BOIjETIHíT DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO XIV.— 1914 MADRID (MUSEO Nacional de ciencias naturales) íIipód.rom.o -I 91 A MADRID. — IIIPRBNTA DE FOBTANET, LIBERTAD, 29. — TELÉFONO 991 p-í » r JUNTA DIRECTIVA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL IPT^E/A. 1914 Presidente Ilrao. Sr D José Madrid Moreno. Vicepresidente limo. Sr. D.. Fernando García Arenal. Tesorero D. Ig-nacio Bolívar y Urrutia. Secretario. D. Ricardo García Mercet. Vicetesorero D. Cayetano Escribano y Peix. Bibliotecario D. Ane-el Cabrera Latorre. Coutisión de publicación. D. Odón de Buen. — D. Lucas Fernández Navarro. — D. Do- ming'o Sánchez y Sánchez. CotnÍMi6n de Catálogo». I). Blas Lázaro é Ibiza.— D. Federico Gredilla y Gauna. D. José María Dusmet y Alonso.— D. Enrique Pérez Zúñig-a. D. Ang-ol Cabrera Latorre.— D. José Gog-orza y González. SECCIÓN DE BARCELONA Presidente D. Aug-usto Pí y Suñer. Vicepresidente D. Luis Mariano Vidal. Tesorero D. Francisco Pardillo y Vaquer. Secretario. D. Emilio Fernández Galiano. Vicesecretario.. . , D. José Bossoms. SECCIÓN DE SEVII-1_A Presidente D. Pedro García Velázquez. Vicepresidente D. Lorenzo Torremocha. Tesorero D. Romualdo González Frag-oso. ¿Secretario D. Francisco Doblado Bertholeet. I T ( í-1 JUNTA DIRECTIVA SECCIÓN DE ZARACOZA Presidente D. Pedro Ramón y Cajal. Vicepresidente D. Francisco Aranda y Millán. Tesorero D. Pedro Ferrando y Más. Secretario D. Pedro Moyano. SECCIcdN DE GRANADA Presidente D. Manuel M.* S. Navarro Neumann. Vicepresidente D. Francisco Espejo Casaboiia. Tesorero D. José del Peso Blanco. Secretario D. Juan Luis Diez Tortosa. Comisión para el fomento del Museo regional. D. Pascual Nácher y Vilar.— D. Manuel Diez Tortosa. — D. Francisco Simancas.— D. Leopoldo Señan. SECCIÓN DE SANTANDER Presidente D. José Gómez Veg-a. Vicepresidente. . . . D. Federico Vial. Tesorero D. Luis Alaejos y Sanz. Secretario D. José Cerrolaza y Arraentia. Comisión del Ulnseo. D. Luis Martínez y Fernández.— D. Federico Vial.— D. Her- milio Alcalde del Río.— D. José Rioja Martín. SECCIÓN DE SANTIAGO Presidente ... D. Salvador Cabeza de León. Vicepresidente D César Fernández Garrido. Tesorero D. César Sobrado Maestro. Secretario D. Antonio García Várela. SECCIÓN DE VALENCIA Presidente Excmo. Sr. D. José Sanchíz Perteg-as. Vicepresidente R. P. Jaime Balasch Bosch, S. J. Tesorero D. Ang-el B. de la Cruz Nathan. Secretario D. Celso Arévalo y Carretero. Vicesecretario D. Luis Pardo y García. PARA EL ESTUDIO DEL NOROESTE DE ÁFRICA presidente Excmo. Sr. D. Manuel AUendesalazar. Vicepresidentes Excmo. Sr. Duque de Alba. » » Duque de Luna. » » Duque de Medinaceli. » » Marqués de Santa Cruz. » » D. Santiag-o Ramón y Cajal. » >^ Luis Armiñán. Tesorero. ... Excmo. Sr. Marqués de Urquijo. Secretario. ... Sr. D. Ig-nacio Bolívar. Vocales Sr. D. Manuel Antón y Ferrándiz. Exmo. Sr. D. Luis Bahía y Urrutia. Sr. D. Blas Lázaro é Ibiza. limo. Sr. D. Ricardo Codorníu. » » D. Emilio Ribera y Gómez. Sr. D. José Rodríguez Mourelo. Sr. D. Eduardo Hernández-Pacheco. Comisario Sr. D. Manuel Martínez de la Escalera. JUNTA EJECUTIVA I^residente Excmo. Sr. D. Luis de Armiñán. Vocales. . • limo. Sr. D. Ricardo Codorníu. » » D.. Emilio Ribera. Secretario Sr. D. Eduardo Hernández-Pacheco. SOCIOS FUNDADORES ÜE LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL D. José Arguinosa. f D. Ignacio Bolívar y Urrutia. Excma. Sra. D." Cristina Brunetti de Lasala, Duquesa de Mandas. D. Francisco Cala, f Excma. S aD a Amalia de Heredia, Marquesa Viuda de Casa Loring. Excmo. Sr. D. Miguel Colmeiro. f D. Antonio Cipriano Costa, f Excmo. Sr. D. Cesáreo Fernández Losada. D. Saturnino Fernández de Salas, f D. Manuel María José de Galdo. f D. Joaquín González HidalfiO. D. Pedro González de Velasco. f D. Ángel Guirao y Navarro, f D. Joaquín Hysern. f D. Marcos Jiménez de la Espada, f D. Rafael Martínez Molina, f ü. Francisco de Paula Martínez y Sáez. f D. Manuel Mir y Navarro, -i- D. Patricio María Paz y Membiela. f Excma. Sra. Condesa de Oñate. f D. Sandalio Pereda y Martínez, f D. Laureano Pérez Arcas, f D. José María Solano y Enlate, f D. Serafín de Uhagón. f D. Juan Vilanova y Piera. f D. Bernardo Zapater y Marconell. f Presidentas que ha tenido esta Sociedad desde su fundación en 8 de Febrero de 1871. 1871-72. Excmo. Sr. D. Miguel Col- 1891. meiro. f 1892. 1873. D. Laureano Pérez Arcas, f 1893. 1874. limo. Sr. D. Ramón Llórente y Lázaro, f 1894. 1876. limo. Sr. D. Manuel Abe- leira. f 1895. 1876. Excmo. Sr. Marqués de la Ri- vera, t 1896. 1877. limo. Sr. I). Saudalio Pereda y Martínez, f 1897. 1878. D. Juan Vilanova y Piera. f 1898. 1879. Excmo. Sr. D. Fei domicilio, si el socio cultiva en la actualidad más especialmente alg'ún ramo de la Historia natural. DE LA RKAL KSPANOLA DE HISTORIA NATURAL 9 MM. Bucking(üi-. H.), Profesor en la Universidad. — Estrasburgo (Alemania). BuRR (Malcolm), Doctor en Ciencias por la Universidad de Oxford, Ingeniero jefe de «Kent Goal Goncessions Ltd.» — Gastle Hill House, Dover (Inglaterra).— {^Z)ermápíeros y Ortópteros.) Gamebano (Lorenzo), Profesor de Anatomía comparada y Director del Mnseo zoológico de la Universidad. — Palazzo Garignano, Turin (Italia). — (Anatomía comparada, Gordiidos.) Gannaviello (Prof. Eurico). — Villa Bruno, F^orlici (Ñapóles). Garl (Dr.), Ayudante de! Museo de Historia natural. — Gi- nebra (Suiza). — (Entumologia, Miriápodos.J Ghevreux (Edouard). — Route du Gap, Bone (Gonstantina). Argelia. — (Crustáceos anfipodos.) GoGGESHALL (Arthur), Jefe del Laboratorio de Paleontolo- gía del Museo Garnegie. — Pitisburgh (Estados Unidos). GoRBiÉRE (Louis), Profesor de Botánica en la Universi- dad.— Gherburgo (Francia). De Toni (Pr. Dr. Joannes Baptista), Director del Jardín Botánico de la Universidad de Módena (Italia). Delacroix (Dr. G.), Agregado al Instituto nacional agronó- mico y Director de la Estación de Patología vegetal. — 11 bis, rué d'Alésia, Paris. Dervieux (Ermanno). — Via Massena. 34. — Tnrin (Italia). DisTANT (W. L.) — Steine Haus, Selhurst Road, South Ñor. wood, Surrey (Liglaterra). — (Hemipteros.) Uollfus (Adrien), Director de La Feuille des Jeunes natu- ralistes. — Rué Pierre Gharron, 35, Paris. . Fauvel (G. Alberto), Abogado. — Rué Ghoron, 3, Gaen (Fran- cia.— (Coleópteros y^ especialmente Estafilínidos.) Gebien (H.) — Stockhardtstrasse, 21, Hamburg-Hamm. — (Coleópteros.) Gestro (RaíFaello), Doctor, Vicedirector del Museo cívico de Historia natural. — Villeta Dinegro, Genova (Italia). — (Coleópteros.) GiORDANO (Dr. Domenico), Profesor de Matemáticas é His- toria natural en el R. Gimnasio de Ragusa (Sicilia, Italia). GiRARD (Albert Alexandre). — Lisboa Portugal). — (¡etiología y Malacología.) 10 LISTA \)V. SOCIOS MiM. Gkikfini (Dr. Achille), Profesor en el Liceo «Berchet». — ' Milán (It-.ili.i). — (Entomología.) Grouvelle (A.)— Director de la Manufactura nacional de tabacos de Issy, rué Ernest-Renan, Issy-les-Moulitieaux (Seine) (Francia). — fClavicornios exóticos.) Heckel (Edouard), Profesor en la Facultad de Ciencias. — 31, Gours Lieutaud, Marsella (Francia). — (Botánica.) HoRvÁTH íGéza), Doctor en Medicina, Director del Museo nacional de Hungría. — Museumriiig , 12, Budapest (Austria- Hungría). — (Hemipteros.) Janet (Charles), Ingeniero, Doctor- en Ciencias. — 7í, me Paiis Voisinlieu prés Beauvais, Oise (Francia). — (Geolo- gía y Paleontología. Hormigas, Avispas y Abejas.) Kheil (D. Napoleón M.), Profesor en la Escuela de Co- mercio, Socio del Club de Historia natural de Praga y de las Sociedades Entomológicas de Berlín, Stettin y Dres- de. — Ferdinandslrasse, 38, Praga (Bohemia). Klapalek (Prof. Francisco).— Karolinenthal, 263, Praga.— (Tricópteros y Neurópteros.) Lagehheim (Prof. Gustav), i^rofesor en la Universidad de Estocolmo. — (Botánica sur americana.) Lesne (Pierre), Asistente de Entomología del Museo de His- toria Natural. — 10, Avenue Jeanne, Asniéres (Seine) (Francia). — [Entomología, Coleópteros.) Lewis (Jorge).— 87, Frant Road, Tumbridge Wells (Ingla- terra).— (Coleópteros del Japón é Histéridos.) Mahtin (Reué), Abogado. — Le Blanc (Indrp) Francia. — (Neurópteros de Europa y Odonatos.) Meu.niek (Stanislas), Profesor de Geología del Museo de Historia natural. — 3, Quai Voltaire. Paris. — (Lito- logia. J Montandon (Arnald L.) — Filaiéte, Strada Viilor, Bukarest (Rumania). — (Hemipteros, principalmente heterópteros.) Olivier (Henry). — Baroches-au- Houlme (Orne), Francia. Orbigny (H. d'), Arquitecto.— R. Saint-Guillaume, 21, Pa- rís, Te. — (Coleópteros.) Pérez (Dr. J.)— Cours Pasteur, 73, Burdeos. — (Himenóp- teros.) PicciOLi (Comm. Francesco), Director del Instituto fores- tal.— Vallombrosa (Italia). — (Botánica.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 11- MM. PiGGiOLi (Lodovico), Sub-Inspector forestal. — Siena (Italia). (Botánica.) PoRTER (Garlos E.), Catedrático de Botánica en la Univer- sidad Católica; Laureado de la Academia internacional de Geografía Botánica de Le Mans; Miembro honorario de la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos, de Lima; Académico de mérito de la de Ciencias de la Habana; Correspondiente de la R. de Ciencias de Madrid; Oficial de Instrucción pública; Di- rector general y Jefe de la Sección zoológica del Museo de Historia natural de Valparaíso y de la Reviata Chile- na de Historia natural. — Casilla, 2352, Santiago, Chile. (Histología. Crustáceos decápodos., hemipteros y lon- gicornios.J Reittek (Edmond). — Paskau (Austria). — (Coleópteros.) Richard (Jules), Doctor en Ciencias, Dii-eclor del Museo oceanógrafico. — Monaco. — (Crustáceos inferiores.) Salomón (Dr. W.) — Instituto Mineralógico de la Universi- dad.— Heidelbei'g (Alemania). ScHOUTEDEN (H.) — r2,Chaussée d'Ixelles, Bruselas. — (He- rrdpteros.) ScHULTHEss Reghuerg (Auloii V.), DoctoF en Medicina. — Kreuzbühlslrasse. — (Entomología, Ortópteros.) Torre (D. Carlos de la), Catedrático en la Universidad de la Habana (Cuba). TuRNEZ (W. Henri), de la Comisión Geológica. — Washing- ton (Estados-Unidos) DC. — (Geología.) Verneau (Dr. Réné), Profesor en el Museo de Historia na- tural.— 48, Rué Ducouédic, 14^ Paris (Francia). Washington (Dr. Heury St.) — Locust, Manmouth Co., N. J. (Estados Unidos). Weise (J.) — Griebeiiowstrasse, 16, Berlín, n. 37.- ((^coleóp- teros, esp. Curculiónidos y Crisomélidos.) 12 LISTA DE SOCIOS Socios numerarios (1). 1903. Aguilar y Carmena (D. Fernando), Farmacéutico.— Ules- cas (Toledo) .^(Botánica.) 1912. Aguilaramat (D. Juan Bautista), Ingeniero industrial. — Barcelona. 1912. Aguinago (D. Vicente), Médico-oculista. — Santander. 1902. Alabern (D. Enrique), Doctor en Medicina.— Alicante. — (Citología general é Histología.) 1897. Alaejos y Sanz (D. Luis), Doctor en Ciencias, Conserva- dor de la Estación de Biología marina. — Santander. 1907. Alcalde del Río (D. Hermilio), Profesor en la Escuela de Artes é Industrias de Torrelavega (Santander), 1901. Almera (D. Jaime), Canónigo de la Catedral. — Sa- gristans, 1, 3.°, Barcelona. — (Geología y Paleontología.) 1902. «Alrededor del Mundo». — C. de los Caño?, 4, Madrid. 1914. Alvarado Fernández (D. Salustio), Alumno de Ciencias. — Gran Vía del Marqués del Turia, 18, Valencia. 1913. Alvahez Sierra (D. José), Doctor en Medicina. — Palma, 11, Madrid. 1906, Amoedo y Galarmendi (D. Eduardo). — Alameda, San Se- bastián (Guipúzcoa). 1908. Andheu y Rubio (D. José), Profesor de Historia natural en el Seminario de Orihuela (Alicante). 1875. Antón y Ferrándiz (D. Manuel), Decano y Catedrático de la Facultad de Ciencias, Director del Mu-eo de Antro- pología.— C. de Olózaga, 5 y 7, Madrid. — (Antropología.) 1894. AuAGÓN Y Esgagena ( D. Federico), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — León. 1898. Aramburu y Altuna (D. Pedro), Doctor en Medicina, Di- rector de la Escuela de Veterinaria. — Coso, 5, Zaragoza. 1905. Aranda y Millán (D. Francisco), Catedrático de Zoología en la Universidad. — Paseo de Sagasta, 22, Zaragoza. 1885. Aranzadi y Unamüno (D. Telesforo), Doctor en Farmacia (1) El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que indica el año de su admisión en la Sociedad y el de los socios fundadores y vitalicios de las abre- viaturas S. F. y S V,, respectivamente. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 18 y en Ciencias naturales. Catedrático en la Facultad de Farmacia de la Universidad. — Cortes, 635, 3.", 2% Bar- celona.— fAntropología y Botánica. J 1910. Ardiz Acha (D. Manuel). — Paseo de Pamplons, 7, Za- ragoza. 1909. Abdois (D. Juan). — Calle de la Princesa, 41, Madrid. — (Coleópteros del Globo. J 1911. Areny de Plandolit (Pablo de), Médico naturalista- dise- cador.— Hospital, 115, Barcelona. 1903. Areses (D. Rafael), Ingeniero Jefe del Distrito Forestal de Pontevedra. — Tuy (Pontevedra). 1902. Arévalo Carretero (D. Celso), Doctor en Ciencias natu- rales, Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Gran Vía del Marqués del Turia, 71, Valencia. — (Geo- logía.) 1904. Arias Encobet (D. José), Catedrático en la Universidad. — Diagonal, 440, Barcelona. — (Dípteros.) 1906. Asher y C* (A.)— 13, Unter den Linden, Berlin, W. 1872. Ateneo científico y literario (Biblioteca del). — C. del Pra- do, 21, Madrid. 191 1. Ateneo de León. 1912. Aulló y Costilla (D. Manuel), Profesor de la Escuela de Ingenieros de Montes. — El Escorial (Madrid). 1900. AzAM (D.José), Arquitecto. — 14, rué de Trans, Dragui- gnan (Var), Frnncia. — (Ortópteros y Hemipteros.) 1913. AzoRiN FoRNET (D. Josó), Farmacéutico. — Yecla (Murcia). 1897. Azpeitia y Moros (D. Florentino), Profesor en la Escuela de Minas. — Plaza de Santa Bárbara, 2 dupl.", Madrid. — (Malacologia y Diatomens.) 1902. BactO y Rubio (D. Miguel), Comandante de Ingenieros. — C. de Trajano, 15 y 17, Sevilla. 1904. Bahía Y Urrutia (D. Luis), Abogado, Senador del Rei- no.— Hilario Peñasco, 2, Madrid. — (Agricultura.) 1913. Balasch (R. P. Jaime), Profesor de Historia natural. — Colegio de San José, Valencia. 1906. Balguerias y Qüesada (D. Eduardo), Licenciado en Cien- cias, Conservador interino del Jardín Botánico. — Carre* tas, 7, Madrid. 1913. Barnert (D. Ricardo), I^rofesor de la Escuela Alemana.-*- Barcelona. 14 LISTA DE SOCIOS •1891. Barras DE Aragón (D. Francisco de las), Catedrático de Mineralogía y Botánica de la Universidad.— Reinoso, 8, Sevilla. — (Entomología y Botánica.) 1901. V Barreiro Martínez (R. P. Agustín}. — Convento de Padres Agustinos, Valladolid. — (Botánica y Lepidópteros.) 1895. Bartolomé del Cerro (D. Abelardo), Catedrático, por opo- sición, de la Universidad. — Salamanca. .1911. Beathy (Beatrice M.) — Astillero (Santander). 1912. Bellido y Golfericms (D. Jesús María), Auxiliar en la Fa- ' ' cuitad de Medicina. — Barcelona. 1910. Bello y Rodríguez (D. Silvestre).— Reyes Católicos, 4, Lhs Palmas (Canarias). 1906. Beltiián BiGORRA (D. Francisco), Auxiliar, por oposición, . de la Facultad de Ciencias. — C. déla Paz, 7, Madrid. — fBotájiica.J 1905. Benedito (D. José M.'j, Jefe del Laboratorio de taxidermia del Museo Nacional de Ciencias naturales. — Don Ramón de la Cruz, 12, Madrid. J91'2. Benedito (D. Luis), Colector taxidermista del Museo'Na- cional. — Don Ramón de la Cruz, 12, Madrid. 1912. Benisa (R. P. Fr. Melchor de), Director del Observatorio. Totana (Murcia). 1913. Berinaldo de Quirós (D. Constancio). — Velázquez, 69, Madrid. 1910. Berraondo (D. M;uiuel), Catedrático en el Instituto. — Al- bacete. 1912. Behtrán Olivella (D. Andrés), Alumno de Ciencias na- turales.— Barcelona. 1903. Bescansa Casares (D. Fermín), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — La Coruña. — (Botánica.) 1892. Blanco y Juste (D. Rafael), Doctor en Ciencias naturales, Profesor en la Escuela normal. — Sandoval, 4, Madrid. 1898. Blas y Manada (D. Macario), Doctor en Farmacia. — C. del Pez, 1, Madrid. 1901. BoFiLL (D. José Haría), Doctor en Medicina. — C. de Ara- , gón, 281, Barcelona. 1912,' BoLÍvAii Y Pieltain (D. Cándido).— Paseo del Obelisco, 17, Madrid. — f Carábidos y Ortópteros.) 1913. Bolívar y Pieltain (D. Ignacio), Doctor en Medicina.— r Castelló, 16, Madrid. DE LA RIÍAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 15 S. F Bolivah y Urrutia (D. Ignacio), GaLedrálicü en la Facul- tad de Ciencias, Direclor del Museo Nacional de Ciencias Nalui-aleí-. — Paseo del Obelisco, 17, Madrid. — (Ortópte- ros, Hemípteros y Crustáceos.) 1882. Bolos (D. Ramón), Farmacéutico, Naturalista. — G. de San Rafael, Olol (Gerona). — (Botánica. J 1909. BoHDÁs Celma (R. P. Manuel). — Escuelas Pías de Sarria (Barcelona). 1898. BoBOBio (D. Patricio), Catedrático en la Facultad de Me- dicina.— Coso, 47, Zaragoza. — (Pediatría. J 1872. BoscÁ Y Casanovks (D. Eduardo), Licenciado en Medici- na, Catedrático jubilado de la Fíicaltad de Ciencias natu- rales en la Universidad. — Paseo del Grao, Valencia. — (Reptiles de Europa.) 1900. BoscÁ Y Seythe (D. Anlimo), Doctor en Ciencias natura- les, Catedrático en el Instituto. — Teruel. — (Mineralogia.) 1912. BosoMS Manegal (D. José), Alumno de Medicina. — Bar- celona. 1877. Breñosa (D. Rafael), Ingeniero de Montes de la Real Casa. — San Ildefonso (Segovia). — (Cristalogrujta.) 1912. BjíOlemann (H. W.) — I'au (Bajos Pirineos, Francia), — (Entomología general, especialmente Miriápodos.) 1901. Brugués y Escuder (D. Casimiro), Doctor en Farmacia y en Ciencias. — Bruch, 66, Barcelona. — (Histología ve- getal.) 1883. Buen y del Gos (D. Odón de), Ex-Senador, Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad Central, Di- rector del Laboratorio biológico-marino de las Baleares. C. de Seriano, 80, Madrid. — (Biología marina.) 1911. Buen y Lozano (D. Rafael de), Doctor en Ciencias, Con- servador de la Estación de biología de Málaga. — G. de Serrano, 80, Madrid. 1901. Caballero (D. Arturo), Catedrático en la Universidad. — Barcelona. 1913. Caballero Fernández (D. Justo), Alumno de Ciencias. — Barcelona. 1908. Cabeza de León (D. Salvador), Catedrático de la Facultad de Derecho en la Universidaí^ — Santiago. 1912. Cabré y Aguilió (D. Juan). — C. de Ventura Rodríguez, 2, Madrid. — (Espeleología.) 16 LISTA DE SOCIOS 1902. Cabrera y Díaz (D. Agiislíii), Doctor en Ciencias, Cate- drático en el Instituto. — Canaria?. 1891. Cabrera Y Díaz (D. Anatael), Médico cii-ujano. — Laguna de Tenerife (Canarias). — (Himenópteros , Véspidos, Eumé- nidos y Masáridos del Cflobo.) 1896. Cabrera y Latorre (D. Ángel), Agregado y Colector del Museo Nacional de Ciencias naturales, Caballero de la orden civil de Alfonso XII. — C. de Manuel Silvela, 18, I.°, Madrid.— /^iWarni'/eros y Dibujo científico.) 19Ü4. Cadevall y Diars (D. Juan), Doctor en Ciencias, Profesor en la Escuela industrial. — Tarrasa. — (Botánica.) 1906. Calafat León (D. Juan), Colector del Museo Nacional de Ciencias naturales. — C. de Fuencarral, 42, Madrid. 1901. Calleja y Borja-Tarhius (D. Carlos), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Cortes, 248, pral., Barcelona — (Histología.) 1910. Cambronero y Go.\zález (D. Saturnino), Farmacéutico militar. — Calle de las Veneras, 1 y 3, 1.° dcha., Madrid. 1905. Campo Prado (D. Fernando de). Farmacéutico, Profesor de Historia natural y de Agricultura en el Colegio cató- lico. Individuo de la Sociedad española de Física y Quí- mica.— C. Real, 16, La Coruña. 1889. Camps (Sr. Marqués de). Diputado á Cortes. — Canuda, 16, principal, Barcelona. 1905. Canals (D. Salvadoi), Diputado á Corles. — Almagro, 23, Madrid. 1913. Carandell y Pericay (D. Juan), Licenciado en Ciencias naturale.-'. — Tutor, 9, Madrid. 1905. Cahballo (D. Jesús María). — (Geología y espeleología.) 1913. Carreras Montüya (D. Ricardo). — Madrid. 1877. Carvalho Monteiro (Excmo. Sr. D. Antonio Augusto de). Doctor en Derecho y en Ciencias naturales por la Uni- versidad de Coimbra, y miembro de la Sociedad de Acli- matación de Rio Janeiro. — Rúa do Alecrim, 70, Lisboa (Portugal). — (Lepidópteros.) 1901. Casamada Mauri (D. Ramón).— Pelayo, 17, 2.", Barcelona. 1901. Casares Gil (D. Antonio), Médico Mayor de Sanidad mi- litar.— P. de Santa Catalina, 2, Mháñá.— (Hepáticas y Musgos.) 1901. Casares Gil (D. José), Catedrático en la Facultad de Far- DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL H macia, Senador del Reino. — Plaza de Santa Catalina, 2, Madrid. — f Análisis químico mineral.) 1906. Gascón y Martínez (D. José), Director de la Granja agrí- cola de la región leonesa. — Falencia. 1901. Gasino de Zaragoza. 1911. Castaños Fernández (D. Emiliano), Catedrático del Ins- tituto de Cartagena. 1912. Castro Y Barea (D. Pedro), Alumno de Ciencias natura- les.— Residencia de estudiantes, Calle de Forluny, Madrid. 1905. Castro y Pascual (D. Francisco), Doctor en Farmacia. — C. de la Libertad, 37, Madrid. 1903. Castro y Valero (D. Juan), Catedrático en la Escuela de Veterinaria. — Santa Isabel, 15, Madrid. 1901. Cátedra de Historia natural de la Universidad de Bar- celona. 1901 . Cátedra de Historia natural de la Universidad de Santiago. 1907. Cátedra de Mineralogía y Botánica de la Universidad Central. — Madrid. 1884. Cazurro y Ruiz (D. Manuel), Doctor en Derecho y en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — G. de la Diputación, 289, Barcelona. — C Prehistoria y Micrografía.) 1905. Cendrero (D. Orestes), Doctor en Ciencias naturales, Ca- tedrático en el Instituto. — Santander. 1912. Cereijó (D. Francisco). — Santander. 1906. Cerrolaza y Armentia (D. José), Licenciado en Ciencias. Santander. 1914. Cervera Barat (D. Rafael), Doctor en Medicina y Ciru- gía.— Jorge Juan BD, Valencia. 1891. Chaves y Pérez del Pulgar (D. Federico), Doctoren Cien- cias físico-químicas.— C. de Jesús, 17, Sevilla. — (Mine- ralogía n Cristalografía.) 1913. Cillero y Ángulo (D. José), Licenciado en Ciencias natu- rales.— General Esparteros, 4, Logroño. 1913. Cillero y Ángulo (D. Marcelino), Catedrático en el Ins- tituto.— Reus. 1873. GoDORNiu (limo. Sr. D, Ricardo), Ingeniero jefe de Mon- tes.— Murcia. 1914. Cogolludo y Bejerano (D. José M.^), Licenciado en Cien- cias y Farmacia. — Escorial, 14, Madrid.— f^oíánica.j Tomo xiv.— Enero, 1914. 2 18 LISTA DE SOCIOS 1898. GoLOMiNA Y Carolo (D. Alejandro de), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Zamora. 1907. Colomo y Amarillas (D. Victoriano), Profesor en la Es- cuela de Veterinaria. — C. del Olivar, 1, Madrid. 1878. CoMERMA Y Batalla (Excmo. Sr. L. Andrés Avelino), General de Ingenieros de la Armada y Licenciado en Farmacia. — Canalejas, 84, El Ferrol. 1913. Conde de la Vega del Sella.— Nuevas (Asturias). 1892. Corrales Hernández (D. Ángel), Licenciado en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Cabra (Cór- doba). 1901. Correa de Barros (D. José Maximiano). — S. Martinho d'Anta, Sabroza (Portugal). 1872. Cortázar (Excmo. Sr. D. Daniel de), Ingeniero Jefe de Minas, de las Reales Academias de la Lengua y de Ciencias exactas, físicas y naturales, Consejero de Ins- trucción pública. — C. de Velázquez, 16, hotel, Madrid. 1901. CoscoLLANO Y BuRiLLO (D. José), Catedrático en el Insti- tuto.— Baeza. 1909. CoTARELO (D. Armando), Catedrático en la Universidad. — Santiago. 1902. Cru y Marqués ( D. Enrique), Naturalista disecador. — S.Vicente, 245, Valencia. — (Oología y Ornitología.) 1903. Cruz (D. Emiliano de la). Ingeniero jefe de las Minas de Ribas (Gerona), délas Sociedades geológicas de Lon- dres, Francia, Bélgica é Italia, etc., Ingeniero graduado de los Institutos de Minas de Londres y de Newcastle.— Minas de Ribas, Gerona. 1902. Cruz Nathan (D. Ángel B. de la), Profesor en ei Institu- to.— C. de la Libertad, 204, Cabañal (Valencia). — (Zoología.) 1912. Cusí Y Ventades (D. Ernesto), Licenciado de Ciencias na- turales.—C. de Fomento, 23, 3.°, Madrid. 1910. Dantín y Cereceda (D. Juan), Catedrático en el Institu- to.— Guadalajara. 1910. Darder Pericas (D. Bartolomé), Alumno de la Facultad de Ciencias. — Vallori, 18, Palma de Mallorca.— (Paíeon- tologia.) J910. Darder y Cánaves (D. Emilio).— Temple, 9, Palma (Ma- llorca).— (Paleontología.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 19 1889. Dargent (D. Florismuudo), Ingeniero. — Moralejo, 5, Aguilar (Córdoba). 1909. Delgado Lauger (D. Jorge). — P.° de Colón, 3, Barcelona. 1902. Deulofeu (D. José), Catedrático de Química inorgánica en la Facultad de Farmacia. — Santiago. 1899. DÍAZ (R. P. Filiberto), Doctor en Ciencias, Conservador por oposición en el Museo Nacional de Ciencias natura- les.— C. de Lagasca, 20, Madrid. 1890. Díaz del Villar (limo. Sr. D. Juan Manuel), Doctor en Medicina, Catedrático en la Escuela de Veterinaria, Con- sejero de Sanidad. — Atocha, 127 dupl.°, Madrid. — (Epi- zoarios y Entomozoarios.J 1913. Dicenta (D. Antonio), Alumno de Ciencias. — Diputación, 160, Barcelona. 1901. Diez Tortosa (D. Juan Luis), Catedrático de la Facultad de Farmacia. — Reyes Católicos, 47, Granada. — (Bo- tan i c a. J 1907. DÍBZ Tortosa (D. Manuel), Licenciado en Ciencias na- turales.— Granada. 1910. Doblado Bertholeet (D. Francisco), Ingeniero munici- pal.— Alameda de Hércules, 69, Sevilla. 1911. DoDERO (D. Agostino), fu Gno. — Vía xx Seltembre, 28-9; s. V. Casella póstale, 1160, Genova (Italia). — (Coleópteros de Europa.) 1882; DoRRONsoRO (D. Bernabé), Decano y Catedrático de la Fa- cultad de Farmacia. — Granada. 1898. DossET (D. José Antonio), Doctor en Farmacia. — Paseo de Sagasta, 16, Zaragoza. — (Diatomeas.) 1913. DuBOis (D. Carlos).— Ferraz, 52, bajo, Madrid. 1903. DuLAU (M.) — Sobo Square, 37, Londres. 1890. DusMET Y Alonso (D. José M.), Naturalista agregado al Museo Nacional de Ciencias naturales. Doctor en Cien- cias.— Plaza de Santa Cruz, 7, Madrid. — (Hime)! ápteros.) 1909. Eguken y Bengoa (D. Enrique).— Florida, 22, Vitoria. 1898. Eleizegui (D. Antonio), Catedrático en la Facultad de Far- macia.— Plaza de la Universidad, 5, 3.°, Santiago. 1888. Elizalde y Eslava (D. Joaquín), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Logroño. 1894. Enciso y Mena (D. Juan), Licenciado en Derecho. — H uercal-0 vera ( A 1 m ería) . — (Entomología.) 20 LISTA DE SOCIOS 190í^. Et-cALANTE Y Arge (D. Garlos), Maestro. — Villaescusa (La Concha, Santander). 1894. Escalas Real (D. Jaime), Alumno de Ciencia?. — Bar- celona. 1902. Escribano (D. Cayetano), Doctor en Ciencias, Conser- vador del Museo Nacional de Ciencias naturales, Auxi- liar, por oposición, de la Facultad de Ciencias. — C. de Colmenares, 6, 2.°izqda., Madrid. — [Dibujo científico.) 1872. Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (Biblioteca de la). — C. de Alfonso XII, Madrid. 1872. Escuela de Ingenieros de Montes (Biblioteca de la). — El Escorial (Madrid). 1894. Escuela de Veterinaria de Madrid. 1905. Escuela Normal de Maestros de Granada. 1906. Escuela Normal de Maestros de Huesca. 1907. Espejo y Casabona (D. Francisco), Regente de la Escuela normal de Maestros. — Granada. 1902. EsPLUGUEs Y ARMENaoL (D. Julio), Profesor auxiliar del Instituto y Jardinero 2.° del Botánico. — Calle de Pe- layo, 37, Valencia. 1905. Estación de biología marina. — Puerto Chico, Santander. 1902. Esteva (D. José), Presbítero. — C. de la Glavería, 5. — Gerona. — (Botánica general y Criptogamia.J 1909. Fábregas (D. Pablo), Ingeniero de Minas. — Madrid. 1878. Facultad de Ciencias de la Universidad (Biblioteca de la). — Valencia. 1906. Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada. 1902. Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo. 1906. Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada. 1909. Faura Y Sans (D. Mariano), presbítero. Auxiliar, por oposición, en la Facultad de Ciencias. — Plaza de Co- mas, 2, Las Corts, Barcelona. 1914. Fenech (D. Rafael). — Norguera, 15, Málaga. 1914. Fernández (D. Alfredo), Licenciado en Ciencias, Profesor de la «Academia de Cervantes». — Hernán Cortés, 19, Valencia. 1910. Fernández (D. Ambrosio), Agustino. — Colegio de Uclés por Tarancóu (Cuenca). — (Lepidópteros.) 1911. Fernández Alonso (D.* Juana), Maestra. — Alcalá, 13, Madrid. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 21 1874. Fernández de Gastuo (D. Aiigel), Ingeniero de Montes. — Ciudad Real. 1904. Fernández Galiano (D, Emilio), Catedrático en la Uni- versidad.— Barcelona. 1909. Fernández Garrido (D. César), Catedrático de Física en el Instituto. — ^íantiago. 1908. Fernández Martí (D. José), Doctor en Medicina y Licen- ciado en Cioncias naturales, Jardinero mayor del Botá- nico.— Valencia. 1907. Fernández Martínez (D. Fidel). — Granada. 1890. Fernández Navarro (D. Lucas), Catedrático de Cristalo- grafía en la Facultad de Ciencias. — San Andrés, 18, Madrid. 1913. Fernández-Nonídez (D. José), Licenciado en Ciencias na- turales.— C. del Conde de Romanones, 18, Madrid. 1900. Ferrando y Más (ü. Pedro), Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad. — Paseo de Sagasta, 9, Zaragoza. 1912. Fekré Gomis (ü. Roberto). — Barcelona. 1885. Ferrer (D. Carlos), Doctor en Medicina y Bachiller en Ciencias. — Ronda de la Universidad, 16, 1.°, Barcelona. 1914. Ferrek (R. P. Francisco), Profesor y Secretario del Cole- gio de la Concepción de Onteniente (Valencia). 1907. Ferrer Hernández (D. Franciscj), Doctor en Ciencias, Auxiliar, por oposición, en la Universidad. — Madrid. 1879. Flórez y González (D. Roberto). — San Francisco, 21, principal, Segovia. — (Eniomologla.) 1901. FoLGH Y Andheu (D. Rafael). — Facultad de Farmacia, Madrid. 1912. FoNT Quer (D. Pío), Doctor en Ciencias químicas y Far- macéutico militar. — Mahón (Baleares). — (Botánica.) 1914. Fornet Quilis (D. José), Licenciado en Ciencias, Ayudan* te del Instituto. — Plaza Rodrigo Botet, 3, Valencia. 1914. Fraga Torrejón (D. Eduardo de). — Madrid. 1910. Franganillo Balboa' (P. Pelegrín), S. J. — Üolegio de PP. JJ., Gijón. 1888. Fuente (D. José María de la), Presbítero.— Pozuelo de Galatrava (Ciudad-Real). — (Rniomología, Coleópteros de Europa. Admite cambios de estos insectos.) 1890. Fuset y Tubiá (D. José), Catedrático en la Universidad. — 22 LISTA DE SOCIOS G. de Valencia, 195, Barcelona.— /'Gusanos y Dibujo científico.) 1914. Gabinete de Historia natural déla Universidad de Sevilla. 1904. Galán (D. Alfonso), Licenciado en la Facultad de Cien- cias, Conservador del Laboratorio biológico marino de Baleares. — Palma de Mallorca. 1909. Galán y Rüiz (D. Gabriel), Catedrático en la Escuela Su- perior del Magisterio.— T. de San Lorenzo, 18, Madrid. 1909. Gallego Armesto (D. Heliodoro), Doctor en Ciencias, Profesor de la Escuela de Arles é Industrias. — Santiago. 1910. Gamundí Ballester (D. Juan), Farmacéutico militar. — Palma de Mallorca (Baleares). 1914. García (D. Julio).— Madrid. 1872. García y Arenal (D. Fernando), Ingeniero Jefe de Ca- minos, Canales y Puertos.— Lista, 4, Madrid. 1913. García Banús (D. Mario), Alumno de Ciencias naturales. Olózaga, 6, MAdrid.—{ Histología.) 1913. García Bayón-Campomanes (D. Pedro), Alumno de Cien> cias naturales. — Don Benito (Badajoz). 1906. García González (D. Joaquín).— C. de Preciados, 46, 3.°, Madrid. 1913. García Izcara (D. Dalmacio), Director de la Escuela de Veterinaria.— Plaza de la Cebada, 9, Madrid. 1908. García López (D. José), Regente de la Escuela Normal.— Santiago. 1912. García Maceira (D. Antonio), Inspector jubilado del Cuer- po de Ingenieros de Montes. — Madrid. 1877. García y Merget (D. Ricardo) , Secretario de la Asocia- ción española para el progreso de las Ciencias, Natura- lista agregado al Museo Nacional de Ciencias naturales, Subinspector de Sanidad militar.— Glorieta de Queve- do, 10, Madrid. — (Himenópteros de Europa.) 1899. García Várela (D. Antonio), Doctoren Ciencias natura- les, Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Uni- versidad de Santiago (Galicia). — (Hemípteros.) 1910. García Velázquez (D. Pedro), Ingeniero de Minas.— Calle de Res, 6, Sevilla. 1909. Garma (D. Félix de la), Diputado provincial. Licenciado en Derecho. — Santander. — (Piscicultura.) 1909. Garzón Vera (D. Anastasio).— Granada. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 23 1900. Gelabert Rincón (Rvdo. D. José). — Llagostera, Gerona. (Mineralogía y Geología.) 1909. Gil Casares (D. Miguel), Catedrático de la Facultad de Mediciua. — Santiago. 1912. Gil Montaner (D Federico), Alumno de Ciencias.— C. de Valencia, 195, Barcelona. 1877. Cogorza y González (D. José) , Catedrático de Anatomía y Fisiología animal en la Universidad Central. — C. de Alberto Aguilera, 23, Madrid. 1890. GoiTiA (D. Alejandro), Licenciado en Ciencias. — Avila. 1912. GoizuETA Y Díaz (D. Jesús), Catedrático y Decano de la Facultad de Farmacia. — Barcelona. 1909. Golpe Núñez (D. Manuel), Alumno de Farmacia. — San- tiago. 1906. Gómez (D. Ramón). — C. de Espoz y Mina, 6 y 8, Zaragoza. (Mineralogía micrográfica.) 1912. Gómez de Llerena y Pou (D. Joaquín). — Plaza de la Cruz, 5, Toledo. 1912. Gómez Fantova (D. Manuel), Alumno de Ciencias natura- les.— Barcelona. 1911. GÓMEZ Llueca (D. Federico), Farmacéutico, Catedrático en el Instituto. — Pontevedra. — (Geología.) 1894. GÓMEZ OcAÑA (D. José) , de las Reales Academias de Me- dicina y Ciencias, Catedrático de Fisiología en la Facul- tad de Medicina. — Calle de San Agustín, 7, 2.°, Madrid. 1914. GÓMEZ Sancho (D. José), Comandante de Caballería. — Pintor SoroUa, 4, Valencia. 1909. GÓMEZ Vega (D, José). — Santander. — (Antropología.) 1910. González (D. José), Teniente Coronel de Ingenieros. — C. de Meidizábal, 30, M,idriá.— (Biología.) 1912. González (D. Ramón). — Barcelona. 1910. González (D. Saturio), P. B. — Convento de Santo Domin- go de Silos (Burgos). — (Mamíferos.) 1881. González Fragoso (D. Romualdo). — Lineros, 21, Sevilla. s. F. González Hidalgo (D. Joaquín), de la Real Academia de Ciencias, Cateilrático de Malacología y animales in- feriores en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Malacología del Museo Nacional. — Calle de las Fuen- tes, 9, Madrid. 1902. González Sánchez (D. Francisco). — Granada. 24 LISTA DE SOCIOS 1900. Gota y Gasas (D. Antonio), Doctor en Medicina. — G. del Pilar, 16, Zaragoza. 1882. Gredilla y Gauna (D. Apolinar Federico), Gatedrático de la Facultad de Giencias, Director y Jefe de la Sección de cultivos del Jardín Botánico. — G. de la Estrella, 7, principal, Madrid. — (Geología y Botánica.) 1907. Heintz (D. Luis), Licenciado en Giencias, Director del Golegio de Nuestra Señora del Pilar. — Goya, 13, Madrid. 1893. Hernández-Pacheco y Esteban (D. Eduardo), Gatedráti- co de la Facultad de Giencias, Jefe de las Secciones de Geología y Mineralogía en el Museo Nacional de Giencias naturales. — G. de Eloy Gonzalo, 13, Madrid. — (Geología y Paleontología.) 1909. Herrera Oria (D. Juan), Médico del Sanatorio Madrazo. — Santander. — (Histología patológica.) 1875. Heyden (D. Lucas von), Mayor en reserva, Doctor en Filosofía, honoris causa, individuo de las Sociedades Entomológicas de Alemania, Francia, San Petersburgo, Suiza, Italia, etc., Gaballero de las Ordenes del Águila Roja prusiana, de la Gruz de Hierro y de San Juan. — Schlosstrasse, 54, Bockenheim, Frankfurt am Main (Ale- mania).— (Coleópteros.) 1888. Hoyos (D. Luis), Doctor en Giencias naturales y en Dere- cho, Gatedrático de la Escuela Superior del Magisterio. — G. de Larra, 6, Madrid. — (Antropología.) 1901. Hueso (D.José), Doctoren Giencias, Profesor numerario de la Escuela Normal. — Valencia. 1907. HuGUET Y Paüró (D. Mariano), Doctor en Medicina. — Barcelona. — (Bacteriología.) 1895. HuiDOBRO Y Hernández (D. José), Doctor en Giencias, Gon- servador, por oposición, en el Museo Nacional de Gien- cias naturales. — G. de Ruiz, 12, 2.°, Madrid. 1895. Ibarlucea (D. Gasto), Gatedrático de Agricultura en el Instituto. — Moreras, 6, 2.°, Gáceres. 1902. Imprenta de Fortanet. — Galle de la Libertad, 29, Madrid. 1908. Instituto general y técnico de Alicante. 1905. Instituto general y técnico de Badajoz (Biblioteca del). 1906. Instituto general y técnico de Baeza. 1903. Instituto general y técnico de Barcelona. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL ¿5 1901. Instituto general y técnico de Burgos. 1906. Instituto general y técnico de Ciudad Real. 1872. Instituto general y técnico de Córdoba. 1909. Instituto general y técnico de Cuenca. 1907. Instituto general y técnico de Granada. 1901. Instituto general y técnico de Guadalajara. 1903. Instituto general y técnico de Huelva. 1908. Instituto genera] y técnico de Huesca. 1908. Instituto general y técnico de la Coruña. 1904. Instituto general y técnico de Orense. 1910. Instituto general y técnico de Falencia. 1901. Instituto general y técnico de Palma de Mallorca. 1904. Instituto general y técnico de f^ontevedra. 1909. Instituto general y técnico de Reus (Tarragona). 1872, Instituto general y técnico de San Isidro (Biblioteca del).— Madrid. 1903. Instituto general y técnico de San Sebastián (Guipúzcoa). 1913. Instituto general y técnico de Santander. 1901. Instituto general y técnico de Santiago. 1880. Instituto general y técnico de Valencia. 1901. Instituto general y técnico de Vitoria. 1901. Instituto general y técnico de Zaragoza. 1909. Instituto Oswaldo Cruz. — Chez Mr. A. Schlachter, 46, rué Madame, Paris. 1873. IÑARRA Y Echevarría (D. Fermín), Catedrático en el Ins- tituto general y técnico de Guipúzcoa. — Montera, 39, Madrid. 1872. Jardín Botánico (Biblioteca del). — Madrid. 1906. Jerónimo Barroso (D. Manuel), Doctor en Ciencias natu- rales, Auxiliar en la misma Facultad, Catedrático del Instituto. — Salamanca. 1896. Jiménez Cano (D. Juan), Catedrático de Historia natural en el Instituto. Gasa Blanca. — Cuenca. — (Lepidópteros.) 1884. Jiménez de Cisneros (D. Daniel), Catedrático de Historid natural en el Instituto. — C. de Medina, 38, Alicante. 1901. JiMENO Egurbide (D. Florentino), Doctoren Farmacia. — Plaza Real, 1, Barcelona. 1909. Labarta (D. Eugenio), Ingeniero de Minas. — Santiago. 1907. Laboratorio biológico marino de Baleares. — Palma de Mallorca. 26 LISTA DE SOCIOS 1906. Laboralorio de radiactividad de la Facultad de Ciencias de Madrid. 1913. Laguna y Gómez (D. Luis), Alumno de Ciencias natura- les.— Estación, 8, Miguelturra (Ciudad Keal). 1884. Lauffer (Excmo. Sr. D. Jorge), Agregado al Museo Na- cional de Ciencias naturales, Gran Cruz del Mérito Agrí- cola, Caballero del mismo y de la orden civil de Alfon- so XIL — Galle de Juan de Mena, .5, Madrid. — (Coleópte- ros de España.) 1880. Lázaro é Ibiza (D. Blas), de la Real Academia de Cien- cias, Doctor en Farmacia y en Ciencias, Catedrático de la Facultad de Farmacia. — C. de Palafox, 19, Hotel, Madrid. — (Botánica.) 1911, Lhomme (León), Editor, Miembro de varias Sociedades sabias. — 3, rué Corneille, Paris, 6^. 1908. Liceo de Costa Rica. — San José de Costa Rica (Vía Havre), (América Central). 1909. LÓPEZ (Excmo. Sr. D. Claudio), Marqués de Comillas. — Madrid. 1913. López-Brea Iglesias (D. Alberto), Licenciado en Mediciiía y Cirugía. — Barcelona. — (Histología.) 1889. López de Zuazo (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Burgos. 1907, López Mateos (D. Rafael), Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Granada. 1901. López Mendigutia (D. Fernando), Doctor en Ciencias na- turales, Profesor auxiliar por oposición de la Facultad de Ciencias. — C. Nueva, 8, 2,", Valladolid. 1909. Loro y Gómez del Pulgar (D, Manuel V.) — C. de la Montera, 10, Madrid. 1909, Loustau Gómez de la Membrillera (D. José), — Leones, 1, 1.°, Madrid. En verano: Valencia de Alcántara (Cá- ceres). 1905. Lozano Rey (D, Luis), Catedrático de zoografía de Verte- brados de la Universidad Central, Jefe de la Sección de Osteozoülogía en el Museo Nacional de Ciencias natura- les.— Madrid. 1901. Llenas y Fernández (D. Manuel), — Avenida de la R, Ar- gentina, 5, pral., Barcelona. — (Botánica.) 1902. Llord y Gamboa (D. Ramón), Doctor en Ciencias y Me- DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 27 dicina. — Jorge Juan, 59, Madrid. — (Química geoló^ gica.J 1914. Llórente Lacave (D. Garlos). — Sevilln. 1908. Llovet Vergara (D. Alejandro). — G. de Piamonte, 4, Madrid. 1913. Luzuriaga y Alvarez (D. Federico), Alumno de Giencias naturales. — C. de Asturias, 8, Oviedo. 1897. Maciñeira y Pardo (D. Federico G.), Gronista oficial de Ortigueira (La Goruña). — (Prehistoria.) 1878. Mac-Lennan (D. José), Ingeniero, — Apartado 38 Bilbao. 1907. Macho Tomé (D. Aquilino), Doctor en Farmacia. — Sal- daña (Palencia). 1909. Madrazo (D. Enrique Diego), Director del Sanatorio. — Santander. 1887, Madrid Moreno (limo. Sr. D. José), Profesor Sub-Jefe encargado de la Sección de bacteriología del Laboratorio municipal, Gatedrálico de Técnica micrográfica é Histo- logía vegetal y animal en la Facultad de Giencias, Gon- sejero de Sanidad y de Instrucción pública. — G. de Se- rrano, 40, Madrid. — (Micrografía.) 1907. Maldonaüo y Sáenz (D. Manuel), Ingeniero de Minas. — Granada. 1903. Maluquer y Nicolau (D. José). — Esperanza, 31, Villa Annamirl, Sarria (Barcelona). 1913. Marcet (D. Jaime), Alumno de Giencias naturales. — Bar- celona. 1910. Marcet (R. P. Adeodato), O. S. R.— Monasterio de Mont- serrat, Monistrol (Barcelona). 1913. Marín Sáenz de Vi&UERA (D. Antonio).— Madrid. 1873. Marín y Sancho (D. Francisco), Licenciado en Farmacia. G. de Silva, 49, 2." derecha, Madrid. 1914. Martí Más (D. Ramón), Alumno de Giencias. — Pí y Mar- gall, 52, Valencia. 1910. Martín Legumberri (D. Nicomedes E.), Doctor en Gien- cias Naturales, Auxiliar en la Universidad. — Barcelona. (Diatomáceas. MicrofotografíaJ. 1909. Martín Vélez (D. Enrique).— G. de Rivas, 21, Sestao (Bilbao). — (Histología vegetal.) 1889. Martínez de la Escalera (D. Manuel). — El Monte, Tán- ger (Marruecos). — (Coleópteros de Europa.) 28 LISTA DE SOCIOS 1892. Martínez Fernández (D. Antonio), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Ciudad Real. — (Entomología é Histología.) 1903. Martínez Girón (D. Paulino), Abogado y Vice-Cónsul de Chile. — Corral del Rey, 9, Sevilla. 1893. Martínez Núñez (R. P. Zacarías), Agustino, Doctor en Ciencias naturales. — Madrid. 1909. Martínez Rodríguez íD. José), Párroco de Cebrero, Pie- drafita (Lugo). 1874. Martínez y Ángel (D. Antonio), Doctor en Medicina. — C. de Hortaleza, 89, Madrid. 1901. Martínez y Martínez (D. Cesáreo), Catedrático en el Ins- tituto.— C. del Convento, 2, Gijón. 1913. Marvier (Evan), Ingeniero Inspector d«l servicio telegrá- fico de la Compañía de los ferrocarriles Andaluces. — Sánchez Pastor, 8-10, Málaga, — '^ Entomología.) 1914. Más de Xaxars y Palet (D. José M.'), Ingeniero indus- trial.— Barcelona. 1910. Más Magro (D. Francisco), Licenciado en Medicina. — Calle de Ramón y Cajal, 7, Crevillente (Alicante). — (Ci- tología y Hematología.) 1898. Más Y Guindal (D. Joaquín), Oficial 1." de Sanidad mi- litar.— C. de Ruiz, 13, Madrid. 1912. Maynar Dupla (D. Jesús).— Plaza de Bilbao, 8, 2.», Madrid, y en verano, Manifestación, 93, Zaragoza. 1913. Mayordomo (D. Valpintín), Profesor de Historia natural en el Colegio de Nuestra Señora de la Antigua. — Orduña (Vizcaya). 1905. Mazarredo (D. Rafael), Ingeniero Jefe de Caminos. — C. de Alcalá, 31, Madrid. 1897, Mazo y Franza (D. Julio del), Abogado.— Sevilla. 1909. Medina Martínez (D. Alfonso), Médico.— Calle de Serra- no, 35, Madrid. 1888. Medina Ramos (D. Manuel), Doctor en Medicina, Cate- drático de Anatomía en la Escuela de Medicina. — C. de San Vicente, 8, Sevilla. — (Himenópteros.) 1907. Medina Rodríguez (D. Manuel), Subdelegado de Farma- cia de las islas de Lanzarote y Fuerteventura. — Arrecife (Islas Canarias). 1913. Meisser (Dr. D. Benedicto). — Barcelona. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 29 1909. Melcon (R. P. Aptistín). — lü, Jan^-tszée-poo-Road. Shanghai. China (Via Siberia). — (Lepidópteros.) 1913. Menacho Suaña (D. Anlouio), Alumno de GienciavS natu- rales.— Barcelona. 1892. Mendoza (D. Antonio), Jefe del [laboratorio provincial en el Hospital de San Juan de Dios. — G. de Santa Isabel, 34, Madrid. 1906. Menet (D. Adolfo).— G. de la Ballesta, 30, Madrid. 1879. Mercado y González (D. Matías), Médico cirujano titular. Nava del Rey (Valladolid). 1897. Merino (R. P. Baltasar), S. J., Profesor de Física y Química en el Golegio de La Guardia (Pontevedra). — (Botánica.) 1910. MiR Y Llambias (D. Antonio). — Mahón. 1913. MoMBiEDRO Y Abellán (D. Autonío). — Barcelona. 1910. Montes Garzón (D. Nicasio) — Granada. 1911. Monteverde (D. Félix), Ingeniero de Montes, Profesor en la Escuela. — El Escorial (Madrid). 1909. Morales (D. Mariano), Medico, Inspector de Sanidad pro- vincial.— Bulevar, Santander. 1903. Mohán Bayo (D. Juan), Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Córdoba (durante el verano en Medina de las Torres (Badajoz). 1908. Morcillo (D. Ramón), Presbítero, Profesor del Sacro- Monte. — Granada. 1910. Moreno Agrela (D. Juan M.) — Granada. 1913. Moreno Berisa (D. Paulino), Alumno de Ciencias natura- les.— Martín de los Heros, 85, Madrid. 1909. Moreno Sevilla (D. Fernando). — Granada. 1909. Moreno y Rodríguez (D. Agustín). — Catedrático en el Ins- tituto,— Orense. 1900. MoRODER y Sala (D. Federico). — Calle Baja, 26, Valen- cia.— (Entomología, Coleópteros y Hemípteros.) 1914. Moróte Greus (D. Francisco), Doctor en Ciencias, Cate- drático de Agricultura y Secretario del Instituto. — Pí y Margall, 52, Valencia. 1908. MoYANO Cordón (D. Antonio), Farmacéutico militar. — Madrid. 1898. MoYANO Y MoY^NO (limo. Sr. D. Pedro), Catedrático y Se- cretario en la Escuela de Veterinaria, Comendador de número de la Orden civil del Mérito Agrícola, Caballero ■80 LISTA DE SOCIOS de la Orden civil de Alfonso XII y Caballero de 2.^ clase de la Orden del Mérito Militar. — S. Nacional, 18 dupl.°, Zaragoza. — (Etnología zootécnica.) 1902. MuÑoz-GüBO (D, Luis), Doctor en Ciencias.— Catedrático en el Instituto. — Málaga. — (Malacología y Mineralogía.) 1872. Museo de Ciencias naturales (Biblioteca del). — Hipódro- mo, Madrid. 1894. Museo Pedagógico (Biblioteca del). — Calle de Daoiz, 3, Madrid. 1889. Muso Y Moreno (D. José), Ingeniero de Montes. — G. del Prado, 20, Madrid. 1889. Nacher y ViLAR (D. Pascual), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Granada. 1907. Nacle Herrera (D. Juan). — Granada. 1905. Nascimento (D. Luis Gonzaga do). — Setubal (Portugal). 1905. Navarrete (D. Adolfo).— G. de Zurbano, 8, Madrid. 1903. Navarro (D. Leandro), Profesor de Patología vegetal en el Instituto Agrícola de Alfonso XII. — Madrid. 1908. Navarro y Neumann (R. P. Manuel M." S.), S. J.— Direc- tor de la Estación sismológica de la Cartuja. — Apartado núm. 32, Granada. — (Sismología y especialmente terre- motos españoles.) 1908. Nieto Valls (D. Gustavo), Licenciado en Ciencias Natu- rales.— Ponferrada (León). 1908. No Y G.arcía (D. Eduardo), Catedrático de Física general y Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad. — Calle del Prior, 17-23, pral., Salamanca. 1902. Novella (D. Joaquín), Catedrático en el Instituto de Figueras. 1898. NovoA Y Alvarez (D. Francisco), Vice-cónsul de Portu- gal en Goyán, Socio correspondiente de la Arqueológica de Pontevedra y de la Española de Higiene, Comenda- dor de las Ordenes de Cristo y de la Concepción de Villa- viciosa de Portugal, Médico municipal deTomiño, Socio de número de la Cruz Roja Española y condecorado con la medalla de plata de la misma Sociedad y con la de plata de Puentesampayo. — (Por Tuy), Goyán. 1872. Oberthür (D. Carlos), de la Sociedad Entomológica de Francia. — Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia. — (Lepidópteros.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 31 1872. Oberthür (D. Renato), de la Sociedad Entomológica de Francia. — Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia. — (Coleópteros.) 1872. Observatorio Astronómico (Biblioteca del). — Madrid. 1911. Olabe Alonso (D.José). — Santander. 1911. Olea y Góbdova (D. Gregorio). — Subinspector Farmacéu- tico de Sanidad Militar. — Madrid. 1909. Olivar (D. Manuel), Doctor en Medicina, Profesor auxi- liar en la Escuela de Veterinaria.— Zaragoza. 1887. Onís (D. Mauricio Garlos de), Licenciado en Giencias. G. de Santa Engracia, 23, principal, Madrid. 1899. Oramas y González (D. Pablo). — La Orotava (Canarias) (Coleópteros y Ornitología de Canarias.) 1914. Orensanz y Moline (D. José), Inspector provincial de Hi- giene pecuaria y Sanidad veterinaria. — Esteve P, í.**, Valencia. 1890. Ortega y Mayor (D. Enrique). — G. de Garretas, 14, Labe ratorio químico, Madrid. 1897. Orueta (D. Domingo de). Ingeniero de Minas.— Gijón. — (Fauna inferior marina del Cantábrico.) 1905. Padró (D.José), Tecnógrafo de la Facultad de Giencias. G. de las Fluertas, 70, Madrid. 1894. Palacios (D. Pedro), de la Real Academia de Giencias, In- geniero Jefe del Guerpo de Minas. — G. de Montesquin- za, 9, Madrid. 1911. Pan Fernández (D. Ismael del), Gatedr<ático en el Insti- tuto.— C'hcQYQ?'.'- (Geología.) 1881. Pantel (R. P. José), S. J. — Maison d'étndes, Gemert (Ho- landa).— (Anatomía de insectos, Ortópteros.) 1905. Pardillo Vaquer (D. Francisco), Gatedrático de Crista- lografía en la Universidad. — Barcelona. 1913. Pardo García (D. Luis), Alumno de Giencias naturales. — San Vicente, 205, Valencia. 1913. Pastor y Orozco (D. Gerardo), Alumno de Giencias natu- rales.— Villacarrillo (Jaén). 1882. Paúl y Arozarena (D. Manuel José de). — San Vicente, 10, Sevilla. — (Patología vegetal.) 1903. Pazos Caballero (D. J. H.), Médico-cirujano. — Miembro de varias sociedades científicas y Corresponsal de la Academia de Giencias de la Habana. — Martí, 46, 32 LISTA DE SOCIOS San Antonio de los Baños (Cuba). — (Dípteros pará- sitos.) 1909. Pedraja (D, Eduardo de la). — Santander. 1898. Pella y Forgas (D. Pedro), Ingeniero industrial, químico y mecánico, Socio de mérito de las Económicas Arago- nesa y Gerundense de Amigos del País y del Ateneo de Teruel, Ingeniero Jefe de la explotación del Ferrocarril de Cariñena á Zaragoza. — Zaragoza. — (Geología.) 1907. Pereyba Galbiati (D. José), Perito agrónomo por la Escuela de Monlpellier. — Arrecife (Lanzarote. Islas Ca- narias) . — (Agronomía y Geología Agrícola de Ca- narias.) 1913. Pérez (R. P. Valentín), Escolapio.— Villacarriedo (San- tander). 1881. Pérez Lara (D. José María).— Jerez de la Frontera (Grá- diz). — (Botánica. J 1907. Pérez Molina (D. Miguel), Director de la Academia ge- neral de enseñanza. Caballero de la Orden civil de Al- fonso XII. — Ciudad Real. 1873. Pérez OrteptO (D. Enrique), Doctor en Ciencias. — Pro- fesor auxiliar en el Instituto del Cardenal Cisneros. — C. de San Bernardino, 7, Madrid. 1894. Pérez Zúñiga (D. Enrique), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Medicina. — P.° de Trajineros, 32, Madrid. 1907. Peris Fuentes (D. Ernesto). — Burriana (Castellón). 1909. Peso y Blanco (D. José), Dr. en Medicina. — Gran Vía, 13, Granada. 1911. Peso y López (D. José), Alumno de Farmacia. — Granada. 1902. Pi Y SuÑER (D. Augusto), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Barcelona. 1901. Pie (D. Mauricio), de la Sociedad entomológica de Fran- cia.— Digoin (Saóne-et-Loire), Francia. — (Ent. general de Argelia. Col. é Himenopt. paleart. Melíridos, Ptini- dos, Anlícidos ^ Pedílidos, Brúquidos y Nanophyes de todo el mundo.) 1903. Pittallga ( D. Gustavo), Catedrático de Parasitología de la Facultad de Medicina en la Universidad Central. — C. do Serrano, 62, Madrid. — (Investigaciones micro- gráficas aplicadas á la clínica.) 1909. PoMBO Ibarra (D. Gabriel). — Santander. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 33 1905. PoNs (D. Enrique), Licenciado en Ciencias naturales. Catedrático en el Instituto. — Pamplona. 1909. Portales Plá (D. Blas), Alumno de la Facultad de Cien- cias — Granada. 1912. Portóla Rodeja (D. Buenaventura de), Alumno de Cien- cias naturales. — Barcelona. 1887. Prado y Sáinz (D. Salvador), Doctor en Ciencias natu- rales, Catedrático y Director del instituto — Guada- lajara. 1910. PucHOL (D. Antonio), Licenciado en Medicinn. — Marios (Jaén). 1874, PuiG Y Larraz (D. Gabriel), Ligeniero de Minas. — C. de Fomento, 1 duplic¿ido, í.° derecha, Madrid. 1912. Pujol (D. Manuel). — Vellisca (Cuenca). — f Lepidópteros.) 1912. QüELLE (Dr. Ottn). — Konigstrasse, 3, Bonn (Alemania). — (Geología y Geografía.) 1909. Quintana Trukba (D. Vicente)^ Cirujano del Sanatorio Madrazc). — Santander. 1895. Ramón y Cajal (D. Pedro), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Sitios, 6, Zaragoza. — (Histología.) 1872. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales (Biblioteca de la). — C. de V^ilverde, 26, Madrid. 1901. Real Biblioteca de Berlín (Konigliche Bibliolhek). — Beh- renstrasse, 40, Berlín W. 64. 1907. Reyes Calvo (D. Manuel), Farmacéutico, Licenciado en Ciencia?. — Plaza de Herradores, 2, Madrid. 1883. Reyes y Prospek (D. Eduardo), Catedrático de Fitografía en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de herba- rios en el Jardín Botánico. — G. de San Bernardo, 56, Madrid. — ( Anatomía microscópica vegetal, Criptógamas y Orquídeas de España.) 1872, Rirera (limo. Sr. D. Emilio), Doctor en Ciencias natu- rales; Catedrático en la Escuela Superior del MagÍ!>le- rio. — Calle de Orellaua, 1, Madrid. 1908. Rico JiMENO (D. Tomás), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Toledo. 1909. Rio Laha (D. Eduardo),'Catedrático de la Universidad. — Santiago. 1886. RiojA Y Martín (D. José) , Doctor en Ciencias naturales, Director de la Estación de biología marina. — C. de Cas- ToMO XIV —Enero, 1914. -i 34- LISTA DE SOCIOS telar, Puerto chico (Santander). — f Anatomía de anima ^ les inferiores.) 1909. Ríos y Rial (D. Cándido), Director y Catedrático de His- toria natural en el Instituto general y técnico. — Santia- go.— (Mineralogía.) 1902. Riva (D. Maximino de la), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Farmacia. — Santiago. 1896. RiVAs Mateos (D. Marcelo), Catedrático en la Facultad de Farmacia de la Universidad; Diputado á Cortes. — Glo- rieta de Bilbao, 1, Madrid. — f Botánica.) 1902. Rivera y Ruiz (D. Miguel), Catedrático en el Instituto. — Murcia. 1914. RocABRECHA (D. José M.*), Alumno de Ciencias.— Bar- celona. 1908. RodriCtO Lavín (D. Cipriano), Doctor en Ciencias y Medi- cina, Auxiliar por oposición en la Facultad de Ciencias.. C. de la Princesa, 16, Madrid. 1914. Rodrigo Pertegás (D. José), Licenciado en Medicina. — Valencia. 1884. Rodríguez Aguado (D. Enrique), Doctor en Ciencias y Medicina, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias. C. de los Reyes, 13, Madrid. 1910. Rodríguez Bouzo (D. José), Catedrático en el instituto. — Lugo. 1906. Rodríguez y López Neira (D. Garlos). — Catedrático de Farmacia. — Granada. 1912. Rodríguez y López Neyra (D. Emilio), Licenciado en Ciencias naturales.— C. de Churruca, 17, Madrid. 1903. Rodríguez y López Neira (D. Manuel), Doctor en Far- macia, Profesor auxiliar de la Facultad de Farmacia. — C. del Cardenal Cisneros, 1, Madrid. — (Liqúenes de España.) 1880. Rodríguez Mourelo (D. José), Académico de la Real de Ciencias exactas, físicas, y naturales, Profesor de Química industrial orgánica en la Escuela Superior de Artes é In- dustria?.— C. del Piamonte, 14, Madrid. — (Mineralogía y Quíynica.) 1909. Rodríguez y Rosillo (D. Abilio). — Segovia. ,1910. Romero Rodrigo (D. Francisco). — Calle de Pon tejos, 1, 3.", Madrid. DE LA. REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 35 1914. RosELLÓ (D. Eduardo), Comaüdante retirado de Infante- ría.—San Bartolomé, 5, Valencia. — (Malacoíogía). 1907. RoussKL Y Ory (D. León). Ingeniero Agrónomo, Cate- drático de Agricultura del Estado en Francia, Director del servicio agronómico de la Sociedad general de In- dustria y Comercio. — C. del Prado, 7, Madrid. 1913. Ruiz (D. Fernando), Librero. — Plaza de Santa Ana, 13, Madrid. 1890. Sáenz y López (D.Juan), Licenciado en Ciencias, Direc- tor del Colegio de Sania Ana, — Mérida (Badajoz). 1913. Salguero (D. Luis).— Heras (Santander). 1901. Sánchez Brüil (D. Mariano), Catedrático en el Instituto general y técnico. — C. de Alfonso I, 28, Zarag02a. J891. Sánchez Navarro y Neumann (D. Emilio), Doctor en Cien- cias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto. — C. de Santa Inés, 2, Cádiz. — (Entomología.) 1910. Sánchez Roig (D. Mario), Catedrático de la Granja agrí- cola de la Habana. — Calzada del Cerro. 827, Habana (Cuba). — (Arácnidos. Lepidópteros.) 1885. Sánchez y Sánchez (D. Domingo), Doctor en Ciencias naturales y en Medicina, Conservador, por oposición, en el Museo de Antropología, Profesor en la Escuela de Ar- tes é Industrias. — C. de Atocha, 96, Madrid. — (Anato mía comparada.) 1913. Sánchez y Sánchez (D. Manuel), Alumno de Ciencias na- turales.— Madrid. 1899. Sanchíz Pertegas (Excmo. Sr. D. José),. Doctor en Medici- na y Cirugía. — C. de San Vicente, 151, Valencia. 1906. San Miguel de la Cámara (D.Maximino). — Caledrálicb de la Facultad de Ciencias de la Universidad. — Bar- celona. 1898. Santos y Abreü (D. Klías), Licenciado en Medicina y Ci- rugía y Director del Museo de Historia natural y Etno- gráfico.— Santa Cruz de La Palma (Canarias). — (Ento- mología y Botánica.) 1911. Santos Ruano (D. Leoncio), Médico.— Santaiider. , 1879. Sanz de Diego (D. Maximino), Disecador 1.°, por oposi- ción, del Museo de Ciencias naturales.— C, de Abel, 8 (Cuatro Caminos), Madrid. — (Comerciante en ohjetos^^j libros de Historia natural y en utensilios para la reco- 36 LISTA DE SOCIOS lección, preparación y conservación de las colecciones; cambio y venta de las inismas en todos los ramos.) 1909. Savihón y Garavantes (limo. Sr. D. Paulino), Decano y Catedrático de la Facultad de Ciencias, Comendador de número de la Orden Civil de Alfonso XTI.— Zaragoza. 1902. ScHRAMM (D. Jorge).— C. de Monteleón, 23, pral., Ma- drid.— (Coleópteros, Cerambícidos.) 1912. Sección de Ciencias de la Facultad de Medicina de Cádiz (Universidad de Sevilla). 1913. Sección de Ciencias naturales de la Universidad de Va- llndolid. 1886. Seebold (D. Teodoro), Ingeniero civil, de la Sociedad de Ingenieros civiles de París, Comendador de la Orden de Carlos IIÍ, Caballero de varias órdenes extranjeras. — (Lepidópteros.) 18.98. Segovia y Corrales (D. Alberto), Catedrático de Zoología general en la Facultad de Ciencias. — Leganitos, 47, Madrid. 190S. Selgas (D. Julián), Médico en Valdemoro de la Sierra (Cuenca). — (Lepidópteros.) 1902. Seminario conciliar de Orihuela. 1872. Senado (Biblioteca del).— Madrid. 1913. Serra Robert (D. Francisco), Alumno de Ciencias. — Bar- celona. 1907. Serradell (D. Baltasai).— C. de San Pablo, 71 y 73, Bar- celona.— f Conquiliología, Paleontología y Mineralogía.) 1909. Sierra (R. P. Lorenzo). — Limpias (Santander).— ('Espe- leología.) 1899. Silva Tavares (Excmo. Sr. D. Joaquín de), de la Real Aca- demia de Ciencias de Lisboa, de la Sociedad entomoló- gica de Francia, Socio correspondiente de la Real Aca- demia de Ciencias y Artes de Barcelona y fundador de la Sociedade Portuguesa de Sciencias Naturaes. — San Telmo, 21, Tuy. — (Zoocecidias.) 1908. Simancas Señan (D. Francisco). — Granada. 1889. Simarro (D. Luis), Doctor en Medicina, Catedrático de Psicología experimental en la Facultad de Ciencias. — C. del General Oráa, 5, Madrid. — (Histología.) 1890. SiRET (D. Luis), Ingeniero. — Cuevas de Vera (Almería). (Geología y Antropología.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL "37 1912. SiHVENT (D. Ángel), Auxiliar en la Facultad de Medicina. Barcelona. 1901. Sobrado Maestro (D. César), Catedrático en la Facultad de Farmacia. — Sanúago.— (Botánica.) 191)9. Sobrino y Buigas (D. Ramón), Catedrático en el Institu- to.--Palma de Mallorca (Baleares). 1901. Soler y Batlle (D. Enrique), Farmacéutico militar. — C. Mayor, 51, Sarria (Barcelona). — (Botánica). 1898. Soler y Carceller (D. Juan Pablo), Doctor en Cien- cias, Catedrático de Agricultura en el Instituto general y técnico. — C. de Alcoraz, 7, Huesca. — (Mi ero química.) 1910. Soler y Luesma (D. Amadeo), Doctor en Medicina y Ci- rugía.— Palacios Malaver, 8, Sevilla. 1912. Soler Pujol (D. Luis), Naturalista preparador. — Barcelona. 1911. Soler Segura (D. Federico), Coronel de Infantería reti- rado.— Luzón, 1, Madrid. 1911. Solo de Zaldívar y Medina (D. Juan), Licenciado en Cien- cias naturales. — Don Benito (Badajoz). 1913. SoRiANO Lapresa (D. Francisco).— Granada. 1912. SuBiRACHs (D. Santiago), Alumno de Ciencias.— Barcelona. 1908. SuÁREz DE FiGUEROA Y Cazeaux (D. José), Doctor en Medi- cina.— Barcelona. 1903. SuEiRAS Olave (D. José). — Hospital militar, Ambulancia de montaña, niím. 3, Barcelona. 1905. Surmely (D. Eduardo), Profesor de idiomas. — Concep- ción Jerónima, 15 y 17, Madrid. 1913. Susaeta y Oghoa de Eghagíjen (D. José M.*), Doctor en Ciencias naturales, Auxiliar de la Facultad de Ciencias de la Universidad. — Barcelona. 1903. Taboada Tundidor (D. José), Doctor en Ciencias na- turales; Catedrático en el Instituto. — Granada. — (Ento- mología.) 1899. Tarazona y Blanch (D. Ignacio), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Príncipe Alfonso, 11, Valencia. 1899. Tarín y Juaneda (D. Rafael), Doctor en Ciencias natura- les, Profesor auxiliar de la Universidad. — Torno de San Cristóbal, 9, Valencia. 1912. Tarrés Piera (D. Antonio), Alumno de Ciencias natura- les.— Barcelona. 1908. Tello (D. Francisco), Médico.— C. de Aguirro, 1, Madrid. 38 LISTA DE SOCIOS - 1910. TENonio (D. Bernardo). — Venerables, 5, Sevilla, — (ijréo- logia.) .; Í909. Tomás (D, Lorenzo). — Barcelona. 1907. Tomás Cóbrales (R. P. A.), Rector de las Escuelas Pías^ y Catedrático de Historia natura). — Granada. i 1900. ToRREMOGHA TíiLLEZ (D. Loreuzo), Catedrático en la Fa- cultad de Medicina. — Sevilla. I 1912. ToRHEs MÍNGUEZ (D. Alejandro), Farmacéutico . — Bar- celona 1914. Trullenque (D. Ramón), Farmacéutico de Carlet (Va- leucia). 1902. Turró (D. Ramón), Director del Laboratorio Microbioló-^ gico. — C. del Notariado, lü, Barcelona. — (Bacterio- logía.) 1896. Tutor (D. Vicente), Doctor en Medicina. — Calahorra (Lo- gruño). — (Coleópteros.) 1903. Universidad de Santo Tomás. — Manila Vi 1911. Universidad de Viena (Biblioteca de la). 1904. Uruñuiíla (D. Julio), Doctor eu Ciencias naturales. Con- servador en el Jardín Botánico. — Marqués de Cubas, 8, Madrid.. . . 1908. Valdelomar Gijón (D.Mariano), Farmacéutico. — Granada. 1900. Vales Failde (limo. Sr. D. Javier), Auditor del Tribu- nal de la Rota. — Princesa, 77, Madrid. 1902. Vázquez Figueroa y Mohedano (D. Anlonio), Arquitecto. — Plaza de Jáudenes.— Guadalajara.— /^Coieópíeros de Eu- ropa.) 1914. Ventura González (D. José), Licenciado en Ciencias, Ayu- dante del Institulo. — Valencia. 1905. Vera (D.Vicente), Catedrático en la Escuela Superior del - - Magisterio, Profesor auxiliar en el Instituto de San Isidro. — C. de la Concepción Jerónima, 16, Madrid. 1906. Verdaguer Comes (D. Pablo).— C. del Mar, 94, Valencias 1909. Vial (C. Federico).^Santander. 1912. Vicioso Martínez (D. .Carlos), .Ayudante de Montes. — Madrid. 1914. VmAL (R. P. Juan Crisóstomo), Profesor de Historia na- tural en las Escuelas Pías. — Valencia, . . , ; . 1909. VmAL Y Carreras (D. Luis Mariano), Inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Minas, Píesidente de.Jíi DE LA REAL ESPAÑOLA' DE HISTORIA NATURAL 39 Comisión del Grisú, Miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, Socio correspondiente de la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y natura- les dé Madrid. — Barcelona. 1899. Vidal y Gompaire (D. Pío), Doctor en Ciencias naturales, Conservador, por oposición, en el Museo. — G. de Justi- niano, 7, Madrid. 1893. ViLA Naual (D. Antonio), Catedrático en la Universidad de Barcelona. 1896. ViÑALs Y Torrero (D. Francisco), Doctor en Medicina. — Plaza de los Ministerios, 9, Madrid. 1913. Vives y Pieras (Srta. Catalina), Alumna de Ciencias na- tui'ales. — Carrera de San Jerónimo, 31, Madrid. 1904. Williams and Norgate, Libreros editores. — 14, Henrietta Street, — Covent Garden (Londres), W. G. 1907. Wynn Ellis (D. Federico). — Barcelona. — (Botánica.) '- 1907. Zabala y Lara (D. Miguel), Químico de la Azucarera Santa Juliana y Farmacéutico. — Granada. ''■ 1907. Zambhano y García de Caravantes (D. José), Farmacéu- tico.— Granada. 1912, Zamora (D. Ricardo), Farmacéutico. — Siles (Jaén). 1912. Zariqüiey (D. Ricardo), Doctoren Medicina. — Barcelona. 1913. Zawodny (Dr. Joseph), Director de la Estación agronómica experimental italiaua de Frendenthal (Silesia). 1905. ZuLUETA (D. Antonio de), Doctor en Ciencias naturales, Conservador por oposición en el Museo. — Claudio Coe- 11o, 64, Madrid. — (Herpetología.) Socios agregados. í 1914. Algayde Vilar (D. Manuel).— Columela, 9, Madrid. -' í 1909. Aramburu (D. Emilio), Doctor en Medicina y Profesor en la Escuela de Veterinaria. — Zaragoza. 1904. Aterido (D. Luis), Jardinero Mayor del Botánico — Madrid 1911. Barrerán y Tros de Harduyá (D.^ Pilar).— Mayor Baja, 54, Guadalajai'a. 1911. Barrera Urueta (D.* María del Pilar).— C. de Villalar, 3, Madrid. 1910. Casares (D. Demetrio). — Granada. 40 LISTA DE SOCIOS 1909. Gazokla (D. Eduardo), Director del Colegio Politécnico de Motril (Granada). 1913. Cruz Díaz (D. Federico de la). 191 1. Diez v Díez (D.* Adelaida), Inspectora de 1.* enseñanza. — Núñez de Arce, 19, Valladolid. 1908. Dri z ToRTOSA (D, Ángel), Profesor auxiliar en el Insti- tuto.— Grannda. 1909. EscoBio Franco (D. Jesús). — Gaboya, 6, 4.°, Santander. — (Antropología .) 1899. Escribano y Ramón de Moncada (D. Francisco), Licen- ciado en Medicina. — Galle de Hidalgo, Torrevieja (Ali- cante). 1909. García Gazorla (D. Francisco de P.), Farmacéutico. — Motril (Granada). 1914. Ibarra y Méndez (D. Rafael). — Ferraz, 7, Madrid. 1898. Izquierdo (D. Juan Antonio), Ga'edrático de Ampliación de Física en la Universidad. — Zaragoza. 19! 3. Martínez Escalera (D. Fernando). — Tánger (Marruecos). 1897. Martínez Gámez (D. Vicente), Catedrático en el Institu- to.— Jerez. — f Ornitología de España.) 1912. Olivan Palagín (D. Nicasioj, Licenciado en Farmacia. — Barcelona. 1910. Reqüena Espinar (D. Enrique). — Granada. 1909. Santa Gbuz de la Gasa (D. José), Alumno de Farmacia. — Bocanegra, 4, Granada. 1909. Señan Díaz (D. Leopoldo), Estudiante. — Reyes Católicos, 40, Granada. 1911. Serrano Pablo (D,* Leonor), Inspectora de 1." enseñan- za.— Gobierno Civil, Barcelona. 1911. Troncoso Sagrero (D.* Julia). — Constitución, I, Valla- dolid. 1911. Uriz y Pí (D.* Josefa).— Dolca, 6, Barcelona DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 41 Socios que han fallecido en 1913. HONORARIO LuBBOCK (Sil- Jolm), Lord Abevury. NUMERARIOS 1907. Garamanzana y Baquedano (D, Felipe). 1893. Guillen (D. Vicente). s. F. MiR Y Navarro (D. Manuel). 1909. Navarrete Ghagón (D. Lorenzo). 1897. Zamora y Garrido (D. Justo). RESUMEN Socios protectores U — honorarios 10 — correspondientes 57 — vitalicio 1 — numerarios 5C6 — agregados 24 Total 609 Madrid, 10 de Enero de 1PH. El Secretario, Ricardo García Mercet. índice geográfico de los socios ^' Es:p-A.nsr^ Aguilar (Córdoba) Dargeat. Albacete Berraondo. Alicante Alabern. Gómez Llueca. Instituto. Jiménez de Oisneros. Arrecife Medina Rodríguez. Pereyra Galviatti. Avila Goitia. , Aviles (Oviedo) Graiño, Badajoz Instituto. Baeza Coscollano. Instituto. Barcelona Aguilaramat. Almera. Aranzadi. Areny de Plandolit. Arias. Barnert. Bertrán., Bellido," Bofill. Bordas. Bofcoms. Brugués. Caballero. Caballero (J.) Calleja. Camps. Carsi. Casamada. Cátedra de Historia natural. Cazurro. Delgado Lauger. Dicenta. Escalas Real. Faura. Fernández Galiano. Ferré Gomis. Ferrer (C.) Fusset. Gil. Gómez Fantova. Goizueta. González (R.) Huguet y Padró. Instituto. Jimeno Egurbide. Llenas. (•) No figuran los residentes en Madrid. Las iniciales H, C ó A, precediendo á un apellido, indican que se trata, respectivamente, de un socio honorario, correspon- diente ó agregado DE LA REAL ESPAÑOLA López Brea. Cácerei Maluquer. Ibarlucea. Marcet. Pan. Marcet (J.) Cádiz Más de Xaxars. Sánchez Navarro, Meisser. Sección de Ciencias, Menacho. Mombiedro. Calahorra (Logroño) Tutor. (A) Olivan. Pardillo. Camargo (Santander) Pí y Suñer. Martín Vélez. Portóla. Rocabrecha. Ciudad Real San Miguel. Fernández de Castro, berra Robert. Instituto. Serradell Martínez Fernández. (A) Serrano. Pérez Molina. Sirvent. Córdoba Soler (E.) Instituto. Soler Pujol. Moran. Suárez de Figueroa. Subirícbs. Crevillente (Alicante) Sueiras Clave. Más Magro. Tarrés Piera. Tomás. Cuenca Torres Mínguez. Instituto. Jiménez Cano. Turró. (A) Uriz y Pi (D." J.) Cuevas de Vera (Almería) Vidal. Siret. Vila Nadal. WynnEllis. Don Benito (Badajoz) Zariquiey. García Bayón. Solo de Zaldívar. Burgos Instituto. Ferrol (Coruña) López de Zuazo. Comerma. Burriana (Castellón) \ Figueras Peris Fuentes. Novella. Cabra. Gerona Esteva. Corrales Hernández. Garriga. Cebrfro (Piedrafita, Lugo) Grijón (Oviedo) - Martínez Rodríguez. Franganillo. 44 ÍNDICE GEOGHÁFICO DE LOS SOCIOS Martínez y Martínez. Orueta. Goyán (Pontevedra) Novoa. Granada Biblioteca universitaria. (A) Casares. Chaves. (A) Diez Tortosa (A.) Diez Tortosa (J.) Diez Tortosa (M.) Dorronsoro. Escuela normal de Maestros. Espejo. Facultad de Ciencias. Facultad de Farmacia. Fernández Martínez. García hópez. García Vélez. Garzón Vera. González Sánchez. Instituto general y técnico. J^ópez Mateos. Maldonado. Montes Garzón. Morcillo. Moreno Agrela. Moreno Sevilla. Nacher. Nacle Herrera. Navarro Neumann. Peso y Blanco. Peso y López. Portales. (A) Requena. Rodríguez L. Neira. (A) Santa Cruz. (A) Señan. Simancas Señan. Taboada. Tomás Corrales. Valdelomar. Zabala. Zambrano. Quadalajara (A) Barberán. Dantín. Instituto. Prado. Vázquez (D. Antonio). Mueiva Instituto. Huércal- Overa (Almería) Enciso. Huesca Escuela normal de Maestros. Instituto. Soler y Carceller. lllescas (Toledo) Aguilar y Carmena. Jerez (Cádiz) (A) Martínez Gámez. Pérez Lara. La Coruña Bescansa. Campo Prado. Instituto. £a Guardia (Pontevedra) Merino. Laguna de Tenerife (Canarias) Cabrera (A.) £a Palma (Canarias) Bello y Rodríguez. La Orotava (Canarias) Gramas. León Aragón. Ateneo. Limpias (Santander) Sierra (R. P.) Logroño Elizalde. Loja (Granada) García López. DE LA KEAL ESPAÑOLA DB HISTORIA NATURAL 45 Hagostera (Gerona) Gelabert. Lugo Rodríguez Bouzo. Mahón (Baleares) Fcnt. Mir. Málaga Fenech. Marvier. Muñoz Cobo. Martas (Jaén) Puchol. M árida (Badajoz) Ráenz López. Miguelturra (Ciudad Real) Laguna. Motril (Granada) Cazorla. García Cazorla. Murcia Codorníu. Rivera (M.) Nava del Rey ( Valladolid) Mercado. Nuevas (Asturias) Vega del Sella (C de la). Nules (Castellón) Beltrán Bigorra. Olot (Gerona) Bolos. Orduña ( Vizcaya) Mayordomo. Orense Instituto. Orihuela (Alicante) Andreu. Seminario. Ortigueira (Coruña) Macifieira. Oviedo Facultad de Ciencias. Luzuriaga. Palencia Gascón. Palma de Mallorca (Baleares) Galán (A.) Gamundi Ballester. Instituto. Laboratorio biológico marino. Sobrino. Pamplona Pons. Ponferradii (León) Nieto. Pontevedra Instituto. Portugalete (Bilbao) Mac-Lennan. Pozuelo de Calatrava Fuente. Reus (Tarragona) Cillero (M.) Instituto. Salamanca Bartolomé del Cerro. Jerónimo. Nó y García. Saldaña (Palencia) Macho Tomé. San Ildefonso (Segovia) Breñosa. San Lorenzo del Escorial (Madrid) Aulló. Biblioteca de Montes. Monteverde. San Sebastián Amoedo. Instituto. Sta. Cruz de la Palma (Canarias) Santos Abren. 46 ÍNDICE GEOGRÁFICO DE LOS SOCIOS Sta. Cruz de Tenerife (Canarias) Río Lara. Cabrera y Díaz (A.) Ríos. Riva. Santander Sobrado. Aguinaco. Alaejos. Segovia Alcalde del Río. Castellarnau. Beathy. Flórez. Carballo. Llovet. Cendrero. Moreno Rodríguez. Cereijó. Rodríguez Rosillo. Cerrolaza. Escalante (C.) Sevilla (A) Escobio. Bago. Estación de Biología. Barras. Garma. Doblado. Gómez Vega. Gabinete de Historia natural Herrera Oria. García Velázquez. Instituto. González Fragoso. Madrazo. Llórente. Martínez. Martínez Girón. Morales. Mazo. Olave. Medina. Pedraja. Paúl. Pombo. Tenorio. Quintana. Torremocha. Eioja. Soler Luesma. Salguero. Santos Ruano. Siles (Jaén) Sierra. Zamora (R.) Vial. Silos (Burgos) Santiago fCoruña) González. Cabeza de León. Tarrasa (Barcelona) Cátedra de la Universidad. Cadevall. Cotarelo. Deulofeu. Tervel Eleicegui. Boscá (A.) Fernández Garrido. Toledo Gallego Armesto. Castaños. García López. Gómez de Llerena. García Várela. Rico Jimeno. Gil Casares, Instituto. Torrelavega Labarta. Alcalde del Río* DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL Tor revieja (Alicante) (A) Escribano. Totana (Murcia) Benisa. Tuv (Pontevedra) Areees. Silva Tavares. TJclés (Cuenca) Fernández. Valdemoro de la Sierra (Cuenca) Selgas. Valencia Alvarado. Arévalo. Balasch. Boscá (E.) Cervera. Crií. Cruz Nathan. Esplugues. Facultad de Ciencias. Fernández. Fernández Martí. Ferrer. Fornef. Gómez Sancho. Hueso. Instituto. Martí. Moroder. Morete. Orensanz. Pardo. Kodrigo Pertegás. Roselló. Sanchíz.' Tarazona. Tarín. Trullenque. Verdaguer Comes. Ventura. Vidal. Valencia de Alcántara Loustau. Valladolid Barreiro. (A) Diez y Diez. López Mendigutía Troncoso Sagrero (D.' J.) Vellisca (Cuenca) Pujol. Vigo (Pontevedra) Biblioteca G.* Barbón. Villacarriedo (Santander) Pérez (R. P.) Villa carrillo (Jaén) Pastor. Vitoria Egnren. Instituto. Yecla (Murcia) Azorín. Zamora Colomina. Zaragoza (A) Aramburu (E.) Aramburu (P.) Aranda. Ardiz, Borobio. Casino. Dosset. Ferrando. Gómez R. Gota. Instituto. (A) Izquierdo. Maynar. Moyano. Olivar. Pella. Ramón y Cajal (P.í Sánchez Bruil. SavirÓDí 48 ÍNDICE GEOGRÁFICO DE LOS SOCIOS E2^TI^J^lsrvJE:E2.0 Alemania A^sher. — Berlín. (C) Arnold. — Munich. (C) BucMng.— Estrasburgo. (H) Engler.— -6e//m. (C) (jébi&n. — Hamburgo. Heyden. — Frankfurt am Main . Quelle. — 5onw. Real Biblioteca.— 5erZi?i. (C) Salomón. Seidelberg. (C) Weise (J.)— Berlín. Argelia (C) Chevreux, — Bóne. Austria-Hungría (C) Brancsik. — Trencsen. (H) Brunner. — Viena. (C) Horvath. — Budapest. (C) Kheil.— Praga. (C) K.\&palek.— Praga. (C) Reitter.- Paskau, (H) Tschermack. — Viena. Uuivergidad(Bibliot.*)— Viena. Zawodny. — Frendenthal. Bélgica (C) Schouteden. — Sí-üseZas. Brasil Instituto Oswaldo Cruz. Chile (C) Porter. — San íja^o. Costa Rica Liceo. — San José. Cuba Pazos. — San Antonio. Sánchez Yioig. — Habana. (C) Torre.— Habana. Estados Unidos (C) CoggeshaW.—Pittsburgh. (H) Holland. - Pittsburgh. (C) Turnez . — Washington. (C) Washington. — Locust, Mon- mouth. Francia (C) Acloque. —Pam. (C) André.—Gray. Azam. — Draguignan. (C) Bedel.— PaWs. (C) Blanchard. —París. (C) Bo\s.— Saint-Mandé. (C) Corbiére. — Cherburgo. (C) Delacroix. — París. (O) Dollf US. — París. (C) D'Orbigny.- París. (C) Fauvel.— Caen. (C) Grouvelle (A.) — Issy. (C) Heckel. - Marsella. ¡C) Janet. — Voisinlieu. (C) Lesne. — Asnieres. Lhomme.— París. (P) Marqués de Mauroy. (C) Martin {R.)—Le Blanc. (C) Meunier.— París. Oberthur (Ch.) — Rennes. Oberthur {R.)— Rennes. (C) 0\iy\er.—BarochesaikHoulme. (C) Pérez. - Burdeos. Pie. — Di'join. Seebold . — Paris. (H) Simón. — Paris. (H) Van Tieghen. — Paris. (C) Verneau. — Paris. Filipinas Universidad. — Manila. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 49 Holanda P&ntél.—Kasteel Oemert. Inglaterra (O) Boulenger. —Londres. Burr. — Dover. C) Distant. — South Norwood. Dulau. — Londres. (H) Geikie. — Londres. (C) l.Q^\s {G.)--Tumhridge Welh. (H) Poulton. — Oíc/brd. Williams. — Londres. Italia (C) Balsamo. — Ñapóles. (C) Brizi. — Roma. (C) Camerano. — Turin. (C) Cannaviello. — Portici. (V) Dodero. — Genova. (C) Dervieux. — Turin. (C) De ToToi.—Módena. (C) Gestro. — Genova. (C) Giordano. — Ragusa (Sicilia). (C) Griffini. — TMnw. (C) Piccioli (Fr.) — Vallombrosa. (C) Piccioli (L.) — Siena. Marruecos (A) Martínez de la Escalera (F.)— Tánger. Martínez de la Escalera (M.) — Tánger. Monaco (C) Richard. — Monaco. Portugal Carvalho. — Lisboa. Correa. — San Martinho fSa- hroza). (C) Girard. — Lisboa. Nascimento. — Setubal. Rumania (C ) Montandon . —Bukarest. Suecia (C) Lagerheim. — ^síocoZffio. Suiza Cari. —Ginebra. Schulthess Rechberg.— ZaricA. Tomo xiv.— Enero, 1914. RELACIONES del estado de la Sociedad y de su Biblioteca LEÍDAS EN LA SESIÓN DE DICIEMBRE DE 1913 POR EL SECRETARIO D. RICARDO GARCÍA MERCET Y EL BIBLIOTECARIO D. ÁNGEL CABRERA LATORRE Memoria dé Secretaría. Señores: Hemos entrado en el año 1914; con él entra la Real Sociedad Española de Historia Natural en el cuarenta y cuatro año de su existencia. ¿Cómo se encuentra nuestra Sociedad al cabo de tan larga vida, al empezar el período que ante todos abre el año nuevo? No necesitáis que yo lo asegure. En pleno auge, en el apogeo de su florecimiento: más próspera, más pujante que nunca. Aumenta el número de socios cada vez más; se constituyen nuevas Seccio- nes en provincias; la actividad, la inteligencia, el esfuerzo que representamos, se emplean en viajes de exploración científica y en provecho de la enseñanza de las Ciencias naturales. ¿Queréis más pruebas de que la importancia de nuestra Sociedad es cada día mayor y es cada vez más evidente su influencia? Es ésta, puede decirse, la que siempre ha sido nota característica nuestra; la que con grande complacencia se ve obligado á señalar lodos los años, en la Memoria de Secretaría, el encargado de escribirla. Si tenéis tiempo de sobra y paciencia pnra ello, repasad las Memorias que desde la fundación de la Sociedad se han publicado en el pri- mer Boletín de cada año, y en todas advertiréis esta misma afir- mación: la Sociedad crece; la Sociedad se apresta á acometer nuevas empresas. ¿Cuáles de éstas son las realizadas ó preparadas en el año 1913? Desde luego por el interés, no sólo científico, sino nacional, que ha revestido, debo señalaros y recordaros en primer término, el viaje de exploració'^ á la zona marroquí de influencia española, DE HISTORIA NATURAL 51 verificado en los meses de Abril, Mayo y Junio, por nuestros consocios los Sres. Fernández Navarro, Dantíu, Cabrera, Ber- ualdo de Quirós y Escalera. Sobre la importancia de este viaje cienlíflco, en que fué recorrida y explorada la zona comprendida «ntre el río Martín y el río Lucus, nada habría de deciros yo que no sepáis ó que no vayáis á saber por el relato que de sus jorna- das en África han hecho los propios interesados, y que impreso y bellamente ilustrado recibiréis dentro de poco. Para los consocios que residan en provincias, el libro que estamos imprimiendo va á constituir una em.ocionanle novedad. Para los que en Madrid vivimos y acostumbramos asistir á nuestra sesión del miércoles primero de cada mes, la obrita que está en prensa no tendrá tanto de nuevo, pues los viajeros, en el mes de Junio, al regreso de su exploración, nos dieron cuenta verbal del resultado de ésta, y más tarde, el Sr. Bernaldo de Quirós, hubo de leernos algunos capítu- los del diario que, como cronista de la expedición, tuvo el encargo de escribir. ¿Cuál ha sido el resultado de ella? El libro que vais é recibir os lo dirá. En él, cada uno de los expedicionarios, ha escrito la parte que le correspondía: el Sr. Fernández Navarro estudia sobria- mente el país recorrido, desde el punto de vista geológico; el señor Dantín, señala las particularidades más salientes de su flora; el Sr. Cabrera, habla de su fauna y de sus producciones; el Sr. Ber- naldo de Quirós. traza un boceto de las costumbres y de la fiso- nomía de sus habitantes. En las últimas páginas del libro se per- ciben ya los primeros chispazos de la guerra encendida poco des- pués. Nuestros consocios puede afirmarse que han sido los últi- mos españoles que han recorrido en son de paz la comarca comprendida entre el Lucus y Tánger. Apenas entraron en esta plaza, estalló la rebelión de las kabilas de Angera contra España. Ahora, sin hacerse acompañar de una buena escolta de soldados, no se podría recorrer la zona en que nuestros consocios hicieron sus estudios y observaciones, en que pacífica y sosegadamente recogieron piedras y plantas, cazaron mamíferos, aves, insectos... Sólo las últimas jornadas de su viaje fueron de sobresalto y riesgo para nuestros colegas y amigos. De los trabajos de orden y carácter puramente científico que han ocupado el transcurso de nuestras sesiones, tenéis sobrada 52 boletín de la real sociedad española noticia por los Boletines en que sucesivamente han ido apare- ciendo. Creo innecesario recordarlos aquí, y hasta me parece in- necesario también citar los nombres de sus autores. Es esta una indicación que alargaría mi relato inútilmente, pues bien sabéis quiénes son de ordinario los colaboradores de nuestros Boletines y de nuestros tomos de Memorias. 8ólo he de permitirme haceros presente que ni el tomo de Boletín que hemos compuesto en 1913, ni los cuadernos de Memorias que durante ese mismo año han visto la luz, desmerecen de los aparecidos en años anteriores. Si trabajos de interés hubo en aquéllos, también los hay de mérito sobresaliente en los que se acaban de editar. Boletín y Memorias han compuesto en 1913 una totalidad de 1.401 páginas impresas^ acompañadas de todos los grabados y láminas que la mejor inteli- gencia del texto han exigido. Eu nuestras publicaciones ya sabéis que no se escatima nada ni sepouen cortapisas á los autores. Tra- bajo admitido por la Comisión encargada del examen de los que se presentan, se da á componer, sea cual fuere su extensión y las ilustraciones que lo acompañen. Á pesar de lo mucho que durante 1913 hemos repartido, el es- tado económico de la Sociedad, ya habréis visto, por el balance de cuentas que nos presentó la Tesorería en el mes de Diciembre, que no puede ser más satisfactorio. Cerramos siempre la liquida- ción anual con un saldo en caja de bastante importancia, dada la modestia de nuestros recursos. Nuestra Sociedad ha sido modelo de buenas administracioues desde su fundación. Cuatro palabras, nada más que cuatro palabras voy á dedicar al movimiento de socios registrado en 1913. Durante él han falle- cido algunos compañeros tan estimables como los Sres. Caraman- zana y Baquedano (D. Felipe); Guillen (D. Vicente); Mir y Nava- rro (D. Manuel), socio fundador; Navarrete y Chacón (D. Loren- zo), y Zamora y Garrido (D. Justo), que cultivaba la Historia natural con verdadero entusiasmo; á cuya memoria tributo este recuerdo, no por breve menos sentido ni menos cordial. El socio honorario Sir John Lubbock ha sido también baja por falleci- miento, y en su vacante hemos colocado á un naturalista norte- americano, Mr. W. Holland, Director del Museo Carnegie, editor de las Memorias y Boletines que publica ese importante Instituto^ DE HISTORIA NATURAL 53 y que ha sido durante unos días nuestro huésped en Madrid, á donde le trajo la misión de dirigir los trabajos de montaje del Diplodocus regalado á S. M. el Rey por Mr. Garnegie y cedido por nuestro Monarca al Museo Nacional de Ciencias Naturales, donde ahora se exhibe la reproducción del gigantesco esqueleto de ese saurópodo acuático de proporciones y dimensiones tan ex- traordinarias y que tanto se aparta de las formas de los reptiles vivientes en la actualidad. Y ya que incidentalmente he hablado aquí del donativo del Diplodocus, permitidme que, en nombre de los naturalistas de España, exprese al espléndido y opulento donador del ejemplar que posee el Museo Nacional de Ciencias Naturales, la deuda de gratitud que con él todos hemos contraído, por haber dotado á nuestro país de esa curiosidad que, aunque en reproducción, sólo poseen los más ricos Museos del mundo. No querría dar fin á esta breve Memoria, que premuras de tiem- po me obligan á hacer más concisa de lo que yo quisiera, sin re- ferirme á algunos propósitos que estamos persiguiendo, y que tal vez han carecido hasta ahora de exteriorización. Aludo á las ges- tiones que lleva á efecto nuestra Sociedad para conseguir que en las Escuelas Normales de maestros y maestras se conceda mayor atención que la que se viene otorgando á la enseñanza de la His- toria Natural. Actualmente, á cargo de un solo profesor, y en lección alterna, corre la enseñanza de la Física, la Química, la Historia Natural y la Agricultura, lo mismo en el llamado grrado elemental que en el grado superior. De esto resulta que apenas si un día á la se- mana se dedica en las Escuelas Normales á la enseñanza de la Mineralogía, la Botánica y la Zoología. Los maestros y maestras salen por consiguiente de esos centros de instrucción, sin conoci- miento alguno de los seres que pueblan la Naturaleza, casi sin idea de la importancia que ofrece su estudio y de la utilidad que reporta al hombre. Nosotros no podemos permanecer indiferentes ante este estado de cosas, y nos proponemos conseguir que en las Escuelas Normales de maestros y maestras se dedique una lec- ción alterna, por lo menos, en el grado superior, á la enseñanza de las Ciencias Naturales. Lo que ocurre hoy día es verdadera- 54 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mente bochornoso, y á procurar su remedio tienen que acudir los naturalistas españoles, haciendo oir su opinión autorizada á los llamados á poner fin al estado de cosas existente. El día que lo hayamos conseguido, habremos prestado un ser- vicio de la más alta importancia al pueblo español, pues nada in- teresa ó debe interesar tanto al hombre como el conocimiento de los seres que le rodean y del mundo en que vive y en que tantos ca;mbios ha operado la civilización. El Secretario, Ricardo García Mercet. DE HISTORIA NATURAL 56 Estado de la Biblioteca. Durante el año 1913, la Biblioteca de esta Real Socíedad ha continuado aumentando en la misma ó mayor proporción que en años anteriores. Se ha establecido el cambio de publicaciones con el «Deutsche Entomologische National Museum», de Berlín; la «Nalurforschende Gssellschaft», de Rostock; el «Nalurwissens- chaftliche Verein», de Brema; el «Boletín de Bosques, Pesca y Gaza», de Santiago de Chile; el «Observatorio de Física cósmica del Ebro»; el «Garnegie Museum», de Pittsburgo; la «Accademia Gioenia de Scienza naturali», de Gatania; la «Sociedad mexicana de Geografía y Estadística», y la Sección de Geología, Mineralo- gía y Minería del Ministerio de Agricultura de la República Ar- gentina. A petición del < American Museum of Natural History», de Nueva York, con el que mantenemos cambio desde 1902, se le han enviado todas nuestras publicaciones anteriores á dicho año, recibiendo en compensación todo cuanto anteriormente había pu- blicado tan renombrada institución, é igualmente convino nues- tra Sociedad con el sabio director del Museo de Pittsburgo Dr. W. J. Holland, en que al establecer relaciones con este Mu- seo, el envío mutuo de publicaciones se haría desde el tomo i, Gomo de ordinario, nuestra Biblioteca ha recibido durante el año 1913, numerosos é importantes donativos en libros y folletos, enviados principalmente por los socios correspondientes. Merece mención especial el regalo hecho por el numerario D. Francisco Viñals Torrero, de varias obras científicas antiguas, raras todas ellas, y algunas que pueden considerarse como clásicas. Por com- pra, aparte de las suscripciones que la Sociedad tiene pendientes, se han adquirido los volúmenes del Zoological Record, corres- pondientes á los años 191 1 y 1912, el Catalogue of the Marsupia- lia and Monotremata in the collection of the British Museum, por Oldfleld Thomas y A HandBook to the Marsupialia and Monotre- mata, por Richard Lydekker. El haber sido el que suscribe nombrado zoólogo de la expedi- ción enviada á Marruecos por la Sociedad durante los meses de Abril á Junio, fué causa de que la revisión y nueva clasificación de las fichas del índice correspondientes á los folletos sufriese al- 56 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA gún retraso, que también se explica por el hecho de que la seño- rita Gebrián, que tan asiduamente contribuyó á esta pesada labor durante el año precedente, fué en éste dedicada á revisar todas las publicaciones periódicas que existen en la Biblioteca, con objeto de ver cuáles tenemos completas y qué nos falta de las que no lo están. De todos modos, se ha terminado en las mencionadas fichas toda la parte referente á Botánica, y se ha comenzado la de Geo- logía, que se espera terminar en breve. El Bibliotecario, Ángel Cabrera. LISTA DE LAS SOCIEDADES C09 las que cambia, g de las publicaciones periódicas que recibe, la F^eal Sociedad española de fíistoria natural Alemania Deutsche Entomologische National Bibliothek, Berlín. Deutsche Entomologische National Museum, Berlin-Dahiem. Entomologische Mitteilungen. Deutsche Entomologische Gesellschaft, Berlin. Deutsche Entomologische Zeitschrift. Entomologischer Internationaler Verein, Stuttgart. Entomologische Zeitschrift. Entomologische Litteraturblatter, Berlin. Entomologischer Verein Iris, Dresden. Iris. Entomologischer Verein, Berlin. Berliner Entomologische Zeitschrift. Entomologischer Verein zu Stettin. Entomologische Zeitung. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Internationalen Entomologen- Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau. Insektenbórse. Societas Entomológica. Nalurse Novitates, Berlin. Naturforschenden Gesellschaft, Rostock, Sitzungsherichte und Abhandlungen. Naturhistorische Gesellschaft zu Nürnberg. Abhandlungen. Jahresbericht. i Mitteilungen. Naturwissenschaftiichen Verein, Bremen. Abhandlungen. Physikalisch-medizinischen Gesellschaft zu Würzburg. Sitzungsberichte. Verhandlungen. Verein ftir naturwissenschaftliche Unterhaltung zu Hamburg. Verhandlungen. 58 PUBLICACIONES QUE RECIBE Zentralblatt für allgemeine und experimentelle Biologie, Leipzig. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Zoologischer Museum, Berlin. Mitteilungen. Austria'Hungria Académie des Sciences de Cracovie. Bulletin international. K. K. Naturhistorisches Hofmuseum, "Wien. Annalen. K. K. Zoologisch-Botanische Gesellschaft in Wien. Verhandlungen. Katalog Literatury naukowej Polskiej, Budapest. Museum Nationale Hungaricum, Budapest. Annales historico-naturales. Societas entomológica Bohemise. Praga. Acta. üngarische Centralbureau für ornithologische Beobachtungen, Budapest. Aquila. Wiener Entomologische Zeitung, Wien. Bélgica Observatoire royal de Belgique, Bruxelles. Annales. Annuaire. Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Annales. Annuaire. Bulletin. Société belge de Géologie, de Paléoutologie et d'Hydrologie, Bruxelles. BMetin. Mémoires. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Annales. Mémoires. Société royale zoologique et malacologique de Belgique, Bruxelles. Annales. Brasil Instituto Oswaido Cruz, Río de Janeiro. Memorias. Museu Goeldi de Historia natural e Ethnographia (Musen Paraense), Para. Boletim. Museu Paulista, Sao Paulo. Revista. Sociedade scientifica de SSo Paulo. Revista. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 5d eosta Rica Instituto físico-geográfico nacional de Costa Rica, San José. Anales. Sociedad nacional de Agricultura, San José de Costa Rica. Boletín. Ministerio de Fomento. San José. Boletín de Fomento. ehile Boletín de bosques, pesca i caza, Santiago. Instituto Central Meteorológico y Geofísico de Chile, Santiago Publicaciones, Museo nacional de Chile, Santiago. Boletín. Museo nacional de Valparaíso. Revista chilena de Historia natural. Société scientifique du Chili, Santiago. Actes, Dinamarca Société botanique de Copenhague. Botanisk Tidsskrift. , Ecuador Biblioteca Municipal, Guayaquil. Boletín, Egipto Société entomologique d'Égypte. Le Caire. Bulletin. Memorias. España Asociación española para el Progreso de las Ciencias, Madrid. Broteria, Salamanca. Clínica y Laboratorio, Zaragoza. Club Montanyenc, Barcelona. Butlleti. Colegio de farmacéuticos de Baleares, Palma de Mallorca. Las Baleares. Facultad de Ciencias de Zaragoza. Anales. Farmacia y Medicina, Barcelona. Anales Gaceta farmacéutica española, Barcelona. Ingeniería, Madrid. 6») PUBLICACIONES QUE RECIBE Institució catalana d'Historia natural, Barcelona. Butlletí. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Institut d'Estudis Catalana, Barcelona. Anuari. Arxius. Instituto central Meteorológico, Madrid. Instituto geológico de España, Madrid. Boletm. Memorias. Laboratorio de investigaciones biológicas de la Universidad de Madrid. Trabajos. Laboratorio de Kadiactividad de la Universidad de Madrid. Boletín. Laboratorio municipal de Higiene de Madrid. Boletín. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Roquetas. Boletín mensual. Observatorio meteorológico de Cartuja (Granada). Boletín mensual. Boletín anual. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid. Boletín. Memorias. Revista. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Boletín. Memorias. Real Sociedad Geográfica de Madrid. Boletín. Revista de Geografía Colonial y Mercantil. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Sociedad malagueña de Ciencias, Málaga. Boletín. Estados Unidos y sus Colonias Academy of Natural Sciences of Philadelphia. ProceedingsB. Academy of Science of Saint-Louis. Transar.tions. American Association for the Advancement of Sciences, CincinaLi. Proceedings. American Museum of Natural History, New York. Annual Report. Bulletin. Monographs. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL (31 Brooklyn Tnstitute of Arts and Sciences. Cold Spring Harbor Monographs. Musetwi. Science Bulleün. Carnegie Museum, Pittsburg. Annals. Anniial Report. Memoirs. Prize Essay Contest. Celebration of the Founders Day. Chicago Academy of Sciences. Annual Report. Bulle tin. Geological and Natural History Survey. Natural History Survey. Special Publication. Davenport Academy of Sciences. Proceedings. Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Boletín del Agricultor. Revista agrícola de Filipinas. Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Annual Report. Bulletin . Department of the Interior. Weather Bureau. Manila Central Observatory, Anmial Report. Bulletin. Essex Institute, Salem. Bulletin. Field Museum of Natural History, Chicago. Puhlications. Report. Johns Hopkins University Circular. Missouri Botanical Garden, St.-Louis. Annual Report. Museum of Comparative Zoology at Harvard CoUege, Cambridge. Annual Report. Bulletin. New York Zoological Society. , Zoológica. Oberlin CoUege. Láboratory Bulletin. Public Museum of the City of Milwaukee. Annual Report. Bulletin. Smithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Annual Report. Bulletin. Contrtbutions from the ü. S. National Herbarium. Miscellaneotcs Collection. Brocee Ungs of the U. S. National Museum. The American Naturalist, New-York. 62 PUBLICACIONES QUE RECIBE The Philippine Journal of Science, Manila. Tufts College, Massachussets. Studies. United States Department of Agriculture, Washington. Bulle tin. üniteil States Geologioal Survey, Washington. Annual Report. Bulletin. Mineral Ressources of the United States. Professional Paper. Water-Supply and Irrigation Paper. üniversity of California, Berkeley. Publications. üniversity of Colorado, Boulder. Studies. üniversity of Illinois, Agricultural Experiment Station, Urbana. Bulletin. üniversity of the State of New York. New York State Mueeum. Annual Report. Bulletin. Wilsou Ornithological Club, Oberlin, Ohio. The Wilson Bulletin. Wisconsin Academy of Sciences. Arts and Letres, Madison. Transactions. Wisconsin Geological and Natural History Survey, Madison. Bulletin. Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes-rendus. Académie Internationale de Géographie botanique, Le Mans. Bulletin. Bulletin scieutifique de la France et de la Belgique, Paris. Bulletin trimestriel de l'Enseignement professionnel et technique des Peches maritimes, Paris. Faculté des Sciences de Marseille. Aúnales. Institnt de Zoologie de l'Université de Montpellier. Travaux. Laboratoire d'Histologie de la Faculté de Médecine de Montpellier. Travaux. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. L'Echange, Moulins. Le Naturaliste, Paris. Muséum d'Histoire Naturelle de Paris. Bulletin. Revue des Pyrénées, Toulouse. Bulletin. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 63 Revue genérale des Sciences purés et appliquées, Paria. Société botanique de France, Paris. BuUetin. Mémoires. Société botanique de Lyon. Société des Amis des Sciences naturelles de Rouen. BuUetin. Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France, Nantes. BuUetin. Société de Spéléoiogie, Paris. Spelunca. Société d'Océanographie du Golfe de Gascogne. Bordeaux. Rapports. Société entomologique de France, Paris. BuUetin. Annales. Société frangaise de Minéralogie. BuUetin. Société géologique de France, Paris. BuUetin. Société linnéenne de Bordeaux. Actes. Société linnéenne de Lyon. Annaies. Société linnéenne de Normandie, Caen. BuUe'in. Mémoires. Société linnéenne du Nord de la France, Amiens. BuUetin. Mémoires. Société nationale des Sciences naturelles et mathématiques de Cherbourg. Mémoires. Société zoologique de France, Paris, BuUetin. Station de Piseiculture et d'Hydrobiologie de rUniversité de Toulouse. BuUetin. Station Fntomologique de la Faculté des Sciences, Rennep. Insecta. üniversité de Toulouse. Annuaire. Annuol Report. BuUetin. Holanda Fondation de P. Teyler van der Hulst, Haarleno. Archives du Musée Teyler. Rijks Herbarium, Leiden. Medfdeelingen. Société hoUandaise des Sciences, Haarlem. Archives néerlandaises des Sciences exactes et natureUes. 64 PUBLICACIONES QUE RECIBE Inglaterra y sus Colonias Australian Museum, Sydney. Legislative Assemhly. Records, Colombo Museum, Ceylon. Spolia Zeylanica. Entomological Society of London. Transactions. Entomological Society of Ontario, Annual Report. Linnean Society of New South Wales, Sydney. Proceedings. Natural History Society of Glasgow. The Glasgow Naturalist. Transactions. Queensland Museum, Brisbane. Annals. Royal microscopical Society, London. Journal. Eoyal Physical Society, Edinburgh. Proceedings. Sarawak Museum. Journal. South African Museum, Capetown. Annals. The Canadian Entomologist, London. The Entomologiet's Record and Journal of Variation, London. The Zoological Record, London. The Zoologist, London. University of Toronto. Studies. Zoological Museum of Tring. Novitates zoologicae. Zoological Society of London. Proceedings. Transactions. Italia Accademia Gioenia di Scienze Naturali, Catania. Atti Laboratorio di Zoologia genérale e agraria della R. Scuola superiore d'Agricoltura in Portici. Bollettino. La Nuova Notarisia, Modena. Musei di Zoologia ed Anatomía comparata della R. Universitá di Torino. Bollettino. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 65 Museo Cívico di Storia naturale di Genova. Annali. Reale Stazione di Entomologia agraria in Firenze, Media. Rivista coleotterologica italiana, Camerino. Rivista italiana di Ornitologia, Bologna. Rivista técnica e coloniale di Scienze applicate, Napoli. Societá di Naturalisti in Napoli. Bollettino. Societá di Scienze naturali ed economiche di Palermo. Giornale di Scienze naturali ed economiche. Societá entomológica italiana, Firenze. Bullettino. Societá italiana di Scienze naturali in Milano. Atti. Societá toscana di Scienze naturali, Pisa. Aiti. Societá zoológica italiana, Roma. Bollettino. Japón Tokyo Zoological Society. Annotationes zoologicae Japonenses. Méjico Instituto geológico de México. Boletín. Parergones. Instituto Médico Nacional, México. Afiales. Museo Nacional Je Historia Natural, México. La Naturaleza. Sociedad científica «Antonio Alzate>, México. Memorias y Revista. Sociedad mexicana de Geografía y Estadística, México. Boletín. Monaco Institut océanographique, Monaco. Bulletin. Resultáis des campagnes scienti fiques du Prince Albert I" de Monaco. Noruega üniversitas Regia Fredericiana, Christiania. Perú Sociedad geográfica de Lima. Boletín. Tomo xit.— Enero, 1914. 5 66 PUBLICACIONES QUE RECIBE Portugal Academia das Sciencías, Lisboa. Boletim. Memorias. Annaes de Sciencias Naturaes, Foz do Douro. Commiíjao dos trabalhos geológicos de Portugal, Lisboa. • Communicagoes. Memorias. Instituto de Bactériologie Cámara Pestaña, Lisboa. Al-chives. Sociedade Broteriana, Coimbra. Boletim. Société portugaise de Sciences naturelles, Lisboa Bulletin. República Argentina Academia nacional de Ciencias, Córdoba. Boletín. Ministerio de Agricultura (Sección de Geología, Mineralogía y Minería), Buenos Aires. Museo de La Plata. Anales. Revista. Museo nacional de Buenos-Aires. Anales. Tomo xni. Sociedad científica argentina, Buenos Aires. Anales, Sociedad Physis, Buenos Aires. Boletín. Rusia Jardín botánico de Tiflis. Kaukasiscbe Museum, Tiflis. AJitteilunge7i. Musée botanique de l'Académie impériale des Sciences, St. Pétersbourg. Travaux. Musée zoologique de l'Académie impériale des Sciences de St. Pétersbourg. Annuaire. Societas entomológica rossica, S. Petersburgo. Revtie russe d' Entomologie. Trudy (Horae). Société impériale des naturalistes de Moscou. Bulletin. Nouveaux Mémoires Société ouralienne d'Amateurs des Sciences naturelles, Ekaterinoslaw. Bulletin. LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 67 San Salvador Museo Nacional de El Salvador, San Salvador. Anales. Suecia Entomologiska Fíireningen i Stockholm. Entomologisk Tidskrifí. Geological íüstitntion of the University of Upsala. Bulletin. üniversité Royale d'Upsala. Suiza Naturforschende Gesellschaft in Basel. Yerhandlungen. Schweizerische Entomologische Gesellschaft, SchaflFhausen. Mitteilungen. Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lausanne, Ballelin. Société zoologiqíie suisse et Muséum d'Histoire naturelle de Genéve Revuii suisse de Zoologie. Uruguay Museo nacional de Montevideo. Anales. Venezuela Museos Nacionales, Caracas. Gaceta. Ángel Cabrera, Bibliotecario. BOLETÍN DE LA íREAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL Sesión del 14 de Enero de 1914. PRESIDENCIA DEL ILMO. SH. D. JOSÉ MADRID MORENO Al empezar el acto ocupa la presidencia el Sr. D. Juan M. Díaz del Villar. — El Secretario leyó el acia de la sesión anterior, que fué aprobada. Entrega y posesión de cargos. — El Sr. Díaz del Villar manifiesta -que habiendo sido elegido Presidente de la Sociedad, para 1914, el Sr. D. José Madrid Moreno, procedía que éste le sustituyera en el puesto que ha ocupado durante el año 1913, invitándole á que así lo efectúe. Antes de hacer entrega efectiva de la presiden- cia, el Sr. Díaz del Villar señala los méritos que concurren en su sucesor y felicita á todos por el estado floreciente en que la So- <:iedad se encuentra.' — El Sr. Madrid Moreno ocupa el sillón presidencial y dirige con este motivo frases de agradecimiento por su elección á un puesto que han ocupado los más eminentes naturalistas de nues- tro país. Solicita el concurso de todos para la obra que lleva á cabo la Sociedad, y hace votos porque el año presente sea para ella tan próspero como el que le ha precedido. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos como socios numerarios los señores presentados en la sesión de Diciembre, y propuestos D. Enrique Rioja Lo Bianco, D. Ricardo Salaya y León, D. Gonzalo Feced Cañeque, D. Gonzalo Fructuoso Tris- tancho y D. Joaquín Arechaga, propuestos por los Sres. Bolí- var (D. Cándido), Casares (D. Antonio) y Madrid Moreno. 70 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Examen de cuentas. — El Secretario leyó el siguiente dictamea emitido por los señores designados para examinar las cuentas de ingresos y gastos del año 1913. El documento de referencia dice así: «Los que suscriben, designados por la Real Sociedad española DE Historia Natural en la sesión de Diciembre último, para el examen de sus cuentas anuales correspondientes á 1912-13, tienen la satisfacción de manifestar á sus consocios que los justificantes se hallan por completo de acuerdo con los estados publicados en el Boletín último, á los cuales nos referimos. Vemos además, según ellos, que la recaudación, y por tanto el estado económico de la Sociedad, sigue mejorando más y más á pesar de que alguno de sus capítulos de gastos, tal como el de impresiones, es cada año mayor y que, lo mismo que todos los demás tiene, sus pagos al día. Gomo en estas condiciones aún aparecen como saldo efectivo 1.989,37 pesetas y crédito? por valor de 2.818,91, no podemos menos de congratularnos de este balan- ce y de pedir, por aclamación, la aprobación de estas cuentas. Madrid, 7 de Enero de 1914. — Eduardo H. Pacheco, — Antonio Casares Gil. — Antonio de Zulueta.» — Acordada por aclamación la aprobación de las cuentas de 1913, el Sr. Fernández Navarro propone conste en acta el agra- decimiento de la Sociedad para con el Tesorero de la Junta direc- tiva y los Tesoreros de las Secciones establecidas en algunas pro- vincias, acordándose que así se haga. — El Sr. Casares Gil pide que ese voto de gracias se haga exten- sivo á todas las Juntas directivas salientes, á lo que se accede también por unanimidad. Comunicaciones. — El Secretario presentó un trabajo de D. Da- niel Jiménez de Cisneros, acerca del yacimiento fosilífero del triá- sico superior de las Espejeras, en el término de Agost (Ali- cante). —El Sr. Rodríguez Mourelo leyó unas cartas relativas á la ad- quisición de las colecciones de D. Pedro Dávila, que fueron la base sobre que se fundó el Museo de Historia Natural. — El Sr. Fernández Navarro leyó una comunicación sobre cuencas artesianas probables en la Península ibérica. El mismo Sr. Fernández Navarro propuso que se den las gra- cias á la Comisión del Mapa geológico por el importante donati- DE HISTORIA NATURAL vl vo de publicaciones que acaba de hacer á la biblioteca de la So- ciedad; acordándose que conste en acta este agradecimiento. Secciones. — La de Santander celebró sesión el 20 de Diciembre, precediéndose al nombramiento de Junta directiva para el año 1914, resultando elegidos los señores siguientes: Presidente: D. Federico Vial. Vicepresidente: D. Leoncio Santos Ruano. Tesorero: D, Luis Alaejos Sanz. Secretario: D. José Gerrolaza Armen tia. Para la Comisión del Museo regional: D. José Rioja y Martín, D. Federico Vial, D. José Gómez Vega, D. Herminio Alcalde del Río y D. José Olabe. Acordóse que las sesiones se celebren el día 15 de cada mes ó el siguiente si aquél fuese festivo. — La de Barcelona se reunió el 20 de Diciembre bajo la presi- dencia de D. Augusto Pí y Suñer. Se admite al socio propuesto en la anterior reunión, y es pre- sentado como nuevo numerario por el Sr. Galiano, D. Félix de Rueda Ibáñez, profesor de la Escuela Normal de Maestros de Bar- celona. Se elige Junta directiva para el próximo año, y por aclamación resulta formada del modo siguiente: Presidente: D. Luis Mariano Vidal. Vicepresidente: D. Manuel Cazurro. Tesorero: D. Francisco Pardillo. Secretario: D. Emilio Fernández Galiano. El Presidente saliente, Sr. Pí Suñer, al despedirse como tal de la Sección, pronuncia breves frases de ofrecimiento á la misma, que son vivamente agradecidas por los señores socios. —La de Sevilla celebró sesión el 2 de Enero, quedando admi- tido el socio presentado en la anterior. El Sr. Tenorio, que abrió la sesión, hizo entrega de la presiden- cia al Sr. García Velázquez, tomando con él posesión la nueva Junta elegida para 1914, haciendo con tal motivo ambos uso de la palabra. A propuesta del Sr. Medina se dio, por unanimidad, un amplio 72 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA voto de gracias á la Junta saliente, y se hizo constar en acta un sa- ludo efusivo á la entrante. El Sr. Tenorio presentó á la sección un objeto de jaspe sanguí- neo en forma de pirámide de base triangular, con las caras curvas. Mide unos tres centímetros de altura, y está perfectamente pu- limentado y con las aristas chaflanadas. En la base presenta dos agujeros correspondientes á una perforación para pasar un hilo y colgarlo. No se conoce su procedencia; pero parece ser un amuleto de los indios de América, acaso mejicano. El Sr. González Fragoso leyó una nota, titulada «Contribución á la Flora micológica española», que pasará á la Comisión de pu- blicaciones. El Sr. Barras de Aragón, leyó una nota antropológica, bajo el título «Graneo árabe de Granada», que se agrega al acta para esa publicación. Después se levantó la sesión, á la que asistieron todos los socios residentes en Sevilla. — La de Valencia se reunió el 31 de Diciembre, bajo la presi- dencia del Rvdo. P. Jaime Balasch, S. J. Quedan admitidos los señores socios presentados en la sesión anterior, que son los Sres. González y Ventura González, Rodrigo Pertegás, Roselló, Fernández y Gómez Sancho, Fernández Marti y Farnet, presentados, respectivamente, por los Sres. Cruz, San- chis Pertegás, Pardo, Hueso y Arévalo. El Sr. Cruz propone para nuevos socios á los Sres. Orensanz, Inspector provincial de Higiene Pecuaria y Sanidad Veterinaria, y Cervera Barat, doctor en Medicina y Cirugía, que asisten á la sesión, y el Sr. Arévalo al Rvdo. P. F. Ferrer, Secretario y profe- sor del Colegio de la Concepción de Ontenienle. El Sr. Esplugues propone que se forme un vocabulario de nom- bres valencianos de plantas, á fin de que se pueda saber su co- rrespondencia con los científicos. El Sr. Arévalo expresa la conve- niencia de que eso se haga extensivo á todos los nombres vulga- res, trayendo los señores socios á las sesiones todos los que vayan recogiendo y conozcan su equivalencia científica, á fin de formar un léxico lo más completo posible. A propuesta del Sr. Cervera Barat se nombra una Comisión, compuesta de los Sres. P. Ba- lasch, Esplugues, Roselló, Moroder y Arévalo, encargada de co- leccionar y clasificar dichos nombres. DE HISTORIA NATURAL 73 El mismo Sr. Gervera propone que la Sociedad haga una excur- sión á una gruta paleolítica de las inmediaciones de Requena, quedando encargado de recoger los datos necesarios para su rea- lización. El Sr. Orensanz indica la frecuencia de la coccidiosis en los co- nejos de Valencia, y promete hacer estudios sobre este asunto. El Sr. Arévalo presenta la continuación de su trabajo sobre el Laboratorio de Hidrobiología del Instituto de Valencia. Se acuerda visitar las colecciones entomológicas del Sr. Moroder. El Vicepresidente, en nombre de la Junta, hizo constar que siendo reglamentaria la renovación de la Junta directiva en la sesión de Diciembre, y habiendo por tanto, terminado su misión la Junta organizadora de la cual formaba parte, hacía presente la dimisión de toda ella, é invitaba á que se procediera á la elección de la nueva. A propuesta del Sr, Trullenque se acordó conceder un voto de gracias á la Junta directiva por lo acertado y eficaz de de su gestión organizadora, y quedó acordada la reelección de la misma Junta para el próximo año. El Sr. Cruz Natlian propone que se cree un nuevo cargo, el de Vicesecretario, para que auxilie en su labor al Sr. Arévalo, proponiendo para él al Sr. Pardo, y quedando, por tanto, constituida la Junta para 1914, por los seño- res siguientes: Presidente: Excmo. Sr. D. José Sanchiz Pertegás. Vicepresidente: Rvdo. P. Jaim^e Balasch Bosch., S. J. Tesorero: D. Ángel Blas de la Cruz Nathan. Secretario: D. Celso Arévalo Carretero. Vicesecretario: D. Luis Pardo García. Notas hibliográficas. —Del Sr. Fernández Navarro (sesión de Madrid): Marius Dalloni: Etude géologique des Pyrénées de I' Aragón (Aun. Fac. des Se. de Marseilie, t. xix). (444 páginas en 4.°, 56 figu- ras, un mapa tectónico, una lámina de cortes geológicos, un mapa geológico en colores á escala 1 : 400.000.) Empieza este importante trabajo por una lista bibliográfica y un breve, pero completo bosquejo geográfico. Después examina una por una y con todo detalle, todas las formaciones que constituyen los Pirineos aragoneses; la descripción de cada terreno es prece- dida de una introducción histórica, y seguida de un resumen y ^4 boletín le la real, sociedad española conclusiones. La úliima parle está destinada á la tectónica del país estudiado. L. Mengaud: Sur l'aptien inférieur marneux de la province de Santander (C. R. de i'Acad. des Se. de París, Décembre, 1913.) Las formaciones margosas de Reocin y de Udías, así como las margas de los alrededores de Puente Arce, se clasifican por su fauna en el hedouliense (apliense inferior). — Del Sr. Dantín Cereceda (sesión de Madrid): Janini Janiui (R.): Riegos con aguas artesianas. Noticias gene- rales respecto á los pozos artesianos y á los arrendamientos de te- rrenos para huertas en el Real Patrimonio de El Pardo. Publi- cado por la Litendencia general de la Real Gasa y Patrimonio, 4 Febrero 1913, Valencia. Un tomo de 90 páginas con fotograbados, gráficos y planos. La obra se halla dividida en dos partes: comprende la primera Riegos con aguas artesianas (páginas 5-27), y la segunda Docu- cumentos complementarios y diversas notas útiles (páginas 31-58), con un Apéndice acerca de Bases de presupuestos para los cultivos de secano en EL Pardo (páginas 59-90). En el capítulo de Riegos con aguas artesianas, se contienen in- teresantes noticias acerca de la perforación de pozos artesianos en la zona de las arenas cuaternarias. Se exponen también algunos datos, ya conocidos, acerca del cuaternario de Madrid y de sus arenas, con excelentes grabados de barreras y trincheras, en que se observa su disposición estra- tigráfica, señalando el detalle de que la sonda ha alcanzado en el espesor del diluvial, sin salir de él, la profundidad de 227,5 metros. Se anotan después algunos datos acerca del clima continental á que se hallan sujetos estos arenales. Una parte muy interesante es la concerniente á los pozos arte- sianos de El Pardo, en la que se historian las diversas perfora- ciones y se dan gráficos detalles de los trenes de alumbramiento. En los documentos complementarios figura el resultado de aná- lisis físico-químicos de varios terrenos de la finca real, conformes con los métodos de Lagatu, de los que se deduce la penuria en caliza de las tierras de El Pardo y su pobreza en otros elementos (nitrógeno, ácido fosfórico, potasa); los de las aguas de los pozos DE HISTOHIA NATURAL "5 artesianos y dalos económicos acerca de arrendamientos y valo- raciones de terrenos. Al final se incluye un trabajo, titulado nada menos que Informe técnico del estudio é investigación de aguas subterráneas en el Real Sitio de El Pardo, por D. Francisco García Muñoz, catedrático de Geología, que contiene un corte geológico de El Pardo, muy dis- cutible. En cuanto al trabajo, que da serio crédito á la varita má- gica, merece muy graves reparos. Dr. Quelle (Otto): Die Iberische Halbinsel, Für die Literatur von Januar 1909 bis 1 April Ú912, tnit Nachtrügen aus friXheren Jahren. (Fortschrifte der Láaderkunde von Europa, páginas 328- 340, S. A.: Geographisches Jahrbuch, tomo xxxv, 1912. Go- tha, 1912.) Nuestro diligen le consocio de Bonn nos ha remitido el trabajo presente acerca de la bibliografía completísima geográfica, publi- cada, entre las dos fechas indicadas, sobre la Península ibérica. Precede á este avance bibliográfico una sucinta noticia necro- lógica sobre los tres hombres de más altos merecimientos, que, en punto á los estudios geográficos de la Península, hemos perdido en tan breve plazo: Nery Delgado, el eminente geólogo portugués; Theobal Fischer (á quien se debe uno de los trabajos más impor- tantes sobre la Península), y nuestro malogrado maestro el pro- fesor Calderón. Afirma Quelle, al hablar de Calderón, que el gran número de pequeños trabajos que, sin interrupción, publicaba este geólogo, no permitió al maestro contribuir con uno completo y esencial para la comprensión de la Península ibérica. No podemos pasar por alto esta afirmación de Quelle, sin advertir que no os posible olvide nuestro consocio alemán el fundamental trabajo de Salva- dor Calderón, Ensayo orogénico sobre la meseta central de Es- paña (1), que utilizó Suess, en su Das Antlitz der Erde, con los trabajos de Macpherson, como única y seria fuente para estable- cer la estructura de la Península, señal evidente de la importan- cia qne le concedía el profesor vienes. El autor califica de inusitado y sorprendente el número y el va- lor de los trabajos publicados en estos últimos años acerca de Es- paña y Portugal, se felicita de que esta vez las Corporaciones ofi- (1) Anal, de la Soc. esp. de Eist. Nat., tomo siv. 76 boletín de la real sociedad española dales hayan también contribuido con un gran número de impor- tantes investigaciones (sobre Geología, Meteorología, Geografía botánica y otros) á este movimiento, y se lamenta de que, hasta el presente, no demos difusión á nuestras publicaciones y apenas seamos conocidos, fuera de los límites de nuestras fronteras. Esta razón justifica su relación de la bibliografía geográfica peninsular que estamos reseñando. El trabajo, compuesto únicamente de doce páginas, si bien de tipo muy diminuto, abarca las partes siguientes: A. La Península en general y sus grandes partes. a. Generalidades. b. Costas. c. Clima. d. Geografía hotánica. e. Geografía económica y estadística, B. España. 1. Generalidades. II. Geología y Morfología. (Meteorología. Geografía botánica. Agricultura. Estadística. Medicina. Antropología. Geografía his tórica.) III. Elementos orográficos de España, (ó mejor, sus par- tes constituyentes). 1. La Meseta. 2. Galicia, Asturias, Provincias vascas. 3. Navarra y Aragón. 4. Cataluña y Valencia. 5. Murcia, Granada, Andalucía (?). 6. Baleares. C. Portugal. En cada una de las partes en que el estudio queda dividido, se incluyen las obras publicadas sobre la materia áque el título alu- de, con indicación del autor, del título de su publicación y un sucinto juicio crítico, si el trabajo es digno de merecerlo. Se citan en toda la relación 141 autores, con un cierto método y relaciones que permiten formar idea, dentro de los estrechos límites en que se contiene la reseña del Privatdozent de Geografía de la Univer- sidad de Bonn, del movimiento habido dentro de cada asunto en particular. DK HISTORIA NATURAL 77 No podrá prescindir del estudio de esta literatura geográfica quien desee emprender cualquier trabajo serio sobre las cuestio- nes enumeradas. Diputamos el trabajo del Dr. Quelle, por exce- lente y concienzudo, y no vacilamos en recomendar su conoci- miento, aunque advirtamos que, en la relación bibliográfica están incluidas algunas notas, muy pocas de otra parte, sin interés di- recto para el naturalista. Notas y comunicaciones Datos para la historia del Museo de Historia Natural de Madrid PRESENTADOS POR JOSÉ rodríguez mourelo Cartas del P. Flórez y del Marqués de Grimaldi. A la buena amistad del Sr. D. Fernando de Torres Almunia, que posee los originales, debo el conocimiento de las epístolas cruzadas entre estos dos personajes con motivo de la adquisición de las famosas colecciones que había formado D. Pedro Franco Dá- vila, las cuales constituyen el fundamento de nuestro actual Mu- seo, cuyo primer Director fué su propio dueño. No hay para qué encarecer la importancia de los documenios que literalmente y con su peculiar ortografía se transcriben á continuación, y sólo ha de notarse como en ellos aparece un nuevo aspecto de la per- sonalidad del por tantos títulos famoso polígrafo, autor de la magna España Sagrada. En sus cartas se revela el P. Flórez como muy versado en los asuntos de Historia Natural, en cuanto cono- cía hasta los precios que en Londres ofrecían por determinada concha, á lo que se colije de suma rareza. Y que debía gozar de bien merecido renombre, lo demuestra el que fuese consultado como naturalista y dependiese de sus informaciones la adquisi- ción de las colecciones de Dávila. Resplandece también en sus cartas aquella amplitud de crite- rio, bien digna de ser imitada, que es notada doquiera en la gran obra del P. Flórez, su amor á las cosas de la Naturaleza y el re- conocer las ventajas y beneficios de su estudio. Y aparte de ello, "W boletín de la real sociedad española las cartas son de un verdadero patriota, celoso de los adelantos de España á los que en tan gran medida ha contribuido. Tengo á mucho honor presentar á la Real Sociedad española CE Historia natural una copia literal de las citadas cartas, ro- bando su publicación en el Boletín. Caria del Sr. Grimaldi, — «Hay en París un Vasallo del Rey, D. Pedro Dávila, nacido en el Perú, que ha formado un copioso Oabiuele, cuyo Catálogo compone tres Tomos. Propone venderle al Rey> y antes de costearle, quiere S. M. saber el juicio que forma V. Rma. de la calidad, circunstancias, y valor que tiene, como que havieodo sido la Historia Natural uno de los muchos estudios que V. Rma. ha hecho para honor de la Nación, le cree único su- geto capaz de dar luces en el asunto, aunque sea con el corto auxilio del Catálogo. Prevéngolo á V. Rma. de orden de S. M., y deseo le guarde Dios muchos años. San Ildephonso, 27. de Julio de 1767. — El Marqués de Grimaldi. — Rmo. P. Fr. Henrique Florez.» Existe un borrador, que aunque no tiene fecha de día, mes ni -año, se saca por el contexto ser Respuesta á la carta del señor Marqués. Dice así: «Una corta ausencia me dilató ocho días el recibir la de V. E.; pero el mayor sentimiento es el déla materia, por no poder desempeñarla dignamente, á causa de que las piezas de Historia Natural piden inspección ocular del tamaño, integri- dad, y circunstancias individuales de cada cosa, que alteran nota- blemente su valor, no solamente en las clases de piedras preciosas {en que el índice no expresa los quilates y circunstancias) sino 6n los minerales de oro y plata, en que tampoco declara el peso de cada uno, y en una pequeña Concha ó Litophito, que, aunque ■esté presente, debe ocupar muchos dias y debe graduarse el valor una por una, á fin de no perjudicar al que dá, ni al que recibe. A esto se añade que lo principal de la Historia Natural no se fun- da en valor intrínseco, sino en estimación arbitraria del gusto y curiosidad; porque de Londres me avisan estarse ofreciendo allí más de veinte y tres mil reales (264. libras esterlinas) por una Concha pequeña, y no la quieren dar. En España no dieran un peso, por no haverse introducido este gusto. Yo, viendo el sumo aprecio que hacen las gentes cultas de la Europa de este deleita- DE HISTORIA NATURAL "79 ble estudio, en que Dios puso por sus manos los fundamentos, pro- curé despertar, y ver si podía introducir entre nosotros alguna emulación de las maravillas divinas, recogiendo lo poco que pue- de un Religioso, á fin de vindicar por otros Poderosos la nota que nuestra Nación padece entre las que debieran mirarla como pri- mera en el mundo, si ella empieza á conocer los thesoros con que el Omnipotente la ha dotado en tan vastos dominios, que otros ro- ban, y brillan desluciéndonos á nosotros. Hoy podemos lisonjear- nos de que yá llegó el fin de tan largo abandono, reservando el Cielo para el glorioso Imperio de nuestro Soberano el que se in- troduzca este gusto, y cese la barbarie: pues el caso presente del Gabinete de Dávila, puede ser un principio que se roce con el fin más glorioso de que quanto se adelante ceda en eterno honor el nombre de S. M., á quien la posteridad deberá tributar las ven- tajas que dentro de poco tiempo hará España á las demás Na- ciones en Gabinetes de Historia Natural: porque el principio de Dávila es un pié de 22 años continuos de perpetua solicitud y cre- cidas expensas; copioso en muchas líneas, y en algunas celebrado del más formal. Esta es circunstancia que no tiene precio deter- minado, porque el conjunto excede el valor de las partes. Añádese el estar ya formalizado el Gabinete con Índices. Esto obliga á con- cluir, que el valor debe examinarse dentro de París por interven- ción de nuestro Embajador que, explorando por tercera persona el precio en que Dávila estima su total, le haga tantear á otros in- teligentes, y no reparen en quatro más ó menos, pues el lance acaso será único, y éste vincula quanto honor resulte después á la Nación. Si yo pudiera algo con V. E. lo empleara todo en ro- garle haga sus buenos oficios con S. M,, en cuya grandeza de áni- mo y zelo por el mayor bien de la Monarquía havrá poco que ba- tir».— En 11 de Agosto le escribió el Sr. Marqués otra carta que (3ice: — «Rmo. P. ha parecido bien al Rey el Informe de V. Rma. sobre la estimación y valor del Gabinete de Dávila. Los libros de su Catálogo me los volverá V. Rma., entregándolos á este fin al Oficial Mayor del Parte de Madrid. Dios guarde á V. Rma. mu- chos años, como deseo. San lldephonso, 11 de Agosto de 1767, — El Marqués de Grimaldi.— Rmo. P. Fr. Henrique Florez». Carta del Sr. Grimaldi. — «Rmo. P. no dejará V. Rma. de te- ner presente que á mediado del año 67 le pedí parecer, de orden del Rey nuestro Señor, acerca de la calidad y valor del Gabinete de D. Pedro Dávila. Havía éste entonces propuesto á S. M. la 80 líOLETIN DE LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA compra de su Gabinete, y S. M. no entró en ella... Davila se ha deshecho en París de varias piezas, y por consecuencia, ignorán- dose el estado actual del Gabinete, ha formado ese Catálogo por mayor, manuscrito, en que dá idea de lo que en el día subsiste; y S. M. me manda pasarle á manos de V. Rma. para que informe qué concepto forma del estado actual del Gabinete, según dicho Catálogo manuscrito, y qué piensa V. Rma. acerca de la pro- puesta de Dávila y de la utilidad que traheria á la Nación admi- tirla. San Lorenzo el Real, á 10 de Octubre de 1771. El Marques de Grimaldi. — Rmo. P. M. Fr. Henrique Florez». — Respuesta: «Exmo. Sr:: He visto el índice adjunto, que V. E. se ha dignado enviarme de orden de S. M., sobre el actual estado del Gabinete de Historia Natural de D. Pedro Dávila: y hallo ser una colección muy cumplida y preciosa de los tres Reynos de Naturaleza: pues aunque se deshizo de varias piezas (en la mayor parte duplicadas) para ocurrir á urgencias, le obligó el genio y proporción á reco- jer otras muchas, que forman un Gabinete enriquecido de lo mas precioso y exquisito de la Naturaleza, superior en algunas clases á los mas celebrados, por ser colección formada con tenaz aplica- ción de muchos años, y no pocas expensas, para estudio y fines propios, á diferencia de las que se hacen para otros, donde no es tanto el conato y la ansia de los Colectores. En esta puede lograr- se en un dia, lo que no se consigue en muchos años, empezando por donde otros acaban, por la felicidad de hallar juntos, y bien distribuidos los tres Reynos, géneros y especies de la Naturaleza. Dávila manifiesta zelo de buen Vasallo en ofrecer á los pies de S. M. lo que otros se alegrarían poseer, cuya falta en ningún Reyno es mas notable que en España, por única Nación que, pu- diendo ser la más rica, es la menos apreciada en este estudio: pues aunque fué la primera en encender la luz, se apagó con la atención precisa á otros empeños después del feliz Reynado de Phelipe II. Esto descubre bien la utilidad: pues siendo el único Reyno que carece de Gabinete público, deberemos á nuestro Ca- tholico Monarca el honor de librarle de esta nota y ponerle en es- tado de exceder á los demás: pues no sólo debe considerarse lo pre- sente, sino los progresos que de aquí resultarán, y que sin este principio quedaremos bajo la misma censura en que otras Nacio- nes nos motejan, brillando ellas en el mundo sabio con tantas producciones literarias como ofrece este Índice de Dávila por el copioso número de libros sobre erudición Natural, en que España DE HISTORIA NATURAL 81 no hace papel, por no haver florecido un estudio á que no ha te- nido proporción por falta de Gabinete público. Hoy debemos al Rey nuestro Señor la gloria de ir restableciendo las letras: y como uno de los estudios que prevalecen en la Europa es el de la Historia -Natural, será el Gabinete público en esta Corte uno de los medios más útiles para adelantamiento de las ciencias, que en mucha parle penden de los principios de la Naturaleza. Añá- dese la bellísima ocasión de poder tener Maestro, ñándole la di- rección al mismo que ha formado la obra, pues hasta hoy no co- nocemos en España otro de tal instrucción, practica, y experien- cia. Parece, pues, la ocasión más oportuna para meter en casa lo que se nos viene á la puerta, recogiendo un Vasallo, por cuyo me- dio podemos resarcir el honor de la Nación, y á poca costa, qual será quanlo con larga mano se aplique á la honorífica subsisten- cia de quien ha sacrificado su vida, sus haberes y fatigas, á fin de dar este lustre á la Nación. La firmeza y repetidas instancias con que por muchos años tuvo esta pretensión parece las orde- naba Dios á que no fallase en este feliz Reynadolo que nos puede dar nombre: y debamos á S. M. quanto de progresos y reputación resultaren de aqui, pues todo provendría de esle principio. Si á esto se junta la protección de V. E. lograremos el fin, y yo le tri- buto desde ahora mil gracias, rendido siempre á sus ordenes como devoto siervo. Madrid Octubre 12. de 1771.— De V. B. Fr. Henri- gue F/órez».— «Muy Rmo. P. y Señor mió: no sabré significar á V. Rma. mi reconocimiento por lo que le he merecido en el asunto del Gabinete, de que me ha informado D. Bernardo Iriar- te. Yo procuraré desempeñar mi obligación con un trabajo conti- nuo en adelantar el Gabinete, y comunicar las cortas luces que tengo á todos los que quisiesen aprenderla, no tanto por el honor que de ello me resultará, sino por el amor de la patria... Yo no he escrito antes áV. Rma. porque D. Bernardo Iriarto le escribió el mismo dia y creyendo irlo á ver muy pronto; pero aquí he- mos estado muy ocupados... San Lorenzo y Octubre 21.de 1771. — B. L. M. de V. Rma. su mayor servidor, Pedro Franco Dátñla — Muy R. P. M. Fr. Henrique Florez.» Tomo XIV.— Enero 1914 82 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Sobre una oftalmía de los peces de los acuarios POR ANTONIO MENACHO Y SUAÑA Estaba este verano en el laboratorio de Baleares estudiando el globo ocular de los peces, cuando el director del establecimiento y querido maestro mío el Dr. O. de Buen, me llamó la atención acerca de una enfermedad ocular que padecían los peces estabu- lados en los acuarios. Esta enfermedad, que inutiliza muchos ejemplares, no se ha observado nunca en los peces que viven libres, lo que obliga á creer que es en su nuevo habitat donde adquieren la enfermedad, cuya descripción somera pienso hacer en esta nota. La enfermedad en cuestión, consiste en un enturbamiento de la córnea transparente, depósito puriémulo y fibrinoso en la cámara anterior, fuerte inyección vascular de la conjuntiva bulbar y ex- traordinario aumento del volumen del ojo, á expensas de la cá- mara anterior (estafiloma anterior). El período de ascenso es muy rápido; en los casos más graves sobreviene la muerte al segundo ó tercer día; otras veces, la enfermedad se hace compatible con la vida; en este caso es muy frecuente la perforación del ojo por adel- gazamiento y necrosis de la córnea. La curación completa solóse obtiene en casos muy benignos. El inteligente conservador del laboratorio, Dr. A. Galán, ha observado, que pinchando el ojo de los peces enfermos se nota una considerable regresión de los síntomas, y se acostumbra salvar la vida del animal; el hecho es cierto; el vaciamiento del ojo y su limpieza mecánica hace que disminuya considerablemente el nú- mero de gérmenes; precisamente en Oftalmología humana se usa como recurso terapéutico en las panoftalmías, la incisión crucial del ojo, con objeto de desembarazarlo del pus contenido. Hasta ahora el personal del laboratorio ha visto casos de oftal- mía en las siguientes especies: Serranus scriba (vaca serrana), Sargus annularis (esparray), Scorpoena scrofa , S.porcus (escorpo- DE HISTORIA NATURAL 83 ras), Pagellus bogaraveo (campechano), Exocoetus rondeleti (pez volador), Moena vulgaris (xacla). Yo sólo tuve ocasión de obser- varlo en las tres primeras especies. El primer caso observado faé el de una Scorpoena capturada pocos días antes en la campaña que el Bolívar, barco del labora- torio, había hecho por las costas de Ibiza. A las cuarenta y ocho horas de estabulación se inició el proceso, cuya evolución fué tan rápida, que al tercer día de enfermedad sobrevino la muerte, pre- via ruptura del ojo y desaparición de la córnea y cristalino. Ex- traje una pequeña cantidad del magma ocular que restaba, con la que hice frotes en porta-objetos, que después de secos y fijados, fueron coloreados con azul de metileno, fucsina y procedimiento de Gram. En el campo del microscopio se observaban gran canti- Fig. 1.' dad de unos diplococos de forma especial, diplobacilos, estrepto- bacilos, cocos sueltos y algún estreptococo. La figura 1.' es copia de uno de los campos del microscopio, di- bujado con la cámara clara de Abbé. Este examen microscópico y la observación clínica pusieron de manifiesto que la enfermedad que estudiábamos era de origen 8é boletín de la real sociedad española bacteriano. Ahora bien; los microbios patógenos, causa de la afec- ción, ¿son introducidos en el ojo gracias á la circulación y á con- secuencia de una enfermedad general infecciosa (panoftalmía me- tastática), ó penetran en el ojo á favor de un traumatismo cor- neano? Aunque el cambio de vida que para el animal representa su ingreso en el acuario (presión casi nula constante, temperatu- ra diversa de la del mar, régimen alimenticio, etc.), predispone á creer en una enfermedad general que haya repercutido en el ojo, el estudio atento del curso de la dolencia, y lo que es más decisi- vo todavía, el examen histológico de la córnea en las primeras horas de la enfermedad (que demuestra la lesión corneal) y lo que diremos después acerca de la producción experimental de la oftal- mía, nos acabó de decidir por considerar á ésta, como una pan- oftalmía — es decir, como una inflamación séptica total del globo ocular — producida por un traumatismo corneano, consecutivo ya sea al roce con las paredes del acuario, ya a la agresión de otro pez (1). Abierta la puerta de entrada, los microbios del agua del mar, ó los que existen en los depósitos ó en las paredes del acua- rio, encuentran en el ojo ex- celente terreno de desarrollo, y como el pez, por el cambio de medio, se halla en desven- tajosas condiciones de lu- cha (2), es fácilmente domina- do por la infección, que si A B ,. .,, queda localizada en el oio, Fig. í?.*— A, Fotografia„de un ojo normal ■* "^ deSargus.-B, Fotografía de un ojo de produCC primero UUa quera- Sargus con oftalmía. '^ ^ titis hipopiónica (inflamación de la córnea con depósito purulento en la cámara anterior) (véase figura 2.*), y ulteriormente una coroiditis supurativa, con ectasia corneal; y en caso contrario, esparciéndose por el organismo, pro- voca una septicemia generalizada que acaba con la vida del animal. Para comprobar mis deducciones, aislé en un acuario algunos Serranus y Sargus, y con una aguja traumaticé las córneas de los ojos derechos de todos ellos. Al día siguiente se iniciaba la (1) Sabida es la avidez con que los peces devoran los ojos de sus con- géneres. (2) La enfermedad es más frecuente en los peces recién capturados que en los que llevan tiempo de cautividad. DE HISTORIA NATURAL 8|B infección en las córneas traumatizadas, Gomo convenía saber cuá- les eran las especies microbianas causantes de la enfermedad que describimos, recogí en capilares, y con todas las reglas de la asep- sia, el pus contenido en dos de aquellos ojos infectados, y proce- dí á cultivar los productos recogidos en caldo y agar, preparados con agua de mar. Al cabo de doce horas, los cultivos habían pren- dido y presentaban los caracteres siguientes: el caldo estaba en- turbiado, el agar estaba cubierto por un cultivo blanquecino, muy extendido, y por pequeños islotes amarillos. Conseguidos estos resultados, procedí al aislamiento de las es- pecies bacterianas en placas de agar. Los microbios observados fueron los siguientes: diplobacilos en abundancia, diplococos me- nos abundantes y más pequeños que los observados en los fro- tes (1), algún estreptococo y cocos sueltos. Los peces infectados que dejé en su acuario, mejoraron sensi- blemente, legando á curar por completo. Entonces traumaticé las córneas izquierdas de dichos peces, poniendo en la herida una gota del cultivo bacteriano. La infección estalló con tal gravedad, que dos de los tres individuos infectados, sucumbieron á los dos días, y al tercero le enuclée sus ojos poco después de iniciada la infección, con el objeto de hacer fotografías del ojo sano y del en- fermo (véase flg, 2.*). Gracias á la inclusión en celoidina, pude hacer cortes de uno de los ojos enfermos. En él no se hallaba rastro alguno de córnea ni cristalino, los exudados llenaban la cámara posterior, y el iris replegado y deformado se hallaba en contacto con el medio ambiente. La figu- ra 3." da una idea, comparando los dos es- ^ ^ quemas, de las lesiones descritas. Fig 3.» -a, corte esquemá- ., , tico de un ojo normal — Koch estableció que para pronunciarse b, corte esquemático de un ojo con oftalmia. sobre la naturaleza patógena de las bacte- rias, es preciso satisfacer estas cuatro condiciones experimen- tales: «1.° Que el germen que se supone responsable de la enferme- dad se encuentre siempre que dicha enfermedad se produzca, y que no se halle en las otras enfermedades. (1) Lo cual puede probar que los medios nutritivos empleados no eran los más adecuados para el buen desarrollo de la especie • 86 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 2.* Que pueda ser cultivado. 3.° Que inoculado á cortas dosis reproduzca la enfermedad originaria. 4.° Que en los órganos correspondientes del estado morboso, provocado por la infección, se halle el mismo microbio.» Dada la imposibilidad de obtener asepsia absoluta en los acua- rios, agua y tegumentos del pez, se hace imposible la inocula- ción de una sola especie, ya que en el medio existen los restantes y la herida corneana ha de estar forzosamente en contacto con el medio; por ello no puede asegurarse nada acerca de l.i especie productora de la oftalmía; pero sí puede afirmarse que el grupo microbiano hallado cumple con las cuatro condiciones estableci- das por Koch, y que, dada la constancia y cantidad en que se hallan, serán el diplobacilo ó el diplococo, probablemente los dos, los agentes de la oftalmía descrita. Sería conveniente — nosotros no lo hicimos por falta de tiempo — hacer un estudio comparativo del agua del mar libre y de la con- tenida en los acuarios, para ver si en estos hay especies que no existan en el mar, y proceder á la clasificación de las especies, cosa imposible de realizar hoy día en el Laboratorio de Baleares, ya que el estudio completo de las bacterias marinas requiere un ins- trumental que, á pesar del celo y buenos deseos del director del Laboratorio, no puede obtenerse por ahora, dado lo exiguo del presupuesto. **• No puedo citar bibliografía, porque no se ha publicado nada acerca el particular; sólo el Dr. Krusius (1) habla de una aeroftal- mía infecciosa de la Scorpoena ustulata, que no tiene nada que ver con la oftalmía que he estudiado. (1) lUber eine infectiose Aerophthalmie bei Fischen>. Dr. F. F. Kru- sius íArchiv für vergleichende Ophthalmologie. Enero, 1910.) DE HISTORIA NATURAL 87 Publicaciones que ha recibido la í^eal Sociedad Española de fiistoria JMatural durante el mes de Diciembre de 1913. (La liste suivante servirá d'accusé de réception.) Alemania Deutsche Entomologische Museum, Berlin-Dahlem. Entomologieche Mitteilungen. Bd. ii, n" 12; Bd. iii, n° 1. Deutsche Entomologische Gesellschaft, Berlin. Deutsche Entomologische Zeitschrift. 1913, Heft vt-vn. Entomologische Litteraturblalter, Berlin. 1P13, n° 12. Entomologischer Verein zu Stettin. Entomologische Zeitung. 74 Jahrg., Heft ii. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 19, Register; Band 20, nos i_2. Internationalen Entomologen-Verein, ¡Stuttgart. Entomologische Rundschau. 30 Jahrg., nos 23-24; 31 Jahrg., n° 1. Insektenbórse. 30 Jahrg., nos 49-52; ;<1 Jahrg., nos i-2. Societas Entomológica, xxv ni Jahrg., nos 23-24; xxix Jahrg., n° 1. Naturse Novitates, Berlin. 1913, nos 19-20. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xliii, nos 3_7. Austria-Hungría K. K. Zoologisch-Botanische Gesellschaft in Wíen. Verhandlungen. lxiii Band, Heft 9-"0. Museum Nationale Hungaricum, Budapest. Anuales histor ico-naturales. Vol. xi, pars 2.^ Wiener Entomologische Zeitung, Wien. xxxiii Jahrg., Heft i-ii. Bélgica Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bulletin. XXXIV* année, n" 1 1. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Annales. Tome 67 , xi. Costa Rioa Ministerio de Fomento. San José. Boletín de Fomento. Año iii, n.os 8-10. España Broteria, Salamanca. Vol. xi, fase. ni. Ingeniería, Madrid. N.os 3l(J-3I6. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Año xxxviii, n" 042. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Roquetas Boletín mensual. Vol. iv, n.os i _2. Sociedad Matemática española, Madrid. Revista. Año 3.°, n." 22. Estados Unidos t bus Colonias Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Proceedingss. Vol. lxv, part ii. Brooklyn Institute of Arts and Sciences. Museum. Science Bulletin. Vol. ii, nos |_2, 88 boletín de La PEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. vi, nos lO-ll. Department of the Interior. Weather Burean. Manila Central Observatory. Bulletin. May -June, 1913. Johns Hopkins Hcspial, Baltimore. Bulletin. Vol. xxiv, n° 274. MuBeum of Comparative Z5ology at Harvard CoUege, Cambridge. Annual Report. 1912-18. Bulletin. Vol. liy, noS 20-21; x.vn, n° 2; lviii, n° 1, Smithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Contrihutions from the ü . S. National Herharium. Vol xvi, part 10. The American Naturalist, New- York. Vol. xlvu, n" 664. United States Geological Survey, Washington. Bulletin. 525, 526, 528, 532-535. Professional Paper. 78, 80, 85 A. Water-Supply and Irrigation Paper. 305, 307, 308, 318. Francia Académie des Sciences de París. Comptes-rendus. Tome 157, nos 22-26; 158, n° 1. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. Nos 516-517. L'Echange, Monlins. 29' année, n° 348. Revue genérale des Scier ees purés et appliquées, Paris. 2á^ année nos 22-24. Station Pntomologique de la Faculté des Sciences, RenneF. Insecta. 3* année, n° 35. Inglaterra y sus Colonias Koyal microscopical Society, London. Journal 1913, part 6. The Canadian Entomologist, London. Vol. xlv, nos 11-12. The Entomologiet's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxv, n° 12. The Zoologist, London. Vol. xyii, n° 204. Zoological Society of London. Proceedings. 1913, part iv. Italia Rivista coleottf rologica italiana, Camerino. Anno xi, n° !2. Societá toscaua di Scienze naturali. Pisa. Atti. Vol. XXII, n03. 3-4. México Sociedad científica «Antonio Álzate', México. Memorias y Revista. Tomo 32, n.os -8; tomo 33, n.os i-8. Sociedad mexicana de Geografía y Estadística, México, Boletín. Tomo vi, n.os 8-10. Noticias de Nutka. Manuscritos. (Continuará.) Sesión del 4 de Febrero de 1914. PREST JENGIA DEL ILMO. SR. D. JOSÉ MADRID MORENO El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones.— Fueron admitidos los señores presentados en la sesión de Enero, y propuestos también para socios numerarios, D. Fermín Romeo, doctor en Ciencias quími- cas, re.sidente en Ziragoza, y D. Fernando Velaz de Medrano, profesor de la Escuela de Ingenieros de Montes, el primero por el Sr. Aranda, y el segnndo por el Sr. Aulló. Asuntos varios. — El Sr. B)lívar participó que, por acuerdo de la Junta directiva, el libro sobre Marruecos que actualmente es- tamos publicando, se ofrecerá á los señores miembros de la So- ciedad por el mismo precio de su coste. Siendo una obra que se edita con fondos de la Comisión del Noroeste de África, la Junta directiva se cree en el caso de procurar se reintegre á dicha Co- misión el importe de los ejemplares que hayan de distribuirse en- tre los socios, para lo cual, y á fin de no perjudicar á éstos en sus intereses, se pondrá á dicho libro el precio á que resulte editado. — También dijo el Sr. Bolívar que la Junta directiva ha acor- dado que, con el importe de las cuotas de socios vitalicios, se constituya un fondo especial, destinado á adquirir títulos de la Deuda pública, con los que podría irse formando un pequeño ca- pital social, cuyos intereses se sumarían anualmente á los ingre- sos y recursos ordinarios de la Sociedad. — Por último, manifestó el Sr. Bolívar que, áfiu de facilitar la contabilidad que lleva la Tesorería, la misma Junta directiva ha acordado que, cuando un socio necesite de uu trabajo suyo mayor número de ejemplares que los 50 que regala á los autores la So- ciedad, el importe de los ejemplares supletorios que se tiren por cuenta individual, sea satisfecho directamente á la casa que im- prime nuestras publicaciones, la que se entenderá para el caso con cada autor, aplicando, naturalmente, á las tiradas supleto- torias, una tarifa módica, que se insertará y publicará en la cu- ToMO XIV —Febrero, 1914. 1 90 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA bierta de los Boletines, de igual modo se entenderán con la im- prenta directamente los socios que deseen introducir variaciones en sus tiradas aparte. — El Secretario hizo notar que en el acta de la sesión celebrada por nuestros consocios de Valencia el día 28 de Enero, figura el acuerdo de solicitar para los miembros de aquella Sección el dere- cho al uso de los libros que componen la biblioteca de nuestra Sociedad, en condiciones que se determinarían ulteriormente. — El Sr. Presidente manifestó que la proposición de la Sección de Valencia pasará á informe y examen de la Junta directiva, que resolverá en ese asunto lo que considere más beneficioso para los intereses de la Sociedad. Comunicaciones. — El Secretario presentó un trabajo del señor Jiménez de Gisneros, sobre la existencia del Maestrichtiense en algunos puntos de la provincia de Alicante, y una nota del señor Escalera, con la descripción de una especie nueva del género Dorcadion. — El Sr. Casares (D, Antonio) da cuenta de una*expedición bo- tánica á Sierra Nevada, que efectuó en Julio, acompañado de los Sres. Beltrán y Bolívar y Pieltain, presentando las oportunas notas para su publicación. — El Secretario participa que en la Sección de Valencia ha pre- sentado el Sr. Arévalo un catálogo de nombres vulgares de los peces de agua dulce de la Península. Con este motivo se produce un pequeño debate en que intervienen los Sres. Bolívar, Dusmet y Rivera, acordándose, en resumen, á propuesta del señor Presi- dente, que el trabajo del Sr. Arévalo pase á la Comisión de Catá- logos, encareciendo á su Presidente, Sr. Lázaro é Ibiza, proceda á reunir la Comisión y se examine la lista de nombres remitida por el Sr. Arévalo, aprovechando de ella todos los que todavía no estén catalogados. También se acordó empezar desde luego á pu- blicar, en la forma que proponga la Comisión, las listas de nom- bres vulgares más completas que se hayan reunido, no dando á esta publicación sino el carácter de un ensayo, y para que los señores miembros de la Sociedad, en vista de lo que se publique, puedan hacer notar las omisiones que adviertan, contribuyendo de este modo á completar los nombres vulgares de las plantas y de los animales de España, y que pueda en su día acometerse la impresión de una obra que tenga cierto carácter definitivo. DE HISTORIA NATURAL 91 — El Sr. Pérez Zúñiga propone que el Sr. Hernández Pacheco dé á los socios una conferencia acerca del Diplodocus Carnegeii, explicando su hallazgo, su montaje, el yacimiento en que se en- contró y todas las particularidades acerca del mismo dignas de ser conocidas y que ofrezcan algún interés, no sólo para los natura- listas, sino principalmente para el público que posee esa clase de curiosidad que llamamos científica. — El Sr, Hernández Pacheco contesta al Sr. Pérez Zúñiga, de- clarando que está dispuesto á satisfacer los deseos de éste, pero que cree ofrecería aún mayor interés la publicación de una nota acerca del Diplodocus , en que, sin pretensiones de dar á conocer cosas que son ya muy conocidas, se divulgue y popularice todo lo relativo al descubrimiento del mismo y á lo que represen- taba y debió ser este curioso reptil. — El señor Presidente dice que la Sociedad encuentra muy acertadas las frases del Sr. Hernández Pacheco, y en nombre de todos los reunidos, le ruega redacte la nota que acaba de ofrecer, y prepare asimismo la conferencia pedida por el Sr. Pérez Zúñiga. — El Sr. Darder advierte que en su «Nota preliminar sobre el triásico de Mallorca», publicada en el Boletín del mes de No- viembre, se han deslizado algunas erratas que interesa corregir: en la página 477, línea 12, en donde dice «2,50 m.», debe decir 950 m.; en la 478, línea 27, dice «Daonella Lormuelii;, debiendo decir Daonella Lommeli; lo mismo en las páginas 479, línea 7, y 481, línea 36. También en la página 432, línea 31, dice «coll de Bañafas», debiendo decir coll de Bañabujar- en la 483, línea 9, dice «Peyá», por decir Deyá. —El Secretario dice que ya que se habla de erratas y errores desea señalar uno que aparece en el acta de la sesión del mes de Diciembre, donde se atribuye al Sr. Casares (D. Antonio) una nota necrológica del botánico Edouard Bornet, presentada y leída en la Sección de Sevilla por el Sr. González Fragoso. Fallecimientos. — El Secretario participa el fallecimiento de los Sres. Marqués de Urquijo, D. Ramón de Bolos y Sadorra y don Manuel Medina y Rodríguez, el primero, tesorero de la Comisión del Noroeste de África, y los dos últimos, miembros numerarios. La Sociedad se enteró con verdadero sentimiento de la muerte de estos señores, acordándose constara en acta. 92 boletín de la real sociedad española Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el 2 de Febrero en el gabinete de Historia Natural de la Universidad, bajo la presiden- cia de D. Pedro García Velázquez. — Se hicieron cuatro propuestas de socios numerarios á favor de los señores siguientes: D. Garlos Morales Antequera, ingeniero agrónomo, director de la Granja de Alfonso XIII, presen lado por D. Romualdo G. Frag-oso; D. Fernando Espejo Rodríguez, inge- niero agrónomo del Servicio Catastral, presentado por D. Lorenzo Tori-emocha; D. Luis del Rey Gelaberi, ingeniero agrónomo del Servicio Catastral, presentado por D. Pedro García Velázquez, y D. Narciso UUastres Costa, ingeniero agrónomo del Servicio Ca- tastral, presentado por D. Francisco de las Barras, — D. Pedro García Velázquez hizo luego uso de la palabra, y mostró á la Sección una interesante serie de fósiles vegetales, pro- cedentes de las investigaciones que se practican en el terreno car- bónico en Cantillana, cuya serie será enviada al laboratorio do Griptogamia del Museo de Historia Natural de París. También presentó y donó al gabinete un interesante ejemplar de Wulfe- nita, procedente de la mina «Los Lustronares», de Guejar, Sierra de Granada, — El Sr. Bernardo Tenorio presentó y donó también al gabinete un ejemplar de Murex, cubierto por una colonia de Dendrofilia , procedente del estuario de Huelva. — El Sr. González Fragoso presenta ejemplares de aceitunas, cogidas en una reciente excursión á Alcolea del Río, y que están atacados del Macrophoma dalmática (Tnüm.) Berl. et Vogl., de que habló ya el Sr, Paúl en anteriores sesiones. Dicho Esferioidá- ceo es llamado vulgarmente por los agricultores repilo, y perju- dica de un modo considerable, al menos, á las aceitunas destina- das para conservas. Los olivareros creen que en cambio, no perju- dica ni á la cantidad ni á la calidad de los aceites, lo que parece algo dudoso. El Sr. González Fragoso ha hecho germinar fácilmente las espo- rulas de Macrophoma, ya por simple inmersión en agua filtrada ya en cámara húmeda. La germinación es precedida del fraccio- namiento de las gruesas gotas que se destacan en las esporulas, al par que se hace fácilmente visible la pared ó envuelta interna de ellas. Luego el protoplasma arrastra esta última, rompiendo gene- ralmente en uno de los extremos, y proyectándose al exterior for- mando una especie de saco, luego alargado, más tarde tabicado, y , DE HISTORIA NATURAL 93 por Último, dividiéndose y haciéndose ramoso el micelio así origi- nado. La germinación se verifica con frecuencia por ambos extre- mos de las espórnlas, y aun á veces también por otro punto de la circunferencia de ellas, siempre de igual modo. La más pequeña cantidad de sulfato de cobre adicionada al agua en que se hace el cultivo, ó á la que baña la cámara húmeda, basta para impedir la germinación, lo que demuestra que el tratamiento por los líqui- dos cúpricos, podría fácilmente terminar con una epidemia que ocasiona tan grandes pérdidas á una de las mayores riquezas de esta región. — La de Barcelona celebró sesión el 24 de Enero, bajo la Pre- sidencia de D. Luis M. Vidal. Se admite al socio propuesto en la pasada reunión, y son pre- sentados como nuevos numerarios, por el Sr. Caballero (don Justo), los Sres. D. Garlos Amat Erro, D. José Pons Seguí, don Saturnino Garbayo Ayala y D. Joaquín Ezquieta Arce, alumnos de esta Facultad de Giencias, y por el Sr. Faura, D. Ramón Goñi Nagore, también alumno de la misma Facultad. — Los Sres. Presidente y Vicepresidente pronuncian breves fra- ses de agradecimiento á la Sección por su designación para tales cargos, recordando el primero la buena gestión de su antecesor Sr. Pí Suñer, de grata memoria para la Sociedad, y expresando su intención de laborar por el bien de la misma. — El Sr. Pí Suñer expone la creencia de que nuestra Sociedad tiene derecho á nombrar un Compromisario que tome parte en la elección de los miembros que componen la Junta municipal de Giencias Naturales, refiriendo, además, la defensa que de este derecho hizo ante la citada Junta, cosa que la Sección agradece vivamente. Después de un debate, en el que intervienen los seño- res Presidente, Serradell, Faura, Cazurro y Galiano, se conviene en que el Sr. Cazurro, como miembro nato que es de la precitada Junta, estudie el modo de recabar y conseguir el derecho á que aludía el Sr. Pí Suñer. — La de Valencia se reunió el 28 de Enero, bajo la presidencia del Excmo. Sr. D. José Sanchís Pertegás. Quedan admitidos los socios presentados en la sesión anterior. El R. P. Balach presenta á los Sres. D. Faustino Barbera, doctor en Medicina y director de la revista La Medicina Valenciana, y á 94 boletín de la real sociedad española D. Leopoldo González, profesor de Historia Natural en el Semi- nario; y el Sr. Arévalo, al P. Ignacio Casan, profesor de las Es- cuelas Pías de Utiel, y á D. José Ghabás, doctor en Medicina y director de la revista Higiene y Tuberculosis. — El Sr. Gruz da cuenta del Estado de fondos de la Sección, el cual ha sido remitido á Madrid, y propone la conveniencia de que, al igual que se ha hecho para la Sección de Barcelona, se solicite el uso de los libros de su propiedad en condiciones idénticas, á cuyo efecto convendría se remitieran dos ó más catálogos de la Biblioteca, para que los socios conozcan qué obras pueden con- sultar. — El Sr, Presidente expresa su satisfacción por el progresivo y gran incremento que va tomando la Sección de Valencia en el corto tiempo que lleva de vida, pues ha triplicado el número de sus socios en tres sesiones. — El R. P. Balachs hace constar que, pudiendo esperarse mu- cho del desarrollo que la Sección valenciana va tomando, conven- dría darle medios económicos para que pueda desenvolver sus iniciativas locales, quedando la Junta directiva encargada de es- tudiar los medios para arbitrar recursos especiales para esia Sección. — El Sr. Arévalo, creyendo interpretar el sentir de todos los socios, dijo que el objetivo primordial de la Sección debía orien- tarse hacia la creación de un Museo regional, para el cual hay ya acumulados algunos elementos. — El Sr. Presidente acogió con tanto entusiasmo la idea, que hizo espontánea y generosa donación de sus colecciones, premia- das en las Exposiciones Regional y Nacional de 1909 y 1910, que se celebraron en Valencia, como base para la formacióc de dicho Museo. La Sección recibió con verdadero júbilo el donativo del señor Sanchís Pertegás, acordándose por aclamación que constara en acta un expresivo voto de gracias al donante. — Se da cuenta de haber recibido el catálogo de semillas del Jardín Botánico de Valencia. — El Sr. Arévalo presenta una recopilación de los nombres vul- gares de los peces de agua dulce de nuestra Península, manifes- tando que, aunque no la consideraba como completa, ni mucho menos, contiene 220 vocablos, lo que prueba la riqueza de nues- tras lenguas y dialectos, á pesar de lo cual se prescinde de núes- DE HISTORIA NATURAL 95 tros nombres vulgares en las completas relaciones de ellos que constan en los libros especiales de Ictiología fluviátil. — Rl Sr. Martí presentó un curioso nodulo de pirita, procedente de Ayora (Valencia). — A propuesta del Sr. Arévalo se acuerda visitar las colecciones del Colegio de San José y los laboratorios de Historia Natural re- cientemente instalados en él. Notas bibliográficas. Henry S. Washington: The Catalán xwlcanoes and Their rocks («The Am. Journ. of Science», vol. xxiv, 1907). Un folleto de 26 páginas, con cuatro grabados intercalados en el texto. El autor se ha servido de la carta de la provincia de Gerona por Martí y Marino, y del mapa esquemático de Gelabert. De la bibliografía que acompaña al fascículo y de las repetidas veces que entre los trabajos anteriores cita otras publicaciones de los Sres. Calderón, Cazurro y Fernández Navarro, autores de la Memoria acerca de las aFormaciooes volcánicas de la provincia de Gerona» (1906), sin hacer la más ligera mención de este traba- jo, dediicese que no ha llegado al ilustre geólogo el ejemplar que, con la oportunidad debida, se le remitió en aquella fecha. Lo principal de su trabajo es el estudio petrográfico; y, siguien- do las modernas teorías que preconiza la escuela americana, sin dejar de dedicar el espacio que reclama el estudio microscópico, desde luego importante, se extiende en el análisis químico de las rocas recogidas, clasificándolas según la nomenclatura petrográ- fica en el sistema cuantitativo. Hace á su vez, algunas conside- raciones muy atinadas acerca de la adopción de palabras deriva- das de regiones petrográficas típicas (camptonasa, monchicosa, limburgosa, etc.). Dedica seguidamente unos párrafos á los caracteres generales del distrito, haciendo notar la posibilidad de una conexión gené- tica de las rocas estudiadas y las de la línea volcánica central ibérica, que se dirige de S. á N. en las provincias de Castilla la Nueva y Aragón, donde los basaltos nefelínicos y las limburgitas son los tipos principales. Hace consideraciones respecto de la edad geológica, contemporánea para dichas ,dos [regiones volcánicas y la del cabo de Gata, concepto muy discutible en opinión de los geólogos españoles. 96 boletín de la real SOCIEDAD ESPAÑOLA Termina señalando las relaciones posibles con los volcanes de la línea litoral del S. de Francia, y opina que los de Cataluña es- tán en conexión con los de Gerdeña, Pantellaria y Linosa, y pro- bablemente con las erupciones de Trípoli y los volcanes del Valle del Gran Rift, en el E. de África. Notas y comunicaciones Noticia acerca del yacimieBto fosilifero del triásico superior de las Espejeras en el término de Agost (Alicante) DANIEL JIMÉNEZ DE GISNEROS En el mes de Abril del pasado año hice una corta excursión, acompañado por algunos alumnos del Instituto, á la Venta de Agost, lugar situado como unos 4 km. de la estación de Agost y casi á la misma distancia de la de Monforle Gabarrera. Una falsa indicación motivó este corto viaje, haciéndonos relación de un ri- quísimo yacimiento del eoceno, y como este lugar está ya citado como nummulítico por los geólogos franceses de mediados del siglo pasado, no puse en duda su existencia. Llegados al sitio, no encontré el eoceno, sino arrastres que encerraban entre otros materiales, cantos nummulíticos y cretáceos. Los fósiles eocenos y maestrichienses que me habían entregado, procedían de las inmediaciones de Agost (4 ó 5 km. hacia el NNE.), y de los que ya me he ocupado repetidas veces. El terreno hacia esta parte de la provincia de Alicante, me era conocido en sus trazos generales y sabía que en estos lugares no podía encontrar más que cuater- nario, mioceno y algunos asomos del triásico superior. La falta de la supuesta mancha nummuiítica no me extrañó, aunque como ya digo, haya relativa abundancia de fósiles eocenos entro los aluviones que rellenan las depresiones del terreno. La proximidad de una loma de color obscuro y la seguridad que me dio el dueño de la Venta de que aquella loma que divisií- bamos á unos 2 km., oslaba formada por la misma clase de piedra que el Cerro del Mosquito y el Cabezo Negret, dos lomas de las que también me he ocupado al hablar del triásico superior de ÜE HISTORIA NATURAL 97 esta región, nos decidieron á visitarlas y emplear la tarde eu bus- car fósiles, ya que tan escasos son éstos en los yacimientos de este terreno eu España. Antes de llegar á esta loma encontramos asomos del keuper, tan revueltos y trastornados, que no puede deducirse nada de las indicaciones de dirección y buzamiento. Una falla pone mayor confusión en los estratos, llegando á situarse en planos perpendi- culares. Otio tanto puede decirse de la pendiente, que varía mu- cho, pero, eu general, con una gran inclinación. Junto á una no- ria que sirve para regar una corta extensión de terreno y que se deslaca fácilmente en medio de aquella esterilidad, aparecen ca- lizas dolomíticas tabulares, amarillentas ó rojizas, sobre capas de areniscas micáferas de un color rojo de heces de vino. Aunque hemos buscado con detenimiento, sólo huellas muy dudosas he- mos encontrado. Las capas buzan al N. 28° W., con una pen- diente de unos 65°. Más adelante varían la dirección y la inclina- ción, cruzándose casi en ángulo recto, y en las proximidades de la loma de las Espejeras, las margas multicolores, con algunos lechos de calizas dolomíticas y capas de yeso, llevan la dirección N. SS'* W., buzando al S. 55° W. con gran pendiente. La loma de las Espejeras, parte más interesante y que motiva estas líneas, está constituida por margas cenicientas al NNW. con un espesor que pasará de 100 m.; superiormente, estas margas pasan á calizas tabulares en delgados lechos, y, tinalmente, grue- sas bancadas de calizas obscuras, casi negras, forman la parte más elevada y abrupta, por haber resistido más á la denudación. Todo este conjunto concordante lleva la dirección N. 60«> W. á S. 60" E. con buzamiento al S. 30° W. (M. Mg.) y pendiente de 85°. La situación de esta colina está determinada por los siguientes rumbos tomados desde la cumbre: Cruz del Castellar N. 37" 15' E. Torre de la Iglesia Parroquial de Agost. . . N. 22° 45' E. Maigmó N. 13° 15' E. Cumbre del Cerro de San Pascual S. 20" 45' W. En las que se ha hecho la corrección de declinación, y aunque sólo aproximadas, como se trata de puntos situados á pocos kiló- metros, bastan para encontrar fácilmente este yacimiento. En la primera excursión verificada el día 30 de Abril, eucou- 98 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tramos pocos fósiles, pareciéndoiios que este yacimiento difería poco de los ya conocidos de Serreta Negra de San Vicente, Ne- gret, etc. La presencia de una pequeña Myophoria que encontré en un canal para el riego, nos decidió á volver el día 3 de Mayo, y en esta segunda excursión dimos con un banco abundantísimo de fósiles, entre las capas de calizas margosas y calizas tabulares. El estudioso alumno D. Juan Montañés, que me acompañaba, en- contró bellísimos ejemplares que conservo. Una tercera excur- sión, verificada el 29 de Mayo, sirvió para aumentar la colección y añadir algunas formas poco conocidas. Tengo en estudio los fó- siles encontrados, limitándome al presente á esta breve noticia para tener al tanto á nuestra Sociedad de Historia Natural. Aunque pude clasificar de primera intención algunas de las es- pecies encontradas, el viaje al extranjero realizado en el mes de Agosto y parte de Septiembre últimos, me ha servido, entre otras cosas, para comparar estos fósiles con los de las colecciones de varios Museos de Italia, Suiza y Francia. El triásico superior es principalmente de carácter alpino, en- contrándose especies bien conocidas; no obstante, la fauna pare- ce en algunos sitios como de transición del tipo alpino al alemán, conclusión á que fui conducido hace algunos años, como consta en algunos trabajos publicados en el Boletín de nuestra So- ciedad. La especie más frecuente del género Myophoria, es la M. vesti- ta Alberté (I), que forma en algunos sitios capas enteras, aunque los ejemplares completos no sean frecuentes. Entre los gastrópo- dos, el género Turbunilla (T. duvia Münster?) es tan abundan- te, que aparecen algunas piedras cuajadas de estas delicadas conchas. Un hermoso Pectén hemos encontrado, y figura entre los fósi- les de mayor tamaño de las Espejeras. Recuerda al P. Saccoi Park, pero tiene las orejuelas más grandes y en punta redondea- da, siendo tal vez una simple variedad. El género Terquemia fCarpenteria vel Ostracites) presenta una especie muy parecida á la T. Spondyloides Schiot. El género Myophoricardium está representado por un ejem- (I) Citada por MM. Bertrand y Kilian, en el triásico alpino de Anda- lucía. DE HISTORIA NATURAL 99 piar mal conservado que recuerda los dibujos del M. lineatum Wohrm. En los Museos extranjeros he encontrado formas iguales ó muy parecidas á las triásicas de las Espejeras, y aunque dudosas, cito entre otras las siguientes: Pectén scutiformis Haner. Museo de Ginebra, concha provista de finas estrías, procedente del Keuper del Tirol. Hay una espe- cie vecina en las Espejeras. Terebratula gregaria... del Relíense de los Alpes (Museo de Grenoble), es muy parecida á las de igual género del Raibliense de Alicante. En muchas localidades, el Infralias presenta iguales rocas que el triásico superior de Alicante, y en general del SE. de España, por lo que he pensado si entre ambos pisos no habrá verdadera solución de continuidad, y el tránsito entre ambos será insensible. Las calizas margosas negras que encierran la Avicula contorta Portlok, son semejantes á las que contienen la Myophoria Icevi- gata Goldf, en el triásico del SE. de España. Un especie de Dentalium muy diminuto se encuentra en las Espejeras, en un todo semejante al D. Undulatum Münster, que he visto en el Museo de Geología de Pisa. En Lausanne he visto un Dentalium Iceve Schlot, procedente del Muschelkalk, que recuerda otra forma de las Espejeras. Peden Azzaroláe Stopp, del trías superior. Museo de Florencia, semejante á otro de las Espejeras. En el mismo Museo he visto otras especies que guardan rela- ción estrecha con las encontradas en las Espejeras; son éstas el Pectén flagellum Stopp, provisto de finas costillas; el Hinnites comptus Goldfs; Plicatula flicosta Bennecke; Halovia cf. sicula Gemm., muy semejante ó igual á la de los yacimientos de Novel- da; Halovia lucana De Lorenzo, en la caliza negra como en Ali- cante; Cardita Talegii Stopp, provista de 15 ó 16 costillas tuber- culosas. Procedentes de la caliza negra pizarrosa. Otras especies he visto muy parecidas á las encontradas en las Espejeras, Myoconcha Curionii Haner, de la caliza negra de Raibl, y la Gervillia exiiis Stopp, del trías superior. También he podido comprobar mi opinión relativa á la edad de la Sierra de Orihuela, por haber encontrado la Myophoria Kefersteini Müust, en unas pizarras blancas no lejos de la ciudad, y en la ladera S. de la Sierra. 100 boletín de la real sociedad española Además, parecen indudables las siguientes especies, encontra- das en la última excursión: Pectén disciles Schoth. Terquemia complicata Goldfs. Schafliaütlia [Gonodon Schafh), Schmidi Heinitz, Myophoria Icevigata Goldfs. A/, vestita Altert (abundante). Piacunopsis Teruelensis Worm. Nucula gregaria Miinster. Turhonilla duhia Münster. Mytilus eduliformis Schloth, Daonella... Figuran algunos vestigios del género y especie nueva Cyclo- zoon Philippi Wurm. El número de especies es indudablemente mayor, pero esta nota es sólo un avance al estudio de tan curioso yacimiento, uno de los más ricos acaso del triásico español. Una excursión hriológica á Sierra Nevada POB A. Casares gil En el mes de Julio del año pasado, el Sr. Bolívar (D. Cándido), el Sr. Beltrán y yo hemos hecho una excursión de cinco días por Sierra Nevada, acompañados por el joven é ilustrado naturalista Sr. Diez Tortosa, sin cuyo concurso nos hubiera sido muy difícil llevar á cabo la excursión: el conocimiento del terreno y la ama- bilidad del Sr. Diez Tortosa nos allanó todas las dificultades, y me complazco en reconocer la deuda de gratitud que hemos con- traído con él y con su hermano el sabio catedrático de la Univer- sidad de Granada, cuyo estado de salud no le permitió acompa- ñarnos, pero que nos ha dado consejos é indicaciones útilísimas para el fin que nos proponíamos. El objeto que á Sierra Nevada me llevaba era conocer de visu una parte de la briogeografía de la más interesante Sierra de Es- paña, que, con los Alpes y cordillera del Gáucaso, alcanza las ma- yores altitudes en Europa. Partiendo una madrugada de Granada, hemos subido en tres DE HISTORIA NATURAL ]01 etapas al Picacho de Veleta, pasando por Huejar, Cortijo de San Jerónimo y Albergue de la Sociedad Alpina, descendiendo por el Camino de los Neveros ;y por el pie del Cerro de Trevenque á Granada. Por su gran altura y situación meridional, Sierra Nevada ha sido objeto de varias exploraciones botánicas, algunas de carácter exclusivo ó preferentemente briológico, por la gran importancia de las muscíneas en algunos problemas de Geografía botánica. Colmeiro, en su Enumeración y revisión de las plantas de la Pe- nínsula Hispano -Lusitánica {lomo v, 1889), reúne los trabajos que en este sentido hicieron Boissier, Clemente, Lange, Willkomm, Bourgeau y Bory, dejando sin incluir las citadas por Geheeb en su Beitrag zur Moosflora von Spanien (Flora, 1874), y las men- cionadas por Schimper en la segunda edición de la Synopsis mus- corum europaeorum (1876). En total, sólo eran conocidas 94 espe- cies de muscíneas en Sierra Nevada hasta el año 1894, en que el profesor F. v. Ho'mel publicó su Beitrag zur ^'enntniss der Lauhmoosflora des Hochgehirgstheiles der Sierra Nevada. En este trabajo enumera su autor 72 especies de musgos nuevas para la Sierra, citando entre todas 161, algunas sólo de referencia y algo dudosas como la Georgia peUucida y otras que, en realidad, no pertenecen á Sierra Nevada, como la Rhynchostegiella tenella, que sólo la cita del Parque de la Alhambra, donde crece con bas- tante abundancia. Parece extraño que después de tantas excursiones emprendidas por briólogos tan distinguidos, sea tan escaso el número de mus- cíneas conocidas en Sierra Nevada que por su altitud y situación debía ofrecer una variada flora de ellas; y esto es debido prin- cipalmente á que esta Sierra, como la mayoría de las del Centro y Mediodía de España está materialmente pelada: «... á ex- cepción de alguna pequeña arboleda que se ha librado de la de- vastación, está Sierra Nevada desprovista de vegetación por com- pleto. Para el que esté acostumbrado á contemplar grandes bos- ques, ó á lo menos extensas praderas, apenas puede presentársele una imagen más triste que la que ofrece la desnuda Sierra» (1). Hohnel, en el trabajo citado, dice que si se atiende á la extensión, situación y altura de Sierra Nevada, es lógico deducir que su (1) Eichard von Drasche: Bosquejo geolójico de Sierra Nevada, (c Bole- tín de la Comisión del Mapa>, tomo vi, pág. 369.) 102 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA flora debe ser riquísima; pero basta ver el pequeño número de especies recogidas por tantos expertos botánicos, para compren- der lo falso de la deducción. En los valles de los Alpes, añade, es fácil recoger en una sola tarde 80 ó 90 especies de musgos, más que las que se han recogido en Sierra Nevada por varios explora- dores en muchas excursiones. Horas enteras se puede andar por aquellas inmensas lomas áridas y secas sin encontrar una sola muscínea. Nosotros hemos sido relativamente afortunados al encontrar 39 especies de las citadas por Hdhnel, algunas de ellas verdaderas rarezas briológicas como la Anacolia Wehhii, y además las si- guientes nuevas para Sierra Nevada: Sphagnum teres Angstr Barranco del Infierno. Tortula aciphylla Br. Eur Gortijuela. Schistidium alpicola (Sw.) Limpr., var. rivMÜare (Brid.) Wahl Barranco del Infierno. Rhacomitrium svdeticum (Funck) Br. Eur., var. validius Jur. (I) Barranco de San Juan. Orthotrichum Schimperi Hamm San Jerónimo. — a/yine Schrad Cerca del Albergue. — urnigerum Myrin (2) . . . . Cerro de Trevenque. Bryum Duvalii Voit Barranco de San Juan. Aulacomniíim androgyniim (L.) Schw.. Barranco de San Juan. Heterocladium squarr osulum (Voit) Lindb (1) San Jerónimo. Brachythecium olimpicum Jur Cortijnela. A mhlystegiumvarium(}ieáw'.] Lindb. [\). San Jerónimo. Cratoneuron irrigatum (Zetterst.) Roth. Nacimiento del Genil. También son dignas de mención algunas variedades como la polygamum Corb. del Bryum pallescens Schleich, la variedad bre- vifolium Schrap. del Dhltchium, capillaceum (Sw.) Br. Eur. y una variedad de Bryum capillare L., que clasifiqué con el nom- (1) Clasificado por el profesor L. Corbiére. (2) El profesor L. Corbiére me comunica sus dudas de que sea esta la especie indicada, porque en el ejemplar que le envié no pudo ver endope- ristoma; pero en algunas cápsulas que yo examiné, he visto los hilos del perietoma interno, la cofia vellosa y demás caracteres del Orth. urnigerum. DE HISTORIA NATUHAL 103 bre ustulatum Roth, por ser á la que más se asemeja, á pesar de que los filamentos son exclusivamente axilares en los ejemplares examinados. La mayoría de las especies las recogí en un barranco que as- ciende del cortijo de San Jerónimo hasta cerca del Albergue de la Sociedad Alpina y en los barrancos de San Juan y del Infierno. En este último barranco hemos visto una pequeña mancha de Sphagnum teres; Hohnel dice que los Sphagnales faltan en Sierra Nevada, si bien añade que es posible que se encontrasen en ul- teriores exploraciores. Lo mismo dice del género Heierocladium y de otros géneros: el Het. squarrosulum lo encontramos cerca del cortijo de San Jerónimo, y un poco más arriba la Anacolia Webbii y la Wehera andalusica Hohnel. Respecto á esta última, yo no puedo convencerme de que sea una buena especie; y á pesar de ajustarse sus caracteres á la descripción de Hohnel, no creo que sea otra cosa que una forma de Wehera carinata, y esta es también la opinión de distinguidos briólogos á quienes envié ejemplares. Los que he traído de Oreoweisia todos son de Or. Bruntoni (Sw.) Milde, aun los cogidos cerca del Mulhacen, allí donde Hohnel ha encontrado su Or, Mulhacenii; algunos tie- nen en parte los caracteres que Hohnel asigna á su especie; pero ya por la descripción se advierte que la pretendida especie no es otra cosa que una forma de altura de la Or. Bruntoni. Si á esto se añade que SchiíTner, que ha revisado el herbario de Hohnel, dice (1) que la Grimmia Dornaji no es más que la G. anodon Y que el Eypnum Alcozahae es la variedad ccBlophyllum del Hypnum Vaucheri, resulla que las cuatro especies que Hohnel creó de los musgos de Sierra Nevada, son simplemente formas de especies ya conocidas. Si la aridez de la Sierra, su escasez de lugares resguardados y húmedos todo el año, su misma conformación geológica, pues, como es sabido, está formada en su mayoría de pizarras micáceas que, resquebrajándose y desprendiéndose en pedazos pequeños, cubren aquellas lomas como de una capa de movedizos escom- bros; si todo contribuye á que sea escasa en musgos, con mayor razón las hepáticas tendrán que ser escasísimas; ignoramos si Hohnel ha publicado algo sobre las hepáticas que recogió en Sie- rra Nevada; registrando la bibliografía sólo hemos visto citadas: (1) Hedioigia, xlui, 1904 (Ref. de la Rev. hryol.) 104 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Marchantía polymorpha L (Boissier). Aneura pinguis (L.) Dum Barranco de Trevelez (Willkomm). Pellia epiphylla (L.) Lindb Borreguiles ( Boiss . ) ; Dornajo (Willk.). Uaplozia cordifolia (Hook.) Dum Borreguil de San Jeró- nimo, río Monachil. Antelia nivalis (Sw.) Lindb Mulhacen (Willk.). Scapania nemorosa (Mich.) Dum Barranco de Trevelez y Chorreras de Por- tugos (Glem.). De estas hepáticas sólo recogí la Haplozia cordifolia, que es muy abundante en los aguazales de cerca del Albergue. Encontré además las siguientes especies: Targionia hypophylla L Camino del Albergue. Clevea Rousstliana (Mont.) Leitg Barranco de San Juan. Reboulia hemisphaerica (L.) Raddi Nacimiento del Genil. Grimaldia dichotoma Raddi Camino del Albergue. Lunularia cruciata (L.) Dum Maitena. Haplozia pumila {Wilh.) Dum Cerca de Albergue. Plagiochila asplenioides (L.) Dum ídem id. Chiloscyphus polyanthus (L.) Corda Barranco de San Juan. Las conclusiones con que el profesor v. Hohnel termina su no- table trabajo sobre la flora briológica de Sierra Nevada, no deben modificarse más que en algunos detalles que se desprenden de lo que expuesto queda, y en algunos otros referentes á las especies que cita en Sierra Nevada, como exclusivas de esta Sierra en España, desde que ha escrito su trabajo han sido hallados en otros puntos de nuestro país el Gijmnostomum rupestre, Weisia cris- patttf Grimmia Muehlenheckn, Amphoridium Mougeotíi, Orthotri- chum Sardagnanum, Bryum pendulum, Phüonotís seriata y Eurhynchium diversifolium. DE HISTORIA NATURAL 105 Cuencas artesianas probables en la Península ibérica (^) POE LUCAS FERNÁNDEZ NAVARRO Es proverbial la escasez de aguas superficiales en la mayor par- te del territorio de nuestra Península. En grandes zonas, á la es- casez se une la mala calidad. Nuestras mayores corrientes acuosas son de régimen irregular, sufren estiajes exagerados y, salvo el caso del Ebro, no merecen el nombre de grandes ríos hasta su proximidad al mar. Las causas de esta penuria, principal origen de la pobreza nacional, son de dos clases: climatológicas y so- ciales. Entre aquéllas, que son con mucho las más importantes, figu- ra en primer término la escasez de lluvia, que por término medio excede muy poco de 600 mm. anuales. No es únicamente lo bajo de la cifra, sino que su efecto se exagera por la irregularidad con que las precipitaciones acuosas se producen, alternando los largos períodos de sequía con los breves de lluvias torrenciales. Faltan así mismo, para regularizar nuestras corrientes, las nie- ves perpetuas en las cabeceras de las cuencas. Las altitudes con- siderables de nuestras montañas (somos por los Pirineos y la Pe- nibética el segundo país de Europa en este concepto), están con- trarrestadas con la latitud. El clima ardiente, con su predominio de vientos cálidos en grandes extensiones, coopera activamente á la desecación de nues- tro suelo. A estas causas naturales inevitables, se unen otras sociales, hijas de la codicia é ignorancia del vulgo, protegida por la desidia de las clases directoras. Entre ellas hay que mencionar en primer término los bárbaros descuajes de montes, cuyos perniciosos efectos no hay que enca- recer, ya que los montes, si no provocan en medida considerable ( 1 ) Comunicación presentada en el IX Congreso internacional de Hidro- logía, Climatología y Geología, verificado en Madrid en Octubre de 1913. Tomo XIV.— Febrero, 1914. 8 106 boletín de la heal sociedad española las precipitaciones acuosas como durante algún tiempo se ha su- puesto, mantienen una atmósfera húmeda, favorable á la vegeta- ción, y sobre todo regularizan el aprovechamiento del agua llo- vida, que de otro modo se pierde en su totalidad ó poco menos. La falta de pequeñas obras hidráulicas, como abancalamiento de laderas, captación cuidada de manantiales, rectificación de to- rrentes, avenamiento de terrenos pantanosos, simples labores pro- fundas y tantos otros trabajos de escaso coste y pocas exigencias técnicas, contribuirían considerablemente al mayor rendimiento de nuestro caudal de aguas superficiales. Aunque más despacio de lo que nuestra necesidad demanda, algo se hace en el día para combatir estas mencionadas causas sociales. Sin duda que se ha de seguir marchando por este cami- no, y cada vez con más intensidad. Pero no hay que exagerar el alcance de estos remedios, tan sólo atenuantes del mal, ni olvidar que algunos de ellos, como la repoblación forestal, no producirán sus beneficiosos efectos sino al cabo de un considerable lapso de tiempo. Y como la necesidad se siente imperiosa en el momento, se comprende que se haya hecho de ella una bandera y se hable de una política hidráulica como de una política pedagógica, que en verdad, de agua y Pedagogía estamos bien necesitados. Agua con qué lavarnos, quitar la roña de nuestras sucias ciudades y regar nuestros campos menguados; Pedagogía con qué limpiar nues- tro intelecto, raer de nuestra sociedad la roña de los atavismos y preocupaciones, y fecundar nuestro campo espiritual, que más semeja país yermo que tierra cultivada. Pero volvamos á nuestra hidráulica. No se resuelve el proble- ma tan sólo con los grandes pantanos y canales, á veces no bien concebidos ni justificados. Antes que el crear cauces y depósitos es el contar con el agua para llenarlos. Recientemente se ha habla- do de algún pantano, en el que apenas llegó á reunirse agua para cubrir el fondo. Ahí está el canal del Henares, sin servir desde que se construyó para otra cosa que para dificultar las comunica- ciones entre los pueblos y sus vegas. No quiere decir ésto que no convenga multiplicar canales y pantanos, sino que ha de hacerse con mesura y sin comprometer él erario público en estas obras costosas sin un estudio previo muy detenido. Quiere decir también, que así no se considera más que una parte del problema, el aprovechamiento de las aguas exterio- DE HISTORIA NATURAL 107 res, abandonando Otro término muy importante, cual es poner en circulación las subterráneas, más constantes, más caudalosas en conjunto y cuyo alumbramiento es siempre de menor coste. Por debajo de nuestros campos sedientos circula con frecuen- cia el agua que puede convertirlos en vergeles. Sólo espera una mano inteligente que la abra el camino por donde ascender á de- cuplicar el valor de la tierra. El agua subterránea, que es nuestro más rico mineral, está todavía por explotar. ¿Esperaremos tam- bién á que vengan actividades y capitales extranjeros á ponerla en valor? * * El agua subterránea procede, sin duda, en su casi totalidad, de las meteóricas superficiales. Las aguas de origen interno, si exis- ten, forman una fracción insignificante que entrará en el grupo de las minerales, de las cuales vamos á ocuparnos. Estas aguas subterráneas, según la profundidad á que circulan y las condi- ciones en que la circulación se realiza, presentan modalidades que las distinguen, aunque esencialmente son todas ellas la misma cosa y están sometidas á las mismas leyes físicas. Hay las aguas más próximas á la superficie, las del manto freá- tico, cuyo nivel sigue, atenuándolas, las desigualdades del terreno. Estas aguas, mantenidas en las rocas por capilaridad é imbibi- ción, se alumbran casi exclusivamente por los pozos ordinarios. De ellas se diferencian las que, retenidas en los intersticios de un estrato permeable más ó menos profundo, circulan lentamente en su masa, siguiendo las direcciones impuestas por la gravedad y por la forma y disposición de la capa continente. Guando me- diante una perforación puede hacerse que estas aguas surjan en forma de surtidor por encima del suelo, se llaman aguas artesia- nas, y pozo artesiano el conducto por donde salen. Cuando, abier- to el pozo el agua sube de nivel, pero no llega á rebasar la super- ficie, se dice que son simplemente ascendentes. El nivel freático llega á afectar en ciertos terrenos una disposi- ción tal, que sus aguas pueden surgir también en forma de sur- tidor. Puede denominarse entonces á estas aguas freático-arte- sianas. Por último, casi siempre en los grandes como en los pequeños ríos, por debajo de la corriente externa hay otra oculta paralela á 108 boletín de la real sociedad española aquélla, alumbrable fácilmente. Estas son las llamadas aguas- sub-álveas. En esta comunicación vamos á ocuparnos solamente del arte- sianismo, y no en toda la generalidad del problema. Dejando á un lado, en efecto, el caso del pozo artesiano en general, cuya teoría daremos por conocida, así como la técnica interesante de su per- foración, nos ocuparemos de determinar las regiones de la Penín- sula que más aptitud presentan para que en ellas tenga éxito el alumbramiento de aguas artesianas. Nos han movido á desarrollar este tema varias consideraciones. En primer lugar, la utilidad de los pozos artesianos, que con poco dispendio pueden abrirse casi siempre en el punto mismo donde su caudal ha de ser utilizado. Los establecimientos industriales pueden así surtirse de aguas constantes y buenas, en condiciones de economía excepcionales. Otro tanto puede decirse de las explo- taciones agrícolas, siendo bien conocido el ejemplo del pozo de Passy en París, con el cual se riega el Bois de Boulogne, además de emplearse en la bebida una parte de los 14.000 litros que sumi- nistra. Poblaciones importantes, y de ello son ejemplo entre nos- otros Linares, Melilla (I) y Alicante, han resuelto del todo ó en parte el problema de su abastecimiento de aguas, mediante los pozos artesianos. El fracaso de algunas perforaciones emprendidas sin la necesa- ria preparación, hizo que durante algún tiempo reinara entre nos- otros la idea equivocada de que la Península Ibérica no presenta aptitud para el artesianismo. Ya veremos al final de este trabaja cómo esto no es cierto. Desde luego, la opinión de los geólogos es- pañoles se ha manifestado bien claramente en este sentido. Prado auguraba la existencia de aguas artesianas en la cuenca madrileña. Vilanova, autor de un extenso Tratado de pozos arte- sianos y arte de alumbrar aguas^ decía lo mismo de una parte de la provincia de Teruel y del reino de Valencia. D. Federico de Bo- tella predijo la existencia de los pozos que riegan hoy, en número mayor de un centenar, la huerta de Murcia. Gortázar expresa su opinión favorable á la apertura de pozos artesianos en diversas (I) La apertura de los pozos de Melilla se hizo á consecuencia de un informe presentado por el autor, al entonces gobernador, el ilustiado ge- neral Marina. DE HISTORIA NATURAL 109 localidades del mioceno de Cuenca. Otro tanto afirma Puig de todo el manchón terciario de Zamora, así como üantín del de Al- bacete. Mesa ha aconsejado que se hagan perforaciones artesianas en el litoral de Cartagena y en las cuencas de varios grandes ríos. Para no alargar esta enumeración, concluiremos diciendo que acerca de la existencia de aguas artesianas en el subsuelo de Ma- drid, han manifestado su opinión favorable, además de Prado, Vilanova, Bentabol, García del Castillo, Rubio, Sánchez Lozano, Adán de Yarza y Mesa, es decir, cuantos abordaron el pro- blema (1). Los modernos éxitos han hecho renacer el gusto por los pozos artesianos. El ejemplo tentador de las aguas obtenidas en diversos puntos de la Península, muy especialmente en Valladolidj Valen- cia y Barcelona; los pozos de El Pardo, cerca de Madrid, que si no muy importantes por su caudal, son excelente elemento de pro- paganda por su situación; los ecos que á nosotros llegaron de las transformaciones que el artesianismo ha operado en extensos paí- ses como Argelia y Australia; todo ésto, hiriendo la imaginación, ha dado por resultado que las gentes vuelvan los ojos al artesia- nismo y entrevean en él un poderoso ele nento de regeneración económica del país. Por desgracia, con este movimiento de saludable reacción coin- cide la llegada de un cortejo de parásitos de la peor especie. Zahoris, bacilogiros é inventores de aparatos pseudo-científicos, explotan la ignorancia del vulgo ofreciéndole el descubrimiento de las corrientes subterráneas por un estipendio que suele estar lejos de ser módico. Por casualidad suele encontrarse entre ellos algún iluso, ignorante de buena fe; pero en la mayor parte de los casos se trata de desaprensivos, que encuentran en esta forma de la estafa un procedimiento cómodo de procurarse medios de vida. Para contrarrestar esto en lo posible, conviene insistir en toda ocasión sobre el carácter puramente geológico del problema, (1) Acerca de la cuenca madrileña, véase nuestro artículo Los pozos ar- tesianos en Madtid, publicado en la < Revista Agrícola» ^Madrid, 1908). En la colección de «Manuales Soler», de Barcelona, hemos publica, tome i, 1893.) (2) M. Pavlova, Travaux du cabinef zoologique de l'Université de Varso- vie, 1895. 124 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA parum mcig-is approximati. Antennae rufescentes, basi pallidio- res, parum pilosae. Pronotum satmagnum, in summa trigonale, fornicalum, flavo- auraiUiacum, valde pubescens, grisescens, longe ac dense rufo- fimbriatum, antice obtusa triangulariter productum, utrinque parabolice rotundatum; discus pronoli pictura plus minus distinc- ta, fusco- brunnea ornatos, scilicet fascia centrali longitudinali, antice rhombiformiter, postice Iriangulariier dilátala maculaque utrinque laterali, cum basi Irigoni cenlralis coujuncla; margo pos- terior pronoli leviter rotundato- producías, utrinque antrorsum flexus; latiludo máxima pronoli praelerea fere in dimidiam ejus longitudinem promota. Elytra apicem abdominis modice superanlia, sat lala, infúscala, ad apicem pellucenlia, margine exteriore in dimidia sua parte basali forliler arcuato ac fimbriato, ápice parabólico, área margi- nali flavo-ochracea, opaca, venulis fuscis; pone aream margina- lem basi macula hyalina, inler primam lertiam partem venae ra- dialis el venam analem extensa; venae principales fuscae; sulcus analis sat regulariter arcuatus, fascia hyalina comitala. Alae translncidae, ad marginem anteriorem infuscalae, fascia inleruluari hyalina, venis fuscis. Pedes sat gráciles, femoribus longe, libiis cum tarsis brevius fusco-pilosis, metatarsis perlongis, arliculis reliquis computatis distincle longioribus, unguibus dimidiam partem articuli ultimi longiludine aequantibus, pulvillis nuUis; tibiae posticae regula- riter sed modice arcuatim-curvatae, supra spinis irregulariter dis- posilis, sublus spinis 3-4 valde longis, calcaribus armatae, in quarla sua parte apicali muticae. Meso-et metanotura cum primo segmento abdominali pallide- castanea, pilis longis pallidis setosa. Abdomen supra ac subtus testaceum, fascia lata longiludinali mediana griseo-fulva notalum. Ultima segmenta abdominis fulva; lamina supra-analis sat bre- vis, haud bituberculata. Gerci sat longi, gráciles, testacei. Long. corp. 13,5 mm.; long. pron. 4,6-5,0 mm.; lal. max. corp. 9,0 mm.; lal. max. pron. 7,0-7,2 mm.; long. antenn. circa 10,0 mm.; long. elylr. 13,0-14,0 mm.; lat. max. elytr. 6,0-6,5 mm.; long. al. 12,0 mm.; long. lib. posl. 5,3-5,4 mm.; long. metal, posl. 3,3 mm. Habitat: Mogador, Marocco (Escalera). 4 cTcf- 9. Verisimiliter ad mares supra descriptos pertinens. Adulta? DE HISTORIA NATURAL 13i Statura mediocri, oviformi. Colore rufo-castaneo, segmenlis singulis ad margines anticura et laterales rufis. Gaput a pronoto valde superatum, complete obtectum. Frons infuscata, supra clypeum valde túmida, subiiuberculata, ínter antennas per transversum cristata; oculi quam foveolae antenna- les vix magis remoli, ocelli haud perspicui, pseudocelli subpromi- Duli; anteunae corpore concolores; palpi maxillares ac labiales fusco-brunnei, sat robusti, articulis singulis brevibusac latis, ar- ticulo ultimo brevissimo, apicem versus fortiier dilatato, recte trunca to. Pronotum breviler-pilosum, longe flmbriatum, anticein media sua parte triangulariter productum, margine postico arcualim retro-producto; mesonotum margine postico fere recto, metano- tum — late rotundato-exciso, angulis posticis paulum retropro- ductis. Pedes robusti, castmei, spinis calcaribusque nigris, sublus longissime pilosi; tibiae anticae breves, quam latae vixlongiores, spinis duabus superioribus sat robustis, tibiae intermediae supra spinis 1 : 2 ; 3 (1) subtus spina única, tibiae poslicae supra spinis 3 : 2 : 3, subtus 2 : 3, tibiae omnes calcaribus Tarmatae; calcaria interna libiarum omnium metatarso distincte brevioria, spinae calcariaque omnia subtus late excávala. Abdomen supra margine postico segmentorum primi ac se- cundi fere recto, tertii ad quintum modice, — sexli et septiini la- tius roiundalo-sinuato, segmeuli ultimi obtusissime emargina- ti; lamina supraanalis lata, brevis, in media sua parte longitudi- naliter cristata, margine postico in media sua parte obtnse inciso; cerci breves, crassi , tantum ab infero conspicui, cura margi- uibus laleralibuset postico abdominis longe pilosi; segmenta ab- dominalia subtus flavo-castanea, fusco picta; segmentum ultinium sat magñum, in media sua parte fornicatum, macula trigonali fusco-castanea ornatum, margine postico undulato, in media sua parte exciso. Long. corp. 14,5 mm.; lat. raax. abd. 11,5 mm.; long. pron. 5,7 rnm.; lat. pron. 8,5 mm.; long. tib. post. 4,4 mm.; long. meiat. post., 1,8 mm. (1) D'aprés H. de Saussure, Revisión de la tribu des Hétérogamiens («Revue Suisse de Zoologie», tome i, 1893, pag. 2951; le premier chiffre se rapporte á la rangée dii bord interne (postérieur), etc. 126 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Habitat: Mogador, Marocco, viii-ix, 1905 (Escalera). 1 9- Cette espéce est nettement caractérisée dans le sexe n ale par' la briévelé relativa des élytres el le manque absola de peloltes entre les crochets des tarses de toutes les paties. Elle semble se rapprocher de la P. algerica Br., que jene connais que d'apiés les diagnoses des auteurs, par le second de ees caracteres, mais cette derniére espéce, quoique á peine plus grande que la uótre, pcssé- de des élytres de 24 mm. de longueur. Je me permets de dédier cette fort jolie espéce a Mr. le Profes- seur Ignacio Bolívar, á qui nous devous entre autres la descrip- lion d'un beau nombre de Blaltaires jusque-lá inconnus. Polyphaga shelfordi sp. n . cf. Stalura mediocri, testaceus, castaneo-pictus, valde pilosus et hirsutus. Caput a pronoto valde obtectum. Clypeus flavescens, per trans- vesum excavatus; frons caslanea, pilosa, supra clypeum tubercu- lis miuimis, bituberculata, inter oculos longe pilosa; oculi quam ocelli miuus distantes hi magni, albidi, fere quadrangulares; an- tennae totae rufescentes, basi iufuscatae, articulis singuiis subtus ad apicem allrescentibus, valde rotuudato dilatatis, antennis inde insuper recte delineatis, subtus serratis. Pronotum longe ac dense pilosum et fimbriatum, in media sua parle valde fornicatum, trigonaliter antrorsum prominulum, margine anteriore dehinc undulato, margine poslico late rotun- dato-producto atque longe fimbrialo, marginibus lateralibus oblique truncatis. Discus pronoli pictura caslanea, e maculis minimis ulrinque disposilis lineisque longitudinalibus ex parte centrali pronoti ad marginem ejus posticum percurrentibus maculisque majoribus inter illas lineas et illis appositis compo- sita; lalitudo máxima pronoli a dimidia ejus longiludine valde promota. Elytra modice lata, translúcida, pallide fusco-irrorata, venis mediastina et radiali cum venulis fortiter infuscalis; campus ana- lis modice infuscatus; angulus inter venam radialem et venam analem silus hyalinus; margo anterior parum arcuatus, subun- dulatus, margo poslicus in apicali sua dimidia parte valde arcua- tus, elytrum dehinc in tenia sua parte apicali lalissimum; área marginalis griseo-lestacea, ad basin nilida, sublililer reticulata; sulcus analis rotuudato-angulato fractus, parte sua interna (posti- DE HISTORIA NATURAL lí? ca) recta, fascia hyalina conjunctus; venae areae discoidalis irre- gulares, ex parte inter se coajunciae, fortiter curvatae. Alae hylinae, ad marginem anteriorem infuscatae, venis valde expressis, fuscis. . Pedes gráciles, pilis tenuibus longis hirsuti; femora longissime, tibiae tarsique brevius, quam in P. Bolivari tamen longius pilo- sae, spinis ápice infuscatis armatae; tibiae posticae gracillimae, undulato-ciirvatae, tertia fere sua parte apicali maticae, spinis su- perioribus mediocribus, binis dispositis, paulnm ultra dimidiam longitudinem tibiae extensis, inferioribus dehinc seriem unicam spinarum, ad apicem tibiae longitudinecrescentem, apicem ipsum tibiae haud attingentem formantibus; metatarsi longi, articulis reliquis tarsorum simul sumptis multo longiores, anteriores et intermedii supra dense, posteriores minus dense longe-pilosi. Pro-, meso-8t metanotum margine postico pallide fimbriato, mesonotum in media sua parte longe-capillatum, metanotum insuper cum segmento primo abdominali hic illic longe pi- losum. Abdomen melleo-testaceum, pallide fimbriatum, segmenlis 1 .-5. ad latera brunneo transverse fasciatis, segmentis ullimis brun- neis, segmentis 1. et 2. albido hirsutis; lamina supraanalis trans- verse bituberculata, breviier-hirsuta; cerci breves, triangulares; abdomen subtus pallide-testaceum, segmento ultimo breviter- hirsuto, brunnescente, angulis posticis obtuse extus-et retro-pro- ductis. Long. corp. 13,6-14,6 mm.; lat. max. abd. 9,0 mm.; long, pron. 5,3 mm.; lat max. pron, 7,7 mm.; long. elytr. 15,U-16,0 mm.; lat. max. elytr. 6,5-7,1 mm.; lat. al. 9,5 mm.; long. tib. post. 5,7 mm.; long. tars. post. 4,0-5,5 mm.; long. metat. post. 2,5-3,2 mm. Habitat: Sidi Mansour (Nocturno), Gurara (Viberl). 1 (j^; Ker- manta Kayor, Sénégal (Vibert). 1 (f. Un mále, correspondanl tré> bieu aux deux males ci-dessusdé- crits par sa livrée, ainsi que par la configuration de la plupart des partios de son corps et par l'armure de ses pattes, mais en différant sensiblement par ses dimensions ti es réduites, a été capturé par Mr. Bonnet en Tunisie. Get exemplaire est cai-actérisé par son pronotum encoré plus pointu et plus elevé á son extré- mité antérieure, presque en forme de bec (vu en profli). Vu d'en- haut ce processus rapelle un peu le rostre de la coquille supérieu- 128 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA re decertains Brachiopodes. Les tibias poslérieurs de cet individu. sont moins courbés que chez les deux males ci-dessus décrits. Les dimeusions de cet exemplaire sont les suivantes: Long. corp. 12,0 mm.; loug. pron. 4,5 mm.; lat. max. pron. 5,5 mm.; loug. elytr. 12,6 mm.; loug. lib. post. 4,5 mm.; loug-. tars. post. 3,4 mm. Habitat: Gasser el Hamar, Tuuisie, 23— iv, 1884 (Bouoet). 1 (^f . Vu la différeuce de l'habitat, le mále de Gasser el Hamar pour- rait bieu appartenir k une espéce disliucte, encoré iaconuue jus- qu'á présent. Les deux males, rapportés par Mr. Vibert, nese distinguent en- tre eux que par la conflguration de leurs paites poslérieurep: chez l'exemplaire de Kermaulo Kayor les tibias poslérieurs sont moins ondules dans le plan dorso-ventral que chez l'exemplaire de Sidi Mansour, ses tarses sont beaucoup plus longs et le troi- siéme et le quatriéaie anides des paites aulérieures et iutermé- diaires sont de niéme longueur que le premier, tandisque chez l'autre exemplaire ils sont sensiblement moins longs que celui-ci. Enfin, les épines et les éperons de loutes les paites, á moitié bá- sale incolore chez l'exemplaire de Sidi Mansour, sont bruns dans toute leur étendue chez celui de Kermanto Kayor. Je n'ose décider, si ees diíféreuces suffisent pour attribuer les deux exemplaires á deux es( eces différentes; en altendant je crois pouvoir les reunir en une seule esj éce, jusqu'au momeut cu de nouvelles captures permettent de fixer les limites de la va- riabilité individuelle de ees iusectes. Le deux esf éces du genre Polyphaga, que j'ai pu décrire ci-des- sus d'apres des exemplaires de la collectiou de Mr. Bolívar, se dis- tinguent bien entre elles par leur livrée, ainsi que par cerlaines particularités morphologiques. Elles ne sauraieut étre confoudues avec aucune des espéces décrilesantérieurement de l'Afriquesep- tentrionale et mome du continent africain entier. Leurs dimeu- sions sont sensiblement inférieures a celles des Polyphaga afri- cana, P. conspersa, P. gestroyana, P. algética, P. ursina^ espé- ces en plus á, coloration plus foncée; quant á la P. ( Aniso g amia) lívida, cette espéce est nettement caractérisée par sa coloration tes- tacé claire, son corps et son prouotum tréa petits et ses élytres longs el mouchetés de brun. DE HISTORIA NATURAL 129 Polyphaga platypoda Shelford. Une temelle, provenaiU de Biskra (Goll. FinoL) et portant l'éti- queüe Heterogamia lívida Br. v. W., me semble avoir plus de rapports á la P. platypoda, récemment décrite par Shelford, qu'avec la P. (recte Anisogamia) lívida 9, et cela par la structu- re de ses paites. Finol (1), áqui nousdevons la description la plus détaillée de la P. lívida, caractérise ees organes par les mots «Tar- ses relativemeiit greles» Or, chez la femelle provenant de Biskra, les larses sont neltement applatis et légé remen tcauueléslalérale- meut, ce qui leur donne un aspect tres caractéristique. En outre les métatarses postérieurs sont moins longs que ceux de la paire intermediare (et en meme temps moins applatis), ce qui corres- pond exactement á la diagnose donnée par Shelford pour sa Poly- phaga platypoda (?). Celte concordance s'étend aussi sur tous les autres caracteres importants, comme la coloration (Rufo-casta- neous), la lougueur réduite des antennes (quoique iucompleles, les antennes de la 9 de Biskra doivent ctre bien courtes, vu qu'elles s'amincisseni subitemeut non loin de leur base), l'armu- re des paites. Le «type» de la P. platypoda, qui fait partie des collections du Musée Zoologique de l'Académie de St. Pétersbourg etque j'ai eu la chance de pouvoir comparer avec la 9 en question, provient également de la Tunisie (Gafsa, Tunisia mer,, Spatz leg.). Notre lies regrelté collegue R. Shelford, un des meiUeurs con- naisseurs en Blatlaires que nous ayons jamáis eus, a omis de relé- ver deux caraciéres de son inléressante espéce, que je tiens a sig- naler ici: 1) le bord postérieur du pronotum est forlement proé- mineni en angle arrondi; 2) les métatarses postérieurs sont moins applatis que ceux des deux paires antérieures et presque pas can- nelés latéralement. A colé de la femelle, que j'ai pu reconnaíire comme apparte- nant á la P. platypoda Shelf., dont il n'existait jusqu'á présent dans les collections que l'unique exemplaire typique, j'ai trouvé piqué un mále, portant également Téliquette «Polyphaga lívida (1) A. Finot, Faune de VATgérie de la Tunisie. Insectes. Orthopféres. Paris, 1897. (2) Ann. et Magaz. Nat. Hist., Ber. 8, w, Jiily 1911. 180 boletín de la real sociedad española Br., Biskra (coll. Finol)». La détermination des espéces africaiues du genre Polyphaga d'apréí les diagnoses présente des difficultés enormes et ce n'est qu'aprés avoir découvert dans nos collections des exemplaires correspondant sous tous les rapports á la des- criprion de la P. lívida, que j'ai pii reconnaílre ce mále comme appartenant á une autreespece, que je crois étre nouvelle pour la science et dout je communique la diagnose ci-dessous. Polyphaga finoti sp. n. (^. Staiura mínima, livide-testacea?, totus longe ac dense pallide-pilosus. Gaput sub pronoto profunde absconditum, rufo-testaceum; cly- peus obtuse bitumidus, ad apicem transverse sulcatus, ante sul- cum transversaliter cretaceo-marginatus; frons inter oculos con- fuse pilosa, inter foveolas antennales bituberculata; ocelli magni, rufo-flavi, subovati; pseudocelli minimi, nitidi, oblongi, subpro- minuli; palpi maxillares gráciles, articulo ultimo apicem versus constanter dilátate; anlennae melleo-testaceae, articulo primo longo, articulo tertio secundo breviore, articulis a sexto subtus gradalim «iilatatis, antennis dehinc a latere visis supra rectis sed subtus nerratis. Vértex pronoto oblectus. Pronotum parvum, lividum, rufo-irroratum, longe rufo-pilo- sum, utrinque et antice longe ac dense rufo-fimbriatum, transver- sum, angulis posticis late rotundatis, margine postico late roluu- date-trigonali; media pars antica pronoli distincte projecta, mar- gines laterales propterea antice undulati; discus pronoti a latere poslico prominente depressione subtili, a marginibus lateralibus sulco profundo rotundato-excavato divisus, elevalione marginali utrinque antrorsum flexa, infuscata, sulcum lateralem intrinse- cus delaminante; pronotum praeterea utrinque macula sulphureo- flava, ad marginem lateralem sita ornatum, maculis bis linea transversali flava sese conjunctis. Elytra sat longa, translúcida, scutello brevi, incoloria, maculis nullis, nitida, ápice obtuse rotundata, margine posteriora fortiter arcuato, in dimidia sua parte basali fimbriato; área marginalis longe explicata, excavata; margo anterior (externus) elytri crasse limbatus; vena mediastina in latere inferiore elytri elevata. Alae quam elytra vix breviores. Pedes livido-pallidi, sat robusti, spinis longissimis, robustis, basi pallida excepta, rufis armati, longe fusco-pilosi; tibiae anti- DE HISTORIA NATURAL 131 cae spina única supera armatae, breves, ad apicem fortiter am- pliatae; tibiae intermediae basi mulicae, dehinc spinis 2:2:1 armatae, subtus rauticae; tibiae poslicae sal fortiter curvatae, supra basi ima diinidiaque fere parte apicali muticis exceptis spinis 3:2:3, subtus spina única lopgissima, iu tertia earum parte apicali inserta, armatae; tarsi longissimi, metatarso articu- lis reliquis computatis multo longiore, tarso anleriore et inter- medio pulvillis Ínter ungues nullis; tarsi poslici deficientes. Abdomen subtus flavidum, rufo-ornatum , segmento ultimo poslice profunde rotundato-exciso; lamina subgenitalis foruicata, postice recte abscoudita. Long. corp. 10,2 mm.; long. corp. cum elytris 15,5 mm.; lat. max. abd. 6,7 mm.; long. pron. 3,7 mm.; lat. pron. 5,8 mm.; loug. elytr. 13,0 mm.; lat. max. elytr. 5,8 mm.; long. tib. post. 4,4 mm. Habitat: Biskra, Algeria, 5.1886 (coll. Lemoro, coll. Finot), 1 cf. Le mále ci-dessus décril se distingue de celui de la P. livida par sa laille moindre, par l'absence d'un dessin composé de ligues bruñes réguliéremenl disposées sur le disque du pronotum, par ses élytres moins lougs et non tachetés de brun, par la présence d'un dessin de couleur jaune-soufre sur le pronotum, composé de deux taches laterales, dont chacune émet une ligue presque transversale de la méme couleur vers le milieu du disque, ees deux ligues ne se touchant pas, enfin par ses pattes assez fortes et non pas gréles («gráciles»). La configura tion du bord antérieur du pronotum, dont la partie médiane fait saillie par devant, se trou- ve bien indiqué sur le dessin de la P. livida, que nous voyons chez Brunner v. Wattenwyl (1), mais d'une facón moins nette et encoré il n'en est pas question dans les diagnoses des auteurs. Le (^ de la P. finoti se distingue de celui de la Anisogamia ta- merlana Sauss (2), avec lequel il a beaucoup de ressemblance, par sa coloration grisátre, son pronotum plus pointu par devant, plus poilu et garni de longues franges de poils, le bord de ses élytres moins fortement cambré, ses élytres notablement moins longs, l'armure des ses tibias moins gréles (notamraent par la (1) Brunner von Wattenwyl (C), Prodromits der europciischen Orthop- teren, pl. i, fig. 12 A. (2) Saussure (H. de), 1. c, págs. 31o-3!7. 132 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA disposition des épines sur les tibias poslérieurs en groupes dis- tincts), par la loügueur extérme des épines tibiales, etc. La diagnose du genre Anisogamia Sauss. n'étant basée que sur les caracteres des femelles, il m'est impossible de diré déá a pré- sent, si le mále de Biskra doit rentrer dans ce genre cu non; la différence dans la configuration des pattes et dans la distribution de leurs épines me parait d'ailleurs trop grande, pour pouvoir reunir ees deux males dans un seul genre. Je dédie cette jolie espéce á nolre tres regretté collégue, A. Finot, qui a contribué si largement a notre connaissance des Orthopltres de l'Afrique septentrionale. Hololampra merrakesclia sp. nov. . Testacea, piceo et fusco picta. (^. Stalura minima, gracili. Frons picea, glaberrima, nitida, margine infero fasciaque lata interoculari flavo-aurantiacis; ocelli flavi, irregulariter circum- scripti, pseudocelli fronli concolores, rotundati; palpi maxillares melleo-testacei, articulo ultimo robusto basi latissimo, infuscato, palpi labiales testacei; antennae fulvae, breviter pilosae, articulo primo pallido. Pronotum fere semicirculatum, postice subrecte truncatum, ca- pul paulum liberans, margine antico auguste, marginibus late- ralibuslate hyalinis, disco piceo, antice ac utrinquecretaceo-mar- ginato; meso-et metanolum supra maculis amplis Irapezoideis fusco-caslaneis, integris vel divisis, ad marg*inem anticum eorum sitis et fasciam inter se liberantibus, retrorsum dissolutis ornata, insuper irregulariter fusco-notata, illud lateribus late hyalinis, margine postico late rotundato-emarginato, ambo infra fusca, aU' guste albido-limbata. Elylra lateralia, squamiformia, oblongia, hyalina, margiuem posticum mesonoli vix superantia, venis haud distinctis, mar- gine anteriore (externo) subreflexo, recto, margine postico (inter- no) constanter arcuato. Alae nullae. Pedes flavo-testacei, sordide ñivo striati, coxis basim femo- ribusque subtus infuscatis, tibiis ad inserlionem spinarum fusco- punctatis. Abdominis segmenta singula superna maculis quinqué piceis, trausversalibus, ad margiuem anteriorem segmentorum sitis or- nata, abdomine propterea quinque-fasciato, maculis illis a lateri- DE HISTORIA NATURAL iSB bus segmenlorurn ad mídiam eorum parlem decrescentibus, praeterea punclis piceis dispersis irrorata. Segmenta tria ultima lateribus exceplis tota infúscala; lamina supraanalis breviter ob- tuse trigonalis; cerci fusiformes, castanei, ápice obtuso, pallido. Abdomen subtus piceum, cretaceo-marginatura; lamina subgeni- talis tiigonaliter relroprominula, ápice rotundata, utrinque flavo- marginata, hac piclura retroevanescente. 9. Ampia, statura mediocri, flavo-testacea, fusco-punctata ac irrorala. Capul omnino fere ul in marepictum, sed fronte vel tola casta- nea, vel labrum versus lulescente, quod si est fascia interoculari sulphurea órnala; ocelli haud perspicui, pseudocelli parvi, rolun- dali, fronli concoiores; palpi mellei, maxillares articulo ulti- mo cylindrico, ápice leviier infúscalo; antennae lotae melleo-les- taceae. Pronolnm semicirculalum, poslice fere recle Iruncalum, anti- ce haud oblusum, marginibus lateralibns introrsum sulco levissi- mo instruciis, anlice augusle, laleraliter late pellucidum, disco teslaceo, haud regulariler fusco-irrorato, anlice sulphureo-lim- balo, macnlis duabus ad marginem postico-externum sitis, vir- gulis commatiformibus in dimidia parte anleriore silis lineolis- que duabus obscurioribus longiludinalibus parallelis, ad lineam medianam pronoti sitis, anlice ad latera pronoli deflexis, ornato; meso-et metanotum praecipue marginem poslicum reclum ver- sus fasco-punclala, hoc lateribus sat late sordide-pellucidis. Elytra ialeralia, quam longiora man:fesle angustiora, margi- nem posleriorem mesonoli parum superantia, lenuissime rugu- loso-punctala, subpellucida, venis vix expressis, margine áulico (exler.no) fere recto, subreflexo, margine poslico (interno) late ar- cuato, ápice obtuse rotundalo. Pedes loli melleo-testacei, libiis ad inserlionem spinarum brunneo-punctatis, spinis ipsis pedibus concoloribus vel rarius ápice infuscalis. Abdomen late ovatum, fusco ac brunneo nolatum, segmenta singula supra testacea, maculis ad marginem anticum segmenlo- rurn silis inler se hic illic confluenlibuSj fuscis, fascias 7 longi- ludinales formanlibus punctisque fuscis discum marginemque poslicum segmentorum legentibus órnala; lamina supraanalis modice transversa, albido-lestacea, lateribus infuscalis, margine poslico legulariter obtuse-angnlato; cerci fusiformes, apicem ver- ■134 boletín de la real SOCIEDAD ESPAÑOLA SUS valde paulalim allenuali, ápice imo subaciiminato, fulvo- testacei, basi, exlus summoque ápice infuscati (parlitione coloris fusci variabili). Segmenta subtiis paluda, utrinque macula ampia ad margi- nem anticum segmenli sita fusco -nigra punctisque dispersis fus- cis órnala; lamina subgenilalis ampia, margine postico late-ro- tundalo, integro, disco fascia fusco-iiigra longitudiiiali latissima, postice ulroque amplificata ac evanescente ornato. (^. Long. corp. 6,0 mm.; lat. max . abd. 2,8-3,0 mm.; long. pron. 2,0 mm.; lat. max. pron. 2,8-3,0 mm.; long. elytr. 1,4 mm. 9 7,0 7,2 mm. 4,2-4,4 mm.; 2,0 mm.; 3,4 m.in.; 1.3 mm. Habita I: Mogador. (Escalera), 2 (^'cT, 2 99. Les n)á'es de cette espéce sont caraciéi'i.sés par lenr livrée et no- lamment par ladistribution des taches noires sur les segments tho- raciques et abdominaux, qui ne se retrouve, que je sache, chez aucune des autres espéccs du genre. De plus le nombre des es- peces, dont les males sont pourvus d'élytres rudimentaires et la- léraux, est tres restreint dans le genre Hololampra; ce sont les H. carpetana Bol., U. suhaptera Yiíimh, lí. virgúlala Bol. et une espéi^.e nouvelle de Aiu Drahan, dont je (ais suivre la descriplion. Les males de notre espcce se dislingnent aisément par leur livrée de ceux de ees cinq especes. Quant aux femelles, celles-ci ont beau- coup de ressemblance avec celles de la H. abdelasizi Bol., mais elles s'en distinguent par leur taille moins grande et leurs ély tres plus allongés. Les femelles de la,¿r. larrinuae Bol. ont le dessin de la surface du corps différent et plus netque celles de notre es[>ece; cela se rapporte principalement aux segments ihoraciques. La fe- melle de la H. algerica Bol. posí^ede uno coloration plus unifor- me, sans tacites ni pointillé appareuts. Hololampra kroumiriensis sp. nov. cf . Statura mediocri, nigro-piceus, albido-notatus. Gaput to- tnm nigrum, fascia interoculari nuUa; palpi maxillares fusco- brunnei, articulo ultimo máximo, robusto, in modo brachii forci- pis Grustaceorum Decapodorum constructo; pseudocelli medio- cres, fronti concolores, ocelli haud dislincti; antennae rufescentes, pallido hirsutae, basi extus pallidae, articulo secundo tertio sub- breviore. Pronotum parabolicum, antice obtusalum, margine postico late DE HISTORIA NATURAL 135 rotundato-reiioprominulo, angulis posticis parum roiundalis, dis- co uigerrimo, anlice et ulrinque anguste albido -margínalo, opa- co, lateribus pronoli anlice sal late, atrinque lalissime, poslice anguste pallidis, sórdido hyalinis; mesonotunn piceum, poslice sordide albo-marginatuna, recle Iruncatuníi, metanotum ulrin- que ad angulum anlicum flavo-cretaceum, punctís translucidis conspersum, postice augustissime albo-raarginalum , margine postico ipso medio recto, ulrinque retro-dc üexo, proplerea angu- lis posticis leviler relro-produciis. Elytra laleralia, squamiformia, oblonga, sordide-albida, mar- ginem posiicum mesonoli haud superantia, margine anleriore (externo) sursum reflexo, infúscalo, latere poslico (interno) angus- te, latere anleriore (externo) late cretáceo margínalo, opaco, iuler áreas opacas pellucida, per mesonolum translucenlem picea. Pedes nigro-picei, coxis et femoribus ápice tarsisque toiis rufo- teslaceis, coxis posticis late albo-marginatis, spinis rufo-testaceis armali. Abdominis segmenta supra postice lalius, ulrinque anguste al- bo-marginata, marginibus in angulis posticis segmentoruai in ma- culas albas, fusco-punctalas confluentibus; segmenlum ullimum macula mediana albescenle, in lineas duas ad ángulos posticos segmenti directos excurrente ornatum, lamina supraanalis posli- ce anguste sed valde distincle flavo-marginala; margo posticus segmentorum 1-4 fere reclus, segmenlorum 5-6 lale-rotundalo emarginalus, segmentorum 7-8 lalissime rotundato-maigii)alus, segmenti 9 undulatus, medio relroprominulus, angulis posticis relroproductis; lamina supraanalis transversa; cerci nigro-picei, breviter albo-pilosi, articulo ultimo pallidiore, inlus ac suisum curvali. Abdomen subtus nigro piceum, segmentis singulis ad ángulos posticos lantum anguste pallide-limbatis; lamina subge- nitalis ampia, fornicata, ápice minutissime bimucronata. 9 Foeminae H. abdelasizi similis, sed slatura minore et colo- ' re pallidiore, subcretaceo. Capul castaneum, fronte ad labrum, genis verliceque lesta- ceis, occipite pallide-caslaneo; palpi labiales lestacei, ápice lantum caslanei, palpi maxillares fulvo-ieslacei, articulo ultimo subtus basi Ínflalo, ad apicem parum augustalo, obtuso, macula-fubro- testacea supera el basali excepta loto castaneo; pseudocelli medio- cres, concolores, ocelli pallíde-flavi, irregulariter circumscripti; antennae fulvo- teslaceae, breviler-pilosae, segmentis basalibus, 16 BOLETÍN DK LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA praecipue primo, casiaiieo-notalis, articulo secundo lertio mani- festé breviore. Pronotum trape/.oideum, lateribus, angulis poslicis translucidis exceptis, cretáceo opacis, disco-pallide-testaceo, puuctis ruüs in parte sua basali tantum ornato, strigis nigris nullis. Elylra lateralia, quam longioradistiucte angustiora, marginera posticum mesonoli distincte superantia, cum lateribus metanoti translúcida, laevia, nítida, margine externo (antico) recto, sursum reflexo, margine interno (postico) basi fortiter, ápice obtuse-ar- cuato, ápice rotuudato, sulco ante marginem anticum percnrrente instructa; melanolum lateribus sat ]ate sordide-translucidis, in dimidia sua parle postica fusco-punctatum. Pedes testacei, tibiis ad insertionem spinarum fusco-punctatis spinis ipsis pallidis, ad apicem leviter infuscatis. Abdomen elongalum, parum ovatum; supra ut in IT. hafidi pictum, segmento 7 margine postico regulariter arcuato-exciso, angulis posticis dehinc manifesté retro-prominulis; lamina su- praaualis transversa, brevissima, margine postico recte abscondi- to; cerci triquetri robusti, apicem versus incurvi, súbito attenua- ti, ápice imo acutissimo, dense breviter pilosi, in dimidia earum parte basali exteriore et apicem versus infuscati, ápice paliidi. Abdomen subtus pallide-testaceum, segmenlis singulis fascia nigrofusca basali transversali notatis, utriiique pallidis; lamina subgenitalis ampia, plana, marginibus lateralibus ac postico ex- ceptis nigro-fusca, cf. Long. corp. 6,8 mm.; lat. max. abd. 3,0 mm.; long. pron. 2,0 mm.; lat. max. pron. 2,7 ram.; long. elytr. 1,1 mm. 9. 5,7 mm.; 4,5 mm.; 2,5 mm.; 4,0 mm.; — . Habitat: Ain-Draham, Kroumiria (Gadeau), 1 (j^, 1 9- Le rrále de cette nouvelle es[^éce ressemble beaucoup á celui de la If. carpetana Bol., mais il s'en distingue par si taille plus grande, la bordure blanche de lous les segments moins pronon- cée, l'absence d'ane bande interoculaire de couleur pále, la confi- guralion et la coloration des élytres, la coloration des pattes, en- fin parsa plaque sous-génitale voúlée et muniede deux petits tu- bercules occupant la place des styli (11. II ne peat étre confonda ni (1) Des appendicules pareils sont tres répandiis chez les males des Ectobüdae, surtout chez ceux dii genre Ectobius, oü j'en ai trouvé chez beaucoup d'espéces; daus la plupart de ees cas, la plaque sous-géaitale est atíymétriqne et ne porte qu'un seul appendicule. DE HISTORIA NATURAL 137 avec celui de la H. suhaptera á livrée analogue, mais de taille sensiblement inférieure, ni avec celui de la H. merrakescha, dont la taille est moins grande et la livrée tres différente, ni enfiu avec aucune des autres especes, dont les raáles sont pourvus d'élytres rudimentaires etlatéraux. La femelle de la H. kroumiriensis se rapproche un peu de cel- les de la If. ahdelasizi Bol. et de la ff. merrakescha par sa livrée ainsi que par le type des ornements de couleur foncée de la face dorsale; elle se distingue des deux par sa coloration fondamentale plus claire, par sa tote noire á bandeinteroculaire de couleur palé et d'autres caracteres, indiques dans notre diagnose, de la secon- de, en outre par sa taille supérieure. Ghez la femelle de la //. aJgerica, a tete rousse, le poiutillé des segments dorsaux de notre espece est remplacé par des bandes foncées transversales. Contribución á la Flora micológica española POK ROMUALDO GONZÁLEZ FRAGOSO La presente nota comprende un corto número de hongos mi- croscópicos recolectados por mí, á los que agrego varios de los muchos que me han sido enviados por los distinguidos botánicos D. Garlos Pau, D. Francisco de las Barras, D. Arturo Gaballero, D. Francisco Beltrán y Bigorra y D. Benito Vicioso. A todos ellos doy gracias por su atención, que da algún interés á esta modesta contribución á nuestra Flora micológica. Enumero las especies según el plan propuesto para la Flora criptogámica italiana por mis sabios amigos los profesores P. A. Saccardo y G. B. Traverso (I), Esta clasificación no difiere en gran cosa, en la parte concerniente á estos hongos, de la propuesta por el ilustre profesor Ed. Fischer (2), mi bondadoso maestro. (1) Saccardo (P. A.) é Traverso (G. B.), Sulla disposizione e nomen- clatura dei gruppi micologici da seguirsi nella Flora itálica criptogama. — Firenze, 1907. (2) Fischer (Ed.), Pi/ze. — Sonderabdruck aus dem Handwort der Na- tv.riviss.—Jena, 1912-1913. Tomo XIV.— Feorero, 1914, 10 198 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA He tenido presente, principalmente para las determinaciones^, la monumental obra del ilustre Saccardo, Sylloge fungorum, así como olrap, y trabajos diversos, de Fischer (Ed.), Hariot, Sydow (P. y H.), Traverso, Traverso y Spessa, Ferraris, Bubák, Bubák y Kabát, Magnus (P.), Dietel (P.), etc. Todas las especies, exceptuando algunos uredináceos con exce- so comunes, han sido consultadas con mi sabio maestro y buen amigo M. Paul Hariot, verdadera autoridad en Micología, el cual ha tenido la bondad de confirmar mis determinaciones, ó de rectificar mis dudas. Sírvanle estas líneas de público agradeci- miento por ella. En obsequio á la brevedad he suprimido las sinonimias é indi- caciones bibliográficas en cada especie. Uredales. Uredinales (Brongn.) Dietel. Pueciniaeeae Schrot. Puccinia Cardui-pycnocephali Syd. — 11, lU. En hojas de Carduus pycnocephalus; alrededores de Sevilla, Especie nueva para la P'lora ibérica; esta especie se distingue de la Puccinia Carduorum Jacky por las mayores dimensiones de sus teleutosporas y pedicelos. Gomo creo posible que ambas especies parasiten la misma planta, la he consultado con M. Hariot, quien confirmó mi de- terminación. Puccinia chondrillina Bub. et Syd.— O, II', IP, III. En hojas, peciolos y tallos dt CJiondrilla júncea; alrededores á& Segorbe (Castellón), G. Pau! Esta especie fué ya citada en Castelserás por Lóseos, bajo los nombres de Puccinia Chondrillae y de Uredo Chondrillae. El se- ñor Lázaro la menciona en la región central. En Portugal se ha citado por Mesuier, Thümen, Sydow (11. y P.), D'Almeida y Souza da Cámara. Puccinia Hypochoeridis Oud, — O, II', II^ III. En hojas y tallos de Hypochoeris radicata; Los Merinales (Se- villa). Especie nueva para la Flora española, citada en la do Portugal DE HISTORIA NATURAL 139 por Torrend y repartida en la Exsiccata de Sampaio. La he en- contrado también en los alrededores de la Estación Alpina de Biología (Cercedilla), sobre otra especie. Puccinia Leontodontis Jacky. — II, III. En hojas de Leontodón Hispanicus; Los Merinales (Sevilla). Especie nueva para la Flora española, que he encontrado tam- bién en los alrededores de la Estación Alpina de Biología. En Portugal se ha repartido en la Exsiccata de Sampaio y cítase, aunque la mención es dudosa, por Lagerheim como (Ecidium Compositarum. Puccinia Sonchi Rob. — II, III. En hojas y tallos de Sonchus oleraceus; alrededores de Sevilla. En hojas de Sonchus tenerrimus; Segorbe (Castellón), G. Pan! Especie nueva para la Flora española. Cítase en Portugal por Niessl, Lagerheim y D'Almeida. Puccinia Taraxaci (Rob.) Plowr. — II, III. En hojas de Taraxacum densleonis; Sevilla. Especie ya citada en España y Portugal. Puccinia Menthae Pers. — O, I, II, III. En hojas de Mentha aquatica, M. rotundifolia y M. aquati' caxrotundifolia; alrededores de Segorbe, C. Pan! Cítase en casi toda España y Portugal; se menciona por vez primera, al menos, que yo sepa, en Mentha aquatica x rotundi- folia. Puccinia aymularis (Strauss) Schlecht. — III. En hojas de Teucrium Pseudo-chamaepytis; Barcelona y Se- gorbe (Castellón), C. Pau! Cítase esta especie en la Flora del Sr. Lázaro en el N. y NO. de España. En Portugal se menciona por Niessl, Lagerheim y H. y P. Sydow, habiéndose repartido también en la Exciccata de Sampaio. Puccinia hullata (Pers.) Winter. — O, IP, li', III. En hojas, peciolos y tallos de Seseli montanum; Pirineos cata- lanes, C. Pau! Esta especie se cita por el Sr. Lázaro Ibiza en la región central. En Portugal se mencionó antiguamente por Berkeley bajo el nom- bre de Puccinia Umhelliferarum. Es rara sobre la especie men- cionada, y acaso deba constituir una forma distinta como la Puccinia Libanotidis Lindroth. Puccinia Polygoni- amphibii Pers. — O, 1, = II, III. i40 boletín de la real sociedad española Uredos y teleutósporas en Polygonum Persicaria; Olmedo, D. Gutiérrez! (Remitida por D. G. Pau)! Especie citada en la región septentrional de España, en la Flo- ra de Lázaro é Ibiza, y en Portugal mencionada por Thümen. No es posible saber á qué forma especial, de las separadas en esta especie, pertenece. Puccinia Lolii Niels.— O, I == II, III. Uredosoros y teleutosoros en Lolium strictum; Cartagena (Mur- cia), G. Pau!, y en Lolium temulenium; La Poveda (Madrid). Especie ya mencionada por mí en Toledo. Puccinia glumarum (Schm.) Erikss. et Henn. — II, III. En hojas y tallos, y aun en las espigas, de Vulpia Myuros f= y. Pseudo-Myurus); Los Meri nales (Sevilla), y Serrafalcus mollis ( ^= Bromus mollisj; Sevilla. Especie que ya he mencionado en otra ocasión, y á la que de- berán referirse no pocas de las citas que se han hecho en España de otras especies, ó con otros nombres, sobre gramíneas. Puccinia holcina Eriksp — II, III. En hojas y tallos de Holcus lanatus; alrededores de Sevilla. Especie no mencionada en España, bajo este nombre al menos. Puccinia triticina ErikFS. — II, III. En hojas de Triticum vulgare; Segorbe (Gastellón), G. Pau! Especie sin duda común en toda la Península, y ya citada por mi en Sevilla. üromyces Medicaginis-orbicularis G. Mass. — O, I =«= II, III. En hojas y peciolos de Medicago orbicularis; alrededores de Sevilla. Especie nueva para nuestra Flora. üromyces appendiculatus (Pers.) Link. — O, I, II, III. En hojas, tallos y legumbres de Phaseolus vulgaris; Segorbe, G. Pau! Gitada en la Flora de Lázaro é Ibiza en la región occidental. Gomún en Portugal. Urom,yces Behenis (D. G.) Unger. — I, III. En hojas y tallos de Silene ínflala; La Poveda (Madrid) y alre- dedores de Sevilla. Gitada por el Sr. Lázaro en las regiones central y occidental, y últimamente en la Sierra de Górdoba, donde fué recolectada por el inolvidable botánico D. Máximo Laguna. En Portugal ha sido DE HISTORIA NATURAL 141 citada por Mesnier, Thümeii, Torrend, Winter, Henriques, La- gerheim y D'Almeida en muy diversas localidades. llromyces Polygoni (Pers ) Fuck. — O, I, II, III. En hojas y tallos de Poligonum avioulare; alrededores de Se- villa. Cítase en la Flora de Lázaro é Ibiza en la región septentrional. Coleosporiaceae Dietel. Coleosporium Tnulae (Kze.) Ed. Fischer. — I, II, III. Uredos y teleutosoros en ínula viscosa; alrededores de Segorbe, C. Pan! Especie nueva para nuestra Flora. En la de.Portugal se refieren á ella dos citas de Mesnier y Thümen, ésta última de Goimbra. Los ecidios se encuentran en hojas de Pinus sylvestris fPerider- mium Klebahnii Ed. Fischer). Coleosporium Senecionis (Pers.) Fries. — I, II, III. Uredos y teleutosoros en Senecio vulgaris; Segorbe (Castellón), C. Paul En toda la Península, según el Sr. Lizaro. Melampsoraceae Schiot. Melampsora Euphorhiae-exiguae W. MüU. En hojas de Euphorhia exigua; Los Merinales (Sevilla). No sé haya sido citada concretamente esta forma especial de la Melampsora Helioscopiae (Pers.) Cast. Uredinales imperfectae. Aecidium Euphorhiae Gm. — O, I. En hojas de Euphorbia Peplus; Segorbe (Castellón), C. Pau! Pertenece al Uromyces Pisi (Pers.) De Bary, que se ha citado en el Norte de España en la Flora del Sr. Lázaro é Ibiza. Aecidium Marci Bubak. — O, I. En hojas y peciolos de Mercurialis annua; alrededores de Se- villa. Preciosa y rara especie sólo citada én Dolciguo (Montenegro), donde la descubrió su autor. La he consultado con M. Paul Ha- riol, quien confirmó mi determinación. 142 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Roestellia cancellata Rob. — O, I. En hojas de Pyrus communis; Segorbe (Castellón), G. Pau! Pertenece al Gymnosporangium Sahinae (Pers.) Winter, y está de antiguo citada en muy diversas localidades de la Península. Ustilagales. Ustilaginales (Tul.) Sacc. et Trav. Ustilaginaceae Tul. Ustilago nuda (Jens.) Kell. et Sw, En espigas 'de Hordeum vulgare; Los Merinales y Valencina (Sevilla). Común en toda la Península. Pireniales. Pyreniales (Fr.) Sacc. et Trav. Valsaeeae Tul. Valsa mendax Mont. En ramas y tallos de Atriplex Halymus; alrededores de Sevilla. Especie descubierta en Pointe Pescade (Argelia) por Durieu, y que há encontrado mi amigo M. Hariot en el Mediodía de Fran- cia. Con ésta son las tres únicas citas que se hacen de esta es- pecie. Sphaeriaceae (Fr.) Sacc. Sphaerella hrassicicola (Duby) Ces. et De Not. En silicuas de Brassica cultivada, variedades de hojas rizadas y coloreadas; Jardín Botánico de Sevilla. Especie nueva para la Flora española. En Portugal ha sido dis- tribuida en la Exsiccata de la Sociedad Broteriana de Coimbra. Pleospora vulgaris Niessl. En tallos secos de Marruhium vulgare^ Centaurea Calcitrapa y Kentrophtjllum lanatum; alrededores de Sevilla. Especie común en toda la Península, pero no citada en España, que yo sepa. DE HISTORIA NATURAL 143 Pleospora herharum (Pers.) Rabh. En tallos secos de Silyhum Marianum, Urtica dioica, Ricinus communis; alrededores de Sevilla. — En tallos de Digitalis Neoa- densis; Barranco de San Juan (Sierra Nevada), Beltrán! Común en toda la Península. Teichospora inverecunda (De Not.) Sacc. En tallos y ramas secas y medio putrefactas de Opuntia vulga- ris; alrededores de Sevilla y los Merinales (Sevilla). Especie nueva para la Flora ibérica. Fenestella Lycii (Duby) Sacc. En ramas secas de Lycium intrincatum; alrededores de Sevilla. Nueva también para la Flora ibérica encontrada en unión de su facies pienídica, Camarosporium quaternatum Duby. Cítase por vez primera en Lycium intrincatum. Acepto la prioridad de Duby, porque así lo hace M. Hariot, quien ha estudiado los ejemplares auténticos, y á quien consulté la especie. Hypocreaceae De Not. Nectriella miltina (Mont.) Sacc. En hojas medio secas de Ágape americana; Los Merinales (Sevilla). Esta especie está ya citada en España por Saccardo. En Portu- gal la mencionó Thümeo, cerca de Chao do Bispo, donde fué re- colectada por Mesnier. Nectriella Rousseliana (Moot.) Sacc. En hojas medio secas de Buxus sempervirens; Sevilla. — Nueva para la Flora ibérica; sólo la encontré en facies ascospórica. Histeriales. Hysteriales (Cda.) Sacc. et Trav. Hysteriaeeae (Cda.) Acrospermum graminum Lib. En hojas de Poa annua; Los Merinales y Sevilla. — Especie nueva para la Flora ibérica. IM boletín de la real sociedad española Ovomicales. Oomycales (Gohn) Sacc. et Trav. Peronosporaceae De Bay. Peronospora effusa (Grev.) Rabh. En Spinacia olerácea; Salteras (Sevilla). — En Chenopodium Vulvaria y Ch. múrale (Sevilla). Citada en la Flora de Lázaro de la región central; en la provin- cia de Sevilla se citó en Huevar, por el Sr. Paul, sobre Chenopo- dium. En Portugal se cita por Lagerheim. Cystopodacea Schro.. Cystopus candidus (Pers.) Lev. En hojas de Raphanus sativus, Sisymhrium crassifolium y Di- plotaxis virgata; Salteras y Sevilla la primera, en Sevilla sobre las dos restantes. Común en toda la Península, Deuteromicetos. Esferopsidales. Sphaeropsidales (Lev.) Lindan. Sphaerioidaceae Sacc. Phyllosticta Napi Sacc. En hojas de Diplotaxis virgata y D. siifolia; alrededores de Sevilla. Esta especie ha ofrecido muchas dudas, tanto á M. Hariot como á mí; en realidad, creo que acaso, biológicamente al menos, sea distinta de la mencionada, que parásita la Brassica Napus sola- mente. Es nueva para la Flora ibérica. Phoma Lycii Sacc. DE HISTORIA NATURAL 145 En ramas de Lycium intrincatum; alrededores de Sevilla. Encontrada en unión de la Fenestella Lycii, antes citada. Nueva para la Flora ibérica. Cítase sólo en Lycium barharum en Hun- gría, asociada igualmente al esferiáceo mencionado. Phoma macropyrena Thüm. En tallos medio secos de Ricinus communi» y R. spectabilis; jardines públicos de Sevilla. Especie descrita en la Flora portuguesa, como encontrada en el Jardín Botánico de Goimbra, y últimamente citada en S. Bento (Coimbra) por Traverso y Spesa, Nueva para la Flora española, la encontré en unión del Macrophoma Ricini que luego se cita. Phoma Daturae Roll et Fautr. En tallos y ramas secas de Datura arbórea; jardines públicos de Sevilla. Nueva para la Flora española, se menciona en la de Portugal por D'Almeida y Souza da Cámara. Nunca se halló en Datura ar- bórea. Macrophoma Solierii (Mont.) Berl. et Vogl. En la.\\o& secos áe Asphodelus cerasiferus; Segorbe (Castellón), G. Pau! Especie nueva para la Flora española. Cítase en Portugal por D'Almeida y Souza da Cámara. Las dimensiones de las esporulas estudiadas por mí son de 16-24 X 5-6 [j., y son obscuramente 4 gutuladas. Macrophoma Ricini (Cooke) Berl, et Vogl. En tallos medio secos y secos de Ricinus communis y jR. spec- tabilis; jardines públicos de Sevilla. Especie nueva para la Flora española, se menciona en la de Portugal por D'Almeida y Souza da Cámara y Traverso y Spes- sa. Es muy común en Sevilla, acompañándose frecuentemente del Phoma macropyrena Thüm., especie que parece ser aquí algo más rara. Coniothyrium Agaves (Mont) Sacc. En hojas medio secas de Agave americana- Los Merinales y Se- villa.—Segorbe (Castellón), C. Pau! Especie nueva para la Flora española. Mencionada en Portugal por Mesnier y Thümen. Chaetomella atra Funk. En hojas y tallos secos de Cynodon Dactylon; Sevilla. Nueva para la Flora española, cítase por primera vez, que yo 146 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA sepa, en Cynodon. En Portugal está mencionada por P. A. Sa- qardo. Diplodia ramulicola Desn?. En tallos y ramas secas de Evonymus europaeus y E. latifo- lius; jardines públicos de Sevilla. ^ Nueva para la Flora española. Se menciona en Portugal por D'Almeida y Souza da Cámara. Diplodia Evonymi West. En hojas secas y medio secas de Evonymus europaeus y E. la- tifolius; jardines públicos de Sevilla, Nueva para la Flora española. Está mencionada en Portugal por P. A. Sacardo y por Traverso y Spessa. Es indistinguible, morfológicamente, de la anterior. Diplodia Ricini Sacc et Roum. , En tallos secos de Ricinus communis y R. spectabilis. - Especie descrita en Argelia, nueva para la Flora ibérica. Los ejemplares encontrados son jóvenes, casi hialinas las espo- rulas de 20-24 x 0-7 jx. Diplodia Yuccae West. En hojas secas de Yucca gloriosa; jardines públicos de Sevillít. Especie nueva para la Flora española. Mencionada en Portugal porThümen. -. Las esporulas tienen de 16-20 x 8-10 [x. Camarosporium quaternatum (Desm.) Sacc. En ramas secas de Lycium intrincatum; alrededores de Se- villa. Nueva para la Flora ibérica, encontrada, como hemos dicho, con sufacies ascospórica Fenestella Lycii. Menciónase por vez primera en Lycium intrincatum. Camarosporium Roumeguerie Sacc, var. jÜ Kochiae Sacc. En tallos secos de Kochia prostrata; La Poveda (Madrid). Especie nueva para la Flora ibérica; la variedad, creo, sólo está citada en Francia. La planta atacada que me era dudosa, ha te- nido la bondad de revisarla mi estimado amigo el profesor Re- yes (D. E.). Septoria Stellariae Rob, et Desm. En hojas de Stellaria medio; alrededores de Sevilla. Especie nueva para la Flora ibérica. Septoria Convolvuli Desm. : En hojas de Convolvulus arvensis; alrededores de Sevilla. DE HISTORIA NATURAL 147 Nueva para la Flora española. Se ha mencionado en la de Por- tugal por Thümen, Winter, D'Almeida y Tonend. Las espórulas vistas por mí son de 40-50x1,5, muy obscura- mente plurigutuladas. Septoria Atriplicis (Wer.) Fuck. En hojas de Chenopodium múrale y Ch. Vulvaria; alrededores de Sevilla. Especie nueva para la Flora ibérica, y que conviene no confun- dir con la Septoria Chenopodii West, citada en Portugal por Thü- men, que nunca presenta espórulas septadas. Los de esta espe- cie, estudiados por mí, son de 25-35x4-5 [jl, plurigutulados cuando jóvenes, y maduros pluritabicados. M. Hariot cree per- tenecen á la S. Atriplicib. Septoria Mayáis Schulz. el Sacc. En hojas y vainas de Zea il/aj/s; huertas de los alrededores de Sevilla. Especie nueva para la Flora ibérica. Melanconiales. Melanconiales (Gda.) Sacc. et Trav. Melanconiaceae (Cda.) Sacc. et Trav. Gloeosporium Victoriosum Sacc. En hojas secas de Yucca gfíonosa; jardines públicos de Sevilla. Esta especie fué encontrada por M. Hariot, acompañando á la Diplodia Yuccae en los ejemplares que le envié. Es nueva para la Flora ibérica. Marsonia Juglandis (Lib.) Sacc. En hojas de Juglans regia; Galatayud (Zaragoza), Vicioso! Especie nueva para la Flora española. Cítase en Portugal por Thürmen, Winter, Noack y D'Almei- da; ha sido distribuida también en la Flora lusitanica exsiccata. Pestalozzía funérea Desm. a typíca Sacc. En hojas y ramas de Evonymus europaeus; jardines públicos de Sevilla. — En hojas de Pinus Halepensis; alrededores de Se- gó rbe (Gaslellóu), G. Pau! Especie nueva para la Flora española. Ha sido mencionada en la de Portugal por Berlese y Roumeguere, Berlese, Roumeguére 148 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA y Fr. P. Saccardo, H. y P. Sydow, DAlmeida y Souza da Cá- mara. Es probable se encuentre extendida por toda España, sobre todo en las Coniferas. Hifales. Hyphales (Mart.) Sacc. et Trav. Mucedinaceae Link. Oidium erysiphoidis Fr. En hojas y tallos de Jüuyhorhia Peplus; alrededores de Sevilla. En hojas de Pharbitis hederacea; jardines públicos de Sevilla. — En hojas de Ypomaea coccínea; jardín botánico de Cádiz, De las Barras! — En hojas de Ypomaea sagittata; Dehesa de la Albufera (Valencia), C. Pau! Cítase una de las facies perfectas, Erysiphe Polygoni^ á que suele corresponder este moho en casi toda la Península. En Eu- phorbia Peplus^ corresponde á la Sphaerotheca Euphorbiae, espe- cie que ya he citado en otro trabajo. Oidium Evonymi-Japonici (Arcang-.) Sacc. Salmón. En hojas de Evonymus /apom'cMs; jardines públicos de Sevilla.- Nueva para la Flora ibérica. La facies ascospórica de esta espe- cie es desconocida. Oidium monilioides (Nees) Link. En hojas de Bromus, Hordeum, Triticum, Holcus y Cynodon\ alrededores de Sevilla, Los Merinales, Salteras, Dos Hermanas, etcétera. Aun cuando no citada en España, ni su facies perfecta el Ery- siphe graminis, es común en toda la Península. Su facies ascos- pórica llega en esta región, en muchas ocasiones, á encontrarse con esporas en la planta atacada aun viva, caso raro, pues según los autores la madurez se hace á la primavera siguiente en las hojas caídas. Según M. Hariot es rara en el Cynodon Dactylon esta especie, y sobre ella la encontré sólo una vez en facies per- fecta, en Sevilla. DE HISTORIA NATURAL 149 Dematiacae Fr. Coniosporium Ariindinis (Gda.) Sacc. En cañas secas de Phragmites communis; alrededores de Sevi-» lia. En hojas de Arundo Donax; alrededores de Segorbe (Caste- llón), C. Pau! Especie nueva para la Flora española. Menciónase en la de Portugal por P. A. Saccardo. Torula Hariotiana sp. nov. Caespilulis irregularihus, valde effusis, pulveraceis, velutinis, fuscis vel nigricantibus; hyphis sterilibus decumbentis, paucis ra- mosis, septatis, olivaceis diaphanis, subtilissimis punctatis , 2,5-4u, crass.; conidiophoris brevissimis ad base constrictis, simplicibus, catenulis conidiis magnitudine varia ^ usque 150 ¡t. long., erectis, rectis, flexuosis vel curvulis, rarisimis bifurcatis; conidiis globO' sis, interdum compressis subcuboideis, subtiliter pimctatis, junio- ribus olivaceis pellucidis, in maturibus fusci castaneis, minuiis, 5-7 a diam. — Ad Torula conglutinata Cda. differt: conidiphoris simplicis, brevissimis, non ramosis, conidiis mÍ7ioribus. — In cauli' hus ramulisque putrescentibus Acaciae Farnesianae. — Prope His- palis (Hispania). — Claro mycologo P. Hariot dicata species. Esta especie del subgénero Trachytora Sacc, se presenta bajo la forma de manchas cespitosas irregulares, con frecuencia difu- sas, pulverulentas, aterciopeladas, obscuras ó negruzcas; las hifas esté- riles, tendidas, poco ramosas, tabica- das, de color oliváceo, transparentes, finamente punteadas, de 2,5-4 [x de grosor; los conidioforos son cortísi- mos, contraídos en la base, sencillos, las cadenas de conidios de tamaño variable, hasta de 150 [jl de largo, er- guidas, rectas, flexUOSaS ó curvas, ronda Hariotiana Gz. Frag. muy rara vez bifurcadas; los conidios son globosos, en medio de las cadenas casi cuboideos en su aspec- to, por la mutua compresión, finamente punteados, ó mejor dicho, con finísimas verrugas, oliváceo transparentes cuando jóvenes, obscuros-castaños, á su madurez, pequeños, de 5-7 |ji. de diámetro. 150 boletín de la real sociedad española Difiere de la Torula conglutinata Gáa. por sus cortísimos conidio- foros nunca ramoso?, y sus conidios menores. — La encontré en tallos y ramas medio podridas de Acacia Farnesiana, en el seto de una huerta en los alrededores de Sevilla. — La dedico al sabio mi- cólogo M. Paul Hariot. Torula cistina Thüm. En hojas de Cistus sp.; Barcelona, G. Pau! Especie nueva para nuestra Flora. Alternaría tenias Nees. Muy común en diversas plantas, y seguramente en toda España. Aun cuando no está citada de España, es vulgar esta especie, probablemente cosmopolita, facies conidiana de la Pleospora Al- ternariae Gib. et Griff. (= Pleospora infectoria Fuckel), y sinónima también, según otros, de la P. vulgaris Niessol, que ya se cita en esta nota. Esta facies conidiana se ha citado en Portugal, entre otros, por P. A. Saccardo y D'Almeida. Existen muchas variedades, y ciertamente muchas de las que se encuentran constituyen biológicamente facies distintas de diversos Esferiáceos dictiosporos , en particular pertenecientes al género Pleospora. Tuberculariaceae Ehrb. Volutella gilba (Pers) Sacc. En tallos secos de Urtica dioica\ alrededores de Sevilla. Especie nueva para la Flora ibérica. Volutella Therryana Sacc. En cañas medio podridas de Phragmites communis y Cynodon Dactylon; alrededores de Sevilla. Especie nueva para la Flora ibérica. De este género es seguro encontrar á fines de verano en Buxus sempervirens, en Sevilla, la Volutella Buxi (Gda.) Berk, cuya facies ascospórica Nectriella Rousseliana , hemos encontrado, como ya dijimos. DE HTSTOBIA NATURAL 151 Addenda. Pucciniaceae Schrót. Puccinia purpurea Cke. (= P. Sorghi Pass. nec non P. Sorghi Schw). En hojas de Sorghum ffalepensis; camino bajo de S. Juan, (Sevilla). Especie nueva para la Flora española. Citada en la de Portugal por P. A. Saccardo, D'Almeida y Souza da Cámara. Dothideaceae Nke. Auerswaldia Chamaeropis (Cooke) Saco. En hojas secas y medio secas de Chamaerops humilis; los Meriuales (Sevilla), abundante. Especie nueva para la Flora ibérica, encontrada en unión de la especie siguiente. Es bastante rara, citándose sólo, que yo sepa, de Tánger é Italia. Sphaerioidaceae Sacc. Microdiplodia Passeriniana (Thümen) Allescher. En hojas secas de Chamaerops humilis; los Merinales (Sevi- lla); en unión de la anterior, pero más escasa. Microdiplodia Psoraleae (Karst, et Har.) Hariot. En tallos secos de Psoralea bituminosa^ alrededores de Se- gorbe (Castellón), C. Pau! Valvidrera (Barcelona), A. Caballero! Nueva también para la Flora ibérica. De las 69 especies mencionadas en esta nota, son nuevas para nuestra flora 48, ó sean las siguientes: Puccinia Carduipycnoce- phali, P. ffypochaeridis, P. Leontodontis, P. Sonchi, P. holcina^ P. purpurea, Uromyces Medicaginis-orhicularis, Coleosporium Ynulae, Melampsora Euphorhiae-exiguae, CEcidium Marci, Valsa Mendax, Spaerella hrassicicola, Pleospora vulgaris, Theichospora invericunda, Fenestella Lycii, Nectriella Rousseliana, Acrosper- 132 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mum graminum, Phyllosticta Napi, Phoma Lycii, Ph. macropy- rena, Ph. Daturae, Macrophoma Solierii, M. Riciuii, Coniothy- rium Agaves, Chaetomella atra, Diplodia ramulicola, D. Evony- mi, D. Jiicinii, D. Yuccae, Camarasporium quaternatum, C. Rou- meguerii, var. Kochiae, Septoria Stellariae, S. Convolvuli, S, Atri- plicis, S. Mayáis, Gleosporium Victoriosum, Marsonia Juglandis, Pestalozzia funérea, Oidium monilioides^ Coniosporium Arundi- nis, Torula Barioiiana (ésta nueva para la Flora mundial), Torula cistÍ7ia, Alternaría tennis, Volutella gilva, Volutella Therryand, Auerswaldia Chamaeropis, Microdiplodia Passeriniana y Microdi- plodia Psoraleae. Todas estas 48 especies han sido consultadas con M. Hariot, á quien reitero por ello mi agradecimiento, no sólo por su buena amistad hacia mí, sino porque da autoridad á este modestísimo trabajo. Una especie nueva de «Dorcadion» de España POR MANUEL M. UE LA ESCALERA Dorcadion Belbezei sp. nov. Loe. Galatayud. L. Belbéze. Del grupo de Dorcadion Martinezi Pérez, Panteli Théry, lacu- nosun Esc, etc. Cabeza con costilla moderada y estriada longitudinalmente, con dos anchas fajas laterales pruinosas de un color blanco sucio y achocolatado; protórax con una ancha costilla poco saliente y lisa, una faja lateral blanca que se funde con el resto de la pubescen- cia del órgano, de color terroso ó achocolatado con dos espacios ó callosidades desnudas, reducidas y nada prominentes, con los tu- bérculos laterales moderados, recubiertos también por la pubes- cencia, con algunos puntos variólicos pequeños en la base del mismo; carácter este último que le distingue de esas especies. Élitros cofi Ja sutura pubescente, blanca, una faja lateral ancha entera y la marginal estrecha; con una corta línea basal entre la sutural y la lateral, del mismo tono; el resto del élitro, incluso en el margen, con pubescencia achocolatada y densa. DE HISTORIA NATURAL 153 Anfenas y patas, negras ó rojizas, densamente pubescentes unas y otras. Distinto del Panteli Théry por la faja lateral de .pubescencia blanca, ancha y seguida, no descompuesta en lúnulas como en dicha especie; distinto de Martinezi Pérez por su costilla media protorácica menos saliente. D. Belbezei, var. bilbilitanus nov. Loe. Galatayud. L. Belbéze. Entre los ejemplares de Galatayud vistos, aparece un ejem- plar 9 en el que, á lo largo de la costilla frontal, corre una faja adyacente lineal blanca, otra achocolatada más ancha, circunda- da á su vez por otra ancha franja blanca; Jos élitros, en esta varie- dad, á más de las fajas sutural y lateral, la mediana se prolonga hasta los dos tercios ó más de los élitros, ensanchándose desde el primer tercio y copiando esa forma del D. Dejeani Chevrol. Publicaciones que ha recibido la í^eal Sociedad Española de pistoria flatural durante los meses de Diciennbre de 1913 (continuación) y Enero de 1914. /'La liste suivante servirá d'accusé de réception.) Monaco InBtitut océanographique, Monaco. Bulletin. Nos 272-273, 276. Repóbmca Argentina Sociedad Physis, Buenos Aires. Boletín. Tomo i, n" 6. Rusia Musée zoologique de l'Académie des Sciences de St. Pétersbourg. Faune de la Russie. Vol. vi, livr. 1. Societas entomológica roesica, S. Petersburgo. Trudy (Horae). T. xl, nos 7_8, Suiza Société zoologique suisse et Mueéum d'Histoire naturelle de Genéve. Revue suisse de Zoologie. Vol. xxi, nos 18-19. Venezuela Museos Nacionales, Caracas. Gaceta. Tomo ii, n.os 2-3. 151 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Instituto general y técnico de Burgos. — Catálogo del Gabinete de Historia natural. Burgos, 1913. Meter (Arthur). — Prácticas de Laboratorio. (Traducción por D. Joaquín M. Caetellarnau.) Madrid, 1913. Mes de Enero Alemania Entomologische Litteraturblatter, Berlin. 1913, n° 11; 19l4, n° 1. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 20, n" 3. Internationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau. 31 Jahrg., n° 2. Insektenbórse. 31 Jahrg., nos 3.5. Societas Entomológica, xxix Jahrg., noa 2-3. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xliii, n° 8. Zoologischer Museum, Berlin. Mitteilungen. 7 Bandt, 1 Heft. Austria-Hungría üngarische Centralbureau für ornithologische Beobachtungen, Budapest. Aquila. T. xx, 1913. Bélgica Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bulletin. xxxiv* année, n° 12. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Anuales. Tome 67', xii. Dinamarca Société botanique de Copenhague. Botanisk Tidsskrift. 33 Binds, 4 Hefte. España Broteria, Tuy. Vol. xii, fase. 1. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Año xxxviii, nos í;43-644. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Boquetas. Boletín mensual. Vol. iv, n.os 3-4. Observatorio meteorológico de Cartuja (Granada). Boletín anual. 1912. Revista de libros, Madrid. 1913, n.° iv. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xii, n.os 9- 10. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. N." 108. DE HISTORIA NATURAL 155 Estados unidos y sos Colonias Carnegie Museum, Pittsburgh. Annals. Vols. i-viii. Anniial Report. 1898-1913. Celebration of the Founder's Day. 1898-1905, 1908-1913. Memoirs. Vols. i, ii, iv, v; vol. vi, nos i_3. Prize Essay Contest. 1897-1904. Johns Hopkins Hcspial, Baltimore. Bulletin. Vol. xxv, n° 275. Public Museum of the City of Milwaukee. Bulletin. Vol. xr, nos \ _2. Smithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Bulletin. 7 I . Contributiuns from the D. S. National Herharium. Vol xvi, part 11, 13. Proceelings ofthe U. S. National Museum. Vol. t4. The American Naturalist, New- York. Vol. xlviii, n° .56.''. Wilson Ornithological Club, Oberlin, Ohio. The Wilson Bulletin. Vol. xxv, n'* 4. Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes-rendus. Tome 158, nos 2-4. Académie internationale de Géographie botanique. Le Mans. Bulletin. 2S' année, nos 290-291. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. 43^ année, i>° 516-518. L'Echange, Moulins. 3t* année, n° 349. Revue genérale des Sciences purés et appliquées, Paris. 26^ année n° 1. Scciété botanique de France, Paris. Mémoires. Tome lx, 2 5-.: 6. Société fran9aise de Mineralogía. Bulletin. Tome xxxvi, n° 5. Station Entomologique de la Faculté des Sciences, Rennes. Insecta. iii, n° 36. Inglaterra y sus Colonias Australian Museum, Sydney. Legislative Assemhly. 1913. Queensland Museum, Brisbane. Memoirs. Vol. ii. The Canadian Entomologist, London. Vol. xlvi, n° 1. The Entomologiet's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxvi, n° 1. The Zoologist, London. Vol. xvu, n° 205. Italia Laboratorio di Zoologia genérale e agraria della R. Scuola superiore d'Agricoltura in Portici. Bollettino. Vol. vii. 156 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Monaco Institut océanographique, Monaco. BuUetin. Nos 274, 276-278. SüEClA Entomologiska Foreningen i Stockholm. Entomologisk Tidskrifi. Ary. 34, Haft 1-4. SülZA Société zoologique suisse et Muséum d'Histoire naturelle de Genéve. Revue suisse de Zoologie. Vol. xxii, nos i_2. Bolívar (I.)— Ernst Hartert's expedition to the Central Western Sahara, XVII, Orthoptéres. (Novit. Zoo)., xx, 1913.) Branson (E. B.) — Amphibian footprints from the Miesissipian of Virginia. (Journ. of Geol , xvili, 1910.) — Dinichthys intermedius Newberry from the Hurón shale. (Science, xvm, 1908.) KüNz (G. F.) and Washington (H. S.) — Diamonds in Arkansas. (Trans. Americ. Instit. of Mining Engineers, 1908.) ViÑALs Y Torrero (F.) — Pasaje para Ultramar; Breves apuntes acerca de la emigración españOia. Madrid, 1914. Washington (H. S.) — A suggestion for mineral nomenclatura?, (Tbe Americ. Journ. of Scienc, xxxiii, 1912.) — Linosa and its rocks. (Journ. of Geol., xvi, 1908.) — On Kaersutite from Linosa and Greenland. (The Americ Journ. of Science, xxvi, 1908.) — Some lavas of Monte Arci, Sardinia. (The Americ. Journ. of Science, XXXVI, 1913.) — The Catalán volcanoe.s and their rocks. (The Americ. Journ. of Science, XXIV, 1907.) — The constitution of some salic silicates. (The Americ. Journ, of Scien- ce, XXXIV, 1912.) — The distribution of the elements moigneous rocks. (Trans. Americ. Instit. of Min. Engineers, 1908.) — The submarine eruptions of 1^31 anl 1891 near Pantelleria. (The Americ. Journ. of Science, xxvii, 1909. — The volcanic cycles iu Sardinia. (Congrés Géolog. Intern., Douzéme session, 1913.) Washington (H. S.) and Larsen (E. S.)— Magnetite basalt from North Park, Colorado. (Journ. Washingt. Academy of Sciences, iii, 1913.) Washington (H. S.) and Wright (F. E.) — A feldspat from Linosa and the existence of soda anorthite (Oarnegieite). (Tbe Americ. Journ. of Science, xxix, 1910.) Sesión del 4 de Marzo de 1914. PRESIDENCIA DEL SR. D. FERNANDO GARCÍA ARENAL El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué apro- bada. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos como socios nu- merarios los señores presentados en la sesión de Febrero, y pro- puestos, D. Estanislao Campo y López, doctor en Medicina; D. Hi- lario Múgica Mondragón, D. Luis Gómez Fernández, D. Ángel Aleonada González y D. Isidoro Gavero Martínez, alumnos de la Fa- cultad de Ciencias Naturales; D. José Iveas Gano, médico de Lo- zoya del Valle; D. Enrique Conde y Lledó, ingeniero de Minas, de Sevilla, y M. Paul Fallot, geólogo, de París, presentados el primero por el Sr. Gómez Ocaña, los tres siguientes por el Sr. Bo- lívar y Pieltain, y los que se expresan á continuación, respecti- vamente, por los Sres. Rioja Lo-Bianco, Fernández Navarro, Barras y Lázaro é Ibiza. Para socio agregado fué propuesto don Luis Belbeze Pérez, haciendo su presentación el Sr. Bolívar Pieltain. Asuntos varios. — El Secretario leyó una caria que nos dirige Mr. W. Holland, acusando recibo de la comunicación en que se le participaba haber sido nombrado miembro honorario de la Sociedad, en la vacante producida por fallecimiento de Lord Avebury. El Sr. Holland da las gracias por el honor que se le ha conferido, y que estima, modestamente, superior á sus merecí-' mientos científicos. — También se leyó una carta del profesor Luis Gorbiére, dando gracias por el nombramiento de socio correspondiente. Comunicaciones. — El Secretario, en nombre de los respectivos autores, presentó los trabajos siguientes: «Nuevos midásidos de España y Norte de África», por D. José Arias Encobet. Tomo xiv.— Marzo, 1911, 11 158 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA a A propósito de las formas iniciales y de los granulos vitales de los tripanosomas», por D. Gustavo Pittaluga. «Una excursión al extremo occidental de la provincia de Ali- cante», por D. Daniel Jiménez de Gisueros. «Los yesos metamóríicos de Mallorca», por el Sr. Darder Pe* ricas. «Sobre una anomalía dentaria en los insectívoros», por el señor Ibarra; y «Doctrinas actuales sobre la reducción numérica de los cromo- somas y su aplicación á la espermatogénesis en la Sagitta bipunc - tatan, por el Sr. D. Manuel Bordas. — El Sr. Ribera leyó la siguiente nota acerca de la cría en Ma- drid de avestruces americanos: «Regalo de S. M. el Rey, recibió en la primavera de 1913 el general Excmo. Sr. D. José María de Gasanova un lote de aves- truces americanos (g. RheaJ, formado por un macho y dos hembras. Decidido este cultísimo agricultor á intentar la cría y explotación en España de aves tan productivas, y con ello á hacer honor al donativo de S. M., enderezado á tal fin, instaló aquellos ejempla- res en el Asilo de Santa Gristina, en la Moncloa, donde han sido custodiados y cuidados asiduamente bajo la inspección frecuente del mismo señor general. El resultado de este intento ha sido por demás satisfactorio. El macho pisó á las hembras, y el 21 de Abril hizo el mismo macho en el suelo cuatro nidos, eligiendo al fin uno de ellos, al cual se le protegió con un cobertizo y reforzó con paja para auxiliar al ave, que lo tapizaba con pluma que se arrancaba de la pechuga; á los quince días de pisadas las hembras comenzaron la puesta, la cual llegó, efectuada en días alternos, á veinte huevos; conforme íbase verificando, se recogían los huevos, dejando uno sólo en el nido, del cual no salía el macho, y cuando ya hubo once, se le acercaron, y él con su pico los puso debajo de su cuerpo; luego, al seguir las hembras poniendo, él se salía, ellas se metían en el nido, poníau el huevo, y el macho las sustituía al momento con asiduidad ejemplarísima. Tanta era ésta, que hubo que ponerle al alcance del pico tres jofainas, respectivamente, con rancho, con pan y con agua. El 13 de Junio salieron felizmente de los huevos seis pollos, de los cuales viven cuatro, perfectamente desarrollados; en el Asilo de Santa Gristina siguen tres de ellos y una de las madres; el DE HISTORIA NATURAL 159 padre, la otra madre y uno de los pollos han sido llevados á An- dalucía para proseguir la aclimatación; los otros dos pollos mu-; rieron por accidente fortuito. Todos estos aveí^truces han sido alimentados con sobras de ran- cho, de pan y desperdicios de huerta, á más de las hierbas dei suelo, y cuando muy jóvenes con prados de trébol rojo, alfalfa y avena, con lechuga y con cebolla picada. Se les ha prodigado otros cuidados pertinentes y aun necesarios para el logro de su desarrollo en las primeras semanas de su vida. Pueden veise pormenores sobre este éxito de aclimatación y sobre los beneficios que reportaría el extenderla y ampliarla en un libro del repetido general Gasanova, La explotación de la riqueza de los avestruces en España, del cual tengo el gusto, por encargo del autor, de dejar un ejemplar en la Biblioteca de la Sociedad. Creo que presenta interés suficiente este asunto, para que sea conocido por nuestros consocios y por los lectores de nuestro Bo- letín, ya que parece ser la vez primera que nacen y prosperan en Madrid estas aves, y que ello pudiera ser un recurso nuevo para la explotación de nuestra producción ag-raria.» — El mismo Sr. Ribera dio cuenta de una visita hecha al Obser- vatorio meteorológico de esta certa, y con este motivo elogió las instalaciones sismológicas allí recientemente montadas, entre las que figuran dos péndulos horizontales para el registro de los sacudimientos terrestres. — El Sr. Hernández Piícheco presentó una nota titulada: «Los vertebrados terrestres del Mioceno de la Península Ibérica.» —El Sr. Beltrán leyó una nota sobre el libro del Dr. A. Meyer, Prácticas de Botánica, traducido y anotado por nuestro consocio el Sr. Gastellarnau. — El Secretario participó que la nota bibliográfica publicada en el Boletín de Febrero, corresponde á la sesión de Madrid, y ha sido escrita y presentada por el Sr. Garandell. Secciones. — La de Valencia celebró sesión el 25 de Febrero, bajo la presidencia del Rvdo. P. Balasch, con asistencia de los Sres. Alvarado, Ghabás, Esplugues, Hueso, Martín, Moroder, Pardo, Reselló, Rodrigo Pertegás, Trullenque, Vidal y Arévalo. Se aprueban las propuestas de socios hechas en la sesión an- terior. KO" boletín de la real sociedad española — El Sr. Arévalo muestra á los señores socios un nuevo depar- tamento del Laboratorio de Hidrobiología recientemente instala- do, quedando éstos altamente satisfechos de la visita y felicitan- do á dicho ?eñor por el trabajo que en poco tiempo ha realizado, — El Sr. Trullenque muestra á los reunidos una colección de datos, fotografías y dibujos concernientes á los estudios geológi- cos que viene realizando en Garlet, y de los que se propone dar cuenta á la Sociedad. — El Rvdo. P. Balasch propone que se nombre una Comisión con el exclusivo objeto de fomentar el Museo Regional, acordán- dose quede constituida por los Sres. Roselló, Moroder, Sanchís Pertegás y Arévalo. — El Sr. Roselló ofrece donar ejemplares para dicho Museo, haciendo análogos ofrecimientos los Sres. Moroder y Arévalo. — El Sr. Chabás da las gracias por haber sido admitido, hacien- do manifestaciones análogas el Sr. Rodrigo Pertegás. — La de Zaragoza celebró sesión el 25 de Febrero bajo la presi- dencia de D. Pedro Mojano, y excusó su asistencia D. Francisco Aranda por haber marchado á Barcelona con los alumnos de su clase de Zoología, formando parte de la excursión científica á di- cha capital organizada por el catedrático de Histología D. Luis del Río. — El Sr. Presidente dio cuenta del fallecimiento del antiguo Presidente de la sección aragonesa y notable micrógrafo diato- mófilo D. José Antonio Dosset, proponiendo constara en acta el sentimiento por tan sensible pérdida, acordándose así por unani- midad. — La de Granada celebró sesión el día \.° de Enero bajo la pre- sidencia del Rvdo. P. Navarro, y asistieron los Sres. Rodríguez López Neira, Requena, Zabala, Simancas, Soriano y Diez Tor- tosa (D. Manuel), que actuó de Secretario. Leída el acta de la sesión anterior, fué aprobada. — A continuación el Presidente dio lectura á un trabajo suyo titulado «Enumeración de los terremotos sentidos en España du- rante el año de 1913». — Seguidamente se dio lectura á la siguiente nota del Sr. Fer- nández Martínez (D. Fidel), titulada «El Kala-azar infantil y pa- rásitos del género Leishmania en el Mediodía de España»: DE HISTORIA NATURAL 161 Por una Comunicación presentada á la Sociedad en la sesión de Abril de 1913 y publicada en el Boletín correspondiente á Oc- tubre del mismo año, tienen noticia mis respetables consocios de los trabajos que me llevaron á señalar por vez primera el Leish- mania infantun en el Mediodía de España y á estudiar algunos casos de la paidopatía por él producida. Desde aquella fecha, y extendiendo mi campo de acción á las provincias andaluzas de Granada, Málaga y Almería, he prose- guido con entusiasmo la labor emprendida, y he recogido como fruto más de veinticinco casos de Kala-Azar, suficientes, á mi jui- cio, para demostrar la existencia endémica de la enfermedad y deducir interesantes consecuencias para su estudio y el de su agente responsable. He creído además tener derecho á pensar que no es la infantil la única manifestación de las leishmaniosis en España, puesto que tanto en los chicos atacados de kala-azar como en adultos que ninguna enfermedad general padecían, he visto con frecuen- cia lesiones cutáneas que acaso puedan ser asimiladas á las cali- ficadas de Botón de Oriente. De confirmarse mi sospecha, habría que admitir la existencia en España del Leishmania trópica (L. fo- runculosa) además del infantum, á no ser que una vez estudiado pudiera demostrarse la opinión— cada día más generalizada — de que ambos parásitos corresponden á una misma especie, y si de- terminan manifestaciones patógenas diferentes, es por las condi- ciones de su desarrollo, por la resistencia del ser atacado ó por cualquier otra causa secundaria y extraña á la individualidad del agente específico. La mayor parte de mis trabajos han sido publicados en distin- tas revistas y periódicos profesionales, y, por tanto, no es opor- tuno repetirlos aquí. Mi objeto al presentar esta nota es ofrecer á la Sociedad ejem- plares de mis publicaciones sobre la materia, que son las si- guientes: «El Kala-Azar infantil en la costa de Granada.» (Actualidad médica. Granada, Marzo 1913.) «El Kala-Azar infantil en la costa do Granada.» (Los progresos de la clínica, Madrid, Marzo 1913.) «El Kala-Azar infantil en las costas meridionales de España.» Comunicación al III Congreso nacional de Obstetricia, Ginecolo- gía y Pediatría (Valencia, Abril 1913). Reproducido por Actuali- 162 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA dad Médica (Gr¿iuada, Julio-Agoslo 1913), y por Pediatría espa- ñola (Madrid, Agosto-Septiembre 1913). «Hallazgo del Kala-Azar infantum en la proviucia de Almería.» {Revista de Medicina y Cirugía prácticas, Madrid, Agosto 1913.) «Datos de Geografía médica y distribucióu del Kala-Azar infan- tum eu el Mediodía de Espa fia.» fíraceí a médica catalana, Barce- lona, Agosto 1913. Reproducido por Actualidad médica, Granada, Septiembre 1913.) «Nuevos datos sobre el Kala-Azar infantum» (Revista ibero- umericana de Ciencias médicas, Madrid, Noviembre 1913.) «El Kala-Azar infantum en las provincias de Granada, Málaga y Almería.» Tesis doctoral. (Granada. Imprenta Guevara, 1913.) «Estudios sobre el £'ala-Azar infantil en España», en colabora- ción con los Dres. Pittaluga, García del Diestro, Villa, Camacho, etcétera (en preparación). Madrid, 1914. — El Sr. Zabala, que después de larga estancia en Alcázarqui- vir, como farmacéutico militar, vuelve con su entusiasmo de siem- pre á compartir las tareas de la Sección, refiere el feliz encuen- tro que tuvo en aquella tierra con la Comisión oficial de natura- listas, consocios nuestros, que exploró la zona de influencia espa- ñola en los días que precedieron al comienzo de la última y aún no concluida campaña. Leyóse después el estado de cuentas del año anterior, siendo aprobado. — El Sr. Soriano habló de la conveniencia de solicitar de la Junta central que se autorice á las secciones locales para reservar una parte de las cuotas, con destino al fomento del Museo Regional. — Por último, el Rvdo. P. Navarro manifestó que, con arreglo á lo que dispone el reglamento, debía elegirse la nueva Junta para 1914. De acuerdo todos, designóse la siguiente directiva: Presidente, D. Francisco Espejo Gasabona; Vicepresidente, don Juan Luis Diez Tortosa; Secretario, D. Garlos Rodríguez López Neira; Vicesecretario, D. Manuel Diez Tortosa; Tesorero, D. Fran- cisco Simancas Señan. Y para el fomento del Museo Regional fueron designados los señores siguientes: D. Enrique Requena, D. Francisco Soriano Lapresa y D. Ma- nuel Diez Tortosa. DE HISTORIA NATURAL 163 — El Sr. Requena da las gracias por su nombramiento y ofrece contribuir á la formación del Museo en nombre de los «Explora- dores» granadinos, que recogerán ejemplares en sus excursiones, apenas se les instruya para tal labor. — A propuesta del Sr. Diez Tortosa se acuerda admitir como nuevo socio al Rvdo. P. Ensebio Gómez, profesor de Historia Na- tural de las Escuelas Pías. También propone y se acuerda un voto de gracias para la Jun- ta saliente. — La de Sevilla celebró sesión el 1.° de Marzo, bajo la presi- dencia de D. Pedro García Velázquez. Reunidos en el Gabinete de Historia Natural' de la Universi- dad á las dos de la tarde, se leyó y aprobó el acta de la anterior. Se hizo la propuesta para socio de número de D. Enrique Con- de Lledó, ingeniero de minas, presentado por D. Pedro García Velázquez. El mismo Sr. Velázquez presentó y donó al Gabinete un ejem- plar de pizarra con Posidonomíi Beckeri del culm de Ríotinto y procede del banco 11 de la corta de San Dionisio. También regaló un ejemplar con diversos óxidos de uranio, procedente de Monesterio (Badajoz). Se trata de un ejemplar de unos 5 c. c, cuya radiactividad, que ha sido medida por M. Fon- taine, de Huelva, alcanza á 10.000 voltios. — El Sr. González Fragoso, dice: Por el profesor D. Francisco de las Barras y nuestro consocio el Sr. Llórente Lacave, se recolectaron en el pasado mes de Ene- ro, sobre hojas de Olea Europaea, y en una finca de «La Rinco- nada», propiedad de nuestro nuevo consocio, dos hongos parásitos que me parecen dignos de mención. Es uno de ellos un curioso Agaricíneo leucósporo, que por tratarse de hongos de que no me ocupo, envié á M. Paul Hariot. Determinado por él, resulta ser el Androsaceus Oleae (Qnéle) Pat. (=:Marasmius hygrometricus, Bridg. Var. Oleae). El Marasmius hygrometricus está citado en Portugal por P. A. Saccardo y por Torrend, y es allí sin duda co- mún, pues ha sido repartido en las tres Exsiccata que, compren- diendo hongos, se han publicado en la vecina nación. En España debe serlo también, por razón natural, pero no sé haya sido cita- do anteriormente. El segundo de los hongos no está mencionado en la Península, 164 boletín üe la real sociedad española que yo sepa, pero eslo es más fácil de explicárselo, por ser apenas visible. Se trata de una especie poco citada, la Phyllosticta insu- lana Mont. Esfericidáceo de pequeñísimos picnidios, con espóru- las atómicas, como dice el autor de la especie, que alcanzan cuan- do más 6 [j. de diár:Telro. Estas espórulas, hialinas cuando jóvenes y sin conidióforos visibles, parece tienen un ligero tinte amari- llento á su madurez. Consigno ambas especies, cuya prioridad en la Flora española se debe á los Sres. Barras y Llórente. El mismo Sr. Fragoso presentó y donó al Gabinete varios ejem- plares de plantas atacadas por Uromices Behemis Unger y Caeco- ma pulcherrimum Bulak, el primero sobre Suene inftata L., y el segundo sobro Mercurialis annua, L. — El Sr. Barras dio cuenta de varios casos de proliferación en los frutos del pimiento, y de los que tiene ejemplares conser- vados para un estudio detenido. También dio cuenta de tres casos de desarrollo anormal de los frutos del limonero, presen- tando los ejemplares que le han sido remitidos de Cádiz por nuestro consocio D. Emilio Sánchez Navarro. Proceden de una finca que posee en Ghiclana la Sra. Marquesa del Buen Su- ceso. Consisten las anomalías en uno de los casos (a) en una ex- crecencia de la cascara, que bien puede ser procedente de- la pi- cada de un insecto ú otra causa externa; en otro (h), en una gran disminución del diámetro nor- "/ "^/ '^'^ ^"•'•^ mal al eje del fruto, con io que '^^ " " éste resulta largo y delgado, y en el tercero la anormalidad es más notable, apareciendo una bifurcación desde la mitad del ejemplar, por efecto de la soldadura de dos frutos, como demuestra el esquema (c), que representa t-u sección longitudinal. — La de Barcelona se reunió el 20 de Febrero, bajo la presi- dencia de D. Luis Mariano Vidal. Se admiten los socios propuestos en la sesión anterior, y son presentados como nuevos numerarios los Sres. D. Francisco Ca- rreras Reusa y D. Remigio Sánchez-Mantero Fisac, alumnos de la Facultad de Ciencias, respectivamente, por los Sres. Caballero Fernández y San Miguel. DE HISTORIA NATURAL 165 — Se acuerda verificar una excursión al castillo de Arampruyá el próximo domingo i.° de Marzo. — Se conviene asimismo en que el Sr. Calleja explane una con- ferencia sobre la célula nerviosa el 19 de Marzo próximo en la Universidad. Notas bibliográficas. — Del Sr. Fernández Navarro (sesión de Madrid): Jean Grolh: Les schistes á goniatites de Guadalmez. (G. R. Ac. des Se, 1. 158, n. 7, Febrero de 1914.) El devónico superior de Guadalmez (Sierra Morena) presenta una facies de mar profundo con cefalópodos. Este afloramiento, equidistante casi exactameiilede los análogos de Gabiiéres (Fran- cia) y el Sud-oranó?, acentúa, según el autor, el carácter armori- cano-varíscico de las cadenas paleozoicas del Sahara septentrional El autor ha encontrado, además de muchos lamelibranquios in- determinados y huellas de Cardiola (Buchiola) retrostriata, las especies siguientes: Chiloceras circumflexum Sandb; Chiloce- ras sp,; Tornoceras shnplexv. Buch; Tornoceras bilobatum Wede- kind; Tornoceras cinctwn Keyserliug; Tornoceras sp.; Orthoce- ras sp.; Avicula sp.; Modiomorpha? — Del Sr. Garanden (Juan) (sesión de Madrid): Preisweik, H.: Uber einige Zinnerzlagerstátten in Spanien und Portugal, (M. 1 ñg., Z. f. pr. Geol., Ig. 21, 191.Í, H. 2, S. 74 bis 81.) El trabajo trata de los yacimientos estanníferos próximos á Al- maraz, provincia de Zamora, Lumbrales, provincia de Salamanca, y Pozo de Oro, cerca de Mirandella, N. de Portugal. En los bor- des de los grandes macizos graníticos se presenta el mineral de estaño (casiterita), asociado á unos filones de cuarzo, apareciendo de dos modos distintos: 1 ° Los filones no penetran en las pizarras vecinas, como ocu- rre en las minas de Duero, junto á Almaraz y Lumbrales. 2.° Los filones salen del granito y rompen las pizarras; Pozo de Oro. El contenido metálico es ordinariamente inferior á 1 por 100. 166 boletín de la real sociedad española Ewald: Geologische Reisen in Spanien. (Schr. d. Phys-okon. Ges. KoQigsberg. 53, 1912, S. 3?8-329.) Corta reseña de las notas geológicas recogidas durante un viaje del autor por las provincias de Valencia y Tarragona. — Del Sr. Beltrán y Bigorra (sesión de Madrid): Prácticas de Botánica. — Guía para el empleo del microscopio en el estudio de la anatomía de las plantas superiores, por el doctor Arthur Meyer. (Traducido del alemán, por D. Joaquín María Gas- tellarnau.) Un tomo en 4." mayor, de 348 páginas y con Si gra- bados intercalados en el texto. Publicado por la «Junta para am-^ pliación de estudios é investigaciones científicas». Tal es la obra que con su reconocida competencia acaba de tra- ducir del alemán nuestro sabio Socio honorario, prestando un gran servicio á los que nos interesamos por las cuestiones de anatomía vegetal y desconocemos el referido idioma» Se trata de una obra eminentemente práctica que precisa con- sulte el aficionado á la botánica, por la gran claridad con que está escrita y por la facilidad con que guía en la complicada tarea de la observación microscópica y de su técnica. Refiérese su contenido á las plantas fanerógamas, y se estudian asuntos tan interesantes como El endospermo de las semillas del Ricinus communis y los granos de aleurona — Comunicaciones plasmáticas entre las células. — Los tubos laticíferos en general y estudio particular de los tubos no articulados de las hojas de la Euphorbia Lathyris. — El polen de la Malva sylvestris. — La cá- mara clara y cómo se dibuja con ella, etc., etc. Por estos solos enunciados que encabezan otros tantos capítu- los, podrá deducirse el gran interés que nos ofrece tal obra. Dedícase un capítulo á Literatura, comentarios, observaciones críticas y nuevos hechos que sirven de aclaración á lo expuesto en lecciones anteriores, en el cual se hace indicación de las más rele- vantes publicaciones sobre cada uno de los asuntos tratados en este libro, y se hacen aclaraciones sobre algunas cuestiones que pudieran prestarse á confusión, apreciándose en todo el gran acierto con que Meyer muestra su disconformidad de criterio sobre ciertas doctrinas. En un capítulo final se dan las fórmulas para la preparación de los reactivos que se mencionan en la obra, y se recomienda la manera de usarlos. DE HISTORIA NATURAL 167 El profundo conocimiento del distinguido traductor en todo cuanto se refiere á microscopia y anatomía vegetal, ha consegui- do avalorar tan meritoria publicación con múltiples y acertadísi- mas adiciones. Además de un prólogo y de observaciones diver- sas esparcidas por el texto, avalora la publicación un capítulo ori- ginal sobre Microscopios, objetivos y oculares y otro sobre Obser- vaciones y enfoque del objeto, en el que el Sr. Gastellarnau ha demostrado su indiscutida competencia sobre estos asuntos. Últi- mamente se añade también una Relación de las plantas que han servido para los ejercicios anteriores, y que conviene recoger, con- servar ó cultivar para repetirlos. Al mencionar cada especie se indica su extensión en España y se dan reglas para la conserva- ción del órgano de la planta que se trata de estudiar. La «Junta para ampliación de estudios» ha hecho un nuevo ser- vicio á la Ciencia española al poner al alcance de todos y en con- diciones económicas tan ventajosas la magistral obra de Meyer, aceptando la traducción que desinteresadamente le ha ofrecido nuestro socio honorario, digno traductor de tan gran maestro. Del Sr. Faura y Sans (sesión de Barcelona): Dalioni (M. Marius): Stratigraphie et tectonique de la región des Nogueras fPyrénées centrales], Extr. Bull. de la Soc. géol. de France, 4." serie, tom. xiii, págs. 246 á 263. En este breve resumen cronológico de los terrenos estratifica- dos que constituyen los Pirineos Centrales, apenas se encuentran datos proporcionados por nuevas ó repetidas investigaciones, que no hayan aparecido en las muchísimas publicaciones de los geó- logos españoles que se han ocupado de aquella región pirenai- ca, y lo propio hecho por colegas extranjeros. Sin embargo, al sintetizar los múltiples trabajos presenta una descripción orde- nada, seleccionando las localidades clásicas en que otros geólogos habían descubierto especies fósiles, características de los respec- tivos terrenos primarios, secundarios, terciarios y cuaternarios. Al final emite el autor sus interpretaciones sobre la estructura es- tratigráfica actual y los agentes tectónicos que la formaron, bajo tres aspectos: Estructura isoclinal de la zona primaria axial de los Pirineos Centrales españoles, con la constancia del buzamiento de los plie- gues hacia el S. Las cobijaduras en el macizo de las Montanyes Malheides y el valle del Segre. Y las cobijaduras al E. del Segre, 168 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPaÍíOLA en la Sierra del Cadí y eu la continuación de la zona del Monte Perdido. Wurm (A.): Beitrage zur kennUiis der Iberich- Balear ichen Triasprovinz. Ext. de «Verhandlugen des Naturhistorisch Medi- zinischen Vereines zu Heidelberg», N. F. xii, Band 4, Heft 1913 {118 páginas, una lámina, 25 figs. y un mapa). Divide el autor nuestro territorio en cinco zonas: en la zona central describe ordenadamente los terrenos triásicos de cada provincia, resumiendo los trabajos de los geólogos nacionales y extranjeros que las han estudiado. Con el mismo plan de exposi- ción trata de las zonas S., W., NE., y por último de la región E. (Tarragona, Barcelona y Baleares), que por sus caracteres espe- ciales y por haber sido en ella reconocidos todos los horizontes, con fósiles característicos, ha sido separada de las zonas vecinas aragonesa y pirenaica; sirviéndole á Wurm para sincronizar la estratigrafía general, los descubrimientos paleontológicos hechos por Tornquist, Mallada, Almera, Bofill y Vidal; incluyendo, ade- más, en esta Monografía, los últimos hallazgos hechos por el Dr. Almera en los nuevos yacimientos triásicos de la provincia de Barcelona. Discurre sobre la formación de las ofitas y la época de su apa- rición; como también le ha merecido atención el notable yaci- miento de Mora de Ebro, que describe en un capítulo aparte. Completa su obra con una anotación taxonómica de las espe- cies triásicas mencionadas en el texto, las cuales son cerca de cuarenta, la mayoría no comprendidas en el Catálogo general de las especies fósiles encontradas en España, de Mallada. Posteriormente á esta publicación el Dr. Almera descubrió un importante yacimiento de Myophorias en Valldenen, y alguna que otra especie en el Tagamanent y Mongat, habiendo sido todas estas formas fósiles consultadas por A. Wurm, las que constarán en el mapa del Dr. Almera, que está próximo á aparecer. Es merecedora de encomio la obra de A. Wurm, por habernos facilitado la ordenación cronológica delTriásico en la Península Ibérica, estratigráfica y paleontológicamente. — Del Sr. González Fragoso (sesión de Sevilla): La Paleontologie'végétale. — «Gryptogames cellulaires et Grypto- games vasculaire», par le Dr. Fernand Pelourde. Proface de M. R. Zeiller, de l'Inslilut.— París, 1914 (l^"" volume de l'ouvrage). DE HISTORIA NATÜKAL 169 Es un libro escrito sin pretensiones, claro y sucinto, en el cual se expone admirablemente el estado actual de los conocimientos Paleobotánicos, en los grupos designados. El interés comienza en el grupo iSifoneas, antes confundidas con Foraminíferos y Po- liperos, y aún representadas en la actualidad por el género Cymopolia, la Halimeda gracilis, y algunas otras. El interés no decae en el resto del volumen, y se acrecienta aún más al tratar de los Filicales, que han sido objeto de particulares estudios y des- cubrimientos del autor, y qne terminan las Griptógamas vascula- res, dejando para el segundo volumen los Pteridospermales, esla- bón de unión entre los verdaderos Heléchos y las Gimnospermas, como indica el ilustre Zeiller en el prefacio de la obra. Es, en resumen, un libro bien hecho y útil, que será estudiada con placer por geólogos y botánicos. Notas y comunicaciones Notas antropológicas POE FRANCISCO DE LAS BARRAS DE ARaGÓN Cráneo árabe de Granada. — Es propiedad de nuestro querido compañero y notable geólogo D. Eduardo Hernández Pacheco, quien tuvo la amabilidad de ponerlo á nuestra disposición, y le fué donado por D. Manuel Gómez Moreno. Acerca de su procedencia consultamos á este distinguido arqueólogo y catedrático, y en carta fechada en Madrid en 9 de Diciembre próximo pasado, nos dice: «Haciendo desmontes para el camino nuevo del cementerio en Granada, año de 1887, se descubrió un grupo de sepulturas de moros en el sitio denominado barranco del abogado, por bajo de la cerca de los Mártires. Sus vestigios estuvieron muchos años visibles y aún acaso no se hayan borrado. Las sepulturas estaban hechas de ladrillos formando el rectángulo de la fosa que conte- nía el esqueleto; losas sin labrar las cubrían y encima formá- base, á flor de tierra, otro rectángulo semejante con piedras talla- das de arenisca, en las que se labraron adornos de lazo conocida^ mente morunos. 170 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA »Mi padre y yo (conlinúa el Sr. Gómez Moreno), vimos sobre el terreno las piedras sacadas, y el encargado de la obra nos re- galó una de ellas, que está en mi casa de Granada, y la calavera en cuestión, única que había sido recogida. »Los adornos de las piedras, pueden ser del siglo xiii al xv, sin que sea dable precisar máv^. »No hay posibilidad de confundir tales sepulturas cou ningunas otras, mediante la característica de su orientación; su angostura, por ser costumbre colocar el cadáver echado sobre el costado de- recho, y no hallarse objeto alguno con los huesos, por enterrarse sin vestidos, etc., según rilo.» Añade el Sr. Gómez Moreno que su señor padre (de su mismo nombre), publicó á raíz de dicho hallazgo un trabajo acerca de ellas en el Boletín del Centro Artístico de Granada, bajo el título de «Sepulturas arábigo granadinas». También nos manifiesta, aunque sin asegurarlo, que el enton- ces distinguido Catedrático de la Facultad de Medicina de Grana- da, y hoy de la Central, Sr. Hernando, deseando obtener algún otro cráneo, mandó excavar en el sitio donde se habían enterrado los huesos procedentes de las sepulturas, y lo consiguió, para en- viarlo á Madrid. KI ejemplar á que nos referimos, aunque en buen estado de conservación, tiene una porción de fracturas, como la de las ra- mas de la mandíbula inferior, arcada zigomática y otras que re- ducen el número de medidas que pueden tomarse. Las suturas coronal, sagital y occipital, tienen muy avanzada la osificación. Hay algunos pequeños wormianos en los asterios. Denti;;ión completa. Post-morten han caído muchos dientes. Hemos obtenido, siguiendo la hoja de Monaco, las medidas é índices siguientes: Diámetro anteroposterior máximo 184 mm. ídem id. iníaco 179 ídem transverso máximo 156 Altura basio-bremática 136 ídem aurículo-bregmática 118 Anchura frontal mínima 92 ídem id. máxima 124 Diámetro bimastoideo máximo 140 ídem naso-basüar 102 ídem alveolo-basilar 104 DE HISTORIA NATURAL 171 Diámetro naso-alveolar. . 71 mm. Altura de la nariz 53 > Anchura de la cariz 26 » Longitud inter-orbitaria 22 ídem orbitaria 38 Altura orbitaria. . , , 30 Anchura del borde alveolar superior 66 Altura de la flecha ó curva alveolar 56 ? Longitud de la bóveda palatina 60 ? Anchura de la bóveda palatina 38 Altura órbito-alveolar 47 Longitud del agujero occipital ... 33 Anchura del agujero occipital 27 Curva sagital del cráneo 380 ídem id. parte frontal 136 ídem id. parte parietal 110 ídem id. parte occipital 134 Ídem transversal 350 ídem horizontal 635 Anchura mínima de la rama ascendente mandibular 32 Altura de la sínfisis mandibular 28 ídem del cuerpo mandibular 27 Espesor máximo del cuerpo mandibular 14 índices: Cefálico 84,782 ídem vertical 75,369 Vértico-transversal 86,538 Frontal 74,196 Fronto- parietal 58,910 Orbitario 78,947 Nasal 49,066 Maxilo-alveolar. . .. '. 116,071? Palatino 76,000 ? Occipital 81,818 Tií BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Sobre la existencia del Maestrichtiense en algunos puntos de la provincia de Alicante POR DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS La presencia del Maestrichtiense ha sido señalada por Mis- ter Nicklés en diferentes puntos de la provincia de Alicante, particularmente en la región oriental. La rica fauna que anota en su obra del Sud-Este de España procede principalmente de los términos de Alcoy, Guatretonda (provincia de Valencia) y de Ca- llosa de Ensarriá, y de las excursiones que he realizado en estos últimos años he podido deducir que el Maestrichtiense es un piso muy extendido en la provincia de Alicante y que son raros los puntos en que se descubren las últimas capas nummulíiicas sin aparecer unas capas blancas, deleznables, en algunos sitios con depósitos de fina creta y en estratificación discordante con las ca- pas nummulíticas. Este último carácter no creo que sea en todos los lugares, puesto que allí donde aparecen las capas del Garum- niense, éste se interpone entre ambos (Maestrichtiense y Num- mulítico), y acaso en algunos sitios la distinción entre el Dáñen- se ó Danés y el Eoceno, no sea tan fácil de hacer, pasando por tránsitos insensibles de la una á la otra Era. Guando en el año 1908 di noticia á nuestra Sociedad déla exis- tencia del Genomanense de las cercanías de Alicante, refiriendo á este piso, no sólo las colinas del W. del Palamó, sino el cerro en que asienta el derruido castillo de San Fernando, sospechaba la existencia del Senonense entre estas capas Genomanenses y el Numinulitico de la parte oriental. Habíamos recogido por enton- ces bastantes fósiles del primero; pero habíamos encontrado sobre este piso una formación potente de capas margosas blancas, piza- rrosas en algunos puntos y tan escasas de fósiles, que nada podía- mos deducir de los indeterminables fragmentos recogidos. La gran masa de creta del Palamó (1), quedaba sin determinación precisa y fué un feliz encuentro un pequeño trozo de un Echino- (1) Esta es la creta conocida en la localidad por terrablanca^ que forma la colina del W. de la Bodega del Garachico. DE HISTORIA NATURAL HS corys, que me hizo creer que se trataba de un E. semiglobus Lamk, especie que ya habíamos encontrado en la Horna de No- velda, en donde los ejemplares alcanzan gran tamaño. Más deci- sivo fué el encuentro de un Stegaster (1), de mediano tamaño y en perfecto estado de conservación, que hemos podido retirar de las capas de margas blancas pizarrosas en una excursión realiza- da en el mes de Octubre último. Y como suele suceder en casos análogos, apenas habíamos determinado esta especie que caracte- riza bien el Maestrichtiense, nos la encontramos en muchos sitios al hacer una revisión de los fósiles recogidos. Encontramos esta misma especie (Stegaster altus Seunes) entre los fósiles recogidos en Callosa de Ensarriá, que es, indudablemente, la continuación del yacimiento de Alfaz. No lejos de Farines y I'^errachet, localidades próximas á Callo- sa y situadas al W., hemos encontrado la rica fauna del Eoceno que señala el Sr. Nickiés en su obra. En el mismo sitio se halla- ron varios ejemplares de Nautilus que me hicieron creer se trata- ba de las últimas capas del Garumniense; pero, el hallazgo de dos ejemplares del género Aturia (2), hace suponer que se trata del Eoceno; probablemente el Maestrichtiense no está lejos de Fari- nes, porque de las inmediaciones proceden algunos fósiles que se me han remitido, entre los que se encuentra un bello ejemplar de Stegaster altus Seunes. El encuentro del género Echinocorys y de otro de aspecto cre- táceo, aunque no determinado, me hace creer, contra la opi- nión autorizada de Mr. Nickiés, que la Sierra de Al media (3) que aparece en su obra como nummulítica, es igualmente Maestrich- (1) El Sr. Nickiés ha encontrado tres ejemplares de este género (Ste- gaster Bouillei Cott., S. Chalmasi Seunes y S. altus Seunes) en Alfaz. La última de estas especies es, á mi juicio, la más frecuente. (2) Este género no se ha citado hasta el presente en España. El catá- logo del Sr. Mallada no contiene más que dos especies de Nautilus del Eo- ceno, y al género Aturia refiero los dos ejemplares de Farines por presen- tar los caracteres propios de éste: Concha por completo involuta, lóbulo lateral muy agudo y profundo. Tamaño, 30 mm. de diámetro. Fosilizado en Pirita. Probablemente es la Aturia zic-zac So-í\\ (3) Sierra situada al NE. de Callosa de Ensarriá y separada de Farines y Ferrachet por el cauce del río Guadalest. Las calizas del barranco de Piera no tienen tampoco aspecto de num- mulíticas, y según el testimonio del Sr. Rovira, director del Colegio de segunda enseñanza, ha encontrado en la Almedia trozos de Ammonites. ToMOxiv.— Marzo, 1914. 12 J74 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tiense, aunque en ella dominan las calizas fuertes, pudiéndose encontrar en la Sierra alguna mancha nummulítica que haya sido causa de esta afirmación. El encuentro de grandes ejemplares de Echinocorys semiglohus Lamk y trozos referibles al Echinocorys tenuituberculatus Leyra, así como de algunos Echinoconus y Micraster juntamente con al- gunos Foraminiferos, me hace creer que la faja cretácea que apa- rece bajo el Eoceno de la Horna en su parte Norte, pertenece igualmente al Maestrichliense. En la vecindad de Gati, en la Peña Forada, se encuentran unas capas calizas blancas, muy fuertes, entre margas que encierran numerosos Foraminiferos ( Nummulites complanatus Lamk, N. Ice- vigatus Lank, Assilina granulosa Lank) de la fauna luteciense, y no lejos, aunque sin sitio preciso por ser ejemplares de arrastres, hemos encontrado Síegrasíer a/íits Seunes, que demuestran la ve- ciudad del Maestrichtiense. En el Salt del Palomaret dado á conocer á nuestra Sociedad en el Boletín de Julio de 1910, hemos encontrado abundancia de Nummulites entre los arrastres procedentes de la parte alta de la Sierra y que las avenidas precipitan de lo alto del despeñadero. No es raro encontrar formas en buen estado, y entre ellas hemos visto un Stegaster altus Seunes, acusando la vecindad del Maes- trichtiense á las capas nummulíticas. Una excursión hecha después, nos ha permitido recorrer toda la parte superior comprendida entre las Peñas Montesas y el ba- rranco que forma el Salt. Existen allí, en efecto, las capas Inte- cienses de donde proceden los Nummulites y en algunos sitios asoman las calizas margosas blancas y las margas pizarrosas, de donde deben proceder los Stegaster encontrados abajo. El Nummulítico de Agost nos ha proporcionado abundantísi- mos fósiles, y sabido es que este sistema forma allí el fondo de una especie de cubeta limitada por crestas cenomanenses. No faltan entre este piso y el Terciario las capas de calizas y margas blancas que deben referirse á los pisos más modernos del cretá- ceo, y las últimas excursiones nos han permitido cerciorarnos de la existencia del Maestrichtiense, por haber recogido el Stegaster altus Seunes. En el Monleagudo de Novelda se encuentran bajo las calizas nummulíticas capas de areniscas flojas y calizas un tanto areno- sas que encierran Echinocorys, Micraster, Echinoconus, etc., con Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XIV.— LÁM. I. ]Vl{-i3tela africana Desmarest. Ejemplar tipo, que se conserva en el Museo de Historia natural de París. Mustcla paráensis Gceldi. Ejemplar tipo y cabeza de un cotipo vista de perfil, según fotografías publicadas por el Dr. Goeldi. DE HISTORIA NATURAL 175 algunos pedernales y pequeñas manchas de creta en algunos ho- rizontes. El Maestrichlieuse de este sitio tiene caracteres de una formación de poco fondo, y recuerda algo á las capas areniscas del Senonense de Santander. En el término de Elche existe una formación cretácea que aún no he visitado, pero que sospecho se trata de una mancha del Senonense superior, ó hablando con exactitud, del Maestrichtien- se. Los fósiles que he recibido proceden de acarreo, y por su abundancia, revela ser éste uno de los más ricos yacimientos de la provincia. Sobre algunas formas del género «Mustela» O POR ÁNGEL CABRERA (Lámina i ) V.— Más sobre «Mustela nippon» y cM. africana». Cuando publiqué en Octubre del pasado año la descripción del armiño japonés, hube de advertir que el pelaje de invierno de esta nueva especie me era desconocido. Posteriormente, la casa Fukai ha enviado al Museo Nacional de Ciencias Naturales un nuevo lote de mamíferos del Japón, y entre ellos figura otro ejemplar de M. nippon obtenido en la localidad típica el 13 de Noviembre de 1913, y que, por tanto, ofrece ya la coloración invernal. Se trata, como digo, de un topotipo, macho adulto, y sus dimensio- nes convienen perfectamente con las indicadas en la descripción original, lo mismo que la proporción entre la longitud de la cola y la del cuerpo, y la de la cola con los pelos y su porción terminal negra. Si acaso, esta última es todavía un poco más reducida que en el tipo. Aparte de esta porción negra de la cola, todo el pelaje es de un blanco de nieve, inmaculado, sin el menor matiz amari- llento, lo que desde luego distingue á este animalito de los armi- ños siberianos, en los que el pelo de invierno ofrece siempre tonos más ó menos amarillos. Aprovecho esta oportunidad para añadir también algo al cono- (1) Véase el tomo xiu de este Boletín, págs. 391 y 428. \1G boletín de la real sociedad española cimiento de la tan discutida Mustela africana de Desmarest, y algo que confirma mi opinión de que esta comadreja no es otra cosa que la llamada pacaensis por Goeldi. Ese algo es una fotografía del tipo de africana que el Dr. Menegaux, del Museo de París, ha tenido la amabilidad de enviarme. He creído conveniente publi- car documento de tanta importancia, juntamente con la figura del tipo de M. paraensis, copiada de Gieldi, para que se vea la seme- janza que hay entre ambos ejemplares, no obstante las diferentes actitudes en que están preparados. La fotografía permite apreciar la extraordinaria longitud de la cola, característica de esta coma- dreja, y demuestra que en las medidas publicadas por Desmarest no existe el «erreur evidente» que Lataste suponía. A propósito del tipo de Mustela africana, me creo obligado á hacer una observación de índole puramente histórica. En carta que recientemente me ha escrito el Dr. E. L. Trouessart, y en la que me manifiesta parecerle nji opinión muy verosímil, suplíca- me este ilustre zoólogo que rectifique mi afirmación de que dicho ejemplar y ios demás del Museo de Ajuda fueron llevados á Fran- cia como botín de guerra ó de invasión. El Museo de París — me dice el Dr. Trouessart, — obtuvo estos ejemplares á cambio, según consta en los libros de registro, y cuando, al venir la Restauración, se procedió á devolver á las naciones las riquezas que de ellas sacara Bonaparte, Portugal hizo constar que no tenía nada que reclamar. Es para mí una verdadera satisfacción complacer al sa- bio naturalista, como lo es también hacer público mi cordial agra- decimiento á su colega del Museo de París, M. Menegaux, por el envío de la fotografía del ejemplar en cuestión. Descripciones de nuevos «Midásidos» de España y del Norte de África POK J. ARIAS Syllegomydas Bezzii cf' nov. sp. Tipo: un ejemplar cT de la colección Bezzi, que lleva etiqueta que dice: «Djerba. Tunici. Weiss.» El Dr. Bezzi, de Turín, me envió, para ser determinados, dos ejemplares cfcf de esta nueva especie que tengo el gusto de de- dicarle, y que él consideraba, aunque con duda, como S.cinctus DE HISTORIA NATURAL 177 Macq. Se trata de una especie de talla media, color gris ceniciento, antenas negras, gruesas, sobre lodo el tercer artejo, que de ordi- nario es más débil en las especies de este género. Tórax coa tres fajas negruzcas. Abdomen anillado de blanco amarillento. Patas grisáceas, fémures posteriores apenas engrosados. Alas hialinas. Longitud del cuerpo, sin las antenas, de 14 á 17 milímetros. Afine de -S. algiricus Gerst., pero distinta por el color délas an- tenas y las proporciones de los artejos de las mismas. Syllegomydas Bueni cJ" nov. sp. Tipo: un ejemplar (f, propiedad del Museo Nacional de Cien- cias Naturales, con etiqueta que dice: «Melilla. VIII, 1908. Arias». Especie también de talla media, afine de S. cinctus Macq., pero distinta por la coloración de las antenas, que son negras, y por el color negruzco brillante del pecho y del abdomen, este último con el borde posterior de los segmentos blanco; patas negras, no roji- zas, como en S. cinctus^ fémures engrosados. He visto cuatro ejemplares (f ¡^ de esta especie cogidos por mí en Melilla, durante las excursiones realizadas por la Comisión de investigaciones biológico-marinas, dirigidas por el profesor don Odón de Baen,á quien tengo mucho gusto en dedicar esta nueva especie. Longitud del cuerpo, sin las antenas, 13 á 17 milímetros. Syllegomydas Merceti cf 9 nov. sp. (1). Tipo: un ejemplar (^, propiedad del Museo de Historia Natural, de París, con etiqueta aue dice: «Mogador. M. de la Escale- ra, 1911.» Es éste uno délos más pequeños Syllegomydas conocidos, afine de S. algiricus Gerst., pero se distingue el (^ por el color de las antenas, negruzcas y rojizas, y por el abdomen gris ceniciento, con muy estrechas fajas blancas, y la 9 se diferencia de la de algi- ricus, por su talla mucho menor y por la coloración general del cuerpo, pardo-rojiza con fajas blancas muy marcadas, y que en algiricus apenas si son perceptibles sobre el fondo amarillento del abdomen. (1) En los «Arxivs. del Instituí d'Estudis Catalaus» fué publicada una descripción del f/ de esta especie. 178 boletín de la keal sociedad española LoQgitud del cuerpo del cf , sin las antenas, 10 milímetros. Ídem id. de la 9> 12 milímetros. Con verdadera satisfacción dedico esta especie á mi buen amigo D. Ricardo García Mercet. Hispanomydas nov. gen. Afine de Leptomydas; se distingue porque la trompa es rudi- mentaria y la nerviación alar diferente; R^ ■+- ^, R*, RS y M^ des- embocan separados en R'; tercer artejo antenal no adelgazado como en Leptomydas., cuarto artejo antenal piriforme, pero des- provisto del ápice verrucoso que caracteriza á SyllegomydaSy siendo, por tanto, redondeado en el extremo. Especie tipo: Hispanomydas hispanicus ¡^ sp. nov. Hispanomydas hispanicus /. Dardcr. Canteras de yeso metamórfico del jurásico en La Vileta (Palma de Mallorca). DK HISTORIA NATURAL 179 Los yesDS metamórficos de Mallorca POK BARTOLOMÉ DARDER PERICAS (Lámina ii.) En Mallorca el yeso se presenta con relativa abundancia, apa- reciendo sedimentario en el trías y el eoceno, y metamórfico en las caliza? jurásicas y en las margas del Gault. Los más antiguos, de origen claramente lagunar (1), se encuen- tran en las margas irisadas del Keuper (trías superior) y corres- ponden al piso Garniense. Pi-esentan generalmente color gris, es- tando formados por capitas más ó menos obscuras y se hallan dis- puestos en capas concordantes con la estratificación general del trías. A veces se presentan plegados, y frecuentemente encierran ciistalitos de cuarzo hemaloideo ó negro. Estos yesos asoman desde la primera á la quinta alineación de las siete que, á contar de la más próxima al mar, distinguimos en la cordillera Norte de Mallorca. Como yesos sedimentarios, debemos también mencionar algu- nas capitas yesosas que acompañan á los lignitos del Ypresiense lacustre en las colinas de la séptima alineación. Com.o hemos dicho, aparecen yesos metamórficos en el jurá- sico y en el Gault; los primeros son debidos á metamorfismo ígneo, y los segundos á la transformación de las margas en yeso, mediante la acción de la pirita de hierro. Vamos, pues, primero, á estudiar los jurásicos, para pasar después á los del Gault. Yesos metamórfícos jurásicos. Datos orográficos. — Los yesos jurásicos metamórficos debemos hacer notar que sólo aparecen en una sección de la sexta alinea- ción, sin que les hayamos observado en otra parte alguna de la cordillera. La sexta alineación comprende varias secciones, inte- rrumpidas por prolongaciones del aluvial que forma una faja á lo (1) B. Darder, Nota preliminar sobre el triásico de Mallorca (Bol. Real Soc. Esp. DE HiST. Nat., tomo xiir Noviembre, 1913.) 180 boletín de La REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA largo de la cordillera. Estas secciones son, contando de NE. á SW,, los montes liásicos de la península de Alcudia, que alcan- zan en la Atalaya de Alcudia 454 m. de altitud; las colinas Fe 297 m. y San Martín 264 in,, en Pollensa; el Puig de Lloseta,con un magnífico yacimiento de ammonites jurásicos; la Extremera (Buñola) 278 m., también jurásico, y después de una ancha inte- rrupción, reaparece formándolas sierras de La Vileta y Na Bur- guesa, cerca de Palma, en las cuales aparecen los yesos objeto de esta nota. Las sierras de La Vileta y de Na Burguesa son, á diferencia del resto de la cordillera, de formas redondeadas, y están cubier- tas de un bosque de pino?. Su altura oscila alrededor de 450 me- tros, destacando el Puig Gros de Bendinat, con 485 m.; el Puig de Sa Greu, 435 m., Goll de Sa Greu, 400 m.; Serreta de Son Su- veda, 280 m., etc. Algunos barrancos transversales cortan incom- pletamente esta sierra, mereciendo únicamente mención el Cor- nelia de rinfern (Genova) y los anchos valles de Son Sureda y La Vileta, este último con canteras de yeso. Indicaciones geológicas. — -Aunque la sierra es casi totalmente jurásica, aparece, sin embargo, el trías superior lagunar á lo largo de la base, asomando cerca de Bendinat y en la fuente de Bendi- nat, donde se le ve formado por arcillas ferruginosas con capas de arenisca roja, á las que se superponen las carniolas; debajo de algunos puntos, llegan á verse los yesos sedimentarios triásicos con muy pequeño espesor; están frecuentemente atravesados por materiales eruptivos, especialmente andesitas. Sobre estas arcillas viene la masa de calizas que constituyen la sierra y que referimos al jurásico, aunque advirtiendo que resul- ta tan difícil en Mallorca distinguir la caliza del Keuper superior de las jurásicas, sobre todo hallándose metamorfizada?, que debe- mos manifestar la duda sobre si parte de estas calizas son en rea- lidad triásicas ó liásicas. Este último terreno creemos que forma la masa principal de la sierra de Na Burguesa, puesto que en la Serrata de Bendinat hemos reconocido unas calizas amarillentas, margosas, con tendencia á la descomposición en bolas, que aun- que sin fósiles, son análogas petrográficamente á otras fosilíferas del Gharnniliense (lías medio) de Soller, Lluch y Andraitx. Descansando sobre tales calizas, se observa otra caliza rosada, análoga también á las del Toj.rciense (lías superior) fosilífero de Gan Grau (Orient) y de algunas localidades de la provincia de DE HISTORIA NATURAL 181 Alicante, según hemos visto en ejemplares de la colección del se- ñor Jiménez de Gisneros. De esto se deduce, pues, que probable- mente la Sierra de Na Burguesa estará formada por calizas del lías y del oolítico, asentadas en un substrato triásico. Una falla separa por el NW. el jurásico de Na Burguesa del titónico y neocomiense del valle de Valldurgent y la Sierra de la Vileta del neocomiense y margas terciarias del valle de la Riera. Por el SE. está en contacto anormarccn el jurásico, cretá- ceo y eoceno de la séptima alineación, en la cual únicamente he- mos observado yesos metamórñcos en las calizas ya menciona- das de la Serrata de Bendinat. El siguiente corte dará idea de la constitución geológica de esta región. I 4ésrr,s. SíZB^ 2, Arcillas irisadas del Keuper.— V, Caliza supralriásica.— 3, Caliza margosa del lias?— 4, Caliza rosada del Toarciense?— 5, Caliza jurásica.— 6, Titónico y Beiriasiens™.— ■/, Neocomieuse.— 8, Caliza metamórflca y yesos. — 9, Rocas eruptivas. Caracteres y yacimiento. — Los yesos jurásicos son en Mallor- ca los preferentemente utilizados, pues los del trías tienen nume- rosas impurezas, tales como vetillas carbonosas, arcilla, cristali- tos de cuarzo, etc., que limitan mucho su empleo. La explotación se hace comúnmente á cielo abierto, ó bien por galerías. Las canteras principales que se hallan en La Vileta, á la derecha del camino que sube al coll d'en Marill, forman una excavación en la caliza jurásica, de cerca de una hectárea de superficie. Otra cantera importante es la de Bendinat, cuya excavación es perfec- tamente visible desde el mar. La del Cormelláde l'Infern, llama- da d'es Coloms, forma una gran caverna, que horizontalmente co- munica con el valle por un túnel de unos 20 m. de largo. En las proximidades de la Cala de Santa Ponza, existen también varias 182 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA canteras en explotación, y además de los yacimientos citados, existen numerosas vetas yesíferas diseminadas por el resto de la Sierra. (Véase fotografía.) En todas las canteras se ve unidad en la apariencia, y por consi- guiente, unidad de origen; así, lejos de presentarse con el aspec- to estraliñcado de los yesos del trías, se deduce su origen clara- mente metamórfico, observando la caliza alterada y transformada total ó parcialmente en sulfato calcico, á lo largo de grietas más ó menos verticales. Entre éstas, obsérvase que la caliza se pre- senta triturada, apareciendo convertida en una grava caliza. La trituración de las calizas iuteryesosas se explica fácilmente, puesto que el metamorfismo convierte la caliza en anhidrita, la cual, por hidratación posterior, se convierte en yeso, aumentando de volu- men y produciendo la enorme presión necesaria para la tritura- ción de las calizas situadas entre las vetas yesíferas. El yeso metamórfico es generalmente pulverulento, y los pocos cristales que se encuentran serán debidos probablemente á re- cristalizaciones posteriores; su color es blanco, pasando á amari- llento ó grisáceo si encierra fragmentitos de caliza, no siendo raro encontrar englobados en las vetas yesíferas trozos de caliza tri- turada que, aunque metamorfizada en la superficie, conservan el núcleo de caliza. Origen de estos yesos. — El geólogo Mr. Paquier, en su trabajo Sur les gypses des envírons de Serré (Hautes- Alpes) et de Nyons [Oróme) (1), describe unos yesos jurásicos, tampoco de origen la- gunar ni marino, llenando las grietas y hsndiduras de las cali- zas. Los considera originados por aguas que, procedentes de las margas triásicas que allí aparecen mediante fallas, á mayor altura que las calizas jurásicas, llevarían yeso en disolución y, filtrán- dose por las grietas, lo dejarían depositado por evaporación. No podemos aplicar esta teoría á los yesos del jurásico de Ma- llorca, pues de ser depositados por evaporación formarían costras que tapizarían el interior de las fisuras, y nada de esto hemos ob- servado aquí; al contrario, la presencia de grietas que se cierran hacia su parte superior, los fragmentos de caliza semi-metamor- fizada y, finalmente, el no encontrarse yesos triásicos en un ni- vel superior á los yesos jurásicos, imposibilitan la aplicación de (1) Compt. Rend. Acad. des Se , tome > xx, pág. 1.071. DE HISTORIA NATURAL 183 la teoría de Paquier al origen de los yesos del jurásico de Mi^- llorca. Cerrado, pues, este camino, podemos recurrir á hipótesis íg- neas, admitiendo que las erupciones andesíticas de la región fue- ran acompañadas ó seguidas de fumarolas de anhídrido sulfuroso que, en su marcha ascendente por las grietas de las calizas y en- contrando el agua de las capas freáticas, se transformaría en áci- do sulfúrico mediante la reacción SO,-f2H,0"^S04H,4-e,. Este ácido atacaría á la caliza produciendo la anhidrita y des- prendiendo ácido carbónico, según la reacción siguiente: S04H2-|-G03Ga-= SOjCa -|-GO,-i- H,0. Finalmente, la hidratación posterior de la anhidrita daría la fórmula S04Ga + 2 H,0 ó sea el yeso, con el consiguiente aumento de volumen y produc- ción de enormes presiones que triturarían la caliza, como ya he- mos dicho en otro lugar. Esta parece ser la tínica hipótesis que nos explica, según nues- tro modo de ver, el origen de los yesos jurásicos de Mallorca. Yesos metamórficos del Gault. Dalos orogrdficos. — El Gault aparece en Mallorca en las colinas de la séptima alineación, todas ellas de baja altura y de forma re- dondeada; forma esta alineación dos secciones interrumpidas por el aluvial: la primera, se extiende desde las colinas de Santa Ma- ría y Alaró, á las colinas de Buger y Gampanet, encontrándose con relativa frecuencia el Gault recubierto por otros terrenos; otra sección la forman las colinas situadas entre Palma y la sierra de Na Burguesa y La Vileta. Datos geológicos. — El Gault fué señalado en Mallorca por Mr, H. Nolan, y Mr. Paul Fallot (1) estudió sus ammonítidos, deduciendo que se trataba de una fauna de facies análoga á la (1) Paul Fallot, Sur quelques fossiles piriteux du Gault des Baleares. («Annales de rUniversité de Grenoble», tomo xxii, núm. 3, 1910.) 184 boletín de la real sociedad española de la India, caracterizada por la falta total de Hoplites, Acantho- ceras, etc., y la abundancia de formas lisas, y describe tres espe- cies nuevas: el Gaudryceras Aeoliformis P. Fallot, Puzosia No- lani P. Fallot y la Puzosia Kiliani P. Fallot. Aparece formado por arcillas y margas; las primeras azuladas y conteniendo ammoniles piritosos y las margas son blanqueci- nas, apareciendo en bancos intercalados entre las arcillas, aunque más abundantes en el nivel superior. El Gault descansa sobre el Barremiense, faltando el Aptiense y el Gault inferior; Mr. Nolan sospecha que las capas margosas más superiores puedan referirse al Genomanense; sobre éstas suelen descansar, ya la caliza lacustre del Ypresiense (Eoceno inferior), ya la caliza nummulílica del Eoceno medio. Debemos advertir, que no es raro que se apoye el eoceno directamente sobre el neo- comiense, lo cual, en opinión de M. Fallot, indica que la erosión de las lluvias durante el cretáceo superior y eoceno inferior, ha- bría arrastrado los sedimentos del Genomanense? y del Gault. Caracteres y origen. — Los yesos del Gault aparecen general- mente lenticulares, formando grupos de cristales en las proximi- dades de los nodulos de limonita; conviene hacer notar qué en la pirita suelen aparecer relativamente lejos del yeso, estando en las proximidades de éstos convertida en limonita; el yeso suele ser de color amarillento, y más raramente rojizo ó incoloro, y es poco abundante, encontrándose con preferencia en los niveles infe- riores. La formación de estos yesos la encontramos explicada por M. Van Hise (1), según la siguiente serie de reacciones: S^ Fe + 3 O -f H2 O = SOt Fe + SH^ el sulfato de hierro resultante forma con la caliza: SOj Fe 4- CO3 Ga -h 2 Hj O = SO^ Ga. 2 YA, O + CO3 Fe y la siderita se convertiría finalmente en limonita, estado en que se encuentra el hierro en la proximidad de los yesos, por la reacción 4 GO3 Fe -I- 20 -f 3 Hj O = 2 Fcg O3. 3 H^ O -f 4 GOg. (1) charles Richard Van Hise, A treatise on metamorpJmm. («Mono- graphs of the Uuited States Geological Surveys. Vohimen xlvu, 1904.) DE HISTORIA NATURAL 185 En resumen, la pirita se transforma por oxidación en sulfato de hierro, el cual al encontrarse con la caliza húmeda, reacciona for- mándose yeso y siderita, la cual también por oxidación se trans- forma en limonita, explicando estas reacciones, no tan sólo el ori- gen de los yesos, sino el por qué se encuentra transformada la pirita en limonita junto á los nodulos de yeso, mientras que á cierta distancia no presentan los nodulos piritosos la menor alte- ración. Gomo vemos, aunque los yesos jurásicos y del Gault son debi- dos al metamorfismo, reconocen un origen totalmente distinto: los jurásicos á la acción ejercida sobre las calizas, por los gases de las fumarolas que acompañarían ó seguirían á las erupciones me- lafíricas y andesíticas, y los del Gault á la acción de las piritas sobre la caliza y las margas de este terreno. Breves indicaciones respecto de la recolección y conservación de los ácaros acuáticos (Hidrácaros), compuestas para el Museo de Ciencias Naturales de Bohemia Occidental (1). POR KARL VIETS, DE BHEMA Las siguientes líneas deben servir de guía para la recolección y el estudio do los ácaros acuáticos (Hidrácaros), de aquellas pe- queñas «arañitas» (de menos de 1 mm. hasta unos 6 mm.), que podemos observar, ora como ágiles é infatigables nadadores, ora como lentos y perezosos habitantes de nuestras aguas. Estos áca- ros, en general vivamente coloreados y fáciles de conocer por su cuerpo, no dividido en parte torácica y abdomen, suelen en- contrarse en casi todas las aguas que tienen alguna vegetación. La presencia de cuatro pares de patas (en estado de ninfa y adul- to) permite distinguir fácilmente los ácaros del agua de los insec- tos. Los hidrácaros presentan generalmente forma oval, que puede pasar por esférica ó aplastada, como un disco, y también provista de esquinas y prolongaciones que dan lugar á formas caprichosas. (l) Revista mensual austríaca para la enseñanza fundamental de las Ciencias naturales. Año vii, 1911, (C.° 6.") Traducción de Ed. Surmely. 188 boletín de la real sociedad española Los hidrácaros no viven tan sólo en las aguas estancadas— lagos, estanques, pantanos, charcos y fosos — sino también en los ríos y arroyos. Los que viven en aguas estancadas, casi todos hábiles nadadores (á excepción de los Thyas y Limnochares que trepan por las plantas y se arrastran en el fango), tienen generalmente colores vivos, y residen de preferencia entre las plantas, dando caza á otros pequeños animales, Dáfnidos y Gyclópidos. Los acares de agua corriente nadan menos, se mueven con preferencia arras- trándose por. las plantas y en el revestimiento fangoso de las pie- dras, etc.; algunos poseen todavía la facultad de nadar, otros la han perdido por completo, y van trepando de preferencia por los macizos de musgos y algas. En el plancton verdadero encuentran- se muy pocos hidracarios. Estos viven también sobre las branquias y el manto de las con- chas de los moluscos en los estanques y ríos, así como sobre el tejido de las esponjas de agua dulce. En aquéllas viven como parásitos las especies de Uniojiicola, en los varios estados de su desarrollo. También se encuentran en la fase de juventud pará- sitos de varios insectos acuáticos, tales como los Dytiscus, Na- ionecta, Nepa^ Corixa^ etc., formando protuberancias más ó menos numerosas, generalmente pirifor- mes, fáciles de reconocer. Se en - cuentran también larvas de Hy- dracnidos (de seis patas) en la en- voltura de los Orthocladios. Para la recolección de los ácaros del agua se utiliza una manga de gasa ó tela, terminada en punta, y cuya abertura superior tiene un diámetro de unos 18 cm., siend(j el largo de la manga de 40 á 50 cm. Se sujeta esta manga á una banda de tela fuerte, ancha como de cua- Fig. l.'^-Arrhenurus baUlli/er Koen. ^rO dedos, y ésta á SU vezá uubas- Cara superior. (Solo se representan las tÓU, Ó, mejOr, á una Caña de pes- patas de un lado.) _ car. Esta manga se pasa vigorosa- mente por las plantas acuáticas, lo mismo las de la superñcie que las del fondo del agua, repitiendo la operación y actuando varias veces sobre el mismo sitio. Se separan las parles de plantas arran- cadas que se encuentran en la red, sacudiéndolas previamente en DE HISTORIA NATURAL 187 la manga sumergida en el agua, á fin de recoger los ácaros que pudieran agarrarse todavía á las mismas. Guando se termina la caza en un sitio, ó encontrándose la manga llena, se vierte su contenido en una vasija de boca ancha (de capacidad de medio litro), que puede ser un frasco de vidrio, en el que se introducirán €1 fango y partes de plantas adheridos á las paredes de la man- ga. No es necesario agregar agua, ni tal adición es tampoco de recomendar, puesto que las sacudidas que sufrirían los animales durante el transporte podrían causar su destrucción, mientras que, sin adición de agua, queda el depósito relativamente inmó- vil, y los elementos blandos están menos expuestos al roce y tie- nen menos que sufrir. En seguida se pone á cada frasco su eti- queta, haciendo constar la localidad, y si es posible, la tempera- tura. Hay que evitar en absoluto mezclar en un mismo frasco la caza de diferentes localidades, como, por ejemplo, lo recogido en arroyos y charcos. La recolección de cada localidad debe conser- varse en un frasco aparte. Al regresar de la recolección, se coloca el contenido de los fras- cos (uno tras otro, naturalmente) en unas cubetas no demasiado profundas (palanganas blancas), echando encima una cantidad de agua suficiente. Después de corto tiempo muchos ácaros habrán salido del limo, etc., y subi- do á la superficie del agua. Se recogen con un tubo de cristal adelgazado en el ex- tremo y provisto de una am- polla de goma, ó con un tubo abierto utilizado como so- porte, y se depositan en un plato llano ú otra vasija por el estilo. Después de haber separado el agua, sea absor- biéndola ó por decantación cuidadosa , se recogen los ácaros sin agua con una bro- cha fina, colocándolos en los tubos, próximamente del diámetro de uu lápiz, destinados á su conservación y de una longitud de 5 centímetros, en los cuales se matan mediante el líquido de conservación que se vierte en los mismos. Para impedir que los animales se coman unos á Fig. 2.^-Mideopsis orbictdaris 'MüW. Cara infe- rior. (Solo están figuradas las patas de uno de los lados.) 188 boletín de la real sociedad española otros, no hay que dejarlos mucho tiempo juntos sobre el estrecho espacio del plato, sino que hay que matarlos cuanto antes. En el interior de cada tubo de conservación, y no en el exterior, se coloca una etiqueta con los datos de localidad, fecha, temperatura del agua y apellido del que hizo la recolección. (Se recomienda llevar un libro de recolección.) Los datos se escriben con lápiz ó mejor con tinta china. La recolección de los hidracaros re- quiere varios días, si se ha de apurar todo lo cazado. Para renovar el agua, se vierte el contenido nuevamente en la manga, enjua- gándolo en la misma, y vertiéndolo en la palangana, provista de otra agua. Como buen líquido de conservación que permite fácilmente una preparación y disección posterior de los animales, sin empleo de ningún otro reactivo, se ha recomendado la mezcla empleada por F. Koenike, y que se compone de cinco partes de glicerina, dos de ácido acético y tres de agua. Después del encogimiento que presentaban los animales, vuelven éstos á tomar en este líquido su forma natural, quedando los miembros extendidos. Si el material ha de conservarse más tiempo, hasta su prepara- ción, entonces se recomienda reemplazar los tapones de corcho de las probetas por tapones de algodón en rama, reunirías todas en una misma vasija, echando encima glicerina hasta cubrirlos. Para impedfr que los hidracaros de piel blanda (Eylais, Diplo- dontus) no se echen á perder durante esta maceración, propone Koenike para estas especies un segundo medio, compuesto de timol (1 vol. disuelto en alcohol absoluto), 2 por 100 de ácido acé- tico (1 vol.), alcohol absoluto (2 vol.) y agua destilada (4 vol). Yo empleo con éxito desde hace algunos años un líquido de conser- vación semejante á la composición de Koenike, pero con menos ácido acético: seis parles de agua destilada, 11 partes de glicerina y tres de ácido acético. Para terminar, indicaré también de qué manera hay que exa- minar las diferentes localidades respecto á los hidracaros: I. Aguas estancadas: Fosos, pantanos, estanques, lagos. Ácaros que, por lo general, nadan libremente, sobre todo en las aglomeraciones de vege- tales. Agua de mayor superficie libre, con pocas especies de ácaros el plancton. Lagos profundos con especies de formas profundas. Pocas especies que no nadan (Limnochares, Tyas), pero que se DE HISTOHIA NATURAL 189 arrastran en el limo y trepan por las plantas. Acaros parásitos sobre moluscos y esponjas, y sobre insectos acuáticos. II. Aguas corrientes: a) Que corren lentamente (en llanura), con un lecho, en gene- ral,arenoso. Acaros con varias maneras de locomoción, que trepan por los largos vegetales que suelen flotar en la superficie del agua; éstos han de frotarse ó golpearse enérgicamente, enjuagarse en la manga ó llevarse á domicilio para cazar aquéllos. h) Aguas corrientes de curso rápido con saltos (torrentes), con lecho generalmente pedregoso. Acaros que se sujetan sóli- damente con fuertes garras á los tallos de los musgos y algas, muy torpes ó que no saben nadar; son difíciles de coger con la manga; mejor es recogerlos con las plantas, buscándolos con la lente en la palangana. Acaros que se encuentran en el re- vestimiento fangoso de las piedras del agua, etc., han de reco- gerse llevándose las piedras y cogiéndolos con una brocha estre- cha y dura, colocándolos en seguida en el tubo de conservación. Las especies que se encuentran en aguas corrientes necesitan mucho oxígeno y son muy sensibles á la elevación de tempera- tura, razón por la que hay que dejarlas lo menos posible en los frascos de recolección, proporcionándoles varias veces agua fresca durante su pesca. Los parásitos, como he indicado en el níim. I. Una curiosa anomalía dentaria en un insectívoro POR RAFAEL IBARRA En el Museo Nacional de Ciencias Naturales hay un ejemplar de Galemys pyrenaicus rufulus, enviado de Segovia por D. Celso Arévalo, que ofrece en su dentición una anomalía verdaderamen- te notable, pues acaso de ella derive el valor que debemos dar á los pequeños dientes intermediarios délos Soricidce, llamados así por no conocer exactamente el lugar que les corresponde. Esta anomalía es la de presentar en el premaxilar izquierdo cuatro incisivos en vez de tres, como es lo corriente no sólo en el género Galemys^ sino en la mayor parte de los mamíferos eute- rios óplacentarios. El incisivo á que me refiero presenta una forma semejante á Tomo xit.— Marzo, 1914. 13 r90 boletín de la real sociedad española los que le siguen; su tamaño es próximamente igual al tercero, un poco más pequeño que el cuarto, y está colocado detrás del pri- mer incisivo (parecido por su forma y disposición al de un roe- dor), dejando un pequeño espacio entre ambos. La dentición de los Soricidce ha preocupado algún tiempo á los naturalistas que se ocupaban de esta clase de estudios, principal- mente á Ed. Brandt (1) y á Dobson (2), quienes haciendo estudios detenidos y atendiendo á la implantación de los dientes sobre los diversos huesos, lograron dar una fórmula dentaria maxilar que para el género Sorex es la siguiente: i 4 — 4, c 1 — 1, pm 2 — 2, m 3 — 3. Es decir, que de los cinco dientecillos intermediarios sólo el úl- timo se considera como premolar, y el que le antecede se considera como el canino, de donde resulta que existen cuatro incisivos á cada lado. Este número es verdaderamente extraordinario en un mamífero euterio, puesto que la fórmula incisiva de éstos se ad- 3 — 3 mite que es típicamente — —. Esto ha hecho dudar á algunos ó ' ó autores acerca de la verdadera equivalencia de los referidos dien- tecillos, y hace sólo un par de años el paleontólogo inglés Martin A. G. Hintou, estudiando varias formas fósiles, ha dado como fórmula maxilar exacta de Sorex: ¿3 — 3, c t — 1 , pm 3 — 3, m 3 — 3, considerando también como premolar el penúltimo intermediario, adelantando, por consiguiente, el canino un puesto y reduciendo Itís incisivos á tres en conformidad con la fórmula típica de los placeutarios (3). Hacia la misma época la doctora Augusta Arn- back-Ghristie-Linde (4), se apartó más todavía de la opinión ge- neral, negando, tras un detenido estudio de varios fetos de los géneros Sorex, Neomys y Crocidura, la existencia de caninos (1) linter suchung en uber das Gehiss der Spitz mause (Sorex). (i Bulle- tin de la Société des Naturalisteg de Moscou», 1868, t. xli, parte ii, p 76). (2) Proc. Zool. Soc. cf London, 1890, p. 49. :i) M. A. C. Hinton: Geological Magazine, vni, 1911, p. 529. (4) Annals and Magazine of Natural History, ser. 8.*, ix, 1912, p. 601. DE HISTORIA NATURAL 191 funcionales en los Soricidce y dando la siguiente fórmula dentaria maxilar para Sorex: i 3 — 3, c O — O, pm 4 — 4, m 3 — 3. La opinión de Mr. Hinton y la de la Doctora Arnback-Chris- tie-Linde son, como fundadas respectivamente en investigacio- nes paleontológicas y embriológicas, por igual respetables; pero el ejemplar de Galemys, á que me refiero, parece dar la razón á los que aceptan la existencia de 4 — 4 incisivos funcionales en las musarañas. Sabido es que el exceso anormal de dientes es, por lo general, un fenómeno de atavismo, y, teniendo en cuenta que los Talpidce y los Sorici- dce son grupos ínti- mamente relaciona- dos entre sí, ¿no po- dría indicar el incisi- vo de más en dicho Galemys que ambas familias descienden de antecesores comu- nes con más de 3 3 Señe áenta.\ma.x\\sLT izquierda de un Galem^spi/renaiaes ru/ulus, con un incisivo supernumerario (X 3). incisivos, y que mien- tras una de ellas ha perdido uno de éstos, la otra ha conservado la serie completa? Si esta Iiipótesis no es cierta, y hemos de aceptar como fórmula de los Sorex la que propone la Doctora Arnback-Ghristie-Linde, siempre conservará el ejemplar en cuestión cierta importancia, como demostración de la existencia de una dentición poliproto- donta, ya en los antecesores de algunos insectívoros actuales, ya en estos mismos en su estado fetal; dentición poliprotodonta, de que la mencionada autora ha encontrado pruebas evidentes en los Soricidcs. No quiero terminar sin dar desde estas líneas las gracias al se- ñor Nonidez, que con suma amabilidad se ha prestado á hacer el dibujo que acompaña á este modesto trabajo. 192 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Notas micológicas POR LEÓN RUSSEL Entre los varios hongos que hemos encontrado en nuestras ex- cursiones, citamos los siguientes, por creerlo de algún interés para la flora micológica de España, sea que no hayan sido seña- lados todavía, ó que lo fueron en zonas distintas de las en donde les hemos recolectado. Agaricáceos. Amanita vaginata B. — Casa de Campo, Viveros de la Villa (24-X-1907; l-Xr-1908). El ilustre botánico Colmeiro no menciona ese hongo en el rela- to de su excursión por la Casa de Campo. Es verdad que tampoco señala el Amanita muscaria ni A. ru- hescens, ni A. pantherina que hemos encontrado en dicha loca- lidad al lado de A. citrina, lo cual nos da á pensar que Col- meiro verificó su excursión antes de la aparición de dichas ama- nitas. Lepiota áspera acutisquamosa Wein. — Casa de Campo (24-VIII- 1907), Viveros de la Villa (2-XI-1908). — alhosericea Brig, ó erminea Fr. — |Casa de Campo (24-VIII-1907). Tricholoma amethystinum Fr. (bajo epiceas). — Casa de Campo (24-X-1907) y (1 -XII-1907). Collybiadryophila Fr. — Casa de Campo (24-X-1907), nuevo para el centro. — grammocephala B. — Casa de Campo (24-X-t907), nuevo para el centro). — hutyracea B. — Casa de Campo (l-XII-1907) (Arévalo- Pinar de Espinoza (22-X-1911). Lacearía lacéala Scop. — Nuevo para el centro. Casa de Campo (1-XII.1907). Clitocybe gymnopodia B.— El Pardo {25-X-1908). — viridis Scop.— El Pardo (25-X-1908). DE HISTORIA NATURAL 193 Lactarius rufus Scop.— Gasa de Campo (24-X-1907) y (l-XI-1908). Russida nítida. — Gas:i de Campo (l-XII-1907), nuevo para el centro. Volvaria homhycina Sch. — Ca'^a de Campo (24-X-1907). — gloiocephala D. C. — Gasa de Campo (1~XII-1907). Paxillus involutus Batsch. — Arévalo-Pinar (20-XI-191 1). Casa de Campo (24-X-1907), nuevo para el centro. Coprmus hemerobius Fr.— Casa de Campo (11 -X- 1908). Polyporáceas. Polyporus Rostkotoii Fr. — Arévalo (9-X-1911), en un tronco viejo de la Alameda, situada á la izquierda del puente del camino de la estación del ferrocarril. Boletus granulatus L. — Gasa de Campo (24-X-1907). Arévalo (pi- nares) (20-XE-1911), nuevo para el centro. — sanguineus With. — Gasa de Campo (l-XIl-1908), nuevo para el centro. — gentilis. — Arévalo (pinares) (22-X-1911). Clavariáceos. Clavaria cinérea B.— Gasa de Gimpo (1 -XI- 1908), nuevo para el centro. Licoperdáceos. Lycoperdon furfuraceum Sch. — Casa de Campo (24-X-1907), nuevo para el centro. Geaster marginatus Vilt.— Casa de Campo (24-X-1907). Mixomicetos. Lycogala miniata Pers. — Viveros de la Villa (24-X-1907), nuevo para el centro. En los años de 1909, 1910, 1912 y 1913, no nos fué posible, por motivos de salud y de nuestras ocupaciones, veriQcar ninguna excursión, pero conservamos en casa desde el año 1907 algunos ejemplares todavía muy determinables. Las russulas han perdido su primitivo color, pero la forma queda perfecta. El líquido con- 194 boletín de la real sociedad española servador empleado es el que fué indicado por el Sr. Lütz, profe- fesor de la Escuela de Farmacia de París, y cuya composición es la siguiente: 1." Solución madre alcohólica. Acétalo mercúrico puro 1 gramos. Acetato neutro de plomo puro 10 — Acido acético cristalizable 10 c. c. Triturar y añadir 1 litro de alcohol de 90° 2.° Solución acuosa. Acetato mercúrico 1 gramo. Acido acético 5 ce. Triturar en un mortero y añadir un litro de agua destilada. Para los hongos de colores muy fugaces £n el agua, componer el líquido conservador con partes iguales de la solución alcohólica y de la acuosa antes mencionadas. Tales son: Amanita muscaria, Nygrophorus conicus, Cantha- rellus aurantiacus, Tricholoma sulphureum, y los Hypholoma. Para los hongos de colores poco fugaces en el agua, se emplea la solución acuosa sencilla; es el caso de la mayoría de las espe- cies, y el profesor Lütz dice que para los hongos como Tricholoma sulphureum^ basta aumentar la dosis de acetato mercúrico á 2 ó 3 por 1.000 en lugar del 1 por 1.000. El profesor Lütz ha conservado en perfecto estado, durante diez años, algunos hongos de poca coloración con una solución com- puesta de Sulfato de zinc 25 gramos. Formol 10 — Agua 1.000 ce. En ñn, señalaremos que en Alemania se emplea una solución compuesta con 25 gramos de formol. 10 — de alumbre (ó de cloruro sódico). 1.000 c. c. de agua. la cual conserva la forma, pero no los colores. Es verdad que la conservación exacta de la coloración siempre deja que desear, cualquiera que sea la fórmula empleada. DE HISTORIA NATURAL 195 En cuanto á la solución de ácido fórmico que emplea el profe- sor D. Blas Lázaro y cuya indicación figura en el Boletín del año 1007, no la hemos ensayado, pero nos parece menos complicada que la fórmula indicada por el profesor Lütz, quien al principio ha- bía tomado licores especiales para cada caso particular, y dice que respecto del Boletus luridus y variedades vecinas, el único líqui- dj de buen resultado es el iodo-bismutato de potasio. A propósito de las «formas iniciales» y de los «granulos vitales» de los Tripanosomas POR a. PITTALL'GA Desde hace tiempo habían sido establecidos los datos siguien- tes, á propósito de los modos de reproducción de los Tripanoso»- mas hemá ticos: 1) Existen largos períodos de «latencia» del virus en los orga- nismos parasitíferos, ó con otras palabras, los animales inocula- dos con diversas especies de tripanosomas (por ejemplo, con Tr. gamhiense), durante largos períodos no presentan parásitos en la sangre periférica; á pesar de las más detenidas pesquisas, no se encuentran formas identificables con tripanosomas; y, sin embargo, la inoculación de sangre de estos animales á otro sano reproduce la tripanosomiasis específica y da lugar al desarrollo de formas típicas de tripanosoma. 2) El virus filtrado, pasado por bujías de Berkefeld ó de Gham- berland, es capaz de reproducir una tripanosomiasis idéntica á la de la especie empleada; en el filtrado pasan, pues, materiales ca- paces de reproducir las típicas formas de tripanosomas, á pesar de que el examen microscópico cuidadoso del filtrado mismo no permite encontrarlas. 3) En los órganos internos, y particularmente en los ganglios linfáticos, médula ósea y bazo de los animales inoculados con tri- panosomas patógenos, se observan formas parasitarias interpre- tadas por algunos como involutivas, por otros como evolutivas; en resumen, formas de paso ocultas, latentes (latent hodies de Salvin 196 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Moore y Breinl, 1907) (1), que morfológicamente pueden definir- se como cuerpos esferoidales ó granulos constituidos en su ma- yor parte de materiales nucleares, de cromatiua compacta. Tal era el estado de la cuestión cuando nosotros, con la coope- ración de Rodríguez Hiera, emprendimos el estudio experimen- tal del Trypanosoma gamhiense, procedente de enfermos de tri- panosomiasis humana (enfermedad del sueño) de las posesiones es- pañolas del golfo de Guinea. En la monografía que con el resultado de estos estudios publicamos en 1911 (2), aparecieron descritos y hasta representados gráficamente (fig, 85, pág. 344 del libro), por vez primera en la literatura científica, unos cuerpos hallados por nosotros en gran número en el plasma de sangre periférica y de sangre visceral del conejillo de Indias y perros inoculados con el virus de la tripanosomiasis humana. «Estos pequeños cuerpos — decíamos en aquella Memoria (pá- gina 331), — que consideramos, desde luego, como las formas con que tiene comienzo el desarrollo de los tripanosomas hemáticos, propiamente dichos, sellamarán de ahora en adelante formas ini- ciales.-a Y más adelante (pág. 345) añadíamos: «... hemos sor- prendido á veces en la sangre periférica, en los comienzos de los períodos positivos, esto es, al terminar el período de «latencia», las formas que hemos indicado con el nombre de formas inicia- les, cuya estructura, sumamente delicada, produce imágenes di- fícilmente apreciables con los comunes métodos de coloración, requiriéndose, por tanto, una buena fijación con los vapores de ácido ósmico y una larga coloración con el Giemsa, para poner de relieve la situación de la pequeña masa nuclear y del cercano corpúsculo cromático extranuclear (kinetonúcleo) en relación con un esbozo de flagelo.» (Véase la adjunta figura, que es exacta- mente la que aparece con el núm. 85, pág. 344, en nuestro libro sobre la Enfermedad del sueño en la Guinea española.) Ahora hemos tenido ocasión de leer un estudio de Fry y Ran- ken: «Further researches on the extrusión of granules by Trypa- (1) The Cytology of the Trypanosomes. fAnnals of Tropic. Med. and Pa- rasitology, 9 Nov. 197, pág. 441, con v lám.) (2) Informe de la Comisión enviada por el Minibterio de Estado á las posesiones españolas del golfo de Guinea; un tomo de 446 págs. con xii lámi- nas. Véase pág. 309 á 358; Observad mes y estudios experimentales sobre el Trypanosoma gambiense, por G. Pittaluga y L. R. Hiera. ^ *N^ DE HISTORIA NATURAL 197 nosomes and on their further developrnent», publicado en el Journal ofthe R, Army Med. Corps de Agosto de 1913, en que se describen exactamente, con el nombre de «granulos vitales», las «formas iniciales» por nosotros observadas en 1910-1911, sin que se mencione, naturalmente, la ^ ^ prioridad de nuestro hallazgo y de la interpretación que nos- otros habíamos dado acerca de estos cuerpos y de sus re- laciones con el desarrollo ulte- rior de los tripauosomas he- máticos. Los dos autores ingleses des- criben un modo peculiar de c c¿ formación de estos «granulos a y 5, formas iniciales; c y íf, formas de invo- VltaleS», y afirman, sobre el Iucíóu. 'Trypanosoma gambiense; aumento: 1.000 diámetros; examen directo en fresco.) fundamento de sus observa- ciones, que proceden de granulaciones cromáticas formadas en el citoplasma de tripauosomas normales, las cuales salen del cuer- po de estos últimos («proceso de extrusión») y se hallan libres en el plasma durante cierto tiempo. Estos fenómenos merecen confirmación. De todos modos, no es imposible que así ocurran las cosas, y que los «granulos vitales» de Fry y Ranken se trans- formen en las «formas iniciales» descritas por nosotros hace más de dos años. Algunas de las figuras de las dos láminas que acompañan al trabajo citado de Fry y Ranken confirman plenamente la identi- dad de estas formas. La importancia de estos hallazgos es grande en cuanto demuestra, con pruebas morfológicas, los datos bioló- gicos ya establecidos, acerca de la persistencia de un virus tripa- nosomiásico específico, sin tripauosomas propiamente dichos. 198 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Excursión de Novelda á Abanilla POR DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS En el mes de Mayo de 1912 realicé una excursión al extremo occidental de la provincia de Alicante, internándome en la de Murcia y recorriendo una gran parte del término de Abanilla. Resultado de esta excursión, fué el encuentro de un yacimiento neolítico de poca importancia, el hallazgo de fósiles de varios sistemas y el conocimiento de la topografía de esta parte de la región SE. de España. Salimos de Novelda mis dos discípulos Sres. Pascual Leone y Agulló, y el que suscribe, con dirección al W., y después de atra- vesar la mancha nummulítica que bordea la Sierra de ia Horna, entramos en el Jurásico de la Sierra del Rollo. Al S. de ésta se abre un camino vecinal que sigue paralelamente al conjunto de sierras, y que en rigor es una sola arista que recibe diversos nombres. Un valle se encuentra entre esta larga sierra y otra que corre paralelamente á ella por el S., y la mayor parte de este valle es de formación jurásica no bien bien definida en algunos puntos, porque si bien es oolítico una parte de él, como sucede al S. de Hondón de las Nieves, el encuentro de algunos fósiles liásicos en las piedras rodadas, me hace suponer que á este sistema perte- nece una buena parte de estas sierras. La Canalosa es un caserío situado en el extremo de la provin- cia de Alicante, y al pie de la Sierra de Cofé. En este punto se encuentra una regular mancha de Infracretáceo entre dos sierras jurásicas, y no lejos de algunas manchas de Keuper. Esta man- cha infracretácea es continuación de la que ya dimos á conocer al tratar del hallazgo del Liásico de la provincia, y llamamos la atención respecto á la abundancia deAptychus que se encuentran en la Fuente del Tocón; pero para nosotros era esto una novedad por entonces, y así es que pusimos cuidado en la busca de fósiles, encontrando entre las arcillas que se habían extraído al abrir un pozo, muchos restos de ammonites piritosos, muy alterados casi todos. La Sierra de Cofé está formada por calizas marmóreas de color DE HISTORIA NATURAL 199 claro, eii las que no encoutramos fósiles; pero siendo igual que las formaciones situadas cerca de Hondón de las Nieves y otras reconocidas como jurásicas, á esta edad la refiero. Atravesando la rambla que forma límite á las dos provincias, nos acercamos á una sierra que presenta á su parte oriental dos montes cónicos muy próximos y unidos por un collado de bas- tante altura. Esta es la parte llamada de Yemus, aunque muchos suelen confundirla con la Sierra del Cantón que se extiende al W. de Yemus. Dominan también en estas sierras las forma- ciones jurásicas (Liásico probablemente), encontrándose junto á la rambla las capas calizas marmóreas blancas, amarillas, rosadas y rojas, cuajadas de fósiles en algunos trozos, aunque la dureza de la piedra impide obtenerlos limpios y completos. Los estratos buzan en esta parte la sierra al N. 20° E. con una pendiente de 27°. La Sierra del Cantón, cubierta aún de bosque en algunos pun- tos, es una arista peñascosa de difícil acceso, y de donde brotan algunas fuentes de buena calidad y que surten de agua potable á los caseríos y hasta poblaciones, dada la escasez de los otros ma- nantiales ó la mala condición de las aguas de pozo de que se surten otras. El terreno está formando una meseta ie unos 500 metros de altura, y sobre ésta se levantan las sierras, algunas de las cuales estarán cerca de 1.000 sobre el Mediterráneo. Caminamos al SW. por un terreno uniforme hasta llegar á unos 5 kms., en donde asoma un depósito triásico, y el campo desciende rápidamente unos 200 m., desapareciendo de la vista las sierras jurásicas, que forman como una isla montañosa entre las formaciones más modernas. Comienza una serie de estrechos callejones, en los que al Trías suceden unas areniscas rojizas con materiales calizo arcillosos y restos de fósiles marinos. El aspecto de Crag rojo me hizo sospechar fuese el Plioceno, aunque los fósiles no nos permiten asegurarlo. Descendiendo rápidamente por la Cuesta del Buho, llegamos á la vista de formaciones mioce- nas, que se extienden hasta perderse de vista. Esta parte de la región forma una vasta hondonada que debió ocupar el mar en la época de la formación del Neogeno. Todo el Secundario y el Nummulítico debía formar como una isla mon- tuosa, aunque los trastornos habidos después del Mioceno han cambiado completamente la orografía aun en extensiones reduci- das. La parte de Mioceno depositada al S. de la cadena monta- 1Í00 boletín de la real sociedad española ñosa que, empezando eu la Peña Roja de Abanilla, termina en la Sierra de San Pascual, cerca de Alicante, está en algunos sitios (Sierra de las Ventanas de Albatera y Salto del Gato), muy próxi- mas á la vertical, mientras que en otros se inclinan un corto nú- mero de grados. Estos trastornos en el Mioceno dan idea de la importancia que aquí alcanzaron los últimos levantamientos del Terciario. Bajamos hasta encontrar el río Ghecano, que es en rigor la mis- ma rambla de Abanilla, unos 250 m. más bajo que la meseta ju- rásica de que hablamos antes. El pueblo de Abanilla debe estar vecino á los 220 m. que indicaba el barómetro. Y, según nos ma- nifestaron aquella noche, el punto digno de visitarse era un cerro situado cerca de la Peña Roja y al que llaman El Morterico. Este es un cerro de no mucha elevación y en el que parece terminar la cadena de Peña Roja, Agudo, Algüeda, etc. Está formado por el Mioceno, encontrándose arriba calizas blanquecinas, debajo cali- zas margosas que encierran fósiles (Pectén cristatus Bronn, P). Bajo estas dos zonas calizas aparecen arcillas amarillentas, con- teniendo fósiles piritosos indeterminables, y, finalmente, arcillas azuladas. La erosión de éstas produce desplomes de la masa cali- za, de que están llenas las laderas y barrancadas que de allí par- ten. Todas las capas buzan hacia el SE. con un ángulo de unos 15° hacia el hondo que ocupa Murcia, pudiéndose distinguir des- de aquí la estratificación por espacio de muchos kilómetros. Por bajo del Mioceno aparecen las capas del Keuper yesífero (yesos rojos y blancos), margas rojizas y areniscas más ó menos micáferas, con el mismo carácter que en toda esta región; la vista se extiende hasta la Cuesta colorada, extensa mancha de Keuper que limita el Mioceno de esta parte de la provincia de Murcia. Llegamos al Barranco de la Gotera, abierto en el Mioceno, y por el fondo del álveo asoma el Keuper. Una galería de alumbra- miento permite la salida de un pequeño chorro de agua potable. En las inmediaciones de este barranco y la ladera del Morterico, ha debido existir algún poblado en la época neolítica, porque se encuentran numerosos pedernales blancos, con señales algunos de ellos de trabajo; buscando con cuidado, hallamos un pequeño raspador de silex, de la misma forma que los citados en otros lu- gares de Murcia y Alicante. Saliendo de Abanilla por el antiguo camino vecinal hasta en- contrar la carretera que va de Fortuna al Pinoso, hemos encon- DE HISTORIA NATURAL 201 trado asomos de Mioceno cubierto á trechos por aluviones de gran espesor. El Mioceno se extiende hasta la llamada Cuesta colorada, nombre que debe á las margas y yesos rojos que la forman. La carretera sube en rápidas curvas hasta alcanzar próximamente los 500 m. Hacia los 340 cesan las formaciones del Mioceno y apare- rece el Keuper, constituido por margas rojas y verdes, areniscas raicáferas de los mismos colores, yesos grises, blancos y rojos y calizas magnesianas. A los 525 m. próximamente, al pie de una colina peñascosa que debe considerarse como continuación de la Sierra del Cantón, bro- ta una hermosa fuente de excelente agua que contrasta con la ari- dez que se nota en los alrededores. Unos robustos pinos seculares sombrean el lugar y hacen más deleitosa la estancia junto al fres- co manantial, y allí acuden los vecinos de muchos kilómetros de distancia á surtirse de agua potable. Las calizas que se han em- pleado en la construcción del tosco pilón que recibe el agua son mármoles rojos jurásicos, y juzgué que debía ser piedra sacada de la misma colina en la que brota la fuente, y así me lo demostró la ascensión á la cima, desde la que vimos que el jurásico se ex- tiende, formando una banda por el W. entre el Nummulítico y el Keuper. Esta banda se ensancha al E. hasta unirse con las Sierras jurásicas ya citadas, prolongándose hasta unirse á las de igual formación de la provincia de Alicante. Hasta entonces habíamos inferido siempre que los mármoles rojos, más ó menos venosos, y los que ofrecen carácter uoduloso, mezclándose los tonos rojos y amarillos, eran titónicos, por su se- mejanza con los mármoles que encierran Perisphinctes y Py- gope diphija Fab. Gol. En este punto hemos encontrado las mis- mas calizas marmóreas que encierran fósiles liásicos fPygope Aspasia Men. Zeilleria Partschi Oppel (1), etc.), aunque pertene- cientes á diferentes pisos. El Lías de esta parte no ofrece, por, tanto, el carácter general que se asigna á estas formaciones, de (1 ) Esta especie figura en el Museo de Ginebra como del Sinemuriense, juntamente con la Terebraiula scspirolensis Ulig en Padua, pero la presen- cia de la Zeilltria, juntamente con otros fósiles del lías medio y superior» me hace creer que esta especie se extiende por todo el Lías, demostrando esta opinión el encuentro de esta especie por MM. Bertrand y Kilian en su estudio del jurásico de la provincia de Córdoba, en donde figura coma del Lías superior. 202 boletín de la real sociedad española color azulado ó negruzco, sino que dominan los tonos rojos ó rojizos obscuros ó manchados de diferentes colores. Siguiendo la carretera del Pinoso, llegamos á la vista de la Sierra de Quivas y de su pequeña avanzada de Levante llamada Sierra de la Espada. Aunque en la parte oriental hemos encon- trado fósiles liásicos, la Sierra de Quivas presenta, por lo menos, el Bayociense y el Batoniense además, en atención á los fósiles que encontramos después. Separándonos de la carretera, seguimos el camino vecinal que conduce á la Algueña, pasando por el caserío de los Martínez y paralelamente á una loma llamada de la Moleta, que se extiende al S. de la casa de Roca de Togores. Las especies encontradas en esta parte demuestran que el Lías forma el límite de las dos pro- vincias por este lado. La caliza rojiza, y á trechos blanquecina, encierra una fauna muy rica en Braquiópodos (16 especies diver- sas) y escaso número de Ammonites, Gastrópodos y Lameli- branquios. En unos puntos, la fauna fósil pertenece al Lías superior (Posi- donomia Bronni Voltz, Harpoceras Aalense Ziet, Zeilleria Parts- chi Üpp, Pygope Asparda Men, etc., mientras que en otros apare- cen confundidas especies que se tienen por pertenecientes á pisos distintos del Lías, Rliynchonella tetraedra Sow., Rhynchonella Dalmasi Dum., Terehralula cf cornuta Sow., Rhynchonella cí Ste- phensi Davidson (1) Rhynchonella Alherti Opp., Terehratula sos- pirolensis Ulig., Rhynchonella subdecussata Miinst., etc., etc. La rambla de Abanilla, que se considera en este punto como lí- mite preciso entre las dos provincias, se abre paso entre estas for- maciones, mezclándose los detritus y arrastres de las diversas formaciones secundarias, y es de este punto indudablemente de donde proceden los ejemplares de Rhynchonella y Terehratula que arrastran sus aguas hasta las zonas bajas de las dos provincias, por donde pasa la rambla de Abanilla. N. B. En el trabajo titulado «Not. acerca del Trias, sup. de las Espejeras en el término de Agost», se han deslizado algunas erratas, tales como Alberte, Halovia, Turhunilla duvia, etc., en vez de Alberti, Halohia, Turhonilla dubia, etc., de acuerdo con el original. (1) Esta especie es propia de la Oolita inferior. DE HISTORIA NATURAL 203 Publicaciones que ha recibido la t^eal Sociedad Española de flistoria flatural durante el mes de Febrero de 1914. (La liste suivante servirá d' acensé de réception.) Alemania Deutsche Entomologische Museum. Berlin-Dahlem. Entomologi&che MiUeilungen. Bd. iii, n° 2. Deutsche Entomologische Gesellschaft, Berlín. Deutsche Entomologische Zeitschrift. 1914, Heft i. Entomologische Litteraturblatter, Berlin. 1914, n° 2. Entomologischer Verein Iris, Dresden. Iris. 1913, 4 Heft. Entomologischer Verein, Berlin. Berliner Entomologische Zeitschrift. 68 Band, 3-4 Heft. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 20, nos 4_5. Internationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau. 31 Jahrg., nos 3-4. Insektenbórse. 31 Jahrg., nos 6-9. Societas Entomológica, xxix Jahrg., n° 4. Naturse Novitatee, Berlin. 1913, noi 21-24. Physikalisch-medizinischen Gesellschaft zu Würzburg. Sitzungsberichte. 1913, n" 3. Verhandlimgen. Band slti, n° 6; xliit, n° 1 . Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xliu, n° 10. Bélgica Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bulletin. xsxiv* année, n° 1. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Anuales. Tome lviI, 13; Lviii, 1. Costa Rioa Ministerio de Fomento, San José. Boletín de Fomento. Año iii, n.'>s 10-11. Egipto Société entomologique d'Égypte. Le Caire. Bulletin. 1912, 4"' fase. España Asociación española para el Progreso de las Ciencias, Madrid. Congreso de Granada. Tomo vin. Instituí d'Estudis Catalans, Barcelona. Arxius. Any li, n° 1 . Real Sociedad Geográfica de Madrid. Boletín. Tomo v, 4.° trimestre. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Homo xiii, n.° 1. 204 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Estados Unidos t sus Colonias Academy of Science of Saint- Louis. Transadions. Vol. xix, n° 11; xx, nos |^ 7; xxi, ncs 1-4; xxii, nos i_3. Departamento del interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. vi, n" 12. Department of the Interior. Weather Bureau. Manila Central Observatory. Annual Report for 1910. Bulletin for July, 1913. Field Museum of Natural History, Chicago. Publications. 189-171. Museum of Comparative Zoology at Harvard CoUege, Cambridge. Bulletin. Vol. lvi, n° 2. Smithsonian Institution U. S. National Museum, Washington. Bulletin. 83. Contributions from the ü. S. National Herbar ium. Vol xvi, parts 4-5. The American Naturalist, New- York. Vol. xlviii, n° 666. üniversity of Colorado, Boulder. Studies. Vol. X, n° 3. Francia Académie des Sciences de París. Comptes-rendus. Tome 158, nos 5-8. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. 43» année, ii° 519. L'Echange, Moulins. 30» année, n° 350. Eevue genérale des Sciences purés etappliquées, Paris. 25^ année no* 2-3. Société botanique de France, Paris. Bulletin. Tome lx, 6. Société botanique de Lyon. Nouveau Bulletin. 1' année, n° 4. Société fran<;aise de Minéralogie. Bulletin. Tome xxxvi, n" 6. Société linnéenne de Lyon. Annales. 1912-1913. Station Entomologique de la Faculté des Sciences, Rennee. Insecta. vi année, n° 37. Inglaterra y sus Colonias Australian Museum, Sydney. Records. Vol. x, n° 7. Sarawak Museum. Journal. Vol. i, n° 4. South African Museum, Capetown. Annals. Vol. ix, part iii; xm, part ii. The Canadian Entomologist, London. Vol. xlvi, n® 1. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxvi, n° 2. The Zoologist, London. Vol. xvii, n° 206. (ContiniAará.) Sesión del 1." de Abril de 1914. PRESIDENCIA DEL. ILMO. SR. D. JOSÉ MADRID MORENO El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué apro- bada. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos los señores pre- sentados en la sesión anterior y propuestos p^ra socios numera- rios D. José Rodríguez Olleros y D. José Royo Gómez, alumnos de la facultad de Ciencias Naturales el primero por el Sr. Bolí- var Pieltain y el segundo por el Sr. Hernández Pacheco. El libro de Marruecos. — 31 Sr. Bolívar presenta los pliegos tira- dos de la obra sobre la península Yebálica, que se pondrá á la ven- ta dentro de unos días. A. este propósito indica que ya se conoce aproximadamente el valor de la edición, y que puede calcularse en pesetas 1,80 el precio á que resultará á la Sociedad cada ejem- plar en rústica, y en 2,3U pesetas el de los encartonados. En vista de ello, y para que los señores socios disfruten de evidentes ventajas, propone que el precio de venta de los ejemplares se fije en 1,50 y 2 pesetas, respectivamente, para los miembros de esta Sociedad, y que para el público se expendan en las librerías á 4 y 4,50 pesetas esos mismos libros. Encontrando razonable y ventajoso para los señores socios lo propuesto por el Sr. Bolívar, se acuerda queden fijados para la venta del tomo sobre la exploración científica del NO. de Ma- rruecos, los precios que se señalan anteriormente. Comunicaciones.— El Secretario presentó un trabajo de D. Da- niel Jiménez de Gisneros relativo al «Cretáceo medio de Santa Ana y los Ammonites gigantes del término de Alicante». Presen- tó también una nota bibliográfica escrita por el Sr. Madrid Mo- reno y dos entregadas por el Sr. Darder. — El Sr. Hernández- Pacheco presenta á la Sociedad la primera Memoria que ha publicado la ComisiÓ7i de hivestigaciones Paleon- tológicas y Prehistóricas, de que él forma parte como Jefe de tra- bajos, y de la que es Director el señor Marqués de Cerralbo. Tomo XIV,— Abril, 1914. 14 206 boletín de la real sociedad española La Memoria en cuestión, que forma un folleto de 24 pági- nas, con una lámina en fototipia y otra en color y diez grabados intercalados en el texto, se refiere al descubrimiento que hicieron el verano pasado en la sierra plana de la Borbolla (Asturias) el autor de la comunicación y el señor Conde de la Vega del Sella de un peñón con grabados y pinturas prehistóricas. El trabajo se publicó por los citados señores y D. Juan Cabré, también de la Comisión, á quien se deben los calcos y láminas en color. El Sr. Hernández- Pacheco expuso la labor que ha realizado y está realizando la Comisión, y respecto á la Memoria presentada hizo una breve exposición de su contenido, haciendo notar la impor- tancia del descubrimiento, que permite fijar con seguridad la edad de las pinturas del mismo tipo que se extienden por toda Sierra Morena, Sudeste y Sur de España, Extremadura y otras regiones de la Península, incluso algunas de la región Cantábri- ca consideradas como paleolíticas. — El Sr. Fernández Navarro hizo la siguienle comunicación: «El primer número de la nueva revista Zeitschrif für Vulka- nologie publica un trabajo de Frank A. Perret, titulado «The vol- canic eruption at TenerifTein the autumn of 1909». Como se com- prende por el títulOy es un estudio de la erupción del Chinyero, que fué por mi partQ objeto de varios trabajos, algunos de ellos publicado en el Boletín de nuestra Sociedad. El artículo á que hago referencia está casi en absoluto confor- me con las conclusiones á que yo llegué en la Memoria Erupción volcánica del Chinyero (Tenerife) (1), hasta tal punto que podría firmarle como fiel resumen de mi citado estudio. Debo, sin embargo, hacer alguna pequeña rectificación á erro- res del distinguido vulcanólogo, hijos sin duda de una informa- ción deficiente por no conocer el autor el idioma del país. Tal es, por ejemplo, hablar de una actividad de pocos días se- guida de una nueva erupción, siendo así que la actividad duró tan solo del 18 al 28 de Noviembre, no cesando un momento du- rante esos diez días. Tampoco es posible que se hubieran registrado temblores de tierra mediante sismógrafos, por la sencilla razón de que no exis- tían en la isla semejantes aparatos. '■ Anales de la Junta para ampliación de estudios é investigaciones científicas, tomo v, Mem. 1.a, 1910. DE HISTORIA NATURAL 207 En cuanto al pretendido nombre de Montaña del decreto, que, según Perret, ha recibido el volcán, no deja de ser una broma de que por entonces se habló en la isla; pero el que fuera pregun- tando hoy día á los aldeanos con esa denominación no sería com- prendido, mientras que en seguida le darían razón del Ghinyero. No fueron raras las bombas, como supone el autor, ni dejó de haberlas de considerable tamaño, especialmente en la vertiente Norte de la montaña nuevamente formada. Nosotros las hemos traído en gran número, muy pesadas y hasta de más de medio metro de longitud. En la notable información gráfica que acompaña al trabajo del Sr. Perret, hay también el error de atribuir á Icod el drago de Realejo Alto, muy bonito ciertamente, pero de mucho menor des- arrollo que el de aquella localidad. Otros errores poco importantes pudiéramos mencionar, pero no vale la pena de hacerlo. Lo que no hemos de pasar en silencio es la altitud de 300 metros asignada al cono de escorias, que cierta- mente no pasaba de 80, como pudimos comprobar en repetidas ascensiones, tanto en los días inmediatamente posteriores á la erupción como en nuestra visita de 1911.» Secciones. — La de Santander se reúne en el local de la Esta- ción de Biología Marítima, bajo la presidencia de D. Leoncio Santos Ruano, por enfermedad del Sr. Vial, que e.vcusa su asis- tencia. El Secretario presenta como socios á D. Julio Fernández, licen- ciado en Ciencias Naturales, y á D. Domingo Belanzos. El catedrático de Historia Natural, Sr. Gendrero, da cuenta de que á mediados de Febrero fué á verle un vecino de Unquera con el objeto de proponerle la compra de un animal que no conocían, y que habían cazado en un pequeño arroyuelo que corre por unos prados próximos al río Deva. Gomo le trajeron facturado á San- tander, dicho profesor avisó al Sr. Alaejos y ambos fueron á verle, resultando ser una foca que el Sr. Gendrero opina sea el Calo- cephalus vitulinus, Guv., cuyas fotografías presenta, dando cuenta de haber recogido dicho ejemplar por creer puede ser un dato de algún interés, si se tiene en cuenta que los pescadores y genle de la costa no tienen recuerdo de haber visto un animal análogo. El ejemplar se hallaba en mal estado, á causa de haber sido arras- trado para llevarle hasta el pueblo, y por esto no se quedó con él 208 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA para quo lo disecaran con destino al gabinete de Historia Natu- ral del Instituto. En algunos detalles difiere del C. vituli7ius de 3 15 Cuvier; su fórmula dentaria es: I = -— — ; G = — — ; M =«= — ^, y SUS dimensiones: 1,60 m., desde el extremo del hocico á la termi- nación de las patas posteriores, y 1,45 hasta el extremo de la cola. El color del dorso era pardo, con una línea más obscura, casi ne- gra, que recorría la línea media desde el punto en que no fué destruido el pelo por el arrastre, ó sea desde la terminación de la región dorsal hasta el extremo de la cola. Al nivel de las patas posteriores de dicha línea, salía otra que recorría la porción dorsal de éstas y que continuaba por los dedos interno y externo, prin- cipalmente por éste. El color de toda la cara ventral del cuerpo era de un blanco sucio. — La de Sevilla se reunió el 2 de Abril. Con objeto de ir conociendo los distintos laboratorios y centros científicos que en Sevilla existen, se acordó en la sesión anterior visitarlos y celebrar sesiones extraordinarias en alguno de ellos. En armonía con esto, se convocó la de la fecha para el labo- ratorio de Fisiología de la Facultad de Medicina, que dirige nues- tro consocio y Vicepresidente déla Sección, D. Lorenzo Torre- mocha. Este señor hizo uso de la palabra, mostrando á los socios todo el material que ha reunido en el tiempo que lleva en el desempe- ño de la cátedra de Fisiología de esta Facultad de Medicina, lo- grando instalar un laboratorio que honra la ciudad de Sevilla. Hizo también ante los socios varias experiencias confirmativas de la nota (acompañada de un dibujo) que leyó, titulada aSobre la identidad de algunos compuestos cianhídricos de la hemoglobina (cianahemoglobina, cianametahemoglobina y fotometahemoglo- bina)» y que se agrega al acta para su publicación. El Sr. Barras presentó y dio cuenta de un ejemplar del intere- sante catálogo del Gabinete de Historia Natural del Instituto de Burgos, que con destino á la Sección de Sevilla le había remitido- su autor, nuestro consocio D. José López de Zuazo, acordándose hacer constar en acta el agradecimiento de la Sección. Se acordó celebrar la sesión de Mayo en la Granja Agrícola de Alfonso Xin. DE HISTOKIA NATURAL 209 — La de Zaragoza celebró sesión el 31 de Marzo, bajo la presi- dencia del Dr. D. Pedro Ramón y Gajal. El Sr. Aranda (D. Francisco), hizo la presentación para socio numerario de D. Mariano Alvira, doctor en Medicina, y como agregados de los Sres. D. Francisco Lana y D. José Ferrer, alum- nos de la Facultad de Ciencias. También hizo entrega del interesante Catálogo del Gabinete de Historia Natural del Instituto General y Técnico de Burgos, de- dicado por el Sr. Zuazo á esta Sociedad. El Sr. Moyano dio la bienvenida al ilustrado consocio de la de Barcelona, D. Jesús María Bellido, que viene á compartir con nos- otros las tareas de la Corporación, por haber sido nombrado re- cientemente Catedrático de Fisiología Humana de esta Facultad de Medicina. El Sr. Bellido se mostró agradecido á la buena acogida que se le dispensaba en esta Sociedad. Acto seguido el Sr. Aranda se ocupó en dar cuenta extensa de la excursión científica realizada con sus alumnos á Barcelona, que ha resultado ser de gran utilidad para la enseñanza. — La de Valencia celebró sesión el 25 de Marzo, bajo la presi- dencia del Rvo. P. Balasch. El Secretario da cuenta de haberse recibido la colección de Lepidópteros valencianos que nuestro Presidente regala á la Sec- ción de Valencia, consistente en 22 cajas dispuestas en un artísti- co mueble, leyendo una carta que ha recibido del Sr. Sanchís Per- tegás en donde expresa los motivos que le han inclinado á hacer la donación, y hace constar que en el caso, poco probable, de la disolución de la Sección, es su deseo expreso que su colección de Lepidópteros pase íntegra á ser propiedad del Gabinete de Histo- ria Natural del Instituto General y Técnico de Valencia. El Sr. Sanchís Pertegás, que al llegar ocupa la presidencia, re- cibe la expresión de agradecimiento de los señores socios. El Sr. Esplugues llama la atención sobre un acuerdo de la Sec- ción Central que consta en el Boletín de Febrero recientemente repartido, respecto al trabajo del Sr. Arévalo sobre nombres vul- gares de peces de agua dulce de nuestra Península, mostrando extrañeza respecto á él por disponerse tomaran datos de un traba- jo inédito. El Sr. Arévalo lee el acuerdo citado, celebrando que su escrito 210 boletín de la real sociedad española haya dado ocasión á que la Comisión de Catálogos emprendiera un trabajo tan interesante, y agrega que una vez esté publicado, tendrá mucho gusto en ponerlo á disposición de dicha Comisión ^ para que tome todos los datos que puedan serle útiles. El Sr. Cervera Barat hace constar que urge desde luego se pu- blique el trabajo citado, á fin de que la Comisión de Catálogos pueda usar de él después que deje de ser inédito, y después de oirse las opiniones del Rvo. P. Balasch y de los Sres. Sanchís Pertegás, Hueso, Moroder y Chabás, se acuerda, á propuesta del primero, pedir la devolución del trabajo del Sr. Arévalo, caso de no poder publicarse en el próximo Boletín. El Sr. Cervera Barat presenta diversos objetos extraídos en ex- cavaciones hechas en una interesante región paleolítica de la pro- vincia, situada á 8 kms. al O. de Requena, en el llamado «Cerro de la Peladilla», donde se halla un yacimiento de margas rojizas que limitan por esta región con <'La Manchuela»; más allá conti- núa la Mancha. En ese yacimiento hay multitud de tumbas con restos humanos y cantidad enorme de productos carbonosos, en tal abundancia, que un colindante aprovecha para abonar sus viñas. Entre estos restos recogió el Sr. Cervera dos molares de caballo, piedras labradas toscamente y útiles de hierro para el trabajo, un trozo de mandíbula inferior humana y un cazo de barro cocido, muy toscamente fabricado, con impresiones digitales, como hecho á mano. — La de Barcelona celebró sesión el 28 de Marzo, bajo la pre- sidencia de D. Luis Mariano Vidal. Se admiten ios socios propuestos en la anterior reunión, y son presentados como nuevos numerarios D.Vicente Marqués, alum- no de la Facultad de Medicina, por el Sr. Pardillo; D. Mariano Motos Fages y D. Antonio Mercadel Escudero, alumnos de la Fa- cultad de Ciencias, por el Sr. Caballero Fernández. — El Sr. Cazurro entrega á la Sociedad el Catálogo del Gabi- nete de Historia Natural del Instituto de Burgos, redactado y re- galado por el Sr. Zuazo, y el Sr. Pardillo entrega también el tomo I de los Traballs de la Societat de Biología, que dicha enti- dad regala á nuestra Sección. Se acuerda conste en acta el agra- decimiento de ésta á los donantes. — Se conviene verificar en el mes próximo dos excursiones: DE HISTORIA NATURAL 211 una á Salou (costa de Tarragona) y otra á Cardona, que dirigirá el Sr. Vidal. — El Secretario comunica que se ha aplazado la anunciada con- ferencia del Sr. Calleja para el día que el conferenciante señale. — El Sr. Faura presenta una nota bibliográfica acerca de un trabajo de los Sres. Jeannel y Racovitza, titulado Enumération des grottes visitées, 191 1-1913 (5« serie). —El Sr. Caballero presenta un trabajo en que resume los re- sultados de su excursión botánica al Rif, y en el que describe un buen número de especies y variedades nuevas de Fanerógamas. Notas bibliográficas. — DjI Sr. Madrid Moreno (sesión de Madrid): Contribazioni diatomologiche, por el Dr. Aquiles Forli.— Ve- necia, 1913, con 19 láminas, conteniendo numerosas fototipias. El autor de esta interesante Memoria, muy conocido en el mundo científico por sus publicaciones sobre Diatomeas y otras algas inferiores, ha publicado en el Real Instituto Véneto de Ciencias, Letras y Artes sus estudios sobre Diatomeas fósiles marinas de Italia, cuyos materiales han sido recogidos en cinco localidades diferentes procedentes del Piamonte, Emilia y Sicilia. Avalora dicho trabajo la descripción de algunas especies raras, procediendo además con cierta cautela en la designación délas nuevas, por creer que sólo un conjunto de caracteres y numero- sas observaciones pueden llegar á establecerlas. La sistemática de este interesante grupo ofrece también dificultades, sobre todo en las especies fósiles, para la clasificación, por las radicales trans- formaciones que experimentan las friístulas debidas á los enor- mes cambios que han experimentado en el terreno donde se han fosilizado. Así es que conviene hacer agrupaciones genéricas mientras no se conozca con mayor certeza las funciones vegeta- tivas de las frústulas en su esencia, en las comunicaciones inter- celulares, cuando existan, ó en relación con el mundo exterior. Conocidas las particularidades fisiológicas de estos organismos, la clasificación que se siga tendrá como base la evolución natu- ral, y si esto puede llegar á hacerse en las especies vivas, el pro- blema tiene que complicarse más cuando se trate de las fósiles. Una razonada crítica de las descripciones de otros autores, acom- 212 boletín de la real sociedad española panada de copiosa bibliografía, mas las observaciones originales del autor, vienen á constituir tan interesante Memoria. — Del Sr. Darder (sesión de Madrid): Paul Fallot: Sur la tectonique de la sierra de Majorque [Balea- res). (Gompt. Rend. Ac, Se, t. 158, n. 9, 2 Marzo, 1914, pági- nas 645-677.) El autor ha estudiado durante el verano de 1913 el tercio occi- dental de la cordillera principal, observando una tectónica muy complicada, debida á grandes masas de jurásico y trías corridas sobre areniscas y margas neógenas. Gomo terrenos corridos supone el ti'ías y el jurásico del macizo del Ram, unido por el NW. con el de Planicie y rodeado de neó- geno que asomaría en tres ventanas tectónicas, la de Puigpuñent al SW., la del SE. del Ram y la de Esporlas al NE. Estos asomos serían debidos á un abombamiento transversal á la cordillera; pero las capas se hunden al E. y al W. debajo de la serie corri- da, apareciendo otra vez en Andraitx, en donde alterna con el cretáceo y el jurásico. En el valle de Valldurgent también cabal- garía el jurásico de la sierra de Na Burguesa sobre el cretáceo y el nunmulítico. Otra ventana tectónica representaría el neógeno de Las Planas y Goral-fals, ?obre el cual aparece el trías de la cima del Puig de Las Planas. Este plano de corrimiento parece seguir á lo largo de la carretera de Valderaosa á Deyá. Sin adelantar opinión alguna para el resto de la cordillera, puede afirmarse la existencia de fenómenos de corrimiento en la cordillera principal de Mallorca, no pudiéndose precisar aún su relación con los corrimientos del SO. de Mallorca en la región de Felanitx. Paul Fallot: Sur la Stratigraphie de la sierra de Majorque (Ba- leares). (Gompt. Rend. Ac. Se. t. 158, n. 11, 16 Marzo, 1914, pá- ginas 817-819.) En esta segunda nota el autor estudia los tres elementos tectó- nicos que considera en la sierra principal, á saber: 1." Substrato de base constituido por trías y jurásico, ple- gado con orientación NS. ó NE.-SW., y pudingas y margas Bur- digaleiises depositadas en transgresión sobre los pliegues ante- riores. DE HIaTOHiA NATUHAL 213 2.° Serie corrida coiislituída por tría?, jurásico, cretáceo y Nunmulítico. 3.*^ Serie eslraligráfica de la sierra de Na Burguesa, presentan- do el gault en transgresión sobre el Neocomiense, y el Nunmulítico transgresivo soporta un mioceno muy distinto del Burdigalense antes citado. De estos detalles deduce el autor la siguiente sucesión de fenó- menos orogénicos: 1.° Plegamiento, en dirección normal al eje actual de la Sierra, del substrato de la masa recubierta, cuyas prolongaciones podrían encontrarse en la provincia de Castellón. Este movimiento es post-jurásico y ante-burdigalense. El cretá- ceo y el eoceno no parecen haber sido depositados. 2." Emersión post-barreraiense? y anii-albiense en la masa corrida. 3.° Emer- sión ante-oligocena. 4.° Corrimiento post-burdigalense de estas capas. 5.° Ondulaciones transversales contemporáneas del corri- miento ó posteriores á este fenómeno. — Del Sr. Ferrando (sesión de Zaragoz i): Traite de technique minéralogique et pétrographique, por el Doc- tor Louis Duparc, profesor de Mineralogía y Petrografía en la Universidad de Ginebra, y el Dr. Alfred Monnier, profesor extra- ordinario de la misma Universidad. — Segunda parte. Tomo i. Los métodos químicos cualitativos. Un tomo en 16 x 24 cm., de 372 páginas, con 117 figuras en el texto y una lámina en color. — Leipzig, Veit. & Comp., editores, 1913. Este libro es continuación de la obra que el sabio profesor de Ja Universidad de Ginebra, Dr. Luis Duparc, dedica á la exposición de los métodos de investigación mineralógica y petrográfica. En la primera parte, escrita en colaboración con el malogrado físico Dr. Francisco Pearce, se describen los métodos ópticos, y la segunda, cuyo primer tomo acaba de ser publicado, está desti- nada á la enseñanza de los procedimientos de investigación quí- mica. En dicho primer tomo se trata solamente de los métodos de análisis cualitativo, habiendo dejado para el segundo todo lo con- cerniente á los métodos cuantitativos y á la interpretación de los análisis por los procedimientos gráficos. Está dividido el libro en nueve capítulos, de los cuales los de mayor importancia, como son el segundo, dedicado á las reac- ciones microquímicas; el tercero, que trata de los ensayos pirog- nóslicos; el sexto, que se ocupa del análisis por vía húmeda y el 214 UOLETI.V DE LA ItEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de los métodos espectroscópicos, van seguidos de una bibliografía muy completa. En el primer capítulo se exponen, como preliminar indispensa- ble, los procedimientos de separación y purificación de los mine- rales fundados en la levigación, en el empleo de líquidos pesados, eu la aplicación de los imanes y en la utilización de los ácidos y álcalis. El estudio de los métodos microquímicos es especialmente in- teresante, distinguiéndose en él las operaciones sobre láminas delgadas de las reacciones que se realizan en pequeñas porcio- nes de minerales separados del resto de la roca. También merece mención especial el capítulo de los métodos espectroscópicos por la importancia que han adquirido dichos mé- todos en el análisis cualitativo de los minerales y en el estudio de la fosforescencia. El capítulo octavo está dedicado á la observación de la radioac- tividad de los minerales y rocas, exponiendo los procedimientos fotográfico, electroscópico y electromélrico utilizados para el re- conocimiento de dicha propiedad. Y termina la obra con una cla- ve muy completa para la determinación de las especies minerales, fundada en el método de F. de Kobell. — Del Sr, Dantín Cereceda (sesión de Madrid): Halbfass (W.): Der Castañedasee, der grósste Süsswassersee Spaniens, und seine Umgehung (El lago de Castañeda, el mayor lago de agua dulce de España, y sus alrededores). Peterynann Mitteilungen LIX 1913 Dezember Heft^ págs. 306-312, con ocho fotografías, muy documentales (Taf. 50 y 51), y un mapa al (Taf. 49), que contiene el lago de San Martín de Casta- ñeda— con las isobatas — y dos perfiles del propio lago á la misma escala de la carta. El autor describe el estudio que en los meses de Agosto y Sep- tiembre de 1912 llevó á cabo en el lago de referencia. Comienza por exponer los antecedentes de la cuestión, citando los autores y obras que le han precedido en el conocimiento de esta masa de agua dulce, de un evidente origen glaciar. En estas notas bibliográficas, olvida, con aquel desdén que ya es achaque en todo extranjero en cuanto toca á lo que por nosotros mismos se publica, los dos trabajos que referentes al lago de San Martín de DE HISTORIA NATURAL 215 Castañeda han visto la luz, en idioma castellano, con anterioridad al presente del Dr. Mabfass: uno, debido á nuestro consocio señor Taboada, en el Bol. de la R. Sog. Esp. de Hist. Nat., y otro, escrito por el Sr. Aragón, consocio igualmente, en los Trab. del Mus. de Cieñe. Nat. (1). Refiere, después, como acompañado del Prof. Ollerich, de Hara- burg, del supradicho Sr. Aragón — del Instituto de León — y del Sr. Ciria y Vinent, el verdadero promotor del estudio que motiva estas lineas, recorrió la región y visitó el lago. A señalar que, en esta parte y al referirse á Puebla de Sanabria, traduce partido judicial por kantonshanptstádte, lo que en una publicación de tan señalado carácter geográfico como los Peterm. Mitteil., puede ex- traviar á los no enterados de nuestra organización administrativa y desde luego desnaturaliza el valor de nuestro partido judicial, asignándole otro que está muy distante de ser el suyo. El autor insiste en que siendo el mayor lago de agua dulce de España, sus dimensiones son siempre menores de las que hasta aquí se le venían atribuyendo: dos kilómetros cuadrados de su- perficie, con una profundidad máxima de 50 metros en su parte Sudeste. La morfología de sus orillas, la geología del territorio (morre- nas frontales en la salida del lago; morrenas laterales en sus márgenes, en pendiente rápida; rocas pulimentadas en abundan- cia por todas partes; numerosos y pequeños lagos escalonados, hacia el lado en que el Tera penetra en el lago que nos ocupa) prueban el origen glaciar de su cuenca y de sus aguas. En confirmación, el lago Lachillo puede tomarse como la for- ma típica glaciar, recuerdo de un potente glaciarismo de que la región fué teatro. El autor ha tomado repetidos datos, interesantes y minuciosos, acerca de profundidades y temperaturas del agua á diferentes ni- veles, señalando de paso en ellos algunas especies de fito-plank- ton, con cuyas noticias biológicas se completan hoy los estudios limnológicos. El trabajo queda terminado con una detallada relación de todos (1) Taboada Tundidor: El lago de San Martín de Castañeda. (Bol. Soc. Esp. de Hist. Nat., tom. •sin, págs. 359-386. Láminas vni-xin.) Aragón Escacena (F.): Lo8 lagos de la región leonesa. (Trabajos del Mu- seo Nacional de Ciencias naturales, núm. 6, 1913.) ■216 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAN'OLA los sondeos llevados á cabo en el lago y correspondientes á algu- nos perfiles aislados. La carta y los dos perfiles del lago, la primera no sólo con ex- presión numérica de las profundidades, sino con las isobatas y tintas balimétricas, los hallamos de gran interés, verificados á tan gran escala. Las fotografías que en número de ocho ilustran el trabajo, ele- gidas con claro conocimiento, son todas ellas instructivas y docu- mentales (1). Del Sr. González Fragoso (sesión de Sevilla). — Contribulion á l'étude des Laboulbéniacées d'Europe et du Nord de VAf fique, pav M.F. Picdiá. (Exlr. du Bull. de la Soc. Myc. de Frunce. Paris, 1913.) El singular grupo de los Laboulbeniáceos que se une á las más perfectas algas por su característica reproducción sexual, sin de- jar de pertenecer á los hongos, ha sido objeto de un nuevo é in- teresante estudio por M. J. Picard, que asimila las dos condicio- nes de entomólogo y micólogo en sus investigaciones acerca de €Stos vegetales que parasitan diversos grupos de insectos, y muy particularmente Carábidos y Estafilínidos, aún más el primero, en el cual las especies de los géneros Brachinus y Platynus suelen encontrarse parasitadas en multitud de ocasiones, y con tal fre- cuencia, que dice Picard, en las colecciones de esos insectos, con una fuerte lente es probable ver la tercera parte atacados por La- boulbeniáceos. No se ha citado, que yo sepa, en España ningún Laboulbeniá- ceo, y por ello es bueno anotar los siguientes: Lahoulbenia prolíferans Thaxt., sobre Chlaenius spoliatus, en Andalucía, y sobre Phaeropsophus hispanicus, Sur de España. L. flagellata Peyristsch, sobre Antisphodrus Fairmairei, grutas de España. L. Rougeti Robín, sobre Aptinus displosor, de España (Thaxler). Esta especie fué la primera del género y de la familia descrita por Robín en 1853. (1) Otro análisis, brevísimo, de este trabajo bajo el título Le lac Casta- ñeda en La Géogrnphie, tomo xxix, núm. 3, 1914, 15 Mars, págs. 204-205, por Ph. Arbos DE HISTORIA NATURAL 217 Conviene aún consignar dos de Portugal, probables en España, que son: Symplectromyces vulgaris Thaxt., sobre Quediiis impressus; y Laboiilbenia polyphaga Thaxt., sobre Bradycellus hisitanicus. Seguramente los activos entomólogos españoles, y en particu- lar los dedicados á los grupos dichos, contribuirán á que se seña- len en nuestra flora micológica un mayor número de especies, que por lo demás pueden encontrarse, aunque no tan comunes^ como en Carábidos y Estafilínidos, en Ditiscidos, Hallpüdos, Gi- rínidos, Hidrofílidos, Pámidos, Bírridos, Bláttidos, Malófagos, Dípteros, género Corixa (fíemipteros), Myrmica (HimenópterosJ y Canesírinia y Gamasus (Acaros), según la lista dada al final de su interesantísimo trabajo por M. Picard, aparte de los que puedan ser descubiertos, por ejemplo, en otros insectos caverní- colas ó acuáticos, en los que suelen abundar los parasitados. — Del Sr. Faura y Sans (sesión de Barcelona): Jeannel (R.) et Racovitza (E. G.): Énumération des grottes vi' sitées 1911-1913 (5« serie). (Arch. de Zool. esp. et. gen. t. luí, págs. 325 á 558; 5 Marzo de 1914.) Este volumen, de más de 230 páginas, recientemente publicado por nuestros sabios colegas franceses MM. Jeannel y Racovitza, es continuación de la serie Biospeleológica, en que desde 1907 no& han dado á conocer su meritoria labor que inauguraron en 1904, recorriendo las cuevas de diferentes naciones en busca de los ani- males propios de la fauna cavernícola (1). En este volumen están descritas las cuevas siguientes: De la provincia de Alicante: Cueva del Agua, Cueva de Ando- rial ó Cueva de Elias, Cueva de las Calaveras, Cueva de los Ca- nelobres, Cueva del Coro, Cueva foseado Ondara, Cueva Juliana, Cueva de la Punta de Benimaquía, Cueva del Salt, Cueva de San Jorge, Cueva de la Sendra, Sima de Ondara, Soterranis de la Nevera del Salt. Total, 13. Burgos: Cueva de Atapuerca, Cueva de la Fuente del Pato, (1) Faura y Sans: Notas bibliográficas. — (Bol. de laR. Soc. esp. de Hist. Nat., tomo XI, págs. 527 y 528; y en varias ocasiones hemos dado cuenta de todos los trabajos de dichos biospeleólogos, siempre y cuando se refie- ren á datos interesantes para la Espeleología española.) 218 boletín de la keal sociedad española Cueva Negra de Arlaiiza, Cueva de San García, Cueva del Silo, Cuevas de la Valdepaza. Total, 6. Cádiz: Cueva del Berrueco, Cueva de las Motillas, Cueva del Puerto de la Paloma. Total, 3. Gibraltar: Una, la Cueva de San Miguel. Guipúzcoa: Dos, la Cueva de San Adrián y la Cueva de San Valerio. Málaga: Una, la Cueva del Cerro de la Pileta. Murcia: Una, la Cueva del Tesoro del Arabi. Oviedo: Cueva del Bolao, Cueva de la Loja, Cueva del Pindal, Cueva de San Antonio, Cueva de Viernes. Total, 5. Santander: Cueva de Altamira, Cueva de las Brujas de Suan- ces, Cueva de Canlopino, Cueva de la Castañeda, Cueva del Cas- tillo, Cueva de Covalanas, Cueva de Cullalvera, Cueva de Mirón, Cueva de la Pasiega, Cueva del Pis. Total, 10. Soria: Cueva de Arganza, Cueva del Asno, Cueva del Barranco del río Lobo, Cueva de la Máquina, Cueva del Puente nuevo de Ucero, Cueva de San Bartolomé, Cueva de San Cristóbal, Cueva del Viento, Cueva de Villaciervos. Total, 10. Valencia: Cueva y Fuerte de Baiba, Cueva del Buscarrón, Cue- va Escondida, Cueva Hermosa, Cueva de las Maravillas de Alci- ra, Cueva de las Maravillas de Gandía, Cueva de las Maravillas de Llombay, Cueva negra de la Honda, Cueva negra de Palma, Cueva del Parpalló, Cueva del Viejo, Cueva de las Vueltas, Cue- va de la Zarza de San Blas, Sima de las Garcías. Total, 14. La mayor parte de estas 53 cuevas han sido exploradas por el abate H. Breuil y M. y Mme. Ch. Alluaud. Hecha la descripción de cada una de estas cavernas ó simas, hacen constar los autores su posición geográfica, la altitud, la na- turaleza de las rocas, fecha de la exploración, datos bibliográficos y lodo el material científico recogido en ella. DE HISTORIA NATURAL. 219 Notas y comunicaciones Enumeración de los terremotos sentidos en España durante el año de 1913 POR MANUEL MARÍA S. NAVARRO NEUMANN, S. J. La presente enumeración obedece al mismo propósito, y sigue también el plan de las anteriores, publicadas en este Boletín, y referentes á los años de 1909 (1), 1910 (2), 1911 (3) y 1912 (4), y, por tanto, á éstas nos remitimos en cuanto se reñera á la nume- ración arbitraria de los focos, á la penuria de datos, etc. Gomo antes nos hemos visto obligados á dejar sin identificar bastantes gráficos (24) de terremotos indudablemente sentidos en España, y más en particular Jos más en la provincia de Granada y en sus limítrofes, y las noticias referentes á algunos no nos permiten determinar con exactitud ni la fecha ni menos el número, y tal vez si se trataba de un sin) pie fenómeno acústico ó de un movi- miento perceptible; en este caso, como en el anterior, y también cuando se trate de alguna relación particularmente interesante, copiaremos entre comillas el texto que las contenga. El número de terremotos claramente identificados y de fe- chas conocidas, asciende á24, aunque si les añadiésemos una do- cena, casi indubitables, de la serie de Huesear, subiría á 36, los mismos del año anterior, también de mínima, en comparación de los de 1909 (76), 1910 (63) y 1911 (180). El promedio del quin- quenio resulta de unos 76 por año, cifra ya de por sí bastante considerable, y más si se tiene en cuenta que las que han servido para obtenerla apenas representan la mitad y aun quizás la ter- cera parte de la realidad, y que aunque abarque un período tan pequeño, como lo es un quinquenio, basta para evidenciar la ele- (1) Junio 1910, páginas 293-301. (2) Noviembre 1911, páginas 459-470. (3) Noviembre 1912, páginas 509-524. (4) Abril 1913, páginas 239-243. 220 boletín ue La heal sociedad española vada sismicidad de niiest'.'o país. Rogamos muy encarecidamente á nuestros lectores, y más en particular á nuestros distinguidos consocios, nos favorezcan con el envío de cuantos datos puedan recoger (1) sobre los macrosismos españoles, canarios y norte- africanos en particular (aunque también nos interesen los refe- rentes á los sentidos en cualquier parte del mundo), para que en adelante salgan menos incompletas estas listas, emprendidas con un fin patriótico y llevadas adelante con muchas imperfecciones, sí, pero también á costa de muchos trabajos. Para la redacción de este trabajo nos han servido de base las notas que bajo el epígrafe Macrosismos españoles hemos venido publicando en el Boletín mensual de la Estación sismológica de Cartuja (Granada), del que tomamos los datos microsísmicos, así como los acimutü y distancias, referidos siempre Á dicho Centro científico, cuyas coordenadas geográficas son: «^ = 37° 11' N. — ), = 3''36' W. Gr. Los 24 macrosismos se han sentido en quince días distintos, y provienen de ochó focos distintos, de los cuales cinco nos han dado terremotos comprobados Ioíí años anteriores, y son los nú- meros 2 (Loja) [en 1909 y 1910]; 5 (Albuñol) [1909-1911-1912]; 9 (Torrevieja) [1909-1910-1911]; 13 (Badalona y Teyá) [1909- 1910-1911-1912], y, finalmente, 35 (Tuy) [1910]. Los nuevos los denominaremos, provisionalmente también, con los números 5Q (Alicante) y 51 (Alicún) [Almería], 52 y 53 (Motril y Huesear) [Granada]. Foco núm. 2. Loja (Granada). — El 19 de Diciembre, á eso de las 22 V4, se sintió un terremoto bastante fuerte, aunque de esca- sa duración (unos tres segundos), sentido por casi todos, el que hizo sonar alguna campanilla, y estremeció fuertemente las puer- tas y ventanas con el ruido consiguiente, lo que hizo menos per- ceptible el ruido sísmico, no muy intenso, que le acompañó (don Francisco Ruiz Lara, presbítero). Corresponde al núm. 155 del Bol. Cart., donde fué registrado á las 21^^ 46" 22», con epicentro á 45 km. Foco núm. 5. Albuñol (Granada).— A la l^^ 1"" del 11 de Agosto (1) Puede verse la manera de hacerlo en la nota < Datos macrosísmi- cos>, que publicamos en este Boletín, Diciembre 1911, páginas 531-637. Nuestras señas: Estación Sismológica de Cartuja. — Apartado núm. 32. — Granada. DE HISTORIA NATURAL ^21 se sintió un terremoto violentísimo, al que había precedido un espantoso ruidoso subterráneo. Todo el vecindario se lanzó á las calles, instalándose los unos fuera del alcance de las edificaciones por si éstas se derrumbaban, mientras que otros pretendían se locaran las campanas y querían entrar en la iglesia, lo que no consintió el señor cura, para impedir posibles desgracias y no aumentar más el pánico, ya de por sí considerable. Se han cuarteado muchos muros, cayendo al suelo buen nú- mero de chimeneas y muchísimas tejas; se rompieron muchos oltjetos de los contenidos en alacenas ó colocados encima de apa- i'adores, como vajilla, cristalería, etc., y los cuadros saltaron de las paredes, sin que, afortunadamente, haya habido que lamen- tar desgracias personales (Gaceta del Sur, Granada). En Cartuja se sintió un débil estremecimiento de carácter on- dulatorio y de una quincena de segundos de duración, precedido por un ruido sordo, análogo al de un trueno lejano, muy débil. Por lo avanzado de la hora y la escasa intensidad del fenómeno, fué percibido por pocos. En la vecina ciudad de Granada fué más perceptible, produciendo ligero movimiento en los quadros, algo más acentuado en puertas y ventanas y oscilación bien percepti- ble en las lamparillas eléctricas suspendidas de conductores fle- xibles. Duración de tres á cuatro segundos, acompañándole un fuerte ruido subterráneo. En Lanjaróu (33 km. al SSE.) fué bas- tante fuerte, de carácter trepidalorio, y causó alguna alarma. En Adra (90 km. al SE.) se sintió como muy fuerte, á pesar de lo acostumbrados que están allí á estos fenómenos. El epicentro debe hallarse cerca de Albuñol (74 km. al SE. }í S.)^ correspondiendo allí la intensidad Vil F. M., ó mejor VII-VIII, y aproximadamente las de VI á Adra, V á Lanjaróu, IV á Gra- nada y III á Cartuja. (Núm. 114, Bol. Cart.) Foco núm. 9. Torrevieja (Alicante). — Este foco es seguramente uno de los más importantes de la Península, siendo raro el año en el que no se perciba algún terremoto violento. En 1913 han llegado á nuestra noticia los siguientes, y ambos sentidos en Enero. Día 28.— A las 13^ 30°> débil sacudida sentida por muchos en Torrevieja. Día 31. — A la l^ 23™, próximamente, se sintió en dicha villa un terremoto bastante violento, y que alarmó considerablemente» al vecindario, á pesar de no ser allí infrecuentes los sismos. ic ToMOxiv.— Abril, 1914. 15 222 boletín de la real sociedad española Lo poco á propósito de la hora no impidió á muchos el abando- nar precipitadamente sus domicilios y refugiarse en calles y pla- zas. En Orihuela (25 km. al WNW. de Torrevieja) lo sintió casi toda la población, y en una casa derribó parte de un tabique y en otra hubo platos rotos. En el Colegio de Santo Domingo, sito en dicha ciudad episcopal, casi todos se despertaron, y algunos colegiales se alarmaron y prorrumpieron en exclama- ciones (V). Comenzó á dejarse oir un ruido sordo, un tanto prolongado, y de repente, sin espacio intermedio, se produjo el temblor que duró tres segundos. Se movieron las camas, oscilaron algunos objetos, crujieron las vigas, y el estrépito que todo esto ocasiona- ra resultó semejante al estremecimiento y al ruido de un muy recio portazo dado en el otro extremo de la casa (amplio edificio que en otro tiempo sirvió de Universidad) ó por un carruaje que con gran precipitación transitase por la calle. Alguno creyó notar la dirección EW. como la del movimiento, sentido débilmente por muy pocos en Murcia (39 km. al W.) [P. Rufino Aranzu- bía, S. J.], aunque no, á lo que parece, en San Jerónimo (41 kiló- metros al W.), según informes recibidos de nuestro hermano de religión el P. Ignacio Puig, S. J., Profesor de Historia Natural del dicho Colegio, á quien debemos tan interesantes datos y los referentes al temblor del 28. Nuestro asiduo favorecedor y distinguido consocio el Profesor del Seminario de Orihuela, D. José Andreu, Presbítero, sintió el terremoto de 31 de Enero como IV F. M. y su dirección EW. ó viceversa. En algunas casas se sintió con más intensidad, pero en ninguna pasó del V. Alguien percibió un ruido parecido al de una sirena (núm. 14, Bol. Cart.) Foco núm. 13. Badalona y Teyá (Barcelona). — Referente á este foco copiamos de la Revista de la Sociedad Astronómica de Espa- ña y América, núm. 31 (Diciembre, 1913), pág. 181, debida á su tan distinguido director fundador D. José Comas Sola: aNota. — Según noticias particulares, el 29 de Octubre, hacia los 16^ 15™, se sintió en Teyá, población próxima á Barcelona, una pequeña detonación que pareció proceder de bajo tierra. Re- visando las hojas sismográficas de la semana anterior (NB. se ha- blaba de un gráfico del iO de Noviembre), se ha encontrado el re- gistro de un temblor ocurrido en la propia región durante la ma- ñana del día 7, á pesar de que el período oscilatorio de los péu- DE HISTORIA NATURAL 223 diulos (Mainka de i35 kg. de masa) es poco apropiado para los movimientos muy próximos. Según noticias, el temblor fué muy perceptible, interrumpiendo el sueño y produciendo sobresaltóse muchos vecinos de Tiaua, Alella y otras poblaciones de esta re- gión, enclavadas en los alrededores de un epicentro relativamente activo y que ha sido ya indicado repetidas veces en estas notas sísmicas. Precedió al movimiento una fuerte detonación. La hora del fenómeno fué 4*» 11", y el movimiento duró en los péndulos 25». Este temblor coincide con la terminación de extraordinarios microsismos registrados la semana anterior.» Foco núm. 35. Tuy"? (Pontevedra). — Los únicos datos que he- mos podido recoger son los siguientes, que traducimos de un re- ■corte del Diario de Sahadell, 28 Octubre, remitido por uno de nuestros más activos favorecedores, D. Francisco Palencia Gil. <íTuy. — En la mañana anterior se sintió en esta población un temblor de tierra de gran duración é intensidad.» Foco núm. 50. Alicante. — El día 10 de Enero, á las 1^ 20", se percibió en dicha capital un ligero temblor acompañado de ruido, durando escasamente tres segundos. Tres ó cuatro minutos más tarde, se percibió otro más ligero y de menor duración. (D itos remitidos por nuestro distinguido consocio y cooperador, el Ca- tedrático del Instituto General y Técnico de Alicante, D. Daniel Jiménez de Gisneros.) Foco núm. 51. Alicún (Almería). — En esta población, situada al pie de la sierra de Gádor y cerca del río de Andarax, se sintió el 13 de Mayo, hacia las 12 X» un débil ruido subterráneo, idén- tico al que produce un tren en marcha al pasar por un túnel, al •que sucedió un pequeño movimiento oscilatorio del terreno, el que pudo durar unos dos ó tres segundos (núm. 63, Bol. Cart.J. El 27 del mismo mes, á las 10'^ 40", volvió á sentirse ruido por unos seis á ocho segundos, esta vez parecido al que produciría un carruaje en marcha, aunque no se sintió temblor. El 2 de Julio, á las 4^ 45", volvió á sentir el mismo observador (D. Julio Sánchez) otro temblor, que duró varios segundos (nii- mero 84, Bol. Cart.J, y á las Q^ 40" del mismo día, hallándose en €l campo, oyó durante unos cuatro ó cinco segundos un ruido sub- terráneo, análogo al que produce un tren al pasar por un túnel, el que se repitió á los pocos minutos más débilmente. El 4 del mismo mes de Julio, á la misma hora ó poco después volvió á sentirse otro temblor (núm. 86, Bol. Cart.J, si bien más 224 boletín de la real sociedad española fuerte y sentido por muchos, el que agitó notablemente las camas* y otros objetos. Estos dos últimos temblores del 2 y 4 de Julio, se han sentido también en Soportújar (Granada), si bien débilmen-^ te, y menos el 2." que el 1.°, según datos enviados por el señor Cura propio de dicha villa, D. Manuel Jiménez López. Foco núm. 52. Motril (Granada). — Según datos comunicados verbalmenle por persona de dicha localidad, el 4 do Septiembre, á eso de las 11 V2. ^6 sintió un terremoto no muy intenso, que corresponde al núm. 125, Bol. Cart. Foco núm. 53. Huesear (Granada). — Este foco ha sido el más importante del año, no solamente por el número de los temblo- res, seguramente más de treinta, sino que también por la violen- cia de algunos. En cambio, á pesar de que su distancia á nuestra Estación Sismológica es sólo de unos 110 km., la máxima ampli- tud registrada en el terremoto más violento (núm. 145, Bol. Cart.), no pasa de 2 '/^ ¡jl, y además sólo hemos podido identificar con toda seguridad otros tres (números 147, 150 y 154), resultando los gráficos insignificantes, aun los obtenidos con el Cartuja ver- tical de 280 kg. de masa, cuyo aumento de 500 veces, hoy de los- más considerables, lo hace muy apropiado para estos sismos cer- canos, lo que está en perfecto acuerdo con lo restringido de su área macrosísmica, como veremos más adelante. Tomaremos los datos principalmente del semanario local El Campesino Andaluz, y también de una carta del señor diputado provincial por el distrito de Baza-Huéscar, D. Juan Antonio Gui- llen, remitida por el señor alcalde de Huesear, D. Pedro López Lefebre, el que también añade algunos datos complementarios de interés, que reproducimos, usando de preferencia las palabras textuales. El período sísmico se inició, á lo que parece, por unos grandes ruidos semejantes á cañonazos oídos en el sitio llamano Sierra de la Eneontrada, á unos 2 km. de la ciudad, durante la noche ante- rior al primer terremoto, el que se sintió el 24 de Noviembre, á las 22 V4, siendo uno de los más intensos, aunque, por fortuna, de escasa duración. Venía acompañado, como los demás, de gran ruido subterráneo, que llegaba á oirse aun antes de que se obser- vara el movimiento. A los lO*" se produjeron otros tres terremo- tos casi seguidos, pero de menos intensidad que el anterior y con pequeño intervalo de los unos á los otros. A las 2 S de la madrugada del 25, tanto los que estaban des- DE HISTORIA NATURAL 285 pierios como los que dormían, experimentaroa un nuevo susto con la repetición de otro fenómeno, también de Tortísima trepida- ción y gran ruido. A las 4 nuevo movimiento, y á las 5 M otro de los buenos, pa- recido al 1.° y 5." Por último, á las 6 }4, con escasa fuerza é inter- valo de uno á otro, vinieron los dos finales de aquel día. La dirección aparente de los ruidos subterráneos y de las tre- pidaciones, por fortuna de corta duración, fué de NE. á SW. Han sido bastantes los tabiques que se hundieron ó cuartearon, y muchas las chimeneas desmoronadas, sin que haya que lamen- tar, empero, ninguna desgracia personal. El pánico fué intenso, pasando muchos lo restante de la nocbe del 24 al 25 en descampado, á pesar de la crudeza del tiempo, y lo que es más curioso é indica lo arraigada que eslá en muchas parles la suposición nada fundada de que se repitan los terremo- tos con igual ó mayor violencia, gran número de personas pasa- ron la noche del 25 al 26 en las calles y plazas más espaciosas, algunos dentro de coches ó carros, y los que no podían procurarse tales conveniencias, parte paseando rápidamente por el frío rei- nante, parle alrededor de grandes hogueras. La alarma resultó infundada ó poco menos, pues sólo se sintió un terremoto bas- tante intenso á las 22^^, y posteriormente otros dos, apenas per- ceptibles, como lo fué el de las 16'^ lO del 27, Oíros temblores, también muy débiles, y que han pasado inadvertidos para los más, se han sentido en los días siguientes hasta el 3 de Diciembre inclusive. Según el Sr. Guillen, se han notado los temblores en una zona de 20 km, de longitud, desde unos 5 al W. de la ciudad de Hues- ear, hasta unos 15 al E. (donde se halla Orce), habiéndose obser- vado algunos de ellos en la villa de Galera, 6 km. al S. Los sitios donde han parecido más fuertes, corresponden al centro de la dicha zona; esto es, á la ciudad de Huesear y á los situados ^1 E. de la misma, y á menos de 5 km. Parece haberse presenta- do en algunos sitios grietas en el suelo. En Huesear ¡os temblores se presentan de tarde en tarde, y nunca se han notado en varias días consecutivos, de algunos •años á esta parte, al menos. Según cartas del director del Campesino Andaluz, D. Dionisio JLiópez, no se sintieron dichos terremotos en Puebla Don Fadrique {23 km. al NNE.), y sólo dos ó tres de los más fuertes en Orce 226 boletín de la real sociedad española (11 km. al SE.) (1). Nada notaron en Gastril ni en Gastilléjar (13 km. al SSW.) Los movimientos se prolongaron más, y fueron más sensibles al pie de la Sierra de la Encantada, donde se oye- ron grandes ruidos, sobre todo en las inmediaciones de los dos abundantes manantiales de agua denominados Fuencaliente y Parpacén, distantes de 2 á 3 km. de Huesear, y situados el uno al E. y el otro al W. de dicha ciudad. Apéndice. Añadiremos como apéndice dos terremotos canarios que han llegado á nuestras noticias. El 19 de Febrero, á las 2 Vj, se sintió en Arucas un temblor de tierra que duró bastantes segundos; despertó á muchos, y pro- dujo gran alarma, así como el estremecimiento general de obje- tos. Fué intenso, sin que le acompañase ruido propio y más per- ceptible en unas casas que en otras, por la variada configuración del subsuelo. El movimiento fué oscilatorio, con marcado avance y retroceso. Este temblor parece haberse sentido en el Centro y Norte.de la isla Gran Ganarla, y en particular en Arucas y en Galdar, donde también produjo alarma. Según el parte oficial remitido por el señor gobernador, el temblor fué de corta duración, y pasó iur advertido para los más. (De la Gaceta de Tenerife y del Diario de Burgos). En la noche del 24 de Junio se sintió en la porción Sur de la Gran Ganarla un terremoto bastante intenso en algunos puntos, en los que causó algún pánico y perjuicios de poca importancia, sobre todo en el ingenio de Agüimes, donde se agrietaron algu^ ñas casas, huyendo despavorido al campo el vecindario. Se ha sentido también en Telde (trepidación muy sensible, agitándose con bastante violencia puertas, ventanas y muebles), en Arucas, Carrizal, Tafira baja, Barranco seco y los Barquitos. Gomo el temblor acaeció muy temprano, la mayor parte del vecindario se dio cuenta de lo que sucedía. (De la Cfaceta de Tenerife y de la Voz de Valencia), (1) Estas distancias, lo mismo que las demás que damos directamente^ están medidas en los excelentes mapas de C. Vogel, que forman parte del Stieler's Hand Atlas. DE HISTORIA NATURAL 227 0 -P tí •f1 (1) P< w tí fl) (O o -p tí (D (O (O o -p o > m 0) 0! o "" a -o a tO >S o = I i 1 ^ i s p i 0 1 o. es .s¿ ¿ O .s¿ a 53 V- ^ c3 o — — t fi O <: cq ÜH o —1 o 03 = . g 1 -§ 1 j<íHmHo >c •3 z o Oh S SS8 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA W CJ Ti Ti Ti P O (O m o o a M O Ti u -p 0) •H o Tf — lO 05 U3 ■r}< o ai 02 o a¡ o lO -^ < o '^ ^- 1—1 ITQ O lO iii >-3 _o O 3 O i-s O >> ^ os kO ^^ t-l .Q O < O M ce o s o tH V o a> b o o" ID a X s Tfl W Oi or H ^ > > > ^ s s E-i O ^^ , _ H ! IIE3jaw [-I8J0J eiBOsa Bi ap sopeJ9 DE HISTORIA NATURAL 229 El Cretáceo medio de Santa Ana y los Ammonites gigantes del término de Alicante POB DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS Al W. de la ciudad de Alicante, y no lejos de la carrelera ge- neral de Madrid, á distancia de unes 10 ó 12 km., existe una par- tida rural denominada de Santa Ana, nombre de una pequeña er- mita situada entre colinas, que limitan por el S. el término de Elche, en el sitio llamado el PortelL de las Salaes. El lugar confina con la formación Infracretácea del Valle de la Alcoraya, y como en esta parte de la provincia los terrenos se dis- ponen regularmente acercándose al Mediterráneo cuanto más mo- dernos, á las capas Neocomienses de la Alcoraya suceden las formaciones Aptenses de Guyón, y á éstas las margas arenosas flojas de Torresella, terminando cerca de Santa Ana, en donde aparece el Genomanense, con una fauna tan abundante y con fó- siles tan notables por su tamaño, que hacen de este punto, recien- temente visitado, uno de los lugares fosilíferos más notables de esta región. En el año pasado de 1913 el farmacéutico de Elche D. Manuel Pomares había recogido algunos Ammonites de tamaño conside- rable, que me enseñó y ofreció en una de mis excursiones; á los Ammonites acompañaban otros fósiles que sirvieron para reco- nocer el piso á que pertenecían. Fué concertada una excursión, que realizamos el 8 de Junio, saliendo de Elche en compañía de los Sres. Pomares, Ibarra y Gosálvez, y los alumnos del Instituto Sres. Garbonell, Montañés é Ibáñez. Atravesamos parte de la extensa mancha cuaternaria que forma el campo, hasta llegar á las colinas que se extienden por el N. de Elche por la par- tida rural de las Vallongas. Toda esta parte es Mioceno, ya descrito muchas veces. En el Portell de las Salaes; presenta una gran inclinación levantándose los estratos hasta formar ángulos de 43* buzando al S. lO^W. Las molasas, calizas bastas, areniscas y margas arcillosas encierran multitud de fósiles marinos, entre los que llaman la atención trozos de madera fósil penetrada por multitud de conchas perforadoras, que me parecieron pertenecen al género Teredo. 230 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Saliendo de los estrechos pasos del camino vecinal se da vista al Valle de la Alcoraya, ocultando el cuaternario la sucesión de terrenos en las primeras cañadas. La ermita de Santa Ana está edificada casi en el límite, eutre el terciario y secundario, y su situación queda fijada con las siguientes marcaciones: Vértice SW. de Sierra Mediana ; . N. 47° 30' E. Alto del Cap ffros de Foncalent N. 78° E. Castillo de Santa Bárbara (Alicante) S. 83" 30' E. En las que no están hechas las correcciones de declinación, ha- biendo elegido estos tres puntos por ser los más cercanos y más fáciles de determinar. Las colinas terciarias forman una cadena del ESE. al WNW., separando las formaciones terciarias del término de Elche de las secundarias de esta parte del campo de Alicante. Al N. de la er- mita de Santa Ana se elevan otras colinas del Cretáceo medio, y de allí es de donde proceden la mayoría de los fósiles que aquí ano- tamos. El Genomanense de este punto está formado principal- mente por calizas fuertes algo verdosas, que corresponden, á mi juicio, al tramo superior del piso. Existen también margas blan- cas ó verdosas, más ó menos alterables, que encierran restos fó- siles, no faltando los depósitos de celestina y de barito-celestina, que forman la característica del Cretáceo medio de esta parte de la provincia (1). El mineral de Santa Ana es más parecido al déla Sierra deis TallSf Busot y otros puntos claramente cenomanen- ses. Hasta el día no ha sido objeto de explotación. La estratificación, muy inclinada hacia el S.35** W., llega en al- gunos puntos hasta 63** de pendiente, por lo que no debe extra- ñarse la dificultad con que se tropieza al querer hacer la estrati- grafía de toda esta región. Lo más interesante son los fósiles debidos al encuentro casual (2) (1) En una de las notas publicadas en el Boletín de Julio de 1910 (Li Celestina de Rebolledo) se mencionó el encuentro de este mineral, forman- do filoncillos de relleno en las grietas de las margas que parecen del Gault. Como este piso y el Genomanense tienen tanta relación, no es ex- traño que el yacimiento de Rebolledo sea también Genomanense. (2) Una niña de pocos años que guardaba un pequeño rebaño de ca- bras, llamándole la atención la figura de los Ammonites, fué recogiendo mucbos fósiles que depositó en su casa, y nos entregó, indicándonos el si- tio preciso de cada encuentro. DE HISTORIA NATURAL 231 de algunos que nos pusierou sobre la pista, no siendo abandona- das las investigaciones por el labrador de aquellas tierras José Sempere y Brolons, al que se debe principalmente la posesión de muchos fósiles. En la excursión efectuada en Junio, aunque no salimos de la pequeña colina Genomanense, encontramos otros muchos, aunque en su mayoría son fragmentos, particularmente los grandes Ammonites. He aquí un avance á la lista de fósiles que forman la fauna de tan notable yacimiento. El primero es una forma de Polipero del género Astrea (?) que, aunque no muy frecuéntelo hemos encontrado en el Genomanen- se del N. de Agost. Discoidea cylindrica Agas. Forma no muy frecuente, pero que es la que mejor caracteriza el piso. Epiaster crassissimus d'Orb (?), ejemplares muy destrozados, por lo que se hace dudosa su clasificación. Micraster... (?) Muchos y muy destrozados. Holasier... Grande ejemplar en mal estado de conservación. Junira quinquecostata Sow., gran ejemplar incompleto, perfec- tamente reconocible, idéntico á los encontrados entre Deniay Já- vea (acompañado de Orbitolinas), en Jijona (ídem id.), en el Vuelo del Águila, en caliza clorítica; en la Sierra del Gid con otros fósi- les Genonanenses, etc. Esta especie y la Discoidea cylindrica son las más características del piso en Alicante, Schlcenhachia... ( Mortoniceras vel Brancoceras), una g'ran es- pecie, provista de quilla muy saliente, costillas muy gruesas, con tres tubérculos, uno junto al ombligo, otro en el centro de los cos- tados y el tercero y más desarrollado, en la proximidad de la re- gión sifonal. Adviértese en esta especie una marcada tendencia á la alteración del desarrollo, ya describiendo las vueltas arcos elíp- ticos, ó lo que es más notable, arrollándose la concha alrededor de un eje, saliéndose del plano, tomando el aspecto de un Titrrilites ó de un Helicoceras. Schlcenhachia... Muy semejante á la anterior, pero de costillas más finas, igualmente tuberculosas, algunas bifurcadas desde el tubérculo del ombligo. Otras formas mejor conservadas presentan costillas bifurcadas desde el ombligo y trifurcadas desde la mitad de los costados. Los individuos llegan á adquirir hasta 30 cm. de diámetro. Ammonites fPachydiscus 9J... Formas gruesas, vueltas redondea- das, algo más altas que anchas, adornadas de costillas sencillas. ii.Vl BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA redondeadas, que sólo se bifurcan ó trifurcan en la región sifonaJ. Entre ellas se presentan algunas más gruesas, indivisas, interca- ladas cada 9 ó 10 de las otras. Concha semievoluta, línea sutural oo conocida. Pachydiscus... (?) Ammonites de gran tamaño, de concha casi •evoluta, de vueltas ovales algo más anchas en la proximidad del ombligo; costados ensanchados, provistos de gruesas costillas es- calonadas, más altas hacia la boca de la concha, descendiendo suavemente hacia atrás, de modo que no quedan más surcos que las depresiones de estos escalones. Desde el ombligo se dirigen hacia adelante, y á un tercio de la concha se inclinan suave- mente hacia atrás, quedando radiantes. Estas costillas ensanchan á medida que se acercan á la región sifonal, en donde alcanzan su máximum de anchura (15 mm. en los trozos que poseemos). Por su aspecto exterior se asemeja á ciertos Nautilus, y dudaría- mos si no hubiésemos encontrado una línea sutural que se parece mucho á la del género Pachydiscus, al cual lo hemos referido. La •concha os de rápido acrecentamiento, y los trozos que poseemos corresponden á un individuo de unos 28 ó 30 cm. de diámetro; mas teniendo en cuenta que estos trozos presentan líneas sutura- les, y calculando la altura de la vuelta de la cámara de habita- ción en unos 18 ó 20 cm., resulta muy cerca de 0,50 m. el diáme- tro de esta concha. Desmoceras... Del grupo planulatus, con costillas muy torcidas y aparentes hacia la región sifonal y fuertes estrangulaciones ó pasadas de crecimiento. Esta especie de ancho ombligo presenta también tendencia á arrollarse alrededor de un eje, saliéndose del plano, formando una hélice. Ejemplares raros y fracturados. Turrilites... Vueltas comprimidas, provistas de costillas torci- das simples, intercaladas por pares entre otras que presentan tres tubérculos cada una, de modo que de cada tres costillas hay dos simples y una con tubérculos. Concha arrollada á la derecha, contrariamente á lo que se observa en la mayoría de las especies de este género. El acrecentamiento de la concha debía ser muy lento, y, por tanto, el cono formado por el arrollamiento de la concha apenas se diferencia de diámetro de una á otra espira, de- biendo ser muy larga la concha completa. El diámetro de la espira es de unos 6 cm. yel paso de la rosca unos 3 cm. Ejemplar único hasta el presente. Heteroceras... (?y Vueltas gruesas, casi cilindricas, que no con- DE HISTORIA NATURAL 233 tactan, quedando libres como en el género Helicoceras, al cual no puedo referir el pequeño trozo- que poseemos, por estar arrollado á la derecha como un Heleroceras, pensando que se trata de la última vuelta que en este género es libre. Aunque muy alteradas, se pueden apreciar en este trozo costillas muy anchas, poco ele- vadas, alternando con otras muy finas apenas aparentes. Unas y otras se desvanecen en la parte interna de las vueltas. Ejemplares raros hasta el presente. Hamites... Costillas simples, redondeadas, tan anchas como los surcos que quedan entre ellas, situadas en planos perpendicula- res al eje de la concha. Acrecentamiento lento. Esta especie re- cuerda al H. rotundus Sow^ del Gault. Escasa. Las especies del género Pachydiscus que más llaman la aten- ción por su enorme tamaño se encuentran fracturadas, no habién- dose encontrado ejemplares completos más que en aquellas que tienen 0,50 ó 0,60 de diámetro. En una de ellas, de vueltas lisas, se advierte que la boca de la concha presenta una dilatación comparable á un pabellón de corneta, aunque esto pudiera ser una de tantas monstruosidades en el crecimiento. En el mes de Agosto se encontró un enorme trozo de 53 kg. de peso, que sólo representará la sexta ó séptima parte del individuo, y que sería, indudablemente, uno de los gigantes del grupo Ammoni- tes. Aunque sólo un trozo, conserva parte de dos vueltas, y pue- den deducirse de ellas aproximadamente las dimensiones de tan enorme fósil. La penúltima vuelta presenta costillas poco notables bifurcadas • hacia la región sifonal, y el Ammonites, al llegar á este punto, debía tener unos 46 ó 50 cm. de diámetro. Las vueltas son, en parte, abrazadoras como en un tercio ó algo más; de modo quesa pueden apreciar en el ombligo todas las vueltas interiores. La úl- tima conservada tiene 0,23 de alta desde la silla sifonal hasta la parte media de la vuelta interior, y su anchura 0,32; en este punto la concha alcanzaría unos 0,96 ra. de diámetro, y añadiendo á esto la altura de la cámara de habitación, aunque sólo se cuente una semivuelta, que he calculado en unos 0,29, por defecto, daría á esta concha un diámetro total de 1,25 m., dimensiones que di- fícilmente podrán superar ni tal vez igualar las especies cono- cidas.- Aunque sólo se conoce un fragmento, expongo aquí los carac- teres que he podido observar por si pudieran convenir á alguna 234 BOLETÍN DE LA BEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de las formas conocidas. Las vueltas, más anchas que altas {0,32 X 0,23) casi cuadradas ó de costados poco encorvados, y aun- que en los Ammonites grandes suelen borrarse las costillas y otros ornamento?, en el que nos ocupa son muy manifiestas, con- tándose en este trozo hasta seis, de las cuales las dos primeras arrancan de un grueso tubérculo situado junto al borde del ombli- go, separándose después y formando cada una otro grueso tu- bérculo junto al borde de la región sifonal, pasando por ésta sin atenuarse sensiblemente y sin solución de continuidad. La ter- cera, parte de un tubérculo como las dos anteriores, pero no se bifurca; formando otro tubérculo junto á la región sifonal y pa- sando por ésta como las anteriores. La cuarta costilla toma su origen de la parte media del costado, elevándose poco á poco hasta alcanzar la misma altura que las anteriores y formar su corres- pondiente tubérculo en el borde de la región sifonal. Las dos cos- tillas restantes son iguales á las dos primeras. Hay, en resumen, en esta especie tres clases de costillas: unas, que saliendo de un tubérculo se bifurcan y pasan al otro costado hasta reunirse en otro tubérculo de la cara opuesta; otras, simples que salen de un tubérculo, y otras, finalmente, que toman su origen en la parte media de los costados partiendo de una ligera elevación. No se han vuelto á encontrar en Santa Ana ejemplares que tengan dimensiones análogas, aunque abundan los ejemplares de 0,50 y 0,60 m.; nuevas excursiones nos permitirán quizá aña- dir algunos otros datos de tan interesante lugar. Aunque el tamaño del indicado Ammonites parezca exagerado, no se olvide que en esta región hemos encontrado con relativa frecuencia especies fósiles que exceden de las dimensiones indi- cadas en las publicaciones del extranjero, acaso porque los mares que bañaban estas costas permitieran el mayor desarrollo de cier- tas especies, como se observa hoy en las especies vivientes de los mares cálidos. Los grandes ejemplares de Nummulites , de casi doble tamaño que los citados en los libros, las de Operculina^ y particularmente los ejemplares de Conoclypus conoideus Goldfs en el Eoceno, así como los Phylloceras del Lias superior fPh. suh- nilssoni Kil) de cerca de medio metro de diámetro, son, entre otros muchos, ejemplos de lo que acabamos de decir, y acaso el yacimiento de Santa Ana nos proporcione nuevas sorpresas. DE HISTORIA NATURAL 235 Notas sobre Carábidos españoles POR CÁNDIüO BOLÍVAR Y PIELTAIN Chlaenius (Trichochlaenius) infantulus Chd. El barón De Ghaudoir, al describir esta especie (1), la dio como del Mediodía de España y alrededores de Tánger, sin precisar más las localidades españolas en que fueron recogidos los ejem- plares típico?; posteriormente á esta cita no se han señalado otras nuevas con exactitud. En una excursión que acabo de hacer por Andalucía he tenido la suerte de encontrar un cf , y el Sr. Gros, que me acompañaba, recogió otro ejemplar 9» en las inmediacio- nes del pueblo de Gasas Viejas, en la provincia de Cádiz, no lejos de los bordes de la Laguna de la Janda, el 7 de Abril de 1914. Estos ejemplares coinciden en todos sus caracteres con los recogi- dos en las cercanías de Tánger por el Sr. Martínez de la Escalera. Deltomerus andalusicus Reitter. Deutsche Entomologische Zeitschrift, Heft. ii, pág. 304 (1896). Esta interesante especie es la única que representa en la fauna española á los verdaderos Deltomerus; no habiendo sido hasta ahora descrita en español, creo de utilidad dar una descripción de ella. Negro, aplanado, antenas largas, llegando hasta la mitad de los élitros, con el primer artejo negro, los restantes rojizos, los dos primeros provistos de largas cerdas, los restantes cubiertos por pubescencia corta, dorada, muy fina. Cabeza más estrecha entre los ojos que el protórax, casi plana, con algunos puntos hundidos posteriormente. Ojos gruesos, sa- lientes. Mandíbulas y palpos de color rojo vivo. Protórax ligeramente más largo que la cabeza sin las mandíbu- las, algo más ancho que largo, fuertemente acorazonado, bordes laterales regularmente redondeados en la parte anterior, con su mayor anchura en el tercio superior, desde aquí hasta cerca de (1) Monographie des Chlémens. (Ann. Mus. Civ. Genova, vol. vill, pág. 232, n° 310, 1876.) 23S boletín de la real sociedad española la base se estrecha fuertemente, siendo antes de llegar á ella los bordes paralelos y formando ángulos posteriores rectos. Línea media completa, muy profundamente marcada, no llegando al mismo borde anterior. Disco no punteado, la parte posterior del protórax punteada y finamente transverso-estriada. Márgenes laterales provistas de seis cerdas, cuatro de ellas colocadas ante- riormente. Élitros ovales oblongados, mucho más anchos que el protórax, ángulos humerales obtuso redondeados, lados débilmente arquea- dos, siéndolo más fuertemente después de su mitad. Estrías pun- teadas; interestrías planas, las 3.*, 5.» y 7.« con puntos fuertes; la 3.' punteada en toda su longitud, la 5.* hasta cerca de su mitad, la 7.* únicamente punteada en el tercio anterior. Patas largas; tarsos rojizos. Anillos abdominales inferiormente con un solo punto pilífero. Long. 9-12,5 mm. Loe. Lanjarón (Reitter, Daniel). He recogido esta especie entre las piedras de los arroyos que bajan del Veleta, en la parte supe- rior del Barranco de San Juan (Sierra Nevada), á 2.400 metros, el 20-VIM913. Trymosternus Ariasi nov. sp. Tipo. Un ejemplaricen col. Museo de Madrid, etiquetado: Car- tagena, 10-XII-190o, G. Schramm. Coloración pardo-rojiza, cabeza y protórax achocolatados. Patas rojizas. Cabeza ovalado-redondeada, entre los ojos más estrecha que el protórax, fuertemente punteada; antenas cortas, llegando á lo sumo á la base de los élitros. Protórax próximamente de la misma longitud que la cabeza, acorazonado, estrechado fuertemente hacia atrás desde su tercio anterior; ángulos anteriores rectos, redondeados. Bordes laterales simplemente aquillados, no comprimidos ni dilatados. Surco me- dio visible, sin llegar á las márgenes anterior y posterior. Élitros oblongos, deprimidos, truncados sinuosamente en el ápice, dejando á descubierto la porción terminal del abdomen. Es- trías fuertemente punteadas; interestrías rugosas, fina y aislada- mente punteadas. Cuerpo recubierto por pubescencia dorada, muy larga y erizada. Long. 5,8 á 7 mm. DE HISTORIA NATURAL 237 Loe. Cartagena. lO-Xn-1905 (G. Schramm). Cartagena (Sánchez Gómez). Agramóu, 23-11-1903 (G. Schramm). Esta nueva especie pertenece al grupo del Trym. onychinus Dej. y minimus Yuillfr., por tener los bordes laterales del protórax simplemente aquillados, no comprimidos ni dilatados; diferen- ciándose fácilmente de ambos por la larga y erizada pubescencia que recubre al cuerpo. La dedico con mucho gusto al sabio ento- mólogo D. José Arias, que tanto está contribuyendo al conoci- miento de nuestra fauna dipterológica. «Asida (Alphasida) Merceti» nov. sp. (Col. Tenehrionidae) POR CÁNDmO BOLÍVAR Y PIELTAIN Asida (Alphasida) Merceti nov. sp. Tipo: U!i cf en Cdl. Museo de Madrid. Long.: cT, 16 mm.; 9» 18 mm. Loe. La Encina (Albacete), 29 Marzo 1914, R. García Mercet. Especie alargada y esbelta, fuertemente estrangulada en los luí meros. Protórax muy convexo, con las márgenes estrechas y poco elevadas, recubierto por pubescencia aterciopelada, que for- ma dos manchas no muy distintas; disco densamente punteado, haciéndose en parte confluente la puntuación, mientras que en las márgenes los puntos son más fuertes y están más aislados. Élitros con dos costillas gruesas y fuertes, careciendo de costi- lla suplementaria externa. Espacios intercostales primero y segun- do cubiertos por pubescencia negrc-iterciopelada; en el tercer espacio existe únicamente una estrechísima lista de pubescencia aterciopelada aproximada á la segunda costilla. Margen lateral mate, presentando pequeños granulos aislados; epipleuras negras, no brillantes, finísimamente rugosas. Pertenece al grupo de las Alph. Clementei P. A., Oberthuri Esc, rufopubescens Esc. y Becerrae Esc., semejándose más á las dos primeras y formando el tránsito entre ellas. Tiene, como la Clementei, únicamente dos costillas elitrales, Si bien en vez de ser finas como en dicha especie, son gruesas y fuertes; además, la pubescencia aterciopelada de los élitros tiene marcada tendencia Tomo xiv.-Abril, 1914. 16 238 boletín de L,\ REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA á desaparecer, fallando casi completamente en el tercer espacio intercostal. Por su aspecto parece más bien una A. Oherthuri en Ja cual hubiese desaparecido completamente la tercera costilla elitral, y en cambio presenta pubescencia aterciopelada sobre par- te de los élitros; además, en la Oberthuri los artejos tercero y cuarto de las antenas son delgados, siendo aquél casi doble de largo que éste, mientras que en esta especie los artejos tercero y cuarto son más gruesos, y únicamente un poco más largo el tercero que el cuarto. El hallazg-o de esta especie modifica bastante el área geográfica que el Sr. Martínez de la Escalera (1) había señalado para las especies do este subgénero, pues aparte de la luctuosa Boisd. y ar- genteolimhata Esc, que habitan la parte Sur de España, todas las demás especies conocidas estaban comprendidas en, una zona aproximadamente de un grado de latitud geográfica, limitada al Norte por el paralelo 37° 40' en Lorca y Galera, y al Sur por el 36°40' en Málaga y Jerez. Esta especie se aleja muchísimo de la zona indicada, y aparece en la provincia de Albacete hacia los SS^óO'; es decir, á más de un grado de latitud geográfica que el límite Norte marcado por el Sr. Escalera. He visto cinco ejemplares c^cT Y ^^'^'^ 9 ^^ ^^ta especie, recogi- dos todos ellos por D. Ricardo García Mercet, mi sabio amigo, que me ha permitido describirla y á quien tengo verdadera satis- facción en dedicarl^i. Sur quelques champignons peu connus ou nouveaux de la flor^' espagnole PAR M. R. GONZÁLEZ FRAGOSO Puccinia Centaureae (Mart.) DC. form. Centaureae pullatae Gz. Frag. nov. Si)ris amphigenis, plerumque hypophyllis, maculis nuUis, vel obsoletis insidentibus, sparsis, plerumque non confluentibus, vel numerosis in greges magnis irregularibuí>; vel orbicularibus orde- natisve dispositis; uredosporiferis ferrugineis, teleutosporiferis can- il) M. Escalera, Bol. Soc. Esp. Hist. Nat., tomo v, pás. 399 (19U5). DE HISTORIA NATURAL 239 formibus atrohrunneif; uredosporis glohosis, suhgiohosis vel ellip- soideis, obscuris, 20-2GX 16-22 [X, membrana crassiuscula, tenui- ter verrucidosa praeditis; teleulosporis oblongis vel ellipsoideis^ 24-36 X 16-24 jx, levibus, episporio egaliter incrnssato (.'{-4 a), fu- ligeneo-castaneo: pedicello hyalino, breve, pershtente. — In foliis Gentaureae pullatae; prope Hispalis. Puccinia Canariensis Sydcw. Sur le Thrincia tuberosa; dans les environs de SévilJe, a «Los Meri nales». Espéce üécrite dans la flore des lies Ganarles par MM. P. et H. Sydow, sur Thrincia nudicaulis. Jamáis Irouvée dans l^Eu- rope, el pour la premiere fois menlionnée conune parasitant le Thrincia tuberosa. Puccinia Rumicis-scutati (DC.) Winter. Sur le Rumex scutatus; abondant dans les environs de Pe Iroso de la Sierra (Séville). Espece nouvelle pour la flore espagnole; menlionnée dans la flore de Portugal par P. et H. Sydow. Uromyces renovatus Sydow (== Uromyces Lupini Sacc. p. p.). Sur le Lupinus albus\ Pedroso de la Sierra (Séville). Espéce nouvelle pour la flore espagnole; menlionnée dans la flore lusitanique par Thümen et D'Almeida (sous Uromyces Lu- pini, Sacc). Phragmidiuin Fragariastri (DG.) Schrceter. Sur le Potentilla Nevadensis; Barrranco de San Juau, Sierra Nevada (Grenade), récollé par le Prof. M. Bellrán. Le Phragmidium Fragariastri n'a jamáis été menlionné para- sitant le Potentilla Nevadensis. (Ecidium Montagnei Gz. Frag. nov. nom. Syn.: CE. Compositarum. Var. Bellidis DR.el Moni., Explom- tion scient. de VAlgérie, 1849, p. 308 (non CE. Cvwposilarurn. Vnr. Bellidis West., nec CEcidium Bellidis Thiim,). Pycnidiis inter oecidia sparsis, rufescentibus; oecidiis numero- sis, in maculis pallidis insidentibus, flavido aurantiacis, cupulato- cylindraceis, in greges laxe dispositis, ordenatisve, margine, fia- 240 ROLKTÍM DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA vido-laceratis , pterumque hypophyllis; cellulis pseudo-peridii rhomhoideis vel trapezoideis, usque 40 X 18 ¡j., hyalinis, túnica exlus verruculosa, usque 9 ¡j., inius 2-5 ja, crassa praedilis; oeci- diosporis glohosis^ subglohosis, interdum complanatis^ tenuiter (1-1, 5 [Jl) tunicntis, sublilissime verruculosis, contexlu granuloso aurantiaco farctis, 16 -20 ¡x diam. — In foliis Bellidis sylvestris; in loco dicto Fuente del Fresno, Valvidrera (Barcelona), ubi collegit Prof. Caballero. Cet CEcidium qne Durieu avait recueilli en Algérie n'avait pas encoré élé trouvé en Europe. II diíTére probablemenl de VCEci- dium Bellidis de Thümen dont les relalions avecle Puccinia obs- cura, Schroel, qui vit sur les Luzula, ont éíé bien élablies par Plowright. II est hon de rappeler qu'il existe égalementsur le Bellis sylves- tris un Uredo^ VU. Bellidis DR. et Mont., trouvé une seule fois par Durieu en Algérie et quine semble pas avoirétérevu depuis. Montagne, en pariaut de cette Urédinée avait dit «a?i potius Uro- myces». Mais Texamen des types conserven dans l'herbier de Mon- tagne ne laissenlaucun douteá cesujet et il s'agit bien d'un Uredo. L'CEcidium Montagnei a-til des rapports avec V Uredo'?, c'esl ce qu'il est impossible de diré actuellement, d'autant plus que VCEcidiurn et V Uredo quoique recueillis lous deux en Algérie ne i'ont pas élé dans la meme región mais dans deux localités fort éloignées Tune de l'autrc. Quoiqu'il en soit, je crois que provisoiremeut tout au moins, 11 est bou de le conserver distinct, tant que les relationsn'en seront pas connues, VCEcidiurn Mo7^tagnei du Bellis sylvestris. Phy.losticta Umbilici Brunaud. Sur feuilles séches ou languissantes á'Umbilicus penduli7ius associé avec le Puccinéa Umbilici Gnép.; environs d'Alcolea del Río el de Pedroso de la Sierra (Séville). Es{iéce nouvelle pour la flore espagnole; mentiounée dans la flore de Portugal par le Prof. P. A. Saccardo. Phyllosticta Aloes Kalch. Sur feuilles Feches á' Aloes purpurascens, cultivé dans les Jar-^ dins publics de Séville. Espéce décrite sur Aloes latifolia, dans la flore de l'Afrique. Les sporules de 4-5 ¡j. de long., sont obscurément 2 gouttelées. DE HISTOHIA NATUHAL 241 Dendrophoma hispalensis Gz. Frag. sp. nov, Pycnidiis epidermide tectis, plerumque Injpophyllis, maculis nullis vel ohsoletis, numerosis, sparsis vel gregariis, glohoso-de- pressis, ^"Vs nim. diam.; sporidis rectis vel snh allantoideis, hyalmis, 3,5-4 X 0,7-1 ¡x; sporophoris fasciculalis, ramosis vel snh-verticillatis, 10-15 X 0,5-07 a. — In foliis deciduis Eiicalypli globuli, prope Hispalis, in horto dicto Santa Elena. — Cum Den- drophoma australasica Speg., non cornparandum. — Sócia cum Physalospora latitans Sacc. Le Dendrophoma hispalensis dilfere beaucoup par la forme et Tes dimensions des sporules du Dendrophoma australasica, niais ses sporules ressembient a celles da Phoma eucalypiica (Tliüm.). Sacc, dislinct du reste par les caracteres génériques. Phoma oblongata Briard et Hariol. Sur tiges et rameaux secs de Lonicera Caprifoltum, cultivé dans les jardins; Séville. Espece nouvelle pour la flore ibéiriue. Phoma striiformis DR. etMont. Sur tiges et pétioles secs de Ricinus communis, cultivó dans les jardins publics de Séville. DifFérant assez du Phoma macropyrena, Tljüm, menliouné aussi, sur le nióme Ricinus, k Séville. Le Phoma striiformis, DR. et Mont, espece nouvelle pour la flore espagnole, est mentionné dans la flore de Portugal par Thü- men, Bresadola, Traverso et C. Spessa. Phoma cupulicola Gz. Frag. sp. nov. Pycnidiis superficialibus, sparsis, minutis, globosis, aíris, sub- coriaceis, ostiolo prominulo pertuso; sporulis oblongis, utrinque sub-acutis, hyalinis, continuis , 3,5 — 4 X ^/j — 1 p-; sporophoris subnullis. — In cupulis siccis dejectisque fructibus Quercus Sube* ris. — A ceteris Phoma? in Quercus satis diversa. Phoma glandicola (Desm.) Lev, Sur glands secs de Quercus Súber; environs de Pedroso de la Sierra (Séville). Espece nouvelle pour la flore espagnole; mentionnée dans la 2J2 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA fl )re de Portugal parThüineu (sous Sporonema glandicola, Desm.) et p.ir D'Almeida. Phomopsis pheenicicol i Trav. el Sp. Sui" pétioles secs de Chammrops exceUa, cultivé dans les jar- dins de Séville. Kspcce décrite dans la flore de Portugal, sur Phcenix dactyli' fera par le Prof. Traverso et le Dr, G. Spessa; iiouvelle pour la flore espagiiole. Diplodia Teiicrii Gz. Frag. sp. nov. Pijcnidiis numerosis, sparsis, aut longitudinaliter serialim dis- positis, primum tectis, dein rimi ligni decorticati erupentibus, ate- rrimis, ostiolis pertusis, glohoso-depressis, 160-250 u. diam.; spondis ovato-oblongis \-septatis, leniter constrictis, loculis cequalis vel suh incequalibus, fuligiyieis^ rariis guttulatis; initio brevi stipitatis, continiiis, sub hyalinis, 18 — 20x9 — lOpi. — In caulibus siccis Teucrii frulicautis; prope Pedroso de la Sierra (Hispalis). Espoce bien caractérisée au point de vue morphologique et bio- logique. Rhabdospora Convolviüi Gz. Fi-ag. sp. nov. Pycnidiis numerosis, subcuticularis, erupentibus, maculis nu- llis, sub-coriaceis, atris, oblongatis, 60 — 120 X 30 — 65 [x, ostiolo pertuso; sporulis fusoideis, hyalinis, 1 — ^3 — scptatis (vel verosi- militer semper obsoletis 3 — septatis) 16 — 20 X 1,5 — 2 [jl; sporo- phoris brevis, filiformibus. — In caulibus ramulisque siccis Gonvol- vuli arvensis et Gonvolvuli allhíeoides; prope Hispalis. Espece diñ"éranl beaucoup des plus voisines áQ& Rhabdospora. Physalospora latinans Saco. Sur feuilles feches á' Eucalyptus globulus, cultivé dans les jar- dins de Séville. Quelquefois associé avec le Dendrophoma hispa- lensis Gz. Frag. Espece décrite dans la flore de Portugal par le Prof. S. A. Saccardo; nouvelle pour la flore espaguole. Anthostoinella Smihcis II. Fab. Sur sarmeuts secs de Smilax áspero; environs de Pedroso de la Sierra (Séville). DE HISTORIA NATURAL 243 Espéce nouvelle poiir la fljre ibérique, déscrite, dans sou «Essai sur les Sphériacées du dép. de Vauclase», par rilhistre mycologue et entomologisle J. H. Fabre, et retrouvée dans la flore italienne (I). Les asques sont cyliudriques (jusqu'a líOx 14 ¡ji) accompagnés de paraphyses nombreuses, filiformes. Les ascos[)ores poiir la plupart avec deux goutleleltes quelqiiefois plus (3-5); diineu- sions, 15-18x7-10 [x. Teischospora igaavis (De Not.) Karst. Sur tiges et rameaux secs de Lonicera Caprifolium; cultivé dans les jardins de Séville. Espéce nouvelle pour la flore ibérique. Qaelquefois associée avec le Phoma ohlongata Bi'iard et Hariot. Gibberella Trichostomi Roll. Sur feuilles du Trichostomum nilidum; Monserrat (Barcelone); récolté par le Dr. Casares. Espece nouvelle pour la flore ibérique, décrite sur Trichosto- mum nitidum; trouvée dans les íles de Lérins (Alpes-Maritimes) par son auteur le regretté mycologue M. L. Rolland. Ovulariopsis erysiphoides Pat. et Har. Sur feuilles de CJienopodium ambrosioides; Segorbe (Castellón); récolté par le savant bolaniste M. C. Pau. Espéce nouvelle pour la flore ibérique, jamáis mentionuée sur Chenopodium amhrosioides, est le type du gen re Ovulariopsis, for- mé par MM. Patouillard et Hariot, et facies conidien, selon Salmón, du genre Phylactinia. Coniosporium rhizophilura (Preuss.) Sacc. Sur rizómes de Cynodon Dactylon; environs de Séville. Espéce nouvelle pour la flore ibérique. Je me fais un plaisir d'adresser ici ma profonde reconnaissance a M. Paul Hariot, qui a bien voulu me guider dans les cas difflci- les, ainsi qu'á MM. Pau, Caballero, Bíltránet Casares, qui m'ont souvent aidé á déterminer les plantes parasitées, ou m'ont com- muniqué des échantillons pour leur examen. (1) Traverso (G. B ).— Pyrenomycetae, de la Fl. it. crypt.— Paga. 477 y 478. 244 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Sobre la identidad de algunos compuestos cianhídricos de la hemo- globina (cianahemoglobina, cianametahemoglobina y fotometa hemoglobina).— Investigaciones de espectroscopia hemática, POR LORENZO TORREMOCHA Cianametahemoglobina. — Obtención de su espectro. Estudiando los espectros déla oxihemoglobina y sus derivados, quisimos obtener el de la metahemoglobina, siguiéndola técnica indicada ¡tord profesor Slirliug en su OiilHnes of Practical Phy- siology. Equivocadamente preparamos una solución de ferrocia- nuro potásico en lugar de una de ferricianuro, y observamos cou sorpresa que, adicionando á la dilución sanguínea unas gotas de la solución ferrociánica preparada y calentando el tubo, no apare- cía el espectro de la metahemoglobina, sino que empezaban á es- fumarse las bandas de absorción de la oxihemoglobina, siendo al cabo sustituidas por una sola, que comprobamos correspondía al compuesto hemoglobínico designado por Kobert con el nombre de metahemoglobina cianhídrica. Comprobamos también nuestra equivocada sustitución de la sal férrica por la ferrosa, y atribu- yendo al empleo de esta última sal, el haber obtenido el espectro de la cianametahemoglobina, intentamos ratificar nuestro su- puesto. Dos procedimientos hemos seguido para obtener el espectro de este cuerpo: uno, mediante la acción del calor directo, ó mejor en baño maría, adicionando previamente á la dilución sanguínea unas goias de ferrocianuro; otro procedimiento es sometiendo la solución sanguínea á la acción de la luz solar, previa adición tam- bién del ferrocianuro. El ferrocianuro potásico es purísimo, pro análisis de la casa Merk, y empleamos una disolución al 10 por 100. La sangre es de carnero, desfibrinada. Acostumbramos á pre- parar una solución madre al 1 por 5 ó por 10, en agua destilada, que produce, como es sabido, instantánea hemolisis; filtramos, y con esta solución hacemos otra, en la que resulta la sangre di- DE HISTORIA NATURAL 245 luida al 1 por 50. En esta concentración la hemos utilizaJo siempre. Para contener la dilución sanguínea hemos usado unos tubitos que manda Zeiss, de 15 mm. de diámetro y de 7 cm^ de capaci- dad. No hay que decir qne se pueden hacer de tubos de ensayo; hemos querido indicar el espesor de la masa de dilución sanguí- nea atravesada por el rayo luminoso, y el volumen de esa dilu- ción al que agregamos determinado número de gotas de la solu- ción ferrociánica. Primer procedimiento. — Á un tubo conteniendo la dilución san- guínea se le agregan 5 gotas de la solución de ferrocianuro y se lleva al baño maría. Este no tendrá menos de 40° ni más de 70°-, siendo la temperatura mejor 60-65°; á los 70° se enturbia algunas veces la sangre, y sobre todo rebasando esa temperatura. Á menos de 40° es muy lenta la transformación. Directamente puede calentarse el tubo á la llama de un mechero Bunsen ó de una lámpara de alcohol. Habiendo tenido uno ó dos minutos el tubo en el baño, se ob- serva el espectro; y si no hubiera modificación, se calienta nueva- mente, y si tampoco se modificara, se agregan otras 5 gotas, y se somete otra vez al calor. De este modo se llega á obtener, al cabo de doce á quince minu- tos, la transformación del espectro de la oxihemoglobina en el de la cianametahemoglobina, si bien conviene advertir que la trans- formación completa requiere, generalmente, algún tiempo más. Segundo procedimiento. — Un tubo preparado con la dilución sanguínea al 1 por 50, y adicionadas 5 gotas de la solución de ferrociamuro, se coloca directamente á la luz solar. De tiempo en tiempo se observa el espectro y se sorprende la gradual desaparición de las bandas de la oxihemoglobina y la for- mación del espectro de la cianametahemoglobina. Con la sangre fresca se obtiene más fácilmente que con la san- gre podrida, en que se comprueba la cuarta banda de la metahe- moglobina neutra. Expuesto el tubo al sol, tarda una hora próximamente en ser completa la transformación. En una de nuestras observaciones, la temperatura osciló de 32" á 34*^ lú sol (1.° de Abril en Sevilla), estando algo velado el sol. No es preciso que actúe directamente la luz solar sobre la san- gre, pues á la sombra tiene lugar la transformación, siempre que 246 nOLKTTN DK l.A REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA el lubo esté colocado en el exterior de las habitaciones. En el inte- rior del laboratorio, sobre una mesa, la sangre se transforma muy lentamente, ó no lo hace del todo. Si colocamos los tubos en el inteiior de un estante, al abrigo de la luz, no tiene lugar la transformación ni transcurridos tres ó cuatro días. Estos mismos tubos, puestos después á la luz solar, se transforma en ellos uno en otro cuerpo. Creemos que la transformación es más rápida con la luminosi- dad de la mañana que por la tarde. La banda característica del espectro que hemos obtenido parece encuadrada entre la raya D y la b, pero el espacio entre la raya E 450 y la b es menos obscuro, y á la derecha de h se esfuma insens:"- blemente. Por el lado izquierdo, hacia el rojo, la banda tiene el mismo matiz obscuro y poco más ó menos uniforme, hasta la 0,560 ó 0,565 longitud de onda, y á partir de este punto decrece su obscuridad y se atenúa con el amarillo, pero aún continúa desvaneciéndose hasta rebasar la división 600. Desde la 463-465 hacia el violado, está absorbido el espectro por otra banda negra, la cual se extiende muy tenue hasta la 480. Publicaciones que ha recibido la F^eal Sociedad Española de í4istoria fJatural durante los meses de Febrero (con- tinuación) g fñOiTzo de 1914. (La liste suivante servirá d' acensé de réception.) Italia La Nuova Notarisia, Modena. Gennaio 1914. Rivista coleotti rologica italiana, Camerino. Anno xii, n° J. Rivista italiana di Ornitología, Bologna. Anno ii, n° 4. DE HISTOlilA NATURAL 247 Rivista técnica e coloniale di Scienze applicate, Napoli. Anno iii, nos 11-12; ly, n" 1. Societá italiana di Scienze naturali in Milano. Atti. Vol. ui, fase. 2-3. Monaco Institut océauographique, Monaco. Bulletin. Nos 279-28.3. República Argentina Sociedad científica argentina, Buenos Aires. Anales. Tomo lxxvi, entr. iv-v. Suiza Naturforschende Gesellschaft in Basel. Verhandlungen. Band xxiv. Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lausanne. Bulletin. Vol. xmx, n» 181. Campo (Ángel del). — Eptudio espectrográñco de las blendas españolas. (Anal. Soc. Esp. de Física y Química, 1914.) Campo (Ángel del) y García Rodeja (Vicente). — Espectrografía oceanó- grafica. (Anal. Soc. Esp. de Física y Química, 1914 ) Casanova (José M. de).— La explotación de la riqueza de los avestruces en España. Madrid, 191.1. DoGNiN (Panl). — Hétérocéres nouveaux de l'Amérique du Sud. Fascicu- le VII, 1914. Hidalgo (J. G.) — Obras malacológicas. Entrega 10. (Mein, de la R. Acad. de Ciencias, 1913.) PicciOLi (L.) — L' effecto della stazione del taglio. Della cercinatura e della scorzatura in piedi sulle proprietá tecniche dei legnami. (Italia Agríco- la, 1913.) Schülthess-Rechberg (A. v.) —Belenogaster utratus nov. spec. (Societ . Entomol., Jahrg. xxvii.) — Belenogaster Tessmanni nov. spec. (Societ. Entomol., Jahrg. xxv). — Hymenopteren aus Tripolis und Barka (exkl. Formicidpe). (Zoolog. Jahrbüch., 1909.) — Neue athiopische Eumeniden. (Societ. Entomol., Jahrg. xxviit.) — Paropolyhia Saussure, Vespidae sociales. (Mitteil. Schweiz. Entom. Ges3llsch., Bd. xii.) — Systematische Uebersicht der athiopischen Eumenesarten (Hymenop- tera, Vespidte) und vorlausige Beschreibung eiuiger neuer Arten und Varietíiten. (Societ. Entomol., Jahrg. xxv.) — iJber einige neue und weniger bekanute Eumeniden. (Deutsch. Ent. Zeitschr., 1910.) — Vespiden aus dem Stockholmer Museum. (Ark. for Zool., 1913.) ^4S boletín de la real sociedad española Schdi.thkss-Recbberg (A. v.)— Wissenschaftliche Ergebnisse der Deut- schen Zentral-Afrika-Expedition 1907-1908 unter Führung Adolf Friedrichs, Herzog zti Mecklenbnrg: Vespidse. — Zoologische Ergebnisse der Expedition des Herrn G. Tessmann nach Süd-Kamerun und Spanisch-Gninea: Vespidse. (Mitteil. Zoolog. Mu- seum in Berlin, 1P13.) Universidad Literaria de Valencia, Jardín Botánico.— Semillas recolecta- das durante el año 1913. Valencia, 1914, IVIes de ]\íarzo Alemania Deutsche Entomologische Museum. Berlin-Dahlem. Entornólo gische Mitteilungen. Bd. iii, n** 3. Entomologische Litteratnrblatter, Berlin. 1914, n° 3. Internationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau. 31 Jahrg., nos 5-6. Insektertborse. 31 Jahrg., nos 10-13. Societas Entomológica, xxix Jahrg., n° 6. NaturseNovitates, Berlin. 1914, no« 1-3. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xliii, nos 12-13. BÉLGICA Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bulletin. xx.s.v" année, n" 2. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Aúnales. Tome Lvm, 2. Brasil Sociedade scientifica de Sao Paulo. Revista. Vol. vii, Novembro. Costa Rica Ministerio de Fomento, San José. Boletín de Fomento. Año ni, n.° 12. España Broteria, Tuy. Vol. xii, fase. 2. Ingeniería, Madrid. Ñ.os 319-321. Institució catalana d' Historia natural, Barcelona. Butlletí. Any lo, nos 4-9. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Año xxxviii, n.° ti46. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Roquetas. Boletín mensual. Vol. iv, n.° 6. Peñalara, Madrid, Año 11, n." 6. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Memorias. Vol. x, n.os 24-30. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xiii, n.° 2. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Año x, n." 1 10. (Continuara ) Sesión del 6 de Mayo de 1914. PRESIDENCIA DEL, ILMO. SR. D. JOSÉ MADRID MORENO El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos los señores presentados en la sesión anterior, y propuesto para socio nume- rario D, Augusto Gil Llelget, y para socio agregado D. Rafael Fernández Aguilar, estudiante, que presentan, respectivamente, los Sres. E. Maynar y Fernández Navarro. Asuntos varios. — El Secretario participa que en el acta de la Sección de Valencia, correspondiente al mes de Abril, figura el acuerdo de solicitar de la Junta directiva déla Sociedad, Li devo- lución del Catálogo de nombres vulgares de peces de agua dulce presentado y redactado por el Sr. Arévalo. Este trabajo no ha sido devuslto todavía, á causa de un acuerdo tomado por la Sociedad en la sesión de Marzo, en la que se dispuso pasara dicha Memo- ria á la Comisión de Catálogos, para que ésta tomara de él los nombres que no figurasen ya catalogados. — El Presidente, en vista del deseo expresado por la Sección de Valencia, propuso, y así se acordó, se devuelva á la misma el trabajo del Sr. Arévalo. — El Secretario, en nombre de la Junta directiva, presentó el libro que con el título de Yehala y el bnjo Lucus acaba de publi- carse como primer resultado de la exploración científica que efec- tuaron en el NW. de Marruecos de Abril á Junio de 1913, envia- dos por la Comisión del Noroeste de África, los Sres. Fernández Navarro, Danlin, Bernaldo de Quirós, Cabrera y Escalera. — El Sr. Bernaldo de Quirós pidióla palabra para justificar, en nombre propio y en el de sus compañeros de excursión, el título del libro, acerca del cual habían tenido que sostener algunas dis- cusiones. Dijo que los comisionados, al emprender su viaje, lo hicieron creyendo que iban á visitar una parte del Garb, sin que tuvieran un criterio cerrado sobre lo que significaba, en sentido regional Tomo xiv.— Mayo, 1914. 17 250 boletín de la HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA geográfico, la palabra Yebala. Pero que durante su excursión, consultando sobre todo con los indígenas del país recorrido, y asimismo con los europeos que más motivo tenían para conocer el verdadero alcance de los términos geográficos, adquirieron el firme convencimiento de que con la palabra Yebala designan los moros la región montañosa de la península NW. de Marruecos, que avanza hacia el Estrecho de Gibraltar, y que el Garb, fal como unánimemente lo entienden los naturales del país, empieza al Sur de nuestra zona de protectorado, no perteneciendo á él en modo alguno ni Larache, ni Alcazarquivir, ni las llanuras del bajo Lucus, comprendidas entre ambas poblaciones. Esta es la opinión de los moros, lo mismo de los más letrados que de los campesinos; es la de todos nuestros agentes diplomáti- cos, la de todos los europeos á quienes una larga residencia en el país puede dar autoridad en esta materia; es la opinión de los franceses que, como Gentil, más han estudiado Marruecos; es, por último, la opinión de los ilustrados jefes y oficiales que for- man nuestra Comisión de límites. Así se confirma, por último, en las cartas que á requerimientos de la Comisión la han escrito los moros más versados en la geogra- fía é historia del país, cartas que el Sr. Quirós mostró á los socios. — Los Sres. Cabrera y Fernández Navarro agregaron algunos argumentos en confirmación de lo dicho por el Sr. Quirós, y el primero indicó la conveniencia de hacer constar esta opinión do- cumentada en los Centros oficiales, ya que será imposible enten- derse con los naturales del país si designamos á los diversos terri- torios con otros nombres que los que ellos emplean. — El Sr. Yiñals manifestó que la Real Sociedad Geográfica había tratado el mismo asunto en una de sus sesiones, llegando á conclusiones distintas. Indicó con este motivo el Sr. Yiñals, si sería oportuno enterarse del informe de la Sociedad Geográfica.^ para ver si era posible que procedieran en este asunto de acuerdo ambas Corporaciones. — Después de una lig-era discusión, y como se estimara que el acuerdo entre opiniones tan opuestas era imposible, se acordó atenerse al dictamen tan documentado de nuestra Comisión, y que el Sr. Quirós presentara en la sesión próxima una nota detallada acerca de este asunto, con el texto íntegro de las cartas que había mostrado. DE HISTOHIA NATURAL 251 Comunicaciones.— El Sr. De Buen (D. Odón), lee las siguientes notas: Instituto español de Oceanografía. — Me comphizco en comuni- car á la Sociedad, que se ha creado este Instituto por Real decreto de 18 del tnes pasado, honrándoseme con la dirección. Y cumplo con un deber ofreciéndome á mis consocios en este cargo. La nueva institución científica responde á un movimiento ge- neral de los países cultos hacia el estudio de los Océanos, como base de la explotación de sus riquezas. Es á la vez importante su misión para la Ciencia pura y para sus aplicacionesec económicas. En España es, además, una necesidad emprender activas campañas para la exploración científica de nuestras extensas costas, finali- dad que el Instituto se propone. Este abre nuevos horizontes á la carrera de Ciencias, unifica y disciplina, ampliando su esfera de acción, los laboratorios costeros convertidos en verdaderos obser- vatorios de permanente trabajo, sin abandonar los propósitos para que fueron creados ni menos su labor docente, y permite es- perar que los estudios pacientes y concienzudos de los naturalis- tas adquieran en España un influjo social y económico bien me- recido. Aunque el Instituto no funcionará hasta el año próximo en toda su amplitud, este verano organiza una pequeña campaña por el Mediterráneo, con el apoyo del ministerio de Marina, que le presta el cañonero Núñez de Balboa, dotado de los medios conve- nientes para las observaciones oceanógraficas, y con el concurso de presiigiosos oficiales. Comisión internacional para la exploración científica del Medi- terráneo.— Es también noticia de extraordinario interés científico, la reunión en Roma, hace tres meses, de una conferencia inter- nacional, á la que concurrieron delegados de todos los países mC' diterráneos, con el fin de ponerse de acuerdo para emprender la exploración científica de nuestro mar interior, con un plan común y usando los mismos medios é iguales procedimientos. En la conferencia de Roma se deliberó detenidamente por pres- tigiosos hidrólogos y biólogos de lodos los países, se trazó el plan <;on grandes detalles y se acordó someterlo á los respectivos go- biernos, sancionándolo la representación diplomática y científica de los Estados mediterráneos, en la conferencia definitiva que ha áe reunirse en Madrid dentro de un año. Para comenzar los trabajos, preparar la conferencia de Madrid, 252 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA servir de lazo de unión y de foco de iniciativas, se acordó en Roma el establecimiento de una oficina internacional ipermanente, bajo la presidencia del Príncipe de Monaco, que tenga su residencia en el Principado. A esta oficina han de dirigirse todos los datos, todas las obser- vaciones que hidrólogos y biólogos crean oportunas. Alli se re- unirán igualmente las estadísticas de pesca, de emigraciones de los animales marinos, etc. Lo oficina central ha quedado constituida en esta forma: Presidente: S. A. S. el Príncipe de Monaco. — Secretario gene- ral: Dr. Julio Richard, director del Museo Oceanógrafico de Mo- naco.— Secretarios: Profesor A. Berget, del Instituto Oceanógra- fico de París; profesor Decio Vinciguerra, de Roma; profesor Ra- fael de Buen, de Cádiz. — Vocales: Profesor Brückner, de Viena; profesor Loczy de Locz, de Budapest; profesor OJón de Buen, de Madrid; profesor Luis Joubin, de París; profesor De Marchi, de Padua. — El Secretario presenta un trabajo remitido por D. Daniel Ji- ménez deCisneros, titulado «Noticia acerca de algunos individuos anormales de Asterina encontrados en el puerto de Cartagena». — El mismo, al leer el acta de la Sección de Zaragoza, hace notar la solicitud que ésta dirige á la directiva de la Sociedad, para que apoye y gestione en el ministerio de Instrucción pública la con- signación en presupuestos de una cantidad destinada al sosteni- miento de un laboratorio de investigaciones biológicas, anexo á la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. Se acuerda apoyar las gestiones iniciadas ya sobre este asunto por los mis- mos catedráticos de dicha Univeroidad. — El Sr. Fernández Navarro participó á la Sociedad la muerte del gran orogenista vienes Edward Suess. La obra bien conocida de este sabio naturalista. Das Auhliiz der Erde, marca una época en la historia de la Geología, y será siempre un libro clásico y de consulta. En él se inspiran más ó menos desde hace un cuarto de siglo todos los trabajos orogénicos, y gracias á esta hermosa sín- tesis de la historia del planeta, la ciencia geológica ha encontrado nuevos y amplios horizontes. Los señores socios se enteraron con gran sentimiento de tan do- lorosa pérdida, y acordaron por unanimidad que se hiciera cons-- tar en acta el sentimiento de la Sociedad y que se oficiara á la Universidad de Viena manifestando este acuerdo. DE HISTOHIA NATURAL 253 Secciones. — La de Valencia celebró sesión el 29 de Abril, bajo la presidencia delR. P. Balasch. —El Sr. Sanchís Pertegás y el R. P. J. C. Vidal excusan por escrito su asistencia, despidiéndose el primero de sus consocios antes de emprender su viaje á Oriente. — El R. P. Balasch propone para nuevo socio al Sr. D. Lam- berto Gómez, que se dedica á lepidópteros, y da cuenta de haber capturado en una masía del Llano de Guart una especie de Pycno- gaster, refiriendo las observaciones que ha hecho durante el tiem- po que lo ha mantenido en cautividad. — El Sr. Gervera pregunta si ha sido devuelto el trabajo ictio- lógico del Sr. Arévalo, manifestando el secretario que en efecto se pidió reiteradamente la devolución, pero que todavía no se ha recibido. — El Sr. Roselló manifiesta sus deseos de que la Comisión del Museo Regional entrara en funciones y se acordaran los medios para que su gestión fuera más provechosa. — El Sr. Trullenque da lectura á un completo trabajo acercado las rocas de Peñes Negres, mostrando las fotografías, cortes y planos que le acompañan, siendo muy felicitado por sus con- socios. — A continuación el Sr. Fernández Martí lee un estudio acerca del Kala Azar infantil en enfermos de esta localidad. — El Sr. Arévalo, por íiltimo, hace constar que, habiendo resul- tado de interés el trabajo de D. Rafael Ibarra, publicado en el Boletín de Marzo, acerca de un ejemplar del Galemys pyrenaicus rufulus, por él recogido, le parece oportuno dar algunas referen- cias acerca de su captura. El ejemplar en cuestión fué captu- rado en Abril de 1912 con una manga de plankton, nadando en el río Giguiñuela, pequeño afluente torrencial déla margen derecha del Eresma, cerca ya de su desembocadura, en un valle de erosión fraguado en el cretácico, pero con lecho granítico. Su alimentación consiste en bermejuelas (Leuciscus Arcasii Steind), único pez que se aventura en el escaso caudal de dicho río. También habló el Sr. Arévalo de algunas especies valencianas de hidrácnidos que, mantenidas en cautividad en el Laboratorio de Hidrobiología, se han multiplicado. — La de Sevilla celebró sesión el 1." de Mayo, bajóla presiden- cia de D. Pedro García Velázauez. 25i «OLETÍN DK LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Se hizo la propuesta para socio de número de D. Francisca Mañas Bernabeu. La sesión se celebró en la Granja Agrícola Alfonso XIIE, situa- da en la Huerta de Santa Teresa, junto á la Cruz del Campo, por acuerdo tomado en la sesión anterior, y asistieron la mayoría de los socios residentes en Sevilla. — El director de la Granja y distinguido ingeniero agrónomo, D. Garlos Morales Antequera, con su amabilidad habitual, reci- bió á los socios y les mostró y explicó, en compañía de su ayu- dante D. Francisco Mañas Bernabeu, todas las dependencias de tan importante establecimiento agronómico, que puede ser consi- derado como modelo entre los de su clase. El mismo Sr. I). Carlos Morales dio cuenta de haber exami- nado en el campo de Carménalos olivos, fuertemente atacados en algunos sitios de la enfermedad llamada repilo, producida en este año en gran parte por el hongo llamado Cycloconium oleagineum^ según ha podido comprobar mediante un detenido estudio micro- gráfico. — D. Bernardo Tenorio hizo luego uso de la palabra para dar cuenta de la interesante excursión que ha realizado durante los meses de Marzo y Abril por la provincia de Cádiz, con fines geo- lógicos, á los términos municipales de Villamartín, Zahara, Arcos de la Frontera, Alcalá de los Gazules y Gonil, en la cual ha reco- gido numerosos ejemplares de rocas, minerales y fósiles de los que se propone dar noticia al detalle en otras sesiones. El mismo Sr. Tenorio presentó á la Sección ejemplares de hojas de clavel atacadas del Uromices cariophyllum y de rosal ata- cadas del Oidium leucoconium, acerca délas que hizo D. Manuel de Paul interesantes observaciones determinando las especies citadas. — El Sr. González Fragoso presenta, con destino al Gabinete de Historia Natural, ejemplares del Oecidium Marci Bubák, curiosa especie que parásita la Mercurialis annua, y que sólo ha sido en- contrada hasta ahora en Dulcigno (Montenegro) y en Sevilla. El mismo Sr. González Fragoso (Sección de Sevilla) leyó una nota bibliográfica sobre el Essai d'immunisation de la Rose tre- miere centre la maladie de la Rouille fPuccinia Malvacearum^ Mont.). — Note de MM. S. Eriksson et C. Hammarlund. — Extr. des Gomptes rendus de l'Acad. des Sciences de Paris. — Séance du 9 Février, 1914. Fundándose en la teoría del micoplasma, del primero de losau- DE HISTORIA NATURAL 255 lores citados, se han emprendido por ellos experiencias de inmu- nización del Althcea rosea por el riego de las raíces con solucio- nes cúpricas. Las experiencias verificadas con el rigor que acostumbra el ilustre profesor Eriksson, y aprovechando las in- mejorables condiciones de la Estación botánica central de Suecia, de la que es Director (i), no ce terminarán antes de tres ó cuatro años, y el trabajo á que nos referimos sólo consigna los resulta- dos primeros, que, indudablemente, demuestran una sensible dis- minución de la enfermedad por el tratamiento preconizado. Es de desear corone el éxito las experiencias, pues sabidos son los grandes perjuicios que ocasiona la roya á los vegetales culti- vados, y que se calculan en centenares de millones de francos (2). — El Sr. Barras hizo uso de la palabra para dar cuenta de la excursión verificada durante los días de Semana Santa en compa- ñía de los Sres. Hei-nández Pacheco y Cabré, enviados por la Co- misión de Investigaciones paleontológicas y prehistóricas, y de los Sres. Bolívar y PieUnin, Beltrán, Cogolludo y Belbeze, quelo eran por el xMuseo de Ciencias Naturales, para recolecciones en- tomológicas y botánicas en la provincia de Cídiz. Reunidos todos en Sevilla salieron el 6 de Abril en el expreso para la provincia de Cádiz hasta San Fernando, de donde mar- charon en coche al pueblo de Casas Viejas. El 7 de Abril realizaron la primera excursión todos juntos desde este pueblo á la Sierra de las Momias, donde visitaron la notabilísima Cueva del Tajo de las Figuras, y luego otras varias, como la llamada del Tesoro y las Cimeras, situadas en la cima del monte (3), así como las interesantísimas sepulturas talladas en la roca del mismo. Las recolecciones, tanto botánicas como entomológicas, fueron este día de mucha importancia por el nú- mero de especies recogidas. Fué necesario á la ida y regreso va- dear el río Bar bate. (1 ) Véase Landtbruksbotanisk verksamhet vid Kungl. Lan dtbruks (Akad. exper. under ¿iren 1878-1912. — Af Jabob Eriksson. Stockholm, 1913). (2) Véase Uétat sanitaire des plantes cultivées, etc. Rapp. presenté á la Comm. int. des Phytopathologistes léunie á Romeen Avril 1913, parle Dr. Jacob Eriksson. ¡Stockholm, 1913. (3) El estudio de dichas cuevas se hizo por los Sres. Pacheco y Cabré antes que por nadie en Junio de 1913, y de él dieron cuenta á la Socie- dad. cLa depresión del Barbate y sus estaciones prehistóricas». Boletín, pág. 319. 236 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El día 8 quedaron eii el pueblo los Sres. Pacheco y Cabré para contiQuar sus investigaciones espeleológicas, yendo los demás ex- pedicionarios á la Laguna de la .Tanda con el propósito de per- noctar en una casa inmediata á la del peón caminero, situad¿i sobre la carretera de Algeciras, á50 kilómetros de esta población. Se vadearon los ríos Barbate, Celemín, arroyo de la Garganta de Juan de Sevilla, se cruzó el extremo de levante de la laguna, y, por último, se vadeó el río Almodóvar poco antes de llegar á la carretera. La marcha duró desde las ocho de la mañana á las cuatro de la tarde, habiéndose hecho recolecciones bastante me- nores que la víspera. En la casa del peón caminero quedaron los expedicionarios del Museo, separándose allí el Sr. Barras que, aprovechando un co- che de paso, marchó la misma tarde á pernoctar á Algeciras, de- dicando el día siguiente, 9, á esta población, Gibraltar y La Lí- nea. Merece mención en Gibraltar, añadió, la hermosa Phoenix dactilífera L., de tres brazos que existe en un jardín particular de Rosia Road. La misma tarde marchó á Ronda, á cuyos alrededores dedicó la mañana del día 10, marchando al mediodía á Bobadilla, en cuyos alrededores herborizó toda la tarde, yendo á dormir á La Roda. El 1 1 marchó á primera hora á Osuna, dedicando á sus alrede- dores la mayor parte del día; visitó sus canteras de caliza y re- gresó por la tarde á Sevilla. — También antes de levantarse la sesión hizo uso de la palabra D. Luis del Rey acerca de la conveniencia de uua excursión á la colonia agrícola de la Algaida, idea que fué acogida con entu- siasmo por los socios, acordándose realizarla, aunque sin fijar fecha todavía. — La de Zaragoza celebró sesión el día 29 de Abril, bajo la pre- sidencia del Dr. D. Francisco Aranda, asistiendo el Sr. Orensánz, de Valencia. — El Sr. Ferrando (D. Pedro) presentó varios ejemplares de rocas eruptivas, unas procedentes de Borga (Zaragoza) y otras de Se- gura (Teruel), y de cuyo estudio se ocupa con gran interés. — A continuación el Sr. Aranda se ocupó extensamente de la im- portancia de los trabajos que se vienen realizando sobre textura del sistema nervioso^ bajo la dirección del Sr. Ramón y Cajnl Dlí HISTORIA NATURAL 267 ^D. Pedro), ofreciéndose á colaborar en los mismos varios seño- res socios, como así ya lo hacen los Sres. Sota, Alverá, Bellido, Aranda y algunos alumnos de este último. En vista de ello, y de- seando fomentar con estos elementos un núcleo de trabajo bajo la dirección de tan sabio maestro, se acordó solicitar el apoyo de la Junta central para que fuese un hecho la creación del «Laborato- rio de investigaciones biológicas», anejo á la Facultad de Cien- cias de Zaragoza. El Sr. Ferrando (D. Pedro), presentó un ejemplar de roca erup- tiva procedente del término de Anón (provincia de Zaragoza), ma- nifestando que su aspecto macroscópico y la localidad en donde había sido hallada, le hacía suponer que pudiera ser de la misma vena plagio-clásica piroxénica, cuyos materiales, muy descom- puestos, había descrito como galbro del Moncayo, en la Memoria sobre rocas eruptivas de la provincia de Zaragoza, leída en el Congreso científico celebrado en Madrid en Junio último. Notas bibliográficas. Del Sr. Darder (B.) (sesión de Madrid): Charles Jacop et Paul Fallot: La nappe de charriage du Mont' sech, en Catalogue. (Comp. Rend. Ac. Se, tomo glviii, núm. 17, 27 Abril de 1914, páginas 1.222 á 1224.) En esta nota, resultado de varias excursiones por los valles del Segre y del Noguera Pallaresa, los autores señalan en la vertien- te meridional de los Pirineos, la existencia de una gran zona de corrimiento que denominan Capa del Montsech. Esta aparece al Norte de Balaguer, hallándose desplazada unos 50 kilómetros ha- cia el Norte, hasta ir á chocar contra la zona primaria axial del Pirineo, cerca de Guerri y de Noves; este choque ha producido un contracorrimiento hacia el Sur, que corresponde á la Capa del Nogueras, señalada por M. Dalloni en 1913. El substratum de la Capa de Montsech, se halla formado por pudingas eocenas y más cerca de la zona axial, por areniscas y pizarras permo-triásicas. La capa corrida aparece constituida por triásico en la base, calizas liásicas, jurásicas y cretácicas y num- mulítico. Está capa está recubierta, en discordancia, por terrenos oligocenos, con tránsitos á pudinga en las proximidades de los Pirineos; la base de esta serie transgresiva es sanuvisiense, se- gún Mr. Dalloni; por consecuencia, el corrimiento y el contraco- rrimiento datan del final del eoceno. 25S BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Notas y comunicaciones El IX Congreso Internacional de Zoología. (Monaco, Marzo de 1913 J ODÓN DE BUEN Vicepresidente de dicho Congreso. En elegante y nutrido volumen se han publicado las actas y comunicaciones del IX Congreso Internacional de Zoología. Por la rapidez de la publicación y el acierto que la inspira, merece un entusiasta aplauso el profesor Joubin, ilustre é incomparable se- cretario general. Es oportuno hacer resallar la importancia que alcanzó aquel Congreso," ahora que disponemos de todos los datos necesarios. No tuvo España en él numerosa representación; entre delega- ciones oficiales, corporaciones representadas y miembros inscrip- tos sumábamos los españoles 11; Francia envió 48 representacio- nes; Inglaterra, 39; Alemania, 35; Estados Unidos, 21; Rusia, 16; Italia, 19. Y no cuento los numerosísimos inscriptos de estas na- ciones que no llevaban representación corporativa. América latina estuvo representada por delegados de la Argentina, Brasil y Co- lombia. En total, tomaron parte en el Congreso 24 Gobiernos, 210 corporaciones y 511 inscriptos. Nota de gran interés para nosotros: el Congreso aceptó y se pu- blica en el volumen de sus trabajos, un estudio en español. El marco era bien apropiado á la magnitud de la Asamblea y á su elevada representación científica. Las sesiones solemnes y las de las secciones más numerosas, se celebraron en el espléndi- do Museo oceanógrafico. Presidió y tomó parte activísima en los trabajos el Príncipe de Monaco. Las fiestas organizadas en obse- quio de los congresistas fueron fantásticas; la visita á las grutas de Grimaldi y la conferencia con proyecciones fijas y cinemato- gráficas que dio M. Bourée, el prestigioso y cultísimo ayudante del príncipe, dos solemnidades de imborrable recuerdo. Constituían la Comisión internacional permanente; M. Edmond Perrier, presidente; M. Rafael Blanchard, secretario; vocales: DK HISTORIA NATURAL 259 Jentink, de Leyde; Ludwig, de Bonn; Studer, de Berna; Wani, de Urbana, y Zograf de Moscou. Se adjudicaron los siguientes premios internacionales: el del emperador de Rusia, á los profesores Bresslau, de Estrasburgo, por sus trabajos de anatomía comparada, y Morlensen, de Co- penhague, por la Memoria sobre Gtenóforos del Océano glacial del Norte; el de Kovalevsky, al profesor Pelseneer, de Gante, por sus investigaciones acerca de la embriología de los gasterópodos. Se acordó, por último, que el próximo Congreso se reúna en Budapest, en 1916. Fué nota de extraordinaria importancia el discurso con que abrió las sesiones del Congreso S. A, S. el Príncipe Alberto. Me honro transcribiéndolo íntegro en nuestro idioma. * aDiscuRSO INAUGURAL DEL PRÍNCIPE DE Mónaco, — Señores delega- dos, señoras y señoreí^: Aceptando el celebrar esta reunión en Mó- naco, los zoólogos han querido sin duda señalar la importancia de la misión que cumple en el dominio científico el estudio de los animales marinos; han pensado que la zoología marina posee los principales elementos necesarios para aclarar la historia de la vida, de sus orígenes y de la evolución de sus formas. Sabían que este templo de la Oceanografía es digno de una Asamblea que trata de tan elevadas cuestiones. Deben fomentarse estos Congresos, porque aproximan los hom- bres de todas las opiniones y de lodos los países en las ocupacio- nes intelectuales ó en las preocupaciones de la conciencia; porque permiten medir la fuerza productora y las aptitudes de cada agru- pación humana, y porque proporcionan á los pueblos jóvenes un medio de asociarse rápidamente á los progresos generales de las ideas. Los Congresos son como un mercado para las obras elaboradas en todas las ramas de la actividad cerebral. Y esta concurrencia de esfuerzos para obtener una mentalidad más elevada, contribu- ye sensiblemente á que nazcan, en cimas aisladas de todos los pueblos, energías capaces de activar la floración del cerebro hu- mano. Efectivamente, en los campos iluminados porel estudio experi- mental y racional de las leyes del Universo, donde no se cree que 260 boletín de la real sociedad española la ciencia sirva tan sólo para adornar el espíritu con visiones im- presionantes ó para facilitar la existencia material sirviéndose de las fuerzas naturales, se quiere que la Ciencia sea guía que con- duzca la razón humana para transformar la mentalidad de las na- t'urakzas primitivas y para infiltraren la organización social toda la sabiduría que puede producir un conocimiento más exacto déla verdad. Se quiere que la Ciencia gobierne la evolución intelec- tual, y gracias á ella el pensamiento vuele tan alto que pueda dis- tinguir las grandes líneas de la red extendida sobre el mundo por las leyes de la vida. El estudio de la Zoología es uno de los que reportan á mi juicio beneficios mayores, porque enseñándonos la historia de la vida por sus manifestaciones, nos hace formar idea precisa de nuestras relaciones con el mundo organizado; disipa las ilusiones que la ignorancia y el orgullo han engendrado en nuestro espíritu y nos familiariza con la nueva noción del verdadero lugar que nos es asignado entre tantas formas ligadas unas á otras; por fin, evoca á cada instante los más altos problemas que interesan á la propia historia del hombre y de sus facultades superiores: ¿Qué fuerza animó la primera célula viva para conducir su descendencia á tra- vés de las inmensidades del tiempo y del espacio? ¿Por qué vías ha llegado el hombre al primer rango en la serie de los seres que se suceden en los períodos geológicos? ¿Cuál filiación ha recorrido ante la marcha evolutiva del mundo orgánico hacia un impene- trable porvenir? ¿Qué soplo extinguirá la llama maravillosa que mantiene y transmite la vida sobre nuestro planeta? La Zoología, apoyada en las otras Ciencias naturales, explicará, sin duda alguna, muchos de los misterios que se ciernen sobre el dominio del saber humano. Y la Zoología marina será la base de las investigaciones, capaces de proporcionar á la Ciencia los ele- mentos más preciosos paia establecer el origen de las especies, ya que no para descubrir la naturaleza de la fuerza vital, porque ésta debe tener un imperio mucho más vasto y difundir su acción en los espacios infinitos donde gravitará eternamente la multitud desconocida de los sistemas solares. Nosotros apreciamos cada día mejor, en el contacto con los Océa- nos, que nuestra patria de origen está allí, y que debemos á una facultad de adaptarse, dirigida por las leyes de la evolución, los medios que permitieron á nuestros antepasados abandonar el mundo de las aguas para colonizar la superficie de las tierras. Y DE HISTOhlA NATURAL 261 en tanto que otras familias, evolucionando diferentemente, se- guían en las profundidades del mar la existencia protegida que les habían impuesto las primeras edades de la Tierra con sus tempes- tades de fuego y el ardor del Sol, todavía joven, una pléyade de organismos se levantaba progresivamente, tomando formas nue- vas, hasta bajo los rayos amortiguados del astro. Por íin, la atmós- fera tibia permitió que constituyeran sus pulmones y sus extremi- dades seres ya preparados para franquearlos continentes y propa- gar la vida en el reino del aire. Si en las palabras que os dirijo hago intervenir de continuo á la Oceanografía, es porque acoge en su palacio, por primera vez, á los representantes de la Zoología, de una ciencia que explora actualmente todos los espacios cubiertos por el Océano; es tam- bién, porque veo á la Zoología obtener de la Oceanografía las en- señanzas más preciosas para el conocimiento de nuestros orígenes, porque sus esfuerzos, unidos á los de la Paleontología, expondrán ante los ojos y el juicio de los hombres, el conjunto de los seres que han sobrevivido á la sucesión de los siglos, con los vestigios del encadenamiento que enlaza los unos á los otros desde la for- mación de la Tierra. Y en tanto que la Oceanografía persigue, hasta en medio de sus sueños, el cumplimiento de la tarea atractiva que le incumbe, para fijar en qué condiciones evolucionaron las especies mientras los individuos se transmitían su fuerza vital, bajo la influencia del medio marino ó del medio atmosférico, el zoólogo trata de aproximar los elementos de esta colosal historia tan íntimamente unida á la historia de un planeta. Sobre nuestra tierra ínfima célula quizá de un cuerpo sin me- dida comprensible para el miserable poder de nuestro cerebro, nuestro ser tan pigmeo no podría concebir más noble ambición que la de penetrar hasta lo más profundo en el secreto de su propia naturaleza para encontrar una filosofía y una moral apropiadas á los verdaderos intereses de su existencia y capaces de mejorar su suerte. Desde vuestra última asamblea, numerosos trabajadores han enriquecido vuestra ciencia en tal medida, que no intento anali- zar esta labor ni aun brevemente; pero es interesante hacer notar que cada día se unen con relaciones más íntimas las diversas ramas de las Ciencias Naturales. Así el zoólogo, el fisiólogo, el biólogo, parecen converger sus investigaciones en el fin común de 262 boletín de la real sociedad española aumentar el patrimonio filosófico del espíritu humano. Es lo que faltaba para llegar á conclusiones generales que exceden en im-, portancia á la simple comprobación de los hechos. Y he aquí á los zoólogos abordando la Zoología experimental, prepai-ando á vuestra ciencia un campo nuevo, porque las des- cripciones de especies acabarán bien pronto con el conocimiento total del mundo viviente, y ha de ser foimulando conclusiones sintéticas, históricas y especulativas como los zoólogos coi'onarán su colosal trabajo. Deben encontrar el camino en las interferen- cias de las fuerzas que han obrado para producir la evolución de los seres, cuando traten de clasificar estos definitivamente, hasta donde lo permitan sus tranvSformaciones eternas. 'Así, todos los sabios consagrados al estudio de la vida, sea en sus formas, sea en sus principios, deben unificar cada día más los esfuerzos, por- que á medida que progresen en el conocimiento de las cosas, ha- llarán que las ramas de la ciencia se aproximan las unas á las otras para converger en la conquista de la verdad, donde se fun- den las aspiraciones de la conciencia humana. Vemos ilustres compañeros dedicados á investigaciones concer- nientes á la formación de las especies por variaciones ó fluctua- ciones, por modificaciones lentas ó bruscas, en tanto que otros profundizan en el esiudio de las cuestiones de sexualidad, de hibridación ó de partenogenesis. Es en el amplio espíritu, inspirado por estas miras lejanas, en el que me he colocado desde hace un cuarto de siglo, atrayendo á mi lado una legión de colaboradores que estoy cierto no lamentan el método seguido. Vosotros quizá lo aprobaréis recorriendo las galerías y laboratorios de esle Museo, donde nuestros trabajos, en ranchas direcciones orientados, contribuyen en una parte cierta á poner de relieve la misión del mar en la historia de nuestro Globo. Las campañas científicas de los navios, que han permitido la fundación del Instituto Oceanógrafico en que os reunís hoy, abar- can el estudio del mar bajo todos sus aspectos biológicos, físicos ó químicos, y si la Zoología ocupa gran espacio, no aminora nunca en nosotros la atención que los sabios modernos deben conceder á los dominios vecinos. En esta conducta he hallado el origen de las mejores satisfacciones ó de los progresos más útiles. Quiero citar especialmente los conocimientos adquiridos en lo que se refiere á los estados sucesivos que atraviesan, á diferentes niveles DK HISTORIA NATURAL 263 del mar, ios huevos, los embriones y los adultos de ciertas formas animales, y también los desplazamientos verticales diurnos y nocturnos que una parte de la fauna plauktónica realiza á veces en una extensión de muchos miles de metros. Antes de abandonar este viejo peñasco, donde habéis visto mu- rallas almenadas que hablan todavía del derecho de la fuerza, observad bien el edificio construido para abrigar el derecho de la Ciencia, y formaréis idea de las potencias que gobiernan la evolu- ción del cerebro humano. Allá abajo es el instinto bárbaro que somete largo tiempo el progreso de las costumbres al atavismo de las naturalezas retrógradas; aquí la acción de los tiempos nuevos engendra fuerzas creadoras que dominan las vanas rivalidades de los hombres. ¡Observad!, y llevaréis á vuestros hogares la impresión de una obra realizada gracias á la paz profunda que goza este país, largo tiempo preservado de las ambiciones malsanas de la política, y pensaréis lo que será el mundo cuando la Ciencia haya disipado las nieblas que enturbian todavía el juicio de los pueblos con da- ñinos fantasmas. Yo estoy gozoso de presidir este magno concurso de amigos de la Ciencia, en el que participan tantos hombres que honran su pa- tria ilustrando el más noble de sus dominios; yo me honro de ver aquí Estados, Universidades, grandes instituciones científicas de los dos hemisferios, representadas por lo más florido del mundo intelectual. ¡Cómo conforta el ánimo en medio de la tristeza que hacen pesar sobre el alma de la civilización los retrocesos conti- nuos de una influencia cruel, indiferente á las voces de los espí- ritus luminosos, inaccesible á los llamamientos de la razón, la sa- biduría y la justicia! Señores: yo os saludo como mensajeros avanzados de los tiem- pos en que madurarán con el progreso científico, el trabajo de los pensadores y la elevación del sentimiento. Vuestro recuerdo vivi- rá largo tiempo en este pequeño rincón de tierra, donde dejáis partículas de la verdadera gloria humana; en estas piedras elegi- das por mí entre las más duraderas para que transmitan á nues- tros sucesores el testimonio de los esfuerzos realizados por la ge- neración á que pertenecemos.» 264 boletín de la heal sociedad española Celebrándose el Congreso de Zoología en Monaco y bajo la pre- sidencia del Príncipe, era natural que se destacaran, como nota particularísima, los trabajos de Oceanografía biológica. Constitu- yeron una sección especial y tuvieron lugar preferente en las se- siones generales. En éstas trató Drechsel de las expediciones oceanógraficas danesas realizadas con el vapor Thorn por el Me- diterráneo, y Bruce de los resultados zoológicos obtenidos por la expedición nacional escocesa al Antárctico, de 1902 á 1904. En la Sección de Oceanografía, tratóse: de los cruceros del Pourquoi pas? en 1912, por Blin; del proyecto de mapas para la distribución oceanógrafica de los animales marinos en el Antartico americano, por Liouville, A. Thomson, Heron-Allen y Bruce; de las observa- ciones oceanógraficas en las Azores, por Chaves, etc., ele. Drechsel, secretario del Consejo internacional para la explora- ción del mar, presentó los primeros volúmenes resultado de las campañas del Thorn por el Mediterráneo. Llamó la atención pre- ferentemente acerca de la enorme importancia que tiene para la flora y la fauna de aquel mar su comunicación con el Atlántico, anunciando el propósito del profesor Schmidt, jefe de las campa- ñas, de publicar un cuadro general biológico del Mediterráneo en sus relaciones con el Atlántico. Hizo constar la existencia de una capa intermedia en el Mediterráneo que presenta un máximum de salinidad, y, en parte, de temperatura, procedente de las ma- sas de agua que durante el invierno se enfrían en la parte orien- tal y descienden á 200 ó 300 metros para dirigirse al O. y exten- derse por la parte occidental hasta Gibraltar. Bajo esta capa intermedia existe la que se denomina capa de fondo, y, por encima, la de superficie. No es, por tanto, real- mente homotermo el Mediterráneo á partir de cierta profundidad, como se aiirmaba, si bien las diferencias de temperatura son de pocas décimas. Los gastos de las campañas del Thorn fueron costeados con el concursode una institución danesa, el Carlshergfond, que emplea medio millón de francos anuales en investigaciones científicas. El Pourquoi pas? en que realizó Charcot sus exploraciones úl- timas por el Antárctico, pertenece ahora al Museo de Historia Na- tural de París, y está dedicado á las investigaciones internacio- nales de la Comisión del Mediterráneo. Pero antes, en 1912, hizo dos cruceros científicos bajo los auspicios del Ministerio de Mari- na y del de Comercio de la vecina República francesa. DE HISTORIA NATUBAL 265 El primero tuvo por finalidad estudiar el Galf-streen hacia el 14° de longitud W.; el segundo realizar investigaciones hasta la isla de Juan Mayen, volviendo por la costa W. de Islandia y Reykjavik. Le Danois dirigió los trabajos zoológicos, que produ- jeron excelentes resultados. Conocidas son en el mundo científico las observaciones meteo- rológicas del coronel Chaves en las Azores, zona verdaderamente crítica; bastará indicar que gozan de subvenciones internaciona- les. El sabio colega portngués ha emprendido también investiga- ciones oceanógraficas con fines biológicos. Estudia la distribución de la temperatura desde la superficie hasta 1.000 metros de pro- fundidad; recolecta agua á diferentes profundidades; hace obser- vaciones interesantísimas sobre las pequeñas erupciones subma- rinas de aquella zona y recolecciones metódicas de planklon. Merced á estos trabajos, comenzados en 1906, ha podido explicarse la formación de la corriente submarina que, viniendo del S., se eleva á la superficie en el mar de las Azores, pasando por debajo de la capa de agua, poco espesa, pero caliente, que forma la co- rriente de Guinea. Y estos elementos de estndio han contribuido á explicar la oposición tan común de las variaciones barométri- cas en las Azores y zona de Islandia y la periodicidad anual de estas variaciones. En las últimas campañas oceanógraficas del Príncipe de Mo- naco se ha descubierto la especie vertebrada de mayor profundi- dad hasta el día; constituye un nuevo género y especie de la fa- milia de los peces Biotúlidos, y fué objeto de una interesantísima comunicación al Congreso por el profesor Roule; éste ha descrito la nueva especie con el nombre de Grimaldichthys profundissi ■ mus; fué capturada en el Atlántico á la enorme profundidad de 6.035 metros. No descuidaron nunca la hidrobiología nuestros colegas sui- zos; fueron, en realidad, los mayores propulsores de tan intere- sante rama científica; díganlo sino los admirables trabajos de Forel. En este Congreso, siguiendo tan honrosa tradición, el pro- fesor Yung presentó una Memoria acerca de la Estación de zoolo- gía lacustre de la Universidad de Ginehray las variacio7ies cuan- titativas del plankton en el Leman. Tomo XIV. --Mayo, 1914. 18 266 BOI-ETIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Los trabajos han recibido considerable impulso merced á la generosidad de la hija del célebre Glaparede, que ha creado un fondo destinado á las investigaciones de hidrobiología en el lago, permitiendo la adquisición de un bonito y cómodo buque, con motor de 12 caballos, que asegura una marcha de 12 á 14 kiló- metros por hora. Yung relata en su Memoria la técnica empleada en la captura del plankton, la dosificación de éste, las pescas es- calonadas para el estudio de la distribución vertical y los resul- tados obtenidos. Deduce de las observaciones hasta hoy realizadas: 1.° Que el plankton del Leman se distribuye desigualmente en sentido hori- zontal; notables diferencias se manifiestan según las horas dol día; algunas especies de cladóceros se agrupan formando verda- deros enjambres. 2.° Es más variable todavía la distribución ver- tical del plankton; en las aguas superficiales, hasta un metro de profundidad, domina en todo tiempo, durante el día, el fitoplank- lon; en días sombríos y durante la noche la proporción del zoo- plankton aumenta notablemente; hasta 50 metros de profundidad el fitoplanktou disminuye progresivamente y el zooplankton au- menta; á 100 m., y por debajo de éstos, resulta el plankton muy raro; la mayor cantidad se captura de la superficie á 50 m.; las grandes profundidades (309 m.) no están nunca desiertas en nin- guna época del año. 3.° Suele haber más plankton cerca de la costa y en pleno lago que en las zonas intermedias. 4." Las varia- ciones con la estación parecen ser las más regulares; entre O y 30 m. de profundidad hay un máximum en Junio y otro en Sep- tiembre; el mínimum de Noviembre á Marzo. A la Memoria del profesor Yung, agregó el Dr. De Marchi que coincidían las conclusiones con lo observado en el lago Mayor por la Comisión lombarda para el estudio de los lagos. De hidrocullura se ocuparon diferentes delegados, entre ellos Dubois, que trató de sus ensayos para el cultivo de las esponjas; James, de la salmonicultura en los Pirineos y de la Estación de hidrobiología de Toulouse; Bouville, de la peste que sufren los cangrejos en Francia, atribuida principalmente al Bacillus pestis Astaci. * * * Fueron numerosísimas é importantes las comunicaciones de Anatomía y Fisiología comparadas, de Citología, Embriología, DE HISTORIA NATURAL 20)7 Paleozoología, Zoogeografía, Parasitología, etc. Imposible citar- las todas. No faltó la comunicación acerca del interesantísimo caso de los caballos de Elberfeld. Hubo trabajos notables de reducción cro- mática, ovogénesis y espermogenesis, etc. Agrupáronse á cientos los delegados en las revueltas sesiones celebradas por la Sección de Nomenclatura, que hubiesen durado quién sabe cuánto tiempo si no se impusiera la fecha de clausura del Congreso. Respecto á esta Sección, el Secretario general dice que inserta en el volumen la ponencia de la Comisión de nomen- clatura, todos los documentos anexos y las reglas modificadas, tales como las ha recibido de M. C. W. Sliles, Secretario de la Comisión; todas las observaciones concernientes á este asunto deben enviarse directamente á Mr. Stiles. Para terminar este trabajo, voy á citar dos conferencias que tuvieron excepcional interés. En la primera, la señorita Chevroton y Mr. Vlés mostraron la cinematografía de las cuerdas bucales en el hombre; en la se- gunda, el renombrado profesor Zalensky, de San Petersburgo, trató del valoi^ filogénico del mesohlasto y del celoma. Fué sugestiva la conferencia cinematográfica; eran sorpren- dentes los movimientos de las cuerdas bucales y de sus anexos de la laringe. La fisiología y la patología de este órgano disponen de un medio de observación, cuyos resultados han de ser extraordi- narios. A petición de muchos delegados, Mr. Vlés repitió en el cinema- tógrafo el desenvolvimiento embrionario del erizo de mar, que ya había presentado anteriormenle en el Congreso de Graz. Fué su labor admirable premiada con una verdadera ovación. El profesor Zalensky se propuso, ante numeroso auditorio, se- ñalar el valor que tienen para la teoría de la evolución las recien- tes observaciones acerca del desenvolvimiento del mesoderma, in- dicando las más importantes lagunas que existen en el conoci- miento de la evolución del mesoderma en los celentéreos. Definió previamente los términos que había de emplear, de acuerdo con Hertwig. Es el mesoderma la masa celular inter- puesta entre el ectoderma y el endoderma de un embrión, y se presenta en dos formas diferentes; en algunos animales proviene de células dispersas en la cavidad situada entre el ectoderma y el endoderma y representadas por una masa celular, á veces atrave- * 268 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA sada de lagunas; se le llama entonces mesenquima; en otros ani- males aparece formando diverlículos del arquenterio, limitados por capas epiteliales procedentes del endoderma; estos diverlícu- los se denominan sacos celómicos y el conjunto se llama celoma, dándose el nombre de mesohlasto al mesoderma que afecta esta forma. Las dos clases (el mesenquima y el mesoblasto) coexisten á veces en el mismo animal. Contra la opinión de algunos, sostiene que el mesoblasto es una verdadera hoja embrionaria, de doble origen, como ya probaron los hermanos Herlwig. Hace honor á los importantísimos trabajos recientes de los em- briólogos americanos, que permiten formar ideas precisas acerca de las homologías de los órganos y que prueban de un modo evi- dente que el mesenquima es siempre de estructura radial y los mesoblastos bilaterales; que el mesenquima aparece primero y procede de los blastómeros de la segnnda tetrada, mientras el me- soblasto deriva del macromero D*, y que sólo el mesoderma deri- vado de los teloblaslos (mesoblastos primitivos) ó los divertículos del arquenterio, en una palabra, el mesoblasto bilateral, puede originar la cavidad del cuerpo revestida por dos capas peritonea- les, las membranas visceral y parietal. La simetría bilateral no persiste siempre después de iniciada; por eso resultan radiados los equinodermos y se tuercen en es- piral los moluscos. El proceso de desenvolvimiento del mesoder- ma en los anélidos, puede conceptuarse como el prototipo páralos animales bilaterales. Los delicados y difíciles estudios acerca de la genealogía de los blastómeros, hechos en los pocos años trans;curridos de este siglo, explican muchas particularidades de estructura y de relaciones filogénicas que eran inexplicables; merecen atención extraordina- ria, y si las conclusiones que permiten formular no deben con- ceptuarse como definitivas, trazan una senda nueva que ha de ser fructífera para explicar la evolución de los organismos. El profesor Zalensky conceptúa á los celentéreos como los ra- diados primitivos, y por su mesoderma divide rá lodos los anima- les en mesenquimatosos (celentéreos) y mesohlásticos (todos los demás). Se declara partidario de la teoría enterocélica, según la cual se consideran el mesoblasto y el celoma como derivados de la cavidad gástrica de los celentéreros; demuestra la transforma- ción de las formas radiales de éstos en formas bilaterales, haciendo DE HISTORIA NATURAL 269 honor ;1 las ideas de Sedgwick, y se manifiesta conforme con la ley de Lang, formulándola como sigue: la metamería de los ar- ticulados -proviene de la ciclomería de los celentéreos. Los primeros organismos bilaterales derivados de formas ra- diales, debieron ser los anélidos; los turbelarios fueron un efecto de evolución regresiva, lo mismo que los rotíferos, los nematodes y otros invertebrados. En la imposibilidad de analizar extensamente la conferencia del profesor Zalensky, copiaré aquí sus conclusiones: 1." La disposición radiada del mesenquina inicial y su apari- ción precoz en los animales de simetría bilateral, hacen suponer que éstos son descendientes de los animales radiados. 2.» El modo más probable de derivación de los animales con simetría bilateral de los del tipo radiado es la transformación de los canales radiales en sacos celómicos. 3.* En esta transformación de un ser radiado en un ser bila- teral, la ciclomería de los primeros se transforma en la metame- ría de los últimos. 4.* Una transformación de esta índole inclina á admitir que los primeros descendientes de los radiados eran metaméricos y de un tipo semejante al de los anélidos. 5.^ Los organismos en los cuales no aparece manifiesta la or- ganización metamérica provienen por evolución regresiva de ani- males metaméricos. Algunas noticias sobre uredlnáceos y ustilagináceos ds España POE BLAS LÁZARO É IBIZA Entre las determinaciones que de hongos microscópicos he lle- vado á cabo en los últimos tiempos, han resultado algunas que, por tratarse de especies poco ó nada citadas en nuestra flora, creo que su publicación puede tener algún interés, bien para la am- phación del catálogo de las citadas, ó bien para contribuir al co- nocimiento del área que en nuestro país ocupan y que es aún poco conocida. Es uno de ellos, el que hace pocos días me ha remitido D. Pío Font y Quer, ilustrado capitán de Sanidad militar y de probadas 270 BOLETÍN DK LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA aficiones botánicas, quien me remitió unas hojas de eléboro ver- de, las cuales llegaron aún frescas á mi poder y en estado que- permitía hacer fácilmente la determinación de su parasitismo. Los ejemplares procedían de los alrededores de Burgos, y las^ numerosas masas de esporas que en las hojas aparecían y los ca- racteres microscópicos de estas esporas, me dieron á conocer que se trataba de un ustilagináceo del género Urocystis. Los Urocystis parásitos de ranunculáceas se refirieron prime- ramente al Urocystis pompholygodes Rabenhorst, pero actualmen- te se conocen en Europa varias especies de este género parásitas sobre plantas de esta familia, como el Ur. sorosporioides Kornicke,. sobre varias especies de Thalictrum y Pídsatilla, el Ur. Leimba- chii Oertel, sobre algunos adonis y el Ur. Anemonis (Pers.) Wiut. citado sobre ranunculáceas muy diversas (Atrageme, Anemone, Hepática, Pulsatilla, Ranunculus, Ficaria, Helleborus y Aco- nitumj . Por sus caracteres el parásito hallado en Burgos corresponde sin duda á la especie Urocystis Anemonis, con cuya característica coincide en todos sus detalles, lo que me permite afirmar que á ella pertenece. El Urocystis Anemonis no es una especie nueva para nuestra flora, pues á la misma debemos referir la mayoría,, si no la totalidad de las indicaciones hechas con el nombre de Urocystis pompholygodes, mencionada ya en el Norte de España sobre Ranunculus, Ficaria, Anemone y Hepática; pero el caso presente ofrece la novedad de constituir la primera mención espa- ñola de un Urocystis sobre Helleborus, pues este parasitario no era conocido hasta el presente sino en algunas localidades al- pinas extranjeras. Los demás hongos de que doy cuenta en esta nota correspon- den todos á la familia de los uredináceos. Entre las recolecciones llevadas á cabo recientemente por el Sr. Beltrán y Bigorra y otros naturalistas del Museo figuraban algunos uredináceos, que por encargo de dicho señor tuvo la atención de remitirme el Sr. Cogolludo y cuyo estudio y deter- minación he realizado seguidamente. Entre ellos llamó desde luego mi atención uno que aparecía sobre diversas hojas de Urginea Scilla, por los soros bien desarro- llados y numerosos que juzgué de interés por estar en cuestión si entre los uredináceos parásitos de estas cebollas albarrauas existe alguna especie de Puccinia, como se ha indicado alguna vez. DE HISTORIA NATURAL 271 tiecho que ii^cesita ser confirmado. Guantas preparaciones he ob- tenido de estas hojas me han permitido ver fácilmente las esporas de Uromyces en su fase teleutospórica, pero no las he hallado de Puccinia en ninguna de ellas. La especie á que se refieren estas esporas de Uromyces^ es la misma en que se incluyen los urediná- ceos que aparecen en otros muchos géneros de plantas liliáceas (Muscaria Hyacinthus, Endymion, Ornithogalum,Simetis,Scilla) y aun en alguna bromeliácea (Billbergia), ó sea á la especie llama- da Uromyces Scillarum (Grev.) Winter. Esta especie ha sido cita- da reiteradamente en Europa media y meridional, más no en España, según creo, y menos sobre la Urginea Scilla. Los ejem- plares que, procedentes de Ronda, me han sido procurados por los señores antes mencionados, son, pues, los primeros que han podido motivar esta mención. Otra especie del mismo género, el Uromyces suhlaevis, ha sido ya mencionado por mí sobre ejemplares de Euphorhia Nicaeensis, procedentes de Granada, mas dicho uredináceo no puede conside- rarse exclusivo del Mediodía, como podría creerse, pues al co- menzar el verano pasado recogió el Sr. Goto en la localidad de Garabaña, unos ejemplares de la misma Euphorhia Nicaeensis, materialmente plagados de un hongo parásito, que he estu- diado y comparado con el de Granada, apreciando la coinci- dencia de caracteres que con aquel ofrece, y decidiéndome, en vista de esto, á afirmar que el Uromyces suhlaevis Tranzsch exis- te también en las provincias centrales de la Península. De otro uredináceo, el Uromyces Anthyllides (Grev.) Schroet, mencionado ya en el Norte de la Península como parásito del Anthyllis vulneraria, sobre cuya especie le he recogido reiterada- mente en Asturias, he llegado á reunir abundantes ejemplares, pero parásitos esta vez sobre otra especie de papilionácea. En la primavera de 1912 me envió el Sr. Rodríguez y López Neira al- gunos ejemplares de Physanthyllis tetraphylla, que presentaban, en su fase teleutospórica, abundantes soros de Uromyces Anthy- llides, y en Abril próximo pasado ha recogido el Sr. Beltrán en Algeciras otros ejemplares de la misma papilionácea, tan abundan - te en Andalucía, con soros numerosos del mismo Uromyces en sus fases urédica y teleutospórica. Todos los ejemplares mencio- nados existen en el Herbario Español de mi Laboratorio, donde he realizado la identificación de las mencionadas especies. También del género Puccinia tengo algunas observaciones que 272 boletín de la real sociedad española comunicar. Entre ellas aparecen unos ejemplares jóvenes do Bro- mus, cuya especie no es fácilmente determinable, por no haber alcanzado aún el debido desarrollo, los cuales presentan un pará- sito urediuáceo en su fase urédica, el cual debe atribuirse á la es- pecie llamada hoy Puccinia hromina Eriksson, Los ejemplares proceden de Algeciras, y fueron recogidos por el Sr. Beltrán. Acaso relacionada con la misma especie es la fase ecídica que sobre las hojas de una borraginácea, la Nonnea alba, ha recogido en la misma fecha, y también en la localidad de Algeciras, el se- ñor Beltrán y Bigorra. Sabido es que las fases ecídicas sobre borragináceas suelen corresponder á especies de uredináceos, cuyas fases urédicas y teleutospóricas aparecen sobre graminá- ceas, aunque la correspondencia entre unas y otras ofrece aún muchos casos dudosos, que sólo podrán esclarecerse mediante los experimentos de cultivo realizados con muchas garantías. No tenemos aquí quien se dedique á tan delicados experimentos, y sólo podremos en el caso presente hacer indicaciones de probabi- lidad, basadas en observaciones culturales ajenas. Las fases ecídicas de la Puccinia hromina Eriksson, ó sea P. Symphyti-Bromorum F. Müller, parece que se han obtenido ex- perimentalmente, no sólo sobre algunos Simphytum y Pulmona- ria, sino sobre otras borragináceas que no existen en nuestra flora, como la Anchusa officinalis y la Nonnea rosea. Es cosa muy pro- bable, que existiendo la Puccinia hromina en España, lo que es indudable, pudiera presentar sus ecidios sobre las especies de Nonnea, propias de nuestra flora. En el caso que motiva esta ob- servación, los ejemplares que al mismo tiempo y en la misma localidad ha recogido el Sr. Beltrán de fases ecídicas sobre Nonnea y fases urédicas sobre Bromus, hacen muy posible que correspon- dan á la misma especie, lo que es tanto más probable, cuando hasta hoy los únicos ecidios hallados sobre Nonnea se refieren á la Puccinia hromina. De todos modos, la existencia de una fase ecídica sobre la Nonnea alba es la primera vez que se com- prueba. Entre las recolecciones efectuadas en Abril último por el señor Fout y Quer, ya citado en esta nota, hay otra observación refe- rente á una Puccinia sobre una compuesta. En las hojas de Bel- lis perennis, que hace unos días me remitió, hay, en efecto, una fase ecídica bien definida, cuyos caracteres concuerdan con los de la Puccinia obscura Schroeter, que presenta los ecidios sobre la DE HISTUUIA NATUHAL 2-7:S bellorita y las fases urédica y teleiitospórica .^obre diversas espe- cies de Luzula, porque es la primera vez que la Puccinia obscura se menciona como propia de nuestra flora. En Junio último recogí en San Rafael (Segovia) unas hojas ra- dicales de Cardiius Carpetanus con soros urédicos y teleutospó- ricos, cuyos caracteres microg'ráficos no parecen diferir de los de la Puccinia Carduorum Jacky. No es rara esta eí^pecie en Espa- ña sobre diversos Carduus, pero los ejemplares por mí recogidos son los primeros que demuestran la existencia de esta Puccinia sobre el Carduus Carpetanus. Otra compuesta parasitada por uredináceos. Un ejemplar de la Centaurea pullata recogido en Algeciras por el Sr. Beltráu en Abril del año corriente presentaba soros urédicos, que correspon- den á la especie llamada Puccinia Verruca Thuem. Sobre la misma compuesta se ha citado ya esta Puccinia en sus fases uré- dica y teleutospórica, fuera de España, El ejemplar recogido por el Sr. Beltrán, sólo presentaba uredosporas, según demuestran las preparaciones i]ue hice para su estudio, pero seguramente en ejemplares más adelantados se encontrarían las teleutosporas que citan los autcres. En las notas que he podido comprobar no hallo mencionada anteriormente esta especie como española. También del género Poterium puedo mencionar alguna obser- vación. Sobre los ejemplares de Poterium Magnolii, recogidos el otoño anterior por el Sr. Beltrán en Almadén (Ciudad Real), he hallado soros exclusivamente urédicos que deben corresponder á la única especie de nredináceo citado en los Poterium, ó sea al Phragmidiwn Sanguisorbce, especie cuya existencia en España tengo demostrado por observaciones anteriores. La carencia de teleutosporas se explica por la estación y por la juventud de la planta atacada, que no tenía aún otras hojas que las radicales; seguramente que las plantas de la misma especie recogidas al fin de la primavera presentarían las teleutosporas ca- lacterísticas de este Phragmidium. Entre los ejemplares recolectados por el Sr. Font y Quer, an- tes mencionado, en Trebucó (Mahón) durante su estancia en aquel |)aís, halló otros uredináceos que por tratarse de una flora poco explorada en este concepto debo mencionar. Son éstos la Puccinia Silenes Schroet, sobre las hojas infeiiores del Silene inflata; la Melampsora Euphorbiae, sobre la Euphorbia Peplus, y el Coleos- porium Senecionis sobre el Senecio vulgaris. 274 BOLETÍN LE LA KEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Para terminar esta serie de noticias mencionaré, por último, que algunos ejemplares de Linum angustifolium^ traídos de Ron- da por el Sr. Beltrán, ofrecen también soros urédicos que corres- ponden, según he podido comprobar, á la Melampsora Lini (Pers.) Desmaz. Por ser ejemplares tempranos (de Abril) carecen de te- leutosporas,' que presentarían si se recogiesen más adelante, l>a novedad de la observación consiste en hallarse sobre el Linum angustifolium, pues en España sólo se había hallado hasta hoy sobre el L. catharticum . Mioceno superior de La Puebla de Almuradiel (Toledo) POE EDUARDO HERNÁNDEZ-PACHECO En el centro de la dilatada llanura miocena de La Mancha hemos podido reconocer un yacimiento con fósiles de mamíferos, que permiten fijar con exactitud el nivel á que corresponden cier- tas capas del terciario continental de la Penísula. En La Puebla de Almuradiel, distante 6 km. al W. de Quinla- nar de la Orden, provincia de Toledo, al abrir un pozo para el servicio público, apareció á los 13 m. de profundidad, y en el seno de un banco de marga yesosa, una brecha de huesos perte- necientes á diversas especies de mamíferos miocenos. El descu- brimiento llamó la atención de los vecinos del lugar, que, igno- rantes de la importancia científica que los restos fósiles pudieran tener, los destrozaron, movidos por la curiosidad. Algunos ejem- plares fueron recogidos por el Secretario del Juzgado municipal, D. Ramón Molina, que se dio cuenta del interés que tenían, y con motivo de un viaje á Madrid de su hijo, el profesor veterina- rio D. Julio, envió al Museo Nacional de Ciencias Naturales al- gunos molares de Hipparion como muestra de los ejemplares que guardaba. Esta presentación motivó mi ida al lugar del descubrimiento, estudiando el territorio cercano desde Villacañas, en la línea fé- rrea de Madrid á Andalucía, hasta 4 km. al N. de Quintanar. La constitución del terreno en que se abrió el pozo es muy sencilla. En la superficie, y á los 63U m. de altitud aflora una capa de arcilla margosa, que inmediatamente se transforma en DE HISTORIA NATURAL 275 un banco de arcilla plástica que alcanza una profundidad de 10 metros; sigue después un espeso banco de marga blanca yesosa, en la que á veces el yeso toma una estructura granudo cristalina, y constituye casi la totalidad de la roca; alcanza el banco de marga yesosa un espesor de otros 10 m., presentándose en su nivel inferior acompañado de arcilla, á las que pasa por grados. La capa acuífera se encontró antes de que la marga fuese sustituida com- pletamente por la arcilla, por lo que no puede determinarse el espesor de ésta. Los huesos estaban formando una brecha que presentaba un espesor de metro y medio, y se cortó en un extremo, pues todos los huesos estaban en la pared al lado del Este, empotrados en la capa margosa y sin variación en los caracteres de la roca, hasta el punto que no es posible distinguir por el aspecto las porciones de margas suprayacentes á la brecha de las de la brecha misma ó de las infrayaceutes; siendo en total de 2,50 m. el espesor de la parte del banco que corresponde á la parte suprayacente, de tres y medio el de la zona de la brecha, y de seis el de la porción si- tuada debajo, hasta la capa arcillosa inferior. Las aguas brotaron con fuerza en forma ascendente y se eleva- ron muy por encima del nivel de los huesos, por lo cual hubo que revestir en seguida el pozo, lo que impidió que pudiéramos exa- minar in situ la brecha, pues cuando llegamos ya estaba el pozo revestido. Los datos son de los que nos suministraron los poceros, y los que obtuvimos por la inspección de los materiales extraídos. Los ejemplares que trajimos y figuran en las colecciones del Museo, proceden casi únicamente de los que guardó el señor Molina en el Ayuntamiento. A nuestra llegada á La Puebla de Almuradiül, las autoridades y personas de significación de la lo- calidad hicieron gestiones para reunir los restos dispersos que la curiosidad de los vecinos había desparramado y obraban en poder de distintas personas, aumentándose así el número de ejemplares. Poco resultado obtuvimos rebuscando entre las piedras extraídas del pozo, pues éstas se habían desmenuzado y empleado como grava eu los caminos municipales. Aun con todas estas dificulta- des, puede fijarse claramente el nivel estratigráfico, existiendo procedentes de esta localidad, en la colección del Museo, restos correspondientes al Hipparion gracile Kaup; á una gacela y á un suido aún no determinado, además de restos que interpretamos como de huevos de aves. 276 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPaÑOLA El territorio es una planicie en la que los desniveles son peque- ñísimos, siendo necesario, para encontrar desniveles de una dece- na de metros, recorrer varios kilómetros en la llanura; así se com- prende que el estudio estraligráüco es difícil, pues los caminos, carreteras ó vía férrea, no ofrecen trayectos en desmonte, y los arroyos y ríos corren en cursos vagabundos y con multiplicidad de cauces por la llanura. Tal sucede con el Giguela, que en esta forma avanza gran parte de su curso. Aun luchando con la diñcultad de cortes en el terreno, hemos podido comprobar que las capas de arcilla tienen forma de gran- des lentejones, y que pasan en ocasiones á sedimentos arenosos en estratificación cruzada, prueba de la acción de cursos de agua; tales arenas y gravas se extienden en extensiones de muchos kiló- metros, entre La Puebla de Almuradiel y Villacañas, pasando á veces en lo alto á margas de tipo mioceno. En La Puebla de Almuradiel, entre el pueblo y el Giguela, existe una suave loma en donde se ha abierto un corle para extraer arenas, que muestran estratificación cruzada, pasando á arcilla en la parte in- ferior y ofreciendo intercalaciones de esta roca; hacia lo alto, las arenas se cementan flojamente con margas, pasando amargas con granos de arena y grava intercaladas. En la pequeña trinchera que hay en la vía férrea entre La Puebla y Quintanar de la Orden, distante 3 km. de la última localidad, se aprecia igual constitución litológica con más cla- ridad. En la carretera de Quintanar á Villanueva de Cárdete, y pró- ximamente á la mitad de la distancia, en el kilómetro 4, existe un corte en el terreno, en el que se observa que las arcillas pasan á arena y grava en estratificación cruzada, y éstas, por términos de transición, á margas que, endureciéndose y adquiriendo compa- cidad, pasan á las calizas de los páramos, las cuales manifiestan aspecto tobáceo, y en una colina inmediata y á uno y otro lado de la carretera, presentan todo el aspecto y consistencia de las que coronan los páramos en ambas Castillas y que se emplean como materiales de construcción en manipostería, sillarete y para obte- ner cal. Son estas calizas muy poco fosilíferas, pero rebuscando con cuidado encontramos dos ejemplares de Planorbis, cuya es- pecie no hemos determinado aún á causa del estado de moldes en que están, que hace difícil la clasificación. Por lo que atañe á los ejemplares de mamíferos, corresponden DE HISTORIA NATURAL 2'37 á tres especies. Además hemos reconocido otros ejemplares que consideramos pueden ser huevos de aves, no siendo tan fácilmen- te determinables como los que aparecieron en Cevico de la Torre (Falencia), en un nivel inferior, ni de la misma especie, pues los de Givico se clasiBcaron como de Auser y los de La Puebla de Al- muradie! por no haberlos aun aislado completamente de la roca unos, y por estar otros ejemplares rotos y reducidos á fragmentos de la cascara, no nos atrevemos á emitir opinión, si bien el aspec- to de ellos y caracteres nos lleva á considerarlos como huevos fo- silizados; siendo por tanto la segunda vez que se encuentran en España tan singulares fósiles. Los restos de mamíferos más abundantes son los de Hipaprion gracile Kaup, del que existe la extremidad de la mandíbula con tres incisivos, dos molares inferiores y cuatro superiores, y una falange. De una Gazzela de talla pequeña pude obtener un ejem- plar de roca, en el que se conservaba el hueco de los molares, que un vaciado en yeso permite deducir bastantes caracteres; existen, además, fragmentos de molares, dos astragales, un hú- mero izquierdo, la cabeza inferior de un fémur y un trozo del núcleo óseo de uno de los cuernos, el cual ofrece forma aplastada. De un suido aún indeterminado se tiene un molar y una falange en perfecto estado de conservación. Los demás ejemplares son fragmentos de huesos menos importantes que los anteriores. Aunque son escasos los restos fósiles, puede clasificarse el ya- cimiento de la Puebla de Almuradiel por éstos y por su situación en la serie estraligráfica de la meseta castellana como correspon- diendo al mioceno superior ó Pontiense. La importancia del yaci- miento escriba principalmente en que hasta ahora sólo se tenía como dato para fijar la edad Pontiense de alguno de los términos de las extensas formaciones terciarias de las Castillas el hallazgo de restos de Hipparion en el Cerro de la Cruz de la Almenara, de Tarancón, provincia de Cuenca, según cita de Mallada en su Ca- tálogo general de las especies fósiles encontradas en España. (Bo- letín de la Com. del Map. Geol. de España. Tomo xviii, pág. 229. Madrid, 1891.) Se puede, por lo tanto, adelantar que gran parte de las margas yesíferas con intercalaciones de arcillas, las arenas con margas y las calizas, que creemos de formación tobácea, con moluscos terrestres y de agua dulce, y que en otros Ira- bajos hemos designado con el nombre de calizas de los pára- mos, rocas todas que constituyen las capas superiores de la po- -278 boletín de la real sociedad española teiile formación terciaria de ambas Castillas, corresponden al Pontiense. Respecto á datos de régimen climatológico y paleografía, debe tenerse en caenta la existencia de las extensas formaciones de arenas, grava y cascajos con estratificación crnzada con lentejo- nes de arcillas y margas que se extienden por todo el territorio recorrido, roca á la que se superponen las calizas de los páramos de formación tobácea. Suponemos que estas rocas corresponden á un régimen húmedo y lluvioso con formaciones pantanosas, la- gunas extensas temporales y cursos de aguas durante el Pontien- se que sustituyó en el final del mioceno al régimen de desecación del Sarmatiense, al que corresponderían los depósitos de yesos y margas con sulfaios sódicos y magnésicos y demás formaciones tan desarrolladas al Sur de Madrid. Noticia acerca de algunos individuos anormales de «Asterina» encontrados en el puerto de Cartagena POR DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS Durante los años que permanecí en Cartagena (1887 á 92) tuve ocasión de recoger algunos animales de aquella costa, y aunque mis aficiones me llevaban de preferencia á buscar fósiles y rocas, lio dejé de conservar algunas especies vivientes, y entre ellas al- gunas estrellas de mar, siendo el género Asterina el que con más frecuencia encontrábamos. La abundancia de la Asterina gihhosa Pennant es tal, que algunas rocas del dique de Curra, del de Na- vidad y hasta las piedras de los muelles de Santa Lucía se en- cuentran cubiertas de esta pequeña especie. Por ser tan común no hicimos de ella gran caso, limitándonos á recoger unas cuantas, con lo que quedó nuestra afición satisfe- cha; pero, registrando después cuidadosamente, encontré un ejemplar de seis brazos, y aunque esta monstruosidad no es muy rara (1), llamó mi atención el encuentro de uua anormal entre un corto número de individuos recogidos. (1) En algunas obras he visto citadas varias especies de Astéridos con más ó con menos brazos que de ordinario (Asterias rubensj, pero no en el DE HISTORIA NATURAL 2~9 Aprovechando las vacaciones de Semana Santa, he vuelto á Cartagena con el fln de que los alumnos de Historia Natural pu- diesen ver materiales eruptivos y el terreno arcaico. Recordanda la existencia de las asterinas en los diques de la entrada del puerto, fuimos al de Curra, en donde volvimos á encontrar la misma abundancia de asterinas que hace veinticinco años, y habiendo recogido una veintena de ellas mi discípulo D. Rafael Mauricio, ha tropezado con otro individuo anormal, provisto sólo de cuatro brazos. El hecho de haber encontrado estos dos ejemplares entre un corto número de ellos, me hace suponer que en el puerto de Car- tagena abundan las asterinas anormales, porque no es lógico su- poner que en dos ocasiones hayamos encontrado los raros ejem- plares monstruosos que allí pudieran existir. Una nueva excur- sión á Cartagena me servirá para convencerme de esto y enviar al Museo las formas anormales que encuentre. La Asterina gibbosa vive en Cartagena desde la superficie hasta donde alcanza el fondo del puerto (de 8 á 13 m.), y algunos ejem- plares llevados vivos á Alicante, se han salido del agua de mar en que se les ha tenido hasta alcanzar el borde de la vasija. Su mo- vimiento es más rápido que el de algunos otros Astéridos que hemos conservado vivos. Su color es de un verde agrisado obscu- ro, muy parecido al de las plantas marinas, entre las que se suele encontrar, como si fuese un caso de mimetismo. Este color verde desaparece rápidamente cuando se las sumerge en alcohol, que- dando un blanco pálido ó ligera- mente amarillo cuando han per- manecido algún tiempo en este líquido, como sucede en la de seis brazos. En la Memoria del Sr. Susaeta y Ochoa de Echagüen, Contri- bución al estudio de los Astéridos de España, he visto citada esta especie y una variedad Panzerii (Gaseo), ambas de color rojo de ladrillo ó pardo castaño, colora- género Asterina. Mi antiguo y querido compañero José Rio ja, me aseguró haber encontrado algunos ejemplares anormales pertenecientes á este género. *280 KOLETIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ción muy diferente á la de la Asterina de Cartagena. Por el ta- maño, ésta parece la Asterina gibhosa Pennanl, enconlrándope individuos de unos 4 cm., acaso una nueva variedad. La pe- queña fotografía que se adjunta es una reducción á un tercio del tamaño natural. Publicaciones que ha recibido la Heal Sociedad Española de ]4¡storia Natural durante los meses de IVIarzo (conti- nuación) y fíbril de 1914. f£a liste suivante servirá cV acensé de réception.) Estados Unidos y sus Colonias Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. vii, n° 1, lowa Academy of Science, Des Moines. Froceedings. Vol. xix. MuBeum of Coraparative Zoology at Harvard College, Cambridge. Bulletin. Vol. lviii, n° 2. Smithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Proceeiings of the U. S. National Museum. Vol. 45. The American Naturalist, New- York. Vol. xlviii, n° 567. Francia Académie des Sciences de Paria. Comptes-rendiis. Tome 158, nos S-12. Revue genérale des Sciences purés et appliquées, París. 25" année nos 4-5. Société botanique de France, Paris. Bulletin. Tome ls, 7. Société de Spéléologie, Paris. Spehinca. Tome ix, n" 71. Société entomologique de France, Paris. Annales. Vol. lxxsii, 4" trimestre. Station Entomologique de la Faculté des Sciences, RenneF. Insecta. 4""^ année, n° 38. Inglaterra y sus Colonias Royal microscopical Society, London. Journal 1914, part 1, The Canadian Entomologist, London Vol. xlvi, n° 1. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxvi, n° 3. The Zoologist, London. Vol. xvii, n** 207. Italia Accademia Gioenia di Scienze Naturali, Catania. Atti- 19115. fascic. 28. DE HISTORIA NATUIiAL 281 Ri vista coleotterologica italiana, Camerino. Anno xii, n° 12. Societá italiana di Scienze uatiirali in Milano. Atti. Vol. Lli, fase. 4° Monaco Institut océanographique, Monaco. BuUetin. Nos 286-2S8. Resultáis des campagnes scientifiqnes du Prince Albert I" de Monaco. Fascic. XLv. República Argentina Academia nacional de Ciencias, Córdoba. Boletin. Torco xix, entr. 1. Ministerio de Agricultura (Sección de Geología, Mineralogía y Minería^ Buenos Aires. Boletin. N.os 3-6. Contribución al conocimiento del estado de la industria minera, v. Memoria correspondiente al año 1911. Rusia Musée botanique de l'Académie impériale des Sciences, St. Pétersbourg. Travaux. xi. Musée zoologique de l'Académie impériale des Sciences de St. Pétersbourg. Annuaire. Tome xvín, n° 3. Gómez Ocaña (José).— Discurso leído en la solemne sesión inaugural del año 1814, en la líeal Academia de Medicina. Madrid, 1914. Hoyos Sáinz (Luis de) y Aranzadi (Telesforo de). — Notes préliminaires sur les «crania hispánica». (Bull. et Mem. de la Soc. de Anthropol. de Paris, 1913.) 2 nd. International Congress of Entomology, Oxford, Angust 1912. Vol. i, Proceedings. Oxford, 1914. files de ñbril Alemania Deutsche Entomologische Museum, Berlin-Dahlem. Entomologische Mitteilungen. Bd. iii, nos 3_4. Deutsche Entomologische Gesellschaft, Berlin. Deutsche Entomologische Zeitschrift. 1914, Heft ii. Entomologische Litteraturblatter, Berlin. 1914, n° 4. Entomologischer Verein Iris, Dresden. Iris. Band xxviii, Heft i. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 20, nos 8-10. Internationalen Entomologen- Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau. 31 Jahrg., nos 7-8. Insektenhórse. 31 Jahrg., nos 14-18. Societas Entomológica, xxix Jahrg., nos 7-9. 282 BOLEIIN DK LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Physikalisch-medizinischen Gesellschaft zu Würzburg. Sitzungsberichte. 1913, nos 4-9. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xLiv, nos i_4. Austria-Hungría Societas entomológica Bohemise. Praga. Acta. X, cislo 4. Wiener Entomologische Zeitung, Wien. xxxiii Jahrg., Heft iii-iv. Bélgica Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bulletin. xxxv' année, n° 3. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Anuales. Tome lviii, 2. Société royale zoologique et malacologique de Belgique, Bruxelles Anuales. Tome xlvii. Costa Rica Ministerio de Fomento. San José. Boletín de Fomento. Año iv, n.° 1. España Broteria, Tuy. Vol. xii, fase. i. Ingeniería, Madrid. N.os 322-324. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Año xxxviii, n.° 647. Institut d'Estudis Catalana, Barcelona. Arxius. Any ii, n° 2. • Flora de Catalunya. Fase. ii. Treballs de la Societat de Biología. Any i. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Roquetas. Boletín mensual. Vol. iv, n.° 7. Peñalara, Madrid. N.° 7. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid. Revista. Tomo xii, n° 7. Real Sociedad Geográfica de Madrid. Boletín. Tomo lv, 4.° trimestre. Revista de libros, Madrid. Año ii, n.° vil. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xiii, n.° 3. Sociedad española de Física y Química, Madrid. .ánades. Año XII, n.° 111-112. Estados Unidos y sus Colonias Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. vii, n" 2. Department of the Interior. Weather Burean. Manila Central Observatory, Bulletin. September October, 1913. Missouri Botanical Garden, St.-Louis. Annals. Vol. i, n° 1, DE HISTORIA NATURAL 283 New York Zoological Society. Zoológica. Vol. i, nos J2-14. Public Museum of tbe City of Milwaiikee. Bulletin. Vol. xi, n° 3. Sinithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Annual Reportfor the year ending June 30, 1912. Bulletin. 71. The American Naturalist, New-York. Vol. xlviji, n" 668. üniversity of California, Berkeley. Publicatinns. V^ol. xi, nos 5-8, 10. üniversity of Colorado, Boulder. Studies. Vol. X, n° 4. Francia Academia des Sciences de Paris. Comptes-rendus. Tome 158, nos 13-17. Académie Internationale de Géographie botanique, Le Mans. Bulletin. 23<' année, nos 292-293. La Feuille des Jeunes Naturalistos, Paris. 43' année, nos 620-521. L'Echange, Moulins. 30« année, n° 351 . Revue genérale des Sciences purés et appliquées, Paris. 25' année, nos 6-7. Société fran<;aise de Minéralogie. Bulletin. Tome xxxvn, uos i_2. Société linnéenne de Bordeaux. J^cíes. Tome Lxvii, 1913. Station Entoraologique de la Faculté des Sciences, Rennes. Insecta. iv* année, n" 39. Holanda Société hollandaise des Sciences, Haarlem. Archives néerlanclaises des Sciences exactes et naturelles. Serie m B, tome II, 1'^ livr. Inglaterra y sus Colonias Natural History Society of Glasgow. The Glasgow Naturalist. Vol. vi, nos 1-2. Royal microscopical Society, London. Journal. 1914, part 2. Royal Physical Society, Edinburgh. Proceedings. Vol. xix, n° 6. TheCanadian Entomologist, London. Vol. xlvi, n° 4. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxvi, n° 4. The Zoologist, London. Vol. xviii, n° 208. Zoological Museum of Tring. Novitates zoologicae. Vol. xxi, n" I. Italia Societá di Naturalisti in Napoli. Bolleltino. Vol. xxvi. V84 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Societá zoológica italiana, Roma. Bollettino. 1013, Fase. v-vi. México Instituto geológico de México. Parergones. Tomo iv, nos 2-10. Portugal Commiíjao (los trabalhos geológicos de Portugal, Lisboa. Communicagoes. Tomo ix. República Argentina Museo nacional de Buenos-Aires. Anales. Tomo xxiv. Rusia Societas entomológica rossica, S. Petersburgo. Revue russe d' Entomologie. Tome xiii, n"s 3-4. Société impériale des naturalistes de Moscou. Bulletin. 1913, nos i_3. Suiza Société zoologique suisse et Muséum d'Histoire naturelle de Genéve, Revue suisse de Zoologie. Vol. xxii, n° 3. Castellarnau y Lleopart (J. M.)— Discurso leído ante la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, el día 3 de Mayo de 1914. Cazurro (Manuel). — Los monumentos megalíticos de la provincia de Ge- rona. (Junta para ampl. de est., Centro de est. hist., 1912.) D'Orbtgnt (H.) — Synopsis des Ontopliagides d'Afriqne. (Anu. Soc. Entomol. France, 1S13.) Vidal (L. M.)— Nota sobre un menhir y una piedra oscilante con escultu- ras y letras ibéricas. (Mem. Real Academia de Ciencias y Artes da Barcelona, 1914.) Sesión del 3 de Junio de 1914. PRESIDENCIA DEL ILMO. SR. D. JOSÉ MADRID MORENO El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos los señores pre- sentados en la sesión de Mayo, y propuesto para socio numerario D. José Montero Rodríguez-Almansa, Licenciado en Ciencias Na- turales, firmando su presentación D. Eduardo Balguerias. Fallecimiento. — El señor Presidente participa el fallecimiento del ilustre botánico Felipe Van Thiegem, ocurrido en París el 28 de Abril último. Con este motivo hizo algunas consideraciones so- bre la inmensa labor científica realizada durante su vida por tan sabio profesor, y propuso que una noticia biográfica del mismo se publicara en nuestros Boletines. — Habiendo asentido la Junta á lo propuesto por el señor Pre- sidente, el Sr. Viñals indicó que e! mismo D. José Madrid Moreno debería encargarse de trazar la noticia relativa á la vida y traba- jos del célebre botánico fallecido. Así se acordó unánimemente. Comunicaciones. — El Sr. Cabrera presentó un trabajo de mucho interés para los naturalistas: la traducción del Código de nomen- clatura zoológica vigente en la actualidad. — El Sr. Roussel presenta algunos dibujos, en colores, de va- rias especies do hidrácnidos, que recolectó el año 1904 en la fron- tera Suiza. (Entre otros, Arrhemirus globaior^ A. claviger.) Dos de ellas las encontró también en Septiembre del año 1907, en San Fernando de Jarama. (Arrhenurus mrens y bruzelii.) Segiín cree, de estos artrópodos se conoce un número de machos mayor quede hembras; y mientras estas últimas tienen un cuerpo ovoideo, á veces casi esférico, los machos ofrecen formas más va- riadas, más irregulares, y se distinguen, sobre todo, por sus ór- ganos sexuales, que son salientes y característicos. Se observa en el dorso del animal una línea que dibuja una especie de escudo. Tomo xiv. -Junio, 1914. 19 286 boletín de la real SOCIEDAD ESPAÑOLA Las dos patas posteriores tienen en el artejo antepenúltimo un espolón bien desarrollado en los individuos adultos. La dimensión de los Arrhenurus, que tuvo ocasión de exami- nar, variaba de 1 á 2 mm.; pero hay hidrácnidos de dimensiones mayores. Vista al microscopio, la piel aparece como graneada. El color verde botella es frecuente; pero hay también especies rojizas. Según la carencia ó abundancia de caliza en las aguas, según el plankton, varía la fauna, influyendo también la temperatura de ellas en la distribución de las especies. Por eso las aguas es- tancadas, en las cuales esos factores varían más que en los ríos, suelen ser de exploración más interesante.» — El Sr. Jiménez Aguilar presenta una nota pidiendo se ges- tione de los gobiernos declaren Parque nacional geológico el lugar de la provincia de Cuenca denominado «La Ciudad encantada». Secciones. — La de Santander se reunió el 15 de Mayo, bajo la presidencia de D. Federico Vial. — El Sr. Alaejos entregó el catálogo del Gabinete de Historia Natural del Instituto de Burgos, que nuestro entusiasta consocio Sr. López de Zuazo ha regalado á la Sección. — El Sr. Cereijo, recordando haberse recogido en esta bahía, hace poco, una raya de grandes dimensiones, sin que la Socie- dad pudiese examinarla por no tener noticia oportuna de su cap- tura, propuso se dirigiese al comandante de Marina una comuni- cación interesando ordene á sus subordinados la remisión á este Centro de cuantos ejemplares y noticias juzgue merecedores de los estudios que cultiva nuestra Sociedad. Hechas atinadas obser- vaciones sobre el asunto por los presentes, se acordó que se diri - ja dicha comunicación en súplica de lo propuesto. — La de Granada celebró sesión el 26 de Mayo de 1914, bajo la presidencia de D. Francisco Espejo Gasabona. El Sr. Espejo da las más efusivas gracias á los concurrentes por haberle designado para la presidencia de la Sección, á la vez que promete trabajar cuanto pueda en beneficio de la Sociedad. — El Rvdo. P. Navarro Neuman leyó una nota necrológica eu elogio del profesor John Milne, Se. D. F. R. S. DE HISTORIA NATURAL 287 — Por el Secretario fué leída una nota del Sr. Diez Tortosa (don Juan L ) acerca de la labor científica del ilustre botánico Philip- pe Van Thiegem, recientemente fallecido. — El Sr. Suriano Lapresa habló de la conveniencia de ir prepa- rando una Exposición de Historia Natural de la región, que po- dría hacerse coincidir con las fiestas del Corpus y convertirla luego en permanente, de contar con local apropiado y una peque- ña subvención, que se lograría tal vez del Municipio, para su mantenimiento. — Fué propuesto por el P. Navarro, como nuevo socio nume- rario, el Rvdo. P. Manuel Sánchez Robles, licenciado en Gien- €ias, del Colegio de Jesús (Tortosa). — La de Zaragoza se reunió el 27 de Mayo, bajo la presidencia de D. Pedro Ramón y Cajal. Fué propuesto, como socio numerario, el Dr. D. Antonio de Gregorio Rocasolano, Catedrático de la Facultad de Ciencias de Zaragoza, presentado por el Sr. Aranda. — El señor Presidente leyó un trabajo suyo sobre la estructura de los tálamos ópticos y cuerpos estriados del encéfalo de ios pá- jaros, mostrando los dibujos esquemáticos referentes á dicha es- tructura. — D. Antonio Gota dio lectura á un estudio de las bacterias cro- mógenas de coloración roja de las aguas de abastecimiento de Zaragoza, presentando las preparaciones microscópicas y cultivos que de las citadas bacterias había obtenido en el Laboratorio mu- nicipal. — El Sr. Ferrando presentó varios ejemplares de pizarras arci- llosas procedentes del cámbrico que aflora en el borde izquierdo del trayecto de la carretera de Burbáguena á Calamocha (pro- vincia de Teruel), y que contienen numerosos cristales pequeñí- simos de naturaleza desconocida, cuya determinación y estudio se propone realizar en el Laboratorio de Mr. Duparc, observando sus caracteres ópticos y reacciones microquímicas. Ofrece á la Sección dar cuenta del resultado de sus investigaciones cuando regrese de Ginebra. — La de Barcelona celebró sesión el 25 de Abril, bajo la presi- dencia de D. Luis Mariano Vidal. Se admiten los socios presentados en la última sesión. 288 BOLETÍN DE LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — El Sr. San Miguel dio cuenta de la excursión á Salou, estu- diando las dunas de aquella costa tarraconense, de cuyo fenómeno presentó interesantes fotografías. — El Sr. Vidal (D. Luis Mariano) relató la excursión á Cardona^ describiendo aquellas importantes salinas desde el punto de vista mineralógico, geológico é industrial, y acompañó su relato con una serie de proyecciones, poniendo de maniñeslo las innumerables bellezas que en el orden científico ostentan aquellas montañas de sal gema. Detúvose en enumerar las teorías que se han ideado para fijar la edad geológica del yacimiento, y planteó una nueva hipótesis, que concilia las suposiciones contradictorias deducidas de los hechos observados. — El Sr. Caballero (Ü. Arturo) pide su cooperación á todos los botánicos de la Sección para que contribuyan con envíos de plan- tas A la más pronta formación del herbario nacional que se está reuniendo en el Museo de Madrid. Tras breve intervención del Sr. Vila, el señor Presidente hace un llamamiento á la Sección, para que cada cual contribuya como pueda á la realización de tan importante obra. — La n)isma Sección se reunió el 23 de Mayo, presidiendo don Luis M. Vidal. — El Sr. Gnliano propone se adquiera la obra //andworíerbucA der Natiiricissenschaflen, que actualmente se publica en Alema- nia, y que es en su género la mejor publicada hasta la fecha. — El Sr. Vidal (D. Luis Mariano) lee el extracto de una nota presentada á la Sociedad geológica de Londres en sesión del 7 de Mayo próximo pasado por el Dr. A. Smilh Woodward, Presi- dente, y Director del Museo geológico de aquella capital, en la que describe y analiza la rama de mandíbula de Drijopithecus Fon- tani Lartet, procedente de Seo de Urgel (Lérida), objeto de la Nota publicada por dicho Sr. Vidal en nuestro Boletín de Di- ciembre de 1913. El estudio de esta pieza, cuyo envío á Inglaterra solicitó ante el interés del descubrimiento, ha permitido al Dr. Smith Woodward las siguientes conclusiones: El primer molar tiene un tamaño relativamente pequeño, lo cual debe ser considerado como un carácter primitivo, perdido en todos los antropoides modernos, á excepción de algunos gibones. La forma de la sínQsis mandibular es casi primitiva, con la su- DE HISTORIA NATURAL 289 perficie de inserción del nmscülo digástrico próximamente tan ancha como la de los macacos ancestrales (por ejemplo, Mesopi- thecus). La cara anterior de la sínfisis se inclina por encima del borde frontal de aqu:ella inserción como en los macacos, algunos gibones é individuos muy jóvenes de chimpancé, gorila y orau- gutíín. De este modo difiere considerablemente de la sínfisis man- dibular en los individuos adultos de estos monos vivientes, en que la porción inferior sesgada se resuelve en una franja ósea más ó menos definida, tanto, que la inserción digástrica queda reducida en extensión. La sínfisis mandibular de Dryopilhecns es, en realidad, intermedia por su forma enire la del Mesojñlhe- cus del mioceno superior ó plioceno inferior y del Homo heidel- iergensis del pleistoceno inferior. Por lo que se refiere á la mandíbula inferior, es, pues, el Dryo- pithecus una forma común, de la que los actuales njonos antroi- des y el hombre pueden haber divergido en dos direcciones dife- rentes. El yacimiento de este notable fósil, acompañado del HippaHon en las hiladas lacustres del mioceno superior de Seo de ürgel, demuestra ser ésta la más reciente mandíbula de mono antropoi- de descubierta hasta ahora en Europa, aunque probablemente contemporánea de los dientes sueltos de antropoide del Bohnerz de Wüi'temberg, y del conocido fémur de antropoide de las are- nas de Eppelsheim (Üesse-Darmstadt). — El Sr. Caballero presenta una nota en la que describe una forma nueva del género Moehringia, y hace algunas considera- ciones acerca de las plantas pertenecientes á dicho género. — El Sr. Galiano comunica que nuestro consocio Sr. Bellido Golferich ha obtenido por oposición la cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de Zaragoza, y propone, como así se acuerda, felicitar á dicho señor por su triunfo. — El Sr. Bellido agradece la felicitación, y al propio tiempo nos transmite un saludo de nuestros consocios de Zaragoza. — El Sr. Cazurro hace donativo ala Biblioteca de la Sección de un libro suyo recién publicado y que se situla: Los moimmenios megaliíicos de la provincia de Gerona. — La de Sevilla celebró sesión el 1.° de Junio, presidiendo don Bernardo Tenorio. Fué propuesto para socio de número D. Mariano Simó y Del- 290 boletín de la real sociedad española gado de Mendoza, ingeniero de Minas, propuesto por D. Bernar- do Tenorio, informando los Sres. Cade del Rey y Barras. — A. continuación se leyeron las cartas dirigidas por el director de la Colonia Agrícola de la Algaida á los Sres. D. Garlos Ante- quera y D. Francisco de las Barras poniéndose á disposición de la Sociedad para la excursión proyectada en la sesión anterior, y haciendo los más amables ofrecimientos en este sentido. A pro- puesta del Sr. del Rey, y por unanimidad, se acordó aceptar- los, haciendo constar en acta la manifestación más expresiva de reconocimiento, así como el acuerdo de comunicárselo de ofi- cio al Sr. Torrejóu. A la vez se convino en diferir la excursión hasta el otoño próximo, pues las dificultades qué algunos socios tienen en estos días para realizarla y lo avanzado de la esta- ción constituyen al presente una gran dificultad para que se efectúe. — Habló luego D. Bernardo Tenorio para dar cuenta de las re- colecciones que había realizado en su reciente excursión por la provincia de Cádiz. De las márgenes del Giiadalete en las inme- diaciones de Villamartín, ejemplares de rocas y fósiles; de éstos en la margen izquierda caliza miocena con corales, debajo una arenisca y debajo la caliza nuramulítica. En la margen derecha frente al mismo sitio, yeso rojo, caliza, marga azul con fósiles triásicos de equisetáceas y caliza gris obscura del mismo terreno. A poca distancia están los sondeos que han producido petróleo, siendo por tanto de diferentes edades las dos márgenes, y que- dando demostrado que el petróleo obtenido hasta el presente pro- cede del triásico. De Alcalá de los Gazules trajo ejemplares de ofitas, y proce- dente de ellas un ejemplar notable de feldespato que se presenta en nodulos en la roca. De una mina de lignito próxima al mismo Alcalá de los Gazu- les ha traído fósiles vegetales, también de triásico, llegando algu- nos á constituir verdadero azabache. Del mismo unos ocres manganesíferos que forman una capa de poro espesor durante varios kilómetros cuadrados, encontrán- dose en muchos sitios en la superficie del suelo completamente al descubierto. De Conil ejemplares de azufre cristalizado, ofitas iguales á las de Alcalá de los Gazules, cogidas de un asomo próximo á la mina de azufre. DE HISTORIA NATURAL 291 También una loba caliza de formación reciente próxima á un manantial salino sulfuroso. De Conil una caliza arenosa de formación reciente con peque- ñas gotas do azogue. También numerosas conchas de pectínidos y madreporarios, y un Mnrex cubierto de Balanus y Serpula. Todos los ejemplares de referencia fueron regalados por el se- ñor Tenorio al Gabinete de la Universidad. — Hizo uso de la palabra acerca de la geología de Cádiz D. En- rique Conde. — También D. Manuel de Paul regaló un precioso ejemplar cristalizado de calcopirita, que pasó á las colecciones de la cátedra de Cristalografía. — El Sr. González Fragoso propone que la Sección de Sevilla, de esta Real Sociedad, felicite al Comisario general de la Exposi- ción Hispano-Americana, Sr. Rodríguez Caso, por su proyecto de hacer una instalación zoológico-bolánica de la flora y fauna de América, en el concurso internacional de 1916. Propone asimismo que una Comisión compuesta de los Sres. Presidente, Vicepresi- dente, Secretario de esta Sección, del Sr. Barras y otros socios, haga presente personalmente al Sr. Rodríguez Caso nuesla felici- tación, y al mismo tiempo se ofrezca por sí y en nombre de todos los socios para coadyuvar á la feliz ejecución y al éxito del pro- yecto del ilustrado é inteligentísimo Comisario general de la Ex- posición. Seguro de que su proposición será aceptada por unani- midad, ruega á los señores socios presentes que estudien los medios más adecuados para la realización del proyecto. Se apro- bó por unanimidad. El Sr. González Fragoso lee la siguiente nota: «En la sesión anterior, el Sr. D. Carlos Morales, nuestro distin- guido consocio, consignó interesantísimos datos acerca de una enfermedad del olivo, producida por el Cycloconium oleagineum Cast., llamado vulgarmente repüo. En sesión anterior di cuenta de algunas observaciones acerca del Macrophoma dalmática (Thüm) Berl. et Vogl., también llamado repilo. Para evitar con- fusiones, voy á permitirme hacer una aclaración. El vulgo de los agricultores confunde, bajo el nombre de repilo, cuatro hongos microscópicos que atacan los frutos y las hojas del olivo, produ- ciendo desastrosos efectos, y que son: 1." Cycloconium oleagineum Cast., Hifal demaciáceo, más 292 boletín de la heal sociedad española común en las hojas y pedicelos de los frutos, que en los frutos mismos, y que ha sido muy bien estudiado por Boyer. 2.° Glaeosporium olivarum D'Almeida, descrito en Portugal, y el más común de los que atacan los frutos, y que, como es sabi- do, es un Melaueonieo hialosporo. Debería considerarse como el verdadero repilo. 3.° Macrophoma dalmática (Thüm) Berl. et Vogl., Esferioideo hialosporo que ataca de preferencia la aceituna gordal, por lo que se llama también escudete de la gordal, y 4." Macroj)homa oleae (DC.) Berl. et Vogl., muy semejante mor- fológicamente al anterior, pero que vive sobre las hojas princi- palmente. Estas especies es :iiuy común verlas asociadas, en particular el Cycloconüim oleagineum y el Macrophoma oleae en las hojas, el Glaeosporium olivaru7n y el Macrophoma dalmática en los frutos. Todas estas epidemias parasitarias del olivo ceden fácilmente á los tratamientos cúpricos, y en Francia, donde se aplican, los per- juicios que ocasiona son insignificantes. Aprovecho esta ocasión para dar gracias al ilustre Director del Instituto Botánico de Padua, Profesor Saccardo, y á M. Paul Hariot, asistente del Laboratorio de Criplogamia del Museo de París, que han tenido la bondad de revisar las determinaciones de mis ejemplares de estos hongos. Presento un diseño de los Glaeosporium olivarum, Cycloconium oleagineum y Macrophoma dalmática para que los señores socios aprecien fácilmente las diferencias entre las tres especies. En cuanto al Macrophoma oleae sólo se distingue del M. dalma tica por las dimensiones de las espór\ilas. Las de Glaeosporium olivarum se asemejan á las de ambas es- pecies de Macrophoma, pero se encuentran en acervulos abiertos, mientras que los segundos se hallan en picnidios que abren sólo por un poro. La distinción del Cycloconium oleagineum es facilísima por tra- tarse de un moho que desenvuelve su micelio bajo el epidermis, saliendo sólo al exterior los cortísimos conidióforos y los coni- dios, y por ser éstos tabicados, biloculares y de color fuliginoso, en tanto que los de las tres especies restantes son hialinos, con- tinuos, uniloculares y más ó menos gutulados. Las espórulas de Macrophoma y Glaeosporium se desenvuelven emitiendo tubos miceliales, los conidios de Cycloconium, adquiriendo primera- ÜE HISTORIA NATUHAL 293 mente mayor núiiieio do tabiques, así á su madurez no es raro verlos con dos tabiques, cuando lo normal es uno por ser Dema- ciáceo feodidimo; pero, sef^ún Lindan, en estos casos la célula inferior representa sólo un conidióforo externo ó vesícula coni- dígera.» El mismo Sr. González Fragoso señala la presencia en la flora española de tres Uredales interesantes, de los que ofrece ocuparse en otra ocasión con más extensión, y que son los siguientes; 1. — Pucci7iia Urosj)erm% Thümen. — Monjuich, Barcelona, so- bie hojas de Urospermum Daleschampn Desf.; recolectada por el profesor D. Arturo Caballero. Esta interesantísima especie, al menos que yo sepa, sólo ha sido encontrada en elJardín Agríco- la de Perugia (Sicilia) por Beltrani, y con estos ejemplares fué publicada por Thümen en su «Mycotheca universal» (núm. 1.227) en 1879. Posteriormente no na vuelto á encontrarse. 2.—Pnccinia tinctoriicola P. Magnos.— Valle de Oro (Lugo), Ferreiro, sobre hojas de Serraíula Seoanei Wk.; recolectada por el profesor D. Francisco Beltrán. Especie, como la anterior, nueva para la flora ibérica y que por vez primera ha sido encontrada sobre la Serratula Seoanei. 3. — Uromyces lupinicolus Bubák. — Pedroso de la Sierra (Se- villa), sobre hojas ie Lupimis angustí folius L.; encontrada por mí. Nueva también para la flora ibérica y que no debe confundirse con el Uromyces renovatiis Sydow., hallada por mi en la misma localidad sobre Lupimis albus. Doy gracias á los Sres. Caballeros y Beltrán por su bondad al facilitarme los ejemplares citados. El Sr. González Fragoso agrega que desea también hacer cons- tar la existencia en nuestra flora de los siguientes Uredináceos. Puccinia crepidicola Sydow.— -Sobre Crepis lar axici folia, y particularmente en la váv . pecfmata Wk., en Pedroso en la Sie- rra y Castillo de las Guardas (Sevilla), donde ha sido recolec- tada por mí, y en Galalayud (Zaragoza) encontrada por el distin- guido botánico D. B. Vicioso, á quien doy gracias por su envío. P. CorrigiolcB Chev. sobre Corrigiola ielephiifolia en Pedroso de la Sierra. Uromyces Scillarum (Grev.) Winter sobre Scilla Ramhurei en el Castillo de las Guardas, y, por último: Uredo Andryalm Sydow. sobre Andryala Pagusina en el Pe- droso de la Sierra. 294 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Aún señalaré la presencia en la flora española de una Mucedí- nea, el Oidium ladaniferi Thüm., sobre Cistus ladaniferns, reco- lectado en el Tibidabo (Barcelona) por el sabio botánico Hermano Sennen, y en el Castillo de las Guardas (Sevilla) por mí. Esta es- pecie descrita en la flora portuguesa, es nueva, así como las ante- riores uredales, para la española. Notas bihliográficas. Del Sr. Darder (sesión de Madrid): A Wurm: Beitrage zur Kenntnis der iberisch-Mlearischeii Triasprovinz. (Datos acerca del conocimiento de la provincia iriá- sica Hispauo-Balear). Heidelberg, 118 páginas, una lámina, un mapa y 16 figuras, 1913. Resumido en el Geologisches Zentral- blatt, tomo xx, niím. 7, 15 Marzo 1914. El autor principia dando un resumen crítico de cuanto se rela- ciona con la época triásica de la Península Ibérica, distinguiendo cuatro regiones y una zona mixta, de cuyas extensiones orienta el mapa adjunto. El trías hispánico representa á la provincia exlra-alpiná, pare- ciéndose especialmente á la facies alemana, si bien mucho menos determinado que ésta. Las provincias situadas en el centro de Es- paña son las que ofrecen mayor grado de semejanza con el trías alemán, al paso que la fauna de Mora de Ebro se presenta pura- mente alpina. El Mediterráneo propiamente alpino tenía su límite occidental en el estrecho, entre Gerdeña y el continente africano, y la provin- cia Ibero-balear presenta durante la época el carácter típico de un mar mediterráneo, en comunicación, por la parte meridional, coa el mar alpino de Italia del Sur, y, en la parte septentrional, cer- ca de Tolón, con el mar del Muschelkalk de la Europa central. La unión del mar alpino mediterráneo con el mar de Italia del Sur ocasionó, por grados, una compensación de estas dos regiones. Después de algunas observaciones acerca de los equivalentes de la dolomía principal, el autor se ocupa de las ofltas, que conside- ra como características de la provincia Ibérico-balear y que están íntimamente relacionadas con el trías, sobre todo con las margas del Keuper. Describe el autor la fauna de Mora de Ebro con TracMceras. Su carácter es casi puramente alpino, siéndolo mucho más aún que DK HISTORIA NATURAL 295 la fauna de Gerdeña, que está mis cerca del mar alpino; recuerda con respecto á las dimensiones, á la de San Casiano, sobre todo en lo que respecta á Lamelibranquios y Gasterópodos. Gomo nuevas especies menciona: Avicula ibérica, Macrodon (?) Verneiiili, Myophoriopsis camposinensis, Opis Tarragonensis, Me- galodon hispanictis, Megalodon Malladce. Llama también la atención sobre el hallazgo sumamente impor- tante de la Mentzelia Mentzeli Dunk, en el Muschelkalk, de la provincia de Barcelona. Louis Mengaud: Sur la tecionique des environs d'Infiesto, Arriondas et Rivadesella (Asturias). (Gomp, Rend. Ac. S,, tome 158, n." 19, págs. 1381-1383, año 1914.) El autor, dice, ha proseguido los estudios sobre los corrimientos en esta región, que el profesor de la Universidad Gentral, Sr. Her- nández-Pacheco, inició el año anterior, al señalar en Asturias el cabalgamiento del carbonífero sobre el Trías y el Jurásico. El autor de la nota llega á la conclusión que las calizas de Llanes y Rivadesella, que sirven de siibstratum á las areniscas paleozoi- cas de la capa primera son también corridas, y deben ser conside- radas como perteneciendo á una serie inferior, ala que llama capa segunda. La masa de las areniscas devónicas de Gué-Pimango (capa pri- mera), se encuentra al W. de Llanes, formando sinclinal en la caliza Dinantiense y describiendo una curva concéntrica al ma- cizo de los Picos de Europa. El autor los ha seguido en los alrede- dores de Rivadesella, Arriondas é Infieslo, recubriendo indistin- tamente al Dinantiense, Carbonífero, Permolrías ó una pudinga del eoceno superior; existiendo, por lo tanto, en Asturias, una capa de edad pirenaica. boletín de la heal sociedad española Notas y comunicaciones Notas criticas sobre las especies anuales del género «Moehringia» L POR A. CABALLERO En nuestros paseos botánicos por los alrededores de Barcelona, realizados en la primavera de 1913, pudimos observar en el tér- mino de Vallvidrera una Moehringia anual, que pronto llamó nuestra atención por sus especiales caracteres. A partir del ilus- tre Costa, se cita en esta localidad por todos los boliínicos la Moehringia pentandra Gay, y, en efecto, la forma de que nos- otros hablamos puede fácilmente confundirse con ell.i; pero, evi- dentemente, no se trata de la M. 'pentandra, aunque tampoco sea \du Moehringia trinervia Giair., pudiendo más bien afirmarse que nos hallamos en presencia de una Moehringia casi exactamente intermedia entre las dos citadas. Su cultivo y nuestras frecuentes visitas á la localidad donde vive espontánea, nos ha permitido, ó así lo creemos nosotros al menos, determinar con cierta precisión el verdadero significado de esta forma, nueva indudablemente para la ciencia, y que, en nuestro humilde concepto, viene á destruir la autonomía especí- fica de las dos Moehringia antes citadas, irinervia y peníandí^a, que pasarían, según esto, á la categoría de variedades de una sola especie, la Moehringia lri?iervia Glair. Esta forma puede ser descrita de la manera siguiente: Indivi- duos pequeños y medianos erguidos y los muy desarrollados ten- didos; tallo pubérulo con pubescencia patente refleja; peciolos pestañosos en los bordes y limbos foliares lanceolados, agudos, mucronulados, no muy punteados al trasluz y, en general, con tres nervios, siendo cinco en las hojas muy desarrolladas; flores largamente pedunculadas y solitarias en las dicotomías del tallo y de las ramas; pedúnculos mazudos, encorvados mienti-as la fruc- tificación y al fin patentes y rectos ó casi rectos; sépalos aquilla- dos, con una cinta verde en la línea media, blanco membranosos DE HISTORIA NATURAL 2ínr en los bordes, agudos y algo acapiichonados en la punta y con algunas cerditas cortas en la quilla; sin corola, pero, con alguna frecuencia, se ve uno ó dos pétalos ovales, blancos y más cortos que los sépalos; cinco estambres fértiles episépalos, con anteras y polen blanco, y alternando con ellos cinco filamentos, más ó me- nos largos, estériles, alguno de los cuales, ó todos, pueden ser fértiles; cápsula igual, algo más corta ó más larga que los sépa- los, con seis dientes; semillas negruzcas, elipsoideas, algo depri- midas y aquilladas, con la superficie lisa, pero, á gran aumento^ se halla dividida por líneas poco profundas, finamente onduladas, concéntricas y radiales, más obscuras que la testa, en cuadriláte- ros más ó menos desiguales y adornada con un esirofiolo blanco, apiramidado pentagonal, con las caras longitudinalmente es- triadas. Hagamos observar ahora que el carácter de trinerviado y con pocos puntos traslúcidos que se asigna en las descripciones al limbo foliar de la Moehrmgia irinervia Glair., así como el de quin- quenerviado y con muchos puntos traslúcidos densissime punc- iatis, para el de la Moehringia penímidra Gay, distan mucho de ser ciertos, pudiendo, por el contrario, decirse que son caracteres tan variables, que con frecuencia se presentan reunidos en un mismo individuo de cualesquiera de las dos formas, y así hemos podido observarlo nosotros, principalmente en lo referente á los nervios, en los diversos herbarios que hemos examinado (1), de donde deducirros que estos caracteres no pueden ser utilizados en la distinción de tales formas. Pero todavía quedan como caracteres diferenciales entre la Moehringia irinervia Glair. y la Moehringia pentandra Gay, los siguientes: M. irinervia. M. pentandra. Sépalos trinerviados. Sépalos uninerviados. Con corola. Sin corola. Diez estHiiibres. Cinco estambres alternisépalos. Caja incluida en el cáliz. Caja igual al cáliz. Semillas lisas. Semillas (sub-lente) finamente papilosas. (i) Creemos de justicia hacer pública la exquisita amabilidad con que el Hermano Sennen puso á nuestra disposición su magnífico herbaiio, y por ello consignamos aquí nuestro sincero agradecimiento. 889 BOLETÍN DE LA BEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA De esta manera expuestos parecen suficientes caracteres, en im- portancia y número, para constituir con ellos dos especies inde- pendientes; pero si entre las dos columnas que los expresan in- tercalamos otra con los de nuestra forma de Vallvidrera, que, provisionalmente, podemos designar por Moehringia intermedia, tendremos: M. trinervia. M. intermedia. M.pentandra. Sépalos trinerviados. Sépalos uninerviados. Sépalos uninerviados. Con corola. Sin corola; pero,á veces, Sin corola. con uno ó dos pétalos. Diez estambres. Cinco estambres episé- Cinco estambres alter- palos y cinco estami- nisépalos. nodios que pueden ser fértilfS, es decir, que pueden tener diez estambres. Cajaincluída en el cáliz. Caja algo incluida, igual Caja igual al cáliz. ó algo mayor que el cáliz Semillas lisas. Semillas lisas. Semillas (subiente) fina- mente papilosas. Como se ve, con esta intercalación efectuada, ya pierden bas- tante de su valor los caracteres que diferencian las formas extre- mas. El carácter referente á la nerviación de los sépalos permane- ce sin modificación en este cuadro, y, atendiendo á dicho carác- ter, nuestra forma se confunde con la M. 'pentandra-, pero, en cambio, por lo que á la semilla se refiere, cuyo carácter diferen- cial se conserva también con el mismo valor, nuestra forma se iden linca con la M. trinervia; y teniendo en cuenta que el carác- ter de la longitud, tan variable en la caja de la M. intermedia, resta todo valor á las diferencias que, por este motivo, existen entre las otras dos Moehringia, sólo nos quedan por examinar los caracteres referentes á la corola y al androceo en las tres formas que estamos estudiando. Pero atendiendo á estos órganos, nues- tra Moehringia se halla comprendida entre las otras dos: por la corola está evidentemente más próxima de la M. pentandra, pero, por el androceo, aunque en apariencia se aproxime más á esta última forma, nosotros, entre otras, tenemos una razón indiscu- tible para creerla mucho más cerca de la M. trinervia, puesto que la M. intermedia tiene constantemente fértiles los estambres epi- sépalos y la M. pentandra Gay (Wk. le. 1, t. 58) tiene el androceo allernisépalo, y, por consecuencia, esta última diferirá de la de DE HISTORIA NATURAL 298 Vallvidrera cuando tenga los diez estambres fértiles en los cinco episépalos, y en las mismas condiciones, la M. intermedia y la M. irinerma serán iguales. Una vez probado, como suponemos haberlo hecho, que entre estas tres Moehringia existen íntimas relaciones de paso, cabe ahora discutir si los caracteres que entre sí las diferencian son suficientes, por su calidad, para constituir con aquellas formas tres especies distintas. Creemos nosotros que los caracteres referentes á la corola y al androceo tienen, en la familia de las Cariofiláceas y afines, muy escaso valor, pues todo el mundo sabe la facilidad con que tales órganos se modifican en estas plantas, y, para no citar ejemplos sino de casos observados por nosotros, podemos hablar del Scle- o'anthus perennis L., cultivado en el Jardín Botánico de Madrid, que presenta (presentaba en nuestra época de Conservador del citado establecimiento) constantemente los cinco estaminodios transformados en estambres fértiles, y, más demostrativo aún, por pertenecer á un género mucho más afine al que hoy nos ocupa, podemos citar el caso de la Stellaria media Vill., de la que hemos observado en Barcelona, no muy lejos de la localidad donde vive nuestra Moehringia, en San Gervasio, todas las formas principa- les que se citan de ella: el tipo, con cinco estambres y corola; la variedad major Koch., con diez estambres y corola y la variedad Boroeana Weih.? = apétala Ucr.?, con dos estambres y apétala, y no puede negarse que todas estas variedades están perfecta- mente incluidas en tal especie. Ahora bien; como, además, cree- mos que los restantes caracteres que diferencian estas formas de Moehringia, son todavía de categoría inferior á los que acaba- mos de examinar, dicho se está que no podemos admitir el título de especie para nuestra forma, ni tampoco para las otras dos que )\asta hoy fueron consideradas como especies autónomas, y pro- ponemos, como resumen y consecuencia de este trabajo, la inclu- sión de las tres modalidades aquí estudiadas, con la categoría de variedades, en una sola especie que según lo legislado en botáni- ca sería la Moehringia irinervia G\ah\, pero, bien entendido, que el nombre específico trinervia, según hemos demostrado en un principio, es impropio por defectuoso. Según todo lo expuesto, tenemos definitivamente: Moheringia irinervia Glair. a Typica var. nov. z=zAre7iaria trinervia L.^Moehringia tri- 300 BOLETÍN DE LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nervia Clair. (Wk. Ic. 1.°, t. 58, A). Sepalis irinerviis; petalis 5 calyce brevioribu?; staminibus 10. ¡ü Pentandra (Wbb. Phyt. Giiiar. 1,°, p. \^^]— Moehringia irinervia Lose, et PaLvd.=:Moe/iringia pentandra Gay (Wk. Ic. 1.°, t. 58.) y Intermedia var. nov. Sepalis uninerviis; petalis 0-1-2; sta- minibus episepalis 5 aiUheriferis, alternisepalis 5 castratis aut antheriferis. Habitat in Vallvidrera prope Barcelona. Notas para el estudio de los microbios cromógenos de pigmentos rojos, en las aguas de abastecimiento de Zaragoza POR ANTONIO GOTA Desde hace algún tiempo vengo dedicándome al estudio de los microbios cromógenos del agua de los depósitos del canal, y entre aquéllos seguramente son los rojos los que más llaman la aten- ción, tanto por aparecer solamente en determinadas épocas del año, cuanto por la dificultad de clasificarlos, incluyéndolos en las ya muy numerosas especies descritas en los tratados clásicos de bacteriología de Mace, Miijuel, etc., ó en algunos oíros de análisis bacteriológico de aguas, Roux sobre todo. El que hasta ahora no coincidan sus caracteres con los señala- dos á especies análogas, ha hecho que me decidiera á designar- los con las primeras letras del alfabeto, para sustituirlos por sus verdaderos nombres si una biografía más extensa me permite venir en conocimiento de su individualidad. Estas especies, que llamo A, B, D, E, aparecen bajo la forma de pequeñísi-nas colo- nias redondas (en las placas de gelatina), de color rojo vivo, y tienen como carácter común, el de no fluidificar dicho medio. No se observan más que en primavera y verano, y aun en éste cuando los caloi-es no son excesivos; en otoño se hacen muy raras, y desaparecen en invierno. Se desarrollan de preferencia en gela- tina y patata, y vegetan entre límites muy extensos, haciéndolo bien á la temperatura ordinaria de laboratorio. Aunque aparentemente sus colonias son iguales, se trata de especies compleíamente distintas, que someramente vamos á indicar. i % DE HISTORIA NATURAL 301 Hoja A. — Esta especio está constituida por cocos relativamente grandes, 3 á 5 jx, que algunas veces se agrupan en parejas y hasta dan origen á cortas cadenillas. Toman el Gram-NicoUe, y se tiñen por casi todos los colores. En gelatina dan: por punción, colonias que se desarrollan en la superficie formando discos redondos, de color rojo brillante, á lo largo de la puntura el desarrollo es escaso; en estría, forman colonias abundantes, rojas, que toman un tinte más obscuro al envejecer; su superficie no es completamente lisa, sino granu- jienta; sus contornos perfectamente limitados. En agai-; por punción, cultivo escaso en forma de clavo; por estría, cultivo abundante que generalmente no se limita al trozo de siembra, sino que se desarrolla en casi toda la superficie del medio, formando colonias redondas, de color rojo, y tiñendo el agua de condensación. En la patata: colonias abundantes, de color rojo. En caldo, nada aparente. Este pigmento es soluble en el agua é insoluble en el éter, alcohol y cloroformo. RojaB. — Está formado por bacterias tan cortas que casi podría tomárseles como cocos ovales. No toman el Gram, y sus propie- dades, excepción hecha de la morfología, son idénticas á las de la especie A; colonias rojas en gelatina, agar y patata y ligero en- turbiamiento en el caldo. Roja D. — Cocos pequeños de % á 1 [x diámetro, que toman el Gram y se tiñen muy bien por todas las anilinas. Las colonias son idénticas, en apariencia, á las de las especies anteriores. Roja -É'.— Bicterias largas, gruesas, de 6 á 8 u por 1 á 2, que toman el Gram y se comportan en los soportes nutritivos como las anteriores especies. En resumen: e.-^tos cuatro tipos mencionados no presentan en los medios ordinarios de cultivo caracteres que permitan dife- renciarlos; las colonias son completamente semejantes por su forma, color, abundancia y rapidez evolutiva, y de no indicar el microscopio lo diferente de sus elementos constitutivos, se toma- rían como iguales. ToMOXiv.— Junio, 1914. 20 3Ó2 BOLlíTIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El horde de la meseta terciaria en Alcalá de Henares L. FERNANDEZ NAVARRO Y J. CAKANDELL PERICAY (Láminas ni, iv y v.) El río Henares desarrolla una buena parle de su curso en el contacto de la planicie diluvial, procedente de la denudación de la cordillera de Guadarrama, con el borde de la meseta terciaria castellana. A través del diluvium pueden observarse aún, en las provincias de Madrid y Guadalajara, bastantes asomos del tercia- rio, muy erosionados ya, los cuales indican que los sedimentos del mioceno lacustre se extendieron hasta el borde mismo de la inmediata sierra. Tocando con esta se puede señalar todavía el afloramiento de Quijorna, descrito por uno de nosotros (I). Esto supone que el río Henares, agente destructor principal del borde de la meseta, sometido al descenso constante de su nivel de base, correlativo siempre con el perfil de eqnilibiio del Tajo, se ha ido desplazando paulatinamente según la dirección en que. origi- na el retroceso del referido borde, es decir, hacia el SE.; que- dando con esto fuera de duda que el cauce del Henares ha segui- do siempre el contacto entre el diluvial y el terciario. La ribera izquierda llama la atención por los singulares fenó- menos que las aguas originan en los sedimentos erosionados por el río. Los barrancos d' Alcalá fueron ya objeto de algunos párra- fos, pero de carácter meramente descriptivo, en la «Memoria» del ingeniero Prado sobre la provincia de Madrid (Junta general de Estadística. Madrid, 1S6'i). El profesor Quiroga dedicó también algunas excursiones á aquellos lugares. El contraste con la monótona planicie diluvial es violento, y lo será tanto más cuanto más se acentúen, á medida que el tiem- po transcurra, los bellos barrancos abiertos por la disección ince- sante que las aguas realizan en las deleznables arcillas terciarias. Circunscritas nuestras excursiones á los alrededores de Alcalá, Meco, Los Santos de la Humosa, Anchóelo, Villalbílla, etc., lu- gares enclavados en las riberas del río y proximidades, hemos (1) L. Fernández Navarro: «Notas geológicas». {Bol., de la R. Soo. Esp. DE H.6T. Nat., tomo IX, 190ii.) Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XIV.— LÁM. III. FiG. i.^ — Estratificación horizontal en las arcillas. Desmonte junto a) puente de Zulema. FiG. 2.^ — Formas de erosión en las arcillas sabulosas. Barranco y cerro del Grajo. Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat. ToraoXIV.-LÁM. lY. Paso gradual de los conglomerados á las calizas superiores. Barranco de la Mina, en el Viso. I— I M o S o M o; ó o c3 cq DE HISTORIA NATURAL 30» tenido ocasión de observar interesantes particularidades físicas y estratigráficas. Marchando desde Alcalá ó desde Meco hacia el río, es decir, de NW. á SE., aparece inmediatamente en el borde de la meseta un gran escalón constituido por materiales arcillosos y dos cerros más importantes entre otros innumerables: el ViíO, al SW. de Alcalá y el Ecce-IIomo al E.; y se observa además el magnífico golpe de vista que ofrece el intrincado abarrancamiento produci- do por la erosión de las aguas meteóricas. Los abruptos acantilados — valga la expresión — que socavan las aguas, ponen do manifiesto la tranquila eslraiigi-afía miocénica {lám. in, fig. 1.*). Aparecen inferiormente las arcillas, en granes- pesor; sobre ellas los yesos, luego las margas y por último las ca- lizas. Y en algunos puntos, como en el Viso y el Ecce-Homo, con- glomerados de especial interés. Las arcillas son bastante sabulosas y en algunos niveles se ha- llan lechos de arenisca micácea. A los 90 metros de altitud sobre el llenares, en el barranco que empieza en Los Santos de la Bíu- mosa y termina junto á la finca La Oruga, hemos encontrado una Teslxido de gran tamaño, pero cuyo estado de conservación hacía imposible todo intento de clasificación. Entre las arcillas se en- cuentran varios lechos de marga, pero de débil espesor. Es nota- ble uno muy constante y extenso que aparece en las laderas del Viso é inmediatas, á un centenar de metros sobre el río, originan- do una ruptura general de pendiente; se le puede seguir de lejos en todo su perfil, por su color blanquecino que le hace destacar entre los rojos oscuros y los azulados de las arcillas. Se le vuelve á encontrar en la carretera de Pastrana, por encima de la prime- ra casilla de peones camineros. Los yesos están muy irregularmente repartidos. Faltan, por ejemplo, en los cerros del Ecce- Homo y el Viso, y abundan, por el contrario, en el cerro de las Pedrizas ó de las Canteras, donde se explotan; probablemente están en masas lenticulares revelando desigualdades de sedimentación. No faltan tampoco los yesos de recrislalización entre las arcillas. En un socavón ó caverna cerca de La Oruga y en la más conocida cueva de los Gigantes, abun- dan las eflorescencias sulfatadas, especialmente de sulfato sosa. Por último, la caliza terciaria solamente se halla en aquellos puntos que han resistido más á los efectos de la erosión, como su- cede en los repetidos Viso y Ecce-Homo, los cuales terminan por 304 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAí50LA aquella planicie tan particular de caliza que protege á los materia* les subyacente?. De ahí su mayor individualización y relieve en- tre los demás cerros y cuchillas (1) que constituyen el paisaje ar- cilloso, de que luego nos ocuparemos. Una coloración rojiza en lomas alto délas arcillas indica desde lejos, como de costumbre, la decalcificación del material calcáreo que sobre ellas de?cansa. Las calizas tienen el aspecto común á todas las terciarias; su fractura es vidriosa y llevan además restos de conchas de los moluscos lacustres característicos. En el cerro de las Pedrizas hay calizas fétidas y travertínicas. La estratigrafía, tal como la hemos descrito es algo esquemáti- ca, existiendo alteraciones locales é intrusiones de unos sedimen- tos en otros. La anomalía más interesante es sin duda la existen- cia en el Viso y el Ecce-Homo de un conglomerado de seis me- tros de espesor por debajo de las calizas, que no pasan así direc- tamente á las arcillas. En ningún otro punto de la meseta terciaria hemos encontrado hasta ahora debajo de las calizas una forma- ción tan extraña. Insistamos algo, pues, en la descripción de aquellos dos nota- bles cerros. La planicie en que remata el Viso está á los 200 me- tros sobre el Henares, altura máxima al NE., con una ligera pen- diente liacia el SW. Alguna mayor altura tiene el Ecce-Homo (255 m.), y más aún el pueblo de Los Santos de la Humosa (300 m.). Ijas calizas, en la meseta general, tienen pues un ligero declive hacia el S. ó SW. En las proximidades del Viso, según se asciende la llamada cuesta de Zulema, por la carretera de Alcalá á Loeches, aparecen abundantes cantos rodados de cuarcita que en un principio no nos llamaron la atención, atribuyéndoles un origen cuaternario ó actual. Pero en el contorno de dicho cerro se ven grandes blo- ques de conglomerado desprendidos de la formación in situ men- cionada anteriormente, de los que sin duda proceden todos los cantos sueltos. Las cuarcitas son sin duda de edad silúrica, es- tando siempre unidas por un cemento calizo. La fotografía que acompaña (lám. iv) está hecha junto á la (1) Hemos adoptado el nombre de ¡ieires — — ^ 6 Kilómetros ^————^^—^—^-^-^-^—^— £scal» de Alturas Sflstñr^te eXAQtraií;^ Corte próximamente E.-W. desde la meseta alcarreña hasta el Henares. Resumiendo el actual relieve en un corte transversal de Mira- liebres al llenares, pasando por el Ecce-Homo (figura adjürta) es decir, de NW. á SE., se observará á levante la horizontalidad de la meseta general con su coronamiento de caliza terciaria; luego una ligera curva que señala la depresión del arroyo de Anchuelo; después la arista del escalón arcilloso con las dos eminencias del Viso y Ecce-Homo; y, por último, la rápida vertiente hacia el Henares. Hagamos notar, finalmente, la situación de todos los pueblos del borde de la meseta, condicionada por la existencia de un nivel acuífero general en el contacto de las calizas superiores más ó menos fracturadas con las calizas infrayacenl,es poco permeables. En ningún pueblo se ve tan clara esta relación como en Los San- tos de la Humosa. Está enclavado en la cabecera de un barranco que se abre al borde del tramo calizo, y sus casas se desparraman por ambas laderas buscando las ocho fuentes que surgen entre las cahzas y las arcillas. DE HISTORIA NATURAL 311 Código de nomenclatura zoológica vigente en la actualidad, con una inlrodiicción histórica POB ÁNGEL CABRERA El año 1890, por iniciativa, feliz como siempre, de D. Ignacio Bolívar, publicáronse en las Actas de nuestra Sociedad las Reglas para la nomenclatura de los seres organizados, adoptadas por el primer Congreso internacional de Zoología, celebrado en París en 1889. De entonces acá, la nomenclatura zoológica ha sido ob- jeto de calurosas discusiones, y las reglas porque se rige han ex- perimentado algunas importantes modificaciones, que todo zoólogo debe conocer. Sin embargo, ni nuestras publicaciones ni ninguna otra publicación científica española ha vuelto á ocuparse de este asunto, cuya importancia es actualmente tan grande, que en el Congreso de Monaco (1913) se llegó á indicar la conveniencia de que se incluyese esta materia en la enseñanza oficial de las Cien- cias naturales. Creo, pues, que es oportuno publicar el Código de nomenclatura en su estado actual, esto es, tal como se ha publi- cado en las Memorias del IX Congreso internacional de Zoología, en la seguridad deque su estudio ha de ser provechoso para todos nosotros. Mas antes de proceder á su traducción, paréceme nece- sario hacer un poco de historia. Las primitivas Reglas de la nomenclatura, las que nuestras Actas reprodujeron hace veinticuatro años, fueron disentidas y aprobadas en los Congresos I y II de Zoología (París, 1889, y Moscou, 1892). En 1895, en el Congreso de Leyden, uno de los congresistas alemanes propuso que se hiciera un estudio compa- rativo de todos los Códigos conocidos, y que se presentase el re- sultado en el Congreso siguiente. Para ello, designóse una Co- misión permanente, que después de tres años de trabajo, en el Congreso de Cambridge (1898) presentó un informe, al que por desgracia faltaba una condición importantísima: la unanimi- dad en cuanto á sus cooclusiones. Estas, como era de esperar, no fueron aceptadas, ni siquiera se admitió su proposición, y para evitar que el caso se repitiera, el número de miembros de la Co- misión fué elevado de cinco á quince, esperando que de este modo ai2 boletín de la real sociedad española podría conseguirse siempre una mayoría importante en las vota- ciones; pero al llegar el siguiente Congreso (Berlín, 1901), se exi- gió de la Comisión, no ya esta mayoría, sino una completa una- nimidad. «Dadnos una serie de reglas, buenas, malas ó indiferen- tes, pero estad lodos unánimes en vuestro informe»; tal fué la re- gla de conducta señalada á los miembros de la Comisión de No- menclatura por los demás zoólogos. Ante esta actitud, la Comisión propuso que se aceptasen todas aquellas reglas que habían sido votadas por unanimidad, y que las restantes porciones del Código volvieran á estudiarse y ponerse á votación. La n)oción fué apro- bada en la sesión general. Desde entonces, hasta el Congreso de Monaco, no se ha incluido sección de nomenclatura en los programas de estas Asambleas científicas, y la Comisión ha tenido que contentarse con celebrar, por su cuenta, una sesión pública, á la que se invitaba especial- mente á aquellas personas interesadas en el asunto. Esto no obs- tante, dicha Comisión no permaneció inactiva, ni mucho menos. Su primer cuidado, como era de esperar después de lo ocurrido en Cambridge y Berlín, fué el de adoptar la resolución de no infor- mar sobre ninguna recomendación concerniente á alteraciones en las reglas mientras el voto favorable no fuese unánime. Entre sus trabajos durante este período, uno délos más interesantes ha con- sistido en contestar á consultas sobre nomenclatura, que á la Co- misión han hecho naturalistas de todo el mundo. Las contestacio- nes ú Opiniones, que tal es su nombre oficial, han venido publi- cándose, debidamente numeradas, por la Smilhsonian Institution de Washington, la cual las ha enviado á 1.100 bibliotecas y á cierto número de zoólogos. Además, han aparecido, en extracto. en las Memorias de los tres últimos Congresos, En el de Bos- ton. (1907), la Comisión presentó las opiniones 1 á 5; en el de Gratz (1910), las 6 á 28, y en el de Monaco, las 26 á 58. La sen- satez patente en estas Opiniones, su absoluta conformidad con las Reglas de la Nomenclatura, les dan un valor que ninguna per- sona seria puede poner en duda; pero desgi'aciadamente no han sido acogidas con agrado por todos los zoólogos, y no es difícil compren 1er el motivo. En la mayor parte de los casos, la consulta de un caso dudoso nace de una diferencia de criterio entre dos na- turalistas. Naturalmente, la Comisión no puede darla razón á los dos, y aquel á quien se la quita, rara vez perdona su derrota, pues si bien las Opiniones no son leyes, constituyen un apoyo moral DE HISTORIA NATURAL 313 para aquel lado de la controversia en cuyo favor se inclinan. Como consecuencia, algunos zoólogos opinan que esle sistema de consultas y opiniones debiera desaparecer, no obstante ser el pro- cedimiento más lógico para resolver dudas, y aun ha habido quien se ha atrevido á preg-untar con qué derecho la Comisión contes- taba á estas consultas. Pero la indignación producida por las Opiniones en aquellas personas que ñolas encontraron conformes con su propia opinión^ no significa nada junto á la polvareda que ha levantado la ley de la priorifind. Todos los Códigos de nomenclatura preconizados desde 1845, y aún podríamos decir desde el Código linneano de 1571, tienen como criterio fundamental la ley de prioridad, que los Congresos de 1892 y 1901 confirmaron oficialmente. En las Reglas aprobadas en 1889 y 1892, permitíanse ciertas excep- ciones á esta ley; pero el Congreso de Berlín se pronunció decidida- mente contra ellas, proclamando que la ley en cuestión debía apli- carse con toda rigidez, sin ninguna excepción de ninguna clase en ningún grupo. La Comisión de Nom-Miclatura previo lo que iba á ocuirir. El mundo sabio no estaba preparado para una medida tan radical, y tanto el Presidente como el Secretario de la Comisión se resistieron á aprobarla; pero ante la insistencia del Congreso, y para evitar que por su culpa padeciese la armonía que es siempre de desear en tales cuestiones, acabaron por aceptar la voluntad de la mayoría. Sus temores estaban harto justificados. No bien em- pezaron algunos zoólogos, fieles acatadores de las leyes, á aplicar la de la piioridad, cuando de todas partes surgieron violentas pro- testas contra ella, tratando de poner enfrente la fuerza de la cos- tumbre, la consagración por el uso y otros argumentos con los cuales, en muchos casos, pretendíase disfrazar ese ridículo enojo que nos produce el abandonar un hábito adquirido, aunque ese hábito sea censurable. En este estado de cosas se llegó al IX Congreso Internacional de Zoología, en el cual, con muy buen acuerdo, figuraba una Sección de Nomenclatura. Desde luego, el punto más discutido en esta sección fué la referida ley de prioridad, si bien hay que ad- vertir que las protestas, más que contra la ley misma, iban casi siempre contra la forma en que con frecuencia se hace uso de ella. Es, en efecto, poco grato para el especialista que consagra su vida entera al estudio de ésta ó aquélla rama de la zoología,, ver que se meten á corregir la nomenclatura empleada en sus tra- 314 boletín de la BEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA bajos, amparándose con la referida ley, personas que jamás culti- varon aquella especialidad, pero que en cambio, revolviendo libros ú hojeando revistas, tuvieron la suerte de encontrar algu- nos nombres olvidados; y aún es más triste para quien encuentra un género ó una especie nueva, que en virtud de la misma ley pierda aquel género ó aquella especie el nombre que él le diera, y pase á los catálogos cienlíflcos con el que le da cualquiera que, sin conocer siquiera lo que nombra, ha tenido ocasión ó suerte de poder hacer más detenidas investigaciones bibliográficas. Era de todo punto necesario que semejiínte estado de cosas cesase de una vez, y á los miembros del IX Congreso de Zoología correspon- de el honor de haber aprobado, con un solo voto en contra, la si- guiente resolución, propuesta por la Comisión de Nomenclatura: «Considerando que los autores, con no poca frecuencia, publi- can inadvertidamente como nombres nuevos de géneros ó espe- cies nombres que ya han sido empleados; >ConPÍderando también que otros autores, al descubrir la homo- nimia, han publicado nuevos nombres para los homónimos en cuestión, «Queda resuelto que, cuando cualquier zoólogo note que un nombre genérico ó específico publicado por cualquier autor vi- viente como nuevo es en realidad un homónimo y por tanto in- ulilizable según los artículos 34 y 36 de las Reglas de Nomencla- tura, lo correcto desde el punto de vista de la etiqueta profesional, es que dicho zoólogo haga saber al autor los hechos referentes al caso, dándole tiempo sobrado para que él mismo proponga otro nombre». Es indudable que muchos de los errores de nomenclatura inad- vertidamente cometidos por los autores, sobre todo los errores cronológicos, se deben á la confusión que reina en cuanto á la fecha de muchas publicaciones, confusión que nace sobre todo de la costumbre de publicar las tiradas aparte de las Memorias ó no- tas antes que los tomos de las revistas, y al hábito, tan frecuente en las sociedades científicas como en los editores, de dar á sus pu- blicaciones una fecha anterior á aquella en que realmente apare- cieron. También contra esto se ha pronunciado el Congreso de Monaco, votando por unanimidad las dos proposiciones siguien- tes, hechas la primera por la Comisión de Nomenclatura, y la se- gunda por el profesor Blanchard: 1.' «Considerando que la extendida costumbre de publicar DE HISTORIA NATURAL 315 tiradas aparte antes de que aparezca la publicación original da lugar á muchas confusiones innecesarias en la nomenclatura, íQueda resuelto que el IX Gongi-eso Internacional de Zoología desaprueba esta costumbre y aconseja á los editores no persistan en ella, j)Y queda resuelto además rogar á los editores que den á cada edicióu de toda publicación la fecha exacta (año, mes y día) en que aparezca dicha edición.» 2.' «El IX Congreso Internacional de Zoología, reunido en Monaco, y en su sesión plenaria, «Considerando el perjuicio deque pueden ser víctimas los au- tores, desde el punto de vista de la propiedad de sus descubri- mientos y de sus trabajos científicos, á consecuencia de la cos- tumbre que tienen los editores de dar á las obras que publican durante el segundo semestre de un año la fecha del año siguiente, »Vota porque las casas editoriales abandonen esta costumbre y den á toda publicación cienlífica la fecha exacta de su aparición, no sólo en cuanto al año, sino lambión en cuanto al mes y al día.» Todas estas proposiciones tienden á evitar abusos cometidos á la sombra de la ley de prioridad, pero no disminuyen en nada el rigor de esta ley, y precisamente contra este rigor se dirigen no pocos ataqnes, sobre todo por los autores de obras de vulgariza- ción ó de enseñanza que, naturalmente, no pueden dedicar á las cuestiones de nomenclatura tanta atención como los especialistas. Durante el período transcurrido entre los Congresos VIII y IX, grupos más ó menos numerosos de zoólogos, y hasta Sociedades científicas enteras, protestaron «contra la estricta aplicación de la ley de prioridad», solicitando que se hicieran excepciones, pi- diendo listas de Nomina Conserzanda^ proponiendo, en fin, medi- das más ó menos acertadas, pero que en definitiva equivaldrían casi á la abolición de la mencionada ley. Comprendiendo que, si no cargados de razón, no estaban tampoco desprovistos de ella los autores de estas protestas, la Comisión de Nomenclatura, con el fin de evitar los inconvenientes de la ley de prioridad, propuso en el Congreso de Monaco la creación de un «Comité inlernacional de nombres transicionales», cuya mi>ión consistiría en formar una lista de mil nombres usados comúnmente por los zoólogos no especialistas, los cuales nombres, aunque no estuviesen con- formes con la ley de prioridad, podría libremente emplear lodo autor durante un período llamado «de transición». Este período 816 boletín de la real sociedad española variaría para cada nombre, terminando en cnanto la Comisión de Nomenclatura y el citado Comité votasen por una mayoría de dos tercios, por lo menos la desaparición del tal nombre de la lista en cuestión, Al mismo tiempo, é independientemente de esta proposición, que figuraba en el informe del Secretario de la Comisión, los congresistas reunidos en la Sección de Nomenclatura habían adoptado otra, por la cual se concedía á la Comisión autori- dad para suspender las reglas en ciertos casos en que su aplica- ción pudiera resultar con:raproducente. Admitida por la Comi- sión, y aprobada por unanimidad, uno de los miembros de aquélla, el profesor Stejneger, hizo notar que entre ambas pro- posiciones pudiera encontrarse alguna contradicción, y en conse- cuencia, la referente al Comité de Nombres Transicionales, quedó pendiente de resolución hasta el próximo Congreso Internacional de Zoología, á fin de que haya tiempo de determinar con más claridad si en efecto hay contradicción en ambas proposiciones. La proposición aprobada dice así: «Queda acordado conceder á la Comisión Internacional de No- menclatura Zoológica plenos poderes para dejar en suspenso las Reglas para aquellos casos en que, á su juicio, de la estricta apli- cación de dicha Reglas resultare evidentemente más confusión que uniformidad, á condición, sin embargo, de que por lo menos durante un año debe anunciarse en dos ó más de las publicacio- ,nes siguientes: BuUetin de la Société Zoologique de France, Mo- nitore Zoológico^ Nature, Science (Nueva Yoik) y Zoologischer Anzeiger, que se trata de una posible suspensión de las Reglas para tal ó cual caso, dejando así lugar para que los zoólogos, par- ticularmente los especialistas en el grapo en cuestión, presenten argumentos en pro ó en contra de dicha suspensión, á condición también de que la Comisión vote por unanimidad en favor de la suspensión, y, finalmente, á condición de que, si la suspensión fuese volada, no por unanimidad, sino sólo por una mayoría de dos tercios de la Comisión, ésta deberá dar cuenta del caso al siguiente Congreso Internacional. »Acuérdase también que, cuando un caso llegue al Congreso, según lo expresado, con una mayoría de dos tercios de la Comi- sión en favor de la suspensión, pero sin un voto unánime, el Pre- sidente de la Sección de Nomenclatura tendrá la obligación de elegir una Junta especial de tres miembros, compuesta de un DE HISTORIA NATURAL 317 miembro de la Comisión que haya votado en favor, otro que haya votado en contra, y un exmiembro de la Comisión que no haya expresado públicamente su opinión sobre el caso; y esla Junta especial estudiará de nuevo el asunto, y su informe, sea por ma- yoría ó por unanimidad, resolverá la cuestión sin apelación, por lo que al Congreso toca. «Acuérdase también que lasupradicha autoridad se refiere ante todo, y especialmente, á los casos de nombres de estados larvales y de transferencia de nombres de un género ó especie á otro. «Acuérdase, por último, que el Congreso aprueba por completo el plan comenzado por la Comisión, de consultar con Comités especiales de los grupos de que en cada casóse trate, y que auto- riza y ordena á la Comisión para que continúe este proceder y le dé mayor extensión.» Es de advertir, respecto á este último párrafo, que se ha for- mado cierto número de Comités compuesto de especialistas en diferentes grupos, y que la Comisión ha decidido consultar con estos Comités, según los casos, estando dispuesta á tratar en la misma forma á cualesquiera otros Comités de especialistas nom- brados por otras entidades, aunque no hayan sido confirmados por la Sección de Nomenclatura del Congreso. Tal es, á grandes rasgos descrito, el estado actual de la cuestión de la nomenclatura zoológica. Sólo me resta agregar que á la tra- ducción que sigue del Código actualmente en vigor, me he per- mitido añadir, para beneficio de los lectores españoles, en forma de notas y en extracto, algunas opiniones de las que la Comisión misma recomienda como ejemplos de la recta aplicación de las diferentes Reglas. A. Cabrera. Madrid, 1." de Mayo de 1914. Reglas internacionales de la Nomenclatura Zoológica. REGLAS Y RECOMENDACIONES Consideraciones generales. Artículo I." La nomenclatura zoológica es independiente de la nomenclatura botánica, es decir, que el nombre de un animal no debe rechazarse simplemente porque sea idéntico al nombre ToMOXiv.— Junio, 1914. 21 318 boletín le la heal sociedad española de una planta. Sin embargo, si un organismo es llevado del reino vegetal al animal, sus nombres botánicos serán aceptados en la nomenclatura zoológica en el mismo estado que tenían en la bo- tánica, y si un organismo es llevado del reino animal al vegetal, sus nombres conservarán sus circunstancias zoológicas. Recomendación. — Conviene evitar la introducción en zoología, como nombres genéricos, de aquellos nombres que se emplean ya en botánica. Art. 2." La denominación científica de los animales es unino- niinal para los subgéneros y todos los grupos superiores á éstos, binominal para las especies, y trinominal para las subespecies (1). Art, 3.° Los nombres científicos deben ser palabras latinas ó latinizadas, ó consideradas y tratadas como tales cuando no ten- gan un origen clásico. Nombres de familias y subfamilias. Art. 4.° El nombre de una familia se forma añadiendo la ter- minación idee al radical del nombre de su género típico, y el de la subfamilia añadiendo en la misma foi-ma la terminación incB. Art. 5." El nombre de una familia, ó de una subfamilia, debe cambiarse cuando se cambia el nombre de su género típico. (1) Véanse las Opiniones siguientes: Op. 20. ¿Deben aceptarse los géneros de Gronow, 1763? — Gronow, en 1763, es binario, aunque no siempre binominal. El art. 25 exige que el au- tor sea binario, y el art. 2 exige que los nombres genéricos sean uniuomi- nales. Según estos artículos, los géneros de Gronow deben aceptarse por cumplir con las condiciones prescritas por el Código para que un nombre sea válido conforme al mismo Código. Op 24. Anteiinariut Commerson, 1798, y Cuvier, 1817, ó Histrio Fis- cher. 1813. — Antennnrius Commerson es un nombre genérico uninominal de un autor que usaba una nomenclatura binaria (aunque no binominal). En virtud de su publicación por Lacépede, 1798, entró en la nomenclatu- ra, y debe datar de esa fecha, no de Cuvier, 1817. No es, por tanto, nece- sario suprimirlo en favor de Histrio, 1813. Op. dO. Aphis aquilegire flava, ó Aphis trirhoda.— Desde el punto y hora que el nombre Aphis aquilegiix flava Kittel, 127, es polinominal, y por consiguiente no es válido, según el Código, Aphis trirhoda, Walker, 1849, es el nombre que debe llerar esta especie. DE HISTORIA NATUHAL 319 Nombres genéricos y subgenóricos. Art. 6.° Los nombres genéricos y subgenéricos están sujetos á las mismas reglas y recomendaciones, y desde el punto de vista de la nomenclatura son coordinados, es decir, que tienen el mismo valor. Art. 7.° Un nombre genérico pasa á ser subgenérico cuando el"géuero á que pertenece pasa á ser subgénero, y viceversa. Art. 8." Un nombre genérico debe consistir en una sola pala- bra, simple ó compuesta, escrita con inicial mayúscula, y em- pleada como un sustantivo en nominativo del singular. Ejemplo: Canis, Perca, Ceratodiis, llymenolepis. Recomendación. — Ciertos grupos biológicos que han sido pro- puestos como grupos colectivos, no como entidades sistemáticas, pueden tratarse, por razones de conveniencia, como si fuesen gé- neros, pero no requieren especie típica. Ejemplos: Agamodis- iomum , AmpMstomulum , Agamofílaria, Agamomermis , Spar- ganum. Recomendaciones. — Pueden tomarse como nombres genéricos las siguientes palabras: a) Sustantivos griegos, para los cuales so seguirán las reglas de la transcripción latina (véase el Apéndice F). Ejemplos: Ancy his, Amphihola, Aplysia, Pomphohjx, Physa, CyUchna. b) Palabras giiegas compuestas, en las que el atributivo debe preceder al elemento principal. Ejemplos: Stenogyra, Pleurobran- chus. Tylodima, CycJostomum, Sarcocystis, Pelodytes, Hidrophi- lus, Rhizobius. c) Sustantivos latinos. Ejemplos: Ancilla, Auricíila, Polium, Harpa, Oliva. Se recomienda no emplear adjetivos {Prasina) ni participios pasados (Productus). d) Compuestos latinos. Ejemplos: Stiliger, Dolabrifer , Semi- fusiis. e) Derivados griegos ó latinos que expresen disminución, com- paración, parecido ó posesión. Ejemplos: Dolium, Doliolum; Strongyhis, Eustrongyhis; Limax, Limacella, lAmacia, Limaci- na, Limantes, Limacula; Lingula, Lingiilella, Lingulepis, Lin- gulina, Lingulops, Lingulopsis; Neomenia, Proneomenia; Buteo, Archibuteo; Gfordiv.Sy Paragordius, Polygordius. f) Nombres mitológicos ó heroicos. Ejemplos: Osiris, Venus, 320 HOI.ETIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Brisinga, Velleda, Criniora. Si no son latinos, estos nombres deben recibir una terminación latina (JEgirus, Góndulia). g) Nombres propios usados por los antiguos. Ejemplos: Cleo- patra, Belisarius, Melania. h) Patronímicos modernos, á los cuales se añade una termi- minación denotando dedicatoria. a. Los nombres terminados en consonante reciben la termina- ción ius, ia, ium. Ejemplos: Selgsius, LamarcMa, Kólikeria, Mülleria, Slalia, Kroyeria, Ibañezia. ¡3. Los nombtes terminados en las vocales e, i, o, u, 6 en p, toman la terminación us, a, um. Ejemplo?: Blainvillea, Wyvillea^ CavoHnia, Fatioa, Bernaija, Q,uoya, Schuhea. y. Los nombres terminados en a toman la terminación ia. Ejemplo: Danaia. o. Cuando un nombre genérico se forma con un patronímico se omite toda partícula si no va unida al nombre, pero los artícu- los se conservan. Ejemplo?: BIaÍ7ivillea, Benede7iia, Chiajea, La- cepedea, Bumerilia. £. Guando los patronímicos consisten en dos palabras, sólo se usa una de ellas en la formación del nombre genérico. Ejemplos: Selysius, Targionia, Edwardsia, Duthiersia. ^. Debe evitarse el uso de nombres propios en la formación de nombres genéricos compuestos. Ejemplos: Eiigrimmia, Buchice- ras, Heromorpha, Mobiusispongia. i) Nombres de barcos que deben tratarse como los mitológi- cos (Vega) ó los patronímicos modernos. Ejemplos: Blakea, HirondeUea, Challengeria. jj Nombres bárbaros, es decir, palabras de origen no clásico» Ejemplos: Vanikoro, Chilosa. Estas palabras pueden recibir ter- minación latina. Ejemplos: Yeiiis, Fossarus. k) Palabras formadas por una combinación arbitraria de le- tras. Ejemplos: iVe(i«, Clancidiis, Salifa, Torix. 1) Nombres formados por anagrama. Ejemplos: íííZCííZo, Verlu- sia, Linospa. Art. 9.° Si un género se divide en subgéneros, el nombre del subgénero típico debe ser el mismo nombre del género (véase el art. 25). Art. 10. Guando se quiere citar el nombre de un subgénero este nombre se coloca entre paréntesis entre los nombres genérico y específico. Ejemplo: Vanessa (Pyrameis) cardiii. DE HISTORIA NATURAL 321 Nombres específicos y subespecíficos. Art. 11. Los nombres específicos y subespecíficos están suje- tos á las mismas reglas y recomendaciones, y desde el punto de vista de la nomenclatura son coordinados, es decir, tienen el mismo valor. Art. 12. Un nombre específico pasa á ser subespecífico cuan- do la especie así llamada pasa á ser subespecie y viceversa. Art. í3. Mientras los nombres específicos sustantivos deriva- dos de nombres de personas pueden escribirse con inicial mayús- cula, lodos los demás nombres específicos deben escribirse con inicial minúscula. Ejemplos: RMzosloma Cuvieri ó Bh. cuvieri, Francolinus Lucani ó F. lucani, Eypoderma Diana ó //. diana ^ Laophonie Mohamed ó L. mohamed, (Estrus ovis, Corvns corax. Art. 14. Los nombres específicos son: a) Adjetivos que deben concertar gramaticalmente con el nombre genérico. Ejemplos: Felis marmorata. b) Sustantivos en nominativo, en aposición con el nombre ge- nérico. Ejemplo: Felis leo. c) Sustantivos en genitivo. Ejemplos: rosee, sturioíiis, atiíilla- rum, galliee, sancti-pauli, sanctce-helencB. Si el nombre se da como dedicatoria á una ó varias personas, fórmase el genitivo de acuerdo con las reglas de la declinación latina en caso de que el nombre se emplease y declinase en latín. Ejemplos: Pli7m, Arisíoielis, Vicioris, Antonii, Elisabethce, Pe- iri (nombre dado). Si el nombre es un patronímico moderno, el genitivo fórmase siempre añadiendo al nombre exacto y completo una i si la per- sona es un hombre, ó el diptongo a si es una mujer, aunque el nombre tenga forma latina. Se pone en plural si la dedicatoria se refiere A varias personas del mismo nombre. Ejemplos: Cuvieri, MóMusi, NíiTiezi, Meriance, Sarasinorum, Bosi {no Bovis), Salmo- ni {no Salmo7iis) (1). (1) Conviene tener presente la Opinión 8, que en extracto dice as': Sobre la conservación de ii ó i en los nombres específicos patroními- cos, según los artículos 14 cj y 19. — Los patronímicos específicos publica- dos originalmente con la terminación ii (como Schrankii, Ebbesbornii) de- ben conservarse en su forma original, según el art. 19, á pesar de que el artículo Ii c) diga que debieron haberse formado con una sola i. 322 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Recomendaciones. — El mejor nombre específico es un adjetiva latino corto, eufónico y de fácil pronunciación. Pueden usarse, sin embargo, palabras griegas ó b;írbaras latinizadas. Ejpmplos: gymnocephalus, echinococcíis,ziczac, agutí, hoactli, iiriiMtinga. Conviene evitar la introducción de los nombres typicus y ig- pus como nombres nuevos para especies ó subespecies, pues es- tos nombres pueden ocasionar, á la larga, confusiones. Art. 15. hj\ uso de nombres propios compuestos indicando de- dicatorias ó de palalabras compuestas indicando comparación con un objeto simple no constituye una excepción al art. 2.° En estos casos las dos palabras que componen el nombre específico se es- criben como una sola palabra, con ó sin un guión. Ejemplos: saiLctíBcatarince ó sanclcecatarince , jan-mayeni ó jamnayení, cor- nu-pasloris o cornupastoris, cor-angiiimim ó coranguinutn, cedo- nulli ó cedonulli. No pueden admitirse como nombres específicos expresiones como rudis planusque (1). Art. 16. Los nombres geográficos deben darse como sustanti- vos en genitivo, ó en forma adjetivada. Ejemplos: sancíi-pauliy sánela- helena, edwardiensis , diemenensis, magellanicus, burdi- galensis, vindobone^isis. Recomendación. — Los nombres geográficos empleados por los romanos ó por los escritores latinos medioevales deben adoptarse con preferencia á las formas más modernas. Palabras como bor- deausiacus y viennensis son poco recomendables, pero no deben rechazarse por este motivo. Art. 17. Si se desea citar el nombre subespecífico, se escribi- rá éste inmediatamente á continuación del nombre específico, sin interposición de ningún signo ortográfico. Ejemplo: Rana escu- lenía marmorata Hallowell; pero no Ra7ia esculenta (marmorata) ni Rana marmorata LTaUowell. Art. 18. La denominación de los híbridos puede hacerse de varios modos; en todos los casos el nombre del progenitor macho precede al de la hembra, con ó sin los signos sexuales: a) Los nombres de ambos progenitores se unen por medio del signo de U multiplicación (X). Ejemplo: Capra hircm cT X Ovis avies 5 y Capra hircus x Ovis aries son fórmulas igualmente buena*-'. (1) Véase la Opinión 50, citada á propósito, del art. 1." DE HISTORIA NATURAL SriS b) Pueden citarse también los híbridos en forma de fracción, con el progenitor macho como numerador y la hembra como de- C^ftí^VCi Jli.TCl.LS Dominador. Ejemplo: — - — -. -. . Este segundo método es Oms avies preferible, porque permite la cita del autor que primero descubrió , , , . , , „. , Bernicla canadensis el híbrido como tal. '^Jiemplo: -. Rabe. Anse?' cygnoides c) La forma de fracción es también preferible en el c;iso en que uno de los progenitores sea ú su vez un híbrido. Ejemplo: Tetrao letrix x Tetrao urogallos Qallus gallus Sin embargo, en este caso puedo también hacerse uso dr>l pa- réntesis. Ejemplo: (Tetrao tetrix x Tetrao iirogallus) x Gallus gallus. d) Guando no se sabe c láles son los progenitores de un híbri- do, éste toma provisionalmente un nombre específico, como si fuese una especie verdadera, es decir, como si no fuese un híbri- do; pero el nombre genérir.o v:\ piecedido del signo de la multi- plicación. Ejemplo: x Coregonus dolosusV.^úo. Formación, derivación y ortografía de los nombres zoológicos. Art. 19. La ortografía original de un iiombie debe conservar- se á menos que sea evidente un eri-or de transcripción, un lapsus calami ó una errata de imprenta (1). Recomendación. — Conviene usar para los nombres científicos distinto tipo que el que se emplea para el texto. Ejemplo: la Baña esculenta T^inné, 1758, vive en Europa. (1) Véanse las opinioues 8 y sigiiientee: Op. 26. ¿Cypsdurus ó Cypselwus? — Eq vi.sta de las nimierosas erratas de imprenta que hay en Swainson, 1838 y 1839, la Comisión opina que Cypsilurus es una errata evidí-nte, y debe corregirse como Cypselwus. Op. 34. ¿Mnhna ó zEschna? — Como quiera que en la publicación origi- nal no se explica la etimología de esta palabra, debe conservarse jEshna en su forma original. Op. 36. Corrección de Trioxocera, Dioxocera y Pentoccocera. — La Co- misión opina que de la publicación donde originalmente aparecieron estos nombres, resulta evidente que hubo error de transcripción, y que deben corregirse como Triozocera, Diozocera y Pentozocera. Op. 41. ¿Athlennes ó Ahlennes? — Como en la publicación original se ve que hay error evidente de pluma, el nombre Athlennes debe corregirse y ser Ablennes. 324 boletín de la real SOCIEDAD ESPAÑOLA Art. 20. Guando se forman nombres derivados de idiomas en que se usa el alfabeto latino, debe conservarse la ortografía origi- nal, incluso los signos diacríticos. Ejemplos: Seli/sius, Zamarc- kia, Kóllikeria, MüUeria, Stalia, Ibañezia, Móbiusi, Mediéi, Czjzeki, Spitzberg ensis, islandicus, paraguayensis, patagonicus, barhadensis, faróensis. Recomendaciones.— Los prefijos sub y pseudo sólo deben usarse con adjetivos y con sustantivos, sub con palabras latinas, pseudo con palabras griegas, y no deben usarse en combinación con nombres propios. Ejemplos: subviridis, subchelatus, Pseudacan- thus, Pseudophis, Pseudomys. No son recomendables palabras como subwilsoni y pseudo-grateloupana. Las terminaciones oides ,ides áQ\iQ\\ usarse sólo en combinación con sustantivos griegos y latinos; no deben emplearse combina- das con nombres propios. Los nombres geográficos y patronímicos de lenguas que no tie- nen ortografía reconocida ó que no usan el alfabeto latino, deben transcribirse en este último según las reglas adaptadas por la So- ciedad Geográfica de París. (Véase el Apéndice G.) AI proponer nombres nuevos basados sobre nombres propios que unas veces se escriben con á, o, ü y otras veces con ae, oe, ue, recomiéndase á los autores que prefieran esta segunda forma. Ejemplo: Muelleri es preferible á Mülleri. Nombre del autor. Art. 21. El autor de un nombre científico es aquella persona que primero publica el nombre acompañado de una indicación, una definición ó una descripción, á menos que del contexto resul- te claramente que otra persona es responsable de dicho nombre y de la indicación, definición ó descripción que lo acompaña. Art. 22. Si se desea citar el nombre del autor, debe éste seguir al nombre científico sin interposición de ningún signo ortográfi- co; si hay que añadir otros datos (fecha, 5^. í¿., emend., sensu stricto, ele), se ponen después del nombre del autor, separándo- los de él por una coma ó un paréntesis. Ejemplos: Primates Linné, 1758, ó Primates Linné (1758). Recomendación. — Cuando se quiere abreviar el nombre del autor de un nombre científico, conviene que el que escribe DE HISTORIA NATURAL 325 adopte las abreviaturas publicadas por el Museo Zoológico de Berlín (1). Art. 23. Guando una especie pasa á otro género que aquel en que fué descrita, ó el nombre específico se combina con cualquier otro nombre genérico que no sea aquel con que fué originalmente publicado, el nombre del autor del nombre específico se conserva, pero entre paréntesis. Ejemplos: Tcenia lata Linné, 1758, y Dibo- thriocephalus latus (Linné, 1758); Fasciola hepática Linné, 1758, y Distoma hepaticum (Linné, 1758). Si se desea citar el autor de la nueva combinación, su nombre se pone después de cerrado el paréntesis. Ejemplo: Limnatis nilo- tica (Savigny, 1720) Moquin-Tandon, 1826. Art, 24. Guando una especie se divide, la especie restrigida que conserve el nombre original de la especie primitiva puede recibir una indicación expresando tanto el nombre del autor ori- ginal como el del que ha hecho la revisión. Ejemplo: Tania so- lium Linné, pailim, Goeze. Ley de Prioridad. Art. 25. El nombre válido de un género ó de una especie sólo puede ser aquel bajo el cual dicho género ó especie se designó por primera vez, á condición: a) De que el nombre haya sido publicado y acompañado por una indicación, definición ó descripción; y Jj De que el autor haya aplicado los principios de la nomen- clatura binaria (2). (1) Lisfe der Atdoren zoologischer Art-und Gatíungsnamen zmammen- gestellt von den Zoologen des Museum für Naturkunde in Berlín (1896). (2) \ éase, sobre e^te asunto, las opiniones siguientes: Op. 1. Significación de la palabra t indicación* en el art. 25, a. — La pa- labra «indicación», en el art. 25, a, debe interpretarse del modo siguiente: A. Con respecto á nombres específicos, una indicación es una referencia bibliográfica, una figura publicada ó una cita definida de un nombre más antiguo, para el cual se propone un nuevo nombre. B. Con respecto á nombres genéricos, es uta referencia bibliográfica, una cita definida de un nombre más antiguo para el cual se propone un nombre nuevo, ó bien la cita ó designación de una especie tipo. En ningún caso puede entenderse la voz € indicación» como significando etiquetas de museos, ejemplares de museos ó nombres vulgares. Op. 2. Naturaleza de los nombres sistemáticos. — La Comisión opina bae boletín de la real sociedad española Aplicación de la Ley de Prioridad. Art. 26. La décima edición del Systema Naiurce de Liiiné, publicada en 1758, es la obra que inauguró la cuuslaiUe aplicación general de la nomenclatura binaria en zoolot-í^i. La fecha 1758 se por unanimidad que un nombre, en el sentido del Código, es la denomina- ción de objetos reales. Es decir, damos nombre á b s objetos mismos, no á nuestra idea de esos objetos. Por consiguiente, los nombres basados en formas hipotélicas no son admisibles en nomenclatura y se tienen en cuenta para la ley de prioridad. Ejemplos: Fithecantliropun Híeckel, 18B6, nombre de un género hipotético, no existe para los efectos del Código, y, por tanto, no invalida Pithecantlíropus Da\)ois, 1894; Gigantnpnra niinufa Looss, l'J07, n. g., n. sp., tampoco existe para el Código, deede el momen- to que e.i el nombre de una cosa fantástica, no basado en objetos reales. Op. 4. Valor de ciertos nombres publicados como nombres manuscri- tos.— Los nombres manuscritos entran á formar parte de la nomenclatura cuando se publican bajo las condiciones del art. 25, y la cuestión de vali- dez no depende para nada de que tales nombres sean aceptados ó recha- zados por el autor responsable de su publicación. Op. 5. Valor de ciertos nombres prelinneanos reimpresos después de 1757. — Un nombre prelinneauo, inadmi.-ible por haber sido publicado antes de 1758, no se hace admisible simplemente por haber sido citado ó reimpreso con su diagnosis original después de 1757. Para admitirlos con- forme al Código, tales nombres han de ser confirmados por adopción ó ad- misión par el autor que lo reimprime. Por ejemplo, la cita, después de 1757, de una referencia bibliográfica á un trabajo publicado ames de 1768, no establece los nombres técnicos que puedan aparecer en dicha re- ferencia; la cita en sinonimia de nombres prelinneanos, como en la de- cima edición del Systema N ataree de Linné, no da validez á dichos nombres. Op. 15. ¿Craspedacusta Sawerhii Lankester, 1880, ó Limnocodium victo- ria AUman, 188 ', para una Medusa de agua dulce? — Craspedocmta Sower- bii Lankester, 17 de Junio de 188 t, es claramente anterior á Limnocodium victoria Allmaii, 24 de Junio de 188U. La presentación de una Memoria ante una Sociedad científica no constituye publicación en el sentido que el Código da á esta palabra. Op. 21, ¿Deben admitirse los géneros de Klein, 1744, reimpresos por Walbaum en 1792? — Cuando Walbaura, en 1792, reimprimió en forma compendiada, pero sin admitirlos, los géneros de Klein, 1744, no dio vali- dez con este acto á dichos géneros, y, por consiguiente, no pueden ser válidos, bajo el Código vigente, por el hecho de haber sido citados por Walbaum. Op. ,38 Sobre el valor de los nombres latinos en Tnn.'-tall. — Los nom- bres latinos de la Ornithologia Britannica de Tunstall, l771, son válidos desde el momento que pueden i.lentificarse por medio de las citas biblio- DE HISTORIA NATURAL SáT admite, por consiguiente, como punto de partida de la nomencla- tura zoológica y de la ley de Prioridad (1). Art. 27. La Ley de Prioridad d^be aplicarse, y, por consi- guiente, debe conservarse el nombre más antiguo, en los siguien- tes casos: a) Guando se ha denominado cualquier parle del animal antes que el animal mismo. b) Guando cualquiera de los estados por que pueda pasar el animal durante su vida es denominado antes que el adulto. c) Guando los dos sexos de un animal han sido considerados como especies distintas, ó aun como pertenecientes á distintos géneros. d) Guando un animal presenta una sucesión regular de gene- raciones disimilares que han sido consideradas como pertene- cientes á diferentes especies y aun á diferentes géneros (2). Art. 28. Un género formado por la unión de dos ó más géne- ros ó subgéneros, loma el más antiguo de los nombres genéricos ó subgenéricos válidos de sus componentes. Si los nombres son gráficas, de página ó de figura, de los nombres ingleses tomados de Pennant, 1768, ó de los nombres franceses tomados de Br.sson, 1760. 0¡>. 52. ¿Semotilus corjjoralis ó Semotilus bullnris? — Según los datos de que se dispone, corporalis es anterior á buUaris. La Comisión no puede emitir una opinión acerca de la cuestión: ¿En qué consiste una descripción adecuada? 1.a cita de la localidad típica de una especie no basta para dar validez á un nombre, según el art. 26. Si se dan caracteres específicos ade- más de la localidad, ésta será una parte de la descripción y debe conside- rarse como un elemento de importancia para la determinación de la especie. (1) Véanse las siguientes opiniones: Op. 3. Valor de las publicaciones fechadas en 175F. — La décima edi- ción del Systema Naturce de Linné, apareció hacia los comienzos del año 1758. Puede, pues, suponerse en la práctica que la fecha fué el \.° de Ene- ro de 17ó8, y cualquier otra publicación fechada en el mismo año puede considerarse como posterior. Op. 13. El nombre específico del cangrejo de las arenas. — El nombre prelinneano arenarius, dado por Catesby en 1743, no es válido según el Código, aunque reimpreso en 1771; quadratiis, 1793, fué ya empleado, y como nlbicans, 1802, es el nombre que sigue cronológicamente, éste será el que deba emplearse. (2) Véase la Opinión 44, que en resumen dice así: ¿Leptocephalus ó Couger? — Leptocephalus Gronow, 1763, y Gmelin, 1789, tipo L. Morrisii, debe preferirse á cualquier otro nombre genérico posterior con que haya sido designado el estado adulto del mismo animal. 328 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de la misma fecha, se conservará el que escoja el primer revisador. La misma regla se aplica cuando se reúnen dos ó más especies ó subespecies para formar una sola especie ó subespecie. Recomendación. — A falla de una revisión previa, se recomienda establecer la precedencia por el siguiente método: a) Un nombre genérico al que acompañe la designación de un tipo, debe preferirse á otro que no Heve esta designación. Si no se especifica el tipo de ninguno, se preferirá aquel cuya diag- nosis sea más pertinente. d) Un nombre específico acompañado de descripción y figura, €s preferible á otro acompañado sólo de una diagnosis ó sólo de una figura. c) En igualdad de circunstancias, debe preferirse aquel nombre que aparece en primer lugar en la publicación (preceden- cia de página). Art. 29. Si un género es dividido en dos ó más géneros res- tringidos, su nombre válido debe conservarse para uno de los géneros restiingidos. Si originalmente se estableció un tipo para dicho género, el nombre genérico se conservará en el género res- tringido que contenga dicho tipo. Recomendación.' P&va. facilitar la referencia, se recomienda que, cuando se toma como tipo de un nuevo género una especie más antigua, su nombre se cite en combinación con el nuevo nombre genérico, además de citarlo con el nombre genérico anti- guo. Ejemplo: GilberteUa Eigemann, 1903, Smithsonian Mise. Coll., V. 45, p. 147; tipo, Gillertella alata [^iQÍnúaíQhiiQv] =^ Ana- cyrtus alatus Steindachner (1). Art. 30. La elección de las especies tipos de los géneros debe sujetarse á las reglas siguientes (a-g), aplicadas en el mismo orden de preferencia: I. Casos en que el tipo del género se admite solamente sobre la base de la publicación original: (1) Conviene recordar la Opinión 10, que dice así: Designación de geno- tipos para géneros publicados con idénticos límites. — Si dos géneros con los miemos límites se forman independientemente por diferentes autores, fcin designar genotipos, cualquier autor posterior puede elegir los geno- tipos (art. 30 g), y si los tipos elegidos no son específicamente idénticos, los dos nombres genéricos pueden usarse, en igualdad de las demás cir- cunstancias, para géneros restiingidos que contengan los tipos en cues- tión (art. 25). DE HISTOHIA NATURAL, 32{> a) Guando en la publicación original de un género, una de sus especies es explícitamente designada como tipo, esta especie deberá aceptarse como tal tipo, sin atender á ninguna otra consi- deración. (Tipo por selección original) (1). b) Si en la publicación original de un género se empleara el nombre typiciis ó tijpus como nombre específico nuevo de alguna de las especies, esta denominación tiene el valor de «tipo por selección original». c) Un género propuesto con una sola especie, tendrá esta espe- cie por tipo. (Géneros monotfpicos) (2). d) Si un género sin tipo designado (véase a) ó indicado (véase d) originalmente, contiene entre sus especies originales alguna que lleve el nombre genérico como nombre específico ó subespecífico, esla especie ó subespecie será ipso fado el tipo del género. (Tipo por taulonimia absoluta) (3). (1) Véase la Opinión 7 . Sobre la interpretación de la expresión «n. g., n. sp.>, según el art. 30 a. — La expresión . Según el art. 30 c, vigilax es el tipo de Ceraliclhqs. Op. 30 Los géneros de aves de Swainson, 1827. — Los géneros de aves de Swainson en el Fhilnsophical Magazine de 1827 son monotípicos, y según el art. 30 c, las especies mencionadas son los tipos de sus respecti- vos géneros. Por consiguiente, estos tipos deben preferirse á los tipos de Swainson elegidos después, en el Zoological Journal del mismo año. Op. 42. El tipo de Carapus Rafinesque, 1810. — Carapiis Rafin., 1810, es monotífúco; tipo, Gymnotus artis Linné. Op. 47. Carcharías, Carcharhinus y Carcharodon. — Carcharias Rafin., 1810. es monotípico; tipo Cardiarias taurus Rafin, (3) t-omo ejt-mplos, pueden citarse las Opiniones 16 y 33. Op. 16. Va- lor de los nombres e-!pecíficos prebinominales (anteriores á 1758) según el art. 30 d. — Al indajíar si existe un caso de tautoniraia absoluta, la cita de un nombre específico claramente binominal en la sinonimia, considé- rase como comprendida en las condiciones del art. 30 d Ejemplos: Equus cáballuH (Equus citado en la sinonimia en el sentido de «el caballo>). Alca torda [Alca citado en la sinonimia en el sentido de «el alca>). Op. 33. El tipo del género Rutilus RaSnesqne, 1820, — Cyprinus rutilus 68 el tipo de Rutilus Rafin., 1820. Rutilus plargyrus es el tipo de Plargyrus Rafin., 1820. 380 BOLETÍN DE LA REAL SOCíEDAD ESPAÍÍOLA II, Casos en que el tipo de) género se admite no solamente so- bre la base de la publicación original: e) No se tendrán en cuenta, para determinar los tipos de gé- nero, las especies siguientes: a Las que no fueron incluidas bajo el nombre genérico al pu- blicarse éste por vez primera; p Las que eran «species inquirendae», desde el punto de vista del autor del nombre genérico, cuando éste fué publicado; y Aquellas que el autor del género refirió á éste con duda (1 ). f) -En caso de que un nombre genérico, sin tipo designado, sea propuesto como sustituto de otro nombre genérico, con ó sin tipo, el tipo del uno, una vez establecido, pasa á ser ipso fado tipo del otro (2), g) Si un autor, al publicar un género con más de una especie, no designa (véase a) ni indica (véanse í, d) una como tipo, cual- quier autor posterior puede elegir el tipo, y su designación no está sujeta á cambios (Tipo por selección subsiguiente) (3). (1) Véase la Opinión 36: Tipos de géneros de autores binarlos, pero no binonainales. — Al determinar el tipo de un género, sólo debe elegirse en- tre las especies comprendidas bajo el nombre genérico cuando éste se pu- blicó, sin mirar si fueron ó no designadas binominalmente. Sin embargo, si un nombre genérico es claramente propuesto como sustituto de otro an- terior, las especies de éste se tendrán en cuenta. (2) A este propósito conviene tener presente la Opinión 46, que dice, en resumen: Estado de los géneros para los cuales no se designó tipo en la descripción original. — En aquellos géneros publicados sin mencionar, por su nombre, ninguna especie, no podrá designarse ninguna como tipo á menos que pueda reconocerse alguna por la descripción original del gé- nero; si sólo comprende una especie, la descripción original equivale á la publicación de iX-ux albus n. g., n. ep.»; si comprende varias especies, pero sin nombrarlas, una de ellas se tomará como tipo; si (como en Aclas- tus Forster, 1868) no puede deducirse de la publicación original cuántas ó cuáles especies hay en el género, éste contendrá todaí aquellas que res- pondan á la descripción genérica, y la primera especie publicada como de ese género (en el caso citado Aclastus rufipes Ashmead, 1902) será ipso fado el tipo. (3) Véanse las opiniones siguientes- Op. 6. Caso de un género A Linné, 1758, con dos especies, Ab y Ac. — Cuando un autor posterior divide el género A, especies Ab y Ac, dejando el género A sólo con la especie Ab, y el género C, monotípico, con la es- pecie Ce, el segundo autor se debe considerar como habiendo fijado el tipo del género A. Op. 32. El tipo del género Sphex. — Tomando como base los argumen- DE HISTORIA NATURAL 331 La expresión «elegir el tipo» debe tomarse en su verdadero sen- tido. No se considerará como elección de un tipo la simple men- ción de una especie como ejemplo de un género. irr. Recomendaciones.— S\ escoger tipos por selección subsi- guiente, conviene que los autores se guíen por las siguientes re- comendaciones: h) En los casos de géneros linneanos, elíjase como tipo la más comiín de las especies medicinales (regla linneana, 1751). i) Si un género sin tipo designado contiene entre sus especies originales alguna que lleve como nombre específico ó subespecí- fico, ya sea válido ó sinónimo, un nombre que sea virtualmente igual al nombre genérico, ó del mismo origen ó idéntica signifi- cación, al elegir el tipo debe darse prefeiencia á esta especie, siem- pre que á ello no se opongan rotundamente otras circunstancias. (Tipo por tauíonimia virtual.) Ejemplos: Bos taiirus. Equus coba- Ihis, Ovis avies, Scomher scomhrus, Sph(prosioma gloMporum; caso de oposición en Dipetalonema; compárese la especie Filaria dipetala, de la cual sólo fué descrito un sexo, con un ejemplar único y no bien estudiado como base). /) Si el género contiene especies exóticas y no exóticas desde el punto de vista de su autor, el tipo se elegirá entre las no exó- ticas. k) Si alguna de las especies originales han sido posteriormen- te clasiñcadas en otros géneros, se preferirá alguna de las especies que todavía queden en el género original. (Tipo por eliminación.\ 1) Las especies establecidas sobre ejemplares adultos se prefe- rirán á las fundadas sobre formas larvales ó jóvenes. m) Prefiéranse las especies que llevan el nombre commmiis vulffaris, medicinalis ü o^icinalis. tos presentados al hacer la consulta, sabulosa es el tipo de Spliex Linné, 1768. Op. 56. El tipo de Filaria Mueller, 1787.— Mneller citó, sin duda por error, una misma figura de Redi para Ascaris renalis Gmel. y Filaria mar- tis Gmel. Gmelin, en 1790, continuó este error. Rudolphi (1809) lo reco- noció y corrigió, y desde su época Filaria martis ha sido constantemente distinguida de Ascaris renalis, sin que actualmente exista ningún argu- mento para dejar de admitir la corrección hecha por Rudolphi del error de Mueller. POr consiguiente, F. mariis permanece como tipo de Filaria, y Filaria no debe ser sustituida por Diociophyme, Dioctophyma ó Eustron- gylus. 332 boletín de la real sociedad española n) Prefiérase la especie mejor descrita, mejor figurada, mejor conocida ó más fácil de obtener, ó aquella cuyo ejemplar tipo pueda obtenerse. o) Prefiérase una especie que pertenezca á un grupo que com- prenda el mayor número de especies posible. (Regla de De Gan- doUe.) p) En los géneros parásitos, elíjase, si es posible, una especie que viva en el hombre, en algún animal comestible ó en alguna muy conocido en todas partes. qj En igualdad de las demás circunstancias prefiérase una especie de la que conste que el autor del género la estudió en el momento ó antes de proponer dicho género. r) Guando se trata de autores que acostumbraban colocar una especie principal ó típica en primer lugar, como «chef de file», describiendo las demás por referencia á ella, este hecho debe te- nerse en cuenta al elegir especie tipo. s) Guando se trata de autores que han seguido la «regla de la primera especie» para determinar tipos genéricos, la primera es- pecie que nombren será el tipo de sus géneros. t) En igualdad de todas las demás circunstancias, al elegir tipo se atenderá á la precedencia de página. Art. 31. La división de una especie en dos ó más especies res- tringidas obedece á las mismas reglas que la división de un gé- nero. Pero un nombre específico fundado sobre un error de iden- tificación no puede conservarse para la especie mal determinada aunque las especies en cuestión sean luego colocadas en diferen- tes géneros. Fj]emp\o: Tania pecíi7ia¿a Goeze, \l&i=zCi¿io¿¿gnia pecíinaia (Goeze), pero la especie erróneamente deteruiina'la por Zeder en 1800 como a. Tmnia peciinata GoQZ'dy>=:Andrya rophalo- cephala (Rehm), y esta última especie no puede tomar el nombre de Andrya pectinata (Zeder). Proscripción de nombres. Art. 32. Un nombre genérico ó específico, una vez publicado, no puede ser rechazado, ni aun por su autor, por razones de ira- propiedad. Ejemplos: Nombres como Polyodon, Apiis, albus, et- cétera, una vez que han sido publicados, no podrán rechazarse bajo pretexto de que indican caracteres contradictorios con los que presentan los animales en cuestión. DE HISTOKIA NATURAL JRJ3 Art, 33. Ningún nombre podrá ser rechazado por razones de tautonimia, es decir, porque su nombre específico, ó el específico y el subespecífico, sean idénticos al genérico. Ejemplos: Trulla trulla, Apus apus apus. Art. 34. Un nombre genérico debe rechazarse como homóni- mo cuando ha sido usado previamente para algún otro género de animales. Ejemplo: TrichinaOwQu, 1835, nemátodo, debe recha- zarse como homónimo (1) de Trichina Meigen, 1830, insecto. Art. 35. Un nombre específico será rechazado como homóni- mo cuando haya sido previamente empleado para otra especie del mismo género. Ejemplo: Tmiia ovilla RivoUa, 1878 (n. sp.), es proscrito como homónimo de T. ovilla Gmelin, 1790. Guando, á consecuencia de la unión de dos géneros, dos anima- les distintos con igual nombre específico ó subespecífico vienen á (1) Llámase homónimo á uu nombre empleado para dos cosas diferen- tes, mientras que son sinónimos dos nombres distintos empleados para una misma cosa. Además de las publicaciones especiales y de los índices de nombres de diversos grupos, las siguientes obras serán de gran utilidad para los auto- res al tratar de averiguar si un nombre, sutgenérico, genérico ó superge- nérico, ha sido ja empleado. Si todos los autores consultasen estas obras antes de publicar nombres nuevos, se evitarían muchas confusiones y cam- bios de nombres: C, D. Sherborn: Index animalium sive índex nominum quoe ab A. D. 1758 generibtis et speciebus animalium imposita sunt. Socetotibus eruditorum ad- juvantibus a Carolo Davis Sherborn confectus. Sectio 1, a kalendis januariis, 1758, usque adjinem decemhris, 1800. — Cantabrigife. 1902. S. H. Scudder: Nomenclátor zoologicus. An alphcibetical list of all generic ñames tliat have been employed by naturalists for recent and fossil animáis, from the earliest times to the clase of tlie year 1879. En dos partes: /, Sup- ple mental list; II, Univerfal index. — Weishiuntoi), U82. C. O. Waterhouse: Index zoológicas. An alphabetical list of ñames cf gene- ra and suhgenera proposed for use in zoology as recorded in the Zoological Record, 1880-1900, together wílh other ñames not included in the Nomenclá- tor zoológicas of S. H. Scudder. — London, 19U2. (La continuación de esta obra, hasta el año 1910, se ha publicado después de celebrado el IX Con- greso Internacional de Zoología, btíjo el título de Index zoologicus, II.) The Zoological Record, XXXVIII (et seq ). Being record of zoological li- terature relating chieflg to the year 1901 (et seq.). — London, 1902 (et scq). Con un índice de nombres de los géneros y subgéneros nuevos. Register zum zoologischen Avzeiger, Jahrgang 1-10 (1878-87), 11-16 (L8S8-92), 16-20 (1893-97). 21-26 (1898-19l'3). Leipzig, J. V. Carus, 1889, 1893, 1899, 1903. Tomo XIV.— Junio, 1914 ti 334 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA quedar dentro de un género, el nombre específico ó subespecífioo más reciente debe rechazarse como homónimo. Los nombres específicos que tengan igual origen y significación serán considerados como homónimos mientras no ofrezcan más diferencia entre sí que las siguientes: a) El uso de ce, a y e, como cmruleus, C(eruleus, ceruleus, ei i, ó y, como chiropus, cheiropus; c y k, como microdon, miki'odon. h) La aspiración ó no aspiración, mediante la A, de una con- sonante, como oxyryncus, oxyrhinchus. c) La presencia ó ausencia de una c delante de t, como autuM- nolis, anctumnalis. d) La duplicación de una consonante, como litoralis, litio^ ralis. e) La terminación ensis ó iensis en un nombre geográfico, como iimore?isis, ¿imoriensis. Art. 36. Los homónimos rechazados no pueden volverse á usar jamás. Los sinónimos rechazados vuelven á emplearse en caso de que se restablezcan grupos que fueron erróneamente su- primidos. Ejemplo: Tíenia Giardi Moniez, 1879, fué suprimida como sinónimo de Tmiia ovilla Rivolta, 1878; después se des- cubrió que Tmiia ovilla ya había sido empleado (por Gmelin, en 1790). Tcenia ovilla, 1878, se rechaza como homónimo, y no puede volver á emplearse; fué un nombre que nació muerto, y es imposible darle vida, aunque se coloca abora la especie en otro género ( Thysanosoma). En cambio, Tienta Giardi, 1879, que fué rechazado como sinónimo, resulta valedero á consecuencia de la supresión de! homónimo Tmnia ovilla Rivolta. Recomendaciones. — Conviene evitar la introducción de nombres genéricos nuevos que sólo difieren de otros ya usados en la ter- minación ó en alguna ligereza variante ortográfica que pueda dar lugar á confusión. Pero una vez introducidos, tales nombres no pueden rechazarse por sólo este motivo. Ejemplos: Picus Pica; Polyodus, Polyodon, Polyodonta, Polyodontas, Polyodontiis. La misma recomendación se refiere á los nombres específicos dentro de un género dado. Ejemplos: necator, necatrix; fnrcigera, fiircifera; rhopalocephala^ rhopaliocephala. Guando se derivan dos ó más adjetivos del radical de un nom- bre geográfico, no conviene usar más que uno de ellos como nombre específico en un mismo género; pero una vez introduci- dos, no serán proscritos por sólo este motivo. Ejemplos: hispanus. DE HISTORIA NATURAL 335 hispanicus; moluccensis, mohiccanus; sinensis, sinicus chinen- sis; ceylo7iicus, 2eylaivcm. La misma recomendación se aplica á oirás palabras derivadas de un radical común, y que sólo difieren entre sí por la termina- ción ó por alguna ligei-a variante en la ortografía. Apéndices. A. Es muy conveniente que al proponer un nuevo grupo sis- temático, se dé una diagnosis, á la vez individual y diferencial de dicho grupo, en inglés, francés, alemán, italiano ó latín. En esta diagnosis debe indicarse el Mi:seo en que se halla el ejemplar tipo y el número con que el mismo esté registrado en el Museo. Recomiéndase que, al publicar la descripción de una especie ó -subespecie nueva, sólo se designe como tipo un ejemplar, con- siderándose Qomr) paratipos los demás ejemplares examinados al mismo tiempo por el autor (1). B. En las publicaciones en idiomas que no sean el inglés, el francés, el alemán, el italiano ni el latín, convendría que la ex- plicación de las figuras se tradujese á uno de estos idiomas. (J. El sistema métrico decimal de pesos y medidas, y la escala termométrica de Gelsius, son los adoptados. E[micron (0,001 mm.), representado por la letra griega ^, es la unidad de medida adop- tada para los trabajos microscópicos. D. La indicación de aumento ó reducción, que es muy conve- niente para la mejor inteligencia de las figuras, debe expresarse en cifras, más bien que mencionando el sistema de lentes em- pleado. E. La indicación de aumento ó reducción de un objeto es ge- neralmente lineal. Para el aumento se emplea el signo X, y para la reducción, la forma de quebrado Ejemplos: X 50 indica que el objeto está aumentado cincuenta veces; indica que se ha reducido á la cincuentava parte de su tamaño. Si se quiere especificar que el aumento es lineal, de superficie (1) Esta recomendación fué propuesta al IX Congreso Internacional de Zoología por el primer Congreso Internacional de Entomología, y apro- bada en aquél por unanimidad. 336 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Ó de volumen, puede hacerse así: X 50' indica aumento li- neal; X 502, aumento de superficie; X 50 \ aumento de volumen. F. Trariscripción de palabras griegas. — La siguiente tabla indica cómo deben transcribirse las palabras griegas: i = e (üá)v£o;) — Byalea, no Hyalcea. r^ = e (7:s'.p7]'vr)) — Pirena, no Pirina. Tj final = a ( rs'.prjvrj) — Pirena, uo Pirene. O = th (ttjOú;) — Tefhys, no Tefyií. i = i (PaXt'o;) — Balia, no Balea. 7. ^= c (l-r:o/pr¡v7¡) — Hippocrena, no Hippochrenes. ? = íc (?£vo;) — Xenus, Xenophora. z = r {r.Tzpóv) ■ — Pterum. •j = y (ú¡;o:) — Hi'bolithti.", no Hibolites. 0.1. = ce (Xt¡j.varo5) — Linnoea^ no Linnea. a.u = au (y^a-j'/.o;) — GlaiiCUS. £. = i (ysTXo;) — Chilostomum, uo Üheilostoma. tu = eu (sipo:) — Eurus. 10, O'. = oe (oi/.s'w) — Diceca, Dendroeca, no Dioica, Dendroica. ov final ^= ítm (£tp;-7rtov) — Ephippium, no Ephippion. oz final = MS (ó¡j.cpa)vo;) — Eiiomphalus, no Euomphalos. oj = tí (Xo'j-rípiov) — Luterium, no Lotorium. yy =n(j (áyyaps'la) — Angaria. yy = íic^ (ay/ '.aTo¡j.ov) — Anchistomiim, no Angistoma. yy. = Mc (av/.ic;-pov) — Ancistrodon, no Agkistrodon. p = r/i (pea) — Rhea. s = Ae (Épaaia) — Hermoea, no Ermcea. G. TranscrijJción de noiiibres pro^ños de 'personas y geográ- ficos.— Los nombres geográficos de naciones que emplean el alfa- beto latino, deben escribirse con la ortografía del país de origen. Los párrafos que siguen se aplican, por tanto, solamente á los nombres de aquellos países que, ó no tienen verdadero alfabeto, ó usan letras diferentes de las del alfabeto latino. Sin embargo, los nombres de lugar que están ya consagrados por el uso, con- servan su ortografía corriente. Ejemplos: Alger, Moscou. 1. Las vocales a, e, i, o, se pronuncian como en español, fran- cés, italiano y alemán. La e nunca es muda. 2. El sonido de la u francesa se representa por?¿, con diéresis, como en alemán. 3. El sonido francés ou se representa por u, como en español, italiano, alemán, etc. DE HISTORIA. NATURAL 337 4. El sonido francés eu se representa por ¿e, pronunciando como en la palabra francesa oríL 5. El sonido de una vocal larga se indica con nn acento cir- cunflejo; el sonido interrumpido se indica con un apóstrofo. 6. Las consonantes í, d, f,j, k, I. m, n, }}, q, r, t, v j z se pronuncian como en francés. 7. Las letras g y s tienen siempre sonido áspero, como en las palabras ir a.ncesh» g amelle, sirop. 8. El sonido que en francés se representa por ch, debe repre- sentarse por s7i. Ejemplos: sJicrif, Kashgar. 9. K/i representa la gutural áspera del árabe, y y/¿ la gutural suave (ó sean los sonidos j j g suave en castellano). 10. Th representa el sonido en que termina la palabra inglesa path, ó sea la 9 griega (la z castellana), Dh representa el sonido con que empieza la palabra inglesa those, ó sea el de la 8 griega [d suave). 11. Aparte de estos empleos (9, 10) do la h, modificando la letra que la precede, la 7i es siempre aspirada; no se usa nunca apóstrofo ante una palabra que comienza con h. 12. El sonido semivocal representado por y se pronuncia como en yole 13. El sonido semivocal ;/' se pronuncia como en la palabra inglesa Willicm. 14. Los sonidos dobles dj, tch, ís, etc., se indican por las letras que representan los sonidos componentes. Ejemplo: Mats- chim. 15. La gn se pronuncia como ñ, como en seígneiir. 16. fjas letras x. c \ q no se usan, porque no son sino dupli- cados de otras letras que representan los mismos sonidos; pero la q puede servir para representar el qaf árabe, y la aspirada suave puede usarse para representar el ain árabe. Debe intentarse indicar tan exactamente como sea posible, por medio de las letras arriba expresadas, la pronunciación local de los nombres, sin tratar de dar la representación completa de todos los sonidos que se oyen. 338 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El Laboratorio hidrobiológico del Instituto de Valencia POH GBLSO ARÉVaLO (Lámina vi.) Al crear en Abril de 1912 el Laboralorio de Historia Natural de este instituto (1), hoy domicilio social de la Sección de Valen- cia de esta Sociedad, me propuse disponer de local hábil para dar enseñanza práctica á 250 alumnos que por término medio concu- rren á las enseñanzas de mi cargo, así como también utilizar el material de enseñanza no sólo como comprobaüión de las cues- tiones expuestas en la cátedra, sino para la investigación históri- co natural. Mis proyectos encontraron la más favorable acogida en los ele- mentos directores de este Centro, por lo que me complazco en consignar aquí mi reconocimiento hacia el digno director de este instituto, D. Pedro Aliaga, así como también al competente cate- drático de Agricultura D. Francisco Moróte, secretario del mismo, á cuyas bondades y entusiasmos científlcos debo el haber podido dotar al Instituto de Valencia de un centro de investigación. Se habilitó para Laboratorio un gran corredor contiguo al ga- binete de Historia Natural, que comprende tres piezas con nutri- das colecciones (2). El nuevo local, por sus grandes proporciones, por su mucha fachada, por su buena orientación y su abundante luz, de que se le proveyó acristalando siete antiguas ventanas, reúne excelentes condiciones, y en él se montaron seis mesas de trabajo con tomas de gas, agua, electricidad, sumideros de agua y mesas accesorias, quedando cada mesa destinada á la investiga- (1) Véase la Memoria del Instituto Geaeral y Técnico de Valencia, co- rrespondiente al curso 1911 á 1912, así como la del de 1912 á 1913. (2) Me es muy grato consignar aquí que á la competencia y celo de mi antecesor el limo. Sr. D. Emilio Ribera, ex presidente de esta Sociedad, es a quieti se lebe durante su larga gestión al frente de esta cátedra la ad- quisición de la mayor parte y más notables ejemplares de las colecciones. > I— r X o o c3 Í2i ü o p4 o > DE HISTORIA NATURAL 339 -ción de las principales parles de Historia Natura! (1), á fiu de que el material especial para cada una no tenga que variar y esté siempre dispuesto para el trabajo. Tres piezas inmediatas sirven de almacenes y cuartos de desahogo. Dedicada mi atención á los estudios de biología fluviátil, he ido acumulando en el Laboratorio materiales para la formación de una colección de especies de la fauna y flora de nuestras aguas dul- ces. He procedido á instalar un sistema de acuarios, y reciente- mente un nuevo departamento ha sido habilitado exclusivamente para investigaciones hidrobiológicas, trasladando á él las colec- ciones, catálogos, libros y folletos referentes á esta especialidad. Antes de procederá la publicación de las investigaciones reali- zadas en nuestro modesto Laboratorio de Hidrobiología, hemos creído conveniente, á semejanza de lo que se hace en otros labo- ratorios similares del extranjero, darle á conocer señalando los procedimientos empleados en las investigaciones, el objeto para que ha sido creado y los fines que piensa llenar, trazando, en una palabra, su programa. No quiero tampoco dejar de señalar que en las tareas de insta- lación del Laboratorio y en las investigaciones han prestado su más desinteresada ayuda auxiliares y ayudantes de este Instituto, así como alumnos aventajados del mismo; siendo de justicia el mencionar entre los primeros á D. Ángel B. de la Cruz Nathan, que con una gran solicitud ha compartido conmigo las tareas do- centes, y entre los segundos á mis discípulos D. Salustio Alvara- do y D. Luis Pardo García, hoy alumnos de la Facultad de Cien- cias y consocios nuestros, á cuya diligencia se debe el que los acuarios estén constantemente nutridos de especies fluviátiles, y al primero de ellos los dibujos que ilustran este trabajo. Deuda de gratitud, y no pequeña, tengo también para aquellos especialistas é investigadores extranjeros, directores de Centros hidrobiológicos, que me han facilitado todo género de datos y fa- cilidades enriqueciendo la biblioteca del Laboratorio, y que tan entusiastas de mi idea como yo me animan á perseverar en mis tareas comunicándome sus entusiasmos. (1) El destino de estas mesas es: 1.» Investigaciones cristalográficas. 2.^ Análisis químico de minerales. 3." Trabajos petrográficos y geológicos. 4.a Histología y microbiología. 6." Anatomía animal, zoografía y antropolo- gía, e.** Anatomía vegetal y fitografía. 310 boletín de la real sociedad española Por último, 110 está demás el apuntar que nuestro Laborato- rio no posee consignación alguna ni de personal ni de mate- rial; todas las investigaciones han de hacerse por esto con una gran modestia, y las cantidades invertidas en la adquisición del material más indispensable se han hecho con los recursos pro- pios del Instituto, que posee una pequeña consignación para todo el material ordinario del establecimiento, y 500 pesetas que la Junta del material científico concedió para la adquisición de lo más necesario. II Medios de investigación hidrohiológica. — El Laboratorio dispo- ne ya de tres microscopios Reichert, un microscopio de disección del mismo constructor, otro de mano, un microscopio de acua- rium, un micrótomo Reichert, estufa de inclusión de Adnet, y una buena colección de reactivos de micrografía adquiridos en la casa K. de Haen (Seelze), y del pequeño material necesario en las ma- nipulaciones micrográficas. A ello hay que agregar un microsco- pio Zeiss, una cámara para microfotografía y otros objetos de mi propiedad. Para los estudios de campo disponemos de varios modelos de mangas de plankton, botellas de recoger muestras de agua, apa- ratos de fijación y transporte del plankton, sondas, termómetros, etcétera. Daremos una breve noticia de alguno de estosaparatos, no sólo porque antes de dar cuenta de las investigaciones realizadas conviene indicar los medios con que han sido hechas, sino tam- bién porque la escasez de medios nos ha impedido adquirir apa- ratos costosos y me ha obligado á idearlos sencillos, por lo que han podido ser construidos en Valencia. Las mangas para recoger plankton han sido construidas según el tipo de Zacharias (1), y según las instrucciones de W. Schurig (2), empleando tela de cerner, la más fina que he encontrado en el co- mercio, y cuyas mallas tienen de lado 0,4 mm., malla suficiente no sólo para detener crustáceos, rotíferos y algas (véase fig. 1.*), sino también nauplius y aun protozoos, especialmente cuando las mallas se van obturando con seres mayores que forman un filtro (1) Das Süsswasser-Plankton. (2) Hydrobiologisches uud Plankton Practikum. DE HISTORIA NATURAL 341 que detiene hasta los más pequeño?, y así he podido recoger con esta malla hasta pequeñísimas diatomeas. Para tomar muestras de agua de fondo ó de una profundidad determinada, hemos procedido á un estudio de los procedimien- tos descritos por Steuer (I), Knauthe (2), Mez (3), Dienert (4). V\g. 1. Todos ellos nos ofrecían el inconveniente ó de ser muy complica- dos, y por tanto muy caros, ó exigir el sacrificar en cada toma una parte del aparato de la que ha de tenerse una gran provisión de reemplazo, procedimiento que, además de exigir estar conti- nuamente reponiendo el aparato, tiene el inconveniente de que asciende abierto, y por tanto las muestras no ofrecen garantías. Yo he obtenido muy buenos resultados con la siguiente botella (figura 2.*): Se reduce aun frasco con la base lastrada por un disco de plomo y en el cuello lleva una armadura metálica atornillada (1) Planktonkuude. (2) Das Süsswasser. (3) Microskopische Wasseranalyse. (4) Eaux douces et eaux minerales. 312 BOLICTIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA en forma de bóveda, con un orificio en la parle superior por donde pasa el hilo de sonda, del que pende una esfera cuya mitad supe- rior es de goma y la inferior de plomo. Suspendiendo la botella de la sonda, la bola obtura fuertemente por el gran peso de la bo- tella el orificio superior, impidiendo el que el agua entre al bajar la botella; mas cuando ésta toca fondo, la bola cae por su peso y permite la entrada del agua. Una vez llena la botella, lo que se conoce porque cesa el desprendimiento de burbujas, se tira del hilo de sonda, la bola vuelve á obturar el orificio y la botella sube llena y cerrada. Así he podido reconocer la distribución del agua salobre en la Albufera de Valencia. Guando lo que so desea es obtener agua de una profundidad determinada y no de fondo, se hace descender la botella de la misma manera hasta dicha profundidad, y entonces se retiene con otra cuerda que va alada á un asa del aparato; la bola permi- te entonces la entrada del agua en ^el aparato, el cual, una vez lleno, se iza como anteriormente. Con esle aparato no se necesitan terinómelios inversores para determinar la temperatura del agua á cualquiera profundidad, Fig. 2.» Figr. 3.a pues las dimensiones de la botella y la gran capacidad calorífica del agua hacen que la temperatura de ésta no varíe sensiblemen- te durante la ascensión, por lo que puede tomarse en la misma DE HISTORIA NATURAL 3 18 botella recién sacada ó leerla en un termómetro que previamente í-e habrá introducido en ella. Cuando se desea conocer la cantidad de gases del agua, este procedimiento da resultados inexactos, porque el aire expulsado en forma de burbujas se disuelve en parte en el agua de la bote- lla, por lo que empleo otro aparato distinto (Qg. 3.*), pero cuyo funcionamiento es análogo y se deduce de la inspección de la figura. Para la recolección de materiales de fondo, empleo una larga percha (fig. 4.*) cuya longitud se puede aumentar con la adición de segmentos ator- _ÍL. .jv_ Fi^. 4.» nillables y que ter- mina en un extre- mo en un cilindro hueco de bordes cortantes, que se abre por una gene- ratriz. Clavando esto aparato en el fondo, se saca un cilindro de fango en el que se puede estudiar, no sólo la naturaleza de los materiales de fondo, sino también su ordenación estratigráfica. Para transportar y fijar el plankton empleo una batería de fras- cos (üg. 5."), en que el tapón está atravesado por un tubo que ter- mina por un extremo en embudo y por el otro abier- to, pero obturado con una tela de recogerplankton (1). Se pone en cada frasco un líquido conservador hasta una altura que cubra la parte inferior del tubo, y el plankton recogido con la manga y un poco diluido en agua se echa por el em- budo, depositándose, fijado y detenido por la tela de cedazo en la base del tubo, mientras el agua se diluye en el líquido fijador. De e?ta manera, no sólo se puede transportar una gran cantidad de plankton, sino también Fig. (1) La disposición de estos frascos nos ha sido comunicada por nuestro consocio el Sr. Fuset. 344 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA conocer la bondad de los líquidos fijadores para las distintas especies planktónicas recogidas en las mismas condiciones y á pesar de lo cual se obtienen muy distintos resultados, según los líquidos empleados. Fara la determinación cuantitativa del plankton, así como para su. preparación microscópica, me he valido de los procedimienlos corrientes que se describen en los libros especiales (1), sirviendo los mismos tubos de fijación para introducir líquidos y disolucio- nes colorantes, lo que permite operar con comodidad y sin estro- pear las delicadísimas especies planktónicas. El plankton colorea- do, deshidratado y puesto en un vidrio de reloj en la esencia de clavo, es seleccionado por medio del microscopio de disección, es- cogiendo las especies que se quieren preparar por medio de una pipeta de las que no interesan y de las partículas extrañas. III Acuarios y hihUoteca. — En el centro del Laboratorio se ha ins- talado un sistema de acuarios, con objeto de poder conservar en vivo, y aun reproducir, seres fluviales, y de poderles observar có- modamente en cautividad, pero procurando rodearles de condi- ciones análogas á las naturales. En la instalación de estos acua- rios hemos tenido en cuenta, á falta de una experiencia ante- rior (2), las instrucciones y detalles prácticos que figuran en las obras especiales (3) y en los catálogos de las muchas casas destina- das á la venta de accesorios para los acuarios. El sistema está montado sobre un sólido armazón de madera con dos plataformas forradas de zinc. En la superior, un acuarium central de 300 litros de cabida recibe directamente el agua de la (1) Véase Franz Schütt, Analytische Plankton-studien, y Car!. Apstein, Das Süssivasserplankton. (2) Los acuarios de agua dulce, tan generales en los laboratorios ex- tranjeros, son tan raros en España, que no los he visto en niguno de los centros que conozco. (3) Véanse W. Geyer: «Katechismus für Aquarienliebhaber>; E. A. Rossmasler: *Das Süsswasser Aquarium>; Bade: ; W. Schmitz: (¿) Libro nono de Caio Pliiiio Segundo de la Historia Natural de los pescados del mar, de lagos, estanques y ríos. Madrid, 1603. DE HISTORIA NATURAL 347 gran espíritu observador y un buen conocimiento de nuestra fau- na fluviátil. Á partir de esta época, no podemos poner en paran- gón ningún investigador de nuestras aguas dulces, con la bri^ liante serie de naturalistas que, especialmente durante los siglos pasado y presente en la Europa central, han descrito los seres del agua con una minuciosidad tal que se puede decir que el estU' dio taxonómico de los seres fluviátiles está casi agotado, como puede juzgarse délos completos trabajos de Zacharias, i^ampert, y sobre todo, Brauer (1). A un naturalista suizo, Forel, debe considerarse como el fun* dador de la Hidrobiología, en sus estudios sobre el lago de Gine- bra (2), en los que se ocupó, no solamente de todos los seres que le pueblan, sino de su distribución y evoluciones, de sus condi- ciones geográficas, físicas y químicas de existencia, de su impor- tancia económica, etc. A partir de los trabajos de Forel, un gran número de Comisiones se establecieron para el estudio de otros lagos, como la del de Constanza, presidida por el conde de Zeppe- lin, y la del Balalon, en que 14 especialistas publicaron otras tan- tas monografías, y después un gran número de naturalistas de to- dos los países se han dedicado con afán al estudio de la biología de los lagos y ríos de todo el mundo. Pero es al profesor Zacharias á quien se debe la iniciativa de fundar el primer laboratorio de biología fluviátil, haciendo ver la necesidad de estos centros y su importancia ante todo científica, pero también pedagógica y económica (3). En efecto, los estudios sobre la periodicidad del plankton, base de la Hidrobiología mo- derna, requieren una labor asidua y una atención continuada que sólo puede hacerse á base de Laboratorios consagrados á esta espe- cialidad. Los esfuerzos de Zacharias dieron por resultado la funda- ción en el Holstein, á las orillas del gran lago de P^on, con el ( 1 ) « Tier- uud Pflanzenwelt des Süsswassers > . < Das Leben der Binnen- gewasser». (19 tomos). (2) fMatériaux pour servir á l'élude de la fauno du lac Leman >, (1874- 1879), «La faune profonde des lacs suisses» (1885). Le Leman (tres tomos, 1892-1904). (3) cÜber die eventuelle Nützlichkeit der Begründung eines staatlichen Instituts für Hydrohiologie und Plankionkunde»; «Über die systematische Durchforschung der Binnengewiisser und ihre Beziehung zu den Aufgabcn der allgemeinen Wissenschaft vom Leben >; «Über die Beziehungen der Hydrobiologie zur modernen fÍ8cherei>. 348 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA npoyo del estado alemán y del millonario Krupp, de la primera estación lacustre, y á continuación un gran número de estaciones fluviátiles (1) se han constituido en Europa, especialmente en Alemania, Austria, Rusia, Bélgica, Bulgaria, Inglaterra, Italia, Suiza y Francia, á veces con fines exclusivamente de aplica- ción (2), pero sobretodo en los Estados Unidos, donde existen ya hasta Laboratorios flotantes (3) que pueden investigar in situ los diversos puntos de toda una cuenca hidrográfica. España ha quedado fuera por completo de este movimiento en pro de los estudios fluviátiles, á pesar de que su rama hermana la oceanografía es desde hace tiempo cultivada por distinguidos naturalistas y buen número de Laboratorios de biología marina han sido ya fundados. Este desvío por la investigación de nues- tras aguas dulces es tanto más de lamentar cuanto que nos perte- nece por completo, y si debemos aportar nuestro esfuerzo al cono- cimiento del mar, que constituye un estudio internacional, con más motivo debemos preocuparnos de nuestras aguas dulces, que constituye una investigación puramente nacional. Con este fin he fundado el modesto Laboratorio del Instituto de Valencia, próxi- mo al hermoso lago de la Albufera; y como además de la esca- sez de nuestros medios, los estudios hidrobiológicos tropiezan en España con la dificultad del desconocimiento de nuestros seres fluviátiles, aun de los más superiores, al conocimiento taxonómico de ellos hemos de dirigir nuestros primeros esfuerzos. (1) Véase Dr. C. Wesenberg Lund: «Über die eüsswasserbiologischen Forschungen in Dánemarcki; Dr. E. Eousstan: , *The sut- ton Broad Fieph- Water Laboratory>; Ch. A. Kofoid>, «The biological Sta- tions of Europa, eto. (2) P. Schiemenz: «Das konigliche Institut tur Binnen-Fischerei in Friedrichshagen ara Müggelsee». (3) tSchwimmendes Laboratorium der Illinois Station. > DE HISTORIA NATURAL 349 Rectificación sinonímica POH M. MARTÍNEZ DE LA ESCALERA En Junio de 1913 publiqué en este Boletín un género nuevo de Drílidos (Col.), con el nombre de Emma, pero como este nom- bre había sido empleado por Gray en 1843 para un género de moluscos, la ley de prioridad me obliga á cambiar el nombre del mío, y propongo á este efecto Emmita nov. nom. Y como creaba una tribu nueva para el Eniminae, hoy se habrá de llamar BmmUinae esta tribu. Pablicaciones que ha recibido la í^eal Sociedad Española de flistoria J^atural durante el mes de Mayo de 1914. (La liste suiímnte servirá d'accusé de réception.) Alemania Deutsche Entomologische Museum, Berlin-Dahlem. EntomologiBche Mitteilnngen. Bd. in, n° 6. Entomologische Litteraturblatter, Berlín. 1914, n° 6. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 20, Register. Internationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Entomologinche Rundschau. 31 Jahrg., nos e-10. Insektenborse. 'M Jahrg., nos 19-22. Societas Entomológica, xxix Jahrg., nos lO-l l. Naturforschenden Gesellschaft, Rostock. Sitzungsberichte und Abhandhmgen. Band v, 1913. Naturwissenschaftlichen Verein, Bremen. Abhandlungen. xxiii Band, 1 und 2 Heft. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xliv, nos 5_7. AuSTRlA-HüNGKÍA K. K. Zoologisch-Botanische Gesellschaft in Wien. Verhandlungen. lxiv Band, I und 2 Heft. Bélgioa Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bulletin. xxxv' année, n° 4. 850 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Société entomologiqne de Belgique, Bruxelles. Annales. Tome lvim, 4. Costa Rica Ministerio de Fomento. San José. Boletín de Fomento. Afío iv, n.° 2. España J Broteria, Tuy. Vol. xii, fase. iii. '" Ingeniería, Madrid. N.os 325-327. Institució catalana d'Historia natural, Barcelona. Butlletí. 2." época, any n, nos i_3. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Año xxxviii, n.os 648-649. Instituto ÍJacional de Ciencias Físico-Naturales. I Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Serie Zoológica, | n.os 12 y 14. ■ Peñalara, Madrid. N.° 8. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid. Revista. Tomo xii, n° 7. Revista de libros, Madrid. Año ii, n.° viir. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xiii, n.° 4. Estados Unidos y sus Colonias Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. vii, n° 3. Department of the Interior. Weather Burean. Manila Central Observatory. Anniial Reportfor the year, 191 1. Bulletin. 'Ñovemher, 1913. Museum of Comparative Zoology at Harvard College, Cambridge. Bulletin. Vol. lviii, nos 3_6. New-York Zoological Society. N. Y. Aquarium Nature series. The Care of home aquaria. Zoológica. Vol. i, n° ¡5. Smithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Contributions from the U. S. National Herbarinm. Vol xviii, part 2. The American Naturalist, New-York. Vol. xlviii, n° 669. United States Geológica! Survey, Washington. Annual Report. N° 34. Bulletin. 531, 536, 538, 53S, 542, 646, 66ó. Professional Paper. 76, 85 b, 85 c. Water-Supply and Irrigation Paper. 296, 302, 303, 319, 32i', 333, 334 337. University of Colorado, Boulder. Studies. Vol. XI, n° i. Wilson Ornithological Club, Oberlin, Ohio. The Wilson Bulletin. Vol. xxvi, n° 1, DE HISTORIA NATURAL 351 Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes-rendus. Tome 158, n^s 20-21. Académie internatiouale de Géographie botanique, Le Mane. BuUetin. 23'= année, n" 294. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. 44' année, i." 522. L'Echange, Moulins. 3U» année, n° 35á. Revue genérale des Sciences purea et appliquées, Paris. 25* année, n»» 8-9. Sociéíé de Sjjéiéoiogie, Paris. Spelunca. Tome ix, n" 7 2. Station Entoraologiqne de la Faculté des Sciences, Rennes. Insecta. iv* année, n° 40. Inglaterra y sus Colonias Sarawak Museum. Eeport for 1913. South African Museum, Capetown. Annals. Vol. x, part vii. TheCanadian Entomologist, London. Vol. xlvi, n" 5. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxvi, n° 5. The Zooiogist, London. Vol. xviii, n° 20i*. Italia Accademia Gioenia di Scienze Naturali, Catania. Atti. 1913, fascic. 28. Rivista coleotterologica italiana, Camerino. Anno xu, nos 3-5. Rivista técnica e coloniale di Scienze applicate, Napoli. Anno iv, n^s 2-4. Perú Sociedad geográfica de Lima. Boletín. Tomo xxix, trimestres 1." y 2.° República Argentina Sociedad científica argentina, Buenos Aires. Anales. Tomo lxxvi, entr. vi; tomo lxxvh, entr. i-n. Suiza Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lausanne. Bullelin. Vol. 50, n" 182. Société zoologique suisse et Museum d'Histoire naturelle de Genéve Revue suisse de Zoologie. Vol. 22, nos 4-8. 852 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Aranzadi (Telesl'oro de). — Atlas de hongos comestibles y venenosos. (Co- lección Estudio, Barcelona, 1914.) BoEN (Odón de) — Congresos internacionales de Pesca; España y los pro- blemas que plantean. (Anuario de pesca, 1913.) — Reunión en Roma de la Comisión internacional para el estudio del Mediterráneo. Madrid, 1914. Castellarnaü y Lleopart (J. M.) — Discurso leído ante la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, en su recepción pública. Ma- drid, 1914. Gredilla y Gaüna (A. Federico). — Indicaciones climatológicas que se de- ducen de la Flora general de la Península. Madrid, l'.iU. GoYE (Ph -A.) — Rapport sur ruuification des abréviations bibliographi- ques dans les mémoires de chimie. (Proceed. 3* session Assoc. Internat. Soc. Chim., 1914.) Laat (Julio E. van der). — Las enfermedades del banano. San José, Costa Rica, 1914.) López de Zoazo (Joeé).— Instituto general y técnico de Burgos. Catálogo del Gabinete de Historia natural. Burgos, 1913. Navarro Neumann (Manuel M. S.) — Os últimos descobrimentos em Sismo- logía. (Broteria, 1914.) Rodríguez Rosillo (Abilio). — Contribución al conocimiento de los Celen- téreos españoles, en particular de los Sertuláridos de la Estación de Biología marina de Santander. Madrid, 1914. Washingtox (Henry S.) — The volcanoes and roeks of Pantelleria. (Journ. of Geology, 1914.) Sesión del I.'' de Julio de 1914. PRESIDENCIA DEL ILMO. SR. D. JOSÉ MADRID MORENO El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones — Fueron admitidos como socios numerarios los señores propuestos en la sesión de Junio. Comunicaciones.— Si Sr. Bernaldo de Qairós lee la traducción española de las cartas que algunos personajes marroquíes han dirigido á la Comisión del NO. de África, para justificar el nom- bre de Yebala aplicado por ésta á la zona de influencia española recorrida por los Sres. Fernández Navarro, Dantín, Cabrera, Ber- naldo de Quirós y Escalera durante el mes de Junio de 1913. — El Sr. Fernández Navarro dice que esas cartas justificativas del nombre que debe recibir la zona de influencia española en el NO. de Marruecos, deben tener una gran publicidad, á fin de que lleguen al público las opiniones en ellas sustentadas, y pueda rectificarse el error de los que denominan el Garb al territorio de referencia. Para conseguirlo indica el Sr. Fernández Navarro que podría hacerse una lirada especial de esas cartas, distribuyéndola luego profusamente en los centros oficiales, sociedades científicas y prensa, para que su conocimiento pueda llegar á todas partes. — El Sr. Hernández Pacheco presenta un ejemplar del libro «La cueva del Penicial» (Asturias), por el Conde de la Vega del Sella, con 3 láminas y 6 grabados, publicado por la Comisión de investigaciones paleontológicas. — El señor tesorero lee el resumen de los gastos producidos por la expedición á Marruecos en 1913, y la publicación del libro Yebala y el bajo Liiciis que, como consecuencia de aquélla, ha editado la Sociedad. Dicho resumen, que abarca también los re- cursos con que se ha atendido á esos gastos, es como sigue; Comisión permanente para el estudio del Noroeste de Áfri- ca.—Resumen de los gastos de la expedición á Marruecos, reali- zada en los meses de Abril á Junio de 1913, y de la publicación del libro en que se ha dado cuenta de ella, titulado Yebala y el bajo Lucus: Tomo xit.— Julio, 1914. 23 354 boletín de la KEaL SOCIEDAD ESPAÑOLA Pesetas. Gastos de la expkdición: Gastado en el viaje, según el diario de los expedicionarios 5.140,20 Facturas de aparatos y otros objetos adquiridos para el viaje 152,25 Gastos de envíos y otros menores 210,75 Remuneración acordada á los expedicionarios 4.336 Total de lo gastado en la expeiición 10.439,20 Coste del i ibro Yebala y el bajo Lucus: Abonado al Sr. López del Hierro por un dibujo. Comprobante núm. 1 10 ídem al Sr. Vega Ochoa por ampliación de un mapa. C. núm 2 15 Factura de D. Braulio López por trabajos de fotografía. C. núm. 3 46,25 ídem de los Sres. Torsá por papel conché y marfil. C. núm. 4 1S8,30 ídem de D. B. García por el papel para la impresión. C. núm. 5 700,98 ídem de grabados. C. núm. 0 171 ídem de los Sres. Páez. C. núm. 7 507,15 ídem de la imprenta Fortanet. C. núm. í^ 1.1C5,50 ídem del encuadernador Sr. Moraga. C. núm. 9 450 Total de los gastos de publicación 3.201,18 RESUMEN Pesetas. Importan los gastos del viaje 10.439,20 ídem los de publicación 3.204,18 StiMA total por ambos conceptos !3. 643,88 Pesetas. Cantidad concedida por el Ministerio de Estado á la Real Sociedad espa- ñola DE Historia natural para la expedición á Marruecos lO.OOO Deducidas por abono al Estado r1 hacer efectiva dicha cantidad por Dere- chos reales y el 12 por 100 de utilidades 1.406,25 Cantidad efectiva con que ha contribuido el Ministerio de Estado S. 593,75 Diferencia que ha abonado la Real Sociedad española de Historia na- tural 5.049,63 Total igual á lo gastado 13.G43,?8 Madrid, 30 de Junio de 1914.—^/ Secretario de la Comisión permanente del Noroeste de África, Ignacio Bolívar. La nota anterior, con sus justiñcantes correspondientes, quedó sobre la mesa para examen de los señores socios que deseen com- probarla y de la Comisión de cuentas. Secciones. — La de Sevilla celebró sesión el 1." de Julio bajo la presidencia de D. Manuel de Pau. DE HISTORIA NATURAL 355 Bsle señor hizo la presentación, para ingresar en la Sociedad, r ser también llano, y para distinguirlo de la parte montañosa solamente; pero tatubién es muy semejan- te á este terriiorio el de la cabila de la Garbía, situado entre Arci- la y Tánger, qu(; es igualmente muy llano, y sin embargo no pertenece al Garb. DB HISTORIA NATURAL 371 Desde Alcázar á Larache hay cuatro horas de camino llano; de Larache á Arcila, seis horas; otro tanto de Arcila á Tánger, también con bnen camino; desde Tánger á Tetnán diez horas, parte con buen camino y parte con camino accidentado; de Te- tuán á la ciudad de Xexaueo, diez horas por caminos muy ma- los; desde Xexauen á las tribus del Rif, dos días de muy mal camino. Esto es, en resumen, lo que se refiere á la pregunta, y si de seas algo más que esto, h;1znoslo saber.» Resumamos este interesante documento. En primer lugar, pone el río Uarga como limito meridional de la Yebaln; distingue ésta del Rif, y lo que es más importante para nosotros en este momento, afirma que los habitantes de las re- giones montañosas situadas al S. de Fez, no son llamados Yebala ó Yeblíes, sino Braber (lo que no es una novedad para nadie que conozca, siquiera, los viajes del marqués de Segonzac). En segundo lugar, el Gadí niega con toda energía quesea Garb la llanura del bíijo Lucus, donde están Larache y Alcázarquivir, y como hoTibre bien enterado, que vive casi en el ^umbral de aquella ivgión, nos señala con toda exactitud el punto donde em- pieza y acaba la zona que hoy llaman Garb los marroquíes. Ocho kilómetros al S. de Alcázarquivir, ya pasada la derecha del cami- no de Fez, y á muy poca distancia, sobre la ladera de una colina, está el manantial llamado «El Ma-Báred», esto es, «el agua fría», donde comienza el país del Garb, que se prolonga hasta Rabat, á través de la cuenca baja del Sebú. Cierta parte de la carta del Gadí es extremadamente decisiva. «Garb» es Occidente, sin duda. ¿Pero Occidente desde dónde? ¿Desde qué punto de vista? Para el país del Islam, la respuesta no es obscura: Occidente desde la Meca, punto central de la Tie- rra. Así se explica que el Occidente, el «Garb» comience nada menos que en el Mar de Golzón ó Mar Blanco, que los creyentes mahometanos estiman construido por el famoso Mul-Gornein, nuestro Alejandro Magno, y que no es otro que el que, cambián- dole totalmente de color, en nuestra geografía se titula Mar Rojo (Ibn Kbalduii, Prolegómenos, i, 123). Todo Marruecos es, por consiguiente, «Garb»; pero el «Garb» de Marruecos, es sólo la llanura por donde corre el Sebú para ver- terse al Océano. La cartografía toda marca esta localización. Véase, por lodos, el 372 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA reciente Mapa de Marruecos, á la millonésima, de Henry Barreré, en el que además puede seguirse la enumeración de las cabilas, según el Gadí de Alcázar. * La doble cuestión nos parece resuelta, pues, por aquellos mis- mos que pueden ser sus mejores jueces. Dejar de llamar Yebala á lo quees Yebala, ó llamar Garb á lo que no es Garb, será seguramente uu procedimiento vitupera- ble para fundamentar la nomenclatura geográfica de un país sobre la base de los términos locales, incluso con la pretensión de mejorarlos; como si una Academia extranjera pretendiera demos- trarnos que Andalucía empieza antes de Despeñaperros ó Aragón después del Ebro. Nuestra opinión coincide con la de los naturales del país; mejor dicho, es la opinión de ellos, tomada así de los más ignorantes como de los más ilustrados. Es la opinión de nuestros agentes diplomáticos y de todos los europeos á quienes una estancia pro- longada en el país presta autoridad indiscutible. Es la opinión de extranjeros que, como Gentil, son tan conocedores de la actual Geografía marroquí (1). Es, por último, también la opinión de la Comisión española de límites, á la que Fernández Navarro con- sultó durante nuestra excursión. Y nada más ya, sino desear que el error se deshaga y aprenda- mos la nomenclatura geográfica marroquí de los propios marro- quíes, siquiera para que podamos entendernos y no estar en gue- rra con ellos... hasta en las palabras. (1) Véase el número recientemente dedicado á Marruecos por la Revue genérale des Sciences. DE HISTORIA NATURAL 373 Cuatro palabras sobre las salinas de Cardona y su edad geológica POR LUIS MARIANO VIDAL La excursión que á principios de Abril hizo la Sección de Bar- celona de la Real Sociedad Española de Historia Natural al renom- brado yacimiento de sal gemma de Cardona, á la vez que permi- tió admirar las bellezas naturales y apreciar la riqueza mineraló- gica que atesora aquella localidad, dio ocasión de estudiar algún detalle que puede contribuir á fijar la discutida edad geológica de tau notable depósito salífero. Así que se llega por la carretera de Mañresa á la vista de Car- dona, se descubre el mineral formando una ancha faja blanqueci- na, que ocupa el flanco escarpado de la colina donde están la villa y su castillo, formando un vasto anfiteatro á modo de anchu- rón del valle del Gardoner. El perímetro, de figura irregular, que circunscribe la parte vi- sible de la masa de sal, y que es propiedad de la casa de Medina* celi, mide unos 4.080 ra. (1) y abraza una superficie de 734.000 metros cuadrados, en la cual, la mayor longitud es de 1.700 me- tros de Levante á Poniente, y la mayor anchura 590 m. de Nor- te á Sur, junto al río (fig. 1.*). No baja de 90 m. la altura del acantilado en que la sal se ma- nifiesta, y en toda su superficie aparece el mineral cuajado verticalmente de surcos irregulares de tres ó cuatro centíme- tros de ancho y de profundidad, que se entrelazan y cortan unos con otros caprichosamente, separados por finas y corlantes aris- tas que rematan frecuentemente en agudas puntas, efecto todo ello de la acción disolvente del agua atmosférica, lo cual da lugar á bellísimos efectos de luz, sobre todo cuando una reciente lluvia la ha lavado y recibe los rayos del sol. La masa de sal debe extenderse lateralmente por el interior de la montaña; pero permanece oculta, ya por la tierra vegetal, que (1) Ensebio Sánchez: Informe de la visita verificada al distrito minero de Barcelona. (Revista Minera. Madrid, 1861.) 374 boletín de la beal sociedad española con variables espesores la recubre, ya por los crestones de los bancos margosos, sabulosos y calizos de la formacióu oligocena que la rodea por todos lados. La acción disolvente del agua atmosférica no se limita á mode- lar y adornar con caprichosos surcos la parte visible del macizo salino, sino que produce en éste cavidades de forma cónica, que en el país llaman bofias, y que llegan á adquirir dimensiones considerables. La que con el nombre de dofia gran figura en el extremo occidental del manchón, tiene 340 m. de E. á W. y 230 metros de N, á S., con unos 80 m. de profundidad, y es el mayor OESTE ESTE Fig. 1.' — Perímetro de la sal descubierta en las ealioas de Cardona. Escalii, 1 : 16000. y más notable efecto de denudación que presenta el yacimiento, simulando un vasto cráter cuyas paredes están erizadas de agu- das puntas y cortantes aristas. Otras muchas están diseminadas por la superficie, y se van encontrando al bajar por el atajo de Cardona á las salinas; y aunque pequeñas en general, las hay de regular importancia, pero sobre su modo de formación conviene rectificar las ideas emitidas por varios autores. Dice Sánchez, en su Memoria citada, que «el terreno está acri- billado de bofias, debidas á hundimientos interiores.» Maureta y Thós, en la Descripción física, geológica y minera de la provincia de Barcelona (Madrid, 1881), adoptan el mismo cri- terio y dicen que las tbofias son debidas á grandes hundimientos interiores». Martel, el ilustre fundador de la moderna rama de las ciencias DE HISrOKlA NATURAL 375 geológicas llamada Espeleología, describe en la Nature el año 1899 la montaña de sal do Cardona, y atribuye las bofias k «hun^ dimientos que afectan á la supeificie producidos por un arroyo subterráneo que circula en el interior de la masa». No se explica cómo un fenómeno tan sencillo, cual es el de la formación de las bofias, no ha sido visto con toda claridad por observadores experimentados. La palabra hundimiento no puede aquí aplicarse, pues no hay una sola de aquellas cavidades que se haya producido por descenso de la masa. Todas ellas son excava- ciones labradas en el macizo de sal por esta herramienta infatiga- ble que la Naturaleza emplea en el modelado teirestre, y es el agua atmosférica. Fíltrase ésta á través de la débil capa de tierra vegetal, comienza á corroer y disolver la sal que encuentra deba- jo; escápase por alguna grieta, una vez saturada, y nuevas lluvias vienen á continuar la operación, sin (jue ningún descenso ni hun- dimiento alguno se produzca, como no sea el de los pocos kilo- gramos de tierra que al empezar el agua el taladro de la sal que- daron en falso. Así, por eyta corrosión en parle oculta, en parle visible, los agentes atmosféricos han arreb atadola enorme cantidad de sal que representa el volumen vacío de ese vallejo transversal donde ra- dican las Salinas, suma que, calculada grosso-modo, no baja de un centenar de millones de toneladas, que han idoá parar al mar; suma á la cual se agrega cada año las que va arrastrando el mísero arroyuelo que atraviesa de E. á W. las salinas, y cuyo curso, aun en épocas de sequía, se delata por la ancha y blanca faja que la evaporación va dejando. De cuan poderosa es esta fuerza disolvente del agua da este arroyuelo buena prueba, pues su origen se halla en el fondo de la bo fia gran: recorre oculto en unas cuevas, que ha labrado den- tro de la masa salina, el espacio de unos 150 m. que separa la bofia gran del llano de las salinas; sale de aquellas al exterior por las bocas llamadas Forat Mico y Forat del Gos; y después de correr libremente unos 700 m., penetra en la base de un montícu- lo de sal llamado San Onofre, que se alza á través del valle, y aquí se oculta otra vez unos 400 m. en una bellísima gruta que ha perforado á través del cerro, y cuyas entradas son hoy inacce- sibles, yendo por fin á desembocar en el río Gardoner. Edad geológica de las salinas, — Es indispensable tener idea de la estratigrafía local antes de abordar la cuestión de edad. 376 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Sabemos que la sal viene enclavada en la formación oligocena, que tan vasta extensión abraza en el centro de Cataluña y Ara- gón. Los estratos que desde Manresa, donde descansan sobre las margas nnnmulíticas, se mantienen casi honrizontales con ligera inclinación septentrional, sufren un brusco cambio de posición, primero en Suria, 12 km. antes de llegar á Cardona, y luego otro más importante y acentuado al descubrirse las salinas. El primero es un anticlinal que en pocos metros muestra sus dos costados, en el sitio llamado Mitg 7non. Su bóveda no es se- guida, viéndose claramente que el pliegue ha ido acompañado de rotura de los bancos en el eje del anticlinal. Este punto está sien- do objeto de investigación en busca de sales de potasa, haciéndose varios sondeos que han reconocido ya la existencia de la Cama- lita (1), y se trata ahora de averiguar la potencia del bancu y la extensión que ocupa. Ya de antiguo se conocía en este paraje la presencia de la sal gemma; pero hasta ahora no se había sospe- chado el acompañamiento de sales potásicas, que tan espléndida manifestación ofrecen en Stasfurt, centro hoy del comercio mun- dial de estas materias tan útiles para la agricultura. No nos detendremos en este punto, que nos apartaría del obje- to de la presente nota. Los estratos oligocenos, á la vista de Cardona, se levantan otra vez buzando fuertemente al S.; dejan descubierta la sal en todo el vallejo de las salinas, y cuando éstas terminan, y empieza la carretera á remontar la cuesta que conduce á la villa, reaparecen r/^ f^í?MT€ í scccla. i : iSooo- Fig. 2.'— Corte del anticlinal de Cardona por el extremo E. de las Salinas. S, Sal gemma. — A, Bancos margosos salíferos, oligocenos.— B, Margas, maciños y molasas oligocenas. aquellos estratos, pero con inclinación contraria, es decir, buzan- do al N., y ya no se dejan, si bien su inclinación va disminuyen- do al alejarse de las salinas. (Fig. 2.*) I [Estamos, pues, en otro anticlinal cuya bóveda ha sido denuda- (1)^ Mezcla de cloruro de potasio y de magnesio. DE HISTORIA NATURAL 377 da, y cuyos costados, tocando en sus bancos más bajos con la masa salífera, enseñan que las margas, maciños y molasas oligo- cenas se depositaron encima de la sal; pero no nos dicen si ésta ocupaba ya el fondo de la cuenca en que, por efecto de los movi- mientos geológicos que dieron fin al período numulítico, el mar eoceno quedó transformado en un lago, ó si la sedimentación de la sal fué el primer fenómeno sedimentario que en dicho lago tuvo lugar. En el primer caso, la sal pertenecería á una época anterior; en el segundo sería oligocena, y este problema ha preocupado á los geólogos que en distintas ocasiones han visitado las salinas. Para no citar más que los que modernamente se han fijado en este punto, ya que las opiniones de Gordier, de Dufrenoy, deCo- quand, de De Verneuil, por respetables que sean, datan de unas fechas en que la cronología geológica era aún poco precisa en punto á los terrenos terciarios, diré que Leymerie en 1869 opi- naba, como Dufrenoy, que la sal era producto de una erupción termal, aunque radicaba en una formación análoga y contempo- ránea de la arenisca de Carcasona, tenida entonces por eocena, y que en 1898 la Sociedad Geológica de Francia, cuando celebró su reunión extraordinaria en Cataluña y tuve el honor de conducirla á Cardona, vio divididos los pareceres de sus miembros: unos, con los Sres. Garéz, Bergeron, Depéret, teniendo presente que en Argelia muchos afloramientos salíferos que se venían clasificando en el terciario, ha sido preciso remontarlos al trías por haberse descubierto en ellos rocas evidentemente triásicas, fueron de opi- nión de que las salinas de Cardona datan del tramo salífero, ó sea del tramo que se ha llamado Kewper ó de las arcillas irisadas, que es el más elevado del trías. Otros, con Dollfus, Bofill y Stuarth Menteat, sosteníamos que eran oligocenas, recordando que hay en la provincia de Zaragoza las salinas de Remolinos en pleno oligoceno, y apoyándonos en que en Cardona los bancos margosos más bajos de esta edad, que se tropiezan al subir la cuesta por la carretera, tienen claras se- ñales de encerrar sal. Conviene, para fijar las ideas, ver cómo se presenta el mineral desde el punto de vista mineralógico y estratigráfico en puntos apartados del mismo yacimiento. La sal que está á la vista en la montaña llamada de la sal roja, en la ho fia gran y en todas partes donde ofrece frentes naturales. 3"» BOLETÍN DB LA KEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA al descubierto, es coloreada, de tonos abigarrados, de un rojo vivo, de color de carne, gris, amarillento, blanco, y su estructura es veteada, compuesta de lechos delgados de 2 á 3 cm., separados entre sí por estrechas hiladas arcillosas en las que se alojan abun- dantes cristalitos de yeso. Y estas capitas, que revelan una ver- dadera estratificación, aparecen muy trastornadas, dibujando tan pronto líneas angulosas en zig-zag, como pliegues curvos retorci- dos en todos sentidos, del modo que corresponde á una materia plástica que ha sufrido un fuerte esfuerzo de compresión lateral. Esto es fiel reflejo de lo que pasa en las capas de la corteza terres- tre al producirse los grandes empujes tangenciales que determi- nan el alzamiento de las montañas. (Figs. 3." y 4.*) F\g. 3.'— Pliegues rectilíneos en la montaña de la sal roja. Diremos de paso que esta coloración de la sal, de que acabamos de hablar, no es debida á minerales extraños, ferruginosos, car- bonosos, manganesíferos, como se podría suponer, sino, según Marcel de Serres (1), á infusorios que en forma de corpúsculos es- (1) Marcel de Serres: De la cause de la coloration en rouge des seis gem- mes. Montpellier, 1840. DB HISTORIA NATUBAL 379 féricos, alargados y poliédricos, pudo examinar, si bien no sé que nadie haya reproducido y comprobado sus experimentos. Pero si de la sal que aparece en las laderas pasamos á la que ocupa el fondo del vall^ no observaremos nada de lo que se acaba de decir. Hoy que las laoores de explotación ya no se llevan en cantera, Fig. 4.a— Pliegues curvos en la sal por el camino de la Bofia gran. á cielo abierto, como se venía haciendo de liempo inmemorial, sino en trabajos subterráneos, con los cuales se han reconocido 50 m. de profundidad, que es la del pozo de extracción, y 30 me- tros más por medio de un sondeo, total 80 m., se ha visto que esta sal difiere totalmente de la superficial. Es cristalina, formada de un agregado de cristales diáfanos unidos por un cemento fina- mente cristalino, es más pura, sin mezcla de arcilla ni de cuerpos extraños, y sin presentar la menor señal de estratificación. 380 boletín de la real sociedad española Diferencias tan notables en las dos partes de la masa salina, no pueden explicarse sino por grandes diferencias en el medio en que se han formado (1). La sal profunda acusa una sedimentación tranquila, una cris- talización dentro de aguas salinas muy puras, . La sal superior revela una sedimentación intermitente, una cristalización dentro de aguas que periódicamente, y con relativa frecuencia, se enturbiaban por materias arcillosas y yesosas. Lo primero se aviene con el concepto que tenemos de la forma- ción salina en el trías, admitida hoy por todos como producida ■en mares que encerraban inmensas cantidades de sal. Lo segundo se puede explicar por la cristalización de la sal den- tro de un régimen lagunar, sujeto á alternativas variaciones en ia naturaleza de sus aguas. , Nace de todo esto fácilmente el supuesto de que ambas sales datan de épocas geológicas distintas: la profunda es íriásica; la superficial es oUgocena; y en apoyo de ambos asertos presentaré algunas consideraciones estratigráficas. , El anticlinal que conocemos en Cardona corre de E. á W., á través de toda la piovincia de Lérida, y penetra en la de Huesca; y en varios puntos de su recorrido muestra innegables caracteres triásicos. Así vemos en el extremo occidental de esta línea, en Tragó de Noguera, las salinas llamadas de Tragó, aunque perte- necen al término de Estopiñán, rodeadas de yesos abigarrados con cristales bipiramidales de cuarzo, de masas ofíticas, y de ca- lizas y dolomías triásicas. Marchando hacia el E. se encuentra el manantial salado de Ru- bio, rodeado de ofitas y calizas del trías. Al llegar al Segre, en Artesa de Segre, se da con los conglome- rados, margas y maciños oligocenos, fuertemente levantados; y en el Cerro del Castillo asoma á través de estos bancos un dique de otita acompañada de calizas triásicas, pero sin señales de sal. Es éste un dato geológico que consigno ahora por primera vez. Más al E. el anticlinal oligoceno aparece fuertemente denudado (1) El geólogo E. Kaiser, Profesor en Giessen, hizo notar esta diferen- •cia en una Memoria titulada Das steinsalzvorkommen von Cardona in Cata- lonien. Neues Jahrbuch Jür Min. Geol. Pal., l'J09. 1-14-27. 3 láminas. Pero no deduce consecuencias sobre la edad geológica. DE HISTOHIA NATURAL 3Sl en Vilanova de la Aguda, mostrando en el fondo del Valle yesos con un manantial salado y algunaqueoira oquedad cónica, iofias- incipientes que dejan comprender la existencia de la sal á poca profundidad. Y sigue hacia Levante el anticlinal sin dar indicaciones hasta llegar á Cardona. Pues bien; cuando se ve en un accidente tectónico de tanta magnitud, pues pasa de 100 km. su longitud total, aparecer ma- sas salíferas en sus dos extremos y en puntos intermedios, y ofre- cer positivos caracteres triásicos en su mitad occidental, hay mo- tivo para pensar que la sal de la otra mitad es de la misma época,, aunque no la acompañen en esta parte las rocas características del trías que se ven en la primera. Pero este razonamiento no parece que deba aplicarse á toda la masa salífera, pues ya hemos visto que en Cardona hay dos dis- tintas clases de sal que, reconociendo diferente modo de formarse, pueden muy bien representar distinta edad geológica; y, sobre todo, mal podría incluirse toda la masa alta de sal en el trías, cuando vemos una parte, aunque pequeña, de ella intercalada en los estratos oligocenos. Impónese, por consiguiente, para explicar su formación, la hi- pótesis que ha motivado la presente nota, y que acabo de enun- ciar, y para concluir expondré en breves palabras el proceso que la Naturaleza ha seguido. Cuando el Pirineo tomó su principal relieve, cerrándose el pe- ríodo eoceno, alzóse también en lo que es hoy Mediterráneo un Continente que enlazaba España con el África, al cual llamaremos Continente Mediterráneo (1). El mar numulítico transformóse en un gran lago, y las fuertes corrientes fluviales que aquellos movimientos orogénicos deter- minaron, aportaron á sus orillas grandes cantidades de aluviones que formaron dos verdaderos cordones litorales: uno al N., al pie de la sierra pirenaica, y otro al S., al pie del Continente Medite- rráneo, cordones que pronto veremos constituir potentes bancos (1) Esta teoría la expuse en 1900 en la Memoria X«a Tectónica y los ríos de Cataluña, publicada por la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona; y más tarde, en 1912, en el capítulo Geografía física de la Geo- grafía general de Cataluñt, dirigida por F. Carreras y Candi. 882 boletín de la real sociedad española ñe conglomerados. Pero éntrelas diferentes formas geológicas que las aguas lacustres cubrieron, figuraba el trías representado en Cardona por un enorme depósito de sal; y no puede caber duda que parle de ella debió ser de momento disuelta por las aguas oli- gocenas. Guando llegó la hora de cristalizar y depositarse nuevamente esta sal, por causas que no están á nuestro alcance, sobrevinieron intermitencias repetidas durante esta cristalización, dando lugar á que se depositasen delgados lechos de arcillas yesíferas, que son las que separan unas de otras las estrechas hiladas salinas, indi- cio evidente de que de un modo periódico y constante iba variando la composición de las aguas. Y sólo asi se explican estas alterna- ciones, pues si tales variaciones periódicas no hubiesen tenido lu- gar, y toda la masa acuífera hubiese llegado á su grado de satu- ración, con toda tranquilidad y sin modificación alguna, los yesos que vemos cristalizados en lechos por toda la altura de la masa vi- sible de sal, hubieran quedado en el fondo, porque es ley que se depositen antes que el cloruro de sodio, y éste formaría sobre ellos una masa no estratificada, análoga á la sal gema triásica que yace debajo. Concluido el fenómeno de sedimentación de la sal, tendiéronse sobre ella los bancos de margas, maciños y calizas que constitu- yen casi todo el tramo oligoceno, no sin que los primeros bancos margosos llevasen consigo la poca cantidad de sal que debió que- dar en las aguas, y que, por lo que hemos visto en la carretera que sube á Cardona, fué aprisionada en estos bancos más bajos. Y oculta hubiera permanecido siempre la sal debajo de los po- tentes bancos oligocenos, si no hubiese venido á descubrirla un accidente tectónico que juega gran papel en la Orografía ca- talana. Al empezar el período mioceno prodújose en la corteza terres- tre un esfuerzo tangencial, oblicuo, respecto al que había deter- minado el levantamiento del Pirineo, al cual había impreso la di- rección E. 18° S. á W. 18° N.;, y alzóse la sierra de Cadí con la dirección E. 30° N. á W. 30° S. Acentuóse también el alzamiento del macizo continental mediterráneo, y por efecto de estos dos movimientos, levantáronse las dos bandas de cordones litorales que ya conocemos, y quedaron en forma de gruesos bancos de conglomerados buzando fuertemente al S. al pie del Pirineo por La Nou, Borrada, Berga, San Llorens deis Piteus, etc., y con Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XIV.— LÁM. Yn. ^ FiG. I .'* — Caliza cristalina; aumento: 45. FiG. 2.^ — Cuarcita corneana; aumento: 17, DE HISTORIA NATURAL 3S3 marcada inclinación al N. en San Llorens del Miint, Montserrat, Santa Goloma de Queralt, Sierra de la Llena, etc. (1). Pero este empuje tangencial no se limitó á dislocar los bordes de la formación oligocena, sino que la dislocó también en la re- gión central, formando algunos pliegues anticlinales, de los cua- les el más importante es el que conocemos de Cardona, en el que las señales de esa presión se acusan de un modo muy claro en las angulosas líneas y en las sinuosas curvas que dibujan los estre- chos lechos de sal oligocena, sin poderse apreciar en la masa in- ferior, por razón sin duda de su misma compacidad. Como resumen y consecuencia de cuanto queda expuesto, deja- remos sentada la hipótesis siguiente para fijar la edad geológica de la sal de Cardona. La masa de sal que está á la vista y se presenta en estrechas hi- ladas de mineral más ó menos coloreado, separadas por delgados lechos de arcillas yesíferas, es oligocena. La masa de sal oculta en el fondo del valle, maciza, cristalina, y sin indicios de estratificación, es triásica. Un ejemplo de metamorfismo en los montes de Toledo POR JOAQUÍN GÓMEZ DE LLERENA Y' POU (Lámina vn.) La pequeña mancha cámbrica situada al S. de Navahermosa y cuyo segmento principal es la Sierra Galinda, de 1.140 m. de al- titud, se halla constituida por materiales que en contacto con el granito han experimentado fenómenos de metamorfismo bastante intensos. La disposición de los materiales de este cerro es la siguiente: constituyendo la base se halla el granito, sobre el cual se apoya (1) Este macizo continental, cuya importancia ha sido tan grande en la época oligocena, ha desaparecido casi del todo en las profundidades del Mediterráneo. El eminente geólogo Suess explica la formación del litoral peninsular en esta parte de Levante, por el hundimiento de ese gran ma- cizo, del cual no quedan más restos que las Baleares, las cuales antes ha- bían formado parte de la tierra firme. 384 boletín de la real sociedad española la caliza; ésta tendrá un espesor de 6 á S metros, estando for- mada por elementos gruesos; es toda ella claramente cristali- na, y presenta á trechos cierta pizarrosidad. El metamorfismo no ha dado lugar á formación abundante de minerales en la caliza, sino simplemente á la cristalización de sus elementos. Sin embargo, se ven abundantes granos redondeados de humita, y al- gunos más raros y menudos de pirita. Los individuos de calcita que forman la roca son relativamente voluminosos, irregulares, con las estrías características de crucero, y frecuentemente con las bandas de macla según el romboedro inverso, tan caracterís- ticas de toda caliza que ha sufrido acciones mecánicas (lám. vii^ fig. 1.-). Superpuestas á las calizas se encuentran las cuarcitas, que también están metamorfizadas, pues se vuelven oscuras, motea- das, presentando cierto aspecto corneano con formación de mine- rales nuevos. Vistas al microscopio estas corneanas, aparecen desprovistas de toda pizarrosidad, si bien puede observarse cierta orientación de los minerales. La roca aparece como una masa de cuarzo que en ciertos puntos ha recrislalizado, lleva pajuelas de biotita, puntos opacos de pirita y mica blanca. Hay inclusiones de apatito y tam- bién unas bandas fibrosas incoloras, débilmente birrefringentes (crisotilo?) (lám. vii, fig. 2.*j. La figura adjunta muestra la disposición de los materiales cu- I ííAo -^ Corte de la sierra Galinda. 1, cuarcitas; 2, caliza cristalina; 3, pórfido cuarcífero; 4, granito. yos estratos están orientados al NW. y su buzamiento al SW., con una inclinación de 48°. Se ve por esto que la sierra Galinda es un cerro monoclinal. El granito que se halla en contacto con las calizas ha experi- DE HISTORIA. NATURAL 385 mentado pocos fenómenos de endomorfismo, aunque se observa algo la acenluacióa del tipo porfírico. Atravesando el granito se eiicaentran pórfidos cuarcíferos y niicrogranitos que se hallan mejor conservados que el granito circundante. Excursión geológica á Navas de Estena (montes de Toledo) POB JOAQUÍN GÓMEZ DE LLERENA Y POU Durante los días 7 al II del mes de Abril, aprovechando las va- caciones de Semana Santa, he realizado una corta excursión por los montes de Toledo, habiéndome limitado á recorrer la región más septentrional comprendida entre Navahermosa, Nava de Es- tena y San Pablo. El objeto de este paseo era hacerme cargo, aun- que fuera ligeramente, de la estructura geológica de una región poco estudiada, tal vez por la escasez de comunicaciones que difi- cultan el acceso á ella. He creído conveniente dar á conocer en unas notas las obser- vaciones obtenidas, que me parecen de alguna importancia. Pocos son los trabajos referentes á los montes de Toledo; una noticia sobre ellos puede verse en el Jiinerario geológico de Tole- do á Urda, del profesor H. Pacheco, en que estudia la parle de los Yébenes á la Galderina; últimamente los Sres. Mallada y Du- puy (le Lome han publicado una Reseña geológica de la 'provincia de Toledo, en que hay consignados dalos importantes. El conjunto de montañas que reciben el nombre de montes de Toledo, aunque en su mayoría están en la provincia de Ciudad Real, tienen su límite septentrional al S. de Navahermosa, en que sobre una planicie extensa de granito, de 750 m. de altitud, recu- bierta en muchos sitios por detritos de montaña, se eleva brusca- mente una serie de montes alineados desigualmente de NW. á SE. Está formada esta alineación por la Sierra Galinda, de 1.140 m. y cuyos materiales son cámbricos, separada por estrecho valle de la Sombrera, de 1.400 m., ya en silúrico; siguen Corral de Cantos, 1.418 m., y Vicente, 1.400 m. La constitución litológica, unida al clima, hace que dichos mon- tes, desprovistos de vegetación en esta parte, presenten el aspecto TOMOXiv— Julio, 1914 25 386 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de cerros altos, aislados, redondeados, separados unos de otros por grandes depresiones; en la parte superior dominan los cres- tones de cuarcita, apreciándose de lejos la estratiticación y las va- riadas inclinaciones de los estratos. Entre estos cerros se encuentran valles planos de poca exten- sión, recubiertos por los cantos de cuarcita que se desprenden de las cumbres y que bajando por las laderas cubren á veces gran- des extensiones, estando los más alejados ya bastante redondea- dos, al paso que en las mismas laderas son angulosos. La formación de estos detritos seguramente corresponderá á varios períodos de gliptogénesis, dejando á los montes con el as- pecto de cerros redondeados; en la época actual la erosión se co- mienza en la base con la formación de torrentes. Un accidente de importancia es El Risco de las Paradas, á cuyo pie está el valle de Malamoneda, formando una abrupta pendien- te cuyo desnivel será de unos 100 m. Al E. de Navahermosa se destacan sobre la llanura dos cerros: el del Castillo y El Risco, formados por cuarcitas estratificadas con cavidades rellenas de cristalinos de cuarzo. La edad de estas cuarcitas tal vez sea la misma que la de las cuarcitas silúricas de los montes pró- ximos. La estratigrafía de los montes de Toledo es en esta parte sen- cilla; mas no así su tectónica. En aquélla podemos referirla al Or- dovícico, pues así lo demuestra el estudio de los fósiles recogidos. Por todos los sitios recorridos he podido apreciar una serie de tres niveles concordantes: pizarras azules, pizarras rojizas y cuar- citas. En la parte inferior se encuentran las pizarras azules, lus- trosas, divididas en pequeños fragmentos y presentando zonas de sedimentación discontinua. A este tramo corresponde un yacimiento importante de fósiles en Navas de Estena, á la derecha de la carretera, antes de llegar al pueblo; allí en los barrancos y en el lecho de los arroyos, abundan fósiles pertenecientes á una fauna variada del Ordovíci- co; he aquí una lista de los fósiles recolectados por mí, unidos á otros recogidos por mis compañeros Garandell y Gogolludo, me- ses antes. BraquiópoJos: Oholus, Orthis Carausii Solter. Lamelibranquios: Sangiiinolites Pellicoi Vern. et Barr. Gastrópodos: Bellerophon Mlobatus Sow. Cefalópodos: Orthoceras sp. DE HISTORIA NATURAL 387 Trilobites: Cahjmene Tristani Brogn; C. Avago Rou.; Asaphus Ciamis Barr. et Veni.; Ill^nus Hispcmicus Barr. et Vern. Aunque no todas las especies coincidan, muchas de las aquí citadas son las mismas que abundan cerca del puerto del Mila- gro, en la provincia de Ciudad Real, cerca de la carretera de Pie- drabuena. Sigue á este tramo otro formado por pizarras rojizas, muy ar- cillosas, y que presentan en ciertos sitios (carretera de Navaher- mosa á Navas de Estena) manchas claras, como indicando la huella de un mineral, ya descompuesto y alterado. También estas pizarras son muy exfoliables en trozos pequeños. Los fósiles aquí recogidos no presentan tanta variedad como en las pizarras infe- riores, y parecen distintos; su mal estado de conservación me ha impedido determinarlos. Quizá correspondan á una zona de mar menos profundo que el anterior. Sigue otro tramo, que termina la serie coronando las crestas de las montañas, y es el de las cuarcitas; se presentan en estratos cuyo espesor varía de dos á cuatro metros; son de colores grises, compactas y en muchos sitios atravesadas por diaclasas. En ellas se encuentran Cruzianas de bastante tamaño: ü . fiircifera D'Orb.; C. Goldfussii Rou. El espesor de los tres niveles será próximamente el mismo. El Sr. Peña distinguió en el silúrico de los montes de Toledo tres tramos. Los tres niveles reconocidos por nosotros vienen á correspon- der en conjunto cá su primer tramo, que termina por cuarcitas con pizarras intercaladas. Esto corresponde, por lo que ya nemos visto, al Ordovícico. El nivel de las cuarcitas es también el de las citadas por Hernández-Pacheco en el castillo de las Guada- lerzas. El adjunto corte de La Traviesa muestra la disposición de este terreno. Respecto á la tectónica, podremos decir que esta región está muy dislocada, predominando las fallas sobre los plegamien- los. Cada cerro está constituido por un bloque independiente del resto. No he podido apreciar orientación determinada en las fallas, no siendo los desplazamientos en la vertical muy grandes. Cerca del arroyo de Robledo de las Cuevas, en la carretera, se ve una falla contraria que pone en contacto las pizarras claras S88 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA con las cuarcitas. Sin embargo, los desplazamientos ocasionados por las fallas en esta parle no son grandes. Los plegamienlos tienen menos importancia, pues no alcanzan gran profundidad ni dan carácter al relieve. Los bancos de cuar- Corte de La Traviesa. 1, cuBFCitas con Cnmana; '2, pizarras claras arcillosas; 3, pizarras azules con Asaphus cia)ius, Illcenus hispanicus, Sanguinoliíes Pellicoi, etc.; 4, detritos de moataña. citas se presentan plegados de muchas maneras; en el Majadillas se ven verticales y doblados en pliegue monoclinal, en tanto que cerca del arroyo de la Pedriza de los Machos están replegados y en abanico. El cerro Ramiro está formado por un anticlinal que imprime carácter á su relieve. Gneis granatifero de Toledo POR L. FERNÁNDEZ NAVARRO Es conocida desde hace mucho tiempo la existencia del granate almandino en los alrededores de Toledo. Los mineralogistas an- tiguos mencionan como localidad en que especialmente abundan la «Fuente de los Jacintos», que debería su nombre precisamente á la presencia de este mineral en sus inmediaciones (1). El mineral mencionado abunda efectivamente en toda la re- gión gneísica que se extiende desde la margen izquierda del Tajo (1) La Fueute de los Jacintos está próxima al monasterio de San Ber- n trdo (antes Monte Sión), gozando de alguna fama como medicinal. Parece ser que los granates de esta localidad se labraron algún día en Toledo como piedras finas, con el nombre de jacintos. DE HISTORIA NATURAL 389 hasta las sierrecillas cámbricas de Narnbroca y Layos. La roca en que se encuentra es un gneis casi granítico, negruzco y pesa- -do, en que las manchas rojizas de los granates se destacan como •gotas de sangre que le hubieran salpicado. Alcanzan tamaño va- riable, desde el de una cabeza de alfiler hasta el diámetro de una moneda de diez céntimos, y por excepción hasta algunos decíme- tros, ofreciendo siempre una sección redondeada en que no pue- den distinguirse caras cristalinas. Observada esta roca al microscopio, apenas se percibe la es- tructura gneísica más que en la disposición de las abundantes y frescas biotitas que, en pequeñas láminas alargadas, se insinúan en banda entre los demás minerales. El cuarzo, abundante y rico en inclusiones, forma placas graníticas. Hay feldespatos de dos especies, ortosa y oligoclasa, abundando sobre todo la última. Son ios únicos minerales que presentan un principio de altera- ción (arcillificación), pues como ya hemos indicado, es carácter general de la roca su estado de frescura. La ortosa está frecuente- mente maclada, según la ley de Karlsbad. En cuanto á la plagio- clasa, presenta siempre estrías muy finas y uniformes, correspon- dientes á la ley de la albita; pero á su vez este complejo sufre una nueva macla según la ley dé Karlsbad; es decir, que ofrece una interesante superposición de dos maclas, normal una y paralela otra, pero siendo en ambas plano de combinación el determinado por los ejes a y c- Con todo, el mineral más interesante de la roca es el granate. Este aparece al microscopio incoloro con un ligero viso rosado, con fracturas irregulares en todos sentidos, pobre en inclusiones y uniformemente birrefringente, es decir, ópticamente anómalo. Cada playa de granate corresponde, pues, á un solo individuo cristalino; pero lo curioso es que dicho cristal presenta grandes cavidades ocupadas constantemente por granos de cuarzo, como si al cristalizar la materia hubiera aprisionado la sílice preexis- tente. Resulta de aquí una especie de estructura miarolítica en el aspecto, pero más bien ofítica por el proceso de formación, en que el granate moldea á las placas preexistentes de cuarzo. Dado el estado de perfecta conservación de todos los minerales -de la roca, es difícil explicarse la formación de este silicato alu- mínico-férrico que, sin embargo, es sin duda posterior á todos los ■demás minerales, dado que lo es al cuarzo. Siendo, por otra par- te, el fenómeno muy general, puesto que los gneis granatíferos 390 boletín de la beal sociedad española ocupan una zona extensa, según hemos dicho, hay que pensar acaso en un aporte posterior de materia, de mecanismo difícil de explicarse. Acaso este fenómeno esté relacionado, más ó menos directamente, con las perturbaciones tectónicas que haya sufrido esta interesante mancha gneísica de Toledo. Como minerales secundarios abundan en este gneis, en primer término, los apatitos, que están incluidos en todos los minerales, especialmente en los feldespatos, bajo la forma de cristalinos alar- gados, pequeños y de gran perfección. También se encuentran por todas partes inclusiones de zircón en granillos redondeados, / v<# Gneis granatífero de Toledo. Luz natural (Aumento: 47 diámetros.) que en las biotitas están rodeados de aureolas policroicas. Por último, en el granate se encuentran pequeños nodulos de ilmeni- ta, cuyo proceso de transformación en titanita (leucoxena) está muy avanzado. En la figura que acompaña esta nota puede verse la curiosa es- tructura de los granates, así como las ilmenitas con su reborde de leucoxena y el cuarzo aprisionado por el granate, con sus in- clusiones de apatito. O S o H c3 'tí d o CQ M es DQ V S ca s 'x o o" « re s w re 3 ■^ O C 1) (3 ■O CL ■O trt re CLh tí w re D G O C f3 •O UJL i SI 0) O) o 3 ^ 5 O o I-I o re c .2 le 'u ar u tn o 'c (D tn M D O (3 C o 0 Ci> Ü pá » ' o jc o V c ^ s: o ce 11 a •rt u y o S w »— < X o a o ffi H d4 w •c D ^ O o u C (0 Q. a: (fí >-, 15 3 s c o ^o o üc rt c -*-' •cí n c S =^ gras; ojos blancos azu- x"^ lados; estemas incolo- t- ros; patas blancas con /g^ listas negras sobre los p'^^i fémures y anillos ne- ' ^ grOS sobre las tibias; Funícu\oáe]ei&uteníiáe Perissopte-ms zebra (muy aumentado). tarsos blancos y ne- gros; suturas de las regiones torácicas negras; alas anteriores con dibujos negros; alas.metatorácicas hialinas. Cabeza casi tan ancha como el tórax, triangular, vista de frente (en el insecto vivo); ojos grandes, lampiños ó muy brevísima- mente pestañosos; frente un poco excavada entre las órbitas; vér- tice bastante convexo; frente y vértice ñnísimamente reticulados, con algunos pelitos blancos que nacen de los puntos negros con que aparece manchada esta región; mandíbulas bidentadas en el ápice, pues el tercer diente es tan corto y romo que puede consi- rarse como desaparecido; antenas insertas á bastante distancia de la boca (1), primero y segundo artejos del funículo negros, muy cortos, de casi igual longitud uno que otro; tercer artejo del fu- (1) No se describen el escapo ni el pedicelo, á causa de haberse per- dido al arrancar las antenas al insecto, con objeto de describirlas y dibu- jarlas con mayor propiedad. 400 HOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nículo blanco, ennegrecido en )a base, muy largo, casi tan largo como el siguiente; maza negra, un tercio más larga que el artejo anterior, con dos filas de sensorios longitudinales, una basilar y otra apical. Dorso del tórax finamente reticulado, formando la reticulación pequeñísimos polígonos; pronoto muy corto, sin manchas negras; escudo del mesolórax más ancho que largo, con 26 puntitos negros dispuestos en cuatro filas transversales: las dos primeras filas de ocho puntos cada una; la tercera de seis, tres á cada lado de la lí- nea media, y la cuarta de cuatro, dos á cada lado de la línea cen- tral; de cada uno de los 26 puntitos negros nace una cerdila blanca, que en el insecto vivo se observa con facilidad, pero que en el preparado para estudio micrográñco resulta muy difícil de discernir. Escudete con tres ó cuatro manchilas negras á cada lado, dispuestas en triángulo ó rombo, dando origen cada man- chiía á una pestaña ó cei'da, como en el escudo y vértice. Axilas y parápsides con un punlilo negro apical, del que nace también una cerdita. Alas anteriores próximamente de la longitud que el tórax y el abdomen reunidos; dos veces más largas que anchas; nervio sub- ■^-S Ala aoterior de I'erissopíerus zebra (muy aumentada). marginal tan largo como el marginal; postmarginal nulo; estig- málico corto, no engrosado en el ápice; el nervio submarginal lleva cinco cerditas negras; el marginal dos series de cerditas ne- gras también, compuesta cada serie de once cerditas; el disco del ala cubierto de pelitos, excepto en una línea calva que, como en los Ajj/ieUnus, arranca del estigma y baja, inclinándose hacia la base del ala, hasta cerca del borde posterior; los pelitos discales son blancos y negros y se agrupan independientemente, formando DE HISTORIA NATURAL 401 dibujos en la forma que representa la figura adjunta; los dibujos obscuros están formados por la agrupación de pelitos negros, en- tre los que aparecen puntos pequeñísimos negros también; los pe- litos blancos se encuentran tapizando el disco del ala entre los dibujos obscuros; la base del ala carece de pelos discales hasta la manchita triangular negra que aparece debajo del nervio sub- marginal; pestañitas marginales negras y cortísimas, siendo un poco más largas las situadas sobre el borde apical. Alas posteriores relativamente anchas, redondeadas en el ápice, hialinas, sin dibujos sobre el disco, pero con pelitos esparcidos en él; pestañas marginales cortas relativamente, aunque mucho más largas que las de las alas anteriores. Patas blancas con dibujos negros. Fémures rayados irregular- mente de negro; los posteriores un poco más gruesos; tibias con tres anillos negros y un cuarto anillo en el mismo ápice, que aparece como una mancha negra; espolón de las tibias interme- dias blanco en la mitad apical, negruzco en la base, un poco más corto que el metalarse; primero, segundo y tercer artejos de los tarsos blanco?; cuarto y quinto negros en todas las patas; el me- tatarso de las intermedias un poco más largo que los dos siguien- tes artejos reunidos; el segundo artejo un poco más largo que el tercero, y éste casi de igual longitud que el cuarto; el quinto un poco más largo. Abdomen sentado, tan ancho como el tórax y casi tan largo como la cabeza y tórax reunidos, ligeramente estrechado hacia el ápice á partir del quinto segmento. El abdomen es blanco con la porción central de los anillos obscurecida y á los lados con dibujos ondulantes obscuros; estos dibujos los forman unas piececitas es- cuamiformes que lleva cada segmento lateralmente; las piececitas son de contornos irregulares, están orladas de negro y llevan en su borde posterior unas cuantas cerditas negras. Esta ornamenta- ción se observa sobre todos los anillos abdominales; la placa anal lleva en el centro una manchita circular negra, provista de dos cerdas negras también. Oviscapto muy poco saliente; aparece como arrancando de la base del tercer segmento ventral. Longitud (tomada desde el estema anterior al extremo del oviscapto) 1 ,75 mm. Alas anteriores, longitud 1,00 — — — anchura máxima 0,45 — Patria: España, Lagunas de Ruidera (Ciudad Real). 402 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Observaciones. — La especie descrita ha sido obtenida de una planta, Ephedra milgaris Rich., recogida en las Lagunas de Rui- dera, por Jos Sres. Boscá y Bolívar Pieltain, durante los primeros días del mes de Junio último. La planta en cuestión presentaba sus ramas abundantemente invadidas por una cochinilla que yo desconozco; y en el arranque de su raíz ofrecía unos abultamientos agalliformes, que desde luego se supuso estarían producidos por la vida de algún insecto herbívoro. En efecto, á los pocos días de tener la planta sujeta á observación, vimos salir de ella un Galcídido de color negro, de unos 2 mm. de longitud, y que estudiado resultó ser una espe- cie del género Isosoma. Sabido es que las Isosoma, con los Blas- tophaga y algunos Megastigmus, son los únicos Galcídidos fitófa- gos, pues todas las restantes especies de esta numerosa familia de Himeuópteros son en el estado larval devoradores de otros in- sectos. Ahora bien; por lo que respecta al Perisso'pterns obtenido, ¿es un parásito de la Isosoma ó del Góccido que vive en las ramas de la E¡}hedra? Esta duda no la podemos resolver. Hemos examinado cuidadosamente el Góccido en cuestión, y no hemos encontrado ningún individuo atacado por la larva de otro insecto. Del mismo modo, en las nudosidades agalliformes producidas por la Isosoma tampoco hemos podido encontrar rastro de parásito de ninguna clase. Queda, pues, por definir si el Perissopierns zebra es pará- sito de un Góccido ó de una especie de Isosoma. La nueva especie es muy afín de P. ¡oulchellus y aun de P. me- xicanus, ambas de la América del Norte. Las diferencias entre estas tres especies pueden señalarse del modo siguiente: P. pulchellns. — Gabeza y tórax blancos con manchas anaranja- das; mesopleuras negruzcas; mesosternón pardo; estemas ro- jizos; pelos del vértice pardos; fémures manchados de negro; espolón de las tibias intermedias negro de azabache; primero, segundo y quinto artejos tarsales negros; tercero y cuarto amarillentos; oviscapto negro. P. mexicamis. — Goloración general amarillo anaranjada sin man- chas rojizas. Escudo blanco; escudo y escudete con varios puntos negros; los del escudo en número de ocho; fémures con cuatro bandas negras; espolón de las tibias negro; pri- DE HISTORIA NATURAL Í03 mero y segundo anillos abdominales negruzcos; tercero y cuarto amarillos; quinto negro. P. zeira. — Coloración general blanco azulada uniforme, excepto en el dorso del abdomen, que es pardo obscuro; frente, escu- do y escudete con puntos negros; estemas hialinos; pelos del vértice blancos; fémures rayados de negro; espolón de las tibias intermedias negruzco en la base; primero, segundo y tercer artejos de los tarsos blanco amarillentos, cuarto y quinto negruzcos; oviscapto amarillento. Para terminar, diré que el género P^m^o^^eníí se señala ahora por primera vez, no sólo como habitante de la Península ibérica,, sino de Europa. Las especies hasta hoy conocidas de este género procedían de América, Puerto Rico, Nueva Galedonia, Nueva Gales del Sur y Asia. Publicaciones que ha recibido la í^eal Sociedad Española de flistoria fJatural durante el mes de Junio de 1914. (La liste suivante servirá d'accusé de réception.) Alemania Deutsche Entoraologische Museum, Berlin-Dahlem. Entomologische Mitteilungen. Bd. lu, n° 6. Deutsche Entoraologische Gesellschaft, Berlín. Deutsche Entomologische Zeitschrift. 1914, Heft iii Entomologische Litteraturbiatter, Berlín. 1914, n° 6. Entomologischer Verein Iris, Dresden. Iris. Band xxviii. Heft 2. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 21, nos 1-2. Internationalen Entomologen- Verein, iStuttgart. Entomologische Rundschau. 31 Jahrg., nos ii-i2. Insektenbórse. 81 Jahrg., nos 3-6. Socieias Entomológica, xxix Jahrg., n" 12. Natnrae Novitates, Berlín. 1914, nos 4-6. Zoologiticher Anzeiger, Leipzig. Bd. xliv, nos 8-10. Austria-Hungría K. K. Zoologísch-Botanische Gesellschaft in Wien. Verhandlangen. lxiv Band, 3 und 4 Heft. -Vluseum Natíonale Hungaricum, Budapest. Aúnales historico-naturales. Vol. xii, pare i. ^4 boletín de la real sociedad española Bélgica Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bidletin. xxxv* année, nos 5-6. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Aúnales. Tome Lvm, 5. Egipto Société entomologique d'Égypte. Le Caire. Bulletin. 1913, 2'"« fase. España Broteria, Tuy. Vol. xii, fase. li. Ingeniería, Madrid. N.os 328-330. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Afio xxxviii, n." 660. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Roquetas. Boletín mensual. Vol. iv, n.° 8. Observatorio meteorológico de Cartuja (Granada). Boletín mensual. 1914, n.os i-2. Boletín anual. 1909. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Boletín. Vol. iii, n." 5. Memorias. Vol. xi, n.oa 1-6. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Afio xii, n.° ] 13. Estados Unidos y sus Colonias Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola ríe Filipinas. Vol. vii, n''4. Department of the Interior. Weather Bureau. Manila Central Observatory. Bulletin for December, 1913. The American Naturalist, New-York. Vol. xlviii, n° 670. Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes-renrfus. Tome 158, no» 22-24. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. 44° année, l° 523. L'Echange, Moulins. 30» année, n" 364. Revue genérale des Sciences purés et appliquées, Paris. 25° année, nos iQ-i 1 Société botaniqne de France, Paris. Bulletin. Tome 61, nos i_3. Société entomologique de France, Paris. Aúnales. Vol. lxxxiii, I" trimestre. Station Entomologique de la Faculté des Sciences, Rennes. Inseeta. iv* année, n° 41. (Continuará.) i Bol. de la R. Soc. Esp, de Hist. Nat. -y iw' Tomo XIV.-LÁM. XI. .' * r: A. % /^ í^^^'"^:/^ 'y 1 /b/. Ai. G. Banus ARCH/EOZOON M AC P H E RS O N I Auni.: 6¿. Sesión del 7 de Octubre de 1914. PRESIDENCIA DEL ILMO. SR . D. JOSÉ MADRID MORENO El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué apro- bada. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos los señores presentados en la sesión de Julio y propuesto por el Sr. Fernán- dez Navarro, para socio vitalicio, el R. P. Fr. José JVl.* Tuñón, profesor del Colegio de Ocaña. Comunicaciones. — El Secretario, en nombre del Sr. Font Quer, presenta un trabajo sobre plantas recogidas en Larache, — El Sr. Garanden lee la nota siguiente: Datos ]}Tohahles para la Paleontología: ¿un fósil arcaico?. — En una de las preparaciones de las calizas cristalinas arcaicas del Guadarrama (del yacimiento de Santa Maria de la Alameda), cuyo metamorfismo hemos estudiado, la observación microscópica nos ha deparado un caso peculiar, verdaderamente excepcional, relacionado con el obscuro problema de la vida en los tiempos precámbricos. La morfología microscópica que presenta la caliza cristalina en la preparación cuya fotografía publicamos (lám. xi), carece, como se ve, de la estructura corriente en la calcita: maclas, cruceros, todos aquellos caracteres que la definen en las secciones delgadas. Dicho se está que facies remotamente parecidas á ésta de que nos ocupamos, se presentan en algunos minerales — cuarcinas, calcedonias, calizas oolíticas, etc., — pero no tenemos noticia de que se hayan observado en las calizas cristalinas. La observación atenta de la fotografía, lleva á la persuasión de que entre las fibras radiantes hay otras transversales, muy mani- fiestas. Si se tratara de una estructura verdaderamente cristalina, regida por las leyes que presiden los agrupamientos moleculares, cambiaría — lo que no sucede en nuestro caso — la birrefringencia en esas fibras, estudiadas á la luz polarizada. ¿Nos hallamos ante una estructura organizada, un pólipo re- molo, con tabiques radiales y otro tabique anular? Caso de que Tomo xiy.-Octubre, 1914. 26 405 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tal sea, no hay que pensar en establecer relaciones filogenéticas. La forma más remota hasta hoy conocida la constituye el grupo de los Arch(eocyathid(e, de afinidades indeterminadas, y pertene- ciente á los tiempos cámbricos. Y, además, el presunto fósil es ya mucho más evolucionado que el supuesto ^o^ooíí canadense Daw. ínterin proseguimos la investigación, proponemos denominarle Archcsozoon Macphersoni, en recuerdo de D. José Macpherson, el insigne geólogo español, que tanto y tan bien estudió el arcaico de la Península y en especial el del Guadarrama. Nuestros ulteriores estudios habrán de resolver lo que hoy todavía se presenta envuelto en estas vagas aseveraciones. — En vista déla noticia presentada por el Sr. Garandell, el señor Fernández Navarro, que ha tenido ocasión de observar la referida estructura en las preparaciones micrográficas, expresa su creencia de que, en efecto, se trata de los restos de un organismo ya de cierta complicación y hace resaltar la importancia del descubri- miento. Si la prenaturaleza orgánica de esta forma se confirma plenamente, una de dos: ó el Sr. Garandell ha encontrado el más antiguo resto fósil que se conoce, ó los materiales de nuestra Sie- rra de Guadarrama son de formación post-arcaica y, por consi- guiente, de edad mucho más reciente de la que todos suponemos. — El Sr. Hernández-Pacheco manifiesta, á propósito de la noticia del Sr. Garandell, que en vista de la importancia que tendría el descubrimiento de organismos fósiles en los materiales estrato- cristalinos del Guadarrama, sería conveniente continuar las in- vestigaciones con nuevas preparaciones de la misma caliza, como así ha aconsejado al autor, y éste lo está realizando en el Labora- torio de Geología del Museo Nacional. Si, como todo parece indi- carlo, se trata del resto esquelético de un organismo de los mares precámbricos, una publicación especial en los Trabajos de la Se rie Geológica del Museo lo dará á conocer con todo género de de- talles. La nota presentada por el Sr. Garandell no tiene, por aho- ra, otro alcance, que el de una simple noticia de la marcha de sus trabajos en este respecto. Desde luego puede afirmarse que el '^vesMnio ArcJueo:oon Mac- jphersoni Garand., tiene, sin género alguno de duda, un aspecto mucho más marcado de organismo que el pretendido Eozoon Ca- nadense, al cual nadie reputa ya como fósil. — El mismo Sr. flernández- Pacheco presenta á la Sociedad la notable Memoria, que forma la núm. 7 de la Serie Geológica de los DE HISTORIA NATURAL 407 Trabajos del Museo, por el alumno Sr. Darder Pericas, del curso de Investigaciones Geológicas en España, organizado por la Junta para Ampliación de Estudios é Investigaciones Científicas en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. El Sr. Hernández Pacheco se complace en mostrar á la consideración de los señores socios el trabajo de su discípulo Sr. Darder, titulado El Tridsico de Ma- llorca, que comprende 87 páginas, 18 grabados, 19 láminas, un cuadro de terrenos y un mapa geológico del Norte de Mallorca en dos tintas. — Terminado esto, el Sr. Hernández- Pacheco dio cuenta de sus trabajos de excavaciones prehistóricas en la Cueva de la Paloma, en término de Soto de las Regueras, en la que ha empleado siete obreros durante los dos meses que ha permanecido ocupado en estas investigaciones junto á la caverna, y de la cual ha obtenido un importante conjunto de observaciones y datos para la prehis- toria española y 40 cajas, cuyo contenido está en estudio en la Co7nisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, or- ganizadora de estas excavaciones que, por su importancia, pueden considerarse como las más notables que de esta índole se reali- zan en España. Acompañaron al Sr. Hernández- Pacheco en la dirección de los trabajos, el Comisario de Exploraciones prehistó- ricas Sr. Cabré y el prehistoriador señor Conde de la Vega del Sella, también de la mencionada Comisión. A continuación nuestro consocio dio cuenta de sus recientes observaciones geológicas en Asturias y de la visita qué en unión de los Sres. Ramón y Gajal, Lázaro, González Martí y D. Ambro- sio Rodríguez, hicieron á la región Oeste de Asturias, y especial- mente al Puerto de Leitariegos y al bosque virgen de Muñidlos, único resto que de esta clase existe en España y tan interesante de estudio por parte de los naturalistas españoles. Dos deducciones principales se han obtenido de la rápida corre- ría: es una la afirmación de la existencia de señales de fenómenos de glaciarismo cuaternario en toda la cordillera cantábrica. El año anterior visitó los Picos de Europa por la región de Arenas de Cabrales, remontando el Cares hasta Camarmeña, y desde aquí á los Urricles, y pudo comprobar que un ingente glaciar se ex- tendía desde los Urrieles á Bulnes: el magestuoso circo del Hoyo sin tierra junto al imponente Noranco de Bulnes, reconoce un origen glaciar; todas las cahzas carboníferas, desde el Noranco hasta las cabanas de Cambureros, están en extremo pulimentadas 408 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA por la acción del glaciarismo, dando origen á ios llamados llam- biares en dialecto asturiano ó lomiares, que se diría en castellano, por el aspecto lamido de las rocas. La cañada de Balcosín, entre las cabanas de Cambureros y Bulnes, es un profundo valle suspendido, de forma característica de U y fraguado por los hielos; finalmente, el pueblo de Bulnes, á 650 metros de altitud, está edificado entre dos grandes morre- nas frontales, que con otros datos que hemos recogido, nos indu- cen á suponer que dos glaciaciones están claramente manifiestas en la cordillera cantábrica. Este año el Sr. Hernández-Pacheco ha reconocido señales de glaciarismo en la región del puerto y laguna de Leitariegos, muy al W de los Picos; y como, por otra parte, el Sr. Aragón ha publicado en los trabajos de la serie geológica del Museo, una Memoria en que reconoce al lago de San Martín de Castañeda, en las montañas de León, como de origen glaciar, puede afirmarse la extensión de los glaciares cuaternarios por toda la cordillera cantábrica. Se refieren las otras observaciones realizadas en la excursión de este verano, al reconocimiento de una amplia zona del carbo- nífero, en su mayoría stefaniense, desde Gangas de Tineo hasta más al Sur del puerto de Leitariegos. — El señor Presidente, en nombre de la Sociedad, expresó el agrado con que se había oído al Sr. Hernández-Pacheco, y con- viene en la importancia que tendría el estudio detenido del in- teresante bosque virgen de Muñidlos. — El Secretario lee la siguiente nota, remitida por nuestro con- socio D. Juau Dantín: La CUESTIÓN DE La Yebala y el Garb. — En el fascículo corres- pondiente al mes de Julio (1) de este mismo Boletín, nuestro compañero de expedición, el Sr. Bernaldo de Quirós, resuelve en términos definitivos, y con los que estamos en absoluto confór- mesela cuestión debatida de la Yebala y el Garb. Deseo, no obs- tante, robustecer con dos datos diferentes la opinión unánime de la Comisión enviada por la Sociedad al Marruecos del protecto- rado español, de la que tuvimos el honor de formar parte. Si todavía las concluyentes cartas del anciano Esselaui y de Moha- med Sadik Reisuni, cultos marroquíes, al tanto de la toponimia de (1) Bol. de la R. Soc. Esp. db Hist. Nat., tomo siv, núm. 7. pági- nas 363-372. DE HISTORIA NATURAL 409 SU país, no tuviesen la virtud de quebrantar prejuicios, podemos recurrir á dos documentos, uno francés y otro español, muy recientes, y que corroboran nuestra tesis. Para los franceses no hay cuestión: saben que el Garb les per- tenece por entero. Consúltese á este efecto el texto y la carta (esta última debida al capitán Larras) de Le Gharb, por Michaux-Be- llaire, publicado en los ArcMv. JlJaroc, tomo xx, que ha visto la luz en París el año de gracia de 1913. Todavía es más fehaciente un documento español, que no podrá recusar la Real Sociedad Geográfica, pues que lleva el marchamo oficial. Queremos referirnos al Croquis del Imperio de Mamiecos por la Comisión del Ciierpo de E. M. del Ejército, á la escala de 1 : 100.000, con curvas de nivel; Hoja de Larache y Alcázar. Consúltese este mapa, y se verá que en la latitud for nosotros señalada, es decir, bastante más al S. del paralelo 35'', límite, en esta parte, de nuestra zona, la Comisión del Cuerpo de E. M. del Ejército español ha colocado el nombre de Garb, con letras de medio centímetro de tamaño, y de grueso trazo, en sombra. Claro es que dicha hoja, pues que se refiere á Larache y Alcázar, no puedo alcanzar el Garb, sino interesarle en sus comienzos, pero bien claras advierte el lector las letras r y b finales de la voz que nos ocupa. Para buscarlas, hállese primero la extensa laguna de Marya Zerga ó de Mulei bu Sehlam (por acomodarme á la orto- grafía de la carta) que el Uad Dradar, en consecuencia de la topo- grafía dunar, forma en su desembocadura, y á 5 cm. (en la carta) de las orillas occidentales de dicha albufera, se hallará la b, final de la palabra Garb; más abajo se topará con la r, junto al pie del mapa, en que se dice: Madrid, 1906. En conclusión, con estos datos irrefutables y el detalle con que el cadí de Alcázarquivir señala exactamente el lugar donde ter- mina el Garb, yendo de S. á N. (en la colina en que se halla el manantial «El Ma Báred»), podemos ya decir que el Garb tiene por límites septentrionales los 34° 51' delat. N. En el paralelo 35", ó sean nueve minutos más al N., comienza nuestra zona: no poseemos, pues, el Garb. Aún debiera asegurarse más. Cuantos dudan ó se permiten hablar del Garb, como región sometida al influjo español, decla- ran con ello no conocer los mapas publicados por centros oficiales españoles. Si son personas militares, ponen de manifiesto su des- conocimiento del mapa á gran escala publicado por el B. M. del 410 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Ejército (1), que por razones de su ministerio vienen obligados á manejar. — El Sr. Cabrera, después de manifestar que la comunicación del Sr. Dantín le parecía sumamente valiosa y oportuna, dijo que, si para resolver la cuestión de nomenclatura marroquí, por lo que al Garb toca, no bastasen todos los documentos aportados, aún podrían agregarse testimonios entresacados precisamente de las publicaciones de la Real Sociedad Geográfica, y cuya autori- dad, por consiguiente, no podrá este Centro poner en duda. Uno de estos testimonios es el de Joaquín Gatell, que con el nombre de Kaid Ismail mandaba en 1862 la artillería del Sultán, y luego recorrió, como explorador, una gran parte del Imperio marroquí. En sus Viajes por Marruecos, publicados por la Sociedad Geo- gráfica en 1878, en las págs. 60 á 67 relata su primer viaje de Tánger á Fez, y no menciona para nada el Garb hasta después de salir de Alcázar y de hacer un día de marcha y una noche de descanso. Entonces, al comenzar el relato del segundo día (pági- na 64), es cuando dice: aEstábamos en el territorio llamado el Garb, cuyos campos se veían cubiertos por una inmensa alfom- bra de lozanas flores. Se acostumbra decir: El Garb, hxil xi miar (en el Garb todo son flores).» Más explícito todavía es D. Cristóbal Benítez, compañero del explorador alemán Oskar Lenz, y cuyas notas de viaje se publi- caron en Junio de 1886 en el Boletín de la Real Sociedad Geo- gráfica. «En la mañana del 27 de Diciembre — dice el Sr. Bení- tez,— salimos de Alcázar-Kibir, con dirección á Fez, y á la media hora de marcha vadeamos el rio Lucus, que á poca distancia de nuestro paso va á confundirse con el Uad-el-Majacen, que sigue su curso hasta el Océano, en el que desaguan cerca de la ciudad de Larache. Continuando nuestra marcha, llegamos al sitio cono- cido por Elmá-ltardin (las aguas frescas), que es un manantial que riega una hermosa vega cubierta de huertas y naranjales, y es el sitio donde empieza la fértil región del Garl).y> Ese manantial «Elmá-bardin» es el «Elmá-Elbáred» de la carta del cadí de Alcázar; este documento epistolar está, pues, con- forme con el relato del Sr. Benítez respecto al límite septentrio- nal del Garb. (I) El Cuerpo de E, M. del Ejército ha publicado otro, pero á escala más reducida (1 : 500.000), titulado Maya de la parte Aborte de Marruecos. DE HISTORIA NATURAL 411 Eli opinión del Si". Cabrera, no es necesario citar más testimo- nios; pero las afirmaciones de estos viajeros españoles debieran haber sido tenidas en cuenta antes de aprobar un informe con- trario á ellas, por el mismo Centro que las publicó en otro tiempo. Secciones. — La de Valencia se reunió en el Laboratorio de Hi- drobiología el 30 de Septiembre, bajo la presidencia del Sr. Rose- lló, el cual muestra algunos interesantes ejemplares que dona al museo local. Lo mismo hace el Sr. Arévalo con ejemplares de au- fípodos, moluscos é insectos fluviátiles por él recogidos. — La de Sevilla celebró sesión el 2 de Octubre, presidiendo D. Manuel Medina Ramos. — El Sr. González Fragoso presentó una nota titulada «Varios Hongos poco conocidos ó nuevos para la flora española», que se agrega al acta. El mismo Sr. Fragroso mostró á los socios é hizo donativo al gabinete de veinte ejemplares de hongos parásitos, preparados y clasificados. — El Sr. Tenorio hizo uso de la palabra para dar cuenta de al- gunas de sus observaciones geológicas. — El Sr. Barras presentó una nota antropológica titulada «Va- rias medidas é índices de los huesos encontrados en unas sepul- turas antiguas de Cádiz», que se agrega al acta. El mismo Sr. Barras dio cuenta de la correspondencia cru- zada con D. Federico Chaves y Pérez del Pulgar, con motivo de la fundación por dicho señor del Museo Regional de Mineralogía de Córdoba y del ofrecimiento hecho por tan distinguido minera- logista y químico, de cooperar á los trabajos de la Sección de Se- villa, á la que siempre perteneció. Unánimemente acordaron los socios hacer constar su satisfacción y agradecimiento al señor Chaves. También presentó el Sr. Barras á los socios un ejemplar del tomo XXV bis de la Rezue genérale de Botanique: «Livre dedié a, Gastón Bonnier par ses eleves et ses amis a l'occasion du ving- cinquiéme anniversaire de la fondation du Laboratoire de Bio- logie végétale de Fontainebleau et de la creation de la Revue ge- nérale de Botaniqiie-'í> Forma el tomo .un hermoso volumen de 678 páginas con nu- merosas figuras y láminas, y está formado por cincuenta Me- 412 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA morías de oíros tantos botánicos que han cooperado al homenaje. — Hizo luego uso de la palabra, para asuntos geológicos, D. En- rique Conde. Notas bibliográficas. Del Sr. Fernández Navarro (Sección de Madrid), W. W. Nikilin: La méthode unwerselle de Fedorow. Traduc- ción francesa, por Louis Duparc y Vera de Dervies. Dos lomos y atlas. Genéve, 1914. Los métodos ópticos ideados y perfeccionados por Fedorow y sus discípulos constituyen una técnica especial, con aparatos y procedimientos propios y originales, adaptada al estudio de las constantes cristalográficas y á la determinación de los minerales por el reconocimiento micrográfico de una sección. Los esludios originales acerca de esta técnica, en su mayor parte redactados en lengua rusa, estaban dispersos en publicaciones diversas difí- ciles de consultar. El profesor Nikitin, de la Escuela de Minas de Petrogrado, los ha reunido y metodizado en un cuerpo de doc- trina, y el sabio mineralogista de Ginebra, M. Duparc, en cola- boración con su discípula Vera de Dervies, los ha traducido al francés. De esta manera los métodos Fedorow son puestos al al- cance de los cristalógrafos y mineralogistas de todo el mundo y contribuirán grandemente al adelanto de la ciencia petrográfica. Construyéndose hoy por la «Société genévoise», de Ginebra, y la casa Fuess, de Berlín-Steglitz, los microscopios y accesorios para estas investigaciones, puede asegurarse que los nuevos métodos serán pronto de uso corriente en los laboratorios. Koenigsber, J : Notiz über kristallme Schiefer in Spanien. C. f. Min., 1913, N. 20, págs. 642-646. La mayor parte de las pizarras cristalinas de España son poco cristalíferas y muy filíticas. Pasan paulatinamente raetamorfir- zándose, al cámbrico y al silúrico. El autor atribuye el metamor- fismo á la acción de las magmas de ortogneis. La capa exterior de la intrusión la forman verosímilmente granitos plegados, lami- nados ó estirados, como es el caso en el N. de Europa. Pifesent, H.: Ban und Boden der Balearischen Inseln. Jahres- ber d. Géog.'Ges., Greifswald, 1911-12, págs. 19-106. DE HISTORIA NATURAL 413 Gomo consecuencia de dos viajes de esludio emprendidos en los meses de verano de 1909 y 1910, y de investigaciones bibliográ- ficas, el autor da una descripción á grandes rasgos de la tectónica y fisiografía baleares. Después de ocuparse del examen crítico do mapas y publicaciones, el autor trata de Menorca, cuya facies es debida á la diferencia entre el terciario meridional y la región montañosa del N., que es paleozoica y mesozoica. Estudia después las bahías llamadas «calas». Por último, se ocupa de Mallorca y las Pityusas, presentando una serie de nuevas observaciones, so- bre todo de Geografía física. De la historia de las islas el autor saca la conclusión de que las Baleares forman una unidad tectó- nica, y que los «Alpidos» alcanzan su punto extremo, no en Ma- llorca, corno Suess manifestaba, sino en Menorca. Notas y comunicaciones Acerca de una fasciación en un ejemplar de la «Euphorbla Paralias» L. POB JUAN DANTÍN CERECEDA En las dunas desmanteladas del extenso arenal de Somo (San- tander), es muy frecuente la especie EtiphorMa Paralias L. Hemos tenido ocasión de hallar un individuo cuyo tallo padecía la fasciación\ queremos descender á sus detalles en la presen- te nota. El tallo del mencionado ejemplar se hallaba muy aplastado, tal como le representa el dibujo adjunto. Las dos caras del plano irre- gular en que el tallo estaba convertido, cubiertas por entero de filas de hojas muy diminutas, tan espesas, próximas y prietas, que unas á otras se empizarran. Llega áser tal el número en que se desenvuelven las series de estas hojitas reducidas, que hasta los propios bordes del plano en que el tallo, al fasciarse, se ha laminado, quedan cubiertos en abundancia de semejantes hojue- las; cabalmente en los bordes se multiplican como en ningún otro sitio. En el dibujo que acompaña á esta descripción, se representa en 414 boletín de la real sociedad española sus verdaderas dimensiones la hoja normal a, y á su lado, porque puedan compararse tamaños, la hojita d del tallo fasciado; la pri- mera tiene, por término medio, unos 24 mm.; la del tallo en fas- ciación (y se ha elegido de intento una de las mayores), tan sólo 4 mm., es decir, su sexta parte. Si bien la teratología vegetal no es doctrina científica que haya hecho grandes progresos y antes parece pasar por cierto período de estancamiento, es sabido que la fas- ciación alcanza señaladamente al tallo para aplastarle en forma de cinta, de lo que deriva su nombre. Tal alteración monstruosa deforma el órgano y respeta la integridad de la función (i). Así, apar- te estas alteraciones de forma y dimen- siones, el tallo conservaba su color nor- mal, y bien se advertía la A a presencia de los vasos laticí- feros anaslomosados que lo atraviesan. En el caso que nos ocupa faltan algunas de las modifi- caciones que acompañan á la fasciación, como son las fre- cuentes acanaladuras caulina- res (signos externos de los hacecillos). Sí se presenta, y el fenóme- no es muy característico de la monstruosidad, la complicación de la fórmula filotáxica que aquí, en esta EiqjJiordia Paralias L., alcanza un alto grado. Las hojas no pierden su forma normal, mas se reducen considerablemente de tamaño (consúltese la figura). En suma, si hay carencia de acanaladuras, quedan todavía para definir la fasciación, el exagerado aplastamiento del tallo, la peque- nez de las hojas y, sobre todo, su prodigioso número, que altera tan profundamente el valor angular de la divergencia foliar. (1) Dantín (J.). Interpretación de la tSalvia Verbenacat L., monstruosa. (Bol. de la R. Soc. esp. de Hist. nat. Abril, 1911, tomo xi, núm. 4, páginas 200-206.) DE HISTORIA NATURAL 415 Varias medidas é índices de los huesos encontrados en unas se- pulturas antiguas de Cádiz POR FRANCISCO DE LAS BARRAS DE ARAGÓN Con título análogo, pero suponiéndolas fenicias, publicamos una nota en nuestro Boletín de 1912 (pág. 564). Durante nuestra estancia en Cádiz en los meses del verano pa- sado, tuvimos ocasión de visitar las excavaciones que á partir del 1.° de Julio se venían verificando bajo la dirección y á expensas del distinguido arqueólogo y escritor D. Pelayo Quintero. Fue- ron motivadas por el hundimiento, efecto de los temporales, de un gran trozo de terreno á la orilla del mar, detrás de la cortina de los glasis de Puerta de Tierra, junto al sitio denominado Los Corrales, frente á la calle llamada del Transvaal. Dicho hundimiento, dejó al descubierto parte de una tumba se- mejante á las consideradas como fenicias de la Punta de la Vaca, situadas junto á la orilla de la bahía, y por tanto, correspondién- dose con éstas en la parte opuesta del istmo gaditano. Atribuye D. Pelayo Quintero la antigüedad de estas sepulturas al siglo quinto, antes de J, C. El yacimiento descubierto en las recientes excavaciones consta de tres grupos, muy próximos entre si: el más avanzado hacia el mar está formado por cuatro sepulturas; detrás de él hay otro de seis, de construcción más solida, y poco más atrás un tercero, en que se habían descubierto siete cuando se interrumpieron las ex- cavaciones. En el segundo grupo citado, hay una sepultura algo mayor que las demás y en comunicación con una de las dos, in- mediata por una especie de ventana tallada en la piedra que la forma. Esta sepultura se encontró vacía; en las otras se hallaron huesos humanos, restos de madera y algunos objetos de cobre, plomo y oro. También silex tallados. La orientación de las sepulturas es de levante á poniente. Acerca del descubrimiento y con todo detalle, se propone publi- car un trabajo, en el Boletín de la Sociedad Espafiola de Excur- siones, D. Pelayo Quintero, á quien debemos hacer constar aquí nuestro agradecimiento por los datos que nos ha proporcionado sin reserva alguna. 416 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Entre los huesos encontrados figura un cráneo, del cual falta toda la parte inferior, así como los huesos de la cara. La gran acentuación de las apófisis y rugosidades dan á entender que se trata de un varón, y el estado de las suturas permite atribuirle más de sesenta años de edad, pues tiene borrada por completo la sagital y muy avanzada la osificación de la coronal y la lambdoi- dea. De los huesos largos pertenecientes al mismo esqueleto, tam- bién se encontraban algunos en estado de medirse. Todos ellos presentan apófisis y rugosidades muy acentuadas, pero son de tamaño bastante inferior al de otros encontrados en el mismo grupo de enterramientos. Hemos obtenido las medidas é índices que siguen, ajustándo- nos á la hoja del Congreso de Monaco de 1906: Cráneo: Diámetro antero-posterior máximo 1 88 mm. — antero-posterior iniaco. . . 181 » — transverso máximo 144 » Altura aurículo-bregmática 94 » Anchura frontal mínima. . 93 » — . frontal máxima 1'21 > — interorbitaria 21 » — orbitaria 37? » Curva sagital del cráneo 360? > • — — parte frontal 145 » — — parte parietal 126 > — — parte occipital 94? > — llamada horizontal 646 > índices del cráneo: Cefálico 76,596 > Frontal 76,869 > Fronto-parietal 64 , 68^ > Otras medidas: Tibia. Longitud total 325 > — Circunferencia mínima. . . 65 » — Diámetro antero-posterior al nivel del agujero nu- tricio .... 28 lí ídem. Diámetro transverso al nivel del agujero nutricio. . . 20 » índice tibial 71,428 > Fémur (roto). Circunferencia mínima 72 » Talla probable de 1,560 milímetros á 1,660. DE HISTORIA NATURAL 417 De Otra sepultura se conservaba, muy incompleta, una mandí- bula inferior que no había llegado á desarrollar el quinto molar, y de la cual pudimos tomar las siguientes medidas: Altura de la sínfisis 30 mm. — del cuerpo mandibular 25 ■» Espesor máximo del cuerpo mandibular 14 > También, como ya indicamos, procedentes de otra, medimos algunos huesos largos que corresponden á talla mucho mayor, y dan: Tibia. Longitud total 350 mm. — Circunferencia mínima 80 > — Diámetro antero-posterior á la altura del agujero nu- tricio 35 » ídem. Diámetro transverso á la altura del agujero nutricio. 25 > índice tibial 71,423 » Fémur (roto). Circunferencia mínima 90 > Cubito. Longitud total 257 > — Circunferencia mínima 40 » Talla probable por encima de 1,650 milímetros. Contribución al estudio de las fihras del cerebro de las aves (pájaros). POR PEDRO RAMÓN Y CAJAL Desde la notable monografía publicada por Edinger (1), en la que se trata detalladamente de la organización flbrilar del cere- bro de las aves, no sabemos que se hayan realizado nuevas inves- tigaciones en este asunto. El trabajo de Edinger, hecho en cola- boración de los sabios A. Vallenger y G. M. Holmes, esclarece de tal manera este dificultoso problema, que bien puede afirmarse que pocos puntos restan por dilucidar en estos dominios de la Anatomía comparada, á no ser ciertas particularidades referentes (1) Edinger: Untersuchungeti über das Vorderhim der Vógel. 418 boletín de la real sociedad española al origen y terminación de las fibras cerebrales, y á la determi- nación circunstanciada de sus conexiones con diversos centros encefálicos. Con este propósito hemos empezado recientemente algunas in- vestigaciones, sirviéndonos de los métodos analíticos más ade- cuados (método de Weigert, Mardri, Golgi y el reciente de mi her- mano), habiendo logrado esclarecer algunos detalles que creemos merecedores de ser publicados. En la presente nota nos circuns- cribiremos al estudio del origen y terminación del fascículo estrio- ialamico. (Tractus striothalamiciis et thalamo-striatiis.) Este importante haz de conexión, tendido entre el cuerpo es- triado y el tálamo, ha sido estudiado ya en todos los vertebrados. Además de las clásicas publicaciones de Edinger, también nos- otros hemos dado algún impulso á su conocimiento en nuestras ya antiguas descripciones del cerebro de los reptiles, batracios y aves, y mi hermano publicó un acabado estudio de este mismo tema, en su monografía sobre el cerebro de los roedores. Mas en lo referente á las aves, faltaba fijar bien el origen ce- lular de sus fibras de proyección estriotalámica, así como tam- bién la precisa terminación de éstas, tanto en su corriente centrí- fuga como centrípeta. Royce, Wamington, Munzer y Vicner, han descrito también este fascículo, utilizando el método de las degeneraciones, siendo com- pletado este estudio por Wallenberg, que utilizó el mismo método. Pero la precisa determinación del origen de estas fibras, sólo el insustituible método de Golgi-Gajal, y en parte el moderno de mi hermano, puede proporcionárnosla. Dejaremos para otra publicación el estudio morfológico del ce- rebro de las aves, prescindiendo por el presente de la descripción de los diversos centros que el análisis anatómico denuncia en estos vertebrados, por cierto muy complicado, según manifiesta Edinger, que ha hecho sobre este tema un trabajo minucioso, si- guiendo en este camino las huellas de Halleer, Serres, Tiedeman, Meckel y especialmente Bumm. Quizá más adelante demos amplio desarrollo á este tema, pues hace ya algunos años que venimos acumulando material cien- tífico con el propósito de esclarecer en lo posible la morfolo- gía comparada del cerebro de las aves, cuyas diferencias, con relación á los demás vertebrados, nos van pareciendo más aparen- tes que fundamentales. DE HISTORIA NATURAL 419 La resolución definitiva de este problema está en el conocimien- to de la íntima constitución elemental de los territorios encefáli- cos, en la precisa revelación de los factores fundamentales, célu- las y fibras, en el conocimiento del mecanismo que rige sus co- nexiones recíprocas; circunstancias éstas que en nuestro entender no sufren variantes substanciales á través de los distintos tipos de vertebrados, á despecho de las discrepancias de morfología en- cefálica de estos seres. Estas discrepancias parecen afectar tan sólo á la configuración y talla de los elementos corpusculares, á su situación topográfi- ca, al distinto desarrollo cuantitativo de los centros de que forman parte, pero nunca á las cualidades específicas, y, por consiguien- te, á la categoría funcional de sus elementos constitutivos. Aún su morfología se conserva casi siempre, en lo que se refiere á sus rasgos esenciales. El ejemplo más elocuente de esta presunción lo encontramos en los peces óseos, los cuales, como es sabido, carecen de corteza ce- rebral, pero en los que un análisis escrupuloso de su ganglio basal, permite reconocer, en un punto especial, las células pira- midales con sus atributos morfológicos típicos. Por.lo demás, ya el estudio psicológico de estos peces demuestra que no son, desde este punto de vista, inferiores á los peces cartilaginosos que tie- nen un manto cerebral bien diferenciado. II La figura primera representa un corte oblicuo casi horizontal del cerebro de un pájaro. Vese en A un foco plexiforme de forma poligonal que ocupa gran trecho del cuerpo estriado del cerebro, en cuya constitución entran arborizaciones nerviosas terminales y corpúsculos nerviosos. Este foco corresponde al epistriatum y á la radialio-íempora - lis, de Edinger. Un estudio detallado de este territorio central permite distin- guir en él las siguientes zonas: 1." Zona /¿drilar pro/tmda, constituida por la radiación pe- duncular ó fascículo estrió- lalámico, cuyas fibras se disponen en forma de abanico. Entre los tractus fibrilares de este haz nervioso destacan algunas células de gran tamaño y de una forma, en general, estrellada, las que nos recuerdan á los elementos del 420 boletín de la real sociedad española núcleo endopeduncular, que nosotros hemos descrito también en los batracios y reptiles. Estos elementos distribuyen sus grandes expansiones protoplasmálicas por entre las fibras conlindantes, y Fig. ].' — Corte antero-posterior del encéfalo de un pájaro. A. Foco plex'forme originario del fascículo estrio-thalámico. — B. Plexo de origen del fascículo estrío-mesencefálico. , DE HISTORIA NATURAL .421 emiten un cilindro-eje grueso, que lleva constantemente un curso descendente. 2/ Zona ¡úexiforme interna. — Al llegar las fibras del citado fascículo á la región profunda del epistriatum, proyectan nume- rosas colaterales de curso horizontal ú oblicuo, las cuales engen- dran un plexo estrecho profundo y tupido, perfectamente sepa-- rado de las zonas limítrofes. Entre las mallas de este plexo se advierten unos corpúsculos estrellados, grandes, que recuerdan á los elementos del cuerpo endopeduncular y, en general, á las cé- lulas motoras grandes. Estos corpúsculos se tiñen perfectamente por el método de la plata amoniacal de mi hermano, permitiendo ver sin confusión alguna el origen de sus prolongaciones proto- plasmáticas, el reticulum interior del protoplasma y especialmen- te el cilindro-eje, que marcha invariablemente en sentido profun- do para incorporarse á la radiación descendente de este fascículo (figura 2.*). 3.* Zona radiante. — Está constituida por las fibras del fas- cículo estrío-talámico, las cuales divergen formando tenues trac- tus radiantes, que caminan hacia la zona plexiforme externa. Limitan estas fibras, entre sus radiaciones, unos espacios alarga- dos, en los que se alojan numerosas células nerviosas, en general de pequeña talla, y provistas de tallitos espinosos. Estas células proyectan hacia abajo un cilindro eje delgado, el cual se conti- núa con una fibra intra-talámica (fig. 1.", b). Un escrupuloso examen de las células que pueblan esta zona, pone de manifiesto la existencia de dos tipos morfológicos: el pre- dominante áe. cilindro-eje largo ó de proyección, y el de cilindro- eje corto cuya expansión nerviosa ingresa en el plexo. 4.» Zona lüexi forme externa. — Ofrece una forma poligonal; bien limitada por su lado profundo, pero sin contornos bien preci- sos hacia arriba y afuera, su extensión y forma varían algo según que los cortes sean más ó menos anteriores. Por su lado anterior se continúa, mediante una prolongación fibrilar, con el foco de ori- gen del tractus strio-mesencefalicus (éste último plexo correspon- de á la región cerebral, denominada mesostriatum por Ediuger). Como la figura 1.' patentiza, las fibras ascendentes del fascículo estrío-talámico terminan en este centro nervioso, ó sea en la zona externa del mismo, mediante elegantes y extensas arborizaciones, que envuelven, con sus tenues ramitas terminales, á los corpúscu- los nerviosos que moran en su interior. Tomo xiv.— Octubre, ',914. 27 422 boletín de la real sociedad española Estos corpúsculos ofrecen una configuración estelar; son de mediana talla y emiten un cilindro-eje descendente que después de un curso incierto por el interior del plexo, al cual suminis- v: V- 3 ] \'0 V \^Í^^^"^V.: V ^. *^ Fig. 2.*— Corte frontal del cerebro de un pájaro. tran algunas colaterales, se continúan con una fibra de pro- yección. De igual manera que en la zona intermedia ó de las fibras radiantes, es posible distinguir aquí dos tipos celulares: el de DE HISTORIA NATURAL m axón largo y el ñe axón corto. Este último más escaso que el an- terior. La persecución del fascículo estríotalámico, en su curso descen- dente, es muy fácil, como queda demostrado por multitud deana- tómicos que han hecho de él una descripción minuciosa. En las aves este fascículo desciende hasta penetrar en el polo anterior del núcleo redondo, donde sus fibras, r:.diándose en diversas di- recciones, forman un her- moso plexo de arborizacio- nes extensas y con ramitas gruesas terminales. Ninguna de estas fibras rebasa el límite posterior del núcleo redondo, áe modo que puede afirmarse que la conexión de las fibras des- cendentes de este sistema de proyección, se realiza exclusivamente con los cor- púsculos que viven en el interior de este ganglio, el cual recibe, como ya hemos indicado en trabajos ante- riores, fibras y colaterales nerviosas de diversas pro- cedencias. Las células nerviosas qué residen en el núcleo redon- do del tálamo (fig. 1.*, c), ostentan una fisonomía idéntica á las homologas de los reptiles. Su cuerpo es estelar, y se prolonga en varias expansiones largas, agotadas en ramitos espinosos, las que recorren gran extensión de este centro. El axón lleva un curso ondulante é ingresa constantemente en las fibras ascendentes del fascículo estrio talámico, para arborizarse en el interior del plexo externo, como llevamos ya expuesto. Gomo evidencia la fig. 1.*, i, un poco por delante del foco estriado del fascículo que venimos describiendo, existe otro del cual emerge el fascículo estriomesencefálico, cuyas fibras centrífugas y centrí- petas no tienen conexión alguna con el núcleo redondo talámico. Fig-. 8."— Ramificaciones terminales de las fibras ascendentes del fascículo thalamo- estriado. 424 boletín de la keal sociedad española De igual modo que en el plexo originario del fascículo eslrío- talámiro, el análisis demuestra aquí también fibras terminales arborizadas y células de origen de este haz nervioso, que estable- cen conexiones entre el mesostrialum y la región profunda de los lóbulos ópticos, y especiahriente con el ganglio del suelo de este lenitorio encefálico. Las arhorizaciones que constituyen este plexo son de una con- formación muy distinta. Unas, las más numerosas, se extinguen en amplias ramificaciones de tallitos terminales tenues y plexifor- mes, entre cuyos huecos se albergan los corpúsculos nerviosos; y otras, en un número mucho menor, forman arhorizaciones de fallos sinuosos, gruesos y escasos en número, erizados de unas ramitas en forma de brocha, que recuerdan las fibras de Held del cuerpo trapezoide de los mamíferos (fig. 1.*, b). La procedencia de estas fibras no hemos podido averiguarla; varias veces hemos logrado perseguirlas hasta el interior del tá- lamo, dentro del Jiúcho anterior de este centro nervioso, pero jamás nos ha sido dable sorprender su emergencia de los cor- púsculos nerviosos. Las células del mesostrialum son de configuración estelar, de talla mediana, y pueden dividirse en corpúsculos de axón largo ó de proyección y de cilindro corto. Los primeros que predominan en número, mandan su expansión nerviosa al fascículo estrío-mes- encefdlico. El curso de este fascículo ha sido bien descrito por Edinger. En otra publicación haremos un estudio minucioso del mismo. Plantas de Larache POR P. FONT QUER En Junio último recibí dos paquetes de plantas recogidas en los alrededores de Larache por mi distinguido compañero el far- macéutico militar Sr. Pérez Camarero, durante la primavera pa- sada. Desechadas algunas muestras muy defectuosas, inutilizadas por la humedad grande de aquella región africana, han quedado, en mejor ó peor estado para determinarlas, cincuenta y seis. No disponiendo de tipos africanos en mi herbario para compararlos, DE HISTORIA NATURAL 425 remití, debidamente numerada, una colección de ellas al Sr. Pau, á quien debo, además de la determinación de muchas especies y rectificación de la de oirás, las notas y descripciones que siguen. Aunque pocas han sido las plantas remitidas, hay entre ellas es- pecies interesantes, nuevas algunas para la ciencia, nuevas otras para la flora general de África, y nuevas también para la particu- lar de Marruecos. Creo de interés dar á conocer á la Real Sociedad española de Historia natural estos resultados, y sólo me resta aquí dar las gracias más sinceras al Sr. Pérez Camarero por su meritoria labor, y al Sr. Pan por la amabilidad con que ha resuelto mis dudas. 1. — LoUum rigidiim Gaud.; L. perenne L., var. rigidum Ball, Spicileginm Floree. Maroccanff, p. 730. Es una de las especies más general en Marruecos, según Pau. 2. — Briza máxima L.; Ball la cita en Tetuán y Tánger; tam- bién frecuente, según Pau. 3. — Anthoxantlmm ovatum Lag. k.—Arisarum latifolium Hill (1756), A. mugare Targ-Tozz. Es preciso recogerla de nuevo y preparar algunas muestras con hojas, porque parece apartarse algo del tipo por ser éstas más angostas. 5. — Triglochin Barrelieri I.ois., var. nov.matirum Pau in litt. Sólo dos ejemplares de esta especie ha mandado Pérez Camarero. Difieren del tipo por los pedúnculos mayores y casi rectos, coa frutos doble mayores. Rali cita esta especie en Tánger. 5 h\9.—Dipcadi serotiniim Medik. Dice Pau: «La variedad ó Q^'^ecie fulvum para mí apenas la creo forma. Las flores frescas y jóvenes presentan verdosos los perigonios; desecados en la prensa toman muy pronto el color rojo-leonado que caracteriza la forma fulvum; lo restante perma- nece idéntico. Sospecho la causa por la que Cavanilles publicó su especie fulvum: causa fué la planta castellana, que, al parecer, trae los perigonios un poquito mayores.» 6. — Romulea Mfrons Pau, Actas Soc. esp. Hist. nat., pág. 133 (1897); Ixia Bidbocodium, y minor Schousb.?, Marokko, pág. 26 (1800); Trichonema ramifloram Willk., Prodr., i, pág. 145; Romn lea gaditana Béguinot! (1906) nom R. Linaresii Parí., var. gadi- íauaKíe., Chioris austro-hispanica, pág. 44 (1846); R. Linaresii Kze.?, 1. c, sub n.° 456 (e loco Sta. María). «El monógrafo del género Romulea, Dr. A. Béguinot, al ocu- 4Í6 boletín de la real sociedad española parse de esta especie, comete dos inexactitudes que juzgo se debea rectificar: 1.* Mi Romulea Ufrons (Pau, 1897) es idéntica á su R. gad'i tana iBéguinot, 1906), luego no puede ser var. Mfrons de la gadi- tana, como anuncia en la pág. 265 de su monografía. La mues- tra de mi colección, que dicho botánico vio y tuvo en su poder, procedía de cultivo; porque cuando yo herboricé en Puerto de Santa María, la planta estaba pasada, y esperé que las cebollas florecieran para estudiarla y describirla como especie desconocida ó nueva. 2.* La R. gaditana Béguinot no corresponde de ninguna ma- nera á la R. Linaresii, var. gaditana Kze., como equivocada- mente supone; que si tal propuesta fuera cierta, justo fuera que mi especie cayera en la sinonimia. Pero no hay tal identidad, y claramente se desprende leyendo la frase característica dada por Kunze, y si á este estudio detenido no le acompaña la pasión... Porque por ella misma, caemos en la cuenta de que ni aun á la misma sección genérica en que el Sr. Béguinot divide el género pertenece, ya que Kunze dio á su var. gaditana «valva superior late membranáceo marginata», y el Sr. Béguinot para la estir- pe VI, R. ramijlora en donde incluye su R. gaditana, entre otros «Spate con la val ve rigida, robusta, erbacee e solo la superiore STRETTAMENTE margínate» — Rivisione monográfica del genere Ro- mulea, pág. 254. No comprendo cómo el Sr. Béguinot, antes de postergar mi R. Mfrons, no estudió bien el asunto y se aseguró en sus afirma- ciones, porque la asimilación de especies tan diferentes no suele ocurrir en monografías de esta naturaleza. Resulta, pues, que la R. Mfrons debe subsistir, y la R. gaditana es la que deberá pasar á la sinonimia, tanto por ser nombre muy posterior, como por no corresponder á la var. gaditana de Kunze. Esta especie portuguesa y española se indica por primera vez en la flora de África; el Sr. Béguinot no la vio de Marruecos» Pau Í7l Hit. 7.— Gladiolus illyricus Koch. 8. — Serapias Lingua L.; citada únicamente de Tánger y entie Ceuta y Tetuán. 9. — Orchis picta Lois.; esta especie no la menciona Ball. 10. — Passerina hirsuta L. \\.—Paronychia argéntea Lamk., var. mauritanica DG. DE HISTORIA NATURAL í'2T X'i.—Lupinus liiteus I-. Vi.—LupimisangustifoUusL.\ únicamente citado de Tánger. 14. — Trifolium arvense L. \5.—0mms Maweana Ball, in Journ. Bot., 1873; O. Hackelii Lange (1877) ex Pan; var. 7iova FontqueriVxn m liU. aUnicaidis vix ramosa foliis u7iifoliolatis, sed illis in quihus axillisrami orüintur, trifoUolaíis; ¡fioribussiib anikesipenduHs; calicybus tubo 3 mm., dentibus subulatis 7 mm. simillibiis O. Pi- carda B. R.! De la O. Maweana difiere notablemente, aunque no específi- camente tanto por las hojas como por el cáliz. La especie langeana deberá pasar á la sinonimia, porque tenemos casi la completa se- guridad de que se trata de la misma especie ó de una forma ape- nas diversa», Pau in lilt. 16.— Ornithopus isthmocarpiis Goss. \1 —Genista Hni folia L.; Ball cita especie y la anterior en Tánger solamente. . \%.— Cornicina ha7)iosa Boiss,; debe ser abundante en Larache, á juzgar por las numerosas muestras que mandó Pérez Cama- rero; Ball eucontró eu Mogador un solo ejemplar. Vi .— Tetragonolobus Requienii (Maiiri) Fisch. et Meyer. 1\.~Biscutella lyrata L., var. microcarpa DG. 12.—A¡yssum maritimum Lamk. T¿.—Malcomia patula (Lag.) DG., var. nova longifolia Pau, in Hit. «Folia siliqui etrostra longiores^ Pau. Han venido abundantes ejemplares de esta planta, y todos pre- sentan estos caracteres. 24. — Brassica oxyrrhina Goss.; t¿imbién ha mandado Pérez Ga- marero abundantes muestras de esta especie; debe ser común en Larache. Bill no la cita eu su obra. 25. — Linum angustijolium, Huds. 26. — Lichnis Codi Rosa Desr., var. áspera DG. 27. — Silene hirsuta Lag. 27. — Silene colorata Poir. 2S.—Cistus salvice/olius L. 1^ .—HelidMtemum guttatum Mili., var. discolor (Pomel). l^.—IIelianthemum gutlatum Mili., macrosepalum (Salzm.) "iO.—Ranunculiis fiabellatus Desf., var. flavescens Fieyn. 'i\.—Ranunculus flabeUatus Desf., var. acinacilobns Freyn?; 428 boletín de la real SOCIEDAD ESPAÑOLA «forma ciertamente de la anterior prodncida por el sitio diver- so» Pau. 3\.—Daímis (Orlaya) mi7uisculus Pan, n, sp. v-Orlayce maritimm val de affinis , sed virens , glabruiscula, fructibiis minoribus, setis tenuioribiis. — Planta con frutos jóve- nes, pero comparada con las numerosas muestras de mi colección difiere notablemente» Pau. 32. — Solanum sodo^nmim L.; poco frecuente en Tánger, se- gún Ball. 33. — Echmm grandijiovum Desf../.'' floribus carnets. 34. — Nunnea Pereda l'au, n. sp. «A miua, scabrida et Mspido-pubescens canUbus simpliciuscuMs 20 cm.; foliis basilaribtis spathíilatis, caulinis Unearibus, margi- ne setoso, integro, fioralibvs ¡anceolato-cuspidatis, racemis brac- teatis; caJycibus peduncnlatis^ laciniis longe Unearibus; corohe azíizeip longe exertce, tubo faitee nuda; nucnlis teslaceis, obovaiis, reticulatis. sed non elevato-rugosis, dorso lo'vis; ápice obtuso sub caririato. A. Eli^aldiam Willk. ob nuculis solitaris , sed non sem- per, 7iomiullis germinatis; a Nonnea phaneranthera Viv. diver- sissima.» Pui i7i Hit. Pérez Camarero ha mandado abundantes ejemplares de esta es- pecie, y dice que huele fuertemente á ácido valeriánico cuando fresca. 35. — Cerinihe oranensis Balt.; probablemente gynmayidia de Ball, pero pudieran estar las dos. 'i^.—Stachys arvensis L. 31.— Salvia cla?idesiitia L. 38. — Ajuga Jva Scluc!'.. var. pseudo-Jva Roh. et Cast. 39. — Scrophnlaria mellifera Vahl. 40. — Antirrhi7mm Oro7itium L., vax. grandijlorimi Ghav. 41. — Li7iaria bipartita Willd. k1.—A7iagallis arve7isis L., var. lati folia (L.) WiUk. 43. — Orobanche huteli Schultz. k\.-—07'oba7iche 77iinor Sutr.. f^ albata Ber k.; especie no citada por Ball. 45. — Orobanche /(elida Poir. 46. — Ar7ne7'ia maurita7iica Wallr.; Statice cephalotus Schousb. 47. -fíaliimi Bovei Boiss. el Reut. k'^.—Fedia caput-bovis Pomel; esta especie y la anterior, no mencionadas, por Ball las citó Pau, de Melilla. DE HISTORIA NATURAL 429 49. — Centaurea spJmrocephala L. bO.— Senecio leucanthemifoUus Poir. b\ .—Anaci/clus radiatus Lois., var. ochroJeucus Ball. 52. — Anthemis chrysantha íiay, var. temdsecta (Ball) Pau; mencionada por Ball en el Mir de Marruecos. 53. — Tolpis láctica (Miller) Pau, Planras de la Bética, Actas Soc. Esp. Hisr. Nat.; Creiñs hcetica Mili. Dice. núm. 3 (1763); Tol- pis barhata, \a.\\ grandiflora Ball (1873). Varios hongos poco conocidos ó nuevos para la flora española POR ROMUALDO GONZÁLEZ FRA&OSO En mi propósito de aportar cuantos datos pueda para el cono- cimiento de la flora micológica española, consigno algunas espe- cies en esta corta nota. Varias de ellas las debo á la buena amis- tad de los profesores Sres. Barras de Aragón y Boscá y del dis- tinguido botánico D. Garlos Pau. Teleomicetos. 1. Uromyces Rumices (Schum.). Winter. — ¿^. Rumicmn ^DC.) Lev. etc., 'ÁÁCc. Sy II. fung. vii, p. 544. — Fischer. Ured.der Schweiz, pp. 9 ot 543. — Bubák. Fungí hohemici. llred., p. 32. Sydow. Mon. Üred.^ ii, p. 241.— Har. Uréd., p. 221.— Trotter. Üred., p. 73. — Trav. e Sp. La fl. mic. del Pori., p. 51.— O, i, II, III. Ilai. — En facies medospórica y teleutospórica sobre Rumex Acetosella. — Castillo de las Guardas (Sevilla), en Mayo. Esta especie está citada en el Centro, Este y Oeste de España, y por primera vez se menciona en el Mediodía. En Portugal se citó por H. y P. Sydow y por D'Almeida y Souza da Cámara. Según los trabajos de Tranzchel, los ecidios sobre Ficaria ra- nunculoides (^cidium Rammmlaceariini, DC p. p.) pueden per- tenecer á esta especie, así como á el Uromyces Poa Rabh. Se trata, pues, de una especie heteroica, siendo los ecidios indistin- guibles morfológicamente de los del Uromyces Pom. 480 boletín de la real sociedad española 2. Puccinia Crepidis Schroeter. — Sacc, loe. cit., vii, p. 607. — Fis- cher, Joc. cit., p. 207, — Sydow, loe. cit., i, p. 64.— Bubák^ loe, cit., p. 64.— Hariot, loe. cit., p. 141.— Trolter, loe. cit., p. 111. — O, I, II, III. Hal). — En facies uredospórica y leleuiospórica sobre Creáis m- rens, var. n«¿m¿«¿íí.— Castillo de las Guardas (Sevilla), en Mayo. Esta especie es nueva para la flora española. En la flora portu- guesa hay una cita de ella, hecha por Lagerheim, la cual parece dudosa. La distinción entre esta especie y la Puccinia crepidicola Sydow, fácil cuando se encuentran los ecidios de que carece la segunda, es difícil en las facies superiores. Sin embargo, la menor dimensión de las leleutosporas, así como el pedicelo fino y fle- xuoso, aunque corto, permiten distinguirla de la Píicc. crepidi- cola, que ya cité en la provincia de Sevilla, y que tiene probasi- dos algo mayores con pedicelo cortísimo y más bien grueso. 3. Puccinia Teucrii Biv.— Bernh. — Sace., vii, p. 721. — Sydow, i, p. 300.— Hariot, p. 162.— Trotter, p. 166.— ni. Hab. — En hojas de Teucrium /ruiicmis.—Pedvo^o de la Sierra y Castillo de las Guardas (Sevilla), en Mayo. Nueva para la flora ibérica, sólo citada en Europa en Sicilia, es poco distinta de la Puccinia íZwmíZ¿ím. (Strauss) Schlecht., dife- renciándose principalmente de esta última por sus teleutosporas poco ó nada engruesadas en el ápice, que en la Puccinia annula- ris alcanza hasta 8-9 ¡o. de grosor. 4. Puccinia Smyrnli Biv. Bernh. — P. Smirnii-Olusairi (DC.) Lindr. — P. apophysata Rabh. — P. Lecokim Kois^ky. — Sacc, vil, p. 670, p. 725 et xi, p. 204. — Sydow, i, p. 416. — Hariot, p. 131. — Trotter, p. 205.— Trav. é Sp., p. 56.— O, i, iii. Hal). — En facies leleulospórica sobre Smimium Olusairum, — Castillo de las Guardas (Sevilla), en Mayo. Esta especie ha sido citada ya en España, en Granada. En Por- tugal lo ha sido por el D'Almeida y Souza da Cámara. 5. Puccinia Epilobii-tetragoni (DC.) Winler.—P. JS^^iJoMi Schroe- ter.— P. pulverulenta Grev. — P. tenuisiipes Opiz, — Sacc, vii, pp. 608, 735 et 789.— Fischer, p. 152.— Sydow, i, p. 424.— Bubák, p. 62.— Hariot, p. 1 19.— Trotter, p. 208.— O, i, ii, iii. Hab. — En facies uredospórica y teleutospórica en tallos y hojas DE HISTORIA NATURAL 431 de Epilobiiim hirsiUum. — Constan tina (Sevilla), en Septiembre, Prof. De las Barras! Nueva para la flora ibérica, es probable en otras regiones y so- bre diversos Epilobmm. 6. Puccinia Arenarise (Schm.) Winter. — P. Caryo'phylUamm Wallr. — P. LycJmideantm Lk.— P. Stellarice Dub, etc. — Sacc. VII, p. 683. — Fischer, p. 307. — Sydovv, i, p. 553. — Bii- bák, p. 146.— Hariot, p. 115.— Troller, p. 239.— Trav. e Sp., p. 53.— III. Hab. — En hojas y tallos de Melandrmm pratense. — Castillo de las Guardas (Sevilla), en Mayo. Esta especie está mencionada eti España como Puccinia Caryo- phyllearum, Wallr., en casi toda ella como P. Arenari(e, Win- ter en la región occidental, y corno P. Zyc/midearmn, Lk., en el Norte y Centro. Es, pues, indudable se encuentra en todas las regiones de nues- tra flora, parasitando las muy diversas Cariofiláceas á que se re- fieren los sinónimos citados. 7. Uredo Fici, Cast.— Sacc, vii, p. 847.— Har., p. 307.— Trolter, p. 451.— Trav. é Sp., p. 59. Hab. — En hojas de Ficus Carica. — Constantina (Sevilla), en Septiembre, Prof. De las Barras! Nueva para la flora española, se ha mencionado en la de Por- tugal por Thümen y D'Almeida. 8. Uredo Andropogoni-hirti, R. Maire. — In Bull. Soc. Myc, de France. v. xxi, p. 162. — Hariot, p. 309. — Sacc. xii, p. 810. Jlab.—En hojas de Andropogon hirtmn. —Gdi&úWo de las Guar- das (Sevilla), en Mayo. Especie nueva para la flora ibérica y sólo citada en Grecia por su autor, mi sabio amigo el profesor Maire. Esta especie se distingue de la facies uredospórica de la Pncci- nia Cesatii, Schroeter (Uredo Aoidropogonis, Ces,), porque las uredosporas de esta última especie tienen la pared gruesa (de 3-5 [jl), y generalmente cuatro poros germinativos, y en la que nos ocupa el episporio es sólo de 1,5-2 ¡jl, y los poros germinati- vos 6-7; además existen otros caracteres diferenciales. 432 boletín de la real sociedad española 9. Melampsora pulcherrima (Bubák), R. Maiie. — In Mycotheca boreali-africana, núm. 108. — O, i, ii, iii. Bal). — En hojas de Popiihis alba, en facies teleutospóríca. — Jardín botánico de Cádiz, Prof. De las Barras! — En hojas, pecio- los y tallos de Mercurialis anima, en- facies picnídica y ceomá- tica. — Jardín botánico de Cádiz, Prof. De las Barras!, y Sevilla y Dos Hermanas. Las facies ecidiana de esta especie la mencioné hace tiempo en Sevilla (1), y ha tiempo también tenía la facies teleutospóríca que tuvo la bondad de comunicarme el profesor Barras; no habién- dola publicado porque sin previas experiencias de infección me parecía aventurado. El sabio profesor M. R. Maire, ha practicado experiencias que no dejan lugar á duda, y ha establecido la diag- nosis de la nueva especie en sus facies ii y iii. Es nueva por tanto, en realidad, para la flora ibérica. 10. Peronospora Alsinearum Casp. — P. Cerastiorum Casp. — (= P. Scleranthi Rabh.). — Sacc. vii, p. 251. — Tiav. é Sp., p. 93. Hab. — En hojas de Stellaria media. — Alrededores de Sevilla, en Abril. Cítase por primera vez en fl Mediodía de España. — En Portu- gal parece debe referirse á ella la mención de Peronospora Scle- ranthi hecha por Lagerheim. 11. Peronospora Valerianellse Fnck. — Sacc. vii, p. 263. Hab.—^n hojas de Fedia Cornucopia. — Santiponce (Sevilla), Prof. De las Barras, en Marzo. Eispecie nueva para la flora ibérica. Esta especie y la anterior han sido consulta das con M. Hariot que ha estado conforme con ambas determinaciones. 12. Didymella effusa (Niesol) Sacc. — Didymospharia effusa, Niessl. Sacc. j, p. 552. — Trav, Pyrenom., p. 509.— Trav. e Sp., p. 68. Hab. — En tallos secos de Sambucus nigra. — Pedroso de la Sie- rra (Sevilla), en Enero y Mayo. (1) Coeoma jiulcherrimum, Bubák. — (Bol. de la R. Soc. esp de Hist. nat., 1912, pág. 86). i DE HISTORIA NATURAL 433 Especie nueva para la floi-a española, citada en la lusitáiiica, por D'Almeida y Sonza da Cámara. Las ascosporas de esta especie, vistas por mí, son de 14-20 X 6-7 [A, con uno de los lóculos más grueso que el otro, contraídas al nivel del tabique, y casi siempre inequilaterales. h^ Didymella sainhiicina Rehm, tiene las esporas menores y siempre cuatro gutuladas. 13. Didymosphseria smaragdina (Ges.). Sacc. — SpJmria smarag- di7ia, Ces. — Sacc. i, p. 707. Hab. — En hojas secas de Phosnix dactylifera. — Jardines públi- cos de Sevilla, en Febrero. Esta especie, poco citada, la hallé en unión de la Microdiplo- diapinnartím (Pass) Allescher. Los ejemplares estudiados por mí están en un todo conformes con las dimensiones dadas por los autores á las aseas y esporas; á pesar de ello la consulté con M. Hariot, quien cree como yo se trata de esta especie no muy común. Es nueva para la flora ibérica. 14. Leptospliseria Rusci (Wallr.). ^dcc—Sp/iíerella üusci WslUv., etcétera. — Sacc. ii, p. 74. — Trav. e Sp., p. 72 et 148. Hab. — En cladodios y tallos mfdio secos ó secos de Ruscus aculeatus. — Las Delicias, Sevilla, Enero á Marzo. Encontrada en unión de la Be7idersonia ruscicola (Rabh.). Sacc. Su facies espermogónica, el P/iyUosiicla ruscicola DR. et Mont., no lo hallé y debe encontrarse acaso en otia época del año. Consultada con M. Hariot. Especie nueva para la flora española, está citada en la de Por- tugal, porThümen, Niessl, P. A. Saccardo, D'Almeida y Souza da Cámara, y por Traverso y Spessa. Deuteromieetos. 15. Phomopsis Paui, sp. nov. Pycnidiis numerosis, sparsis vel seriaiis . epidermide lectis, dein erupentibns, epidermide lacérala cinclis, oblongis vel lenticu- laribus, airo- fuscis, poro pertuso, conlextu celluloso, Iísu--2üii x 100-150 |jl; spor lilis cyliudraceis, ulrinqiie rotimdaUs, hyalims, ■J-fjullidalis, 7-8 X • — 1-5 !-«• spurophoris lemiis brevis, ti-7 X I w-. 434 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA In caulibus ramulisque siccis Xanthii spinosii, yrope Segoibe (Gasiellón), ubi collegü G. Pau cui Ubenter et claro botánico di- cata species. Phomopsis Pañi próxima est Phomíe Xanthii quam el. Hollós in Xanlhium sUumajium propre Kecskeniét, Hungaria; differt sporulis majoribus sporophoris presentís. Esta especie, muy atine, como acabamos de decir, á el Phoma XantJiii Hollós, es probable se halle en relación con Diaporthe sobre la misma planta. En la República Argentina se ha descrito sobre Xantlmim spinostim el Diaporthe Xanthii Speg. (I), que bien pudiera también encontrarse en nuestro país. 16. Diplodia Nerii Speg.— 8acc. iii, p. 347. Hab, — En ramas secas de Nerium Oleander. — Jardines de Esla- va, Sevilla, Enero k Marzo. Nueva para la flora ibérica A la descripción del autor puedo añadir que las espórulas á su madurez son oliváceo- fuliginosas, como él dice, y de 18-22 x8-10 ]x, muchas veces gutnladas, pero cuando jóvenes son algo más pequeñas, amarillentas y aun con- tinu:is, asemejándose por este último carácter á la Diplodia Olean- dri del mismo autor, que se encuentra en las hojas caídas. 17. Diplodia Morí W. '>\.—Sph(Bria ^T/om Chail!,—Sacc. iii. p. 351. Hah. — En lamas secas y medio secas de Monis alba, Segorbe (Castellón), C. Pau! y alrededores de Sevilla, á oiillas del Gua- dalquivir, en Febrero. Especie nueva para la flora ibérica. Los ejemplares de Sevilla se hallan acompañados de Coniothy- rium olivaceum Bonn., especie que ya cité en España, sobre Lo- nicera Hispánica y Adenocarjnis Hispanices (2). Las espórulas tienen generalmente de lS-20 X 9- 10 pi, raras veces las de 25 X 9-10 ]x asignadas por Wertendorp ; algunas veces son gutnladas. Los ejemplares procedentes de Segorbe son idénticos, incluso en las dimensiones, por término medio de 18-20 X 8-10 |x, pero se acompañan de espórulas jóvenes, amarillentas, casi hialinas, (1) In An. Mus. Nac. de Buenos Aires, tomo xix, p. 366. — 1909. (2) Gz. Frag. -Contr. á la fl. mic. del Guad. —Deuterom.— Madrid, 1914, p. 16. DE HISTOKIA NATURAL 435 de las mismas dimensiones de las maduras, que son fuliginosas castañas muy obscuras. 18. Microdiplodia plnnarum (Pass.) Wlescher .—Biplodia pinna- rum Pass. — Sacc. iii, p. 371. — Trav. e Sp. p. 109. £ad.—En hojas secas de Plimiúx dactylifera. Jardines públi- cos, Sevilla, en Febrero. Encontrada en unión de la Didymosphceria smaragdina (Ges.) Sacc, á cuyas ascosporas, salvo las dimensiones, seméjanse mu- cho las espórulas de esta Microdiplodia. Nueva para la flora española; cítase en la de Portugal por D'Almeida y Souza da Cámara. 19. Hendersonia ruscicola (Rabh.) Sacc. — Sporocadus ruscicola Rabh.— Sacc. iii, p. 436. ffab. — Eü cladodios, y en tallos, principalmente, de Rusciis andeaius. — Jardines de las Delicias, Sevilla, de Enero á Marzo. Refiero á esta especie, cuya descripción original es muy vaga, la Hendersonia encontrada por mí en unión de la Leptospharia i?W5d (Wall r.), Sacc. Las dimensiones de las espórulas encontradas y estudiadas por mí son de 15-20 X 3-3,5 [jl, 3 septadas. Es especie nueva para la ñora ibérica. 20. Septoria Lycopersici Speg.— Sacc. iii, p. 535. Hah. — En hojas de Lycopersicum esculentum. — En Sevilla, Marzo. Esta especie, nueva para la flora ibérica, fué descrita por Spe- gazzini en la República Argentina. Actualmente se halla bastante extendida en la Europa meridional. Las 'espórulas vistas por mí son siempre pluriseptadas y de 70-100 X 2,5-3 {x. 21. Microsticta Pomi (Mont.) Desm. — Ladrella Pomi Mont.— Sacc. III, p. 693. Bah. — En el epicarpio de frutos le Malus communis. — Pedroso de la Sierra (Sevilla), en Enero. Este género fué incluido por Saccardo entre los excipuláceos dudosos. Me parece, como es la opinión de Thümen , se trata de un verdadero excipuláceo, y de un excipuláceo feosporo. Los pie- 436 boletín de la HEaL SOCIEDAD ESPAÑOLA nidios á su madurez están timbriados, y las espórulas grisáceas de jóvenes son fuliginosas cuando maduras; las dimensiones de 5-7 [A de diámetro. La he consultado con M. Hariot, quien ha confirmado mi de- terminación. Es especie nneva para la flora ibérica. 22. Tubercularia coiifluens Pers.— :Z^. vulgaris P., vnr. coyijiuens ((\), Bizz. etc. — Sacc. iv, p. 641; ih. 641 sub T. Evonymi Ronm.; ib., p. 645 sub T. jl/etiispermi Fv. — Ferr. Hyph. p, 25. liaJ). — En rnmas vivas de Castanea milgaris. — Puente de Fie- rros.— Prof. Boscá (D. E.)!, en Julio. Especie nueva para la flora ibérica y probable sobre otros ár- boles. 23. Fusarium Ricini (Béreng.). B\zz.— FHSÍspo?'ium Ricini, Bé- rong. — Sacc. iv, p. 71 1.— Ferr., //y/;/^., p. 94.— Trav. e Sp., p. I-2I. Hab. — En tallos y peciolos medio secos y secos de Ricinus commimis. — Jardines públicos de Sevilla, en Marzo. Especie nueva para la flora española, citada en la lusitánica por Bressadola. Las espórulas vistas por mí son fusoideas, falcadas, 3-septadas y de 25-30 X 3,5-5 ¡jl. Creo posible que esta especie, cuyos es- porodoquiüs son blanquecinos al principio y rosados á la madu- rez, sea wwÁ. forma de espórulas 3-septadas, del Fusarium roseum, Link, citado en Portugal por Traverso y Spessa (I), sobre Ricinus Zanziharinus. Torula protea Sacc— Sacc. iv, p. 1h'Á.—FQTv.,Hyph., p. 219. Hab. — En cañas secas y medio podridas de Arundo Donax. — Gnmino bajo de San Juan, Sevilla, en Abril. Nueva pai'a la flora ibéric;i. Bien distinta de la Torula dona- ciña, Thüm., citada en Portugal, por sus espórulas menores, que nunca llegan á las 8 [a de diámetro asignadas á esta última espe- cie. Las espórulas vistas por mí suelen pasar algo de las dimen- siones dadas por Saccardo, fluctuando generalmente entre 4-5 de diámetro, siendo á veces nucleadas cuando maduras. (1) Trav. e Sp. La fl míe. del Port., p. 162. DE HISTORIA NATURAL 437 De las especies comprendidas en este trabajo, el Phomopsis Paui es nuevo para la flora mundial, 13 nuevas para la flora ibérica, ó sean Puccinia Teucrii, P. Epilobii tetragoni. Uredo Andropo- (joni hirli, MeJaniitsora pnlcharrima, Peronospora Vahriímellae, Didymosphceria smaragdina, Diplodia^ Nerii, D. Mori, Hender- sema r macóla. Septoria Lycopersici, Microsticta Pomi, Tuber cularia confliiens ^ Tonda protea. y además de estas, nuevas para iine>ir.i fl >ra 6, i^ue son Puccinia Crepidis, Uredo Fici, Di- dymdla effusa, Leptosplueria Rusci , Microdiplodia pinnariim y FiisariuM Ricini. tín resumen: 20 especies uuev¿is para la flora española de las t?4 (jue se enumeran. Publicaciones qac ha recibido la í^eal Sociedad Española de flistoria natural durante los meses de Junio (con- tinuación) g dulio-Septiembre de 1914. ( L'i liste snirante servirá d' acensé de réception.) Inglaterra y sus Colonias Linnean Society of New South Wales, Sydney. Froceedings. Vol. xxxvni, nos 3-4. South African Mueeum, Capetown. Reportfor the year, 1913. The Canadian Entomologist, London. Vol. xlvi, n° 6. The Entomologist's Record and Journal of Variaticn, London. Vol. xxvi, n° 6. The Zoologist, London. Vol. xviii, n° 876. Italia Societá di Scienze naturali ed economiche di Palermo. Giornale di Scienze naturali ed economiche. Vol. xxx. Societá italiana di Scienze naturali in Milano. Atti. Vol. luí, fase. 1 ° Monaco Inetitut océanographique, Monaco. Bulletin. Nos 289-293. República Argentina Sociedad Physis, Buenos Aires. Boletín. Tomo i, n" 6. Rusia Kaukasische Museum, Tiflis. Mitteilungen. Band vii, lief. 3-4. V 433 boletín de la real sociedad española Société ouralienne des Amia des Sciences naturelles, Ekaterinoslaw. Bulletin. Tomes xxxiii; xxxiv, livr. 1-2. Suiza Société zoologique suisse et Muséum d'Histoire naturelle de Genéve Revue suisne de Zooloijie. Vol. 22, nos 9-10. Cabré (J.) y Hernández-Pacheco (E ) — Avance al estudio de las pinturas prehistóricas del extremo sur de España (Laguna de la Janda). (Trab. Gom. invest. paleontol.. n.° 3.) Carte géologique intemationale de V Europe, livr. iv, Berlin, 1902. Silva Tasares (J. da).— Derniéres nouveautés cécidologiques du Portugal (Broteria, vols. xi-xii.) |\íeses de üulio á Septiembre. Alemania Entomologische Litteraturblatter, Berlin. 1914, n° 7. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 21, nos S-4. Internationalen Entomologen-Vereiu, Stuttgart. Entomologische Rundschau. 31 Jahrg., nos 13-15. Insektenbórse. 31 Jahrg., nos 27-32. Societas Entomológica, xxix Jahrg., nos 13-16. Naturse Novitates, Berlin. 1914, nos 7-10. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xliv, nos 11-13. Zoologischer Museum, Berlin. Mitteilungen. Bandt 7, Heft 2. Austria-Hungría K. K. Naturhistorisches Hofmuseum, Wien. Annalen. Band xxvii, n° 4. Wiener Entomologische Zeitung, Wien. xxxiii Jahrg., Heft v-vi. Bélgica Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Alíñales. Tome Lvm, (i. Brasil Museu Goeldi de Historia natural e Ethnographia (Museu Paraense), Para. Boletim. Vol. viii. Costa Rica Ministerio de Fomento. San José. Boletín de Fomento. Año iv, n.os 2-3. Chile. Instituto Central Meteorológico y Geofísico de Chile, Santiago. Publicaciones. N.os 4_g. DE HISTORIA NATURAL 439 Ecuador Biblioteca Municipal, Guayaquil. Boletín. N.os 37-39. España Asociación española para el Progreso de las Ciencias, Madrid. Congreso de Madrid. Tomo n. Congreso de Granada. Tomo ix. Broteria, Tuy. Vol. xii, fase, ii, iv y v. Ingeniería, Madrid. N."s 334-339. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Año xxxviii, n.os 651-664. Instituto geológico de España, Madrid. Boletín. Tomo xxxiv. Instituto de Radiactividad, Madrid. Boletín. Vol. vi. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Roquetas. Boletín mensual. Vol. iv, n.^e |0-1). Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Memorias. Vol. xi, n.os 6-11. Real Sociedad Geográfica de Madrid. Boletín. Tomo lvi, trimestres 1.° á 4.°. Revista de Geografía Colonial y Mercantil. Tomo xi, n.os 4-6. Revista de libros, Madrid. Año ii, n.os 9-I0. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xiii, n.os 5-6. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Año xii, n.os 114-116. Estados Unidos y sus Colonias Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Proceedings. Vol. lxv, part 111; vol. lxvi, part i. American Museum of Natural History, New York. Annual Reportfor the year 1S13. Bulletin. Vol. xxxii. Carnegie Museum, Pittsburgh. Memoirs. Vol. 111. Davenport Academy of Sciences. Proceedings. Vol. xiu, pags. 1-46. Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. vii, n" b-1 . Department of the Interior. Weather Burean. Manila Central Obeervatory. Bulletin for January and Fehruary, 1914. Field Museum of Natural History, Chicago. Puhlications. 172-176. Johns Hopkins University Circular. 1913, no» 7-9. Missouri Botanical Garden, St.-Louis. Annals. V' ol. 1, n" 2. 440 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Museum of Comparative Zoology at Harvard College, Cambridge. Bulletin. Vol. lviii, n° 7. New-York Zoological Society, Zoológica. Vol. i, n° !6. Public Museum of the City of Milwaukee. Bulletin. Vol. xi, n° 4. Smithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Annual Report f or 1913 Bulletin. Nos 50, 84. 83, 87. Contributions /rom the U. S. National Herharium. Vol xviii, part 1. The American Naturalist, New-York. Vol. xlviii, nos 571-573. Tufts College, Massachussets. Studies. Vol. m, nos 3-4. University of California, Berkeley. Publicatinns. Vol. xi, nos lO-ll; vol. xii, nos i_3. Wilson Ornithological Club, Oberlin, Ohio. The Wilson Bulletin. Vol. xxvi, n" 2. Francia Académie des Sciences de París. Comptes-rendus. Tome 158, n° 26; tome 159, nos i_9^ n. Académie internationale de Géographie botanique, Le Mans. Bulletin. 23' année, nos 295-297. Faculté des Sciences de Marseille. Aúnales. Tome xxi, fase. i-iu. La Feuille des Jeunes Naturalistes, París. 44® année, 1.° 524. L'Echange, Moulins. 30* année, nos 355-366. Museum d'Histoire Naturelle de Paris. Bulletin. 1912, n° 8; 1913, nos I-7. Revue des Pyrénées, Toulouse. Bulletin. Tome xv. Revue genérale des Sciences purés et appliquées, Paris. 25'' année, nos 12-15 Société botanique de France, Paris. Bulletin. Tome lx, fíisc. i. Société botanique de Lyon. Tome sxxriii (1913). Société des Sciences naturelles de TOuest de la France, Nantes. Bulletin. 1913, n>'s !-2. Société de Spéléoiogie, Paris. Spelunca. Tome ix, n" 73. Société entomologique de France, Paris. Annales. Vol. lxxxiii, 2« trimestre. Société géologique de France, Paris. Bulletin. Tome xii, nos 7-8; tome xili, nos i_5. Société linnéenne de Normandie, Caen. BuUeUn. 6^ serie, vol. v-vi. Mémoires. Vol. xxiv, 2" fase. CJniversité de Toulouse. Bulletin. 2P année, u° 10; 22^ année, n" 1-S. (Continuará.) Sesión del 4 de Noviembre de 1914. PRESIDENCIA DEL SR. D. FLORENTINO AZPEITIA El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. — A continuación excusa la asistencia del Presidente de la So- ciedad, D. José Madrid Moreno, que no puede estar presente en la sesión á causa de ineludibles ocupaciones. Admisiones. — Fué admitido como socio vitalicio el presentado en la sesión de Octubre. Comunicaciones.— Los Sres. Hernández Pacheco y Garandell presentan una nota sobre investigaciones prehistóricas en la Ca- verna de la Peña de San Román (Asturias). — El Sr. Ferrer da cuenta de algunos de sus estudios sobre es- pongiarios y presenta la nota correspondiente. — El Sr, Bolívar y Pieltain entrega, para ser publicada, la des- cripción de un Coleóptero nuevo de Persia. — El Secretario presenta los folletos Cránes prehistoriqíies de Sepúlveda, Caracteres generaux de la Crania hispánica y Notes preliminaires sur les Crania hispánica, de los que es autor nues- tro ilustrado consocio D, Luis de Hoyos. Conferencia. — El Sr. D. Victoriano F. Ascarza, invitado por la Sociedad para dar una conferencia acerca del viaje realizado por la Comisión de astrónomos españoles que fué á Rusia para obser- var el eclipse total de sol ocurrido en el mes de Agosto último, hizo un relato muy interesante del fenómeno observado; explicó los instrumentos y aparatos de que se valieron los viajeros para las observaciones, y refirió los incidentes y peripecias acontecidos tanto á la Comisión española como á las de otros países, á causa de haber sorprendido á los astrónomos la declaración de la guerra durante su estancia en Rusia. Por último,* valiéndose del aparato de proyecciones, exhibió los lugares recorridos por ,1a Comisión española, la instalación de ésta en Teodosia, los aparatos de que Tomo xiv.— Noviembre, 1914. 28 442 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA hicieron uso nuestros astrónomos y pintorescas vistas de monta- ñas, puertos y paisajes de la Rusia meridional. El Sr. Fernández Azcarza fué muy aplaudido al terminar su interesante conferencia, y el Sr. Presidente le felicitó en nombre de la Sociedad, expresándole el agradecimiento de todos los que le habían escuchado. Secciones. — La de Valencia celebró sesión el 29 de Octubre, bajo la presidencia del R. P. Balach en el Laboratorio de Hidro- biología. — El Sr. Arévalo presenta como nuevo socio á D. Joaquín Rieta Sister, alumno de la Facultad de Ciencias. — El Sr. TruUenque hace donación de interesantes ejemplares mineralógicos para el Museo regional de la Sección, y muestra fotografías, planos y ejemplares referentes á una excursión que ha realizado á las Islas Columbretes, sobre las que prepara un trabajo. — Ei R. P. Balach refiere algunas observaciones sobre costum- bres de algunos reptiles que ha mantenido en cautividad en un terrarium. — El Sr. Arévalo da cuenta de haberse solicitado por el Direc- tor del Instituto general y técnico de Valencia, la creación, con carácter oficial, del Laboratorio de Hidrobiología, á fin de que pueda desarrollar con más amplitud sus iniciativas y reciba una organización apropiada, y la Sección acuerda apoyar dichas ges- tiones á fin de que tenga realidad oficial la fundación del pri- mer Laboratorio español destinado al estudio biológico de nues- tras aguas dulces. — La de Sevilla celebró sesión el 1.* de Noviembre de 1914, bajo la presidencia de D. Pedro García Velázijuez. — El Sr. Presidente dijo que, como se había anunciado en las citaciones, iba á procederse á elegir Junta para el año de 1915. Se suspendió la sesión por diez minutos, y después se procedió á la votación, cuyo resultado fué quedar elegidos los señores siguientes: Presidente: D. Lorenzo Torremocha. Vicepresidente: D. 'Francisco de las Barras. Tesorero: D. Romualdo González Fragoso. /Secretario: D. Francisco Doblado. DE HISTORIA NATURAL 443 Los elegidos, que estaban presentes, hicieron uso de la palabra para mostrar su agradecimiento y proponer un voto de gracias para la Junta que cesará á fin de año, siendo concedido por una- nimidad. El Sr. González Fragoso leyó una nota titulada: «uredo Holos- chaeni GsiSl. = Urom7/ces Junci (Desm.) Tul», que se agrega al acta. — La de Barcelona se reunió el 24 de Octubre, bajo la presi- dencia de D. Luis M. Vidal. — El Sr. Mas de Xaxars presenta como nuevo socio numerario ú D. Manuel Vidal y López. — D. Luis Mariano Vidal hace donación á la Biblioteca de la Sección de ios siguientes folletos de que es autor: «Aguas termales de Caldas de Malavella (provincia de Gerona)». «Cuatro palabras sobre las salinas de Cardona y su edad geo- lógica.» «Nota paleontológica sobre el silúrico superior del Pirineo ca- talán.» — El Sr. Mas de Xaxars presenta un trabajo suyo, titulado: «El Carabus catenulatus Scop. en Centellas». Notas y comunicaciones Los Filántidos de España O POR RICARDO GARCÍA MERCET Caracteres. — Cabeza, generalmente, más ancha que el tórax. Ojos ovales, que llegan á la base de las mandíbulas; á veces con una sinuación ó escotadura en el borde interno de las órbitas; estemas normales; clípeo transverso, trilobado, con el lóbulo cen- tral mayor que los laterales, y éstos provistos, sobre el borde an- (1) Este trabajo es análogo al que publiqué en las páginas 161 á 167 de nuestro Boletín del año 1910, con el título Los Lárridos de España; Tino y otro tienen por objeto contribuir al conocimiento de la fauna de los Himenópteros Esfégidos de nuestro país. 444 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA terior, en el cf , de uuas brochas ó pinceles sedosos; antenas in- sertas por encima del clípeo, de 13 artejos (cf ) ó 12 (9); mandí- bulas sin escotadura en el borde inferior. Pronoto, mesonoto, es- cudete y posescudete conformados normalmente; callos humera- les apartados de la base de las tégulas (Cerceris, Nectanehus) 6 casi contiguos (PMlanthus); segmento medio corto. Alas anterio- res con la célala radial redondeada ó lanceolada, y tres células cu- bitales, de las que la segunda puede ser peciolada (Cerceris). Patas relativamente finas; tibias y tarsos espinosos. Abdomen sentado^ subpeciolado ó peciolado (Trachypus); primer segmento general- mente nodiforme, á veces normal; último anillo con un espacio 6 área pigidial que limitan fuertes quillas laterales ó sin área pigi- dial bien limitada. Géneros de esta tribu que tienen representación en España: PMlanthus^ Nectanehus, Cerceris. Cuadro dieotómico de los géneros. — Ojos enteros, con los bordes internos de las órbitas paralelos entre sí ó ligeramente convergentes hacia el vértice; frente provista de una cresta ó quilla longitudinal entre las ante- nas; antenas normales; alas anteriores con la célula radial redondeada en el ápice; último segmento dorsal del abdo- men con fuertes quillas longitudinales; segmento medio provisto de un área triangular bien señalada; ápice de los fémures posteriores ensanchado y truncado, formando un espacio reniforme, en el que se inserta la tibia 2 — Ojos reniformes, escotados en su borde interior, convergentes hacia el vértice; frente sin quilla entre las antenas; ante- nas engrosadas hacia el ápice; célula radial muy larga, lan- ceolada; último segmento dorsal del abdomen desprovisto de fuertes y salientes quillas laterales; segmento media desprovisto de área triangular ó con un área no perfecta- mente señalada; fémures posteriores normales Gen. PMlanthus F. Especies españolas: Ph. triangulum F., Ph. corona- tns F., PJi. vennstus Rossi, Fh. Bolivari Mercet, Ph. Andahisiacns Kohl. 2-. Segunda célula cubital de forma ordinaria; la tercera un poco mayor que la segunda y claramente estrechada hacia el DE HISTORIA NATURAL 445 nervio radial; antenas insertas relativamente cerca de la base del clípeo Gen. Nectanehis Spinola. Especies españolas: N- baeticus Pérez. Segunda célula cubital peciolada; la tercera mucho mayor y poco ó nada estrechada hacia el nervio radial; antenas in- sertas á bastante distancia de la base del clípeo Gen. Cerceris Laireille. Especies españolas: C. hracteata Ev., C. luctuosa Costa, C. leucozonica Schlett., C. Ferreri V. de L., C. inte- TTupta Panz., C- Peni7isularis Mercet, C. laMata F., C. bellona Mercet, C. tuberculata Vil)., C. 4-ci?ic¿aYi\\., C. 5 fasciata Rossi, C. quadrifasciata Panz., C. dacica Schlett., C. conigera Dahlb., C. cajMata Smith, C. are- naria L., C. ibérica Schlett., C. 4-macuIala Duf., C. va- riolosa Costa, C. rubida Jur., C /wwere« GosIh, C. lu- nata Costa, C. variabilis Schrank., C. emarginata Panz., C. bupresiicida Duf., C. tenuivitlata Duf., C. melanothorax Schlett., C. Radoszkowskyi Schlett., C. specularis Costa, C. consobrina Kohl, C. Lindenii í.ep., C. jiamventris V. de L., C. dorsalis Duf. Especies nuevas. Philantlius Bolivari nov. sp. cf . Negro manchado de amarillo, pubescente. Clípeo, frente, lados de la cara, sienes, base de las antenas, borde superior del pronoto, callos humerales, tégulas, mancha en las mesopleuras, escudete y posescudete, fémures, tibias y tarsos, manchas latera- les ó bandas interrumpidas sobre los anillos 1-6, de color blanco amarillento ó amarillo de cromo; escudete aveces completamente negro; posescudete muy rara vez negro del todo; lados del seg- mento medio, por excepción, con una pequeña mancha amarilla; entre el amarillo de la frente y el de la cara una franja negra más ó menos irregular. Cabeza mate, fina y apretadamente punteada; clípeo y lados de la cara recubiertos de fina pubescencia blanque- cina; clípeo poco convexo, conformado como en la figura 2.«; an- tenas relativamente no muy cortas; escapo, 1.°, 2.", 3." y 4." artejos del funículo amarillos; primer artejo del funículo, moniliforme; segundo, estrecho y alargado, tan largo ó un poco más que los 446 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA dos siguientes reunidos; tercero del funículo, algo más largo que ancho; los artejos aumentan de grosor á partir del tercero. Meji- llas cortas, apenas de la longitud del tercer artejo del funículo. Mesonoto con tres surcos longitudinales que arrancan del borde anterior; mesonoto y segmento medio, excepto el área triangular^ muy punteados, casi mates; escudete y posescudete bastante con- vexos, brillantes y con puntuación muy espaciada; área triangu- lar del segmento medio, casi lisa, lustrosa, muy brillante, con un surco profundo en el centro. Alas ligeramente amarillentas, obs- curecidas en el tercio apical; estigma celuliforme; primera célula cubital más de tres veces más larga que ancha. Caderas negras, amarillas en el ápice; trocánteres negros; fémures rojizos en la base; tibias posteriores con dos filas de espinas en la cara exter- na. Abdomen subpeciolado, primer segmento fuertemente pun- teado, más largo que ancho; más estrecho en el ápice que la base del siguiente, con dos manchas amarillas laterales; los restantes segmentos, más fina y esparcidamente punteados; segundo, terce- ro y cuarto, con manchas laterales amarillas, que casi llegan á con- fluir; quinto y sexto, con una mancha dorsal formada por dos manchas laterales confluentes; séptimo segmento, negro; todos los segmentos ventrales con pelosidad blanquecina; en los últimos la pelosidad abundante llega á ser lanuginosa; segundo, tercero, cuarto y quinto segmentos ventrales, con manchas anarillas á los lados; el resto del vientre, negro; el segundo semi-anillo ventral, á veces rojizo. Long., 13-14 mm. 9. Parecida al macho, del que se diferencia por los caracteres siguientes: Frente con una mancha transversal, pequeña, amari- lla; escudete negro, posescudete amarillo, segmento medio con dos manchas grandes amarillas; frente mate, de puntuación muy apretada; vértice lustroso, esparcidamente punteado; mesonoto, escudete, posescudete y segmento medio muy brillantes, el prime- ro con puntos sobre el tercio anterior, el resto casi liso; sexto seg- mento del abdomen triangular y amarillento, cubierto de finísima pubescencia aterciopelada. Caracterizan también á esta hembra, diferenciándola de Ins especies afines, las antenas, más bien lar- gas, con los artejos 3.°, 4.'* y 5.° del funículo más largos que an- chos; las alas anteriores presentan la primera célula discoidal muy alargada, más de cuatro veces más larga que ancha. Lon- gitud., 14 mm. Madrid, Ávila, Alicante. DE HISTORIA NATURAL 447 Observaciones. — Especie afín de P. veíitisius y, sobre todo, de P. vañegatns, de los que se distingue por los caracteres siguientes: P. variegatus. cf . Gara y sienes completamente amarillas; mesonoto muy brillante, casi liso; escudete y posescudete completamente ama- rillos; segmento medio con dos grandes manchas laterales ama- rillas; primera célula cubital poco más de dos veces más larga que ancha. 9. Antenas amarillento-rojizas, cortas, gruesas; 3.°, 4.^ y 5."* artejos del funículo más anchos que largos; mesonoto con alguna puntuación esparcida; los tres primeros segmentos del abdomen finamente punteados; la puntuación densa. P. venustus. cf . Glípeo como en la figura 1.*; clípeo y lados de la cara ama- rillos; el resto de la cara negro, ex- cepto una pequeña mancha amarilla sobre la frente; mesonoto brillante, con alguna puntuación espaciada; es- cudete y posescudete negros ó man- chados de amarillo; primera célula Fig. i.»-ciípeo de paí7«wímAs ^e- ' ^ nustus (muy aumentado). cubital tres veces más larga que ancha. 9. Antenas amarillentas, negruzcas en el dorso; mesonoto y los tres primeros anillos del abdomen bastante punteados. P. Bülivari. cf. Glípeo como en la figura 2.' Gara amarilla, excepto una línea transversa negra entre las antenas; mesonoto muy pun- teado, casi mate; primera célula cubital tres veces más larga que ancha. 9 Antenas relativamente lar- gas; funículo amarillento rojizo en la cara inferior, negruzco eu Fig. 2.»-ciípeo de Phiíanthus Boiivari q\ dorso; 3.°, 4." v 5." arteíos del (muy aumentado). i ' j j funículo más largos que anchos; mesonoto muy esparcidamente punteado; los tres primeros anillos del abdomen casi lisos; la puntuación muy espaciada. Tengo mucho gusto en dedicar la nueva especie de Phiíanthus 448 boletín de la real sociedad española al joven y entusiasta entomólogo D. Cándido Bolívar y Pieitaíu, que tan meritorios trabajos viene publicando sobre Coleópteros y Ortópteros. Cerceris bellona nov. sp. Del grupo del C. labiata y C. Peninsularü. 9. Negra, manchada de amarillo. Lados de la cara y lóbulos laterales del clípeo con manchas amarillas; epístoma amarillo, bordeado de negro; mandíbulas amarillas, negras en el ápice; dos pequeños puntos amarillos detrás de los ojos; escapo amari- llo; funículo amarillento rojizo por debajo, negruzco en el dorso; pronoto con dos grandes manchas amarillas; tégulas y posescu- detes amarillos; patas amarillas, con las caderas, los trocánteres, la base de los fémures 1." y 2.° y la cara dorsal de los terceros, negruzcos; primer anillo del abdomen con dos manchas laterales amarillas; borde posterior de los segmentos dorsales 2-4 con una banda amarilla muy ensanchada lateralmente; el resto del cuerpo, negro. Cabeza, vista de frente, más ancha que larga, más densamente punteada que en C. lahiata; epístoma levantado en lámina libre, más ancho que largo, ligeramente estrechado hacia el ápice, en el borde anterior sinuoso ó parcamente escotado; antenas finas y largas; segundo artejo del funículo casi tan largo como los dos siguientes reunidos; los artejos del funículo aumentan de espesor del 2.° al 10; tórax más densamente punteado que en C. laMata; metapleuras transversalmente estriadas; área triangular del seg- mento medio con estrías longitudinales. Alas ligeramente ahuma- das hacia el tercio apical y sobre la célula radial; la disposición de las células como en C. lahiata. Metatarsos anteriores con siete espinas sobre el borde exterior; tibias posteriores en el borde ex- terno, con una aserradura formada por siete dientes, cada uno de los cuales lleva una espinila, excepto el apical, que lleva tres. Abdomen poco brillante; la puntuación dorsal más apretada que en C. laMata; área, pigidial punteada, mate, estrecha y alargada, redondeada en el ápice; un poco más estrecha en el extremo que en la base, pero no tan estrechada como en C. lahiata. Longi- tud, 12-14 mm. (^. Igual á la hembra, de la que se distingue por los caracte- res siguientes: cara y clípeo completamente amarillos; epístoma li- geramente convexo, desprovisto de lámina libre; segundo artejo DE HISTORIA NATURAL 449 del funículo un poco más largo que el tercero; primer segmento abdominal completamente negro ó con dos punios amarillos late- rales; los anillos 2-6 con una banda estrecha amarilla sobre el borde posterior; área pigidial más gruesamente punteada; 7." seg- mento ventral con un pincel amarillo á cada lado; todos los seg- mentos ventrales más pubescentes. Long., 11-13 mm. Provincia de Madrid (Aranjuez, Montarco) Alicante y Orihuela. Observaciones. — Especie muy próxima á C. labiata y afine también de G. Peni7isularis, de las que se distingue por los ca- racteres siguientes: C. labiata. 9- Cabeza vista de frente, redondeada, tan larga como ancha; lámina delepísloma, tan ancha como larga; espacio triangular del segmento medio, finísimamente estriado y las estrías muy nume- rosas; metatarsos anteriores con seis espinas sobre el borde exte- rior; tibias posteriores con una aserradura en el borde externo, formada por seis dientes, cada uno de los cuales lleva una espi- nita, excepto el apical que lleva tres; área pigidial estrecha, alar- gada, redondeada en el ápice. C. Lellona. 9. Cabeza, vista de frente, un poco achatada, más ancha que larga; lámina del epístoma, más ancha que larga también, ligera- mente sinuada en el ápice; espacio triangular del segmento me- dio con estrías gruesas y tan poco numerosas, que pueden con- tarse; metatarsos anteriores con siete espinas sobre el borde exte- rior; tibias posteriores con una aserradura en el borde externo, compuesta de siete dientes, cada uno de los cuales lleva una es- pinita, excepto el apical, que lleva tres. Área pigidial un poco más ancha y no tan estrechada hacia el ápice como en C. labiata. C. Penlnsularis. 9. Tamaño menor, 9 mm. Callos humerales, escudete y lados del segmento medio amarillos ó manchados de amarillo, rarísima vez el escudete negro; área triangular del segmento me- dio, lisa en el centro, estriada en los bordes; metatarsos anterio- res con seis espinas sobre el borde exterior; tibias posteriores con una aserradura en el borde externo, compuesta de seis dientes. 450 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Cerceris Peninsularis G. Mercet. Esta especie fué descrita, para el sexo masculino solamente, en el Boletín de nuestra Sociedad del año 1903 (páginas 103-104). La hembra, inédita aún, ofrece los caracteres siguientes: Lados de la cara, lámina libre del epístoma y lóbulos laterales del clípeo, manchados de amarillo; mandíbulas amarillas, rojizas en el ápice; sienes con una mancha amarilla; antenas amarillen- tas, negruzcas hacia el ápice; borde superior del pronoto, callos humerales, tégulas, escudete y posescudete amarillos; segmen- to medio con dos grandes manchas amarillas laterales; borde posterior de los anillos abdominales 1-5 cm. una banda amarilla que cubre por lo menos la mitad del segmento; el resto del cuer- po negro. Patas amarillas, con las caderas y los trocánteres ne- gros. Alas ligeramente ahumadas, más obscurecidas sobre la cé- lula radial y el borde apical. Lámina libre del epístoma corta, estrechada hacia el ápice, más ancha que larga; cabeza y dorso del tórax esparcidamente pun- teados; propleuras y metapleuras transversalmenie estriadas; área triangular del segmento medio oblicuamente estriada; metatarsos anteriores con seis cerditas sobre el borde externo; tibias poste- riores con una aserradura externa formada por siete dientecillos provistos cada uno de una espinita; área pigidial alargada, mate, punteado-rugosa, redondeada en el ápice; sexto segmento ventral con un mechoncito pubescente á cada lado. Long., 9 mm. Provincia de Madrid, Sierra de Guadarrama. Observaciones. — Especie muy próxima á Cerceris iiilerrwpta, del que se diferencia-'por los siguientes caracteres: C. interrupta. Dibujos de color blanco; escudete y segmento medio negros; anillos abdominales 1-5 con manchas laterales blanquecinas; pa- tas rojas; tibias posteriores con seis dientes sobre el borde exter- no; puntuación del dorso apretada. C. Peninsularis. Dibujos de color amarillo; escudete y segmento medio mancha- dos de amarillo; bandas abdominales enteras; patas amarillas; tibias posteriores con siete dientes sobre el borde externo; pun- tuación del dorso más espaciada que en C. interrupta. DE HISTORIA NATURAL 451 Estudios sobre Espongiarios POB FRANCISCO FERRER Describe Topsent en su trabajo «GoiUribiUioa á l'étude des Spongiaires de rAtlantique Nord» una esponja nueva, de la que sólo posee un fragmento, recogida por el Hirondelle, y que clasi- fica como perteneciente al género Tetilla, si bien, por poseer esti- los como megascleras y tener una forma externa prismática, cosa que no ocurre á las demás Tetilla conocidas, establece una espe- cíe nueva. A nuestro entender, la mencionada forma externa y la natura- leza de sus megascleras, hubieran ya sido razones suficientes para que el autor dudase mucho en incluir la esponja de que se trata, dentro del género Tetilla. Mas hay otras razones que redundan en favor de la no inclusión de este interesante ejemplar en el men- cionado género. Efectivamente; en las Tetilla conocidas, como en gran parte de las Astro- y Sigmatotetraxónidas , las anairieuas, al igual que todas las trienas, ocupan una posición determinada que suele ser perpendicular á la superficie de la esponja, y la disposición esque- lética ó es confusa ó se orienta de modo que va siendo cada vez más y más radiada; pero nunca se ve en ella la tendencia á imi- tar otras disposiciones propias de familias que han evolucionado en sentido muy diferente, como las Haploscleridae y las Axi~ nellidae . La esponja que nos ocupa, tiene precisamente un armazón es- quelético del tipo axinélido, esto es, formado por estilos reunidos en haces que forman fibras con bastante cemento de esponjina. Estos haces son más densos en el centro de la esponja, de modo que vienen á constituir un eje del que parten según ángulos agu- dos otros haces que llegan hasta la superficie. Debido á esta dis- posición de la estructura interna, presenta la esponja una forma externa prismática y ramosa, como hemos podido comprobar con un buen ejemplar que poseemos. Hay más; las mencionadas anatrienas, no se encuentran aquí colocadas de aquella manera que es característica en las Astro- y 452 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Sigmatotetraxónidas, sino que, por el contrario, las vemos inclui- das en las mismas Abras espiculosas y con más abundancia en la fibra central que en los haces secundarios que llegan hasta la superficie, recordándonos una muy semejante disposición, como es la del género Acarnus; si bien en este último género la ana- triena ha sufrido una modificación que la ha convertido en cla- dostilo, es decir, una anatriena cuyo eje no acaba por su parte distal en punta finísima, sino que se engruesa y redondea en dicho extremo. Por su disposición esquelética, pues, y por la presencia de ana- trienas que erizan las fibras espiculosas, debería incluirse tal esponja entre las Ectyoninae en sitio próximo á los géneros Ras- pailia, Acarnus^ Tri/ientrion y Cycimon. Pero la presencia de protrienas, aunque en muy escaso número, nos ha de obligar á considerarla como verdadera tetractinélida, que por las afinida- des indicadas no podemos por menos de incluir entre las Sigma- totetraxónidas. Llegados á este punto, vemos que no existe género ni familia alguna entre las Sigraatotetraxónidas capaz de contener una es- ponja que presente los caracteres indicados, por lo cual tendre- mos que establecerlos. Familia Ectyonillidae nov. «Sigmatophoracon escasas protrienas ó sin ellas y esqueleto de disposición axinélida. Espículasque erizan las fibras esqueléticas, anatrienas ó formas derivadas.» Género Ectyonilia nov. «Con protrienas. Anatrienas que erizan las fibras espiculosas. Esqueleto del tipo axinélido. Sin microscleras.» Ectyonilia truncata Topsent. Citada por Topsent de las costas de Asturias. (Estación núm. 58 del viaje del Hirondelle, 1886.) Existe un bonito ejemplar en la colección del profesor Linares, depositado en la Estación de Biología Marítima de Santander. * » « DE HISTORIA NATURAL 453 Otras esponjas interesantísimas se nos han presentado al es- tudiar la colección del referido profesor, que daremos á conocer en un próximo trabajo, continuación del que hemos ya publicado á principios del presente año (1). Mas entre ellas poseemos varios ejemplares de una especie que es muy parecida á la Eciyonillct truncata Topsent, de la que se diferencia, sin embargo, por su aspecto externo y por la carencia de protrienas, caracteres que nos obligan á separarlos en un nuevo género, á saber: Género Cantabrina nov. aEctyonillidae sin protrienas. Anatrienas que erizan las fibras espiculosas y además estilos lisos delgados, formados seguramente por pérdida de los cladios de aquéllas y que erizan también las fibras esqueléticas.» Cantabrina erecta n. sp. Esponja erecta, algo aplastada ó lobulada, de superficie rugosa resistente, conulada, hirsuta. A veces se extiende en lámina erecta y encorvada, de borde muy irregular, y otras se presenta algo más redondeada, pero también erecta y extendida. El esqueleto, de tipo axinélido, consta de haces espiculosos que, desde la parte inferior y céntrica, se extienden hacia la superficie, sobresaliendo de ella, formando cónulos, recordándonos bastante la estructura de las Acanthella, y está formado por estilos li- sos, unidos por esponjina. En los haces espiculosos existen ana- trienas, en mayor ó menor número, que los erizan de un modo semejante á lo que sucedía en la Ectyonilla truncata Topst.; ade- más de estas trienas existen estilos largos y finos que al princi- pio creímos eran los ejes de las anatrienas, pero que, seguidos hasta alcanzar su extremo proximal, pudimos convencernos de que eran estilos lisos que erizan las fibras espiculosas y que, con probabilidad de acierto, podemos suponer sean derivados de las anatrienas por pérdida de los cladios. Habitat: El Cierzo (Santander).— Ejemplar recogido en 2 de Ju- lio de 1893. Existe en la colección de la Estación de Biología Ma- rítima en Santander. Es erecto y lobulado. (l) Trabajos del Museo de Ciencias Naturales. Esponjas del Cantábri- co. Parte i. 454 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Sequel (Santander).— Otro ejemplar recogido el 4 de Agosto de 1906 á 20 brazas de profundidad. Es erecto y lobulado. Cantabrina erecta var. palmata nov. Oiro ejemplar existe de íorma más aplastada y extendida. La disposición esquelética es idéntica á la de la especie que acabamos de describir, y su espiculación es también la misma; pero existen en tan pequeñísimo número las anatrienas, que en doce preparaciones hechas sólo hemos encontrado una. Por el contrario, abundan los estilos delgados, que van sustituyendo á las anatrienas como espíenlas que erizan las fibras del esqueleto. Habitat: Santander. — Ejemplar recogido en 27 de Agosto de 1894. * * Finalmente, hemos de ampliar lo dicho para la comprensión de nuestra nueva familia EctyonilUdae. Existen varios géneros de aiiiiguo conocidos, Raspailia, Cya- mon, Trikeiiirion, Diciyocylindriis, de colocación muy dudosa en las actuales clasificaciones. Dendy, en 1905, los incluye entre las Ectyoninae, á pesar de sus afinidades con los Axinélidos, si bien él mismo confiesa falta investigar bien el asunto para resolver el sitio que deben ocupar en la sistemática. Hentschel, en 1912, al hablar de las Axinéllidae, vuelve á poner sobre el tapete la cues- tión de la afinidad entre la subfamilia Ectyoninae de las Desma- cidonidae, y las Axinéllidae. Nosotros creemos que por su estructura esquelética y por la presencia de ciertas espíenlas especiales (estilos espinosos, triacti- ñas, telractinas más ó menos espinosas, etc.), los géneros más arriba mencionados deben ser separados de entre las Ectyoninae, con lo cual esta subfamilia quedará reducida y ellos irán á for- mar parte de nuestra familia EctyonilUdae, que así comprende- rá una serie evolutiva de géneros muy afines, que tal vez nos pongan más en claro el camino que han seguido en su evolución los Axinélidos. Otra razón para hacerlo es la consideración de las especiales es- píenlas que erizan las fibras esqueléticas. A nuestro modo de ver, ellas pueden ser tenidas como formas derivadas de la más senci- lla forma de anatriena, que por reducción de los cladios acaba por DE HISTORIA NATURAL 455 convertirse en estilo liso ó espinoso, ó que por aumento de ellos llega á formar las tri-, tetra-, penta-, hexantinas ya citadas; al re- vés de lo que cree Dendy, quien imagina que de los estilos espi- nosos pueden aparecer por complicación de forma los cladostilos y las acantoactinas. De este modo quedaría constituida la familia EctyonilUdae de la siguiente forma: Familia EctyonilUdae. Género Ectyo7iilla nov. — Con protrienas. Anatrienas que eri- zan las fibras espiculosas. Esqueleto del tipo Axinélido. Sin mi- croscleras. Género Cantabrina nov. — Sin protrienas. Anatrienas que eri- zan las fibras espiculosas y además estilos lisos delgados que erizan también las fibras esqueléticas. Esqueleto del tipo Axinéli- do. Sin microscleras. Género Raspailia Nardo. — Sin protrienas. Estilos espinosos que erizan las fibras espiculosas. Esqueleto del tipo Axinélido. Sin microscleras. Género Dictyocylindrus Bovv. — Sin protrienas. Poliactinas es- peciales, foiiuando un pequeño áster, probablemente derivados, como los estilos espinosos, de la anatriena primitiva. Esqueleto del tipo Axinélido. Sin microscleras. Género Cyamon Gray. — Sin protrienas. Acantoactinas proba- blemente homologas de los estilos espinosos y derivados de la anatriena primitiva. Esqueleto á veces del tipo Axinélido. Sin mi- croscleras. Género Trikentrion Ehlers. — Sin protrienas. Acantoactinas que erizan las fibras esqueléticas. Esqueleto á veces del tipo Axi- nélido, formado por estilos y oxeas. A veces con ráfidos por mi- croscleras. 456 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Diagnosis de un nuevo «Broscus» de Persia (Col. Car.) POR CÁNDIDO BOLÍVAR Y PIELTAIN Broscus (Broscodes subgen. nov.) Karumicus nov. sp. Loe. Persia: Bazuft, en el alto Karum. vr, 1899. Recogido por el Sr. Martínez de la Escalera. Dos cTcf (en la col. del Museo de Madrid y en la del Sr. Escalera). Long,, 10 mm. Coloración pardo-rojiza; cabeza y prolórax verdes, brillantes; antenas y palpos amarillento-rojizos; élitros azulados, con visos verdosos, con la extren:}idad pardo-rojiza; patas amarillentas. Cabeza gruesa, redondeada, fuerte y aisladamente punteada. Antenas dirigidas hacia atrás, alcanzando el borde posterior del protórax, cubiertas por pubescencia dorada, finísima, desde la mitad del artejo 4.° Con una sola cerda supraorbital, colocada liacia la parte media del borde interno del ojo. Protórax subcordiforme, de superficie ligeramente convexa, apenas más largo que ancho, redondeado con regularidad en su porción anterior y estrechado fuertemente en su quinta parte pos- terior. Línea media estrecha, pero muy marcada. Disco aislada- mente punteado, haciéndose confluente la puntuación hacia los bordes anterior y posterior. Bordes laterales estrechísimamente rebordeados, entero?, provistos únicamente de una cerda rígida colocada en el tercio anterior. Parte inferior gruesa y aislada- mente punteada. Élitros oblongos, dos veces más largos que anchos en la base, de superficie aplanada; obtuso-redondeados en los húmeros, des- pués de lados casi paralelos y regularmente redondeados hacia el ápice desde su tercio posterior. Superficie surcada por ocho es- trías, gruesamente punteadas; la segunda estría presenta en su comienzo una larga cerda;] interestrías planas, lisas, brillantes. El espacio comprendido entre la estría 8.* y el borde lateral pre- senta en el tercio posterior de los élitros tres cerdas, separadas entre sí por espacios próximamente iguales. Alas bien desarro- lladas. DE HISTORIA NATURAL 457 Mesosternon y metasternon, así como sus epimeros y epister- nones correspondieates, gruesamente punteados. Patas de fémures y tibias unicolores. Tarsos por encima no pubescentes, presentando únicamente el último artejo cerca de su extremidad dos fuertes cerdas; los anteriores en el cf con los tres primeros artejos anchamente dilatados, provistos inferiormente de largas y abundantes cerdas rígidas. Abdomen por debajo aisladamente punteado, haciéndose la puntuación más fina hacia los últimos anillos; 6.° esternito ven- tral del cT presentando únicamente una cerda á cada lado en su margen posterior. Las diferencias entre esta especie y las restantes conocidas del género son tan grandes, que me inclinan á proponer la creación de un nuevo subgénero, que denominaré Broscodes, y que podría caracterizarse por presentar una sola cerda á cada lado en el pro- tórax, los segmentos torácicos en su totalidad por debajo fuerte- mente punteados y los élitros presentando ocho estrías, profun- damente punteadas en toda su longitud. Investigaciones prehistóricas en la caverna de la Peña, San Román (Asturias) POE E. HERNÁNDEZ-PACHECO Y J. CARANDELL Y PERICAY El pueblo de San Román de Cándamo se halla enclavado en la margen derecha del río Nalón, á poca distancia de Pravia, junto al ferrocarril de Oviedo á San Esteban de Pravia, y ahora y me- dia escasa de tren desde Oviedo, La naturaleza del terreno, con enormes escarpes calizos, se presta á la existencia de cavernas diseminadas profusamente por varios pueblos de la comarca. La caliza de la Peña de San Román parece corresponder al devónico. Con objeto de obtener directamente reproducciones de los im- portantes datos pictóricos que la referida cueva encierra, cono- cidos por uno de nosotros desde el verano último, y mostrados recientemente por nuestro colega el señor Conde de la Vega del Sella al profesor Obermaier, emprendimos á principios de Octu- bre próximo pasado, una rápida expedición á aquella comarca ToMOxiv.— Noviembre, 1914. 29 4S8 boletín de la real sociedad española asturiana, y resultados de nuestra visita á la cueva de San Ro- mán han sido los calcos obtenidos de las pinturas paleolíticas que en aquella región existen. La Peña de San Román tiene estos caracteres: constituye una abrupta prominencia situada al E. del pueblo, que se disemina en la falda de aquélla. La cueva se halla á una altura de 200 m. sobre el nivel del mar, y se abre en la caliza siguiendo la direc- ción NNW.-SSE. El acceso desde San Román es relativamente difícil, invirtiendo unos treinta minutos en escalar el peñasco, pues la vertiente no baja de 45°. Los rasgos tectónicos son: una dirección dediaclasas NE.-SW., que buzan levemente al 4.° cuadrante, las cuales predominan, siendo también aquélla la dirección axial de la Peña; y otras dia- clasas dirigidas de NiNW. á SSE. La caverna debió ser producida más bien por hundimiento que por causa química, por cuanto en el exterior de la peñase advier- ten evidentes huellas de descensos, los cuales confirman de ua modo singular las galerías abiertas á distintos niveles, de tanta profundidad cuanto escaso es el espacio que han dejado tras sí los bloques de caliza deslizados y hundidos. La arquitectura de la cueva consiste en una primera nave, lar- ga y estrecha, á cuya derecha é izquierda se abren dos profundas galerías. A medida que se avanza, encuéntrase un angosto paso por entre columnas estalaclítícas, que comunica con otra gran sala circular, de bóveda casi hemisférica y elevada, cuyas paredes es- tán exornadas por columnatas constituidas por haces de fustes, á modo de los pilares góticos con un paralelismo que les presta in- comparable belleza. Otra pequeña oquedad, constituida por una angosta galería en la que se encuentran acarreos de cantos rodados de cuarcita, termina la caverna. Según se Jesciende á la nave central se divisan los rasgos pic- tóricos en un lienzo de la pared, á mano derecha, que eslá to- davía intacta ó solamente recubierta á trozos por concreciones calcáreas. Cierto es — conviene señalarlo, bien á pesar nuestro, — que manos poco cultas han destruido parte de las notables pintu- ras, pero aún pueden estudiarse las excelentes que escaparon á la destructora curiosidad. Se advierte, desde el primer momento, la dualidad de color y de manifestación artística: las figuras están pintadas en rojo ó en negro, atravesando algunas veces las pinturas rojas á las negras, DE HISTORIA NATURAL 459 como si fueran más modernas. Destácanse en seguida, por la delicada corrección y exactitud de la línea, varias ciervas, una cabeza de ciervo y algunas cabezas de bóvido, todas con gran cor- namenta; dos cabezas de caballo, dibujadas una en rojo y otra en negro. Se ven signos punliformes, oscuros y negros, en do- bles series; varios tecliformes, un dibujo de grandes dimensiones, representando un animal, poco definido por su estado borroso; una figura antropomorfa de tipo nuevo, y sobre todos una cabeza de bisonte. Los dibujos tienen el gran realismo propio de las pinturas pa- leolíticas. Los grabados se presentan no muy claros, combinados ó no con la pintura. En un lienzo de pared se ve, encima de una cabe- za de ave, dibujada en negro, el perfil rojizo de un caballo, el cual está seguido á su vez por el grabado, pues la huella del cincel continúa y persiste donde la coloración ha desaparecido. Además se aprecian una figura antropomorfa y representaciones de diver- sos animales. La época de las pinturas paleolíticas parece corres- ponder al auriñaciense y en parte al magdaleniense, no habién- dose hallado huella alguna de la época neolítica. En la visita que efectuó el Conde de la Vega del Sella descubrió debajo de una delgada costra de concreción caliza, dos dibujos de toros en rojo, también de intenso realismo. Hechos los calcos y fotografías, una vez levantado el plano de la caverna, y antes de abandonar el país, quedó cerrada la cueva de la Peña de San Román con una puerta, para que se conserven así mejor las pinturas prehistóricas, que son ya objeto de un es- tudio monográfico que se publicará en los trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas. «Uredo Holoschaeni» Cast.— '.;Urümyces Junci» (Desm.) Tul. POE ROMUALDO GONZÁLEZ FRAGOSO En el pasado otoño, y sin otra determinación que el nombre vulgar de Junco, recibí, procedente de los alrededores de Segorbe (Castellón), un buen número de tallos recolectados por el distin- guido botánico D. Carlos Pau. Dichos tallos, cuyo nombre vul- 460 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA gar podría convenir igualmente al ScÍ7'pus Holoschaenus que á diversos Juncus, se encontraban parasitados por abundantes Ure- dos, y algunos probasidios, á su vez parasitados por el Darluca vagans Gast,, ó D. Filum (Riv.) Cast. (i), y cuyos caracteres con- venían aun en el menor detalle, incluso en ser parasitada por el Darluca, con la descripción original del Uredo Holoschaenus, hecha por Gastagne en su Catalogue despl. qui croiss., aux env. de MarseiUe. Gomo se trataba de una especie crítica, cuya determi- nación había sido ya estudiada por Mr. Hariot (2), remití en con- sulta buen número de ejemplares á mi querido maestro y amigo, proporcionándole así materiales y ocasión de volver á estudiar el asunto. Los estudios practicados por él, ayudado eu esta ocasión por M. G. Oüvier, le han permitido decidir que, tanto los ejem- plares auténticos de Gastagne, como los procedentes de Segorbe, son de un Juncus del grupo del Jiincus oMusiUorus , y que por ello, y por considerar también los caracteres de las esporas, en las dos facies, uredospórica y teleutospórica, se trata del Üromy- ces Junci (Desm.) Tul. No queda duda, después de estas investi- gaciones (3), que el Uredo Holoschaeni Gast. debe considerarse como sinónimo de Uromices Junci (Desm.) Tul., y que ésta úl- tima especie y el Darluca vagans existen en la flórula de Segorbe (Gastellón). Queda por averiguar con exactitud la especie ó las es- pecies de Juncus parasitados, lo cual, ciertamente, averiguarán los botánicos de aquella interesante región. (1) El Darluca vagans Cast. (Syll. fung., iii, p. 410 sub D. Filum) es es- pecie nueva para la flora española, citada en la lusitánica por Mesnier, D'Almeida y Souza de Carnaza. (2) Hariot: Notes critiqíies sur quelques Urécl. de l'Eerbier du Muséum de Paris y Les Urédinées. (3) Hariot: Sur quelq. TJréd. et Piren. (In BuU. de la Soc. Myc. de France, t. xxx, pp. 330-31, pl. xv. Paris, 1914.) DE HISTORIA NATURAL 461 Claves dicotómicas para la determinación de los meloidos indígenas POR CARLOS rodríguez LÓFEZ NEYRA Conociéndose en- el día un buen número de especies indígenas de meloidos, cuya determinación precisa requiere la consulta de bastantes obras extranjeras, y no habiendo hasta ahora ningún trabajo completo que llene este objeto, creemos pudiera ser de al- guna utilidad para el conocimiento de tan importante familia, dar á conocer los cuadros sinópticos que para su determinación espe- cífica hemos formado. Los meloidos se caracterizan por ser coleópteros heterómeros con tegumentos blandos. Cabeza triangular ó cordiforme, separada del protórax por un cuello siempre visible. Antenas, generalmente de 11 artejos, raras veces un número menor (10 á 8). Protórax casi siempre tan ancho como la cabeza, con la base más estrecha que la de los élitros, caderas de las patas protorácicas alojadas en cavidades cotiloides abiertas por detrás. Tibias terminadas por dos espinas. Dos uñas bífidas en el extremo de los tarsos. Abdomen de cinco á siete anillos visibles. Contienen cantaridina. Con hi- permetamorfosis. Claves dicotómicas. 1. Élitros asolapados en la base, después divergentes. Sin alas membranosas Gen. Meloe L. — Élitros no asolapados. Siempre con alas membranosas. 2 2. Élitros no dehiscentes, que cubren por completo las alas membranosas en el reposo, con la sutura recta 3 — Élitros dehiscentes hacia su extremidad, dejando ver una parte mayor ó menor de las alas membranosas 13 3. Maxilas mucho más largas que las mandíbulas por ser muy largo el lóbulo externo, ó tener los palpos maxilares muy desarrollados 11 — Maxilas de forma normal, casi tan largas ó poco más largas que las mandíbulas 4 4. Antenas insertas por delante de la sutura frontal, irregula- 462 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA res en los cf cf Y mazadas en las 99 Gen. Cerocoma Geoffr. — Antenas insertas por detrás de la sutura frontal 5 5. Antenas mazudas 6 — Antenas no mazudas, casi del mismo grueso en toda su lon- gitud. 7 6. Antenas de 1 1 artejos Gen. Zonahris Fabr. — Antenas de 9 artejos visibles Gen. Coryna Bilb. 7. Uña superior de los tarsos, pectinada 8 — Uña superior de los tarsos sencilla, no pectinada 9 8. Antenas cortas, con los artejos 4 .° á 10," más anchos que lar- gos Gen . (Enas Latr. — Antenas largas, con los artejos 4.° á 10. ° más largos que an- chos Gen. Halosmms Muís. 9. Élitros ensanchados hacia el ápice. Antenas con el S.^*" ar- tejo una mitad por lo menos más largo que el 4.** Espinas de las tibias posteriores terminadas en punta Gen. EpicaiUa Redtenb. — Élitros casi paralelos, no ensanchados haci¿i el ápice. Ante- nas con el S.e'" artejo casi tan largo como el 4.°. Espina ex- terna de las tibias posteriores más gruesa que la interna y truncada oblicuamente 10 10. Protórax más largo que ancho. Tibias posteriores más gruesas que las demás y arqueadas. Gen. Lagorina Muís. — Protórax más ancho que largo. Tibias posteriores iguales á las demás Gen. Lytta F. 11. Palpos maxilares muy largos, casi tan largos como las an- tenas Gen. Leptopaljms Guérin. — Palpos maxilares de tamaño normal. 12 12. Lóbulo externo de las maxilas muy largo, filiforme y siem- pre mucho más largo que ios palpos maxilares Gen. Nemoijnaiha Illig. — Lóbulo externo de las maxilas, provisto de pelos muy largos agrupados formando haces; siempre poco más largo que los palpos maxilares Gen. Zonitis Fabr. 13. Élitros dehiscentes inmediatamente después del escudete, estrechados hacia el ápice, llegando á ser tan anchos como el tercio de su anchura en la base. En la mitad de su lon- gitud la distancia entre los dos bordes suturales es vez y media ó dos veces la anchura del élitro en su parte más es- DE HISTORIA NATURAL 463 trecha Gen. Sitaris Latr. — Élitros dehiscentes á partir de la mitad ó último tercio de su longitud, desde este punto ligeramente estrechados, lle- gando á tener como máximum la mitad de su anchura en la base. En la mitad de su longitud la distancia entre los bordes suturales es mucho menor que el ancho de los éli- tros en su parte más delgada 14 14. Bordes marginales de los élitros rectos. Espina externa de las tibias posteriores, mucho más larga y ancha que la in- terna. Especies de tamaño grande. Long., 9 á 15 m ra. Gen. Apalus Fabr. — Bordes marginales de los élitros, algo sinuosos, nunca rec- tos. Espina externa de las tibias posteriores, poco más grande que la interna. Especies de talla pequeña. Longi- tud, 5 á 9 mm Gen. Stenoria Muís. Género Meloé L. Antenas engrosadas en su parte media I. Sección Proscarabaeus . Antenas no engrosadas en su parte media II. Sección Meloe s. str. I. Sección Proscarabaeus. 1. Cabeza y protórax escasa y finamente punteados, azulado- violados brillantes: artejos 4.°á 7." subcomprimidos y dis- puestos regularmente; el 3.*, casi tan largo ó un poco me- nos largo que el 4.". Long., 10 á 14 mm. Norte y Centro de la Península autumnalis Oliv. — Cabeza y protórax más gruesamente punteados; artejos h.° á 7." irregulares y dispuestos formando un semicírculo (sobre lodo en los machos); 3.^^ artejo más largo que el 4.° 2 2. Cabeza y protórax con gruesos y abundantes puntos con- fluentes: una fosita transversal entre la base de las ante- nas y el borde interno de cada ojo; protórax tan largo como ancho. Long., 11 á 45 mm. Norte y Centro de Es- paña proscarabaeus L. — Cabeza y protórax con puntos más pequeños, no confinen- 464 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tes; una fosita longitudinal éntrela base de las antenas y el borde interno de cada ojo; protórax más largo que ancho. Long., 10 á 40 mm. Cataluña, Galicia, Andalucía. violaceus Marsh. II. Sección Meloé. 1. Protórax con dos tubérculos rojos á cada lado. Long., 11 á 29 mm. Castilla, Andalucía, Extremadura coralli/er Germ. — Protórax sin tubérculos rojos 2 2. Ultimo artejo de las antenas escotado ó bífido en su extre- midad 3 — Ultimo artejo de las antenas no escotado ni bífido 4 3. Parte dorsal de los anillos abdominales, provista en su borde posterior de una faja anaranjada. Long., 17 á 50 mm. Toda la Península majalis L. — Anillos abdominales uniformemente negros; élitros llegan- do á lo sumo al segundo anillo. Long., 17 á 50 mm. Toda la Península var. laemgata Fabr. — Anillos abdominales uniformemente negros; élitros casi tan largos como el abdomen, dehiscentes hacia la mitad de su longitud. Long., 14 mm. Cariñena (Gorriz), Cerro Negro Madrid. (C. Rodríguez) var. fissicornis Gorriz- 4. Cabeza con una mancha sanguínea por detrás de cada ojo (á veces unidas entre sí formando una sola mancha que va por el borde posterior de la cabeza). Long., 23 á 65 mm. Murcia, Motril (Granada) insignis Charp. — Cabeza con una mancha roja alargada en medio de la frente. Long., 1 1 á 45 mm. Córdoba (Amor) var. maculifrons Lucas. — Cabeza de color uniforme 5 5. Borde sutural de los élitros con un borde estrecho rojo ocra. ceo. Long., 20 á 47 mm. Mataró (Salvaña) limdatus Fabr. — Élitros sin borde sutural 6 6. Antenas engrosadas hacia la extremidad á partir del 4." ar- tejo; protórax doble ancho que largo 7 , — Antenas no engrosadas hacia la extremidad 8 7. Protórax muy finamente punteado, pareciendo casi liso; DE HISTORIA NATURAL 465 borde anterior del epístoma con una margen amarillenta. Long., JO mm. Gnenca (Reitter) Ibericus Reitter. — Cabeza y protórax fuertemente punteados; borde anterior del epístoma negro. Long., 9 á 20 mm. Galicia, Castilla brevicollis Panz. 8. Cuerpo verde, cobrizo ó irisado purpúreo 9 — Cuerpo no cobrizo 10 9. Élitros con tubérculos aplastados, separados por espacios ru- gositos. Abdomen con áreas cobrizo metálicas. Long., 13 á 32 mm. Cataluña, Cuenca, Gibraltar, Sevilla (P. Arcas), Granada (C. Rodríguez) purpurascens Germ. — Élitros provistos de tubérculos confluentes, no aplastados. Abdomen con áreas divididas en dos fajas, la anterior ver- de, la posterior violado-purpúrea, semidorada. Long., 11 á 31 mm. Cataluña, Aragón, Burgos, Andalucía variegatiis Donov. 10. Cuerpo negro, provisto de pelitos amarillo-grisáceos... 11 — Cuerpo no provisto de pelitos amarillo-grisáceos 12 11. Élitros con lunarcitos amarillo-grisáceos, formados por me- choncitos de pelos cortos. Long., 6,7 á 16 mm. Madrid, Extremadura, Córdoba, Granada murinus Brand et Erich. — Élitros provistos de pelitos cortos amarillo-grisáceos, no re- unidos formando raechoncitos, Gibraltar (Champion).... var. Baudueri Gran. 12. Cabeza provista de una línea media longitudinal, que par- tiendo de la sutura frontal, llega hasta el borde posterior de la misma, la que aparece ligeramente canaliculada. Cuerpo globoso, corto y negro. Long., 9 á22 mm. Madrid, Cataluña, Gibraltar rugosus Marsh. — Cabeza sin línea media longitudinal, ó cuando existe, llegan- do solamente al borde posterior de los ojos y nunca á la parte posterior 13 13. Cabeza, protórax y élitros, muy gruesamente punteados, con puntos profundos y confluentes, formando escabrosidades. Cabeza con una línea media, generalmente imperceptible. Antenas negras. Cuerpo negro mate. Long., 20 á 30 mm. Cataluña, Navarra, Castilla, Andalucía. . . tuccius Rossi. — Cabeza, protórax y élitros, menos punteados. Los siete pri- meros artejos de las antenas negro-azulados. Cuerpo ne- 466 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA gro, generalmente con viso azulado, sobre todo en la par- te inferior de la cabeza y tórax. Cabeza con una línea me- dia prolongada hasta el nivel del borde posterior de los ojos. Long., 13 á 30 mm. Mataré.. . . cicatricosus Leach. Género Zonabris Harold. 1 . Cuerpo negro íi obscuro, no metálico 2 — Cuerpo verde ó azulado, claramente metálico. Antenas lar- gas, prolongadas hasta la primera cuarta parte de la lon- gitud de los élitros; éstos con manchas azuladas ó azulado- parduzcas. Long., 13 á 15 mm, Cuenca, Madrid, Nava- rra Uhagouii Martz. 2. Parte apical del élitro negra, ó por lo menos provista de una bordadura negra ú obscura 3 — Parte apical del élitro sin bordadura negra 11 3. Parte apical negra del élitro, que no engloba ninguna man- cha amarilla 4 — Parle apical negra del élitro, presentando incluida una man- cha más ó menos grande amarilla 9 4. Élitros decorados con bandas transversales negras (1).. 5 — Élitros adornados por manchas redondeadas negras (2). 6 5. Élitros rojizos con dos fajas transversales negras y una ban- da ancha que ocupa el quinto apical. Cuatro nerviaduras longitudinales bien manifiestas. Long., 20 á 30 mm. Ca- taluña , „ Oleae Gast. — Élitros amarillo ocráceos, con dos bandas transversales ne- gras sinuosas, á veces muy variables ó reducidas á man- chas más ó menos irregulares y una ancha bordadura apical que ocupa completamente la última sexta parte. Cabeza provista en la frente de una manchita roja. Longi- tud, 9 á 16 mm. Toda la Península variaMHs Pall. 6. Élitros con una bordadura apical negra, ancha y en forma de arco, generalmente con cuatro manchas punctiformes dispuestas en dos series transversales. Long., 10 á 15 mm. (1) A veces estas bandas se descomponen en manchas irregulares, por las que se puede ver la posición de la faja. (2) En el caso de unirse algunas manchas entre eí, para formar banda, siempre se pueden reconocer las manchas redondeadas que la forman. DE HISTORIA NATURAL 467 Toda España i-punctata L. — Á veces con las manchas de la segunda serie unidas, for- mando una pequeña faja transversa que no llega á la su- tura. Peguerinos (Graells), Cariñena y Milagro (Gorriz), Aranjuez y Barranco del Caballar, Almería (C. Rodríguez). var. Qyiaculoso-punctata Graells. — Élitros con una bordadura negra apical muy estrecha.. 7 7. Mancha externa de la primera serie, proloiígándose por en- cima del húmero hasta llegar á la base que está bordeada de negro; provisto en las patas y pecho de pelos grises. Long., 15 mm. Región media del Guadarrama y Navarra. DufouH Graells. — Mancha externa de la primera serie, separada claramente de la base 8 8. Cuerpo negro. Élitros provistos generalmente de cinco man- chas, la externa de la segunda serie grande y cuadrangu- lar; la quinta colocada en la línea media del élitro. Bor- dadura apical, más prolongada por el borde sutural, que por el marginal. Long., 18 á 21 mm. Córdoba (Amor), Cuenca (Pérez-Arcas), Mataró (Salvaña). Aonori Graells. — Cuerpo negro azulado ó negro verdoso no claramente metá- lico. Élitros generalmente con seis manchas punctiformes en tres series (2.2.2). Bordadura apical muy estrecha, á veces de color café. Long., 1 1 á 20 mm. Carballino, Oren- se (G. Várela), Madrid (muy abundante), Gibraltar (Cham- pion), Granada Hieracü Graells. 9. Élitros con tres bandas transversales negras; la tercera, que es casi apical, se continúa formando una bordadura negra por el ápice, dejando englobada una mancha ovalada ama- rilla. Long., 9 á 16 mm. Cataluña, Navarra Jioralis Pall. — Cada élitro con seis manchas punctiformes en tres series transversales (á veces se reúnen formando bandas) ... 10 10. Mancha externa de la primera serie larga, prolongada por encima del húmero y unida á la bordadura basilar, que rodea al escudete y se une con la mancha interna. Lon- gitud, 9 á 11 mm. Región pirenaica (Martorell y Peña).. .. flexuosa Oliv. — Mancha externa de la primera serie oval, extendida sobre el húmero, pero siempre separada de la bordadura basilar 468 boletín de LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA negra, por un espacio amarillo; la interna unida á dicha bordadura y en forma de coma al revés. Long., 11 á 13 mm. Sierra Morena y Guadarrama, sobrina Graells. 11. Cabeza y protórax provistos de pelos negros 12 — Cabeza y protórax con pelos negros mezclados con otros gris blanquecinos, más cortos , 16 12. Élitros sin bordadura basilar, con cuatro nerviaciones longi- tudinales claramente visibles y cinco manchas en tres se- ries transversales (2.2.1). Long., 13 á 15 mm. Badajoz, Córdoba \Q punctata Fabr. — Élitros con una bordadura basilar negra que se prolonga por la sutura rodeando por lo menos al escudete 13 13. Antenas cortas, llegando casi á los ángulos posteriores del protórax, generalmente con matiz rojizo. Fémures, libias y tarsos del primer par de patas en su cara interna, con abundantes pelitos cortos grises. Élitros generalmente con cinco manchas punctiformes negras en tres series trans- versales (2.2.1). Long., 10 á 15 mm. Granada (Rosenh., C. Rodríguez); Milagro, Navarra (Gorriz); Provincia de Madrid y Quintanar de la Orden, Toledo (G. Rodríguez). scutellata Rosenh. — Antenas largas, prolongadas hasta algo más de los ángulos posteriores del prolórax. Patas provistas de pelos ne- gros 14 14. Bordadura basilar de los élitros muy extendida por la sutu- ra, llegando hasta el nivel de la mancha interna de la pri- mera serie, con la que generalmente está unida. Seis man- chas punctiformes negras en cada élitro (2.2.2); la interna de la primera serie, casi siempre en forma de coma al re- vés. Long., 6 á 10 mm. Córdoba, Madrid, Segovia Dejeani Gyll. — Bordadura basilar de los élitros, que sólo rodea al escudete y nunca llega al nivel de la mancha interna de la primera serie 15 15. Labro ligeramente escotado. Élitros amarillo-pálido, gene- ralmente con cuatro manchas punctiformes y una faja transversal negra (2. faja. 2). Long., 6 á 12 mm. Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra geminata Fabr. — Labro no escotado. Élitros amarillo ocráceos ó rojizos, pun- teados y con pelos más largos y aparentes. Cuatro manchas DE HISTORIA NATURAL 469 punctiformes y una fnja transversal (2.faja.2). Long., 7 á 14 mm. Castilla, Zaragoza varians Gyll. 16. Frente provista de una manchita rojiza. Seis manchas punc- tiformes negras en cada élitro (2.2.2); mancha interna de la tercera serie muy separada del borde sutural. Long., 11 á 18 mm impressa Ghvr. — Frente sin mancha rojiza; generalmente con seis manchas punctiformes en cada élitro (2.2.2); mancha interna de la tercera serie separada del borde sutural por un espacio igual á la mitad de su anchura. Long., 6 á 15 mm. Cata- luña, Navarra, Aragón, Castilla y Andalucía \2'punc¿ata Oliv. Género Coryna Bilb. Patas y antenas negras. Élitros amarillo-ocráceos, general- mente con cinco manchas negras en tres series transver- sales (2.2.1). Long., 6 á 10 mm. Navarra, Cuenca, Ma- drid, Badajoz, Granada, Gibraltar... Bilbergi Schoenh. Género Cerocoma Geoffr. 1. Abdomen completamente verde ó azulado 2 — Abdomen en parte amarillo rojizo 4 2. Último artejo de las antenas en los machos y hembras más largo que ancho. Protórax casi tan largo como ancho. Lon- gitud, 6,5 á 13 mm. Navarra, Castilla, Badajoz, Andalu- cía Scliaeferi Fabr. — Último artejo de las antenas más ancho que largo, á veces en las hembras tan largo como ancho 3 3. Protórax una cuarta parte más largo que ancho. Antenas en la hembra con los artejos 3.° á 6.° rojizos obscuros, los demás negros. Long., 7 á 15 mm. Andalucía (Gorriz); Escorial y el Pardo, Madrid (Bolívar) Wahlü Fabr., var. chalybeiveniris Chevr. — Protórax apenas más largo ó casi tan largo como ancho. An- tenas de la hembra en gran parto amarillas ocráceas. Lon- gitud, 1 1 á 13 mm. Cuenca (Champion) Mühlfeldi Schoenh. 4. Abdomen con los dos últimos anijlos azulados, los restantes 470 boletín de la real sociedad española amarillo-rojizos. Long., 9 á 15 mm. Cataluña, Castilla, Navarra, Córdoba Schrederi Fabr. — Abdomen con ios cuatro últimos anillos verdes ó azulados metálicos, los restantes amarillo rojizos, frecuentemente obscuros. Long., 7 á 15 mm Wahlii Fabr. Género Oenas Latr. 1. Antenas muy engrosadas hacia la mitad de su longitud, del- gadas en los extremos. Long., 5 mm. Gibraltar y Aigeciras (Champion) (^ fnsicornis Ab. — Antenas de igual grueso ó un poco engrosadas hacia la ex- tremidad, nunca en el medio 2 2. Cuarto artejo de las antenas, siempre más corto que el ter- cero, á veces dos veces más ancho que largo (cTcj^). Lon- gitud, 11 á 14 mm. Navarra, Burgos, Mataró, Cuenca, Madrid, Andalucía afer L. — Cuarto artejo de las antenas, igual en longitud al tercero, tan largo como ancho 3 3. Protórax rojo anaranjado, con los bordes laterales, anterior y posterior, orlados por una estrecha bordadura negra. Élitros ocráceos. Long., 7 á 14 mm. Mataró (Salvaña).. . . crassicornis Illig. — Protórax rojo anaranjado, con una delgada bordadura ne- gra en el borde anterior y otra en el posterior. Élitros ne- gros. Long., 65 mm. [OS. hispanicus Ab.) 9 fusicornis Ab. Género Halosimus Muís. Fémures posteriores no arqueados, casi del mismo grosor que los anteriores é intermedios. Antenas, protórax, patas, vértice y parte de la frente rojo ocráceo. Élitros azulado metálicos. Escudete y parte ventral del cuerpo neg-ros. Long., 15 á 22 mm. España (Beauregard). XoZ/am Fabr. Género Epicauta Redt. Cabeza y los dos primeros artejos de las antenas, rojos; con los artejos 4.° á 7.°, protórax, élitros, parte ventral del DE HISTORIA NATURAL 471 cuerpo y patas, negros. Loog., 12 á 17 mm. Cataluña (Salvaña) verticalis lllig. Género Lagorina Muís. Verde ó azulado, á veces con matiz cobrizo. Ojos, antenas, menos el primer artejo y generalmente los tarsos, viola- dos ó azulados obscuros. Long., 11 á 16 mm. Andalucía.. sericea Waltl. Género Lytta F. 1. Cabeza canaliculada. Protórax con superficie rugosa, muy desigual. Bpístoma y labro verde metálico. Escudete trian- gular verde obscuro. Élitros con tres uerviaciones longi- tudinales poco manifiestas. Long., 10 á 20 mm. Toda Es- paña vesicatoria L. — Cabeza no canaliculada. Protórax liso no abollado. Epístoma y labro en parte rojos. Escudete semicircular, cobrizo. Éli- tros sin nervios duros longitudinales perceptibles. Longi- tud, 9 á 13 mm. Andalucía. (Pérez Arcas). segetumYahr. Género Nemognatha lllig. 1. Antenas, á partir del 2 " ó 3.«'' artejo; una mancha circular en el protórax, otra cuadrangular en el élitro, ápice de éste, primeros anillos abdominales y tarsos de las patas, negros; á veces la cadera de las metatorácicas y el escudete en parte negro. El resto amarillo ocráceo. Long., 9 á 13 mm cJirysomelina Fabr. — Algo más pequeño; labro, escudete, todos los anillos abdo- minales y patas negras, á veces casi todo el ^liti'O negro. Long., 9 á 10 mm. Cariñena (Gorriz); Córdoba (Amor). Alcarria, Guadalajara (Pérez Arcas) var. nigripes. Género Leptopalpus Guérin. Anillo ocráceo. Tres manchas en cada élitro y primeros ani- llos abdominales negros. Palpos maxilares, antenas y tar- sos ocráceo obscuros, á veces casi negros. Long., 9 á 4TÍ BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 11 ram. Sevilla, Málaga (Rosenhauer); Córdoba (G. Rodrí- guez) rostratus Fabr. Género Zonitis Fabr. 1. Espiua externa de las tibias posteriores igual ó poco más larga que la interna I. Sección praeíista. — Espina externa de las tibias posteriores bastante más larga y gruesa que la interna II. Sección sexmaculata. I. Sección praeusta. 1. Élitros completamente negros, así como las demás partes del cuerpo, excepción hecha del protórax, abdomen, algunas veces el vértice y parte de la frente, que son amarillo ro- jizos 2 — Élitros amarillo rojizos ú ocráceos, á veces con el ápice negro 3 2. Espina externa de las tibias posteriores ensanchada en for- ma de cuchara y casi siempre algo más larga que. la in- terna, ambas relativamente largas. Antenas prolongadas hasta el primer tercio de los élitros. Una parte déla cabe- za roja praeusta Fabr., var. nigripennis . — Cabeza completamente negra v^w tJioracica. 3. Cabeza completamente negra. Escudete, por lo menos, ama- rillo en el ápice; el resto del cuerpo amarillo. Kong., 10 á 15 mm. Cuenca, Barcelona, Málaga (Rosenhauer); Gibral- tar (Champion); Valladolid (Ghevrolat); Madrid y Granada (C. Rodríguez) immamlala Oliv. — Cabeza en parte ó completamente amarilla 4 4. Espina exlerna de las tibias posteriores, más ancha y casi siempre un poco más larga que la interna. Palas, excepto los tarsos, rojo amarillentas. Prolórax espesamente pun- teado; la parte superior con pelos amarillos áureos. Parte ventral, parcial ó totalmente amarilla. Élitros con el ápi- ce negro ó completamente amarillos. Long., 7 á 15 mm. Cataluña, Castilla, Andalucía. a) Parte ventral negra; abdomen amarillo rojizo; éli- tros con el ápice negro praeusta (tipo) Fabr. b) Élitros completamente amarillos, lo mismo que el DE HISTORIA NATURAL 4T3 primer artejo de las antenas y la mayor parte ventral. . . . var. jicwa. c) Élitros con la punta negra y el escudete también negro var. smUellaris. d) Élitros y parte de la frente de color negro var. analis. II. Sección sexmaculata. 1. Cabeza y protórax amarillo rojizos 2 — Cabeza y protórax negros , 3 2. Antenas (por excepción la base del primer artejo), palpos maxilares, pecho y tarsos negros; élitros amarillo-rojizos, con el ápice negro y en cada uno una mancha bastante grande, cuadrangular en el 1.^'' tercio y otra transversal en el 2.» tercio de su longitud. Long., 12 á 17 mm. Cari- ñena, Navarra (Gorriz), Cuenca (C. Rodríguez) sexmaculata Oliv. a) Élitros completamente amarillo-rojizos (á lo menos con el ápice negro) var. discolor. b) Superficie del protórax con una mancha negra, transversal y grande var. Innata. 3. Cabeza y protórax con pelitos blancos ó amarillo-dorados 4 — Cabeza y protórax con pelos obscuros ó sin ellos 5 4. Cuerpo alargado. Protórax provisto de puntos gruesos, poco abundantes. Élitros amarillos con dos manchas y el ápice negros. Cabeza y protórax con pelitos blancos. Long., 8 á 12 mm , auricoma Escher. a) Los mismos caracteres, pero con pelos amarillo- dorados en la cabeza y prolórax. (Aranjuez, Madrid (C. Ro- dríguez), no citado de España var. l)omhycÍ7ia. b) Élitros solamente con el ápice negro var. terminata. c) Élitros completamente amarillo-ocráceos var. suprema. 5. Completamente negro. En los élitros solamente una man- cha triangular en los hombros, de color amarillo-ocráceo. Long., 8 á 14 mm. Madrid, Cuenca (Senén de Castro); (Harold); El Pardo, Madrid y Guadalajara (Museo de His- toria Natural de Madrid) Haroldi Heyden. . Tomo xiv.— Noviembre, 1914. 30 474 boletín de la real sociedad española — Élitros amarillo-ocráceos, con dos manchas en cada uno y el ápice negro. Long., 8 á 16 mm. Cuenca (Senén de Castro); Madrid (G. Rodríguez) 4-punctata Fabr. a) Élitros cada uno con una sola mancha en la segun- da mitad var. KorU. h) Élitros completamente amarillo-ocráceos var. immaculata. Género Apalus Fabr. 1. Cabeza, protórax y primer artejo de las antenas provistos de pelos abundantes, negros y erizados. Bordes marginales de los élitros casi rectos y paralelos. Élitros amarillo-ocrá- ceos, con una mancha negra ovalada situada cerca del ápice. Patas negras. Abdomen negro en los cf cT, obscuro en las 99- Long., 11 á 13 mm. Madrid. (Col. Pérez Arcas en el Museo de Madrid) bimaculatus L. a) Élitros de color amarillo uniforme, sin mancha negra var. flava. — Cabeza, protórax y primer artejo de las antenas provistos de de pelos gris-blanquecinos, bastante largos. Élitros com- pletamente amarillo-ocráceos, más ó menos obscuros. Es- pina externa de las tibias posteriores más ancha que lar- ga. Long., 8 á 13 mm. España (Escherich) Guerini Muís. Género Stenoria Muís. 1. Cabeza y protórax completamente negros, provistos de peli- tos cortos. Élitros amarillos con el ápice negro. Cuerpo negro. Patas y abdomen en parte ó completamente ama- rillos. Long., 7 á 9mm. Cataluña (Martorell y Peña) (1).. . . analis Schaum. — Protórax amarillo anaranjado, á veces provisto de dibujo (1) Estos ejemplares, agrupados por Escherich ( Bestigmungs Tabelle der Europaisehen Coleopteren. Meloidae, 1897, págs. 1^3 y 132), aunque con duda en la especie analis Schaum, fueron descritos por Fairmaire (Aim. Soc. Ent. de France, 1881, pág. 10, lib. iv) con el nombre de Sitaría acutí- pennis. í » DE HISTORIA NATURAL 415 negro. La cabeza en parte, antenas, palpos maxilares, es- cudete, ápice de los élitros, pecho y primeros anillos abdo- minales de color negro. Las restantes partes amarillas. Long., 55 á 85 mm. Calella Barcelona (Cuni y Marto- rell) apicalis Latr. Género Sitarls Latr. 1. Élitros de color amarillo-ocráceo uniforme. Protórax una mitad más ancho que largo. Antenas fuertemente compri- midas á partir del 4." artejo y ensanchadas hacia su ex- tremidad. Negro; abdomen, élitros y parte de las patas amarillo-ocráceo. Long., 7 á 13 mm. España (Küster), Granada, Mayo (C. Rodríguez) rufipennis Küst. — Élitros amarillos, con una parte apical mayor ó menor ne- gra. Protórax nunca una mitad más ancho que largo.. 2 2. Cabeza y protórax amarillo-ocráceos. Antenas, menos los dos primeros artejos, negras. Abdomen amarillo-ocráceo. Lon- gitud, 4mm. España (Küster) melanura Küst. — Cabeza, protórax y antenas negras 3 3. Uñas con la rama superior claramente pectinada. Élitros con la mitad básica amarilla y la apical negra. Anillos abdominales amarillo-ocráceos. Long., 9 á 12 mm. An- dalucía (Schauífus) Solieri Pecch. — Uñas con la rama superior lisa ó sólo finamente dentada en la base. Élitros con una faja basilar amarilla, el resto ne- gro. Anillos abdominales pardos ó negruzcos. Long., 7 á 12 mm. (Sin. S. splendida Schauífus, Cataluña (Cuni y Martorell), Andalucía (Col. Pérez Arcas en el Museo de Madrid) muralis Fors. 416 boletín de la real sociedad española El «Carabus catenulatus» Scop. en Centellas (Col. Car.) POR JOSÉ MARÍA MAS DE XAXARS La hermosa variación en la escultura de los élitros, de los Cara- bus recogidos al final del dirimo verano en Centellas, se prestaría á enriquecer todavía más .as sinonimias del C. catenulatus^ si se hubiesen encontrado sólo los individuos más distantes de la forma solidus. Por fortuna fueron hallados 56 ejemplares, y en esta nu- merosa serie se presenta una gradación perfecta. Los Carabus de Centellas pertenecen, indudablemente, á la forma catenulatibs solidus Lap., descrita en UEchange, año 1902, página 83, como sigue: «Pronotum large, á base large et languet- tes arTondies; poiute en régression et sillous abdominaux mar- qués. Forme mediocrement courte; tete mediocre. Pas de rudi- ments de quaternaires. Intervalles lisses, tous entiers; stries ré- guliérement ponctuées. Pyrenées orientales, Catalogue, s. v. so- lidus Lapouge.» En cuanto al pronoto no hay diferencias notables de unos á otros, y se adaptan todos á la descripción anterior. La forma de los élitros es también en todos la misma: muy an- chos de espaldas, muy convexas las hembras, y el dorso bastante plano en los machos. En el esculpido es donde se observan dife- rencias notables. Aproximadamente una tercera parte de la serie tiene los intervalos lisos, enteros, estrías regularmente puntea- das, sin rudimentos de cuaternarias, es decir, son como el tipo descrito por el Sr. Lapouge. Las estrías están formadas por una sola serie de puntos, por lo general profundos, y como consecuen- cia, los intervalos ofrecen mucho relieve. El resto de la serie se aparta ya de la descripción del Sr. La- pouge. Los puntos de las estrías empiezan por perder su alinea- ción, tocando algunos uno de los dos intervalos contiguos; las es- trías comienzan á ensancharse y presentan en algunos sitios lige- rísimas granulaciones. Por pasos insensibles se llega á apreciar en algunos ejemplares, que las estrías son mucho más anchas que los intervalos y están formadas por dos alineaciones de puntos, sin DE HISTORIA NATUKAI, 417 vestigio apenas de cuaternarias. El final de la serie comprende in- dividuos cuyas estrías presentan en el centro pequeños relieves, formando crestas alineadas, más ó menos largas, que no son más que rudimentos bien marcados de cuaternarias. Fijándonos en el esculpido de los élitros, y teniendo en cuenta que la facies de este Carabus se acerca á la del latus, puede dedu- cirse de lo expuesto que el solidus de Centellas comprende indi- viduos bien definidos, que terminan la serie del catenulatus y em- piezan la del latiis. Hay también en la serie de Centellas diferencias en los in- tervalos, pues mientras unos ejemplares son todos enteros, en otros se resuelven más ó menos en granulaciones, hasta tal punto, que en un ^T son todas grandes granulaciones, excepto en el disco. Es este Carahts nn catenulatus de gran tamaño, pues sus di- mensiones oscilan entre 23-29 mm. de largo por 10-12 de ancho. Su coloración en los bordes es violácea con tendencia al azul. Un ejemplar con reflejo algo verdoso, al limpiarlo con perborato, tomó francamente esta coloración; pero hay que advertir que si bien la disolución de perborato sódico limpia perfectamente, en cambio modifica algunas coloraciones. Publicaciones que ha recibido la f^eal Sociedad Española de fiistoria jMatural durante los meses de Julio-Sep- tiembre (continuación) y Octubre de 1914. (La liste suivante servirá d'accusé de réception.) Inglaterra y sus Colonias Royal microscopical Society, London. Journal. 1914, part 3-4. Royal zoological Society of New South Wales, Sydney. The Australian Zoologist. Vol. i, part i. South African Museum, Capetown. Annals. Vol. x, parts 8, 10; vol. xni, part 3. The Canadian Entomoiogist, London Vol. xlvi, n° 7. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxvi, n° 7-9. The Zoologist, London. Vol. xviii, n" 211-213. Zoological Society of London. Proceedings. 1914, parts i-iv. Transactions. Vol. xx, parts 6-10. 478 boletín de la real sociedad española Italia Accademia Gioenia di Scienze Naturali, Catanía. Atti. 1914, fase. 31. Rivista italiana di Ornitologia, Bologna. Anno iii, n"" 1-2. Rivista técnica e coloniale di Scienze applicate, Napoli. Anno iv, nos 5-7. Societá italiana di Scienze naturali in Milano. Atti. Vol. íau, fase. 2. Japón Tokyo Zoological Society. Annotationes zoologicae Japonenses. Vol. vni, parts 3-4. México Sociedad científica «Antonio Álzate-, México. Memorias y Revista. Tomo 32, n.os 9-10; tomo 33, n.oa 9-10. Monaco Institnt océanographique, Monaco. Bulletin. Nos 294-297. Perú Sociedad geográfica de Lima. Boletín. Tomo xxix, trimestres 3." y 4." Portugal Academia das Sciencias, Lisboa. Boletim. Vol. vi, fase. 2; vol. vii, fase. 1-2. Instituto de Bactériologie Cámara Pestaña, Lisboa. Archives. Tome iv, fase. 2° República Argentina Academia nacional de Ciencias, Córdoba, Boletín. Toff o xix, entr. 2.'-4.' Ministerio de Agricultura (Sección de Geología, Mineralogía y Minería^ Buenos Aires. Anales. Tomo x, n° 1. Boletín. N.os 1, 8, S^. Sociedad científica argentina, Buenos Aires. Anales. Tomo Lxxvii, entr. 3.^-4.* Rusia Société ouralienne d'Amateurs des Sciences naturelles, Ekaterinoslaw. Bulletin. Tome xxxv, n°* 1-6. SUECIA Geológica! Institution of the University oí Upsala. Bulletin. Vol. xii. Suiza Société zoologique suisse et Muséum d'Histoire naturelle de Genéve. Revue suisse de Zoologie. Vol. xxii, n»^ 3, 11, 16. DE HISTORIA NATURAL 479 Venkzoela Museos Nacionales, Caracas. Gaceta. Tomo ii, n.os 7-12. Bois (D.)— Germes de toja et germes de haricot mungo. (Bull. Soc. Nat. d'Acclimat. de France, 1914.) — Le Pirocydonia Wiukleri, Daniel. (Rev. Hortic, 19N.) Gascón (José).— En favor del secano. (Boletín de Agrie. Técn. y Econom., 1914.) — Los cenizales de Castromalo. 1914. Chevreox (E.) — Voyage de C. Alluaud et R. Jeannel en Afrique Orién- tale. Crustacé-". II. Amphipoda. 1913. FoNT QüER (P.) — Ensayo 6totopográfico de Bayes. Mahón, 19i4. GuBD (Alfred) — Visoria densa (Link) Fries, champignon parásito du hanneton commun. (Bull. Scient. de la France et de la Belgique, 1893.) — Qíuvres diverses resumes et rééditées par les soins d'un groupe d'éléves et d'amis. Vol. ll. París, 1913. Jiménez Núñez (Enrique). — Memoria de Fomento presentada al Congreso Constitucional de Costa Hica. PicciOLi (Ludovico). — La legge Luzzatti sul Demanio foréstale di Stato e la mut'bilitá parlamentare. Udine, 1914. PüJiuLA (R. P. Jaime). — Citología. Barcelona, 1914. files de Octubre. Alemania Entomologische Litteraturblatter, Berlín. 1914, nos 9-10. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 21, n" 8. Internationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau. 31 Jahrg., n° 17. Insektenbórse. 31 Jahrg., nos 33-34. España Ingeniería, Madrid. N.os 340-342. Institut d'Estudis Catalans, Barcelona. Arxius. Any ii, n° 3. Peñalara, Madrid. 1914, n." 10. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. Madrid. Revista. Tomo xn, nos 8-10. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Memorias. \o\. xi, n.° 19. Sociedad aragonesa de Ciencias naturale -, Zaragoza. Boletín. Tomo xiii, n.° 7. 480 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Estados Unidos t sus Colonias Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Fili¡Anas. Vol. vii, n°8. Department o£ the Interior. Weather Bureau. Manila Central Obeervatory, Bulletinfor March-April, 1914. Missouri Botanical Garden, St.-Louis. Annals. Vol. i, n° 3. The American Naturalist, New-York. Vol. xlviii, n° 674. Wilson Ornithological Club, Oberlin, Ohio. The Wilson Bulleün. Vol. xxvi, n" 3. Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes-rendus. 1914, nos 12-16. L'Echange, Moulins. 30» année, n° 368. Inglaterra y sus Colonias Sarawak Museum. Journal. Vol. ii, part l. The Canadian Entomologist, London. Vol. xlvi, nos 8-0. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxvi, n° 10. The Zoologist, London. Vol. xviii, n° 214. Méjico Sociedad mexicana de Geografía y Estadística, México. Boletín. Tomo vi, n.os 1 1-12; tomo vii, nos 1-4. Compendio de la historia de la Real Hacienda de Nueva España: Me- morias de la guerra de reforma. Portugal Broteria, Braga. Vol. xii, fase. 3 y 6. Suiza Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lausanne. Bulletin. Vol. l, n° 183. Sesión del 2 de Diciembre de 1 914. PRESIDENCIA DEL ILMO. SR, D. JOSÉ MADRID MORENO El Bibliotecario, actuando como Secretario por ausencia de éste, leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Asisten los profesores Hugo Obermaier y Paul Wernert. Admisiones y presentaciones.— Fueron propuestos para socios numerarios D. Santiago Pina de Rubiés y D. íialdomero Domín- guez, presentados por el Sr. Bolívar. Comunicaciones. — El Secretario accidental presentó una nota del Sr. Bolívar y Pieltain (D. Cándido) sobre un nuevo Conocefa- lino de Madagascar. — El Sr. Garanden da cuenta de los trabajos realizados acerca de los fenómenos de metamorfismo que presentan las calizas ar- caicas de la Sierra de Guadarrama, y cuyo estudio detallado apa- recerá en breve en la serie geológica de las publicaciones del Mu- seo Nacional de Ciencias Naturales, bajo los auspicios de la Junta para ampliación de estudios é investigaciones científicas. Renovación de cargos. — Suspendida por unos momentos la sesión para proceder á la elección de Junta directiva para el pró- ximo año, quedó ésta constituida en la forma siguiente, previa la oportuna votación: JUNTA DIRECTIVA PARA 1915 Presidente: limo. Sr. D. Fernando García Arenal. Vicepresidente: D. José María Dusmet. Tesorero: D. Ignacio Bolívar. Secretario: D. Ricardo García Mercet. Bibliotecario: D. Ángel Cabrera Latorre. Vicetesorero: D. Cayetano Escribano y Peix. Tomo xiv.— Diciembre, 1914. 31 482 boletín de la real sociedad española COMISIÓN DE PUBLICACIÓN Sres. D. Lucas Fernández Navarro, D. OJón de Baen y D. Do- mingo Sánchez y Sánchez. COMISIÓN DE CATÁLOGOS Sres. D. Blas Lázaro é Ibiza, D. Federico Gredilla y Gauna, D. José María Dasmet y Alonso, D. Enrique Pérez Zúñiga, D, Án- gel Cabrera Latorre y Dt JoséGogorza y González. Rendición de cuentas. — El Vicetesorero D. Cayetano Escribano leyó el siguiente Estado económico de la Real Sociedad española de Historia natural en 1." de Diciembre de 1914. La Sociedad ha invertido en el presente año la suma de pese- tas 1L853,73, y tiene un sobrante de 2.310,64. Procede lo gastado: 1." De la subvención anual concedida á la Sociedad por el Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes, que se eleva á la suma de 5.000 pesetas, invertida en su totalidad, según se acre- dita por el siguiente estado, y cuya cuenta formalizada por el Ha- bilitado de estos fondos, consta este año de las siguientes par- tidas: PESETAS Abonado por la impresión de las Memorias, tomo viu (números 3 y 4), y tomo IX (números 2, S, 4 y 5) 1 .310,95 Id. por papel para impresiones. 50(5,68 Id. por grabados para las mismas , 123,02 Id. por gastos de la Biblioteca ... 1.674,70 Id. por gastos de oficina y administración I.1H6,65 Id. por impuestos del Estado y habilitación 218 Suma iffnal á la concedida 5.000,00 2.° De los recursos ordinarios de la Sociedad que, con el saldo sobrante del año anterior, han ascendido á 8.984,37 pesetas, cuya cuenta de ingresos y gastos, que arroja un saldo á favor de la Sociedad de 2.130,64 peseta?, es el siguien'e: DE HISTORIA NATURAL 4r3 "Estado de los ingresos y gastos ordinarios de la Real Sociedad espa- ñola de Historia natural desde 1.° de Diciembre de 1913 á 30 de Noviembre de 1914. INGRKSOS PESETAS -Saldo á favor de la Sociedad en 1." de Diciembre de 1913 1.989,37 'Tmporle de las cuotas corrientes de un socio protector (180); cuatrocientos siete numerarios, cinco de ellos extranjeros (G.112,5()) y diez y siete agregados (13ñ) 6.428,50 Id. de veintisiete cuotas atrasadas de socios numerarios, uno de ellos extranjero (106,5)), y uno agregado (8) 414,50 Id. de las cuotas adelantadas para ¡915 de los socios Sres. Cabrera (Agustín), Pujol, Sáenz López y Sobrino 60 Id. por gastos de tiradas aparte atrasadas, cobradas '9 Id. por venta de publicaciones 13 Total 8.984,37 GASTOS PESETAS ibonado por la impresión del Boletín, tomo xiii (números 8, 9 y 10), tomo XIV (números I, 2, '.i, -1, 5, 6 y 1), y Memorias, tomo viii (núm. 5). 2.823,42 Id. por papel para impresiones "29,10 Id. por láminas y grabados .562,83 Id. por haberes de los dependientes 960 Id. por gastos de correo y envío de publicaciones 961 Id. por gastos menores y presupuestos de las Secciones 817,38 Total 6.í'53,73 RESUMEN Importa lo recaudado por recursos ordinarios de la Sociedad. 8.984,37 Id. lo gastado 6.853,73 Saldo á favor de la Sociedad en l.°de Diciembre de 1914 2.1S0,6l La Sociedad tiene, además, un saldo á su favor, por atrasos, de 2.Í50 pesetas, según resulta de los estados y comprobantes que se acompañan. Madrid, 1.° de Diciembre de 1914. — Fl Tesorero, Ignacio Bolí- var.—^¿ Viceiesorero, Cayetano Escribano. — El Presidente indicó que procedía nombrar la Comisión que debía emitir el informe reglamentario sobre las cuentas leídas, siendo elegidos los Sres. Vidal y Compaire, Ferrer y Gogo- lludo. Secciones.— La de Sevilla celebró sesión el 1." de Diciembre, bajo la presidencia de D. Bernardo Tenorio. — Fué propuesto para socio de número el Sr. D. Enrique Gaza, presentado por el Sr. Barras. 484 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — El Sr. Torremocha présenlo una nota, acompañada de di- bujos, sobre hachas neolíticas halladas en Monlánchez (Gáceres). — Se dio cuenta de una carta y datos acerca del Museo Regio- nal de Mineralogía de Córdoba, remitidos por su Director, el se- ñor D. Federico de Chaves y Pérez del Pulgar. — El Sr. González Fragoso da lectura á la siguiente nota: Deseo hacer constar la presencia en la flora española de tres hongos, nuevos para ella, y de los que me ocuparé más extensa- mente. Helos aquí: 1. Píiccinia Xanthii Schv^. — En hojas de Xanthium iiali- ctim X X. cauadeíise = X. caíalmmicum Sennen et Pau. — Cuen- ca deBeso^. — Recolectado por el Hermano Sennen. Esta especie fué descrita por Schueinitz en la Carolina y des- pués por Burrill en el Illinois, Su presencia en la flora española es verdaderamente interesante. 2. Gyroceras Celtidis (Biv.) Mont. et Ces. — En hojas de Celtis aíistralis L. — Segorbe (Castellón). — Recolectada por D. Car- los Pau. Especie citada en la flora portuguesa, pero que por vez prime- ra se menciona en la española. 3. ColletotricJmni glmosporioides Penz.-— Var. Hederá Pass. — En hojas de Hederá Helix L. — Alrededores de El Parque de Se- villa.— Recolectada por mí. Nueva para la flora española, es interesante por ser perjudicial á la planta sobre que vive, tan comúnmente cultivada. Muchas de las hojas se hallan también atacadas por el Phyllosticta hederico- la DR. et Mont., especie también nociva para ellas, pero no tanto como el Colletotrichum. El Phyllosticta hedericola DR. et Mont., había sido ya encontrada y mencionada de antiguo en las Actas de esta Sociedad, por nuestro consocio el Sr. Paul y Arozarena, habiendo tenido la bondad de comunicarme un ejemplar que no deja lugar á duda. Doy gracias á los sabios botánicos Sres. Sennen y Pau, por las dos especies que primero se citan. — El Sr. Barras dio cuenta de los trabajos que viene realizando en el Gabinete, especialmente en los herbarios, haciendo con este motivo uso de la palabra los Sres. Simó, Tenorio y Candau, quien encareció la conveniencia de fundar en Sevilla un Museo Antro- pológico. Después se levantó la sesión. DE HISTORIA NATURAL 485 — La de Zaragoza celebró sesión el 25 de Noviembre, bajo la presidencia del Dr. D. Pedro Ramón y Gajal. — El Sr. Aranda propuso como Socio numerario al doctor en Medicina D. José Selma, y el Sr. Ferrando á D. Clemente Soria- no y Pérez, alumno de la Facultad de Ciencias, también como Socio de número. — Acto seguido el señor Presidente manifestó que procedía hacer la elección de nueva Junta directiva para el año próximo, y por aclamación lo fueron los señores siguientes: Presidente: D. Francisco Aranda. Vicepresidente: D. Antonio de Gregorio Rocasolano. Tesorero: D. Pedro Ferrando. Secretario: D. Pedro Moyano. — Cou motivo del Ho'iuenaje dedicado al Dr. D. Bruno Solano, Decano que fué de la Facultad de Ciencias y primer Presidente de esta Sección aragonesa, todos los señores Socios concurrieron á los actos celebrados con tal fin, y se acordó se hiciese constaren acta, á propuesta del señor Presidente, la satisfacción sentida por la solemnidad que revistieron. — La de Valencia celebró sesión en el Laboratorio de Hidrobio- logía del Instituto General y Técnico el día 25 de Noviembre. Por ausencia del Presidente, ocupa la Presidencia el R. I*. J. Ba- lasch, S. J., el cual enseña interesantes microfotografías de es- píenlas de S^napta y de células de Purkinje. — El Sr. Pardo muestra un.os notables fragmentos caídos en Alcakí de Chisberi (Castellón), sobre los que se abrió un intere- sante debate, que demostró la conveniencia de que se hagan ob- jeto de un estudio particular. Se tomaron diversos acuerdos respecto al Museo legional, y se procelió á la elección de nueva Junta directiva, quedando pro- puesta por aclamación la siguiente: Presidente: D. Celso Arévalo. Vicepresidente: R. P. Juan Crisóstomo Vidal. Tesorero: D. Ángel B. de la Cruz. Secretario: D. José Hueso. \icesecretario: D. Luis Pardo. No habiendo más asuntos de qué tratar, se levantó la sesión. 486 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — La de Granada celebró sesión el día^^Odo Noviembre de 1914^ bajo la presidencia de D. Francisco Espejo. Fueron propuestos como nuevos Socios D. Manuel Seres, Ca- tedrático de Anatomía de la Facultad de Medicina de Granada y la Escuela Normal de Maestros de Málaga, presentados por el Sr. Diez Toi'tosa. —El Sr. Fernández Martínez leyó un trab?>jo intitulado «Nue- vas formas de Leishmaniosis patógenas humanas y caninas en el Mediodía de España». Notas bibliográficas. Del Sr. Dusmet y Alonso (D. J, M.") (sesión de Madrid): 1.* Navas (Rvdo. P. Longinos): Manual del entomólogo. Bar- celona. Tipografía católica, 1914. 80 páginas, 52 grabados. De mucha utilidad es la publicación de esta obrila. No tiene pretensiones, y así lo indica en seguida el autor, de servir á los entomólogos ya formados y que estudien un grupo determinado de insectos. Pero siendo desgraciadamente tan escaso el número de los aficionados, contribuye mucho á ello la falta de una guía para adquirir las primeras ideas respecto á la formación de colec- ciones. Solamente tengo noticia, en esta clase de instrucciones, de dos.. La primera es: Ajnmtes acerca de la caza y conservación de los in- sectos, por D. Ignacio Bolívar. Madrid, 187G. Inútiles decir, cono- cido su autor, que es un trabajo muy bien hecho. Pero hace ya años que está agotado, y precisamente recordando yo la utilidad que de él obtuve en mis principios de coleccionista, he lamentado algunas veces que no dispusiesen de él todos los modernos alum- nos ó aficionados. La otra instrucción de este género es una de las hojas que, con muy buen acuerdo, publicó hace pocos años el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, para facilitar la recolección de ejemplares con destino á sus colecciones. Aunque bien compendiada, como su título Instrucciones para la recolección de iíisectos indica, se re- fiere tan sólo á la captura y envíos al Museo. Es de siete páginas. El Ma7iual del entomólogo^ del P. Navas, llega, pues, muy opor- tunamente, y es seguro que ha de contribuir á extender el gusto á la Entomología y á facilitar la formación de incipientes colec- ciones. Bien conocido es su autor. Para todos los que nos ocupa- DE HISTORIA NATURAL 487 mos de insectos y tenemos al mismo tiempo amor á nuestra pa- tria, es un motivo de satisfacción, al hojear revistas, obras y ca- tálogos extranjeros, ver el apellido de un español repetido fre- cuentemente como autor de numerosas especies y de abundantes trabajos entomológicos. Cierto es que ha habido y hay unos cuan- tos españoles que trabajan; pero los nombres de Bolívar y Navas, son solamente los que se hallan como autores de muchas especies, y ellos son solicitados para determinar las colecciones de numero- sos Museos oficiales. El Matmal está dividido en 20 artículos. Los tres primeros son de generalidades. El 4.° á 6.°, se ocupan de la orgaaización gene- ral de los insectos, de su división en órdenes y algo de otros ar- ticulados que pueden fácilmente ser cazados por el entomólogo, teniendo varias figuras. El 7.° artículo da algunos consejos para las excursiones. El 8.°, que trata de los utensilios para la caza, está redactado con muy buen estilo práctico é ilustrado con numero- sos grabados, y aunque enumere muchos instrumentos, incluso algunos interesantes, pero complicados, empieza, como cazador tan experimentado que es, por sentar dos principios que creo yo son sumamente esenciales: el primero, que ha de tratarse de lle- var pocos utensilios, pues de otro modo se va cargado y se trabaja peor; el segundo, que la práctica va haciendo escoger después á cada entomólogo los medios que convienen más, no sólo á la es- pecialidad á que se dedica, sino á sus gustos ó habilidad personal. Es frecuente que dos compañeros discutan las ventajas de sus sis- temas respectivos y que los dos tengan razón, pues si cambiasen, ambos lo harían peor. El art. 9." señala las localidades más útiles para hallar insectos. Los lU á 13, también con abundantes figuras, se ocupan de la preparación de los ejemplares. A la disposición y arreglo de la colección se dedican los artículos 14 á 16. El 17 estu- dia los medios de aumentar la colección, que son compra, excursio- nes, cambios y cría de larvas, refiriéndose el 18 á la conservación y defensa de la colección. El 19 y 20 tratan del estudio de los ejem- plares y de los auxiliares de que puede valerse el coleccionista. Todo el Manual responde perfectamente á su objeto, y bien puede recomendarse á los nuevos entomólogos. 2.* Bolívar y Pieltain (Cándido): Eiimastacinos 7mevos ó poco conocidos (Orth. Locustidce), 48 páginas, 1 lámina y 11 figuras. (Trabajos del Mus. Nac. de C. Nat. Serie Zoológica, uúm. 16. — Madrid, 1914.) 4Í:8 boletín DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA De los diferentes modos con que la Junta para ampliación de estudióse investigaciones cienií/ícas conirihuye al desarrollo de la ciencia española, es seguramente uno de los más notables la publicación de los Trabajos del 3Inseo, que, en poco tiempo, van formando un conjunto de esludios muy interesantes. Solamente en la Serie Zoológica van ya impresos 16, siendo el último el que motiva esta noticia. Para todo aficionado á la Entomología, ha de ser motivo de sa- tisfacción, aquí donde tan pocos en número somos, ver aparecer un nuevo compañero que, por su entusiasmo y sus excelentes dis- posiciones, promete ser digno continuador del apellido tan ilustre en la Entomología española. Nuestro joven consocio Bolívar y Pieltaín, que ya ha publicado algunas descripciones de especies, se presenta ahora con un trabajo de mucha mayor importancia. Los Eumastacinos constituyen una subfamilia de los Locústi- dos y son ortópteros que frecuentemente tienen formas extrañas, pudiéramos decir extravagantes, al parecer de los que no están acostumbrados á su estudio. De este curioso grupo describe G. Bolívar una nueva sección, Plagiotripti; los siete nuevos géneros Pseudomastax ^ Bunkeya, Thericlella, Sc/mlthessiella, Clerithes, Piezomastax y Manowia; 23 nuevas especies y una variedad. Proceden bastantes de ellas de África, otras hay de Nueva Guinea, Java y Borneo, y algunas de Indochina y regiones próximas. Lleva este tr;ibajo, además, una lista bibliográfica, varios cua- dros dicotómicos para la colocación de géneros ó especies, bastan- tes observaciones críticas y unos cuantos dibujos, que tienen la buena cualidad de ser originales del autor, circunstancia siempre conveniente en obras entomológicas, porque es garantía de exac- titud científica, la cual, de otro modo, es muy frecuente que no exista. Es de desear y esperar que el autor, que tan pronto empieza á distinguirse, continúe durante muchos años publicando abun- dantes trabajos entomológicos. 3.* Arias (J): Dípteros de Esimña. Fam. Mydaidr?.. Con des- cripción de algunas especies del Norte de África. 40 páginas, 6 lá- minas y 10 figurasen el texto. (Trabajos del Mus. Nac. de G. Na- turales. Serie zoológica, nüm. 15. Madrid, 1914.) Consta de dos partes este folleto del catedrático de Barcelona. La primera es el estudio de la escasa representación que^n Espa- DE HISTOHIA NATURAL 489 ña lieiien los Midaidos, sólo dos especies entre las conocidas, que exceden del centenar. Hace el autor la desciipción de estos grandes dípteros, en gene- ral, fijándose especialmente en la nerviación de las alas. Señala varias observaciones propias sobre su biología, y describe después dos especies, Leptomydas lusitanicus Wied. é Hispanomydas Ms- panimis Arias, ténero y especie formados sobre un ^f único, ca- zado en Oriliuela (Alicante) por el Sr. Andreu. Después viene la descripción de especies africanas del gón. Sy- Uegomidas Becker. De ellas, tres son nuevas: S. Merceti Arias, de Mogador (Escalera!); ^S'. Bueni Arias, de Melilla (Arias-!) y S. Bezzii Arias, de Túnez (Wei.-s!). Termina el trabajo con una importante lista bibliográfica. Las láminas fotográficas y los dibujos son del mismo autor. 4.^ Breves noticias de lo publicado recientemente sobre Entomo- logía de España y sus colonias (1). Ferd. Meunier, conservador del Museo de Amberes, "es autor de un trabajo Un blátido y una larva de odonato del Kimerid- gense de la sierra del Montsech (Lérida). (Mem. de la R. Ac. de C. y A. de Barcelona. Vol. xi, núm. 9, 1914.) Son la ArtitocoMat- ta Colominasi y PahEceschna Vidali. E. Marcus, de Berlín, en nDie Diastellopalpus des Kgl. Zool. Míiseiim zu Berli7iy> (Deiistch. Ent. Zeitschrift. BerJin, 1914. H. n), cita varias especies de dicho género de coleópteros lamelicornios, de la Guinea española. El R. P. Longinos Navas presentó al IX Congreso Internacio- nal de Zoología, celebrado en Monaco en 1913, una reseña de los Mirmeleónidos de Europa, que se publicó en las Actas de dicho Congreso. (Rennes, 1914.) De las 37 especies citadas, 24 se hallan en España, siendo varias de ellas propias solamenie de nuestra patria. También el P. Navas describió un nuevo Ascaiáfido, Theleproc- tophylla Dnsmeti. (Broteria, serie zoológica. Vol. xii. Fase. 1. — 1914). Es la especie que se venía considerando en España como Th. aiislralis F. ó Th. tariegata Klug, de las cuales las diferen- cia el autor. Se ha encontrado en las provincias de Madrid, Gra- nada, Alicante y Zaragoza. (I) No se incluj'e lo que fi^'ura en las publicaciones de la Real Socie- dad Española de Historia Natural. 4S0 BOLETÍN DE LA REAL bUGlEDAU ESPAÑOLA Gy. Szepligeii, de Budapest, en Afrikanische Braconiden des K'ónigl. Zoolog. Museiim in Berlin (Miit. Zoolog. Müseinu Ber- lín, 1914), entre otros muchos Bracónidos nuevos describe Pla- xospis Büineri, Pl. persimilis, Odontog áster varieg alus , 0. gui- neensis , Rhamnura bicolor, Merinoliis r/¿mnmira , M. Tes- smanni, M. caudatus, Bathyaulax spat/mlatus , Canipyloneurus iiogaster, C. síriolatus, C. maculiceps, C. camerunus, C. pershui- Us, y otras, hasta el número de 70, que se hallan en Guinea española, habiendo sido casi todas cazadas por Tessmann. Gomo, además, cita de allí otras ya dtscritas anteriormente, y describe bastantes más de Kamerun, Togo y otras regiones próxima?, este trabajo es de gran interés para el conocimiento de la fauna de nuestra colonia. J. Arias, catedrático de la Universidad de Barcelona, publicó en los Trabajos del Mus. Nac. de G. Naturales, Serie zoológica, número 13 (1913), un interesante estudio: Dípteros de España. Fani. Nemestrinidm. Después de algunos datos sobre distribución geográfica, los caracteres generales de la familia y varias obser- vaciones biológicas, algunas de ellas personales, pasa á describir detalladamente los cinco géneros y siete especies que se hallan en España, señalando también las localidades de captura. De dichas especies, el Nemestrimis nigrovillosus Lichiw., N. Ariasi Lichlw. y Stenopteromya Bolivari Strobl., han sido descritos en estos últimos años. Termina el trabajo con una extensa bibliografía, y va acompañado de siete láminas. E. Reitler, en Bestimnmmgs- Tabelle f'tlr die Unterfamilie Ero- dini der TenehrionidíB. (D. Ent. Zeitschrift. 1914, H. 1.), cita 11 especies de España, de ellas una nueva, Erodius (Derosis) Kraatzi, que es próxima, según su autor, á Er. europíeiis Sol., y E. neapolitanus v. rotmidatiis Kr. A. Grouvelle, en Descriptio7is de Coleopteres africains (Ann. Soc. Entomologiqíce de France, vol. lxxxih, 1914, 2.^ trim.«) des- cribe, Endophloeus Conradti n. sp. de Guinea española, así como otras muchas que, por ser de Kamerun ó de regiones próxi- mas, es muy probable se hallen en' nuestra colonia. Una reseña de la «Excursión anual de la Soc. Aragonesa de Giencias Naturales. A Ortigosa y Valvanera (Logroño]», fué publicada por el R. P. Longinos Navas (Bol. Soc. Arag. C. Na- turales, tomo XIII. Núms. 1 y 2, 1914). Después de una breve noti- cia de la excursión, en que por cierto hubo un lamentable acci- DE HISTÜHIA MaTUHAI, 491 denle de automóvil, realizada en Julio de 1912, euumera las espe- cies recogidas por el autor y sus acompañantes en las localidades citadas. Figuran entre aquéllas el Perlodes Arnaki n. sp.; Nenvu- va lata n. sp.; Chrysojm flavifrons Brau., var. vestita nov; Chry- sopa ventralis Curb., var. decora nov ; Chrysopa prasina Burm., var. gástrica nov.; SympheroMus Vicenta n. sp.; más anas 80 especies ya conocidas, en su mayor parle Neurópteros y Lepi- dóplei'os. R. Püngeler, de Aquisgrán, ex\ Neíie paUiarJitische Makrolepi- dopteren (Deutsche Ent. Zeitschr. «.IriSf B. xxvm. H. i. 1914), describe Anaitis Bohatschi n. sp., de Andalucía, Algeciras (Korb!), existiendo el tipo en la colección Otto Bohatsch, de Vieua. Jan Ohenberger publica ]S,eue Anthaxiarten aiis den Sam- mlungen des Wiener Bofmnseums (Wiener Entom. Zeilung., XXXIII Jahrg. iii u. iv Helt.). Entre las nuevas especies descritas está la Anthaxia castiliana procedente de Cuenca, en donde la cazó Korb en 1887. Se baila el tipo en las colecciones del Museo de Viena y es próxima á A. morio y helvética. K. Pfankuch, de Bromen, en Ausder Ichneiimonologie(4. Fort- setzung). (Deutsch. Ent. Zeitschrift. Berlín, 1914. Heft ii), des- cribe varias especies nuevas de Icnemnónidos, de ellas varias de Táuger y sus alrededores, por lo cual se hallarán también en la zona espaiiola de Marruecos. Félix ^\:y^\ (Societas Entomológica, xxix. Jahrg. N.° 7) hace una crítica del trabajo de Gh. Oberihür: A propos des races géogra- phiques de Par7iassius Apollo, en la cual señala una nueva subes- pecie aragonicxis, cuyos tipos, o cf* y 1 9» ^^6 hallan en la colec- ción del autor. El R. P. Navas (Bol. Soc. Aragonesa C. Nat. T. xiii. N.° 8, Zaragoza, 1914) en Algunos Neurópteros de Manresa, cita 22 es pecies ó variedades que cogió en Agosto de 1913. Entre ellas está la descripción de la Chrysopa prasina Burm., var. Gfuitarti nov. D. Ascensio Godina (Bol. Soc. Aragonesa C Nat. T. xiii. Nú- meros 3 á 6, Zaragoza, 1914) se ocupa de Lepidópteros heleróce- ros de Cataluña. De ellos cita 184 especies cazadas por él, con in- dicación de localidad, fecha y abundantes observaciones refe- rentes al sitio, modo de vida, abundancia, etc. Muy laudable es tal sistema, que conlribuye al conocimiento científico de las es- pecies, á la vez que facilita á otros colectores su hallazgo. El mismo Sr. Godina {Bol. Soc. Aragonesa C. Nat. T. xiii. Nú- 492 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPaNOLA mero 8, Zaiagoza, 1914) cita Algunos Hemipteros Heterópteros más de Cataluña. Son 34 especies. El Sr. Sagarra (I.) (BnÜl. Inst. Caí. d'Hist. Natural. Barcelo- na, 1914) publica Contribució a tm Cathleg deis LepJdopters de Catalunya. Enumerado critica de les especies catalanes deis genres aCarcharodus^^ Hüb. «BesjJeria» F. Son 23 especies ó for- mas distintas. El R. P. Longinos Navas da una lista de Neurópteros de Ma- llorca (Bol. Soc. Aragonesa C. Nat., t. xm, mira. 9, Zarago- za, 1914). Gomo solamente proceden las 83 especies ó variedades citadas (inclusos seis Tricópteros) de una breve exctirsión que hizo el autor en 1909 y de varios envíos hechos por el H. Juan Jordá, cree el P. Navas que acaso no pase la lista de la mitad do las espe- cies existentes en la isla. Merecen consignarse varias desús deduc- ciones. Hay completa identidad con la fauna de la Península. Solamente se observa una forma indígena, la Chrysopariulgaris Schu., var. lulliana. Nav. Abundan los Mirmeleónidos y Grisópi- dos, siendo escasos los Tricópteros, Efeméridos y Pérlidos, lo que se explica por la escasez de corrientes de agua. Especie muy inte- resante es la Sisyra iridipemiis Costa, que sólo se había ha- llado en Cerdeña, aquí se cogió en PoUensa y la cual posterior- mente ha sido cazada en Zaragoza. Mr. Pie (M.) describe- en L'Échange f.\. 30, núm. 349), la var. nov. Aloroderi del Crypiocep/iahis ca2nici7ius, cazada en Valen- cia por Moroder y existente en la colección Pie. Por último, se han publicado otras lisias de insectos cazados, como son ^Algunos Neurópteros de los alrededores de Madrid^^^ por el P. Navas (Bol. Soc. Arag. C. Nat., t. xm, núm. 2), que son especies ó variedades halladas en Ghamartín, ó en Gercedilla, en la excursión organizada con motivo del Congreso de la Asocia- ción española para el progreso de las ciencias; 6n nuestra colección, recibida del Sr. Le Moult, de Parí?. UOLETIN DE LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Nuevas formas de leishmaniosis patógenas humanas y caninas en el Mediodía de España POR FIDEL FERNÁNDEZ MARTÍNEZ Desde hace poco más de dos años, el catálogo de nuestra Pato- logía indígena se ha enriquecido con el conocimiento de un im- portante grupo nosológico, debido á ciertos protozoarios que ocu- pan en la concatenación naturalista un puesto muy cercano al de los tripanosomas, y son conocidos en los laboratorios de los para- sitólogos con el nombre de leishmanias. Su investigación y estudio fué iniciado en el Mediodía de Es- paña por el que esto escribe, allá por el último trimestre del año 1912 (1). Eran entonces rudimentarias las nociones que de las leishma- niosis hispanas se tenían. Sólo había un hecho indudable: en el mes de Octubre del mismo año, el profesor Pittaluga, ayudado eficazmente por el Dr. Vila, médico de Tortosa (Tariagona), ha- bía conseguido aislaren la costa catalana algún caso de kala-azar infantil, paidopatía debida á una de las especies patógenas del gTw^o, q\ Leishmaniainfantiim Nic. Con este antecedente, siguiendo sabias indicaciones del referi- do maestro y orientado por él y por las publicaciones de mi que- rido amigo García del Diestro, inicié mis primeras pesquisas en la baja Andalucía y me dediqué á inquirir en ella la presunta existencia de leishmaniosis infantil. La colaboración valiosísima de numerosos compañeros (Gama- cho, Bonilla, García Rodríguez, etc), y las propias personales in- vestigaciones, coronaron pronto con el éxito la labor emprendi- da, y el kala-azar délos niños fué en seguida señalado por raí en esta comarca. (1) El i kala-azar infantil i y la rácticas. Madrid, Agos- to 1913.) Datos sobre distribución y geografía médica del «kalu-azan en el Mediodía de España. (Gaceta Médica catalana. Barcelona, Agosto 1&I3.) Nuevos datos sobre el 'kala-uzar infantum>. (Revista Iberoamericana de Ciencias médicas. Madrid, Octubre 1913.) El ikalaazar infantih en las provÍ7icias de Granada, Málaga y Almería. Tesis para el Doctorado en Me- dicina, 1('13, etc., etc. Tomo XIV.— Diciembre, 1914. 32 498 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tronco y extremidades, pero más abudantes en la cabeza, princi- palmente alrededor de los ojos, donde eran confluentes, pequeñas como lentejas, poco saniosas, cubiertas de costras secas, no san- grantes, de bordes irregulares y fondo poco excavado, violáceas, sin mamelones y de varios meses de fecha, según informes de los dueños del anima!. La investigación del ileishmaniay) en el producto exudado, previo lavado del fondo y compresión periférica (procedimiento de Nico- lás), fué positiva, viéndose formas libres y endomomiclearts del 'parásito. Con este dalo de tan indudable valor, afirmé más mis anterio- res sospechas, que expuse ampliamente en mi comunicación al I Congreso de Pediatría celebrado recientemente en Palma de Mallorca (1). Decía yo en aquellas cuartillas que la frecuencia de las lesiones cutáneas en los niños con kala-azar, la constancia de las úlceras bucales, la aparición de úlceras parasitíferas en el perro leishma- niósico, y la analogía biológica de las diversas especies del géne- ro leishmania, eran prendas seguras de que debían existir entre nosotros los casos calificados de botón de Oriente, extendiéndome después en algunas disquisiciones sobre la posible identidad de los agentes morbosos que permitirían, de confirmarse, describir en un solo capítulo las dos clases de leishmaniosis humanas: lo- cales ó cutáneas, y generalizadas ó septicémicas. Muy recientemente, y con ocasión de estudiar tres casos sos- pechosos acaecidos en Vélez de Benaudalla (Granada), he confir- mado todas mis sospechas y encontrado, en úlceras humanas, los parásitos (pie ya había visto en las de los perros. Siendo mi única aspiración, por el momento, la de dar cuenta de mi hallazgo á mis respetables consocios de la Real Española de Historia Natural, no he de extenderme en largas consideraciones. Se trata de un chico de diez y seis meses y de dos niñas de cua- tro años, cuyos síntomas clínicos llamaron justamente la atención del distinguido médico titular D. José García Rodríguez, ya pre- venido por mí, y al que públicamente rindo, desde estos renglo- nes, tributo de gratitud. (1) El ikala- azar infantil» y las diversas * leishmaniosis» en el Mediodía de España. Comunicación al 1 Congreso eapafiol de Pediatría. Palma de Mallorca, Abril de 1914. DE HISTORIA NATURAL 499 Hace, respeclivameute, catorce y veinticuatro meses que comen- zaron las primeras manifestaciones. Los chicos, cuya herencia morbosa falla ó es desconocida, pre- sentaron en la región malar izquierda y en el surco naso ocular derecho una pequeña pápula prurigiuosa, que por rotura y exten- sión periférica se transformó pronto en úlcera poco saniosa. La evolución ha sido continuamente progresiva, pero extraordina- riamente lenta. La exudación, aunque escasa, determinaba la formación de costras amarillentas que, arrancadas por las uñas de los pacientes, dejaban ver un fondo de color ajamonado, no sangrante, sin mamelones, atónico, sin sanies, pero con ligerísi- ma exudación amarillenta, que determinaba á las pocas horas la formación de una nueva costra. El estado general no se ha modificado, y las lesiones cutá- neas, en ocasiones ligeramente pruriginosas, han llegado al pe- ríodo actual, evolucionando en el lapso de tiempo anteriormente anotado. Se observa, ante todo, la citada concreción amarillo-rojiza for- mada por los exudados desecados, y constituyendo la cubierta costrosa de la lesión destructiva. Todo alrededor de ella hay un halo rojizo, ligeramente promi- nente, pruriginoso, de un par de milímetros de anchara, y cubierto á trozos por escamas blanquecinas. Por fuera de ese marco, la piel tiene aspecto absolutamente normal, sin que se noten vestigios de linfagitis superficial. Los ganglios vecinos no se tocan. Despegando la costra por medio de un estilete, se descubre en toda su extensión la lesión ulcerativa. Es en uno de los enfermos redondeada y del tamaño de una moneda de dos céntimos, más grande en otro y bastante mayor en el tercero, en el que la forma es marcadamente oval, con una estrechez central que la asemeja sensiblemente á un reloj de arena, cuyo eje mayor siguiera la dirección del surco naso-ocular, sobre el que asienta. Los bordes, bastante regulares, circunscriben claramente el iondo, sobre el que están como cortados á pico. Son adherentes, rezumantes, limpios y ligeramente tumefactos. El fondo, de color grisáceo, con algunas vetas rojizas y puntos sangrantes, es ligeramente tomentoso, sin mamelones destacados, con ligeras películas blanquecinas sutileí y elásticas que, arran- cadas, dejan un pequeño espacio sangrante. 500 boletín de la real sociedad española La úlcera es muy poco exudativa, pero á las varias horas de per- manecer descubierta, concreta una película de exudado que se seca y endurece poco á poco, para constituir una costra. Esta no cae espontáneamente, pero los enfermitos la arrancan con fre- cuencia por medio del rascado. Las sensaciones subjetivas se reducen á picor intermitente, no muy fuerte; nunca han sido dolorosas. Por raspado y extensión en frotes se observan, previa colora- ción adecuada, formas libres y endoceliüares de leishmania f%- . runmilosa (Wrighl), asociadas á veces en zoogleas, y ocupando en ocasiones la totalidad de los mononucleares que las contienen. He recomendado la aplicación tópica del permanganato potá- sico y del azul de metileno, proponiéndome ensayar en la primera ocasión la acción terapéutica de los rayos de Roentgen. Aún no puedo precisar los efectos del tratamiento, aunque espero obte- ner los resultados beneficiosos señalados por los autores. Los casos reseñados no constituyen curiosidad clínica ni pueden calificarse de esporádicos. Los tres chicos referidos no salieron nunca de las inmediaciones del pueblo natal, en el que, según informes del médico titular, se dan con frecuencia ulceraciones análogas, que él ha visto también repetidamente en otra villa cercana: Guajar-Faragüit. La lesión aparece siempre en la cara ó en las manos, alguna vez en las piernas; es doble ó triple en ocasiones, acusando pro- bables autocontagios, pero no se reproduce nunca después de cicatrizada. Evoluciona con lentitud desesperante durante dos ó tres años, llega á proporciones mucho mayores, no afecta al estado general, y se cura cuando quiere, según frase vulgar, puesto que son inútiles cuantos ungüentos, ceratos y pomadas disponen los médicos y preparan los curanderos del país. No conduce nunca á la muerte, y acaba por cicatrizar más tarde ó más temprano. Su rebeldía ha dado origen al nombre vulgar con que la han bautizado en el país: la llaman pupa viva. Tales son mis tres primeros casos de hotÓ7i de Oi'ienie. Creo im- prudente justificar con ellos ninguna conclusión definitiva, que aplazo para cuando reúna un número más considerable, y espero hacerlo en breve, porque la enfermedad, repito, es bastante fre- cuente. Falta divulgar su conocimiento entre los médicos, para que éstos aprendan á separarla de la tuberculosis y de la sífilis. Cuando tal objeto se consiga, se verá que el dotón de Oriente^ DE HISTORIA NATURAL, 501 como el kala-azar, la disentería amibiana y tantas otras afeccio- nes parasitarias, no tienen de exóticas más que el calificativo con que las distinguen los autores de Patología. Publicaciones que ha recibido la f^eal Sociedad Española de l^istoria natural durante los meses de dulio-Sep- tiembre (continuación) g Octubre de 1914. (La liste suivante servirá d'accusé de réception.) Alemania Entomologischer Verein Iris, Dresden. Iris. 1914, Heft III. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 21, nos 7-9. Internationalen Entomologen- Verein, Stuttgart. Insektenbórse. xxxi Jahrg., n» 36. España Asociación española para el Progreso de las Ciencias, Madrid. Congreso de Madrid. Tomo iv. Ingeniería, Madrid. Año x, n.os 343-347. Institució catalana d'Historia natural, Barcelona. Butlleti. Any xi, nos 4_fí. Instituto geológico de España, Madrid. Memorias: Criaderos de hierro de España, tomo i. Observatorio de Física cósmica del Ebro, Roquetas. Boletín mensual. Vol. iv, n.o 1 2; vol. 5, n.° 1. Peñalara, Madrid. 1914, n.os 11-12. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xiii, n.° 8. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Año xii, n.o 116. Estados Unidos t sus Colonias Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. vii, n° 9. New-York Zoological Society. Zoológica. Vol. i, nos '7-18. Public Museum of the City of Milwaukee. Bulletin. Vol. xii, nos 1-2. The American Naturalist, New-York. Vol. xliii, n° 575. Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes-rendus. Tome 169, nos 17, 19-21; tome lí)6, tables. 502 ROLETÍN de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Inglaterra y sus Colonias Koyal microscopical Society, London. Journal. 1914, part 5. The Canadian Entoinologisfc, London. Vol. xlvi, n"' 10-1 1. The Zoologist, London. Vol. xviii, n" 215. Zoological Museum of Tring. Novitates zoologicae. Vol. xxi, n° 4. Italia La Nuova Notarisia, Modena. Auno xxix, Aprile, Luglio, üttobre. República Argentina Museo nacional de Buenos-Aires. Anales. Tomo xxv. Suiza Schweizerische Entomologische Gesellschaft, Schaffhausen. Mitteilungen. Vol xii, Heft 5-6. Alabern (E.)— Sobre un paidómetro, Mahón, 1913. Boiívar y Pieltain (Cándido). — Eumastacinos nuevos ó pocos conocidos (Oith., Locustidae). Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Natu- rales. Serie zool. 16. 1914. Cabrera (Ángel). — Fauna ibérica.— Mamíferos. Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1914. Hoyos Sáinz (L. de). — Caracteres généraux de la «crania hispánica». (Oongr. Internat. d'Anthropol., 1912.) — Cránes préhistoriques de cSepúlveda», Espagne. (Congr. Internat. d'Anthropol., 1912.) Hoyos Sáinz (Luis) et Aranzadi (Telesforo de). — Notes préliminaires sur les . (Bull. de la Soc. d'Anthropol., 1913.) NoRERO (Agustín). — El cacao y su cultivo. Madrid, 1910. Vidal (Luis Maiiano). —Riquezas minerales é industrias extractivas. (Vltl Curso Internacional de Expansión Comercial ) ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES MENCIONADOS Ó DESCRITOS EN EL TOMO XIV DEL BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL ^^^ Acanthoceras, 184. Acanthopsis taeuia, 345. Acares acuáticos, 185. AcrospfTmiim grainiímm, 143. Aecidium Euphorbiae, 141. - Marci, 141. Ajnga Jva, var. pseiulo-Jva, 428. Alternaría ternas, 160. Althaea rosea, 265. Amseba, 345. Amanita citrina, 192. - muscaria, lí)2. - pantherina, 192. - vaginata, 192. Auiblystegium varium, 102. Ammonites, 180. Amphoridium Mougestii, 104. Anacolia Webbii, 103. Anacyclus radiatus, 42!'. Anagallis arvensis, var. latit'oaa, 428. Anaitis Bohatschi, 4íí1. Ancylus, 345. Andesita, 180. Androsaceus Oleae, 163. Aneura p'nguis, 104. Anguilla vulgaris, 34". Anisogamia tamerlana, 131. Anisops, 345. Anser, 277. Antelia nivalip, 104. Anthaxia castiliana, 49 1 . - helvética, 491. - morio, 491. Anthemis chrysantha, 429. Anthostomella Smilacis, 242. Anthoxanthum ovatum, 425. Anthyllis vulneraria, 271. Antirrbinum Orontium, var. gran- diflorum, 428. Anuraea, 346. Apalus bimaculatus, 474. - Guerini, 474. Apatito, :^81, 390. ** Apoecides ** madagascariensis, 4 95. Aptychus, 198. Arañitas, 186. Archíeozoon ** Macphersoni, 406. Arcilla, 180. - plástica, 275. Arcillas, 116, 117, 118, 120. - azuladas, 1 17. - irisadas, 377. (l) Un asterisco * indica que el género ó especie á que precede (stá descrito en este tomo, y dos asteriscos ** que se describe por primera vez. Sólo figuran en el índice ]as variedades nuevas. Los nombres vulgares van de cursiva. 504 boletín de la real sociedad española Arena, '¿Ib. Arenaria tiinervis, "299. Arenas silíceas, 118. Arenisca roja, 180. Areniscas, 116, 117, 118. - psammiticas, 118. Arisarum latifolium, 426. - vulgare, 426. Armeria mauritanica, 428. Arrhenurus batillifer, 186, - bruzelii, 285. - claviger, 285. - globator, 285. - virens, 285. Artitocoblatta Colominasi, 489. Asaphus Cianus, 387. Asida argenteolimbata, 238. - Becerrae, 237. - Ciementei, 237. - luctuosa, 238. - **Mercet¡, 237. - Oberthuri, 237, - rufopubesceus, 237. Asterina * gibbosa, 278. Auerswaldia Chamaeropsis, 161. Aulacomnium audrogynum, 102. Avestruz americano, 1 58. Avicula contorta, 99. - ibérica, 295, Bacillus pestis Astaci, 266. Barbus Bocagei, 346. Bathyaulax spathulatus, 490. Bellerophon bilobatus, 386. Bellis perennis, 272. Biotita, 384. Bithinia, 345. Blaetophaga, 402. Boletus gentilis, 193. - granulatus, 193, - luridus, 196, - sanguineus, 196. Brachythecium olimpicum, 102, Brassica oxyrrhina, 427. Briza máxima, 425. Broscus (** Broscodes) ** Karumi- cus, 456. Bryum capillare, 102. - Duvalii, 102. - pallescens, 102. - pendulum, 104. Bryum ustulatum, 1C3. Bunkeya, 488. Caecoma pulcherrimum, 164. Caliza, 180,384. - cristalina, 406. - dolomítica, 97. - margosa, 98. - tabular, 98 Calizab-, 116, 117, 118, 120, 2:6. Calocephalus vituliuus, 207. Callymene trago, 387. - Tristani, 38?. Camarosporium quaternatum, 143, 146 - Roumeguerie, 146. Campechano, 83. Campyioneurus camerunus, 490. - liogaster, 490. - maculiceps, 490. - persimilis, 490. - striolatus, 490. Cantabrina ** erecta, 453. var. palmata, Jo4. Cantharellus aurantiacus, 194. Carabus catenulatus, 476. - f, solidus, 476. - latus, 477. Carassius auratus, 345. - vulgaris, 346. Cardiola retrostriata, 165. Cardita Talegii, 99. Carduus Carpetanus, 273. Centaurea sphgerocephala, 429, Cerceris arenaria, 445 - ** bellona, 445, 448. - bracteata, 445. - bupresticida, 445. - capitata, 445. - conigera, 445. - consobrina, 445. - (lacica, 445. - dorsalis, 445. - 5-fasciata, 446. - Ferreri, 445. - flaviventrie, 446. - funérea, 446. - ibérica, 446. - * interrupta, 446. - * labiata, 446. - leucozonica, 446. DE HISTORIA NATURAL 505 Cerceris Lindenü, 445. - 4-maculata, 445. - * Peninsularis, 445. - Rodoszkowskj'i, 445. - rubida, 440. - specularis, 445. - tenuivittata, 445. - tuberculata, 445. - variabilis, 445. Ceriuthe gynmandia, 428. - oranensis, 428. Cerocoma Mühlfeldi, 469. - Schaefferi, 469. - Schreberi, 470. - Wahlü, 470. var. chalybeiventris, 469. Chaetomella atra, 145. Cbiloceras circunflexum, 165. Chiloscyphus polyanthus, 104. Chlaenius infantulus, 23ri. Chrysopa prasina var. gástrica, 491. - ventralis var. decora, 491. - vulgaris var. luUiana, 41*2. Cistus salvieefolius, 427. Clavaria cinérea, 193. Cleritbes, 488. Clevea Rouseeliana, ¡04. Clitocybe gymnopodia, 192. - viridis, 192. Coleosporium Inulae, 141. - Senecionis, 141, 273. Colletotricbum glaeosporioides, 484 Collybia butyracea, 192. - dryophila, 192. - grammocephala, 192. Coniosporium Arundinis, 149. - rhizopbilum, 243. Coniothyrium Agaves, 146. Conoclypus conoideus, 234. Coprinus hemerobius, 193. Corixa, 186. Cornicina bamosa, 427. Coryna Bilbergi, 469. Cratoneuron irrigatum, 102 Crocidura, 180. Cruziana furcifera, 387. - Goldfussii, 387. Cryptocepbalus capucinus var. Mo- roderi, 492. Cuarcita, 386. Cuarcitas, 116. Cuarzo, 384. - bematoideo, 179. Cupularia canariensis, 355, 397, * Cyamon, 455. Cycloconium oleagineniu, 254, 291 Cyclops, 346. Cyclozoon Pbilippi, 100. Cymopolia, 169. Cystopus candidue, 144. Daouella Lommeli, 91. Daphnia, 345. Darluca vagaas, 460. Daucus *'"* minusculus, 428. Deltomerus * andalusicus, 236. Dendropboma ** hispalensis, 241, Deutalium laeve, 99. - undulatum, 99. Desmoceras, 232. * Dictyocylindrus, 455. Didymella effusa, 432. Didymosphseria smaragdina, 433. Dipcadi serotinum, 425. Diplohacilo, 84, 86. Diplococo, 84, 86. Diplodia Evonymi, 146. - Mori, 434. - Nerii, 435. - ramulicola, 146. - Ricini, 146. - Yuccae, 146. - ** Teucrii, 242. Diplodocus Carnegieii, 91. Diplodontus, 188. Discoidea cylindrica, 231. Dolomías, 116. Dorcadion ** Belbezei, 152. var. bilbilitanus, 152. - lacunosum, 152. - Martinezi, 152. - Panteli, 152. Dryopithecus Fontani, 288 Dytiscus, 186, 345. Ecbinocorys semiglobus, 173. - tenuituberculatus, 174. ** Ectyonilla. 465. - truncata, 45"J. Endophloeus Conradti, 490. Eozoon Canadense, 406. Epbedra vulgaris, 402. 506 boletín de la real sociedad española Epiaster crassissimus, 231. Epicauta verticalis, 471. Escofporas, 82. Esparray, 82. Euphorbia Nicíeensis, 271. - Paralias, 413. Eurhynchium diversifoliutP, 104. Exocoetus Rondeleti, 1 83. Eylais, 188. Fedia caput-b .vis, 428. Fenestrella Lycii, 143. Foca, 207. Fusarium Ricini, 436. - roseum, 436. Gacela, 275. Galemys pyrenaicus rufulus, 189. Gallium Bovei, 428. Gammarus, 345. Gaudryceras ^oliformis, 184. Geaster marginatus, 193. Georgia pellucida, lül. Gerris, 346. Gervillia exilis, 99. Gibberella Trichostomi, 243. Gladiolus illyricus, 426. Glaeosporium olivarum, 292. - VictoriosüED, 147. Gneis, 115, 120, 389. Granates, 389. Granito, 383. Granitos, 120. Grava, 276. Grimaldia dichotoma, 104. Grimmia anodon, 103. - Dornaji, 103. - Muehlenbeckii, 104. Gymnosporangium Sabinae, 142. Gymnostomum rupestre, 104. Gyrinus, 345. Gyroceras Celtidis, 484. Halimeda gracilis, 169. Halosimus Kollaris, 470. Halovia lucana, 99. Hamites, 233. Haplozia cordifolia, 104. - pumila, 104. Harpoceras Aallense, 202. Helianthemum guttatum, var. dis- color, 427. macrosepaluna, 427. I Hendersonia ruscicola. 435. Heterocladium squarrosulum, 102, Hidracaros, 185. Hierro, 183. Hipparion, 274, 239, - gracile, 275. Hirudo, 345. ** Hispanomydas, 178. - ** hispánicas, 178, 4S9. Hololampra Abdelasizi, 137. - algerica, 137. - carpetana, 134. - ** kroumiriensis, 134, 137. - larrinnae, 134. ■ ** merrakescha, 132, 137. - subaptera, 134, 137. - virgulata, 134. Homo heidelbergensis, 289. Hoplites, 184. Humita, 384. Humites comptus, '^9. Hydrachua, 345. Hydrargyra hispánica, 345. Hydrophilus, 345. Hygrophorus conicue, 194. Hypnum Alcazabae, 103. - Vaucheri, 1Ü3. Ilmenita, 390. Illgenus Hispanicus, 387. Isosoma, 402. Ixia Bulbocodium, 425. Jaspe sanguineo, 7 2. Junira quinquecostata, 231. Laboulbenia flagellata, 216. - polyphaga, 216. - proliferans, 216. - Kougeti, 210. Laccaria laccata, 1 92. Lactarias rufus, 193. Lagorina sericea, 47 ) . Lebias ibericus, 345. Leishmania infantum, 161, 496. - trópica, lül. Lepiota albosericea, 192. - áspera acutisquamosa, 192. Leptomydas lueitanicus, 489. Leptopalpus rostratus, 472. Leptosphseria Rnsci, 433. Leuciscus Arcaaii, 253, 345. Lichnis Cceli-Hosa, var. áspera, 427. DK HISTORIA NATURAL 5(n Lignito, 179. Limnsea, 345. Limnesia, 345. Limnochares, 180. Limonita, 184. Linaria bipartita, 428. Linum angustifolium, 427, 27 4. - catharticum, 274. Lolium perenne, 425. - rigiduai, 42.5. Lucina miocenica, var. Catalauni- ca, 398. Lunularia criiciata, 104. Lupinus angustifolius, 427. - lutens, 427. Lycogala miniata, 193. Lycoperdon furfnraceum, 193. Lytta segetum, 47 1. - vesicatoria, 471. Macrodon V'erneuili, 295. Macrophoma dalmática, 92, 2.il. - oleae, 292. - Ricini, 145. - Solieri, 145. Maleo] mia patula, var. ** longifo- lia, 427. Manowia, 488. Marasmius hygrometricue, 163. Marchantía polymorpha, 104. Marga blanca yesosa, 275. Margas, 97, 116, 117. - irisadas, 179. Marsonia Juglandis, 147. Megalodon hispanicus, 295. - Malladse, 295. Megastigmus, 4o?. Melampsora Euphorbiae, 273. exigua, 141. - Helioscopiae, 141. - Lini, 275. - pulcherrima, 432. Meianopsis, 345. Meloé autumnalis, 463. - Baudueri, 466. - brevicoUis, 465. - cicatncosus, 466. - corallifer, 464. - fissicornis, 464. - ibericus, 466. - insignis, 464. Malee laevigatus, 461. - limbatus, 464. - maculifrons, 464. - majalis, 464. - murinus, 465. - proscarabaeus, 466. - purpurascens, 465. - rugosus, 465. - tuccius, 465. - variegatue, 465. - violaceus, 466. Mercurialis annua, 164. Merinotus caudatus, 490. - rhamnura, 490. - Tessmanni, 490. Mesopithecus, 289. Microdiplodia Passeriniana, lol. - pinnarum, 436. - Psoraleae, 151. Microsticta Fomi, 435. Mideopsis orbicularis, 187. Moehringia, 289. - intermedia, 295, 298. - pentandra, 29r;, 298. - trinervia, :í96, 298. Moena vulgaris, 83. Mostela africana, 175. - nippon, 175. - paraensis, 176. Myoconcha Carionii, 99. Myophoria, 98, IbS. - kefersteini, 99. - líevigata, 99, 100. - vestita, 98, 100. Myophoricardium lineatum, 98. Myophoriopsis camposinensis, 296. Mytilus eduliformis, 100. Natica millepunctata, 398. Nectriella miltina, 443. - Rousseliana, 143. Neomys, 19U. Nepa, 186, 345. Nemestrinus Ariasi, 490. - nigrovillosus, 490. Nemognatha chrysomelina, 471. var. nigripes, 471. Nemura lata, 491. Nonnea alba, 272. - ** Ferezii, 428. Notonecta, 186, 345. 508 boletín de la real sociedad española Nucula gregaria, 100. Nummulites complanatus, 173. - Isevigatus, lli. Obolus, 385. Odontogaster guineeasis, 490. - variegatus, 490. Oecidium Bellidis, 239. - Compositarum, 239. - Marci, 254. - **Montaguei, 239. Oenas afer, 470. - crassicornis, 470. - fusicornis, 470. Oidium erysiphoides, 148. - Evonimy-Japonici, 148. - ladaniferus, 294. - leucoconium, 254. - monilioides, 148. Olea Europaea, 163. Oligoclasa, 389. Ünonis Hackelii, var. ** Fontqueri, 427. - Maweana, 427. Opis Tarragonensis, 295. Orchis picta, 426. Oreoweisia Bruntoni, 103. - Mulhacenii, 103. Ornithopus isthmocarpus, 427. Oro, 78. Orobanche foetida, 428. - huteli, 428. - minor, 428. Orthis Carausii, 386. Orthoceras, 165, 386. Orthotrichum affine, 102. - Schimperi, 102. - urnigerum, 102. - Sardagnanum, 104. Ortosa, 389. Ovulariopsis erysiphoides, 243. Pachydiscus, 231. Pagellus bogaraveo, 83. PalíJeaeschna Vidali, 489. Palaemon, 345. Paramoecium, 345. Parnassius Apollo aragonicus, 491, Passerina hirsuta, 426. Paxiilus involutus, 193. Pectén Azzarolae, 99. - cristatus, 200. Pectén discites, 100. - flagellum, 99. - Saccoi, 98. - scutiformis, 99. - subpleuronectes, 398. Pellia epiphylla, 104. Perisphinctes, 201. Perissopterus mexicanus, 402. - pulchellus, 402. - ** zebra, 399. Perlodes Arnaizi, 49 i, Peronospora Alsinearum, 432. - effusa, 144. - Valerianell8e, 432. Pestalozzia funérea, 147. Fez volador, 83. Philanthus Andalusiacus, 444. - ** Bolivari, 444. - coronatus, 444. - triangulum, 444. - * variegatus, 444. - * venustus, 444. Philonotis seriata, 104. Phoenis dactilifera, 256. Phoma ** cupulicola, 241. - Daturae, 145. - glandicola, 241. - Lycii, 144. - macropyrena, 145. - oblongata, 241. - striiformis, 241. Phomopsis ** Paui, 433. - phaenicicola, 242. Phragmidium Fragariastri, 239. - Sanguisorbse, 273. Phylloceras subnilssonii, 234. Phyllosticta Aloes, 240. - hedericola, 484. - insulana, 164. - Napi, 144. - Umbilici, 240, Physa, 345. Physalospora latinans, 242. Physanthyllis tetraphylla, 271. Piezomastax, 488. Pino, 180. Pirita, 95, 184, 384. Pizarras arcillosas, 116. - azules, 386. - cristalinae, 115, 120. DE HISTORIA. NATURAL [;09 Pizarras rojizas, 386. Placunopsis Terue'ensis, 100. Plagioclasa, 389. Plagiochila asplenioides, 104. Planorbie, 276, 345. Plata, 78. Piaxopis Bütneri, 490, - persimilie, 490. Pleospora herbarium, 148. - vulgaris, 142. Plicatula filicosta, 99. Polyphaga africana, 128. - algerica, 126. - ** Bolivarj, 123. - conspersa, 127, 128. - ** Finoti, 130, 131. - gestroyaua, 128. - lívida, 129, 131. - platypoda, 129. - ** Schelfordi, 126. - ursina, 12S. Polyporus Rostkowii, 193. Pórfido cuarcifero, 385. Posidonomia Beciíeri, !63. - Bronni, 2U2. Poterium Magnolii, 270. Pseudomastax, 488. Pseudorhynchus, 4ví5. Pterodina, 345. Puccinia annuUaris, 139. - Arenarife, 431. - bromina, 272. - Canariensis, 239. - Cardui-pycnocephali, 138. - Carduorum, 138, 272. - Centaureae, f orm. ** pullafae, 238 - Chondrillae, 138. - chondrillina, 138. - Coepidis, 430. - Corrigiolse, 293. - crepidicola, 293. - Epilobii-tetragoni, 430. - glumaruna, 140. - holeina, 140. - Hypochoeridis, 138. - Lolii, 140. - Leontodontis, 13a. - Libanotidis, 139. - Malvacearum, 264. - Menthae, 139. Puccinia obscura, 272. - Polygoni, 139. - purpurae, 161. - Rumicis-scutati, 239. - Suenes, 273. - Smyrnii, 430. - Sonchi, 139. - Taraxaci, 139. - Teucrii, 430. - tiuctoriicola, 290. - triticina, 140. - Umbelliferarum, 139. - Urospermi, 293. - Verruca, 273. Xanthii, 484. Puzcsia Kiliani, 184. - Nolani, 184. Pycnogaster, 253. Pygope Aspasia, 201. - diphya, 201. Ranunciilus flavelatus^ var. acinaci- lobus. 427. var. flavescens, 427. Raspailia, 456. Eepilo, 92, 291. Hhabdospora ** Convolvuli, 242. Rhacomitrium sudeticum, 102, Rhamnura bicolor, 490. Rhiuoceros austriacus, 391, 393. mut. ** hispanicue, 391, 393. - sansaniensis, 391. - Schleirmacheri, 392, 393. - simorrensis, 391. - steinheimensis, 396, - tagicus, 366. Rhynchonella Alberti, 202. - Dalmasi, 202. - subdecusata, 202. - cf. Stephensi, 202. Rhynchostegiella tenella, 101. Roboulia hemisphaerica, 104. Roestellia cancellata, 142. Romulea bifrons. 426. - gaditana, 426. - Linaresi, 426. - ramiflora, 426. Rostellaria Dordariensis, 398. Rotifer, 346. Russula nitida, 193. Sagitta bipunctata, 168. olO boletín de la real sociedad E.-PaNOLA S-1. 116. - gemraa, 373. Salvia clandestina, 428. Sanguinolites Pellicoi, 386. Sargus annularis, 82, 84. Scapania nemorosa, 104. fSchafhaütlia Schmidi, 100. Schistidiuin alpieola, 102. Schloenbachia, 231. Schulthesiella, 488. Scleranthus perennis, 299. Scorpfena porcus, 82. - scrofa, 82. - nstulata, 86. Scrophularia mellifera, 428. Senecio leucantheraifolius, 429. Septoria Atriplicis, 14?. - Convolvulis, 146. - Chenopodii, 146. - Lycopersici, 436. - Maydis, 147. - Stellariae, 146. Serapias lingua, 426. Serranas scriba, 82, 84. Siderita, 184. Silene colórala, 427. - hirsuta, 427. - inflata, 164 Sisyra iridipennis, 492. Sitaris melanura, 175. - muralis, 475. - rufipennis, 475. - Solieri, 475. Solanum sodompeum, 428. Sorex. ISO. Sphaerella brassicicola, 142. Sphagnum teres, 102. Squalins cephalus, 346. Stachys arvensis, 428. Statice cephalotus, 428. Stegaster altus, 173. Stellaria media, 299. Stenopteromya Bolivari, 490. Stenoria analis, 475. - apicalis, 475, Stentor, 346. Succinea, 345. Syllegomydas algiricu=:, 177. - **Bezii, 176, 489. - ■**Bueni, 177, 489. Syilegomjdas cinctus, 177. - **Merceti, 177, 489. Sympherobius Vicentei, 491. Symplectromyces vulgaris, 217. Synapta, 485. Targioniahypophylla, 104. Teichospora ignavia, 243. - inverecunda, 143. Terebratula cf. cornuta, 202. - gregaria, 99. - sospirolensis, 202. 'Teredo, 229, Terquemia, 98. - Spondyloides, 98. - complicata, 100. '1 estudo, 303. Tetragonolobus Requienii, 427. Theleproctophylla australis, 4S9. - Dusmeti, 489. - variegata, 489. Theodoxia, 345. Thericlelia, 488. Thyas, 186. Titanita, 390. Tolpis bsetica, 429. - barbata, var. grandiflora,- 429. Tornoceras bilobatum, 165. - cinctum, 165. - simplex, 165. Tortula aciphylla, 102. Torula cistina, lóO. - conglutinata, 150. - ** Hariotiana, 149. Trachiceras, 294, Tricholoma amethystinum, 192. - sulphureuru, 194. Trichonema ramiflora, 426. Triglochin Barrelieri, var. ** mau- rum, 426. * Trikentrion, 466. Trymosternus ** Ariasi, 236. - rainimus, 237. - onychinus, 237. Tubercularia confluens, 436. Turbonilla dubia, 98, lOü. Turrilites, 232. Trypanosoma gambiense, 195. Uredo Audropogoni-hirti, 431. - Fici, 431. - Holoschseni, 459. DE HISTORIA NATUKAL 511 Urginea Scilla, 270. ürocystis Anemonis, 270. - Leimbachii, 270. - pompholygodes, 270. - sorosporiodes, 270. Uromyces Anthyllides, 271. - appendiculatus, 140 - Behenis, 140. - Behemis, 164. - cariophyllum, 254. - Jnnci, 469 - Polygoni, 140. - renovatus, 239. - Rumices, 429. - Scillarum, 271. - sublaevis, 271. Ustilago nuda, 142. Vaca serrana, 82. Valsa mendax, 142, Valvata, 342. Volutella Buxi, 160. - gilba, 150. - Therryana, 150. Volvaria bombycina, 193. - gloiocephala, 193. Vorticella, 346. Webera andalusica, 103. - carinata, 103. Weisia crispata, 104. Xucla, 83. Yeso, 97, 116, 117. Yesos metamórficos, 179. Zeilleria Partschi, 20 1, 202. Zonabris Amori, 467. - Dejeani, 467. - Dufouri, 467. - flexuosa, 467. - floralis, 467. - geminata, 468. - Hieracii, 467. - impressa, 469. - maculoso-punctata, 467. - Oleae, 4G6. - 10-punctata, 468. - 12-punctata, 469 - 4-punctata, 467. - scutellata, 4 68. - sobrina, 468. - Uhagoni, 466. - variabilis, 466. - varians, 468. Zonitis auricoma, 473. - Haroldi, 473. - immaculata, 472. - praeusta, 472. var. nigripennis, 472. - 4-punctata, 474. - sexmaculata, 473. - suprema, 473. - thoracica, 472. Inie k lo üoééo en el lomo \IV del Boletín. Págs. Junta directiva y Comisiones para 1914 3 Comisión para el estudio del Noroeste de África 6 Socios fundadores de la Real Sociedad española de Historia natural . . 6 Presidentes que ha tenido esta Sociedad desde su fundación 6 Lista de socios 7 índice geográfico de los socios 42 Relaciones del estado de la Sociedad y de su Biblioteca 50 Estado de la Biblioteca 55 Lista de las Sociedades con las que cambia, y de las publicaciones pe- riódicas que recibe, la Real Sociedad española de Historia natural. 57 Sesión del 14 de Enero de 1914 69 Fernández Navarro (not. bibl.)— Marius Dalloni: Etude géologique des Pyrénées de I' Aragón.— L. Mengaud: Sur l'aptien inférieur mar- neux de la province de Santander 73 Dantín Cereceda (not. bibl.)— Janini Janini: Riegos con aguas artesia- nas. Noticias generales respecto á los -pozos artesianos y á los arren- damientos de terrenos para huertas en el Real Patrimonio de El Pardo.-— Quelle (Otto): Die Iberische Hanbinsel, Für die Literatur von Januar 1909 bis 1 April 1912, mit Nachtrcigen aus früheren Jahren 74 Rodríguez Mourelo (J.) — Datos para la historia del Museo de His- toria Natural de Madrid 77 Menaobo t SüaSa (A.)— Sobre una oftalmía de los peces de los acuarios 82 Sesión del 4 de Febrero de 1914 89 Bolívar (I.)— Acuerdos de la Junta directiva sobre asuntos adminis- trativos de la Sociedad 89 García Velázqüez (sección de Sevilla).— Fósiles vegetales de Canti- Uana 92 González Fraooso (sección de Sevilla).— Aceitunas atacadas del «Ma- crophoma dalmática» 92 Tomo XIV.— Diciembre, 1914. 33 514 BOLETÍN DE LA REAL SOGIEDAÜ ESPAÑOLA Oarandkll (nota bibl.)— Henry y. Washington: The Catalán volca- noes and Their rocks 96 Jiménez de Cisneros (D.)— Noticia acerca del yacimiento fosilífero del triásico superior de las Espejeras en el término de Agost (Alicante) 96 Casares Gil (A) — Una excursión briológica á Sierra Nevada 100 Fernández Navarro (L.) — Cuencas artesianas probables en la Penín- sula Ibérica 106 D'Adelung (N.)— Quelques Blattaires nouveaux de l'Afrique sep- tentrión ale 122 González Fragoso (R.)— Contribución á la Flora micológica española 137 Escalera (M. M. de la). — Una especie nueva de de España 152 Sesión del 4 de Marzo de 1914 157 Ribera (E.)— Cría en Madrid de avestruces americanos, 158 Fernández Martínez (sección de Granada).— El Kala-azar infantil y parásitos del género «Leishmauia» en el Mediodía de España . 160 González Fragoso (sección de Sevilla). — Dos hongos parásitos inte- resantes: el cAndrosaceus Oleac' y la cPhyllosticta insulana» 163 Barras (sección de Sevilla). — Proliferación en los frutos del pimiento. 164 Fernández Navarro (nota bibl.)— Jean Groth: Les schistes á goniati- tes de Guadalmez 166 Carandell (nota bibl.)- Preiswerk (H.): Uber einige Zinnerzlagers- tatien in Spanien und Portugal , 165 Beltrán y Bigorra (nota bibl.) — Prácticas de Botánica. — Guía para el empleo del microscopio en el estudio de la anatomía de las plan- tas superiores por el Dr. Arthur Meyer. (Traducido del alemán por D. Joaquín M.* Castellarnau.) 1 66 Faura y Sans (not. bibl.) — Dalloni (M. Marius): Stratigraphie et tec- tonique de la región des Nogueras (Pyrénées centrales), — Wurm (A.): Beitrage ziir kenntnis der Iberisch-Balearichen Triasprovinz 167 González Fragoso (nota bibl.) — F. Pelourde: La Paleontologie végé- tale 168 Barras db Aracóu (F. de las). — Notas antropológicas 16í» Jiménez de Cisneros (D.) — Sobre la existencia del Maestrichtiense en algunos puntos de la provincia de Alicante 172 Cabrera (A.) — Sobre algunas formas del género «Mustela». (Lám. i). 176 Arias (J.) — Descripciones de nuevos de España y del Norte de África 176 Darder Pericas (B.)— Los yesos metamórflcos de Mallorca. (Lám. ii). 179 Karl ViETS. — Breves indicaciones respecto de la recolección y con- servación de los ácaros acuáticos (Hidrácaros), compuestas para el Museo de Ciencias Naturales de Bohemia Occidental 185 DE HISTORIA NATURAL 515 Págs. Ibaiira (R.)— Una curiosa anomalía dentaria en un insectívoro 189 RcssEL (L.)— Notas micológicas 192 PiTTALDGA (G.) — A propósíto de las c formas iniciales» y de los < gra- nulos vitales » de los Tripanosomas 195 Jiménez de Cisneros (D.) — Excursión de Novelda á Abauilla. . .... 198 Sesión del 1° de Abril de 1914 205 Hernández-Pacheco. — Descubrimientos prehistóricos en la Borbolla (Asturias) 206 Fernández Navarro.— A propósito de la erupción volcánica del Chinyero (Tenerife) 206 Cendrero (sección de Santander). — Un ejemplar de «Calocephalus vitulinus» capturado en Deva 207 Cervera Barat (sección de Valencia). — Restos paleolíticos del cCerro de la Peladilla» (Requena) 210 Madrid Moreno (nota bibl.) — A. Forti: Contributioni diatomalogiche . 211 Darder (not. bibl.) — Paul Fallot: Sur la tectonique de la sierra de Mu- jorque (Baleares).— Paul Fallot: Sur la Stratigraphie de la sierra de Majorque (Baleares) 212 Ferrando (nota bibl.) — L. Duparc et A. Monnier: Traite de technique minéralogique et pétrographiqne 213 Dantí:* Cereceda (nota bibl.) — Halbfass (W.); Der Castañedasee, der grosste Süsswassersee Spaniens, und seine Umgebung. (El lago de Castañeda, el mayor lago de agua dulce de España, y sus alre- dedores) 216 González Fragoso (nota bibl.)— F. Picard: Contribution a l'étude des Lahoulbéniacées d'Europe et du Nord de l'Afrique 216 Faura y Sans (nota bibl.) — Jeannel (R.) et Racovitza (E. G.): Enumé- ration des grottes visiiées 1911-1913 217 Navarro Neumann [W. M. S.) — Enumeración de los terremotos senti- dos en España durante el año 1913 219 Jiménez de Cisneros (D.) - El Cretáceo medio de Santa Ana y los Ammonites gigantes del término de Alicante 229 Bolívar t Pieltain (C.)— Notas sobre Carábidos españoles 235 Bolívar Y Pieltain (C.) — «Asida (Alphasida) Merceti» nov. sp. (Col. Tenebrionidae). ... 237 González Fragoso (M. R.) —Sur quelques champignons peu connus ou nouveaux de la flore espagnole 238 Torremocha (L.) -Sobre la identidad de algunos compuestos cianhí- dricos de la hemoglobina (cianahemoglobina, cianametahemoglo- bina y fotometahemoglobina).— Investigaciones de espectroscopia hemática 244 Sesión del 6 de Mayo de 1914 249 Bernaldo de QuiRÓs.— Sobre el libro titulado Yebalay elbajo Lttcus. 249 516 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Bden (O. de). — Instituto español de Oceanografía. — Comisióu inter- nacional para la exploración científica del Mediterráneo 251 MoKALES (sección de Sevilla). — La enfermedad llamada re2)ilo, en los olivos 264 González Fragoso (sección de Sevilla).— Eriksson et Hammarlund: Essai d'immunisation de la Rose tremiere contre la maladie de la Rouille (Puccinia Malvaceantm) 254 Ferrando (sección de Zaragoza). — Una roca eruptiva de Anón (Za- ragoza) 257 Darder (B.) • Charles Jacop et Paul Fallot: La nappe de charriage du Montsech, Catalogue 267 Buen (O. de).— El IX Congreso Internacional de Zoología. (Monaco, Marzo, 1913) 258 Lázaro ¿ Ibiza (B.) — Algunas noticias sobre uredináceos y ustilagi- náceos de España 269 Hernández-Pacheco (E.) — Mioceno superior de la Puebla de Almu- radiel (Toledo) 274 Jiménez de Cisneros (D.) — Noticia acerca de algunos individuos anor- males de < Asterina» encontrados en el puerto de Cartagena 278 Sesión del 3 de Junio de 1914 286 RoussEL. — Hidrácnidos de Suiza 286 Vidal (L. M.) (sección de Barcelona).— Conclusiones del Dr. Smith Woodward, después del estudio realizado sobre la mandíbula del cDryopitbecus Fontáni» encontrada en Seo de ürgel (Lérida) 288 Tenorio (sección de Sevilla). — Excursión geológica por la provincia de Cádiz 290 González Fragoso (sección de Sevilla). — Sobre el repilo. Tres üreda- les interesantes 291 Darder (not. bibl.) — A. Wurm: Beitrdge zur Kenntnis der iberisch- balearischen Triasprovinz. (Datos acerca del conocimiento de la provincia triásica hispano-balear).— Louis Mengaud: Sicr la tecto- nique des environs d'Infiesto, Arriondas et Rivadesella (Asturias).. 294 Caballero (A.) — Notas críticas sobre las especies anuales del género cMoehringia» L 296 Gota (A.) — Notas para el estudio de los microbios cromógenos de pigmentos rojos, en las aguas de abastecimiento de Zaragoza 300 Fernández Navarro (L.) y Carandell Pericay (J.)— El borde de la meseta terciaria en Alcalá de Henares. (Láminas iii, iv y v.) 302 Cabrera (A.) — Código de nomenclatura zoológica vigente en la ac- tualidad, con una introducción histórica 311 Arévalo (C.) — El Laboratorio hidrobiológico del Instituto de Va- lencia. (Lám, vi) 338 Sesión del 1." de Julio de 1914 353 DE HISTORIA NATURAL 517 Págs, Bernaldo de Quibós. — Sobre el nombre «Yebala> y su aplicación más adecuada 363 Vidal (L. M.) (sección de Barcelona). — Error de los geólogos franceses MM. Jacob y Fallot respecto al origen del Montsech (Cataluña),. . 356 P. Balasgh (sección de Valencia). — Existencia probable de una ne- crópolis céltica cerca de Alcoy 366 Fernández Navarro (nota bibl.) — Sobre la labor geológica de Eduardo Suess 367 GÓMEZ DE Llerbna (uota bibl.) — M. Dalloni: Sur la tectonique des Py- rénées catalanes et la prétendue iuappe du Montsech >. — Jean Groth: La Sierra Morena. — Halbfass (Wilbelm): Der Castañedassee, der grósste Süssivassersee Spaniens, und seine Umgebung 362 Bernaldo de Qoirós (C.)— Yebala y Garb 363 Vidal (L. M.) — Cuatro palabras sobre las salinas de Cardona y su edad geológica 373 Gómez de Llerena y Poü (J.) — Un ejemplo de metamorfismo en los montes de Toledo. (Lám. vii) 383 Gómez de Llerena y Poü (J.)— Excursión geológica á Navas de Es- tena (montes de Toledo) , 385 Fernández Navarro (L.)— Gneis granatífero de Toledo 388 ÜANTíN Cereceda (J.)— Acerca de un nuevo cRhinoceros» mioceno. fRhinoceros austriacus» Peters, mutación . (Láminas VIII, IX y x) 391 Faura y Sans (M.) — Sobre la presencia de un briozoo viviente, la cCupularia canariensis» Busk, descubierto en los terrenos miocé- nicos de Cataluña 397 García Meroet (R.)— Notas sobre afelininos. (Himenópteros Cal- cídidos) 398 Sesión del 7 de Octubre de 1914 405 CaranoelIi. — Datos probables para la Paleontología: ¿un fósil ar- caico? 406 Hernández-Pacheco. — Fenómenos de glaciarismo cuaternario en la cordillera cantábrica. Carbonífero stefaniense en Cangas de Tineo. 407 Dantín. — La cuestión de la Yebala y el Garb 408 Fernández Navarro (not, bibl.) — W. W. Nikitin: La métJiode univer- selle de federow. — Koenisberg (J.): Notiz über kristalline Schiefer in Spanien. — Prfesent (H.): Ban und Boden der Balearischen Inseln. 412 Dantín Cereceda (J.) — Acerca de una fasciación en un ejemplar de la cEuphorbia Paralias» L 413 Barras de Aragón (F.)— Varias medidas é índices de los huesos en- contrados en unas sepulturas antiguas de Cádiz 415 Ramón y Cajal (P.) — Contribución al estudio de las fibras del cere- bro de las aves (pájaros) 417 518 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA FoNT QüER (P.)— Plantas de Larache 424 GoiNzÁTEZ Fragoso (R.) — Varios hongos poco conocidos ó nuevos para la flora española 42í) Sesión del 4 de Noviembre de 1914 441 AscARZA. — Conferencia acerca del último eclipse total de sol 411 García Míircet (R.) — Los Filántidos de España 443 Ferrek (F.)— Estudios sobre Espongiarios 461 Bolívar y Pieltain (O.) — Diagnosis de un nuevo «Broscus» de Per- sia (Col. Car.) 45t5 Hernández-Pacheco (E.) y Carandkll y Pericay (J.) — Investigacio- nes prehistóricas en la caverna de la Peña, San Román (Asturias). 467 González Fragoso (R.) — c Uredo Holoschaenii Cast =cUromyces Junci» (Desm.) Tul 469 Rodríguez López Neyra (C.)— Claves dicotómicas para la determina- ción de los meloidos indígenas 461 Más de Xaxars (J. M.)-E1 «Carabus catenulatus» Scop. en Cen- tellas (Col. Car.) 476 Sesión del 2 de Diciembre de 1914 481 Carandell. — Fenómenos de metamorfismo en las calizas arcaicas del Guadarrama 481 ToRREMOCHA (sección de Sevilla).— Una nota, acompañada de dibu- jos, sobre hachas neolíticas halladas en Montánchez (Cáceres). . . 483 González Fragoso (sección de Sevilla). — Presencia en la flora espa- ñola de tres hongos, nuevos para ella 484 Pardo (sección de Valencia).— Notables fragmentos caídos en Alca- lá de Chisbert (Castellón) 485 DusMET Y Alonso (D. J, M.^) (not. bibl.) — Navas (Rvdo. P. Longi- nos): Manual del entomólogo. — Bolívar y Pieltain (C): Eumastacinos rtuevos ó poco conocidos. — Arias (J.): Dípteros de España. Fam. My- daidce. Con descripción de algunas especies del Norte de África, etcé- tera, etc 486 ZüLüETA (A. de) (nota bibl.) — Cabrera (A.): Fauna Ibérica. Mamíferos 492 Bolívar y Pieltain (C.) — Un nuevo Conocefalino de Madagascar. (Orth. Phasg.) 491 Fernándbz Martínez (F.)— Nuevas foimas de leishmatosis patóge- ras humanas y caninas en el Mediodía de España 496 Índice alfabético de los generes y especies mencionados ó descritos en el tomo xiv del Boletín , 503 índice de lo contenido en el tomo XIV del Boletín 613 Advertencia. — Se ha publicado este tomo en cuadernos que han apa- recido dentro del mes correspondiente. Lleva, además, once láminas aparte. WHOl LIBRAR) H IñHJ 1>