UBRARY OF PRINCETON

SEP 2 7 2004

THEOLOGICAL SEMINARY

PER BX1472.A1 B68 Bolet/m eclesiástico.

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BOLETIN ECLESIASTICO

Organo de orientación e información de la Arquidiocesis de Quito

Año LXXXVI

OCTUBRE 1979

iVo 10

IRwsíra Señora del IRosano de S^íhi íÍMnf.i

yuestra Sonora del Rosario de Agua San In bajo cuya advo' ación se rindr tr^in lo de veneración y amor a la Madr, do} Verbo que se .^ncarnó y viv.ó entre nosot,.,s. La ve- aerada Imagen se conserva en Baños, Provincia Tungtuahua.

^^anco del Pichincha

FUNDADO EN 1906 CAPITAL PAGADO Y RESERVAS S/, 384'582 200,oo

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BOLETIN ECLESMSTICO

Organo de Orientación e Información de la Arquidiócesis de Quito.

AÑO LXXXVI

OCTUBRE 1979

No. 10

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SE ACEPTAN CANJES

EDITORIAL

Un Mensajero de la Paz

DOCUMENTOS PONTIFICIOS

Alocución de un grupo de obispos de Co- lombia 373

Recomendaciones del Papa a la Compañia

de Jesús , ^76

DOCUMENTOS DE LA IGLESIA DEL TERCER MUNDO.

Los Institutos seculares de la evangelización

de América Latina 379

DOCUMENTOS DIOCESANOS

La verdad sobre Jesucristo el Salvador que

anunciamos 385

CIRCULARES

Con motivo de la fiesta del DOMUND 395

VARIOS

Discurso del Dr. Patricio Romero Barberis

en la inauguración de la casa de la Provincia 399,

Existen los Cabildos Catedrales ?

I Antes del Vaticano II 405

Crónica de la inauguración de la casa del Con- sejo Provincial de Pichincha 41 1

Esquema de un plan de evangelización en la

Catedral Metropolitana de Quito 413

ADMINISTRACION ECLESIASTICA

Acta de la tercera sesión del Consejo de Pres- biterio

417

senda invisible a los ojos del cuerpo, es plenamente visible a los ojos de la fe. Aún más, esta misma presencia invisible se hace visible en los sucesores de Pe- dro, vigías permanentes de la humanidad. EL PRINCIPE DE LA PAZ, Cristo, está ejerciendo su principado por Juan Pablo II.

373

DOGUnENTOS PONTIFICIOS

ALOCUCION Dfc UN GRUPO l)t OBISPOS Dt COLOMBIA

('iinndi' lili firiipo tli> (ibispns ilf In licriiumn Hf/JÚblicn ilc (.nlombta hizo sii i isila \il I iniimi \i>i>sl(>htniiii . <'l >iiiil" l'nili' ilinum lii ílurusion qni' xc ¡iiihUcn ii ( onii

iHKiri/ui.

Sf I iit'li I líffmrnonlc. inanififxla. mtii iii(¡\ inicnsa labor i/< ' i unpcliziH loii. ipii' ilo ¡MISO II la luz I rnladorc ¡mra mostrar al ntiiiiitn la misión espi-<- ifii n ilv la Ifítrsta: hriraizm i'ii ( risto a folios los hombn-s. La Ifíb'sin hii ilr sor solidaria ante Dios ion todo lo humano. Tenemos que ¡leñarnos He Cristo para pmier /»n sentarlo límpido al mundo, para dar ere dihilidait ii niK'stnt aniinrin iinlf iinienes lo buscan ron sincero corazón.

Amadísimos hermanos en el Episcopado

Me alegro de estar hoy con vosotros en este encuentro colegial que culmma con vuestra visita "ad Limina", después de haber escuchado y haber hablado per sonal mente con cada uno en sucesivas du diencias Y tal como lo siento, quiero de Ciros, con palabras del Apóstol San Pablo, algo que me sale del corazón. "Doy con- tinuamente gracias a Dios por la gracia que os ha sido otorgada en Cristo Jesús porque en él habéis sido enriquecidos en todo. " ' 1 Cor 1, 4 ss 1

PASTORES Y MAFSTROS DLL PUEBLO DE DIOS

Digo esto no para halagar en vano

vuestros sentimientos de Pastores de la Igle sia, celosos y diligentes cual sois en ¡a guia cuidadosa de vuestra grey respectiva Lo hago sencillamente para explayar mi since ra confianza en vuestro quehacer apostó lico, ante todo el de usted, señoi Cardenal y también el de todos los hermanos aquí presentes, y afianzaros en vuestros ánimos, conforme al mandato de Cristo "Confir a tus hermanos" ( l.c. 22.:V2 ): todo ello, a impulsos de aquella caridad indeclinable que, confesada con voz sumisa por Pedio, confiere un perfil característico a quien, por volunt<id del Señor resucitado, ha de apacentar sus ovejas" ( cf Jn 21, 15 ss)

En c'-\ii ¡nisma candad, que es vin culo de unidad en ia Iglesia deseo tam b po abraza' y rendir homeriaje a vuesttas comunidades diocesanas. Durante estos

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días ellas han estado particularmente pre- sentes en mi pastoral "solicitud por todas las Iglesias" ( 2 Cor 11, 28 ); una solicitud compartida con vosotros, a quienes quiero hacer partícipes de mi honda satisfacción, ya que estoy contento de "ver vuestro buen concierto y la firmeza de vuestra fe en Cristo....; andad pues en él, arraigados y construidos en él, corroborados por la fe, según la doctrina que habéis recibido... ( Col 2, 5 ss. ).

Unión en la caridad, fe firme y espe- ranzada en Cristo: he ahí una expresión cumplida de vitalidad eclesial para quienes de veras han echado raíces en Cristo y se sienten edificados sobre El. A todo esto va dirigida asimismo vuestra misión pri- mordial de maestros, evangelizadores del Pueblo de Dios, según la doctrina recibi- da en depósito.

1. No faltarán quienes, con una actitud de crítica fácil, piensen que esta comunida dad de fe en Cristo viviría totalmente des- fasada, en medio de una sociedad movida por incentivos meramente terrenos y vol- cada hacia el aprovechamiento y disfrute, incluso justos y honestos, de los bienes materiales; ellos pretenden reducir el Evan- gelio a una doctrina entre tantas de índole humanitaria que puede servir muy bien de coartada para evadirse de acuciantes pro- blemas humanos y sociales de nuestro tiempo; los mismos Pastores - al igual que las personas consagradas y los seglares in- mersos en el apostolado - son tenidos por gente necia al predicar una esperanza ( cf. 1 Cor 1, 18 ss ), que no se aviene fácilmen- te con las ganancias de este mundo.

Consiguientemente, se vería con agrá do que las comunidades cristianas empren- diesen otras vías de salvación y se alineasen prioritariamente en favor del compromiso

político - social, en aras de una pretendida interpretación auténtica de la doctrina e- vangélica que, además de "silenciar la divi- nidad de Cristo, pretende mostrar al mis- mo como comprometido en política, co- mo un luchador contra la dominación ro- mana y los poderes e incluso implicado en la lucha de clases" ( Discurso inaugural de los trabajos de la ¡II Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, 1, 4 ).

VIVIR EN COMUNION CON EL MAGISTERIO Y CON LAS ORIENTACIONES EMANADAS DE LA JERARQUIA ECLESIASTICA.

2. Amadísimos hermanos: Quiero repe- tir aquí algo que ya tuve ocasión de decir en Puebla ante la Asamblea del Episcopa- do Latinoamericano: como Pastores de la Iglesia, tengamos conciencia de ser maes- tros de la verdad: esto es lo que los fieles van buscando en nosotros, cuando les a- nunciamos la Buena Nueva ( Cf. ib, I, 1 ). La fe en Cristo que sustenta la vida ecle- sial, lo sabéis muy bien, no es fruto de in- vención humana ni tampoco el resultado de entusiasmos o de experiencias de gru- po. Nosotros predicamos al Hijo de Dios hecho hombre, en su cruz "escándalo pa- ra los judíos y locura para los gentiles, mas poder y sabiduría para los llamados." (cf. 1 Cor,l, 23 ). Hacia esa sabiduría di vina, que en la persona de Cristo asume la debilidad y el dolor humanos, conver- ge el misterio cristiano de la creación y de la historia, y en ella se revela el mis- terio último del hombre y de su desti- no. Se hace pues necesaria una apertura a la verdad revelada para entender el sen- tido de lo creado, que no es fruto de fuerzas naturales o de programaciones

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humanas, sino obra de un plan de Dios, en el que destacan sus designios de amor hacia el hombre. Puede suceder desafortunada- mente que el mundo no reconozca este sen tido, que los hombres no acepten esta luz esperanzadora; pero es cierto que Cristo es esa luz y que cuantos lo reciben llega rán a ser hijos de Dios ( cf. Jn. 1,9 ss ).

Ya veis cuán apremiante se hace una más intensa labor de evangelización, que paso a la luz verdadera para mostrar al mundo la misión específica de la Iglesia: enraizar en Cristo a todos los hombres. En cuanto comunidad de fieles, la iglesia ha de ser siempre solidaria ante Dios con to do lo humano; en cuanto "sacramentum salutis" ha de hacerse cargo de la Buena Nueva de salvación para comunicarla y ac tuarla en todos los hombres (cf. Vaticano II, Gaudiuni pt spes. I ). Para poder cum- plir adecuadamente esa tarea es necesario que sacerdotes, religiosos y fieles vivan en comunión con el Magisterio y con las o rientaciones emanadas de la Jerarquía e clesiástica.

LLENARSE DE CRISTO PARA PRESENTARLO LIMPIDO AL MUNDO.

3. Con esto, amadísimos hermanos, me he propuesto poner de relieve lo que es la médula de nuestro ministerio: hacer Igle- sia "anunciando sin temor la Palabra de Dios" (cf. Fil 1, 14 ), proclamando a Cris- to, libre de encadenamientos humanos de sabor sociológico, político o sicológico (cf. Homilía en la catedral de Santo Domingo), conscientes de ser y aquí mi pensamiento se dirige también confiado a los sacerdotes y almas consagradas - "compañeros y ayu- dadores", que sirven a Dios en la obra de

la santificación del género humano, me- diante la solícita administración de los sacramentos y rectores del Pueblo de Dios ( cf. Dec. Prrbyterorum ordinis ). Tenemos pues que llenarnos más y más de Cristo para poder presentarlo límpi- do al mundo, para dar credibilidad a nuestro anuncio ante quienes lo buscan con sincero corazón; para que nuestras acciones por la justicia en favor de los pobres y oprimidos tengan el respaldo de una ofrenda personal, a ejemplo de quien nos amó hasta la muerte y nos dio nueva vida ( Plegaria Eucarística IV ).

Termino con unas palabras de San Pablo que me gustaría fuesen de verdad el móvil que resumiera nuestra vida y nuestras tareas ministeriales; "Unica- mente portaos de manera digna del E vangelio de Cristo para que, sea que yo vaya y os vea, sea que me quede ausen- te, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, luchando a una por la fe del Evangelio.." ( Fil 1 , 27 ss ).

Al daros mi "hasta siempre", os encargo que, en el profundo amor de Cristo, saludéis a vuestros sacerdotes, seminaristas, religiosos y laicos, en nom- bre del Papa, quien a todos ama, por to- dos ruega, a todos bendice.

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RECOMENDACIONES DEL PAPA A LA COMPAÑIA DE JESUS

En este documento el Papa manifiesta que la Compañía viva v actúe animada siempre por el genuino espíritu ignaciano. Pide un sentido profundo de disci- plina interior y exterior, la austeridad de la vida religio- sa Y comunitaria, sin ceder a tendencias secularizantes, la ortodoxia de la doctrina con fidelidad plena al supre- mo magisterio de la Iglesia v del Romano Pontífice, fuertemente querida por S. Ignacio y el ejercicio del a- postolado.

He aquí lo que tuvo lugar:

El prepósito general de la Conipañia de Jesús, P. Pedro Arrupe. ha celebrado en Ri ma una consulta con los asistentes generales y regionales y con 14 representantes de las conferencias de superiores provinciales que agrupan un centenar de superiores mayores jesuítas esparcidos por casi todas las regiones del mundo. En la reunión, que duró tres días y medio, se ha tratado del "servicio que la Compañía puede rendir a la Iglesia", to- cando diversos aspectos de este servicio: relaciones y contactos con los obispos y Con- ferencias Episcopales, espíritu misionero, doctrina v enseñanza, actividades en el cam- po social y político, estilo de vida religiosa... Todos los participantes en la consulta, cor el prepósito general, fueron recibidos en audiencia por el Romano Pontífice en la maña- na del día 21 de septiembre. El p. Arrupe dirigió al Papa unas palabras de saludo infor- mándole sobre el desarrollo de la reunión y sobre las perspectivas de la Compañía en re- lación especialmente al aumento de vocaciones que comienza a registrarse, de forma que actualmente hay unos mil novivíos jesuítas, que esperan del Santo Padre "unas pa- labras de aliento y confirmación ". Así se expresó el p. Arrupe que dijo también lo si- guiente: "Al reiterar a Vuestra Santidad, en nombre de todos nuestros hermanos de la ('ompañía, el deseo de sen ir a la Iglesia^tpensamos en todos aquellos hermanos que se prodigan generosamente en las diversas partes del mundo, a menudo en condiciones extremamente penosas, por extender el Reino de Dios en la tierra y por hacer conocer la Huena !\ueva. Estamos seguros de que recibiremos en este encuentro con V uestra Santidad, de vuestras palabras, confimación y aliento para toda la Compañía de Jesús aquí representada de algún modo".... "Al confirmar de nuevo a Vuestra Santidad nues- tro deseo de ponernos cada día más al servicio de ¡a Iglesia, en la fidelidad a la tradi- ción de la Compañía, le pido, para todos los padres y hermanos de la Compañía de Jesús Y para mi mismo, vuestra bendición apostólica ". Juan Pablo II respondió pro- nunciando en italiano el siguiente discurso:

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Es para motivo de satisfacción re- cibir hoy V hablar con apertura de corazón a una representación tan calificada de esa Compañía de Jesús, que, desde hace más de 4 siglos, trabaja incansablemente en todas las partes del mundo "para la defensa y pro- pagación de la fe., bajo el Romano Pontífi- ce, Vicario de Cristo en la tierra " ( Formu- lo del Instituto ).

BENEVOLENCIA DE LA SEDE APOS- TOLICA HACIA LOS JESUITAS.

Por esto agradezco al prepósito gene- ral, a sus asistentes y consejeros, a los pro- vinciales aquí presentes, el haber deseado, durante vuestra asamblea romana, venir a rendir homenaje al Vicario de Cristo, al que os une, como jesuitas, un vínculo es- pecial de amor y de servicio. Por mi parte, me complazco en confirmar la benevolen- cia de esta Sede Apostólica a la Compañía de Jesús, que se ha merecido, en el curso de los siglos, con el fervor de la vida reli- giosa y con el ardor del apostolado, como mis predecesores han testificado en varias ocasiones.

Por las informaciones que me llegan de todas las partes del mundo, conozco el mucho bien que realizan tantos religiosos jesuitas con su vida ejemplar, con su celo apostólico , con su sincera e incondicio- nal fidelidad al Romano Pontífice. Cierta- mente no ignoro y así lo advierto tam- bién por otras muchas informaciones - que la crisis que en estos últimos tiempos ha sufrido y sufre la vida religiosa, ha afec- tado también a vuestra Compañía, causan- do desorientación en el pueblo cristiano, preocupaciones a la Iglesia, a la Jerarquía y también personalmente al Papa que os habla.

EL GENUINO ESPIRITU IGNACIANO.

que dirijo la palabra a quienes tie nen las principales responsabilidades en el gobierno de la Orden. Cuento con vuestra colaboración y, por lo tanto, deseo viva- mente recomendaros que promováis con gran empeño todo el bien que se realiza en la Compañía y realiza la Compañía, y, al mismo tiempo, pongáis remedio, con la de- bida firmeza, a las deplorables deficiencias de manera que toda la Compañía viva y ac- túe animada siempre por el genuino espíri- tu ignaciano.

La brevedad del tiempo no me permi te detenerme a ponderar adecuadamente tanto las iniciativas de bien que deben desa- rrollarse para salir al encuentro de las nece- sidades urgentes del mundo, cuanto las de- ficiencias que deben remediarse, para que no se vea comprometida la eficacia de esas iniciativas. Me limitaré a recordar algunas recomendaciones de mis inmediatos prede- cesores Pablo VI y Juan Pablo I, que, por el gran amor a la Compañía, tenían parti- cular interés por ella. Las hago plenamen- te mías.

FIDELIDAD Y DISCIPLINA

Por esto os digo : sed siempre fieles a vuestro Instituto, que Pablo VI, "como garante supremo de la formula del Insti- tuto y como Pastor universal de la Iglesia" ( Carta al ¡tadre general, ¡5 de febrero de 1975 ) quiso que se conservase en su ple- na integridad. Sed fieles igualmente a las normas de vuestro Instituto que Pablo VI y más recientemente Juan Pablo I, indicó en la alocución preparada, poco antes de morir, para vuestra congregación de pro- curadores; especialmente en cuanto se re- fiere a la austeridad de la vida religiosa y

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comunitaria, sin ceder a tendencias secula- rizantes; un sentido profundo de disciplina interior y exterior; la ortodoxia de la doc- trina con fidelidad plena al supremo magis- terio de la Iglesia y del Romano Pontífice, fuertemente querida por San Ignacio, como bien sabéis todos; y el ejercicio del aposto- lado, propio de una Orden de presbíteros ( Gregorio XIII, ''Ascendente Comino" ). solícitos del carácter sacerdotal de su ac- tividad, incluso en las más diversas y difí- ciles empresas apostólicas, llevadas a cabo con la ayuda válida y preciosa de los queri- dos hermanos coadjutores, mediante el ejer- cicio de sus tareas.

LA FORMACION DE LOS MIEMBROS JOVENES DE LA ORDEN.

Para este fin me parece necesario re comendar un cuidado especial ísimo en la formación de los miembros jóvenes de la Orden, esperanza de la Compañia y de la Iglesia. Me congratulo con vosotros por el número de vuestros novicios, signo de un consolador florecimiento de vocaciones. Estos jóvenes son un don de Dios; pero, precisamente por esto, constituyen tam- bién para vosotros una gran responsabili- dad. Vosotros sabréis darles ciertamente la formación adecuada: formación espi ritual según la reconocida ascética igna- ciana, formación doctrinal con sólidos estudios filosóficos y teológicos según las directrices de la Iglesia, y formación apostólica orientada a aquellas formas de apostolado que son propias de la Compañía, abiertas, tí, a las nuevas exi- gencias de los tiempos, pero fieles a esos valores tradicionales que tienen eficacia perenne.

SATISFACER LAS ESPERANZAS DE LA IGLESIA.

Yo qué fuerza viva representa la Compañia y por esto deseo ardientemente que crezca y prospere según su espíritu ge- nuino, dando a todos ejemplo de religiosi- dad profunda, de seguridad doctrinal, de fecunda actividad sacerdotal, de modo que cumpla plenamente la misión que la Iglesia espera de ella y ofrezca a la Sede Apostóli- ca ese servicio que, según su Instituto, se ha comprometido a prestar.

Con estos sentimientos formulo los mejores deseos para los trabajos de vuestra asamblea, mientras imparto de corazón la bendición apostólica a vosotros, a todos vuestros hermanos a quienes representáis, y a las obras apostólicas de toda la Compa- ñia de Jesús.

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DOCUMENTOS DE LA IGLESIA DEL TERCER MUNDO.

LOS INSTITUTOS SECULARES EN LA EVANGELIZACION DE AMERICA LATINA.

Se ha (clebradít en Buenos Aires el II Congreso latinoamericano de Institutos Secu- lares, con ¡a participación de 280 miembros provenientes de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador. Méxirn. Paraguay. Perú, República Dominicana v Uruguay, Representa- ban a 39 Institutos. Las reuniones tuvieron lugar del 12 al 15 de julio v la organización co- rrió a cargo de la Junta de Institutos Seculares de Argentina.

Tema central fue: "Los Institutos Seculares en la evangelización de América Latina" (I partir del Documento de Puebla. ÍjOs suh lemas fueron '"Los Institutos Seculares y su identidad según Puebla", desarrollado por el p. Hernán Alessandri, del Instituto Secular Padre de Schóenstatt,"Los Institutos Seculares y la renovación eclesial en la pastoral de conjunto" a cargo del prof. Alberto Bernal, oblato diocesano, v "Los Institutos Seculares en la renovación de la cultura hacia la civilización del amor'\ por un equipo de las Após- toles del Sagrado Corazón. Ellema del Congreso fue: "Consagrados en el mundo, evange- licemos con María ".

La apertura estuvo a cargo de la presidente de la junta de Institutos Seculares, srta. Beatriz Abadía, del Instituto Cristífero. quien dio la bienvenida a los congresistas y se re- firió a la identidad del carisiiut de los Instiliilos Seculares en un servicio nuevo a la Iglesia y al mundo.

La Eucaristía concelebrada el día de la inauguración fue presidida por el Nuncio A- postólico, arzobispo mons. Pío ¡Mghi, que en su elocuente homilia hizo resaltar el valor de la fidelidad en la consagración.

El Secretario. Papal, cardenal Agostino C^saroli, en nombre del Papa envió al Congre- so una carta que fue presentada por el Primada de Argentina, cardenal Juan Carlos Aram- buru, arzobispo de Buenos Aires. Asistieron al ( ongreso varios obispos argentinos. Por par te de la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares estuvo presente el Subsecretario don Mario Albertini, acompañado de mons. Juan José Dorronsoro. El Pre- fecto del dicasterio, cardenal Eduardo Pironio, envió un mensaje, cuyo textt> publicamos juntamente con la carta del Secretario de Estado de.Su Santidad.

CONGRESO EN BUENOS AIRES

MENSAJE DEL CARDENAL PREFECTO DE LA SAGRADA CONGREGACION

Mis queridos hermanos y amigos: han sido convocados como Iglesia en su

IBienvenidos a este encuentro de Nombre ( Mf 18, 20 ). El Espíritu de Dios

gracial El Señor está presente porque - que hace nuevas todas las cosas actuaré

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en profundidad en el coiazon de cada uno de los Institutos Seculares allí representa dos. Saldrán nuevos y recreados, "confii mados en la fe, animados en la esperanza y fortalecidos por el amor, para cumpln su misión evangelizadora en nuestio con tinente latinoamericano" Permítanme que los salude con el augurio de Pablo a los romanos: "Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la te, para que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo" [Rnm l f>.i:{)

¡El lh'>s i'ivo (if In fsfirranza' Es ese el que necesita hoy América Latina Es ése el que ustedes anunciarán con la fuerza de un testimonio que nace de la contempla ción y la cruz, se realiza " en las condi

clones originarias de la vida familiar y so cial " ( l.unifn fícntiuni, lil ). y se con creta en ta manifestación y comunicación del Cristo de la Pascua. No son ustedes testigos de un Dios lejano, sino de un Dios que resucitó y vive y va fiaciendo el camino de los hombres. Tampoco son tes tigos desencarnados que muestran a los otros el camino de salvación desde la on lia, sino testigos comprometidos con las dificultades y riesgos de la historia, radi cálmente sumergidos en Cristo muerto y resucitado, evangélicamente insertados en el mundo para transformarlo, santificarlo ofrecerlo a Dios, construyendo así la nue va civilización del amor. Como todo laico pero mucho más por la fuerza de la consa- gración que los anima - "deben ser ante el mundo testigos de la resurrección y de la vida de Nuestro Señor Jesucristo y signos del Dios verdadero ' {ih. W ).

Se reúnen ustedes para reflexionar bajo la luz del Magisterio y ante las exi qencias de un Continente en plena ebuHi ción, marcado por la ()ohreza y la cruz

pero preiiado de esperanzas sobre la i dentidad de los Institutos Seculares en es ta hora providencial de América Latina en orden a una evangelización plena, a una promoción humana integral, a una tiansfoimación de la cultura hacia la ci vilización del amor

Yo quisiera recordarles sencillamen- te tres cosas: su identidad, su actualidad como "modo propio" de ser Iglesia, sus exigencias profundas y radicales.

1 Su identtilnd. Se expresa con una frase muy simple: "secularidad consagra- da" Son dos aspectos de una misma rea lidad, de una misma vocación divina. Am bos aspectos son esenciales. Lo dice clara mente Pablo VI: "Ninguno de los dos as- pectos de vuestra fisonomía espiritual puede ser supervalorado a costa del otro. Ambos son coesenciales" ( 20 de septiem bre de 1972 ).

El Señor llama en esta hora privi - legiada de la historia y de la Iglesia a vi- vir la consagración en el murido, desde el mundo y para el mundo. Ni el mundo puede manchar o empobrecer la riqueza y fecundidad de la consagración ni la con- sagración puede arrancarles del compromi- so y responsabilidad de la tarea cotidiana. Radicalmente comprometidos con Cristo, abiertos a lo eterno, testigos de lo Abso- luto, pero en ámbito de la vida temporal Es preciso subrayar bien y unir indisoluble- mente ambos términos: "consagrados secu- lares"

'Consagrados" Es decir, santificados por el único Santo de manera más profun da en Cristo, por obra del Espíritu, en vis

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ta de una pertenencia total y exclusiva al Amor "Ustedes recibieron la unción del que es Santo, y todos tienen el verdadero conocimiento" (i Jn 2, 20). Esta consa- gración - que ahonda y lleva a su plenitud la consagración del bautismo y la confir- mación - penetra toda la vida y las activi- dades cotidianas, creando una disponibili- dad total al plan del Padre que los quiere en el mundo y para el mundo. Los carac- teriza como hombres y mujeres de lo Ab- soluto y de la esperanza, exclusivamente abiertos al único Amor, pobres y despren didos, capaces de comprender a los que sufren y de entregarse evangélicamente a redimirlos y transformar el mundo desde adentro. Hermosamente dice Pablo VI: "Vuestra vida consagrada, según el espíri- tu de los consejos evangélicos, es expresión de vuestra indivisa pertenencia a Cristo y a la Iglesia, de la tensión permanente y ra- dical hacia la santidad, y de la conciencia de que, en último análisis, es sólo Cristo quien con su gracia realiza la obra de re- dención y de transformación del mundo. Es en lo íntimo de vuestros corazones donde el mundo es consagrado a Dios" ( Pablo VI, 2 de febrero 1972 ).

"Seculares". Pero esta consagración especial - esta particular pertenencia a Je- sucristo en la virginidad, en la pobreza, en la obediencia - no arranca a los miem- bros de un Instituto Secular, del mundo ni paraliza su actividad temporal, sino que la vivifica y dinamiza, le confiere mayor realismo y eficacia, al liberarla de satisfac- ciones, intereses y búsquedas, que de al- gún modo se relacionan con el egoísmo. La "consagración secular", al abrir al hombre o a la mujer, al radicalismo abso- luto del Amor de Dios, ios dispone para una encarnación más honda en el mundo, para un secularidad pura y libre, purifica-

dora y liberadora.

No son del mundo, pero están en el mundo y para el mundo. Lo específico de este "modo nuevo" de ser Iglesia es vivir precisamente el radicalismo de las Biena- venturanzas desde el interior del mundo, como luz, sal y levadura de Dios. Esta se- cularidad - que está muy lejos de ser super- ficial naturalismo o secularismo - indica el "lugar propio de su responsabilidad cristia- na ", el modo único de santificación y apos- tolado, el ámbito privilegiado de una voca- ción específica para la gloria de Dios y el servicio a los hermanos. Exige vivir en el mundo, en contacto con los hermano^ del mundo, insertos como ellos en las vicisitu- des humanas, responsables como ellos de las posibilidades y riesgos de la ciudad te rrestre, igual que ellos con el peso de una vida cotidiana comprometida en la cons- trucción de la sociedad, con ellos impli- cados en tas más variadas profesiones ai servicio de! hombre, de la familia y de la organización de los pueblos. Com.prome- tidos, sobre todo, a construir un mundo nuevo según el plan de Dios, en la justicia el amor y la paz, como expresión de una auténtica "civilización del amor". No es tarea fácil. Exige discernimiento, genero- sidad, coraje, Pablo VI los llama los "alpi nistas del espíritu" (26 de septiembre de 1970 ).

2. Su actualidad. Pablo VI, de inolvida- ble memoria y de intuición profética, ha biaba de los Institutos Seculares como de "un fenómeno característico y consolador en la Iglesia contemporánea" ( 26 de sep- tiembre de 1970 ). Expresan y realizan, de un modo original y propio , la presen- cia de la Iglesia en el mundo. Son un sig-

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no valiente de las nuevas relaciones de la Iglesia con el mundo: confianza y annor, de encarnación y presencia, de diálogo y transformación. El Concilio nos abrió un camino evangélico para ello que fue ilu- minado el posterior magisterio de los Pa- pas, desde Pablo VI hasta Juan Pablo II. La Iglesia fue repetidamente definida co- mo "sacramento universal de salvación". Para América Latina el Espíritu de Dios inspiró dos acontecimientos eclesiales que marcaron fuertemente la presencia salvadora de la Iglesia en el Continente: Medellín, y Puebla. A través de ellos com- prendemos mejor fa responsabilidad de los cristianos en la evangelización y transfor- mación del mundo. Es una exigencia de los tiempos y una invitación apremiante del Espíritu. Es un reto de la historia al compromiso de la Iglesia, más especffi- camente aún de los laicos, a insertarse en el mundo para transformarlo desde aden- tro. "En un momento como éste - decía Pablo VI - los Institutos Seculares, en vir- tud del propio carísma de secularídad consagrada, aparecen como instrumentos providenciales para encarnar este espíritu y transmitirlo a la Iglesia entera. Si los Ins- titutos Seculares, ya antes del Concilio an- ticiparon existenciaimente, en cierto sen- tido, este aspecto, con mayor razón deben hoy ser testigos especiales, típicos de la postura y de la misión de la Iglesia en el mundo" ( 2 de febrero, 1972 ).

Inmediatamente añade como una ex- hortación y un desafío: "Para el 'aggiorna- mento' de la Iglesia no bastan hoy directri- ces claras o abundancia de documentos; hacen falta personalidades y comunidades, responsablemente conscientes de encarnar y transmitir el espíritu que el Concilio que ría. A vosotros se os confía esta estupenda misión: ser modelo de arrojo incansable en

las nuevas relaciones que la Iglesia trata de encarnar con el mundo y al servicio del mis mo".

Los Institutos Seculares - si son ven- daderamente fieles a su carisma de secula- ridad consagrada - tienen una palabra gauy importante que decir hoy en la Iglesia. Su misión es hoy más que nunca providencial. Serán un modo privilegiado de evangeliza- ción, de anuncio explícito del Amor al Pa- dre manifestado en Cristo, de una auténti- ca y profunda promoción humana y de una verdadera liberación evangélica opera- da según el espíritu de las bienaventuran- zas. Serán un modo concreto de superar el trágico dualismo entre la fe y la vida, la Iglesia y el mundo. Dios y el hombre.

3. Sus exigencias. Hay que ser fieles al Señor que hoy nos llama de nuevo y nos lo pide todo. No dudo que éste es un mo- mento de gracia para los Institutos Secu- lares de América Latina. Por consiguiente es un momento de recreación y de espe- ranza. Hace falta "recrear" en el Espíritu nuestros Institutos Seculares, escuchando la Palabra de Dios y leyendo constante mente los signos de los tiempos.

Sólo quiero marcar tres exigencias que me parecen fundamentales: sentido de Ifílesia, f'xistenria teologal, dimensión contemplativa.

Sentido de Iglesia: vivir la alegría de ser Iglesia hoy, es este momento privi- legiado de la historia, en este Continente de posibilidades y esperanza, con un mo- do original y específico de responder al llamado divino. Ser plenamente Iglesia de modo nuevo ( como "consagrados se- culares" ), en profunda comunión con los

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Pastores y participando fraternalmente en la misión evangelizadora de todo el Pueblo de Dios. Radicalmente centrados en Dios y evangélicamente insertados en el mundo Ser Iglesia en una línea de auténtica comu- nión y participación.

Existencia tPologaL Es preciso vivir en el mundo una clara e inconmovible exis- tencia teologal. Vivir normalmente lo so- brenatural: respirar en fe, caminar cons- truyendo la esperanza, cambiar el mundo vivierKlo en la locura del amor. Lo rezan ustedes en la hermosísima Oración del Con Congreso: "confirmados en la fe, anima- dos con la esperanza y fortalecidos por el amor".

La visión de fe les ayudará a descu- brir a cada instante el plan del Padre, el paso de Cristo por le historia, la invitación fuerte del Espíritu del Amor. La esperan- za impedirá que los paralice el desaliento o la tristeza, los apoyará en el Cristo de la Pascua, los comprometerá activamente en la construcción del mundo. La caridad los llevará a vivir con alegría las exigencias ra dicales de la consagración, a centrar su vi- da en Jesucristo, y abrazar su cruz, a inser- tarse serenamente en el mundo - sin super- ficialidad y sin miedo y a servir generosa- mente a los hermanos.

Dimensión contemplativa. Para leer en Dios las cosas que pasan en el mundo, para descubrir las inquietudes de los hom- bres y las exigencias de Dios, hay que ser contemplativos. Es decir, hombres y muje- res de oración que se detienen, en el ritmo de sus tareas, para escuchar a Dios, que se arriesgan de ves en cuando a ir al desierto para encontrarse a solas con El, que saben, sobre todo, instalar adentro una zona pro- funda e inalterable de siler>cio activo. Per-

sonas que experimentan a Dios en el traba- jo y el descanso, en la cruz y la alegría, en la oración y la actividad temporal. No es fácil "la oración secular", pero es impres- cindible. Es el único modo de vivir para un miembro de un Instituto Secular: respirar ininterrumpidamente en Dios mientras se sigue el ritmo de la profesión y el dolor es- peranzado de la humanidad. Es difícil, pe- ro hay que tener el coraje de cortar a ve- ces con todo ( para volver enseguida al mun- mundo ) y buscar un momento y un espa- cio de oración. Sobre todo, hay que pedir- lo al Señor con sencillez de pobres.

Este Mensaje resulta demasiado lar- go. Se explica, en parte, por el amor ecle- síal que siento por los Institutos Seculares su existencia providencial, su eficacia ac- tual como signo de una Iglesia en esperan- za, su responsabilidad especial en esta ho- ra de evangelización de nuestro continen- te Latinoamericano. En parte, también, porque pretende suplir mi presencia físi- ca y lo que yo hubiese querido decirles personalmente si hubiese podido partici- par en vuestro Congreso. Dios lo dispuso de otro modo, i bendito sea ! .

Pero allí van - más que mis palabras escritas - dos queridos amigos y dos testi- gos de los Institutos Seculares: Don Ma- rio Albertini y mons. Juan José Dorron- soro. Ellos son "mi carta" personal, co- mo diría San Pablo. Hablen con ellos, cop*últo"l«o con confianza, escúchenlos. Les dirán, quizás, lo mismo que les digo yo pero mejor, más brevemente y con mayor autoridad. La mía es la autoridad del servicio en Cristo y del cariño.

No podría terminar sin dirigir una

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mirada a "María, modelo de secularidad consagrada, que evangelizó con su presen- cia y su palabra", como hermosamente dice la Oración del II Congreso.

Totalmente consagrada al Señor por su pobreza, virginidad y obediencia al Padre - María vivió en el mundo: plena- mente insertada en la historia de su pue- blo, compartiendo su espera y su esperan- za, viviendo su piobreza y anhelando su li- beración. Ella creyó en la Palabra que le fue dicha de parte del Señor y fue feliz. Fue una mujer contemplativa: vivió siem- pre "a la escucha " de la Palabra del Se- ñor. Fue la Virgen fiel, la madre de la santa esperanza y del amor hermoso; la Virgen que engendró a Cristo y lo entre- gó en el silencio de la contemplación y

la cruz. Fue la figura y el principio de la Iglesia: hecha presencia de Cristo, signo de comunión y salvación.

A ella, "la estrella de la evangeliza- ción", encomendamos ahora los trabajos de este II Congreso Latinoamericano de Institutos Seculares. En Ella confiamos y de Ella esperamos. Todo lo dejamos en el corazón silencioso y fiel de "María de la que nació Jesús, llamado Cristo" (Mí 7, 76 ).

Con todo cariño y esperanza los bendigo en Cristo y María Santísima.

Cardenal Eduardo F. PIROMO, Prefecto de la Sagrada Congrega- ción para los Religiosos e Institutos Se- culares.

PROXIMO NUMERO DEL BOLETIN

El próximo número de nuestra REVISTA estará dedicado a las actividades de nues- tro Santo Padre Juan Pablo II en Irlanda del Norte y en su visita última a los Estados Uni dos de Norte América.

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Documentos Arquidiocesanos

LA VERDAD SOBRE JESUC RISTO EL SALVADOR QUE ANUNCIAMOS

El Emini'nl í>!Ím<} S<'ñ<ir ('nriioiin] l'ahio Muño: J c^h S.J. [tronnnrió el siguiente '/(•>'- rnr.io en fl lomplo <le la (.ompnñia de Jpsús. tliirttnit' la Morena a la Sanlísii m f ir/."'/i "Do lorosa del (.()lepn'\ el ilia sáhado í J'' mavo del ¡treseiile año.

\nle la visión de ¡a realnioil ilrnmnlK ámenle dura v an^iixtian h-. i t hpiseofxtdn Lali noainericiino eongre-rado en ¡'uehln, dice, "lia si nlido (¡nr hi tiniea re.si>tie''lii (¡iie podía dai es esta: ISo tengo el poder eeonóniiro. no tentio el poder politu o. ni el de los giganleseo.y recursos de la comunicación < (>leeliva v de ta lérniea para remediar sus males. Lo íjiii> h n go es JESl ('RISTO: En su nomhre. ¡ei ánlule y amia' . h sin es la sola respuesta que truc una luz que no engaña.

A los obispos, añade, reí ordo el l\ipa qin- rstahan reunidos en l'uehla no como en un Simposio de e.\perlos, no como en un parlamente de poliíieos o en un congreso dr científicos y técnicos sino como en un encuentro de l'astores de la Iglesia de quienes los fieles revlanmhan ante todo una cuidadosa v relosa transmisión de la l erdad sobre Jesu- cristo. Hoy como ayer, nada ni nadie puede quedar indiferente ante la persona y el men- saje de Jesucristo. Frente a la crisis cristológica, afirma, que la i rislologia. es decir, el co nacimiento y la vii eni ia de ('rislo, es diamante de múltiples facetas v ha de resolver cuct- tionamienlos bien complejos.

Ilr (U¡UI i'l Irxio:

Todavía está vivo el recuerdo del acontecimiento eclesial que después del Concilio Vaticano II es seguramente el de mayor trascendencia para América Latina en esta según da mitad dei siglo XX; la celebración de la III Conferencia General del Episcopado Latí noamericano en Puebla de los Angeles.

Todos conocéis que gracias a la acción desplegada por los medios de comunicación social obtuvo esa Conferencia una difusión de dimensiones mundiales. Pero es menester hagamos una observación al respecto El gran derroche realizado por estos medios, mara- villosamente organizados a escala continental, ha puesto de relieve las dimensiones ex- te^rnas y espectaculares de ese gran evento eclesial, pero lejos de ayudar a percibir las ca- racterísticas internas y profundas del mismo, más bien ha contribuido a dejarlas en la pe- numbra V en las ambigüedad . Porque lo que constituyó la realidad profunda y transcen

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dente de esa Conferencia fue algo que resulta imperceptible para cualquier fornna de aten- ción meramente humana: fue la presencia invisible pero clarísima del Espíritu de Cristo en medio de todos los allí congregados; fue una epifanía de Jesucristo para América Lati- na, realizada en un haz de signos sobrenaturales absolutamente extraordinario.

Por ello, para los hijos de la Iglesia en toda América Latina se impone el deber de no quedarse en la superficie contentándose con lo escuchado y visto en la prensa, radio y televisión sobre la Conferencia de Puebla. Ha llegado la hora de despertar de cierto le- targo en que hoy fácilmente se cae por contentarse con la primera noticia que llega, la hora de esforzarse por conocer los grandes acontecimientos de la iglesia en su auténtica y plena verdad. Nosotros esta noche vamos a procurar situarnos plenamente en la luz in- terior de la fe, la única que puede hacernos comprender, no en manera superficial y ca- rente de consecuencias sino en manera honda e incentiva, la Declaración doctrinal sobre Jesucristo que constituye un núcleo - clave del Documento que la Conferencia de Pue- bla elaboró con ímprobo trabajo y votó con unanimidad pocas veces alcanzada en reu- niones sinodales de esta trascendencia.

En Puebla de los Angeles todo lo que es trascendente y decisivo vino de dentro, de una acción del Espíritu presente en la Iglesia Latinoamericana reunida en oración en ese lugar y en todo nuestro Continente. Como Jesús "fue movido por el Espíritu a subir al desierto " ( Mt, 4, 1 ) cuando iba a iniciar la predicación del "Evangelio del Reino", así la iglesia jerárquica Latinoamericana fue conducida por el Espíritu a un cenáculo espiri- tual cuando llegó la hora de dar comienzo a una nueva evangelización de todos nuestros pueblos. Y lo primero que debía descubrir desde allí era la visión de una realidad que de- bía tocar y conmover hondamente su mente y su corazón. Era la visión de la situación en que se encuentra el pueblo de Dios en América Latina: situación de extrema pobreza de las grandes mayorías que lo componen en todos nuestros países; situación llena de es- cándalo y de contradicción cuando se comprueba cómo el lujo de unos pocos se convier- te en injuria contr.a la miseria de las grandes masas; situación en la que numerosísimas fa- milias quedan condenadas a sufrir los efectos de la marginación: hambres, enfermedades crónicas, analfabetismo, depauperación; situación que no surge como una etapa casual en la vida de un país, sino como el producto de estructuras económicas y políticas viciadas porque se apoyan en sistemas que "por encontrarse impregnados, no de un auténtico humanismo, sino de materialismo, producen a nivel internacional y nacional ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobces" ( DP. 30 ); situación que comporta en consecuencia, las angustias que experimentamos por la violencia de la guerrilla, del terrorismo, de los secuestros realizados por extremismos de distintos signos, por un lado, y por otro, las que vemos provenir de la represeción ejercida por los regímenes de fuer- za con los consiguientes abusos de poder y las reacciones que provocan.

Ante la visión de esta realidad dramáticamente dura y angustiante el Episcopado latinoamericano se ha sentido como ante un cuadro de dolor que le cuestionaba e inter- pelaba. Colocado por el Espíritu ante el rostro doliente de su pueblo, el Episcopado lati- noamericano ha recordado la respuesta que el Apóstol Pedro dio'al paralítico que le pe-

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día lirnoEna en la puerta del templo llamada Hermosa: "plata v oro no tengo; mas lo que tengo, esto te doy: en el nombre de Jesús de Nazaret, ponte a andar." ( Hech. 3, 5 ) De la misma manera, el Episcopado congregado en Puebla ante la dolorosa postración huma- na de tantos que extendían a él sus manos en nuestra América, ha sentido que la única respuesta que podía dar es ésta: no tengo el poder económico, no tengo el poder políti- co ni el de los gigantescos recursos de la comunicación colectiva y de la técnica para re- mediar tus males. Lo que tengo es JESUCRISTO: en su nombre, levántate y anda.

iSí! Esta es la sola respuesta que trae una luz que no engaña. Ante el ingente cú- mulo de injusticias, de violencias y de miseria que presenta la actual realidad económica, social, politk:a ae nuestro Continente, no hay más esperanza absoluta que la que nos brin- da Jesucristo en su persona, su palabra y su obra. Pero para que llegue al corazón del pue- blo la virtud salvadora de esta esperanza, es menester que abracen denodadamente su mi- sión propia los hombres a los que Dios ha querido elegir para que sean el signo vivo de Je sucristo en el mundo y los colaboradores de la obra que El está realizando en la historia.

Dijo una vez el Señor; "Si alguno tiene sed venga a mí, y beba el que cree en mi Según dice la Escritura: ríos de agua viva brotarán de su corazón". ( Jn. 7, 37 - 38 ). Las palabras de Jesús explican efectivamente y concretizan la visión de Isaías cuando prede- cía: "beberéis llenos de gozo las aguas de las fuentes del Salvador". ( Is. 12, 3 ).

La sagrada Escritura posee en el lenguaje de sus símbolos una fuerza admirable ca- paz de desentrañar el fondo de las reslidades humanas en todo tiempo Hoy el símbolo del agua nos brinda una peculiar fuerza de discernimiento teológico ante un fenómeno característico de la evolución histórica en que nos encontramos. Me refiero al fenómeno de.la transición de una forma de civilización, que hasta hace unas décadas fue en nuestra América Latina agrario - urbana, hacia otra forma que está en pleno desarrollo y que ha sido llamada urbano industrial. Su efecto de mayor impacto es el éxodo de la población campesina a las ciudades y la conformación de gigantescas metrópolis. El surgimiento y crecimiento de inmensos conglomerados humanos en megalópolis como Caracas, Buenos Aires, México, crea el arduo problema de abastecer de agua cada día a cinco, diez, trece millones de habitantes ¿Qué hacer ante una necesidad vital que no sufriría la dilación total ni de un solo día en su solución? La mano de Dios con magnificencia divinamente generosa ha creado los inmensos caudales de agua que pueden saciar la sed de todos. Pe- ro es menester encontrarlos; es necesario dar con los manantiales más abundantes y rea lizar grandes obras para recogerlos.

Y no basta esto. Hay que realizar altos estudios para tener la certidumbre de que las aguas recogidas son potables y no hay en ellas contaminación alguna. Y además hay que conducirlas con la misma preocupación extrema de evitar su contaminación; porque lo que importa es que lleguen sanas y puras al vaso que está en la mesita del pobre y va a sa- ciar su sed.

Pues bien, si cuando se trata de saciai la sed física es absolutamente indispensable que se cumpla con el mayor espíritu de responsabilidad la tarea de encontrar y distribuir

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aguas sanas y puras, ¿qué decir de la responsabilidad que se asume cuando se trata de sa- ciar la sed espiritual, la del alma y del corazón, con esa agua que Jesús sentado en el bro quel del pozo prometía a la mujer samaritana como "agua viva", como "agua bullidora para vida eterna"? ( Jn. 4. 10 - -14 ). Si Dios fue tan admirablemente munífico en crear los manantiales del agua física, lo ha sido mucho más, sin comparación, en crear las fuen- tes de agua viva, las que brotan del Corazón del Salvador. Pero también cuando se trata de ellas, es menester que los hombres llamados a socorrer a sus hermanos en esta necesi- dad, vital en sentido absoluto, de saciar su sed espiritual interior, se entreguen con un es- píritu de suma responsabilidad a la obra de descubrir los sagrados manantiales y de con- ducirlos a la mesa de todos, hasta el vaso del más pobres pero con toda la frescura y pu- reza de su origen divino, sin mezclarlas con nada que las deteriore o, peor aún, que las contamine.

Esta tarea, a la verdad la más grande que podía Dios corífiar a los hombres, se lla- ma "evangelización". Hoy en América Latina millones y millones de hombres se encuen- tran en trance supremo de desfallecimiento espiritual en el terrible desierto al que nos han conducido los granes poderes que dominan el mundo: el poder del dinero, el poder de las armas, el poder de las revoluciones de los últimos siglos. Hoy en ese desierto sin horizonte alguno de esperanza hay una inmenza sed de Jesucristo, por que solamente El es todo ésto: justicia, verdad, amor, paz. La imploración que quedó cincelada en el Evangelio con la frase de la mujer samaritana: "dame esa agua, para que se me quite la sed" ( Jn. 4, 15) es en nuestra América Latina clamor de todo un pueblo constituido por millones que perecen por la sed de Dios. Esta es la más fuerte, la más honda, la más convulsionante interpelación que ha sentido el Episcopado Latinoameri- cano en su III Conferencia General.

¿Cómo asumir y cómo cumplir tarea tan divina, pero por lo mismo tan sobrehu- mana? He aquí el gran problema de la Conferencia de Puebla.

Para los Obispos y representantes del pueblo de Dios allí congregados la apertura del horizonte que hizo entrever las líneas de solución del problema vino con la presen- cia y la palabra del Santo Padre Juan Pablo II. A los Obispos el Papa recordó que esta- ban allí reunidos no como en un congreso de científicos y técnicos, por importantes que puedan ser tales reuniones, sino como en un encuentro de Pastores de la Iglesia de quienes los fieles reclamaban "ante todo una cuidadosa y celosa transmisión de la ver- dad sobre Jesucristo". Porque "de una sólida Cristología tiene que venir la luz sobre tan- tos temas y cuestiones doctrinales y pastorales que os proponéis examinar estos días".

Todos los integrantes de la Conferencia General de Puebla y todos cuantos habían corKurrido a esa ciudad sintieron en la voz del Papa una interpelación del Espíritu. La respuesta fue la Declaración cristológica, que constituye un núcleo doctrinal clave del Documento de la Conferencia, y lleva como Título: "Im v^'rdad sohrp Jesucristo, el Sal- vndor que anunciamos \

Bien significativo es el título en la hora presente. En nuestros días sucede entre no

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sotros lo mismo que aparece en el escenario del Evangelio cuando Jesús recorría los cami- nos de Galilea y las villas de Judá. Era El, Jesucristo, el Verbo de Dios, hermano de los hombres, con un Corazón de infinitud para amar y para comprender. "Vino a los suyos y los suyos no le recibieron" (Jn 1, 11). Por ello fue excepcional el privilegio de quienes llegaron a contemplarlo "Lleno de gracia y de verdad". ( Jn, 1,14 ). Hoy, cuando sobre Jesucristo son tantos los que hablan y escriben, pero son también tantos los que resuel- tamente quieren no ver y se resisten a mirar y hacen tanto esfuerzo crítico - histórico - sicológico para quedarse fuera del límpido mensaje del Evangelio, no hay tarea más apre- miante que la de transmitir sobre Jesús toda la verdad revelada por Dios y solamente esa verdad.

Es lo que se propone la Declaración cristológica de Puebla al presentarnos el MI S- TERIO DE CRISTO juntando en un solo haz de luz los tres dogmas fundamentales de la creación, la encarnación y la redención, en forma parecida a la de una anáfora eucarísti ca. Trataré de poner de relieve la línea directriz de la misma.

La primera preocupación del Episcopado congregado en Puebla debía ser la de pon- derar en el desarrollo doctrinal teológido que existe hoy en nuestra América Latina , In crisis cristológica, para hacer frente a las confusicmes, dudas y desviaciones que de ella se originan. La Cristología es diamante de múltiples facetas y ha de resolver cuestionamien tos bien complejos. Mas entre tanto interrogante que surge en esta hora de tanta convul- sión religiosa, la pregunta - cumbre es la misma que Jesús dirigió a sus Apóstoles en la so- ledad de las fuentes del Jordán, cuando ante su persona y su mensaje los hombres se divi- dían, las dudas alcanzaban su punto álgido y los mismo discípulos vacilaban: "Quien di cen los hombres ser el Hijo del Hombre"? Y tras el balbuceo de la respuesta, la interro gación decisiva: "Y vosotros, quién decís que soy Yo"? ( Mt, 16, t3 ).

Hoy como ayer, nada ni nadie puede quedar indiferente ante la persona y el men- saje de Jesucristo. Pero hoy como ayer retorna con fuerza acuciante la gran cuestión: ¿Quién es Jesús? ¿Es solamente hombre? ¿Es alguien igual a Dios? ¿Tenía El concien- cia de ser Hijo de Dios en un sentido que no permite equiparación con el resto de los hombres, aunque estos sean los grandes patriarcas y profetas del pasado, como Abiaham Moisés, Elias? ¿Y si es Dios, su naturaleza de hombre es también una realidad o solo una apariencia ? .. La respuesta de la Iglesia a estas preguntas hondísimas y que ponen a todo hombre ante dilemas de proyección infinita ha sido siempre el eco de la que di<í el Após tol Pedro: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" ( Mt. 16, 16 ) Y en la Conferencia de Puebla la Iglesia Latinoamericana ha hecho la misma proclamación de su fe en Jesucris- to profesando sobre su persona la doble prerogativa de la mesianidad y de la filiación di vina en toda su integridad.

Pero notemos con toda atención que cuando hablamos de conocer la verdad sobre Jesucristo no se trata solamente de llegar a un conocimiento científico de su persona y misión , tai vez exhaustivo desde el punto de vista crítico e histórico, pero que en defini- tiva no sería sino un conocimiento nocional del intelectual que se queda en el mundo de las ideas. No se trata de conocerle, como decía S. Pablo, "según la carne, con un conoci-

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miento que él llamaba del hombre "Psíquico"; se trata de conocerle y contemplarle en su realidad misteriosa y trascendente, para lo cual se requiere una percepción que el mismo Apóstol llama "neumática ", porque se realiza en virtud del Espíritu Santo Se trata de co- nocer la verdad del Misterio de Cristo, en quien Dios se ha manifestado a mismo y ha hecho patente su desginio de entrar en la historia para salvar al hombre, establecer una ali- anza eterna con él y hacerlo hijo en su Hijo Unigénito.

Pues bien; esta verdad sobre Jesucristo es absolutamente imposible conocer sin la ac- ción del Espíritu Santo. A los Corintios enseñaba S. Pablo: "nadie puede exclamar, ./csú.v es el Señor, si no es bajo la moción del Espíritu Santo". (1 Cor 12,3 ) Ante los hijos de Is- rael los Apóstoles proclaman: "de todo ésto ( del misterio pascual de la muerte y resurrec- ción de Jesús ) nosotros somos testigos y el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen". ( Hech. 5, 31 - 32 ). Esto quiere decir que el gran misterio de Dios, que es Je- sucristo, no puede ser entendido más que por quien esté iluminado y guiado por el Espí ritu de Cristo, el Espíritu Santo. Este es el Espíritu de verdad que ha sido dado a la Igle sia, interna y permanentemente, para que pueda penetrar en toda su profundidad y am plítud "la verdad" sobre Jesucristo.

El Episcopado reunido en la Conferencia de Puebla debía tener bien grabado en su mente este principio fundamental. Y así lo hizo. Tuvo presente con la mayor intimidad la palabra de Jesús: "El Espíritu de la verdad, cuando venga, os guiará hacia la verdad en tera" (Jn 16, 13). Pero tenía también que tener presente otra enseñanza dada con insis tencia en el Nuevo Testamente. A sus discípulos escribía el Apóstol Juan: "Queridos, no os fiéis de cualquier espíritu, sino discernidlos para cercioraros de cuál viene de Dios; poi que se han presentado en el mundo muchos pseudoprofetas. Reconoceréis el Espíritu de Dios en lo siguiente: es de Dios todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en la carne; y un espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios, sino que es el espíritu del anti- cristo... En esto conoceréis el espíritu de verdad y el espíritu de error", ( Jn. la. carta 4, 1 y 3, 6 ).

Así pues; ya en los orígenes mismos de la historia de la Iglesia, los Apóstoles veían que frente al "Espíritu de verdad" que confiesa al Hijo de Dios venido en carne humana y muerto en la cruz y a quien proclama El Señor resucitado, el Hombre Dios, hay el es píritu de error ", que intenta anatematizar y destruir a Jesucristo ( Cf. 1 Cor 12, 3 ); es el espíritu al que S. Pablo llama " espíritu de falsedad y engaño" ) 1 Tim. 4, 1 ), espíri tu de incredulidad e insensibilidad ( Ef. 2, 2 ) el cual tiene sus pseudoprofetas que anun cian un pseudo evangelio con el que intenta destruir, si pudiese, el misterio de Cristo o, por lo menos, alteiarlo y desvirtuarlo.

¿Se trata quizá de una situación propia solamente de la Iglesia apostólica y que ya no se da en nuestro tiempo? ¿Deberemos pensar que de todas las cátedras de teología y de todos los centros y escuelas de estudios bíblicos esté hoy excluido en absoluto el pe ligro de la presencia secreta y extrememamente artera del "espíritu de falsedad" del que nos habla el N. Testamento? ¿Deberemos creer que en las variadísimas formas en que hoy se asocian los líderes de los movimientos de renovación eclesial, ;amás se el pe

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ligro de la actividad de este "anti espíritu" que actuaba en las primitivas comunidades cristianas tratando de ofuscar la pureza de la fe ?

A la verdad no son mejores nuestros tiempos que los de la Iglesia primitiva en todo lo relativo a los peligros que corre la pureza de la fe. Esto lo comprobamos y sentimos de manera acuciante y dolorosa justamente en el campo de la Cristología. Para el Apóstol Juan , como aparece en el texto que hemos citado, la negación de Jesús como verdadero hombre, por ser la negación de la encarnación del Hijo de Dios, es negación directa del mismo Cristo. El espíritu que lleva a ella es "el espíritu de error". ¿Qué habría dicho el discípulo predilecto de Jesús ante la negación de que Jesucristo sea, con toda propiedad, el Verbo eterno preexistente antes de todos los siglos, el Hijo Unigénito, y por lo mismo Dios verdadero? Y sin embargo, en ciertas obras de la Cristología contemporánea hay so- bre esta verdad de la filiación divina de Jesucristo ambigüedades, reticencias, mutilizacio- nes que no pueden menos de preocupar vivamente a quienes tienen que vigilar por la pure- za e integridad de la fe. Juan Pablo II hizo al respecto al Episcopado Latinoamericano con gregado en Puebla una clara admonición, "Corren hoy, dijo, por muchas partes relecturas del Evangelio, resultado de especulaciones teóricas más bien que de auténtica meditación de la palabra de Dios y de un verdadero compromiso evangélico. Ellas causan confusión al apartarse de los criterios centrales de la fe de la Iglesia y se cae en la temeridad de co- municarlas, a manera de catequesis, a las comunidades cristianas. En algunos casos o se si- lencia la divinidad de Cristo, o se incurre de hecho en formas de interpretación reñidas con la fe de la Iglesia. Cristo sería solamente un "profeta", un anunciador del Reino y del amor de Dios, pero no el verdadero Hijo de Dios, ni sería por tanto el centro y el objeto del mismo mensaje evangélico. En otros casos se pretende mostrar a Jesús como compro metido políticamente, como un luchador contra la dominación romana y contra los pode- res, e incluso implicado en la lucha de clases. Esta concepción de Cristo como político, re- volucionario, como el subversivo de Nazaret, no se compagina con la catequesis de la Igle- sia".

En el seno de la asamblea episcopal de Puebla estas palabras produjeron impresión profunda y volvieron más vigorosa la decisión de elaborar una Declaración cristológica que eliminase de raíz los peligros señalados por el Papa. Por ello excluyó decididamente la línea de ciertos catedráticos e intelectuales de nombre brillante cuyo empeño consiste en presentar la figura del Señor primordialmente en toda la realidad y fuerza de su dimen- sión humana, en señalar en El el vértice más alto de todas las posibilidades de la historia, pero nada más, silenciando las enseñanzas bíblico eclesiales tan firmes y constantes so- bre la preexistencia de Jesús como Verbo eterno de Dios, o sea, su filiación divina. En contra de esta tendencia la Declaración cristológica del Episcopado Latinoamericano se propone ser firme y precisa en presentar la verdad sobre el misterio de Jesús de Nazeret en toda su integridad desterrando todo olvido, mutilación , inadecuada acentuación del mismo.

El Salvador que anunciamos los Obispos desde el cenáculo de Puebla no es solamen- te el Jesús histórico que aparece como la realización suprema de la naturaleza humana y

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"el Plenipotenciario" de Dios; es el hijo de la Virgen María que, siendo eternamente el Hi jo Unigénito de Dios, se ha hecho hombre en su seno, por obra del Espíritu Santo, para dar a los hombres "la potestad de ser hijos de Dios". ( Jn. 1, 12 ). El Salvador que anun ciamos no es el profeta comprometido políticamente en la lucha liberadora contra el po der de la dominación romana; es el "siervo de Yahvé" que con amor y obediencia tota- les a su Padre, expresión humana de su carácter eterno de Hijo, emprende el camino de la donación desinteresMa y sacrificada del amor a todos, rechazando la tentación del po der político y todo recurso a la violencia. El Salvador que anunciamos no es un Cristo implicado en la lucha de clases en cuya crucifixión hay que ver el desenlace de un con- flicto político y cuyas apariciones como resucitado serían ficciones literarias, fruto de una experiencia de conversión de sus discípulos; es el Jesús crucificado que, asumiendo el dolor de la creación, ofrece su vida en sacrificio por todos y es luego resucitado a nue- va vida por Dios y entronizado como Señor del mundo.

Si brilla esta luz, se aclaran las grandes cuestiones de la actual reflexión teológica: ¿hacia dónde se encamina la historia del mundo, esa historia de la que nos encontramos ser protagonistas los hombres de hoy? ¿En qué sentido y cómo estamos llamados Iri cristianos a forjar esa historia? .. Por la revelación que Dios nos ha hecho del Misterui <¡r Cristo sabemos que la meta de la historia es el Reino de la plena comunión y participa ción de Dios con los hombres y de los hombres entre que el Padre ha determinado tea tizar en su Hijo hecho hombre. Y sabemos también que la historia se forja mediante la realización de la alianza nueva y eterna de Dios con los hombres, alianza que Jesucristo ha sellado con su sangre derramada en la cruz y con su victoria sobre la muerte. Conocer la verdad sobre Jesucristo es conocer que El es el principio y el fin del plan divino de la creación y redención del mundo; el punto de convergencia hacia el cual tienden las gran des líneas de la historia y de la civilización; el centro de la humanidad, gozocíél corazón y plenitud de sus aspiraciones. { Cf. Conc. Vat. II. GS. 45 ). Esta es la idea - clave de la Declaración cristológica de Puebla.

Como hijos de la Iglesia debemos aceptarla con fe sencilla e integral. Pero subraye mos que la fe en Jesucristo no es solamente una inteligencia fría de su misterio; es sobre todo la entrega vital que el creyente hace de mismo a su persona adorable. Conocei la verdad sobre Jesucristo significa llegar con la ayuda del Espíritu al encuentro íntimo per sonal con El, en que se enciende y del que se alimenta el amor. Esta visión personal y vi vida de Cristo no puede aprenderse y adquijjrse en libros de alto coturno intelectual, por más refinados que sean. Porque esta visión se asemeja a aquella con la que el Padre cono ce a Jesucristo y Jesucristo conoce a su Padre, y consiste en un conocimiento mutuo que es amor mutuo. Es, pues, una visión que tiene lugar dentro del corazón; es la visión de un corazón que se siente amado por una persona viviente y que ama a una persona viví ente, (|ue no está lejos, sino tan cerca, que se puede afirmar lo que afirmaba S. Agustín; "es más íntimo que lo más íntimo de mí" ( Conf. 1116, 11). Esta visión es la fuente de la felicidad verdadera, como lo ponderó el mismo Jesús en su respuesta a la confesión de Pedro: "Feliz tú, Simón, pues que no es la carne y sangre quien te reveló, sino mi Padre, qiifj está en los cielos ' ( Mt. 16, 17). Como no hay luz que eleve tanto la inteligencia del

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hombre como la que proviene de la verdad del Misterio de Cristo, así no hay dicha que sa- tisfaga tanto el corazón humano como la que dimana de esta misma verdad.

Caminemos, hermanos queridos, a la fuente de esta dicha. Como verdaderos creyen- tes, no nos quedemos solo en el estudio y el recuerdo del Jesús de la historia pasada, ni nos reduzcamos a una teología de la mera esperanza en el Cristo de la consumación futura, si- no vivamos la presencia actual de Jesucristo resucitado, "el que, como dice bellamente la Declaración cristológica de Puebla, vive en medio de su Iglesia, principalmente en la sagra da Eucaristía y en la proclamación de su palabra; está presente entre los que se reúnen en su nombre y en la persona de sus pastores y ha querido identificarse con ternura especial con los más débiles y pobres" ( DP )

El Espíritu impulsa a hallar hoy a Jesús en todas estas formas y, sin duda alguna, a descubrirlo "en los más débiles y pobres", como lo ha querido subrayar la Conferencia de Puebla. Pero también en este rasgo divinamente bello del rostro de Jesús identificado con el rostro del pobre hay que tener presente la necesidad de discernir entre la entrega a la causa de los desvalidos y de los pobres que viene del "espíritu de amor" y la que pro cede turbiamente del espíritu de mentira y de muerte", cuyo único móvil, aunque sutilí- simamente encubierto, es el de destruir en todo corazón al mismo Cristo, que es verdad, vida y esperanza para el pobre. En nuestra patria la ruta del seguimiento de Jesucristo, el Liberador de los dolores y angustias de la pobreza de un pueblo , nos fue trazada con luz de cielo en la vida de Santa Mariana de Jesús, del Beato Miguel de las Escuelas cristianas, de Mercedes de Jesús Molina, Narcisa de Jesús, de José "María Yerovi y otros héroes y he- roínas del Evangelio en medio de nuestro pueblo. Basta permanecer en la ruta de luz ino fuscable que ellos abrieron para estar ciertos de que nuestro seguimiento de Jesucristo Liberador está marcado por el sello del Espíritu de verdad. En el amor a los pobres, en la entrega a la obra de su liberación, en la ofrenda de mismos que por esta liberación llega hasta las últimas consecuiencias, ellos vivieron el Misterio de Cristo con absoluta autenticidad evangélica. No necesitaban para ello tener ante los ojos otra imagen que la de Jesucristo, y éste crucificado; habrían rechazado con horror el tener junto a ella otra cualquiera , y peor aún la fotografía de un revolucionario.

Sin embargo, existen estas ofuscaciones en la hora actual. Y precisamente porque su peligro es innegable y es grande, necesitamos recurrir con oración más ferviente a es- ta Madre Dolorosa que, por ser "la estrella de la evangelización", puede disipar en nues- tra ruta las sombras provenientes del "espíritu de falsedad".

Ansiosa la Iglesia ecuatoriana de evangelizar, no de manera decorativa y superfi- cial, sino en lo hondo, en la raíz, en la cultura de su pueblo, se vuelve a María proclama da entre nosotros Reina de la educación, para que el Evangelio se haga más carne, más corazón de nuestra Nación ( Cf DP 303 ). En Puebla de los Angeles los Obispos nos hemos acogido con mayor amor y con más decisión a su patrocinio, convencidos de que Ella "tiene que ser cada vez más la pedagoga del Evangelio en América Latina" En su seno el Verbo se hizo carne; "entró a formar parte de un pueblo; constituyó el centro de la historia". Ella es una mujei fuerte que conoció la pobreza y el sufrimien-

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to, la huida y el exilio cuadros estos que deben tener ante los ojos quienes quieren se- cundar con espíritu evar>gélico las energías liberadoras del hombre y de la sociedad.

Ella es el modelo perfecto de la Iglesia en el orden de la fe. Y Ella es así mismo el modelo perfecto de la evangelización que anuncia y trae a los pobres la verdadera li- beración. Sin María el Evangelio se vacía, se desfigura y se transforma fácilmente en ideologías de moda. Pero no es lícito borrar ni caricaturizar el rostro del Señor Jesús. "No hay otro Evangelio" distinto del que predicaron todos los Apóstoles y creyó des- de el principio la Iglesia que teniendo a María, la Madre de Jesús, como su centro en el cenáculo recibió la virtud del Espíritu Santo Terminemos con este pensamiento de fe y de esperanza que nos dio el Episcopado Laitnoamericarvo en Puebla: "esta es la hora de María, tiempo de un nuevo Pentecostés que Ella preside con su oración ". ( DP. 303 ).

Sí. Madre dulcísima, Dolorosa del Colegio ! Esta es tu hora en la joven Nación ecuatoriana. Nada ni nadie la aleje de tus miradas, la separe de tus brazos, la apxarte de tu corazón!

A NUESTROS SUSCRIPTORES

Revisada la lista de nuestros suscnptores al BOLETIN ECLESIASTICO, hemos des- cubierto que hay un buen numero de morosos que no han cumplido con el deber de justi- cia de abonar el valor de sus suscripciones.

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En el caso de que no seamos atendidos oportunamente, nos veremos en la necesi- dad de PUBLICAR la lista de los morosos y suspenderemos también el envío de nuestra REVISTA.

LA ADMINISTRACION.

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CIRCULARES

CON MOTIVO DE LA FIESTA DEL DOMUD

Con motivo de celebrarse el 21 de octubre la fiesta del DOMVD, o sea el Domingo Mundial de las Misiones el Cardenal de Quito, dirigió la siguiente circular en la que soli- cita la cooperación a las obras misioneras, viviendo profundamente la vida cristiana, o- rando, ofi'eciendo los sufrimientos y brindando la generosa contribución económica.

ARZOBISPADO DE QUITO CIRCULAR

Queridos hermanos en el Sacerdocio y amados hijos de la Arquidiócesis de Quito.

El 21 del presente mes, se celebrará la fiesta del DOMUND, o sea el Domingo Mun- dial de las Misiones.

Vosotros conocéis el grande interés y viva solicitud, que , como Arzobispo de Qui- to V Cardenal de la Iglesia Ecuatoriana, abrigo en mi alma por esta obra santa de las Mi siones, obra de singular importancia y de especial trascendencia para la vida y desarrollo de la Iglesia.

Por esto cada año, con la debida oportunidad torno a presentarla a sacerdotes, re- ligiosos, y fieles, a fin de que colaboren con férvido entusiasmo al DOMUND y así no se extinga en los corazones el amor a las misiones y el deber que tenemos todos de trabajar por la Evangelización en todos los pueblos de la tierra.

El nuevo Papa, que por favor de Dios gobierna actualmente la Iglesia, el bondadoso y dinámico Juan Pablo II ha dirigido ya al mundo católico y cristiano su magnífico men- saje, invitando a considerar muy a fondo el sentido verdadero y auténtico de MISION", que nunca es una destrucción de valores, sino reasunción de los mismos y una nueva cons- trucción".

Bien quisiera que estas frases quedaran fuertemente grabadas en vuestras mentes y en vuestros corazones, para que íntimamente convencidos, podáis comunicar y explicar a los fieles, que acuden a vosotros, como "ciervos en busca de aguas vivas".

1.- LA EVANGELIZACION La Iglesia que por naturaleza es misionera, emprende como obligación fundamental suya, la Obra de la Evangelización. Así lo dice expresamen- te el Concilio: "Toda la Iglesia es Misionera y la Obra de la Evangelización es deber funda-

del Pueblo de Dios. ( Ad Gentes No 35 ).

a. QUE ES EVANGELIZAR? El Papa Misionero, el inolvidable Pablo VI en su grandiosa Exhortación Apostólica "La Evangelización del mundo contemporáneo se encarga de definirla: Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva

a todos los ambientes de la humanidad, y con su influjo, transformar desde den tro, renovar a la misma humanidad: "he aquí que hago nuevas todas las cosas " ( Apoc. 21, 5 ) (Ev. Nunt. No 18 ).

b. SU ORIGEN.- Notémoslo que la obra de la Evangelización trae su origen desde cuando Cristo, con autoridad divina dijo a sus discípulos: "Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a todos los pueblos" ( Me. 16, 15). No fue éste un mero con seje o mera aspiración suya; sino un mandato, un mandato divino que implica una obligación. Los Apóstoles, conscientes de este mandato de su Maestro, fueron y predicaron por doquiera la verdad de Evangelio.

c. IMPORTANCIA.- La Iglesia siempre, en todo tiempo, consideró y enalteció, a través de los Concilios y de las enseñanzas Pontificias, la importancia y la necesi dad de la Evangelización. "Obra primaria, Obra fundamental es la Evangelización" repite una y otra vez, Pablo VI. (Ev. Nunt. No 59 ). Y se comprende esta impoi- tancia , dado que la Evangelización lleva al conocimiento de la verdad y por ende al ejercicio de la caridad, que luego reporta vida de gracia y salvación. "A donde llpfla-aJ Evangelio, llfiga la caridad" ( Mensaje de Pablo VI, año 1970 ).

Sobrada razón tiene el actual Pontífice, al recordar una feliz y significativa frase del Decreto Ad Gentes: "Las nuevas Iglesias reciben... todo lo que puede ser- vir para confesar la gloria del Creador, para ensalzar la gracia del Salvador y para ordenar debidamente la vida cristiana". (Ad Gentes No 22 ) Y luego , él mismo añade: "La actividad evangelizadora debe tender por lo tanto a destacar y desa rrollar los elementos válidos y sanos, presentes en el hombre evangelizado y en el contexto socio cultural al que peí tenece" ( Mensaje de 1 .979 ) .

d RESPONSABILIDAD Me permito hacer estas consideraciones, para subrayar la grave responsabilidad que pesa especialmente sobre todos los que tenemos car- gos pastorales como somos los Obispos y Sacerdotes, en lo que respecta al deber de participar en la obra de la Evangelización. Dice el Concilio: "Todos han de te ner viva la conciencia de su responsabilidad, han de fomentar en mismos el es- píritu verdaderamente católico y consagrar sus esfuerzos a la obra de la Evange- lización" ( Ad Gentes No 36 ). Luego, dirigiéndose especialmente a los sacerdo- tes, añade: "Los presbíteros representan la persona de Cristo y son cooperadores del Orden Episcopal .... entiendan pues muy bien que su vida está consagrada también al servicio de las Misiones. . Organizarán por consiguiente, la ATEN- CION PASTORAL de forma que sea útil a la dilatación del Evangelio entre los no cristianos ( Ad Gentes 39 ).

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2 - COOPERACION - En los mensajes, con ocasión de la JORNADA MISIONERA DEL DOlV.UND, los Sun.os Pontífices no se cansan de reclamar y solicitar la COOPERACION del Pueblo de Dios, Así Pablo VI, al recordar la intención que tuvo Pío XI cuando estable- ció en el año 1925 la JORNADA ANUAL DEL DOMUND, dice: "Esta Jornada anual se propone sobre todo, tomar la conciencia misionera de todo el pueblo de Dios; cualtivar las vocaciones misioneras, y el progresivo aumento de la COOPERACION espiritual y ma terial a la actividad misionera en toda su dimensión eclesial ." ( mensaje del año 1976 ). Mas tarde el Concilio Vaticano II con más fuerza y autoridad dice "Todos los fieles, co- mo miembros del Cristo vivo, tienen ln extra In nhlimn nm di- conjn'ntr a la expansión de su Cuerpo ( A. G. 36 )

De diversas maneras podéis cooperar, queridos hijos, a la obra Misionera de la Evan gelización.

a.- VIVIENDO PROFUNDAMENTE LA VIDA CRISTIANA y dando buen tes- timonio de vida a base de fe y candad "Conozcan todos que su primera y prin- cipal obligación por la difusión de la fe es vivir profundamente la vida cristiana" ( Ad Gentes No 36 ).

b - LA ORACION No olvidemos, amados sacerdotes y fieles, que la oración humilde y confiada es el medio señalado por Cristo para conseguir todo bien, máxime cuando se trata de la conversión de un infiel a la fe o la conversión de un pecador. Esto es obra exclusiva de la gracia y la gracia se consigue con la pie garia: "Pedid y recibiréis" ( Mt. 7, 7 ) "Sin mi . nada podéis hacer" ( Jn, 15, 5) "Nadie puede venir a mi, si mi Padre no se lo concede" ( Jn, 6, 66 ) "Enseñen a los fieles a orar por las Misiones" ( Ad gentes No 39 )

c. EL OFRECIMIENTO DE.LOS SUFRIMIENTOS.- Qué consuelo y satisfac ción siente el católico de fe al dedicar sus sufrimientos que amargan su vida, por el éxito de las misiones de la Iglesia. Que los enfermos, viudas, huérfanos y pobres ofrezcan generosamente sus angustias con esta intención: son como pétalos fragantes deshojados al pie de la cruz y recuerden que Cristo llevó a cabo su obra de Redención "mediante el Calvario y la Cruz ".

d. - LA GENEROSA CONTRIBUCION ECONOMICA. Ya Nuestro Señor Je sús en su Evangelio recomienda esta forma de ayuda cuando habla ciel vaso de agua dado a un pequeñuelo en su nombre. Siguiendo sus huellas el Após tol Pablo solicita a las Iglesias de As'¿. recoger limosnas para auxiliar a la Igle- sia de Jerusalén que pasaba momen¡os angustiosos de miseria. Pío XI insistía "en el aumento progresivo de la cooperación espiritual y niateriala la activi- dad misionera. "Pablo VI en sus exhortaciones y Mensaies expn sa igual preo cupación; y el Concilio Vaticano en su Decreto Ad GenU's No. 39 textual mente dice: "No se avergüencen de pedir limosna a los fieles, haciéndose co mo mendiiiofi por ( risin y por la salvación de las almas". La razr^n de estas contribuciones es, como expresa Juan Pablo II, poi que en las tieri as de Mi

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síón son inmensas e innumerables las necesidades de orden material '*.

Queridos Sacerdotes e hijos ! Cuánto desearía que la conciencia misionera vaya acentuándose cada día más y más en los corazones de todos, de tal manera que el Ecua- dor entero llegue a ser por convicción una nación misionera! Para ésto, queridos Sacer- dotes, no esperéis tan sólo la Jornada del DOMUND para mentalizar a vuestros fieles sobre este asunto tan importante de la Evangelización Misionera. Aprovechad toda o- portunidad durante el año y toda circunstancia" para exitar y mantener entre los fieles el celo por la evangelización del mundo " ( Ad Gentes No 39 ).

Para que el Domingo del DOMUND tenga mayores relieves de solemnidad y, de consiguiente, mayor éxito, DISPONGO:

1.0 Que en la semana que precede al 21 de octubre se realicen algunos actos de piedad un triduo o un octavario de oraciones con celebraciones de la Palabra y visitas al Smo. Que los Colegios católicos de varones y niñas, se promuevan con cursos li- terarios sobre temas misionales.

2o. Que en las Misas verspertinas del Sábado 20 de Octubre y en todas las del 21, se predique sobre las Misiones.

3o, Que en todas las celebraciones Eucarísticas, tanto en la Iglesia catedral como en las Iglesias parroquiales y conventuales en las capillas y Oratorios públicos y pri- vados, se haga la COLECTA pedida por el Santo Padre para las Misiones de la I- glesia Católica.

4o. Que esta colecta se realice en todos los Colegios y Escuelas, sin excepción.

5o. Que las cantidades recogidas se envíen, lo más pronto posible a la Dirección Na- cional de las OO.PP.MM. ( Exnunciatura ) o la Curia Metropolitana;

Espero que estas disposiciones sean debidamente cumplidas.

Con especial afecto, os bendigo en el Señor.

ARZOBISPO DE QUITO.

Quito , Octubre /l9

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VAR 10$

DISCURSO DEL DOCTOR PATRiaO ROMERO BARBERIS EN LA INAUGURACION DE LA CASA DE LA PROVINCIA

LA SANTISIMA VIRGEN DEL QUINCHE PATRONA DE LA PROVINCIA DE PICHIN- CHA.- Un acto realmente apoteósico resultó la proclamación a la Santísima Virgen del Quin- che, Patrona de la Provincia de hchincha. Kl doctor Patricio Romero Barberis Prefecto pro- nuncio un magnífico discurso, en el cual manifestó que el H. Consejo Provincial de Pichin- cha Y sn Prefecto, "reconocemos la fe religiosa de la mayoría del pueblo ecuatoriano, ntani- festada alrededor de la veneración de la Imagen religiosa de ¡a más bella escultura de la Ma- dre de Jesús de Nazareth." Y luego anotó: Posiblemente la extracción proletaria de la fe de los obreros, campesinos , de la gente humilde y postergada, que se postra a los pies de la Vir- gen del Quinche, moleste a ciertos grupos aristocráticos y por eso tal vez se piense que no de- bería merecer la preocupación del poder público y de ninguno de nosotros, pero el pueblo ecuatoriano que sabe valorar nuestra acción, en su real trascendencia y que sabe de la firme- za de nuestro pensamiento laico, nos comprende y respalda.

Por considerar de interés histórico este discurso que rompe una vez por todas el fal- so concepto de que el laicismo significa ateismo, es decir, oposición sistemática a lo que sig- nifican los verdaderos valores del espíritu y porque se necesita una buena dosis de valentía para expresar una verdad que está profundamente incrustada en el alma religiosa del pue- blo ecuatoriano: Su fe religiosa, nos es muy placentero publicar este discurso.

La Inauguración del Edificio del Honorable Consejo Provincial de'Pichincha, cons- tituye la realización material del anhelo popular de nuestra Provincia de llegar a tener la casa propia que asegure su existencia como entidad politica y social organizada, para el desarrollo del país. La base física para el ejercicio de su soberanía y el sitio de llegada del Hombre que anhela la solución de sus problemas, de sus aspiraciones y de sus ensueños.

La casa del Pueblo de Pichincha esta de acuerdo con la grandeza de su espíritu, tiene la dimensión de la altura libertaría de su historia y la proyección al futuro lumino- so de la justicia social que esperamos dejar a las generaciones venideras.

La construcción que inauguramos llenos de orgullo y de satisfacción el día de hoy, •s la culminación del esfuerzo y del trabajo de varios consejos proviíKiales.

La resolución primaria de Manuel Cordova de hacer la obra, el entusiasmo de Alva- ro Pérez para iniciar su construcción, el empeño de Agustín Patiño para impulsarla y la firme decisión del actual consejo de terminar la obra y de inaugurarla en el primer año

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de su gestión democrática, es la suma de un proceso de continuidad positiva de servicio publico, que llega a ser una realidad objetiva a la vista de todos los ecuatorianos.

Para esta construcción concurrieron, a más del esfuerzo financiero del propio con sejo, también los del gobierno nacional, del Institutto Ecuatoriano de Seguridad Social y el Fondo Nacional de Desarrollo, que en la realidad, no es otra cosa que la contribu- ción del pueblo ecuatoriano, al progreso de la provincia de pichincha, la que en esta oportunidad, por mi intermedio, entrega al patrimonio de la nación entera, este edifi- cio, que es y sera el símbolo de la unidad nacional.

Asimismo, debo mencionar que forma parte de la obra el apreciado impulso ima- ginativo de los arquitectos que la concibieron y diseñaron, la sabiduría matemática de los ingenierons que dirigieron, su construcción. Ta experiencia de los técnicos de los di versos servicios instalados, el buen gusto de los decoradores y el alma de los trabajado- res que, con sus manos endurecidas, con su esfuerzo f isico, y su conciencia en la obra misma, pusieron con entusiasmo y cariño, el concreto, los ladrillos, el marmol, la ma- dera, los vidrios y dando asi, todos, forma y contenido espiritual a este eficio, que en cierra en cada milímetro de su estructura de grandeza de nuestro hombre, de nuestra clase trabajadora, a quienes rindo mi sincero homenaje y en nombre del pueblo de pi- chincha les expreso el mas profundo agradecimiento.

En la parte puramente material, al igual que todas las grandes obras de la patria, esta es la manifestación de la grandeza de un pueblo, anónimo, humilde y olvidado.

Las manos obreras que ayer levantaron las iglesias monumentales de nuestra co lonia, que esculpieron la piedra, pintaron los cuadros de santos y de héroes, que talla- ron la madera y nos dejaron un rico patrimonio cultural que enorgullece al país, con el andar del tiempo y de la gente, atravesaron la eternidad y llegaron a nuestra época en otros rostros y en otras circunstancias, para hacer con el cemento, el acero y el vi- drio, esta nueva obra que también es el símbolo de una época, de un tiempo y de un pueblo que busca luz del infinito, que tiene firme decisión de superar la pobreza y la dependencia, de encontrar el sol de la dignidad humana, que reparta por igual su ener gía a todos, sin discriminaciones ni diferencias.

En suma, esta inauguración se parece a la existencia y al avance de la patria, que es una continuidad en permanente movimiento, un punto de impulso del ayer, que nos lanza hoy al de partida, por una meta hacia el mañana. La eternidad del cambio de las acciones, de la materia y de la vida, todo ello sintetiza este acto, todo ello es esta obra.

Algunas distinguidas personas han criticado, la liturgia religiosa de la religiosa de la bendición de este edificio y la proclamación de la Virgen del Quinche como reina y señora de la provincia de pichincha, basados en una concepción anti - religiosa, supera- da hace muchos años y que nunca tuvo razón de ser, puesto que el laicismo, es el dere- cho a disentir de la idea ajena y a respetarla, es el derecho que todos los seres humanos tienen a que se respete su libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, y es eso precisamente lo que hemos hecho en esta oportunidad pues, al margen de cualquier cri

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terio personal. El H. Consejo Provincial (Je Pichincha y su prefecto reconocemos la fe reli giosa de la nnayoría del pueblo ecuatoriano, manifestada alrededor de la veneración de la imagen religiosa de la más bella escultura de la madre de Jesús de Nazareth. c^-.

Posiblemente la extracción proletaria de la fe de los obreros campesinos, de la^gen- te humilde y postergada, que se postra a los pies, de la Vigen del Quinche, molesta a cier- tos grupos aristocráticos y por eso talvez se piensa que no debería oierecei la preocupa ción del poder publico y de ninguno de nosotros Pero el Pueblo ecuatoriano que sabe valorar nuestra acción, en su real transcendencia y que sabe de la firmeza de nuestro peii Sarniento laico, nos comprende y respalda.

En este edificio, junto a la Virgen del Quinche, esta el retrato de Eugenio Espejo, del general Eloy Alfaro, capitán de la única revolución ecuatoriana, cerca a ellos tam- bién estaran el general José María Urbina, libeitador de los esclavos, el general Enrique Gallo, gestor del desenvolvimiento social de estos últimos cuarenta años y otros ecua- torianos ilustres que contribuyeion positivamente a la construcción y progreso de núes tro país.

Asi entendemos a la Patria, unida, integral y superada No podemos reavivar las cenizas de la guerra santa, ni fomentai ia división de los ecuatoi lanos, buscamos todo lo que puede unificar ai pueblo porque estamos convencidos de que solo mediante la uni dad nacional el País podra avanzar hacia el futuro con seguridad y firmeza.

La conjugación laica y religiosa de este día es un hecho común de nuestro pueblo y nosotros como sus mandatarios t»o hemos hecho otra cosa que oficializar esta real) dad, a pesar de todo cuanto se diga en contia de esta verdad definitiva y concluyente

Por otra parte, en la presente situación encontramos que el país vive otra etapa del proceso de restauración democrática, en la cual somos parte activa y positiva tod( los ecuatorianos y por lo tanto debemos estar conscientes del papel que nos correspui» de desarrollar para garantizar la vigencia duradera de una autentica democracia nació nal

Hace un año, el retorno a la voluntad soberana del pueblo se inicio con la pose sión de los cargos de los mandatarios municipales y provinciales que hemos tenido que amoldar nuestras actividades a un periodo de transición que tei mino el 1 0 de agos to pasado con la entrega del podei al señor presidente y la instalación del poder legis- lativo, todo esto en medio de la espectativa general y de las más grandes esperanzas, del pueblo de la patria

En el corto camino de la democracia recorrido por los municipios, consejos pro vinciales y los primeros pasos dados por el gobierno nacional, se ha comenzado a dejar atr^s la noche negra, para dar vida a la vigencia del sistema democrático integral, opera tivo y dinámico que nos permita establecer un nuevo orden económico y social que su pere el atraso y la dependencia mantenidos en contra de la voluntad del pueblo ecuato riano.

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La tradicional concepción de la democracia representativa manejada por los grupos de presión económica, ha sido superada por la decisión popular, el contenido formal, su lenguaje declamatorio y la constitucional idad de papel no tiene ningún sentido en estos días y la libertad para morirse de hambre ya no es aceptada por nadie.

Es hora de la democracia social, de resolver los conflictos creados por la Sub - Ali- mentación, la carencia de vestido y vivienda, de salud y educación, el déficit cultural y otras necesidades populares que todavía son privilegio de pocos en su cobertura y sirven de base para la explotación del pueblo dando lugar al enriquecimiento de toda clase de especuladores.

Dentro de esta realidad al gobierno nacional le corresponde adoptar decisiones ge- nerales para todo el país y a los municipios y consejos provinciales les toca solucionar los problemas inmediatos de la gente, dotarles de los servicios públicos y atender sus ne- cesidades vitales, mediante la construcción de caminos, agua potable, de luz, canalización la edificación de escuelas, canchas deportivas, parques de recreación, obras de ornato y tantas y tantas obras reclamadas en todas partes y que en conjunto son las que manifies tan la verdadera grandeza de la patria , la eficacia del sistema democrático y la razón de ser de los estados.

El tropel en la palabrería política pasa como el viento, se diluye en el tiempo perdi- do del engaño y solo queda la obra y las acciones de quienes comprendemos las necesida- des de nuestra gente y realizamos todos los esfuezos para cumplir con las demandas popu- lares.

Así comprendemos los problemas del país los representantes populares de la pro víncia de pichincha y dentro de nuestra jurisdicción y competencia actuamos con modes tía, sinceridad y conciencia y con la autenticidad humana de ser reales con lo que senti mos, pensamos, decimos y hacemos, en todas las circunstancias de la vida.

Somos parte del pueblo, venimos de sus entrañas mismas, nuestros intereses son los intereses nacionales y estamos decididos a superar todos los obstáculos que impiden el de- sarrollo económico y social que nos permitirá hacer del Ecuador un país verdaderamente soberano y digno en el concierto de todas las naciones.

Pero para poder cumplir con la tarea necesitamos de los medios económicos, de la estructura administrativa y de los recursos humanos capacitados para entender su papel y realizar el trabajo demandado por el servicio publico, con honestidad, eficacia y patrio- tismo.

La estructura administrativa y los recursos humanos tenemos en una u otra forma, pero la situación financiera es de tal magnitud que los municipios y los consejos provin- ciales debemos hacer verdaderos milagros para sobrevivir y atender nuestras obligaciones en minima parte a los requerimientos populares, y para solucionar este problema presen tamos al poder legislativo varios proyectos de ley y esperamos la cooperación de la presi- dencia de la república a fin de encontrar la ayuda fiscal en forma definitiva y amplia a fa

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vor de las organizaciones municipales y provinciales.

Como también es evidente que en estos dias hemos vuelto al régimen de derecho al imperio de la constitución, los representantes del pueblo tenemos que estar conscien- tes del valor que tiene para el país esta situación y más aún cuando hemos tenido que v vir estos últimos años bajo el dominio de la arbitrariedad y del abuso dictatorial

El derecho y la constitución no son un fin, son el medio para facilitar el desarroH económico y social de los pueblos ; y, de acuerdo con esta verdad, entendemos que las normas jurídicas deben estar al servicio de la solución de los problemas populares-, que deben constituir un instrumento de la liberación humana y un mecanismo de conviven- cia política nacional, siempre mas conveniente que cualquier clase de tiranTa. El sistema democrático, del respeto y la ley solo podran ser defendidos por los pueblos, cuando es tos conozcan su contenido y lo valoren, vivan en su aplicación y consideren a la ley co- mo parte importante de su progreso y mejoramiento en la vida diaria.

La nueva constitución del Ecuador, formalmente otorgada en su origen por la dic tadura, logro pactar un contenido progresista en el seno de ta comisión que elaboro su texto y fue democratizada con la aprobación popular del referendum del 15 de enero de 1978. Sabemos que sobre la forma tiene mayor valor el contenido y por esa razón a ceptamos con agrado, la vigencia del mas importante cuerpo legal del estado, todos los ecuatorianos progresistas.

La enumeración de los derechos, deberes y garantías, considerados como los de mayor amplitud en nuestra historia constitucional tienen que hacerse realidad para to dos.

La organización de la economía en los sectores estatal, comunitario, mixto y pri- vado no hace otra cosa que recoger la realidad nacional que tiene en funcionamiento to dos estos sectores desde la época colonial y ahora, corresponde al gobierno nacional, al congreso , a los municipios, a los consejos provinciales y en general a todos los organís mos públicos extender su radio de acción en los campos determinados para cada caso, eso SI, claramente conscientes de que no hay separaciones excluyentes ni hegemonías, lo correcto es armonizar el trabajo en todos los sectores y ponerles a estos al servicio de la patria, a la construcción en una nueva sociedad, al bienestar general, a la justa dis- tribución de la riqueza, y a la justicia social.

El Estado somos todos los ecuatorianos no es instrumento de dominio de ningún grupo ni de ninguna persona en particular, no puede ser elemento de represión, sino al revés de liberación y satisfacciones sociales.

La grandeza del país es la suma del esfuerzo particular y del esfuerzo publico, me diante la planificación y coordinación de todas las actividades .

En la parte orgánica, el parlamento unicameral, las funciones del vicepresidente de la república, la creación del sistema de planificación del sector público, la definición

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de las autonomías de las entidades estatales y de manera especial de los consejos muni- cipales y de los consejos provinciales, son aspectos positivos para la organización nacio- nal.

Naturalmente, frente a los asuntos precedentes entendemos que existen otros as- pectos importantes y sabemos que hay algunos vacios que deben ser llenados para ha- cer realidad el proposito progresista, moderno y democrático de nuestra carta funda- mental.

Al consejo provincial de pichincha le satisface tener una idea clara del papel que le corresponde jugar en esta época frente al país y a las exigencias populares.

La obra realizada en un año de servicio público, el respeto que guardamos a to- da la gente, la humildad en todos nuestros actos, la pasión por nuestra provincia, la rectitud y el patriotismo de nuestras acciones están a la luz del día y del pueblo de pi- chincha y de toda la república, pues.es nuestro permanente mandatario.

En los programas del plan de desarrollo provincial de pichincha abarcamos la so- lución de los principales problemas de nuestra población, nos preocupa impulsar la via- lidad, la reforestación; el desarrollo turístico; la producción agropecuaria; la salud, la construcción escolar; la cultura; el deporte, el bienestar de los campesinos, de los mo- radores de pueblos v ciudades; dentro de nuestras limitaciones económicas, adminis- trativas, legales y políticas.

En nuestra gestión, cabe destacar el proposito de energetizar el campo y desarro- llar las fuentes no convencionales, para establecer la Independencia energética de los sectores productivos y solucionar en el ámbito provincial una de las preocupaciones de mayor trascendencia de la ciudadanía.

De manera especial estamos empeñados en rehabilitar la relación del hombre con con la naturaleza, de preservar el medio ambiente y la ecología provincial para evitar la contaminación y dar a las generaciones presentes y venideras una tierra pródiga, un aire limpio, al agua cristalina, el cielo azul y un espacio digno de ser incorporado a la exis- tencia humana hasta el día en que tengamos que volver a ser parte de la materia orgá- nica del universo.

La tarea es grande y compleja, los medios son limitados y esperamos que nues- tro esfuerzo logre superar esta contradicción, aspiramos encontrar la comprensión y la cooperación del gobierno nacional, asi como también de toda la población pichin- chana para salir adelante.

Solo el esfuerzo y el trabajo perduran en la grandeza de los pueblos.

Deseo terminar esta intervención haciendo la entrega, al pueblo de pichincha.

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de esta obra monumental que ahora inauguramos y expresarle con hechos, nuestra devo- ción democrática y nuestra lucha decidida, para construir un país grande, digno y sobera- no, en el que los ecuatorianos seamos los verdaderos dueños de nuestro destino histórico de nuestro territorio, de nuestra cultura y de nuestras decisiones.

Somos optimistas y tenemos fe en el futuro de la patria.

Siempre unidos, siempre unidos por el pueblo y por su libertad, siempre unidos , siempre unidos por pichincha y por el ecuador.

Gracias.

NOTA: Nos privamos de ofrecer a nuestros lectores el texto de la homilía pornunciada en esta ocasión por su eminencia el Cardenal Arzo- bispo de Quito Monseñor Pablo Muñoz Vega, por cuanto dicho texto se extravio en el acto de aquel día . Rogamos a la persona que tiene el texto, hacernos llegar para que el publico no se vea privado de este valiosísimo documento.

EXISTEN LOS CABILDOS CATEDRALES ?

En la III reunión del Consejo de Presbiterio cuyo texto se publica en el presente nú- mero de nupsiro B()LF.T¡\ ha sido cuestionada por algunos sacerdotes la existencia de los ( abildos (.atedrales. Se ha afirmado por ejemplo, que el (.'onscfo de Presbiterio reemplaza al Cabildo y se ha insinuado que sen el único Consejo o senado de consulta del Obispo.

El limo. Y Rmo. Arcediano del CMpítulo Catedral de Quito, Monseñor Angel Ga hriel Pérez ha realizadi/ sobre la materia el presente estudio que publicamos a continua- ción. Estudio muy bien documentado, eminentemente jurídico que hará luz no lo du- damos - en.estas cuestiones de Derecho qnr debemos conocerlas especialmente los sacer- dotes.

La Dirección del BOLETIIS FÁA.ESl ASTICO, recuerda una vez más a sus lectores que sus páginas están a la disposición de lodos los estudiosos que quisieran colaborar con sus escritos, para <jui' verdad, sea ('ste el órgano de orientación del ¡M'nsamiento católico contemporáneo.

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I ANTES DEl VATICANO II

Existencia Jurídica de los Cabildos Catedrales según el Código ( 1917 -1918 )

Elaborado por una comisión de sabios juristas, presididos por el Eminen- tísimo Cardenal Pedro Gasparri, el Código de Derecho Canónico está en vigen- cia, desde la promulgación que S.S. Benedicto XV hiciera en la festividad de Pentecostés del año 1917 y que obligaría desde el año siguiente 1918.

En el libro Segundo, de las personas, Capítulo V, desde el C. 39 1 hasta el C. 422, se consagra el Título: De los Cabildos de Canónigos. Pocas modifi- caciones se han introducido, hasta la presente , en el ordenamiento jurídico del Cabildo Catedral. Así el C. 409. más que modificación ha tenido una ex- plicación acerca de cómo ha de presentarse el cabildante, para el rezo del O- ficio divino. El Cabildo catedralicio está en plena vigencia y de acuerdo a un principio jurídico de carácter universal: "las cosas se deshacen como se ha cen". Está reservada a la Santa Sede Apostólica la institución o erección, in novación y supresión de los Cabildos, así catedrales ccmio colegiales" (Cf.C^ 392). Por delegación de la Santa Sede, pueden ahora las Conferencias epis- copales, atender a los requerimientos de los Obispos, con relación a los Ca- bildos.

Por expresa disposición del C. 391, el Cabildo Catedral se ha constitui do con tres importantísimos e indelegables fines: un culto más solemne en la Iglesia, ser el senado del Obispo y suplirle, sede vacante, en el gobierno de la diócesis. Textualmente el mencionado Canon dice así: "El Cabildo de ca- nónigos, ya sea catedral, ya colegial o colegiado, es un colegio de clérigos ins tituido con el objeto de que tribute a Dios un culto más solemne en la Igle sia. y tratándose del Cabildo catedral, para que, de conformidad con los sa- grados cánones, ayude al obispo, como su senado y consejo, y. mientras va- ya la sede, le supla en el gobierno de la diócesis

II LOS CABILDOS CATEDRALES DESPUES DEL VATICANO II

Antes de pronunciarse con un criterio por demás superficial, que desdi ce de la seriedad de ciertos sacerdotes, acerca de la existencia legítima de los Cabildos, es necesario informarse, no sólo de los documentos pontificios y conciliares, sino de la abuiulantc literatura que en tliversos idiomas iparece. como fruto del tr.ibajo de las Comisiones encargadas de la actuali/acion del Código de Derecho Canónico.

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El 4 de Diciembre de 1963, Paulo VI al tratar sobre la "Sagrada Litur- gia"' se refiere expresamente a la Catedral y a la Misa conventual en estos términos: "Por eso conviene que todos tengan en gran aprecio la vida litúr- gica de la diócesis en torno al Obispo, sobre todo en la Iglesia Catedral

concelebración en la Misa Conventual " ( Cf. Nos. 41. 57. 1, 2a. ).

En la Constitución "Sacrosantum Concilium" del 5 de Diciembre de

1963, entre otras disposiciones, prescribe: "En el coro consérvense las

Horas menores" ( Cf. NO. 89 e ).

"Las comunidades obligadas al coro, además de la Misa conventual,

deben celebrar cada día el oficio divino en el coro en esta forma Los

CABILDOS CATEDRALES o colegiales las partes del oficio a que están obligados por derecho común o particular".

El Cabildo lo hace en latín según lo dispuesto en el N. 101, párrafo lo. y cultiva el canto gregoriano de acuerdo al Numeral 116; la música sa- cra se ejecuta en órgano tubular, ( Cf. N. 120 ) y promueve las melodías tradicionales y populares ( Cf. ibidem N. 119).

Traemos a cuento estos detalles litúrgicos, porque están relacionados con la existencia del Cabildo y porque quizá ni se los ha leido.

Hay algo que seguramente ha sembrado confusión en ciertos espíritus, pero por falta de un estudio serio y exegético: es la aparación simultánea de otros consejos de presbíteros y de consultores, junto al tradicional e históri- co Senado del Obispo, como se llama desde antiguo al CABILDO CATE DRAL.

El Decreto "Chistus Dominus" del 28 de Octubre de 1965, No 27 ex- presa claramente el pensamiento de Paulo VI: "Entre los colaboradores del Obispo en el gobierno de la diócesis, se cuentan también aquellos présbite ros que constituyen su senado o consejo, como son el CABILDO CATE- DRAL, el cuerpo de consultores y OTROS CONSEJOS, según las circunstan- cias e índole de los diversos lugares".

La crítica ligera, se ha dado cuenta de la convivencia simultánea de es- tos varios cuerpos asesores del obispo'? Este Decreto de Paulo VI, no está ratificando con autoridad pontificia, la supervivencia del Capítulo Catedral?

Afirmada sin lugar a duda, la existencia jurídica del Capítulo Catedral. PUEDEN los obispos, de acuerdo a las circunstancias, instituir otros conse, jos que dialoguen con él y si es necesario, lo asesoren. En este sentido se ex-

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presa el Decreto "Prcsbyterorum Ordinis" del 7 de diciembre de 1965 en el cual Paulo VI dice así: "Ahora bien, para que esto se lleve a efecto ( se refie- re al diálogo entre el obispo y los sacerdotes I, constituyase, de manera aco- modada a las circunstancias y necesidades actuales, en la forma y a tenor de las normas que han de ser determinadas pc^r el Derecho, una junta o senado de sacerdotes, representantes de la agrupación de todos ellos, que con sus consejos puedan ayudar eficazmente al obispo en el gobierno de la diócesis". ( Cf. No 7 ).

El comentario huelga. El Cabildo catedral, como senado del obispo, tie- ne de jure, existencia legal. La existencia de este otro organismo de consulto- res y consejeros, depende de las circunstancias y de las necesidades; pero pue- den coexistir y para que haya una coexistencia normal y lógica, el "Motu Proprio Eclesiae Sanctae" recoge las disposiciones de Paulo VI en estas pala- bras: "Conviene que los obispos, sobre todo, reunidos en las conferencias, adopten acuerdos comunes y decreten normas similares en todas las diócesis del territorio para los asuntos que afectan, tanto al consejo presbiterial, co nio al consejo pastoral, así como también a las relaciones de los mismos, ya sea entre sí, ya ante AQUELLOS CONSEJOS DEL OBISPO QUE EXISTEN YA, en virtud del Derecho vigente" ( Cf. A.A.S. 58. pg. 757, No. 17 de 6 de agosto de 1966 párrafo lo.) Y como si esto fuera poco, y para desvanecer ciertas ligeras actitudes de suficiencia canónica que pueden dcsorieiirai . a punto lo que sigue, tomando del mismo Mt)tu Proprio.

"Cuiden también los obispos de que todos los Consejos diocesanos queden oportunamente coordinados j^or medio de una cuidadosa definí ción de competencias, de la mutua participación de los miembros, de se siones comunes y de otras formas" ( fbidem ) .

Y todavía, para disipar cualquier duda recalcitrante, cito textualmen- te el párrafo 2o. de este mismo numeral: "Entre tanto, los Consejos del O bispo existentes, en virtud del Derecho vigente, es decir, el CAPITULO CATEDRALICIO y el grupo de consultores y otros semejantes, si existen. CONSERVAN SU OFICIO Y COMPETENCIA HASTA QUE SEAN RE- í ()RMAÍX)S"' ' Cf. Doc uiiiciitos posc onciliares. Normas para aplicar los Decretos "Chistus Dominus" y "Prcsbyterorum Ordinis" No. 17, párrafo 2).

Se insistirá todavía en c|ue los Cabildos no existen? En la (Constitu- ción Apostólica "Regimiiii Ecciesiae universae " del 1 5 de agosto de 1967 { Cf. A.A.S. 59, 1967. pg. 885 ) v según la nueva Congregación para los clérigos en el No. 68, se dispone: "A esta misma (Congregación, por me-

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dio del mismo Oficio, le corresponde además: "Ocuparse de todas acjue- Uas cosas t]ue se refieren a los cargos y disciplina del clero diocesano, a LOS CABILLX)S CATEDRALES Y COLEGIALES, a los Consejos pasto rales .... etc" ( Párrafo lo. ).

Nueva ratificación de! CABILDO CATEDRAL. "Tratándose de erec ción, supresión y renovación de parroquias ( No. 32 de la Christus Domi- nus ) este mismo Motu Proprio "Eclesiac Sanctae" ( Cf. No. 21, párrafo 2) establece: "De ahora en adelante, no se asocien más las parroquias en plenitud de derecho, a los CABILDOS DE C:ANONIGOS". Si continúan todavía algunas unidas, una vez escuchados el CABILDO y el Consejo presbiteral, sepárense y nómbrese un párroco, elegido o no, de entre los CAPITULARES".

Me pregunto: Cómo pueden haber parroquias asociadas a un Cabil- do, si éste no existe por Derecho? Cómo puede ser escuchado el Cabildo, para la separación de las parroquias, si este Cabildo está extinguido? mo puede el Motu Proprio obligar a que se consulte a un muerto jurídico?

En la Instrucción "Inter Aecumenici" del 26 de Septiembre de 1964,

se establece lo que sigue: "las Comunidades de CANONIGOS obligados

al coro por derecho .... además de la Misa conventual, deben celebrar cada día el oficio entero en el coro", y se añade algo que parece repetición, pero es en realidad una específica determinación: "Los CABILDOS CATEDRA- LES y Colegiales, además de la Misa conventual, deben rezar en el coro aque- llas partes del oficio que se les imponen por el derecho común o particular". ( Cf. Instructio" Inter Aecumenici" A.A.S. 56, pg. 877 900, No 78, a v b ^

III CONCLUSION

Para terminar esta corta, pero fundamental exposición acerca de la vi- vencia jurídica del CAPITULO CATEDRAL, me permito transcribir un pá- rrafo de la Instrucción "Actio Pastoralis Eclesiae" de la Sagrada Congrega- ción para el Culto Divino del 1 5 de Mayo de 1969 que puede aplicarse en nuestro caso: "Aunque en nuestros días no faltan quienes, por las COSAS NUEVAS, necias aveces, que proponen, o por las formas caprichosas de las celebraciones litúrgicas que inventan, se conceptúan como RENOVA DOS; sin embargo, los sacerdotes, seculares y regulares, auténticamente so- lícitos del bien de los fieles, tengan por indiscutible, que el sistema de una acción pastoral duradera y santificadora, se encuentra en una constante y generosa fidelidad de sumisión a la voluntad de la Iglesia, expresada por sus

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mandatos, normas y estructuras". ( Cf. Instructio Actio Pastoralis Eclesine" A.A.S. 61, 1969. 806 - 811, N. 11 ad 4 un ).

He tenido conocimiento que se plantea una tesis que, a mi modo de sentir, es por lo menos aventurada y ridicula. Tesis que se expresa así: "El Consejo de presbiterio reemplaza al Cabildo Catedral" Preguto: Qué auto- ridad tiene esta afirmación si esta supuesta y gratuita sustitución no consta ni en los Documentos Pontificios, como acabemos de exponer, ni:en ningu- na disposición del Vaticano 11 ? .

Sin comentario - pues estaría demás - permítaseme transcribir las pala- bras severamente admonitivas del Vicario de Cristo, Juan Pablo 1 "A los con testatarios, que a nombre de una libertad de creación mal entendida, han he- cho tanto mal con sus improvisaciones, sus banalidades y ligerezas, y muchas veces con verdaderas profanaciones. Nos les pedimos severamente ceñirse a las reglas establecidas". ( Cf. Année canonique, T.XX. 1978, pag 201 ).

Al fundamentar el presente artículo en la doctrina pontificia y Conci- liar, todo comentario antojadizo, todo criterio personal, queda al margen de roda autoridad, como lo enseiia Paulo VI al clauzurar el Concilio Vaticano II.

"Así pues, habiendo concluido hoy, con la ayuda de Dios, todo cuanto se refiere al sacrocanto Concilio ecuménico, habiendo sido aprobados por de- liberación sinodal y promulgados por Nos. todas las Constituciones, decretos, declaraciones y acuerdos, con nuestra Apostólica Autoridad, decidimos y or- denamos concluir, para todos los efectos, el propio Concilio ecuménico

"Hemos sancionado y establecido estas cosas, decretando que las presen- tes letras sean permanentes \ continúen firmes, válidas v eficaces y que se cum- plan

"Así se debe juzgar y definir. Y debe considerarse nulo y sin valor, desde este momento, todo cuanto se hago contra estos acuerdos por CUALQUIER INDIVIDUO o cualquier autoridad, conscientemente o por ignorancia". ( Cf; Breve Pontificio "In Spiritu Sancto" de clausura del Concilio, 8 de diciembre de 1965, tercero de nuestro Pontificado. Pablo. PP VI ).

Angel Gabriel Pérez Arcctliatu) del Capitulo (Catedral de Quito.

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CRONICA DE LA INAUGURACION DE LA CASA DEL CONSEJO PROVINCIAL DE PICHINCHA.

Patrona de Pichincha.

Nuestra Señora de la Presentación del Quinche fue solemnemente proclamada "Pa- trona de la Provincia de Pichincha" en la ce- remonia de bendición del nuevo Palacio del Consejo Provincial, que se llevó a cabo en la plazoleta adjunta a esta nueva casa. Fue nom brada también madrina de esta solemnidad y por ello fue traída desde su santuario, por algunas comisiones del Consejo Provincial, que se trasladaron a la población del Quin- che con tal objeto.

Presidió la ceremonia, el cardenal ar- zobispo de Quito. Pablo Muñoz Vega y con- tó con la asistencia del prefecto de Pichin- cha doctor Patricio Romero Barberis, su se- ñora: consejeros y sus esposas, concejales de los cantones de la provincia y más auto- ridades civiles y eclesiásticas, así como una gran cantidad de fieles.

Bendición de Imagen.

Se inició el acto a las 5 de la tarde, con la bendición de un hermoso cuadro de la Virgen, donado por el P. Luis León Acos ta. párroco del Quinche y rector del santua- rio al Consejo Provincial, para que sea en- tronizad:) eh el nuevo edificio. El indicado cuadro tiene un artístico marco de plata y está adornado con los escudos de Quito y Pichincha.

Decreto.

A continuación se dio lectura al De- creto de Consejo Provincial de Pichincha, nombrándole Patrona de la Provincia, a la Santísima Virgen del Quinche, señalándose que entre las características más nobles de

los pobladores de esta provincia, está su profundo sentido religioso, que es funda- mento de su respeto mutuo y de su amor al trabajo y a la paz, y que el peculiar afec- to profesado por los ecuatorianos a la ex- celsa Madre de Dios María Santísima, ha sido correspondido por Ella con inefables bendicioQss repartidas, sobre todo, desde sus venerados santuarios.

Resuelve, dice finalmente la Orde- nanza, con motivo de la inauguración de su nuevo edificio administrativo, declarar a la Taumaturga Imagen de la Virgen del Quinche, especial Madre y Patrona de la provincia de Pichincha.

Se cumple voluntad popular.

Intervino luego el prefecto doctor Patricio Romero y manifestó que la corpo ración que él presidía, en memorable se- sión del 19 de diciembre del año pasado, acogiendo el pedido de los conciudada- nos del Quinche, proclamó a la Virgen co- mo Madre y Patrona de la provincia de Pichincha. La estructura del Consejo Pro- vmcial dijo más adelante es absoluta mente celosa de la voluntad de su pueblo. Somos respetuosos de la actitud de nues- tros conciudadanos de este pueblo de Pi- chincha que tiene fe en la Madre de Dios y acudió al organismo que le representa en el quehacer diario y en el desarrollo de la provincia, a solicitar que a Ella le nombremos Patrona de los pichinchanos. Creo dijo finalmente - que Pichincha en la tarde de hoy, cuando está de júbilo al p>oner esta casa al servicio de la comuni- dad, cumple con el altísimo encargo del

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Quinche y la provincia

Consagración de la Provincia

Acto seguido tuvo lugar la consagra- ción de la provincia de Pichincha a la San- tísima Virgen del Quinche, por parte del señor cardenal Muñoz Vega, quien expre- só: "en este día, en que inauguramos es- te hermoso edificio, símbolo de la fuerza interior y de los recursos de la provincia de Pichincha te la consagramos íntegra- mente para que hoy como ayer, sean Qui- to y sus alrededores verdadera luz de Amé- rica, donde se fragüen las esencias que ha- rán de este continente, la esperanza de la humanidad por su respeto a Dios, por el amor a Tí, su bendita Madre y por la con- ciencia social integralmente cristiana que distribuya el pan, la educación, la cultura y la alegría a todos sin discriminaciones ni rencores".

Concelebración Eucarística.

Luego tuvo lugar la Concelebración Eucarística, presidida por el señor carde- nal y acompaiiado de Mons. Gabriel Díaz Cueva, obispo auxiliar : P. Luis León Acos- ta, párroco del Quinche: P. Rigoberto Co- rrea general de oblatos y algunos miem- bros del Cabildo Metropolitano.

Previamente se había arreglado un al- tar junto al palacio provincial y sobre unas andas de plata se hallaba la bella imagen en- galanada con la bandera de la patria.

La señora Lucía Albán de Romero, es- posa del prefecto colocó en la sagrada ima- gen una banda con los colores rojo y amari- llo, símbolo de la espiritualidad del pueblo ecuatoriano.

Ofrendas al Señor

En un momento de la liturgia euca- rística a la manera de Abel, Noé, Abraham Melquisedeo y otros hombres de Dios, que ofrecieron sus dones al Señor también se ofreció en el altar, por parte de los repre- sentantes de cada cantón, los mejores fru- tos de esta provincia, así: de Quito, el vi- no y las uvas: de Cayambe, queso y pan blanco; de Mejía, el agua pura de Güitig; de Rurhiñahui flores y maíz; Pedro Mon- cayo, varias frutas y de Santo Domingo de los Colorados varios frutos también.

Finalmente el cardenal arzobispo de Quito, bendijo las dependencias del edificio de la corporación provincial.

Retorno de la Imagen.

Terminó esta ceremonia religiosa con fiesta popular: lanzamiento de glo- bos, los tradicionales castillos y algunas bandas populares que pusieron la nota de alegría en la gran cantidad de públi- co que se dio cita en ese lugar. En forma multitudinaria fue despedida la imagen de la Virgen que en impresionante pro- cesión motorizada retornó al santuario del Quinche.

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ESQUEMA DE UN PLAN DE EV ANGELIZAC ION EN LA C ATEDRAL METROPOLITANA DE QUITO

l>r. < t'Knr A. Ditnla (>.

I MOTIVACION

Las palabras del Apóstol Pablo: "Los judíos piden señales, los griegos buscan sabidu- ría, mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locu- ra para los gentiles, mas f>oder y sabiduría de Dios para los elegidos, ya sean judíos, ya grie- gos" ( la. Corintios I, 22 24 ) y estas otras del mismo Apóstol: "El mismo Jesucristo ayer Y hoy y por todos los siglos" ( Hebr. XIII, 8 ). tienen actualidad en todo momento en la his- toria del hombre. Hoy como ayer y el día de mañana el hombre, hecho a imagen y semejan za de Dios, con un destino eterno necesita del pan cuotidiano de la verdad, de la justicia, del amor , de la comprensión y en fin de toda la enseñanza del Evangelio para cumplir su destino. El mandato de Cristo : "Id, pues, enseñad a todas las gentes'' ( Mateo 28, 19 ), que sintetiza la misión profética de sus enviados . es un mandato formal que, no solamen- te la Iglesia Jerárquica sino todo bautizado, debe cumplir. Estas verdades está recordando la Iglesia en todos sus documentos ,

II LA CATEQUESIS EN EL DOCUMENTO DE PUEBLA

El Documento de Puebla en sus artículos 977 a 101 1 hace una evaluación somera acerca del estado en el cual se encuentran nuestros pueblos de América Latina en relación con la evangelización a través de la catequesis.

Al analizar los aspectos positivos y negativos, expresa lo siguiente:

a) ASPECTOS POSITIVOS: Un esfuerzo sincero para integrar vida y fe, historia hu- mana e histórica de la salvación, situación humana y doctrina revelada, paia la verdadera liberación del hombre.

Una pedagogía catequística que arranca de la persona de Cristo para llegar a sus pre- ceptos'v consejos;

la Sagrada Escritura corno fuente principal de la catequesis;

Una educación sobre el sentido crítico cosntructivo de la persona y de la comunidad en una visión cristiana;

Un redescubrimiento de su dimensión comunitaria tal que la comunidad eclesial se está haciendo responsable de la catequesis en todos sus niveles: Familia, parroquia, comunidades eclesiales de Base, comunidad escolar y en la organización diocesana y nacional;

Una toma de conciencia cada vez mayor de que la catequesis es un proceso dinámi- co, gradual y permanente de educación en la fe;

Por último, aumento de Institutos para la formación de catequistas y proliferación

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de textos de catecismo. En cuanto a esto último observa sabiamente que tales tex- tos a veces son parciales o no renovados. ( 979 - 986 ).

b.) ASPECTOS NEGATIVOS.- El Documento señala los siguientes:

La catequesis no logra llegar a todos los cristianos en medida suficiente, ni a todos los sectores y situaciones: Amplios ámbitos de la juventud, de las élites intelectua- les, de los campesinos, obreros, fuerzas armadas, ancianos, enfermos etc.

Dualismo y falsas oposiciones entre catequesis sacramental y catequesis vivencial, catequesis de la situación y doctrinal. Hay quienes han pasado del memorismo a la ausencia total de memoria.

interferencia recíproca de lo que corresponde hacer a los teólogos y a los catequis- tas en relación con el Magisterio. Entre los catequistas se introducen a veces hipó- tesis teológicas o de mero estudio.

Lo más importante que anota el Documento entre los aspectos negativos, se refiere al descuido de los catequistas en la iniciación a la oración y a la liturgia ( Art. 989 ).

Estimo que, sin lugar alguno a la duda este aspecto negativo es el que al fin y a la postre tiene una incidencia total en la crisis de la catequesis. Si el catequista o evangeliza- dor que está ejerciendo una verdadera misión profética no solamente, no trata de vivir y no vive a Cristo a través de la oración, es de todo solamente, no trata de vivir y no vive a Cristo a través de la oración, es de todo punto imposible que se convierta en un instrumen- to apto o en otras palabras, en un canal adecuado para que Cristo llegue a sus hermanos. Este simple principio que inventó la filosofía: Nadie lo que no tiene, se aplica indefec- tiblemente cuando se trata de la evangelización o catequesis.

Catequizar o evangelizar, tal como lo entendieron Cristo, lo Apóstoles y la Iglesia de todos los tiempos, no es sino realizar la obra de la CRISTÍFICACIOS, es decir, la de que Cristo encarne en cada hombre. Esto es lo que resume el Apóstol gráficamente en es- tas palabras : "Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cris- to formado en vosotros" ( Gálatas IV 19 ). El catequista que no vive a Cristo mal puede comunicar a otros lo que es Cristo.

El punto neurálgico, el motivo capital de la crisis en la evangelización se encuentra aquf. Si no hay verdaderos catequistas, en el sentido en el cual dejamos anotado, la ac - ción evengelizadora siempre dejará mucho que desear, siempre tendrá un vacío y dejara por lo mismo, de influir positivamente en la vida del cristiano. El catequista de buena vo- luntad, es decir, que se presta a catequizar sin vida de oración, sin vida litúrgica, que no es sino la floración de la fe, que quiere transmitir un mensaje que él no lo vive ni lo en- tiende, será siempre un transmisor demasiado imperfecto.

Es cierto que está siempre presente lo que en términos teológicos llamamos la ac- ción de la gracia divina, pero la gracia en tanto es eficaz en cuanto encuentra la coope- ración humana. Si no existe esta cooperación, se frustra.

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c) ACCION PRIORITARIA.- La catequesis, dice el Documento, debe ser acción prio- ritaria en América Latina, si queremos llegar a una renovación profunda de la vida cristia na y por lo tanto a una nueva civilización que sea participación y comunión de personas en la Iglesia y en la sociedad ( N. 977 ).

Ha de ser integradora, es decir, ha de unir siempre de modo inseparable: El conoci- miento de la palabra de Dios, la celebración de la fe en los sacramentos, y la confesión de la fe en la vida cuotidiana ( N. 999 ).

La acción catequística ha de ser permanente, desde la niñez hasta la ancianidad, in tegrando la familia, la escuela, la parroquia, los movimientos y las diversas comunidades o grupos ( 101 1 ).

A la luz de estos principios hemos elaborado el siguiente esquema del plan de evan-

gelización.

Primera Parte

JESUCRISTO

EN

LA

FAMILIA DIVINA

Segunda Parte

JESUCRISTO

EN

SU

PERSONA

Tercera Pacte

JESUCRISTO

EN

SU

DOCTRINA

Cuarta Parte

JESUCRISTO

EN

sus

MILAGROS

Quinta Parte

JESUCRISTO

EN

sus

PARABOLAS

Sexta Parte

JESUCRISTO

EN

su

ORACION

Séptima Parte

JESUCRISTO

EN

sus

MANDAMIENTOS

Octava Parte

JESUCRISTO

EN

sus

SACRAMENTOS

Novena Parte

JESUCRISTO

EN

NUESTROS HERMANOS

Decima Parte

JESUCRISTO

EN

su

IGLESIA

Undécima Parte

JESUCRISTO

EN

LA

LITURGIA

Dentro de este plan hemos elaborado igualmente uniesquema para primera comu- nión que se descomponen quince temas relacionados todos con el Cuerpo Místico de la Iglesia y los dos sacramentos clásicos: Confesión y Eucaristía .

Como ejemplo transcribo a continuación uno de estos esquemas: Jesucristo en la familia divina

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III METÍ DOLOGIA

En la exposición de cada uno de los lemas el plan se ciñe a la metodología siguiente:

1. - Jesucristo es el centro de la evangelización. Es su enseñanza la que se comunica a tra-

vés del catequista.

2. - Breve silencio, una oración, una lectura bíblica que motiva el tema.

3. Se elabora un cuestionario acerca del texto bíblico leído. De acuerdo a este cuestio- nario se hacen las preguntas.

4. Sigue el comentario de parte del que transmite el mensaje.

5. - Hay necesariamente una reflexión en la que participan, de ser posible todos los cate-

quizados.

6. - Se memoriza alguna frase del texto bíblico con su cita correspondiente 7 Breve oración final. Un canto.

El esquema propuesto se llevará a ejecución en la Iglesia Catedral de Quito, día Domingo.

De 11 a 12 de la mañana Catequesis de 12 a 12.30 Santa Misa Homilía

La comisión somete este plan a consideración del Venerable Capítulo para que haga las observaciones que crea conveniente.

IV MATERIAL PEDAGOGICO

1. 2 3.

La Biblia o por lo menos los cuatro evangelios Libro de cantos Libreta para notas

V LUGAR, DIA, HORA

Muy Atentamente,

Dr. César A. Dávila Doctoral

Rmo. Daniel Jarrín. De Merced

Mons. Guslori) Naranjo De Merc'd

Quito, a 10 de Octubre de 1 979

417

Administración Eclesiástica

ARZOBISPADO DE QUITO CONSEJO DE PRESBITERIO

Acta de la Tercera Sesión Martes 4 de septiembre 1 .979

La tercer a reunión del Consejo de Presbiterio tuvo lugar en el Salón de Recepciones de la Rvma. Curia Metropolitana, bajo la presidencia del Emo. Señor Cardenal y la asisten- cia de los siguientes nniembros Exmos. Señores Obispos Gabriel Díaz Cueva y Luis Alberto Luna Tobar; los Monseñores Juan Francisco Yánez, Moisés Saavedra y Julio Espín; los Vbles. Señores Rubén Robayo, Augusto Albuja, Gonzalo Pérez, Carlos Meza, Rafael Esco bar, Luciano Iturralde, Remigio Dávila, Carlos Aitamirano, Mario Vaca, Flavio Bedoya, los Padres J oseph Schmith, Miguel Gamboa y el suscrito Secretario, Padre Germán Pavón

La sesión comenzó a las 9.45 am. con el rezo de Laudes. Su Eminencia al comentar el pasaje leido de los Hechos sobre: "oro y plata no tengo pero lo que tengo te doy...", dijo: Este milagro de Pedro y Juan está destinado a iluminar la mente de la Iglesia en su Misión evangélica y a fortalecer la confianza en el Señor, en el actual contexto social y cultural. Para nosotros este milagro ha de ser fuente de luz y fortaleza en la evangeliza- ción.

En Puebla estas palabras de Pedro: "no tengo oro". Fueron recogidas frecuente- mente . La Asamblea se encontraba ante un pueblo sumergido en un cúmulo de miserias humanas, sobre todo, en sentido material grandemente impresionantes. La primera parte del Documento de Puebla describe la situación del pueblo latinoamericano con rasgos que evocan la figura del paralítico que pedía limosna en la puerta del templo. El Señor quiso que la Iglesia sintiese en Puebla que no tiene el poder del dinero, ni el poder político o de la cultura y por eso la Iglesia se ve tan pequeña e impotente; pero por ésto nace en su co razón mas vigorosa la fe en Cristo. La palabra de Cristo es la única riqueza de la Iglesia y en el nombre de Cristo está toda la esperanza de liberación.

Para nosotros en la Arquidiócesis esto tiene gran sentido, ya que debe llevarnos a realizar la evangelización cuya riqueza infinita es Cristo ; queremos que El sea el todo pa ra nuestro pueblo.

El Señüf Cardenal agradeció la presencia de todos y explicó que no fue posible te- ner la reunión en Betania; de todas maneras, la Curia es la casa paterna; deseó que la Jor- nada sea completa y que se pueda cumplir el horario.

Inmediatamente nombró Moderador de la sesión a Monseñor Díaz. Monseñor Díaz pidió que se lea el Acta de la sesión pasada; se acogió sin embargo, la sugerencia de omitir «u lectura puesto que todos la recibieron por escrito. Se la aprobó sin enmiendas.

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Se procedió, pues, a recibir las respuestas de los Equipos Sacerdotales sobre dos pre guntas formuladas para ayudar a reflexionar sobre los puntos de la agenda

I DETERMINACION DE LOS PUNTOS BASICOS SOBRE LO QUE DEBE SER EL CONSEJO DE PRESBITERIO

( Qué esperan los equipos presbiterales del Consejo de Presbiterio':' )

Monseñor Díaz pidió que los informes se pasen inmediatamente por escrito a la Se- cretaría del Consejo de Presbiterio. No lo hicieron sino los equipos que a continuación constan; de allí que el Acta, básicamente está hecha teniendo en cuenta sólo a ellos.

L San Blas y San Sebastian . ( P. Augusto Albuja )

Que el consejo se ciña al Decreto Ecciesia Sanctae No. 15, 1

Que sea un verdadero Consejo

Que el Prelado lo consulte antes de tomar decisiones.

Que sea el único Consejo

Que proponga acciones concretas

2. Equipo de CotoCoUao. (Padre Gonzalo Pérez )

Que las cosas decididas por el Consejo de Presbiterio no se queden en el papel.

Que la autoridad eclesiástica, por medio del representante - del Equipo ante el Con- sejo de Presbitierio consulte a los miembros sobre la conveniencia de erigir nuevas parroquias o Vicarías y sobre el Sacerdote que será nombrado para hacerse cargo de ellas; que el criterio sea buscar, no la conveniencia del Sacerdote, sino su capa- cidad y necesidades del pueblo cristiano .

3. - Equipo Equinoccial. ( Padre Carlos Altamirano )

Que el Consejo de Presbiterio tenga voz eficaz ante el Señor Cardenal

Que sea sensible a las inquietudes de los equipos; caso contrario el Consejo de Pres- biterio y los equipos Sacerdotales aparecerían innecesarios.

Que elabore un Plan posible y concreto en las diferentes áreas pastorales, a nivel arquidiocesano, con metas fijadas para un tiempo determinado.

4. - Zona del Valle de los Chillos. ( Padre h'lavm Bedoya )

Recomienda que la autoridad eclesiástica tenga en cuenta las sugerencias del Conse jo de Presbiterio.

Se sensibilice más en cuanto se refiere a su autoridad

Debe haber corresponsabilidad entre el Obispo y el Consejo de Presbiterio.

Que el Consejo de Presbiterio se atenga a los Estatutos

Que el Consejo de Presbiterio lleve adelante los proyectos existentes, vg. la construc ción de la Casa del Sgdo. Corazón en la Armenia, para asegurar el futuro de los sa cardóles.

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5. - Zona Peruchana ( Padre Remigio Dávila )

Que el Consejo de Presbiterio procure por todos los medios posibles dar una forma- ción espiritual, doctrinal y pastoral a todos los Sacerdotes.

Que el Consejo de Presbiterio y el Prelado encuentren un sano equilibrio entre sus funciones, en comunión y participación.

Que, en la práctica, el Consejo de Presbiterio sea el único Senado del Obispo.

6. Zona de Ntra. Sra. del Quinche. ( Padre Aurelio Barros )

Que el Consejo de Presbiterio acoja las inquietudes de los equipos sacerdotales.

Que su actuación sea real y positiva para evitar dudas.

Que se organice y se ponga en marcha.

Que el Consejo de Presbiterio cumpla con las funciones concretas relacionadas con los Sacerdotes como son:

Establecer la fraternidad cristiana entre los sacerdotes Procurar la formación integral de los sacerdotes

Lograr la adaptación de los sacerdotes a las necesidades y condiciones nuevas de la época.

Cuidar de la seguridad de vida humana y espiritual de los Sacerdotes. Ante estos criterios, el Emmo. Señor Cardenal contesta:

1. Que está complacido de haber escuchado estos criterios porque tocan puntos de in- dudable importancia y también delicados en algunos aspectos.

2. Piensa se deben aclarar los siguientes puntos:

a. En cuanto a la propuesta de que el Consejo de Presbiterio sea el Consejo único del Obispo, su Eminencia dice: que el Cabildo Metropolitano no está suprimido, pues las normas del nuevo Código todavía están en proceso de formación y no ha llegado la ho- ra de promulgación; por eso, en la práctica se consulta al Cabildo; algunas cosas han pasado ya al Consejo de Presbiterio.

b. En cuanto que el Equipo sacerdotal sea consultado para el nombramiénto de párro- cos, capellanes, etc. dice su Eminencia que es un punto muy delicado, porque hay una realidad humana en la persona de los sacerdotes y a veces con circunstancias que las conoce sólo el Prelado lo cual exige de él un comportamiento de padre com- prensivo.

El criterio de velar por el bien pastoral de la parroquia es justo, pero el Prelado debe tener libertad para decidir lo mejor.

c. Su Eminencia acoge la idea de escribir una carta dirigida a tos Sacerdotes para sensi- bilizarles en el sentido de pertenencia a un equipo sacerdotal.

Su Eminencia dice que todas las otras cosas que se han dicho hay que tomarlas muy en cuenta.

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INTERVENCIONES:

El Padre Remigio Dávila expresa dos inquietudes personales

a. Si el Consejo de Presbiterio tendrá que ver en los asuntos económicos de la Arqui diócesis.

b. En la nominación de párrocos, ¿ no hay el peligro de que se favorezca con las me jores parroquias a sacerdotes no originarios de la Arquidiocesis ?

El Padre Gonzalo Pérez insite en la idea de que los miembros del equipo sacerdo- tal deben ser consultados en la creación de parroquias o vicarías y en el nombra miento de párrocos.

Su Eminencia contesta: Para el futuro cuando haya que erigir nuevas parroquias o vica rías se consultará a los miembros del equipo sacerdotal y se estudiará la realidad de la zona. El resultado de estas gestiones serán transmitidas a la consulta del Consejo de Vi carios.

Monseñor SAAVEDRA.

a. afirma que el Consejo de Presbiterio reemplaza al Cabildo.

b. Sugiere que los religiosos que son nombrados párrocos estudien la pastoral de la zo na y que se capaciten.

Su Eminencia refiriéndose a la indicación de que se valore el parecer de los Equipos y del Consejo de Presbiterio, comenta: Hay dos clases de consultas:

Unas son propiamente tales y de obligación pastoral, de modo que lo piudente para el Obispo es seguirlas, sobre todo si el Consejo de Presbiterio se ha pronunciado en forma mayoritaria o unánime.

Otras son meros pareceres no siempre concordantes; no tienen el mismo valor, no debe extraía» que no se sigan necesariamente, cuando la prudencia pastoral exige una solución diversa.

II ELABORACION DE UN PLAN PARA LA PUESTA EN MARCHA DE LOS CONSEJOS PASTORALES PARROQUIALES Y LA CREACION DEL CONSEJO PASTORAL ARQUIDIOCESANO

¿Cuál es la situación de cada parroquia, del Equipo en cuanto a la coordinación pastoral de las religiosas y los seglares comprometidos en la acción evangelizadora de su zona? Existe alguna forma de Consejo de Pastoral en las Parroquias ^

1 . Equipo de San "Blas" y "San Sebastian " ( l'ailn- Alhuja )

a. PARROQUIA DE "SAN JUAN BOSCO": No tiene Consejo Pastoral parroquial No hay comunidades de Religiosas Colaboran las Dominicas Hay catequistas se glares y algunos grupos canstmáticos.

b. PARROQUIA DE SAN MARCOS: No hay Consejo Pastoral parroquial. Las Reli

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giosas Agustinas y Marianitas trabajan en la Pastoral, sobre todo en Liturgia. Hay grupos de meditación de la Palabra de Dios; señoras, matrimonios, jóvenes.

c. PARROQUIA DE "SAN SEBASTIAN" No hay Consejo Pastoral parroquial Las Hnas. de la Caridad ayudan en la catequesis durante el año escolar Las Hnas. del Buen Pastor apenas hacen visitas a unas familias pobres o enfermos. Los seglares

a colaboran en acción social.

d. PARROQUIA DE "SAN BLAS No hay consejo Pastoral parroquial. Las Reli- giosas son muy ocupadas y no colaboran en la Pastoral. Los seglares forman gru- pos como legión de María, Catequistas o de servicio social.

e. f.g. CORPUS CHRISTI STO. DOMINGO Y SAN AGUSTIN: no asistieron a la reu-

nión del equipo.

2. - Zona de Quito Norte. ( Padre Gonzalo Péres )

a. PARROQUIA DE COTOCOLLAO: No hay Consejo Pastoral, pero es posible en un futuro próximo. Los religiosos que hay son ancianos y no pueden traba- jar. Las Religiosas colaboran bien en la catcquesis. Los seglares ayudan también en la catcquesis

b. PARROQUIA NTRA. SRA. DEL ROSARIO: Quito Norte.

No hay consejo pastoral, pero es posible formarlo. Las Hnas. de la Caridad y Fran- ciscanas se han negado a colaborar con la parroquia. Existen grupos de seglares ca- tequistas y juveniles que prestan un servicio eficaz.

c. PARROQUIA DE ANDALUCIA No existe consejo pastoral, pero podría más tarde ser una realidad. No hay religiosas en la Parroquia. Sólo el Monasterio de vi- da contemplativa de la Visitación. Los seglares han sido formados en Comunida- des eclesiales de Base y en cooperativismo, tienen sentido de comunidad y de ayu- da mutua; son valiosos en la parroquia.

d. PARROQUIA DE LA CONCEPCION: No asistió el Párroco.

Sobre el Consejo Pastoral Arquidiocesano, el Equipo sugirió que el Consejo de Vicarios consulte a los Equipos por medib de los delegados al Consejo de Presbiterio.

3. Equipo Equinoccial. ( Padre (mtIos Altamirano )

No existen consejos pastor.ale9 propiamente dichos

Hay ciertas formas, puesto que se trabaja en la promoción humana, en la cual tienen ne'mucha importancia la fe.

DofKÍe hay religiosas, su colaboración depende de la Superiora de turno.

Los seglares ayudan en la catcquesis, pero son inconstantes y cambian de situaciones.

4. Zona del Valle de los Chillos. (Padre Flavio Bedoya )

a. PARROQUIA DE CONOCOTO: No tiene Consejo Pastoral. La parroquia cuenta con varias comunidades religiosas que colaboran bien en la Pastoral, pero sólo durante el año escolar; en vacaciones van a otro lugar; ayudan directamente a la parroquia en ca tequesis y liturgia, las religiosas de los S.S.C.C. y Marianitas. Los seglares no colabo- ran en nada.

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b. COOPERATIVA SAN GABRIEL: Está todo por hacerse, pues recientemente ha ini ciado su labor.

c. PARROQUIA DE PINTAG: No tiene Consejo Pastoral. Vienen Religiosas de fuera ( Murialdinas, Franciscanas y Salesianas ) para ayudar en la Pastoral. Existen, entre ios seglares, dos grupos carismáticos: En Tolontag y San Agustín.

d. PARROQUIA DE SANGOLQUI: No se pudo tener información.

e. PARROQUIA DE ALANGASI: No existe Consejo Pastoral, aunque se planifica la pastoral con una Religiosa de los S.S.C.C. que trabaja en la Merced. No hay religio sas en la parroquia; se pide ayuda a las Murialdinas y a las Salesianas. Los seglares ayudan en la catequesis.

5. Zona Peruchana: ( Padre Remigio Dávila ) «• No hay Consejo Pastoral en las parroquias de la zona.

b. Hay posibilidad de formarlo, pero sin ponerles ningún nombre.

6. Zona de Nrta Sra. del Quinche. ( Padre Aurelio Barros )

a. PARROQUIA DE EL QUINCHE: No hay Consejo Pastoral. Las Religiosas se dedi- can a la educación y colaboran a la catequesis en el santuario y en la atención a los peregrinos.

Los seglares exigen remuneración y esto es peligroso; existe un grupo para el desa- rrollo de la liturgia en el santuario.

b. PARROQUIA DE PIFO: No tiene párroco. Los novicios capuchinos atienden la catequesis parroquial. No hay seglares comprometidos.

c. PARROQUIA DE PUEMBO: No hay Consejo Pastoral. Un joven ayuda magnífica mente a la catequesis.

d. PARROQUIA DE ASCAZUBI: La tercera Orden Franciscana colabora en alguna forma en la Pastoral con sus sugerencias. Los gamonales desconfían del Párroco

e. PARROQUIA DE CHECA: No hay Consejo Pastoral. Dos jóvenes del Colegio de Lalagachi ayudan en la catequesis.

f. PARROQUIA DE YARUQUI: No hay Consejo Pastoral. Las Religiosas de Lalaga chi ayudan en la Misa y en cualquier labor que se les pide. Los seglares son poco perseverantes en la labor pastoral.

g. PARROQUIA DE TUMBACO' No hay Consejo Pastoral. Dos novicios salesianos cubren la mayor parte de la catequesis parroquial y ayudan en la liturgia domini cal. No hay seglares comprometidos.

h. PARROQUIA DE CUMBAYA: El párroco ofreció mandar la contestación por e$ crito .

i. PARROQUIA DE GUAYLLABAMBA: No tiene Párroco.

El informe de las parroquias que faltan, no se ha recibido por escrito o no han tratado el asunto.

423

7 OFICINA DE PASTORAL SOCIAL. ( Padre Luciano ¡turralde ) El trabajo de la pastoral social está desconectado de las parroquias. Existen programas para niños, talleres y medicinas No hay cooidinación con la Conferencia Episcopal

Pido que el Consejo de Presbiterio sugiera la asignación que debe darse a la Oficina en el presupuesto de la Pastoral Su Eminencia, comporbada esta realidad, concluye;

Hay posibilidad de que se pueda promover el Consejo Pastoral parroquial.

Pregunta cómo coordinar mejor tanto a las religiosas como a los seglares. Se le sugiere:

Que se puede partir de los grupos de catequistas

Hay que procurar que los seglares actúen y se integren a la pastoral.

Con la gente que haya, el párroco haga un plan pequeño y concreto de evangeliza ción.

Comenzar con las Comunidades de Base, las Asambleas Cristianas en donde se for- marán los colaboradores del párroco, hay que evitar la improvización.

Que se comience elaborando la doctrina sobre la naturaleza del Consejo Pastoral y un reglamento del mismo.

Su Eminencia acoge esta idea y sugiere que se forma una Comisión que estudie la natura- leza del Consejo Pastoral. La Comisión quedó conformada por Mons. Francisco Yánez, Padres Gonzalo Pérez y Carlos Meza

III ASUNTOS VARIOS

I . Creación de nuevas jurisdicciones eclesiásticas: Su Eminencia pide el pare- cer del Consejo de Presbiterio sobre las siguientes creaciones:

a. Vicaría Parroquial de "San Leonardo Murialdo" en Parroquia

b. Creación de la Vicaría Pastoral de "Nazareth "

c. Creación de la Vicaría Pastoral de San Pablo " ( Vicentma Baja )

d. Creación de la Parroquia "Corazón de Mana ' ( Seis de diciembre )

Se ha pensado en estas nuevas creaciones porque la ciudad de Quito se ha extendido mu- cho y es necesario dar una mayor atención a los fieles de esos sectores.

Se sugiere que las nuevas jurisdicciones lleven el nombre de la parroquia civil y luego el título del patrono.

El Consejo de Presbiterio aprueba por unanimidad la creación de estas cuatro nuevas ju- risdicciones.

2 Los Ejercicios del Clero. Su Eminencia informa que el Padre Lépera. Budista, será el predicador en las dos semanas pievistas Pide qun todos los Sacerdotes asis tan.

Alguno de los miembios del Consejo de Piesbiterio rpanifiesia que hay deseo de

424

hacer los Ejercicios Espirituales pero que se revea el horario, el tiempo y el lugar.

Su Eminencia no concede permiso para cambiar ni el horario, ni el tiempo ni el lu

gar.

Se sugiere que para el próximo año se tome en cuenta a los párrocos religiosos, pa ra que hagan los retiros con el Clero Secular.

La sesión se terminó a la 1,15 pm. Se tuvo el almuerzo en el Hotel Auca.

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