MINISTERIO DE MARINA DIRECCIÓN GENERAL DE NAVEGACIÓN Y PESCA BOLETIN nm PESCAS Publicado con el concurso del Ins- tituto Español de Oceanografía. > A y 24 pa e > LO N ] VA» Na | po Febrero, 1919 “LLE Dirección: FomenNTO, 7. MADRID Ud VAN 5 pe Publicación mensual ilustrada del Ministerio de Marina con el concurso del Instituto Español de Oceanografía AÑO IV - 1919 DIRECCIÓN, REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: y MADRID—FOMENTO, 7 El sumario comprenderá: Artículos de vulgarización científica. — Artículos e informes relativos a la técnica de la pesca y de las industrias pesqueras (artes y máquinas nuevas, embarcaciones, motores, etc.) — Movimiento na” cional y extranjero. — Estadística. —Previsión, mutualismo y condiciones ES de vida de los pescadores. — Instituciones de crédito. — Escuelas de pes- «Ae ca. — Disposiciones oficiales. — Revista de publicaciones. — Meteorología pa litoral. Condiciones de suscripción: y pon » Las suscripciones serán por años naturales. ENTESpPaña. 0. A O) pesetas al año: EXNPel aer a » 2 E Número suelto, 1 peseta. Anuncios: En páginas especiales de color, bajo la cubierta (como esta pá- gina). Por cada nú- Por seis nú- En los doce del - mero meros año Una página. ....... . . 50pesetas. 250 pesetas. 500 pesetas. A BID 1 ea O > 1 1039 DIO RR Un cuarto de página. . . .. . 15 » 807: ”> LAO rta o e Los anunciantes de página entera tendrán derecho a ocho números gratis de aquel en que se inserte el anuncio, los de media página a cua- tro números y los de un cuarto de página a dos números. CONDICIONES DE PAGO Los pagos serán por trimestres anticipados enviando su importe por giro postal dirigido al Sr. Administrador, Fomento, 7. » del Inst rto 5 e $% A Ps TARO Memoria l1.—Opón De a a Instituto español ae “Ocea- : KZ nografía y sus primeras campañas (66 páginas, un mapa Des en colores, dos láminas, 19 figuras y 16 gráficas)... Pe. DN: Memoria II.—RararL pe Buen.—Estudio batilitológico de la - Bahía de Palma, con un mapa de la distribución de los sedimentos M1 34 ria Ca O en colores y 18 EA a A e A o E E Memoria Il. e ral ale ya y A químicas de la campaña del Balboa vor el Mediterráneo (56 páginas, 34 figuras)... coo. oso naci dns raras Memoria 1V.—RarargL De Buen.—Estudio de los fondos ma- rinos recogidos en la campaña del Balboa vor e: Me- - diterráneo (64 PÁBIDAS) .occoccoononrrrcn rr de Memoria V.—Moluscos recogidos con los sedimentos de la A Bahía de Palma. Apéndice al estudio batilitológico de la: Memoria II (32 PÁSIMES). 20 Led cad ds Memoria VI.—Onón pe Bóen.—El Laboratorio bilógico-ma- rino de Porto Pi y la fauna de las costas de Baleares... .. El tomo completo, encuadernado en tela... .coooomorooooomoo ñ o 7 z / D. FERMÍN CALBETÓN Ministro de Hacienda, Presidente del Primer Congreso Nacional de Pesca Marítima. es * 3 Boletin de Pescas PUBLICADO POR LA DIRECCIÓN GENERAL DE NAVEGACIÓN Y PESCA MARÍTIMA DEL MINISTERIO DE MARINA, CON EL CONCURSO DEL INSTITUTO ESPAÑOL DE OCEANOGRAFÍA Núm. 30. | MADRID, Febrero Año IV.—1919. SUMARIO D. Fermín Calbetón.—Algunos datos sobre la sardina de Vigo, por F. de Buen.—Métodos seguidos en la investigación de las escamas de sardina, por el mismo.—Sección oficial.— Necrología: Alfonso Galán: Burell. D. Fermín Calbetón Con profundo sentimiento consignamos la muerte ines- perada del presidente del Congreso de Pesca, D. Fermín Calbetón. Resiste la conciencia a aceptar que ha desaparecido quien presidió aquella memorable Asamblea con decisión, con pe- ricia extraordinaria, con entusiasmo juvenil, con plétora de energías. Recordamos cientos de oyentes su discurso de apertura en el Ateneo, su intervención en las sesiones del Congreso en pleno que presidía, sus palabras generosas, sentidas, vi- brantes, del banquete final. Nombrado después del Congreso ministro de Hacienda, no quiso ser relevado de los encargos que el Congreso de Pesca le confió y continuaba despachando a diario corres- pondencia y acuerdos. Abrumado del trabajo enorme que sobre él pesaba por la liquidación del presupuesto de 1918, la preparación del proyecto para 1919 que presentó a las Cortes y por los múl- tiples problemas de gravedad que en estos tiempos difíciles se suscitan, celoso cumplidor de sus deberes, hizo presa en su organización robusta la fatiga, preparando el organismo EL a la traidora enfermedad que le ha separado de entre nosotros para siempre. D. Fermín Calbetón procedía del profesorado universi- tario; catedrático de Derecho político y de Hacienda públi- ca en la Universidad de la Habana, jurisconsulto, estadista, de tendencia ampliamente liberal y democrática, había hecho brillante papel en la cátedra, en el Parlamento, en la vida diplomática, en el gobierno del Estado. Hombre de gran cultura, conocedor de los problemas in- ternacionales que estudió a conciencia en sus frecuentes via- jes por América del Norte y en su estancia en Roma como embajador de España en el Vaticano, estaba llamado a des: empeñar importantísimo papel en la España futura. Nosotros hemos de sentir durante mucho tiempo su falta. Entusiasta de los asuntos pesqueros, generosamente espe- cializado en los problemas referentes al bienestar de los pes- cadores, alma de poderosas iniciativas para federar las fa- mosas cofradías de mareantes de Guipúzcoa y Vizcaya, esta- ba decidido a consagrar sus talentos y sus prestigios a la obra patriótica y trascendental de la organización de la riqueza pesquera y de las Sociedades de obreros del mar. Recordarán los lectores del BoLETÍN su Proyecto de orga- nización de los pescadores libres publicado hace poco en estas páginas, y habrán saboreado el resumen que publica- mos de su hermoso discurso de apertura del Congreso de Réscas Hacía poco que había ingresado en la Academia de Cien- cias Morales y Políticas, mereciendo unánimes elogios su documentado discurso. Fué D. Fermín autor del proyecto de constitución de un Instituto autonómo de carácter civil, aun cuando dependien- te del ministerio de Marina, que tuviese tres secciones cien- tífica, económica y social, y velara por el fomento de las in- dustrias pesqueras, por el estudio de los problemas oceano- gráficos y por la creación de instituciones sociales que lo- graran el bienestar de los pescadores. Es de esperar que el a Gobierno de que formaba parte haga suyo este proyecto que tantos beneficios puede reportar. Convencido de que ningún trabajo de carácter económi- co puede ser eficaz sin la base de las investigaciones cientí- ficas, el Sr. Calbetón había prestado su concurso a las cam- pañas oceanográficas de que era fervoroso admirador. La Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa le debía el concurso de sus talentos y de su devoción. La Comisión permanente del Congreso de Pesca, que presidía, el Instituto Español de Oceanografía, numerosas asociaciones de fabricantes, armadores y de obreros del mar, han manifestado el profundo dolor por la muerte del señor Calbetón, al que rendimos en estas líneas el homenaje más sentido. dde $ eodaial % eras ER Apo disk NA $rY NUCA AA NIE AL NE a ne A hall INIA EA y Auca YER O E NAS de, pe USER CA da LA 4 o dle DAR pS PEA AP MA A pe cd Ad ] EA RÓN A y A _5m +. F Po ali ia DADA y EA Res A SA AU O LME TRETA Yi , h VA . pe 3 Ue. Y ' E 45 — Algunos datos sobre la sardina de Vigo (Clupea pilchardus Walb.) (Julio, Agosto y Septiembre de 1918) POR FERNANDO DE BUEN Director de los Laboratorios de Madrid y Vigo en la Inspección de Pesca. PARTE PRIMERA El aparato branquial en la sardina y sus relaciones con la alimentación, —Variación observa- da en ciertos detalles de las branquispinas y su valor taxonómico en los Clupeidos.—Va- riaciones en tamaño, peso y volumen de las sardinas de Vigo, comparadas con las de otras localidades españolas: Longitud total de la Parrocha o sardina joven; Longitud total de la sardina adulta; Peso de las sardinas; Volumen; Grosor y altura de las sardinas de Vigo; Del morro al comienzo de la dorsal. Tiene para España un interés especial el estudio de la sardina, la riqueza que representa ya en fresco o en los múl- tiples preparados de que es objeto, no puede compararse a la de otros peces. La sardina es especialmente abundante en las incompa- rables rías de Galicia, en Huelva y en la costa cantábrica. Documentados con el mayor número de datos posibles, emprenderemos el estudio de la sardina en Galicia ; abarca- remos temas diferentes, pero en manera alguna pretende- mos llevar a cabo un completo estudio de tan apreciado Clupeido. Dedicaremos la primera parte de este trabajo a determi- nar algunas de las características de la sardina gallega, com- parada con los datos de que disponemos de otras localida- des. La segunda parte será más tarde publicada. AA = El aparato branquial en la sardina y sus relaciones con la alimentación Sobre los arcos branquiales, que pueden observarse en la sardina levantando el opérculo, se fijan dos clases de expan- siones, las láminas branquiales, especializadas para la fun- ción respiratoria y las branquispinas auxiliares eficaces de la función digestiva. Al levantar las piezas del opérculo observaremos en su cara interna un pequeño grupo de láminas, semejantes por su forma a las branquiales, pero no siendo útiles en la respi- ración, para distinguirlas se las llama seudobranquias. Las branquispinas, naciendo en los arcos branquiales, se orientan hacia delante y forman complicada red que, a ma- nera de filtro, deja paso al agua impidiendo el de los seres que lleva en suspensión. El primer arco branquial, que por su colocación es el más externo, cubre en parte a los restantes y posee muy largas branquispinas, de longitud mayor que las láminas branquia- les. Las branquispinas del arco branquial siguiente, mucho más cortas, están en posición casi vertical, como éstas, for- mando las paredes laterales de la cavidad que une la aber- tura bucal al esófago; techo y suelo lo forman branquis- pinas en posición horizontal y orientadas hacia fuera, que tienen por base los arcos branquiales del centro en número de dos. Las branquispinas se disponen sobre los arcos a manera de peines, con sus púas hacia delante, más crecidas en longi- tud sobre la parte media de los arcos branquiales ; naciendo a distancias diferentes en serie lineal, se apartan al dirigirse hacia atrás, cada arco de su simétrico. De tal forma, que, de- jando estrecha comunicación entre la cavidad bucal y el esó- fago, sus paredes se forman en la parte más anterior, sola- mente por las branquispinas del primer arco, sumándose su- cesivamente al aproximarse a la abertura esofágica las que las siguen. ÍA Ss ANA Se hace más eficaz la función que poseen las branquispi- nas de filtrar el agua que las atraviesa, al estar orientadas hacia delante. Observando con algún aumento una branquispina (fig. 1) la veremos dotada de un eje central y apoyada por una de sus caras planas a las restantes gracias a su forma laminar. Por si fuera poco perfecta la finísima red que las bran- quispinas forman, en uno de sus lados existen pequeñísimas espinas que impiden el paso de los seres microscópicos. No olvidando que en las costas cantábricas y gallegas se pesca la sardina atrayéndola con huevas de bacalao, con RE A YA a TS A a > "2 AO E] HA : : Dil lr Fig. 1.—Branquispinas de sardina. raba, debemos distinguir en su alimentación dos procedi- mientos diferentes, uno involuntario, el otro voluntario. La alimentación involuntaria en la sardina es constante gracias a la disposición especial de las branquispinas. En la alimentación voluntaria, persigue el Clupeido ani- males de tamaño suficiente para que pueda verlos. Afirman nuestras conclusiones lo observado por D. Opón DE BUEN y anotado durante las campañas realizadas en la costa de Galicia en Julio de 1916, en que señala la coinciden- cia entre la abundancia en el plankton de un radiolario y su presencia casi exclusiva en el contenido intestinal de las sardinas capturadas en los mismos días; y las metódicas observaciones emprendidas por el Ayudante del Laboratorio de Vigo, D. MicueL PÉrEz, que ha observado igual coinci- dencia, con diversas especies del plankton. Sobre la sardina Hex ha publicado recientemente un trabajo (1914) en el que reune los datos obtenidos por dife- rentes autores sobre el contenido intestinal de este Clupeido x 265 1 ' Ú t 1 : 000) Fig. 2.— Sardina de 2009 milímetros Fig. 4. procedente de Isla Cristina. Sardina de Vigo. a: A x 265 Fig. 3.—Sardina de Isla Cristina, de 102 Fig. 5.—Sardina de San Feliu de milímetros de longitud total. Guixols (Gerona). ci A y cita especies de muy diferentes grupos (DINOFLAGELADOS, DIATOMÁCEAS, RADIOLARIOS, larvas de distintas especies, sedas de anélidos, etc., etc.). Variación observada en ciertos detalles de las branquispinas y su valor taxonómico en los Clupeidos Las espinas que se destacan al observar las branquispi- nas con suficiente aumento, tienen un papel biológico de gran interés para los individuos. Su forma es diferente para cada epecie, y aun pudiera señalar variaciones geográficas en alguna de ellas. Disponemos de abundantes individuos, pero son pocas las especies de Clupeidos que nuestra colección encierra. En las estudiadas podemos considerar este carácter de las espi- nas como específico, al no hallar discrepancia en los ejem- plares sometidos al estudio. Las figuras, trazadas con el auxilio de la cámara clara, guardan la relación de tamaños, y representan en su parte baja una pequeña porción de branquispina destacada del primer arco branquial, y en su parte alta una o varias espl- nas observadas con mayor aumento. Señalaremos las variaciones que presentan las diferentes especies estudiadas : Clupea pilchardus Walb. (figs. 2 a 5). branquispinas, de forma espatular con base ensanchada y ápice dentado en el borde. Los caracteres señalados apare- cen ya en las jóvenes sardinas. La figura 3 está tomada de una sardina de Isla Cristina, que medía 102 mm. ; pudiendo ser comparada con un ejemplar de gran tamaño (209 mm.). de idéntica localidad (fig. 2). La sardina joven (fig. 3) posee el borde del extremo de la espina aserrado con irregularidad, siendo su tamaño gene- ral notablemente más pequeño que el de los grandes ejem- Espinas en las plares. La ondulación del borde de la membrana sobre que se » — AS apoyan las espinas no es carácter constante, sólo se presenta con cierta regularidad en la parte basal de las branquispinas. Diferencias geográficas pueden observarse, aunque no muy notables, en las figuras 4 y 5, que representan parte de branquispinas de ejemplares capturadas en Vigo (fig. 4) y San Feliu de Guixols, provincia de Gerona (fig. 5). El estre- chamiento o cuello, característico en las espinas de la sardi- na es más pronunciado en las de Vigo, y la espina en total /! x265 ESAS 21m x $7 ETA AS A RS Fig. 6.—Engraulis encrasicholus L. Fig. 7.—Engraulís encrasicholus L. de San Sebastián. de Vigo. es sensiblemente más corta en los ejemplares de sardina estu- diados de San Feliu de Guixols, no llegando su ápice lanceo- lado a tocar el borde de la membrana que la sirve de apoyo. Si la comparación se lleva a cabo con sardinas de locali- dades diferentes del Atlántico las diferencias no son esen- ciales y pueden abarcarse en el tipo morfológico menciona- do para Vigo (figs. 2 y 4). Sería de interés el precisar la extensión de esta diferen- cia en las localidades del Mediterráneo y del Atlántico, mar- cando su constancia, como base para la caracterización de razas. y Engraulis encrasicholus (L.) (figs. 6 y 7). — Espinas de longitud diferente apoyadas tan sólo en una de las mitades en que se encuentra dividido el limbo de la branquispina por su eje. Unas espinas más largas, pero no por ello de más ancha base, nacen a distancia mayor del borde libre de la branquis- pina (fig. 6) que otras de menor tamaño distribuidas irregu- larmente y en mayor abundancia. Clupea sprattus L.—Branquispinas estrechas (fig. 8) con espinas a sus dos lados ; inclinadas, agudas, de base ancha. 1265 5 NA x59 Fig. 8.—Clupea sprattus L. de Vigo. Fig. 9. - Clupea finta Cuv. de Avilés. Clupea finta Cuv.—Esta especie no es por todos admiti- da; la consideran, y no sin razón, como forma o variedad de la Clupea alosa L. Sea o no considerada como tal, nuestros dos ejemplares coinciden con los caracteres que los autores asignan a la Clupea finta Cuv. El eje de las branquispinas (fig. 9) ocupa casi toda su an- chura, dejando escaso espacio a la región laminar de sus dos lados. Las espinas en corto número, nacen en la parte cen- tral de la branquispina ; a partir de su base se estrechan con rapidez para terminar en aguda punta, siendo cóncavos sus bordes. E a Variaciones en tamaño, peso y volumen de las sardinas de Vigo, comparadas con las de otras localidades españolas Dimos a conocer en una nota titulada /astrucciones para el estudio de los Cluperdos (1) los datos que deben tomarse, de que haremos mención en el presente trabajo. Las dimensiones y pesos fueron medidos por diferentes personas que a continuación citamos : D. Opón DE Buen, Vigo : Sobre 175 ejemplares, del 5 de Agosto al 5 de Septiembre de 1916 y sobre 149 individuos del 26 de Junio al 30 de Agosto del siguiente año. D. MicuEL PÉrEz, Vigo: 320 ejemplares, de 15 de Julio ar 10 de Octúbre de 10158. D. BexicGNO0 RoprícuEz, Isla Cristina: Durante su corta estancia, del 22 al 27 de Septiembre de 1916 midió 60 sar- dinas. D. FERNANDO DE Buen, San Sebastián y Santander: Al- gunos ejemplares. : D. FéLix VipaL, San Feliu de Guixols; de la provincia de Gerona. Nos proporcionó algunos ejemplares. Longitud total: Parrocha o sardina joven.—Llaman pu rrocha en Vigo a las sardinas jóvenes que aparecen en dife- rentes épocas. Los menores ejemplares medidos en esa lo- calidad son de longitud total superior a 100 milímetros y en pasando de los 150 suelen perder el nombre de parrocha. En las costas de Vigo hay dos apariciones de parrocha; una de ellas a partir de otoño ; a partir de primavera la otra. La parrocha de verano debió nacer de puestas de prima- vera. Se la pesca mezclada con sardinas adultas durante todo el verano en Vigo. Igual observación he podido hacer en San and (1) BoLerín pe Pescas, Enero 1919, núm. 209. A Es menos constante la aparición de parrocha durante el invierno; en el año 1916 y durante sus primeros meses, se pescó en muy pocos casos; al siguiente año, de 1917, y en iguales meses que el anterior, no faltó un sólo día. Existe, por tanto, una manifiesta irregularidad en la pes- ca de la parrocha en Vigo, debida seguramente a que las condiciones oceanográficas en esa localidad son próximas a las necesarias para la vida permanente de la sardina en la superficie de las aguas, y sus cambios se realizan según la crudeza de los inviernos durante un tiempo más o menos lar- go y con una intensidad variable según los años. Longitud total en la sardina adulta. — Hemos trazado gráficas (figs. 10 a 15) que nos muestran la variación en ta: maño de las sardinas de Vigo durante parte de los años 1916, ME LIQIS. Es dominante en el año de 1916 y durante los días 5 de Agosto ¡a 5 de Septiembre (fig. 10) la dimensión dada en lon- gitud total de 160 a 175 milímetros. El tamaño máximo lo encontramos el día 8 de Agosto en un ejemplar de 202 milf- metros. Por bajo de los 150 milímetros, o sean las ya citadas fa- rrochas, se midieron solamente durante tres días. En el año de 1917 (fig. 11), del 26 de Julio a final de Agosto, dominan iguales dimensiones a las señaladas en el año anterior. La parrocha se presenta durante cast todo el mes de Agosto. Ya en 1918 y en el mes de Tabo (fig. 12) hay gran regu- laridad en el tamaño de los ejemplares medidos. Aproxi- mándose al final del año (figs. 13, 14 y 15) la gráfica oscila con mayor amplitud por la presencia de grandes y peque- ños individuos. El mayor ejemplar medido y señalado en las gráficas, llegó a 210 milímetros. Poseemos datos comparables de Vigo e Isla Cristina, Agosto A YO 23 20 15 10 290 110. Fig. TO. 1 — m 0) o .3> > Fig. 1. Vigo - Jubio 4918 145 20 E $0 1 210 200 190 130 130 160 150 140 130 120 110 Fig. 13. Y. poes que corresponden en las dos ¡ocalidades al mes de Agosto de 1916. Los 60 individuos medidos en Isla Cristina y los 141 en Vigo, durante la fecha indicada, han sido separados en grupos según su longitud total, calculando luego las veces Vigo deptiemsre 1918 Vigo - Ova bre 1918 10 15 20 25 AO $ 5 10 12 Lomga- y “Tudes “Tuacs 210 Figs. 14 y 15. que la sardina de aquella dimensión se observaría, si la can- tidad de ejemplares estudiados fuera cien. Número de individuos Longitud total en milímetros en Isla Cristina en Vigo MUDADO A id da AS 3 1 LIMA ID MO AE ao 293 2 ISA US NR 5 6 A A o 8 91 160: 16D 0 50 OT E A ae 2 9 MODA TAO A E a 2 1 1 AO AS 7 z O A E 2 Ze TONADA Io 5 0 INADO der e 16 0 98 99 Abundan durante el mes de Agosto y año de 1916 en 'OS1A 9P PUIPIBS e] ap osad [a Á pn313uo] e] 913ue uo/9e ¡9 —'91 “514 “sownosb 'QLE. 00% ObH DBES -50£F 509 OS. 240%p 0€l 07) "oLr :00+ w oy, "0432 YT un prep buory a Isla Cristina las sardinas de 110 a 119 milímetros, y de 190 a 199; en Vigo por el contrario la dimensión predominante se encuentra entre los 160 y 169 milímetros y aun se extien- de con menor abundancia de ejemplares hasta los 179 milí- metros, de forma tal que de 160 a 179 milímetros se encuen- tra un 71 por 100 de las sardinas pescadas durante aquella época. Y es notable que en Isla Cristina no se pescara sar- dina entre 160 y 169 milímetros de longitud total. Durante Agosto de 1916 no aparecen en Vigo como en Isla Cristina jóvenes sardinas menores de un decímetro. Mr. X. DucLoux afirma (1) la existencia en Vigo de jó- venes individuos, menores de 40 milímetros. En nuestros datos, la más pequeña longitud observada en Vigo corres- ponde a una parrocha de 92 milímetros, capturada el 18 de Agosto de 1917. Son insuficientes para que nos sirvan como término de comparación, los datos que poseemos de San Sebastián (Agosto 1916) y Santander (Agosto 1918), por ello solamente mencionaremos su máximum y minimum. San Sebastian q lee 114 a 181,5 mm. Santander at. e Via cl ee 715 a 220 » El 14 de Junio de 1918, tengo anotado de San Sebas- tián un ejemplar de 203 milímetros. Durante la campaña oceanográfica (Agosto 1918) tuve la suerte de medir en Santander sardinas que no llegaban a la dimensión total de 100 milímetros. Peso de las sardinas.—Es muy clara, por la abundancia considerable de datos que han sido empleados en su trazado, la gráfica representada en la figura 16, en que se relacionan el peso y la longitud medidas en sardinas de Vigo. (D) La péche en Espagne.—Bulletin de la Marine Marchande.—Tome troisieme, Enero de 1901, págs. 23 a 31. al 41-70 pa Los jóvenes individuos crecen en longitud más rápida- Pdoem Longitud total em mulimitros Fig. 17,- Grafica trazada con datos adquiridos sobre ejemplares de Isla Cristina (Huelva). mente que en peso; en las sardinas adultas se retarda el aumento de tamaño. Las sardinas, con peso comprendido entre 30 y 60 gra- +0 q0 140 130 150 120 190 210 230 Fig. 18.—Datos adquiridos en Agosto de 1918. mos son las más abundantes en Vigo y durante la época en que los datos se adquirieron. e: pp En Isla Cristina, el crecimiento en su relación con el pe- so, no guarda tanta regularidad como venimos observando para Vigo; la gráfica trazada con los datos (fig. 17) aparece quebrada sobre los 150 milímetros de longitud. Las sardinas para pasar de 93 milímetros a 152 deben aumentar tan sólo 15 gramos de peso, mientras que aña- diendo 59 milímetros, o sea, a los 210 de longitud total, el peso ha pasado a ser 68,82 gramos mayor. Longitud total em mwblmdlo lolumen +0 80 90 100 110 20 130 140 150 160 130 180 170 200 210 220 AE 70 | 60 50 40 o |L:ó"” o Jamlamder e Jan Sebartiam Fis. 19. —Relación entre el volumen y la longitud de las sardinas capturadas y medidas en San Sebastián (Agosto 1916) y Santander (Agosto 1919). Acompañamos el peso medio que corresponde a cada una de las longitudes observadas en las sardinas de Isla Cristina. Longitud total Peso medio Longitud total Peso medio Milímetros| Gumios Milimetros Gramos AMAIA IN 90 ANA MA os 20 1902199 - ajenos 69,5 ISORA 20 ¡SORIA 63 A Ao 17 MIDA 53 AAA reo 13 160.a 169 ¿ceros no hay sardinas IDA Oe : 8 IOMA 230 Ma 090 ida 8 En las sardinas de Santander (fig. 18) los primeros da- tos orientan la gráfica en sentido horizontal, señalando un rápido crecimiento de la longitud sin aumento notable del A peso. A continuación faltan puntos seguros de referencia para marcar la dirección del valor medio, del peso en fun- ción de la longitud ; pero es más bien semejante a la gráfica trazada para las sardinas de Vigo; no olvidando se inicia (figura 16) en longitudes menores de 110 milímetros, que no encontramos en los datos de Vigo. En la representada en la figura 17, de sardinas procedentes de Isla Cristina, existe una clara discontinuidad en los 150 milímetros, que no pa- rece encontrarse en los ejemplares de Santander. ¿No ocurrirá en Vigo igual que en Santander creciendo los individuos menores de 100 milímetros de igual manera? Nos faltan ejemplares de tal dimensión para poderlo afirmar. En el año de 1917 la parrocha llegó a medir longitudes menores de un decímetro durante el mes de Agosto, que no se encuentran en los datos adquiridos durante los años de 1916 y 1918 en la misma localidad, en Vigo. De 9o a 99 milímetros se anotan ejemplares en Agosto de 1817 en un 2'4 por 100, a igual que en el tamaño com- prendido entre 100 y 109 milímetros. Su peso ascendía a 6 y 9 gramos en la forma que sigue : Longitud de la sardina Peso medio Número de ejemplares Milímetros e Gramos en Bel se presenta E O 6 2,4 por cien 100 a 109 OO 9 04 » No existe, según acredita la estadística, un crecimiento rápido, sin aumento sensible de peso, como se ha indicado para Santander. Volumen de las sardinas. —Publicamos en nota anterior el procedimiento seguido en la adquisición de datos de volu- men sobre ejemplares de sardinas que llegaron a nuestras manos. No puede ser perfecto, pero nos dará una idea sobre tal medida. Relacionando volumen y longitud de sardinas de San “(8161 314320 -0Mmnf) OSIA 9P SBUIpPIBS 910S SOPRuroy sa10s013 Á Sen —"08 *S11 E E Sebastián y Santander, trazamos una gráfica (fig. 19) uni- forme en su ascenso. Ya en jóvenes individuos, que miden de longitud total menos de 9o milímetros, se nota al crecer un aumento progresivo en su volumen. Grosor y altura de las sardinas de Vigo (15 Julio a 19 Octubre 1918).—El grosor y la altura crecen al aumentar la sardina de longitud (fig. 20) con uniformidad. Más rápi- damente la altura que el grosor. En el comienzo de la gráfica, sobre individuos de 110 a 140 milímetros de longitud, hemos marcado una curva que parece responder a la distribución de los datos. No creo en la existencia normal de semejante discontinuidad, que res- pondería a un estacionamiento de grosor y altura a costa del crecimiento longitudinal de los individuos. Agruparemos los datos de Santander, que encierran in- terés por haber sido tomados en pequeños ejemplares ; dare- mos en milímetros la variación de altura y grosor. Longitud total Altura máxima Anchura máxima Derara di... 125a 14 6,5a 7 Desdas84..... 1579 129 De85a90..... 15 a 15,5 71,5a8 Del morro al comienzo de la dorsal en la sardina.—Orde- naremos por meses los datos acumulados en los años de 1916, 1917 y 1918 en Vigo, indicando la oscilación del va- lor, en milímetros, hallado entre el extremo del morro y la base del radio primero de la aleta del dorso. Acompañare- mos el valor medio, calculado por la media aritmética. VIGO, JULIO 1918. Longitud total Valores extremos Valor medio 1 lao PARAR OA 58 58 160 160 id 59 a 65 OS E 63 a 68 65 ISHa ISO iianaras qe 66 a 72 69,6 100 A 190) 2 a? 75 75 CN Y pe VIGO, AGOSTO 1916 1917 1918 Longitud total AN y Valores A Valores extremos | medio || extremos | medio || extremos | medio: %0Ma 99 » » 34 a38 | 36,6 » > 100 a 109 » » 40 40 » » 110 a 119 41 a 45 43 41a45 | 42,6 42 42 120 a 129 41 a47 | 44,6 | 43a 46 45 45a46 | 45,5 130 a 139 48a49| 48,5 | 4a50 48 » > 140 a 149 53) 53 50 a 56 53 » » 150 a 159 53 a 59 0 56 a 61 | 58,3 || 55 a 62,51 58 160 a 169 58a68 | 61 | 56a67 | 60,5 | 58a69 | 61,6 170 a 179 60a 70 | 63,6 || 61 a 70 66 63 a 68 65 180 a 189 66 a72 | 69,4 | 69 a 77 | 71,5 [|65,5a72| 69 190 a 199 12 a 74 73 74a76 | 74,7 | 70a76 | 73,5 200 a 210 716 a 78 TÍ 82 82 74 74 VIGO, SEPTIEMBRE 1918 1918 Longitud total É Valores Valores 110a 119 » » |42a42,5| 42,2 120 a 129 » » 45 a 47 46 130 a 139 > » 46 a 48 | 47,2 140 a 149 » » DOaro9 1 02% 150 a 159 » » 53a62 | 59 160 a 169 60 a 65 | 62,3 | 58a63 | 61,6 170 a 179 62 a 67 | 64,4 | 61 a 68 | 65,3 180 a 189 68 68 67 a 72 | 69,4 190 a 199 » » MASA OZ 200 a 210 » » 78a 79 | 78,5 VIGO, OCTUBRE 1918. Longitud total Valores extremos Valor medio IOMA 44 a 46 45 130138 ee 50 a 52 51 10 AMA 00,9,2 02,0 51,6 oa 54 a 58 56,3 UA 57 a 64 61,2 AO AI 60 a 67 64 180 ASI 65 a 69 66,8 1021990 Ha Tl a 74 (2,2 ZIMIO TRAER Te De Isla Cristina (22 a 27 de Septiembre de 1916) posee- mos los datos que a continuación ordenamos, dados en mi- límetros : Ga Longitud total Valores extremos Valor medio Ha II 30 a 35 33 E LOS aa 52 a 36 34 Hats 36 a 44 39,6 E A 44 a 46 45 US IA 48 48 ADaridO ot 54 54 EDESA IAS 58 58 160'a-169'...... » » MONA 60 a 66 63 Sa 189... 65 a 70 66,6 Sa 199... 65 a 75 71 200 a 210150. SO 80 Pudiéramos acompañar otros datos, tales como variación de la longitud de la cabeza, distancias entre morro y ano, etcétera, pero creemos suficientes los indicados para contri- buir al conocimiento del desarrollo y caracterización por las medidas, de la sardina de Vigo. | Dedicaremos la segunda parte a otros problemas relacio- nados con la biología de la sardina. Laboratorio de Ictiología de la Inspección de Pesca. Madrid, Febrero T9T09. A ) INSTA e MA LA Métodos seguidos en la investigación de las escamas de sardina. (Clupea pilchardus Walb.) POR FERNANDO DE BUEN Director de los Laboratorios de Madrid y Vigo en la Inspección de Pesca. Antes de entrar en el estudio detallado de las sardinas de Vigo, en lo que a sus escamas se refiere, creo convenien- te adelantar los procedimientos seguidos en nuestro trabajo. Observada una escama con algún aumento se distinguen dos zonas de estructura diferente, separadas por una línea Fig. 1.—La parte punteada se encuentra en la escama estriada finamente. rara vez horizontal, a cuyo punto medio llamaremos centro (figura 1). La epidermis del pez cubre una de las dos zonas, que se E encuentra surcada en toda su superficie por finas estrias, por lo cual, la daremos el nombre de zona estriada ; la otra zona, libre sobre el pez, está falta de tales estrias. No teniendo en cuenta los surcos que nacen sobre la zona estriada, y a partir del borde describen trayectos sinuosos aproximándose al centro, observaremos interrupciones en las estrias de crecimiento formando espacios lineales con- céntricos. Durante la época de emigración la sardina habita la su- perficie de las aguas y se alimenta en abundancia, creciendo con rapidez, a la par que su escama aumenta de tamaño con uniformidad, engendrando la que llamaremos zoxa de emi- gración, interrumpida durante la época de estabulación en que la sardina desapareciendo de la superficie de las aguas, lleva vida poco activa y su crecimiento es apenas notable. Durante esta época la escama crece apenas, dando origen a los espacios lineales y transparentes, que hemos menciona- do, sobre la zona estriada (lineas de estabulación). Podemos hacer uso simplemente de las denominaciones de lineas y zonas para recordar los citados espacios, que pue- den perfectamente distinguirse por su diferente amplitud y estructura. Interesándonos especialmente las zonas comprendidas entre el centro y la primera línea, y la colocada entre la últi- ma y el borde libre de la escama, las daremos los nombres especiales de zoxa central y zona distal. Estudiando las escamas del arenque LEA ha encontrado una relación proporcional entre su tamaño y el total del indi- viduo. Aplicando a escamas con líneas de estabulación la misma ley, determina la longitud que debieron tener en cada una de las épocas de su vida que estas líneas marcan. FHjorT y Face haciendo uso de las conclusiones de Lra, inspirados en sus trabajos, aplican iguales procedimientos para determinar la edad en las sardinas. En iguales condiciones de vida las sardinas crecerían uni- — 69 => formemente y sus escamas guardarían relación estrecha con el tamaño de los individuos. La variación del medio, aleja a la sardina de la superfi- cie de las aguas, persiguiendo condiciones favorables para su vida, y al alejarse, deja recuerdo en las escamas, marca su discontinuidad. Aun con todo ello, siempre que las condiciones desfavora- bles de la superficie ahuyentaran a todas las sardinas, obser- varíamos en sus escamas zonas de crecimiento uniforme, y en individuos de edad idéntica, las distancias que separan el centro de la escama de cada una de sus líneas, serían - 1guales. Las variaciones del medio no son uniformes, existen años de temperaturas bajas, que alejan durante la época inver- nal de la superficie de las aguas a la sardina; años templa- dos, en que su presencia se observa en todas las estaciones. Si yariable es la temperatura en el tiempo sobre un pun- to de la tierra, varía igualmente con la latitud, por la posi- ción geográfica que la localidad estudiada ocupa. En Huelva, Portugal y Vigo, la sardina pocas veces se oculta, mientras que más al Norte, en las costas de Inglate- rra, por ejemplo, la pesca es periódica. Otro factor puede influir en el crecimiento de la sardina. Individuos colocados en idénticas condiciones oceanográfi- cas, aumentarán de tamaño más sensiblemente si disponen de abundante alimento, que si las rodea escasez de plankton. Si con regularidad aparecieran las sardinas en la super- ficie de las aguas litorales, debido a la constancia en los cam- bios de las condiciones oceanográficas, una zona y una línea en las escamas, representaría una época de emigración y otra de estabulación, que coincidiendo con las estaciones, repre- sentarían un año. Contando el número de líneas y zonas se podría llegar sin lugar a duda a determinar la edad de las sardinas ; mas sin embargo es necesario tener en cuenta otros factores. e En las escamas es ley general que para que exista una primera línea es preciso que anteriormente se haya formado una zona, más o menos extensa. La sardina, antes de pasar la primera época de estabulación, nada en la superficie de las aguas, lleva durante algún tiempo vida activa, creciendo su escama. | Debe preceder, por tanto, a la primera línea, la zona cen- tral, que por su amplitud podrá indicarnos con cierta apro- ximación el momento en que apareció la sardina sobre las aguas, al nacer. No tenemos datos concluyentes de la puesta de la sar- dina en el Atlántico, pero sí tenemos noticia de lo que acon- tece en el Mediterráneo, en donde puede seguirse el desarro- llo evolutivo de las larvas a partir de la puesta. Escamas con una segunda zona amplia o limitada, dife- rirán por la ausencia restringida o prolongada en la super-. ficie de las aguas. Pudiéramos decir que se encuentran en razón inversa la extensión de las zonas con la duración de la época de estabulación. Una sardina que naciera antes y otra después de la época de estabulación, con poca diferencia de tiempo, tendrían edad semejante, con diferencias notables en sus escamas. La primera sardina en llegando a otra época de estabu- lación, tendría dos líneas en sus escamas, mientras que la sardina segunda, que nació después de la época de estabu- lación, debía pasar otras dos sucesivas para que en sus esca- mas quedara impresión de dos líneas. Según lo indicado, dos escamas con igual número de lí- neas puede representar en las sardinas edades bien distintas. La zona central tendrá una grande importancia en la de- terminación de la edad, pues si bien pueden existir dos esca- mas con iguales líneas, representando edades diferentes, la zona central variará por su amplitud muy notablemente. ie El mismo ejemplo citado, nos aclarará la cuestión. Sean dos sardinas que nacieron antes y después de una época de estabulación con poca diferencia de tiempo. La primera sardina, aquella que nació antes de la época de estabulación, marcará muy pronto en su escama la pri- mera línea, y su zona central será muy limitada. Naciendo después de la época de estabulación, la otra sardina, pasará sobre las aguas una larga época de emigra- ción antes de sufrir los efectos de las temperaturas bajas; su zona central por lo tanto será muy amplia. Siempre que la alternancia de zonas y líneas correspon- da a épocas de emigración y estabulación anuales, descartan- do la zona central, las restantes representarán un año de vida. Debemos no olvidar, sin embargo, que capturada la sar- dina durante su época de emigración existe una zona distal, -que representa por su amplitud, no un año, sino el tiempo transcurrido desde la última época de emigración, que ha pasado sobre las aguas. Por tanto, para la delerminación de la edad en la sardina debe tenerse en cuenta, con preferencia, la magnitud de la zona central y de la distal si existe. : Describiremos el método que hemos seguido en el estu- dio de las escamas de la sardina. Haciendo uso de algún aumento (combinación del objetivo Zeiss a, con el ocular 3), procedemos a una primera separación en grupos de esca- mas por el número de líneas de estabulación ; seleccionando los casos anormales. Separadas las escamas en tales grupos, debe procederse a la medición de las distancias que separan el centro de cada una-de las líneas. Para ello, con un microscopio con prisma Porro, a fin de observar imágenes no invertidas y con el obje- tivo Zeiss a* y el ocular 4, dispuestos en forma tal que au- menten la imagen diez veces, se fija una cámara clara. Colocada la preparación que contenga la escama de sar- a : dina sobre la platina del microscopio, que puede ser modelo de disección, se coloca una regla graduada en milímetros bajo la cámara clara, como representa el esquema de la figu- ra segunda. Superpuestas, en el campo del microscopio, las imágenes de la escama y regla graduada, debe moverse esta última, Fa. 3. ln mim. Fig. 2.—Esquema del dispositivo para medir escamas. hasta colocar el cero de su escala sobre el centro de la esca- ma. La medición puede efectuarse directamente (fig. 3). : Siendo directamente proporcionales las dimensiones de la sardina y de su escama ; haciendo uso de las letras /*, £, £?... para las longitudes de los individuos en cada una de las li- neas de estabulación, v!, 9?, y... de sus escamas, y L al tama- ño total del Clupeido en el momento de su captura, y Y a la > 13 — distancia comprendida entre el centro de la escama y el bor- de superior de la misma, podremos plantear las siguientes proporciones : VER ESP A E A 2 VEL 32m US O en un caso concreto, siendo la longitud total del indi- viduo de 186 mm. y las distancias del centro de la escama a cada una de las tres líneas : 22 mm, 3'5 mm. y 4,2 mm. y al Fig. 3.—>uperposición de las imágenes de la escama, ampliada diez veces, y de la regla graduada. borde libre superior 4,7 mm., de igual manera podremos plantear. TRIAS 4773186005 30:18 TA SAI E Proporciones que al poseer un témino común 4”7 : 186, pueden resolverse a la par sobre una regla de cálculo, sim- plificando grandemente las operaciones necesarias para ha. llar los valores de las longitudes que tendrían las sardinas en sus diferentes épocas de estabulación. Sobre una regla de cálculo, haciendo correr la reglilla hasta que en su borde superior coincida la cantidad 186 con la 47, bajo los números 22, 35 y 42, Se tendrán cada uno de bles y A los resultados parciales de las tres proporciones planteadas, que en el caso citado serán respectivamente : 87, 138 y 166 que corresponden a los tamaños del ejemplar en cada una de las tres épocas de estabulación porque ha pasado, en la forma que sigue. 11 = 87 mm.; 1? = 138 mm.; 1* = 156 mm. Para mencionar con rapidez las zonas y líneas que posee una escama, haremos uso de fórmulas en extremo sencillas. Veamos por ejemplo la figura 4 que representa una escama con dos líneas de estabulación (/) y tres zonas de emigra- ción (2) que podemos escribir sucesivamente partiendo del centro Como sigue: ¿+:+2+¿+2 Pero no olvidando que no puede faltar la zona central en ninguna escama al ser la primera en formarse puede suprimirse (/+2+¿4=+2) y como en todos los casos normales entre dos líneas existe por nece- sidad una zona, podríamos escribir: /¿+/+2z0 lo que es lo mismo : (Q1/1+72) representaría la escama figurada. Los casos más sencillos que pueden presentarse serían escamas sin líneas de estabulación, para las cuales se formu- laría : (2) E [a En el caso de que en el borde distal superior se apoyara la única línea de estabulación, se representaría por : (2) La figura 5 muestra el caso siguiente, representable por la fórmula : (1+2) Laboratorio de Ictiología de la Inspección de Pesca. Madrid, 15 Febrero 19109. y JO AE LLE A ls Adal CAY IAE Sección Oficial 20 de Junio 1918. — Real orden destinando al cañonero Hernán Cortés para realizar campaña oceanográfica y nombrando al Director del Instituto Oceanográfico e Inspector de Pesca, al capitán de Corbe- ta, D. Amando Pontes, al teniente de navío, D. Alfredo Saralegui, al Director de los Laboratorios, D. Fernando de Buen, y como auxiliar al contramaestre de puerto, D. Benigno Rodríguez, para tomar parte en ella. 12 de Julio. — Real orden accediendo a la petición del alcalde de Altea, referente a la supresión de la veda del arte submarino, por este año, en la provincia marítima de Alicante. 28 de Julio. —Real orden ordenando se proceda por los peritos de la comandancia a revisar las válvulas de seguridad de los vapores pes- queros. 11 de Agosto.—Real orden sobre reglamentación de la pesca con faro submarino en la provincia marítima de Barcelona. Real orden esta- bleciendo reglas para la pesca del arte de Jábega y para la pesca de la sardina, por el procedimiento nombrado «a la vista», en la provincia marítima de Cádiz. 14 de Agosto. Real orden desmintiendo la petición del alcalde de Calpe, de que se conceda autorización para pescar durante el actual verano con el arte denominado Artet. 23 Agosto.—Real orden resolviendo favorablemente, en el sentido que expresa, la solicitud presentada por un vecino de la Coruña. Real orden disponiendo la fecha en que se han de efectuar las su- bastas de los pesqueros de almadrabas, Cap de Term, Cañella Mayor y Torre Gorda. 31 de Agosto.—Real orden concediendo una subvención de 2.000 pesetas al Pósito Pescador de Vigo. 11 de Septiembre.—Real orden autorizando la pesca del Bou desde el primero de Septiembre, durante el presente año, en la provincia ma- rítima de Barcelona. Real orden desestimando l: solicitud elevada por D. Antonio Noas Mariño, vecino de Vivero, pidiendo se le conceda el aprovechamiento de las algas marinas que aparezcan en la superficie de las aguas y en la playa de la comprensión de los distritos marítimos de Vivero, Riva- deo y Santa Marta de Ortigueira. 21 de Septiembre.—Real orden adjudicando en definitiva el pes- a Y quero de Almadraba, denominado Benidorm, a D. José Lloret Vives. 7 de Octubre.—Real orden aprobando la elección hecha para voca- les y suplentes de las Juntas de Pesca, de la provincia marítima de la Coruña. 7 de Noviembre. —Real orden fijando la fecha del 17 de dicho mes para la reunión del Congreso Nacional de Pesca. 30 de Octubre.—Real orden confiriendo al Ayudante del laborato- torio de Vigo la gratificación anual de 3.000 pesetas. 30 de Octubre.—Real orden nombrando a D. Álvaro de Miranda Ayudante del laboratorio de Madrid, de la Inspección de E. P. y E. de Pesca, y asignándole la gratificación anual de 1.500 pesetas. 4 de Noviembre.—Real orden convocando para el día 5 de Diciem- bre próximo la Junta Consultiva de la Dirección General de Navega- ción y Pesca, y publicando la orden del día para sus sesiones. 16 de Noviembre.—Real orden desestimando una solicitud de don José García Moscardó, referente a la almadraba de Torre Gorda, en relación con los ejercicios de tiro al blanco de la Escuela práctica de Artillería y otras unidades. 18 de Noviembre.—Real orden desestimando la solicitud elevada por pescadores de Navia, Corujo, San Niguel de Oya y Sayanes, de la ría de Vigo, referente a la reglamentación de ia pesca con el aparejo llamado «Chinchorro» o «Bou de playa». Necrología lA A] D. Alfonso Galán La muerte ha sido implacable con nosotros en el mes de Febrero. Ha muerto en Palma de Mallorca D. Alfonso Galán Ruiz, encargado del Laboratorio de Porto Pí, perteneciente al Instituto de Oceanografía. Ha sido su muerte una terrible sorpresa. Apenas hacía quince días que salió de Madrid después de formar parte de un Tribunal de Oposi- ciones. Antes había asistido, como delegado, al Congreso de Pesca Marítimo. Joven, de complesión aparentemente robusta, cuando le sonreía la vida, habiendo contraído matrimonio hacía algo más de un año y pocos días después de tener su primer hijo, un ataque gripal le ha arrebatado de entre nosotros. Alfonso Galán era doctor en Ciencias Naturales. Bravo para el mar, se decidió de los primeros en España por los trabajos de Oceanogra- fía. Fué antes pensionado en el Laboratorio de Santander, al lado de González de Linares, para el estudio de los animales marinos. Nuestro Director le llevó consigo en las penosas investigaciones por la costa mediterránea de Marruecos. En Melilla le sorprendió la gue- rra, y por los servicios prestados al ejército se le concedió la cruz del Mérito Militar. Pensionado en Mónaco, se captó generales simpatías y trabajó con decisión, con inteligencia y con gran actividad en aquel incomparable Museo, tomando parte en numerosas salidas del vapor £íder por aque- lla costa. Obtuvo por oposición y por unanimidad del Tribunal, el cargo de Ayudante del Laboratorio biológico-marino, en el que ha desarrollado inconcebibles energías. Con el Director del Instituto de Oceanografía realizó, en un pequeño buque de vela, investigaciones por las costas de Mallorca, Cabrera e Ibiza. Al organizarse las campañas de Oceanografía por el Mediterráneo con el cañonero Vasco Núñez de Balboa, fué nombrado de la Comi- sión y tomó parte dos años consecutivos en los trabajos. En todas partes le rodearon las simpatías de todos por su carácter caballeroso, por su valor temerario y por:su gran cultura. El Instituto español de Oceanografía ha perdido uno de los colabora- dores más fervientes. D. Julio Burell Otra baja en extremo sensible. D. Julio Burell, de saliente personali- dad en el mundo político y en la prensa, a la que consagró sus gran des talentos preferentemente, académico de la Española, ministro va- rias veces de Instrucción pública y de Gobernación, ha muerto en este mismo mes. Ligado a nosotros por íntima amistad, nos había prestado, desde el Ministerio de Instrucción pública, señalados servicios. A él se debió la dotación en presupuestos del Laboratorio de Málaga. Por un rasgo de su carácter dispuso de fondos el Instituto de Oceanografía para sus pri- meras publicaciones. Se le debe, también, el haber dado efectividad en presupuestos al Instituto. Al duelo general causado por la muerte del insigne maestro del pe- riodismo, unimos el nuestro muy sentido. Primer Congreso Nacional de Pesca Marítima. —Madrid, No- vmembre 1918 Un volen E Bo:etín de Pescas: IN a e A e to! O IN O o a. ha SA e al da A Ss A os A A AU ROTA Publicaciones sueltas : E: “12. 19. Opón pe Buen. —Trabajos españoles de Oceanografía (1), CONIENICO JAMUIDAS: : > ben da as A NL FERNANDO DE Buen. —La cigala o maganto (Nephrops), COMES ir e os Obón pe Burn. —Trabajos oa de Oceanografía (11), con cuatro láminas. . FERNANDO DE ca de fondo y su pesca en San Sebastián, COMAS RD AE Rara De Buen.—Peces eléctricos, con figuras.......... ALFREDO SARALEGUI. —Pósitos para pescadores........... J. ThouLer. —Enseñanza práctica de la Oceanografía en la Bscuelas de HEScA. Pvuss da volss PUEDE a ea ara leia ALFREDO SARALEGUI. —Proyecto de construcción y Oda de embarcaciones baratasS..........ooooooooocososs. Rara De Buen.—Peces poco comunes de nuestras cos” SIDE COn QUTaS: 3 de Alea sa cisiójo e AD ÓN Opón pe Buen.—La Oceanografía en Italia, con figuras. . FERNANDO DE Buen.—Peces poco comunes de nuestras cos- ASS CON ARUTAS Y dal ara ela pco det Me NS ALFREDO SaraLEGUI.—El alcoholismo entre los pescadores. Peoro M. Carbona.- Contra el uso de explosivos en la J. ThouLeTr. —Muestras de fondos marinos en placas....... Antronio Iriews.—Trabajos químico-analíticos realizados en 1976 en las rías gallegas, con gráficas........... De Repacción. -El próximo Congreso internacional de pesca en Santander. ........... SAA A Obón pe Buen.—Instrucciones para el estudio de las aguas superficiales, Con ÍgUraS. +. cacao a A —- —_ rn a 92. 93. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. SA 32. (a, Leda con peo Dre CoroneL SoreLa.—La formación ae 1d pescadores en la actualidad............ Auronso GanpoLrI HornyoLD. — Algunas observaciones sobre la anguila de Mallorca, con grabados. A e RaraeL De Buen. —Peces abisales, con grabados ......... nl ALFREDO SARALEGUI. - tos de dos de sus secciones) ....... sita ao o der o peta ALFONSO GANDOLFI pane pE anos medidas de las angulas de Santander, con grabados. .. AR po pl ALFONSO GANDOLFI HornyoL». —Algunas escamas anorma-» les de anguilas, con grabados......... .eon+p$........» Fermín CaLBerón. —Proyecto de organización de los pes- cadores libres para fines sociales.......o.o.m.oo..... ALrFonso GanpoLrFI HornyoLD.—Experiencias sobre la for- mación de la pseudo-aleta caudal en las angulas, con _ÍÍQUTAS- ¿joio o: ........ .............-...... f | 0 ad ¡ wey . FERNANDO DE Buen.—Los góbidos de la Península Ibérica (II. —Catálogo sistemático y ensayo de distribución geográfica. Materiales para el catálogo sistemático)... MicueL Pérez y ÁLvaro DÉ MiranDa.—Preparaciones sis- temáticas de diatomáceas y breves consideraciones para un trabajo científico acerca de estos seres, con BUrAs Y lamas E o ; Antonio Becerra. —Sobre dos especies de los géneros Glo- bicephalus y e con figuras... Pósitos para EROS (Reglamen= ¿ 1 yd === h==; N=>" Ya A e! Ao WbrorvmAdieA , a al BDO Tavervn£