^^^A ^.>S ^5*A*V ití^^tNár' •^M tí"'*- ''--^.is •■■ .-■■ tí J^V' *'^l 'tt^^::^ '■■ ,_ . í^ií:é'i xa -t.S*^, DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de fiistoria flatural FUNDADA EN 8 DE FEBRERO DE 1871 Tomo V.— 1905 PASEO r>E RECOLETOS, 20, BAJO PALACIO DE BIBLIOTECA Y MUSEOS NACIONALES OBSERVACIONES Lo8 SOCIOS coRKESPOXDiENTEs EXTRANJEROS podrán recibir todas las pu- blicaciones de la Sociedad abonando la cuota anual de 10 pesetas. Loe NUMERARIOS abonarán la cuota anual de 15 pesetas ó la de 16,50 si residiesen en países de la Unión postal, (iebiendo remitirla sin descuento al tesorero en la época de admisión , y posteriormente en el mes de Enero de cada año. Reciben el Boletín y las Memorias. Los agregados abonan la cuota anual de 8 pesetas y reciben el Boletín. Unos y otros podrán abonar su cuota en plazos trimestrales adelanta- dos, donde haya Sección ó representante de la Sociedad, á razón de 4 pe- setas por trimestre los numerarios y de 2,25 los agregados. Los socios numerarios que abonen de una vez ó en tres plazos anuales la suma de 300 pesetas se consideran como vitalicios, quedando exentos del pago de la cuota anual y con derecho á recibir en lo sucesivo todas las publicaciones de la Sociedad. Los que hicieren á la Sociedad el donativo de 500 pesetas serán consi- derados como socios perpetuos, con iguales derechos que los vitalicios, pero figurando su nombre á perpetuidad en la lista de socios, junto al de los socios fundadores. TARIFA para las tiradas aparte del Boletín y de las Memorias de la Real Sociedad española de Historia natural. Tiradas sin levantar forma. De 1 á 16 páginas, 2 pesetas cada 50 ejemplares ó fracción de 50. Tirada dejando una sola paginación y añadiendo los títulos del autor después de su nomiire. De 1 á 8 páginas (medio pliego), 50 ejemplares, 5,60 pesetas; cada 50 más ó fracción de 50, 1 peseta. De 1 á 16 páginas (un pliego), 50 ejemplares, 10 pesetas; cada 50 más ó fracción de 50, 2 pesetas. En todos los casos. Una portada nueva, molde y tirada de 1 á 500 ejemplares, 5 pesetas. Poner cierre á la portada para que sirva de cubierta, papel de color y tirada de 50 ejemplares, 4,25 pesetas; cada 50 más, 0,25. Una cubierta sin imprimir, cada 50 ejemplares, 0,26. Por las correcciones extraordinarias que manden hacer los autores, cada hora, 1 peseta. Encuademación. 1 á 16 páginas, 50 ejemplares, 1 peseta. Pasando de un pliego, hasta cinco, cada 60 ejemplares, 0,oo por pliego; de seis pliegos en adelante, 0,26 por pliego, cada 50 ejemplares. La cubierta y las láminas Be computan cada una como un pliego para la anterior tasación. BOLETIIsr DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO V— 1905 MADRID ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE FOETANET IMPRESOB DE LA RE a L ACADEMIA DE LA HISTORIA % Calle de la Libertad, núm. 29. 1905 \/r?. JUNTA DIRECTIVA DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL IP-Aü-A. 1905 Presidente D. Salvador Calderón y Arana. Vicepresidente D. Florentino Azpeitia y Moros. Tesorero D. Ig-nacio Bolívar y Urrutia. Secretario D. José María Dusmet y Alonso. Bibliotecario D. Ángel Cabrera Latorre. Vicetesorero D. Antonio García Várela. Vicesecretario D. Doraing-o Sánchez y Sánchez. Comisión de pubticación. D. Francisco de P. Martínez y Sáez. — D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Lucas Fernández Navarro. Cotnitión de Catálogos. I D. Blas Lázaro é Ibiza.— D. Federico Gredilla y Gauna. — D. José María Dusmet y Alonso.— D. Juan Manuel Díaz del Villar. — D. Enrique Pérez Zúñig-a. — D. Ang-el Cabrera Lato- rre.— D. José Gog'orza y González. SECCIÓN DE BARCELONA. Presidente D. Telesforo de Aranzadi. Vicepresidente D. Ramón Turró. Tesorero D. Ig-nacio Tarazona. Secretario D. Jaime Ferrer. SECCIÓN DE SEVI1.1-A. Presidente D. Manuel de Paúl y Arozarena. Vicepresidente D. Julio del Mazo y Franza. Tesorero D. Enrique Crú y Marqués. ¡Secretario D. Federico Chaves y Pérez del Pulgar. Vicesecretario R. P. Vicente Martínez Gámez. SECCIÓN DE ZARAGOZA. Presidente D. Mariano Sánchez Bruil. Vicepresidente D. Pedro Ferrando y Más. Tesorero D. José Antonio Dosset. Secretario D. Pedro Moyano y Moyano. Socios fundadores. D. José Argumosa. f D. Ignacio Bolívar y Urrutia. Excma. Sra. D.* Cristina Brunetti de Lasala, Duquesa de Mandas. D. Francisco Cala, f Excma. S aD a Amalia de Heredia, Marquesa Viuda de Casa Loring. Excmo. Sr. D. Miguel Colmeiro. f D. Antonio Cipriano Costa, f Excmo. Sr. D. Cesáreo Fernández Losada. D. Saturnino Fernández de Salas, f D. Manuel María José de Galdo. f D. Joaquín González Hidalgo. D. Pedro González de Velasco. f D. Ángel Guirao y Navarro, f D. Joaquín Hyseru. f D. Marcos Jiménez de la Espada, f D. Rafael Martínez Molina, f ü. Francisco de Paula Martínez y Sáez. D. Manuel Mir y Navarro. D. Patricio María Paz y Membiela. f Excma. Sra. Condesa de Oñate. f D. Sandalio Pereda y Martínez, f D. Laureano Pérez Arcas, f D. José María Solano y Eulate. D. Serafín de Uhagón. f D. Juan Vilanova y Piera. f D, Bernardo Zapater y Marconell. Presidentes que ha tenido esta Sociedad desde su fundación en 8 de Febrero de 1871. 1871-72. Excmo. Sr. D.Miguel Col- meiro. t 1873. D. Laureano Pérez Arcas, f 1874. limo. Sr. D. Eamón Llórente y Lázaro, f 1876. limo. Sr.D. Manuel Abeleira.f 1876. Excmo. Sr. Marqués de la Ei- vera. f 1877. limo. Sr. D. Sandalio Pereda y Martínez, f 1878. D. Juan Vilanova y Piera. f 1879. Excmo. Sr. D. Federico de Botella y de Hornos, f 1880. D. José Macpherson. f 1881. D. Ángel Guirao y Navarro, f 1882. Excmo. Sr. D. Máximo La- guna, f 1883. Excmo. Sr. D. Manuel Fer- nández de Castro, f 1884. D. Pedro Sáinz Gutiérrez, f 1886. D. Serafín de Uhagón. f 1886. D.Antonio Machado y Núñezf 1887. limo. Sr. D. Carlos Castel y Clemente, f 1888. Excmo. Sr. D. Manuel M. J. de Galdo. f 1889. D. Ignacio F. de Henestrosa, Conde de Moriana. f 1890. D. Francisco de P. Martínez y Sáez. 1891. D. Carlos de Mazarredo. 1892. D. Laureano Pérez Arcas, f 1893. Excmo. Sr. D. Máximo La- guna, t 1894. Excmo. Sr. D. Daniel de Cor- tázar. 1895. D. Marcos Jiménez de la Es- pada, t 1896. D. José Solano y Eulate, Mar- qués del Socorro. 1897. D. Santiago Ramón y Cajal. 1898. D. Manuel Antón y Ferrándiz. 1899. D. Primitivo Artigas. 1900. D. Gabriel Puig y Larraz. 1901. D. Blas Lázaro é Ibiza. 1902. D. Federico Oloriz y Aguilera. 1903. Excmo. Sr. D. Zoilo Espejo, f 1904. D. José Rodríguez Mourelo. XiiST^ id:e¡ socios de la Real Española de Historia natural EN 11 DE ENERO DE 1905. Socios protectores. EN ESPAÑA. S. M. el Rey D. Alfonso XIII. S. A. el Archiduque Luís Salvador. Excmo. Sr. D. Manuel Allendesalazar, ex-Ministro de Instruc- ción Pública y Bellas Artes. EN EL EXTRANJERO. S. M. F. el Rey D. Carlos de Portugal. S. A. S. el Príncipe Alberto de Monaco. Socios honorarios. Brunner von Wattenwyl (Cari), Consejero áulico. — ^Lerchenfel- derstrasse, 28, Viena. Engler (Dr. Adolf), Geheimer Regierungsrath, Professor der Botanik, Director des Kgl.-botanischen Gartens und Mu- seums. — Motzstrasse, 89, Berlín W. Gaudry (Albert), Professeur de Paléontologie au Museum d'His- toire naturelle. — 7 bis, rué des Saints- Peres, Paris. Geikie (Sir Archibald), Director of Geological Survey of England and Wales. — 28, Fermyn Street, S. W., Londres. LuBBOCK (Sir John), Lord Abevury. — Bart. M. D. Saint James, 2, London, S. W.; también en Down (Kent), High Elms (Inglaterra). Ramón y Cajal (D. Santiago), de las Reales Academias de Medi- cina y Ciencias, Catedrático en la Facultad de Medicina, Consejero de Instrucción pública. — Calle^de Atocha, 125, Madrid. 6 LISTA DE SOCIOS Saussure (Henri de). — Tertasse, 2, Ginebra, ScuDDER (Samuel Hiibbard). — 156, Bratlle Slreet, Cambridge (Es- tados-Unidos de la América del Norte). TsGHERMACK (Prof. G.) — Viena. Van Thiegen (Ph,), Professeur administrateur au Museum d'His- toire naturelle. — 22, rué Vauquelin, Paris. Socios Correspondientes extranjeros (1). MM. Acloque (Alexandre). — 69, Avenue de Segur, Paris. — (His- toria natural r/eneral.) André (Ernest), Notario honorario; de la Sociedad ento- mológica de Francia. — 17, rué des Promenades, Gray (Haute-Saóne, Francia). — (Himenópteros , especialmente Formícidos y Mutilidos.) Arnold (Dr. J.) — Munich. Balsamo (Francesco). — Via Salvator Rosa, 290, Ñapóles. — (Botánica y principalmente algas.) Bedel (Louis), de la Sociedad entomológica de Francia. — 20, rué de l'Odéon, Paris. — (Coleópteros paleárticos.) Blanchard (Dr. Raphaél), Profesor en la Facultad de Me- dicina, Director de los Archives de Parasitologie. — 226, Boulevard Saint-Germain, Paris. — (Entomología general^ Hirudíneos.) Bois (D.), Asistant au Muséum. — 15, rué Faidherbe á Saint- Mandé (Seine), Francia. — (Botánica.) Brancsik (Dr. Cari). — Trencsen (Hungría). — (Entomología.) Brizi (Ugo). — Museo Agrario, Via Santa Susana, Roma. - (Botánica y principalmente flora de Italia.) BucKiNG(Dr. H.), Profesor en la Universidad. — Estrasburgo (Alemania). Gamerano (Lorenzo), Profesor de Anatomía comparada y Director del Museo zoológico de la Universidad. — Palazzo Garignano, Turin (Italia). — (Anatomía comparada, Gordiidos.) Gannaviello (Prof. Eurico). — Villa Bruno, Porlici (Ñapóles), 1) Con el objeto de fomentar las relaciones científicas entre los socios, se indica entre paréntesis y con letra bastardilla, después de las señas de su domicilio, si el ocio cultiva en la actualidad más especialmente algún ramo de la Historia natural. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 7 MM. Ghevreux (Edouard). — Route du Cap, Bóne (Gonstantina) Argelia. — (Crustáceos anfípodos.) Cohén, Profesor en la Universidad. — Greifswald (Alema- nia).— (Mineralogía.) CoiNCY (Auguste de). — Cháteau de Courtoiseau par Trigue- res (Loirel), Francia. Delagroix (Dr. G.), Agregado al Instituto nacional agronó- mico y Director de la Estación de Patología vegetal. — 11 bis, rué d'Alésia, Paris. Dervieux (Ermanno). — Via Massena. 34. — Turin (Italia). De Toni (Pr. Dr. Joannes Baptista), Director del Jardín Botánico de la Universidad de Módena (Italia). DiSTANT (W. L.) — Steine Haus Selhurst Road, South Nor- wood (Inglaterra). — (Hemipteros.) DoLLFus (Adrien), Director de La Feuille des Jeunes natu- ralistes. — Rué Pierre Charron, 35, Paris. FiNOT (P. Adrien Prosper), Capitán de Estado Mayor, reti- rado.— 27, rué Saint-Honoré, Foutainebleau (Francia). — f Ortópteros.) FouMOUZE (Armand), Doctor en Medicina. — 78, Faubourg Sainl-Denis, Pa.ñs.--Í Entomología médico-farmacéutica.) Gestro (Raífaello), Doctor, Vicedirector del Museo cívico de Historia natural. — Villeta Dinegro, Genova (Italia). — (Coleópteros.) GiARD (Alfred), Profesor de Zoología en la Facultad de Cien- cias, Director del Laboratorio de Wimereux y del Bulle- tin Scientifique de la France et de la Belgíqiie. — 14, rué Stanislas, Paris. — (Evolución, Parasitismo, Crustáceos.) GiRARD (Albert Alexandre), Secretario científico de S. M. — Lisboa (Portugal). — (Ictiología y Malacología.) Griffini (Dr. Achule). — Turin. — (Entomología.) Heckel (Edouard), Profesor en la Facultad de Ciencias. — 31, Cours Lieutaud, Marsella (Francia). — (Botánica.) HoRVÁTH (Géza) , Doctor en Medicina, Director del Museo nacional de Hungría. — Museumring, 12, Budapest (Austria-Hungría). — (Hemipteros.) Janet (Charles).— 71, Rué de Paris, Voisinlieu prés Beau- vais (Oise), Francia. — (Costumbres y anatomía de las hormigas.) KoNOw (Friedrich Wilhelm). — Teschendorf, Grossherz. :€ LISTA DE SOCIOS Meklenburg (Alemania). — ( Jlimenúpteros y especial- mente Tentredinidos^ Chalastogastra.J MM. Kraatz (Gustav), Doctor en Filosofía, Redactor de la Deutsche Enlomologische Zeitschrift. — \V, 9, Linkstras- se, 28, Berlin. — (Coleópteros.) Lo BiANCo (D. Salvador), Comendador. — Estación Zoológi- ca, Ñapóles (Italia). Meunier (Stanislas), Profesor de Geología del Museo de Historia natural. — 3, Quai Voltaire. Paris. — (Litologia.) MoNTANDON (Arnald L.) — Filarete, Strada Viilor, Bukarest (Rumania). — (Hemípteros, principalmente heterópteros.J Nery Delgado (J. F.), Geólogo. — Rúa de D. Carlos I, 35, Lisboa, — C Geología .) Olivier (Henry). — Baroches-au-Houlme (Orne), Francia. Pérez (Dr. J.) — Rué Saubat, 26, Bui'dcos. — (Himenópteros). PiccroLi (Comm. Francesco), Director del Instituto fores- tal.— Vallombrosa (Italia). — (Botánica.) PicGiOLi (Lodovico), Sub-Inspector forestal. — Siena (Italia). (Botánica. ) Porter (Garlos E.), Director general del Museo y de la Revista Chilena de Historia natural. — Casilla, 1108, Val- paraíso, Chile. — (Histología. Crustáceos decápodos y hemípteros.) Preudhomme de Borre (Alfred), Individuo de varias Socie- dades científicas. — Villa la Fauvette, Petit Saconnex, Ginebra (Suiza). — (Entomología general, geografía ento- mológica, coleópteros y jjrincipalmente heterómeros é hidrocántaros.J Reitter (Edmond). — Paskau (Austria). — (Coleópteros de Europa). Richard (Jules), Doctor en Ciencias, Director del Museo oceanógrafico. — Monaco. — (Crustáceos inferiores.) Salomón (Dr. W.) — Instituto Mineralógico de la Universi- dad.— Heidelberg (Alemania). Schouteden (H.) — 12, Ghaussée d'Ixelles, Bruselas. (He- niipteros.) Sodiro (R. P. J.)— Quito (Ecuador). Turnez (W. Henri), de la Comisión Geológica. — Washing- ton (Estados-Unidos) DC. — (Geología.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORLA NATURAL. Socios numerarios (1). 1901. Agell y Agell (D. José), Alumno de Farmacia. — Bar- celona. 1903. Aguilar y Carmena (D. Fernando), Farmacéutico. — Galle de Jorge Juan, 17, Madrid. — (Botánica.) 1896. Aguilar y Cuadrado (D. Miguel), C. del Pacífico, 24, 2.°, Madrid. 1902. Alabern (D. Enrique), Doctor en Medicina. — Port-Bou (Gerona). — (Citología general é Histología humana.) 1897. Alaejos y Sanz (D. Luís), Doctoren Ciencias naturales, Ayudante de la Estación de Biología marina. — San- tander. 1898. Alloza Blasco (D. Leandro), Ingeniero de Caminos. — Castellón. — (Geología.) 1901. Almera (D. Jaime), Canónigo de la Catedral. — Sagris- tans, 1, 3.°, Barcelona. — (Geología y Paleontología.) 1902. «Alrededor del Mundo. j) — Progreso, 1, Madrid. 1896. Alorda y Sampol (D. Jaime), Licenciado en Ciencias, Ayudante en el Instituto, Mahón [Bá\edíVQ&].— (Lepidóp- teros y moluscos.) 1894. Álvarez Sereix ( E.xcmo. Sr. D. Rafael), Ingeniero de Montes,- ex-Gobernador civil de las Baleares. — Paseo de Trajineros, 30, Madrid. 1875. Antón y Ferrándiz (D. Manuel), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias, Jefe de la Sección de Antropología y Secretario del Museo de Ciencias naturales. — C. de Oló- zaga, 5 y 7, Madrid. — (Antropología.) 1894. Aragón y Escacena (D. Federico), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Falencia. 1898. Aramburu y Altuna (D. Pedro), Doctor en Medicina, Ca- tedrático en la Escuela de Veterinaria. — San Felipe, 4, Zaragoza. 1885. Aranzadi y Unamuno (D. Telesforo), Doctor en Farmacia y en Ciencias naturales, Catedrático en la Facultad de (1) El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que indica el año de su admisión en la Sociedad y el de los socios fundadores de la abreviatura S. F. 10 LISTA DE SOCIOS Farmacia déla Universidad. — Barcelona. — fAntropolo- gia y Botánica. J 1904. Arellano (D. Tomás). — Arenal, 18, Bilbao. 1903. Areses (D. Rafael), Ingeniero de Montes. — Tay (Ponte- vedra). 1902. Arévalo (D. Celso), Doctor en Ciencias naturales. — Calle de San Juan, 1, Segovia. — (Geología.) 1904. Arias Encobet (D. José), Alumno de la Facultad de Cien- cias V de Farmacia. — Calle de Niíñez de Balboa, Asilo de las Mercedes, Madrid. — (Dípteros). 1896. Arráez y Garrías (D. José), Abogado. — G. de Caste- lar, 14, Sevilla. — (Antropología criminal.) 1887. Artigas (D. Primitivo), Ingeniero Jefe de Montes. — Calle del Reloj, 9, principal izquierda, Madrid. — (Sílvi- cultura.) 1889. AuLET Y Soler (D. Eugenio), Presbítero, Doctor en Cien- cias físico-químicas y Licenciado en naturales, Catedrá- tico en el Instituto de Tarragona. — Olot (Gerona). 1900. AzAM (D.José), Arquitecto. — 14, rué de Trans, Dragui- gnan (Var), Francia. — (Ortópteros y Hemipteros.) 1897. AzPEiTiA Y Moros (D. Florentino), Profesor en la Escuela de Minas. — Glorieta del Cisne, 3, hotel, Madrid. — fMalacologia.) 1902. Bago y Rubio (D. Miguel), Comandante de Ingenieros. — G. de Trajano, 15 y 17, Sevilla. 1904. Bahía y Uhrutia (D. Luís), Abogado, Diputado á Cortes. Hilario Peñasco, 2, Madiid. — (Agricultura.) 1901. Ballestero Pardo (D. Mariano), Doctor en Ciencias. — Calatayud (Zaragoza). 1872. Barboza du Bocage (Excmo. Sr. D. José Vicente), Direc- tor del Museo de Historia natural. — Lisboa.— CMami/e- ros^ aves y reptiles.) 1891. Barras de Aragón (D. Francisco de las). Doctor en Cien- cias naturales, Catedrático en el Instituto. — Huelva. — (Entomología y Botánica.) 1901. Barreiro Martínez (R. P. Agustín). — Convento de Padres Agustinos, Uclés (Cuenca). — (Botánica y Lepidópteros.) 1895. Bartolomé del Cerro (D. Abelardo), Doctor en Ciencias naturales. Auxiliar de la Universidad. — C. de Daoíz, 5, Madrid. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL, U 1889. Becerra y Fernández (D. Antonio), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — •Almería, — (Entomología agrícola y dibujo científico.) 1894, Benedicto Latorre (D. Juan), Farmacéutico. — Monreal del Campo (Teruel). —(Botánica y moluscos terrestres.) 1901, Benet Andreu (D. José), Catedrático en el Instituto. — Teruel. 1898. Benjumea y Pareja (D.^José). — Santa Ana, 51, Sevilla. 1903. Bescansa Casares (D. Fermín), Catedrático *de Historia natural en el Instituto, — Orense. — (Botánica.) 1901. Biblioteca de Administración Militar. — Madrid, 1872. Biblioteca del Ateneo científico y literario, — C. del Prado, 21, Madrid, 1872. Biblioteca de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Cana- les y Puertos. — C. de Alfonso XII, Madrid. 1872. Biblioteca de la Escuela de Ingenieros de Montes. — El Escorial (Madrid). 1878, Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Universidad. — Valencia. 1904. Biblioteca García Barbón, — Vigo (Pontevedra). 1872. Biblioteca del Instituto general y técnico de San Isidro. — Madrid. 1901, Biblioteca del Instituto general y técnico. — Almería. 1901. Biblioteca del Instituto general y técnico. — Soria. 1872. Biblioteca del Jardín Botánico, — Madrid. 1872. Biblioteca del Museo de Ciencias naturales, — Paseo de Recoletos, 20, bajo, — Madrid. 1894. Biblioteca del Museo Pedagógico, — Calle de Daoiz, 3, Madrid. 1872. Biblioteca del Observatorio Astronómico. — Madrid. 1872. Biblioteca de la Real Academia de Ciencias exactas, físi- cas y naturales. — C. de Valverde, 26, Madrid. 1872. Biblioteca del Senado. — Madrid. 1904, Biblioteca universitaria. — Granada. 1890. Blanco del Valle (D. Eloy), Catedrático de Historia na- tural en el Instituto. — León, 1892. Blanco y Juste (D. Rafael), Doctor en Ciencias natura- les, Catedrático en el Instituto. — Ciudad Real, 1898. Blas y Manada (D. Macario), Doctor en Farmacia. — C, del Pez, 1, Madrid. 12 LISTA DE SOCIOS 1901. BoFiLL (D. José María), Doclor en Medicina.— G. Aragón, 281, Barcelona. s. F. Bolívar y Urrutia (D. Ignacio), Caledrálico en la Facul- tad de Ciencias, Jefe de la Sección de Entomología en el Museo. — Jorge Juan, 17, Madrid. — (Ortópteros, Hemíp- teros y Arquipteros.) 1872. Bolívar y Urrutia (D. José María), Jefe facultativo de la Gasa de Socorro de Gliamberí. — G. dePrim, 15, Madrid. 1882. Bolos (D. Ramón), Farmacéutico, Naturalista. — G. de San Rafael, Olot (Gerona). — (Botánica.) 1898. BoROBio (D. Patricio), Gatedrático en la Facultad de Me- dicina.— Goso, 100, Zaragoza. — (Pediatría.) 1872. BoscÁ Y Gasanoves (D. Eduardo), Licenciado en Medici- na, Gatedrático de Historia natural en la Universidad. Paseo del Grao, Valencia. — (Reptiles de Europa.) 1900. BoscÁ Y Seytre (ü. Antimo), Doctor en Giencias natura- les, Gatedrático en el Instituto. — Teruel. 1877. Breñosa (D. Flafael), Ingeniero de Montes de la Real Gasa. — San Ildefonso (Segovia). — (Cristalografia.) 1901. Brugués y Escuder (D. Gasimiro), Doctoren Farmacia y en Giencias. — G. del Bruch, 66, BaiYce\oníi.~( Histología vegetal.) 1883. Buen y del Gos (D. Odón), Catedrático de Historia natu- ral en la Universidad. — Barcelona. — (Botánica.) 1897. Burr (D. Malcolm). — 23, Blomñeld Court, Maida Vale W. Londres. — (Ortópteros y Dermápteros.J 1901. Caballero (D. Arturo), Licenciado en Giencias. — G. del Infante, 3, Madrid. 1892. Caballero (D. Ernesto) , Catedrático de Física en el Ins- tituto. — Pontevedra. — (Diatomeas.) 1902. Cabrera y Díaz (D. Agustín), Alumno de la Facultad de Ciencias.--G. de las Infantas, 13, Madrid. 1891, Cabrera Y Díaz (D. Anatael) , Médico cirujano.— Laguna de Tenerife (Islas Canarias). — (Himenópteros.) 1896. Cabrera y Latorre (D. Ángel), Agregado al Museo de Giencias naturales. Caballero de la orden civil de Al- fonso XII.— G. de la Beneflcencia, 18, Madrid.— (^iWamí- feros y Dibujo científico.) 1897. Cágeres y González (D. Juan).— G. del Duque, 8, Carta- gena.— (Entomología.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 13 1904. Cadevall y Diars (D. Juan), Director del Real Colegio. — Tarrasa. 1892. Calandre y Lizana (D. Luís). — Pas;ije de Conesa, Car- tagena. 1872. Calderón y Arana (D. Salvador), Catedrático de Minera- logía y Botánica en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Mineralogía en el Museo. — C. del Pez, 17 du- plicado, Madrid. — (Geología y Petrología.) 1901. Calleja y Borja-Tarriüs (D, Carlos), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Cortes, 248, pral., Barcelona. — (Histología.) 1902. Calvo y Antón (D. José). — C. de Gerona, 111, Bar- celona. 1889. Camps (Sr. Marqués de). — Canuda, 16, principal, Bar- celona, 1894. Carbó y Domenech (D. Manuel), Catedrático en el Insti- tuto.— Reus. 1904. Carretero (D. Luís), Ingeniero industrial. — Segovia. 1877. Carvalho Monteiro (Excmo. Sr. D. Antpnio Augusto de). Doctor en Derecho y en Ciencias naturales por la Uni- versidad de Coimbra, y miembro de la Sociedad de Acli- matación de Río Janeiro. — Rúa do Alecrim, 70, Lisboa (Portugal). — (Lepidópteros.) 1901. Casamada Mauri (D. Ramón). — Pelayo, 17, 2.°, Bar- celona. 1900. Casares Bescansa (D. Román), Farmacéutico. — aLa Tri- nidad», fábrica de productos químicos, Málaga. 1901. Casares Gil (D. Antonio), Médico militar.— Rambla de Cataluña, 29, Barcelona. — (Hepáticas y Musgos.) 1901. Casares Gil (D. José), Decano de la Facultad de Farma- cia en la Universidad. — Rambla de Cataluña, 29, Bar- celona.— f Análisis químico mineral.) 1901. Casino de Zaragoza. 1876. Castellarnau y de Lleopart (D. Joaquín María de), In- geniero Jefe de Montes. — Segovia. — (Micrografia.) 1905. Castro y Pascual (D. Francisco), Doctorea Farmacia. — Madrid. 1903. Castro y Valero (D. Juan), Catedrático en la Escuela de Veterinaria.— C. del Conde de Aranda, 18, Madrid. 14 LISTA DE SOCIOS 1901. Cátedra de Historia natural de la Universidad de Bar- celona. 1901. Cátedra de Historia natural de la Universidad de San- tiago. 1884. Cazurho y Ruiz (D, Manuel), Doctor en Derecho y en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Gerona. ("Ortópteros y dípteros de Europa^ Micrografia.) 1891. Chaves y Péuez del Pulgar (D. Federico), Doctoren Cien- cias físico-químicas. — C. de Jesús, 17, Sevilla. — (Mine- ralogia y Cristalografía.) 1873. CoDORNiu (D. Ricardo), Ingeniero de Montes. — Murcia. 1904. Colegio de Santo Domingo.— Orihuela. 1898, CoLOMiNA Y Carolo (D. Alejandro de), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Pontevedra. 1878, CoMERMA (D. Andrés A.), Ingeniero de la Armada. — El Ferrol. 1902. Compañía de Tabacos de Filipinas. — Barcelona. 1903. Consejo general de Agricultura, Industria y Comercio de Valencia. « 1892. Corrales Hernández (D. Ángel), Licenciado en Ciencias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto. — Merced baja, 15, Jaén. 1901. Correa de Barros (D. José Maximiano). — S. Martinho d'Anta, Sabroza (Portugal). 1872. Cortázar (Excmo. Sr. D. Daniel de), Ingeniero Jefe de Minas, de las Reales Academias de la Lengua y de Cien- cias exactas, físicas y naturales. Consejero de Instruc- ción pública. — C. de Velázquez, 32, hotel, Madrid. 1901. Cosgollano y Durillo (D. José), Profesor auxiliar en el Instituto. — G. de la Concepción, 29, Córdoba. 1903. CoTRiNA Y Ferrer (D. Modesto). — Barcelona. — (Histología.) 19U2. Gru y Marqués ( D. Enrique), Naturalista disecador. — Reyes Católicos, 7 y 9, Sevilla. — (Entomología y Orni- tología.) 1903, Cruz (D. Emiliano de la). Miembro del Instituto de Inge- nieros de Minas de la Gran Bretaña, del Instituto de Minas y Metalurgia de Londres, del Instituto del Norte de Inglaterra (Newcastle) , de la Sociedad geológica de Francia, de la de Bélgica, etc. — C. de Malasaña, 3, Ma- drid. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 15 1902. Cruz Nathan (D. Ángel B. de la), Profesor en el Institu- to.— G. de D. Juan de Villarrasa, 12, Valencia. 1889. Dargent (D. Florismundo), Ingeniero. — Moralejo, 5, Aguilar (Córdoba). 1902. Deulofeu (D. José), Catedrático de Química inorgánica en la Facultad de Farmacia. — Santiago. 1899. DÍAZ (R. P. Filiberto), Doctor en Ciencias, Conservador por oposición en el Museo de Ciencias naturales. — C. de San Miguel, 21 duplicado, Madrid. 1898. Díaz de Arcaya (D. Manuel), Doctor en Ciencias, Direc- tor y Catedrático de Historia natural en el Instituto. — C. de la Independencia, 7, Zaragoza. 1890. Díaz del Villar (D. Juan Manuel), Licenciado en Medi- cina, Catedrático en la Escuela de Veterinaria. — C. de Atocha, 127 duplicado, Madrid. — [Epizoarios y Entomo- zoarios.J 1894. Diez Solorzano (D. Manuel). — C. de Blanca, Santander. 1901. Diez Tortosa (D. Juan Luís), Doctor en Farmacia.— Re- yes Católicos, 47, Granada. 1898. Domenech (R. P. Estanislao), Profesor de Historia natu- ral en el Colegio del Sagrado Corazón. — C. de Lauria, 13, Barcelona. (Apartado 143). 1899. Domínguez (D. Antonio A.) — Laguna de Tenerife. — (Co- leópteros de Canarias.) 1898. DossET (D. José Antonio), Doctor en Farmacia. — Plaza de Sas, 2, Zaragoza. — CDiatomeas.J 1903. DuLAU (M.), Sobo Square, 37, Londres. 1902. Duran Desumvila (D. Narciso), Licenciado en Farmacia, Título de honor de los Ilustres Colegios provinciales de Barcelona, Lérida y Navarra, Director de la Revista científica profesional. — Canet de Mar (Barcelona). 1890. DusMET Y Alonso (D. José M.), Naturalista agregado al Museo de Ciencias naturales, Doctoren Ciencias. — Plaza de Santa Cruz» 7, Madrid. — CHimen ápteros.) 1898. Eleicegui (D. Antonio), Catedrático en la Facultad de Far- macia.— Plaza de la Universidad, 5, 3.°, Santiago. 1888. Elizalde y Eslava (D. Joaquín), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Logroño. 1894. Enciso y Mena (D. Juan), Licenciado en Derecho. — Huercal-Overa (Almería). — (Entomologia.J 16 LISTA DE SOCIOS 1902. Escribano (D. Cayetano), Licenciado en Ciencias natura- les, Conservador interino del Jardín Botánico. — C. de Hortaleza, 76, iMadrid. 1894. Escuela de Veterinaria de Madrid. 1875. EsPLUGA Y Sancho (D. Faustino), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Trinidad, 3, Toledo. 1902. EsPLUGUEs Y Armengol (D. Julio), Profesor auxiliar del Instituto y Jardinero 2.° del Botánico. — Valencia. 1902. Esteva (D. José), Presbítero. — Bellmirall, 5, Colegio de Caridad, Gerona. — (Botánica general y Criptogamia.) 1902. Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo. 1901. Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona. 1874. Fernández de Castro (D. Ángel), Ingeniero de Montes. — C. de Fabiola, 3, Sevilla. 1900. Fernández de Gatta y Calache (D. Manuel), Doctor en Farmacia. — Vilvestre (Salamanca). 1904. Fernández Galiano (D. Emilio), Alumno de la Facultad de Ciencias. — C. de San Marcos, 26 duplicado, Madrid. 1890. Fernández Navarro (D. Lucas), Catedrático de Cristalo- grafía en la Facultad de Ciencias. — Cuesta de Santo Do- mingo, 18, Madrid. 1875. Ferrand y Couchoud (D. Julio), Ingeniero Jefe de la pri- mera sección de vía y obras de los Ferrocarriles Anda- luces.— C. de Feria, 100, Sevilla. 1900. Ferrando y Más (D. Pedro), Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad. — Zaragoza. 1885. Ferrer (D. Carlos), Doctor en Medicina y Bachiller en Ciencias. — Ronda de la Universidad, 16, 1.°, Barcelona. 1902. Ferrer Dalmau (D. Eugenio), Profesor de la Escuela de Industrias. — C. de Santo Domingo, 20, Tarrasa. 1901. Ferrer y Hernández (D. Jaime) — Montaner, 66, Barce- lona.— (Mineralogía.) 1901. Finestres y Foch (D. Eduardo). — Ager (Lérida).— (^.l/¿ne- ralogia.J 1879. Flürez y González (D. Roberto). — Cangas de Tinao (Oviedo) . — (Entomología.) 1901. Folch y Andreu ( D. Rafael), Doctor en Farmacia. — Vendrell (Tarragona). — (Botánica.) 1901. FoNT Sagué (D. Norberto), Presbítero.— C. de Fonlane- 11a, 15, 3.", Barcelona. — (Geología.) DE LA REAL ESPAÍs'ÜLA DE HISTORIA NATURAL. Yl 1902. FoRTEZA Rey y Forteza (D. José). — Colón, 23, Palma de Mallorca (Baleares). 1902. Francois (Ph.), Jefe de trabajos práclicos en la Sorbona. — Rué des Fossés S*-Jacques, 20, Paris. 1888. Fuente (D. José María de la), Presbítero. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad-Real). — (Entomología, Coleópteros de Europa. Admite cambios de estos insectos.) 1890. FusET Y TuBiÁ (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto de Palma. — Mallorca. — (Gusanos y Dibujo cientifico.) 1904, Galán (D. Alfonso), Alumno de las Facultades de Cien- cias y Farmacia. — Madrid. — (Himenópteros.) 1899. Galleaos y Sardina (D. Ventura), de las Sociedades entomológicas de Bélgica y Stettin, de la de Higiene de París, de la Central de Apicultura é Insectología de Francia. — Mendoza (República Argentina). 1903. García Callejo (D. José María). — Núñez de Balboa, 17. — a (Naturalista preparador.) 1872. García y Arenal (D. Fernando), Ingeniero del puerto. — Vigo (Pontevedra). 1901. García Fraguas (D. José Esteban), Doctor en Medicina, Catedrático en el Instituto. — Coso, 120, Zaragoza. 1894. García y García (D. Antonio), Profesor auxiliar en el Instituto. — Huelva. 1877. García y Mercet (D. Ricardo), Naturalista agregado al Museo de Ciencias naturales. Farmacéutico de Sanidad militar. — Goya, 1, Madrid. — (Himenópteros de Europa.) 1904. García Mon é Ibáñez (D. Francisco), \lumno déla Facul- tad de Ciencias. — C. de la Luna, 26, Madrid. 1899. García Várela (D. Antonio), Doctoren Ciencias natura- les, Conservador por oposición en el Museo. — C. de Re- latores, 24, Madrid. (Hemípteros.J 1902. Garriga y Barrerán (D. Gerardo), Alumno de la Facultad de Farmacia. — Barcelona. 1904. Gascón (D. Antonio), Director del Boletín Minero y Comer- cial.— Madrid. 1900. Gelabert Rlncón (Rvdo. D. José).— Llagostern, Gerona. (Mineralogía y Geologia.) 1884. GiLA Y FiüALGO (D. Félix), Catedrático excedente de la Fa- cultad de Ciencias.— Segovia. — (Botánica y Geologia.) Tomo v.— Enero, 1905. ii 18 LISTA DE SOCIOS 1877. GoGORZA y González (D.José), Catedrático de Anatomía y Fisiología animal en la Universidad Central. — C. de San Andrés, 19, Madrid. 1890. GoiTiA (D. Alejandro), Licenciado en Ciencias. — C. de Alcalá, 4, Madrid. 1894. GÓMEZ OcAÑA (D. José), de las Reales Academias de Medicina y Ciencias, Catedrático de Fisiología en la Facultad de Medicina. — C. de Atocha, 127 dup.°, Ma- drid. s. F. González Hidalgo (D. Joaquín), de la Real Academia de Ciencias, Catedrático de Malacología y animales infe- riores en la Facultad do Ciencias, Jefe de la Sección de Malacología del Museo. — C. de Alcalá, 36, Madrid. 1900. Gota y Casas (D. Antonio), Doctor en Medicina. — C. del Pilar, 16, Zaragoza. 1903. Gracián y Lavedán (D. Antonio). — C. del Padre Mar- chena, 13, Sevilla. 1899. Graiño y Caubet (D. Celestino), Doctor en Farmacia, pre- miado en varias Exposiciones. — Aviles (Asturias). — (Or- nitologia. Admite cambios.) 1882. Gredilla y Gauna (D. Apolinar Federico), Catedrático de la Facultad de Ciencias, Director del Jardín Botánico, Jefe de la Sección de cultivos. — C. déla Estrella, 7, prin- cipal, Madrid. — fGeologia y Botánica.) 1898. Gregorio y Rocasolano (D. Antonio), Catedrático de Quí- mica en la Facultad de Ciencias. — Temple, 20, Zaragoza. (Graynineas.) 1893. Guillen (D. Vicente), Médico-cirujano, Jardinero mayor del Botánico. — Valencia. 1901. Gutiérrez Martín (D. Daniel), Doctor en Farmacia. — C. de Valverde, 19, Madrid, y en el verano en Olmedo (Valladolid). — (Botánica y Entomología de la Provincia.) 1902. Gutiérrez Sobral (D. José), Capitán de Navio de 1." cla- se.— C. de la Palma, 40, Madrid. — (Hidrografía.) 1898. Halcón (D. Fernando), Marqués de San Gil. — C. de Al- fonso XII, 50, Sevilla. — (Patología vegetal.) 1890. Hernández y Álvarez (D. José), Licenciado en Ciencias naturales. Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Badajoz. — (Botánica.) 1893. Hernández Pacheco y Esteban (D. Eduardo), Doctor en DE LA KEAL ESPAÑOLA DE HISTORL-V NATURAL. 19 Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Córdo- ba.— (Geología,) 1904. Hernando y Monge (D. Benito), Naturalista agregado al Museo de Ciencias Naturales. — G. de Atocha, 96, Madrid. 1875. ÍÍEYDEN (D. Lucas von), Mayor en reserva, Doctor en Filosofía, honoris causa, individuo de las Sociedades Entomológicas de Alemania, Francia, San Petersburgo, Suiza, Italia, etc.. Caballero de las Ordenes del Águila Roja prusiana, de la Cruz de Hierro y de San Juan. — Schlosstrasse, 54, Boekenheim, Frankfurt am Main (Ale- mania).— (Coleópteros. J 1898. HiKRRO (D. Fibicio), Farmacéutico, Comendador de la Or- den civil de Alfonso XII, Corresponsal del Colegio Fai- macéutico de Madrid. — Osorno (Falencia). — (Dotánica.J 1888. Hoyos (D. Luís), Doctor en Ciencias naturales y en Dere- cho, Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Toledo. • (Antropología.) 1901. Hl'eso (D. José), Doctoren Ciencias, Profesor numerario de la Escuela Normal. — Valencia. 1895. HuiDüBHO Y Hernández (D. José), Doctor en Cienciay, Con- servador interino en el Museo de Ciencias naturales. — C. de San Bernardo, 52, Madrid. 1899. Ibáñez Díaz (D. Francisco Antonio), Duque, 9, Cartagena. (Botánica.) 1895. Ibarlucea (D. Casto), Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Moreras, 6, 2.°, Cáceres. 1902. Imprenta de Fortanel.— C. de la Libertad, 29, Madrid. 1904. imprenta y Librería de los Sucesores de Hernando, Are- nal, 11, Madrid. 1901. Instituto general y técnico de Avila. i903. Instituto general y técnico de Barcelona. 1901. Instituto general y técnico de Burgos. 1902. Instituto general y técnico de Cáceres. 1872. Instituto general y técnico de Córdoba. 1901. Instituto general y técnico de Guadalajara. 1903. Instituto general y técnico de Huelva. 1904. Instituto general y técnico de Orense. 1904. Instituto general y técnico de Falencia. 1901. Instituto general y técnico de Palma de Mallorca. 1904. Instituto general y técnico de Pontevedra. 2» LISTA DE SOCIOS 1003. Instituto general y técnico de San Sebastián (Guipúzcoa), 1901. Instituto general y tócnico de Santiago. 1880. Instituto general y técnico de Valencia. 1901. Instituto general y técnico de Vitoria. 1901. Instituto general y técnico de Zaragoza. 1873. IÑARRA V Echevarría (D. Fermín), Catedrático en el Ins- tituto general y técnico de Guipúzcoa. — Urbieta, 13, en- tresuelo, San Sebastián. 1904. Iradier (ü. Cesáreo), Arquitecto.-Fernando VI, 1 1, Madrid. 1901. IsABAL (D. Marceliano), Doctoren Derecbo civil, Diputado á Cortes. — Coso, 102, Zaragoza. 1904. Jacobs (Dr. H.) — Luxemburgplatz, 3, Wiesbaden (Ale- mania.) 1896. Jiménez Cano (D. Juan), Licenciado en Ciencias natura- les. Casa Blanca. — Cuenca. — (Lepidópteros.) 1884. Jiménez de Cisneros (D. Daniel), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — C. de Medina, 38, Alicante. 1899. Jiménez Munuera (D. Francisco de P.) — Alto, 9, Carta- gena.— (Botánica. J 1898. Jimeno (D. Hilarión), Doctor en Ciencias, Director del Laboratorio químico municipal. — Coso, 127, Zaragoza. 1901. Jimeno Egurbide (D. Florentino), Doctoren Farmacia.— Plaza Real, 1, Barcelona. 1895. Rheil (D. Napoleón M.), Profesor en la Escuela de Co- mercio, Socio del Club de Historia natural de Praga y de las Sociedades Entomológicas de Berlín, Stettin y Dres- de. — Ferdinandstrasse, 38, Praga (Bobemia). 1884. Lauffer (D. Jorge), Agregado al Museo de Ciencias natu- rales, Caballero de la orden civil de Alfonso XII. — Calle de Juan de Mena, 5, Madrid. — f Coleópteros de Europa.) 1901. Laza (D. Enrique), Director propietario del Laboratorio químico. — C. del Duque de la Victoria, 6, Málaga. 1880. Lázaro é Ibiza (D. Blas), de la Real Academia de Cien- cias, Doctor en Farmacia y en Ciencias, Catedrática de la Facultad de Farmacia. — G. de Palafox, 19, Hotel, Madrid. — (Botánica.) 1897, Llanas (D. José María), Farmacéutico militar. — Alberto Bosch, 12, Madrid. 1901. Llenas y Fernández (D. Manuel). — C. del Carmen, 44, 2.",. 1,*, Barcelona. — (Botánica.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTOmA NATURAL. 21 1902. Llobet y Pastors (D. Luís). — Tallers, 48 bis, Barcelona. 190?. Llord y Gamboa (D. Ramón), Doctor en Ciencias y Medi- cina.— Jorge Juan, 13, Madrid. — f Química geológica.] 1900. LÓPEZ García y Mir (D. Julián), Farmacéutico. — San Gi- prián, Vivero (Lugo). 1889. LÓPEZ DE ZuAZO (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático én el Instituto. — Burgos. 1901. LÓPEZ Mendigutia (D. Fernando), Licenciado en Ciencias. C. de Campoamor, 12, Madrid. 1897. Maciñeira Y Pardo (D. Federico G.), Cronista oficial de Ortigueira (Coruña). — (Prehistoria.) 1878. Mac-Lennan ( D. José) , Ingeniero.— Portugalete (Bilbao). 1887, Madrid Moreno (D. José), Doctor en Ciencias, Profesor Sub-Jefe encargado de la Sección de bacteriología del Laboratorio municipal, Catedrático de Técnica micro- gráfica é Histología vegetal y animal en la Facultad de Ciencias, Consejero de Sanidad. — C. de Serrano, 40, Madrid. — (Micrografia.) 1904. Malaguilla (D. Eduardo), Licenciado en Ciencias natu- rales.—G. de Toledo, 29, Ciudad-Real. 1903. Maluquer y Nicolau (D. José). — Jaime I, 14.— Barce- lona.— (Malacologia.) 1904. Maluquer y Nicolau (D. Salvador).— Jaime I, 14, Barce- lona.— (Lepidópteros.) 1873. Marín y Sancho (D. Francisco), Licenciado en Farmacia. C. de Silva, 49, 2.° derecha, Madrid. 1878. Martí y Lleopart (D. Francisco María de). Licenciado en Derecho civil y canónico. — C. de Santa Ana, 8, prin- cipal, Tarragona. 1899. Martín Ayuso (D. Dionisio), Ingeniero agrónomo, Direc- tor y Catedrático del Instituto. — Oviedo. 1901. Martínez (D. Cesáreo), Catedrático en el Instituto.— Fi- gueras. » 1903. Martínez Girón (D. Paulino). — Corral del Rey, 11, Sevilla, , 1893. Martínez Núñez (R. P. Zacarías), Agustino, Licenciado en Ciencias naturales. Director del Real Colegio de Al- fonso XII.— El Escorial (Madrid). 1874. Martínez y Ángel (D. Antonio), Doctor en Medicina.— C. del Almirante, 23, Madrid. 22 LISTA DE SOCIOS 1889. Martínez de l.a. Escalera (D. Manuel). — C. de Niíñez de Balboa, 17, Madrid. — C Coleópteros de Europa.) 1892. Martínez Fernández (D. Antonio), Doctor en Ciencias- naturales, Profesor auxiliar en la Universidad. — Ovie- do.— (Entomología é Histología.) 1897. Martínkz Gámez (R. P. Vicente), Profesor de Ciencias naturales en el Colegio Galasancio." — C. de Jesús, 25> Sevilla. — (Ornitología de España.) 1889. Martínez Pacheco (1). José), Doctor en Farmacia. — C. de San Miguel, 21 duplicado, principal, Madrid. s. F. Martínez y Sáez (D. Francisco de Paula), Catedrático en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Üsteozoolo- gía en el Museo. — C. de San Quintín, fi, principal, Ma- drid.— (Coleópteros de Europa.) 1898. Más y Guindal (D. Joaquín), Oficial 2." de Sanidad mili- tar.— C. del Conde Duque, 40, pral. dra., Madrid. 1898. Mateos Pérez (D. Félix), Profesor en la Escuela de Vete- rinaria.— C. de la Montera, 8, Zaragoza. 1882. Mazarredo (D. Carlos), Ingeniero de Montes. — G. de Clau- dio Coello, 24, Madrid. — (Neurópteros y Arácnidos.) 1897. Mazo y Franza (D. Julio del), Abogado. — Arguijo, 5, Se- villa.— (Ornitología.) 1884. Mederos Y Manzanos (D. Pedro), Licenciado en Ciencias naturales. — San Lorenzo (Gran Canaria). 1888. Medina Ramos (D. Manuel), Doctor en Medicina, Cate- drático de Anatomía en la Escuela de Medicina. — C. de San Vicente, 8, Sevilla. — (Himenópteros.) 1892. Mendoza (D. Antonio), Jefe del Laboratorio provincial en el Hospital de San Juan de Dios. — C. de Santa Isabel, 34, Madrid. 1879. Mercado y González (D. Matías), Médico cirujano titular. Nava del Rey (Valladolid). — (Entomología.) 1807. Merino (R. P. Baltasar), S. J., Profesorde Física y Química en el Celegio de La Guardia (Pontevedra). — (Botánica.) 1894. MiQüEL É Iiuzar (D. Manuel de), Teniente Coronel Jefe del 2." batallón del S.®"" regimiento de Zapadores mina- dores de Ingenieros. — Madrid. s. F. MiR Y Navarro (D. Manuel), Director y Catedrático de Historia natural del Instilii!o.—J 'aseo de Gracia, 43, 2.°, 1.*. Barcelona. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 23 1876. MíRALLES DE Imperial (D. Clemente). — Rambla de Estu- dios, 1, 2.°, 1.*, Barcelona. 1902. Moles Ormella (D. Enrique). — Balmes, 19, Barcelona. 1894. Mora y Vizcayno (D. Manuel de), Licenciado en Ciencias naturales. — Valverde del Camino (Huelva). 1903. Moran Bayo (D. Juan), Catedrático de Agricultura en el Instituto de Córdoba; durante el verano en Medina de las Torres (Badajoz). 1900. MoRODER Y Sala (D. Federico). — Alboraya, 8, Chalet, Valencia. 1898. Moyano y Moyano (D. Pedro), Catedrático en la Escuela de Veterinaria. — Azogue, 96 y 98, Zaragoza. — (Etnolo- gía zootécnica.) 1898. Muñoz Ramos (D. Eugenio), Doctor en Farmacia, Licen- ciado en Ciencias físico-químicas. Director del Laborato- rio municipal y provincial. — Valladolid. — (Micrografia.) 1902. Muñoz Cobo (D. Luís), Licenciado en Ciencias.— Carrera de San Jerónimo, 15, Madrid. 1903. MuRiLLO (D. Mariano). — G. de Alcalá, 7, Madrid. 1889. Muso Y Moreno (D. José), Ingeniero de Montes. — G. del Amor de Dios, 1, Madrid. 1901. Nacente y González (D. Moisés), Catedrático en la Fa- cultad de Ciencias. — C. de la Diputación, 415, Bar- celona. 1889. Nacher y Vilar (D. Pascual), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Granada. 1903. Navarro (D. Leandro), Profesor de Patología vegetal en el Instituto Agrícola de Alfonso XII. — Madrid. 1896. Navas (R. P. Longinos), S. J. , Licenciado en Ciencias naturales, Profesor del Colegio del Salvador. — Zarago- za.— flSeur ápteros.) 1902. Novella (D. Joaquín), Licenciado en Ciencias naturales y Abogado. — C. de Mariano Padilla, 29, Murcia. 1898. NovoA Y Alvarez (D. Francisco), Vice-cónsul de Portu- gal en Goyán, Socio correspondiente de la Arqueológica de Pontevedra y de la Española d-e Higiene, Comenda- dor de las Ordenes de Cristo y de la Concepción de Villa- viciosa de Portugal, Médico municipal de Tomiño. — (Por Tuy), Goyán. 1872. Oberthür (D. Carlos), de la Sociedad Entomológica de •24 LISTA DE SOCIOS Francia. — Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia. — f Lepidópteros.) 187'2. OBEirrHÜR (D. Renato), de la Sociedad Entomológica de Francia. — Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia. — (Coleópteros.) 1897. Olavarría y Gutiérrez ( D. Marcial dej , Ingeniero de Minas. — G. de las Huertas, 82, pral., Madrid. 1901. Oliver Rodés (D. Benito). — Rambla de San José, 23, Barcelona. — (Análisis de química mineral.) 1896. Olóriz (D. Federico), de la Real Academia de Medicina, Catedrático en la Facultad de Medicina. — G. de Atocha, 96, Madiid. — (Antropologia.) 1887. UNÍS (D. Mauricio Garlos de), Licenciado en Giencias, Gonservador interino en el Museo de Giencias Natura- les.— G. de Santa Engracia, 23, principal, Madrid. 1899. Gramas y González (D. Pablo). — La Orotava. — (Coleópte- ros y Ornitología de Canarias.) 1890. Ortega y Mayor (D. Enrique). — G. de Garretas, 14, Labo- ratorio químico, Madrid. 1897. Orüeta (D. Domingo de), Ingeniero de Minas.— Gijón. — (Fauna inferior marina del Cantábrico.) 1899. Otero (D. eTulio), Ingeniero agrónomo y Director de la Granja agrícola de la Moncloa. — G. del Florín, 2, Madrid. 1902. Pacault(M. Edgard). — Buenos-Aires. — (Ictiologia y Fau- na de la Mesopotamia argentina y de la Argelia.) 1894. Palacios (D. Pedro), de la Real Academia de Giencias, In- geniero Jefe del Guerpo de Minas.— G. de Gedaceros, 8, Madrid. 1898. Palomar de la Torre (D. Alejandro^ Médico de la Ar- mada.— G. de las Danzas, 5 y 7, pral., Zaragoza. 1903. Pallas y Vals (D, Pedro). — G. de Cervantes, 7, Barce- lona.— (Zoología.) 1881. Pantel (R. P. José), S. J. — Gastel Gemert por Helmond. Holanda (Bravante septentrional). — (Anatomia de ins., Ortópteros.) 1898. Pardo y S.asthón (D. José), Licenciado, en Farmacia. — Valdealgbrfa, por Zaragoza y Alcañiz (Teruel). — (Bo- tánica.) 1890. Pau (D. Garlos), Farmacéutico. — Segorbe (Gastellón). — (Botánica.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 25 Í882. Paúl y Arozarena (D. Manuel José de). — Plaza chica de San Vicente, 1, Sevilla. — (Patología vegetal.) 1903. Pazos Caballero (D. J. H.), Médico-cirujano. — Martí, 46, San Antonio de los Baños (Cuba). — (Dípteros parásitos.) 1898. Pella y Forgas (D. Pedro), Ingeniero industrial, químico y mecánico. Socio de mérito de las Económicas Arago- nesa y Gerundense de Amigos del País y del Ateneo de Teruel, Ingeniero Jefe de la explotación del Ferrocarril de Cariñena á Zaragoza. — Zaragoza. — (Geología.) Í904. Peña Martí (D. Alfredo), Capitán Cajero de la Coman- dancia de la Guardia civil, — Consejo de Ciento, 320, 3.°, Barcelona. — (Aves insectívoras.) 1881. Pérez Lara (D. José María). — Jerez de la Frontera (Cá- diz).— (Botánica.) 1873. Pérez Ortego (D. Enrique) , Doctor en Ciencias. — Pro- fesor auxiliar en el Instituto del Cardenal Cisneros. — C. de San Bernardino, 7, Madrid. 1894. Pérez Zúñiga (D. Enrique), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Medicina. — C. del Fúcar, 19 y 21, Madrid. 1902. Pi Y SuÑER (D. Augusto), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Medicina. — Ausias March, 21, Barcelona. 1901. Pie (D, Mauricio), de la Sociedad entomológica de Fran- cia.— Digoin (Saóne-et-Loire), Francia. — (Ent. general de Argelia. Col. é Himenopt. palearct. Meliridos , Ptini- dos, Anticidos, Pedílidos, Brúquidos y Nanophyes de todo el mundo.) 1903. Pittaluga ( D. Gustavo), Doctor en Medicina. — C. del Marqués del Duero, 10, 1.°, Madrid. — (Investigaciones micrográficas aplicadas á la clínica.) 1903. Planellas (D. Juan), Farmacéu'ico. — Cayey (Puerto Rico). 1887. Prado y Sáinz (D. Salvador), Doctor en Ciencias natu- rales, Catedrático y Director del Instituto. — Guadalajara. 1874. PuiG Y Larraz (D. Gabriel), Ingeniero de Minas. — C. de Fomento, 1 duplicado, \.° derecha, Madrid. 1895. Ramón y Cajal (D. Pedro) , Catedrático en la Facultad de Medicina. — Sitios, 6, Zaragoza. — (Histologia.) 1903. Ramos de Molins (D. Federico). — Ronda de San Pedro, 33, Barcelona. — (Histologia.) 1903. Raspail (D. Javier). — Goubieux (Oise) Francia. — (Omi- tologia.) 2fi LISTA DE SOCIOS I90I. Real Biblioteca de Berlín (Konigliche Biblioihek).— Beh- renslrasse, 40, Berlín W. G4. 1883. Reyes y Prosper (D. Edaardo), Catedrático de Fitografía ■ en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de herba- rios íMi el Jardín Boldnico. — G. de la Palma Alta, 30, Madrid. — f Anatomía microscópica vegetal, Criptógamas y Orquídeas de España.) 1872. Ribera (limo. Sr. D. Emilio), Doctor en Ciencias natura- les; Conservador mayor, Jefe administrativo del Museo de Ciencias naturales. — G. de Prim, 15, Madrid. 1886. Río (D. José), Ingeniero de Montes. — G. de Fernando el Santo, 7, Madrid. 1901. Rio (D. Garlos del), Naturalista agregado al Museo de Ciencias. — Redacción de El Liberal, Barcelona. 1886. RiojA Y Martín (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Director de la Estación de biología marina. — C. de Gas- telar, Puerto chico (Santander). — (Anatomía de anima- les inferiores.) 1902. RivA (D. Maximino de la), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Farmacia. — Santiago. 1901. RiVAS Mateos (D. Aurelio), Licenciado en Farmacia. — Serradilla (Cáceres). 1896. RivAS Mateos (D. Marcelo), Catedrático en la Facultad de Farmacia de la Universidad. — C.de Sagasta,10, Madrid. (Botánica.) 1902. Rivera y Ruiz (D. Miguel), Catedrático en el Instituto. — Murcia. 1903. Rivera Vidal (D. Pedro). — Barcelona. — (Botánica.) 1901. RivES Mampoey (D. José). — Diputación, 441, Barcelona. — (Botánica.) 1903. Robles (limo. Sr. D. José), Secretario general del Con- sejo Superior de Agricultura, Jefe de la Sección Central del Ministerio. — G: de la Academia, 10, Madrid. 1884. Rodríguez Aguado (D. Enrique), Doctor en Ciencias y Medicina, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias. G. de Silva, 2, I.°, Madrid. 1872. Rodríguez Y Femenías (D. Juan .).)—G. de la Libertad, 48, Mahóii (Menorca). — (Botánica.) 1903. Rodríguez y López Neira (D. Manuel), Farmacéutico. — C. de Malasaña, 9, Madrid. DK LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 27 1880. Rodríguez Mourelo (D. José), Académico de la Real de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Profesor de Química industrial orgánica en la Escuela Superior de Artes é Industrias. — G. del Piamonte, 14, Madrid. — (Mineralogía.) 1902. RoF Y CoDiNA (D. Juan), Veterinario Militar. — Plaza de la Feria, 19, Lugo. 190,'j. Romero Masó (D. Jesús). — Barcelona. 1887. Ruíz Arana (D. Segundo S.), Licenciado en B'armacia. — Gaparroso (Navarra). 1905. Ruíz Llazer (D. Antonio). — G. Mayor, 158, Gastellón. 1873. Saavedra (Excmo. Sr. D. Eduardo), Ligeniero de Cami- nos, Lidividno de las Reales Academias de la Lengua, de Ciencias y de la Historia, Consejero de Instrucción pública. — C. de Fuencarral, 74 y 76, principal, Madrid. 1890. Sáenz y LÓPEZ (D. Juan), Licenciado en Ciencias natura- les, Director del Colegio de Santa Ana. — Mérida (Badajoz). 1903. Saforcada Adema (D. Manuel). — Barcelona. 1901. Sánchez Bruil (D. Mariano), Catedrático en el Instituto general y técnico. — C. de Alfonso I, 28, Zaragoza. 1891. Sánchez Navarro y Neumann (D. Emilio), Doctor en Cien- cias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto. — C, de Santa Inés, 14, Cádiz. — (Entomología.) 1885. Sánchez y Sánchez (D. Domingo), Doctor eu Ciencias na- turales y en Medicina, Conservador por oposición en el Museo. — G. de Atocha, 96, Madrid. — (Anatomía com- parada.) 1899. Sanchíz Pertegas (Excmo. Sr. D. José).— C. de San Vicen- te, 151, Valencia. 1901. San Román Elena (D. Manuel), Doctor en Teología, Licen- ciado en Derecho, Canónigo Doctoral de la S. L C. de Calahorra (Logroño). 1902. San Salafranca (D. Francisco). — Condal, 9, Barcelona. 1895. Santo Domingo y López (D. Agustín), Licenciado en Cien- cias naturales. Profesor auxiliar en el Listituto. — G. de San Segundo, 16 y 18, Ávila. 1898. Santos y Abreu (D. Elias) , Licenciado en Medicina y Ci- rugía y Director del Museo de Historia natural y Etno- gráfico.— Santa Cruz de La Palma (Canarias). — (Ento- mología y Botánica.) 28 LISTA DE SOCIOS 1879. Sanz de DiiíGo (D. Maximino), Disecador 1.° por oposi- ción del Museo de Ciencias naturales. — G. de San Ber- nardo, 94, 1.°, Madrid. — (Comerciante en ohjetosy libros de Historia natural y en utensilios para la recolección, preparación y conservación de las colecciones; cambio y venta de las mismas en todos los ramos.) 1900. Saulcy (Feliciano Gaignart de). — 3, rué Chátillon, Melz (Lorraine). — (Coleópteros y Ortópteros de Europa.) 1902. ScHRAMM (D. Jorge). — Sociedad Ahlemeyer, Plaza de San Francisco, Garlagena. — (Coleópteros Cerambícidos.) 188G. Seebold (D. Teodoro), Ingeniero civil, de la Sociedad de Ingenieros civiles de París, Gomendador de la Orden de Garlos III, Caballero de varias órdenes extranjeras. — Square du Roule, 2, París. — (Lepidópteros.) 1898. Segovia y Corrales (D. Alberto), Catedrático de Zoología general en la Facultad de Ciencias. — G. de Leganitos, 47, Madrid. 1902. Seminario conciliar de Orihuela. 1897. Seras y González (D. Antonio). — Monsalves, 12, Sevilla. (Bistologm.) 1899. Silva Ta vares (Excmo. Sr. D. Joaquín de), déla Real Aca- demia de Ciencias de Lisboa, de la Sociedad entomoló- gica de Francia, Profesor en el Colegio de San Fiel, Portugal. — (Zoocecidias.) 1889. Simarro (D. Luís), Doctor en Medicina, Catedrático de Psicología experimental en la Facultad de Ciencias. — • C. del Conde de Aranda, 1, Madrid. — (Histologia.) 1880. Simón (D. Eugenio).— Villa Said, 16, Paiis.— (Arácnidos.) 1890. SiRET (D. Luís), Ingeniero. — Cuevas de Vera (Almería). (Geología y Antropologia.) 1901. Sobrado Maestro (D. César), Catedrático en la Facultad de Farmacia. — Santiago. 1902. Sola y Bosch (D. Francisco de A.), Farmacéutico. — Ga- rrer Nou, 33, San Pol de Mar (Barcelona). s. F. Solano y Eulate (D. José María), Marqués del Socorro, Catedrático en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sec- ción de Geología en el Museo. — C. de Jacomelrezo, 41, Madrid. — (Mineralogía y Geología.) 1901. Soler y Batlle (D. Enrique), Farmacéutico militar. — G. de Cortes, 372, Barcelona. — (Botánica). DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 2» tS98. Soler y Cargeller (D. Juan Pablo), Doctor en Ciencias, Catedrático de Agricultura en el Instituto general y téc- nico;— Plaza del Vergel, 2, 2.°, Soria. — (Micro química.} 1904. Spoerri (D. Enrice). — Librajo. — Pisa (Italia). 1903. SuEiRAS Olane (D. José). — Hospital Militar, Santa Cruz de Tenerife (Canarias). 1903. Taboada Tundidor (D. José), Alumno de Ciencias. — C. de Moratín,56, Madrid. — (Entomologia.) 1899. Tarazona y Blanch (D. Ignacio), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias. — C. de la Universidad, 1, pral. Bar- celona. 1899. Tarín y Juaneda (D. Rafael), Doctor en Ciencias natura- les, Profesor auxiliar de la Universidad. — Torno de San Cristóbal, 9,"Valencia. 1902. Tejeiro y Mokeino (D. Germán), Profesor auxiliar en la Escuela de Veterinaria. — C. de Bailen, 39, Madrid. 1901. Tió Y Salvador (D. José).— C. de Balmes, 7, 3.° — Barce- lona.— ( Hiatologia vegetal.) 1901. Tomás y Gómez (D. Calixto), Catedrático de Anatomía en la Escuela de Veterinaria. — Córdoba. — (Anatomía com- parada.J 1901. Tomás y Radó (D. Juan).— G. de Fortuny, 4, entr.», Bar- celona. — (Mineralogía.) 1900. ToRREMOGHA Tellez (D. Lorenzo), Médico militar del Re- gimiento de Infantería de Burgos. — León. 1882. ToRREPANDO (Sr. Conde de), Ingeniero de Montes. — C. de Ferraz, 48; hotel, Madrid. 1893. Traizet (D. Emilio).— 61, Faubourg-Saint-Denis, París.— (Coleópteros de Europa.) 1893. Truán (D. Luís), Director facultativo en la Sección Vi- driera de la Sociedad anónima «Gijón industrial». — Gi- jón (Asturias). — (Coleópteros.) 1902. Turró (D. Ramón).— Notariado, 10, Barcelona.— f^acíe- riología.) 1896. Tutor (D. Vicente), Doctor en Medicina. — Calahorra (Lo- groño) . — (Coleópteros.) 1903. Universidad de Santo Tomás. — Manila. 1900. Urdaniz [D. Julián José).— San Ciprián, Vivero (Lugo). 1897. Urquía y Martín (D. Ildefonso).— Almirante Hoyos, 7 y 9, Sevilla. 30 LISTA DE SOCIOS 19Ü4, UnüÑUELA. (D. Julio), Licenciado eii Ciencias naturales, Conservador interino en el Jardín Botánico. — C. de la Montera, 39, Madrid. 1895. Val y Julián (D. Vicente de), Licenciado en Farmacia, Subdelegado de Farmacia del partido de Borja, Presiden- te de la Junta de Gobierno del Colegio provincial de far- macéuticos de Zaragoza, Socio corresponsal de los Ilus- tres Colegios de Farmacia de Madrid y Barcelona, de la Sociedad española de Higiene, Corresponsal de la Médico- Quirúrgica española y de otras vnrias Corporaciones, premiado en varias Exposiciones. — Boquiñeni y Luceni (Zaragoza), — (Botánica.) 1900. Vales Failde (D. Javier), Presbítero y Abogado. — C. de la Colegiata, 20, Madrid. 1902. Vallespinosa Ruíz (D. Florencio). — Consejo de Ciento, 247, Barcelona. 1887. Vázquez Figueroa y Canales (D. Aurelio), Inspector Jefe de Telégrafos, jubilado. — C. de Mendizábal, 39, 3.°, Ma- drid.— (Lepidópteros de Europa.) 1902. Vázquez Figueroa y Mohedano (D. Antonio), Arquitecto. C. de Mendizábal, 39, Madrid. — (Coleópteros de Europa.) 1902. Vigente (D. Melchor), Maestro normal. — Ortigosa de Ca- meros (Logroño). — (Geologia.J 1899. Vidal y Compaire (D. Pío), Doctor en Ciencias naturales, Conservador por oposición en el Museo. — Travesía de la Parada, 8, Madrid. 1893. ViLA Y Nadal (D. Antonio), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Salamanca. 1896. ViÑALs Y Torrero (D. Francisco), Doctor en Medicina. — C. de la Espada, 4, principal, Madrid. 1904. Williams and Norgate, Libreros editores. — 14, Henrietla Street. — Covenl Carden (Londres), W. C. 1897. Zamora y Garrido (D. Justo), Licenciado en Farmacia, Director del Colegio de segunda enseñanza de San Agus- tín.— Siles (Jaén), por Valdepeñas é Infantes. — (En- tomología, especialmente de la Sierra de Segura.) s. F. Zapater y Marconell (D. Bernardo), Presbítero. — Alba- rracín (Teruel). — (Botánica.) 1901. Zorrilla y Arroyo ÍD. Francisco), Abogado. — Sepülveda (Segovia.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE mSTORIA NATURAL. 31 Socios agregados. 1897. Ángulo y Tamayo (D. Francisco), Doctoren Medicina. — Carretas, 39, Madrid. 1904. Aterido (D. Luís), Jardinero Mayor del Botánico. — Ma- drid. 1898. CoscoLLA DíEz (D. Emeterio). — Galatayud (Zaragoza). 1899. Escribano y Ramón de Moncada (D. Francisco), Licen- ciado en Medicina. — Argamasilla de Alba (Ciudad-Real). 1890. Fernández y Cavada (D. Pedro L.), Oficial de la sección de Fomento en la Excma, Diputación provincial. — C. del Cubo, 8, Santander. — (Entomología; insectos.) 1898. Izquierdo (D. Juan Antonio), Catedrático de Ampliación de Física en la Universidad. — Zaragoza. 1903. Orensanz (D. José), Profesor auxiliar interino en la Es- cuela de Veterinaria. — Zaragoza. 1897. Relimpio y Ortega (D. Federico), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias. — C. de Cervantes, 16, Sevilla. 1901. Sánchez Pérez (D. José Augusto). — Alíouso 1, 28, Za- ragoza. RESUMEN. Socios protectores 5 — honorarios 10 — correspondientes 47 — numerarios 3*8 — agregados 9 Total 449 Socios que han fallecido en 1904. numerarios 1893. Antiga (D. Pedro). 1900. Cáceres Gómez (D. Mariano). 1872. Cánovas (D. Francisco). 1895. Cerezo (D. Germán). 1874. Couder (D. Gerardo). 1875. Espejo (Excmo. Sr. D. Zoilo). 1890. Feueal (D. César). 32 LISTA DE SOCIOS 1872. González Linares (D. Augusto). 1873. Martínez Vigil (limo. Sr. D. Ramón). 1873. Palou (D. Eduardo). s. F. Uhagón (D. Serafín de). Madrid, 11 de Enero de líJOó. El Secretario, José M. Düsmet y Alonso. ÍNDICE GEOGRÁFICO DE LOS SOCIOS <*' ■ESFJ-^líTJ^ Ager (Lérida) Brugués. Finestres. Buen. Calvo. Aguilar (Córdoba) Calleja. Dargent. Camps. Casamada. Alhnrracin (Teruel) \ / Casares (A.) Zapater. Casares (J.) Alicante Cátedra de Historia natural Jiménez de Cisneros. Compañía de Tabacos. Cotrina. Almería Domenech. Becerra. Facultad de Farmacia. Biblioteca del Instituto. Ferrar (C.) Argamasilla de Alba (C. Real) Ferrer y Hernández (J.) 'is. (C) Bo\a.— Saint-Mandé. (C) Chevreux.— £óne. (O) Coincy. — Courtoiseau. (C) Delacroix. — Paris. (C) Dollfus.— París. ( C) Finot.— Fontainebleau. (C) Foumouze. — Paris. Fran^ois. — Paris. (H) Gaudry. — Paris. (C) Giard. —Paris. (C) Ke.cké[.— Marsella. ( O) Janet. — Voisinlieu. (C) Meunier. — Paris. (C) Olivier. — Baroches. (C) Pérez.— ^Mrfíeof. Fie— Digoín. Raspail. — Goubíeux. Seebold . — Paris. Simón. — Paris. Traizet. — Paris. (H) Van Tieghem. — Paris. Filipinas Universidad. — Manila. Holanda Pantel.— CasíeZ Gemert. Inglaterra Burr. — Londres. (C) Distant. — South Noncood. Dulau. — Londres. (H) Geikie.— Zonáres. (H) Lubbock. — Londres. Williams. — Londres. Italia (C) Balsamo. — Ñapóles. (C) Brizi.— Bo?na. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. m (C) Camerano. — Turin. (C) Cannaviello. — Portici. (C) Dervienx. — Turin, (C) De Toni.— iMoV/ena. ■ (C) Gestro. — Genova. (C) Griffini.— Turin. (C) Lo Bianco. — Ñapóles. (C) Piccioli (Fr.) — Vallombrosa. (C) Piccioli (L.)— Siena. Spoerri. — Pisa. Monaco ^C) Richard. — Monaco. Portugal Barhoza.— Lisboa. Carvalho. — Lisboa. Correa. — Sabroza. (C) Girard. —Lisfcoa. Silva Tavares. — San Fiel. República Argentina Gallegos. — Mendoza. Pacault. Rumania (C) Montandon. — Bukarest. Suiza (C) Preudhomme.— (?ine&ra. (H) Saussure. — Ginebra. RELACIONES del esfado de la Sociedad y de su Biblioteca LEÍDAS EN LiV SESION DE DICIEMBRE DE 1904 rOR EL SECRETARIO D. JOSÉ MARÍA DUSMET Y ALONSO Y EL BIBLIOTECARIO D. ÁNGEL CABRERA LATORRE Memoria de Secretaría. Desig-nado por la Real Sociedad española de Historl^ na- tural para reemplazar en el carg-o de Secretario á D. Salvador Calderón y Arana, me corresponde una difícil empresa, pues, aunque mi buena voluntad me ayude para el mejor cumpli- miento de mi misión, no he de conseg'uir ig-ualar á quien, por sus vastos conocimientos y su conocida actividad, ha ocupado la Secretaría durante seis años de la manera tan acertada que todos habéis podido apreciar. Al tener que hacer ahora el reg"lamentario resumen de la vida de esta Sociedad durante el año de 1904, trigésimo cuarto de su existencia, hemos de congratularnos al ver que después de una vida larg'a y llena ya de servicios á la Ciencia, realizada sin auxilio ning'uno oficial, ha llegado á un período en que, gra- cias á la protección moral y material de que disfruta, puede ampliar su esfera de acción, y no por aumentar el entusiasmo que siempre como ahora animó á sus miembros, sino por la mayor facilidad para el desenvolvimiento de sus planes y para el estudio de las producciones naturales de España, objeto que naturalmente ha de ser una de sus miras fundamentales, inaugura brillantemente dicha extensión de sus investigacio- nes con la excursión realizada á la región volcánica de Olot. Trabajos semejantes á este han de verificarse en otros puntos de la Península, con lo cual, y con el creciente aumento de las pu- blicaciones de la Sociedad, demostrará ésta cumplidamente el buen empleo de los auxilios que recibe del Estado, el cual con- 1-2 RRLACIONIÍS DIÍL E.STAD3 DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tribuye muy acertadamente de esta manera á que no quede re- zag-ada nuestra patria, dentro del círculo de la Historia natu- ral, en el rápido prog-reso científico que actualmente se realiza en todas las naciones. La Sociedad cumplió g-ustosa con un deber de cortesía y ag-radecimiento enviando una Comisión presidida por el Exce- lentísimo Sr. D. Zuilo Espejo para entreg-ar á S. M, el Rey el diploma de socio protector, teniendo con tal motivo la satisfac- ción de apreciar el interés que el Monarca y su aug-usta Madre demuestran por nuestra Corporación y por las Ciencias natu- rales. Después otra Comisión cumplió el encarg-o de entreg-ar al Excmo. Sr. D. Manuel AUeudesalazar el título de socio pro- tector, que le fué concedido el año anterior en atención á los importantes servicios que prestó á nuestra Sociedad siendo Mi- nistro de Instrucción pública. Nunca hemos sido indiferentes á lo que puede contribuir al más amplio conocimiento de la Historia natural en España, y por esto admiramos con g-ran satisfacción dos importantes co- lecciones que fueron donadas por dos de nuestros consocios al Museo de Historia natural de Madrid, una por D. Teodoro See- bold, que abarca todos los órdenes de insectos, siendo extraor- dinariamente rica en microlepidópteros; la otra por D. Jorg-e Lauífer, comprendiendo numerosas especies de lepidópteros paleárticos perfectamente preparados y acompañados de sus orug-as sobre las plantas que las nutren. La Sociedad se diri- g-ió al Ministro de Instrucción pública para g-estionar fuese re- compensado el desinterés de tan g-enerosos donantes, secun - dando la petición que con ig-ual objeto había hecho la Junta directiva del Museo de Ciencias naturales. Discutido y estudiado el año anterior el proyecto de excur- siones para el estudio intensivo de las producciones naturales de la Península, emitido dictamen por la Comisión nombrada al efecto y abierta una suscripción para alleg'ar fondos con di- cho objeto (cuyo resultado se inserta á continuación de esta Memoria), acordóse que la primera de dichas excursiones se dirig-iese á la notable reg-ión volcánica de Olot (Gerona). Tal proyecto realizóse con el mayor éxito en el mes de Julio, sien- do los expedicionarios desig-nados los Sres. D. Salvador Calde- rón y D. Lucas Fernández Navarro, Catedráticos de la Univer- DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 43 sidad Central; D, Manuel Cazurro, que lo es del Instituto de Gerona, y D. Eug-enio Aulet, del de Tarreg-ona. Teniendo en cuenta lo interesante de la reg-ión explorada y los vastos conocimientos de los disting'uidos socios excursionistas, es se- g-uro que el resultado de sus trabajos ha de ser de g-ran pro- vecho para la Ciencia. Ya han aparecido las conclusiones provisionales formuladas €n un artículo del Boletín por el Sr. Calderón, mientras el estudio, necesariamente lento, de los materiales reunidos, per- mite redactar el trabajo definitivo. Son varios los socios que han verificado por su propia inicia- tiva excursiones de menor duración, pero en las cuales se han conseg-uido también útiles resultados. Aunque no sea conve- niente llenar el Boletín con largas listas de las especies reco- lectadas, acaso sería oportuno en lo sucesivo dar cuenta de ciertas expediciones que, por referirse á localidades nuevas ó por los hallazgos verificados, merezcan ser conocidas. Las publicaciones hechas durante el año 1904 por esta Real Sociedad tienen g-ran importancia, tanto por el número de los trabajos como por la calidad de los mismos. Corresponden á tres grupos. El tomo i de las Memorias, dedicado exclusiva- mente á los resultados de la exploración realizada en la Gui- nea española, ha de tardar en terminarse, por estar encomen- dada su redacción á numerosos especialistas, muchos de ellos extranjeros, á quienes sus ocupaciones no permiten verificar sus trabajos con prontitud. De él ha visto la luz este año un notable estudio sobre los Pentatómidos de la citada región, ^ debido á nuestro consocio H. Schouteden, de Bruselas, con des- cripción de dos géneros, ocho especies y una variedad nuevas. Se ha terminado el tomo ii de las Memorias, con los trabajos siguientes: «Ensayo monográfico sobre los Quirópteros de Es- paña», por D. Ángel Cabrera Latorre, con cinco especies y tres subespecies nuevas; «Flora Albarracinense», por D. Bernardo Zapater; «Notas micológicas», 1.^ serie, por D. Blas Lázaro; «Ensayo sobre los Zabrus de España y Portugal», por D. Sera- fín de Uhag-ón, con dos especies nuevas; «Noticia necrológica de D. Augusto G. de Linares», por D. Salvador Calderón, y «Contribución á la flora de Galicia», Suplemento 4.°, por el R. P. Baltasar Merino, con descripción de seis especies nue- vas y unas veinte variedades. 41 RELACIONES DEL ESTADO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El Boletín del año 1904 comprende variados trabajos so- bre las diversas ramas de la Historia natural, que, aunque de extensión menor que los publicados en las Memorias, son también de indiscutible utilidad é interés. Una prueba de ella son las numerosas especies nuevas en ellos descritas, pertene- cientes unas á nuestra Península y otras exóticas. Creemos- oportuno indicar los artículos aparecidos en el Boletín, para conocimiento de los naturalistas á quienes puedan interesar. Mamíferos: «Las especies españolas del g-énero Elyomis-» (con una especie nueva), por el Sr. Cabrera (D. Ang-el); «Con- tribución al estudio de la estructura de las cápsulas suprarrena- les», por los Sres. Rivas Mateos, Calleja y Folch; «Los osos de Asturias», por el Sr. Graiño (D. Celestino); «Sobre el cruza- miento de razas en los mamíferos», y «Sobre el orig-en de las- razas bovinas españolas», por el Sr. Cabrera, quien publica también traducción de descripciones recientemente hechas por naturalistas extranjeros, de varios vertebrados de Río de Oro. Aves: «Sobre una momia de ave Huanae», por D. Emilio Ribe- ra; «El capirote de Canarias», por el Sr. Gramas; «Una varie- dad de Alcedo ispida», por el Sr. Graiño, y «El pájaro misterio- so», por el Sr. Crú. — Peces: «Observaciones sobre la educación de que son susceptibles y sobre su oído», por el Sr. Ribera (Don Emilio). La Entomología sig-ue siendo objeto de numerosos estu- dios, refiriéndose á los himenópteros los del Sr. García Mercet; «Especies nuevas de crisídidos» (cuatro especies y tres varie- dades); «Especies españolas del g-énero BedT/chridmm» (una es- pecie y una variedad nuevas); «Las Bdmbex de España» (con tres especies nuevas), y «Un nuevo Nysson de España»; el del Abbé G. V. Berthoumieu; «Un nuevo Icneumónido de España»,. y otro del que escribe esta Memoria, «Euménidos de España»^ primer suplemento (con una especie nueva). De Hemípteros, «Super Reduviidis nonnullis Camerunensibus», por E. Ber- g-roth (dos g-éneros y tres especies nuevas), y «Redúvidos nue- vos», por el Sr. García Várela (tres especies). Respecto á ortóp- teros, «Notas sobre los Pirgomórfidos», por el Sr. Bolívar, con seis géneros, 43 especies y cuatro variedades nuevas. De Co- leópteros, «Buprestides», por Mr. Abeille de Perrin (18 espe- cies y 14 variedades nuevas); «Dos especies de Bupréstidos pa- leártícos», por el Sr. Martínez Escalera; «Nene Arten des Co- DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 45 leopt. Genus AtJious aus Spanien», por E. Reitter (cinco espe- cies y una variedad nuevas); una nueva variedad de Lepiura, descripta por el Sr. Lauffer, y otra de Co])tocephala, por D. An- tonio Vázquez, y «Datos para la fauna de Ciudad Real», por el Sr. La Fuente, que se refieren principalmente á Coleópteros. De Malacolog-ía tan solo han aparecido los sig-uientes traba- jos: «Excursión malacológ-ica á Ripoll», por D. J. Maluquer, y «Casos de defensa realizada por la Osírea edidis», por el señor Ribera. Por último, un estudio sobre «Alg-unos animales marinos existentes en el Instituto de Jovellanos», por el Sr. Jiménez de Cisneros ; unas «Instrucciones para recog-er y enviar las 200cecidias», por el Sr. Silva Tavares (J.), y «Contribución al estudio de los aparatos tubulares endocelulares de los inverte- brados», por el Sr. Sánchez. De Botánica solamente podemos citar «Los Cladoniáceos de España», por el R. P. Navas. Mineralog-ía: «Localidades españolas de minerales, nuevas ó poco conocidas», por el Sr. Fernández Navarro, y «Mag-netitas españolas y portug-uesas», por el Sr. Calderón. Geología: «La existencia del infracretáceo en Busot (Ali- cante»), y «Datos para el estudio del liásico de Asturias», por •el Sr. Jiménez de Cisneros; «Sobre el nummulítico del Guadal- quivir», por el Sr. Calderón, y «Sobre el terciario de los alre- dedores de Madrid», por el Sr. Fernández Navarro. Prehistoria: «Restos encontrados en la aldea de Archivel», por el Sr. Jiménez de Cisneros. Cristalografía: «Estudios sobre desarrollos de maclas», por D. Benito Hernando, y «Ensayo de una clasificación y nomen- clatura cristalóg-ráficas», por D. Celso Arévalo. Hidrolog-ía: «Análisis de las ag-uas de Fuencaliente», por el Sr. Llord y Gamboa; «Las ag-uas subterráneas de Valencia», por el Sr. Ribera, y «Análisis de las ag-uas de Tamarite», por el Sr. Casares (J.). Han dado noticias sobre terremotos: el Sr. Ribera, de uno de Valencia; los Sres. Calderón y Taboada, de otros ocurridos en Galicia, y el mismo Sr. Calderón, de otro que se sintió en Vélez Rubio (Almería). Con objeto de que los Sres. Socios puedan tener noticia de las numerosas publicaciones recibidas en nuestra Bibliote- 46 RELACIONES DEL ESTADO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA c.ii, aparece en el Boletín una detallada lista de las obras y los sumarios de las revistas recibidas. Además, bastantes traba- jos que, por su importancia excepcional, ó por referirse á Espa- ña y no fig-urar en nuestra Biblioteca, merecen ser conocidos,, han sido objeto de notas bibliog-ráficas escritas por los señores Calderón, Fernández Navarro y el autor de esta Memoria. Las Secciones de Barcelona, Sevilla y Zarag-oza, han con- tinuado celebrando sesión, la última con reg-ularidad, y menos frecuentemente las dos primeras. En ellas se han presentado diversos trabajos interesantes que han visto la luz en el Bole- tín, y se han hecho varias comunicaciones verbales. El año 1904 ha de fig-urar entre los más funestos que reg-is- tre la historia de esta Sociedad respecto á socios fallecidos, puesto que ha experimentado muchas y muy dolorosas pérdi- das. Hemos de citar especialmente al Excmo. Sr. D. Zoilo Es- pejo, nuestro Presidente del año anterior, á cuya valiosa in- fluencia y extraordinario interés por el más próspero des- envolvimiento de esta Corporación fueron debidas en buena parte las distinciones alcanzadas por nuestra Sociedad en aquel año, en que fué honrada con el título de Real y favorecida con la concesión de una subvención anual por el Ministerio de Ins- trucción pública; al notable entomólog-o D. Serafín de Uhag-ón, Socio fundador, del cual se publicó una noticia necrológ-ica en el Boletín, redactada por el Sr. Martínez Escalera; á los seño- res González de Linares, Director de la Estación de biolog-ía marina de Santander, y Cánovas (D. Francisco), de los que también aparecieron necrolog-ías hechas por los Sres. Calderón y Jiménez de Cisneros. Han muerto, además, el limo. Sr. Don Ramón Martínez Vig-il, obispo de Oviedo, autor de varias obras importantes; D. Pedro Antiga, que había formado una colec- ción de himenópteros de Cataluña, notable por lo rica y bien preparada; D. Germán Cerezo, Catedrático en la Facultad de Farmacia, que formó parte alg-unos años de nuestra Comisión de publicación; D. Gerardo Couder, Ing-eniero de Montes D. César Fereal y D. Mariano Cáceres Gómez, éste último Doc- tor en Ciencias físico-químicas, y últimamente el Hmo. Sr. don Eduardo Palou, Catedrático de la Facultad de Derecho en la Universidad Central, que fig-^raba en la lista de socios desde la fundación de la Sociedad, á pesar de que sus estudios ofi- ciales no tenían relación con los de ésta. DE HISTOIUA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 47 A estas once sensibles bajas han de añadirse otras veinte correspondientes á personas á quienes diferentes ocupaciones, impiden seg"uir formando parte de nuestra Sociedad, que son los Sres. Marqués de la Frontera, Passapera y Pérez Cano, de Madrid; Mascareñas y Fontseré, de Barcelona; Galán (Don Demetrio), Rodríg'uez Ayuso y Salvador, de Zarag-oza; Ag'uilar (D. Cipriano) y Vicioso, de Calatayud; Corral y Lastra, de Santander; Crespí, de Pontevedra; Escribano (D. Víctor), de Granada; Morag-ues (D. Fernando), de Palma de Mallorca; Mu- g-uruza, de Elg'oibar, y Velaz de Medrano, de Soria, todos ellos Socios numerarios, y los ag-reg-ados Sres. Criado, de Madrid^ Llórente, de Valverde (Seg-ovia), y Urzola, de Zarag-oza. Después de consig-nar con sentimiento los nombres de lo& que han dejado de estar entre nosotros, hemos de tener la sa- tisfacción de indicar que han sido nombrados Socios corres- pondientes extranjeros, como recompensa á las numerosas é importantes obras con que han favorecido nuestra Biblioteca^ el profesor J. Pérez, de Burdeos; Mr. H. de Saussure, de Gi- nebra; el Dr. C. Brancsik, de Trencsen (Hung-ría); el Dr. Achi- lle Griffini, de Turín, y E. Reitter, de Paskau (Austria). Han ingresado además en nuestras filas, para traernos la ayuda de sus conocimientos y su entusiasmo por la Ciencia, 24 nue- vos Socios numerarios y un ag-reg-ado. Por todo lo expuesto puede juzg-arse que nuestra Sociedad- sig'ue cumpliendo como buena su misión de contribuir al ade- lanto de las Ciencias naturales, y de desarrollar el amor á tan ag"radable estudio en España. Su marcha es cada vez más próspera, alcanza un número respetable de socios, sus publi- caciones son bien conocidas y apreciadas en el extranjero, su Biblioteca es ya de verdadera importancia y ha de serlo más^ en lo sucesivo, pudiendo aumentar los cambios y comprar obras ó revistas de g-ran utilidad. De esperar es que en los años venideros,, cada vez más entusiastas los Socios por el tra- bajo y por la Ciencia, lleg"uen á hacer de nuestra Sociedad. una de las más importantes de su clase, aspirando á que nuestra patria ocupe un lugfar de los más disting-uidos en los. estudios de Historia natural. El Secretario, José María Dusmet y Alonso. Madrid, 1.° de Diciembre de 190L LISTA de suscriptores para la expedición cientifica á la provincia de Gerona. Pesetas. Pesetas. Alaejos (D. Luís) 7 Aragón (D. Federico) 10 AUué (D. Fernando) 6 Arévalo (D. Celso) 10 Adalid y Giménez Garrido '^Man'a de) 5 Barras de Aragón (D. Fran- cisco de las) 5 Bartolomé del Gerro (don Abelardo) 5 Bartolomé y Mingo (D. Eu- genio) 5 Bolívar (D. Ignacio) 15 Boscá (D. Eduardo) 5 Cabrera La torre (D. Ángel). 10 Calderón (D. Salvador) .... 15 Carbó (D. Manuel) 5 Cortina (D. Enrique) 5 Camposanz (D. Baltasar).. . 5 Cazurro (D. Manuel) 25 Cruz (D. Ángel B. de la) .. . 2,50 Consejo provincial de Agri- cultura de Valencia 5 Cosío (D. Manuel B.) 5 Díaz Tosaos (D. Filiberto).. 5 Díaz del Villar (D. Juan Ma- nuel) 10 Dusmet (D. José M.a) 10 Escribano (D. Cayetano)... 5 Espejo (D. Zoilo) 15 Esplugues (D. Julio) ...,. . 2,60 Fernández Navarro (D. L.). 16- Font Sagué (D. Noberto).. . 10 García Mercet (D Kicardo). 5 García Várela (D. Antonio). 7 González Garrido de Rodrí- guez Mourelo (D.' Fauny) 5 Cogorza (D. José) 5 Gelabert (D. José) (anual). . 5 Giner de los Ríos (D. Fran- cisco) 10 Gredilla (D. A. Federico). . . 5 Hauser y Menet (anual), .. 25 Hernández (D. José) 5 Hoyos y Sáinz (D. Luís de). 6 Huidobro (D. José) 5 Hernando y Monge (D. Be- nito) 6 Instituto de Córdoba (Cá- tedra de Hist. nat.) 10 Instituto de Valencia 5 Jiménez de Cisneros (Don Daniel) 10 Lauííer (D. Jorge) 15 López Mendigutía (D. Fer- nando) 5 Martínez (D. Antonio) 6 Mazarredo (D. Carlos de) , . 25 Martínez (D.Francisco de P.) 5 Martínez Pacheco (D. José). 5 Miquel (D. Manuel) 25 Moroder (D. Federico) 2 Oliva (Excma. Sra. Marque- sa de) 50 Onís (D. Mauricio de) 5 Pieltain (D. Antonio) 10 Pieltain de Bolívar (Doña Fermina) 10 Ribera (limo. Sr. D. Emilio). 6 Rodríguez Mourelo(D. José). 15 Ruíz (D.José) 5 Sanmartín (Excmo. Sr. Don Alejandro) 50 Sánchez (D. Domingo) 6 Sanz de Diego (D.Maximino) 6 Siman o (D. Luís) 25 Solano y Eulate(D. JoséM.') 16 Taboada (D. José) 10 Uruñuola (D. Julio) 6 Vázquez Figueroa (D. Au- relio) 6 Vidal y Compayré (D. Pío). 5 Estado de la Biblioteca. Un año, días más ó menos, ha transcurrido desde que la Real Sociedad española de Historia natural tuvo á bien honrar- me confiándome el carg'o de bibliotecario, que previamente ocupé durante nueve meses en concepto de interino, y conse- cuencia de aquel nombramiento es el tener yo hoy la alta sa- tisfacción de daros cuenta del estado, en extremo floreciente, en que nuestra Biblioteca se halla. No voy ahora á extenderme en consideraciones sobre la im- portancia y valor de la misma, pues, en mi opinión, desperdi- ciar el tiempo sería el emplearlo en convencerá mis estimados consocios de una cosa de que todos están tan convencidos como yo. Me concretaré tan solo á hablar de sus prog-resos, y aun eso con brevedad, pues por muy importantes que éstos sean, están dados á conocer en pocas palabras, y no es cosa de em- plear muchas sin ser necesario, como mercachifle callejero que alaba su mercancía. Lo más interesante que en la vida de nuestra Biblioteca ha ocurrido este año, y probablemente lo más nuevo para alg'unos de los miembros de esta Sociedad, es el haber ésta invertido, por primera vez desde su fundación, una suma importante en la adquisición de libros. Me refiero á la reciente compra de la biblioteca de que fué propietario nuestro llorado consocio don Serafín Uhagón, compra con la cual hemos conseg-uido tres cosas, de las cuales no me atrevo á decir cuál es más impor- tante: que entren á formar parte de nuestra Biblioteca un g-ran número de obras y publicaciones que en ella faltaban; que los libros en que basó sus estudios el malogrado entomólog'o pue. dan ser fácilmente consultados por los que se propong-an se- g-uir sus pasos, y sobre todo, que no salg-a de España la biblio- teca de un sabio español; porque picaba ya en historia y resul- taba triste y bochornoso eso de que librerías científicas tan im- portantes como las de Pérez Arcas, Graells y otros, en las que fig-uraban obras que solo estos naturalistas poseían en nuestro país, fuesen á parar siempre al extranjero, perdiéndose así para nosotros, no solo libros de g-ran valor, sino á veces también apuntes originales é inéditos. Tomo v. -Enero, 1905. 4 50 RELACIONES DEL ESTADO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA No necesito hablar de lo que la biblioteca Uhag-ón vale, pues fácilmente lo comprende cualquiera con leer la lista ó catálo- g-o de ella que doy al fin de esta relación; pero sí diré, para los que no teng-an suficiente paciencia ó interés para leer toda la enumeración, que en colección tan valiosa de libros no solo figuran, como cualquiera creería dadas las aficiones del que fué su propietario, obras entomológicas, si que también muchas de zoología general, y entre ellas algunas que por su rareza ó antigüedad difícilmente podríamos habernos procurado de otra manera. Espero y celebraré que en lo futuro no tengamos que com- prar muchas bibliotecas que hayan quedado sin dueño por fa- llecimiento del mismo; mas no por esto cesará la nuestra en la compra de libros, antes bien, hoy que puede hacerlo, la Socie- dad procurará dedicar anualmente una cantidad elevada á es- tas adquisiciones, que unidas á los importantes cambios que venimos sosteniendo han de aumentar considerablemente, y en muy pocos años, la importancia de la Biblioteca que duran- te este año he tenido á mi cargo. Hablé de cambios, y es oportuno hacer constar que los que hoy sostenemos son, además de los del pasado año, quince nuevos. Entre las publicaciones más importantes que de este modo recibimos están las del Museo Zoológico de Berlín; la revi&ta, Redia, de Florencia; los dos periódicos entomológicos de Berlín, Berliner y Deustche; las de los Institutos de Brooklyn, Físico-geográfico de Costa Rica y Zoológico de la Universidad de Montpellier; las de los laboratorios de investigaciones de la Universidad de Madrid y de Histología de la Facultad de Me- dicina de Montpellier; Oficina meteorológica y forestal de Fili- pinas y de las Sociedades de Ciencias naturales de Cherburgo y del Cantón de Vaud. En cuanto á obras recibidas como donativo de sus autores, las que este año han ingresado en nuestra Biblioteca pasan de 300, habiendo entre ellas muchos folletos y trabajos breves que, como procedentes de tiradas aparte, serían difícilmente adquiridos de no recibirlos directamente de sus autores. Por la cantidad é importancia de sus donativos, se han hecho espe- cialmente acreedores á la gratitud de la Sociedad, S. A. el Prín- cipe de Monaco y los Sres. Reitter, de Paskau; Pérez, de Bur- deos; Saussure, de Ginebra; Sodiro, del Ecuador; Brancsik, de DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 51 Trencsen; Bedel, Delacroix y de Bois, de París; Dervieux, de Tu- rf n; Schouteden, de Bruselas; Pazos y Caballero, de la Isla de Cuba; Nery Delgado y Clioífat, de Portugal; Alfaro, de Costa Rica; Brezina, de Viena; Greger, de los Estados Unidos; Salo- men, de Heidelberg-, y de los socios numerarios Sres. Llord y Gamboa; Miquel, Peña y Martín, y Eleizegui. A ellos, y á cuan- tos en la misma forma han contribuido al progreso de nuestra colección de obras científicas, sírvanles las presentes líneas como un testimonio sincero de la gratitud de los naturalistas españoles. El Bibliotecario, ÁNGEL Cabrera Latorre. Madrid, 1 ." de Diciembre de 1901. Lista de las Sociedades y publicaciones con las que cambia la Real Española de Historia natural. Academia nacional de Ciencias, Córdoba (República Argentina). Academia Real das Sciencias de Lisboa. Académie des Sciences de Cracovie. Académie des Sciences de París. Académie Internationale de Géographie botanique, Le Mans. Academy of Natural Sciences of Philadelpbia. Academy of Sciences, Chicago. Academy of Sciences, lowa. Academy of Science, St. Louis, Mo. (E.-U.) Allgemeine Zeitschrift für Entomologie, Neudamm (Alemania). American Association for the Advancement of Sciences, Cincinnati (E.-U). American Museum of Natural History, Nueva York. A nnaes de Sciencias Naturaes, Foz do Douro (Porto). Association fran^.aise de Botanique, Le Mans, Francia. Australian Museum, Sydney (Australia). Berliner entomologischer Verein. Broteria. Lisboa. Brooklyn Institute of Arts and Sciences. Buffalo Society of Natural Sciences. BuUetin of the Llcyd Library. Bulletin scientifique de la France et de la Belgique, sous la direction de MM. Alfred Giard et Jules de Guerne. Paris. Comisión del Mapa geológico de España, Madrid. Comissao dos trabalhos geológicos de Portugal, Lisboa. Davenport Academy of Natural Sciences, Scott Co., lowa (E.-U.) Deutsche entomologische Geselischaft, Berlin. Entomological Society, Chicago. Entomological Society, Toronto (Ontario). Entomologische Nachrichten, Berlin. Entomologischer Verein, Stettin. Entomologische Zeitung, Wien. ESTADO DE LA SOCIEDAD Y DE SU BIBLIOTECA. 53 Entomologiska Foreninguen, Stockolm. Essex Institute, Salem, MaBS. (E.-U.) Faculté des Sciences de Marseille. Feuille des jeunes naturalistes, París. Field Columbian Museum, Chicago (E.-U.) Fondation de P. Teyler van der Hulst, Haarlem (Holanda) Institució catalana d' Historia natural, Barcelona. Instituto físico-geográfico de Costa Eica. Institut de Zoologie de l'Université de Montpellier. Instituto geológico de México. Instituto Médico' Farmacéutico, Barcelona. Jardín botánico de Tiflis. Kgi. Museum für Naturkunde, Berlín. K. K. Naturhistorisches Hofmuseum, "Wien. K. K. Zoologisch-Botanischen Gesellschaft, Wien. Laboratoire d'Histologie de la Faculté de Medicine de Montpellier. Laboratorio ed Orto Botánico della R. Universitá di Siena, Italiíi. Laboratorio de investigaciones de la universidad de Madrid. Meriden Scientifique Association. Missouri Botanical Garden, St.-Louis (E.-U.) Musée océanographique de Monaco. Musée zoologique de 1' Academia impériale des Sciences de St. Pétersbourg, Musei di Zoología ed Anatomía comp. della Keale Universitá di Torino. Museo Cívico di Storía naturale di Genova. Museo de Historia natural, Valparaíso. Museo de La Plata,. Buenos-Aires. Museo nacional de Buenos-Aires. Museo nacional de Ciencias naturales, Montevideo. Museo nacional de Costa-Rica. Musen Paraense, Para (Brazil). Museu Paulista, San Paulo (Brazil). Museum d'Histoire Naturelle, París. Museum national Hongrois, Budapest. Museum of Comparative Zoology at Harvard CoUege. Cambridge (E.-U). Naturse Novitates, Berlín. Natural History Society of Glasgow. Naturforschende Gesellschaft in Basel, Suiza. Naturhístorische Gesellschaft, Nürnberg. New-York State Museum University of the State of New- York. Nuova Notarisia (La), Modena. Oberlin CoUege, Ohío. Peabody Museum of American Archselogy and Ethnology, Cambridge. Phílippine Weather Burean, Manila. Philippine Forestry Burean, Manila. ni RELACIONES DEL ESTADO DE i>A REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Physikalisch-Medicinische Gesellschaft, Würzburg. Portugalia, Porto. Redia, Florencia. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Real Sociedad Geográfica de Madrid. Reale Academia del Lincei, Roma. Royal Microscopical Society, London. Royal Physical Society, Edinburgh (Inglaterra). Smithsouian Institution, Washington. Sociedad científica < Antonio Álzate», México. Sociedad científica Argentina, Buenos-Aires. Sociedad entomológica de Ontario. Sociedad Mexicana de Historia natural, México. Sociedade Broteriana, Coimbra. Societá di Naturalisti, Napoli. Societá di Scienze naturali ed economiche di Palermo. Societá entomológica italiana, Firenze. Societá italiana di Scienze Naturali é Museo Cívico di Storia naturale> Milano. Societá romana per gli studi zoologici, Roma. Societá toscana di Scienze naturali, Pisa. Societas entomológica Rossica, St. Pétersbourg. Société botanique de Copenhague. Société botanique de France, París. Société botanique de Lyon. Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France, Nantes, Société d'Histoire naturelle de Toulouse. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Société entomologique de France, Paris. Société entomologique de St. Pétersbourg. Société entomologique Suisse, Schaííhausen, Suiza. Société fran9aise de Botanique, Toulouse. Société géologique de France, Paris. Société hollandaise des Sciences, Harlem (Holanda). Société impériale des naturalistes de Moscou. Société Linnéenne de Bordeaux. Société Linnéenne de Normandie, Caen. Société Linnéenne du Nord de la France, Amiens. Société national des Sciences naturelles et Mathématiques de Cherbourg. Société ouralienne d'Amateurs des Sciences nat., Ekathérinenburg (Rusia). Société Royale malacologique de Belgique, Bruxelles. Société scientifique du Chili, Santiago. Société zoologique de France, Paris. Société zoologique suisse et Musée d'Histoire naturelle de Genéve. DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 55 Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lausanne. South African Museum, Capetown. Station zoologique de Cette. The American Naturalist, Boston. The Canadian Entomologist, London-Ontario. Unión escolar Madrid. United States Department of Agriculture, Washington. United States Geological Survey, Washington. United States National Museum, Washington. Universidad de Sassari (Italia). Universitas Regia Fredericiana, Cristiania. Université de Toulouse. Université Royale d'Upsala. University of Colorado. Verein für naturwissenchaftliche Unterhaltung zu Hamburg (Alemania). Wilson Bulletin, Oberliu, Ohio (E.-U.) Wisconsin Academy of Sciences Madison (E.-U.) Wisconsin Geological and Natural History Survey, Madison (E.-U.) Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Zoologist (The), London. II Lista de las obras que componen la Biblioteca de D. S. de Uhagón. Abeille de Perrin (É.) — Études sur les Coléoptéres cavernico- les, suivies de la descr. de 27 Coléopt. nouv. francais. — Marseille, 1872. — Essai monographique sur les Cisides européens & circamé- diterranéens.— Marseille, 1874. — Notes sur les Leptodirites.— Toulouse, 1878. — Malachides d'Europe et pays voisiiis. — Paris, 1891. — Discours de réception á TAcadémie des Sciences de Mar- seille.—1894. — Notes sur les Buprestides paléarctiques. 1896. — Nouvelles espéces de Coléoptéres francais. — Moulins, 1901 . Absolon (K.) — Weitere Nachricht über europáische Hohlencol- lembolen und über die Gatung* «Aphorura». 1901. Allard (E.) — Revisión des Curculionides Byrsopsides. — Ber- lín , 1869. — Revisión des Helopides.— Scliaffouse, 1877. 5(5 RKLAlCIONES DEL ESTADO DE LA REAL SOCIUDAD E«!PAÑOLA Allard (R ) — Description de six nouvelles espéces de Coléop- téres Hétéroméres. 1886. — Classification des Adesmideset des Még-ag-énides (Lacord.) París, 1885. — Mélang-es Entomolog-iques. Étude sur le g-roupe des Bru- chites de Europe et du bassin de la Méditerranée.— Bru- xelles, 1867. Almagro (M.)— Breve descripción de los viajes hechos en Amé- rica por la Comisión del Pacífico. — Madrid, 1866. Antón y Ferrándiz (A.) — Razas y naciones de Europa (Dis- curso leído en la Universidad Central). — Madrid, 1896. Arrillaga (F. de P.) — Discurso de recepción en la R. Academia de Ciencias.— Madrid, 1890. AuBÉ (C.)— Monog-raphia Pselaphiorum. — París, 1834. Barceló y Combis (F.) —Apuntes para la fauna Balear. — Ma- drid, 1875. Baudi (F.) é Truqui (E.)— Studí Entomolog-íci. Tomo 1.°— To- rino, 1848. Baudi (F.)— Note sul g-enere «Reicheia» Saulcy. — Palermo, 1891. — Studí sulle specie italiane di «Scotodipnus». — Osservazioni sulF g-enere «Limnebius» Leach. — Viag-g-io del Dr. E. Festa ín Palestina nel Líbano e reg-ioni vicine, VIII Coleotterí. — Torino, 1894. — Note Entomologíche «Polyarthron afrum».— Torino, 1889. — Catalogo dei Coleotterí del Píamonte.— Torino, 1889. — Di un Bembidide cieco del g-. «Dichropterus» Ehlers,— To- rino, 1891. Bedel (L.) et Simón (F.) — Liste g-énérale des articules Caver- nícoles de l'Europe. — París, 1875. Bedel (L.)— Faune des Coléoptéres du bassin de la Seíne. T. i y VI.— París, 1881 y 1888. — (Varías descripciones de insectos nuevos. 1878, 1879, 1881, 1884). , — Relevé d'observations éthologíques faites sur les «Miarus» et les «Mecinus» ou «Gymnetron».— Paris, 1884. — Recherches sur les Coléoptéres du nord de l'Afrique. 1885. — Catalogue raisonne des Coléoptéres du Nord de l'Afrique. — Description de deux Coléoptéres hétéroméres du nord de l'Afrique.— Genova, 1891. DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 57 Bedel (L.)— Synopsis diig-enre«Liosoma» Steph.— Caen, 1884. — Cüléoptéres du nord de l'Afrique. 1889. — Excursions dans rarrondissement d'Avallon. — París, 1891. — Revisión des scarabaeus paléarctiqíies. — Synopsis des grands Hydrophiles. (Genre «Stethoxus» So- lier).— Caen, 1892. — Coleópteros tronvés dans la forét de Compiég-ne en Juin et en Juillet.— París, 1898. — Diag-noses de deux g-enres nouveaux de Carabiques du Sahara septentrional. — París, 1898. — Sur une varióte nouvelle de «Cicindela Lyoni» Vig\— Pa- rís, 1898. Belon (Fr. M. .1.)— Hist, Nat. des Coléopt. de Franco. Lathri- diens. — Lyon, 1881. Berliner Entomolog-. Zeitschrift. — Colección completa desde 1857 (Berliner). Desde 1875 sig-ue el «Deutsche Entomo- log-. Zeitschrift», 1904 (Heft. 1). — Erstes Heft. 1881 (Berliner). Bernhauer (Dr. Max).— ZwülfteFolg-eneuerStaphylinidender palaarktischen Fauna. — Wien, 1903. — Die Staphyliniden der palaarktischen Fauna. I. Tribus: Aleocharini. (II. Theil.)— Wien , 1902. BoiTARD (M.)— Nouveau Manuel complot d'Entomologie. 3 to- mos y atlas. — París, 1843. — Nouveau Manuel complot du Naturaliste préparateur. — París, 1859. BoisDUVAL. — Essai sur TEntomolog-ie hortícola. — París, 1867. Bolívar (I.) — Ortópteros de España (nuevos ó poco conocidos). Madrid, 1873. — Apuntes acerca de la caza y conservación de los insectos. Madrid, 1876. — Orthoptéres recueillís en Portugal et en Afrique, par M. C. Van Volxem.— Bruxelles, 1878. — Analecta Orthopterolog-ica. — Madrid, 1878. — Sinopsis de los Ortópteros de España yPortug-al. — Madrid, 1876. — Catalogus Orthopterorum Europae et confinium. 1878. — Études sur les insectos d'Ang-ola qui se trouvent au Mu- seum National de Lisbonne. Ord. Orthoptéres. 1881. — Notas entomológicas. — Madrid, 1881. 53 RELACIONES DEL ESTADO DE LA llEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Bolívar (I.) — Essai sur les Acridiens de la Tribu des Tettig-i- dae.— Gand, 1887. — ÉnumératioQ des Orthopteres de Tile de Cuba. — Paris^ 1888. Bolívar (I.) y Chicote (C.) — Enumeración de los hemípteros observados en España y Portug-al.— Madrid, 1879. BoNvouLOíR (H.) — Essai monogTaphique sur la faraille des «Throscides». — Paris, 1859. BouRGEOis (J.)— Diag-noses de Lycides nouveaux ou peu con- nus.— Paris, 1885 y 1889. — Synopsis du g-enre «Henicopus» Stepli. — Paris, 1888. — Lycides. Voyage de M. Ch. Alluaud dans le territoire d'As- sinie, 1886. — Lycides nouveaux ou peu connus du Musée Civique de Genes. 1889. — Lycides nouveaux ou peu connus. — Paris, 1886. — Études sur la distribution géographique des Malacoder- mes. — Paris, 1891. — Note sur quelques espéces nouvelles ou peu connues de coléoptéres de l'Inde et de la Birmanie. — Paris, 1896. — Description de Malacoderines nouveaux recueillis en Océa- nie, par M. le Dr. Ph. Francois.— Paris, 1897. — Notes sur quelques Malacodermes appartenant au genre «Lycus». — Descriptions de deux espéces nouvelles de Ly- cides.— Paris, 1898. — Observations sur quelques Lycides du Brésil. Brehm (A. E.), traducción de (Künckel d'Herculais). — Les in- sectes, Myriopodes, Arachnides et Crustacées. — Paris, 1882. Bréme (Mis de) — Essai monog-raphique et iconograpliique de la tribu des Cossyphides, 2 partes. 1846. BuFFON (Comte de). — Qíuvres completes, 9 tomos. — Paris, 1844. BuYSsoN (H. du).— Description d'une espéce nouvelle d'Élaté- ride.— Genova, 1893. — Description de Chrysidides nouvelles. Candéze (M. E.)— Élatérides nouveaux.— Bruxelles, 1864. — Monographie des Élatérides, 4 tomos.— Liége, 1857-63. — Revisión de la Monographie des Élatérides. Premier fas- cicule. DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. r» Gandéze (M. E ) — Liste des Élatérides descritspostérieuremeiit au Catalog-ue de Munich.— Bruxelles, 1880. Cardona y Orfila (F.)— Catálog-o metódico de los Coleópteros de Menorca. 1872, — Doscientos Coleópteros de Menorca, 1875. Carpenter (W. B.)— The Microscope.— London, 1881. Casino (S. E.)— The International Scientist's Directory. — Bos- ton, 1883. Castellarnau (J. M. de). — Estudio microg-ráfico del tallo del Pinsapo «Abies Pinsapo» Boiss. — Madrid, 1881. Champenois (A.) — Synopsis des espécespaléarctiques du g-enre «Clerus» MuUer («Trichodes» Herbst). — Paris, 1900. Champion (G. Ch.) et Sharp (D.) — «-Cathormiocerus socius» and «maritimus». 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La Sociedad acordó por unanimidad, atendiendo al g-ran re- nombre científico de los citados señores, aprobar la mencio- nada propuesta. Sesión del 11 de Enero de 1905. PRESIDENCIA DEL SR. D. SALVADOR CALDERÓN. El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. El Sr. Rodríg-uez Mourelo, que abrió la sesión, pronunció alg'unas sentidas frases para manifestar á la Sociedad la satis- facción y el honor que había tenido en presidirla el año ante- rior y para hacer notar los méritos del nuevo Presidente, invi- tándole á tomar posesión de su carg-o. Así lo hizo el Sr. Calderón, quien dio elocuentemente las g-racias á la Sociedad por haberle honrado con semejante dis- tinción, y ofreció trabajar para que continúe por el próspero camino emprendido. El Sr. Azpeitia dio también las g-racias por haber sido eleg-ido Vicepresidente. El Sr. Vázquez, haciéndose eco de los unánimes sentimien- 12 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tos de los socios, tributó merecidos elog-ios á los señores ante- riormente nombrados. Aprohación de cuentas. — Se rtió lectura al sig-uiente informe de la Comisión nombrada en la sesión anterior para el examen de las cuentas: «Los que suscriben, individuos de la Real Sociedad espa- ñola Dií Historia natural, nombrados para el examen y com- probación de las cuentas presentadas por el Sr. Tesorero de la misma, tienen el honor de comunicar á sus consocios que des- pués de un detenido estudio comprobatorio han visto consuma satisfacción que las partidas consig-nadas en las referidas cuen- tas concuerda!! exactamente con los justificantes puestos á nuestra disposición, arrojando nn saldo á favor de la Sociedad de 1.162,28 pesetas por ing-resos ordinarios, y existiendo crédi- tos por 2.175,45, que en g-ran parte es de esperar, habrán de hacerse efectivos. Dispone, además, la Sociedad, con aplica- ción exclusiva á la publicación del tomo i, dedicado á la «Fauna de la Guinea española», de 2.440,34 pesetas que restan de las 4.000 concedidas por el Ministerio de Estado á la Comisión de estudios de las Colecciones del Muni para auxiliar la publica- ción del tomo referido, habiéndose empleado las 1.559,66 res- tantes en la forma que se detalla en el Boletín de Diciembre del año próximo pasado, y de conformidad con el objeto de la concesión. En vista de lo expuesto, los que suscriben proponen la apro- bación del balance de que se ha dado cuenta en el referida Boletín, y en vista del brillante estado económico de la Socie- dad, debido al celo de los socios encargados de la Tesorería, solicitan un voto de g-racias para dichos señores como recom- pensa á su actividad. Asimismo creen un deber hacer extensivo este voto de gra- cias á los Sres. D. Emilio Ribera, de Valencia; D. Ignacio Ta- razona, de Barcelona; D. Antonio Eleiceg-ui, de Santiago; Don Pedro Moyano, de Zaragoza; D. Enrique Crú, de Sevilla, y Don Pedro Fernández Cavada, de Santander, que en las respectivas localidades desempeñan las funciones de Tesorería y han con- tribuido á tan brillante esultado. Madrid, 27 de Diciembre de IdQá.—Jium M. Díaz del Villar. Ramón Llord y Gamboa. Marcelo Rixas Mateos » DE HISTORIA NATURAL. 73 Admisiones. — Quedaron admitidos como socios numerarios los Sres. D. Francisco de Castro, doctor en Farmacia, y D. An- tonio Ruíz Llazer. residente en Castellón, propuestos en la se- sión anterior jior D. Blas Lázaro y D. Florentino Azpeitia, respectivamente. Se hicieron dos nuevas propuestas de socios. Correspondencia. — El Secretario mostró las publicaciones re- cibidas á cambio ó por donativo, siendo de notar una edición de la «Geog-rafía física y esférica del Parag-uay», por D. Félix de Azara, publicada por el Museo Nacional de Montevideo; Aquila, Revista ornitológ-ica de Budapest, con hermosas lámi- nas; un importante trabajo de G. G. Gemmellaro «I Cefalopodi del Trias superiore della reg"ione occidentale della Sicilia», publicado por la Societá di Scienze naturali ed economiche di Palermo, y una obra de nuestro consocio D. José Gelabert «Los volcanes exting-uidos de la provincia de Gerona». Se acordó el cambio con la Société Yaudoise des Sciences Naturelles. Comunicaciones verbales. — El Sr. Calderón presentó un trabajo de D. Celso Arévalo, «Noticia sobre una cuña neolítica de ja- deita», añadiendo sobre ello breves palabras. El Sr. Vázquez (D. Aurelio) presentó unas descripciones de «Nuevas especies de Lepidópteros de España»y, con motivo de una observación del Sr. Calderón, hizo alg-unas indicaciones sobre lo interesante de la localidad Montarco (cerca de Ribas) 6n los alrededores de Madrid, en donde el Sr. Bolívar había hallado tantos notables ortópteros, y que también para los le- pidópteros ha proporcionado valiosas especies. Análog-a obser- vación hizo el Sr. Dusmet respecto á los himenópteros encon- trados en tal localidad. El Sr. Calderón dijo lo sig-uiente: A las cinco de la madrug-ada del día 7 último se ha sentido en San Roque, Alg-eciras, Gibraltar y la Línea, un fuerte tem- blor de tierra, que dicen ha durado seis segundos. Las oscila- ciones han sido de Norte á Sur. Alarmado el vecindario salió á las calles presa de gran pánico. Muchas casas de San Roque han sufrido deterioros, viéndose en los muros bastantes g-rietas, y habiéndose hundido un edificio ruinoso. El fenómeno sísmi- 74 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA . co se reprodujo veinte minutos después, al menos en San Ro- que, aunque con menor intensidad. También parece se ha hecho sensible en Almendralejo y su comarca, si bien no he podido comprobar si ocurrió á la mis- ma hora; de suerte que se trata de un movimiento que ha al- canzado una extensión bastante considerable. El Sr. Aterido leyó un trabajo, <<.Plantas crasas cultivadas en el Jardín Botánico de Madrid», que se acordó pasara á la Comi- sión de publicación. Notas bibliográficas.— El Sr. Calderón dijo ({ue á los trabajos extranjeros referentes á los Pirineos y que interesan directa- mente á la g'eolog-ía de nuestro suelo, de que en otras sesiones había dado noticia, tenía que ag-reg-ar dos que acaban de aparecer. Uno es del Sr. L. Carez, Géologie des Pp'énéés francaises, fas- cículo 11, que trata de las hojas de Tarbes y Luz. La estructura del terreno está representada por ocho cortes g-enerales, trans- versales á la cadena, que se extienden desde la planicie mio- cénica francesa á la de igual edad del Ebro. El otro trabajo es una nota del Sr. L. Bertrand leída en la última sesión de la Sociedad g-eológ-ica de Francia, exponiendo alg-unos de los hechos que ha observado el pasado año en una correría por los Pirineos centrales españoles. Es imposible dar cuenta de esta interesante nota sin reproducirla casi íntegra; pero ámi propósito basta decir que con él criterio de la orog"e- nia contemporánea, aporta valiosos puntos de vista para el esclarecimiento de intrincados problemas de la estructura de aquella región tan difícil de resolver. Las personas que se in- teresan por estos estudios verán con sumo provecho esta nota y desearán seguramente, como nosotros, que la amplíe el emi- nente g'eólogo. K. Sapper. Die catalonischen Vulkane. Zeitsch. d. Deutsch. g-eol. Gessellschaft, 56, 1904, pág-s. 240-248. Con un mapita de los alrededores de Olot. Aunque en la Memoria que prepara la Comisión nombrada por esta Sociedad para estudiar los volcanes de la provincia de Gerona se ha de dar noticia de este breve trabajo del pro- fesor de Tubinga, hemos creído deber anticiparla, siquiera sea extractadamente, por tratarse de una reg-ión reconocida aquí DE HISTORIA NATURAL. TS con justicia como de excepcional interés. En realidad la nota en cuestión, fruto de una correría de tres días por el término de Olot, no corresponde á lo que podría esperarse de su título, pues se circunscribe á tratar de los cráteres ya conocidos de dicha localidad. Hay en este pequeño trabajo, sin embarg-o, alg-unas conside- raciones nuevas y transcendentales relativas al proceso de la formación de los cráteres olotenses, de las que oportunamente tratará la Comisión de que formo parte en la Memoria que preparamos; consideraciones sumarias, pero en las que se re- veíala pericia de un g-eólog-o consumado. Fuera de esto, ni en punto á datos locales, ni por lo que se refiere al mapita que acompaña á la nota, que no es en realidad más que un trazado del itinerario seg"uido por el autor en su breve excursión, he- mos hallado materiales que añadirá los por nosotros reunidos, de propia observación ó mediante la recopilación de los datos suministrados por los demás g-eólog'os y g-eógrafos que se han ocupado en el estudio de la reg'ión. Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el 13 de Diciembre bajo la presidencia de D. Antonio Seras. El Sr. Crú dio cuenta de las sig-uientes especies de aves ca- zadas en los meses últimos de Octubre y Noviembre: Cypselus melba 111. Q.—Picus Sliarpú Saund. 'j' y 9. — Rubecio- la cyanecitla Meyer Q. — Ruthicilla /(Bmcura Bon. (f y Q. — Mola- cilla ioarula Gm. (f. — Larus tridactylus L. Respecto á esta última especie dijo que el ejemplar cazado y que mostraba á la Sociedad era un zf adulto, todo por entero de un blanco puro, con la espalda y las alas de un ceniciento azulado, un poco más obscuro que el de la g*aviota cenicienta; escapulares y remiges secundarias terminadas por blanco; la primera remera bordeada de negro en su cara externa y ter- minada por una gran mancha de este color; las tres siguientes terminadas también por negro, teniendo en su extremidad una pequeña mancha blanca, y la quinta terminada por blanco y con una faja negra irregular en su extremidad. Pico de un amarillo verdoso; patas de un negro plomizo; en vez de pulgar un muñón desprovisto de uña. Talla de 38 á 40 cm. Aunque en las gaviotas la primera remera es la más larga, 76 boletín de la. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA en este ejemplar no se puede apreciar este carácter por tener- las todavía en cañón. Ha sido cazado en la Isla menor, en la provincia de Cádiz, el 10 del corriente. La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 28 de Diciem- bre último, bajo la presidencia de D. Pedro Aramburu, el cual hizo la presentación de los señores de la nueva Junta direc- tiva, invitándoles á que ocupasen sus carg-os, como lo veri- ficaron. El Vicepresidente, D. Pedro Ferrando, en ausencia del Pre- sidente D. Mariano Sánchez Bruil, ocupó la mesa, empezando por manifestar su g-ratitud por el cargo que se le había con- fiado, y también en nombre de los demás señores. A continuación el mismo Sr. Ferrando enseñó un ejemplar de cuarzo cog'ido en Sallen por un discípulo del P. Navas, y que presenta la particularidad de contener g-ranitos de oro, los cuales, aunque muy pequeños y en escaso número, se obser- van á simple vista como puntos brillantes, y con el auxilio de la lente apreciase perfectamente su forma redondeada. Solo están colocados sobre las depresiones y rug-osidades de la por- ción cristalina del mineral, careciendo, en cambio, de oro la parte cristalizada que está formada por dos hermosos prismas exag-onales, ambos terminados por sus correspondientes pirá- mides éxaedras. Sin embarg-o de no haberlo podido reconocer químicamente, á causa de la insig-nificante cantidad en que se encuentra y la dificultad de recog-erlo, su aspecto, «asocia- ción y yacimiento, dan completa seg'uridad respecto á su na- turaleza. Notas y comuiiicacioiies. Plantas crasas cultivadas en el Jardín Botánico de Madrid POR D. LUÍS ATERIDO Y RAMOS. Las plantas crasas en g-eneral se han cultivado con predilec- ción desde muy antig-uo, y hoy día se presta atención á ellas no solamente por los jardineros, cuya misión es oblig-atoria, DE HISTORIA NATURAL. 11 sino también por personas aficionadas á este g"rupo de veg'e- tales que, deseosas de tener coleccionados el mayor número de los mismos, no omiten g-asto ni sacrificio para conseguirlas, valiéndose para ello de cambios con particulares dedicados á su cultivo, y adquiriendo otros ejemplares de los estableci- mientos de venta de plantas, y en particular del g'rupo de las crasas. Son objeto de especial cultivo y existen numerosas coleccio- nes que poseen varios jardines botánicos y particulares intere- sados en conservarlas y multiplicarlas, tanto por los medios naturales y que las mismas plantas han enseñado al que ha seg-uido de cerca su vida y desarrollo como por los procedi- mientos artificiales empleados por los jardineros para su propag'acion. Entre los diversos jardines botánicos, el de Palermo tiene una buena colección de plantas crasas, y el de Bruselas es quizá el que mayor número de ellas cultiva, procedentes de la colección que poseía Mr. Demoulin, compuesta de más de ochocientas especies y variedades, y que fué reg-alada á di- cho establecimiento hace alg'unos años; colección, sin duda, la más importante de Europa por el número y tamaño de sus ejemplares. Entre los trabajos de naturalistas y aficionados que se han dedicado al estudio de dichos veg'etales, fig-uran publicaciones importantes, tales como la «Monografía de los géneros Aloe y Mesemb7ijanthemum>->, de J. Salm Dyck; Cactm in Horto Dijckensi c%lt(B, del mismo autor; la «Monog-rafía del g'énero St(q)eliay>, de W. J. Jacquin; la «Iconog-rafía descriptiva de las Cdcteasy>, de C. Lemaire; Haworth, Pfeiffer, Labouret, Schumann, etc., en sus diversas obras, todas consultadas no solo por los natu- ralistas, sino por los aficionados y horticultores que se dedican á su cultivo, y sobre todo para el conocimiento de su nomen- clatura. En el gTupo de las plantas crasas las hay de diferentes fami- lias, y entre ellas merece especial mención la de las Cácteas, por ser la más numerosa en especies y por las diversas formas que presentan, teniendo unas la geométrica reg'ular, como alg-unos Cereus y Mamillaria; otras llegan á tomar diferentes aspectos y tienen parecido con animales y hasta con minera- les (Cereus, Mesemlryantliemum). Muchas están proteg-idas por 78 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA espinas y ag-uijones terribles (Cereus, Opimtia, EiiphorMa, Eckmopsis), alg-unas veces ornadas de una cabellera sedosa y blanca, lanosa ó erizada (Cereus, Pilocereus), que las hace más agradable á la vista y de más mérito y valor para el coleccio- nista que lleg-a á pag-arlas á muy altos precios. Generalmente son plantas herbáceas ó alg-o leñosas, habi- tando en climas muy diversos, pero principalmente en los países templados; abundan en mucha parte del Cabo de Buena Esperanza, alg-unas en Asia y África y otras en la reg-ión me- diterránea de Europa, donde hay exploradores dedicados á la recolección de estos veg-etales que envían casas particulares y que explotan las mismas con el cultivo y la venta de dichas plantas. La casa Frantz, de Laetz en Contich, cerca de Ambe- res, es una de las primeras que se dedica con especialidad al cultivo de las plantas crasas, teniendo una numerosa colec- ción repartida en cinco estufas de 25 m. de larg-o cada una, destinadas para la conservación y propag-ación de las mismas. También la casa Garde, hijos, horticultores en Collong-es, cerca de Lyon, se dedica con especialidad al cultivo de las Cácteas y plantas crasas en g'eneral, como ig'ualmente otras varias de más ó menos importancia. El Dr. Mr. C. A. Purpus, renombra- do explorador alemán, recorre Méjico y los Estados Sudoeste de la América del Norte, California, etc., y Mr. Vojtech Fríe, de Praga, recorre el Brasil, Bolivia, Paraguay, República Ar- gentina, Chile y Perú, recolectando plantas para la casa Frantz, de Laetz, antes citada. En las Cácteas las flores son solitarias, variando en tamaño y hermosura, siendo algunas duraderas y otras efímeras, como igualmente las hay nocturnas y diurnas. Las plantas crasas en general pertenecen á familias muy diferentes, citándose en primer término la de las Cácteas por la hermosura y variedad de sus flores, como se indica: las Crasuláceas , Liliáceas, Ficoideas, Amarilideas , EnforWiceas, Asclepiádeas, Comjmestas , Portulacáceas , Piperáceas, etc., que dan un número considerable de especies y variedades, á las cuales prestan los especialistas mayor atención. No son de muy difícil cultivo; deben resguardarse en estufas ó in- vernaderos, durante la estación fría, cuidando de no regarlas con exceso, y en el verano sacarlas al aire libre para que se endurezcan, en sitio ventilado y preservadas de los rayos sola- DE HISTORIA NATURAL. 79 res. Les conviene una temperatura poco variable, para lo cual deben reunirse en estufas especiales, secas y ventiladas, donde puedan atenderse con el esmero que requieren plantas de tanta importancia como las crasas en general. El Jardín Botánico de Madrid, sin tener estufas en buenas condiciones para el cultivo de dichas plantas, no deja de reunir una colección que, si no es en verdad tan numerosa como las de otros establecimientos citados de la misma índole, no care- ce de importancia, tanto por el número de ejemplares como por el tamaño de alg-unos que llegan á medir hasta 4 y 5 m. de altura, encontrándose en este caso varios Céreas y Eiiphor- Mas. Esta colección, que se va reuniendo por cambios y por las siembras anuales, es visitada exclusivamente y consultada su nomenclatura por las personas aficionadas al grupo de plantas de que tratamos. Como el objeto de este catálog'o no es otro que el de enume- rar las especies que posee el Jardín Botánico de Madrid, no hay para qué indicar sus patrias respectivas, ni tratar del cul- tivo especial que algunas requieren para su mejor desarrollo y llegar á la ñoración, que en otro caso no se verifica en varios años, y no permite gozar por tanto á los aficionados de la her- mosura y variedad de sus flores. La colección que hoy se cultiva en el Jardín Botánico está representada por las familias, géneros y especies que se indi- can á continuación: Las Cácteas dan un contingente de 10 géneros con 84 espe- cies, en el orden siguiente: Cereus 19 Echinocactus 6 Echinopsis 4 Epiphyllum 3 Mamillaria 7 Opuntia 41 Pereskia 1 Phyllocactus 1 Pilocereus 1 Rhipsalis 2 Las Ficoideas, cuatro géneros y 38 especies: Aizoon 2 Mesembryanthemum 31 Sesuvium.. Tetragonia . 80 BOLKTIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA . Las Liliáceas, nueve g-éneros y ol especies: Aloe 16 Apicra 2 Dracoena 2 Gasteria 8 Haworthia 11 Lomatophyllum 1 Rhipidodendron 1 Sanseviera 3 Yucca 7 Las Crasiiláceas, 10 géneros y 64 especies: Anacampseros 1 Bryophylluin 1 Cotyledon 1 Crassula 5 Echeveria 9 Kalanchoe 2 Eochea 2 Sednm 22 Sempervivum 1 í) Umbilicus ; . . . 2 Las AmariUdeas, cinco géneros y 36 especies: Fourcroya 7 Agave 22 Beschorneria 4 Bonapartea 1 Piucenectia 1 Las Asclepiádeas, tres géneros y 10 especies: Boucerosia 1 Hoya 1 Stapelia 8 Las Compuestas, dos géneros y seis especies: Kleinia 4 I Othonaa Las EiiforMáceas, un género y ocho especies. Euphorbia 8 Las Portuláceas, un género y una especie: Portulacaria 1 Las Piperáceas, un género y dos especies: Peperomia 2 Que hacen un total de 46 géneros y 300 especies. Fam. Cacteae DC. Cereus acutangulus Pfr. {imdulatus H. Dresd.) — Bonplan- di Parm . — columna Trajani Kartv. ( Pilocereus Columna Lem.) — flagelliformis Mili. (Cactus L.) — grandiflorus Mili. (Cactus L.) — hexagonus^íZír. (Cactus L.)— Jamacaru Salm. DE HISTORIA NATURAL. ' 81 Martianus Zuce. — Martini Lah. — nycticalus Link (drevispi- mihís Salm.) — peruvianus Tcibern. — peruvianus p monstro- sus DC. — quadraüg-ularis Haio. (caripansis DC.) — Quisco C. Gfay — rostratus Lem. (liamatiis Scheidw). — serpenti- mis Lag. — speciosissimiis BC. (Cactus Desf.) — triang-ularis Baw. ( anissogomis H. Ang-l.) — Tweediei Hook. Echinocactus deniidatus Link. et Otto. — minusculus Wedh. — Ottonis Lehm. ÍOpimtia Ottonis G. Don.)— pectiniferusZdíw. Williamsi Lem. Echinopsis miiltiplex Zuce. — multiplex p cristata Salm. — Pen- tlandi Salm. — valida Monv. (Fordesi H. Ang-l.). Epiphyllum alatum Haw. ( RMpsalis imcliyptera Pfr.) — specio- sum Eair. (Cereus phyUa7ithoides DC.) — truncatum Haw. (Cactus Link.). Mamillaria centricirrha Lem. (Tcrsicolor Sch.)— gracilis Pfr. — long-imamma DC. — nuilticeps Sahn. (ccespititia DC.) — pu- silla BC. — rhodantha Link. et Otto. (crassispina Pfi'.) — stella aurata Mart. (tennis DC.) Opuntia albicáns Sahn. — Amyclea Ten. — brasiliensis Llaw. (Cactus W.) — coccinellifera Mili. (Cactus L.) — corrug-a- ta Gilí. — crasa Haw. (i)armüa Salra.)— cylindrica BC. (Cac- tus Lam.) — decipiens BC. — dejecta Salm. — Dillenii BC. (^Crtc^w^Ker.)— exuviataiíC. — ferox Han:, (crnciata Hort.) — Ficus indica Mili. ('Cízcto L.)— flavicans Zíw¿. — g-lauces- cens Sahn. — g-laucophylla Wendl. — gracilis H. Monac. — Hanburyana PFe¿»^.— hórrida Salm. — humilis Haio. — hyp- tiacantha Lehm. — imbricata BC. (Cactus Haw.) — Laboure- tiana Cw^?.— lanceolata Hair. (Cactus Haw.) — inacrophylla Hort. — microdasys Lehm. (puJvinata DC.) — monacantha Haw. [Cactus W.) — nigricans Haw. — orbiculata Sahn. — Piccolominiana Bort. — polyantha Hatc. (Cactus Haw.) — rhodantha Schum.— Schumanni Wel)l). — spinosissimal/íV/. (Cactus'Lñ.m.)~ñ'^'n\\ú'\.íev?íSalm. (Olygacantha H. Vind.) — spirocentra Engelm. — stricta Haw. (inermis DC.)— tuber- culata Haw. (Cactus W.) — tunicata Link et Otto. — vestita S. Bgck.~Yu]gañs Mili.' (Cactus L.) Pereskia aculeata 3IiU. (Cactus Pereskia L.) Phyllocactus crenatiis Salm. (Cereus crenatus Lindl.) Pilocereus sublanatus S: Byck. Khipsalis saglionis O^/o.— salicornioides Haic. (Hariota DC.) T. v.-Enero, l&CS. 6 boletín de la real sociedad española Fam. Ficoidese Jnss. AizGon canariense Z.— g-linoides Z. fiL Mesembryantliemum acinaciforme Z.— aequilaterale Haw. — Aitonis Jacq. — ang"ustura liaw. — barbatum L. {stelligerum Haw.) — blandura Haw. — coccineum Haw. — cordifolium Z. crenifloriim Thmib. — crystallinum Z. — cuneifolium Jacq. — curvifülium Haw. (ceratophyUum W.) — deltoides Mili. — densum ZT^w. —dig-itiforme Tliiinh. (digitatum Ait.)— ele- gans Jacq. {reirofleximi Haw.)~heteropetalum Haw. — lin- g"useforme Haai. fobliqmim'Pers.) — long-um Haw.— médium Haw. — mutabile Haic. — pinuatifidum L. /?/.— pustulatum Haw. — pyropffium Haw. (tricolor W.) — rhomboideum A^ol). rig-idum Haw.— Salmii Haw. — serrulatum Haw .—Xi^ñxwrm Haw. — truncatellum Haw. — variabile Haw. Sesuvium Portulacastrum Z. — revolutifolium G. Orteg. Tetrag-onia crystallina Z'ZTm/. —echinata Ait. — expansa Ait. Fam. Liliacese Lindl. Aloe abyssinica Lam. — arborescens Mili. (perfoUata Ait.)— ci- liaris Haw. — distans Haw. — frutescens S. Dyck. — Han- buryana Natid.—^vwmxW^ Lam. — latifolia Haw. — mitrsefor- mis W.— obscura Mili, (picta Thunb.)— prolifera Haw. — Saponaria Haw. [umbellata DC.)— sinuata W. {¡mrjmrascens Haw.)— soccotrina Lam. (vera Mili.)— varieg-ata Z. (piincta- ta Haw.) — vulg-aris Lam. (barhadensis Mili.) Apicra imbricata W. — spiralis W. Draccena Draco Z. — Rumpbii Hort. Gasteria excavata Hair. {Aloe W.)--maculata Thmil. (obliqíia Haw.) — nitida Haw. {Aloe S. Dyck.}— subnig-ricans Haw (Aloe Spr.)— sulcata Haw. {Aloe S. Dyck.)— tuberculata Haw. — venusta Haw. (Aloe Schult.) — verrucosa Haw. (Aloe Ait.) Haworthia altilinea Haw. (Aloe Schult) — atrovireus Haw. (AloeDC.) — attenuataZr«?6\ (Aloe Haw )—cymhiíovmi& Haw. (Aloe cymhifolia Schrad.)— fasciata Sahn. (Aloe S. Dyck.)— marg-aritifera Haw. (A loe Ait.)— Radula Haw. (Aloe Jacq.) — recurva Haw. (Aloe Haw. )— Reinwardtii Haw. (Aloe DE HISTORIA NATURAL. 83 S. Dyck ) — tessellata Haw. (Aloe Schult.)— viscosa Baw. (AIoeL.) Lomatophyllum macrum Salm. (Aloe macra Haw.) Rhipidodendron distichum W. (Aloe plicatilis Mili.) Sanseviera g-uineensis W. var. zebrina, — javanica Blam. — zeylanica W. y ucea aloifolia Z. — aloifolia varieg-ata.— Draconis L. — fila- mentosa L. — flaccida Baic — g-loriosa L. — péndula Sieh. Fam. Crassulacese DC. Anacampseros filamentosa Sims. Bryophyllum crenatum Baker. Cotyledon orbiculata L. Crassula arborescens W. — láctea ^z7.— perfossa Lam. — portu- lacea Lam. (oMiqíia Ait.) — spathulata Thunb. (lucida Lam.) Echeveria coccínea DC. (Cotyledon Cav.) — Dedeinei Hort. — Desmetiana Hort. — g-lauca Zií^í¿.— metallica Baker. — Mo- rreniana//oí'/. — pachyphytoides Hort. — pulverulenta ^"«/^. retusa Lindl. var. floribunda. Kalanchoe crenata Haw. — flammea Stapf. Rocliea falcata DC. (Crassula fálcala W.) — perfoliata DC. {Crassnla ¡Jerfoliata L.) Sedum acre L. — álbum L. (espontáneo.) — altissimum Poir. — dendroideum Sessé. — Fabada Xoc/¿. — Forsterianum Smith. — laxiflorum DC. — máximum Reich. — oppositifolium Sims. (Crassula crenata Desf.) — pulchellum Michx. — purpurascens KocJi. — reflexum L. — Rhodiola DC. (Rhodiola rosea L.) — roseum Stev. — rupestre L. — sarmentosum Bung-e (variega- ¿íW7¿Hort.)— sempervivoidesii^7íc/¿.— Sieboldii/S'ío^eí. — Stahlii Solsm. — Telephium L. — ternatum Michx. — virescens W. Sempervivum arachnoideum L. — arboreum Z.— Brauni Koch. canariense Z. — fimbriatum Schmith. — g-randiflorum Haic. (ffloMfertimL.)—líeuffeln Sc/iott. — Mog-riddg-ei Hort. — pili- ferum Jord. — Pitonii Schott. — Reg-inae Araaliae Heldr. — robustum ZTor^.— soboliferum Sims. — tabulaéforme Raic— tectorum Z. — tortuosum ^¿/. — triste Hampe. — urbicum Lindl. — Wulfeni Hoppe. Umbilicus erectus DC. (espontáneo.)— spinosus DC. (Semperxi- xitm spÍ7iosissÍ7mis Hort.) S4 boletín de la real sociedad española Fam. Amaryllideae Endl. Ag-ave americana L. — americana varieg-ata.— atrovirens K. — candelabrum l'oí/.— chloracantha /S'«?m. (CeJsiana Hook.) — coccínea ^oc^/.— crassicaulis J'oc^.— dasylirioides Jacob. — densiflora ^oo/i.— excelsa Jacod.—fevos. C. Kodi . — filifera 8. Bycli. — grandidentata Zííí^;?^.— heteracantha Zuce. — ma- crantha T'of/.— mexicana Lam. — mitis Mart. — rig-ida Mili. (Fo'UTcroya ñgida Haw.)— Salraiana O^/o.— Saundersii Tra- veU. — spicata Cííí^.— xylonacantha S. Dyck. Beschorneria bracteata Jacci. — multiflora Kunih. — superba Tod. — tubiflora Kunth. Bonapartea júncea R. et Pav. Fourcroya altissima Tod. — cubensis ^«?r.— elegans Tod. — g-igantea F(?^¿^.-~Lindeni /«coi.— long-aeva Karir. — tube- rosa Ait. Pincenectia tuberculata Lem. (Beaiicavnea recurvata Lem.) Fam. Asclepiadeae DC. Boucerosia Gussoniana Hook. Hoya carnosa R. Br. (Asclejñas carnosa L.) Stapelia ang-ulata Tod. — atropurpúrea ;S'. Dycli . — bufonia /«Cí/.— conspurcata W. — g"igantea N. E. Br. — grandiflora J/fl;^^.— trisulca /«¿^i/.— variegata L. Fam. Compositse DC. KleiniaAnteuphorbium DC. (CacaliaL.) — articúlala ZTrtio. (Ca- calia laciniata Jacq.) — ficoides Raw. (Cacalia L.) — neriifo- lia Haic. (Cacalia KUinia L.) Othonna carnosa Less. — cheirifolia L. Fam. Euphorbiacese Endl. Eupborbia antiquorum L. — canariensis L. — globosa Sims. (Dactylanthes globosa Haw.)— grandidens Haw. (arbores- cens H. Angl.) — nereifolia L. — piscatoria Ait. — regis-jubse Webb. — splendens Bojer. DE HISTORIA NATURAL 85 Fam. Portulaceee DC. Portulacaria afra Jacq. Fam. Piperaceae L. Peperomia inEequalifolia R. et Pat. íPiper aromaticiim W.) — maü'noliae folia Dielr. Boletín bibliográfico. Enero. Académic des Sciences. Paris. (Comptes rendus). 1904, n»* 23-26.= 1905j u" 1. Académie Internationale de Oéographie Botanique. Le Maus. (Bulletin). N° 180''^ — C. Thomas: Végétatiou épiphyte des Saúles tétards.— J. Poirault: Liste des champignons supérieurs de la Vieune.— V. Dücomet: Un coin des Laudes. —J. Caruokel: Liste des noms patois de plantes. Allgemeine Zeitschrift Jiir Entomologie. Neudamm. 9 Band. N<'s2l-22. — J. Dewitz: Fang von Schmetterlingen mittels Acetylenlampen. — H. Friese: Über Hummelleben in arlttisclien Gebiete. — L. Weber: Zur Kenntuis der Cnrabus Larveu. — A. Thienemakn: Ptilocolepus gra- nulatus, eine Übergangs form vou den Rhyacophiliden zu den Hy- droptiliden. American Naturalist (The). N° 454.— D. P. Penhallow: The auatomy of the Conifera! es. — B. M. Davis: Studies of the Plaut cell, iv. — D. H. 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Leiden, 1904). — Zur Geologie von Nord-und Ost-Sumatra. (Summl. Geol. Reichs-Mus, Leiden, 1904). 88 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Calderón (D. Salvador). — Trabajos de la Comisión encargada del estudio de los volcanes de la provincia de Gerona. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., 1904). FRAN501S (M. Ph.)— Sur divere geotrupes du sous-geure Thoredes. (BuU. Soc. Entomol. de France, 1904). García Mercet (D. Ricardo). — Las Bemhex en España. (Bol. R. Soc. eep. ÍJist. nat., 1904). Gelabert (D. José). — Los volcanes extinguidos déla provincia de Gerona. San Feliú de Guixols, 1904. Philip/iine Weaiher Burean. Bnlletin of the Manila Central Observatory, for June, 1904. Revista de medicina tropical. Habana. Tomo v, núm. 8. SÁNCHEZ (D. Domingo). — Contribución al estudio de los aparatos tubulares endocelulares de los invertebrados. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., 1904). Sesión del 1° de Febrero de 1905. PRESIDENCIA DEL SR. D. SALVADOR CALDERÓN. El Secretario leyó el acta de las sesiones extraordinaria y ordinaria del 11 de Enero, las cuales fueron aprobadas. Asisten los Sres. Maluquer (D. Salvador) y Llenas, de Barce- lona, y el Sr. Alaejos, de Santander. Admisiones. — Quedaron admitidos como socios numerarios D. Juan Barcia Trelles y D. Antonio Alcaraz, ing-enieros ag-ró- nomos, y D. Fernando de Campo, propuestos en la sesión an- terior por D. Antonio García Várela, D. Manuel Carbó y Don Ignacio Bolívar respectivamente. Se hicieron otras tres propuestas de socios. Correspondancia.— El Secretario presentó una tarjeta postal de la Dirección de Correos de Méjico, felicitando á nuestra Sociedad por el nuevo año; leyó una carta de D. Eduardo Na- varro dando las g-racias como representante de la Biblioteca- Museo Balag-uer, de Villanueva y Geltrú, por el donativo que se le hizo del Boletín de 1904, y presentó las publicaciones recibidas á cambio ó como donativo, fig-urando entre las últi- mas el volumen xxviii de las publicaciones de S. A. el Príncipe de Monaco; numerosos tomos de la Academia das Sciencias de Lisboa, algunos antig-uos y otros recientes; varios folletos re- g-alados por Mr. Rene Nicklés, de Nancy, y por G. Serg-i, de Roma; la revista de Medicina Tropical, de la Habana, y una colección completa del Boletín de la Institució Catalana de Historia natural, que esta Sociedad ofrece á la nuestra para completar la que poseíamos. Se acordó dar la gracias á los donantes. Comiinicaciones verbales. — El Sr. Calderón dio lectura á un frag-mento de una carta particular recibida hacía alg'unos años del em.inente y ya fallecido g-eólog-o y Presidente que fué de esta Sociedad, D. José Macpherson, en la que se trata de un fenómeno fisiográfico muy curioso y no examinado hasta ahora: el sing"ular torno ó arco que describe el río Tajo alre- dor de la ciudad de Toledo. Tomo v.-Febrero, 1905. ' 1 90 boletín de la real sociedad española Se acordó que dicho frag-mento, en forma de nota, apareciese en el Boletín. Ag-reg-ó el Sr. Calderón que habiendo mantenido durante su estancia en Sevilla una activa correspondencia con el emi- nente sabio en época en que éste publicaba muy pocos traba- jos, sin interrumpir por eso sus estudios, podría entresacar quizás otras notables observaciones sobre la g-eolog-ía de la Península que no han visto la luz pública, ó que el autor ha bosquejado tan lig-eramente en alg-uno de sus escritos, que es difícil puedan ser bien comprendidos por las personas que no estén muy enteradas de los precedentes de tales cuestiones. — El Sr. Martínez Escalera presentó un trabajo sobre «Ág-ui- las cazadas en los alrededores de Madrid», y el Sr. Dusmet otro sobre «Los Ápidos de España, g-éneros Melecía, Crocisa y E2)eolus.y> — El Sr. Bolívar leyó la siguiente nota: Es tan frecuente oir preguntar qué debe entenderse por Cigarra, que me parece oportuno decir algo sobre esto en la Sociedad , para que entre todos tratemos de contestar aquella pregunta. Hay quien opina que este nombre debe aplicarse á las especies del género Cicada; quién sostiene que éstas son Chi- charras, y que por Cigarra debe entenderse los ortópteros cantores, como son las E'phifyigera, Decticus, Locusta y otros análogos; y no falta tampoco quien aplique indiferentemente ambos nombres á todos esos insectos sin entrar á distinguir á qué órdenes pertenezcan. Tratándose de nombres vulgares, parece que es al vulgo al que debe acudirse para su interpretación, pues que de obser- var la que les da, se trata, no de dictar aplicaciones, que cuanto más científicas habrán de ser menos vulgares y esta- rán más lejos de la verdad; pero el vulgo es tan poco observa- dor en nuestro país, que con frecuencia le vemos confundir animales muy diversos y aplicarles el mismo nombre tan solo porque tengan algún parecido, siquiera sea tan remoto como el que existe entre el alacrán y el grillo-talpa ó alacrán cebo- llero, que como ejemplo basta para demostrar este aserto, y en el caso presente hay que confesar que en muchas regiones de España tampoco distingue el vulgo entre los animales prime- ramente citados, sin duda porque todos ellos cantan de una manera parecida. DE HISTORIA NATURAL. '91 No sucede así, sin erabarg-o, en todas partes, pues en Cata- luña, seg^ún me ha referido nuestro consocio D. Salvador Maluquer, no solo aplican el nombre de cig-arra á las especies del g'énero Cicada, sino que hasta disting-uen tres de ellas con los nombres de Cigala, Cigalot y Cigala, que parecen referirse respectivamente á la Tettigia orni, la Cicada plebeja y la Ci- cadeiia argéntala. Nuestro intelig-ente consocio ha encontrado además una cita muy curiosa en un antig-uo manuscrito de la Biblioteca Nacional, que está consultando con otro objeto (1), en el que se afirma que en Cataluña se conocen tres cig-arras diferentes: dos grandes, una de las cuales canta y lleva dos círculos bajo el pecho, otra que no canta y sin señas particu- lares, y por fin, otra pequeña por naturaleza. Bien se com- prende por lo dicho que el autor desconocido del manuscrito de referencia tuvo á la vista varias cig-arras y que no hablaba de oídas, puesto que se apercibió de las diferencias que seña- la, lo que, si por una parte le acredita de observador, por otra dice poco en favor de su perspicacia, pues no se le ocurrió que las diferencias que reseña entre las dos cig-arras g-randes eran puramente sexuales, y que ambas á dos no eran otra cosa que los dos sexos de una misma especie. Mas intelig-entes los g-rie- g-os y los latinos, no solo habían apreciado esas diferencias, sino que sabían que los individuos provistos de esas placas, que no son sino los opérenlos protectores del órg-ano musical, eran los machos, y los que carecen de estos aparatos, no siendo por lo tanto cantores, las hembras; así pudo decir Juvenal refiriéndose á estos animales: «Dichosos los pueblos cuyas hembras son mudas.» Esto no sería aplicable á las efipíg-e- ras, pues en éstas las hembras son tan alborotadoras como los machos. La definición de la cigarra del Diccionario de la Academia deja bastante que desear; porque, si bien dice que viene el nombre del latín cicada, y que es un insecto de cuatro alas, añade que es «parecido á lalang-osta, comunmente verdoso amarillento, las antenas un poco más larg-as que la cabeza, el abdomen cónico, abultado y con dos placas que tapan el órg-a- no por donde canta, en tiempo de mucho calor, encima de las (1) Singularidades de la Historia natural del Principado de Cataluña (sin autor), número 87, E. e. ^ boletín Dli LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA retamas y otras plantas», de donde, aparte del parecido con la lang-osta, que solo podrá encontrarle quien desconozca ambos insectos, se deduce que las hembras no son cig-arras, puesto que no tienen esas placas ni cantan; pero prescindiendo de esto resulta que la Academia no nos saca del apuro en cuanto á disting-uir las palabas cigarra y c/iickarra, porque para ella son sinónimas; así emplea las locuciones: «hablar como una chicharra, por ser muy hablador, y cantar la chicharra, por hacer g-ran calor», y por cierto que es bien curioso y motivo para muchos de extrañeza, que la palabra cig-arro veng-a de cig-arra, como afirma la Academia por comparación con el cuerpo de este insecto, y que en cambio cig*arral teng-a por orig-en una voz árabe xac/ird, que quiere decir arboleda, pues en Toledo abundan estos insectos en los cigarrales, y cual- quiera hubiera creído que esta palabra sig-niñcaba sitio donde abundan las cig-arras, siendo verdaderamente raro, de ser aquel el orig-en de la palabra, que en otras partes de la Península, donde la denominación árabe duró más tiempo que en Toledo, no se llamen cig-arrales las huertas con arbolado. De mis observaciones personales resulta que, si bien en alg-u- nos casos confunde el vulgo los nombres cigarra y chicharra, es más general distinguirlos aplicando el primero á la Cicada y el segundo á los iocústidos de los g-éneros EpMj)iñgera, Dec- licus, Locusta y sus añnes, siquiera á las Ephipjñgera se las dé también especialmente en algunas localidades otros nombres particulares, como son los de papahígos en Castilla, canturiñas en Galicia y pantiganas en el Norte de Aragón y Cataluña; nombre este último que está indicado en el manuscrito á que he hecho referencia, aunque cambiado en palangana para los mismo"5 insectos que allí se definen diciendo «una especie de langosta sin alas». El nombre cig-arrón se aplica en Andalucía para estos mis- mos insectos, así como para los saltamontes. Teniendo en cuenta lo expuesto, creo que la definición vul- gar de cig-arra podía hacerse así: Cigarra (del latín cicada), insecto con pico articulado que pasa la mayor parte de su vida enterrado, chupando los jugos de las raíces de las plantas, y cuando adulto está provisto de cuatro alas y vive sobre arbustos y árboles en las épocas de mayor calor, cantando los machos por medio de unos aparatos DE HISTORIA NATURAL. 93 que tienen en la base del abdomen y que están cubiertos por unos grandes opérenlos redondeados de que carecen las hem- bras. (Los naturalistas los colocan entre los hemípteros ho- mópteros. y forman con ellos la familia de los cicádidos.) Chicharra (por onomatopeya d^ su canto), voz que se aplica por alg'unos á las cigarras, y con más frecuencia á insectos masticadores con robustas mandíbulas, saltadores, que pasan toda su vida sobre los arbustos y otras plantas pequeñas y cantan haciendo frotar la base de un élitro con la del opuesto. Unos tienen los élitros y alas bien desarrollados y otros solo tienen élitros, pero reducidos á escamas convexas que consti- tuyen los órganos del canto. (Coresponden á los géneros Lo- custa, Ephippigera y sus afines, y son para los naturalistas, ortópteros saltadores de la familia de los locústidos.) Los Sres. Ribera, Dusmet, Castro y Valero y otros socios, usaron de la palabra para confirmar lo dicho por el Sr. Bolívar respecto á que los nombres de cigarra y chicharra se aplican casi siempre para desig'nar animales diversos, siquiera se con- fundan en su aplicación por algunos, como afirma el Sr. Dus- met haberlo observado en Valladolid. — El Sr. Secretario presentó un estudio sobre algunos redú- vidos nuevos de África, remitido desde París por el Sr. García Várela. — El Sr. Llenas entregó un trabajo, «Enumeración y distri- bución geográfica de los Peltigeráceos en Cataluña», y el señor Sánchez recomendó la conveniencia de que el Laboratorio de Santander remitiera animales marinos para hacer observacio- nes sobre ellos y estudiarlos, dándoles la preparación conve- niente, que solo teniéndolos vivos podía en muchos casos con- seguirse, y añadió que de los que había traído últimamente el Sr. Rioja había logrado preparaciones muy interesantes. El Sr. Alaejos, como ayudante del referido Establecimiento ofre- ció, en nombre del Sr. Rioja, complacer al Sr. Sánchez. — El Sr. Ribera (D. Emilio) manifestó que creía provechoso dar cuenta á la Sociedad de las principales y más notables adquisiciones que hiciera el Museo de Ciencias naturales, aparte de que así se hacían públicos los donativos valiosos que con frecuencia recibe y que en su mayoría proceden de conso- cios nuestros. Dijo que últimamente se había adquirido un ejemplar de orangután y otro de castor del Ródano; que Don 94. boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Antimo Boscá había reg-alado un molar de mastodonte encon- trado por él en Teruel, y el naturalista de Marsella, Sr. Siepi, una interesante serie de quirópteros del Mediodía de Francia que, por proceder de persona que se ha ocupado en el estudio de estos animales, tiene particular interés. También se han recibido dos buenos ejemplares de cuervos mavinos, Pkahicrocorax, especie no frecuente en Valencia y que han sido donados por el Sr. Duque de Bivona; además han ing-resado varios objetos de antropología; y por fin dijo que de otros donativos podrían dar cuenta los Sres. Bolívar y Vidal, que estaban presentes. El Sr. Bolívar^manifestü que, en efecto, podía ser útil para los socios el tener conocimiento de las nuevas adquisiciones del Museo, siempre que lo merecieran por su importancia, para que pudieran ser estudiadas por ellos, y en este concepto y por saber la satisfacción que la Sociedad recibe con las do- naciones que se hacían á aquel establecimiento por nuestros consocios, daba cuenta del donativo hecho por D. Carlos Maza- rredo al Laboratorio de Entomolog-ía del Museo de su colección de Arácnidos, la cual es muy notable por el número de especies y por sus procedencias, pues en su mayoría son de España y de Filipinas, donde el Sr. Mazarredo permaneció muchos años. Juntamente con la colección nuestro consocio ha hecho do- nación de todos los libros que poseía relativos á Arácnidos y á Himenópteros, que forman una serie bastante numerosa y es- cog"ida, y por último, ha enviado también los Neurópteros, que ambos comenzaron á reunir hace alg-unos años y que constituyen un aumento importante para las colecciones del Laboratorio de Entomología. Añadió que de las notas manuscritas del Sr. Mazarredo po- drían sacarse muchos datos para el conocimiento de los Arác- nidos de España, lo que era fácil de realizar, si alg-uno de los socios se ofrecía á emprender este trabajo, que podría publi- carse en el Boletín, y como se brindase el Sr. Fernández Ga- liano á formar esas listas, quedó así convenido. El Sr. Vidal (D. Pío) comunicó que se habían adquirido al- g-unos meteoritos para el mencionado Museo, que con los ya existentes componían una serie muy respetable, que el señor Marqués del Socorro se proponía dar á conocer por medio de un catálogo. DE HISTORIA NATURAL. 95 Notas bibliográficas. — El Sr. Dusmet leyó las sig-uientes: 1.* «Excursions botaniques dans le massif de la Sagra et a Vélez-Rubio (Espag-ne) de 1899 á 1903, par El. Reverchon.» (Bull. de rAcadémie intern. de Géog-r. botanique. Le Mans, núm. 184.) Creo deber señalar este trabajo que puede interesar á nues- tros botánicos. Después de una larg'a lista de las especies re- colectadas, se ocupa de varias de ellas, nuevas ó interesantes. No termina en este cuaderno el estudio. 2." «Observaciones g-eológ-icas realizadas en la excursión de la Sociedad Arag-onesa de Ciencias naturales á la sierra de Guara en 1903, por D. Melchor Vicente.» (Bol. Soc. Arag-. Cien- cias nat., t. III, núm. 9.) Refiere nuestro consocio la citada excursión, dando diversos detalles sobre la g-eolog-ía de la región recorrida, é incluyendo en su trabajo una nota del Sr. Dosset (D. José Antonio) relati- va á la ulmina recog-ida por los expedicionarios. 3." «Descripción de tres Cecidomyias españolas nuevas, por J. S. Tavares.» (Bol. Soc. Arag-. Ciencias nat., t. iii, núm. 10.) Les ha dado el autor los nombres de StefanielJa salsola, Rho- palomyia Msimnica, y Rh. Navasi, y fueron las tres encontra- das en los alrededores de Zarag-oza por el R. P. Navas. 4.^ «Plantas de la sierra de Altana (Alicante), por D. Carlos Pau.» (Bol. Soc. Arag". Ciencias nat., t. iii, núm 10.) Relata la excursión que verificó desde 28 de Junio á 1." de Julio, citando las especies recog'idas. En un apéndice describe varias nuevas formas españolas de plantas, que proceden de Olmedo (Gutiérrez Martín), de Almorchón (Jiménez), de Avila (Barras), de Almería (Fernández Navarro), de Cartag-ena (Ji- ménez) y del Cerro Neg-ro (Madrid) (Isern). » Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el 25 de Enero ■de 1905, bajo la presidencia de D. Carlos Calleja. Fué leída y aprobada el acta de la sesión anterior. El Sr. Tesorero dio cuenta de cómo se ha invertido el presu- puesto del año 1904, y propuso que rig-iese el mismo para el presente año. Quedó aprobado. El Presidente propuso que se solicitara de la Sociedad que remita las obras duplicadas de su Biblioteca para formar una especial para esta Sección , lo que contribuirá al aumento de 96 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA comunicaciones, ya que la escasez de éstas se debe en gran parte á la falta de obras de consulta. Después de breve discu- sión quedó aprobado. Se procedió á la elección de Junta directiva para el año 1905, resultando eleg^ida la sig'uiente: Presidente: D. Telesforo Aranzadi Unamuno. Vicepresidente: D. Ramón Turró. Tesorero: D. Igniacio Tarazona. Secretario: D. Jaime Ferrer y Hernández. Acto seguido ocupó la presidencia el Sr. Aranzadi, quien agradeció á los señores socios la distinción de que había sido objeto, é hizo votos para que la Sección teng-a una próspera vida como hasta el presente. La de Zaragoza celebró sesión el día 30 de Diciembre últi- mo, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. El Sr. Moyano manifestó que el socio Dr. García Frag-uas había obtenido en brillantes oposiciones una de las plazas de Inspectores ^provinciales de Sanidad, y que proponía fuese feli- citado. Hecha la preg-unta por el Sr. Presidente, se acordó que así se hiciese y que constara en acta. Seg-uidamente el mismo Sr. Moyano enseñó tejidos infesta- dos de cisticercus y de triquinas en preparaciones macro y mi- croscópicas. La de Sevilla celebró sesión el día 28 de Diciembre de 1904, bajo la presidencia de D. Antonio de Seras. El Sr. Secretario leyó el sig-uiente frag-mento de una carta enviada de Granada por el Sr. Gómez Moreno: «Por si interesase á los señores socios, puedo comunicarles que en la masa del túmulo que cubría un dolmen descubierto junto á la cueva de Muga, en Antequera, se han hallado mu- chas muelas de rumiante, gran parte de un maxilar inferior y trozos de huesos larg-os bastante rotos, todo lo cual conservan en Antequera los descubridores de dicha cueva. Una de las muelas ha sido examinada por D. Manuel de Miquel, el cual cree sea con toda probabilidad de uro {Bosyrimigeniíis Boj.) »También. les comunicaré que en Villalpando (Zamora) he visto en poder de un farmacéutico dos trozos de hueso de DE HISTORIA NATURAL. 97 animal g-ig-antesco descubiertos allí cerca. El uno parece tibia ó cosa así, aplastado por un lado y rotas sus extremidades. El otro es una cabeza de hueso larg-o esferoidal. Hice dibujos de ellos, los cuales, así como las medidas, puedo comunicar á quien le interesen. »En el Museo de Granada hay vaciados de otros huesos se- mejantes, hallados en la sierra de Guadix.» Notas y comunicaciones. Redúvidos nuevos ó poco conocidos de la región etiópica (Guinea) POR D. A. G. VÁRELA. Harpactor (Harpiscus) Dusmeti sp. nov. Testaceo-flavescens; caputsupra nigrum; antennis, articulis secundo et tertio rostri, fuscis. Ang-ulo apicali corii, membra- na, maculis duabus femorum omnium, fasciis latís uudulatis seg-mentorum ventris quarto, quinto et sexto, maculisque me- dia et lateralis seg-mento tertio nigris. Tibiis rufescentibus, tarsis fulvis. Caput thoraci long-itudine vixsequale. Capite et thoracis mi- nute puberulis. Rostri articulo primo secundo breviore. An- tennis articulo primo duobus sequentibus longitudine subse- quanti. Thoracis lobo antico long-itrorsum distincte impresso; lobo postico Isevi, impressione media long'itudinali, retror- sum evanescente , instructo. Hemelytra abdomine nonnihil long-iora. Long-. 21 mm. Kamerun (Mus. Madrid). Próxima á las especies zonogaster de Carlini (1) y tropicus H. Sch. Se diferencia de la primera no solamente por su ma- (1) Annali del Museo Cívico di Storia N atúrale di Genova, serie 2.*, voL xv, p. 11C> {}8dó).—Eieplorazioiie del Oiuba édei suoi ajíuenti compiuta dal Cap. V. Botego durante gli anni 2892-93. í>8 boletín de la real sociedad española yor tamaño, sino por otros caracteres estructurales y de colo- ración: por ejemplo, el ápice del escudete no es ag-udo, sino redondeado; el abdomen apenas se dilata en el medio, y los hemélitros sobresalen mucho por encima de él. No existe la faja neg-ra en el tercer anillo del abdomen, ni los anillos del mismo color en los fémures anteriores y medios. Los fémures posteriores y las tibias son amarillo-rojizas como el resto del cuerpo. La especie H. zonogaster fué descrita como Sphedanolestes por de Carlini; pero ya el Dr. Bergrotli (Ann. Société Entomo- log-ique de Belg-ique. Bruxelles, tomo xlvii (1903), p. |297), la incluye en el género Harpactor, subg-én. Ilarpiscns. La especie anteriormente descrita se disting-ue también fá- cilmente del H. tropicus H. Sch., porque no tiene la faja negra en todos los anillos del abdomen, y además por la coloración del lóbulo anterior del pronoto, de los fémures y de las tibias. En el Museo de París (Coll. Fallou) he visto varios ejempla- res del H. tropicus de Sierra Leona y del Gabón , y creo que merece mencionarse la diferente coloración de la coria, según que procedan de una ú otra localidad. En los de Sierra Leona es de un color pajizo, lo mismo que el lóbulo posterior del pronoto, mientras que en los del Gabón es rojiza más ó menos intensa. Breddinia lobata sp. nov. Corpus elong-atum, flavescens. Antennarum articulo primo annulis duobus pallidis ¡ornato. Capite, articulo primo rostri linea inedia prostethii, macula laterali lobi antici pronoti, spina laterali, margine, fascia arcuata disci lobi postici macu- lisque prope coxis posticis, nigris. Ventris carina subtili me- dia et lateralis fulvis; angulis basalibus segmentorum 4, 5 et 6 nigris. Conexivum segmentorum 5 et 6 distincte triangu- lariter dilatatum. Hemelytra abdomine paullo breviora. Corpus subtus et pedes parce villosi. Long. 20 inm. 9- Kamerun. (Mus. Madrid.) Parecida á la especie Mspñiosa de Carlini. (Ann. Museo Civ. Stor. Nat. Genova (1895), p. 115), descrita de Bardera (Somali). M. Bergroth ha formado con esta especie el género Breddinia, que se colocará, según dicho entomólogo, entre los géneros DE HISTORIA NATURAL. 99 Authenta Berg-. (Archilochus Stál) y Laphijctes Stál. (Ann. Soc. Ent. Belg-ique. Bruxelles, 1903, p. 292.) Breddinia? gracilis sp. nov. Gríseo -flavescens; corpus nonnihil elong-atum, capite (eolio excepto), antennarum articulo primo basiii versus, nigris; parte postoculari anteoculari multo long-iore; capite pone ba- sin antennarum spina long-a acuta , armato. Bostri articulo primo secundo long-itudine subsequalibus. Pronoto g-ranuloso. Femoribus posticis apicem abdominis haud atting-entibus. Hemelytra abdomine paullo breviora. Corpore subtus pal- lidiore. Long". 15 mm.; lat. max. abdom. 2V2 nirn. ,v. Kamerun. (Mus. Madrid.) Esta especie ofrece también caracteres comunes de Enclochus y Nagiisla, pero creo que debe incluirse en el g-énero Breddi- nia Berg-., entre otras razones, por no presentar vestig-ios de tubérculos en el disco del lóbulo posterior del pronoto, por tener los élitros de menor long-itud que el abdomen y por presentar además un pequeño tubérculo en el mesosternón en contacto con la marg-en posterior del prosternen . La diferencia más importante entre esta especie y las ante- riormente descritas, prescindiendo de la coloración, es el mayor desarrollo de las espinas posantenales y su menor tamaño. Munia g"en. nov. Corpus oblong-um. Capite supra et lobo antico pronoti tuber- culis minutis instructis; capite pone antennas spina armato. Rostri articulo primo secundo distincte breviore. Antennarum articulo primo secundo long-iore, long-itudine capite subsequa- le. Pronoto lobo antico medio long-itrorsum impresso; lobo postico rug-oso-punctato, ang-ulis lateralibus spinula parva armatis; ang-ulis posterioribus paullo prominentibus. Mesos- terno utrinque tuberculato. Abdomine medio dilatato, rhomM- formi, spinula utrinque armato. Femoribus anticis valde incrassatis, nodosis, supra tuberculatis et prope apicem spina única, subtus serie duplici spinularum armatis; femoribus posticis nodosis. Tibiis anticis curvatis, subtus ante médium spinis duabus longis, instructis. Tibiis posticis inermibus. He- melytris abdomine subfequilong-is. 100 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Este g-énero debe colocarse entre Irantha Stal y Sinea Amyot et Serville. Munia Sclioutedeni sp. nov. Fusco-testacea. Anteniiarum articulo primo versus apicem nec non secundo fuscis; parte postoculari anteoculari longúore. Abdomine utrinque (in femina saltem) ang-ulato-ampliato, he- melytris latiore supra fusco. Conexivo maculis fulvo-flavescen- tibus ornato. Femorum anticorum parte laterale et serie exter- nas pinuUarum, nig-ris. Tibiis anticis infuscatis, posticis flavis. Long". 10 V2; lat. max. abdom. 4 mm. Muni, Kamerun. (Mus. Madrid.) Dedico esta especie al entomólog-o belga M. Schouteden. El torno del Tajo en Toledo (i) POR D. JOSÉ MACPHERSON. Es bien sabido que el empinado monte de g-neis y granito que sustenta la famosa ciudad de Toledo se halla ceñido por el Tajo, el cual describe al pie de ella un arco ó herradura que la circunda, excepto por el Norte. En los extremos de esta he- rradura están los mag-níficos puentes de Alcántara y San Mar- tín. Encajonan en tal trayecto al río escarpes verticales de g-rande elevación, y le obstruyen enormes bloques de roca desprendidos de aquellos muros. La corriente lame después el pie de la torre de la Cava, y sig-ue al W. en terreno blando por la base de una loma de rocas en que se asientan los pintores- cos cíg-arrales, hasta recibir por la orilla derecha las ag-uas del Guadarrama. El g-neis de Toledo es en un todo semejante al de la vecina cordillera Carpetana, y como él se halla orientado de E. á W. , y atravesado por g-randes afloramientos de g-ranito. Al N. de dichas masas g-raníticas y g-neísicas muere el manto terciario y diluvial de Castilla la Nueva, mientras que al Me- (1) Fragmento de una carta inédita. fN. de la Com. depubl.J. DE HISTORIA NATURAL. 101 diodía sale á luz el silúrico, constituido por filadlos y cuarcitas arrumbados de WNW. á ESE. La localidad es muy interesante g-eológ-ica y petrog-ráfica- mente considerada; pero me voy á concretar al asunto de la sing-ularísima curva que. como queda dicho, describe el T.^jo en las inmediaciones de Toledo, la cual llamó mi atención desde la primera vez que fui por allí de excursión, y en la que he vuelto á pensar hoy que teng-o mayores orientaciones sobre las vicisitudes orog-énicas de la Península. Llega el río á la histórica ciudad por ancho y dilatado valle, caminando con relativa mansedumbre. El terreno terciario en ésta, como en el resto de su trayecto por la meseta, está cons- tituido por rocas de fácil erosión, por lo cual lóg-icamente de- biera continuar entre ellas su camino; pues bien, lejos de hacerlo así, cambia en Toledo de curso rápidamente, y á tra- vés de los materiales cristalinos más duros se entromete por el ag-rio, profundo y escabroso valle que ciñe la ciudad, para regresar al valle terciario y continuar su marcha como antes de describir tan singular torno. Varias circunstancias sorprenden desde luego al observador un poco atento en este anómalo accidente tísiográfico: el cam- bio de dirección del curso del río, completamente injustifica- do, la preferencia de las rocas duras á las blandas para abrirse su paso, y el que haya podido frag'uarse un canal tan extraor- dinario en aquel sitio, nada propicio para ello, cuando no lo ha hecho en ninguno de los otros que recorre entre rocas blandas y fácilmente erosionables. A mi juicio todas estas particularidades solo se explican de una manera : considerando el trayecto del torno en Toledo como el resto de un antiguo cauce en época en que las condi- ciones topográficas del país eran muy diversas de las actuales. Más tarde quedó rellena la vieja excavación de depósitos ter- ciarios, y protegida así de la descomposición que la hubiera ido borrando. Al producirse las condiciones del relieve actual, el Tajo no ha tenido que hacer, por consiguiente, para apro- vechar semejante cauce, más que limpiarle de los sedimentos blandos que le llenaban, y de esta suerte utilizar un trabajo previo que él sería hoy impotente para llevar á cabo. 102 boletín de la. real sociedad española Noticia sobre una cuña neolítica de jadeita procedente de la estación prehistórica de Argecilla (Guadalajara) POR DON CELSO ARÉVALO En una de mis excursiones alcarreñas he tenido la suerte de adquirir una cuña pulimentada que fué hallada en Arg"e- cilla, pueblo de la provincia de Guadalajara y partido de Bri- hueg-a, localidad ya citada por Vilanova y de la que mencionó interesantes descubrimientos. El ejemplar prehistórico á que me refiero es de una forma ovoidea aplastada, convexa por las dos caras, bastante afilada por su extremo ancho y truncada por el opuesto; la observa- ción de éste. demuestra que ha sido g-olpeada y define su uso, que indudablemente no era el de un hacha, dada su forma poco á propósito para ser retenida con fuerza, sino el de una verdadera cuña que era apoyada por el extremo afilado en el objeto destinado á hendirse y golpeada por el opuesto. Pre- senta cerca del extremo g-olpeado un orificio acodado de reg-u- lar calibre que perfora la cuña, incompletamente acabado en su centro y sin duda alg-una hecho perforando por las dos caras. Este orificio, indudablemente de fabricación más mo- derna que la cuña, demuestra que ha servido de amuleto des- pués de su fabricación. Su conservación es muy perfecta, estando pulimentada hasta el punto de que su superficie es casi especular. Presenta un color verdoso alg-o azulado, con escamitas débilmente blanquecinas y vetas irreg-ulares alg-o más azuladas. En g-eneral su color corresponde al 16, p de la escala cromática internacional de Radde (1). Es trasluciente en su borde afilado y raya al vidrio. Su long-itud es de 0,116 m. Los caracteres asig-nados hacen comprender que se trata de uno.de los que se llamaban antig-uamente instrumentos de (1) Otto Radde, del Establecimiento estenográfico de Hamburgo, publicó en 18" una escala internacional cromática con 42 gamas y cerca de 900 tonos de color, que es hoy dia muy usada en Alemania para dar una idea precisa del color de los mine- rales. La que posee nuestro distinguido consocio el Sr. Breñosa, de Segovia, es lasque me ha servido para fijar el color del instrumento de que se trata. DE HISTORIA NATURAL. 103 jade; pero bajo este nombre se incluían minerales tan dife- rentes como los que á continuación presentamos: Dureza. Densidad. Nefrita 6,5—6 2,90 — 3,00 Jadeita 6,6 — 7 3,30 — 3,60 Cloromelanita 6 — 7 3,40 — 3,66 Fibrolita 6 —7 3,17 — 3,24 Jade oceánico 5,5 — 6,6 6,6 — 6,5 A. éstos pudieran ag-reg-arse otros minerales más raros, como la saíisurita, y los incluidos bajo el nombre de falsas nefrüas. Para saber á cuál de dichas especies corresponde el objeto que describimos no hemos podido acudir á los caracteres quí- micos y microscópicos, que serían los decisivos, sino á aque- llos que pueden utilizarse sin destrozar el ejemplar, como son la dureza y la densidad. Estos dos caracteres han venido á co- rroborar nuestra sospecha de que se trataba de un instumento de jadeita. Hallada la dureza con la escala de Mohs, resultó ig-ual á 9. La determinación de la densidad, tratándose de objetos de g-ran tamaño como el presente, que pesa cerca de 200 g-ramos. se dificulta algo y hace inaplicables muchos procedimientos; aun así hemos empleado tres, y operando con toda escrupulo- sidad, hemos obtenido los sig'uientes resultados: Por la balanza hidrostática 3,333 Por el método de Boudreaux 3,338 Por medios volumétricos 3,332 Densidad media 3,334 Tanto la dureza como las densidades obtenidas responden perfectamente á las de la jadeita. También creo pueden referirse á jadeita dos hachas exis- tentes en las colecciones de la Academia de Artillería, que me fueron g-alantemente cedidas para que las estudiase. Su gran tamaño me ha impedido hallar su densidad con una aproxi- mación que alcanzara á la seg-unda y tercera cifra decimal, pero su dureza y sus caracteres exteriores parecen confir- marlo. Su localidad se ignora. Los instrumentos de jadeita son muy raros en España. El 104 boletín de la real sociedad ESrAÑOLA Sr. Quirog-a (1) cita solamente tres, de los que halló la densi- dad, encontrando los valores 3,32, 3,36, 3,30. El Sr. Calderón me comunica que en el Museo Arqueológ-ico de Gerona, y pro- cedente de la misma provincia, existe otro que parece de la misma substancia. La jadeita solo se encuentra en puntos muy determinados. Su localidad clásica es el centro de Asia, y seg-ún datos chinos recog'idos por Damour y citados por Fischer (2), se halla es- pecialmente en el monte Yu-Sín (montaña de Jade), provincia de Tsche-Kiang , aunque también alg-unos creen hay jadeita en Méjico, fundándose en el hecho de haber venido en estos últimos años fig-uritas, amuletos y alg'unos instrumentos de dicho país. El hecho de ser tan limitadas las localidades de la jadeita es de g-ran importancia en la prehistoria para cono- cer las emigraciones de los pueblos primitivos, y constituye un arg-umento más en favor de la opinión de que el continente asiático fué la cuna de la especie humana. Sorprende, por otra otra parte, el que aquellos pueblos, no conociendo los metales, utilizaran para sus instrumentos dedicados á la percusión so- lamente aquellas piedras que más se asemejan á ellas por sus propiedades mecánicas, como lo son todas estas especies in- cluidas bajo el nombre genérico de jade. A este propósito cita- ré un hacha de fibrolita que posee el Sr. Breñosa, que tiene la huella de la cabeza del martillo con que la g-olpeó al tratar de partirla, y es que estas piedras, como consecuencia de su tex- tura, fácilmente demostrable por la observación microscópica, poseen una tenacidad solo comparable á la de los metales. Nada de extraño tiene, pues, que el jade de los pueblos neolí- ticos sustituyera al pedernal de los paleolíticos, pues si bien la talla de éste era más fácil, en cambio su fragilidad le hacía menos adecuado á la percusión. La rareza y transcendencia científica que tiene el hallazgo y estudio de los instrumentos prehistóricos de jadeita, y las excitaciones de mi maestro el Sr. Calderón, me han inducido á dar á la Sociedad la presente nota sobre este instrumento que pongo gustoso á la disposición de cuantos de esta clase de estudios se preocupan. (1) «Sobre el Jade y las hachas que llevan este nombre en España.» An, de la Soo. ESP. DE Hi8T. NAT., X, 5 (Memorias), 1881. (2) Nephrit und Jadeit. —Stxxttgart, 1880. DE HISTORIA NATURAL. lOJ Notas sohre los Pirgomórfidos (PyrgomorphidcB) POR DON IGNACIO BOLÍVAR. VIII. Subfam. Desmopterinae. Forman esta tribu los g-éneros Stenoxypkm Blandí, y DeS' Moptera Bol. y el nuevo g-énero Arhiscnla Bol. que constituye una excepción dentro de ella por la absoluta carencia de alas. StenoxypMs Blandí. Comprende dos especies: 1. St. variegatus Blandí. He examinado los tipos que se conservan en el Museo de París y que llevan la etiqueta sig-uiente: «Baie Tritón, Jacqui- not, 1904, Nouvelle Guiñee», circunstancia que me permite rehacer la descripción de esta especie mal conocida hasta ahora. Cinereus, rufo testaceo varieg-atus. Capite pronoto nec non pedibus g-ranulis fascis irreg-ulariter conspersis. Fastigium longitudine oculorum haud longius, antice rotundatum late- ribus sinuatis. Frons valde obliqua, sinuata pallida, medio et ínter antennas fusca. Ocello medio subindistincto, sed utrin- que tubérculo ínstructo. Costa frontalis parum expressa sul- cata ínter antennas compressiuscula, sulco breviter interrup- to, utrinque costa long-itudínali apposita. Antennse marg-inem posticum pronotí Q haud atting'entes, pallidse fusco-varise; artí- culis 10 et 14 extus angulatíra productis. Pronotum ante mé- dium coarctatum, carínis, lateralibus in prozona valde infle - xis, carina medía pone snlcum typícum explicata; marg-ine postico rectang'ulo; lobis deflexis costa obliqua prope marg-i- nem anticum in lobuin triang-ularem pallidum producta, mar- g-ine inferiore antice breviter sinuato, versus marg-inem posti- cum extrorsum reflexo in dentem terminato, pone angu- lum sinuato, margine postico superne sinuato et prope an- T. V.- Febrero, 1905. 8 106 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ^•ulum inferiorem sensira rotundato. Elytra ang-usta, lobo mediastino tantum fusco-testaceo subnitido; ante apicem subcoarctata, ápice antice posticeque rotundato, medio acu- tiuscule producto. Alfe dilute roseae; campo antico ang-usto ápice ang-ulato subinfuscato; marg-ine postico toto suaviter infuscato. Long-. corporis cr" 23; pron. 4,5; elytr. 24; fem. post. 12,5 mili. » » 9 39; » 7,5; » 35; » 28 » Los ejemplares típicos de Blanchard son tres: dos (f y una Q, y se disting-uen, desde lueg-o, del Si. aurantiacus Karsch, por su menor tamaño y por la coloración de las alas que son rosadas, pero obscurecidas hacia el borde y en el extremo del campo anterior, disting'uiéndose claramente que este color obscuro está dispuesto, no de una manera uniforme, sino como formando bandas ó fajas que dejan otras claras entre ellas. Los artejos 10 y 14 de las antenas, ó 7 y 11 si se cuentan como un solo artejo los tres que, confundidos, constituyen el 3.°, son ang-ulosos exteriormente, mientras que en el aurantiacus el borde anterior es redondeado, aunque saliente. El surco de la quilla frontal se prolong-a por delante más que en esta última especie, y me parece interrumpido en un breve espacio entre las antenas, lo que, sin erabarg-o , no puedo aseg-urar sea así por el estado de los ejemplares. Es también característico el lóbulo triang-ular deprimido en que termina la quilla oblicua que atraviesa los lóbulos laterales del pronoto, bien distinto del tubérculo en que acaba dicha quilla en St. aurantiams Karsch. 2. St. aurantiacus Karsch. Pyrgo7norpha auraniiaca Karsch, Entom. Nachr. Berlín, Jahg-. xxii (1896), p. 345. Stenox]/p/ms auraniiacus Brancsik, Soc. Trenczén, vol. 19-20, tab. iii, f. 16, a-c. (Déc, 1897), Friedrich Wilhelms-hafen. Esta especie ha sido descrita independientemente por los dos autores citados que por casualidad han coincido en el nombre específico que le han dado y que alude á la coloración ana- ranjada de las alas posteriores. En mi colección hay ejempla- res de las localidades: Moroca, 1.300 m. Sattelberg", Huon Golf; Erima, Astrolabe bai. DE HISTORIA NATURAL. 107 Desmoptera Bol. Este g'énero, que en la Monografía solo contaba dos espe- cies, encierra hoy un número considerable, y es de suponer existan otras muchas aún no conocidas , tanto en Nueva Gui- nea, que es principalmente la patria de estos insectos, como en las islas próximas y en las Molucas. Las especies que conozco pueden distribuirse de este modo: 1. Área antica alarum nec non elytra ápice praecipue inc/an- g-ulata. Alee rubiginosse vel vinosse. 2. Área antica alarum in angulum acutum terminata. Alse rubig-inosse 1. Novm Guinem Haan. 2. Área antica alarum in ang"ulum obtusum terminata. Alee dilute infumata? campo antico vinoso 2. mohicensis sp. n. 1. Área antica alarum nec non elytra c<'9 ápice rotundata vel obtusissime ang"ulata, haud producta. 3. Alse piceo inflatae. Pronotum rug-osum ... .3. judicata Bol. 3. Alae hyalinse vel indistincte infumatse. Pronotam haud vel levissime rug"0sum. 4. Sulco typico pronoti medio vel ante médium sito; metazona postice in ang-ulo recto vel subacuto terminata, marg-ini- bus plus minusve sinuatis. 5. Elytra femora postica valde superantia (1)^ Capite superne distincte carinato. (). Elytra ang-ustiora. Alse área antica ápice rotundata sinu secundo perfecte explicato 4. clegenerata Brunn. 6. Elytra latiora. Alse área antica oblique rotundato-truncata sinu secundo obtusissimo, subindistincto. 5. Haani Bol. 5. Elytra femora postica parum superantia. Pronotum haud rug-oso-g-ranosum. Capite superne haud carinulato 6. marginata Bol. 4. Sulco typico pronoti pone médium sito marg-ine postico dorsali obtuse ang-ulato. 7. Pronotum carina media in metazona compressiuscula, sinu humerali ang-ulato. Alse subccerulescentes venis viridi- bus 7. prasiiía sp. n. (1) La" parte de) élitro que pasa del ápice del fémur, en este grupo, es tan larga como el mismo fémur, midiendo de 14-15 mili, en la Q mientras que en el segundo no pasa de 10 mili, y es más corta evidentemente que el fémur. 108 boletín de la real sociedad española 7. Pronotum carina media in metazona vix explicata, sinu humerali rotundato. Ala; leviter infumatfe venis fuscis. S. Elytra anj^'ustiora. AIíb apicem versus sensim ang-ustatae área antica ápice ang-uste rotiiiulata 8. Biroi sp. n. POR DON CELESTINO GRAIÑO CAUBET. Monstruos simples ó unitarios. 4.° Gallo doméstico. — De la raza llamada española; muy des- arrollado y calzado. En la parte posterior debajo de la cola, y en el sitio que ocupa ordinariamente el ano, nace una tercera pata tan fuerte y robusta como las otras dos, y como ellas, calzada, pero con las plumas mucho más larg-as, debido á la falta de roce, pues el animal no podía moverla voluntariamente, llevándola como colg-ada á modo de péndulo con movimiento para todos lados. No arrastraba la pata porque el tarso está doblado á la iz- quierda formando un áng'ulo recto; los dedos fuertes y robus- (1) Véase pág. 329 del Boletín de Octubre de 1903. '44 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA. tos; los dos del medio son los únicos que tienen uñas muy ¿grandes, de 2 cm. de larg-o; los otros las tienen rudimentarias. El espolón normal, como los de las otras patas. El ano está desviado hacia la derecha, pero casi encima de la pata anormal, por cuya razón maté al animal para colocarlo en la colección, por lo muy sucio que siempre estaba. Al disecarlo vi que la pata no estaba articulada con el es- queleto, que era completamente normal, circunstancia que explicaba la falta de movimientos voluntarios, terminando el fémur en forma esférica, pero sin articulación de ningún género. 5.° Gaviota plateada.— Rermoso macho de la especie Larus ar(/entatíis; le falta la mitad del tarso derecho. Este ejemplar, cazado en la ría de Aviles, ha sido objeto de bastante discusión entre alg-unos médicos y personas que lo han visto, pues mientras unos afirman que se trata de un sen- cillo caso de amputación producido casi seg'uramente por un tiro, otros suponen, y yo entre ellos, que se trata de un defec- to de nacimiento, fundándose en la existencia y disposición del pulg-ar. Aparece el tarso cortado por algo más arriba de la mitad, 2 cm. próximamente del nacimiento de los dedos, y habría que suponer una casualidad muy grande para que un perdi- gón ó bala le cortase el tarso por completo y le dejase precisa- mente el pulgar, y aun así hay que suponer retracción ex- traordinaria en los tejidos para que el pulgar fuese á ocupar la posición que tiene á unos milímetros por encima del mu- ñón, y en la posición relativa que precisamente ocuparía si hubiera los demás dedos, de los cuales no existen vestigios, 6.° Perro acéfalo.— Feto bien desarrollado; le falta la parte superior de la cabeza, que parece como cortada transversal- mente por encima de los ojos. Faltan los párpados, estando el globo del ojo al descubierto; el labio superior partid^) por su mitad, el cuerpo deforme y giboso, y una parte torcida é incli- nada en arco hacia dentro. Nació muerto. Conservado en alcohol. No hice ninguna observación ana- tómica. 7." Huevo de ffalMua.—DetamsLño corriente, presenta en su parte más estrecha una prolongación de' un parecido exacto al pezón de la mama de un mamífero. DE HISTORIA NATURAL. 145 Contrihución al estudio del género «Margasiis» Stál POR D. ANTONIO G. VÁRELA. Este g'énero está determinado, seg-ún Stál (1), porlossig-uien- tes caracteres: ''. Cr. truncata Per. 3. Tercer seg-mento con una mancha y un punto exterior á ella á cada lado 1. Cr. orbata Lep. — Tercer seg-mento sin tal punto separado de la mancha. . . . 2. Cr. scutellaris Fabr. 4. Escudete con un mechón de pelos blancos en el centro cerca del borde posterior. A cada lado del primer seg-- DE HISTORIA NATURAL. 157 mentó una mancha en la base y otra en el borde poste- rior 3. Cr. afmis Mor. — Escudete sin pelos blancos por encima. Las manchas an- terior y posterior están unidas en el borde lateral. . 5. 5. Segmento anal con dos áng-ulas salientes. Escudete esco- tado ang'ulosamente. 5. Cr. ramosa Lep. — Seg'mento anal con tres pequeños tubérculos. Escudete escotado, con el borde alg-o ondulado, y en su centro una muesca triang-ular bien marcada. 4. Cr. major Mor. 1. Cr. orbata Lep. Dos 9 Ormáizteg-ui! (Guipúzcoa); una 9 Soria (Fernández Navarro!); dos 9 Las Arenas (en Vizcaya) (Schramm!); un ¡v" Cangas de Tineo (Florez!). Long. 10 á 12 mm. Julio y Agosto. No admite Friese esta especie, que considera un sinónimo de Cr. scutellaris Fahr., sin expresar las razones en que se funda. Pérez conserva separadas las dos especies. Los ejemplares que cito se acomodan perfectamente á la descripción de Lepelle- tier (1), siendo en todos bien marcados los puntos del tercer segmento. En el primero las manchas emiten prolongaciones perpendiculares á ellas hacia adelante; pero esas prolongacio- nes, mucho menores que las manchas, no vuelven hacia el centro del segmento. 2. Cr. scutellaris Fabr. Un ^. Madrid. (Mus. Madrid). Long. 11 mm. No conozco ning-ún ejemplar que se acomode á la descrip- ción que de esta especie hace Friese, pues el ^ que cito, deter- minado por él mismo, tiene el primer segmento con manchas laterales tan extendidas hacia delante y entrantes como ocu- rre en las Cr. major ó ramosa, de manera que lo indico única- mente por la autoridad de quien lo clasificó, pues como no co- nozco otros tipos ni ejemplares, no puedo afirmar que no sea scutellaris, aunque sí que no conviene con los caracteres. (,1; Hist. natiirelle des insecles hyménoptéres. París , 1811, tomo i, p. 452. 159 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 3. Cr. affinis Mor. Una Q y un ^T- Vilatorta (en Barcelona) (Colección BofiU.) Bonita especie, de la que no he encontrado más representan- tes. Se disting-ue bien por el pequeño pincel blanco en el escu- dete y por las manchas laterales del primer seg-mento, que se dividen en una anterior y otra posterior. El seg^mento anal del cf está escotado en áng'ulo muy ag-udo. Otros varios carac- teres menos importantes concuerdan ig-ualmente con la minu- ciosa descripción, que copia Friese. 4. Cr. major Mor. Abundante en España. Madrid!; Cercedilla! (en Madrid); Escorial! (en Madrid); Montarco! (en Madrid); Cataluña (Antig-a y Bofill!); Cartag-ena (J. Cáceres!); Las Arenas (en Vizcaya) (Schramm!); Sierra de Albarracín!; Valencia (Boscá!); Olmedo (en Valladolid) (Gutiérrez Martín!); Bilbao (Seebold!). Long-. 11 á 17 mm. Junio á Octubre. La forma del escudete, con su pequeña escotadura profunda y triang'ular en el centro de la gran escotadura general que termina á los lados en ángulos bastante salientes, es lo que más distingue esta especie. Los cí se diferencian bien de los de Cr. rmnosa por terminar el segmento anal en tres pequeños tubérculos que, aunque suelen ser mayores los laterales, no dejan lugar á confusión con el segmento anal bien escotado de la Cr. ramosa. No hay tanta seguridad en las 9, pues la forma del borde posterior del escudete es algo variable, según los ejemplares, y la placa anal punteada solo en la base y con una quilla hacia el vértice, no siempre se observa bien en los ejemplares antiguos. 5. Cr. ramosa Lep. Abundante. Madrid!; Chinchón! (en Madrid); Escorial! (en Madrid); Ambel! (en Zaragoza); Ciudad Rodrigo (en Salaman- ca (Sanz!); Cartagena (Sánchez Gómez!); Valimón! (en Valla- dolid); Sierra de Albarracín!; Alicante (García Mercet!); Cata- luña (Antiga y BofiU!). Long. 8 á 12 mm. Junio á Septiembre. El escudete en esta especie tiene una escotadura grande angulosa, sin que en el centro de ella se observe la muesca ó pequeña escotadura triangular característica de la Cr. ma- DE HISTORIA NATURAL. 15^ jor. El seg-mento anal del ^ está escotado bien marcadamente sin huella de tubérculo central. La placa anal de la v no tiene quilla marcada y está toda por ig'ual punteada. Al tratar de la Cr. major ya dijimos que las 2 de ambas especies pueden ser difíciles de disting-uir. 6. Cr. truiicata Per. Citada de España por Friese, quien cree que es solamente una variedad de Cr. major por haber visto transición entre am- bas formas. No he estudiado ning-ún ejemplar que correspon- da, sin duda, á la truncata. Alg-unos que envié en consulta al autor, fueron determinados como major. Otro de Cataluña (Bo- fillj pudiera ser truncata. Un c^' de la colección García Mercet, que envié en consulta á Mr. J. Pérez, de Burdeos, fué clasificado como Crocisa Ms- 'paiúca Pérez, especie inédita que fundó su autor sobre otro ejemplar de Cataluña. Con g-ran amabilidad me invitó nuestro ilustre consocio á hacer la descripción, cediendo su derecho de prioridad. Sin embarg-o, tratándose de un g-énero en que las es- pecies son muy próximas, y no habiendo yo visto más que un ejemplar, no creo oportuno describirle, esperando que pueda hacerse con seg-uridad cuando se recojan más individuos. Gen. Epeolus Latr. Alas anteriores con la celdilla radial elíptica y su extremo separado del borde del ala; tres celdillas cubitales: la primera gTaude, la seg^unda casi triangular, la tercera tan ancha arri- ba como abajo, mucho menor que la primera, tan g'rande como la seg-unda. Labro casi cuadrado ó alg'o más corto que ancho, con dos pequeños tubérculos en el centro ó hacia la parte an- terior. Escudete dentado á ambos lados. 2- Antenas de doce artejos; seis seg-mentos dorsales, de los cuales el sexto es triang-ular; cinco seg-mentos ventrales, el quinto g'rande, ocultando el sexto, del que se perciben á veces unos pequeños apéndices que en alg-unas especies están digi- tados. c/". Antenas de trece artejos; siete seg-mentos abdominales, 160 boletín de la. real sociedad española el séptimo pequeño, redondeado; los segmentos cuarto y quinto ventrales con una fila de pestañas en el borde. Insectos de pequeño tamaño, sin el aspecto general de ápi- dos, por lo cual es frecuente que no estén entre ellos en las colecciones poco estudiadas. Poco pelosos, de color neg"ro ó manchados de rojo, especialmente las patas; los seg-mentos ab- dominales adornados con manchas laterales de tomento blanco ó amarillento muy aplastado. A primera vista solo pudieran confundirse con alg-unos Ammohates ó Pasites, o con ejempla- res muy pequeños de Crocisa, pero los caracteres señalados los diferencian en seg-uida. Han sido señalados como parásitos de especies de los g-éne- ros Colletes, Osmia y Megilla. Se cazan en el verano, habiéndose hallado en E.spaña desde Junio á Ag'osto. Sesenta y ocho especies fig-uran en el Catálog'o de Dalla Torre, la mayor parte de América, unas quince paleárticas, y de ellas cinco halladas hasta ahora en España, pero seg-ura- mente serán más por haber sido muy poco cazadas y encon- trarse otras varias en Francia, Italia y Arg-elia, las cuales in- cluiremos también en los cuadros sig-uientes. 1. Cuerpo y patas casi enteramente neg-ros 2. — Cuerpo y patas manchados de rojo 4. 2. Labro con borde bidentado E. Irisiis Sm. — Labro con borde redondeado 3. 3. Primer seg-mento abdominal con una banda junto al borde. E. yrmístus Per. — Primer seg-mento con dos bandas 1 . E . fallax ^lov . 4. Labro bidentado, con los tubérculos en el centro 5. Labro redondeado, con los tubérculos más abajo del cen- tro 6. 5. Base de las antenas y pecho rojos. • 4. E. JwUiani Per. — Antenas y pecho neg-ros ^. E. ¡woductus Thoms. 6. Primer seg-mento con una sola banda. . . E. irraiístus Per. — Primer seg-mento con dos bandas 7. 7. Ferrug-inoso con las manchas tomentosas amarillo-dora- das o. E. áureo testUiis Dours. DE HISTORIA NATURAL. 161 — Negro más ó menos manchado de rojo, pero siempre con la cabeza y el meso- y metatórax negros. 2. E. xariegatus L. d' 1. Sin pestañas ventrales E. tarsalis Mor. — Seg-mentos cuarto y quinto ventrales con pestañas 2. 2. Pestañas rectas 4:. E. JuUiani Per. — Pestañas encorvadas hacia atrás y arriba 3. 3. Labro bidentado en el borde 4. — Labro de borde redondeado 5. 4. NegTO por completo, excepto el tomento. . . E. tristis Sm.' — Patas rojas 3. ^. xtrodnctus Thoms. 5. Patas obscuras. Pestañas larg-as, estrechas y apenas en- gruesadas en el ápice 1. E. fallax Mor. — Patas rojizas. Pestañas cortas, eng-ruesadas en su extremo. 2. E. variegatiis L. L E. fallax Mor. Dos Q y un qA Madrid (García Mercet!). (En Junio.) Pertenece esta especie al g-rupo de las obscuras, pues es de color neg-ro, salvo, si acaso, la extremidad de los tarsos. De las restantes de España se distingue por tal carácter, pues las otras tienen patas rojizas. El c", además, no tiene las pestañas ventrales engruesadas en su extremo. Próximo á esta especie es el E. tristis Sm., de Alemania y Austria, cuyo labro es bidentado en el borde. También el E. tarsalis Mor. es del grupo de especies obscuras , pero el rf, único conocido, no tiene pestañas ventrales. 2. E. variegatus L.— Sinonimia. E. rufi'pes Thoms. El más abundante en España. Madrid!; Escorial!; Los Moli- nos (García Mercet!); Ormáiztegui! (en Guipúzcoa); Bilbao (Seeboldl). De Junio á Agosto. Long. 6 á 9 mm. Además ha sido citado de otros puntos de España. Es de coloración muy variable. Las patas son siempre más ó menos rojizas, pero el cuerpo es, ya negro por completo en los (/, ó con solo el escudete rojo en las 9, ya rojo ó ferrugino- so todo él, exceptuando tan solamente la parte superior de la cabeza, el mesotórax y metatórax. Entre estos dos límites exis- 1C2 boletín de la KlwVL SOCIEDAD ESPAÑOLA ten todas las transiciones intermedias, y claro está que en nin- g-ún caso nos referimos al tomento planchado blanco ó amari- llento que forma dibujos y manchas en la cabeza, tórax y abdomen. Se confunde fácilmente con el E. prodnciíis Thomíi., pues el único carácter científico ó esencial que los separa es el labro bidentado en el borde y con los tubérculos situados en el medio en el prodnctns, mientras que el varief/aius tiene el labro redondeado en el extremo y con los tubérculos más abajo del centro. Como se comprende, siendo muy pequeño el labro y difícil de observar en los ejemplares ya antig-uos, resulta bastante problemática la determinación en algunos casos. Bien es verdad que el producios suele ser más obscuro y la válvula anal del ¡f es más ancha y neg-ra que en el variegatus, por lo cual con alg-o de práctica y con tipos de comparación se re- suelve bien la dificultad. Pero debemos señalar la posibilidad de confundir ambas especies, si bien por su mayor abundan- cia se trata casi siempre del E. variegatus. 3. E. productus Thoms. Una Q. Calatayud! (en Zaragoza); una Q. Chamartín (en Ma- drid) (P. Navas!); un rf Sierra de Guadarrama (Lauífer!); un ¡^ Los Molinos (en Madrid) (García Mercet!). Long". 8 á 10 mm. Agosto. Muy fácil de confundir con alg-unas formas del E. variega- tus; no he de repetir lo que en aquél he indicado, y á lo que me remito, respecto á sus caracteres diferenciales. 4. E. Julliani Pérez. Un (/. Madrid (García Mercet!). En Julio. Long-. 8 mm. Difiere esta especie de las demás por las pestañas rectas, no encorvadas, de los seg-mentos ventrales del c^, las cuales son amarillas por completo y no obscurecidas en el extremo, como ocurre en el E. iniermediiis Per., otra especie próxima encon- trada en Marsella y Montpellier. El ejemplar único que conozco ha sido determinado por el autor de la especie, el ilustre entomólogo de Burdeos. 5. E. áureo vestitus Dours. Una Q. Madrid (García Mercet!). En Julio. DE HISTORIA NATURAL. 163 Long". 8 mm. También este ejemplar ha sido visto por Mr. Pérez, quien cree se le debe referir á diclia especie, que no había vuelto á ser citada desde que su autor la describió. (Rev. Mag. zool. I), procedente de Arg-el. Friese la incluye en su obra, sin hacerlo en los cuadros dicotómicos. Realmente conviene la descripción orig-inal con el ejemplar en cuestión. Falta saber si, dada la gran variabilidad del E. variegattis, podría ser solamente una forma extrema por su coloración clara. Esta Q tiene neg-ra la reg-ión occipital, una banda longitudinal en el centro del me- sonoto, la cual es más ancha por detrás que por delante y la porción central del metatórax. En la descripción de Dours so- lamente son negros «les deux tiers supérieurs de la face et le bout des mandibules». Si se admite el áureo vesiilus, allí debie- ra incluirse la Q de la colección Mercet. En caso contrario cons- tituiría una forma extrema y muy curiosa del E. variegatus L. En un interesante trabajo de J. D. Alfken (1), que su autor, el disting-uido entomólog-o de Bremeii, acaba de tener la bon- dad de remitirme, se hacen minuciosas consideraciones sobre el E. variegatus L., el E. notatus Christ ( =productus Thoms.) y el E. cnidger Panz {^-rufipes Thoms.), que Friese considera sinónimo del variegatus, lo cual cree infundado Alfken. En detallados cuadros de determinación separa su autor las tres especies, pero los caracteres que señala están, á veces, en des- acuerdo con Friese. No teng-o autoridad bastante, ni datos suficientes para decidir cuál teng'a más razón, y ante la nece- sidad de adoptar una de las dos opiniones, sigo la marcha de Friese, fundándome en ser obra más g-eneral, pero con la in- tención de estudiar detenidamente este g-énero , procurando fijar las especies de ápidos de que es parásita cada una de las de Epeolus, aspecto importante del problema en el cual se apoya también Alfken para sus aserciones. (l) Ueier einige Bienen-Arten Thcmson's. (Abh. Nat. Ver. Brem.; Bd. xviii. H. 1.) 164 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA La breunerita del barranco de la Murria (Huesca) POR D. RAMÓN LLORD Y GAMBOA. (Con un plano. Lámina ii). En el mes de Mayo de 1888 descubrió M. Gourdon el 3'aci- iniento de un mineral, nuevo al parecer, escribiendo con tal motivo la nota siguiente, que copio del tomo xv del «Boletín de la Comisión del Mapa g-eológ-ico de España», y del año citado. Completamos la mencionada nota con el plano de aquella región, hecho por mi distinguido amigo D. Francisco Ma- gallón, cuyo importante trabajo es el más completo de cuanto hasta hoy se ha publicado, hallándose casi en blanco en los mapas, cartas, etc., conocidos, toda la comarca tan cuidadosa- mente recorrida y estudiada por el citado Sr. Magallón. Dice así la nota de referencia: «Si del pico de Turbón (1), en la provincia de Huesca, se marcha con rumbo N. hacia el puerto de la Murria por la loma de San Adrián, se baja desde luego por un sendero practicado en las calizas cretáceas grises, cubiertas en parte de bosque, cerca del barranco por donde de SE. á NO. corre el río de la Murria ó de Gabás, se observa, un poco antes de llegar á éste, que á las calizas dichas sustituye un yeso rojo, violado ó gris, los cuales colores ya pasan uno á otro, ya destacan aislados. Este yeso forma las dos márgenes del barranco citado, tanto aguas arriba como aguas abajo del vado á que conduce el sen- dero seguido, y como se extiende por levante hasta cerca de Alins, es muy fácil que ocupe todo el territorio intermedio y posible asimismo que se halle en alg'una distancia en dirección al pueblo de Gabás; pero no tuve tiempo de comprobar si se realizan ó no e.stas sospechas. Pues bien; precisamente junto al vado diclio, que es preciso pasar para subir á San Feliú (situado en suelo cahzo á las in- mediaciones de un mogote ofítico), llamaron mi atención en el yeso ciertas venas ó filoncillos que contenían una curiosa (1) Este pico es un vértice geodésico importante. DE HISTORIA NATURAL. 165 substancia en cristales, laminares unos y prismáticos otros, de la cual recogí varios ejemplares. Remití uno de los mejores, con cristales laminares, á M. Des- Cloizeaux para la colección del Museo de París, y el eminente profesor, después de estudiarlo, me escribió, con fecha 7 de Ag-osto último, lo siguiente: «El ejemplar que me remitisteis á fines de la primavera me pareció, al primer golpe de vista, de una dolomía negruzca, idéntica á la que se halla en el yeso de Teruel; pero observan- do algunas diferencias en la manera de actuar los ácidos sobre su masa, pensé que debía examinarse con más atención, y en- comendé su análisis á M. Jannetaz. La materia de que se trata no da en frío efervescencia con los ácidos. Sus cruceros forman un ángulo apenas diferente del de la giobertita; pero como es difícil obtener esos cruceros perfectamente unidos, la medida de su ángulo es también muy difícil. La composición de esta substancia es muy semejante á la de la pistomesita de Breithaupt, que es uno de los carbonatos de la fórmula: Mg O, COa+Fe O, CO.2. Su análisis ha dado á M. Jan- netaz: Carbonato de hierro 50,77 — de magnesia 36,91 Yeso en mezcla 11,4 Suma 99,08 Descartando el yeso mezclado, que, por otra parte, es casi imposible separar completamente de los cristales negruzcos, resultan números casi idénticos á los que exige la fórmula: Fe O, COj 57,90 MgO, COj 42,10 100,00 Como la pistomesita puede decirse que no se conoce más que en Salzbourg, y la del barranco de la Murria se halla perfecta- mente cristalizada y ofrece una composición bien definida, se- ría interesante darla á conocer y repartirla en las colecciones.» Tal es la nota de M. Gourdon, perfectamente lógica como se ve. Conocedor de ella y teniendo el mineral á la vista, decidí T. V.— Marzo, 1905. 12 .» 166 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA comprobar la composición centesimal de este curioso cuerpo, para saber en definitiva si se trataba de la verdadera pisiome- sila ó de otra mezcla isomorfa de los mismos carbonatos, pro- cediendo de la siguiente manera: Separados y bien limpios los cristales del mineral de la corta porción de yeso que les acompaña, se reunieron y pulveriza- ron los más homog"éneos, y de este polvo se tomó cierta por- ción para los primeros ensayos cualitativos reseñados á conti- tinuación: 1.° El mineral pulverizado no da efervescencia con los áci- dos á la temperatura ordinaria. 2.° Vertiendo ácido clorhídrico, que es el ácido preferible en este caso, y calentando g-radualmente, hasta casi ebullición, el mineral se disuelve muy lentamente con efervescencia de ácido carbónico, cesando la efervescencia en cuanto el líquido se enfría y acentuándose este fenómeno al final de la disolu- ción. Esta va tomando poco á poco un color amarillento, de- jando en el fondo del tubo un lig-erísimo residuo insoluble ape- nas visible . 3.° Tratada una pequeña porción de disolución clorhídrica del mineral, reciente y rápidamente obtenida, por el ferricia- nuro potásico, se obtiene un g-ran precipitado aziU de Turn- hUl, demostrativo del estado ferroso del hierro en el líquido ensayado. 4.° También da la disolución clorhídrica azul de Prusia^ aunque en corta cantidad, con el ferrocianuro potásico, y colo- ración roja con el sulfocianato potásico, lo cual prueba que algo del hierro existente ha ido oxidándose al máximum en el trans- curso del tiempo y en contacto del oxíg-eno húmedo de la at- mósfera. 5.° Filtrada la disolución clorhídrica del mineral y neutra- lizada en lig-ero exceso por el amoníaco, se precipitó todo el hierro. Se calentó y dejó reposar; se filtró, se añadió á lo filtra- do un poco de cloruro amónico y se vertió fosfato disódico, ob- teniéndose un g-ran precipitado , característico de la magnesia. 6.° El líquido filtrado de las separaciones anteriores, después de concentrado y acidificado por clorhídrico, se examinó al espectroscopio, no observándose (aparte el sodio del reactivo) más que lig-erísimos indicios de calcio, cuyo metal fué buscado inútilmente en anteriores ensayos. DE HISTORIA NATURAL. 167 7.° El polvo del mineral, que ofrece color gris (siendo los cristales pardo-neg-ros), es infusible al soplete y sobre el car- bón, haciéndose más obscuro y alg-o mag-nético. 8." El hierro del mineral, precipitado por el amoníaco , y ensayado en la cuchara de platino con el carbonato sódico y nitrato sódico, dio muy visible la reacción característica del manganeso. Para comprobar la existencia de este metal se disolvió me- dio g-ramo del polvo del mineral en el clorhídrico; se hizo la separación del hierro y manganeso por medio del acetato amó- nico y en el líquido filtrado, conteniendo los cloruros mag-né- sico y manganeso, se precipitó todo el mang-aneso en estado de bióxido por medio del agua de bromo, obteniéndose un corto precipitado neg-ro, pulverulento, que dividido en partes pequeñísimas permitió, no obstante, realizar todas las reaccio- nes características de aquel metal. El polvo del mineral no da la reacción del mang-aneso en la cuchara de platino. Dados los caracteres anteriores, procedí á la dosificación de los dos metales, hierro y magnesio, mas el residuo pequeñísi- mo insokible ya mencionado. Se pesaron para esto 200 miligTamos del polvo desecado del mineral, procediendo en la marcha analítica cuantitativa de un modo sensiblemente ig'ual al seguido en la cualitativa, aunque con todo el rig-or operatorio y exactitud posibles en este género de trabajos, hasta el punto de obtener en los dos análisis paralelos efectuados una diferencia de 0,0006 diezmi- lig-ramos, máximo límite del error operatorio obtenido. El re- sultado numérico fué el siguiente: Carbonato magnésico 85,6036 ) T , £ , , „„„^ / Media de los dos análisis, ídem ferroso 11,9625 \ ídem manganoso > Materia extraña (yeso, etc.). 1,5000) , TDx T 1 T 1 /^oo« ídem dft ídem. Pérdida media 1,0339 ) Total 100,0000 Dada esta composición, resulta evidente que los cristales romboédricos del cuerpo estudiado representan una mezcla iso- morfa de los carbonates magnésico, ferroso y manganoso, mas 168 boletín de la KKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA la cortísima proporción de calcio solo apreciable al espectros- copio; uno de los muchos términos medios situados por la Na- turaleza entre los extremos marcados por la giolerUta de un lado y la siderosa de otro, extremos rara vez ó nunca efectivos en la realidad, ya que también dejan descubrir en su seno cortas cantidades de otros carbonatos isomorfos. Trabajo complementario muy interesante para el conoci- miento de estas como de otras muchas mezclas isomorfas, será indudablemente el que nos dé á conocer los respectivos valores ang-ulares de la serie romboédrica isomorfa, mejor de- nominada homeomoo'fa, dada la falta de identidad matemática en los valores romboédricos de aquella serie. Entre la g-iober- tita y la siderosa hay muchos intermedios que parece lóg-ico ofrezcan una relación sencilla entre su composición química y sus valores angulares, necesitándose para esto de muchos análisis muy rig-urosos y de medidas cristalog-ráficas lo más exactas posibles; solo así se conseg-uiría quizás el ir estable- ciendo aquella relación. En el caso particular objeto de esta nota, vemos que se trata de una ireunerita y no de la pisiome- siia, como parecía deducirse de la nota de M. Gourdon, siendo en mi concepto la pistomesita un caso particular también del g-rupo g-enérico de las hreuneriias, opinando así M. Groth, Nau- mann y otros varios mineralog-istas, pareciéndome más con- forme esta manera de ver, con lo que á g'randes rasg'os he in- dicado acerca de las mezclas homeomorfas y de la necesidad de ir fijando la relación posible entre las cantidades variables de sus componentes y las variaciones de sus áng'ulos, y por tanto de sus relaciones axiales. Enumeración y distrllDución geográfica de los «Peltigeráceos» en Cataluña POR D. MANUEL LLENAS Y FERNÁNDEZ. Al intentar hacer la enumeración y distribución g-eog-ráfica de las especies de la familia Peltigeráceos que hemos observa- do en Cataluña, no tuvimos en cuenta las citas más ó menos antiguas hechas en esta reg-ión por los distintos botánicos que DE HISTORIA NATURAL. 169 íiccidentalmente se han ocupado de esta rama criptog-ámica: nosotros nos valimos solo de los ejemplares contenidos en nuestro herbario, de las observaciones hechas en nuestras ex- cursiones y de los existentes en las colecciones que de plantas catalanas se han formado, cuya clasificación hemos tenido oca- sión de ver y comprobar. Fam. Peltigeráceos. La familia de los Peltigeráceos es una de las mejor limitadas, y se caracteriza por su talo foliáceo, g-eneralmente bien desen- vuelto, con capa cortical celulosa, perfectamente definida, que -suele faltar en la superficie inferior, surcada de ordinario por venas más ó menos salientes y provistas de ricinas, formadas por fascículos de hifas, apotecios peltiformes, casi siempre marginales, ocho esporos en cada teca }' los parafisos libres y articulados. Comprende los siguientes g-éneros: í Capa g-onidial formada por g-onimios 2 ( Capa g-onidial formada por g'onidios 3 / Apotecios marg'inales que arrancan de la superficie inferior \ del talo Nephrommm Nyl. ) Apotecios marg'inales que arrancan de la superficie su- \ perior PeUigera Hofí'm. i Apotecios marginales Peludea Ach. ( Apotecios excavados en la superficie del talo. Solorina Ach. Gen. Nephromium Nyl. Talo insensible á la potasa N. lavigaíum Ach. €on la potasa toma su médula color purpúreo N. lusitanicum Nyl. 1. N. l^evigatum Ach., PeUigera resnpinata De, Nephroma Icem- gata Ach., Nephroma o'esíqmiaium, var. Immgatiim Schíer. N?iv. 2Mrile Nyl., Lidien pafilis Ach. Talo provisto de numerosos soredios, especialmente en los ■bordes. no boletín de la real sociedad española Var. 2)a2)yraceum Nyl., Peltigera papyracea Hoffm. Talo sin soredios más delgado y menos desenvuelto que el anterior. El tipo es muy común en toda Cataluña en los troncos y ramas de los árboles y en las rocas musg-osas. Cercanías de Barcelona, Gavá, Moneada. Papiol, Esparraguera, San Feliú de Codinas, Gualba, Arbucias, Santa Fé, Viladrau, Celrá, Ca- daqués, Eipoll, Olot, Amer, alrededores de Gerona, Berga,. Alcover, bosques del Monasterio de Poblet, etc., etc. La variedad jíJí'm?!? la hemos visto en los bosques del Monas- terio de Poblet y \k ])ayyrace%im en los alrededores de Santa Fé y en Nuria. En el herbario del Sr. Puiggarí figura esta especie recogida en Vallvidrera (cercanías de Barcelona). 2. N. lusitanicum Nyl., Nephroma hisitaniaim Schser., Nep'hro- ma ¡(Bvigatum, var. liisitanictim Oliv. Aunque menos común que la especie anterior, vive en los mismos lugares. Montseny, Montserrat, San Llorens, Cada- qués, Alcover, Espluga de Francolí, Berga, Ribas, Campro- dón, etc., etc. Creemos esta especie nueva para Cataluña. Gen. Peltigera Hoffm. \ Apotecios horizontales.. P. horizontalis Hoífm, { Apotecios más ó menos ascendentes 2 ^ Talo desprovisto de soredios . ... 3 { Talo con soredios. .'. 7 Talo mate ó poco brillante 4 Talo muy brillante ; P. polydaciyla Hoífm . Superficie inferior del talo con venas conñuentes formando un tomento negro en el centro y pálido en los bordes P. malacea Fr, Con las venas no conñuentes 5 Talo muy desenvuelto 6 . Talo poco desenvuelto P. spuria De. (' Talo de un color obscuro y generalmente con pruína blan- \ quecina P. rufescens Hoffm. Color del talo de ordinario más claro y sin pruína P. canina Hoffm. DE HISTORIA NATURAL. 171 ( Soredios marg-inales P. Ivúibata Del. ( Soredios dispersos P. sjmria De. var. erumpens Tayl. 1. P. malacea Fr., PetUdea malacea Ach. Solo una vez hemos tenido el placer de encontrar esta espe- cie en los bosques del Monasterio de Poblet, sin que haya lle- gado á nosotros la noticia de que alg-uien la haya citado antes en lug-ar alg'uno de Cataluña. Crece sobre la tierra, general- mente entre los musgos. "2. P. canina Hoífm., Lichen caninus L., Peludeo, canina Ach. Yar. leucorrhiza Flk., Peludea leiicorrhiza Flk., Peltigera ca- nina, var. membranácea Ach. Talo delgado flexible con lóbulos redondeados, venas y rici- nas blancas. Form. siihiitens Harm. Talo algo brillante. Yar. ulorrhiza Schser., Peltidea nlorrhiza Flk. Talo grueso y venas obscuras. Yar. tectoTum Del. Talo con los bordes muy cri.spados. A la var. leucorrhiza se la puede considerar como tipo. Tanto esta variedad como las demás son muy comunes en toda Cataluña, habitando los bosques y lugares húmedos de nuestras montañas sobre la tierra^ en la base de los árboles, ■entre los musgos y aun sobre las rocas. Las variedades ?í/onV¿?2;« y tectorum sondas que con mayor profusión se encuentran, habiéndolas en Yallvidrera, Monca- •da, Molins de Rey, Papiol, Olesa, Collbató, Moya, Gualba, Ar- bucias, en el Montseny, Montserrat y San Llorens, en Celrá, ■Cadaqués, RipoU, Ribas, Campe3^as, Olot, en los bosques del Monasterio de Poblet y en otros muchos puntos. La var. lexicorrMza y su form. snhnitens se encuentran con menos frecuencia, habiéndolas recogido en Gualba, Ribas, Vi- ladrau, en los bosques del Monasterio' de Poblet, en los alrede- dores de Gerona, etc. 172 boletín de la IIKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Fig-ura esta especie ea casi todos los herbarios existentes ei* Cataluña. El del Dr. Costa contiene dos ejemplares, uno recog-ido por él en el Valle de Aran y otro por el Sr. Bolos en Olot. En el del Sr. Bolos también existe, de Olot recogido por élí mismo, de Vich por el Sr. Masferrer y de Vallvidrera por el Sr. Puig-g-ari. En el del Dr. Trémols lo hay también de Cadaqués, y en el del Sr. Vayreda de Nuria. 3. P. rufescens Hoffm., Lic/ien rufescens Neck., Peltigera cani- na, var. crísjMia Ach., PeUidea rufescens Ach. Var. inflexa Ach. Talo sin soredios, lóbulos fértiles muy cortos, apotecios pe- queños. El tipo crece en el Montserrat, de donde lo tenemos, habién- dolo también en el Montseny y en las cercanías de Manresa- La var. injlexa hemos tenido ocasión de recogerla en Monis- trol y en Ribas. 4. P. spuria De, Lidien spiírius Ach., Peltigera canina, var. pu- silla Fr., Peltigera pusilla Krlg., Peltigera canina, var. sjm- ria Schser. Var. erumpens Tayl. Talo con los lóbulos redondeados y cubiertos de abundantes- soredios azulados. El tipo no lo hemos visto aún en Cataluña, habiendo encon- trado solamente unos ejemplares de la var. e^'umpens en el Montseny, al lado del camino de Arbucias á Santa Fé. En la tierra. Ignoramos que hasta el presente se haya citado esta especie en Cataluña. 5. P. polydactyla Hoífm., Lidien polydactyliis Neck., PeUidea polydactyla Ach. Crece muy abundante en los alrededores de Barcelona, ha- biéndola también en el Montseny, Montserrat, Olot, Esplug-a de Francolí, en el Cabo de Creus, etc. DE HISTORIA NATURAL. 173 Con frecuencia se la encuentra estéril. Prefiere lug-ares no muy liúinedos. En el herbario del Sr. Bolos existe un ejemplar, recogido por el Sr. Masferrer en San Julia de Vilatorta. 6. P. limbata Del., Peltigera poJydactyla, var. sciUata Fr., Pel- ügera scutata Ach. Muy común en los troncos de los árboles y en las rocas mus- gosas de las montañas de toda Cataluña. Montseny, Montserrat, San Llorens, Ribas, Camprodón, Olot, bosques del Monasterio de Poblet, etc. Tampoco conocemos de esta especie noticia alg-una de que haya sido citada en esta reg-ión. 7. P. horizontalis Hoífm., Lichen horizoiüalis h., Peludea hoH- zontalis Ach. No muy común. La hemos recogido en el Montseny, en el Cabo de Creus y en los bosques del Monasterio de Poblet. En el herbario del Sr. Costa existe un ejemplar recog-ido en el Valle de Aran. Gen. Peltidea Ach. Talo muy poco desenvuelto (cuando más 3 cm.). P. venosa Ach. Talo bien desenvuelto P. aylitosa Ach. 1. P. venosa Ach., Lidien venosus L., Peltigera venosa Hoffm. Muy común sobre la tierra en las reg-iones altas. La hemos recog-ido en el Montseny, Ribas, Nuria, Campro- dón, Berg-a, en los bosques del Monasterio de Poblet, etc. El herbario del Dr. Costa tiene unos ejemplares recog-idos por él mismo en el Valle de Aran, y en el del Sr. Bolos otros hallados en Nuria. 2. P. aphtosa Ach., Lichen aphlosusl^., Peltigera aphtosa Hoífm. Crece muy abundante en el suelo de los bosques musg-osos de casi todos los montes. Montserrat, Moya, Arbucias, Vila- drau, Santa Fé, Celrá, Cadaqués, Ribas, Nuria, Campeyas, Berg-a, Olot, bosques del Monasterio de Poblet, etc. Existe en casi todos los herbarios catalanes. El Dr. Costa la m boletín de la. real sociedad española. recog-ió en el Valle de Aran; el Sr. Texidor, en Cadaqués; el Dr. Trémols, en Montserrat, y el Sr. Bolos, en Darnius. Gen. Solorina Ach. Envés del talo blanquecino, apotecios hundidos. S. saccata Ach. Envés del talo azafranado, apotecios planos ó hinchados S. crocea Ach. 1. S. saccata Ach., Lichen saccatus L., Peltigera saccata De. Vive sobre la tierra y en las g-rietas de las rocas. Crece abundantísima en Montserrat, habiéndola también en Moya, Montseny, San Llorens, Ribas, en los bosques del Mo- nasterio de Poblet, etc. El herbario del Sr. Vayreda contiene esta especie, recog-ida en Nuria. 2. S. crocea Ach., Lichen croceus L., Peltigera crocea Hoffm. No hemos visto esta especie más que en los Pirineos á altu- ras superiores á 2.000 m. Bosque de la Virg-en (Nuria). Los ejemplares que hay en el herbario del Dr. Costa son del Valle de Aran, y el que existe en el del Sr. Vayreda de Nuria. Los herbarios cuyas especies nos han merecido ser citadas en la presente enumeración son los de Costa, Trémols, Texi - dor, Vayreda, Bolos y Puig-g-arí. El del Dr. Costa, que es propiedad hoy de la Real Academia de Ciencias de Barcelona, contiene unos treinta liqúenes muy bien conservados, alg-unos de ellos bastante raros, como la Thamnolia vermicularis Swarz., Solorina crocea Ach., etc., y tanto más importantes cuanto que casi todos ellos fueron reco- lectados en las altas reg'iones de los Pirineos. El del Dr. Texidor fué reg-alado al Ayuntamiento de Manresa, y no ofrece especial interés bajo el punto de vista liquénico, pues contiene solo una Peltidea, una Ramalina y dos Cladonia. El del Dr. Trémols, que continúa aún en poder de su familia, contiene, entre otros extranjeros y del resto de E.spaña, cinco catalanes, el Platysma cuciollatum Hoffm. entre ellos, recog-ido en Nuria y completamente nuevo para la Flora española. DE HISTORIA. NATURAL. 175 El del Sr. Vayreda, también propiedad de su familia, es inte- resantísimo en especies pirenaicas. El Sr. Puig-g-ari bien puede decirse que dedicó todas sus ac- tividades botánicas al estudio de las criptóg*amas, lleg-ando á reunir una colección importantísima de especies catalanas, particularmente de liqúenes y muscíneas que, al partir para el Brasil, repartió entre sus contemporáneos, dejando los liqúe- nes al Sr. Bolos que, con los suyos y los recibidos de D. Jaime Pujol, también de Olot, y los de D. Ramón Masferrer, de Vich, formó un herbario numerosísimo de muy distintas localidades de Cataluña, que conserva su actual poseedor, el laborioso far- macéutico de aquella localidad D. Ramón Bolos. Las obras consultadas en esta enumeración son las si- g-uientes: Amo y Mora (M..)— Flora criiytogámica de Es2)aña y Portugal.— Granada, 1870. Colmeiro (}l.)—EmimeraciÓ7i de las criptógamas de España y Portugal.— Md^^viá, 1867. Lázaro é Ibiza (D. B.)— Compendio de la- Flora española.— Madrid, 1896. Boistel {k..)—Noíivelle Flore des Lichens, 2« partie.— Paris. Brisson (T. V.)— Lichens d% département de la Afame.— Cha- lons-sur-Marne, 1875. Harmand {3.)— Catalogue descriptif des Lichens odservés dans la Lorraine. — Xancy, 1894. Lamy de la Chapelle.— J'á?/;o.«7fo?¿ systématiqne des Lichens de CaiUerets, de Lourdes et de leurs enviroiis.—V-áña, 1884. Olivier {B..)— Exposé systémaíique et description des Lichens de l'Ouest et clu Nord-Oiiest de la France. — Paris, 1897. Y los herbarios anteriormente citados. Nota briológica POR D. ANTONIO CASARES GIL. Tenia pensado hace tiempo presentar á la Sociedad un tra- bajo sobre los musg-os de mi herbario, que no se han citado hasta ahora en España ó que solo se habían encontrado en puntos distantes de los sitios de donde los poseo; pero esto últi- 176 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mo es tarea muy pesada y alg-unas veces imposible por lo vag-o de las indicaciones que se encuentran respecto al habitat de al- g-unas especies ó variedades raras, que necesitan muy especia- les condiciones de medio para su desarrollo. Tampoco es tarea fácil revisar todo lo que en estos últimos años se ha publicado sobre musgos nuevos en España, estando tan esparcido en li- bros, folletos, catálog-os y revistas, y por eso no puedo aseg-u- rar que las especies que menciono sean todas la primera vez que se citan en España, Hecha esta salvedad, no veo inconveniente en presentar la lista de musgos y hepáticas españoles que sigue, tanto más, cuanto que ciertas especies mencionadas en algunos trabajos como creciendo en nuestro suelo, necesitan con- firmación; no la mía, que no tengo autoridad para ello, sino la de los sabios extranjeros que revisan mis observaciones. Hay en nuestro país pocas colecciones de musgos y las biblio- tecas carecen, la mayor parte, de obras de Briolog"ía, así que, salvo naturalmente algunas excepciones, apenas se puede fiar más que de los trabajos que sabios extranjeras como Schimper, Geheeb, Heg-chnaier, etc., llevaron á cabo en España, ó de aque- llos que, como Lóseos, Puiggarí, Lacoizqueta y algunos otros, hacían revisar sus determinaciones por Rabenhorst, Boulay, Geheeb etc., autoridades de indiscutible competencia en la ma- teria; y aun en alguno de los herbarios de estos briológ-os espa- ñoles he visto, al lado de musgos clasificados por Geheeb, otros de la misma ó distinta localidad con el mismo nombre, como si fuesen iguales, y siendo, en realidad, de distinta especie. La mayor parte de las especies que siguen, y que, repito, creo que no habían sido notadas en España, se han citado ya en Portufí-al. •O" Hepáticas. Alicularia minoriV^gí.— Z(?^f¿en Moneada A. Casares Gil, det. F. Stephani Southhj/a iopkacea S^vuce. Esta especie la mencio- né ya en un trabajo que presenté á esta Sociedad sobre las muscíneas de los alrededores de Barcelona; pero no habiéndola visto citada en España (en Portugal sí), debo decir ahora que fué encontrada en el año 1876 casi simultáneamente por Puig- garí en San Miguel del Fay (Barcelona), y por J. Ptodríguez Fe- menías en el barranco de Algendar (Menorca) y clasificada por DE HISTORIA NATURAL. 177 Gottsche, seg-ún ejemplares que fig-iiraii en los herbarios de estos dos botánicos. Gongylanthus ericetorum Nees.—Legit F. Bescansa en las cer- canías de Orense, dat. F. Stephani. Plagiochila spinulosa Diim. — Legit. A. Casares Gil en la ro- bleda de Castro-loureiro (Pontevedra) y en Montserrat (Barce- lona), clet. el mismo. Scapania íequiloba Ditm.— Legit A. Casares Gil en Montserrat (Barcelona) y Castro-loureiro (Pontevedra), det. F. Stephani. Jungermannia Wllsoni Taylor (forma g-ig-antea). — Legit M. Llenas, entre el PMlonotis fontana en el Montseny (Gerona), det. F. Stephani. Jungermannia Muelleri Nees.— Legit y det. A. Casares Gil. En Montserrat (Barcelona.) Jungermannia connivens Dicks.— Legit F. Bescansa en la Pue- bla de San .Julián (Lug'o), det. A. Casares Gil. Jungermannia dentata Ltaddi.— Legit A. Casares Gil en Cas- tro-loureiro (Pontevedra), det. F. Stephani. Calypogeia arguta Montagne. — Legit en Castro-loureiro (Pon- tevedra), A. Casares Gil y F. Bescansa en los alrededores de la Coruña, det. A. Casu-es Gil. Madotheca Tliuja Diim . — Legit en Montserrat (Barcelona) A. Casares Gil, det. F. Stephani. Madotheca platyphylloidea Dum. — Legit A. Casares Gil en la Estrada (Pontevedra) y M. Llenas en el Montseny (Gerona), det. A. Casares Gil. Lejeunia inconspicua De Notar. — Entre la Frullania dilatada en Santa Cruz (Coruña); legit F. Bescansa, det. A. Casares Gil, con frut.! Aneura multifida Dmii. — Legit en el Montseny (Gerona) M. Lle- nas, det. F. Stephani. Metzgeria pubescens Raddi.— Legit M. Llenas, en muy hermo- sos ejemplares, en los montes de Nuria (Gerona), det. A. Casa- res Gil. Anthoceros multilobus Lindh. — Legit en los alrededores de Santiag-o (Coruña) A. Casares Gil, det. F. Stephani. Riccia glauca L.— Legit F. Bescansa en los alrededores de Orense, det. F. Stephani. 17S boletín de la. iu:.\l sociedad española. Musgos frondosos. Physcomitrella patens Schmp. — En las orillas del pantano de Vallvidrera iBarcelona). Legil y det. A. Casares Gil. Dicraniim flagellare Iledw. — A.1 pie de los robles en Castro - loureiro (Pontevedra!. Legit y det. A. Casares Gil. Dicranum spadiceum Zelt. — Le(/íi M. Llenas en los montes de Nuria (Gerona), dei. V. F. Brotlierus. Campylopus atrovirens De Natar {Campyl. ¡ongipüus Schmp.. non Dicr. longipilum C. Müller). — Legit M. Llenas en los montes dé Nuria (Gerona), det. A. Casares Gil." Pottia asperula Mitt. — Legit en Menorca, hacia la Mezquita, J J. Rodríguez Femenías, det. Heg-elraaier. Cito aquí esta es- pecie, que figura en un hermoso herbario de musgos que me regaló nuestro sabio consocio Sr. Rodríguez Femenías, porque no la cita él en su «Catálogo de los musgos de las Baleares», á causa de haberla hallado ■ un mes después de su publi- cación. Pottia viridifolia Mitt —Legit en San Antonio (Menorca) J. J. Rodríguez Femenías, det. Hegelmaier. La cito también por las mismas razones que la anterior. Amphoridium Mongeotli Schmp. — LegitM. Llenas en el Mont- seny (Gerona), det. V. F. Brotlierus. Ulota crispula Brid. — Legit A. Casares Gil en los alrededores de Santiago (Corana), det. V. F. Brotlierus. Ortliotrichuiii speciosum Nees. — Legit M. Llenas en los montes de Nuria (Gerona), det. A. Casares Gil. Orthotrichum iieglectum Schmp.— Legit M. Vicente en Ortigo- sa (Logroño), det. A. Casares Gil. Bryum juliforme Schmp.— Legit F. Bescansa en los alrededo- res de Orense, det. V. F. Brotherus. PMlonotis seriata Mitt. — Legit M Llenas en los montes de Nu- ria (Gerona), det. Y. F. Brotherus. Atricliuiii angustatum Br. et Sch.— Legit A. Casares Gil en Castro -loureiro (Pontevedra) y M. Llenas en el Montseny (Ge- rona), det. A. Casares Gil, Neckera pumila Hedw.—M.xiy abundante sobre los árboles en Castro -loureiro (Pontevedra). La variedad PhiUppeana en DE HISTORIA NATUEAL. IT» los alrededores de Santiag-o (Corana). Legit y det. A. Casa- res Gil. Myiirella julacea Br. et Sck.—hXgnnoQ tílamentos entre la Bao'- tramia CEclevi i?) de Ortig-osa (Log-roño'i, Ugít M. Vicente. Más abundante entre el DisticMum capillaceum de los montes de Nuria (Gerona), legit M. Llenas; det. A. Casares Gil. (T. Husnot cita esta especie en los Pirineos franceses y precisamente entre el DisticMum capiUacemíi). Eurhynchiiim crassinervium Sckmj^.—'En el herbario de mus- g-os de J. M. Lacoizqueta, que yo poseo, hay un bello ejemplar de esta especie encontrado por este botánico en el Valle de Ver- tizarana (Navarra) y clasificado por Geheeb. Noñg-ura, sin em- bargo, este musgo en el «Catálogo de las plantas del Valle de Vertizarana» por haberla encontrado su autor después de pu- blicado. Otros dos ejemplares de esta especie me fueron rega- lados por nuestros consocios Sres. J. J. Rodríguez Femenías y M. Llenas, encontrados en Panticosa (Huesca) y en los montes de Nuria (Gerona). Arabos ejemplares (clasificados por V. F. Brotherus) son de ramos muy delgados, curvos y con hojas im- bricadas. Plagiotliecium elegans Sc/im]). — En el borde de los senderos de los bosques de Castro-loureiro y de Rebau (Pontevedra). Legit y det. A. Casares Gil. Plaglotlieciiiin sylvaticiim Br. et 6'c/¿.— Esta especie, que pa- rece ser abundante en el Norte de la Península, se confunde casi siempre con el Plag. denticulatum. ün ejemplar del herba- rio de Lóseos, que tenía el nombre de Eypmim denticulatum L. es de Plag. syhaticum Br. et Sch.; los dos ejemplares del her- bario de Lacoizqueta que tienen el nombre de Hyimum sylva- ticum L. (nombre con que aparecen en el «Catálogo de plantas del Valle de Vertizarana»), son en efecto de Hy-pmtm (Plagio- lliechim) syhaticum, y ha sido una equivocación de Colmeiro confundirlo con el Hyimum {Plagiotecium) denticulatum. He re- cogido el Plag. syliaticum en varios puntos de Galicia, y poseo también esta especie de otros puntos del Norte de Cataluña. AmMystegium irrignum Sclimp. — Legit A. Casares Gil cerca de Moneada (Barcelona), det. V. F. Brotherus. Amblystegium Vallis-Clausee Brid.— Legit M. Vicente en Orti- gosa (Logroño) y M. Llenas en el bosque de Poblet (Tarrago- na), det. A. Casares Gil. i80 boletín de la real SOCIHDAD ESPAÑOLA Amlilystegiiim Valli-Gratiae '^.—LegitW. Llenas en Esplug-a de Francolí (Tarragona), del. V. F. Brotherus. Amblystegiiim fallax {Eijpmmi fallax Br'iá.).—Zeffií A. Casa- res Gil en las orillas del acueducto de Moneada, no lejos de Barcelona, deí. V. F. Brotherus. Nueva especie de « Xipliidium » de las Azores POK DON IGNACIO BOLÍVAR. Xipliidum Cliavesi sp. nov. Flaiescens. vivo viridisf Frons fiisco-Ustrigaia. Fastiffium verticis al) aniico visimi, margim'biis ¡ateraUhus vcdde divergenti- bus, siqrra vida ¡ata fusca íisque apicem ahdommis duda. Pro- noium 'posüce late rotimdatum, loMs deflexis roiimdato insertis, medio fusco vUtatis; margine postico suiciirvaio sinuato, callo convexo ¡^arvo ovali parum distincto. Elytra lanceolata ápice siib- acuminata in utroque sexu pronoti plus dwplo longiora alis dis- lincie longiora. Prosternum lispinosum. Femora adsperse Jusco punctata , j!;o^//cr¿ geniculis concoloribus , tantum ajñce supra anguste fusco onarginaía, suMus medio uni-raro-Msiñnosa; loM geniculari utriisque bispinosi sed spina interiore minutissima; tibi(B anticm bispinosm. Cerci of crassi apicem versus extrorsum curvati et subaítenuati ante apicem transversim depressi, ante médium intus gibbosi et spina acula armali. Lamina infrageni- íalis c/ trúncala., medio subtililer carinata. Lamina infrageni- ialis 9 postice rolundata medio breviter et suMndisUncle sinuata. Ovipositor subrectus. Long. corp. ^ 13,5; pron. 3 ; elytr. lO;/em. post. 15. » » 9 14 ; » 3,1; » 10; » 15; ovip. 9. Loe. Ponta Belg-ada (Islas Azores). Esta especie es otro descubrimiento del sabio Director del Observatorio meteorológ-ico de las Azores, al que ya se deben otros muchos, hasta en ramas de la ciencia tan diferentes de sus estudios como lo es la Entomología. Lomas interesante de este descubrimiento consiste en que la especie no pertenece al grupo de las europeas ni al de las africanas, sino al de las es- DE HISTORIA NATURAL. 181 pecies americanas, pues es del tipo del X. brevipenne y del ütíim Scudd. de los Estados Unidos, Antillas y México, de los que se distingue por la forma de los órg-anos terminales del abdomen, que á pesar de estar conformados de un modo aná- logo á como lo están en aquéllos, bien distinto del de las espe- cies paleárcticas y africanas, difieren como se ha expresado en la descripción. Es curiosa también la forma de los cercos en los individuos jóvenes, porque parece irse aproximando á la definitiva gradualmente, según permiten observar los varios ejemplares en estados diversos de desarrollo que me ha comu- nicado el Sr. A. Chaves, á quien me complazco en dedicar la especie. Boletín bibliográfico. Marzo. Académie des Sciences. París. (Comptes rendusj. N" 5.— H. Moissan; Sur quelques expér. nouv. relatives á la préparation du diamaut-^N" 8. — A. DE Lapparent: Sur l'extension des mers crétacées en Afrique.= ]S[° 7. — J. Boüssinesq: Sur l'existence d'un ellipsoíde d'absorption dans tout cristal transliicide. — H. Moissan: Etude du siliciure de carbone de la météorite du Cañón Diablo. — A. Lacroix: Les roches éruptives basiques de la Guiñee fran^aise.^N" 8. — E.-L. Bouvier: Sur les Pali- nurides et les Éryonides recueillies dans l'Atlantique orieut. par les expéditions fran^aises et monégasques. Allgemeine Zeitschrift für Entomologie. Neudamm. 9 Band. Nos 23-24. — A. Thienemann: Ptilocolepiis granulatus, eine Übergangsform von den Rhyacophiliden zu den H5'droptiliden.— E. Krodel: Erehia Glacialis Esper. — M, Hagedorx: Steinnussbohrer. — H. Auel: Messungen an Lepidopterén. Ausiralian Miiseum. Sydney. (Records). Vol. v, n° 6. — R. Etheridge: Eth- nological notes made at Copmanhurst, Clarence River. — E. R. Wai- te: a Review of the Eleotrids of New South Wales. — R. Etheridge: Pisocrinus in the upper Silurian Rocks of the Yass District.— E. R. Waite: The Breeding habits of Betta pugnax. — C. Anderson: Minera- lógica! Notes: Topaz, Beryl, Vesuvianite, Tourmaline and Wolframi- te. — W. J. Rainbow: On the architecture, nesting habits and Ufe his- tories of Australian Araneidae. Canadian Entomologist (The). London. Ontario. Vol. xxxvii, n° 2. — Saun- deb: Entomology in schools.— Walker: On the Locustidse of Ontario. 182 boletín de la IíEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Lovell: Pour new species of Halidus from Maine.— Kearfott: Assi- niboia Micro-Lepidoptera. — Smith: New Noctuidsefor 1905. Entomologist Tidskrift. Stockholm. Arg. 25, Haft. 1. — Ch. Adrivillius- Diagnosen neuer Lepidopteren aus Afrika. — W. M. Axelson: Ver- zeichniss einiger bei Golaa in südostüclien Norwegen eingesammelten Collembolen.=2-3,— Adlerz: L'tveckiingen af ett PoZ/síís-samhuUe. Ch. AuRiviLLius: Cerambyciden aus Bolivien und Argentina. — K. M, HelIjEr: Rüsselkjifer aus Kamerun gesaramelt von Prof. Sjostedt. — J. J. Kieffer: Beschreib. einer neuen Cynipide aus Kamerun. — E. Mjoberg: Eine neue Fortículide. — A. Romax: Sibirische Ichneumo- nen im schwedischen Reicbsmuseum.— J. Tragardh: Drei neue Aca- riden aus Kamerun. = 4. — Ch. Aurivilliu.s : Svensk Insektfauna. — B. Varenius: En fOr Skandinavien ny skalbagge, Leptura lívida. fnstitució catalana d'Historia natural. Barcelona. (Butlletí), N.os 1-2. — L. Soler: Dos cassos d'albinisme. — L. Navas: Neurópteros de Mont- serrat.— S. Maluqoer: Guía per la cassera, preparado y conservado deis lepidópters. K K. Zoologischbotanischen Gesellschaft. Wien. [Verhandlungen). LvBand, 1-2 Heft. — AV. T. Koavat.scheff: Beitr. zur Kenntnisder Reptilien-und Amphibienfauua Bulgariens. — G. Lize: Revisión der palüarktischen Arten der Staphyliniden-Gattung Olophrum. — V. Brehm und E. Ze- derbaüer: Das September-Plankton des Skutarisees.— G. Luze. Revis. der paUlarktiscben Arten der Staphyliniden-Gattung Lathrimoeum; Revis. der pal. Arten der Gattung Acidota. — Fr. Spaeth: Beschreib. neuer Cassididen nebst synonymischen Bemerkungen. — G. Paga- netti-Hümmler: Beitr. zur Invertebratenfauna von Korfu. Musen Goeldi. Para. (Boletim). Vol. iv, n° 1.— E. A. Goeldi e G. Hagmann: Catalogo de Mammiferos no Musen do Pará.^=Nos 2 e 3. — E. A. Gcel- Di: Os mosquitos no Para. — H. Hagmann: Aves brasilicas, mencionadas e descriptas ñas obras de Spix, de Wied, etc. — E. A. Goílbi: Grandio- sas migra^oes de borboletas no valle amazónico. — A. Dücke: Sobre as Vespidas sociaes do Para. — J. Huber: Notas sobre a patria e a distri- bugao geographica das Arvores fructíferas do Para. — J. Huber e P. Hennings: Fungi paraenses. — V. Chermont de Miranda: Molestias que aífectam os animaes domésticos mormente o gado na Ilha de Marajó. Naturforschenden Gesellschaft. Basel. (Yerhandlungen) . Band sv, Heft 3. R. Bdrckhardt: Das koische Tiersystem, eine Vorstufe der zoolog. Systematik des Aristóteles. — J. Roux: Reptilien und Amphibien aus Célebes. — C. Schmidt: Notiz über dasgeolog. Profil durch die Óefelder bei Boryslaw in Galizien. Naturhistorisehen Gesellschaft. Nürnberg. (Abhandlungen). xv Band, ii Heft. L. Lindinger: Verzeichnis der in und um Erlangen beobachteten MoUusken. — E. Hintz: Chemische Untersuchung der Stahlquelle des DE HISTORIA NATURAL. 183 Hollensprudels zu HóUe bei Bad Stebea. — Ihííe: Phanologische Mit- teilungen. — J. Gengler: Fremdlmge aus der Vogewelt. — L. Günther: Uber das farbenempfindliche Chlorsilber und Bromsilber. Nuova Notarisia (La). Modena. Gennaio, 1905. — A. Forti: Appunti algo- logici per l'Anatolia. — A. Mazza: Noticine algologiche. — A. Borzi: Generi nuovi di Croococcacee. Royal Microscopical Society. hondón. (Journal). N" 164.— J. W. Gordon: The tbeory of highly maguified images. Societá Italiana di Scieze naturali. Milano. (Atti). Vol. xliii, fase. 4.°, fogli 9. — G. De Stefano: Fossili cretacei del Bartoniano di Plati. — A. PoRTis: Studi e rilievi geologici del suolo di Roma ad iliustrazione specialmente del Foro Eomano. — E. Eepossi: Su alcuni mineral! della Gaeta. Société Botanique de France. Paris. (Bulletin). T. li. — Gatin: Sur l'albumen de Phytelephas macrocarpa. — E. Bornet: Deus Cliantransia corymhi- fera; AcrocJicetium et Chantransia. — Arvet-Touvet et G, Gautier: Hieracium nouveaux pour la France ou pour l'Espagne. — Gillot: Par- titions normales d'Asplenium Trichomanes. — Molliard: Structure de quelques Tylenchocécidies foliaires. Société Entomologique de Belgique. Bruxelles. (Annales). T. xlviii, n° xiii. Zoologischer Anzeiger. Leipzig. N° 13. — Enderlein: Über die Klassifikation der Stephaniden. — Nordenskiold: Zur Anatomie und Histologie von Ixodes reduvius. — Sabussow: Zur Ivenntnis der Turbellarienfauna des Golfes von Villefranche. — Minckert: Das Genus Promachrimus, zu- gleich ein Beitrag zur Faunistik der Antarktis. — Müller: Ein neuer Fumdort der Lacerta serpa. =]S'os 14-16. — Thor: Eine interessante neue Milbengattung aus der schweizerischea Sanamlung des Herrn Dr. Volz. — Carlgren: Kurze Mitteilungen über Anthozoen. — Galli- Valerio: Einige Parasiten von Arvícola nivalis. — De Bussy: Die ersten Entwicklungsstadien des Megalohatrachus waximus. — Wolterstorff: Zur Biologie der Rana temporaria. — Toldt: Über die Differenzierun- gen in der Cutícula von Ascaris megalocephala. Zoologist (The). London. N° 764. — O. V. Aplin: Winter Notes from Lleyn. T. A. Coward: On some habits of Natterer's Bat. — F. O. R. Joürdain: Rough Notes on Derbyshire Ornithology. Aterido y Ramos (D. Luis). — Plantas crasas cultivadas en el Jardín Bo- tánico de Madrid. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., 1905). FusET (D. J.) — Manual de anatomía y fisiología animal. Palma de Mallor- ca, 1905. Gaüdry (Albert). — Fossiles de Patagonie. Dentition de quelques Mammi- féres. (Mémoire de la Soc. Géolog. de France, 1904). 181 boletín de la real sociedad española y «Sobre las afinidades zoológicas y evolución de los Trypanosomay>. — El Sr. Llord y Gamboa entregó un estudio, «Algunas ob- servaciones sobre los yesos de Orejo (Santander)». — El Sr. Maluquer (D. José) participó que en una excursión á Canarias, de que ahora regresa, había encontrado un cráneo y otros huesos, pertenecientes á la raza Huanche, é invitó álos socios á quienes pudiese interesar á que viesen dichos restos. Notas bibliográficas. —El Sr. Calderón presentó un ejemplar de la obra «Caracterización cerebral de la mujer», que su autor, nuestro distinguido consocio D. Eduardo Malag-uilla, de Ciu- dad-Real, envía para la biblioteca de la Sociedad. Es una mo- nografía muy interesante, en la cual se resumen los datos mejor averiguados de la Antropología moderna sobre las dife- rencias orgánicas generales de los sexos humanos, y muy es- pecialmente las que se refieren al cráneo y al cerebro. 190 boletín de la real sociedad española Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el día 28 de Marzo de 1905, bajo la presidencia de D. Antonio Seras. — líl Sr. Secretario dio cuenta de haberse recibido del Museo de Ciencias naturales para la Sección varios trabajos breves destinados á repartirse profusamente, á fin de que todos pue- dan cooperar á la importante obra de recog-er materiales para el conocimiento de las producciones de nuestro país. Las hojas recibidas, á las cuales seg'uirán otras referentes á los diversos ramos de la Historia natural en la misma forma elemental, sencilla y práctica, están redactadas por los Sres. Jefes de las Secciones de dicho Museo, y son las sig-uientes: Instrucciones g-enerales para la recolección en España de objetos con destino al Museo de Ciencias naturales, por D. Emi- lio Ribera. Instrucciones para la recolección de minerales, por D. Sal- vador Calderón. Indicaciones sobre la manera de hacer colecciones g^eológ-i- cas, por D. José María Solano y Enlate. Instrucciones para la recolección de crustáceos, arácnidos y miriápodos, por B. Ignacio Bolívar. Instrucciones para la recolección de reptiles, batracios y pe- ces, por D. Francisco de P. Martínez y Sáez. — Se leyó á continuación una «Breve noticia de una excur- sión á Ayamonte y Castro Marín», enviada de Huelva por D. Francisco de las Barras de Arag*ón. La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 27 de Febrero, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. — El Sr. Rocasolano comunicó las noticias particulares que tiene de la próxima llegada á Zaragoza de numerosos excur- sionistas franceses, pertenecientes á \^ Sociedad de Ciencias na- turales de Beziers, y el deseo que le han manifestado de po- nerse en relación con las demás Sociedades de Historia natu- ral de la localidad. Se acuerda que una Comisión les salude en nombre de la Sociedad y se pong'a á su disposición durante el tiempo que permanezcan en esta población. — El Sr. Ferrando presentó unas hojas y ramas de naranjo atacado por el parásito diáspido (Cóccido), conocido vulg-ar- mente en Valencia con el nombre de seiyeta (Mytilaspis fia- vescens), que tenían adheridas á su superficie unas costritas DE HISTORIA NATURAL. 191 semicilíndricas y alarg-adas de aspecto quitinoso. Al despren- derlas se observaba en su base una membrana amarillenta que limitaba la cavidad de la costra, y en el interior de la cual es- taban contenidas unas larvas que, vistas en el microscopio, aparecían con seg-mentación del cuerpo muy manifiesta y pro- vistas de pelos. Con este motivo los Sres. Dosset y Aramburu manifestaron sus observaciones sobre la negrilla del olivo y el pulg-ón de los vegetales. Notas y comunicaciones. Nota sobre el «Cysticercus fasciolaris» y la «Taenia crassicollis» POK D. GUSTAVO PITTALUGA. En el hígado de cuatro ejemplares de ratón (Mus decumanus) que he examinado con el Sr. Mombiedro, durante una serie de investig-aciones acerca del Trypanosoma lewisi, he encontrado varios quistes de Cysticercus fasciolaris^ entre ellos uno de di- mensiones bastante notables, y que contenía un deutoscolex muy desarrollado, acompañado de más de 200 progiótides de 80 mm. de largo todas juntas; ejemplar que presento á la So- ciedad por conceptuar el hallazgo interesante, aunque alg-u- nos autores hayan descrito esta especie con su escolex armado de g-anchos, ya acompañado de un cierto número de anillos. El Cysticercus fasciolaris del hígado del Miis decumanus y M. musculus representa la fase intermedia de la Taenia crassi- collis, que vive en el intestino del g-ato (Felis catns). Leukart, Raillet (1), Davaine (2) y Perroncito (3), han averiguado suce- sivamente las relaciones' existentes entre el cisticerco del hí- gado del ratón y la Taenia crassicollis, descrita por primera vez por Rudolph en 1810; parásito habitual del intestino delgado del gato, en el cual se encuentra de los 100 casos en 80. (1) Traite de Zoologie. Paris, 1885. (2) Traite des entozoaires et des maladies vermineuses de l'homnie et des animaux do- mestiqtces. Paris, 1880, ■¿." edic. (3) Iparassiti deW Uomo e degli animali utili. Milano, Vallardi, edit., 1901), pág. 260. 192 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÍÍOLA Trátase de un cisticerco provisto de un deutoscolex armada de 35 g-anchos dispuestos en dos series y de cuatro ventosas laterales. La Taenia crassicollis Ueg^a á las dimensiones de 150 á 600 mi- límetros; la cabeza (deutoscolex del cisticerco) va seg-uida de un cuello muy corto y g-rueso, carácter que dio el nombre á la especie; las prog-lótides son más anchas que larg-as, siendo so- bre todo muy cortas las primeras, que no están maduras. Los huevos, de forma esférica, lig-eramente ovoidea, miden 35 y- por término medio. La infección del Mus demimanus y de los ratones de las casas- se realiza por la ing-estión de los huevos sembrados en las de- yecciones, merced á la ruptura de las prog-lótides maduras. Los cisticercos parecen localizarse en el híg-ado. A su vez, la infección del g-ato y el desarrollo de la Taenia, adulta se operan cuando el g-ato introduce en su intestino los isticercos que alberga el hígado del ratón. Soire las afinidades zoológicas y evolución de los «Trypanosoma» POR D. GUSTAVO PITTALUGA. Aunque proponiéndome comunicar en breve, en más extensa Memoria, los resultados de mis estudios sobre los Trypanoso- ma y sus afinidades zoológicas, me ha parecido conveniente adelantar algunas conclusiones y fijar someramente ciertas ideas que juzgo de extraordinario interés en este momento, en que las relaciones filogenéticas de estas formas y sus procesos evolutivos están sometiéndose por todas partes á las más dete- nidas investig-aciones experimentales. Sugiere fundamento importante para las modificaciones que tendremos que introducir forzosamente en las opiniones admi- tidas sobre los caracteres biológicos de tan interesantes pará- sitos, la comunicación de Schaudinn sobre el cambio de hués- ped y la generación alternante en los g-éneros Trypanosoma y Spirochaete (1). (1) Fhitz Schaudinn (Rovigno): Oeneratiom und Wirtswecks dei Trypanosoma und Spirochaeíe. CArbeiten aus dem Kaiserl. Oerunciheitsamte, t. xx, 1904, p. 387.) DE HISTORIA NATURAL. 193 En efecto, Scliaudinn probó que los g-éneros Halleridium y Haemamaeha, parásitos de la sangre de At/iene noctua (sinóni- mo de Carine noctua), se desarrollan sexualinente en el mos- quito del g'énero Cíilex [C. pipiens), dando lug-ar por la fecun- dación del g-ameto femenino por el microg-ameto, á un anfionte (ooquineto) que produce un cierto número de microorg-anis- mos con todos los caracteres de los Trypanosoma. Estos ori- g-inan á su vez, por división long-itudinal ó Mpartición múlti- ple, una serie de microorg-anismos delg-ados, que pueden con- siderarse como verdaderos Spirochaete, correspondiendo k la forma y estructura típica de los descritos como microorg-anis- mos bactéricos bajo el nombre de Spirochaete Obermeieri, en la fiebre remitente del hombre, y Sp. anserina, en los patos. Estas últimas formas, así como alg'unas que se encuentran en período de Trypanosoma, pueden ser transmitidas por el mosquito al vertebrado (mochuelo), y en la sang're de este úl- timo permanecen, ya bajo la forma Trypanosoma ó Spirochaete,, ya como parásitos endog'lobulares. Después de un determinado período de desarrollo endogdo- bular, las indicadas formas lleg-an á hacerse libres otra vez en la sang-re del vertebrado, con aspecto de Trypanosoma adulto, exceptuando las que pierden los caracteres morfológ-icos co- munes para adoptar los de formas sexuadas, macrog-ametos y microg-ametoblastos (ó microg-ametocitos). Resulta, por tanto, que formas endoglohidares, con desarrollo en los hematíes de vertebrados, representan un momento de- terminado del ciclo evolutivo de otras formas con todos los ca- racteres de los Trypanosoma. Las especies parásitas comprendidas hasta ahora en el or- den G-ymnosporidia Labbé, Halteridium Danileuskyi (H. noc- tiiae) y Haemamaeha Ziemanni, consideradas como esporozoos endoyiohulares, deben hoy día completarse con las formas que afectan durante su evolución en el huésped invertebrado, y que tienen todo el aspecto de ñag-elados del g'énero Trypa- nosoma. Mas la importancia de las conclusiones de Scliaudinn aumen- tan considerablemente cuando se considera que del mismo modo que estas especies de esporozoos endog'lobulares re- corren una fase Trypanosoma, la cual constituye un enlace entre las dos clases Sporozoa y Flagellata; asimismo las espe- 194 BOLETÍN DE Lk REA.L SOCIEDAD ESPAÑOLA. cies de Trypanosoma conocidas, parásitas de la sang-re de ver- tebrados (peces, batracios, aves y mamíferos), probablemente atraviesan una fase intrag'lobular sin flag-elo ni membrana ondulante, parecida á la característica de los hematozoos com- prendidos en los órdenes Haernosporidia y G^pmnosporidia. Hay más todavía; podemos sospechar que alg-unas, ó quizá la mayoría de las formas endo^lobulares, clasificadas como ^onae species, encontradas y descritas en la sang-re de animales que hospedan á la vez formas de Tri/panosoma, solo represen- ten en realidad una fase transitoria y evolutiva, un estadio de desarrollo del parásito, único en sus caracteres específicos constantes, entre la forma endog-lobular y la de flag-elado libre en el plasma. Y realmente es así. Moore (1), que ha estudiado reciente- mente una iripauosomiasis de los bueyes en Nig-eria, Ueg-a á las conclusiones sig"uientes: «Se encuentran periódicamente en el plasma de los animales infectados pequeños cuerpos esféri- cos en cantidad extraordinaria, los cuales invaden por fin los hematíes y penetran en ellos, tomando forma de asas y aumen- tando así en sus dimensiones, siempre con un desarrollo intra- g'lobular; por fin Ueg-an á dimensiones más notables y vuelven libres en el plasma con todos los caracteres de T}ypanosoma.y> En los tripanosomas de ciertos murciélag-os {Trypanosoma vespertilionis , parásito de Vesperugo oíociiila), han sido observa- das formas endog'lobulares evidentes (2), así como en el mismo Trypanosoma ¡emisi, en los primeros días de desarrollo de estas especies en un huésped nuevo, inoculado experimentalmente. Más interesantes aún son las observaciones de Billet, Brumpt, Lég-er y otros. Billet (3; ha visto penetrar en los hematíes, des- pués de haber perdido el flag-elo, al Trypanosoma inopinatum Serg-ent, de la sangre de las ranas, y ha descrito otras formas evolutivas de este mismo parásito, idénticas alas que se inter- pretaban hasta ahora como pertenecientes á los géneros Hae- mogregarina y Lankesterdla (Drepanidiiim), que casi siempre todos los observadores han visto coexistir en el individuo cuya sang-re contuviera formas de tripanosoma. Por otra parte, el (1) E. Y. Moore: Some obsenations pointing to an inti-acorpuscular stage of denelop- ment in the Trypanosome. (The Lancet, 1 Oct. 1901, p. 950.) (2) Battaglia: Annali di Medicina Navale^ Roma, Noviembre 1901. (''') BiLLET; (C. R. Soc. 5w¿.,23 JuUo, 1901; y C. R. Acad. Sciences, lOOctubre, 1904.) DE HISTORIA NATURAL. 195 mismo Billet ha notado que este Tnjpcmosoma de las ranas alcanza su desarrollo en el tubo digestivo de sang-uijuelas (HeJohdella algira), ectoparásitos comunes de las ranas, y allí se encuentra siempre, aunque el invertebrado haya introdu- cido en su intestino sang-re de ranas que no presentasen más que una aparente infección por hemog-reg'arinas, y ning-una forma de Trypanosoma en el examen preventivo de la sang-re. Brumpt (1) ha observado ig-ualmente en el tubo dig-estivo de otra sang-uijuela, \?l Placoldella catenigera, formas de Trypano- soma que pertenecen muy probablemente al ciclo evolutivo de una Haemogregarina de galápago, Emys africana (E. leprosa). Por otra parte, Rogers (2), Chatterje (3) y otros autores han demostrado que una forma de parásito endoglobular (piroplas- ma) del hombre, encontrada en varios casos de una enferme- dad no bien definida (¿Kala Azar?), puede adquirir el aspecto y estructura característicos de un Trypanosoma. Todos estos hechos nos indican que las afinidades zoológi- cas de los Trypanosoma son por extremo difíciles de establecer. Parecíanos muy verosímil la interpretación de Légér (4) sobre la filogenia de tales parásitos, desde la forma de Tryímnoiüas- ma {Trypanoplasma borreli, cyprini, etc.), y sus probables rela- ciones con el g'énero TricJiomonas , considerando el Trypano- plasma provisto de dos flagelos, como un Trichomonas que haya perdido dos de los anteriores, y el Trypanosoma como un Trypa- noplasma que haya perdido su último flagelo anterior (sensi- tivo). Las relaciones morfológicas y biológicas de estas formas con los géneros Herpetomonas, estudiado por Prowazeck (5), por el mismo Légér (6) y otros, y Crithidia (7), parecían com- probar la exactitud de esta opinión; pero las investigaciones citológicas de Schaudinn, que han determinado el modo de constituirse el flagelo y de la membrana ondulante, su origen (1) Cont'íibution a Vétude des Haemogregarines et des Trypanosomes. (C. R. Soc. Biol., 23 Julio, 1901, pág. 165 ) ('¿) L. Rogers: Preliminary note on the developmeiit of Trypanosoma in cultures of Cumingham-Leishman-Donovan bodies of cachexial fever and Kala-Axar. (The Lancet, 23 Julio, 1904.) (3) The Lancet, 1 Enero, 1005. (4) Légér: C. R. Acad. Sciences, 5 Abril, 1904. (5) Bie Ent)Dickelung von Herpetomonas. fArb. a. dem Kaiserl. Gerundheitsamte, t. xx, f. 3, 1904.) (0) C. R. Soc. Biol., 2i Dic, 1904. O) C. R. Soc. Biol., 1902, y Archiv.für Protistenkun.de, i. ii, 1903, p. 180. 196 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA y SU formación en los productos anfiónticos de la fecundación de formas primitivamente endog'lobulares, sug'ieren hondas dudas acerca de la sig-nificación de estos parásitos y de su ver- dadero lug-ar en la filog-enia de los protozoos plasmodromos. Notas sobre los Plrgomórfidos (Pyrffo^norpMdce) POR DON IGNACIO BOLÍVAR. X. Subfam. Atractomorphinae. Atractomorplia Saussure. Este g-énero encierra mayor número de especies que el que se suponía, y aun alg-unas de las que propong'O como varieda- des, posible es que se confirmen como especies cuando sean mejor conocidas; pero presenta verdadera dificultad para su estudio, por lo que he procurado valerme de caracteres cons- tantes para la distinción de las especies siempre que he log-ra- do tener á la vista suficiente número de ejemplares. A este g"énero se refiere el nombre Perena del «Catalog-ue of the Orthopt. of the British Museum» y de la colección del mismo Museo, así como alg-una especie que se da en el refe- rido Catálogo como Pyrgomorpha. He de advertir que el cuadro que doy á continuación está hecho teniendo en cuenta principalmente las 9- Imposible es referir con exactitud los nombres antig-uos á las especies de hoy por la confusión que de ellas se ha hecho; el mismo Stál confunde en una varias especies, como puede verse en «Recens. Orthopt.» . 1. Alae sensim latiores. Lobi mesosternales intervallo dis- tincte transverso sejuncti. Antennse juxta ocellos in- sertas. Fastig'ium a latere visum oculo haud vel vix long-ius. 2. Alee cinnabarinfe. Pronoti dorso nec non elytris punctis rufis adspersis, raro impunctatis. Antennse juxta oculos insertas. 3. Intervallum loborum mesosternalium fortiter transversum subrectangulare retrorsum leviter ang-ustatum. Pronotum DK HISTORIA NATURAL. 197 lobis lateralibus margine inferiore crasse granúlate 1, ni/opimctata Bol. et var. Askantica nov. 3. Intervallum loborum mesosternalium minus transversum, trapezoidale, retrorsum sensim ang'ustatum. Pronotum lobis lateralibus marg-ine inferiore subobsolete granulato. 2. íiberrans Karsch. 2. Alse dilute rósese vel subfumosfe. Corpus haud rufopuncta- tum. Antennse ad ocellos leviter distantes. 4. Antennffi ad ocellos latitudine articuli primi spatio minore sejunctsp. Intervallum loborum mesosternalium sensim transversum. Fastig-ium a latere oculo haud longius, raro sublong-ius. 5. Lobi laterales pronoti altiores. Elytra acuminata sed haud long-e producía. Fastig-ium oculo brevius (except. A. Hi- malayica). 6. Marg'o posticus loborum lateralium pronoti profunde ar- cuato-emarg-inatus, marg'ine inferiore subarcuato. Fasti- g-ium verticis oculo haud long-ius. Statura minore. 7. Elytra breviora apicem femorum posticorum quarta parte superantia. Corpore minus g-racile. 8. Costa frontalis sulcata vel inter antennas breviter com- pressa et subcoarctata. 9. Prosternum tubérculo ápice truncato vel rotundato. Sta- tura minore. 10. Pronotum dorso carinis expressis ante sulcum typicum distincte coarctatis; marg"ine postico rectang-ulato. 11. Alse ápice hyalinse 3. crenulata Fabr. 11. Alse ápice infumatse.. var. fumosa nov. 10. Pronotum dorso carinis subindistinctis fere rectis, margine postico obtusissimo var. prasina nov. 9. Prosternum tubérculo lato, ápice emarg-inato, marg-ine pos- tico dorsali pronoti rectang-ulo, utrinque sensim sinuato. Statura majore 4. simiata sp. n. 5. lanceolata sp. n. 8. Costa frontalis inter antennas sulco destituía prope apicem fastig-ii brevissime sulcaía 6. Burri sp. n. 7. Elyíra long-iora apicem femorum posíicorum íertia paríe superaníia. Corpore g-raciliore. . . . 7. consodrina ? Sauss. 6. Marg-o posticus loborum laíeralium pronoíi obíuse angu- 198 boletín DK la UIÍAL SOCIEDAD ESPAÑOLA latus, aiig-ulo postico haud retroproducto. Fastig'ium ver- ticis oculo sublong-ius. Statura majore 8. Himalayica sp. n. 5. Lobi laterales pronoti minus alti, sensim elong-ati. Elytra acuminata long-e producta. Fastig-ium oculo sublongius. 12. Lobi laterales mesosterni spatio valde transverso sejuncti, 13. AntennfB brevissima?, articulis plurimis siibquadratis.. . . 9. sinensis sp. n. 13. AntennfB long-iusculae; articulis distincte elongatis com- positse , 10. Blanchardi sp. n, 12. Lobi laterales mesosterni spatio leviter transverso se- juncti. 14. AlíB hyalinse disco roseo 11. ancjusta ? Karsch. 14. AljTR infumatfie 12. infumaia sp. n. 4. Intervallum loborum mesosternalium leviter transversum vel haud transversum sed alee amplíe. Antennae ad oce- llos sensim distantes sed ante médium fastigii insertae, ad eos latitudine articuli primi spatio haud latiore se- junctse. Fastig-io a latere viso oculo distincte long-iore. 15. Intervallum loborum mesost. distincte transversum. Fas- tig'ium verticis lanceolatum vel long-e parabolicum, dis- tincte elongatum. 16. Elytra breviter acuminata apicem femorum posticorum quarta parte superantia 13. Gersíaeckeri Bol. 16. Elytra long-é acuminata apicem femorum tertia parte su- perantia. 17. Fastig'ium angustiusculum antice anguste rotundatum. Alee latiores campo antico acutiusculo 14*. AurimlUi Bol. 17. Fastigium latiusculum antice parabolicum. Alie ang'ustio- res ápice campo antico acute producto. 15. Iiova Sauss. 15. Intervallum loborum mesost. haud transversum. Fastig-io verticis latiusculo haud vel sesquilongiore quam latiore. 16. amhigiia sp. n. 1. Alse ang'ustse elytra haud plus quam triplo latiores. Lobi mesosternales intervallo haud transverso rarissirne sub- transverso {A. Australiana) sejuncti, plerumque trape- zoidale. Antennse ad ocellos distantes. 18. Lobi mesosternales intervallo leviter transverso sejuncti, 17. Australiana sp. n. DE HISTORIA NATURAL. 199 18. Lobi mesosternale intervallo haud transverso postice valde ang-ustato, trapezoidal!, sejuncti. 19. Costa frontalis ad antennas súbito sinuata atque dentata ínter antennas compressa et sulco destituía 18. dentifrons sp. n. 19. Costa frontalis reg-ulariter sulcatavel inter antennas raro et breviter compressa, haud dentata. 20. Alse elytra valde breviores 19. rhodoptera Hag-. 20. Alee elytra parum breviores. 21. Caput pronoto distincte brevius. Antenníe ad ocellos quam ad apicem fastig-ii minus distantes, si)atio inter basin et ocellum longitudine articuli primi liaud latiore. Cor- pore minus g"racile; elytris acutis sed haud long-e pro- ductis. 22. Alie proportionaliter latiusculse, in Q elytra sub triplo latiores. 23. Lobi mesosternales ang'ulo postico late rotundato, inter- vallo retrorsuní leviter angustato sejuncti. Pronotum dorso postice fere rectang"ulo. Statura minore 20. crenaticei)s Bln. 23. Lobi mesosternales ang'ulo postico anguste rotundato, in- tervallo retrorsum valde ang'ustato sejuncti. Pronotum dorso postice obtusissime ang-ulato. Statura majore.. . . 21. similis Bol. 22. Alee ang-ustiores elytra vix duplo latiores, hyalina 22. Bedeli'BoX. 21. Caput pronoto haud brevius. Anteniise ad médium mar- ginis fastigii positge ad ocellos quam ad apicem fas- tig-ii magis distantes; spatio inter basin et ocellum lon- gitudine articuli primi haud breviore. Corpore gra- ciliore elongato; elytris acutissime prodiictis apicem femorum tertia parte superantibus. 24. Alie marg'ine antico ante apicem stigma fusco elongato instructse 23. pMliypina sp. n. 24. Alse antice haud infuscatse tantum anguste pallide notatai. 25. Fastigium a latere visum oculo haud sesquilongius. Fe- mora postica breviora et graciliora. Statura minore. . . . 24. Bolirni sp. n. 25. Fastigium oculo subduplo longius. Femora postica lon- giora robustiora. Statura majore. 25. ■psittacina de Haan. 200 boletín de la real sociedad española 1. A. rufopunctata Bol. Es la especie de cuerpo más ancho y menos esbelto; las alas exceden muy poco del ápice de los fémures posteriores; las antenas están insertas inmediatamente por delante de los este- mas, y en este carácter, así como en la coloración verde acei- tunada del cuerpo, salpicada de puntitos rojizos, y en la roja de cinabrio de las alas se asemeja á la sig-uiente, de la que se disting'ue, no obstante, por la anchura del espacio interlobular del mesosternón, que casi es doble que la de uno de los lóbu- los, y por los gruesos tubérculos de la línea lateral de la cabeza y del borde inferior de los lóbulos laterales del protórax. Ade- más, el áng-ulo posterior de dichos lóbulos es ag-udo, mientras que en la especie sig-uiente es más ó menos redondeado y los élitros son más anchos, pues en la 9 miden 5 mm. al nivel del ensanchamiento del área mediastina. var. Ashantica. Difert: statura minore; corpore haud rufo-punctato, pronoto sulco typico in medio haud ang-ulato, margine postico utrin- que distincte sinuato, spatio interlobulare mesosterni antror- sum haud ampliato, lobis subrectang-ularibus ángulo sinuoso leviter rotundato. Long-. c/ 18; cap. supra 3,5; prou. 4; elytr. 16; fem. post, 10 mili. Long". Q 25; cap. supra 3,5; pron. 6,5; elytr. 21,5; fem. post. 14 mili. Loe. País de los Ashantes, mi colección (ejemplares desco- lorados). El tipo de esta especie procede de Tog-oland; en la col. del Sr. Finot existe un ejemplar del Congo. 2. A. aberrans Karsch. Poseo ejemplares de esta especie que me han sido enviados por el autor y que llevan la etiqueta de Kamerun, Barombi- Station. (Preuss.) Es una especie intermedia éntrela anterior y A. Gerstaeckeri Bol., distinguiéndose de aquélla por la forma del espacio interlobular mesosternal, que es trapezoidal, nota- blemente estrechado hacia atrás, y por la menor elevación de los tuberculillos ó granos blancos que forman la línea lateral de la cabeza y cubren el margen lateral inferior del pronoto, DE HISTORIA NATURAL. 201 que en nifopuiictata son gruesos y elevados á modo de peque- ños callos, y aquí son apenas perceptibles; el ángulo posterior de estos lóbulos, aunque avanzado, es redondeado. De A. Gerstaeckeri Bol. se disting-ue porque en A. aherrans las antenas están insertas inmediatamente junto al estemma y también por la coloración roja de las alas y la presencia de puntos ferruginosos sobre el protórax y los élitros. No se ha encontrado fuera de Camerún. 3. A. crenulata Fabr. Es la especie más repartida y que mayor número de formas diversas presenta, siendo difícil juzgar de la importancia de algunas de ellas, que no sé si deben ser consideradas como es- pecies distintas ó como variedades de una misma. Entre las referidas formas se cuentan: var. fumosa mihi. Fusco-testacea. Elytra ante apicem margine antico sensim arcuato, ápice peracuta, margine postico anguste rufescente. Alse disco interno roseo margine externo Iseviter infumato, elytra vix breviores. Long. corp. 9 16; elytr. 15; alarum 13; fem. post. 9 mili. Loe. Java. var. prasina nov. Parva, augusta, colore flavo-olivaceo, vel subroseo. Capite utrinque linea angustissima rufa ab apicem fastigii usque ad médium femorum intermediorum ducta. Antenníe intus coeru- lese extus rufescentes prope ocellos insertse. Fastigium oculo haud longius, a supero visum antrorsum sensim angustatu.m, sublanceolatum. Pronotum subcompressum sed carinis et sul- cis subobsoletis, margine postico obtusissime angulato; lobis deflexis margine inferiore Iseviter arcuato, margine postico late rotundato sinuato, ángulo postico retrorsum subproducto. Prosternum tubérculo apicem versus sensim angustato ápice subrotundato. Elytra apicem femorum parum superantia. Long. corp. c/ 16; antenn. 5,5; pron. 4; elytr. 15; fem. post. 9 mili. Long. corp. Q25; antenn. 5; pron. 5,5; eiytr. 19; fem. post. 11 mili. Tomo v.— Abril, 1905.' 14 202 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Loe. India oriental. Es la forma citada en mi trabajo sobre los ortópteros de Trichinópolis. 4. A. sinuata Bol. Refiero a esta especie alg-unos ejemplares que creo proce- dentes de Java y que se disting-uen por los caracteres si- g-uientes: Statura majore. Corpore latiore, colore oliváceo. Caput utrin- que linea g-ranulosa irregulari albido rufescenti instructum. Fastig-ium parabolicum a latere visum oculo haud vel vix lon- g-ius. Antennse concolores, tantum subtus prope basin coeru- lescentes. Pronotum dorso carinis subparallelis, postice rec- tang-ulariter producto, et marg-ine atrinque subsinuato; lobis deflexis margine inferiere tuberculis crassis rufescentibus or- nato, marg-ine postico late arcuato sinuato, ang-ulo postico acuto sed liand retrorsum producto. Elytra apicem femorura quarta parte superantia, acuta. Prosternum tubérculo lato, transverso, subemarg-inato. Intervallum mesosternale antror- sum sensim ampliatum lobis mesosternalibus sesqui latius. Pedes postici parum elong-ati. Long. corp. (/ 1*7; ant. ; pron. 3,8; elytr. 15; fem. post. 8 mili. Long. corp. 9 24; ant. 6,2; pron. 6,5; elytr. 22; fem. post. 12,5; tib. post. 7,5 mili. Loe. Java?. Es una forma más robusta que A. crenulata y muy caracte- rística. 5. A., lanceolata sp. nov. Statura majore. Corpore latiore. Colore oliváceo. Caput utrin- que linea subrosea granosa regulari instructum. Fastig-ium lanceolatum, a latere visum oculo sublongius. Antennae ab ocu- los latitudine articuli primi haud distantes. Pronotum dorso carinis ante sulcum primum distincte coarctatis, deplanato, postice ang-ulato obtuso, lobis deflexis margine inferiore linea subrosea tuberculis albidis rotundatis marginalibus li- mitatis, marg-ine postico leviter arcuato, ángulo postico acuto haud retrorsum producto. Elytra apicem feraorum parum su- perantia. Prosternum tubérculo lato, transverso, ápice subsi- nuato. Intervallum mesosternale fortiter transversum antror- DE HISTORIA NATURAL. 203 sum parum ampliatum 9 lobis mesosternalibus liaud sesqui latius. Pedes postici elong-ati. Long". corp. Q 29; cap. siipra 5; ant. 6; pron. 7; elytr. 23; fem. post. 14,5; tib. post. 12 mili. Loe. Padang", Desg-odins. Debo el conocimiento de esta especie al Sr. R. Oberthür, así como el de otros muchos insectos de mi colección. Se disting-Lie esta especie de A. sinuata, con la que a primera vista puede confundirse, por muchos caracteres que radican en diferentes órg-anos. El fastigio es más larg-o (2 ram.) y lanceolado, esto es, sus bordes se aproximan más rápida- mente que en A. sitmata, en la que es más ancho en el extremo; el intervalo mesosternal es menos ancho que en aquélla, en la que seg-uramente lo es vez y media tanto como uno de los lóbulos, y los fémures posteriores son más larg-os que en la referida especie, así como las tibias, por lo que los élitros, que tienen la misma longitud que en aquella variedad y aun pudiera decirse que son algo más larg-os que en ella, sobresalen menos por detrás de las rodillas poste- riores. 6. A. Burri sp. nov. Pallide ferrug-inea; crassiuscula. Fastig-ium subtriang-ulare, antice ang-ulato-rotundatum, marg-inibus in Q crenulatis, a latere visum oculo haud long-ius vel sublong-ius Q. Antenngead ocellos spatio latitudine articuli primi subang-ustiore, breves basi leviter subdepressse, articulo tertio articulo primo haud latiore. Frons valde reclinata, carinis distincte g-ranosis, api- cem versus inter carinas albido quadrituberculata, costa de- planata subelevata inter ocellos et apicem fastig-ii compres- siuscula, marg-inibus connatis, sulco destituta, immo ápice bre- vissime sulcata. Pronotum dorso subdeplanato antice subsi- nuatopostice rectang-ulato vel obtusang-ulo, carinis lateralibus antice coarctatis, g-ranulis indicatis, lobis deflexis gTanulis al- bidis raris sparsis, marg-ine inferiore haud sinuato crasse cre- nulato, marg-ine postico fortiter sinuato, ang"ulo postico acuto ápice hebetato. Prosternum tubérculo transverso ápice sub- tridentato Q. Intervallum mésosternale transversum antror- sum sensim ampliatum. Elytra apicem femorum quarta parte superantia ápice acuta, ang-uste rufo marg-inata. Alae hyalinse 204 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA disco roseo elytra parum breviores. Femora postica carina inferiore obtuso crenulata. Long-. corp. of 17; antenn. 7; pron. 4; elytr. 15; alar. 12,8; fem. post. 8 mili, Long'. corp. Q 25; antenn. 6,5; pron. 7,5; elytr. 25; alar. ; fem, post. 13 mili. Loe. Chenapung-i, Khasia Hills, Assam. Dos ejemplares cT Q que debo á la amabilidad del conocido y sabio entoraólogfo Sr. Malcolm Burr, nuestro consocio, á quien me complazco en dedicarla. 7. A. consobrina? Sauss. Por la procedencia y por convenirles la breve descripción que de esta especie ha dado Mr. de Saussure, llevo á esta es- pecie los ejemplares de mi colección recog-idos por Mr. Green, y que este disting-uido naturalista ha tenido la atención de en- viarme. También la he recibido del Sr. Stauding-er como pro- cedente de Sumatra. Loe. Punduloya, June, 1897. (Ceylán); Sumatra. Es una forma más esbelta que Á. crenulata F. y de élitros más largos; por su forma se aproxima ya esta especie á la A. angusta Karsch y Blanchardi Bol. 8. A. Himalayica sp. nov. Statura mag-na, robusta. Colore oliváceo. Fastig'ium latum antrorsum sensim ang'ustatum, antice rotundato-subang-ula- tum a latere visum oculo distincte long'ius. Antennse conco- lores, breves 9 apicem labri haud atting-entes, ad ocellos la- titudine antennarum spatio minore sejunctse. Capite lateri- bus g-ranulis rufis seriatis. Pronotum dorso antice subsinuato postice obtusang"ulato, carinis lateralibus ante sulcum typi- cum explicatis medio subcoarctatis, disco obtusissime tecti- formi, lobis deflexis postice distincte altioribus, marg-iue in- feriore subarcuato, albido rufescente, incrassato et g-ranulato, margine postico obtusang'ulato sinuato, parte inferiore verti- cali, ang-ulo postico acuto haud retro producto. Elytra latius- cula acuta apicem femorum quarta parte superantia. Proster- num tubérculo lato transverso ápice truncato, subarcuato; in- tervallum mesosternalium transversum sesqui latius quam longius antrorsum distincte ampliatum. DE HISTORIA NATURAL. 205 Long". coi'p. Q 34; cap. 8; ant. 8; pron. 8,2; elytr. 28,30; fem. post. 15,16 mili. Loe. Kurseong-, en el Himalaya. Es una especie notable por su robustez, y la mayor bajo este respecto de todas las del género. Supong-o sea ésta la que el P. Navas ha dado como A. AuriviUn de la misma loca- lidad (Kurseong-). Yo la he recibido del P. Pantel con el nú- mero 525. 9. A. sinensis sp. nov. Prasina. Statura mag-na, elong-ata. Fastig-ium latum trig-o- num antice rotundatum haud sesqui long-ius quam latius, a latere oculo sublong'ius. Antennae brevissim^e, articulis sub- quadratis, capite concolores basi intus ccerulese, extus flaves- centes ad ocellos haud distantes. Oculi rufi, elong-ati, marg-ini- bus subparallelis, postice truncati. Frons subsinuata; costa sulco percurrenti. Gen;e linea rufa granulis pallidis unise- riatis. Pronotura dorso postice depresso, antice subtruncato postice obtusang-ulo, prozona indistincte g-ranosa, metazona rug'uloso-punctata, carinis et sulcis subindistinctis. Lobis de- flexis postice distincte ampliatis, marg-ine inferidre g-ranulis pallidis in linea rufescente seriatis; marg-ine postico late si- nuato sed pars inferiore perpendiculariter ducta; ang-ulo pos- tico haud retroproducto; pone sulcum typicum spatio medio levi micante. Elytra long-a, falcata, femoribus posticis tertia parte superantia. ápice acute producto. Alse elytra parum bre- viores hyalinae disco interno roseo. Pedes g-raciles. Femora postica carina infero-externa ang'uste pallida. Prosternum tu- bérculo transverso ápice truncato-rotundato. Lobi mesoster- nales spatio valde transverso, trapezoidale, antrorsum distincte ampliato sejuncti. Abdomen pallidum, dorso rufo Q. Long". corp. Q 32; dorso cap. 6; ant. 6,5; pron. 7,5, elytr. 28; fem. post. 14,5. Lat. max. alar. 10 mili. Loe. China (Tannant). Museo de París. Especie parecida por su aspecto á A. Am'ivilln Bol., ala que podrán referirse, sin duda alg-unas de las citas de aqué- lla, que me parece reducirse por su habitat á las reg"iones ecuatoriales y tropicales de África, y distinta de ella por la forma ancha y corta del fastig-io del vértex, brevedad de las antenas, forma de los ojos, que en la Aurivillü Bol. son 206 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA más cortos y gTuesos, y notablemente más cortos que el fasti- g-io; por la mayor anchura del espacio interlobular del mesos- ternón, como también por sus alas menos anchas y sus fému- res más cortos. De las dos especies sig-uientes se disting-ue por los caracte- res que se exponen en el cuadro y se ampliarán al tratar de ellas. 10. A. Blanchardi sp. nov. Elong-ata, olivácea. Fastig-ium trig-onum antice ang-uste ro- tundatum, subfissum, haud sesqui longius quam latius a late- re oculo sublong-ius, Antennae longiusculfB, articulis elong-atis compositse, articulis primis pallidis, basi intus ccerulese extus rufescentes. Oculi haud duplo long-iores quam latiores, mar- g'inibus curvatis, postice truncati. Frons indistincte sinuata, reg'ulariter g-ranosa, costa sulco percurrenti. Gense g-ranulis minutis pallidis irreg-ulariter dispositis lineam flavam ocupan- tibus. Pronotum dorso pallide granoso, in metazona impresso- punctato, antice subsinuato, postice obtuse ang-ulato, ang-ulo rotundato et breviter exciso, carinulis a granulis indicatis; sulcis distinctis: lobis deflexis postice parum ampliatis, mar- g"ine inferiore subsinuato minute g-ranulato, marg'ine postico late exciso sed ang-ulo postico haud retroproducto; pone sul- cum typicum spatio nitido perfecte explicato. Elytra long-e acuminata femoribus posticis tertia parte superantia. Alae ely- tra parum breviores hyalinse disco interno roseo. Pedes g-raci- les. Femora postica carina infero-externa paluda. Prosternum tubérculo leviter transverso ápice emarg-inato. Lobi mesoster- nales spatio distincte transverso subrectang-ulari sejuncti Q. Long". corp. 34; dorso cap. 5,5; antenn. 7; pron. 6,5; elytr. 29; fem. post. 14 mili. Loe. Sind, Kurrachée (M. Maindron). Musée de París. Especie parecida á A. sinensís Bol., pero de cuerpo más es- trecho y alarg-ado y con las antenas más delg-adas y prolon- gadas; todos sus artejos, fuera de los cuatro ó cinco de la base, son distintamente más larg-os que anchos, lo que en aquella especie no sucede, pues solo hay uno, que es el séptimo, que teng-a esas proporciones, siendo los otros casi cuadrados. El espacio mesosternal es distintamente transverso y rectangular, apenas ensanchado por delante, carácter que distingue esta DE HISTORIA NATURAL. 207 especie de las dos entre las que está colocada , pues en la A. sinensis Bol. es aún más ancho, pero trapezoidal, y en la A. angusta Karsch es menos ancho y también trapezoidal. 11. A. angusta Karsch sp. n. Minor; elong-ata; olivácea. Fastigium modice latum sesqui haud vel vix latius quam longius, antrorsura sensim ang-usta- tum antice parabolicura, a latere oculo sublongius. Antennie parüm elongatse, articulis leviter elong-atis; capite concolores basi intus breviter ccerulese, extus ante médium fastig-ii. prope ocellos sitge. Oculi breviter oblong-i marginibus curvatis, pos- tice truncati. Frons subsinuata costa sulco percurrenti. Genae g-ranulis minutis linea pallida formantibus. Pronotum dorso fere Isevi g-ranulis minutis concoloribus sparsis; antice sub- emarg-inato, postice obtuse ang-ulato, carinis et sulcis subin- distinctis. Lobis deflexis postice parum ampliatis marg-ine in- feriore anguste pallide rufescente g-ranulis parvis elongatis; margine postico obtuse ang-ulato sinuato, parte inferiore per- pendiculariter ducto, ang-ulo postico haud retro producto, ro- tundato: pone sulcum typicum spatio nitido Isevi parvo. Elytra long-e acuminata femoribus posticis tertia parte superantia ápice acuto. Alee elytra parum breviores hyalin?e disco inter- no roseo. Pedes gráciles. Femora postica carina infero externa pallida. Prosternum tubérculo lato, truncato. Lobi mesosterna- les spatio vix transverso Q trapezoidal!. Abdomen dorso ru- fescenti. Loe. Kiang--Si, Mou Pin, China. (A. David), 1869. Museo de París (subnom. indica Bl.) El Dr. Krauss ha citado esta especie de Bintang". Los ejem- plares que he descrito me parece pueden referirse á ella. Sus dimensiones son las dadas por el Dr. Karsch. 12. A. infumata Bol. Esta especie es muy afin á A. BlancharcU Bol. y angustata Karsch, aunque desde lueg-o se disting-ue de ellas por la colo- ración. Los ejemplares típicos proceden de Sumatra y pertenecen al Museo de Genova; también en mi colección. 20S boletín de la real sociedad española 13. A. Gerstaeckeri Bol. A las localidades de la Monografía hay que agregar las de Waiig-a, Sansibar, Promout, bou. spei, Chinchoxo, St. Salva- dor y Barombi Station y Kribi, que cita el Dr. Karsch. No creo deban admitirse sin nuevo examen las de Amboina, China, Pekin, del mismo autor, que pudieran referirse á alguna de las nuevas especies, asi como el c/" procedente de Madagascar, de la colección Rutenberg-, del Museo de Brema, que también cita Karsch, y que acaso sea la A. /lova Sauss. Lo mismo puede decirse del ejemplar de Calcuta de la colec- ción del Sr. Scudder que he citado en la Monog-rafia. 14. A. Aurivillii Bol. Citada de Nossibé (Brancsik); Dabuli, Gallaland (Rehn); Transvaal, Nyasaland (Kirby); Umberto I, Gubala Ginda (So- malia) Schulthess, así como de Cafrería y de la isla Formosa, localidad esta última que me parece incierta. En el Museo de París fig-ura con el nombre inédito de Lecontei BL, procedente del Congo. La sinonimia de Tr. aculipennis Guér. es dudosa. Los seño- res Bianchi y Jonston han corregido el nombre de esta especie cambiándole en Aurivilliusi , pero para mi es dudoso que los nombres ya anteriores á los acuerdos de los Cong-resos Zooló- g-icos sobre nomenclatura deban cambiarse para ajustarlos á dichos acuerdos, porque de hacerse así habría que cambiar gran número de ellos. Las citas de localidades de Asia presumo se refieran á la A. ambigua Bol. que describo á continuación y que tiene gran semejanza con ésta. Las alas posteriores son anchas en esta especie y tienen tres veces la anchura de los élitros, ó sean 12 mili, en la Q, mien- tras que en la especie sig-uiente solo miden 10 mili., esto es, dos veces y media la anchura de los élitros. . 15. A. liova Sauss. Mr. de Saussure ha dicho de esta especie «Dem .4. Aurivillii Bol., sehr nahe stehend, aber mit mehr verláng-erten Hinter- stuck des Pronotums». Me parece más importante para la dis- tinción de estas especies la de ser los élitros y las alas más puntiagudos en la A. hova, diferencia que se aprecia mejor en DE HISTORIA NATURAL. 209 las alas, las cuales, como se ha dicho, son también más estre- chas, aproximándose á las del seg"undo tipo de este g'énero. Especie de Madagascar, mi col. SainteMarie. Enviada por Sikora. En el Museo de Londres con el nombre de A. acuti- pennis, y en el de París con el de. i*. Madagascariensis Bl. 16. A. ambigua sp. nov. Magna ang-usta elongata, prasina. Fastig-ium verticis latum haud sesqui long-ius quam latius, autrorsum paruin ang-usta- tum, á latere oculo parurn longius. Auteuníe articulis longitu- dine valde diversa parum elongatis, ab ocellos latitudine arti- culi primi haud mag-is distantes. Frons indistincte sinuata, sparse g-ranosa; costa sulcata ante ocellum evanescens. Genae g-rosse tuberculatse. Pronotum dorso antice subsinuatum pos- tice fere rectangulum, cariuis et sulcis parum distinctis. Lobis deflexis retrorsum parum ampliatis marg-ine inferiore ang-uste aurantio granulis pallidis parvis, marg-ine postico valde arcua- to sinuato, ang-ulo postico retroproducto subacuto: pone sulcum typicum spatio Isevi nitido explicato. Elytra long-e subfalcata acuta, apicem femorum longe superantia. Alse elytra parum breviores hyalin;e disco interno roseo. Pedes long'iusculi. Fe- mora postica carina infero-externa pallida. Lobis mesosterni spatio haud transverso trapezoidali sejunctis. Abdomen subtus pallidum superno rufum. 2. Long'. corp. 34'; dorso cap. 6; antenn. 8; pron. 7,2; elytr. 34: alar. 28; fem. post. 15,5. Lat. max. alar. 12 mili. Loe. Chang*-Hai (de Montig-ny), 9-54, Museo de París. Probablemente se refieren á esta especie las citas de A . Anri- viUii asiáticas, pues tiene sumo parecido con dicha especie. Sin embarg'o, la forma del fastig'io del vértex es distinta, porque no es tan estrecho y ag'uzado como en A. Aurivillii; el espacio interlobular del mesosternón es más estrecho, no pudiéndose ya decir que sea transverso, disposición que aún conserva en la especie citada. También se disting"ue por las antenas más cortas y anchas y por no tener estrechada la quilla frontal al nivel de las antenas, pues en AurimUii lleg-a á faltar el surco en este punto. 17. A. Australiana sp. nov. A. simile valde próxima sed diífert: statura minore; lobis 210 boletín de la real sociedad española mesosternalibus spatio subtransverso sejuiictis, femora pos- tica minus robusta. Prasina. Fastig-ium sesqui long-ius quam latius, trig-onum antice rotandatuin lateribus siibsinuatis, á latere oculo vix long-ius. Antennse ab ocellos spatio long-itudine articuli primi haud long-iore sejunctae. Oculi parum elong-ati sesqui lon- g-iores quam latieres postice truncati. Frons indistincte sinua- ta. Costa frontalis sulcatae, marg-inibus obtuse crenulatis Ínter antennas breviter coarctatis sulco fere nuUo. Genae linea a g-ra- nulis pallidis irreg-ulariter dispositís composita. Pronotum dis- tincte compressum; dorso antice subtruncato postice valde ob- tuse ang"ulato, carinis lateralibus in prozona distinctis, coarc- tatis; lobis deflexis postice parum altioribus marg*ine inferiore g"rosse gTanulato-crenulato, marg-ine postico fortiter arcuato- siuuato, ang'ulo postico retroproducto, subacuto, pone sulcum typicum spatio Isevi nítido nullo. Elytra valde acuminata femo- ribus posticis quarta parte superan tia. Alee elytris distincte bre- viores hyalinse disco dilute roseo. Prosternum tubérculo haud transverso ápice rotundato. Lobis mesosterni spatio subtrans- verso sejunctis Q. Long". corp. 9 35; dorso cap. 6,5; pron. 7,2; elytr. 28; alar. 23; fem. post, 14; tib. post. 12. Lat, max. alar. 9 mili. Loe. Rockharapton, Australia. Museo de Estocolmo, Recuerda esta especie por su conjunto la angusta Karsch y la Blanchardi Bol., pareciéndose además á esta última especie por el espacio mesosternal, que es lig-eramente transverso; pero por el desarrollo de las alas posteriores es del g-rupo de la. si7}ii- lis Bol., de la que se disting-ue por el menor desarrollo de las alas, que solo tienen dos veces y media la anchura máxima de los élitros. 18. A. dentifrons sp. nov. Viridis, elong-ata, compressiuscula. Antennse ad ocellos spatio latitudine articuli primi sejunctag, articulo secundo intus coe- ruleo. Costa frontalis inter antennas súbito depressa in dentem producta breviter compressa et sulco destituta, ad fastigium sulcata. Fastig'ium oblong-um a latere visum oculo distincte long-ius. Pronotum postice obtusang-ulatum, carinis lateralibus leviter explicatis; lobis deflexis postice fortiter sinuatis, ang-ulo postico acute retroproducto. Elytra elong-ata apicem fem. post. DE HISTORIA NATURAL. 211 tertia parte superantia. Alee hyalinse disco interno roseo. Tu- berculum prosternale truncatum. Laminasternalis antice gra- imlata, intervallo mesosterni subquadrato antrorsum ampliato. Long". corp. 9 25; antenn. 8; pron. 7,5; elytr. 33; fem. post. 16,5 mili. Loe. Ceram Waroe ( Jacouinot), 1841. Musée de Paris. 19. A. rliodoptera (Hag-.) Karsch. Esta especie procede de Java y se disting-ue por tener las alas mucho más cortas que los élitros. 20. A. crenatlceps Bl. Es muy afin á A . similis Bol., pero es una forma menos ro- busta y más esbelta, disting'uiéndose por la forma del fastig-io del vértex, que es más estrecho en el ápice, más rápidamente estrechado; por la quilla frontal, cuyas márgenes no se aproxi- man entre las antenas interrumpiendo el surco que la recorre; por el pronoto, que termina por detrás en áng-ulo recto, siquiera esté redondeando el vértice; por los lóbulos mesosternales más estrechos, de modo que el espacio quedos separa es evidente- mente más ancho que uno de ellos, siendo á la vez más rectan- g"ular que en A. similis, y el áng-ulo posterior de cada lóbulo más anchamente redondeado que en aquella especie; por los lóbulos laterales del pronoto, cuyo borde inferior es recto y no arqueado, como se ve en similis, en cuya especie presenta una lig"era curva sobre las coxas anteriores, y cuyo áng-ulo poste- rior no se prolonga como en aquella especie, por lo que resulta menos curva la escotadura del borde posterior. El Dr. Karsch ha citado esta especie de Gayndah y Nueva Britania, encontrándola en el Museo Godeffroy con el nombre de A. crenulata F. También he visto un ejemplar de Gayndah en la col. del Museo de Estocolmo. Se encuentra, por tanto, esta especie en Nueva Guinea y Noroeste de Australia. 21. A. similis Bol. Mr. de Saussure pone esta especie entre la sinonimia de A. psittacina Haan, quizás por no conocer los tipos de A . simi- lis, pues son dos especies que no pueden confundirse; no suce- de lo mismo con la especie anterior, pues con ella tiene grande «12 boletín de la real sociedad española semejanza, como queda ya expuesto al tratar de aquella es- pecie. A.similis Bol. es una especie muy repartida en Oceanía, siquiera no lo sea tanto como se supone por haber sido con- tundidas bajo este nombre varias especies. Lateng-o de las islas Aru y Key, asi como de Nueva Guinea; citada de las Molucas, Amboina, India neerlandesa y Anda- inan, pero he de advertir que esta última localidad merecería confirmarse. De la sinonimia de esta especie que di en la Monografía hay que suprimir la relativa á la obra de Haan, que debe pasar á la .4. ^J5i/¿í?cf;¿fl^ Haan. 22. A. Bedeli Bol. Es la especie que tiene más estrechas las alas posteriores, de modo que la dificultad que pudiera presentar para disting-uirla de A. similis Bol. por otros caracteres, desaparece cuando se comparan ejemplares con las alas extendidas; en esta especie apenas llegan á tener doble anchura que los élitros. Loe. Jokohama. El Dr. Karsch la ha citado del Japón y de Pekín. 23. A. philippina sp. nov. A. psitíacina valde próxima sed difí'ert: Capite valde g-ranoso, superne carínato antennis brevioribus atque sublatioribus, costa frontalis sulco percurrenti; lobis deflexis pronoti ang-ulo postico haud retroproducto; alis marg'ine antico ante apicem stig-ma fusco, elongato ornatis, subnebulosís. (/. Long'. corp. rf 21; dorso cap. 5; antenn. 6; pron. 4; elytr. 19; fem. post. 9 mili. Loe. Filipinas, Dolores (Mazarredo). La coloración en el tipo es pardo negruzca, pero sabido es que en muchas especies se presentan individuos con colo- ración análog-a al lado de otros en los que domina la oli- vácea. 24. A. Dohriii sp. nov. A. psiUacinm primo intuito simíUima sed fastigio verticis breviore oculo parum longiore, intervallo mesosternali retror- sum miuus angustato, femoribus posticis brevioribus diífert. DE HISTORIA. NATURAL. 213 Long". corp. c/" 23; dorso cap. 5,5; antenn. 7; pron. 4,5; elytr. 23; fem. post. 10 mili. Long-. corp. 9 33; dorso cap. 6,5; antenn. 6,5; pron. 6,2; elytr. 38; íem, post, 14 mili. Loe. Nord Borneo (Waterstradt.) Esta especie me ha sido enviada por el Sr. Dohrn, de Stettin, con otros muchos insectos interesantes de ig-ual procedencia; á él se debe el conocimiento de numerosas especies de esa re- g-ión de Borneo, por lo que me complazco en dedicarle esta Atractomorpha. 25. A. psittacina de Haan. Mr. de Saussure ha puesto en claro la sinonimia de esta es- pecie, véase «Abhandl. der Senckenb. naturforsch. Gesellsch. Bd. XXI, Heft. IV, p. 639, nota. Karsch cita esta especie de Bintang-, Borneo, Mandhor, Siam y Manila, pero es posible que alg-una de estas localidades se refiera más bien á las formas afines. En el Museo británico fig-ura un ejemplar de Filipinas con el nombre de contracta. Algfcte g-en. nov. Corpus elong-atum apterum costulatum. Caput pronoto lon- g-ius. Fastig-ium mag'num. Frons subhorizontalis costa sulca- ta, Ínter antennas compressa et sulco destituta. Antennae tri- quetrse ang-uste ensiformes acute marg-inatse prope apicem fastig-ii insertse ab oculos long-e distantes. Ocelli parum dis- tincti. Oculi parvi oblong'i. Pronotum antice truncatum postice emarg'inatum, dimidio antico tri-dimidio postico quin- que-carinatum ; metazona brevissima ; lobis deñexis elon- g-atis marg-ine inferiere subsinuato. Pedes breves costulati. Femora postica brevia, área infero externa ang-usta carina su- periori serrulata a basi compresso-lobata. Tibise posticse g-ra- ciles canthi obtusi spina apicali externa instructse. Tarsi bre- ves, articulus primus articulo tertio subbrevior. Prosternum antice strumoso-erosum. Lobis mesosternalibus postice am- pliatis, subelong-atis, ang-ulo interno breviter rotundato spatio latiore sejunctis. Foveolis metasternalibus parvis inter se dis- tantibus. Abdomen pluri-carinulaium, costa dorsali denticu- lata. Valvulse ovipositoris breves sinuatge Q. A primera vista el insecto recuerda el g'énero Omw'a Walk. 214 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA (ProiomacJius Stal), pero los fémures posteriores son semejan- tes á los de una. A iraclomorpka, por el escaso desarrollo del área infero-externa. que casi es normal; se distingue además de este 8:énero porque la quilla frontal es comprimida entre las antenas y desprovista en este trayecto de surco long-itudi nal, y el abdomen está provisto de dientecitos á lo larg-o de la quilla media en la terminación de cada seg-raento, hallándose éstos además recorridos por quillas longitudinales. 1. A. Bnmneri sp. nov. Sicco pallide testaceus. Caput superne usque ad apicem fas tigii carinatum, occipite subcostulatum. Frons granulis ni- gris adspersa. Pronotum Ínter carinas subcostulatum; lobis deflexis margine postico sinuato, ángulo postico acuto fere retro-producto. Femora postica |area externo media costulis rugatis valde obliquis sub longitudinalibus instructa. Struma prosterni crenulata, medio emarginata. Segmentum anale 9 área media trígona acute delineata. Lamina supraanalis triangularis brevis, medio sulcata 9- Long. corp. 36; cap. 8; antenn. 8; pron. 5,5; fem, post, 11. Loe. Pernambuco (Weilenmann). Un solo ejemplar 9 de la colección del Sr. Brunner von Wattenwyl (Museo de Yiena). Uhagonia gen. nov. Fastigium longum triangulare. Frons valde obliqua costa oblitterata sulcata, tantum inter antennas elevata, ante apicem fastigii abrupto terminata. Antennse brevissimse, crassiusculse, vix ante ocellos insertse. Pronotum superne teres obtusissime tectiforme sulco typico pone médium sito, lobis deflexis tra- pezoidalibus margine inferiore obliquo haud sinuato, ángulo postico acuto. Elytra squamseformia, brevissima. Alse nuUaí. Femora postica triedrica acute carinata área inferiore minus quam externo-media dilatata. Tibi;e posticae marginibus obtu- sis extus prfeter spinam apicalem 10, intus 12 spinosse. Pros- ternum tuberculatum. Intervallum mesosternale transver- sum, latius quam lobis mesosternalibus. Valvulse ovipositoris magníE, elongatse, superiores subsinuatse inferiores ante api- cem sinuatse 9. Género afín al Aíraciomorp/ia, al que se aproxima por la posición de las antenas, distinguiéndose en esto de los gene- DE HISTORIA NATURAL. 215 ros americanos, así como del Schulthessia del mismo Mada- g-ascar. Lo dedico á la memoria de nuestro colega D. Serafín Uha- o'ón, cuya labor ha sido tan útil para la entomología de la Península en el orden de los coleópteros objeto de sus largos estudios. 1. Uh. sphenarioides sp. nov. Fallida vel flavescens ruguloso-punctata. Fastigium oculo fere duplo longius, raarginibus crenulatis. Costa frontalis inter antennas marginibus sensim incrassato-ampliatis, crenulata in dentem productam. Antennse fuscse, crassiusculse; brevis- simae in Q apicem frontis haud attingentes. Pronotum dorso antice subemarginato postice obtusissime rotundato-truncato; lobis deflexis margine inferiore calloso-cicatricoso , margine postíco, subsinuato. Elytra brevissima, lanceolato-cordiformia sulcato impressa ápice excepto fusco-nigra. Lamina supra- analis acute trígona Q. Long. corp. 42; cap. 7; antenn. 7; pron. 7,8; elytr. 1,8; íem. post. 18 mili. Loe. Madagascar. Omura Walker. Este nombre propuesto por Walker en 1870 debe sustituir al de Protomachus Stál publicado en 1876. La especie Omura congrua Walker = Protomacims depressus Stál se halla citada de Para, región del Amazonas; Archido- na (Walker); Perú (Stál, Karsch); Alto Amazonas (Bolívar). Minorissa Walker. Este es otro de los géneros de Walker que he podido descu- brir en el Museo Británico; corresponde al que yo había lla- mado Phymaptera. La Minorissa imsUdata Walker parece ser la Phymarptera jíictinda Bol. Walker solo conoció el cí% el cual, lo mismo que la Q, está provisto de alas, siquiera sean muy cortas. Eli Dr. Karsch dice (Ent. Nachr. 1888, p. 331) que duda si puede referirse á esta especie un (;f que posee el Museo de Ber- lín proporcionalmente más pequeño (17 á 18 mm.), con élitros que no alcanzan al extremo del abdomen y desprovistos de 216 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tubérculos negros; en cambio el descrito por Walker tendría no solo puntos, sino hasta una pequeña línea long-itudinal ne- ¿••ra sobre los élitros; ambas cosas faltan en mi ejemplar que refiero á esta especie y que procede de Venezuela, y en otro de ig-ual procedencia de la col. Finot. Como el d' solo ha sido descrito por Walker conviene describirlo de nuevo. Corpore ang-usto. Capite pronoto distincte longiore. Anten- nis long-iusculis, filiformibus. Pronoto dorso carinis ieviter ex- plicatis. Elytris apicem abdominis haud vel vix superantibus punctis nig-ris plerumque nuUis. Seg-mento anali brevi, ob- tuso cT- Long-. corp. (/ 22; cap. 5,5; antenn. 9,5; pron. 3,5; elytr. 9,5; fem. post. 10,5 mili. Citada de Colombia y Venezuela, por todos los autores. Deraspiella Bol. nom. nov. Propongo este nombre para sustituir al de Deraspis emplea- do con anterioridad para un género de Coleópteros por Blan- chard. La especie no ha vuelto á ser observada. Buyssoniella g-en. nov. Caput conicum pronoto brevius. Costa frontalis ínter an- tennas compressa et sulco destituía denique sulcata. An- tennse teretes basi obtusi triquetrse, breves ante ocellos in- sertíe. Genne crenulatfe. Pronotum postice obtusang'ulatum, carinis subindistinctis, sulco typico pone médium sito, marg-i- ne inferiore crenulato ang'ulo postico retro producto, Elytra lanceolata. Prosternum tuberculatum. Femora postica trique- tra, área infero-externa lata. Tarsi longiusculi, articulus se- cundus articulo primo diraidio brevior. 1. B. madecassa sp. nov. Viridis. Caput rugulosum. Fastig-ium oculo haud longius. Frons a latero visa haud sinuata. Gen fe strig-osse. Pronotum dorso subdeplanato postice obtusang-ulato producto, rugulo- so, carina media subindistincta, carinis lateralibus a granu- lis indicatis, sulco postico parum pone médium sito. Elytra campo mediastino dilatato, campo discoidali basi puncto nig-ro ornato. Alse elytris breviores ápice truncatíe. Femora postica DE HISTORIA NATURAL. 2J7 canthis acutis carina superiore crenulata. Prosternum tubér- culo antice concavo ápice rotundato. Intervallo mesosterni transverso postice ang-usiiore. Valvulse ovipositoris compressa?, superiores minute serrulatae. Cerci breves depressi. Lamina supra analis trig-ona 9- Long-. corp. Q 30; pron. 8; elytr. 17,5; fem. post. 17 mili. Loe. Nossibe (Humbert), 1616. Museo de París. Schultliessia g-en. nov. Fastig-ium elongatum. Antennae Q triquetrge ang-ustae, c/ sub- filiformes, ^^9 articulo tertiointus callo nig-ro instructo. Gense crenulatse. Pronotum postice obtuse ang-ulato, carinis latera- libus nullis; lobis deflexis praBcipuse in Q postice valde altiori- bus margine postico recto, margine inferiore crenulato, an- g-ulo postico haud retro-producto. Elytra lanceolata acuta. Alse perfecte explicatse. Prosternum tuberculatum. Tarsi postici insig-niter elong-ati articulus secundus articulo j)rimo vix brevior. 1. Sch. Mplagiata sp. nov. Viridis. Caput depressiusculum; fastigium elong-atum an- trorsum sensim angustatum. Frons valde obliqua, longitudi- naliter rugulosa. Antennse cT filiformes fusco zonatse, subtus fusciores; Q breviores; anguste ensiformes; articulo tertio intus callo nigro distinctissimo. Pronotum long-itudinaliter strig-o- sum callis rufis raris sparsis, prozona postice callis nig-ris duo- bus prísdita. Elytra prasina basi puncto fusco, venis punctis sanguineis sig-natis. Alee dilute coccinese, in 9 ápice ipso hya lino. Pedes viridi. Abdomen dorso sang-uineo. Long. corp. ^ Q 21-34: antenn. 8-6,5; pron. 4,5-9; elytr. 18-28; fem. post. 11-16; tars. post. 5-7 milL Zoc. Baie d'Antongñl (Madagascar); Sainte Marie (Mada- g-ascar). Esta especie, que he visto primero en la col. del Dr. Schul- thess, á quien me complazco en dedicar el género, y más tarde en la del Sr. Finot, existe también en la mía, g-racias á la complacencia de este ilustre colega. T. v.-Abril, 1905. 15 218 boletín de la RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Las cuarcitas bismutiferas de Conquista (Córdoba) POR D. EDUARDO HERNÁNDEZ-PACHECO. I. La escasez de minerales de bismuto en España presta cierta importancia el descubrimiento de los yacimientos de este metal señalados en el rincón NE. de la provincia de Córdoba, uno en término de Conquista, próximo al pueblo, y otro cerca de la aldea de Ventas de Azuel, distantes entre sí unas tres le- g-uas próximamente. Contribuye á aumentar el interés de estas menas la forma especial como se presentan, constituyendo una formación en cierto modo diferente de las típicas y comunes en otras regiones, y también el ser el mineral dominante nuevo, seg-ún creemos, en la g-ea española. Los yacimientos bismutíferos que nos ocupan fueron denun- ciados hace muy pocos años por los Sres. D. Blas Martinho, metalúrgico italiano, y Mr. Paul Linares, ingeniero de Minas, francés; habiendo presentado el primero en la Exposición In- dustrial y Agrícola de Córdoba de 1903 y en la Exposición Re- gional Andaluza, verificada en la misma población, durante la primavera de 1904, interesantes ejemplares, que en nuestra calidad de Jurado calificador tuvimos la ocasión de examinar juntamente con muestras de bismuto metálico obtenido por el expositor, que con justicia fué recompensado con uno de los premios que se otorgaron en el certamen. Para apreciar los caracteres que diferencian los yacimientos de Conquista de los de otras regiones, creo oportuno hacer una ligera rtseña de los más típicos y característicos actualmente en explotación, é indicar después los datos que tenemos de los de la provincia de Córdoba. Es sabido que como caracteres generales de los yacimientos de bismuto se señalan: 1.° El presentarse exclusivamente en las rocas de formación antigua, granitos, gneis, pizarras cris- talinas, pizarras paleozoicas, etc. 2.° Estar asociado el mineral á otros varios, por lo común en gran número, siendo los más DE HISTORIA NATURAL. 219 frecuentes los de níquel, cobalto, arsénico, hierro, cobre, plata, plomo, oro y también estaño, tungsteno y molibdeno, •obteniéndose en la mayor parte de los casos el bismuto como producto accesorio en las explotaciones de otros metales. Y 3.° Ofrecerse el mineral en forma de filones de fractura ó en masas de contacto. Los más importantes yacimientos son los explotados en Bo- livia, considerados por Fusch como los más productivos del mundo. Las principales minas por su riqueza son las de los alrededores de Sorata, sobre todo las de Chorulco y Tazna, si- tuadas en las cumbres de los Andes á 5.603 y 5.105 metros de altitud. El terreno de estas localidades, seg-ún Forbes, es devó- nico, constituido predominantemente por g-rauwakas y piza- rras, atravesadas por erupciones de pórfidos verdosos. Los filo- nes, algunos de un metro de potencia, arman en las rocas eruptivas y en las pizarras, abundando más en los contactos de unas y otras; la ganga es cuarzo acompañado á veces de bari- tina y siderosa. El mineral de bismuto consiste en una mezcla de muchas especies: nativo, sulfuros del mismo metal y pro- ductos de alteración, constituyendo á veces especies raras, acompañando á los minerales bisrautíferos, sulfuros, como cal- copirita, blenda, galena y tetraedritas, compuestos de estaño, oro y plata. Los yacimientos de Norte América y de Australia concuerdan ■con los anteriores en presentarse el bismuto como mezcla acce- soria de especies de diversos metales; asi en Méjico, en las minas de Guanajuato, acompaña á los minerales de plata. En varias localidades de los Estados Unidos está asociado al oro y teluro, como en las minas de Virginia y Monroe y Tellurium ■de Georgia y Carolina septentrional; en otras, unido al tungs- teno, señaladamente en la mina Lañe del Connecticut, mien- tras que en el distrito de Casterfield (Carolina meridional) aparece al estado nativo ó sulfurado, y en las minas del Colo- rado, Utah y Montana, es frecuente, constituyendo especies raras. En Tenterfield, condado de Clive, Australia, se mezcla con el oro y el molibdeno el metal de que tratamos en estado na- tivo, de carbonato y otros compuestos,. cuyas minas alcanzan la riqueza del 60 por 100, y con el cobre en Cobar (condado de Eobinson). Otras minas ricas son las del monte Ramsay, en 220 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Tasmania, donde los potentes filones de estaño contienen el bismuto acompañando al wolfram. Esta asociación de minerales es también corriente en Europa. En los yacimientos alemanes de Sajonia y la Selva Neg'ra, que como en todos los casos radican en rocas antig-uas, acompañan al bismuto nativo, bismutina y bismutita, minerales de plata, cobalto y urano, ó como en Schneeberg-, donde el bismuto se encuentra en filones cobaltíferos. En los austro-húng-aros del Erzeg*ebirg-e existe el metal que nos ocupa en filones arg-entí- feros ó en yacimientos estanníferos; y en las minas de oro y plata de Rezbanya (Transilvania) acompañando, al estado de telururo, á los metales preciosos. Caracteres análog-os muestran los yacimientos ingieses*, donde el bismuto jueg-a un papel accesorio en minas de estaño ó cobre. El yacimiento de Meymac, en el granito porfiroide de Co- rréze, Francia, consiste en un filón de cuarzo que contiene en los afloramientos wolfram, mispikel y minerales arseniatados y fosfatados, y en la profundidad se carg-a de bismuto al es- tado nativo, de sulfuro é liidrocarbonato; pero siempre acom- pañado de compuestos de arsénico, antimonio, plomo, cobre, hierro, etc., siendo á su vez bismutíferos estos minerales, sobre todo el mispikel, que abunda allí bastante. En España el bismuto se ha señalado al estado nativo aso- ciado á la blenda en escasa cantidad en la roca plutónica que atraviesa el g'neis de Guinarel (1), en la provincia de Gerona, cerca de la frontera francesa, del cual hay ejemplar en el Mu- seo de Ciencias naturales. También lo cita vagamente y con duda el Sr. Naranjo de los Pirineos de Aragón. La wittichenita ha sido mencionada por el Sr. Fernández Navarro en mezcla con calcopirita y malaquita cerca de San Esteban de los Patos, provincia de Avila, según un ejemplar existente en el mencio- nado Museo (2). (1) Me comunica el Sr. Calderón que el nombre de Espinabcl con que figuraba ea las colecciones del Museo de Ciencias naturales de Madrid, estaba evidentemente equivocado; error debido al estado borroso de la antigua etiqueta manuscrita que acompañaba al ejemplar. Nuestro distinguido consocio, el t'. Font, que ha visitado aquella localidad detenidamente, lo ha comprobado sin ningún género de duda, además de que con dicho nombre no existe ningún pueblo ni término conocido. (2) An. Soc. esp. de Hist nat., t. xxiy. Actas, píg. 91. DK HISTORIA TíATURAL. 221 II. Los yaciniiento.s recientemente descubiertos en el NE. de la provincia de Córdoba, tanto el próximo ai pueblecillo de Ventas de Azuel como el situado en Conquista, distantes entre si unos quince kilómetros, se hallan hacia el orig'en de los ríos Yeg'uas y Guadalmar, cerca de la vertiente S. de la sierra Madrona y situados en la estrecha faja cámbrica que de NO. á SE. pasa por entre la zona g-ranítica de los Pedroches, de la que distan muy poco, y la gran mancha silúrica de la provin- cia de Ciudad Real, que corre al N. Segn'in los datos que me han suministrado los Sres. Martinho y Linares, el mineral se presenta entre las pizarras cámbricas, pero con caracteres distintos en el yacimiento de Ventas de Azuel que en el de Conquista. El primero parece consistir en varios filoncillos cuarzosos dirig-idos en términos g-enerales de ONO. á ESE., los cuales se cruzan y enlazan entre sí g'uardando en su conjunto la di- rección dicha. Unos contienen carbonato de cobre con pintas de calcopirita; otros, arseniuros de cobalto con eritrina, como he podido comprobar en alg-unos ejemplares, y en otros do- mina el mineral de bismuto acompañado también de produc- tos arsenicales, pues alg-unos ejemplares, cuando se les ensaya en la oquedad del carbón, producen, además de la aureola ca- racterística del bismuto, otra más alejada del color blanco azulado, percibiéndose, aunque con poca intensidad, el olor propio de los vapores del arsénico; asegurando, por otra parte, el propietario de las minas, Sr. Martinho, que al tostar los mi- nerales para la obtención del bismuto metálico, despren díanse en abundancia los mencionados vapores. Como se ve, el vacimiento de Ventas de Azuel concuerda, por lo tocante á los minerales que se presentan asociados al bismuto, con otras minas que hemos mencionado antes; pero los yacimientos de Conquista parecen diferir de éstos; no se reconoce en éstos, seg-ún el relato del ing-eniero Mr. Paul Li- nares, verdadero filón claro y patente, sino que se presenta el mineral impreg-nando á una roca que por su aspecto juzg-ó á primera vista como pórfido cuarcífero descompuesto y frag- • 22-2 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mentado. Esta roca, que, como veremos después, no es sino una cuarcita bismutífera, constituye islotes entre las pizarras cám- bricas, los cuales están en conjunto orientados hacia el ONO., no percibiéndose, como en los filones de Ventas de Azuel, rela- ciones con minerales de cobre, ni cobalto ó arsénico; única- mente á unos 500 metros de los añoramientos existe un ñlon- cillo de g-alena, cuya dirección es tal que su prolong'ación pa- sará por los manchoncillos bismutíferos. Tanto uno como otro yacimiento han sido objeto de explota- ción, aunque no en g-ran escala. En Azuel, y también en Con- quista, se recogió bastante cantidad de mineral en cantos sueltos, sobre el terreno, procedentes de la alteración y destruc- ción natural de los crestones; las labores en el primero de los citados sitios fueron muy reducidas, pues á los pocos metros, en un pozo que se hizo, encontróse demasiada cantidad de ag-ua para los escasos medios de desagüe con que se contaba, y sus- pendiéronse los trabajos. La mina de Conquista está en mar- cha, si bien se carece de datos exactos respecto á la cantidad de mineral que produce. III. Lo característico de los yacimientos bismutíferos cordobeses es que, aparte de los filoncillos de Ventas de Azuel, donde se han recogido ejemplares de mineral nativo de un espesor de un par de centímetros, consiste la roca que contiene la mena en una cuarcita que lleva como minerales accesorios del cuarzo tan gran cantidad de granillos microscópicos de bismuto nativo y al estado de hidrocarbonato, que algunos ejemplares alcanzan una riqueza de 40 por 100. Estas cuarcitas son unas de color blanco azulado, distin- guiéndose en ellas á simple vista los granos de cuarzo que las constituyen, y entre ellos los de bismuto nativo, algunos de un tamaño de seis á ocho milímetros, pero más frecuentemente al estado de partículas solo disting'uibles con auxilio de la lente. Otros ejemplares, los más ricos, tienen el aspecto de areniscas grisáceo-amarillentas con alguna que otra pequeñísima pinta de bismuto. Tanto unos como otros son muy pesados, carácter por el DE HISTORIA NATURAL. 223 cual diferéncianse en seg-uida de las cuarcitas y areniscas co- munes. Para estudiar la constitución íntima de estas rocas es prefe- rible á los ensayos químicos examinarlas en secciones delg-a- das al microscopio. Reducida la roca á polvo se reconoce, por elementales ensayos por vía seca y húmeda, la abundancia del bismuto; siendo de notar que cuando se la calcina en tubo cerrado por un extremo, desprende abundante vapor de agua, indicio de la presencia en su composición de un mineral hidra- tado; carácter que, unido á otros que revela la inspección mi" croscópica, nos ha hecho suponer que éste sea el hidrocarbo- nato de bismuto ó Msmutita. Las secciones delg-adas de la roca muestran estar constituida por un ag-reg-ado g'ranudo-cristalino de cuarzo y bismuto, y J Cuarcita bismutifera de Conquista.— 1, bismuto; 2, bismutita; 3, cuarzo. una materia de color amarillo transluciente y amorfa, pro- ducto de alteración del seg-undo, la bismutita, que, insinuán- dose por entre los otros minerales, rellena todos los intersticios, y en forma de inclusiones pulverulentas enturbia los cristales de cuarzo, como se observa en el adjunto dibujo esquemático de una preparación vista á luz natural. Los caracteres que presentan las preparaciones de los varios ¿n boletín de la ueal sociedad española ejemplares de la roca bismutííera son los mismos en cuanto al aspecto de los tres minerales que la constituyen, consis- tiendo las variaciones en que mientras en las cuarcitas azula- das y ricas á simple vista en bismuto, los granos de este mi- neral son de g-ran tamaño y el producto de alteración escaso, en las de color amarillento los granitos de bismuto son mucho más pequeños, se presentan rodeados por completo del mineral originado por su alteración, y éste en mucha mayor cantidad, Ueg-ando en los ejemplares de aspecto terroso, que por lo ge- neral son los más ricos, á quedar reducido el bismuto á peque- ños núcleos en el seno de la bismutita que invade y envuelve por completo á los cuarzos. . El mejor medio para observar este carácter es emplear ex- clusivamente luz reflejada, obturando la abertura del dia- fragma iris con el accesorio destinado á este efecto: entonces ios cuarzos aparecen negros, las partículas opacas de bismuto se destacan por su brillante color blanco metálico y superficie granujienta, señalándose claramente la bismutita, que es amarilla, formando á modo de red de gruesos nudos é irregu- lares mallas que se extiende por todo el campo de la prepa- ración. Los cuarzos ofrecen contornos irregulares y con más fre- cuencia exag'onales, de lados próximamente del mismo ta- maño correspondientes á secciones normales al eje principal, ó en forma de exágonos alargados que pertenecen á secciones peralelas ú oblicuas al eje. Es muy general que los cristales presenten abundantes g'rietas por las que se ha insinuado la bismutita 3- repartido en inclusiones pulverulentas en el centro del cristal. El empleo de la luz polarizada pone en evidencia que muchos están maclados y que han sufrido una recristali- zación acusada por un núcleo exagonal concéntrico con el contorno exterior. Los granillos de bismuto se hallan en unas preparaciones en contacto directo con los cuarzos, y én otras, como se ha dicho, ocupando el centro de las partículas de bismutita. Esta es de color amarillo y casi opaca, pues únicamente en las secciones bastante delgadas, ó en los bordes muy finos, estransluciente, sin acción á la luz polarizada, y, como ya se ha dicho, aparece como un producto de alteración del bismuto á quien envuelve, insinuándose por entre los cristales de cuarzo, dentro de los DE HISTORIA NATURAL. 225 que penetra por las g-rietas, llenando de inclusiones pulveru- lentas el centro de los mismos. Tales son los datos que he podido reunir respecto á los yaci- mientos y minerales de bismuto de Córdoba. Un estudio dete- nido sobre el terreno sería muy conveniente para el completo conocimiento de esta interesante localidad; pero conviene aplazar la visita para cuando los trabajos mineros e?tén más adelantados. Las ardillas de España POR A. CABRERA LATORRE. • Aunque todos los autores que de mamíferos españoles se lian •ocupado están conformes en considerar como Sciurus vnlgaris todas las ardillas de nuestra Península, es lo cierto que en ésta existen varias formas de Sciurus perfectaniente distintas entre sí, y á la vez diferentes de la ardilla de Escandinavia, que en rig-or es la desig-nada por Linneo con aquel nombre. En pri- mer lug-ar, tenemos en los Pirineos orientales una especie con pelaje obscuro y cola neg-ra, ya descrita por Federico Cuvier, que la llamó S. alpiniis. Una seg-unda forma, con el pelo del lomo muy obscuro y la cola roja, vive en las provincias centra- les, siendo muy posible, aunque no seg"uro, que se extienda hacia las del noroeste. En la cuenca del Guadalquivir he ha- llado otra ardilla, notable sobre todo por su reducido tamaño, y cuyo pelaje es en el dorso y la cola de uii rojo obscuro uni- forme. Finalmente, la ardilla de Francia y del centro de Euro- pa, que con frecuencia se confunde con el S. vulgaris, aun cuando ya Kerr (1) la separó bajo el nombre de S. rufiis, pa- rece existir también en España, si bien en el rincón nordeste solamente, ó sea en Cataluña y tal vez en Arag"ón. La especie últimamente mencionada distíng'uese fácilmente de todas las demás por su pelaje rojo amarillento claro, con la g-arg-anta, el pecho y el vientre blancos, y con la cola del mismo color que el dorso, pero presentando en su cara inferior cinco S'. rufiis, pero más ¿grande y con las series de molares más convexas. Ilah. — España central, en todos los sitios montañosos y espe- -cialmente en los bosques de pinos. Los ejemplares que yo he ■estudiado proceden de las provincias de Madrid, Soria y Avila. Debe encontrarse también la misma especie en Salamanca, pues he oído decir á personas que han cazado en esta reg-ión que las ardillas tienen una banda blanca debajo de la cola, y ■es muy posible que lleg-ue hasta el extremo noroeste de la Pe- nínsula. Seoane (1), después de decir que la ardilla <»-alleg-a es de color «rojo obscuro en su parte superior y blanquecino por •el vientre», menciona un ejemplar más claro que los de otras partes de España; pero como añade que era también más pá- lido que las demás ardillas de Europa, fácil es que se tratase , p. 5. 230 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Sciurus alpinus F. Cuv., Eist. Nal. des Manimiféres, 1821, lámi- na 237. Pelaje del lomo compuesto de pelos lanosos, de color de ce- niza obscuro con la puntita rojiza, y otros sedosos, más larg-os y más abundantes, negTos, con un ancho anillo blanco hacia la mitad y otro anillo mucho más estrecho, blanco ó rojo, cerca de la punta. El color g-eneral que de aquí resulta es una mez- clilla finísima de pardo obscuro y blanco, en la que domina él primer matiz. Las partes inferiores son de un blanco más ó me- nos puro, que en la parte interna de los brazos lleg'a hasta cerca del codo. Los pies posteriores de un rojo de herrumbre, pasan- do á neg-ro en el borde externo; los delanteros también negaros, y este color se extiende por toda la cara interna del antebrazo y por delante del brazo, los lados del pecho, la parte inferior de las mejillas, los labios y los lados del hocico, donde va pa- lideciendo hasta ser de un delicado color de carne. Las orejas como el dorso, con los pinceles negTOs. Cola neg-ra de azaba- che, con lig-eros matices parduscos en la raíz y en el centro de su parte inferior. Todos sus pelos son negros, con dos ó tres anillos blanquecinos en la mitad basilar, y alg'unos presentan un ancho anillo rojo á continuación del último blanco. Dimensiones del macho: cabeza y cuerpo, 240 mm.; cola, sin los pelos, 205; oreja, 22; pie posterior, sin uñas, 58. Cráneo: iong-itud occipitonasal, .53 mm.; long^itud basilar^ 45; ancho en los zig'omáticos, 32; Iong-itud de los nasales, 15; ancho máximo de los mismos, 9; ancho interorbitario, 18; an- cho de la caja cerebral, 24; diastema, 12; serie de molares su- periores, 10. Como se ve, comparando las dimensiones, el cráneo del S. al- pinus es tan ancho como el del S. infuscatits, pero mucho más corto. Además, los nasales son relativamente más anchos en la forma de los Pirineos que en la del centro de España y que en el S. riifus. En éste y en el S. mfuscatus, la anchura máxima de ambos nasales es inferior á la mitad de su Iong-itud, mientras en el S. alpinus el ancho casi equivale á dos tercios del larg-o. Hah. — Pirineos orientales, extendiéndose hacia el nordeste, ya fuera de España, por los Alpes del Delfinado, seg-iin Boi- tard (1). (1) Le Jardín des Plantes, 1815, p. 307. DE HISTORIA NATURAL. 231 Ig-noro hasta dónde llegará esta forma por el oeste, y si se encontrará en la cordillera Cantábrica. El Sr. Graiño, de Avi- les, me comunica que las ardillas de Asturias son de un color •castaño obscuro, con la cola casi neg-ra y sin rayas blancas por debajo, y no creo imposible que representen una especie nueva, propia de aquella reg'ión, cuyos mamíferos nos son tan poco conocidos. La siguiente clave puede ser de utilidad para distinguir á primera vista las ardillas españolas ya descritas: ü. Cola roja. a' . Tamaño grande; cola listada de blanco por debajo. a" . Cola de un rojo igual al del dorso, y con varias líneas blanquecinas por debajo rufus. V . Cola más clara que el dorso, y con una sola banda blanca por debajo mfiiscatus. 1)' . Tamaño pequeño; cola uniforme, sin listas blancas hmiiciis. Ij. Cola negra alpinus. La distribución geográfica de estas cuatro formas, así como la de la especia hasta ahora dudosa de la cordillera Cantábri- ca, he tratado de representarla gráficamente en el mapa que acompaña á este trabajo. Como puede verse en él, hasta ahora no ha sido encontrado el género Sciurus en la región valen- ciana ni en las Baleares. Breve noticia de una excursión á Ayamonte y Castro Marín POK D. FRANCISCO DE LAS BARRAS DE ARAGÓN. Con el propósito de ir conociendo la provincia de Huelva y recog'er ejemplares para el Gabinete de Historia natural del Instituto, verifiqué durante los días 18, 19 y 20 de Febrero pa- sado una excursión á la parte más occidental de la región y frontera portuguesa. Salí de Huelva el primero de los días citados,, por la lineada Zafra, y dejando el tren en Gibraleón, tomé asiento en uno de •23-i boletín de la rkal sociedad española los coches que hacen servicio regnüar entre aquella estación y Ayamonte, pasando por Cartaya y Lepe, entre cuyos dos pue- blos se cruza el río Piedra. Después de pernoctar en Ayamonte, pasé á la mañana si- g-uiente el Guadiana para desembarcar en Villarreal (Portu- g-al), emprendiendo á pie la marcha hasta Castro Marín. Tuve ocasión de visitar las dunas que existen próximas á la salida de aquél y recorrer en los alrededores de éste las formaciones que allí se encuentran en contacto del infraliásico, triásico y carbónico inferior, que al ir desde Villarreal se van encon- trando en este mismo orden, y que aparecen de nuevo pasando- el último de dichos pueblos. De todos estos terrenos, sobre los que tan notables estudios ha hecho el disting-uido g-eólogo Paul Choffat. recog-í ejemplares, dedicándome al reg-reso á herbori- zar y buscar, aunque sin éxito, insectos que, por lo- atrasado de la estación, no pude encontrar. De regreso a Avamonte al medio día, dediqué la tarde á her- borizar también y á recolecciones entomológ'icas por los alrede- dores, visitando la formación triásica y la iufraliásica de la ori- lla española del Guadiana, asunto este muy interesante y que vale la pena de exploración más detenida. A la mañana sig-uiente salí para la isla Cristina (La Hig'ue- rita), cuyos alrededores recorrí, recog-iendo alg-unas conchas y bastantes alg-as, para regresar por la tarde á Gibraleón y vol- ver á Huelva en el tren que lleg-a á las nueve y media de la noche. Aunque los ejemplares, sobre todo de botánica, han sido nu- merosos, en realidad la premura con que tuve que realizar la expedición impidió que pudiera visitar muchos sitios del tra- yecto que prometen abundantes recolecciones; tal sucede, por ejemplo, con los grandes pinares de las cercanías de Ayamonte. Tampoco la época era muy favorable para mi propósito. Oportunamente comunicaré á la Comisión de Catálog-os las- especies recog'idas que pueda determinar, limitándome aquíá dar esta lig-era noticia de una excursión que solo considero como preliminar de otras posteriores más detenidas; especie de tanteo lig-ero, del que no estoy sin embarg'O descontento, como promesa de un buen campo y poco conocido de exploración. DE HISTORIA NATURAL. '23:^ Boletín bibliográfico. Abril. Académie des Sciences. París. (Comptes rendus). Tome cxl. no 9-13. Académie des Sciences. Cracovie (Biilletin internationalj. >í° 8. — H, Zapa- Lowicz: Revue crítique de la flore de GaIicie.=^N'' 0. — J. Xcsbau.m: Re- cherches sur la régénération de quelques Polychétes. — L. Btkowski et J. Isi'sbaum: Contribut. á la morphologie du Fierasfer. — W. Gadzikie- wicz: Sur la structure histologique du coeur chez les Crustacés déca- podes. — Vl. Kdi.czynski: Fragmenta arachuologica . — M. Zsymanski: Contrib. á rhelmintologie. American Naturalist (The). M" 457.— J. L. Hamock: The habits of (Ecan- thus fasciatus. — H. L. Ltok: The embryo of the Angiosp-innus. — H. E. ExDERs: On the commensals found in the tubes of Chcetopterus per- (jamentaceus. — J. Stakforu: On the larva and spat of the Canadiau Oyster. — T.B. A. Cockerell: A table to facilítate the determination of the Mexican .íls2JÍíZo^i.==N° 2.— R. Zeiller: Sur la découverte de stations nouvelles du Trichomanes radicans dans les Basses-Pyrénées. — Ch. Guffrot: Les Aspidium aculeatum et A. Lonchitis constituent-ils deux espéces distintes?— F. Hy: Sur le Nitella confervacea.—'L. IjOtz: Nouv. obser- vations relatives á l'emploi de la leucine et de la tyrosine comme sources d'azote pour les végétaux. — G. Chamveaud: Sur les mouve- DE HISTORIA NATURAL. 235 ments provoques des étainiues de Sparmannia et des stigniates de Mimulus. Société Entomologique de Belgique. Bruxelles. ( Anuales) . T. xlix, n° 1. — H. Schoüteden: Hemiptera (Escursione del dott. Tellini nell'Eritrea); Hémiptéres-héiéroptéres de Abysiuie et du pays des Somalis. — G. TJl- mer: Neue und wenig bekannte Trichopteren der Museen zu Brüssel und Paris. — R. Braem: Descriptiond'un Goliathide nouveau.=^N° 2. — J. BoüRGEOis: Description de quatre espéces nouvelles de Lycides du Bengale. — H. Schooteden: Note sur le genre Garsauria. Société Impériale des Naturalistes. Moscou. (Bulletinj. Année 1904, nos 2-3. South African Museum. Cape Town. (Annals). Vol. iii. Part. vi. — L. Périn- guey: Sixth Contribution to the S. African Coleopterous Fauna. University of Colorado. Boulder. (Studies). Vol. ii, n" 3. — T. D. A. Cocke- rell: Tables for the identiflcation of Rocky Mountain Coccidce. Wiener Entomologische Zeitnng. xxiv Jahrgang, i uud ii Heft. — H. Friese: Die Keulhornbienen Afrikas. — F. Foerster: Libellen yon Tonkin. — L. V. Hetden: ijher Parmenabalteus. — G. Breddin: Über Bolbocorisf reticulatus.—J. Müller: Vier neue Hohlenkafer aus dem osterr. Lito- rale.— K. Petri: Bestimmungstabelle der mir bekannt gewordenen Arten der Gattung Lixus aus Europa und den angrenzenden Gebie- ten — A. Fleischer: Berichtigungen zu meinen Bestimmungstabellen der Dyschirius- Arten. — H. Schoüteden: Neue Pentatomiden aus Afrika und Madagascar. Zeitschrift für Wissenschaftliche Insektenhiologie. Husum. Band i, Heft 3. Flogel: Monographie der Johannisberen-Blattlaus, Aphis ribis.— J. Dewitz: Über Fangversuche angestellt mittelst Acetylenlampen an den Schmetterlingen von Tortrix pilleriana. — N. Cholodkovskt: Neue Versuche über künstliche Variationen von Vanessa urticce. — G. Ul- mer: Über die geographische Verbreitung der Trichopteren. Zoologischer Anzeiger. Leipzig, xxviii Band, nos 19-20. — Enderlein: Laus- estudien iH. — Silvestri: Über die Projapygiden und einige Japyx- Arten. — Chün: Über eine unbekannt gebliebenen Flimmertrichter bel Cephalopoden. — Meisenheimer: Die Organisation und Fortpflanzung von Halopsyche Gaudichaudi. — Illig: Das Leuchten der Gnathophau- sien; Eine neue Art der Gattung Thysanopoda. — Handlirsch: Phylo- genetisches über Insekten. — Sixta: Über den Ufsprung der Sauge- tiere. Zoologist (The). London. N° 765. — E. Lydekker: The Gorals of India and Burma. — J. H. Gurney: Ornithological motes from Norfolk. — O. V. Aplin: Winter motes from Lleyn. 7B9 HOLRTIN DE LA IIKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Malaguilla (D. Eduardo). — Caracterización cerebral de la mujer. — Ciu- dad Real, 1905. Oloriz y Ortega (D. Federico). — Investigaciones radiográlicas sobre el desarrollo del esqueleto de la mano.— Madrid, 1903. Philippine Weather Burean. Manila. Bulletin of the Central Observatory, for September, 1904. Revista científica jn-ofesional. Barcelona. Año viii, núm. 75. Revista de Medicina tropical. Habana. Tomo v, uúra. 12, y tomo vi, núm. 1. Sesión del dia 3 de Mayo de 1905. PRESIDENCIA DE DON SALVADOR CALDERÓN. — El Secretario accidental D. Lucas Fernández Navarro leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Asiste el Sr. Aranda, presentado por D. Orestes Cendrero. Admisiones. — Quedaron admitidos como socios numerarios: D. Rafael de Mazarredo, D. Francisco Bernard y D. José del Busto, presentados en la sesión anterior por D. Carlos Maza- rredo; D. Jesús María Carballo y D. Enrique Pons, que lo fue- ron por D. José Rioja; D. Nicolás Pérez y Jiménez, por D. Ra- món Llord y Gamboa, y la Escuela Normal de Maestros de Granada, por el Sr. Bolívar. Se hicieron otras propuestas de socios. — El Sr. Presidente participó el fallecimiento del reputado químico, catedrático de la Universidad de Oviedo, D. José Ra- món de Luanco, del cual publicaron nuestros Anales, t. iii, un trabajo notable referente á la «Descripción y análisis de los ^aerolitos que cayeron en Cang-as de Onís (Asturias)». Dio cuenta á continuación del homenaje rendido en Alcañiz •el día 23 del pasado mes á nuestro sabio consocio D. José Pardo y Sastrón, botánico ilustre, cuya larga vida se ha con- sagrado al cultivo de la ciencia y á los deberes profesionales de la farmacia que ejerce en Valdealg-orfa (provincia de Zara- goza). Es autor, entre otras, de la obra «Serie incompleta de plantas aragonesas», en que menciona 2.460 especies y se dan á conocer 26 nuevas, obra que patrocinó el gran Will- komm, consolidando así su reputación. Después trabajó con Lóseos y siguió publicando estudios de notable mérito. Al fes- tejarle el Colegio central de Farmacéuticos, con otros centros académicos, Ayuntamientos y particulares, entregándole las insignias de la Orden de Alfonso XII, con que fué condecorado recientemente, ha rendido un justo homenaje al héroe obs- curo del trabajo y del talento. La Real Sociedad española de Historia natural ha de sentirse orgullosa por contar á varón tan esclarecido en el número de sus socios. Tomo v.-Mayo, 1905. IG 288 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Por unanimidad se acordó que constara en acta el senti- miento de la Sociedad por el fallecimiento del 8r. Luanco, así como oficiar al Sr. Pardo y Sastrún haciéndole saber que nues- tra Sociedad se adhiere al justo homenaje que se le ha tribu- tado, y siente no haber tenido noticia antes para haberlo hecho- en aquella ocasión. — El Sr. Presidente ofreció á los socios presentes unas pape- letas que la «Real Sociedad Geog-ráñca de Madrid» había remi- tido, invitando á la conferencia de D. Antonio Blázquez acerca de «La Mancha en tiempo de Cervantes». Dio también cuenta de haberse recibido varias publicacio- nes que los Sres. Cadevall, de Tarrasa; Rojas Acosta, de Bue- nos Aires; G. Henricksen, de Cristianía; Dr. Griffini, de Turín; Schulthess, deZurich; Pérez Jiménez, Muñoz del Castillo y Con- treras, reg-alan á la Sociedad. Se acordó que constara el ag-ra- decimiento á los g'enerosos donantes. Se presentó á continuación el primer número del «Boletín de- la Academia scientifica Veneto-Trentino-Istriana», que soli- cita el cambio con nuestras publicaciones. Pasó el asunto á la Comisión de publicación. Correspondencia. — El Sr. Presidente dio cuenta de una carta, que le dirig-e el profesor Jiménez de Cisneros, de Alicante, re- mitiéndole un huevo de paloma que, como otros puestos por el mismo animal, carece de yema; particularidad que cree podría atribuirse á que no coincidiese en el animal el período del celo acompañado del desprendimiento de albúmina con la madura- ción del óvulo. — El Sr. Bolívar hizo saber á la Sociedad que el Dr. Blan- chard, de París, nuestro ilustre consocio, á quien se aludió en la sesión pasada con motivo de la comunicación de la «Socie- dad Arag'onesa de Ciencias» sobre petición de que el idioma español sea admitido en los Cong-resos de Historia natural, le- había escrito relativamente á dicho asunto. En la carta á que hacía referencia, nuestro consocio declara que no solo no ha de poner dificultad para que esto se consig-a, sino que él por su parte acepta el español como una de las seis leng-uas admi- tidas para la colaboración en su Revista de parasitología. Hace,, sin embarg-o, la salvedad de que se halla imposibilitado de- proponer esta admisión espontáneamente por el hecho de ser DE HISTORIA NATURAL. 239 Secretario del Comité permanente de Jos Cong-resos zoológicos, encontrándose en tal concepto oblig-ado por el acaerdo del Cong-reso de Moscou de que el idioma francés fuese el solo oficial para estas reuniones; pero, como á pesar de este acuer- do, en el de Cambridg'e se habló y publicó en ing-lés, y en los de Berlín y Berna en alemán, y probablemente en el próximo de Boston volverá á hacerse uso del ing-lés, lo que no puede evitarse si se pretende que los Cong-resos verifiquen cada se- sión en una nación distinta, podrá proponerse dicha amplia- ción en el primero que se celebre, que será el de Boston, para lo que se dirig-irá al Sr. Blanchard una petición oficial de la Sociedad, siendo conveniente, puesto que hay tiempo sobrado para ello, que se pong-an de acuerdo las Sociedades de España y América interesadas en que el español sea aceptado como lengua oficial, al ig-ual que las hoy en uso. La Sociedad ag-radeció al profesor Blanchard sus buenas disposiciones respecto á este asunto, y encomendó á la Junta Directiva cuestión tan importante para los naturalistas que hablan el castellano. El mismo Sr. Bolívar llamó la atención de la Sociedad res- pecto á que habiendo de asistir al Cong-reso de Botánica de Viena como deleg-ado español el profesor Reyes, podría enco- mendársele gestionara la admisión del español en el referido Congreso, para lo cual debería la Sociedad confiarle su repre- sentación, si, como era de esperar, la aceptaba nuestro esti- mado consocio, acordándose así por la Junta. Comunicaciones verbales.— El Sr. Ribera dio noticia de un sis- mo que ha ocurrido en Gandía el pasado mes, y á ruego de los socios ofreció adquirir noticias más detalladas del mismo, para con ellas redactar una nota. — El Sr. Llord presentó un trabajo titulado «Examen quími- co de la cuarcita bismutífera del término de Conquista (Cór- doba)». — El Sr. Rioja remite una «Nota acerca de diversos yacimien- tos y variaciones de color de la Aclamsia RondehtnJ). Ch. é in- dicación de la nueva variedad var. libera». Al trabajo acom- pañan siete preciosas acuarelas, alguna de las cuales habrá de ser publicada con la nota. — El Sr. Fernández Navarro leyó una nota titulada «Notí- 240 fiOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA cias mineralógicas», continuación de otras publicadas con el mismo título. — El Sr. Bolívar presentó un trabajo sobre «Hemípteros de España» del Dr. G. Horváth, de Budapest, y otro suyo sobre los «Acridioideos del Muni para el tomo i de nuestras Memorias. Noticias bibliográficas. — El Sr. Dusmet envía las sig-uientes: 1.' «Acht neue Coleopteren der palaarktischen Fauna», por Edm. Reitter (Wieaer Entom. Zeitung-., xxiv Jahrg-, iii u. iv Heft). De estos ocho nuevos coleópteros corresponden dos á España, á saber: Ablattaria subtriangiila, especie próxima 'A A. Immgata F., encontrada por nuestro consocio D. Jorge Schramm en Mayo de 1904 en la sierra de Guadalupe (Cáceres). y Trichohjrrhulns Chamiñoni, descubierto por Mr. Champion en la Granja de San Ildefonso y en el Moncayo. 2.* -^^On some northern Spanish Geometrides», by Louis B. Prout (The Eniomoloíjisi' s Record, vol. xvi, núm. 11). Es una enumeración, acompañada de abundantes observa- ciones, de 47 especies de dicho grupo, recogidas por el Dr. Chap- man en Canales de la Sierra (Burgos), en el Moncayo y algu- nas otras localidades, durante el verano de 190.3. S.'' «Notes (chiefly on lepidoptera) of a trip to the Sierra de la Demanda and Moncayo, Spain», by T. A. Chapman (The EntomoL Record, vol. xvi, números 4-6). Reseña de una exten- sa é interesante excursión verificada en el verano de 1903 por los Sres. Chapman y Champion, con una lista de las especies recogidas. 4.* «Excursions botaniques de M. Elisée Reverchon dans le massif de La Sagra et á Velez Rubio (Espagne)», par M. l'abbé Jh. Hervier. Este trabajo viene publicándose en q\ Bulletin de VAcadémie interncitionale de GéoyrapMe hoímiiq%ie. Le Mans, 1905. — El Sr. Calderón comunicó las siguientes noticias: 1.* El Sr. de Angelis d'Ossat ha publicado en las Memorias de la R, Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (ser. iii, t. V, pág. G7, 1905) una nota intitulada «Fauna coralina del piso ap tense de Cataluña». 2.* Nery Delgado (J. F.) «Contribucoes para o estudo dos terrenos paleozoicos» (Conmnicacoes do Servico geológico dePor- tugal, t. VI. Lisboa, 1905). DE HISTORIA NATURAL. "ül En este notable trabajo su eminente autor resume, amplia y rectifica el fruto de sus anteriores estudios sobre los terrenos arcaico j cámbrico de Portug-al. La parte más interesante para nosotros de la Memoria se refiere á la comparación de dichos terrenos con su continuación en España, para la cual toma por base las publicaciones de nuestro inolvidable Macpherson re- lativas principalmente á los territorios de Andalucía y Ga- licia. Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el 27 de Abril próxi- mo pasado bajo la presidencia de D. Antonio Seras. — Se presentó un estudio sobre «Distribución de la Wolfra- mita en España», del profesor D. Eduardo Hernández Pacheco, de Córdoba. — El Sr. Barras, de Huelva, remite una «Noticia de alg-unos monstruos existentes en el Gabinete de Historia natural de Huelva», acompañados de cuatro dibujos. — El Sr. Presidente dio cuenta de varios trabajos recientes del Sr. Ramón y Cajal sobre los tipos celulares de los g-ang-lios sensitivos del hombre y los mamíferos, cuyos adelantos son de- bidos á la aplicación del nuevo proceder del nitrato de plata reducido, de que es autor el eminente sabio, y de cuyo medio han empezado á obtenerse g-randes resultados y los promete aún no menores. La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 27 de Marzo último bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. El Sr. Presidente hizo la presentación del socio Sr. de Val y' Julián (D. Vicente), que por primera concurría á la sesión, y el Sr. Moyano hizo saber que su compañero y consocio D. Félix Mateos había sido propuesto catedrático de Física, Química é Historia natural de la Escuela de Veterinaria de Santiago, y se acordó hac.er constar en acta la satisfacción de los socios por la citada propuesta. — El Sr. Ferrando presentó la nota siguiente: «Revisando una de las colecciones mineralóg-icas existentes en el Museo de esta Facultad, llamáronme la atención unos cristales de teruelita y otros clasificados como de martita, que observados detenidamente me han sug'erido la idea de la pre- sente nota. El asunto de ella es el de consig-nar que la combi- 24-2 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nación del romboedro con el pinacoide exagonal puede dar lugar á formas combinadas de apariencia enteramente octaé- drica; y que seg*ún sea el valor del diedro de las aristas culmi- nantes y el mayor ó menor desarrollo de la cara pinacoidal, el pseudooctaedro parece pertenecer al sistema reg-ular, al mo- nosimétrico ó á otro sistema. Así, por ejemplo, los cristales de teruelita á que me refiero, no me extraña que hayan sido de- terminados por la entidad científica que formó la colección como octaedros monoclínicos, porque realmente, sin medir los áng'ulos, la impresión que producen es la del octaedro consti- tuido por la combinación del clinodomo (okl) con los dos he- miortodomos (hol) positivo y neg-ativo. En el ejemplar de dicho mineral que teng-o á la vista, las dos caras del pinacoide básico truncan los vértices culminantes del romboedro precisamente al nivel de los vértices laterales, cuya coincidencia contribuye en gran modo á la confusión. De esta manera, de las seis caras en triáng-ulos isósceles per- tenecientes al romboedro, parecen cuatro de ellas formar el clinodomo, y las dos restantes el hemiortodomo neg'ativo, sien- do las del pinacoide las correspondientes al positivo. Estas úl- timas se presentan, como he observado siempre en los cristales de teruelita, mates y hasta g-ranulosas, siendo las demás com- pletamente brillantes; lo cual en este caso no facilita la deter- minación del sistema, porque tratándose de dos formas simples distintas, como lo son los dos hemiortodomos, pueden muy bien ofrecer sus caras distinto brillo. Cuando los diedros cul- minantes del romboedro tienen un valor próximo al de 70" 32', la apariencia es en un todo de octaedro reg'ular, porque las aristas laterales se aproximan entonces á los 109'' 28' de las aristas octaédricas. Esto tiene aplicación al tratar de disting-uir por la forma los cristales romboédricos de olig-isto de los octaé- dricos de martita, en cuyo caso solo una delicada medición goniométríca puede determinar la simetría del cristal.» DE HISTORIA NATURAL. 243 Notas y comunicaciones. Examen químico de la cuarcita hismutifera del término de Conquista (Córdoba) POR D. RAMÓN LLORD Y GAMBOA. La roca metalífera objeto de esta nota me fué conocida hace casi dos años liallándome en Fuencaliente (Ciudad Real), á muy poco tiempo de descubrirse el yacimiento de bismuto. A simple vista se disting-uen en la roca múltiples puntos bri- llantes, blancos, de aspecto metálico, y otros alg'o amarillentos, también con brillo metálico. El bismuto aparece en impreg-naciones sutiles , como sí una lluvia finísima, procedente de la condensación de vapor metá- lico, hubiera penetrado la cuarcita, alg-o arenosa que forma su g-anga ó matriz. En la mano se aprecia ya muy bien su peso relativo, más elevado del que corresponde á una roca silícea. Su peso específico ha sido tomado con cuidado, por el procedi- miento del frasco, habiendo dado los números: 4,98 y 5,01, pu- diéndose admitir en las muestras que poseo la cifra 5 con muy pequeño error. Seguramente habrá otras más ricas en metal, y por tanto de más elevada densidad. Los ensayos cualitativos verificados en mí laboratorio han sido los siguientes: 1." Pulverizado el mineral y tratada cierta porción de su polvo por ácido nítrico, á un suave calor, se disolvió la parte metálica, con desprendimiento de vapores rutilantes de N O, quedando la disolución incolora. 2." Separada la disolución nítrica, diluida muy poco á poco, teniendo cuidado de conservarla transparente al añadir el agua ó de verter más ácido nítrico si se enturbia, se la dividió en varias porciones para su estudio. En la primera porción se vertió un poco de cloruro amónico y después agua, precipitándose en seguida el oxicloruro bismúti- co, blanco, pulverulento, pesado, depositándose pronto en el fondo del tubo. 244 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA En la seg-Linda porción se vertió mucha ag-ua, enturbiándose el líquido por la formación de nitrato básico de bismuto. En la tercera se añadieron unas g-otas de ácido sulfúrico, sin que se observara variación alg-una de la disolución, lo cual de- mostró la ausencia del plomo. Hecha positiva esta reacción, in- troduciendo en el liquido una mínima cantidad de nitrato plúm- bico, apareció fuerte enturbiamiento y depósito rápido del sulfato plúmbico formado. En la cuarta se vertió con precaución ioduro potásico, pre- cipitándose el ioduro bismútico, pardo-obscuro, soluble en un exceso de reactivo, dando una disolución rojo-anaranjada. En la quinta porción, tratada por el bicromato potásico, se ob- tuvo un precipitado amarillo de cromato bismútico soluble en el ácido nítrico concentrado. En la sexta porción el amoníaco precipitó el metahidrato bis- mútico blanco, insoluble en un exceso de reactivo. Por vía seca se ensayó el polvo del mineral, mezclado con partes iguales de ioduro potásico y azufre, sobre el carbón, obteniéndose dos de- pósitos coloreados: el más cercano á la llama, amarillo, de óxido bismútico, y el más lejano, rojo, característico, de ioduro bismútico (reacción de Von Kobell). Por los caracteres anteriores parece tratarse de un bi.-muto muy puro. Falta, sin embarg-o, buscar el arsénico, que por pre- mura de tiempo no he intentado determinar. Dada la intensidad relativa de todas las reacciones obtenidas, habiendo empleado en todos los ensayos un g-ramo, poco más ó menos, de mineral, creo tiene importancia industrial el ha- Uazg-o de tan apreciado cuerpo, debiendo ensayarle también en concepto de su posible energ-ía radio-activa, la cual, si se demostrara, aumentaría su valor ya crecido, sumando sus apli- caciones científico-especulativas á las industriales y médicas que posee. Algunas observaciones sobre los yesos de Orejo (Santander) POR D. RAMÓN LLORD Y GAMBOA. Cuando se trazó la vía férrea de Santander á Solares, pro- longada después hasta Bilbao desde la aldeita de Orejo, á dos ÜE HISTORIA NATURAL. 245 kilómetros próximamente de esta última, aparecieron á ambos lados de las trincheras entonces abiertas grandes masas (ban- cos) de yesos, pertenecientes al parecer al terreno triásico, re- presentado allí por numerosas y variadas margas y arcillas yesíferas, análogas á las que rodean la base del cerro Cotoñite, parcialmente ofítico, á tres ó cuatro kilómetros de Orejo y en las inmediaciones de Anaz, camino de Liérganes. No puede observarse representante alguno del terreno jurásico en toda la zona de Solares á Liérganes, ni de Solares hacia Santander, pasando por Orejo, pareciendo evidente que del contacto del trias, cuyas margas aparecen al lado mismo del Estableci- miento balneario, con el cretáceo, dominante en la menciona- da zona, surgen ó emergen los hermosos y abundantes ma- nantiales termo-minerales de Solares, analizados por mí en años anteriores. Los yesos de Orejo son curiosos por las substancias diversas que contienen y por sus coloraciones y estructuras variadas. En efecto, unos son fibrosos, limpios, nacarados y translúcidos, sin mezcla de materias extrañas á su composición normal; al lado de éstos hay masas hialinas, de cristales indistintos, trans- lúcidas y también muy puras. A. pocos pasos cambia por com- pleto el aspecto de los yesos, y la arcilla revela su presencia por el aliento. y por la coloración de las masas, que son ya blanco grises ó grises matizadas de amarillento ó de rojizo. Estos yesos, de aspecto margoso, presentan pequeñas vetas ó algunas bolsas de otros yesos blancos, constituidos por infini- dad de cristales pequeños, muy puros, separables mediante una presión poco intensa, convirtiendo la masa de cristales, poco coherentes entre sí, en una especie de arena, de la que cada grano es un individuo cristalino perfectamente definible. Otras masas iguales á estas encierran en su seno gran número de cristales combinados, amarillentos, que al destacar su color sobre el blanco de la masa envolvente da al conjunto un as- pecto algo aporfidado. Hay yesos arcillosos más consistentes que los anteriores, cuajados de pequeños jacintos de Compos- tela, y otros, sin arcilla, conteniendo numerosos cristalitos blancos, exagonales y apuntados, de cuarzo; otros, en fin, de largas fibras y arcillosos, entre los que aparecen de trecho en trecho trocitos irregulares, gris-obscuros, de dolomía cripto- cristalina al parecer. •246 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Todas estas formas observadas, y otras que quizá hayan pa- sado inadvertidas, inducen á pensar que la g-énesis de las ma- terias allí acumuladas tuvo lugar eu espacios ag-itados, llenos de ag-uas turbias parcial ó totalmente, de las cuales se deposi- taron poco á poco los materiales, disueltos unos, interpuestos otros, y arrastrados todos por las corrientes arcilloso-salinas de aquella remotísima época ó período del trias, que tantos ejemplos ofrece en g-rande escala de lo presentado en muy pe- queña mag-nitud en Orejo. Deseando saber si los trozos irregulares bautizados por mí de dolomía impura, arrastrados allí con la arcilla y depositados después con los yesos, eran realmente constituidos por aquella especie, separé con cuidado un trocito, y después de limpio, pulverizado y pesado medio gramo con exactitud, procedí al análisis cuantitativo, que dio el resultado siguiente: En 100 partes: Carbonato calcico 48,000 — magnésico 37,769 — ferroso 2,494 Residuo insoluble (arcilla ferrug-inosa).. 8,880 Pérdida en todo el análisis 2,857 Total 100,000 Las cantidades halladas de carbonatos calcico y magnésico, referidas á 100, resultan ser las de una dolomía normal^ con g'rande aproximación. El residuo insoluble, examinado en el hilo de platino, con las perlas de bórax y de sal de fósforo, solo dio una reacción débil del hierro y otra muy característica y evidente de la síli- ce, lo que demuestra la posibilidad de reconocer el hierro en la arcilla, aun después del tratamiento por el ácido clorhídri- co diluido, teniendo cuidado, no obstante, de no prolong-ar la acción clorhídrica sobre los carbonatos más tiempo del nece- sario para la disolución de estos últimos, y de no calentar ó ca- lentar lo menos posible, para no llevarse el hierro de la indi- cada arcilla en todo ó en parte. Con estos sencillos cuidados me ha sido posible distinguir el hierro ferroso del carbonato, del hierro férrico contenido en la arcilla, hierros bien diferen- tes en sus orígenes, en sus vicisitudes g"eognósticas y en su DE HISTORIA NATURAL. 247 sig-nificación en el conjunto examinado. En otros casos será muy difícil, ó quizá imposible, hacer esta distinción si se trata, por ejemplo, de carbonatos poco solubles en el ácido clorhí- drico, que oblig-an á calentar por larg-o tiempo hasta obtener la disolución necesaria; pero aun en este caso, si directamente no podemos verificar la demostración, siempre nos dará el cálculo, en un análisis bien hecho, el medio de salir adelante en el problema de conocer lo que debe estar combinado ó no con un determinado cuerpo. Distribución de la aWolframita» en España y yacimiento de tungsteno del cerro de las Cabezas en Montoro (Córdoba) POH D. EDUARDO HERNÁNDEZ-PACHECO. En el número anterior del Boletín de la Real Sociedad es- pañola DE Historia natural daba cuenta de las interesantes cuarcitas bismutíferas descubiertas recientemente en Conquis- ta; en el presente, continuando la descripción de los yacimien- tos minerales poco comunes de la provincia de Córdoba, voy á decir alg-unas palabras respecto á la importante mina de tung-s- teno, hace poco en explotación, situada en el cerro de las Cabe- zas, término de Montoro, haciendo previamente alg'unas consi- deraciones relativas á los yacimientos de este metal, y de pre- ferencia á la distribución que ofrecen los minerales de tung-steno en España. Tiene importancia el criadero cordobés por ser la única loca- lidad en nuestra nación en que se explota exclusivamente el mineral de que tratamos, pues en los restantes sitios en que la wolframita se ha señalado no creo haya sido objeto de explota- ción formal. Por otra parte, en la excursión que realizamos ala mina Sorpresa tuvimos ocasión de observar una especie nueva para la g-ea española, la cuproscheelita, seg-ún todos los carac- teres, hecho que por sí solo da cierta importancia á dicha loca, lidad, aparte de la que pueda tener por ser el filón verdadera- mente típico, presentándose en él los dos minerales explotables de tung'steno, la wolframita y la scheelita, en bastante can- tidad. 218 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Los minerales de que tratamos son relativamente raros, tan- to la wolframita (tiiní^fstato de liierro y mang-aneso) como la scheelita (tungstato de calcio), constituyendo solo la primera es- pecie yacimientos importantes industrialmente considerados, pues la segunda más bien aparece como producto de alteración, y Vínicamente es mineral dominante en los yacimientos de Wai- pori y del lago Wakatipu, en Nueva Zelanda, y en alguna otra localidad de la península de Malaca, citada por Fuchs y Launay. La wolframita arma entre rocas antiguas, especialmente granitos, gneis, pizarras cristalinas y paleozoicas; cuando se presenta como mineral esencial aparece en filones cuarzosos, constituyendo cristales laminares, alargados, distribuidos con variable abundancia en la masa de cuarzo del filón. Lo más corriente es que se presente como accesoria en los yacimientos de estaño, acompañando á los cristales de casiterita, especie con la cual tiene grandes analogías de yacimiento, pues, como es sabido, también ésta aparece en cristales diseminados en el cuarzo ñloniano. Esta paragénesis es tan frecuente, que mucha parte del tungs- teno utilizado en la industria para aumentar la dureza y tena- cidad de los aceros, lo que constituye su principal empleo, pro- cede de minas de estaño, tales como las de Cornwall; se apro- vechan los residuos del tratamiento de los dichos minerales, buscándose la wolframita aun en las minas abandonadas de la mencionada localidad, como asimismo en Zinnwald, en Sajo- nía, utilizándose también los ejemplares que como minerales accesorios se encuentran en el Erzgebirge Sajón en Altemberg Granpen y Geyer, y en Bohemia, en Schlaggenwald, lo mismo que en Australia en los yacimientos estanníferos de la cordille- ra de Victoria, Nueva Gales del Sur y Queensland. En la meseta central francesa, aparte de algunas minas de estaño y bismuto, unas explotadas y otras no, que contienen wolframita y scheelita accidentalmente, existen dos yacimien- tos en los cuales la primera es elemento esencial: uno en el de Saint Leonard, en el Limousin, el cual consiste en un filón cuarzoso que arma en el granito y dirigido al NE. muy irre- gularmente; el mineral está asociado al mispikel y á escassa cantidades de scheelita, bismuto nativo, casiterita, arseniatos de cobre y hierro y baritina. El otro yacimiento es el de Puy- des- DE HISTORIA NATURAL. 249 Vig-nes, en Haute-Vienne, constituido por un filón de cuarzo, en el que se encuentran cristales diseminados de wolframita sin estaño. Aunque la importancia industrial de estos criaderos es mu}^ escasa, los hemos mencionado porque, como se verá más adelante, presentan una g-ran semejanza con el nuestro de la mina Sorpresa en el cerro de las Cabezas de Montoro. * En España la wolframita abunda bastante, pudiendo citarse más de veinte localidades, la mayoría en la zona g-ranitica, estrato-cristalina y cámbrica que desde Galicia por el Norte de Portugal, Zamora, Salamanca y Cáceres, avanza hasta que- dar cortada bruscamente por la falla del Guadalquivir, señalán- dose también algún criadero, como el de Hoyo de Manzanares, en la cordillera central, de granito y gneis que, destacándose de la g-ran zona del O., avanza hasta el centro de la península, constituyendo las sierras de Gredos y Guadarrama; citándose también algún otro yacimiento en la provincia de Toledo, como el de Almorox. Aparte de esta zona solo tenemos noticias de los interesan- tes cristales de wolframita de Sierra Almag-rera estudiados por Selig-mann y de una localidad de scheelita en la sierra de Mijas, en Málaga, en el estrato cristalino, y de la cual hay alg-unos cristales en la colección de minerales de España del Museo de Ciencias naturales, y en la Escuela de Minas de Madrid. También debemos mencionar la ferberita, tung-stato de hie- rro, de la Sierra Almag-rera, y que es hasta ahora una especia- lidad de España y Portugal. En la mayor parte de las localidades españolas el mineral de tungsteno, como sucede en las extranjeras, se presenta como accesorio de la casiterita. Así se ve la wolframita en los filones cuarzosos de la región estannífera del NO. de Espa- ña, que Mallada determina comenzando en el término de Merza, límite N. de la provincia de Pontevedra, cruza la de Orense por el monte Testeiro y la sierra de Suido, incli- nándose después al Oeste, siguiendo por Ribadavia, Freas de Eiras, Monterrey y Villar de Ciervos (Zamora), hasta el veci- no reino de Portugal; yacimientos de estaño que pasan del granito al arcaico y viceversa, citando como localidades bien. 250 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA. determinadas en el g-ranito las del monte Balsidrón al SE. de Ribadavia, frente á Porto-Momo, en las orillas del Tambre, al NO. de Santiag-o en Carbajosa. A los yacimientos estanníferos que arman en el estrato-cris- talino de Zamora y Salamanca acompaña la wolframita, entre otras localidades, en los g*neis de Martinamor, cerro del Atalaya, existiendo también el mineral en cuestión, aunque en pequeñas cantidades, en los criaderos de estaño de las pizarras cámbricas de Salamanca, términos de Torrubias, Alquería de Cequeña, Santo Tomé de Rozados, Bernoy y Ceraprón. En Hoyo de Manzanares (Madrid) el mineral aparece en frag-- mentos hojosos empotrados en el cuarzo filoniano, que es como se presenta en las localidades mencionadas, acompañando al estaño. Por lo que respecta á los criaderos de la provincia de Cáceres, arman en el g'ranito, como sucede en la sierra de Jalama, tér- mino del Acebo, Garrobillas, Valencia de Alcántara y Cáceres; en unos el mineral está asociado á la casiterita, siendo la ma- nera común de presentarse en cristales empotrados en filones de cuarzo lechoso, algunos, como los de Garrobillas, probable- mente más ricos, en las porciones superiores que la erosión hizo desaparecer, puesto que el mineral abunda en cantos suel- tos por los terrenos próximos á los filones. La abundancia de yacimientos de tung-steno en nuestro país se señala por el hecho de que solo en la colección de minerales de España del Museo de Ciencias naturales de Madrid existen representadas las sig-uientes localidades: Ribadavia y Penouta (Orense), Peñasqueira iSierra de la Estrella), Carvajales (Zamo- ra), Hinojosa de Duero y Navasfrías (Salamanca), Acebo, Garro- billas, Cáceres y Valencia de Alcántara (Cáceres), Hoyo de Man- zanares (Madrid), Almorox (Toledo), Montoro (Córdoba) y Sie- rra de Mijas (Málaga) (1). Espuestos los antecedentes relativos á los yacimientos de tung-steno en general, y en especial á los españoles, vamos en (1) Para mayores detalles sobre las localidades españolas de wolframita y scheeli- ta véase: Tenne und Calderón, ^Die Mineralfundstatten der iberischen Halbinsel». Berlín, 1902, págs. 222-226. DE HISTORIA NATURAL. 251 esta Última parte á decir alg-o acerca del criadero de la mina Sorpresa, sito en el cerro de las Cabezas, término de Montoro, provincia de Córdoba, relatando la excursión realizada, en unión de nuestro discípulo D. Manuel Medina Rico, á ésta parte de Sierra Morena. No son fáciles las comunicaciones con el sitio expresado; la estación del ferrocarril más próxima es la de Villa del Río, en la línea de Madrid á Córdoba, distante unos diez y siete kiló- metros, y alg-unos más la de Marmolejo, donde se embarca el mineral. El terreno entre Villa del Río y el lag-ar de la Camila, en que pernoctamos, está constituido por marg-as miocénicas en un trayecto de un par de kilómetros, extendiéndose después hasta el caserío mencionado, distante del punto de partida unos sie- te kilómetros, el triásico, con gran monotonía en su aspecto y composición litológ-ica. La roca dominante es la arenisca roja llamada moUnaza en el país, que constituye bancos horizonta- les con alg-unas escasas capas intercaladas de pizarras arcillo- so-cuarcíferas y cong-lomerados de tonos también rojizos. La arenisca ofrece consistencia variable; en g-eneral la suficiente para que sirva de piedra de construcción y puedan tallarse con ella sillares; al descomponerse superficialmente orig-ina tierras sueltas cultivadas de olivo, para el que son muy propi- cias, por lo cual es el dominante en la regúón, constituyendo una dilatada mancha extendida muchos kilómetros. Con fre- cuencia aparecen en el seno de la arenisca nodulos irregulares^ á veces g-randes lentejones de una especie de cuarcita negruz- ca, sumamente dura y tenaz, desig-nada en el país con el nom- bre de gabarros. Las rocas triásicas vacen directamente sobre las cámbricas, en estratos fuertemente inclinados que afloran en los barran- cos y en el cauce del río de las Yeg'uas, linde de las provincias de Córdoba y Jaén, el que antes de desembocar en el Guadal- quivir describe profunda curva, en la abertura de la cual está situado el lag-ar de la Camila; desde este sitio hasta encontrar la carretera á Hinojosa del Duque, en un trayecto de unos seis kilómetros, se marcha entre olivares, estando todo el terreno constituido por la arenisca. En alg'unos sitios destacan pequeños islotes de marg-as y calizas helvecienses, que se utilizan para la fabricación de la cal, siendo muy frecuente el encontrar blo- 252 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ques y g-randes cantos aislados de la mencionada caliza, llama- da/)?>fl'rS'c^eeZ?Y«.— Navasfrías? (Salamanca). Ejemplar con dos cris- tales de poca altura, de más de un centímetro de arista, forma- dos por una pirámide y la base. Acompañada de feldespatos y de wolframita. Wolframita. — Almoróx (Toledo). Frag-mentos tabulares in- cluidos en un cuarzo ferrug-inoso, encontrado en Las Veg-uillas^ junto al pozo de la mina abandonada «La Concepción». Yeso. — Villarrubia de Santiag-o (Toledo). Cristales de aspec- to lenticular por (110), (010) y (111), con la hemipirámide muy poco desarrollada, incluidos en una marg'a muy blanca alg-o ye- sosa. Se encueptran en unas canteras situadas como á un ki- lómetro del pueblo, en dirección N. unos g-rados E. Goslarita. — Mina «Amapola» (Cartag-ena). Pulverulenta, blanca, en pequeña cantidad, sobre blenda cristalizada. No sé que se hubiera citado de España esta especie mineral. ^or««7«.— Vallecas? (Madrid). Cristal no transparente, de cuatro milímetros de arista, muy bien terminado, con las for- mas (100), (110), 71(111) — 71(111), 7i(211)?y con todo el aspecto y caracteres de la especie. Aunque no es inverosímil, ni mucho menos, el hallazgo de este ejemplar, sí es bien extraño que en localidad tan visitada por los naturalistas españoles no hubiera sido encontrado antes. El cristal descrito, que galantemente ha puesto á mi disposición el Sr. Vidal y Careta, fué hallado DE HISTORIA. NATURAL. 257 por los alutnnos de Ciencias Sres. Arias y Galán, partiendo unos yesos cristalinos que formaban parte de la cerca de una fábrica de yeso. Es lo probable, por consig-niente, que proceda de las canteras en que termina el tranvía de vapor. A/anesa. -{Clinoclas'úsi.) De este mineral, tampoco citado que yo sepa de España, posee el Museo de Madrid tres locali- dades en otros tantos ejemplares. Todos ellos son amorfos y de colores verdosos claros. Las procedencias son: Mina «Perdida», Cartag-ena (de aspecto terroso y color verde amarillento); de Linares (Jaén) (con sulfuro de cobre y una arcilla química); de Pardos (Gaadalajara) (pulverulenta, con cuprita). Scorodi ¿a.— Mina de Añilo, Carballino (Orense). Amorfa y de un color blanco alg-o azulado. Está sobre un mispiquel aurífero (de 10 á 200 gramos por tonelada), que seg-ún parece se encuen- tra en filones estrechos y poco mineralizados, dentro de un g-ranito duro. Regalado al Museo por D. Antonio Várela. Espe- cie nueva para España. Fibrolita.—Vmg ferral, Cadaqués (Gerona). Cantos rodados blancos, ó de un g^ris algo azulado. Buchokiía.— Toledo. El Sr. Calderón, en la sesión de Marzo del año actual, dio noticia de este hallazg'o mineralóg-ico de nuestro consocio Sr. Espluga. El estudio micrográñco de algu- nos otros ejemplares que el mismo señor ha tenido la compla- cencia de remitir al Museo, me permite añadir alg-ún dato á la nota del Sr. Calderón. La roca en que se encuentra el mineral es un g-neis ordinario que no presenta más particularidad que la profunda alteración de la mica y el feldespato. El mineral aparece incoloro en luz ordinaria, formando haces rodeados de la mica negra y con fracturas irreg-ulares normales al alar- gamiento. Tiene algunas interposiciones de magnetita y pre- senta en luz polarizada una coloración muy viva. ^Almandina.— Cuesta de Carvajal, Mijas (Málaga). Donativo de D. línrique Laza al Museo. Pequeños cristales rodados has- ta de seis milímetros, de color rojizo, translucientes, formados por el trapezoedro (211). Son idénticos en aspecto á los tan co- nocidos de Nijar, junto al cabo de Gata. Bpidota.— Cerro de las Hermitas (Córdoba'j. Abundantes cris- tales aciculares verdes, sobre cuarzo cristalizado. Reg'alado al Museo por D. Eduardo Hernández Pacheco. PinUa.—Besñlaáero del Pasteral, cerca de Amer (Gerona). :S88 BOLKTIN DE LA RKAL SOCIRDAD ESPAÑOLA Cristales de unos cuantos milímetros, bien terminados, des- tacando sobre la pasta de un pórfido g'ris-rojizo muy descom- puesto, que atraviesa en forma de dique los materiales arcai- cos de dicha localidad. — Torrelodones (Madrid). Cristales muy deleznables, de as- pecto exag'onal, formando una roca granítica alterada con cuarzo ferrug-inoso y clorita escamosa verde. Se encuentran grandes cantos de esta roca al principio del camino que pasa sobre el túnel, seg-i'in se viene de la estación hacia Las Rozas. C/on7a.— Caralps (Gerona). De color verde-obscuro, de aspec- to fibroso y con mucha pirita interpuesta. Por sus caracteres microg-ráficos se la puede clasificar como ripidolita ó clorita escamosa. Serpentma. — Desfiladero del Pasteral (Gerona). De color ver- de-obscuro, transluciente en los bordes. Vista al microscopio ofrece un mosaico muy irreg-ular, con estructura francamente cristalina y vivos colores de polarización, que puede referirse al grupo de la antig-orita. Contiene bastante mag-netita y ma- sas relativamente g-randes de feldespatos alterados. Por alg-u- nos restos que se encuentran dispersos en la masa puede cole- g-irse su orig-en piroxénico. Este mineral forma como cuña ó lente dentro de las rocas g-raníticas de la localidad. Fsieaiila.— San Clemente de Amer (Gerona). En masa sin estructura determinada, blanca y blanco amarillenta, con pi- ritas. Envío del Sr, Cazurro. Caolín.— yiWar del Arzobispo (Valencia). Parece ser una ar- kosa con g'ranitos de cuarzo ang-ulosos. Reg-alo de D. Emilio nivera al Museo. — Azoveja (Burg-os). Es un ejemplar ya lavado, reg'alo de I). M. de Montiano al Museo. Enstatita. — Jusqueda (Gerona). De color g-ris casi neg-ro, con lustre alg-o resinoso y estructura lamelar entrecruzada. Tiene los caracteres microg-ráficos de la especie y es muy rica en in- clusiones. Seg-ún el Sr. Cazurro, que ha reg-alado el ejemplar al Museo, e.-^te mineral forma un g"ran filón. Hasta ahora no había siílo citada de España sino formando parte de alg-unas rocas olivínicas ó serpentínicas. Z>«op¿í?úJo.— Caleras de Villa del Prado (Madrid). Pequeños cristales verdosos, bacilares ó aciculares, de formas indetermi- nables, implantados en las hendiduras de una roca formada DE HISTORIA NATURAL. 259 esencialmente por caliza cristalina con granate, diopsido, mica y tremolita incluidos. MicroclÍ7ia. — Cantera de caliza de El Rincón (Madrid). De co- lor blanco ó blanco-azulado. Contiene incluidos cuarzo, mica y alg'unos minerales del grupo piroxeno-anfibol. Sobre las ginetas españolas POR D, ÁNGEL CABKERA LATORRE. Hasta hace tres años, cuando Matschie publicó su interesan- ts trabajo sobre las variaciones individuales y g-eográficas del g-énero Genetta (1), era éste uno de los g-éneros más dificiles de estudiar, así por las grandes semejanzas que se observan entre sus diversas especies como por lo insuficiente y, no po- cas veces, erróneo de las descripciones que de ellas se tenían; y á tal extremo lleg-aba la dificultad, que apenas se podían en- contrar dos autores que estuviesen conformes respecto al nú- mero de especies que debían admitirse, siendo ig-ualraente numerosas y variadas las opiniones acerca de la sinonimia y distribución geográfica que á cada una corresponde. Dado este estado de cosas, no es de extrañar que propios y extraños hayan considerado hasta ahora á las g"iaetas de nues- tra patria como pertenecientes á la especie tipo, que Linneo denominaba Viverra genetta. Desde muy antig-uo se venía dan- do este nombre á cuantas g-inetas se encuentran en el Sur de Europa, y sin duda para no aumentar la confusión que en el conocimiento de estos animales reinaba, nadie entró en más averig'uaciones por muchos años. En 1897, Graells describió lo que él creía una nueva variedad, á la que llamó melas (2); pero con esto no hizo gran cosa, pues su nueva forma estaba fun- dada sobre simples casos de melanismo. Matschie, en su cita- do trabajo, admite, con razón, que nuestras g-inetas represen- tan, no una, sino varias formas aún no descritas, debiendo corresponder á una de ellas el nombre melas, y siendo acaso (1) Verhandlungen des V. Internát. Zool.-Congresses %u Berlín, 1901 (.902), p. 1128. (2) Mem. Real Acad. de Ciencias de Madrid, xvii (1897), p. 174, lám. 2a, fig. A. 260 boletín de LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA otra idéntica á la Genetla afra F. Cuv., de Marruecos; pero la falta de materiales procedentes de nuestro país le impidió ha- cer de dichas formas un estudio tan acabado como lo hizo de las africanas, de las que indica diez ó doce nuevas. Próxima- mente hacia la misma época en que el docto profesor del Mu- seo de Berlín publicaba sus estudios, otro zoólog-o eminente, Oldfield Thomas, reconocía en la g-ineta de las Baleares una forma nueva, y la describía bajo el nombre de Genetta genetla baleárica (1), Todos estos intentos de ver en nuestras ginetas alg'o distinto de la Genetta genetta, juntamente con las observaciones hechas sobre los ejemplares del Museo de Madrid con el mismo profe- sor Matschie á poco de publicarse el resultado de sus estudios, son la causa que me ha inducido á publicar el presente traba- jo, basado en el examen de cuantas pieles y calaveras me ha sido posible reunir ó ver durante los dos últimos años, y en los datos que mis consocios y amig-os de provincias han tenido la amabilidad de enviarme. A cuantos en una ú otra forma me han ayudado, y muy especialmente á los Sres. Crú, de Sevilla, y Benedito, de Valencia, debo hacerles constar desde aquí mi cordial agradecimiento. Lo primero que ocurre al estudiar las ginetas de España, es compararlas con la especie tipo del género, ó sea la Genetta genetta (L.) ó G. vulgaris Lesson (2), con la que todavía son por muchos autores confundidas. En su diagnosis, Linneo da á esta especie «corpore fulvo nigricante, maculato» (3); Les- son le asigna «pelage gris», y, ya en nuestros días, dice de ella Lydekker (4) que su color es «blackish-grey, marked with black spots, etc.», mientras Matschie le da por carácter distin- tivo «Grundfárbung des Korpers scwárzlichgrau». El color ne- gruzco del fondo del pelaje es, por consiguiente, lo que distin- gue á la G. genetta, y precisamente este color no se encuentra nunca en las ginetas de España, las cuales, excepto en los fre- (1) Annals ofNat. Hist., x (1902), p. 162. (2) Manuel de Mammalogie (1827), p. 173. A j uzgar por lo que dice Lesson, ya en su tiempo se pensaba «que, sous ee nom, sout confondues plusieurs especes». (¿) Systema Xatv-rm, ed. x (1758), p. 45. (4) -i Hand-book to the Carnívora, i (1894), p. 218. DE HISTORIA NATURAL. 261 cuentes casos de melanismo, son siempre de un gris blancuz- co muy claro, más bien blanco sucio, lavado g-eneralmente de amarillento, color que, por lo pálido, contrasta notablemente con las manchas obscuras que hay sobre él. En lo que sí se asemejan las formas españolas á la especie tipo es en el nú- mero de series que estas manchas forman sobre los costados, número que no baja ni excede nunca de cinco, y en tener unas y otra los anillos claros del último tercio de la cola perfecta- mente marcados, mientras que en una forma muy afín, la Gf. rhodanica Mtsch. del Sur de Francia, están como borrosos y mal determinados; pero aparte de estos caracteres y los comu- nes á todas las especies de la zona templada, no veo analog-ías bastantes para que podamos dar á las Genetta de nuestro país un nombre que, seg'ún toda probabilidad, habrá que dejar tan solo para la de Turquía, pues de suponer es que á Turquía se refirió Linneo al decir de su especie: «habitat in Oriente». En términos g'enerales, podemos decir que el g-énero Genet- ta está representado en todas las reg'iones en que puede ser dividida España bajo el punto de vista de su fauna, y es evi- dente que lo está por formas distintas. Para convencerse de ello no hay más que comparar detenidamente entre sí las g"i- netas procedentes de dichas reg'iones, empleando para la com- paración los caracteres distintivos más importantes, ó sean: el número de anillos de la cola y extensión relativa de los mis- mos; el color de la punta de la cola; la forma de ésta; la lon- g"itud del pelo en la parte media del dorso; el color de las pa- tas y el tamaño y disposición de las manchas del cuerpo (1). Atendiendo á las particularidades de la cola , encontramos desde luego en España dos tipos bien distintos. En las g-ine- tas del centro de la Península, el pelo que reviste aquel apén- dice es mucho más larg-o en la base que en la punta, y de aquí que el órg-ano entero parezca sumamente g-rueso junto á la raíz, estrechándose luego g-radualmente. Sobre el fondo ama- rillento sucio del pelo, destácanse ocho anillos iiegTos, los tres ó cuatro primeros muy estrechos y no bien marcados, y los más próximos á la punta bien limitadus y un poco más an- chos que los claros. La punta tiene pelos negros y claros, do- (1) Matschie, loe. cit., p. 1133. 262 BOLlíTIN Dlí LA RBAL SOCIEDAD ESPAÑOLA minando los primeros por encima; puede realmente decirse que es clara en la parte inferior y negra en la de arriba; en casi todos los ejemplares esta porción negra se une con el oc- tavo anillo y parece una prolong-ación del mismo sobre la punta. Las g-inetas de Andalucía, de Valencia y de las Baleares, ofrecen caracteres distintos de éstos. La cola es relativamente estrecha en la base, sin presentar tanta diferencia de anchura entre ésta y la punta como se observa en los ejemplares de Castilla. Los anillos obscuros están en número de nueve ó diez, y la punta es blanca; pero cuando hay solo nueve anillos, so- bre esta última se ven con frecuencia indicios del décimo, re- presentado por una mancha más ó menos extensa. El Sr. Be- nedito me comunica que en las g*inetas valencianas ha obser- vado la presencia de diez anillos en los individuos adultos, y solo de nueve en los de poca ó mediana edad; pero por ahora no me atrevo á decir si esta diferencia se relaciona, en efecto, con la edad, ó es, como parece m.ás probable, puramente ca- sual. En cuanto á la anchura de los anillos obscuros próximos á la punta, es en los ejemplares de Andalucía poco superior á la de los anillos claros, mientras en los de Valencia son aqué- llos mucho más anchos qne éstos. Todas nuestras ginetas tienen el pelo de la parte media del lomo bastante larg-o, como es natural en formas que habitan reg-iones templadas; en las de Andalucía y costa del Medite- rráneo, la long-itud de los pelos oscila entre 45 y 50 mm.; en las de la reg-ión central, que viven á mayor altura sobre el mar y tienen que soportar inviernos muy crudos, es de 55 ó 60. El color de las extremidades es también un carácter de im- portancia. Todas las g-inetas españolas tienen la planta de los pies anteriores muy obscura, en comparación con el color de la cara superior de los mismos; pero aun en esto hay diferen- cias; en la g-ineta de Valencia, la planta es mucho más pálida que en la de Cataluña y en la de Andalucía, y en la del centro de España, en cambio, es completamente neg-ra, subiendo este color bastante por la parte posterior de la pata. El antebrazo y el carpo por delante presentan lunares obscuros más ó menos marcados, muy numerosos y grandes en la forma central, po- cos, aunque bien señalados, en la andaluza, y aun más esca- sos y mal definidos en la valenciana. Las patas posteriores UK HISTORIA NATURAL. i&i ílevan sobre el talón un gran manchón negro, que se corre posteriormente liacia abajo, formando una faja á lo largo del pie; esta faja, en la g-ineta de Castilla, se extiende mucho por los lados, dejando solo una estrecha porción clara delante de la pata; en las otras g-inetas solo ocupa la parte posterior, de- jando los lados libres. En todos estos caracteres, las g-inetas de Andalucía y las de Valencia se asemejan mucho entre sí y se disting-uen por ig-ual de las del centro de la Península; pero en lo que toca á las manchas del cuerpo, sucede precisamente lo contrario. Todas ellas presentan cinco series de manchas; en la forma de Anda- lucía, estas series son bastante reg"ulares, y las manchas tie- nen una forma alarg-ada, casi lineal en algunos casos, mien- tras en la g"ineta central y en la de Valencia las manchas son más bien redondas ó polig"onales, y forman series sumamente irreg-alares, hasta el punto de que es casi imposible disting-uir bien una serie de la inmediata. En cuanto al tamaño de las jTianchas, en todas nuestras ginetas son bastante grandes las de las dos series superiores, disminuyendo luego de tamaño á medida que se aproximan al vientre. La forma castellana es la- que las presenta más grandes y más compactas. Todas las gi- netas que yo he podido examinar se asemejan en la disposi- ción de la faja negra del lomo y en el dibujo de la cabeza y de la nuca; si acaso, pudiera hacerse notar que en las de Valencia me ha parecido que la mancha negra de la mandíbula inferior está mejor limitada y es más intensa que en las de otras re- giones. Como no ignora todo aquel que ha^'a visto ginetas con fre- cuencia, son muchos los ejemplares en que todas las manchas y dibujos, en vez de ser negros, presentan un color castaño 3- aun leonado-rojizo. Esta anomalía, si es que realmente puede llamársele así, es mucho menos frecuente en la gineta del cen- tro que en las del litoral. El melanismo, en cambio, se encuen- tra por igual en todas ellas. De todo lo expuesto se deduce que en España pueden distin- guirse perfectamente, cuando menos, tres formas de ginetas, llámeselas especies ó subespecies, correspondientes á otras tantas regiones. Una de ellas, que habita el centro de la Pe- nínsula, me parece enteramente nueva; otra, la de Andalucía, debe llevar el nombre de G. melas, por pertenecer á ella el 264 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA. ejemplar mehiuo así denominado por Graells, y la tercera, ó sea la del reino de Valencia, me parece idéntica á la de las Baleares descrita por Tliomas, por lo que, al menos provisio- nalmente, la llamaré "6^. baleárica. No sé silag-ineta del rincón sudeste pertenecerá á esta última forma ó si representará una forma diferente, acaso idéntica á la G. afra de Marruecos; y por lo que respecta á la de Cataluña, como quiera que la úni- ca piel que poseo de esta reg-ión (de Gerona) se halla en muy mal estado, no me atrevo á asegurar nada, si bien creo que ha de ser la misma gineta de Valencia. Un examen comparativo de los cráneos me ha convencido de que las tres citadas formas deben separarse como bien dis- dintas. La forma general de la calavera es siempre la misma, como en todo el g-énero; pero hay diferencias de detalle per- fectamente características, que en seg-uida indicaré al descri- bir cada especie, completando mis observaciones con una tabla de las dimensiones de los cráneos. 1. Genetta melas Graells. Pelaje ceniciento muy claro; cinco series bastante regulares de manchas obscuras alargadas, esto es, ovales ó lineares; cola con nueve ó diez anillos obscuros, los más próximos á la punta más anchos que los claros que los separan; la punta de la cola blanca, á veces, en los casos en que hay nueve anillos, con in- dicios del décimo por encima; antebrazos con lunares peque- ños y no muy numerosos; plantas de los pies anteriores más ó menos obscuras, sin llegar á ser negras; pies posteriores ne- gros por detrás. Cráneo con el borde superior del agujero occipital for- mando un ángulo obtuso bien marcado; nasales estrechos y largos. La coloración normal de esta especie no había sido descrita nunca, que yo sepa. Graells tomó por tipo un caso de mela- nismo, que describió sin gran detenimiento, dando además una lámina tan inexacta como mal dibujada. La especie debe ocupar dentro del género un lugar muy próximo á la Gr. genella y la G. afra; de la primera se distingue por el número de ani- llos obscuros en la cola y por el color del pelaje," y de la se- gunda por tener también más anillos y porque sus manchas son más pequeñas y más compactas; en la lámina de Cu- DE HISTORIA NATURAL. 265. vier (1), la G. afra tiene la punta de la cola negra^ lo que no se observa en la G. melas. liad.- Cuenca del Guadalquivir, desde Sierra Morena hasta la costa del Atlántico. Muy abundante en Córdoba y Sevilla. Los datos que poseo acerca de las g-inetas de Badajoz me hacen presumir que también en esta provincia se encuentra la misma especie. El tipo, procedente de Sierra Morena y conservado en el Mu- seo de Madrid, ofrece el inconveniente de ser melano y todavía joven, de modo que su utilidad para un estudio de la especie es casi nula. 2. Genetta halearlca Thomas. Pelaje gris blanquecino, ávece.s lavado de amarillento sucio; manchas irreg-ulares, aproximándose á la forma circular ó po- lig-onal, y dispuestas en cinco series con poca reg-ularidad; cola como en la G. melas, pero con los anillos próximos á la punta más anchos; antebrazos y reg"ión carpiana con pocos lu- nares, pequeños y mal definidos; plantas de los pies anteriores más obscuras que la parte superior de los mismos, pero no ne- g-ras; las extremidades posteriores como en la G. melas. Thomas dice que la g-ineta de las Baleares no ofrece en su pelaje el matiz amarillento tan frecuente en las de la Penín- sula; pero este carácter pudiera muy bien ser puramente in- dividual. Cráneo relativamente corto y ancho, especialmente en la parte del hocico. Los nasales, sobre todo, son notables por lo cortos; la proporción entre su anchura y su long-itud es com- pletamente distinta de la que se observa en las otras ginetas españolas. Si se toma la longitud de los nasales en su línea de separación como 100, su anchura máxima resulta en la g-ineta de Valencia ig-ual á 56,2 y en la G. melas ig-ual á 36,9. Esta brevedad de la reg-ión facial se traduce perfectamente al exte- rior, pues la G. baleárica tiene una fisonomía más achatada, más felina, dig-ámoslo así, que las otras especies. Exteriormente, lo que desde lueg-o diferencia á la G. baleá- rica de la G. melas es la forma y disposición irreg'ularesdesus manchas. (1) Hist. nat. des Mammiféres, livr. lii (1825), lám. 195. ■iñfí BOLETÍN DE LA RRAL SOCIEDAD ESPAÑOLA líab. — Valencia, Castellón, Baleares y probablemente tam- bién Cataluña y Aragón. Los datos más fidedignos que acerca de las g-i netas de las dos últimas regiones poseo se refieren á una forma de cuerpo irregularmente manchado y con nueve anillos en la cola. Sin embargo, debo hacer constar que el cráneo de un ejemplar semiadulto de Gerona, que tengo en mi colección, se parece mucho al de la gineta del centro de España, y que las plantas de los pies anteriores del mismo in- dividuo son muy obscuras, casi negras. 3. Genetta peninsulse sp. n. Pelaje largo y espeso, gris blanquecino, casi siempre lavado de amarillo sucio; manchas muy numerosas y compactas, gran- des y de forma muy irregular, dispuestas en cinco series igual- mente irregulares; cola muy ancha en la raíz, á causa de la longitud del pelo, y con ocho anillos neg-ros, los tres ó cuatro primeros muy mal definidos y estrechos, los restantes bien marcados y algo más anchos que los espacios claros interme- dios; la punta es clara por debajo y negra por encima, estan- do generalmente la porción negra unida al octavo anillo. Las plantas de los pies anteriores son de un negro de carbón muy intenso, color que sube un poco por detrás del carpo y se fun de insensiblemente con el de la parte posterior del antebrazo, que suele ser un poco más obscura que la anterior; en la re- gión carpiana hay muchos lunares obscuros bastante grandes. Las patas traseras, bajo el talón, son negras, no solo por de- trás, sino también en los lados. Dimensiones del tipo: cabeza y cuerpo, 48 cm.; cola, sin los pelos, 42; pie posterior, sin uñas, 8. El cráneo se asemeja más al de la G. nielas que al de la (t. ¿baleárica; pero el agujero occipital no tiene el borde poste- rior tan anguloso como en aquélla, sino más curvilíneo y bas- tante menos escotado. Por sus plantas anteriores negras y por el matiz gris algo obscuro, la G. jyeninsulce se aproxima á la G. barbar Wagu., de Argelia y Túnez (1); pero ésta no tiene más que siete anillos obscuros en la cola, mientras en aquélla hay ocho, más la (1) Q, M. Wagner; Reisen in der Regentschaft Algier, iii (1841), p. 23, lám. v. DE HISTORIA NATURAL. 267 mancha de ia punta, que puede considerarse como rudimento de un noveno anillo, Ifad.—Españ'd central: las dos Castillas, 3- probablemente todo el antig-uo reino de León, hasta Galicia. El tipo es un macho adulto de El Pardo, cerca de Madrid, reg-alado al Museo de Ciencias por S. M, el Rey D. Alfonso XIII. En el mismo Museo, entre otros ejemplares, existe uno de Ar- g-anda que constituye un hermoso ejemplo del melanismo, fre- cuente en ésta como en todas las g"inetas. En la sig'uiente tabla se dan las dimensiones de los cráneos de las tres especies que acabo de describir, tomadas sobre ejem- plares perfectamente adultos. Longitud basilar Ancho en los zigoniáticos ídem interorbitario ídem de la caja cerebral Longitud de los palatinos Ancho de los mismos al nivel del primer molar. Longitud de los nasales Ancho de los mismos . . o u ^ 5 •I « £ »— ' a O) 'O C6 mm. 83 44 15 30 42 26 19 03 > a O) mm. 82 47 15 32 41 27 16 9 3 o o. •S: o ~ -o mm. 84 44 15 30 41 2G 18 7 Observaciones sobre las rocas epidotíferas de Andalucía POR D. JÓSE MACPHERSON (1). El desarrollo de la epidota secundaria á expensas del feldes- pato en alg-unas rocas de Sierra Morena es tan notable y se ve- rifica en tan g-ran escala, que su estudio sug-iere consideracio- (1) Fragmento de una carta inédita. /'Nota cíe la Com. depubl.j 2iBS BOLETÍN Dlí LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nes transcendentales sobre un proceso obscuro y que se refiere indudablemente á época posterior á la completa consolidación de los materiales en que aparece. Estas rocas son porfídicas, unas veces granúfiros y otras ver- daderos pórfidos cuarcíferos, abundantes en toda la reg-ión montañosa citada, y especialmente en la parte que corresponde á las provincias de Córdoba y Sevilla. Tratando de la primera, ya tuve ocasión de notar el desarrollo del indicado mineral, en términos de merecer, k mi juicio, formar un g-rupo indepen- diente con estos materiales, cuya evolución principia por sim- ples manchitas de epidota y acaba por un puro ag-reg-ado de este mineral y cuarzo. Cuando se encuentran masas en este último estado, no sería fácil inducir su origen si no fuera por comparación con ejemplares que se hallan en el período del tránsito. He hecho g'ran número de preparaciones, y entre ellas las hay sumamente interesantes; pero ninguna lo es tanto como la de un pórfido que aflora en la Sierra de los Santos, al W. de Espiel, en la provincia de Córdoba. Hállase la roca formada por una pasta homogénea, de color rojo de ladrillo, con un poco de cuarzo y abundantes cristales de feldespato empastados porfí- dicamente. La mayoría de éstos están manchados de verde por la epidota, y en el campo del microscopio se ve que constituye fragmentos de diverso tamaño, hasta el punto de que, en oca- siones, la totalidad de la substancia feldespática ha sido reem- plazada por el mencionado silicato. tís curioso en estas pseudomorfosis que cuando la epidota ocupa todo el espacio que tenía primitivamente el feldespato, el mineral nuevamente producido conserva la forma cristalina, del que deriva; pero con una pureza tan notable, que á veces constituye bellas maclas de Carlsbad, con su plano de asocia- ción perfectamente visible. En transformaciones ulteriores, que se pueden apreciar en otras preparaciones, acaba la roca por ser un simple agregado de cuarzo y epidota con desapari- ción completa del feldespato. Los mineralogistas han descrito ya el proceso de la epidcti- zación; tratándose, sin embargo, de esta transformación en tan gran escala como se presenta en la Sierra Morena, surgen cuestiones obscuras de índole geológica que merecen fijar la atención. Desde luego ha sido preciso, no solo que la cal haya DE HISTORIA NATURAL. 269 reemplazado por completo á la potasa y la sosa del feldespato, sino que además las relaciones cuantitativas de la sílice de los minerales puestos en presencia haya cambiado total y radical- mente. Y si, como todo induce á creer, estas acciones secun- darias se han verificado cuando las rocas estaban ya en estado sólido, me parece que existen en esto motivos de reflexión y de enseñanza para el petróg-rafo y el g-eólog-o. En resolución, limitándome al caso referido y sin multipli- car más los ejemplos, creo que para explicar la serie de reac- ciones á que debe su orig^en la epidota secundaria de los men- cionados pórfidos, hay que admitir, no solamente movimien- tos complejos moleculares encadenados en el seno mismo de la masa pétrea, sino un transporte concomitante hacia el exte- rior, de substancia excedente, por todo extremo notable, y re- velador de la importancia de las acciones secundarias en el g'énesis de las rocas. Datos para la fauna de la provincia de Oviedo pOR DON CELESTINO GRAIÑO. Mamíferos (^). Qiiirópteros. PUcotiis auritus L.— Poco común. Recibe el nombre general de espUagiieyos, el cual viene á ser sinónimo de murciélag-o. Carniceros. Ursiis arctos L. — Relativamente no es escaso. Osu es el nom- bre castizo asturiano; las crías reciben los de osinos, osemos y esl'ardos. Putorms ermineiis L. Armifw. — El ejemplar que poseo proce- de de las inmediaciones de Cudillero, y solo por esa parte y la de Caborana teng-o noticias ciertas de su existencia. Como el tamaño de mi ejemplar es un poco mayor que el (3) Véase mi nota en el Boletín Soc. esp. de Hist. nat., t. ii, 1902, pag. 296. T. v.-Mayo, 1905. 18 •270 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que en las obras le asig-nan. lo consiguió aquí por si pudiera ser este dato de alguna importancia. Larg-o, 0,37; cabeza, 0,06; cola, 0,092; g-rueso, 0,113. Roedores. Sciurus vulgaris L. Ardilla. —Esta es la única especie del g-énero que menciono sin tenerla en mi colección, pero no me cabe duda alg-una respecto á su existencia, porque he visto varios individuos. Elyo7nis nitela Gm. Levólo. — Solo he visto un ejemplar que conservo; fué cog-ido en el nido de un ave en los alrededores de Aviles durante el mes de Junio último. Aves raras en el litoral. Solo haré aquí mérito de dos especies y una variedad raras, remitiéndome en las demás á mi «Catálóg'O de las aves de Asturias». Jilg-uero albino. — Ejemplar sumamente raro en esta reg"ión, cazado en los alrededores de Aviles. De un blanco purísimo, sin vestig-ios del neg'ro de la cabeza ni del g-ris en ning'una parte; solo tiene rastros del rojo de la frente y las mejillas. Conserva los colores neg-ro y amarillo de las alas y el neg-ro de las garandes remeras. Plectro2)ha7ies nivalis L. — Pájaro rarísimo cazado el 7 de No- viembre en las Huelg-as (Goson); hasta que me trajeron éste no había visto ning-ún otro ejemplar en la provincia ni tenido noticia de él. Colymbiis arcticus L. — Cazado en Luanco el 5 de Diciembre de 1903 en tiempo de g-randes temporales. Anfibios del litoral. Tritón marmoratus Dug-. — Le encontré escondido en la tie- rra al removerla para sacar una lag-artija. Salamandra maciilosa Laur. — Muy común; se la conoce con el nombre de sacanera, y el vulgo la reputa muy venenosa. DE HISTORIA NATURAL. 271 Bufo múgaris Laur. /S^z^o. —Frecuentísimo, tenido por ve- nenoso. Bufo Calamita Laur.— Común y calificado también de bas- tante venenoso, aunque menos que el anterior. Hyla arbórea L.— Muy abundante. Rana escidenta L.— Comunísima. Recibe en Asturias el nom- bre castizo de rana, y á los renacuajos se les desig-na con los de cudrares, cudraretes y ciiyaretes, aludiendo, sin duda, á su forma. Reptiles del litoral. Ofidios. Tropidonotus viperinus L. Tropidonotiis natrix L.— Común. Temido por confuiídirse con las víboras. Saurios. Angiiis fragilis L. — Muy frecuente. Recibe el nombre de •esculibierto; todo el mundo sabe que no es venenoso, á pesar de lo cual se le persigue mucho. Lacértidos. Lacerta muralis Laur.— Comunísima. En el país la llaman llargatera. Lacerta viridis L. — Hay dos variedades, una con manchas y otra reticulada, comunes ambas. Reciben el nombre g^eneral de Llargatos. Quelonios. Testudo maiiritanica Schseff. (1). Peces. Centriscus scolopax L. Trompetero. — Pescado en Aviles en Ag-osto de 19 i4; es muy raro en estas costas. Posteriormente he visto otro ejemplar que trajo un vapor pesquero de bou. (1) Véase mi nota «La Testudo matiritanica de Asturias», Bol. Soc. esp., t iii, 1903, pág. 148. 272 boletín DR LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Descripciones de algunos Hemipteros nuevos del centro de España POR EL DR. G. HOUVÁTH. Nuestro coleg-a D. José María de la Fuente, que explora con tanto celo como éxito la fauna entomolúg-ica de la provincia de Ciudad Real, tiene, desde hace alg-unos años, la bondad de comunicarme los Hemipteros que recog-e en los alrededor<3s de Pozuelo de Calatrava, habiendo log-rado la satisfacción de en- contrar entre las especies recog-idas, no solo alg*unas intere- santes por ser poco conocidas, sino también muchas formas nuevas,, como Apierola ibérica Horv., Campylosíeira serena Horv,, Galeatus colpochihis Horv., Monosleira huccata Horv.^ Piezocranum seminulum Horv., Macrotylus Fuentei Horv., Agal- lia hisj)anica Horv., etc. En 1902 el Sr. de la Fuente ha visitado Fuencaliente, pueblo situado en el centro de Sierra Morena, donde también ha he- cho notables é interesantes descubrimientos. A continuación presento las descripciones de alg'unas de las especies y variedades nuevas procedentes de las cazas de nues- tro dilig'ente coleg-a: 1. Peritrechus gracilicornis Pul var. xanthopiis n. Pedibus flavo-testaceis, tantum annulo subapicali (interdura antice interrupto) femorum posticorum, annulo subbasali an- g'usto obsoleto tibiarum posticarum apiceque tarsorum ni- gris. (f. Pozuelo de Calatrava. 2. Derephysia nigricosta n. sp. Corpore nig"ro; vesícula antica, carinis foliaceis et lateribus explanatis pronoti elytrisque vitreis, testaceo-reticulatis; spi- nis capitis brevissimis; antennis mediocribus, pallide fusco- testaceis, pilis semierectis curvatis sat dense obtectis, articulo tertio disco pronoti aequilongo et qnam articulo quarto nig-ro duplo et dimidio long-iore; pronoto carinis tribus altis, unise- riatim areolatis instructo, carina media carinis lateralibus al- DE HISTORIA NATURAL. 27:í tiore, vesícula antica utrinque areolis quinqué vel sex praedi- ta et antrorsum elevata, marg-inibus lateralibus laminatis, ex- tus pone médium rotundatis, ante médium subrectis, tantum ápice ipso súbito rotundatis et obtuse ang-ulato-productis, per totam long-itudinem irreg-ulariter biseriatim areolatis; elytris apicem abdominis pauUo superantibus, lateribus leviter rotun- datis, spatio discoidali biseriatim areolato, spatio laterali serie única areolarum quadrang-ularium instructo, vena costali cum venulis transversis spatii lateralis nig-ra, membrana costee per totam long"itudinem uniseriatim ^reolata, areolis hisquadran- g'ularibus; plag-a basali ventris pedibusque pallide fusco-testa- ceis. Long\ 3 mili. Fuencaliente. Parece próxima á D. rectinervis Put.; pero es evidentemente distinta de ella por la marg"en del élitro, que está formada por una sola" serie de areolas, y por la nerviación costal de los éli- tros y las transversas de su espacio lateral, que son neg-ras. mientras que las restantes nerviaciones son pardas. , 3. Galeatus consimilis n. sp. Corpore flavo-testaceo; carinis foliaceis lateribusque lami- nato-explanatis pronoti et elytris vitrejs, pfillide testaceo-reti- culatis; capite spinis g-racilibus, albidis, apicem ejus superan- tibus, sed apicem vesiculse anticse pronoti haud attingentibus armato; antennis pallide flavo-testaceis, g-racilibus, parce g-ri- seo-pilosulis, articulo tertio articulo'quarto duplo et dimidio long-iore; lateribus explanatis pronoti extus rotundatis, antror- sum ang'ulato-prodúctis et apicem capitis subsuperantibus, triseriatim areolatis, vesícula antica oblong-o-elong-ata, tecti- formi, ultra apicem capitis producta et utrinque areolis qua- tuor instructa, carinis lateralibus altis, concliatis, fusco-reti- culatis, vesícula postica tectiformi et quam vesícula antica di- midio altiore, utrinque biseriatim areolata, areola anteapicali superiore hujus leviter infuscata; elytris completis abdomine multo longíoribus, membrana costae ipsa basi angustissima, dein súbito fortiter ampliata et angulata, extus fere usque ad apicem subrecta, triseriatim areolata, tantum mox ante mé- dium areolis binis biseríatis instructa, ápice rotundato et uni- seriatim areolato, vesícula discoidali modice elevata, antror- 274 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA sum leviter declivi, postice fere subperpendiculari; pedibus gracilibus, pallide flavotestaceis. Long". 3 mili. Pozuelo de Calatrava. El G. mnltiseriatus Reut. es el que mayor semejanza tiene con la nueva especie; pero en ésta la reticulación del pronoto y de los élitros es de coloración pálida, el seg-undo artejo de las antenas es más corto, la ampolla posterior del pronoto es me- nos elevada y, sobre todo, la ampolla anterior del mismo sobre- pasa la cima de la cabeza; además, la margen elitral es alg-o más estrecha y tiene las células periféricas tan g-randes coma las de las series internas. 4. Amblytylus scutellaris n. sp. Oblong'o ovalis {cf) vel ovalis (Q), flavescenti-albicans, super- ne subtilissime flavicanti-pubescens (an detritus?); capite basi pronoti V3 ang'ustiore, apicem versus long-ius producto, latitu- dine sua cum ocuiis vix breviore et quam pronoto '/g longiore,. a latero viso altitudine sua circiter duplo long"iore, vértice oculo vix plus quam duplo {^f) vel fere triplo (Q) latiore , tylo a latere viso lato, fortiter arcuato; antennis brevissime pallido- pubescentil>us, articulo. secundo latitudini^basa.li pronoti circi- ter aequilongo, sed articulis duobus apicalibus siraul sumptis ^4 breviore, articulo tertio articulo quarto ^/.- long-iore; rostro paúl- lo pone médium ventris extenso, ápice nig-ro, articulo primo dilatato, médium xyphi attingente; pronoto basi long-itudine sua fere duplo latiore, ápice fere aeque lato ac longo, lateribus subrectis, callis parum discretis; scutello laete roseo et linea mediana pallida signato; hemelytris unicoloribus, membrana albido hyalina, apicem versus fumata, venis pallide flaventi- bus; pedibus subtiliter pallido-pubescentibus, femoribus ante rioribus impunctatis femoribus posticis subtus punctis minu- tis fuscescentibus seriatim dispositis notatis, tibiis fusco- veí testaceo-spinulosis, tarsis ápice nigris. cT- 9- Long-. 31/2-3 74 mili. Pozuelo de Calatrava y Fuencaliente. Especie fácil de reconocer por su escudete de un hermoso color rojo, carácter que no se encuentra en ninguna otra espe- cie del mismo g-énero. Por lo demás es bastante próxima á la A. delicatiis Perr.; pero difiere por su menor tamaño y por el DE HISTORIA NATURAL. >27b seg-undo artejo de las antenas, distintamente más corto que los dos últimos artejos reunidos. 5. Atractotomus nitidus n. sp. Ovalis, nig-er, nitidus, pilis albidis facillime divellendis par- ce vestitus; capite basi pronoti Vs ang-ustiore, vértice oculo du- plo latiore; articulo primo antennarum nigTO, articulo secun- do obscura fusco-castaneo, fusiformi, diámetro suo máximo fere quintuplo Iong*iore et marg-ine basali pronoti V3 breviore, breviter nig-ro-piloso; pronoto basi long-itudine sua fere duplo latiore; hemelytris unicoloribus, membrana fumata, venis con- coloribus; femoribus nig-ris,- ápice albido-testaceis, tibiis albi- dis, nig-ro-spinosis, spinis sat longis, e punctis distinctis ni- g-ris nascentibus. Q. Long-.^ 1/4 mili. Pozuelo de Calatrava. Recuerda, por las tibias provistas de espinas bastante fuertes y de g-randes puntos negros, á la JL. tUjr'vpas M. R.; pero la talla mucho más pequeña, el seg-undo artejo de las antenas menos g-rueso y de un pardo obscuro, y, sobre todo, las tibias, que no son negras por debajo, no permiten confundirla con ella. El único ejemplar que conozco ha perdido los dos últimos artejos de las antenas y los tarsos. G. TypMocyha exornata n. sp. Albida, nitidula; vittis duabus lateralibus pronoti antice in vértice, postice in scutello continuatis, limbo scutellari et com- missurali (apicem versus attenuato et evanescente) clavi vit- taque interna percurrente corii juxta suturam clavi sita auran- tiacis; vértice medio quam lateribus distincte longiore et lati- tudine sua basali inter oculos paullo breviore; facie impicta; pronoto longitudine sua duplo latiore et quam vértice vix lon- giore; membrana leviter fumata, flavo-venosa, areola apica- li secunda breviter petiolata; unguiculis tarsorum fusco-ni- gris. cr'- 9. Long. 3 Vi mili. Fuencaliente. Se parece un poco por los dibujos de la cabeza, del pronoto y del escudete, á la Alébra albostriella FalL; pero la especie á 27G boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que más se asemeja es á la Typhlocyba Pandellei Leth., distin- g-uiéndose, aparte del dibujo, por el vértex menos prominen- te y por el abdomen enteramente pálido. 7. Zygina punctigera n. sp. Albido-flavescens; maculis duabus punctiformibus discoida- libus verticis maculaque punctiformi apicali scutelli nig-ris; vértice lunato, latitudine sua basali inter oculos % breviore; fronte superne litura W-formi fusca, deorsum cum vittis dua- bus lateralibus fuscis confluente notata; clypeo paludo; prono- to long-itudine sua duplo et 1/4 latiore et quam vértice dimidio long-iore, albicante, medio fascia transversa brunneo -flave- scente sig-nato, margine postico subrecto; scutello maculis vel punctis basalibus nig-ris destituto; hemelytris albido-hyalinis, flavo-venosiS;, areola apicali tertia fere quadruplo longiore ({uam latiore; corpore subtus, maculis duabus discoidalibus nig-ris mesosterni exceptis, pallido; dorso abdominis nig-ro (cT) vel nig-ricante (Q), marginibus posticis et lateralibus segmen- torum pallidis; ung-uiculis fusco-nig-ris. cf- *?• Long-. 2 V2 mili. Pozuelo de Calatrava. Pertenece al g-rupo de Z. imrmda Boh.; pero es muy distinta por su talla pequeña-, por sus élitros desprovistos de bandas obscuras, por el clipeo y parte inferior del cuerpo pálido, y, sobre todo, por el escudete sin manchas en la base y marcado con un grueso punto neg-ro en el ápice. 8. Pediopsis virescens Fabr. var. lineóla n. Griseo-flavescens; puncto apicali verticis magis minusve deorsum in fronte producto et interdum cum plaga. inferiore media nigra vel nigricante hujus fere conjunoto, nigro; pro- noto lineóla mediana nigra ab ápice usque ad médium exten- sa et retrorsum sensim subtiliore notato; scutello maculis dua- bus basalibus triangularibus et linea mediana fuscis punctis- que duobus discoidalibus nigris ornato; hemelytris brunneo- flavescentibus; puncto propleurarum punctoque basali exter- no tibiarum posticarum nig-ris. c/. Long-. 4 V2 mili. Fuencaliente. Se parece á primera vista, por su coloración, á la var. ñas- DE HISTORIA NATURAL. 277 sata Germ,; pero los. dibujos de la cabeza, del pronoto y del escudete, son diferentes. 9. Floria blandiila n. sp. Pallide testacea; vértice inter oculos duplo latiore quam me- dio long-iore; conis frontalibus vértice paullo breviorihus, ex- tus rectis, intus divergentibus, ápice obtusis; antennis home- l^^tris Vs brevioribus, g-racilibus, pallidis, articulis 3-5 ápice imo, articulis reliquis autem totis nigris; pronoto vértice paul- lo plus quam dimidio breviore, utrinque ad latera puncto ni- i»'ro notato; mesonoto fulvo- vel interdum fusco-vittato; heme- lytris hyalinis, pallido-venosis, latitudine fere duplo et dimidio long'ioribus, extus pone médium subrectis, ápice late rotunda- tis, fascia anteapicali obliqua curvata, a ramo furcali secundo iisque ad apicem venae radialis extensa et extrorsum vittulas tres raiQos furcales 2-4 usque ad apicem prosequentes emit- iente, pallide fusca sig-natis, ramo furcali primo pallide fusco- adumbrato, parum obliquo, petiolo furcae priraae recto et quam spatio inter ápices ramorura furcalium primi et secundi paul- lo breviore, petiolo furcae secundas sat curvato, ramis furcali- bus hujus modice diverg*entibus, vena radiali apicem yersus leviter curvata; corpore subtus nigro-varieg'ato, raro fere toto nigro; pedibus pallide testaceis; abdomine nig-ro annulato. Long\ corp. 2-2V3J cum hemelytris 2 Va-^^/^ mili. of. Abdomine fere toto nigro; segmento g-enitali cum appen- dicibus testaceo; forcipe a latere visa recta, angusta, diámetro suo circiter quintuplo longiore et apicem versus vix attenuata; lamina genitali forcipe distincte crassiore et paullo longiore. Q. Valvulis genitalibus pallidis, válvula inferiore quam su- periore paullo breviore. Pozuelo de Calatrava. Esta especie recuerda, por los dibujos pardos de sus élitros, á F. Retamm Put.; pero es mucho más pequeña, con los conos frontales más cortos y rectos, con su borde externo v con los ramillos de la segunda bifurcación elitral menos divergente. También son un poco diferentes los dibujos de los élitros, puesto que la faja oblicua anteapical es confluente con las manchas marginales que ocupan la extremidad de los ramillos 2, 3 y el del r¿idio, y se prolonga un poco hacia el centró del élitro, á lo largo del peciolo de la segunda celdilla marginal. •278 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Notas sobre los Pirgomórfidos (Pyrgomorphida) POB DON IGNACIO BOLÍVAR. XI Subfam. Ortacrinee. Esta subfamilia, que en la Monoí^rafía estaba confundida con la Sphenaria, debe formar un g-rupo independiente, como se ha visto por los nuevos géneros descubiertos recientemen- te. En efecto, á los tres que allí comprendía, Orthacris Bol., Sphenacris é Ichthioletlix Relin., hay que ag-reg-ar ahora Discolorhimis y Caprorhimis Sauss., si bien este último me ofrece alguna duda en cuanto á su colocación, y por último, Calamacris Rehn. y dos nuevos g-éneros, Nereida y Verdidia, que propongo para formas muy notables, unas desconocidas hasta ahora, y otra ya conocida, aunque muy imperfectamen- te, por lo que ni yo la había enumerado en la Monografía ni autor alguno se había ocupado en citarla; me refiero á la Pyr- (jomorpha brachyptera ó Acridiwn ( Pyrgomorpha) cyclopterum, que con los dos nombres fué descrita por de Haan. Ichtliiotettix Rehn. Mr. Rehn. ha propuesto este nombre para sustituir al de Ich- thidion, ya empleado por Dejean en los coleópteros. La única especie conocida habita en Méjico. Orthacris Bol. De este g-énero solo se conocía una especie^ O. filiformis Bol., de Ceilán. cuando se publicó la Monografía, pero á ella he aña- dido otras cuatro en «Les Orthoptéres de S'Joseph's Collége», Anii. de la Soc. ení. de France, 1902, p. (308, que son: O. ruficor- nis, elegans, simuJans y acuticeps, todas de la India (Maduré y Kodaikanal); y por último, hay que agregar todavía otra des- cubierta por Mr. Maindron en la costa de Coromandel, y que se conserva en el Museo de París. 0. Maindroni sp. nov, Stramineus, verisimiliter decoloratus, in vivo olivaceus"? Cor- DE HISTORIA NATURAL. 279 pore superne crebre punctato-impresso, utrinque fascia lata castanea callis flavis adspersa pone oculos oriunda, et ante coxas posticas evanida. Fastig-ium latiusculum ante oculos mo- dice prominulum, medio obtuse carinatum ápice obtusatum. Oculi lineis nigris curvatis parallelis picti. Pronotum antice posticeque subindistincte sinuati, lobis deflexis forte impresso- punctatis callis flavis numerosis irregulariter dispositis, mar- g-ine inferiore nec non ang-ulis antico posticoque flavis. Tym- panum abdominale adest. Tuberculum prosternale conicum parvum. Intervallum mesasternale ang-ustissimum x-forme. Tibiae posticse ápice intus macula fusca, in marg-ine externo spina apicali brevissirna instructae. Abdomen linea ang-usta laterali casttnea albido granosa Q, Long-. corp. 27; cap. 4; pron. 4,2; fem. post. 11 mili. Loe. Geng-i,. costa de Coromandel (M. Maindron, 1901). Parece afín al O. fUiformis Bol., pero de mayor tamaño y de coloración diferente. Los bordes laterales del pronoto están cu- biertos de pequeños callos amarillentos, que en el O. fílifor- mis son raros y muy pequeños, y en la nueva especie numero- sos y confluentes. ■ Sphenacris Bol. El Sphenacñs crassicofnis no ha vuelto á ser citado; pero en cambio he visto otra especie diferente de aquélla en la col. del Sr. Finot. Sph. granulatus sp. nov. Colore testaceo supra fusciore. Corpus dense verruculosum. Caput breviter conicum. Fastig-ium trigonum oculo brevius vix long-ius quam latius, antice rotundatum, medio tenuissi- me sulcatum. Frons subindistincte sinnata; costa tota sulcata sulco Ínter antennas ang-ustissimo versus apicem frontis indis- tincte ampliato. Gense pone oculos sulcatíE et rugosse. Pronotura postice truncatum carina media obtusata subsulcata, metazo- na brevissima, marg-ine inferiore loborum incrassato medio subindistincte sinuato, ang-ulo postico rectang-ulo, obtusato erosulo. Abdomen supra carinatum. Lamina supraanalistrig-o- na, sulcata. Valvulse ovipositoris compressiusculíe elong-at» superiores serrulatse Q. Long. corp. Q 31; pron. 5 mili. aao boletín de la real sociedad española Loe. NoQvelle Caledonie (Coll. Finot). A pesar de carecer de antenas y de patas posteriores el ejem- plar descrito, me parece que no puede dudarse acerca de la colocación de este insecto eii el g-énero Sphenacris Bol. Dlscolorhinus Sauss. Es una nueva forma de Madag-ascar, que corresponde á los Orthacris de la India. Solo se conoce una especie D. squalinus Sauss. á la que refiero los ejemplares que M. Sikora ha repar- tido por todas las colecciones, siquiera no la conveng-a ente- ramente la descripción orig-inal. El c/ no ha sido descrito. (/ Statura multo minore. Antenn£e articulis 16 compositge fastig-io ad basin articuli tertii extenso. Lamina supraanalis elongato-trig-onalis. Lamina infragenitalis cónica acuta super- ne carinata. Long". corp. 16; antenu. 8; pron. 2,8; fem. post. 7,5 mili. El g-énero Calamacris Rehn. debe colocarse en este sitio. Caprorhinus Sauss. Este g-énero ofrece para mí alg-una duda en cuanto á su co- locación, á pesar de haber examinado el ejemplar típico en el Museo de Ginebra. El insecto tiene alguna semejanza con Un- hellianigrosignata, disting-uiéndose, sin embarg-o, por la dis- posición de los lóbulos mesosternales, que son más larg-os que anchos, estando separados por un espacio más estrecho que uno de ellos. Las fositas metasternales están aproximadas y se continúan por un surco oblicuo converg-ente con el del lado opuesto, orig-inando una x, como es propio en esta tribu. Solo ha sido descrito el cT" y procede de Madag-ascar. Tíerenia nov. g-en. Reservando para otra ocasión la descripción de este g-énero, daré aquí solo los caracteres diferenciales más importantes: Corpus apterum. Antennaí ínter ocellos insertae. Gense tan- tum rugatge. Pronotum dorso postice subsinuatum sulcotypico longe pone médium sito; lobis deñexis margine inferiere rec- to. Tibia^ posticse canthis obtusis, pra?ter spinam apicalem spinis extus 6-7, íntus 10 armataí. Prosternum tubérculo ápice obtuso. Intervallo mesosterní ang-usto. Abdomen ápice valde DE HISTORIA "NATURAL. 281 clavatum, antrorsum ampliatiim. Lamina infrag'enitalis mag*- na, transversa, innata, postice carinata. N. Francoisi sp. n. Ochracea; lobis lateralibus pronoti pallidis; femora postica intus nig'ra, área infero interna sang-uinea q^. Long. corp. 22; pron. 4; fem. post. 12 mili. Loe. Nueva Caledonia. Recogida por mi distinguido colega ür. Ph. Francois, de la Facultad de Ciencias de París, á quien me complazco en dedicarla. Verdulia gen. nov. Corpus cylindraceum elongatum. Fastig'ium trigonale depla- natum. Costa frontalis tantum inter antennas et apicem fasti- gii explicata. Antenníe filiformes elongatfe basi subtriquetrfe. Pronotum dorso tereti cribroso-punctato, postice obtuse ro- tundato, lobis deflexis. Elytra venis longitudinalibus con- fertis parallelis obsita. Alse margine undulato. Tibi£e posticse canthis obtusis spina apicali externa armatse. Tarsi pilosi. Pros- ternum tubérculo cuneiforme ápice truncato instructum. La- mina sternalis elongata. Intervallura mesosternale angustum x-formi, lobis rotundatis. -Abdomine c'' ápice clavatum depres- sum. Segmentum anale magnum, medio profunde sinuatum^ lamina supraanalis spathulata. Cerci compressi postice incurvi. Valvulse ovipositoris Q sinuat». Género afín al anterior por la forma del abdomen^ que es también abultado en el ápice, como el de alg'iinos Mastax. Por su aspecto general recuerda por completo el género Oponíala, y es también notable por la forma de las alas, que tienen el borde extorno ondulado ó crenulado, esto es, dividido en lóbulos redondeados que corresponden á los espacios de los radios anales. Á este género corresponde el A. (Pyrgomorpha) cyclnideum de Haan, que este autor ha caracterizado en el cuadro sinóp- tico de la pág. 149 de su obra «Verhandelingen over de Na- tuurligke geschiedenis der Nederlandsche overzeesche bezit- tingen door de Leden der Natuurkundige Commissio in Oost- Indié en andere schrijvers», y que luego ha descrito con el nombre de hrachypterum, habiendo sido olvidada por todos los autores. Afortunadamente se conserva el tipo de ella en el •282 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPANOjuA Museo de Leyden, donde he podido examinarla, gracias á la amabilidad del Director de dicho Museo, Sr. Jentik, y del con- servador de las colecciones entomológ-icas, Sr. Ritsema, com- prendiendo que la especie no puede colocarse en ninguno de los géneros conocidos, por lo que he formado el que antecede. Más tarde he visto dos nuevas especies de este mismo género, inéditas, en el Museo de Berlín y en la colección del Sr. Dohrn de Stettin, quien ha llevado su generosidad hasta el punto de regalarme dos ejemplares de una de ellas. Haan ha caracterizado así su especie: 6. Cydoideum n. sp. III. Elytra ápice rotundata. C.) Fusca, abdomine breviora. Alse arcuatse, crenatce. Des- pués, en la página siguiente al cuadro, ha descrito esta es- pecie con el nombre de A. (PyrgomoTpha) brachyptermn, en estos términos: Femina. Elytris angustis parallelis fuscis, versus apicem lucidioribus; alis semicycloideis, margine ere- natis (ejusdem formse ac in ^. (Mastacej cycloptero, n.) irides- centibus, basi Ínfima coeruleis, medio pellucidis, versus mar- «•inem extern um obscuris: nervis nigris; feraoribus integris: posticis oblongis: tibiis posticis latere superiore íequaliter spi- nosis; capitis vértice dilatato, plano, ápice obtuso, linea media impressa; facie plano-concava¡; capite pone oculos convexo, 4 fasciato; pronoti dorso convexo, angulis rotundatis: proster- ni cornu trígono, ápice truncato; abdominis dorso acuto-carí- nato, basi coerulescente, medio nitidissirao obscuriore, ápice fusco. Long. corp. 14'"; elytr. 8'" Nova Guinea. Cita, además, la Pl. XXIII, fig. 1 9, pero equivocadamente, pues es la xxi en la que aparece representada esta especie. Las tres especies que conozco de este género pueden dístin- g'uírse entre sí de este modo: 1. Elytra perfecte explicata apicem femorum atting-entia 1. cydoidea Haan. 1. Elytra abbreviata ad médium femorum posticorum tantum extensa. 2. Alie ruffíí extus infuscata; 2. Dohrni Bol. 2. Alie infumatse 3. olivácea Bol. ]. V. cycloidea de Haan. Color testaceus. Caput pronoto seque longum. Fastigium liorízontaliter productura oblongo-subrotundatum, lateribus DE HISTORIA NATURAL. 283 liaud sinuatis. Frons modice obliqua subdeplanata fusca. Gense punctatse. AntennfB breves articulis in?equalibus compositse, sub serratfp, articulis 5 6 transversis, 8 subquadrato, 10-11 an- g"ustis, 13 externe ang'uloso. Pronotum marg-ine antico tuber- culis nig-ris niinutis ornato. Elytra apicein abdominis subat- ting-entia ang'usta. AlfB cycloidese, externe crenatse hyalinae, micantes basi interna coeruleae, obscure marg'inatse. Femora postica compressa. Tibise canthis subacutis. Tarsi articulo se- cundo quara primus parum breviore. Prosternura marg-ine an- tico distincte reflexo medio tubérculo compresso subtruncato. Lamina sternalis antice subarcuata, lobis mesosternalibus fere quadratis intervallo ang-ustiore sejunctis. Long-. corp. 34,5; pron. 5,5; elytr. 19; fera. post. 14,5 mili. Loe. Nouvelle Guiñee, Mulier (tipe de Haan). Creo debe conservarse para este especie el nombre de íyc/o/- dea, que es el primero con el que aparece desig-nada en la obra en que fué descrita, puesto que en el cuadro sinóp- tico á que me refiero aparece suficientemente caracterizada, aunque lueg-o haya sido descrita y fig"urada con el de brachyp- tera, nombre que es además poco apropiado, por ser la especie mejor dotada bajo el punto de vista del desarrollo de las alas. á. V. Dohrni spec. nov. Griseo-virescens, utrinque fascia lata citrina ab oculos usque basi femorum posticorum extensa. Fastig-ium triangulare, raarg'inibus sinuatis. Frons apicem versus medio subsulcata. Oculi testacei. Pronotum unicolor vel pallide varium. Elytra médium femorum posticorum extensa pallide varieg'ata. Ala* rufse externe infuscata?. Femora postica basi supra virescen- tes, g-eniculse intus obscure g-laucse; área infero-interna rufa. Tibiaí g'laucescentes, intus obscuriores, longre g-riseo pilosse. c/" Abdomen apicem versus subdepressum seg-mentis ultimis fusco marg-inatis, seg-raento psenultimo late sinuato, medio obtusissime ang"ulato; seg-mento anali profunde sinuato. La- mina supraanalis spathuliformi, elong-ata, apicem versus pa- rum ampliata atque ápice sub cordiformi. Cerci ápice sub- ampliati supra oblique truucati. Lamina infrag'enitalis carina long-itudinali media instructa. Long-. corp. c/ 28; antenn. 12; cap. 4,8; pron. 5; elytr. 10,5; fera. post. 11 mili. 284 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Long". corp. 9 50,5; antenu. 12; cap. 6,5; prou. 8; elytr. 14; fem. post. 16 mili. Loe. Sumatra. Col. Dorhrn. Dedico esta especie al ilustre naturalista Sr. Dolirii, de Stet- tiíi, i'i quien soy deudor de numerosas especies de ortópteros del Norte de Borneo. 3. V. olivácea spec. nov. Corpore obscuro-g-riseo virescenti, utrinque vitta minus lata flava ornato; fronte fusca. Fastig-ium triangulare lateribus subsinuatis. Antennfe elongata\ Elytra pone médium femorum parum extensa. Alfe infumatse. Femora postica flavovirescen- tia intus et subtus rufa. Tibi;e posticse necnon g-eniculis intus nigro subviolacese g-riseo villosae, basi incrassatse. Abdomen apicem ver.-us subdepressum. segmentis fusco- marginatis seg-mento psenultimo late sulcato, seg-mento anali profunde exciso. Lamina supraanalis elongata spathuliformi supra cari- nata, pone médium ampliata cordiformi. Cerci ante apicem supra subtusque sinuati ápice compressi. Lamina infrag-eni- talis subtus ápice carinata of. Long-. corp, r/ 27; antenn. 10,5; cap. 4,6; pron. 4,8; elytr. 11,5; fem. post. 11 mili. • Loe. Deli (Sumatra), Mus. Berlín. XII. Subfam. Geloiinae. Propongo esta nueva subfamilia para formas también nue- vas que no entran naturalmente en las ya conocidas, y de las que puede considerarse como tipo el g-énero. Geloius Sauss. 1. Abdomen laeve vel rugosum haud costulatum. Caput su- perne haud carinatum. Cerci perspicui. . 1. Finoii Bol. 1. Abdomen longitrorsum irreg-ulariter carinulatum. Caput superne carinatum. 2. Elytra brevissima. 3. Frons obtusangulatim sinuata; antennfe latiores Q. Valvu- lae ovipositoris suaviter sinuatse 2. nasiUiis Sauss. 3. Frons rectangulatim sinuata; antenníe angustiores Q. Val- vulíe ovipositoris fortiter sinuatae. 3. crassicornís Sauss. 2. Elytra nuUa. Frons arcuato-sinuata 4. Decorsei Bol. DE HISTORIA NATURAL. 285 1. G. Finoti Bol. Colore pallide ochraceo fusco -vario. Granoso-cicatricosus. Caput haud carinatum. Fastig-ium antrorsum ang'ustatum du- plo long-ius quam latius. Frons obliqua indistincte siuuata crebre punctata. Costa frontali ante apicem fastigñi súbito depressa. Antenna? of crassiusculae, elong'atce, Q depressae, tri- quetraí extus obtuse subserratjie. Pronotum cylindricum antice posticeque truncatum haud carinulatum dense cicatricosura, flavo-rufo et fu-sco-punctatum lateribus maculis duabus palli- dis; lobis deflexis margine inferiore fere recto haud incrassato ang-ulo postico truncato marg-ine postico recto. Elytra nulla. Pedes antici breves costulati, g-ranosi. Femora antica (f fusca extus dentibus raag-nis subíequalibus nig'ris armata. Abdomen compressiusculum carina media dorsali plus minusve perspi- cua. Lamina supraanalis sulcata lanceolata. Cerci conici com- pressi Valvulse elong-atse. Long-. corp. (/Q 24-40; antenn. 10,5-9; pron. 3,5-5; fem. post. 11-14 mili. Loe. Madag-ascar (Sikora). Museo de Paris y col. Finot, Brunner y en la mía. Esta especie difiere bastante de las restantes del g-énero, y es posible que cuando sean aquéllas mejor conocidas se haga ne- cesario separarlas; asi es que no le convienen varios de ios ca- racteres que Mr. de Saussure atribuye á este g-énero, como son: Capite et thorace distincte, abdomine minus, supra, carina- tis... facie a latere valde sinuata fere obtusang-ulatim incisa... mesosterni lobi retro converg-entes... abdomen... seg-menta 1-4 superne, ápice, tubérculo minuto, rotundato notata... cerci haud perspicui... 2. G. nasiitus Sauss. Por error se ha citado la fig". 28 en la pág-. 639, debiendo ha- ber citado la fig-. 37. que es la que representa el fémur anterior del macho. 3. G. crassicornis Saus. sp. ined. G. íiasuto valde affinis; colore pallide fusco, verisimiliter decolorato. Caput rug'osum superne carinatum. Frons fere rectang-ulatim sinuata. Témpora supra insertionem antenna- rum fortiter sinuata. Antennae ang-ustiores sed valde dilatatse T. V.— Mayo, 1905. 19 286 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ab oculis remotae. Prouoto rugoso-punctatü, subtectiforme postice truncato. Elytra breviora. Abdomen carinatura utrin- que carinulis irreg-ularibus long-itrorsum pliculatum. Lamina snpraanalis mag-na triang-ularis. Valvulse ovipositoris ante apicein fortiter sinuatse Q. Long-. corp. 9 35; cap. 5,5; antenn. 10; pron. 4,5; elytr. 1; fem. post. 12 mili. Loe. Madag-ascar (Grandidier). 4. 6. Decorsei Bol. Terreus ochraceus, rugosus. Capite supra inter oculos rug-is auriculatis retrorsum in carinas productis; fastig-ium medio subcoarctatum antice rotundatum a latere visum oculo vis longius; ocelli perspicui minuti; frons arcuato-sinuata. Prono- tum.rug-ulosum impresso-punctatum punctis nigris in (f prae- ditum. Femora postica intus extusque fascia arcuata nigra g-eniculari. Abdomen in longitudinem costulatum, punctis stigmaticis nig-ris. ^$. Long. corp. rf 21; pron. 2,8; fem. post. 8,5 mili. » » 9 '^^^j ^> 5; » » 13 » Loe. Madag'ascar, Ambovombe, Dr. üecorse, 1901. Museo de París. En esta especie el cuerpo es prolongado y áptero; la cabeza cónica, aquillada por encima; el fastigio, casi horizontal, es saliente, y está surcado por encima anteriormente; la frente muy oblicua, con la quilla surcada y entre las antenas com- primida y más alta, con márg-enes engrosadas y distantes en- tre las antenas y el ápice del vértex; esta quilla se rebaja sú- bitamente, formando una g-ran sinuosidad. Las antenas son triquetras hasta el ápice, anchas y están formadas de artejos muy desig-uales, insertándo.se muy próximas á los ojos; éstos son oblongo-g-lobosos y las mejillas lisas. El protórax es casi cilindrico, no estrechado hacia delante, truncado por detrás, pero algo escotado en el medio; solo pre- senta una quilla media y el surco posterior está abierto muy por detrás del medio del protórax en el cuarto superior del mismo; los lóbulos laterales son apenas más altos por detrás, con las márgenes inferior y posterior casi rectas y el áng'ulo posterior truncado oblicuamente. Los fémures anteriores son muy cortos, gruesos; los intermedios están aquillados, y diri- DE HISTORIA. NATURAL. 287 g-idos hacia atrás no alcanzan al extremo de las caderas poste- riores, y las patas últimas apenas pasan del medio del abdo- men, teniendo sus tibias los bordes redondeados y provistos de espina apical externa. El prosternen tiene un tubérculo cuboide comprimido lateralmente y redondeado por detrás en el ápice. La placa esternal es larg-a y presenta un intervalo mesosternal estrecho, limitado por las márg-enes de los lóbulos que son re- dondeadas y diverg-entes Lacia atrás. La lámina supraanal del (f es oblong-a y triang-ular; los cercos cónicos, prolong-ados hacia adentro en el ápice; la placa infrag-enital muy corta y obtusa en su extremidad. La supraanal de la 9 está surcada en el medio y es triang-ular, y los cercos cónicos. Las valvas del oviscapto son comprimidas, prolong'adas, escotadas antes del ápice y crenuladas superiormente. Ichthiacris Bol., g-en. nov. Corpus elong-atum filiforme subapterum. Caput carinatum. Fastigio supra antice canaliculato. Frons valde obliqua costa sulcata, Ínter antennas et apicem fastig-ii compressa sulco an- g-ustissimo. Antennse fere usque ad apicem triquetrse subfili- formes ante ocellos insertfe. Gense pone oculos rug-oso g-rano- sse. Pronotum antrorsum ang'ustatum, postice marg'inato- truncatum, tantum medio carinatum sulco postico valde pone médium sito, lobis deflexis subparallelis marg-inibus inferiore et postico sinuatis ang-ulo postico rotundato vel truncato. Ely- tra brevissima. Femora antica in cf incrassata. Tibias posticae canthis rotundatis spina apicali externa nulla vel aeg-re distin- g-uenda? Prosternum valde tumidum. Lamina sternali elonga- ta, antice marginata intervallo mesosterni trapezoidali. Abdo- men supra carinulatum. Válvulas ovipositoris breves superio- res valde sinuatae. Las tres especies que conozco de este g-énero proceden todas de California y pertenecen al Museo de París, a. Dorso abdominis valde pliculato. b. Frons leviter sinuata; vértex haud depressus; pronotum rug-ulosum 1. costulaia sp. n. M. Frons valde sinuata; vértex transverso depressus; prono- tum verrucosum 2. Rehii sp. n . aa. Dorso abdominis haud plicato; pronotum fere laeve 3. californica sp. n. •2RS BOLKTIN 1)K LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 1. I. costulata sp. nov. Testacea, fusco varieg-ata. Corpus punctato-rug-ulosum. Fas- tig-io íV latere viso haud declive oculo subbreviore supra cari- nato. Frons subsiiiuata, costa sulcata inter antennas compres- soelevata. Antennje concolores articulo primo supra macula fusca ornato, ücciput carinulatum. Pronotum rug-ulosum ca- rina media lateralibusque perspicuis, lobo medio-(mesozüna) carinis long"itudinalibus instructo metazona liaud carinala confertim impresso-punctata; lobis lateralibus valde rug'ulo- so-punctatis concoloribus ang'ulo postico retrorsum levissime producto. Klytra brevissima, marginem posticum mesonoti pa- rum superantia margine interno recto, externo arcuato, pune- tata. Pedes fusco varieg-ati. Tibifie posticicpallida?. Prosternum valde tumidum antice dente parvo instructum. Meso- et meta- notum longitrorsum canaliculata. Lobis mesosternalibus in- tervallo ang'ustiore sejunctis. Abdomen in longitudinem cana- liculatum. Long\ corp. 9 34; cap. 5; pron. 4-8; fem. post. 11 mili. Loe. Basse Californio, Dig-uet. Musée de Paris. 2. I. Relini sp. nov. Testacea, fusco-varieg'ata. Corpus rug-ulosum. Fastigium sub ascendente oculo subsequilong-um supra inter oculos trans- verso depressum et lateribus sinuatis. Frons valde sinuata, costa sulcata inter antennas valde elevato-compressa. Gena? tuberculatíe fusco-vittatse. Pronotum rugulosum valde g'rano- sura, carinis lateralibus a g-ranulis indicatis, metazona punc- tato-verruculosa margine postico 9 nig-ro-plicato; lobis defle- xis extus margine subsinuato, paludo, cicatricoso etponesul- cum posticum crebre rug-uloso-punctatis, ángulo postico haud retro producto, margine postico sinuato supra elytra rotunda- to-producto. Elytra brevissima. Femora postica fusco et albido variegata. Tibias postictB fusca3 pallide variegatae. Abdomen segmentis dorsalibus leviter costulatis nigro-punctatis. Long-. corp. c/? 20-39; cap. 4, 6,5; pron. 3,2-7; fem. post. 9, 5-17 mili. Loe. Basse Californie, Diguet. Museo de París. Dedicada al sabio ortopterólogo que tanto ha contribuido al conocimiento de los ortópteros americanos. DE HISTORIA NATURAL. 28:) 3. I. cali fornica sp. uov. Flavo- testacea. Corpus c/ subleve, 9 rugulosura. Fastig-ium sub declive oculo brevius of vel haud long'ius 9, supra carinu- latuui. Frons subsinuata costa sulcata inter anteiinas com- presso-elevata. Antennae concolores articulo primo supra ma- cula fusca ornato. Caput pone oculos vitta pallida fusco mar- g-inata, atque sulcis duobus obliquis antrorsum converg-enti- bus. Pronotum dorso impressopunctato vel rug'uloso, carina media distincta, carinis lateralibus in c'' indistinctis, in 9 pers- picuis, rectis, retrorsum diverg-entibus, postice evanidis lobis deflexis supra ad carinas bifoveolatis, infra et postice sinuatis, ang'ulo postico retrorsum subproducto, marg-ine externo late flavo d" . Elytra brevissima, extus nigro-marg-inata. Meso- et metanotum iiec non abdomen long'itrorsum carinulata uti in Astromam g"en. Proscopidarum. Femora postica área interna sang-uinea lobo g-eniculari interno macula fusca pallide cir- cundata. Tibise posticse g-riseo-villosée fuscfe supra usque mé- dium pallidse. Long". corp. c/Q 30-39; cap. Ó-G; pron. 4,5-8; fem. post. 11- 14 mili. Loe. Basse Californie. Dig-uet. Museo de París. Boletín bibliográfico. Mayo. Académie des Sciences. París. (Compies 7-endusJ. íí° 14. — Grand'Eury: Sur les graines trouvées attachées au Pecopteris Fluckeneti.=^'í^° 15. — G. Bonnier: Les plantes du plateau des Nilghirris.— E. L. Bouvier; Sur les Pénéides et les Sténopides recueillis par les expéditions fran- (jaises et monegasques dans l'Atlantique orieutal. — Gkand'Eüry: Sur les Rhabdocarpus, les graines et l'évolution des Cordaítées.=:N° 16.— A. Laveran: Traitement niixte par l'acide arsénieux et le trypanroth des iufections dues au Trypanosoma gamhiense.=íi° 17. — P. Fliche: Deux observations relatives á la flore des jeunes taillis. Académie Internationale de Géographie Botaniqiie. Le Mans. (Bulletin). Nos 187-188.— G. BoNATi: Sur une nouv. espéce de Pédicularis de la Sibérie oriéntale. — Jh. Hervier: Excursions botan, de M. Eeverchon dans le maseif de La Sagra et á Velez-Rubio (Espagne). — M. Gando- ger: Novus Conspectus Floras Europse. 2ÍW BOLKTIN DB LA REAI, SOCIEDAD ESPAÑOLA American Maturalist (The). Boston. N° 459. — D. P. Penhallow: The ana- íomical changes in the structure of the vascular cylinder incident to the hybridization of Caialpa. — A. Hollick: The ocurrence and origin of amber in the Eastern United States.— J. A. Cdshman and W. P, Hknderson: Fresh-water Rhizopods from the AVhite Mountain región of New HampBhire. — F. W. Carpenter. The reactions of the Pomace Fly (Drosophila ampelophila) to light, gravity and mechanical stimu- lation. Broteria. Collegio de S. Fiel. Lisboa. Vol. iv,fa8c. i e ii. — M. Rebimbas: Os nossos conhecimentos actuaes sobre a radioactividade da materia. — J. S. Tavares: Synopse das Zoocecidias Portuguezas. Canadian Entomologist (The). London. Ontario. Vol. xxxvii, n° 4. — Wal- ker: Notes on the Locustidge of Ontario. — Pearsall: The Genus Ve- nusia and its included Species.— Dyar: The types of the late Dr. Hulst. Cockerell: Three New Coccidse from Colorado. — Bueno: Notes on coUecting, preserving and rearing aquatic Hemiptera. — Ashmead: A new PezomacMis from Italy. — Engel; A new Species of Xylina. Instituto Geológico de México. (Parergones). Tomo i, n" 7. — J. D. Villare- LLo: Estudio de una muestra de grafita de Ejutla. — E. Ordoñez: Aná- lisis de las cenizas del volcán de Santa María (Guatemala). Laboratorio de investigaciones biológicas de la Universidad de Madrid. (Trabajos). Tomo iii, fase. 4.°— R. Turró y A. Pí t Suñer: Mecanismo fisiológico de la inmunidad natural. — S. Kamón y Oajal: El retículo neurofibrillar en la retina; Neuroglia y neurofibrillas del Lumbricus; Variaciones morfológicas del retículo nervioso de invertebrados y vertebrados sometidos á la acción de condiciones naturales.— S. Ramón T Cajal y D. Dalmacio García: Las lesiones del retículo de las células nerviosas en la rabia.— F. Murillo : Nuevo procedimiento de atenua- ción y nueva vacuna anticarbuncosa. Musée Océanographique de Monaco. (Bulletin). Nos 28-29.— E. L. Boüvier: Palinurides et Eryonides recueillis dans l'Atlantique oriental.— A pro- pos des Langoustes longicornes des iles du Cap Yert.^N" 30. - H. J. Haxsen: Preliminary report on the Schizopoda coUected by H. S. H. Prince Albert of Monaco.=N'' 31. — Chevallier: Relation entre laden- sité et la salinité des eaux de mer.^N" 32. — Eo. Chevredx: Paracy- phocaris prcedator, type d'un nouv. genre de Lysianassid(B.=ls° 33.— Sur les organes photogénes de l'oeil de Leachia cyclura. Nuova Notarisia (La). Modena. Anno xx, Aprile. — A. Trotter: II Plancton del Lago Laceno nell' Avellinese. — A. M. Edwards: Trochiscia moni- liformis, a form of Bacillaria. — W. A. Setohell: Parasitic Floridese of California. Phiiippine Weather Burean. Manila. 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El Sr. Vidal ha recogido en Santa María de Meya un huevo de la citada especie, que el profesor León Vaillant cree se apro- xima á los holocéfalos más que á los elasmobranquios, y que en concepto de Sauvage pudiera referirse al liásico inferior. Secciones. — La de Sevilla celebro sesión el 20 de Mayo últi- mo bajo la presidencia de D. Manuel Paúl, el cual recordó que hace tiempo había mencionado la mosca del olivo, Dacus olece, como uno de los enemigos que causan más daño á la recolec- ción de la aceituna. El Congreso oleícola, organizado por la So- ciedad de Agricultura de los Alpes marítimos, pidió una serie de medidas eficaces para evitar en aquella región la reproduc- ción y extensión de esta plaga, que fueron expuestas por di- cho señor. — Se dio lectura á una «Excursión á los Jarales (Badajoz)», remitida por el Sr. Barras, de Huelva. — Se trató á continuación del segundo Congreso internacio- nal de Botánica que se reunirá en Viena del 11 al 18 de Junio del corriente año, leyéndose un artículo publicado sobre este 298 boletín DR LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA asunto por el Sr. Barras, de Huelva, en el número 5, tomo xv de la revista «La Naturaleza». La Succicm de Zaragoza celebró sesión el 29 de Abril bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. El Sr. Presidente manifestó que el día anterior habían permanecido en esta capital los ex- cursionistas franceses de la Sociedad de Ciencias naturales de Beders, dirigidos por el Presidente M. P. Cannat, habiéndoles acompañado los Sres. Ferrando, Roca, Solano y el R. P. Navas. Los excursionistas se marcharon muy satisfechos, después de haber visitado los Museos de Historia natural. — El Sr. Moyano hizo saber que el Sr. Orensanz (D. José) había sido nombrado, en virtud de oposición, Profesor auxiliar de esta Escuela de Veterinaria, noticia que ag-radó á todos. Los señores socios estuvieron en el Jardín Botánico viendo la colección de plantas medicinales que existen, haciendo su descripción el Sr. Ferrando. La misma Sección celebró sesión el día 29 de Mayo bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. — El Sr. de Val y Julián (D. Vicente) presentó á los señores socios un herbario que posee é hizo una reseña de las plantas de que aquél consta, dando especial noticia de algunas nota- bles ó poco frecuentes de la región aragonesa. Notas y comunicaciones. Notas sobre los Pirgomórfidos (Pyrgomorphida;) (Conchisión) POR D. IGNACIO BOLÍVAR XIII. Tribu Trigonopteriginos. Doriella Bol. La circunstancia de no haber tenido presentes á la vez las tres especies que conozco de este género y del siguiente, me hacen estar un poco dudoso respecto á su verdadera coloca- ción. No había establecido aún el nuevo sistema de los pirgo- mórfidos cuando conocí la Doriella cinnabarina; y por lo que DE HISTORIA NATURAL. 299 lo que respecta á la Bruniella antistes, el mal estado del ejem- plar no me permite apreciar la forma de las fositas metaster- nales ni la disposición de la parte terminal del pecho, precisa- mente destrozado por el alfiler. A la D. cinnabarina que di á conocer en los «Annali del Museo Civico di Storia Nat. di Genova», vol. xxxix, 1898, p. 86, y que procedía de Nueva Guinea, hay que ag-regar otra especie. D. paradoxa sp. nov. Cinéreo flavescens, fusco-fasciata. Caput superne carina us- que apicem fastig-ii perducta, utrinque transversim rugatum. Fastig-ium oculorum Icng-itudine haud vel vix superans, marg-i- nibus subsulcatis, antice subrotundatum. Frons subsinuata g'ranulis nig-ris conspersa rugosa, juxta ocellum médium callis flavis duobus instructa; costa inter antennas compressa marg-i- nibus versus apicem fastigii divergentibus prope apicem con- vergentibus fovea formantibus. Antenníe fuscée articulo 10 ex- tus ante apicem dente acuto armato. Pronotum rug-uloso-ca- llosum obtuse carinatum, antice truncatum postice subam- pliatura et obtusang"ulatum; prozona convexiuscula, metazona planiuscula rugis elong-atis subparallelis obsita; lobis defle- xis trapezoidalibus postice valde altioribus g-ranulis minutis uig-ris sparsis, ángulo postico obtuse truncato, marg-ine infe- riore obliquo, integ*ro, posteriore sinuato. Elytra fusco-varia, subparallela. femoribus posticis valde superantia; campo mar- g-inali apicem versus pellucido; ápice truncata et arcuato- sinuata , irreg"ulariter reticulata atque sparse nodosa. Alae fuscae. Lobi mesostcrnales subquadrati inter se valde distanti. Tibise posticse apicem versus fuscae. Tarsi postici articulus ul- timus articulis duobus primis subíeque long-us. Valvulíe ovi- positoris elong-atíe minute serrulatse 9- Long-. corp. 9 oO; capitis 8; antenn. 11; pron. 9; elytr. 38; fem. post. 18; tib. post. 15. Lat. elytr. 8 mili. Loe. Stephansort, Bahía del Astrolabio, Biró, 1900. Nueva Guinea. Museo de Budapest. Brunniella nov. Corpus compressiusculum elong-atum. Caput conicum pone oculos utrinque haud tuberculatum. Fastigium a latere foveo- latum, superne depressum antice latum. Costa frontalis inter 300 BOLHTIN DE LA. REAL SOCIl.DAD ESPAÑOLA. antennas compressa et sulco destituta versus apicem sulcata marg-inibus diverg-entibus. Antennaí ensiformes, vix ante oce- Uos insertan. Pronotum dorso ang-usto antice truncato postice rotundato haud carinato, lobis deflexis postice altioribus an- g-ulo postico dentato. Elytra ang-usta elong-ata sparse nodosa ápice rotundato-sinuata, Alae ang-ustatse perfecte explicatae. Prosternum antice tubérculo transverso instructum. Lamina sternalis elong-ata, antice ang-ulato rotundata, lobis mesoster- nalibus parvis intus rotundatis in 9 spatio angustiore sejun- ctis. Abdomen compressum superne medio carinatum 9- Faltan las patas posteriores y el ápice del abdomen en el único ejemplar que he visto y que pertenece al Museo de Ham- burg-o. Dedico el g-énero al ilustre entomólog-o de aquel Museo Sr. von Brunn que tanto se ha disting-uido en el estudio de los ortópteros. A pesar de esto, no dudo corresponda á un g-énero distinto del Doriella por la quilla frontal, forma del vértex y del pro- noto, anchura del espacio mesosternal, etc. Br. antistes Bol. Straminea fusco-varia atque sparse minute nig-ro-g-ranulata. Fastig-io antrorsum indistincte ang-ustato, lateribussubsinuatis ápice obtusissime ang-ulato- subtruncato, foveolis lateralibus virg-ulatis ante apicem fastig-ii terminatis. Frons ante ocellum subimpressa. Antennae ensiformes triquetriE extus serrata*; articulis 3-8 mag-is dilatatis, articulo ITang-usto haud produc- to 12.° externe ápice extus ang-ulato. Pronotum dorso antice tereti postice subdeplanato carina postica tantum pone sulcuní typicum perspicua, canthis rotundatis rug-oso impresso-punc- tatis ad marg-inem anticura carinula sinuosa, marg-inibus tu- berculis nig-ris instructis; sulco typico distincte pone médium sito, prozona metazona sesqui longúora; lobis deflexis rug-osis nig-ro-tuberculatis tantum medio plag-a laevig-ata, antice punc- tatis, marg-ine inferiore late sinuato prope ang-ulum posticura breviter prominulum dente instructo, marg-ine postico sub- recto. Elytra multi-reticulata, campo antico prope basin sub- dilatato vena mediastina explicata pone médium elytrorum extensa, vena radialis tertia g-ranulis nig-ris ornata; ápice truncato-sinuata, ang-ulo antico rotundata, postico ang-ulata- Alse hyalinse, marg-ine antico prope apicem opaco. 9- DE HISTORIA NATURAL. 301 Long", corp. 9 40; cap. 8; antenn. 13: pron. 5,2; elytr. 26; mili. Lat. elytr. 3,5 mili. Loc.'i Museo de Hamburg-o. La patria de esta especie es pro- bable sea la Nueva Guinea, por sus g-randes analogías con el g-énero Doriella. Trigonopteryx Charp. Me decido á separar este g-énero del SysleUa. Westw. por la importancia de los caracteres que los disting-uen. Ya en la Mo- nog-rafía los había separado, aun cuando considerándolos simplemente como subg"éneros. Trigonopteryx tiene el cuerpo más prolongado, con los bor- des del fastig-io cefálico fuertemente escotados y las antenas mucho más larg-as, de modo que en los machos pasan del án- g-ulo posterior de los lóbulos laterales del pronoto, y en las hembras alcanzan al borde posterior del mismo, mientras que en SijsieUa apenas alcanzan en los machos aquel áng-ulo y en las hembras no lleg-an á la m.itad del dorso del pronoto. Difie- ren también por la forma del mismo, pues no es éste tan alto posteriormente; así es que los lóbulos laterales tienen la forma de un trapecio, pero con el lado posterior poco más larg-o que el anterior, mientras que en Systella se acerca mucho al doble de aquél. El prosternón solo tiene en el primero un pe- queño tubérculo cónico, al paso que en el seg"undo está provisto de una larg-a espina, y por fin, las alas son de forma también distinta; la escotadura del borde anterior es más lig-era, forma una sinuosidad muy diferente de la que se ve en las alas del Systella; además de esto, el borde anal es casi recto desde la base y el áng-ulo postero apical más acusado, por ser en este punto el borde menos redondeado; en el Systella todo el borde es redondeado, y al Ueg-ar al sitio en que cambia de dirección describe una ancha curva. Las proporciones resultantes de la relación entre la longitud y la anchura son también distintas, como ya lo hice notar en otra ocasión, pues aun en el pimcta- ta, que es en el que más se aproximan al Systella, lleg-a la long-itud á dos veces v media de la anchura. Solo comprende las dos especies conocidas de autig-uo. 1. Tr. punctata Charp. Solo el cf era conocido. Considero como la 9 ^e esta especie 30> boletín DI2 LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA iin ejemplar de la Col. del Sr. Brunner, existente en el Museo de Viena, y otro del Museo de Hambiirg-o. Son de color amari- llento verdoso, con las antenas del mismo color y las alas con muy escasos puntos neg-ros teniendo el fondo amarillo y la reticulación de un amarillo cromo; la escotadura apical de los élitros es breve, pero más acentuada, y la reticulación es más menuda que en el (^. Sus dimensiones son: Long-. corp. 9 28; antenn. 13; pron. 9; elytr. 18; fem. post. 18. Lat. max. elytr. 12 mili. En el cf , de ig-ual procedencia, el color es de tabaco, y las antenas tienen la mitad apical pálida. Las antenas de la 9 son parecidas á las de un Acrida. Ambos ejemplares proceden de Java, donde creo debe vivir esta especie, aunque ha sido citada de Ceylán. En la colección del Museo de Berlín he visto un ejemplar etiquetado con duda de esta localidad y perteneciente á la coll. de Charpentier; puede considerarse como el tipo de la es- pecie y es al que se refiere el Dr. Karsch. También existe en la coll. Finot. La 9 del Museo de Hamburg-o procede de Java occidental, Sukabumi, Frushsthorfer. 2. Tr. Hopei Westw. Esta especie también existe en Java, de donde poseo un ejemplar macho, así como en Kina Balu y en Banguey, isla al Norte de Borneo. Museo de Hamburg-o. Las antenas en la 9 son más estrechas y desiguales en sus bordes que en la especie anterior. En el Museo de Berlín hay ejemplares de Borneo (Frushsthorfer) y Ober Lang-kat, Deli (Sumatra). Tr. punctata var. miiltireticulata nov. Colore fusco. Caput superne suavissime rug-osum. Antennae long-iusculse pars dilatata pone médium extensa, articulis 8-9 haud teretes lateribus carinatis long'ioribus quam latioribus 10-13 cylindricis elongatis. Elytra ápice producta acuta marg-o apicali obliquo, minutissime reticulata, fusco punctata. Alae dilute succineae campo antico apicem versus inter áreas nor- males venis spuriis intercalatis, punctis fuscis indistinctis vel DE HISTORIA NATURAL. 803 tantura duobus, área axillaris antica fusco seriatim pune- tata 9- Long". corp. 39; antenn. 14; pron. 9; elytr. 31; fem. post. 19. Lat. máxima elytr. 12 mili. Loe, Java. Un ejemplar de la colección del Sr. Brunner. Las diferencias entre esta variedad y la forma ordinaria de la especie están principalmente en la mayor long'itud de las antenas, debida principalmente á que los artejos 8-13 son más larg'os, y especialmente el 8.° y el 9.°; en la menudísima reticu- lación de los élitros, que al mismo tiempo son más puntiag-u- dos y en la presencia de venas adventicias intercalares en la mitad distal del campo anterior de las alas. Es nueva va- riedad? Systella Westwood. El género Gyrtone Stál está formado sobre un ejemplar im- perfectamente desarrollado del SysteUa. 1. Elytrorum sinu anteapicali brevissimo in cf quinta parte long-itudine elytrorum ocupante. 2. Fastig-ium verticis ápice distincte acuto, marginibus sub- sinuatis: Alee vena discoidalis atque vena media vix pone médium alarum furcatis 1. Westwoodi Stál. 2. Fastigium verticis ápice subrectangulum marg-inibus haud sinuatis: Alie vena discoidalis vix pone médium vena media distincte ante médium furcatis 2. sicci folia sp. n. 1. Elytrorum sinu anteapicali in cf cuarta vel tertia parte long'itudine elytrorum ocupante. 3. Pars basalis triquetra antennarum (^ fere nsque médium antennarum extensa 3. Annandalei sp. n. 3. Pars basalis antennarum c^ tertia parte longitudine haud attingenti. 4. Sinu ante apicali elytrorum (^ tertia vel 9 quinta parte longitudine elytrorum ocupante. 5. Antennae (^ minus angustatíe, 9 valde dilatatse 4. Raflesi Westw. 5. Antennse cf valde angustatse 9 vix dilatatae 5. Gestroi sp. u. 4. Sinu ante apicali elytrorum ¡^ cuarta vel 9 sexta parte longitudine elytrorum ocupante 6. Dusmeti sp. n. SUl HOLETIN DIÍ LA. HKAL SÜCIKDAD 13SPAN0LA. 1. S. Westwoodi Stal. En rai colección existe un ejemplar (^, procedente de Taya- bas (Pérez Maeso). Tiene las antenas filiformes, bastante lar- g-as (10,5 mm.), con la porción deprimida de la base estrecha, y la terminal formada por artejos cilindricos, todos ellos más larg-os que anchos. El fastig-io del vértice es ag-udo, con los bordes más altos que éste y alg-o sinuados. La escotadura apical del élitro muy reducida, y las venas discoidal y media del ala, bifurcadas al mismo nivel y próxi- mamente en el medio del ala. No he visto esta especie en nin- g-una otra colección, fuera de la del Museo de Elstocolmo, don- de se conservan los tipos de Stál. En el de Londres existe una especie con el nombre de PhiUppensis, que pudiera referirse á ésta. 2. S. siccifolia sp. nov. S. Westwoodi valde afñnis sed fastig-io haud acuto, antennis longioribus, oculis oblong-o-elongatis; pronoti lobis deflexis margine postica valde sinuata et ángulo infero-postico magis acute producto, alis posterioribus vena descoidalis vix i)one médium, vena media distincte ante médium furcatis ^f . cf Long. corp. 30; antenn. 11,5; pron. 8; elytr. 23; fera. post. 14 mili. Un ejemplar sin localidad del Museo de Hamburg-o. 3. S. Raflesi Westwood. *S'. Raflesi W. 1841. Arcana ent. p. 12, pl. iv, fig. 1,2 9. Acridium ( Trigonopteryx) platypterwm, Haan. 1848. Verh. p. 151, Pl. XXIII, f. 6 cf. Para mí es indudable que la especie dada á conocer por Haan es la misma de Westwood, de la que éste solo describió y fig-uró la 9, y de Haan el cT; la diferencia en la forma de las alas basta á explicar esta confusión por la diferencia notable que entre ellas se observa. En esta especie alcanzan los éli- tros mayor desarrollo que en las otras, sobre todo en la hem- bra, en la que Ueg-an á medir 20 mm. de anchura en el tercio apical por 36 de longitud, que corresponden á 16 y 31 res- pectivamente en el cf. La forma de las antenas es suficiente para caracterizar esta especie, pues en el macho la parte dilatada y deplanada de la DE HISTORIA NATL'RAL. 305 base formada por los artejos 3-5 confundidos, como se sabe, ó poco distintos, es estrecha, esto es, apenas más ancha que el resto de la antena y corta, de modo que no lleg-a á formar la tercera parte de la antena, ó mejor; la porción cilindrácea es unas dos veces y media tan larg-a como aquélla; en la 9 la an- tena es casi dentada exteriormente. Existe esta especie en el Museo de Berlín 9cf procedente de Deli, Sumatra, y en el de Ginebra, de ig-ual procedencia. Corresponden también á ella un ejemplar de Siboelang-it (N. Sumatra), y otro de Camp Jor, Perak y Pahang- (Malaca) del Museo de Hamburg-o, y otro de Pontianak (Borneo occid,), de mi colección. 4. S. Annandalei sp. nov. S- Jia/lesi valde afñnissed fastig-io verticis multo majore, pa- rabólico; antennis forma valde diversa in (J fere usque mé- dium deplanatis triquetris, denique ang-ustis teretibus ápice nig-ris; in O parte deplanata pone médium exten.sa indistincte articulata; elytris brevioribus atque latioribus, marg-ine an- tico parum curvato. cf 9- Esta especie se disting'ue muy bien por los caracteres expre- sados, en efecto, las antenas tienen su porción prismática de la base mucho más larga que en la Jia/lesi, de modo que en el (J la porción terminal solo es vez y media tan larg-a como ella y más estrecha que en aquella especie. La forma del élitro tam- bién es característica, pues la curva que forma el borde poste- rior en el macho tiene su parte culminante frente al lóbulo en que termina el campo marg-inal, de modo que cuando el élitro está pleg-ado esta parte curva viene á caer por encima de las ro- dillas de los fémures posteriores, y en el Raflesi cae más atrás. En los (^ las antenas son más anchas que en esta especie, la porción terminal cilindrácea es deprimida y tan larg-a á lo sumo como la formada por los artejos prismáticos de la base, sin contar los dos artejos intermedios, también deprimidos, que son más grandes que en aquella especie. Las dimensiones son: cf Long-. corp. .31; ant. 10,5; pron. 7,5; elytr. 31; fem. post. 15. 9 .. >~> 39; » 11 ; » 10 ; » 35; >. >^ 18. Lat. elytr. max. cf 16; 9 19 mili. Loe. Península de Malaca. 306 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 5. S. Gestroi. Fusca vel viridis. Fastig'ium verticis a latere visum oculo sub brevius antrorsum ang-ustatum subacutura. AntenníB bre- ves cf parte dilátala basali breve a art. 3-6 formata trig-ona ang'usta, articulo 6." articulis tribus anterioribus simul suraptis seque long'o; parte apicali ang'ustiore quam in congenericis; 9 brevissimai augusta^, parte dilatata usque médium extensa articulo sexto extus acute producto. Pronotum dorso conca- viusculo, carinis lateralibus parallelis acutiusculis, disco pos- tice rotundato-subangulato producto. Elytra elongata, campo antice lato apicem versus sensim ang-ustato, margine antico antice arcuato, pone médium sinuato, ante apicem rotundato sinuato sinu in (^ tertia parte longitudine elytrorum in 9 ta^i- tum sexta occupanti, marg-ine postico subrecto, pone mé- dium late rotundato, venis fusco adspersis, campo antico in cf fascia fusca obliqua. Alae hyalinse inmaculatae cT 9- Long. corp. (^ 29; antenn. 10; pron. 8; elytr. 28; fem. post. 15 mili. Long. corp. 9 37; antenn. 9; pron, 10; elytr. 32; fem. post, 19 mili. Lat. max. elytr, cf 12; 9 16 mili. Loe. Eng-ano, Búa Búa, Modig-liani 1891. Museo de Genova, á cuyo Director, el ilustre entomólogo Dr. Gestro, que tuvo la amabilidad de comunicármela, tengo el g-usto de dedicársela. Las antenas son más esbeltas y delgadas en esta especie que en todas las restantes; la escotadura del élitro en el ma- cho es menos acentuada que en las demás; pero en la 9 es poco más ó menos como en Ra/iesi, de la que la distinguen, como se ha dicho, las antenas, que en la 9 son muy cortas, delg-adas y con el diente externo muy acusado. 6, S. Dusmeti sp. nov. Ochraceo fusca, capite antice dorsoque pronoti fuscis, Fastig-ium verticis deplanatum parabolicum rotundatum, Antennfe breviusculse usque ad apicem latiuscuhe haud ¡^ vel indistincte dentatse. Pronotum dorso augusto concaviusculo marginibus acutis ante médium sensim coarctatis postice ele- vato anguste rotundato producto. Elytra fascia obliqua fusca in cf , fusco adspersa; in 9 margine antico valde arcuato pone DE HISTORIA NATURAL. 907 médium distincte sinuato sinu apicali abrupto in cT a 4.^^ in 9 a 6.^^ partem formato, marg-ine pórtico subrecto long-e pone mé- dium subang-ulato rotundato. Alae hyalina? venis pallidis cf9' Long-, corp. cf 29; ant. 9; pron. 7,5; elytr. 25; fem. post. 13 mili. Long-. corp. 9 37; ant. 8; pron. 10,5; elytr. 30; fem. post. 17. Lat. máxima elytr. J" 13; 9 16 mili. Loe. Kina-Balu Norte de Borneo, Col. del Museo de Ham- burg-o y en la mía. Me complazco en dedicarla á D. José María Dusmet, distin- g;-uido himenopterólog'O, que con tanto fruto se ocupa en el es- tudio de los himenópteros de nuestra fauna. Es una hermosa especie, casi siempre de color de tabaco; pero de la que poseo un ejemplar, sin localidad, de color ver- doso amarillento; todo el cuerpo, así como los élitros, están salpicados de pequeños puntos pardos, que en estos órg-anos están dispuestos á lo larg-o de las nerviaciones; además, en ellos se observa en el cf una faja parda que se extiende desde la porción media del campo marg-inal á la más convexa del borde posterior, sin lleg-ar á ella; en la 9, esta faja no se dis- ting'ue, pero suele haber una mancha parda en medio del campo anterior, que representa el comienzo de dicha faja. Los élitros son más cortos y anchos proporcionalmente que en otras especies; la porción culminante en el (^ corresponde en el reposo á la terminación de los fémures posteriores, y está por delante de ellos en la 9, en la cual no se encuentran en- frente dicha porción culminante del borde posterior y el lóbu- lo terminal del campo anterior, los que unidos entre sí dan una línea oblicua de 18 ó 19 milímetros. Nota sobre observaciones liechas durante el eclipse de 28 de Mayo de 1900 POR D. EMILIO RIBERA. No suele estar muy desarrollado entre nosotros el espíritu de observación; parece que encuentra alg-una dificultad para desenvolverse en la viveza de nuestra imag-inación y en lo 808 BOLETÍN Dli LA RRAL SOCIEDAD ESPAÑOLA poco paciente de nuestro carácter; por ello adquieren im])or- tancia las observaciones que sobre cualquier fenómeno natu- ral puedan hacerse en España, y esta consideración me movió en 1900 para trasladarme á sitio donde se apreciaran en las mejores condiciones posibles los efectos sobre los seres vivos del eclipse total de sol, que por encima de nuestra Península pasó el 28 de Mayo de aquel año. La circunstancia de aproximarse otro eclipse total, visible también en España, muéveme á presentar esta nota á la Socie- dad ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL, por SÍ el relato de mis ob- servaciones de entonces sirviera de toque de atención ó de estímulo para que otros, con más habilidad y mayor competen- cia, puedan ahora hacerlas mejores y publicarlas, para bien de las ciencias biológ-icas. Poco vale lo que hice, pero con gra- nos de arena se constituyen montañas; vaya, pues, el mío, por si determina la formación de bloques científicos de verdadero valer sobre la materia á que me refiero. Eleg-í para raí estudio á Aspe, villa de la provincia de Ali- cante, asentada sobre las suaves ondulaciones en que conclu- ve hacia el Norte la sierra de Crevillente, situada á unos 240 metros, por término medio, sobre el nivel del Mediterráneo, dominando la fértil vega en que también se hallan Novelda y Monforte, á poca distancia de ambas poblaciones, á la misma latitud casi que Elche, y á unos doce kilómetros al Oeste de esta población, de la que la separan una serie de abruptos y revueltos montecillos. El sitio preciso en que tomé mis notas fué la casa de campo titulada «La Nía», y para ellas me fué de mucha utilidad el auxilio de mi estimado compañero D. Vi- cente Calatayud, catedrático del Instituto de Valencia, que so- bre darme excelente hospitalidad en Aspe, me acompañó para mis observaciones en el campo. Fueron éstas las que siguen: DE HISTORIA NATURAL. -o o ps; -O tí o o O! O - O O 02 Oí « o, En oí g O , CQ a> SS r3 a o5 00 03 ^3 ;-i -u Xí a > o si u n OI 'í' OJ kO *0 lO O O t- t— co »o c^ ■^ rf( ^ "* co" eo" co" eo" eo .2 ** « ií S « ^ o a sS 9 OI ^ i 03 O .^ 03 B CQ a '3 os > (ü m Xí O -Q 2 « 01 g 03 o 13 O) ¡I 3 2 5 § a o3 O 73 O es b o3 > C S — . sD 03 -O C '■♦3 C O O CQ ce ce w w ^* ^* ^1 ■^ t^ t~ t- t- o O O lO O O o o o '^^ lO lO lr-_ o ■o lO^ lO ■o o T— ( SM cí IM n o" © d wí 00 t-' 00 00 00 oo' 00 oo" Ci O) s^ c« o T. V.- Junio, 1905. 21 • 810 boletín de la real sociedad española EFECTOS SOBRE LOS ANIMALES. Hormigas. — En varios hormig-ueros próximos tenían estas trabajadoras infatig-ables á sus larvas expuestas al radiante sol que hacía: cerca de la totalidad, las recog-ieron y escondie- ron con g-rande apresuramiento. Las reatas que para su traba- jo forman las hormigas, ó se recog-ieron en sus hormig-ueros, 6 se dispersaron los individuos que las constituían, guarecién- dose bajo las hierbas. Pava con pollos de gallina. — A las tres y treinta y cuatro dio- la pava señales de inquietud, mirando repetidamente al cielo^ llamando á los pollos y yendo con ellos á cobijarse, primero- junto á una pared, más tarde, hacia las tres y cincuenta, al corral, donde en un rincón los incitó y casi oblig'ó, pues se re- sistían, á meterse bajo su cuerpo y alas, á pesar de no caber ya por su número y por el tamaño que alcanzaban. Gallo y gallinas. — Bastante indiferentes al fenómeno en lo& comienzos de éste, recog-iéronse, sin embargo, á las tres y cua- renta y siete, no sin comer antes ávidamente y con prisa; á las cuatro canta el g'allo, y poco después se estiran y desperezan el sultán y sus odaliscas, y salen de nuevo al campo á pasear su g-arbo. Golondrinas. — Una pareja tenía su nido en un g-ranero, cuya ventana daba sobre nuestras cabezas: durante todo el eclipse estuvieron entrando y saliendo, salvo de las tres y cincuenta á las cuatro y cinco, en que permanecieron dentro de su col- gado hog-ar. Jilgero enjaguado. — Al ir obscureciendo comió también con abundancia, lanzó su melodioso canto, con mucha fuerza por cierto, y metió la cabeza bajo el ala tranquilamente poco an- tes de la totalidad. Restablecida la luz, apareció como aturdi- do é inquieto, sin cantar. Pájaros de la huerta. — Indudablemente creyeron que venía la noche, porque se congregaron en los árbolos por grupos, entonando sus habituales y aleg-res pitorreos vespertinos, ca- llando á la hora de la sombra total, y dispersándose lentamen- te y silenciosos después de restablecerse en mucho la luz. Palomas.— Ynevon. las más prontas para encerrarse y acos- DE HISTORIA NATURAL. 311 tarse y las más tardías para volver á la normalidad. A las tres y cuarenta ya se habían recog-ido; hasta más de las cuatro y quince no reanudaron sus revuelos. Murciélagos. — Se los vio revolotear mientras hubo poca luz. Perros. — No manifestaron impresión alg-una por el cambio celeste dos mastines que se hallaban atados á dos árboles en la cercana huerta. EFECTOS SOBRE LAS PLANTAS. En la misma huerta pudimos observar varios pies de judías, tomateras y patatas. Las primeras presentaron el notable fenómeno, frecuente en ellas durante la noche, de, teniendo en pleno sol las hojas con los peciolos erg-uidos y los foliólos presentados de canto hacia el astro rey, colocarlas durante la sombra y alg-o después aún con los peciolos inclinados hacia el suelo y los foliólos en po- sición natural, haz hacia el cielo y envés mirando á la tierra. Las tomateras no dieron señal alg-una apreciable, tal vez por estar plantadas y regadas muy de reciente. Las plantas de patata doblaron los limbos de sus hojas por el nervio medio hasta formar un ángulo de unos 60°, durante los minutos sig"uientes á la totalidad de la sombra: antes y después los tenían aplanados, como de costumbre durante el día, y siempre estuvieron dirigidos hacia el sol. -«¡ En otras plantas herbáceas espontáneas se observaron los fenómenos habituales á los crepúsculos y entrada de la noche. EFECTOS EN LAS PERSONAS. :HÍ Ni voy á detallar los que la admiración y la novedad produ jeron en los campesinos que nos rodeaban, ni voy á describii el pintoresco espectáculo que ofrecían los picos cercanos á nuestro sitio, cubiertos por enjambres de curiosos, ni es mi pluma bastante hábil para que aquí pueda consignarse el ho- menaje que de cuantos cerebros humanos había por allí sur- gió espontáneo y exuberante durante todo el curso del eclipse; pero, sobre todo, cuando el negrísimo disco lunar aparecía ro- ai2 . boletín de la uiíal sociedad española dcado por el nimbo ai'i^ entino, desig-ualmente radiante y mag-- níficamente luminoso de la corona solar, destacada sobre un fondo azul sombrío y muy mate, en el que fulg-uraban alg-u- nas estrellas. Esto hubo de suceder en todos lados donde la interposición lunar se observara; esto lo han descrito á mara- villa plumas mejor cortadas; esto lo hemos sentido cuantos el eclipse hemos visto. Voy tan solo á consig-nar que fueron muchos de los que me rodeaban los que dijeron que al acercarse la sombra habían visto temblar la tierra, eng-añados por la ilusión óptica que les produjo el rápido Ueg-ar y pasar de las fajas alternativas de luz y de obscuridad que precedían inmediatamente al eclipse total. Este fenómeno merece consig-narse, porque revela lo visible y rápido del paso de tales fajas. Datos sobre el mispiquel de España POB D. salvador calderón. 1843. Leonhard, «Handwort. der topog-r. Miner.», p. 39. 1862. Naranjo, «Elem. de Miner. g-eneral», p. 277. 1879. CuMENGE ET FucHS, «Compt. rend.», lxxxviii. 1886. Vidal, «Bol. Com. Mapa g-eoL», xiii. 1888. Gonzalo Tarín, «Descripc. prov. Huelva», ii. 1894. Martín Donayre, «Bol. Com. Mapa g-eol. de España». 1895. Fernández Navarro, «Anal. Soc. esp. de Hist. nat.», XXIV. Actas, p. 87. 1897. Muñoz Madariaga, «Lecc. de Miner.», p. .3.58. 1898.- Pedro Gomes, «Comm. da Direc. dos Trabalh. geol. de Port.», iii, p. 205, 1899. Barras (F. de las), «Apuntes para una descrip. g-eol. - miner. prov. Sevilla», p. 320. 1902. Tenne und Calderón, «Die mineralfundst. der Iber. Halbins.», p. 29-31. 1903. Fernández Navarro, «Bol. Soc. esp. de Hist. nat.», iii, p. 255. 1904. Fernández Navarro, «Bol. R. Soc. esp. de Hist. nat.», IV, p. 167. DE HISTORIA NATURAL. 31B La especie mineral objeto de la presente nota fig-ura en las obras con los nombres áe pirita arsenical, mispiquel (mispickel) y arseniopirita, y también suelen llamarla bronce blanco nues- tros mineros. Aunque ha sido objeto de explotación como mena argentífera, y aun algo aurífera, y en algunos casos para beneficiar el arsénico ó el ácido arsenioso (arsénico blanco), no parece que ha adquirido gran importancia industrial, sien- do esta una de las causas de la escasez de datos que se poseen respecto á su distribución en España, sin embarg-o de ser fre- cuente en ella en estado de pequeños filones, acompañando á la pirita ó á la marcasita. En la obra que publiqué en colabo- ración del malogrado profesor de Berlín, el Dr. Tenne, se con- sig'nan sobre el asunto alg-unas noticias, que voy á presentar unidas á las que con posterioridad he adquirido, terminando con un resumen de los datos referentes á la producción, seg"ún las estadísticas mineras (1). Galicia.— Se halla el mineral de que tratamos en cantidades variables, desde masas hasta pequeños nidos en los yacimien- tos de estaño, mezclado aveces con la casiterita, como sucede, entre otros sitios, en Aréncelos, al Norte de Monterrey. Se han descubierto en Chantada, cerca de las montañas elevadas de Faro (Lugo), filones cuarzosos con pirita arsenical (Mus. Cien- cias nat, de Madrid). También en la provincia de Coruña em- pezaron á explotarse algunas minas; pero en las que se cifran más esperanzas es en las de Carballino (Orense), á causa de su riqueza aurífera, aunque no son verdaderos filones. Asturias. — Un yacimiento existe con pirita cuprífera en la diorita de Alaneda y otros de los que no tenemos noticias pre- cisas en el puerto de Pajares, Boal y Hieres; además, en este último forma á veces parte principal de la g"anga que acompa- ña al cinabrio, perjudicando para el beneficio de esta mena. No se cita de la provincia ninguna formación importante ni intento de explotación. Cataluña. — Muy pocos datos hemos hallado respecto á la pi- (1) La presente nota, como otras anteriores análogas, tiene por principal objeto ofrecer el estado de nuestros conocimientos sobre las especies minerales españolas; como aquéllas, es muy susceptible, seguramente, de ampliaciones, tanto de los datos que contiene como de otros que se nos habrán escapado, y sería muy conveniente que los señores socios que posean más noticias las comunicasen para ir suministran- do datos á la Comisión de Catálogos. 314 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA rita arsenical, que indudablemente existe en muchos sitios de las reg-iones pirenaicas; de donde se conoce mejor es en las co- marcas donde principian el Ter y el Freser, en la provincia de Gerona, cuyas calizas cristalinas contienen frecuentes filonci- llos, como sucede en La Coma de Clot y en la de Vaca, cerca de Nuria. Hay en Ribas y Caralps minas que explota una So- ciedad y cuya mena transporta á Badalona para la obtención del arsénico blanco. En la concesión Espera7i2a del término de Caralps, acompaña á la calcosina y la siderita. Un filón cuar- zoso del valle de Ribas contiene el mineral de que tratamos asociado á pirita ordinaria y olig-isto, conteniendo aquél '/2 a 2 adarmes de oro por quintal, y además de 'Vs á 2 onzas de pla- ta. De él posee un ejemplar nuestro Museo de Ciencias natu- rales, asi como de otro procedente de Setcasas, donado por el R. P. Font. La mina Suerte, del término de Massanet de Ca- brenys, es de calcopirita (?) en una masa de moscovita, acom- pañada de mispiquel (Vidal). Yacimientos semejantes hay en la provincia de Barcelona, de donde se obtienen ejemplares de textura casi acicular. Abunda en filoncillos de cuarzo con pirita, que cruzan las pi- zarras silúricas. Aragón. — El ing-eniero Sr. Martín Donayre citó el mispiquel de Long-as y Luesma (Zarag-oza). Por la falda oriental de los Poyales (Teruel) parece se ha visto en las vetillas de pirita que allí abundan, aunque son inexplotables. LeÓ7i. — La zona estannífera, prolongación de la g-alaica, ofrece también en Salamanca y Zamora el mineral en cues- tión, asociado á la casiterita del modo antes di- cho. Las localidades son numerosas, y entre ellas mencionaremos de la provincia de Salamanca, Barba de Puerco, por indicación de nuestro con- socio el Sr. Onís; Aldeadávila de la Ribera, Cor- porario, La Freg-eneda, donde la hay cristali- zada (Mus. Com. Mapa geol.); la Sierra de Gata, con masas bacilares, cristales implantados y pin- torescos g-rupos de cristales (Mus. Cieñe, nat. Madrid). Un aficionado posee de esta última sierra, al pare- cer, unos cristalitos, que representa la adjunta fig'ura. Con- sisten en prismas alargados, cosa poco frecuente en esta espe- cie, cuya cara dominante es m (110), terminando en un bra- DE HISTORIA NATURAL. 315 quidoma y un doma primario; el braquidoma está estriado seg-ún la braquidiag-onal. Castilla. — La sierra de Guadarrama es abundante en filon- ■cillos cuarzosos que contienen pirita arsenical en mayor ó me- nor cantidad, atravesando el g-neis y el g-ranito y formando en alg-unos sitios un sistema de filones paralelos, claramente vi- sibles. En este caso se encuentran en la vertiente septentrio- nal los de Serracín, Becerril, Arcones y Otero de Herreros, en la provincia de Seg-ovia, y los de Marueco, en la de Avila. Los mejor conocidos son los de la provincia de Madrid, particu- larmente la gran bolsada del cerro de La Plata, término de Buitrag-o_, trabajada y abandonada muchas veces, la cual es arg-entifera, con una ley que oscila entre 1 y 14 onzas. Tam- bién le hay en masa g-ranudo cristalina mezclada con los ele- mentos del gneis, destacando alg-unos cristales confusos. La mina cobriza de San Miguel, en Bustarviejo, se ha explo- tado, montándose una fábrica, en la que se construyeron dos hornos, con propósito de utilizar no el cobre, sino la pirita ar- senical. De esta procedencia, sitio llamado Cuesta de la Plata, posee la Universidad de Berlín, seg-ún indicó el profesor Ten- ue, un ejemplar en que el mineral está en cordones negruz- ■cos, abrazando frag-mentos de g-neis y con cristalitos muy me- nudos de pirita. Ya el Sr. Naranjo citó como arg-entíferos los ■de Bustarviejo y Miraflores, á los cuales, en efecto, acompaña á veces un poco de plata roja, como sucede también junto á Acebeda (1). Un filón de esta clase, situado entre Bustarviejo y Hiendelaencina, es cruzado en Pradeña y Paredes por otro bastante potente de mispiquel más puro. De Mirañores y del ■cerro de La Mesa, en término de Navalafuente, hay masas fria- bles muy puras en el citado Museo (F. Navarro), otra de Pe- •drezuela, una masa confusa de cristales procedente de San Il- defonso y otra de El Horcajo (sin duda el de La Sierra); pero ios mayores cristales de la reg-ión que fig-uran en la colección indicada son los de Bustarviejo. Mención especial merecen los cristales sueltos de Tamajón, (1) Con el nombre de Weisserz se ha designado alguna vez al mispiquel argentífe- ro de ciertas localidades; pero H. Müller presvime que el Weisserz es un mineral dis- tinto; y por lo que respecta á los hallazgos de la sierra de Guadarrama parece evi- dente que la plata que contienen deriva de interposiciones mecánicas de pirargirita. 316 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA en la provincia de Guadalajara, tanto sencillos como macla- dos, aunque de la combinación más frecuente, por lo bien con- servados que están y por ser relativamente voluminosos, pues- los hay mayores de 1 cm. Existen en la misma localidad filoncillos arg-entíferos, en uno de los cuales, entre la mina Constante y Villares, ha recogido el Sr. Fernández Navarro pe- queños nidos de cristales confusos en agujas de cuarzo que atraviesan el gneis. El mispiquel acompaña á la calcopirita en un criadero descubierto en el barranco Travieso, del término, de Majal rayo. Fuera de la región de la sierra de Guadarrama y sus prolon- gaciones solo se conocen piritas arsenicales en Castilla, en Gálvez, donde le hay cristalizado (Mus. Coin. Mapa geol.) y Vi- llaluenga (Mus. Cieñe, nat.), localidades ambas de la provin- cia de Toledo. Andalucia. — El mineral puro en cristales sobre cuarzo se halla en Hinojosa del Duque (Córdoba) (Mus. Cieñe, nat.), y en forma de pirita blanquecina granudo-laminar en la mina Tar- tesia del Castillo de las Guardas (Sevilla), citada por el Sr. Ba- rras (Mus. de la Univ. de Sevilla). En el término de esta últi- ma localidad, y, sobre todo, en Rio Tinto, Sotiel-Coronada y demás minas de pirita de la provincia de Huelva, abunda una de las menas llamadas aziifrón por los mineros, y consiste en una mezcla de color amarillento claro, de pirita ordinaria y arsenical, difícil de definir y de composición variable (1). Numerosas venas de mispiquel, á veces bastante argentífe- ro y acompañado de otros minerales, arman en las vertientes- septentrionales de la Sierra Nevada. De allí proceden grupos de cristales implantados en una especie de arcosa, tan pronto sencillos como doblemente maclados y remadados (si puede decirse así) según 101, componiendo conjuntos estrellados (Mus. Cien. nat.). Parece que en un filón de Güejar Sierra el antimonio llega á reemplazar totalmente al arsénico (Cum- menge y Fuchs). De la Sierra Alhamilla (Almería) existen ejemplares en el citado Museo. Extremadura. — El Museo mineralógico de la Universidad de Berlín posee, según Tenne, agregados cristalinos de grano (1) Con este mismo nombre de azufrón designan también otra mena más abun- dante, que consiste en una mezcla de óxidos y sulfures de cobre y hierro. DE HISTORIA NATURAL. 317 grueso, con caras fuertemente estriadas, acompañados de cuarzo y calcopirita, amarillo-verdosa, procedentes de esta re- . g-ión, pero sin localidad precisa. Es conocido el mineral en Te- jado (Cáceres), y se sabe le hay también en la provincia de Ba- dajoz, por ejemplo en Cabeza de Vaca, en masa y cristalizada (Mus. Cieñe, nat.). Portíiffal. —Leonhavá ha citado el mispiquel de las venas cuarzosas que atraviesan las pizarras arcillosas de San Joao de Pesqueira, cerca de tírvados, y P. Gomes, de Villa Real, Mina de Tapada y Mina de Quarta feira (Sabug-al). Producción. — Hemos dicho que las piritas arsenicales se han explotado solo en pequeña escala en nuestro país, ya como mineral de arsénico, ya por la plata y aun el oro que las. acompaña. En 1893 la producción fué de unas 600 toneladas, valiendo, á boca mina, 1.600 pesetas; después se pierden la.s- noticias, sin duda por la decadencia de esta explotación, hasta el 1902, en que las hay de nuevo, si bien circunscritas á la provincia de Gerona, y, en realidad, al grupo de minas antes- mencionado de Ribas y Caralps, que dio 5.648 toneladas, va- liendo 27.340 pesetas, cuya extracción se elevó á 8.000 tonela- das en el año siguiente. «Estudio del sistema leñoso de las especies forestales» por D. Joaquín María Castellarnau y de Lleopart POR D, BLAS LÁZARO É IBIZA. Muéveme á redactar esta nota, no el interés de dar cuenta de los méritos y circunstancias del autor, que por ser muy jus- tamente reputado por anteriores publicaciones no necesita ser presentado á la Sociedad, sino por el que el trabajo de que hoy me ocupo tiene importancia por sí mismo y porque opino que no debemos, con una pasividad- censurable, abstenernos- de encomiar la labor científica española siempre que la apari- ción de algún trabajo digno de mención nos dé derecho para hacerlo. No arrancan de fecha reciente las investigaciones cuyo título 318 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA eiicaljeza estas líneas, pues ya hace años que el Sr. Castellar- uau publicó la primera parte de ellas; pero la reciente publi- cación de la segunda presta oportunidad á estas breves obser- vaciones. En 1894 apareció una extensa Memoria del mismo autor que en realidad comprendía dos cuestiones diferentes, la una de índole general, referente al sistema leñoso de las especies fo- restales, la otra, como la recientemente publicada, se consa- gra al estudio particular de las maderas de algunas especies importantes. Como no tengo noticia de que se haya publicado por nuestra Sociedad ninguna nota bibliográfica referente á dicha parte primera, hablaré de una y de otra en su conjunto, pues son partes de un todo y se hallan comprendidas en un mismo plan. La parte general va encabezada con un proemio claro y bien escrito, que constituye una síntesis histórica de las ideas que, desde Malpighi, se han expuesto acerca de la constitución y estructura del sistema leñoso. El resto de la parte general, con la que el Sr. Castellarnau se propuso preparar el ánimo del lector para los estudios mo- nog-ráficos que. á ésta siguen, hállanse divididos en capítulos, consagrados al estudio de los elementos histológicos que for- man el sistema leñoso, á comparar las clasificaciones que de éstos se han hecho, á las clasificaciones que de las maderas hicieron Hartig, Sanio y De Bary, fundadas en los elementos histológicos que las integran, á la constitución elemental asignada por estos tres autores al sistema leñoso secundario de ciertas especies, al estudio comparado de la composición elemental de algunas especies, parte en la que se coteja lo que consta en otras publicaciones con las investigaciones lle- vadas á cabo por el autor (esta parte comparativa se extiende á 71 especies, desde arbustos menores á grandes árboles). Ter- mina la parte general ó preparatoria con los sistemas de cla- sificación de las maderas, basados á un tiempo en la composi- ción elemental y en otros caracteres. macroscópicos, como la distribución vascular y la magnitud de los radios, y se ocupa también de las fórmulas empleadas para representar la com- posición histológica é histotómica y de la descripción escrita y gráfica del estudio micrográfico de las maderas. No es nece- sario decir que toda esta parte generala parece compuesta con DE HISTORIA NATURAL. 319 gran orden y que en ella resplandece el dominio que el autor posee en esta materia. La parte especial ó monog-ráfica de esta primera parte se refiere á la descripción micrográñca de las maderas del Ulmus campestris y del Fagus syhatica, y en la seg*unda, la reciente- mente publicada, se incluye la de las maderas del Carpinus Betuhis, Corylus Avellana y Almis glutinosa. Estas cinco monografías constituyen estudios muy comple- tos y valiosos de la estructura de dichas maderas, hechos so- bre la base de multitud de preparaciones micrográficas obte- nidas por el Sr. Castellarnau, verdadero maestro en esta rama de la técnica micrográfica, en la que merecidamente g-oza de gran autoridad. Van acompañadas de dos notables atlas, en folio, el primero de los cuales consta de 12 láminas y de 24 el segundo, además de otras ocho láminas del tamaño de la Me- moria, que corresponden al volumen de la primera parte. Los trabajos que constituyen ambas partes y otros que el autor tiene ya entregados en el Ministerio de Agricultura, forman una obra de verdadero mérito, que son respecto de la estructura tan útiles como la Flora Forestal del inolvidable Sr. Laguna lo es para la determinación y estudio de nuestras plantas leñosas. Tales publicaciones honran al Cuerpo de Ingenieros de Mon- tes, pues ambos trabajos se hallan, sin duda, á la altura de los mejores del extranjero y constituyen un título glorioso para la ciencia patria. Excursión á Los Jarales (Badajoz) POR D. FRANCISCO DE LAS BARRAS DE ARAGÓN. Durante el pasado mes de Mayo, y aprovechando las festivi- dades, he tenido ocasión de verificar algunas excursiones, de las cuales solo voy á mencionar dos, que han sido las más largas. Fué la primera la realizada por la línea férrea de Río Tinto á las minas de este nombre y pueblo de Nerva, pasando luego por el trozo de vía, de reciente explotación, á Zalamea, para 320 boletín de la REA.L SOCIEDAD ESPAÑOLA empalmar con la línea de Buitrón , y deteniéndome en el apeadero del Pozuelo, con objeto de visitar las minas de man- ganeso, denominadas Oriente y Palmico, verificando al paso recolecciones entomológ-icas y botánicas en aquellos alrededo- res. Tanto esta excursión como la que hace año y medio pró- ximamente verifiqué á las minas de Tharsis, y de que no di cuenta á la Sociedad, ha producido bastantes ejemplares para el Gabinete, pero ninguna observación especial que merezca citarse. No ocurre lo mismo con la realizada por la línea férrea de Zafra hasta la estación de Los Jarales, inmediata á Fregenal de la Sierra, en la provincia de Badajoz. El motivo de empren- derla fué haber examinado en las colecciones del Instituto un mazo prehistórico de granito, procedente de aquel sitio y re- cogido con otros varios, según su donante, D. Vicente García, médico de dicha línea, en las inmediaciones de la estación misma, que está enclavada en terreno granítico, no lejos del arroyo llamado El Pedruegano. De este mazo, que representa esquemáticamente el núme- ro 1 de la adjunta fig'u- ra, di noticia á la Socie- dad en la nota inserta en la pág. 360 de nues- tro Boletín, correspon- I, diente á 1903; pero además me habían ha- blado de algún dolmen y de antiguas minas, recomendándome el lugar como muy á pro- pósito para toda clase de recolecciones histó- rico-naturales. La excursión á que " dediqué el domingo 14 de Mayo , después de haber tenido que pasar la víspera unas cuantas horas en el tren y hacer noche en Fregenal, tuvo mucho de desengaño, aunque no sin algunos resultados positivos. Recogí bastantes plantas é insectos, entre ellos la Nemopiera I DE HISTORIA NATURAL. 321 hisitanica Leach.; encontré ejemplares de cuarzos con turma- lina, azurita y malaquita, y pude observar interesantísimos ejemplos de las erosiones del g-ranito, y comprobar con la brú- jula sus fracturas en las direcciones N. á S. y E. á O.; las mis- mas que ya había observado en Avila y en Gerena (Sevilla), y de que di cuenta fin las pág-inas 82 y 110 de nuestro Boletín, correspondiente al año 1903. En cuanto al dolmen ó dólmenes de que me habían hablado en las inmediaciones de la fuente llamada de La Mujer, pró- xima á la estación de referencia, quedaron reducidos, como era de temer, á simples masas de erosión de g-ranito, en que no ha intervenido para nada la mano del hombre. De la existencia de antig-uas minas, nada vi, ni nadie me supo dar razón. En cambio, cuando después de recorrer detenidamente aque- llos contornos, en especial el cauce del Pedrueg-ano, que esta- ba casi seco, me retiraba carg-ado de ejemplares diferentes, pero sin comprobar ninguna de las cosas que me habían mo- vido á emprender la expedición, tuve la fortuna de encontrar muy cerca del edificio de la estación el mazo de g-ranito que representa el esquema 2 de la fig-ura, y que cuando completo alcanzaría próximamente dos decímetros de long-itud, siendo su altura máxima un decímetro, el alto en el centro de la en- talladura, 0,095 ram.; el espesor máximo, 0,065 mm.; el espe- sor en el centro de la entalladura, 0,050 mm., y el ancho de dicha entalladura (A), unos 0,035 mm. Como, según me había dicho el Sr. García, en aquel sitio se han encontrado con relativa abundancia, y son de la misma roca de la localidad, parece deducirse que fué aquel el lug-ar de su fabricación, que por cierto es sumamente tosca (1). (1) D. Nicolás Díaz Pérez, en su obra Extremadura, que forma parte de la colec- ción España, sus monumentos y a-rtes, su naturaleza é historia, se ocupa, aunque bre- vemente, en la página 689, de los monumentos prehistóricos de los alrededores da Fregenal. 3>2 boletín de la real sociedad española Noticia d3 algunos monstruos existentes en el gabinete de Historia natural de Huelva POR D. FRANCISCO DE LAS BARRAS DE, ARAGÓN. 1." El primer ejemplar monstruoso de que tengo que dar cuenta á la Sociedad es de un escualo, el Scyllum canícu- la Cuv. (fig-. A). Mide próximamente un decímetro de longitud y tiene dos cabezas, separadas hasta las hendiduras branquiales. Estas son por la parte de afuera perfectamente normales, y se encuentran por la de adentro en el ángulo de unión, pre- sentando cada cabeza por esta parte solo cuatro aberturas. El raquis de cada uno de los dos individuos fusio- nados viene á reunirse con el del otro á la altura de la primera aleta dorsal que es doble, estando cada una perfectamente desarrollada; y desde aquí, hasta la segunda dorsal, siguen paralelos los dos raquis, pero sin ve- rificar su fusión hasta la altura de esta última aleta, que se presenta ya sencilla. Los ojos, bocas y demás partes de las dos cabezas son normales, pues se trata de uno de esos monstruos dobles en que los dos individuos se han desarrollado bien y simétrica- mente en la parte en que están separados, y este desarrollo se ha interrumpido asimismo, simétricamente, á partir del punto de unión. Las cavidades bucales se continúan en faringes dis- tintas, que van á confundirse en un esófago común. Las aletas ventrales están reducidas á un solo par, corres- pondiendo una á cada individuo fusionado, pero en la línea media del espacio comprendido entre ellas hay una depresión con unos apéndices irregulares que parecen representarlas. DE HISTOEIA NATURAL. S2^ i 1. ¿;:3LZ1 \ Las anales correspondientes á los dos individuos se juntan en la línea media estando mal desarrolladas. Fué pescado en la costa de la provincia de Huelva. 2.° Este ejemplar es de un g-ato recién nacido (B) que, acaso por haber sufrido en el claustro materno una presión fuerte y sostenida en la parte inferior de la región facial, tiene unidas las dos ramas de la mandíbula inferior y la piel las ha envuelto, resul- tando la boca dividida en dos partes: una á modo de ojal, que corresponde á la mandí- bula superior (1), y otra que compone un cilindro cortado en su extremo oblicuamente á su eje (2), encontrándose en este extremo la lengua, que también está arrollada en forma cilin- drica. El resto del cuerpo es normal. 3.° Un cordero recién nacido que tiene la anormalidad limi- tada, como el anterior, á la cabeza. En toda la parte superior de ésta no existe órgano alguno, ofreciendo solo, en el lugar que debía corresponder á los agujeros auditi- vos, un remolino de pelo á cada lado^ aunque la piel no está interrumpida^ Todos los órganos se presentan en la cara inferior de la cabeza, de la que damos la representación esquemáti- ca C. El extremo del hocico con las ventanas de la nariz se encuentra bastante alargado, y presenta por de- bajo una pequeña hendidura en for- ma de ojal como origen de la boca (1), pero lueg'o conti- núa la piel cubierta de pelo, el cual desaparece poco después en una zona donde están los ojos (2); y vuelve á presentarse de nuevo hasta la altura del cuello, donde se interrumpe por última vez, presentando tres agujeros alineados y corres- pondiendo á cada uno de los que están á los lados una oreja perfectamente desarrollada. El central podría considerarse mi boletín de la real sociedad española como '.'orrespondiente á la boca; pero no existe vestig-io alg^uno de mandíbula inferior. Resulta, por tanto, que todos los órg-anos externos de la ca- beza han venido á situarse en el plano inferior de ella. El ejemplar está disecado y armado de modo que deja mucho <4ue desear, por lo cual acaso no sean de completa g-arantía todos los detalles de posición relativa de los órg-anos. Los dos últimos casos citados proceden del mismo Huelva. 4.° Además de los ejemplares de que queda hecha mención, existe en el g-abinete del mencionado Instituto la fotografía de un g-ato recién nacido que presenta un solo ojo, de tamaño alg'o desproporcionado á la talla del ejemplar, y situado en la línea media de la reg"ión facial. El resto del cuerpo es normal. El ejemplar no se conserva, pero, seg-ún personas que mere- cen entero crédito, era nacido en la misma ciudad de Huelva. 5.° Mencionaré, por último, un huevo anómalo de gallina procedente de la finca denominada ^^Los Santos Lug-ares», próxima á esta capital, que acaba de lleg-ar á mi poder. Su forma (fig\ D) es, por uno de los extremos, casi normal, en tanto que por el otro se ha alarg-ado y estrechado, do- blándose y produciéndose en el doblez alg-unas arrug-as. La cascara tiene el es- pesor y consistencia ordinarios. En cuanto al ofig-en de la deformación parece un efecto de presión, como si, es- tando la cascara todavía blanda, hubiera tenido que salir el huevo por un conducto demasiado estrecho. El caso presente debe ser, á lo que pa- rece, muy semejante al señalado con el uúm. 7, referente también á un huevo de g-allina, que se cita en la nota de nuestro ilustrado consocio D. Celestino Graiño y Caubet, acerca de alg-unos monstruos , inserta en el número de Marzo último de nuestro Boletín. Sesión del 5 de Julio de 1905. PRESIDENCIA DE DON SALVADOR CALDERÓN. El Vicesecretario Sr. Sánchez leyó el acta de la sesión ante- rior, que fué aprobada. Se dio cuenta de las publicaciones recibidas, entre las que fig-uran la Flora descriptiva é ilustrada de Galicia y la Florula de Menorca, por nuestros consocios el Edo. P. Baltasar Merino, S. J., de Tuy, y D. Juan Joaquín Rodrig-uez Femenías, de Ma- hón, respectivamente; Antropometria militare, dirig-ida por el Dr. Rodolfo Livi , Roma, 1905, así como otras publicaciones importantes, acordándose dar las gracias á los donantes. Admisiones.— Quedó admitido como numerario D. Luís Loza- no y Rey, doctor en Ciencias, presentado en la sesión anterior por el Sr. Llenas y Fernández. Se hace una nueva propuesta. Comisión del Noroeste de África.— El Secretario dio cuenta de haber salido, para comenzar las exploraciones, D. Lucas Fer- nández Navarro, que se hallaba en aquellos momentos en Chafarinas, y que se propone, por ahora, explorar las posesio- nes españolas del Norte de África, para lo que manifestaba haber encontrado , como era de esperar, facilidades en las autoridades militares de la plaza. D. César Sobrado, por su parte, desde Santiag-o de Galicia, se había dirigido á Canarias, donde se reuniría con D. Ag-ustín Cabrera, el cual acababa de salir de Madrid con ese objeto, llevando el encarg'o de reco- rrer las localidades menos conocidas de aquellas islas, reco- giendo cuantos materiales les sea dable para el estudio de dicha reg-ión. Por último, el comisario Sr. Martínez de la Esca- lera, con un cazador y el preparador Sr. (jarcia Callejo, han salido para Mog-ador provistos abundantemente de cartas de presentación para los cónsules y ag-entes diplomáticos, que nos han sido facilitadas por el Ministerio de Estado, y otras de recomendación para los judíos más influyentes, donadas á nuestro consocio por el Dr. Pulido, con una complacencia que la Sociedad debe ag-radecerle altamente. De Alg-eciras, adonde primero se han dirig-ido, han hecho Tomo v.- Julio, 1905. 22 326 boletín di: la real sociedad española ya un abundante envío de insectos, en el que se encuentran especies muy interesantes de que se dará cuenta ala Sociedad, dirig-iéndose después á Táng-er, donde el Sr. Martínez de la Escalera ha g-estionado cerca del embajador de España sobre la conveniencia de que un enviado de nuestra Sociedad fig'ure en la Comisión oficial ó embajada extraordinaria que ha de visitar al Sultán. Las últimas noticias enviadas á su salida de Táng-er anuncian una caja con varios objetos, que aun no se ha recibido. El Sr. Martínez de la Escalera lleva abundante material de cajas y latas para embalaje, barricas de alcohol y todos los útiles de recolección y preparación necesarios, siendo de esperar copiosa remesa de cuantos objetos pueda propor- cionarse. También participó que la Sma. Sra. Infanta doña María Eula- lia había regalado á la Comisión, para que puedan ser utiliza- dos por los viajeros, unos magníñcos anteojos Goertz de cam- paña, que el Sr. Conde de Malladas había enviado acompaña- dos de una atenta y expresiva carta en que, en nombre de S. A., desea feliz éxito en su viaje á los expedicionarios. La Sociedad oyó con interés estas noticias y acordó consta- se en actas su satisfacción por el éxito obtenido en los primeros trabajos de la Comisión, y que se diesen las gracias á S. A. la Infanta Eulalia, así como también al Dr. Pulido por el apoyo que había prestado á los planes de la Sociedad. Comunicaciones. — Se dio cuenta del fallecimiento del Profesor Cav. Pío Mingazzini, Vicepresidente de la Societá Entomolo- g-ica italiana que nos comunica el Presidente E. H. Giglioli acordándose que constase en el acta el sentimiento de la So- ciedad por tan sensible pérdida. De un modelo de cédulas para catálogo de Biblioteca que remite el Instituto g*eológ-ico de Méjico, y por último, de la primera circular para el Cong-reso g-eológ-ico internacional de Méjico, cuya reunión se verificará en dicha ciudad por acuerdo tomado en el de Viena á solicitud del Gobierno, del Instituto Geológico y de los geólogos mejicanos. Contiene la relación del Comité de organización y del ejecutivo. La circular queda en Secretaría á disposición de los socios que deseen más deta- lles. La Sociedad acordó gestionar cerca del Gobierno para que España esté representada en este Congreso. DE HISTORIA NATURAL. 327 El Presidente leyó un trabajo del Sr. Barras de Arag'on sobre observaciones acerca de «Una colección de aves de Filipinas», otro del Sr. Macpherson que había exhumado de entre unos viejos papeles sobre «Un gneis curioso de los alrededores de Santiago de Galicia», que escrito hace alg'unos años, tiene, sin embargo, verdadero interés, y por fin otro suyo, «Los vol- canes de España. — Ensayo de bosquejo sintético», que la So- ciedad oyó con complacencia, pasando, como todos los ante- riores^ á examen de la Comisión de publicación. El Sr. Bolívar presentó una nota sobre algunos insectos del Norte de África, que pasó también á la misma Comisión. El Sr. Antón participó á la Sociedad que había tenido noti- cias de que pronto vendría á Madrid una expedición de ma- rroquíes y sudaneses que habrán de exhibirse en alg-ún sitio público, como en años atrás lo fueron las de esquimales y ashantis; hablando el Sr. Yiñals y alg-unos otros socios sobre el interés de estas exhibiciones y los medios de que se valen los empresarios para ajustar estas tribus y disponer de ellas por el tiempo que dura la contrata. Notas y comunicaciones. Una colección de aves de Filipinas POR D. FRANCISCO DE LAS BARRAS DE ARAGÓN. Entre las colecciones que se conservan en el Gabinete de Historia natural del Instituto de Huelva, es de las más inte- resantes una, compuesta de 40 ejemplares de aves de Filipinas. La adquisición se hizo por compra á un colegio de Barce- lona; pero la procedencia es de completa g-arantía, porque en el catálog-o que la acompaña figura el sello del Gabinete zoo- lóg-ico de D. Hipólito Fernández, de Manila, en cuya ciudad está fechado dicho catálog'O, el 8 de Ag-osto de 1887, y acompa- ñado de la firma autógrafa y rúbrica de dicho naturalista. Los ejemplares se hallan bien disecados, pero en un mediano 328 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA estado de conservación y clasificados, annque sin los nombres de los autores de las especies, y van acompañados de los vul- g-ares en el país. He examinado la colección teniendo á la vista el «Bosquejo g-eog-ráfico é histórico natural del Archipiélag-o filipino» de D. Ramón Jordana y Morera, publicado en Madrid en 1885 (único libro referente á aquella reg-ión de que he podido dis- poner en Huelva), y he comprobado que, á pesar de la nume- rosa lista de aves del Archipiélag-o que contiene, aparecen entre los ejemplares de referencia muchas especies con nom- bres vulg-ares y localidades que no figuran en la citada obra,, por lo cual me ha parecido que no dejará de tener algún inte- rés el comunicar á la Sociedad los datos de esta colección, no- haciéndolo á la Comisión de Catálogos por tratarse de locali- dades no españolas. Como las especies son pocas, y lo más interesante de la lista es, sin duda, lo referente á los nombres vulgares, nos limita- remos á colocarlos por orden alfabético, seguido cada uno del técnico y de la localidad de origen: Abucay (Cacatúa, según JoYáana).—Caca¿ita P/iilippinarum Vieill. — Pampang-a. Abud-bendita. — Pelrocinda sp. — Malabón. Babuy-babuyan. — Campephaga striala Gray.— Calanang". Bacao. — Árdea (Ardeola) javanica Horsf.— Pasay. Bica.0.— Árdea {Bicp/ms) lepida Horsf. — Malabón. Balicasiao. — Dicnirus balicassius L. — Arayat, Basac-bayucü (Sabucot, según Jordana). — Dasylophus superci- liosns Cuv. — Antipolo. Bató-bató.— ^¿W'^?M' Sinensis Blyth. — Manila. Bató-bató. — Columha Dnssumieri Temm. — Calvocán. Bató-batong".— Tulog. — P/iapiíreron leiicotis Bp. — Balintavac. Bobotoc. — Psittaciila loxia Less.— Laguna. Canduro. — Áctitis sp.— Malate. Canduro. — Tringa sp.— Laguna. Casay-casay. — Álagon chloris cr".— Laspiñas. Culianan. — Oriolus acrorhynchus Vig-ors. —Manila. Dominico (Tordillo de Filipinas, según Jordana).— Co^í^cAmí" luzoniensis Kittl.— Pasig*. Gulín (Mirlo calvo, según Jordana).— 6^yw^wo^,? calmts Cuv. — Laguüa. DE HISTORIA NATURAL. 329 Himpaparud. — Dendrochelido7i comatus Boie.— Calauang", Lauin mviUti. —Yerax sericeus. — Lag-una. Loro de paletas (en Mm\\\^).—Prionititrus plaíums Temm.— Nueva Écija. },i'á.m\imnYígoX.—GaUimda crisiaia Latr. f/.— Bataan, Manunoctoc— Pzc?í5 (Picimmus) minimiis Shaw.— Colocan. Manunuctoc. — Chrijsocolapies sp. — Mindanao. M.-ávim. —Acridotheres pMlipimisis Bp. — Manila. Pag-ad-pad. — Arimmis UucorhyncJiíis Gray. — Malibay. Pandeng-uera, — Alauda sp. — Manila. Pescador.— J.Zce^o ispida L.? — Pasig-. Pipit-pusó.— í^mJiym mira. — Bulacán. Pipit-pusó.— Cm^¿yr?'5 pectoralis Horsf.— Malabón, Piric bundóc— il/erojí?5 hadiits Gm.— Isla de Mindoro. <^m\^^\ú\.—Tanygnathus marffinaius Wagl.—Vamimuga. Salacskc.—BntomoMa gulaHs Cab.— Manila. &?i\:>ViQ,oi.—Centro2ms viridi-rufus (/ Q. — Manila. Tamsi. — Ixus sinensis Bp.— Cavite. Tarad.— Z«;¿i?í5 SacJi. — Mandaloyon. Tieling'-tay (Eascón de Filipinas, según Jordán a). —i2«Zte pMlippensis Gm . — Parañaque. l'iQliug. —Ortygometra sp. — Mariquina. Tmt[ñ6c.—MegaIuriiS2)alustris Horsf. 9.- Manila, ülóc hunbáoc. — Gallinitla sp. — Colocan. Un gneis curioso de los alrededores de Santiago de Galicia POR D. JOSÉ MACPHERSON ^1)- En el horizonte medio ó del gneis micáceo de Santiago re- cogí ejemplares de una roca que se distingue de todas las res- tantes correspondientes á este tramo de la serie arcaica, y de la cual he hecho varias preparaciones. Es un verdadero gneis formado por capitas paralelas de feldespatos blanco ó rosado, acompañado de mica blanca. Las (1) Fragmento de una carta inédita. fN. de la Com. depuU.J 830 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA secciones delg-adas muestran en el campo del microscopio estar constituidas por un ag-reg-ado de trozos irreg-ulares de feldes- pato ortosa con extinción homogénea entre los nicoles cruza- dos, cuarzo g-ranulítico y mucha mica. Además se perciben entre los trozos de feldespato indicados alg"unos frag-mentitos que parecen corresponder á la microclina. ■ La roca pertenece al tipo de Castromayor descrito por el Sr. Barrois, «formado de feldespato blanquecino estriado en g-ran parte, de cuarzo y mica blanca: hállase estratificado en lechos paralelos y llenos de mica blanca en pajitas aisladas no reunidas en membranas Este gneis no se distingue de los g-neis rojos del macizo g-ranulítico de Sajonia más que por la ausencia total del oligisto» (1). La sing'ularidad del g'neis de Santiago y que le disting-ue del de Castromayor es la naturaleza de su mica, que en vez de corresponder á la especie potásica ó moscovita, muestra tener, cuando se la examina con el microscopio polarizante, un solo eje óptico. Tratada por el ácido sulfúrico se descompone, de- jando la sílice en escamas g^elatinosas. Por estos caracteres parece corresponder más bien á una mica mag-nesiana muy pobre en hierro, que á un mineral talcoso, particularidad que no he visto en ningún g-neis de la reg"ión galaica, donde siempre he hallado la biotita y la mos- covita ó bien predominando ó ambas repartidas por ig-ual. En un g-neis de Wisenbad, en Sajonia, se cita también la existen- cia de mica magnesiana, pero como acompañante. Pudiera ser una flogopita, por más de que esta mica es más propia de las calcitas cristalinas y serpentinas. No he visto si contiene ñuor, aunque su presencia no es carácter distintivo tampoco, pues lo tienen las ñogopitas de color obscuro, al paso que escasea en las verdes y claras. Cuando dispong-a de más material me ocuparé en estudiar este curioso mineral si no se interpone algún otro trabajo. (1) Recherch. sur les cerrains anciens des Ashiries et de la Qalice. Lille, 1882, pág. 399. DE HISTORIA NATURAL. 331 La radioactividad como método histológico del sistema nervioso POR D. JOSÉ MADRID MORENO. Ning-ún tejido del org-anismo animal ha sido objeto de tan- tos procedimientos técnicos para su estudio como el del siste- ma nervioso. Y aun cuando en estos últimos años los perfec- cionamientos se han ido sucediendo, abriendo cada día nuevos horizontes, aún queda mucha labor por realizar, aun después de haber servido de g-uia á varios investigadores los métodos de Eanvier. Golg'i, Weig-ert, Pal, Erlich, Marchi, Bethe, Apa- thy, etc., con sus modificaciones. Si todos ellos han contri- buido á realizar importantes descubrimientos, no es menos cierto que el últimamente ideado por el profesor Simarro (1) es de una gran precisión y segMiridad, y acreedor á que le consi- deremos como base para descifrar delicados detalles estructu- rales de los elementos constituyentes de aquel tejido, como lo demuestran los recientes trabajos publicados por el Laborato- rio de Investigaciones biológicas déla Universidad de Madrid, especialmente por el profesor Ramón y Cajal. Como quiera que el referido método de las sales fotográficas de plata ofrece fecundo campo de exploración, conviene que hag'amos una sucinta descripción del mismo, puesto que me ha servido de puntode partida en las investigaciones que más tar- de he de reseñar. Dicho método se apoya en los mismos princi- pios que sirven de fundamento á la fotografía ordinaria por medio de los cloruros, bromuros y ioduros de plata. Para con- seguir esto se emplean diversos procedimientos, como el de en- venenar un animal lentamente con bromuro ó ioduro de sodio ó de potasio; esperar á que muera, haciendo en seguida la di- sección para separar los órganos ó matar aquél después de un cierto tiempo de la administración de aquellas substancias. (1) «Un nuevo método histológico fundado en la impregnación délos tejidos por las sales fotográficas de plata». fActax de la Sociedad Esp. de Hist. nat., 190), pág. 255. Acta de Octubre). — «Nuevo método histológico de impregnación por las sales fotográficas de plata», por el Dr. Luis Simarro. (Revista Ibero-americana de Ciencias médicas, tomoiv, nú- mero 8, Dic. 1900. Madrid.) 332 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPANOt^A También se consig-ue un resultado satisfactorio poniendo di- rectamente trozos de centros nerviosos ó de órganos en la so- lución de plata, cuya impreg-nación se verifica sin duda me- diante la acción del cloruro de sodio del organismo por la for- mación del cloruro de plata. También puede obtenerse la bro- muración y ioduración de los tejidos embebiendo los órganos en cualquiera de estos compuestos durante dos ó tres días y pasándolos después á la solución de plata. El endurecimiento y conservación de las piezas histológicas en formol, también le ha dado á dicho profesor resultados satisfactorios. Sea cualquiera el procedimiento previo de los indicados an- teriormente, bajo cu^^a acción hayan sido sometidas las piezas histológicas, pasan, tras un rápido lavado en agua, á solución acuosa de nitrato de plata á 1 por 100, añadiendo á veces un poco de urea y conservando siempre los frascos en la obscuri- dad y en estufa de 30 á 35 grados, durante un tiempo variable de uno á diez días, para asegurar lo que los fotógrafos llaman maturación de la emulsión. Sacados los frascos de la 'estufa, las operaciones sucesivas con las piezas histológicas se reducen á la revelación de los cortes, para lo cual dice su autor que pue- de suponerse --(que todos los reveladores usados en fotografía son aplicables á la revelación de los cortes», habiendo em- pleado con más frecuencia la hidroquinona y el ácido pirogá- lico, dando la preferencia á este último. Los cortes después pueden fijarse por la solución de hiposul- fito, como asimismo emplear con excelentes resultados todos aquellos procedimientos usados en fotografía para reforzar ó debilitar las negativas, dando la preferencia al cloruro de oro á 1 por 100 en agua destilada. El lavado en agua, la deshidra- tación rápida por el alcohol, inclusión en celoidina, goma ó parafina, y montaje en bálsamo disuelto en xilol, completan las demás operaciones para la obtención de las preparaciones. En una palabra, la Memoria original del profesor Simarro da minuciosos y extensos pormenores técnicos de todos los proce- dimientos que ha ensayado y puesto en práctica con su méto- do, que en pocas palabras puede sintetizarse diciendo que tra- ta los centros nerviosos y demás órganos como si fueran pla- cas fotográficas, haciendo después el revelado y fijación de los cortes histológicos con ayuda, como es consiguiente, de los recursos que nos proporciona la técnica micrográfica. DE HISTORIA NATURAL. 333 Posteriormente el profesor Ramón y Cajal (1), en diversas publicaciones, ha introducido en el método de las sales foto- gráficas de plata de Simarro alg-unas variantes como la fija- ción de las piezas histológ-icas en alcohol absoluto con alg-unas gotas de amoníaco, detalle que, aun cuando sea de importan- cia en la práctica para el buen resultado de la nitratación, entra en el método fotográfico , pues sabido es que para la confección de placas en los talleres dedicados á este objeto es necesario el concurso del alcohol absoluto , el amoníaco y las sales de plata. Además concretó en diversas fórmulas la nitra- tación, revelado y fijación, indicando para la primera dosis variables desde 1 á 6 gramos por 100, dando importancia á la permanencia en estufa de las piezas histológicas de cinco á seis días ó más, y temperaturas de 35 á 38 grados para que se verificase la imbibición y nitratación, aconsejando además, para el buen resultado de las preparaciones, el que el líquido fuera siempre en abundancia con relación á las piezas. El resultado obtenido con este método y sus variantes lo de- muestran las publicaciones citadas, las cuales avaloran más y más la bondad del procedimiento fotográfico de las sales de plata aplicado á la histología. He seguido con constancia todos los procedimientos técnicos indicados por Simarro y Ramón y Cajal, y aun cuando mi mo- desta opinión sobre el particular pueda tener poco valor al lado de la de tan- preclaros maestros, he de decir que he obtenido siempre buenos resultados en la confección de preparaciones de los centros nerviosos, en algunos órganos, en terminaciones (1) «Sobre la existencia de un aparato tubuliforme en el protoplasma de las célu- las nerviosas y epiteliales de la lombriz de tierra. ■> (Bol. de la Soc. esp. de Hist. NAT, tomo III, núm. 10, 1903.) — «Un sencillo método de coloración del retículo protoplásmico y sus efectos en diversos centros nerviosos de vertebrados é invertebrados.» Trabajos del Lab. de In- vestigaciones biológicas. Tomo ii, pág. 188. — tá dedicada. Nueva especie de « Gryllomorplia » de Marruecos. POR D. IGNACIO BOLÍVAR. Desde que el P. Pantel publicó en los Anales de esta Socie- dad su Monografía de las especies de este g-énero, estudio no- table por la claridad con que están apreciadas y expuestas las diferencias que presentan y que permiten admitir varios gru- pos que deben ser considerados como otros tantos géneros, estudio presentado modestamente con el nombre de Révisiooi monographiqíie chi genre i, Fieb., 1890, nada nuevo se ha publicado sobre este género; solamente M. Finot, en sus Orthopiéres d'Algérie et de Tíinisie , ha ampliado el área geográfica de la G. uclensis Pant., citándola de Algérie (Finot); Oran (Brunner); Biskra; Tunisie (Sicard); Teboursouk, y precisando más las de la dahnatma Ocsk. y Jongicauda Rbr. en el Norte de África. 350 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El descubrimiento de una especie de Gryllomorplia en Moca- dor modifica la consideración de género exclusivamente me- diterráneo, que le atribuye el esclarecido naturalista á que me refiero, á menos de que se admita que la fauna de esta región pueda considerarse no solo como paleártica, en lo que ha de haber conformidad, sino como una mezcla de atlántica y me- diterránea, á lo que me inclino en vista del carácter de los animales que ha recogido el Sr. Martínez de la Escalera y por la opinión de éste nuestro colega. La especie que voy á describir pertenece al grupo de la Gryllomorpha vxlensis Pant., es decir, que es una GryUomor- j)ha s. str., y tiene el mismo tamaño y librea que la especie de Uclés, que por lo demás ha sido ya señalada de varios puntos de la Península y hasta de Argelia y Túnez, como se deja dicho, alcanzando un área geográfica mucho más extensa de lo que podía suponer¡su ilustre descriptor. Seguramente que los descubrimientos de nuestros viajeros han de poner en claro las relaciones de la fauna marroquí con la europeay los caracteres de las diferentes regiones que en ella deban distinguirse. Gryllomorpha Maghzeni sp. nov. PítsiUa, opaca, luriclo testacea, fusco-macnlosa, imllide-tomen- tosa, nigro-setosa. Corpíis parallelum, modice medio düataHim et depressiün. Caput pronoto mx latius nitidum. Ocelli in tñan- gulnm ohtnsaiujulwm dispositi; ocelli laterales ab ociilo et al) ocello medio siibceque distanti. Processus interantennalis articulo basali antennarum haiid latior siqjerne fasco-maculatiis. Caput supra lineis longitudinalibus quatuor albidis poslice fusco-stri- gatum. Ocítli fusci, linea infr a oculos fusca. Articulusterminalis palponim maxillarium articulo penúltimo distincte longior, trun- caturafere ad médium duela. Pronotiim pallidum, marginilus antico 2iosticoque nigrociliatis angustissime fuscis, margine postico ■pallide internqyto, disco fascia abbremata transversa fusca ; lo- bis defexis, superne a disco linea fusca separatis, margine infero valde obliquo. Mesonotum parvum, disco fusco, medio pallide in- terruptum. Mesonotum amplium linea media palUda. Elytra milla. A bdomen dorso fuscum. Tibia intermedia 4-calcarat(B, calcare supe^'o externo perfecte explicato. Tibice posticm supra ser- rulatce distincte canaliculattB spina seriei externm ultima calcare DE HISTORIA NATURAL. 3SÍ siiisequenti hremor, calcaribus diiohis siiperioribiis internislon- gissimis dimiclium metatarsi superantibus . Tarsi posiici articu- lus primus robnsfus jJTismaticiis distincte compressus, marginibus superioribiis arcuatis, siiperne angusüssimus distinclissime serm- latus; imgidculis articidi tertii longissimis gracilibus. 9 Lamina sujjraanaUs elongato-tñangiilaris, marginibus incrassatis reflexis prope basin distincte coarctatis. Ovijjositor rectus, cercis distincte longior. Lamina subgenitalis parmí transversa ápice lata irmí' cata. Long. corporis 9 mm . » pronoti 1,5 » fem. post 7,5 » tibiar, post 5,5 » tarsor 3 » ovip 8 Loe. Mog-ador; Martínez de la Escalera. La mayor longitud del oviscapto disting"ue á primera vista esta especie de la Cf. ucletisis Fant., pero comparada con ella se observan bien pronto otras diferencias más importantes, como son: el mayor desarrollo y robustez de las patas poste- riores y la longitud relativa de sus espolones, de los cuales los dos superiores internos son muy larg-os y delg'ados y pasan de la mitad del metatarso, siendo un poquito más largo el supe- rior y ambos de doble longitud que el inferior. El metatarso es también más robusto, comprimido lateralmente y arqueado por encima, lo que es debido á que se estrecha hacia la base. Por último, las uñas del artejo terminal son notablemente largas y finas, lo cual contrasta con las del &. uchnsis Pant. La coloración difiere poco de la de esta especie, si bien, en gene- ral, es de un tono más obscuro, pero esta diferencia bien puede ser individual y variable. Los fémures posteriores presentan fajas pardas transversas en la cara interna. m-2 boletín de la real sociedad española «Bembex)^ nuevas de África POR RICARDO GARCÍA MERCET. Bembex fallax nov. sp. (¿^. Medius, robustus cum capite, thorace et abdominis basi g-riseo villosus. Oculi clypeum versus paralleli; fronslata, inter antennas carinata; clypeo vix prominente; antennae inter se et ab oculis fere aeque distantes, articulis7-9 paulo spinulosis, ultimis infra excavatis, articulo ultimo praecedentibus paulo ang'ustior, parum curvato et in ápice vix truncato. Alae liyali- nae, anticae thoracis latitudine fere duplo et dimidio long-io- res; posticae cellula mediana solum unam venam long-itudina- lem emittentes. Pedes forma normali, metatarsus anticus cilis sex munitus; femora intermedia distintissime dentata; tibiae intermediae in ang'ulo antico spinoso-productae. Abdomen fere cónico; segmento dorsali séptimo triang'ulare rotundato; segfmento ventrale secundo in medio tubérculo compresso retrorsum curvato, sexto tubérculo parvo dentiformi praedito, séptimo lato et tricarinato. Corpus nigrum; clypeo (maculis duabus nigris exceptis), labro, orbitis antice et postice, parte inferiore frontis et macu- la superiore, margine pronoti cum callis humeralibus, maculis plus minusveme mag-nis in lateribus pron, meso et raetatho- racis, fasciis ang-ustis marg-inibus posticis scutelli atque post- scutelli flavo citrinis; fasciis ang-ustis flexuosis seu interruptis seu continuis seg-mentorum dorsalium 1-6, fascia abbreviata in seg-mento 7.° et maculis in seg"mentis ventralibus 1-5 albi- dis. Antennae nigrae; scapo flavo picto, flagello infra brunneo. Pedes flavi, femoribus et tibiis nigro lineatis. Long-. 15 mm. Patria: Marruecos (Tánger, Julio de 1905, Martínez de la Es- calera). Esta especie, pbr su aspecto y coloración, pudiera confundir- se con los individuos pequeños de la B. sinuata Lat. cf , de los que se diferencia .por una multitud de caracteres, como el paralelismo de los ojos, forma del clipeo, estructura de las DE HISTORIA NATURAL. ^ 35S tibias intermedias, armaduras de los segmentos ventrales G.°y 7.°, etc., etc. Debe tener alg-ún parecido y afinidad con la B. afra Handl., del África Austral, diferenciándose de ella por la coloración, desarrollo de las sienes, forma de las antenas, estructura del 2.* y 7.° seg-mentos ventrales, etc., etc. Bembex citrina nov. esp. c/. Submag-nus, robustus, cum capite, thorace et abdomi- nis basi opulenter albido villosus. Oculi clypeum versusparum divergentes; frons latitudine long-ior, inter antennas vix cari- nata; clypeo valde prominente; antennae g*raciles, articulis 8 9 infra spinulosis, 10-12 distinctissime dilatatis, 13 valde cur- vato ápice fere rotundato. Alae hyalinae, paulo lutescentes,. anticae thoracis latitudine duplo et dimidio longiores, posti- cae cellula mediana venas duas longitudinales emitiente. Pe- des forma normali; metatarsus anticus cilis sex munitus, femo- ribus intermediis paulo serrato dentatis. Abdominis segmenta dorsale séptimo satis lato, in lateribus distincte sinuosis, ápice satis anguste rotundato truncato (fere ut in B. Bolivari dispo- sitis); segmento ventrale secundo grosse punctato, in media tubérculo magno compresso, sexto tubérculo supernedeplana- to praedito, séptimo elongato et carinis tribus longitudinalis. munito. Corpus nigrum: clypeo (maculis duabus nigris, interdum,. exceptis), labro, mandibulis (ápice nigro excepto), saepissime orbitis anticis et semper posticis, fronte inter antennas, callis humeralibus et alarum tegulis flavis. Abdominis dorso fere toto ñavo citrino, basi et interdum marginibus posticis seg- mentorum, maculis parvis in disco secundi nigris; maculis utrinque segmentorum ventralium flavo citrinis. Antennae- nigrae, scapo infra ñavo. Pedes ñavi, basi cum femoribus ni- gro lineatis. Long. 16-19 mm. 9. A mare ditfert : antennae forma consueta ; abdomen inerme; segmento ventrali secundo nitido, in disco punctis^ majoribus impressis in lateribus subtiliter punctato, segmento dorsali sexto triangulari ápice versus anguste rotundato área dorsali nulla, sparsius et crasse punctato. Corpus nigrum; orbitis antice et postice, clypeo versus api- 351 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA cem, labro, mandibulis (ápice nigro excepto), interdum callis humeralibus, fasciis latis undulatis seg-mentorum abdominis 1-5, maculis raagriis in seg-mento 7." et maculis utrinque seg-- mentorum ventralicum 1-5 flavo citrinls. Antennae nigrae, scapo infra flavo picto. Pedes flavi; basi cum femoribus nigro lineatis. Long. 16 mm. Patria: Marruecos (Tánger y Mog-ador, Julio de 1905, M. de la Escalera). Esta especie, de la que he examinado 8 ejemplares (5 machos y 3 hembras), pertenece al g-rupo de la B. BoUvari Handl., yes muy afín de esta especie y, sobre todo, de la B. Fonti Mere, y de la B. flavescens Sm. De la B. BoIwa7Í, cf* cf y 9 9 ^^ diferencia por la coloración y la conformación de la frente, que es más ancha y más corta en la especie nueva. Los ¿^¡¿^ de la B. citrina tienen el clipeo mucho más convexo y prominente que los de la B. Bo- Uvari y los fémures intermedios marcadamente aserrados. De la B. flavescens se distingue la nueva por la coloración del tórax y abdomen y conformación del 6." anillo dorsal de las 9 9- La B. flavescens ¡^ presenta manchas amarillentas sobre el protórax y lados del metatórax, y á veces sobre el escu- dete y posescudete, y el abdomen de color amarillento blan- quecino. La B. citrina tiene el tórax completamente negro, excepto una mancha amarillenta sobre los callos humerales, y el abdomen de color amarillo puro é intenso. El 6." anillo dorsal de la B. flavescens 9 es perfectamente triangular y den- samente punteado. La B. citrina 9 ofrece el 6." anillo ancha- mente truncado -redondeado en el ápice, y su puntuación es g-ruesa, estando los puntos muy separados entre sí. Mayores afinidades que con las especies ya señaladas, pre- senta el cf de la B. citrina con el de la B. Fonti. Sería necesa- rio ver más ejemplares de esta última especie y, sobre todo, conocer su 9> para afirmar con certeza si puede separarse de ella la B. citrina. Sin embargo, el aspecto de los cT c? de una y otra es bien distinto. La B. Fonti tiene la cara negara, el cli- peo del mismo color y cubierto completamente de una hermo- sa pubescencia plateada, el escapo de las antenas negro tam- bién, el abdomen franjeado de amarillo y las sienes estrechí- simas. La B. citrina tiene las órbitas anteriores y posteriores, DE HISTORIA NATURAL. 355 el clipeo y todo el escapo por debajo amarillos, el abdomen pro- fusamente cubierto de este color y las sienes más abultadas que la B. Fonti. Estas diferencias, bastante notables, me inducen á conside- rar como distinta de la B. Fonti esta que acabo de describir. La B. fallax y la B. ciMna forman parte de los materiales traídos de Marruecos por el Sr. Martínez de la Escalera, como producto de las exploraciones que, por iniciativa de esta Socie- dad, están llevándose á cabo en el Noroeste de África. Boletín bibliográfico. Junio. Académie des Sciences. Paris. (Comptes rendusj. Tome cxl, nos 18-22. Académie des Sciences. Cracovie. (Bulletminternational). 1905. 'N." 1. — K. Krahelska: Sur le développement merogonique des oeufs dn Psam- mechiniis. — A. Drzewina et A. Pettit: Sur des hyperplasies tissulaires consécutives á l'ablation de la rate chez les Ichthyops¡des,=:N° 2. — L. Bykowski et J. Nüsbaum: Contribut. á la morphologie du téléostéen parasite Fíerasfer. — A. Bochknek: Recherchea sur le systéme nerveux des invertébrés. — Caroline Reís: Cdntribut. á la morphologie des ossicules de Weber et de la vessie natatoire chez le Siluroides nebu- losus.=N° 3. — KuLczYNSKt: Fragmenta arachnologica. — T. Browicz: Sur la fonction secrétoire du noyau des cellules hépatiques. Archives Néerlandaises des Sciences Exactes et Naturelles. Harlem. Tome x, •nos 1-2. — E. Verschaffelt: Mesure de l'action des poisons sur les plantes.— G. J. Stracke: Recherches sur l'immunité des plantes supé- rieures pour leur propre poison. — M. C. Dekhdyzen: Sur la pression osmotique dans le sang et dans l'urine des poissons. American Naturalist (The). N" 460.— O. Bakgs and W. R. Zappey: Birds of the Isle of Fines.— B. M. Davis: Studies on the plant cell.=N*' 461.— D. H. Campbell: Affinities of the genus Equisetum. — D. D. Jackson: Movements of Diatoms and other microscopic Plauts. — N. Banks: Families and genera of Araneida.— M. A. Willcox: Biology of Acmcsa testudinalis. — A. H. Clark: Habits of West Indiau Whitebait. Burean of Ágriculture. Manila. (Report). Year ended Angust 31, 1904. Canadian Entomologist (The). London. Ontario. Vol. xxxvii, n" 5. — Casey: A new Carabus and Cychrus. — Wickham: New species of Coleóptera 35C boletín de LA líRAL SOCIEDAD ESPAÑOLA from tlie Western Uniled States. — Bueno: The thrce lianatras of the N. E. United States. — Barnes: New species of N.-American Lepi- doptera. Feuille des Jeimes Naturalistes (La). Paris. Nos 409-416. Johns Hopkins Hospital. Baltiinore. (Bulletin). Nos 166-169. Musée Océanographique. Monaco. (Bulletin). N** 36 — E. Chevreux: Des- cription d'un amphipode (Katius obcsus) nov. gen. et sp.=N° 36. — M. Jaqukt: Descript. de quelques parties du squelettedu Pseudotriacis microdon.^='N" 37. — E. Chevreux: Liste des Scinidce de la Frincesse- Alice. Museum of Comparative Zoology at Harvard College. Cambridge. U. S. A. (Bulletin). Vol. xLii. — J. W. Goldthwait; Te sand piains of Glacial Lake Sudbury. PhysikaUsch - Medicinischeii Gesellschaft . Würzburg. ( Verhandlimgen ). Band xxxvii, n's 4 7. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid. (Revista). Tomo II, núm. 3.— J. G. Hidalgo: Moluscos testáceos délas islas Fili- pinas; Moluscos testáceos de Santander. — G. Pittaluga: Sobre los caracteres morfológicos y la clasificación de los Trypanosomas. Real Academia de Ciencias y Artes. Barcelona. (Boletín). Vol. ii, núme- ros 7-8. Real Sociedad Geográfica. Madrid. (Boletín). Tomo xLvn; primer trimestre de 1905. Revista chilena de Historia natural. Valparaíso. Año viii (1^04). Royal Microscopical Society. London. (Journal). N" 165. — A. E. Conrady: An experimental proof ^f phase-reversal in diflraction-spectra. — J. Kheinberg: The influeuce on images of gratiags of phase-differen- ces amongst their spectra. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales. Zaragoza. (Boletín). Tomo I7, números 1-5. Société Botanique de France. (Bulletin). T. li, n° 9; t. lii, n° 4 efc n° 1 de Mémoires. Société Entomologique de Belgique. Bruxelles. (Aúnales). T. slix, n" iii. P. Dognin: Hétérocéres nouveaux de l'Amérique du Sud.=N'' tv. — Jacoby: Sagra Cambi'iri Duyív. ^= Berchii Gestro. — Dk Crombrügghe DE Piquendaele: Sur quelques Microlépidoptéres de la fauna belge.= N° V.— H. Clatareau: Descript. de deux Megalopides nouveaux. Société Géologique de France. (Bulletin). T. iv, fase. 4 et 5. Société Impériale des Naturalistes. Moscou. (Nouveaux Mémoires). T. xvi, Livr. 3.— A. P. Pavlow: Le crétacé inférieur de la Russie et sa faune. Livr. 4. — P. Suschkin: Zur Morphologie des Vogelskelets. Wilson Bulletin (The). Oberlin. Ohio. N° 50. (Vol. xii, no 1). (Se continuará). Sesión del 4 de Octubre de 1905. PRESIDENCIA DE DON SALVADOR CALDERÓN. El Secretario accidental, Sr. Fernández Navarro, leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. ' Se dio cuenta de las publicaciones recibidas, entre las que fig'uran las sig"uientes de consocios nuestros: «Determinación de los minerales», por D. Antonio Gascón ; «Sobre un nuevo procedimiento para medir diedros en los cristales microscópi- cos», por D. Lucas Fernández Navarro, y «Noticias sobre faunas malacológ"icas del Archipiélago de Joló y Marianas», por don Joaquín González Hidalg-o. También se dio cuenta de dos peticiones de cambio con nuestras publicaciones, acordándose pasaran á examen de la Comisión de publicación. Se acordó también dar las g-racias al Sr. Director de Obras públicas, D. Federico Requejo, por la atención que ha tenido de enviar para la Biblioteca de la misma un ejemplar del tomo de la Estadística de Obras públicas correspondiente al trienio de 1901-903, y felicitar á nuestro consocio D. José Casa- res y á D. Alejandro San Martín por su elección para el carg-o de Senadores, desde el que prestarán, sin duda, g-randes ser- vicios á la cultura patria. Admisiones. — Quedaron admitidos como socios numerarios ios Sres. D. José Buigas y Dalmau, Cónsul de España en Mo- g-ador, y D. Juan Ratto, de Mogador, propuestos ambos por el Sr. Martínez de la Escalera; D. Adolfo Royo y Llobat, farma- céutico en Valencia, y D. Luis Gonzag-a do Nassimento, de Se- tubal (Portug-al), propuestos por el Sr. Ribera, y D. Adolfo Na- varrete, de Madrid, que lo fué por el Sr. Gog-orza. Quedó acor- dado el pase á numerario del socio ag-regado D. José M.* Bene- dito, de Valencia. Fallecimientos. — El Sr. Fernández Navarro dio cuenta del fallecimiento de nuestro consocio D. Benito Hernando, acor- T. V.- Octubre, 1905. ' 24 358 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA dándose constase en acta el sentimiento de la Sociedad por tan lamentable pérdida, y que el Sr. Navarro presentase en la próxima sesión una noticia biog-ráfica del malog-rado natura- lista, y el Sr. Gredilla leyó una nota necrológ-ica de D. J. J. Ro- dríg'uez Femenías, fallecido también recientemente y cuya última publicación estuvo sobre la mesa en la sesión pasada. Comunicacionfcs.— El Sr, Navarro presentó un trabajo de D. Pri- mitivo Yig-il sobre topografía submarina, que pasó á la Comi- sión de publicación, y leyó una carta del Sr. Carballo dando noticias de alg-unas observaciones sobre el último eclipse, he- chas en Mataporquera (Santander). — El Sr. Gredilla dio noticia de la asistencia de nuestro conso- cio el R. P. Navas al último Cong-reso internacional de Viena^ en representación de la Sociedad Arag-onesa de Ciencias natu- rales, contribuyendo á que fuese aceptada la proposición de los Sres. Borodin y Jaczewski, de San Petersburg-o, para la adopción del latín como leng-ua oficial para las descripciones, abog-ando también por la admisión del español. El acuerdo del Cong-reso de Viena respecto de la leng-ua oficial, ha marcado la senda que hemos de seg-uir en adelante. Con él queda el español al nivel de las leng-uas que pudieran parecer privi- leg-iadas, ya que las explicaciones que no sean mera descrip- ción se admitirán en nuestra leng-ua. — El Sr. Presidente presentó un trabajo de nuestro sabio con- socio R. P. Almera, de Barcelona, titulado «Descripción g-eo- lóg-ica de la Plana de Vich», que pasó á la Comisión corres- pondiente. También dio noticia, en nombre del Sr. Jiménez de Cisneros, «de la existencia del coraliense y del oxfordiense »en punto donde hasta el presente el mapa no señala más que »terciario, siendo notable este lug-ar por lo bien conservados »que se encuentran alg-unos fósiles, pertenecer otros á especies »no citadas en España^ ó á lo menos poco conocidas, y poseer, «finalmente, las características del centro de Europa. La loca- »lidad es Fuente Álamo (Albacete), y los fósiles, entre otros, »los sig-uientes: Ceromya excéntrica Voltz.; Pholadomya Protei »Defrance ; Harpoceros Mspidus Oppel; Amm. [Perisphinctes) yypUcatilis So\v.; una Trigonia, dos Ammoniies más, una Rhyn- Mhonella y algunos otros. Se encuentran, además, trozos de »madera fósil al parecer.» DE HISTORIA NATURAL. 389 Comisión del Noroeste de África.— El Sr. Presidente hizo las si- guientes proposiciones que fueron aprobadas por la Sociedad: 1.* Que la Sociedad contribuya en este año con 1.000 pese- tas á la suscripción abierta por la Comisión permanente para la exploración del NO. de África. 2.* Dirig-ir un mensaje de gracias al Sr. AUendesalazar por el interés demostrado en todos los asuntos de la Sociedad, y muy especialmente en la reciente creación del Laboratorio de Mogador. Igualmente al Sr. Ministro de Instrucción pública por esto último. 3.* Dar gracias á la Serma. Sra. Infanta Doña Isabel por su donativo de 500 pesetas á la Comisión permanente del NO. de África. Por último, los Sres. Martínez Escalera y Fernández Nava- rro dieron cuenta á la Sociedad de los trabajos realizados y frutos obtenidos en sus recientes excursiones por África, y en la de los Sres. Sobrado y Cabrera por Canarias, quedando en presentar, en fecha breve, las notas detalladas correspon- dientes. Notas verbales.— Dio cuenta el Sr. Calderón de la creación de un Laboratorio flotante de Biología marina por el Trinity Col- lege de Hartford, Conn. (Estados Unidos). Luego el mismo Sr. Calderón entretuvo á la Sociedad ocu- pándose de la radioactividad de los minerales y rocas en los siguientes términos: «Entre las propiedades de los minerales, dijo, hay que in- cluir ya una más: la radioactividad. Las obras de Mineralogía no consignan aún nada referente á este proceso extraordinario, por la fecha tan reciente de su descubrimiento, que se halla aún en período de gestación, y porque hasta ahora las investigaciones se han realizado casi exclusivamente en el campo de la Física; pero, los profesores encargados de la enseñanza, tenemos el deber de seg'uir hasta el día los adelantos de la ciencia, y en cumplimiento de este imperativo voy á decir algunas palabras de lo que respecto á la radioactividad de los minerales creo puede enseñarse ya en una clase elemental de Mineralogía ó Geología. Es sabido que los esposos Curie descubrieron en 1900 el radio y el poder de emitir radiaciones activas en los minerales de aeO BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA iirano de Bohemia y Sajonia, creyéndose, al principio, que era un cuerpo rarísimo, y que sólo en contadas localidades del globo se encontraba. Después se ha comprobado su existencia, aun cuando en cantidades casi infinitesimales, con una gran diseminación en la Naturaleza. Vestiglos, por lo menos, de radio existen en todos los mine- rales de urano, siendo los más utilizados para su extracción el óxido (uraninita (i iwxhllenda de Joachimsthal), la carnotita (vanadiato de urano), la auiunita (fosfato de urano y calcio) y la calcoliia (fosfato de urano y cobre). Se recordará que el se- ñor Muñoz del Castillo ha probado la gran energía de los ejemplares de esta última, existentes en la Sierra de Gua- darrama. En Francia hay una importante explotación de radio en yacimientos de plomo (piromorfita , etc.), desprovistos de urano. Es de notar que, casi sin excepción, las substancias dotadas de poder radioactivo proceden de las rocas de origen profun- do, ó que están con ellas en conexión genética. Esta es la que pudiéramos llamar actividad mineral intensa, que comunican á veces á otros minerales; hay además la acti- vidad j^étrea, débil, pero universalmente repartida en todas las partes del globo terrestre. Las recientes investigaciones de G. v. d. Borne (1). le han permitido formular las siguientes conclusiones: 1.^ Son claramente radioactivas todas las rocas arcillosas resultantes de las descomposiciones de la superficie terrestre. 2." Las derivadas de rocas volcánicas, parecen ser más fuertemente activas que las de origen sedimentario. 3." En las rocas no descompuestas del interior del globo no han podido comprobar Elster y Geitel por vía directa, nin- guna actividad. Indudablemente, existe en el interior de la corteza la activi- dad de que se trata, puesto que las aguas que en ella penetran y vuelven al exterior mezcladas con gases ó vapores son me- dios de transporte de las referidas emanaciones. Lo mismo acontece en las exhalaciones gaseosas. La actividad de unas y otras crece en conexión con los fenómenos volcánicos é hidro- (1) Die radioactiven Mineralieii, Oesteine und Qnellen. Jahrb. f. Radoaktivitat und Elektronik, t. ii, l."-P!Íg. 77-108, 1905. DE HISTORIA NATURAL. 861 termales; pero es adquirida en el contacto de las rocas de los conductos atravesados. Las observaciones hechas hasta aquí en los materiales de la superficie, parecen suficientes para probar que las aludidas manifestaciones no implican la existencia de una poderosa concentración de elementos radioactivos en la profundidad, ni que los fenómenos radioactivos sean más intensos en el in- terior de la Tierra que en la superficie. Esto es lo que, desde el punto de vista g-eológ-ico y mineraló- g-ico, puede, hoy por hoy, enseñarse á nuestros alumnos relati- vamente á la radioactividad, suponiendo que en otras clases les hayan dado alg-una idea respecto á la naturaleza física del fenómeno y de los métodos seg'uidos para investig-arle. En el campo ya de las hipótesis, y como opinión puramente personal, diré que, respetando la de g'randes maestros, estimo prematura la conclusión de que el radio emita radiaciones y emanaciones de una manera indefinida, y elementos de su propia substancia de un modo constante sin que su masa dis- minuya. Con tales afirmaciones, fundadas en precipitadas ex- periencias, se quiere nada menos que poner en entredicho toda la filosofía natural. Sin apelar á la autoridad de g'randes físicos que contradicen la interpretación de las experiencias de Kauffman, en que se basa esta nueva dirección (1), me pa- rece que, con criterio desapasionado, no puede verse en los datos suministrados por los minerales y rocas radioactivas otra cosa sino que al descomponerse su edificio molecular, ceden la energ"ía que mantenía éste, la cual puede transmi- tirse á otros minerales próximos, á las ag-uas, el aire, quizás á los seres org-ánicos, por lo cual la emisión de radiaciones es propia de la substancia mineral en vía de descomposición, y como una manifestación de ella» (2). — El Sr. Lázaro presentó varios ejemplares de una curiosa planta parásita, dando sobre ella las sig-uientes noticias: En la primavera última el ilustrado farmacéutico de Villena don Tomás Giner, me honró con una consulta referente á unas (1) La hipótesis más admisible para explicar el calor que conserva el radio aun sometido á la temperatura de — 250°, parece la propuesta por Ramsay y Soddy, de la transformación del átomo de radio en átomos de otros cuerpos, quizá el helio. (2) Nótese la circunstancia de que también la propiedad magnética se desenvuelve y acrecienta en las magnetitas cuando entran en un principio de alteración. 332 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA plantas para cuya determinación tropezaba con dificultades. No me fué difícil responderle que correspondían á la especie llamada Cynomorium coccineum, de la familia de las Balanoforá- ceas, rara en Europa y aún en la parte meridional de Espa- ña, pero muy caracterizada y curiosa, tanto que, siendo una dicotiledónea, fué considerada como hong-o por los antiguos )3otánicos y aún por nuestro Quer, y que de tal idea nacía el nombre vulg-ar de /i07iffo de Malta con que era conocida, á más de otros inspirados, sin duda, en su forma y coloración, pero que por su sig-nificado no son propios para insertarlos en esta nota. Me ocurrió entonces pedir á dicho Sr. Giner que recog-iese buenos ejemplares y que, á serle posible, me los remitiese también de las plantas sobre cuyas raíces vive parásito el Cynomorium. Hízolo así el mencionado señor, y con tal dili- g-encia procedió, que en sucesivos envíos me ha enviado el Cynomornim en todas sus fases y varios ejemplares insertos sobre los órg-anos subterráneos que soportan el parásito y acompañados de tallos y órg-anos aéreos que permiten su de- terminación. En los diversos envíos del Sr. Giner he podido reconocer que el Cynomorhim estaba fijo- como parásito unas veces sobre Suceda frv.ticosa, otras sobre Arcthrocnemon onacrostachymn y alg'una sobre OMone jjorlnlacoídes, todas plantas quenopodiá- ceas. El Sr. Giner me remitió también una roseta de hojas de uii Statice que, por no tener la inflorescencia desarrollada, no pudo ser determinado, por ahrig-ar la sospecha de que sobre su raíz vivía también el Cynomorium, aunque no lo aseg-uraba por haberse desprendido éste de la raíz á que se adhería antes de terminar su extracción. Creyendo interesantes cuantos datos se averig-uen respecto á las localidades en que el Cyrwmorium existe en España y más aún sobre las plantas cuyos órg-anos subterráneos puedan alimentar tan curioso parásito, he presentado á la Sociedad alg-unos de los ejemplares enviados por el Sr. Giner y dado cuenta de la determinación de las plantas que con pruebas evidentes de soportar este parasitismo he podido determinar en los envíos de dicho señor. Para que se pueda juzg-ar del interés que estos datos pueden tener, terminaré transcribiendo alg-unas indicaciones de diver- DE HISTORIA NATURAL. 383 SOS autores acerca de las plantas sobre las cuales el Cynomo- rium puede vivir parásito. En el Prodromus Florm Hisjmnica de Willkomm y Lang-e se cita esta planta como parásita úni- camente del Tamarix GaJlica y lo mismo indica la Flora fa- nerogámica de la Península Ibérica del Sr. Amo y Mora; Arcan- g-elí en su Corii2)endio della Flora Italiana, dice que el Cynomo- O'ium es parásito de diversas plantas marítimas, sin citar nin- g-una en especial ni indicar de qué familias; Battandier y Trabut en su Flo7'e de VA Igérie dicen que vive parásita sobre varias salsoláceas, sin nombrar ning'una determinadamente, indicación que se lee en ig-uales términos en la obra posterior de los mismos autores titulada Flore analytiqíie et synojitique de VAlgérie et de la Tunisie; en la obra de Bonnier et Leclerc du Sablón, titulada Cours de Botaniqíie, Fanerogames, que re- cientemente ha aparecido, se dice que el Cynomorium vive parásito sobre especies del género Frankenia. Finalmente, el autor más explícito en este punto, de cuantos he consultado acerca del particular, es Planchón, que en el artículo Cynomo- riiim de su Dictionaire de tíotanique dice que esta planta puede vivir parásita de plantas perennes (Suada, Tamarix, Statice) y de otras anuales, como diversas g-ramineas y especies de los g-éneros Melilotus y Medicago. Ante tan variadas indicaciones, se comprende que todo dato positivo y concreto sobre especies patrones del Cynomorium -ofrece siempre algún interés. Noticias bibliográficas. — El Sr. Dusmet envía las siguientes: 1.' «Birds nesting- in Andalusia», by Reg-. B. Lodg^e. (The Zoologist, núm. 771. September, 1905.) — Interesante artículo en que refiere diversas observaciones sobre la vida de las aves recog-idas en Ronda y otros puntos en los años 1897 y 1905. Termina con una lista de especies, la cual tiene el inconve- niente de no indicar los nombres científicos, sino los vulg-ares ing-leses. 2.' «Catálogo descriptivo de los insectos neurópteros de los alrededores de Madrid», por elR. P. Longinos Navas. S. J. (Re- msta de la R. Acad. de Ciencias exactas, físicas y naturales de Madrid, t. ii, núm. 4. Mayo, 1905).— Es de gran importancia este trabajo, de 54 páginas y 3 láminas, por tratarse de un orden poco estudiado en España hasta estos últimos años. Exceden .961 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de 200 las especies enumeradas, indicándose algunos carac- teres distintivos de tal modo, que puede servir de g"uía, sino para un estudio profundo de este orden, para facilitar la de- terminación á los entomólog-os que hacen excursiones, á los cuales se les puede aconsejar que recojan de estos insectos, puesto que en muchas regiones apenas han sido aún ca- zados. 3." «Notas zoológ-icas», por el R. P. Longinos Navas. S. J. viii. Excursiones durante el verano de 1904. (Bol. Soc. Aragonesa de Cunetas naturales^ t. iv, núras. 4 y 5. Abril-Maj-o, 1905). — Es una reseña de varias expediciones verificadas por nuestro dis- ting-uido consocio, siendo la de más importancia la que anual- mente organiza la Sociedad Aragonesa, que tuvo dicho año por objeto la Sierra de Albarracín, y á la cual, con otros socios, concurrió el que estas líneas escribe. Además, da cuenta el P. Navas de otras que hizo á Calatayud y Sobradiel (Zaragoza). Alcolea del Cinca (Huesca), Tudela (Navarra), Sarria (Barce- lona) y Chamartín (Madrid). Abundantes fueron las cazas, que tenían como objeto principal los neurópteros. Además de las lis- tas de especies, descríbense varias nuevas, que son: Myrme- leon ocreatiis, de Sobradiel, Puerto de Santa María (Cádiz) y La Guardia (Pontevedra); Chrysoim marginalis , de Albarracín; Rhiirogena ferruginea, de Albarracín, y los tisanuros Machilis torquata, de Calatayud; Machilis consiricia, de Albarracín, y Lepismi7ia argéntea, de Chamartín. 4.* «Contribució al estudi de la fauna lepidopterológica de Tarrassa», per D. Domingo Ventalló. (BiUll. Inst. Cat. cV His- toria Natural. Any 2.°, núm. 6. Juny, 1905).— Es una lista de más de 140 especies. 5.* «Espéces nouvelles d'Hyménoptéres de Catalogue», par J. Pérez. (Biitll. Inst. Cat. d'Hisi. Natural. Any 2.°, núm, 6. Juny, 1905.)— Son, la Crocisa divisa, próxima á C. major y caza- da en La Garriga por nuestro consocio Sr. BofiU; Osniia Boftlli, próxima á O. leucomelana, procedente de Barcelona y Aragón; Osmia rhynclmna, próxima á las O. rhinoceros, Bofilli y tiiber- culata, de Barcelona; Systro2)ha grandimargo, afín á la plani- dens, de Cataluña (Antiga Bofill); Systropha chrysura, de Ta- rragona; Dasypoda alMmana, de Barcelona (Bofill); Prosopis subopaca, afín á lineolata, de Barcelona (Bofill); Crabro lostus, próximo á larvatus, de Barcelona (Antiga) y también de Arge- DE HISTORIA NATURAL. 365 lia, y, por último, Orahro suhtiHs, inmediato al anterior, de Barcelona (Antig-a, BofiU). 6." «Contribution á la faune malacolog-ique de la Catalogue. Étude sur quelques Helix», par Mr. le Commandant Cariot. (BiUll. Inst. Cat. d'Hist. Natural Any 2.°, núm. 6. Juny, 1905.) Se refiere á especies recog-idas por el Sr. Zulueta, y entre ellas describe el Eelix Zuhielai sp. nov., de Vilassar de Mar (Barcelona); el H. vermiculata var. Vihissarum, y tres varieda- des del H. í'o?¿?c«Draparnaud con los nombres de Chiai, depres- sa y tnhercidala. 7.^ «De Tenthredinibus Miscellanea», von Fr. W. Konow. (Zeitschrift für Hymen. und. Dipt., v Jahrg*., Heft 3. 1905.) Cita el cf del Cladius palmicornis Knw., que no se conocía y ha sido encontrado en Espinar (Seg"Ovia) por elSr. García Mer- cet, señalando sus diferencias con el Cl. diformis Panz.; y el cf de Macrophya hispana Knw., también nuevo y hallado por el mismo Sr. García Mercet en El Escorial, siendo próximo á la M. 4-maculata F. Por último, describe el AUantus Merce- ti n. sp. de El Escorial (G.* Mercet), que es próximo á A. Fra- nenfeldi Gir, 8.* «Palaarctische Crabronen», von Fr. Fr. Kohl CZeitschr. filr Hymen. und Dipt., v Jahrg-., Heft 4. 1905.) Fig-ura, entre ellos, el Crabro (Lindenius) ibericus, de Barcelona y Francia, que es próximo al L. armatiis V. d. L. 9.* «Zwei neue Amasis-Arten», von Fr. W. Konow. (Zeitschr. für Hymen. und Dipt., v Jahrg-., Heft 4. 1905).— Una de ellas es elÁmasis Dusmeii, de España y Arg-elia, muy próxima al A . Ju- Cíinda Kl. Debo añadir que los ejemplares de mi colección, so- bre los cuales ha creado la especie el Sr. Konow, fueron caza- dos en Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real) por nuestro conso- cio Sr. Lafuente, que tuvo la amabilidad de regalármelos. Al autor y al recolector expreso mi agradecimiento. 10. «Eine Panurgus-Art mit gelben Zeichnungen», von H. Friese. {Zeitschr. für Hymen. und Dipt., v Jahrg., Heft 5. 1905.) El Panurgus Moricei, encontrado en Jimena (Jaén) por F. D. Morice sobre un Cistus, constituye un curioso hallazgo, pues es la única, entre las abundantes especies paleárticas de Pa- nurgus, que no es de color negro uniforme, sino que presenta extensas manchas amarillas en la cabeza y abdomen. — El Sr. Calderón presentó las siguientes noticias: 366 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Pía (J, I.) — «El carbón español». Madrid, 4.°, 241 p. 1 est. Prudent (Colonel). — Peni7isii¡e ihérique, au 2.500.000'^. (Feuille IG de «l'Atlas Universel» de Vivien de Saint-Martin et Schrae- der. Paris, 1903). — Espag-ne et Portug-al au 1.250.000^ (Feuilles 17 á 20 du meme atlas, 1902 et 1903). El autor ha tratado de dar carácter original á su mapa, con- sultando para la confección de éste los más recientes documen- tos, mapas y obras particulares y oficiales, y hasta diversos manuscritos, según indica en la noticia que acompaña á la úl- tima hoja. El primer mapa, á escala mayor, consigna los lími- tes de las antiguas divisiones administrativas, juntamente con los de las provincias actuales. Por lo que se refiere á España ha logrado el autor realizar un trabajo original, y respecto á Portugal, el Sr. Choffat dice haber comprobado el cuidado puesto para buscar en los auto- res antiguos los nombres de los ríos y sus anuentes, desaten- didos en parte en los mapas oficiales. No aplaude lo mismo lo tocante á la denominación de las montañas. — Flora descriptiva é ihistrada de Galicia, por el R. P. Balta- sar Merino, S. J., tomo i.— Fanerógamas ¡polipétalas, nota bi- bliográfica por Benito Hernando y Monge(l). Tomar como asunto la ñora de dicha región, para con ella formar un libro, con el que los aficionados á la botánica, es- pecialmente galleg'os, puedan encauzarse al determinar plan- tas, es lo que ha realizado el autor de la presente obra. • El P. Merino ha sido, según sus propias manifestaciones, constante escudriñador de la jior a gallega, lo que unido á sus g'randes conocimientos y á su aún mayor escrúpulo para la determinación (que le obliga á consultar sus especies con dis- tinguidos botánicos amigos suyos), hace que su Flora deG-ali- cia tenga la verdad que en tales casos se necesita. Las publicaciones de esta Sociedad se han visto con fre- cuencia honradas con trabajos suyos de investigación refe- rentes á \^, flora gallega. En esta obra se propone además un fin docente, como lo demuestra, entre otras cosas, el precioso álbum con el cual (1) Esta nota ha sido lo último escrito por nuestro malogrado consocio. DE HISTORIA NATURAL. 367 ilustra el vocabulario que encabeza su libro, y tanto ayuda á la exacta interpretación de las voces técnicas. Expone una clave para la determinación de las familias, en la que modifica admirablemente las tablas de la Noiivelle Flo- re francaise de Gillet et Magne; en ella aumenta el número de caracteres y aprovecha, para los de los grupos, los caracteres particulares de las especies, que representan dichos g-rupos en Galicia, y aclara los conceptos con ejemplos de las plantas vulgares en ésta. Describe las familias dando una característica general de cada una, y, á la cabeza de ella, una clave para su distribución en géneros. Caracteriza cada uno de éstos y da una clave para su divi- sión en secciones, y otra para las especies comprendidas en ellos, terminando con la exposición ordenada y detallada de dichas especies. Esta descripción se halla en castellano para las especies ya conocidas en la ciencia; y en latín y castellano para las espe- cies y variedades por él descritas (4 especies y 40 variedades en este primer tomo de Fanerógamas polipétalas). El segundo tomo comprenderá, según anuncia el autor, las Fanerógamas monopétalas y apétalas; y el tercero, las Moíiocoti- ledones, Policotiledones , Proto fanerógamas y Criptógamas vas- , ciliares, siendo de lamentar que deje incompleta la serie al no publicar las Críptógamas celulares. Si el autor se ha propuesto fomentar la afición á la Botáni- ca con esta obra, creemos que cuanto más extensa la publique y exponga el mayor número de ramas en que puedan espe- cializarse los aficionados, mayor podrá ser el número de éstos; que, de otro modo, abandonarían por completo la Botánica ó no la tomarían con el entusiasmo con que hubieran empren- dido su estudio, al encontrar una rama de su mayor agrado. De esta parte de la Botánica es de la que mayor número de libros castellanos hace falta, en los que se halle sumamente detallada la anatomía, preparación y modos especiales de es- tudio de las criptógamas, con objeto de allanar el camino al principiante que no cuenta con maestros y únicamente dispo- ne de libros. 368 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Notas y comunicaciones. Nota necrológica del Sr. Rodríguez Femenias POR DON FEDERICO GREDILLA Invitado por el Sr. Presidente para escribir cuatro palabras en recuerdo del que fué consocio nuestro D. Juan Joaquín Ro- dríg'uez Femenias (q. e. p. d.), no he dudado en admitir tan honroso encarg-o en atención á la alta consideración que me merece la Real Sociedad Española de Historia natural. Descendido al sepulcro tan esclarecido varón, triste es ma- nifestar que la ciencia botánica pierde á uno de sus más pre- claros hijos. Y si bien no ha muerto para la ciencia porque sus obras quedan inmortales, hay que lamentar que su infa- tig-able laboriosidad y su acendrado amor á el estudio de las plantas no se haya conservado por más tiempo, pues desampa- rados de la tutela de naturalistas como Femenias, es necesario en los demás mortales un esfuerzo muy superior para encon- trar el camino de descubrir con relativa facilidad los anhela- dos secretos de la Naturaleza. Mucho antes de constituirse esta Sociedad, ya Rodríg-uez Femenias era conocido por sus escritos botánicos; así en 1865-68 publicó el Catálogo razonado de Plantas vasciUares de Menorca, en el folletín del Diario de Menorca, formando un tomo de xxxi-116 pág-inas en 4." menor. Esta su primera obra, que com- prende 722 especies, es notable, entre otros conceptos, por los datos curiosos apuntados en su introducción, referentes al des- envolvimiento de las ciencias naturales en la isla, y en 1869 co- municó á la Sociedad botánica de Francia (1) una nota sobre dos especies nuevas (Centaurea baleárica y Daphne velleoides). Pero una vez que tuvo conocimiento de la constitución de esta Sociedad, como consecuencia de la célebre sesión prepa- ratoria que tuvo lug-ar en la sala de profesores del Instituto industrial, á las ocho de la inolvidable noche del 8 de Febrero de 1871, y de las condiciones establecidas para formar parte (I) Véase el Bullelin de la Société botanique de Frunce, Séance du 25 Juin 1869. DK HISTORIA NATURAL. 369 de ella, según Reg-lamento aprobado por los socios fundadores en 15 de Marzo de 1871, c^uiso congregarse á nosotros tan celo- so botánico, y propuesto por D. Miguel Colmeiro, fué admitido como socio en la sesión del 4 de Diciembre de 1872, ó sea, en el décimo mes del primer año de su constitución. Desde esta época varios son los valiosísimos escritos botáni- cos que nos dio á conocer. Entre ellos tenemos el Suplemento al catálogo de plantas vasculares de Menorca, publicado en el tercer tomo de nuestros antiguos Anales, y en el que añade 229 especies, á las 722 de su Catálogo razonado mencionado anteriormente; el Catálogo de los musgos de las Baleares, im- preso en el tomo iv, pág. 41; las Additions a la Flore de Minor- qiie, que presentó en 1878 á la Sociedad botánica de Francia y que fueron insertadas en su Boletín, conteniendo siete espe- cies y variedades nuevas; y finalmente, la Excursión iotánica al Puig de Torrella (Mallorca), dada á luz en el tomo viii, pá- gina 39 de los Anales. En este opúsculo da cuenta Rodríguez de las herborizaciones verificadas en Junio de 1877, acompa- ñado de su amigo el doctor D. Antonio Crespí, farmacéutico entonces de SoUer (hoy catedrático del Instituto de Ponteve- dra), en el delicioso valle de este nombre y montes que lo cir- cuyen. Más tarde abandona el estudio de las fanerógamas y dedica los pocos momentos que sus ocupaciones le dejaban libre á la recolección y clasificación de las algas marinas, convencido de que las determinaciones hechas á las algas de las costas de Menorca enviadas por él, por su contemporáneo botánico don Juan Texidor, dejaban mucho que desear. Encariñado con dicho estudio, y trabajando como él sabía hacerlo, no tardó en publicar su excelente trabajo intitulado Algas de las Baleares , cuyo contenido puede verse en los to- mos XVII, pág. 311 y xriii, pág. 199; coronando su obra con los Datos algológicos , impresos en los tomos xviii, pág. 405; tomo XIX, pág. 97, y tomo xxiv, pág. 155; en los cuales da á conocer varias algas nuevas con algunas láminas, como son, del gen. Nitophylhmi las especies carneum y marmoratiim; del gen. Neiirocahim la qst^qciq grandifolium; del gen. Syhcerococ- cus la especie Rhizop/ujlloides, y del gen. Cladhymenia la es- pecie Bornetii. ' Pundonoroso como pocos ya indicaba que para esta última 3^0 boletín de la real sociedad española especie sería necesario establecer un nuevog'énero,y, en efec- to, sometida al examen del Sr. Schraitz, eminente alg-ólog-o, por entonces, de Greifswald, se cercioró éste de que en dicha alga se encontraban dos especies diferentes, de otro género distinto, que dedicó á Rodríguez, con el nombre de Rodrigue- zélla, dando lugar á dos algas distintas que la ciencia deno- mina con los nombres de Rodriguezella Straforellii Schmitz y RodriguezeUa Boriietii Schmitz. Más todavía; tan grande era el amor que profesaba á la bo- tánica, que aprovechando la según él desagradable estancia en el balneario de Panticosa, y en los diez y ocho días de tra- tamiento que los médicos imponen generalmente á los enfer- mos, dedicó el tiempo que le quedaba libre, desde el 30 de Julio al 16 de Agosto del año 1889, á motivo de las escasísimas distracciones de que en aquel agreste sitio se dispone, á reco- lectar plantas, cuyo fruto de 139 especies se detalla en su es- crito titulado HerborkaciÓ7i en Panticosa, y publicado en el tomo XIX, pág. 101 de nuestros Anales. Sin perjuicio de estas publicaciones, en varios periódicos de Mahón escribía otros trabajos; así en 1878, en El Bien Público apareció un razonado estudio sobre el Cultivo y explo- tación del esparto. El Liberal, de Mahón, publicó en 1899 un artículo que repro- dujo la Revista de Menorca (3.* época), con el título de Una nue- va plaga, en que trata de la aparición de un insecto descono- cido en Menorca, de la familia de los Termítidos, pertenecien- te á los arquípteros seudoortópteros. En 1901 reprodujo, con algunas adiciones, en el folletín del mismo diario, el catálogo de Plantas de adorno que se cultivan en Menorca. Y por último, en 1905, y en el citado periódico, apareció otro estudio del Sr. Rodríguez sobre Aves de España cuya caza se halla iwoJiibi- da ó sujeta d determinadas épocas. Más todavía; en la sesión anterior, celebrada el 5 de Julio del presente año, habréis visto sobre la mesa un ejemplar que con el título de Florula de Menorca é impreso en Mahón el año pasado, ha sido donado y dedicado por el autor Rodríguez Fe- menías á la Biblioteca de la Sociedad, aprobándose por una- nimidad que, en correspondencia á tan deferente atención, se le dieran las más expresivas gracias, como así consta en el Bole- tín, según acabamos de oír de labios del Sr. Secretario al leer DE HISTORIA NATURAL. 371 hoy el acta de la citada sesión, y como dicho libro ha estado en nuestras manos y ha sido repasado á nuestro g"usto, hare- mos de él un sincero y lig'ero examen, aprovechando la oca- sión propicia que en este momento disfrutamos al escribir estos cuatro reug-lones. El novísimo trabajo de Rodríg-uez Femenías es un libro en 4." mayor de 198 pág-inas, en cuyas primeras líneas de la Introducción, manifiesta haber abandonado el estudio de las Faneróg-amas que crecen en Menorca, para dedicar el escaso tiempo que sus ocupaciones le dejaban libre en el estudio de las alg'as marinas. Pero la circuntancia de empezar á dedicar- se á este ramo del saber alg-unos jóvenes de Mahón, y el acopio de no pocas especies nuevas, le decidieron á recopilar todo lo publicado hasta el día, adicionando á su conocido Suplemento al catálogo de plantas vasculares de Menorca, las antes citadas especies y las observaciones que fué notando costantemente. Dicha Introducción es, en nuestro sentir, una de las pági- nas más hermosas de la obra, y decimos esto, porque con sólo su lectura abarca el botánico todo aquello que le interesa res- pecto al conocimiento de tan clásica reg-ión. Se ocupa en ella: 1.°, de la historia de la botánica en Menorca; 2." y 3.°, de la constitución física y climatológ-ica de la isla; 4.°, del aspecto de la veg'etación, en la que indica las plantas especiales del ar- chipiélag-o balear que se encuentran en la citada reg"ión, y 5.°, del plan adoptado en la redacción de la obra. De todas estas partes son, sin disputa, de más revelante mé- rito para el botánico, la primera y la cuarta. La primera, porque enumera ordenada y escrupulosamente la serie de naturalistas, tanto nacionales como extranjeros, que se han ocupado en el estudio de la flora de la isla y de las obras que publicaron con dicho objeto, especificando, además, á qué naturalistas acom- pañó á herborizar, y á quiénes facilitó especies notables de la reg"ión; contándose entre los primeros á Willkomm, que en unión del Dr. Heg-elmaier, Ueg-aron a Mahón el 27 de Marzo para practicar frecuentes excursiones botánicas hasta el 6 de Abril de 1873; y entre los seg"undos á Gandog-er, el cual publi- có en el Bulletin de la Socielé botanique de France de 1900, el fruto de su expedición , verificada en Abril y Mayo de 1899, insertando al final la relación de las especies más notables de Menorca, facilitadas por Rodríg-uez Femenías. Y la cuarta, por- 372 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que nos enseña que, dividida long-itudinalmente la isla en dos reg-iones distintas, bajo el punto de vista geoU)g\co, es también diferente la veg*etación de cada una de ellas, dominando en la del Norte, llamada país de tramontana, los Myrtiis communis, Phyllirea media y anyiisti folia, y en la del Sur el Rhamims Alater7U(s y Ja Pistacia lentiscus; y además, porque enumera la importantísima lista de las plantas especiales del archipié- lagfo balear que se encuentran en Menorca y que más adelante transcribiremos. A la Introducción sig'ue lo que pudiéramos llamar corazón de la obra, y que consiste en una Flórula ó catálog-o de espe- cies veg-etales que, siguiendo la clasificación de De Candolle, divide en los dos consabidos g-rupos de faneróg-amas y crip- tóg'amas. En las Fanerógamas ordenadas en las familias y g-éneros respectivos en Menorca representados, incluye 864 especies numeradas correlativamente, indicsndo á continuación en cada una de ellas, los sinónimos admitidos por los autores que han escrito sobre la veg'etación de las Baleares, las localidades en que se encuentran, los exploradores que las han citado y los nombres vulg-ares en dialecto menorquín, señalando los pue- blos en que éstos se usan cuando son especiales á uno ó varios distritos, y, por último,, aquellas observaciones propias del autor, fruto de tantos años de exploración , como son las ad- vertencias respectivas con que disting-ue las especies á inquirir y las especies á excluir, aun cuando éstas últimas hayan sido citadas en la reg-ión por otros naturalistas. Haj', sin embarg'o, alg-unas especies entre las fanerógamas, que por ser nuevas ó raras, Rodríg-uez Femenías las describe detalladamente, y como es interesante conocerlas para formar juicio acabado de la veg'etación de Menorca, á continuación transcribimos solamente aquellas que son especiales del archi- piélag'o. Estas son: Paeoíiia Cambessedessii Willk, Lepidium Carrerasii Rodr. , Viola stolonifera Rodr. , Sagina Rodriguezii Willk. Malva minoricensis Rodr., Althaea baleárica Rodr., Ero- dinm Reichardii DC, Hijpericum haleariciim L., Rhamnus ba- leárica Willk, Anthyllis fulgurans Porta (?), Lotus tetraphy- Ihis L, fil., Astragahis Poterinm Vahl., Vicia bifoliolata Rodr., Lathyrus trachyspermus Webb., Hi'ppocrepis baleárica Jacq., Polycarpon colomense Porta (?), Senecio Rodriguezii Willk., DE HISTORIA NATURAL. 3T3 Helijcrisum Lámar lúi Camb., Cirsium laleañcum Porta (?), Centaurea baleárica Rodr., Serióla ccespitosa Porta, Sonchiis cer- vicornís Nym,, Crejns MIearica Costa, Cy clamen halearicum Willk., Lysimachia minoricensis Rodr., Eclihim laleariciim Porta ('?), Linaria fragilis Rodr., Digitalis iluMa Rodr., Origa- mim majoricitm Camb. (?), Micromeria Rodrigueñi Freyn. et Janka, PMomis ilaUca Sm., Teucrium suhs2)inosum Pourr., Daphne veUaeoides Rodr., EupJiordia flavo2)urpurea WúW., ..Allium aestivalis Rodr , Croáis Cambessedesii Gay. , Leucojum LLernandezii Camb., Hordeum riibens Willk. C?). De las Criptóg-amas poco podemos decir, pues comprende reducidísimo número de especies muy comunes en nuestra Península, entre ellas once especies de Heléchos, dos de Equi- setáceas, dos Isoeteas, dos Licopodiáceas, dos Caráceas, seten- ta Muscíneas y veintinueve Liqúenes. No incluye los Hong-os porque nadie se ha ocupado de su recolección, y en cuanto á las alg'as se propone, dice, publicar un trabajo especial lueg'o que se lo permitan sus ocupaciones, pues son muchas las especies nuevas que encontió en las cos- tas de Menorca. Y termina la obra con un capítulo de adiciones y correcciones, siendo entre las primeras la que más resalta, la descripción detallada del ^//mm ¿?5z;i'Z?«/ií, nueva especie que con el nú- mero 673 bis debe intercalarse á la serie de las que comprende la Flórula, cuya reseña, á g-randes rasgos, acabamos de leer. Como veis, la sola enumeración de los trabajos publicados por Rodríguez Femenías, demuestra sobradamente sus desve- los por las ciencias naturales, y la prueba más acabada y con- cluyente de que con su muerte la ciencia botánica pierde uno de sus más preclaros investigadores españoles: por esta razón estamos obligados á dedicarle este recuerdo, con el que cree- mos haber interpretado fielmente, no sólo el deseo de nuestro Presidente, sino también el de la Real Sociedad, insertando -en el Boletín esta humilde nota como expresión del senti- miento más sincero y cordial á tan irreparable separación, y como homenaje á el que en vida desplegó toda su actividad por la botánica, y, por tanto, un gran amor á las ciencias na- turales y un gran afán por los trabajos científicos. T. v.-Octubre, 1905. 25 874 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Noticias sobre Bournonitas españolas POR D. SALVADOR CALDERÓN. 1852. Breithaupt: «Revista minera», t. iii. 1862. Naranjo: «Elementos de Mineralog-ía g-eneral», pági- na 363. 1866. Vidal: «Bol. Com. Mapa g-eol.», t. xii, pág-. 167. 1894. Quiroga: Trad. «Miner. Tschermak.», pág\ 260. 1895. Fernández Navarro: «An. Soc. esp. de Hist. natural»^ t. XXIV, Actas, pág-. 95. 1902. Tenne und Calderón: «Die Mineralfunds. der Iberisch. Halbinsel», pág-. 78. La bournonita de Jameson (1) es una sulfosal rómbica, que puede definirse como un antimonio sulfurado plumbo-cuprí- fero. Su composición es Sb'^ S® Pb'-^ Cu^, y su relación áxica. 0.9379 : 1 : 0.85)68. El Sr. Naranjo consideraba la schulzita de Galicia como va- riedad de esta especie; pero hoy se sabe que lo es de la g-eo- cronita, sino es el mismo tipo, especie distinta, en cuya fór- mula no entra el cobre. Es la bournonita un mineral de filón, que no compone por sí masas importantes, pero acompaña á varios sulfuros, parti- cularmente de plomo y cobre. No habiendo interesado á los mineros como mena explotable, habrá pasado muchas veces- por estibina, á la que se parece bastante, y es probable fue- ran bournonitas alg-unas que como estibinas cupríferas se han mencionado á veces en los informes de aquéllos. También las hay análog-as por su aspecto á la acerdesa, y otras al cobre gris. Resulta de aquí que es escaso el conocimiento que tene- mos por lo que se refiere al territorio español, de esta especie, interesante sin duda. A continuación reproduciré ordenados por regiones los datos que sobre ella he podido reunir. AsÍ2irias.—Se ha mencionado como acompañante de la piri- (1) Algunos escriben burnonita, aunque impropiamente, puesto que la especie está dedicada á su descubridor, el conde de Bournon. DE HISTORIA NATURAL. 375 ta de Tapia, pero debe ser rara en esta provincia, donde nunca se ha explotado. Catahiña. — Únicamente se cita de la reg-ión pirenaica, en la mina de cobre Las Ferreras, á 3 km. de Rocabruna, en la pro- vincia de Gerona. Dicha mina es un filón de baritina y cuarzo explotado de antig-uo, aunque no en la actualidad, y en él yace el mineral en cuestión con relativa abundancia disemi- nado en vetas y nudos (Sr. Vidal). Castilla. — En Monterrubio, provincia de Biirg-os, junto al coto famoso por sus minas de hierro, se ha explotado la bour- nonita como mena de cobre y plata, esta última en bastante cantidad á veces, al decir del Sr. Naranjo; circunstancia que, así como en otras localidades que vamos á citar á continua- ción, hace suponer que se trata de un mineral impuro, mez- clado mecánicamente con otros arg-entíferos , pues en el des- provisto de interposiciones extrañas nunca se ha encontrado este metal. En la Estadística minera de 1893 fig-ura la explo- tación de la bournonita de Monterrubio por 55 toneladas, va- liendo 1.370 pesetas. Accidentalmente aparece muchas veces en Hiendelaencina, tanto en cristales como en partículas ó nidos, con pirita y em- bolita, el cual es ferrífero y arg-entífero, merced á estas inter- posiciones. Los mejores ejemplares cristalizados que pasaron á colecciones extranjeras, entre ellas el Museo de Londres, se hallaron en la mina Verdad de los Artistas; de ella procede una hermosa muestra que posee nuestro Museo de Madrid con buenos cristales, aunque pequeños, sobre galena, con cuarzo y siderita. Semejantes deben ser los hallazg-os de Garg-antilla de Bui- trag-o, provincia de Madrid, en el g-neis, noticiados por el men- cionado Sr. Naranjo. El distrito de Almadén también ha proporcionado ejempla- res de bournonita. La Escuela de Minas y el Museo de Historia natural los poseen de Chillón y Almadenejos, con cinabrio, en la frailesca y asociados á dolomita. Uno que tiene de localidad Valdemosillo, Almadén, se presenta en cristales maclados, constituyendo el piñón de engranaje llamado Rddelerz por los alemanes, y habitual en los ejemplares de Hungría; está sal- picado de cristalitos de cuarzo, y los grupos de bournonita, en cilindros rebajados, tienen otra facies que los restantes ejem- 376 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA piares de la especie procedentes de localidades españolas que liemos visto. De la mina Santo Domingo y de Santa Eufemia, hay en los citados Museos cristales bastantes sencillos que se maclan por la cara del prisma, dando lug-ar á maclas centra- das de cuatro individuos según oo P (110). Otro ejemplar que lleva como localidad la Dehesa de la Pared, Ciudad Real, en etiqueta del Sr. Martín Donayre, es de tal modo idéntico por el aspecto del mineral y la gang-a al que figura como de Santo Domingo, que se puede afirmar son ampios de la misma pro cedencia. Murcia.— Vosee el Museo de Historia natural de Madrid un ejemplar que formó parte de las antiguas colecciones de Par- ga, el cual lleva como localidad Carmen del Nuevo Jaén, Ma- zarrón, y consiste en una masa g'ranudo cristalina, sin cris- tales determinables y con pirita. Procederá, probablemente, de las vetillas de cobre gris y pirita, que son frecuentes en aquel distrito, como sucede en las Moreras y las Balsicas. Andalucía. — Breithaupt recog-ió bournonitas en algunas mi- nas de Sierra Almagrera, entre ellas la llamada Verdad, en cristales sencillos, tabulares, entremezclados con otros seme- jantes de baritina y pequeños nodulos de limonita y siderita, aquéllos tienen densidad = 5.839, y recuerdan por completo, según el autor, los de la mina KrorqjrinU Friedrich August, de cerca de Freiburg, en Sajonia. Sin duda, á donación de este insigne mineralogista se deberán los ejemplares de dicha mina Verdad que posee nuestro Museo, presentando la bournonita en masa y en pequeños cristales tabulares con baritina; en otra muestra son aplastados, de la combinación 001, 101, OH, con predominio de la primera, y van acompañados de bellos cristales de cerusita. En los criaderos de las vertientes septentrionales de Sierra Nevada, cortando alas micacitas del Marquesado, con otros minerales metálicos, aparece accidentalmente el que nos ocu- pa, pero sin originar ejemplares vistosos. No se ha citado todavía del distrito de Río Tinto, y sólo en mezcla confusa he creído verlo con calcopirita y cobre gris, en unas muestras remitidas al Museo de la Universidad de Se- villa. Extremadura. — El Sr. Naranjo citó esta su 1 fosal de las minas de galena de Garlitos, en la formación paleozoica de la pro- DE HISTORIA NATURAL. 377 vincia de Badajoz. Nuestro Museo posee ejemplares de esta procedencia, donados por D. Manuel Cazurro, y consisten unos en cristales larg-os, tabulares y finamente estriados, que no se pueden determinar, y otros en cristales cortos, confusos, ambos aislados en la superficie de una g"ang-a pétrea. No he visto citada de Portug-al la especie de que se trata. Sistema de las especies ibéricas del gen. «isida» Latr. POR D. MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA. Las especies del g'én. Asida han sido objeto de dos estudios monog-ráficos: el de Solier formando parte de su «Essai sur les Collapterides». (Anuales de la S. E. de France, 1836) y el de Allard «Revisión du g-enre Asida Latr.» l'Abeille, 1869. El de Solier, dentro de las condiciones en que se trabajaba entonces, haciendo las descripciones sobre ejemplares únicos, sin tener en cuenta las localidades, ó con ellas tan va^as como España, Berbería, á pesar de los errores á que dicho sis- tema se prestaba, está bien hecho, pues los reparos que pudie- ran ponerse á la inclusión de alg-unas especies en un cuadro entre otras muy alejadas, ó la de dos próximas en cuadros di- ferentes, se desvanecen ante la consideración de que dichos cuadros eran medios arbitrarios para la más fácil clasificación de los escasos elementos de que disponía; y qué duda cabe que, dado ese criterio de su época, es perfectamente excusable el dar como especies diferentes el .^^ y la 2 de la extraordinaria- mente dimórfica A. depressa Sol. Pero el trabajo de Allard, por el contrario, es á todas luces inferior, y una de las mayores dificultades que he encontrado ha sido la de desentrañar su contenido: sin tener á la vista su colección, hubiera sido éste mío imposible, y valg-a un ejemplo: «.A. ollonga Rbr. AIL, que describe de Valencia y compara á A. Jufinei.y'y , representando, los primeros números de estas series, los individuos en que dicha costilla es nula; y los últimos, íiquellos que la tienen completa. Otro tanto puede decirse de la ^. Martinezi, de la cual he reunido próximamente el mismo número de individuos, y de los que he entresacado mis series; con arreg-lo á ellas, en los números 1, 2, el protórax y élitros son anchos, y en los 3, 4, ■estrechos; en los 5, 6, 7, los ángulos posteriores del protórax nada ó apenas más largos que el lóbulo, y en los 8, 9, 10, bas- tante más larg-os que él, y notablemente agudos; en los 11, 12, ■dichos ángulos entrantes, y en los 13, 14, no entrantes ó lige- ramente divergentes; en el 15, el protórax más ancho que los ■élitros, y en el 16, más estrecho que ellos; en los 17, 18, las di- ferencias de tamaño en los extremos de una serie, y en el 19, una aberración que presenta en el protórax dos impresiones profundas de fondo liso y brillante en el disco á uno otro lado •de la línea media, advirtiendo que hay marcada tendencia en la especie á iniciar ó retener este carácter oscilante, que en •otras especies de protórax aterciopelado se nota en alguno de sus individuos, como pequeña plaquita lisa no punteada que aparece entre la pubescencia aterciopelada. lín A. argenteo-Umhata los números 1, 2, tienen el protórax más ancho que los élitros, y los 3, 4, más estrechos; el núm. 5, •el cuerpo largo y estrecho, paralelo, y el 6, corto y ligeramen- te estrechado en la región humeral; en el 7, el color de la pu- bescencia negro aterciopelada de los élitros pasa al tono rojo ■dorado, como ocurre en el ejemplar 9 de Ronda de la colec- ción von Heyden. Comprueban, pues, estos documentos la imposibilidad de 898 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA dar una frase descriptiva concreta para una especie, si al fin han de darse en la descripción lata tal número de atenuacio- nes y cortapisas, que dejan irreconocible la frase; por lo de- más, cuantos intentan la revisión de un g'rupo, saben por experiencia que, frase corta y descripción lata sin el examen de los tipos que sirvieron al autor, de Linneo para abajo, son siempre deficientes. En resumen, las costillas de los élitros y las manchas pubes- centes protorácicas especializan el subg-énero Alphasida, como ya he dicho; mas al paso que las manchas, á pesar de la poca importancia del carácter son las que toman la supremacía en la diferenciación específica siendo más constantes dentro de cada una de ellas y sin formas de transición, las costillas son más oscilantes por su mayor ó menor relieve y por su número: así tenemos en A . holosericea ejemplares con una ó dos costillas y toda una serie intermedia; de A. Escalera Ob. conozco indi- viduos con una ó dos costillas y en Sánchez Gomezi lo mismo; en A . Becerrae, que quizá no sea más que una riifojpuhescens pe- queña y ancha, hay ejemplares sólo con dos costillas y otros con una tercera suplementaria que se acentúa y consolida en ru- fopiíbescens y Oberthüri en cada una de las cuales también la tercera costilla suplementaria, si bien existe, siempre varía bastante por su relieve y longitud. En vista de ello, es forzoso admitir que todo el grupo ñuctúa en cuanto al número de sus costillas éntrales y que este carácter oscilante es posterior á los otros dentro sólo de cada especie. Porque como, por otra parte, en casi todas las especies de Al- phasida se percibe esta tendencia á pleg-arse más ó menos lon- g-itudinalmente; como otro tanto ocurre en las Elongasida y Globasida aunque por otros caminos, como también cuando existe una sola costilla es esta dorsal y no humeral (cuya cos- tilla dorsal, al menos como plieg-ue, existe cerca de la base en todos los subg-éneros de Asida), forzoso será también reconocer que en todas las especies actuales, al lado de las causas exter- nas que modifican el número ó realce de las costillas, persiste una ley antiquísima en ellas, en virtud de la cual, estas espe- cies de hoy retrotraen por modos diferentes un tipo primitivo del que descienden, el cual hubo de tener costillas longitudi- nales enteras ó interrumpidas, pero poco acentuadas; de no ser así, no tiene explicación lóg-ica la evolución de todo un g-rupo DE HISTORIA NATURAL. 397 alrededor de ese carácter, el cual deberá ser apreciado con dos criterios diferentes, á saber: 1." Como exig-encia de todo el subg-énero á conservar la forma ancestral de donde procede, siendo por ello las costillas un carácter importantísimo para dar idea de las relaciones de unos g-rupos con otros. 2.° Como tendencia específica, siendo por ello las costi- llas un carácter de poca fijeza, al cual no debe darse mayor importancia que la que tiene realmente en la actualidad. Volviendo al A. hoJosericea y á la aparición en ella de la se- g-unda costilla suplementaria, sabemos que las 99 tienen dicha seg-unda costilla con mayor frecuencia que sus cf cf y que en esta especie es dicho carácter accidental. Como las 99 ^^ casi todas las Asidas, están menos diferenciadas específicamente que sus cTcf > admiten y abandonan con mayor facilidad que ellos un carácter secundario; A. holosericea presenta indistin- tamente ambas formas con una y dos costillas en la misma lo- calidad. Pero, si por emig-ración representantes de las dos for- mas quedan aislados ó por reg*resión al tipo primitivo una de dos similares rechaza en absoluto el nuevo carácter al paso que la otra lo adopta definitivamente, surg-irá la desviación que, al consolidar sus diferencias, vendrá á sumar otras que distan- cien más el tipo de la variedad naciente. También dos especies de un g-énero, próximas ó alejadas, cuyas 99 como menos diferenciadas presentan más puntos de contacto que sus (^¡^ respectivos, pueden adquirir simultá- neamente el mismo carácter accidental cuando las mismas causas actúen sobre ellas, cuyo carácter, por la ley anterior, puede consolidarse y hacer que paralelamente dichas especies presenten ese rasg-o común sobrepuesto á los otros caracteres org-ánicos que por comunidad de orig-en conservan una y otra especie. Y como una vez adoptado por dos especies un mismo carácter puede adquirir éste simultáneamente en ambas tal importancia y persistencia que lo que en su orig-en fué impulso de la variabilidad que lo alejaba del tipo ancestral en cada es- pecie ai.slada, ahora las hace converg-er hacia otro tipo ideal, esto puede hacer incurrir en error, tomando como punto de partida el que es de converg-encia ó inversamente; y, por consig-uien- te, no porque dos especies presenten un carácter común aun cuando éste parezca de g-ran importancia, habrá de conside- 898 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAXOLA rárselas más próximas que otras á las cuales falte dicha par- ticularidad (1). Distribución (/eográfica de las «Alp/iasidas». Hay dentro del subg'énero dos núcleos: uno pequeño con dos especies aisladas org-ónica y geográficamente y otro nutridí- simo, sobre todo, en las especies vecinas á A. Cleinenlei, en el cual ha habido la fortuna de encontrar todos los eslabones de una cadena que aparece formando un circuito cerrado con puntos de contacto morfológicos y g-eog-ráficos. A. luctuosa y argenteo-linibata están aisladas y creo que hace muchísimo tiempo que se rompieron los vínculos que las unían á las restantes, y es desgracia porque precisamen- te las 99 de la primera presentan cierto parentesco con alg-u- nas Granulasida que no se ve tan claro en las restantes Alpha- sida. A. luctuosa, está muy circunscrita (Tarifa) y son muy esca- sos sus individuos; A. argenteo-linibata es más próxima á las restantes del subgénero y tiene mayor área también, pero es igualmente rara en cuanto al número de individuos: no creo, por otra parte, agotado el tema porque la región de las Alpha- sida no está explorada enteramente ni con la detención que exige esta clase de estudios geográficos; hablo, pues, del mo- mento actual. Pero en cuanto al segundo grupo, en la sección de A . Cle- mentei teng-o por cierto que, aparte de algún muy pequeño claro, nada se vendrá á descubrir que altere fundamental- mente la dispersión y variabilidad de las especies que lo forman. Al E. de Granada, flanqueando por el N. á Sierra Nevada, se corre el grupo primero con A. Becerra en Huéneja, bajando (1) En el Aghir Dagh, macizo montañoso al NE. de Marache, las especies de los gé- neros Pimelia, Arthroieis, Tentyria, Adesmia, Helopsy Carabus, presentan una marca- dísima y extrema rugosidad en el dibujo de los élitros?, mientras que en las mismas es pecies ó sus similares que viven en el llano no existe tal conformación; no hay duda, en este caso, de que la simultaneidad en la adopción de un carácter en especies de géneros y familias tan alejadas obedece á un agente externo poderoso que las ha obligado :í adoptar de consuno una particularidad que no hubieran adquirido al vivir en otro medio: loy este ejemplo como más claro, aunque á nadie se le ocurra dar ma- yor importancia que la debida á la acción de los agentes externos sobre los seres. DE HISTORIA NATURAL. 399 hacia el S. por el río Almería, y con rufopiihescens y Oherthüri hacia el E. por Baza y Galera. En el río Almería bifurcan de un lado, Mariini^ Escalerce y holosericea que se corren por el S. de Sierra Nevada, mien- tras que hacia saliente y por el litoral hacia Cartag-ena mar- chan Ahneriensis y Sánchez Gomezi en Mazarrón, destacando hacia el N. á J.. Lorcana para unirse á la primera rama que lleg-ó hasta Galera con Oherthüri cerrando el circuito. En cuanto álos puntos de enlace de A. CUmentei con J.. Mar- tinezi que está en Osuna, deberán buscarse, si es que existen aún, á lo larg-o del Genil ó quizá por las Sierras de Lucena, así como por el S. de la Sierra de Aracena deben estar las afi- nes de Martinezi y Volxemi que alcanzó el extremo O. en Lagos en la punta de los Alg-arbes. De todos modos, con los datos actuales, se sabe que no re- basan el paralelo 38° ó mejor el 37° 40' y como Tarifa toca exactamente el 36° por el S. descontando esas dos especies ais- ladas que viven en la punta de Europa, todas las demás ocu- pan una estrecha zona de un g-rado de latitud g-eográfica (36° 40' en Málag-a y Jerez á 37° 40' Lorca y Galera). Ocupa, por tanto, el subgfénero un área muy reducida, estan- do sus especies todas muy localizadas; quizá el litoral del Riff, entre Ceuta y Melilla, posea alg-una especie puesto que A . Kra- atzi de Táng-er y Tetuán no está muy alejada de las Ali)hasida (presencia de una costilla aterciopelada; aunque la forma del protórax es ya muy diferente). Del mismo modo, las Glolasida del SE. de España tienen muchos representantes en la costa Arg"elino-Marroquí (Oran y Riff): mas si en ese litoral del Riff existe alg-una Alphasida, seg"uramente pertenecerá á una sec- ción bastante distanciada de las otras porque las dos españo- las más meridionales, las de la punta de Europa, luctuosa y argenteo-limhata, están muy alejadas de las restantes por sus caracteres orgánicos como queda dicho. De estos hechos, y tomando como punto de partida el grupo de A. Cleme7itei, hemos visto como en su marcha hacia NE. y SE. llega en su primera dirección hasta Galera con A. Ober- thüri de élitros desnudos, costillas más gruesas y una tercera suplementaria, ensanchándose su protórax y élitros y estran- gulándose en la región humeral, mas conservando idénticas sus manchas protorácicas á través de las formas intermedias ■100 boletín de la real sociedad española (org-ánica y g-eográficamente) rufopubescens y v. calva que in- sensiblemente establecen el tránsito de Clementei á Oharthüri, y en el gradual ensanchamiento de sus élitros hemos visto también como al mayor estrechamiento {Clementei) correspon- de menor número de costillas, más finura de las mismas y ma- yor densidad de la pubescencia en los valles intercostales y como al mayor ensanchamiento (Oberihüri) corresponde por el contrario más número de costillas, más realce y g-rueso de las mismas y total ausencia de pubescencia intercostal; como si los élitros en lugar de desdoblarse al ensancharse liiibieran in- sistido en una tendencia al flegamiento de sus tejidos d expensas de la pubescencia. Considerando la rama que de Clementei baja con A. Becerra por el río Almería á la costa y se corre con Ahneriensis en Al- mería y Palomares hacia Mazarrón con Sánchez Gomezi in- ternándose en Lorca con A. Lorcana, en ella vemos que las manchas protorácicas son constantemente seis en dichas es- pecies é idénticamente dispuestas, que las costillas elitrales (tres no muy gruesas en Becerree) se afinan y disminuyen en número en las de la costa y aun la pubescencia elitral des- aparece bruscamente (por extinción de la forma intermedia) en Lorcana, conservando exactamente los otros caracteres de Sánchez Gomezi; se nota aquí que la desajmricióyi de la pubes- cencia elitral ha seguido una marcha inversa á la del grupo an- terior. Mas en el pequeño gfrupo de holosericea, Alpujarrensis, Esca- lerm y Martini como en el primero de Clementei á mayor an- chura de los élitros y mayor número y g-rueso de las costillas corresponde también desaparición de la pubescencia como si los élitros en lugar de desdoblarse al ensancharse hubieran insis- tido en una tendencia al pleg amiento de sus tejidos á expensas de la pubescencia. Es de notar también que en los tres g-rupos aparece una forma calva y que ésta en todos tres ocupa el extremo NE. del área g-eog-ráfica del g-rupo á que pertenece, particularidad que no tiene explicación plausible. Creo por todo ello suficientemente demostrado dentro del subg-énero Alphasida la imposibilidad de hacer de cada espe- cie un coto cerrado con límites infranqueables y de dar así mismo caracteres absolutos para cualquiera de ellas; y que DE HISTORIA NATURAL. 401 cuando de una determinada pueden señalarse esos límites y darse esos caracteres absolutos que la distinguen á primera vista de otras, es buena y sencillamente porque ó se han per- dido en el tiempo las formas de transición ó porque no se ha explorado suficientemente su área g-eog-ráfica. Y asimismo creo comenzar á demostrar que con abundancia de materiales no es difícil seguir la evolución de todo un gru- po y más adelante al tratar de las Glolasidas profundizaré más en este tema por disponer allí de todo un arsenal de datos fehacientes. En cuanto á la trabazón de unas AJ'pliasidas con otras, se advierte que los tres grupos orientales Clementei-Obertüri, Be- cerrae-Lorcana y holosericea-Marüni , tienen el más estrecho parentesco por la reunión de sus caracteres, por su distribu- ción geográfica y, sobre todo, y es la mayor prueba de su co- munidad de origen reciente, por presentar cada uno de ellos una forma calva en su ciclo de variabilidad á más de la igual tendencia en todos ellos á plegarse con un mayor número de costillas (hasta tres), ó á desdoblarse perdiéndolas. Que al lado de estos tres tipos existen aisladas en Lagos A. Volxemi y en Osuna A. Mariinezi; la primera más pró- xima morfológicamente á A. holosericea que á ninguna otra á no ser á A. Martinezi muchos de cuyos caracteres tiene; mientras que ésta se asemeja más á Clementei que á las res- tantes. Que estas últimas especies deben ser dos bifurcaciones de una rama que entronca con la que ha producido los tres gru- pos anteriores. Y que más lejos que dicho entronque, hacia la raíz habrá de hallarse su unión con las dos especies aisladas de la punta de Europa luctuosa y argénteo limhata, no pudiendo dudarse de ella dado el parentesco que implica la suma de caracteres de argénteo limiata con A. Escaler ae. Pero más allá es inútil buscar genealogía clara para todas ellas: aparecen la Alphasidas completamente aisladas y sólo semejanzas remotísimas recuerdan á otros subgéneros {Elon- g asida). 102 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ü o! O -p o u *^ o w o (1) fl d 0) (D Ó {JA (1) 0) . o Ski -S 5S ^^ íS ^ DE HISTORIA NATURAL. 403 Neue Arten und Varietáten von Coleopteren der pyrenaischen Halbinsel VON G. LAUFFER Chrysocarabus lateralis Chevr. var. Strasseri m. Capite prothorace elytrisque obscure cupreis; elytris cos- tis elevatis ang-ustissime viridicoeruleo marg-inatis. Laceana (Prov. de León). Lauffer colleg". Kopf und Halsschild diinkel kupfrig-, Flüg-eldecken etwas heller und wie das Halsschild dunkel violett g-erandet; die erliabenen, schwarzen Rippen der Decken beiderseits in ihrer g-anzen Láng-e sclimal blaugrün eing'efasst. Die Zwischenrau- me rait kráftig-er Punktirung-, welche auf dem 3. deutlich in 5 ziemlich reg'elmássig'e Lang-sreihen g-eordnet ist, wovon die 1. und 5. auf den Seitenteilen der Rippen stehen. Unter meinen aus dem nordwestliclien Teil der Provinz León herrührenden Exemplaren der Stammform befindet sich kein einzig-es bei dem die Rippen so breit wáren ais die Zwi- schenráume, wie dies bei meinen Exemplaren aus Galicia liáufig- der Fall ist. Bei diesen letzteren weist auch der Hals- schild eine viel dunkler kupferg-oldig-e Farbung- auf. Was die Artberechtig'ung- des Chrysocar. lateralis Chevr. und Uneatiis Dej. anbelang-t so werde ich spáter darauf zurück- kommen und heute nur bemerken, dass für die Meinung- Pérez Arcas', welcher C. Whitei, und lateralis ais Varietáten des C. linecitus auífasste und die des scharfsichtig-en Forschers, Prof. Dr. L, V. Heyden, der die erwahnten Arten, nebst Troherti (Dej. i. litt.) Kr. für g-eog-raphische Formen des C. splendens halt, nicht zu unterschátzende Gründe vorlieg-en. Schon im Jahr 1860 reg-te Dr. Kraatz in seiner Arbeit «líber Artrechte einig-er spanischer Carabi» die Frag-e an, ob C. Uneatus nicht ais eine Form des splendens zu betrachten sei. Jedenfalls steht fest, dass C. Troherti, Whitei und Uneatus, welche sich im Allg-emeinen durch kürzeres, vorne breiteres, mehr herzformig"es Halsschild und etwas flacheren Korper von dem, mir in zalreichen Exemplaren vorlieg-enden C. splendens 404 boletín de la ueal sociedad española aus den franzosischen Pyreiüieii unterscheiden und mit diesem die hinter derMitte verbreiterten Flüg*eldeckeii g-emein haben dürften, (lateraUs besitzt an der Basis breitere Fiüg-eldecken und erscheint dadurch melir parallel), ein undderselben Forra ang-ehoren, bei der die Stárke der Grundpunktur und der Hip- pen, in Bezug* auf ihre g-eog-rapliische Verbreitung-, von OsLen nach Westen zunimmt. Das C. Whitei weiter nichts ais ein C. Hneatiis mit schwá- clierer Punktirung" ist, liat Sharp, der auf besondern Wunsch Pérez Arcas' das einzig-e im Brit. Museum befindliche weibliche Exeraplar untersuclite, schon ira Jalir 1871 festg-estellt. In der Beschreibung'des C. Whitei, kww. Soc. Ent. deFr.,p. 249 g-iebt Deyrolle keinen Fundort des Tieres an. Warura er bei der Besprechnng- des C. lineatus dessen Art- berechtig-ung- gewissermassen in Zweifel zog- und trotzdera seinen auf ein einzig-es Exeraplar g-eg-ründeten und von dem ersteren gewiss wenig- verschiedenen C. W/iiíei zur Art erhob, ist rair nicljt recht erklárlich. Ich widme die neue Varietát dera Andenken ineines Freun- des deszu München verstorbenen Coleopterolog-en Herrn Félix Strasser. Carabus ( Eiirycarabus Géh.) rugosus var. levantinus m. (^ 9 30 rara. A var. hnetica limitibus terciariis carinas long-itudinales for- mantibus distincta. Provimen der spanischeR Levante (Murcia, Valencia) Collect. Lauífer. Untersclieidet sicli von der v. haeticus durch die Form der tertiaren Liraes, welclie ausg-esprochene Láng-scarenen.bil- den, die durch tiefe Punkte seitlich beg-renzt und durch das Zusammenschmelzen der Kornchen entstanden sind. Farbung- wie die der Stammart und der v. haeticus d. h. schwarz, mit blauem Halsschild-und Flüg"eldeckenrande und blaug'rünen Grübchen in den Ketteustreifen. GaraLus (Eurycarabus Geh ) rugosus var. segur amis ra. A var. levantina statura minore, capite parvo, prothorace breviore atque latiore tantum differt. A forma typica corpore planiusculo, prothorace lobis posterioribus mag'is rotundatis. DE HISTORIA NATURAL. 405 elytris basi plerumque latioribus, suaviter atque irregulariter sculpturatis disting-uenda. Nig-er, prothoracis elytrorumque marginibus violaceis. ¡^ 95 long-. 22-25 mm. Sierra de Segura. Von Herrn M. de la Escalera g-esammelt. Kleiner ais der vorig'e, durch kürzeren Kopf, Schláfen und kürzeres, besonders vorne breiteres Halsschild von ihm ver- schieden. Von der Stammart und den Varietáten unterscheidet er sich ausserdem durch flacheren, im Allg-emeinen mehr g-leiclibrei- ten Korper, rundlichere Lappung- des Halsschildes, und fla- chere wenig*er reg-elmassig-e Sculptur der Flüg-eldecken. Diese ist in der Form áhnlich der des levanlinus, doch sind die in Lang'scarenen umg-ebildeten tertiáren Limes manchmal un- terbrochen. Schwarz, die Seiten des Halsschildes und der Flü- g'eldecken violet. Chlaenius dives Dej . var. gredosamis m . A forma typica capite, thorace, elytrisque atrocceruleis differt. Sierra de Gredos. Martínez y Saez, Lauffer colleg". Bei dieser interessanten Varietát, welche ich bis jetzt nur am Fusse der Sierra de Gredos, auf deren Nordseite g-efunden habe, ist die bei der Stammform práchtig- kupferrot g-lánzende Farbe des Kopfes' und Halsschildes, sowie das leuchtende Grün der Flüg-eldecken durch Blauschwarz ersetzt; manchmal ist diese Farbe auf Kopf und Halsschild um ein paar Nüancen heller. Chlaenius dives Dej. var. mridico&ruleus m. A var. g-redosana capite pronotoque viridibus nitidis distin- g-uenda. Sierra de Gredos et Sierra de Béjar. Lauffer colleg-. Unterscheidet sich von der \ñ,v. gredosamis m. durch die me- tallisch g-rüne Fárbung- des Kopfes und Halsschildes. Die Flü- g-eldecken haben dieselbe Farbe, wie bei der vorg-enannten Varietát. Cymindis alternans Ramb. var. lejarana m. Varietas valde insig-nis, intervallis elytrorum laevibus. A forma typica atque a var. compostellana prothorace breviore et T. V. -Octubre, 1905. 27 406 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA latiore, basi mag-is recte trúncala, elytris long-ioribus raag-is parallelis, retrorsum niinus aiig-ustatis, intervallis planatis valde diversa. Diese nene Forra iintersclieidet sich von den mir vorlieg-en- den Exemplaren der C. alíernans, der var. compostellana Reiche und der var. Vogeli Schauf. dadurch, dass bei ilir alie Zwi- schenraume g-latt sind: von den beiden ersteren ausserdem durch die g-lanzend schwarze Fárbung' (Miindteile, Füliler und Beine natürlich ausg-enommem), das etwas kürzere und brei- tere Halsschild, dessen Basis raehr g-erade, d. h. nicht im Bo- gen g^eg-en das Scliildchen vorg-ezogen ist, die láng-eren weni- g-er ovalen, mehr g-leichbreiten Flüg-eldecken und die flache- ren Zwischenráurae. Ich besitze Exeraplare der Stammforra aus Coimbra und dem Nordwesten der Provinz León (letztere rait beiteren Flüg'el- decken und flacheren Zwischenráumen); solche der var. com- postellana aus Santiag-o de Compostela, und solche der var. Vo- geli aus der Sierra de Gredos und Sierra de Guadarrama. In der Sierra de Bejar scheint nur die var. hejarana vorzukom- men. Ein weiteres in meiner Sammlung' befindliches Exem- plar aus Portug-al, ohne g-enanere Fundortsang-abe, mit eben- falls g-latten Zwischenráumen ist von kürzerer und breiterer Form, ais die var. iejarana, von welcher ich c* 20 Stück er- beutet habe. Dass C. alíernans mitg-latten Zwischenráumen in Portug-al (Serra de Gerez! vorkommt, hat schon Prof. Dr. L. v. Heyden in seiner «Reise nach dem südlichen Spanien» erwáhnt. Necrobia (Agonolia) pilifera Reitt., var. cupreonitens m. A forma typica differt: capite prothoraceque nig-ro-violaceis: elytris ob-scure cupreis. Monsüfjro (Prov. Salamanca) in CoUect. Lauffer. Unterscheidet sich von der blauen oder blaugrünen Normal- form durch die schwarzviolette Fárbung- des Kopfes und Hals- schildes und die dunkelkupfrig-e der Flügeldecken. Ferner ist bei der neuen Varietát nur das erste Fühlerglied rotg-elb, die übrigen raehr oder weniger dunkel metallisch violett. Pimelia punctata Sol. manchega m. A typo differt; corpore angustiore atque minus rotundato; DE HISTORIA NATUHAL. 407 elytris tricostatis nec non tibiis posticis superno valde ang'us- tioribus. Mancha (Quero, Alcázar de San Juan, Quintanar de la Or- den), Lauífer colleg". Unterscheidet sicli von der Stammform durch die, aus der Verschmelzung" der Hockerreihen entstandenen, und metir oder minder g-latten 3 Rippen (2 Rücken-und 1 Seitenrippe) der Flüg-eldecken, die viel kleiueren, entweder durch Quer- runzeln verbundenen , oder g-etrennt stehenden Kornchen der Zwischenráume und Seiten, sowie die lángere, \venig*er breite und wenig-er runde Kórperform. Diese Merkraale sowohl, ais auch die schmálere Rücken flá- che der Hinterschienen (bei der Stammform ist jene sehr breit, wesshalb eig'entlich Sénac die j^unctata unter den Arten mit breitem Hinterschienenrücken hatte aufführen müssen)und der Umstand, dass die Stammform in den ang-efülirten Ge- g-enden nicht vorzukommen scheint, konnten eventuell die Aufstellung" ais Art rechtfertig-en; aber die g-leiche Bildung- des Halsschildes, die ebenfalls etwas vorg-ezog-enen Schulter- eckeu und der wie bei der typischen punctata, áusserst fein chag-rinirte, d. h. g-ekornelte Unterg-rund der Fiüg-eldecken, erlanben mir nur, unser Tier ais eine, allerding-s ziemlich abweichende g"eog"raphische Rasse zu betrachten. Exemplare aus Záncara (von Escudé und Fraile g-esammelt) und solche aus Albacete besitzen zwar g-leichfalls mehr oder wenig-er stark ausg-eprág'te Rippen , aber in Bezug auf die Kornelung- der Zwischenráume halten sie das Mittel zwischen der Nornialform und manchega. Was die Stammart (welche um Madrid mit der daselbst viel selteneren castellana Pérez Are. sich findet) anbelang-t, so ziehe ich deren Vorkommen bei Sevilla sehr in Zweifel. Dr. Kraatz erwáhnt in seiner trefflichen «Revisión der Tenebrioniden der alten Welt» bei Besprechung- der P. jmnctata, dass er sie aus Andalusien nicht erhalten und Rosenhauer sie in «Die Tiere Andalusiens» nicht aufg-eführt hatte. 408 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Boletín bibliográfico. Julio.— Octubre. Academia nacional de Ciencias. Córdoba (República Argentina). (Boletín.) 1904. T, XVII, entr. 4.a Académie des Sciences. Cracovie. (Bulletin international.) 1905. N° 4. Académie des Sciences. París. (Comptes rendus.) T. cxl, n° 23.— Laverax et Vallée: Sur un cas de transmission par des isodes de la spirillose et de la piraplasmose bovines. — Cu. Depéret: L'évolution des mam- miféres tertiaires; méthodes et principes. Nos 24, 26.=T. cxli, nos i_ 13. — Ch. Depéret: L'évolution des Mamm. tertiaires.- L. 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Lbfevre: Sur le développ. des plantes vertes a la lumiére, en l'absence compl. de gaz carb. dans un sol artificiel conten, des amides. — L. Daniel, Sur deux cas de greffe. — Coütiere: Sur les affinités múltiples des Hoplophoridse. — P. Abrió: Sur la syst. des Ché- tognathes. — P. Ledoüx: Sur la régénér. de la radicule lésée. — Coü- tiere: Sur les Crevettes du genre Caricyphus prov. des coll. de S. A. S. le Prince de Monaco. — Mlle. Stbphanowska: Sur la croiss. en poids du poulet. — C. Phisalix: Sur la prés. de venin dans les oeufs d'Abeilles. — F. Marceau: Sur la prod. de travail méc. par les muscles add. des Acéphales. Sur la struct. des muscles du mantean des Céphal. en rapport avec leur mode de contraction.— S. Leduc: Germin. et croiss. de la cellule artificielle. — A. Laveran: Sur une hémogréga- riñe des gerboises. - P. Choffat: Pli-faille et chevauchements horiz dans le Mésozoíque du Portugal. — Mürgoci: Sur l'exist. d'une grande nappe de recouvr. dans les Carpathes mér, — Lodin: Observ. sur le mode de form. des amas blendeux encaissés dans les terrains strati- fiés. — H. Lagato: Classif. et nomencl. des terres arables d'aprés leur DE HISTORIA NATURAL. 409 constit. mineral, (agricole). — Ravaz et Roos; Sur le rougeot de la vigne. — Charpentier: Sterigmatocystis nigra et acide oxalique. — E. 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Los ejemplares de crustáceos se sumergen en este líquido, á ser posible vivos, y en él se tienen de cinco á veinte días, se- gún su tamaño, sacándoles al cabo de este tiempo, secándoles cuidadosamente con papel filtro primero, y dejándoles expues- tos después al aire libre, si bien se ha de cuidar sea en sitio que no caiga polvo sobre ellos, para que no se adhiera éste á su superficie, más 6 menos impregnada de glicerina. De esta manera quedan indefinidamente sin alterarse, y con la misma flexibilidad en las articulaciones que si estuviesen frescos ó recién muertos. Los colores dan bastante idea del ^tado natural del animal, pues si no se conservan exacta- DE HISTORIA NATURAL. 417 mente como en el ejemplar vivo, no cambian en la medida que lo hacen los que se conservan en alcohol. Se ha observado que si se prolong-a más allá de lo que per- mite la consistencia de los teg-umentos^en relación, g-eneral- mente, con el tamaño del animal), la inmersión en el líquido conservador, se acentúa más de lo debido la flexibilidad de las articulaciones y la delicadeza de las mismas, pudiendo deter- minarse la desarticulación de las extremidades al insistir en los movimientos de éstas, cuando se cog-e el ejemplar, por lo cual debe tenerse muy en cuenta el tiempo de inmersión en cada caso particular, lo que sólo puede decidir la práctica del operador. — El Sr. Ribera da cuenta del donativo hecho por el Sr. Cal- derón al Museo de Historia natural, de un hierro meteórico, haciendo notar que este importante donativo hace el número 18 de los que la colección debe á la g-enerosidad de nuestro Presidente, que, con su desprendimiento, la ha enriquecido considerablemente y hecho aumentar mucho en importancia. También da cuenta de la adquisición de una hermosa tor- tuga terrestre, de la Isla de los Galápag-os, que pronto será expuesta al público y que ha sido donada al Museo por Sir Wal- ter Rotschild, de Tring-. — Pide lueg-o que la Sociedad solicite de la Dirección del Ins- tituto Geográfico y Estadístico, un ejemplar del Nomenclátor general de España, extendiéndose en alg-unas consideraciones sobre la importancia y utilidad de esta publicación. Se acuerda hacerlo así. — Lee después alg-unos datos publicados en el periódico La Liga Agraria, referentes á la org-anización de los servicios ag-rícolas oficiales en los Estados Unidos. A propósito de esta lectura hace atinadas observaciones sobre la conveniencia de dar publicidad á los trabajos de nuestra Sociedad, para que el gran público se entere de la trascendencia de nuestros estu- dios y haya atmósfera que hag-a posibles los adelantos á que debemos aspirar. Con este motivo, y abundando en las mismas ideas, pro- nunciaron alg'unas palabras los Sres. Artig-as, Vázquez, Bolí- var, Presidente y Secretario, acordándose que después de cada sesión se mande á los periódicos de g-ran circulación una nota de los asuntos tratados para su publicidad. 418 boletín DH la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el 21 de Octubre de 1905, bajo la presidencia de D, Manuel de Paul y Arozarena. — El Sr. del Mazo presentó un diente de escualo, que con otros varios, fué recog-ido en el término de La Palma (Huelva); un trozo de raíz petrificada, recog-ida en Mog-uer (Huelva); así como varios ejemplares de insectos, que serán oportunamente clasificados. — También dio cuenta de la visita que el pintor-paisajista D. Felipe Gil Gayang-os, había hecho á una g-ruta, reciente - mente descubierta en Benahojan (Málag-a), en la cual había descendido hasta unos 50 m. de profundidad, convenciéndose que dicha g-ruta era insondable; trajo de ella un trozo de esta- lactita y un hueso á medio fosilizar, que fueron presentados á la Sección y que se entreg-arán al Sr. Miquel para su estudio. — El Sr. Crú dio cuenta de la particularidad que había ob- servado en el Palco suhbuteo Linneo; esta especie sólo la había encontrado en Andalucía, en el transcurso de cuatro años, una sola vez en 1901, que pudo adquirir un ejemplar (j^; llevando en el presente mes encontrados tres ejemplares, un cf y dos 99? deduciendo por estos datos que quizás esta espe- cie sea de paso por nuestro país, sin que estos pasajes sean anuales, sino irreg-ulares. También dio cuenta de dos especies muy interesantes, y que hasta ahora no poseía en su colección; Loxia curvirros- iraL., (^ y Q, de Dos-Hermanas (Sevilla); fueron cog-idos el 27 de Septiembre de este año, por un cazador de red, en el momento en que iban á beber; la otra especie es Aeclon G-alac- todes L., el cf cog-ido en Carmona (Sevilla), el 21 de Ag'osto de 1905, y la 9 en Gelves (Sevilla), el 23 de Ag-osto de 1905. — Después de hechas estas comunicaciones, prometió pre- sentar una nota ocupándose de la nueva especie de ardilla Scücrus haeticus, descrita por el Sr. Cabrera, para lo cual está tomando datos directos de los mismos cazadores del país. La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 26 de Septiem- bre, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. — El Sr. Izquierdo (D.Juan Antonio), presentó lanotasig-uiente: Habiéndome proporcionado los consocios de esta Sección de Zarag-oza, noticias sobre los procedimientos para combatir la serpeta, nombre vulg-ar de un hemíptero diáspido, que se des- DE HISTORIA NATURAL. 419 arrolla en los naranjos de Valencia, creo oportuno dar cuenta á la citada Sección del resultado que he tenido en los ensayos realizados este verano. De todos los medios aconsejados, el que me ha dado éxito completo ha sido realizado, sirviéndome de g-uía las indica- ciones expuestas por D. L. Navarro en la revista titulada el Progreso Agrícola y Pecuario. La composición del líquido allí mencionado, la modifiqué haciendo la disolución más alcalina por medio de la potasa cáustica, y con dicha disolución he practicado repetidas irrig-aciones sobre las hojas y en las ra- mas y tronco, valiéndome de una brocha, consig-uiendo así hacer desaparecer por completo la referida enfermedad. La Sección de Barcelona celebró sesión el 30 de Octubre de 1905, bajo la presidencia de D. Telesforo Aranzadi. Se nombró Secretario, para sustituir á D. Jaime Ferrer, que ha trasladado su domicilio á Madrid, quedando desig-nado para tal carg'o, á propuesta del Sr. Presidente, el Sr. Llenas. Se dio cuenta de la baja del Sr. Casares (D. José), de esta Sección, que pasó á Madrid, haciendo constar los señores so- cios el placer con que habían visto su ascenso en el profeso- rado y su reciente proclamación á senador por la Universidad de Santiag-o, así como su sentimiento porque ello les priva de la compañía de un amig-o á quien todos quieren y admiran. — El Sr. Casares (D. Antonio), leyó una interesante nota titu- lada «Flora briológ'ica de Montserrat». — El socio D. Norberto Font Sag-ué presentó un voluminoso frag-mento de un meteorito, de caída desconocida, hallado en las costas de Garral (Barcelona). — El Dr. de Buen hizo indicaciones curiosas referentes á la sustitución que se opera en Barcelona de la Blatta orientalis por la Phyllodr orilla germánica, hoy ya abundantísima y pre- ponderante en dicha ciudad. También las hicieron dicho se- ñor y el Dr. Aranzadi, sobre la permanencia de ciertos mosqui- tos en Barcelona y del papel que jueg-an los plátanos en su propag-ación. — El Sr. Llenas presentó unas muestras de arácnidos prepa- rados en seco, medio de sonservación que permite sean g-uar- dados en cajas y hacer con ellos colecciones de estudio, como se hace con los diversos órdenes de insectos. 420 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA —Se acordó, por unanimidad, hacer constar el sentimiento con que esta Sección se ha enterado del fallecimiento del se- ñor Rodríguez Femenías, de Mahón, que tanto se había distin- g-uido en el estudio de la flora de las Baleares y, en particular, de las alg-as de Menorca. Notas y comunicaciones. D. Benito Hernando y Monga. , Noticia necrológica POE DON LUCAS FERNÁNDEZ NAVARRO El día 20 del pasado mes de Septiembre, experimentó esta Sociedad una pérdida por todo extremo sensible. La muerte, que de alg"ún tiempo á esta parte parece complacerse en arre- batar de nuestro lado, y sustraer á nuestro cariño, á todo lo más sano y entusiasta del elemento joven, en que se cifren esperanzas para el porvenir de nuestra ciencia en España, ha venido á herirnos una vez más, elig"iendo entre sus víctimas á Benito Hernando y Mong-e. Historia breve la suya. Nacido en Granada en 27 de Febrero de 1885, hijo del sabio catedrático D. Benito Hernando y Espi- nosa y de doña María de la Gracia Mong-e y Moreno, vino á Ma- drid cuando su señor padre fué destinado á esta Universidad. Hizo sus estudios de 2.* enseñanza con aprovechamiento ex- traordinario en el Instituto de San Isidro, siendo discípulo queridísimo de todos los profesores de aquel centro, y muy especialmente de un llorado y joven maestro, de Navarro Le- desma, que sólo unas horas le precedió en el eterno viaje. En las Facultades de Ciencias y Farmacia de esta corte, continuó la serie de sus triunfos escolares durante tres años. Y nada más puede decirse de su historia oficial, que nada más podía dar tampoco de sí en veinte años de vida. Sin embarg-o, Hernando no era tan sólo un aprovechado es- tudiante de los que constituyen leg-ión, de los que más ade- lante, obtenida la notaría, la titular ó la cátedra, se desvane- DE HISTORIA NATURAL. 421 cen entre la medianía obscura é infecunda. Hernando unía á su idea del deber, que hace los buenos estudiantes y los hom- bres honrados, el estímulo que forma á los g-randes sabios, cuando, como en él ocurría, se une á un superior talento, el amor intenso á la verdad, el afán de saberlo todo, y de saberlo bien, sin arredrarse por las dificultades; y la legítima aspira- ción de brillar, y quizás de dar días de gloria á su patria; afán no reñido ciertamente con la modestia verdadera , y diferente de aquella falsa virtud de los que, desconociendo sus faculta- des, pretenden algo superior á sus fuerzas. Sólo conociéndole íntimamente, y viendo la continua labor y la fe y entusiasmo que en todos sus trabajos ponía este niño, que niño era por muchos conceptos nuestro inolvidable amigo, se comprende cómo pudo una vida tan corta dar tan abundan- tes y sazonados frutos. No son éstos en su mayoría del domi- nio del público, sino de aquéllos que, bajo una dirección inte- ligente y sagaz (la de su celoso y sabio padre), iban formando un espíritu científico de recia estructura que, no temo decirlo, hubiera asombrado, al revelarse, á los que no le conocían. Eran estos frutos, centenares de preparaciones micrográficas, multitud de problemas resueltos, copiosas colecciones, cuida- dosamente catalogadas y estudiadas, interesantes trabajos manuales, innumerables fotografías, unas de fenómenos na. turales, otras de asuntos artísticos, muchas de preparaciones micrográficas, etc. Allí, donde había alguien que trabajara, y que le admitiera á su lado, estaba pronto á la cooperación eficaz, inteligente y desinteresada el joven Hernando. Por agradecimiento y por justicia, debo hacer pública una notable labor de esta índole, que sin este homenaje mío que- daría desconocida. Me refiero al arreglo y presentación de la serie cristalográfica que en fecha breve va á ser expuesta al público en nuestro Museo de Historia Natural. La elección de los ejemplares, su catalogación, y la disposición á la vez ar- tística é intencionada de los mismos, constituyen un notable trabajo casi exclusivamente suyo, en que puso de manifiesto el talento, el gusto y la perseverancia incansable que consti- tuían las preciosas cualidades de su personal carácter. La multiplicidad de asuntos de estudio y de aficiones, que en otra edad hubiera perjudicado tal vez á la intensidad de su /■. 422 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA labor, era. como he dicho, muy útil en su juvenil despertar para darle una amplia cultura g-eneral, sólido cimiento y base firmísima en que hubiera podido edificarse el sabio á la mo- derna, el especialista del día de mañana. ¿Be podría coleg'ir hoy con seg'uridad de acierto, cuál sería la rama científica por donde nuestro llorado amig-o había de ascender al elevado puesto que á su nombre estaba indudablemente reservado? Creo que sí; creo que en sus estudios privados, en la ten- dencia y orientación predilecta de todos sus empeños, hasta de sus jueg-os de niño, se adivina ante todo el g-ermen de un físico y un g'eómetra, dotado de sing-ular perspicacia. Por eso, su único estudio publicado, el referente á los des- arrollos de maclas, es la obra de un físico y de un g-eómetra. No he de llamar aquí la atención acerca del valor de este tra- bajo, puesto que con él se han honrado las pág-inas de las Me- morias de nuestra Sociedad, y todos habéis podido apreciarle en sí mismo y como halag-üeña promesa de otras empresas mayores. Debo sí hacer notar las felicitaciones que de parte de sabios extranjeros le valió á su autor, y sentar una afirma- ción que lisonjea mi patriotismo y que no será, ciertamente, aventurada; creo que ni en los países más cultos sería fácil encontrar un joven que á los veinte años puede llevar á feliz término un trabajo tan interesante y de tan completa orig-i- nalidad, como el realizado por nuestro malog-rado consocio. Tuve el honor de leer en la anterior sesión un trabajo muy corto, una sencilla nota bibliográfica, última obra del pobre Hernando. Se trata de una labor de poco empeño, y realizada por encarg-o de uno de sus queridos profesores; y, sin embar- g'o, el que la vea, sin conocer al autor, no pensará que aque- llos conceptos claros y sólidos, son el fruto de una inteligencia tan joven. No se piense, por lo que va dicho, que Hernando era un niño serio y enfadoso, un antipático viejo prematuro. Nada de eso; y aquí estriba, á mi modo de ver, su mayor mérito. Era seguramente más niño que la mayoría de los de su edad, y nin- guno como él, con su carácter jovial, esparcía la alegría de su alma en medio de la seriedad de los laboratorios que frecuen- taba. En excursión, sus risas, sus carreras y su ocurrente es- píritu, daban siempre la nota más regocijada. Y causaba ad- miración ver juntas en un joven español, tanta alegría sana DE HISTORIA NATURAL. 423 del vivir, y tan fuerte, serio y reposado amor á la iuvestig-a- ción científica. Espíritu equilibrado, verdaderamente raro y orig-inal, se apoderaba del afecto de cuantos le conocían, tanto más entrañablemente, cuanto más se iba dando á conocer y se intimaba con su trato franco y comedido á la par. Gran pérdida ha sufrido la Sociedad con la de este compa- ñero que tan poco tiempo llevaba á nuestro lado. No es menor el quebranto que ha experimentado la ciencia espaiiola al ver malograrse en ñor una de sus más legítimas esperanzas. Nin- guno, sin embargo, comparable al de los dos nobles ancianos que en este hijo único veían la segura prolongación de un nom- bre ya enaltecido en la ciencia, y en la alta estima de los que la cultivan. Si para su pena hay algún consuelo, será, segura- mente, el de afirmar que en ella les acompañamos, en primer término, los que nos llamábamos amigos de su hijo, después, con nosotros, esta Sociedad; y con ella, por último, todos los que se interesan por el anhelado progreso científico de Espa- ña, harto necesitado del esfuerzo de jóvenes de espíritu tan extraordinariamente dotado como lo fué el de Benito Hernan- do y Monge. SoLre la presión como agente minerogénico POR DON SALVADOR CALDERÓN La lectura de dos recientes trabajos del profesor del Museo de Turín, G. Spezia (1), sobre el dinamometamorfismo, me ha sugerido algunas consideraciones, que voy á exponer bre- vemente. Conviene recordar, ante todo, que se han expuesto varias opiniones contradictorias sobre el poder minerogénico de la presión, y el año pasado el profesor Grubemann (2), ha pre- cisado más el pensamiento, deduciendo de sus estudios que el (1) II dinamometamorjlsmo e la minerogenesi. Atti R. Acc. delle Se. di Torino, 1905, y Contribuzioni di geología chimica: Sulla transformazíone deU'opale cciloide in guarzo xi- loide. Ib., 1902. (2) Die kristalUnen Schiefer, t. r, Berlín, 1904, p. 60. 424 BOLETÍN DE LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA piezometaraorfismo de las rocas origina tres zonas distintas seg"ún la profundidad: en la superior la acción de la presión es esencialmente mecánica, en las otras dos predominante- mente química. Para explicar las reacciones que derivan se cita una ley sobre los volúmenes moleculares y se ilustra con ejemplos en- caminados á demostrar que un mineral puede formarse de otros cuando su volumen molecular es menor que la suma de los volúmenes moleculares de estos. Spezia combate que las presiones ejercidas sobre las rocas ó los minerales en contacto, puedan ser ag-ente de procesos químicos. Cita, como ejemplo, Grubemann, que le sirve para la aplicación de las leyes de los volúmenes, la formación po- sible de la wollastonita por efecto de la presión del modo si- guiente: Calcita. Cuarzo. Wollastonita + CO2 Ca CO' + Si 0« = Ca Si O' 36.76 22.64 40.70 Pero Spezia no acepta el ejemplo por cuanto el volumen mo- lecular de esta especie es inferior á la suma de los de la cal- cita y el cuarzo. Contra ello milita el hecho de que viéndose con gran frecuencia en las rocas cristalino cuarzosas, asocia- dos cuarzo y caliza, sólo rara vez.se encuentra en ellas la wo- llastonita. En apoyo de que ninguna reacción se opera bajo la influen- cia de la presión entre el carbonato calcico y la sílice, el autor cita el resultado de dos experiencias por él realizadas con un aparato que describe, manteniendo la presión continua por cerca de nueve meses á 6.000 atmósferas. Trátase en estas ex- periencias de presión estática y no dinámica, á la cual los sos- tenedores del dinamometamorfismo atribuyen ser el principal agente de las reacciones químicas, entre otros el profesor Bec- ke, de Viena (1), el cual ha distinguido entre Druck, presión estática, y Pressung , presión dinámica. Las investigaciones ex- perimentales sobre la acción química de las presiones diná- micas son difíciles cuando quiere seguirse en condiciones aná- (D Ueber Mineralbestand und Struktur der kristallinischen Schiefer. K. Ak. d. Wiss. , Wien, 1903, p. 40. DE HISTORIA NATURAL. «5 log-as á las naturales; pero pueden también servir para refor- zar el arg-umento las observaciones hechas sobre rocas extraí- das de g-ran profundidad. Por eso el autor examina numero- sos bloques extraídos de las g-alerías del Frejus j del Sim- plón, en los cuales encontró calizas íntimamente asociadas á cuarzo y nunca á woUastonita. Dichas rocas han soportado ciertamente una presión dinámica, en las cuales para las rocas del Simplón estudiadas, puede considerarse ser un factor la presión estática, calculada en cerca de 1.000 atmósferas, y el otro factor la velocidad del movimiento de las rocas mismas al elevarse. Esto me ha traído á la memoria que Berg-eron, estudiando la serie de rocas cristalofílicas de Lyonnais, halló que la sílice, introducida en la caliza por disolución, ha producido una roca metamórfica, bien que en condiciones que él no determina. Combate también Spezia la importancia de las leyes sobre los volúmenes, sostenida con numerosos ejemplos por Becke, porque descansa sobre una base incierta, por deducirse á me- nudo los volúmenes moleculares de los minerales de la fór- mula teórica y muy hipotética y no correspondiendo á los da- tos de los análisis. De otras varias observaciones sóbrelos efectos de la presión, sea estática ó dinámica, el autor concluye que ellas pueden ser los principales factores de los efectos físicos inherentes á la estructura de las rocas, al mantenimiento en ellas del ag-ua en condiciones favorables para las reacciones químicas y tam- bién de efectos físicos predisponentes para estas reacciones, como la trituración y el aumento de contacto; pero no pueden suministrar la temperatura necesaria para las reacciones quí- micas. De aquí que el llamado dinamo7netamorfismo no puede ser más que metamorfismo físico; para el químico sería mejor adoptar el término de termometamorfismo. La temperatura ne- cesaria para este último, tratándose de las rocas cristalino pi- zarrosas, necesita ser suministrada, según el profesor de Tu- rín, por el contacto de las rocas eruptivas, por fenómenos lo- cales y, sobre todo, por los fenómenos g-enerales dependientes de la temperatura interna de la Tierra. En otro trabajo, también mencionado, refiere Spezia su en- sayo de transformación del ópalo xiloide en cuarzo xiloi- de, que le convenció de que en esta transformación no ínter- 426 BOLETÍN DE LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA viene la presión para nada. Ésta la log-ró por completo, en cambio, manteniendo en aparatos especiales dnrante quince días á la temperatura de 280 á 300° un prisma tallado de ópalo xiloide sumerg-ido en una disolución conteniendo vestig-ios de silicato sódico con mucha sílice g-elatinosa. No se obtuvo este cambio sometiendo el ensayo á la presión de 6.000 atmósfe- ras, mantenida por cuatro ó cinco meses con temperaturas de 10 k 16°. Realizó, además, una de las experiencias circundando el pris- ma de ópalo con arcilla reducida á polvo impalpable bien com- primida, y obtuvo, como resultado, que la arcilla se puso com- pactísima, constituyendo un bloque tenaz, y rompiéndole se encontraba el prisma de ópalo en el interior sin ning-una se- ñal externa de alteración, ni las secciones delg-adas mostra- ban al microscopio indicios de transformación en ópalo ni de alteraciones de la estructura. Infiere, además, de aquí que no puede admitirse tampoco la hipótesis de Heim de que un cuerpo sólido y duro, sometido á presiones uniformes en todos sentidos, se vuelva plástico, pues no se encontró en el prisma ning-ún signo de la deformación permanente que debería ser consecuencia necesaria de la plasticidad. Por mi parte, puedo aseg-urar que también realicé en la Fun- dición de cañones de Sevilla experiencias análogas, gracias á la complacencia de la disting-uida oficialidad del Cuerpo, que se prestó á construir los aparatos que ideé y puso á mi disposi- ción prensas poderosas. En verdad, no lleg-ué á ninguna con- clusión dig-na de mención especial; únicamente obtuve la trans- formación casi instantánea del yeso pulverulento puro ó mez- clado é interpuesto en arcilla en diversas cantidades en her- moso yeso fibroso á una presión cercana á las 1.000 atmós- feras. No he interpretado, sin embargo, la falta de éxito de mis experiencias como una prueba de la impotencia metamórfica de la presión, sino que he achacado aquel fracaso á la imper- fección de mis conocimientos sobre las circunstancias en que debía operar. Citaré, como prueba de lo complejo de estos pro- blemas, la descomposición de ciertos silicatos calcicos (aug-ita ó feldespatos), que por circunstancias desconocidas pueden to- mar en un mismo sitio rumbos tan diferentes, que originan "ya nuevos silicatos (wernerita, epidota, zoisita), sin pérdida de DE HISTORIA NATURAL. 427 cal, Ó ya productos de descalcificación. En todo caso, podría inducirse que en la Naturaleza la presión actúa con el concur- so de otros factores y en condiciones más complejas y quizás más duraderas que en nuestros ensayos. Desde lueg-o, me pare- ce evidentemente probado que, durante la consolidación de las rocas eruptivas, este ag-ente tiene influencia metamórfica quí- mica en tan alto g-rado, por lo menos, como la tiene en la es- tructura. Quizás esta influencia radique, en parte, en favorecer la penetración de los mineralizadores y del agua en las raag-- mas, más aún en este caso, la presión no deja de ser un factor. Daubrée (1) sostuvo, hace tiempo, ya antes de que se apli- case á las consideraciones g-eológ-icas, la teoría mecánica del calor, que el metamorfismo de las rocas está menos en rela- ción con la antigüedad que con las acciones mecánicas, alza- mientos y contorneamientos, que han experimentado. Pero, hay más: cuando las rocas arcillosas se transforman en piza- rras por acción mecánica, cambia su naturaleza química, par- ticularmente por la pérdida de ag-ua, así como su naturaleza mineralógica por un comienzo de cristalización. Este hecho ha sido confirmado por interesantes estudios de Jannettaz y se explica muy sencillamente también por la experiencia. Así una masa de arcilla puede elevar su temperatura 4° bajo una mera presión moderada (2). Afirmaba también Daubrée que la mayor parte de los sedi- mentos dislocados han sido afectados por el calor consig'uien- te á la acción mecánica; pero Spezia y alg-ún otro antes que él, aunque con otro motivo, creen que este calor, desarrolla- do en tales condiciones, es insuficiente para determinar las reacciones de que se trata. A esto, contestaría que la duración del tiempo y la continuidad del fenómeno puede suplir á la insuficiencia de temperatura, como lo probó asimismo Daubrée en las piezas de metal cubiertas de numerosos sulfuros cristali- zados (pirita, panabasa, calcopirita, erubescita, galena, etc.), y en las fuentes de Bourbonne y Bourbon-TArchambault, donde se presencia la formación contemporánea de dos sales minera- les, la estronciana sulfatada y el hierro carbonatado (3). (1) atildes sur le métamorphisme, 1860, p. 64 y 65. (2) Qéologie experiméntale, p. 450. (3) Compt. rend. Acad, de Scienc, 1874-1875. 428 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Por el camino experimental se ha lleg-ado á la conclusión de que elevando la presión ó la temperatura se auméntala solu- bilidad de la mayor parte de las substancias. Así Wohler di- solvió en el ag-ua polvo de apofilita, bajo una presión de 10 á 12 atmósferas y á 180 ó 190°, y enfriando la solución se de- poí^itó el mineral en forma de cristales (1). Recordaremos tam- bién las experiencias de Eng-el y Ville (2), las cuales probaron terminantemente que á favor de la presión crece el poder tli- solvente del ag-ua carbónica sobre los carbonatos. Por otra parte, Sorby (3) ha probado que en todas las sales en que hay contracción durante la disolución, el g-rado de solubi- lidad aumenta notablemente con la presión. Es relativamente antig-uo el empleo de las altas presiones en vaso cerrado con objeto de acrecentar la solubilidad de las substancias puestas en presencia, y favorecer, por tanto, las afinidades químicas. Débense á Schafháutl las primeras expe ■ riencias por vía húmeda, efectuadas bajo presión (1845), inten- tando obtener el cuarzo por la calefacción de la sílice g-elatino- sa en la marmita de Papin. Mas Sénarmont (1850) fué el que perfeccionó el método, log-rando con él reproducir la mayor parte de los minerales filonianos tenidos como insolubles, se- ñaladamente el cuarzo, los sulfuros, los carbonatos y la fluori- ta. Modificaciones ulteriores de Daubrée y de los investig^ado- res Friedel y Sarasin, les han permitido obtener, además del cuarzo, la tridimita y la ortosa, con ayuda de la presión en las condiciones expresadas (4). • Esto por lo que respecta á la influencia de la presión como ag-ente minerog-énico; veamos ahora la opinión de alg-unos eminentes petróg-rafos en punto á la intervención de la misma causa en la formación y reg-eneración de las rocas. Rosenbusch (5), fundado en otro orden de consideracio- nes, formula la conclusión de que la consolidación de las ro- cas g-ranitoides se ha realizado bajo fuerte presión y á una alta temperatura y ante todo «bajo el imperio de las condicio- (1) Tschermak, Trattato di Mineralogía. Trad. Parte genérale. Firenze, 1883, p. 280. (2) Compt. rend., vol. 93, p. 340. (3) Proc. Roy. Soe., lc62-3, p. 340. (4) Fouqué et Michel Lévy, SyntMse des mine'raux et des roches. París, 1882, p. 29. (5) MikroskopiscJie Physiographie der massigen Gesteine, t. ii, p. P, 1836. DE HISTORIA NATURAL. 420 nes físicas, cuya variación no podía ser más que muy lenta y continua». El metamorfismo, provocado por la intrusión de los granitos, es ig-ualmente explicado por él, no por la substancia de la roca, sino por las condiciones físicas, es decir, la tempe- ratura y la presión. Pudiera multiplicar los ejemplos de rocas de apariencia eruptiva que no son sino sedimentos ó desechos de rocas cris- talinas, reconstituidos por la acción de las fuerzas puramente físicas; pero voy á limitarme á citar dos tomados, puede de- cirse, al azar. Los Sres. Kilian y Termier, estudiando alg-unas rocas erup- tivas de los Alpes franceses (1), describen un melando recris- talizado de Savoya, convertido en pizarra feldespática. «Nues- tro parecer, dicen, es que no hay que apelar aquí á ning-ún fenómeno filoniano, y que las rocas de Bourg-Saint-Maurice, han experimentado sencillamente, como los terrenos en que encajan y como las pizarras de la Vanoise, una^ especie de recocido en la profundidad. Nos parece probable, además, que el espesor de los sedimentos acumulados no hubiera bastado para producir este recocido, y que la recristalización es, sobre todo, la consecuencia de la exageración de la presión y de la temperatura resultante en este rincón de los Alpes, de esfuer- zos orog"énicos particularmente intensos.» Yo lleg'aba más lejos en mi teoría sobre el orig-en de las ofitas que tuve el honor de exponer á la Sociedad g-eológ-ica de Francia en 1888 (2). Suponía que los elementos: arcillo- sos impregmados de mineralizadores del trías y capas pseudo- triásicas se habían transformado en roca cristalina allí donde las presiones fueron capaces de bascular las capas 60 á 70°, apareciendo rocas ofíticas en los sitios de mayor pleg-amiento. La verdad es que, después, sólo he hallado confirmaciones de este modo de ver y la única objeción que se me ha hecho por P. Tilomas (3), bien que extremando la g-alantería.^de que hacía intervenir muchos ag-entes en contra de la sencillez ¡desea- ble en semejantes materias, no me parece convincente, pues bien claro aparece que la presión y el calor consig-uiente á ella (I) Tíull. Soc. géol., 3/ serie, t. xxiii, p 395 y siguientes, 1895. (2; Bull. Soc. géoL, 3.» serie, t. xvii, p. 100 y siguientes. (3) 52(«. ¿Ve. ^eo/., 3.' serie, t. XIX, 1891, p. 444. T. v.-Noviembre, 1905. 29 480 BOLETÍN DE LA ÜEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA es el agente mineralog'énico esencialmente por mí invocado. No hay que olvidar á Lehmann (1). fundador de una doctrina completa sobre la posibilidad de una elaboración de una vez en el espesor de las capas sedimentarias durante los períodos de plegamiento intenso de las capas de rocas de las llamadas eruptivas y aun capaz de dar lugar á fenómenos volcánicos. El agente es también en esta teoría la transformación en calor del trabajo mecánico gastado por el esfuerzo tangencial. En vista de este conjunto de trabajos y consideraciones su- geridos á los grandes maestros mencionados, me parece que, sin desestimar las experiencias y puntos de vista del profesor Spezia, no ha llegado todavía el momento de descartar á la presión como uno de los agentes productores y transformado- res de minerales y rocas. Sistema de las especies españolas del gen. «isida» Latr. POR D. MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA. II. S. gen. Globasida. Disco del protórax muy glohdar , retmüado -punteado , al punto de no distinguirse, con poco aumento, si es así ó confu- samente g'ranuloso y más difícilmente visible aquel carácter por estar totalmente cubierto por una pubescencia densa, cor- ta, dirigida hacia atrás, y, por lo general, dorada; con las már- genes del mismo anchas, cortantes, aserradas finamente, nun- ca lisas en el borde cubierto de pubescencia y muy levantadas^ pero siempre más lajas que el disco por la extraordinaria con- vexidad de éste. Escotado en su borde anterior en curva perfecta, con los ángulos anteriores muy agudos, y los lados más ó menos redondeados, pero no brevemente, teniendo su mayor anchura más cerca de la base que del borde anterior y con el Ululo muij saliente^ arrancando en curva perfecta desde el sinus antehiime- (1) Vntersuchungen über d. Entstehung altkryst. ScMefer, Bonn, 1884. DE HISTORIA NATURAL. 431 ral, sin escotadura ni sinuosidad alguna y algo más saliente que los ángulos posteriores, los cuales son bien acusados, pero ro- mos, g-eneralmente (fig*. 1.*). Cuerpo bastante estrang*ulado en los húmeros, que son más ó menos redondeados, pero nunca ang-ulosos ni diverg-entes. Élitros gradualmente ensanchados desde la base hasta los Vs de ella, donde tienen su mayor anchura, y desde ahí rápi- damente estrechados hasta el fin, que es alg'o acuminado por inflexionar lig-eramente la curva muy cerca de la extremidad; más ó menos deprimidos en la zona dorsal y siempre más en Fig. 2!" "c: l. Lóbulo arrancando en curva seguida Pliegues del sinus antehumeral de la del sinus antehumi-ral (S.) en las Qlobasida> cara inferior del protórax en las Globa- C. Canal marginal. sida. m. Margen protorácica. d. d. Disco. los (f que en las 9; provistos de cuatro costillas flexiiosas, más ó menos aparentes, interrumpidas y formadas de pequeños tu- bérculos anastomosados, cerdosas ó lisas v de las cuales son algo ó mucho mejor marcadas la segunda dorsal y primera hu- meral. Patas larg-as y ñnas, bastante cilindricas ó no muy compri- midas lateramente. Tibias anteriores sin denticulaciones en su borde externo ó con ellas apenas visibles á no ser el diente apical, que es pequeño y poco saliente, como las espinillas terminales. Antenas finas con sus artejos del 3 al 9 ambos inclusive, más larg-os que anchos y el 11 bien tisiMe, libre, grande y casi tan largo como el 10. Con un haz de pliegues (fig-. 2.") brillantes y contiguos en la cara inferior del ¡wotórax, arrancando del sinus antehumeral y fuertemente punteado, con fositas anchas y aisladas en dicha 4 (9) 5 (6) 6 (5) 7 (8) 432 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA zona Ó 'pequeñas y contiguas, reiimilado, variando el número y long-itud de dichos plieg-ues, pero siempre bien acusados. 1 (2) Con larg-os tufos de pelos, erizados á modo de pinceles sobre ias costillas que son apenas salientes, por lo que éstas parecen formadas sólo por la pubescencia á primera vista G. Cariagenica sp. n. 2 (1) Sin tufos de pelos á modo de pinceles, sino con la pu- bescencia corta y seg-uida sobre las costillas que es- tán más ó menos marcadas. 3 (13) Poco deprimidas en el dorso y con las costillas más ó menos marcadas y nunca muy exag-eradamente unas más que las otras. Especies alarg'adas y con las costillas bien marcadas Cuerpo bastante estrechado en los húmeros y éstos bien redondeados (facies de cincta y ciirvatipennis). G. oMonga Rbr. Esc. Cuerpo nada estrechado en los húmeros. Húmeros poco redondeados, casi rectos ó apenas obtu- sos, costillas casi desnudas: g-rande y alg-o deprimida. G. Bacaresensis sp. n. 8 (7) Húmeros redondeados, costillas muy pubescentes, así como el protórax: menor que la anterior y apenas deprimida G. intermedia sp. n. 9 (4) Especies cortas, rechonchas, muy redondeadas. 10 (11,12) Costillas apenas marcadas, pero enteras, casi sin pubescencia, así como el protórax. G.frigida sp. n. 11 (10,12) Costillas bien marcadas como en oblonga y asimis- mo pubescentes, pero más corta y rechoncha que dicha especie G. rotunda sp. n. 12 (10,11) Costillas apenas marcadas, muy interrumpidas, pero muy pubescentes, protórax muy ancho G. novissima sp. n. 13 (3) Muy deprimidas en el dorso y con las costillas seg-un- da dorsal y primera humeral ó con ésta última sólo, mucho más exag-eradas que las primeras dorsal y seg-unda humeral. 14 (15) Corta, con los áng-ulos posteriores del protórax ag-u- dos netamente G. deformis sp. n. 15 (14) Especies alarg-adas y con los áng"alos posteriores del protórax ag-udos, pero romos. DE HISTORIA NATURAL. 433 16 (17) Costillas casi desnudas; grande, patas muy larg-as, antenas muy finas, con todos sus artejos del 3 al 11 inclusive, notablemente más larg-os que anchos; tar- sos muy larg-os G. Almeriana sp. n. 17 (16) Costillas pubescentes. 18 (19) Ang-ulos posteriores del protórax lig-eramente salien- tes hacia fuera G. cincta Rosh. 19 (18) Ang-ulos posteriores del protórax más ó menos en- trantes, pero nunca divergentes. 20 (23) Pubescencia larga sobre las costillas. 21 (22) Grande, no muy deprimida, neg-ra, protórax ancho . . G. Nerjensis sp. n. 22 (211 Mediana, más deprimida, pardo rojiza, protórax más estrecho G. Seíjurensis sp. n . 23 (20) Pubescencia corta sobre las costillas. 24 ^25) Márgenes del protórax anchas, cuerpo bastante para- lelo y muy plano, especie g-rande G. quadrata sp. n. 25 (24) Márg-enes del protórax normales. 26 (27, 28) Grande, parecida á la anterior, pero más estrecha en los húmeros, aunque no exageradamente G. duMosa sp. n. 27 (26, 28) Mediana, estrecha y alarg-ada, poco estrangulada en los húmeros, y aunque muy aplanada en el dorso, también muy bruscamente declive desde el V4 poste- rior de los élitros G. cuTvatipen7iis sp. n. 28 (26, 27) Pequeña, corta y ancha, muy estrang-ulada en los húmeros G. seíosa P. A. Nota. GG. quadrata, duMosa, curvatipeimis y setosa, difí- ciles de separar. GG. oblonga, Bucaresensis , intermedia, frígida, rotunda, ig-ualmente. GG. Nerjaensis, Segurensis, también. G. Cartagenica sp. n. Loe. Torrevieja, Murcia, Orihuela. Forma g-eneral del cuerpo, alarg-ada como curvatipemiis , y poco deprimida. Protórax ancho con los áng-ulos posteriores bastante prolong-ados hacia atrás y ag-udos, pero redondeados en el vértice (romos); márg-enes anchas y levantadas, lig-e- 434 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA raraente traslúcidas. Húmeros muy redondeados. Costillas elitrales nada ó apenas salientes; indicada la primera dor- .sal por una serie de tufos de pelos aislados como pinceles en una línea interrumpida paralela á la sutura; la segunda dorsal arrancando de la base más cerca de los húmeros que de la sutura y oblicuando en línea casi recta con dirección á ella hacia el V4 posterior del élitro, en cuyo punto se desvanece por hacerse más interrumpida sin lleg-ar á unirse con la sutu- ra ni con la primera humeral que, naciendo del mismo húme- ro, corre paralela á la anterior, desvaneciéndose como ella ó alg-o después hacia el Vs posterior del élitro; y ambas, como la primera dorsal, formadas de tufos de pelos aislados más ó menos contig-uos, muy larg-os y erizados, rojizos; con la se- g'unda costilla humeral formada por las rug'osidades confusas del élitro, en zig-zás, más ó menos interrumpidas y paralelas al borde del élitro, no á las anteriores, y como ellas desvanecién- dose en el V4 posterior, pero sin tener los tufos de pelos que las tres primeras, calva ó con una pubescencia más corta que la de aquellas. Inconfundible coo ning-una de las otras espe- cies por su larg-a pubescencia. G. oblonga Rbr. Esc. Sin. A. elongata P. A. nec. Sol. A. Bonvouloiri AU. Loe. Granada, Huéjar. Alfacar. Forma g-eneral del cuerpo, alarg-ada y alg'o deprimida, es- trechada en los húmeros. Protórax ancho con los áng-ulos pos- teriores poco prolong-ados hacia atrás, pero ag"udos y romos; márgenes no muy anchas ni muy levantadas. Húmeros muy redondeados. Costillas elitrales poco salientes, pero bien marcadas; la pri- mera dorsal, paralela á la sutura y muy interrumpida; la se- gunda dorsal, naciendo del medio de la base, algo más segui- da que la anterior y paralela á ella, así como la primera hu- meral que nace algo antes del húmero y se desvanece como la segunda dorsal en el '/•; posterior del élitro; todas tres pu- bescentes, con la pubescencia corta y seguida, así como la segunda humeral, igualmente pubescente é interrumpida y con el mismo relieve que ellas, ano ser á su conclusión, donde se elevan algo más las rugosidades. Sumamente afín de Gf. rotimda, frígida, intermedia y Bacare- DE HISTORIA NATURAL. 435 sensis, pero más alarg-ada y deprimida que las dos primeras, notablemente más estrangulada en los húmeros y más larga que intermedia y claramente distinta de Bacaresensis por los húmeros rectangulares de ésta. G. intermedia sp. n. Loe. Lorca, Velez-Rubio, Sierra de María. Forma general del cuerpo no muy alargada y apenas depri- mida, paralela, nada estrechada en los húmeros. Protórax bastante pubescente, ancho, con los ángulos posteriores poco prolongados hacia atrás, generalmente rectos ó poco agudos, romo&5 márgenes algo estrechas y poco levantadas. Húmeros apenas obtusos y poco redondeados, pero más que en Bacare- sensis. Con cuatro costillas elitrales igualmente salientes é inte- rrumpidas, poco flexuosas, recordando mucho las de A. seri- cea, cuyo aspecto paralelo tiene: densamente pubescente, con la pubescencia corta y seguida sobre las costillas, de tono más obscuro que la del resto del élitro y con asomos, en los espacios intercostales, de otras costillas suplementarias apenas indicadas, como líneas interrumpidas, destacando de la pubes- cencia de los valles con el mismo colorido de la de las cuatro costillas salientes. Muy parecida á oblonga, de la que se separa por ser notable- mente más corta y paralela que dicha especie. G. Bacaresensis sp. n. Loe. Tetica de Bacares, Castril. Forma general del cuerpo, alargada y algo deprimida, nada estrechada en los húmeros. Protórax apenas pubescente, no muy ancho, con los ángulos posteriores poco agudos, poco prolongados hacia atrás, romos; márgenes no muy anchas y no muy levantadas. Húmeros muy rectos, aunque redondea - con el cuerpo ancho y corto; del 10 al 18 c/* y 9;> con el cuerpo estrecho y largo, siendo el primer tipo el más frecuente; los números 19 y 20, 21 y 22 marcan las diferencias extremas de forma en el fin de las series en los (j" y 9; los 23, 24, 25 y 26 las diferencias de tamaño en los dos sexos; los números 27, 28, 29 presentan el protórax ancho; los 30, 31, 32 estrecho; del 33 al 40 la base de dicho órgano más ancha que la base de los élitros y del 41 a^ 48 más estrecha, ó, á lo sumo, tan ancha como dicha base; los DE HISTORIA NATURAL. 443 49, 50, 51 tienen los ángulos posteriores del protórax bien mar- cados y prolongados hacia atrás; los 52, 53, 54 poco marcados y apenas prolongados hacia atrás. Es, pues, grande la ampli- tud de la variabilidad en la especie cuanto á las proporciones y forma de sus órganos. Cuanto al realce y forma de las costillas, no hay dos ejem- plares iguales, en el núm. 55 son muy seguidas y en el 56 muy interrumpidas; en los 57 y 58 flexuosas y confusas; en los 59, 60, 61 rectas y claras. G. curva (ipennis. — Poseo largas series de Mazarrún, Carta- gena y Murcia, cinco ejemplares de Águilas y uno de Sierra Cabrera; todos ellos semejantes, á no ser los de Murcia, en los cuales las márgenes del protórax son algo más levantadas y sus ángulos anteriores más agudos, pero la diferenciación no ha ido más allá y es ésta una especie en que la variabilidad se exagera por modo extraordinario. Así en los números 1 al 7 el cuerpo es ancho y corto y en los 8 al 14 largo y estrecho que es el tipo frecuente; en los 16, 17 el protórax ancho y en los 17, 18 estrecho; desde el núm. 19 al 25 con la base del pro- tórax más ancha que la base de los élitros y desde el 26 al 32 con dicha base, apenas tan ancha como la de éstos; del 33 al 41 con los ángulos posteriores protorácicos bien pronunciados y prolongados hacia atrás é inversamente desde el 42 al 48 (hasta aquí todos de Mazarrón); en los números 49, 50, 51, 52 las diferencias extremas de forma al fin de dos series de Mur- cia y desde el 67 al 78 las de tamaño en ambos sexos y dife- rentes localidades (Mazarrón, Cartagena, Murcia), y del 53 al 66 cf y 9 de Murcia con las márgenes protorácicas más levan- tadas y áng'ulos anteriores más ag-udos que en los ejemplares de otras localidades. Dase, pues, la variabilidad de la especie en términos seme- jantes á los de A . setosa, en cuanto á las proporciones y forma de sus órganos; pero siempre una setosa estrecha y alargada lo es notablemente menos que una ciirvatipennis del mismo tipo ó una ancha y corta de las primeras lo es mucho más que una cufvaiipennis de ese aspecto. Pues bien, en Vélez Rubio y Lorca existe G. curvaíipennis con los caracteres más oscilantes y exagerados, puesto que en los números del 7 al 12 (Vélez Rubio) se acerca á G. quadraia de Garrucha y se separa lentamente en dos ramas: una del 13 444 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA al 18 (Vélez Rubio), 19, 20, 21 (Mazarrón), 22 (Garrucha), 23 (Mazarrón), 26 (Lorca), 27 (Vélez Rubio), 29, 30, 31 (Vélez Ru- bio), 32, 33 (Lorca), 34, 35 (Vélez Rubio), 36, 37 (Ág-uilas) y 38 al 47 (Mazarrón), siendo estos últimos números típicamente mrvatipennis; mientras que del otro lado á partir de la prime- ra serie citada, números 7 al 12 (Vélez Rubio) que dije tocaban á G. qiiadrata se separan lentamente, números 48 al 69 (Vélez Rubio), 70 al 78 (Lorca), 79 al 87 (Garrucha), 88 al 93 (Maza- rrón), 94 al 95 (Cartag-ena), 96 (Ág-uilas), 97 al 101 (Vera), y ter- minan en estos últimos, típicos de seiosa. Parecería forzoso reunir toda esta masa bajo una sola deno- minación: mas si tomamos los números 1 al 6 (Garrucha) tí- picos de qiiadrata, 42 al 47 (Mazarrón) típicos de curvati2)ennis , 97 al 101 (Vera) típicos de seiosa, y cualquiera de las otras es- pecies del subgénero oblonga. Rbr. Esc. (Granada), y cmcia (Málag'a); éstas dos últimas, desde Rambur, 3" pasando por P. Arcas, Allard y Rosenhaüer, descritas y dadas como bue- nas especies, á veces con diferentes nombres, vemos i]ue no hay mayores diferencias entre estas últimas que entre aqué- llas; y si se las reúne á todas, vendremos á parar á la caracte- rística del subgénero, es decir, habremos remontado en su genealogía, describiendo un tipo ideal, así sea éste el más pró- ximo pariente de la forma arcaica de donde todas proceden. - Nada hay más falso, á mi juicio, que el afirmar que una es pecie es válida solamente cuando no existen puntos de enlace con otras, considerándola, cual á un hito en medio de un campo, aislada; como si nadie pudiera afirmar que la falta de transiciones es debida á imperfecto conocimiento de la fau- na viva ó á extinción próxima ó remota de dichos interme- diarios. Lo que ocurre aquí es, que el subgénero Glohasida está poco diferenciado específicamente y conserva vivas la mayoría de las derivadas de aquella especie arcaica de donde proceden, y, al mismo tiempo, se ha distanciado mucho de los otros sub- géneros de Asida. El haz de pliegues de la cara inferior del protórax no tiene similar, ni el arranque del lóbulo en curva seguida á partir de la canal marginal; el primer carácter aparece solamente en A. Ludovici, de Ibiza, y pudiera con ella formarse una rama de las Qlobasida, pero es un tipo genuinamente balear DE HISTORIA NATURAL. 445 que se relaciona más con carinata y afines del Córcega que han seg-uido una marcha paralela á las Glolasida como han hecho corsica y Comba, que tienen el lóbulo y disco de las Glolasida; pero como ninguna de las cuales tiene el haz de pliegues de las Glohasida, para todas esas formas insulares, muy diferenciadas unas de otras, propongo un nombre, Insu- Jasida, que las abarque á todas, por más de que fuera preferi- ble aislar más algunas de las especies que lo forman como dicha A. Ludovici que es un tipo aparte. Con otros subgéneros su alejamiento es palmario: tan sólo en la primera rama de las Gracilasida, el disco protorácico es muy globoso; pero en ellas las márgenes son estrechas y los ángulos posteriores nada prolongados hacia atrás abrazan á los húmeros que son agudos y divergentes, aparte de tener como todas las Gracilasida la parte inferior del protórax sim- plemente reticulada y el disco francamente granuloso. Resultan, por tanto, las Glohasida un grupo aislado morfo- lógicamente, como ocurre á las Alphasida, y sin más puntos de enlace con los otros subg'éneros que aquellos remotísimos que indican su comunidad de origen. DisiriMición geográfica de las nGlobasida». Está el subgénero Glohasida muy bien representado, y en él no existen lag-unas entre las especies que lo componen; tan sólo G. Ahneriana, confinada en el golfo de Almería y Carta- genica en Torrevieja y Murcia, se separan orgánicamente algo de las que las circundan; la primera, por sus patas exagera- damente largas y costillas desnudas, y la segunda, por los largos tufos de pelos erizados sobre sus tubérculos costifor- mes; todas las demás, pasan de unas á otras por escalones in- sensibles, menor ó mayor aplanamiento, más ó menos estran- guladas en los húmeros, costillas diferentemente realzadas, mayor ó menor longitud y densidad de su pubescencia; en suma, tan pequeñas diferencias entre las más próximas, que ante ellas es imposible dejar de convenir en que el grupo atraviesa un momento de esplendor en plena diferenciación específica, y tan evidente es esto, cuanto que en cada especie, ya localizada, la amplitud de su variabilidad es mayor que en cualquiera de las especies de otros subgéneros, y los tér- T. v.-Noviembre, líOS. bO 446 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA minos de la misma son como una reducción de los límites ex- tremos, á que han lleg-ado las especies más diferenciadas del grupo seg-ún dije antes. Asimismo son abundantes en las localidades que habitan, y no sólo no estf\n muy circunscritas algunas de ellas, sino que se entremezclan unas con otras en su flujo y reflujo emi- gratorio; así, G. curvatipemiis vive en Orihuela, Murcia, Car- tagena, Mazarrón, Lorca, Vélez Rubio, Huércal-Overa y Ga- rrucha, conviviendo en Murcia con Cartagenica y Segurensis en Lorca y Vélez Rubio con intermedia, y en Mazarrón y Ga • rrncha con setosa. Están unas al borde del mar, casi al límite de las mareas como Cartagenica y setosa, ó se encaraman á las cimas de Sie- rra Nevada por encima de los 2.500 m. como frigida, ó invaden barrancos y alturas en Sierras de Segura, como G. SegurensiSy que se asoma á la Mancha en Casas de Lázaro y Peñas de San Pedro, á Murcia por el SE. y á Nerplo por el SO. camino de la Sagra, excluj-endo de su área á las especies similares, de las que parece aislada geográficamente. Por la costa del Mediterráneo hacia el N., la última que co- nozco, G. deformis, está en Valencia y Alginet, aunque qui- zás las Glohasida extienden su área más arriba aún; pero no está explorada la región por encima de Valencia; y por más de que hacia el interior sé que no viven en las proximidades de Javalambre y Peña Golosa, como tampoco en las provincias de Teruel y O. de Cuenca, hará falta visitar la de Castellón. Por el SO. G. cincta, en Málaga, -^ rotunda, en Bobadilla, son las más occidentales, pudiendo afirmarlo por haberse explora- do durante dos campañas esa reg'ión hacia Gibraltar y Cádiz con la Serranía de Ronda. Por el NO. la más avanzada es G. novissima en Pozuelo de Calatrava. El claro que aparece en las provincias de Alicante y Valen- cia, depende de que no han sido bien exploradas todavía; mas es probable que en ellas el grupo esté tan representado como en las de Murcia y Almería. Por último, en la otra ribera del Mediterráneo, desde Oran hasta Melilla, parecen ser muy abundantes sus especies con sinuaticoUis y similares, y sería del mayor interés averiguar sus límites. DE HISTORIA NATURAL. 447 Resultan las GloMsida ibéricas un grupo aislado g-eográfi- camente, como ocurre á las Alphasida. Considerando, por otra parte, la muy estrecha trabazón en- tre las africanas representadas por sinuaticoUis, y las españo- las y su poca diferenciación específica, deberá reconocerse que su ascendiente común estaba ya notablemente diferencia- do de los otros subgéneros, cuando el Atlántico en la época terciaria se comunicaba con el Mediterráneo, por el hoy estua- rio del Guadalquivir, y que las Glolasida, que habitaban las tierras entonces unidas del S. de España y N. de África, en- contraron un límite infranqueable en aquel brazo de mar, lo cual explica racionalmente la total ausencia de Globasida en la Andalucía occidental; mas considerando que h pesar de que como facies G. sÍ7maticoUis de Oran, es idéntica á G. quadra- ta mihi. de Garrucha, siendo ambas muy aplanadas con el protórax de lados muy redondeados y el disco no muy g-loboso, y poco estrechadas en los húmeros, con la diferencia de que en quadraiay sus vecinas españolas los ángulos posteriores proto- rácicos son romos, mientras que en las africanas son siempre francamente agudos, podría deducirse con algún fundamento que la evolución ha distanciado con dicho carácter á las Globa- sida españolas de las africanas posteriormente á la rotura del estrecho de Gibraltar, esto es, á partir del cuaternario; y no sería objeción seria á esta hipótesis, el hecho de que una GIo- hasida española, G. deformis, que ocupa el extremo NE. cono- cido del área g-eog-ráfica del grupo en España, tenga también los ángulos posteriores protorácicos angulosos, aunque menos que las africanas, porque como ya dije, al tratar de las costi- llas en el subgénero Alphasida, dos especies ó grupos de ellas pueden adoptar simultáneamente el mismo carácter, sin que por ello estén más próximas entre sí que otras que no posean dicha particularidad; aparte de que G. deformis puede en di- cha angulosidad retrotraer el tipo primitivo, que como más próximo pariente de los otros subgéneros, debía tener los án- gulos posteriores protorácicos francamente agudos, y en tal caso ella y las especies africanas conservarán en dicho carác- ter el tipo ancestral mejor que las 15 españolas restantes. Los hechos son: que las Globasida no tienen ningún represen- tante en Andalucía occidental, siendo exclusivamente medite- rráneas; que en la contracosta existen desde Oran á Ceuta sin 448 boletín de la real sociedad española 1 m C O u © tí oí 03 (S 1^ :3 =4-1 ^ S o (0 OJ o td r-H ■73 cq u bD O -ti ai c -tí O bD 0 . DE HISTORIA NATURAL. 473 Entomologische Litteraturbldtter. Berlín, 1905. N° 10. Entomologist's Record (The). Londres. 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S. le Prince de Monaco dans l'Atlantique nord (1886-1902). Blázquez (D. Antonio) — La Mancha en tiempo de Cervantes. Conferen- cia leída en 3 de Mayo de 1905 en la velada que la Real Sociedad Geográfica dedicó á conmemorar la publicación del Quijote de la Mancha. Madrid, 1905. BoFiLL T PicHOT ( J.)— Catálcch delnsectes de Catalunya. HymenopterB, XIX Familia Apidge. Buen (D. Odón de). — Excursiones por Mallorca (Indicaciones generales). Barcelona, 1905. Calderón (S.)— Noticias sobre Bournonitas españolas. (Bol. E. Soc. esp. Hist. nat., Oct. 1905.) Castellarnatt (D. Joaquín M.) — Descripción micrográñca de la madera de las especies Carpinus betulus, Corylus Avellana y Alnus glutinosa, Madrid, 1904. Contreras (D. Bibiano). — El país de la plata. Apuntes históricos del des- cubrimiento de la mina «Santa Uecilia>, sita en Hiendelaencina. Gua- dalajara, 1905. Delfín (D. Federico T.) — Catálogo de los peces de Chile. (Rev. Chilena de Hist. nat., 1899-1900). 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SoDiBo (L.) - Contribuciones al conocimiento de la Flora Ecuatoriana. Monografía ii. Anturios ecuatorianos. Suplemento i. Sesión del 6 de Diciembre de 1905. PRESIDENCIA DE D. SALVADOR CALDERÓN. — El Secretario accidental, Sr. Fernández Navarro, leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Pres3iitacioiies. — Se hicieron diez propuestas de socios nu- merarios y se autorizó el reing-reso de D. Manuel Gómez de la Maza, Catedrático de la Universidad de la Habana. Proposiciones de la Junta directiva.— El Sr, Presidente sometió ' á la aprobación de la Juiíta general los sig'uieutes acuerdos de la Directiva: 1.° Presentar para socio protector al Excmo. Sr. Duque de Medinaceli, por el eficaz apoyo que ha prestado á la Sociedad contribuyendo con una suma importante á la suscripción para la exploración del Noroeste de África, además de formar parte como Vicepresidente de la Comisión permanente nombrada para aquel objeto. 2.° Presentar á D. Joaquín María de Castellarnau y Lleopart para socio honorario en la vacante producida por fallecimiento de M. Heuri de Saussure, de Ginebra. Abonan esta elección los importantes estudios hechos por el Sr. Castellarnau, y es- pecialmente sus trabajos micrográficos sobre la estructura de las maderas de muchas especies forestales que le aseg"uran lu- g-ar eminente entre los naturalistas españoles. 3." Proponer que se nombre un auxiliar para la Biblioteca que pueda atender al mayor trabajo que ésta exig-e por la pu- blicación del Boletín Mhliográfico y la necesidad de llevar con reg-ularidad los cambios con las Sociedades extranjeras. 4." Que la Sociedad continúe la suscripción á las obras pe- riódicas que fig-uran en la Biblioteca de D. Serafín de üha- g-ón, que hoy forma parte de la nuestra, que se continúe encuadernando los volúmenes de estaque lo necesiten y com- pletándose, en cuanto sea posible, las series periódicas de la misma. La Junta mostró su conformidad con los acuerdos que ante- ceden, haciendo uso de la palabra el Sr. Artig-as, para enco- T. V.— Diciembre' 1905. 32 478 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA miar la personalidad científica del Sr. Castellarnau y cong-ra- tularse de la elección hecha por la Junta directiva, que había sabido eleg-ir con tanto acierto para llenar la vacante de socio honorario. Memorias de Secretaría. — Se leyeron las Memorias reg-lamen- tarias de Secretaría y de la Biblioteca, que acusan el incre- mento y desarrollo que va tomando nuestra Sociedad, y se acordó fuesen publicadas en el Boletín correspondiente á Enero próximo, como se ha hecho en años anteriores. — El Sr. Secretario hizo notar que entre los trabajos remiti- dos por la Sección de Barcelona, fig-ura una necrolog-ía, he- cha por el Sr. de Buen, del Sr. Kodríg-uez Femenías, del cual ya se ha publicado en nuestro Boletín una noticia necrológ-i- ca, lamentando la Sociedad que esta circunstancia impida pu- blicar este trabajo, que pasará, sin embarg-o, á la Comisión de publicación por si en él hubiera alg-o nuevo que deba ser conocido. Rendición de cuentas. — El Tesorero dio lectura al sig-uiente estado de ellas: La Sociedad ha invertido en el presente año la suma de ] 1.957 pesetas 14 céntimos, y tiene un sobrante de 2.235,98, Á los g-astos han contribuido: 1." El sobrante del año anterior de la subvención del Minis- terio de Estado á la Comisión de estudio de las posesiones es- pañolas del África occidental para la publicación del tomo i de las Memorias, destinado á la fauna del Muñí, que importaba 2.440,34 pesetas,* y queda hoy reducido á 1.538,57 pesetas, ha- biéndose abonado la impresión de las Memorias 7 á 15, ambas inclusives, del tomo i, y las láminas 6." y 7.* del mismo, que han importado, en total, 901,77. 2° La subvención del Ministerio de Instrucción pública y Bellas artes, que asciende á 5.000 pesetas, cuya cuenta se for- maliza por el Sr. Habilitado para el cobro de dicha subvención, y que consta este año de los sig-uientes conceptos: DE HISTORIA NATURAL. 479 PESETAS. Abonado á la casa Fortanet por impresión del resto de las pu- blicaciones y tiradas aparte de las mismas 2 920,58 Ídem como contribución de la Sociedad para la suscripción abierta por la Comisión permanente para la exploración del Noroeste de África, por acuerdo tomado en sesión de 4 de Octubre 1 .000 Gastos de la Biblioteca de la Sociedad por adquisiciones y encuademación de obras 96"?, 42 Abono de impuestos al Estado 60 ídem gastos de habilitación y timbres 52 5.000,00 3.° Recursos ordinarios de la Sociedad que, con el sobrante del año anterior, lian ascendido este año á 6.752,78 pesetas. Las cuentas de ingresos y g-astos ordinarios á que se aplican estos recursos, y entre los que, en concepto de g-astos por im- presiones, sólo se incluyen los del Boletín, son las sig'uientes: Estado de los ingresos y gastos de la Real Sociedad española de His- toria natural desde 1.° de Diciembre de 1904 á 30 de Noviembre de 1905. INGRESOS. PESETAS. Saldo á favor de la Sociedad en 30 de Noviembre de 1903 1.162,28 Importe de cuotas corrientes cobradas, según estados que se acompañan.. 5.037,50 Id. de cuotas atrasadas que se han hecho efectivas 459 Id. de la cuota adelantada del R. P. Merino 15 Id. de tiradas aparte cobradas 27 Id. por venta de publicaciones á varios socios 32 Id. de cuotas abonadas jiara la suscripción de Olot 20 Total 6.152,78 GASTOS. Abonado por impresión de diez números del Boletín y tiradas aparte de los mismos.. 2.001,76 Id. por papel para la impresión del mismo 872 Id. por láminas y grabados 1.075,30 Id. por haberes del dependiente 600 Id. por gastos de correos y envíos de publicaciones 610,56 Id. por gastos menores y presupuestos de las Secciones 895,75 Total 6.055,37 RE SUMEN. Importan los ingresos 6.752,78 Id. los gastos 6.055,37 Saldo á favor de la Sociedad en 1." de Diciembre de 1905. 697,41 480 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Existen además créditos á favor de la Sociedad por cuotas atrasadas y tiradas aparte pendientes de cobro, seg-ún relación detallada que se acompaña, por valor de 2.871,16 pesetas. Cumpliendo el precepto reglamentario y á propuesta del Sr. Presidente, fué nombrada una Comisión, compuesta de los Sres. Pérez Zúñig'a, Ag-uilar y Carmena y Taboada Tundidor, para que examinen las cuentas é informen acerca de ellas en la primera sesión. Comunicaciones verbales. — El Sr. Lázaro presentó la siguiente lista de las especies nuevas para la flora española que figuran en la segunda serie de sus «Notas micológicas». A la vez mos- tró algunas fotografías de hongos, haciendo observaciones so- bre el modo de obtenerlas, así como sobre los procedimientos de recolección y conservación de estos vegetales. La lista de las especies nuevas para la flora española que figuran en esta serie son las siguientes: Lycogola miníala Pers. Cronartmm jiacádnm Weist. Clavaria cristala Pers. Hydnum coralloicles Scop. Hychmm zonalum Batsch. Collodon oiigrum Fr. PolypoTíis obdíicens Fr. Bolelus iimhñnus Pers. Boletus castaneus BuU. Tric/ioloma portenlosmn Fr. Eussula incarnala Omet. Mycena caulicinalis Bu 11. RMSSula delica Fr. Psalhyrella sitialrala Batsch. Corlinariiis arme^iiamis Sch. t Qomphidiiis msicidus Fr. Craterelhis simiosus Fr. Scleroderma venosíim Boud. Helvella elástica Fr. Peziza cochleata L. Leotia lulrica Pers. Mitrula iKiludosa Fr. Phyalea echinophila Fr. DE HISTORIA NATURAL. 481 — El Sr. Secretario presentó una caja con arácnidos, remiti- da por nuestro consocio el Sr. Llenas, de Barcelona. Ofrecen la particularidad de estar preparados en seco, como los insectos, lo cual tiene la ventaja de que conserven su forma, además de la no despreciable de evitar el manejo del alcohol en las colecciones. — El Sr. Graiño remite una lista de insectos de la provincia de Oviedo, que se acordó pasara á la Comisión de publicación. — El Sr. Bolívar presentó varias notas entomológ-icas, que pasaron, ig-ualmente, á la expresada Comisión, así como una traducción de las Regalas de la nomenclatura zoológica, seg-ún los acuerdos del último Cong-reso celebrado en Berna. Elección de cargos. — Terminada con la presentación de notas la parte científica de la sesión, el Sr. Presidente manifestó que tenía que comunicar á la Sociedad, con harto sentimiento suyo, que no dudaba había de ser compartido por todos los presentes, la dimisión del Sr. Secretario, D. José María Dusmet, que tan brillantemente y tan á satisfacción de todos, había desempeñado la Secretaría en estos últimos años. Motivan su determinación sus muchas ocupaciones, que le han impedido asistir á las últimas sesiones. Manifestáronse conformes todos los socios presentes con las palabras del Sr. Presidente al la- mentar la dimisión del Sr. Dusmet, suspendiéndose la sesión breves momentos para que los señores s'ocios se pusieran de acuerdo respecto á la renovación de la Junta directiva, y reanu- dada después procedióse á la votación, resultando eleg-ida la sioruiente 'o ' JUNTA DIRECTIVA PARA EL AÑO 1906. Presidente: D. Florentino Azpeitia y Moros. Vicepresidente: D. José Casares Gil. Tesorero: D. Ig-nacio Bolívar y Urrutia. Vicetesorero: D. Antonio García Várela. Secretario: D. Ricardo García Mercet. Vicesecretario: D. Doming-o Sánchez y Sánchez. Bibliotecario: D. Ang-el Cabrera Latorre. Auxiliar de la Biblioteca: D. Emilio Fernández Galiana. 482 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA COMISIÓN DE PUBLICACIÓN. D. Francisco de P. Martínez y Sáez. D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Lucas Fernández Navarro. COMISIÓN DE CATÁLOGOS. D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Federico Gredilla y Gauna. D. José María Dusmet y Alonso. D. Juan Manuel Díaz del Villar. D, Enrique Pérez Zúñig-a. D. Ang-el Cabrera Latorre. D. José Gog'orza González. Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el día 15 de No- viembre de 1905, bajo la presidencia de D. Telesforo de Aranzadi. — El Sr. Aranzadi dio lectura á dos notas tituladas «Seg-unda lista de nombres catalanes: liong-os (bolets)» y «Catálogo de los hong-os observados en Cataluña». — El Sr. de Buen leyó otra titulada «Datos biog-ráficos de D. Juan J. Rodríg-uez Femenías», acompañándola de un re- trato del mismo. — Posteriormente, se ha recibido otra acta de la misma, que se inserta á continuación. Sesión del 6 de Diciembre de 1905. Presidencia del señor Aranzadi. Se procedió á la elección de la Junta directiva de la Sección que ha de reg'ir durante el año 1906, resultando elegidos los socios que se expresan: Presidente: D. Ramón Turró. Vicep7'esidente: D. Antonio Casares. Gil. Tesorero: D. Ignacio Tarazona. Secretario: D. Manuel Llenas y Fernández. — Se aprobó el siguiente presupuesto de gastos: Ftas. Gratificación al mozo repartidor . 60 Gastos de franqueo 16 — de Secretaría ... 15 Imprevistos 10 Total 100 DE HISTORIA NATURAL. 483 — Fué propuesto para socio numerario D. Juan Julia y Oli- ma, presentado por D. Manuel Llenas. — El Sr. Aranzadi leyó una nota titulada «Lista de los hon- dos del Empalme (Gerona)». — El Sr. de Buen leyó otra sobre los Hidrarios de nuestras costas mediterráneas y presentó además hermosos ejemplares de Calcedonia del Salto (Urug-uay). ^ — El Sr. Llenas presentó otra titulada «Alg-unos liqúenes de los alrededores de Cuenca», en la que fig-uran especies y varie- dades nuevas para nuestra flora. — El Sr. Font y Sag-ué presentó una hermosa pepita de oro, cuyo peso era de 3,66 g-., hallada en los Pirineos catalanes, en el sitio denominado Ormoyé, en la provincia de Gerona. La Sección de Zaragoza celebró sesión el 25 de Octubre, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. — El P. Navas da cuenta del resultado satisfactorio del Con- g"reso botánico de Viena, al que asistió como Deleg-ado de la Sociedad Arag-onesa de Ciencias naturales, siendo el único cong-resista de leng-ua española que en él estuvo. Varias veces tomó parte en los debates, quedando complacido de la benevo- lencia y afecto que le mostró la asamblea. Procuró nuevas simpat4as para nuestra nación y las obtuvo. También refiere la benévola acog-ida que le dispensaron diferentes naturalis- tas y directores de los Museos que visitó, especialmente en Viena, Berlin, Bruselas, Londres y París. El mismo presenta un lapyx que tuvo la fortuna de hallar, €l 15 de este mes, debajo de una piedra, en el jardín del Colé- gelo de Nuestra Señora del Recuerdo, en Chamartín de la Rosa (Madrid), donde estuvo recientemente unas horas. Es insecto Tisanuro, muy interesante y apenas citado de España. — El Sr. Presidente felicitó al P. Navas por su valiosa g-estión en el Congreso aludido, y propuso se hiciese constar en acta un voto de gracias, acordándose así por unanimidad. — Esta misma Sección celebró sesión el día 29 de Noviem- bre, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. El Sr. Aramburu (D. Pedro), presentó, procedentes de Olot (Gerona), dos bombas volcánicas, una basáltica perfecta, del vol- cán «Garrinada» y otra recogida en el cráter de «Montolibet.» Además lo hizo de «Puzolana ó arena de volcán», oriunda 484 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA del volcan «Monsacopa» y nummulites, recog-idos en los alre- dedores de la citada población. De los citados ejemplares hizo descripción minuciosa el se- ñor Aramburu. Los socios asistentes á la sesión, examinan el volumen de las Memorias ó Compte-rendu de las sesiones del VI Congreso internacional de Zoología, de Berna (1904), presentado por el P. Navas, y admiran la perfección de los g-rabados y la varie- dad y riqueza de asuntos tratados en aquel Congreso, en cuyo Catálogo de socios fig'uran tres nombres españoles. — El mismo señor socio presenta la entreg-a 22 de la publica- ción de Berlín Das Tierreich, elaborada por una comisión nu- merosa de zoólog-os de todas las naciones, especialmente de Alemania. La entrega 22 trata de los Heli cánidos, familia de Lepidópteros estudiada por los Sres. H. Stichel , de Hagen, en Westfalia, y H. RifTarth, de Berlín. Es un grueso cuaderno de 290 páginas, adornado con 50 g-rabados. En él se describen con toda minuciosidad dos g-éneros (Heliconius y Eueides) y 87 especies, con numerosísimas subespecies y formas de es- tos elegantes lepidópteros de la América intertropical. Asimismo presenta la 12.^ de sus Notas entomológicas «Neu- rópteros de Pozuelo de Calatrava». Acto seg-uido fué propuesta la nueva Junta directiva para el año 1906, siendo aclamados por unanimidad: Presidente: D. Pedro Ferrando y Más. Vicepresidente: D. Vicente de Val y Julián. Tesorero: D. José A. Dosset. Secretario: D. Pedro Moyano y Moyano. El presupuesto de g-astos asciende á 30 pesetas. DE HISTORIA NATURAL. \<'> Notas y comunicaciones. El yacimiento de azufre de la Peña de Cati, en el término de Petrel (Alicante) POR D. DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS Invitado por mi disting-uido amig-o el Sr. Roma, salí de Ali- cante en la mañana del 25 de Octubre último, acompañado de los señores D. Juan Guillen Pedemonti y D. Santos Gómez, con el único objeto de visitar el yacimiento de azufre nativo, des- cubierto hace poco tiempo en la Peña de Cati, del término de Petrel. Se trata de un criadero conocido hace pocos meses con circunstancias sumamente curiosas, y empezado á trabajar bajo la dirección del Sr. Gómez. La distancia á que se encuen- tra de Petrel hacía precisa nuestra partida en el primer tren que sale á las 6^. y SS"". de la mañana. Dejamos el camino de hierro en Elda, y en carruaje nos dirig-imos á Petrel, que se encuentra á una corta distancia del primero de estos pueblos citados, atravesando una espléndida campiña extendida hasta las estribaciones de la Sierra del Cid (1.111 m.) El pueblo de Petrel, de estrechas y accidentadas calles, ofrece poco de particular si se exceptúan su histórico castillo y sus fábricas de alfarería, que impresionan favorablemente por lo acabado de la obra y su g-usto artístico; bien es verdad que cuentan con arcillas plásticas de inmejorables condiciones y con obreros muy diestros en el oficio. Estas arcillas proceden del SE. del pueblo; por el aspecto de las que vi en la fábrica del Sr. Bel- trán, y por su semejanza con las de otros yacimientos conoci- dos, sospeché que fueran del Nummulítico. Visto mi interés en recog-er alg"unos fósiles, y en la imposibilidad de demorar el viaje á la Peña de Cati, el Sr. Beltrán envió á uno de sus de- pendientes á buscar fósiles para recogerlos á mi vuelta de la mina de azufre; pero, desgraciadamente, el reg-reso se efectuó con tal precipitación, que fué imposible detenerse en Petrel, y como considero de interés este asunto, pienso volver al pueblo de Petrel para comunicar á la Sociedad Española lo que fuere dig-no de mención. 486 boletín Dli LA. RLíAL SÜCIKDAD ESPAÑOLA. El camino que conduce á la Peüa de Calí, empieza en una profunda rambla llamada da Pusa, abierta entre las estriba- ciones del Cid al SE, y el Cerro de la patada del Caballo al NO., siendo, por lo tanto, NE. la dirección de la expresada rambla. Una altura situada á la derecha se llama del Salto del Caballo, por correr la tradición de que el caballo de D. Jaime saltó desde este cerro al de la Patada, en cuya cima dejó la impresión de sus cascos. En estos puntos la formación parece Miocena, en parte al menos, pues pude retirar calizas ig'uales á las del Burdig-alense de Alicante, y el Sr. Roma me entreg*ó un diente de Oxyrhina que parece de 0. hastalis Ag-ass. Penetrando en el barranco de Pusa, la formación es franca- mente del Keuper, predominando los yesos rojos, y aunque no he visto cuarzos hematoideos, existen marg-as irisadas y alg-u- nas calizas. No es fácil marcar de un modo preciso la estrati- ficación por lo muy trastornados que se hallan; pero en la parte superior se disting'uen bien potentes bancos calizos de color claro, casi horizontales y que deben referirse al Mio- ceno, pues á la salida del barranco se hallan alg-unos fó- siles que, á pesar de su mal estado de conservación, parecen ig-uales á los del Burdig-alense de Alicante. Siempre subiendo se penetra en la Hoya falsa, y dejando á la izquierda las rui- nas de un antig-uo pantano, penetra el camino en una g'ar- g-anta llamada .£/ Paral de Üac/mli, en donde existen potentes bancos de una caliza marmórea de color ceniciento azulado, que amarillea en los puntos que han sufrido la acción del aire y de la luz, toda ella penetrada de restos org-ánicos, y entre ellos frag-mentos espatizados de equinodermos que le dan la apariencia de una caliza cristalina. Sin duda que esta ver- dadera lumaquela tendría un buen aspecto una vez puli- mentada, pero no se explota. Continúan después las calizas ordinarias hasta lleg-ar á la proximidad de la cima, y en este lug-ar, y en el fondo de pequeños barrancos, se ofrece de nuevo el Keuper con sus marg-as amarillas, rojas, azuladas y grises, pequeños cristales de cuarzo y bancos de yeso. En el contacto del Mioceno y del Keuper se abre la mina, existiendo de una parte calizas terciarias penetradas de azufre y de otra peque- ños cong-lomerados de cristales de cuarzo unidos con azufre. Seg-ún me dijeron las g-entes de los alrededores, este azufre fué beneficiado hace alg-unos años por medio de los hornos si- DE HISTORIA NATURAL. 487 cilianos ó kalkeroni, obteniéndose pequeñas cantidades para combatir el oidium de las vides que se cultivan en aquellas cumbres. Así lo demuestran los profundos socavones practica- dos en busca del filón y las ruinas de los hornos allí inmedia- tos, pero no se han hecho trabajos formales hasta hace pocos meses, bajo la dirección de D. Santos Gómez. El único pozo que en la actualidad existe cortó el filón á los 8 ra., y conti- nuando hasta los 20 de profundidad se abrió una g-alería que volvió á cortarlo á poca distancia. Dificultades de orden admi- nistrativo han hecho parar loa trabajos después de haber ex- traído unos cuantos quintales de mineral que se hallan amon- tonados j unto á la boca del pozo. El filón tiene alg-o más de 1 m. de espesor, limitado entre capas de yeso y marg-as teñidas de neg-ro por materias bitumi- nosas, penetradas de azufre. En el centro, el azufre se ofrece con una g-ran pureza, envolviendo cristales que desde lueg-o me parecieron de celestina, y otros menores de yeso. Tenía de estos minerales las más opuestas noticias, pues mientras unos me aseg-uraban ser cuarzos, otros los reputaban como calizas. Los primeros los confundían con los pequeños cristales de cuarzo que se hallan en la parte superior cong-lomerados con el azufre, lo que es sólo un accidente sin importancia, mien- tras que los otros, atendiendo á su menor dureza, los conside- raban como calcita; mas la forma cristalina en alg-unos ejem- plares muy manifiesta, su color blanco lig-eramente azulado y su asociación con el azufre, me corroboraron en la idea de que fueran sulfato estróncico. Buscando ejemplares mejor conser- vados entre los que había amontonados junto al pozo, encon- tré uno que conservo, en el que puede verse el sistema róm- bico y que creo pueda referirse á la combinación w;;e'. Me aca- bé de cerciorar al otro día de que estos cristales son de celesti- na, reduciendo á polvo un trozo, hirviéndolo en una disolución de carbonato sódico para transformarlo en carbonato estróncico, atacando éste por el ácido nítrico para formar una sal soluble, que comunicó á la llama del alcohol el color de carmín carac- terístico. El yacimiento parece en un todo ig-ual al de Pertica- ra de Sicilia, y por si aún me quedaba alg-una duda, tuve la suerte de saludar hace pocos días al Sr. D. Lucas Hallada, y el ilustre g-eólog-o calificó al momento de presentarle unos ejem- plares como de yacimiento análog-o al de Sicilia, haciéndome 488 boletín DIí LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA notar de paso que alg-unos presentaban un tinte azul muy marcado. Esto es cuanto por hoy puedo decir de yacimiento tan inte- resante. Un análisis detenido nos hará conocer si á este azu- fre acompaña selenio, así como también si el depósito es úni- co ó se relaciona con otras manifestaciones de la región. Mutílidos nuevos de España POR DON RICARDO GARCÍA MERCET. Las exploraciones que durante los últimos tres años se han llevado á efecto en diversas comarcas de la Península, y prin- cipalmente en nuestra meseta central, me permiten dar á co- nocer alg-unos mutílidos inéditos de la fauna española. Apterogyna bimaciüata André. var. riifescens mihi. El (^ de esta especie (tipo y variedad) era desconocido. He aquí su descripción: Nig-ro, medio, parum nítido, dense albo vel cinéreo pubes- cente; mandibulis et abdominis seg-mento primo rufis. Caput subrotundatum, oculi forma consueta, g-enae scapo paulo bre- viores, antenae long-issimae et g-racillimae obscure ferrug-ineae; alae fere hyalinae versus costam lutescentes, teg-ulae nitidae castanneo-brunneae; capite, thorace et abdomine punctato- reticulatis; thorax subovatus postice truncatus, mesonoto in medio marg-ine antico spatio levi et nítido praedito, metatho • race grosse punctato-reticulato, linea media distincta nula; abdominis seg-mento primo breviter petiolato, secundo versus basin coarctato, in lateribus fovea penicillata praedito, seg-men- to tertio secundo latiore, seg-mentis totis albociliatis; pedibus nigris, tibiis anticis apicem versus dilatatis, calcaribus anticis arquatis, trochanteribus íntermediis ínerraibus, metatarsus postícus, ápice nigro excepto, albis; calcaribus albis. Long'., 7-8 mm. Escorial. Este cf que atribuyo á la A^üerogyna Mmaculata var. rn - fescens, k pesar de no ofrecer sobre el abdomen las man- DE HISTOEIA NATURAL. 489 chas características de la 9> fué encontrado, primeramente, por el Sr. Arias Encobet, el día 22 de Ag'osto de 1904, en El Escorial. Posteriormente yo he recog-ido, en la misma locali- dad, sobre los pinos jóvenes, varios ejemplares de este mismo insecto. No titubeo en atribuirlo á la Apterogyna Mmaculata var. m- fescens, porque la lógica y la razón así lo aconsejan. En efecto, sería realmente extraordinario que en el mismo paraje donde vive la Apterogyna Mmaculata 9 (que he recogido también en El Escorial), se encontrase el cf de una Apterogyna desconoci- da, y que en cambio hubiese escapado á nuestras exploracio- nes el de aquella especie cuya 9 solemos encontrar. Parece muy afín del descrito por el Sr. André con el nombre de Ap. Pici, de Arg-elia y Palestina; la semejanza entre ambos es tan garande (á juzgar por la descripción de André), que in- duce á la sospecha de si la Ap. Pici podrá ser el cf de la ver- dadera Aj). Mmaculata, ó sea el insecto procedente de Argelia, así designado por el Sr. André. El que la Ap. Pici se haya encontrado en Palestina y la Ap. Mmaculata todavía no, signi- fica bien poco. La Ap. Mmaculata, ó las formas que designa- mos hoy con este nombre, es una especie rara en todas partes y difícil de encontrar, pero cuya área de dispersión parece bas- tante extensa. El tipo de André procede de Argelia; en España se ha encontrado en la Sierra de Alfacar y en Madrid, Escorial, Montarco y Los Molinos, y por el NO. de África baja hasta Mo- gador, de donde ha traído un individuo el Sr. Escalera. Bueno será añadir que este ejemplar africano de la Ap. Mmaculata difiere de los recogidos en España por algunos caracteres: es más estrecho y alargado, más brillante, con la puntuación de la cabeza y tórax más separada, la frente casi lisa, más fina la estriáción del área pigidial, el color del abdomen acerado, etc. También debo hacer constar que en la descripción de la Mma- culata 9 dice el Sr. André: «abdomen neg-ro, con el primer segmento del mismo color ó ferruginoso». Es decir, que la Ap. Mmaculata, puede tener el primer segmento del abdomen ne- gro, y precisamente la diferencia más notable que encuentro entre la Ap. Pici y el ¿^ que doy á conocer, se refiere al color de dicho segmento, que es negro en aquél y en éste rojo. 490 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Mutilla nuptura iiov. sp. MutiUa ¡iCiTÜla Kl. et M. Merceti André., simillis et affinis. Nig-ra, albo et nigTO pilosa; pronoto, mesonoto, scutello, post- scutello, raesopleuris teg'ulisqiie rufis. Capite subrotundato thorace ang'ustiore, pone oculos arcuato, haiid elong-ato; oculis satis mag-nis intus profunde emarg-inatis; g'enis brevibus; clypeo distincte bidentato; mandibulis externe dente g'rosso munitis; fronte inter antennas breviter mucronata; antennae distinctissime breviores quam in M. Merceti. Thorax subqua- dratus, antice et postice truncatus, scutello subquadrato pía niusculo. Alae fumatfe, stig-ma celluliforme, cellulis cubitalis tribus; cellula cubitali prima distinctissime breviore quam in partita et Merceti, ñervo transverso-cubitalis secundo ut in partita constructo; squamulis satis mag-nis sparse punctatis. Metanoti área long-itudinale parva, laevia vel rug"Osa, disticta vel fere indistincta. Capite et thorace satis dense et g-rosse punc- tato-reticulatis. Abdomine sessile, nitido, sparse sed g-rosse punctato; seg-mento primo brevi et lato, albo fimbriato, se- cundo ápice tertioque toto fasciis argénteo sericeis ornatis, 4-7 nig-ro ciliatis; seg-mento ventrali primo carina infera inermi, parum arcuata. Pedes nig-ri, albo pilosi; calcaribus albis (^. Long-., 8-10 mm. Patria: Escorial (provincia de Madrid). De esta especie poseo cuatro ejemplares, uno cog-ido por el Sr. Arias Encobet en Ag-osto de 1904, y tres capturados por mí en el mes de Julio último. Unos y otros lian sido encontrados sobre las ramas de los pinos jóvenes, arbustos por los que tie- nen marcadísima predilección los cf cT de las mutilas y sobre los que puede hacerse una abundante caza de estos insectos. A principios de Julio, cuando todavía conservan los pinos jó- venes el jug-oy la fragancia de la primavera, es fácil, en deter- minados pantos de la próxima Sierra de Guadarrama, recoger en un solo día 300 ó 400 mutílidos. Por esta circunstancia, que me ha permitido capturar durante el verano último un núme- ro enorme de machos de mutilas, puedo decir que la M. mip->- tura es muy rara, pues de entre el montón de materiales por mí recolectado, no he podido sep-arar sino tres ejemplares de esta especie. . La M. 7iuptuTa es fácil que sea el cT de alguna de las formas que reunimos hoy bajo el nombre de M. piisilla Kl. Yo no pue- DE HISTORIA NATURAL. 491 do admitir que el ^ de esta especie, abundantísima en toda la provincia de Madrid, sea el que le asig-na el sabio entomolog-o M. André en su monog-rafía de las Species des Hymenoptéres, procedente de Córcega, y que no ha sido encontrado en España. Por otra parte, tampoco creo deba subsistir ia reunión de for- mas 9Q á que damos el nombre de M.jnisilla. Bajo esta deno- minación comprendemos hoy individuos que varían en tamaño desde 4 á 11 mm.; unos, con tres manchas de pubescencia sobre el segundo anillo del abdomen; otros, con una sola mancha; unos, casi desprovistos de área pigidial; otros, con un área pigi- dial plana, perfectamente limitida y estriada; unos, próximos á la M. ixirílta.; otros, afines de la M. viduata, y otros, en fin, de la síibcomata y rufipes. Creo, por consiguiente, que se impo- ne un estudio concienzudo de todas las formas reunidas hoy bajo la designación de M. imúlla, para separar las especies en ella comprendidas. Pero desde luego la asig-nación de ^/o^ á las formas que se definan y establezcan, ha de ser muy problemática y difícil de resolver, en tanto que la casualidad no depare la captura en cópula de los diversos sexos. Por esto, y aun teniendo la certi- dumbre de que la M. miptura resultará el cT de una de las for- mas de lapusilla, no titubeo en darla denominación. Una lista de los mutílidos de uno y otro sexo, que hasta ahora hemos encontrado en El Escorial (localidad exploradí- sima desde que se inició en España la afición á los estudios entomológicos), hará resaltar más mis sospechas de que la M. nuptura sea el ^í de una de las formas de la M. pusilla. MUTÍLIDOS ENCONTRADOS EN EL ESCORIAL. Apterogyna Mmaculata André., var. rufescens mihi cf j Q. Mí/rmosít copíala Costa, (f y Q. — JongicolUs Tourn. , cf" J 9- Myrmilla calva Vill., (f y Q. — Chiesii Sp., c/' y 9- Míitilla miplnra Mercet, cr*. — viduata Pall., cf y 9. — pusilla Kl., Q (abundantísima). — par tita Kl., d" y 9- — Merceti André., ¡f. — montana Panz., o^ y 9- 492 boletín de LA RKAL SOCIKDAD ESPAÑOLA Mutilla subcomala Wesm., rf y Q. — m/ipes F., (/ y Q. — littoraUs Pet. , cf y 9- — Mrhara L., (/ y 9. — inmctata Latr., cT y Q. DasylaUs maura L., cf y 9. — itálica F., c/ y 9. S¿e7ionmíiUa argenícUa var. Mfasciata Kl., c/ y 9. La lectura de esta lista demuestra que, en una localidad muy explorada, vive una mutila Q (la M. pusilla) cuyo (V* se desconoce, y que en cambio hay en ella otros rfof (la M. Mer- ceti y la M. nniHura), cuyas 99 pasan ig-noradas para nos- otros. Por lo tanto, la sospecha de que la M. Merceli ó la M. 7mp- tura pueda ser el cT de la M. pusilla y de que bajo esta deno- minación comprendamos hoy 99 diferentes, no deja de tener razón y fundamento. De la M. partita se diferencia por estar desprovista de ban- da pubescente sobre el cuarto seg-mento dorsal del abdomen, por las dimensiones de la primera célula cubital, que es muy corta, por tener el estig'ma celuliforme, por la coloración, etc. Le la M. Merceti se disting-ue por la long-itud de las antenas, clípeo bidentado, conformación del tórax (el de la M. Merceti es ovalado, el de la miptiira subcuadrado), brevedad del primer seg"mento del abdomen, forma de la primera célula Cubital, disposición del seg'undo nervio transverso cubital, co- lor del metatórax, pilosidad de los últimos seg-mentos del ab- domen, etc. De la M. Pérsica André., se diferencia por el color del tórax, clípeo bidentado, conformación de la cabeza, pilosidad de las patas, y seg-uramente dimensiones de la primera célula cubi- tal, pues es presumible que de presentar la M. Pérsica la con- formación de alas que la 7mptiira, se habría referido á ella su autor en la descripción. M. nuptura var. Bofílli var. nov. A typo differt; thorace toto nig-ro, alae parum fumatae, clypeo mag-is elong-ato et gTosse dentato. Long". 11 mm. La Garrig-a (provincia de Barcelona, colección del señor BofiU). DE HISTORIA NATURAL. 493 Este insecto fig-uraba en la colección del Sr. BofiU con el nombre de M. Baveiji Rad., y bajo él ha sido incluido en el C¿?- ialech de Insectes de Catalunya, por los Sres. Antig-a y Bofill, lo que permite suponer fué determinado antes de que el señor André diese la verdadera descripción de la M. Bareyi^y des- hiciera el error cometido por el g"eneral Radoszkowski al darla á conocer. Por la ornamentación del abdomen y demás caracteres, ex- cepto el color del tórax, es análog-o á la M. nupiura, de quien lo separo como variedad, dándole el nombre de su colector. Se diferencia de la M. Pérsica André., por la forma de la ca- beza, estructura del clípeo y de las alas anteriores, y tener los pelos de las patas blancos. Hutilla Matritensis nov. sp. M. Arameana André. ei suhcomata Wesm. valde similis et affinis. Nig-ra; thorace (parte sternali scepta) rufo'; alarura tegulis, mandibularum ápice, tuberculisque antennalibus rufescentibus; antennis pedibusque plus minusve ferrug-i- neis; calcaribus albis. Caput reticulatopunctatum poneoculos arcuatum, antice arg*enteo-sericeum; oculis intus distincte incisis, fronte inter antennas carinata, clypeo rotundato; mandibulis extus inermis; articulo secundo flag-elli tertio distinctissime breviori. Thorax subovatus, arg-enteo sericeus, antice et postice truncatus; scutello vix convexo; metanoti área elongata parva et breve. Alae infumatae, stig-ma cellu- liforme sed fere opaco cellulis cubitalibus tribus; tertia ñer- vo recurrente secundo fere in medio excipiente, ñervo trans- verso cubitale secundo ut in siihcomata constructo, cellula ra- •diali breviter truncata; pedibus albo hirtis, tibiis intermediis et posticis inermibus. Abdomen elong-atum, sessile, g-rosse •et sparce punctatum, seg-mento primo postice albo ciliato, se- cundo ápice vitta arg-enteo sericea ornato, tertio toto fascia si- millima praedito, 476 nig"ro ciliatis, séptimo albo piloso cf . Long-. 8 mm. Madrid, Septiembre 1904, Arias Encobet. De esta especie, capturada por el aventajado alumno d^e la Pacultad de Ciencias, Sr. Arias Encobet, podría decir lo mis- mo que he dicho de la M. nuptura, y, como ella, y como la M. Merceti , debe ser el macho de alg-una de las formas que T. T.-Diciembre, 1905. 33 494 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA agrupamos hoy, bajo un solo nombre, y que se deben sepa- rar, ó tal vez el de mi M. Castellana. Debe ser muy próxima á la M. Arameana André (de Siria), de la que se disting-ue por la disposición del segundo nervio transverso-cubital, por carecer de espinas sobre las tibias posteriores é intermedias, y probablemente por otros caracte- res que podrían precisarse viendo aquélla, de la que creo existe un solo ejemplar conocido, que figura en la colección del Sr. André. De la M. suhcomaia se distingue por las bandas del segundo y tercer segmento del abdomen, y la pilosidad negra del cuar- to al sexto anillo. De la M. nuptura se diferencia por carecer de diente sobre el borde exterior de las mandíbulas, dimensiones de la primera célula cubital, forma del segundo nervio transverso cubi- tal, etc. M. rufipes var. Dusmeti var. nov. Mesonoto, scutello, metauoto, tegulisque rufis; pronoto, pleuris, postscutello, pectore nigris; alae hyalinae; abdomine albo ciliato; cilis longis cf. Long. 8 mm. Albarracín, provincia de Teruel (Dusmet). Esta variedad se diferencia perfectamente por el color del tórax, de todas las de la M. rufipes que han recibido nombre hasta el día. El individuo sobre que la he descrito, por la con- formación del tórax y abdomen, se ajusta exactamente á los caracteres asignados para la M. rufipes. Es, tal vez, de todos los (f rf de rufipes que he visto, el que más se separa y distin^ gue de los c/ cf de la M. montana. Mutilla littoralis Petgn. var. Soconusca var. nov. ,, A typo diífert: segmentorum dorsalium 1-5 fulvo et áurea pubescentis; pilis rufis 9- Long. 14 mm. Montarco, Junio de 1904 (M. de la Escalera). Esta bonita variedad, bien distinta del tipo por la coloración de los pelos y la pubescencia del abdomen, fué encontrada en Montarco por el Sr. Martínez de la Escalera, que en el mo- mento de recogerla, y sospechando que pudiera ser nueva, la .bautizó con el nombre de M. Soconusca, queriendo con ello- DE HISTORIA NATURAL. 496 aludir al color rojizo de su cuerpo, que recuerda el de algu- nas suertes de cacao. Al describirla, tengo mucho gusto en que conserve esta variedad el nombre que le dio su colector. Catálogo de hongos observados en Cataluña POR D. TELESFORO DE ARANZADI. Agaricáceoe. Amanita phalloides Fr.— Nov. Caldas de Malavella. — vaginata B. v. cinérea. — — V. fiUva. — Oct. Nov. Caldas de Malavella y Vallvidrera. Lepiota procera Scop. — Nov. Caldas de Malavella y Amer. Armillaria mélica Vahl. — Oct., Nov. Dic. Jardín de la Universi- dad. Vallvidrera, San Sadurní de Noya. — — V. olivácea. — Jardín de la Universidad. — — V. glalra. — Amer. — roMsta A. et S.— Dic, Sardañola. — — V. caligata Viv. — Nov. Vallvidrera. Tricholoma eqif.esírc L.- Oct. Nov. A^alvidrera, Caldas de Ma- lavella. — iofiides B. — Nov. Mallorca. — co^.?^?ím Fr.— Nov. Vallvidrera. — resplendens Fr.? — Nov. Solsona. — Russula B.— Oct. Vallvidrera. — truncahtm Sch . — Nov. Amer. — lencocep/mlumFv. — Nov. Amer. — ^^ imhricatum Fr. — Nov. Caldas de Malavella. Collybia semitalis Fr.? Nov. Solsona. — obsoleta Batsch. — Set. San Celoni. Omphalia fibula B? — Nov. Sardañola. — umbratilis Fr.?— Nov. Vallvidrera. Pleuroins dryinus Pers. — Set. San Celoni. — Eryngii DC. — Oct. Papiol. — os ir eaius 3 -dcq. — Oct. Nov. Calella, San Celoni. — olearius Fr. — Dic. Roda de Bará. — petaloides B. — Oct. Vallvidrera. 496 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOi.A Plenrotvs ^dmarius B.?— Nov. Solsona. jBygrophorus pratensis Pers.— Nov. Amer, Sardañola. — ckhrop Aanus Fr.— Dic. Montjnich. — nivens Scop. — Nov. Caldas de Malavella. — Iñuaciníis Scop. — Oct. Nov. Vallvidrera, Caldas de Malavella, Solsona. San Celoni. — chrysodon Batsch. — Oct. Nov. Vallvidrera, Caldas de Malavella. — psütacinns Sch. — Nov. Sardañola. — C071ÍCUS Scop. — Oct. Vallvidrera. — ptidorimis B. — Oct. Vallvidrera, — erubescens Fr. — Nov. Sardañola. — elmrneus B.— Nov. Caldas de Malavella. — turundas Fr. — Nov. Caldas de Malavella. — clivalis Fr. — Nov. Vallvidrera. — penari'us Fr. — Nov. Vallvidrera. GanthareUus cibarms Fr.~Set., Oct. Nov. San Celoni, Caldas de Malavella. — infiindihiMformis Scop. — Nov. Caldas de Malavella. Lacíarius torminosus Sch. — Oct. Nov. Vallvidrera, Caldas de Malavella, Sardañola. — paUidiis Pers.?— Oct. Vallvidrera. -^ metus Fr.— Nov, Caldas de Malavella. — piperatus Scop. — Nov. Caldas de Malavella. — triviaUs Fr. — Nov. Caldas de Malavella. — Z«c¿?7??íW5 Sch. — Oct. Calella. — controversus Fr.— Nov. Caldas de Malavella. — quietus Fr.- Nov. Caldas de Malavella. Russula rubra Fr. — Set., Oct. Nov. San Celoni, Vallvidrera. integra h.— 0\ot. — emética Sch.— Nov. Caldas de Malavella. — Oct. Vallvi- drera. — atronibens Q— Oct, Vallvidrera. — lepida Fr*. — Oct. Nov. Vallvidrera Sardañola. — ochracea A. et S. — Oct. Vallvidrera. — violácea Q. — Nov. Caldas de Malavella. — cyanox,antha Sch. — Nov. Caldas de Malavella, — nigricans B. — Nov. Caldas de Malav(ílla. — Qíieletii Fr. — Nov. Caldas de Malavella, Sardañola. — heierophylla Fr. — Nov. Caldas de Malavella, Amer. DE HISTORIA NATURAL. 49T Russula mustelina Fr. — Oct. Calella. — delica Fr.? — Nov. Caldas de Malavella. — livescens Batsch. v. sororia ó pectmata. — Set. San Celoni. — aurata With. — Olot. — ochroleuca Pers.? — Nov. Solsona. Marasmius ramealis B. — Set. San Celoni. — oreades Bolt. — Oct. Vallvidrera. Schñophylhim commime Fr. — Marzo. Font Grog-a. Pluleus cervinus Scli. v. eximius. — Nov. Caldas de Malavella. Entoloma costatum Fr. — Nov. Caldas de Malavella. Coriinarius colUnitiis Sow. — Nov. Caldas de Malavella. — leucopus B. — Nov. Sarda ñola. miicosíis B. — Nov. Caldas de Malavella. — elegantior Fr.? — Nov. Araer. — duracinus Fr. — Nov. Amer. Inocyle rimosa B. — Nov. Vallvidrera. — sambiicina Fr. — Nov. Moneada. Hebeloma fastibile Fr. — Nov. Amer. — CTUStuJiniformis B. — Nov. Vallvidrera. — longicaiidus Pers. — Oct. Vallvidrera, — — V. nudipes Fr.? — Oct. Vallvidrera. Flammula giimmosahs.^'Qh.'^ — Oct. Vallvidrera. Tubaria furfuracea Pers.? — Oct. Vallvidrera. Paxillus lamellirugus DC. — Nov. Mallorca. — inmliitus Batsch. — Dic. Sardañola. Psalliota campestris L. — Nov. Amer. — Bernardi Q. — Nov. Amer. — pratensis Sch. — Primavera. Pedralbes. BypJioloma fasciculare Huds.— Nov. Caldas de Malavella, Sar- dañala. PsaihgreUa snbatraía Batsch'? — Oct. Vallvidrera. — gracüis Fr. — Nov. Vallvidrera. Coprmus comatiis Fl. — Nov. Barcelona. Panaolus campanulatus L. — Otoño.— Barcelona. Poliporáceos. BíBddlea qxiercina L.? — Febr. Vallvidrera, Solsona. Polyporus leucomelas Pevs. — Nov. Caldas de Malavella. — fncatus Q? — Febr. Vallvidrera. 498 BOLETÍN DR L\ REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Polyporus igniarius L. — Mayo. Montserrat. — hirsutus Wulf. — Mayo. Solsona. — lucidus Leys. — Set. Nov. Tibidabo, Sardañola. — imhricatus Fr. — Nov. Veiidrell. — nigricans Fr. — Nov. Gerona. Boletus Boudieri Q. — Oct. Nov. Vallvidrera, Caldas de Malave- 11a, Sardañola. — granulatus L. — Dic. Sardañola. — edulis B. — Nov. Caldas de Malavella, San Celoni. — cJirysenteron B. — Nov. Caldas de Malavella. — collinitus Fr. — Nov. Caldas de Malavella . — mscidus L. — Nov. Caldas de Malavella. Hidnáceos. , Hydnum repandum L. — Nov. Amer, San Celoni. — amarescens Q. — Nov. Solsona. — molle Fr. — Nov. Dic. Solsona., Sardañola. — zonatum Batsch. — Nov. Dic. Solsona, Sardañola. Sistotrema confluens Pers.? — Dic. Sardañola. Clavariáceos. Clavaria cinérea B. — Oct. Vallvidrera. Nov. Mallorca. — — V. lilascens. — Nov. Solsona. — abietina Pers. — Nov. Solsona. Teleforáceos. Craterellus cornucopiodes L. — Set, Nov. San Celoni, Caldas de Malavella. Siereum Mrsutum Willd. — Jun. Oct. Montserrat. Faloideos. Phallns imjmdicus L. — Nov. Tibidabo. Clathrus cancellatus Tour.— Oct. Vallvidrera. Licoperdáceos. Lycoperdon hiemale B. — Nov. Solsona. Scleroderma verriicosum B. — Nov. Solsona. DE HISTORIA NATURAL. tí» Helveláceos. Helvella lacunosa Afzl. — Nov. Solsona. — crispa Yv. — Nov. Solsona. Leotia lubrica Pers. — Set. San Celoni. Pfezizáceos. Peziza leiicomelas Pers.? — Nov. Sardañola. En varios Laciarius deliciostcs de Caldas de Malavella, como también de Bilbao, he tenido ocasión de observar la ausencia completa de láminas, y en el sitio correspondiente tiene el sombrero un lig-ero barniz blanquecino; ¿será enfermedad pa- rasitaria ó simple monstruosidad? Por hoy no puedo hacer más que plantear la cuestión. También he recog-ido en Amer una Zepiota procera deforme con láminas fofas, g-ruesas y entrepeg-adas ó adheridas entre sí por excrecencias esponjosas; el sombrero, como en los Lac- tariiis antedichos, es más irregular que de ordinario. Citaré también, por su g"ran tamaño, un PoIyjJoríis lucidus de Bilbao, cuyo pie alcanza á 32 cm., y la anchura del sombre- ro á 16 cm. Lista de hongos del Empalme (Gerona) recibidos en Noviembre de 1905 POR D. TELESFORO DE ARANZADI. Amanita muscaria L.=n. v. reix hort. I — vagi7iata^^=i\. y. gualbas coinesiihUs. Armillaria mellea Vahl.^lo comen, n. v, bolets de roure. Tricholoma leiicocephahim Fr.=n. v. ciialbras blancs, — grammopodiíím B. [viscoso]. — Russula B.=lo comen, n. v. escarlet. — terreum Sch., v. scalpturatum Fr. Collybia inversa Scop. — dryophila Fr., un ejemplar de 10 cm. Pleurotus ostreatus Jac.=lo comen, n. v. orellanas de poli. HygropJiorus ebwrneus B.^n. v. escariéis blancs. 500 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Hygrophorus mrgineux^\i\L=^\. v, escariéis Manes, ig-noro sí lo comen ó no. Lactarms iorminosus Sch.=n. v. pineiell sbor, no lo comen. — piperatus Scorp.=lo comen, n. v. tarrandos, pelrazos. — ¡acti/iims Sch =lo comen, n. v. lleíerolas. — vieiiis Fr., un ejemplar de 17 cm. — pyrogahis B. Russttia xerampelina Sch., v. cutefracta Bond., lo comen, n. v. cualbra Manca. — ■ — Sch , V. alutacea Pers.=n. v. cualbra ver- mella. — heterophylla Fr. integra L., v. fusca Q. Coriinariiis colliniins Sow. — elatior Pers. — mucos US B. — ochroleucns Sch. Hijpholoma fasciculare Huds.=no lo comen, n. v. boleis de p'L Boletus edulis B =n. v. sureny. — granula tus L.=n. v. mullerich. Hydnum repandmn L =n. v. Uenguas de bou. Clavaria pis Maris L.=n. v. bossas. — coralloides L.^Io comen, n. v. peus de rata. Craterellus cormicopioides L.=n. v. ulls de ptrdiu, no se sabe si lo comen. Nota. Alg'unos de los nombres vulgares ofrecen cierta con- tradicción, que no he podido comprobar si es debida á confu- sión individual ó á diferencia local en la aplicación de estos nombres á unas ú otras especies; los dos casos son posibles, y de ello podría citar alg-unos ejemplos. Si Kulato es en vizcaíno el Boletus edulis y en g-uipuzcoano la Amanita ccesarea; si ros- sinyol en el mercado de Barcelona es lo mismo Cantharellus ci- barius (\\ieHydnun repandum, j esta confusión no es admisible en la provincia de Gerona, bien puede suceder que no sea error individual el llamar escariéis unas veces á las Tricholo- mas y otras á los Jlygrop/torus, cualbras unas veces á las Eus- sulas y otras á los Tricholomas; sin embarg-o, me inclino á creer que los empíricos bien enterados llamen escariéis á las Tricholomas y cualbras á las Russulas, como también me indi- DE HISTORIA NATURAL ÓCít no á creer que la cimlbra blanca no sea, g-eneralmente, de la especie en esta lista citada, sino de la RiissiUa virescens, el fa- moso guibeliirdin del país vasco, que me extrañaría no existie- re en la provincia de Gerona. Segunda lista de nombres catalanes de hongos (bolets) POK D. TELESFORO DE ARANZADI. En la seg-unda lista de nombres catalanes de hongos que hoy presento á la Sociedad aparecen alg'unos con equivalen- cia científica dudosa, por la razón de no haberlos identificado con ejemplares á la vista, sino que me he tenido que limitar á lo que, por descripciones de aficionados completamente profa- nos á la Botánica, he podido deducir: aún así, considero útil el consigmarlos, para que puedan dar base á rectificación 6 comprobación. En el Catálog'o de especies observadas aparecen también al- gunas con la nota de dudosas, por el mal estado de conserva- ción en que llegaron á mis manos, por falta de tiempo para cla- sificarlas en fresco ó por dificultades propias de clasificación. Águilas (en San Ce\om)= ffi/dnum repanclmn. Baquetas (en Olot)-^ Amaniía ccesarea, joven bolets de g-reig'= ¿Morchella? Cabras (en Caldas de Malavella)=Zí?c¿«?W5 tormznosus. Candelas (en Caldas de ^IqX?lvq\\q)^ A manila vagmata. - Cualbres lloras (en AiiQ.eY)^Russida heterophylla. Cualbres vermellas (en kmev)^=Riissíila sp. Escaldabechs (en Llagostera)=¿^?w52í/« emeticaf Escarlets blancs (en kmQv)=-Tricholoma Imcocephaliim. Escarlets vermells (en k.mQ.v)=Tricholoma Iruncalmn. Esclatasanc (en Mallorca)=Zac¿«nM5 deliciosiis. Gírbolas d'alba (en San Sadurní de 'íü oysi)=^ A r mili aria mellea. L\enegSiS,=I/ggrop/¿orus liniacinus ypenarius. Lleneg"ays h\s,nc^=Hygrophorus eburneus. Lleng-uas de bou (en kmev)=Hgdmcm repandum. Lleterolas blancas (en Caldas de Malavella) -='Laclarius pipe- ratiis. Lleterolas (en Llag'ostera)==Z,í?í¿«mí5 ladiflims. 502 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Lloro (en 0\ot)=RHSSi(la aurata With. Mataparents=^o/rí'/¿(?Z/«. Rog-eta (en (y\.Q\)=Rnssnla integra. Rovell=í/^?*(3(^0. Rovelló (en Llag-ostera)=Z(3'c¿«nw5 deliciosus, de color amari- llento, zumo pálido y con frecuencia manchas verdes. Sureucs (en GQYOv\2L)^=Boletus de los alcornocales ó suredas. Sabateras (en lA?igoñXevdL)=Hydmim imhricaiunü Notas entomológicas POK EL R. P. LONGINOS NAVÁS, S, J. XII. Neurópteros de Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real.) En diferentes ocasiones he recibido Neurópteros de Pozuelo de Calatrava, cog"idos por nuestro dilig-entísimo consocio y particular amig-o el R. D. José María de la Fuente, presbítero, quien con asidua y constante labor de muchos años, va prepa- rando el estudio de la fauna, especialmente entomológ-ica, de la provincia. A fin de contribuir, por mi parte, á su meritoria y patriótica tarea, me he decidido á presentar de una vez la lista de los Neurópteros recibidos, disponiéndolos por el orden de familias que más oportuno me parece. Y como de buena part^ de las que este variado orden abarca ha cog-ido representantes el R. la Fuente, podrá servir este sencillo catálog'o de pauta para la distribución metódica de los DE HISTORIA NATURAL. 503 mismos en colección. A fin de ayudar al mismo efecto y auxi- liar á los menos expertos en el trabajo de recolección, añadiré al nombre de cada familia una fácil y brevísima característica que la disting-a. A. Odonatos (Caballitos del diablo). Mandíbulas fuertemente dentadas. Antenas cortas, alez- nadas. Libelúlidos. Alas horizontales durante el reposo, las posteriores en la base más anchas que las anteriores; triáng"ulo discoidal transverso; es decir, que el lado anterior es el más corto. Libellula quadrimacidata L. — depressa L. Crocothemis erytlirma Brull. Ortketrum brunneum Fonsc. — ccerulescens Fabr. ■ — nitidinerve Sel. Sympetrum meridionale Sel. — Fonscolomhei Sel. — striolatum Charp. — milgatum L. Ésnidos. Alas horizontales durante el reposo, las posteriores más anchas en la base que las anteriores; triángulo discoidal lon- g-itudinal; es decir, que el lado interno es el más corto. Ánax imperator Leach {=^ formosus Van der Linden). — Barthenope Sel. Boyeria Irene Fonsc. Nueva para el centro de España. ^schna cyanea MüU. — mixta Latr. — affinis Van der Linden. Cordulegaster annulata Latr., tipo. Crompkus ptilckelhis SteT[>h.. — simillimus Sel. 504 boletín DR LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Agriónidos. Alas semejantes, estrechas en la base, verticales durante el reposo. Calopteryx splendens Harris. — haemorrhoklalis V. d. L. Lestes macrostigma Eversm. Apenas citada de España. — Garlara Fabr. Platycnemis ¡atipes Ramb. — pennipes Pall. — aciUipennis Sel. Sympecma fusca V. d. L. Agrión ccenilescens Fon se. — mercuriale Charp. — Lincleni Sel. Erythromma viridnlum Curt. No lo he visto de otro sitio de España. Ischnura Graellsi Rarab. — — var. aurantiaca auct. — elegans V. d. L. Nueva para España. El haber observado esta especie débese al neuropterólogfo de Edimburgo Mr. Morton. Por ser comunísima en toda Espa- ña la Ischnura Graellsi y no haberse citado otra, sin más ave- rig-uación mandé, con otros, un ejemplar de Pozuelo y otro de Tortosa con este nombre al referido entomólog'o, quien ama- blemente me hizo caer en la cuenta. Posteriormente, la he re- cibido de Orihuela, (Junio de 1905, P. Saz, S. J. leg".) y la he cog-ido yo mismo en Barcelona, al pie de Montjuich (9 de Ag-os- to de 1905). B. OXINATOS. Mandíbulas sin fuertes dientes. Antenas muy variadas. Efeméridos. Antenas cortas, aleznadas. Alas posteriores cortas ó nulas. Abdomen con dos ó tres urodios. Ecdyiinis jiiiminum Pict. Cloeon dipterum L. — simile Eat. Bcetis pumilus Burm. DE HISTORIA NATURAL. 505 Pérlidos. Antenas largas, filiformes. Alas posteriores larg-as, plegadas en abanico. Perla flariventris Hoffmansseg-. Chloroperla grammatica Scop. También en Fuencaliente. Nemura laieralis Pict.? Ejemplar imperfecto. Ascaláfidos. Antenas larg-as terminadas en maza. Alas anchas en la base. Ascalaphus Jjcbíícus Ramb. Mirmeleónidos. Antenas cortas, claviformes. Alas alargadas. Creagris lüximbens Oliv. Macronemurus appendiculaius Latr. Myrmecéliirus trigrammus Pall. Crisópidos. Antenas largas, filiformes; ojos dorados en vida. Alas ver- des, tectiformes en estado de reposo. Chrysopa mügaris Schn. — — var. radialis Navas. — faxifrons Brau. var. mgropunctata E. Pict. — lineoJata Mac Lachlan. — formosa Brau. — iderica Navas. — pr asina Burm. Hemeróbidos. Antenas filiformes, casi moniliformes; ojos globosos; sin es- ternas. Alas grisáceas, tectiformes durante el reposo. Hemei'oMus tineoides Ramb. — síibnebiilosus Steph. Diláridos. Antenas pectinadas en los machos, dentadas en las hembras; éstas con oviscapto largo, filiforme. DÜar campestris Navas. EOf) BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Coniopterígidos. Insectos muy pequeños. Alas cubiertas de escamitas, como salpicaduras de polvo blanco ó g-risáceo. Coniopieryx ladea Wesm. Parece nueva para España. Eafídidos. Tercer artejo de los tarsos cordiforme. Hembras con larg-o oviscapto. Raphidia macuUcollis Steph. También en Fuencaliente. Sócidos. Insectos muy pequeños. Alas de pocas venillas, ó ápteros. Tarsos de dos ó tres artejos. Amphigerontia Mfasdata Latr. Psocus qiiadrimaculatus Latr. Pozuelo, Fuencaliente. Stenopsocíis crudaius L. Fuencaliente. Peripsomis pliceopterus Steph. Ninguna de estas cuatro especies he visto citada de España. Termítidos. Antenas moniliíormes. Alas con venas, sin venillas. Calotermes jiamcollis Fabr. Émbidos. Antenas filiformes. Tarsos de tres artejos, el primero de las patas anteriores ensanchado. Un ejemplar alado de los varios Émbidos, enviados por el R. la Fuente, me ha llevado al convencimiento de que se trata- ba del g-énero Oligotoma Westw., no citado aún de España. Necesito más ejemplares para mejor determinación. Nemoptéridos. Alas posteriores muy larg-as y acintadas. Nemoptera bipemiis 111. C. Tricópteros. Alas pelosas, con muy pocas venillas. Tarsos de cinco arte- jos. Larvas acuáticas. DE HISTORIA NATURAL. 507 Limnofílidos. Antenas tan larg-as como las alas, las anteriores oblong-as. Espolones 1, 3, 4 casi siempre. Mesophylax adspersus Ramb. Sericostómidos. Antenas tan larg-as como las alas ó más cortas. Éstas con densa pubescencia que oculta la venulación. Sericostoma Iceticiim E. Pict. Fuencaliente. Leptocéridos. Antenas muy delg-adas y larg-as; alas estrechas y alarg-adas. Leptocems incequalis W L. Hallado primero en Portugal, pare- ce nuevo para España. Setodes argeniipunctella W L. Fuencaliente. Hidropsíquidos. Palpos maxilares de cinco artejos en ambos sexos, el último muy larg-o, á manera de látigo y compuesto de otros. Espolo- nes 2 (ó 3), 4, 4. Hydropsyche Johala M' L. Polycentropus coriiiger W h. Cynuis msolutus Mac Lachlan. Tino des vaneri L. Fuencaliente. Riacofilidos. Palpos de cinco artejos, el último normal. Antenas no más larg-as que las alas; éstas medianas. Patas con largos espo- lones. CMmarrlia margínala L. Fuencaliente. RESUMEN Odonatos 34 Oxinatos 30 Tricópteros 9 Total 73 eos boletín de la real sociedad española Nota. No dudo que se hallarán todavía otras especies de Neurópteros en Pozuelo de Calatrava, por ejemplo, de las fami- lias Efeméridos, Pérlidos, Hemeróbidos, Sócidos y, muy en particular, de los Tricópteros, cuyas familias Frig-ánidos é Hi- droptílidos no se mencionan en este catálog-o; mas él basta para dar idea de la fauna neuropterológ-ica de la reg-ión y para estimular á otros consocios á semejantes descubrimientos. Algunos liqúenes de los alrededores de Cuenca POR DON MANUEL LLENAS Y FERNÁNDEZ A Últimos del pasado Abril, durante mi permanencia en Madrid, recibí de mi amigo y consocio nuestro D. Antonio Mombiedro, unos paquetes con liqúenes que había recog-ido en los alrededores de Cuenca. Careciendo entonces de tiempo para estudiarlos, determiné g-uardarlos para hacerlo á mi re- greso á Barcelona, y atendiendo á las indicaciones del doctor D. Blas Lázaro, publicar con ellos una nota de alg-ún interés para nuestra Flora, por ser la Criptogamia de aquella locali- dad completamente desconocida. Hoy, pues, cumpliendo mi propósito, me complazco en pre- sentar á la Sociedad la siguiente lista que de ellos he for- mado: Collema nigrescens^c^. — puiposum Ac/i. Deter. jS. OKvier. — crispum Ac/i. — multifidura ScJkbt. C. melaenum Ach. Leptog-ium plicátiles c/¿. Collemaíd. Ach. Colleraodium id. Nyl. Cladonia fuscata Ach. — rangñformis Hoffm. — pyxidata Sc/í. — — var. neg-lecta Flk. — — var. pocillum Ach. — fimbriata Jc/¿. — — var. tubeiformis Ach. Cladonia alcicornis Flh. Cl. foliácea var. alcicornis Schcsr. — endivisefolia Fr. Cl. foliácea var. convoluta Vainio. DE HISTORIA NATURAL. f09 Usnea barbata Fr. Ramalina calicaris Acli. — farinácea Ach. Evernia furfiiracea Ach. — — var. platyphylla Ralienh. Parmeliacaperata Ach. Imbricada id. DC. — conspersa .4 c/¿. Imbricada id. Z>Í7. — — var. isidiosa Nyl. — scortea Ach. P. tiliacea var. scortea Ach. — trichotera Hiie. Separada por el abate Hiie de la P. perlata Jc/¿. en 1898 (1). — prolixa Nyl. P. olivácea var. prolixa Ach. Peltig-era canina Hofm. — rufescens Hoffm. Berrera chrysophthalma Ach. Physcia id. Nyl. Xanthoria padetina Ach. Parmelia id. Ach. — — Fam. chlorina Cheval. — — var. aureola ^£^A. Physcia pulverulenta Ach. Imbricarla id. DC. — aipolia Ach. Ph. stellads var. aipolia Nyl. — leptalea DC. Ph. stellaris var. leptalea Nyl. Pannularia nig-ra Nyl. Lecidea id. Ach. Squamaria crassa DC. Lecanora id. Nyl. — — var. ccespitosa Schoer. — lentig-era DC. Lecanora id. — melanophthalma DC. Lecanora id. Schmr. — oreina Ach. Rinodina id. Mass. — saxícola Ach. Lecanora id. Ach. * (2) — — var. albopulverulenta Schoer. Deter. H. Oli- vier. Psora l.urida Ach. Lecidea id. Ach. — decipiens DC. Lecidea id. DC. Placodium fulgens Nyl. Lecanora id. Ach. — callopismum Ach. Lecanora callopisma Ach. — murorum Z)C Lecanora id. J.CÁ. — teicholytum Ach. Lecanora teicholyta Ach. (I) Hue. Causerie sur les «Parmelia». París, 1898. (•2j Las especies, variedades y formas citadas por vez primera en España, van se- ñaladas con un asterisco *. — T. v.-Diciembre, 1905. 34 510 BOLUTIN DE LA RIÍAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Diploicia canescens DC. Lecidea id. Ach. * Toninia ccesio-candidula Eyl. Deter. H. Olixiier. — tabacina Mass. Lecidea id. Nyl. — vesicularis Ach. Lecidea id. Ach. * Caloplaca'pyracea Ach. v. pyrithroma Ach. Deter. 11. OUvier. — cerina Ach. Lecanca id. Ach. — clialybeia Schosr. Lecidea id. Borr. Lecanora parella Ach. — subfusca .ic/¿. — — var. g'labrata .ic^. — var. campestris Schosr. — aira, Ach. — badia Ach. Deter. If. OUvier. * — di.spersa Nyl. L. flottowiana Krb. Deter. H. OUvier. Aspicilia cinérea Krh. Lecanora id. Nyl. — calcárea Krh. L. cinérea var. calcárea Nyl. * — — Fam. opeg-raplioides i?C. Deter. R. OUvier. Pertusaria communis DC. — multipucta Nyl. Variolaria id. Turn. Urceolaria scruposa Ach. — actinostonia Pers. U. striata Duby. — Villarsi Ach. U. ocellata DC. Lecidea contig-ua Fr. L. cinereoatra Ach. — parasema DC. L. eloeocroma Ach. * Biatorella pruinosa Ach. Lecidea id. N'yl. Sarcog-ine id. Sm. * — — Fara. microcarpa Mass. Deter. //. OUvier. Buellia epipolia Ach. Lecidea id. Ach. * — — var. venusta Arb. * — Dubyana Á'rb. Deter. If. OUvier. Craphis scripta Ach. Opeg*rapha atra DC. Endocarpon miniatum Ach. — Schcereri ISyl. Verrucaria id. Fr. Verrucaria nigrescens Ach. — rupestris DC V. Schraderi Ach. — calciseda DC. V. rupestris var. calciseda Schces. — muralis Ach. V. rupestris Fam. muralis Arn. * — — yav.y'iemaVí^ Arn. DeteY. H. OUvier. Leprocaulon nanum Nyl. Stercocaulon id. Ach. Leg-roma lanug"inosum Nyl. Amphyloma id. Nyl. DE HISTORIA NATURAL. 511 No cito localidades precisas porque, según me dijo el señor Mombiedro, todos los ejemplares habían sido recogidos en las •cercanías de aquella ciudad. Debo manifestar aquí mi agradecimiento á dicho señor por su recolección y envío, así como también á M. H. Olivier por la clasificación de algunas especies dificultosas y la revisión •de otras determinaciones que yo había hecho. Las minas de El Espinar POB DON LUCAS FERNÁNDEZ NAVARRO ' La presencia de minerales de urano, fuertemente radíferos, ha llamado de algún tiempo á esta parte la atención sobre es- tas minas, que, bajo el punto de vista meramente industrial, no tienen por hoy gran importancia. Aunque se trata de filones idénticos á otros muchos de que toda la Sierra se encuentra í5embrada, como ocurre siempre que se explora con perseve- rancia y atención, han sido halladas numerosas especies mi- nerales, unas muy comunes en dicha región, otras menos fre- cuentes en ella. Estas razones me han hecho pensar que no íiería inoportuna una noticia acerca del estado actual de estas minas y de las especies hasta ahora descubiertas en ellas. Las minas están situadas en las inmediaciones del apeade- ro de San Rafael (línea férrea de Villalba á Medina por Sego- via), término de El Espinar, provincia de Segovia, al pie mis- mo del conocido puerto de Guadarrama (1). Las exploradas en grado mayor ó menor, son tres «Flor de El Espinar», «La To- rera» y «La Cacera». La misma Sociedad tiene denunciada otra, «La Nevada», en los gneis de la cuenca alta del Río Mo- ros, á unos pocos kilómetros de las anteriores, y otra más próxima en Cabezo Reina, cerca del puerto, ésta en la cuenca del Gudillos, en la cual están también las tres mencionadas ■en primer término. (1) Se pueden visitar las tres primeras en las cuatro horas que dejan entre sí el tren que sale de Madrid á las nueve horas veinte minutos de la mañana, llegando á San Rafael poco después de las doce, y el que sale de este punto á las cuatro para llegar á Madrid á las siete. Una exploración más detenida exige hacer noche en la fonda de San Rafael. 512 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA «La Nevada» y la de Cabezo Reina, se consideran como aurí feras, y de la primera parece que se han hecho ya varios aná- lisis que así lo confirman, por el químico de esta corte señor Giral. No las he visitado, y, como por otra parte, nada he visto de particular en los cuarzos y g-neis que. como procedentes de ellas, ha tenido la amabilidad de presentarme su copropieta- rio D. Tomás Llórente, no las incluiré en esta breve nota. La llamada «Flor de El Espinar» está situada á la entrada del túnel inmediato al apeadero, del que no distará más que unos 100 m. y á unos pocos de la vía. Consiste en un filón único, orientado próximamente de NW. á SE., en el cual hay abiertas varias calicatas poco profundas. Arma en un g-ranito de color g-ris, muy cuarzoso, con mica negfra y manchas ferru- g-inosas, que en el contacto con el filón toma á veces un aspec- to g-neísico. Es para nosotros la más interesante por ser en lai que se encuenta el mineral de urano radífero, la chalcolita. «La Torera» consiste en dos calicatas abiertas junto, á una fuente, de cuyo nombre toma el suyo la mina. Está situada en la marg-en derecha del llamado rio Gudillos, á unos 200 ó 300* metros ag-uas arriba del apeadero. Consiste en un filón cuar- zoso orientado de E. á W., que arma en g-ranito rojizo, com pacto, de grano fino y con poca mica neg-ra. Lleva mucha pi- rita y bornita. Por último, «La Cacera», que es donde las labores se llevan con más actividad, consiste en un pozo entivado, que á fines- del mes de Octubre alcanzaba unos 14 m. de profundidad. Está situada en la marg-en izquierda del mismo riachuelo y á un. centenar de metros ag-uas arriba de la anterior. El g-ranito es- ig'ual que el de «La Torera» y en él arma un filón, también cuarzoso, de unos 6 á 8 cm., por término medio, muy man- chado de carbonates de cobre. Las especies minerales encontradas hasta ahora en esta& minas, son las sig-uientes: Cobre nativo . —Deí^áe que el pozo de «La Cacera» ha alcanzado- alg-una profundidad, esta especie sale con bastante frecuencia, aunque no en g-ran abundancia. Generalmente se presenta en laminillas muy tenues, que salen entre los barros, y peg-adas- á los frag-mentos de roca y que desaparecen por el lavado Al- gunas quedan, sin embargo, adheridas al cuarzo y formaa DE HISTORIA NATURAL. 513 dibujos dendríticos. Más rara vez se presentan alg'unos nidos con ag-rupaciones ramuloso-dendríticas, entonces apoyadas sobre la cuprita. No se han hallado hasta ahora verdaderos cristales. Pirita. — Esta especie se encuentra, sobre todo, en los cuar- zos de «La Torera», en pequeñas masas y en drusas de crista- les de 1 á 2 mm. de arista cuando más, lisos, cúbicos, sin mo- dificación alg-una, ni indicios de alteración. Bornita (Eruhescita). — ^e encuentra únicamente en «La To- rera». Nunca se presenta cristalizada, sino en masas friables y hasta pulverulentas, de un color azulado, rellenando, g-eneral- mente los huecos que dejan entre si los cuarzos de las drusas y g-eodas. Va acompañada de pirita y calcopirita, de cuya últi- ma especie procede sin duda. Calcopirita. — Se encuentra en «La Cacera» y en «La Torera», €n ambas poco abundante y nunca cristalizada. Cuarzo. — Esta especie, tan abundante por toda la Sierra de Guadarrama en ejemplares cristalizados, no podía faltar en la localidad. Se encuentran cristales bien formados, hasta de 10 cm. de long-itud, constituidos exclusivamente por el prisma y los dos romboedros normales, incoloros, lechosos, ahumados y amarillentos. Las mejores drusas que he visto proceden de Cabezo Reina. Casiterita.— Ls. he visto en pequeños cristales de color neg-ro intenso y brillante en los cuarzos procedentes de «La Cacera»; también me han mostrado un cristal más g-rueso, de un par de centímetros, procedente al parecer, de «Flor de El Espinar». Todos ellos consisten en la combinación de los dos prismas (110) (100), con las dos pirámides (111) y (101), sin que haya visto ejemplos de la macla característica. Hematites.— Vqco abundante en masas pulverulentas y más frecuente como pigmento del cuarzo, constituyendo verdaderos jaspes rojos^ en «La Cacera». Cuprita. — También de «La Cacera». Se presenta en masas poco consistentes y aún pulverulentas, de cuya reducción pa- rece proceder el cobre nativo que entre ellas aparece. Limonita.— VoQ,o abundante, terrosa y á veces concreciona- da. Sólo la he visto en «La Cacera». Fluorita.— Esta, especie, tan rara en los filones metálicos de la próxima sierra, se encuentra en escasos, pero perfectos cris- 514 BOLRTIN DR LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tales en el filón de «La Cacera». Van acompañando á los de cuarzo de las drusas y g-eodas, varían de 1 á 5 mm. de arista, y son, en g-eneral, de un color violado desigualmente repartido, que suele teñir también á los cuarzos inmediatos. La genera- lidad de los cristales son cubos sencillos muy perfectos. Sin embarg'o, D. Tomás Llórente ha reg-alado al Museo de Madrid un ejemplar con dos cristales, relativamente g-ruesos, en que al cubo acompañan las facetas del rombododecaedro y de un tetraquisexaedro indeterminable. También yo he recogido un ejemplar, bastante grande, consistente en un octaedro incom- pleto de caras rug-osas, que, además, ofrece la particularidad de su color amarillo-melado uniforme, tan distinto del de todos los demás hallados. Calcita. — También es ganga poco frecuente en los filones de la sierra. Consisten los ejemplares en g-eodas cuarzosas tapiza- das de una capa de pequeños cristales blancos, constituidos por el prisma exagonal, la base y el romboedro equieje — \/.-¡, R Proceden de «La Cacera». Malaquita. — Forma en los cuarzos de «La Cacera» manchas y peg-aduras abundantes, y más rara vez pequeñas masas con- crecionadas. Azurita. — Se encuentra en la misma forma y sitio que la anterior, pero es menos frecuente. Wolframita. — Relativamente abundante en «Flor de El Espi- nar». Constituye masas neg'ras poco brillantes, siempre frág-i- les y á veces hasta friables, espáticas, pero nunca verdaderos cristales, incluidas en los cuarzos. Tiene, en general, aspecto de mineral alterado y suele llevar en la superficie productos iimoniticos pulverulentos, á los cuales es muy probable que vaya mezclada cierta cantidad de tung'stita. Magnetita. — En masa compacta fuertemente magnética. El ejemplar de esta especie que he visto procede del escorial del Puente del Rey; localidad que, aunque no es ninguna de las citadas, es inmediata á todas ellas. Chalcolita { Torbernita).—^.^ la especie radífera y no se en- cuentra más que en «Flor de El Espinar». Constituye pegadu- ras ó laminillas de color verde claro y brillo casi metálico,, depositadas con gran abundancia en las superficies de fractura y planos de separación, que casi siempre son más ó menos ne- g"ruzcoí. DE HISTORIA NATURAL. 515 HaUoysUa [Lithomargcú). — De color rojo, muy brillante; poco adherente á la leng-ua y con fractura casi astillosa. Se halla en pequeña cantidad en las salbandas del filón de «La Cacera». CoccoHta. — Con los caracteres comunes á este pirbxeno, tan frecuente en la Sierra de Guadarrama. El ejemplar que he visto lleva interpuesta magnetita y procede, como el citado de esta especie, del escorial del Puente del Rey. Como hemos dicho, el mineral radio-activo que ha dado nombradla á estas minas es 'a chalcolita, sólo hallada hasta ahora en esta localidad en la mina «Flor de El Espinar», aun- que no será difícil que se encuentre en las demás, por ser es- pecie algo difundida hacia esta reg-ión de la Sierra de Guada- darrama, como lo demuestra el conocerse de antig'uo en Col- menar Viejo, Torrelodones y Galapag-ar. También se ha citado en varias localidades de Extremadura y Portugal. Parece ser que la actividad radífera no sólo existe en el mi- neral nombrado, sino que en menor grado la poseen la roca circundante y algunas aguas de la localidad, como las de la fuente «La Torera». Sobre este extremo, como sobre todos los relaci-oriados con la radioactividad, el sabio catedrático de la Facultad de Ciencias, Sr. Muñoz del Castillo, ha hecho con- cienzudos é interesantes trabajos que han sido objeto de nu- merosas publicaciones (1). Aunque de ellos no parece resultar muy claramente que estos yacimientos de radio tengan un elevado valor industrial, el interés científico de este novísimo y singular cuerpo simple es suficiente para dar importancia grande á su descubrimiento. Como por otra parte, la especie mineral es tan fácil de. carac- terizar por sus propiedades físicas y composición química (fos- fato hidratado de cobre y urano), es de esperar que pronto se puedan señalar otros yacimientos, bien en la mencionado sie- rra, bien en otras regiones. Creo pertinente añadir que, según me comunica particular- mente el Sr. Muñoz del Castillo, son radioactivos los minerales de bismuto de Conquista (Córdoba), remitidos por nuestro con- (1) La última de que tengo conocimiento es un folleto que se titula Reconocimiento y cálculo del radio en la chalcolita de San Rafael; Madrid, 1905. En él se hace una enu- meración de todas las publicaciones del autor acerca de esta materia. 516 boletín de la BEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA socio Sr. Hernández Pacheco, especialmente la bismutina. Lo son asimismo algunos otros de varias localidades que le han sido remitidos al Laboratorio de radioactividad de la Facultad de Ciencias, entre los que pueden citarse las piritas y limoni- tas de BeA'ueco Parsedo (Salamanca), y las limonitas y criso- colas de Torviscon (Granada). Hidrarios de nuestras costas mediterráneas POR D. ODÓN DE BUEN Y DEL COS. En los A^'chmes de Zoo!. Expér. et génér. de este año aparece un trabajo notabilísimo de M.™^ S. Motz-Kossowska , titulado ContrihiiUon á la connaissa7ice des Hydr aires de la Médiierranée accidéntale, en el que se citan y describen especies de nuestras costas, algunas nuevas para la Ciencia, recogidas en las cam- pañas del vapor «Roland», perteneciente al Laboratorio Arago de Banyuls sur Mer. Como apenas es conocida la fauna de nuestro litoral, por lo que respecta á los hidrozoos, tiene interés, para nosotros ex- cepcional, el trabajo mencionado, y por eso hago sobre él estas indicaciones. He aquí la lista de especies españolas que cita: Cladocoryne jioccosa (Rotch.) — Horizonte medio de la roca litoral «nías grutas de La Escala. Fija sobre Algas ó Esponjas incrustantes. Rara. Tiibularia indivisa (L.) — Abundante en una pequeña planicie litoral frente al Cabo de Creus. Fija sobre cantos de cuarzo ó conchas viejas. Tuhularia laryx EU. et Sol. — En aguas muy agitadas; horizon- te medio de la roca litoral. Muy rara. Grutas de La Escala. Vorticlava larynx (Str. Wrigth.)— Grutas de La Escala. Eudendrkim ramcsiim (L.) — En las rocas litorales de la provin- cia de Gerona. En Mallorca y Cabrera. Eudendrium racemosum (Cav.) — Abundante en el horizonte me- dio de las rocas litorales. (Grutas de La Escala. Cabo de Creus.) Eudendrium simplex (Piep.) — Frecuente sobre las hojas de la Posidonia Caulini, en la costa de la provincia de Gerona. DE HISTORIA. NATURAL. 517 CordyJophora Dohmi (Weism.)— Sobre Dorocidaris papillata, al borde de la planicie litoral, en la costa de Cabrera. C. annulata nov. sp.— Sobre una concha de Murex en el puerto de Cabrera. Corydendrium parasiticum (Cav,)— Muy abundante sobre la roca en el puerto de Palma (Mallorca). Perigonimus Schneideri nov. sp.— Sobre una Membranipora roja en el fango, desde el fondeadero hasta 100-130 m., espe- cialmente en el puerto de Pollensa (Mallorca), sobre las conchas de Pinna nobilis. P. repens {Stv. Wr.)— Sobre las conchas de TitrrileUa commimis en Blanes y Barcelona. P. cidarilis (Weism.) — Borde de la planicie continental sobre las radiolas de Dorocidaris papillata, en la provincia de Gerona. P. vestiHis (Str. Wr.)— En las g-rutas de La Escala. P. neapolitaniís (Weism.) — Fang-o del puerto de Mahón sobre una concha de Murex. Dicoryne Conyheari (AUm.)— Sobre las conchas de Gastrópodos habitadas por Pagurus, en Blanes, Cabrera y Mahón. D. conferta (Aid )— Fang-o del puerto de Mahón sobre una con- cha de Murex, Bougainmllea ramosa (Van-Ben.)— Abundante en la costa E. de de Mallorca; de preferencia en el horizante inferior de la roca litoral. B.fruticosa (Allm). — Sobre concreciones calcáreas del horizon- te inferior de la roca litoral, en Capdepera (Mallorca). Eydractinia aculeata (Wag-n.)— Sobre conchas de Murex en el puerto de Cabrera. H. Pruvoii nov. sp.— Recubriendo por completo una concha de- Cassidaria tyrrkeria, habitada por un Pagurus, cogida en Baleares. 518 boletín DK la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Excursiones por la provincia de Alicante POR D. DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS é I M Triásico superior. El viajero que sig-uiendo la linea férrea abandona las llanu- ras de la Mancha para dirigirse á la provincia de Alicante, atraviesa una elevada meseta que parece tener su mayor alti- tud cerca de la estación de El Villar (931 m.), y desde este punto desciende rápidamente para entrar en la provincia por La En- cina, punto en que se separa la línea de Valencia. Si el viaje se efectúa durante el día, se advierte un cambio rc;dical en el paisaje; surg'en por todas partes elevados picos cubiertos en otro tiempo de espeso bosque y hoy reducidos, en su mayoría, á una aridez desconsoladora, y de no ir acompañado de un buen mana, parece tarea imposible orientarse en medio del la- berinto de montañas. Quédanse en breve atrás las fértiles huertas de Villena y el pequeño castillo de Sax, colocado como un nido en lo alto de tan elevado crestón, que más bien pare- ce muralla levantada por el hombre, que obra de la naturale- za. Penetrase después por entre viñedos y olivares en los tér minos de Elda, Monovar y Novelda, y siempre descendiendo, atraviesa por áridos terrenos hasta lleg'ar á la capital, habien- do cortado á trechos, el Triásico superior y en su g-ran mayo- ría el Mioceno. Una serie de alturas se elevan al NE. de Ali- cante, formando el Castillo y la Sierra de San Julián (Mioceno inferior^, y en sus canteras se han encontrado abundancia de dientes de los g-éneros Carcharodon, Oxyrhina, Lamna, Chry- sophys, de los que poseo una mediana colección, así como tam- bién de trozos del neuroesqueleto de un Plesiocettis, huesos de Chelone ó más probablemente de un Thalassochelys, é inmen- sidad de g-éneros de Lamelibranquios. El observador, colocado en uno de estos puntos elevados, dis- ting-ue un bello panorama. Desde el NE. al SSO. una dilatada llanura se ofrece á la vista, cerrada en el horizonte por masas montañosas del más ag-radable efecto. Divísase al NE. el es- DE HISTORIA NATURAL. 519 belto cono de Puig-Campana de 1.436 m. y más al N., y perdién- dose entre las brumas, aparece el lomo prolong-ado de la Sie- rra Altana de 1.562 m., la mayor altitud de la provincia. Al NNE. se levanta otra serie de alturas que forman el Caiesó (1.222), y en sus estribaciones meridionales se encuentra el Sanatorio de Busot, de espléndido panorama y salutífero cli- ma. Más á la izquierda la Carrasqueta, por cuya falda culebrea la carretera de Alcoy y la Peña de Jijona (1.233 m.) de corta- dos riscos, que marcan con sus sombras las diferentes horas del día, extendiéndose á la izquierda un valle poblado de ár- boles, por cuyo fondo corre el río de Castalia, limitando la vis- ta por esta parte la mole del Maigmó de 1.396 m., desde cuyo punto las alturas disminuyen; Sierra del Cid de 1.111 m., Al- coraya (422), Foncalent |724 , y acaban por formar pequeñas colinas que limitan por esta parte las tierras bajas que rieg-an el Vinalapó y el Seg-ura, formando en la costa una sucesión de estuarios, explotados como salinas en Santa Pola, Albufera de Elche, Salina de la Mata, de Torrevieja y la más g-rande de Mar Menor, enclavada en tierra de Murcia. Nuestras excursiones se refieren principalmente á esta zona de la provincia, que por su proximidad á la capital, puede ser estudiada más fácil y cómodamente. Entre la costa y las altu- ras del Maig-mó y el Cid, es decir, lo que forma en g-ran parte el campo de Alicante, se extiende una planicie, interrumpida á trechos por pequeñas colinas, formada por el Mioceno, el Cuaternario y g-randes manchas del Triásico superior. Esto es lo que aparece en el mapa g"eológ"ico; pero no habíamos sos- pechado la existencia de una g-ran mancha de NumrmiUticOy no citado en ning"una publicación de las que hemos visto, y que se extiende alrededor del pueblo de Agost, siendo tal la abundancia de fósiles, que bien merece artículo aparte. El Triásico va en dilatadas fajas por la base del Maig*mó y el Cid, habiéndolo encontrado hasta el presente en los sig-uientes puntos: camino del pantano del Tibi, formado por yesos, mar- gas irisadas, yesos rojos con cuarzo hematoide, etc. En el ca- mino que desde Alicante conduce á Tibi, existe una estrecha g-arg-anta llamada el Estret Roig (estrecho rojo), abriéndose el camino en medio de una masa de yesos rojos y raarg-as iri- sadas entre las que se encuentran lechos delg-ados de lignito. El punto más inmediato á Alicante, y en donde se encuentra 520 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA el Triásiro, formando manchas de alg-iina consideración, es el Morahl, en la carretera de Ag-ost, y en las trincheras del ca- mino se ven sus capas casi verticales. Aquí está formado por marg'as irisadas y yesos. La línea férrea corta al Trías entre las estaciones de San Vicente y Monforte en el km. 17, pero se pueden citar pequeños afloramientos en puntos más cercanos, como por ejemplo, cerca de los cerros de Piqíieres, situados á unos 4 km, de Alicante, á la derecha de la vía férrea y eu las inmediaciones de Foncalent, no lejos de la fuente que da nom- bre á la sierra, presentándose los yesos y marg-as rojas con abundancia de jacintos de Compostela. La faja triásica, que corre paralela á las alturas del Cid y del Maig-mó, alcanza al- g-una más importancia hacia el O. de Ag'ost y formando la base de pequeñas sierras (Cerro de la Venta, Sierra de Alcora- ya y base de la Sierra de San Pascual), aunque en alg-unos puntos se ofrece alterado y como disperso particularmente en el último punto citado. De muy antig-uo se sabía en la comarca que estas capas en- cerraban carbón, y se citan explotaciones llevadas á cabo con alg-iin éxito, y que buena parte de la cal, yeso y ladrillos em- pleados en alg-unos trozos de la línea de Madrid á Alicante, fueron cocidos con los ligmitos del Keuper, y más particular- mente con los que se encuentran en la falda del Cerro de la Venta. Su actual propietario D. Ernesto Roma, había ofrecido estos carbones á diferentes empresas, y como alg-una de ellas le contestase que indudablemente se trataba de lig-nitos ter- ciarios sin importancia, dicho Sr. Roma me invitó á que reco- nociese el terreno que, tan á la lig-era, habían calificado de terciario. El 10 del pasado Octubre me dirig-í á aquellos sitios y pude comprender á primera vista que se trataba de un lig*- nito triásico. Los barrancos que parten de las faldas del cerro están abiertos en la masa misma de yesos y marg-as irisadas, por bajo de las cuales se encuentran capas de lig-nito de muy variable espesor y estructura. El Keuper se encuentra en es- tos sitios sumamente trastornado; tan pronto los estratos afec- tan casi la posición vertical, como inflexiones de muchos g-ra- dos en el trayecto de pocos metros. Constantemente se halla una capa de yesos de varios metros de espesor, g-ris g-eneral- raente, encima de los lig-nitos, y éstos no pasan de unos 70 centímetros de espesor, ignorándose si en otras zonas pueden DE HISTORIA NATURAL. " 52» presentarse capas más considerables que merezcan la explota- ción. La zona de lignitos está atravesada por yesos cristalinos procedentes sin duda de infiltraciones de las capas superiores, y la cantidad de pirita que encierran es muy considerable; por su alteración mancha de eflorescencias amarillentas una buena parte de la superficie al descubierto, viéndose en alg-u- nos sitios el sulfato ferroso resultante de la alteración de la pirita. Arrancando trozos de este lignito se ven con frecuencia porciones que presentan estrias muy manifiestas y que acaso pertenezcan á alg-una de las especies de Eqídseiam que se ci- tan en el Leiien-Kohle ó Kohlen-Keuper de muchas reg-iones de Europa. Otros trozos se presentan finamente estriados, re- velando la estrutura de los tejidos leñosos de las plantas á que pertenecieron, pero hasta el presente no se ha encontrado en estos depósitos ningún trozo que permita reconocer las es- pecies. Inferiormente se encuentran unas bancadas de areniscas cenicientas de no mucha consistencia, y más abajo conti- núan las margas y los yesos. Superior á todas estas capas existe una formación de arenisca roja algo micácea y de es- tructura un tanto pizarrosa. Conserva su compacidad hasta al- gún tiempo después de arrancada; pero algunos trozos expues- tos al aire se desmoronan fácilmente, formando como el trán- sito á una marga, de color de heces de vino y es la misma que se encuentra en muchos puntos de la provincia de Murcia, siendo la que forma la falda N. de la Sierra del Caño al O. de Lorca (1). Idéntica formación se presenta después en las cerca- nías de Novelda, en el camino que conduce al pequeño Castillo de la Mola ó de la Magdalena, edificado sobre las calizas que coronan una pequeña colina de margas irisadas. No se presen- tan aquí las calizas obscuras, pizarrosas con restos de fósiles,, que representan el horizonte superior del Triásico, pero acaso pertenezca al sistema el pequeño cerro llamado en el país Ca- heso ISegret, de donde se han sacado mármoles obscuros. La inspección de este cerro nos sacará de dudas. Las areniscas rojas y micáceas pasan superiormente, y por tránsitos poco sensibles, á un color pardo, manchado de negro (1) Igual formación se encontró en los sondeos que hicieron los Sres. FelguerósQ al cortar el triásico inmediato á Gijón. 1" S«2 BOLETÍN IHÍ LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA €n alíennos puntos, al parecer por minerales de mang*aneso y de verde por la malaquita procedente de la alteración de la calco])irita, que en pequeñas cantidades se encuentra salpica- da en las areniscas. En un horizonte superior vuelven á aparecer las areniscas micáceas, pero de color g-ris muy claro y g:rano muy menudo, utilizadas como piedra de afilar. En resumen, estas formacio- nes pueden representarse del sig-uiente modo: Arenisca cenicienta clara, algo micácea, explotada como piedra de afilar. Areniscas pardas ó rojizas, poco micáceas, con pequeñas •cantidades de minerales de mang-aneso y calcupirita transfor- mada en parte en malaquita. Arenisca roja micácea, de estructura pizarrosa, con impre- siones de fucoides (Chondriíes). Margas grises conteniendo gTuesos bancos de yeso. Margas lig-nitlferas, con pirita, transformada en parte en sulfato ferroso y otros productos de alteración, eflorescencias de sulfato magnésico é impresiones de Equiseium. Areniscas grises en delgados lechos. Jilarg-as rojas, verdes, amarillas, etc., con delgadas capas ca- lizas reticulares, amarillentas y rojo de ocre conteniendo do- lomitas, margas transformadas en yeso y pequeñas venas de ■éste, procedente, al parecer, de infiltraciones, fibroso y la- minar. Las calizas marmóreas obscuras, azuladas, atravesadas de venas de calcita blanca, indudablemente producidas por infil- traciones en las grietas de la masa primitiva, se encuentran por encima de las areniscas arriba citadas y son en un todo ig-uales á las que explotan en Cehegin y Caravaca, en donde -equivocadamente las llaman jasjie negro. La iglesia de Agost se halla en parte pavimentada con losas de este mármol, tam- bién empleado en zócalos, peldaíios, etc., procedentes del Cal)e- iío Negret. El barranco está sembrado de cantos de calizas claras, algu- nas manchadas de glauconita, muy fuertes y con abundancia de pequeños fósiles, según me dijo el Sr. Mallada, á quien tuve el honor y la buena suerte de acompañar en esta excursión, y aconsejado por él puso el martillo de raanifiestj lo que su vista experimentada había vaticinado, calificando de calizas DE HISTORIA NATURAL. 52» nummulíticas á todos aquellos cantos rodados, procedentes sin duda de alg'ún manchón de Eoceno situado más arriba. Como comprobación de lo dicho, me entreg"aron un equino- dermo difícil de clasificar por estar muy destrozado el dermato esqueleto, empastado en una caliza verdosa muy fuerte que encierra alfí-unos nummulites. El nummulitico de Agost POR DON DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS. De regreso de la primera visita que hicimos á los yacimien- tos de lig-nito del Cerro de la Venta, se me ocurrió variar el itinerario, tanto por conocer el pueblo de Ag'ost, cuanto por aproximarme á las colinas que teníamos al E., cuya formación parecía ser continuación delTriásico superior. Después de una hora de marcha por malísimo camino, dimos vista al pueblo, pintorescamente situado en ía falda de una serie de colinas, y dominando una pequeña y fértil campiña. No tiene el pue- blo nada de particular, salvo la igdesia parroquial, en cuya construcción se han empleado mármoles rojos del Titónico de Aspe, mármoles neg-ros del Cabero Negrei, que son las ca- lizas marmóreas de un azul muy obscuro de que hemos ha- blado al tratar del Triásico superior, y, finalmente, calizas nummulíticas muy fuertes. Su torre, lig-eramente inclinada hacia la igdesia, tiene el primer tercio construido con las mis- mas calizas obscuras triásicas. La población vive de la ag-ri- cultura y de la industria cerámica, pues Ag-ost exporta los productos de su alfarería hasta Marruecos y Arg-elia, en donde tiene su principal mercado. No contando en Ag'ost con más conocimientos que los que poseía el Sr. Gómez, nos dirig-imos á casa del secretario del Juzg-ado, Sr. Navarro Soria, en donde encontramos al joven cura párroco D. Vicente Juan Ferrández, y estos dos señores, visto mi interés de recog-er alg-unos fósiles, se ofrecieron á acompañarme hasta un sitio cercano en donde los encontra- ría en abundancia. Debo á su amabilidad, el conocimiento del nummulitico de esta parte de la provincia, y séame permitido expresarles mi ag-radecimiento. 524 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA La arcilla empleada en la industria cerámica, se extrae des- de unas colinas inmediatas al pueblo, llamadas Els Terrers (los Terreros), y allí nos dirig-imos por las nuevas pendientes que conducen á lo más alto. Quédeme atrás un momento, y al golpear con el martillo en unos bancos calizos, quedé sorpren- dido ante el sinnúmero de nummulites que se mostraban á mi vista. Mis compañeros de paseo recogieron también buena cantidad de ellos, ayudándonos en la operación de coger senii- meis (centimitos), algunos chicos del pueblo. Llegados á la cumbre se encuentran grandes socavones, resultado de la extracción de la arcilla desde tiempos remotos, pues se supo- ne que los romanos la trabajaron, y no sin peligro, en varios sitios descendimos al fondo de algunas excavaciones. El num- mulítico está formando en esta colina numerosos bancos de caliza blanquecina que separan potentes capas de arcilla plástica. Buzan al O., con pendiente de 37°. Por lo avanzado de la hora tuvimos que retirarnos de aque- llos lugares antes de lo que fuera mi voluntad, y á pesar del corto tiempo que allí permanecimos, pude reg'resar con una respetable cantidad de fósiles, g-racias á la cooperación de los chicos del pueblo que, primero por curiosidad, y después por los beneficios que les reportaba el cambio de sus sentimets de piedra por alg'unas monedas efectivas, no se dieron reposo buscando ^rm^íf^ (panecillos), nombre que dan á los equinidos (EchÍ7iolampas, ScMzaster, Prenaster, etc.), ó Rosquéis (rosqui- llas) moldes de Cerithiiim ó cuernets (1) (cuernecitos) dientes de Carcharías , siendo éstos los que se cotizaban á mayor pre-. cío. En excursiones posteriores, he podido apreciar la impor- tancia del conocimiento de estos nombres vulgares, habiendo observado al mismo tiempo con cuánta facilidad retienen los nombres técnicos, aun los chicos que no saben leer, si se les enseña el objeto al mismo tiempo, y aunque no he intentado hacerles aprender nombres, que para ellos nada significan ni tienen utilidad alguna, cogidas las palabras técnicas al mielo, ■ es frecuente oirles emplear las voces numuliies, Operciclina, Piríila y otras, aplicándolas con propiedad al objeto. La cantidad de fósiles encontrados, la proximidad de Agost (1) A los dientes de Oxyrhina, Lamna y aun á los de Carcliarodon se les liama en toda la región lenguas de I'ardelets (lenguas de pájaros). DE HISTORIA NATURAL. 525 1-1 > O á Alicante y la facilidad de medios de transporte, me decidie- ron á llevar á los alumnos pocos días después de mi primera visita. El laborioso auxiliar del Instituto, D. Salvador García Llorca, se asoció también á la expedición, y con su ayuda y la de los alumnos, se recogieron abundantes fósiles. No limitán- dome ya á la inspección de los Terrers, nos separamos al N. como unos 2 km. para reunimos en una cañada situada al E., y subiendo después hasta una pequeña g-arg-anta de la Serre- ta de Ag-ost, salimos á la nueva carretera de Castalia. En todo el camino encontramos nummulites, excepto en la última par- te, de donde se pudieron recog-er unos tallos de Pentacrimis, y otros de Balanocrimis. La Serreta, en esta parte, se compone de marg-as claras y calizas g-rises. Los estratos presentan su buzamiento hacia el O. ó al ONO. He aquí los resultados: Terrers, buzamiento al O. 27° de pendiente. Cañada, buzamiento al O. 20° N. 45° idem. La Uata del Campanut, O. 30° N. 37" idem. La mayor parte del terreno recorrido en la excursión del día 15 de Octubre es nummulítico, pero el estado del tiempo. t?j >-! IB Q ¿Zl/^Z^ , El Terrers, arcilla plástica coa delgados bancos calizo3 buzando al O. 37° con abundancia de fósiles. La Cañada, margas blancas y gruesos bancos calizos con escasos nummulites. La beata del Campanuí margas blancas y calizas grises, 27° O. 30° N. con Pentacrinus. que amenazaba un chubasco, nos impidió alargar la expedi- ción; es seg-uro que esta mancha de nummulítico, no indicada en el mapa, es de más importancia de lo que creíamos en un principio. He vuelto á Ag-ost el 20 de Noviembre acompañando al Sr. Mallada, y hemos podido añadir algunas más á la lista de las especies recog-idas. Lo primero que llama la atención al visitar el Eoceno de T. V.— Diciembre, 1905. 35 523 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Ag-ost, es la abundancia y tamaño de los nummulites. En las obras extranjeras se dice que alg'unas especies lleg-an al ta- maño de una pieza de cinco francos; el nummulítico de Ag-ost las presenta de más de 6 cm, de diámetro {N. complánala), y en cuanto á variedad de especies se presentan N. 'perfórala, N-variolaria (?), N. órnala, (?) , N. nummvMria{'?), Assilina exponens (?), OperciiHna ammoncea y O. granulosa-, esta última especie alcanza hasta 25 mm., y hay otras que parece forman el tránsito al género Nmnmulites. También se encuentran Or- Mtoides. El número de equinodermos es muy considerable, pudiendo citarse todas las especies, ó casi todas las encontradas por Mr. Rene Nicklés, en sus estudios g-eológ-icos del SE. de Espa- ña, fig'urando, además de los g-éneros Conochjpeus, Echinolam- pas (varias especies), Prenaster, Schizasler, Linlhia, etc., el g"énero Podocidaris, pues hemos encontrado radiólos de forma aplastada y bordes aserrados, semejantes á los que se citan del Eoceno de Eg-ipto. Entre las sérpulas merece especial mención la S- spirulma, que caracteriza al Eoceno de todas partes. Es frecuente en Ag-ost, notándose que en los individuos de mayor tamaño, hay tendencia á desenvolverse, habiendo encontrado individuos en que la última porción del tubo se conserva en línea recta. Las fig-uras que se representan comúnmente en los libros, co- rresponden á individuos jóvenes (1). Otra forma que tiene el tubo casi cuadrang-ular con aristas bien marcadas, se presenta de ordinario arrollada en espiral, acomodándose las vueltas á las caras planas del tubo, de modo que no resulta aquillada por la cara externa de la vuelta, sino cortada perpendicular- mente al plano en que se arrolla. Esta especie es de pequeño tamaño, pero el tubo muy consistente de ordinario, peg-ado principalmente á los N. complánala de g-ran tamaño. Cuando joven, esta sérpula se arrolla con g-ran reg-ularidad, y una vez que alcanza alg-unos milímetros el diámetro de la parte arro- llada, se separan los tubos con una curvatura contraria. No la he visto descrita en parte alg-una. (1) Zittel, Traite de Paléontologie trad. Barrois, tomo i, pág. 569, flg. 411, h., re- presenta muy bien esta especie; pero corresponde la figura á un individuo no del todo desarrollado. DE HISTORIA NATURAL. 5-27 Otras dos especies de sérpulas pueden citarse en Ag-ost. La primera es de fig-ura ordinaria, formando tubos flexuosos y aquillados sin arrollarse. La otra especie forma tubos cilin- dricos, de paredes muy g-ruesas y libres, en medio de las ar- cillas. No faltan alg-unos artejos de crustáceo, gruesos, triang-ula- res, sembrados de tuberculillos ó granulaciones, que parecen carpos de fuertes tenazas. También en Callosa de Ensarriá se Serpula (RotulaHa) sjñrttlfsa Lam , individuo que empieza á desenroscar su concha. T. n. Serpula spirulcea Lam , en un período más avan- zado. T. n. SpirorMs Daudin (?)^ forma ¡oven sobre un trozo de Nummulites planulata. T. d. del na- tural. Dos SpirorMs de vueltas contrarias forma adulta. T. d. del natural. / Trozo de radiólo de Podo- cidaris (?). T. d. del natu- ral. Serpula (Diírupa Ber- keley) (?). T. n. Eoceno de Agost. han encontrado piezas dermatoesqueléticas de braquiuros, pero son indudablemente de animales muy distintos, pues ésta última se asemeja á un Xanthopsis. Entre los moluscos se pueden citar los g-éneros: Ostrea, con dos ó tres especies, Xinnites, Peden, Pectunculus, infinidad de moldes no bien determinados de otros lamelibranquios, así como también de g-astrópodos, entre los que hemos visto dos ó tres especies de Cerithmm, Stromdus, Voluta, Pirula, y el Velates ó Nerita Schmidelliana Chem., que alcanza g-randes 528 HÜLHTIN DH LA UHAL SOCIKUAI) ESPAÑOLA dimensiones, presentando estos moldes numerosas especies de nummulites, orbitoides y operculinas. En la superficie de los moldes de gastrópodos se advierte, aunque no en todos, unos surcos sinuosos, al parecer hue- llas de alg'ún g-usano marino, que camina en aquella ma- teria blanda, ó acaso muerto en el interior de las conchas, dejando al descomponerse la señal de su cuerpo. Entre la tierra se suelen encontrar alg-unos dientes de Car- charías (?), de borde aserrado, fig'ura triangular y alg-o ar- \ ^ Cos de dona t. n. nutnmulítico de Agost Cos de dona Vs t. n. nummulítico de Agost. queados hacia uno de sus bordes. Las puntas de sierra no son tan reg-ulares como en los Garcharodon, y el tamaño es como en los dientes medianos de Oxyrldna. No terminaré esta sucinta relación de los fósiles de Ag-ost, sin mencionar unas masas calizas, de formas redondeadas, de donde salen larg-os brazos g-ibosos, más ó menos elípticos, y que alcanzan á veces g-randes dimensiones. Fijándose en ellos parecen como troncos de donde arrancasen por pares gruesas ramas. Las gentes del país los llaman Cos de dona (cuerpo de mujer), y en el dibujo adjunto he tratado de repre- sentar fielmente estas curiosas piedras. Particularmente una DE HISTORIA NATURAL. 529 de ellas parece un tronco humano despojado de piernas, bra- zos y cabeza, y su inspección justifica en parte el nombre que allí les dan, y dig-o en parte, porque más bien parece el tronco de un hombre de recia musculatura. No existen en Ag-ost capas con fósiles especiales. En los 50 ó 60 m. de espesor de esta formación (acaso mucho más), se encuentran los mismos restos, y si bien nótase que las capas inferiores aparecen más fosiliferas, puede esto explicarse por- que de ellas no se extrae la tierra para la cerámica, y las lluvias, efectuando un lavado en la superficie, arrastran las arcillas, dejando una g'ran cantidad de fósiles al descubier- to. Más lejos, en la cañada que separa estas colinas de las que forman el sitio llamado La léala del Campánula aquéllos es- casean^ y en las lomas que separan estas formaciones de la carretera de Castalia, entre margas blanquecinas y calizas agrisadas, sólo hemos encontrado trozos de tallos de Penlacri- nns y alg-unos de Balanocrinus, que acaso pertenezcan á otras formaciones. El Nummulítico de Ag-ost compone una g-ran mancha limi- tada al S. y al O., por formaciones triásicas. Acaso al N. forme las cimas del Cid, pero de seg"uro que al NO. está limitado, parte por el Triásico y parte por el Mioceno de la Sierra de San Pascual, en cuyo estudio pensamos ocuparnos más adelante. N. B. Escrito este trabajo, el Sr. Mallada ha tenido la ama- bilidad de comunicarnos en una nota, la determinación de las especies recog"idas por él en Ag'ost: Oi'biloides Forlisi Arch. Nunitmílites complánala Lam. — granulosa Arch. — exponens Sow. Operculina ammoncea Lamk. — gramilifera Arch. Prenaster Desor Cott. Trachy áster Eelerti Cott. Conoclypeus conoideus Ag-as. — VilanovíB Cott. Oriolampas Michelini Cott. Pliolampas Vilanova Cott. Echinolampas Stuieri Ag-as. 530 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Echinolampas Perieri Lor. Micropsis Líisseri Desor. Nerita (Velates) SchmidelUana Chem. Serpula Spinilma Lam. Una especie nueva de Opisthocosmia (Dermápteros) POR MALCOLM BUmi. Opisthocosmia aesculapius sp. n. Colore toto testaceo. Antennae (V) ll-seg-mentatae, seg-mento primo valido, robusto, 2 minimo, ceteris g-racilibus, elong-atis; caput laeve, iiitidum, marg-ine postico occipitis supra tuber- culis depressis obtusis vix tumidis instructum; pronotum pos- tice ang"ustatum , marg-inibus rotundatis, prozona túmida, media sulculo impresso, prozona a metazona sulculo distincte separata; elytra atque alae ampia, long-a; pedes g-raciles, elon- g-ati: abdomen medio pauUo dilatatum; seg-mentis 2-3 tuber- culis lateralibus instructis, seg-mentis ceteris etiam tuberculis lateralibus instructis sed inferioribus, in modum g-eneris Ajíi- cistrogastris; seg-mentum ultimum valde declive, margine pos- tico medio tuberculis obtusis duobus instructis; pyg-idium parvum, g-lobosum, aeg're disting'uendum; forcipis bracchia basi haud contig-ua, depressa, margine interno crenulata; dehinc sursum curvata, marg-ine superiori mucrone mag-no obliquo armata, dehinc diverg-entia, g-racilia, apicem versus incurva, marg-ine interno post mediam long-itudinem dente acuto armata. Long-. corporis 11 mm. » forcipis 7 mm. Patria: India, Maria Basti (1 ^). Col. del Sr. Bolívar. Especie notable por la forma de las pinzas; es vecina de O. dux, de la que se disting-ue por los dientes de las pinzas. DE HISTORIA NATURAL. 531 Boletín bibliográfico. Diciembre. Académie des Sciences. Cracovie. (Bulletin international.) N" 5, Mai 1905. GoLDMANN, Hetper et Marchlewski: Rech. sur la matiéie color, du saug. — Zapalowicz: Eevue critiq. de la flore de Galicie. — I'eck: Action des ray. du radium sur les nerfspériphér.=N" 6, Juin 1905. — RacIbors- Ki: Propr. oxyd. et réductr. déla cell. vivante. — Sur le genre des Fou- ger&s AllantodiaW&W. — Wisniowski: Sur l'áge des couch. á Inocéra- ines dans les Carpathes.=N° 7, Juillet 1905.— Kostanecki: Études expérim. sur l'orig. des centrioles du 1^'' f useau de segment. chez My- zostoma glabrnm.— Hoy er: Kech. sur le syst. limphat. des tétards des grenouilles. — Kulezynski. Fragm. arachnol. — Arauese nonnuU. in ins. 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ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES MENCIONADOS Ó DESCRITOS EN EL TOMO V DEL BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL (^^ Abubilla, 463. Abucay, 328. Abud-bendita, 328. Accipiter nisus, 462. Acer pseudo-platanus, 128. Acrida, 302. Acridium brachypterum, 282. - cycloideum, 281, 282. ' - cycloptero, 282. - cyclopterum, 278. - platypterum, 304. - (Trigonopteryx) platypterum, 3C4 Acridotheres philippensis, 329. Acrotylus lusubricus, 142. Actitis sp., 328. Adamsia Rondeletii, 239, 457. Aedon Galactodes, 418. ^schna affinis, 503. - cyanea, 503. - ruixta, 503. Afanesa, 257. Agallia hispánica, 272. Agave americana, 84. - atrovirenB, 84. - candelabrum, 84. Agave chloracantha, 84. - coccinea, 84. - crassicaulis, 84. - dasylirioides, 84. - densiflora, 84. - excelsa, 84. - ferox, 84. - ñlifera, 84. - grandidentata, 84. - heteracantha, 84. - macrantha, 84. - mexicana, 84. - mitis, 84. - rígida, 84. - Salmiana, 84. - Saundersii, 84. - spicata, 84. - xilonacantha, 84. Agrión coeruleus, 604. - Lindeni, 604. - mercuriale, 504. Aguas agrias, 341. Águilas, 501. Aizoon canariensis, 82. - glinoides, 82. (1) Un asterisco * indica que el género ó especie á que precede está descrito en este tomo y dos asteriscos •* que se describe por primera vez. Sólo figuran en el ia' dice las variedades nuevas. Los nombres vulgares van de cursiva. 536 boletín de la real sociedad española Alanda arbórea, 455. - brachydactyla, 455. - sp., 329. Alcedo iepida, 44, 329, 452. Alebra albostriella, 275. ** Algete, 213. - ** Brunneri, 214. Alicularia minor, 176. Almandina, 257. Alnus glutinosa, 319. Aloe, 77. - ab3'ssinica, 82. - arborescens, 82. - barbadensis, 82. - ciliaris, 82. - cymbifolia, 82. - distans, 82. - frutescens, 82. - Hanburiana, 82. - humilis, 82. - latifolia, 82. - macra, 83. - mitrseformis, 82. - obscura, 82. - perfoliata, 82. - picta, 82. - plicatilis, 83. - prolifera, 82. - punctata, 82. - purpurascens, 82. - Saponaria, 82. - sinuata, 82. - soccotrina, 82, - umbellata, 82. - variegata, 82. - vera, 82. - vulgaris, 82. Alphasida, 380, 389, 396, 397. - holosericea, 389. Amanita cfesarea, 501. - muscaria, 499. - phalloides, 495. - vaginata, 495, 499, 501. Amblistegium fallax, 180. - filicinum, 463. - irrignum, 179. - Valli Gratise, 180. - Vallis-Clausae, 179. Amblytylus deiicatus, 274. - ** scutellaris, 274. Ammobates, 160. Amphigerontia bifasciata, 506. Atnphipyra Wichti, 348. Amphoridium Mongeotii, 178. Anacampseros filamentosa, 83 Anax formosus, 503. - imperator, 503. - Parthenope, 603. Anchoscelis Lunosa, 121, 122. Aneura multifida, 177. Anguis fragilis, 271. * Annandalea, 111. - ** Robinsoni, 111. Anomodon viticulosus, 462, Anoxia, 414. Anthoceros multilobus, 177. Anthophora, 161, 155. Apicra imbricata, 82. - Bpiralis, 82, Apis punctata, 152, 153. Apterogyna, 489. - bimaculata, var. rufescens, 488, 491. - Piel, 489. Apterola ibérica, 272. Aquila, 123. - Adalberti, 124, 125, 127. - clanga, 124, 126. - Chrysaetos, 124, 125, 127. - hastata, 125. - heliaca, 124, 125. - maculata, 124, 125, 126. - mogilnik, 124. - rapax, 124, 125, 126. - Verreauxi, 123, 124. - Vindhiana, 124, 125. DE HISTORIA NATURAL. 587 Aquila Wahlbergi, 126. Aragonito, 256. ** Arbuscula, IJO, - ** Cambocljiana, 111. Archilocluis. 99. Arcthrocnemon macrostachyum, 362. Árdea (Ardeola) javanica, 328. - (Buphus), lepida, 328. Ardilla, 270. Armillaria mellea, 496, 499, óOl. - robusta, 495. Armiño, 209. Aisenico blanco, 313. Arseniopirita, 313. Artamus leucorhynchns, 329. Arthrodeis, 414. Ascalaphne beeticue, 506. Asclepias carnosa, 84. Asida, 377, 378, 379. - argénteo Hmbata, 382, 396, 398, 402. - ** Becerrae, 385, 387, 394, 398, 399, 402. - Bonvouloiri, 377. - Clementei, 384, 387, 398, 399, 400, 402. - depressa, 377. - elongata, 377, 378. - Escalerse, 383, 386, 396, 402. - var. Alpujarrensis, 386. - ** Gaditana, 383, 386, 394, 402. - holoséricea, 383, 386, 386, 396, 397, 400, 401, 402. - holoséricea var. bicostata, 386. - Jurinei, 377. - Lorcana, 384, 387, 402. - luctuosa, 382, 398, 402. - Martinezi, 384, 387, 395, 398, 402. - Martini, 384, 386, 402. Obertbüri, 386, 389, 394, 396, 398, 399, 402. Asida oblonga, 377, 378. - Ramburi, 386. - ** rufo-pubescens, 385, 388, 394, 395, 399, 402. - Sánchez Gomezi, 384, 386, 396, 400, 401, 402. var. Almeriensis, 386. - ** Volxemi, 384, 387, 398, 402. Aspicilia calcárea, 610. - cinérea, 510. Assilina exponen?, 526. Athene noctua, 193. Athous, 45. Atractomorpha, 196, 213, 214. - aberrans, 197, 200. - ** ambigua, 198, 209. - * augusta, 198, 207, 216. - Aurivillii, 198, 205, 208. - Australiana, 198, 209. - Bedel!, 199, 212. - ** Blanchardi, 198, 206, 207 210. - ** Burri, 197, 203. - consobrina? 197, 204. - crenaticeps, 199, 211. - crenulata, 197, 201, 203. var. fumosa, 197, 2C1. - - var. prasina, 197, 201. - ** dentifrons, 199, 210. - ** Dohrni, 199, 212. - Gerstaeckeri, 198, 200, 208. - ** Himalayica, 197, 198, 204. - hova, 198, 208. - ** infumata, 198, 207. - ** lanceolata, 197, 202. - ** philippina, 199, 212. - psittacina, 199, 211, 212, 213. - rhodoptera, 199, 211. - * rufopuctata, 197, 200. var. Ashantica, 197, 200. - similis, 199, 209, 211, 212. - ** sinensis, 198, 205. - ** sinuata, 197, 202. 538 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Atractotomus ** nitidus, 276. - tigriceps, 275. Atrichum angustatum, 178. - undulatuin, 463. Avión, 462. Authenta, 99, Autunita, 360. Azufre, 485. Azufren, 316. Azurita, 321, 614. Babuy-babuyan, 328. Bacao, 328. Bsetis pumilus, 604. Balanocrinus, 526, 52^^ . Balicasiao, 328. Baquetas, 501. Barbula ambigua, 461. - convoluta, 463. - falax, 461. - inermis, 461. - muralis, 461. - ruralis, 461- - squarrosa, 461. - unguiculata, 461. Baritina, 256. Bartramia Oederi, 462. - striata, 462. Basac-bayuco, 328. Bastelicaria, 118, 119. Batóbató, 328. Bató-batong-Tulog , 328. Bembex, 44, 342, 362, 464. - afra, 353. - bidentata, 136. - Bolivari, 343, 353, 364, 466. - ** citrina, 363, 354, 356, 466. - ** fallax, 362, 365. - flavescens, 354, 466. - ** Fonti, 342, 354, 355. - ** Maroccana, 465, 466. - Mediterránea, 136. - melanura, 466. - oculata, 136, 466. Bembex rostrata, 136. - sinuata, 136. - turca, 466. - zonata, 136. Beschorneria bracteata, 84. - multiflora, 84. - superba, 84. - tubiflora, 84. Biatorella pruinosa, 510. Biemutita, 223. Bismuto, 218, 220. Blatta orientalis, 419. Blenda, 254. Boarmia Bastelicaria, 118. - ** Fortunaría, 116. Bobotoc, 328. Bolets de pi, 600. - de reure, 499. Boletus Boudieri, 498, 602. - castaneus, 480. - chrysenteron, 498, 602. - coUinitus, 498. - edulis, 498, 500. '- granulatus, 498, 600. - luridus, 602. - umbrinus, 480. - viscidus, 498. Bonapartea júncea, 84. Boracita, 256. Bornita, 513. Borrera chysophthalma, 509. Bos primigenius, 96. Bossas, 600. Bougainvillea fruticosa, 617. - ramosa, 517. Bourcerosia Gussoniana, 84. Boyeria Irene, 503. Brachythecium rutabulum, 462. - velutinum, 464. Breddinia, 98, 99. - bispinosa, 98. - ** gracilis, 99. - ** lobata, 98. DE HISTORIA NATURAL. 539 Breunerita, 1(54, 168. Briophyllum crenatum, 83. Bronce blanco, 313. ** Bruniella, 299. - * antistes, 299, 300. Bryum argenteum, 461. - atropurpureum, 461, - cespiticium, 463. - juliforme, 178. - torquescens, 461. Buhiello, 453. Bucholzita, 257. Budytes flava, 453. Buellia Duboyana^ 510. - epipolia, 610. Bufo Calamita, 271. - vulgaris, 271. ** Buyssoniella, 216. - ** madecassa, 216. Cabras, 501. Cacalia Kleinia, 84. - laciniata, 84. Cacatúa, 328. - Philippinarum, 328. Cactus, 79, 80, 81. - Pereskia, 81. Calamacris, 278, 280. Calamoherpe arundinacea, 453. Calandria, 455. Calcio, 168. Calcita, 514. Calcolita, 360. Calcopirita, 513. Caloplaca cerina, 510. - chalibeia, 51 Oí - pyracea, 610. Caloptenus italicus, 142. Calopteryx h?emorroidalis, 504. - splendens, 501. Calotermes flavicollis, 506. Calypogeia arguta, 177. Callodon nigrum, 480. Campephaga striata, 328. Camptothecium lutescens, 462. Campylopus atrovirens, 178. Campylosteira serena, 272. Candelas, 501. Canduro, 328. Cannabina linota, 454. Cantharellus cibarius, 496, 602. - infundibuliformis, 496. Canturiñas, 92. Caolín, 258. Capirote, 44. Caprorhinus, 278, 280. Carabus rugosus, 404. - stenocephalus, 414. Carbonato de hierro, 165. Carbonera, 454. Carcharías, 524, 628. Carcharodon, 518, 528. Carcinus msenas, 458. Cardium, 252. Carduelis elegans, 464. Carine noctua, 193. Carnolita, 360 Carpinus Betulus, 319. Casaycasay, 328. Casiterita, 613. Cassidaria, 458. Cassis, 458. Cathormiocerus, 414. Caudon real, 454, Centriscus scolopax, 271. Centropus viridi-rufus, 329. Cerasus avium, 128. Cereus, 77, 78, 79. - acutangulus, 80. - anisogonus, 81. - Bonplandi, 80. - brevispinulus, 81. - caripensis, 81. - columna Trajani, 80. - crenatus, 81. - exagonus, 80. - flagelliformis, 80. 540 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Cereus grandiflorus, 80. - hamatus, 81. - Jamacaru, 80. - Martianus, 81. - Maitiui, 81. - nycticalus, 81. - peruvianus, 81. - phyllanthoides, 81. - quadrangularis, 81. - Quisco, 81. - rostratus, 81. - serpentinus, 81. - speciosissimus, 81. - triangularis, 81. - Tweediei, 81. - undulatus, 80. Cerithium, 524, 527. Cernícalo, 452. Certhia brachydactyla, 453. - familiaris, 136. Chalcolita, 514. Charadrius hiaticula, 465. Chasco, 453. Chelidon urbica, 462. Chelone, 518. Chicharra, 90, 92, 93. Chichifón, 454. Chimarrha marginata, 507. Chlaenius dives, 405. Chloroperla grammatica, 505. Chondrites, 522. Chrysocarabus lateralis, 403. - lineatus, 403. - splendens, 403. - Troberti, 403. - Whitei, 403. Chrysocolaptes sp., 329. Chrysomitris spinus, 454, Chrysopa flavifrons, 505. - formosa, 505. - ibérica, 505. - lineolata, 605. - prasina, 606. Chrysopa vulgaris, 506. Chrysophrys, 518. Cicada, tiO, 91. - plebeja, 91. Cicadetta argentata, 91. Ciconia alba, 465. Cigala, 91. Óigalo, 9]. Cigalot, 91. Cigarra, 'JO, 91, 92. Cigüeña blanca, 456. Cigüeño, 455. Cinnyris pectoralis, 329. - rubra, 329. Cladocoryne floccosa, 616. Cladonia, 174. - alcicornis, 608. - endivisefolia, 508. - fimbriata, 508. - fuscata, 608. - pyxidata, 608. - rangiformis, 608. Clathrus canallatus, 498. Clavaria abietina, 498. - cinérea, 498. - coralloides, 600. - cristata, 480. - pietilaris, 500. Cloeodon dipterum, 504. - simile, 604. Clorita, 258. Cloromelanita, 103. Clypeaster altus, 252. - insignis, 252. Cobre nativo, 254, 512. Coccolita, 615. Codorniz, 456. Cogujada, 465. Colirojo, 453. Columba Dussumieri, 328. - livia, 456. - palumbus, 455. Collalba, 453. DE HISTORIA NATURAL. 541 Collema crispum, 508. - multifidum, 508. - nigresceng, 508. - pulposum, 508. Golletes, 160. CoUybia dryophila, 499. - inversa, 499. - obsoleta, 495. - seraitalis, 495. Colymbus árcticas, 270. Conoclypeus conoideus, 529. - Vilano V8e, 529, Ooniopteryx láctea, 506. Coprinus comatus, 497. Copsychus luzoniensis, 32S. Coptocephala, 45. Cordylophora annulata, 517. - Dohrni, 617. Cordulegaster annulata, 503. Corre senderos, 455. Cortinarius armeniacus, 480. - collinitus, 497, 500. - duracinus, 497. - elatior, 500. - elegantior, 497. - leucopus, 497. - mucosus, 497, 500. - ochroleucus, 500. Corydendrium parasiticum, 517. Corylus Avellana, 319. Coturnix communis, 455. Cotyle riparia, 452. Cotyledon orbiculata, 83. Craphis scripta, 510. Crassula arborescens, 83. - crenata, 83. - falcata, 83. - láctea, 83. - lucida, 83. - obliqua, 83. - perfoliata, 83. - perfossa, 83. - portulacea, 83. T. V. - Diciembre, 1905. Crassula spathulata, 83. Craterellns cornucopioides, 498, 500. - sinuosus, 480. Creagris plumbeus, 505. Creta, 526. Crocisa, 90, 149, 155. - affinis, 156, 157, 158. - hispánica, 159. - major, 156, 157, 158, 159. - orbata, 166, 157. - ramosa, 155, 156, 167, 158. - scutellaris, 156, 157. - truncata, 156, 159. Crocothemis erythrsea, 503. Crouartium flaccidum, 480. Crypsea heteromalla, 462. Crypticus, 414. Crithidia, 195. Cualbra blanca, 500. - vermella, 500. Cualbras blancs, 499. Cualbres lloras, 501. - vermellas, 501. Cuarcita bismutífera, 218, 243 Cuarzo, 513. CucuUigera flexuosa, 142. Cuculus canorusj 452. Cudrares, 271. Cudraretes, 271. Culex, 193. - pipiens, 193. Culiauang, 328. Cuprita, 513. Cuproscheelita, 247. Cuquiello, 452. Curruca cinérea, 453. Curruca gris, 463. Currutacos, 455. Cuy are tes, 271. Cybolomia ** Rivisalis, 119. Cymindis alternans, 405, 406. Cynomorium, 362, 363. - coccineum, 362. 542 boletín de la real sociedad española Cypselus apus, 452. - melba, 76. Cyrnus insolutus, 507. Cysticercas fasciolaris, 189, 191. Dactylanthes globosa, 84. Díedalea quercina, 497. Dasylabis itálica, 492. - maura, 492. Dasylophus superciliosus, 328. Decticus, 90, 92. - albifrons, 143. Dendrochelidon comatus, 329. Deraspiella, 216. Deraspis, 216. Derephysia ** nigricosta, 272. - rectinervis, 273. Desmoptera, 107. - ** Biroi, 108, 109. - degenerata, 107. - explicata, 108, 110. - Haani, 107. - judicata, 107, 109. - marginata, 107. - media, 108, 110. - ** moluccensis, 107, 108. - Novse Guíñese, 107, 108. - ** prasina, 107, 109. Desollado)', 454. Dicoryne confería, 517. - Oonybeari, 517. Dicranella varia, 463. Dicranum flagellare, 178. - scoparium, 460. - epadiceum, 178. - undulatum, 460. Dicrurus balicassius, 328. Dilar campestris, 505. Diopsido, 258. Diploicia canescens, 510. Discolorhinus, 278. - squalinus, 280. DoUium, 458. Dominico, 328. Doriella, 298, 300. Doriella cinnabarlna, 298, 299. - ** paradoxa, 299. Dracíena Draco, 82. - Rumphii, 82. Drepanidium, 194. Dydimodon luridus, 460 Ecdyurus fluminum, 604. Echeveria coccinea, 83. - Dedeinei, 83. - Desmetiana, 83. - glauca, 83. - metallica, 83. - Morreniana, 83. - pachyphitoides, 83. - pulverulenta, 83. - retusa, 83. Echinocactus denudatuq, 81. - minusculus, 81. - Ottonis, 81. - peetiniferus, 81. - Williamsi, 81. Echinolampas, 524, 626. - Stuieri, 529. - Perieri, 529, Ecbinopsis, 78. - Forbesi, 81. - múltiples, 81. - P cristata, 81. - Pentlaudi, 81. - valida, 81. Elephas primigenius, 341. Elongasida, 396. Elyomis, 44. - nitela, 270. Emberiza cirlus, 454. - citrinella, 454. Empusa egena, 141. Emys africana, 195. - leprosa, 195. Encalypta streptocarpa, 461. - vulgaris, 461. Enconista ** Oberthüri, 119. DE HISTORIA NATURAL. 543 Endocarpon miniatum, 610. - Scheereri, 510. Endochus, 99. Enstatita, 258. Entoloma costatum, 497. Entomobia giilaris, 329. . Epacromia strepens, 142. - thalassina, 142. Epeolus, 90, 149, 155, 159. - áureo vestitus, 160, 162. - crucifer, 163. - fallax, 160, 161. - intermedius, 1C2. - Julliani, 160, 161, 162. - notatus, 163. - prfeustus, 160. - productuB, 160, 161, 162. - ruficeps, 161, 163. - tarsalis, 161. - tristis, 160, 161. - variegatus, 161, 162, 163. Ephippigera, 90, 92, 93. Epidota, 257. Epiphyllum alatum, 81. - speciosum, 81. ~ truncatum, 81. Equisetum, 521, 622. Equus fossilis, 136, Erebaria, 118. Erubescita, 513. Erythromma viridulum, 504. Esbardos, 269. Escaldabechs, 501. Escarlet, 499. Escariéis blancs, 501. - vermells, 501. Esclatasane, 501. EscribanÓ7i, 454. Esculibierto, 271. Espitagueyos, 269. Esteatita, 258. Eucladium verticilatutn, 463. Eueides, 484. Eudendrium racemosum, 516. - ramosum, 516. - simples, 616. Eulipus, 467, 468. - BrullEei, 467, 468. - punctidorsis, 467, 468. - ** Quirogay, 468. - subelegans, 467. Euphorbia, 78, 79. - antiquorum, 84. - arborescens, 84. - canariensis, 84. - globosa, 84. - grandidens, 84. - nereifolia, 84. - piscatoria, 84. - regia-jubse, 84. - splendens, 84. Eurhynchium circinatum, 463. - crassinervium, 179. - myosuroides, 463. - speciosum, 463. - striatulum, 463. - striatum, 463. Evernia furfuracea, 509. Evonymus europteus, 128. Fagus sylvatica, 319. Falco subbuteo, 418. - tinnunculus, 452. Felis catus, 191, 414. Fibrolita, 103, 257. Fissidens decipiens, 460. - pusillus, 460. - taxifolius, 460. Flammula gummosa, 497. Floria ** blandula, 277. - EetamEe, 277. Fluorita, 513. Forfícula auricularia, 140. Fortunaría, 118, 119. Fosfato de uranio y calcio, 360. - - y cobre, 360. Fourcroya altissima, 84. 544 boletín de la real sociedad española Fourcroya cubensis, 84. - elegans, 84. - gigantea, 84. - Lindeni, 84. - longaeva, 84. - rigida, 84. - tuberosa, 84. Fragaria vasca, 128. Frankenia, 363. Fringilla cpelebs, 454. Frullania dilatata, 460. - Tamarisci, 460. Fuñaría calcárea, 461. - hygrometrica, 461. Gabarros, 251. Galeatus colpochilus, 272. - ** consimilis, 273. - multiseriatus, 274. Galerida cristata^ 455. Gallínula chloropus, 455. - cristata, 329. - sp., 329. Gallo, 310. - doméstico, 143. Gampsocleis glabra, 143. Gasteria escavata, 82. - macúlala, 82. - nítida, 82. - obliqua, 82. - subnigricans, 82. - sulcata, 82. - tuberculata, 82. - venusta, 82. - verrucosa, 82. Gavilán, 452. Gavilucho, 452, Gaviota plateada, 144. Gecinus virídis, 452. Geloius, 284. - * crassicornis, 284, 285. - * Decorseí, 284, 286. - * Fínotí, 284, 285. - nasutus, 284, 285. Genetta, 269, 261. - afra, 260, 264. - baleárica, 264, 265. - barbar, 266. - genetta, 200, 264. - - ba4ear¡caj 260. - melas, 203, 264, 20-5. - ** penínsulíe, 266. - rhodanica, 261. - vulgaris, 260. Geomantis larvoides, 140. Gilbolas d'alha, 501. Giobertita, 165, 168. ** Globasida, 396, 430, 447, 448. - ** Almeríaua, 433, 437, 450. - ** Bacaresensis, 432, 435, 450. - ** Cartagenica, 432, 433, 450. - cincta, 433, 438, 450. - ** curvatípennis, 433, 440, 442, 443, 450. - ** deformís, 432, 437, 450. - ** dubiosa, 433, 440, 450. - ** frígida, 432, 436, 450. - ** intermedia, 432, 435, 450. - ** líerjensis, 433, 438, 460. - ** novissima, 432, 436, 450. - oblonga, 432, 434, 450. - ** quadrata, 433, 439, 442, 443, 450. - ** rotunda, 432, 436, 460. - ** Segurensís, 433, 439, 450. - setosa, 433, 441, 442, 443, 450. - sinuatícollis, 450. Gneis, 329. Golondrina, 452. - de chimenea, 452. - de ventana, 452. Gomphus pulchellus, 503. - simillimus, 503. Gomphidius visicidus, 480. Gongylanthus ericetorum, 177. Gorrión, 464. Goslarita, 256. DE HISTORIA NATURAL. 545 Gorytes, 464. - ** africanus, 464, 465. - intercedens, 465. - quinquefasciatus, 465. Griminia apocarpa, 461. - orbicularis, 460. - pulvinata, 461. Gryllodes Escaleras, 140, 142. Gryllomorpha, 349, 350. - dalmatina, 349. - longicauda, 349. - ** Maghzeni, 350. - uclensis, 349, 3-50, 351. Gryllotalpa vulgaris, 142. Gualbas comestibles, 499. Guibelurdin, 601. Oulin, 328. Gymnops calvus, 328. Gyrtone, 303. Hsemamseba, 193. - Ziemanni, 193. Heemogregarina, 194, 195. Halloysita, 515. Halteridium, 193. - Danileuskyi, 193. - noctuse, 193. Harpactor, 98. - ** Dusmeti, 97. - tropicus, 97, 98. - zonogaster, 97, 98. Harpiscus, 98. Haworthia altilinea, 82. - atrovirens, 82. - attenuata, 82. - cymbiformis, 82. - fasciata, 82. - margaritifera, 82. - Radula, 82. - recurva, 82. - Eeinwardtii, 82. - tessellata, 83. - viscosa^ 83. Ebeloma crustuliniformis, 497. Ebeloma fastibile, 497. - longicaudus, 497. Hederá helix, 128. Hedychridium, 44, Heliconius, 484. Heliophobus hispidus, 116. _.** Matritensis, 115. Helobdella algira, 195. Helvella crispa, 499. - lacunosa, 499. - elástica, 480. Hematites, 613. Hemerobius subnebulosus, 505. - tineoides, 506. Herpetomonas, 195. Eimpaparud, 329. Hirundo rustica, 452. Homalothecium sericeum, 462. Hongo de Malta, 362. Hoya carnosa, 84. Hydnum amarescens, 498. - coralloides, 480, 502. - erinaceum, 502. - imbricatum, 502. - molle, 498. - repandum, 498, 500, 501. - zonatuin, 480, 498. Hydractinia oculeata, 517. - Pruvoti. 617. Hydropsyche lobata, 507. Hygrophorus chlorophanes, 496. - chrysodon, 496. - clivalis, 496. - conicus, 496. - eburneus, 496, 499, 501. - erubescens, 496. - limacinus, 496, 501. - niveus, 496. - penarius, 496. - pratensis, 496. - psittacinus, 496. - pudorinus, 496. - turundus, 496. 516 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Hygrophorus virgineus, 499. Hyla arbórea, 271. Hylocomium loreum, 463. - splendens, 463. - squarrosum, 463. Hypholoma fasciculare, 497, 500. Hypnum crista-castrensis, 464. - chrysophyllum, 463. - conmutatum, 463. - cupresiforme, 463. - molluscum, 469, 463. - purum, 463. - rugosum, 463. lapyx, 483. ** Ichthiacris, 287. - ** californica, 287, 289. - ** costulata, 287, 288. - ** Rebni, 287, 288. Ichthidion, 278. Ichthiotettix., 278. Inocybe rimosa, 497. - sambucina, 497. Irantba, 100. Ischnura elegans, 504. - Graellsi, 604. Ixus sinensis, 329, Jade, 103. Jade oceánico, 103. Jadeita, 103. Jaspe negro. Jilguero, 310, 454. - albino, 270. Jungermania bicuspidata, 460, - connivens, 177. - dentata, 177. - Muelleri, 177. - MüUeri, 459. - Wilsoni, 177. Kalauchos crenata, 83. - flammea, 83. Kleinia Anteuphorbium, 84. - articulata, 84. - ficoides, 84. Kleinia neriifolia, 84. Kulato, 600. Lacerta muralis, 271. - viridis, 271. Lactarius contro versas, 496. - deliciosus, 499, 601, 602. - lactifluus, 496, 500,601. - pallidus, 496. - piperatus, 496, 500. - pyrogalus, 600. - quietus, 496. - torminosus, 496, 500, 501. - trivialis, 496. - vietus, 496, 500. Lamium, 128. Lamna, 518. Lanius coUurio, 454. - meridionalis, 454. - rufus, 464. - Sacb, 329. Lankesterella, 194. Lapbyctes, 99. Larus argentatus, 144. - tridactylus, 75. Lauin-muntí, 329. Lecanora atra, 510. - badia, 610. - dispersa, 510. - parella, 510. - subfusca, 510. Lecidea contigua, 610. - parasema, 510. Legroma lanujinosum, 610. Lejeunea serpyllifolia, 460. Lejeunia inconspicua, 177. Leotia lubrica, 480, 499. Lepas, 458. Lepiota procera, 496, 499. Lepracaulon nanum, 510. Leptobryum pyriforme, 463. Leptocerus iníequalis, 507. Leptodon Smitbii, 462. Leptogiun plicatile, 508. DE HISTOEIA NATURAL. 547 Leptotrichum flexicaule, 460. Leptura, 46. Leroto, 270. Lestes barbara, 504. - macrostigma, 604. Leucodon sciuroides, 463. Libellula depressa, 503. - quadrimaculata, 503. Libera, 458. Lichen aphtosus, 173. - caninus, 171. - croceus, 174. - horizontalis, 173. - polydactylus, 172. - rufescens, 172. - saccatus, 174. - spurius, 172. - venosus, 173. Limonita, 613. Linthia, 526. Lithomarga, 515. Locusta, 90, 92, 93. - viridissima, 143. Lomatophyllum macrum, 83. Lombriz de tierra, 334. Lophocolea bidentata, 460. Loro de paletas, 329. Loxia curvirrostra, 418. Lugano, 454. Lunularia vulgaris, 460. Lusciola luscinia, 463. Lycoperdon hiemale, 498. Lygocola miniata, 480. Llargaterera, 271. Hargato, 271. Llenegas, 501. Llenegays blancs, 501. Llenguas de bou, 600, 501. Lleterolas blancas, 501, Lleterolas, 500, 501. Lloro, 601. Macronemurus appendiculatu8,605. Macrotylus Fuentei, 272. Madotbeca Isevigata, 460, - platypbylla, 460. - platyphylloidea, 177. - Tbuja, 174, 460. Magnesia, 166. Magnetita, 514. Maja squinado, 468. Malaquita, 321, 514. Mamillaria, 77. - csespititia, 81. - centricirrha, 81. - crassispina, 81. - gracilis, 81. - longimamma, 81. - multiceps, 81. - pusilla, 81. - rhodantha, 81. - stella aurata, 81. - tenuis, 81. - versicolor, 81. Mamumungot, 329. Manunuctoc, 329. Marasmius oreades, 497, - ramealis, 497, Marcbantia polimorpba, 460. Margasus, 145. - Afzeli, 148. - conifer, 146, 149. - ** elegans, 147, 149. - femoralis, 147, 149. - impiger, 148. - luridus, 149. - ** Martini, 146, 149. - maurus, 149. - ** nitidus, 147, 149. - opulentus, 148. - ** ornatus, 145, 149. Martin, 329. Martin pescador, 452. Mataparents, 502. Medicago, 363. - lupulina, 128. Megacbile, 151. 518 boletín de la real sociedad española Megalunis palustris, 329. Megilla, 161, 155, 160. Melecta, 90, 149, 151, 154. - * armata, 152, 153. - funeraria, 151, 154, 155. - itálica, 154. - Jakowlevii, 154. - luctuosa, 152. - * nigra, 152, 153. - plurinotata, 152, 164. - punctata, 152, 153. - rugosa, 155. Melilotus, 363. Menilitos, 255. Merops badius, 329. Mesembryanthemum, 77. - acinaciforme, 82. - sequilaterale, 82. - Aitonis, 82. - angustum, 82. - barbatum, 82. - blandum, 82. - ceratophyllum, 82. - coccineum, 82. - cordifolium, 82. - creniflorum, 82. - crystallinum, 82. - cuneifolium, 82. - curvifolium, 82. - deltoides, 82. - densum, 82. - digitatum, 82. - digitiforme, 82. - elegans, 82. - heteropetalum, 82. - lingüeforme, 82. - longuiQ, 82. - médium, 82. - mutabile, 82. - obliquum, 82. - piunatifidum, 82. - pustulatum, 82. - pyropseum, 82. Meserabryanthenum retroflexum, 82. - rhomboideum, 82. - rigidum, 82. - Salmii, 82. - serrulatum, 82. - stilligerum, 82. - tigrinum, 82. - tricolor, 82. - truncatellum, 82. - variabile, 82. Mesophylax adspersus, 607. -Metzgeria furcata, 460. - pubescens, 177. Microclina, 259. ]MicropsÍ8 Lusseri, 530, Milano, 451. Milano real, 451. Milvus regalis, 461. Minorissa, 215. - pustulata, 215. Mirlo, 454. Mirlo calvo, 328. Mispiquel, 220, 312, 313. Mitrula paludosa, 480. Mnium hornum, 463. - punctatum, 461. - rostratum, 461. - undulatum, 461. ** Mogadoria, 467. - subelegans, 468. Molinaza, 261. Monjolas, 502. ISIonosteira buccata, 272. Morchella, 502. Motacilla alba, 453. - boarula, 75. Mugí, 502. Mullerich. 500. ** Munia, 99. - ** Schoutedeni, 1 00. Murex, 458. Mus decumanus, 191, 192. DE HISTORIA NATURAL. 549 Mutilla Arameana, 493, 494. - barbara, 492. - Bereyi, 493, - Castellana, 494. - * littoralis, 492. - littoralis var. Soconusca, 494, - Matritensis, 493, - Merceti, 490, 491, 492, 494. - montana, 491, 494. - ** nuptura, 490, 491, 492. - - var. BofiUi, 492, - partita, 490, 491, 492. - Pérsica, 492, 493, - punctata, 492, - pusilla, 490, 491, - rufipes, 491, 492. var. Dusmeti, 494. - Soconusca, 494. - subcomata, 491, 492, 493, 494. - viduata, 491. Myrmecfelurus trigranamus, 606. Myrmila calva, 491, - Chiesii, 491. Myrmosa cognata, 491. - longicollis, 491. Mytilaspis flavescens, 190. Myurella jiilacea, 179, Nagusta, 99. Nassa, 458. Natica, 458, Neckera complanata, 462, - crispa, 459, 4G2, - pumilla, 178. Necrobia pilifera, 406. Nefrita, 103. Netnoptera bipennis, 506. - lusitanica, 320, 321, Nemura lateralis, 505. Nephroma Itevigata, 169, - lusitanicum, 170, - resupinatum, 169. Nephromium, 169, - leevigatum, 169, 170, Nephromium lusitanicum, 170, ** Nerenia, 278, 280, - ** Francoisi, 281, Nerium Oleander, 128, Nerita (Velates) Sclimidelliana, 627, 530, Nisaétus, 123, 126. - fasciatus, 126, 127, 128. - pennatus, 127, 128. - spilogaster, 127. Nuestra Señora, 453. Numenius, 456. Nummulites complanata, 526, 529. - exponens, 529. - granulosa, 529. - nummularia, 526, - ornata, 626, - perforata, 526. - planulata, 526, - variolaria, 526. Nummulítico, 619. Nysson, 44. Obione portulacoides, 362. Ocitanaria, 118. Qídaleus nigrofaseiatus, 142. Oídipoda Charpeutieri, 142. Oligotoma, 506. Omphalia fíbula, 495. - umbratilis, 495. Omura, 213, 216. - congrua, 216, Opegrapha atra, 510. Operculina, 524, 550. - ammonsea, 629. - granulifera, 629. - granulosa, 629. Opisthocosmia eesculapius, 530. - dux, 530. Opomala, 281, Opuntia, 78, - albicans, 81. - Amyclea, 81. - brasiliensis, 81. 550 boletín de la. real sociedad española Opuutia coccinellifera, 81, - corrngata, 81. - crasa, 81. - cruciata, 81. - cylindrica, 81. - decipiens, 81. - dejecta, 81. - Dillenü, 81. - exuviata, 81. - ferox, 81. - Ficus indica, 81. - flavicans, 81. - glaucescens, 81. - glaucophylla, 81. - gracilis, 81. - Hanburyana, 81. - hórrida, 81. - humilis, 81. - hyptiacantha, 81. - imbricata, 81. - inermis, 81. - Labouretiana, 81. - lanceolata, 81. - macrophylla, 81. - microdasys, 81. - monacantha, 81. - nigricans, 81. - párvula, 81. - Piccolominiatra, 8J. - polyantha, 81. - pulvinata, 81. - Olygacantha, 81. - orbiculata, 81. - Ottonis, 81. - rhodantha, 81. - Schuinanni, 81. - spinosissima, 81. - spinulifera, 81. - spirocentra, 81. - stricta, 81. - tuberculata, 81. - tunicata, 81. - vestita, 81. Orbitoides, 526. - Fortisi, 529. Orellanas, 602. - de polis, 499, 502. Oriolampas Michelini, 529. Oriolus acrorhynchus, 328. - gálbula, 454. Oropéndola, 454. Orthacris, 278. - acuticeps, 278. - elegans, 278. - filiformis, 278. - ** Maindroni, 278. - ruficornis, 278. - simulans, 278. Orthetrum brunneum, 503, - cserulescens, 503. - nitidinerve, 503. Orthothecium rufescens, 462. Orthotricbum anomalum, 400, 461. - diafanum, 461. - neglectum, 178. - speciosum, 178. Ortygometra sp., 329. Oseznos, 269. Osinos, 269. Osmia, 160. Ostrea, 252. - edulis, 45. Osu, 269. Othonna carnosa, 84. - cheirifolia, 84. üxyrhina, 486, 518, 538. - hastalis, 486. Pachytylus Danicus, 142. Pagad-pad, 329 Pagurus, 458. Pajarita de San Antón, 453. Pájaro misterioso^ 44. Pandenguera, 329. Paneolus campanulatus, 497. Pantiganas, 92. Panularia nigra, 509. DE HISTOEIA NATURAL. 551 Papahígos, 92. Papera, 453. Paracinema tricolor, 141. Paratettis meridioualis, 142. Pardal, 454. Pardillo, 454. Parmelia caperata, 609. - conspersa, 509. ~ prolixa, 609. - scortea, 509. - trichoptera, 609. Paro azul, 454. Parus cseruleus, 454. - major, 454. PasiteSj 160. Paeser domestica, 454. - petronia, 454. Pava, 310. Paxillusinvolutus, 497. - lamellirugus, 497. Pebrazos, 500. Pechblenda, 360. Pectén, 262, 627. Pectunculus, 527. Pediopsis virescens, var. lineóla, 276. Pega reborda, 454. Pego, 454. Pellia calycina, 460. Peltidea, 169, 173, 174. - aphtosa, 173. - canina, 171. - horizontalis, 173. - leucorrhiza, 171. - malacea, 171. - polydactyla, 172. - rufescens, 172. - ulorrhiza, 171. - venosa, 173. Peltigera, 169, 170. - aphtosa, 173. - canina, 170, 171, 172, 609. - crocea, 174. Peltigera horizontalis, 170, 173. - limbata, 171, 173. - malacea, 170, l7l. - polydactyla, 170, 172, 173. - pusilla, 172. - resupinata, 169. - rufescens, 170, 172, 609. - saccata, 174. - scutata, 173. - spuria, 170, 172. - venosa, 173. Pelidxus, 502. Pentacrinus, 625, 629. Peperomia inequalifolia, 85. - magnoleifolia, 85. Perdiz, 455. Perdix rubra, 455. Perena, 196. Pereskia aculeata, 81. Perigouimus cidaritis, 517. - neapolitanus, 517. - repens, 517. - Schneideri, 517. - vestitus, 617. Peripsocus phoeopterus, 506. Peritrechus gracilicornis var. xan- thopus, 272. Perla flaviventris, 506. Pertusia communis, 515. - multipucta, 510. Peruvianos [3 monstrosus, 81. Pescador, 329. Petrocincla sp., 328. Peus de rata, 600. Peziza cochleata, 480. - leucomelas, 499. Phalacrocorax, 94. Phallus impudicus, 498. Phapitreron leucotis^ 328. Philonotis calcárea, 462. - fontana, 463. - seriata, 178. Phyalea echinophila, 480. 552 boletín de la. real sociedad española Pyllocactus crenatus, 81. Phyllodromia germánica, 419. Phyllopneustes trochilus, 453. Phymaptera, 215. - jucunda, 215. Physcia aipolia, 609. - leptolea, 509. - pulverulenta, 609. Physcomitrella patens, 178 Pica caudata, 464. Pico verde, 452. Picus (Picumnus) minimus, 329. - Sharpei, 75. Piedra franca , 262. Piezocranum eeminulum, 272. Pilocereus, 78. - Columna, 80. - sublanatus, 81. Pimelia punctata, 406, 407. Pinatell, 502. Pincenectia tuberculata, 84. Pinetell sbor, 500. Pinita, 257. Pinzón, 454. Piper aromaticum, 85. Pipit-pusó, 329, Piric-bundóc, 329. Pirita, 255, 513. - arsénica!, 313. Piromorfita, 360. Pirula, 524, 527. Pistomesita, 165, 166, 168. Placobdella catenigera, 195. Placodium callopismum, 509. - fulgens, 609. - murorum, 509. - teicholytum, 509. Plagiochila asplenoides, 459. - interrupta, 459. - spinulosa, 177, 459. Plagiothecium elegane, 179. - sylvaticum, 179. Platycleis affinis, 143. Platycleis tesellata, 143. Platycnemis acutipennis, 504. - latipes, 504. - peunipes, 504. Platysma cucnllatum, 174. Platystolus Martinezi, 140, 143. Plecotus auritus, 269. Plectrophanes nivalis, 270. Pleurotus, 602. - dryinus, 495. - Eryngii, 495. - petaloides, 495. - olearius, 495. - ostreatus, 495, 499, 602. - ulmarius, 496. Pliolampas Vilanovae, 529. Pluteus cervinus, 497. Podocidaris, 526, 527. ^olycentropus corniger, 507. Polyporus fucatus, 497. - hirsutas, 498. - igniarius, 498- - imbricatus, 498. - leucomelas, 497. - lucidus, 498, 499. - nigricans, 498. - obducens, 480. Polla de agua, 455. Pollacons, 502. Porreta, 458. Portulacaria afra, 85. Potentilla, 128. Pottia asperula, 178. - lanceolata, 460. - truncata, 463. - viridifolia, 178. l*ratincola rubicela, 463. Prenaster, 524, 626. - Desor, 529. Prioniturus platurus, 329. Protomachus, 214, 216. - depressus, 215. Psalliota Bernurdi, 497. DE HISTORIA NATURAL. 553 Psalliota campestris,-497. - pratensis, 497. Psathyrella gracilis, 497. - subatrata, 480, 497. Psittacula loxia, 328. Psocus quadrimaculatus, 506. Peora decipiens, 509. - lurida, 509. Pterogonium gracile, 462. Pterolepis, 343, 346, 347. - cordubensis, 347. - Gessardi, 343, 344, 346, 346, 347. - indígena, 343, 346, 347. - spoliata, 343, 346, 347. Ptilidium ciliare, 463. Putorius ermineus, 269. Pyrgomorpha, 110, 196. - brachyptera, 278. Quercus Ilex, 128. Quilaguil, 329. Rabaxolas, 502. Rabasnolas, 502. Rahi-pego, 454. Radio, 334, 335. Ramalina calicans, 509. - farinácea, 509. Rapbidia macnlicollis, 506. Racocleis annulata, 344. - ** maroccana, 344, 345. - maura, 343, 344. - neglecta, 344, 346. Radula complanata, 460. Rallus philippensis, 329. Ramalina, 174. Rana, 271. Rascón de Filipinas, 329. RebouUia hemisphserica, 460. Reix bort, 499. Relinchón, 452. Rhacomitrium canescens, 463. Rhipidodendron distichum, 83. Rhipsalis Hariota, 81. - pachyptera, 81. Rhipsalis saglionis, 81. - salicornioides, 81. Rhopalomyia hispánica, 95. - Navasi, 95. Rhodiüla rosea, 83. Rhynchostegium rusciforme, 463. - tenellum, 463. Riccia glauca, 177. Rochea falcata, 83. - perfoliata, 83. Rogeta, 502. Rovell, 502. Rovelló, 502. Rubecula cyanecula, 75. Rubellia nigrosignata, 280. Rubus discolor, 129. Ruiseñor, 453. Russula atrorubens, 496. - aurata, 597, 502. - cyanoxantha, 496. - delica, 497. - emética, 496. - heterophylla, 496, 500, 501. - incarnata, 480. - integra, 496, 500, 502. - lepida, 496. - livescens, 497. - mustelina, 497. - nigricans, 496. - ochracea, 496. - ochroleuca, 497, - Queletii, 496. - rubra, 496. - sp., 601. - violácea^ 496. - xerampelina, 500. Ruticilla fcenicura, 76. - tithys, 463. Sabaleras, 502. Sabiicot, 328, 329. Sacanera, 270. Sagartia parasítica, 457. Sal gema, 266. 554 boletín de la. real sociedad española Salacsac, 329. Salamandra maciiloea, 270. Salmiac, 255. Sanguijuela, 334. Sanseviera ceylanica, 83. - guineensis, 83. - javanica, 83. Sanantonen, 453. Sapo, 271. Sausurita, 103. Saxicola aurita, 463. Scapania sequiloba, 177, 469. - nemorosa, 463. Scheelita, 266. Schizaster, 524, 526. Schizophyllum commune, 497. ♦* Schulthessia, 217. - ** biplagiata, 217. Sciurus, 225, 226, 228. - * alpinus, 225, 229, 230, 231. - ** baíticus, 228, 231. - ** infuscatus, 227, 228, 230. - leucurus, 227. - rufus, 225, 226, 227, 228, 230, 231. - vulgaris, 225, 270. Scleroderma venosum, 480, 498. Scleropodium illecebrum, 462. Scorodita, 257. Scyllium canícula, 322. Sedum acre, 83. - álbum, 83. - altissimum, 83. - deudroideum, 83. - Fabaria, 83. - Forsterianum, 83. - laxiflorum, 83. - máximum, 83. - oppositifolium, 83. - pulchellum, 83. - purpurascens, 83. - reflexum, 83. - Rhodiola, 83. Sedum roseum; 83. - rupestre, 83. - sarmentosum, 83. - sempervivoidea, 83. - Sieboldii, 83. - Stahlii, 83. - Telephium, 83. - ternatum, 83. - variegatum, 83. - virescens, 83, Sempervivum arachnoideum, 83. - arboreum, 83. - Brauni, 83. - canariense, 83. - fimbriatum, 83. - grandiflorum, 83. - globiferum, 83. - Heuííelii, 83. - Mogriddgei, 83. - piliferum, 83. - Pitonii, 83. - Eeginaj Amalise, 83. - robustum, 83. - Boboliferum, 83. - spinosissimus, 83. - tabulasforme, 83. - tectorum, 83. - tortuosum, 83. - triste, 83. - urbicum, 83. - Wulfeni, 83. Sericostoma bseticum, 607. Serinus meridionalis, 454. Serpentina, 258. Serpeta, 190, 418. Serpula (Ditrupa), 527. - (Rotularia) spirulsea, 627, 530. Sesuvium Portulacastrum, 82. - revolutifolium, 82. Setodes argeutipunctella, 507. Siderosa, 168. Sillimanita, 137. Sinea, 100. DE HISTORIA NATURAL. 555 Sistotrema confluens, 498. Solorina, i69, 174. - crocea, 174. - saccata, 174. Southbya tophacea, 176. Spartaita, 255. Sphedanolestes, 98. Sphenacris, 278, 279, 280. - crassicornis, 279. - ** granulatus, 279. Sphingonotus azurescens, 142. Spirochaete. 192, 193. - anserina, 193. - Obermeieri, 193. Spirorbis, 527. Squamaria crasa, 509. - lentigera, 509. - melanophthalma, 509. - oreina, 509. - saxicola, 509. Stapelia, 77. - angulata, 84. - atropurpúrea, 84. - bufonia, 84. - conspurcata, 84. - gigantea, 84. - grandiflora, 84. - trisulca, 84. - variegata, 84. Statice, 362, 363. Stauronotus Genei, 142. - Maroccanus, 141. Stefaniella salsolse, 95. Stenobotrus apicalis, 141. - binotatus, 141. - brevicollis, 141. - festivas, 141. - grammicus, 141. - jucundus, 141. - pulvinatus, 141. - tricolor, 141. - vagans, 141. Stenomutilla argentata, 492. Stenopsocus cruciatus, 506. Stenoxyphus, 105. - aurantiacus, 106. - * variegatus, 105. Stereum hirsutum, 498. Strombus, 527. Suseda, 363. - fruticosa, 362. Suicerina, 453. Surenes, 502. Sureny, 500. Sympecma fusca, 504. Sympectrum Fonscolombei, 503. - meridionale, 503. - striolatum, 503. - vulgaturo, 503. Systella, 301, 303. - ** Annandalei, 303, 305. - ** Dusmeti, 303, 306. - ** Gestroi, 303, 306. - Philippensis, 304. - Raflesi, 303, 304, 305, 306. - ** siccifolia, 303, 304. - Westwoodi, 303, 304. ** Tagasta, 111. - anoplosterna, 112, 113. - celebesica, 112, 113. - concolor, 112. - hoplosterna, 112, 113. _ » indica, 112, 113. - var. Tonkinensis, 114. - ** insularis, 113, 114. - marginella, 112, 113. - notata, 112. Tamarix, 363. - Galilea, 363. Tamsi, 329. Tanygnathus marginatus, 329. Tarad, 329. Targionia hypophylla, 460. Tarrandos, 500. Tsenia crassicoUis, 189, 191, 192. Tentyria BruUaei, 467. 556 boletín de la real sociedad española Terebratula granáis, 252. Terreruela, 455. Testudo inauritanica, 271. Tetragonia crystallina, 82. - echinata, 82. - expansa, 82. Tettigia orni, 91. Thalassochelys, 518. Thamnium alopecurum, 463. Thamnolia vermicularis, 174. Thuidium abietinum, 462. - tamariscinum, 462. Tielling, 329. Tieling-tay, 329. Tinodes vceneri, 607. Tintirioc, 329. Tocinero, 454. Toninia csesio-candidula, 510. - tabacina, 510. - vesicularis, 610. Torbernita, 514. Torcaz, 456. Tordillo de Filipinas, 328. Trachyaster Heberti, 529. Tramposa, 453. Trepa-chopos, 453. Trepa-troncos, 453. Tricholoma colossum, 496. - equestre, 495. - grammopodium, 499. - imbricatum, 495. - ionides, 496. - leucocephalum, 495, 499, 501. - portentosum, 480. - resplendens, 495. - Russula, 495, 499. - terreum, 499. - truncatum, 496, 601. Trichomonas, 196. Trichostomum nitidum, 461. Trifolium incarnatum, 128, - repens, 128. * Trigonopteryx, 301. Trigonopteryx Hopei, 302. - * punctata, 301. var. multireticulata, 302. Triguero, 454. Tringa ©p., 328. Tritón, 458. - marmoratus, 270. Tritonium, 458. Troglodytes parvulus, 453. Tr07npetero, 271. Tropidonotus uatrix, 271. - viperinus, 271. Trypanoplasma borreli, 195. - cyprini, 195. Trypanosoma, 189, 192, 193, 194. 196. - inopinatum, 194. - lewisi, 191, 194. - vespertilionis, 194, Tubaria furfuracea, 497. Tubulada indivisa, 516. - laryx, 516. Tungsteno, 247. Turbo, 468. Turdus merula, 454. - musicus, 454. Turmalina, 321. Turtur Sinensis, 328. Typhlocyba ** exornata, 276. - Pandellei, 276. ** ühagouia, 214. - ** sphenarioides, 215. Ulls de perdiu, 500. Ulmus campestris, 128, 319. Uloc bundoc, 329. Ulota crispula, 178. Umbilicus erectus, 83. - spinosus, 83. Upupa epops, 453. TJranita, 360. Urceolaria actinostoma, 510. - scruposa, 610. - Villarsi, 610. DE HISTORIA NATUKAL. 557 Uredo, 602. Urraca, 454. ürsus arctos, 269. ürtica urens, 128. Usnea barbata, 609. Vanadiato de iirano, 360. Velates, 527. Vencejo, 452. Verdecillo, 454. *♦ Verdulia, 278, 281. - cycloidea, 282. - ** Dohrni, 283. - ** olivácea, 284. Verrucaria calciseda, 510. - muralis, 610. - nigrescens, 510. - rupestras, 510. Vesperugo noctula, 194. Viverra genetta, 259. Voluta, 627. Vorticlava larynx, 516. Weisia viridula, 460. Wolfram, 220. Wolframita, 247, 256. Xanthoria parietina, 509. Xanthopsis, 627. Xinnites, 527. Xiphidium, 180. - brevipenne, 181. - ** Chavesi, 180. - fuscum, 143. - ictum, 181. Yerax eericeus, 329. Yeso, 256. - en macla, 165. Yucca aloifolia variegata, 83. - Draconis, 83, - filamentosa, 83. - flaccida, 83. - gloriosa, 83. - péndula, 83. Zabrus, 43. Zostera marina, 467. Zygina j>arvula, 276. - ** punctigera, 276. El Vicesecretario t Domingo Sánchez y Sánchez. Iiiiice (le I» coiileiiidfl en el tomo V del Boletín. Págs. Junta directiva y Comisiones para 1905 3 Lista de socios 6 índice geográfico de los socios 33 Relaciones del estado de la Sociedad y de su Biblioteca 41 Sesión extraordinaria de 11 de Enero de 1905 71 SesiÓ7i del 11 de Enero de 1905 71 Calderón (S.) — Noticias de un temblor de tierra acaecido en Alge- ciras 73 — Notas bibliográficas: L. Carez, Géologie des Pyrénées franc. — K. Saper, Die Catalon. Vulkane 74 Cru (E.) — Aves cazadas en Andalucía 75 Ferrando (P.) — Cuarzo aurífero de Sallent 76 Aterido t Ramos (L.) — Plantas crasas cultivadas en el Jardín Botá- nico de Madrid 76 Boletín bibliográfico 85 Sesión de 1° de Febrero de 1905 b9 Bolívar (I.) — Sobre la palabra Cigarra 90 Ribera (E.), Bolívar (I.) y Vidal (P.) — Nuevas adquisiciones hechas por el Museo de Ciencias naturales 93 DusMET (J. M.a) — Notas bibliográficas. — Reverchon, Exc. bot. dans le massif de la Sagra et á Vélez-Rubio.— M. Vicente, Observ. géol. en la Sierra de Guara. — J. S. Ta vares, Descripc. de tres Cecido- myia españ. — C. Pau, Plantas de la Sierra de Altana 95 Moreno Gómez.— Hallazgo de restos fósiles en Antequera y en Vi- llalpando 96 García Várela (A.) — Redúvidos nuevos ó poco conocidos de la re- gión etiópica (Guinea) 97 Macpherson (J.)— El torno del Tajo en Toledo 100 Arévalo (C.) — Noticia sobre una cufia neolítica procedente de la es- tación prehistórica de Argecilla (Guadalajara) . . .:; 102 Bolívar (I.) — Notas sobre los Pirgomórfidos (Pyrgomorphidce ) 105 Vázquez Figueboa (A.)— Nuevas especies de Lepidópteros de Espa- ña. (Lámina i) 116 560 BOLKTIN DR LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Pilgs. Martínez de la Escalera (M.)— Algunos datos para el conocimiento de las águilas que vuelan en la provincia de Madrid 122 Barras (F. de las). — Anomalías de algunas hojas 128 Boletín bibliográfico 130 Sesión del 1° de Marzo de 19G5 132 Acuerdos de la Junta directiva en 17 de Febrero 132 Comisión para realizar excursiones á Marruecos 134 DüSMET ( J. M." ) — Notas bibliográficas: Arvet-Touvet et Gautier, Eieracium nouv. pour l'Eepagne. — O. M. Reuter, Descr. of a new sp. of the g. Globiceps from Spain. — E. Saunders, Aculeata Hym. Coll. in Tenerife in the spring of 19G4. — Fr. W. Konow, Neue pa- laartk. Chalastogastra. — L. Navas, Neurópt. de Montserrat. — E. Saunders, Hym. acul. from Majorca and Spain 134 Medina (M.)— Esfégidos de su colección 136 MlQDEL (\Í.)—Equus fósil en Sevilla 136 Crú {E.)—Certhia familiaris en BoUuUos de la Mitación 136 Calderón (S.) — Sillimanita de Toledo 137 Ramón t Cajal (S.)— Tipos celulares de los ganglios raquídeos del hombre y mamíferos 138 Gutiérrez Martín (D.)— Algunos « Ortópteros > de Olmedo ( Valla- dolid) 140 GraiSo Caubet (C.)— Noticias referentes á algunos monstruos recien- temente recogidos 143 García Várela (A. ) — Contribución al estudio del género Margasus Stal 145 Ddsmet y Alonso (J. M.a)— Los fApidos» de España 149 Llord y Gamboa (R.) — La breunerita del barranco de la Murria (Huesca). (Con un plano. Lámina ii) 164 Llenas y Fernández (M.) — Enumeración y distribución geográfica de los cPeltigeráceos» en Cataluña 168 Casares Gil (A.) — Nota briológica 176 Bolívar (L)— Nueva especie de «Xiphidium» de las Azores 180 Boletín bibliográfico 181 Sesión del 5 de Abril de 1905 185 Acuerdos de la Comisión para realizar excursiones en Marruecos . . . 186 Invitaciones de los Congresos de Botánica de Viena y de Ornitología de Londres 187 Lauffee (J.) — Conveniencia de acotar terrenos para impedir la ex- tinción de mamíferos monteses 188 Jiménez de Cisneros (D.) — Restos de tortuga marina en Alicante.. . . 189 Malüquer (J.)— Cráneo y huesos huanches 189 Calderón (S.)— Nota bibliográfica: S. Malaguilla, Caracteriz cerebral de la mujer 189 DE HISTORIA NATURAL. 561 Págs. Instrucciones del Museo de Ciencias para la recolección de objetos naturales 190 Ferraxdo (P.) — Noticia sobre la serpeta que ataca al naranjo. 190 PiTTALUGA (G.) — Nota sobre el y la cTaenia crassicollis> 191 — Sóbrelas afinidades zoológicas y evolución délos 192 Bolívar (I.) — Notas sobre los Pirgomórñdos ( Pirgoinorphidre) 196 Hernández-Pacheco (E.) — Las cuarcitas bismutíferas de Conquista (Córdoba; 218 Cabrera Latorre (A.) — Las ardillas de España 225 Barras de Aragón (F. de las). — Breve noticia de una excursión á Ayamonte y Castro Marín 231 Boletín bibliográfico 233 Sesión del día 3 de Mayo de 1905 237 Homenaje rendido en Alcañiz al Sr. Pardo íSastrón 237 Jiménez de Cisneros (D.) — lluevo de paloma sin yema 238 Bolívar (1.) — Sobre admisión del español como lengua científica.. . 238 Ribera (E.) —Sismo en Gandía 23 DusMET (J. M.a) — Notas bibliográficas: E.Reitter, Acbtneue Coleopt. der palaarkt. Fauna.— L.-B. Prout, On some northern Spanisch Geometr. — T. A. Chapman, Notes (chiefly on lepidopt.) of atrip to the Sierra de la Demanda and Monca}'o.— Jh. Hervier.Exc. botan, de E. Reverchon dans le massif de La Sagra et á Velez Rubio.. . . 240 Calderón (S.) — Notas bibliográficas; Angelis d'Ossat, Fauna coral, del piso aptense de (^¡ataluña. — Nery Delgado, Coutrib. para o es- tado dos terr. paleoz .' 240 Ferrando (P.) — Teruelita y sus formas de apariencia octaédrica .... 241 Llord y Gamboa (R.) — Examen químico de la cuarcita bismutífera del término de Conquista (Córdoba) 24;'. — Algunas observaciones sobre los yesos de Orejo (Santander) 24 4 Hernández-Pacheco (E.)— Distribución de la c AVolframita » en Es- paña y yacimiento de tungsteno del cerro de las Cabezas en Mon- toro (Córdoba) 247 Fernández Navarro (L.) — Noticias mineralógicas 264 Cabrera Latorre (A.) — Sobre las ginetas españolas 259 Macpherson (J.)— Observaciones sobre las rocas epidotíferas de An- dalucía : . . 267 Graiño (C.)— Datos para la fauna de la provincia de Oviedo 269 HoRvÁTH (Dr. G.) — Descripciones de algunos Hemípteros nuevos del centro de España 272 Bolívar (I.)— Notas sobre los Pirgomórfidos (Pyrgomorphidos) 278 Boletín bibliográfico 289 Sesión del 7 de Junio de 1905 . . 293 Constitución de la Comisión permanente para la exploración deIi 562 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Págs. Noroeste de ÁrBiCA y sus gestiones 293 CALnERÓN (S.)— Erratas cometidas en el trabajo del Sr. Hernández Pacheco «Las cuarcitas bismutíferas de Conquista» y en otras ci- taciones de minerales 294 RiBüRA (E.) — Notas tomadas del Presupuesto de Instrucción pública de Francia -95 — Observaciones biológicas hechas durante el eclipse de sol de 1900 296 — Nuevos ingresos en el Museo de Ciencias naturales 296 Hernando (B.) — Observación del Prof. Guimarais sobre una macla de Fluorita 296 Calderón (S.) — Notas bibliográñcas: B. Contreras, El país de la pla- ta.— J. González Hidalgo, Moluscos test, de Santander. — Gerland, Erdbebenbeobacht. in Spanien. — Sauvage, Note sur un «Spiran- gium» du cale. lith. de la prov. de Lérida 296 Medina (M.) — Noticia sobre el «Dacus oleaí> 297 Bolívar (L)— Notas sobre los Pirgomórfidos (PyrgomorphidcB). (Con- clusión) 298 EiBERA (E.) — Nota sobre observaciones hechas durante el eclipse de 28 de Mayo de 1900 307 Calderón (S.) — Datos sobre el mispiquel de España 312 Lázaro é Ibiza (B.)— «Estudio del sistema leñoso de las especies forestales» por D. Joaquín María Castellarnau y de Lleopart 317 Barras de Aragón (F. de las). — Excursión á Los Jarales (Badajoz). 319 — Noticia de algunos monstruos existentes en el gabinete de Histo- ria natural de Huelva 322 Sesión del 5 de Julio de 1905. . . 325 Comisión del Noroeste de África 326 Modelo de cédulas para Biblioteca del Instituto geológico de México. 326 Barras de Aragón (F. de las.) — Una colección de aves de Filipinas.. 327 Macpherson ( J.) — Un gneis de los alrededores de Santiago de Galicia. 329 Madrid Moreno ( J.)— La radioactividad como método histológico del sistema nervioso 331 Calderón (S.) — Los volcanes de España.-Ensayo de bosquejo sintético 336 García Mercet (R.) — Una cBembex» de Río de Oro 342 Bolívar (I.)— Sobre algunos decticinos africanos 343 «Amphipyra Wichti» Hirschke (Descripción) 348 Bolívar (I.)— Nueva especie de tGryllomorpha» de Marruecos 349 García Mercet (R.) — «Bembex» nuevas de África 352 Boletín bibliográfico 355 Sesión del 4 de Octubre de 1905 357 Gredilla (A. F.) — Admisión del español en el Congreso de Viena. . . 358 Jiménez de Cisneros (D.)— Coraliense y oxfordiense en Fuente Ála- mo (Albacete) 358 Comisión DEL Noroeste DE África.— Proposiciones 35V DE HISTORIA NATURAL. 563 Págs. Calderón (S.) — Laboratorio flotante de biología en los Estados Unidos « 359 — Sobre la radioactividad de los minerales y rocas ... 359 LÁZARO (B.)— Noticia sobre el Cinomorium coccineiim 361 DüSMET (J. M.*) — Notas bibliográficas: R. B. Lodge, Bird nesting in Andalusia.— L. Navas, Cat. descript. de los ins. neurópteros de los alr. de Madrid.— ídem, Notas zool. Excurs. durante el verano de 1904 —D. Ventalló, Contr. al estudi de la fauna lepid. de Ta- rraga.— J. Pérez, Esp. nouv. d'Hymenopt. de Catal. — O. Cariot, Contr. a la faune malacol. de la Catalogne. — Fr. W. Konow, De Tenthredinibus Miscell.— Fr. Kohl, Palaark. Crabronen. — Fr. W. Konow, Zwei neuen Amasis-Arten.— H. Friese, Eine Panurgus- Art mit gelben Zeichnungen 365 Calderón (S.) — Notas bibliográficas: Prudent, Peninsule ibérique au 2.500.000*= 365 Hernando (B.)— Nota bibl.: B. Merino, Flora descript. á ilustr. de Galicia 366 Gredilla (F.)— Nota necrológica del Sr. Rodríguez Femenías 368 Calderón (S.) — Noticias sobre Bournonitas españolas 374 Martínez de la Escalera (M.)— Sistema de las especies ibéricas del gen. Asida Latr 377 Lauffer (J.) — Neue Arten und Varietáten von Coleopteren der pyrenaischen Halbinsel 403 Boletín bibliográfico. . 408 Sesión del 8 de Noviembre de 1905 . 413 Comisión del Noroeste de África 413 Rio JA (J.) — Toro y vaca anómalos. (Láms. ni y iv) 416 — Conservación de crustáceos por un método ensayado en la Esta- ción de Biología de Santander 415 Ribera (E.) — Adquisiciones del Museo de Ciencias 417 — Sobre la organización de los servicios agrícolas en los Estados Unidos • 417 Mazo (J. del).— Fósiles hallados en La Palma y Moguer 418 — Cueva descubierta en Benahojan 41 8 Crú (E.)— Observaciones sobre el Falco subbuteo L. y otras aves, ... 418 Izquierdo (A.) — Sobre la serpeta 418 FoNT Y Sagué (N.) — Meteorito hallado en Carral (Barcelona) 419 Buen (O. de). — Sustitución de la Blatta orientalis por la germánica. . 419 Llenas (M.)— Arácnidos preparados en seco 419 Fernández Navarro (L.) — D. Benito Hernando y Monge: Noticia ne- crológica 420 Calderón (S.)— Sobre la presión como agente minerogónico .... 423 Martínez de la Escalera (M.)— Sistema de las especies españolas del gen. Asida Latr. (con figuras) 430 564 boletín DR LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA GraiSo Caübet (C.)— Excursión ornitológica por la provincia de León. 461 RioJA T Martín (J.)— Nota acerca de diversos yacimientos y varia- ciones de color de la Adamsia Rondeletii D. Ch., é indicación de la nueva variedad var. libera. (Lám. v.) , 457 Casares Gil (A.) — Flora bryológica de Montserrat 459 García Mercet (R).— Un Gorytes y una Bembex de Marruecos 464 Martínez de la Escalera (M.) — Una nueva especie de Eulipus Woll. (Tenti/rini) de Río de Oro 467 Boletín bibliográfico 468 Sesión del 6 de Diciembre de 1905 477 Proposiciones de la Junta directiva 477 Rendición de cuentas 478 Lázaro (B.) — Especies de hongos nuevos para la ñora española 480 Elección de cargos 481 Navas (L.) — Noticia del Congreso botánico de Viena 483 — lapyx hallado en Cliamartín 483 Aramburu (P.) — Bombas volcánicas y puzolana de Olot 483 Jiménez de Cisneros (D.) — El yacimiento de azufre de la Peña de Catí, en el término de Petrel (Alicante) 485 García Mercet (R.)— Mutílidos nuevos de España 488 Aranzadi (T. de). — Catálogo de hongos observados en Cataluña 495 — Lista de hongos del Empalme (Gerona) recibidos en Noviembre de 1906 499 — Segunda lista de nombres catalanes de hongos (bolets) 501 Navas (L.)— Notas entomológicas 502 Llenas t Fernández (M.) — Algunos liqúenes de los alrededores de Cuenca 508 Fernández Navarro (L).— Las minas de El Espinar 611 Buen (O. de). — Hidrarios de nuestras costas mediterráneas 616 Jiménez de Cisneros (D.) — Excursiones por la provincia de Alicante. 518 — El nummulítico de Agost 528 Bdrr (M.)— Una especie nueva de Opisthocosmia (Dermápteros). . . . 230 Boletín bibliográfico 531 índice alfabético de los géneros y especies mencionados ó descritos en el tomo v del Boletín 536 índice de lo contenido en el tomo v del Boletín 559 Se ha publicado este tomo en diez cuadernos, que han aparecido cada uno de ellos dentro del mes correspondiente, cuya indicación se halla al pie de cada pliego. Lleva, además, cinco láminas. Bol. R. Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo V, LÁm. I. fv^ ^ Fig. S". iU'T?7^-i> X i 1íi Fig. 6o. Fig. /¡a Fig. /«. Fig. 3" mm ¡Í.1I Fig. 2«. G.-A. Poujade pin.x. Ed. Bry, Imp. á F"", á Paris A. Millot sculpsit. Fig. '/«, Heliophobus Matritensis Vazq. — F/í/. 2«. Boarmia Fortunavia Vazq. — Fi^. 5a. Encoinsta Oberthüri Vazq — Fi;/. -ía. Cybolomia Rivasalis Vazq. — Fígr, S». Anchoscelis Lunusa Hav. ab. Olicacea Vazq — Fig. 6". Ibd. ab. Rubra Vazq. Bol. de la Soc. Esp. de Hist. Nat. TOM. V, LÁM. II. Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. Nal Tomo V.— Láüi. III. Bol. de la R. Soc. h\\. de Hist. Nat. Toiiiü V. — Lám. IV. Bol. de la Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo V. Lám. V. Adamsia Rondeletil D. Ch. var. libera G. Linares. Luisa de la Vega, pinx. Litografía de Bernardo Kodri'gueí. BARQUILLO, 8. -Madrid. PUBLICACIONES DE LA SOCIEDAD QUE se HALLAN Á DISPOSICIÓN DE LOS SEÑORES SOCIOS Á LOS PRECIOS AQUÍ SEÑALADOS. Ptas. Recuerdos botánicos de Tenerife, por D. R. Masferrer (cuaderno de 246 páginas, tirada aparte de los Anales) 2 Facsímile de una carta del Barón de Sumboldt (publicada en el to- mo I de los Anales) 0,50 Actas de la Sociedad española de Historia natural (años 1890, 1891, 1893-1900), cada uno 2,60 índice de lo contenido en los veinte primeros tomos (primera serie) de los Anales 1 Catálogo de la Biblioteca de la Sociedad española de Historia na- lural 1 Anales de la Sociedad española de Historia natural. Treinta tomos, 1872-1901, cada tomo (excepto el 1.°, 6.° y 11.°) 16 Boletín de la Sociedad española de Historia natural (tomo i y ii), cada tomo *. 8 Los Sres. Socios tienen derecho á adquirir por una sola vez un ejemplar de cada uno de los tomos de la primera serie, á los precios siguientes: Tomos 2.^ 3.°, 4.°, 12.*>, 13.°, 14.°, 16.o, 19.° y 20.° 8 pesetas. — 6." y 11." 26 — — 6.°, 7.°, 8.°, 9.°, 10.°, 1(5.°, 17.° y 18.° 12 — Los cuadernos sueltos, siempre que de ellos haya sobrantes, sin desca- balar tomos, á 2 pesetas. La colección completa de la 1.' serie (20 tomos) incluyendo el tomo 1.°, para los socios y por un solo ejemplar (sólo hay disponible un cortísimo número) 250 pesetas. Los socios vitalicios y perpetuos tienen derecho á recibir á su ingreso diez volúmenes elegidos entre los anteriores á excepción de los 1.°, 6." y 11 . ADVERTENCIA Por reciente acuerdo de la Sociedad los señores socios que publiquen notas en el Boletín podrán obtener gratuitamente cincuenta ejemplares de ellas, siempre que así lo pidan en el manuscrito de su trabajo. De los publicados en las Memorias se entregan siempre igual número de ejemplares aunque no se soliciten. De unos y otros podrán hacerse tiradas aparte que excedan de dicho número á los precios consignados en la tarifa corriente. La encuademación, cubiertas de color y demás gastos se abona- rán con grreglo á la tarifa general para las tiradas aparte. Oo DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de fiistoria fiaiural FUNDADA EN 8 DE FEBRERO DE 1871 Tomo VI.— 1906 :M:jk.iD:R.iiD PASEO DE RECOLETOS, 20, BAJO PALACIO DE BIBLIOTECA T MUSEOS NACIONALES OBSERVACIONES Los SOCIOS CORRESPONDIENTES EXTRANJEROS podráu recibir todas las pu- blicaciones de la Sociedad abonando la cuota anual de 10 pesetas. Los NUMERARIOS abondrán la cuota anual de 15 pesetas ó la de 16,50 si residiesen en países de ia Unión postal, debiendo remitirla sin descuento al tesorero en la época de adnáisión, y posteriormente en el mes de Enero de cada año. Eeciben el Boletín y las Memorias. Los AGRERADOS abonau la cuota anual de 8 pesetas y reciben el Boletín. Unos y otros podrán abonar su cuota en plazos trimestrales adelanta- dos, donde haya Sección ó representante de la Sociedad, á razón de 4 pe- setas por trimestre los numerarios y de 2,26 los agregados. Los socios numerarios que abonen de una vez ó en tres plazos anuales la suma de 300 pesetas se consideran como vitalicios, quedando exentos del pago de la cuota anual y con derecho á recibir en lo sucesivo todas las publicaciones de la Sociedad. Los que hicieren á la Sociedad el donativo de 600 pesetas serán consi- derados como socios perpetuos, con iguales derechos que los vitalicios, pero figurando su nombre á perpetuidad en la lista de socios, junto al de los socios fundadores. TARIFA para las tiradas aparte del Boletín y de las Memorias de la Real Sociedad española de Historia natural. Tiradas sin levantar forma. De 1 á 16 páginas, 2 pesetas cada 50 ejemplares ó fracción de 50. Tirada dejando nna sola paginación y añadiendo los títulos del autor después de su nombre. . De 1 á 8 páginas (medio pliego), 50 ejemplares, 6,60 pesetas; cada 50 más ó fracción de 50, 1 peseta. De 1 á 16 páginas (un pliego), 50 ejemplares, 10 pesetas; cada 50 más ó fracción de 60, 2 pesetas. En todos los casos. Una portada nueva, molde y tirada de 1 á 500 ejemplares, 6 pesetas. Poner cierre á la portada para que sirva de cubierta, papel de color y tirada de 50 ejemplares, 4,25 pesetas; cada 60 más, 0,25. Una cubierta sin imprimir, cada 50 ejemplares, 0,26. Por las correcciones extraordinarias que manden hacer los autores, cada hora, 1 peseta. Encuademación. 1 á 16 páginas, 60 ejemplares, 1 peseta. Pasando de un pliego, hasta cinco, cada 50 ejemplares, 0,oo por pliego; de seis pliegos en adelante, 0,26 por pliego, cada 50 ejemplares. La cubierta y las láminas se computan cada una como un pliego para la anterior tasación. BOLETin^ DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO VI— 1906 MADRID ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE FORTANET IMPRESOR DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA Libertad, núm. 29.— Teléfono 991. 1906 JUNTA DIRECTIVA DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 'FJ^:EtA. 1906 Presidente D, Florentino Azpeitia y Moros. Vicepresidente D. José Casares Gil. Tesorero D. Ig-nacio Bolívar y Urrutia. Secretario D. Ricardo García Mercet. BiMioiecario D. Ang-el Cabrera Latorre. Vicetesorero D. Antonio García Várela. Vicesecretario D. Doming-o Sánchez y Sánchez. Auxiliar de la Biblioteca. D. Emilio Fernández Galiano. Cotniiión de publicacitín. D. Francisco de P. Martínez y Sáez. — D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Lucas Fernández Navarro. Cotnitión de Catálogos, D. Blas Lázaro é Ibiza.— D. Federico Gredilla y Gauna.— D. José María Dusmet y Alonso. — D. Juan Manuel Díaz del Villar.— D. Enrique Pérez Zúñig-a. — D. Ang-ol Cabrera Lato- rre.— D. José Gog-orza y González. SECCIÓN DE BARCELOiNA. Presidente. ...... D. Ramón Turró. Vicepresidente.. .. D. Antonio Casares Gil. Tesorero D. Ig-nacio Tarazona. Secretario D. Manuel Llenas y Fernández. SECCIÓN DE SEVIUUA. Presidente D. Manuel de Paúl y Arozarena. Vicepresidente D. Julio del Mazo y Franza. Tesorero D. Enrique Crú y Marqués. Secretario D. Federico Chaves y Pérez del Pulg-ar. Vicesecretario R. P. Vicente Martínez Gániez. SECCIÓN DE ZARAGOZA. Presidente D. Pedro Ferrando y Más. Vicepresidente D. Vicente de Val y Julián. Tesorero D. José Antonio Dosset. Secretario D. Pedro Moyano y Moyano. COMISIÓN PERMANENTE PARA LA EXPLORACIÓN Y ESTUDIO DEL NOROESTE DE ÁFRICA Presidente Excmo. Sr. D. Manuel Allendesalazar. Vicepreside7ite Excmo. Sr. Duque de Alba. » Duque de Luna. » Duque de Medinaceli. » Marqués de Santa Cruz. » limo. Sr. D. Santiag-o Ramón y Cajal. Tesorero Excmo. Sr. Marqués de Urquijo. Secretario D. Ig-nacio Bolívar. Vocal D. Manuel Antón y Ferrándiz. » limo. Sr. D. Luis Babia y Urrutia. » D. Salvador Calderón y Arana. » D. Blas Lázaro é Ibiza. » D. Carlos de Mazarredo. » limo. Sr. D. Emilio Ribera. » limo. Sr, D. José Rodríg-uez Mourelo. Comisario D. Manuel Martínez de la Escalera. SOCIOS FUNDADORES DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL D. José Argumosa. f D. Ignacio Bolívar y Urrutia. Excma. Sra. D.^ Cristina Branetti de Lasala, Duquesa de Mandas. D. Francisco Cala, f Excma. S.aD.a Amalia de Heredia, Marquesa Viuda de Casa Loring. Excmo. Sr. D. Miguel Colmeiro. f D. Antonio Cipriano Costa, f Excmo. Sr. D. Cesáreo Fernández Losada. D. Saturnino Fernández -de Salas, f D. Manuel María José de Galdo. f D. Joaquín González Hidalgo. D. Pedro González de Velascoi f D, Ángel Guirao y Navarro, f D. Joaquín Hysern. f D. Marcos Jiménez de la Espada. • D. Rafael Martínez Molina, f D. Francisco de Paula Martínez ^ Sáez. D. Manuel Mir y Navarro. D. Patricio María Paz y Membiela. ■ Excma. Sra. Condesa de Oñate. f D. Sandalio Pereda y Martínez, f D. Laureano Pérez Arcas, f D. José María Solano y Enlate. D. Serafín de Uhagón. f D. Juan Vilanova y Piera. f D. Bernardo Zapater y Marconell. Presidentes que lia tenido esta Sociedad desde su fundación en 8 de Febrero de 1871. 1871-72. Excmo. Sr. D.Miguel Col- 1888. meiro. f 1873. D. Laureano Pérez .^rcas. f 1889. 1874. limo. Sr. D. Ramón Llórente y Lázaro, f 1890. 1876. limo. Sr. D. Manuel Abe- leira. f 1891. 1876. Excmo. Sr. Marquéü de la Ri- 1892. vera, f 1893. 1877. limo. Sr. 1). Snndalio Pereda y Martínez, f 1894. 1878. D. Juan Vilanova y Piera. f 1879. Excmo. Sr. D. Federico de 1895. Botella y de Hornos, f 1880. D. José Mncpherson. f 1896. 1881. D. Ángel Guirao y Navarro, f 1882. Excmo. Sr. D. Máximo La- 1897. , guna. f 1898. 1883. Excmo. Sr. D. Manuel Fer- 1899. nández de Castro, f 1900. 1884. D. Pedro Sáinz Gutiérrez, f 1901. 1885. D. Serafín de Uhagón. f 1902. 1886. D. Antonio Machado y Núñezf 1903. 1887. limo. Sr. D. Carlos Castel y 1904 Clemente. ^ 1905, Excmo. Sr. D. Manuel M. J. de Galdo. f D. Ignacio F. de Henestrosa, Conde de Moriana. f D. Francisco de P. Martínez y Sáez. D. Carlos de Mazarredo. D. Laureano Pérez Arcas, f Excmo. Sr. D. Máximo La- guna, t Excmo. Sr. D. Daniel de Cor- tázar. D. Marcos Jiménez de la Es- pada. 7 D. José Solano y Eulate, Mar- qués del Socorro. D. Santiago Ramón y Cajal, D. Manuel Antón y Ferrándiz. D. Primitivo Artigas. D. Gabriel Puig y Larraz. D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Federico Oloriz y Aguilera. Excmo. Sr. D. Zoilo Espejo, f D. José Rodríguez Mourelo. D. Salvador Calderón Arana. XjISTJL IDE SOCIOS de la Real Española de Historia nafural EN 10 DE EKERO DE 1906. Socios protectores. EN ESPAÑA. * S. M. el Rey D. Alfonso XIII. S. A. el Archiduque Luis Salvador. Excmo. Sr. D. Manuel Allendesalazar, ex-MinisLro de Instruc- ción Pública y Bellas Artes. Excmo. Sr. Duque de Medinaceli. EN EL EXTRANJERO. S. M. F. el Rey D. Garlos de Portugal. S. A. S. el Príncipe Alberto de Monaco. Socios honorarios. Brunner vox Wattenwyl (Cari), Consejero áulico. — Lerchenfel- derstrasse, 28, Viena. Castellarnau (D. Joaquín María de), Ingeniero de Montes. — Segovia. Engler (Dr. Adolf), Geheimer Regierungsrath, Professor der Botanik, Director des Kgl.-botanischen Gartens und Mu- seums. — Molzstrasse, 89, Berlin W. Gaudry (Albert), Professenr de Paléontologie au Museum d'His- toire naturelle. — 7 bis, rué des Saints-Péres, Paris. Geikie (Sir Archibald), Director of Geological Survey of England and Wales. — 28, Fermyn Street, S. W., Londres. LuBBOCK (Sir John), Lord Abevury. — Bart. M.D. Saint James, 2, London, S. W.; también en Down (Kent), High Elms (Inglaterra). 8 LISTA DE SOCIOS Ramón y Cajal (Excmo. Sr. D. Santiago), de las Reales Acade- mias de Medicina y Ciencias, Catedrático en la B'acultad de Medicina, Consejero de Instrucción pública. — Calle de Atocha, 125, Madrid. ScuDDER (Samuel Hnbbard). — 156, BratlleSlreet, Cambridge (Es- tados-Unidos de la América del Norte). TscHERMACK (Prof. G.) — Viena. Van Thiegen (Ph.), Professeur administrateurau Museum d'His- toire naturelle. — 22, rué Vauquelin, Paris. Socios Correspondientes extranjeros (1). MM. Acloque (Alexandre). — 69, Avenue de Segur, Paris. — (His- toria natural general.) André (Ernesl), Notario honorario; de la Sociedad ento- mológica de Francia. — 17, rué Victor Hugo, Gray (Fíaiite-Saóne, Francia). — ( Himenópteros , especialmente Formícidos y Mutilidos.) Arnold (Dr. J.) — Munich. Balsamo (Francesco). — Via Salvator Rosa, 290, Ñapóles. — (Botánica y principalmente algas.) Bedel (Louis), de la Sociedad entomológica de Francia. — 20, rué de l'Odéon, Paris, 6^. — (Coleópteros paleárticos.) Blan'chard (Dr. Raphaél), Profesor en la Facultad de Me- dicina; de la Academia de Medicina, Director de los Ar- chives de Parasitologie. — 226, Boulevard Saint-Ger- main, Paris, 7^. — (Entomología general, Hirudineos.) Bois (D.), Asistant au Muséum. — 15, rué Faidherbe á Saint- Mandé (Seine), Francia. — (Botánica.) BouLENGER (G. A.), del Museo británico. — Courtfield Road, 8. South Kensington, S. W. — Londres. — (Herpetología é Ictiología.) BouRGEOis (Jules). — Sainle Marie aux Musses (Alsace). — (Malacodermos.) Brancsik (Dr. Cari). — Trencsen (Hungría). — (Entomología.) Brizi (Ugo). — Museo Agrario, Via Santa Susana, Roma. - (Botánica y principalmente flora de Italia.) (I) Con el objeto de fomentar las relaciones científicas entre los socios, se indica entre paréntesis y con letra bastardilla, después de' las señas de su domicilio, si el socio cultiva en la actualidad más especialmente algún ramo de la Historia natural. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 9 MM. BucKiNG(Dr. H.), Profesor en la Universidad. — Estrasburgo (Alemania). Camerano (Lorenzo), Profesor de Anatomía comparada y Director del Museo zoológico de la Universidad. — Palazzo Carignano, Turin (Italia). — (Anatomía comparada, Gordiidos.) Cannaviello (Prof. Eurico). — Villa Bruno, Porlici (Ñapóles). Carl (Dr.), Ayudante del Museo de Historia natural. — Gi- nebra.— (Entomologia, Miriápodos.J Chevreux (Edouard). — Route du Cap, Bóne (Constantina). Argelia. — (Crustáceos anfípodos.) Cohén, Profesor en la Universidad. — Grcifswald (Alema- nia).— (Mineralogía.) CoiNGY (Auguste de). — Cháteau de Gourtoiseau par Trigue- res (Loirel), Francia. Delacroix (Dr. G.), Agregado al Instituto nacional agronó- mico y Director de la Estación de Patología vegetal. — 11 bis, rué d'Alósia, Paris. Dervieux (Ermanno). — Via Massena. 34. — Turin (Italia). De Toni (Pr. Dr. Joannes Baptista), Director del Jardín Botánico de la Universidad de Módena (Italia). DisTANT (W. L.) — Steine Haus, Selhurst Road, South Nor- wood, Surrey (Inglaterra). — (Hemipteros.) DoLLFus (Adrien), Director de La Feuille des Jeunes natu- ralistes. — Rué Pierre Charron, 35, Paris. FiNOT (P. Adrien Prosper), Capitán de Estado Mayor, reti- rado.— 27, rueSaint-Honoré, Foutainebleau (Francia). — (Ortópteros.) Foumouze (Armand), Doctor en Medicina. — 78, Faubourg Saint- Denis, Pavis.--( Entomología médico-farmacéutica.) Gestro (Raífaello), Doctor, Vicedirector del Museo cívico de Historia natural. — Villeta Dinegro, Genova (Italia). — (Coleópteros.) Giard (Alfred), Profesor de Zoología en la B'acullad de Cien- cias, Director del Laboratorio de Wimereux y del Bulletin Scientifique de la Frunce et de la Belgique. — 14, rué Sta- nislas, Paris, 6^. — (Evolución., Parasitismo, Crustáceos). GiRARD (Alberl Alexandre), Secretario científico de S. M. — Lisboa (Portugal). — (Ictiología y Malacología.) Griffini (Dr. Achille). — Turin. — (Entomología.) 10 LISTA DE SOCIOS MM. GuouvELLE (A.) — Director de la Manufactura nacional de tabacos de Issy, rueErnest-Renan, Issy-les-Mouliueaux (Seine). fClavicornios exóticos.) Heckel (Edouard), Profesor en la Facultad de Ciencias. — 31, Gours Lieutaud, Marsella (Francia). — (Botánica.) lioRvÁTH (Goza), Doctor en Medicina, Director del Museo nacional de Hungría. — Museumring, 12, Budapest (Austria-Hungría). — (Hemipteros.) Janet (Charles), Ingeniero de Artes y Manufacturas. — 71, Rué de Paris, Voisinlieu, pros Beauvais (Oise), Fran- cia.— (Costumbres y anatomía de las hormigas.) KoNOW (Friedrich Wilhelm). — Teschendorf, Grossherz. Meklenburg (Alemania). — ( Himenópteros y especial- mente Tentredínidos^ Chalastogastra.J Kraatz (Gustav) , Doctor en Filosofía, Redactor de la Deutsche Eníomologische Zeitschrift. ~W. 9, Linkstras- se, 28, Berlín. — (Coleópteros.) Lesne (Pierre), Asistente de Entomología del Museo de His- toria Natural — 10, Avenue Jeanne, Asniéres (Seine). — [Entomología, Coleópteros.) Lo BiANco (D. Salvador), Comendador. — Estación Zoológi- ca, Ñapóles (Italia). Meunieh (Stanislas), Profesor de Geología del Museo de Historia natural. — 3, Quai Voltaire. Paris. — (Litologia.) MoNTANDON (Arnald L.) — Filarete, Strada Viilor, Bukarest (Rumania). — (Hemipteros, principalmente heterópteros.) Nery Delgado (J. F.), Geólogo. — Rúa de D. Carlos I, 35, Lisboa. — (Geología.) Olivier (Henry). — Baroches-au-Houlme (Orne), Francia. Orbigny (H. d'), Arquitecto. — R. Saint-Guillaume, 21, Pa- rís, 7e. — [Coleópteros.) Pérez (Dr. J.) — RueSaubat, 26, Burdeos. — (Himenópteros). PicciOLi (Comm. Francesco), Director del Instituto fores- tal.— Vallombrosa (Italia) . — (Botánica.) PicciOLi (Lodovico), Sub- Inspector forestal. — Siena (Italia). (Botánica.) Porter (Carlos E.), Director general del Museo y de la Revista Chilena de Historia natural. — Casilla, 1108, Val- paraíso, Chile. — (Histología. Crustáceos decápodos y hemipteros.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 11 Reitter (Edmond). — Paskau (Austria). — (Coleópteros de Europa). Richard (Jiiles), Doctor eii Ciencias, Director del Museo oceanógrafico. — Monaco. — (Crustáceos inferiores. J Salomón (Dr. W.) — Instituto Mineralógico de la Universi- dad.— Heidelberg (Alemania). HcHOUTEDEN (H.) — 12,Ghaussée d'Ixelles, Bruselas. — (He- mípteros.) ScHULTHEss Rechuerg (AutoH V.), DoctOF CU Medicioa. — Thalacker, 22, Zuric. — (Entomología, Ortópteros.) SoDiRO (R. P. J.)— Quito (Ecuador). TuRNEz (W. Henri), de la Comisión Geológica. — Washing- . ton (Estados-Unidos) DG. — (Geología.) Socios numerarios (1). 1901. Administración Militar (Biblioteca de). — Madrid. 1901. Agell y Agell (D. José), Alumno de Farmacia. — Bar- celona. 1903. Aguilar y Carmena (D. Fernando), Farmacéutico. — Calle de Jorge Juan, 17, Madrid. — (Botánica.) 1896. Aguilar y Cuadrado (D. Miguel), Paseo de Atocha, 17, 2.", Madrid. 1902. Alabern (D. Enrique), Doctor en Medicina. — Plaza del Príncipe, 4, Mahón. — (Citología general é Histología humana.) 1897. Alaejos y Sanz (D. Luis), Doctoren Ciencias naturales, Ayudante de la Estación de Biología marina. — San- tander. 1905. Algaraz (D. Antonio.) — Ingeniero agrónomo. — Castellón. 1898. Alloza Blasco (D. Leandro), Ingeniero de Caminos. — . Castellón. — (Geología.) 1901. Almera (D. Jaime), Canónigo de la Catedral. — Sagris- tans, 1, 3.°, Barcelona. — (Geología y Paleontología.) 1902. «Alrededor del Mundo.» — Progreso, 1, Madrid. 1875. Antón y Ferrándiz (D. Manuel), Catedrático en la Facul- (1) El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que indica el año de su admisión en la Sociedad y el de los socios fundadores de la abreviatura S. F. 12 LISTA DE SOCIOS tad de Ciencias, Jefe de la Sección de Antropología y Secretario del Museo de Ciencias naturales. — C. de Oló- zaga, 5 y 7, Madrid. — (Antropología.) 1894. Ahagón y Escagena ( D. Federico), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Falencia. 1898. Aramburu y Altuna (D. Pedro), Doctor en Medicina, Ca- tedrático en la Escuela de Veterinaria. — San Felipe, 4, Zaragoza. 1905. Aranda Millán (D. Francisco).— Madrid. 1885. Aranzadi y Unamuno (D. Telesforo), Doctor en Farmacia y en Ciencias naturales, Catedrático en la Facultad de Farmacia de la Universidad. — Barcelona. — (Antropolo- gía y Botánica J 1904. Arellano (D. Tomás).— Arenal, 18, Bilbao. 1903. Areses (D. Rafael), Ingeniero de Montes.— Tuy (Ponte- vedra). 1902. Arévalo (D. Celso) , Doctor en Ciencias naturales. — Ciille de San Juan, 1, Segovia. — (Geología.) 1904. Arias Engobet (D. José), Colector del Museo de Ciencias naturales.— C. de Niíñez de Balboa, Asilo de las Merce- des, Madrid. — (Dípteros). 1896. Arráez y Carriás (D. José), Abogado. — C. de Caste- lar, 14, Sevilla. — (Antropología criminal.) 1887. Artigas (D. Primitivo), Ingeniero Jefe de Montes.— C. del Reloj, 9, principal izquierda, Maái'id. — (Silvicultura.) 1906. Asher y C* (A.)— 13, Unler den Linden, Berlín W. 1872. Ateneo científico y literario (Biblioteca del).— C. del Pra- do, 21, Madrid. 1889. AuLET y Soler (D. Eugenio), Presbítero, Doctor en Cien- cias físico-químicas y Licenciado en naturales. Catedrá- tico en el Instituto de Tarragona. — Oiot (Gerona). 1900. AzAM (D.José), Arquitecto. — 14, rué de Trans , Dragui- gnan (Var), F'rancia. — (Ortópteros y Hemípteros.) 1897. AzpEiTiA Y Moros (D. Florentino), Profesor en la Escuela de Minas. — Glorieta del Cisne, 3, hotel, Madrid. — (Malacologia y Diatomens.) 1902. Bago y Rubio (D. Miguel), Comandante de Ingenieros.— C. de Trajano, 15 y 17, Sevilla. 1904. Bahía y Urrutia (D. Luis), Abogado, Ex-diputado á Cor- tes.—Hilario Peñasco, 2, Udiáiiá.—( Agricultura.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 13 1901. Ballestero Pardo (D. Mariano), Doctor en Ciencias. — Galatayud (Zaragoza). 1872. Barboza du Bogage (Excmo. Sr, D. José Vicente), Direc- tor del Museo de Historia natural. — Lisboa. — (Mamífe- ros, aves y reptiles.) 1905. Barcia Trelles (D. Juan), Ingeniero agrónomo.— Veláz- quez, 22, Madrid. 1891. Barras de Aragón (D. Francisco de las). Doctor en Cien- cias naturales, Catedrático en el Instituto. — Huelva. — (Entomología y Botánica.) 1905. Barre (Sr. Barón de la). — C. de Copón?, 7, 2.°, Barcelona. 1901 . Barreiro Martínez (R. P. Agustín).— Convento de Padres Agustinos, Valladolid. — (Botánica y Lepidópteros.) 1895. Bartolomé del Cerro (D. Abelardo), Doctor en Ciencias naturales. Auxiliar de la Universidad. — Daoíz,5, Madrid. 1889. Becerra y Fernández (D. Antonio), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Baeza. — (En- tomología agrícola y dibujo científico.) 1894. Benedicto Latorre (D. Juan), Farmacéutico.— Monreal del Campo (Terne]]. —¡Botánica y moluscos terrestres.) 1905. Benedito (D. José M.*)— Taxidermista, Valencia. 1901. Benet Andreu (D. José), Catedrático en el Instituto. — Almería. 1898. Benjümea y Pareja (D. José). — Santa Ana, 51, Sevilla. 1905. Bernard (D. Francisco), Ingeniero de Montes. — Prado, 3, Madrid. 1905. Bertrán de Lis (D. Vicente). — G. de la Gasea, Madrid. 1903. Bescansa Casares (D. Fermín), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Orense. — (Botánica.) 1904. Biblioteca García Barbón. — Vigo (Pontevedra). 1904. Biblioteca universitaria de Granada. 1890. Blanco del Valle (D. Eloy), Catedrático de Historia na- tural en el Instituto. — León. 1892. Blanco y Juste (D. Rafael), Doctor en Ciencias natura- les, Piofesor en la Escuela normal — G. de Sandoval, 4, Madrid. 1898. Blas y Manada (D. Macario), Doctor en Farmacia.— C. del Pez, 1, Madrid. 1901. BoFiLL (D. José María), Doctor en Medicina. — G. Aragón, 281, Barcelona. 14 LISTA DE SOCIOS s. F. Bolívar y Urrutia (D. Ignacio), Caled rálico en la Facnl- tad de Ciencias, Jefe déla Sección de Entomología en el Mnseo. — Jorge Juan, 17, Madrid. — (Ortópteros, Ilerm'p- teros y Arquípteros.) 1872. Bolívar y Urrutia (D. José María), Jefe facu Ilativo de la Gasa de Socorro de Chamberí. — G. de Prim, 15, Madrid. 1882. Bolos (D, Ramón), Farmacéutico, Naturalista. — C. de San Rafael, Olot (Gerona). — (Botánica. J 1898. Borobio (D. Patricio), Catedrático en la Facultad de Me- dicina.— Coso, 100, Zaragoza. — (Pediatría.) 1872. Boscá y Casanoves (D. Eduardo), Licenciado en Medici- na, Catedrático de Historia natural en la Universidad. Paseo del Grao, Valencia. — (Reptiles de Europa.) 1900. Boscá y Seytre (ü. Antimo), Doctor en Ciencias natura- les, Catedrático en el Instituto. — Teruel. 1877. Breñosa (D. Rafael), Ingeniero de Montes de la Real Casa. — San Ildefonso (Segovia). — (Cristalografía.) 1901. Brugués y Escuder (D. Casimiro), Doctoren Farmacia y en Ciencias. — G. del Bruch, 66, Barcelona. — (Histología vegetal.) 1883. Buen y del Cos (D. Odón), Catedrático de Historia natu- ral en la Universidad. — C. de Aribau, Barcelona. — (Botánica .) 1905. BuiGAS Y Dalmau (D. José), Cónsul de España en Moga- dor (Marruecos). 1897. BuRR (D. Malcolm). — 23, Blomfield Court, Maida Vale W. Londres. — (Ortópteros y Dermápteros.J 1905. Busto (D. José del). Ingeniero de Minas. — G. de Olóza- ga, 8, Madrid. 1901. Caballero (D. Arturo), Licenciado en Ciencias, Conser- vador del Jardín Botánico. — C. de Lope de Vega, 11, Madrid. 1902. Cabrera y Díaz (D. Agustín), Licenciado en la Facultad de Ciencias.- -C. de Preciados, 9, Madrid. 1891. Cabrera Y Díaz (D. Anatael) , Médico cirujano. — Laguna de Tenerife (Islas Canarias). — (Himenópteros.) 1896, Cabrera y Latorre (D. Ángel), Agregado al Museo de Ciencias naturales. Caballero de la orden civil de Al- fonso XII. — G. de la Beneficencia, 18, Madrid.— /^Mamt- feros y Dibujo científico. J DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 15 1897. Gáceres y González (D. Juan). — G. del Duque, 8, Garta- gena..— f Entomología.) 1904. Gadevall y Diars (D. Juan). — Tarrasa. 1906. Galafat León (D. Juan), Colector del Museo de Gienclas naturales. — G. de la Reina, 9, Madrid. 1892. Calandre y Lizana (D. Luis). — Pasaje de Gonesa, Car- tagena. 1872. Calderón y Abana (D. Salvador), Catedrático de Minera- logía y Botánica en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Mineralogía en el Museo. — C. de San Bernar- do, 66, principal derecha. — (Geología y Petrología.) 1901. Calleja y Borja-Tarrius (D. Carlos), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Cortes, 248, pral., Barcelona. — (Histología.) 1902. Calvo y Antón (D. José). — G. de Gerona, 111, Barcelona. 1905. Campo Prado (D. Fernando de). Farmacéutico, Profesor de Historia natural y de Agricultura en el Colegio cató- lico, Individuo de la Sociedad española de Física y Quí- mica.— G. Real, 16, La Goruña. 1889. Camps (Sr. Marqués de). — Canuda, 16, principal, Bar- celona. 1905. Canals (D. Salvador), Diputado á Cortes. — C. de Fuenca- rral, 114, Madrid. 1905. Garballo (D. Jesús María), Director del Colegio Salesia- no. — Santander. — (Geología y espeleología) 1894. Garbo v Domenech (D. Manuel), Catedrático en el Insti- tuto.— Reus. 1904. Carretero (D. Luis), Ingeniero industrial.— Segovia. 1877. Garvalho Monteiro (Excmo. Sr. D. Antonio Augusto de), Doctor en Derecho y en Ciencias naturales por la Uni- versidad de Coimbra, y miembro de la Sociedad de Acli- matación de Río Janeiro. — Rúa do Alecrim, 70, Lisboa (Portugal) — ( Lepidópteros. J 1901. Gasamada Mauri (D. Ramón). — Pelayo, 17, 2.°, Bar- celona. 1900. Casares Besgansa (D. Román), Farmacéutico. — «La Tri- nidad», fábrica de productos químicos, Málaga. 1901. Casares Gil (D. Antonio), Médico militar. — Rambla de Cataluña, 29, Barcelona. — (Hepáticas y Musgos.) 1901, Casares Gil (D. José), Catedrático en la Facultad de Far- 16 LISTA DE SOCIOS macia, Senador del Reino. — G. de Santa, Catalina, 5, Madrid. — f Análisis químico mineral.) 1901. Casino de Zaragoza. 1905. Castro v Pascual (D. Francisco), Doctor en Farmacia. — G. de Santa Bárbara, 2, Madrid. 1903. Castro y Valero (D. Juan), Catedrático en la Escuela de Veterinaria. — Gliamartín de la Rosa (Madrid.) 1901. Cátedra de Historia natural de la Universidad de Bar- celona. 1901. Cátedra de Historia natural déla Universidad de Santiago. 1884. Cazurro y Ruiz (D. Manuel), Doctor en Derecho y en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Gerona. (Ortópteros y dípteros de Europa., Micrografía.) 1905. Cendrero (D. Orestes), Alumno de la Facultad de Cien- cias— C. de Pelayo, 18, Madrid. 1906. Gerrolaza y Armentia (D. José), Alumno de la Facultad de Ciencias. — G. de los Caños, 8, 3.°, Madrid. 1891. Chaves y Pérez del Pulgar (D. Federico), Doctoren Cien- cias físico-químicas. — C. de Jesús, 17, Sevilla. — (Mine- ralogía yi Cristalografía.) 1873. Codorniu (D. Ricardo), Ingeniero de Montes.— Murcia. 1904. Colegio de Santo Domingo. — Orihuela. 1898. Colomina y Carolo (D. Alejandro de), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Pontevedra. 1878. Comerma (D. Andrés A.), Ingeniero de la Armada.— El Ferrol. 1902. Compañía de Tabacos de Filipinas. — Barcelona. 1903. Consejo general de Agricultura, Industria y Comercio de Valencia. 1892. Corrales Hernández (D, Ángel), Licenciado en Ciencias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto. — Soria. 1901. Correa de Barros (D. José Maximiano). — S. Martinho d'Anta, Sabroza (Portugal). 1872. Cortázar (Excmo. Sr. D. Daniel de), Ingeniero Jefe de Minas, de las Reales Academias de la Lengua y de Cien- cias exactas, físicas y naturales. Consejero de Instruc- ción pública.— C. de Velázquez, 32, hotel, Madrid. 1901. CosGOLLANO Y Burillo (D. José), Profesor auxiliar en el Instituto. — C. de la Concepción, 29, Córdoba. 1903. CoTRiNA Y Ferrer (D. Modesto). — BsLVcelonaí.—fHistología.J DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 17 t9U2. Cru y Marqués ( D. Enrique), Naturalista disecador. — Reyes Católicos, 7 y 9, Sevilla. — (Entomología y Orni- tología.J 1903. Cruz (D. Emiliano de la), Miembro del Instituto de Inge- nieros de Minas de la Gran Bretaña, del Instituto de Mi- nas y Metalurgia de Londres, del Instituto del Norte de Inglaterra (Newcastle), déla Sociedad geológica de Fran- cia, de la de Bélgica, etc. — G. de Malasaña, 3, Madrid. , 1902. Gruz Nathan (D. Ángel B. de la), Profesor en el Institu- to.— G. de D. Juan de Villarrasa, 12, Valencia. 1889. Dargent (D. Florismundo), Ingeniero. — Moralejo, 5, Aguilar (Górdoba). 1905. Delgado (D, Mariano). — G. del Arenal, 24, Madrid. 1902. Deulofeu (D. José), Catedrático de Química inorgánica en la Facultad de Farmacia. — Santiago. 1899. DÍAZ (R. P. Filiberlo), Doctor en Ciencias, Conservador por oposición en el Museo de Ciencias naturales. — C. de San Miguel, 21 duplicado, Madrid. 1898. Díaz de Argaya (D. Manuel), Doctor en Ciencias, Direc- tor y Catedrático de Historia natural en el Instituto. — C. de la Independencia, 7, Zaragoza. 1890. Díaz del Villar (D. Juan Manuel), Licenciado en Medi- cina, Catedrático en la Escuela de Veterinaria. — G. de Atocha, 127 duplicado, Madrid. — [Epizoarios y Entomo- zoarios.) 1894. Díez Solorzano (D. Manuel). — G. de Blanca, Santander. 1901. Diez ToRTOSA (D. Juan Luis), Doctor en Farmacia. — Re- yes Católicos, 47, Granada. 1898. DoMENECH (R. P. Estanislao), Profesor de Historia natu- ral en el Colegio del Sagrado Corazón. — C. de Lauria, 13, Barcelona. (Apartado 143). 1899. Domínguez (D. Antonio A.)— Laguna de Tenerife.— ( Co- leópteros de Canarias.) 1898. DossET (D. José Antonio), Doctor en Farmacia. — Plaza de Sas, 2, Zaragoza. — (Diatomeas.) 1903. DuLAU (M.), Sobo Square, 37, Londres. 1902. Duran Desumvila (D. Narciso), Licenciado en Farmacia, Título de bonor de los Ilustres Colegios provinciales de Barcelona, Lérida y Navarra, Director de la Revista científica profesional. — Canet de Mar (Barcelona). Tomo vi.— Enero, 1906. 2 18 LISTA DE SOCIOS 1890. DusMET Y Alonso (D. José M.), Naturalista agregado al Museo de Gieucias naturales, Doctoren Ciencias. — Plaza de Santa Cruz, 7, Madrid. — fllimeuópteros.) 1898. Eleicegui (D, Antonio), Catedrático en la Facultad de Far- macia.— Enlaza de la Universidad, 5, 3.°, Santiago. 1888. Elizalde y Eslava (D. Joaquín), Catedr¿Uico de Historia natural en el Instituto. — Logroño. 1894. Enciso y Mena (D. Juan), Licenciado en Derecho. — Huercal-Overa (Almería). — (Entomología.) 1902. Escribano (D. Cayetano), Licenciado en Ciencias natura- les.— C. de Hortaleza, 76, Madrid. 1872. Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (Biblioteca de la).— C. de Alfonso XII, Madrid. 1872. Escuela de Ingenieros de Montes (Biblioteca de la). — El Escorial (Madrid). 1894. Escuela de Veterinaria de Madrid. 1905. Escuela Normal de Maestros de Granada. 1906. Escuela Normal de Maestros de Huesca. 1875. EsPLUGA Y Sancho (D. Faustino), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Trinidad, 3, Toledo. 1902. EsPLUGUES Y Armengol (D. Julio), Profesor auxiliar del Instituto y Jardinero 2.° del Botánico. — Valencia. 1905. Estación de biología marítima. — C. de Castelar, Puerto Chico, Santander. 1902. Esteva (D. José), Presbítero. — Bellmirall, 5, Colegio de Caridad, Gerona. — (Botánica general y Criptogámia.) 1878. Facultad de Ciencias de la Universidad (Biblioteca de la). — Valencia. 1902. Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo. 1901. Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona. 1874. Fernández de Castro (D. Ángel), Ingeniero de Montes. — C. de Fabiola, 3, Sevilla. 1900. Fernández de Gatta y Calache (D. Manuel), Doctor en Farmacia. — Vilvestre (Salamanca). 1904. Fernández Galiano (D. Emilio), Alumno de la Facultad de Ciencias. — C. de Pelayo, 18, Madrid. 1890. Fernández Navarro (D. Lucas), Catedrático de Cristalo- grafía en la Facultad de Ciencias.— Cuesta de Santo Do- mingo, 18, Madrid. 1875. Ferrand y Couchoud (D. Julio), Ingeniero Jefe de la pri- DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. Í9 mera sección de vía y obras de los Ferrocarriles Anda- luces.— G. de Feria, 100, Sevilla. 1900. Ferrando y Más (D. Pedro), Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad, — G. de Ganfranc, 4, Za- ragoza. 1885. Ferrer (D. Garlos), Doctor en Medicina y Bachiller en Ciencias. — Ronda de la Universidad, 16, 1.°, Barcelona. 1902. Ferrer Dalmau (D. Eugenio), Profesor de la Escuela de Industrias. — G. de Santo Domingo, 20, Tarrasa. 1901. Ferrer y Hernández (D. Jaime). — Montaner, 66, Barce- lona.— (Mineralogía.) 1901. Finestres y Foch (D. Eduardo). — Ager (Lérida). — (Mine- ralogía.) 1879. Flórez y González (D. Roberto). — Cangas de Tineo (Oviedo) . — (Entomología.) 1901. FoLCH Y Andreu ( D. Rafael), Doctor en Farmacia. — Vendrell (Tarragona). — (Botánica.) 1901. FoNT Sagué (D. Norberto), Presbítero. — G. de Fontane- Ua, 15, 3.°, Barcelona. — (Geología.) 1902. Forteza Rey y Forteza (D. José). — Colón, 23, Palma de Mallorca (Baleares). 1902. Francois (Ph.), Jefe de trabajos prácticos en la Sorbona. — Rne des Fossés S'-Jacques, 20, Paris, 5^. 1888. Fuente (D. José María de la). Presbítero. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad-Real). — (Entomología, Coleópteros de Europa. Admite cambios de estos insectos.) 1890. Fuset y Tublá (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto de Palma. — Mallorca. — (Gusanos y Dibujo cientifico.) 1904. Galán (D. Alfonso), Alumno de las Facultades de Cien- cias y Farmacia. — C. de Villanueva, 23, Madrid. — fHi- menópteros.) 1903. García Callejo (D. José María). — Nüñez de Balboa, 17. — (Naturalista preparador.) 1872. García y Arenal (D. Fernando), Ingeniero del puerto. — Vigo (Pontevedra). 1901. García Fraguas (D. José Esteban), Doctor en Medicina, Catedrático en el Instituto. — Coso, 120, Zaragoza. 1894. García y García (D. Antonio), Profesor auxiliar en el Instituto. — Huelva. aO LISTA DE SOCIOS 1877. García y Mercet (D. Ricardo), Naturalista agregado al Museo de Ciencias naturales, Farmacéutico de Sanidad militar. — Goya, 1, Madrid. — (Ilimenópteros de Europa,) 1904. García Mon é Ibáñez (D. Francisco), \lumno de la Facul- tad de Ciencias. — G. de la Luna, 18, Madrid. 1899. García Várela (D. Antonio), Doctoren Ciencias natura- les, Conservador por oposición en el Museo. — C. de Re- latores, 24, Madrid. (Hemípteros.) 1902. Garriga y Barrerán (D. Gerardo), Farmacéutico. — Ge- rona. 1904. Gascón (D. Antonio), Director del Boletín Minero y Comer- cial.— Carranza, 8, Madrid. 1900. Gelabert Rincón (Rvdo. D. José). — Llagostera, Gerona. (Mineralogía y Geología.) 1884. GiLA Y FiDALGO (D. Félix), Catedrático excedente de la Fa- cultad de Ciencias. — Segovia. — (Botánica y Geología.) 1877. Cogorza y González (D.José), Catedrático de Anatomía y Fisiología animal en la Universidad Central. — C. de San Andrés, 19, Madrid. 1890. GoiTiA (D. Alejandro), Licenciado en Ciencias.— C. de Alcalá, 4, Madrid. 1894. Gómez Ocaña (D. José), de las Reales Academias de Medicina y Ciencias, Catedrático de Fisiología en la Facultad de Medicina.— C. de Atocha, 127 dup.°, Madrid. 1905. Gómez de la Maza (D. Manuel), Catedrático en la Univer- sidad de la Habana (Isla de Cuba). 1905. González (D. Anselmo). — C. de la Montera, Madrid. s. F. González Hidalgo (D. Joaquín), de la Real Academia de Ciencias, Catedrático de Malacología y animales infe- riores en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Malacología del Museo. — C. de Alcalá, 36, Madrid. 1900. Gota y Casas (D. Antonio), Doctor en Medicina. — C. del Pilar, 16, Zaragoza. 1903. Gracián y Lavedán (D. Antonio).- C. del Padre Mar- chena, 13, Sevilla. 1899. Graiño y Caubet (D. Celestino), Doctor en Farmacia, pre- miado en varias Exposiciones. — Aviles (Asturias). — (Or- nitología. Admite cambios.) 1882. Gredilla y Gauna (D. Apolinar Federico), Catedrático de la Facultad de Ciencias, Director del Jardín Botánico, DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 21 Jefe de la Sección de cultivos. — G. déla Estrella, 7, prin- cipal, Madrid. — (Geología y Botánica.) 1898, Gregorio y Rocasolano (D. Antonio), Gatedrático de Quí- mica en la Facultad de Giencias. — Temple, 20, Zaragoza. (Gramíneas.) 1905. GuiJELMO (Excmo. Sr. D. José), Ex-Director general de Penales.^— G. de Jorge Juan, 7, Madrid. 1893. Guillen (D. Vicente), Médico- cirujano. Jardinero mayor del Botánico. — Valencia. 1901. Gutiérrez Martín (D. Daniel), Doctor en Farmacia. — Gonstitución, 17, Mercado chico, A.vila. — (Botánica y Entomología de la Provincia.) 1902. Gutiérrez Sobral (D. José), Gapitán de Navio de pri- mera clase. — G. de la Palma, 40, Madrid. — (Hidro- grafía.) 1898. Halcón (D. Fernando), Marqués de San Gil. — G. de Al- fonso XII, 50, Sevilla. — (Patología vegetal.) 1890, Hernández y Álvarez (D. José), Licenciado en Giencias naturales, Gatedrático de Agricultura en el Instituto. — Badajoz. — (Botánica.) 1893. Hernández Pacheco y Esteban (D. Eduardo), Doctor en Giencias naturales, Gatedrático en el Instituto. — Górdo- ba. — (Geología.) 1875. Heyden (D. Lucas von), Mayor en reserva, Doctor en Filosofía, honoris causa ^ individuo de las Sociedades Entomológicas de Alemania, Francia, San Petersburgo, Suiza, Italia, etc., Gaballero de las Ordenes del Águila Roja prusiana, de la Gruz de Hierro y de San Juan. — Schlosstrasse, 54, Bockenheim, Frankfurt am Main (Ale- mania).— (Coleópteros.) 1888. Hoyos (D. Luis), Doctor en Giencias naturales y en Dere- cho, Gatedrático de Agricultura en el Instituto. — Toledo. (Antropología.) 1901. Hueso (D. José), Doctoren Giencias, Profesor numerario de la Escuela Normal.— Valencia. 1895. HuiDOBRO Y Hernández (D. José), Doctor en Giencias, Gon- servador en el Museo de Giencias naturales. — G. de San Bernardo, 52, Madrid. 1899. Ibáñez Díaz (D. Francisco Antonio), Duque, 9, Gartagena. (Botánica.) 22 LISTA DE SOCIOS 1895. Ibarllcea (D. Gasto), Gatedrálico de Agricultura en el Inslilulo. — Moreras, G, 2.°, Cáceres. 1902. Imprenta de Fortanet.— G. de la Libertad, 29, Madrid. 1905. Instituto general y técnico de Badajoz. 1903. Instituto general y técnico de Barcelona. 1901. Instituto general y técnico de Burgos. 1902. Instituto general y técnico de Gáceres. 1906. Instituto general y técnico de Ciudad Real. 1872. Instituto general y técnico de Górdoba. 1901. Instituto general y técnico de Guadalajara. 1903. Instituto general y técnico de Huelva. 1904. Instituto general y técnico de Orense. 1904. Instituto general y técnico de Falencia. 1901. Instituto general y técnico de Palma de Mallorca. 1904. Instituto general y técnico de Pontevedra. 1872, Instituto general y técnico de San Isidro ( Biblioteca del).— Madrid. 1903. Instituto general y técnico de San Sebastián (Guipúzcoa). 1901 . Instituto general y técnico de Santiago. 1880. Instituto general y técnico de Valencia. 1901. Instituto general y técnico de Vitoria. 1901. Instituto general y técnico de Zaragoza. 1873. IÑARRA Y Echevarría (D. Fermín), Gatedrático en el Ins- tituto general y técnico de Guipúzcoa. — G. de San Mar- tín, 21, 2.°, San Sebastián. 1904. Iradier (D. Gesáreo), Arquitecto.— Fernando VI, 11, Ma- drid. 1904. Jacobs (Dr.- H.) — Luxemburgplatz, 3, Wiesbaden (Ale- mania.) 1872. Jardín Botánico (Biblioteca del). — Madrid. 1896. Jiménez Gano (D. Juan), Licenciado en Giencias natura- les. Gasa Blanca. — Guenca. — (Lepidópteros.) 1884. Jiménez de Gisneros (D. Daniel), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — G. de Medina, 38, Alicante. 1899. Jiménez Munuera (D. Francisco de P.) — Alto, 9, Carta- gena.— (Botánica.) 1898. JiMENO (D. Hilarión), Doctor en Giencias, Director del Laboratorio químico municipal. — Coso, 127, Zaragoza. 1901. JiMENO Egurbide (D. Florentino), Doctor en Farmacia. — Plaza Real, 1, Barcelona. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 23 1906. JuLiÁ Olsina (D. Juan), Licenciado en Farmacia. — C. de Buenavista, 9, Barcelona. — (Botánica.) 1895. Kheil [D. Napoleón M.), Profesor en la Escuela de Co- mercio, Socio del Club de Historia natural de Praga y de las Sociedades Entomológicas de Berlín, Stettin y Dres- de. — Ferdinandslrasse, 38, Praga (Bohemia). 1884. Lauffer (D. Jorge), Agregado al Museo de Ciencias natu- rales, Caballero de la orden civil de Alfonso XII. — Calle de Juan de Mena, 5, Madrid. — (^Coleópteros de Europa.) 1901. Laza (D. Enrique), Director propietario del Laboratorio químico. — C. del Duque de la Victoria, 6, Málaga. 1880. Lázaro é Ibiza (D. Blas), de la Real Academia de Cien- cias, Doctor en Farmacia y en Ciencias, Catedrático de la Facultad de Farmacia. — C. de Palafox, 19, Hotel, Madrid. — (Botánica.) 1905. León Ramos (D.Modesto de). Doctor en Medicina. — C. de Augusto Figueroa, 19, Madrid. 1905. Liceo Recreo Orensano. — Orense. 1900. LÓPEZ García y Mir (D. Julián), Farmacéutico. — San Ci- prián, Vivero (Lugo). 1889. LÓPEZ DE Zuazo (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Burgos. 1901. LÓPEZ Mendigutia (D. Fernando). — C. deCampoamor, 12, Madrid. 1905. Lozano Rey (D. Luis), Doctor en Ciencias naturales, Con- servador interino del Museo de Ciencias naturales. — Calle de Velázquez, 32, Madrid. 1897. Llanas (D. José María), Farmacéutico militar. — Alberto Bosch, 12, Madrid. 1901. Llenas y Fernández (D. Manuel).— C. del Carmen, 44, 2.°, 1.*, Barcelona. — (Botánica.) 1902. Llobet y Pastors (D. Luis), Farmacéutico. — Gerona. 1902. Llord y Gamboa (D. Ramón), Doctor en Ciencias y Medi- cina.— Jorge Juan, 13, Madrid. — (Química geológica.) 1897. Maciñeira y Pardo (D. Federico G.), Cronista oficial de Orligueira (Coruña). — (Prehistoria.) 1878. Mag-Lennan ( D. José) , Ingeniero. — Portugalete (Bilbao). 1905. Madariaga (D. Guillermo). — C. de Luis Vélez de Gueva- ra, 11, Madrid. 1887. Madrid Moreno (D. José), Doctor en Ciencias, Profesor 24 LISTA DE SOCIOS Sub-Jefe encargado de la Sección de bacteriología del Laboratorio municipal, Catedrático de Técnica micro- gráfica é Histología vegetal y animal en la Facultad de Ciencias, Consejero de Sanidad. — C. de Serrano, 40, Madrid. — (Micrografia.) 1904. Malaguilla (D. Eduardo), Licenciado en Ciencias natu- rales.—C. de Toledo, 29, Ciudad-Real. 1903. Maluquer y Nicolau (D. José). — Jaime I, 14. — Barce- lona.— (Malacología.J 1904. Maluquer y Nicolau (D. Salvador). — Jaime I, 14, Barce- lona . — (Lepidópteros . ) 1873. Marín y Sancho (D. Francisco), Licenciado en Farmacia. C. de Silva, 49, 2." derecha, Míidrid. 1899. Martín Ayuso (D. Dionisio), Ligeniero agrónomo, Direc- tor y Catedrático del Listituto. — Oviedo. 1901. Martínez y Martínez (D. Cesáreo), CE HISTORIA NATURAL. 3) Sta. Cruz de Tenerife (Canarias) Sueiras Olane. Santander Alaejos. Carballo. Diez Solorzano. Estación de Biología. Rioja. Santiago (Coruña) Cátedra de la Universidad. Deulofeu. Eleicegui. Instituto. Mateos. Riva. Sobrado. Segorbe (Castellón) Pau. Segovia Aré V alo. Carretero. Castellarnau. Gila. Serradilla (Cáceres) Rivas Mateos. Sevilla. Arráez. Bago. Benjumea. Chaves. Crú. Fernández de Castro. Ferrand. Gracián. Halcón. Martínez Gámez. Martínez Girón. Mazo. Medina. Paúl. 40 índice geográfico de los socios Pi y Sufíer. (A) Relimpio. Seras. Urquía. Siles (Jaén) Zamora. Soria. Corrales Hernández. Tarrasa (Barcelona) Cadevall. Ferrer Dalmau. Teruel Boscá (A.) Toledo Espluga. Hoyos. Tuy (Pontevedra) Areses. Yaldeálgorfa (Teruel) Pardo. Valencia Benedito. Boscá (E.) Consejo de Agricultura. Cruz Nathan. Esplugues. Facultad de Ciencias. Guillen. Hueso. Instituto. Moroder. Eoyo Llovat. (A) Sabater Diana. Sanchíz. Tarín. Verdaguer Comes. Muñoz Ramos. Pons. Valverde del Camino (Huelva) Mora. Vend7-ell (Tarragona) Fülch. Viga (Pontevedra) Biblioteca G." Barbón. García Arenal. Vilvestre (Salamanca) Fernández Gatta. Vitoria Instituto. Valladolid Barreiro. Vivero (Lugo) López García. Zaragoza Aramburu. Borobio. Casino. Díaz Arcaya. Dosset. Ferrando. García Fraguas. Gota. Gregorio. Instituto. (A) Izquierdo. Jimeno (H.) Moyano. Navas. (A) Orensanz. Pella. Ramón y Cajal (P.) Sánchez Bruil. (A) Sánchez Pérez. Val y Julián. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 41 EXZT I^ J^3^ jr E I^ O Alemania Asher.— Berlín. (C) Arnold. — 3íunich. (C) Bourgeois. - St. Marie aux Mi- nes, (C) Bucking. — Estrasburgo. (C) Cohén. — Qreifsivald. (H) Engler. — Berlín. Héyden. — Frankfurt am Main. Jacobs.— Wiesbaden. (C) Konow. — Teschendorf. (C) Kraatz. — Berlín. Eeal Biblioteca. — Berlín. (C) Salomón. —Heidelberg, Saulcy, — Metz. Austria-Hungría (C) Brancsilí. — Trencsen. (H) Brunner. — Viena. (O) Horvath. — Budapest. Kheil. — Praga. (C) Reitter.— Pashau. (H) Tschermack. — Viena. Bélgica (C) Schouteden. —Bruselas. Chile (C) Portar. — Valparaíso. Cuba Gómez de la Maza. — Habana. Fazos. — San Antonio. Ecuador (C) Sodiro. — Quito. Estados Unidos (H) Scudder, — Cambridge. G) Tau3í -Wíú'-ijUí Puerto Rico Planellas. Francia (C) Acloque. — París. (C) André.— Gray. Azam. — Draguignan. (C) Bedel.— Pan's. (C) Blanchard.— Pans. (O) Bois. — Saint-Mandé. (C) Chevreux.— 5óne. (C) Coincy. — Courtoiseau. (C) Delacroix. — París. (C) DoMaa.— París. (C) D'Orbigny. — París. (C) Finot— Fontainebleau. (C) Foumouze. — París. Fran90is. — París. (H) Gaudry.— París. (C) Giard. —París. (C) Grouvelle (A.) — Issy. (C) Heckel.— xlíorseZíct. (C) Janet. — Voisinlieu. (C) Lesne. — Asnieres. (C) Meunier.— París. Oberthur (Ch.) — Rennes. Oberthur {R.)—Bennes. (C) Olivier. — Bar oches au Houlme. (O) Férez.— Burdeos. Fie— Digoin. Raspail. — Goubieux. Seebold.— París. Simón. — Paris. (H) Van Tieghem. — París. Filipinas Universidad. — Manila. Holanda Pantel.— JCasíeeZ Gemert. 42 índice geográfico de los socios Inglaterra Boulenger.— Londres. Bnrr.— Londres. (C) Distant— South Norioood. Dulau. — Londres. (H) GQ\k\e.— Londres. (H) 'Lnhhock.— Londres. Williams. — Zonííres. Italia (C) Balsamo. — Ñapóles. (O) Búzi.—Eoma. (C) Camerano.— TMrm. (C) Cannaviello. — Portici. (C) Dervieux.— Turin. (C) Be Toni.—Módena. (C) Gestro. — Genova. (C) Gñmm.— Turi7i. (C) Lo Blanco. — Ñapóles. (C) Piccioli (Fr.)— Valhmbrosa. (C) Piccioli (L.)— /Siena. Spoerri. — Pisa. Monaco ^C) Richard.— ilfdnaco. Portugal Barboza. —Lisboa. Carvalho. — Lisboa. Correa. — San Martinho (Sa- broza). (O) Girard. — Lisboa. Nassimento. — Setubal. (C) Nery Delgado. - Lisboa. Silva Ta vares.— San Fiel. República Argentina Pacault. Rumania (C) Montandon.— ^M^aresí. Suiza Cari.— Ginebra. Schulthess Rechberg.— Zuric. Marruecos. Buigas.— Mogador. Ratto.—Mogador. República Dominicana. Hoscoso.— San José de las Matas. SOCIEDADES Y PUBLICACIONES C09 las que cambia la í^cal Española de flistoria natural Academia nacional de Ciencias, Córdoba (República Argentina). Academia Real das Sciencias de Lisboa. Académie des Sciences de Cracovie. Académie des Sciences de Paris. Académie Internationale de Géographie botanique, Le Mans. Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Academy of Sciences, Chicago. Academy of Sciences, lowa. Academy of Science, St. Louis, Mo. (E.-U.) American Association for the Advancement of Sciences, Cincinnati (E.-IJ). American Museum of Natural History, Nueva York. Aquila. Budapest. Annaes de Sciencias Naturaes, Foz do Douro (Porto). Association fran9aise de Botanique, Le Mans, Francia. Australian Museum, Sydney (Australia). Berliner entomologischer Verein. Broteria. Lisboa. Brooklyn Instituía of Arts and Sciences. BuflEalo Society of Natural Sciences. BuUetin of the Lloyd Library. Bulletin scientifique de la France et de la Belgique, sous la direction de MM. Alfred Giard et Jules de Guerne. Paris. Comisión del Mapa geológico de España, Madrid. Comissáo dos trabalhos geológicos de Portugal, Lisboa. Davenport Academy of Natural Sciences, Scott Co., lowa (E.-U.) Deutsche entomologische Gesellschaft, Berlin. 44 PUBLICACIONES CON LAS QUE CAMBIA Entomological Society, Chicago. Entomological Society, Toronto (Ontario). Entomologische Nachrichten, Berlín. Entomologischer Verein , Stettin. Entomologische Zeitung, Wien. Entomologist's Record (The), London. Entomologiska Foreninguen, Stockolm. Essex Instituto, Salem, Mass. (E.-U.) Faculté des Sciences de Marseille. Feuille des jeunes naturalistes, Paris. Field Columbian Museum, Chicago (E.-U.) Fondation de P. Teyler van der Hulst, Haarlem (Holanda) Institució catalana d' Historia natural, Barcelona. Institut de Zoologie de l'Université de Montpellier. Instituto físico-geográfico de Costa Rica. Instituto geológico de México. Instituto Médico Farmacéutico, Barcelona. Jardín botánico de Tiflis. John Hopkins Hospital, Baltimore (E. U.) Kgi. Museum für Naturkunde, Berlín. K. K. Naturhistorisches Hofmuseum, Wien. K. K. Zoologisch-Botanischen Gesellschaft, Wien. Laboratoire d'Histologie de la Faculté de Medicine de Montpellier. Laboratorio ed Orto Botánico della R. Universitá di Siena, Italin. Laboratorio de investigaciones de la Universidad de Madrid. Meriden Scientiflque Association. Missouri Botanical Garden, St.-Louis (E.-U.) Musée océanographique de Monaco. Musée zoologique de l'Académie impériale des Sciences de St. Pétersbourg. Musei di Zoologia ed Anatomía comp. della Reale Universitá di Torino. Museo Cívico di Storia naturale di Genova. Museo de Historia natural, Valparaíso. Museo de La Plata, Buenos-Aires. Museo nacional de Buenos-Aires. Museo nacional de Ciencias naturales, Montevideo. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 45 Museo nacional de Costa-Rica. Musen Paraense, Para (Brazil). Museu Paulista, San Paulo (Brazil). Muséutn d'Histoire Naturelle, Paris. Museum national Hongrois, Budapest. Museum of Comparative Zoology at Harvard CoUege. Cambridge (E.-U). Naturse Novitates, Berlín. Natural History Society of Glasgow. Naturforschende Gesellschaft in Basel, Suiza. Naturhistorische Gesellschaft, Nürnberg. New- York State Museum University of the State of New-York. Novitates Zoologicae, Tring (Inglaterra). Nuova Notarisia (La), Modena. Oberlin CoUege, Ohío. Peabody Museum of American Archselogy and Ethnology, Cambridge. Philippine Weather Burean, Manila. Philippine Forestry Bureau, Manila. Physikalisch-Medicinische Gesellschaft, Würzburg. Polytechnia, Lisboa. Portugalia, Porto. Redia, Florencia. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Real Sociedad Geográfica de Madrid. Reale Academia dei Lincei, Roma. Royal Microscopical Society, London. Royal Physical Society, Edinburgh (Inglaterra). Smithsonian Institution, Washington. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Sociedad científica «Antonio Álzate», México. Sociedad científica Argentina, Buenos- Aires. Sociedad entomológica de Ontario. Sociedad Mexicana de Historia natural, México. Sociedade Broteriana, Coimbra. Societá di Naturalisti, Napoli. Societá di Scienze naturali ed economiche di Palermo. 40 PUBLICACIONES CON LAS QUE CAMBIA Societá entomológica italiana, Fireuze. Societá italiana di Scienze Naturali é Museo Civico di Storia naturale. Milano. Societá romana per gli studi zoologicl, Roma. Societá toscana di Scienze naturali, Pisa. Societas entomológica Rossica, St. Pétersbourg. Société botanique de Copenhague. Société botanique de France, Paris. Société botanique de Lyon. Société belge de Géologie, de Paléontologie et Hydrologie, Bruxelles. Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France, Nantes. Société d'Histoire naturelle de Toulouse. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Société entomologique de France, Paris. Société entomologique de St. Pétersbourg. Société entomologique Suisse, Schaffhausen, Suiza. Société fran9aise de Botanique, Toulouse. Société géologique de France, Paris. Société hollandaise des Sciences, Harlem (Holanda). Société impériale des naturalistes de Moscou. Société Linnéenne de Bordeaus. Société Linnéenne de Normandie, Caen. Société Linnéenne du Nord de la France, Amiens. Société national des Sciences naturelles et Mathématiques de Cherbourg. Société ouralienne d'Amateurs des Sciences nat., Ekathérinenburg (Rusia). Société Royale malacologique de Belgique, Bruxelles. Société scientifique du Chili, Santiago. Société zoologique de France, Paris. Société zoologique suisse et Musée d'Histoire naturelle de Genéve.. Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lausanne. South African Museum, Capetown. Station zoologique de Oette. The American Naturalist, Boston. The Canadian Entomologist, London-Ontario. Unión escolar Madrid. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HLSTORIA NATURAL 47 United States Department of Agriculture, Washington. United States Geological Survey, Washington. United States National Museum, Washington. Universidad de Sassari (Italia). Universitas Eegia Fredericiana, Cristiania. Université de Tonlouse. Université Royale d'Upsala. University of Colorado. Verein für naturwissenchaf tuche Unterhaltung zu Hamburg (Alemania). Wilson Bulletin, Oberlin, Ohio (E.-U.) Wisconsin Academy of Sciences Madison (E.-U.) Wisconsin Geological and Natural History Survey, Madison (E.-U.) Zeitschrift für wissenschaftliche Insektenbiologie, Husum. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Zoologist (The), London. RELACIONES del esfado de la Sociedad y de su Biblioteca LEÍDAS EN LA SESIÓN M DICIEMBRE DE 1905 POR EL SECRKTARIO D. JOSÉ MARÍA DUSMET Y ALONSO Y EL BIBLIOTECARIO D. ÁNGEL CABRERA LATORRE Memoria de Secretaría. La Real Sociedad española de Historia natural ha conti- nuado en el año 1905 desempeñando su misión de una manera cada vez más extensa. Sus publicaciones han .sido numerosas é importantes, el número de socios ha tenido notable aumento, su Biblioteca ha crecido considerablemente y, á causa de la extensión mayor de su esfera de acción, ha sido más conocida del público, lo que hace esperar aún mayor incremento en años venideros. A propuesta del Sr. Martínez Escalera se resolvió que la So- ciedad org"anizase la exploración científica de Marruecos y, por tratarse de un asunto que requería estudio detenido, se nombró una Comisión compuesta de los Sres. Bolívar, Calde- rón y Lázaro, la cual tomó diferentes acuerdos, que constan en el Boletín. Se constituyó después una Comisión perma- nente bajo la presidencia del Excmo. Sr. D. Manuel AUende- salazar y formada, no sólo por varios de nuestros consocios, sino también por otras personas disting-uidas que patrocinaron la idea de dichas exploraciones. S. M. el Rey, el Ministro de Estado y varias corporaciones y particulares contribuyeron con importantes donativos á la formación de un fondo, inde- pendiente del de nuestra Sociedad, para atender á los g-astos ocasionados en las excursiones. Los exploradores designados fueron, además del iniciador de la idea D. Manuel Martínez de la Escalera, los Sres. D. Lu- cas Fernández Navarro y D. César Sobrado Maestro, quienes, T. VI.— Enero, 1906. 4 50 RELACIONES DEL ESTADO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA durante el verano y en el otoño, han realizado diversos viajes por distintos puntos de África y de Canarias, recog-iendo mate- riales que ya pudieron ser observados por los socios en las úl- timas sesiones y que motivaron diversas notas, aparte de las Memorias que han de publicarse más adelante. Las publicaciones de la Sociedad en 1905 comprenden, en primer término, la continuación del tomo i de las Memorias, que se dedica exclusivamente á los materiales recogidos en la exploración de la Guinea española, habiéndose publicado en este año las Memorias 1.^ á 15, que son: «Lepidópteros», por N. M. Kheil; «Reptiles», por G.A. Bouleng-er; «Peces», por el mismo; «Malacodermos», por J. Bourg-eois; «Bostríquidos», por P. Lesne; «Hilofílidos», por M. Pie; «Ortópteros acridioideos», por I. Bolívar; «Nitidúlidos, Colídidos, Cucúyidos y Micetofá- g-idos», por A. Grouvelle, de París, y «Diplópodos», por el doc- tor Cari, de Ginebra. Se describen en ellas 5 g-éneros y 63 es- pecies nuevas, á más de darse á conocer por primera vez al- g-uno de los sexos de dos especies. Se ha publicado casi por completo, en el año, el tomo iii de las Memorias, puesto que el último de sus cuadernos se ha de repartir en Febrero próximo, comprendiendo los dos primeros cuatro Memorias, que son: «Estudio descriptivo de alg'unas es- pecies de Polinoinos de las costas de Santander», por L. Alae- jos; «Contribución á la flora bacteriana de las aguas potables de la villa de Madrid», por J. Madrid Moreno; «El encéfalo de los batracios», por P. Ramón y Cajal, y «Estudios sobre des- arrollo de maclas», por B. Hernando; ascendiendo á 55 el nú- mero de láminas que acompañan á estos trabajos y un notable mapa de la Plana de Vich que acompañará á la última. El tomo V del Boletín, que es el correspondiente á 1905, comprende numerosos estudios que enumeraremos por grupos. Verieh-ados: «Las ardillas de España» y «Sobre las ginetas españolas», por A. Cabrera Latorre (con 3 especies nuevas); «Algunos datos para el conocimiento de las águilas en la pro- vincia de Madrid», por M. Martínez Escalera; «Noticias refe- rentes á algunos monstruos», «Datos para la fauna de la pro- vincia de Oviedo» y «Excursión ornitológica por la provincia de León», por C. Graiño; «Noticia de algunos monstruos exis- tentes en Huelva» y «Una colección de aves de. Filipinas», por F. de las Barras. DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 51 Entomología: El Sr. Bolívar continuó sus «Notas sobre los Pirg-oraórfidos», describiendo 9 g'éneros, 35 especies y 4 varie- dades nuevas; publicó además «Sobre alg-unos decticínos afri- canos» (1 esp. n.), «Una nueva especie de Xiphidium de las Azo- res», «Una nueva especie de Gryllomorpha de Marruecos» y una nota sobre la aplicación que se hace de los nombres Chi- charra y C«^íüíT«. Aparecieron también «Una especie nueva de Opisthocosmia (Dermápteros)», por M. Burr; «Neurópteros de Pozuelo de Calatrava», por el R. P. Navas; «Descripciones de alg-unos hemípteros nuevos del Centro de España», por el doc- tor G. Horvath (7 esp. y 2 var, nuevas); «Redúvidos nuevos ó poco conocidos de la reg-ión etiópica» y «Contribución al estu- dio del g-én. Margasus>^, por A. G. Várela (1 g-én. y 8 esp. n.); «Bembex nuevas de África»; «Una Bemhex de Río de Oro»; «Un Qorytes y una Bembex de Marruecos» (5 especies nuevas); y «Mutílidos nuevos de España» (2 esp. y 4 var. nuevas), por Ri- cardo G. Mercet; «Nuevas especies de Lepidópteros de España», por Aur. Vázquez-Fig-ueroa (4 esp. n.); «Sistema de las espe- cies ibéricas del g-én. Asida» (17 esp. n.) y «Una nueva especie de Fiilipus de Río de Oro», por M. Martínez Escalera; «Neue Arten und Varietaten von Coleopteren der pyrenáischen Hal- binsel», por G. Lauffer (8 var. n.); «Los Apidos de España, g-én. Melecta, Crocisa ^ Epeolus>^, por J. M. Dusmet, y «Alg-u- nos Ortópteros de Olmedo», por D. Daniel Gutiérrez Martín. Cnistáceos: «Método para su conservación en las coleccio- nes», por J. Rioja. Gusanos: «Sobre el Cysticercus fasciolaris y la Tmnia crassico- llis» y «Sobre las afinidades zoológ'icas y evolución de los Try- panosoma», por el Dr. G. Pittalug-a, y «Nota acerca de la Adamsia Rondeletii», por J. Rioja. Celentéreos: «Hidrarios de nuestras costas mediterráneas», por O. de Buen. Histología: «Tipos celulares de los g-ang-lios raquídeos del hombre y mamíferos», por P. Ramón y Cajal, y «La radioac- tividad como método histológ"ico del sistema nervioso», por J. Madrid Moreno. Botánica: «Plantas crasas cultivadas en el Jardín Botánico de Madrid», por L. Aterido; «Los Peltig-eráceos de Cataluña», por M. Llenas; «Nota briológ-ica» y «Flora briológ-ica de Mont- serrat», por A. Casares; «Anomalías de alg-unas hojas», por 52 RELACIONES DEL ESTADO DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA F. de las Barras; una «Nota sobre una planta parásita», por B. Lázaro; «Catálog-o de hong-os observados en Calahiña», «Lista de hong-os del Emi)alme» y «Seg-nnda lista de nombres catalanes de hong'os(bolets)», por T. de Aranzadi, y una «Lista de especies de hong-os nuevas para España», por B. Lázaro, y por fin, «Alg"unos liqúenes de los alrededores de Cuenca», por M. Llenas. Mineralogía: «La breunerita del barranco de la Murria (Huesca)», «Examen químico de la cuarcita bismutífera del término de Conquista (Córdoba)» y «Alg-unas observaciones sobre los yesos de Orejo (Santander)», por R. Llord; «Sillima- nita de Toledo», «Datos sobre el mispiquel de España» y «No- ticias sobre Bournonitas españolas», por S. Calderón; «Las cuarcitas bismutíferas de Conquista (Córdoba)» y «Distribución de la Volframita en España», por E. H Pacheco; «Noticias mi- neralóg-icas», por L. F. Navarro; «El yacimiento de azufre de la Peña de Catí, en el término de Petrel (Alicante)», «Excur- siones por la provincia de Alicante: L El triásico superior» y «El nummulítico de Ag-ost», por el Sr. Jiménez de Cisneros, y «Las minas del Espinar», por el Sr. Fernández Navarro. Geología: «El torno del Tajo en Toledo», «Observaciones so- bre las rocas epidotíferas de Andalucía» y «Un g-neis curioso de los alrededores de Santiag-o de Galicia» , notas inéditas de D. José Macpherson, presentadas por el Sr. Calderón; «Los vol- canes de España» y «Sobre la presión como ag-ente minerogé- nico», por S. Calderón. Paleontología: «Sobre una cuña neolítica de jadeita proce- dente de Arg-ecilla (Guadalajara)», por C, Arévalo. En varias sesiones disertaron sobre terremotos los Sres. Cal- derón y Ribera, sobre la radioactividad el Sr. Calderón; los Sres. Ribera, Bolívar y Vidal (D. Pío), dieron cuenta de las adquisiciones recientes del Museo de Ciencias Naturales, y el Sr. Ribera de alg-unas observaciones realizadas durante el eclipse de sol de 1900. El Sr. Barras (D. F.) refirió en dos notas una excursión á los Jarales (Badajoz) y otra á Ayamonte y Castro Marín (Huelva). Por último, aparece una nota necrológ-ica del Sr. Rodríg-uez Femenías, redactada por el Sr. Gredilla, y otra del Sr. Hernan- do (D. Benito), debida al Sr. Fernández Navarro. Diversas publicaciones de interés para España han dado DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA 53 lug-ar á noticias bibliográficas hechas por el Sr. Calderón y por el autor de esta Memoria, debiendo citarse, especialmente, otro trabajo de esta clase en que el Sr, Lázaro analiza una pu- blicación del Sr. Castellarnau y una noticia referente á una obra del R. P. Merino, que fué lo último que escribió nuestro malogTado consocio D. Benito Hernando. Ha seg-uido publicándose nn extenso y útil Boletín biblio- g-ráfico de todas las obras recibidas en nuestra Biblioteca, al- canzando el tomo del Boletín 564 pág-inas y estando acompa- ñado de 4 láminas. Las Secciones de nuestra Sociedad continúan cooperando á la obra g-eneral. Varios de los trabajos citados corresponden á ellas, y además, en sus reuniones mensuales, se hicieron diversas comunicaciones verbales, por ejemplo, en la de Bar- celona, la del Sr. Llenas sobre preparación en seco de los Arácnidos, y la del Sr. Font sobre un meteorito recientemente hallado. En Sevilla se ocupó el Sr. Crú de diferentes aves; el Sr. Miquel, de fósiles; el Sr. Medina, de himenópteros, y el Sr. Paúl, de la mosca del olivo {Bacus Olece). En Zarag-oza, los Sres. Ferrando é Izquierdo trataron de un parásito del naran- jo, y el Sr. Ferrando de la teruelita. Las bajas por defunción ocurridas en 1905, no han sido mu- chas en número, pero sí bien sensibles. Entre los consocios extranjeros que hemos perdido fig-ura el ilustre Henri de Saus- sure, que durante tantos años ha contribuido al desenvolvi- miento de varias ramas de las Ciencias Naturales y al que nuestra Sociedad acababa de disting-uir con el nombramiento de socio honorario. Falleció también el socio correspondiente Mr. Preudhomme de Borre, notable coleopterólog-o. De los nu- merarios el joven cristalóg-rafo D. Benito Hernando, D. Juan Rodríg-uez Femenías, socio muy antig'uo, autor de notables trabajos botánicos; el catedrático de Ciencias de Barcelona, D. Moisés Nacente; el farmacéutico de Osorno (Falencia), D. Fibicio Hierro, que realizaba frecuentes herborizaciones; el conocido librero madrileño D. Mariano Murillo, y el socio ag-reg'ado D. Emeterio Coscolla, de Calatayud. Han renunciado á seg-uir formando parte de la Sociedad los Sres. Alvarez Sereix, de Madrid ; Alorda, de Mahón; Caballero (D. Ernesto), de Pontevedra; Martí, de Tarrag-ona; Tranzo y Palomar, de Zarag-oza; Zorrilla, de Sepúlveda; Traizet, de París; ^ 54 RELACIONES DEL ESTADO DK LA lU-lAL SOCIEDAD ESPAÑOLA (lalleg-os, de la República Arg-entina; los Institutos de Avila, Almería y Soria; la imprenta de los sucesores de Hernando, de Madrid, y el socio ag-reg'ado Sr. Fernández Cavada, de San- tander. La Sociedad concedió el nombramiento de socios honorarios al Dr. G. Tscliermak, de Viena, y al ya citado Mr. H. de Saus- sure, y el de correspondientes á los Sres. G. A. Bouleng-er, de Londres; H. d'Orbig'ny, de París; Reitter, de Paskau, y Griffini, de Turín. Cuarenta y uno son los socios numerarios ingresados en 1905, con lo cual sig-ue aumentando considerablemente el número total, como prueba de la mayor afición que se desarrolla en nuestra patria al estudio de las Ciencias naturales. Al terminar este trabajo, último que verifico como Secreta- rio, por haber renunciado dicho carg'o, quiero consig-nar aquí mi siempre entusiasta adhesión á la Real Sociedad española DE Historia natural, dirig-iendo, á la vez, un afectuoso saludo á todos y á cada uno de nuestros consocios. El Secretario, José María Dusmet y Alonso. DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA 55 Estado de la Biblioteca. Una vez más soy yo quien tiene que dar cuenta á la Real Sociedad española de Historia natural del estado de su Bi- blioteca, y en verdad que en ello teng-o g-ran satisfacción, no sólo por lo honroso del carg-o que este cometido supone, sino además, y muy principalmente, porque sólo me toca hablar de prosperidades y adelantos. Diez años hace que esta Sociedad me confirió la honra de admitirme en su seno. De entonces acá la Sociedad ha g-ana- do en importancia y en popularidad, ha conquistado un título honroso, ha realizado, en suma, progresos acaso superiores á los que entonces podíamos esperar; y reñejo fiel de estos pro- gresos, prueba incontestable de que no son meras ilusiones, tenemos en la Biblioteca. Tal vez su instalación es muy mo- desta; acaso el local que ocupa resulta un tanto falto de como- didades; pero estas deficiencias, que indudablemente vere- mos á su tiempo subsanadas, no aminoran en nada el valor é importancia del contenido. El aumento que este último ha experimentado durante 1905, así por cambios como por donativos, es de todas veras consi- derable. A la ya larg-a lista de publicaciones obtenidas por canje con las nuestras, hay que hacer importantes adiciones, entre ellas el órgano de la Société Vaudoise des Scietices natu- relles, la revista Aquila, de Budapest, que puede ser conside- rada como una de las mejores publicaciones ornitológ-icas del mundo, y las Novitates Zoologicce-, que edita W. Rothschild en Tring". Este último periódico constituye para nosotros impor- tantísima adquisición, pues tanto por la excelencia de los tra- bajos que en él se publican, como por el lujo con que está edi- tado, tiene pocos rivales entre las publicaciones de zoolog-ía, no siendo acaso superado más que por las de la Zoological So- ciety de Londres. Estas últimas vuelven también á figurar en nuestra Biblio- teca, aún cuando no por cambio. Su adquisición, como cosa que es necesaria allí donde hay que conocer el estado actual de los conocimientos zoológicos, no podría pasarse en silencio al hablar de la marcha progresiva de nuestra Biblioteca. 56 RELACIONES DEL ESTADO DK LA KEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA También debo hacer constar ei agTadeciraiento con que he- mos recibido los numerosos donativos, en libros, que se nos han hecho durante los doce últimos meses. Obras españolas como la Descripción micrográfica del sistema leñoso de las especies fo- restales españolas, por el Sr. Castellarnau, y Los volcanes extin- guidos de la provincia de Gerona, por D. José Gelabert, y extran- jeras como el estudio sobre los cefalópodos triásicos de Sicilia hecho por G. G, Gemmellaro, la edición de la Geografía del Paraguay, de Azara, publicada por el Museo de Montevideo, y tantos y tantos trabajos de Nickles, Serg-i y otros muchos do_ nantes ig-ualmente eminentes, han venido á aumentar la valía de la Biblioteca á cuyo frente teng-o la satisfacción de ha- llarme. Terminaré hablando de dos mejoras que venían siendo de gran necesidad, y que han sido establecidas definitivamente en este año. Una de ellas es la encuademación de obras y re- vistas, cosa necesaria en toda biblioteca bien org-anizada, y que, sin embarg-o, no había podido ser en otro tiempo lleva- da á la práctica por nuestra Sociedad, oblig-ada entonces á sostenerse con escasos medios y sin protección de ning'una clase. Nada menos que 450 volúmenes hemos encuadernado hasta ahora, y es de esperar que, en el año que ahora empie- za, proseg-uirá esta mejora, para comodidad así del bibliote- cario como de los señores socios que frecuentan la Biblioteca. La seg'unda mejora consiste en la decisión, que en adelante se llevará oficialmente á la práctica, de crear en la Junta un nuevo carg'o que teng'a por objeto el ayudar al bibliotecario en sus tareas y sustituirle en su ausencia. Creo que todos debemos felicitarnos de estas útiles noveda- des y de aquellos satisfactorios progresos de que al principio hablé. Hag-amos votos para que unas y otros perduren, no en el mismo estado, sino creciendo siempre. Bl Bibliotecario, Ángel Cabrera Latorre. boletín DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL Sesión extraordinaria del dia 10 de Enero de 1906. PRESIDENCIA DE D, SALVADOR CALDERÓN. El Sr. Presidente expuso que el objeto de la sesión era, con- forme á los acuerdos tomados en la del 6 de Diciembre último, proceder al nombramiento de socio protector á favor del Exce- lentísimo Sr. Duque de Medinaceli, y de socio honorario al de D. Joaquín María de Caltellarnau y Lleopart, en los que concu- rren los merecimientos de que ya se dio cuenta á los señores socios en aquel día; acordándose por unanimidad lo propuesto por la presidencia, y levantándose acto seg'uido la sesión. Sesión del 10 de Enero de 1906. PRESIDENCIA DE D. FLORENTINO AZPEITIA El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. — El Sr. Calderón, que al abrirse la sesión ocupaba la presi- dencia, manifestó que procedía tomasen posesión de sus res- pectivos carg-os los señores elegidos para constituir la Junta directiva durante 1906, y al efecto, invitó á sustituirle en la cabecera de la mesa al Sr. D. Florentino Azpeitia. Antes de abandonar el puesto, que tan dig-namente ha veni- do ocupando, el Sr. Calderón expresó á todos los señores so- cios su ag-radecimiento por el concurso que le habían prestado mientras fué Presidente, y ofreció contribuir, como hasta aho- ra en lo sucesivo, á los trabajos y fines que realice ó persig*a la Sociedad. — El nuevo Presidente, Sr. Azpeitia y Moros, al ocupar la 58 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA presidencia dirig"ió la palabra á todos los reunidos, dando g-ra- cias por el honor que se le había otorg-ado, y solicitando el concurso de todos para el mayor florecimiento y desarrollo de la Sociedad, á la que ofreció dedicaría su más asidua y cari- ñosa atención. — El Sr. Vázquez Fig-ueroa propuso, acto seg-uido, un voto de g-racias para el Sr. Calderón, y sus compañeros de Junta direc- tiva, que fué acordado por unanimidad. Aprobación de cuentas.— El Sr. Pérez Zúñiga, que, unido á los Sres. Aguilar y Carmena y Taboada, estuvo encargado del exa- men de las cuentas rendidas por el Sr. Tesorero en 31 de Diciem- bre de 1905, leyó el informe siguiente: Los que suscriben, individuos de la Real Sociedad españo- la de Historia natural, nombrados para el examen y com- probación de las cuentas de la misma, tienen el g-usto de par- ticipar á sus consocios que después de verificado dicho exa- men, con los comprobantes á la vista, resulta un saldo á favor da la Sociedad de 697 pesetas con 41. céntimos, y créditos por valor de 2.871 pesetas con 16 céntimos. Se han invertido, y se encuentra plenamente justificada esta inversión, las 5.000 pesetas, subvención anual concedida por el Estado á esta Sociedad. Existe también, procedentes de las 4.000 pesetas donadas por el Ministro de Estado á la Comisión de estudios de las co- lecciones del Muni, la cantidad de 1.538 pesetas con 57 cénti- ínos, residuo de las 2.440 pesetas 34 céntimos existentes en el año anterior, deducidas las 901,77 gastadas en este. Por lo dicho, se creen los que suscriben en el deber de propo- ner á la Sociedad la aprobación de las citadas cuentas, así como dar un expresivo voto de gracias á los Sres. D. Ignacio Bolívar y demás socios encargados de la Tesorería en Madrid, como á los Sres. D, Ángel B. de la Cruz Natham, de Valencia; D. Ignacio Tarazona, de Barcelona; D. Antonio Eleicegui, de Santiago; D. Pedro Moyano, de Zarag-oza; D. Enrique Crú, de Sevilla, y D. Pedro Fernández Cavada, de Santander, que han contribuido al brillante resultado económico de la So- ciedad. Madrid, 31 de Diciembre de I90b.—Bnrique Pérez Zúídga, Femando Aguilar y Carmena, José Taboada Tundidor. DE HISTORIA NATURAL. 59 La Sociedad aprobó el anterior dictamen y el voto de gra- cias á los Sres. Tesorero y Vicetesorero de Madrid, y Tesoreros de las Secciones de provincias. Admisiones. —Quedaron admitidos como socios numerarios: D. Pablo Verdaguer Comes, presentado en la sesión anterior por D. Ángel de la Cruz Natham; la Escuela Normal Superior de Maestros de Huesca, por D. Juan Pablo Soler; el Instituto general y técnico de Ciudad Real, por D. Antonio Martínez; D. Juan Calafat León, por D. Lucas Fernández Navarro; D. José Cerrolaza y Armentía, por D. Antonio de Zulueta; D. R. M. Hos- coso, residente en San José de las Matas, en la República Do- minicana, que lo fué, por D José María Dusmet, y D. Juan Julia y Olsina, propuesto por la Sección de Barcelona; y como agregados D. Francisco Beltrán Bigorra y D. Gregorio Sabater Diana, por D. Emilio Ribera. Y, por último, se acordó nombrar socios correspondientes extranjeros á M. Jules Bourgeois, de Sainte-Marie aux Mines; al Dr. Cari, de Ginebra, y á MM. A. Grouvelle y Paul Lesne, de Paris, por su importante colaboración en el primer tomo de las Memorias de nuestra Sociedad, así como á Mr. Schulthess- Recliberg, por el regalo de varias de sus importantes publica- ciones sobre Himenópteros. Comunicaciones verbales. — El Sr. Llord leyó una interesante noticia sobre su reciente visita y ascensión al Vesubio, presen- tando varias fotografías con ella relacionadas. El trabajo del Sr. Llord pasó á la Comisión de publicación. — El Sr. Calderón dijo lo siguiente: «Un ejemplar de wolframita, procedente de Peñasqueira, en la Sierra de la Estrella, donado el pasado año á las colecciones de nuestro Museo de Ciencias naturales, por D. L. Doria, con- tiene en abundancia notable, no sólo salpicaduras, sino pene- traciones y sustitución completa á trechos del mineral primi- tivo por otra materia terrosa, amarillento obscura, con tono verdoso , mate y opaca de timgstita ú ocre de tungsteno , lla- mado también wolframina y wolframocre por los alemanes. Este mineral es el ácido túngstico, un trióxido WO^ que re- sulta de la alteración de la wolframita, y fácil de reconocer tanto al soplete por su perla con la sal de fósforo, azul clara al 6b boletín de la real sociedad española fueg-Q de reducción, y en frío, como por vía húmeda, merced k su insolubilidad en los ácidos y solubilidad en el amo- níaco. No se halla mencionada esta especie entre las de la Penín- sula, ni tampoco de un modo determinado de muchas locali- dades extranjeras, lo cual debe de proceder de que sólo en fecha relativamente moderna, se ha fijado la verdadera natu- raleza química de este óxido, que había pasado antes inadver- tido como una materia terrosa indefinida.» Noticias hibliográficas. — El Secretario, en nombre del señor Dusmet y Alonso, presentó las sig-uientes interesantes no- ticias: 1.* «Ting-itidse novse vel minus cog-nitne e reg-ione palsearc- tica. » Dr. G. Horvath. fAnnales Histórico- nainralis M. Nat. Himgañci. Vol iii, 1905. Pars secunda.) — Fig-uran entre las muchas especies de este trabajo, Dictyonota {Elina) ibérica n. esp., á la cual señala como patria Hispania: Sierra de Espuna (CoU. Heyden), indicando que e» próxima á D. Sicardi. Además Tinffis cmricnlala Costa,, ys.v. Dauci, i\. var., que entre otros países se encuentra en España (Ciudad Real). . 2." «Rhopalocera at Barcelona, Montserrat and Vernet-les Bains», by R. S. Standen. (Tke Entomologist. Vol xxxviii, 1905, números 509, 510 y 511.)— Reseña de una excursión, enume- rando las especies recog-idas, estando solamente en el núme- ro 509 lo referente á las localidades españolas. 3.* «Neuroptera coUected by Dr. T. A. Chapman in Fran- ce and Spain, 1904», by W. J. Lucas. (The Entomologista 1905. Vol xxxviii, núm. 511.) — En España son 24 las especies caza- das en el Puerto de Pajares, Granja de San Ildefonso y Naval- peral. Entre ellas figuran varias de Odonatos. 4.^ «Revisione monográfica delle Gagea della flora spag- nola», per il Dott. Achule Terracciano. (Bol. Soc. Aragooiesa C. Naturales, t. iv, n.° 10.)— Trabajo extenso y detallado, con abundantes observaciones. 5.^ «Plantas de la provincia de Huesca (Julio 1903)», por D. Carlos Pau. {Bol. iSoc. Aragonesa C. Naturales, i. iv, núme- ros 6 á 10.)— Como todos los estudios del Sr. Pau, tiene nume- rosas observaciones recog-idas personalmente y acompañadas de notas críticas. DE HISTORIA NATURAL. 61 6.* «Notas zoológ-icas. IX. Rectificaciones», por el R. P. Lon- g-inos Navas, S. J. {Bol. Soc. Arago7iesa C Naturales, t. iv, nú- mero 9.) — Comprende varias observaciones sobre Dorcadion y sobre Atractomorpha, motivadas por trabajos de los Sres. Mar- tínez Escalera, La Fuente y Bolívar, otras sobre el g-én. Pycno- gaster, y una nueva división del gen. Plati/stohis, del cual separa los nuevos g-éneros Synephi2)piiis y Platephi2)pius. 7.* «Guia per la cassera, preparado y conservado deis Le- pidópters», per D. S. Maluquer. (BiUll. Inst. Catalana R. Na- tural. Any 2", núm. 7.) — Instrucciones que pueden ser muy útiles á los principiantes para la buena formación de colec- ciones. 8.' «Contributions á, la faune malacologique de la Cátalo - g-ne», par P. Fagot. (Butll. Inst. Cat. H. Nat. Any 2.°, núme- ro 8.) — Se refiere á una excursión realizada en 1891 por Ando- rra, Seo de Urg-el, Tuxent y Sierra del Cadí. Se describe una nueva especie, üelix Organiaca, procedente del desfiladero de Org-anyá en el valle del Segre, la cual pertenece al grupo de H. Oreina. 9." «Notas neuropterológicas. VIII. Un Odonato de intere- sante historia», por el R. P. Longinos Navas. (Butll. Inst. Cat. H. Nat. Any 2.°, núm. 8.)— Se refiere al Sehjsiothemis nigra. V. de L. 10.' «Catálech de Insectes de Catalunya. Hymenopters. XIX. Familia Apid(sy>, por D. J. BofiU. (Butll. Inst. Catalana Hist. Natural. Any 2.°. Publicado como apéndice en varios números.)— En diferentes ocasiones nos hemos ocupado de este interesante catálogo de los Himenópteros de Cataluña. La parte de que ahora se trata es bastante extensa por referirse á la abundante familia de los Apidos, comprendiendo 41 géneros con 600 especies y variedades. Es indudable que en trabajos de esta índole, que abarcan todo un orden de insectos de un país muy poco estudiado, como lo está aún España, han de deslizarse bastantes errores de clasificación, á causa de de- terminarse muchas especies solamente por comparación con tipos y sin un estudio detenido de los ejemplares, para el cual es preciso mucho tiempo y muchos cientos de volúme- nes. A pesar de esto, es indiscutible que se hace una obra me- ritoria con la publicación de esta clase de estudios, pues siem- pre dan por resultado que nuevos entomólogos se fijen en los 62 boletín de la REAL SUCIEDAD ESPAÑOLA grupos ya enumerados, aunque no sea más que á la ligera y como en sencillas listas. Al Sr. BofiU, que por la sensible muerte de su colaborador Sr. Antiga, ha quedado solo para realizar esta tarea, deberá la Ciencia que los himenópteros sigan siendo estudiados en Cataluña y aún en otras regiones. Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el 20 de Diciembre de 1905, bajo la presidencia de D. Manuel de Paúl. — El Sr. Medina dio noticia de los descubrimientos de hormi- gas fósiles en el ámbar del Báltico, realizados por el sabio inir- mecólogo de Bolonia Sr, C. Emery. En su último trabajo, publi- cado en la Sociedad entomológica de Francia (núm. 13, 1905), el autor describe una nueva especie de Dimorphomynnex, de cuyo género sólo se cOnocía una especie de Borneo y de Sumatra. Señala, además, otro formícido, Cami^onotus igneíisyí.?íyT, que se aproxima á los curiosos individuos calificados de«pseu- dogonites», siendo interesante su existencia en aquellas anti- guas resinas. ^El Sr. Presidente dio lectura de un artículo sobre el cultivo del caucho, que realizan los nortemericanos con tanto éxito en las islas Hawai, y parece ser la mayor y más segura riqueza que ofrecen para el porvenir los cultivos tropicales. Valdría la pena de que esta cuestión se estudiase á fondo por personas competentes para ver si, en efecto, como pa rece, sería ventajosí- simo dicho cultivo en nuestras posesiones del África tropical , siempre que el Go- bierno le favoreciese con los recursos ofi- ciales. — El Sr. Barras pre- sentó á la Sección un instrumento neolítico de serpentina, cuya fi- gura es adjunta, que había recogido en Niebla, durante una excursión verificada el 8 de Diciembre desde Huelva, con la Comisión de Monu- DE HISTORIA NATURAL. 63 mentos de la provincia. Mide dicho instrumento 58 ram. de lon- gitud máxima; 43 mm. de anchura en su boca, que está en dirección oblicua á la long-itud; 20 mm. de anchura por el ex- tremo opuesto á dicha boca y un espesor máximo de 14 mm. Para formar el filo, una de las caras constituye una super- ficie curva; pero la otra se completa mediante dos facetas pla- nas, presentando por este lado, además, una faceta lateral. Se trata, pues, de una doladera ó azuela, de las que representa Mortillet en la lámina lv de su Museo Prehistórico, y de las que figura varios ejemplares, entre los cuales el designado con el núm. 584, procede de x\lhamade Granada. El poseer dos facetas en el filo obedece, según dicho autor, al hecho de haber sido afilada de nuevo después de desgastada por el uso. No presenta indicio alguno de haber tenido mango, siendo, sin duda, de las que se empleaban á mano. La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 27 de Diciem- bre último, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. La nueva Junta directiva tomó posesión de sus cargos, dan- do las gracias el Sr. Presidente en su nombre y en el de los de - más señores, por la distinción de que habían sido objeto. —El P. Navas presentó varios cuadernos de la magnífica publicación Anuales du Miisée dii Congo ^ de Bruselas. Los pre- sentes hojean con placer estos fascículos verdaderamente regios. Expone el P. Navas que los Anuales forman diferentes series, que se publican por fascículos, varios de los cuales forman un tomo. Los que llevan por título «Documents sur le pays et ses habitants», revisten un carácter más pintoresco, descriptivo y práctico, y están adornados con profusión de preciosos graba- dos. Los demás presentan un tono rigurosamente científico. Son monografías llevadas á cabo por diferentes especialistas. Entre otras son muy de notar las referentes á la Ictiología, debidas á Boulenger, y las de Botánica, elucubradas por Wil- deman y Duran. El último fascículo, aparecido en Noviembre, no es inferior á los demás*. Titúlase «Remarques sur l'Ornitho- logie de l'État indépendant du Congo», su autor, el Dr. Alph. Dubois. Es el primero del primer tomo que sobre Ornitología del Congo se publica. A las 36 páginas de texto, en folio, si- guen 12 bellísimas láminas, en fotocromía, que representan 16 64 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA especies de aves del Cong'o coloreadas muy al vivo y en pinto- resco paisaje. En suma, los Anuales dti Mnsée du Congo son una publica- ción que enriquecen cualquiera biblioteca de Historia natural y que sería de desear figurasen en la de nuestra Sociedad. Notas y comunicaciones. Una visita á las regiones volcánicas del golfo de Ñapóles POR KAMÓN LLORD y GAMBOA (con dos laminase 1. — La zona del "Vesubio: su estado actual. Cuando se contempla por vez primera desde cualquier punto de Ñapóles, la bellísima y extensa línea oriental de su golfo, sobre la que se eleva en suaves pendientes iniciales el histó- rico volcán, visitado hoy por miles de personas de toda clase y condición social, no puede dejar de sentirse una impresión de grandeza, de algo sublime, mezcla confusa de lo dramático y trágico, con la dulzura, con la belleza d^l paisaje que se ofrece á nuestra vista. Este contraste entre la amenaza de las energías intraterres- tres productoras de la muerte, y la tranquilidad, la calma del exterior, con sus fuerzas vitales, con sus elementos biogéni- cos, inundando nuestro cuerpo, empapando nuestro ser, no se borra nunca de la memoria, después de observado aquel admirable cuadro de la Naturaleza. Grandes facilidades hay actualmente para visitar el Vesubio y sus contornos, pudiéndose utilizar todos los medios de loco- moción, siendo desde luego preferibles el ferrocarril y el tran- vía eléctrico, que permiten trasladarse á todos los puntos im- portantes de la extensa zona vesubiana. El Somma. La visita del Somma se hace muy bien desde el pueblo del mismo nombro, al que se va en el tren de circunvalación del Vesubio, desde Ñapóles, cuyo servicio empieza á las siete de DE HISTORIA NATURAL. 65 la mañana. Una hora escasa se tarda en lleg^ar á Somma, pe- queña villa de 10.000 habitantes, y nunca falta una persona que sirva de g-uía mediante una corta retribución. A la salida del pueblo se camina entre viñas bastante tiem- po, y puede ya irse apreciando la naturaleza del suelo, en el que se encuentran numerosos trozos de rocas volcánicas, como también en los lados del barranco que conduce á la ermita de Santa Maña di Castello, situada á poco más de 400 m. de altu- ra; desde esta ermita comienza en realidad la ascensión del Somma. A muy poca distancia de ella, en la garg-anta llamada Lag- no del Purgatorio, pude observar g-randes masas de lava leucí- tica y pequeños depósitos de pumita en contacto con otros muy extensos de lapilli y cenizas. Estos últimos están estrati. ficados en muchos puntos, y el lapilli es allí de dos colores dominantes: rojo-pálido á rojo-pardo, y pardo-neg-ro á negro; éste es el más abundante. La ascensión del monte no ofrece dificultades, siendo algo penosa en sus últimas pendientes, á causa de la mayor incli- nación y de lo movedizo é inseg-uro del suelo; pero es compen- sación muy ag"radable el magnífico bosque de castaños bajo el que se camina siempre, hasta pocos metros antes de alcanzar la Croce, en donde acaba bruscamente la vegetación tan es- pléndida hasta allí. Al llegar á la Croce, á 1.120 m. de altura, y contemplar de repente uno de los panoramas más maravi- llosos que puedan concebirse, se olvidan los trabajos y fatigas de la subida, y bien puede decirse que la Naturaleza premia al viajero decidido á alcanzar aquellos solitarios parajes. En efecto, no es posible describir el espectáculo grandioso del Ve- subio, invisible hasta llegar á la misma Croce, y cuyo potente cono se alza delante del observador, hacia el S., pudiéndose ver la línea de fuego marcada en la actualidad en su vertien- te O., señalada desde lejos por una zona alargada de vapores blanquecinos sobre la corriente de lava. A los pies del espec- tador se encuentra el Atrio del Cavallo y el Valle delV Inferno, valles profundos ó surcos que separan el cono vesubiano del Somma, cortado á pico en dirección S., siendo, por tanto, im- posible adelantar un paso más en esta dirección, en la que aparece un desnivel casi perpendicular de 250 á 300 m. próximamente. A la derecha, y á lo lejos, se ve el Observato- T. VI —Enero, 1906. 5 66 boletín de la real sociedad española rio meteorológ-ico; al N. y al E., cierran el horizonte los Ape- ninos, viéndose multitud de caseríos, pueblos y villas: el de Somma en lontananza, Ottaiano, Santa Anastasia, etcétera, etcétera. Hubiera hecho más interesante aún esta excursión, el des- censo por el O. del Somma, hasta el Observatorio, atravesando ta g-ran corriente de lava de 1872; pero las pocas horas de luz solar con que se cuenta en los últimos días de Octubre, pues hasta pasado el medio día, es imposible Ueg-ar á la Croce, me decidió á reg'resar al pueblo por el mismo camino, antes de que anocheciera en el bosque, lo cual constituiría un verdade- ro peligro por el sinnúmero de barrancos, valles de erosión, escarpes profundos, de que está sembrada la superficie del monte, teniendo que marchar larg-os ratos sobre lomas estre- chas con profundos surcos á ambos lados. Toda la superficie visible desde la Croce, todo cuanto abarca la mirada, como Vesubiano, Atrio del Cavallo, Valle dell'Infer- no, corriente lejana de lava de 1872, y los escarpes del Somma del lado S. y SE., presenta un tono uniforme de color pardo - neg-ro, dando al conjunto un aspecto particular de rudeza, de desolación, "de ausencia de vida, bien característico. Los escarpes del Somma parecen formados, como el monte mismo, por inmensos depósitos de lapilli, de productos escori- formes y lávicos, entre los que se encuentran las calizas y do- lomías blancas y blanco-g-rises de g-rano fino, cristalinas, en- cerrando en sus pequeñas g"eodas muchos minerales esencial- mente silicatados. Otras varias especies se hallan entre los materiales sueltos, como ^Xiñroxeno augita, tan abundante allí, y las micas multicolores, entre las que aparecen las verdes tan interesantes. La hucita y la nefelina, ya como especies mi- neralógicas, ya formando parte esencial de rocas, son también muy abundantes en todo el monte. La premura del tiempo impidió detenerme á buscar minera- les escasos y raros, contentándome con recog"er los que buena- mente se hallaban al paso. Lo más importante de lo recogido, fué lo siguiente: Lavas: compactas, celulares y escoriformes; leucíticas de as- pecto porfídico, con cristales frescos de leucita, y otras, con los cristales opacos, en descomposición más ó menos avanza- da; piroxénicas y olivínicas: (porfiroideas). í)íí lílSTORlA NATURAL. él Materiales incoherentes: lapilli de varios colores; trocitos de pumita, alg^ún conglomerado y algunas escorias. Trozos de calizas ó de dolomías: (no ensayados) blancas, blanco-g-rises y azuladas. Ejemplares de micas, de pirogeno augita , de olivino y ne- felina. Otros cristales no clasificados aún. Altamente instructiva fué esta excursión al monte Somma, porque además de lo que se pudo observar y recoger, se vio con tcmB, evidencia desde las alturas de la Croce, la importan- cia en tiempos antehistóricos, probablemente terciarios, de la primitiva formación volcánica del Somma, anterior, como es sabido, al actual Vesubio. El Somma fué el primer volcán elevado en la llanura napo- litana, pasando, desde un período de actividad de duración desconocida, seg-iin atestiguan sus restos contemporáneos, á otro período de largo reposo, cubriéndose sus laderas y su vértice de magnífica vegetación que ocultó siglos y siglos la energía latente acumulada en su interior, y cuando el año memorable, 79 de nuestra Era, despertó súbitamente, provo- cando las terribles tragedias de Herculano y de Pompeya, no fué el Vesubio en rigor, sino el Somma, el causante de las ca- tástrofes que siguieron á la explosión inmensa que hizo saltar toda la parte central y superior de su masa, cuyos fragmentos de ceniza y lapilli sepultaron Pompeya, mientras un torrente de fango, mezclado con pómez y cenizas, invadía Herculano haciéndole desaparecer. La disposición de los materiales eruptivos de las partes N. y NE., que componen hoy el monte Somma, con sus escarpes casi perpendiculares mirando al Vesubio, con señales evidentes de rotura, de dislocación, de violencia, en estas partes, forman- do contraste con laspendientes opuestas, relativamente suaves en relación al perímetro y altura del monte, parecen demos- trar la existencia, anterior á nuestra Era, de un volcán, tran- quilo desde la época terciaria, al parecer, y roto de improviso por su parte superior, arrastrando sus materias ígneas por las pendientes S. y SO. de preferencia, direcciones por las que la historia atestigua haberse verificado todos los paroxismos pos- teriores, y dejando como testigo de su antigua existencia, todo el esqueleto volcánico del Somma actual, padre del actual Ve- 68 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA subió nacido en su centro el año 79 citado, representante del volcanismo activo en reducida escala, comparado con el que debió dominar durante larg-o tiempo en aquella hermosa re- gión de la antigMia Campania. Muy importantes observaciones de fenómenos metamórficos pueden hacerse en el Somma; la aparición de especies minera- les silicatadas, por transformación sucesiva de los elementos constitutivos de las rocas, puede ser allí orig-en de una precio- sa página de metamorfismo, de acciones evolutivas minero- g'énicas, de alta importancia científica. n Este delicado estudio, que exige meditación detenida y tra- bajos preparatorios, sólo puede ser mencionado en una reseña de la índole de la presente. El Vesubio. La excursión al Vesubio puede verificarse de varios modos, seg'ún el tiempo disponible y el objeto de la persona que la realice. Para estudiar con algún detenimiento las infinitas be- llezas geológicas del volcán y sus contornos, lo mejor es irse á pasar unos días á cualquiera de las poblaciones situadas al pie del mismo: Portici, Resina, Torre del Greco ó Torre An- nunziata, desde las cuales, especialmente las tres últimas^ es posible llegar al cráter principal, y recorrer en el día gran parte de la superficie de las corrientes lávicas más importan- tes. Desde Resina se va muy bien, á pie ó en coche hasta el Observatorio, en cuya vecindad hay un buen hotel y una hos- pedería en donde se puede almorzar á cualquier hora y dormir en caso necesario, siendo éste el itinerario preferido por mí, como más cómodo y rápido. A la salida de Resina, se camina larg'o rato entre viñas pro- ductoras del riquísimo vino lacrpna christi, ascendiendo len- tamente y llegando, primero á la gran corriente de lava de 1885 59 que el camino atraviesa varias veces, y después á la de 1895, enorme corriente de algunos kilómetros de longitud que no cede en importancia á la de 1858. Poco á poco se va acercando el Observatorio, pisando siempre las lavas de los referidos años. En la proximidad de aquel edificio, puede es- tudiarse la lava de 1851, y poco después la de 1872, de muchí- simo interés por corresponder á la erupción que puso en peli- gro al referido edificio científico , en el que permaneció el DE HISTORIA NATURAL. 69 intrépido Palmieri rodeado por aquella terrible corriente divi- dida en dos brazos á muy poca distancia de alli. El estudio de esta lava riacolítica, conteniendo numerosos cuerpos poco co- munes, es también de alto interés. No me fué posible disponer de tiempo suficiente para visitar el Atrio del CavaUo ni el Valle deW Inferno que habia contem- plado días antes desde las alturas del Somma, y sólo pude as- cender al cráter principal del Vesubio, valiéndome del exce- lente tren funicular establecido por la Ag-encia Cook y Compa- ñía. En pocos minutos se llega á la estación superior, y quedan aún unos 100 m. que deben subirse á pie y con un g-uia obli- g-atorio; estos 100 m. son penosos para el viajero por lo move- dizo é inseg-uro de los materiales, compuestos de lapilli, ceni- zas, escorias, trozos de lava, etc., entre los que se hunden los pies, siendo necesarios grandes esfuerzos para poder as- cender. Durante la hora á que da derecho á permanecer en el crá- ter el billete de la Agencia Cook, no puede hacerse un estudio de aquel interesantísimo centro eruptivo, sino solamente al- gunas observaciones respecto de la forma, intensidad, perío- dos, etc., de las explosiones verificadas por el cráter principal. Desde algunos metros de su borde, se oye, en tiempos irregu- res, el ruido provocado por la súbita irrupción de productos gaseosos, los que, venciendo la presión de las materias acu- muladas en el tramo superior del cráter, salen al exterior vio- lentamente, lanzando multitud de trozos de todos tamaños á alturas variables que no pasan del borde del cráter, la mayoría de las veces. Hubiera deseado acercarme más y poder observar directamente algunas explosiones; pero la prohibición abso- luta del guía, y la relación de las desgracias ocurridas, obliga al más entusiasta á renunciar al peligroso placer de contem- plar de cerca tan admirables fenómenos. El ruido de las ex- plosiones iguala, por su intensidad, al producido por varias descargas de artillería en la mayoría de los casos. En la vertiente O. del volcán pude observar la salida de la lava con sus correspondientes fumarolas visibles desde lejos. La lava sale tranquila; solamente interrumpen su curso de vez en cuando, pequeñas explosiones parciales de la masa debidas al escape de materias gaseosas por sus hendeduras y puntos débiles; todo el resto de la corriente abandona lenta- 70 boletín de la real sociedad española mente los g-ases y los vapores: los primeros, para disiparse en la atmósfera definitivamente, y los seg-undos, para sublimarse á mayor ó menor distancia de la corriente lávica, depositándose de diversos modos en las rocas, y constituyendo especies mine- ralóg-icas curiosas y dig-nas de estudio. No fué posible detener- se en la observación de tantos fenómenos interesantes allí rea- lizados, no sólo por la premura y escasez del tiempo en esta clase de visitas, sino por las nieblas rápidas formadas de tiem- po en tiempo en el curso del mismo día en aquellas alturas, es- pecialmente en los meses de otoño; estas nieblas, sumamente frías, acompañadas de viento muy húmedo, hacen toda obser- vación muy penosa, además de ser un peligro para la salud del viajero; á causa de ellas no pude hallar oportunidad de obtener fotog-rafías del cráter principal, ni de los adventicios de la parte O. del cono, actualmente activa seg-ún he indica- do ya. La actividad volcánica del Vesubio parece ir adquiriendo la forma stromboliana, como oportunamente observa Lapparent en su excelente tratado de Geolog-ía. Basta mirar los croquis hechos en los treinta últimos años, para convencerse de la re • ducción sucesiva de la esfera de acción del cráter principal, y aun cuando es bien sabida la irreg-ularidad característica de los paroxismos volcánicos, tanto en el tiempo como en el espa- cio, por lo que al Vesubio se refiere, parece haber entrado este foco eruptivo en una fase explosiva irregular, con tendencia á la limitación prog-resiva de los derrames lávicos, cuyo último término sería la continuación de existencia de la lava á varia- bles y periódicas alturas en el interior del cráter y salida de productos g-aseosos al exterior con más ó menos violencia á través de la lava misma; fase de energ-ía volcánica esta últi- ma, precisamente característica del modo de ser actual del centro stromboliano en una de las islas eolianas ó de Lipari, en Sicilia. Esto no quiere decir, en modo alg-uno, que el día menos pensado no despierte de improviso éste, como cualquier otro de los conocidos focos de erupción, pasando rápidamente de la forma antedicha y aun de otra más avanzada, como es la de solfatara, á la de derrame lávico intenso y extenso, acom- pañado de las terribles manifestaciones activas del volcanis- mo en todo su esplendor. Muy útil enseñanza resulta de la visita á uno de estos cen- DE HISTORIA NATURAL. 71 tros eruptivos, entre los cuales fig-ura el Vesubio en primer lug'ar, no sólo por constituir una mag-nífica escuela práctica de instrucción acerca de los fenómenos volcánicos en amplia escala, sino también por su inmejorable situación que facilita en g-rado sumo el estudio de cuanto allí se realiza. En esta expedición se pudieron recog-er buenos ejemplares de lavas en las corrientes mismas de 1858-59, 1872 y 1895, las que, por la importancia de sus dimensiones y su constitución físico-química, merecen estudio detenido. También se recog-ie- ron productos escoriformes, alg-unos piroxenos, olivinos, cali- za y dolomía, micas, nefelina, leucita, riacolita, cenizas y la- pilli, etc. En el cráter mismo, muy cerca de su borde, pude recog"er trozos de lavas escoriformes muy calientes aún, aca- badas de caer después de una de las explosiones. Será intere- sante comparar su composición química y microscópica con la de las lavas y escorias antig"uas. Habiendo podido contar con mejor tiempo y dando derecho el billete de la Agencia Cook á la estancia de una hora en el cráter, prorrog-able hasta tres cuando hay asiento de regreso en el coche funicular, se hubieran tomado fotografías de mu- cha importancia, medidas de alturas y distancias; observacio- nes sobre la disposición del cráter, especialmente en su parte O., por donde hoy se verifica la salida de lava, etc., etc.; de todo lo cual sólo se pudo ver parte de la corriente lávica á corta distancia, como ya se ha indicado, y fué ciertamente emocio- nante la contemplación de aquel admirable espectáculo. La lava, de color rosa-pálido durante el día, lo que demuestra su temperatura, salía muy lentamente de la hendedura, invisible desde el punto de observación, por la cual se escapaban tam- bién g-ran cantidad de vapores que ocultaban casi por completo la vista de la corrriente. Confieso haber sentido en aquellos cor- tos instantes, una de las satisfacciones más grandes de mi vida; á mi lado oía las frases de asombro de algunos viajeros franceses que conmigo se aventuraron á llegar hasta donde el- guía nos permitió. En otra ocasión, aprovechando un mes de Mayo con tiempo sereno y cielo limpio, trataré de realizar la serie de observa- ciones y estudios que aquellas circunstancias adversas han impedido verificar ahora. 72 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Torre del Greco. Desde esta villa, de más de 35.000 habitantes, reconstruida sobre la lava de 1631, que destruyó g-ran parte de la población, se pueden emprender muy bien algunas excursiones de mucho interés, especialmente para el estudio de las corrientes lávicas de 1631 citada, de 1737, 1767, 1794, 1804 á 1806 y 1861, como más principales. Solamente pude detenerme algunas horas en una de las playas, cuyas arenas, compuestas en su maj^or parte de restos de rocas volcánicas, como volcánicas son las rocas mismas que allí observé, eran dignas de estudio. En efecto, aquellas arenas, negras en su conjunto, contienen cris- tales diversos, más ó menos íntegros de especies minerales, desprendidos de las rocas que los contenían. Allí se encuentran trocitos de corales en gran número, jun- tamente con los restos de rocas mencionados, entre los que se recogieron cristales redondeados é incoloros, que no he cla- sificado aún, y cuyo análisis completo practicaré muy pronto; pequeños trocitos rodados de lavas leucíticas, de calizas y do- lomías, restos augíticos, olivínicos, etc., etc., componentes todos de rocas más ó menos lejanas. También se recogieron ejemplares curiosos de lavas cenicientas porfídicas: peridotífe- ras, piroxénicasy leucíticas, abundantes en la misma playa. No refiero aquí las visitas hechas á las excavaciones de Pom- peya y Herculano, por no creerlo pertinente en esta relación, en la que sólo deseo consignar algunos datos geológicos. 2. — Los campos flégreos napolitanos. Curiosísima es esta región, representante del que pudiéra- mos llamar volcanismo occidental del golfo de Ñapóles, ya que el anterior, ó del Vesubio, ocupa la línea oriental del mismo golfo. Me ocuparé muy brevemente de cada una de las partes visitadas. Pozzuolo. La visita de Pozzuolo, la antigua PíUeoli de los romanos, es muy fácil y cómoda, pues desde Ñapóles hay tranvía eléctrico, que en muy poco tiempo recorre los 12 km. de distancia al pue- blo. En este mismo se encuentran los restos notables del templo DE HISTORIA NATURAL. 73 ¿^g^S'^ra/jw, atribuidos por otros á un antig-uo mercado cubierto, á estilo de Pompeya, ó termas quizá, por existir allí numero - sos manantiales termales. Sea lo que quiera, el visitante es conducido á una especie de patio cuadrang-ular, en cuyo cen- tro se elevan aún tres ó cuatro columnas corintias, incomple- tas, de mármol antig'uo, que se dice g-rieg-o. La parte inferior de estas columnas está por debajo del nivel del mar, como puede comprobarse introduciendo la varilla de hierro en el agua que rodea una de las columnas, cuya varilla, dispuesta para esta prueba, se hunde cerca de 2 m. hasta tocar la base de la columna. A la altura de una persona, próximamente, y formando una zona circular en la superficie de aquella, se ven las señales de corrosión, atribuidas ala acción lenta del Lithodomns ¡itho- phagiis, molusco existente hoy en el Mediterráneo; y como la zona corroída comienza á 3,50 m. del suelo y concluye á 5,50 del mismo, poco más ó menos, marcando un anillo de unos 2 m., se cree que todo el edificio descendió con el suelo bajo el mar en la antig-iiedad, á causa de una erupción de la Solfatara, próxima á él, primeramente hasta los 3,50 m., y lueg-o fué ba- jando con el suelo mismo y de un modo lento, hasta los 5,50 metros, siendo después elevada toda aquella comarca, en 1538, cuando tuvo lug-ar la aparición y erupción del Monte Nitovo, situado también á poca distancia de allí. Alg'unos, sin embar- go, ponen en duda estos hechos, atribuyendo la zona de los Lithodomns á la existencia de un depósito ó reservorio de pes- cados, en el mercado antiguo, suponiendo fuera tal mercado el edificio, lo cual no se puede asegurar, y aunque lo hubiera sido, tampoco se puede afirmar lo del depósito indicado. En cambio, es indudable la variación de altura sufrida varias ve- ces en sentidos opuestos por el litoral de Pozzuolo. Limitándose al templo de Serapis parece resultar de los datos históricos hallados por Suess, que el edificio fué introduciéndose en el mar lentamente, desde la época romana hasta el siglo xiii, alcanzando su mayor descenso al principio del siglo xvi, ha- biendo ejercido los Lithodomiis su acción destructora en este período. Cuando el Monte Nuovo apareció el 33 de Septiembre de 1538, el suelo se elevó rápidamente cerca de 6 m. y las rui- nas de Serapis fueron elevadas también, dejando al descubierto la curiosa zona de los moluscos, testigo constante de las osci- 74 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA laciones del litoral, debidas, sin duda alg-una, á la actividad volcánica de toda aquella comarca, la que puede considerarse, seg-ún dice muy bien Lapparent, como un verdadero cráter. Las observaciones de Matteucci, hechas en el Vesubio, confir- man también y explican estos movimientos alg-o localizados de las zonas volcánicas. A corta distancia de las ruinas, se encuentra la célebre Sol- fatara. Es un cono volcánico de 100 ra. escasos de altura, de forma algo ovalada, de unos 500 m. en su eje mayor, plano y arenoso en su fondo, con alg-una vegetación en limitados pun- tos del mismo, y rodeado de colinas traquíticas. Desde el mo- mento de entrar en el cráter, se percibe claramente olor sul- furoso que en algunos sitios llega á ser un poco molesto y sofocante. Al lado opuesto de la entrada se ven desde lejos co- lumnas de vapor, siendo necesario atravesar todo el cráter para llegar á ellas; corresponden las dos principales á las bocas llamadas grande y pequeña, habiendo en multitud de puntos, emisiones ó exhalaciones de vapores acuosos y sulfu- rosos. La roca traquítica en contacto con las emanaciones de la Solfatara, está muy descompuesta, viéndose allí, por todas partes, formaciones antiguas y recientes de yeso, en unión del azufre depositado lentamente y de la tierra sulfatada (cera- mohalita). Todo está impregnado de vapor de agua, el cual, arrastran- do elementos diversos, dominando los ácidos y de éstos el sul- fúrico, engendra las diversas especies mineralógicas sulfata- das, especialmente el yeso citado y los alumbres. Es fácil de comprender el origen del ácido sulfúrico, por la oxidación progresiva del hidrógeno sulfurado en una atmósfera caliente y húmeda, depositándose al mismo tiempo parte del azufre no oxidado en innumerables costras cristalinas visibles'por don- de quiera que se levanta un poco la roca terrosa de la super- ficie del cráter. Con el azufre se deposita el arsénico, alguna vez metálico, en pequeñitas manchas y abundantemente en estado de sulfuros, dominando el rojo en grandes sublimados sobre las rocas. Todos los productos allí depositados por sublimación, de un vehículo acuoso, acusan reacción acida bien manifiesta por el papel azul de tornasol; basta humedecer con agua destilada DE HISTORIA NATURAL. 75 una tira de este papel y colocar sobre ella alg-unas partículas del azufre, de las costras arsenicales, del yeso, de los alum- bres ó de la arena traquítica del fondo del cráter, para que aparezcan inmediatamente las manchas rojas características de la reacción acida del producto examinado. En la boca g-rande puede verse, á la entrada de la g-ruta, hervir violentamente el ag'ua al remover con una larg-a azada las arenas de su suelo; esta mezcla de ag-ua y detritus de rocas, de más de 2 m. de profundidad, tiene una temperatura supe- rior á los 100" C, y todas las emanaciones g-aseosas de aquellos contornos salen tan calientes, que la mano, aún á cierta dis- tancia del punto de salida, no puede resistirlas ni un instante. Es curioso, y llama la atención de los visitantes, el ruido á hueco de sus pasos, ruido muy extendido en el fondo del crá- ter y que ha hecho suponer la existencia subterránea y super- ficial de grandes espacios llenos probablemente de g'ases de ig-ual naturaleza que los expulsados por las grietas, oqueda- des y bocas mencionadas. Próximas á la boca grande, hállanse unas ruinas antiguas, termas quizá, dando acceso á galerías en cuyas paredes se han formado extensas costras y películas de alumbre. Tan alta es la temperatura de estas galerías, que hace imposible penetrar en ellas más allá de los primeros pasos; el vapor de agua sale mezclado con gas sulfuroso, el que, oxidándose, en- g-endra los alumbres al contacto de los detritus de las paredes y de las rocas. No pude averiguar hasta dónde llegan aquellas curiosas galerías hechas por la mano del hombre; solamente me fué posible apreciar su comunicación con varias excava- ciones inferiores por las que se exhalan los vapores. Estos arrastran cortas cantidades de metales, como el hierro y el cobre, cuyas manchas rojizas y verde azuladas se ven, no sólo en esta gruta, sino en todas las rocas de la Solfatara. Es digno de anotarse el ruido particular producido por los vapores al atravesar las rocas, algo análogo al de las brasas que se apag-an en el agua y que atribuyo á la formación de vapor acuoso en los intersticios al ponerse en contacto el agua caliente que impregna la roca con el vapor que continuamente llega á ella. De este conflicto, se originan innumerables y mi- croscópicas burbujitas, cuyo acceso al aire libre provoca aquel ruido particular. El fenómeno es, en mi opinión, de orden físi- 76 boletín DÍÍ la RKAL SOCIKDAD liSPANOLA co, pues no hay que olvidar la temperatura de todas aquellas emanaciones hasta el punto de no poder tomar con la mano ningnino de los ejemplares recogidos, que fueron arrancados con el martillo, hasta pasado alg-ún tiempo después de coloca dos á cierta distancia. La última erupción acaecida en la iSolfatara es la de 1198, y se sabe que los antig-uos, entre ellos Strabon, denominaron este cráter Forum Vuhani, creyéndole en comunicación con el cráter del Epomeo, en la próxima isla de Ischia. Lo más proba- ble es la existencia de este foco volcánico desde tiempos pre- históricos en estado de actividad variable, que unos creen al- ternativa con la del Vesubio, y otros afirman, por el contrario, ser completamente independiente. No he de hacer comentarios en atención á la brevedad de esta reseña, sobre lo instructiva que resulta la visita á la Sul- fatara, modelo admirable de volcanismo y ejemplo perfecto de la fase solfatariana del mismo. Monte Nuovo. A unos 3 km. de la Solfatara, y al lado mismo de la carrete- ra que sig"ue hasta Baia, se levanta junto al mar el moderno Monte Nuovo, así llamado por su orig-en reciente. En efecto, el 28 ó el 30 de Septiembre de 1538, después de un intenso temblor de tierra, apareció rápidamente este pe- queño monte de unos 130 m. de altura, en forma de cono con su correspondiente cráter bastante profundo, en cuyas pare- des se ven g-randes cantidades de traquita, pómez y rocas tobá- ceas. El fondo del cráter, llano y cultivado, está muy peco ele- vado sobre el nivel del mar. En el exterior, por la parte que mira á la carretera, hay una extensa explotación de roca tra- quítica, Cenicienta-obscura, destinada á diversos usos, entre ellos, y después de pulverizada, á la obtención de excelente puzolana y de morteros de resistencia extraordinaria. Se recü- g-ieron dos buenos ejemplares de esta traquita. Nada más de particular pude apreciar en este volcán, cuya aparición se re- lacionó indudablemente con un estado particular de actividad de la Solfatara y con los notables movimientos sísmicos, cau- santes de la elevación del suelo de toda aquella comarca, y, con ella, la de las ruinas de Serapis, de que antes me ocupé. El fenómeno en si fué importantísimo y dig-no de profundo DE HISTORIA NATURAL. 77 estudio, demostrando con toda evidencia el poder inmenso de las acciones g-eodinámicas internas, cuando se acumulan en puntos limitados y débiles de la corteza terrestre, puntos, me- jor dicho zonas lineales, engendrados por las dislocaciones de la costra externa, producidas á su vez por la heterog'eneidad físico-química de los terrenos. Monte Nuovo está al lado del célebre lago Averno, cuyo as- pecto no concuerda con su nombre, pues hoy aparece este lag-o, pintoresco y delicioso sitio de recreo, rodeado de casta- ños, naranjos y viñas. Es un antig-uo cráter lleno de ag-ua, siendo su constitución g-eológ-ica muy semejante á la del Mon- te Nuovo. Su profundidad se dice ser de unos 34 m., estando su fondo poco más de 1 m. sobre el nivel del mar, y abarcando su perímetro cerca de 3 km. Conocidas son las ideas de los romanos sobre este lag-o, que creían en comunicación directa con los infiernos, á los que hizo descender Virg-ilio á Eneas desde una de las g-rutas de este Averno, conducido por la Sibila, cuya relación se encuen- tra en su mag-nífica hneidci. La historia refiere que el empera- dor Aug-usto logTÓ acabar con estas diabólicas leyendas, ha- ciendo una obra de g-rande importancia como fué la reunión de los lag-os Averno y Lucrino, muy próximos entre sí, y creando el Puerto Juliano, cuya construcción encomendó á su g-eneral Agripa. Virg-ilio y Horacio cantan las maravillas de este puerto que subsistió durante la Edad Media. Al ocurrir la aparición del Monte Nuovo, todo fué trastornado, cambian • dose la disposición del país. No cabe duda de que el Monte Nuovo, el lag-o Averno y el Monte Grillo, también próximo, son tres cráteres en íntima conexión y formados sobre una misma hendedura. Una de las g-alerías, destinadas quizá al Puerto Juliano, se enseña hoy con el nombre de g-ruta de la Sibila, una de cuyas puertas interiores se bautiza con el nom- bre de Puerta del Infierno, conduciendo otra g-alería al baño de la Sibila, etc., etc. He citado estos cortos datos, para hacer resaltar el hecho del trastorno sufrido por aquella porción de los Campos flég-reos en época reciente, testificando la continuación en tiempos bien modernos, de la acción volcánica, aún hoy bien mani- fiesta. *8 boletín de La. real sociedad española Posilipo. La colina de Posilipo, al O. de Ñapóles, sembrada de pre- ciosos hoteles y villas de recreo, cuyo nombre procede de otra villa del ramoso libertino Védius Pollion, llamada Pausily- pon: (sin cuidados), que más tarde perteneció á Aug-usto, es una eminencia alarg-ada, compuesta de rocas tobáceas, brechi- formes, y de apariencia estratificada. En ella se ven trozos de masas volcánicas de todos tamaños, aglomeradas por materias arcilloso-calizas, dando al conjunto, de dureza variable, un aspecto particular. Lo notable y dig"no de verse en esta colina, es la célebre g-ruta, mejor dicho g-alería, abierta quizá desde tiempos de Aug-usto, citándola Séneca como un pasadizo es- trecho y sombrío. Durante la dominación española, fué agran- dada y restaurada por Alfonso I de Arag-ón , por el virrey Don Pedro de Toledo y por Carlos III. Es una obra maestra de la antig'üedad, descrita en numerosos libros y folletos. Sólo con- sig-naré el hallazg'o reciente en ella, con motivo de unas exca- vaciones hechas, que continúan actualmente, de un hermoso trozo de obsidiana de alg'unos kilogramos de peso. Como este ejemplares único hasta ahora, seg-ún mis informes en la mis- ma g-ruta, no quise perder la ocasión de traer conmig"0 parte de aquella notable roca, y aun cuando destinada al Museo de la Universidad de Ñapóles, log-ré conseg-uir un buen pedazo de la obsidiana verde-pardusca, muy transparente, que me pro- pong-o analizar. Es raro hallar trozos de este tamaño entre el material tobáceo de Posilipo, y parece digfno de anotarse este encuentro casual y reciente, del que se pueden deducir algu- nas consideraciones sobre el orig-en y formación de la colina y sus relaciones con las zonas volcánicas de Ñapóles, espe- cialmente la occidental de los Campos flég-reos. Como resumen de esta rápida visita á las regalones volcáni- cas del g'olfo napolitano, puede decirse que aquella privileg-ia- da comarca es hoy única en el mundo por la variedad de los fenómenos que en ella tienen lug-ar, siendo posible hacer un estudio acabado del volcanismo activo en todos sus g-rados y fases: desde la explosiva y Idmca, hasta la simple emanación de anhídrido carbónico, constituyendo las mofetas, tan abundantes allí, pasando por los intermedios de sol/atara y de emanado- Bol. (le la R. Sociedad Esp. de Historia Nat. Tomo VI. — Lára. I. Extremo de la gran corriente de 1855, en el pueblo de San Sebastiano, en parte destruido; á unos 6 kilómetros del Vesubio. Gran corriente de 1851, en el camino del Observatorio. Bol. de la R. Sociedad Esp. de Historia Nat. Tomo VL— Lám. II. Lavas de 1895, cerca del Observatorio. Aspecto del Vesubio en Octubre de 1905, con las hendeduras y fumarolas de la pai'te O. del cono. — Desde cerca del Observatorio. DE HlStOlíIA NATUfeAL. 19 nes termales, como atestig-uan los múltiples manantiales calien- tes, visibles desde la salida de Ñapóles hasta la isla de Ischia. Todo esto es bien dig-no de larg-a y detallada descripción; hag-o, no obstante, punto final por hoy, para no alarg-ar más esta bre- ve reseña, que refleja simplemente las primeras impresiones y observaciones más salientes recogidas durante mi estancia en la bulliciosa y aleg-re capital del antiguo reino napolitano. J^ota. — Las fotografías que acompañan á esta reseña, esco- gidas entre otras varias que se pudieron tomar, ilustrarán algo acerca del aspecto del Vesubio en Octubre de 1905, y de las grandes corrientes de 1851, de 1855 y 1895, con el ca- mino que conduce al Observatorio, camino abierto en las la- vas de los referidos años. Boletín bibliográfico. Enero. Academia nacional de Ciencias. Córdoba (República Argentina). íBoletin). 1905. T. xviii, entr. 1.' Académie des Sciences. Paria. fComptes rendusj. 1905. 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Polychét. — Künstler et Gineste: Les sphér. trophoplasm. des infus. ciliés. — Pízon: Rech. sur une prét. ovulase des spermatoz. — Loisel; Toxic. du liq. sémin. et considér. génér. sur la toxic. des prod. génit. — Négris: Emersión crétac. en Gréce. — Termier: Sur la struct. géol. de la Cordill. cantabr. dans la prov. de Santander. — Deprat: Sur les dépóts carbón, et perm. de la feuille de Vico (Corsé). — Mecquenem: Le gisem. de vertébr. fossil de Maragha.=N° 23. — Laveran: Contrib. á l'étude de la répart. des mou- ches tsetse dans l'O. afric. franíj. et dans l'État indép. du Congo. — Maheu: Sur l'exist. des laticif. á caoutchouc dans un genre de Mé- nisperm.: Tinomiscium Miers. — Marais de Beauchamp: Sur l'org. rétrocérébr. de cert. 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Sesión del 7 de Febrero de 1906. PRESIDENCIA DE D. JOSÉ CASARES GIL El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fue apro- bada. Correspondencia. — Se dio cuenta de una carta del socio hono- rario D. Joaquín María Castellarnau, que dice así: Madrid, 20 de Enero de 1906. Sk. D. Salvador Calderón, Presidente de la Rbal Sociedad Espa- ñola LE Historia Natural. Mi más distinguido amigo: Con el agradecimiento más profundo he re- cibido la distinción con que la Real Sociedad Española de Historia Na- tural me ha honrado, nombrándome su socio honorario. Por lo mismo que tengo la conciencia do no merecerlo, estimo más el favor que nuestros compañeros me han dispensado, y desearía fuese usted intérprete de mis sentimientos, y en la próxima sesión les manifestara mi reconocimiento por verme elevado, por su bondad, á un sitio de honor, al cual jamás, ni en sueños, había pensado poder llegar. Reciba, desde luego, las gracias y el testimonio del alto aprecio en que le tiene su antiguo y afectuoso amigo q. 1. b. 1. m., Joaquín María Castellarnau. —Se anunció también haberse recibido el programa de pre- mios para el concurso del año 1907, abierto por la Real Aca- demia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid. Dicha docta Corporación adjudicará tres premios á los autores de otras tantas memorias merecedoras de esa recompensa y relativas á las tres secciones que comprende la Academia. El tema señalado para desarrollar en la Sección de Ciencias Natu- rales, es el sig-uiente: «Catálogo descriptivo de las especies españolas de moluscos pertenecientes á todos ó parte de los grupos que á continuación se indican: »Primero, Cefalópodos; segundo, Nudibranquios; tercero, Pulmonados de las familias Testacélidos, Parmacélidos, Arió- nidos y Limácidos». T. VI.— Febrero, 1906. 6 82 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA A la Memoria acompañarán fotografías, fototipias ó dibujos en color, que representen de una manera exacta las especies. La Academia adjudicará un premio, un accésit y unaraen- ción honorifica. El primero consistirá en un diploma, una me- dalla de oro, 1.500 pesetas en metálico é impresión de la Me- moria, entreg'ando 100 ejemplares al autor. El accésit consistirá en diploma, medalla de oro y 100 ejemplares de la Memoria impresa. La mención honorífica en diploma solamente. El plazo para la admisión de trabajos con destino á este concurso expirará el 31 de Diciembre de 1907. — Asimismo se participó el recibo del prog-rama del Congreso Geológico Internacional, que se celebrará en México durante el año corriente. A propósito de este Cong-reso, el Sr. Bolívar indicó que el Museo de Ciencias Naturales había designado á nuestro con- socio D, Salvador Calderón para que le representase en dicha Asamblea internacional, y que el Sr. Calderón había aceptado el nombramiento, ofreciéndose á dar una conferencia sobre Geolog-ía ante los cong-resistas, para lo que había sido especial- mente invitado por el Comité ejecutivo del Congreso. La g'es- tión del Museo coincidirá con la de la Sociedad, que tiene acordado desde el año pasado solicitar del Ministerio de Ins- trucción pública se nombre al Sr. Calderón deleg-ado oficial de España en el referido Cong-reso. — Por último, se comunicó á la Sociedad que la Academia de Ciencias de San Luis del Misurí había remitido una invita- ción para asistir á un banquete conmemorativo del quinqua- g-ésimo aniversario de la fundación de dicha Academia, que tendrá lugar el día 10 de Marzo próximo, acordando dar las g-racias á dicha corporación y felicitarla con este motivo. Commiicaciones. — El Secretario presentó dos interesantes car- tas remitidas por D. José Esteva, y tituladas Hongos anómalos y Caso de proliferación en la «Bellis perennis>-> espontánea. — Dio también cuenta de otros dos trabajos enviados por don Daniel Giménez de Cisneros, con el título de Notas varias y Apuntes "para el estudio geológico de la provincia de Alicante. — El Sr. Calderón leyó un fragmento de una carta inédita de D. José Macpheron, sobre los g-abarros del g-ranito. — El Sr. Taboada Tundidor, comunicó verbalmente á la So- DE HISTORIA NATURAL. 83 ciEDAD noticia de ensayos que están llevándose á efecto, por iniciativa suya, en Galicia, para el cultivo y reproducción en estanques de las ang-uilas de mar. — El Sr. Bolívar presentó un estudio sobre «Yacimientos y* manantiales radioactivos de España», debido al catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, D. José Muñoz del Castillo, que ya en otra ocasión nos favoreció con una comunicación interesando á los socios raineralog"istas en el estudio de la radioactividad, y que pasó á la Comisión de publicación. Secciones. — La de Barcelona celebró sesión el día 17 de Ene- ro, bajo la presidencia de D. Ramón Turró. Leída el acta de la sesión anterior, fué aprobada. Quedó admitido como socio numerario D. Juan Julia y Olsi- na, presentado en la sesión anterior. — El Sr. Casares (D. Antonio) presentó un hermoso ejemplar fructificado de Cam-pylopus polytricoides, recogido por dicho se- ñor en Santiag-o de Galicia, en donde fructifica con frecuencia. — El Sr. Llenas leyó un voluminoso trabajo tiixilvíáQ Contribu- ción al estudio ds ¡a Liqíienolog la de Cataluña, en el que resume todas sus observaciones y lo que hasta el día se ha hecho res- pecto á liqúenes de dicha región. — También presentó el Sr. Llenas unos ejemplares de la No- tochlmia MazanthcB, recogidos en el lugar llamado El salto de Gualba (Montseny). No habiendo más asuntos de que tratar, se levantóla sesión. La sección de Zaragoza celebró sesión el día 30 de Enero, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. — El P. Navas presentó y leyó una nota ISohfe %ma 'pequeña colección de Neurópteros de Italia, remitida por el profesor Feli- pe Silvestri, de Pórtici. Antes de dar por terminada la sesión, el Sr, Casares Gil, que la había presidido, dirigió la palabra á los señores presentes, dándoles las gracias por su designación para la vicepresiden- •cia de la Sociedad en el presente año, cargo para el que, mo- destamente, se declaró sin merecimientos, y que sólo podía <)cupar contando de antemano con la benevolencia y el con- 8á boletín de la real sociedad española curso de todos. El Sr. Casares añadió que le era muy simpático el carácter familiar que revisten nuestras sesiones, recordando á este propósito el del mismo tono que acostumbran dar á sus reuniones periódicas otras Sociedades científicas extranjeras. Notas y comunicaciones. Yacimientos y manantiales radioactivos de España POR D. JOSÉ MUÑOZ DEL CASTILLO Las invitaciones que tuve el honor de dirig-ir, á fines de 1904 ofreciendo los servicios del Laboratorio de Radioactividad á la Real Sociedad española de Historia natural, ala Sociedad Española de Hidrología Médica, y á los profesores y técnicos é interesados en materia de mineralog-ía, minería é industrias químico-inorg'ánicas , han producido resultados verdadera- mente lisonjeros, en el sentido de que á la fecha, 31 de Di- ciembre de 1905, en que cerramos la presente nota, ó sea en poco más de un año, hemos log-rado determinar la existencia en nuestra Península, de cinco manchas ó zonas en que hay masas y especies radioactivas, y la de más de 24 manantiales, entre termales y fríos, cuyas aguas se hallan, asimismo, dota- das de actividad radiante. Agradezco muy sinceramente tan entusiasta colaboración^ que honra á España; pero séame permitido hacer mención especial de los jóvenes doctores D. Eugenio Morales Chofré, D. Faustino Díaz de Rada, D. Eduardo Amaro Herrera, y del li-^ cenciado D. José de Olavarrieta, todos discípulos míos, sin: cuya asidua é incansable cooperación hubiera sido imposible realizar, en tan corto tiempo, el sinnúmero de reconocimien- tos que se han efectuado; y de que no da suficiente idea decir que hemos examinado las aguas de más de 80 fuentes natura-; les, y algunos cientos de muestras de rocas, tierras y espe- cies minerales. Como medio complementario y sintético de presentar los re-, resultados obtenidos, hemos compuesto el adjunto mapa, donde, DE HISTORIA NATURAL. «5 CANTÁBRICO antnndcr y^ Tt^/rVaCr^ Ti^^ff^t.*^x-:^aj-^cjL^'4/oS'M<:t^r¿aC Manchas radioactivas. I. — Comprende las localidades Colmenar Viejo, Torrelodones, Colme- narejo, Galapagar y San Rafael de El Espinar. II. — Comprende las localidades Valencia de Alcántara, Alburquerque y Albalá. III. — Comprende las localidades Barrueco-Pardo y Saucelle. IV.— Coaiprende las localidades Motril, Torviscón, y Sierra Nevada en Almería. V.— Comprende las localidades Conquista y Venta de Azuel. Manantiales radioaetivos-medieinales. 1. La Toja.— 2. Buyeres de Nava.— 3. Puente Viesgo.— 4. Molinar de Carranza.— 5. Belascoain.— 6. Panticosa.— 7. Fitero Viejo.— 8. Santa Te- resa.—9. Trillo.— 10. Alhama de Aragón.— 11. La Garriga.— 12. Vichy Ca- talán.—13. Alange. — 14. Hervideros de Fuensanta.— 15. La Aliseda, — 16. Alhama Viejo de Granada. — 17. Villavieja de Nules.— 18. Villar del Pozo.— (0). Arnedillo (Logroño), Busot (A-licante), Fuencaliente (Ciudad Real) y Mondáriz (Pontevedra). 86 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA se señalan, mediante un grueso punto negro, 18 veneros liidro- medicinales activos; y, con una mancha rayada, las cinco zonas radioactivas; empleando el sig'no (0) para indicar la falta de confrontación respecto de cuatro ag-uas termales; y no ha- biendo dado representación á las fuentes frías. Observará el lector, puesto que salta á la vista, que ning-ún esmero hemos procurado en cuanto á emplazar con exactitud ni los parajes ni la? poblaciones, por bastar á nuestro objeta una simple aproximación. Manchas radioactivas. I. Situada entre las provincias de Madrid y Seg"ovia, hálla- se formada por terrenos de los términos municipales de Colme- nar Viejo, Torrelodones, Colmenarejo, Galapag-ar y San Rafael de El ílspinar. En las clásicas obras de D. Casiano de Prado y de Naranjo, y aun en apuntes de las explicaciones hechas por D. Donato García, hace un siglo, señálase la presencia de estos minerales uránicos, y de ellos existen muestras en los museos y colecciones; de modo que nuestra labor hubo de tener por objeto encontrar la chalcolita en dichos sitios, y re- conocer su radioactividad; cosa que hemos logrado, menos en Galapag'ar, donde hasta el presente, no hemos tenido la for- tuna de hallar mineral alg-uno urano-radífero. Los de San Rafael han sido eucontrados por vez primera por nosotros, en colaboración con' el profesor de la Escuela Supe- rior de Industrias de Cartagena Sr. Retamal Martín. Debe confiarse en que sucesivas exploraciones fijarán mejor la extensión y detalles de esta mancha, mediante el descubri- miento en ella de nuevos parajes en que se aprecie la chalco- lita, ó la autunita, ó la zeunerita, ó la wolframita radífera, que son las especies por nosotros halladas; ú otras ig-ualmente dotadas de actividad, como el uranocre, señalado en Torrelo- dones, aunque nosotros no hayamos log'rado encontrarlo. II. Esta mancha comprende las localidades Valencia de Al- cántara y Albalá, de la provincia de Cáceres, y Alburquerque en la de Badajoz. El ingeniero de minas D. Lucas Mallada descubrió, hace un cuarto de sig-lo, la chalcolita en tales para- jes; y nosotros hemos comprobado la radioactividad de un ejemplar de Valencia de Alcántara, donado á nuestro Labora- DE HISTORIA NATURAL. 87 torio por el Sr. Retamal Martín, y la de otro procedente de Al- balá, que debemos al catedrático de Historia Natural del Insti- tuto de Córdoba, Sr. Hernández Pacheco. Hasta el presente, no hemos conseg-uido adquirir muestra alg'una de Alburquerque. III. Mancha, señalada recientemente por nosotros, que com- prende los pueblos de Barrueco-Pardo y Saucelle, en la provin- cia de Salamanca. Los Sres. D. Dionisio García Alonso y D. Mi- g'uel Fernández de Gata, nos remitieron, de la primera de dichas localidades, una muestra piritoso-arsenical-cuarzosa, y varios cubos de pirita descompuesta, débilmente radioactivas; y el Sr. Robledo Serrano nos ha enviado casiterita cristalizada y wolframita, ig-ualmente activas. Es probable que la extensión de esta zona sea alg-o considerable; y existe alg-ún indicio para sospechar en ella la presencia del torio. IV. Mancha, que en estos días empezamos á delinear, y que comprende los pueblos de Motril y Torviscón, en la provincia de Granada, y las faldas de Sierra Nevada, en la de Almería; siendo muy probable que ocupe extensión de alg'una impor- tancia. En ella han resultado radioactivos los minerales ferro- cobrizos de Motril, presentados en el Laboratorio por D. Fer- nando Aravaca; los parecidos de Torviscón, y un cinabrio, también del partido de Albuñol, traídos por D. Victorio Lan- cha; y los ferrug'inosos, especialmente, de Sierra Nevada, que ha sometido á nuestro examen D. Joaquín Gómez de Mercado Aparicio. V. Esta mancha es acaso la más interesante de cuantas hasta la fecha llevamos señaladas. La constituyen minerales de bismuto nativo y de bismutina; y de los reconocimientos prac- ticados, en colaboración de nuestro auxiliar- ayudante señor Amaro, parece resultar existente en ellos el Polonio. La pri- mera noticia que tuvimos de tan curiosas especies, fué debida á nuestro compañero el catedrático de Mineralog-ía de la Uni- versidad Central, D. Salvador Calderón, quien nos presentó ejemplares notables, procedentes de Conquista y Venta de Azuel, en la provincia de Córdoba, remitidos al Museo de Ciencias Naturales por el catedrático Sr. Hernández Pacheco, de que dejamos hecho mérito. No es fácil presumir el área que podrá alcanzar la zona en cuestión, donde la existencia del cobalto y otros elementos re- dobla el estímulo para su estudio. as boletín de la. real sociedad española Manantiales Mdro-medicinales. Las investig-aciones que realizamos, de acuerdo y con la co- operación de la Sociedad Española de Hidrolog-ía Médica, nos permite indicar, á la fecha, la radioactividad de los siguientes veneros minerales: La Toja (1). — Provincia de Pontevedra. — Ag-uas clorurado- sódicas. Temperaturas entre 16° y G0°. Buyeres de Nava (2).— Asturias. — Agua sulfurado-cálcica ar- senical. Temperatura del manantial del Director, 25". Puente Viesgo (3). — Provincia de Santander. — Aguas cloru- rado-sódicas. Temperatura del manantial del establecimieu to , 35°. Molinar de Carranza (4). — Provincia de Santander. — Aguas clorurado-sódicas. Temperatura, 32°,5 á 36°. Belascoain (5). — Navarra. —Aguas bicarbonatado-sódicas. Temperatura, 26°, 6. Filero Viejo (7). — Navarra.— Aguas clorurado-sódicas. — Tem- peratura, 47", 6. Panticosa Í6). — Provincia de Huesca. — Aguas nitrogenadas. Temperatura, 26°,25 á 28°,8. Vichy Catalán (12). — Provincia de Gerona. — Aguas bicarbo- natado-sódicas. Temperatura, 50° á 60°. La GarTÍga{\\). — Provincia de Barcelona. ^Aguas clorura- do-sódicas. Temperatura, 41° á 45°. Santa Teresa de Avila (8). — Provincia de Avila.— Nitrogena- das. Temperatura, 9°. Alhama de Aragón (10).— Provincia de Zaragoza. — Aguas bicarbonatado-cálcicas. Temperatura, 32°,5 á 37°, 5. Trillo (9). — Provincia de Guadalajara. — Aguas de composi- ción bastante distinta, según los manantiales. Temperatura, 23° á 29°. Alaoije [l^). — Provincia de Badajoz. — Aguas bicarbonatado- cálcicas. Temperatura 22° á 26°. Hervideros de Fuensanta (14).— Provincia de Ciudad Real. — Aguas bicarbonatado-ferruginosas. Temperatura, 16° á 22°. Villar del Pozo (18).— Provincia de Ciudad Real.— Aguas bi- carbonatado-ferruginosas. Temperatura, 25°, 8 á 28°,3. DE HISTORIA NATURAL. 9 La Aliseda (15).— Provincia de Jaén.— Aguas bicarbonatado- ferrug-inosas. Temperatura, 17° á 18". Villavieja de Nules (17). — Provincia de Castellón. — Aguas sulfatado-calcicas. Temperatura, 29° á 45". Alhama viejo de Granada (16). — Provincia de Granada. — Aguas bicarbonatado-cálcicas. Temperatura, 45'', 2. Se halla pendiente de comprobación la radioactividad acu- sada por los manantiales de Mondáriz (Pontevedra), Arnedillo (Logroño), Fuencaliente (Ciudad Real) y Busot (Alicante); y también ofrecen cierta débil actividad algunas de las aguas dé La Sellera (Gerona), bicarbonatado-sódicas, que carecen de establecimiento. Los anteriores datos relativos á la clasificación y tempera- tura de los manantiales, pertenecen al libro de los Sres. Alei- xandre 3' Pérez Fábregas, dedicado, en 1903, á los miembros del XIV Congreso Internacional de Medicina. Varias de estas aguas, como las de Alanje, Santa Teresa de Avila, Panticosa, etc., son claramente oligometálicas; y, por lo tanto, precisa referir sus virtudes médicas, en más ó en menos, á la radioactividad. Buen número de establecimientos y localidades no poseen una sola fuente, sino dos ó más, á veces bastante diferentes por su composición y temperatura, y que unas son radioacti- vas y otras no. Pero, sobre estos particulares, no conceptua- mos del caso entrar en la presente nota. Fuentes frías. Corrientemente se admite que las aguas radioactivas son termales, á pesar de lo cual dejamos señaladas en tal con- cepta las de Santa Teresa de Avila, que tienen 9° de tempe- ratura, según el Sr. Muñoz Ramos. Nuestras investigaciones referentes á manantiales fríos que brotan en las proximidades de los yacimientos radioactivos, ó, cuando menos, á distancias que permiten establecer relación de hechos, han patentizado la actividad de los siguientes: el que mana en Motril, cerca de la mina de D. Fernando Arava- ca arriba mencionada; uno en las Matas y otro en Torrelodo- nes, á pocos kilómetros de Madrid, ambos pertenecientes á la clase de las llamadas aguas cárdenas, en las vecinas sierras; y 90 boletín dh la real sociedad española varios en El Espinar, especialmente el denominado Torera, situado no lejos y más abajo del macizo en que se halla la chalcolita. La explicación puede ser ig-ual en todos los casos, y reduci- da á que las aguas, termales ó frías, se radioactivan cuando atraviesan terrenos en que existen substancias dotadas de ac- tividad radiante. * * * Vamos á permitirnos una lig-era digresión á modo de preli- minar al término de la presente nota. Cuando en el pasado Septiembre tuvimos el honor de ser presentados al sabio profesor de Mineralog-ía de la Sorbona Sr. Michel, por el eminente matemático Sr. Carvallo, oímos, de tan autorizados labios, la opinión de que en las profundi- dades de la corteza terrestre, y entre la materia en ig-nición del centro del Planeta, deben existir g-randes cantidades de masas correspondientes á metales de peso atómico elevado, entre ellas de Radio. Idea conforme con los estudios sobre la densidad del astro que habitamos, en términos g-enerales; y con el fenómeno de la actividad de muchas ag'uas termales, en particular. El interés g"rande de la conversación que sobre minerales radioactivos sostuvimos gran porción de la tarde, nos movió á rog-ar á tan amable coleg-a una breve nota, con destino á la publicidad, donde, por vía de ejemplo, apareciese alg'ún he- cho relacionado con sus opiniones. Y el ilustre hombre de ciencia ha tenido la bondad de complacernos remitiéndonos, por conducto del Dr. Morales Chofré— preparador privado de nuestro Laboratorio en el curso anterior, que actualmente amplía sus estudios en la capital de Francia— el dibujo aquí representado, referente á un trabajo realizado en las inme- diaciones de Joachimsthal, ó' sea en plena zona da substan- cias fuertemente activas, sobre un filón cobaltífero con g'ang-a de cuarzo, dolomía, calcita y baritina. Dice así textualmente él Sr. Michel: «Muy importantes minas de cobalto se encuentran en L'Erz- g-ebirg-e, siendo las principales Schuceberg-, Marienberg", Bu- naberg-, Joachimsthal y Johang-eorg-enostalt. La de Joa- chimsthal hállase en la parte más alta de la red sur de L'Erz- DE HISTORIA NATURAL. »1 g-ebirg-e , y está constituida por pizarras micáceas, cuyas ca- pas sig-uen la dirección EO. con declive hacia el N. Tales masas minerales proceden de la época primaria, y en su seno se han producido resquebrajaduras, rellenadas des- pués por filones de pórfidos cuarzíferos, de basalto y fonolitas, en la época terciaria. Las remociones durante ésta provocaron Corte del filón Hildebrand á Joachimsthal.— A, plata arsenical.— C, calcita.— D, do- lomía.—L, arcilla filoniana.— P, pirita.— Q, cuarzo.— R, plata roja.— U, pechuraaa. g-randes trastornos, determinando fracturas, alg-unas de ellas con su vértice inferior próximo á las materias todavía en es- tado de fusión. Y así han salido minerales que contienen cuerpos simples de elevado peso atómico, más ó menos á la superficie, en forma de bolsadas. La anchura de estas hendeduras (de las que se ha reconoci- do hasta ahora 36 principales), varía de 15 á 60 cm., llegando, excepcionalmente, hasta 1 y 2 m.; no siendo uniforme el modo como están rellenas. 92 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Las principales especies contenidas en los filones pueden referirse á seis grupos: 1." Minerales de Aff (plata nativa, arg-irosa, plata negra, roja, kerarg-irita). 2." ídem de Ni (nickelina, chloanthita, milerita). 3." ídem de Co (esmaltina y asbolana). 4." ídem de Bi (bismuto nativo, bismutina, bismutocre). 5." ídem de ^^ (arsénico nativo, mispiquel). 6.° ídem de ¿/ (pechblenda ó pechurana). Las bolsadas de esta última se encuentran en los filones; g-eneralmente en la intersección de las capas transversales designadas en las fig-aras por P, Q, R — representativas de te- rrenos primitivos— con el terreno moderno, representado por D. E indudablemente en la masa íg-nea central de la Tierra debe haber cantidades muy g-randes de minerales, formados ó disociados, correspondientes á metales de peso atómico ele- vado (el plomo, el bismuto, el radio, el torio y el uranio, etcétera).» * Como final de esta comunicación, vamos á permitirnos la libertad de ofrecer á la Sociedad española de Historia natu- ral, para bien de la ciencia, tan fervorosamente en su seno cultivada, el puesto de honor que en la importante investig-a- ción en que nos hallamos empeñados, tiene reservada la Geología. Por muy expresivamente que manifestemos nuestro recono- cimiento á los señores socios y eminentes naturalistas D. Sal- vador Calderón y D. L. Fernández Navarro, no acertaremos á exteriorizar el que les debemos y sentimos por la eficaz y va- liosa ayuda que de ambos hemos solicitado continuamente, y que de los dos hemos obtenido siempre tan afectuosa como sabia. Cooperación mineralóg-ica, con la cual estamos ciertos seg-uir contando; pero que, por sus pasos, nos ha traído al caso y á la necesidad de que Radioactividad y Mineralogía busquen ya la fusión de los hechos respectivos en las amplitudes de las concepciones g-eológ-icas. El alcance del tal aspecto de la cuestión es, en efecto, ver- daderamente excepcional y extraordinario. ¿Tiene fundamento la conjetura atrevidísima de Rutherford, DE HISTORIA NATURAL. 93^^ que en los actuales tiempos va posesionándose de los espíritus, seg-ún la cual, los átomos de Uranio, y aun los de Torio, se desintegran espontáneamente, apareciendo como productos de la disg-reg-ación otros elementos— el Radio, el plomo, etc.— sin que cese el fenómeno, hasta la resolución total en Helio? Pues de semejante proceso, que debe estarse desarrollando desde hace millones de años en la costra terrestre, no puede menos de haber escrituras que sólo el g-eólogo sabe leer. ¿Es, por el contrario, pura fantasía, según creemos, la hipó- tesis de la desinteg-ración, y los fenómenos radioactivos no ponen en pelig-ro las ideas clásicas sobre la materia y la ener- g-ía, sobre los átomos y las moléculas, sobre las leyes y los procesos de las formas inorg-ánicas, y sobre las teorías fisio- lóg-icas? Pues ig-ualmente en las rocas, efn los filones, en las especies minerales, estarán esculpidos hechos de significación decisiva, cuya interpretación sólo al g-eólog-o resulta posible. ¿Es, por último, que, ala vista de horizontes preñados de es- peranzas en aplicaciones trascendentales de las substancias radioactivas, hemos de resignarnos ante el hecho brutal de que sólo existan unas contadas docenas de gramos de Radio esparcidas por la superficie del Planeta? ¿O tendrán razón el Sr. Michel, y los que como él piensan, y se podrán explorar con éxito, al objeto, los caminos del centro de la Tierra, hasta donde ello sea prácticamente posible? El geólogo lo dirá: sus hipótesis, y sus estudios para confir- marlas ó desecharlas, resolverán cuestión tan vitalísima, que sólo dejaría de serlo si se descubriese que los fenómenos ra- dioactivos fuesen, como nos lo parece, simples efectos de me- canismos moleculares susceptibles de ser formados en nuestros laboratorios. Bajo la presión de la importancia del asunto, numerosos filones han sido ya objeto de examen detenido, según nos re-, cuerda el Sr. Michel; y la labor continúa con empeño, siendo el último trabajo de que tenemos noticia una notable Memoria publicada el año pasado por la Academia de Ciencias de Vie- ña, original de los Sres. José Stép, administrador general de las minas imperiales de Joachimsthal, y R. Becke, profesor afamado de la Universidad vienesa. Investigaciones abundan- tes en hechos, de que surgen puntos de vista teóricos, que 9i boletín de la real sociedad española quizá teng'an campo de realización, en alg-una escala, en las manchas radioactivas que dejamos señaladas, ó en otras de la Península que puedan encontrarse; siquiera nuestra preocu- pación, hoy por hoy, se concentre en la de las sierras de Gua- darrama (I), y en la de Córdoba (V), por lo notable de ambos casos; y dada, además, la circunstancia de hallarse la primera tan próxima al domicilio oficial de la Sociedad, y de que la se- g-unda se encuentra alg-o en la esfera de acción del joven profe- sor y socio Sr. Hernández Pacheco, cuya laboriosidad y no deca- dentes entusiasmos científicos, con tan justo motivo permiten abrigar risueñas esperanzas. Excusado es consig-uar, por conclusión, que al invitar á esta Real Sociedad española á una empresa de tal magnitud, se entiende, claro está, que es adjudicándonos la colaboración incondicional en la parte del trabajo referente á los fenóme- nos radioactivos. (Laboratorio de Radioactividad de la Facultad de Ciencias de Madrid: 31 de Diciembre de. 1905.) Algunos Mirmeleónidos y Ascaláfidos de Persia y Siria recogidos por el Sr. Martínez de la Escalera POR EL PROF. F. KLAPALEK, DE PRAGA. Aunque escasas en número, no por eso dejan de ser intere- santes las especies recogidas por el distinguido viajero arriba mencionado en su viaje á Persia, contribuyendo los datos, que á continuación expondré, á ampliar nuestros conocimientos de su repartición geográfica. Los ejemplares pertenecen al Museo de Madrid. Palpares lihelluloides L. 1 cf Persia, Bazouf, Haut Karoum, vi, 1899; 1 9 Persia, Susa, VI, 1899, Akbés. Este ejemplar es notable por su color pálido, que casi impide se perciban los anillos obscuros del abdomen. DE HISTORIA NATURAL. 95 Palpares Walkeri Mc-Lachl. 1 (^, 1 $. Persia: Bazouf, Haut Karoura, vi, 1899. Especie que hasta ahora sólo se había citado de Aden. Palpares aeschnoides. Enyusek. Myrmecselurus trigrammus Pall. Persia: Bazouf, vi, 1899. 1 ci", 2 99. Una de éstas tiene el pronoto de color amarillento, lo mismo que en los ejemplares procedentes de Francia. Creagris pliimbeus Oliv. Persia: Bazouf, vi, 1899. (f 9 Kfenienog-ráaf, 1 9- Myrmeleon Oiüjanini Mc-Lachl. Persia: Bazouf, vi, 1899. \ (^,\ '^. Esta especie fué conocida primeramente del Turkestan y hallada después al Occidente de Arg^el. Ascalaplms syriacus Mc-Lachl. Siria, Akbés, v, 1898. 1 (f . Bimbog-hadag". Ascalaphus rhomboideus vScheid. Akbés. Ascalaphus lacteus Brullé. Akbés, V, 1898. Teleproctophila barbara L. Persia: Bazouf, vi, 1899. Bubo hamatus Keng-. Persia: Bazouf. 1 cf , 1 9- Lalí. Chinaar. Las alas posteriores tienen una coloración como ahumada, en el ápice. 9S boletín de la real sociedad española Casos de proliferación en la «Bellis perennis» espontánea POR D. JOSÉ ESTEVA, PBRO. Bajo la mano del hombre y la influencia del cultivo, es bien sabido adquiere con frecuencia en los jardines la bellori- ta, Bellis perennis, flores por demás anómalas y llamativas. Así son de todo el mundo conocidas las variedades proliferas denominadas en Francia mere Gigogne, ó mere de famille, así como también nuestras belloritas dobles, rojas, blancas, rosas, manchadas, tubulares, verdes, etc., etc. Lo que creemos, se sabe menos, es que aún en estado espon- táneo, salvaje por así decirlo, ofrece esta plantita, con harta frecuencia, multitud de las modiñcaciones florales que vemos en los jardines. Y ello es así, sin embarg-o. He aquí alg-unas de las muchas extravagancias, alg'unas por cierto muy fre- cuentes y repetidas, que durante el último otoño hemos podi- do observar sobre alg-unos pies de Bellis perennis espontánea. Es por demás sabido, que la cabezuela de la plantita en cuestión, está constituida por una serie ó circunferencia de flores blancas ó rojas femeninas lig-uladas ó semiflosculosas que envuelve el botón central dorado de flores hermafroditas tubulares. Eso, no obstante, hemos encontrado cuatro pies de belloritas, cuyos capítulos poseían todos hasta tres series de líg-ulas concéntricas. Los pies, en cuestión, crecían vig-orosos en terreno fértil y de mucho fondo, al paso que los pies, cuyas anomalías seg"uiremos citando, vivían todos en suelo pedre- g-oso, árido y pobre. Las flores radiales ó lig-ulares de esta compuesta, son unila- biadas y terminadas por tres dientecitos, como es habitual en el g-rupo de las compuestas radiadas. Una cabezuela, empero, presentaba sus flores periféricas todas, á excepción de tres ó cuatro bilabiadas, siendo el labio externo alg-o mayor, recto y bidentado. El inferior, casi lineal, estaba tendido sobre el bo- tón central de flores tubulosas, dando al conjunto del capítulo un aspecto abig-arrado, anormal, que llamaba poderosamente la atención ya desde lejos. Esta anomalía debe ser bastante DE HISTORIA NATURAL. 97 rara en la BeUis, pues con haber examinado muchos pies de €Sta planta, no hemos encontrado ningún otro capítulo que la presentara. Hemos visto un escapo de BeUis perennis espontánea, coro- nado por una cabezuela doble. Una doble fila de hojuelas in- volúcrales y otra de flores blancas semiñosculosas, continua- ción unas y otras de las brácteas, y flores radiales, que en las inflorescencias ordinarias de esta planta rodean al botón central de flores flosculosas, atravesaba por mitad, como un diámetro de círculo, á la cabezuela de referencia. Es cosa muy frecuente encontrar BeUis espontánea con bo- tones múltiples, es decir, prolíferos, pudiendo tal proliferación ser sencilla ó múltiple, y en ambos casos completa ó más ó menos abortada. Trataremos de describir alg-unos de los múl- tiples casos de esta índole que hemos tenido ocasión de exa- minar. Del centro mismo de la cabezuela, de la mitad del botón central de flores tubulares de la BeUis, arranca con frecuen- cia otro botón de flores tubulares amarillas, rodeadas de una corona de flores labiadas y circuidas á su vez por un cerco ó una corona de bracteitas verdes. Es este simplemente un caso en Caravaca (Murcia). — Al practicar un desmonte para la ampliación del cementerio de Caravaca, hubo necesidad de extraer un g-ran número de metros cúbicos de tierra. El corte está hecho en el cuaternario, en un limo rojo que se encuentra sobre la masa de loess y aluviones antig-uos, de donde se han extraído bas- tantes armas de piedra, y una parte de las que en 1887 reg-alé al Museo de Madrid, proceden de este sitio, extraídas á mi presencia por diferentes personas. Indudablemente muchos de los fósiles que aparecen en los barrancos de las inmediaciones, son producto de los arrastres, y el Mioceno ha sufrido una erosión en extremo considerable, pues he encontrado un gran trozo de un Pectén, que parece el P. Biirdigalensis Lam., en el fondo de un barranco, entre arras- tres del Triásico; pero lo que más llamó la atención fué un trozo de diente que yo califiqué en aquella época (1884), como perteneciente á un g-ran herbívoro, sin atreverme á más. Re- unida ya mi pequeña colección, sospeché sá trataba de un pezón de muela de Mastodonte, y el Sr. Mallada lo reconoció inmediatamente, disipando mis dudas. Tratándose de un pe- queño fragmento, no es fácil ñjar la especie; pero no cabe duda que procede del Mioceno. El que dirigía las obras, D. Francisco Puerta, me dijo no 101 boletín de la real sociedad ESPANO1.A había vuelto d encontrar ning-ún otro pedazo. Como del Mio- ceno de Alcoy se citan dos especies, M. arvernensis y M. lon- pirrostris, nada tiene de particular que alg-una de ellas se ex- tendiera por la provincia de Murcia. II. Restos de (iElephas primigenms Blum», en el cuaternario de Murcia.— ^n el pasado mes de Enero me comunicó mi dis- ting'uido amig*o D. Luis Pérez Bueno, entusiasta por las anti- güedades, que en un reciente viaje á Murcia había visto un molar de enormes dimensiones, extraído del cuatsrnario de la Veg-a de aquella ciudad. Comprometió á su dueño para que me lo presentara, y tuve la mala suerte de no poderlo ver, porque un comisionista francés lo adquirió antes en 200 pesetas. Me dicen que pesaba 3 kg-., y por el dibujo que me hicieron ,^ parece que debe referirse á esta especie que también se ha citado en Cuevas de Vera (Almería). III. Restos de un gran herbívoro en Valdeganga (Albacete). — El profesor de instrucción primaria del pueblo de Altea, don Pascual Serrano, me enseñó no hace mucho tiempo un molar de g"ran tamaño procedente de una cantera del pueblo de Val- deg-ang-a. Desgraciadamente tiene la corona destrozada y el marfil al descubierto, no existiendo más que restos del esmalte en la proximidad del cuello. Las raíces son anchas, paralelas y terminando en dig-itaciones redondeadas. Ig-noro á qué g-énera pueda referirse. IV. Be la existencia del piso Albense en las cercanías de Ca- ravaca.—En una reciente excursión que hice acompañando al Sr. Mallada, encontramos trozos de un g-ran Acani/ioceras en el Racó de Cortes (1), y aunque la especie no la he podido de- terminar, es exactamente ig-ual al encontrado por mí hace años en el NO. de la provincia de Murcia. Como el Racó de Cortes- esta perfectamente descrito por el Sr. Nicklés como Albense, no cabe duda que este piso se encuentra también en Carava- ca en unión de los demás del Infracretáceo, dato que puede tener interés para el estudio g-eológ'ico de la provincia de Murcia. V. De la existencia del Titánico en el Norte de la 2irovincia de Alicante. — Aunque desde hace mucho tiempo se calificó de (1) Recó de Cortes se lee ea los mapas de la proviacia, y así lo escribe tambiéa e \ Sr. Nicklés; pero en el país se pronuncia Racó. DE HISTORIA NATUKAL. 105 Jurásica la sierra de Crevillente, no es precisamente de ella de donde proceden los mármoles rojos, venosos, con numerosos ammonites que después de recibir pulimento, producen el más bello efecto. Las serrerías de mármoles establecidas en Monó- var, Novelda, y principalmente en Aspe, reciben sus materia- les de las canteras de la Rambla Honda, Sierra del Rollo y del término de la Romana, en donde el Titónico presenta un gran desarrollo. La hoja 45 del Mapa g-eológ'ico señala estos lug-ares como Mioceno; error fácil de comprender dado el excesivo trabajo de la Comisión, el corto número de personas dedica- das á esta labor, la falta de datos anteriores, así como de aficionados que prestaran su concurso con datos precisos y objetos recog'idos y hasta la falta de medios de comunicación. Pero no es de este yacimiento tan interesante del que me voy á ocupar en estas líneas, sino de otro también ignorado que debe existir hacia el NE. de Villena, en punto llamado la Venta del Gitano. En Abril del año 1905 fui á Villena con objeto de ver unos fósiles del Cretáceo de aquellas inmediaciones. Esta mancha está bien representada en el Mapa, aunque no pude precisar sus límites, y como manifestara mi interés por conocer los me- jores materiales de construcción que se empleaban en la loca- lidad, el Sr. Serra, Director del Coleg-io y alg-unos profesores del mismo establecimiento, me indicaron los mármoles que adornaban el templo parroquial. Este bellísimo edificio con- tiene gran cantidad de recuerdos históricos, y entre los mate- riales empleados hay hermosas pilas de mármol Titónico procedente de la localidad antes citada. También se extraen mármoles de buen aspecto de las can- teras de las Peñas de la Cabrera, punto situado entre Sax y Salinas, á la derecha del camino del primero de estos pueblos al seg-undo. VL El Neocomiense de Busot. — Habiendo acompañado al Sr. Mallada durante varios días, el 12 del pasado Enero nos diri- gimos al pequeño pueblo de Busot, en donde tan experto g'eó- log-o hizo precisas observaciones acerca de la continuación de la mancha nummulítica de esta parte de la provincia. Mucho debo á sus oportunos consejos, y en esta ocasión me indicó un lugar, por él ya conocido, distante pocos minutos del pue- blo, en donde había de ver el Neocomiense con caracteres com- U'6 boletín de la real sociedad española pletameute nuevos para raí. Dando la vuelta al pueblo, y al pie de un pequeño y antig-uo castillo que domina al poblado, se presenta el Infracretáceo con un extraño aspecto. La roca es una oolita ferrug-inosa, de color rojo subido y g-rano muy ig'ual, y en ella hay abundancia de fósiles de fácil caracterización. Sobresale entre ellos una Duvalia, indudablemente 1). dilatata Blain., y esto hace creer que se trata de las capas más anti- g'uas del pi.so Neocomiense; también se encuentran abundan- tes Belemnites cilindricos, una forma joven de 'braquiópodo, que creo sea un Pi/gope, una ó dos especies de Desmoceras, un Hopliíes y algunos de difícil determinación. Este tipo, que podemos calificar de sideroliiico, se extiende hasta ocultarse bajo las marg-as y calizas que forman el cerro del Castillo. VII. El cretáceo de la Sierra de la Cortina. — En sus Etxides géologiques sur le Sud-esi de VEspagne, cita Mr. Rene Nicklés la Sierra de la Cortina, situada al NO. de Beuidorm como formada por el Mioceno, bordeada al SE. por una estrecha faja de Eoceno y otra de cretáceo indeterminado. Cierto que al calificarla de Miocena, lo hace añadiendo una interrogante (1); pero de seguro que si el Sr. Niklés hubiera pisado la expre- sada Sierra, habría cambiado de opinión. El día 7 de Enero la visité acompañando al Sr. Mallada, quien 2 ó 3 km. antes de ileg-ar á ella, me manifestó su opinión de que no podía ser Miocena, tal vez miminidítica, acaso cretácea como más prohalle, y al cabo de poco tiempo toqué con mi mano la prueba de su aserto, que me demostraba una vez más su vista experimen- tada y su verdadera sag-acidad, para buscar el sitio más ¿pro- pósito de reconocimiento. Hacia la mitad de la mencionada Sierra presenta una espe- cie de estribo oblicuo, que se eslabona al macizo principal muy cerca de su extremidad SO. Fórmase entre ambas masas un rincón, un Racó, el de las Bastidas, y por su fondo corre un profundo barranco lleno de peñones de caliza marmórea, gris clara, con alg-unos pedernales incluidos. Estas piedras proce- den de ambas cumbres, v en las laderas se advierten unas cuantas capas de margas en un todo semejantes á las del In- fracretáceo de otros puntos. Separámonos á la llegada á la (l) Esquisse géologiqt(e de la región iittd de Callosa de Ensarriá. Pl . vi. DE HISTORIA NATURAL. )7 ♦Sierra, sig'uiendo el Sr. Mallada por la arista del contrafuerte en dirección á su unión con la masa central, y yo tomé por el fondo del barranco con ánimo de reunirme á él á la primera indicación; pero rae fué imposible verificarlo por lo áspero del terreno, y al verificar la seg-unda tentativa, seg-uí por un lecho de marg-as, un tanto pizarrosas, teniendo que volver al ba- rranco, tropezando en mi forzado descenso, con un trozo de ammonites que recuerda á una Pidchellia; no pude encontrar más, y para no perder tiempo, pues el Sr. Mallada quería visi- tar aquella misma tarde el Tosal de la Cala y el Tosal de Be- nidorm, avancé por el lecho del barranco hasta encontrar á mi sabio maestro y amig-o, que, menos afortunado que yo, sólo había recog-ido un trozo de Peden de imposible determina- ción. Comunicámosnos nuestras impresiones, que confirma- ban sus sospechas, y descendiendo él por el barranco, trepé por la ladera de la Sierra hasta su cumbre, subiendo por un áspero peñascal, sin encontrar otro fósil; pero la formación es idéntica á la del Racó de la Bastida. En todo lo que la vista avanzaba, no se veía otra cosa que desnudos riscos, parduscos; pero el martillo ponía de manifiesto el mármol g-ris claro antes citado. Buzan al E. 24°. En la ladera N. del Racó la incli- nación es la misma próximamente; pero la direción está va- riada un cuadrante, es decir, que buzan al S. El barranco se desvía al salir del Racó y se dirig-e casi nor- mal á la costa, llevando sus arrastres hasta una pequeña playa formada entre el Tosal de Benidorm y el de la Cala, atrave- sando una mancha de Eoceno, al cual pertenecen los dos mon- tículos citados, reconocidos antes por el Sr. Nicklés. Nada tiene de extraño que el joven g-eólog'o francés recibiera alg-una indi- cación, no comprendida, de alg-uno de los campesinos del con- torno, pues como ya he dicho, en la falda SE. de la Cortina, cita una faja de Eoceno, que encontramos al paso, junto al Cortijo de la Balsa redonda. VIII. La laguna de Salinas y noticias acerca de la supuesta Sierra de la Solana. — En el mes de Febrero del año anterior, fui invitado por el Sr. Pérez Bueno, abogado de Alicante y gran coleccionador de antig-üedades, á pasar un día en una posesión de su propiedad, situada en las inmediaciones de la lag-una de Salinas. Desde la estación del Sax nos dirigimos al valle, en cmxo fondo se encuentra la pintoresca lag"una. Limi- 108 boletín de la. real sociedad española tan el horizonte por el N. la Sierra de Carboneras; al NO y 0.^ la Sierra de Salinas, y por el S. se levantan tres Sierras de re- cortados picos, la de ¡a Sima, la Umbría y la Cámara (1), que en días despejados reflejan sus tonos azulados en las tranquilas ag'uas de la lag-una. El fondo de este valle no recibe otras ag'uas que las pluviales^ las de pequeños manantiales de las sierras que lo circundan, y no teniendo salida, encuentra en la evaporación la com- pensación de la que recibe; así es que, en años lluviosos, crece de tal manera, que ha Ueg-ado á medir 11 ktn. de con- torno. Los dueños de las fincas inmediatas han naveg-ado en aquellas soseg-adas ag'uas, y como alg'uno de los manantiales proceden del Triásico superior, la sal se va acumulando en la lag"una, y en veranos secos lleg-a á cristalizar en alg'unos pun- tos de la orilla. En otro tiempo se sacaba sal de ella y hasta hubo una casilla con vig"ilantes, cuyo sueldo importaría seg-u- ramente más que el valor de la sal extraída. En la actualidad se ha reducido considerablemente tanto, que, en puntos en donde hubo más de 2 m. de ag-ua, se cruza hoy á pie enjuto. Caminando sobre terrenos sembrados de sal y yeso, Ueg-ainos á unas pintorescas ruinas dominadas por un torreón del que sólo restan tres paredones de bastante altura. Aquello fué en otro tiempo el pueblo de Salinas y sus arbo- ledas se conservan mineralizadas, extendiendo sus blanquí- simas ramas como otros tantos esqueletos. Las excavaciones para hacer canales ó para preparar la tierra, por si fuese posible alg-ún cultivo, han tropezado con abundantes restos humanos del antig-uo cementerio, también suraerg-ido durante muchos años. El Sr. Sánchez Carpintero, ilustrado joven, que después de haber terminado las carreras de Medicina, Farmacia y Ciencias, se ha recluido voluntaria- mente en aquellos lug-ares, me dio muchos detalles referentes á la lag-una y me prometió una copia de la relación existente en el archivo de la villa de Salinas, fundada hoy á más de un kilómetro de distancia en la ladera de la Sierra. Transcribo fielmente la relación del hecho, copiada por el Sr. Pérez Bueno de los libros del archivo. « — Pedro Azorín, Síndico y procura- (1) cámara, dicen los mapas equivocadamente. DE HISTORIA NATURAL. 109 dor g-eueral del lug-ar de Salinas, dice: que el día 30 de Octubre de 1751, sucedió una abundante lluvia que quedó el lug-ar hecho una lag-una, levantando seis palmos y hasta ocho, en alg'unas partes, y continuó la lluvia cuatro días más, lo que, visto el peligTO, sus moradores, estando lloviendo, salieron del lug-ar con extremos llantos y clamores, llevando cada uno sobre sus hombros sus respectivas mujeres é hijos. Todo lo cual ocurrió de haberse encontrado la lag-una al lado del lug-ar llena de ag-ua, ocasionadas por no haber sacado la sal de ella desde treinta años antes y el aumento de sal á cualquier llu- via » Aunque la redacción de la adjunta deja mucho que desear, revela el estado de ánimo del síndico Azorín, al ver su pueblo totalmente destruido por el crecimiento de la lag-una. La vuelta á Alicante, en compañía de mis queridos amig-os Sr. Pérez Bueno y del catedrático del Instituto D. Heliodoro Carpintero, se efectuó caminando junto á la lag-una para pasar por entre las sierras de la Sima y de la Umbría, y aunque lle- vaba á mano la carta de la provincia, levantada por el señor Coello, al pasar junto á la sierra de la Umbría, no encontré el estrecho valle allí marcado, por cuyo fondo corre, seg-ún el citado mapa, la rambla de la Cámara, ni dimos vista á la sierra de la Solana, resultando ser una sola sierra que recibe estos dos nombres de las dos faldas situadas, una al N. y otra al S. Consultadas muchas personas de Monóvar, se han expresado siempre en este sentido, y si realmente no existe tal sierra de la Solana, debe borrarse de la carta. IX. Más fósiles del Jurásico de Fuente Álamo (Albacete).— El ilustrado y laborioso joven D. Eloy Coloma Sirvent, profe- sor de instrucción primaria de Fuente Álamo, con un celo y un entusiasmo dig-nos de todo encomio, dedica las horas libres de trabajo á hacer excursiones con sus alumnos. Procedimiento dig-no de ejemplo y que da por resultado la formación de un pequeño g-abinete de Historia natual, con el que enseña á los niños los rudimentos de la Ciencia, despertando en ellos el entusiasmo por las colecciones y paseos escolares que ilustran y robustecen á la vez, librándolos del aire infecto de los malos locales en que se tienen, g-eneralmente, las escuelas. En el pasado mes de Diciembre me remitió, para su clasificación, al- g-unos fósiles más, que Ijay que añadir á la lista presentada por mí á la Real Sociedad española en la sesión del 4 de Octubre lio BÜLIÍTIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Último. Fig'uran entre ellos varios ammonites, uno parecido al A. Hwnphiesianus, y otros de difícil determinación, siendo notable un tallo de Apiocrimis que debía pertenecer á un indi- duo de gran tamaño. X. Calizas marmóreas triásicas del término de Aspe. — Aun- que de diferentes puntos del Triásico de la provincia, se extraen las calizas marmóreas venosas, de tono azul obscuro ó ne- gruzco, no ig-ualan á las de la Sierra Negra, situada cerca de Aspe y no lejos del pantano de Vinalapó. He recibido muestras pulidas del mejor efecto y que pueden competir con los már- moles extranjeros. Este yacimiento no está indicado en el Mapa, sin duda por lo reducido de su extensión. XI. Ooliia ferruginosa de Ja Puebla de Muía.— Cevca, de los baños de Muía, situados en la carretera que une Murcia á Ca- ravaca, se presenta el Mioceno marino con fósiles ig-uales á los encontrados en Alicante; pero no muy distante de este paraje se halla una formación oolítica ferrug-inosa, citándose, parti- cularmente, en la llamada Cañada de los Perdigones, nombre que expresa bien la clase de roca que la forma. No he estado en aquel paraje, pero por las muestras que me remiten y por otros detalles que recibo, entiendo que el Nuramulítico no está lejos de allí y que esas capas de oolita ferruginosa debe repre- sentar el tipo sideroolltico del Eoceno, análog"o á los que se conocen en el Jura, Berrí y otras localidades del extranjero. XII. De la existencia probable de otra mancha nummuUtica al NO. de la Sierra del Cid (Alicante). — La disposición que afectan las montañas al N. de Alicante, me hace pensar que debieron estar en parte, al menos, emerg-idas durante el últi- mo período del Eoceno, y si mi sospechas se confirmaran, ne- cesariamente se habrán de encontrar nummulites hacia Elda, Petrel y puntos más distantes del NO. del Cid. Las próximas excursiones nos sacarán de dudas. DE HISTORIA NATURAL. 111 Sohre los gabarros del granito POR D. JOSÉ MACPHERSON (1) Y paso á la cuestión de los gabarros, ó mejor, á lo que de ellos pienso, puesto que se me pide mi opinión personal. En muchos sitios de la cordillera de Guadarrama pueden verse estos nodulos, y á veces con abundancia extraordinaria. Las aceras de las losas de las calles de Madrid suministran al observador variadísimos ejemplares en forma de manchas de contornos limpios, que se destacan después que la lluvia ha lavado aquéllas, y no pueden menos de llamar la atención. Recuerdo como localidad curiosa en este respecto, el seg-undo túnel á la salida de Avila, camino de la Cañada, en donde los g-abarros son tan numerosos que el g-ranito de las trincheras simula en un todo una puding-a ó conglomerado de negros cantos, aglutinado por un cemento gris blanquecino. Pudiera citar otros muchos parajes de la misma cordillera donde se repite cosa semejante. Hace tiempo que se ha observado que estos nodulos están formados sencillamente por un granito de grano más fino que el que los envuelve, sumamente rico en mica, con cuarzo no muy abundante y feldespato triclínico en notable cantidad !2i. He hecho bastantes preparaciones de gabarros de la cordi- (1) Fragmentos de una carta inédita. Es sabido que con el nombre de gabarros designan los canteros de la Sierra de Gua- darrama los nodulos redondeados de color obscuro que se alojan en el granito, desta- cándose del tono grisáceo de éste. Merece notarse que las ideas emitidas por el autor en el año de 1886, en que se escribió la carta de que se ha entresacado el presente fragmento, concuerdan con las posteriores y más recientes opiniones admitidas sobre esta discutida cuestión.— (N. de la Com. depubl.) (2) Según Prado (Descrip. Jis. y geol. de laprov. de Madrid, 18f)4, pág. 43), los pica- pedreros llaman gabarros á los nodulos pequeños é irregulares de 10 á 20 ó más cen- tímetros de diámetro, que son partes que se labran con dificultad, y negros á otros de mediano tamaño en que la mica se presenta aislada, formando ríñones, por lo regu- lar, redondos ú ovalados; «algunas veces llegan á tener 30 y 40 cm., y en este caso, su figura varía bastante»;.— (A'', de la Com. depubl.) 11-2 boletín de la real sociedad española llera, que es, en suma, un granito más básico que el que los envuelve; pero lo que de más interesante he hallado, es su estructura, reveladora de una serie de fenómenos dinámi- cos. Vese un ataque desde el exterior hacia el interior de la masa aprisionada; en los bordes se ha g-enerado feldespato monoclínico. que con frecuencia ha atrapado particulillas de mica y demás elementos del g-abarro, al paso que otras veces, por el contrario, parece como si las hubiera despedido hacia sus bordes; se aglomeran entonces en éstos ajustándose á ellos con frecuencia, lo que presta á la roca aprisionada en dichos bordes, la apariencia de una estructura fluidal. Esta serie de fenómenos la he descrito con mayores detalles al ocuparme de las pizarras que vienen empotradas en los g-ranitos de Santa Eufemia. La conclusión importante á que se llega en presencia de los hechos citados, es que la roca g-ranitica es de formación pos- terior al g-abarro y más acida que la del estado anterior, á la que durante una fase determinada fué paulatinamente asimi- lando, incorporando y haciendo, en suma, parte de su propia substancia. Describiendo los g-ranitos de la provincia de Sevilla, y par- ticularmente aludiendo á la Ribera de Cala, he descrito un fenómeno semejante, por lo que se refiere al proceso g'enético, aunque de un orden inverso (1). En dicho sitio, y, sobre todo, en el camino de Castilblanco al Ronquillo, aparece tan confusa la repartición del verdadero g-ranito y de las rocas sieniticas que le acompañan, que parece difícil darse cuenta del fenó- meno; pero en el cauce de la ribera, donde el terreno se pre- senta bastante al descubierto, se ve el g-ranito atravesado por innumerables vetas de color más obscuro, extremadamente irreg-ulares, que se deslien en su masa y con frecuencia predo- minan hasta dejar reducido aquél á trozos irregulares em- potrados en la materia invasora más obscura. El g-ranito ha sufrido una transformación in silu, que pare- ce haberse efectuado durante un larg-o periodo posterior á su consolidación. Así como en el proceso que se observa en los gabarros de la (1) Estudio geológico y petrográfico de la provincia de Sevilla, ISIQ, páginas 25 y si- guientes. DE HISTORIA NATURAL. \\% Sierra de Guadarrama, la roca que resulta es más acida que la originaria; en el caso de la provincia de Sevilla, por el con- trario, la resultante es más básica que la primitiva, pues no sólo posee mayor cantidad relativa de feldespato triclínico, sino que el cuarzo disminuye, y aún desaparece totalmente en algunos sitios y la mica se transforma en anfíbol. Hechos semejantes se interpretan de diverso modo por los g-eólogos: para unos es simplemente el resultado del enfria- miento de un magma, durante el cual las relaciones con el medio ambiente variaron en mayor ó menor grado; para otros las fases sucesivas de ésta como asimilación de los elementos de una roca anterior en otra nuevamente formada, es obra de fases sucesivas, separadas por espacios de tiempo, en que nue- vas energías han cambiado las condiciones de relación entre ambas rocas. Yo veo en los ejemplos citados, la prueba de movimientos moleculares influidos por esfuerzos orogénicos; en unos casos, parece como si el proceso hubiese abortado por haber faltado el necesario esfuerzo en un momento determinado; en los gra- nitos de la cordillera y en los de la provincia de Sevilla, que pasan á sienitas, el proceso puede, por el contrario, haberse realizado casi por completo, habiéndose borrado las pruebas tangibles de sus etapas sucesivas. Preparo un trabajo en que mostraré cómo en casos semejan- tes las rocas eruptivas absorben y hacen suyos los materiales que hallan en su contacto, á los cuales prestan energía para darles una nueva forma y estructura. Boletín bibliográfico. Febrero. Académie des Sciences. París. (Comptes renclus.) T. cxli, n° 26, 26 Déc. 1905. Deprat: Sur la présenc. de trachyt. et d'andésit. á hypersth. dans le Carbonif. de Corsé. — Jumelle: Le Raphia Ruffia, palmier á cire. — Heckel: Sur une variat. import. du tuberc. du Solanum Maglia Schlecht. — voN Linden. L'assimil. de Tac. carbón, par les chrysal. de Lépidopt.— Bohn: Sur le parallél. entre le phototrop. et la parthé- nogen. artific. — Wintrebkrt: Sur l'indépend. de la métamorph. vis- T. VI -Febrero, 1906. 8 H4 boletín de la REAL SOClEDAn ESPAÑOLA ii-v¡8 du systeme nerv. chez les Batrac. — Tuevenín: Sur la découverte d'aiDphib. dans le terr. houiller de Commentry.=T. cxlii, n" 1, 2 Janv. 1906.— Bodvier: Nouv. observat. sur les Pycnogonides.— Grand'Eühy: Sur les mutations de quelq. plant. fossil. du terr. houiller.— Mol- liard: Struct. des végét. développ. a la lumiére, sans gaz carbón. — NoKL Bernaru: Symbioses d'Orchid. et de divers chaiiipign. endophyt. (¿üidor: Sur les Copépod. recuell. par la mission Charcot.— C¿pkde: Sur une microsporidie nouv. Pleistophora macrospora. — Faüré Fre- MiET: Sur la struct. intime du protopl. chez les Protozoaires.=N*' 2, 8 Janv. 1906.— Guérin: Sur les canaux sécrét. du bois des Diptéro- carpées. — Maige: Sur la respirat. de la fleur. — Kíjshler: Sur les Échi- noderm. recueillis par la mission Charcot =N'' 3, 15 Janv. 1906.— Deprat: Les roches alcalin. des envir. d'Évisa (Corsé) — Hugouxenq: Sur la vitelline de l'ícuf. — Négris: Sur la nappe charriée du Pélopo- nése. — Glangbaüd: Une ancienn. chaine volcan, au NO. de la chaine des Puys.=:N° 4, 22 Janv. 1906.— Tison: Sur le mécanisme de chute de cert. burgeons terminaus.— Hariot et Patodillard: Sur un nouv. genre de champign. de l'Afrique Orient. anglaise.— Qdidor: Sur le Leposphilus labrei Hesse et sur la famille des Fhilichthydoe,. — Bootn et Ancel: Action de l'extr. de glande interstit. du testicule sur le dé- veloppem. du squelette et des organ. génit. — Glangeaud; Reconstitu- tion d'un anclen lac oligocene sur le versant N. du massif du Mont- üore.— Chudeau: Nouvell. observat. sur la géolog. du Sahara. — Bous- SAC: Sur la format. du réseau des Nummulites réticulées. Académie internationale de Géogra¡)hie Botaniqíie. Le Mans. (Bulletin.) 15^ année (3^ serie), n° 196, 1 Janv. 1906.— Navas: Observat. sur le Congres, botan, de Vienne en 1905.— Hackel: Catal. des Gramin. chi- noises de Bodinier et d'Argy. — Maranne: Contribut. á l'étude de la distribuí, géograph. des végétaux dans le Cantal. — Ballé: Contribut. a la flore bryolog. des envir. de Vire. — Tiiériot: Diagnos. de quelq. Mousses nouv. Aquila. Budapest. T. xii. 1905. Annales historico-naturales. Musei Nationalis Hungarici. Budapest. 1905. Vol. III, pars second. — Horváth: Hémipt. nouv. de Japón. — Bezzi. Empidid. neotrop. Mus. Natiou. Hung. — Béla: Bournon. a bollv. Pu- lacayo-bányából — Melichar: Gen. tria Fulgorid. mundi antiq. — Rzehak; Das Kalksintervork. am cSiklÓ8> bei Leva in üngarn. — No- bu, i: Decap. e Isopod. della Nuova Guin. Tedesca. — Szépi.igeti: Über- sicht der palaarkt. Ichneuin. — Brues: Phorid. from the Indo-Austral. 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Vol. xxv. 1905. — Oli- VEBi et Carapezza: L'etá geolog. e l'analísi chimíca di Tal une rocce calcaree siciliane. — Giardina: SuH'esietenza di una spec. zona plasmat. perinucl. nell' oocite. — Pagano: Saggio di locali? xxv, cuad. 1, 1905. (En ruso.) StetUner Entomologische Zeitung. Stettin. Jahrg. 66, Heft ii. 1905. University of Colorado Studies (The). Boulder, Coló. Vol. iii, n" 1 , nov. 1905. Wiener Entomologische Zeitung. Wien. xxv Jahrg. i Heft, 20 Jan. 1906. — Bergroth: Systemat. undsynonim. Bemerkungen üb. Hemipt. — Neue austro-malay. Hemipt. — Neue Hemipt. aus Madagask. — Bezzi: Die Dipterengattung Methylla Hansen. — Reitter: Coleopterolog. Notizen. Koenig: Dritter Beitrag z. Coleopt.— Fauna des Kaukasus. — Ville- neüve: Descript. de 2 nouv. espec. de Limnophora des bords de la Méditerran. — Reitter: Neue Coleopt. aus der palaarktisch. Fauna. — Drei neue im Quelgebiet des Indus. — Fleischer: Eine neue V^arietat des Colon Yiennense Herbst. — Formanck: Bemerkungen üb. bekannte Rüssler und Beschreibung einer neuer Art. — Villeneuve: Not. Dip- térolog. Wilson Bulletin (The). Oberlin. Ohio. N° 53, Dec. 1905.-Hünt: A-Birding Among the New Jersey Fines.— Swales: Birds of Southeastern Mi- chigan.— Mills: Some Breeding Records from East Poiut, Georgia. — Hann: Birds of Summit County. — Taverner: Ornithology a Science. — Friority. — Henninger: Three Hitherto Unknown Felican Records from Ohio.— An addition to the Birds of Middle Southern Ohio. Wissenschqftliche Insektenhiologie (Zeitschrift). Husum. Bd. i, Heft 12, DE HISTORIA NATURAL. 119 29 Dez. 1905. -Karíwaiew; Versuche üb. die internation. Beziehun- gen einig. Anfenno2)horus-Ar{en. — Friederichs: Z. Kenntnis einig. Insekt. und Spinnentiere vou Villafranca. — Adel: Messuugen an Le- pidopter. — Dewitz: Üb. dasZustandekommen der Fiiibung bei Schmet- terliugkokons. Zoologisch-botanischen Gesellschaft (Verhandlungen). Wiea. lv Bd., 9 und 10 Heft. -Kohl: Z. Kenutnis der Hymeuopterengattung Fassaloecus Shuck. — ^MaYr: Hyraenopteíolog. Miszellen.— Baueb: Laub-und Leber- moose von Porto Alegre. — Bernhaueb: Folge neuer Staphylin. der palaarktisch. Fauna. — Cobelli: Contrib. alia Imenotterol. del Trenti- no. — Strasser: Dritter Nacbtr. z. Pilzflora des Sonntagberges. Zoologischer Anzeiger. Leipzig. 1905. Bd. xxix, u" 18. — Yatsu: Not. on the young Discinisca. — Dreyling: Beobacht. üb. die wachsabscheid. Org. bei den Hummeln. — Fisher: A New Psolus froui Monterey Bay, Californ. — Enderlein: Zwei neue beschuppte Copeognath. aus dem Berust. — Cholodkovsky: Eine Idiogenes-Spec. mit wohlentwick. Sco- lex. — SsiLANTJEw: Üb. ein. sich. konstat. Fall der Parthenog. bei ein. Kafer. — Saling: Notiz. üb. Parthenog. bei Tenehrio molitorh. — Zykoff: Berichtigung.^=N° 19. — Ekman: Die System, und Synonym. der Co- pepodengatt. Boeckelía. — Lindinger: Spinnende Schnecken. — Kiernik: Beitr. z. Ilistol. der Pedicell der Echin. — Daul: Das Syst. der Aran. — Fülmek: Beitr. z. Kenntn. des Herz. der Mallophag. — Birula: Skar- piolog. Beitr.=N° 20, 8 Jan. 1906. — Schneider: Z. Kenntnis der freí im Finnischen Meerbusen vorkommenden Nematod.— Corti: Sulla Paramermis contorta di Kohn.— Noack: Eine Zwergform des afrika- nisch. Elefant.— OoDEMANS: Das Tracheensyst. der Labidostomid. — Üb. die morpholog. Bedeutung der Glieder der Mandibeln bei den Acari-Bermerkung.--BARTHELs: Die grossen Hautdrüsen der Echi- naster-Arten. — Bütschli: Nochmals üb. die Einwirkung konzentriert. Kalilauge auf die Nadeln der Calcispong. — Bergroth: Aphylin. und Hyocephalin. — Wolterstobff: Üb. den Formenkreis des Tritón vitta- tus Gray. — Leisewitz: Üb. Steinbocke aus dem Zentral. Tian-Shan.= Nos 21-22, 23 Jan. 1906.— Brock: Bemerkungen üb. zwei Tripyleen- Arten aus dem Nordmeere.— Enderlein: Lausestudien. — Meixner: Zwei neue Landplanarien. — Poohe: Was ist Lernanthropus tetradac- tylus B. S.? — Bretscher: Üb. ein neues Enchytraeidengenus. — Braun: Bemerkungen üb. das Zungenbein von Mustela martes. Zoologist (The). London. Dec. 15 th. 1905. N'* 774.— Patterson: Some Fish-not. from Great Yarmouth for 1905. — Aplin: Not. on the Or- nithol. of Oxfordshire, 1903.=N° 775, Jan. 1906.— Me Intosh: Pho- togen. marin. animal. —Jackson: Not. on the Nesting of Tringa Alpina. 120 boletín de la. real sociedad española Aranzadi (D. Telesforo de). — La flora forestal en la Toponimia euskara. San Sebastián, 1905. — Catálogo de hongos observados en Cataluña. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat, Dic. 1905.) BuKN Y DEL Cos (D. Odón de). — Hidrarios de nuestras costas mediterrá- neas. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Dic. 1905 ) — La región mediterranéenne des Baleares. (Soc. Zool. de France, 1905.) Calderón (D. Salvador). — Sobre la presión como agente minerogénico. (Bol. K. Scc. esp. Hist. nat., Nov. 1905.) Carl (D. J.)— Diplopodes de la Guiñee espagnole. (Mem, R. Soc. esp. Hist. nat., t. 1, mem. 15.) Casares Gil (D. Antonio).— Flora bryológica de Montserrat. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Nov. 1905.) Choffat (D. Paul) — Le Crétacique dans TArrabida et dans la contrée d'Ericeira. — Pli-faille et chevauchements horizontaux dans le Mesozoique du Portugal. FtRNÁNDEZ Navarro (D. Lucas). — D. Benito Hernando y Monge (noticia necrológica). (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Nov. 1905 ) — Las minas de El Espinar. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Dic. 1905.) FoNT Sagué (D. Norberto).— Geología. Barcelona, 1905. García Mercet (D. Ricardo).— Un «Gorytes» y una «Bembex> de Ma- rruecos. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat, Nov. 1905.) — Mutílidos nuevos de España. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Dic. 1905.) Graiño (D. Celestino). — Excursión ornitológica por la provincia de León. (Bol. R. Soc. esp Hist. nat., Nov. 1905.) Grodvelle (D. A.).- Nitidulides, Colidiides, Cucujides et Mycetophagides de la Guiñee espagnole. (Mem. R. Soc. esp. Hist. nat., t. i, mem. 14.) Jiménez de Cisneros (D. Daniel).— El yacimiento de azufre de la Peña de Catí, en el término de Petrel (Alicante). (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Dic. 1906.) Llekas y Fernández (D. Manuel).— Algunos liqúenes de los alrededores de Cuenca. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Dic. 1905.) Malcolm Bürk. — Una especie nueva de Opisthocosmia (Dermáp teros). (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Dic. 1905.) Martínez de la Escalera (D.Manuel). — Una nueva especie de Woll. (Tenlyrini) de Río de Oro. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Nov. 1905.) — Sistema de las especies españolas del gen. «Asida» Latr. il (Bol R. Soc. esp. Hist. nat., Nov. 1905.) Mcñoz del Castillo (D. José). — El Mapa de la Radioactividad hidro- niinero-medicinal de España, (Soc. esp. Hidrol. med.) — Observations critiques sur les hypothéses de la Desintegration atomi- que et de la Dissotiation moleculaire chimico-physique. Madrid, 1905. Sesión del 7 de Marzo de 1906. PRESIDENCIA DE DON FLORENTINO AZPEITIA El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que faé, aprobada. Presentaciones.— Se hicieron cuatro propuestas de socios nu- merarios. Comimicaciones verbales. — Se leyeron dos notas remitidas por el Sr. Jiménez de Cisneros, acordándose la publicación de las mismas en el Boletín. El Sr. Bolívar presentó una nota sobre minerales radioactivos que el Sr. Muñoz del Castillo destina á nuestro Boletín, y otra de nuestro consocio el Sr. Cadevall, de Tarrasa, sobre plantas nuevas para la Ciencia de la flor^ de Cataluña. — El Sr. Calderón dijo haber leído en un periódico un tele- g-rama de Crevillente, puesto el día 20 del pasado mes de Fe- brero, en el que se da la noticia de que la noche anterior, á las diez, se sintió un terremoto en aquella localidad que duró dos seg-undos, y que produjo alg-una impresión en el vecindario. Añadió el Sr. Calderón que era ésta la única noticia que hasta ahora se había publicado respecto al fenómeno de que se da cuenta, y que creía curioso ponerla en conocimiento de la So- ciedad, por si podía ampliarla alg'ún socio. — El Sr. Dusmet y iVlonso presentó un trabajo sobre Los «Apidos» de España, g-énero CeXyoxys, que pasó á la Comisión de publicación. — El Sr. Zulueta participó haber hallado en las cercanías del cerro de Vallecas, yendo de excursión con su compañero de estudios, Sr. Amoedo, una tortuga fósil de gran tamaño que, extraída con grandes precauciones del terreno en que se en- contraba, ha sido trasladada al Museo de Ciencias Naturales de Madrid, al que han cedido generosamente el hallazgo sus descubridores. El Sr. Zulueta ofreció entregar una nota, que será publicada T. vi.— Marzo, 1906. 9 122 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA en el Boletín, con todos los detalles relativos al descubri- miento y extracción de este curioso quelonio fósil. A propósito del liallazg-o hecho por losSres. Zuluetay Amoe- do, los Sres. Bolívar, Calderón, Azpeitia y Ribera, hicieron al- gunas consideraciones relativas á su importancia y á los tra- bajos que están practicándose y han de practicarse para la mejor conservación de este g-ran fósil. — El Sr. Ribera, al felicitar por su descubrimiento á los se- ñores Zulueta y Amoedo, se congratuló de la parte activa que los alumnos de la Facultad de Ciencias Naturales toman hoy en los trabajos de la Sociedad, y de la asistencia de los mis- mos á las sesiones mensuales, indicando que esto constituye un evidente testimonio del entusiasmo con que estos jóvenes siguen sus estudios, y que de ellos puede legítimamente espe- rarse una notable generación de naturalistas é investiga- dores. Notas bibliográficas.— El Sr. Calderón leyó las siguientes: It|ossen Norbert Font y Sagué: Ctirs de Geología dindmma y estratigráfica cqMcada d Catahmya. Barcelona, 1905, 480 pági- nas y 305 grabados intercalados. Con este título, nuestro laborioso y eminente consocio de Barcelona, el Dr. Font y Sagué, bien conocido por otros traba- jos anteriores, algunos aparecidos en nuestro Boletín, acaba de dar á luz una obrita interesante en todos respectos. Toman- do por base la clásica Geología de Lapparent, el autor presen- ta un resumen claro y conciso de cuanto se sabe de la Geolo- gía catalana; es una obra de popularización, y por ello está escrita en lengua catalana para la mejor comprensión del pú- blico á quien se destina. La mayoría de los grabados represen- tan accidentes del suelo del Principado, lo cual constituye una de las principales novedades de esta obra, lujosamente impresa y editada con el mayor gusto. Felicitamos sinceramente á nuestro sabio colega, deseando sirva su trabajo de ejemplo y estímulo para que otros natura- listas los compongan semejantes sobre otras regiones de la Península, medio el más eficaz de todos para propagar la afi- ción á estos estudios. Simmersbach, O.: Der Eisenerzreichkim Spaniens. Glückauf, t. 41, 1905, págs. 1.377-1.382. DE HISTORIA NATURAL. 123 Esta nota es una enumeración de los principales yacimien- tos de hierro de España, comprendiendo la producción y com- posición de las menas que le suministran. Douvillé, Robert: Sur les Préalpes subbétiqíies aux environs de Jaén. (Compt. rend. Ac. Se, 3 juillet, 1905, t. cxli, pág-s. 69-71.) En la reg-ióu estudiada, la serie estratigráfica comprende los siguientes miembros: 1.", trías yesoso con ofitas; 2.°, jurásico con formaciones toárcicas y titónicas fosilíferas; 3.°, calizas margosas del cretácico inferior y medio, con sus niveles habi- tuales; 4.°, cretácico superior en masas enormes de calizas en masa, frecuentemente olíticas; 5.°, nummulítico (eocénico medio); 6.°, miocénico (aquitaniense, burdigaliense, helve- ciense); 7.°, pliocénico. El aquitaniense está representado por una facies muy nota- ble pelágica con g-lobigerina, radiolarios y diatomeas. La tectónica puede resumirse de la manera siguiente: yen- do de N. á S. se encuentra una primera zona en que el cretá- cico superior forma un manto sobre el triásico y el miocénico; después viene una segunda zona en la que los terrenos secun- darios determinan un anticlinal acostado al N.; por último, una última zona en la que está formado por el jurásico, mon- tado en ciertos puntos sobre la zona central. Entre la terce- ra y Granada los fenómenos de corrimiento (charriage) parecen ser menos intensos que en la reg"ión estudiada por el autor. Douvillé, Robert: Sur les Préalyes suhbétiques au sud du Gua- dalquivir. (Compt. rend. Ac. Se, Nov., 1904, t. cxxxix, pág-i- nas 884-894.) En el valle del Guadalquivir, las capas miocénicas débil- mente onduladas, reposan directamente sobre el triásico yeso- so con ofitas que forman allí apuntamientos. Mas al S. las ca- denas subbéticas están constituidas entre Jaén y Granada, por el jurásico, el cretácico y el eocénico. En los alrededores de Jaén, la mayoría de los macizos cretácicos están rodeados, los unos en su mayoría, y los otros en la totalidad de su periferia, por las margas y calizas miocénicas. Dondequiera que la es- tratificación puede observarse, se comprueba que estas últimas se hunden francamente bajo el cretácico, que descansan, por consiguiente, sobre un terreno de fecha más moderna. De otra parte, se ve en toda la región el neocomiense, el cenomanien- 124 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA se Ó el cretácico superior descausar indiferentemente sobre el triásico. Probablemente se está en presencia de uno ó muchos man- tos venidos del S. y compuestos de terrenos secundarios y eocé- nicos. Estos mantos han deslizado sobre el substratum del triá- sico, que se hace visible en muchos puntos á través de ojales. Los cabezos de los plieg-ues han venido á cubrir el miocénico en una extensión de 4 ó 5 km. Las cadenas subbéticas jueg-an entre las regiones bajas, y el macizo cristalino de Sierra Nevada, exactamente el mismo papel que los Prealpes suizos entre la planicie molásica y las eminentes cadenas calizas de Suiza y la Saboya. En la Z. d. D. geoL, ges., lv, 4, 1903 y lvi, 1904, fig-uran las dos notas siguientes de Krusch : «Uber Zinkkarbonatoolithe von Santander in Spanien», 10, y «Uber magmatische Nicke- lerzausscheinungen im Serpentín von Malag-a», 11. También en la Z. /. praktische Greol., xii, 7-9-1904, se en- cuentra el sig-uiente artículo: I. Schmidt und Preiswerk: «Die Erzlag-erstátten von Cala, Castillo de las Guardas und Aznal- coUar in der Sierra Morena (Prov. Huelva und Sevilla)», 225-238. Fallecimientos. El Sr. Calderón participó el de nuestro emi- nente consocio corresponsal extranjero el profesor E. Cohén, de la Universidad de Greifswald. Recordó el lug-ar disting-uido que ocupó el finado en punto á ¡Petrog-rafía, siendo autor de un atlas de fotografías de preparaciones de rocas y minerales sin rival hasta ahora, y sus excepcionales méritos en el estu- dio de los meteoritos, en el que figuraba como la primera auto- ridad de Europa. — El Secretario dio cuenta ig-ualmente del fallecimiento de nuestro consocio D. Eduardo Malag-uilla, acordándose, á pro- puesta del Sr. Presidente, hacer constar en el acta el senti- miento de la Sociedad por tan sensible pérdida. Secciones. — La de Barcelona celebró sesión el día 7 de Fe- brero, bajo la presidencia de D. Ramón Turró. — El Sr. de Buen dio cuenta del homenaje tributado á la memoria de nuestro llorado consocio D. Juan Joaquín Rodrí- g-uez Femenías, por el Ateneo Científico de Mahón, á cuyo DE HISTORIA NATURAL. 125 acto asistieron los Doctores Llenas y Alabern, representando á nuestra Sociedad, y además el Dr. de Buen, representando á la Universidad de Barcelona. Con este motivo lee dicho socio alg-unos datos más acerca de la vida científica del Sr. D. Juan J. Rodríg'uez Femenías. El mismo Sr. de Buen presenta un trabajo titulado «Notas de un viaje á Menorca, que comprende lo sig'uieute: I. Excur- sión á Calas-Covas. — Habitaciones rupestres. — II. Excursión al barranco de Alg-endar. — III. La Mola. — IV. Algunos datos zoológicos, y V. Anomalías en las antenas de una langosta. Notas y coraunicacioiies. Plantas nuevas para la Ciencia, correspondientes á la Flora catalana POR JUAN CADEVALL Y DIARS A las varias especies nuevas para la Ciencia que el amigo Pau y el hermano Sennen han señalado en Cataluña durante el último año, deben añadirse las sig-uientes, observadas du- rante las muchas excursiones que he efectuado. Juniperus Mariana Cad. ( J. ¡úoenicea — /. coimmmis). — Dise- minada en la montaña de Montserrat, donde la descubrió el P. Adcodato F. Marcet. 25 Junio. Fumaria calcarata Cad.— Viñedos silúricos ó pizarrosos in- mediatos á la Puda de Montserrat, al pie de la carretera de Olesa. 2 Mayo. Estas dos especies, con susfig'uras, la/'íím^níímMra/ííSond. y el Medicago dei^ressa Jord., nuevas para Cataluña, se publi- caron en las Memorias de la Real Academia de Ciencias y Ar- tes de Barcelona, correspondientes al mes de Agosto. Helianthemum angustipetaliim Cad.— Bosques inmediatos á la Font de Tagast, Berg-a. 26 Julio. Centaurea CadevaUii Pau. — Yermos y márgenes de Valldo- reix, cerca de S. Cugat del Valles. 20 Julio. 126 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA La descripción y dibujos de estas dos especies, juntamente con la relación de otras muchas plantas críticas catalanas se hallan pendientes de publicación en dichas Memorias. Hieraciwn heieradennm Arv.-Touv. et Cad.— Rocas de Peg-ue- ra, Berga. 26 Julio. H. arnoglossoides Arv.-Touv, et Cad. — Tierras marg-osas de Bag-á, junto al Cementerio. 28 Julio. H. glossophyUwm Arv.-Touv. et Cad.— Rocas de Coll de Jon (Sierra de Cadí). 31 Julio. H. sonchophyllum Arv.-Touv. et Cad.— Rocas de Tag-ast. 26 Julio, y de Coll de Jon. 31 Julio. La descripción de estas cuatro especies se publicará tan pronto pueda terminarla el eminente especialista francés y colega, M. Arvet-Touvet. Notas de un viaje á Menorca POR ODÓN DE BUEN Estuve en Menorca á fin del año pasado y primeros días de éste, representando á la Universidad de Barcelona en el home- naje tributado á Rodríg-uez Femenías. La sección de excursiones del Ateneo de Mahón me honró org-anizando alg-unas en mi obsequio, y en ellas recog-í algu- nos datos que ofrezco á nuestros consocios por si encuentran algo útil. He de hacer constar que no consigno aquí ninguna de las observaciones hechas durante la campaña del vapor Roland (del Laboratorio Arago), por las costas menorquinas; serán objeto de un trabajo más extenso. I EXCURSIÓN Á CALAS COBAS.— HABITACIONES RUPESTRES Acompañados de varios amigos, el Sr. Llenas y yo hicimos en una tarde, partiendo de Mahón, esta excursión notabilísima. En acantilados calcáreos verticales, cerca del mar, y á lo DE HISTORIA NATURAL. 1-27 larg-0 de una doble cala, continuada por profundo barranco, que bien pudo arrastrar en tiempos remotos buen caudal de ag'ua dulce, se hallan numerosas cuevas; fueron otro tiempo habitaciones humanas de difícil acceso, de g-ran capacidad y excelente orientación para librarse de los fuertes vientos del Norte. Las hay altas y bajas, alg-unas en g-rietas inaccesibles; por dentro tienen oquedades distintas, columnas de la misma roca; hay una de dos pisos, con el suelo del superior hundido; otra con su correspondiente reja de piedra y departamentos laterales, á la que llaman vulgarmente la2)TÍsióii. Son, en g-e- neral, muy amplias. Fueron, sin duda, excavadas por los primitivos habitantes de la Isla, aprovechando oquedades y hendeduras naturales que en tan g-ran número ofrecen las calizas de Mallorca y Menorca; y por ellas debieron pasar generaciones sucesivas de trogloditas, y es raro no se utilicen aún, como pasa en la Gran Canaria con las habitaciones rupestres de los guanches. En una de las cuevas mayores, que está derrumbada, hay inscripciones romanas, bien inteligible alguna. Menorca es rica en monumentos megalíticos, que aún es- tando bien estudiados, merecen una revisión detallada, ha- ciendo excavaciones bajo un plan concienzudo. Talayots, Navetas, recintos diversos, g-rutas, debieran ser nuevamente explorados, reuniendo la multitud de datos que acerca de ellos se han publicado y que no forman un cuerpo de doctrina. Fué nuestro guía en esta excursión el Sr. Hernández Sans, que conoce como nadie estas construcciones antiguas de Me- norca. No se presta mucho la época esta del año para herborizar. No obstante, pudimos ver lo rica y lo especial que es la flora de aquel barranco y aquellas rocas. En buen tiempo debe ser esta excursión de las más útiles á los botánicos. El Sr. Llenas hizo buen acopio de liqúenes. La vegetación es bastante tupida, cosa no muy frecuente en Menorca. For- man el matorral las especies siguientes: Centisco (en fruto); Clematis cirrhosa (vulg. Vidauba), de grandes flores péndulas, muy ornamentales, con los sépalos atigrados; Lonicera implexa (vulg. Gabarrera); Smilax áspera (vulg. Aritja); RíiMa peregri- na; Rubus discolor-, Phillyrea angustifoliay Ph. media; Romero; 12S boletín de la real sociedad española Juniperus pkcenicea. Sobre las matas se destacan alg-unos ejem- plares de olivo salvaje (UUasire ú Oaslre vulg-.); un individuo secular \my en el barranco de Calas-Covas, de g'rueso tronco retorcido, que mide cinco brazas de circunferencia; parece formado por 10 troncos menores reunidos. En el suelo del matorral hay puntos sombríos cubiertos por la Selaginella denticulata y por abundantes Arisariim vtilf/are, entre cuyas hojas, muchas invadidas por ^XPhythosiplion Ari- sari, aparecían las flores erguidas. Por todas partes se veían las flores de BeUis, las hojas verdes del Asp/iodehis microcar- pus (Aubü y Parrasa, vulg\), tan característico de la veg'etación balear y las anchas hojas de la SciUa marítima (Seba mari- na, vulg.). Cerca ya del mar, abundaban tallos secos de un Scolymus, que bien pudieran ser el grandi/iovíis. Las rocas calizas cercanas al mar nos proporcionaron her- mosos ejemplares del Asplenñwi marinum, además de Pohjpo- dinm milgare, Ceterach offícinanmi, A dianthum Capilhis- Veneris, CrWwmm mariiimum (Fonoy mari, vulg-.), un Daitcus del tipo del Mauritanicus, AUitmi íríqneirum (soloho^as), Tencrium Po- lium var. angiistifolia, T. lancifolium, Mícromeria Rodrigueñi, Umhilicus 2^ que á la ogivalis «le 6« segment rebordé et comme dédoubU mais 'plus iwofondémenty>, M. Pérez, á quien remití alg'unos en consulta, opina que son aurolimliata, pero pareciéndose al ogivalis, aunque con pun- tuación más débil. Le hacen dudar, sin embarg-o, por esta tran- sición, si el ogivalis podrá ser solamente una variedad. Como entre las 24 99 estudiadas no hay relación constante en- tre las variaciones de forma del seg"mento anal superior, las más lig-eras del inferior, la franja de pelos del 5." seg-mento ventral, que es más ó menos blanca ó amarillenta (nunca ama- rillo dorado como el tipo), y la puntuación más ó menos gTO- sera, pero siempre haciéndose más espesa y fina hacia el ex- tremo del abdomen, es indudable que todas deben ser de la especie aurolimhata, sin dar lug-ar á resolver á qué variedad pueden reducirse. Las consideraciones precedentes no pueden extenderse á los (^ cT, por no estar descrito el del C. ogivalis ni el de la var. algeriensis. Los que hemos visto, se diferencian bien de otras especies por el pequeño diente (séptimo), que hay entre los dos inferiores del seg'inento anal, por la falta de escotadura en el 4.° seg'mento ventral, y por los espolones neg-ros. En el 5.° seg-mento hay dientes laterales, á veces poco desarrolla- dos. En los seg-mentos ventrales, además de las bien marcadas fajas marg-inales de pelos, hay otras en la base de los seg-men- tos, pero este carácter es de poca confianza, porque dichas fajas basilares pueden desvanecerse casi completamente. El séptimo diente en unos es muy marcado (ejemplares de Ambel y Chinchón); en otros lleg-a á ser muy poco visible, sin g-uar- dar esto relación con otros caracteres. Un ejemplar de Valencia, con puntuación abdominal más profunda y escasa, y con espinas cortas, especialmente las centrales superiores, sospecha M, Pérez si será el (^ de su (7. ogivalis. 142 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 2. C. rufescens Lep. — Sinonimia, C. hebescens Nvl. — ü. lanceo- lata Schenck (nec. Nyl.)- — C fallax Mocs.— C. ohtusata Schenck. San Fernando (en Madrid) (García Mercet!); Sierra Morena (Lag'una!); Cang*as de Tineo (en Oviedo) (Flórez!); Bilbao (See- bold!): Gerona (Cazurro!); Cataluña (Bofill!); Valencia (Boscá!). (Se encuentra en toda Europa y en Asia Menor). Long". 10 á 14 mm. En Mayo. La 9 se disting-ue bien de la aurolimbala por el seg-mento anal superior con su extremo horizontal sin formar g-ancho ni esco- tadura. Los seg-mentos anales son muy cortos; el inferior pue- de ser truncado recto (var. ohtusata Schenck), redondeado (var. hehescens Nyl.) ó tridentado (en el tipo), g-eneralmente con dientes obtusos. Un ejemplar de Valencia tiene dientes ag-udos y sólo 9 mm. de long-itud. En otro, también de Valencia, el borde posterior es truncado y como trisinuado. Debe S3r espe- cie variable, y, atendiendo á los pocos ejemplares observados, pudiera ser que se ag'rupen aquí varias formas. La pilosidad suele ser amarillenta. El epistoina con larg-os pelos g-rises. El l)rimer seg'mento abdominal con bandas anchas laterales, que forman una faja interrumpida en el centro, uniéndose á veces l)or pelos aislados, sobre todo en el áng-ulo de la porción de- clive. Los cf cf tienen el 4.° seg'mento ventral escotado en su bor- de, y con marcadas espinas á los extremos de las escotaduras. Las espinas anales están mucho más próximas entre sí que en la awrolimiata. 3. C. conoidea Klug-, — Sinonimia, C. vectis Curtís. — C. punctata Lep. Madrid!; Las Arenas (en Vizcaya) (Schramm!); Ormáizteg-ui! (en Guipúzcoa); Cataluña (Bofill!); Cortellas (en Orense) (Gar- cía Várela!). (Se encuentra en casi toda Europa). Long-. 9 12 á 16 mm.; cf 11. De Junio á Septiembre. Esta especie es la única que tiene el espolón externo de las tibias posteriores g-rueso y romo. Se disting-ue, además, por las gTandes manchas triang-ulares á los lados de los segmentos abdominales. La cara tiene pelos larg"OS blanco-amarillentos, el epístoma tomento gfris en la 9» pelos larg-os en el (j", con DE HISTORIA NATURAL. 143 una escobilla de pelos amarillos casi naranjados en el borde. El escudete, á causa de su g-ruesa puntuación, tiene el borde aserrado, y el áng-ulo central resulta bidentado. Las mesopleu- ras son muy pelosas. En el cf el 4.° seg-mento ventral tiene en su borde una escotadura, con alg-unas espinas en los extremos. Las espinas superiores centrales del seg-mento anal del cT son anchas, romas, casi como paletas. Observación.— El C. alata Forst., es una especie de Alemania y Austria, que no conozco, debiendo ser fácil de disting-uir por la forma del segmento anal en uno y otro sexo, seg-ún se indi- ca en los cuadros de determinación. 4. C. 4-deiitata L.— Sinonimia, C. cónica. Lep.— C. acula Nyl. Una 9 Cataluña (Bofill); citada de El Escorial (en Madrid) (Lag-una!); (Bibl. 5.) {C- aciUa). (Se halla en toda Europa). ; Long-. 13 mm. Alg-o parecida al riifescens, pero los segmentos anales en la 9 son más largos: el inferior ancho, después se estrecha for- mando un marcado ángulo, que es redondeado, luego conti- tinúa con lados casi paralelos, y el extremo es redondo. El epístoma es peloso, teniendo en el borde largos pelos amarillo- rojizos. Las franjas abdominales son estrechas, sin ensanchar apenas á los lados. El metatórax y el primer segmento, con largos pelos blancos. Las espinas del escudete, poco encorva- das, no son paralelas entre sí, sino divergentes. El cf , que no he visto, debe determinarse fácilmente, según el cuadro de clasificación. 5. C. elongata Lep. — Sinonimia, C. simplex Nyl. — C. iricuspi- data Forst. — C. aciiminata Nyl.— 6'. mandihdaris Nyl. Madrid (García Alercet!); Villa Rutis (en Coruña) (Bolívar!); Cortellas (en Orense) (García Várela!); Cangas de Tineo (en Oviedo) (Flórez!); Bilbao (Seebold!); Cataluña (Bofill!); Orihue- la (en Alicante) (P. Saz!); Valencia (Boscá!). (Se halla en varias regiones de Europa; la maMdihularis no estaba citada de España). Long. 9 á 14 mm. De Mayo á Agosto. Lo característico en la 9 es la forma del segmento anal infe- rior, mucho más largo que el superior, redondeado en el ex- 144 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tremo, y ofreciendo, antes de él, una pequeña espina á cada lado. El escudete tiene su borde muy ang-uloso, terminando en un tubérculo ó espináronla. Las fajas abdominales completas en el tipo, son interrumpidas en el centro en la var. aciimina- ta Nyl , en cuyos J'cf eM.^seg-mento ventral tiene ig-ual pun- tuación que los anteriores, mientras que en el tipo la tiene más espesa y fina. Otra variedad es \a 7}ian di Maris Nyl.^ que se disting'ue por los espolones negros, k diferencia de las dos anteriores en que son de color claro. Aunque la obra de Friese las deja separadas como tres especies, ya indica su próxima relación, y Pérez cree que deben refundirse en una. Esta opinión me parece fundada; los ejemplares que he visto corresponden la mayor parte á la aaiminata, algunos son du- dosos entre ella y la elongata; un ¡^f de Orihuela y otro de Ca- taluña corresponden á la mandihularis, de cuya 9, fácil de dis- ting-uir por sus mandíbulas fuertemente arqueadas, no he visto ning-ún ejemplar. 6. G. afra Lep. — Sinonimia, C. coronata Forst.— C. mandihula- tís Chevr. (nec Nyl.). Es probablemente la especie más abundante en España. Vi- llaverde!; Montarco!; Escorial! (en Madrid); Bilbao (Schramm!); Ormáizteg'ui! (en Guipúzcoa); Sobradiel (en Zaragoza) (P. Na- vas!); Cataluña (Boñll!); Orihuela (en Alicante); (P. Saz). Long". 9'7áll;cf7ál0 mm. De Abril á Septiembre. (Se encuentra en el centro y mediodía de Europa, Arg-elia, Asia Menor y Cáucaso). Se disting'ue la 9 por la forma del último seg-mento ventral, con escotadura bien marcada, por las mandíbulas rojas y por la quilla elevada en la frente. Los seg-mentos anales son siem- pre alg-o rojizos, sobre todo el ventral. El borde del escudete no es aserrado; sus espinas, relativamente cortas y poco en- corvadas. Las bandas ventrales son anchas á los lados y estre- chas en el centro, interrumpiéndose á veces (como ya indica Friese). Ha de tenerse muy presente en ésta, como en todas las especies que tienen escamas, la facilidad con que se caen, pu- diendo dar lug-ar á errores de clasificación. Así, hay algunas afra casi sin escamas en el vientre. ' Los cf cT tienen en la base del escudete dos manchas bien marcadas de escamas, que rara vez faltan. Por lo demás, en el DE HISTORIA NATURAL. 145 tórax, más bien que escamas agrupadas, hay pelos sueltos. El diente debajo de los ojos (característico de C. brevisy Fó^'síeri), aquí no es saliente ó muy poco, pero sí se nota bien el espacio lampiño entre la pilosidad. Las mandíbulas y las antenas sue- len ser rojas, especialmente las primeras, pero liay ejemplares en que se obscurecen mucho. El borde del escudete no es ase- rrado. La banda del seg'mento anal, bastante marcada, no está interrumpida en el centro, salvo raras excepciones. Las espi- nas centrales superiores son romas. Estos dos últimos caracte- res la separan de C- rufocaiulata. 7. G. emarginata Forst.— Sinonimia, C. rodnsta Mor. Una 9 Cercedilla! (en Madrid!); un (f Cataluña (Bofill). (Especie de Austria-Hung-ría y Turquestán. No estaba citada de España). Long\ 12 á 13 mm, Ag-osto. , Su aspecto es el de C. conoidea, pero en vez de pelos tiene escamas, y sus espolones son ag'udos. Las mandíbulas son ne- garas, así como el seg-mento anal, el cual, en la 9> es menos pro- fundamente escotado que en C. afra. El escudete tiene el bor- de fuertemente aserrado (bidentado en el centro). En el abdo- men hay grandes manchas laterales unidas por una línea delg'ada, que á veces está interrumpida. 8. G. hsemorrlioa Forst.— Sinonimia, C. imlchella Mor. Una 9 Montarco! (en Madrid). Long-. 7 mm. Julio. (Especie de Francia, Austria, Eg'ipto. etc. El catálog-o de Bo- fill la cita de Cataluña). El seg-mento anal inferior presenta señales de escotadura alg"0 más indicada que lo que se observa en el dibujo de Frie- se. Las escamas de las bandas abdominales son largas. El l.°y último seg'mentos dorsales son completamente rojos, el 2.° lo es á los lados, en el 3.° y 4.°, aunque obscurecido, también se observa lateralmente el tinte rojizo. El vientre es todo rojo. El borde del escudete está marcadamente aserrado. 9. C. coturnix Pérez (cf inédito). Tres 99 y un cf Madrid (García Mercet!); 1 9 ViHaviciosa! (en Madrid); I cf El Pardo (en Madrid) (Arias); 1 9 Escorial (en 146 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Madrid) (García Mercet!); 1 9 Ciudad Rodrigo (en Salamanca) (Sanz!); 1 c^ Riela (en Zarag-oza) (P. Navas!); 1 9 y 2 cj" cf Orí- huela (en Alicante) (P. Saz!). Long-. 6 Va á 8 mm. De Mayo á Septiembre. La 9 tiene el último segmento ventral de forma triangular, como en la hcBmorrhoa; pero más estrecho y termina en una punta roma, no siendo nada escotado. El vértex y mesolórax tienen gran- des escamas, blanco-amarillentas, dispersas y mezcladas con po- cos pelos blancos. Las fajas abdominales son muy ensanchadas á los lados; en el centro tienen varias filas de escamas, y éstas son más cortas que en Jmmorrhoa. Las manchas de escamas junto al pronoto y á las escamillas y las del escudete, son muy marcadas. El abdomen es negro con el extremo rojo, y, á veces, con indicios de rojo obscuro en los primeros segmentos. El vientre, casi ente- ramente cubierto de escamas, suele ser rojo, bien vivo, ó bien obscurecido. Los cf cf que he citado (en número de cinco), creo que deben referirse á esta especie. Presentan, además de las ocho espinas ana- les, una pequeña entre las inferiores. Esto sólo ocurre en las aurolimhata y acaoitJmra, con las que no pueden confundirse. Son próximos á la Jmmorrhoa; pero ningún autor cita en ésta la novena espina, bien visible en dichos ejemplares, que precisa- mente han sido cazados (dos de ellos) á la vez que cotiirnix 99- Creo, por tanto, que, más probablemente que otra especie nueva, serán los (fof de estas 99i ^ ^•^'^ cuales se asemejan mucho. Las mandíbulas y antenas son de un rojo obscuro, á veces casi negro. El mesotórax apenas tiene las escamas tan abundantes y características de la Q. Bueno es advertir que, en C. polycentris, las 99 tienen escamas semejantes á las de coiurnix, y en los cf cf están reemplazadas en gran parte por pelos bastante largos, como aquí ocurre. Las fajas abdominales son anchas, tri-seriadas en el centro y más álos lados. Por debajo, las escamas cubren casi todo el abdomen; en la parte posterior de los segmentos son muy abun- dantes, formando remolinos, y alargadas casi como pelos. El seg- mento anal tiene nueve espinas, las centrales inferiores son las más largas, las cuatro superiores algo menores; las inferiores ex- ternas las más pequeñas, pero bien marcadas, no reducidas casi á unos ángulos como en hcemorrhoa; la novena pequeña, como en aurolimiata, situada entre las inferiores. El abdomen es todo negro, excepto el segmento anal, que es rojizo, con las puntas de DE HISTORIA NATURAL. 147 todas las espinas obscurecidas. Este segmento está cubierto por encima, hasta la base de las espinas, por una gran mancha de pelos blancos (en hcemorrhoa son escamas). 10. C. obtusa Pérez. Dos 99 Madrid! Cuatro c/c' Madrid (Schramm!).— Un cT Esco- rial (en Madrid) (G. Mercel!). — Una 9 Pozuelo de Galatrava (en Ciudad Real) (La Fuente!) (Citada de Cataluña, por Bofill; de Málaga, por Pérez, y se encuentra además en todo el S. de Europa, hasta el Clucaso.) Long. 9 ^ á 8 mm.; c' 8 á 9. De Julio á Septiembre. La 9 tiene un segmento anal inferior característico, con lados paralelos, estrechando después bruscamente y terminando en una punta roma, que viene á ser un ángulo recto. El segmento anal superior es bastante más corto, separado del inferior, truncado y ligeramente escotado. Ambos son rojos; pero el resto del abdo- men puede ser rojo ó negro, habiendo trausiciones. Las mandí- bulas y antenas rojas; pero el escapo y último artejo, suelen ser más obscuros, y, á veces, toda la antena se ennegrece. Las fajas abdominales ensanchan mucho á los lados. Las escamas son cor- tas, más semejantes á las de C. coturnix que á las de hmmorrlioa. Los c/a' tienen las cuatro espinas superiores y las dos centrales inferiores muy aproximadas, formando una prolongación del seg- mento anal bastante separada de las dos inferiores externas. Este carácter sólo se manifiesta en C. poJycentris, pero menos marca- damente. En obtusa (^ las antenas son de un rojo amarillento, con el escapo y el primero y último artejos del funículo negros. El abdomen es negro, observándose á veces algún trozo de rojo muy obscuro, especialmente en el segundo segmento dorsal. Hay faja completa de pelos en el segmento anal, no interrumpida en el centro. 11. C. brevis Ev. Sinonimia, C. S-dentata Schenck (nec. Lep.) — C. erythropyga Fcirst. Una 9 Madrid. (Mus. Madrid).— Una 9 Y un (/Madrid (García Mercel!).— Dos 99 Vizcaya (Schramm!).— Un of Sierra Morena (Laguna!) (Se extiende por todo el centro y mediodía de Europa, hasta el Gáucaso y Argel.) Long. 8 á 10 mm. Abril á Agosto. ■líaa.-. I4H BOLETÍN DK LA. HF.AL SOCIEDAD ESPAÑOLA * Por el tamaño iio puede distinguirse de la rufocaudala. Las escamas de las fajas dorsales son más corlas en la hrevis, gene- ralmente (no siempre) más amarillas, lo cual suele ocurrir tam- bién en las del tórax, en el que se íorman manchas más marca- das. El epístoma de las 99 tiene pelos blancos, que en el borde son más largos y amarillos. Las manchas de escamas á los lados del segmento anal, pueden desaparecer en ejemplares mal conser- vados. Las antenas son de un rojo obscuro que puede casi ser negi'O. 12 .C. rufocaudata Sm. Sinonimi;i, C. H-dentaía Ij«p. (nec Schenck.) C. echinata Forsl. Madiid! Villaviciosa! (cu Madrid). — Monlarco! (en Madrid) Sardón de Uuero! (en Valladolid). — Ciudad Kodrigo (en Sala- manca) (Sauz!). — Orense (P, Navas!). — Galatayud! (en Zarago- za.)—Cataluña (BofiU!).— Alicante (G. Mercet!) (Especie del centro y sur de Europa.) Long. 9 8 á 10 mm.; (^ 6 á 8, De Junio á Agosto. Los segmentos anales de la 9 son aún más aguzados que en la hrevis. Antenas negras. Epístoma con largos pelos blancos, y lo mismo en el borde. Escudete anguloso en el centro y algo biden- tado. Las escamas de las fajas ahdominales son largas (unas tres veces su ancho). Así ocurre que^ aunque suele haber una sola fila y en la irevis tres, tiene la faja casi la misma anchura, por lo cual hay que observar con cuidado. Las espinas anales del cf son todas muy agudas, distinguiéndose por esto de afra^ así como por las fajas más iguales, por estar menos ensanchadas á los lados (en afra lo están mucho y casi desaparecen en el centro). La var. echinata Fórst. se distingue por sus escamas tan alar- gadas, que son más bien pelos. No he visto ningún ejemplar. 13. C. polycentris Forsl. Sinonimia, C. cooisj^ersa Mor. Una 9 Ribas de Jarama! (en Madrid). — Un (^ Ribas (G. Mer- cet!).—Dos 99 y dos cf cj" í^a Guardia (en Álava) (P. Navas!).— Cuatro 99 y u" cT Pozuelo de Calalrava (en Ciudad Real) (La Fuente!) (De Austria y el Cáucaso. No citada de España.) Long. 9 á 11 mm. En Agosto. En la 9 los segmentos anales son triangulares, de mediana longitud, el inferior doble que el superior, éste con quilla; el in- DE HISTORIA NATURAL. 149 ferior con punta estrecha que está escotada en ángulo, pero dicha escotadura sólo es visible con bastante aumento, lo cual puede hacer que pase inadvertida. En el tórax hay bastantes escamas dispersas, aisladas, acompañadas de pelos también aislados. An- tenas negras ó muy ligeramente rojo-obscuras. Los cf cJ' tienen en el tórax bastantes pelos y pocas escamas. Las especies del último segmento se juntan en un haz de seis, bás- tame separado de las dos inferiores laterales. Esta prolongación anal no es tan marcada como en obtusa. El diente que hay bajo los ojos se distingue bien, como en Fórsteri ó brevis. Otro cf de Ribas (G. Mercet!) tiene las escamas amarillentas y su forma general es más gruesa. Gomo ambos caracteres se indi- can más ó menos en los otros ejemplares, creo que éste sea sola- mente una variedad de la misma especie. Debemos aquí citar un ¿^ de Pozuelo de Galatrava (en Ciudad Real) (La Fuente!), que remití en consulta á M. Pérez, quien cree que no es polyceiitfis. De ser especie nueva sería próxima á la que nos ocupa. Otro cf de la colección Seebold (Museo de Madrid), que muy probablemente procede de Bilbao, ha sido clnsificado por M. Pq- Ydz como polycentris. Sin embargo, la prolongación anal (grupo de seis espinas), se marca poco; la faja anal no está interrumpida y hay un noveno diente pequeño, y colocado entre los inferiores, recordando el C. mirolimhata. ¿Se trata, acaso, de otra especie nueva? Con ejemplares únicos y siendo tan variables y difíciles de distinguir los (^(^ de Ccelioxys, no estamos en el caso de re- solver estos dos iiltiiüos pi-oblemas. 14. C. Fórsteri Mor. Dos 99 y tres J'd' Madrid (Mercet! Schramm! Dusmet!).— Un (^ Montarco! (en Madrid).— Un cf Sardón de Duero! (en Valladolid). (Se encuentra en lodo el S. de Europa, el Gáucaso y Argelia.) Loiig. 9 12 mm.; ¿^ 9 á 10. De Junio á Agosto. La 9 se distingue bien por los segmentos anales largos, el infe- rior doble que el superior, y ambos muy inclinados hacia abajo. Epístoma casi lampiño. Gara con abundantes pelos blanco-amari- llentos. Mandíbulas negras. Antenas de un rojo muy obscuro, casi 150 boletín de la real sociedad española negras. Escudete característico, por formar en el borde un ángulo muy agudo, el cual está hendido, resultando dos fuertes dientes. Bandas abdominales completas, bastante anchas y mucho más á los lados, las cuales se hallan en el borde de los cinco primeros segmentos: además, en el primero hay otra en el ángulo con la parte declive. El (^ tiene ocho espinas anales; las centrales inferiores, que son las más largas, inclinadas hacia abajo. El 4.° segmento ventral tiene una escotadura poco marcada. El 5.° tiene un surco longitu- dinal. El escudete y franjas abdominales son como en la 9- En el centro del segmento anal dorsal hay una giba bien visible, sin quilla: á los lados de ella hay manchas de pelos (no de escamas). El 5.° segmento (y á veces el 4.°), tiene el borde lampiño rojizo. Observación. — El C. caudata Spin., de Italia, Francia, Alema- nia y Egipto es, según Friese, en la 9 una variación del Forsteri: el cf, descrito por Gribodo, debe serlo del argéntea Lep. 15. C. argéntea Lep. Una 9 Valencia (Boscá!).— Un (^ Tiermas (en Zaragoza) (Sanz!). Dos cfcf Madrid (Schramm!).--Dos ¿"d" Jaramiel! (en Valladolid). (Especie del S. de Europa. Citada de Cataluña por Bofill.) Long. 9 14 mm,; ¿^, 12 á 13. En Julio. La 9 tiene el epístoma plano, negro, con pelos grises más cor- tos que los del resto de la cara. Los segmentos anales son más cortos que en acanthiira; el superior levantado en su extremo, el inferior, de doble longitud, truncado, ligeramente escotado, con pelos amarillentos formando pestañas á los lados. Fajas abdomi- nales ensanchadas á los lados y llegando á reunirse con otras manchas laterales que hay en la base de los segmentos. El (f es, entre las especies con escamas, el único que tiene espi- nas en las caderas anteriores. Las fajas abdominales del borde de los segmentos son estrechas. Tiene además, en el 1.°, otra junto al borde anterior ó parte declive, ensanchada á los lados. En el 2.% una muy estrecha en el medio del segmento, que puede reducirse á manchas laterales. En el 3.°, 4.° y 5.", faja muy ancha, completa, en la parte media. En el 6." manchas laterales. 16. C. acantliura III. Sinonimia, C. 4-clentata Sanz (nec L.) — C. ma- crura Forst. Una 9 y lin cf Madrid (Schramm!).— Una 9 El Pardo (en Ma- DE HISTORIA NATURAL. 151 drid (Arias!) (Mus. Madrid). — Una 9 Tiermas (en Zaragoza) (Sauz!) (Mus. Madrid). (Se halla en todo el S. de Europa y Argelia.) Long. 9 Í6 ram.; ^f 13. En Julio y Agosto. La 9 tiene el epístoma con los ángulos la;;erales obscuros, el centro rojo formando una abultada giba con dos impresiones verticales separadas por una quilla. Las antenas, el segmento pri- mero y el último, son más ó menos rojos; pero parece variar bas- tante este carácter. El segmento anal es muy largo, su prolonga- ción inferior, doble que la superior, llega á ser la mitad que el resto del abdomen. El cT tiene la cabeza más ancha que el tórax. Nueve grandes espinas anales, la central más baja que las otra?. En el centro del segmento anal hay una giba con marcada quilla, que abajo des- aparece en una depresión. Observación. — La C. decipiens Spin., tiene caracteres que la separan bien de cualquiera otra en ambos sexos. Hasta ahora se ha encontrado en Argelia, Egipto, Greta, Transcaspia y N. de la India. Apuntes para el estudio geológico de la provincia de Alicante (Pa7'te primera: alrededores de la capital.) POR DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS El observador que, desde un punto elevado, tiende la vista por los alrededores de Alicante, juzg-a que el Mioceno y el Cua- ternario se reparten el campo; pero si, atentamente y desde cerca, examina una por una las pequeñas lomas de que está sembrada la planicie, nota que el Nummulítico desempeña también su papel, apareciendo en unos puntos y sirviendo en otros de apoyo á las calizas helvéticas. Aunque no citado, que yo sepa, en ninguna publicación, el Eoceno de Alicante es tan rico en fósiles como cualquiera otra reg-ión de la provincia. Desde la Sierra de San Julián, situada al NE. de Alicante, hasta el pequeño pueblo de Villafranqueza ó el Palamó, como también se le llama, se extiende una serie de colinas, cuya base es constantemente nummulítica, y las cumbres las for- 1S2 boletín de la real sociedad española man calizas miocenas del tramo helvético. Seis se disting-uen claramente como islotes en medio del cuaternario, no siendo visibles alg'unas de ellas hasta encontrarse á corta distancia; tal es su poca altura. La orientación de ellas se halla fácil- mente en las cartas de Coello, trazando una recta que una la Cruz de Piedra, primera estación del tranvía de vapor que une Alicante con Muchamiel, y la Cruz del Palamó, situa- da en la carretera de la capital á Villafranqueza. El conjunto de estas colinas ha recibido el nombre pomposo de Cordillera de los Angeles, nombre sacado del partido rural que se en- cuentra á poca distancia de su extremo NO., y no lejos de la carretera de Villafranqueza, y entre ésta y la de San Vicente de Rasimg. Todavía al O. de la carretera del Palamó hay otros aflora- mientos del Nummulítico, pero las calizas que los coronan (Cerro de Lunares) presentan un carácter muy diferente (la- custre) de las que forman la cumbre de la cordillera de los Ang-eles. Para su más fácil comprensión, dividiremos esta nota en varias partes, ocupándonos en cada una de ellas de las reg'iones en que pueden dividirse los alrededores de Alicante. 1.* Región. Desde la costa hasta la linea férrea de Mucha- miel.— Las mayores elevaciones de la costa hasta encontrar la Sierra Helada, situada entre Benidorm y Altea, son, induda- blemente, el Castillo de Santa Bárbara y la Sierra de San Ju- lián. M. Nicklés ya se ocupa de ellas, aunque muy brevemen- te, en sus Eludes géologiques sur le Sud-Est de V Esyagne, y de fijo que si hubiera tropezado en sus excursiones por la provin- cia con el Nummulítico del Palamó, le hubiera citado y ha- bría visto la unión del Eoceno con el Mioceno de estos sitios, notable por más de un concepto. Adivina la superposición de esta parte del Mioceno, y consag-rando sus esfuerzos al estudio de las cuatro reg'iones por él elegidas (1), pasa de largo, dedi- cando cortas líneas al resto de la provincia. Observador exac- to, caracteriza con precisión los terrenos que ha pisado, mar- cando con interrogaciones los sitios dudosos, dejando ancho campo á investigaciones posteriores, librando de prejuicios la mente de los que hayan de continuar el estudio minucioso de (1) Sierra de Foacalent y Serreta Negra, alrededores de Alcoy y Mariola, La Ma- rina y alrededores de Cuatretonda. DE HISTORIA NATURAL. 153 la reg'ión. Procedimiento muy juicioso, y que, en mi concepto debía seg-uirse siempre, de la misma manera que cuando no se puede cerrar una curva de trazo continuo, se la construye por puntos. El Helvético de Santa Bárbara y San Julián, lo forma supe- riormente una caliza basta, alg'O margosa y arenosa, toda ella penetrada de fósiles marinos; es una verdadera molasa con aspecto de formación litoral. El g-rueso de esta capa varía mu- cho, y pasa á constituir inferiormente g-ruesos bancos calizos, con fósiles escasos, conservándose aún pectenes, ostreas, dien- tes de selacios y huesos de quelónidos y cetáceos. Ya en otra nota remitida á esta Sociedad, he hablado sobre el particular, aunque ligeramente. Hoy puedo añadir á la lista publicada algunos géneros más, habiendo encontrado hasta la fecha dientes de Carcharodon, Oxijrhina, Lamna^ Odontaspis, ScyUiíim, á los que hay que agregar tres ó cuatro especies de Splmro- dus. Esta caliza es la empleada como piedra de construcción en Alicante, que, aunque tiene la ventaja de su fácil labra, pre- senta el grave inconveniente de su alteración al aire, redu- ciéndose en algunos puntos á polvo finísimo. Por bajo de esta molasa, aunque no siempre á la vista en las canteras de San Julián, sin duda por la gran potencia del de- posito calizo, se encuentra en unos puntos un fahm amari- llento, de grano muy fino, bastante fuerte para ser empleado como piedra de construcción (cantera del Garbinet), conte- niendo numerosos trozos, rara vez grandes, de conchas y poliperos, pero que pueden determinarse algunas espe- cies, y entre ellas un pectén delgado, trasluciente, liso por su superficie externa, y las costillas por el interior aproxima- das de dos en dos, el Pectén (6 Amusium) cristatus (falún de la ladera S. de las Atalayas, falún de las inmediaciones del Cas- tellar, camino de Elche á Aspe). Pero en el resto de la región, lo más frecuente es encontrar debajo de la molasa una capa de conglomerado de cantos calizos, un verdadero Nagelfluh, del que nos ocuparemos más adelante. Separando estas alturas de la cordillera de los Angeles, se extiende el Cuaternario, constituido en unos puntos por una especie de travertino, ó por un loess muy calizo en otros, manchado de rojo por el hierro. La mayoría está cubierto por aluviones modernos y por tierras de cultivo. A la parte opues- T. VI. -Marzo, 1P06. U 154 BOLETÍN ni? LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ta, en la ladera que baña el Mediterráneo, las calizas helvéti- cas forman acantilado; pero hacia la extremidad NE., es decir, sig-uiendo la costa hacia el Cabo de la Huerta, se presenta una formación por todo extremo curiosa. Se trata del Cuaternario marino, que forma una playa levantada más de 20 m. Una arena ag-lutinada empasta numerosísimas conchas actuales, formando lechos con g-ran reg-ularidad, que se extienden hasta el Cabo, punto en el que terminan mis observaciones en la ac- tualidad. La formación vuelve á ser helvética hasta la playa del Campello. Entre las colinas del Cabo y la Sierra de San Julián, el mar hace un pequeño seno, conocido en el país con el nombre de la Alhiifereía. Encuéntranse allí ruinas al parecer romanas, y alg-unos cronistas é historiadores de la región, creen ver en aquéllas los restos del Alicante de otros siglos, del antiguo Lucentun. El sitio empero, no parece muy á propósito para con- tener una ciudad, aunque fuera pequeña; y, por otra parte, quizá en la época á que quieren referirse, el mar ocupara parte de las tierras bajas de la Albufereta, puesto que ha de- jado huellas indelebles, tanto en las perforaciones de las ro- cas por los litodomos, como en la formación de marmitas de gigante, que actualmente están llenas de algas secas y otros productos que la mar arroja en las tormentas. Los numerosísi- mos hoyos de esta especie que ^ .. , ■. ^ ■ . ^ existen en los últimos puntos Sección de una mariinta de gigante de ^ \&piaya levantada {k\h\xíevQi&), q\xQ -pve- de \?í playa levantada, parecen santa un notable estrechamiento en la , . , • i i mitad inferior. A la izquierda otra que f^biertOS en UUa arCUlSCa de al- empezó á formarse. g'uua más cousistencía; pci'o la parte superior se desmorona con gran facilidad, quedando actualmente reducida á grandes manchas, lo que un tiempo sería una playa continua. 2.* Región. Desde la linea férrea de Miichamiel á la carretera del Palamó. — Esta segunda región comprende un triángulo cuyos vértices son Alicante, Santa Faz y Villafranqueza. Si se quisiera hacer el mapa de esta pequeña extensión, habría que colorear en gris, representando el Cuaternario y el actual, los DE HISTORIA NATURAL. . 155 tres vértices y los lados de Alicante á Santa Faz, y desde aquí á Villafranqueza, dejando una línea en el centro, que une la Cruz de Piedra de la Huerta con la del Palaraó, y desde aquí á Villafranqueza, es decir, la llamada cordillera de los Angeles, que habría que colorear en amarillo subido para representar el Nummulítico en las laderas, y en amarillo claro para el Mioceno de las cumbres. Lo único interesante aquí, es la citada serie de colinas, que hemos procurado recorrer en cuatro ex- cursiones distintas, hasta formarnos cabal juicio de su dispo- sición. La primera loma, de pocos metros de elevación, se encuen- tra á escasa distancia de la Cruz de la Huerta, y ya antes de llegar á su falda, se recogen cantos de caliza nummulítica, procedentes de estas formaciones, y que se han empleado en la construcción de pequeños muretes para contener las tierras de cultivo; gracias á esto, pudimos dar con el Nummulítico, buscando con cuidado, el día 14 del pasado Enero, acompa- ñando al Sr. Hallada en un corto paseo por estos alrededores. Los lechos de caliza nummulítica separan otros de margas, con abundantes fósiles, y en esta loma se han encontrado, en di- ferentes excursiones, NiimmidUes complánala L., N. granulosa Arch., A ssilma exponens Sow., N. variolaria, Prenasler Desor Cott. , EcJiinolampas StucleH Agass., Conoclijpeus conoidens Agass., C. Vilanovce Cott., Micmpsis Lusseri Desor., algunos moldes de lamelibranquios, algunas vueltas de Cerithiiim, y moldes bien conservados de Voluta, Conus, etc. Las capas eo- cenas de esta loma y de la siguiente, buzan al O. 20° N., con una pendiente de 18°, como término medio. La parte superior de la loma está formada de calizas helvé- ticas, con ligera inclinación al E., y abundan en restos mari- nos, sobresaliendo un gran Clypeas¿er(Cl. crassicosiaíus kg.?), ostreas (0. Ofreti Kil, y algunos más), Peden Solarium Larak., y moldes de Venus, Tellina, Cardmm y otros indeterminables, así como también grandes moldes de algas {Chondriies y otras), que tienen cierto parecido con el Taonurus idtimxis Sap. La segunda colina, algo mayor que la primera, está situada un centenar de metros más al O., y presenta idéntica disposi- ción é iguales fósiles, encontrándose, además, trozos de un Pectén que no he podido determinar, pero que he recogido con mucha frecuencia en los diferentes puntos en que se pre- IM boletín de la real sociedad española senta el Eoceno de esta provincia. Alternan en él las costillas finas con otras más g-ruesas, y es de valvas poco convexas. En esta seg-unda colina se manifiesta mejor la superposición del Mioceno al Eoceno, limitando inferiormente las capas del pri- mero de estos sistemas un lecho de conglomerado calizo, de cantos muy variados en su volumen y composición, pues los hay del g-rosor de una avellana ó menores, mezclados con otros mayores que el puño, y proceden del Nummulitico principal- mente, habiendo algunos con aspecto cretáceo, y no faltando cantos de cuarcita obscura. Su espesor es de unos 50 cm. próxi- mamente y, reg"istrándolo con cuidado, se ven alg'unos cantos impremonados, fenó- meno que en otro tiempo preocupó tanto á los sabios, y que no ofrece otro interés sino el demostrar la plasticidad de los sóli- dos. El dibujo adjunto representa un poco Trozo de Nagei.fluh ca ^^^ cong-lomerado arrancado por mí, para lizo que presenta un can- ^ r j i to rodado, con dos pro- couscrvar uu pcqueño g"uijarro que ofrece fundas impresiones A A, , . . " -o . ,^ de la cordillera de los Án- cuatro iiiiprcsiones muy maniüestas. So- ^®^«^- bre el lecho de conglomerado, y en los puntos en que las capas helvéticas lo dejan al descubierto, se hallan alg-unos Balanus. Subiendo á la loma se encuentran las capas fuertes de cali- za, profundamente agujereadas por litodomos. Algunas de estas perforaciones están ceg-adas por la tierra; pero, g-ene- ralmente, se presentan con aspecto tal de frescura, que no dudo hayan sido abiertos durante el Cuaternario ó en los pri- meros tiempos de la época histórica. Cuando se ven tantos ag-ujeros en la cumbre de estas dos colinas, se recuerda inme- diatamente la playa levantada de la Albufereta, distante de allí muy pocos kilómetros. No se puede dudar de la presencia del mar en estos campos durante el Cuaternario, y estas coli- nas y los montes del contorno, serían otros tantos islotes de un diminuto archipiélag-o. En estas primeras colinas, que acaso fueran sólo escollos, encontrarían su albergue millones de li- todomos, y las perforaciones que les sirvieron de morada, vie- nen á ser hoy mudos testigos; pero cuya presencia es suficiente para darnos á conocer el antiguo estado de esta reg^ión. La tercera colina, más larga y alta que la anterior, está casi toda ella formada por el Mioceno, y se ensancha mucho hacia DE HISTORIA NATURAL. 157 el O., donde forma un pequeño semicírculo ó anfiteatro. Los fósiles son idénticos á los ya citados, porque realmente son las mismas capas cortadas por erosiones, en trozos de menor á mayor. Si se encuentran algninos fósiles más, debe atribuirse á que su mayor altura y OKtensión la ha defendido mejor de la erosión cuaternaria. De ella hemos retirado, además, algún polipero mal conservado (Flahdlum...) y alg-unas sérpulas. En la pendiente del O., y casi en el fondo de la cañada, vuelve á aparecer el Nummulítico, calizas y marg-as blanquecinas, con nummulites, presentando ya una inclinación de 36°, con buza- miento ig-ualmente orientado que en las anteriores: O., 20" N. La cuarta colina es la más miocena de todas, y se debe á su o-ran masa, y á que el suelo va subiendo en dirección al Po- niente; así es casi toda ella; está incluida en el Mioceno, no habiendo más señales de Nummulítico que pequeños aflora- mientos, que pronto embozan las tierras del Cuaternario. Su aspecto macizo, su situación entre profundas cañadas, su po- breza de Nummulítico y el árido paisaje que la rodea, hace que sea la menos agradable de visitar. Los g'ruesos bancos calizos que la coronan contienen enormes pectenes, g-ruesos Clypeas- ter, g-randes ostras, y alg-uno que otro diente de Lamna. La quinta colina, separada de la anterior por un camino ve- cinal, presenta suave pendiente al NE., y casi en su cumbre queda al descubierto, en una pequeña cantera, el falmi endu- recido, con numerosos y destrozados restos de conchas. Pudie- ra calificarse de molasa de grano fino, y en lo más alto de la colina se presentan las m'olasas bastas de que ya he- mos hecho mención tantas veces. La estancia en ella es muy desag-radable, porque una Compañía ha elegúdo aquellos sitios para depositar las basuras de Alicante. En verano es imposi- ble permanecer allí unos minutos, y no obstante, viven unas familias en unas casuchas miserables, entre montones de es- tiércol y despojos de toda clase, en compañía de unos cerdos que se mantienen de aquellas inmundicias. Con tal rég-imen, no son de extrañar las muchas enfermedades, en particular la triquinosis y los cisticercos. Una pequeña depresión separa esta colina de la sexta y úl- tima, que es de todas la más alta y esbelta, y desde donde la vista se recrea con un bello panorama entre las huertas de Alicante y Villafranqueza; el Mediterráneo al S., y las monta- 158 boletín de la real sociedad española m 's: iw m n Hi B il' :V lI^P ñas del Cahcsó, Gijona, Maif/mó, el Cid y Fontcalent, por el res- to del horizonte. Al O. y por su pie, pasa la carretera de Villa- franqueza, dirig-ida casi de S. á N., y á la orilla del camino, en el punto culminante de és- te, se alza la Cruz del Palamó. Las capas nummnlíticas, cali- N'i: -S^gls* zas y maro-as, cortan el cami- N "°o.- = j? no, formando con él un cUig"ulo de unos 20' (de NNE. á SSO.); pero su inclinación es mucha, casi vertical á alg-unos 100 me- tros al E. del camino y con bu- zamiento al E. 20° S., es decir, formando una pendiente con- traria á las capas observadas en las primeras colinas, pero las capas intermedias ofrecen replieg'ues muy variados y con pendientes cada vez mayores. Esta disposición hace aparecer al Eoceno como las varillas de un abanico abierto. A orillas del camino son nu- merosísimos los fósiles que se ^"S g^l.lf encuentran y que no cito aquí, para evitar repeticiones. Sobre- sale por su número la iSerpula (ó Roinlaria) spiridíBa Lamk., y muchos ejemplares justifican lo dicho ya á esta Sociedad en -^^■iM/A "ztL^w^ü^ una de las notas del pasado Diciembre acerca del desarro- :Í<|21|'Í lio de esta especie, presentán- dose desenrolladas en su últi- ma porción, hasta formar un cilindro irregular de dos ó tres centímetros. Numerosos bloques de caliza helvética se hallan disemina- dos por las laderas, destrozándose algunos al caer de la cum- bre. En ellos es muy frecuente encontrar dientes de selacios P^i i ^ .^ ^ 5 f^ O O S - 'íii- .í3 t. « ft í: «e te »j 2 - c 'f es a = — ' c g » o . i'^ *J ^"5 » Oj "-' -- aj rt .^- K' * c ~ -, ° OJ 5.-. 5 •'"= . íi; 3~ — .-o t- £ S oí I- a; Oí "* 1^ ^ -gt: I ^S-o. o OJ ¿ -C -^ -^ K O >• „ CO ■0.' >i « ^ « i: c í> ..-t; * t^ — c — * cá — -^ cB t; " " 2 H c o .a 0^ .:::; S o5^ Sai: .2.— K ü c s — I — ^ o o q; ■^L . 5C — =_ tj U o, o 5, £ " o 3 "- ce ?i oj " S OJ C « C ^ t)C ¿ te o £ M c ^ .5 o: p ;> r =" co — >. II. La constitución mineralógica del suelo ¿puede contrihiiir á la riqueza algológica de un 2}ais? III. Una especie nueva del gen. <.'>. IV . Nuevas Jiorideas. Para inmortalizar su nombre en la ciencia, le dedicó Schmitz el g-énero Rodriguezella, y allá en los interesantísimos fondos de la planicie litoral de Baleares, extiende sus anchas frondas la más hermosa de las algas de la reg'ión: la Laminaria Rodri- guezii de Bornet.» Nota sobre la cría y aprovechamiento del Avestruz en Europa , POR EMILIO RIBERA Hace algunos meses pudieron nuestros consocios tener noti- cia por el periódico Alrededor del Mundo y por algún otro de que en Niza se había instaurado una Granja de Avestruces, como los franceses llaman á los establecimientos agrícolas des- tinados á la cría metódica y á la explotación de estas grandes aves. Se trataba de un ensayo hecho con las precauciones de- bidas para ver de obtener en el litoral mediterráneo francés lo que en Argelia vienen hace años consiguiendo nuestros veci- nos transpirenaicos. La nueva granja ha dado excelentes re- sultados, y me ha parecido por ello que tendría interés para la DE HISTORIA NATURAL. 181 Sociedad Española de Historia Natural que se supiera que en aquélla viven ya más de cien avestruces, en plena y ñor' mal producción, demostrando la posibilidad de la aclimata- ción y aprovechamiento de tan útil animal, no sólo en Niza, sino en todas las localidades de condiciones climatológ-icas análog-as de Europa, de las que tantas tenemos en España. Sabido es que los productos aprovechados en este caso son: las plumas, cuyo valor, en la ornamentación femenina las mejo- res, y en la confección de penachos y plumeros de lujo las res- tantes, es muy valiosa; los huevos no empollados, que se ven- den para objeto de adorno; las pieles, que tienen mucho apre- cio; la g-rasa, que lo consig-ue mayor aún en la perfumería de lujo, y los excrementos, que, mezclados con la arena del par- que en que se mantiene encerrados á los avestruces, consti- tuyen un reg-ular abono, Y conste que los franceses no se contentan con esta explota- ción para sus posesiones de Argelia y para Niza, sino que su Gobierno acaba de nombrar un deleg-ado para que estudie y propong-a la introducción de este nuevo ramo de riqueza en todas las posesiones francesas en que pueda resultar en bue- nas condiciones. Conste también que, al extender la explota- ción del Struthio C«w¿e/w5 L,, no hacen más que copiar á los ing-leses, que, comprendiendo las g-randes utilidades que ha- bla de dar, la tienen extendidísima en sus dominios del Cabo, del Natal y del alto Eg-ipto; sólo en el primero pasan de cien mil los avestruces que hay hoy en domesticidad. Con la extensión de este negocio se ha conseguido que no desaparezca especie tan interesante, que en estado salvaje lle- vaba rápido camino de destrucción, perseg"uida por la codicia g-eneralmente ig-nara de los cazadores, como ha ocurrido ó va á ocurrir con otras especies de g-randes mamíferos y aves. No terminaré esta ligera noticia sin excitar á nuestros con- socios á que procuren la introducción en España y sus islas de tan útil aprovechamiento, para el cual me propong-o bus- car y publicar cuantos datos puedan ser pertinentes y de inte- tés científico ó agrícola. 1S2 boletín 015 LA REAI, SOCIEDAD ESPAÑOLA Sobre el chimpancé llamado «enganga>^ por los pámues del Muni POR ÁNGEL CABRERA LATORRE Desde que, hace tres años, me ocupé de las especies delg-é- nero Chimpancé en mi trabajo sobre los mamíferos de la re- gión del Muni (1), se han publicado acerca de estos g-randes monos dos estudios importantísimos que ponen en claro cier- tas cuestiones no bien resueltas en aquella época, y como con- secuencia me oblig'an á rectificar ciertos errores en que en- tonces me hizo incurrir la falta material de comparación apro- piado al objeto. El primero de dichos estudios por el profesor Matschie, apareció en los Sitztmgs-Berichien der Gesellschaft natiirforschender F^'eíinde, Berlín, 1904, p. 55. El segundo por Rothschild, fué publicado en los Proceedings de la Sociedad Zoológica de Londres, tomo i de 1904, p. 413. Dos notables sorpresas supuso para el zoólog'o el primero de estos trabajos. Consistió la primera en devolver Matschie al género en cuestión el nombre de Simia, y á su especie tipo el de Simia satyrus, que de derecho le corresponde, y que equi- vocadamente venía aplicándose al orangután. En la edición de 1758 del Sistema Naturos, considerada hoy como punto de partida para los efectos de la ley de prioridad, Linneo llamó, en efecto. Simia satyrus á ud antropomorfo negro y africano, al mismo que Tulpius había descrito bajo el nombre de Saty- rus indicus y que realmente era un chimpancé joven de la costa Occidental de África. Verdad es que el mismo Linneo aplicó el mismo nombre al orangután en la edición de 1866; pero estando ya empleado para otra especie, lógicamente ha de llevarlo la primera á quien se dio. La segunda sorpresa fué que el famoso tschego, el Troglodytes tschego deDuvernoy, considerado por unos como variedad, por otros como buena especie y por algunos como un híbrido, resultó no ser más que el mismo chimpancé común, el T. niger de Geoffroy, ó sea el Simia satynis de Linneo, llegado á la edad adulta. (1) Memorias de la Scc. Esp. de Hist. Nat., i, 1903, p. 40. DE HISTORIA NATUIíAL. 188 Actualmente no cabe ya discusión acerca de estos dos extre- mos, y así vemos que Rothschild, en su trabajo, se muestra en un todo conforme con ellos. En cuanto al número de especies que contiene el g-énero, punto sobre el cual tanto se ha discu- tido, la cosa varía, pues mientras Matschie admitió siete, Roths- child reduce este número á cinco, advirtiendo que el eminente zoólog'o del Museo de Berlín, tras de nuevas y más detenidas investig-aciones, se encuentra conforme con esta última opi- nión. También participa de ella el ilustre africanista Sir Harry Johnston (1), y no hay que decir si es de valor el parecer de quien tan bien conoce la fauna africana y tantas oportunidades ha tenido de estudiarla en la propia África. De estas cinco especies, tres {Simia saíyrv.s, S.kool.ookambay S. Aubryi) son comunes al Kámerun y al Gabón. Los pámues del río Muni, sin embarg-o, sólo parecen conocer dos, acaso porque la tercera no se acercará tanto á la costa. Una de estas dos especies, la que ellos llaman ngoro, nkuru ó nktihi, es evidentemente el S. satyrvs, ó Troglodytes niger de Geoffroy. El ejemplar joven y el cráneo de hembra adulta que del Cabo San Juan trajo el Sr. Escalera, no dejan duda alguna respecto á este punto. Por lo que toca á la segunda especie que los in- díg'enas denominan enganga y que yo describí y representé en mi trabajo, fué en este considerada como Aiithropopilheciis tschego, Duv.; pero desde el momento en que este nombre re- sulta ser sinónimo de S. saiynis, debo inevitablemente modi- ficar mi opinión. Que el enganga no es el S. satyrus, es indudable. Sus peque- ñas orejas, sus manos estrechas 3' largas y otros muchos carac- teres enumerados en mi descripción de un macho muy adulto, lo demuestran suficientemente. Tampoco puede ser el S. koo lookamha, puesto que no tiene las orejas enormes que á éste caracterizan. Pero los caracteres de la tercera especie, ó sea del S. Audryi, tal como los enuncia Rothschild, le convienen perfectamente. Como el Troglodytes Aubryi de Gratiolety Alix, ofrece el enganga cierto aire g-orilino, orejas muy chicas, mar- cado proñatismo, ojos muy separados entre sí y el último mo- lar inferior con cinco puntas en vez de cuatro. Ya al escribir mi descripción del enganga noté la semejanza que con él tenía (1) Proc Zool. Soc. of London, ii, líi05, p. 70. 18» IJÜLETIN Dli LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA el mono descrito por los citados autores franceses, y tanto fué así, que me atreví á incluir el Troglodytes Aubryi en la sino- mia del Anthropopitecus tscheyo. Hoy, después de haber estudia- do más detenidamente el asunto, y con el valioso auxilio de los trabajos de Matscliie y Kotlischild, estoy persuadido de que, en efecto, el Simia Aíibryi es la misma especie, no que el tschego de Duvernoy, pero sí que mi tscheyo, es decir, que el myanya de los ])ámues. Por consig-uiente, mi descripción de este antropomorfo y la fig-ura que de él di en 1903, son, si no me equivoco, la primera descripción y la primera fignira que se han publicado del Simia Atihryi adulto. Hecha esta rectificación, á la que creo estaba obligado, ter- minaré haciendo constar, por si alg-o pudiera valer, que los dos chimpancés que fig-uran en el Museo de Ciencias Natura- les son enteramente inútiles para cualquier estudio serio. El ejemplar adulto es casi por completo artificial, y por consi- g'uiente, bueno, á lo sumo, como obra de arte, pero sin valor ning-uno científico. El otro, que se adquirió como procedente del río Pong-o (?), es demasiado joven; por su cara enteramente neg'ra y sus g-randes orejas, me parece que debe clasificarse como S. koolookamba. Digestión del Bacillus Virgula y Bacillus Ehhert por el jugo tiroideo POR RAMÓN TURRÓ En otros trabajos he demostrado que los plasmas org-ánicos, reducidos á materia soluble, contienen in viiro y fisiológ-ica- mente enzymas que atacan lasbacteriasy las funden hasta re- ducirlas á materia amorfa. En la imposibilidad de neg'ar unos hechos tan claros y tan fáciles de comprobar, Bachman, con otros autores, ha supuesto que no se trataba de verdaderos fe- nómenos de dig'estión, sino de autolisis. La misma razón ha- bría para calificar la fusión de las bacterias en el seno del se- rum, ó en el de leucocitos, de autolíticos, que los que obteng-o Í7i vitro con el jug'o tiroideo obtenido por medio de la prensa ó con los macerados en ag-ua salina de la pulpa esplénica, renal, DE HISTORIA NATURAL. 185 hepática, etc., pues unos y otros fenómenos son absolutamente idénticos. Mas por si quedare alg-una duda de que estos fenó- menos de digestión son debidos á una causa zimótica externa y no á una vacuolización por causa interna del protoplasma bacteriano, tomo el raspado de un cultivo en agar-agar de Vi- brión colérico, y en un cristal de reloj lo mezclo íntimamente con unas g-otas de jug-o tiroideo fresco. Instantáneamente (haciendo una preparación, fijándola á un suave calor y tiñéndola con la solución acuosa de violeta de g-enciana) se observa que un í^ran número de vírg'ulas están rodeadas de una enorme cápsula, de forma g-lobular, en la que, por fusión, se transforma su protoplasma y otras se han fun- dido ya del todo, quedando, como vestig-io de la bacteria, una cápsula vacía; en una fase más adelantada del proceso, se ob- serva que casi todos los vibriones y las cápsulas han desapa- recido disueltos en el seno del jug-o tiroideo, que toma una consistencia análog-a á la clara del huevo. Fenómenos completamente análog-os se observan con el B. Ebhert, raspándolo del agar y mezclándolo con jug-o ti- roideo. La rapidez con que estas dig-estiones se efectúan, aleja toda sospecha de que puedan atribuirse á fenómenos de autolisis. La reg-resión vacuolizante del protoplasma de estas dos espe- cies no puede ser lóg-icamente atribuida á una causa interna, sino á una acción hidrolizante externa, comparable á la ac- ción de la pepsina clorhídrica al infartar y disolver la fibrina. (Sesión de 7 de Mayo de 1906, de la Sección de Barcelona, de la Sociedad Española de Historia Natural.) Rocas hipogénicas de la provincia de Zaragoza POR PEDRO FERRANDO Por creerla de interés para el mejor conocimiento de la g-ea arag-onesa, voy á dar noticia en la presente nota, de alg-unos ejemplares de rocas eruptivas que he hallado revisando la co- lección petrográfica regional, formada por el que fué Decano de esta Facultad, D. Bruno Solano y Torres. T. VI. -Abril, 1906. * 13 186 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Además de numerosas rocas sedimentarias y de espilitas de las estribaciones del Moncayo, ya mencionadas en la Memoria geológica de la provincia, escrita por el Sr. Palacios, existen las siguientes, no referidas en dicho trabajo: Un pórfido anfibólico, ó mejor dicho, wxidi porfirita diorílica procedente del pueblo de Aluenda, que está situado en la for- mación siluriana de la Sierra de la Virgen. Eimta cuarcifera de Fombuena y unos pórfidos miarclferos, cuyo fondo felsítico está bastante descompuesto, de Luesma, cuyas localidades están ambas situadas en el extremo meri- dional de la Sierra de Algairén, junto al límite con la provin- cia de Teruel. De Vistabella, pueblo próximo á los que acabamos de citar, un hermoso ejemplar de dioriia, muy característico. De Epila, que según el mapa geológico está sobre terreno mioceno, una notable esjdlita que, además de la caliza amig-da- loidea que caracteriza á esta variedad de diabasa, presenta unas capas delg'adas de espesor uniforme y próximamente pa- ralelas, constituidas por caliza blanca cristalina parecida al mármol estatuario. La denominación ó clasificación que asigno á estas rocas se deduce de su examen macroscópico y que, por tanto, tratán- dose de rocas hipogénicas, podrá ser en parte modificado por el estudio microscópico que pienso hacer de las mismas. • Algunas especies del género «Ammophila» POR RICARDO GARCÍA MERCET El estudio y diferenciación de las especies de este género es hoy bastante difícil de llevar á cabo con exactitud, á causa de no haber ningún trabajo monográfico, escrupuloso, que pueda servir de guía en las investigaciones. El Sr. D. Edmundo An- dró, en el tomo iii del Species des HymenopUres de Europe, publicado en 1888, reunió y diferenció todas ó la mayor parte de las formas paleárticas hasta entonces descritas, realizando con ello un trabajo, sin duda, meritorio y que pudo ser útil «n la época en que se efectuó; pero que, al presente, ofrece poco ó ningún interés, puesto que, sobre haberse descrito con DE HISTORIA NATURAL. 187 posterioridad muchas más de la misma fauna, se sabe que en la obra de André hay varias especies confundidas y que todas ó casi todas las que en ella figuran están insuficientemente des- critas. Creo que el Sr. Kohl, del Museo de Viena, tiene en pre- paración la monog"rafía del g'énero Ammophila. Cuando este iutelig-ente naturalista haya realizado la empresa que se le atribuye, el reconocimiento, dificilísimo hoy, de estos insectos, podrá efectuarse con mayores probabilidades de acierto y con mucha mayor facilidad. No obstante las deficiencias consig-nadas, he emprendido el estudio del g'énero AmmoiiMla en nuestro país, y espero, den- tro de unos meses, haber lleg"ado»á conocer suficientemente las que viven en él, prometiendo para entonces un trabajo que las abarque. Entretanto, daré á conocer cuatro formas nuevas que he encontrado, ampliaré la descripción de una especie me- ridional, que viviría también en el norte de España, y hablaré de otra cuya presencia en la Península no estaba averig-uada. Ammophila (Psammopliila) Alpina Kohl. De esta especie, que sólo estaba citada de los Alpes suizos, he encontrado tres ejemplares 9 entre los Himenópteros sin determinar del Museo de Ciencias naturales. Los ejemplares de referencia se ajustan casi exactamente á la descripción de su autor, diferenciándose sólo por presen- tar rojo el tercer seg-mento del abdomen. Los tipos de la Amm. Alpina tienen el tercer seg-mento abdominal (cuarto contando como primer seg*mento el peciolo) enneg'recido hacia el ápice. Las 99 3- que estoy refiriéndome, proceden de Pan- ticosa, en la provincia de Huesca. Ammophila (Psammophlla) Ariasi nov. sp. Nig'ra; robusta; mandibulis (ápice nig-ro excepto) seg"men- tisque abdominalibus 1-3 rufis; petiolo et seg"mentis 5-6 nig-ris; seg-mento 4.° rufo, apicen versus plus minusve nig-ricante; ca- pite, pronoto et mesonoto nig-ro-hirtis; mesopleurae et meta- thorace canopilosis; clypeo et facie sparse albo pubescentibus. Orbitae interiores, ab ocello antico, pauUulum minus dis- tantes quan ad médium clypei; clypeo vix convexo, g-rosse punctato, in tertio apicali deplanato et depresso; pronoto cras- siusculo, parum nítido, sparse punctato; mesonoto antice ÍW boletín de la real sociedad española sutura long'itudinali abbreviata instructo, magis dense pune- tato quara in Amm. affine; metathorace área dorsalitransverse et oblique striata, strig-ae distinctissime grossiores quam in Amm. a f fine; lateribus thoracis raag-is irreg-ulariter rug-osis; alae subinfuscatae, nervis ferrug-ineis; anticae cellula radiali ápice rotundato, breviter trúncalo; cellula cubitalis secunda nervum discoidalem primura et secundum excipit; abdomine nitido^ sparse punctato; petiolo distincte breviore quam in Amm. Ty- <¿g¿, paulo long-iore quam in^?;¿«¿./¿/y?í2e, tarsorum posticorum articulo secundo vix long-iore; anntenis et pedibus fere ut in Amm. affiinc constructis; ung-iculis haud dentatis 9- Long-. 18-23 mm. cj". A fem. differt. Corpus g-racilius; oculi clypeum versus distincte converg-entes; clypeo fere ut in mare Amm. affinis: constructosed longiore; clypeo et facie arg-enteopubescentibus;.' capite et thorace cano pilosis, in vértex pilis nig-ris inmixtis; abdomen pruinosum, seg-mentis 5-7 nigris; petiolo metatarso- postico fere aequale vel paullulum long-iore. Long-. 18 mm. Patria: España. El Pardo, alrededores de Madrid, Junio de 1905. Arias Encobet, 9.— Madrid, 26 de Mayo de 1904, ¿"I Esta especie pertenece al g-rupo de la Amm. af finís, dentro det que reproduce el tipo de la Amm. fera, que es del g-rupo de la Amm. hirsuta. Se diferencia de la Amm. a f finís por la forma del clípeo, por la puntuación de éste, que es más compacta y forma en el centro como una fosita; por la puntuación del me- sonoto, también más apretada; la estructura del área dorsal del metatórax, mucho más gruesamente estriada (con las estrías anteriores más gruesas y flexuosas que las del tercio posterior); la pilosidad de las pleuras y metatórax, que es g-ris blanque- cina, y la coloración del abdomen, que es rojo sobre los seg-- mentos 1.°, 2.°, 3." y casi todo el 4.°; los seg-mentos ventrales- 1-5 son rojos; el 6.° neg-ro. De la Amm. Tyüd y especies afines, como la Amm. gulussa Morice, Amm. pungens Kohl, Amm. minax Kohl y Amm. fiam- da, se diferencia mucho más todavía, y creo innecesario apun- tar sus caracteres distintivos. De la Amm. alpina Kohl, también del g-rupo de la affinis, se- disting'ue por su mayor tamaño {lo^AJiñna mide 10-13 mm.) la pilosidad del tórax, que es neg-ra en la especie de Kohl; la co- loración del abdomen, más rojo en la nueva especie; la estruc- DE HISTORIA NATURAL. 189 tura del área dorsal del metatórax, la longitud del peciolo (en la alpina más corto que en la affinis y más larg-o que en ésta •en la Amm. Ariasi). Con el nombre de Amm. dis¡)ar ha descrito Taschemberg- una especie deKarthoum (Nubia), cuyos caracteres convienen bas- tante bien á la por mi descrita. Pero siendo dudoso que una especie nubiana, y que no se ha encontrado en la reg-ión del Norte de África, sea la misma que la hallada en los alrededo- res de Madrid, me he decidido á describir ésta como nueva. Por otra parte, la descripción de Taschemberg- no es lo sufi- cientemente minuciosa para que por ella pueda disting-uirse la Amm. dispar de las especies afínes. Creo, sin embarg-o, que la Amm. dispar debe diferenciarse de la Amm. Aiiasi, entre otros caracteres, por la estructura del área dorsal del meta- tórax, que es rugosa en la especie de África y regularmente estriada en la especie nueva. Se la dedico con mucho gusto á su colector, el aventajado alumno de la Facultadde Ciencias Sr. Arias Encobet. Ammophila (Psammopliila) Mauritanica nov. sp. Amm. hirsuta similis et affinis. Nigra, rubusta; mandibulis {ápice nigro excepto) etabdominis segmentis primo, secundo, tertioque rufis; petiolo et segmentis quarto (basi rufa excepta) qu'into et sexto nigris; capite nigro liirto, pilis ciñereis inmixtis; thorace superne albo villoso, inferné nigro-hirto; ano cano piloso. Oculi clypeum versus fere paralleli; clypeo convexo, fere ut in Amm. hirsuta constructo; facies config-uratione Amm. hirsutce; pronoto crassiusculo; scutello parum convexo, pune- tato striato; fronte, vértice, pronoto, mésonoto etmetathoracis área mediana dense punctatis; pleurae punctato-rugosae; fo- vea ante callos humerales striata. Abdomine fere nudo; petiolo distinclissime longiore quam in Amm. hirsuta, tarsorum posti- corum articulo primo (metatarso) paulo breviore; alae fere hya- linae vel leniter flavescentes, nervis testacese, anticae cellula radiali magis rotundata quam in hirsuta-, antennae graciliores, ,3^ articulo secundo flagelli tertio quartoque simul sumptis fere aequali; calcaribus tibiarum posticarum longioribus quam in Amm. hirsuta; pectén tarsalis pedum anteriorura distinctis- sime longius. 9 Long. 20 mm. La descripción que antecede está hecha sobre dos 99 reco- 190 boletín de la real sociedad española g-idas en Táng'er, por el Sr. Martínez de la Escalera, en el raes de Julio de 1905. Los ejemplares á que aludo se acomodan bastante bien á la descripción que de la Amm.ftra da Lepele- tier en el tomo iii, pág'. 635 de la Hist. Nal. des Ins. Hym; pero no creo que correspondan á esta especie. Sería preciso cono- cer el tipo de Lepeletier para disipar las dudas que me su^jfie- ren los ejemplares marroquíes que teug-o á la vista. Se diferen- cian de la Ámm. fera (ateniéndonos á la descripción de Lepe- letier) por su mayor tamaño, presentar el dorso del metatórax neg-ro y blanquecinos los pelos del 6." seg-mento abdominal. Amm. fera: long". 14 mm.; dorso del metatórax algo pardusco; pelos del ano neg-ros. El área dorsal del metatórax, en la Amm. fera, seg-ún André, es rug-osa. Esto aumentaría sus diferencias con la Amm. Matiri- tanica. En prensa ya este trabajo he visto una, AmmopMIa de Bilbao (colección Sebold), que pudiera ser la Amm. /era Lep. y que es bien distinta de la Amm. Mauritanica. Tendría, entonces, la Amm. fera la puntuación del dorso del tórax más apretada, el área dorsal del metanoto punteado rug-oso estriada, el peciolo más corto, las antenas más gruesas y las alas más obscureci- das que la Amm. Maíiritanica. Ammopliila (Psammopliila) errabunda nov. sp. Nig-ra, nítida, capite et thoracis parte antica nigro pilosis, metathorace albo villoso; segmentis abdominalibus 1-3 rufis; petiolo, ápice segmenti tertioet segmentis 5-6 nig-ris; ano nig-ro piloso. Oculi clypeum versus fere paralleli; oceli postici ab oculi quam ínter se mag-is distantes; clypeo convexo, sparse punctato, fere utin Tyclei con^iTxxcio; pronoto et mesonoto niti- dis, sparse punctatis; mesonoto antíce sutura mediana longitu- dínalí ínstructo; scutello planiusculo, nítido, sparse punctato; metatlioracis área dorsalis irreg-ulariter trans verse-striata; pleu- rae magis reg-ulariter transverso striatte; alae leniter flavescen- tes, apicen versus subinfuscatse, anticae cellula radiali breviter acuminata; abdomine nudo, nítido; petiolo duobus trientibus metatarsi postico longitudine fere aequali. Pedes nigri, nítí- di; pectén tarsali antico long-ior quam in Amm. Tydei; unguiculi haud dentatí; articulo secundo flagelli, tertio quartoque símul sumptis paulo breviore. $. DE HISTORIA NATURAL. 191 Long". 17 mm. Patria: España. Alrededores de Madrid (Arias Encobet). Especie que se diferencia bien de la Amm. Tydei Guill, y es- pecies afines por el color del abdomen, pubescencia de la ca- beza y tórax, puntuación, dimensiones relativas del peciolo, etcétera, etc. De la Amm. Caucásica Mocs, por la pilosidad del metatórax, blanca en la Amm. poJita y negra en la otra; la puntuación del mesonoto y escudete (lisos en la. Amm. Caucásica) y lo, estructura del área dorsal del metatórax, muy finamente rug-osa, apenas arrug'ada transversalmente en la especie asiática. Sería nece- sario ver ejemplares de la Amm. Caucásica para establecer con exactitud las diferencias de una y otra especie, pues la Cauca- sica está insuficientemente descrita. Ammopliila (Psammopliila) homogénea nov. sp. Amm. Tydei affinis sed facile disting-uenda. Nig-ra, nitida, albo pilosa; mandibulis teg"ulisquerufescentibus;seg'mentorum abdominis 1-4 rufis; petiolo et seg-mentis 5-7 vel 5-6 nig'ris; clypeo etfacie arg-enteo pubescentibus; fronte et vértice nig-ro hirtis. Oculi clypeum versus in cf parum converg*entes in 9 fere p'aralleli; ocelis posterioribus ab oculi quam inter se plus dis- tantibus; clypeo fere plano, vix elong-ato, ápice rotundato, margine antico, in medio, paulo exciso cT; fere uti in Tydei constructo $; capite ab antico viso distinctissime minus lato quam in Tydei; capite, pronoto, mesonoto, scutelloque mag-is punctatis; pronoto crassiusculo, mesonoto antice 'sutura me- diana long-itudinali instructo; metathorace área dorsalistrans- verse rug-oso-striata; pleurae punctato-rug-o^o-striatae ; pe- tiolo breve, metatarso postico multo breviore, tarsorum postio- rum articulo secundo paullulum long-iore; abdomine minus elong-ato quam in species affinis, subpiriforme, nudo. Alae leniter flavescentes, apicem versus subinfuscatae, anticae cel- lula radiali breviter acuminata; pedibus plus minusve cano pruinosis; ung-uiculi haud dentati. ¿^ et 9- Long\ (^ 13 mm.; 9 16-19 mm. Patria: España. Alicante! (22 Mayo 1903). Por el abdomen ensanchado y corto, la brevedad del peciolo y la pubescencia del tórax, menos abundante que en los (j^cT de la Amm. Tydei, el cf de la especie que he descrito parece, á 192 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA primera vista, una 9 de PsammopMla, y puede disting-uirse fácilmente de los que con él son afines. También se diferencia de la Amm. Tydei, por tener la cabeza, vista de frente, más re- donda y menos ancha; las órbitas internas de los ojos (cf ) menos convergentes hacia el clípeo, y, sobre todo, por la brevedad del peciolo (cf y 9)- El «Convolvulus Durandoi» en España POH BLAS LÁZARO É IBIZA En la excursión que á ñnes de Mayo de 1905 realicé, en unión de los Sres. Casares, Rivas Mateos y Rodríg-uez López Neyra por Despeñaperros, recogí un Convolvulus que desde lueg-o llamó mi atención por sus hermosas corolas g-randes y rosadas, y por los g-randes rodales que formaba en las laderas de la línea férrea. Estudiado después detenidamente en Ma- drid, hube de notar que no podía referirle á ninguna de las especies de que yo tenga noticia de haber sido mencionadas alg-una vez como españolas. Especie perenne, con los tallos vig-orosos y poco volubles; lampiña, y con las hojas más bien truncadas que aflechadas en su base, no podía identificarla con el C. arvensis, aun cuan- do creyese reconocer evidente analogía con esta especie, por lo que busqiié con gran interés las especies de este tipo que pudieran mencionarse en las floras délos países próximos, an- tes de resolver en definitiva. No fueron perdidas estas indagaciones, pues, en virtud de ellas, he podido notar que la planta por mí recogida posee to- dos los caracteres que en laFlore de V Algerie, de Battandier y Trabut. se atribuyen al Convolvulus Durandoi Pomel. Confír- manme en esta opinión la fina reticulación de sus hojas, de las cuales las inferiores son orbiculares, los pedúnculos robustos y tetragonales, los sépalos alg-o carnosos con la cima ensanchada y el color rosado de toda la corola marcadamente más intenso en el fondo y del cual parten líneas radiantes. Tales- son las diferencias que separan esta especie del Convolvulus arvensis. No dejará de sorprender que una especie africana, que no se DE HISTORIA NATURAL. 193 ha citado aún en el litoral, aparezca en Sierra Morena; pero, sobre que podría hallarse, y seg-uramente se hallará en otras próximas de Andalucía, aunque no teug-o noticia de mención anterior alguna, pues nada es más fácil que el pasar inadver- tidas plantas que se asimilan á otras especies que, por ser vul- gares nadie se cuida de recoger, cosa de que hay sobrados ejemplos, la especie en África no parece ser de las que carac- terizan el litoral, sino de las que viven en el interior y, por tanto, á mayor altitud. Doy á conocer el hecho, no sólo por el interés de que se co- nozca la existencia del Convolvulus Durandoi en nuestro país, sino por llamar la atención de los recolectores, que segura- mente la hallarán en otras localidades del Mediodía de Es- paña. El sitio en que yo la recogí pertenece al término de Santa Elena, fuera ya del desfiladero de Despeñaperros, entre los ki- lómetros 274 y 275 de la línea de Andalucía. Adiciones al sistema de las especies ibéricas del género «Asida» Una «Globasida» nueva de la provincia de Murcia POB MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA GloLasida Schrammi sp. nov. Loe. La Muela (Cartagena). Forma general del cuerpo alargada y no muy ancha; muy estrang-uiada en los húmeros y muy deprimida en el dorso; la de mayor tamaño de las conocidas; antenas y patas largas y finas. Protórax no muy ancho y muy globoso, de márgenes anchas y bien levantadas, de ángulos posteriores muy entrantes y muy romos. Húmeros casi rectos (J^), apenas redondeados, pero no angulosos üi divergentes. Con cuatro costillas elitrales, de las que la 1.* dorsal es total- mente nula, apareciendo sólo en algún ejemplar alguna rugo- sidad bien apreciable en el tercio posterior del élitro; la 2.* dor- sal, como trazo seguido á partir de la base y borrado por com- pleto muy cerca de ella; la 1.* humeral, única bien marcada, 194 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA seg'uida, elevada, nada sinuosa, larga, borrándose en el 4." posterior del élitro, con la misma incurvación hacia la sutura que en ci7icta, curvatipennis, etc.; la 2.* humeral, sólo indicada por pequeños y escasos trazos aislados y flexuosos; todas ellas con una corta pubescencia ríg-ida poco visible. Parecida, como aspecto, á G. cincta, pero distinta por sus áng-ulos posteriores protorácicos, romos y entrantes y ning-una flexuosidad de la 1.* costilla dorsal; parecida á Ahneria7ia por la long-itud de las patas y antenas, pero muy diferente por tener sólo la 1." costilla dorsal pronunciada y nada flexuosa, carácter que la disting-ue de las restantes especies, aparte el tamaño, mayor que el de la mayor qnadrata, de la que se dife- rencia también por su estrang-ulamiento en los húmeros, que la acerca más á cicrvaiipennis, seiosa y cincta, bajo ese aspecto. De la importancia de la nerviación de las alas en los coleópteros para una clasificación natural POR MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA La nerviación alar en la mayor parte de los Coleópteros, es muy reducida y uniforme dentro de los órdenes; pero en mu- chos casos es g-uia segura para incluir en una familia especies erróneamente atribuidas á ella, ó para dividir otra; y en todos ellos sirve para atestiguar la edad de los géneros y familias, al igual que otros órganos en sus modificaciones marcan la evolución del grupo; y esta característica es más constante que la que den los órganos bucales modificados, según el ré- gimen alimenticio del insecto, ó los de la progresión ó los de las diferentes piezas de los anillos torácicos y ventrales; puesto que el ala dispuesta exclusivamente para el vuelo, no tiene más modificaciones que las impuestas por el mayor ó menor empleo de la función; sublimación de los elementos que la componen ó regresión y atrofia. Así es que no servirá la nerviación para clasificar espe- cies y géneros bien establecidos (aún cuando al final doy un pequeño cuadro para separar algunos Bupréstidos paleárti- cos, hasta hace muy poco confundidos); pero sí tendrá que DE HISTORIA NATURAL. 195 emplearse á falta de otros mejores para establecer genealogías racionales, menos hipotéticas que las que se señalan sin do- cumentos fehacientes; porque la nerviación alar lo es, en Bu- préstidos, Cerambícidos y Lamelicornios que hasta ahora llevo comparados. En la teoría que paso á exponer, llamaré familias superiores á las que vuelan mejor: son éstas las más recientes, con ha- bitat más variado y mayores medios de dispersión por el vuelo; para esta adaptación (dentro del orden ó familia á que pertenecen), al par que el ala han modificado todos sus órga- nos; son, pues, superiores en esta especialización. Para mayor simplificación desig-naré con las letras a y ¡3 los nervios que representan al mediano y submecUano y con la y uno adyacente al siilmecUano , el postmecliano que jueg'a importante papel en el ala de los Cerambíci- dos, Bupréstidos y Lamelicornios: nada diré del costal y subcostal por ahora, á cuyo carg-o corre el doblez del ala como segundo eje de ple- gamiento, habiéndolos suprimido en el dibujo, ni tampoco más que incidentalmente de los finos intermedianos del área inferior del ala. En las alas de los Cerambícidos y Bupréstidos más inferio- res (Priomis, Chalcopliova, Ancylochira), el nervio submediano 8 está bifurcado y cerrado incluyendo una celda que es la que primero se modifica en ambos órdenes, se- gún dos procesos di- ferentes. En los Cerambíci- dos se acercan las dos ramas del nervio p hasta fundirse en una, desapareciendo la celda incluida, por Fiff. I. a b c Fig. II. estrechamiento y reducción. (Fig. ii, gen. Priomis a, Rliamu- sium b, Cerambyx c.) En los Bupréstidos se modifica por romperse la rama poste- rior ó izquierda por su extremo inferior, acortándose esta rama 19 i BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA primera y prolong-ándose otra vez, pero ya desviada de la ra- ma anterior ó derecha. (Fig-. iii, g-én. Chalcophora a, Chalcoi)ho- rella b, Psiloptera c.) En ambos procesos ha sido el ag-ente el nervio y; empujando la rama izquierda de la celda de p, que no pudiendo seg-uir el movimiento por apo- yarse en su otra rama los nervios in- termedíanos, ha teni- do que ceder, fun- diéndose con ella en los Cerambícidos; mientras que, en los Bupréstidos, y ha retraído la rama izquierda de p, produciendo la rotura de la celda en su extremo inferior. En los Bupréstidos superiores el tronco de la ya ahorquilla- da p se acorta, rompiéndose la conexión de su rama izquierda con y ffig. IV, g-én. AcmcBodera a), mientras que en otros (fig-u- ra IV, gen. Coroebus b), ha desaparecido el trozo inferior de y. En los Cerambícidos superiores (Opsilia), el nervio y está muy debilitado como en otros Bupréstidos (Agrihos), siendo la a a Fig. lY. Fig. V. tendencia en unos y otros á la desaparición de esa celda cerra- da, última ya que conservan, haciéndose la nerviación, radial, independiente y sin conexiones transversas. El tipo más perfecto del ala en los Lamelicornios es esta de Cetonia en que a, p, y, son rectos y seguidos sin horquillas ni conexiones por haber adquirido el máximum de rigidez y sim- plicidad, exactamente como las varillas de un abanico. (Fig. v, gen. Cetonia.) DE HISTORIA NATURAL. 107 Fig. VI. Los Lamelicornios están más avanzados en el perfecciona- miento del ala que los Bupréstidos y Cerambícidos superiores, habiéndose especializado más para el vuelo : en ning-uno de los que conozco de nuestra fauna pa- leártica, existe la celda del nervio !3 ni aún vestig-io de ella, y queda sólo la formada por p y .y en algunos, siendo este el esquema del proceso evolutivo de su desaparición (fig-. VI, g-én. Anoxia a, Anisoplia b, Ami:)Mcoma c, Cetonia d), produciéndose el fenómeno por dislocamiento de la conexión . de y con ¡3, que ya no tenía más que una rama. Parece demostrado así que la celda cerrada es sig-no de infe- rioridad en Bupréstidos, Cerambícidos y Lamelicornios, y que los dos primeros están igualmente avanzados en cuanto al perfeccionamiento del ala, y que llegan á él sin conseguir la superioridad que para la función del vuelo presenta el ala de Cetonia, en la que y es nervio tan sólido como p, mientras que en aquellos se ha debilitado mucho, haciéndose accesorio para darle solidez y sólo en Acmaodera es independiente (de lo que llevo examinado,; pero sin ser más fuerte que los intercostales libres. En otra nota trataré de éstos, porque demuestran el por qué en Cerambícidos y Bupréstidos el ala no es susceptible de lle- gar al tipo ideal alcanzado por los Lamelicornios en Cetonia: puedo adelantar tan sólo que la nerviación intermediana que juega gran papel en Cerambícidos y Bupréstidos, especiali- zándose mucho, ha sido una pérdida en detrimento de los ner- vios fundamentales a, p, á los que no' ha dado solidez sino apoyo, quedando después aislados en el área inferior del ala al perfeccionarse ésta, atrofiándose paulatinamente después de perder su conexión con aquéllos. En resumen, el ala de Lamelicornios, Bupréstidos y Ceram- bícidos, tiende, ó ha llegado ya á la nerviación radial simple sin celdas ni horquillas, excepto las del costal, subcostal y, á veces del mediano, impuestas por el doblez de la punta ó me- dio del ala para ser recubierta por el élitro, y que son de muy ^ 198 boletín de la real sociedad española diferente tipo que las de p y y arcaicas, únicas reticulaciones cerradas que quedaban en el ala de los órdenes examinados. Así, dentro de uno de ellos, conocido el proceso evolutivo, podrá atisbarse con el examen de la nerviación el punto de partida y el camino que ha recorrido en relación con los gru- pos afines: y claro es que este asunto más interesa á la Biolo- gía que á la sistemática; pero aún para esta, y como vía de ensayo, doy el siguiente cuadro que confirma la importancia de este elemento para una clasificación natural. Borde posterior del ala, encorvado ligeramente hacia dentro desde el ápice hasta el punto donde termina eí nervio m,e- Fig. VII. Fig. VIH. diano y desde ahí encorvado hacia afuera; nervio mediano desde el nacimiento del ala hasta la horquilla, poco más largo que desde ese punto hasta su terminación (fig. vn) . . . Clialcophorini. Borde posterior del ala desde el ápice en curva seguida sin sinuosidad entrante; nervio mediano desde el nacimiento del ala hasta la horquilla más del doble más largo que desde ese punto hasta su terminación (fig. viii). .. Psilopterini . Chalcopliorini. Horquilla del nervio sub- mediano cerrada, for- mando celda ovoidea (fig- IX) Gen. Chalco2)hora (maria- na, detriia). Horquilla del nervio submediano abierta, con la rama derecha de su bifurcación larga y la izquierda corta incurvada hacia la anterior con tendencia á cerrar la celda (fig. x) ' Gen. C/ialcophoreUa (stigmatica, 4-omlata). Fig. IX. Fie-. X. DE HISTORIA NATURAL. 199 Una Stigmodera paleártica POR MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA El tipo del Buprestís sanguínea F. es de Mogador, confirmada la localidad por el hallazgo al pie de un matojo de EpJie- dra sp.? de algunos restos áe \ (^ perteneciente á ese coleóp- tero (una mitad posterior de un élitro, dos anillos ventrales y un protórax), en los que se aperciben algunas diferencias con larga serie de c? de la especie de España que Champion halló en Gea sobre EpUedra iiehrodensis , y atribuye á la especie de Fabricius y que sospecho sea diferente, sin poder decidir hasta obtener más materiales de Mogador; conocido el habitat sobre las Ephedra en España y Mogador, no ha de ser difícil dar con ella en época oportuna en esta última localidad. Pero no se trata de esto, sino de la persistencia del error en colocar el B. sanguínea al lado de las Ancylochira, como ha hecho Kerremans en su Genera con el gen. Yamina, fundado sobre esta especie. Ya Champion dice cómo muchas Stigmodera australianas poseen el dimorfismo sexual de nuestra especie. Hubiera bastado la indicación para que Kerremans, conoce- dor de toda la familia, llevara su gen. Yamina á su lugar na- tural, si no le hubiera bastado el examen de los caracteres sin seguir á Marseul y á los otros, que vieron tan sólo la colora- ción que la acerca á las Ancylochira en los S (^. Kerremans, frente al Biqjrestis sanguínea, al encontrar que tiene las tibias anteriores inermes en los dos sexos, sin el gan- cho de los (f cT . Las fajas sombrpadas represeotan calizas azules y las claras zonas amarillentas. ^ t. n. Trozo de cuarcita que envuelve un núcleo de arenisca micácea y fajas de la misma arenisca, proce- dente del triásico superior de la Sierra del Caño (Lorca). !4 t n. de D. Antonio López Villanueva, profesor normal de Murcia, un trozo de roca, con aspecto pizarroso, con dobleces é inflexio- nes que recuerdan una serie de sinclinales y anticlinales. Otro frag-mento g-rueso de cuarcita blanca rosada forma ca- pas que envuelven un núcleo de arenisca micácea de color agrisado. Parece como una comprobación de que ciertas cuar- citas no son sino areniscas transformadas. DE HISTORIA NATURAL. -211 Nuevos datos para la Geología» del Sudeste de España POR DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS r. El Mioceno de la Sierra de las Atalayas. — Al O. de Ali- cante, y sig-uiendo la carretera que desde la capital con- duce á Monforte, se encuentra la pequeña Sierra de las x\.ta- layas, á unos 4 km. de distancia, brevemente estudiada por Mr. Nicklés (1). Atrajo mi atención la abundancia de fósiles que me particip'aron había en ella, y allí rae he dirigido varias veces con mis alumnos del Instituto. No pasó de ser la primera excursión una exploración lig-era, faltos de tiempo después del empleado en la inspección de la Serreta Neg-ra y en el Rincón de los Santos (Foncalent). No obstante la poca luz crepuscular, se recogieron muchas espe- cies, y esto nos oblig-ó á volver tres días después (8 Noviembre), repitiendo las correrías el 19 y el 25 del mismo mes. El gran número de akimnos que tomaron parte en estos pa- seos escolares permitió aumentar considerablemente las colec- ciones del Instituto y el descubrir capas margosas cargadas de fósiles, algunos no citados, que yo sepa, en las listas publica- das en diferentes obras. Ello me mueve á escribir las siguien- tes líneas, no sin dar antes las gracias á los Sres. Pérez Dagni- no, Martí, Martorell, Gómez Llueca, Puigcerver, Borja, y á otros, á cuya actividad y entusiasmo por estos conocimientos debemos la posesión de gran cantidad de fósiles. La Sierra de las Atalayas forma una pequeña arista de es- casa elevación, pero que se destaca perfectamente en medio del cuaternario que la rodea. Tiene su principio á muy poca distancia al O. de la Rambla de las Ovejas. Su dirección gene- ral es de ENE. á OSO. próximamente, y su mayor altura no pasará de 50 m. sobre el nivel de la carretera, no exce- diendo de 2 km. su longitud total. Preséntase, por tanto, como una serie de pequeñas colinas, si bien en la localidad se (1 ) RecJierches géologiques sur les 'erraiits secon^aires y tertiair^s de laprovince ti' A li- cante et du sud de la province du Valence, pág*. IST y pl. iv. ?12 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA emplean las palabras sierra y cordillera, aun para las raás in- significantes elevaciones. Principia cerca de la hacienda titu- lada La Lucrecia y termina en la Atalaya Grande, situada en la parte occidental, desde donde se domina una g'ran llanura, Carretera Je jriot^rte 'aija ^ytiHiC¿e Las Atalayas desde el centro de la laguna desecada. A.— Casa de Caturla, en cuyas inmediaciones se encuentran capas margosas coa discordancia de estratificación, por lo que se supone sean nummuliticas. 1.— Molasa con Heterosteginas y dientes de peces. 2.— Bancos calizos. 3.— Molasas inferiores. formada casi toda ella por el cuaternario. La inclinación g-e- neral de sus capas es hacia el E. .30" S., con una pendiente de unos 16°. Así es que presenta un suave declive hacia la carre- tera, mientras que al NO. aparece cortada y dejando ver sus estratos hasta cerca de la depresión, .que fué en otro tiempo una lag-una, situada entre ella y la Serreta Neg-ra y la parte meridional de la Sierra de Foncalent. Forma las capas superiores una molasa bastante fuerte que encierra numerosos fósiles, entre los que se encuentran restos de Pectén, Cstrea. Lima, Cardium, Venus, Voluta, Conus, Ce- rithium, etc., etc. Su espesor es variable, pues mientras que en alg-unos sitios es sólo de alg-unos centímetros, dejando al des- cubierto la capa caliza inferior, en otros alcanza alg-unos me- tros. Esta capa deja al descubierto en ciertos puntos una mo- lasa amarilla, de grano muy fino, que contiene trozos del Pectén cristatus Bronn, pequeñas ostreas y corales. En las cer- canías de la Venta de las Atalayas, á la izquierda del sendero que va de la carretera á la casa de Caturla, se presentan estas molasas en unas pequeñas barranqueras fraguadas por las aguas pluviales. Allí se encuentran el Pectén Solarium Lamk. y el P. Burdi- galensis Lamk., pues á esta especie creo deba referirse uno que alcanza hasta 20 cm., poco convexo, de 14 costillas, muy convexas al principio y que cerca de los bordes van aplanan- DE HISTORIA NATURAL. 213 dose, hasta desaparecer casi. Otro ejemplar de pequeño tama- ño, con una valva muy conVexa y de 15 costillas, ig-noro á qué especie pueda referirse; no falta tampoco un pequeño Chlamys en las capas superiores. El Sr. Nicklés cita la Ostrea Offreti Kil. como característica de las Atalayas, pero sin duda se encuentran además otras es- pecies. Los g-éneros Cardiiim, Venus, Pholadomya (una especie de g-ran tamaño), Lima, Spo7idyIns, tienen también sus repre- sentantes, aunque, por desgracia, los ejemplares recog-idos se encuentran en un estado que hace muy difícil su determi- nación. En la parte alta de la Atalaya Mayor, que es, como hemos dicho, la más occidental, la molasa se reduce, poco á poco, á polvo, fenómeno debido sin duda á las eflorescencias salinas que presenta. Los ejemplares g-uardados en las colecciones se cubren de sales, principalmente cloruro sódico y sulfato mag-- nésico, más alg-unas sales calcicas, pues precipitan abundan- temente con el oxalato amónico. Acaso la nitrificación no sea extraña al fenómeno. El resultado es lá formación de pequeñas cuevas y cobertizos, que prestan un aspecto extraño á las ci- mas. La parte exterior de estas molasas permanece sin alte- rarse, pero sólo en el espesor de unos cuantos centímetros, de tal manera que hay grandes cavidades que se hunden al peso de una persona. Este hecho me parece que encuentra su expli- cación en la infiltración de las ag-uas de lluvia, que disolviendo las sales de la parte superficial, las conducen al interior, rom- piendo ó disgreg-ando su masa al cristalizar en las superficies de las hendeduras. Así este polvo es salado, y el viento y otras causas de dispersión van ag-ran- dando lentamente estas cavidades. Los dien- tes de peces, conchas y demás restos, resisten á esta acción destructora, y por eso en estas cavidades, como en la ya citada del Garbinet, 1111 • 1 ^ í^ i H éter osUqina eos- se hallan buenos ejemplares^ completamente ¿a/ad-orb s/ .mío- limpiOS. ceno d« las Atala- .. . 111 yas. Alicante. La formación superior, molasa muy blanda, encierra á millares pequeñas Heterostegina, que empastan los moldes de Lamelibranquios, Gastrópodos y hasta de Taonunis, y entre ellos formas muy curiosas, en un todo semejantes á los 214 boletín de la REAL SOCIEDAD KSPANOLA moldes de alg-as ya citados con el nombre de Cos de dona en la nota en que me ocupé del nummulítico de Ag-ost. La profusión con que se encuentran estos pequeños fósiles es tal, que en alg-unos puntos de la Atalaya Grande forman un verdadero conglomerado, como se sabe acontece en la cuenca del Gua- dalquivir. Pequeños pectenes se encuentran también entre ellas, y no faltan radiólos de Cidaris ó de alg-ún otro g-énero vecino. Los dientes de peces no son tan abundantes como en la Cor- diUera de los Ángeles. Sólo los hemos visto, hasta el presente, de Lamna y Clirysophrys, pero quizá no falten OxyrMnas, por ser género muy frecuente en el Mioceno del 8E. de España. Reposa bajo de esta molasa una capa caliza de dos ó tres me- tros, que se destaca fácilmente á distancia. Ert ella los fósiles están muy destrozados, sobresaliendo los géneros Peden y Os- trea, que son los predominantes en las Atalayas. Esta es la caliza de Clypeaster, y más particularmente su parte inferior, de donde se han extraído el CJ. crassicosíatus Ag. y otra espe- cie que creo deba ser el C7. alius Lamk., una de las más repar- tidas en España. A estas capas corresponden también una SciUella, indeterminable por su estado de conservación, y algu- nas Beíerosíegina. La parte inferior es más pobre en fósiles, reproduciendo por sus caracteres la zona superior. En algunos puntos, y ya casi en la base, se presentan unas calizas margosas que buzan al N. y que están, por lo tanto, en discordancia con las capas helvecieñses. Por su aspecto recuerdan al Nummulítico y con duda las señala el Sr. Nicklés como tales, y aunque se han re- petido las excursiones con el objeto de cerciorarnos, no hemos tenido la suerte de encontrar fósil alguno que nos sacara de dudas. Nada tendría de particular la existencia del Eoceno en estos lugares, dada la identidad de formación con la Cordillera de los Ángeles, que, como ya he dicho en otra nota, descansa sobre margas nummulíticas. Es el asomo nummulítico más próximo á Alicante y ano de los más ricos en fósiles. La presencia del género Heterostegina, algunos de cuyos ejemplares alcanzan 8 mm. de diámetro, viene á confirmar una vez más el parecido de estas formaciones con el Mioceno de Viena, y en una próxima nota pienso comunicar á nuestra Sociedad el hallazgo de otros foraminíferos en el Mioceno de DE HISTORIA NATURAL. 215 la provincia de Murcia, ig-uales á los citados eu las calizas de Leytha (l)y formaciones análog-as inmediatas á aquella capital. Al N. de las Atalayas se encuentra una g-ran depresión del terreno, imposible de cultivar por encontrarse cubierto de sa- les, principalmente cloruro sódico, pareciendo como una ex- tensa lag-una desecada. Ya Nicklés señaló este sitio en la Pl. iv de su obra, indicando los numerosos afloramientos de Infra- cretáceo en las proximidades de Foncalent. En medio de esta llanura se presentan pequeñas manchas de calizas azuladas, oon numerosos amraonites que, por su forma, parecen neoco- mienses, y en algunos puntos la capa de tierra es sólo de unos cuantos centímetros. El Infracretáceo se extiende hasta muy cerca de las Atalayas. II. El Infracretáceo del N. y SO. de Foncalent— Descritas cuidadosamente por el Sr. Nicklés las Sierras de Foncalent y Serreta Negra, nada tenía que añadir á su concienzudo tra- bajo; y sólo á título de curiosidad he recorrido multitud de ve- ces estos lugares, aprovechando la circunstancia de poder hacer noche en la casa de campo de mi distinguido amigo el Sr. Elizaicin, situada en el extremo N. de Foncalent. La afición de mi amigo á las antigüedades le ha hecho recorrer las inme- diaciones en busca de objetos romanos, de los que abundan en aquellos sitios (2), y juntos hemos visitado los contornos de la Sierra y encontrado fósiles infracretáceos en puntos distin- tos y á donde no llegaron los estudios del Sr. Nicklés. En mi . (Mem. R. Soc. esp. Hist. nat., Madrid, 1906.) Bois (D. M. D.) — Description de Plantes nouvelles (BuU. de la Soc. botan, de France, Paris, 1906.) — Nécessité de l'étude scientifique des productions naturelles coloniales. Bruxelles, 1905. — Présentation du Pé-tsaí ou Chou de Chine (Brassica chinensis L.) (Bull, du Mus. d'Hist. Nat , Paris, 1905.) — Sur une pomme piriforme. (Journ. de la Soc. nation. d'Hortic. de France, Paris, 1904.) Bois (D. M. D.) ET Gallaud (D. I.)— Modifications anatomiques et phy- siologiques provoquées dans certaines plantes tropicales par le chan- gement de mitieu. (Compt. rend. de l'Acad. des Scienc, Paris, 1905.) Grootblle (D. A.)— Description d'un Calydien du groupe des Cerylon. (Bull. de la Soc. Entom. de France, Paris, 1905.) DE HISTORIA NATURAL. 2ii Grouvelle (D. a.) — Description d'un Laemophdoeus nouveau de Mada- gascar. (Bull. de la Soc. Eotom. de France, París, 1905.Í — Famille des Hétérocerides. — Quelques Clavicornes nouveaux de la République Argentine. (Rev. del Mus. de La Plata, La Plata, 1905.) Jagkrskiold (D. L. a.)— Results of the Swedish Zoological Expedition to Egypt and the White Nile, Upsala, 1905. Kerner (Dr. Franz). — Beitráge zur Kenntniss der OrthopterenFauna der Hercegovina. (Verhandl. der k. k. zoolog. -botan. Gesellechaft, Wien, 1898.) — Beitráge zur Kenntniss der OrthopterenFauna Griechenlands. (Berli- ner Entomol. Zeitschr., Berlin, 1902.) — Ü ber die ven Herrn Dr. Karl Graf en Attems aus Kreta mitgebrachten Orthopteren. (Verhandl. der k. k. zoolog.-botan. Gesellschaft, Wien, 1903.) Llord t Gamboa (D. Ramón). — Una visita á las regiones volcánicas del golfo de Ñapóles. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Madrid, 1906.) Navas (D. L.)— Notas zoológicas, ix. (Bol. Soc. arag. Cieñe, nat., t. iv, n° 9.) — Notas entomológicas. (Bol. R. Soc. esp. Hist nat., Dic. 1905. PicclOLi (Dott. Ludovico). — llLegname di Farnia e di Rovere,Frienze, 1906. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. — Anuario. Madrid, 1905. — Programa de premios para el Concurso del año 1907. Real Academia de Ciencias y Artes. — Nómina del personal académico. Bar- celona, 1905. RioJA (D. José). — Nota acerca de diversos yacimientos y variaciones de color de la «Adamsia Rondeletii^ D. Ch., é indicación de la nueva va- riedad var. € libera >. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Nov. 1905.) Strobl (D. G.) — Spanische Dipteren. (Mem. R. Soc. esp. Hist. nat., Ma- drid, 1906.) ToRiNO (D. Damián). — Memoria presentada al x Congreso de la Nación. Buenos Aires, 1904-1905. — Anexo A á la anterior Memoria. — Anexo B á la anterior Memoria. Ventalló (D. Domingo).— Contribució al estudi de la Fauna lepidopte- rologica de Tarrasa. Tarrasa, 1905. Abril. Academia Mexicana de Ciencias exactas, físicas y naturales. México. (Ana- les.) Tomo I, 1903, n.os 1-2. Académie des Sciences. Paris. (Comptes rendus.J T. cxlii, 1906, n° 9, 26 Fevr. Berthelot et Axdré: Recherch. sur quelq. métaux et miner. trouvés 222 nOLRTIN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA dans les fouilles.— Víala et Pacottkt: Sur les kyetes des Glceosporium et 8ur leur role dans l'orig. des levures. —Stellospfuera mirabilis, nou- velle larve d'Astérie. — Akgand: Sur la tectonique du uiassif de la Dent-Blanche.— Chddeau: D'Iféronane á Zinder.— N° 10, 5 Mars.— Güignard: Le Haricot á acide (;yanhydri(|no, Fhakeolus limatus L.— Leger et DuBoscíj: L'evolut. des Eccrina des G/o>«em. — Bounhiol: Sur le gisement huitrier natnr. de la Macta (Algér.) et le regine d'e- coulem. de cette riviére. — Chahr'n et Goupil: J-^es ferinents du pla- centa.—Lambekt: Sur la durée des persist. de l'activ. du coeur isolé.— MoNTiER: De l'influence de la vieillesse sur la presa, arter.— Glan- geaüd: Une chaine volcan, mioc. sur le bord occid. de la Limagne. — KiLiAN et Gentil: Découv. de deux horizons cretac. remarq. au Maroc. — Martel: Sur le grand cañón du verdón (Basses-Alpes), son age et sa format.=N° 11, 12 Mars.— Depéret: L'evolut. des Mammif. tertiaires; import. des migrations.— Pelourde: Contrib. á ranatom. systemat. de quelq. genres de Fougéres.— Dangeard: La fécondat. nucléaire chez les Mucorin. — Rothschild et Neuville: Sur V Hylochce- riis Meinertzhageni O. Ths.— Bordas: Struct. des csecums ou append. filiform. de l'intestin moyen des P/i?/ZZ¿es.— Hérubel: A propos de l'anat. corap. des Sipunculides.— Moroff: Sur l'evolut. des prétendus Coccidies des Cépbalop.— Léger: S ir une nouv. maladie myxosporid. de la Truite indigéne. - Gautrelet: La réaction dn sang, fonction de la nutrit.— Chevalier: Sur les glaciers pléistoc. dans les vallées d'An- dorre. — Glangeadd: Les volcans du Livradois et de la Cómté. — Ar- gakd: Sur la tectonique des zones d'Ivrée et du Strona.— Petit et Coürtet: Les sédiments á Diatomées de la región da Tchad.=N'' 12, 19 Mars. — Lacroix: Sur les facies de variat. de certain. syénites né- phéliniq. des iles de Los.— Boüvier: Sur les Gennadas on Pénéides bathypélag.— Lévy: Sur la feuille de Gap au . — Cayeux: Struct, 80000 et orig. problable du mineral de fer magnét. de Diélette (Manche).— Vassiere: Sur les Gasterop. Nudibranch. et sur les Marséniadés de l'Expéd. au tarct. du Dr. Charcot. — Léger et Hesse: Sur la struct. de la paroi sporale des Myxosporid. — Pelseneer: Un genre de Lamellibr. á bouches multipl. — Villemin: Rayons X et activité genit.— Kayser et Manceau: Sur la malad. de la Graisse des vins. — Henry: Sur les lois de l'elastic. muscul. et leur applicat. á l'Énergetique.— Hang: Nouv. données paléontol. sur le Devon. de l'Ahenet occid.— Cornet: Sur la faune du terr. houiller infér. de Baudour. — Renier: Sur la flore du terr. houiller infér. de Baudour. — Thoulet: Le calcaire et l'argile dans les fonds marins. Académie Impériale des Sciences de St. Fétersbourg. (Annuaire du Musée Zoologigue). 1905. Tomo x, nos 1-2. DE HISTORIA NATURAL. 223 Academy of Natural Sciences. Philadelphia. (Proceedings.) 1904, vol. lvi, part 2 and 3; 1905, vol. Lvii, part 1. American Naturalist (The). 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N° 418. — Labeau: Note sur la flore marit. du littoral fran9. de la Mer du Nord (fin). — Platkau: No- tice géologique sur le territoire de Merfy (suite).— Mingaud: Nouv. captures de Platyps¡jlhis castoris Kits. — Dollfüs: Études sur les crus- tacés Isopod. terrestres de l'Europe et du bassin méditerr. (íi suivre). Field Columbian Museum. Chicago. Geológica! series, vol. ii (1904), nos 5.6; vol. 111 (19(j5), n° 1. Zoological series, vol. iv (1904), part i y il; vol. v (1904). Report series, vol. 11 (1904), n° 4. Forestry Burean. Manila. (Bulletin.) 1903, u° 1. Ingeniería. Madrid. 19i,6, no» 34-36. Institució Catalana d' Historia Natural. Barcelona. (Butlleti.) 1906, nos 1.2. Cadevall: Excursionismo botánich. — Soler: Rectiñcac. de la nomen- clat. d'una .— J. Maluquer: Moluschs terrestres y d'aygua dolsa deis voltants de la Pobla de Segur.— S. Maloquer: Guía per la cass., preparac. y conservac. deis lepidópters (acab.). Institut de Botanique de I' Université. Montpellier. 1 906. Serie mixte, mé- moire n° 2. Institut de Zoologie de VUniversité. Montpellier. 19041905. 2^ serie, mé- moir. 14-16. Jardín Botánico de Tiflis. 1906, vol. ix, n° 1. (En ruso.) Johns Hox>kins Hospital. Baltimore. (Bulletin.) 1906, vol. xvii, n° 180. K. E. Naturhístorischen Hofmuseums. Wien. (Annalen.) 1904, Band xix, nos 1-4. K. K. Zoologisch-botanischen Oesellschaft. Wien. (Verhandbinqen) 1906, LVi Band, 1 Heft.— Brehm und Zederbaüer: Beitr. zur Planktonun- tersuch. alpiner Seen. — Brehm: Untersuch. üb. das Zooplankton eini- ger Seen der nórdlichen und óstlichen Alpen. — Brauns: Zur Kenn- tnis der südafrikanisch. Hymenopt.—PENTHER: Bemerkung. üb. einige Scorpione aus Kreta. Missouri Botanícal Garúen. St. Louis. Sixteenth annual Report. 1906. Musée Teyler. Haarlem. (Archives.) 1904, serie 11, vol. viii, 6" part.; 1905, serie 11, vol. x, 1^ part. Musei di Zoología ed Anatomía comporata. Torino. (Bolletino.) 1904, vol. xix. Museo cívico di Storia Naturale. Genova. (Annali.J 1904-5, serie 3.*, vol. i. Jtítiseo Nacional. Buenos Aires. (Anales.) Serie iii; 1904, tomo iii; 1905, tomo IV. Museo Nacional. Montevideo. (Anales.) 1905, serie 11, entrega n.— Sección histórico-filosófica. 1905, tomo 11, entrega i. Muséutn d'Hídoire Naturelle. Paris. (Bulletin.) 1904, nos 4-8; 1905, nos 1-6. (Continuará.) Sesión del 9 de Mayo de 1906. PRESIDENCIA DE DON FLORENTINO AZPEITIA El Secretario accidental, Sr. Dnsinet, leyó el acta de la sesión anterior, que fné aprobada. Admisión y presentaciones. — Quedó admitido como socio nu- merario D. Carlos Rodríg-uez y López Neira, propuesto en la sesión anterior, por D. Marcelo Rivas Mateos, Se hicieron otras tres propuestas de socios. Correspondencia. — Se leyó una carta del Dr. Schultess-Rech- berg", de Zurich, y otra de Mr. P. Lesne, de París, dando gra- cias por su nombramiento de socios correspondientes. Se dio cuenta de la tercera circular del Comité org-anizador del Cong-reso Geológ"ico Internacional de Méjico, que ha de inaugurarse el tí de Septiembre. Se leyó una carta circular del Dr. Richard, Secretario de S. A. el Príncipe de Monaco, referente al proyecto del Primer Congreso Internacional de Oceanografía que habrá de cele- brarse en aquella población con motivo de inaugurarse el grandioso Museo Oceanógrafico debido á la munificencia y entusiasmo científico de aquel Soberano, conviniéndose, por todos los señores que usaron de la palabra, en que merece aplauso de cuantos se interesan por el progreso de la Ciencia, la iniciativa tomada por S. A. S., y que se transmita al doctor Richard la adhesión incondicional de la Sociedad para tan útil proyecto. Comunicaciones verbales. —El Sr. Vázquez presentó el pros- pecto de una gran publicación sobre Lepidópteros, indicando la conveniencia de que la Sociedad se suscriba á ella. Se acor- dó estudiase este asunto la Comisión de publicación, conce- diendo desde luego su aprobación á lo que ésta resolviese. — El Sr. Rivas Mateos (D. Marcelo) leyó la reseña de una excursión á Motril, y el Sr. Lázaro ofreció una nota referente á las plantas notables de aquella zona. — El mismo Sr. Lázaro presentó la siguiente nota: T. v.-Mayo, 1906. 16 226 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Como el catálog-o de hepáticas españolas debe ser aún muy incompleto, no habremos de asombrarnos de que aun los que no cultivan especialmente dicho g-rapo de plantas, pero reco- rren los campos con frecuencia, puedan recoger ejem})lares de especies que anteriormente no se hayan citado. Tal es el caso de nuestro activo consocio y eminente profesor Sr. Boscá, quien hará dos meses me remitió para su determinación al- gunas plantas, y entre ellas una hepática taliforme recogida en Oliva, cerca de Sagunto. Examinada ésta, resultó corresponder á la especie Oiiona Itálica Dumortier {Aitooiia Itálica Lindberg, Anthroceyhalus ItaHcvs Sassi, Plagiochasma IlaUcum Notaris), que hasta aho- ra no había sido hallada en la Península. La especie fué reco- nocida primeramente en Liguria, donde durante bastante tiempo se la creyó localizada, pero recientemente se compro- bó su existencia en Francia, en el litoral mediterráneo, y el hallazgo del Sr. Boscá demuestra su existencia en España, y hace muy probable su presencia en otras localidades penin- sulares de la región oriental. — El Sr. de Buen llama la atención acerca del envío de in- vertebrados vivos que ha hecho en los comienzos de este mes el Laboratorio Aragó, de Banyuls sur Mer, al Museo de Ma- drid, con motivo de las Conferencias de Biología Marina que ha tenido el honor de explicar estos días en el Ateneo, usando del derecho que le concede el Real decreto de Noviembre de 1901 y con la venia del Sr. Director del Museo. El envío de animales vivos tiene importancia, porque han llegado perfectamente, incluso los crustáceos que tan difíciles son de transportar, á pesar de la temperatura elevada de los días primeros de este mes. La Compañía de ferrocarriles Ma- drid, Zaragoza y Alicante, permitió que viniesen las cajas con los animales vivos, en el tren de lujo de Portbout á Madrid, mereciendo por ello un aplauso. Además, es el primer envío de tal importancia y con tal pro- pósito que se ha hecho en España, y prueba que pueden sur- tirse nuestras cátedras y laboratorios del interior, perfecta- mente, de animales vivos. Una vez que el Laboratorio de Baleares (en organización) se establezca, el servicio para las cátedras y laboratorios de Ma- drid, podrá hacerse regularmente, sin dificultad. DE HISTORIA NATURAL. 221 En el envío fig-uran Esponjas muy notables y brillante re- presentación de Pólipos y Equinodermos, como puede verse en la lista adjunta. Aprovecho — dice el Sr. de Buen— la ocasión para ag-radecer al Laboratorio Arag-ó (anexo de la Facultad de Ciencias de París), á su ilustre Director M. Pruvot y al Subdirector Dr. Ra- covitza, el desinteresado é importantísimo concurso que han prestado á mis Conferencias, como hace años prestan á mis lecciones en la Universidad de Barcelona, y á mis estudios de Biología marina. Animales de Banyuls lleg-ados vivos á Madrid: £^spo7¡ffiarios.—íi>\ihev'úes domuncula.— S. ficus — Euspong-ia officinalis. — Tethia lyncurium. — Axynella polipoides. — Sy- con capillosus. i'oYi/íOí.— Agiaophenia pluma. — Sertularella polyzonia. — An- tennularia antennina. — Alcyonum palmatum. — Veretillum oynomorium. — Pennatula phosphorea. — Gorg-ina verrucosa. íSympodium coralloides. — Heliactis bellis. — Sag-artia para- sítica. —Ilyanthus diaphanus. — Actinia equina. — Anemonia sulcata. — Adamsia palliata. Equinodermos. — Strong-ylocentrotus lividus. — Holothuria tubu- losa.— Cucumaria Planci. — Asterias g-lacialis. — Echinaster sepositus. — Antedon rosacea. I^oUquetos — Spirog-raphis Spallanzani. Cuatro ó cinco especies no determinadas aún. Briozoarios. — Salicornaria fistulosa. AIg"unas especies no determinadas. Braqiiiópodos. — Meg-erlia truncata. Crustáceos. — Eupag-urus Prideauxi. — Pag-urus striatus. — Dro- mia vulg-aris. — Portunus depurator? Una CapreUa y varios anfípodos, aún no determinados. Moluscos.— 'Dov'i's, tuberculata. — Murex brandaris — Anomia ephippium. — Avíenla taren tina. Ascidias. — Phallusia mamillata. — Microcosmus sp. — Cynthia papulosa. — Polycyclus Renieri. Con este motivo, el Sr. Artig-as felicitó al Sr. de Buen por la iniciativa y por el éxito de estas conferencias, haciendo notar ■ la importancia que entrañaban, porque por su medio se hace comprender el interés de estos estudios y se populariza su co- nocimiento, sobre todo haciéndolo de la manera amena y ag"ra- 2>tí boletín de la real sociedad española dable como lo ha realizado el Si", de Buen, quien se ha servi- do de proyecciones y de los ejemplares vivos, facilitados por la Universidad de París. El Sr. de Buen dio las g-racias al Sr. Artig-as por sus juicios tan favorables á, su persona, y aprovechó la ocasión para ma- nifestar que pronto sería un hecho la fundación de un nuevO' laboratorio biológ-ico en nuestro país, que estaría situado en las Baleares, á cuyo fin, g-racias á las g-estiones del Director del Museo de Ciencias Naturales, se le había nombrado por el Ministerio de Instrucción pública, en unión del profesor señor Fuset, de Palma, para constituir la Comisión que había de es- tudiar y proponer al Gobierno las condiciones en que podría fundarse dicho Establecimiento, habiendo encontrado todo g-énero de facilidades en el Ayuntamiento de Palma y en la Diputación, que habían votado 1.500 y 1.000 pesetas, respecti- vamente, para los primeros g-astos, con lo que ya se disponía de local apropiado para la instalación del futuro laboratorio^ lo que la Sociedad oyó con la mayor complacencia. — El Sr. Ribera (D. Emilio) enseñó á los socios un tubo, con- teniendo polvo volcánico (vulg-armente cenizas) arrojado por el Vesubio en la erupción del mes de Abril del año corriente, reco- g-ido por la tripulación del vapor Matyas Kircüy, estando éste an- clado en el puerto de Ñapóles. Seg-ún el testimonio de dicha tri- pulación, durante una sola noche se depositó sobre la cubierta del barco una capa de 50 centímetros de altura, que, seg-ún lO' que aumentó la inmersión del vapor, pesaba 50 toneladas. Esta muestra ha sido donada al Sr. Ribera, y por rueg-o del mismo al Museo de Ciencias Naturales, por D. J. Ricardo Mo- rales^ farmacéutico de Valencia, quien lo ha recibido directa- mente del capitán del vapor citado. —El mismo señor socio leyó la sig-uiente nota sobre alg-unos datos del presupuesto para Instrucción pública de Francia en 1905 y 1906: «No es Francia de los países en que la Instrucción pública está más ni mejor atendida financieramente, ni de los en que la masa social aumente con donaciones de g-randes sumas los recursos que el Tesoro público destina á fines docentes ó cien- tíficos; no puede, sin duda alg-una, compararse bajo estos as- pectos con Alemania, Ing-laterra y los Estados Unidos. Pero, por lo mismo, entiendo que ha de tener interés para nuestra DE HISTORIA NATURAL. 229 Sociedad el que se conozcan en ella los recursos que el país vecino destina oficialmente á las enseñanzas públicas y á las misiones científicas relacionadas con la de la Historia Natural, y el que estos datos se publiquen en nuestro Boletín para que se divulg-uen, sean conocidos en el país y vayan las g-entes comparando lo que allende el Pirineo se hace con lo que propor- cionalmente aquí podría y debería hacerse, tanto más cuanto que los particulares, entre nosotros, solo se acuerdan para sus donaciones, inter vivos ó post morlem. de las instituciones pia- dosas ó benéficas. Destina Francia al personal del Museo de Historia Natural: en 1906, 683.050 francos, y destinó en 1905, 678.000; ídem al material, respectivamente, 329.200 y 331.000. Debiendo tenerse en cuenta que en estas sumas no se in- cluye nada que á la Facultad de Ciencias se refiera, pues está ésta atendida con la parte que le corresponde de la dotación para enseñanza universitaria, la cual dotación es en 1906, para personal, de 10.952.225 francos, y para material, de 2.575.705. Para viajes y misiones científicas y literarias se destinan 324.500 francos; para impresiones, 130.810, y para Subvención a la Misión científica de Marruecos, 40.000; sumas ig-uales á las concedidas en 1905. Es de advertir, á propósito de la última partida, que esta Misión percibe, además, auxilio con cargo á las dos partidas precedentes. Estos datos están tomados del presupuesto promulg-ado ofi- cialmente el 18 de Abril próximo pasado. Por si alg-uien desea saber lo que el presupuesto español dedica al Museo de Ciencias Naturales entre personal y mate- rial, diremos que son 55.000 pesetas, que, sumadas con 41.500 *que al Jardín Botánico se destinan, forman un total de 96.500 pesetas para análog-os servicios que los que en Francia están -dotados con 1.012.250 francos. —En nombre del Sr. Martínez de la Escalera, fueron presen- tados dos artículos para el Boletín, «Asida Lazaroi» y «Sistema •de las especies ibéricas del g-énero Asida Latr., III, Subg-énero, EJongasida», en el del Sr. Cabrera Latorre otro sobre «Mamí- feros de Mogador», y en el del Sr. Esteva, de Gerona, «La de- hiscencia y diseminación del Papaver Rkoeash y «Las hojas de la Onohrychis saliva>'>. — El Sr. Calafat (D. Juan) presentó una nota sobre minera- sao líOLKTlN Dlí LA lUíAL SUCIEDAD ESPAÑOLA les fosforescentes, titulada «Un nuevo mineral fosforescente de la provincia de Murcia», haciendo ver dicha propiedad en una» calizas de aquella procedencia, que había recog-ido en su re- ciente viaje á la referida localidad. — El Sr. Fernández Navarro presentó una nota titulada,. «Plan de una exploración g-eológñca del Noroeste africano». — El Sr. Bolívar dijo que se habían recibido varias Meinorias^ para el tomo i, destinado á la fauna del Muni, y que tenían l)or objeto el estudio de los Crustáceos, por el Sr. Nobili; el de algunos Neurópteros, por el profesor Klapalek; el de los Dermápteros, por el Sr. Burr; el de los Estafilínidos, por Mr. Fauvel; los Crisomélidos y Coccinélidos, por el Sr. Veise,. de Berlín; los Tenebriónidos, por el Sr. Gebien, de Hamburgo,. con lo que la publicación de dicho , tomo recibiría un notable adelanto. Presentó además un estudio de los Locustídeos para el mismo tomo. Noticias bibliográficas.— El Sr. Calderón leyó la sig-uiente: Vidal (Luís Mariano) y Depéret (Ch.), «Contribución al estu- dio del Olig"Oceno de Cataluña. (Mem. de la R. Acad. de Cien- cias y Artes de Barcelona, v, núm. 19, 1900). (Con versión francesa!. — 19 pág-inas y 6 cortes g-eológícos intercalados. Este importante escrito alcanza suma trascendencia, no sola para la g-eolog-ía de Cataluña, sino para todo el centro y Norte de la península ibérica. Sintetizando los resultados de muchos- trabajos anteriores y completándolos con otros nuevos, ba- .sados en cuidadosas investig-aciones estratigráficas y paleon- tológicas, lleg-an los autores á las conclusiones sig'uientes: «El principal resultado del presente trabajo será haber de- mostrado que la potente formación terciaria de Cataluña, has- ta aquí referida en su mayor parte al Mioceno lacustre (mioce- no del Ebro), es en realidad de edad OUgoceiio, y sucede en perfecta concordancia á los depósitos eocenos del contorno de la cuenca. »Esta conclusión se aplica, no sólo á la cuenca lacustre de Cataluña, sino también á las partes vecinas del reino de Ara- g-ón, lo cual nos hace entrever la posibilidad de comprender asimismo en el Olig-oceno la mayor parte de los depósitos ter- ciarios del centro y del Norte de España. Si se dejan aparte los pequeños depósitos que en Madrid, Teruel y Valladolid,. DE HISTORIA NATURAL. 231 han suministrado osamentas de mamíferos, tales como Hippa- rioii gracile y Mastodontes^ cuya edad del Mioceno superior no es dudosa, quedan aún grandes extensiones cuyos caracteres litológicos recuerdan más bien los de la serie olig-ocena de Ca- taluña, y de las que los pocos fósiles citados hasta hoy, como son Limnaea longiscata, PlanorMs cornu, etc., parecen también justificar esta apreciación.» Los Sres. Azpeitiay Fernández Navarro y el mismo Sr. Cal- derón, hicieron varias indicaciones, con motivo de la anterior noticia bibliog-ráfica que la Sociedad oyó con mucho g-usto. Secciones. — La de Zaragoza celebró sesión el 25 de Abril, en la cual quedó admitido como socio el Sr. D. Ramón Gómez, propuesto en la sesión anterior. Notas y comunicacioues. El género «Tetraconcha» Karsch POR IGNACIO BOLÍVAR Uno de los g-éneros dimorfos más notable de los Faneropté- ridos es el Tetraconcha, descrito en 1890 por el Dr. Karsch, de Berlín, por solo el cf, tan diferente de la 9> que, al conocer ésta, la consideré como g-énero nuevo y la describí con el nom- bre de Tellidia en 1893. Su historia es la sig-uiente: 1890.— Describe el Dr. Karsch el g-énero solo por el (^ en «Entomolog-ischeNachrichten», de Berlín (Jahrg-ang- xvi, n° 4, pág". 61), dando á conocer la especie T. fenestrata, é indica su afinidad con Oliophysa (1). En el mismo año y publicación (S. 360), describe el autor otra especie T. siichyrata, por sólo el ¡^ (2). (1) Orthopterologische Mittheilungen. 4. Uber Phaneropteriden. (2) Verzeichniss der -von Herrn Dr. Paul Preuss auf der Barombi-Station íd DeutschWestafrika 189) gesammelten Locustodeen aus den Familien der Phane- ropteriden, Mekonemiden und Gryllakriden. •¿•¿i ROLETIN DIí LA ItlíAL SüCIlíDAD I5SPAN0LA 1891. — En su «Addimenta zur Monog-rapliie der Phanerop- tei'iden» (1) Brunner (S. 115), da cabida al g-énero en el grupa Otiaplij/sa, creado por Karsch en «Beitrag-e zur Kenntnis der Phaneropteriden Fauna Afrika's, der 8eychellen und Mada- g-askar» (Berliner Entom, Zeitschr. Bd. xxxii (1888) S. 453, colocando dicho g-rupo entre el Tijlopsidat y el Hormilimy enu- merando tres especies, de las que dos se describen por primera vez y siempre por sólo los (Sdy ^ue son T. fenestrata Karsch, scalaris y smaragdina Brunn, pág-inas 115 la primera y 116 las dos últimas, dando un dibujo (fig-. 20) de \?íjenesiraia, que no me parece el de dicha especie, sino en todo caso el de la scala- ris, pues en él aparece el lóbulo lateral del pronoto más alto que ancho, al contrario de lo que sucede en aquella especie, y los élitros estrechados hacia el extremo y redondeados en él, mientras que en feneslrata tienen paralelos los bordes anterior y posterior y están terminados en el extremo por ancha trun- cadura. Es, además, curioso que Brunner nada dig-a de la coloración de la especie al describirla, siendo tan notable como poco frecuente en los insectos de esta familia. De las dos especies nuevas, que describe Brunner, la. scalaris es la misma. s¿ic/ip'aia de Karsch, habiendo desconocido Brun- ner la publicación de Karsch, en que fué descrita, seg-ún pue- de comprobarse por la enumeración que hace aquel autor al principio de su notable estudio de las obras que consultó y entre las que no fig-ura la referida. 1893.— En esta fecha he descrito el g-énero TeUidia en los «Anuales de la Société entomolog-ique de France», vol. lxii, pá- g-ina 177, Pl. I, fig-. 9 (2), ong-añado por su forma, tan diferente de la de los c^(^, y también por la equivocada colocación del g-rupo junto al TijlopsidíS, que no es la que le corresponde como ahora diré. La colocación del g-rupo Oliaphysíe en el sistema de Brunuer (I. c), no me parece natural, pues las analog-ias de los insec- tos que comprende con los del g-rupo EphippiihyUe son, á mi (1) Verhandlungrea de K. K. Zoologisch-botanische Gesellschaft in Wien. (2j Voyage de M. Oh. Alluaud dans le territoire d'Assinie (Afrique occidentale en .luillet et Aofit 1886, 14» Mémoire. (Memoria presentada en Octubre de 1892 y que no se publicó hasta la fecha indicada). DE HISTORIA NATURAL. 233 entender, tan evidentes, que el que solo conozca las 99 ^o se le ocurrirá colocarlas en otra parte; así señalé yo, al descubrir el g'én. TeUidia, su afinidad con el Polichne, y el mismo Karsch había indicado ya, al dar á conocer el Oliayhysa, su relación con el Dictyoia Br. Así que, la colocación que de él hace Brunner sólo puede explicarse por el desconocimiento en que estuvo de las 99 *^6 este g-rupo, puesto que solo describió el sexo (^ de sus especies de Teiraconcha y no parece haber visto tampoco las del Oiiaphysa. La disposición del oviscapto parece abonar la colocación en el E'pMjrpithyto'^ siquiera sean dentados sus bordes, pues lo son muy lig-eramente y no me parece este carácter, tan débilmente manifiesto, de más valor para la filiación de estos g-éneros que la finura y elasticidad de las antenas, que contrasta con la frag-ilidad que tienen en los Tylopsis, y la disposición de las numerosas venas de los éli- tros, etc., que el mismo Brunner señala. Así es que creo debe colocarse este g'rupo Oliaphys(B á continuación de Ej^hippi- thytce, sacándolo de la sección 5' de Brunner, donde en mane- ra alg-una puede hallar colocación por la pequenez de su ovis- capto, que contrasta con el carácter asig-nado á esa sección de tener un oviscapto tanto ó más g-rande que el pronoto, pues de colocarlo allí habría que hacer una salvedad por lo que res- pecta á este g-rupo. Por lo que toca á las especies, falta determinar si mi Tellidia longipes puede ser la 9 de alg-una de las descritas de Teiracon- cha y de las que sólo es conocida la de la T. slichyrata Karsch ó ^calaris Brunn; pero como poseo la de la T. fenestrata Karsch y la de l& smaraydinaBr., que no han sido aún escritas, hay que considerar como correspondiendo á otra especie distinta la longipes Bol. He aquí la descripción de las 99 ^^ ^^^ ^o^ especies á que me he referido; pero antes señalaré las diferencias g-enerales que se observan entre los ¡^cf J ^^^ 99 ^^ este g-énero: cf . Caput parvum. Fastigium verticis oblique elevato pro- ductum, articulo primo antennarutn vix latius, ápice in lobos dúos terminatum antice breviter continuatum et sulcatura, cum fastig-io fr intis contig-uum. Scroba? antennarum marg-ine interno spatio latitudine articuli primi disjunctse. Elytra elon- g-ata, ápice truncata et femorum ápice superantia. Venis ra- 234 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA dialibus basi discontig-iiis flexuosis atque incrassatis; venií?- ulnaribus basi valde inflexis. 9. Caput latiusculura. Fastig-ium verticis obliqíie elevato- productum, articulo primo antennariim iatius, ápice subsi- matiim antice convexum vel siib truiicatum, indistincte sul- catura. ScrobiB intus spatio latimdiiie articuli primi antenna- rum latiore sejunctae. Elytra breviora ápice subrotundata, la- tiera, apicem femorura vix snperantia. Venis radialibus bast subcontig'uis rectissimiá liaiid iucra^satis; venis ulnaribus basL rectis. Ovipositor brevissimus apicem versus ang'ustatus ápice acutus superne prope apicem haud vel indistincte serrulatus. 1. Tetraconclia fenestrata Karsch. 9 Testaceo straminea; capite pone oculos linea fusca per lobos laterales pronoti continuata; elytris venis plurimis cam- pis radialibus et ulnaribus areolis minutis fuscis circumdatis- pedibus fusco punctatis, spinis femorum nec non ápice tibia- ruin anticarum nig-ris. Fastig-ium verticis antice indistincte sulcatum sub perpen- diculare. Pronotum dorso parallelo plano, lobis deflexis lon- g-ioribus quam altioribus margine interiore rotundato et prse- cipue anterius subreflexo. Elytra apicem femorum posticorum vix superantia ápice a marg-ine postico rotundata marg-ine an- tico pone médium sinuato. Venis radialibus rectissimis tan- tura ápice subcurvatis et disjunctis. Vena ulnari antica recta ante médium elytri in ramos dúos sinuosos divisa. Campo ra- dialibasi venulis transversis reg'ulariter dispositis. Ovipositore et cercis ápice acutissimis, integ-ris. Long-. corp. 32; pron. 5,8; elytr. 32; lat. elytr, 9,5; long*. fem. ant. 9,5; interm. 13; post. 25; tibiarum ant. 9,5; interm. 14; post. 29; ovipos. 3 mili. Loe. Kamerum, L. Conradt. 2. Tetraconcha smaragdina Brunner, 9. Satúrate viridis, elytrorum basi plus minusve ferrugi- nea; pronotum lobis deflexis ad dorsum linea fusca; ramis ra- dialibus areolis fuscis plus minusve circundatis. Fastig-ium verticis ápice convexum breviteretsubindistincte sulcatum. Pronotum pone marg-inem anticum amplectente a latere transverso subelevatum, lobis deflexis inferné subrotun- DE HISTORIA NATURAL. 235 datum. Elytra lata, oblong-a, marg"ine antico pone médium val- de rotuiidata ápice late rotundato-truncata. Venis radialibus rectis a basi discontig'uis, vena ulnari anteriore recta long-e ante médium elytri furcata, campo radiali basi venulis trans- versis confertis subramosis repleto. Ovipositor acutus. Long-, corp. 33; pron.6,5; elytr. 33; lat. elytr. medio 13; long". fem. ant. 9,5; interm. 13; poster. 25; tibiar, ant. 9,5; interm. 14; post. 29; ovip. 2,5 mili. La lista de las especies es la sig-uiente: 1. T. FENESTRATA Karsch «Entom. Naclirichten», xvi, S. 62 (1890) cf Kamerum. Brunner «Add. zur Monogr. der Phanerop.»^ p. 115 excl. fig-. 20 (1891) cf Ora áurea. 2. T. STiCHYRATA Karsch. «Entom. Nachrichten», xvi, S. 360 (1890) cf DeutschWestafrika. scalaris Brunner 1. c, p. 116 cf Gaboun. stichyrata Karsch. «Berlin. Entom. Zeitschrift» Bd^ xxxvi, p. 320 il891) 9 Kamerum. 3. T. SMARAGDINA BrunP3r 1. c , p. 116 ^f Kamerum. 4. T. LONGiPEs Bolívar. «Ann. Soc. entomol. de France»^ t. LXii, p. Lxi! p. 117, Pl. 1. fig". 9 (1893) 9 (sub Tellidia longipes) Assinie. Una nueva ^< Alphasida» de Motril POR MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA A. Lazaroi sp. n. Loe. Motril. Forma g-eneral del cuerpo ancha y redondeada en un todo semejante á A. Escalera Ob.; pero distinta de ella por su pro- tórax, que, en vez de tener dos g:randes manchas aterciopela- das cubriendo el disco, aquí es como el de A. holosericea des- nudo y con dos pequeñas manchas solamente, viéndose la puntuación más fuerte y densa que en esta especie, de la que se diferencia, además, por el marg-en de los élitros con una estrecha línea pubescente blanca plateada como en Escalerce. Constituye el tránsito de A. holoseríeea á A. Esealerce v. Al- Q3t! UULKTIN DH LA UlíAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ^mjarrensis por tener como ésta una seg-unda costilla suple- mentaria corta, y habrá de colocársela en el cuadro dicotómico á continuación de ésta, antes de A. Marlini. Geog-ráficamente también establece el paso de A. holoseri- cea de Málag-a á EscaUrm de Lanjarón, que, con su v, Alpuja- rrensis, ha descendido hacia Nerja por el SO., dejando aislada á A. Lazaroi en Motril, donde ha sido encontrada por el profe- sor Lázaro, á quien me complazco en dedicarla. Es especie muy interesante, porque da la clave del meca- nismo de la desaparición de las manchas aterciopeladas pro- torácicas; así como las del N. de Sierra Nevada sig-uen un pro- ceso de división de las dos g-randes fundamentales de Clemen- iei en las seis de BecerrcB y Oberllmri y Sánchez Gomezi, así éstas del S. las reducen como en Lazaroi ó subdividen en cuatro como holosericea, ó desaparecen totalmente como en Aíariinezi, nrgenteO'limbata y luctuosa, para reaparecer más lejos en la de los Alg-arbes, A Volxemi que las tiene como ésta Lazaroi. pero dentro de otro tipo de Alphasida^ paralelo y alarg-ado. Henri de Saussure ('). POR MALCOLM BÜRR La ciencia ha perdido á un obrero alta y justamente reputa- do en la persona de Henri de Saussure, famoso entomólog-o suizo, valetudinario desde hace algunos años, el cual falleció tranquilamente en su casa de Ginebra, en la mañana del lu- nes 20 de Febrero de 1905. Era el eminente entomólog-o hijo de una familia distinguida, pues descendía de Mong-in de Saussure (1469 á 1541), Señor de Dompmartin, que ocupó un puesto elevado en la corte de Lorena durante el sig-lo decimosexto. Su hijo Antonio (1514 á 1569), aceptó la Reforma, siendo perseg-uido y encarcelado, si bien pudo escaparse. Se refug-ió primeramente en Neuchatel, después en Ginebra y últimamente en Lausana. Su biznieto Elie, Señor de Morrens, se domicilió en Ginebra, en donde ad- (I) Xota necrológica, publicada por Malcolm Burr en «The Entoraologist's Record», vol. xvii, núra. ~, 1905, y traducida por el mismo. Boletín de la Soc. Españ. de Hist. Nat. ! 90^¿Uoá»v6^ DE HISTORIA -NATURAL. 237 quirió nacionalidad de la República helvética el año 1635. Mu- chos de sus descendientes fueron personajes importantes por su participación en la vida pública de su país: seis de ellos coma miembros del Consejo de los Doscientos; uno síndico y otro- embajador famoso en la corte británica. Horacio Benedict de Saussure, g-eólog-o renombrado, fué el primero que subió hasta la cima de Mont Blanc, y su nieto, Henri de Saussure, no al- canzó menor renombre por sus obras científicas. Nació nuestro biografiado en Ginebra el 27 de Noviembre de 1829, y recibió su enseñanza primera en Briquet, y má-^^ tarde en el conocido establecimiento de Fellenberg- et Hof- wyl. Los años pasados allí, ejercieron una inñuencia notable en el desarrollo de su personalidad. Su amor á la naturaleza y á los paisajes g-randiosos, al aire de las montañas y al ejerci- cio físico, fué alentado por sus maestros, quienes se maravi- llaban viendo la profundidad y la variedad de los conocimien- tos del joven naturalista, quien conocía, no solamente la Zoo- logía, sino la Geología, la .'arqueología, la Historia y también la Geografía, mostrando á la par viva simpatía por la Agricul- tura y el aljmiismo. De regreso á Ginebra, el joven empezó sus estudios acadé- micos bajo la dirección de Francois Jules Pictet de la Rive. El mismo Pictet, que influyó mucho en la educación científica de Eduardo Claparéde, Hermann Fol y Alois Humbert, dirig-ió la atención de Saussure hacia el estudio de los insectos. En este tiempo empezó éste su obra magistral sobre las avispas solita- rias, que acabó en París, en donde vivió durante varios años,, siguiendo los cursos de la Sorbona. Durante su permanencia en la capital francesa, frecuentaba siempre el Museo, donde contrajo amistad con H. Milne Edwards, Emilio Blanchard y muchos colegas, cuyos nombres más tarde adquirieron gran nombradía. En el año 1852 tomó el diploma de Licenciado de la Facultad de París, y en 1854, en la Universidad de Giessen^ el de Doctor. En el año 1854, de Saussure empezó sus viajes con su cama- rada Enrique Peyrot. Después de haber visitado las Indias oc- cidentales, los dos viajeros fueron á Méjico, donde, á pesar del estado turbulento y peligroso del país, entonces en revolución continua, pudieron reunir colecciones sumamente ricas y pre- ciosas. De Saussure no era especialista de espíritu estrecho; 238 boletín de LA HKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA prestaba atención, tanto á la hidrolo^-ía, como á los volcanes ó á los miriápodos, ii las antig-üedades como á las avispas y ortóp- teros, que tanto le interesaban. En este tiempo publicó su co- nocida Description d'nn volcan eteint dn Méxíque (Ikill., Socié- té Géol. de France, 1857); sus notas sobre el volcán delJorullo \i ROLETIN DK LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA obtenerlo en tan g-ran cantidad, que enviaban á la Metrópoli anualmente hasta 20.000 libras de oro. Y como no ig-noraban que la riqueza de semejante yacimien- to se hallaba en razón directa de la profundidad, dado el peso esi)ecífico del oro, rebajaron en un espacio de dos kilómetros el lecho del río para dejar en seco el cauce natural, constru- yeron un dique larg'uísirao, horadaron la montaña y realiza- ron el soberbio trabajo del túnel de Monte Furado, que veinte sig-los después aún se conserva como al terminarlo. Pero además de estos aluviones, cuya explotación estaba al alcance de aquella potente raza, hay otros que les fué imposi- ble tocar por falta de maquinaria y, sobre todo, de motores de g-ran fuerza. Hoy se piensa aplicar á ellos el método racional hidráulico, utilizando modernas dragas, que tanto éxito obtienen en Cali- fornia, Nueva Zelanda y en Klondike. Y he aquí la razón potísima de esta nota, pues al Sr. Cuar- tielles Cátala le soy también deudor de haberme dado á cono- cer la clásica obra de industria aurífera del ing-eniero David Levat, publicada en París el año pasado (1). La obra es de carácter financiero, y reúne cuantos datos pue- de apetecer un hombre de neg'ocios para exponer su capital en esta clase de asuntos sin miedo á decepciones ni chanchu- llos por medio de un estudio racional y científico. Dos partes contiene este libro: en la primera se ocupa de la extracción del oro aluvionar y filoniano, y, en la segunda, de las minas existentes en las diversas regiones del mundo, con una crítica razonada de los métodos empleados para la explo- tación. Preceden cinco fotografías de las mayores pepitas del globo, correspondiendo á California una de 72.781 kg-. aluvionar, y otra filoniana de 128.178 kg. De Australia hay una de 95.000 kg. En California, reg-ión de el Colorado, existen los mejores ejemplares cristalizados; uno, sobre todo, dendrítico, en octae- dros colocados paralelamente al eje del filamento. Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, el Transvaal, Ru- sia, Canadá y Méjico son por orden de enumeración los países (1) L'Indtistrie Aurifére, par David Levat. Paris (vie), 1905. DE HISTORIA NATURAL. 243 más productores de oro; en los diez últimos años la explota- ción ha subido un 150 por 100, á pesar de lag-uerra del Trans- vaal, que vuelve á recobrar su perdida primacía, g-racias á la mano de obra amarilla. La raza ang-lo sajona, con su incontestable potencia de ex- pansión colonial, su energ-ía y sus iniciativas, fíg-ura á la ca- beza de los aureanos. En toda comarca aurífera hay dos períodos de explotación: el heroico y el racional; así como la explotación aluvionar precede á la filoniana, como ocurrió en el mismo Transvaal, pues, contra lo que vulg-armente se cree, el oro viaja poco. Los aluviones pueden ser antiguos, como los pliocenos de California, Australia y Klondike; estar situados en el fondo de ríos y marismas — Nueva Zelanda, Estados Unidos, Guaya- na Francesa y África Central — y por encima, debajo ó al mis- mo nivel de los ríos —América, Australia, Siberia, etc. Ha}'' aluviones de los g-laciares, como los del Ródano, en el flanco Oeste del Pamir, al Sur de los Montes Altai y en la ver- tiente Oeste del Tiam Cham; y existen también aluviones he- lados en Siberia y en el NO. de América. La explotación ha de variar con la posición y naturaleza de los placeres; y puede hacerse utilizando las propiedades físicas del metal por medio de una corriente de ag-ua, ó simplemente empleando la acción del viento para separará seco el oro. El prototipo de los instrumentos del lavado por la acción del ag-ua es la hatea, de que hay hasta cuatro clases: siberiana, negra, el Pan a^tiericano y la Poruña, de la América del Sur y de los bohers. Es un recipiente de madera ó hierro; de fondo curvo ó cónico, que se llena con el aluvión, el cual se desen- tarquina, ag-itando la batea en medio de una corriente de ag-ua, á la vez que se la imprime un movimiento giratorio suficiente para expulsar las partículas lig-eras y concentrar el oro en el fondo. Con el oro descienden otras substancias pesadas: magnetita, granates, rutilo, etc., y del color del depósito deducen los prác- ticos la riqueza del aluvión. Hay que apelar aveces á la acción del mercurio, sobre todo cuando se trata de oro farináceo. ^\ eradle, rocker ó cima es el primer g-rado-de perfecciona- miento de la batea. Es una especie de cajón rectangular de madera, en el cual se coloca el aluvión, y, al mismo tiempo 244 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que se le rocía con ag-ua, se le imprime un movimiento de vaivén; en el fondo lleva un pequeño tamiz y dos ó tres reg*le- tas-ri^es, para retener el oro. Mejor que el Cradle es aún eí Long-lo7n; consta de un tamiz en la parte superior y una caja de 3,60 m. de larg-o por 0,30 á 0,(iO de ancho; dos obreros con. ganchos y paletas quitan á los cuarzos toda la arcilla que lle- van adherida, y en el fondo colocan pieles de carnero para re- tener el codiciado metal; es el equipo más usual en los busca- dores de oro y ha experimentado muchas mejoras, principal- mente la de sustituir las pieles de carnero con placas de cobre amalg-amadas, que son más eficaces que el mercurio solo para apoderarse del oro, sobre todo cuando se trata de arenas ñnas,. como la de las orillas del mar de Behring". Finalmente, hay el sluíce, canal rectang-ular de madera, con fondo conveniente- mente adaptado al objeto y de una long-itud tal que el oro ten- ga tiempo de separarse de las gangas más ligeras antes de llegar al punto de evacuación de la mezcla de agua y aluvión que corre constantemente por el aparato. El sluice se construye con una serie de cajas de 3,60 m. por 0,45 á 0,60 de altura, enchufadas unas en otras; en el fondo- se colocan regletas longitudinales, transversales y en ziszás; este aparato requiere mucha agua para disgregar la arcilla que propende á apelotonarse; puede hacerse también de mam- postería, y en él se echa, además, mercurio á g-otas para faci- litar la retención del oro. Está muy generalizado en Klondike, Guayana y Madagascar. La separación á seco se efectúa en la x^ustralia Occidental y en el Queensland; y Edisson construyó, para beneficiar los Gould-Montaine de la región árida de Nueva Méjico, un sepa- rador que nada deja que desear en cuanto al cribado y exclu- sión de los cantos gruesos, el tamizado de las partículas finas- y la inyección de fuertes corrientes de aire, que son las tre& operaciones indispensables para esta clase de explotación en países yermos, privados en absoluto de agua, pero enriqueci- dos con valiosísimos placeres. Acerca de la pesquisación y cubicación de los placeres, hace notar el autor la enorme diferencia que ofrece el rendimiento del oro aluvionar. comparado con el de los filones. Basta que contenga un gramo por metro cúbico cualquier placer para que su laboreo resulte beneficioso, mientras que. DE HISTORIA NATURAL. 245 tratándose de rocas auríferas, se necesitan de 15 á 16 g-ramos por tonelada. La razón de esta diferencia se halla en la diver- sidad de los procedimientos de extracción y en los g-astos in- dispensables para las respectivas instalaciones. Como dato g-eológ-ico se utiliza la existencia de rocas verdes, . — ZuIíUeta: Notas sobre la Helix alonensis á Catalunya. — Cadevall: Excursionisme botánich. FoNT Sagoé: Nota sobre la presencia de la «Andalusita> á Sant Pera Mártir. Instituto geológico de México. (Boletín.) 1905, n° 21. Johns Hopkins Hospital. Baltimore. (Bulletin.) 1906, vol. xvii, n" 181. Johns Hopkins Uuiversity Circular (The). 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Entom. de France, 1903, n° 20.) — Description d'une nouvelle Podistrina. (Bnll. de la Soc. Entom. de France, 1902, n° 9.) — Description d'une variété nouvelle du Cantharis discoidea. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1900, n° 8.) — Description d'un Lampyride européen nouveau. (Bull. de la Soc. Entom. de France. 1900, n" 17.) — Description d'un nouveau Malacoderme d'Algérie. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1905, n° 7.) — Description de trois espéces nouvelles de Lycides de Borneo. (Leyden Museum, vol. xiv.) — Diagnoses de Lycides nouveaux ou peu connus, 5^ 6% 7^ et 8* partie. (Ann. de la Soc. Entom. de France, 1885, 1899, 1899 et 1902.) — Diagnoses de trois Malthodes nouveaux de la Faune Méditerraoéenue. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1903, n" 8.) — Diagnoses de trois Malthodes nouveaux du Nord de l'Afrique. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1903, n° 13.) — Diagnoses d'Insectes recueillis par l'Expédition Antarctique belge. Dascillidae. (Ann. de la Soc. Entom. de Belgique, tome xliv, 1900.) •270 BÜLIíTÍN de la UKAL SüClKDAD ESPAÑOLA BouRGEOis (D. J.j - Eludes sar la distribution géographique des Malaco- derrues. (Aun. de la Soc. Entom. de France, vol i.x, 1891.) — Etude sur les Lycides du Mueée Royal d'flistoiie Naturelle de Belgiqíu-. (Ánn. de la Soc. Entoui. de Be'gique, tomo xi.iv, lüOO.) — Fainilles des Cébrionides, des llhipidocérides, des Dascillides et des Malacodermidos. (Compt. rend de l'Acad. des Scieuc. Paris, ItlOO ) — Faune GalloEhéuane. Coléoptéies. Tome 4''. Caen, 1894. — Les Lycides du Muséum d'Histoire Naturelle de Paris. (Ann. de la Soc. Entom. de France, vol. lxx, 1901.) — Lycides nouveax ou peu connus du Musée Civique de Genes. (Ann. del Museo Cívico di Stor. Nat. di Genova, vol. xxvii, 1889.) — Lycides recueillis au Cameroun. (Eutomologisk lidskrift 1903.) — Liste des Coléoptéres recueillis á Madagascar. (Mém. de la Soc. Zoo). de France, 1899.) — L'origine des fourrailiéres. (Bul), de la Soc. d'Hist. nat de Col- mar, 1903 1904) — Malacodermes de la Guiñee espagnole. (Mem. de la R. Soc Esp. deHist. nat., tomo i, 1905 ) — Malacodermes récoltés au Japón par M. J. Harinond. (Bull. du Mus. d'Hist. nat., 1902.) — 3/althodes et Poiistrina. (Bull. de la Soc. Entom. de Frauce, 1 905, u" 1 7). — Note sur quelques espéces de Malacodermes de la Faune Méditerra- néenne. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1903, n" 4.) — Notes sur quelques Malacodermes apparteuant au genre Lycus. Des- criptious de deux nouvelles espéces de Lycides. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1898, n° 4.) — Notes sui quelques 3Jalthimi3 paléarctiques. (Bull. de la Soc. Entoai. de France, 1899, n° 19.) — Notes sur quelques Podistrina du Nord de l'Afrique. (Bull. de Ja Soc. Entom. de France, 1902, u" 4.) — Notes sur quelques Pudistrma et description d'uue espéce nouvelle d'Algérie. (Bull. de la Soc. Er.íom. de France, 1900, n° 14.) — Note sur Cicindela leueosticta Fairm. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1897, n° 3.) — Observations sur quelques Lycides du Brésil. (Bull. de la Soc. Entom. de France, 1886-1887.) — Quelques notes coléopterologiques. ^Buü. de la Soc. Entom. de France, 1882.) DE HISTORIA NATURAL. 271 BoüRGEOis (D. J,) — Remarques sur le genre Dasytiscus. (Ann. de la Soc. ce, 1885.) — Rhipidocérides et Malacodermes recueillis a l'Afrique australe. (Ann. and Magaz. of Nat. Hist., Oxford, 1004.) — Sur la périodicité trienna'.e des années a Hannetons. (Bull. de la Soc. Entom. Suisse, vol. xi, n° 2.) — Sur le cosmopolitisme de l\i4caraí/ioc?íemw.s ciliatus Perris. (Buil. de la Soc. Entom. de France, 1904, n° 2.) — Sur nu mode particulier de progression souterraine chez quelques larves d'lnsectes. (Bull. de la Soc. Entom. de France,,1900, n" 13.) — Sj'nopsis du genre Henicspus Steph. (Ann. de la Soc. Entom. de France, 1887.) — Trois nouvelles de espéces Malacodermes de fHimalaya. (Bull. du Mus. d'Hist. nat., 1902.) — V^oyage de M. Ch. 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Añadió el Sr. Fernández Navarro que podrían practicarse g-estiones á fin de que el ejemplar de referencia quede en Madrid, y nuestro consocio D. Abelardo Bartolomé y del Cerro se encarg-ó de llenar esta comisión. — El Sr. Bartolomé y del Cerro dio cuenta de un viaje que aca- ba de efectuar por el Mediodía de Francia é Italia, con motivo del Cong-reso de Química celebrado, recientemente, en Roma. Ofreció dicho señor una nota escrita sobre su viaje, con ob- jeto de que se publique en este Boletín. — El Sr. Calderón llamó la atención de los señores socios acerca de un trabajo que, con el título «Las pinturas y g-raba- dos de las cavernas prehistóricas de la provincia de Santan- der», ha visto la luz en uno de los últimos números de la re- vista PortugaUa. — El Sr. Dusmet presentó un trabajo de D. José María de la Fuente, titulado «Datos para la fauna de la provincia de Ciu- dad Real». — El Sr. Arévalo comunicó á la Sociedad los trabajos de in- vestig-ación que ha practicado sobre las espículas de alg-unas T. VI.— Junio, 1906. 19 274 BOLETÍN DE LA IIKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA especies de esponjas de los mares de España, entregando el trabajo correspondiente. Con este motivo, el Sr. Azpeitia manifestó que él también había hecho alg"unas observaciones sobre espíenlas y poseía materiales, que ponía á disposición, tanto del Sr. Arévalo como de todos los señores socios que se dediquen á tan intere- santes investig-aciones, así como las'preparaciones microg-ráfi- cas (le que es autor, entre las cuales fig"uran alg-unas muy bellas y que pudieran ser dig"nas de estudio. — El Secretario presentó un trabajo de los Sres. Riojay Alae- jos sobre las especies españolas de Celentéreos propiamente dichos, que fig-uran en las colecciones de la Estación de biolo- gía marítima de Santander. —Por último, el señor Presidente participó á la Sociedad que, en una entrevista que ha tenido con el Presidente de la Socie- dad Española de Física y Química, se le había indicado la conveniencia de que todas las Sociedades científicas que exis- ten en España converg-ieran sus esfuerzos hacia una acción común encaminada á estimular el estudio de las ciencias ex- perimentales en nuestro país. Dijo el Sr. Azpeitia que el plan ó proyecto de la Sociedad Española de Física y Química no está concretado todavía y que sólo puede considerarse, en el presente momento, como una noble aspiración cuyo alcance no es posible definir. Añadió que tal vez lo que pretende la Sociedad de Física y Química sea realizar en España, con la cooperación de nuestra Sociedad y de otras similares, una ac- ción de propag'anda científica como la que llevaron á cabo en otros países las Sociedades llamadas «para el adelantamiento de las Ciencias», celebrando, por decirlo así, Cong-resos cientí- ficos nacionales que difundieran el amor al estudio por todos los ámbitos de la nación. El Sr. Azpeitia, al dar cuenta á la Sociedad de la entrevista con el Presidente de la de Física y Química y del proyecto que éste le comunicará, consig-nó que lo hacía solamente con el propósito de que los señores socios fuesen meditando sobre el particular para que tuviesen ya opi- nión formada el día en que la de Física y Química dé, concreto y definido su pensamiento, comunicándonoslo oficialmente. Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el día 31 de Marzo, bajo la presidencia de D. Manuel de Paúl. DE HISTORIA NATURAL. 275 —El Sr. Ci'ú dio cuenta de haber cazado en la Carlota (Cór- doba) un ejemplar cJ* de Pañis cmruleus L. el 16 del pasado Marzo. — El Sr. Medina remitió un /jsil, del cual se ocupará en la próxima sesión. / — El Sr. Miquel leyó u'^'i no.a sobre unos restos fósiles de ver- tebrados encontrados ..n San Morales (Salamanca), presentando .los fósiles á los cuales se refiere. Notas y comunicacioDes. Datos para el conocimiento de la fauna marina de España POK * JOSÉ RIOJA Y MAllTÍN A pesar del buen deseo y de la constancia en el trabajo del personal de esta Estación de Biología Marítima, se va retar- dando, en atención á múltiples causas que sería prolijo enu- merar, la confección del catálog-o definitivo de las colecciones actualmente existentes en este Centro, sobre la base del catá- }og"o provisional en que me ocupé desde 1891 á 1892 (con los datos aportados por el Sr. González de Linares y por mí) de las especies que hasta entonces habíamos recog"ido, no sólo en España, sino en el extranjero, y teniendo en cuenta todo lo recog'ido y estudiado posteriormente. Por ello, aunque en lo referente á los Celentéreos propiamente dichos, está ya casi ultimado el catálog-o y en breve remitire- mos, el Sr. Alaejos y yo, á esa Sociedad la parte relativa á las especies españolas para que pueda servir de contribución al <;onocimiento de la fauna marina de España, he creído conve- niente el envío preliminar de la adjunta lista para evitar que ocurra el caso de que teng-an que darse á conocer por primera vez de procedencia extranjera especies de antig-uo estudiadas y clasificadas en esta Estación. Debo advertir que se han formado las colecciones de laEsta- •ción, hoy á mi cargo, en la forma sig-uiente: 1." Con lo recog'ido por el Sr. González de Linares en San Vi- 276 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA cente de la Barquera, Golfo de Valencia, costas de Francia y Golfo de Ñapóles, y por él clasificado antes de ser nombrado' Director de este Centro, sobre lo cual escribió sus Datos j^ara Ja descripción de ¡a fauna marina de España referentes á Celentéreos y Equinodermos, trabajo presentado en 1887 para el concurso á la plaza de Director de esta Estación, que no ha sido publicado y que ó bien se publicará en la forma que fué escrito, ó se ten- drá en cuenta y manifestará en los sitios que se requiera en el anunciado catálog'o de CeJenlereos españoles recog-idos por el personal de esta Estación que el Sr. Alaejos y yo remitiremos en breve á la Sociedad. 2.° Con lo recog-ido, principalmente por mí, y clasificado provisionalmente por el Sr. González de Linares durante la excursión de 1887-88 exploratoria de las costas atlánticas N. y O. de España y alg"0 de la del Mediodía hasta Alg-eciras inclusive, sobre lo que se hizo un trabajo relativo á la indicación y em- plazamiento de los múltiples drag-ados realizados en cada sitio y de las 451 especies recogidas, con acuarelas de muchas de ellas, cuyo trabajo presentado por el Sr. Linares al Ministe- rio, acompañando al informe del emplazamiento que debiera darse á esta Estación, no fué publicado por considerarle de ca- rácter provisional. En él se indicaban 59 especies de Celentéreos (cJiidarios). 3.° Con lo recogido por el mismo Sr. Linares y todos los demás que han formado parte del personal de esta Estación, ya con carácter permanente, ya temporalmente. Entre los múltiples fines de esta casa y dentro de lo que lo han permitido el tiempo y los medios para ello (pues su biblio- teca, por desgracia, es deficientísima) se ha continuado sin cesar trabajando en la clasificación definitiva de las especies y todos los que hemos pertenecido á la misma hemos contri- buido á la obra emprendida por el Sr. Linares en las diversas épocas y bajo los diversos conceptos con que hemos formado parte de este establecimiento, como indicaremos el señor Alaejos y yo cuando remitamos á la Sociedad el trabajo antes- aludido. DE HISTORIA NATURAL. 2T7 lAsta de las especies españolas de Celentéreos propiamente di- chos (ó sean los Cnidarios, en el concepto expresado por Claus y otros que aceptan, el mismo sentido ó extensión de este califi- cativo), existentes en las colecciones de la Estación de Biología Marítima de Santander, como contribución al conocimiento de la Fauna marina de España: 1. Perig-onimus repens f^. A''. PFr¿^^íí/ Santander. 2. Dicoryneconferta(^^Z¿/grj. Noja (provincia de Santander). 3. Heterocorilyle conybeare Allman. Noja (provincia de Santander). 4. Eudendrium racemosum (Cavolinij. Santander. 5. Podocoryne carnea Sars. Santander, Noja, Vig-o. 6. Hydractinia echinata Fleming. Santander, Vig-o, Marín. 7. Tubularia indivisa LinncBíis. Santander. 8. — mesembryanthemum ■? /l//??i«í¿. Santander. 9. Clava squamata (O. F. Milller). Santander. 10. Pennaria Cavolinii Ehremherg (disticha Goldfus). G. de Valencia. 11. Coryne pusilla? Gaertner. Santander. 12. Sertularia pumila Linnaeus. Santander, Santoña, La- redo. 13. — operculata Linnceiis. Santander, San Vicente de la Barquera. 14. — arg-entea Ellis et Solander. Santander. 15. Sertularella polyzonias (Linnmiis). Santander, G. de Va- lencia. 16. Diphasia alata Hincks. Santander. 17. — pinnata f'/Vir//'«5J. Santander. 18. — pinaster Ellis et Solander. Santander. 19. — tara arisca (LinnfBus). Santander. 20. — attenuata (Hincks). Santander. 21. Pluraularia setacea (Ellis). Santander, Santa Marta de Ortig-ueira. 22. — frutescens (Ellis et Solander). Santander. 23. — si milis Hincks. Santander. 24. — echinulata Zrtm«rc/¿. Santander. 25. — pinnata {Linnceus). Ferrol, Coruña. 26. — g-eminata (^^Z/m«w e¿ ^o/'Zfc/í J.Santander. 27. Polyplumaria flavellata G. O. Sars. Santander. vm boletín de la real sociedad española 28. Polypliimaria cántabra Arévalo (1). Santander. 29. Antenella g-racilis Allman. G. de Valencia. 30. Antennularia antennina ( Liniitsus). G. de Valencia. 31. — ramosa fZrtmowroíííTJ. Santander. Valencia.. 32. — tetrastica Menegh. Alg-eciras. 33. — Perrieri Billard. Santander. 34. — — var. antennoides Billard. San- tander. 35. Ag-laophenia rayriophyllum (Linnceus). Santander, G. de Valencia. 36. — radicellata Sars. Santander. 37. — pennatula jE'^/?.s>í^ /S'oZñíif/í?/. Santander. 38. — tubulifera (Ilincks). Santander, G. de Va- lencia. 39. — pluma Linnaeus. Santander, G. de Va- lencia. 40. — cubiformis Mart. Santander. 41. Lytocarpus spectabiiis Allman. Cádiz. 42. Halecium halecinura (Linnceus). Santander. 43. — Beanii (Johnsíon). G de Valencia. 44. — tenellum Hincks. Santander. 45. Lafoea fruticosa M. Sars. G. de Valencia. 46. Calycella fastig-iata (Alder). Santander, 47. Campanularia flexuosa (Hincks). Santander, Santa. Marta. 48. — ang-ulata Hincks. Santander. 49. — Hincksii ^Zí^er. Santander. 50. — volubilis (Linnmis). Santander. 51. Gonothyraea g-racilis Sars. Santander. 52. Agastra (Campanularia) caliculata (Hincks). San- tander. 53. Clytia Johnstoni (Alder). Santander. 54. Obelia g-eniculata (Linnmus). Santander. 55. — dichotoma {Linnmus). Santander. 56. Carapanulina panícula Sars. Santander. 57. Aeq.uorea Forskalina Ag. Santander. 58. Canina rhododactyla E. H. Santander. 59. Geryonia spc. Santander. (1) Especie inédita que se describe en un trabajo en impresión. DE HISTORIA NATURAL. 279 Sifonó foros. 60. Physalia caravella. O. F. M. Santander. 61. Velella spirans Esch. Santander. 62. Diphyes spc. Santander. Acálefos. 63. Periphylla spc. Santander. 64. Pelag-ia noctiluca Per., Les. Santander, Alg-eciras. 65. Chrysaora spec. Alg-eciras. Antozoos. (Alciones.) 66. Alcyoninin palmatum Pallas. Santander, G. de Valen- cia, Cádiz. 67. — dig-itatum ? Linnceus. Santander. 68. — g-lomeratnm (Hasall). Santander. 69. Pteroides g-riseum Esper (K'úllikev) forma típica y v. Cor- nelice. Santander, G. de Valencia. 70. — spinulosus Herike. Algeciras. 71. Pennatula phosphorea Linnmus (típica y v. acculeata). G. de Valencia, Cádiz. 72. — rubra Ellis. G. de Valencia. 73. Kophobelemnom spec. Santander. 74. Funiculina quadrang'ularis Delle Chiaje. Santander. G. de Valencia. 7.5. Veretillum cynomorium Pallas. Villagarcía, G. de Va- lencia. 76. Gorgonia verrucosa Pallas. Santander, Algeciras. 77. — Cavolinii Koch. Santander. 7b!. Muricea chamaeleon Koch. Santander. 79. — echinata Roch. Santander. H(). Gorgonella sarmentosa Val. Santander. (Antipates.) 81. Antiphathes larix ^/Zi9.-Santander. 82. — subpinnata Ellis. Santander. 83. — aenea? A'oc^. Santander. 84. Gerardia Lamarcki Haim. Santander. -m) HOLlíTIN 1)K LA RKAI. SOCIHOAD KSPANOLA (Actinias.) 85. Aiiemonia sulcata ( Pennant). Santander. 8(i. Actinia echina Lmnrmis. Santander, Noja (provincia de Santander). 87. Bunodes g-eminacea JÜlis. Santander. 88. Eloacti.s Mazeli (Joiirdan). Santander. 89. Aiptasia spec. Santander. 90. Sagartia viduata (O. F. MilUer). Santander. 91. — sphyrodeta Gosse. Santander. 92. Adanisia Rondeletii Delle C/iiaje (Sag-artia parasítica. Gosso). Santander, Valencia, Cádiz. 93. — — var. libera A. G. de L. Santander. 94. — palliata ífíohadsch). Santander, Santoña. 95 Helliactis bellis Ellis. Santander. 96. Cereus .spinosus Hertuñg. Santander. 97. Phellia elong-ata Joiirdaii. Santander. 98. Corynactis viridis ^Z/íWrtM. Santander. 99. Edwardsia Claparedii Andrés. Santander, San Vicente. 100. Palythoa axinellae O. S. Santander. 101. — arenácea Delle Chiaji. Santander, Cádiz. 102. Cerianthus membranaceus Gmelin. Santander. 103. — solitariu.s /?c/;;;í). Santander. (Madreporas.) 104. Dendropliyllia ramea M. Edw. Santander. 105. Astroides calycularia M. Edw. Alg-eciras. 106. Hoplang'ia Durotrix? 6^0556. Santander. 107. Cladocora cespitosa Liiinmis. G. de Valencia. 108. Balanophyllia itálica {M. Edw. ) Santander, San Vicente. 109. Amphihelia oculata Limmus. Santander, San Vicente. 110. Lopliohelia prolifera Pallas. Santander. 111. Caryophyllia cyathus? Lamx. Santander, G. de Valencia. Tenóforos. 112. Beroe ovata Delle (Jhiaje. Santander. 113. Hormiphora plumosa Ag. Santander. DE HISTORIA NATURAL. 281 (N. B.) La lista orig-inal de esta comunicación está firmada por D. José Rioja y Martín, Director de la Estación, y por don Luis Alaejos, Ayudante de la misma. (Nota, de la C. de P.j Un nuevo mineral fosforescente de la provincia de Murcia POR JUAN CALAFAT LEÓN Hace ya muchos años que llevado de mis aficiones minera- lúg-icas'de siempre, y cuando aún era casi un niño, realicé, entre otras varias, una excursión por las pintorescas serranías situadas al E. de la ciudad de Murcia, y recorrí alg-unos mon- tes pertenecientes á los pueblos de Monteagudo, Santomera y Sierra de Orihuela. Recuerdo que buscaba una sui)uesta cala- mina, y entre los minerales que pude observar, llamó mi aten- ción un bloque gris azulado, que un corte reciente del terreno dejaba al descubierto, y que estaba g'uarnecido de una costra amarillo-verdosa, que por su aspecto me hizo sospechar si sería una fosforita. Grande fué mi extrañeza cuando, de regreso de mi excursión , hice alg-unos ensayos de las muestras recog-idas, y después de observar que el mineral presentaba una intensa fosforescen- cia, pude comprobar que no se trataba de una fosforita, sino de una modesta caliza asociada á otras substancias extrañas. Descartada la idea de que fuese fosforita, y no creyendo yo en aquella época que el fenómeno de la fosforescencia tuviese la importancia que actualmente reviste, desistí de hacer otros es- tudios. Cuando á primeros del año actual, después de transcurridos diez ó doce años, vino á mi memoria el recuerdo de aquellos ensayos, pensé que tal mineral pudiera ser de g-ran interés científico, y, sin embarg-o, temí mucho no poder encontrar el yacimiento de aquella caliza sing-ular por presentar tan mis- teriosa fosforescencia, teniendo en cuenta la extensa área que recorrí en mis excursiones juveniles, y la pequeña masa visi- ble que el mineral presenta al descubierto. A pesar de tales temores, me decidí á ir en busca del mineral, y, en efecto, he tenido la suerte de encontrarle, trayendo una numerosa colee- '292 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA <'ión de muestras que obran en poder de nuestro Museo de Ciencias Naturales. El yacimiento se halla situado al Este de Murcia, á unos doce kilómetros de la capital, en un cerro próximo al pueblo de Santomera. Allí se observa una g*ran excavación, efectuada probablemente para la extracción de yesos, abundantes en aquellos contornos. En el interior de esta excavación arranca un manto, ó acaso más bien un fílón ramificado de la caliza fosforescente. Entre estas ramificaciones, y á poca distancia de las mismas, se observan vetas y masas considerables de yeso perfectamente blanco y de estructura sacaroidea, del cual he traído también alg-unos ejemplares á dicho Museo. Las ramifi- caciones de la caliza presentan alg-unas particularidades dig- nas de atención. Desde lueg'o se observa que las capas super- ficiales están muy alteradas por la acción de los agentes at- mosféricos; tienen color amarillo, lig-eramente verdoso, y for- man en unos sitios hojas ó láminas irreg'ulares de escasa du- reza y tenacidad que fácilmente se las desprende, en tanto que en otros sitios esta capa superficial aparece g'ranuda, espon josa y deleznable. En las zonas intermedias, el aspecto del mi- neral es completamente distinto; el color es amarillo, más ó menos agrisado, y el material duro, compacto, de g'rano muy fino. Tanto en esta zona como en la superficial, vense con mu- cha frecuencia dendritas negras, de óxidos de manganeso. Por último, aparece un núcleo central de color gris obscuro, ligeramente azulado, tan duro y compacto como la zona inter- media, siendo la una solución de continuidad de la otra sin ning-una separación, pues el color de la intermedia va va- riando paulatinamente hasta convertirse en el del núcleo. La masa interior está seccionada en trozos, en cuyas junturas hay diseminados diminutos cristales de pirita de hierro, cos- tras cristalinas incoloras y películas formadas por óxidos metá- licos de variados matices, sing-ularmente verdes. Acaso una visita más detenida que la que pude hacer en esta excursión, hubiera suministrado alg'ún otro dato de mayor in- terés que los que dejo consignados, pues durante mi breve es- tancia en Murcia, el tiempo fué muy lluvioso, y la excursión á Santomera la hice, por no demorarla más, en un día en que " apenas si cesó de llover. Sospechando si la caliza fosforescente tendría representación DE HISTORIA NATURAL. Ü8?{ en otros terrenos de la provincia de Murcia, hice otra seg-iinda excursión á la Sierra de la Fuensanta, situada á unos 5 ó 6 ki- lómetros al Sur de Murcia, y, en efecto, pude recog-er varias muestras de pizarras y otras diversas rocas, que, aunque no forman un mineral bien definido como el de Santomera, tie- nen la propiedad de ser fosforescentes, si bien en menor g-ra- do que la caliza de este último lug-ar. Resulta, pues, que la zona en que se extienden los minerales fosforescentes en la provincia de Murcia, comprende varios kilómetros, y su cen- tro parece constituirlo el filón de la caliza de Santomera. Latermofosforescenciaque presenta esta caliza es, en efecto, muy intensa y superior á la de todos los demás minerales que en aquella región he observado. Es de un color amarillo, lige- ramente anaranjado, á diferencia de las fosforitas, que ordina- riamente presentan una fosforescencia verdosa. También debo consignar que el máximum de ella radica en la zona inter- media del filón y el núcleo central; la de la capa superficial alterada es menos intensa, pero bien perceptible. Observando detenidamente la producción de este fenómeno, vese que, en muchos ejemplares, la termo-luminiscencia ama- rilla-anaranjada va acompañada simultáneamente de puntos brillantes de luz blanca, como si fuesen producidos por partí- culas combustibles inflamadas en atmósfera de oxíg-eno, que recuerdan la deflagración que producen las eflorescencias del salitre ó nitrato potásico, proyectadas sobre un carbón incan- descente. El procedimiento más sencillo para observar esta fosforescen- cia, consiste en calentar una placa metálica, apocada en un soporte, mediante una lámpara de alcohol, y proyectar sobre dicha placa una pequeña cantidad del mineral reducido á polvo. Deben practicarse estas operaciones en la obscuridad. El análisis de la caliza de Santomera y la determinación de sus constantes físicas, es actualmente objeto de mis inves- tig-aciones. No es substancia radio-activa, según se deduce del reconocimiento practicado por mi querido amig-o el Sr, Muñoz del Castillo en su laboratorio de Radio-actividad de la Facul- tad de Ciencias. (Laboratorio de Mineralogía del Museo de Ciencias Naturales.) 484 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Datos para la fauna de la provincia de Ciudad Real (1) POR JOSl'; MARÍA DK LA KlMíNTIi XVIII . — Mamíferos. Sciurus hseticus Cab. Latorre.— Sierra Morena. A. Cabrera Latorre (Bol. de la Real Soc. Españ. dk Hist. Nat. 1905, pág-. 228). Coleópteros. Asida novissima M. Escalera.— Descripta por el Sr. Martínez, de la Escalera en el Boletín arriba citado, pág-. 436, de Pozuelo de Calatrava. Es especie bastante rara. Se halla debajo de las piedras en la cumbre de los cerros de la Dehesa del Acebuchal, por los meses de Octubre h Marzo. Pimelia punctata v. manchega Lauffer. — Alcázar de San Juan, seg-ún el autor D. Jorg-e Lauffer (Boletín, etc. 1905, pág-. 406). Heliopathes Heydeni Reitt. — Flüg-eldecken mit abg-erundeten >Schulterwinkehi und mit starken, fast furchig" vertieften Punktstreifen, der vierte innere mit circa 30 Punkten, die Zwischenráume flach g-ewolbt; die Streifen an der Basis fast starker vertieft. Die feine Seitenrandlinie des Halsschildes ist manchmal vor den Hinterwinkeln feiner ausg-epragtaber stets voUstandig' vorhanden. Gross, lang-g-estreckt und parallel in beiden Geschlechtern, Halsschild stark punktirt, láng-s den Seiten starker láng-sstrig-os sculptirt, in den stumpfen Hinter- winkeln mit einem Kleinen Schrág-eindruck, FRig-eldecken lang- oval, Unterseite des Halsschildes an den Seiten grob (1) Véanse las Actas de esta Sociedad de ISO*, páginas 129, 177, 202 y 210; las de 1898, páginas 81, 97 y 205; las de 18 9, páginas 30 y 210; las de 190 >, pig. l8S; el Bole- tín de 1901, pág. i3]¡ el de 1902, pág. 105; el de 1913, pág. 312, y el de 1904, pag. 331. DE HISTORIA NATURAL. 2^ láng'sstrig-os punktirt. Vordertarsen des (^ fast so breit ais die Schienenspitze, Mittelschieiieii und Hinterschenkel ziemlich lang- und dicht, die Hinterschienen kürzer, zur spitze feiner g-elb behaart, die Hinterschienen kiáftig-aber tastg-erade. Von dem ahnlichen lusilanicus durch voUstándig- g-erandete Seiten des Halsschildes, die grobe strigose Sculptur desselben, von criltraius durch letztere und die dicht behaarten Hinterschen- kel des cf, von beiden durch den Eindruck in den Hinterwin- keln des Halsschildes abweichend. Long-. 13,5-15 mm.— Al- muradiel. E. Reitter in Besí.-TabeUe der europ. Coleopt. luí Heft (1904;, pág-ina 102. Baris morio var. Lethierryi Desbr. (Le Frelon ii, pág-. 48). — Todos los ejemplares de Ciudad Real (Pozuelo, Fuencaliente) pertenecen á esta variedad, indicada hasta ahora solamente de Batna (Argelia). Se distingue del tipo, según su autor, par une moiicheiure formée de poils squamiformes flavescenis ou a.r- geníés, sonlevés ¿i la base des .T et 8° inlerstries... Baris Ignifer var. chloroptera n. v. — Metallica, nitida; rostrum et corporis infra cum pedibus jeneo-rubra, parce squamata; prothorax rubro-cupreus; elytra per totum viridia, prseter hu- mera aurata. Pozuelo. Los élitros, que en el tipo son cobrizos ó cobrizo-violáceos, son en la variedad de un hermoso color verde, con los hom- bros dorados, lo que unido fil rojo brillante del protórax, hacen de este insecto uno de los más bonitos conocidos. Solo he hallado un ejemplar, entre otros muchos de Omias castilianus, Trachyphloeiis picluraliis y muralis, Microlarimis Lareyniei, etc., etc., en el ribazo, mencionado ya en misi?«^oí, que existe á la derecha del camino de Ciudad Real, antes de llegar al cementerio de esta villa.. Gymnetron Fuentei Pie— Latus et brevis, depressus, niger, g-riseo fulvo aut gríseo pubescens et hirsutus; rostro satis bre- ve, fere recto, insubulato; elytris late striatis. Larg-e et court, tres deprime en dessus sur les élytres, en- tiérement noir membres compris, revétu d'une pubescence rude d'un g-ris flave ou grise, celle-ci en partie soulevée; rostre 2fC> nOLETIN DK LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA assez court, presque dmit, non subulé, pas sensiblement di- minué au sommet, piibescent en arriére avec une lig-ne mé- diane dénudée, prothorax court et larg-e, assez arrondi sur les oótés, diminué antérieurement, la pubescence ne formant pas de créte piieuse nette sur le milieu du disque; écusson grand, pubescent; élytres peu plus long-s que larg-es, débordant un peu le prothorax á la base, séparément arrondis au sommet, a stries larg-es et tres marquées, les intervalles g-arnis de plu- sieurs rang's de polis assez rég-uliérement disposés; extrémité de l'abdomen et pyg-idiuin revétus de poils rudes serrés; pattes foncées, robustos, cuisses non ou indistinctement dentées. Long-. 4 mra. Pozuelo (de la Fuente in coll. Fuente et Pie). — Espéce remarquable par sa forme larg-e et courte jointe k son rostre assez court et cylindrique, pouvant prendre place prés de canescens Desbr., ce dernier est inoins deprime en dessus et la jtubescence de son pyg-idium et du sommet de l'abdomen n'est pas plus dense que sur le reste de cet org-ane. Mr. Maurice Pie in VEchange, 1906, pág-. 12. Cryptocepbalus ruglcollis var. Perroudi Pie. — Entre los ejem- plares típicos suele hallarse en Pozuelo, de vez en cuando, al- guno de la variedad mencionada. Descripta por D. M. Pie (VFchange, 1905, pág-. 107) por ejemplares de Sicilia y Cerde- ña, creemos no haya sido todavía señalada de nuestra Pe- nínsula. Pachybrachys incallidus Pie— Nuevo para Europa. Los ejem- plares que sirvieron al citado Sr. Pie para el establecimiento de la especie (cfr. BuIJ. Soc. (VHisl. Nal. d'Aiitun, 1897, pág-i- na 196) procedían del Norte de África. En Pozuelo es bastante frecuente en el estío sobre la Artemisia campestris L. Neurópteros. Chrysopa ibérica Navas. — Statura media, colore viridi, pilosa pilis atris. Caimt viridi-flavum; facie notis plurimis varieg-ata fusco- rufis: puncto ínter antennas, stria utrinque ad antennanim basin in ang-ulum vértice superiore, in quo atomus, stria trans- versa ad apicem clypei; duplici puncto anteoculos et ad clypei DE HISTORIA NATURAL. 287 latera, lioc paulo elong-atius; vértice modice inflato, duplici puncto in medio, duplici paulo majore juxta oculos, fuscis vel fuscorubris; antennis long-is, primo articulo elong-ato, stria externa long-itudinali insig-nito, secundo brevi puncto fusco fere evanescente notato, flavescentibus, ceteris articulis api- cem versus fuscescentibus; palpis subtotis atris. Thorax viri- dis, fusco-notatus. Prothorax latior quam longúor, angulis an- terioribus fuscis; disco punctis fuscis in lineam bis fractam £3 confluentibus; marg"inibus ter puncto fusco notatis. Mesotho- rax sex punctulis fuscis, quatuor in disco, duobus ad alarura basin, interdum confluentibus in maculas. Metatborax item quatuor sexve punctis similiter dispositis. Ah domen ■úw^mW^ seg-mentis supra sex maculis notatis, duabus elongatis trans- versis in medio, duabus punctiformibus ad marg-inem anti- cum posticumque, fuscis. Alce elong-atee, anteriores ápice sub acutsB. Vense oinnes virides. In ala anteriore vena procubitalis paulo ante cellulam cubitalem fusca, hsec subtota fusca. Cos- talis puncto fusco ad basin. In ala anteriore venulse costales omnes, dufe primee discoidales (sectoris radii), gradatse */g, duaí item piimge et ultima procubitales et tres cubitales totse atr?p, radiales, reliquae cubitales, marginales posteriores initio et fine; alise tantum initio atrfp. Longitudo corporis 7,8 mm. — antenn 11,5 » — alee ant 12 » Especie afín á la ahclominaUs Brauer... Los dibujos de la ca- beza, tórax, abdomen y alas en arabas especies son totalmente distintos. Patria .. Pozuelo de Calatrava (La Fuente, 1902). Rdo. P. Long-inos Navas in Bolet. de la Soc. Aragonesa de Ciencias Naturales, 1903, pág-. 99. Dilar campestrls Navas.— Statura minore, colore fusco-testa- ceo, corpore toto piloso, alis subtotis maculatis. cf. Capiit testaceum, ocellis concoloribus, oculis magnis, atris. AnteniKB flexibles, fere 25-articulatag, articulo primo in- crassato fusco, ceteris pallidioribus, articulis 14 dentatis, den- tibus flexibilibus cylindricis ápice ovoideis, long-itudinem ar- ticulorum manifesté superantibus; in quarta parte apicali 288 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA inennibus. Vértex modice inflatus, linea media long-itudinalí impressus. Alce oblong-aa, fimbriatíp, fiínbriis mediocribus, pa- Uidis, post tei'tium ampliatse, ápice rotundatíB, venis venulis- que distinctis, maculis fusco pallidis parum distinctis, tesse- llatae. Sector radii quinqué saltem ramis succesive furcatus. In alis anterioribus piinctnm atruin discoidale sub secundo ramo ante médium ate, aliud minus distinctum sub primo ramo ante venam procubitalem; in alis posterioribus punctum Ínter primuin et secundum ramum sectoris radii situm. Longitudo corporis 5 mm. — alae anter 8,5 » — — poster 8 » — antennar 7,r) » Fernina mihi ignota. Patria, Pozuelo de Calatra.va (Ciudad Real). Teng-o á la vista siete ejemplares, todos cf cf i cogidos por el Rdo. D. José María de la Fuente, Pbro., á cuya buena amistad debo éstos y otros muchos insectos de mi colección. Rdo. P. Long. Navas in Memorias de la R. Academ. de Cieñe, y Arles de Barcelona, 1903, pág. 380. Hemip teros Piesma pupula Put.— De Córcega y Argelia. Algunos ejem- plares recogidos por mí en Pozuelo. Phyllontoclieila juveuca Horv. — Especie indicada basta ahora (cfr. Terméazelrajzi Fikelek xxv (1902) pág. 598) de Argelia; también en Pozuelo. Piezocraniim frontosum Horv. — De Argelia, como los anterio- res. Se encuentra asimismo en Sierra Morena (Fuencaliente), Thamnotettix fraudulentus Horv. — Citado de Servia y Hun- gría; nuevo para Espaiáa (Pozuelo). Tettigometra sulphurea v. scuteUarls Horv.— Tres individuos en Pozuelo; conocido únicamente de Servia. DE HISTORIA NATURAL. 289 Ommatidiotus loiigiceps v. decipiens Horv.— A typo vértice an- trorsum minus producto differt. (f . Brachypterus; vértice latitudine sua inter oculos Vg-Vi et quam pronoto duplo et dimidio- triplo long-iore, parte ante- oculari parte interoculari V4-'/2 longiore; fronte latitudine sua pauUo long-iore. Long-. 3 ^¡^A mili. 9. Brachyptera et in ómnibus notis specificis cum femina brachyptera O. FalJeni Stál cong-ruens. Long-. 4 Vj mili. Hispania:... Pozuelo de Calatrava [Coll. de la Fuente). Dr. Géza Horváth in Ármales Musei naiionalis hungarici, 1905, pág-. 383. Ei77ienópieros. Amasis Dusmeti Konow ¡^ 9-~-^- Jucund^ K1. colore similU- ma; nigra; macula frontali infraaiitennaU ^najare etpronoti lobis lateraUhiis e viridi albidis; chjpeo fusco; abdominis segmentis primo et lüümo dorsaJibus nigris, séptimo albido limbato, ceteris uirobique maculis e flavido albis, apicem versus increscentibus et fascias medio interruptas simiilantibiis ornatis; pednm coxis, trochanteribus, femorum basi nigris; femoribus ex albido flaves- centibus, tibiis albidis, posticariim ápice et tarsis ex albido ru- fescentibus, illis apicem versus fuscescentibus; alis JiyaUnis, venis et stigmate fiiscis . Elong-ata-ovata, crassiuscula densissime et subtiliter pun- ctata, fere opaca; capite pone oculos fere dilatato; clypeo ápice emarg-inato; antennarum articulo quarto dimidium tertii lon- gitudine fequante, apicem versus fortius dilatato, a clava pa- rum separato; scutello subelato, convexo, dense punctato, opaco; abdominis seg-mento octavo dorsali triang-ulariter pro- ducto, ápice obtuso, densissime punctato, opaco. — Long-. 8,5-9 milímetros. Patria: Hispania et Alg-eria. Diese Art ist der A. jiicimda Kl. ausserordentlich áhnlich und kann leicht mit derselben verwechselt werden, doch etwas g-rosser und dicker, besonders von derselben verschieden durch die auffallig-e Form des letzten Rückenseg-mentes bei beiden Geschlechtern. Bei A. jiicunda Kl. ist das 8. Rucken- seg-ment hinten breit g-erundet mit bleicliem, fein punktulier- tem Hinterrande, an der Basis ziemlicli g-rob und nicht dicht T VI. -Junio, 1906. 20 ¿90 boletín de la real sociedad española punktiert, g'lanzend; bei Dusmeii ist dasselbe dreieckig- ans- g-ezog-en rnit stumpfem Ende, g-anz schwarz und sehr dicht punktiert, raatt. Ferner ist bei jucimda das Rückenschildchen fast flach, weitlaiifig* punktiert, g'lanzend; und der Clypeus ist vorn schraal und tief ausg-eschnitten; der g"anze korper ist zwar auch dicht punktiert, aber etwas g-rober ais bei Dusmeti, und zeig-t fast überall deutlich g-lánzende Zwischenraüme. — Die Art trag-t ihren Ñamen zu Ehren des Herrn José M." Dms- met y Alonso in Madrid. Friedrich Wilhelm Konow in Zeitschrift für Hymenopierolo- gie und Dipterologie, Heft 4. 1905, pág-. 242. Los ejemplares, que sirvieron al autor para establecer la es- pecie, procedían de nuestras cazas en Pozuelo, seg-ún noble- mente lo testifica nuestro querido amig-o el Sr. Dusmet in Bo- LET. Soc. Españ. de Hist. Nat. , 1905, pág\ 365. Amblyteles Medinai Berth.— cf. Ang-les du clypeus, orbites de la face et points sous les ailes et sur Fécusson blancs. Anten- nes subnoduleuses, noires, ferrug-ineuses en dessous. Aréa su- péromédiane transversale, rectang-ulaire. Abdomen noir mat, fortement ponctué; postpétiole g-rossiérement aciculé; g"astro- céles mediocres; seg^ments 4--7 avec un trait blanc aux ang-les postérieurs; 4« seg-ment ventral non plissé; le dernier long-ue- ment acuminé. Pieds roux; hanches noires. Stig-ma et nervu- res noires. — Long-.: 15 mili. Patrie: Ciudad Real (coU. Medina). L'abbé Víctor Berthoumieu in Bull. Soc. entom. de France, 1903, pág-. 310. Dryinus dracunculus Marsh. — Second seg-ment abdominal brun. Entiérement brun, plus ou moins palé, un peu roussátre par endroits, métathorax et abdomen le plus sombres. Tete roussátre; parties orales testacées, mandíbulesá pointe bruñe. Vértex excavé et, comme le front, a peine sensiblement acicu- lé; une faible carene part de l'ocelle antéríeur et n'atteint pas la base des antennes. Celles-cí d'un brun pále, les quatre der- niers artícles brises et manquant, les deux premiers épaissis, les suivants tres minees, le premier testacé en dessous; le 3^ un peu plus long- que le 4^ ou que les deux premiers réunis. Prothorax lisse, d'un testacé roug-eátre en dessus; mesono- DE HISTORIA. NATURAL. 2DI íum tres finement aciculé; sillons? parapsidaux indistincts; scutellum petit, indistinct, lisse; metanotum noirátre, fine- ment rug"ueux-réticulé. Ailes hyalines, avec les deux bandes ordinaires; stig-ma pále, hanches et fémurs plus foncés, g-enoux -postérieurs pales. Abdomen brun foncé. k bord postérieur de tous les seg-ments noirátre. Tariére un peu preeminente. Tai- lie 9: 4""". Patrie: Espag"ne céntrale (environs de Ciudad Real; coUec- tion Medina). Thomas Ansell Marshall in Species des Hyméno'pUres d'Euro- pe et d'Algérie, t." ix (1905) Proctotrypides, pág-. 82, Gonatopus dryiniformis Marsh. — Second seg-ment abdominal testacé, le 3^ et le 4r- testacés avec le bord postérieur noir; pé- tiole et derniers segnnents noirs. Corps d'un brun marrón et g-labre; face et bouche d'un testacé brunátre. Vértex excavé. Ocelles nuls. Antennes noires, avec les deux premiers articles testacés, atteig-nant la base du métathorax et g-rossissant vers Textrémité; 3^ artícle un peu plus long- que le A"- et un peu plus court que les deux premiers réunis. Thorax binodal; par- tie rétrecie testacée, étroitement noire aux deux extremités; métathorax brun, presque lisse en dessus, sa partie postérieur noirátre et faiblement ridée en travers. Taille 9- 3'""'. Patrie: Espag-ne céntrale (Ciudad Real; collection Medina). Cette espéce ressemble extrémemení á Dryinus dracuticulus, dont elle ne différe que par le manque d'ailes et l'avortement du mésothorax avec le scutellum, qui sont remplaces par un rétrécissement. Th. An. Marshall, op. cit., t. ix (1905) Proctotrypides, pá- gina 99. Gonatopus Hispanicus Kieíf. — Antennes noires, les deux pre- miers articles d'un jaune roug"eátre. Corps noir, lisse et g-labre; bas de la face, mandibules et jones d'un jaune roug-eátre; dessous des hanches antérieures, tous les trochanters, partie rétrecie des fémurs sauf l'extréme bout des postérieurs, tibias antérieurs et intermédiaires, base des tibias postérieurs, anneau avant leur extrémité, et tarses antérieurs roux. Corps glabre et lisse; vértex excavé et chag-riné, lig-ne frontale et ocelles distincts. Scape de moitié plus long- que le second arti- 292 boletín de LA. UEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ele, celui-ci presque deux fois aussi long* que g-ros; le 3'' uit peu plus long" que les deux premiers réunis, de moitié plus long- que le 4*'; 5^ distinctement plus court que le 4«, ég-al au l^"", presque trois fois aussi long" que gros; le 9« au moins de moitié plus long" que gros; antennes graduellement ^P^issies á partir du 4^ Thorax binodal; 1«'" noeud distinctement divisé, partie autérieure bien plus larg-e et plus courte que la 2*^, et moins élevée qu'elle; partie rétrécie un peu plus long-ue que g"rosse; second noeud a suture peu distincte, g-rossiérement ridé en travers dans sa partie declive. Métatarse anterieur double des deux articles suivants réunis, ég-al au 4"; 5« ég-al au 3^; branche externe de la pince inerme; Tinterne avec une rang-ée de lamelles denses et une rang-ée de soies plus long-ues, ees rang'ées interrompues avant l'extrémité. Taille 9 • 3,5"""». Patrie: Espag-ne: Pozuelo de Calatrava; recueilli parM. J. M. de la Fuente (Ern. André). L'abbé Jean-Jacques Kieífer op. el i. cit., pág-. 117. Gonatopiis scioplianes Marsh. Pl. vi, fig-. 4. — Tete noire, man- dibules et joues d'un brunátre palé; vértex tres fortement ex- cavé lisse, avec arete frontale jusqu'á l'ocolle anterieur; ocelles á peine distincts. Antennes noires avec le dessous des deux premiers articles plus ó moins brunátre, lég'érement épaissis á partir du 5^ article, s'étendant jusqu'á la base du métathorax; 3^ articlé un peu plus long' que le 4^. Thorax binodal, noir en majeure partie; prothorax ponctué rug'ueux en dessus, brun roug-eátre sur le dessous; partie rétrécie d'un brun roug-eátre, mesonotum presque rug-ueux; métathorax fortement g-ibbeux^ lisse en dessus, finement ridé sur la partie postérieure et de- clive; un petit espace lisse indique la place du scutellum. Pattes antérieures d'un brun noirátre; hanches pales en des- sous; trochanters pales avec une lig-ue noirátre en dessus; féraurs noirs; tibias pales aux deux bouts, crochet externe de la pince testacée, l'interne a l'extrémité pále; pattes intermé- diaires et posterieures á fémurs noirátres, tibias bruns, tarses plus pales, presque testacés. Abdomen noir, lisse et brillante Taille 9 : 4™'". Patrie: Espag-ne céntrale: Ciudad-Real (collect. Medina). Th. An. Marshall op. cit. Proctotrypides, pág-. 107. DE HISTORIA NATURAL. 293 Pheogenes Mvidens Berth. — 9- Tete nórmale, palpes et man- -dibules fauves. Clypeus tres riigueiix. Antennes entiéreraent Tousses. Pieds roux; hanclies postérieures noires, celles-ci avec une petite créte simple Aréa supéromédiane en carré long*. Postpétiole ponctué-chag-riné; seg-ments 2-4 roux. Stig-ma tes- tacé, écailles sous les ailes blanches. Le cf diífére par les pal- pes, les mandibules, le clypeus, le devant du scape, les écai- lles, les hanches antérieures et tous les troclianters blancs. — Long-.: 7-8"^'". Patrie: Ciudad Real (Cabrera y Díaz). V. Berthouraieu in BuU. Soc. ent. de France, 1903, pág\ 310. La patria de los siete Himenópteros, cuya descripción acaba- mos de transcribir, es realmente Pozuelo, por más que los au- tores indiquen la capital de la provincia. Ciudad Real, por ser población más conocida y como medio de simplificación. Dípteros. Las descripciones siguientes han sido hechas por el Profesor ■Gabriel Strobl y publicadas en el Wiener Entomologische Zei- ■tu7ig, 1898 1900, bajo el título de Spcmische Bipteren. Rhamphomyia iimbripennis Mg-. var. Morenae. — Wie a (umbri- pennis) aber die Schwinger g-elbbraura. Diese var. scheint mit picipes Zett. Dipt. Scand., 410^ 9» identisch zu sein;'\venigstens stimmt die kurze, allerding-s zu einer sicheren Bestimmung- nicht hinreichende Beschreibung- g-enau. Um Cárdenas 2 9 g"estreift. Empis tessellata F. subspec. castellana. — In Grosse und Bau vollstándig- identisch mit der Normalform; (f 9 weichen aber ab durch viel intensiver rothgelbe Flügelwurzel, so dass sich die übrige braunschwarze Flügelflache rechtscharf davon abhebt; ferner durch rothgelbe Mittel-und Hinterschenkel (ahnlich wie bei der var. iipuloides L.); das cf durch fast g-anz schwarzen, kaum etwas schillerfleckig-en Hinterleib mit weis- slichen Segmentrandern, das 9 durch die unscheinbare oder .g"anz fehlende Mittelstrieme des Thorax. Die Farbung" der Beine variirt übrigens bedeutend; beim ¿^ und 1 9 sind die Torderbeine durchaus schwarz; bei anderen 9 sind die Vor- o 294 BOLKTIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA derschienen unJ (lie Basalhafte der Vorderferseu nur dunkel rothbraun uiid auch die Vorderschenkel zeig-eii nahe der Spitze einen braunrothen Fleck; auch die übrig-en Schienen- siiid bald rothg-elb, bald— wenigstens die Hinterschienen— g-anzbraun; bei 1 9 endlich sind alie Schienen und Fersen rothg-elb und auch ber lichte Fleck der Vorderschenkel ist g-ross, rothg-elb. Der Hinterleib des 9 besitzt deutliche Schiller- flecke gleich der Normalform. Bei dieser auffallenden Va- riabilitat der Farbung- und dem Mang-el an plastischen Unters- chieden ist das spanische Thier jedenfalls nicht ais Art, son- dern nur ais subspec. der Rasse aufzufassen.— Venta de Car- denas. Empis Morena.— 9 S'""'. Simillima priori {E. fulvipes Wied): diífert thorace femoribusque crebrius pilosis, palpis coxisque- totis nig-ris, femoribus cinereopruinosis, alis infumatis. — Sie- rra Morena, 1 9- Empis Mikii.— cf 6-7, 9 5-5, S"^-^'. Nigra, antenuis, palpis femo- ribusque concoloribus, halteribus luteis, tibiis ómnibus meta- tarsisqueposterioribuspr. p. rufis; thorace opaco, cinereoprui- noso, dense villoso, abdomine subnitente, cinéreo, nigro- fasciato. (f : Oculis connexis, hypopyg'io long-o, hiante, filum lon- g'ura, tenuem emitiente, pedibus simplicibus. 9 : Oculis remotis, femoribus posterioribus subtus dense- ciiiatopennatis. Venta de Cárdenas, (^ 9- Empis gracilitarsis.— c^ 3"^"". Nig-ra, opaca, nigropilosa, hal- teribus femoribusque obscuris, tibiis tarsisque luteis, tarsis gracillimis, longis.— Sierra Morena, 1 cf . Hilara fusitibia.— d" 4, 9 3,5'"'". Nigra, nitidula, nigropilosa halteribus rufis, setis acrost. 2-3 dorsoc. 1-seriatis. (¿ : tibiffi anticse modice incrassatse, sparse setosse; meta- tarsus cylindricus tibia brevior, breviter pubescens. 9 : tibia} posticse incurvse, fusiformes.-- Venta de Cárdenas. Hilara cingulata Dlb. var. Morena.— Cárdenas 3 c?, 4 9 an ^Jnem mit V^^asserranunkeln bewachsenen Bache. Stimmt DE HISTORIA NATURAL. 295 g-enau mit meiner Beschreibung- und den osterr. Exemplaren bis auf einige Fárbung'sdifferenzen: die Wurzelg-lieder der Fühler sind nicht rothg-elb, sondern g-leich dem Endg-liede schwarz; die Tarsen des cf niclit bloss g-eg-en das Ende hin, sondern g-anz schwarzbraun. Der Hinterleib des ¡^ ist nur am Bauche rothg-elb, oben g-anz oder fast g-anz dunkel und die bei derNormalform breit weisslich schimmernden Ring-ránder sind schmal oder unscheinbar lichter. Auch der Hinterleib des $ ist oberseits g-rosstentheils dunkel. Die Hüften und Schen- kel des 9 sind g-anz rothg-elb und sog-ar die Fersen in der Ba- salhálfte ziemlich licht; die Hüften des (^ aber g-anz oder theilweise dunkel und auch auf den Schenkeln zeig-en sich dunkle, schlecht beg-ranzte Strieraen. Da im Ban der Tarsen etc. Keine Abweichung- zu finden ist, kann ich das spanische Thier nur ais dunklere Varietát oder Rasse betrachten. Microphorus pilimanus. — c5^ 3"""^ Simillimus velutim; differt tertio antennarum articulo ang-ustiore, vix puberulo; corpore nitidulo, setulis acrostich. brevioribus, metatarso antico sub- tus longe ciliato.— Sierra Morena, 1 cf . (Edalea hrevicornis —9 2""". Nig-ra, nitida, albopubescenshal- teribus albidis, g-enubus ang-uste flavis; antennse capite sub- breviores; alee hyalince stig-mate elliptico, vena 5abbreviata. — Sierra Morena, 3 9- Tachydromia minutissima.— 9 1,5-1,8'"'". Nig-ra halteribus lu- teis; pedibus anticis fere totis luteis, mediis pr. p., posticis to- tis obscuris; antennge nig-rse, brevissimse; thorax tenuiter ci- nereoopollinosus; femora antica mediis crassiora; alse albidai vena 3 et 4 parallelis, área posteriore subbreviore. — Venta de Cárdenas. Gyiniiopteriius (Dasyarthrus) Morense.— 3""". Nig-roviridis facie, oculorum tegularumque ciliis, pedibus totis simplicibus ni- g-ris, halteribus rufis; palpis mag-nis, probóscide exserto crasso; antennis subelong-atis seta fere apicali; hypopyg-io máximo, inflexo, lamellis nig-ris, rotundatis, subparvis; alis nig-rescen- tibus, vena 3 et 4 eximie converg-entibus. — Sierra Morena, 2cf.2 9. 296 BOLETÍN DE LA, REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Campsicnemus umbripennis Lw. var. hispanicus.— An Baclirán- dern bei Cárdenas. Stiramt vollkommen mit der Beschreibung- Lnew's und mei- nen zahlreichen mitteleuropaischen Exemplaren; nur sind die Mittelsclienkel der Normalforin (cf) unteseits— wie Loew ang-ibt — "ilirer o-anzen Lang-e nacli mit Kiirzen, steifen Borst- chen besetzt»; ich zalile G bis 7 stárkere und 4 bis 6 feinere, etwasKürzere, die sich unmittelbar an die stárkeren anschlies- sen und bis zur spitze g-ehen; bei den spanischen cf aber stehen auf der Mitte der Unterseite 3 bis 5 ung-efahr doppelt so lang-e, stárkere Borsten (ais bei der Normalform) und erst nahe der Spitze, von den Mittelborsten ziemlich weitg-etrennt einig-e viel Kürzere und scliwáchere. Da die Mittelschienen und Mittelfersen g-enau mit der Normalforn übereinstimmen und ich auch sonst Reinen constanten Unterschiedsehe, han- delt es sich nur um eine Localrasse; die 9 ergeben Keine Diíferenz. Lonchoptera tristis Meig\ var. pseiidotrillneata. — Sierra More- na, mit der Normalform 6 9- Genau dieselbe Form, die ich in m.einen Dipteren von Siebenbürg-en ais triUneata var.? aufg-e- fiilirt habe. Die Analader mündet bedeutend hinter der Gabe- lung" der vierten Láng-sader, wie bei irislis; aber der Thorax ist oben und an den seiten nicht g-anz schwarz, sondern deu- tlich roth g-efleckt, so dass die Farbung- fast g-enau mit den dunklen Gebirg-sformen der triUneata stimmt; da aber doch das Geader mir wichtiger und constanter scheint ais die Far- bung- und ich die stüke zug-leich mit 11 normalen9sammeite, führe ich sie ais var. der tristis an. Der Überkopf ist bald theilweise dunkel, bald bis auf den dunklen Ocellenrand roth- g-elb; das Schildchen an den Seiten mehr wenig-er roth. Tho- rax stets g-rau bereift, daher die rothen Stellen wenig- auífa- llen; Hinterleib g-anz dunkel. Xanthogramma marginale Lw. var. Moreiiíe. — Stimmt in der Flíig-elfárbung- etc, fast ganz nach Loew, unterscheidet sich aber durch folg-endés: Schildchen nicht g-anz g-elb, sondern in der Basalhalfte, die bei ornatum schwarz ist, dunkel roth- braun. Die zwei dreieckig-en Flecke des zweiten Ring'es be- rühren sich nicht, sondern sind— wie bei ornatum— ziemlich DE HISTORIA NATURAL. 297 "breit g-etrennt. Die durch g-ehende breite Binde des dritten üinges ist ^'ie hei 7?iarffinale; der vierte Ring- ist nicht «wie bei ornatumy> g-ezeichnet, sonderii statt der unterbrochenen Yorderrandsbinde sind nur zwei feine gelbe, vom Yorder-iind seitenrande fast g-leich weit abstehende Querlinien vorhanden; dáfur aber ist der Hinterrand breit bindeiiartig- g-elb g-es^uint; nurg-eg'en den Seitenrand wird die Binde schmal und endet etwas vor demselben. Flügelvorder-rand wie bei margínale; nur ist diese Binde nicht in der Wurzellialfte braunlich und in der Endhál.fte schwarzbraun, sondern in der g-anzen Lange bis zur Mímdung der dritten Láng-sader g-leichmássigschwarz- braun. Beine g-enau, wie sie Lcew beschreibt. Da von jeder Form nur 1 (J bekaunt ist und die Xanthogramma.—kviQn ziemlich variabel sind, mag ein Exemplar wolil ehereine auf- fallende varietát, ais eine neue Art sein. — Cárdenas, 1 ^f . Cliloropisca rufa Macq. var. nigrovittata . — Alie fünf Thorax striemen und der g-rosse Brustfleck g-anz oder fast g-anz sch- Avarz.— Sierra Morena. CMoropisca rufa Macq. var. varievittata.— Die zwei áussersten Striemen und der Brustfleck g-anz oder g-rosstentheils roth. — Sierra Morena. Hyadina guttata Hal. var. obscuripes.— Sammtliche Schienen sehr verdunkelt, die vier hinteren entweder nur in der Mitte schmal rothbraun oder g-leich der Yorderschienen g-anz sch- warz; die Yorderschenkel mit voUstándiger dunkler Rücken- strieme, die übrigen Schenkel an der Spitze schw'arz; Yorder- tarsen ganz dunkel, die hinteren nur an der Basis lichter. Der sammtschwarze Brustfleck bald ziemlich g-ross, bald klein; die zwei helleren Flügelflecke in g-ewiser Richtung- erkenn- bar. Es bilden also die Exemplare mit kleinem Brustflecke einen üeberg-ang- zu humeralis Beck , die wohl kaum eine g-ute Art sein dürfte. Aus Máliren besitze ich 1 $, das nach den durchaus einfárbigen Flügeln zu humeralis g-ehort; aber der Brustfleck ist ziemlich gross, nicht kleiner ais bei mancher guttata. — Sierra Morena. Noterophila acutipennis Lw. var.? nigripes.—Meine Exemplare 29S BOLETÍN DE LA REAL SOCIRDAD ESPAÑOLA stimmen in Korperfárbung- und Beborstung- vollstaiidig" mit ^labraFaM, Schin. 276, die ich aus Oesterreich-Ung-arn und Dalmatien besitze, sind aber etwas kleiner (cf I,?'"'", 9 2"""); die Flüg"el sind etwas schmáler und g-ehen in eine scharfere Spitze aus; ferner sind die Beine durchaus g-lanzend schwarz, nur die vier hinteren Fersen rostroth; derKopf des 9 istsammt den Fühlern g-anz rein schwarz; beiin cf aber sind die Basal- g-lieder der Fühler und ein schmales Band oberhalb derselben rostroth. Thorax und Schildchen sind bei ^ 9 g'lánzend g-rünschwarz; der Hinterleib erzbraun, beim cf schmal, lang-, nur wenig- nach rückwárts verschmalert, mit winzig-em Hypo- pyg-; beim 9 kürzer, viel breiter, eiformig-, mit zweig-liederi- g-er, abstehend schwarz behaarter Leg-erohre. SoUte das spanis- che Thier von dem griechischen verschieden sein, so konnte ihm nigripes ais Artname bleiben. - Sierra Morena. Ochthiphila coronata Lw. var. nigripes. — Beine schwarz, nur die Knie nebst Schienen basis (oder auch Schienenendej und der Metatarsus deutlich rothg-elb.— Sierra Morena. Agromyza lútea Mg-. var. meridionalis —Die Exemplare stim- men im Geader und Korperbau vollstándig- mit lútea, zeig-en aber einig-e constante Farbungsdifferenzen : die Fühler sind nie ganz g-elb, sondern das dritte Glied ist stets mehr wenig-er gebraunt, wenn auch nie g-anz dunkel; ebenso sind die Schen kel raehr wenig-er dunkel g-efleckt oder g-estrierat. Am Thorax- rücken sind die drei g-rauen Striemen g-anz oder fast g-anz zu • sammeng-eflossen, so dass man sie selten unterscheiden kann, nur vor dem Schildchen bleibt die g-elbe Grundfarbe meist sichtbar. Das Schildchen selbst ist mié g-any g-elb, sondern g-rau mit schmáler oder breiter g-elber Mittelstrieme oder es bleibt nur die Spitze licht. Die Brustseiten zeig-en oberhalb des normalen dreieckig-en dunklen Fleckes zwischen Vorder- und Mittelhüften noch eine schmale, wag-rechte, dunkle strie- me. Das 9 unterscheidet sich ausserdem durch einen fast g-anz brauschwarzen Hinterleib, doch ist auch beim cf die Mittel- partie g-ewohnlich braun. An Hypopyg' und Leg-erohre sehe ich keinen constanten Unterschied. Ein fast identisches cf sammelte ich auch bei Mostar, nur sind die Schenkel noch reinar g-elb. — Sierra Morena, DE HISTORIA NATURAL. 299 Agromyza grossicornis Zett. var. crassiseta. — Wohl eig-eue Ai't, aber in Fárbung- und Geáder so vollkomraen mit grossi- cornis var. /lavocincta Strobl übereinstimmend, dass ich das Tliier nur durcli die Kopf-und Fühlerbildung- unterscheiden kann. Die Backen sind bedeutend breiter, so dass sie fast der Aug-enhohe g-leichkommen. Das dritte Fülilerg'lied bedeutend g-rosser und nach vorn stárker erweitert, so dass es verkehrt trapezformig- ist; die bei grossicornis ziemlicli lang-e, in der Basalhálfte mássig- dicke und in der Spitzenhaifte haardünne Fülilerborste ist hier bedeutend kürzer, dicker und fast bis zur Spitze hin abnehmend verdickt, so dass nur etwa das End- fünftel haardünn ist.— Sierra Morena, 1 (^. Phytomyza Moren».— 2™"". 9 capite, scutello pedibusque sul- furéis, thorace albidopruinosü, abdomine fusco, alis lacteis. — Sierra Morena. Diloplius femoratus Mg-. var. andalusiacus.— Das9 stim mt in den plastichen Merkmalen vollkommen mit meinen Exemplaren der var. hiimeralis Zett. aus Lesina, unterscheidet sich aber etwas durcli die Fárbung-; ausser den Vorderhüften, Vorders- chenkeln und der Schulterschwiele ist auch der Bauch g-anz oder grosstentheils rothbraum; bisweilen sind auch die hinte- ren Schenkel in der Mitte roth; die Flügel sind dunkler, das scliwarzbraune Randmal ist breiter, da es g-anz oder beinahe bis zur dritten Lang'sader herabsteigt, wáhrend es bei femora- tus durch einen ziemlich breiten, g-anz hellen Saum von der- selben g-etrennt wird. Das cT kann ich von albipennis Mg-. = femoratus (f (vide Str. Dipt. Steierm., iii, pág\ 2) nicht unters- cheiden; es ist durchaus g'láuzend schwarz, weiss behaart; die Fiüg-el sind miichweiss, fast ohne Randmal etc.; die Furchen der Vorderschenkel sind meist rothg-elb bisweilen so ausg-e- breitet, dass nur die Ober-und Un terkante schwarz bleibt; aber auch 'bQi femoratus der steirischen Alpen sind die Furchen of- ters rothlich.— Sierra Morena. Diloplius tenuis Wied var. minor. — Auch in der Sierra Morena bei Cárdenas sammelte ich 6 cf , 2 9; diese Exemplare sind aber bedeutend g-rosser (^f 3,5 bis 4,5°»'"., 9 3,5 bis 4™"'.). Tho- rax und Hinterleib der cf ist bedeutend dunkler, theilweise BOO boletín de la real sociedad ESPANOi^A sog-ar schwárzlich behaart. Diese Exemplare stimmen also in der Grosse fast mit der Normalform in der Behaariing' aber mit iernatus; ich zweifle dalier, dass ternatus wirklich speci- fisch verschieden ist, da die Stellung- der Querader ebenfalls schwankung'en unterwórfen ist. Sciara ohtusicaiida.— 1,5 ad 2"'"\, long-. al. 3 ad SjS"""'. J" Di- vis., II, A. 1, A. c. Winn. Tota atra, opaca, thorace nitidulo; antennis brevibus; abdomine brevi, lato, hypopyg-io crasso, truncato; alis nig-ricantibus, longñs. — Sierra Morena. Sciara Morense.— cj" 2,4'""\ Divis., ii. A, 1, C. c, (Winn.) Atra, opaca, coxis femoribusque anterioribus brunneis; alis obscu- ris, furcjB ramo superiore prope basim late interrupto. — Sierra Morena, Ceratopogon Morense.— IjS"'"". cf 9- Simillimus spinij)edi; dif- fert antennis, abdomine pedibusque totis nig-ris; venis anticis crassioribus, femorum spinis parcioribus. — Sierra Morena. Ceratopogon castellanus.— 9 2,5"^'". Caput nig-rum; tliorax rufas pectore vittisque dorsi nig-ris; abdomen pallide rufoflavum; pedes rufi coxis, tarsorum máxima parte g-enubusque late ni- ^'ris, femoribus anticis spinosis; alai liyalinae, nudas nervis ut in flavipede directis. — Sierra INIorena. Tanypus castellanus.— cf 2"^"\ Simillimus priori [nigro'puncia- tus Stg-.); differt palpis, antennarum articulo 1, thoracis vittis atque metathorace obscuris; abdomis vittis obscuris latiori- bus. — Sierra Morena, 1 ^f , Tipula trifasciculata.— cf 13-15, 9 17-20'""\ Ex affinibusoc/¿rr¿- cece, simillima cinerasceuii; cinérea antennarum basi abdomi- nisque lateribus luteis; thorace 4vittato; alartim lúnula- me- diocri. (^ : hypop. magmura, fuscoluteum, appendicibus parvis, lamella infera patente, tres pilorum fulvorum fascículos g^e- rente. 9 : lamellíB superíB acurainats, rectse; inferas breviores, la- tieres ápice rotundato. — Sierra Morena 5 (j", 6 9- DE HISTORIA NATURAL. 201 Típula Moren£e.—cf 12"'"\ Simillima cmerasceníi; differt an- tennis totis obscuris, hypopygio minore, lamella inferiore pi- lorum fascículo carente. — Sierra Morena, 1 cf Típula acumínata. — cf 18-20™'". Ex affinibus ochracem, ast thorace 5-lineato et hypopyg-io lamella superiore bidentato- producta appendicibusque spinosis distinctissima.— Sierra Mo- rena, 2 (^. Arácnidos. Zodarium álacre.— E. Simón. — Sierra Morena. Mr. E. Simón, en Rev. et Mag-. de Zoologie, 1870, p. 144. Plan de una exploración geológica del Noroeste africano » POR LUCAS FERNÁNDEZ NAVARRO El éxito de toda empresa, sea de la índole que quiera, es, en su mayor parte, consecuencia, después de los recursos dispo- nibles para la misma, del plan concebido para su realización. El plan depende á su vez del conocimiento del fin propuesto y de los medios que para Ueg'ar á él se tienen. Habiéndome correspondido el honor de iniciar, en lo que á la Geolog-ía se refiere, la importante labor de exploración em- prendida en África por nuestra Sociedad, me parece opor- tuno indicar mi opinión sobre la marcha que en estos trabajos debe seg-uirse para obtener de ellos el mayor resultado. Dicho se está que no he de hacer referencia más que á las investi- gaciones geológicas, y que lo que yo diga, no es sino la ex- presión de mi personal modo de ver el problema. Y tampoco hará falta añadir que sería muy útil que otros geólogos má& autorizados con que cuenta la Sociedad, hicieran sobre el mismo objeto las observaciones que juzg-uen pertinentes, de todo lo cual resulte un plan para las futuras labores. No quiere decir esto nada que coarte la libertad de los ex- ploradores ni limite su iniciativa. No es ni siquiera una indi- cación á la Sociedad para proponerla el número de las ex- ploraciones, las comarcas que deben recorrerse ni el orden en 302 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que las diversas excursiones se hayan de hacer. Esto pugna con la libertad amplia que se debe dejar á cada explorador para que aplique sus esfuerzos en la dirección que juzgnie más oportuna, y asuma así la responsabilidad de su personal labor. Además, dicha limitación y determinación en el plan, siem- pre muy difícil de fijar en las tareas de esta índole, lleg-a á ser en nuestro caso verdaderamente imposible, porque carecemos del dato de que habían de partir todos los cálculos, del cono- cimiento de los recursos con que habremos de contar. Por des- g-racia, lo único seg-uro que desde luego podemos afirmar en este punto, es que el auxilio oficial será muy inferior á lo que la empresa demanda, y que habremos de marchar mucho más despacio de lo que á los intereses de la ciencia y de la patria convendría. Mi objeto en esta nota no es otro que exponer á la ligera los principales problemas geológicos que actualmente interesa resolver en la porción Noroeste del continente africano. Para ello, no hay sino recordar los rasgos más importantes de la constitución geológica de estas reg-iones, de que tan incomple- tos son todavía nuestros conocimientos. Es indudable que en el Noroeste de África hay dos zonas perfectamente distintas bajo este respecto: Marruecos, Argelia y gran parte de Túnez, es decir, todo el fragmento aislado al Norte del Gran Atlas, que es mediterráneo, podríamos decir europeo; y la porción sahárica, desde el nivel de los montes Bani en la cuenca del Dráa, hasta el Golfo de Guinea, que for- ma parte de la gran meseta desértica asio-africana. El terreno se reparte, por consiguiente, entre dos amplias individualida- des geológicas perfectamente definidas. El mayor interés de la exploración, como es consiguiente, se encuentra en la zona de contacto de ambas, ó sea en el Gran Atlas. De la historia de las vicisitudes geológicas del Medite- rráneo, trazada por Suessen la segunda parte de su admirable Das Aoiiliiz der Erde, parece deducirse que durante el primer piso mediterráneo, debió existir una comunicación entre éste y el Atlántico á través de Marruecos, bordeando la falda Norte del Gran Atlas. Algo parecido, pero en mayor escala, á lo ocu- rrido á través del valle del Guadalquivir, al pie de la meseta ibérica. La existencia de esta comunicación, quizá interrurn- DE HISTORIA NATURAL. 303 pida y vuelta á establecer durante el seg-undo piso mediterrá- neo, necesita ser comprobada en el territorio marroquí, y es uno de los más interesantes problemas que puede proponerse un g-eólog-o. Para ello sería necesaria una exploración efectuada en an- chos ziszás en toda la vertiente septentrional de la cadena, desde el Cabo Guir hasta el punto culminante del Aiachin, y lueg'o por la cuenca alta del Muluya hasta su confluencia con el Za. Los ziszás necesitarían extenderse desde la misma cumbre de la cordillera hasta bien adentro de las llanuras sep- tentrionales en su primera parte, y hasta las mismas estriba- ciones del Mediano A.tlas en la seg-unda. Serían localidades de excepcional interés, la g-ran depresión de la garganta de Bi- buan, la región comprendida entre el Norte del Tagherat y Marrakesh, y las inmediaciones del Aiachin, verdadero nudo del sistema orog-ráfico de todo el imperio marroquí. Comprobada esta comunicación, el Mediano Atlas sería uno de los g-randes pilares (horts) que jalonan el antepaís medite- rráneo en su porción occidental, y tal vez el más importante de todos ellos. Contra él se han debido repleg-ar los materiales de diversas edades por impulso tang"encial, á la vez que se ha debido establecer, por esfuerzo vertical, un desnivel g-eológ-ico entre el macizo antig-uo y los sedimentos depositados poste- riormente en las diversas edades. Lo poco que sabemos de la orog-rafía y composición litológ-ica de la reg-ión, autoriza á pensar que el papel tectónico de esta zona montañosa debe ser el que hasta ahora le asignamos. Sábese, en efecto, que en ella abundan los materiales arcaicos, y que no constituye una verdadera arista montañosa, sino una extensa y elevada me- seta llena de grandes desigualdades, pero que parece elevarse ligeramente en conjunto hacia su borde meridional. La verda- dera extensión de la meseta, las rocas que predominan en su composición y la estructura de los sedimentos que sobre ella se apoyan, son otros tantos problemas á resolver. Lo es también, y tan complicado como interesante, el desci- frar las relaciones entre el Mediano Atlas y las montañas del Riff que bordean la costa mediterránea, consideradas por Suess como uno de los segmentos del sistema alpino, enlaza- das con él, á Levante, por la Calabria y el Apenino, y termina- das á Occidente por el sistema hético. Esta es quizá la zona 304 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA menos conocida de Marruecos, y con su estudio se enlaza la interesante cuestión de la moderna apertura del Estrecho de Gibraltar. Sería ésta probablemente la comarca de exploración más difícil, tanto por lo intrincado y desig-ual del macizo, como por ser sus habitantes los riíféños y djebalas, entre cuyas tribus están los marroquíes más fanáticos y más hostiles á la penetración europea. No es empresa la exploración de este país para emprendida sin un previo aprendizaje en otras zo- nas del imperio, y aun quizá sin haberse familiarizado con el dialecto tamarzit y con las costumbres, preocupaciones y fa- natismos de los bereberes montañeses. En cuanto á las regiones más llanas occidentales, especial- mente las comprendidas en el triáng-ulo alarg-ado, cuyos vér- tices son Mog-ador, Fez y Táng-er, su función g-eológ-ica no po- drá ser determinada claramente sin el estudio detallado de sus materiales. Cuando se conozcan con seg'uridad y precisión la edad de los estratos que las constituyen, las líneas de fractura que las recorren y los plieg-ues y dobleces de sus diversas ca- pas, podrá con algún fundamento decirse, uniendo estos datos á los que nos hayan suministrado el conocimiento de la zona montañosa, si se trata de una verdadera zona de hundimiento^ como pudiera sospecharse, ó si es tan sólo la prolong-ación ha- cia el Atlántico del gran pilar central que se inclina en aque- lla dirección, y sobre cuya superficie denudada por los garan- des ríos marroquíes se han depositado los sedimentos tercia- rios y cuaternarios. El estudio de esta zona, que en su orden lógico debiera seg-uir al de las anteriores, será probablemente el que antes pueda hacerse, por tratarse de la región más ase- quible á los extranjeros. Otros interesantes problemas quedarían aún por resolver en el estudio geológico de Marruecos, como son: el conocimiento del valor fisiográfico del valle del Muluya, especialmente en su porción superior, y el de la cuenca del Guir que corre hacia el Sahara; la significación de la cuenca del Sus entre el Gran- de y el Pequeño Atlas; la tectónica de esta última cadena y la de los montes Bani, paralelas al Gran Atlas, y quizá relaciona- das con éste, de modo análogo á como lo hace el Jura con los Alpes. Todos estos problemas, aunque de menor interés que los enunciados en primer lugar, le tendrían suficiente para la geología marroquí y aun parala ciencia geológica en general. DE HISTORIA NATURAL. 305 En cuanto á la reg-ión sahariana, aunque mucho más exten- sa y tan desconocida por lo menos como la marroquí, es indu- dablemente más uniforme y de más sencilla estructura. Acer- ca de ella poseemos algunos datos preciosos, debidos en g-ran parte al inolvidable maestro Quirog^a, y de ellos parece dedu- cirse que se trata de una extensa unidad, quizá un pilar colo- sal cubierto por las arenas desérticas, rodeado de una faja casi continua en que se suceden hacia el interior con bastante re- g-ularidad los materiales de ias diversas épocas; tanto más an- tig-uos cuanto más interiores. Mis recientes exploraciones en las zonas de las posesiones españolas mediterráneas, me ha permitido observar una disposición bastante análog-a en el li- toral rifeño, al menos en la parte comprendida entre el Cabo del Ag-ua frente á Chafarinas y la isla Iris, á Poniente del Pe- ñón de Vélez de la Gomera. Las exploraciones en la cuenca del Dráa tendrían un espe- cial interés, porque servirían para relacionar las dos reg-iones que integ-ran el Noroeste de África. En cuanto á la determina- ción de la estructura de la meseta desértica, parece que las expediciones deberían hacerse en direcciones próximamente normales á la costa^y á diversas latitudes. El estudio detallado del Adrar y de las cuencas interiores del Sahara occidental, sería de un valor g-eológ-ico extraordinario. En la reg"ión cuya exploración detenida se propone nuestra Sociedad, debemos considerar también comprendido el Archi- piélag-o canario, por tantos respectos interesante, pero por nin- g-uno en el g-rado que por el g-eológ'ico. Como de la importan- cia de las Canarias se ha dicho tanto, y en las publicaciones de nuestra misma Sociedad han visto la luz valiosos trabajos á ellas referentes, no habré yo de insistir sobre este punto. Sólo sí recordaré que, á pesar de todo, sólo las islas centrales van estando reg-ularmente conocidas en su composición lito- lóg-ica, mientras que las orientales (Lanzarote y Fuerteven- tura) han sido muy poco estudiadas, y las occidentales (La Palma, Hierro, Gomera) puede decirse que no han sido objeto de exploración g-eológ'ica alg-una. Sin necesidad de entrar en detalles, y sin más que las ideas apuntadas, se comprende el interés que presenta el estudio g'eológ'ico de la reg-ión nordafricana. Vese, en efecto, que á los problemas de la mayor importancia que una exploración de T. vi.-Junio, 1906. 21 80Ü BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA esta índole tiene que resolver, se unen aquí los que la situa- ción excepcional de la comarca hace surg-ir, únicos de que yo he querido dar idea en esta modesta nota. Si á ellos se une la riqueza minera que probablemente posee este desconocido país, y el interés que en otros órdenes de ideas tiene para nos- otros el estudio de la porción vecina del continente africano, se comprenderá la importancia capital de la iniciativa de la Real Sociedad Española de Historia Natural, y la impacien- cia que todos sentimos por ver en práctica proyectos tan bene- ficiosos para la ciencia y para la patria. Sistema de las especies ibéricas del gen. «Asida» Latr. POR MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA III Subg-én. Elongasida. Cuerpo alarg-ado y paralelo, nada ó apenas estrangulado en los húmeros que son más ó menos redondeados, pero nunca angulosos ni diverg-entes. Protórax moderadamente convexo, reticulado ó muy densa- mente punteado en el disco con los puntos contig-uos, de cada uno de los cuales nace una cerdita rojo dorada, por lo g-eneral corta y poco visible; pero en alguna especie, muy larg-a y ás- pera, leonada; y bastante caediza en todos los casos, con las márg-enes del mismo anchas, cortantes y bastante levantadas, pero siempre más bajas que el disco; escotado en su borde anterior, en curva perfecta con los ángulos anteriores bien ag-udos y con los lados redondeados, pero no brevemente, te- niendo su mayor anchura más cerca de la base que del borde anterior y con el lóbulo poco ó nada saliente iniciado muy lejos de la canal marginal y notablemente más corto, por lo general, que los ángulos posteriores (1), los cuales §on bien acusados y más ó menos prolongados hacia atrás, entrantes ó ligera- mente divergentes; pero nunca redondeados. (1) Ver. E. rectipennis Esc. DE HISTORIA NATURAL. 807 Cara inferior del ^voiói^^-a. reticu¡ado-gra7iulosa d francamente ^ramilosa. Élitros, apenas ó muy lentamente ensanchados, á partir de la base hasta la mitad ó dos tercios de" su long-itud donde tie- nen su mayor anchura, y desde ahí, más rápidamente estre- chados, hasta el fin, que es lig-eramente acuminado; no muy deprimidos en la zona dorsal, pero siempre más en los (^(^ que en las 995 provistos en alg"ún caso de dos costillas segui- das, lisas, de las cuales la primera dorsal arranca de la misma base corriendo paralela á la sutura, y la seg'unda más lejos; entre ambas costillas existen unas series de granulos alarg-a- dos, costiformes, lisos y brillantes, con tendencia á formar costilla ininterrumpida, como ocurre á las dos costillas hume- rales que g-eneralmente sólo existen como series granulosas; pero en la mayor parte de las especies desaparecen en los (^(^ todas ellas y sólo quedan en las 99 ^^-s series granulosas costi- formes interrumpidas que indican la posición que tendrían las costillas. Con todo el resto del élitro, más ó menos finamente granu- loso, siendo la granulación más fuerte en la región humeral, y cubierto, más ó menos densamente, por una pubescencia, más ó menos larga, caediza, roj izo-dorada. Patas largas, fuertes y robustas, no muy comprimidas, pero bastante las tibias anteriores, sin denticulaciones, á no ser el diente apical que está muy desarrollado. Antenas finas y largas, con todos sus artejos muy notable- mente más largos que anchos, excepto los 10 y 11 transverso aquél, y éste globular, más ó menos empotrado en el anterior, pero no tanto como en las Alpkasida, ni tan libre como en las GIoMsida. 1 (10) Ángulos posteriores del protórax notablemente agu- dos y muy prolongados hacia atrás, cubriendo los húmeros y más largos que el lóbulo. 2 (5) Con dos costillas dorsales salientes, enteras, parale- las á la sutura é intervalos cubiertos por una larga pubescencia rojizo-dorada, áspera y dirigida hacia atrás, entre la cual aparecen algunos granulos alar- gados, dispuestos serialmente con tendencia á for- mar verdaderas costillas en número variable, lo mismo en los c?cf que en las 99- 308 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 3 (4) Pequeña, muy estrecha y larg-a, con las dos costillas- dorsales bien marcadas E. hespérica P. A. 4 (3) Grande, no muy estrecha, con las dos costillas dorsa- les algo menos marcadas y más interrumpidas, so- bre todo la segunda dorsal. . . E. hispalensis sp. n. 5 (2) Sin costillas dorsales salientes en los cf cf, existiendo solamente en las 99; J ^^^'"^ ^i^n como tendencia y entre ellas, con algunos granulos lisos dispuestos en series longitudinales, 6 (7) Cuerpo poco acuminado, paraleliforme; márgenes pro- torácicas anchas, traslúcidas, rojizas; último artejo de los palpos normal. . . E. rufo mar ginalis sp. n. 7 (6) Cuerpo rápidamente estrechado posteriormente, acu- minado: márgenes protorácicas anchas, pero no tras-^ lúcidas ni rojizas, del color del resto del órgano; último artejo de los palpos grande. 8 (9) Mediana, con un largo espacio bajo la canal marginal en la cara inferior del protórax, muy brillante, cha- rolado por estar desprovisto de gTánulos y arrugas. E. graiidipalpis AU. 9 (8) Grande, sin espacio liso bajo la canal marginal E. calumniata sp. n. 10 (1) Ángulos posteriores del protórax poco prolongados ha- cia atrás, rectos ó apenas agudos sin cubrir los hú- meros, y nada ó apenas más largos que el lóbulo. 11 (14) Cuerpo largo y protórax apenas estrechado en su ter- cio posterior sin placas lisas en el disco que estar, fuertemente reticulado en toda su extensión y con las fositas redondeadas. 12 (13) Cuerpo negro brillante muy granuloso E. alonensis Mtr. 13 (12) Cuerpo negro mate ó pardo obscuro, poco granuloso. E. recUpennis sp. n. 14 (11) Cuerpo corto y protórax muy estrechado porterior- mente, á veces cordiforme, con dos plaquitas lisas muy pequeñas en el disco á uno y otro lado de la línea media, y el resto reticulado con las fositas alargadas E. asperata SoL DE HISTORIA NATURAL. 309 E. hespérica P. A. Insectos nuevos, seg-unda parte, p. 41.— Rambur: «Fauna de i'And.», fig". 20. Loe. Granada, Córdoba (sec. P. A.; pero yo no he visto con •seg"uridad de esta procedencia). Forma g-eneral del cuerpo muy estrecha y alarg-ada, bas- tante convexa^ muy paralela, nada estrechada en la regalón -humeral. Protórax estrecho con las márg-enes moderadamente anchas y no muy levantadas, con los áng-ulos posteriores muy ag-udos y muy prolongados hacia atrás, nada ó apenas entrantes, -descansando sobre los húmeros que son rectos, pero redon- íl"6 se disting"ue poco de las 99 ^^ reciipennis y que, como ella, tiene costillas suplementarias intercostales ó ten- dencia á ellas, con las series de g-ránulos lisos y fuertes, como todas las del g-rupo. Ultimo artejo de los palpos, g-rande. E. rectipennis sp. n. Loe. Huercal Overa, Tíjola, Galera. Forma g-eneral del cuerpo, plana y alarg'ada, muy acumi- nada posteriormente, como cahimniaía, grandipalpis y alo- nensis Protórax más ó menos ancho, de márg-enes moderamente anchas y bastante levantadas, nada estrechado posteriormente y con los áng-ulos posteriores poco ó nada prolong-ados hacia atrás, y más g-eneralmente esto último, por lo cual aparece la base recta; así que dichos áng-ulos posteriores son rectos ú ob- tusos, seg-ún la curva de los lados, y no descansan sobre los húmeros que quedan libres y son muy redondeados; en al- g-unos ejemplares, sin embarg-o, los ángulos posteriores proto- rácicos son muy lig-eramente ag-udos, sobre todo, en las 99í pero sin descansar nunca sobre los húmeros. Élitros exactamente como en E. calumniaia, grandipa^ñs y alonensis; pero más ó menos anchos ó alargados, algo más granulosos que las dos primeras y no tanto como la última. Variabilidad de la espeeie. (Jomo en las especies de las Alphasida y Glohasida, en esta Elongasida la amplitud de su variabilidad es grande; la falta de materiales me impide marcar sus límites. A pesar de ello, en los números 1 al 5 cf 9. ^1 protórax tiene los ángulos posteriores entrantes, siendo el cuerpo estrecho, repitiéndose el mismo carácter en los números 9 al 12 en que el cuerpo es ancho; en los números 6, 7 y 8 los ángulos poste- riores son salientes, ligeramente divergentes y el cuerpo estre- cho, mientras en los números 13 al 16 tienen la misma dispo- sición y el cuerpo ancho. DE HISTORIA. NATURAL. 313 Con la base perfectamente recta, sin ning-una salida de los áng-ulos posteriores en el núm. 17, y con ella sinuosa y de án- g-ulos posteriores prolong-ados hacia atrás en el núm. 18. Con el cuerpo corto y áng-ulos posteriores protorácicos en- trantes, alg-o romos en el núm. 19 ó con ellos alg-o salientes y cuerpo corto y muy ancho también, ó con el cuerpo larg-o y áng-ulos posteriores diverg-entes en el núm. 20, ó con él exa- geradamente larg'o y acuminado recordando á hespérica, y án- g-ulos posteriores protorácicos entrantes, al punto de parecer dos especies totalmente diferentes por su facies, estos últimos números 21 y 22. E. asperata Sol. An. S. E. F. 1836, p. 450 42. Ramb.: «Faune de l'And.», 1842, pl. 19, fig-. 8. Loe. Málag-a, Mijas. Forma g-eneral del cuerpo, ancha, poco alarg-ada, bastante estrechada en los húmeros. Protórax ancho, alg-o cordiforme, de márg-enes moderada- mente anchas y levantadas, con los áng-ulos posteriores lig-e- ramente diverg-entes y poco prolong-ados hacia atrás; base alg-o más estrecha que la de los élitros, cuyos húmeros son muy redondeados: frecuentemente con dos pequeñas placas lisas en el disco á uno y otro lado de la línea media, como en alg-unas Alphasida, ó nulas en alg-unos casos. Fositas de la reticulación del disco lig-eramente oblong-as en sentido long-itudinal, al paso que en las especies anteriores las fositas son redondas. Élitros sin costillas ó con tres lig-eros plieg-ues que las re- cuerdan, y desprovistos aún en las 99 de las g-ranulaciones aisladas, salientes de las anteriores especies; punteados, reti- culados, en vez de g-ranulosos, semejantes á A. sicuJa y veci- nas, con la cual podría colocársela; incluyéndola provisional- mente ahora en las Elongasida por no multiplicar indefinida- mente las secciones, y haciéndolo así, por estar más cerca org-ánicamente de este subg-énero que de los otros, entre las especies ibéricas. ai4 boletín de la real sociedad española Distribución geográfica de las «Elong asida». Tiene el siibg-énero pocas especies, más éstas habitan áreas bastante extensas, estando asimismo muy diferenciadas unas de otras, excepto rectipennis y alonensis. Con hespérica é hisimlensis se corren de Oriente á Poniente, desde Granada á Portug-al, y por el N. hasta Sierra Morena; bajan al Mediterráneo con asperata en Málag-a y riifo-magina- lis en Almería; lleg-ando por Oriente con cahtmniata á Torre- vieja, ocupan el interior del SE. de España con rectipennis en Tíjola y Huercal-Overa-, y otra vez con calumniata, que sube hasta Sierra de Seg"ura; destacan al NE. á alonensis q\\ Alicante, mientras que con grandipalpis rebasan Sierra Morena, poblan- do Puerto Llano, Despeñaperros y el Campo de Calatrava, para buscar en esa marcha á Occidente á hispalensis ó alg-una forma intermedia que habite en toda esa Extremadura totalmente inexplorada. Con sus muy vellosas hespérica é hispalensis recuerda alg-o á las Alphasida , cuyas costillas lisas, conserva ó repite, y más remotamente se lig-a también á las Cflabrasida por las formas pubescentes de este g"rupo snlcata, piinctipennis, etc.: también por las 99 ^6 sus alonensis, rectipennis , grandipalpis y calum^ niata, se acerca como facies á las 99 ^^ las G-ranulasida, más el protórax punteado de aquéllas y el granuloso de éstas en el disco, las diferencian á pesar de esa comunidad de formas. Si se considera que las cuatro indicadas especies habitan el área que ocupan las G-ranulasida, puede decirse aquí que son dos g-rupos que evolucionan dentro de términos semejantes, produciendo formas similares como facies, más conservando sus caracteres fundamentales g'enealógicos. Más tarde trataré de la positiva importancia que tiene el g-ránulo y la fosita y el tránsito del uno á la otra, según dife- rente proceso. Por último, asperata se aisla de todas las otras, pues no tiene similar en las de otros g-rupos á no ser en términos muy ale- jados, acercándose á sicula y constituyendo ambas el verda- dero tránsito á las Gladrasida (1). (1) A. sqtialida A11. no está en la Coll. Allard hoy Oberthür; creo debe pertenecer á este grupo verisímilmente. DE HISTORIA NATURAL. 315 «o* f lo 'Si ü tn o t<3 ^• S 'o ?s C** 1^ ■Vi >» 5Í ?s .^ >to 5^ "^ r^ ^ g^ Ji l-- •>,& C!*i- • ^* o 'S ,• !>>;> »S «Si rS ^ -^ JO (to '^ ^ •^5 o ^ ^ ai a T3 < 0) cT 'S s "3 00 Si N 10,3 ij co -*-3 03 CU '^i l>í CQ 5 '^^ § ^ ^ S^ '^ rS § ^ S ?S • r SIj ^ ?- =o 5^ « ^ -Oi v>' ^ ^ 5i S -S ÍS Co "^ -^ ÍS '^ ^ «o ■to 5«. 55^ JÜ ^ ^ ^^ »> Í5M >•*<> ^ ^ ^ Oh a a ^H • ^M O a o 03 O o ¡2Ü "•*j o • -f— 1 o O) >> • Isd 'o 03* . • O — ^ o «2 íi. o o ■^ K^ >~> • >5 ¡3 03 S M 3 'o »l-l o; o o 13 O o G O o 'B o o «2 ü c c o c ^-H ü «3 -o -o -I-i • i— ( 03 o o o o o ;/2 S 3 • 1— t -*J ÍH. -t-j -.-H 03 'tí 03 3 ^ E-I H <3l H s ^ H « ^ ^ -rti o o i> cv co o lO 1> O/ c^ 0> o (>i C^ Oí (>í Tf '^ Tf iOCOOíOC^iO^HCO->!fO o 03 03 >^ o •^ o 03 K c3 03 03 CO o c3 > 03 Is O ^ o p^ O 03 03 03 'd Td tS 03 Oí O . o; . — I tu ui xn m ^ o 03 53 03 O co c3 O '- c3 02 O CX3 -^ 03 03 03 3 .^ 03 PM ^ rS O *^ . I — I 03 m XII xn ^ m 320 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nnm y terebrátnlas, alternando las marg^as con capas de are- nisca pizarrosa muy micácea y de tonos rojizos; vienen debajo unas marg-as nodulosas de tono azulado claro, separadas de trecho en trecho por bancos calizos, teniendo en conjunto unos 25 metros; é inferiormente, unas potentes capas de yesos blan- cos y g-rises, cuyo conjunto no medirá menos de 30 metros, alternando con lechos marg-osos. Esta parte es muy pobre en fósiles, por lo que la abandonamos para dirig-irnos á la por- ción central, y, reg"istrando cuidadosamente las marg-as que alternan con las areniscas micáceas, hemos retirado alg'unas curiosidades dig-nas de mención. La zona de ammonites piri- tosos comienza en este sitio, y de ella hemos retirado unos fó- siles que pueden referirse á alg-unas especies poco frecuentes. Fig'uran, en primer lug-ar, unas vueltas que parecen de Twri- lites, de costillas muy aproximadas, que pasan sin interrup- ción por la reg-ión sifonal con una pequeña inflaxión. Las vueltas son aplanadas, de tal modo, que el diámetro que va de la región sifonal á la antisifonal es casi doble del alto de la vuelta, es decir, del diámetro perpendicular. Hay otra forma relativamente frecuente que se asemeja también á un Turri- lites, pero que más bien es un Heteroceras, y si bien sólo se han encontrado dos ó tres vueltas completas, fácilmente se puede reconocer el g"énero; las costillas son enteras, alg-o aqui- lladas, formando una S abierta, en número de 26 á 28 por vuelta y acrecentamiento no muy rápido. Finalmente, hay otra que es, sin duda, un Turrilites, del que, desg-raciadamente, sólo tenemos frag-mentos. El número de costillas por vuelta debía ser considerable, y muestran una interrupción en la reg'ión sifonal que deja un espacio liso. Las costillas presen- tan seis varices ó hinchazones en todo el trayecto, de modo que se encuentran tres por encima del espacio sifonal y otras tres por debajo; alg-unas se suelen reunir con la inmediata antes de la reg'ión umbilical y en la unión se forma un tu - bérculo. Acrecentamiento muy lento; omblig-o muy ancho. Esta especie alcanzaría un tamaño considerable (t), y, aunque por su aspecto general es parecido al Turrilites costatiis Lam. (1) Como pudiera muy bien suceder que estas especies estuvieran ya descritas y considerando que el crear nombres nuevos más bien entorpece, por la confusión que se produce, que facilita el estudio, señalo provisionalmente estas especies que descri- bo designándolas con letras del alfabeto. DE HISTORIA NATURAL. 321 del Cenomanense, se disting-ue de él claramente por los deta- lles arriba expresados. También corresponden á estos lechos de marg-as nodulosas de color ceniciento azulado muy claro, alg'unas especies de Hoplites, HoJcodiscus, Desmoceras, PhyUoceras y un Cida- ris (?), que ha debido alcanzar g-randes dimensiones á juzg-ar por los trozos que poseemos. En estas formaciones, cualquier fósil de reg-ular tamaño contrasta notablemente con la pe- quenez de las formas en g-eneral. La fauna del Infracretáceo es numerosa y variada; pero sus fósiles son tan pequeños, que en nuestras excursiones vamos prevenidos de cajitas y de pequeños tubos. No se extrañe que al hablar de algunas especies se diga de gran tamaño con refe- rencia alas que solo cuentan alg-unos centímetros. Encima de estas marg-as nodulosas, que miden más de 10 metros de espesor, se encuentran unas marg*asmuy arcillosas, casi arcillas, de matiz verdoso, con fósiles calizos, predomi- nando dos especies de Cerithhim de solo algunos milímetros. El espesor de esta capa alcanzará unos 3 metros. Sobre estas margas vienen unas potentes capas de areniscas micáceas verde-agrisadas, muy escasas en fósiles. Sobre ellas vuelven á aparecer las margas nodulo- sas y las calizas margosas con restos fósiles pirito- sos, y, entre ellos, algunas curiosidades. En la segunda excursión, los alumnos recogieron y me entregaron un trozo de forma de ^S' muy abierta, de 26 mm. de largo, 7 mm. de ancho y escasamente Trozo de 5 mm. de grueso, todo él surcado de finas costillas, Macrosca- , . phites(?)t.n. en numero de 22, que se conservan casi paralelas, sierra Me- sin interrumpirse á su paso por la región sifonal. dia«^- Su aspecto es el de la porción desarrollada de un Macrosca- phites. Proceden, además de estas margas, dos especies del género Ptychoceras. Una de ellas, la más común, es de muy pequeño tamaño y completamente lisa la rama delgada, y ligeras cos- tillas distanciada en la otra, teniendo las caras de contacto de ambas ramas perfectamente lisas y planas. La otra, es de ma- yor tamaño, de superficies también lisas, á juzgar por el trozo de cerca de dos centímetros que poseo y que debía tener algu- nos centímetros de larga; la rama más gruesa es, en parte, T. vi.-Juñio, 1906. 22 322 boletín de la real sociedad española abrazadora, y, una vez que experimenta la flexión ó dobladura, se acomoda en su crecimiento á la superficie de la menor, envolviéndola en un tercio de su circunferencia (1). La primera de las formas citadas es probablemente una de las descritas por D'Orbig"ny. Ptyclwceras a, t. n. Sección muy aumen- tada. Sierra Mediana y Alboraya. Pty chaceras O, t. n. Sierra Mediana. En lug"ar incierto he de colocar otros pequeños trozos de ce- falópodos desenroscados cogidos en las mismas capas. Son éstos de forma de cilindro elíptico, lig-eramente arqueado, pro- visto de costillas simples que dan la vuelta por completo, y, por tanto, no pueden referirse á trozos de las especies arriba citadas. Acaso sean de un Hamites s. str.; tal vez de una Ha- muli7ia, pero de ning-ún modo de un Ptychoceras. En estas mismas capas habíamos encontrado un trozo de ci- lindro elíptico, casi completamente liso y de pequeño tamaño, viéndose perfectamente por una de las fracturas las seis sillas y las seis lobas, y por la superficie las líneas suturales fina- mente delineadas. Se trata de un Bacidiies, y probablemente el B. neocomiensis D'Orb. De estas capas procede una Pleurotomaria de reg-ulares di- mensiones y otro frag-mento de concha turriculada difícil de determinar. (1) Algunos autores confunden el Ptychoceras con la Hamulina, olvidando que en este último género las dos ramas no se tocan, y que en la superficie lleva abun- dantes costillas muy próximas. Con frecuencia se ven figurados verdaderos Ptycho- aeras con el nombre de Hamulina. DE HISTORIA NATURAL. 323- De los poliperos se puede citar una forma piritosa que re- cuerda á un Trochosmilia. La parte superior de esta zona, tan abundante en restos or- gánicos, termina pasando á una marga muy arcillosa, algo amarillenta, en la que todavía se encuentran algunos Desmo- ceras {D. Emmerici Rasp.), con siete estrangulaciones por vuelta en vez de seis, que parece que forman uno de los carac- teres de la especie, por lo que creo sea una variedad, aunque sin importancia. Continúan estas margas algo micáceas hasta la parte elevada de la sierra, que termina en una arenisca de tono verdoso y á treclios rojizo en grandes y potentes bancos, cuyos trozos, como si fueran piedras de sillería á medio labrar, ruedan por la pendiente hasta la falda de la sierra. Los alum- nos encontraron en la parte más alta unas conchas de lameli- branquio, que recuerda algo á un Inoceramiis . Hasta aquí la constitución de la parte central de la sierra; pero, recorriéndola por el SO. hasta dar vista á Foncalent, se nota que predominan las calizas azuladas algo margosas con grandes ammonites y belemnites. Sus estratos parecen inclinarse de nuevo al SO. como los del otro extremo de la sie- rra, y por sus escarpadas pendientes, el tono ceniciento azula- do y por algunos fósiles recogidos se asemeja más á Fon- calent. Desde la Sierra Mediana nos dirigimos al pequeño valle for- mado por esta sierra y las de Foncalent y la Alcoraya. El par- tido rural lleva este último nombre, si bien comprende dos agrupaciones de casas; la primera, bajando de la Sierra Me- diana, se llama Racons (rincones), y tocando á las casas, sobre pequeñas eminencias del terreno aparecen margas de un gris verdoso claro, muy arcillosas, con trozos de belemnites de pe- queño tamaño. Encima hay un estrato de unos 70 cm. de are- nisca parda rojiza con dirección OSO. á ENE. buzando al NNO. bajo un ángulo de 70 á 75°. Sobre esta formación viene otra de margas y calizas, de un gris amarillento, que encierran pequeños ammonites piritosos, entre los cuales he creído re- conocer el A. {Desmoceras ?j suh-Royeriaims Mallada. Idéntica formación se extiende por todo el partido de Racons hasta cerca de la Alcoraya propiamente dicha, y pasando junto al grupo de casas, caminando siempre al O., se encuentra una pequeña loma, que al principio nos pareció igual que las ya 324 boletín de la. REA.L SOCIEDAD ESPAÑOLA visitadas; pero su exploración nos permitió recog-er fósiles dis- tintos entre algunas especies iguales á las de Sierra Mediana, Subiendo á su cumbre, muy pocos metros sobre el camino, encontramos unas gruesas capas de marga micácea amari- llenta, y á la parte del N. los gruesos estratos de areniscas pardo rojizas, de que hemos hablado más arriba, con buza- miento al S. y tan inclinados, que parecen verticales. Debajo siguen las margas verdosas. La marga amarillenta y micácea contiene abundantes fósi- les, entre los que se pueden citar una Natica muy bien con- servada, estriada ligeramente; trozos de ammonites piritosos, de Phylloceras y Ho2)Utes, que forma como un tránsito á los Holcodiscus, pues es sabido que este último género tiene en su juventud grandes analogías con los Hoplites; fragmentos de '^e(\\iefiQQ Belemnites cilindricos y unos PtycJioceras de la es- pecie menor citada ya en Sierra Mediana. Registrando con cuidado, encontramos radiólos de un Cidaris muy pequeño, así como también algunos artejos de crinoides. Notable es también un pequeño polipero libre, circular, achatado, de base plana, que recuerda al género Cyclolites. El suelo está sembrado profusamente de discos de OrditoUna, entre las que se disting-uen bien la 0. conoidea A. Gras, que es la más frecuente, la O. discoidea A. Gras y, probablemente, la O. lenticidaris Blum; estábamos ya en el Aptense, y mi pro- pósito era llegar hasta la falda de la Sierra de San Pascual, distante tan sólo una legua. El sol declinaba y podíamos aún contar con más de una hora de luz, aprovechando el crepúscu- lo, con tal de dejar las observaciones cuando la obscuridad no lo permitiera y recorrer por la noche las cuatro leguas que nos habíamos separado de Alicante. Aunque nuestros deseos eran estos, tuvimos que desistir cuando sólo nos quedaban ya escasamente dos kilómetros que recorrer. El suelo todo pare- cía infracretáceo, y en la mayor parte del valle, hasta en los mismos sembrados, están las margas arcillosas y las arcillas clo- ríticas, salvo un pequeño manchón de terreno moderno. Indu- dablemente el Infracretáceo se extiende hasta la falda SE. de la Sierra de San Pascual (1), porque en una excursión que (1) El Sr. Mallada reconoció en el pasado Febrero que esta falda SE. es neoco- miense, con una gran falla que le separa del Mioceno de la faldfi NO, DE HISTORIA NATURAL. 325 efectué con varios alumnos, encontré en la falda NO. el Mio- ceno desde los Baños de Orito y el convento del mismo nombre, hasta la Cueva de San Pascual, situada en uno de los picos de la sierra, habiendo recog-ido una Oslrea de garandes dimensio- nes, el Pectén cristatíis Bronn, otra especie mucho mayor y alg'unas otras ig-uales á las del Helveciense de Alicante; pero me fué imposible registrar la ladera opuesta por lo avanzado de la hora y el g-ran rodeo que había que efectuar, merced á lo es carpado del terreno. Dejamos de recorrer esta parte, dos veces vista sin poder lle- gar á ella, y comenzó nuestro regreso á Alicante, alumbrados primero con la escasa luz de la luna, y el resto con las estre- llas. Todavía antes de llegar á la carretera vimos un cerro al S. del camino vecinal, que nos dijeron llamarse ¡a Barrina y 'que, rodeado de formaciones infracretáceas, ofrecerá alguna curiosidad que estudiar. Llegados al punto que llaman Rebo- lledo, se deja el camino vecinal para tomar la carretera de Alicante á Monforte, que se encuentra en muy mal estado de conservación, y por aquel polvoriento camino continuamos hasta cerca de las diez de la noche, hora en que llegamos á la capital, habiendo recorrido á pie muy cerca de 40 kilómetros. Corto parecerá el número de especies clasificadas que aquí presento en relación con las recogidas; pero en rigor bastan para la determinación del sistema y piso á que pertenece la Sierra Mediana, y como por ahora no tengo la pretensión de hacer un estudio detallado, son más que suficientes para el fin que me propongo. No he podido referir algunas desconocidas á las citadas en las publicaciones de Mi*. Nicklés, que puede decirse son los únicos trabajos modernos existentes acerca de la provincia de Alicante, y en la duda me abstengo de imponer nombres nuevos, tanto por no creerme con autoridad sufi- ciente, como por no exponerme á cometer errores ó redundan-, cías en que han incurrido aun reputados paleontólogos bau- tizando dos ó más veces una misma especie, por estimar di- ferencias que sólo son debidas á las fases por que atraviesan los seres en su desarrollo ó al dimorfismo sexual y hasta á las deformaciones que han experimentado en el seno de las capas terrestres. Entre todas estas causas de error, la primera citada es la que con más frecuencia motiva la creación equivocada de especies nuevas. Sabido es que en los ammonites, Qomo en 326 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA todos los seres en general, se nota una gran diferencia entre las formas jóvenes y las adultas, de tal modo, que en la prime- ra edad no suelen notarse estrías, surcos ó tubérculos con la claridad que en un período más avanzado del crecimiento, así como en las formas muy g-randes suelen desaparecer estos caracteres, y por eso se aconseja estudiar ejemplares de un mediano tamaño, dentro del propio de cada especie. Y si, por otra parte, es lo más probable que unas formas hayan encon- trado su orig-en en la evolución de otras de edades anteriores, nada más natural que en el período de desarrollo recuerden á las formas progenitoras, y, por tanto, muchas de ellas nos pa- rezcan de especie y hasta de género distinto al que hoy se las asigna. Por esto hace observar, muy juiciosamente, Hoernes, que algunos Holcodisciis se parecen cuando jóvenes á los Ho- 2)lites', hecho que explica admitiendo que los Holcodisciis, HoplUes y Holcostephanus tienen su origen en los Perisphinc- tes, como éstos y los Stephanoceras pudieron proceder de los C(£¡oceras, y los Harpoceras de los Arietiles, con los que tienen estrecho parentesco, y acaso todo el grupo de Ammonites deri- va de la Clymenía del Paleozoico. Estas consideraciones, mu- chos años hace sospechadas por eminentes paleontólogos, nos hacen ver con cuánta dificultad pueden reconocerse las espe- cies en individuos muy jóvenes y cuan arbitrario es formar especies en vista de un ejemplar aislado, cuya edad y cuyo desarrollo son desconocidos. ESPECIES RECOGIDAS EN SIERRA MEDIANA Y ALCORAYA Sierra Mediana. Phylloceras Rouyanum D'Orb. — Tethys D'Orb. Desmoceras Emmerici Rasp. — difficilis D'Orb. Desmoceras, a, b, c y d. Hopliies, a. — cryptoceras D'Orb. Hokodisciis (de fuertes costillas y tubérculos). — (costillas menores, sin tubérculos) . Jleieroceras, ay b. DE HISTORIA NATURAL. TíirriUtes. Macroscaphites . BacuUtes neocomiensis D'Orb. Ptychoceras, ay b. Pachydiscus (?). Duvalia dilátala Blain. — var. muy pequeña. Belemnites pistüUformis Blain f?). — ay 1). Pleurotomaria. CerilMíiM ay 1. Terebratula lamarindns. Trochosmilia (^)-Cidaris ind. De la Alcor aya. Ammonites Suh-Royerianus Hallada. Ptychoceras, a. Hoplites. OrlUolina conoidea A. Gras. — discoidea A. Gras. — lenticnlaris Blum (?). Natica, Crinoides y Poliperos. 327 N. B Al imprimir la noticia acerca del Triásico superfor de Sierra Neg-ra (AlDril 1906), se. omitió involuntariamente el adjunto dibujo con su explicación. La Sierra Negra de Aspe, vista á un kilómetro de su extremo N. A, Mármoles negros venosos en gruesos estratos casi verticales.— B, Calizas tabu- lares obscuras.— C, Colina de areniscas rojas micáceas y areniscas claras superiores al Keuper.— D, Margas irisadas calizas dolomíticas y yesos del Keuper.— F, Fragmentos diversos. 828 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Otra. En el dibujo representado en la \yhg. 158 del Boletín (Marzo 1906) advertirán los lectores una equivocación, pues las lomas situadas á la extrema derecha del dibujo deben repre- sentar la estratificación del Nuraraulítico con una pendiente contraria, con arreg-lo á lo que en el texto se dice. Otra. En la nota de la pág\ 217 se citan alg-unos foraminí- feros del Mioceno de Cartag-ena, y entre ellos aparece la espe- cie Amphistegina Haueri D'Orb. en vez de la Rohilina calcar D'Orb., que es la que positivamente se encuentra. Por olvido se omitió la especie Ostrea digitalina Dub. entre los fósiles del Mioceno de las Atalayas, pág". 215, Un. 7. Boletín bibliográfico. Junio. Académie des Sciences. Paris. [Coniptes rendus.) T. cxlii, n° 18.— Chauveau: Rapports simples des «actions statiques» du muscle avec l'énergie qui les produit.— Collet et Lee: Sur la composit. chim. de la glauconie.-:- LuGEON et Argand: Sur la grand nappe de recouvr. de la Sicile. — Ter- MiER et Frikdel: Sur l'exist. de phénom. de charriage antérieurs au Stéphanien.=N° 19. — Bouvier: La nidificat. des abeilles á l'air libre. Lacroix: Les conglomérats des explos. vulcan. du Vésuve. — Metchni- koff: Recherch. sur le blanchiment hivernal des poils et des plumes. Cirera: Sur un mouvem. microsismiiiue import.=N° 20. — Dobard; Sur ^ le genre ilíascaren/iasia. —Friedel: Sur un cas d'organe vert dépourvu de pouvoir assimil. — De Wildkman: Les malgd. du caféier. — Janet; Remplacem. des muscles vibral. du vol par des colonnes d'adipocy- tes, chez les Fourtnis. — Leger: Sur une nouv. Myxosporidie de lá Tanche commune. — De Lamothe: Les terrasses de la vallée du Rhóne. Haug: Sur les relat. -teotoniques et stratigraph. de la Sicile et de la Tunisie.— LuGEON et Argand: La racine de la nappe sicilienne. — Maillet: Sur les grandes crues de saison froide dans les bassin de la Seine et de la Loire. -Dienert: De la minéralisations des eaux souterr. et des causes de sa variat.— Martel et van den Broeck: Sur les abi- mes des Abannets. American Naturalist (The). Boston. Vol. xl, n° 473, 1906.— Baker: Applicat. of Vries's Mutation Theory to the MoUusca.— Kepner: Notes on tbe genus Leptoplirys. — Andrews: Egg-!aying of Crayfish. — Allen: Sowerby's Whale on tbe American Coast. - Cushman: Fresh-water Rhizopods of Nantucket. (Continuará.) Sesión del 4 de Julio de 1906. PRESIDENCIA DE DON FLORENTINO AZPEITIA El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos como socios numerarios los Sres, D. Manuel Benito y Piñal, de Sevilla, y D. José Gascón Martínez, director de la Granja AgTÍcola de la reg-ión leonesa, propuestos, respectivamente, por D. Enrique Crú y D. Federico de Arag-ón. Por indicación del Sr. Calderón, y á propuesta del mismo y di los Sres. Azpeitia y Bolívar, fué admitido socio correspon- diente extranjero el Dr. Henry St. Washing-ton, muy conocido por sus trabajos petrog-ráficos y químicos. Comisión del Noroeste de África. — Esta Comisión celebró sesión el 28 de Mayo último bajo la presidencia del Excmo. Sr. D. Ma- nuel Allendesalazar, actuando de secretario el limo. Sr. Don Emilio Ribera, en ausencia, por enfermedad, del Sr. Bolívar; en ella tomó posesión de su carg-o de Vicepresidente el elo- cuente diputado por Yalladolid D. José Muro, cuyo concurso ha sido tan eficaz para conseg"uir que en los actuales presu- puestos del Ministerio de Estado se atienda á los fines de esta Comisión, consig-nándose una partida para ellos y otros g-astos que el Sr, Ministro determine, y se dio cuenta de que de ella se habían destinado por el Sr. Duque de Almodóvar 20.000 pe- setas para dicha Comisión. Se dio cuenta también de que la Diputación provincial de Orense, por g-estiones de su Vicepre- sidente D. Juan Taboada, había destinado 3Ü0 pesetas á los mismos fines, que ya se hicieron efectivas. El Sr. Comisario presentó el balance de cuentas, del que resultaba una existencia en caja de 21.800 pesetas, de las que había que deducir 3.961,25 por diversos conceptos acreedores, producidos por g-astos hechos en Mog-ador durante el año que corre. Propuso el mismo, el plan de campaña de los próximos otoño é invierno, que debía, en su sentir, fundamentarse sobre T vi.-Julio, 1906. 23 330 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA la base de una misión fija en Mogador, ya que lo limitada de los recursos no consiente otras expediciones que resulta- rían costosísimas. Esta misión habrá de permanecer allí nue- ve meses, de los que los seis primeros, á partir de Septiembre, han de ser sufrag-ados con los fondos del corriente ejercicio, presupuestándose para ello 1.500 pesetas mensuales. La explo- ración habrá de dirig-irse, de acuerdo con indicaciones del Mi- nisterio de Estado, desde Mog-ador hai'ia el Suss, en sentido de aproximación al Sahara. La Junta aprobó en todas sus par- tes el plan propuesto por la Comisaría, y como después de cu- bierto el presupuesto para estos trabajos, quedasen aún dispo- nibles unas 2.000 pesetas, se acordó su empleo en la exploración g-eológ-ica de los territorios cercanos de nuestras posesiones^ del Norte de África ó de Canarias. En cumplimiento de estos acuerdos, el Sr. Martínez de la Escalera realizará la expedición á Mog-ador, y el Sr. Fernández Navarro ha salido para Canarias con ánimo de visitar las islas- más occidentales. Está terminado el inventario de las colecciones de rocas y minerales recog-idos en el Norte de África durante las expedi- ciones del Sr. Fernández Navarro, y de las plantas traídas de Canarias por los Sres. Sobrado y Cabrera, y se está haciendo el de los animales, que por ser muy numerosos y exig-ir mucho.'^i de ellos previa preparación, se encuentra menos adelanta- do, proponiéndose la Comisión publicarlos cuando estén ter- minados. Not£|,s y comunicaciones. — El Secretario presentó dos trabajos remitidos por D. Daniel Jiménez de Cisneros, con el título de «Datos para el estudio de la Geolog"ía del Sudeste de España», y «Excursiones al terreno arcaico de Macael y Somontín (pro- vincia de Alicante)». — Se dio cuenta de haber recibido la Sociedad varios clichés, enviados g-enerosamente por el Rvdo. P. Gelabert, para que fig-uren en el estudio que sobre la región volcánica de Gerona preparan los Sres. Calderón, Fernández Navarro y Cazurro, acordándose que constara en acta nuestro agradecimiento al Sr. Gelabert. — El Sr. de las Barras leyó una nota titulada «Una moleta prehistórica de Sevilla». DE HISTORIA NATURAL. 331 — El Sr. Calderón dio las sig-uientes noticias sobre terre- motos recientemente sentidos en España: Durante el mes de Mayo se percibieron dos sismos en Galicia de que dieron cuenta los periódicos: uno, en Santiag-o, el día 21 á la una y diez minutos de la tarde, de breve duración, pero de bastante intensidad, en dirección SE. á NO. El tiempo de duración, contando el del ruido que precedió y sig-nió al tem- blor, se calcula en doce seg-undos. Aunque el sobresalto fué g-eneral en toda la ciudad, no se ha resentido ningún edificio ni monumento histórico, El otro sismo fué experimentado en La Coruña y sus inme- diaciones al mediodía del 22 de Mayo, siendo también de es- casa duración. En el mes de Junio último se percibieron en la provincia de Almería las dos sacudidas sig-uientes: En Cuevas de Vera, durante la noche del día 7, llovió torren- cialmente, cayendo algninas chispas eléctricas y sintiéndose varios temblores de tierra. El fenómeno se repitió por dos veces en la mañana del sig-uiente día, durando la primer sacudida unos cinco seg-undos, seg-ún las noticias comunicadas á los pe- riódicos. El movimiento fué de oscilación de SK. á NO. Al mismo tiempo, sin duda, se sentían en Huercal Overa, dicen que entre nueve y media y diez de la mañana, dos vio- lentos terremotos de escasa duración, precedidos de fuertes ruidos subterráneos. El pánico en el vecindario fué g-rande, pero no teng-o noticia de que el fenómeno haya ocasionado daños materiales. Por último, consig'naré, con referencia á noticias particula- res del Sr. Bartolomé |y del Cerro, que en el Observatorio de Fabra, en el Tibidabo, se reg-istró una trepidación durante el terremoto de California, habiendo podido inferir allí que se trataba de alg-ún sismo, cuyo epicentro estaba muy distante. — También el Sr. Calderón dijo haberle comunicado el señor Bolívar, la sig-uiente noticia histórica sobre la caída de un me- teorito: «De todo lo sobredicho hubo alg-unos presag-ios harto nota- »bles porque el martes 27 de Mayo, en la tarde, cayó un rayo >>sobre la iglesia del Aseo de Valencia A 26 de Mayo de 1520, »viernes por la mañana, comenzó á tronar y á pedrear, y súbi- >:>tamente en una heredad, que estaba entre el condado de Oli- 332 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA »va y ducado de Gandía, cayeron de las nubes tres piedras de »color á manera de pedernal. Fray Antonio de Guevara, coro- »nista del Emperador y obispo de Mondoñedo, vio colg-ada la »una en Santa María á una leg-ua de Oliva, que por lo menos »pesaba una arroba, y todos los que venían allí en romería »hurtaban de ella lo que podían, por lo cual la colg-aron de lo »más alto de la ig-lesia con una cadena.» {Historia del Empera- dor Carlos V, Rey de España, escrita por el Maestro D. Fray Prudencio de Sandoval, Obispo de Pamplona. Madrid, 1846, tomo II, pág". 264.) — El Sr. Ribera (D. Emilio), leyó la nota siguiente: El Gobierno del África occidental francesa acaba de nombrar é M. Gruvel, profesor de la Facultad de Ciencias de Burdeos, para que reorg-anice y dirija, durante diez, años las pesquerías de Arg-uin, con permanencia en ellas cada año durante un mí- nimo de tres meses. Además, se ha encarg-ado al mismo profesor la creación en París de una oficina de investig-aciones y de organización para las pesquerías de todas las posesiones de Francia en el Oeste africano, en la cual ha de haber un Museo, un Archivo, bien documentado y un Laboratorio de piscicultura, viniendo asi- mismo oblig-ada la oficina á contestar á cuantas consultas se la dirijan relativas á pesquerías y á explotaciones con ellas relacionadas. Como se ve, no descuidan nuestros vecinos nada de cuanto conducir pueda al mejor aprovechamiento de los productos naturales de los países en que dominan, y ello, además de servirnos de ejemplo saludable, nos interesa en esta ocasión más de lo que parece, porque Arg-uin se halla en los linderos meridionales del Sahara atlántico, muy cerca de nuestro Río de Oro, y no muy lejos de Canarias. — El Sr. Escribano, en nombre del Sr. Gredilla, participó que actualmente se encuentra en Madrid el naturalista sueco doc- tor Robert Fríes, de la Universidad de Upsala, el cual ha ve- nido con objeto de sacar copia de varios autóg-rafos de Linneo, que existen en el Archivo del Jardín Botánico. — Fué leído un trabajo de D. Ag-ustín Cabrera sobre «La extinción de varias especies de la flora Canaria». — El Sr. Rioja presentó alg-unos ejemplares de cenizas y lavas procedentes de la última erupción del Vesubio, que le DE HISTORIA NATURAL. 333 han sido remitidas desde Italia por el Conservador de la Esta- ción Zoológ-ica de Ñapóles, Sr. Lo-Bianco. — El mismo Sr. Rioja dio cuenta de las vicisitudes porque ha pasado, desde su fundación á la fecha presente, el Labora- torio de Biolog'ía marina de Santander, de que es director, extendiéndose en larg-as consideraciones sobre el particular y presentando numerosas fotog-rafias, láminas y planos, así como trabajos relacionados con la instalación de dicho laboratorio y de los estudios que se llevan á efecto en el mismo. ElSr. Rioja solicitó el concurso de la Sociedad para las g-estiones que viene practicando cerca de los Poderes públicos, á fin de que sea dotada aquella Estación de los recursos indispensables para su vida y sostenimiento. El Sr. Presidente, en nombre de la Sociedad, ofreció al se- ñor Rioja el apoyo y concurso que desea, indicándole que con- vendría concretase la forma y manera en que han de prac- ticarse. — El Sr. Bartolomé del Cerro dio cuenta de las g-estiones que ha realizado para la traslación de la palmera bifurcada que fig-uró en la decoración de la calle de Toledo durante las pasa- das fiestas reales, al Jardín de la Universidad, donde ha que- dado colocada. Notas bibliográficas.— D. Emilio Ribera leyó las sig-uientes: Para que la Sociedad teng-a noticia de cuanto en el extran- jero se haga relacionado con el estudio científico de Marrue- cos, áque tanta atención viene aquella dedicando, me ha pa- recido oportuno dar conocimiento de la reciente publicación del libro que paso á indicar. «Explorations au Maroc (Dans le Bléd es Siba)», par Louis Gentil, membre de la mission Seg-onzac. — 1 vol. en 4." menor de xv-364 pág-inas con 223 fig-uras. París, Masson 1906, 12 francos. Este libro es una descripción de los cuatro viajes que el autor ha hecho por Marruecos, más que un estudio científico de las reg-iones recorridas. Consig-na, sin embarg-o, de ellas nu- merosos datos g-eog-ráficos y g-eológ-icos, anunciando haber re- conocido la existencia de la serie casi completa de las forma- ciones, desde la Silúrica á la Eocena, y de diversas manifesta- ciones volcánicas. Ha recorrido el Norte entre Táng-er y 384 BÜLKTIN DK LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Tetiij'm; el alto Atlas marroquí; la vertiente meridional de la cordillera en el Suss en una extensión de 300 km., y la cadena que él llama Djebel-Sima, entre el Atlas y el Antiatlas, donde pretende haber sido el primer europeo que ha explorado. La edición resulta muy cuidadosamente publicada. — El Secretario participó haberse recibido dos ejemplares del Manual que, bajo el título «El microscopio», acaba de pu- blicar la conocida Casa editorial de Barcelona, «Sucesores de Manuel Soler». El Manual de referencia, escrito por nuestro ilustrado con- socio D. Ernesto Caballero, como destinado á servicio de los principiantes en el estudio de la microg-rafía, y á vulg-arizar esta clase de conocimientos ^ está hecho con toda claridad, y contiene, narradas en forma amena y sencilla, las principales cuestiones que se relacionan con el manejo del microscopio y la teoría de este instrumento. Secciones.— La de Zaragoza celebró sesión el día 30 de Mayo, bajo la presidencia de D. Vicente de Val y Julián. El P. Navas presenta el prospecto y dos láminas de la obra «Les Papillons de la Terre», que empieza á editarse en Stuttg-art (Alemania), bajo la dirección de Adalbert Seitz. Para hacer notar la exactitud de las fig-uras en color, presenta un ejemplar vivo de la Saturnia pyri ahora abundante en Za- rag-oza. La obra constará de dos partes: Lepidópteros paleárticos, con más de 100 entreg-as á 1 franco cada una, y 226 láminas en co- lor, y Lepidópteros exóticos, de unas 300 entregas á 1,60 francos. Estos últimos, para comodidad de los suscriptores, se dividen en cinco secciones: Ropalóceros, Esfíng-idos, Bombícidos, Noc- turnos y Geométridos. La primera parte dará la descripción y figuras en color de unas 10.000 especies, y la seg-unda de más de 20.000. Es una obra que ha de traer inmensa utilidad á los entomó- log-os, y creará nuevas aficiones entre los que aman el estudio de los seres naturales. A los simples colectores y aficionados seguramente introducirá en el estudio más íntimo y exacto de los Lepidópteros. —La misma Sección celebró sesión el día 58 de Junio, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. DE HISTORIA NATURAL. 335 El P. Navas hizo el elog"io del Dr. Pedro Kempny, entomó- logo vienes recientemente fallecido, y dio cuenta de una ex- •cursión realizada en dicho día por la orilla del Ebro y soto de Almozara. Lo más interesante de ella ha sido la captura de 20 ejemplares de un Neurópiero nemoptérido (Bittacus tipularius), especie muy local y circunscrita, propia de esta época, — El Sr. Ferrando presenta un ejemplar de Panabasa argentí- fera de los filones de minerales cobrizos descubiertos en el tér- mino de Alpartir, pueblo de la provincia de Zaragoza, situado «n las estribaciones orientales de la sierra de Algairén, y en el límite que separa el siluriano del triásico. Con este motivo, hace algunas consideraciones sobre la gran diferencia que se ■observa respecto de la riqueza petrográfica y minera de la re- gión occidental de la provincia, constituida por terrenos pri- marios y secundarios, y la del resto de la misma recubierto por formaciones terciarias y cuaternarias. — A propósito del trabajo sobre huevos anómalos que ha pu- blicado recientemente el P. Navas, el citado Sr. Ferrando da noticia de la notable obra de Georg Krause, titulada «Oologia universalis palearctica», que Fritz Lehmanu está publicando €n Stuttgart, y de la cual mostró una de las láminas que re- presenta anomalías de coloración en los huevos del Lariisridi- bundus L. Notas y comunicacioDes. Noticia acerca de la Estación de Biología maritima de Santander POR JÓSE RIOJA Y MARTIN La fundación. — La Estación fué creada por Real decreto de 14 de Mayo de 188G, siendo Ministro de Fomento el Excmo. señor D. Eugenio Montero Ríos, como resultado de las prolongadas gestiones del sabio catedrático Sr. González de Linares, que hizo ver la carencia absoluta en España de centros de este género, tan prodigados ya entonces en el extranjero. Se le asignaron en dicho Real decreto los tres fines siguien- 336 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tes: 1." Estudio y enseñanza de la fauna y flora de nuestras costas y mares adyacentes, 2.° Aplicación de estos conocimien- tos al desarrollo de las industrias marítimas. 3." Formación é incremento de las colecciones científicas de los Museos y establecimientos de enseñanza. Personal. — Componen el personal de la Estación, en cumpli- miento de lo dispuesto en el decreto de creación: un Director nombrado por concuiso entre catedráticos de Universidad de la sección de Naturales de la Facultad de Ciencias; un Ayu- dante, carg-o también que se provee por concurso entre licen- ciados ó doctores en Ciencias Naturales, y un Conserje-orde- nanza, los cuales perciben 1.500, 2.500 y 1.000 pesetas, respec- tivamente; en concepto de gratificación, el primero, y de- sueldo los dos últimos. Al fallecimiento de su primer Director é instaurador D. Au- g-usto González de Linares, nombrado en 21 de Junio de 1887,. le lie sucedido en virtud de nombramiento interino de 18 de Mayo de 1904, y por confirmación en el carg-o, como conse- cuencia del oportuno concurso, con fecha de 1.° de Ag'osto de dicho año. La plaza de Ayudante fué ocupada por mí desde 21 de Junio de 1887, en que la obtuve por concurso, hasta 1897 en que por mi traslado al Museo de Ciencias Naturales quedó vacante, siendo nombrado para sucederme, con fecha de 21 de Diciem- bre de 1900, D. Luis Alaejos y Sanz, que la tiene á su carg-o en la actualidad. La de Conserje hace diez y siete años que viene desempe- ñada por el licenciado de la Armada D. Timoteo Estanillo. A este personal le están encargados los servicios necesarios para el cumplimiento de los fines antes apuntados, figurando entre los comprendidos en el g-rupo primero el de dar la ense- ñanza á los alumnos pensionados por el Ministerio cada aña para ocupar durante seis meses (antes ocho), las dos plazas establecidas, á cada una de las cuales consig-nánse en la ac- tualidad 1.000 pesetas (antes 1.500), en el presupuesto del Estado. En ellas se han sucedido los señores sig-uientes: D. Manuel Janer y D. Lucas F. Navarro, en el curso de 1890-91; D. Baldo- mcro Cañizares y D. José Hernández Alvarez, en 1891-92, en cuyo curso estuvo también comisionado D. Manuel Cazurra DE HISTORIA NATURAL. 337 para terminar su trabajo sobre la Anemonia sulcata, publicado en los Anales de esta Sociedad, el que había estado anterior- mente unos meses en la Estación como Ayudante interino durante una comisión mía en Ñapóles y en la cual me sucedió á mi regreso; D. Lucas F. Navarro, por seg"unda vez; D, José Fusety elSr. Asua, en el de 1892-93; el Sr. Fuset, porseg-unda vez, y D. Rafael Blanco y Juste, en el de 1893-94; D. Simeón Aurelio Jimeno Vázquez y D. Carlos Mig-uel Hernández, en el de 1894-95; D. Manuel Berraondo y D. Antimo Boscá, en el de 1895-96; D. Antonio García Várela y D. Luis Gimier, en el de 1896-97; D. Luis Alaejos Sanz, por dos veces, ó sea en 1898-99 y 1900-901; D. Celso Arévalo y D. Enrique Pous, ambos por dos veces, en 1904 la primera y 1905 la seg-unda, todos los cuales presentaron las Memorias respectivas y en su mayoría son ya catedráticos en diversos centros. En la actualidad ocu- pan dichas plazas D. Jerónimo Barroso y D. Antonio Zulueta. Además, en uso de las atribuciones que concede al Direc- tor el Real decreto de creación, se han puesto los medios de que dispone la Estación al servicio de muchas personas que han solicitado trabajaren ella, y así lo han hecho, entre otras, las sig'uientes: el disting-uido Ing-eniero D. Domingo Orueta, de Gijón, que independientemente de sus importantes investiga- ciones y descubrimientos en otro orden de estudios, ha hecho trabajos originales sobre Esponjas que, seg-ún noticias, son los únicos que se han publicado en España y en nuestros Anales, fuera de los artículos del Sr. Linares de que hablaré en otro lugar; los catedráticos D. Luis Simarro, D. José Madrid More- no; los médicos de Santander, Sres. Toca, Quintana, Lanuza, Santiuste, Tánag-o, Almiñaque, Reg-ii y otros que han hecho en la Estación el aprendizaje de la técnica microscópica; los de otras localidades Sres. Fernández Izquierdo, Perales, y Fernández Alcalde, discípulo éste último de D. Leopoldo López García, en Valladolid, que realizó en aquélla durante los vera- nos de 1904 y 1905, trabajos de investigación sobre los cris- tales de hemocromog-eno en la sangre de los animales mari- nos; el Director del Laboratorio químico-municipal de Valla- dolid; D. Eug-enio Muñoz Ramos y su ayudante D. Luis María Ruiz, el padre Juvenal, de la Orden de Escolapios y el padre Valderrábano, del coleg-io de San José de Valladolid, que ha estado en diversas ocasiones; el joven Sr. Lemus, etc. En la ac- 33^ BOLKTIN DE LA RliAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tualidad trabajan en la Estación, ya para hacer su aprendizaje, ya para realizar estudios propios, el médico D. Leoncio Santos Ruano y el oficial de marina D. Eladio Ceano Vivas, el cual al parque lo relativo al conocimiento de la técnica va adquirien- do el de la fauna y flora necesario para la resolución de los blemas de la pesca á que particularmente tiene singular afición. Trabajos realizados por el personal. — Constituyen la labor encomendada al personal los trabajos sig-uientes: 1.° La recolección del material vivo, ya la hecha en excur- siones por la costa de España en otro lugar citadas, ya la que se hace constantemente en Santander, á la cual contribuyen, Director, Ayudante, Conserje, alumnos, pensionados, durante el tiempo que están afectos á la Estación, y todos aquellos pescadores que, en gran número le suministran, mediante una pequeña remuneración, los ejemplares que recogen con- tinuamente al hacer su pesca, adquiriéndose por este econó- mico procedimiento, muchas de las importantísimas especies de la fauna profunda recogidas por el Challenger, Travailleur, etcétera, y otras no descritas aún. Como consecuencia de todos estos esfuerzos se ha reunido un abundantísimo material, que constituye de un lado la colección típica, y de otro la de ejemplares repetidos, utiliza- dos para envíos á los centros de enseñanza. 2." El mantenimiento en vivo de los ejemplares, para lo cual, por lo mismo que hasta ahora ha carecido la Estación de acuarios, convenientemente instalados por no disponer de loca- les propios, ha sido doblemente trabajoso el procedimiento de renovación del agua. No obstante esto, hanse mantenido en tal forma bastantes especies que han llegado á veces hasta un centenar, según se ve en la fotografía y en los números de La Ilustración Española de 22 de Noviembre de 1905 y de Julio de dicho año de Por esos Mundos, que mostré á la Sociedad; cons- tituyendo en los años en que fui Ayudante, el atractivo de numerosos visitantes y proporcionando á los naturalistas de la Estación, por la ventaja de la separación en recipientes di- versos, datos importantes, sobre todo en lo referente al estudio de la reproducción de las mismas, como se ha llegado á poder hacer ostensible, no sólo in siiu, sino hasta en algunos de los repetidos envíos de ejemplares vivos pertenecientes á diversas DE HISTORIA NATURAL. 339 especies, hechos á esta Sociedad, al Museo de Ciencias Natura- les y á la Cátedra de Zoología de Madrid que para sus prácticas las ha recibido. Fig-uran entre las enviadas para este último fin, especies de las indicadas por el ilustre naturalista mi amig-o el Sr. de Buen, en su nota del número anterior de este Boletín. 3.° La conservación del abundante material que á diario se recog-e y adquiere, seg-ún los procedimientos del doctor Lo Bianco, de la Estación zoológ-ica de Ñapóles, que tanta im- portancia han dado á aquélla. 4." La investig-ación, ya en vivo, ya en los diversos g'éneros de preparaciones temporales ó definitivas que la técnica micro- g-ráfica enseña, lo cual lleva aparejada la confección de notas, dibujos, acuarelas y fotog-rafías, macro y microscópicas; de cuyos datos está materialmente abarrotada la Estación, ha- biéndose utilizado para ello, á más del personal propio de la misma, otro supletorio, ya pag-ado con carg"0 á la subvención municipal, ya g"ratuito, en el que ha fig-urado á la cabeza la viuda del Sr. Linares, que asiduamente lo ha hecho en la úl- tima forma en vida de su esposo y continúa haciéndolo en la actualidad, sin que hasta ahora haya obtenido recompensa alg-una por este trabajo. Dicho material* que será utilizado al publicar los trabajos emprendidos, conforme se vayan éstos concretando como ya ha sucedido y á medida que lo consienta el incremento que haya de darse en lo sucesivo á la relativamente reducida Biblioteca de que hasta ahora dispone la Estación. A pesar de que por la insuficiencia de la Biblioteca y por las condiciones personales de modestia del Sr. González de Lina- res, que le llevaban hasta desconfiar de su propia labor, siem- pre escrupulosa y concienzuda, así como por la necesidad de atender á los múltiples trabajos del laboratorio, apenas se han exteriorizado los innumerables estudios realizados en la Esta- ción, debe hacerse mención, á más de aquéllos exclusivos del Sr. Linares, de que se ha dado cuenta en oportunos artículos necrológ-icos, de los sig-ulentes: Los catálog-os de Celentéreos y Equinodermos, presentados por él al Ministerio en 1886, como Datos para la descriyción de la fauna marina de España, que he presentado en la Sociedad con esta nota: El interesante infor- me enviado al Sr. Ministro, con fecha de 21 de Marzo de 1889, 310 boletín de la real sociedad española fundamentando La instalación en la costa Cantábrica de la primera Estación biológica marina en atención á la importan- cia y relativa facilidad de la exploración constante de la fauna de los g-randes fondos próximos, que sucesivamente Ueg-an hasta el de 5.000 m., todo lo cual hase comprobado después en la práctica á pesar de la carencia de medios: El emplazamiento g-ráfico de los numerosos drag-ados y labores de recolección de animales litorales y pelág-icos, hechos en la excursión ex- ploratoria de la costa que duró próximamente el primer semes- tre de 1888, realizada por el Sr. Linares y por mi en cumpli- miento de lo dispuesto en el decreto de creación á fin de pre- sentar á su terminación, debidamente basado, el informe que se acaba de mencionar del sitio en que debiera instalarse la Estación: La lista de las 451 especies de invertebrados en dicha excursión recog"idas, estudiadas y conservadas, con indicación de las correspondientes á las distintas reg-iones y exploracio- nes, que acompaño al Atlas aludido con el emplazamiento de aquéllos en las cartas hidrog-ráficas respectivas y al de acuare- las de muchas de ellas; todo lo cual constituye un interesantí- simo trabajo relativo á Laredo, Santoña, Colindres, Santander, San Vicente de la Barquera, Ferrol, Santa Marta de Ortig-ueira, Cariño, Coruña, Arosa en los diversos sitios de su ría, Vig-o y Pontevedra á lo larg-o de las suyas, Cádiz, Alg^eciras y aún Valencia (visitada con anterioridad á esta excursión), seg-ún se ha mostrado con la presentación de los mencionados traba- jos en esta sesión, y que no ha sido publicado por las razones ya dichas en otro lug'ar, como tampoco el catálog"o provisional que hemos hecho ambos desde 1890 de las colecciones de esta casa constituidas con la g-ran base de lo recog-ido en esta y otras exploraciones y con lo que á diario se recog-e ó adquiere en Santander: La lista de 113 especies de Celentéreos que el señor Alaejos y yo dimos como pequeño avance del catálog"0 que en la actualidad estamos rehaciendo, al reinstalar, ordenar, aña- dir y estudiar lo recog-ido con posterioridad á la confección del antes referido catálog-o: Los muchos estudios sobre Esponjas, hechos por el Sr. Linares, de los cuales sólo se ha dado alg-una muestra con la publicación de dos artículos en El Globo, en ■ ocasión de la Exposición de Filipinas, sobre esponjas de dichas Islas, entre las que fué descripta la nueva e&^ecie Farrea Bala- gnerii, por cuya razón se han remitido á la Sociedad dichos ar- DE HISTORIA NATURAL. 341 tículos por si estima conveniente reproducirlos. (Ya se ha men- cionado en otro lug-ar lo publicado por el Sr. Orueta, de Gijón, á lo que habrá de añadirse la nota que el Sr. Arévalo ha presen- tado á la Sociedad sobre las espíenlas de alg-unas esponjas ca- lizas que la Estación le ha remitido á tal fin): Estudios sobre actinias diversas, como el publicado por el Sr. Cazurro en los Anales de esta Sociedad sobre la Anemonia Síilcata y la pequeña nota dada por mí hace poco tiempo en este Boletín sobre la variedad libre de la Sagartia parasítica: OXvoQQohTe^iávoiá^o^ de Ñapóles y de Santander, tanto del Sr. Linares como de otras personas que hemos trabajado en la Estación, entre cuyos tra- bajos fig-ura el que tiene presentado para su publicación el Sr. Arévalo y otros que están en vías de confección, y que, á ser- nos posible, terminaremos el Sr. Alaejos y yo: Alg-unos sobre Gusanos, como el publicado por el Sr. Alaejos sobre Polinoinos de Santander: Otros sobre Crustáceos, como el anatómico sobre la GaJatea strigosa, por mí emprendido y aun no terminado: El de Nudibranquios de Santander, empezado de antig-uo por mí: Y múltiples notas inéditas sobre peces y, principalmente, sobre los diversos Cetáceos, allí recog-idos y preparados sus esquele- tos, cual las especies Orea gladiator, ZiphiiiscamrTostris, (xlohi- cephahis metas, Tii^rsiops tiirsio, Bahnoptera miismihis y B. ros- trata (ahora en estudio), de todo lo que he mostrado fotogra- fías en la sesión, así como de un cachalote, de que se dio por el Sr. Linares y por mí una pequeña nota en la Sociedad. 5.° La enseñanza á los alumnos pensionados y otras per- sonas que hacen en la Estación su aprendizaje y la presta- ción de material y medios de estudio á los que realizan trabajos propios, seg-ún se ha hecho con los naturalistas en otro lug-ar citados. 6.° Las repetidísimas explicaciones dadas por los distintos individuos que constituímos el personal fijo y ag-reg-ado de la Estación á las innumerables personas de todas las clases so- ciales que la visitan, como prueba de lo cual he presentado las 1.700 firmas de g-entes, del pueblo en su mayoría, de entre muchas que en este último mes y parte del pasado han visita- do la Estación, y han hecho constar así su deseo de que se amplíe la pequeña instalación provisional, de la cual hablo en otro lug-ar. 7." Las conferencias en la localidad y fuera de ella, entre 342 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA las que figuran las que di en 1904 oficialmente en Oviedo en cumplimiento de lo dispuesto por la Real orden de 29 de No- viembre de 1901, y en 1905 en Santander; la dada particular- mente en Seg"Ovia por el Sr. Arévalo en dicho año; y las que, sin formar parte oficialmente de la Estación, pero como con- secuencia de mi adhesión moral á ella, di, como catedrático de Oviedo en los cursos de Extensión Universitaria de 1899 á 1900, 1900 á 1901, y 1902 á 1903, siempre con ejemplares vivos que recog-í en Gijón, y con proyecciones, no ya sólo de diapositivas, sino de preparaciones microscópicas directa- mente, y con láminas murales clásticas, en su mayoría hechas por mí, de todo lo que se dá cuenta en los muchos periódicos presentados en esta sesión. 8.° El envío de colecciones y del material científico á los centros de enseñanza que lo piden, y del que se ordena servir por la Superioridad, como son buena prueba de ello los envíos de colecciones de numerosas especies, hechos á los sig-uientes centros: Coleg-io de Santoña, 1891; Universidad de Sevilla, Cá- tedra de Histología de Valladolid (pequeños envíos de ma- terial para estudio, conservado convenientemente). Instituto de Avila, idem de Gerona, Escuelas Pías de San Antón, 1892; Universidad de Zarag-oza, 1893; Instituto de Salamanca, Cole- g-ios de Escolapios de Getafe y Villacarriedo, Instituto de Ciu- dad Real, Museo de Madrid, Universidad de Valencia, 1894; Co- leg-io de Paúles de Limpias, 1897; Universidad de Granada, Ins- titutos de Toledo y Pontevedra, 1902; Universidad de Oviedo, Coleg-io de San José de Valladolid, Instituto del Cardenal Cis- nerosde Madrid, Colegio de Agustinos de Uclés y Universidad de Valladolid, 1904; Institutos de Burgos y de Murcia, Colegio de Salesianos de Santander, Normales de Maestras de Burgos y Badajoz, 1905; Colegio de Agustinos de El Escorial, 1906; habiendo otras varias ya ordenadas por la Superioridad, ya pedidas por diversos centros que están sin servirse por falta de recursos. 9.° Los fines de aplicación que señala el Real decreto de creación, los cuales no han podido desenvolverse como fuera de desear en atención al reducido personal, exceso de tra- bajo y falta de medios materiales para ello. No obstante, se ha contribuido á ellos en alguna medida con informes remi- tidos al Ministerio de Marina cuando lo ha solicitado, como el DE HISTORIA NATURAL. 343 que por estar impreso muestro á la Sociedad, que es el pre- sentado por mí en unión de los Sres Boija y Domínguez al Excmo. Sr. Ministro de Marina en 1901, después de haber desempeñado á bordo del Infanta Isabel la comisión que nos fué conferida para el estudio de los problemas de la pesca de la sardina en Galicia, y en el cual se recopiló lo estudiado y representado gráficamente acerca del desarrollo de la Chipea Pilchardifs en el extranjero. Datos acerca de las instalaciones provisionales sucesivas de la Estación, y de los recursos y material de que ha dispiiesto y dispone en la actualidad. Como consecuencia del informe presentado por el Sr. Lina- res, de que se ha hablado, en el cual se tenían en cuenta, no sólo las altas consideraciones científicas, en otro lugar apun- tadas, sino también otras subalternas, pero no menos impor- tantes algunas, como el apoyo ofrecido por Santander, cuyo Ayuntamiento ha sostenido durante doce años un compromiso, que ha continuado cumpliendo algunos años después de ter- minado, de subvencionar á la Estación anualmente con 7.500 pesetas; se fijó la residencia en dicha ciudad. Se instaló, al efecto, la Estación en 1889, en un hptelito si- tuado cerca de la segunda playa, propiedad de D. Antonio Cas- tañeda, alquilado en 1.500 pesetas anuales, renta que se aumentó después al levantar su dueño un segundo piso por exigencias del abundante material de la Estación. Para dar idea de dicha instalación se han presentado diver- sas fotografías, no sólo del exterior del edificio y de la forma en que se mantenían en vivo entonces los animales de que ya se ha hablado en otro lugar, sino de varios de los cuartos de trabajo y de colecciones, de la biblioteca, cuartos de aparatos, de estudio, de los de recolección, etc., y de parte del personal de entonces. Asimismo se han exhibido en la sesión los perió- dicos citados, y el de 22 de Octubre de 1904 de El Gráfico, que lo representan más ó menos. Por venta del hotelito antes indicado, se impuso una inme- diata mudanza, que con el carácter de provisionalísima se hizo en 1903 á un local inmediato, y de allí á otra casa situada en la Alameda del Sardinero, propiedad de doña María Labat, en la 344 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que tampoco hubiera podido subsistir, pues por lo húmedo é insuficiente del local, el Director, Sr. Linares, se veía obli- g-ado á tener en la casa que de antig-uo habitaba en el paseo del Alta, los libros y alg'unos aparatos, y á llevar en alquiler otros locales complementarios para contener los esqueletos de los Cetáceos de mayor tamaño. Por todas estas razones, y en vista de las condiciones del clima, y de las necesidades del centro, que imponen una pro- ximidad h las ag-uas de la bahía, en sitio donde acudan los pescadores y en donde pueda tenerse la embarcación de que haya de servirse, tuve siempre la idea de que la Estación no debía estar en el Sardinero, sino á ser posible, inmediata á la embocadura de la Dársena de Puerto Chico (donde hoy se halla), en cuyo sitio se reúnen al par que las expresadas con- diciones, la de ag-uas relativamente puras, la cual no se logra desde este punto hacia adentro por los sedimentos de los lava- deros de mineral del Astillero y el desag-üe de las alcantari- llas. Los sitios desde Puerto Chico á la Magdalena, situados más hacia la entrada de la bahía, han sido siempre por mí descartados, en atención á la dificultad de comunicaciones y á su alejamiento de la población. Convencido de ello el Sr. Linares, al llamarme en Abril de 1904 para que le ayudase y sustituyese, si era posible, había convenido conmig'o antes de su muerte en que se instalase la Estación en Puerto Chico, y me rog"ó buscase allí local con- veniente para hacerlo. En su consecuencia, al encarg-arme de la Estación en 20 de Junio de 1904, por el fallecimiento de mi inolvidable antece- sor, ocurrido en 1.° de Mayo, hube de llevar á cabo, antes de Julio, en que era preciso renovar el contrato anual de alquiler de la casa del Sardinero, una rápida y penosa mudanza de todo el material allí contenido, instalando lo necesario para los servicios activos de la Estación en los pisos tercero y quinto de la casa de D. Alejandro Valle, en la calle de Castelar, frente á la entrada de la dársena de Puerto Chico, que rentan 1.620 pesetas anuales, y concentrando el resto, en el que fig-uran las colecciones de Esponjas y de g-randes Cetáceos, así como las de fósiles y otras particulares del Sr. Linares, en la casa núm. 51 del paseo del Alta, en que él vivió y murió, que cuesta 730 pesetas de alquiler al año. DE HISTORIA NATURAL. 345 Desde entonces, y al par que se han cumplido sin interrup- ción los fines y servicios que le están asig-nados á este Centro, se ha venido realizando, dentro de lo que la escasez de medios ha permitido, su instalación en dicho sitio, aunque provi- sional, como tiene que serlo hasta que no se dispong-a de loca- les propios. La he dado por terminada el 1." de Mayo último, desde cuya fecha está abierta la Estación, con sus acuarios anejos, para el cumplimiento de sus fines científicos, á los na- turalistas españoles y extranjeros, y asimismo al público en g-eneral para difusión de la cultura popular, seg-ún comuniqué oficialmente á la Superioridad por si tenía á bien insertarlo en la Gaceta, y lo manifiesto por medio de esta Sociíídad al mundo científico. No siendo posible en este momento y en un trabajo de esta índole detallar dicha instalación, me he limitado á mostrar en fotografías y en los g-rabados de los j^a referidos artículos sobre la Estación, la forma en que se hallan sus diversos servicios, los acuarios, cuarto de conservación, salas de colecciones, bi- blioteca, cuartos de aparatos de observación, de recolección, de estudio, de ejemplares duplicados para envío de coleccio- nes, Dirección, etc. Haré constar únicamente, que g-racias á la amabilidad del Ing-eniero jefe de las obras del puerto de Santander, Sr. Grin- da, se nos ha concedido permiso en terrenos del dique para hacer la preparación del esqueleto de la Balenoptera rostrata, últimamente adquirida, y se ha improvisado una pequeña caseta mientras se termina la construcción de aquél, en la cual se han instalado los dos acuarios que en deficientísimas condiciones se tenían en el piso tercero de la casa destinado á la Estación, y otros dos ma\'ores, en todos los cuales, y con ag'ua de mar previamente sedimentada en depósitos de cal hidráulica y sostenida constantemente en circulación y airea- ción, se mantienen bastantes especies de los diversos g-rupoí? zoológ-icos. Asimismo se ha expuesto una pequeña parte de las colec- ciones, constituyendo todo ello, aunque en pequeño, un atrac- tivo foco de instrucción para los numerosos visitantes, que deberá ser ampliado en un pabellón mayor de un modo más definitivo en otro sitio quizá, del dique, al terminarse éste. Prescindimos de las g-estiones que vienen haciéndose para T. VI.— Julio, 1906. 24 346 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA solucionai' el insostenible estado económico presente de la Estación, de todo lo cual he mostrado documentos justifi- cativos y artículos de periódicos, y sólo nos resta dar las gracias á la Sociedad por el apoyo que ha ofrecido prestar en aquéllas, á fin de que se pueda compensar á este centro de la enorme diminución de 8.000 pesetas en dos años de sus ya escasos recursos, de la falta de percibimiento de otras 3.000 en la subvención municipal de 1904, á pesar de los buenos deseos de la Alcaldía, en atención al precario estado de aquella corpo- ración y de no haberse podido aún abonar nada de la sub- vención de este año como consecuencia de dicho estado. Sólo indicaré, en tesis g-eneral, que esta Dirección aspira á colocar esta antigua y hasta ahora única Estación, establecida, siquiera en las condiciones de vida que tenía, al encargarme de ella, pero de un modo seguro, ó sea en análogas á las que, aunque modestísimas, se ha creado la nueva Estación para la costa de África, pues no es justo que la nuestra, con tan múltiples fines que cumplir, esté dotada desde hace años, sólo con 2.000 pesetas para las atenciones de todo género de mate- rial á causa de considerabilísimas reducciones del respectivo crédito, al paso que se consignan 8.000 para la nuevamente creada. Eepito, finalmente, la indicación hecha con motivo de la lec- tura de alguna de las reformas pedidas respecto á la conve- niencia de unir los esfuerzos aislados de los Ministerios de Ma- rina y de Instrucción Pública para el desarrollo de los proble- mas biológico-marinos y de las respectivas Estaciones biológi- cas, y, por consiguiente, de los marinos y naturalistas á ellos dedicados, en la que el primero de dichos Ministerios prestaría la valiosísima cooperación de los medios de pesca ó recolección de que carece el segundo, y éste, á su vez, pondría á disposi- ción de aquél el material científico, incluso la biblioteca de esta Estación y de las futuras que se establezcan y la compe- tencia de los naturalistas dedicados á estos estudios, todo lo cual no le será fácil improvisar al de Marina. DE HISTORIA NATURAL. 347 La dehiscencia y diseminación del «Papaver Rhoeas». POE JOSÉ ESTEVA, presbítero Varias especies del g-énero Papaver son interesantes por la curiosa dehiscencia de los frutos y diseminación de sus semi- llas. Así del Papaver, á lo que parece somniferum, se cuenta (1) que, apenas entra en sazón, entreabre en la parte superior de su cápsula é inmediatamente debajo del reborde saliente del disco que la corona, unos ag-ujeros, á manera de ventanillos, por donde se escapan las diminutas semillas tan pronto el viento ú otra causa cualquiera agita el larg-o tallo de la plan- ta. Si viene una llovizna, el reborde del disco acanalado deja escapar al suelo el ag-ua, sin permitirla penetrar dentro de la caja ni humedecer las semillas que están en su interior. Y caso de persistir la lluvia ó ser ésta desde el principio muy copiosa, ciérranse los postig-os de los ventanillos, quedando así las se- millas completamente al abrig-o de la humedad. Ignoramos se conozca en sus detalles la dehiscencia y dise- minación del Papaxer Hhoeas, si alg-o diferente no menos inte- resante que la ya descrita. Por ello hemos creído no sería fuera de caso dar cuenta á la Sociedad de alg-unas observaciones que sobre el particular llevamos verificadas.- Como el Papaver somniferum, nues- tro P. Phoeas conserva herméticamen- te cerrados sus frutos hasta haber ter- minado la maturación de las semillas (fig\ I.'';. Llegado ya este caso las cu- biertas de la cápsula frutal se mustian y secan y, por consiguiente, se con- traen, resultando que la envoltura lateral a ffig. 2.') se encoge hacia abajo, mientras el sorabrerito estigmatífero í» se levanta. Quedan, como consecuencia, bajo de éste, unos agujeritos pe- queños c, limitados lateralmente por los tabiques que del cen- Fisr. 1.» Fisr. 2.» (1) Lubbock: «La Vie des Plantes», pág. 73 de la"edicióa francesa. 348 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tro de la caja irradian á la periferia, dividiéndola en varios- compartimientos y, arriba y abajo, por el disco y membrana, de diferencia, respectivamente. Por estas rendijas salen esca- padas las semillas cuando el viento agita la planta. Dos concausas ayudan ó, mejor, coadyuvan con el viento en su oficio de sembrar las diminutas semillas de la vulg-ar ama- pola. La circunstancia de vivir de ordinario esta planta [entre las mieses hace que el viento la obligue á dar repetidos g-olpes contra los lallitos de los veg-etales á que se asocia, lo cual, di-^ cho se está, no puede por menos de sacudir violentamente el fruto, oblig-ándole á soltar hasta la última semilla. Por otra parte, la pequenez de las semillas del Paimmr Rhoeas se presta á un fácil transporte por el viento, á lo que contribuyen no poco los múltiples y marcados entrantes y salientes, ó sean las ru- gosidades del teg*umento de las mismas. Es, empero, el caso que, como el Papaver somniferum, el P. Rhoeas cierra también sus aberturas en tiempo de lluvia, aunque de un modo alg-o diverso. En esta última especie la humedad, dilatando los tejidos, oblig-a á la envoltura lateral de la caja á alarg-arse hacia arriba, saliendo á su encuentro hasta tocarla, ó poco menos, el disco estig-mático ó sombrerete su- perior, que por la misma causa se ve en la precisión de bajar- se. Cuando la lluvia no es muy intensa puede también esca- parse el ag'ua, como en el Palmer somniferum, lateralmente, Pero como por vivir la amapola entre los cereales que con frecuencia experimentan, como es sabido, el fenómeno del vuelco, presenta de ordinario directamente al cielo sus ag-uje- ros diseminadores, de ahí que, para prevenir repentinos ag-ua- ceros y suplir en lo posible la falta de dilatación instantánea de los tejidos veg-etales, haya tenido que recurrir la amapola á un artificio por demás curioso. Fúndase tal artificio en la impenetrabilidad de los g-ases por los líquidos, por efecto de la cual, cuando una gota de ag'ua lleg'a á alcanzar, á pesar de los pesares, uno de los agu- jeritos c de la caja frutal de la amapola, el aire interior de la caja, que no puede escaparse más que por el ag"ujerito que pretende g-anar la g'ota, se interpone; g'ota y burbuja de aire forman así una especie de burbuja y ampolla que queda á las puertas del ag-ujerito en cuestión, la cual burbuja impide el acceso á cualquier intruso que de nuevo intentara DE HISTORIA NATURAL. 349 forzar el paso. Mientras tanto esta burbujita va reblandeciendo los tejidos veg-etales inmediatos, que no tardan en absorber por completo las g-otas líquidas más próximas y cerrar hermé- ticamente los poros diseminadores, poniendo la semilla á cu- bierto de toda humedad En tal caso vuelve á tomar el fruto -de la amapola una posición muy parecida á la que ofrecía en estado verde (fig-. 1.^). Pero ¿á qué tantas precauciones para impedir el acceso del ag-ua al interior de los frutos de los Pajmver? Tal vez por lo difícil, por no decir imposible, que resultaría á los tales frutos el deshacerse del líquilo, que en ellos hubiera penetrado, y, sobre todo, por los grandes perjuicios que les podría el ag^ua irrog"ar. En efecto, sabemos que las semillas de los Pa- paver contienen un albumen por demás oleag-inoso; por otra parte, las semillas oleaginosas están sumamente expuestas al ataque de los mohos, sobre todo, y, como es natural, bajóla influencia d ; la humedad (1). De ahí que, á no tener el fruto de los Papaver todas las defensas contra el agua meteórica, muy pronto se habrían extinguido sus especies, siquiera sean ulgunas tan abundantes y acomodaticias como la amapola. Es lo cierto que esta última especie teme tanto la humedad, sobre todo si es persistente, que huye siempre de los suelos impermeables. Ya lo han observado los agricultores, para quienes es un axioma que la amapola no prospera en tierras fuertes (impermeables), pero sí y muy bien en las primas (per- meables). Anomalías en las hojas de la 9 jov. Julio. c, cf ; d, e, 9; /, 9 jov. Ag-osto. [/, c^; //, ?, 9- Septiembre. 6. Crocidura Whitakeri de Wint. a, 9- ^^ íle Julio. d, 9- 15 de Ag-osto. 7. Lutra lutra splendida subsp. nov. a, cf . 13 de Agosto. Caracteres g-enerales como en la L. luirá de Europa; pero la cola es más larga, y el cráneo más aplastado y mucho más es- trecho en la región postorbitaria. El pelaje en las partes superiores, es de un hermoso color de canela, algo rojizo y muy lustroso, más vivo encima del cue- llo y más obscuro en la cola. Labios, garganta y parte alta del pecho, enteramente blancos; lo demás de las partes infe- riores, color de café con leche, muy claro, notándose alg-unas manchitas del mismo color, muy borrosas, en la parte blanca del pecho. Los bigotes, que son blancos, están implantados en una mancha parda. La borra ó pelo lanoso es de color de café muy intenso, con la base blanca sucia. El cráneo, comparado con el de la forma típica, es más es- trecho, y tiene los zigomáticos más largos y mucho más altos. La anchura interorbitaria es la misma en ambas formas; pero detrás de las apófisis postorbitarias, el cráneo de laZ. 1. splen- dida se va estrechando gradualmente, hasta el punto de tener, en la parte contig-ua á la caja cerebral, una anchura ig-ual so- lamente á dos tercios de la que ofrece en el mismo sitio el cráneo de la verdadera L. luirá. Dimensiones del tipo (1): Cabeza y cuerpo, 635 mm.; cola, 420; pie posterior (s. u.), 125; oreja, 18. (1) A menos que se indique lo contrario, las dimensiones han sido siempre toma- das por el colector en el ejemplar en carne. ÜE HISTORIA NATURAL. 361 Cráneo: Long-itud basal, 110 mm.; ancho en los zig-oraáticos, 69; ancho interorbitario, 20; de punta á punta de las apófisis postorbitarias, 22; ancho postorbitario, 11; long-itud palatal, 53; diámetro antero-posterior del pm*, 11; diámetro máximo delm», 11. Esta nutria me pareció en un principio ig"ual á la de Arg-e- lia, que Lataste ha llamado L. angustí frons (1), y que tiene también la cola larga y el cráneo «fortement étrang-lé entre le front et la boíte cérébrale»; pero me obliga á considerarlo como forma distinta, el ver que el mismo Lataste considera idénti- cas á la nutria arg-elina y á la de Italia, descrita y fig-urada por Bonaparte (2). Esta última, con la cola «lunga piü della meta del corpo», y el pelaje pardo obscuro («big-g-io bruno») en el lomo y ceniciento en la g-arganta, es, á todas luces, un ani- mal distinto de la nutria de Mogador, y no puede confundirse con ella. Acerca del color de la L. angiistifrons, no hace Latas- te indicación ninguna; lo que sí indica es una particularidad de su cráneo, que no se encuentra en la L. 1. siúendida. En la nutria argelina, los arcos zigomáticos son, en su parte poste- rior, mucho más estrechos que en la L. Lutra; en la de Moga- dor, son bastante más anchos en toda su extensión, pero sobre todo posteriormente. En el Museo de Ciencias Naturales tenemos una piel mon- tada y un cráneo, perteneciente acaso al mismo ejemplar, que sin género alguno de duda son de L. 1. spleiidida. La piel no tiene ningún dato de localidad; pero al cráneo acompaña una etiqueta con la indicación «España», lo cual me hace pensar que acaso esta subespecie se encuentre en algún punto de nuestra Península. Téngase presente, sin embargo, que las indicaciones de localidad, casi siempre poco precisas, que lle- van muchos ejemplares antiguos del Museo, merecen muy poca ó ninguna confianza. En el Centro y Sur de España, las nutrias suelen ser de un color leonado claro, un tanto pareci- do al pelaje de la nutria marroquí; pero ni tienen la garganta blanca, ni su cola es tan larga, ni su cráneo difiere en nada del de la L. lutra del resto de Europa. No creo que estas nu- trias e"Spañolas puedan separarse ni aun como una forma lo- (1) Acies Soc. Linn. Bordeaux, xxxix (1885), págs. 169 y 237. (2) Iconogr. Fauna Ital., 1831, lám. iv. T. \'i.-Julio, 1906. 25 :?62 boletín de la real sociedad española cal, L.üiujustiffons, dicho sea de paso, es hoy g-eneral mente considerada como sinónima de la forma tipo, 8. Putorius nivalis atlas Barr,-Ham. a, cj'. Julio de 1904 (Ratto col,), b, 9. 31 de Julio de 1905. El ejemplar a no tiene los pies blancos, pero sí de un ama- rillento pálido. Creo conveniente dar sus dimensiones, ya que Barrett-Hamilton no ha podido hacerlo de un modo completo. Cabeza y cuerpo (en alcohol), 240: cola, sin los pelos termi- nales, 102; pie posterior (s. u.), 41; oreja, 20, La 9 6S, como de ordinario, una tercera parte más pequeña. 9. Gañís anthus F, Cuv, «, ó"; ^j 9 jov, Julio. c, (¿'. 1,° de Septiembre. d, cf . 22 de Noviembre, e, cT, 6 de Diciemre. 10. Vulpes atlantícus Wagn. a. Una piel de ejemplar adulto, sin cráneo ni huesos de las patas, y sin indicación de sexo ni fecha de obtención, 11. HerpestesíclineumoiiL. «, ¿\ Sin fecha. Además de ser un poco más pequeño que los ejemplares que he visto de Egipto y de España, éste tiene el pelo anillado de neg-ro y blanco, no de castaño y amarillento, y la borra ó pelo interior lanoso, de un amarillo rojizo sucio. Presenta, por consig-uiente, los mismos caracteres del ejemplar argelino denominado H. mmiidicus, por Cuvier, 12. Genetta afra F. Cuv. a, 9- Ag'osto, 13, Felís ocreata mauritana subsp. nov. a, (j". 28 de Julio. Comparando el g-ato marroquí del tipo ocreaia con los de otras partes de África, resulta necesario separarlo como una forma local distinta. Creo que esta misma forma es la que des- DE HISTORIA NA.TURAL. 363 cribió I. Geoífroy Saint-Hilaire, hace nada menos que sesenta y tres años, sobre un ejemplar de Táng-er, denominándola Fe- lis libycus (1); pero si atendemos á las leyes taxonómicas, es imposible conservarle este nombre, por haberlo empleado mu- flió antes Meyer (2) para desig-nar el g-ato que encontró Bruce en Gafsa (Túnez), y que Buffon llamó en sus Supplements, con notoria impropiedad, caracal a oreilles Manches. Mr. Harold Schwan (3), supone que el animal denominado por Meyer F. libyca, es realmente un caracal; pero la breve descripción de Buffon se refiere, indudablemente á una forma de F. ocrea- ia, con las orejas rojas exteriorícente, los pies neg"ros y la cola anillada de este último color (4). Que esta forma no es la mis- ma que se encuentra en Marruecos, lo demuestra la diag-nosis de Meyer. que comienza: «Corpore rufo», y por consig-uiente, no conviene al g-ato marroquí, cuyo color dominante es elg-ris. Por Lataste sabemos que en Túnez existe, efectivamente, un g-ato del tipo ocreata con un pelaje en que predomina el matiz rojo, «brun roux vers la lig-ne médiane, g-ris roux vers les fla- nes» (5). Este naturalista lo encontró en Haidra, y creyéndolo nuevo, le dio el nombre de Felis cñstata; pero tantb la colora- ción como la localidad, inducen á creer que se trata de la ver- dadera F. libyca, ó sea del g-ato así llamado por Meyer. La subespecie marroquí, para la que he propuesto el nom- bra de mauritana, presenta los sig-uientes caracteres: Pelaje de las partes superiores de un color g-ris pardusco, que mirado más detenidamente, resulta ser una mezclilla de g-ris obscuro y amarillento. Los pelos son aisladamente blanco- amarillentos, con la punta neg-ra y un anillo, neg'ro también, un poco más abajo, y entre ellos se ve un poco la borra, que es leonada muy pálida, con la base cenicienta. En el dorso, la (1) Description des coller.t. de V. Jacquernont, 1842-43, p. 56. (2) Syst. Zool. Entd. Neuholl. und Afr , 1793, p. 101. (3) Ann. and. Mag. Nat. Ilist., xiii (1904), p. 422. (4) La descripción origiual, dice así; «Ces caracals h oreilles blanches ont aussi des pinceaux, mais courts, minees et noirs. lis ont la queue blanche k l'extrémité et ceinte de quatre anneaux noirs, et quatre guétres noires derriere les quatre jambes, commeceltii de Nubie; ils sont aussi beaucoup plus petits qué les autres caracals, n'étant guere que de la grosseur d ' un grand chat domestique; les oreilles, qui sont fort blanches en dedans et g-arnies d'un poil fort touffu, son d'un rouxvifende- hors.» (Buflfon, ¡listoire naturelle. Snpplémenls.) (5) Actes Soc. Linn. Bordeaux, xxxix (1885), p. 229. 364 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA longitud del pelo es de 35 mm. Los costados son un poco más- claros, sin bandas ni manchas de ning-una clase. Parte supe- rior de la cabeza, como el lomo; de las rayas cefálicas, que son pardinegras, tres se prolongan muy indistintamente sobre el centro del dorso, uniéndose con frecuencia para formar una sola faja muy ancha. La nariz es roja; las orejas de un rojo leonado por fuera, pardinegras en la punta y amarillentas por dentro. Mejillas de color leonado pálido sucio, con las dos ra- yas comunes en la especie, castaña la superior y roja clara la de debajo. Encima de cada ojo hay una mancha color de cre- ma. En el labio inferior y debajo de la mandíbula, el pelo es blanco sucio; en todas las demás partes inferiores color de ante sucio, con una faja transversal parda debajo de la gar- ganta, á modo de medio collar, y algunos indicios irregulares y mal definidos de fajas negruzcas en el vientre. Extremida- des leonado-grises, con fajas negras indistintas, cuatro en las anteriores y seis en las posteriores; los antebrazos por detrás,. junto al codo, negruzcos, y las plantas de los cuatro pies, ne- gras. La cola, por encima, del color del dorso, por debajo leo- nada clara; en él último tercio hay tres fajas neg"ras, separa- das por espacios blanco-cenicientos, y la punta es también negra. Dimensiones del tipo: Cabeza y cuerpo, 530 mm.; cola, 332; pie posterior (s. u.), 135; oreja, 80. Cráneo: longitud basal, 85 mm,; longitud máxima, 100; an- cho en los zigomáticos, 68; ancho anteorbitario, 17; ancho temporal, 33; ancho de la caja cerebral, 44; longitud de los nasales en la sutura media, 26; longitud máxima de los globos auditivos, 22; longitud del carnicero superior, por' fuera, 11,5. Si los gatos de Tánger y Oran, descritos por Geoífroy, son,, como yo creo, iguales al de la costa occidental de Marruecos, tendremos en Berbería tres formas distintas de Felis ocreala: una oriental, de pelaje pardo rojo, en Túnez (F. o. Líhyca Mey.); otra occidental, gris parda, en Marruecos y Argelia {F. o. mau- ritana), y otra desertícola, de color amarillo Isabela, en el Sa- hara argelino (F. o. margarita Loche). DE HISTORIA NATURAL. 365 14. Xerus getiilus L. a — e, d;f—q, 9- Julio. 15. Gerbillus hirtipes hesperinus subsp. nov. a, cf . Sin fecha. h — d, 9; e, 9 jo"^- Julio. f,g, 9. Ag'o.sto. Caracteres g-enerales como en la forma arg-elina, pero el co- lor leonado es más obscuro y más rojo, especialmente en los flancos En el ejemplar tipo y en alg-unos otros, se acerca este color al del Dipodülus campestris; en dos ó tres es más brillan- te, y en el ejemplar 1), pasa casi á anaranjado. Este color de las partes superiores se extiende mucho hacia abajo en los flancos, y también sobre la cabeza, donde las manchas blan- cas de encima de los ojos y detrás de las orejas, ocupan un es- pacio bastante reducido. El pincel caudal tiene los pelos rela- tivamente cortos; los de encima tienen las puntas muy obscu- ras, formando una raya bien distinta de color pardo negfruzco. Dimensiones del tipo (en alcohol): Cabeza y cuerpo, 100 mm.; cola, 116: oreja, 14; pie poste- rior (s. u.), 28. El ejemplar eleg"ido como tipo, es el único macho que ñg-ura en la serie, ó sea el señalado con la letra a. Aunque este GerMJhis tiene la cola alg-o más corta y las ore- jas más grandes que el verdadero Gr. hirtipes, y su coloración es un tanto diferente, se asemeja tanto á éste por sus caracte- res g-enerales, que no me atrevo á separarlo más que como una forma local. 16. Dipodillus campestris Levaill. ^j cT; ^j 9; ^> ^^» jóvenes. Julio. e, 9- "7 de Noviembre. 17. Musrattus L. a — í¿, jóvenes. 9 á 16 de Julio. 6, c?. 2 de Septiembre. 18. Mus calopus sp. nov. a, cf . Noviembre de 1904 (Ratto col.). Cazado en un árbol. Esta especie presenta una coloración bastante parecida á la 366 boletín de LA BEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA del M. syhaiicus, pero su tamaño es mucho mayor, y la cola más larg-a que el cuerpo. A primera vista, podría tomársele por un M. raílus aJexandrinus no lleg-ado á su total desarrollo, á no ser por sus pies, que son relativamente pequeños, de es- tructura delicada y con los tubérculos bastante chicos. El tu- bérculo tarsiano interno, de doble tamaño que el externo, no es tan redondo como en los verdaderos ratones, ni tan alarg-ado como en el M. ralíus, sino que forma un óvalo casi perfecto. En el carpo, el externo es muy g-rande, casi doble que el interno. Del M. peregriims de "Wint., que se encuentra en la parte oriental de la provincia de Haliá, distingüese esta rata por ser bastante mayor, por su color más claro y más vivo, y además, por sus orejas más g-randes, próximamente tan largas como el pie posterior. Pelaje leonado de arena, más obscuro y ligeramente variado de neg-ro en el dorso. Todas las partes inferiores, la parte in- terna de los miembros, y los cuatro pies, de un blanco puro. En los antebrazos, el color leonado llega por fuera hasta la articulación del carpo, formando una punta. Los pelos son, en casi toda su long-itud, á partir de la base, de color de pizarra, y leonados solamente en la punta; en el lomo hay muchos en- teramente neg-ros. La cola tiene pelillos negruzcos por encima y blancos en los lados y por debajo, pero tan cortos y tan finos, que no cubren las escamas ni inñuyen en el color g-eneral, apareciendo toda la cola de color de carne. Dimensiones del tipo (en alcohol): Cabeza y cuerpo, 120 mm.; cola, 137; oreja, 24,8; pie poste- rior (s. u.), 25. Cráneo: longitud máxima, 34; ancho en los zig-omáticos, 17; longitud de la serie molar superior, 6,7. 19. Mus musculus gentilis Brants. a — d, (^; e, /, 9- Julio. 20. Hystrix cristata L. a. Un ejemplar en piel, en muy mal estado. 21. Lepus slierif sp. nov. «, Cf ; ^J Cy 9- Julio. (^^ POR CELSO ARÉVALO En un g-ran número de animales, y muy notablemente en el grupo de los esponjiarios, existen formaciones esqueléticas de substancia mineral que ofrecen una gran fijeza y regulari- dad de formas, y á la vista de las cuales se sugiere el proble- ma de averiguar cuál es la verdadera causa de estas formas. Nada de particular tiene que la mayor parte de los investiga- dores, tratándose de substancia mineral y de regularidad de formas, las hayan considerado como dependientes de la cris- talización de la substancia, con tanto más motivo cuanto que no son raros sino, al contrario, bien frecuentes los ejemplos de cristalización intracelular; pero para fundamentar esta manera de ver, es preciso, ante todo, demostrar que la materia que constituye estas formaciones está cristalizada, y en caso afir- mativo, que existe relación entre la estructura cristalina de la substancia y la forma presentada por la formación esquelética, objeto del examen. Cuestiones son estas que sólo la óptica cristalina es capaz de resolver, porque sólo á este linaje de conocimientos le es dado averiguar la constitución íntima de, las substancias cuando no se ha manifestado al exterior bajo forma de cristales, como consecuencia y como resultado inme- diato de la peculiar constitución de la materia cristalizada. (1) Los ejemplares de que me he servido para estas investigraciones, proceden de la Estación de Biología maritima de Santander. DE HISTORIA NATURAL. 369 Espíenlas silíceas (1). — Todas las espíenlas silíceas colocadas en el microscopio polarizante, permanecen en todas las posicio- nes, obscuras á nicoles cruzados, lo que demuestra claramente su isotropismo. Este solo hecho es bastante para aseg-urar que estas espículas no están constituidas por sílice cristalizada, sino por ópalo, lo que desde lueg-o es racional puesto que el procedimiento común de la formación de la sílice en los org-a- nismos es la desecación de la sílice gelatinosa, en cuyo estado es absorbible y bien sabido es que en estas condiciones se forma el ópalo, que es esencialmente porodino. En efecto, los análisis hechos por alg-unos investig-adores han demostrado que la sílice de las espículas de las esponjas está hidratada, no estando conformes con la cantidad y habiéndose propuesto las fórmulas (SiOa'H.O; (SÍO2) H¿0 y (SiO^i^HaO. Lo proba- ble es que la cantidad de ag-ua sea variable con las especies, lo que tampoco es de extrañar, pues el ópalo, considerado como mineral, tampoco ha sido posible asig-narle una fórmula quí- mica determinada, si bien responde siempre á la fórmula g-e- neral x (SiO.2) y (H¿0), en la que x é y son números sencillos y enteros, y á esta fórmala debe también responder la sílice de las espículas. El isotropismo de las espículas silícea.s, además de propor- cionar un medio fácil de distinción entre estas espículas y las calizas, es una prueba en contra de la opinión de que la forma, de las espículas dependa de la cristalización de la substancia^ puesto que estas ostentan formas reg-ulares, siendo cristalo- gTáficamente amorfas. Esirículas ealkas. — La forma de las espículas calizas sabe- mos que es de dos tipos: las espículas monaaónidas forma- das simplemente por un vástag-o y las triaxónidas de forma trirradiada constituidas por tres (aetinas) que diverg-en 120°. Estas formas, y sobre todo la seg-unda propia y exclusiva de las espículas calizas, inducen á considerarlas dependientes de la cristalizac ón porque son la imag-en de los ejes equivalentes del sistema hexag-onal, habiendo además la coincidencia de que existe á veces una cuarta actina que concurre al punto de (1) El procedimiento seguido para obtener las espículas, tanto silíceas como cali- zas, consiste en macerar la esponja en potasa cáustica que, destruyendo la materia orgánica, las deja en libertad, pudiendo entonces ser separadas por decantación y montadas directamente después de desecadas. 370 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA unión (le las otras tres perpendicularmente á ellas y (jue po- dría considerarse como el eje senario, y, por lo tanto, el eje óptico de la espíenla. Pero el examen con luz polarizada reba- te por completo esta aserción porque, ante todo, si esto fuera así, la espícula debiera en toda posición exting-uirse á nicoles cruzados, y esto no sucede, como ahora veremos. Pero antes debemos advertir que estas espíenlas son calizas y no pueden considerarse constituidas por arag'onito, porque el examen con luz converg-ente de ellas hace ver su fig-ura de interferencia constituida por anillos circulares concéntricos atravesados por uoa cruz negra de brazos ig-uales, que desaparece á nicoles paralelos. Las espíenlas calizas están, pues, constituidas por carbonato de cal hexag'onal, y, por lo tanto, uniáxico. Leticonia sólida O. Schmidt.— Esta especie posee dos clases de espíenlas, las dos triaxónidas, pero que se diferencian por. su tamaño. Los caracteres ópticos de ambas son ig'uales, sin más diferencia que las más pequeñas por su menor g-rosor dan á luz paralela fenómenos de polarización cromática, carácter que no presentan las de mayor talla, pues sabido es que éstos desaparecen con el grosor. Si se coloca una espícula de esta especie aL microscopio en- tre los nicoles cruzados, aparece generalmente clara en medio de la obscuridad del campo. Si se hace ahora g-irar la prepara- ción se observa que la espícula se extingue cnatro veces según dos direcciones de extinción rectangulares al cabo de una ro- tación completa. Mas al llegar aquí, debemos llamar la aten- ción sobre una notable contradicción. Se sabe, según las deli- cadas observaciones de Minchin, que las espículas calizas, al contrario de las silíceas, no se forman de una sola célula ma- dre, sino que se originan de tres células ectodérmicas (actino- blasios ó más precisamente calcoblastos) que juntamente for- man una triada y dando lugar cada una á una actina. Según esto, cada actina se ha formado independientemente, y, por lo tanto, siendo tres individuos cristalinos independientes y con distinta orientación debieran extinguirse también con inde- jDendencia, y, sin embargo, la espícula lo hace totalmente. Las relaciones que existen éntrelas direcciones de extinción de estas espículas y su forma, son sumamente interesantes. La espícula se extingue cuando una de las actinas, que denomi- naremos actina axial para distinguirla de las otras dos ó acti- DE HISTORIA NATURAL. 311 ñas laterales, coincide con la dirección del plano de uno de los nicoles, y como esto se verifica cada 90° (puesto que los nicoles están cruzados) las espíenlas se exting-uirán cuatro veces cada rotación completa. Si (fig*. a y ñg. a') ABC son lastres actinas de una espíenla de Z sólida, las dos direcciones de extinción serán FB' y E' iE\ si A es la actina axial, y, por lo tanto, el eje óptico. De las dos direcciones de extinción, una EE' , coin- x; - E, cide con la actina axial y es bisectriz del áng-ulo que forman las dos laterales, formando con una de ellas, por lo tanto, un áng-ulo de 60° y la otra dirección E^E\, es perpendicular á la actina axial y forma con las laterales un áng'ulo x que vale: x=E^OB = BOA — E\OA = 120°— 90"= 30". Leucoma áspera O. Schmidt.— En esta especie hay también dos clases de espíenlas, las mayores monaxónidas y las más pequeñas triaxónidas. Estas últimas son en un todo parecidas á las pequeñas de la L sólida, pues además de su parecido morfológico y de su tamaño tienen sus mismos caracteres ópti- cos, presentando las mismas direcciones de extinción y ofre- ciendo también colores de polarización irisados y colocados simétricamente en las tres actinas, colores de polarización de •y-á boletín de la real sociedad español/- seg'uiulo orden, que varían á n icoles cruzados entre el indig-o y el rojo violáceo intenso y colores complementarios, compren- didos, por tanto, entre el amarillo vivo y el verde, que corres - ponden á retardos de 589 ó ^ á 1.101 millonésimas de milíme- tro ó — — en fracciones de Á. Las espíenlas monaxónidas se parecen, por el contrario, á las actinas de las espíenlas g-randes de su cong-énere antes ci- tada, parecido que, como vamos á ver, delatan sus caracteres á luz paralela. Si se examinan estas espíenlas monaxónidas entre nicoles cruzados quedan claras y se extinguen cuatro veces al cabo de una rotación completa; pero las direcciones de extinción tie- Fig. a' lien diferente posición seg-ún las espíenlas. Para unas estas direcciones de extinción están representadas (fig*. d) por BF' y J^, E\, mientras que para otras son B^J^'^ y ^3 ^'3, siendo BF' y B\E\ en los dos casos las trazas de las secciones principales de los nicoles. En suma, estas espíenlas tienen la particulari- dad notabilísima de comportarse como actinas sueltas. Así las DE HISTORIA NATURAL. dVi espíenlas para las cuales las direcciones de extinción son FB' y E.^E\ pueden considerarse como actinas axiales sueltas y las que las direcciones de extinción son E.¡^E\ y E.^E\ como actinas laterales independientes. Las posiciones EE' y E^E\ para direcciones de extinción de las espíenlas rectilíneas calizas es la general para todas las que tienen esta forma pertenecientes á otros grupos zoológi- cos; así las espículas de la Pennaiula phosphorea, que son sim- plemente un vastago calizo, se extinguen cuando su mayor longitud coincide con la dirección de una de las secciones ^'^ / / principales de los nicoles cruzados. Igual sucede á les dedos de los pedicelarios del Strongylocentrotns lividiis Brandt. Las espículas del Sycon dUaüim Lbkh, que tienen la misma forma y menores dimensiones que las de la Leucoma áspera, ostentan los mismos caracteres ópticos que los de dicha especie. En fin, debemos señalar una particularidad de las espículas triaxóni- das de un ascon Lencosolenia spec. Estas eppículas se compor- tan unas como todas las triaxónidas de que hemos hablado, al TU boletín de la real sociedad española ])aso que otras quedan en todas posiciones, obscuras, á nicoles <'ruzados. En conclusión, es indudable que las espíenlas calizas están formadas de carbonato de cal cristalizado uniáxico; pero no es menos indudable .que no se debe buscar en razones cristalo- <^Táficas la forma de las espíenlas. Pero en este caso ¿á qué se ilebe esta forma? En respuesta á esta preg-unta existen varias teorías. Unos, como Hfeckel, suponen que son formas pseudo- rristalinas formadas por una cristalización especial intracelu- lar en un medio especial (biocristalización de Hfeckel). Esta ex- plicación es completamente inverisímil: en primer lug-ar, por- que esto sólo sería aplicable á las espíenlas calizas (en las cuales hemos demostrado que no hay relación ning-una entre la forma y la cristalización) porque las silíceas están formadas por materia amorfa, y, sin embarg-o, presentan formas reg'ula- res. Otros más explícitos que Hseckel suponen que dicha forma €S debida á la orientación de las moléculas en virtud de las fuerzas mecánicas á que están sujetas (tensión superficial, tensión vesicular, desig-ual resistencia de partes vecinas, etc.): esta explicación, además de no satisfacer por completo, tiene el inconveniente de suponer al medio celular fuerzas que coartan la cristalización, lo cual no es exacto, puesto que sabe- mos que el medio celular es perfectamente idóneo para la for- mación de cristales. Minchin explica la forma de las espíenlas por medio de la selección que fijaría las variaciones ventajo- sas, teoría que está sujeta á las mismas objeciones que la se- lección natural en general y muy principalmente la ineficacia de las variaciones pequeñas no orientadasy sin trascendencia alg-una en la selección. Por último, nosotros vamos á proponer una explicación, á nuestro parecer, más sencilla y más verisímil. Se sabe que la espíenla está formada por un eje axial de naturaleza org-ánica (fig-s. a,/, a, x) y alrededor capas concéntricas de substancia mineral, existiendo tantos filamentos axiales como actinas, pues bien nada más lóg-ico que suponer que el filamento axial es el que determina la forma de la espícula, y que una vez formado aquél la céluia no hace más que irle recubriendo de capas cristalinas de caliza, de la misma manera que las ag-uas cargadas de bicarbonato de cal recubren de caliza todos los objetos sumergidos, como ramas de árboles, etc. En este caso DE HISTORIA NATURAL. 375 la caliza que recubre la rama, está perfectaraente cristalizada; pero sería irrisorio suponer que la forma ramificada del con- junto es debido á la cristalización, no siendo más que la del objeto que sirvió de núcleo. Neue Coleoptereu aus Spanien BKSCHRIEBEN YON EDM. REITTER in Paskau (Máhren). Acmaeodera virgulata lUig*. v. Moroderi nov. var. Von der Stammform durcli einfarbig-e, erzscliwarze Ober- und Unterseite zu unterscheiden. Auf den Flüg-eldecken sind die g-elben Lang-sbinden vollstaudig' verschwunden. Die Bebaa- rung" der Zwiscbenraume ist kürzer, dichter, nicht in einer einzelnen Reihe stebend. Von Acm. xirgulata v. nigra Ragusa, durcb den Erzglanz der Oberseite und die Bebaarimg- der letzteren zu unterscbei- den, Von Herrn Federico Moroder bei Torrente undDeliesa de la Albufera im April und Mai 1904 und 1905 auf blübendem Heliantbemum zahlreicli g-esammelt. Helops liliputanus nov. sp. J)Qv\i\&h\?>\.& Helo'ps den icli kenne. Er misst nur 3,8 mm. Lange und gebort in die 2. Gruppe der Seidlitz'sclien Arten in der Naturgesch. der Insekten Deutschl. V, pag. 718, wo er durcb die gesperrten Merkmale recht isolirt stelit. Klein, kupferrot mit Messingg-lanz, feinwenig diclit an- lieg-end g-reis bebaart. Fühler, Palpen und Beine braun- rot. Fübler dünn die balbe Kürperlange nicbt erreicbend, die Mittelglieder etwas lünger ais breit, zur Spitze nur sehr undeutlicb dicker werdend, das Endg-lied wenig' lünger ais das vorletzte. Kopf rundlicn, sammt den ziemlicli kleinen, vorstebenden Aug-en etwas sclimaler ais der Halsschild, dicht und deutlicb punktirt, Scblüfen lang, nacb liinten verschma- lert. Halsschild kaum breiter ais lang-, selir wenig scbmaler ais die Flügeldecken, dicbt, ziemlicb stark, einfacb punktirt, die Seiten g-erundet, vor der Mitte am breitesten, vor den Hin- 376 HOLKTIN DK LA RKAL SOCIIÍDAÜ ESPAÑOLA terwinkelii undeutlich ausg-eschweift, die letzteren, von obeii gfesehen, stuinijfeckig-; die Randkantenlinie hochst fein, iin- voUstandig"; die Seiten des Halsschildes auf der Unterseite massig" dicht, grob punktirt. Schildchen sehr klein, quer, glatt. Flüg-eldecken langlich oval, zweimal so lang* ais in der Mitte breit, mit feinen, eing-egTabeneii Streifen, in diesen fein, undentlich punktirt; die Zwischenraume flach, viel breiter ais die Streifen, mit einer nnordentlichen, feinen Punktreihe, in welcher die anlieg-enden Harchen ste- hen. Schulterwinkel abg-erundet. Beine dünn, zart, Vordertarsen des 5 einwenig- starker ais die hinteren. Valencia, ein 9 von Herrn Federico Moroder aufg-efan- den und mir gütig-st überlassen. Helops tomentosas nov^. sp. Die vorlieg-ende r.eue, leiclit kenntliche Art g-ehort in die 2. Gruppe der Seidlitz'schen editen Helops Arten und ist mit sphaericoUis und gibbilhorax, auch mit mUosipen7iis nahe ver- wandt, aber durch die dichte, g-elblichbraune, fast tomentar- tig-e Behaarung", starke Punktstreifen , schmale, g"ewolbte Zwischenraume der Flüg-eldecken, und fast recliteckig-e Hin- terwinkel des Halsschildes ausg-ezeichnet. Langestreckt, schmaler beim (f , erzbraun, dicht g-elblich braun behaart, Fühler und Tarsen braung-elb. Fühler zart, beim 9 die halbe Korperlang-e etwas, beim cf weit überrag-end das Endg-lied etwas láng-er ais das vorherg-eliende, die Spitze etwas abg-esetzt. Kopf schmaler. ais der Thorax, dicht punk- tirt, Kopfschild fast g-erade abg-estutzt. Halsschild etwas schmaler ais die Flüg-eldecken um 1/3 breiter ais lang-, der Láng-e und.Breite nach g-ewolbt, an den Seiten leiclit g-erun- det, dicht vor der Mitte am breitesten, vor den fast rechtecki- gen Hinterwinkeln schwach ausgeschweift. oben g-edrang-t, stark punktirt, die Punktur bis an die feine Randlinie heran- reichend, vor der Basis mitschwacher Querdepression. Schild- chen dreieckig", fein punktulirt. Flüg-eldecken mitg-roben, fast furchig- eingedrükten Punktstreifen, die Streifen mit dicht g-estellten langlichen Punkten besetzt, die Zwischenraume g-ewolbt, fein punktulirt und behaart; alie an der Spitze ohne Kiel. Unterseite dicht punktirt, Spitze des Analsternits un- g-erandet. Schienen g-erade. Vordertarsen des cf aus- DE HISTORIA NATURAL. 377 serst schwach, Mitteltarsen kaum erkennbar erweitert, un- ten dicht g-elb tomentirt. Long-. 7-13,5 mm. Von dem mir unbekannten Helops gibMtUorax Gemm. aus Sardinien, durch rechteckige Hinterwinkel des Halsschildes und die g-ewülbten Zwischenráume der Flüg-eldecken unter- schieden. Sicilien. 2 Stücke erhielt ich von Freund Enrico R ag-u sa aus Pal ermo zur Determination, eine grossere Serie erwarb ich von Professor G. Conig-lio Fanales in Calta- g'irone. Cyclopterus (1) Desbrocliersi nov. sp. Braunrot, mit ziemlich gTossen, blassen, rundlichen Schup- pen mássig" dicht besetzt. Kopf kurz, sammt dem Rüssel in einer Flucht nach vorne konisch vereng-t, vom Rüssel durch keineQuerfurche abgesetzt; Aug"en wenig-gTOSs, ausderKopf- wolbung' nicht vorrag-end, bei der Ansicht von oben etwas dorsahvárts g-eleg-en. Rüssel wenig- lang", etwas láng-er ais der Kopf, mit 3 ang'edeuteten Lang-skielen, die Fühlergruben tief, lang'lich, dorsahvárts geleg*en, der Rüssel zwischen den Füh- lern viel schmáler ais die Stirn zwischen den Aug-en. Fühler ziemlich dünn, d^r Schaft g-ebog-en, den Vorderrand des Halsschildes kaum überrag-end, Glied 1 der Geisel 1/2 mal lánger ais breit, 2 so lang" ais breit, die folgenden nahezu quer. Mandibeln beim 9 oait sichelformigeii Anháng-en. Hals- schild etwas breiter ais lang, schmáler ais die Flügeldecken, an den Seiten leicht gerundet, nach vorne ein wenig stárker verengt, and der Spitze so breit ais die kurzen nach hinten breiter werdenden Schlafen, grob punktirt, wenig dicht, an den Seiten dichter blass beschuppt. Schildchen kaum sichtbar; Flügeldecken fast kugelig, wenig- lánger ais in der Mitte breit, ohne Schulterwinkel mit feinen Streifen, diese punktirt, die Punkte die Streifenránder überragend, die blass lehmfarbigen, ein ,wenig metallischen Schuppen nicht íibereinander gelagert, sie bilden auf den abwechselnden Zwischenráumen, besonders an den Seiten heilere Lángsflecken; zwischen den Schuppen sind keiue Bórstchen mit der Luppe erkennbar. Beine ziemlich schlank, (1) Steht unter den Curculioniden systematiscli bei Cyclomaurus Fairm. uad Hol' corrhintis Scbonh. T VI. -Julio, 1906. 26 :í78 boletín DK la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA die Schenkel uiig-ezahnt, die Fiihler, Schienen uiid Tarsen heller g'eñirbt. Schienen dünn, am Ende nach beiden Seiten etwas erweitert, die Tarsen dünn, das dritte g*elappte Glied doppelt breiter ais die andern, das Klaueng-lied vielkürzer ais die vorherg-ehenden Glieder zusammen, die Klauen sehr klein und an der Basis verwachsen. Long-. 3,3 mm. Von den bekannten (alg'ierischen) Arten durch die g-eringe Grosse und die Bildung des Kopfes abweichend. Zwei Exein piare nnter Steinen bei Buviasot (Umgebung von Valencia) am 24/1 1905 von Herrn Federico Moroder anfgefunden. Phytonomus viridis nov. sp. Eine schone, leicht kenntliche Art aus der Verwandtschaft des Pkyt. ononidis Chevr. und nigrirosiris Fabr. Vonder Grosse des ersteren,aberlebhaft metallisch grün, dicht anlieg-end behaart, dazwischen mithellen, lang-en^ schrag abstehenden, auf den Flügeldecken in Reilien stehen- den Haaren besetzt. Korper am Grunde schwarz, Schenkel braun; Fühler, Schienen und Tarsen rostrot. Fühler uud Rüssel g-anz wie bei ononidis, aber zwischen den Augen sfárker eing-eschnürt, daselbst hell greis behaart und fast nur halb so breit, ais der übrige Teil des schwach gebogenen, schwarzen Rüssels. Halsschild wenig- breiter ais lang, viel wenig-er quer ais bei der verg-lichenen Art (onoJiidis) und seitlich nicht so stark g-e- rundet, in der Mitte am breitesten, oben dicht, metallisch g-rün behaart, an der Basis mit 3 kleinen heller, greisbehaar- ten Stellen und dazwischen mit gelblicher Behaarung-, die aber oft- undeutlich ist. Manchmal sind 2 dunklere, g-enaherte Lang-sstreifen schwach angedeutet. Schildchen klein, weiss behaart. Flügeldecken viel breiter ais der Halsschild, lang*- lich eiformig, mit kraftig vorstrebenden Schultern, dann eine Strecke parallel, von der Mitte zur Spitze eiformig verengt, die schone grüne Behaarung deckt ganz die Oberseite, die Strei- fen dazwischen sind nur schwererkennbar, der Zwischenraum an der Naht ist meistens hinten weiss mit braun getupft, auch auf den andern Zwischenráumen sind metallisch braune kleine Flecken angedeutet. Beine kraftig, fein metallisch gelblich oder greis behaart, wie bei der verglichenen Art. Die DE HISTORIA NATURAL. 379 Ha are auf der Oberseite siiid ebenfalls bis auf den Grimd ges- palten. Yon nigrirosíris durch grosseren und lang-eren Korper, dichter g-rüne Behaarung- und kaum sichtbare Punktstreifen auf den Flügeldecken verschieden. Long. 4,2 ohne Rüssel. Spanien. In der Umg-ebung' von Valencia von Herrn Federico Moroder ziemlich zahlreich g-esammelt. Baris purpurea nov. sp. Der B. corijnthia Fairra. und nüalis Bris. sehr nahe verwandt, aber von der ersten Art durch den Mang-el der Basalbehaarung" auf den Flügeldecken, die feinen durcliaus gleiclimássig ein- geschnittenen Streifen auf denselben und die dunklere pur- purrote, fast matte Farbung des ganzen Tieres, von derletzte- ren Art ebenfalls durch die Farbung und Streifung der Flü- geldecken verschieden. Dunkel kupferrot, zum Teile, die Beine ganz mattg'lánzend; Fühler und Tarsen schwarz. Rüssel dick, stielrund, an der Basis gebogen, punktirt. Kopf nur miteinzelnen, sehr feinen Punkten besetzt, stark verkürzt, Halsschild etwas schmáler ais die Basis der Flügeldecken, etwas láng-er ais die Basis breit, von da nach vorne fast konisch vereugt, ziemlich stark und dicht, einfach, rundlich punktirt, mit abgekürzter, punktfreier Mittellangslinie und undeutlicher, kleiner, punktfreier Stelle in der Nahe der Hinterwinkel, Basis doppelbuchtig. Schild- chen klein. Flüg-eldecken lang-lich eiformig, mit eingeris- senen feinen, gleichraassigen Streifen, in denselben undeut- lich punktirt, die Zwischenráume breiter, flach, mit sehr feiner, wenig auffalliger Punktreihe. Oberseite kahl, nur rings um die Spitze in den Puukten wie auf der Unterseite mit weissen Staubhaaren, die Beine etwas deutlicher behaart. (f schmáler ais das $. Long. 3-3,7 mm. Spanien. Valencia. Von Herrn Federico Moroder ein- -g-esandt. Baris viridipeimis Rosenh., die allgemein verschollen blieb, halte ich heute für eine nivalis Bris., bei der die gewohn- lich blauen Flügeldecken grün, C^hidipennis) statt blau (fdva' lis) sind. Die Zweifarbigkeit haben sie gemeinsam. Gymnetron Moroderi nov. sp. Dem G. Mpusiichiium ahuMcli, und áhnlich gefárbt, aber kür- ^er, gedrungener gebaut, die Flüg-eldecken mehr gerundet, 3eo boletín de la real sociedad española wie bei teter, aber der Rüssel g-leich breit; dünn; die Schenkeí! sind beim cT ziemlich stark, beim 9 sehr fein g-ezáhnt. Schwarz, anlieg-end g'elbgreis behaart, dazwischen aufg-e- richtete, auf den Flüg-eldecken reihenweis gestellte Haare, der hintere Dorsalteil jener rot, Rüssel so lang- ais Kopf und Halsschild, beim 9 parallel, die Fühler in der Mitte eingelenkt und von da g-latt; beim (^ kürzer, die Fühler hinter der Mitte (nalie der Spitze zu) eingelenkt. Kopf klein. Halsschild stark quer, nach vorne starker g-erundet verengt, nicht ganz so breit ais die Flüg-eldecken, oben dicht punktirt. Schildchen deutlich. Flügeldecken kurz oval mit deutlichen Punktstreifen und breiteren punktahnli- chen Zwischenráumen. Schenkel, besonders die vorderen (beim (^ starker) verdickt, g-ezahnt, Schienen beim ¡^ mit stárkerem nach innen g-ekrüraratem Endhacken, dieser rotlich. Long'. 2,5-3 mm., ohne Rüssel, Herr Federico Mo- roder sammelte ihn bei Valencia (Pinedo, 12, 7, 1903) in ziemlicher Anzahl in Pinedo und Torrente, auf einerScropliu— laria im Juni 1904 und 1905. Sobre la variabilidad de las especies de «Alpliasida» de las ramas orientales y descripción de especies nuevas. POR MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA Trazando una línea ideal que una á Málaga con Granada,, línea que de momento habrá de considerarse como centro de las especies actuales y de la cual arrancan las diferentes ra- mas que constituyen el subgénero, nos encontramos á partir de Granada una serie interrumpida de formas hacia Levante, á las que sirven de límite por el Sur las crestas de Sierra Neva- da, altos de Fiñana y Sierras de Baza, Lúcary de María. En esta rama aparece y se consolida hacia Oriente una ter- cera costilla suplementaria externa también, 3^ conjuntamente la pubescencia intercostal del negro pasa al rojizo y desapa- rece, existiendo en algunas localidades al lado de la forma pubescente una forma calva que luego queda aislada en el DE HISTORIA NATURAL. 381 •extremo NE., como asimismo las costillas se hacen paulatina- mente más gruesas y redondeadas. Persiste en todas ellas la disposición de las manchas proto- rácicas y las márg-enes estrechas y levantadas. En Huéueja existe una forma calva y otra vellosa, y en Guádix solo la vellosa de A. Becerrm, que es la más próxima g-eog-ráfica y morfológ-icamente á A. Clementei, la cual desde Oranada lleg-a hasta Guéjar Sierra y el Molinillo. En Baza hay la forma vellosa y calva de A. Oberthüri, que en Gor ha perdido casi la pubescencia y que ya no existe en absoluto en la forma típica de Galera. En cientos de ejemplares de Granada no hay uno solo des- nudo ni con tres costillas ni con pubescencia rojiza; hay sólo AlpJiasida Clementei, en una palabra, así como en Galera en cientos de ejemplares no hay uno solo pubescente ni con dos costillas finas; hay sólo A Ifliasida Oherthüri g-enuina y típica, y nadie puede sostener ante esas diferencias la fusión de Cle- mentei y Oberthüri hajo un nombre específico tan sólo porque en localidades intermedias existen vivos documentos de la des" viación que en el tiempo ha sufrido un tipo primitivo de ori- gen, del cual hoy quedan como descendientes A. Becerree ve- llosa y calva con dos y tres costillas en el centro de su área gQogvk^Q^, A. OJjerthiiri calva con su variedad villosa j con tres costillas hacia Oriente y A . Clementei vellosa y con dos costillas hacia Occidente. Los límites N. y O. de esta rama habrán de verse más tarde, habiéndolos establecido en esta campaña de 1906 por el Sur y Levante, donde no existen contactos con las especies del Sur A do formas intermedias en las divisorias de ambas cuencas, y en las Alphasida las divisorias (Je ag-uas son verdaderas rotu- ras ó barreras infranqueables hoy á las especies actuales. A. Lopezi var. depilata, v. nov. Loe. Huércal de Almería. Conviniendo con el tipo en esta localidad se encuentran ejemplares con los élitros sin pubescencia aterciopelada perfec- tamente frescos, así cTcf como 99 de mucho parecido con Lor- cana de Totana y Lorca, de la que se disting-ue por tener la pu- bescencia del borde del protórax negra y no roja como en esa especie, aparte su mayor estrang-ulamiento en la reg-ión hu- meral. Es de notar que esta forma calva de A. Lopeñ sólo se pre- senta en Huércal de Almería y no en Tabernas, Bentarique ni Gádor. Rectificaciones y observaciones ortopterológicas POK IGNACIO BOLÍVAR Rhombodera scutata Bol. En 1889 he dado á conocer en el «Jornal de Sciencias de Lis- boa» (2.* ser., n." 2) un mántido de Ang-ola bajo el nombre de Hierodnla scutata, advirtiendo que pertenecía al subg-énero Rhomhodera, cuyas especies son todas asiáticas. Cuatro años después, el Dr. Karsch ha publicado en «Entomolog-ische Nach- riten», Jahrg-. xviii (1892), pág-. 5, su Rhomlodera scutata de Ang-ola (Malang-e), acompañando su descripción de la observa- ción sig-uiente: «Die erste africanische Art der über Indo-Aus- tralien in vielen Arten verbreiteten Gattung- Rhombodera (Burm) Stál», etc.; de donde fácilmente se deduce que el doc- tor Karsch no conocía mi descripción cuando publicó la suya, á pesar de que por una coincidencia sing-ular empleara el mis- mo nombre para desig'narla que el usado por mí anterior- mente, no cabiendo duda de que la especie es la misma por- DE HISTORIA NATURAL. ?85 que así se deduce de la comparación de las descripciones y de la identidad de procedencia. Tan sing-ular como esto es que el Sr. Kirby haya desconoci- do también mi Bierodiila scutaia y la haya omitido en su re- ciente catálog-o de ortópteros «A synonymic Catalogue of Or- thoptera», publicado por el British Museum, en el que apare- ce la Rhomhodera scutata Karsch como la única especie de este género que habita en el occidente de África. Leptynla Fourniali sp. nov. Gracillima, hevissima straminea verisimiliter a latere fas- ciata. Caput retrorsum angustatum supra antice sulco abbre- viato, pone oculos vitta fusca. Antennse filiformes raetanoto breviores? articulis valde hirsutis, articulo primo elongato, articulis sequentibus parum distinctis apicem versus bene determinatis, valde elongatis. Pronotum supra inaequale prope marginem anticum sulco transverso dein sulcis longitudina- libus parallelis et circa médium sulco secundo transverso uni- tis, antice pone sulco primo foveola parva instructum. Meso- et metanotura Ifevia medio carina obtusata retrorsum obsoleta. Pedes gracillini. Femora inernia femora postica médium seg- menti octavi abdominali attingentia. Tibian posticae nec non tarsi nulti spinulosi. Tarsi arolio magno unguibus breviore instructi. Abdomen supra Iseve, segmento penúltimo lateribus rectis, segmentum anale breve transversum valde convexsum postice processo único postice exciso lobis rotundatis. Cerci elongati cylindrici curvati ápice truncati spinulosi. Lamina subgenitalis postice late rotundata segmentum novenum haud superans. c?. Long. corp. 64; antenn. 11; mesonoti 19; fem. ant. 27; interm. SO; post. 24 mili. Como las antenas están rotas no puedo precisar su longitud, son muy vellosas y los 14 artejos que restan, á excepción del segundo que es corto, ofrecen una longitud notable. La especie debe ser próxima á Z. Kmnigi Krauss, de Gabes (Túnez), pero el proceso del último segmento abdominal la distingue; dicho proceso está bifurcado por detrás y los cercos están muy encor- vados. Las patas son mucho más largas que en la especie citada. Loe. Sahara. Norte de Tadent, Oued Jkoavenc, pozos de Tahabert. 386 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Recog"ido por el Dr. Fournial, de la misión Foureau-Lamy (1900). El ejemplar pertenece al Museo de París. Después de haber llevado la Leplynia Msjmnica Bol. al g-é- nero Phthoa, el g-énero Leptynüi Pant. no comprende otras es- pecies, además de la aquí descrita, que la atknuata Pantel, de España, y la Kosnigi Krauss, de Túnez. Aspidonotus spinosus BruUé. Esta especie sólo es conocida hasta ahora por individuos in- completamente desarrollados, que han sido tomados por adul- tos, como puede verse en Brullé y Serville, y sólo Brunner ad- mite la sospecha de que pudieran ser jóvenes (an larva?). Serville supone que los élitros y alas podrían estar ocultos de - bajo del protórax. «La^-rande aíRnité de ce g-enre avec le sui- vant (Hyinromala), me fait supposer qu'il doit avoir comme lui, des élytres et des ailes, cachees sous son enorme protho- rax; mais je n'ai pas pu vérifier ce fait.» Brunner afirma ro- tundamente que el insecto carece de élitros y de alas «Elytra et alse nuUse» y, sin embarg-o, se trata de un insecto perfecta- mente alado, mejor diría provisto de unas g-randes alas que contribuyen á darle mayor parecido si cabe con el género ya citado que el que tiene la larva á pesar de ser éste muy gran- de y que no puede explicarse por mimetismo, entre ambas especies beneficioso para alg-una de ellas, puesto que ambos géneros habitan en regiones totalmente distintas, como son Nueva Guinea y Madag-ascar. El Aspidonotus spüiosus Brullé, es un hermoso insecto de gran tamaño, de color verde lustroso como el de las hojas del naranjo, sobre cuya planta podría pasar enteramente inadver- tido como ocurrirá con la que le sirva de alimento. El protórax, si se le considera por encima, tiene la forma de una hoja de rosal, con sus bordes menudamente aserrado-den- tados, formando curva regular que sólo se altera en los ángu- los humerales ligeramente acusados y terminados por una es- pina algo mayor y anteriormente presenta á cada lado seis grandes espinas deprimidas, y que por encima son de color negro: los lados ó porciones verticales (lóbulos laterales) del prenoto ocupan una posición vertical y su borde inferior está DE HISTORIA NATURAL. 387 lig-eramente escotado formando el seno humeral apenas per- ceptible en los jóvenes, por lo que ha podido Brunner, refirién- dose á este borde, decir «marg'ine inferiore subrecto». Los élitros son g-randes, amplios y anchamente redondeados en el extremo; lejos de quedar ocultos bajo el pronoto le supe- ran considerablemente por ser mucho más g-randes que éste. Su consistencia es coriácea por lo que casi son opacos ó sólo traslucientes, y todos sus, bordes son enteros. Sólo están reco- rridos por una fuerte vena long-itudinal que corresponde al tronco radial formado por dos venas, de las cuales la anterior, separada en la base de la principal, se aproxima á ella gra- dualmente y se pierde antes del medio. Todo el campo marg-i- nal está ocupado por venas oblicuas dispuestas paralelamente,. aunque con poca reg-ularidad, alg-unas de las cuales se bifur- can antes de su terminación y están irreg"ularmente reunidas unas con otras por venillas transversales que determinan es- pacios rectang-ulares muy desig'uales. La vena radial emite tres ramos oblicuos y paralelos que van á terminar en el bor- de posterior, y de los cuales el primero arranca del medio de la referida vena; están unidos entre sí dichos ramos por venas transversas que forman rectáng-ulos más grandes y reg"ulare& que los del campo marg-inal. Hay, además, una vena ulnaria anterior, aunque poco saliente, que corre al principio paralela- mente á la radial y que antes del medio se encorva y se bifur- ca, apartándose de aquélla ambas ramas para ir á terminar en el borde posterior del élitro; antes de la bifurcación da dicha vena ulnaria otros ramos que terminan también en el borde posterior, estando todos ellos unidos entre sí por venillas trans- versas. Las alas son verdosas y lleg-an al borde posterior de los élitros. Los ejemplares de mi colección, y que adquirí por compra de la casa Donckier, de París, son hembras (adulto y larva), lo que constituye otra particularidad interesante, puesto que hasta ahora sólo el macho era conocido. El oviscapto es g-ran- de, fuerte, lig-eramente encorvado en toda su long'itud y un poco más corto que los órg-anos del vuel ^ aunque este carác- ter es relativo, pues depende del estado de retracción del ab- domen. La placa infraanal es escotada, con sus puntas alg-o ag'udas pero no prolong-adas. He de rectificar también la frase de Brunner «femora omnia 388 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mutica», que si es aplicable al joven no lo es al adulto, en el cual los fémures anteriores tienen un diente ó corta espina en el borde anterior cerca del ápice; los intermedios tienen dos en el anterior y uno en el posterior^ y por fin los fémures me- tatorácicos llevan varios dientes análog-os sobre ambas quillas inferiores. Las dimensiones del adulto, en milímetros, son las si- guientes : Long*. corp 40 — pronoti 51 — elytrorum 56 Lat. media elytr 28 Long-. alarum 50 — fem . ant 19 — — intermed 18 — — posticorum 35 — oviposit 32 Mis ejemplares proceden de Dieg"0 Suárez. Rhacocleis Maura Bon. El año anterior, en nuestro Boletín, traté de esta especie con motivo de un lig-ero estudio comparativo «Sobre alg*unos decticínos africanos» (pág-. 343), recordando dos especies des- critas por el Dr. Bonnet y que fueron olvidadas por Mr. Finot en sus publicaciones sobre los ortópteros de estas regiones: nada nuevo tengo que añadir al referido trabajo, pero sí co- rregir un error tipográfico, que si el lector ha podido rectificar no por eso he de dejar de hacerlo yo, ya que casualmente me he apercibido de él y que consiste en que al enumerar las es- pecies de Rhacocleis se lee Gessardi en todos los sitios en que debiera leerse Maura (véase págs. 344 y 345) por confusión con Pterolepis Gessardi Bonnet, de que se habla más adelante. De modo que las especies de decticínos á que se contrae aquel estudio son: Rliacocleis Maura Bonnet. — Túnez. — neglecta Co^^íz.— Calabria.— Argelia: Orán,Tlemcen. — maroccana 5o/.— Marruecos: Tánger. Pterolepis Gessardi Bonnet. — Túnez. DE HISTORIA NATURAL. 385) Pterolepis indig-ena Finot. — Argelia: Oran, Chevet-el-Ameur. — spoliata Ramh. — España: Málaga, Granada, Carta- gena. Var. minor ^o^.— España: Chiclana. — Cordubensis Bol. — España: Córdoba. Á ellas habría que agregar el Rhacocleis anniilata Fieber ci- tado de Túnez por Borinans y Bonnet et Finot, si es que no confundieron esta especie con el Rh. Maura Bonnet. Callicrania obvia Nav. Este hermoso insecto, que he tenido la satisfacción de reco- ger en abundancia en la Sierra de Guara, á mediados de Julio, j también en la Peña de Oroel, junto á Jaca y en el camino de Canfranc, hacia la misma época, es parecido por su aspecto á la C. Ramhuri Bol., que se encuentra en la vertiente francesa y se extiende por la cordillera cantábrica hasta San Vicente de la Barquera, desde donde comienza á presentarse la Seoanei Bol., especie común en gran parte de Galicia y en el Norte de Por- tugal, llegando también hasta Oña (Burgos) y Logroño, exis- tiendo además en Galicia la C. BoUvari Seoane. Resultan, por tanto, las especies de Callicrania distribuidas á lo largo de las cordilleras pirenaica y cantábrica; sólo una especie, la C. Miegi Bol., habita fuera de esa zona, pero también es propia de terrenos montañt)sos, encontrándosela en la Sierra Carpe- tana y en los montes de Toledo. Por la forma de los cercos, recuerda esta especie el género Platystolus, habiendo sido descrita como de este g'énero; pero el tubérculo frontal más manifiesto que en el mismo, la forma de los élitros, menos convexos, con tendencia á quedar ocultos bajo el pronoto, lo que se realiza en las hembras, y sin mar- gen areolado, y otros caracteres la llevan al género Callicra- nia. Los Platystolus, después de la separación del ustulatus y áeXpachyg áster, para constituir los géneros BíEtica y Prcee2)Í2)hí- (jera respectivamente, que propuse y dio á conocer Mr. du Buys- son en su catálogo de los Locústidos del Museo de París iBuU. du Museum, n." 5, p. 225) en 1903, quedan reducidas á las dos especies propias de la fauna central de España. El nombre de pantinyana ó ixintigana con que se conoce vul- garmente esta especie en la provincia de Huesca, parece apli- two boletín de la real sociedad española carse á todos los insectos análog"os; así el P. Navas ha visto de- signar con él á la especie á que lia dado dicho nombre y el conocido arabista Sr. Codera observó le aplicaban á la Eph. Pe- rezi Bol., seg-ún hice constar en mi Sinopsis, p. 201. Pycnogaster cucullatus Charp. La circunstancia de haber podido examinar los tipos de esta «specie que se conservan en el Museo de Berlín, me permite rectificar su posición relativamente á las restantes del g'éne- ro, bien distinta de la que se suponía. Es una especie de pequeño tamaño, análoga al P. Graellsi, y coloreada de un modo semejante; esto es, con líneas long-i- tudinales amarillentas. El pronoto es estrechado por delante y su escotadura posterior bastante profunda; visto de lado pre- senta una sinuosidad hacia el centro del borde inferior, el cual se encorva posteriormente de un modo semejante á como se ve €n la especie citada. Las tibias posteriores llevan siete espinas en el borde interno superior y cuatro en el externo. Los cercos del cT son cónicos, ag-udos y notablemente más cortos que la placa supraanal; ésta es oblonga, estrechada hacia atrás y trun- cada en el ápice. El oviscapto de la 9 está roto. La carencia de pliegues longitudinales y de bandas subme- tálicas transversales sobre los anillos del abdomen, separan esta especie de las restantes, hecha excepción del P. Graellsi, en cuya proximidad debe colocarse. RECTIFICACIUN DE ALGUNOS NOMBRES GENÉRICOS Habiendo encontrado al estudiar diferentes grupos de ortóp- teros nombres que han sido empleados ya anteriormente y cuya sustitución se hace necesaria, así como otros que requieren ser rectificados, doy á continuación la lista de los principales con el objeto de evitar confusiones para lo sucesivo. Allodapa Brunner (1878). — Nombre usado ya en los gusanos por Diesing en 1860, y que puede sustituirse por el de — Pe- leriniis. Amaura Brunner (1878).— De igual modo lo ha sido este nom- DE HISTORIA NATURAL. 391 bre en los moluscos en 1842 y 1865, por lo que puede reem- plazarse por otro que le recuerde — Amaiíreia. Amycus Stál (1855). — Nombre ya empleado para los arácni- dos por Koch en 1847, por lo que debe prevalecer el nombre de Walker — Parga Walker. Anataelia Bolívar. — Este nombre, que propuse en honor del naturalista canario D. Anatael Cabrera, debe escribirse de la manera indicada y no Anaímlia, como se ve en «A synonymic Catalogue of Orthoptera» de W. J. Kirby que publica el British Maseum. Anepsia Brunner (1878). — En vez de este nombre usado ya con anterioridad por Koch en los arácnidos en 1871, podrá usarse el empleado por Saussure en 1861 para alg'unas de las especies, y que después de todo tiene prioridad sobre el de Brunner y es el de — Oroj^hiis Sauss. Aniara Brunner (1878). — Nombre usado repetidamente en los coleópteros por Hope y Dejean, y para cuya sustitución propon g-o el de — AniareUa. ■ Biithria Brunner (1888). — Usado por Kirby en los lepidópte- ros; puede sustituirse para conservar la dedicación que se pro- puso el Sr. Brunner por — BuilerieUa. Calamiis Sauss (1886). — Empleado ya para los peces con an- telación por Swains en 1839; puede sustituirse por otro de igual sig-nificación — CanmiJa. Chtkonius Bolívar (1887j. — Le propuse para un Tettigidse, pero estaba empleado por Koch para las arañas; puede susti- tuirse "^ov—Tef rinda. Cora Brunner (1878).— Lo usó Sélys de Longchamps para los odonatos en 1853, y propongo se sustituya por — Piierula. Cratip2ms Stál (1875). — Empleado por Bate para los crustá- ceos en 1862; le cambio por — Craiilopus. Cratyhis Stál (1874). — Lo había usado Meyer en los crustá- ceos en 1866; propong-o cambiarlo ^ov—Cratioma. Demonax Stál (1878). — Nombre empleado hasta dos veces en los gusanos y en los coleópteros con anterioridad, y que puede sustituirse por — Demochares ■ Exoce2)JiaIa Serv. (1831). — Debe ser cambiado por haber sido usado por Latreille para los moluscos en 1825; resultando vá- lido el nombre propuesto para una especie por Walker — Mon- checa Walker. 392 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Exora Brunner (1878). — Empleado en los coleópteros por Che- vrolat en 1839; puede emplearse su sig-nificado latino — De/iorita. Gonyacaniha Stál (1873). — Usado en los coleópteros por Thomson en 1857; propong-o sustituirle ipor —Acantkoxia. Hysia St?il (1876), — Usado ya con anterioridad en los coleóp- teros por Mulsant; hay que sustituirle por — HysieUa. Jimenezia Bolívar. — Debe escribirse así y no Jimenizia^ como se ve en Brunner: «Monographie der Psendophylliden», pág-i- nas 20, 218 y 219. Mesops Serville (1839).— Empleado por Billberg- en los co- leópteros en 1820; puede ser sustituido por e\—Mesopsis. Mitraria Bolívar (1887). — Empleado por Rafinesque en los moluscos en 1815; puede ser sustituido por — Miriatra. Nephele Bolívar (1887).— -Empleado por mí, como el anterior, para un g-énero de Tettig'ida?, pero lo había sido ya por Hüb- ner en 1816 para los lepidópteros, por lo que propong'o cam- biarle por su anagrama — Phelene. Niiceria Stal (1878). — Empleado en 1856 en los dípteros por Walker; puede cambiarse por — Nuciera. Orchesticiis Saussure (1859).— Usado ya en las aves en 1851 por Cabanis; puede sustituirse ^ov—OrcJiamus. Oxyprora Brunner (1878). — Había sido empleado por Stal en 1873 en el mismo orden de los ortópteros; puede sustituirse por — Oxypita. Psendopyrrhizia Brunner. — Debería escribirse Pseiulopyrrhi- cia, puesto que se ha querido indicar en él la semejanza con Pyrrhida. Pyrrhicia Stfil.— Este nombre debe escribirse así y no Pyr- rhizia, como se hace por error tipográfico en Brunner en xAdd. zur Monog-raphie der Phaneropt.», págs. 55 y 110. Pary satis Stal (1874).— Empleado para un Pseudophyllidae; lo había sido ya para un Cerambicidse. por Thomson en 1868; le cambió en — Parysatia. Phemonoe Stal (1878). — Empleado en las aves en 1849; pro- pong-o para sustituirlo el de — Phalaca. Polysarcus Saussure (1859). — Este nombre ha sido empleado dos veces en los ortópteros; la primera por Fieber en 1853 para la Orphania denticatida Charp., g-rupo que no ha prevalecido pero que no por eso deja de inutilizar este nombre, por lo que propongo para sustituirle el (\.Q—Pycnosarcus. DE HISTORIA NATURAL. 393 Pomiñohjx Stál (1873). — Usado repetidas veces desde el año 1851 hasta en los insectos; es necesario cambiarlo, propo- niendo para ello el (\.Q—Prosta1ia. Praxilla Stál (1878). — Fué usado ya varias veces con ante- rioridad en las aves y g-usanos, por lo que propong-o cambiar el nombre de la poetisa de Siciún por el del mag-istrado de .\í^n2^'&—PraxiJmhis. Proío/etiix Bolívar (1887).— Denominación dada ya por Gie- bel para otro ortóptero en 1856 y que yo di á un Tettig-ida?, por lo que este último hay que cambiarlo por — Lioietlix. Ramhuria Bolívar (1897).— Nombre dado á una desmembra- ción del g-énero Steiho2)hyma que comprende la especie espa- ñola R. hispánica Rambur, pero que había sido empleado por Robineau-Desvoidy para los dípteros en 1851. por lo que, para conservar el recuerdo del naturalista francés, que tanto contri- buyó al conocimiento de la fauna de Andalucía, propongo cambiarle por — Ramhnridhi. Scojias Gi^Mo-To?^ (1894i. — Empleado por Bonaparte en 1831 para un g"énero de peces; puede cambiarse, en honor de su autor, "^ov — Gigliotosia. Stihara Brunner (1878).— Usado en 1841 por Hope para un cerambícido; propongo cambiarle por otro que conserva la in- dicación de un carácter del género— Slibaropiera. Taniosoma Bolívar (1897).— Empleado para un g-énero de fá.s- mido de Filipinas, y lo había sido por Stimpson para otro de g'usanos en 1857; propong-o sustituirle por — Tanionema. Tritropis Brunner (1893). — Usado repetidas veces en los rep- tiles y crustáceos; puede cambiarse ^^or—Ajiotropis. TropidonGtiis Serville (1831). — Tropinotus, correg-ido por Stal en Trojñdonotus, había sido empleado con anterioridad en los ofidios por Kulil, puede emplearse en su lug-ar — Diedronotus. t. VI.— Julio. lOíiiJ. 394 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Boletín bibliográfico. Junio. (ContÍ7i nación.) Annotationes zoologicae japonenses. Tokyo. Vol. v, part v, 1906. — Oka: Aphanibranchion, eine neue Synascidiengattung aus Japón, — Goto: A Few Cases of Meristic Variat. in the Common Toad and an Isopod. 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Caballero (D. E.) — El Microscopio. Barcelona. Díaz (D. F.)— Nota bibliográfica acerca de la industria aurífera en la actua- lidad. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Mayo 1906.) Martínez de la Escalera (D. M.) — Una nueva «A]phasida> de Motril. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Mayo 1906.) Muñoz del Castillo (D. J.) — Sobre la radioactividad de los manantiales hidromedicinales nitrogenados. Madrid, 1906. RivAS Mateos (D. M.)— Excursión á Motril (Granada). (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat., Mayo 1906.) Romeo Rodrigo (D. 0.)-Eclip8e de Sol de 30 de Agosto de 1905. Bur- gos, 1906. Sesión del 3 de Octubre de 1906. PRESIDENCIA DE DON JOSÉ CASARES GIL El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué apro- bada. Presentaciones. — Se hicieron tres propuestas de socios nume- rarios. Correspondencia. — El Secretario leyó la sig-uiente Real orden dirig-ida á la Sociedad por el Excmo. Sr. Ministro de Fomento: «Creada por Real decreto de 3 de Febrero del corriente año, una Comisión encarg-ada de estudiar y determinar las Comu- nicaciones Marítimas Reg-ulares que convenga al Estado fo- mentar especialmente, determinando los servicios postales, los tráficos directos de mercancías nacionales, en buques también nacionales, y cuantos servicios mercantiles de naveg-ación y pesquerías hayan de ser proteg-idos directamente con subven- ción del Estado, formulando al efecto el necesario proyecto de ley; constituida dicha Comisión en 26 de Abril y aprobado antes de 1.° de Mayo en Consejo de Ministros el Cuestionario que debía reg-ular los trabajos de la Comisión, ésta, después de las deliberaciones y estudios necesarios, ha acordado for- mular á su vez Cuestionarios parciales que, dirig-idos, tanto á los Centros oficiales, como á aquellas colectividades oficiales y particulares competentes, le faciliten los autorizados elemen- tos de juicio que estima inexcusables para la emisión de su dictamen. Aprobados dichos Cuestionarios reg-lamentariamen- te, y fijada á la remisión de las contestaciones que procedan de Europa é islas adyacentes un plazo límite de dos meses, y de cuatro á las que procedan de Ultramar, á contar desde la fecha de esta Real orden, S. M. el Rey (q. D. g-.) se ha servido disponer se invite á esa entidad para que remita á este Minis- terio de Fomento, dentro de los plazos marcados, los datos que se solicitan en los Cuestionarios que se acompañan. De Real orden lo dig-o á V. S. para su conocimiento y demás efectos. Dios g-uarde á V. S. muchos años. Madrid, 30 de Ag"Osto de 1906.— M. García Prieto.» T. VI.— Octubre, 1906 28 402 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El Cuestionario á que se refiere la Real orden transcripta^ comprende las dos preg-untas sig-uientes: 1/ ¿Qué condiciones cree que reúnen las pesquerías cana- rio-africanas para la pesca de un producto análog-o ó similar al bacalao, y en qué forma cree que deben org-anizarse esas pesquerías y la preparación, importación y venta en España de sus productos? 2/ ¿En qué lug-ares, con qué clase de buques y tripulaciones, en qué forma y con qué auxilio del Estado cree más beneficio- so organizar la pesca del bacalao por españoles para sustituir paulatinamente con su importación la del bacalao extranjero? Enterada la Sociedad de la consulta que le dirig-e el Sr. Mi- nistro de Fomento, el Presidente manifestó que procedía el nombramiento de una ponencia ó Comisión, compuesta de personas competentes, encargada de estudiar el Cuestionario propuesto y emitir el informe correspondiente. Dijo que podían componer esta Comisión el Sr. D. Anatael Cabrera, que ha he- cho estudios sobre la fauna marina de las islas Canarias; don Emilio Ribera, encargado á la sazón de la Cátedra de Zoog-ra- fía de Vertebrados en la Facultad de Ciencias; D. José Gogor- za y González, Catedrático de Fisiología animal, y Vocal natu- ralista del Centro consultivo de la Armada, afecto al Ministe- rio de Marina, y D. Manuel M. de la Escalera, como individuo de la Comisión del Noroeste de África. La Sociedad aprobó la designación de estos señores, quedan- do, desde luego, encargados de emitir el informe que ha de elevarse al Ministerio de Fomento en el plazo marcado. —Se dio cuenta de haberse recibido el programa dei primer Congreso internacional de Higiene alimenticia y dé la alimen- tación racional del hombre, que se reunirá en París del 22 al 27 del corriente mes de Octubre. Al programa del Congreso le acompaña un boletín de adhesión al mismo. Se participó también á la Sociedad haberse recibido el Re- glamento de la Exposición Marítima Internacional, que se ce- lebrará en Burdeos durante los meses de Mayo á Noviembre de 1907, y una comunicación del Comité organizador del Cer- tamen invitando á la concurrencia. Se dio igualmente cuenta de haberse recibido un B. L. M. del Sr. Bibliotecario de la Real Academia de Ciencias, D. José R. Carracido, remitiendo ejemplares de las instruccio-^ •" ' ( DE HISTORIA NATURAL. 403 nes para el Catálog"o internacional de Literatura científica, los cuales fueron distribuidos entre los socios presentes. Notas y comunicaciones.— El Secretario presentó una noticia del Sr. Lozano dando cuenta de la convención establecida en París para proteg-er á las aves útiles á la ag^ricultura, acordán- dose pasara á la Comisión de publicación. —El Sr. Lázaro é Ibiza leyó la sig"uiente nota, que bajo el título de Datos imra la flora de la ¡provincia de Granada remite nuestro consocio D. Juan Luis Diez Tortosa: Variadísima es la flora de esta provincia, sin duda la más numerosa en especies en la Península Ibérica, pues todas las circunstancias que contribuyen á la riqueza botánica de la Pe- nínsula se encuentran reunidas en Granada. Con efecto, tiene zona litoral en la que se hallan plantas marítimas y propias de esta reg-ión, zona esteparia con su fa- cies especial, vecindad con el Norte de África que motiva que en ella crezcan plantas africanas, y muy especialmente contri- buye á lo indicado la Sierra Nevada, que por su g-ran altura le proporciona zona verdaderamente alpina. Además, por su variado relieve orog-ráfico, posee climas muy diferentes, según las alturas y las orientaciones. Por ser tan rica su flora ha conseg-uido siempre ser muy frecuentada por los botánicos, y ha sido causa de que se haya hecho un detenido estudio de la misma por los que han visita- do este hermoso rincón de Andalucía. Prueba de ello es el gran número de especies botánicas descubiertas y que han re- cibido los nombres específicos de Nevadensis unas y Gfranaten- sis otras. Por lo tanto, parecía naturat que nada nuevo podría añadirse á lo escrito sobre esta flora; sin embarg'o, como quie- ra que los viajes á esta reg'ión por sus ilustres visitantes sólo han podido hacerse en determinadas épocas del año, claro está que habrán pasado inadvertidos ciertos datos que, por la circunstancia de residir yo en esta provincia, me han sido asequibles en mis excursiones en distintas épocas y á los dife- rentes parajes de la misma. De aquí que haya encontrado alg-unas especies nuevas para esta flora. Alg-unos de los datos recog-idos son el objeto de la presente nota, y los restantes motivarán sucesivas comunicaciones. 404 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Narcissus Clusii Dun. — En una de las excursiones que he efectuado en el presente curso he recogido una especie del género Narcissus de bastante interés, la que estudiada vi que parecía corresponder al Narcissus Chisii Dun.; pero el mencio- nar gran número de obras, entre otros caracteres, que esta es- pecie presenta el estilo no saliente y tenerlo más largo que el perigonio las flores que había yo recogido, unido á que se le asignaba (1) las provincias Vascas y los" Pirineos como única área en España, fueron causa que me asaltasen dudas acerca de la especie á que había de referirse, tanto más, cuanto que dudaba poder encontrar una especie nueva, por lo bien estu- diada que está la ñora fanerog'ámica en esta región. Expuse estas dudas al botánico Dr. Lázaro, remitiéndole ejemplares, y dicho señor opinó que la planta recogida era la es])ecie Narcissus Clusii l)un., y que Clusio, que había sido quien la había descrito por primera vez, no le asignó el carác- ter de estilo no saliente, y si se le aplicaba en las descripcio- nes era por no presentarlo saliente la figura que aparece en la obra de Clusio. Esta nueva especie para la flora de Granada se encuentra abundante en los cerros próximos á la Fuente de la Culebra, á dos kilómetros escasos de la capital. Es notable este hallazgo y confirma lo dicho en el comienzo de la presente nota, dado que esta planta, además de encon- trarse en los Pirineos, se halla en África. Crozophora verhascifolia k(}iV. Juss. — De esta euforbiácea he encontrado algunos ejemplares en el Barranco de la Zorra, en las inmediaciones de Granada. Planta muy rara en España, pues sólo se le asigna como localidad, según las obras que he consultado, la Mancha y Murcia, no estando citada como pro- pia de Granada; de aquí que sea una nueva especie que aña- dir á su flora. Vi7ica major L,— En el bosque de la Alhambra, en los alrede- dores del Fargue y en el camino de Cenes á la capital, he ha- llado muy abundante la especie Vinca major L., no encontra- (1) Aun siendo numerosas las obras que manejo, no representan más que una par- te de la literatura botánica, y por ello he de manifestar que las afirmaciones que hago en el presente trabajo se refieren solamente á los libros y publicaciones que he podido consultar. DE HISTORIA NATURAL. 405 da anteriormente ni citada de Granada. De la reg-ión meridio- nal de la Península sólo se le indica como localidad Sevilla por Boutelou (Wk. et Lang-e: Proel. Florae Hisp., t, ii, pág-. 660) V el Puerto de Santa María. Linaria Elatine Desf. — Entre los sembrados de las cercanías he encontrado esta planta nueva para Granada. Esta especie es propia de Galicia, Cataluña, Castillas, Arag-ón, Navarra y Valencia. En Andalucía se ha indicado en Jerez y otros paí- ses (Clem.), pero no en Granada. Linaria Cymlalaria Mili.— Sin duda por arrastre de semillas desde otras localidades se ha hecho espontánea en el interior de la población, siendo muy abundante en los muros y tapias de huertos y jardines, recibiendo el nombre vulg-ar de Ruinas. El Sr. Lázaro, refiriéndose á este trabajo, ag-reg-ó que res- pecto del Narcissiis Clusii Dun., aún había algo más que lo manifestado por el Sr. Diez Tortosa, y que él tenía una opinión más radical respecto del área, fundándose en que dicha planta no había sido jamás vista en las Vascong-adas, ni en el Pirineo francés ni español por los botánicos modernos, después de Clusio, en que tampoco había sido hallada en Asturias, ni por él, ni por ning-únotro botánico, á pesar del nombre de Narciso de Asturias que con harta lig-ereza asig-nó Fernández Navarre- te á una planta que nadie ha creído encontrar en dicha comarca y de que donde sí ha sido hallada de un modo positivo é in- contestable, desde hace muchos años, es en la Arg-elia; había lleg-ado á suponer que el Narcissus Clusii era una especie me- ridional, más probable en el Mediodía que en el Norte de Es- paña. El hallazgo del Sr. Diez Tortosa tiene por esto mayor interés, pues permite rectificar lo que probablemente no es otra cosa que una equivocación de Clusio, á quien pudo ocu- rrir muy fácilmente un cambio ó pérdida de etiqueta, por el que atribuyese á Vizcaya y los Pirineos una planta de nuestras provincias meridionales, cosa muy posible en los azares de los viajes de aquella época y con un itinerario tan complicado como el de las correrías por España del ilustre botánico francés. Esta indicación, errónea sin duda, fué trascrita por Kunth y consignada por los posteriores sin ning-una comprobación ul- terior. 106 boletín de la. real sociedad española El mismo Sr. Lázaro presentó un trabajo ütulñáo Noía sobre algmias plantas de Motril, que pasó á la Comisión de publi- cación. — El Sr. Calderón manifestó que el Sr. Rioja lia remitido, para el Museo de Ciencias naturales, muestras de cenizas pro- cedentes de la última erupción del Vesubio, que le fueron en- viadas desde Italia por el Conservador de la Estación Zoo- lógica de Ñapóles, Sr. Lo Blanco. Estas cenizas han sido re- cogidas en las mejores condiciones de pureza, y fijando los días en que fueron arrojadas por el volcán. Pertenecen á dos tipos: uno, A, de color claro, correspondiente al día 10 Abril, y otro, B, de color obscuro, del 8 del mismo mes. Analizadas por el Sr. L. Jag-on en el Laboratorio químico de la Fábrica de Nueva Montaña, en Santander, han dado la si- guiente composición: A B 8,45 12,49 9,00 8,10 3,24 2,44 » 0,77 0,61 0,60 14,08 9,14 100,00 100,00 Sílice 49,50 48,15 Alúmina 17,05 18,31 Peróxido de hierro • Oxido rojo de manganeso \ Protóxido de hierro i Protósido de manganeso Cal Magnesia Acido sulfúrico Acido fosfórico Álcalis y elementos sin ensayar Total — El Sr. Calafat dio cuenta de haber efectuado durante el verano último una excursión por Santander y las Provincias Vascong-adas, durante la cual ha podido recog-er para el Mu- seo de Ciencias naturales alg-unos minerales muy interesan- tes. Ofreció remitir una nota sobre este asunto. — El mismo señor manifestó que el 23 de Diciembre de 1905 fué extraído por la drag-a en la bahía de Santander un g-ran trozo, al parecer de defensa de Mammut en buen estado de conservación, y cuyo ejemplar ha sido donado al Museo de Ciencias naturales de Madrid, por el activo Director de la Es- DE HISTORIA NATURAL. 407 íación de Biología Marina de Santander, D. José Rioja, y que «1 examen de la sección transversal de este enorme incisivo, permite observar dos zonas perfectamente diferenciadas en su composición y aspecto. Analizadas separadamente en el Labo- ratorio de Mineralogía del Museo de Ciencias naturales, han dado los siguientes resultados: Zona cortical. Materia orgánica 36,54 Residuo mineral 63,46 100,00 Zona medular. Materia orgánica 46,73 Residuo mineral 54,27 100,00 Notas bibliográficas. — El Sr. Fernández Navarro leyó las si- guientes: I. R. Breñosa: «La polarización rotatoria de la luz». (Memo- rias de la R. Acad. de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Tomo XXIV. Madrid, 1906.) Nuestro distinguido consocio, el sabio ingeniero de Montes, D. Rafael Breñosa, ha enriquecido la literatura científica es- pañola con un trabajo que une á su mérito extraordinario una oportunidad indiscutible. En efecto, los fenómenos de la pola- rización rotatoria de la luz, tan útiles á químicos, mineralo- gistas, y sobre todo á los cristalógrafos, han sido objeto de muy pocos estudios de conjunto, en que se ordenen sistemática- mente los numerosos datos que hoy se poseen acerca de tema tan interesante. Por de contado que no había obra alguna en castellano que respondiera á este objeto. La del Sr, Breñosa se distingue desde luego, como todos sus trabajos, por la claridad y el riguroso método científico. No ex- cluyen las anteriores condiciones la profundidad de la doctri- na, puesto que todas las teorías de fenómenos y aparatos están matemáticamente desarrolladas, siquiera el autor, con muy buen acuerdo, no haya echado mano para ello de las matemá- 408 boletín de LA REAL SOCÍEDAD ESPAÑOLA ticas superiores, sino en aquellos contados casos en que era imprescindible su apoyo. Consecuencia de este carácter de la obra es que reúna dos méritos que difícilmente suelen verse juntos: el valor científico, y la utilidad práctica, para aquellos que se vean oblig'ados á utilizar en sus investig-aciones los fe- nómenos de polarización rotatoria. El libro va precedido de un capítulo de óptica física muy conciso, muy claro y muy completo. Viene después el más ex- tenso, dedicado á la polarización rotatoria natural, y sig-ue á éste otro en que se ocupa de la polarización rotatoria mag-né- tica. Los tres capítulos siguientes podríamos decir que son de índole práctica, como á los otros pudiera llamárseles teóricos. En uno de ellos estudia los aparatos para determinar el án- g-ulo de rotación (polarímetros y sacarímetros y sus acceso- rios), dedica el siguiente al estudio de la dispersión rotatoria por los diferentes métodos conocidos, ocupándose en el último de las aplicaciones de los instrumentos polarimétricos, de las cuales, como es natural, merece su atención preferente la sa- carimetría El trabajo del Sr. Breñosa ha merecido ser premiado en con- curso ordinario por la Real Academia de Ciencias de Madrid, que lia sido también la que le ha publicado en un tomo en 4", de cerca de 500 páginas. Al señalar á nuestros consocios la aparición de tan impor- tante obra, felicitamos muy sinceramente al autor, así como á la sabia Corporación que la ha dispensado distinción tan me- recida. II. P. Lemoine: «Mission dans le Maroc Occidental». París, 1905 (223 pág-s. en 8.°, 63 figs., 3 francos.) El interés que Francia concede á los reconocimientos geoló- g-icos del suelo marroquí, se demuestra en el hecho de que el Comité du Maroc tenga actualmente dos g*eólog'os distinguidos, M. Paul Lemoine, preparador en la Sorbona, y M. Louis Gen- til, jefe de Conferencias del mismo Instituto, especialmente dedicados á estudiar la Geología de Marruecos. Estos dos naturalistas trabajan separados en distintas reg"io- nes, pero bajo un plan común, y se proponen hacer en breve, entre los dos, una obra de conjunto sobre la Geología del Garbh, que será la primera en este g-énero. Actualmente, han publicado ya ambos g-eólogos los trabajos preliminares de con- DE HISTORIA NATURAL. 409 junto, además de varias notas breves comunicadas á la Acade- mia de Ciencias de París. El de M. Lemoine, objeto de esta nota, se refiere al territorio sometido á la autoridad más ó menos efectiva del Sultán. Está dividido en los cuatro capítulos sig-uientes; I. Viaje. — II. No- tas sobre la población y estado del país. —III. Observaciones g-eog"ráficas. — IV. (observaciones g-eológ-icas personales. Los dos últimos, que son con mucho los más extensos, tienen gran interés y están nutridos de datos nuevos y de rectificaciones de otros equivocados de viajeros anteriores. El trabajo, en suma, es de g-ran utilidad, y está presentado con sencillez grande, lo que no le impide estudiar con bastan- te detalle la estratigrafía y la tectónica del país recorrido, ha- ciendo al final consideraciones de g-ran interés acerca de la estructura del Gran Atlas. Es, en suma, un libro que no puede dejar de estudiar todo geólogo que piense realizar observacio- nes de esta índole en el Imperio de Abdel-Azis. III. L. Gentil: «Explorations au Maroc». París, 1906 (354 pá- ginas en 4.°, 223 figuras, 14 francos.) Las exploraciones de M. Gentil se han realizado casi siem- pre en el Blada-es-siba, ó territorio independiente, siendo to- das ellas bastante penosas y alguna verdaderamente arriesg-a- da, como lo demuestra el hecho del secuestro del marqués de Segonzac en el mismo territorio, y por la misma época. Aun- que agregado á la Mission Segonzac, Gentil ha recorrido dis- tintos itinerarios, acompañado casi siempre de un par de ma- rroquíes adictos, simulando ser un moro argelino pobre. xAsí ha logrado muchas veces pasar inadvertido, aunque á costa de fatigas y privaciones sin cuento. Las excursiones realizadas están comprendidas en los cinco viajes siguientes: 1.° Viaje por el Norte de Marruecos, que comprende uno desde Tánger á Tetuán por Andjera y el Haour, varias excursiones cortas desde Tetuán, y la vuelta á Tán- ger. 2° Viaje por el Sur marroquí; el centro de operaciones es Mogador, desde donde ha realizado diversas excursiones cor- tas, una mayor al valle del río Tidsi, y otra á la región de los Knafa. 3° Viaje al Sus, partiendo de Mogador, pasando por las inmediaciones de Tarudant, de aquí á Marruecos por Dje- bel Tesa, y vuelta á Mogador. 4.° Viaje á los Ida ó Tañan, al Sur del Cabo Guir. 5." El viaje al Sirna, el más difícil é intere- 41Q boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA sante de todos, que le ha permitido adquirir una idea sobre la desconocida estructura del Alto Atlas oriental; basta conocer el itinerario de esta última excursión: Marraqués, Demnata, Tikirt, Djebel Sirna, Marraqués, para comprender su dificultad é importancia. M. Gentil va esmaltando su relato de viaje con observacio- nes de todas clases, aunque de preferencia relativas á Geolo- g"ía. Esto tiene la ventaja de hacer su lectura más amena para la g-eneralidad, á cambio del inconveniente de que la parte geológ-ica queda más diluida que en el libro de M. Lemoine. Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el día 6 de Julio úl- timo, bajo la presidencia de D. Antonio Seras, y en ella el se- ñor Chaves se ocupó de fenómenos g-laciares en Portug"al, con referencia á una reciente nota de Edward Hull, intitulada: «The physical History of the g-reat Pleistocene Lake of Portu- gal». El autor admite dos períodos glaciares en el macizo de la Sierra de Estrella, de un modo correlativo á lo sucedido en las Islas Británicas, Corresponde dicho fenómeno glaciar á la emergencia del país y á la erosión de la parte del valle del Tajo, que yace actualmente bajo el Océano. Esta erosión se hace sentir á 55 millas de la playa actual y á una profundidad de 72.000 pies bajo el Océano. Sumada esta cifra con la de la altitud de la Sierra de Estrella, da una elevación suficiente para admitir la pasada existencia en ella de condiciones gla- ciares análogas á las de los Alpes actuales. — El Sr. Barras envió la siguiente nota acerca de un temblor de tierra observado en Huelva: «El día 9 de Julio del corriente año, á las cuatro y diez minu- tos de la mañana, me despertó súbitamente una conmoción, de cuya causa dudé al pronto; pero no tardé en calcular que procedía de un temblor de tierra. La oscilación fué una sola, pero lo suficientemente fuerte para parar, en la hora citada, el despertador que tenía sobre la mesa de noche y mi reloj de bolsillo. Como aún tenía alguna duda acerca de su causa, pregunté á una porción de personas, muchas de las cuales lo habían sentido, pudiendo citar, entre ellas, al gobernador de la pro- vincia, Sr. Polo de Lara, y al secretario del Gobierno, Sr. Ra- mírez de Arellano. DE HISTORIA NATURAL. 411 'La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 26, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. — El Sr. Moyano manifestó que, teniendo que ausentarse de Zaragoza para ir á hacer estudios en el extranjero, hacía dimi- sión de su carg'o de secretario al despedirse de sus consocios, los cuales lamentaron la marcha del Sr. Moyano, cuya g-estión tan provechosa era para la Sección, y propusieron á D. Celso A-i'évalo para que interinamente desempeñara dicho carg-o. — El Sr. Gómez da g-racias por su admisión como socio nu- merario. — El Sr. Arévalo presenta una nota sobre «Anomalías foliares y florales en elJasmínum officinale L.», á la que acompañan unas fotografías ilustrativas del trabajo, haciendo alg"unas consideraciones sobre dichas anomalías, que los señores socios pudieron confirmar en ejemplares del Jardín Botánico. Con este motivo el señor Presidente citó el caso de la Broiis- sonelia iKipyrifera Vent., en que son muy frecuentes dichas anomalías. Notas y comunicaciones. Nota sobre algunas plantas de Motril POR BLAS LÁZARO É IBIZA Aunque el resultado más interesante de la excursión que realicé en Abril último en unión de los Sres. Casares, Rivas Mateos y Diez Tortosa, fué el de comprobar la existencia en el litoral de Motril de varias de las especies veg-etalesque carac- terizan la veg-etación sudoriental de España, resultado que ya expuse oportunamente á la Sociedad á nuestro reg-reso, recog-i- mos en dicha excursión alg"unas especies interesantes. Entre ellas podemos citar la Lapiedra Martinezü Lag-., el Osyris lan- ceolata Hachst., la Calhci eiiropcea Webb., \^ Reseda lanceolata Lag., leiCarric Alera Vellos DC, la Franqicenia corymdosa Desf., especie que en la Península únicamente ha sido citada en esta localidad, por el Sr. Amo y Mora, el Loius areuarius Bvot., el Lyciiim intrincatum Boiss, la Vinca major L., citada en po- 412 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA cas localidades andaluzas, la Withmiia fnitescens Pauq., el Teucrium JIíBJiseleri Boiss. , el Síaiice T/ioiiiniYiv., la Centaurea so?ickí folia Lng., y la Centaurea heterophylla W.; por no alai-g-ar demasiado esta enumeración no mencionaremos otras especies El Lycium intrincatum Boiss., recog-ido en esta excursión, es interesante, porque nos permitirá completar con alg'unas obser- vaciones la característica de esta especie, que aparece incom- pleta en las obras descriptivas más importantes de nuestra flora. El gran Boissier, el autor de la especie, dice de sus flores «cáliz carnoso; corola cdr7iea pálida, de 7-8 líneas», y en cuan- to al fruto, confiesa que le desconoce. Willkomm, también de- ficiente en la descripción de esta especie, dice que la corola es hlanquecina, y que desconoce los frutos maduros. Ambos auto- res mencionan que las hojas son pequeñas y alg-o carnosas, y lo mismo se lee en la Flore de l'Álgerie, de Battandier et Tra- but, si bien estos autores mencionan que la corola es azulada y las bayas pequeñas y rojizas. Amo y Mora se limita á trans- cribir las indicaciones de Boissier y Willkomm, y nada dice que hag"a sospechar que lleg-ase á ver esta especie. Los ejemplares que recog-imos en Motril, perfectamente ca- racterizados y completos, nos permiten esclarecer estas discor- dancias y completar la descripción de tan interesante especie. Las hojas, carnosas siempre, son, en efecto, pequeñas en las ramas floríferas; mas no así en las ramas estériles que las ma- tas presentan al efectuar su desarrollo, en las cuales el prome- dio lleg-a á tener 3 cm. de long-itud y se aproxima, por tan- to, al de las otras especies del g-énero Lycium que existen en nuestra flora. Las de las ramas floríferas no suelen exceder de 15 mra., y aun su promedio es alg'o menor. Las flores, cuya long-itud total es de 20 á 25 mm., presentan una corola bastante embudada, cuya parte superior, limbo y g-arg-anta, es de un color morado intenso, matiz que se va desvaneciendo á medida que se desciende por el tubo, que en su última porción es más ó menos verdoso. Sin duda los colores que Boissier y Willkomm atribuyeron á la corola, no fueron los que pueden apreciarse en la planta viva, sino los que se observan en los ejemplares ya secos, en los que muy fácilmente la coloración ha podido lleg-ar á ser laque dichos autores mencionan. En cuanto á los frutos, efectivamente, son bayas pequeñas, de 6 á 8 mm. de long'itud •por 4 ó 5 de diámetro, rojas, y cubiertas por el cáliz casi has- DE HISTORIA NATURAL. 413 ta SU mitad. Podría suponerse que los dos g-randes botánicos citados hubiesen recogido ejemplares cuyas flores tuviesen otra coloración, cosa no imposible, pero poco verisímil, especial- mente tratándose de Willkomm, que recog"ió ejemplares en la misma localidad de Motril. Más probable parece que, no ha- biendo tenido lugar de ultimar el estudio de los ejemplares en fresco, se efectuase sobre los ejemplares ya secos y preparados, cosa á que tan frecuentemente se ven obligados los botánicos y que, para entonces, los matices azules, que tan delicados son para la desecación, se hubiesen modificado hasta ser los que mencionan los dos autores citados, que tampoco concuerdan en este punto. Interesante fué también el hallazgo de un Astragahis de la sección Trimeniaeus Bge. que recogimos en Motril, en el lugar llamado Las Zorreras, próximo á la nueva azucarera de los Se- ñores Moreu, especie que consideramos nueva, y cuya descrip- ción es la siguiente: «Astragalus pauciflorus nov. sp. — Planta anual con raíz del- gada, con las ramas tendidas, de 6 á 8 cm., vellosa en todas sus partes, con pelos sencillos insertos por su base; hojas pín- nado compuestas, con cinco á seis pares de foliólas pelosas en ambas caras, trasovadas ó acorazonadas al revés, de 4 á ()cm. de longitud; estípulas lanceoladas, agudas, pelosas, tres ó cuatro veces más cortas que el peciolo; pedúnculos axila- res mitad menores que las hojas, con una á cuatro flores azula- do-violáceas, que amarillean por desecación; legumbre pelosa, curva, casi en forma de anzuelo, colgante, con un surco lon- gitudinal y angosto, muy bien marcado.» Como esta especie presenta algunas afinidades con otras de la misma sección existentes en nuestra flora, señalaremos las diferencias que presenta con aquéllas que en algo pudieran aproximársele, á fin de evitar toda confusión. Difiere del As- tragalus sesameiis por no tener cabezuelas casi sentadas, y por tener la legumbre curva; del A . scorpioides, por no tener gene- ralmente dos flores y por tenerlas pediceladas; del A . cymhecar- pos, por tener la legumbre pelosa; del A. iStella, por su número de foliólas y de flores y por la gran curvatura de sus legumbres; del A. Pentaglottis, por no tener de 10 á 15 flores ni las le- gumbres rectas. 414 BOLETÍN DE LA EEAL SOeiEüAlO ESPAÑOLA Aunque no se trate de ning-una especie rara sino de una tan vulg-ar en las dunas marinas, mediterráneas y atlánticas, como el Pancratium maritimum ó nardo marino, teng-o alg-o que decir respecto de la existencia de esta especie en la costa de Motril, aunque no sea más que por desvanecer ideas erróneas, que allí g'ozan de cierto crédito. Nos habían indicado que en un solo punto de la costa vivían unas azucenas especiales, y que la le- yenda relacionaba su existencia con la de la aparición en el mismo lug-ar de la Virg-en patrona de la localidad, para la que alg*uien había propuesto por esto que cambiase su ad- vocación por la de la Virg-en de las Azucenas. Como era natu- ral, quisimos ver de qué se trataba, y, en efecto, en cuanto Ueg-amos al lug"ar marcado vimos que las famosas azucenas no eran otra cosa que el nardo marino tan común en los médanos, del que tantas veces he traído bulbos al Jardín Botánico, ya de Las Arenas (Vizcaj^a), ya de Fox de Douro (Portug'al), ó ya de Salinas de Aviles (Asturias) y que es una de las especies características de las dunas de todas nuestras costas. Recog"i en Motril bastantes bulbos de esta especie, que he cultivado en mi jardín y en el de la Facultad, habiendo tenido el g'usto de verlos abundantemente floridos en ambos jardines en el mes de Septiembre, y de comprobar su perfecta identidad con los que, procedentes de otras localidades y recog-idos por mí, se cultivan desde hace años en uno y otro jardín. Su localización, en un punto determinado de la costa de Mo- tril, se explica porque los cultivos de la hermosa veg*a motrile- ña ha desalojado las dunas, ocupando todo el terreno que el mar no invade en los temporales, y como los Pancratium tam- poco pueden vivir al alcance de las ag-uas marinas, consér- vanse sólo allí donde la actividad ag-rícola de los motrileños les ha dejado un pequeño médano habitable. Aunque esto des- vanezca una leyenda más ó menos artificiosamente sosteni- da, he de decir que ya hace medio sig-lo, Boissier y Willkomm, separadamente, vieron dichas plantas en Motril, y las recono- cieron como Pancratium maritimum y que esta especie es co- munísima en Almería, Cabo de Gata, Málag-a, Conil, Sanlú- car y tantas otras localidades andaluzas, como lo es en todos los arenales de las costas de la Península desde Cataluña á las provincias vascas. DE HISTORIA NATURAL. 415 Convención para la protección de las aves útiles á la Agricultura (^). Una convención establecida en París con el fin de proteg-er á las aves útiles al hombre, entre los Gobiernos de Francia, Alemania, Austria y HungTÍa, Bélg-ica, España, Grecia, Luxem- burg'o, Monaco, Portug"al, Sueciay Suiza, ha adoptado las con- clusiones sig'uientes: Artículo 1.° Las aves útiles á la Agricultura, especialmente las insectívoras, y, sobre todo, las enumeradas en la lista nú- mero 1, adjunta á la presente convención, cuya lista será sus- ceptible de adiciones por la leg-islación de cada país, g'ozarán de una protección absoluta, de manera que estará prohibido matarlas en todo tiempo, y del mismo modo destruir los nidos, los huevos y las polladas. En tanto que se lleg-a á este resultado en todos los países, las altas partes contratantes se comprometen á tomar ó á pro- poner en sus leg-islaturas respectivas, las disposiciones nece- sarias para aseg'urar el cumplimiento de las medidas compren- didas en los artículos sig-uientes: Art. 2." Estará prohibido, en todo tiempo, apoderarse de los nidos y huevos, así como capturar y destruir las polladas, por cualquier medio que pueda emplearse para ello. La importación, el tránsito, el transporte, la venta ambulan- te y en establecimiento, y la compra de estos nidos, huevos y polladas, estarán prohibidas. Esta prohibición no se extenderá á la destrucción, por el pro- pietario, usufructuario ó su mandatario, de los nidos que las aves hayan construido en las casas particulares, edificios en g-eneral y paseos públicos. Podrá ser además derog-ado, á títu- lo excepcional, en las disposiciones del presente artículo, lo que concierne á los huevos de g-aviota y avefría. Art. 3.° Se prohibirán la puesta y empleo de trampas, jau- las, redes, lazos, varetas de lig-a y otros medios cualesquiera (1) Acordada la publicación de estas bases en el Boletín de la Sociedad, la Comi- sión de publicación cumple gustosa el deber de manifestar que su traducción á nues- tro idioma y su presentación á la Sociedad, se deben á la iniciativa de nuestro con- socio D. Luis Lozano, Conservador del Museo de Ciencias naturales. 416 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que teng-an por objeto facilitar la captura ó destrucción en masa de aves. Art. 4.° En el caso en que las altas partes contratantes no se encuentren en condiciones de aplicar inmediatamente y en su integridad las disposiciones prohibitivas del artículo que precede, podrán aquéllas adoptar las atenuaciones quejuz- g-uen necesarias á dichas prohibiciones, pero comprometién- dose á evitar en lo posible el empleo de métodos, artes y pro- cedimientos de captura y de destrucción, de modo que poco á poco puedan realizarse las medidas de protección menciona- das en el art. 3." Art. 5.° Además de las prohibiciones generales formuladas en el art. 3.% no será permitido cog-er ó matar, desde 1.° de Marzo al 15 de Septiembre, las aves útiles enumeradas en la lista núm. 1, adjunta á la presente convención. La venta estará prohibida ig-ualmente en dicho período. Las altas partes contratantes se comprometen, en la medida que su legislación les permita, á prohibir la entrada y el trán- sito de dichas aves y su transporte desde el 1.° de Marzo al 15 de Septiembre. La duración de la prohibición, prevista en el presente ar- tículo, podrá ser modificada en los países septentrionales. Art. 6.° Las autoridades competentes podrán conceder ex- cepcionalmente á los propietarios ó usufructuarios de viñe- dos, huertos, jardines, viveros, campos sembrados ó con plan- tas, así como á Jos encarg-ados de su custodia, el derecho de tirar con arma de fuego sobre las aves cuya presencia sea per- judicial y cause un daño efectivo. Siempre se prohibirá poner á la venta y vender las aves muertas en estas condiciones. Art. 7.° Podrán concederse excepciones á las disposiciones de esta convención cuando así lo requiera el interés científico ó las necesidades de la repoblación. Las autoridades compe- tentes harán estas concesiones tomando todas las precauciones necesarias para evitar los abusos. Podrá aún permitirse, con las mismas condiciones de pre- caución, la captura, venta y retención de aves destinadas áser encerradas en jaulas. Los permisos los concederán las autori- dades competentes. Art. 8.° Las disposiciones de la presente convención no se- DE HISTORIA NATURAL. 417 rán aplicables á las aves de corral, ni á las de caza existentes en los cazaderos reservados y designados como tales por la le- gislación del país. En cualquiera otra parte la destrucción de las aves de caza no será autorizada más que por medio de armas de fueg-o y en las épocas determinadas por la ley. Los Estados contratantes impedirán la venta, el transporte y «1 tránsito de aves cuya caza esté prohibida en su territorio, durante el período de prohibición. Art, 9.° Cada una de las partes contratantes podrá ha- cer excepciones en las disposiciones de la presente conven ción: 1.° Para las aves que la leg-islación del país permite tirar ó matar, por ser nocivas á la caza ó á la pesca; 2." Para las aves que la leg-islación del país haya desig-na- do como nocivas á la AgTicultura local. A falta de una lista oficial redactada por los Poderes públi- cos del país, la seg'unda parte de este artículo será aplicada á las aves desig-nadas en la lista núm. 2, adjunta á la presente convención. Art. 10. Las altas partes contratantes tomarán las medidas oportunas para poner su leg-islación de acuerdo con las dispo- siciones del presente convenio, en un plazo de tres años, á partir del día de la firma del mismo. Art. 11. Las altas partes contratantes se comunicarán, por el intermedio del Gobierno francés, las leyes y las decisiones administrativas ya hechas ó que hayan de hacerse en sus Es- tados, relativas al objeto de la presente convención. Art. 12. Cuando se juzg-ue necesario, las altas partes con- tratantes se harán representar en una reunión internacional encarg-ada de examinar las cuestiones que suscite la ejecución de la convención y de proponer las modificaciones que la ex- periencia haya mostrado como de utilidad. Art. 13. Los Estados que no hayan tomado parte en la pre- sente convención, pueden adherirse á ella si lo solicitan. Esta adhesión será notificada por la vía diplomática al Gobierno de la República francesa, y por ésta á los otros Gobiernos fir- mantes. Art. 14. La presente convención será puesta en vig-or en el plazo máximo de un año, á partir del día del cambio de rati- T. VI.- Octubre, 1906. 29 4i8 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ficaciones, y quedará en vig-or indefinidamente entre todas la» potencias firmantes. En el caso de que una de ellas denunciara la convención, esta denuncia no tendría efecto más que para ella, y solamente un año después del día en que esta denuncia haya sido notificada á los otros Estados contratantes. Art. 15. La presente convención será ratificada, y las rati- ficaciones serán cambiadas en París en el menor plazo posible. Art. 16. La disposición de la seg-unda parte del art. 8.° de la presente convención podrá, por excepción, dejar de ser apli- cable en las provincias septentrionales de Suecia, en vista de las condiciones climatológ-icas especiales en que éstas se en- cuentran. Lista núm. 1. Rapacesi Noctua minor, Surnia passerina (Mochuelo). Syrnium aluco (Cáraho). Strix flammea (Lechuza). Otus bracliyotus {Autillo). Otus vulg-aris (Buho). Scops Aldrovandi (Corneja). Trepadoras. Picus major (Picapinos, Carpintero). Gecinus viridis (Pito real). Yunx torquilla (Torcecuello). Y todas las restantes zig-odáctilas. Coracias gárrula (Carraca). Merops apiaster (Abejaruco). Pájaros. Upupa epops (A humilla). Sitta caesia (Trepa-troncos). Tichodroma muraría {Arañero). Certhia (Treim-troncos). Cypselus (Vencejo). Cdi^Timulgus (engañapastores, Chotacabras). .r-í DE HISTORIA NATURAL. 419 Philomela {Rxásefior). Cyanecula suecica (Flaveta), Ruticilla phoenicura (Colirojo). Ruticilla tithis (Solitaria). Rubecula familiaris (Petirojo). Saxícola {Riiidlanca, RaMdlanca) . Pratíncola (Cagaestacas). Accentor. Sylvía (Pinzoleta). Curruca {Pinzoleta, Curruca, Friolenco). Hypolaís (Mosqueta). Acrocephalus. Calamodyta. Locustella. Cistícola. Phylloscopus. Regulus crístatus (Reyezuelo). Trog-lodytes. Parus [Herrerillo, Primavera), Panurus, Grites, CEgithalus, Psecile. Muscícapa (Papa moscas). Hírundo (Golondrina), Chelidon (Grolondrina), Cotyle. Motacilla (Pajarita de las nieves), Budytes. Anthus (Pipi), Corydala, Ag^rodoma (Pipi). Loxía (Piquituerto). Citrínella, Serínus (ChamariJ. Carduelís (Jilguero), Chrysomitris (Lugano). Sturnus (Estornino) , Pastor. Zancudas. Ciconia (Cigüeña llanca, Cigüeña negra) . 49 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Lista núm. 2. j^-VES :p:H¡iacrunDioi.AjCiE!s Rapaces. Gypaétus barbatus (Quehrmita-huesos) . Aquila (Águila real, Águila imperial, Águila Uehrera, Águi- la conejera, etc.). Haliaétus (Águila pescadora). Pandion haliaétus (Águila blanca). Milvus reg-alis (Milano), Milvus nig-er (Milano negro), Ela- nus, Falco islandicus (Gerifalte), Falco peregrinus (Hal- cón real), Falco barbarus (Álfaneque), Falco subbuteo (Alcotán), Falco sesalon (Esmerejón). Todas las especies de estos g"éneros, menos las sig"uien- tes: Falco tinnunculus (Cernícalo), Falco cenchris y Falco vespertinus. Astur palurabarius (Azor). Accipiter nissus (Gavilán). Circus íeriig-inosus (Árpella), Circus cyaneus (Cenizo). Bubo maximus (Buho real). Pájaros. Corvus corax (Cuervo). Garrulus g-landarius (Arrendajo). Zancudas. Árdea cinérea (Garza real). Árdea purpurea. Botaurus (Ave toro), Nycticorax. Palmípedas. Pelecanus (Pelicano). Phalacrocorax (Cuervo de mar). Mergus. Colymbus. DE HISTORIA NATUEAL. 48Í La extinción de varias especies de la flora canaria POR AGUSTÍN CABRERA En un reciente estudio sumamente curioso de M. Henry Correvon, referente k la extinción de ciertas especies de plan- tas, menciona dos casos referentes á Canarias, que nos han sugerido la idea de comunicar alg-unos datos más de observa- ción propia sobre esta cuestión en dicho archipiélag-o. El Juniperus ceclrus, que habita las montañas más altas de las islas, es una de las especies de que dicho botánico hace mérito. De ella sólo quedan algunos ejemplares en las regiones elevadas de Tenerife, á 9.000 m. de altura, y en la caldera de la isla de la Palma, donde existen todavía escasos pies refugiados en los muros inaccesibles, hasta los cuales llega la persecución de los habitantes, que los utilizan para fabricar muebles de mucho valor. La madera de este enebro contiene un principio aromático que la comunica un exquisito perfume mucho más grato que el de Virginia, de que se hacen lapiceros. El otro caso, citado por el Sr. Correvon, es el de las formas arbóreas de Siatice, propias de las Canarias y sumamente in- teresantes f/S'¿. arhoTesce7is,fTuticans, etc.). Estos antiguos tipos van también extinguiéndose. El Sr. Dr. Pérez afirma que varios de ellos están á punto de desaparecer, y que no quedan más que algunos pies confinados á las rocas inaccesibles del Cabo de Tenerife, donde acaban de destruirlo las cabras. Trata este señor de protegerlos y cultivarlos en su jardín del Puerto de la Orotava; pero su reproducción es muy difícil á causa de la escasez de granos fértiles que dan estos tipos envejecidos. Las mismas dificultades se han encontrado en el jardín botá- nico de la Orotava, donde se cultivan algunos escasos ejem- plares. A estos datos puedo agregar algunos otros que comprueban la tendencia á la desaparición más ó menos rápida, y por tanto, á la rareza y acantonamiento á que han llegado otras 4M boletín de la. REAL SOCIEDAD ESPAÍJOLA especies peculiares de Canarias, bien que, en g-eneral, motiva- da directa ó indirectamente por el hombre. La Lavatera Phamcea Vent., hermosa malvácea de Canarias, se encuentra en este caso. De ella sólo hemos observado esca- sos ejemplares en la isla de Tenerife, su única patria, habien- do sido ya considerada por el autor de la especie como rara, aserto más tarde confirmado por cuantos botánicos han visita- do las islas. La explicación de ello, que hemos podido compro- bar repetidas veces, está en la obstinada persecución de que es objeto la planta por parte del g-anado cabrío, que la busca con especial predilección para alimentarse, en los meses de Julio y Ag-osto, cuando toda veg-etación herbácea ha desapare- cido, y que es precisamente la época en que este arbusto se cubre de hojas, porque tiene la particularidad de que los extremos de las ramas jóvenes se llenen de flores antes de que en el mismo hayan aparecido las hojas. Por el bellísimo color rosáceo de los g-randes pétalos de su corola, contrastando con el ceniciento blanquecino de sus troncos y ramas, bien pudie- ra esta especie figurar en los jardines como planta de orna- mentación. Los pastores, que con sus g-anados transitan por aquellos sitios donde habita, la conocen con el nombre de higuereta, que alude á su asemejanza con la hig-uera en la coloración de los troncos y ramas, y la ramificación más visible que presenta cuando está desprovista de hoja, pareciendo remedar á la de aquélla. Perseg-uida por los animales, que destruyen cuanto ejemplar está á su alcance, y limitado de esta manera su campo de dis- persión, esta planta, forzosamente, ha tenido que circunscri- birse á aquellos sitios más abruptos y escarpados de la región montañosa de Tenerife, como la Punta del Hidalgo, á unos 1.000 metros de elevación sobre el nivel del mar, en el roque cono- cido con el nombre del «Carnero», donde le hemos cogido en flor y fruto á fines del mes de Junio. Son muy pocos los pies de planta existentes ya en esta región, donde únicamente vegeta; en totalidad creo no pasen de quince, mas unos ocho ó diez que hemos visto en Izogne Bajamar, creciendo dispersas en sitios aún más inaccesibles que los anteriores, lo cual hace presumir la próxima desapari- ción de esta especie del archipiélago canario. DE HISTORIA NATURAL. 423 Hacia el NW. de la misma isla y zona botánica, en las estri- baciones de la montaña llamada Meca de Vargas, vive otra planta de las peculiares del país, el Echium simjüex DC, que por lo restring-ido de su dispersión y el escaso número de indi- viduos vivientes, se halla en ig-ualdad de circunstancias que la anterior malvácea. Después de Webbe y Berthelot, creo no haya sido observada espontáneamente hasta que nosotros la hemos recog-ido. Es planta muy apreciada y admirada de propios y extraños por la magnificencia de su floración, que afectando la forma de un cono, alcanza de 1 á 2 *|2 m. de altura, y cubierto de ñores blancas, con uniformidad en todo su contorno. En los jardines públicos y privados de Tenerife se la tiene €n gran estima y se la cultiva con preferencia á ning'una otra. Su época de floración es de Abril á Mayo. De las Rosáceas mencionaré una de las dos especies del género B encomia (la B. cándete W. y B., y la B. Moquiniana, de los mismos autores). La primera crece en Tenerife, la Madera y la isla de Palma, donde la recogió el ilustre botánico alemán von MüUer en la excursión que en unión suya tuve el gusto de realizar. Aunque se da como rara en Tenerife, he visto que en la sima de los montes más elevados, Cruz de Taganona, Benijo en las Montañas y en los de Anaga, se le encuentra en gran abundancia. No pasa lo mismo por lo que respecta á la segunda especie, Beyícomia Moqiúniana W. B., y que se creyó desaparecida del todo, pues de la nota que de ella hacen sus autores, no tengo noticia de que la hayan recogido otros botánicos antes del re- verendo Murray, infatigable y sabio botánico inglés, que en el espacio de seis años consecutivos ha explorado con gran dete- nimiento una por una todas las islas del Archipiélago, encon- trándola en el Barranco de los Silos, situado al S. de Tenerife, en 1902^ y donde la gente de aquellos pueblos próximos la co- noce con el nombre de Jderha de la sangre. Ello es, que se trata de una especie sumamente rara; tanto, que no me ha sido posible recogerla en flor y fruto, por haberme ausentado de la isla desde aquella fecha, y sólo poseo un ejemplar, rega- lado por dicho señor Rvdo. Murray. El único representante en Canarias de la familia de las Ce- lastráceas, la Catha cassinoides W. B., peculiar de Tenerife, con- 421 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA serva escasísimos ejemplares espontáneos, los cuales habitan de preferencia las partes altas de los valles del N. de Tenerife, habiéndole cog"ido sin flor ni fruto en el pago de las Montañas, Valle de Benijo. De las Ericáceas, la Clethra arbórea Ait, tan abundante en los montes de la isla de Madera, fué encontrada en Tenerife en el Barranco de Nuestra Señora de Gracia, próximo á la ciudad de la Laguna, por Buch y Schmith; más tarde, en 1890, la recogimos en el monte de las Mercedes, y los ejemplares que obtuvimos con otras plantas, fueron enviados al reverendo Murray. Después de esta fecha, no hemos tenido ocasión de volver á dar con pies de dicha especie. Mucho pudiéramos decir en este sentido de varias plantas que espontáneamente vegetan en aquel Archipiélago, y en particular de las que le son peculiares, determinando su dispersión, localización, rareza, etc , si por ahora no se tratase de una sencilla nota para ampliar en algo lo dicho por M. Co- rrevon; pero no queremos dejar de mencionar dos especies que han sido abundantes, y en la actualidad están más ó menos diezmadas por la persecución de los naturales. Una de ellas es el ConvolvuMs scoparius L. fil, palo de rosa, que de la parte baja del tallo y gran porción del cuerpo de la raíz sumi- nistra una esencia parecida á la de rosas, que utilizan los in- dustriales. Otra es un helécho, el Dicksoiiia culata L'Herit., espontáneo en los montes de Taganana y Punta de Anaga, el cual es buscado por los naturales para recoger los pelos de la base de la fronda, los cuales utilizan para la curación de sus heridas como hemostático poderoso. Datos para el estudio de la Geología del Sudeste de España POR DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS I. Excursión al Infracretáceo del N. de Muchamiel. — En una de las notas publicadas en este Boletín con el título de Nuevos datos para la Geología del Sudeste de España, hablábamos del Infracretáceo del N. de Muchamiel, y de nuestra infructuosa tentativa para hallar el yacimiento de grandes fósiles, que el DE HISTORIA NATURAL. 425' Sr. D. Pascual Pardo nos había indicado de antemano. Nuestro primer viaje se redujo á reconocer los seis kilómetros de la carretera que une Muchamiel á Jijona, y parte del Barranco del Verg-elet, y habiendo repetido la excursión el 9 de Abril, no fuimos más afortunados, puesto que tampoco dimos con el deseado yacimiento de fósiles, efecto de la tormenta que des- cargó durante nuestra excursión. Salí en la mañana del 9 acompañado de los alumnos señores Martí Jara, Vidal, Gadea y Salazar, aprovechando uno de los primeros tranvías, hasta Muchamiel. Desde este punto parti- mos en carruaje en dirección á Jijona, llenos de esperanza, pues la hora de salida y el estado del tiempo, nos hacía creer Ueg-aríamos hasta cerca de la Sierra de Almadén, situada al E. de Jijona. Recorrimos brevemente los primeros kilómetros, y cerca del sitio en donde dejé la carretera para seg'uir el ba- rranco del Verg-elet el 18 del pasado Marzo, se cubrió el cielo de nubes y comenzó á llover con violencia. Refug^iándonos en diferentes casas de campo, cuando la abundancia de lluvia no permitía camJnar, perdimos una parte del día, hasta que de- cidimos continuar el viaje á pesar del estado del tiempo. Avan- zamos muy lentamente hasta el kilómetro 12, subiendo por la empinada carretera, á trechos convertida en torrente, hasta llegar á la seg'unda casilla de peones camineros, en cuyo punto dejé el carruaje y á los alumnos Sres. Gadea y Salazar, pues era inútil exponer á todos á las molestias de una excur- sión en tales condiciones. Tenía que recorrer la distancia que nos separaba del Estret, subir 3 km. por el primer barranco afluente de la rambla del Cabesó, y volver al Estret para diri- g'irme desde este punto á la Venta del Marche, donde debía esperarnos el carruaje. En total, unos 14 km., en el caso afor- tunado de tener tiempo para lleg-ar á la falda de la Sierra de Almadén, y esto por un camino lleno de lodo y grandes char- cos que teníamos á veces que vadear para evitar rodeos y di- laciones. Cerca de hora y media tardamos en llegar al Estret, siendo forzoso dejar la excursión en este punto, pues apenas quedaba tiempo para volverá la venta del Marche. Mucho nos prometemos de un yacimiento que de tal modo se resiste á la exploración , y en la esperanza de enviar al Museo algún Ammonites gigantesco, encontramos solo uno pequeñísimo piritoso y algunos equinodermos de dudosa determinación. 426 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Todo el terreno recorrido parece pertenecer al Infracretáceo. En el Estret afloran potentes bancos calizos, con restos pirito- sos alterados, que buzan al E. próximamente. La formación parece Neocomiense, no atreviéndome á aseg-urarlo por la falta de fósiles bien determinados. La colinas situadas á la derecha del Estret, y que bordean la parte derecha de la carretera, su- biendo en dirección á Jijona, parecen del piso Albiense á juz- g-ar por alg-unos trozos de Acanthoceras ig-uales á los encon- trados en el fondo del Racó de Cortes. Tuvimos que recorrer la distancia que nos separaba de la venta del Marche, lo que se hizo brevemente, por ser el lado menor del triáng-ulo descrito, favoreciendo la marcha el mejor estado del piso y la pendiente que descendíamos. Al cabo de una hora escasa, encontramos el carruaje y á mis dos discípu- los Gadea y Salazar, que habían aprovechado el tiempo reco- rriendo aquellas colinas, en las que encontraron un trozo de polipero que parece del grupo Astrceida, y algunos equino- dermos. Unos 2 km. más adelante, detuvimos al carruaje para recoger algunos objetos olvidados en una venta, y el dueño me preguntó el motivo de nuestro viaje. Enterado de nuestros deseos, me ofreció una piedra que debía ser de las que buscába- mos, y me entregó un hermoso ejemplar de Acanthoceras, de 0,18 cm., probablemente la misma especie que cita Mr. Nic- klés en el Albiense de Racó del Cortes. Lo había encontrado uno de los niños de la casa en las colinas de la derecha del camino, y me dijeron que no eran raros en aquel sitio. Esto comprueba la existencia del Infracretáceo en la parte oriental de la carretera de Jijona, y nuestra excursión no tuvo otra uti- lidad que la determinación de esta faja de terreno hasta el kilómetro 12 y la rambla del Cabesó. II. Alrededores de Villafranqueza. — Expuesta en uno de los números anteriores la constitución geológica de los alrededores de Alicante, comunico hoy á la Sociedad española el resulta- do de nuevas exploraciones por las cercanías de Villafranqueza, y que vienen á continuar los trabajos expuestos anteriormente. El nummulítico forma las colinas de las inmediaciones del pue- blo, que constituyen una serie de crestones de caliza fuerte, dirigidos de SW. á NW. , buzando al SE. con un ángulo de unos 70°. No hemos encontrado fósiles en el Cerro del Madrile- ño; pero, por sus rocas y su proximidad á los yacimientos fosi- DE HISTORIA NATURAL. 427 líferos de las cercanías, me parece que se trata del Eoceno. Su aspecto recuerda el pefíón de Sax, que es también nummu- lítico. A la parte N. del pueblo continúan las colinas eocenas, en- contrándose abundancia de equinodermos en la loma llamada de la Caligua. El resto del campo lo forma el cuaternario, uti- lizado como tierra de cultivo, salvo en unas pequeñas eminen- cias en que aparecen unos travertinos rojizos encima de alu- viones antig-uos. La consistencia del travertino permite la for- mación de cuevas en los puntos en que se ha excavado en los aluviones, y alg-unas de estas cuevas son utilizadas como casas de campo, notables algunas por su mag-nitud como la llamada Cova de Maruenda. III. El Racó de la Cherra y la Sierra de los Colmenares. — A la parte S. del mioceno de las Atalayas, ya estudiado en otra nota, se elevan unas pequeñas colinas, cuyo conjunto recibe el nom- bre de Racó de la Cherra (Rincón de la Tinaja). Su formación es parecida á la parte superior de las Atalayas, dominando una molasa amarillenta con escasos fósiles, entre los que se en- cuentran moldes de Cardium af hians Br., Venus, Peden y Os~ trea, con pequeños radiólos de Cidaris. No hemos encontrado, á la fecha, ni dientes de peces ni foraminíferos, como en las Atalayas. Su inclinación hacia el Mediterráneo recuerda la de las Atalayas, de las que parece una continuación. Avanzando hacia el W. se percibe otra serie de alturas, ma- yores que las descritas, y que se suceden unas á otras con g-ran regularidad hasta lleg-ar al Portichol. Forman esta pequeña sierra, llamada de los Colmenares, unas calizas fuertes con es- casos fósiles, pues tan solo hemos encontrado un Cidaris de pequeño tamaño, y otro equinodermo indeterminable. La par- te inferior la forman unas margas muy arcillosas, de color tan claro que parece blanco, en donde abundan los pectenes, car- dium y diversos moldes de g-astrópodos; pero lo que llama la atención por su frecuencia y su estado de conservación, es una especie del g-én. Lima, de regulares dimensiones. Los estratos buzan al S. con inclinación de 25 á 30°. En el corte efectuado en la última loma para dejar paso á la línea férrea del tranvía de vapor de Crevillente, las margas arcillosas presentan en algunos sitios abundancia de peque- ños cuerpos lenticulares que me parecieron foraminíferos. He 428 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA sometido estas tierras á un lavado, y he conseg-uido aislar al- gunas docenas de ellos, que si bien por su fig-ura no puedo referir á las formas conocidas, me parece que pertenecen á pe- queños fósiles. Envío al Museo algunas de estas formas para su reconocimiento. El Mioceno se extiende por el S. para formar acaso la Sierra de Santa Pola. Nuestras investig-aciones quedan en este punto. Al W. se extiende una llanura cuaternaria, en la que co- mienza el campo de Elche. Aún queda por estudiar la Sieora de Sancho, situada al N. de la de los Colmenares, y cuya for- mación parece idéntica. En las pequeñas lomas situadas á lo larg-o del camino y más próximamente al Racó de la Cherra, se ha encontrado también el P. cristatus Bronn, aunque la delgadez de la concha no ha permitido conservar enteros los ejemplares. Excursiones al terreno arcaico de Macael y Somontin (provincia de Almería) POR DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS Mucho tiempo hace que, acompañado del Sr. Enciso y de nuestro malogrado consocio el joven D. José Sánchez Gómez, realicé una de las excursiones más ag-radables de mi vida. El recuerdo de aquel desgraciado amigo, arrebatado prematura- mente al cariño de sus padres y de cuantos le conocimos, y la vista de los ejemplares recogidos en aquellos días, me mue- ven á escribir estas páginas, creyendo que serán de algún in- terés para la Sociedad española de Historia natural. Habíamos convenido reunimos en aquel verano de 1894, y hacer varias excursiones por la provincia de Murcia. La pre- sencia de Enciso nos hizo cambiar de parecer, y unos días des- pués salió de Cartagena Sánchez, y nos dirigimos juntos des- de Lorca á Huércal-Overa, en donde ya nos esperaba Enciso. Reunidos los tres, se convino visitar Macael y sus canteras de mármol, y dirigirnos después á la sierra de Somontin para ver sus curiosos yacimientos de esteatita. Huércal-Overa es una de las más importantes villas de la DE HISTORIA NATURAL. 4?!) provincia de Almería, situada en una gran llanura de terreno Plioceno. Su fundación no debe ser muy antig-ua, y sus casas bajas, sus calles en general rectas y no muy estrechas, alum- bradas con el espléndido sol del Mediodía de España, le dan un aspecto aleg-re, contribuyendo no poco á hacer allí agrada- ble la estancia el carácter franco y expansivo de sus habitan- tes. El mismo día de nuestra llegada comenzaron las excur- siones, dedicándose Sánchez y línciso á sus aficiones entomo- lógicas, que dieron mejor resultado de lo que se prometían. El Plioceno de Huércal ha sido estudiado por el ingeniero D. Luis Natalio Monreal, cuyos trabajos aparecieron en el Boletín de la Comisión del Mapa Geológico; así es que poco ó nada puede añadirse á lo publicado. Fuimos aquella tarde al sitio llamado Cuesta de ¡as Moreras, de donde se extrae arcilla para las alfarerías, y arenas muy finas para diferentes usos. Estas arenas, claras y muy micáceas, alternan con las capas de arcilla, y entre las primeras suelen encontrarse nodulos de arcilla, de bastante tamaño, envueltos por un lecho de arena rojiza, que encierran cristales de yeso. Algunas capas arcillo- sas terminan en cuña, alternando con otras, separadas por capas de arenas. En los pequeños barrancos de las inmedia- ciones se descubren arcillas azuladas, que parecen representar el último tramo del Plioceno. Las dos grandes ramblas que atraviesan la llanura, y reunidas van á parar al rio Ahnanzora, arrastran gravas y arenas, formadas por cuarcitas, micacitas y pizarras cámbricas, procedentes de las inmediaciones. Salimos de Huércal-Overa el 25 de Julio, á las tres de la tar- de, en el tren que hacía á la sazón el servicio hasta Purchena, en donde terminaba la parte explotada de la línea. Atravesan- do áridos campos, llegamos á Zurgena, en donde comienzan las feracísimas tierras regadas por el Almanzora. Aquella vega, que se resentía aún de las pasadas inundaciones, es uno de los puntos de mayor producción de la provincia, y podía juzgarse esto por lo que en aquella época quedaba. La línea férrea sigue paralelamente al río, pasando por delante de Can- toria y otros puntos de menos importancia, hasta llegar á la estación de Ohda-Fmes, donde bajamos para continuar á pie el resto del viaje. Cruzamos una parte de la vega, hasta llegar al Almanzora, que pasamos fácilmente, porque suele llevar poca agua durante el estío, y entramos por la desembocadura 43() boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de una profunda rambla que lleva el nombre de rio Marchal ó de Macad, que arrastra cuarcitas, calizas sacaroides y micaci- tas. Enormes bloques desprendidos de las cumbres parecen desafiar las más violentas avenidas é impedir el paso, tenien- do que torcer á cada momento y saltar de peña en peña, para evitar el ag-ua que á trechos inunda el camino. Quedáronse atrás Enciso y Sánchez, entretenidos en buscar insectos, y tu- vimos que esperar en la primera serrería de mármol que ha- llamos al paso, y allí se nos incorporaron muy satisfechos de sus encuentros entomológ-icos. Tres vecinos de Macael nos acompañaban, y g-racias á ellos pudimos lleg-ar al pueblo, si- g-uiendo por ásperos senderos y cuestas que parecían intermi- nables, hasta subir á una loma de micacita, desde la que se divisaba un reducido paisaje á la dudosa claridad del cre- púsculo; y mientras que nuestros acompañantes nos daban noticias del país, penetramos por las tortuosas callejuelas del pueblo cuando las sombras invadían el horizonte de Macael. La villa tiene escasamente 400 vecinos dedicados, en su mayoría, al trabajo del mármol. Se halla en la falda occiden- tal de la sierra de su nombre, estribaciones de los Filabres. Otra serie de pequeñas alturas se extiende paralelamente á la primera, limitando la vista por la parte del W.^ y entre ambas corre el río Macael ó Marchal, cuyo cauce hemos seg-uido en gran parte. El paisaje es alg-o triste, porque el horizonte se encuentra muy limitado, y apenas contribuye á darle colorido la pequeña extensión de tierra cultivada. Nuestra lieg-ada á aquel país escondido entre montañas fué motivo de comentarios, siendo para ellos incomprensible el motivo de nuestro viaje, máxime cuando supieron que no nos animaba otra idea que ver las canteras y no tenía ning-ún fin comercial. Llevábamos cartas de recomendación para D. Ama- dor Valdés, rico propietario y dueño de varias canteras en ex- plotación, el cual llevó su atención hasta el extremo de orde- nar á un hijo suyo, joven, estudiante de Derecho, que nos acompañara al día sig-uiente; y g-racias á la amabilidad del padre y á la buena voluntad del joven, pudimos ver tres de las canteras, con lo que dimos por satisfecha nuestra curiosi- dad, pues en todas se trabaja de la misma manera y con la misma imperfección que en los pasados sig-los. El país se encuentra perdido por falta de vías de comunica- DE HISTORIA NATURAL. 43t ción. Sólo una carretera de 6 ú 8 km. bastaría para sacarlo del estado de abatimiento en que se halla, y sus inag-otables can- teras darían material suficiente y barato para toda la Penín- sula. Inútil fué tratar de convencerlos de que una tal obra po- día ser acometida por todos y en beneficio de todos. En la rea- lización del proyecto veían sólo la utilidad que reportaría á los demás en perjuicio de la propia; y pensando la mayoría de esta manera, quedan en la inacción las mejores iniciativas. El 26, á las cinco de la mañana, emprendimos la marcha á las canteras. Un poco más arriba del pueblo afloran las piza- rras cristalinas (micacitas) con abundancia de g-ranates alman- dinos, resquebrajados y opacos en su mayoría, rara vez trans- parentes y enteros. Forman en la micacita abultamientos que lleg-an al tamaño de un garbanzo, y en ocasiones tan peque- ños, que parecen simples puntos. Valiéndose del martillo y del cincel pueden extraerse alg-unos muy bellos rombododecae- dros. Las micacitas g-ranatíferas de elementos menudos se uti- lizan en el país, así como la arena producida por el desgaste de las rocas, que se recog-e en algunos puntos del cauce del Marchal para el corte de los bloques de mármol y para afilar las herramientas, designándola con el nombre impropio de as- perón. Las micacitas son de un gris plateado y de elemento muy fino, de tal modo, que se pueden separar en delgadas hojas, no siendo perceptible á simple vista el elemento cuarzoso (1). A medida que nos acercábamos á la cumbre, iban siendo más escasos los granates, y las pizarras tomaban un tinte ver- doso muy pronunciado y divisibles sólo en hojas muy gruesas. En las inmediaciones de las canteras de mármol no he encon- trado pizarras granatíferas; y habiendo visto pizarras con grue- sos abultamientos, éstos encierran sólo núcleos de caliza cris- talina, del tamaño de una avellana y mayores. Por bajo de los bancos de mármol suelen verse también pizarras verdes, cuya composición no he determinado. Las calizas sacaroides, enteramente blancas ó listadas de gris, encierran en la proximidad del contacto numerosas lá- minas de mica, de Un verde claro, que la convierten en un (1) En las micacitas del arcaico inmediato á San Javier (Murcia), uno de los man- chones más orientales del estrato-cristalino de la región SE. de la Península, están los elementos tan diferenciados, que á simple vista se perciben los lechos de cuarcita. 13*2 boletín de la. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA verdadero cipolino; pero no se utilizan, á pesar del buen efec- to que producirían una vez labradas. Encuéntranse alg-unos minerales en el resto de su masa, pero en tan pequeña canti- dad y en g-ranos tan menudos, que en la mayoría de los casos se necesita el auxilio de la lente para percibirlos. El olig-isto, la pirita y acaso la mag-netita. son los más frecuentes. Los na- turales del país creen que también se encuentran oro y otros metales preciosos. La primera cantera que visitamos fué la de la Puntilla, abierta hacía poco á la explotación. En una extensión de 40 metros por 12 ó 15 de altura, se presentaba, como una cortina, una enorme masa blanca como la nieve, semejante á las des- cripciones que he leído de los g-laciares. El piso, cubierto de menudos frag-mentos, y los enormes trozos apilados á derecha é izquierda para que no estorben á la extracción, contribuye á mantener la ilusión. Sentados sobre una piedra de unos 4 metros, que se destinaba á la construcción de una columna, estuvimos descansando como una media hora; y desde aquel sitio, de una blancura incomparable, se desarrollaba á nues- tra vista un paisaje en extremo sorprendente. A 200 m. más abajo, el río corre por entre bloques de mármol y pizarras cris- talinas brillantes, que reflejan la luz de la mañana; y de cien puntos distintos, las g-randes y sonoras piezas de mármol, vi- brando bajo la acción de los instrumentos del trabajo, parecen campanas que suenan á lo lejos; pues se elaboran al pie mis- mo de las canteras para bajarlas después penosamente por el estrecho, tortuoso y malísimo camino que se desarrolla á nues- tra vista, sig-uiendo las sinuosidades de la sierra. De la cantera de la Puntilla pasamos á la de la Reina, vasta excavación que ha surtido de mármoles á una porción de g-e- neraciones, si, como se dice, salieron de ella los mármoles que se emplearon en la ornamentación de la Alhambra. Su estre- cha entrada, lo preciso para dejar paso á las carretas, deja ver un espacio libre de mármoles de muchos cientos de metros cú- bicos, y allí el mismo acinamiento de g*randes trozos, que se consideran inútiles, pero que encontraría'h aplicación si halla- ran fácil transporte. Cerca del río se encuentra una pequeña cantera, de donde se extraen mármoles g-rises del mejor efecto. A la sazón pare- cía abandonada. DE HISTORIA NATURAL. 433 Descendimos después al lecho del río, donde recog'imos al- g-unos granates; y caminando como unos 2 km. en la dirección de su curso, visitamos alg-unas serrerías, en donde se cortan los bloques para convertirlos en losas y tableros. Un mecanis- mo sencillo y primitivo, formado por una rueda vertical que recibe impulso de un pequeño salto de agua, pone en movi- miento uno ó dos bastidores de madera, en donde se ajustan unos flejes de hierro, que se conservan tersos, mediante ros- cas y cuñas, y se disponen á distancias variables unos de otros, según el espesor que se quiere dar á los tableros. La arena ta- mizada del mismo río hace de esmeril, y un delgado hilo de agua moja de continuo las sierras y arrastra las arenas hasta el fondo de los cortes. El tamaño desigual de los granos, la falta de presión en los flejes y las intermitencias á que se ve sometida la operación, hace que las tiras metálicas se desgas- ten rápidamente y manchen de hidróxido de hierro las tablas de mármol. A pesar de que se trata de piedras de poca dureza, son raros los flejes que resisten un par de veces la operación, que suele terminarse antes de las cuarenta y ocho horas. Es muy posible que tales artefactos no pudieran aserrar los már- moles titónicos, como lo hacen las máquinas perfeccionadas de Monóvar, Aspe y otros puntos de Alicante, en donde se em- plea el vapor ó la electricidad como fuerza motriz. Los tableros se afinan ó arreglan, según el uso á que se les destina; y los imperfectos, quebrados, etc., se emplean en la construcción de losas para pavimentos, cortándolos á mano por procedimiento lento y primitivo. Las grandes piezas, como pilas para baños, fregaderos, columnas, escalones, morteros de grandes dimensiones, etc., se trabajan al pie mismo de la cantera, bajándolos después en carretas hasta la fabrica, en donde reciben la última mano. Los grandes bloques de forma de paralelepípedo se bajan también de igual suerte, y más de una vez ha ocurrido que estos descensos vuelquen las carre- tas, rodando hasta el fondo del río, perdiéndose completamen- te mármoles, vehículos y animales. No obstante los imperfectos medios de trabajo, hay obreros tan diestros, que labran á mano las figuras de revolución más complicadas, columnas, jarrones, etc., con tal maestría, que parecen construidos al torno. Como todos los productos de Ma- cael salen por el único camino, que es el lecho de la rambla, T VI. -Octubre, 1906. SO 434 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA fácil es comprender las dificultades del transporte, siguiendo el lecho de un torrente erizado de peñones, y cortado por sal- tos y rápidas pendientes. Para dar una idea del precio del már- mol en Macael, baste decir que un tablero de cerca de 2 m. de larg'o por 1 de ancho y más de 3 cm. de grueso, vale unas 25 pesetas. De regreso á la población, y después del almuerzo, vimos lo poco de notable que encierra la villa. Unas cuantas columnas de mármol, de 3 á 4 m. de altura, de orden toscano unas, dó- ricas otras, bastante bien labradas y conservadas, pues algu- nas datan de 1648 y de 1694. según puede leerse en sus pedes- tales. Colocadas en plazuelas, calles ó encrucijadas, sirven de recuerdo, o sosteniendo cruces, como objeto de devoción. Frente á la casa en donde hemos pernoctado se levanta una de ellas, de porte esbelto y elegante, construida por los jóve- nes de Macael y Roya (pueblecito cercano á Macael), en los últimos años del siglo xvii. El templo parroquial es peque- ño, con techumbre toda ella de madera, obscurecida por los años. Altares, balaustradas y retablo todo de márniol y de escaso mérito artístico. Una estrecha escalerilla de caracol da acceso al pequeño campanario, desde el cual se disfruta del reducido panorama de aquel extraño pueblo. Despedímonos del escaso número de personas á quienes habíamos tratado, y á las cuatro de la tarde marchábamos con dirección á Pur- chena. Dos caminos se nos ofrecían para llegar á esta ciudad. El uno, llamado del Cafornal, acorta la distancia, pero es de peores condiciones que el otro, llamado del Llano, que corre para- lelamente á las estribaciones de la tierra de Filabres. Optamos por este último, y siguiendo las indicaciones que nos dieron al salir del pueblo, bajamos al cauce del río ó rambla de Macael, y caminamos como dos kilómetros aguas abajo. Torcimos des- pués al W., siguiendo un pequeño barranco, y después de una hora de marcha llegamos á una extensa llanura en la que afloraban pizarras satinadas, cubiertas, en parle, por los alu- viones procedentes de los Filabres. Una imponente soledad nos rodeaba, y- durante algunas horas no vimos ser humano en aquellos parajes. Atravesamos después el lecho de un ba- rranco que baja de lo alto de la tierra (Barranco Alegre), y afluye al Almanzora, y siempre marchando en dirección W., DE HISTORIA NATURAL. 435 subimos una prolong-ada cuesta de terreno pizarroso, poblada de viñedo, amenazado, como todo el de este término, de la invasión filoxérica. A la puesta del sol llegamos á la cumbre, y siguiendo parte del cauce de un pequeño barranco que desde aquella altura se dirige al Almanzora, dimos vista á Purchena, que desde aquellos sitios ofrece un curioso aspecto al borde del río y al pie de un castillo, que en otros siglos debió ser inexpugnable, y hoy se encuentra vencido por el tiempo, casi todo él ruinoso. Purchena, la antigua ciudad tan importante en otro tiempo, es hoy un pueblo decadente. Hasta 1894 apenas tuvo otros medios de comunicación que escasos y malos caminos vecinales, siguiendo en esto la misma suerte que las demás poblaciones de esta comarca, tan rica por su naturaleza como abandonada por los hombres, que han debido prestar protección á una provincia abundantísima en minas, y cuya agricultura podía hacerla una de las más im- portantes de la Península. El país se ve abandonado, sin carreteras apenas, sin otros canales de riego que los construí- dos por los árabes, y que hasta 1891 no ha contado con un solo kilómetro de línea férrea. Grato recuerdo conservamos de las atenciones recibidas, y en especial del diputado provincial D. José Morales, que nos acompañó parte de la noche y nos dio datos interesantes acerca del país, llevando su amabilidad hasta el punto de poner á nuestras órdenes uno de sus dependientes para que nos sirviera de guía en las excursiones que intentá- bamos. Al amanecer del 27 de Julio salimos con dirección á las sierras de Somontín y Lúcar, en donde se encuentran los yaci- mientos de esteatita que nos proponíamos visitar. Atravesamos el Almanzora, y caminamos ha.sta cerca de las siete de la ma- ñana por una fértilísima vega poblada de frutales; y aunque el calor no era excesivo, la marcha fué muy fatigosa, pues caminamos estas tres horas por una pendiente sembrada de guijarros. Llegamos á las siete á Somontín, villa de pobre as- pecto, como de 400 vecinos, edificada al pie de la sierra de su nombre, con la entrada por rampas entre altos paredones que le dan el aspecto de una plaza fuerte. Atravesamos las calles sin detenernos, y continuamos subiendo la sierra por caminos tan pendientes, que á cada momento teníamos que detenernos 436 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA para tomar aliento, y tras hora y media de marcha lleg-amos k lo alto de la sierra, desde donde se divisa un espléndido pano- rama. Al S. se desarrolla toda la sierra de Filabres, coronada por la Tetica de Bacares, uno de los vértices principales que eligió el g-eneral Ibáñez para la red de triang-ulación, y que con el cerro de Mulahacén, sirvieron para unir los trabajos españoles con los franceses, que tenían su estación en Arg-elia. Un campesino con quien hablamos, nos contó los trabajos y las dificultades que hubo que vencer para llevar los aparatos g'eodésicos á lo alto de Bacares. La vista se extiende hasta las sierras de Serón y otras que desaparecen por Occidente, mien- tras que al E. se percibe una serie de mont?iñas entre las que descuella Macael con sus blancas canteras, que parecen manchas de nieve. Entre esta barrera al S., y las sierras en que estamos, se descubre casi todo el valle de Almanzora con sus pueblos Purchena, Tíjola, Serón, la Armuña, que tanto pa- deció en las últimas inundaciones, en tanto que Somontín, Lúcar, Urracal y otros, quedan escondidos entre los replieg-ues de los montes. La Sierra de Somontín está formada por calizas en la parte alta, y pizarras talcosas, blancas ó verdosas y semitraslucien- tes, forman la base. Entre estas talcitas se halla un banco de caliza cristalina, y debajo se encuentra el yacimiento de estea- tita, que se explota desde hace larg-o tiempo. Las trabajos se llevan á efecto de una manera imperfecta; donde se sospecha que hay jcibondllo, se abre una g-alería con pendiente de 45° próximamente, hallando en la caliza unos escalones de tres palmos de altura, y otro tanto de anchos. La irreg-ularidad de esa escalera, la altura de sus escalones y el polvo de esteatita que los cubre, lueg"0 de empezar la extracción, hacen la baja- da en extremo peligrosa. Descendí como una veintena de ellos, y tuve que retroceder. Mis compañeros, más afortunados que yo, descendieron al fondo de una excavación, pues no se habían manchado tanto de esteatita. Pasaron, sin embarg-o, un mal rato, porque resbalaron en una de las g-alerías y se les apagó la luz que llevaban, teniendo que marchar alumbrándose con cerillas y casi á tientas por aquellos resbaladizos pasillos. Comprobaron la existencia de la capa de caliza cristalina en- cima de la esteatita distribuida algo irregularraente, y pene- trando en algunos sitios la masa de jaboncillo. Éste se saca en DE HISTORIA NATURAL. 437 pedazos que se cortan en forma de losas cuadradas de unos 40 ó 50 cm. de lado. Los pedazos pequeños se encierran en sacos para ser molidos cerca de Somontín, de donde se expiden en saquitos de unos 50 kg*. Algunas esteatitas se presentan terrosas y de color gris, como si fueran la alteración de las pizarras talcosas. Entre las hojas ó tablas en que se dividen ciertas esteatitas, se notan o-randes manchas rojas de limonita. Sólo se benefician las más puras, y de color blanco de leche. El yacimiento parece muy extenso; pero advertimos pocos trabajos en aquella época del año, sin duda, porque las faenas agrícolas ocupaban enton- ces á los obreros. El descenso de la sierra se efectuó rápidamente. Cerca de la base de la montaña existe una pequeña fuente que en otro tiempo debió ser más abundante, á juzgar por la gran masa de tobas que la rodea. Comimos muy tarde en Somontín y volvi- mos á Purchena antes de ocultarse el sol, pudiendo ver algu- nas curiosidades del pueblo. Una iglesia muy antigua con te- chumbre de madera, y un elevado campanario desde el cual contemplamos el paisaje. Al día siguiente salimos en el tren de la mañana y llegamos unas horas después á Huércal-Overa, donde continuamos nuestras excursiones. Dos días estuvimos en Lorca, en donde Sánchez recolectó algunos insectos, y jun- tos partimos á Cartagena, para visitar el Mioceno de Canteras, en el cual recogimos fósiles muy curiosos, particularmente fo- raminíferos. Algunos días después regresé á Lorca, dejando á Sánchez con su familia. Ya no volví 'á ver más á mi desgracia- do amigo. Muerto en la flor de su vida, y cuando se iba abrien- do nuevos horizontes, dejó en su familia un vacío imposible de llenar con otro afecto. Sus desconsolados padres murieron de pesar al cabo de pocos años. El terreno arcaico de los Filabres ha sido señalado ya hace muchos años. D'Orbigny en su Cours élémentaire de Paleontolo- gía et Géologie stratigraphiques, tome ii, fase, i (1851), p. 270, lo indica, y acaso autores españoles lo hayan dado á conocer antes de esta fecha; pero ignorando yo si la Sociedad españo- la DE Historia natural posee algunos trabajos referentes á Macael y Somontín, me he atrevido á escribir estos apuntes, que más bien son un recuerdo de aquellas excursiones, que un esbozo de trabajo geológico. 488 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA M. de Lapparent (1), que resume en una fórmula sencilla la constitución del terreno primitivo , establece como carácter dominante de las capas más antig-uas ó del g-neis granitoide, la presencia de los silicatos alcalinos; mientras que, en el piso superior, se manifiestan de preferencia la cal, el óxido de hierro y la mag-nesia. A esta parte corresponden, por tanto, las formaciones de Macael y Somontín. Una moleta prehistórica de Sev lia POR FRANCISCO DE LAS BARRAS Examinando hace próximamente un año el socavón practi- cado para la extracción de g-rava, situado en el diluvium, en los terrenos que median entre los dos caminos que conducen de Sevilla al cementerio de San Fernando, y á unos 50 m. del hospital de San Lázaro, encontramos á poco más de 1 m, de profundidad, un canto rodado de g-rauwacka, cubierto en parte de concreción caliza, y presentando tres superficies pulimen- tadas, las cuales se comprende, desde lueg-o, por la simple ins- pección del ejemplar, que han sido producidas artificialmente. No teníamos noticia del descubrimiento de ning-ún objeto prehistórico en aquel sitio, pero desde lueg-o comprendimos que se trataba de una moleta (moleiie) ó pulimentador, de cuya clasificación no dudamos, en vista de las fig-uras 720 y 721 que inserta Mr. Mortillet en la lámina lxví de su Añisée Préhistorique. El ejemplar en cuestión, de que dan idea los adjuntos es- quemas, presenta, como queda dicho, tres caras pulimentadas, de forma elíptica, que, á prolong-arse alg-o más, hubieran dado á la piedra sección triangular. Mide la mayor (1) 68 mm. de larg"0 por 28 de ancho, y está un poco inclinada hacia el lado a, recubierto por la costra caliza, perdiéndose por esta parte en la superficie redondeada del centro-, y determinando por la otra una arista viva. La seg"unda faceta (2), que es la más es- trecha, mide 54 mm. de larg-o por 15 de ancho; se inclina (1) Traite de Oéologie,\9»%^.&%Q. DE HISTORIA NATURAL. 439 también hacia la costra caliza a, y está mejor limitada por una arista al lado opuesto. La tercera faceta (3), que es la más corta, mide 46 mm. de larg'o por 19 de ancho, y se inclina H:^ más al lado opuesto que las anteriores. La arista que la limita se acusa bien en todo el contorno, aunque no es muy viva. El espesor máximo del canto es de 42 mm., y sus dos mayo- res dimensiones de 88 y 92, respectivamente. En la Universidad de Sevilla se conservan dos objetos pre- históricos semejantes. Uno es el núm. 88 de la colección de la Facultad de Filosofía y Letras. Procede de Alhama de Grana- da, y es un canto rodado de diabasa, presentando una sola faceta. Está clasificado como moleta. El otro lleva el núm. 85 en la colección prehistórica del Museo de Historia Natural (vi- trina 17), y está clasificado como pulimentador. Es un trozo de jaspe con forma aproximadamente de paralelepípedo, de peque- ño espesor. Procede del sitio denominado Calar de la Mantua, en Alhama de Granada. Las cuatro caras más estrechas son las pulimentadas por el roce. En los alrededores de Huelva hemos encontrado también en el diluvium alg-unas piedras con caras pulimentadas , pero tenemos aún dudas sobre ellas, por lo cual no las describimos. Anomalías foliares y florales en el «Jasminum officinale L.» POB CELSO ARÉVALO Por ser cuestión tratada en esta Sociedad (1), creo intere- sante dar cuenta de las anomalías que tan frecuentísimas son (1) Véase á este propósito F. Barras de Aragón, «Anomalías de algunas hojas», Boletín DE la Real Sociedad Española de Histohia Natural, Febrero 1905, y E. Reyes Prosper, «Polimorfismo de las hojas del ricino», Boletín de la Sociedad Espaí^ola de Historia Natural, Enero 1901. lio BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA en el jazmín, hasta el punto de ser esta especie un buen ejem- plo de ellas. Las hojas del jazmín son compuestas y pueden considerarse constituidas por siete foliólos, uno terminal, y los restantes distribuidos en tres pares de foliólos opuestos (fig*. A); pero existen hojas en que el número de pares de fo- liólos laterales es mayor ó menor, lo cual puede ex- plicarse suponiendo que ha habido desdoblamiento del foliólo terminal, dando lu- g-ar á uno ó más pares de foliólos terminales en el primer caso, ó, por el con- trario , concrescencia del primero ó primeros pares de foliólos con el foliólo terminal. Esta explicación está sustentada por la ob- servación frecuentísima de hojas, tales como las de las fig-uras B y C. En la fig'u- ra B se ve que, además de los tres pares de foliólos la- terales existe un último par incompletamente separado del foliólo terminal, mientras que en la figura C el primer par de foliólos se ha hecho concrescente con el foliólo impar, reduciéndose así el número total de foliólos. Tan frecuentes como en las hojas son las anomalías en las flores, en las cuales las corolas presentan indistintamente cuatro, cinco ó seis dientes, lo cual no puede atribuirse á una proliferia, porque estas ñores anómalas sig"uen siendo dian- dras, aparte de que la proliferación de los estambres sólo daría lugar á pétalos interiores, que no aumentarían el número de dientes de la corola. A mi parecer, esto tiene una explicación análoga á la que he dado para las hojas, trátese aquí simple- mente de concrescencias ó divisiones (según esté aumentado Fig. A DE HISTORIA NATURAL. 441 Ó disminuido el número de dientes) de las partes libres de los pétalos. Para terminar, he de dar cuenta del procedimiento de repro- ducción que he empleado y que es muy sencillo y muy útil para estos casos. Basta simplemente colocar en la prensa foto- FiR. B Fig. C g-ráfica de positivas la hoja directamente sobre el papel sensi- ble, para que ésta se dibuje, pues la opacidad de la hoja impi- de la alteración del papel y da por resultado la formación del contorno, al mismo tiempo que los nervios se señalan por su mayor transparencia. 442 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Boletín bibliográfico. Julio-Septiembre. Académie des Sciences. Paris. (Comptes rendus.) T. cxlih, 1906, n° í.—La- CROix: Les produits laviques du Vésuve.— Lapparent: Le trembleiij. de terre de California.— Hébert: Sur les terres de la Guiñee fran<;. — Anthony et Neuville: Sur la faune malacol. des lacs.— Jammes et Martin: Sur l'ceuf de l'Ascaris vitulorum. — Poporici-Baznosann: Sur l'appar. sémin. des ífeíia?.— Rabaud: Sur les embryous monstrueux.— Bataillon: Sur l'oeuf de la Rana fusca. — Lapicque: Sur les hommes a peau noire.— KuxVSTLER et Gineste: Structure des Bactériacée8.= Ií° 2. — Gréhont: Sur la respiration des animaux. — Lubim'enko: In- fluence des sucres sur la germinal, des plant. — Termier: Sur les phé- nomén. de recouvrem. du Djebel Ouenza.=N° 3.— Goürdon: Sur les roches microlithiques. — Kohn-Abrest: Sur les princip. cyanogénét. du Phaseolus lunatus. — Jammes et Martin: Sur le développ. de VAscaris vi- tulorum.—Forgeot: Sur la lymphe des Ruminauts.=íí° 4. — Gosselet: Deux sondages profonds en Picardie. — Blaringeen: Sur une espéce nouv. de Mais.— Marais: Sur l'appar. rétro-cérébral du Kotifér.— Blatac: Le Gault et le Cénomanien. — Dodvillé: Sur la struct. des Fusulines.— ScHOKALSKY: Sur la glace de fond.=N° 5. — Marceau: Sur le mouvem. des valves des Acéphales. — Jourdt: Esquisse tectonique du sol de la France.^^N" 6. — Vüillemin: Sur les formes dites anoma- les. — Lefevre: Sur la fonction chlorophyllique des plantes.=N° 7. — MüNTZ et Faure: L'irrigat. et la perméabilité des sols.=]S;° 8.— Giard: ÜUT la Mouche á fruits fCeratitis capitata). — Bigourdan: Le tremblem. de terre de Valparaíso. — Kunstler et Gineste: Les cultures de Proto- zoaires.=N° 9.— Bigoürdan: Le trembl. de terre de Valparaíso. — De- lacroix: Sur une maladie de la Pomme de terre.— N° 10. — Schülten: Sur l'isomorphisme de la northupite avec la tychite.=N'' 11. — Bril- louin: Les courbur. du geoide dans le tunnel du Simplón. — Mirande: Sur la format. á' anthacy aniñe =}^° 12.— Brillouin: Mouvem. du póle á la surface de la Terre. Académie des Sciences. Cracovie. (Bulletin international.) 1906, n° 1. — Bc- RAEZEwsKi etMARCHLEWSKi:Sur la matiére color, du sang. — Sicmiradzki: Sur les conches paléozoiq. de la Podolie. — Loziriski: Sur le coeur des Lamellibr.=N" 2. — Korczynski et Marchlewski: Sur les racines de Datisca cannabina. — Zapalowicz: Sur la flore de Galicie. — Fkiedberg: Sur le bassin miocén. de Rzeszow. — Stolyhwo: Granes péruv=N*' 3. Marie: Sur les coeurs lymphat. de la grenouille.=]SI° 8.— Siedlecki: Sur le karyosome. — Garbowski: Sur les larves et les ceufs des Oursins. — DE HISTORIA NATURAL. 443 Raciborski: Sur la cellule vivante. — Beck: Phénom. eléctriq. dans l'écorce cérébr.=jSÍ° 9.— Siedlecki: Sur le struct. du Spirochaete pal- uda.— Moldenlvaueb: Sur la radio-activité des plantes.=N° 10. — Janczewski: Species generis Eibes.— Raciborski: Sur les chimiamorph. de V Aspergillus niger. —Kvlczycki et Kusbaum: Sur les glandes uni- cellul. des Téléostéens.— Romer: Époque glaciale dans les monts. — Hirschler: Embryologie de la Catocala nupta L. Académie internationale de Géographie Botanique. Taris. (Bulletin.) 1906, n° 202. — LÉVEiLLÉ: Sur le genre Epilohium.=^os 203-204.— Boissieü: Les Ombelliféres de Chine. — Olivier: Les parasites des Lichens. American Naturalist (The). Boston. 1906, n° 475. — Mead: On the Occipit. Condyl. in Mammalia. — Berry: Fossil Species of Comptonia.=N° 476. Lull: Volant adaptat. in Vertebrat.— Dexler and FREUND:Morphology of the Dugong.— Hammatt: Reproduct. of Metridium marginatum.= N°477.— Weyssen and Bürgess: Histogenes.of the Retina. — Wiluams: On the Marine Copepoda.— Howe: Lichens of Mount Monadnock. Archives de Zoologie Experiméntale et genérale. Paris. 1905, n° 3. Archives Néerlandaises des Sciences exactes et naturelles. La Haye. 1906. Serie ii, t. xi, 8* livrais.— Sohngen; Sur les bactéries qui se nourrissent du méthane. Australiam Museum. Sydney. (Records.) 1906, vol. vr, n° 3.— Etheridge: The cranial buckler of a Dipnoan Fish. — Anderson: Axinite, Petter- dite, Crocoite, and Datolite. — Rainbow: A synopsis of Austral. Acari- ña.— Waite: On Austral, and Tasman. Fishes. — Hedley andPETTERD: Mollusca of Sydney. — Waite: On Austral. Sharks. Baleares (Las). Palma de Mallorca. 1906, nos 67 y 69. Canadian Entomologist (The). 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(Bulletin.J 1906, n° 78.— Joubin: Sur les Némertiens bathypelag.=N'' 79.— Jaquet: Sur la nageoire anale des Sebastes dactyloptera.=^'!a" 80.— Eodvier: Sur les Gennadas ou pénéides bathypelag.=r]S° 81. — Bouvier: Sur les pénéides du genre Haliporus Sp. Bate.=N° 82. — Maxgin: Distribution des Algues. Musei di Zoología ed Anatomía comparata. Torino. ( Bidletino.) 1906, VOl. XX. Musei Nationalis Hungarici. Budapest. (Annales.) 1906, vol. iv, pars prima. Museu Goeldi. Para. (Boletim.) 1906, n° 4.— Hüber: Flora amazónica.— Sy- nopse das espec. do genero Hevea. — Dücke: Vespidas sociaes do Para. GcELDi: Chelonios do Brazil. Museum d'Histoire Naturelle. Paris. (Bulletin.) 1905, n° 6; 1906, n^s 1-3. Museum of Comparative Zoólogy. Cambridge. (Bulletin.) 1906, n" 2. Naturhistorischen Gesellschaft. Nürnberg. (Abhandlungen.) 1905, Bandín, (Schluss-) Heft. Novitates Zoologicae. London. 1906, vol. xiii, n° 2. DE HISTORIA NATURAL. 445 Nuova Notarisia (La). Moderna. 1906, Ottobre. — Mazza: Algolog. Oceáni- ca.—Petkoff: Les Algues d'eau douce de Bulgarie. — Setchell: On the genus Constantinea. — Edwabds: The magnesian limestone of New Jersey. Philippine Journal of Science (The). Manila. 1906, n° 6.— Smith: Geology of Batangas.— Whifford: Vegetat. of the Lamao Forest Keserve. — Brown: Philippine Hymenopt. — Mc-Gregor: Birds of Mindoro. Philippine Weather Bweim. Manila. (Annual Report.) 1903. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid. (Memorias.) 1906. — Breñosa: La polarizac. rotat. de la luz, — (Revista.) 1906, n° 2.— Calderón: Tendencia al equilibrio molecul. en el mundo ininer.:=N° 2. — Llord: Material, volcán, del golfo de Nápo- les.=Nos 4-5. — Martínez: La fagocitosis. Real Academia de Ciencias y Artes. Barcelona. (Memorias.) 1906, nos 24-27. Real Sociedad Geográfica. Madrid. (Boletín.) 1906, 2.°trim. Redia. Firenze. 1905, vol. ir (1904), fase. ii. Revista científica profesional. Barcelona. 1906, nos 92-95. Revista de Medicina tropical. Habana. 1906, n° 4. Revue Suisse de Zoologie. Genéve. 1906, t. xiv, fase. 2. Royal Microscopical Society. London. (Journal.) 1906, t. 173, part 4. — Rousselet: ün the Rotifera of South Áfrika. Royal Physical Society. Edinburgh. (Proceedings.) 1906, n° 6. — Thomson and Fiddes: Note on a rare Sponge. — Robertson: On Blood-Iuhabi- ting Protoz. — Newton: Fossils from the Falkland Islands. — Pirie: Geology of Gough Island. Smithsonian Institution. Washington. 1906, vol. x, part i. — Piper: North Americ. spec. of Festuca.=Part 2. — Greene: The genus Ptelea in the West, and Southwest. U. S. and México. Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales. Zaragoza. {Boletín ) 1906, nos 6-7. — Navas: Notas zoológicas. Sociedad científica ^ Antonio Álzate t. México. (Memorias y Revista.) 1905, nos 1-4. Sociedad Nacional de Agricultura. San José (Costa Rica). (Boletín.) 1906, nos 1-2, Sociedade Broteriana. Coimbra. (Boletim.) 1906, t. xxi (1904-1905). Sociedade scientifique de Sao Paulo. S. Paulo (Brasil). (Revista.) 1906, nos 3-4.— Ldtz: Zur brasilian. Tabanid.— üsterI: A Cycas revoluta L. Societa italiana di Scienze Naturali. Milano. (Atti.) 1906, vol. xlt, fase. 2.° CoRTí: Intest. terminat. di Colimhus septentrionalis L. — Barbieri: Monstruositá embrionali nei Teleost. — Airaghi: Un nuovo gener. delle Echinocarynae . — Griffini: I Lucanidi. — Cozzi: Flora arboricola del gelso. 44») BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Socieia Toscana di Scienze Naturali. Pisa, (Atti.J 1905, vol. xiv, nos 9-1O; 1905-1906, vo!. xv, nos 1.4. — (Memorie.) 1905, vol. xxi. Societci zoológica italiana. Homa. (Bollettino.) 1906, vol. vii, fase, i-iii.— Masi: Presenza della Podopsis Slabberi Van Ben. nell. staguo. — Chiap- pi: Le spec. ital. di Zeuciscus. — Chigi: Varietá del Fasner domesti- cus L. — Marchesini: Secrezione delle gland. salivan.— Calandrüccio: ¡Sulla Toenia nana. — Patrizi: Sopra una Chettusia gregaria Pall.— Arrighi-Griffoli: Turdus obscurus ed Colymhus Adamsi. — Carruccio: Sopra una Macrocheira Kaempferi De Hann. — Angelini: Aphrastura fulva n. sp.? — Creciscus melanophoeus (Rallidae). Société Astronomique de France. París. (Bulletin.) 1906, Novembre. Société Belge d'Astronomie. Bruxelles. (Bulletin.) 1906, nos 6-8. Société Belge de Géologie. Bruxelles. (Bulletin.) 1903, t. xvii. 1904, t. xviii. 1905, t. xtx. Société Botanique de France. París. (Bulletin.) 1906, fase, v.— Dismier: Les Muscin. de Montendre.— Gadeceau: Sur le Narcisse des lies Glénans. Gagnepain: Zingiberac. nouv.— Clos: Sur le genre Fhillyrea (Olcinée) . Chauveauu: Sur les cotylédons déla Beta vulgaris. —Léveilié: Nouvell. Renonculac. - Coniére: Sur le développ. de la flore algolog.— Heckel: Sur le Solanum Conimersoni.:=Fasc. Q. — Boissieu: Surquelq. Ombellif. de la Chine, — Gasdoger: Les plant. du Laos. — Clos: Le Houx com- mun.— Güérin: Cellule á mucilage des Diptérocarp. — Réaubourg: Les Holbellia de la Chine. — Douin: Le genre Dichiton. — Chetali^r: Les baobabs de l'Afriq. — Léveillé: Les Hypericum du Japón. -Memoires, 3''. — Glaziow: Liste des plant. du Brésil centr. Société Entomologique de Belgique. Bruxelles. (Annales.) 1906, t. 50% fase. VII.— Bergroth: Rhynchota ^thiopica. — Dügnin: Hétérocéres nouv. — Schodteden: Une nouv. esp. du genre Apliylum.=^'¥a.?,c. 8. — Goil- ltamne: Les Diptér. de Belgique. — Forel; Fourmis néotropiq. nouvell. — (Memoires.) 1006, t. xii. Le cinquantenaire de la Société.— T. xiii, Ppart. — Combrugghe: Microlépidopt. de Belgique. Société Entomologique Suisse. Bern. (Bulletin.)— Ris: Nehalennia speciosa Cbarp. — Frey-Gessner: Acanthaclisis occitanica Vill. — Stierling: Coleopt.- Fauna von SchafEhausen. — Frey-Gessner: Hymenopt. Helvet. Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France. Nantes. (Bulletin.) 1905, n° 4. Société Linnéenne du Nord de la France. Amiens. (Bulletin.) 1904-1905, t. XVII. Société scientifique du Chili. Santiago. (Actes.) 1905. 1' et 2^ livrais. Société Zoologique de France. Paris. {Bulletin.) 1905, t. xsx. DE HISTORIA NATURAL. 447 South African Museum. London. (Annals.) 1906, vol. v, part iii.— Broom: South African Palseontology. — (Report.) 1906. United States Geological Survey. Washington. (Anmial Report.) 1904-1905. — (Bulletin.) 1905, nos 265, 272-273. 1906, n° 274.— Gannett: A Dictio- nary of Altitud, in the U. S. — (Mineral Resources.) 1904. — (Professional Paper.) 1905, u° 43. — (Water-Supphj and Trrigation Paper.) 1905, n° 148. 1906, n° 160. University of Colorado Studies (The). Boulder. 1906.— Cockerell: Tryco- rythus, a Genus of Mayflies. — Henderson: The Tertiary Lake Basin of Florissant. — Cockerell: The Fossil Fauna and Flora of the Floris- saut. — Ramalüy: Planta of the Florissant. Wiener Entomologische Zeitung. Wien. 190G, viii und ix Heft. Wilson Bulletin (The), Oberlin. Ohio. 1906, n° 2.— Jones: On the Sterna hirundo and S. dongalli. — Henninger: List of the Biris of Séneca County. — SwALEs and Tavemer: Summer Birds of Lake Muskoka. Wissenskhaftliche Insektenbiologie. Husum. (Zeitschrift.) 1906, Heft 7. — Rübsaamen: Über die Cecidomyden.— Pawlowskt: Über die Pediculi- den.^ — Vosseler: Verhinder. des Fruchtansatzes bel Cohaea durch Ameisen. — Kosotnew: Zur Frage der VervoUkommnung der Technik des Fanges. — Ulmer: Lber die Larven Trichopter.=Heft 8. — Bergner: Über die Converg. — Erscheimmgen zwisch. Raupen von Plusia C. anseum Kn. und Notodonta ziczac L.— Korotnew: Automat. Fan- gappar. mit Koder.— Enslin: Die Lebensweisle der Laive von Macro- cera fasciata Meig.=Heft 9. — Vosseler: Eine PsyUidse ais Erzenger. von Gallenam Mwulebaurn Chlorophora excelsa.— Diatscheííko: Üb. das Schwarmen der Bienen. Zoological Society. London. (Proceedings.) I90b, vol. li, partn. — (Transactions.) 1905, vol. xvii, part 5. Zoologischen Museum. Berlin. (Mitteilungen.) 1906, iii Band, 2 Heft.— Büt- tel-Reepen: Beitrage z. Ajñs msllifica L — Schulz: Die Trigonaloid. des Koniglisch. Zoolog. Mus. in Berlín.— Friederichs: Z. Biolog. der Embuden.— Linstow: Gordiiden und Mermithiden des Konigl. Zoolog. Mus. in Beilin. Zoologischer Anzeiger. Leipzig. 1906, Bd. xxx, nos 11-22, Zoologist (The). london. 1906, nos 781-783. Alfaro González (D. Anastasio). — Arqueología Criminal Americana. San José, Costa Rica, 1906. Arévalo Carretero (D. Celso). — Contribución al estudio de los Hidro- zoarios españoles. Madrid, 1906. (Mem. R. Soc. esp. 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Proposiciones.— El Sr. Rodríg-uez Mourelo pidió acto seguido la palabra para manifestar que, habiéndose otorgado el pre- mio Nobel á nuestro consocio honorario, el sabio histólogo é ilustre catedrático D. Santiago Ramón y Cajal, creía que debía acordarse la tributación de un homenaje que demostrara al insigne agraciado el entusiasmo con que esta Sociedad ha visto la alta distinción que acaban de concederle y el calor con que se une á las mauifestaciones de simpatía que de todas partes está recibiendo esta legítima gloria de la ciencia es- pañola. — El Sr. Presidente dijo que creía hacerse intérprete dé los sentimientos que animan á todos nuestros consocios cumpli- mentando al Sr. Rudríg'uez Mourelo por su feliz iniciativa, y ofreciéndole el concurso incondicional de la Sociedad para la ejecución del pensamiento que hubiere concebido. — El Sr. Ribera (D. Emilio), significó á continuación que, encontrando muy plausible la idea expuesta por el Sr. Rodrí- gfuez Mourelo, creía oportuno advertir que el Colegio de Médi- cos de esta corte ha tomado á su cargo la organización de los trabajos para rendir al Sr. Cajal un homenaje magno, que tenga carácter colectivo y que al efecto se ha dirigido á los Centros de Enseñanza y á variaá entidades y Corporaciones oficial s, solicitando su concurso en la obra que trata de llé- T. VI. -Noviembre, 1906. 31 450 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA var á efecto. El Sr. Ribera añadió que el concurso de nuestra Sociedad, sería muy bien recibido por el Colegio Médico, y que, por consig-uiente, á él podríamos llevar nuestro esfuerzo y nuestras iniciativas, contribuyendo á una empresa que va á tener, puede decirse, el carácter de nacional. — El Sr. Rodríg-uez Mourelo manifestó que desconocía la ini- ciativa tomada por el Coleg-io de Médicos, pero que no encontra- ba inconveniente en asociarse á lo propuesto por el Sr. Ribera. — El Presidente, después de oir á los Sres. Ribera y Rodrí- g"uez Mourelo, propuso á la Sociedad que ésta se adhiera al homenaje que está org-anizando el Colegio de Médicos, y que para llevar nuestra representación ante dicho org-anismo y ofrecerle todo nuestro concurso fuese designado el Sr. Rodrí- guez Mourelo. Por unanimidad así se acordó. También se acordó que una Comisión, compuesta de los se- ñores D. Florentino Azpeitia, D. Ig-nacio Bolívar, D. Emilio Ri- bera y D. Ricardo García Mercet, fuese personalmente á cum- plimentar y felicitar al Sr. Cajal, en nombre de todos sus consocios, por la alta recompensa que, en atención á los bri- llantes descubrimientos que ha realizado, acaba de recibir de la Academia de Ciencias de Estocolmo. — El Secretario presentó varios ejemplares de un folleto, de. que es autor nuestro consocio D. Eduardo Boscá, de Valencia, titulado <'Exposición Paleontológica». (Frag-mento del libro «Crónica del IV Centenario de la fundación de la Universidad de Valencia», publicado en 1906.) Los ejemplares se repartie- ron entre los socios. Comisión del Noroeste de África.— Se puso en conocimiento de la Sociedad que el Sr. Fernández Navarro había realizado una expedición g-eológica á alg-unas de las islas del Archi- piélag-o canario, de cuyos resultados daría cuenta á la Socie- dad, y que el Sr. Martínez de la Escalera había salido hace poco para realizar una expedición por Marruecos, en la que cuenta emplear seis meses y en la que, si las circunstancias se lo permiten, piensa internarse en el Sus. En estos momentos se encuentra nuestro consocio en Táng-er, donde ultima sus preparativos para dirig-irse á Mog-ador desde donde comen- zará su itinerario. . , . DE HISTORIA NATURAL. 451 Asuntos varios.— Se dio cuenta de que la Comisión desig-nada para informar en el cuestionario sobre pesquerías canario-afri- canas, remitido á esta Sociedad con la Real orden de 29 de Agosto último, había llenado cumplidamente su cometido, emitiendo informe que se elevó al Excmo. Sr. Ministro de Fo- mento dentro del plazo señalado en dicha Real orden. El informe de referencia dice así: El Cuestionario propuesto á la Real Sociedad española de Historia natural, por el Excmo. Sr. Ministro de Fomento, ■comprende las dos series de cuestiones sig-uientes: 1." ¿Qué condiciones cree que reúnen las pesquerías cana- rio-africanas para la pesca de un producto análogo ó similar al bacalao, y en qué forma cree que deben org-an izarse esas pesquerías, y la preparación, importación y venta en España ■de sus productos? 2.^ ¿En qué lugares, con qué clase de buques y tripulacio- nes, en qué forma y con qué auxilio del Estado, cree más be- neficioso organizar la pesca del bacalao por españoles, para sustituir paulatinamente con su importación la del bacalao extranjero? En contestación á la primera cuestión, puede indicarse que las pesquerías canario africanas contienen una riqueza consi- derable en pescado, que interesa grandemente á España poner en explotación industrial, no sólo por la utilidad directa que ésto podría reportar, sino además, y como circunstancia muy esencial y digna de tenerse en cuenta, porque con ello se con- tribuiría grandemente al desarrollo de la pesca llamada de al- tura ó g*ran altura, antes tan floreciente en nuestro país y hoy anulada por completo. Estas pesquerías pueden proporcionar á España todo ó casi todo el pescado fresco que actualmente importamos del extranjero por cantidad de gran consideración. '< Las especies de pescado que más abundantes son en dichas reg'iones, pertenecen á las más apreciadas en los mercados, y por la proximidad de aquellos mares á nuestras costas,, son fá- cilmente transportables en barcos provistos de tanques ó vi- veros. Para favorecer la explotación de ila pesca en las pesquerías <;anario-africanas, sería condición indispensable, empezar por estudiarlas científicamente, cosa que hastahoy no.se ha hecho en España, y que ha sido causa de que las tentativas de. expío- 452 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOi-A tación, que desde alg-unos años A esta parte se han inten- tado, hayan fracasado completamente, pues e^te g-ánero de in- dustrias tienen siempre una base esencialmente científica, de la cual no puede prescindirse. Sin saber con exactitud qué es- pecies pueblan aquellos mares, cu-iles son sus épocas de re- producción, cuál es su alimento, qué enemig-os naturales po- drán destruirlas en determinadas circunstancias, si su salazón ó conserva puede hacerse como la de las especies afines de otras regiones, y tantos otros detalles que se refieren á la vida de estos seres, detalles que podrían traducirse en datos de g-randísima y á veces decisiva utilidad para el resultado de las industrias pesqueras que se intenten, no es posible que éstas puedan prosperar y servir á los fines para que se fundan. Por eso, diversas concesiones otorgadas hace ya bastantes años para establecer pesquerías y fábricas de salazón en la isla Graciosa (Gran Canaria) no dieron resultado alguno, pues la salazón y conservación de aquellas especies marinas no podía hacerse por los mismos procedimientos que los que se emplean para las similares de las costas del Norte de España, á causa de la gran abundancia de grasas que poseen, por lo cual se obtuvo un producto de tan malas condiciones, que no tuvo aceptación alguna en el mercado. Variando el procedimiento de conservación, seguramente se hubiesen obtenido buenos resultados. Mas recientemente, se formó una Compañía para la explotación de las pesquerías canario-africanas, cuyo objetivo principal era la pesca y conservación del bacalao. Sabido es que en el comercio se da este nombre á la prepa- ración para conserva en salazón seca de la carne de varias es- pecies de peces. Científicamente, no cuadra el nombre espa- ñol de bacalao más que á la especie Gadus morhua L. que abundó algo en las costas del Norte de España, de donde hoy puede considerársela desaparecida, al menos para explotación industrial; con ella y con la merluza ó Merliicius múgaris Flem., se preparan en Terranova, Escocia y otros países, los bacalaos más circulantes por los mercados. En Canarias no se conoce la existencia de estas especies, pero en cambio se encuentra en las costas de sus islas y en las vecinas de África á varias de otros gádidos, que son los que se proponía, sin duda, explotar la Compañía que acaba de citarse, y con los cuales se puede hacer una preparación análoga al bacalao tipo, é igual quizá DE HISTORIA NATURAL. 453 al llamado de Escocia; por ejemplo, con la especie Phycis lim- balus Val, llamada vulgarmente Abrióte y aún Abadejo en Te- nerife; estas especies ya se han explotado para tal objeto y si su preparación en seco no ha dado resultado, culpa ha sido sin duda de la poca base científica con que se ha acometido la empresa, de lo exiguo de los capitales puestos al servicio de ésta y tal vez hasta de maniobras de los comerciantes en baca- laos del Norte, cuyo interés ha andado despierto en los mer- cados de España, para procurar evitarse esta terrible compe- tencia. La Real Sociedad española de Historia natural, en vista de cuanto antecede, cree poder afirmar resueltamente que hay especies que, previamente bien estudiadas, pueden servir para la instauración de lucrativas pesquerías canario africanas, en las que se persiga la captura abundante de buen pescado fresco, _y la preparación de un producto similar al bacalao comercial, con los cuales pueda abastecerse al mercado nacional. Urge, pues, un estudio sistemático y detenido de estas pes- querías, del cual puedan deducirse racionalmente los medios más adecuados para su explotación industrial. Este estudio previo es el que vienen haciendo ya, desde hace varios años, franceses, ing-leses y alemanes mandando á las aguas canario-africanas numerosas Comisiones científicas, que serán seguramente las avanzadas de las Empresas industriales que han de explotar con éxito aquellos ricos criaderos mari- nos. A España corresponde imitar, sin pérdida de tiempo, estos ejemplos y aprovechar las ventajas que su posición geográ- fica le da. Algunos antecedentes existen ya publicados á este propósi- to, como los trabajos del naturalista francés S, Berthelut; los datos de la ohv?i Ic/iíhyologie des iJes Canaries, pur M. A. Va- lenciennes; los contenidos en un informe dado por M. Albert Merle, publicado en la Revue de Géographie, de París; los de la reciente misión francesa de M. Gruvel, y los de otro informe emitido por D. Francisco V. Serra, ayudante de Marina de la Gran Canaria, extractado por la Revista de Geografía Comercial. Por otra parte, el Ministerio de Instrucción pública ha co- menzado trabajos enderazados hacia el estudio de que se trata, los cuales esta Sociedad ha de hacer constar ante V. E. Son éstos: 1.°, la creación por Real decreto de 22 de Agosto de 1905 454 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de un Laboratorio de Biolog-ía en el África occidental, el cual por ahora ha de instaurarse en Mog-ador y ha de ocuparse, seg-ún dicha soberana disposición, de las aplicaciones indus- triales, de la fauna y flora marinas de las costas del NO. de África; 2.°, la comisión conferida al ayudante interino de dicho Laboratorio D. José Taboada y Tundidor, por Real orden de 26 de Julio último, para que estudie en las principales Estaciones de Biolog-ía marina de Europa y principales centros de salazón y conserva de pescados de Norueg-a, Alemania y Escocia, los procedimientos actualmente más en uso para las industrias del ramo El Sr. Taboda está próximo á reg-resar á España, y como vendrá provisto de datos numerosos y recientes, y conoce además los relativos á estos asuntos en las costas g"alleg*as, de donde es natural, podía ser utilizado por el Ministerio de Fomen- to para ir inmediatamente á Río de Oro é informar con perfecto conocimiento de causa y con datos recog-idos sobre el terreno acerca del importante asunto de que se trata. Ello sin perjuicio de que el mismo Ministerio, asesorado si le parecía oportuno por el Museo de Ciencias naturales, del que dependen las Estacio- nes españolas de Biología marítima y por el Ministerio de Ma- rina, de quien dependen los servicios de Pesca en el mar, nom- bre con la urg-encia que el caso exig-e, otros comisionados que practiquen inmediatamente en las costas canarias los estudios que requiere el importantísimo asunto á que el presente infor- me se refiere. La seg-unda preg-unta sobre que el Ministerio de Fomento pide informe á la Sociedad es muy compleja y en realidad sale su respuesta fuera de los estudios á que ésta se dedica, por lo que ha de limitarse en este punto, á consig-nar que exis- ten trabajos sobre el asunto publicados por competentes mari- nos españoles y que no conoce nada que se oponga á que los barcos españoles vayan á pescarlas especies con que se hacen el bacalao comercial ó sus similares á los mares del Norte ó á las costas canario-africanas: si no van, tal vez sea porque no reciban los auxilios que en otras naciones les proporcionan la Ciencia oficial, las primas de auxilio á la Marina pesquera y á sus tripulantes, y las de construcción y abanderamiento de los barcos mercantes, especialmente de los pescadores.— Madrid, 22 de Octubre de 1906 — José Gogorza. — Emilio Ribera. — Manuel M. de la Escalera. DE HISTORIA NATURAL. 455 Fallecimiento. — Se participó la muerte de nuestro consocio D. Manuel Diez Solórzano, licenciado en Farmacia, residente en Santander, enterándose de esta pérdida la Sociedad con marcadas muestras de sentimiento. Notas y comunicaciones. — El Sr. Cabrera y Latorre (D. An- ge\), presentó un trabajo sobre nomenclatura del orden Pri- mates j otro acerca del Okapi, del Museo de Madrid. El Sr. Ca- brera, al entreg-ar este segundo trabajo, se extendió en larg-as y curiosas observaciones acerca del descubrimiento de tan no- table ung"ulado en el Estado libre del Cong'o, refiriendo tam- bién interesantes pormenores acerca de la vida y costumbres de dicho animal, y presentando del mismo un hermoso dibujo en colores, reproducción del ejemplar que figura en la sala de mamíferos de aquel Museo. La Sociedad escuchó con marcadas muestras de complacen- cia el relato y observaciones del Sr. Cabrera, pasando sus tra- bajos y dibujo á la Comisión de publicación. — El Sr. Calafat levó una nota titulada: «Excursión minera- lóg-ica al Norte de España y noticias sobre la Giobertita de Rei- nosa y la Gibbsita de Puente Arce», presentando, al propio tiempo, muestras de dichos minerales. — El Secretario presentó un trabajo del Sr. Ferrer acerca del Serramis papilionacens , que pasó á la Comisión de publi- cación, y el Sr. Bolívar otro de D. José Muñoz del Castillo sobre un mineral radioactivo de la Sierra próxima, para el que propone el nombre de «Guadarramita». Notas bibliográficas. — El Sr. Calderón (D. Salvador), leyó la sig'uiente: Estadistica minera de España correspondiente al año de 1905, formada y publicada por la Inspección g-eneral de Minería. — Ministerio de Fomento. Madrid, 1906. Las estadísticas mineras constituyen trabajos de notoria im- portancia, no sólo industrial y demológ'icamente considerados, sino aun desde el punto de vista puramente científico. La es- pañola, aunque con todas las imperfecciones consig-uientes á dificultades de varios g-éneros que S3 oponen á su exactitud, es muy suficiente, á nuestro juicio, para dar una idea bastante aproximada del estado presente de nuestra riqueza minera, y 456 boletín DK LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA por ello he creído interesaría á muchos consocios un breve resumen de los datos principales que á aquélla se refieren, y de los que tienen aplicación para el naturalista. Estos son alg'o difíciles de reducir á los límites de una bre e reseña, tra- tándose de una Memoria de 170 pág-inas, plag-ada de cifras, aunque alg-o nos ha de simplificar el prescindir de todo lo referente al ramo de beneficio y de lo demás que tiene carác- ter marcadamente industrial. En primer lug-ar, la producción total de minerales en 1905 ha sido de 193.;i70.r27 toneladas. Vamos áexaminar,con ayudade nuestra Estadística, los meta- les, carbones y sales, q' e constituyen los principales productos. El hierro se explota en carias provincias, señaladamente las de Vizcaya, Santander, Murcia y Almería. En Asturias tam- bién ha crecido esta explotación con respecto á los años ante- riores, y la «Sociedad de la Sierra Menera» continúa constru- yendo el ferrocarril de Ojos Neg-ros á Sag-unto, teniendo ade- más bastante avanzadas las obras del puerto de este último, y seg'ún parece, va á construir un ramal desde las minas á la estación de Santa Eulalia, en la Central de Arag'ón, el cual se propone explotar en cuanto se termine este ramal. Es de lamentar, sin embarg-o, se encuentren abandonados ricos yacimientos en diversas provincias, por lo elevado de los tributos y la falta de vías de comunicación. El total de nuestra explotación de hierro arroja una suma de 9 067.826 toneladas, valiendo á bocamina 47.153 522 pesetas; á esto. hay que añadir el hierro arg-entífero de Almería, estimado en 12 000 tonela- das, con un valor de 658 728 pesetas. Esta producción de hierro no puede compararse con las de Alemania, Ing-laterra y Estados Unidos, pero supera con mucho á la de los restantes países. En cuanto á minas de cobre fig"ura, como siempre, España á la cabeza de las naciones europeas y sobrepujándolas garande- mente. En el año pasado la cifra se elevó á 2.62i 054 tonela- das, valiendo 42 783 289 pesetas, que corresponden casi en su totalidad á la provincia de Huelva, con 828 toneladas de calco- pirita, y el resto de pirita ferro-cobriza. Es de notar que la pro- vincia de Sevilla ha dado 40.749 toneladas y que en Peñañor se han descubierto nuevas minas. La producción pudo ser mayor en Andalucía si la falta de lluvias no hubiese hecho escasear el ag-ua para la obtención de la cascara. DE HISTORIA NATURAL. 457 También en cantidad de plomo, España es la principal nación de Europa. Se ha explotailo en 17 provincia.s, entre las cuales es, naturalmente, la principal la de Jaén, con 130 minas productivas que ocupan una exten-íión de cerca de 3.0U0 hectáreas, y á ella le sig-uen las de Badajoz y Ciudad Real, notables por sus g-alenas arg-entíferas. En total 105.113 tunela- das, valiendo 14.184.479 pesetas. En la producción de azog-ue, en cambio, nos han superado enormemente Austria é Italia. Estose debe á la diminución de Almadén, alg-u compensada por el aumento en las provincias de Almería, Granada y Oviedo, siendo el total de 27 1»5 tone- ladas, valiendo 3,961 946 pesetas. En zinc tenemos la supremacía, después de Alemania, aunque Italia ha estado muy cerca de igualarnos; en los demás países se ha obtenido muy pooo Como siempre la pro- vincia de Santaniler es la que suministra mayor conting-ente, en el que superó el año j>asado á los anteriores, y á ella sig-uió la de Murcia. El total fué de 160 567 toneladas, valiendo pese- tas 6.969.480. La producción de mang-aneso aumentó por haberlo hecho el precio de este metal, rehabilitándo.^e varias minas antig'uas abandonad s. Aun así el total de 26.020 toneladas, con un valor de 188 440 pesetas no da idea de nuestra riqueza en minas mang-anesíferas Casi todas las explotadas lo fueron en la proáncia de Huelva y el resto en Asturias. El estaño se sig'ue trabajando y buscando en las provincias g-alleg-as, en la de Salamanca, y modernamente en la de Cáce- res juntamente con el wolfram. En Coruña una Compañía ing-lesa los prepara mecánicamente, aumentando su ley un 50 por 100. El total de estaño en España fué de 209 toneladas, con un valor de 105.967 pesetas, de las cuales 5 proceden de Cáceres. La plata sólo se ha explotado el pasado año, en el N de la provincia de Guadalajara, dando 40 toneladas con un valor de 924.100 pesetas, y el oro no fig-ura en dicha Estadística. En punto á carbones, la hulla arroja un total de 3.067.826 to- neladas, valiendo 30.340.000 pesetas, de las cuales proceden de Asturias más de dos millones con aumento respecto á los años anteriores, y el resto principalmente de Córdoba, Ciudad Real y León habiendo aumentado notablemente también la extrac- ción en la cuenca de PuertoUano. La antracita, en cambio, re- 158 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA diicida á las minas de Peñarroya, en Córdoba, y á alg-una de Falencia, sólo han dado 136.000 toneladas, cuyo valor fué de 1.882.000. Claro es que semejante producción de carbones, e.«; insig-nificante al lado de las de Ingdaterra, Alemania, Francia y Estados Unidos, pero no así en comparación con los restan- tes países, en muchos de los cuales se carece en absoluto de combustible mineral. En cuanto al lignito, siempre desatendido entre nosotros, ha dado un contingente de 1G9.000 toneladas, valiendo 1 259.271 pesetas. Procede casi exclusivamente de la gran cuenca de Utrillas y de yacimientos de Baleares, Barcelona, Lérida, Gui- púzcoa y algo de Zaragoza; hay que notar que ¡a depresión en la fabricación de cemento hidráulico en las provincias del Nor- te, ha traído la del lignito que para aquélla se consume casi totalmente. La turba, en fin, sólo se extrae en cantidades mí- nimas en la provincia de Castellón. La sal se ha explotado en 18 provincias, y como en años an- teriores, en la costa, las de Cádiz y Alicante, y en el interior la de Guadalajara han dado el mayor conting-ente. La producción total se ha elevado á 493.450 toneladas, con un valor de unos 4 millones de pesetas. Las restantes producciones mineras carecen de importancia, industrialmente consideradas, mas no desde el punto de vista mineralógico, por lo cual creo pertinente una lig-era indicación de ellas, clasificándolas de un modo provisional en dos g'rupos: substancias metálicas y susbtancias no metálicas. En el primero de estos grupos se hallan la pirita de hierro, algo explotada en Huelva y menos en Murcia; la pirita arseni- cal en Badajoz y Gerona, aunque en esta última va en deca- dencia; el bismuto de la mina San Sixto, en Córdoba, que en estos últimos años constituye una novedad para la minería es- pañola de la cual nos han dado aquí noticias los señores Her- nández Pacheco y Llord y Gamboa; el pasado año la produc- ción ha sido de 14 toneladas, con un valor de 17.400 pesetas; el cobalto de Granada (25 toneladas, valiendo 1.250 pesetas); el wolfram, en su mayoría de Pontevedra, algo de Orense. Coru- ña, Salamanca y en estos últimos años de Córdoba y Cáceres, ha dado 375 toneladas, con un valor de 166 377 pesetas; el an- timonio, tan abundante en nuestra Península, sólo se ha ex- plotado en pequeña escala en Gerona y Lug'o. DE HISTORIA NATURAL. 4S9 Entre las substancias no metálicas, el azufre fig'urapor 38.153 toneladas, con un valor de 224.980 pesetas; la mayor parte pro- cede de la provincia de Almería, y en Arcos de la Frontera se prepara la explotación de las arcillas terciarias impreg-nadas de este cuerpo. El g-rafito sólo se ha extraído en Santander por 15 toneladas. El asfalto, casi todo de los conocidos yacimientos alaveses y de Bacaicoa, en Navarra, ha dado 5.725 toneladas, valiendo á bocamina 57.250 pesetas, á lo que hay que añadir 750 toneladas de rocas asfálticas de Soria. La fosforita sólo se ha trabajado en Cáceres, en la pequeña proporción de 1.370 to- neladas, con un valor de 37.800 pesetas; la explotación se hace cada vez más difícil por la profundidad y á causa de que los precios fluctúan mucho en el mercado, y en cuanto á otros ya- cimientos de la misma y otras provincias cercanas, están sin explotar por falta de caminos. Merece recordarse la amblig-o- nita del mismo Cáceres, de la que se han extraído 120 tonela- das, valiendo 2.400 pesetas, lo que acusa un g-ran aumento con respecto al año anterior. La magnesia carbonatada de San- tander, también de explotación moderna, se ha elevado á 146 toneladas, con un valor de 5.212 pesetas. El sulfato de sosa, casi todo de Burg-os, fig'ura por 221 toneladas, con un valor de 6.666 pesetas; en Cerezo de Río Tirón se explotan algún tanto las tierras de g-lauberita, tratándolas para obtener una sal pura; en Ciempozuelos (Madrid) se beneficia alg-o el sulfato jun- tamente con el cloruro, y en Mediana de Arag-ón (Zarag-oza), se ha sacado del primero 1 tonelada, con valor de 100 pesetas, que como mera curiosidad mencionamos. La industria del caolín, aunque explotándose en Burg-os, To- ledo, La Puebla de Montalbán y Falencia, no ha pasado de 72(> toneladas, valiendo 7.550 pesetas; si bien es de esperar que la «Sociedad anónima Kaolines españoles» adquiera mayor des- arrollo. La esteatita de varias canteras de Gerona, produjo el pasa- año 4.364 toneladas, por valor de 13.092 pesetas. Mencionare- mos, en fin, sólo como una curiosidad, al menos por ahora, el filón de cuarzo con calcolita radífera en el g-neis de San Julián, en la provincia de Seg-ovia. Secciones.— La de Zaragoza celebró sesión el 31 de Octubre, bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando. 460 boletín de LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — El Sr. Presidente comunica que habiéndose ampliado el Laboratorio de Historia Natural de la Facultad de Ciencias, principalmente en la Sección de Microg-rafía, lo pone en co- nocimiento de los señores socios de la Sección, á los cuales in- vita para que lo utilicen en sus investig-aciones. Notas y comunicaciories. Nota acerca del «S^rrauus papilionaceus» Cuv. et Val. «Serrá-mascle» POR JAIME FERRER Además de las especies Serramis scriba (Vaca) j Serranus ca- Irilla (Serrá), se cog-en aunque raras veces, en la costa de Menorca, otras dos que vulg-armente se conocen con los nom- bres de Vaca-serrana y Serrá másele. La Vaca-serrana es la especie que consig-né en mi catálog-o con el nombre científico de Serranus hepaius, y es poco abun- dante. En cuanto al Serrd másele es rarísimo, tanto que hay pesca- dores que no recuerdan haberlo cogido nunca, mientras otros afirman haberlo pescado una ó dos veces, durante su larg-a vida de mar. por cuya razón sin duda no ha sido consig-nado por los ictiólog-os que han explorado estas ag"uas, como vivien- do en ellas. El día 12 de Junio del corriente, lleg-ó por primera vez á mis manos un ejemplar de esta especie, que me permitió apreciar perfectamente la diferencia de caracteres que existen entre el Serrá-mascle y las otras especies citadas, creyendo debía ser clasificado, salvo error, como individuo del Serraims papilio- oíaceus de Cuv. y Val. He aquí su descripción: Es pescado óseo, de hendiduras branquiales, cubiertas por un opérenlo y escamas blandas, redondeadas. — Teleosteo. Branquias en forma de peme; cintura escapular adherida al DE HISTORIA NATURAL. 461 cráneo y colocada detrás del corazón; maxilar libre, radios an- teriores de la dorsal, espinosos. — Acantopterlgio. Ventrales insertas al nivel de las pectorales; una sola dor- sal; sub orbitario no articulado con el opérenlo; faring-es in- feriores no soldadas; opérenlo espinoso; ventrales de seis v?l- á\o&.— Pércidos. Escamas pectinadas; mejillas escamosas, no coriáceas; man- díbulas y vómer dentados; siete radios branquiales; tres radios espinosos en la anal; ventral con un ag-uijón y cinco radios blandos; cabeza escamosa — Serraninos. Forma oblonga, comprimida; abertura branquial muy an- cha; diez aguijones en la dorsal; opérenlo con tres espinas, borde del preopérculo dentado; mandíbula desprovista de es- camas; leng-ua lisa. — Serramis. D. 10 15; P. 15; V. 1 5; A. 3-9; C. 19. Se disting-ue del Serramis Jiepaius {Vaca serrana), en que carece de escamas en su espacio interorbitario; en que el borde inferior del preopérculo solo tiene dientes en su parte curva; en que carece de la mancha neg'ra entre los primeros radios blandos de la dorsal, y de las líneas azuladas en el vientre. Se diferencia del Serramis scriba (Vaca), en que las espínu- las del borde libre de las escamas son pluriseriadas; la cabeza desprovista de líneas sinuosas; seis manchas laterales, verti- cales, que empiezan debajo de la línea media, unas anchas, otras estrechas, alternando entre sí; y sus aletas impares están provistas de unas manchitas redondeadas, de color azul viola- do, en lug-ar de líneas azuladas transversales. Por último, no puede confundirse con el Serranus cabrilla (Serrd), porque sus aletas pectorales son cortas, no lleg-ando al nivel del ano; los dientes del preopérculo son poco visibles; las espinas del opérculo son más pequeñas; los dientes de la mandíbula superior más finos, y los de la inferior menos nu- merosos; las líneas amarillas de la cabeza ni son sinuosas ni horiz ntales; lleva dos líneas azules sobre la mejilla y una sobre el borde posterior del maxilar superior; carece de ban- das longitudinales amarillas y. por fin, su color general es rosado sucio con manchas pardas en los flancos; dorso, cabeza y hocico pardos; aletas impares de color negruzco, sembrado 4(i2 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de manchas azularíais, redondas, muy marcadas, y los extre- mos de los radios exteriores de la caudal bien neg-ros. Hasta aquí se había creído que sólo existían en las ag-uas de esta isla tres especies de Serramts; de hoy en adelante, los aficionados al estudio de la Ictiología podrán patentizar la pre- sencia de las cuatro mencionadas con los ejemplares que posee el Ateneo de Mahón en su colección de peces de Me- norca. Un «Trypoxylon>:> nuevo y los «Trypoxylon» paleárticos POB RICARDO GARCÍA MERCET Trypoxylon Syriacum nov. sp, Ts^igTum, parum nitidum; mandibulis, pedibus anticis et in- termediis.femoribusqueposticisbasin versusaurantiatiis. Fron- te ab ocellis plus duplo latiore quam ab antennis Ocelli poste- riores ab ocello anteriore, quam ínter se minus distantes. Clipei marg-o antico, parvo, arcuato subtriang-ulari, haud denticula- to. Antennis apicen versus paullulum incrassatis. Fronte con- vexiuscula, dense punctata, infra antennas arg^enteo pubescen- te. Thorace minus dense punctato, seg"mento mediano in área dorsali long-itudinaliter sulcato, lateribus subtíllisime puncta- to-striatis. Alis hyalinis; teg'ulis plus minusve testaceis. Abdo- minis seg'mento primo parum elong-ato, segnnento secundo subaequale 9- Neg-ro; con las mandíbulas, las patas anteriores, la base de los fémures posteriores y los espolones de éstos de color ana- ranjado; provisto de pubescencia plateada sobre la cabeza y el tórax. Ojos converg-entes hacia abajo y distantes entre sí, en el vértice, casi tres veces más que sobre el borde superior del clípeo. El estema anterior dista de los posteriores mucho menos que estos entre sí. Antenas lig-eramente eng-rosadas hacia el ápice, con el escapo y el primer artejo del funículo alg"o roji- zos en su cara inferior. Clípeo convexo, su borde anterior muy pequeño, sin dientes, alg-o triang-ular-redondeado. Frente opa- ca, bien punteada, con puntuación más g-ruesa y espesa que la del mesotórax y, como la de éste, que no lleg-a á ser con- DE HISTORIA NATURAL. 463 fluente. Mesopleuras brillantes, punteadas en su mitad infe- rior; metapleuras lisas y pulimentadas. Lados del seg-mento medio finamente punteado-estriados; el área dorsal estriada transversalmente y con un surco en el centro, muy ancho y profundo. x\las hialinas, escuámulas rojizas. Abdomen negro, de tono un poco rojizo hacia la base; el primer seg-mento corto, su long-itud no excede de la del seg-undo anillo; el sexto seg"- mento acuminado, punteado. 9 Long". 9 mm. Patria: Marache, en Siria (M. de la Escalera). El T. Syriamm se disting-ue bien, por el conjunto de caracte- res expuestos, de todos los demás Trypoxylon paleárticos, como podrá apreciarse por el cuadro dicotómico que daré á continuación, en el que aparecen ag-rupadas y diferenciadas las especies de la fauna europeo mediterránea de este g-énero. Del T. Syriacimi no he visto sino un solo ejemplar, que figu- ra en las colecciones del Museo de Madrid. CUADRO PARA LA DIFERENCIACIÓN DE LAS ESPECIES PALEÁRTICAS DEL GÉNERO TnjfOXylon (1) 1. Abdomen completamente neg-ro 2 — Los tres primeros seg^mentos del abdomen rojizo testá- * ceos. Antenas engrosadas hacia el ápice; área dorsal del seg-mento medio finamente estriada; ángulo externo de la primera célula cubital de las alas anteriores recto. Cabeza y tórax negros. (^ Long. 5-7,12 mm T. AmmophUoides Costa Patria: Cerdeña, 2. Fémures y tibias anteriores é intermedios de color ne- gro . . . .* 3 — Fémures y tibias anteriores é intermedios de color ana- ranjado.— Borde anterior del clípeo inerme; frente, á la altura de los estemas, más de dos veces más ancha que {1) Los Trypoxylon son fáciles de distinguir de los demás esfégidos, por los carac- teres siguientes: Ojos fuertemente escotados en su borde interno. Abdomen alargado, primer segmento pecioliforme; el último redondeado en los Vq', cónico y sin área pigidial en la Q. Alas anteriores con una sola célula cubital bien acusada; la segun- da cubital, asi como la segunda discoidal, borrosas, formadas por nervios traslu- cientes. " « 461 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA en la base de las antenas; cabeza y tórax casi opacos^ neg-ros; primer se^-mento abdominal corto, y ancho, próximamente de ig-iial longitud que el seg'undo. Cuer- po nej^TO. 9 Long*. 9 mm T. Syriacum Mercet Patria: Siria. 3. Frente normal 4 — Frente provista de un escudo que encierra el estema ante- rior y lleg-a á la inserción de las antenas. —Borde anterior del clípeo redondeado, estemas posteriores muy próxi- mos al borde interno de lo- ojos compuestos, sobre todo en la 9; el estema anterior dista de los posteriores más que ellos entre sí; dorso del tórax y mesopleuras espar- cidamente punteados; área dorsal del segmento medio transversalmente rug-osa; lados finamente estriados; alas lig-eramente obscurecidas hacia el ápice; cabeza y tórax lig-eramente pubescentes; abdomen alarg-ado, primer seg-mento un poco más corto que el segundo y tercero reunidos; último segmento truncado en el í^; en la 9 triangular, con una liuea en su parte central. Ultimo artejo de las antenas ((^) unciforme, tan larg'O como los tres anteriores reunidos. Cuerpo y patas de color negro, cf y 9- Long- 7 11 mm T scniatum (1) Chevrier Patria: Mediodía de Europa y Norte de África: En España se ha encontrado en las provincias de Madrid, Salamanca, Avila y Barcelona. 4. Primer segmento del abdomen alargado; próximamente de igual longitud que el segundo y tercero juntos 5 — Primer segmento del abdomen corto, poco más largo que el segundo 6 5. Patas completamente negras; clípeo ligeramente bidenta- (1) Gribodo, en el «Bull. Son. entom. Italianas, 18S4, p^g. 928, ha descrito, bajo el nombre de Trypoxy'on Qnartinae, una e ppcie idéntica al T. sadatvm. El autor ita- liano no debía conocer esta última especie, puesto que dice de la suya: «E questa una notevolissima specie che si distingue fácilmente da tutte le altre finora conosciute, sia europee che esotiche, per la singolare conformacione della fronte e per la scultura del metatorace.v Por otra parte, la des«Tipcióa del T Qimrtinae conviene exactamente al T. scutatum. A pesar de ello Dalla Torre, en el ' atalogns Hymenopterorim. vol. viii, pág. "707 conserva el T. Qnartinae como especie separada, no incluyéndolo entre la sinonimia del T. scutahitii He consultado sobre el particular al Sr. Kohl, que es, ac- tualmente, la primera autoridad en esfétfidos. y me ha confirmado en mis suposicio- nes de que .7". Quuríinae y T. scutalum son una misma especie. DE HISTORIA NATURAL. 465 do en el ápice; las órbitas interiores de los ojos compues- tos, por debajo de la inserción de las antenas, separa- das entre sí por una distancia mayor que la long*itud del seg-undo artejo del funículo; dorso del tórax bien pun- teado, poco brillante; cabeza y tórax poco pubescentes. Cuerpo negro; el artejo final de las antenas, en el ¡^ ^ unciforme, de longitud ig-ual á la de los cuatro anteriores reunidos; escuámulas neg-ras en la mayor parte de su ex- tensión; dorso del seg^mento medio con un surco long-i- tudinal, estriado transversalmente. Long". 6-11 mm .... T. attenuatum Smith. Patria: Difundido por la mayor parte de Europa. En Espa- ña se ha encontrado en las provincias de Madrid, Barcelona, Zarag"oza, Avila y Guipúzcoa. — Tarsos anteriores de color amarillento; los intermedios y posteriores, claros también, pero más obscurecidos; bor- de anterior del clípeo inerme; lasórbitas interiores de los ojos, por debajo de la inserción de las antenas, separa- das entre sí por una distancia próximamente ig-ual á la long-itud del seg-undo artejo del funículo; cabeza y tó- rax provistos de abundante pubescencia plateada; dorso del tórax pulimentado, brillante con muy escasa pun- tuación. Cuerpo negro, escuámulas testáceas, alas hia- linas; el primer seg-mento del abdomen más fino y alarg-ado que en la especie anterior. 9 Long*. 8-11 mm. . T. alMpes Smith. Patria: Dalmacia (Smith); España: Granada (Kohl); Alcalá de Henares (M. de la Escalera!); Siria: Akbés (M. de la Esca- lera!)— Esta especie no estaba señalada en Siria. 6. Las órbitas internas de los ojos, por debajo de la inser- ción de las antenas, á los lados de la base del clípeo, distan entre sí la mitad que en el vértice, á la altura de los estemas; tibias y tarsos anteriores de color claro. Cuerpo neg'ro,pocopulimentado;alashialinas ligeramen- te obscurecidas hacia el ápice; seg*mento medio estriado transversalmente, con un surco profundo long-itudinal. Antenas eng-rosadas hacia el ápice; último artejo, en el ^, unciforme, de long-itud ig-ual á la de los tres anterio- res reunidos. Long-. 5- 10 mm . T. clavicerun Lepelletier. Patria: Difundido por toda Europa; en España se ha encon- T, VI.— Noviembre, 1906. 32 4(56 BOLETÍN DE LA llEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA trado hasta ahora en las provincias de Madrid, Barcelona y Zarag-oza. — Las órbitas internas de los ojos, por debajo de la inser- ción de las antenas, á los lados de la base del clipeo, distan entre si poco menos que á la altura del vértice; tibias y tarsos anteriores neg-ros ó de color píceo claro. 7 7. Especie de tamaño pequeño (4,5-6 mm.); tibias y tarsos an- teriores píceos; último artejo de las antenas, en el cf , no unciforme, de long-itud ig-ual á la de los cuatro ante- riores reunidos.— Cuerpo neg-ro, alas hialinas, puntua- ción, próximamente como en las especies anteriores; la relación que g-uardan entre sí la anchura de la frente, por debajo de la inserción de las antenas, con la que tiene á la altura del vértice como de 4:5; las antenas en la $ más eng-rosadas y más cortas y g-ruesas que en la del clavicerun; los artejos del funículo 3, 4 y 5, no más lar- g'os que el g-rosor de su ápice (en el clavicenm son dos veces más larg-os que g-ruesos en el ápice). Mandí- bulas y palpos de color amarillento. T. Kolazyi Kuhl. Patria: Austria inferior; España: Ambel, en la provincia de Zarag-oza (Dusmet!) Esta especie no estaba señalada en España. — Especie de tamaño medio (6-12 mm.); tibias y tarsos ante- riores negros; último artejo de las antenas, en el c?, unciforme, de long-itud ig-ual á la de los tres anteriores reunidos; en la 9, los artejos del funículo 3, 4 y 5 casi dos veces más larg-os que el g-rosor de su ápice. Cuerpo ne- g-ro; alas lig'eramente ahumadas; la frente, ala altura del vértice, casi de la misma anchura que por encima del clipeo. Detalles de puntuación y pubescencia como en el attenuatum. Long-. 7-12 mm T. fígiilus Linneo. Patria: toda Europa. En España se ha encontrado hasta ahora en las provincias de Madrid, Zarag-oza, Barcelona, Ali- cante, Seg-ovia y Valladolid. DE HISTORIA NATURAL. 467 Sobre la nomenclatura de algunos géneros del orden «Primates». POR * ÁNGEL CABRERA LATORRE Uno de los órdenes de mamíferos en cuya g-losología han in- fluido más las reglas de la nomenclatura aprobadas en el Con- greso Zoológ-ico de Berlin en 1901, es el de los Primates. Casi la mitad de sus géneros se llaman hoy de distinta manera que hace diez años, y en ciertos casos, este cambio de nombres ha oblig*ado á variar también la denominación de las familias. Desde lueg-o, creo deben ser bien recibidas cuantas modifica- ciones se propong-an encaminadas al cumplimiento de la ley de prioridad, base de las citadas reg-las; pero alg-unas de las propuestas para el orden que nos ocupa, me han sug-erido cier- tas observaciones que acaso impidan admitirlas definitivamen- te por buenas. En el interesante trabajo de M. Gerrit S. Miller acerca de ios mamíferos de Sumatra, publicado en 1903 en los Procee- dings of the United States National Miiseum, y más tarde en el ig-ualmente notable estudio sobre mamíferos malayos por M. Lewis Bonhote, en los Fasciculi Malayenses, se dice que ■el nombre Semnopithecus, tan g-eneralmente aplicado á los lan- ^•ures (1) ó monos de cola larg-a de la India, debe ser sustituido por Preshytes, porque Presdytes fué usado por Eschscholtz en 1821, mientras Semnopithecus, propuesto por F. Cuvier, data sólo de 1825. No es mi intención discutir ahora si este último nombre se publicó realmente en esta fecha ó en 1821 (2); para (1) Adopto para estos monos el nombre vulgar «languro que se les da en la India ^' ha sido aceptado por los naturalistas ingleses, en vista de que en nuestro idioma no existe ninguna palabra especial para designarlos. En algún diccionario he visto el sustantivo «semnopiteco», que también aparece en ciertas obras populares de zoo- logia; pero los nombres formados castellanizando la terminación de un nombre cien- tífico, no deben ser admitidos en nuestro léxico; el emplearlos, vale tanto como some- ter el idioma á las leyes que rigen la nomenclatura zoológica y á las variaciones que en la misma pueden ocurrir. (2) La descripción del «cimepaye» (Semnopithecus melalsphus) en la Histoire Natu- relle des Mammiféres de F. Cuvier y Geoffroy, donde aparece por vez primera este nombre genérico, está fechada en Julio de 1821, y Desmarest hizo ya uso del mismo nombre en 182?. 468 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA el caso es lo mismo, pues, si seg-uimos las leyes de prioridad^ los lang'ures no pueden ser llamados ni ScmnoiñiJiecus ni Pres- lytes. Diez años antes de la publicación de cualquiera de estos nombres, esto es, en 1811, un lang-ur, el «douc» de Buffon ó Simia nemmis de Linneo, fué considerado como representante de un género especial, denominado por Illiger Lasiopyga. Por consiguiente, Lasiopyga es el primer nombre, distinto de Simia y de Cercojñi/ieacs, aplicado á un mono de los que luego Cuvier llamó Semnopiihecus , y tiene, por lo tanto, un derecho incon- testable de antigüedad sobre este último, como aoh^e Presbyies. Como quiera que cada uno de los autores de estos nombres tomó como tipo de su género una especie diferente, podríamos considerar al género de los langures como una suma de Lasio- pyga, Preshytes y Seonnopitheciis , y en tal caso, como siempre que se forma un género por reunión de varios, el nombre del más antiguo de éstos, que aquí es Lasioyyga, es el que debe prevale- cer (1). Desgraciadamente, este nombre no es muy apropiado para monos que tienen callosidades isquiáticas; pero no por eso debe abandonarse, pues en las reglas de nomenclatura se expresa claramente que un nombre, sea genérico ó específico, una vez publicado «no puede ser desechado por razones de im- propiedad, ni aun por su autor». Todo esto no obsta para que, si se cree conveniente distri- buir los langures en varios subgéneros para mayor facilidad en su estudio, se conserve el nombre Preshjtes para el subgé- nero que contenga la especie P. mitrata de Eschscholtz, cuya denominación exacta será Lasiopyga (Presljyies) mitrata. En la misma familia Cercopitheci(l(«,y para una especie de la isla de Pagi (Sumatra), estableció M. Gerrit S. Miller hace tres (I) Tal vez sea conveniente advertir que, para llegar á estas conclusiones, parto del supuesto de que á estos monos hay que daríes un nombre diferente de Cercopi- thecus, á pesar de que Geoffroy, Desmarest y los demás autores de aquélla época, no sólo los incluyen en este género, sino que suelen colocarlos ala cabeza del mismo. Atendiendo á esto, parece que los langures debieran conservar el nombre de Cercopi- thecus con más derecho que los monos africanos que hoy llamamos así; pero como ninguno de dichos autores hizo constar que el tipo del género fuese precisamente su primera especie, no hay inconveniente en seguir la opinión de F. Cuvier, que fué el primero en dejar el nombre en cuestión para las especies africanas. En cuanto á la especie tipo de Erxleben, á quien se considera autor del género, hoy por hoy parece imposible averiguar cuál es. DE HISTORIA NATURAL. años un género nuevo, al que denominó Simias (1). Este nom- bre, escrito así, con una s final, no había sido empleado antes; pero, ¿puede conservarse existiendo ya Simia? En mi concepto, ambas palabras son realmente una misma; seg-uidas de un nombre específico con s inicial, hasta desaparece en la pro- nunciación la única diferencia que entre ellas existe. ¿No sería bueno sustituir Simias por otro nombre que no ofreciese este inconveniente? Verdad es que las leyes de nomenclatura no prohiben en absoluto el empleo de nombres tan parecidos entre sí, pero sí recomiendan el evitarlos, y en este caso, creo que la recomendación merece ser atendida. Pasando á otra cuestión, entre los papiones ó monos de ho- cico de perro encontramos dos especies, el mandril y el dril, que casi todos los autores modernos separan, bien como un subg-énero dentro del género Papío, bien como un género dis- tinto de éste. Yo participo de esta última opinión; mas no voy ahora á ocuparme de la categoría que debe corresponder á este pequeño grupo, sino del nombre que debe dársele. Lesson, en 1840, le llamó Mormon, y este nombre, que apareció por primera vez en sus Species des Mammiféres Mmanes et quadrumanes, fué desde luego adoptado por muchos zoólogos. Pero mucho tiempo antes, en 1811, Illiger había denominado exactamente del mis- mo modo un género de aves, y en consecuencia, Trouessart ha propuesto hace dos años cambiar Mormon, en los mamíferos, por Maimón. Este nuevo nombre me parece innecesario, pues para desigmar el grupo de que se trata, existe ya el término Mandrilla. Agassiz, en ?>Vi Nomenclátor Zoologicus , dice que Mandrilla fué establecido por Desmarest en 1804, en el tomo xxiv del Dic- iionnaire d'Histoire Naturelle; pero no precisa qué diccionario es éste. Supongo yo que se referirá al que publicó Deterville en París (2), pues su vigésimocuarto volumen lleva precisa- mente la fecha de 1804 y contiene un extenso artículo de Des- marest sobre la clasificación de los mamíferos; mas es el caso que, aunque lo he buscado detenidamente, no he podido ha- llar en este libro el nombre latinizado Mandrilla, sino sólo el (1) Smitlisonian Miscellaneous Collecdon, XLV, 1903, p. 6". (2) Nouveau Dictionnaire d'Histoire Naturelle appliquée aux arts, principalement a l'Agriculture et h VEconomie rurale et domestique: par una Société de Naturalistes et d'Agriculteurs. Imprimerie de Crapelet. A París, chez Deterville, libraire. 4'70 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA francés Mandrills, impreso así, en bastardilla. En el diccionario' de D'Orbig-ny, se atribuye también Mandrilla k Desmarest, pero con una variación en la fecha, que se dice ser 1806, y sin ning-una indicación bibliográfica. Todo esto, unido á que el nombre en cuestión no aparece en la Mammalogie de Desma- rest, ni en ning-uno de los demás trabajos del mismo autor que he podido consultar, ni en los de su admirador Lesson, ni tam- poco en el Nomenclátor de Marshall, me induce á sospechar que dicho nombre no fué empleado por Desmarest. y que el atribuírselo nace tan solo de una equivocación de Agassiz, quien muy bien pudo leer Mandrilla donde decía Mandrills. En cambio, quien lo empleó, aunque no en 1804, sino cin- cuenta años después, fuéGervais. En su Hisioire Naturelle des Mammiféres, tomo i (1854), pág-ina 102, no sólo se encuentra el nombre Mandrilla, sino que se describen los caracteres que á él corresponden. Verdad es que Gervais también señaló como autor á Desmarest, pero acaso lo hizo inspirándose en lo que otros autores habían dicho, y definiendo el nombre por primera vez, vino á ser él su verdadero autor. De todos modos, Mandril' la tiene sobre Maiinon el derecho de una anterioridad de me- dio sig-lo. Otros monos, á los que hay que devolver un nombre injusta- mente olvidado, son los uákaris, los únicos Cebida de cola cor- ta. Generalmente, se los conoce como Brachyurus Spix (1823), pero este nombre no puede conservarse, porque en 1814 lo ha- bía ya empleado Fischer para ciertos roedores, y por otra par- te, el primer mono que Spix llamó Brachyurus, no era un uá- kari, sino su B. israelita (1), que es una Piihecia, de donde re- sulta que Brachyurus, en los monos, queda reducido á un sinó- nimo de este último g-énero. Atendiendo á estas razones, Gray llamó á los uákaris, en 1849, Ouakaria, y recientemente se han propuesto para ellos otros nombres. Ning-uno de ellos, sin em- barg-o, es necesario, puesto que existe otro más antig-uo. Caca- jao, empleado por Lesson en su obra Species des Mammiféres di- manes ei quadrumanes, ó sea en 1840. En el suborden Lemuroidea, encuéntranse también alg-unos- (1) Spix, Simiarun et VespertiUonum brasilienses species notae, 1823, pág. 11, lámi- na VII. La descripción y Agrura del Brachyurus ouakary se encuentran en la pág:. 12 y lámina VIII. DE HISTORIA NATURAL. 471 g*éneros cuyos nombres es necesario correg"ir. El indri, por ejemplo, aparece en las obras modernas con la denominación g-enérica Indris, cuando realmente debe llamarse Indri. El pri- mero de estos nombres, propuesto por Cuvier y Geoffroy en 1795, es más antiguo que el seg-undo; pero es un nomen nudum, y por lo tanto, debe desecharse y emplearse en su lug-ar dicho seg-undo nombre, que fué empleado un año más tarde por Geoffroy. Un g-énero próximo á éste, el que comprende como única es- pecie el Lémur laniger de Gmelin, se describe generalmente bajo el nombre «AvaMs Jourdan»; así se le denomina en el Ca- tálogo de Trouessart, y no sé que se haya hecho posteriormen- te ninguna corrección. Sin embargo, según se desprende de la sinonimia publicada por MilneEdwards y Grandidier (Ij, Jour- dan, en 1834, no escribió el nombre Avahis, sino AvaM, no aña- diéndosele la s final hasta 1839, en cuyo año lo empleó Ger- vais en esta forma. Finalmente, hace cuatro años, MM. Stone y Rehn (2), pro- pusieron devolver al género Loris E. Geoffr. el nombre Tardi- gradus Bodd,, que tiene doce años más de antigüedad. El de- recho de Tardigradus sería incontestable, si no hubiese emplea- do este nombre Meuschen en 1778 para el Bradypiis Iridacty- lus (3). Como Boddoaert no lo usó para los loris hasta 1784, resulta imposible aplicarlo á este género, que debe, por con- siguiente, seguir llamándose Loris. Excursión mineralógica al Norte de España y noticias sohre la Giobertita de Relnosa y la Gibbsita de Puente Arce yoR JUAN CALAFAT LEÓN Con objeto de procurar ejemplares para completar las colec- ciones de nuestro Museo de Ciencias Naturales, he realizado una excursión ó, mejor dicho, una serie de excursiones á las (1) Histoire Naturelle, Pliysique et Politique de Madagascar, i (18~P), p. 323. (2) Proceedings ofthe Acad. of Nat. Scienc. of Philadephia, 1902, p. 137. (3) Museum Oronovianum, 1778, p, 3 iTi boletín de la real sociedad española provincias de Santander, Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, desde el día 2 de Ag-osto al 12 de Septiembre del año actual. El re- sultado ha sido altamente satisfactorio, tanto por el número de especies mineralóg-icas recog-idas (34), como por haber en- contrado un mineral tan raro é interesante como la hidrargi- Uta, en su ySiYiedaá gibbsiia, que por primera vez aparece con certeza en tierra española. En Santander me favoreció un tiempo espléndido, fresco y despejado, que me permitió explorar la provincia en distintas direcciones sin el menor contratiempo; en cambio en Bilbao me sorprendió la huelga de mineros al día siguiente de mi llegada, y esto produjo grandes dificultades en mis gestiones. Á las excursiones por Álava y Guipúzcoa pude dedicar menos días que á las dos anteriores. Á continuación presento la lista de las especies mineralóg-i- cas recogidas, y las noticias más interesantes que á las mis- mas se refieren. Algunas sólo las cito para dar idea del nú- mero de especies que el explorador puede recoger en esas provincias; otros minerales se presentan en muchas más lo- calidades de aquella zona, y de ellos sólo indico los que son poco conocidos y los que se refieren á explotaciones nuevas. Calcita. — Pueden obtenerse ejemplares de perfecta blancura y cristalización romboédrica en la mina San José, de Reinosa (Santander), y en sus alrededores, y en Barambio (Álava). DoJomita. — Hay ejemplares cristalizados muy bellos en Pe- ñacastillo (Santander), Son de un blanco purísimo, mate, y en algunas geodas se ven cristales teñidos de negro aterciopelado por el óxido de cobalto. Smilhsonita. — La hay concrecionada, blanca, agrisada en Achondo y Cerain (Guipúzcoa), y Cajo (Santander). Hidrozincita. — Como es sabido, abunda en las minas de Puente Arce (Santander), habiendo recogido ejemplares de texturas bastante diferentes. Calamina. — Sola ó asociada á las dos especies anteriores es muy abundante en casi toda la región que nos ocupa. Blenda.— Hq recogido bellísimos ejemplares cristalizados en 'la mina EsjJeranza, de Barambio (Álava), de las minas del Tria- no (Vizcaya) y Cajo (Santander). La blenda de la primera lo- calidad merece especial mención. Se presenta asociada á la galena, calcopirita, siderita y cuarzo. He recogido algunos DE HISTORIA NATURAL. 473 ejemplares que tienen en un solo trozo estas cinco especies cristalizadas. La explotación es toda subterránea; la superficie de la mina j sus alrededores, cubiertos de espléndida veg-etación, no pre- sentan signos ni huellas por los que pueda deducirse la rique- za mineralógica que aquella tierra guarda en su seno. Un pozo único sirve de entrada alas numerosas galerías que se extien- den en todas direcciones, algunas de bastante longitud. El agua que circula por el piso de las galerías está cargada de gas sul- fhídrico, y deja un sedimento filamentoso y blanquecino, que los prácticos de la misma suponen que es de yeso; yo creo in- dudable que se trata de un depósito de azufre procedente de la descomposición del ácido sulfhídrico en contacto del aire. Por las junturas de las rocas se desprenden gases inflama- bles en forma de abundantes burbujas, produciendo una ver- dadera efervescencia en algunas charcas del suelo de las ga- lerías; estos desprendimientos gaseosos han motivado gran- des explosiones, y para evitarlas se ha establecido reciente- mente un sistema de ventilación adecuado. La blenda de esta mina, que es la mena más importante de las que allí se explotan, tiene una facies distinta de la mayor parte de las blendas explotadas en el Norte de España. Forma masas compactas bastante frágiles, de color gris obscuro bri- llante. Acaso corresponda á la variedad Uñm-dáSi prül)ra?)imita. En Andará (Picos de Europa) he recogido otra blenda de co- lor amarillo de canario muy intenso, sobre todo en las super- ficies alteradas, que en nada se parece á la clásica acarame- lada de la misma localidad. Galena. — Pueden obtenerse buenos ejemplares en Barambio, Reocín, Pico de Dobra, Puente Viesgo (Santander), Amorevieta (Vizcaya) y Zumárraga (Guipúzcoa), Cerusita. — Bellos cristales blancos, entrelazados, forman ma- sas en Reocín. Z¿í;¿om7«. — Existen ejemplares abundantes, irisados, con- crecionados, estalactíticos, aterciopelados, de las formas más raras y caprichosas en las minas del Morro y OUargan (Bil- bao), y en otras varias de la localidad. En las minas de Puente Arce recogí una azada, que está de- positada en el Museo, y se encontró en un banco de mineral de hierro, cuyo instrumento debió usarse en antiguas ex- 474 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA plotaciones. Se conserva intacta; la masa de hierro y acero se lia transformado en limonita, y un fragmento que g-uarda del astil ó mang'o de madera está totalmente fosilizado. OUgisto. — Solo o asociado á la especie anterior es abundan-* tísimo en toda la reg-ión cantábrica. He recogido bellos ejem- plares de la variedad metaloide, rara en España. Calcojñriia. — La hay en Barambio (Álava), Arrázola (Vizca- ya), Berásteg"ui (Guipúzcoa) y minas del Soto en Reinosa (San- tander). Malaquita. — En Carranza (Vizcaya) y minas del Soto, asocia- da á la especie anterior en bellos ag'reg-ados fasciculares. Azurita. — Se presenta en la mina de los Picayos, próxima á los Picos de Europa, acompañando á otros minerales de cobre, níquel y cobalto. Baritina. — La hay compacta en las minas de Berásteg'ui, y terrosa amarillenta en el estéril de las de Puente Arce. Pirita. — Se presenta en Galdames (Vizcaya), Arrázola, Puen- te Arce y en otras muchas localidades. En Reocín recog-í ejem- plares vistosos cristalizados sobre dolomita. En Puente Arce hay además pirita ordinaria limonitizada. Marcasita. — Proceden también de Reocín unos ejempla- res muy bonitos de esta pirita rómbica, en parte limoniti- zados. EstiMna. — La hay en Dobras (Santander). Pirohisita. — Se encuentra en Puente Arce y Astillero Guar- nizo (Santander). i^¿won7íí.— Bellísimos ejemplares cristalizados, transparen- tes é incoloros, con blenda y cristal de roca, los hay en las mi- nas de Berásteg-ui, ya citadas. Con tinte violáceo, sola ó aso- ciada á la blenda en Irún. Los que he recog-ido de la primera localidad pueden fig-urar entre los más hermosos de proceden- cia espaíiola. Esmaltita. — Forma masas de color g-ris, con manchas rosa- das de eritrita; va asociada á otros minerales en las minas de los Picayos, ya citadas. Cristal de roca. — Hay ejemplares notables, por su transpa- rencia, en las minas del Soto y en Barambio. Siderita. — Cristales de color amarillo intenso, solos ó asocia- dos á la dolomita, formando con frecuencia g-eodas en Puente Arce. Cristales lenticulares, de tono melado ó rojo, en los que DE HISTORIA NATURAL. 475 empiezan á alterarse, con blenda y calcopirita, y masas cris- talinas amarillas, terrosas en Barambio. Anricalcita. — Se presenta sobre la calamina, en Achondo (Guipúzcoa), este curioso carbonato, que corresponde á la va- riedad puramente española, llamada risseita, por Des Cloi- zeaux. Piromorfita. — Sobre g-alena en Reocín. Wad. — En las minas de hierro de Ollarg-an (Bilbao) he en- contrado numerosos ejemplares de esta especie sólo conocida en nuestro país de alg-unas localidades andaluzas. Correspon- de á la variedad llamada hog -manganeso ó esimma de manga- neso. Forma masas arriñonadas y estalactíticas, de color g-ris pardo negruzco, y con la extremada ligereza propia de esta especie. UalloysUa. — Esta arcilla química, que es también bastante rara en nuestro país, se encuentra en las minas de Puente Arce, en masas compactas, de color blanco, con zonas rojizas, donde la tiñe el óxido de hierro. Lignito. — Se explota en las Rozas (Reinosa). También he re- cogido ejemplares en Puente Arce. Resina fósil. — He encontrado varios ejemplares de esta es- pecie en las minas de Puente Arce. De otras recolecciones menos importantes prescindo, para no dar excesiva extensión á la presente nota. Voy á extender- me un poco más que al tratar de las especies anteriores, en lo relativo á los dos hallazgos principales que en mi excursión he realizado, y que de intento he dejado para mencionarlos separadamente. Giohertita. — Antes de emprender mi excursión á la región cantábrica, tuve noticias, por mi querido amigo el Sr. Calde- rón, de que en la provincia de Santander se había iniciado la explotación de este mineral; pero tales noticias no precisaban el lugar de los yacimientos. Era muy interesante para nuestro Museo adquirir ejemplares de dicha especie, nueva en aquella región; por lo cual, á mi llegada á la capital montañesa, hice las indagaciones necesarias, y gracias á la amabilidad del ilustrado ingeniero de minas, D. Ramón Aguirre, adquirí prontamente los datos de la situación de los dos criaderos que recientemente han empezado á explotarse. Visité, en efecto, dichas minas, situadas en las inmediacio- 476 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nes de Reinosa; una es la mina Esperanza, perteneciente al término de Campoó de Suso; y la otra, llamada San José, en el término de Enmedio. El terreno, esencialmente calizo, forma una serie de lomas de escasa elevación, en las cuales es frecuente encontrar masas cristalinas de calcita, que se prolong-an hasta el nacimiento del Ebro, cuyo río corre á poca distancia de las dos minas. El mineral se presenta en filones envueltos por mantos de caliza, siendo su explotación á cielo descubierto, y casi en la superficie. Después de extraído y quebrantado se le conduce á, un horno, en donde se somete á una fuerte calcinación; luego se le tritura en un molino especial, y queda en condiciones para exportarlo, utilizándolo después, seg"ún mis noticias, como material refractario. La g-iobertita de la mina Esperanm, tiene color g-ris obs- curo, casi neg-ro; es un ag-reg-ado de láminas brillantes en- trecruzadas que dan á las masas del mineral un aspecto cris- talino. En el interior de estas masas se observan en alg-unos trozos salpicaduras blancas, debidas indudablemente á la cal- cita. En otros bloques de la misma mina el mineral cambia de aspecto, presentándose en masa g-ranuda, de color ag-risa- do, con numerosas láminas diseminadas, neg-ras y brillantes como las anteriores. La g-iobertita de la mina San José, tiene color parecido á las ya citadas, pero de tono más claro; ofrece la particularidad de hallarse asociada á la calcita, de suerte que es un agregado de pequeñas láminas de giobertita y de cristales de calcita; la proporción en que aparecen mezclados ambos carbonatos es muy variable en los distintos sitios de la mina, pues en tanto que unos ejemplares, los de color más obscuro, están consti- tuidos en su mayor parte por la giobertita, otros se hallan for- mados casi exclusivamente por la calcita cristalizada, siendo fácil recoger otros ejemplares en que los dos componentes re- corran todas las proporciones intermedias entre los dos límites marcados. Estas giobertitas difieren completamente por su faciesy tex- tura de todas las que existen en nuestro Museo de Ciencias Naturales. ^ Es curiosa la observación de que las masas de caliza que ro- dean estos minerales han experimentado un verdadero meta- DE HISTORIA NATURAL. 477 morfismo, y en alg-unas zonas se pasa gradualmente del car- bonato calcico al carbonato magnésico. Hidrargilita.—^iew ajeno estaba al comenzar mis excursio- nes en el Norte de España, de que iba á encontrar este mine- ral (hidrato alumínico), que hasta ahora no había sido hallado por ning'ún naturalista en el territorio de nuestra Península. La hidrargilita que he encontrado en la provincia de San- tander, y de la que he traído numerosos ejemplares para el Museo, está en las minas de Puente Arce, á unos 3 km. de la estación de Mogro, en la línea del ferrocarril del Cantábrico. Es notable la riqueza de especies mineralógicas que existen en esas minas, como puede observarse por la relación que pre- cede; pero sólo se hallan en condiciones explotables las menas de zinc y de hierro. La pequeña bolsada de hidrargilita á que me refiero, no permite, por ahora, su explotación. Se presenta el mineral en masas blancas, concrecionadas, á veces estalactíticas, bastante duras y consistentes. Estas masas no son homogéneas; en su interior presentan incrustados no- dulos y fragmentos de otras substancias, rojizos unos, con aspecto de limonitas ocráceas, y otros pardos obscuros que recuerdan la pirolusita; además, al partir el mineral, vense muchos huecos de superficie rugosa, concrecionada y con pe- queñas estalactitas teñidas superficialmente de color amarillo rojizo, pero el mineral en su fractura es completamente blan- co, seg"ún he dicho antes. Esta textura parece indicar un proceso de sedimentación química que ha depositado dicha materia rellenando los hue- cos que dejaban entre sí los detritus de otros minerales. Respecto á la composición de este mineral, nuevo en Espa- ña, actualmente estoy practicando el análisis del mismo, con todo el detenimiento necesario. Terminado el reconocimiento cualitativo, y muy adelantada la determinación cuantitativa de sus componentes, puedo ya, sin la menor duda, calificar dicho mineral de hidrargilita, correspondiente á la variedad gibbsita. En efecto, los trabajos analíticos hasta hoy realizados, revelan la existencia de la alúmina y el agua, constituyendo la casi totalidad de la masa, y sólo cantidades pequeñísimas de sílice y de óxido férrico. Siendo, pues, el mineral un hidra- to de alúmina, sólo puede estar comprendido entre las espe- cies que presentan tal composición que, según se sabe, son 418 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tres: el diasjJoro, AI2O3, H^O; la hauxita, k\,^0.¿2'ñ^0, y la giUsita AI2O3, 3H2O. La insolubilidad del diasporo, su color, resistencia á los ag-entes químicos, etc., son tan característicos que no permi- ten en manera alg-una confundirle con las otras dos especies; siendo neg-ativos todos sus caracteres con respecto al mineral que nos ocupa, queda descartado, y, por consig-uiente, sólo hay que decidir entre la bauxita y la g-ibbsita. Estos dos mine- rales los consideran algunos como variedades de la hidrarg-i- lita, mientras otros los distinguen como especies diferentes, siendo entonces la gibbsita una variedad concrecionada de la hidrargilita. Ahora bien; los minerales, á los que ordinaria- mente se da el nombre de bauxita, no constituyen una especie bien definida y de caracteres constantes, sino que, como es bien sabido, son mezclas sedimentarias y terrosas de hidrato de alúmina, óxido de hierro, sílice, cal, magnesia, etc., en proporciones muy variables. Se admite como bauxita tipo la formada por alúmina 73,9 y agua 26,1 por 100, que correspon- de á la fórmula ya indicada; pero esta composición es verda- deramente ideal puesto que, hasta hoy, no se ha encontrado de tal pureza, y si se examina un cuadro comparativo de aná- lisis de este mineral, en distintos yacimientos de Europa y América, obsérvanse enormes diferencias de composición (1); por ejemplo, la bauxita francesa de Beaux contiene, seg'ún los análisis de Déville, de 30,3 á 57,6 por 100 de alúmina, 24,8 á 34,9 de óxido férrico, 10,8 á 22,1 de agua y pequeñas cantidades de otras materias. La hidrargilita y lo mismo su variedad gibbsita son rarísimas en la naturaleza, y las muestras recogidas en los escasos yaci- mientos hasta ahora encontrados, tienen mayor uniformidad de composición y solubilidad en los ácidos, color más ó menos blanco, y en general, una pureza superior á la de la bauxita. Correspondiendo bien estos últimos caracteres á los del nue- vo hallazgo de Puente Arce, no vacilo en calificarle en la forma indicada, esto es, hidrargilita en su variedad gibbsita. (1) The Non-Metallic Minerals, their occurrence and uses, by Qeorge P. Merrill.— Lon don. Chapman & Hall, Limited, 1904. DE HISTORIA NATURAL. 479 La «Guadarramita»: propuesta de una nueva individualidad mineralógica radiactiva POR JOSÉ MUÑOZ DEL CASTILLO En el mes de Marzo último dimos á conocer en este Bole- tín (1), denominándolos ^nuestras e!iccepcio7iales, unos trozos pétreos cuya actividad radiante alcanza cifras próximas á 2.500 voltios hora — cien gramos, procedentes del monte La- gasca, no lejos del León, á una legua, próximamente, del apeadero de San Rafael. Hasta fin de Junio continuamos el estudio de tan interesante mineral; y á él hemos vuelto desde principios de Octubre, pro- poniéndonos hoy, con los datos que recientemente hemos pu- blicado (2), y coa el conocido libro de P. Groth (3), intentar su clasificación, por parecemos, acaso equivocadamente, no ci- tado hasta la fecha, y merecedor de nombre especial. « El aspecto pardo-negro brillante, de hierro corroído á tre- chos y á trechos liso acerado, y lo poco que puede apreciarse respecto de la forma cristalina en los ejemplares de que dispo- nemos; algo de la facies y del modo de presentación en con- junto, digámoslo así, hacen pensar desde luego que se trata de la Ilmenita ó Iserina, cuya fórmula es Ti03Fe, y su peso mo- lecular 150,84 (4), así distribuido: Ti O, = 79,46 y FeO = 71,38; ó bien, en cien partes, 52,67 de bióxido, de Titano, y 47,33 de óxido ferroso. (1) Loe. cit.— Nuevos minerales radioactivos de San Rafael de El Espinar (provincia de Segovia). (2) Anales de la Sociedad espmola de Física y Química, Septiembre de 1906, (3) Tablean systématique des minéraux, par P. Groth; traduit de la quatriéme édi- tion allemande.— Genéve, 1904. (4) En los cálculos que siguen, suponemos los siguientes pesos atómicos: H=:l; 0 = 15,88; Si = 28,2; Ti = 47,7; Mn = 54,6; Fe = 55,5. 480 boletín DIí LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Comparando estas cifras con la composición del mineral Bióxido de Titano 50,94 Oxido ferroso 38,49 Oxido mang-anoso 3,71 Silice 5,80 Kesto indeterminado 1,06 100,00 se echa de ver que la mayor parte de la masa que estudiamos puede ser considerada como Ihnenita; pero no toda, ni mucho menos. A los 38,49 de óxido ferroso corresponden 44,94 de bióxido de Titano, y por tanto, en tal hipótesis, la composición quedaría así establecida: Ilmenita 83,43 Bióxido de Titano 6,00 Oxido mang-anoso 3,71 Sílice 5,80 Resto indeterminado 1,06 100,00 « * Tras este avance para el esclarecimiento de la fórmula del mineral, sig-ue en importancia fijar la situación de la sílice, dado que no se halla libre, y en vista de la pequeña cantidad de bases que resulta (MnO = 3,7 y probablemente R,R' -= 1,06) frente á la de ácidos (Si O = 5,80 y TiO2 = 6,00). Y á nuestro juicio encauzase el asunto por buen camino, imag-inando que la Ilmenila está mezclada con una Esfena compleja. Afirma Grotli, en efecto, que los dos minerales comprendidos bajo el nombre de Titanita— la Esfena y la 6^ro^/^?7«— pueden referirse á la fórmula g-eneral TiO^ Si O, CaO, dimanada del ácido dimetasilícico O Si< ^ O Si OH OH O DE HISTORIA NATURAL. 481 mediante la sustitución en éste de un átomo de Silicio por uno de Titano; pero advirtiendo que multitud de análisis pre- sentan discrepancias en la relación Tí : 8% = 'peso atómico del 'primero : peso atómico del segundo; ó lo que es lo mismo, que ambos ácidos pueden reemplazarse isomórficamente en cual- quier proporción, lo cual transforma la fórmula general en ésta Ti.r Si y O, Ca,, siendo los valores de x é y ig-uales á 1, ó mayores ó menores que 1. Respecto del Calcio, su sustitución por otros elementos ning-una dificultad supone en la realidad; ya la GreenorAta es una Titanita en que CaO se halla parcialmente reemplazado por MnO; y así pueden citarse otros casos; de modo que la esfena que imag-inamos podría tener la fórmula definitiva (Siy, Ti^) O. (Mn.R, R' ); siendo uno ó varios de los supuestos radicales positivos R, R' la substancia radiactiva del mineral. Representaremos por X la cantidad de tal Titatiita existente en nuestro sujeto de estudio. Pero al reducir esta hipótesis á números, resulta un sobrante de bióxido de Titano; pues los 3,71 de OX. Mang-. requieren 6,31 de sílice; y como sólo hay 5,80, habrá de ser suplida por TÍO2 la diferencia (0,51), en la relación de los pesos molecu- lares respectivos 59,96 (SiO^) y 79,46 (TiOg). Y aunque el ex- cedente no alcanzará en realidad ciíra tan grande como así parece, 'porque los elementos básicos que suponemos — R, R' = 1,06 — aumentarán la cantidad de TiO.^ que forme parte de la esfena, el hecho es que una parte de TÍO2 quedará aún libre. Nada, sin embarg-o, importa ello. Todo se reduce á admitir que entra, asimismo, en el cuerpo una cierta pequeña masa de RíUilo; análogamente, á como la Iserita es considerada por Groth, mezcla de dicha última especie é Ilmenita. Z(TiO,, Tío,) T. VI —Noviembre, 1906. Sa 482 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA será, por consig-uiente, la cantidad dol último componente que aceptamos, también provisionalmente, claro es, para el mineral. En suma, proponemos como fórmula transitoria, por el mo- mento, de la entidad petrog-ráfica que nos ocupa, la sig-uiente: TiOaFe, Z[(Siy, Ti^) O. (Mn„ R, R' )], YÍTl^O,). Siendo oportuno consignar complementariamente: 1.° Que al Entilo se le asig-na de ordinario la fórmula O, por razón de su isomorfismo con la zirconay otras especies quí- micamente análogas. 2.° Que la probable coexistencia de la Ilmenita y el Rutilo en la Iserita, para Groth, entendemos que no puede menos de ser isomórfica. 3." Que no sólo los titanatos de Hierro, Manganeso (Pirofa- nita) y otros con.stituyen juntos unos mismos cristales, sino que habitualmente los titanatos son sales isomorfas con los corres- pondientes silicatos. 4." Hay que descartar la presencia de la Titanomagnetita ([(Fe, Ti)0.2]''*Fe, Groth), entre varias razones, porque el mine- ral no es magnético. Y pareciéndonos suficiente tal composición probable, y más dada la circunstancia de tratarse de un cuerpo notablemente radiactivo, para considerar como nuevo el mineral en cues- tión, proponemos para él, con el carácter provisional, repeti- damente indicado, el nombre de Guadarramita (1), en re- (1) Excusado parece decir cuan grande es el temor con que nos permitimos propo- ner un nombre especial y español para el mineral que vamos dando á conocer desde el mes de Marzo último, y que en definitiva acaso quede en su día clasificado como variedad de la Ilmenita. Nos decide, sin embargo, el ejemplo repetido de entidades mineralógicas menos di- ferentes entre sí que la Qtiadarramita y la Ilmenita, y que, á pesar de ello, ostentan nombres distintos acogidos por las autoridades en la materia y por el uso general. La DE HISTORIA NATURAL. 483 cuerdo de ese gran macizo granítico que cada día nos parece menos estudiado y más dig-no de estudio. Hase encontrado la Guadarramüa en el pinar del monte Lagasca, no lejos del orig-en del arroyo del mismo nombre, ya esparcida entre la no muy gruesa capa de tierra vegetal, Impresión af tigTáfi''a prrducida á los cinco días de exposición. Atribuímos, sin per- juicio de ulterior estudio, su falta de uniformidad á la configuración geométrica de la superficie del mineral. ya, al parecer, en el añoramiento de un ñlón de peg-matita; presentándose como masas sueltas, ó como filoncillos envuel- Torita y la Orangita (silicato de Torio) son iguales substancialmente, pues el más ó menos (la primera contiene ."^Q por li O de torina y la segunda 7:^,8 por 100) Torio, Hie- rro, Manga' eso, Uranio, Cobre. Plomo , que en ellas entran, como tampoco el co- lor, suponen caracteres diferenciales de superior valor á los que posee nuestro mine- ral respecto de aquellos con que se halla emparentado. La KnopUa y la PeromsMta (titanato de C Icio) sólo se distinguen por la presencia del Cerio en la primera. Y as^ pcdiian multiplicarse los recuerdos, si necesario fuera— que no lo es— en el caso de que nos hallaremos poco dispuestos á modificar nuestro criterio ante toda observa- ción justificada; y si no se tratara de asunto tan pequeño como el de someter á las personas competentes el nombre de Giiadarramita para una mezcla de Ilme'iita y de una esfena notahlemente raüactiva, análogamente a como se llama Iserita á una mez- cla de llmeuüa y Rutilo; Picrotitanita (Dana á la mezcla de Geihielita (titanato de Magnesio) é Ilmenita; Hidi'oihneniía á una Tlmenita manganesifera^ parcialmente des- compuesta, etc., etc., etc. 48i boletín de la REAL SOCIEDAIl ESPAÑOLA tos por el feldespato, ó como adherida sin solución de conti- nuidad á hermosas masas de hojas de micas (1). Las placas de Giiadarramita, así diseminadas, tienen, con frecuencia, el tamaño de varios centímetros; y son menos lirillantes, y aún diríamos mates, en las superficies de frac- tura (2). Su densidad alcanza la cifra 4,03. Y en cuanto á la forma cristalina, y respecto de los restantes elementos R, R' que en el mineral existen, no ha lleg-ado aún la ocasión de (jue podamos decir nada definitivo. (Laboratorio de Radiactividad de la Facultad de Ciencias de Madrid.) Boletín bibliográflco. Octubre. Académie des Sciences. Taris. (Comptes rcnduh.) 1906, t. oxLni, n° 14. — GüiGXARi): Des Kosacées a acide ryanhydrique. — Giard: Sur les dégílts de Loxostega sticticalis L. daos les cultures de Betteraves. — Odin: Sur l'exist. de formes-Ievures stables diez Sterigmatocystis versicolor et chez Aspergillus fumigatus. — Kilias: Sur la «fenétre» du Plande Net- te. — Martel: Sur les zones impermeables dans les sous-sols calcaires. N° ¡5. — Lépine et Boulud: Sur la nature du sucre virtuel du sang. — LuBiMENKo: Action de la lumi^re sur les sucres du Piyius Pinea. — Roubaud: Sur les Diptér. piqueurs du groupe des Simulies. — Jaxet: Sur uu org. du thorax des Fourmis ailées. — Frech et Resz: Sur le Trias á facies océan. en Gréce. — Obrecht: Sur les Iremblem. de ierre du Chili. — Legendre: Sur la teneur en acide carbón, de l'air marin.= N" 16. — Lépine et Boulud: Sur la dialyse du sucre du sang. — Eobik- (1) De la actual, y quién sabe si más ó menos definitiva, escasez de Qtiadarramita que resulta en armonía con tal modo de presentarse, nos hemos dado cuenta en re- ciente Excursión de estudios radiactivos al monte Lagasca., realizada en unión del Pro- fesor Auxiliar de Mecánica (immica, Sr. Morales Chofré, y del Preparador de Radiac- tividad, Sr. Diaz de Rada; acerca de la cual, y de ciertos detalles conexos, informa- mos, ante la Sociedad española de Física y Química, el 29 de Octubre último. Los datos de la sociedad propietaria del coto minero Amable quizá no permiten calcular en más de un par de docenas de kilogramos la cantidad del interesante mineral, exento de ganga, hasta ahora encontrado. (2) Los trozos mates y los varios minerales, así obscuros, de peso específico, brillo y actividad varios, que vamos reconociendo— todos diseminados por la sierra— nos decidieron á expresarnos en Marzo, como lo hicimos, al ocuparnos de la clasificación de la Guadarramita. Confiamos, sin embargo, en que aquella primera impresión pueda quedar sobradamente justificada. DE HISTORIA NATURAL- 485 son: Sur un troisiéme canal mandibul. chez l'enfant. — Levaditi et Sauvage: Pénétrp.t. du Treponema pallidum dans l'ovule =N'' 17. — Le Renard: Les seis de cuivre dans la germinat. du Penicillium. — Lu- BiMESKo: L'assimilat. chlorophj'll. avec la lumiére et la temperat. — Vles: Mécauisme de la nage du Peden. - Qüidor: Sur un nouv. paras, de CorynacHs viridis.—ME\ja\EK: Les Dolichopodidce de Tambre de la Baltique.=N° 18.— Giaru: La Teigne de la Betterave.— Delebecque: Sur les lacs du cirque de Rabuons. — Doyon, Gaütier et Kareff: Coa- gulabil. du sang sus-hépatique. American Naturalist (The). Chicago. 1906, n° 478.— Walton: Naididse of Cedar Point, Ohio.— Herrick- On the Odontophoral Apparat. in the Sycotypus canaliculatus. Baleares [LasJ. Palma de Mallorca. 1906, n" 70. Berliner Entomologische Zeitschrift. Berlín. 1906, Band 61, Heít i.— Kolbe: Üb. die Amerikan. Dynastidengattung Strategus-SiEiia: Die afrikan. Anthomyiden.— Stichel: Z. 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Comisión.— El Presidente manifestó que la Comisión desig-- nada para felicitar á nuestro consocio honorario D. Santiag-o Ramón y Cajal, con motivo de la adjudicación del premio Nobel, había llenado su cometido, visitando al ilustre histólo- go á quien expresó el júbilo de la Sociedad por la alta recom- pensa de que ha sido objeto y el entusiasmo con que se adhiere á las manifestaciones de simpatía que de todas partes están tributándosele. Añadió el Presidente que el Sr. Cajal expresó á la Comisión su más sincero ag-radecimiento por la honra que la Sociedad le dispensaba, ag-reg-ando que él conserva siempre vivo recuerdo del apoyo que ésta le concedió en los días que su nombre era poco conocido en el mundo científico y cuando no contaba con recursos materiales para la publicación y di- fusión de sus trabajos y dar á conocer el fruto de sus inves- tig-aciones. Fallecimientos.— Se anunció la muerte de nuestros consocios D. Antonio Paiiz Llacer, de Castellón, y D. José Rives Maupoey, que residía en Barcelona, enterándose de estas bajas la Socie- dad con evidentes señales de sentimiento. Comisión del Noroeste de África.— Noticias recibidas última- mente del Sr. Martínez de la Escalera, nos enteran de que el 16 de Noviembre embarcó para Cabo Juby, aprovechan - T. vi.-Diciembre, 1906 34 490 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA do el viaje anual que hace el Cm tagena para llevar provisiones k aquel punto para el puerto militar que allí tienen los ma- rroquíes; iba acompañado del colector español y de un intér- prete moro, y llevaba intención de volver por tierra pasando por Ifní si las circunstancias se lo permitían. Con posteriori- dad se ha sabido su vuelta á Mog-ador, verificada el 30 del mis- mo mes por el mencionado vapor, por haber sido absolutamente imposible intentar el paso por tierra, y aun en Cabo Juby no pudo permanecer en casa del g"obernador moro nada más que un día y una noche, pues al siguiente le oblig-aron á reembar- carse. En los días que permaneció allí recog-ió 27 roedores y un fenec, 50 reptiles, 400 coleópteros y alg'unos ortópteros, á pesar de no haberse alejado apenas tres kilómetros de Tarfalla. La costa es baja y está recorrida por una serie de dunas de poca altura, pero que ocultan por completo el horizonte; en ellas fué en las que pudo recog-er el material citado, valiéndose de una docena de muchachos moros y del colector. Como la esta- ción es de pleno invierno, sólo se encuentran tenebriónidos y éstos escasos. La impresión que le ha producido el aspecto del país no puede ser más deplorable, dando idea de su pobreza el que en el vapor llevaban 2.000 sacos de cebada para Ma-el-Ain, lo que parece contradecir la afirmación de Dood, de que se encuen- tren campos de cultivo entre Río de Oro y el Dráa. En Cabo Juby se toma el ag-ua de dos pozos que existen á 500 metros de la playa, y es tan salobre, que difícilmente puede utilizarse para la bebida, además de ser muy escasa. Desde Tarfalla al oasis de El Hámara sobre el Dráa, donde asienta Ma-el-Ain, hay cinco días de marcha sin que se en- cuentre ag-ua en el camino, seg-ún los informes que allí re- cog-ió. Notas y comunicaciones.— El Secretario leyó la noticia siguien- te, remitida por nuestro consocio D. Emilio Ribera: «Entre los ejemplares últimamente ingresados en el Museo de Ciencias Naturales, figura un feto procedente, al parecer, de la unión de asno con muía. Ha sido donación del Catedrático de Historia natural de la Universidad de Sevilla, D. Serafín Sanz, y viene acompañado- por certificación dada en 5 de Abril del año corriente por el DE HISTORIA NATURAL. 491 veterinario D. Wenceslao María Triano de Parada, de Alcalá de Guadaira, quien aseg-ura que asistió á la madre en el parto y que le merecen crédito las personas que atestig-uaron la unión de ésta con un asno. Es de advertir que con fecha 1." de Noviembre próximo pa- sado se ha recibido en el Museo carta de otro veterinario, el Sr. Luig-i Rizzelli, deMag-lie (Italia), ofreciendo (parece que en venta), otro ejemplar de caso análog-o, lo que de ser cierto pro- baría que éstos no son tan raros como se cree. No son, sin embarg-o, frecuentes y tendrían mucha importan- cia desde el punto de vista de la reproducción de los híbridos; por ello me ha parecido oportuno dar cuenta á la Sociedad de ambos casos, rog-ando á los señores socios que estimulen don- de puedan y sea procedente, para que Ueg-uen á conocimiento de la misma ó del Museo los ejemplos de esta reproducción anormal que puedan presentarse como auténticos, y noticias, caso de ser ciertos, sobre si las muías fecundadas una vez, si- g-uen aptas para nueva fecundación, como sobre las condiciones en que nazca el hijo y tiempo que viva después del nacimiento.» — Con este motivo, el Sr. Cabrera Latorre dijo que, antes de dar por cierto que el feto proceda de una muía, convendría in- vestig-ar cuidadosamente el orig-en de la madre, que bien pu- diera ser, no una muía, sino una yeg"ua de aspecto amulado, hija á su vez de una yeg-ua muletera. Con frecuencia se han citado casos de muías fecundas, que luego han resultado ser yeg-uas cuya madre fué dedicada durante alg-unos años á la produc- ción de muías, de donde resultaron para la yeg-ua tomada por muía caracteres mulares, debido á la influencia de una prime- ra unión. Este fenómeno, expuesto hace ya años por Tag-et- meier, pudiera muy bien haberse repetido en este caso, y en- tonces el citado feto nada tendría de notable. Hasta ahora, no ha habido ning-ún caso absolutamente cierto de fecundidad en la muía, y, por lo tanto, conviene proceder con ciertas precau- ciones antes de dar importancia al hecho presente. — El Sr. Calafat leyó una nota sobre el análisis de la Gibbsita de Puente Arce (Santander). — El Sr. Lázaro dio cuenta de haber encontrado en Extre- madura una especie nueva del g'énero Viola, presentando la descripción de esta planta. —El Sr. De Buen comunicó á la Sociedad que ha sido nom- 492 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA brado Director de la Estación de Biolog-ía marina reciente- mente creada en Baleares, y, que habiendo tomado posesión del cargo, lo ponía en conocimiento de sus consocios, ofre- ciéndose á todos incondicionalmente. Notas bibliográficas.— El Sr. Calderón remitió las siguientes: T. de Azcárate, Terremotos registrados en el Observatorio de Marina de San Fernando. Estas noticias de observaciones, recogidas con un péndulo Milne, se publican periódicamente. K. Sapper, Tenerife, Globus, 90, 1906. Núm. 1, pág. 1-7, con seis vistas tomadas por el autor. Esta nota, sin contener novedades notables, es interesante por la viveza de la pintura de las circunstancias locales, y, sobre todo, describiendo una ascensión al famoso Pico. K. Sapper, Beitriige ziir Kenntnis von Palma und Lanzarote, Petersmanns Geogr. Mitteilungen, 1906, 20 pgs. y un mapa. Este trabajo es mucho más extenso é importante que el an- terior, sobre todo en punto á datos originales y nuevos. Des- pués de reseñar brevemente su excursión, se ocupa el autor de los trabajos cartográficos y geológicos existentes sobre las islas objeto de su descripción. Pasa á examinar la isla de Palma desde el punto de vista geográfico, para describir después más particularmente en subtítulos sucesivos las regiones siguientes: l.\ la famosa Caldera y los Rancones; 2.% la parte situada al W. de estos últimos, que él llama depresión de Lavanda, donde se halla, entre otros, el volcán de Tacande; 3.^ las cadenas del S. de la isla, con algunos famosos cráteres apagados y otros pequeños formados de lapillis y lavas. Siendo Palma bastante conocida desde los trabajos clásicos de L. v. Buch, G. Hartung, K. von Fritsch, Lyell y Reiss, la labor del profesor de Tubinga se ha dirigido, principalmente, á completar y rectificar datos con- signados por aquellos ilustres exploradores. La segunda parte del trabajo que examinamos está destinada á Lanzarote, isla bastante bien descrita geológicamente, sobre todo por Hartung, merced á lo cual el autor se fija más en completar su examen geográfico. La estructura del territorio es muy complicada por el sinnúmero de colinas volcánicas DE HISTORIA NATURAL. 493 modernas y contemporáneas que se alzan por todas partes, con mag-níficas Calderas, sobre todo la de Fuencaliente, la famosa Montaña de Fueg-o, muchas veces descrita, etc. El tercero y último capítulo se refiere á las Isletas (Graciosa, Montaña Clara, Aleg-ranza, Roque del Este, Lobos), las cuales describe brevemente, pero de un modo interesante. La lámina que acompaña al trabajo contiene: el mapa hipso- métrico en bosquejo de la isla de Palma, á la escala de 1 : 150.000, hecho sobre la base del mapa de Vidal (Madrid, 1889;; el mapa en bosquejo de Lanzarote á ig-ual escala que el ante- rior, basado principalmente en los trabajos de O. Simony, y, por último, un mapa hipsométrico de la Montaña de Fueg-o de Lanzarote, exclusivo del autor, á la escala de 1 : 50,000. Charles Depéret, Los vertebrados del Oligoceno inferior de Ta- rraga (provincia de Lérida). Con versión francesa. Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, tercera época. Vol. V, núm. 2i. Barcelona, 1906. El yacimiento que ha proporcionado los materiales para esta importante monografía, es conocido por la descripción hecha por el Sr. Vidal. Se trata de una cantera situada á kilómetro y medio de Tárrag-a, en la cual existe, entre capas calizomarg-o- sas, un lecho con abundantes huesos de vertebrados. La edad, seg-ún un trabajo precedente de los Sres. Depéret y Vidal, de que hemos dado cuenta en otra sesión, corresponde al corona- miento del Olig-oceno inferior. El conjunto de los diversos fósiles conocidos del yacimiento de que se trata, ha dado la siguiente lista: Veg-etales, determi- nados por los Swps. Laporta y Zeiller, Anastomeria?, Sabal La- manonis, Cinamomnm lanceolatum, Lencolhea proiogea y Myrica acuminata; Moluscos, Limncea ¡onginata, Planorbis cormí, P. polycymits; Peces, Proleiias aff. Oustaleti; Reptiles, Crysemys Lachan, Trionyx sp., DipJocynodon sp.; ^i'á,miíevos, Brachyodiis Cluai nov. esp., TAerydomys siderolit/iicus Victet, var. mafor, nov. var., Plesictis Filholi nov. sp , Amphicionida. La Memoria á que nos referimos se concreta al estudio de los vertebrados, particularmente á los mamíferos, cuyas espe- cies nuevas describe minuciosamente. Acompañan al trabajo cuatro magniíñcas láminas destina- das á representar de tamaño natural las partes característi- m boletín de la real sociedad española cas en los mejores ejemplares hallados de dichas especies nuevas. Alves de Mag-alliaes, Nova hi do sistema do Mundo. Mudanca periódica da posicáo da Terra. Porto, 1905, 694 p/ig-inas. La tesis fundamental que se sostiene en esta obra, es la de la transmutación g-eneral y periódica de los climas del globo. Se propone el autor demostrar su tesis por tres órdenes de prue- bas, que denomina:] documentos g-eológ-icos. documentos pa- leontológicos y documentos históricos. Con ellos pretende ex- plicar por dicha transmutación un g-ran número de hechos hasta ahora no esclarecidos. Es imposible extractar en pocas palabras el contenido de un libro tan rico en consideraciones y datos como el de que se trata; pero para dar una idea de sus tendencias, recordaremos la relación que establece entre el medio y la evolución socio- lóg-ica. La fase inicial de ésta, dice, corresponde al ciclo g"eo- lóg-ico que se extiende desde la edad eocénica hasta el fin del último período g-laciar; la seg-unda, ó sea la del desenvolvi- miento de las facultades estéticas, es sincrónica con el período postg'laciar; la tercera fase de la civilización, que se caracte- riza por el desenvolvimiento de las facultades intelectuales de la humanidad, corresponde al período g-eológ-ico reciente. Hay, pues, una serie mesológ-ica paralela á una serie so- cial que abraza las edades de la piedra. La del metal, ó sea la edad en que se sirve el hombre de la escritura, es el pe- ríodo histórico y coincide con el g-eológico actual. El autor ex- plana esta idea tratando de establecer la razón de ¡la coinci- dencia de las dos series, seg"ún los principios de la escuela positivista. El intento del libro en conjunto es, sin duda, de trascen- dencia suma y merecedor de que fijen su atención en él cuan- tas personas se interesan, tanto por la filosofía natural, como por la sociolog'ía. M. Cossmann, Estudio de algunos moluscos eocénicos del Piri- neo catalán. Nota traducida al español, con tres láminas de fósiles, continuación de otra aparecida en 1898 en el Boletín de la Comisión del Mapa g-eológico. DE HISTORIA NATURA.L. 495 Elección de cargos. — Terminada la parte científica de la sesión, el Presidente manifestó que procedía suspender el acto por a]g"unos momentos para que los señores socios se pusieran de acuerdo respecto á los que han de formar la Junta directiva durante el año venidero, y reanudada á los pocos minutos, pro- cedióse á la votación correspondiente, resultando eleg-ida la si- aruiente & JUNTA DIRECTIVA PARA EL AÑO 1906 Presidente: D. José Casares Gil. Vicepresidente: D. Luis Simarro. Tesorero: D. Ig-nacio Bolívar y ürrutia. Vicetesorero: D. Cayetano Escribano. ■Secretario: D. Ricardo García Mercet. Vicesecretario: D. Doming-o Sánchez y Sánchez. Bibliotecario: D. Ang-el Cabrera Latorre. Aíixiliar de ¡a Biblioteca: D. Emilio Fernández Galiano. COMISIÓN DE PUBLICACIÓN D. Francisco de P. Martínez y Sáez. D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Lucas Fernández Navarro. COMISIÓN DE CATÁLOGOS D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Federico Gredilla y Gauna. D. José María Dusmet y Alonso. D. Juan Manuel Díaz del Villar. D. Enriquez Pérez Zúñig-a. D. Ang-el Cabrera Latorre. D. José Gog-orza González. Cuentas. — El Sr. Tesorero leyó el siguiente Estado económico de la Real Sociedad española de Historia natural en 1.° de Diciembre de 1906. La Sociedad ha invertido en el presente año económico la suma de 12.295,15 pesetas y tiene un sobrante de 968,58. 496 boletín DK LA RÜAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Procede lo g-astado: 1." Del sobrante del año anterior de la subvención conce- dida por una sola vez por el Ministerio de Estado á la Comisión de estudio de las colecciones de la Guinea española, para la publicación de un tomo de Memorias, que es el primero de las de esta Sociedad y cuya publicación toca ya á su término. Dicho sobrante, que ascendía á 1.538,57 pesetas, queda hoy reducido á 315,77. Se han abonado por dicho concepto: PESKTAS. Por impresión de las Memorias 16 á 20, ambas inclusive, del tomo I y tiradas aparte de las mismas 42(5 Por papel para las mismas 620 Por las láminas fototipicas viii, ix y x 175,80 Total 1.222,80 2,° De la subvención anual concedida á esta Sociedad por el Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes, y que se eleva á 5.000 pesetas, invertidas en su totalidad, cuya cuenta, formalizada por el Sr. Habilitado, nombrado al efecto, consta este año de los siguientes conceptos: PESETAS. Abonado á la casa Fortanet por impresión de las Memorias y demás publicaciones de la Sociedad, hecha excepción del Boletín y del tomo i de las Memorias 1.546,23 Por papel para las mismas publicaciones 1 .055,40 Por láminas y dibujos para las mismas 1 .227,?,0 Gastos de la Biblioteca por compras y encuademaciones 979,55 Gastos diversos 80,3 * Por impuestos del Estado 60 Por gastos de habilitación y timbre 51 Total 5.000,00 3.° De los recursos ordinarios de la Sociedad, que con el saldo sobrante del año anterior han ascendido á 6.725,16 pese- tas, y cuya cuenta de g-astos é ingresos, que arroja un saldo á favor de aquélla de 652,81 pesetas, es la siguiente: DE HISTORIA NATURAL. 491 Estado de los ingresos y gastos ordinarios de la Real Sociedad espa- ñola de Historia natural desde 1.° de Diciembre de 1905 á 30 de Noviembre de 1906. INGRESOS. PESETAS. Saldo á favor de la Sociedad en 1." de Diciembre de 1905 697,41 Importe de las cuotas corrientes de un socio protector (180}; un correspon- diente extranjero (10;; trescientos veintinueve numerarios, once de ellos extranjeros (4 951,50) y seis agregados (48) 5.189,50 Id. de treinta y seis cuotas atrasadas (seis de ellas de socios extranje- ros) que se han hecho efectivas 519 Id. de las cuotas adelantadas de dos socios (Sres. Azam y Mercado). . . 31,50 Id. por tiradas aparte, corrientes 32,50 Id. por id., atrasadas 220,25 Abonado por el Sr. Gelabert para la excursión de Oiot 5 Total 6.-;-25,16 GASTOS. Abonado por impresión de diez números del Boletín (9 y 10 del tomo v y 1-8 del vi) y tiradas aparte de los mismos 2.303,25 Id. por papel para la impresión del mismo 8"/ 1,10 Id. por láminas y grabados pira el mismo 612,50 Id. por haberes del dependiente 600 Id. por gastos de correos y envios de publicaciones 806,05 Id. por gastos menores y presupuestos de las Secciones 849,45 Total 6.072,35 RESUMEN. Importa lo recaudado por recursos ordinarios de la Sociedad.. 6.~25,16 Id. lo gastado 6.072,35 Saldo á favor de la Sociedad en l.°de Diciembre de 1906 652,81 La Sociedad tiene, además, créditos á su favor por valor de 2.617,41 pesetas.— Madrid, 1.° de Diciembre de 1906.— J&7 Tesorero, Ignacio Bolívar. Secciones. — La de Zaragoza celebró sesión bajo la presidencia de D. Pedro Ferrando el dia 28 de Noviembre, aprobándose el presupuesto de 30 pesetas para los g-astos de la sección. — El P. Navas presenta el prospecto de una nueva obra inti- tulada Ilhistrierle Flora von Mittel Europa de Gustav Heg"i, hermosamente ilustrada por Gustav Duunirg-er. 49H boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — Rl mismo P. Navas anunció la publicación de otra obra de botiinica del R. P. Lenner Exicata de las plantas del Norte de Esj)aíia, presentando, por último, una nota en que da cuenta del X Congreso g-eológ-ico internacional celebrado en la ciudad de Méjico. — El Sr. Presidente presenta un ejemplar ^^ Aoicyloceras dila- tatus D'Orbigny, procedente de Alcoy, y cuya especie no ha sido citada en España. Procedióse después á la elección de carg-os para el próximo año, resultando eleg"ida la siguiente JUNTA DIRECTIVA Presidente: D. Vicente de Val y Julián. Vicepresidente: R. P. Long-inos Navas. Tesorero: D. José Antonio Dosset. Secretario: D. Celso Arévalo. Notas y comuriicaciones. Análisis de algunas micas españolas POR E. MOLES ORMELLA. Es un grupo mineralógico el de las micas, del todo descono- cido químicamente en España, aun cuando se encuentran en su suelo abundantes representaciones del mismo. Al consultar los textos alemanes é ingleses en que se con- signan procedimientos analíticos referentes á estos minerales, encontré algunas observaciones que me parece oportuno re- producir. Hillebrand, en el Praktische Anleitnng ziir Analyse der Sili- catgesteine, dedica un capítulo á combatir la denominación de ag%M higroscópica, que en muchos tratados de Química se asig- na á la que el mineral pierde cuando se calienta á 100-110°, suponiendo que á esta temperatura se desprende únicamente el ag-ua mecánicamente retenida. Se comprende que en el caso de que aquél conteug-a flúor, al ser calentado á dicha tempe- DE HISTORIA NATURAL. 499 ratura ha de perder parte de este elemento; lo mismo ocurre si contiene CO^. Además, hay minerales como las Zeolitas y otros, que ceden muy fácilmente el ag-ua de combinación, por lo que la pérdida á 100° es considerable. Hay otros minerales, por ejemplo, las micas, que, seg-ún H. Rose, por su estructura hojosa no pierden toda el agua hi- g-roscópica sino á temperaturas superiores á la citada. Estos y otros ejemplos demuestran lo inexacto de dicha de- nominación y la necesidad de que desaparezca en los análisis el dato «ag-ua hig-roscópica», siendo sustituido por «ag"ua per- dida á 100-110"», que de aceptarse y publicarse en todos los análisis habría de constituir, seg-ún Hillebrand, un buen pun- to de partida para los litólog'os, relativamente al conocimiento de caracteres morfológicos de una ó varias partes constitutivas del mineral. En la Mineral Chemie de Rammelsberg- se en- cuentran ya indicaciones en este mismo sentido. Otra observación importante para el análisis, tomada tam- bién de Hillebrand y consig-nada además por Treadwell en su Anahjtischen Chemie, es la necesidad de proceder á las pesadas del mineral después de seco al aire solamente y no desecado á 100°, como indican la mayoría de obras de análisis, incluso las más modernas, por ejemplo, el Gewichtanalyse de L. Medi- cus, última edición del año corriente. Se comprende bien que si se deseca la substancia á 100° teniéndola en el tubito de pesa- das, al sacar de este pequeñas cantidades de mineral en las su- cesivas operaciones del análisis, entrará en el interior de aquél aire húmedo, y al cabo de unas cuantas veces contendrá tanta humedad como si estuviera en contacto de la atmósfera, dando orig-en, por tanto, á errores bastante graves en las pesadas. Indicaré, en conclusión, que en la investigación de las partes constitutivas de estos minerales, he procedido según los mo- dernos métodos de análisis especial. Las micas analizadas fueron cuatro, procedentes: de Fuente- nebro (Burgos), moscovita, remitida en grandes trozos por el Sr. Zuazo; de Los Linares, Miraflores (Madrid), moscovita; de Paredes (Madrid), lepidolita, y del Pedroso (Sevilla), meroxeno (1), designadas con los números i, ii, iii y iv. (1) Esta última ha sido objeto de una descripción mineralógica, y especialmente de sus propiedades ópticas, por p rte de F. Roemer {Zeitschr. d. D. geol. Ges., 1875). 500 boletín de la real sociedad española He aquí los resultados: SiOj I II III lY 34.48 0 I 49.12 II III 48.78 lY 43.02 42.81 42.21 47.16 51.60 A1,Ü3.... 33.35 32.16 46.30 13.71 Lí 20.22 19.97 19.83 16.21 Fe,0,.... 3.00 1.51 2.22 5.11 Al 17.70 17.17 24.55 7.27 FeO 0.43 0.36 0.29 0.58 K 3.68 6.18 4.51 1.86 MnO 1.63 1.53 > 3.14 Fe 2.46 1.03 1.77 3.96 MgO 1.33 5.02 1.02 23.70 Mn 1.16 1.18 i 2.43 CaO 3.38 0.86 0.73 » Mg 0.55 3.01 0.62 14.30 K^O 4.44 7.59 5.92 2.83 Ca 2.36 0.61 0.52 > Na,0.... » 2.17 5> » Na ... . ■» 1.61 > » Lío 1.77 » > > Li 0.82 i y> » Tío, 0.43 0.97 0.31 0.49 Tí 0.17 0.58 0.18 0.21 Fl 0.21 i > 0.21 H 0.73 0.41 0.28 1.74 H,0 HaOálOO- 6.60 3.73 2.44 15.72 99.97 Fl 0.21 > í 0.21 99.40 98.71 1 101.44 99.40 P8.71 101.44 99.97 110°... 3.61 1.63 1 1.36 11.04 No he de terminar sin dar antes mis más expresivas gracias á lüs Sres. Calderón y Fernández Navarro, que g-alantemente me facilitaron los mencionados ejemplares, y á los Sres. Casares y Rivas Mateos, en cuyos laboratorios he llevado á cabo mi aná- lisis. Los «Spliex).» de España POE JOSÉ MARÍA DUSMET Y RICARDO GARCÍA MERCET Hará pronto dos años que emprendimos la tarea de estudiar los Sp/iex que viven en nuestro país. No por dificultades de la empresa, sino por circunstancias de otra índole, nuestro tra- bajo no ha podido ser terminado hasta hoy. Con él continua- mos la serie de monografías que, para facilitar en España el estudio de los himenópteros y contribuir al conocimiento de DE HISTORIA NATURAL. 501 la fauna ibérica, cada uno de nosotros, por separado, viene publicando. Para la formación de la presente, nos ha servido de base la concienzuda obra del Sr. F. F. Kohl, titulada Mo7iograpMe der naiürlichen Gathmg <S/jA. strigidosus Costa. Especie muy escasa, pero repartida, al parecer, por la mayor parte de la Península. Se encuentra en Junio y Julio. Visita las rudas en flor. Hemos visto ejemplares de Madrid, Montarco, Granada y Huesca. 7. Abdomen, en parte, rojo Sph. Occilatiicus Lep. (Véase la descripción de la siguiente variedad.) No hemos visto ejemplares del Sph. Occitanicus tipo, pero lo citan de Es- paña (provincia de Barcelona) los 8res. Antiga y Bofill en su Catálech de insectes de Catalunya, y el Sr. Kohl en su Monografía del género Sphex. Sinonimia: Sp/i. fera Dhlb; Sph. monianus Morav. — Abdomen completamente negro.— Ojos poco convergentes hacia elclípeo, cara ancha; pubescencia neg-ra; mesonoto punteado-estriado, la estriación gruesa; pleuras rugoso estriadas; área media del metatórax estriada transversal- mente; peciolo de igual longitud que el segundo y tercer artejo de las antenas ó poco más largo; abdomen alargado; patas robustas, uñas rojizas; alas ligeramente teñidas de amarillo y algo obscurecidas hacia el ápice. Long. 18-21 . . Sp/i. Occitanicus var. Syriaciis Mocs. Sinonimia: Sph. Eversmaimi André. Esta rara especie se ha encontrado en las provincias de Madrid, Zara- goza (Moncayo) y Barcelona, recogiéndose en los meses de Junio, Julio y Agosto. 8. Últimos segmentos del abdomen negros con una banda ó franja apical ebúrnea, peciolo tan largo como él prime- ro y segundo artejo délos tarsos posteriores. — Pelos y pu- bescencia de la cabeza y tórax plateados, espinas de las patas anteriores é intermedias blancas, las de las poste- DE HISTOEIA NATURAL. 507 riores obscurecidas; ojos convergentes hacia el clípeo; pronoto y mesonoto lustrosos , punteados, escudete convexo, con un surco long"itudinal; área media del me- tatórax transversalmente estriada; peciolo neg-ro, prime- ro y segundo segmentos del abdomen rojos ó rojizos; primero y segundo artejos del funículo de las antenas tan largos como el tercero y cuarto; patas robustas, es- pinosas; alas hialinas, nervios rojizos. Long. 11-15 mm. ^yh. albisectus Lep. et Serv. Muy abundante en toda la provincia de Madrid, desde Junio á Octubre. Encontrado hasta ahora en El Escorial, Montarco, Rivas, Peñalara, Aran- juez, Alcalá, Villaviciosa, Navalperal, Bayona, Sobradiel, Olot, Sardón, Teruel, Alicante, Jaca y Barcelona. — Últimos segmentos del abdomen negros ó rojizos ligera- mente manchados de negro, ó rojos en la cara ventral y ennegrecidos por el dorso, pero sin bandas apicales ebúrneas, á lo sumo ligeramente decolorados en el ápice 9 9. Escudete casi plano, sin surco longitudinal; abdomen casi negro, solamente teñido de rojo sobre la cara dorsal del segundo segmento y la base del tercero. Peciolo tan lar- go como el primero y segundo artejos de los tarsos pos- teriores; pubescencia y pilosidad plateadas; dorso de los primeros segmentos del abdomen provisto de un ligero tomento plateado; cuerpo escasamente adornado de to- mento argentino. — Ojos convergentes hacia el clípeo; pronoto y mesonoto lustrosos, esparcidamente puntea- dos; pleuras rugoso-estriadas; área media del metatórax transversalmente estriada; patas robustas, espinosas; alas ligeramente teñidas de amarillo, un poco obscure- cidas hacia el ápice. Uñas de los tarsos con cuatro dien- tecitos. Long. 17-18 mm Sph. lividocincttis Costa. Sinonimia: /S^/¿. graca Mocs; S2)h. micans André. Raro en todas las localidades en que hasta ahora ha sido encontrado, que son: El Escorial (Madrid), Tiermas (Zaragoza), y Gavá y Olesa (Barce- lona). Sobre los eringios, en Julio. — Escudete convexo con una impresión ó surco longitudinal, cabeza y tórax adornados con profusión de tomento pla- teado 10 10. Uñas con tres dientecillos; peciolo tan largo como el pri- 508 boletín de -la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mero y un tercio de la long'itucl del seg"undo artejo de los tarsos posteriores; abdomen rojo, con alg-una mancha neg'ra sobre el dorso de los últimos segmentos; cuerpo muy adornado de tomento plateado, metatórax posterior- mente rug"OSO-estriado; área media diel metatórax estria- da, pubescente, la pubescencia del dorso forma como una lira; ojos poco convergentes hacia el clípeo, meso- noto brillante y punteado; puntuación g-ruesa y esparci- da; cara, pronoto, pleuras, lados del metatórax, caderas, fémures y tibias cubiertos de tomento plateado, espinas blancas, peciolo negro, abdomen rojo. Especie de tama- ño superior al medio Sph. mduaius Christ. Sinonimia: Sph. imlescens F.; S'pk. fervens F.; Sph. micans Eversm. No htunos visto ningún ejemplar f/ de esta rara y bonita especie, que no estaba citada de España, pero cuya Q se ha encontrado hasta ahora en Villaviciosa (Madrid), Huércal Overa (Ahnería) y Mazarrón (Murcia).— Longitud de este ¡y según Kohl, 14-20. — Uñas con cuatro dientecitos; peciolo tan larg-o como el pri - mero y la mitad de la longitud del seg-undo artejo de los tarsos posteriores; abdomen rojo con la cara dorsal de los últimos seg-mentos negra; el último, en g-eneral, completamente neg-ro; cuerpo con menos manchas de tomento plateado; metatórax posteriormente rug-oso- punteado; área media del metatórax, menos reg-ular- ' • mente limitada por la pubescencia del dorso, á veces casi lampiña. — Ojos poco converg-entes hacia el clípeo; mesonoto brillante y punteado, puntuación g-ruesa y más apretada que en la especie anterior; el tomento arg"en- tado menos profusamente repartido; peciolo negro, ab- domen rojo, con la extremidad neg-ra. Especie de tamaño medio. Long-itud 12-18 mm Sp. Mocsaryi Kohl. Sinonimia: iSph. argentatus Mocs; Sph. midatus Kohl. Especie no señalada en España, y que no deja de ser relativamente abun- dante en los alrededores de Madrid. Se ha encontrado también en Alcalá, Montarco, Escorial y Villaviciosa. 11. Segunda célula cubital rómbica, tan alta como ancha. Subg. Sphex 13 — Seg-unda célula cubital más ancha que alta (conviene para DE HISTORIA NATURAL. 509 apreciar bien la anchura de esta célula examinarla en la dirección de la longitud del ala). Subg". Isodontia... 12 12. Metatórax transversalmente estriado. Abdomen, en parte, rojo. Eesto del cuerpo, negro. Mandíbulas imperfecta- mente tridentadas; peciolo larg-o, curvo, tan largo como los fémures posteriores; más larg-o que las tibias ante- riores; insecto de aspecto alarg-ado. — Alas casi hialinas, borde apical obscurecido; clípeo poco convexo, truncado en el ápice; bordes internos de los ojos muy poco con- verg-entes hacia el clípeo; mesonoto brillante, punteado, así como las mesopleuras; tibias posteriores más larg-as que los fémures. Long\ (según Kohl) 16-18 mm Sph. splendiduhts Costa Encontrado en Gavá y Olesa (Barcelona.) • — Metatórax punteado, con indicación de arrugas transver- sas. Abdomen negro. Mandíbulas marcadamente triden- tadas; peciolo corto, recto, más corto que los fémures posteriores; próximamente de la longitud de las tibias anteriores; insecto de aspecto rechoncho. — Cuerpo ne- gro; cabeza y tórax pubescentes, pubescencia blanque- cina sucia, borde interno de los ojos apenas convergen- te hacia el clípeo; clípeo poco convexo, truncado en el ápice; pronoto, mesonoto y escudete punteados; área dorsal del metatórax punteada, pero la puntuación tien- de á formar estrías laterales; abdomen globoso, últimos segmentos (dorso y vientre) provistos de pelos negros; alas ligeramente amarillentas, obscurecidas hacia el borde apical. Long. 18-20 mm . . Sph. paludosiis Rossi. Sinonimia: Sph. fuscatus Dhlb; Sph. parthenia Costa; Sph. subfuscata Rad. Especie poco frecuente en el centro de España. Se recoge en Junio y Julio sobre las tapsias en flor y otras umbelíferas. Encontrada hasta ahora en Madrid, El Escorial y Barcelona. 13. Dorso del metatórax con arrugas transversales; peciolo tan largo como la cara dorsal del primer segmento del ab- domen; alas hialinas, obscurecidas sobre el borde apical- Cuerpo negro, pubescencia blanca, antenas largas y finas; clípeo poco convexo, más alto que ancho; meso- noto esparcidamente punteado; escudete convexo con una impresión longitudinal, punteado; abdomen pro- 510 boletín de la real sociedad española visto de una fina pruinosidad blanca, neg-ro, á veces teñido de rojo sobre el borde de los seg-mentos; patas neg-ras, larg-as. Long'. 13-20 mm. Si^h, 2)TUÍ7iosus Germ. Sinonimia: Sp/i. Scioensis Grib. Especie fácilmente distinguible de las afines por las arrugas del área dorsal del metatórax, la longitud del peciolo y la transparencia de las alas, que son hialinas, ó casi hialinas, con el borde apical ligeramente obscure- cido. Estos caracteres bastan para distinguir con facilidad este rf del Sph. trisfis Kohl, parecido á él por el aspecto y coloración. No estaba señalada en España. Se encuentra de Junio á Septiembre. Ha sido hallado en Ma- drid, Cartagena y Orihuela. — En los alrededores de Madrid se recoge con abundancia sobre las rudas y los eringios en flor. — Dorso del metatórax sin arrug-as transversales; peciolo más corto que la cara dorsal del primer segmento del abdomen; alas más ó menos amarillentas 14 14. Cuerpo completamente negro; pubescencia de la cabeza y tórax blanquecina ó g-risáceo amarillenta; peciolo poco más corto que el tercer artejo de los tarsos posteriores. Ojos muy poco convergentes hacia el clípeo; clípeo lige- ramente convexo; pronoto poco engrosado; mesonoto finamente punteado; escudete convexo con una impre- sión longitudinal; metatórax completamente cubierto de pelos lanuginosos; área dorsal, apenas perceptible á causa de la pilosidad, transversalmente estriada; abdo- men subcilíndrico, poco pubescente, con pelos negros ó pardos sobre los últimos segmentos; patas robustas, ligeramente pruinosas, con fuertes espinas sobre las tibias y tarsos; antenas normales; segundo artejo del funículo tan largo, por lo menos, como el primero y ter- cero juntos; alas amarillentas, obscurecidas sobre el borde apical. Long. 19-26 Sph. tristis Kohl. Sinonimia: Sph. j^lumipes Rad? Especie estival, que se recoge abundantemente en Julio y Agosto sobre las rudas, los eringios, los cardos silvestres y otra porción de plantas de estío. Hemos visto ejemplares de Madrid, Escorial, Los Molinos, Aranjuez, Montarco y Valladolid (Jaramiel). Debe estar muy extendida por el medio- día y levante de España. — Abdomen en parte rojo (manchado de este color, á lo me- nos, sobre el borde de algunos de los segmentos); pubes- cencia blanquecina ó negruzca; peciolo de longitud va- DE HISTORIA NATURAL. 511 riable, tan largo ó alg-o más larg-o que el tercer artejo de los tarsos posteriores 15 15. Peciolo de la long-itud del tercer artejo del funículo, próxi- mamente como el tercero de los tarsos posteriores ó un poco más corto. — Abdomen rojo, con el peciolo y los úl- timos segmentos neg-ros; ojos poco convergentes hacia el clípeo; clípeo cubierto de pubescencia amarillenta; pronoto y borde anterior del mesonoto con una pruino- sidad de color dorado; cabeza y tórax cubiertos de pu- bescencia gris ó amarillenta; antenas largas; patas ro- bustas; alas ligeramente teñidas de amarillo. Longitud 24 mm Sph. flampennis F. Sinonimia: S/;/¿. bicolor Dhlb; Sph. afer Lep.? (según Kohl); Sp/¿. Sellae Grib. Especie poco frecuente, sale en verano; visita los eringios, las retamas, las rudas en flor, etc. , etc. Encontrado hasta ahora en Madrid y Montarco. — Peciolo más largo que el tercer artejo del funículo de las antenas, tan largo ó más largo que el tercer artejo de los tarsos posteriores 16 16. Pilosidad de la cabeza y tórax negra ó pardo obscura; pe- ciolo de la longitud del tercer artejo de los tarsos poste- riores; abdomen en su mayor parte negro, solo con man- chas rojas sobre alguna porción de los segmentos basi- lares; sienes muy anchas. Long. 18-22 mm S/;/¿. atroMrtus Kohl. Se encuentra en los mismos lugares y parajes que los Spli. tristis y pa- chysoma, y como éstos es especie estival y no escasa en la provincia de Madrid. No estaba señalada en España.- — Pilosidad de la cabeza y tórax gris ó blanquecina; peciolo más largo que el tercer artejo de los tarsos posteriores, '' próximamente de igual longitud que el segundo; abdo- men generalmente rojo sobre los segmentos basilares, á veces (rara vez) el color negro invade también casi toda la cara dorsal de los primeros segmentos. Longi- tud 13-22 mm Sp/i. maxillosus F. Sinonimia: Spk. ñavipennis Latr. Muy abundante: Madrid, Avila, Murcia, Barcelona, Oviedo, Zaragoza, Teruel, Pontevedra, Huesca y Granada. 512 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA I HEMBRAS 1. Seg"unda célula cubital visiblemente más alta que ancha; espolón interno de las tibias posteriores con un peine constituido, en su mitad apical, por espinas fuertes y separadas; el nervio cubital de las alas posteriores arran ca poco después de la terminación de la célula sub- media 2 — Segunda célula cubital tan ancha como alta, ó más ancha que alta; espolón interno de las tibias posteriores con un peine plumoso; el nervio cubital de las alas posteriores arranca en la terminación de la célula submedia.. . 11 2. Uñas de los tarsos con dos dientecitos 3 — Uñas de los tarsos con tres ó cuatro dientes 8 3. El dorso del primer seg-mento del abdomen forma con el peciolo un áng-ulo obtuso alarg-ado; epístoma casi plano, muy poco convexo; abdomen rara vez completamente neg-ro 4 — El dorso del seg-undo seg-mento del abdomen forma con el peciolo un áng-ulo recto ó casi recto; epístoma bastante convexo. — Cuerpo neg-ro, pubescencia neg-ra; órbitas internas de los ojos paralelas hacia el clípeo, ó más bien un poco diverg-entes; caracteres de puntuación como en el f/; alas amarillas, ahumadas hacia el ápice. Long-. 15-19 mm Sph. subfascatus Dhlb. (Véase la descripción del ¡^ en el lug-ar correspondiente). 4. Peine de los tarsos anteriores compuesto de espinas cortas, poco marcadas; abdomen en parte rojo 5 — Peine de los tarsos anteriores compuesto de espinas lar- g-as, encorvadas muchas veces; abdomen neg-ro por com- pleto, ó del todo rojo, ó neg-ro con tintas rojas sobre al- g-uno de los seg-mentos 6 5. Tibias y tarsos rojos ó rojizos, en parte; el peine del meta- tarso anterior compuesto de cinco espinas cortas; espinas de las patas amarillentas ó rojizas; pubescencia de la cara de tono dorado pálido.— Abdomen rojo en los seg-- mentos basilares; alas amarillentas; pelos de la cabeza y tórax parduscos; peciolo poco más corto que el meta- tarso de las patas posteriores, tan larg-o como el seg-undo DE HISTORIA NATURAL. 513 y tercer artejos de los tarsos posteriores ó como el seg'un- do y tercero del funículo Sph. strigulosiis Costa. No hemos visto esta 9, cuya longitud, según Kohl, varía de 17 á 21 mm. — Patas y sus espinas negras; metatarsos anteriores despro- vistos de peine; pubescencia de la cara plateada. — Ab- domen de color rojo sobre los seg-mentos basilares; pe- ciolo y últimos segmentos negros; pelos del ano blan- cos; alas amarillentas; la tercera célula cubital muy abierta sobre el nervio radial; peciolo más corto que el metatarso posterior; marcadamente más corto que el se- gundo y tercer artejos del funículo. Long. 19-21 mm . . . Sph. argyrius BruU. 6. Mesonoto transversalmente estriado , la estriación muy fina; el peine del metatarso anterior compuesto de espi- nas finas, largas y algo encorvadas; abdomen comple- tamente rojo. — Pronoto, mesonoto y callos humera- les con una pruinosidad plateada; clípeo blanco pu- bescente; peciolo negro, más corto que el metatarso posterior, casi tan largo como el segundo y tercer ar- tejos de los tarsos posteriores; escudete abovedado; pa- tas negras, robustas, espinosas; pelos del ano blan- quecinos. Long. 22-24 mm Syh. melanariiis Mocs. (Esta 9 fué descrita por el Sr. Kohl con el nombre de Sph. Anatolicus.) — Mesonoto brillante, punteado, puntuación gruesa y espa- ciada; el peine del metatarso anterior compuesto de es- pinas gruesas, más cortas y rectas; abdomen completa- mente negro, ó negro manchado de rojo; pelos del ano negros 7 7. Abdomen en parte rojo sobre los segmentos basilares. — Insecto robusto, de g'ran tamaño; órbitas interiores de los ojos casi paralelas; proiioto y mesonoto lustrosos, punteados; escudete poco convexo; metatórax mate, con el área dorsal finamente estriada; pilosidad negra; ab- domen globoso, brillante; patas muy robustas y espino- sas; alas obscurecidas. Long. 23-28 (según Kohl) ., Sph. Occitaniciis Lep. — Abdomen completamente negro. Long. 23-26 mm Sph. Occitanicus var. Syriacus Mocs- 514 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Se caza sobre los eringios, á grandes alturas, en la próxima Sierra de Guadarrama. En el puerto de Malagón, sobre El Escorial, hemos recogido en el mes de Agosto de 1905 varios ^(-f y QQ de esta rara especie. 8. Escudete más ó menos convexo, con una impresión ó sur- co longitudinal bien señalado en su parte media.. . . 9 — Escudete casi plano, sin impresión ó surco long-itudinal; últimos seg-mentos del abdomen neg-ros, peciolo de la longitud de los metatarsos posteriores. — Cabeza, tórax, los dos ó tres últimos seg-mentos abdominales, las patas y el peciolo neg-ros; espinas de las tibias y de los tarsos blancas; ojos casi paralelos; últimos artejos de los tarsos rojizos; callos humerales y parte posterior del metatórax provistos de tomento plateado; epistoma bastante con- vexo. Long". 20 mm Sph. lividocinctiis Costa.. 9. Abdomen completamente rojo ó lig-eramente manchado de neg-ro sobre los últimos anillos dorsales; peciolo más corto que el metatarso posterior; cabeza, tórax y patas, profusamente cubiertos de pubescencia plateada. — Órbi- tas internas de los ojos casi paralelas Sjih. mdvMus Christ. (1) — Quinto y sexto seg'mentos del abdomen neg-ros; peciolo tan larg'o como el metatarso posterior ó mucho más larg-o; pubescencia plateada del cuerpo menos abundante. 10 10. Borde posterior de los seg-mentos abdominales lig-eramen- te decolorado; peciolo de la long-itud del metatarso pos- terior; lados del tórax con manchas de pubescencia pla- teada.— Abdomen rojo, con el peciolo y el dorso de los últimos seg-mentos neg-ro; patas robustas; espinas de las tibias blancas; bordes internos de los ojos casi paralelos entre sí. Long-. 14-21 mm Sjih. Mocsaryi Kohl. — Borde posterior de los seg-mentos abdominales con una banda ebúrnea; peciolo más larg-o que el metatarso pos- terior; lados del tórax casi desprovistos de pubescencia (1) El Sphex pollens Kohl es una especie intermedia entre el viduaíus y el Mocsaryi, que se ha encontrado hasta ahora en Grecia y Persia, pero que también pudiera ha- llarse en España. Se distingue del vidiiatus por tener las uñas de los tarsos provistas de cuatro dientecillos, negra la cara dorsal de los anillos abdominales 4.° y 5." y la pu- bescencia plateada de la cabeza, tórax y patas menos abundante. Del Mocsaryi se dife- rencia por las sienes más abultadas, el peciolo un poco más corto y el último seg- mento del abdomen encarnado. DE HISTORIA NATURAL. 515 plateada. — Abdomen rojo, con el peciolo y los seg-men- tos 4-6 negros; alas hialinas con los nervios rojizos. Lon- g-itud 14-18 mm Sph. alMsectus Lep. 11. Segunda célula cubital más ancha que alta (sobretodo examinada en sentido de la longitud del ala); metatarso anterior provisto de espinas cortas que no forman ver- dadero peine; truncadura de la tercera célula cubital en el nervio radial muy ancha 12 — Segunda célula cubital tan ancha como alta, rómbica: me- tatarso anterior provisto de espinas alargadas y finas que forman como un peine; truncadura de la tercera célula cubital sobre el nervio radial estrecha 13 12. Peciolo recto, más corto que las tibias anteriores; abdomen negro; alas teñidas de amarillo, obscurecidas hacia el ápice. — Cuerpo negTO, pubescencia blanquecina, sucia; cara ancha; ojos casi paralelos hacia el clípeo; pronoto y meso.noto punteados; área dorsal del metatórax fina- mente rugosa; abdomen pruinoso; patas robustas, ne- gras. (Aspecto del insecto rechoncho.) Long. 22-25 mm. Sph. paliidosus Rossi. — Peciolo curvo, más largo que las tibias anteriores; abdo- men en parte rojo; alas casi hialinas, obscurecidas hacia el ápice. — Cuerpo negro, con la cara dorsal de los seg- mentos abdominales 2-3 y base del cuarto roja. (Aspecto del insecto alargado). Long. 17-20 mm Sph. splendidíilus Costa. 13. Área dorsal del metatórax arrugada transversalmente; peciolo más largo que el segundo artejo de los tarsos posteriores. — Cuerpo negro; abdomen negro, con los segmentos basilares rojos; patas rojizas con la base ne- gra; antenas largas y finas; tórax con pubescencia blan- quecina; escuámulas rojizas. Long. 16-26 mm Sph. pminosiis Germ. — Área dorsal del metatórax estriada ó punteada, sin arru- gas transversas; peciolo á lo sumo tan largo como el se- gundo artejo de los tarsos posteriores 14 14. Peciolo muy corto, visiblemente más corto que el tercer artejo de los tarsos posteriores; pilosidad de la cabeza y tórax blanquecina; sienes muy abultadas, vistas de per- fil más anchas que en el Sph. fiavipennis. — Insecto de gran 516 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tamaño y de cuerpo muy robusto; negro, con los seg- mentos basilares del abdomen rojos; cabeza y tórax bri- llantes, finamente punteados; escudete y posescudete con una lig-era impresión long'itudinal; área dorsal del metatórax con estrías rug^osas transversales; patas ro- bustas, negras, pruinosas; alas ligeramente teñidas de amarillo, obscurecidas hacia el borde apical. — Ojos casi paralelos; clípeo provisto de pelos amarillentos, mandí- bulas pardas y robustas; metatórax á veces rojizo; escuá- muías y patas anteriores á veces rojizas; á veces también el abdomen, exceptuando el peciolo, es completamente rojo. Long-. 24-32 mm Si^h. yachysoma Kohl. Especie estival y abundante en toda la provincia de Madrid, donde se recoge sobre las rudas, los eringios, las retamas y otras plantas que flore- cen en estío. Aunque el Sr. Kohl en su Monografía del género Sphex. des- cribe un insecto como Q del Sph. tristis, nosotros creemos que el Sph. pa- chysoma es la Q del Sph. tristis. Fundamos esta creencia en el hecho de ser el Sph. tristis y el Sph. pachysoma, especies que conviven en los alrededores de Madrid, donde sólo encontramos (^"of de Sph. tristis y QP de Sph. pa- chysoma. Durante el verano último hemos tenido ocasión de ver en Mon- tarco una gran pradera, por la que vagaban juntos, en abundancia, estos dos Sphex, sin que ninguna otra especie se mezclara con ellos. Nosotros, que hemos visto un considerable número de ejemplares de uno y otro in- secto, podemos asegurar que el Sph. tristis y el Sph. p)achysoina son algo variables por lo que respecta á la longitud relativa del peciolo, color de la pilosidad, teñido de las alas, etc. Hay individuos del Sph. tristis con el pe- ciolo muy corto, mucho más corto que el tercer artejo de los tarsos poste- riores y otros en que casi alcanza la longitud de éste, pero tampoco faltan ejemplares cuyo peciolo ofrece una longitud intermedia entre los dos ex- tremos citados. La coloración de la pilosidad de la cabeza y tórax varía también de unos individuos á otros, siendo blanquecina ó de un blanco sucio ó pardusca, sin que coincida el distinto tono de la pilosidad con las variaciones del peciolo. El teñido de las alas es también variable. Lo que decimos del Sph. tristis puede también hacerse extensivo al Sph. pachysoma, cuyo peciolo, siendo siempre más corto que el tercer ar- tejo de los tarsos posteriores, apenas alcanza, en algunos individuos, la longitud del cuarto artejo. Los ejemplares de Montarco son los que más corto presentan el peciolo. — Peciolo más larg-o, de la long-itud del tercer artejo de los tarsos posteriores (ó, en el caso de que sea un poco más corto, la pilosidad de la cabeza y tórax neg-ra); sienes menos abultadas que en el Sph. pachysoma 15 DE HISTOEIA NATURAL. 517 15. Pilosidad de la cabeza y tórax negra ó neg-ruzca; peciolo un poco más corto que el tercer artejo de los tarsos pos- teriores, en la coloración del abdomen prepondera el negro.— Caracteres de puntuación j forma general como en el Sph. pacJiysoma; patas rojizas; insecto de menor ta- maño; alas menos amarillentas ó más obscurecidas. Lon- gitud 19-27 mm Sj)Ji. atroJiirtíis Kohl. — Pilosidad de la cabeza y tórax blanquecina ó amarillenta; tibias y tarsos rojizos; peciolo tan largo, por lo menos, como el tercer artejo de los tarsos posteriores 16 16. Insecto de gran tamaño; peciolo de igual longitud que el tercer artejo de los tarsos posteriores; pronoto y mesono- to pruinosos. — Caracteres de puntuación como en el Sph. pachysoma; abdomen con los segmentos basilares ro- jos; alas con tendencia á teñirse de amarillo en el centro. Long. 27-30 mm Sph. flavipennis F. — Insecto de tamaño mediano; peciolo un poco más largo que el tercer artejo de los tarsos posteriores; Ipronoto y mesonoto casi desprovistos de pruinosidad. — Abdomen con los segmentos 1-3 rojos. — Los demás caracteres, como en las especies afines, Long. 18-23 mm Sph. maxillosnsY . Notas geológicas POE EL R. P. LONGINOS NAVAS, S. J. III El Congreso geológico internacional de Méjico. (6-14 de Septiembre de 1906.) Creemos que no disgustará á nuestros consocios el que ha- gamos una lig-era reseña de la 10.'' sesión del Congreso geoló- gico internacional, celebrada en Méjico, dada su importancia y el éxito brillante que ha tenido (1). (1) Tomamos muchos de los siguientes datos de la revista inglesa Kature. 518 boletín DR la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 1. Preparativos.— Una serie de circulares emitidas perió- dicamente por la Comisión org-anizadora, cuyo Presidente era D. José G. Ag-uilera y cuyo Secretario D. Ecequiel Ordóñez, fijaban admirablemente todas las circunstancias que á los Congresistas pudieran ser interesantes. En la cuarta, estable- cíase definitivamente la marcha del Cong-reso, y se indicaban las Memorias anunciadas (entre ellas la de D. Salvador Calde- rón, sobre los fenómenos de las peg-as, la única española, para el primer día), los nombres de los g-eólog-os que tomarían par- te en la discusión, el número é itinerario de las excursiones que se proyectaban, sus días, precios, etc., etc. Todo hacía aug-urar importancia extraordinaria al Congreso de Méjico. Las riquezas mineras de la nación, tan celebradas, la geología típica y variada, los fenómenos volcánicos en acción, excitaban el interés y atraían á los geólogos de todo el mundo. Sin embargo, creemos que el éxito ha superado á las espe- ranzas. Más de 600 íueron los billetes de socio que se expidieron, figurando en primer lugar, por su número, los mejicanos, como es natural, en seguLkdo los yankis y en tercero los alemanes. Sólo cinco ingieses figuraron en el Congreso, y ninguno de ellos como Delegado oficial. De España no asistió[ninguno, que sepamos, por más que no falten geólogos en nuestra nación. Los trabajos del Congreso han durado unos dos meses, in- cluyendo en este tiempo las excursiones llevadas á cabo antes y después del mismo. 2. Apertura.— La apertura del Congreso realizóse con toda solemnidad la mañana del jueves 6 de Septiembre^ en el Salón de Actos de la Antigua Minería, hoy parte de la nueva Escuela Nacional de Ingenieros, bajo la presidencia del mismo Presi- dente de la República, general Porfirio Díaz. Nombróse la Co- misión ejecutiva, formada por el Presidente D. José G. Aguile- ra, Director del Instituto Geológico Nacional, Secretario general D. Ecequiel Ordóñez y Tesorero D. Juan G. Villarello, ambos también del mismo Instituto Geológico y principales organi- zadores del Congreso. Las demás sesiones celebráronse en el Instituto Geíílógico, bajo diferentes Presidentes. 3. Sesiones. — No es posible en esta rápida reseña seguir en todas sus circunstancias la marcha de las sesiones. Acordóse, DE HISTORIA NATURAL. 519 desde el principio, que éstas se celebrasen en días alternos, á fin de poder dedicar los días que quedasen libres á excursio- nes por los alrededores ó no muy lejos de la ciudad, bajo la dirección de alg-ún g-eólog-o mejicano. En la primera sesión, Mr. G. H. Heilprin leyó una comuni- cación sobre la concurrencia y relación de los fe7wmenos volcáni- cos y sísmicos, sosteniendo que las sacudidas de orig-en tectó- nico apenas pueden disting'uirse de las de origen volcánico, y que los fenómenos sísmicos van precedidos y acompañados de perturbaciones mag-néticas; idea que fué combatida por los señores profesor Lawson y Dr. Becker, concluyendo el doctor K. Renz, de Breslau, que los datos que actualmente poseemos son insuficientes para decidir esta cuestión. De mayor interés y extensión fué la discusión sobre los cli- mas geológicos, la cual ocupó buena parte de tres sesiones. Le- yeron sus Memorias, relativas al asunto, los Sres. J. W, E. Da- vid, de Sydney (Climas g-eológ-icos de Australia, India, Sur de África y de América), y el profesor Frecli, de Breslau (Altera- ciones de los climas g-eológ-icos). Seg-ún el disertante, desde los tiempos paleozoicos hasta el presente, siempre liubo co- rrespondencia entre la evolución de los climas terrestres y la cantidad de anhídrido carbónico y vapor de ag-ua existentes en la atmósfera. El aumento de ambos, fué debido á las ema- naciones volcánicas; y su diminución, á la formación de los compuestos org-ánicos, y más particularmente de los inorg-á- nicos. El g-eneral L. de Lamothe, de Grenoble, habló del clima del África del Norte durante los períodos Plioceno y Pleistoce- no. Terciaron en la discusión, á continuación de la lectura de las Memorias, varios cong-resistas. El profesor Frech, Presiden- te eii la sesión del 8, resumió la discusión en las siguientes conclusiones: existencia de un período glacial en el Permo- carbónico; uniformidad del clima durante el Triásico y Jurá- sico; existencia de zonas climatológicas durante el Cretáceo medio, y descenso gradual de temperatura durante las épocas Terciaria y Cuaternaria, Discutióse largamente sobre la formación de las rocas y mi- nerales, y omitióse la discusión sobre la nomenclatura y cla- sificación de las rocas, que entraba en el programa. Son, además, dignas de especial mención las siguientes Me- morias leídas en el Congreso: 5-20 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOL/. Br. Adams^ de Montreal. Presentó el mapa de la América del Norte en cuatro grandes hojas. Previamente se había dis- tribuido un ejemplar á cada cong-resista, comprados por el Go- bierno mejicano. Dr. K. Renz, de Breslau. Disertó sobre el Mesozoico inferior de Grecia, refiriendo al triásico muchos mármoles que hasta ahora se atribuían al Cretáceo. Profesor Stefanescu, de Bucarest. Bió la descripción del Bi- notherium gigcmiissimimi, nueva especie, hallado por él en 1888. Profesor SahaUni, de Eoma. La última erupción del Vesubio. Br. Tempest Anderson. Sobre lo mismo. Con proyecciones. Profesor Lawson. El terremoto de San Francisco. 4. Acuerdos. — Fig-uran entre los acuerdos del Cong-reso, los sig-uientes: otorgar el premio Spendiaroff al profesor Tscher- nyscheíf, por su trabajo Los draqiiiópodos del carbonífero supe- rior del Ural y del Thnán; el proponer la creación de un Insti- tuto modelo de Geofísica; el formar una Comisión para el es- tudio de las variaciones de la g-eotérmica, y el extender las publicaciones de la Palmontologia UniversaUs. Finalmente, á propuesta del profesor Sjogren, decidióse, por aclamación, la celebración de la próxima sesión del Congreso g-eológico en Estocolmo en 1910. La Comisión sueca fijará la fecha. 5. Excursiones. — La primera que se realizó, durante el Congreso, se dedicó á la misma ciudad de Méjico. Otra tuvo por objeto visitar los monumentos toltecas de San Juan Teo- tilmacán. Después de haber visto las dos pirámides, del Sol y de la Luna, los excursionistas almorzaron en la cueva «Porfi- rio Díaz», formada por lava antigua. Otras, realizadas antes y después del Congreso, de tres, doce y más días, se dirigieron á Veracruz, á los volcanes Jorullo y Colima, etc. La última tuvo lugar del 15 de Septiembre al 4 de Octubre, por todo lo mejor que en minería y geología ofrece Méjico. G. Intervención del Gobierno. — Es muy de alabar la ge- nerosidad del Gobierno mejicano en todo lo referente al Con- greso geológico. El mismo Presidente de la República, Porfi- rio Díaz, mostró, desde el principio, vivísimo interés por todo lo que á él se refería. Pidióse reducción de precio á las empre- sas marítimas de transportes. Como no lo concediesen, el pa- DE HISTORIA NATURAL. 521 saje para los g-eólog-os extranjeros hízose con todo esto á la mi- tad de precio, porque el Gobierno mejicano sufrag-aba la otra mitad. La Compañía Transatlántica española ofreció reducción del precio del 33 por 100 para el pasaje de Bilbao, Santander, Coruña y Veracruz. Por dentro de la nación, las vías férreas estaban francas para los cong-resistas á la mitad de precio, y los g-astos de las excursiones eran reducidísimos. Se apresta- ban trenes especiales, coches, caballos y peones; poníanse en movimiento compañías de Rurales, especie de Guardia civil, para la seg-uridad de los viajeros; avisábase de antemano á los propietarios de las haciendas que se iban á visitar, para la dig-- na recepción de los huéspedes. En fin, todo estaba previsto y bien org-anizado. 7. Recepción. — Uno de los actos que se celebraron durante el Cong-reso, y que merece especial mención, fué la recepción de los congresistas por el Presidente y su señora en el famoso palacio de Chapultepec. Después de la recepción, detuviéronse á contemplar los mag-níficos espectáculos que desde lo alto de las azoteas se les ofrecían: la vista de la ciudad, del lag-o, de la campiña, de las nevadas cimas de Popocatepelt é Ixtacci- hualt. Invitóse á los cong-resistas á tomar un té por la tarde, y el té consistió en un espléndido banquete servido en la azotea superior. 8. Un deseo. — Es de lamentar que ningún geólogo español asistiese personalmente á este Congreso. El averiguar la causa, no es de este lugar. Pero hora es ya de que los españoles in- tervengamos en los Congresos, demos noticia de lo mucho bueno que poseemos en nuestro suelo privilegiado, y de esta manera preparemos el día, ojalá no sea lejano, en que se ce- lebre algún Congreso internacional, sea de Geología ó de Zoo- logía ó Botánica, en nuestra patria. T VI.— Diciembre l'.OG. -6 522 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Una especie nueva del gen. «Viola» POIi BLAS LÁZARO K IBIZA Desde hace bastantes años tenía en cartera alg-unos ejem- plares de una notable especie del g-énero Viola, recolectados en Jarandina (Cáceres) por el ilustrado farmacéutico de dicha localidad D. Antonio Mateos é Izquierdo, y que, por la singu- laridad de sus caracteres, no hallaba forma de referir á nin- guna de las especies que de dicho g-énero se han mencionado en España. El estudio de dichos ejemplares, que tampoco puedo determinar como pertenecientes á ninguna Viola de las floras afines, me ha decidido á considerar que representan una especie nueva, para la cual propongo el nombre de Viola suhsessili folia, por ser notable en ella la brevedad de los pecio- los de sus hojas. Por si esto puede contribuir a llamar la aten- ción de los recolectores y á comprobar la existencia de esta planta en otras localidades, creo conveniente dar á conocer sus caracteres distintivos. Viola subsessilifolla nov. sp. — Planta perenne, con los tallos largos y erguidos, de dos á cuatro decímetros, con las hojas muy espaciadas, separadas por largos entrenudos, casi senta- das, con el peciolo de uno á dos milímetros cuando más, y el limbo de cuatro á cinco centímetros, ancho, acorazonado, agu- do, con los bordes profunda y desigualmente dentados, angos- tadas en la base; estípulas estrechas, de 10 á 15 mm. de longi- tud, enteras ó con uno ó dos dientes en cada lado de su base; pedúnculos florales m^ás largos que las hojas, arqueados, uni- floros; flores pequeñas, azules, con los sépalos largamente pro- longados en su base, largos, agudos y conniventes; espolón corto. Florece en primavera. En lo demás es afine k la Viola Demetria y pertenece á la misma sección que ésta. DE HISTORIA. ANTURAL. 5-23 Análisis de la Gibbsita de Puente Arce (Santander) POE JUAN CALAFAT LEÓN En la nota publicada en este Boletín en el mes de Noviem- bre último, pág". 471, daba cuenta del hallazg-o de este raro é interesante mineral de aluminio, nuevo en España, que en- contré en las minas de Puente Arce, en la provincia de San- tander. He creído necesario el análisis de esta substancia (del cual ya he adelantado algunas noticias en la referida nota) para poder clasificarle con seguridad en la forma que lo he hecho y para conocer las condiciones con que se presenta en nuestro suelo. Primeramente separé, con el mayor cuidado, las partes blan- cas del mineral de la ganga, ó substancias extrañas que le acompañan, formadas por nodulos y fragmentos de color ro- jizo ó pardo, que aparecen incrustados en su masa. Esta parte blanca, que constituye la casi totalidad de la masa bruta, es la que he sometido al análisis, terminado re- cientemente, y cuyo resultado es el siguiente: Sílice 0,51 Oxido férrico 1,39 Alúmina 60,15 Agua . : 35,60 Pérdida v materias no determinadas 2,35 100,00 Tratemos, pues, de interpretar el anterior resultado analí- tico y las propiedades físicas de la substancia que nos ocupa para su clasificación mineralógica, justificando la denomina- ción dada de gibbsita. La composición de la gibbsita, tipo, químicamente pura, es la siguiente: Alúmina, 65,4 por 100 y agua 34,6, que corres- ponde á la fómula AI2O3, 3H2O, cuyos números, comparados con los del citado análisis, son suficientemente concordantes. 524 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA teniendo en cuenta la pequeña cantidad de impurezas conte- nidas en el mineral y la inevitable pérdida producida en las operaciones analíticas; y respecto al pequeño aumento que se nota en la cantidad de ag-ua, puede muy bien atribuirse á la estructura, alg-ún tanto cavernosa ó esponjosa que presenta el mineral, y que puede retener débiles cantidades del mencio- nado líquido en un estado particular de interposición, como lo prueba el hecho que he tenido ocasión de observar de que un trozo de la substancia, perfectamente seco, después de varios meses de ser extraído, si se le reduce á polvo impalpable y se deja algunos días en tal estado, experimenta una pequeña pérdida de peso, Claro es que ha podido determinarse separada- mente la pérdida de ag-ua á 100° (ag-ua de interposición) y la que experimenta al rojo vivo (ag-ua de hidratación), pero esto me ha parecido innecesario, tratándose sólo de. calificar un mineral cuya existencia en la naturaleza y composición fun- damental son bien conocidas. Por otra parte, la bauxita, único mineral que por su análog-a composición podía confundirse con el que nos ocupa, contiene de ordinario una cantidad de óxido férrico muy superior á la del mineral de Puente Arce y un aspecto sedimentario, terroso, pisolítico; es un ag-reg-ado de hidrato alumínico y de materias extrañas que suelen alcanzar con frecuencia una proporción considerable. No es. pues, lóg-ico calificar de bauxita este mineral nuevo para España, y creo para Europa, blanco, con- crecionado y casi exento de substancias extrañas. Creo suficientes las anteriores indicaciones para justificar debidamente el nombre dado al mineral de aluminio, encon- trado entre las liiiiOnitas de la provincia de Santander, el cual, también por sus caracteres exteriores, es enteramente análog'o al de Richmond, en Massachusetts, del que posee ejemplares nuestro Museo. (Lahoratorio de Mineralogía del Museo de Ciencias Naturales.) DE HISTORIA NATURAL. 525 Boletín bibliográfico. Diciembre. Académie des Sciences. Paris (Comptes rendus.J T. cxmii, 1906, n° 19. — Lacroix: Sur la transform. des roches volcan. — Grand'Eury: Sur les graiaes et infloresc. des Callipteris Br. — Lesage: Actions de l'electri- cité sur la germinat. — Salmón: Sur le tissu osseux chez les moustres ectroméiieus. — Négris: Sur la géolog. du mont Ithóme en Messénic. — Hang: Sur les dielocat. de la bordure du Plateau Central. — Renz: Sur les terrains jurass. de la Greca. — Jourdt: Le substratum archéen du globe et le mécan. des actions géodynam.=Ií° 20. — ^Lacroix: Sur les produits des fumeroUes du Vésuve. — Oeprat; Sur l'existence en Corsé de porphyres quartzifér. alcalins. — Leclerc: Sur la réproduct. du Fi- guier. — Lefévre: Sur l'equival. moteur du travail résist., en énergéti- que animale.=N° 21. — Grand'Eury: Sur les infloresc. des fougeres á graines. — Conté et Vancy: Réparfit. de VAnoplieles maculipennis dans Lyon. — Kaufmann et Magne: Sur la consomat. du glucose par la glande mammaire. — Arthaud: Sur les variat. de la masse du sang chez l'homme. — Pietre et Vila: Le stroma des globules rouges. — Küss et Lobstein: L'anthracose des poumous.— Moureu et Biquard: Sur les gaz rares des eaux minér. — Lauray: Hydrologie de la Dobrondja bul- gare.=N° 22. — Güiluermond: La germinat. des graines de Grami- nées.— Lubimenko: La coucentrat. de la chlorophylle. — Mongin et Hariot: La maladie du rouge chez VAhies peciinata. — Leduc: Culture de la cellule artific. — Gerber: Action de Eriophyes passerince sur les feuilles des Giardia hirsuta. — Piéron: L'olfaction dans la reconnaiss. des fourmis.— Vaschide: Sur les troubles thermiques dans les cas de privat. absolue de sommeil.^ — Polack: Le pigment jaune de la macula. Morage: L'audition des poissons. Académie iyiternationale de Géogrophie Botanique. Paris. (Bulletin.) 1906, nos 205-206. — Christ: Filices Cavalerianse et Esquirolianse.— Olivier: Les princip. parasit. de nos lichens franíj. — Fourés: Quelques plant. nouvell. de l'Aveyron. — Potier: Sur une anomalie de VAtriehum undu- latum P. B. Archives Néerlandaises des Sciences exactes et naturelles. La Haya. 1906. T. IX, 4« et 5* Livrais. — Burck: Sur des plantes qui, á l'état sauvage, présent. le caractére de races intermediair. Baleares (Las). Palma de Mallorca. 1906, n° 71. JBroteria. S. Fiel. 1906, fase. iv. — Costa: Crystaes liquides.— Mendes: Re- vista de lepidopterol. — Rehm et Rick: Novitat. Braziliens. — Zimmer- man: Microscop. veget. — Catal. das Diatomac. Portuguez. 526 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Canadian Entomologist (The). London. 1900, u° II.— Cosens: A new Reti- ñía attacking Aiistrian Fine. — Cockeeell: Some Carpeuter-bees froin África. — Gibson: The Bean Weevil.— Lüdiow: Mosquito Notes. — Kir- KALDY: Classificat. and Nomeuclat. of Miroidea.— Bradley: Contrib. to Entomology of the Selkirk Mts., B. C. Kntomologische Litteratiirblatter. Berlín. 190(5, n° 11. Entomologistas Record (The). London. 1906, n" 11. — Balpouu-Browne: On Agabns affinis Payk. and unguicularis Thoms. — Bagxall: A probable Ccsmopolit. beetle in Britain. — Joy: A new Briíish beetle. — Floes- HEiM: The Butterflies of Bagshot, Surrey. — Bird: Butterflies in the Wye Valley during 1906. — Mathew: On Camptogramma fluviata.— Sich: On the Heliothis j^^^g^^c^- — Donisthorpe; Myrmecophilous notes. Feuille des Jeunes Natur alistes fZa).'PsLñs. l'íiOü, n" 434. — Caziot: Etudes malacolog. sur quelq. espéc. asiatiques. — Goury et Guignox: Les In- sectes parasit. des Cruciféres. — Dollfus: Sur certains Isopodes terrestr.— Gaülle: Catalogue des Hyménoptér. de France. Geological Institution ofihe Unicersity. Upsala. (Bulletin.) 1906, vol. vu. Ingeniería. Madrid. 1906, n.os 68-60. Johns Hopliins Hospital. Baltimore. (Bulletin.) 1906, n" 188. Laboratorio Municipal de Higiene. Madrid. (Boletín.) 1906, n.° 2. Musée Océanographique. Monaco. {Bulletin.) 1906, n" 83.— Topsest: Farrea ocea (Bowerbank) Ya,r. foliascens n. var.=N° 84.— Legendre: La teneur en acide carbonique de l'air marin.=N'' 85. — Anthoxy: Contrib. á l'étude du mode de vie et de la locomot. du Pecten.=N° 86.— Joctbin: Séance d'ouverture des cours de l'Institut Océanogr. a la Sorbonne. Museu Goeldi. Para. 1906, 3.^ y 4.* decada. — Hubeb: Arboretum amazo- nicum. Naturforschenden Gesellschaft. Basel. (Verhandlungen.) 1906, Band xvxii, Heft 3. — Steiger: Beitrage zur Kenntnis der Flora der Adula- Gebirgsgruppe. Revista científica jjrofesional. Barcelona. 1906, n° 96. Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales. Zaragoza. (Boletín.) 1906, n° 8. Fagot: Mollusca nova provinciee Aragonise. — Pau: Plant. de la provin- cia de Huesca. — Salamero: Excursión á María. Societá Toscana di Scienze Naturali. Pisa. (Atti.) 1906, n° 5. — Aloisi: Rocce a spinello dell'Isola d'Elba. — Manasse: Sopra le zeoliti di alcune rocce basaltiche della Colonia Eiitrea. Société belge d'Astronomie. Bruxelles. (Bulletin.) I'.t06, nos 9-10. United States National Herbqrium. Washington. (Contribution.) 1906, vol. XI. — Piper: Flora of the Stíite of Washington. University of Colorado Studies (The). Boulder, Coló. 1906, vol. iii, n° 4. — Underhill: Areal Geology of Lower Clear Cleek (Colorado). Dli HISTORIA NATURAL. 521 Weather Burean Manila. (Annual Report.) 1904. — (Bidleün.) Abril, 1906. Wiener Entomologische Zeitung._ Wien. 1906, xxv, Jahrgang, x Heft, — Fbühstorfer: Verzeichuis der von rair in Tonkin, Annam únd Siam gesammelten Nymphalid. und Besprechung verwandter Formen. Wissenschajtliche Insektenbiologie. Husum. (Zeitschrift.) 1906, Band ii, Heft 10. — Vosseleb: Eine Psyllide (Chlorophora excelsa (Welw) Benth. et Hook. — FiEBRiG: Eine interessanfce Dipterenlarve. — Schrottky: Die Nestanlage der Bienengattung Ftiloglossa Sm.— Korotneav: Üb. Ver- packung und Konservierung unpraparierter Kiifer und ander. Insekt. SoLONiow: Z. Pigmentbildung bei den Schmetterlingen. Zoological Society. London. (Proceedings.) 1906, pags. 179-758. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. 1906, n° 25. — Sjebenrock: Zur Kenntnis der mediterr. Testudo-Arten. — Kasanzeff: Üb. die Entstehung des Haut- panzers bei Syngnathiis aciis.=ls° 26. — Woltereck: Über Hyperiden der Valdivia. — Tkagardh: Neue Acariden aus Natal land Zululand. — Hacker: Üb. einige grosse Tiefsee-Radiolar. — Dogiel: Haplozoon ar- matum n. gen. nova sp., der Vertreter einer neuen iMesozoa-Gruppe. — Griffini: Studi sui Lucanidi — Berg: Übersiebt der Cataphracti. — Keilhack: Zur Biolog. des Polyphemus pediculus. Znologist (The). London. 1906, n° 785. — Warde: Acrocephalus palustris. — Ai'LlN: On Ornithology of Oxfordshire.— SELoas: On the Question of Sexual Selection in Birds. Cabrera (D. Agustín). — La extinción de varias especies de la flora cana- ria. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) Cbbrera Latorre (D. Ángel).— Sobre la nomenclatura de algunos géne- ros del orden €Primates>. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) Calafat León (D. Juan). — Excursión mineralógica al Norte de España. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) Chevreux (D. Ed.) — Description d'un nouvel Amphipode pélagique. (Bull. Mus. Oceanogr. de Monaco, 1905.) — Diagnoses d'Amphipodes nouveaux. (Bull, Soc. Zooiog. de Franca. Paris, 1906.) Fbbrer (D. Jaime). — ISÍota acerca, del Serranus papilionaceus Cuy. et Val. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) García Mercet (D. Ricardo).— Un Trypoxüon nuevo y los Trypoxilon paleárticos. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) Jiménez de Cisnebos (D. Daniel).— Datos para el estudio de la Geología del S. E. de España. (Bol. R. Soc, esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) Lázaro é Ibiza (D, Blas).— Nota sobre algunas plantas de Motril. (Bol. R. Soc. esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) 528 BOLIÍTIN DK LA. IIKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Lozano (D. Lu¡s).-^Couvención para la protección de las aves útiles á la Agricultura. (Traduce.) (Bol. K. Soc. esp. Hist. nat. Madrid, 1906.) Llokd y Gamboa (D. Ramón). — Las nuevas doctrinas científicas. (Rev. de la R. Acad. de Ciencias. Madrid, 1906.) Terracciano (Dr. Achile). — Contribution a la biologie de la propagation agamique dans les Phanerogames. (Contrib. alia Biolog. veget. Pa- lermo, 1901.) — ídem (Resume franjáis). — I Banani. Palermo, 1905. — I nettari estranuziali nelle «Bombacee». (Contrib. alia biol. veget. Pa- lermo, 1898.) — I tubesi epigei nelle Dicotiledoni. (Contrib. alia biol. veget. Paler- mo, 1902.) — La biología e la structtura fiorale della Jacaranda ovalifolia R. Br. (Contrib. alia biol. veget. Palermo, 1899.) — Le Gagea della flora portoghese. (Bol. da Soc. Brot. Coimbra, 1903.) — Le specie di Tropceolum. (Contrib. alia biol. veget. Palermo, 1903.) — Les spéces du genre Gagea dans la flore de l'Afrique boréale. (Soc. botan, de France. Mem. Paris, 1905.) — L'inverno de 1904-1905 ed i suoi eífetti sulla vegetazione nei giardini di Palermo. (BoUett. del R. Orto botan, di Palermo, 1905.) — Note anatomo-biologiche sulla Aeschynomene indica L. (Contrib. alia biol. veget. Palermo, 1899.) — Note biologiche sulla Leea coccínea Pl. (Contrib. alia biol. veget. Pa- lermo, 1902.) — Revisione monográfica delle specie di Gagea della flora spagnola. Palermo, 1905, ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES MENCIONADOS Ó DESCRITOS EN EL TOMO VI DEL BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL O Abadejo, 453. Abejaruco, 418. Abrióte, 463. Abubilla, 418. Acanthoceras, 104, 426. * * Acanthoxia, 392. Accentor, 419. Accipiter nissus, 420. Acido fosfórico, 406. - sulfúrico, 406. Acmseodera, 196, 197. - virgulata, v. ** Moroderi, 375. V. nigra, 375. Acrocephalus, 419. x\ctinia equina, 227, 280. Adamsia palliata, 227, 280. - Eondeletii, 280. - - var. libera, 280. Adianthum Capillus- Veneris, 128, 129. Aegnorea Forskalina, 278. Aeschna mixta, 101. Alastra caliculata, 278. Aglaophenia cubiformis, 278. - myriophyllum, 278. - pennatula, 278. - pluma. 227, 278. - radicellata, 278. Aglaophenia tubulifera, 278. Agrilus, 196. Agrión Lindeni, 101. Agrodoma, 419. AgromyzagrossicornÍ8,var. *cra- ssiseta, 299. - lútea, var. *meridionalis,298. Águila blanca, 420. - conejera, 420. - imperial, 420. - liebrera, 420. - pescadora, 420. - real, 420. Aiptasia, sp?, 280. Aitonia Itálica, 226. Álcali, 406. Alcotán, 420. Alcyonium digitatum, 279. - glomeratum, 279. - palmatum, 279. Alcyonum palmatum, 227. Alfaneque, 420. Alphasida, 203, 307, 312, 313, 315, 380. - Almeriensis, 381, 382, 383. - Alpujarrensis, 381, 383. - argenteo-limbata, 236, 382. - Becerree, 236,381. , (1) Un asterisco * indica que el género ó especie á que precede está descrito en este tomo y dos asteriscos ** que se describe por primera vez. Sólo figuran en el ín- dice las variedades nuevas. Los nombres vulgares van de cursiva. 530 boletín UE la líEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Alphasida ** Bolivari, 381, 382. - Clemeutei, 236, 381. - Escalei-ítí, 23o, 236, 381, 382, 383. - - var. Alpujarrensie, 236. - holosericea, 235, 236, 381, 382. - ** Lazaroi, 235, 236, 381, 382. - **Lopezi, 381, 382, 383. var. ** depiiata, 384. - Loreana, 381, 382, 383. - luctuosa, 236. - Martinezi, 236. - Maitiui, 236, 381,382. - Oberthüri, 236, 381, 382. - Sanchez-Gomezi , 236, 382, 383. - Volsemi, 236. Althea Baleárica, 176. Alúraina, 406. Alutja, 132. AUium sestivalis, 176. - triquetrum, 128. AUodapa, 390. Amasis * Dusuieti, 289. Amaura, 390. ** Amaureta, 391. Ambligonita, 459. Amblyteles * Medinai, 290. Ammonites, 215, 218, 326, 425. - Humphriesianus, 110. - Sub-Royeranus, 327. Ammophila, 186, 187, 190. - affine, 188, 189. - (Psammophila; Alpina, 187, 188. - ** ( Psammopila) Aria si, 187, 189. - caucásica, 191. - dispar, 189. - (Psammophila) ** errabun- da, 190. - fera, 188, 190. flavida, 188. - gulussa, 188. - hirsuta, 188, 189. - (Psammophila) ** homogé- nea, 191. - - ** Mauritanica, 189, 190. - minax, 188. Ammophila polita, 191. - pungeus, 188. - Tydei, 188, 190, 191, 192. Auipelodesmoa tenax, 130. Amphicoma. 197. Amphihelia oculata, 280. AmphistCí^ina Haueri, 215, 328. Amycus, 391. Anastomeria, 493. Anataélia, 391. Anatíelia, 391. Ancyloceras dilatatus, 498. Ancylochira, 195, 199, 209, 202. - margaripicta, 200. Anemonia sulcata, 227, 280, 337, 341. Anepsia, 391. Anfibolita, 245. Aniara, 391. ** Aniarella, 391. Anisoplia, 197. Annabergita, 257. Annertedita, 165. Anomia ephippium, 227. Anoxia, 197. - australis, 163. - emarginata, 162, 163. - **Kattoi, 162. Antedon ro.sacea, 227. Anteneüa gracilis, 278. Autennularia antenuina, 227, 278. - Perrieri, 278. - - var. antennoides, 278. - ramosa, 278. - tetrastica, 278. Anthophora, 134. Anthrocephalus Italicus, 226. Anthropopithecus tschego, 183, 184. Anthus, 419. Antimonio, 249, 250, 458. Antiphathes aenea, 279. - larix, 279. - subpinnata, 279. Antracita, 457. Apiocrinus, 110. Aphya, 131. ** Apotropis, 393. Aquila, 420. ÜE HISTORIA NATURAL. 531 Araffero, 418. Arca Noíse, 182. Arcilla, 429. Árdea cinérea, 420. - purpurea, 420. Arena, 429, 431, 433. Arenisca, 206, 207, 208, 209, 210. Argirosa, 92. Ariítites, 320. Arisiirum vulgare^ 128, 129 Arpella, 420. Arsénico, 249. - nativo, 92. Arum Italicuin, 128. Arrendajo, 420. Asbolana, 92, 258. Ascaiaphus itálicas, 101. - lacteus, 95. - rhotnboideus, 95. - syriacus, 95. Asfalto, 459. Asida, 169, 193, 202, 229. - Lazaroi, 229, 256. - novissima, 284. - sicula, 313, 314, 315. Asparagüs acutifolius, 128. - horridus, 128. Asperococcus bulbosas, 178. Asphodelus microcarpus, 128, 130. * Aspidonotus spinosus, 386. Asplenium adianthum nigrum, 129. - marinum, 12y. Assilina exponens, 155. Asterias glacialis, 227. Astragalus, 413. - cymbecarpos, 413. - ** pauciflorus, 413. - Peataglottis, 413. - sesámeas, 413. - scorpioides, ^13. - Stella, 413. Astroides calycularis, 280. Astur palumbariue, 420. Auricalcita, 475. Autillo, 418. Avahi, 471. Avahis, 471. Ave toro, 420. Avefría, 415. Avestruz, 169, 180, 181. Avicula tareutina, 227. Axynella polipoidea, 227. Azogue, 457. Azor, 420. Azufre, 45'.». Azurita, 257, 474. Bacalao, 451. 452. Bacillus de Ebhert, ,71,184,185. - virgula, 171, 184. Baculites, 322. - neocomiensis, 322, 327. Btetica, 389. Balanophyllia itálica, 280. Baianus, 156. Balenoptera musculus, 341. - rostrata, 341, 345. Bar ella, 132. Baris corynthia, 379. - ignifer, var. * chloroptera, 285. - luorio, var. Lethierryi, 285. - nivalis, 379. - ** purpurea, 379. - viridipeunis, 379. Baritina, 257, 474. Bauxita, 478. Belemnites, 106, 216, 217, 218, 324. - pistilliformis, 327. Bellis, 97, 98. - annua, 129. - perennis, 96, 97. Bencomia, 423. - caudete, 423. - Moquiniana, 423. Beroe ovata, 280. Bismatina, 92. Bismuto, 249, 250, 458. - nativo, 92. Bismutocre, 92. Bittacus tipularius, 335. Bitu, 132. Blenda, 207, 256, 472, 473. Bombus, 172. Bonumia, 173. Bornita (Erubeseita), 256. Botaurus, 420. Bournonita, 266. 532 boletín de la RlíAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Brachyodus Cliiai, 493. Bracli5'urus, 470. - israelita, 470. Bradypus tridactylus, 47 J. Broussonetia papyrifera, 411. Bubo hamatns, 95, 172. - maximus, 420. Bubopsis hainatus, 172, Budytes, 419. Buho, 418. - real, á20. Bunodes gemmacea, 280. Buprestis Levaillanti, 200. - sanguínea, 199, 200. Butleria, 391. **Butler¡ella, 391. Cacajao, 470. * Cselioxys, 134. - acanthura, 138, 139, 145, 150. - acuminata, 143, 144. - acuta, 143. - afra, 135, 137, 140, 144, 145, 148. - alata, 137, 139, 143. - argéntea, 138, 150. - aurolimbata, 135, 137, 139, 140, 141, 142, 145. var. algerieusis, 140, 141, 149. - brevis, 138, 140, 146, 147, 148, 149. - caudata, 150. - cónica, 143. - conoidea, 135, 137, 138, 142, 145, - conspersa, 148. - coturnix, 137, 139, 145, 147. - co ron ata, 144. - decipiens, 137, 139, 161. - echinata, 148. - elongata, 136, 139, 144. - emarginata, 137, 140, 145. - erythropyga, 147. - fallax, 142. - Forsteri, 138, 140, 145, 149, 150. - hsemorrhoa, 137, 139, 145, 146, - hebescens, 142. - lanceolata, 142. * Cselioxys macrura, 150. - mandibularis, 143, 144. - 8-dentata, 147, 148. - obtusa, 137, 139, 147, 149. - obtusata, 142. - ogivalis, 140, 141. - polycentris, 138, 139, 145, 147, 148. - pulchella, 145. • - punctata, 142. - 4-dentata, 137, 138, 140, 160. - recurva, 140. - reflexa, 140. - robusta, 145, - rufescens, 137, 139, 143. - rufocaudata, 135, 138, 139, 145, 148. - simplex, 143. - tricuspidata, 143. - vectis, 142. Cseloceras, 326. Cagaestacas, 419. Caimán, 354. Cal, 406, 438. Calamina, 258, 281, 472. Calamodyta, 419. Calamus, 391. Calcita, 165, 472, 475, 476. Calcolita radífera, 459. Calcopirita, 252, 256, 466, 472, 474. Caliza, 206, 208, 209, 214, 215, 226, 256, 281, 427, 430, 436. - cristalina, 431, 436. - magnesiana, 207. - sacaroide, 431. Callicrania Bolivari, 389. - Miegi, 389, - obvia, 389. - Ramburi, 389. - Seoanei, 389. Callymenia raicrophylla, 179. Calopteryx hfemorrhoidalis, 101. Calycella fastigiata, 278. Camamila de la Mola, 131, Campanularia angulata, 278. - flexuosa, 278. - Hincksii, 278. - volubilis, 278. Campanulina panícula, 278. DE HISTORIA NATURAL. 533 Camponotus igneus, 62. Carapsicnemus umbripennis, var. * hispánicos, 296. Campylopus polytrichoides, 83. Caiiis anthus, 362. ** Cannula, 391. Canto rodado, 439. Caolín, 459. Capparis spinosa, 129. Caprimulgus, 418. Cárabo, 418. Caracal á oreilles Manches, 3ü3. Carcharodon, 153. - angustidens. 159. - megalodoD, 159. Cardium, 155, 212, 213. - aff. hians, 427. - edule, 132. Carduelis, 419. Carpintero, 418. Carpomitra Cabrera, 178. Carraca, 418. Carrichtera Vellse. 411. Caryophyliia cyathus, 280. Cascajo, 245. Catha cassinoides, 423. - europaea, 411. Cebidse, 470. Cenizo, 420. Centaurea Baleárica, 176. - Cadevallii, 125. - hetercpliylla, 412. - sonchifolia, 412. Cerambyx, 195. Ceratopogon * castellanus, 300. - * Morenas, 300. Cercopithecus, 468. Cereus spinosus, 280. Cerianthus iv^embranaceus, 280. - solitarias, 280. Cerithium, 155, 212, 321, 327. Cernícalo, 420. Certhia, 418. Cerusita, 257, 473. Ceterach officinarum, 128, 129. Cetonia, 196, 197. Chalcolita, 163, 1G4. Chalcophora, 195, 196, 198. - Mariana, 198. - detrita, 198. Chalcophorella, 196, 198. - 4-ocnlata, 198, - stigmatica, 198. Chamari, 410. Champsosaurus, 355, 356, 357. Che!, 132. Chelidon, 419. Chelidonium majus, 129. Chimpancé, 182. Chlamys, 213. Chioanthita, 92. Chloropisca rufa, var. * nigro- vittata, 297. var. * vaiievittata, 297. Chrysaora sp.?, 279. Chrysomitris, 419. Chrysopa clathrata, 102. - Genei, 102. - perla, 102. - prasina, 102. - vulgaris, 102. - * ibérica, 286. Chr3'sophrys, 214. Chthonius, 391. Chondrites, 155, 204, 208. Chotacabras, 418. Ciconia, 419. Cidaris, 214, 321, 324, 427. Cigüeña blanca, 419. Cigüeña negra, 419. Cinabrio, 208. Cinamomum lanceolatum, 493. Cipolino, 432. Circus eeruginosus, 420. - cyaneus, 420. Cisticola, 419. Cistus albidus, 130. - Monspeliensis, 130. - Salvifefolius, 130. Citrinella, 419. Cladhymenia, 180. Cladocora cespitosa. 280. Clava squamata, 277. Clematis cirrhosa, 127. Clethra arbórea, 424. Clorita (Clinocloro), 258. Cloro, 250. Cloruro sódico, 213. Clupea Pilchardus, 343. ¡ Clymenia, 326. 53 í BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Clypeaeter, 157, 214. - altns, 214. - oraesioostatus, 155, 214. Ciytia Johiistoni, 278. Cobalto, 458. Cobre, 456. - nativo, 104, 16o. - rojo de teja, 256. Codiuri) Bursa, 178. - tomentosuní, .178. Colirrojo. 41'j. Colymbns, 420. Conoclypeus Vilanovíe, 155. - conoideas, 155. Conus, 155, 212. Convolvnlus, 192. - arvensis, 192. - Dnrandoi, 170, 192, 193. - scoparius, 424. Cora, 391. Coradas gárrula, 418. Corneja, 418. Corocbus, 196, Coronilla glauca, 129. Corydala. 419. Corynactis viridis, 280. Coryne pusilla, 277. Corvus corax, 420. Cos de dona, 204, 214. Cotyle, 419. Cratfegus brevispina, 129. ** Cratilopus, 391. **Cratioma, 391. CratippuB, 391. Cratylus, 391. Creagris plumbeus, 95, 102. Cristal de roca, 474. Cr.vsemys Lachati, 493. Crithmum maritimum, 128. Crocidura AVhitakeri, 360. Crocodilus, 354, 356. Crocoibemis eritbrfca, 101. Crocus Cainbessedesii, 131. Crosophora verbascifolia, 404. Cryptocepbalus rugicoUis, var. Perrondi, 286. Crysopliris, 159. Cuarcita, 207, 209,210, 429, 430, 431. Cuarzo, 164, 165, 266, 472. Cuarzo ferruginoso, 245. - filuniano, 1G4. - liematoide, 204. Cncuniaria Planci, 227. Cuervo, 420. - de mar, 420. Cumina rliododactyla, 278. Cuprita. 164, 256 Curruca, 419. Cyanecula snecica, 419. Cyclolitos, 324. Cyclopterus**Dpsbroc}iersi,377. Cyntbia papulosa, 227. Cypselns, 418. Cystosira Montagui, 178. Dapline vellesides, 176. Dátil de mar, 132. Daucns maximus, 129. ** Deflorita, 392. ** Demochares, 391. Demouax, 391. Dendropbyllia ramea, 280. Dentalina elegans, 215. Desmoceras, 106, 217, 318, 321 323, 326. - difficilis, 326. - Emmerici, 323, 326. - sub-Royerianus, 323. Diabasa, 439. Diasporo, 478. Dicerca berolinensis, 201. Dicksonia culcita, 424. Dicoryne confería, 277. Dictyota, 233. - dichotoma, 179. ** Diedronotus, Í.93. Digita'.is dubia, 176. Dilar * campestris, 287. Dilophus femoratus, var. * an- dalusiacus, 299. - tenui.s, var. * ninor, 299. Dimorplioinynnex, 62, Diorita, 186, 245. Dioxys, 134. Diplocynodon, 354, 366, 493. Dipbyes, sp?, 279. Dipodillus campestris, 366. Dipiíasia alata, 277. - attenuata, 277. - pinaster, 277. DE HISTORIA NATURAL. 535 Diphasia pinnata, 277. - tam arisca, 277. Dolomías, 67. Dolomita, 472. Doris tuberculata, 227. Dorita, 1G4. Dril, 469. Dromia viilgaris, 227. Drjñnns '* dracnnculus, 290. Duvalia, 106. - dilatata, 106, 318, 327. Echinolampas Studeri, 155. Echiura simples, 423. Edestosaurus, 355. Edwardsia Claparedii, 280. Elanns, 420. Eloactis Mazeli, 280. Elougasifla, 229, 306, 312, 313, 31.5, 316. - *alonensÍ8, 308, 311, 312, 3! 4, 315, 316. - asperata, 308, 31-3, 814, 315, 316. - *calumniata, 308, 311, 312, 314, 315, 316. - * grandipalpis, 308, 310, 312, 314, 315, 316. - hespérica, 308, 309, 315, 316. - *hispalensi8, 308, 309, 314, 315, 316. - * rectipennis, 308, 312, 314, 315, 316. - * rufo marginalis, 308, 310, 314, 315, 316. Emp/s * gracilitarsis, 294. - * Mikii. 294. - * Moreníft, 294. - tessellata, sub-esp. * caste- llana, 293. Enebro, 421. Enganga, 182, 183, 184. Engañapastores, 418. Ephedra, 199, 201, 202. - nebrodensis, 199, 201. Ephippigera Perezi, 390. Equinaster sepositus, 227. Erica multiflora, 130. Erinaceus algirus, 360. Eritrina, 258. Escarlet hlanch, 99. Escupiña grabada, 132. Esfena, 480. Esmaltina, 92. Esmaltita, 4T4. Estrerejón, 420. Esparto, 176. Espilita, 186. Estaño, 457. Esteatita, 435, 436, 437, 459. Estibina, 251, 474. Estornino, 419. Eudendrium racemosum, 277. Eupagurus Prideauxi, 227. Euphorbia exigua, 128. Eurita cuarcífera, 186. Eurythyrea, 200, 201, 202. Euspongia officinalis, 227. Eusucbia, 354, 357. Euterpe edulis. 245. Exocephala, 391. Exora, 392. Falco pesaloii, 420. - barbarus, 420. - cenchris, 420. - islándicos, 420. - peregrinus, 420. - snbbnteo, 420. - tinnunculns, 420. - vespertinus, 420. Falún, 204. Fanchea, 179. - microspora, 179. - repens, 170. Felis cristata, 363. - libyca, 363. - libycus, 363. - ocreata, 303, 364. Libyca, 364. margarita, 3G4. ** mauritana subsp. nov., 362,364. Fenec, 490. Férula communis, 129. Ficus, 245. Filaba ** cerambycina, 161. Flabellum, 157. Flaveta, 419. FIÓ de rellana, 129. Fluorita, 474. 53fi BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Formicaleo tetragrammicus, 102. Fosforita, 281, 459. Franquenia corymbosa, 411. Friolenco, 419. Fumaria calcarata, 126. - muralis, 125. Funiculiua quadrangularis, 279. Gadus morhua, 452. Galatea strigosa, 341. Galena, 25G, 472, 473. - argentífera, 457. Gallium Crespiniauum, 176. Garza rea!, 420. Gárrulas glandarius, 420. Gavilán, 420. Gaviota, 415. Gecinus viridis, 418. Genetta afra, 362. Gerardia Lamarcki, 279. Gerbillus hirtipes, 365. ** heeperinus, 365. Gerifalte, 420. Geryonia sp?, 278. Gibbsita, 455, 471, 472, 477, 478, 523. ** Gigliotosia, 393. Giobertita, 455, 471, 475, 476. Glabrasida, 314, 315. - puntatipennis, 3! 4. - sulcata, 314. Glauberita, 459. Globasida, 193, 202, 307, 312. - Ahneriaua, 194. - cincta, 194. - curvatipennis, 194. - (juadrata, 194. - ** Schrammi, 193. - se tosa, 194. Globicephalus melas, 341. Gloiocladia furcata, 178. Gneis, 245, 459. - granitoide, 488. Golondrina, 419. Gonatopus * dryiniformis, 291. - * Hispanicus, 291. - * sciophanes, 292. GonothyrEea gracilis, 278. Gorgina verrucosa, 227. Gcrgonella saraientosa, 279. Gorgonia Cavoliuii, 279. - verrucosa, 279. Goslarita, 257. Gonyacantha, 392. Grafito, 459. Graninotaulus atomarius, 102. Granate, 433. - almandino, 431. Granito, 164. - alterado, 164. Granulasida, 314. Grava, 429, 438. Grauwacka, 438. Greenovita, 480. Grothita, 480. ** Guadarraraita, 455, 479, 482, 483, 484. Gymnetron bipustulatum, 379. - * Fuentei, 285. - ** Moroderi, 379. - teter, 380. Gymnopternus * Morenee, 296. Gypaetus barbatus, 420. Halcón real, 420. Halecium Beanii, 278 - halecinum, 278. - tenellum, 278. Haliaétus, 420. Halimeda Tuna, 178. Halloysita, 475. Halopteris filicina, 178. Halyseris polipodioides, 179. Hamites, 322. Hamulina, 322. Haplangia Durotrix, 280. Harpoceras, 326. Hatteria, 355. Helécho, 424. Heliactis bellis, 227, 280. Helianthemum augustipetalum, 125. Heliopathes Heydeni, 284. Helis, 161. - candidissima, 172. Helops gibbithorax, 376, 377. - ** liliputanus, 375. - spliterieollis, 376. - ** tomentosas, 376. - villosipennis, 376. Hemiaster, 218. DE HISTORIA NATURAL. 537 Herba torta, ]78. Herpestes ichneumon, 362. - numidicus, 362. Herrerillo, 419. Heteroceras, 320, 326. Heterocordyle conybease, 277. Heterostegina, 213, 214. - costata, 213. * Heubachita. 257, 258, 259. Bidrargilita, 472, 477, Hidróxidode hierro, 4?3. Hidrozincita, 472. Hierba de la sangre, 423. Hieracium arnoglossoides, 126. - glossophyllum, 126. - heteradenum, 126. - sonchophyllura, V¿&. Hierodula scutata, 384. Hierro, 456. Higuera, 422. Higuereta, 422. Hilara * fusitibia, 294. - cingulata, var. * Morense, 294. Hipparion gracile, 231. Hipposiderus, 357. - beatus, 358. - cafíer, 358. - tephrus sp. nov., 358. Hirundo, 419. Holcodiscus, 217, 321, 324, 326. Holcostephanus, 326. - iutermedius, 217. Holothuria tubulosa^ 227. Hoplites, 106, 217, 321, 324, 326, 327. - cryptoceras, 217, 326, - neocomiensis, 217. Hormiphora plumosa, 280. Hornblenda granatifera, 262. Hulla, 457. Hyadina guttata, var. *obscuri- pes, 297. Hydractinia echinata, 277. Hyperomala, 386. Hypnea musciformis, 178. Hypolais, 419. Hysia, 392. ** Hysiella, 392. T. VI.— Diciembre, 1906. Hyatrix cristata, 366. Ilex Coindetii, 131. liyanthus diaphanus, 227. Ilmenita, 479, 480, 481, 482. Indri, 471. Indris, 471. Inoceramus, 323. ínula crithmoides, 1 28 . - viscosa, 128. Iris Pseudacorus, 130. Iserina, 479, 481, 482. Itrotantalita, 166. Jaboncillo, 436. Jazminum officinale, 411, 439. Jaspe, 439. Jazmín, 44C. Jilguero, 419. Jimenezia, 392. Jimenizia, 392. Juncus acutus, 130. - bufonius, ISO. Juniperus cedras, 421. - communis, 125. - Mariana, 125. - phcenicea, 125, 128, 130. Kerargirita, 92. Kophobelemnom sp?, 279. Lafoea fruticosa, 278. Laminaria Kodriguezii, 179, 180. lamna, 114, 153, 157, 159. Langosta, 132, 133. Lapiedra Martinezi, 411. Larus ridibundus, 335. Lasiopyga, 4ü8. - mitrata, 468. Laterita, 245. Latipalpis pisaua, 201. Lavatera Phsenicea, 422. Leadhillita, 257. Lechuza, 418. Lémur laniger, 471. Lencolhea prctogea, 493. Lentisco, 127, 130. Lepidium Carrerasii, 1 76. Lepidolita, 499. Leptynia attennata, 386. - ** Fourniali, 385. - hispánica, 386. - Ivcinigi, 385, 386. Lepus atlanticus, 367. 37 538 boletín de la ueal sociedad española Lepus Schlumbergeri, 367. - ** sherif, :<66. Lestes barbara, 101. - Dryas. 101. Lencita. 66. Leucojum Hernandezi, 129. Leuconia áspera, 371, 373. - solida, 370, 371. Leucoselenia spec, 373. Libellula depressa, 101. Lignito, 458, 475. Lima, 212, 213, 427. Limnsea longinata, 493. - longiscata, 231. Limonita, 164, 165, 250, 257, 437, 473. Linaria Cymbalaria, 405. - Elatine, 405. - fragilis, 176. Lingulina costata, 215. ** Liotettix, 393. Lithodomus, 73, 206. - lithophagus, 73, 132. Locustella, 419. Lomanica, 173. Lomentaria phaligera, 178. Lonchoptera tristis, var. * pseu- do-trilineata, 296. Lophobelia prolifera, 280. Loris, 471. Lotus arenarias, 411. - Oreticus, 128. Loxia, 419. Lugano, 419. Lutra angustifrons, 361, 362. - lutra, 360, 301. ** spleudida subsp. nov., 360, 361. Lycium, 412. - intrincatum, 411, 412. Lysimaehia Minoricensis, 176. Lytocarpns spectabilis, 278. Machia, 203. Macroscapbites, 321, 327. Macronemurus appendiculatus, 101. Macroscelides Rozeti, 359. - R. deserti, 359. Magnesia, 406, 438. - carbonatada, 459. Magnetita, 432. Maimón, 469, 470. Malaquita, 207, 208, 257, 474. Malva minoricensis, 176. Mammut, 400. Mandril, 469. Mandril! a, 469, 470. Mandrills, 470. Manganeso, 457. Mantispa perla, var. brunnea, 102. Marcasita, 474. Marga. 205, 206, 207, 427. Mármol, 204, 205, 428, 430, 431, 432, 433, 434. Masicot, 256. Mastodon, 103. - arvernensis, 104. - longirrostris, 104. Massaris, 238. Medicago depressa, 125. Megachile, 134. Megerlia truncata, 227. Megiila, 134. Meloé insignis, 256. Mentha Rodrigueí^ii, 175. - rotundifolia, 129. Mergu?, 420. Merops apiaster, 418. Meroxeno, 499. Mercurio, 250. Merlucius vulgaris, 452. Merluza, 452. Mesops, 392. ** Mesopsis, 392. Micacita, 429, 430, 431. - granatifera, 431. Micas, 66, 67, 165, 431, 499. Microcosmus, 132. - sp., 227. Micromeria Rodriguezii, 128, 175. Micropliorus * pilimanus, 295. Micropsis Lusseri, 156. Micropterna nycterobia, 102. Milano, 420. - negro, 420. Milerita, 92. Milvus niger, 420. - regalis, 420. DE HISTORIA NATURAL. 539 Minio, 256. ** Miriatra, .392. Mispiquel, 92, 252. Mitrarla, 392. Mochuelo, 418. Modiola barbata, 132. Molasa, 203, 212, 213 427. Molibdenita, 262. Mon checa, 391. Mornion, 469. Moscovita, 499. Mosqueta, 419. Motacilla, 419. Mrila (feto), 490. Murex brandaris, 227. - trnnculup, 132. Muricea chamseleon, 279. - echinata, 279. Mus rattns alexandrinu?, 366. - **^ calopus, 365. - musculus gentilis, 366. - peregrinas, 366. - rattus, 365, 366. - sylvaticus, 366. Muscícapa, 419. Myotis mjotis, 359. Myrica acnrainata, 498. Mjírmecaílnrus trigrammus, 95. Myrmeleon Ouljanini, 95. - nemausiensis, 102. Myrtus communis, 130. Narciso de Asturias, 405. Narcissus, 404. - Clusii, 404, 405. Nardo marino, 414. Natica, 324, 327. Nefelina, 66, 67. Nemuia variegata, 102. Nephele, 392. Neurocaulon grandifolium, 178. Ngoro, 183. Niquelina, 92. Nitophyllum, ISO. Nl-uhi, 183. Nkuru, 183. Nootua minor, 418. Noterophila acutipennis., var. * nigripes, 297. Nothochrysa itálica, 102. Notochlsena Mazanthse, 83. Nuceria, 392. ** Nuciera, 392. Nummulites, 204. - complanata, 155. - granulosa, 155. Nycticorax, 420. Obelia dichotoma, 1278. - geniculata, 278. Ochthiphila coronata, var. * ni- gripes, 298. Odontaspis, 153. CEdalea * brevicornis, 295. (Egithalus, 419. Ofita diabasica, 206. Ohipi, 456. Oligi&to, 207, 432, 474. Olivino, 67. Ommatidiotus longiceps, var. * decipiens, 289. Onobrychis sativa, 229, 349, 350, 351, 352. Ópalo porodino, 369. Opsilia, 196. Orangután, 182. Orbitolina, 324, ' - conoidea, 324, 327. - discoidea, 324, 327. - lenticularis, 324, 327. Orea gladiator, 341. ** Orchamus, 392. Orcbesticus, 392. Orites, 419. Oro, 432, 457. - aluvionar, 242, 2^2. - filoniano, 242, 248, 252. Orophus, 391. Orphania denticauda, 392. Orthetrum brunneum, 101. - cancellatum, 101. Ortosa, 164. Ostra rotja, 132. Ostrea, 204, 212, 314, 325, 427. - digitalina, 328. - Offreti, 155, 213. 0syri3 lanceolata, 411. Otiapbj'sa, 231. Otiona Itálica, 226. Otus brachyotus, 418. - vulgaris, 418. Ouflkaria, 470. 540 UüLETIN DE LA RKAL SüClKDAD ESPAÑOLA Oxalato amónico, 213. Oxalis cernua, 129. Oxido de hierro, 438. - rojo de manganeso, 406. ** Oxypita, 392. Oxyprora, 392. Oxyrhina, 163, 169, 214. Pachybrachys incallidus, 286. Pachydiscus, 327. Ptecile, 419. Poecilonota, 201. Pagurus, 176. - striatus, 227. Pajarita de las nieves, 419. Palfeotherium, 352, 354. Palmophyllum orbiculatum, 178. Falo de rosa, 424. Paloplotlierium minus, 352, 353, 364. Palpares peschnoides, 95. - libelluloides, 94, 101. - Walkeri, 95. Palythoa arenácea, 280, - axinellse, 280, Panabasa argeutifera, 335, Pancratium, 414. - maritimum, 414. Pandion haliaétus, 420. Panorpa communis, 102. Pantingana ó pantigana, 389. Panurus, 419. • Papamoscas, 419. Papaver Rhoeas, 229, 347, 348. - somniferum, 347, 348. Papio, 469. **Parga, 391. Parietaria diffusa, 128. Parus, 419. - ceeruleus, 275. **Parysatia, 392. Parysatis, 392. Pastinaca lucida, 129. Pastor, 419. Pechblenda, 92, 165. Pechurana, 92. Pectén, 102, 107, 132, 212, 214, 427. - Burdigalensis, 103, 212. - cristatus, 153, 204, 212, 326, 428, Pectén Solarium, 155, 212. - varius, 132. Pegmatita, 483. Pelagia noctiluca, 279. Pelecanus, 420. **■ Pelerinus, 390. Pelicano, 420. Pelotas de mar, 1 30. Peltogaster Rodriguezii, 175. Pennaria Cavolinii, 277, Pennatula phosphorea, 227, 279,. 373. - rubra, 279. Perigonimus repens, 277. Periphylla, sp?, 279. Perisphinctes, 326. Peróxido de hierro, 406. Petirojo, 419. Peu de cahrit, 132. Peyssonellia squamaria, 178,. 179. ** Phalaca, 392. Phalacrocorax, 420. Phallusia mamillata, 227. ** Pheleue, 3:t2. Phellia elongata, 280. Phemonoé, 392. Pheogenes * f ulvidens, 293. » . Philomela, 419. Phillyrea augustifolia, 127. - media, 127. Pholadomya, 213. Phragmites communis, 130, Phthoa, 386. Phycis limbatus, 453. Phylloceras, 318, 321, 324. - Ronyanum?, 318, 326. - Tethys, 217, 326. Phyllontocbeila juvenca, 288.. Phyllophora nervosa, 179. Phylloscopns, 4l9. Pliylloxera vastatrix, 238. Physalia caravella, 279. Phythosiphon Arisari, 128. Phytomyza * Morente, 299. Phytonomus ononidis, 378, - nigrirostris, 378, 379. - ** viridis, 378. Picapinos, 418'. Pichón s, 132. DE HISTORIA NATURAL. 541 Picus major, 418. Piedra bomba, 207. Piesooranum frontosum, 288. Pimelia punctata, var. manche- ga, 284. - variolosa, 25(i. Pinus Halepentiis, 1 30. Finzoleta, 419. Pipi, 419. Piquituerto, 419. Pirita, 165, 2-52, 432, 456, 474. - arsenical. 249, 458. - de hierro, 458. Pirofanita, 482. Pirolnsita, 474. Piromorfita, 475. Piroxeno augita, 6G, 67. Pirrotina, 252. Pithecia, 470. Pito real, 418. Pizarra, 207, 208, 245,' 431, 434. - cámbrica, 429. - cloritosa, 256. - cristalina. 431, 432. - granatifera, 431. - talcosa, 436, 437. Plata, 'i50, 457. - nativa, 92.. - negra, 92. - roja, 92. Plagiochasma Italicum, 226. Planorbis coruu, 231, 4í)3. - polycymus, 493. Piatystolus, 389. Plesictis Filholi, 493. Pleurotomaria, 322, 327. Plomo, 250, 457. Plumularia ecliinulata, 277. - frutescens, 277. - geminata, 277. - pinnata, 277. - setacea, 277. - similis, 277. Podalirius, 134. Podocoryne carnea, 277. Polichne, 233. Polycyclus Renieri, 227. Polyplumaria cántabra, 278. - flavellata, 277. Polypodium vulgare, 128, 129. Polysarcus, 392. Pompholyx, 393. Pórfido anfibólico, 1 86. Porfirita diorítica, 186. Portunus depurator?, 227. Posidonia Caulini, 130. Potentilla reptans, 129. Prseepliippigera, 389. Pratíncola, 419. **^Praxibulus, 393. Praxilla, 393. Prenaster Desor, 155. Presbytes, 467, 468. - mitrata, 468. Primavera, 419. Prionus, 195. Pristicampus (Crocodilos) RoUi- nati, 356. Prizbrammita, 473. ** Prostalia, 393. Prolebias aff. Oustaleti, 493.- Prototettix, 393. Protóxido de liierro, 406. - de manganeso, 406. Psammophila, 192. ** Pseudopyrrhicia, 392. Pseudopyrrhizia, 392. Psiloptera, 196. Psocus nebulosos, 102. Pteris aquilina, 129. Pterolepis Cordubensis, 389. - Gessardi, 388. - indigena, 389. - spoliata, 389. - var. minor, 389. Pteroides griseum, 279. - spinulosus, 279. Ptychoceras, 321, 322, 324, 327. ** Puerula, 391. Pulchellia, 107. - compresissima, 217. Putorius nivalis atlas, 362. * Pycuogaster cucullatus, 390. - Graellsi, 390. ** Pycnosarcus, 392. Pygope, 106. ** Pyrrhicia, 392. Quebranta-huesos, 420. Quercus Ballota, 130. Rabiblanca, 419. 542 boletín de la real sociedad española Ramburia, 393. - hispánica, 393. ** Ramburiella, 393. Rapliidia ophiopsis, 102. Regulus cristatus, 419. Reseda lanceolata, 411. Resina fósil, 475. Reyezuelo, 419. Rhacocleis anuulata, 389. - maroecana, 388. - Maura, 388, 389. - neglecta, 388. Rhamphomyia umbripennis, var. * Morenaj, 293. Rhamnusium, 195. Rhinolophus hipposideviis mini- nus, 358. Rhombodera scutata, 384. Rodopbyllis bifida, 178. Ricino, 439. Robulina calcar, 328. Rodriguezella, 180. Romero, 130. Rose ti, 131. Rubecula íainiliaris, 419. Rubia peregrina, 127, 129. Rubus discolor, 127, 129. Ruiblanca, 419. Ruiseñor, 419. Rumera, 152. Russula, 99. Ruticilla phoenicura, 419. - tithis, 419. Rutilo, 481, 482. Rytiphlsea tinctoria, l."8. Sabal Lamanonis, 493. Sagartia parasítica, 227, 341. - sphyrodeta, 280. - viduata, 280. Sagina Rodriguezii, 175. Sal, 458. Salicornaria fistulosa, 227. Santolina Chamsecyparissu 131. _ Saturnia pyri, 334. Satyrus indicas, 182. Saxícola, 419. Schloebacbia, 218. Sciara * obtusicauda, 300. - Morense, 300. Scilla maritima, 128. Sciurus baiticus, 284. Scolia, 238. Scolymns, 177. ,- grandiflorus, 128, 177. - hispanicus, 177. Scopas, 393. Scops Aldrovandi, 418. Scutella, 214. Scyllium, 153, 159. Sedum altissimum, 128, 129. Selaginella denticulata, 128. Semnopithecus, 467, 408. Senecio Rodriguezii, 175. Serinus, 419. Serpula spiruUea, 158. Serrá, 460, 461. Serrá-mascle, 460. Serranus cabrilla, 460, 461. - hepatus, 460, 461. - papilionaceus, 455, 460. - scriba, 460, 461. Sertularella polyzonia , 227,. 277. Sertularia argéntea, 277. - pumilla, 277. - operculata, 277. Sialis Intaria, 102. Siderita, 472, 474. Sienita, 252. Sílice, 250, 406. Simsedosaurus, 355, 356, 357. Simia, 182, 469. - Aubryi, 183, 184. - koolookamba, 183, 184. - nemseus, 468. - satyrus, 182, 183. Sitaris, 161, 162. - táurica, 162. Sitta CEesia, 418. Smilax áspera, 127, 129, 130. Smithsonita, 207, 267, 472. Solitaria, 419. Sonchus cervicornis, 128. Sphaerodus, 153, 169. Spbenodon, 356. Spberococcus coronopifolius,. 178. Spbex, 500. - Aegyptius, 504. DE HISTORIA NATURAL. 543 Sphex albisectus, 507, 515. - Argirius, 505, 513. - atrohirtus, 511, 517. - flavipennis, 511, 517. - lividocinctus, 607, 514. - maxillosus, 511, 517. - melanarius, 505, 513. - Mocsaiyi, 508, 514. - occitanicus, 506, 513. var. Syriacuí, 506, 513. - pachysoaia, 516. - paludosus, 500, 515. - pollens, 514. - pruinosus, 510, 515. - spleudidulus, 509, 515. - subfuscatus, 604, 612. - strigulosuí-, 506, 613. - Thyrannus, 504. - tristis, 510. - viduatns, 508, 514. Spirographis Spallanzani, 227. Spondylus, 213. - gsederopus, 132. Staíice, 421. - arborescens, 421. - fruticans, 421. - Thouini, 412. Stephanoceras, 326. Stethophymaj 393. Stibara, 393. Stibaroptera, 393. Stigmodera, 169, 199, 200, 201, 202, 203. - Australasife, 200. - (Castiarina)* sanguínea, 200, 201, 202. Strix flammea, 418. Strongylocentrotns lividus, 227, 373. Struthio Camelus, 181. Sturnus, 419. Suberites Domuncula, 227. - ficus, 227. Sulfato magnésico, 207, 213. Surnia passerina, 418. Sus scrofa, 368. Sycon capillosus, 227. - ciliatum, 373. Sylvia, 419. Sympetrum Fonscolombei, 101. Sympetrum striolatum, 101. Sympodium coralloides, 227. Syrnium aluce, 418. Tachydsomia * minutissima, 295. Tsenionema, 393. Teeniosoma, 393. Talcita, 436. Tanypus * castellanus, 300. Taonurus, 204, 213. - ultimus, 155. Tardigradus, 471. Tef rinda, 391. Teleproctopliila barbara, 96. Tellidia, 231, 2?2, 233. - longipes, 233, 235. Tellina, 132, 155. Terebratula tamarindus, 327. Tethia lyncurium, 227. Tetraconcba, 231, 233. - feuestrata, 231, 232, 233, 234. 236. - longipes, 236. - scalaris, 232, 235. - smaragdina, 232, 233, 234, 235. - stichyrata, 231, 232, 233,235. Tettigoinetrasulphurea, var. scu- tellaris, 288. Teucrium Hsensleri, 412. - lancifolium, 128. - Polium, 128. Thamnotettix fraudulentas, 288. Therydomys siderolithicus, 493. - var. major, 493. Tichodromia muraría, 418. Típula acumínata, 301. - * Morena?, 301. - trifascículata, 300. Titanita, 480, 481. Titanomagnetita, 482. Todarodes sagíttatus, 132. Tomistoma, 356. Torcecuello, 418. Tortuga, 170. Travertino, 427. Trepa-troncos, 418. Tribulus terrestrís, var. albídus, 171. I Trimeniseus, 413. 544 BOLETÍN DK LA RliAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Trionyx ep., 41)3. Tritropis, 393. Trochosmilia, 323. Troglodytes, 419. - Aubryi, 183, 184. - niger, 182, 183. - tschego, 182. Tropidonotus, 393. Tropinotus, 393. * Trypoxylon Ammophiloides, 463. - * attenuatum, 465, 466. - * albipes, 465. - * clavicerum, 466, 466. - * figulus, 466. - * Kolaryi, 46G. - * scutatum, 464. - ** Syriacum, 462, 463, 464. Tschego, 182, 184. Tubularia indivisa, 277. - mesembryanthemum, 277. Tungstita, 59. Turba, 458. Turril ites, 320, 327. - Bergeri, 218. - costatus, 320. Tursiops tursio, 34J. Tylopeis, 233. Typha latifolia, 130. Uákaris, 470. Umbilicus Gaditanus, 129. - pendulinus, 128, 129. Upupa epops, 418. Urtica membranácea, 128. - pilulifera, 128. Vaca, 460, 461. - serrana, 450, 461. Velella spirans, 132, 279. Vencejo, 418. Venus, 155, 212, 213, 427. - verrucosa, 132. Veretillum cynomorium , 227, 279. Vinca major, 404, 41 li - media, 129, 130. Vicia bifoliolata, 176. Vidalia volubilis, 178. Viola stolonifera, 129, 176. - subsessilifolia, 522. Voluta, 165,212. Vulpes atlanticus, 362. Wad, 475. Withania frutescens, 412. Wolfram, 457, 458. Wolframita, 59, 165. Xanthegramma marginale, var. * Morenas, 296. Xerus getulus, 365. Xiphodon, 364, - gracile, 343. - magnum, 353. Yamina, 199, 200. - sanguínea, 200. Yeso, 204, 205, 206, 207, 429,473. Yunx torquilla, 418. Zanardinia collaris, 178. Zinc, 457. Ziphius cavirrostris, 341. Zodarium álacre, 301 . íiiÉe (le lo coiiíeiiido en el tae VI del Boletín. Págs. Junta directiva y Comisiones para 1906 3 Comisión permanente para la exploración y estudio del Noroeste de África 5 Socios fundadores de la Real Sociedad española de Historia natural'. . 5 Presidentes que ha tenido esta Sociedad desde su fundación 6 Lista de socios 7 índice geográfico de los socios 36 Sociedades y publicaciones con las que cambia la Real española de Historia natural 43 Memoria acerca del estado de la Sociedad y de su Biblioteca 49 Sesión extraordinaria del 10 de Enero de 1906 57 Sesión del 10 de Enero de 1906 57 Calderón (S.) — Sobre la wolframita de Peñasqueira (Sierra de ia Estrella} 69 DüSMET Y Alonso.— IS otas bibliográficas: Dr. G. Horvath, Tintigidse novse vel minus cognitse é regione paltearctica. — R. S. Standen, Rhopalocera at Barcelona, Montserrat and Vernet-les-Bains. — W. J. Lucas, Neuroptera collected by Dr. T. A. Chapman in France and Spain, 1904. — D. Carlos Pau, Plantas de la provincia de Huesea (Julio 1903). — E. P. Longinos Navas, S. J., Notas zoológicas. IX. Pectificaciones. — D. S. Maluquer, Guia per la cassera, preparació y conservado des Lepidopters. — P. Fagot, Contributions á la faune malacologique de la Catalogue. — R. P. Longinos Navas, Notas neu- ropterológicas. VIIL Un odonato de interesante historia. — D. J. Bofill, Catálech de Insectes de Catalunya. Hymenopters. XIX. Fa- milia Apidce 60 Medina. — Hormigas fósiles en el ámbar del Báltico 62 Paul (M.)— Cultivo del caucho en las islas Hawai 62 Barbas (F.) — Instrumento neolítico de serpentina recogido en Niebla. 62 Llord y Gamboa (R.) — Una visita á las regiones volcánicas del golfo de Ñapóles (con dos láminas) 64 Boletín bibliográfico 79 Sesión del 7 de Febrero de 1906 81 M-í boletín dk la real sociedad española Págs. Muñoz del Castillo (J.) — Yacimientos y manantiales radioactivos de España 84 Klai'alek (F.) — Algunos Mirmeleónidos y Ascaláíidos de Persia y Siria recogidos por el Sr. Martínez de la Escalera 94 Esteva (J.) — Casos de proliferación en la espon- tánea 96 Esteva (J.)— Hongos anómalos 98 LoxGlNOs Navas (R P.)— Notas entomológicas. XIII 101 Jiménez he Cisneros (D.) — Sobre Geología del Sudeste de España. . 103 Macpherson (J.) — Sobre los gabarros del granito 111 Boletín bibliográfico 113 Sesión del 7 de Marzo de 1906 121 Calderón (S.)— Un terremoto en Crevillente 121 ZüLUETA.— Hallazgo de una tortuga fósil en Vallecas 121 Calderón (S.) — Notas bibliográficas: Mossen Norbert Font y Sagué, Curs de Geología dinámica y estratigráfica aplicada á Catalunya. Barcelona, 1905, 480 páginas y 305 grabados intercalados en el texto — Simmersbach, O., Der Eisenerzreichtum Spaniens. — Dou- villé, Sur les Préalpes subbétiques aus environs de Jaén. — Dou- villé, Sur les Préalpes subbétiques au sud du Guadalquivir 122 Cadevall t Diars (J.) — Plantas nuevas para la Ciencia, correspon- dientes á la Flora catalana 125 BoEN (O. de). — Notas de un viaje á Menorca 126 DasMET T Alonso (J. M.) — Los de España 134 Jiménez de Císneros (D.)— Apuntes para el estudio geológico de la provincia de Alicante 151 Martínez de la Escalera (M.)— Especies nuevas de Coleópteros de' Marruecos 161 Müfíoz del Castillo (J.) — Nuevos minerales radioactivos de «San Rafael», de El Espinar (provincia de Segovia) 163 Boletín bibliográfico 167 Sesión del 4 de Abril de 1906 169 Calderón (S.) — Notas bibliográficas: Pilz, Die Bleiglanzlagerstátten von Mazarrón in Spanien (Los yacimientos de galena de Ma- zarrón) 170 Turró (R.) — Digestión del Bacillus Virgula y del Bacillus de Ebhert por el jugo tiroideo 171 Llenas. — Sobre la var. albidus Friv. del Tribulus terrestris 171 LoNGiNos Navas (R. P.)— Sobre la distribución geográfica del Hehjx (Zeueochroa) candidissima 172 LoNGiNOs Navas (R. P.) — Notas bibliográficas: Banks, Monografía de los Hemeróbidos (Neurópteros) neárticos. -Klapalek, Monografía de los Bombus (Himenópteros) de Bohemia.—Banks, «Descripcio- DE HISTORIA NATURAL. '47 Págs. nes de Neurópteros neárticos nuevo8> y «Revisión de los Heme- róbidos neárticos» 173 Buen (O. de).— Homenaje á Rodríguez Femenías 173 Ribera (E.) — Nota sobre la cría y aprovechamiento del Avestruz en Europa 180 Cabrera Latorre (A.)— Sobre el chimpancé llamado «enganga» por los pámues del Muni 1 82 Turró (R.)— Digestión del Bacillus Virgula y Bacillus Ebhert por el jugo tiroideo 184 Ferrando (P.) — Rocas hipogénicas de la provincia de Zaragoza 185 García Mercet (R.) — Algunas especies del género «Ammophila».. . IStí Lázaro é Ibiza (B.) — El . Una cGlobasida> nueva de la provincia de Murcia 193 Martínez de la Escalera (M.) — De la importancia de la nerviación de las alas en los coleópteros para una clasificación natural 194 Martínez ds la Escalera (M.) — Una «Síi^íTOOiiera paleártica 19y •Jiménez de Cisneros (D.) — Excursión al triásico superior de Sierra Negra, del término de Aspe (provincia de Alicante), y noticias acerca del mismo sistema en otros puntos del SE. de España 203 Jiménez de Cisneros (D.) — Nuevos datos para la Geología del Sudeste de España 211 Boletín bibliográfico 219 Sesión del 9 de Mayo de 1906 225 Lázaro é Ibiza (B.) — Una hepática nueva para la Flora española Otiona Itálica Dnmortier 226 Buen (O. de). — Sobre un envío de invertebrados vivos desde el La- boratorio Aragó, de Banyuls sur Mer 226 Ribera (E.) — Una muestra de «cenizas» arrojadas por el V'esubio en Abril de este año 228 Ribera (E.) — Estudio comparativo del presupuesto francés y español para Instrucción pública y especialmente para sus Museos de Ciencias naturales 228 Calderón (S.)— Notas bibliográficas: Vidal (L. M.) y Depéret (Ch.), Contribución al estudio del Oligoceno de Cataluña 230 Bolívar (I.)— El género «Tetraconcha» Ivarsch 231 Martínez de la Escalera (M.) — Una nueva «Alphasida» de Motril. 236 BuRR (M.)— Henri de Saussure..— ('iV^oía necrológica) 236 Díaz (F.) — Nota bibliográfica acerca de la industria aurífera en la actualidad 241 RiVAS Mateos (M.)— Excursión á Motril (Granada), 10-14 Abril 190G. 255 Boletín bibliográfico 260 548 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Págs. Sefiió» del 6 de Junio de 1906 273 RioJA Y Martím (J.) — Datos para el conocimiento de la fauna ma- rina de España 276 Calafat Lkón (J.) — Un nuevo mineral fosforescente de la provincia de Murcia 281 Fdente (J. M. de la). — Datos para la fauna de la provincia de Ciudad Real 284 Fernández Navarro (L.) — Plan de una exploración geológica del Noroeste africano 301 Martínez de la Escalera (M.) — Sistema de las especies ibéricas del gen. < Asida > Latr 306 Jiménez de Cisneros (D.)— Excursión al Infracretáceo de Sierra Me- diana y de la Alcoraya (provincia de Alicante) 317 Boletín bibliográfico 328 Sesión del 4 de Julio de 1906 329 Calderón (S.) — Noticias sobre terremotos ocurridos recientemente en España 331 Calderón (S.) — Noticia histórica sobre la caída de un meteorito en la iglesia del Aseo, de Valencia 331 Ribera (E.) — Sobre las pesquerías francesas de Arguín 332 Ribera (E.)^Notas bibliográficas: Gentil, Explorations au Maroc (Dans le Bléd-es-Siba) 333 RiojA Y Maitín (J.) — Noticia acerca de la Estación de Biología ma- rítima de Santander 336 Esteta (J.) — La dehiscencia y diseminación del fPapaver Rhoeas».. 347 Esteva (J.) — Anomalías en las hojas de la «Onobrycbis sativa» .... 349 Miquel (M.) — Restos fósiles de vertebrados encontrados en San Mo- rales (Salamanca) 352 Cabrera Latorre (A.) — Mamíferos de Mogador 357 Arévalo (C.)— Investigaciones ópticas sobre espíenlas de algunas especies de esponjas españolas 368 Reitter (Edm.) — Neue Coleopteren aus Spanien 375 Martínez de la Escalera (M)— Sobre la variabilidad de las espe- cies de c Alphasida> de las ramas orientales y descripción de espe- cies nuevas 380 Bolívar (I.) — Rectificaciones y observaciones ortopterológicas 384 Boletín bibliográfico 394 Sesión del 3 de Octubre de 1906 401 Díez Tortosa (J. L.) — Datos para la flora de la provincia de Granada. 403 Lázaro é Ibiza (B.)— Comentarios á la nota anterior 405 Fernández Navarro (L ) — Notas bibliográficas: Breñosa, La polari- zación rotatoria de la luz. — Lemoine, Mission dans le Maroc Occi- dental (1905).— Gentil, Explorations au Maroc (1906) 407 DE HISTORIA NATURAL. .-19 Págs. Chaves. — Los glaciares en Portugal 410 Barras (F.) — Un temblor de tierra en Huelva 410 Lázaro é Ibiza (B.) — Nota sobre akunas plantas de Motril 411 Convención para la protección de las aves útiles á la Agricultura. (Traducción de L. Lozano) 415 Cabrera (A.) — La extinción de varias especies de la flora canaria.. . 421 Jiménez de Cisneros (D.) — Datos para el estudio de la Geología del Sudeste de España 424 Jiménez db Cisneros (D.) — Excursiones al terreno arcaico de Macael y Somontín (provincia de Almería) 428 Barras (F. de las). — Una moleta prehistórica de Sevilla 4.38 Arévalo (C.) — Anomalías foliares y florales en el cJasminum oflici- nale> L 439 Boletín bibliográfico 442 Sesión del 7 de Noviembre de 1906. 449 Calderón (S.) — Notas bibliográficas: Estadística minera de España correspondiente al año de 1905, formada y publicada por la Inspec- ción general de Minería 455 Ferrer (J.) — Nota acerca del «Serranus papilionaceus> Cuv. et Val. tSerrá-Ma8cle> 460 García Mercet (R.) — Un «Tiypoxylon nuevo y los «Trypoxylon» paleárticos 462 Cabreüa Latorre (A.) — Sobre la nomenclatura de algunos géneros del orden 467 Calafat León (J.) — Excursión mineralógica al Norte de España y • noticias sobre la Giobertita de Reinosa y la Gibbsita de Puente Arce 471 Muñoz dkl Castillo (J.) — La «Guadarramita>: propuesta de una nueva individualidad mineralógica radiactiva 479 Boletín bibliográfico 484 Sesión del 5 de Diciembre de 1906 489 Felicitación á D. S. Ramón y Cajal 489 Comisión del Noroeste de África. - 489 Ribera (E.) y Cabrera (A.) — Sobre un feto de muía 490 Calderón (S.) — Notas bibliográficas: Azcárate, Terremotos registra- dos en el Observatorio de San Fernando.— Sapper, Beitrage zur Kenntnis von Palma und Lanzarote. — Depéret, Los vertebrados del Olig. de Tarraga. — Cossiuann, Moluscos eocénicos del Pirineo. 492 Elección de cargos. — Cuentas 495 Moles Ormella (E.) — Análisis de algunas micas españolas . 498 DusMET (J. M.) Y García Mercet (R.)— Los «Sphes ■ de España. . . 500 LoNGiNos Nav.ís (R. P.)— Notas geológicas. III 517 Lázaro é Ibiza (B.)— Una especie nueva del gen. < Viola» 522 550 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Págp. Calafat León (J.) — Análisis de la Gibbsita de Puente Arce (San- tander) 523 Boletín bibliográfico 525 índice alfabético de los géneros y especies mencionados ó descritos en el tomo vi del Boletín 529 índice de lo contenido en el tomo vi del Boletín 545 Se ha publicado este tomo en diez cuadernos, que han aparecido cada uno de ellos dentro del mes correspondiente, cuya indicación se halla al pie de cada pliego. Lleva, además, dos láminas y dos retratos. PUBLICACIONES DE LA SOCIEDAD QUE SE HALLAN Á DISPOSICIÓN DE LOS SEÑORES SOCIOS L LOS PRECIOS AQUÍ SEÑALADOS. PtiS. Recuerdos botánicos de Tenerife, por D. B,. Masferrer (cuaderno de 246 páginas, tirada aparte de los Anales) 2 Facsímile de una carta del Barón de Sumboldt (publicada en el to- mo I de los Anales) 0,50 Actas de la Sociedad española de Historia natural (años 1890, 1891, 1893-1900), cada uno 2,50 índice de lo contenido en los veinte primeros tomos (primera serie) de los Anales 1 Catálogo de la Biblioteca de la Sociedad española de Historia na- tural 1 Anales de la Sociedad española de Historia natural. Treinta tomos, 1872-1901, cada tomo (excepto el 1.°, 5.° y 11.°) 16 Boletín de la Sociedad española de Historia natural (tomo i y ii), cada tomo 8 Los Sres. Socios tienen derecho á adquirir por una sola vez un ejemplar de cada uno de los tomos de la primera serie, á los precios siguientes: Tomos 2.°, 3.», 4.°, 12.°, 13.°, 14.°, 15.o, 19.° y 20,° 8 pesetas. — 5." y 11.° 26 — . — 6.», 7.°, 8.°, 9.°, 10.°, 16.", 17.° y 18.° 12 — Los cuadernos sueltos, siempre que de ellos haya sobrantes, sin desca- balar tomos, á 2 pesetas La colección completa de la 1.* serie (20 tomos) incluyendo el tomo 1.°, para los socios y por un solo ejemplar (sólo hay disponible un cortísimo número) 250 pesetas. Los socios vitalicios y perpetuos tienen derecho á recibir á su ingreso diez volúmenes elegidos entre los anteriores á excepción de los 1.°, 5." y 11 . ADVERTENCIA Por reciente acuerdo de la Sociedad los señores socios que publiquen notas en el Boletín podrán obtener gratuitamente cincuenta ejemplares de ellas, siempre que así lo pidan en el manuscrito de su trabajo. De los publicados en las Memorias se entregan siempre igual número de ejemplares aunque no se soliciten. De unos y otros podrán hacerse tiradas aparte que excedan de dicho número á los precios consignados en la tarifa corriente. La encuademación, cubiertas de color y demás gastos se abona- rán con arreglo á la tarifa general para las tiradas aparte. •V New York Botanical Carden Librar 3 5185 00259 2598 -:MLJr,^ ^''^:*i* ¿í-'*-^ ^iílF^'^-^. w^^^^y'^ ■ *;« 'ft . Mi' ■6^ •t-^vf^»*' ■• ¥^:'^fSif.í^.. ^•^;; ■■-^-tVr..,