, 2 ayudantías i un naturalista auxiliar. La sección de Antropo-
lojía, Arqueolojía, i Etnolojía permanece acéfala.
La sección de Paleojitolojía fue creada por la Ley de Presupuestos de
1912 i se nombró para que la sirviera, al Señor Luis Torres Pinto; este
profesor desempeñaba también el puesto de Visitador jeneral de los Liceos
de la República, cargo que en la Ley de •Presupuestos de 1913 fue decla-
rado incompatible con cualquier otro puesto público. Debido a esta cir-
cunstancia, fué nombrado el infrascrito Jefe de la Sección por decreto de 8
de Marzo de 1913.
Santiago, Museo Nacional, 20 de Junio de 1914.
Bernardo Gotschlich,
Jefe de la Sección de Paleontolojía.
Z. Vergara. — informe del naturalista ausiliar
273
INFORME DEL NATURALISTA AUSILIAR
Señor Director:
Adjunto remito a Ud. la memoria especificada de los trabajos ejecuta-
dos en el Laboratorio de Taximetría, durante el año que ha terminado.
Los preparadores necesitan con urjencia una sala para preparaciones,
como la he pedido tantas veces. A Ud. mismo le consta que actualmente
tienen que trabajar en el gran patio del Museo, abierto húmedo i malsano,
que la mas fuerte constitución del individuo tiene que resentirse, i esto
aparte que los mismos trabajos, no se preparan como seria de desear por
faltar los medios indispensables para ello.
El infrascrito se ha ocupado en la desinfección de todas las coleccio-
nes, Entomolójicas i Botánicas, como también una parte de las aves exóticas.
Esta desinfección se hacia mui necesaria porque los mismos objetos
ya lo reclamaban. Todos estos ejemplares han sido desinfectados con los
gases del sulfuro de carbono en el gran cajón esterilizador que hai en el
establecimiento para este objeto.
Por órden de la Dirección se han enviado dos colecciones de vertebra-
dos la una al Museo de Valparaíso i la otra al Liceo de San Bernardo.
Se ha dado principio al montaje de la colección de huevos en soportes
de alambre tal como están espuestos al público en otros museos.
También estol ocupado en ordenar i etiquetar con nombres modernos
la colección de aves estranjeras.
Dios guarde a Ud.
Z. Vergara,
Naturalista ausiliar.
Santiago, Marzo 5 de 1914
18
274
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Lista de preparaciones hechas en el taller de Taximetria
del Museo Nacional durante el año 1913
I Desmodus rotundus
I Atalapha borealis
I Talpa europaea
I Sciurus imgrami
I » sp.
1 » niger
2 Tamias striatus
I » guadrivittatus
I Spermophilus lateralis
I Condylura cristata
I Nestonra intermedius
I » sp.
I Mus silvaticus
I Akodon albiventris
I Peromiscus californiciis
I » eva
I Sciurus stramineus
I Phyllotis boliviana
I Abrocoma fuscipes
I » benettu
I Scalopus aquaticus
3 Putorius putorius
I Fiber gibetiana
I Nestoma intermedius
I » sp.
I Oryzomis baroni
5 Spalocopus poéppiü
3 Canis familiaris
I Cariacus chilensis
I Bos taurus
I Ovis aries
I Elephas índicus (esqueleto)
I Didelphis eligans
3 Gallus ferrugineus
I Pavo cristatus
I Numida meleagris
I Rhamphastos sp.
I Guirae cacrulea
I Chenops atrata
I Boa constrictor.
Porter. — decápodos chilenos
275
LOS CRUSTÁCEOS DECÁPODOS CHILENOS
DEL MUSEO NACIONAL (’)
(ESTUDIOS CRÍTICOS)
POR EL
Prof. Cárlos E. PORTER, C. M. Z. S., F. E. S.
II. — Eljénero PILUMNOIDES, Edw. & Lucas
El jénero de que hoy me ocupo fué creado en 1843 por Edwards &
Lucas en la obra de D’Orbigny «Voyage dans TAmerique Méridionale»,
para una especie ya conocida de nuestra costa, descrita por POEPPIG en
1836 bajo el nombre de Hepatus perlatus.
El estudio que los colaboradores en Carcinolojía de la mencionada
obra de D’Orbigny hicieron de varios ejemplares (todos $$) de la mencio-
nada especie, tomada en la costa del Perú (cerca del Callao) dió márjen a
la creación del jénero Pilumnoides, ya universalmente aceptado por los espe-
cialistas i que Edwards & Lucas caracterizaron con la siguiente diagnosis:
« Testa suborbicularis; antennce interiores in foveolis obliquis receptíB;
antenncE exteriores in canthum oculorum insertce; pedes maxillares externi
articulo tertio lato, subqu adrato; pedes primi paris eras si, breves>'> .
La única especie chilena del jénero es:
Pilumnoides perlatus (Poepp.)
He aquí, ante todo, la sinonimia de este pequeño Xántido:
1836. — Hepatus perlatus PÓPPIG, Archiv. f. Naturg. Jarg. II, Bd. I, p. 135,
pl. IV, fig. 2. (*)
(*) Comenzamos estos estudios en el N.° 2 del tomo V (1913) del presente «Bole-
tín del Museo Nacional», pp. 354-362.
276
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
1843. — Pilumnoides perlatus Edw. & LUCAS, D’Orbigny. Voy. dans TAmer.
du Sud, pt. VI, I, p, 21, pl. 9, fig. I.
1849. — Pilumnoides perlatus Nicolet, en Gay, Hist. Fís. y Polít. Chile,
Zool. Vol III, p. 146.
1858. — Pilumnoides perlatus Kinahan, Journ. Roy. Soc. Dublin, Vol. I,
p- 338.
1880. — Pilumnoides perlatus A. Milne-Edws., Mis. Se. au Mexique, p.
304, pl. LIV, fig. 6.
1898. — Pilumnoides perlatus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus. (Wash.),
p. 586.
1902. — Piluínnoides perlatus NOBILI, Rev. Ch. Hist. Nat., VI, p. 235.
1902. — Pilu77tnoides perlatus Lenz, Zool. Jahrb. Suppl. Bd. V, p. 751.
1906. — Pilumnoides perlatus PORTER, Rev. Ch. Hist. Nat., X, p. 132,
fig. 16 (Ong.),
1907. — Pilumnoides perlatus Rathbun, Rev. Ch. Hist. Nat., XI, p. 49,
lám. II.
1910. — Pilumnoides perlatus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus. XXXVIII,
p- 544. pl- 50, fig. 2.
Caractéres. — La forma del cefalotorax es suborbicular, convexo i no-
tablemente mas ancho que largo. Dicho carapacho lleva tubérculos en los
dos tercios anteriores de su superficie, teniendo sus bordes látero-anterio-
res dentados.
Los quelípedos iguales, tuberculosos i gruesos (duros como el carapa-
cho); la mano corta, en cuya mitad inferior los tubérculos, mui juntos, se
Fig. i. — Pilumnoides (tamaño natural. — Orij.)
Porter. — decápodos chilenos
277
disponen en líneas lonjitudinales (*); los dedos de la pinza son de color os-
curo con la estremidad blanca. Los otros cuatro pares de pereyópodos son
delgados i terminados en una uña de color ámbar.
El color del cuerpo, siempre uniforme, es anaranjado claro i a veces
amarillo sucio.
Distribución jeográfica. — La literatura de la especie nos demuestra
que D’Orbigny la encontró en el Callao. Gay dice; «Esta especie se halla
en los mares de Valparaíso»; el Dr. SilveSTRI, en Talcahuano; el Dr.
Plate en Iquique i Calbuco; Miss Rathbun la menciona com.o habitan-
do desde Panamá hasta Chile. Yo la he recibido, del Dr. Delfín como
tomada en Ancud; del señor E. E. Gigoux, de Caldera: áCi señor J. N.
Thomas, de Los Vilos. Yo mismo la he colectado en Valparaíso i Curau-
milla. Los ejemplares que posee el Museo Nacional son tomados en Corral
(12 ejemplares V (p i $$) i recientemente en Valparaíso por mí.
Según nuestros conocimientos a la fecha, la especie de que se trata
puede decirse que habita desde Panamá hasta Ancud.
(*) Equivocadamente en la obra de Gay se dice «formando líneas trasversales».
78
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
DESCRIPTION D’UN NOUVEAU GENRE
ET D’UNE NOUVELLE ESPÉCE DE PTILIIDAE
(=TRICHOPTERYGIDAE) DU CHILI
PAR
JEAN BRÉTHES
(Du Muséum National de Buenos- Aires)
Monsieur le Professeur CARLOS E. PORTER a recueilli aux «Guindos»
(prés de Santiago), sur un oranger, un intéressant Ptiliidae que je décrirai
ci-aprés, en créant pour lui un nouveau genre qui tient le milieu entre
Pteryx et Acrotrichis, et que j’appellerai Acrotripteryx, n. gen.
La caractéristique du nouveau genre sera: Corps ovale, assez plat;
tete enfoncée dans le pronotum, peu saillante; antennes de ii articles, les
deux premiers gros, les six suivants petits, ornes chacun d’un verticille
de poils, les trois derniers assez gros, en massue allongée; le pronotum est
plus dilaté vers la base, les élytres sont tronquees et laissent le pygidium
seul á découvert; le mésosternum est a peine caréné entre les coxas inter-
inédiaires dont les cavités cotytoídes sont circulaires; le métasternum est
large, les pleures sont larges (relativement) et s’élargissent vers l’arriére.
Le ventre a sept segments. Les tibias antérieurs ont une file de courtes
épines comme Ctenopteryx.
Acrotripteryx Porteri Brétiies n. sp.
Piceo-nigra, tibiis tarsisque testaseis. Long.: Lat.:
Ovale, déprimée, subopaque, avec des poils grisátres sur tout le corps;
longueur des articles des antennes: 50, 45, 25, 20, 20, 20, 20, 18, 30, 40,
45 microns; thorax deux fois plus large que long, plus large vers la base
ou il est insensiblement plus large que les élytres, a cotes latéraux un peu
arrondis; élytres deux fois plus longues que le thorax, presque tronquées
Brétes. — nouvelle espece de ptilid^ du chili
279
á rextrémité. Dernier segment ventral avec une dent aigüe de chaqué
cóté.
II parait tres semblable á Actotrichis chilcnsis (F. et G.) CsiKí dont il
différe cependant par le thorax et les élytres qui sont également opaques^
les élytres qui sont contigües sur toute la suture jusqu’á l’extrémité et par
les segments ventraux de l’obdomen au nombre de»sept. Sans dóute qu’une
comparaison directe des deux espéces donnerait d’autres caracteres diffé-
renciels.
28o
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Los EQUINODERMOS Ohilenos
DEL MUSEO NACIONAL
POR EL
Prof. Carlos E. PORTER, C. M. Z. S., F. E. S.
La revisión indispensable que debe llevarse a cabo en un Museo cuan-
do se trata, como en el caso presente, de dar un nuevo arreglo a los ejem-
plares i confeccionarles etiquetas impresas, da lugar, siempre que hai opor-
tunidad, a hacer algunas observaciones personales, tomar mediciones, ver
alguna literatura estranjera que se ha ido acumulando sin haberla a veces
sino apenas hojeado i catalogado, etc.
Las breves notas que con el título arriba estampado publicaré a par-
tir del presente año, no llevan ninguna pretensión i no tienen otro objeto
que dejar en las pájinas del «Boletín del Museo Nacional» algunos lijeros
datos de hechos observados por mí i de algunos dispersos en publicacio-
nes estranjeras que no están al alcance de los aficionados a las Ciencias
Naturales que viven en provincias, pero que reciben el presente «Boletín».
Serán, pues, las notas que acompañan al nombre que aceptamos para
los jéneros i especies, humildes datos que quienes se dediquen mas tarde
al estudio especial de los Equinodermos habrán de aumentar enormemen-
te. I de desear es que se formen entre los profesores nacionales especia-
listas para varios de los grupos en que aun no existen interesados en estu-
diarlos.
Ya en un trabajito anterior publicado en este mismo «Boletín» (*),
al, ocuparme de los Equinodermos de la Sección a mi cargo en el Museo,
di brevísimas indicaciones estadísticas i bibliográficas. Ahora sólo agrega-
ré que de los 57 jéneros i 149 especies pertenecientes al tipo, que se con-
(*) Carlos E. Portl:r. — «Reseña histórica de los estudios sobre Invertebrados
chilenos, bibliografía mas importante i estado actual de la Sección correspondiente en
el Museo Nacional», pp. 135-157.
Porter. — EgUINODERMOS chilenos
281
servan en el Establecimiento aludido, 4 jéneros i 26 especies corresponden
a los Asteroídeos chilenos.
Escritas estas breves líneas, trataremos de cada familia representada
a fines de Noviembre (1914) en el Museo Nacional.
I La Familia HELIASTERID^
Los Heliastéridos constituyen una de las familias de Asteroídeos i se
caracterizan principalmente por su disco grande i brazos cortos coalescen"
tes en la base, en número no inferior a 25. Tubos ambulacrales cuadrise-
riados.
La familia comprende el jénero Heliaster, creado por Gray en los
Ann. & Mag. Nat. Hist., Vol. VI (1840), p, 179.
Hasta ahora el jénero comprende una sola especie chilena, que pare-
ce frecuente en la costa pacífica de Sud-América. Esta es:
Heliaster helianthus
Los autores en que puede encontrarse descripciones de la especie son:
Lamarck, Gray, Gay, Dujardin, etc.
Sinonimia. — He aquí la principal sinonimia:
1816. — Asterias helianthus Lamk., Hist, Nat. Anim. sans Vert., 2, p. 558.
1840. — Asterias (Heliaster) helianthus Gray, Ann. & Mag. Nat. Hist.,
Vol. VI, p. 179.
1842. — Asteracanthion helianthus MÜLL. ET Troschel, Syst. der Asteri-
den, p. 18.
1854. — Asteracanthion helianthus Gay, Hist. Fís. y Polít. Chile, Zool.,
vol. VIII, p. 425.
1862. — Heliaster helianthus Dujard. & HUPÉ, Hist. Nat. Zooph., Echin.
P. 344-
1888. — Heliaster helianthus Rathbun, Proc. U. S. Nat. Mus., p. 441.
1889. — Heliaster helianthus Sladen, Voy. H. M. S. Challeítger, Zool.
vol. XXX, Rep. Asteroidea, p. 556. (*)
(*) Sigo en el presente trabajo, para la división en órdenes i familias, la moderní-
sima clasificación del eminente especialista Prof. Edmond Perrier, Director del Mu-
seo de Paris.
282
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
1891. — Heliaster helianthus Perrier, Mis. Se. Cap. Horn, Echin.
1892. — Heliaster helianthus LiNN., Meissner, Archiv. fur Naturg. Bd. I,
2 Heft, p. 184.
1896. — Heliaster helianthus Meissner, Archiv. fur Naturg., Ó2ter Jarhrg.,
Bd. I, p. 102.
1910. — Heliaster helianthus Clark, BuW. Mus. Comp. Zool. (Cambridge,
Mass.), vol. LII, p. 338, lám, 7, fig. 2.
Nombre vulgar. — El nombre vulgar es Estrella de mar i menos
corrientemente Sol de mar.
Caractéres. — El cuerpo es deprimido, con radios o brazos numero-
sos (Gay dice 28 a 39). El ejemplar con ménos radios que yo he visto tenia
Ful i. — Mellaste?- hdiant/ius {Lk.) 12 (Orig.)
26 i procedía de Curaumilla, cerca de Valparaíso; el que tenía mas poseía
40 i provenía de Coquimbo (Dr. Delfín, coll.)
El color en vida es moreno por encima con las asperezas rojizas; la
cara ventral o inferior es blanca o blanco-amarillento.
Bol, Mus. Nac. (Chile). — 1914,
Heliaster helianthus (Lamk.), cara ventral
í'Ejemplar obsequiado por |el señor Erasmo Arellano D.)
LÁM. i.
284
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
El diámetro de los ejemplares secos del Museo Nacional es de 200,
185 i 160 nim.
El número de brazos de estos ejemplares es respectivamente de 34,
33 i 35. Hai ejemplares en alcohol en número de seis que no he medido i
a los que no he contado los brazos.
Esta especie, como muchas otras de Asteroídeos, viven a escasa pro-
fundidad sobre las rocas, donde se les ve con suma facilidad.
Distribución jeográfica.— Gay dice: «Habita Valparaíso i otras
partes de la República». Yo no lo he recibido de mas al sur de San An-
tonio. Ademas de en Curaumilla i Valparaíso, lo he visto en abundancia
en .Iquique. Según los autores, la especie habita la costa del Ecuador,
Perú i Chile e islas de Juan Fernández.
Comensales. — Aprovecho la ocasión de señalar, tal vez por vez
primera, casos de comensalismo en Asteroídeos chilenos. En mis notas
de observaciones tengo los nombres de dos crustáceos que en mas de una
ocasión he visto adheridos en la cara ventral del Heliaster helianthus . Di-
chos crustáceos son formas jóvenes de Petrolisthes patagonicus i Meinertia
Gaudichaudi.
Una anomalía. — Antes de terminar estas breves notas sobre Helias-
tey helianthus (Lamk.) creo de interes señalar la que consiste en la existen-
cia de un brazo (de 38 mm.) inserto al lado de la boca, mui movible, con sus
pies ambulacrales al parecer normalmente constituidos i que funcionaban
como los de los brazos radiales normales. El brazo anómalo es curioso que
presenta en sus caras dorsal i ventral los mismos colores que los radiales.
Esta Estrella de mar anómala tiene 172 mm. de diámetro i 35 brazos
normales. Me fué traida (a causa de la anomalía señalada) por mi inteli-
jente amigo don Erasmo ArellanO D., quien la obtuvo en la playa de
El Tabo (Provincia de Santiago).
Le rogué tomar una fotografía de la cara ventral (que es la que doi en
la adjunta lámina) a fin de dejar ver el brazo anómalo, que se presenta de
color negro sobre fondo claro, al centro.
He entregado el curioso ejemplar, inmediatamente después de tomar
nota, a la sección especial que espone en el Museo las anomalías, donde
los interesados podrán en breve verlo.
Me es grato dejar constancia de que la magnífica fotografía que ha
servido para la lámina que aquí publico, fué tomada en la Sección de De-
corado i Proyecciones escolares que dirije el mismo señor Arellano.
•00
Fuentes. — faun.\ de la isla de pascua
:8s
CONTRIBUCION
AL ESTUDIO DE LA
FAUNA DE LA ISLA DE PASCUA
POR
FRANCISCO FUENTES
Butánico del Museo Nacional (Chile)
I
Reseña jeográñca e histórica
La isla de Pascua o Rapa-Nui dista poco mas de dos mil millas de la
costa chilena, frente a Caldera; en la latitud de 27^10' S. i en la lonjitud de
109,5° al oeste del meridiano de Londres.
Es de oríjen oceánico-volcánico i está en la rejion oriental del archi-
piélago polinesiano, a inmensa distancia de otras tierras.
Los buques a vela demoran 12 a 15 dias en cruzar la distancia de Pas-
cua a Chile.
Tiene un clima agradable, marítimo, casi tropical según su tempera-
tura media de 21° a 22°, su fauna i flora (i).
La forma de la isla es triangular, con un perfil ondulado a causa de
numerosos cerros redondeados, cubierto todo de gramíneas naturalizadas.
Hácia los vértices de este triángulo isósceles se encuentran los cráteres-
lagos Rana Kao al S. W., Ranaroraca o Utuite al oriente, famoso por los
monumentos de piedra; i Rana Roi al N. O., con una altura superior a 500
metros.
En el costado occidental con el suelo granuloso mas fértil, habita el
(i) F. Fuentes. — Reseña Botá?iica sobf'e la Isla de Pascua. «Bol. del Mus. Nac.»,
r. V, N.® 2, p. 320.
286
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
hombre en tres parajes distintos: Mataveri, con buena casa para la admi-
nistración i estación meteorolójica; Angaroa, aldea portuaria con unos 235
indíjenas polinesianos; i Tajai, mas al norte, sirve de reclusión a unos le-
prosos.
Pascua fué bautizada así por el almirante holandés Roggeween el.6 de
Abril de 1722.
Mas tarde la visitaron los capitanes Cook (1774), La Perouse i Beechey,
i los buques Cassint, Topaze, 0' Higgins, Angamos, Flora, Albatross, Ab-
tao, la Baquedano. Esta última corbeta ha verificado repetidos viajes a la
isla.
Pertenece a Chile desde 1888, fecha en que la ocupó oficialmente el
capitán don Policarpo Toro.
Mucho se ha escrito sobre la hidrografía i monumentos de piedra o
molíais; v. gr., los autores PiNART, VlAUD, THOMPSON (i) i Philippi (2).
Pero un estudio especial de su meteorolojía, fauna i flora hemos verificado
con el Dr. W. Knoche, después de visitarla en Abril de 1911 a bordo de
la Baquedano, de órden del Ministerio de Instrucción i con la ayuda de la
Dirección Jeneral de la Armada chilena.
Desgraciadamente no pudimos contar en la nave con buenos elemen-
tos de pesca, i permanecimos sólo 12 dias en la isla, con lluvias frecuentes;
por este motivo no me fué posible cojer bastante material de la fauna ma-
rítima e insectos, debiendo dedicarme a la vez a coleccionar rocas i plantas.
Ya se han publicado importantes observaciones meteorolójicas, una
reseña botánica i varias informaciones sobre el idioma, jeomorfolojía, le-
pra, etc.
II
Fauna de Pascua
Como isla volcánica pequeña (118 klm.“), relativamente nueva i mui
alejada de continentes o de otras islas, no presenta Pascua una fauna pro-
pia bien marcada.
Sin duda la mayoría de las especies terrestres allí aclimatadas se han
introducido en los últimos decenios, mediante el tráfico de naves de guerra
que pasan a la isla para tomar provisiones de plátanos, camotes, carne i
(0 Thompson. — Tepito Te E?iua or Easter Island. Mus. New York.
(2) Philippi. — La isla de Pascua. «An. Univ.», 1873, p. 365.
Fuentes. — fauna de la isla de pascua
287
agua. En nuestro viaje la corbeta indicada iba infestada de gorgojo de tri-
go, que debe haber quedado en la isla en los cajones con papas i otros
objetos.
Entre los animales naturalizados prevalecen los insectos (i) i arácnidos
cosmopolitas, con representantes de casi todos los órdenes; notándose
abundancia de jéneros con relación al número de especies. Este fenómeno
se observa igualmente en la plantas de las islas oceánicas.
Unos pocos isópodos (chanchitos) i vermes, un diplópodo (ciempiés) i
una babosa (Gastrópodos) habrán llegado a la isla junto con maceteros o
plantas i otros bultos trasportados por la goleta que acarrea hácia Valpa-
raíso, los productos esplotados por una compañía que ha arrendado la isla
durante 20 años (hasta 1915,).
Los vertebrados terrestres son bien escasos en el estado salvaje: la
rata (Mus rattus L.), unos lagartitos que los pascuenses llaman «moco»
(Ablepharus i Lepidodactylus), la perdiz de Chile, la gallina común i el gato
doméstico alzado.
En cuanto a los animales domésticos, podemos creer con los primeros
navegantes que visitaron la isla, hayan sido la gallina i el perro los compa-
ñeros primitivos de los naturales, en sus inmigraciones polinésicas de épo-
ca inmemorial.
Los señores Toro (2), que ocuparon la isla en los años 1888-91, dicen
que ellos introdujeron la loica, la perdiz i codorniz, i que de Tahití llevó las
primeras ovejas a la isla un señor Bornier, en 1868. Poco ántes doña Isi-
dora Goyenechea de Cousiño, chilena que viajó por la Oceanía, habia de-
jado en Pascua los primeros vacunos i caballares.
Cuando Chile adquirió la posesión de la isla tuvo que comprar los de-
rechos i ganados al francés Salmón i al ingles Brander.
Mas tarde esplotaron la crianza de ganados también unos misioneros
franceses.
Como especies desaparecidas de la isla pocos años después de haber
sido introducidas, pueden citarse el conejo, el asno i las abejas.
Mas interesante que la fauna terrestre es la fauna marítima de Pascua;
por cuanto presenta numerosas especies de animales que guardan mas es-
trechas relaciones con especies típicamente tropicales, propias de Austra-
lia, islas Norfolk, Tahití i del Indo-Pacífico, que con las especies de la costa
(1) Los insectos se diseminan fácilmente por el vuelo.
(2) P. Toro. Informe al Ministerio de Colonización, Santiago, Noviembre 1892.
288
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
occidental de Sud-América. Tal fenómeno se ha observado particularmente
en los peces, como se verá mas adelante.
No faltan las jaivas, una langosta mui semejante a la de Juan Fernán-
dez, erizo, estrellas i pepinos de mar, numerosos moluscos sobre todo gas-
trópodos pequeños; pero siempre prevalecen los peces.
Me fué imposible colectar Celenterados i Protozoos. Ni puedo asegurar
la ausencia absoluta de rocas coraliníjenas en toda la costa, por no haber
examinado la base de los flancos a pique del volcan Rana Kao i del vértice
N.E. donde está el volcan Puukiteque o Puacatiki. Dos pequeñas piedras
coraliníjenas que encontré en Vaihou, cerca de la costa de lava i escoria
volcánicas, pueden haber sido traidas de otras islas por navegantes o por
los naturales en sus antiguas migraciones.
En todo caso esta isla esporádica es esencialmente volcánica.
La costa mas rica queda oblicuamente estendida frente a Chile; sobre
todo en las caletillas de Vaihou i Utuite. Por el contrario, la fauna terres-
tre es mas abundante en el costado occidental.
He aquí un cuadro estadístico de los tipos, clases i número de espe-
cies que me fué posible observar i en gran parte pude coleccionar:
Tipos
Vertebrados
Artrópodos
Veraies
Clases
Núm. de especies
Mamíferos
7
Aves
7
Reptiles
2
Peces
14 (i)
Insectos
26
Arácnidos
4
Miriápodos ...
I
Crustáceos
7
Anélidos
0
í Gastrópodos 14
Moluscos ^ ,
( Pelecípodos i
Equinoídeos i
_ . , Asteroídeos 2
hquiyiodermos
Holothurioídeos i
, Ophiuroídeos i
(i) Véase el apéndice sobre los peces.
Fuentes. — fauna de la isla de pascua
289
Celenterados Hidromedusas 2
Protozoos t
Los protozoos deben ser abundantes en la costa i en el agua dulce de
los cráteres; pues la fosforecencia del mar era intensa, talvez por las noc-
tilucas.
Lo mismo debe ocurrir con los celenterados marinos; pero no pude
coleccionar mas que una Physalia i una medusa.
Damos en seguida algunos datos sistemáticos sobre los animales cuya
determinación he podido obtener, gracias a la ayuda de especialistas euro-
peos, particularmente de los señores Regan i ROBSON, que estudiaron los
peces i moluscos respectivamente.
Los reptiles, aves, equinodermos i varios jénerosde otros grupos pude
determinarlos por comparación i con los libros que me facilitaron en sus
secciones mis distinguidos colegas señores B. QUIJADA i C. PORTER. Tam-
bién el señor GOTSCHLICH me ayudó en la revisión de los moluscos.
Varios insectos no han sido todavía identificados; v. gr. coleópteros,
ortópteros i lepidópteros. Algunos se han deteriorado en su envío a otros
países.
Una colección de peces i duplicados de otros animales fueron obse-
quiados al Museo de Lóndres.
Especial gratitud debo a los señores Johow i Vergara, que me asegu-
raron la conservación de estas colecciones en el Laboratorio Taxidérmico
del Instituto Pedagójico de Chile, i al señor Director de nuestro Museo que
me ha dado facilidades para este pequeño estudio.
ENUMERACION DE LOS ANIMALES DE LA ISLA DE PASCUA
VERTEBRATA
Mammalia
1. Canis familiaris L. El perro.
Poco frecuente en Angaroa. ^ ,
2. Felís domestica Briss. Gato doméstico.
19
290
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Los gatos alzados atacan de noche a los corderos nuevos i gallinas.
En el dia se ocultan en las cavernas solitarias que hai hacia el centro i
norte de la isla. Los naturales llaman curí al gato. (i).
3. Sus domesticus L. El cerdo. No son mui comunes; pues los natura-
les, en jeneral poco aficionados a la crianza de animales, son mas bien ve-
jetarianos.
4. Equus caballus L. Caballo.
Numerosos i bonitos ejemplares con crines mui largas en el cuello i
cola hasta el suelo, se veian en todas partes, especialmente cerca del agua
en los flancos del cráter Rana-Kao.
5. Bos taurus L. Buei. •
6. Ovis aries Z. Oveja.
Millares de bueyes i ovejas se crian en excelentes condiciones por el
buen clima i abundancia de gramíneas forrajeras.
La compañía esplotadora indicada aprovecha sólo las pieles i lanas;
la carne se pierde i pudre mui lijero por el aire húmedo i caliente.
7. Mus rattus L. Ratón común.
Un ejemplar nuevo. Parece que es mas común el pericote, Mus decu-
manus Pall, que hace perjuicios en los camotales i platanales.
Aves
8. Gallus ferrugineus Gm. Gallina.
La «lija» de los insulares. En el lado oriental viven salvajes, forman-
do grupos de 3 a 5 individuos guiados por el gallo. A la vista del hombre
huyen de carrera por has quebradas o por las orillas de barrancos i pircas.
Son mas bien insectívoras; aunque en el lado poniente abunda una cura-
güilla naturalizada, el «troco» Andropogoyi halepensis SiBTH.
9. Nothoprocta perdicaria Kittl. Perdiz de Chile.
Los indios la llaman «viví». Es la misma especie continental que se
ha multiplicado lentamente en los últimos 25 años. A cuatro ejemplares
les encontré el buche lleno con forfículas, chanchitos, baratas, coleópteros,
pequeñas mariposas i varias larvas o gusanos.
10. Patos silvestres. Especie (.^).
Divisamos 5 ejemplares en el cráter Rana Kao; al acercarnos se ocul-
(i) Viaud. Viaje de la fragata Flora. 1872. Dice este oficial que habia en Pascua
muchos gatos, conejos e insectos.
Fuentes.— FAUNA de la isla de pascua
291
taron léjos, entre las yerbas que cubren a manchones la parte central del
cráter trasformado en laguna. Parece que no se han multiplicado desde su
introducción en la isla, hace mas de 25 años.
11. Leistes superciliaris Bp. La loica de Chile.
Habría unos 304 ejemplares en los alrededores de Tajai, según me
aseguraron los señores Martínez, que estuvo todo el año 1911 en la isla,
i un oficial de la Baquedano. Tampoco se habrían multiplicado desde hace
mas de 20 años.
12. Paloma de mar o «quía-quía» (i).
Gigis alba Licht. Lám. I, fig. i.
Tanto el catálogo del Museo Británico como la obra de DUBOIS (Sy-
nopsis avium, v. 2, 1902, p. 1019) contienen una larga sinonimia sobre
esta hermosa ave de las islas del Pacífico, Indico hasta Australia, i Atlán-
tico del sur.
Nuestro Museo conserva un ejemplar de la isla Seychelles, i bajo el
nombre de Sterna alba Sparrni.
Había muchísimos ejemplares en los farellones del lado oriental del
cráter Ranaroraca.
13. Anous ccei'uleus Gould. Lám. I, fig. 2. «Lehulehu».
Esta golondrina de mar de la Polinesia, aparece también en las obras
citadas precedentemente i en los Proc. Zool. Soc. Lond. con una sinonimia
abundante.
14. A?ious stolidus, var. pileata (Scop.). A. Dubois, l. c. p. 1018.
La descripción que anoté en mi libreta sobre otra golondrina marina
mui deteriorada, coincide con la de esta especie, propia de mares tropica-
les i subtropicales del Pacífico e Indico.
Observación. — Entre Masafuera i el islote Sala i Gómez noté gran
abundancia de aves de alta mar. Un solo día dejamos de ver aves en todo
el trayecto del continente a la isla de Pascua. Aun cerca de nuestra isla
volaban una especie de rayador, talvez Rhynchops 7iigra L.; un alcatraz,
probablemente el Pelecanus fuscus Gni.; un tablero (Procelaria capensis)r;
una fárdela (Puffiyitis creatopus Conesr; i sobre todo son comunes las palo-
mas i golondrinas de mar, de la gran familia Sternidae.
Se dice que llega a Pascua en invierno un alcatraz, que para el doctor
(i) Este nombre se aplica a las gaviotas, según don Edgardo Martínez en su obri-
ta Vocahidarío de la Lengua Rapa-Nui, igij.
Fuentes. — fauna de la isla de pascua
293
Philippi es Tachypetes Aguila; i una fragata (Fregata agidla (Linn.) Vieill
o F. ariel (Gould) ), propia de las islas del Indo Pacífico trop. i subtrop.
Yo anoté en mis apuntes la presencia de una ave con dos plumas
mui largas en la cola; supongo seria Phaeton sp. común en algunos mares
tropicales.
Reptilia
15. Ablepharus boutonii Desj. Lám. II, fig. i. «Moco».
Esta lagartija, cuyo nombre mahori o polinésico coincide con un
jénero de saurios de la Oceanía, es frecuente en Pascua, en los alrededores
de Angaroa i Vaihou. Mide 12 cm., color pardo dorado con 2 fajas blan
cas dorso-laterales; el lado ventral casi blanco. Su nombre ablefaio signi-
fica sin párpados; éstos están reemplazados por bordes escamosos inmó-
viles. Por lo demas son sumamente parecidos estos lagartos a los Lygoso-
mas. La especie aludida tiene amplia distribución jeográfica: Mozambi-
que, Java, Madagascar, Australia, Tahití, hasta según algunas obras, en
el Perú.
16. Lepidodactylus lugubris Fitzing. Lám. II, fig. 2.
Este reptil es del grupo de \o^ yecos o salamanguejas . Tiene 10 cm.
de largo, color plomo claro; debajo de los dedos posee laminillas que le
permiten trepar por los árboles i rocas. Sale de noche a buscar su presa.
Tal Yecko tiene amplia distribución por la Oceanía tropical (i), según
aparece en el catálogo de los reptiles del Museo de Londres, en la obra de
Duméril et Bibron i en otros libros. Su sinonimia es igualmente larga.
Una noche cojí un ejemplar en una higuera, cerca del volcan Ranaro-
raca. Tiene el mismo color de la cáscara del árbol, i es un animalito inofen-
sivo. Otro ejemplar jóven encontrado en una caverna, fué enviado al señor
Boulenger, del Museo indicado.
(i) ¿Cómo se esplica la presencia de reptiles en las islas oceánicas? Darwin dice
en su obra Viaje de un natu7‘alista alrededor del muftdo, que los huevos de los reptiles
soportan el agua marina sin perder su vitalidad, i que las corrientes oceánicas- pueden
trasportarlos en troncos de árboles a las islas mas lejanas.
Talvez en sus canoas los indios han repartido involuntariamente también estos ani-
males, en las emigraciones polinesianas repetidas desde tiempo inmemorial. Las canoas
mui toscas, varadas en las playas durante meses i años, dan albergue a insectos, lagartos,
etc., que pueden ser llevados lejos, en jérmen o en completo estado de desarrollo.
m
Fuentes. — fauna de la isla de pascua
295
Pisces (l)
SERRANID^
17. Acanthistius fuscus Regan sp. n. Lám. III; P. Z. S. 1913, p- 3^^-
A. cinctus Kendall & Radclifíe.
Mem. Mus. Com. Zool. XXXV 1912, p. 107.
«Copuco» .
Largo del cuerpo igual a 2J el alto. Hocico tan largo como if el diá-
metro del ojo. El maxilar se estiende por debajo hasta la línea del medio del
ojo. Occipucio, rejion inter-orbital, mejillas i opérenlos cubiertos de escamas
ciliadas; el resto de la cabeza desnudo o con escamillas incrustadas. Escamas
fuertemente ciliadas, 105 en líneas lonjitudinales por encima de la línea la-
teral, 17 escamas desde la base de las espinas dorsales hasta la línea lateral.
Aleta D. XIII 15; cuarto, quinto i sesto rayo son los mas largos. Anal III
8; la segunda espina es la mas robusta i larga. Las pectorales i ventrales
mas o ménos iguales, poco mas largas que la ^ de la lonjitud de la cabeza.
La aleta caudal redondeada, gruesa i cartilajinosa. Color gris oscuro.
Unos dos ejemplares de 23-24 cm. de largo fueron cojidos en Vaihou.
Uno está en el Museo de Londres i el otro en el de Santiago de Chile.
Según Mr. Regan esta especie se aproxima mucho al A. cinctus G\av\Ú\.
de la Isla Norfolk; pero este último tiene la cabeza mas ancha, la aleta
dorsal mas alta, la 2.^ espina de la anal mas larga, i el maxilar mas grande.
KüHLIIDyE
18. Kuhlia 7nutabunda Kendall & Radcliffe. Lám. IV. Mem. Mus.
Com. Zool. XXXV. 1912, p. 105, pl. III f. i.
El «Mahori» de los pascuenses.
El largo del cuerpo iguala a 2| su alto i a 3Í la lonjitud de la cabeza.
El hocico es igual a f del diámetro de los ojos, que son enormes. La man-
díbula inferior un poquito prominente. El maxilar se estiende por debajo
(i) Por tratarse de peces nuevos para la fauna chilena, daré los dibujos i traduciré
en parte a la letra las descripciones publicadas en 1913 por Mr. C. Tate Regan, en los
Proceedings of the Zoological Society of Londoii; obra que no llega ahora a nuestro
Museo.
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298
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
hasta el J anterior del ojo. El ángulo i lado inferior del preopérculo fina-
mente denticulado. Lleva 50 escamas en la línea lateral; 6 entre el estuche
basilar de las espinas dorsales i la línea lateral; 13 desde dicha línea a la
aleta ventral del mismo lado.
Aleta D. X 1 1; la 4.a i 5.a espina mas largas, como la ^ de la lonjitud
de la cabeza.
Anal III ii; la 3.^ espina del largo de la 10. ^ dorsal. Las aletas pecto-
rales como unos | de la magnitud de la cabeza. La aleta caudal profunda-
mente ahorquillada. Color plateado, moreno oscuro en el dorso i negruzca
en el borde posterior de la aleta caudal.
. Obtuve 4 ejemplares de 19-20 cm. i 2 nuevos de 4-5 cm., pescados en
Vaihou i Angaroa.
El señor Regan opina que esta especie se relaciona con el K. humilis
De Vis, de Queensland e Islas Fiji; también con K. sandvicensis Steind.y
que habita en las islas Sandwich i Sociedad.
GIRELLID/E
Girellops Regan, gen. nov. 1. c. p. 369.
Este jénero es parecido a Tephraeops; pero hai una sola serie de
dientes.
19. Girellops nebulosus Kendall & Radcliffe. Lám. V.
Girella nebulosa Kend. & Rad. 1. c. p. 120.
Los naturales lo llaman «maahaki».
El largo del cuerpo es igual a 2| su altura i a 4 veces la lonjitud de la
cabeza. El diámetro ocular cabe 2 veces en el espacio interorbital. Presen-
ta escamas en las mejillas, rejion temporal i en el borde superior del opér-
culo. La boca es pequeña, con labios lisos. Dientes unidos a las encías en
una serie con incisivos parejos, truncados los anteriores, i obtusamente
tricuspidales los posteriores. Paladar denticulado.
Las membranas operculares ampliamente unidas, formando un istma
de pliegues trasversales. Aleta D. XVI 12, con la base escamosa; espinas
robustas casi iguales desde la 5.^ a la última, la cual es un poquito menor
que el primer rayo blando.
La parte blanda de la dorsal es gruesa, con los rayos terminados en
punta. Aleta A. III 10, carnosa en la base, la 2.^ i 3.^ espinas casi iguales
i equivalentes a la ^ del largo de la cabeza. Las pectorales tan largas co-
mo la cabeza i poco mayores que las ventrales. Aleta caudal lijeramente
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300
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
escotada, con unos i8 rayos cartilajinosos. Escamas ciliadas, 78 en una
serie lonjitudinal, 12 ó 13 entre la línea lateral i el estuche basilar de las
espinas antero-dorsales. La línea lateral no interrumpida i paralela al perfil
dorsal del tronco. Color gris oscuro con manchas i rastros mas negros há-
cia los costados, de un gris plateado en el lado ventral.
Según Mr. Regan, el pariente mas próximo de esta especie seria el
Tephraeops richardsonii, que recorre los mares desde Nueva Gales del Sur
hasta la Australia occidental.
Traje dos ejemplares: uno adulto media 28 cm. i el nuevo 43 mm. Es-
te último presenta en lugar de trazos oscuros unas 7 bandas trasversales,
casi negras, i puntitos oscuros diseminados en todo el cuerpo. Ambos ejem-
plares fueron obsequiados al Museo británico.
Por comparación con la jerguilla de Juan Fernández (Girella albostria-
ta Steind.), lo habíamos considerado como una jirella, sin dejar de observar
la diferente dentadura que dió base a la creación de este jénero nuevo.
CARANGID^
20. Caranx cheilio Snyder. Lám. VI.
Caranx guara Kend. & Rad. 1. c. p. 99.
«Poopó», nombre indíjena que significa aceite o sebo.
Este pez de mares tropicales i templados se parece algo al C. chilensis
Gay de Juan Fernández; pero las escamas armadas de la línea lateral próxi-
mas a la aleta caudal, mucho mas grandes en la especie de Snyder; lo
mismo, las agallas son aquí mayores, i la dentadura algo distinta. La es-
pecie orijinal, dice Mr. Regan, fué cojida en el mercado de Honolulú, i
mide 30 pulgadas. El ejemplar de Pascua media solo 35 cm., i está en el
Museo británico.
La boca regular con labios gruesos; ojos amarillentos de 7 mm. de
diámetro. Aletas dorsales con 7 i 24 rayos respectivamente. Caudal pro-
fundamente ahorquillada, con unos 13 rayos cartilajinosos en cada rama.
Pedúnculo caudal delgado, bien marcado. Aleta anal con 21 rayos, los 3
primeros mayores. Escamas mas altas que largas oval-romboidales, con
el borde punteado de negro, especialmente en la cabeza.
Color verdoso claro, blanquizco en el lado ventral i algo oscuro en la
rejion frontal. Los naturales lo aprecian como un buen pescado.
302
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
POMACENTRID/E
21. Pomacentrus inornatíis Regan, sp. n. Lám. VII, fig. i.
Pomacentrus jenkinsi Kendall & Radclifife. Obra citada, p. 132.
El nombre vulgar es «Cototi».
En jeneral tiene el aspecto de nuestra «castañeta» Heliastes crusma
Gthr. que pertenece a la misma familia.
La altura del cuerpo cabe i| en su lonjitud, i la cabeza 3|. El hocico
poco mas corto que el diámetro ocular, el cual es 3J veces menor que el
largo de la cabeza. Esta es escamosa, con escepcion de los labios i hocico;
lleva dos series de escamas en las mejillas; suborbitales i opérculos denti-
culados. En una serie lonjitudinal se cuentan como 28 escamas, i 20 en la
línea lateral.
Aleta D. XIII 16; rayos óseos próximamente iguales desde el 4.° has
ta el último.
Aleta anal II 13. Pectoral tan larga como la cabeza; caudal profunda-
mente escotada. Color gris apizarrado; escamas ribeteadas de negro; una
manchita oscura sobre la axila de las pectorales.
El largo total, medido en 4 ejemplares, fluctúa entre 9 i ii cm.
El señor Regan observa que la descripción dada por De Vis no per
mite identificar con toda seguridad sus especies. Por otra parte, encuentra
pequeñas diferencias con el P. jenkinsi de las islas Sandwich; sobre todo
por ser mas ancha i convexa la rejion interorbital, i menos profunda la es-
cotadura de la aleta caudal en esta última especie.
LABRID/E
22. Cheilio inermis Forsk. Lám. VIII, fig. i. Cuv. & Val. XIII, p.
346, pi. I.
En Günther, Cat. Fish. Brit. Mus. vol. IV, p. 194- 195, aparece con
larga sinonimia, fundada especialmente sobre la obra de Cuvier et Valen-
cien nes Histoire Naturelle des Poissons.
El nombre indíjena en Pascua es «ure-ure» (órgano viril). Su distribu-
ción jeográfica se estiende desde la costa oriental del Africa hasta la por-
ción occidental del Pacífico.
El cuerpo es prolongado, poco comprimido; cabeza hundida, con el
hocico alargado. La altura del cuerpo es como un décimo de su lonjitud.
304
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
Aleta dorsal IX 13, espinas flexibles; anal III ii; caudal 14. Tiene
escamas rudimentarias en la cabeza.
Color moreno, con pecas oscuras en series paralelas a la línea lateral;
esta última no es interrumpida.
Los pascuenses lo aprecian como un buen bocado. Un solo ejemplar
de 35 cm., fué remitido al Museo de Londres.
23. Julis umbrostignia Rüpp . Lám. IX.
Günthr. Cat. Fish. Brit. Mus. Vol. IV^, p. 185.
Julis souleyetti, Cuv. & Val. XIII, p. 457.
«Pacoju».
Es de las rejiones tropicales del Indo-Pacífico, desde el Mar Rojo hasta
las islas Sandwich i Pascua (Vaihou).
El largo del cuerpo mide 22 cm., i la altura poco mas de J de la lon-
jitud.
Dos grandes dientes anteriores de la mandíbula inferior encajan entre
otros dos superiores. Aleta D. VIII 13, baja i estendida por casi todo el
dorso. Las aletas A. II ii; C. 13; P. 1 5 rayos. El color jeneral era verdo-
so, mas claro hácia el lado ventral. Las escamas anchas, con una man-
chita vertical rojiza, que en la formalina cambió por violeta oscuro. Al
principio de la dorsal dos manchas semejantes oscuras; en la cabeza hai
puntos i rayas vermiculares oscuras.
Un ejemplar está en el Museo de Lóndres i otro en el Museo chi-
leno.
24. LabrichtJiys fuentesi Regan sp. n. Lám. VII, fig. 2. P. Z. S. 1913,
p. 371, Pl. LVIII, fig. 2.
Pseudolabrus inscriptos, Kendall & Radcliffe, 1. c. p. 137, pl. V, f. 2,
pl. VI, f. I.
«Cootea».
La lonjitud del cuerpo es igual a 2f veces su altura; el largo de la
cabeza es 3¿ veces menor que dicha magnitud. Hocico igual a i| el diá-
metro del ojo; lleva en la mandíbula superior un canino posterior a cada
lado i un par de caninos anteriores mas fuertes. La mandíbula inferior con
dos pares de caninos anteriores. Las mejillas con 5 series de escamas; la
línea lateral presenta unas 25 escamas. Aleta D. IX ii, con escamas en la
parte basal. Aleta A. III 10 rayos. Pectorales semitrasparentes, mayores
que las ventrales. La aleta caudal subtruncada, es gruesa i cartilajinosa.
Color jeneral verdoso; 8 bandas irregulares trasversas de color rosado
terminan por manchas en el dorso. La cabeza i parte dorsal del tronco con
20
3o6
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
numerosos puntitos blancos o manchitas vermiculares. La parte blanda de
la dorsal i la anal con una franja marjinal rosada oscura, incluyendo man-
chitas pálidas con un centro oscuro. La base de las pectorales color rosa-
do, vuelto negro por la formalina.
Dos ejemplares de 15-17 cm., cojidos en Vaihou, fueron dados a los
Museos de Londres i Santiago.
Según el señor Regan, a quien agradezco la jentileza de dedicarme
esta especie, se aproxima este pez al L. luculenta Richards, que habita en
Norfolk i Australia. En cambio no se asemeja a la especie de las islas de
Juan Fernández, lo que prueba también el clima cálido de Pascua.
25., Anampses pulcher Regan sp. n. Lám. X i VII, fig. 3; l. c. p. 371
Pl. LVIII, fig. 3 i Pl. LIX.
En la lonjitud del cuerpo cabe 2J veces su altura, i 3¿ la lonjitud de la
cabeza. El largo del hocico equivale a 2^ veces el diámetro ocular. Rejion
interorbital fuertemente convexa i su espacio es como ¿ del largo de la ca-
beza. Una lonja desnuda se estiende desde el occipucio hasta el nacimiento
de la aleta dorsal. Tiene 28 escamas en la línea lateral. La aleta dorsal IX
12 rayos; anal III 12. La pectoral mide J de la lonjitud de la cabeza; cau-
dal subtruncada. Color jeneral, azul violado cuando estaba fresco. Sobre
cada escama tiene una mácula azul rodeada por un anillo oscuro. La ca-
beza lleva rayas horizontales o series de manchas azules; una de esas rayas
pasa por la parte superior de los ojos, otra se prolonga desde el estremo
del hocico hácia atras, pasando por el borde inferior de los ojos, i una ter-
cera atraviesa lonjitudinalmente las mejillas. Las aletas verticales tienen
manchas circulares como las del tronco, i con borde marjinal de un azul
pálido casi blanco. La base de las pectorales es negruzca.
Los insulares llaman «Mourí» a est hermoso pescado azul violado,
con los dientes delanteros encorvados hácia afuera como en los elefantes,
a que debe su nombre. Un solo ejemplar, de 21 cm., fué cojido en Utuite,
cerca del volcan Ranaroraca.
Mr. Regan señala entre las diferencias principales que separan esta
especie del A. cceruleo punctatiis Rüpp., con el cual yo lo habia confundido,
la mayor convexidad i amplitud de la rejion interorbital, i la nuca ménos
escamosa en la especie de Pascua. Ademas, en la especie de RÜPPELL la
coloración de la cabeza muestra rayas verticales i radiales que van de los
ojos a los opérenlos.
Un ejemplar de Tahití, mui parecido al de Pascua, presenta la rejion
3o8
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
interorbital ménos convexa i la faja mediana de la nuca ménos prolongada,
así que no alcanza a la aleta dorsal.
BLENNIID/E
26. Salarias are^iatus Bleck. Lám. VIII, fig. 2.
Alticus striatus (? Cuv. & Val.) Kendall & Radcliíife, 1. c. p. 134. Gün-
ther., Cat. Fish. Brit. Mus. vol. III, p. 249.
Se llama «patuki» en lengua pascuense. Mide el ejemplar obsequiado
al Museo de Londres, unos 9 cm.; era de un color plomo claro, blanque-
cino en el tórax, azulado en los lados de la cabeza i labios. La cabeza poco
aplanada debajo, i las mejillas estrechadas hácia arriba. Hocico ancho; los
apéndices supra orbiculares de unos 4 mm., con dos ramitas ciliadas en la
base. Numerosos dientecitos en una fila, mui aproximados i delgados. Las
aletas pectorales de 2 cm. de largo con 14 rayos óseos dirijidos hácia arri-
ba; las ventrales reducidas a 3 rayos i mui aproximadas entre sí; la
D. XII 15; i la A. 18 rayos. La piel es desnuda, con pequeñas arrugas ahe-
chadas mas visibles en la ^ posterior i lateral del tronco. Con la lente se
notaban numerosos puntos oscuros casi en toda la piel. La línea media
continua, encorvada hácia arriba poco atras de las pectorales.
Xota. — En la playa de Vaihou observé pequeños animales que salta-
ban de las escorias i lavas al agua con una rapidez estraordinaria; supongo
serian de estos peces, que salen del agua para cazar afuera insectos que
les sirven de alimentos. Por debajo de las escorias se internan las olas,
produciendo un silbido al recojerse al mar, a causa del aire que entra o sa-
le por pequeñas hendiduras del suelo.
BALIS'l'ID.E
27. Pseudomonacantlius paschalis Regañí, sp. n. Lám. XI; p. 372 (Pl.
LX) 1. c.
Nombre vulgar «coreba».
La lonjitud del cuerpo equivale a 2J su altura. Hocico puntiagudo,
algo convexo en el perfil superior. El ángulo inferior de las agallas está
debajo del borde anterior del ojo; miéntras que la base de las pectorales
queda en la vertical del medio del ojo. La espina dorsal poco mas corta
que el hocico, está encima del medio posterior del ojo; es comprimida la-
310 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
teralmente de adelante hácia atras, i está provista en los lados de 24 bar-
billas óseas. La aleta dorsal blanda es mas alta por delante i tiene 35 ó 36
rayos bien marcados; la anal se parece a la anterior, con 34 rayos. Tiene
un color gris, con numerosas pecas oscuras bien esparcidas por todo el
cuerpo. El tamaño medio, obtenido por la medida de 6 ejemplares que
traje a Santiago, es de 31 cm.
No pude encontrar este lindo monacanto en la monografía de los Ba-
listidae por Hollard (Ann. scien. nat.), ni en el vol. VIII del catálogo de
los peces del Museo Británico por GÜNTHER, ni en los Proc. Zoo. Soc.
Lond., en las obras del Challenger, etc.
Según Mr. Regan esta nueva especie es propia de Pascua i se rela-
ciona con una de Australia, el P. ayraudi Quoy & Gaim.
Vive en el fondo del mar como sus conjéneres; pues todo su organismo
está adaptado para las profundidades: cuerpo comprimido i denso, piel
como lija, agallas pequeñas, dientes robustos como formones para quebrar
los caracoles, hueso pectoral prolongado i robusto; la espina dorsal ante-
rior movible como sierra i puede tenderse sobre una hendidura, o levantar-
se como arma contra el ataque de otros peces.
Los naturales me cojieron 18 ejemplares en la bahía de Angaroa, en
una profundidad media de 50 metros. Constituye un buen alimento i es
uno de los peces mas conocidos de la isla.
Observaciones. — La isla de Pascua es rica en peces comestibles.
De modo que presenta muchos recursos para abastecer la alimentación del
hombre; puesto que la agricultura, crianza de ganados, fruticultura i pes-
quería son susceptibles de un gran desarrollo, como lo hicimos ver a nues-
tro Gobierno en un informe con el Dr. Knoche.
Los pascuenses me dieron nombres i datos de muchísimos pescados
buenos i mui bonitos, de colores vistosos; v. gr. el rahimea, de color verde
subido con fajas rojas; el nanúe, con listas amarillas; el cotehiva, i otros
que sin duda son de las grandes familias de los Labroídeos i Percoideos.
Creo que abundará también el bacalao, Polyprion oxigénelos Jord. & Ei-
genm., el «taremo» de los pascuenses, cuya pesca en Juan Fernández cons-
tituye una industria importante. Tal especie tiene amplia distribución por
el Pacífico; en Mas Afuera observé ejemplares preciosos como de 1.40 m.
de largo. Igualmente hai culebras de mar (Muraena sp.), tiburones, i peces
voladores. El Museo de Santiago conserva un ejemplar del jénero He-
312
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
mirhamphus, descrito por Philippi con el nombre de H. phurcatuSy (An.
Univ. Chile, XLVIII, p. 263).
Mr. Regan trascribe en su cuenta de la colección de peces de Pascua,
una lista de otros nueve peces de la misma rejion, estudiados por Kendall
& Radcliffe como habitantes de la zona oriental del Pacífico ecuatorial;
i aun demuestra la semejanza de los peces de Pascua con los de la ishu
Norfolk, mediante otras dos especies comunes a ámbas islas: el Trachypo-
ma macracanthus Giiiith. i Bathystéthus oriéntale Regan, sp. n.
He aquí la lista de peces aludida:
Myripristis pralinius, Cuv. & Val.
Holocentrum punctatissimum, Cuv. & Val.
Decapterus sanctae-helenae, Cuv. & Val.
Cyphosus cinerascenS, Forsk.
Pseudupeneus multifasciatus, Quoy & Gaim.
Thalassoma purpureum, P'crsk.
Teuthis umbra, Jenkins.
Kellogella oligolepis, Jenkins.
Alticus variolosus, Cuv. & Val.
Xanthichthys lineopunctatus, Hollard.
ARTHROPODA (i)
Insecta
COr.EOPTUERA
D enfiestes oblongus Sol.
» vulpinus Fabr.
» rufofuscus Sol. (r)
Necrobia rufipes De Geer. Cosmopolita.
Estos 4 insectos abundan en los restos de ovejas i otras materias or-
gánicas en de.scomposicion. Son comunes a Chile i otras rejiones.
Otras 3 especies- no han sido identificadas todavía; uno vive en las
frutas; otro es un curculionido que ataca las hojas de las yerbas en los
cráteres apuntados. Este último se llama «maumoe» entre los naturales; i
(i) Varios artrópodos i otros animales invertebrados no han sido todavía identifi-
cados por especialistas europeos i americanos.
313
Fuentes.— FAUNA de la isla de pascua
don Filiberto Germain lo consideraba nuevo, dedicándomelo con el nombre
de Otiorrhynchus fuentesi; mas no alcanzó a dar la diagnósis en sus últi-
mos dias.
Posiblemente existe también ahora la Calandra granarla Linn. que
introdujo la Baquedano en nuestro viaje.
IIIMENOPTERA
Colecté entre los carrizos del Rana Kao un insecto negro, de i cm.,
con el aspecto de ichneumon; el único ejemplar traído está en el Museo
de Lóndres.
Habla también 3 especies de hormigas pequeñas en los flancos del
Ranaroraca.
LEPIDOPTERA
Dos especies de ropalóceras o mariposas diurnas, i tres de mariposas
nocturnas pequeñas, semejantes a las Plusias, abundan en la isla. Mui fre-
cuentes son sus larvas en el pasto i en los árboles, causando muchísimo
daño en los platanales, moreras i acacias.
ORTIiOPTERA
Son frecuentes 3 especies de blatidos o baratas. La mayor es rojiza,
con un anillo blanco amarillento sobre el protórax i una lista del mismo
color en la base del borde anterior de los élitros; se llama «coca» entre los
indios i mide hasta 4 cm. de largo. A otra barata negra, con el borde an-
terior del cuerpo blanco, le dicen «ata háta». I la tercera se parece a la
B latía strigata.
Una tijereta mui común en las sustancias en descomposición i debajo
de las piedras, fué determinada por el especialista señor Malcolm Burr
como Anisolabis annulipes Lucas, cosmopolita; los pascuenses la llaman
«narara» .
DIPTERA
Musca domestica Limi., la mosca común.
De otras dos especies de múscidos, una es bien parecida a nuestra
mosca azul, Callysphora chilensis.
3M
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
De los culíscidos, habita en el lado occidental i en los cráteres con
agua un zancudo mui molesto, que no deja dormir sin mosquetero; i no
seria raro que este insecto contribuya a la propagación de la lepra, ya
bastante común en Pascua desde que la importaron los tahitianos.
NEUROPTERA
Una Phryganea o Hemerobius? común en las yerbas que bordean los
lagos de los cráteres.
I un pseudoneuróptero que fué determinado por el señor Navás como
Paútala jiavescens Fabr., de la América tropical. Este insecto es de los
mas visibles en la isla; el nombre vulgar es «bebeque». Coleccioné larvas
i la piel con máscara que deja el imago al volar en las lagunas.
HEMIPTERA
No escasea una Jalla, especie de chinche de campo, entre los helé-
chos i pastos del cráter casi borrado Ra?ia Rol.
Arachnoidea
ARANEIDA
F.peirar o jénero afin. Esta araña atrapa los insectos a la entrada de
las cuevas que ha habitado el hombre en otra época, i que están mui dise-
minadas en la isla. Los insectos caen en la tela cuando van a protejerse
contra los chubascos.
Plexippus paykulli Aud. Araña de amplia distribución por la América
tropical. Fué determinada por Mr. HiRST, Londres.
Tetragnaíha mandibulata Walck. También se encuentra en Chile; de
área mui estensa
Esta araña cubría un naranjo en Mataveri, donde carneaba continua-
mente a unas mariposas blanquizcas, cuyas alas enredadas entre las ^hójas
imitaban las flores de azahar. A 20 metros de distancia se veia el árbol
cubierto de flores; eran restos de mariposas, i en un momento colecté ahí
7 arañas.
Fuentes. — fauna de la isla de pascua
315
SCORPIONIDEA
Un escorpión común en las ^ casas de Mataveri; no ha sido todavía
identificado.
Myriapoda
Un pequeño diplópodo de 24 mm. es algo frecuente cerca de los pa-
rajes cultivados del lado occidental.
Crustácea
DECAPODA
Leptograpsus variegatus Fabr.
Los indios la llaman «piqueúre». Es la jaiva corredora tan común en
el Pacífico, entré América, Australia i Nueva Zelanda. La observé tam-
bién en las islas fie Juan Fernández.
Un Palinurusr mui semejante a la langosta de Juan Fernández (P.fron-
talis) es algo común en la costa de Vaihou i Angaroa. Tiene caparazón
mas espinudo i color mas abigarrado esta langosta de Pascua; la comen
i puede ser mas tarde objeto de una industria-como la de Juan Fernández.
Una jaiva comestible mas grande que la corredora existe en la costa
de Anakena; pero encontré sólo despojos del caparazón. La llaman los
insulares «tutu áu».
ISOPODA
Armadillidium vulgare (Latr.)
Ligyda exótica (Roux).
Porcellio scaber (Latr.)
' Estos isópodos (chanchitos) tienen el nombre vulgar de «háju-jáju»;
son comunes i casi cosmopolitas.
Fueron determinados por nuestro distinguido colega del Museo don
Carlos E. Porter, zoólogo chileno a quien debo otras atenciones en este
modesto trabajo.
3i6
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
AMPHIPODA
Hyale hirtipalma (Dana)r
Este anfípodo es una pulga de mar de 8-12 mm., bastante estendida
en el Pacífico entre la costa chilena i Nueva Zelanda.
Habia un anfípodo de agua dulce en el cráter Ranaroraca: pero se
destruyeron los ejemplares en el viaje.
VERMES
Anélidos
Allohophora calliginosa Bedd. o Helodrilus calliginosus Michaelsen.
Los canacas llaman «coreja» a esta lombriz de tierra, ya mui reparti-
da por todo el globo.
Habia otra especie menor que no se ha determinado todavía.
Un nereídeo cojido en la caleta de Vaihou, media 8 cm. de largo por
8 mm. de ancho, i tendría unos 70 anillos. El ejemplar único fué enviado
al Museo de Londres para su identificación.
MOLLUSCA
Gastropoda
Cas sis sp.
Cypraea caput seipentis Lhm.r N. v. «puré»
Id. id. draconis Melv.r »
Gadinia sp.
Littorina undulatar var.
Nerita moris, Sowb.
Nerita plicata, Linn.
Nerita sp.
Parmariou, sp.
Conus sp.
Plan axis mollis, Sowb.
Estos moluscos son propios de varias islas del Pacífico tropical.
Fuentes. — fauna ue la jsla de pascua
317
Una Nerita con la concha color oscuro (N. picea? Récluz) se encuen-
tra sérni-fósil en unas artísticas casas de piedra que dejaron los primitivos
pascuenses en Orongo, en el borde suroeste del hermoso cráter Rana-Kao:
a una altura de 300 m. i con espléndida vista al mar.
Los naturales cuentan que ántes comian mucho de esos moluscos en
la isla; pero hoi sólo emplean la Conchita para arreglarle ojos a pequeñas
estatuas de madera que llaman toromiros (i).
Acephala
Codokia (ó Lucina), sp.
Un ejemplar fué enviado al Museo de Lóndres.
Observación. — La identificación de los moluscos de Pascua ha ofre
cido serias dificultades, i hasta la fecha se presentan varias dudas.
Después de algunas confrontaciones en el Museo chileno envié dupli-
cados de estas conchas al Museo de Lóndres, de donde Mr. ROBSON me
ha dado los nombres apuntados.
ECHINODERMATA
Echinoidea
Echinothyix diadema^ Lhin.
El «hatuki» de los pascuenses. Es un erizo de mar de unos 8 cm. de
diámetro total, color granate oscuro. No lo comen i un ejemplar de Utuite
tenia su comensal Pinotheres, de los crustáceos.
Asteroidea
Asteria fernandensis Meissr
«Pecapeca». Es una estrella de mar color rosado, con 9 brazos o pi
eos. Un ejemplar algo deteriorado de Utuite coincide con la especie de
’ Juan Fernández.
Asterina selkirki Metssr
(i) Este nombre corresponde a la planta leguminosa Sopho?-a tet7'aptera Ait., que
todavía vive en la isla.
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL
318 •
Esta estrellita blanca tomada en Angaroa, con 5 brazos, coincide tam-
bién con la de Juan Fernández.
Ophiuridea
Ophio7iereis sehageri Müllet & Froscksr
Un ejemplar deteriorado de este ofiuroídeo cojido en Utuite, presenta
las mayores semejanzas con una especie de Juan Fernández.
Observación. — Los nombres de las 3 especies precedentes los obtuve
por confrontación con los ejemplares que tiene el Museo de Santiago, trai-
dos de Juan Fernández i determinados por el zoólogo Dr. O. BÜRGER.
Holothurioidea
Dos ejemplares de un pequeño holoturioídeo (4 cm.) no han sido to-
davía determinados. Los insulares llaman «pipiri» a estos animales.
CCELENTER AT A
Hydromedusae
Phy salía sp.
Medusa sp.
Ambos celenterados abundan en la costa oriental de la isla; pero no
conservamos ejemplares. Sin duda el señor Gana (1) se refiere a esta phy-
salia cuando habla de una cymbulia en forma de botecito cartilajinoso, con
un cordon colgante en el agua.
En cuanto a los Protozoarios, no aportamos ningún continjente en
este modesto trabajo. A los zoólogos profesionales dejaremos la tarea de
completar el estudio de la fauna de esta interesante isla.
(i) I. L. Gana. Memoria de Marina, 1870.
B. Quijada. — batracios chilenos i estranjeros
319
CATÁLOGO
DE LOS
BATRACIOS CHILENOS I ESTRANJEROS
CONSERVADOS EN EL MUSEO NACIONAL (i)
POR
Bernardino QUIJADA B.
BATRACHIA
ECAüDATA
A.— PHANEROCLOSSA
Fam. RANIDyE
Rana, L.
1. R. agilis, Thomas. La Rana.
a-c. En alcohol. Francia.
2. R. angolensis, Boc. La Rana.
a. (f En alcohol. Cabo de Buena Esperanza.
ó. 2 ^ * »»» »
3. R. arvalis, Nils. La Rana. Alemania.
(i) En la colocación de las categorías sistemáticas de esta clase, hemos seguido
en un todo el f^Catalogut of the Batrachia gradienta S. caudata and B atr achia a^o da
in the Collection of the British Museum» i el * Catalogue of the Batr achia saliefttia
S. ecaudata in the Collection of the British Museum,» second edition by G. A. Boulen-
GER. En la abreviatura de los autores nos hemos atenido estrictamente ala < Lista de
los autores de especies zoolójicas formada por el Museo Real de Berlin» (1896).
Las especies chilenas llevan por delante un asterisco.
320
BOLETIN DEL MUSEO NACIONAl.
4. R. esculenta, L. La Rana.
a-g. En alcohol. Europa.
h. Esqueleto. Bologna.
5. R. temporalis, L. La Rana,
a. (p En alcohol. París.
b. $ PZn alcohol. París.
Fam. ENGYSTOMATIDzE
Rhinoderma, D. B.
^'6. Rh. darwinii. D. B. La Ranita de Darwin.
a-e. En alcohol. Chile austral.
Phryniscus, Wiegm.
•‘•7. Ph. asper, Ph.
a. En alcohol. Chillan. Obs. S. P. Herrera.
"^'8. Ph. nigricans, Wiegm.
a. En alcohol. Chile.
b. » » Montevideo.
Fam. CYSTIGNATHIDzE
Pseudis, Laur.
9. P. mantidactyla. Cope.
a. En alcohol. Buenos Aires.
Calyptocephalus, D. B.
■*4o. C. gay i, D. B. La Rana chilena común,
a-d. En alcohol. Chile.
e-h. Embalsamado. Chile.
i-j. Esqueleto. Chile.
C. coxi,Y\\\\.
a. En alcohol. Chile. Obs. Sr. N. M. Cox.
B. Quijada. — batracios chilenos i estranjeküs
321
Telmatobius, Wiegm.
'^'12. T. marmoj'atns, D. B.
a. En alcohol. Chile.
'^13. T. montan US, Lat.
a. En alcohol. Cord. Santiago.
Hylodes, Fitz.
"^'14. H. leptopus, Bell.
a-d. En alcohol. Puerto Montt.
Ceratophrys, Boie.
15. C. americana, D. B.
a. (p En alcohol. Montevideo.
h. ^ » » »
16. C. oirnata, Bell.
a. En alcohol. Buenos Aires.
Paludicola, Wagl.
*17. P. hibronii, Tsch.
a-q. En alcohol. Chile.
*18. P. bufonia, Bell.
a. cT En alcohol. Chile.
b. $ » » »
19. P. fuscomacu lata, Stáchr.
a-b. En alcohol. Montevideo.
Leptodactylus, Fitz.
20. L. ocellatus, L.
a. En alcohol. Buenos Aires.
2\. L, pa^cilochilus, Cope.
a. En alcohol. Montevideo.
21
BOLETIN DEL JVIUSEO NACIONAL
Hylorhina, Bell.
*22. //. silvática. Bel!,’
a-c. En alcohol. Valdivia.
Borborocoetes, Bell.
*23. B. bibronii, Bell. El Sapo.
a-d. En alcohol. Valdivia, Chile.
*24. B. grayi, Bell. El Sapo.
a-f. En alcohol. Chonos, Valdivia.
*25. B. maculatus, Gthr, El Sapo.
a. En alcohol. Chile.
*26. B. nodosus, D. B.
a-in. En alcohol. Cautin, etc.
*2'] . B. roseus, D. B.
a-e. En alcohol. Araucanía, Chile.
Fam. BUFONID/E
Bufo, Laur. .
28. B. d' Orbigny i, D. B. El Sapo.
a. FLn alcohol. Buenos Aires.
29. B. Jluminensis, Lat.
a-b. En alcohol. Rio Janeiro.
30. B. marinus, L.
a-c. En alcohol. Mendoza, Buenos Aires.
'•'31. B. paradoxus, Lat. F^l Sapo.
a. En alcohol. Chile.
32. B. regularis, Reuss.
a. En alcohol. Ejipto.
*33. B. spinulosus, Wiegm.
oc. En alcohol. Valdivia.
I VAR. aspera, Wer. El Sapo.
a-g. En alcohol. Chile. ’
h i. En alcohol. Araucanía, Quebrada del Diablo
B. Quijada. — ha rRACio.s chilenos i estkanjeros
II VAR. ornata, Wer. El Sapo,
a-f. En alcohol'. Chile.
III VAR. valdíviana, Wer.
a-d. En alcohol. Valdivia, etc.
34. B. viridis, Laur.
a. cT En alcohol, Europa.
b. 2 » >> Bologne,
*35. B. varié gatiis, Gthr. El Sapo.
a-c. En alcohol. Chile.
36. B. vulgaris, Laur.
a-b. En, alcohol. Alemania.
37. B. venustus, Ph.
a, Pm alcohol. Chillan, 1899.
b. En alcohol. El Recinto, 1897.
Eam, HYLID^
Hyla, Laur.
38. H. albomargínata, S[)ix.
a. En alcohol. Rio Janeiro
39. //. arbórea^ L.
a-b. En alcohol. Paris.
40. H. pulchella, D. B.
a-b. En alcohol. Buenos Aires.
41. H. rubra, Dand.
a. En alcohol. Brasil.
*42. H. antárctica, Ph.
a-d. En alcohol. Valdivia.
Phyllomedusa, Wagt.
43. Ph. lazcanoi, Lat.
a b. En alcohol. Bolivia.
324
BOLETIxN DEL MUSEO NACIONAL
Fam. PELOBATIDtE
Peí O bates, Wagt.
44. P. fuscus, Laur.
a. En alcohol. Paris.
45. '/*. cultripes^ CuvL
a. En alcohol. Paris.
Pelodytes, ¥itz.
46. P. piinctatus,T>2Má.
a. En alcohol. Paris.
Fam. DISCOGLOSID^
Bombinator, Merr.
47. B. igncus, Laur.
a. En alcohol. Europa.
Alytes, Wagl.
48. A. obstctricans, Laur.
a. En alcohol. Paris.
B.— AGLOSSA
Fam. PIPID.E:
Pipa, Laur.
49. P. americana, Laur.
a. (p En alcohol. América tropical.
b . ^ > > >
B. Quijada. — ba'J'racios chilenos i esíranjerüs
CAüDAJ A
Fam. SALAMANDRIN.'F:
Salamandra, Laur.
50. 5^. maculosa^ Laur. La Salamandra manchada.
a. En alcohol. París.
$ »
c-d. > » Jénova. Obs. Museo Británico, i
Molge, Merr.
51. M. alpestris, Laur. El Tritón de los Alpes.
a-e. En alcohol. París.
52. M. cristata, Laur. El Tritón de cresta.
a-f. En alcohol. Europa.
53. M. palmata, Schn. El Tritón.
a-g. En alcohol. París.
54. M. vulgaris, L. El Tritón de Suiza.
a-k. En alcohol. París.
Salamandrina, ¥hz.
55. S. perspícillata^ Savi. La Salamandra de anteojos.
a. cT En alcohol. Italia.
b. $ » » »
Spelerpes, Raf.
56. S. niher, Daud.
a. En alcohol. América Setentrional.
Fam. AMPHIUMID/E
Megalobatrachus, Tsch.
57. M. maximus, Schleg.
a. En alcohol. Japón, 1905.
b. P^squeleto. Japón.
326
BOLE'l'lX DEL MUSEO NACIONAL
Amphiuma, Gard.
58. A. tncaus, Gards.
a. En alcohol. Norte América.
Fam. protf:id.í:
Proteus, Laur.
59. P. anguinus, Laur. El Proteo anguiforme.
a. cT En alcohol. Carniola.
» » »
Fam. SIRENID.E
Siren, L.
60. N lace} tina, L. La Sirena.
a. En alcohol. Norte América.
APODA
Fam. CCECILIID.E
Ichthyophis, Pdiz
61. /. glutinosas, L.
a. P2n alcohol. Ceilan. Obs. Museo Británico, 1911.
Siphonops, Wagl.
62. S. amiulatus, Mik.
a. En alcohol. Brasil.
La Redacción. — crónica
327
CRÓNICA
Visitantes distinguidos. — En prensa ya el último pliego del pre-
sente tomo del «Boletin», el Museo Nacional ha tenido el honor de recibir
la visita de dos jóvenes sabios europeos que son nuestros huéspedes en
Santiago desde hace dos dias. Venian presentados con especial recomen-
dación al Director del Establecimiento por nuestro Ministro en la Repú-
blica Arjentina, Excmo. señor don Emiliano Figueroa i a uno de los Jefes
de Sección por ios Doctores C. M. Micken i Juan B. Ambrosetti.
Los visitantes a que nos referimos son: Dr. SERGIO Geimann, repre-
sentante del Museo Antropolójico i Etnográfico de Petrograd, i Dr. VÍC-
TOR WlDACOWiCH, Profesor Suplente de la Universidad de Viena i hoi a
cargo de la Cátedra de Embriolojía Comparada en la Facultad de Ciencias
de Buenos Aires. El segundo de estos hombres de ciencia nos ha visitado
acompañado de su distinguida esposa, mui conocida i apreciada en el
mundo de las letras.
Se manifestaron los profesores aludidos admirados de la riqueza del
Museo Nacional en la calidad i número de las especies en él conservadas
así como del arreglo de varias de las secciones.
La Redacción.
^4^
328
INDICE DEL TOMO
ÍNDICE DEL TOMO VII (1914)
DEL
“BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL’
1. Dr. Eduardo Moore. — Memoria presentada al señor Ministro de Instrucción
Pública por el Director del Museo Nacional (con presupuesto para 1915,
anexo) ;
2. Fed. Philippi. — Historia del Museo Nacional de Chile
3. Bernardino Quijada B. — La Sección Vertebrados del Museo Nacional de
Chile (su oríjen, su evolución, su organización actual)
4. Cárlos E. Porter. — Informe del Jefe de la Sección de Invertebrados
5. Id. — Reseña histórica de los estudios sobre Invertebrados chilenos, Biblio-
grafía mas importante i estado actual de la Sección correspondiente en
el Museo Nacional
6. Cárlos Silva F. — Informe del Jefe de la Sección de Aracnolojía e Insectos
dañinos (incluyendo reseña histórica)
7. Francisco Fuentes M. — Informe del Jefe de la Sección Botánica (Fanero-
gamia)
8. Id. — Estadística de la Sección Fanerog'amia i Reseña histórica i descriptiva
de la Sección Botánica (Fanerogamia) del Museo Nacional de Chile...
9. Marcial R. Espinosa B. — Informe del Jefe de la Sección de Plantas Criptó-
gamas
10. R. Sánchez C. — Informe de la Sección de Plantas dañinas
1 1. Miguel R. Machado. — Informe del Jefe de la Sección de Jeolojía
12. Id. — Informe del Jefe de la Sección de Jeolojía i Mineralojía
13. Bernardo Gotschlich. — Informe del Jefe de la Sección de Paleontolojía
14. Id. — La Sección de Paleontolojía del Museo Nacional
F5. Zacarías Vergara. — Informe del Naturalista ausiliar
16. Cárlos E. Porter. — Los Crustáceos decápodos chilenos del Museo Nacional
17. Jean Bréthes. — Description d’un nouveau genre et d’une nouvelle espece de
Ptiliidíe ,=Trichopterigidic) du Chili
18. Cárlos E. Porter. — Los Equinodermos chilenos del Museo Nacional: I La
tam. Heliasteridm
19. Francisco Fuentes. — Contribución al estudio de la fauna de la Isla de
Pascua
20. Bernardino Quijada B. — Catálogo de los Batracios chilenos i estranjeros
conservados en el Museo Nacional
21. La Redacción. — Crónica: Visitantes distinguidos
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